Libro Manejo_Integral_Pastizales

2
DEDICO A:
Mis padres: Olegario y Eugenia
Mi esposa e hijos: Sonia, Ceres Cristina, Ana Paula y
César Augusta.
A mis hermanos: Cheché, Chepina, Trina, Aquiles y
Zulma.
3
AGRADECIMIENTO
A la Universidad de Oriente, especialmente a la Escuela de Zootecnia, por
permitirme acumular la experiencia vertida en esta obra.
A los colegas profesores, cuyas opiniones han servido para la reflexión de
los conceptos aquí emitidos.
A los estudiantes que a su paso por la asignatura Forrajicultura Aplicada, han
constituido una referencia motivadora para la elaboración de Manejo Integral de
Pastizales.
Por la motivación y aportes para la confección de este texto, a los dilectos
amigos: Raúl Zapata, Ernesto Hurtado, Gisela Farias de Guerra, Mario Erazo,
Iraida Palmares, Ramón Núñez, Isidra Del Valle Rodríguez, Simón Padrón, César
Carmona y Simón Zacarías.
A todas aquellas personas que directa o indirectamente colaboraron para la
realización de este trabajo.
4
CAPÍTULOS
I.
PRODUCCIÓN Y UTILIZACIÓN DE PASTOS EN EL
ESTADO MONAGAS
1
II.
LOS PASTOS EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
18
III.
FACTORES DE LA PRODUCTIVIDAD VEGETAL
38
IV.
EL SUELO EN LA PRODUCCIÓN DE PLANTAS
FORRAJERAS
56
V.
LAS PLANTAS FORRAJERAS
136
VI.
GRAMÍNEAS FORRAJERAS
161
VII.
LEGUMINOSAS FORRAJERAS
188
VIII.
EL ANIMAL EN EL PASTIZAL
225
IX.
SISTEMAS DE PASTOREO
261
X.
CONSERVACIÓN DE FORRAJES
286
5
ÍNDICE
CAPITULO I. PRODUCCIÓN Y UTILIZACIÓN DE PASTOS EN EL ESTADO MONAGAS
Generalidades
Función del pastizal
Producción y fluctuación de la disponibilidad de forrajeras en el Estado Monagas
Alternativas para uniformizar el suministro
Riego, Drenaje y control de agua
Suministro de alimento concentrado o suplemento
Residuos de cosechas y de agroindustria
Fertilización diferencial
Introducción de especies mejoradas
Henificación y ensilaje
Recomendación
Bibliografía
CAPITULO II. LOS PASTOS EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Relaciones con otras ramas de la agricultura
El pasto y la nutrición animal
El pasto y la fertilidad del suelo
El pasto y la conservación del suelo
El pasto y la economía agrícola
Manejo de pastizales
Rendimiento
Distribución del rendimiento
Persistencia
Utilización
Valor nutritivo
Eficiencia de la producción animal
Fases del manejo científico de pastizales
Planificación del manejo del pastizal
Diagnóstico
Bibliografía
CAPITULO III. FACTORES DE LA PRODUCTIVIDAD VEGETAL
Factores genéticos
Factores fisiológicos
Factores ecológicos
El clima en la producción y utilización de las plantas forrajeras
Productividad de las forrajeras en el trópico y subtrópico
Factores y elementos del clima que afectan las plantas forrajeras
1
1
3
4
8
8
9
9
10
10
14
14
16
18
18
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36
58
38
38
39
40
41
42
6
Bibliografía
CAPITULO IV. EL SUELO EN LA PRODUCCIÓN DE PLANTAS FORRAJERAS
Manejo de la fertilidad del suelo
Extracción de nutrimentos
Fertilización de pastizales
Interpretación de los análisis
Nutrición mineral de plantas forrajeras
Uso eficiente de fertilizantes
Fertilización nitrogenada de pastizales
Respuesta de los pastos a la fertilización nitrogenada
Recomendaciones de abonamiento nitrogenado
Fertilización fosfatada de pastizales
Fósforo en la planta
Fósforo en el suelo
Nivel crítico de fósforo en el suelo
Aplicación de abonos fosfatados
Eficiencia de la fertilización fosfatada
Métodos de aplicación del fósforo
Fuentes fosfatadas
Asociaciones micorrizales
Fertilización potásica de pastizales
Potasio en la planta
Potasio en el suelo
Aplicación de potasio
Fuentes potásicas
Fertilización con azufre
Azufre en la planta
Azufre en el suelo
Recomendaciones de abonamiento con azufre
Magnesio
Magnesio en la planta
Magnesio en el suelo
Calcio
Calcio en la planta
Calcio en el suelo
Encalamiento de pastizales
Acidez del suelo
Efectos fisiológicos de la acidez
Toxicidad del aluminio
Tolerancia de forrajeras a suelos ácidos
