4 EN PORTADA @pulso_tw facebook.com/pulsochile Lunes 29 de febrero de 2016 • www.pulso.cl www.pulso.cl • Lunes 29 de febrero de 2016 @pulso_tw facebook.com/pulsochile EN PORTADA 5 Análisis del momento económico y financiero ¿BAJARÁ CLASIFICACIÓN DE CHILE? “No la vemos inminente, pero sí es una situación que hay que cuidar”. ENTREVISTA CON FUNDADOR Y SOCIO DE COMPASS GROUP Manuel José Balbontín: “En la política fiscal hay que ser más keynesiano (...) impulsando la confianza y facilitando la inversión” SEÑALES PRO CRECIMIENTO “Tanto los inversionistas locales como internacionales siguen en la posición de ver para creer”. INFLACIÓN POR TIPO DE CAMBIO “¿Cuál es el punto de tratar de pelear en forma importante esa inflación y perjudicar aún más el crecimiento en Chile?”. —Eso sí, el experto advierte que sólo aumentar el gasto del fisco no “sirve para nada”. —Dice que la política monetaria no tiene un rol mayor que jugar en el presente escenario, donde no se anticipan mayores presiones inflacionarias. Una entrevista de R. CÁRDENAS/P. POBLETE En medio de la desaceleración mundial, ¿cómo ve el escenario económico en Chile? —Claramente Chile está en una situación complicada. Hay dos factores: por un lado la desaceleración global y la caída del precio de las materias primas, que le afecta directamente a Chile. Lo segundo, es que la confianza -tanto del consumidor externo como interno- ha disminuido en forma importante, en parte relacionado con un proceso de reformas que no favorecen la confianza de los inversores, que son percibidas como que no mejo- CREDITO DE FOTO C OMPLEJO está el panorama económico mundial y también el chileno, señala el fundador y socio de Compass Group, Manuel José Balbontín. Con más de 20 años de experiencia en el manejo de inversiones en Nueva York, sostiene que el mundo seguirá creciendo en forma moderada, y los inversionistas continuarán favoreciendo a los mercados desarrollados. En ese escenario, la región está registrando una desaceleración estructural, y Chile no se escapa de este contexto. Por lo mismo, el experto indica que el Gobierno debe dar señales claras pro crecimiento, que logren recuperar las confianzas y apuntalen la inversión. Descarta que un aumento sólo del gasto fiscal tenga un efecto económico importante. ran la competitividad o la productividad, y a esto además se agrega el hecho de que hay una falta de confianza en las instituciones, tanto públicas como privadas, por casos de corrupción, por acusaciones, etc. Y eso no sólo se está dando en Chile, también en Brasil, en México, en distintos países. Por lo tanto la situación de Chile claramente está complicada. ¿Cuál es el rol que debe jugar el sector fiscal, dado el poco espacio para gasto? —La situación fiscal con el poco crecimiento se complica. Entonces no se ve que se puedan hacer muchas medidas pro crecimiento. Lo que se tiene que impulsar es todo lo que sea inversión en infraestructura. Latinoamérica en todo este período de boom de precio de las materias primas no hizo mucho de lo que debería haberse hecho, algunos países han empezado últimamente, tarde, pero en forma más agresiva, como el caso de Colombia, mientras otros están tra- tando, como México. En el caso de Chile, se ha hecho muy poco, y esto mismo hace que la inversión en infraestructura, que se realicen proyectos, que se aprueben esos proyectos, sean medidas contracíclicas poderosas. ¿No quedan a estas alturas más “municiones” para apuntalar el crecimiento? —Si revisamos el panorama actual, la devaluación del peso hace que la inflación aumente, hace que el Banco Central tenga la tendencia a subir las tasas, lo cual no es pro crecimiento. Además, vemos todas las reformas que disminuyen las confianzas, y que acompañadas de la crisis externa, hacen que la economía crezca menos, lo que a su vez hace que la situación fiscal de Chile empeore y eso tiene como contraparte que haya también un incentivo a volver a subir impuestos o a disminuir gasto. Ninguno de los dos caminos va a ser pro crecimiento. Entonces la situación se ve complicada. Así, la forma de impulsar el crecimiento es ver cómo invertir o atraer inversión en base a la confianza, en base a proyectos que se vayan aprobando. Pero no sé qué tan fácil es atraer esa confianza después de lo que ha pasado el último par de años. ¿Qué camino ve