Aplicación de cal
Micronutrimentos en pastizales
Molibdeno (Mo)
Boro (B)
Cobre (Cu)
53
56
59
59
61
62
66
66
70
73
75
77
80
80
80
82
83
86
86
88
89
89
92
95
96
97
97
100
103
104
104
106
107
107
109
110
110
112
112
113
115
119
119
120
120
7
Zinc (Zn)
Hierro (Fe)
Manganeso (Mn)
Cobalto (Co)
Micronutrimentos eh suelos tropicales
Recomendaciones para el uso de micronutrimentos
Bibliografía
CAPITULO V. LAS PLANTAS FORRAJERAS
Fisiología en la agricultura
Fisiología de las plantas forrajeras
Fotosíntesis
Fijación de CO2
La temperatura en la fotosíntesis
El agua en la fotosíntesis
Respiración
Punto de compensación
La temperatura sobre la fotosíntesis y respiración
Crecimiento de las plantas forrajeras
Rebrote del pasto
Tiempo de reposo del pasto
Altura de corte o pastoreo
Reservas de las plantas
Reservas y crecimiento
Bibliografía
CAPITULO VI- GRAMÍNEAS FORRAJERAS
Selección de la especie forrajera
Adaptación a factores: climáticos, edáficos y bióticos
Potencial productivo y calidad de forrajes
Factores morfológicos y fisiológicos relacionados con el manejo
Establecimiento de gramíneas forrajeras
Factores que afectan el establecimiento de pasturas
Selección de la especie
Exigencias climáticas: humedad, temperatura
Fertilidad del suelo
Exigencias nutricionales
Fases del establecimiento
Preparación del terreno
Siembra
Métodos de siembra
Cantidad de semilla
Uso que se dará a la pastura
Bibliografía
121
122
122
123
123
124
127
136
137
137
138
141
141
142
142
143
144
146
151
152
155
155
156
158
161
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172
173
174
174
176
176
178
178
178
179
180
180
182
8
CAPITULO VII. LEGUMINOSAS FORRAJERAS
Aporte de nitrógeno de leguminosas a pasturas
Ciclo de nitrógeno a pastoras asociadas
Cantidad de nitrógeno fijado
Factores que afectan la producción y persistencia de las leguminosas
Suelo
Precipitación
Sistema de pastoreo
Atributos de la planta
Producción de semillas
Valor nutritivo de leguminosas forrajeras
Formas de utilización de las leguminosas forrajeras
Asociaciones
Factores que afectan la asociación
Adaptación de las leguminosas
Aceptabilidad
Compatibilidad de las especies asociadas
Establecimiento
Fertilización
Carga animal
Sistema de pastoreo
Algunas recomendaciones sobre asociaciones
Bancos de proteína
Bibliografía
CAPITULO VIII. EL ANIMAL EN EL PASTIZAL
Producción animal en el Trópico Americano
Producción forrajera en el trópico
Calidad y consumo de pastos tropicales
Potencial de los pastos tropicales para la producción de carne y leche
Producción de leche basada en pastos
Estacionalidad de Forrajeras y producción de leche
Producción de carne en pastizales
Suplementación alimenticia de animales en pastoreo
Manejo del pastizal para la época seca
Bibliografía
CAPITULO IX. SISTEMAS DE PASTOREO
Relación planta animal
Efecto del corte o pastoreo sobre las plantas forrajeras
Componentes del sistema de pastoreo
Carga animal
Capacidad de carga
Presión de pastoreo
188
189
190
192
194
195
200
702
205
204
204
206
208
208
208
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225
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237
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254
256
261
263
264
266
267
267
266
9
Métodos de utilización de pasturas
Pastoreo continuo
Pastoreo rotativo
Leyes universales del pastoreo reacional (según Voisin)
Tiempos de reposo y ocupación
Manejo de potreros con pastoreo rotativo
Pastoreo diferido
Pastoreo nulo
Pastoreo continuo Vs. rotativo
Bibliografía
CAPITULO X. CONSERVACIÓN DE FORRAJES
Métodos de conservación de forrajes
Requisitos para la producción de forrajes conservados de buena calidad
Henificación
Ventajas del heno
Calidad del heno
Factores que afectan el valor nutritivo
Especie forrajera
Estadio vegetativo
Color verde y vitaminas
Presencia de material extraño
Pérdida en el proceso
Operaciones de la henificación
Corte
Desecación
Desecación al sol
Acondicionamiento del pasto
Reconocimiento del punto del heno