para retomar estas confianzas? —La confianza va a tener que empezar por casa, los inversionistas extranjeros van a estar viendo cómo reaccionan a las reformas o a la discusión interna en Chile los inversionistas locales, y el negativismo que vemos hoy no favorece a que el inversionista extranjero vea esto con muy buenos ojos. Algunos parlamentarios ya han indicado que es hora de ocupar parte de los ahorros en el exterior, para no disminuir gasto... —No creo en aumentar mucho el gasto. A menos que ese gasto esté acompañado de una mejora de confianzas, de claridad en las reformas y de que ese gasto vaya a inversión, lo que conlleve que se hagan proyec- tos que están hace muchos años paralizados. Como Chile es un país poco endeudado, con reservas, ese tipo de gasto adicional le das un efecto multiplicador. Pero, si ese gasto adicional viene acompañado con las mismas incertidumbres que hay de reformas hoy, con la misma falta de confianza en las instituciones que existe hoy, es un gasto que no va a tener mayor impacto. ¿Este Gobierno puede recuperar la confianza o hay que esperar una próxima administración? —Todo gobierno lo puede hacer, ¿lo va a hacer? No sé. Por lo menos hasta ahora no hemos visto indicaciones claras de que haya un cambio importante y, por ende, el mercado -tanto los inversionistas locales como internacionales- sigue en la posición de ver para creer. Ahí entonces es clave la posición del líder, en este caso la Presidenta... —Depende no sólo de la Presidenta, depende del Gobierno y depen- de de todos. Insisto, esta es la única manera de que cualquier aumento de gasto tenga el poder de inyectar confianza y que vengan inversionistas. Estos vienen con una mejora de la confianza, y esa mejora de la confianza tiene que ver con claridad en qué lo que van a ser las reformas, en cómo van a actuar las instituciones, con qué es lo que podemos esperar para Chile en los próximos 10 o 15 años. Hoy esa claridad no está. Esas certezas se han perdido, hay una desconfianza enorme. Los inversionistas globales deciden en base a la temperatura de los inversionistas locales. Por esto, puro gasto es plata perdida, tendríamos una situación fiscal peor y no va a servir de nada. La deuda bruta ha venido aumentando sostenidamente y hoy llega a 17,7% del PIB, mientras se prevé que continúen los déficit fiscales. ¿Ve posibilidades de una baja en la clasificación de riesgo de Chile? —No la vemos inminente, pero sí es una situación que hay que cuidar. Claramente los acreedores globales están viendo a Chile con una óptica distinta a la que lo veían antes, pero es una combinación. Parte por la desconfianza local, parte por la desaceleración económica, parte por la situación de cuenta corriente y balanza de pagos que ha empeorado, parte porque la situación fiscal ha empeorado. Y, en la medida que Chile no recupere la senda de crecimiento o haya un aumento importante en los precios de los commodities, es difícil ver que eso se revierta. ¿Cómo en esta situación se cambia la confianza e incentiva la inversión? No es fácil, pero creo que la única manera es en parte bajar un poco la temperatura en términos de las reformas, y en eso sigue habiendo situaciones de incógnita en el mercado. En la laboral no está claro aún que es lo que va a pasar, respecto de a otras reformas que se están hablando, como la constitucional, tampoco ayudan. Esto, además en medio de la crisis de la confianza en las instituciones, que sigue estando en niveles muy negativos, tanto local como internacionalmente. ¿Cómo evalúa el desempeño del Banco Central (BC), que ha estado un periodo largo con la inflación sobre el rango de tolerancia? —El desempeño del BC dentro de las instituciones en Chile ha sido un lujo. Es una entidad que tiene gran credibilidad por parte de los inversionistas locales y extranjeros. Es una institución que no se ha politizado, pero claramente está en una posición muy difícil. La inflación principalmente por la devaluaciónha subido, y eso hace que el Central tome las medidas para bajar esa inflación, lo que tiene un efecto negativo en el crecimiento, que ya es bajo. En esa situación es fácil criticar, pero esa crítica no tiene mucho valor. Claramente el convencimiento en el BC es ser cauteloso en la subida de tasas, para no perjudicar aún más el crecimiento, y además ser cauteloso porque mucha de esta inflación no viene por una economía sobrecalentada. La inflación ha sido por la devaluación de la moneda, por lo tanto eso en el tiempo es manejable. ¿No hay preocupación entonces por la inflación? —No es que estemos entrando en un ciclo inflacionario. Entonces, ¿cuál es el punto de tratar de pelear en forma importante esa inflación y perjudicar aún más el crecimiento en Chile? Creo que en el BC lo están haciendo bien. Es una institución que tiene la independencia necesaria para hacer lo que tiene que hacer. Entonces no hay mucho más que pueda hacer la política monetaria... —Creo que la política monetaria hoy ya no tiene un papel mayor que jugar. La política que sí puede jugar un papel real es la política fiscal, hay que ser más keynesiano. Y eso, como hoy la situación fiscal ha empeorado, tiene que ver con mejorar las confianzas, facilitar la inversión, aprobar proyectos importantes, porque hay interés tanto de inversionistas locales e internacionales si hay buenos proyectos. Lo que pasa que es necesario que se den. Para eso tienen que ser acompañados de reglas claras, de saber muy bien qué se puede esperar para adelante, en la parte laboral, impositiva e institucional, y todo eso sigue en el aire, por eso no tengo muchas expectativas de que eso mejore en forma importante. P R. Valdés abrirá seminario de Compass bbb El próximo 17 de marzo se realizará el XX Seminario Internacional de Inversiones de Compass Group, en el Hotel W, en que se analizan el presente y futuro financiero de las distintas regiones del mundo. Este seminario es el último de una serie de cuatro, que se desarrollarán a partir del martes 8 de marzo en Ciudad de México, para luego ir a Montevideo, luego a Buenos Aires y, final- mente, terminar en Santiago. Para la apertura está invitado el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés. Luego le corresponderá exponer a los ex ministros Andrés Velasco, Felipe Larraín y José de Gregorio. Además, Manuel José Balbontín tendrá el rol de moderar el panel sobre los mercados del mundo, que se llamará Mercados Globales, ¿La Hora de la Verdad? “No vemos una crisis de deuda en la región como fue en los ochenta” —El ajuste en los mercados era de esperarse, asegura Manuel José Balbontín. Es que con la combinación de disminución de crecimiento mundial, dudas en la expansión de la actividad de mercados emergentes que han sido los líderes de la expansión, con China a la cabeza, y activos financieros con precios relativamente altos, no podía esperarse otra cosa. Eso sí, “quizás lo que ha pasado en estos dos primeros meses del año es que ha sorprendido la volatilidad más alta”. ¿Por qué fue tan alta? —En parte porque algunas noticias con respecto al crecimiento en China han sido algo peor de lo que se esperaban. Vimos cifras de salidas de flujos desde China muchos mayores de los vistos hasta ahora. Por ende, tuvo un impacto importante. Si a eso le agregamos que hay una serie de fondos soberanos de países que por mucho tiempo tuvieron un exceso de ingresos por los altos precios de las materias primas, que hoy están en una tendencia contraria, sobre todo los ligados al petróleo. Esto lleva a la volatilidad que hemos visto y que creemos que seguiremos viendo. ¿Cuál es su visión para la economía china? —China es un paciente que está siendo operado del corazón. Antes tenía dos fuentes principales de crecimiento. Una era la inversión en infraestructura doméstica, ciclo que creemos ya está terminando pues ya se ha hecho todo lo que se tenía que hacer. La otra, un modelo de exportación muy eficiente. Hoy el modelo en base a estos dos grandes flujos debe cambiar a uno donde hay que mejorar la calidad de vida de la población. Hay que ver cómo se mejoran los beneficios al pueblo chino. Hay que mejorar las condiciones de salud, de educación, de seguridad social. Todo eso hace que, en el tiempo, mejore también el consumo interno. De modo que este crecimiento de consumo interno compense la disminución de estas dos grandes válvulas de expansión. Eso demora tiempo, no es fácil. Es un proceso no completamente controlable, medio caótico, y eso hace que las dudas estén ahí. Nuestra percepción es que, en este cambio de modelo, China se desacelerará. ¿A qué tasas? —China seguirá creciendo, pero más cerca de 4%-5% en los próximos