Algunos métodos prácticos para el reconocimiento del punto de heno
Tiempo de cura
Empacado
Almacenamiento
Dimensiones del almacén
Ensilaje
Proceso de ensilaje
Respiración
Estado de madurez
Contenido de humedad
Sistema de cosecha
Método de extracción
Tipo de silo
Fermentación
Bacterias presentes
Fermentación láctica
Fermentación acética
270
271
272
273
274
275
279
280
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283
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286
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288
288
289
290
291
291
292
294
295
296
296
297
298
299
299
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301
301
302
302
304
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306
307
308
308
308
309
309
310
310
311
10
Fermentación butírica
Control do fermentaciones a través de pH
Calidad del ensilaje
Fautores que intervienen en la formación de ácidos orgánicos
Microorganismos
Carbohidratos
Poder Tampon (Buffer)
Humedad
Temperatura
Factores que afectan la calidad del ensilaje
Edad o fase de crecimiento de la planta
Propiedades de la planta
Condiciones para la preparación
Repicado
Presecado
Uso de aditivos
Adición de urea y cal
Compactación y tapado
Extracción del silaje
Estabilización
Características de algunos silos
Necesidad de ensilaje
Bibliografía
311
315
315
316
316
318
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320
321
321
322
323
324
325
325
325
327
327
328
329
330
333
336
11
INTRODUCCIÓN
La ganadería de leche y carne en el trópico, depende fundamentalmente de
la producción de pastos, la cual está sometida a condiciones ecológicas diversas
que la afectan, no sólo en cuanto al volumen de biomasa producida, sino también
a
una
distribución
estacional
determinada
por
variaciones
ambientales,
especialmente de humedad del suelo, dependiente de la distribución de las
precipitaciones que ocurren anualmente. Estas características, junto a las de
múltiples especies forrajeras y a las razas animales y su mestizaje, conforman un
inmenso complejo de factores, que en forma aislada o interaccionada, afectan la
productividad de estos ecosistemas. Por tal razón, para obtener la máxima
eficiencia de las explotaciones pecuarias, es necesario conocer y controlar cada
uno de los elementos y factores que directa o indirectamente inciden sobre el
sistema de producción.
Manejo
Integral
de
Pastizales,
tiene
como
objetivo,
suministrar
conocimientos a: 1) profesionales planificadores y administradores de fincas
pecuarias, 2.) estudiantes universitarios orientados en producción animal, y 3)
productores
pecuarios
avanzados,
sobre
elementos
integrantes
y
sus
correspondientes interrelaciones en el ecosistema, que conduzcan a la obtención
de la máxima producción por animal y por unidad de superficie explotada.
El texto contiene las referencias necesarias para la programación de la
alimentación animal de una finca, en base a la utilización de especies forrajeras
producidas y manejadas eficientemente en la propia unidad de producción. En tal
sentido, se ofrece la orientación suficiente para la aplicación y manejo de la
información climática y edafológica de los factores de producción y persistencia de
las pasturas, y de las características: morfológicas, fisiológicas y agronómicas de
las plantas forrajeras (gramíneas y leguminosas) y su respuesta a la forma de
12
manejo que se aplique; de la producción animal (carne y leche), bajo condiciones
de pastoreo; de las interacciones clima-suelo—planta-animal, que afectan la
productividad del ecosistema pastizal; y de los sistemas de utilización de las
plantas forrajeras, pastoreo y/o suministro en comederos, de pasto fresco o
conservado (heno y ensilaje).
CAPITULO I
PRODUCCIÓN Y UTILIZACIÓN DE PASTOS EN EL ESTADO
MONAGAS
Cualquier programa relacionado con la producción animal, debe considerar
como factor fundamental, la alimentación de los organismos encargados de
elaborar el producto final, leche carne, lana, etc.
En Venezuela, y en particular en el Estado Monagas, la alimentación de los
animales domésticos está supeditada casi exclusivamente, a la disponibilidad de
pastos, los cuales a su vez, están condicionados a factores tales como:
producción, manejo y utilización, que limitan de manera determinante la
explotación ganadera. Además, la mayor parte de la superficie explotada se
encuentra en condiciones naturales, en donde no se mantiene de manera
satisfactoria el ganado que tradicionalmente se produce en nuestro medio.
Al analizar la situación de la ganadería en el Estado Monagas, se observa
que es necesario realizar planes inmediatos tendentes a resolver problemas que
son prioritarios en cualquier política orientada a su desarrollo, de tal manera, que
esta actividad se constituya en un factor de cambio realmente importante en el
medio rural de la región.
Generalidades
Para realizar un estudio tendente a establecer un programa de desarrollo
ganadero, es imprescindible considerar el conjunto de factores que aisladamente o
en interacciones, afectan la productividad del ecosistema en referencia. A los
elementos comúnmente considerados: planta, suelo, animal y clima, debe
agregarse el hombre, ya que en definitiva es el responsable del balance requerido
para la mayor eficiencia del pastizal.
2
Algunos autores señalan que la baja producción de leche en los trópicos y
subtrópicos está asociada a factores tales como: a) potencial genético de las
vacas, b) efectos climáticos, c) disponibilidad y fluctuación de los alimentos, d)
enfermedades y parásitos, e) prácticas culturales y costumbres, f) falta de estimulo
a los productores, g) tenencia de la tierra, h) inadecuado transporte, comunicación
y capital y i) factores adicionales de la localidad; los cuales conforman una
compleja ecuación que, necesariamente, habrá que mantener en equilibrio a
objeto de lograr niveles de producciones rentables .
En el Estado Monagas, están dadas algunas de estas condiciones,
fundamentalmente las ecológicas; sin embargo, muchos aspectos importantes
deberán ser controlados para poder lograr las metas trazadas. La falta de tradición
en ganadería de leche, el lento proceso de la regularización de la tenencia de la
tierra, la falta de otros estímulos e información a los ganaderos sobre los
procedimientos para la obtención de créditos y el desconocimiento de prácticas de
manejo compatibles con el medio ambiente, son algunos de los problemas que
necesitan ser resueltos para garantizar el éxito de algunos pro gramas en
desarrollo o que hayan de implementarse.
La ganadería monaguense ha mantenido, si se le puede llamar así, una
tradición de producción de carne en sistemas extensivos, con prácticas de manejo
que han permitido el mantenimiento de un bajo número de animales por unidad de
superficie y de tiempo, como consecuencia de no haberse tomado medidas
tendentes, al menos, a paliar el problema de la alimentación durante los períodos
de baja producción de pastos.
Del Proyecto Lechero Regional 1980, se desprende que el 82% de los
ganaderos, usuarios potenciales, del mencionado programa no poseen título de
propiedad de las tierras. Si se considera que la mayoría de los ganaderos
poseedores de títulos de propiedad de la tierra, corresponde al sector de los
pequeños productores, con superficies entre 10 y 20 Ha, se infiere que mucho
más del 82% de la superficie afectada por el programa no podrá ser, a corto plazo,
3
sujeta a financiamiento, por cuanto el título de propiedad es un documento
indispensable para obtener el beneficio del crédito; excepto los pocos productores
ubicados
en
terrenos
ejidos,
que
eventualmente
logran
contratos
de
arrendamiento por tiempo igual o mayor que los plazos establecidos para la
ejecución y cancelación del financiamiento.
Si se asume la muy poca o ninguna tradición en la producción de leche en el
Estado, es evidente que una manera de estimular al ganadero para ese tipo de
explotación, sería mediante la implementación de una verdadera y eficiente
asistencia técnica, en la cual se involucren profesionales conocedores de las
condiciones ecológicas de la zona involucrada en los programas y de la
idiosincrasia de las personas responsables del proceso productivo, de manera tal,
que se muestre al productor, en forma clara, las diferentes alternativas
tecnológicas para solucionar los múltiples problemas asociados a la explotación,
indicándoles los riesgos y beneficios de cada práctica aplicada.