años. Eso es bueno para China, pero es un ajuste respecto del ritmo de avance que traía. Probablemente vendrá acompañado de ciertas reestructuraciones financieras locales, pues hay ciertos problemas de deuda. También es probable que sea acompañado, ante la situación global, con devaluación de la moneda en China. Ello, de una manera u otra pone presiones sobre el mundo. Seguirá siendo una fuente de incertidumbre y volatilidad sobre los activos. ¿La devaluación adicional de la moneda china será gradual, como las vistas, o más radical? —Será relativamente pausado. ¿Cómo está viendo la política monetaria a nivel internacional y las MOMENTO DE CHINA “China es un paciente que está siendo operado del corazón”. FUTURO DE CHINA “China seguirá creciendo, pero lo puede hacer más cerca del 4%-5% en los próximos años”. MÁS DEVALUACIÓN DE YUAN “Es probable que sea acompañado, ante la situación global, con cierta devaluación de la moneda en China”. INVERSIONES “Creemos que hay mayor valor en acciones que en renta fija. A pesar de que serán más volátiles”. “municiones” que le quedan? —La política monetaria seguirá siendo muy expansiva, sobre todo en los mercados desarrollados, donde lo más probable es que Japón seguirá inyectando liquidez al sistema. Ya no se pueden bajar mucho más las tasas de interés. Europa también seguirá en esa misma política de inyectar liquidez y con medidas cuantitativas. La Fed en EEUU, creo que cualquier movimiento será extremadamente cauteloso. La Fed, dado que no hay claridad de cómo las incertidumbres existentes pueden afectar a la economía de EEUU, que no hay aumentos de inflación en los desarrollados y la caída del petróleo, lo más probable es que hará una pausa por un tiempo. En las últimas semanas se han visto bajas de clasificación en Colombia y Brasil ¿Podrá resistir América Latina este escenario? —Hay una desaceleración estructural en la región, que tiene componentes externos relacionados con el efecto negativo del desplome de las materias primas y con la baja de la confianza global de activos. Pero también hay situaciones locales, donde hay cierta inestabilidad social, política y económica en algunos mercados emergentes. Cuando hablamos de Latinoamérica, vemos situaciones de corrupción pública y privada, que también tienen una consecuencia en crisis de confianza, que hace que mucha de la inversión se frene. Hay pocas medidas contracíclicas por parte de los gobiernos en la región. Entonces tenemos una situación complicada a nivel global como local, que hace que la desaceleración se mantenga en el tiempo, pero estos países tienen un amortiguador que son las monedas. Además, vemos cómo la clase media, que venía mejorando, ha creado un mayor nivel de demanda interna. Los países hoy tienen una situación de ahorro interno por lo que no dependen sólo de la inversión extranjera. La banca de la región tiene altos niveles de capitalización, incobrables muy bajos. Los consumidores están poco endeudados, al igual que las empresas. Por lo tanto, no vemos una crisis de deuda en la región, sí un empeoramiento de la situación. Eso se ha reflejado en una disminución de la calidad crediticia, lo que ha derivado en los downgrades. Tendría que ponerse mucho peor para que esto se convierta en un problema de deuda como fue en los años ochenta en Latinoamérica. Ante esto, ¿qué recomienda a la hora de invertir? —Dada la corrección que hemos visto en acciones y dado el poco valor que existe en renta fija en general, creemos que hay más valor en acciones. Simplemente por dividendos de muchas compañías de mercados desarrollados con respecto a renta fija, creemos que hay mayor valor en acciones que en renta fija. A pesar de que serán más volátiles. No estamos en una situación en que el mundo entrará en una recesión global. Segundo, favorecemos los mercados desarrollados por sobre los emergentes, pues los primeros están marginalmente mejorando, mientras que los emergentes en general se siguen desacelerando. Tercero, en renta fija vemos poco valor por los niveles de tasas de gobierno. Vemos más valor en la parte corporativa, pero hay que ser muy selectivos. En acciones en la región, los múltiplos no se ven muy baratos, porque la disminución de precios ha ido acompañada con descenso de utilidad.P
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