Por otro lado, la raza o razas a utilizar, tomando en cuenta, no solamente su
potencial genético para la producción lechera, sino también su capacidad para
adaptarse a las condiciones ecológicas de nuestro medio, sin desmedro de su
capacidad productiva. Debe considerarse la susceptibilidad a las enfermedades y
parásitos más comunes en la zona, tipo y costo de la alimentación requerida para
ciertos niveles de producción.
Función del Pastizal
El conocimiento de la estrecha relación existente entre los factores
señalados con la producción y utilización eficiente de los pastizales, hace
necesario que los especialistas vinculados a estas áreas, estudien, en forma
conjunta, los elementos responsables de la productividad de las superficies
afectadas en los programas, con la finalidad de aportar alternativas que garanticen
su consolidación y elevada eficacia.
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Producción y Fluctuación de la Disponibilidad de Forrajes en el Estado
Monagas.
La población animal consumidora de pastos en el Estado Monagas está
constituida por las especies: bovina, caprina, ovina, equina, asnal y mular (Cuadro
1).
CUADRO 1. Población Animal consumidora de pastos, en el Estado Monagas,
Venezuela.
ESPECIE
N° CABEZAS
F.C.*
U.A.**
Bovina
369.034
0,87
321.060,00
Caprina
6.393
0,15
958,95
Ovina
3.457
0,15
518.55
Equina
21.711
0,69
15.021,99
Asnal
19.035
0,69
13.134,15
Mular
1.301
0,69
897,69
Total
500.000
351.591,33
Fuente: Anuario MAC 78, adaptado por el autor.
* FC: Factor de corrección para U.A. (400 Kg)
**UA: Unidad Animal
La población animal total, 351.591,33 unidades animales (U.A), obtienen su
alimento en superficies cubiertas de pastos naturales e introducidos, tal como se
indican en el Cuadro 2.
5
CUADRO 2. Superficie de pastizales naturales e introducidos en el Estado
Monagas –
PASTIZAL
SUPERFICIE
SUPERE. RELATIVA
(Ha)
(%)
Introducido
193.242
27,04
Natural
521.490
12,96
Total
714.732
Fuente: Anuario Estadístico MAC-1978.
Cálculos realizados, tomando en cuenta la capacidad de carga aproximada y
la superficie de los pastizales naturales e introducidos permiten estimar que en el
Estado Monagas el 56,75% de la población animal se mantiene en pastizales
introducidos o cultivados (27,04%), mientras que la población restante (43,25%) lo
hace en pastizales naturales, que representa el 72,96% de la superficie disponible
(Cuadro 2), de lo que se deduce que la utilización de los pastizales naturales,
alcanza apenas un 13,11% de eficiencia.
Las estimaciones realizadas, indican que anualmente se produce un
excedente de forrajes que imponen la necesidad de reflexionar acerca de cuál es
el problema real... ¿producción o utilización?; lo que permite concluir que aún no
han sido resueltos algunos problemas particulares y generales, en la producción y
utilización de los forrajes y en consecuencia, muchos aspectos deben ser
estudiados y solucionados por los técnicos involucrados en la toma de decisiones,
con el propósito de lograr el éxito aspirado en los diversos proyectos de desarrollo
agropecuarios propuestos.
6
Por otro lado, la falta de tradición en el manejo de pastizales obliga a los
técnicos y productores a aplicar, al más corto plazo, las prácticas y tecnologías
más adecuadas para la explotación racional de los pastos, tomando en cuenta
todos los factores involucrados en el proceso, con el fin de lograr la máxima
productividad del mismo.
El problema de la baja eficiencia de utilización de los pastizales se agudiza,
donde los pastos pueden ser sustituidos por cultivos más rentables.
De los razonamientos anteriores se puede inferir, que los problemas de
eficiencia de nuestros pastizales, no se deben al rendimiento total, sino a la
distribución en el tiempo de la producción y a las grandes variaciones de
rendimiento. En nuestras condiciones, los pastos aportan tres veces más
producción en las épocas lluviosas, que en las de baja precipitación.
Los requerimientos alimenticios de los animales son invariables y por lo
tanto, es imposible adaptarla a la estacionalidad de la producción de pastos. Los
cambios marcados sobre la producción de forraje consumible por los animales, a
consecuencia de las alteraciones cuantitativas del rendimiento, supeditado a las
variaciones del régimen de humedad en el suelo, se convierte en el factor más
determinante de la productividad del ecosistema pastizal. Por otro lado, la
uniformización del suministro de alimentos y su adecuación a los requerimientos
de la población animal, se convierte en el objetivo más importante de la
explotación, sin dejar de considerar los demás factores condicionantes del
consumo
y aprovechamiento
de los pastos,
tales como:
aceptabilidad,
digestibilidad y composición química, etc.
En el Estado Monagas, al igual que en el resto del país, existen dos épocas
definidas por la precipitación ocurrida durante el año, las cuales, debido al
volumen y distribución, determinan una variación en la producción de pastos,
mostrando así la proporcionalidad entre ambos factores; precipitación y
producción de pastos.
7
Durante los períodos de altas precipitaciones se producen elevadas
cantidades de masa forrajera, generalmente excesivas en relación con la
población animal consumidora, mientras que en los períodos de baja pluviosidad
se reduce la producción de forrajes a niveles insuficientes para la misma población
(Figura 1).
FIGURA I.- CURVA TEÓRICA DE PRODUCCIÓN Y UTILIZACIÓN DE PASTOS
Fuente: Meneses 1977, adaptado por el autor.
Esta situación ocasiona que la producción de leche y carne, varía de acuerdo
a la estación, resultando alta durante el periodo lluvioso y baja en el de escasa
precipitación, durante el cual se producen grandes pérdidas económicas a los
productores en particular, a la región y al país en general.
Para corregir tales inconvenientes, se debe reflexionar acerca de cómo lograr
uniformizar el suministro de forrajes y así mantener estable la producción durante
todo el año, esto es, proponer alternativas prácticas y económicas que permitan
hacer un mejor uso del forraje disponible en las épocas de producción excesiva y
al mismo tiempo garantizar la alimentación de animales en los períodos críticos.
8
Alternativas para uniformizar el suministro.
Son diversas las alternativas que pueden proponerse para solucionar el
problema de la uniformización del suministro; sin embargo, es recomendable
tomar mucho cuidado, en su implementación, ya que algunas de ellas pudieran
resultar inconvenientes, debido a las condiciones particulares de la zona o unidad
de producción en la cual se aplique. Algunas de las prácticas que se proponen
son:

Riego

Suministro de alimento concentrado o suplemento

Suministro de residuos de cosecha y agroindustria

Fertilización diferencial

Introducción de especies mejoradas

Henificación y Ensilaje
En razón de lo expuesto, conviene argumentar sobre las posibles ventajas y
desventajas que resultarían de la aplicación de algunas de estas alternativas en la
zona objeto de la programación.
Riego.
En muchas regiones del mundo, el riego ha sido utilizado como una so
lución realmente eficiente, en la producción de forrajes durante los períodos
críticos. Sin embargo, en las sabanas del Estado Monagas, por ejemplo, en
donde el nivel freático más abundante se localiza en promedio a 100 m de
profundidad con producción 50 litros por segundo (en partes más ricas), la
instalación de algún sistema de riego sería demasiado costoso. Si tomamos
en cuenta que la producción lechera en estas condiciones está alreded or de
9
7-8 litros por vaca por día, en un período de lactancia de aproximadamente
210 días, el riego no parece ser una alternativa rentable, ya que los costos
serían muy elevados y los niveles de producción tan bajos, que no justifica
rían la inversión. Por lo tanto, sería más aconsejable utilizar el riego en
cultivos con mejores perspectivas económicas en la región.
Suministro de alimentos concentrados.
El suministro de concentrados a animales ha sido una práctica utilizada por
muchos productores, fundamentalmente como complemento de la alimentación
que recibe diariamente el animal y, en general, como premio a animales que
producen por encima de un nivel de producción mínima rentable para la
explotación lechera; lo cual hace suponer que los animales deben ser
especializados
y
con
una
producción
relativamente
elevada.
Además,
generalmente, las materias primas utilizadas como fuentes nutritivas básicas de
los concentrados son de costos muy elevados y, por otro, se establece con el
hombre, una competencia nada deseable en un país con graves problemas en el
abastecimiento de alimentos para su propia población humana.
Residuos de cosechas y agroindustria
La utilización de estos productos ha sido, en general, como paliativo, durante
los períodos críticos. Sin embargo, es discutible el hecho de que esos materiales
pueden constituirse en base fundamental de alimentación para solucionar el déficit
de forrajes que periódicamente se presenta en las zonas afectadas por un
programa ganadero que tiene como objetivo transformar las condiciones
socioeconómicas de los productores y al mismo tiempo, contribuir a la
minimización de déficit de productos de origen animal existente.
10
Además, conviene agregar que, en general, estos residuos son de baja
calidad y por lo tanto sería necesario la adición de suplementos nutricionales y un
tratamiento previo, que permita mejorar su aprovechamiento, con el consecuente
encarecimiento del mismo.
Fertilización diferencial
En Venezuela, y en particular en el Estado Monagas, la aplicación de
fertilizantes a pastizales es escasa y por otro lado, las fertilizaciones que se realiza
coinciden, generalmente con los períodos de mayor producción de pastos,
provocando de esta manera, un aumento de los rendimientos por unidad de
superficie y en consecuencia, un exceso de la disponibilidad. Esta práctica junto
con la inexistencia de planes de conservación de forrajes ocasiona un incremento
del volumen de pasto, que anualmente, no se utiliza en las explotaciones
ganaderas.
La fertilización diferencial, consiste en la aplicación de fertilizantes en los
períodos correspondientes a la salida de lluvias, con el propósito de aprovechar la
humedad residual en el suelo, de manera tal, que se incremente la producción de
pastos en el inicio del período de sequía, para así disminuir el tiempo de escasez
de pastos.
Introducción de especies mejoradas
La introducción de especies adaptadas a suelos ácidos, poco exigentes y
tolerantes a la sequía, parece ser una de las alternativas más convenientes para
solucionar el problema de la uniformización del suministro de forrajes en el país y
en particular en el Estado Monagas.
La fundamentación de esta práctica radica en que los pastizales naturales en
el Estado, tienen un bajo rendimiento y valor nutritivo y en consecuencia muy baja
capacidad de sustentación que no permite mantener eficientemente la población
11
animal existente, y cualquier intento de incrementar el número de animales por
unidad de superficie causa una degradación aún mayor de esos pastizales, en
detrimento de la producción animal.
Revisando algunos datos sobre la situación de la producción de forrajes en
otras entidades del país, se detecta que los estados con mayores índices de
producción de leche y de carne por hectárea por año, son precisamente los que
poseen mayor superficie cubierta con pastizales introducidos o cultiva dos (Cuadro
3).
CUADRO 3. Datos comparativos de producción de carne y leche por unidad
de superficie.
PRODUCCI0N
LECHE
L/Ha/año
70.43
CARNE
Cab/Ha/año
0.09
Monagas
14.40
0.03
Zulia
354.00
0.21
LOCALIDAD
Venezuela
Fuente: MAC, 1978. Adaptado por el autor.
Por otro lado al analizar la situación de la superficie de pastos utilizados para
la producción de leche (Cuadro 4) y producción de carne (Cuadro 5) se observa
que la mayor parte de la población bovina se mantiene en los pastizales
introducidos, aún cuando la superficie cubierta por éstos es mucho menor.
En el Cuadro 4 se observa que los pastos introducidos (91.035 Ha) con
una capacidad de carga (CC) estimada de 0.8 UA/Ha/año, representan 51.05% de
la superficie de pastizales, en los cuales se mantienen 78.828 UA, que representa
84.72% de la población lechera, mientras que en los pastizales natura les 87.307
12
Ha (48.95% de pastizales) apenas se mantiene el 15.28% de los animales (13.138
UA).
CUADRO 4. Población animal y superficie de pastos naturales e introducidos
utilizados en la ganadería de leche del Estado Monagas Venezuela.
Superficie
(Ha)
Superfic.
Relativa
%
C.C *
UA/Ha/año
Poblac.
Superf.
hA/Sup.
Poblac.
Relat.
%
Naturales
87.307
48.95
0.15
13.138
15.28
Introducidos
91.035
51.05
0.80**
72.828
84.72
Totales
178.342
Pastizales
85.966
Fuente: Gamero, 1990. Adaptado por el autor
*C.C.: Capacidad de carga
** Valor estimado (CC=0.80 UA/Ha/año) para pastos introducidos.
Si se considera la producción anual de leche en el Estado (30.622.200 l/ año)
en una superficie total de 178.342 Ha (pastos naturales e introducidos) se
concluye que el rendimiento anual es de 171.7 l/Ha/año, que representa un
rendimiento de 0.47 l/Ha/día, lo cual constituye una bajísima productividad
tomando en cuenta que la mayoría de los animales en producción en el Estado,
reciben una elevada ración de alimentos concentrados.
En relación con la ganadería de carne, el Cuadro 5 muestra que en las
163.351 Ha de pastos introducidos, con capacidad de carga (CC) estimada de
0.80 UA/Ha/año, se mantienen 130.680 UA (55.59% de la población bovina de
carne), mientras que en las 381.153 ha de pastizales naturales (70% del total) se
mantienen apenas 44.41% del rebaño de carne (104.414 UA).
Considerando las estimaciones del Ministerio de Agricultura y Cría (MACMaturín), el Estado Monagas, anualmente lleva a matadero la cantidad de 44.000
animales, con un peso promedio de canal de 210 Kg, que arroja un total de
9.240.000 Kg de carne producida en una superficie de 544.504 Ha (pastizales
13
naturales e introducidos) que representa un rendimiento de 16.97 Kg de
carne/Ha/año.
CUADRO 5. Población animal y superficie de pastos naturales e introducidos
utilizados en la ganadería de carne bovina en el Estado Monagas,
Venezuela.
Naturales
381.153
Superfic.
Relativa
%
70
Introducidos
163.351
30
Totales
544.504
Pastizales
Superficie
(Ha)
0.27
Poblac.
Superf.
UA/Sup.
104.414
Poblac.
Relativ.
%
44.41
0.80**
130.680
55.59
C.C.*
UA/Ha/año
235.094
Fuente: González, 1990. Adaptado por el autor
* C.C.: Capacidad de carga
**: Valor estimado (CC=0.80 UA/Ha/año) para pastos introducidos
Tal situación, tanto en la ganadería de carne como en la de leche, indica que
se deben tomar algunas medidas, que permitan mejorar la eficiencia de uso de la
tierra con pastizales, lo cual podrá lograrse mediante la aplicación de prácticas
que conduzcan a una mejor utilización de los pastizales naturales y con el
incremento de la superficie de pastos introducidos, que permitan aumentar la
población animal de la zona y obtener, además, una producción de leche o carne
mucho mayor por unidad de superficie.
Uno de los mayores problemas que tiene esta alternativa, es la disponibilidad
de semillas de buena calidad que garanticen el establecimiento, a corto o mediano
plazo, de grandes áreas que requieren ser incorporadas a la producción. Esta
realidad impone la necesidad de crear incentivos para la producción de semillas
de pasto, que permita el desarrollo de las superficies necesarias para lograr un
incremento importante de la ganadería de carne y leche en el Estado Monagas.
14
Henificación y ensilaje.
La henificación y el ensilaje son métodos de conservación que podrían
definirse como procesos para mantener las propiedades nutritivas de los
materiales originales que se conservan. Siendo la henificación un proceso de
desecación parcial del material, mientras que el ensilaje consiste en el
almacenamiento de materiales con un contenido de humedad similar al pasto
verde repicado.
La henificación y el ensilaje, como prácticas tendentes a uniformizar el
suministro de alimentos ofrecen la ventaja de que incrementan la eficiencia de
aprovechamiento de los pastizales, en virtud de que se puede utilizar durante los
períodos críticos, el forraje producido en exceso, en la época de mayor
precipitación.
La aplicación de estas prácticas, comparadas con otras, parecen ser las
alternativas más recomendables de aplicar en nuestras condiciones, debido a su
relativa facilidad de implementación, a pesar de la falta de tradición en el liso de
los mismos.
Como desventajas de estas prácticas se puede señalar, el costo inicial de los
equipos requeridos; sin embargo, aparentan ser los más rentables, en razón de
que los mismos implementos y maquinarias, pueden ser utilizados en grandes
extensiones, mediante una buena planificación.
Recomendación
Las alternativas indicadas como prácticas para uniformizar el suministro
pueden en algunos casos no ser, en forma aislada, la solución del problema, sino
que en oportunidades es necesario combinar varias prácticas coadyuvantes, a
objeto de lograr el fin perseguido.
Es importante destacar que la aplicación de las alternativas propuestas están
en dependencia de las condiciones ecológicas, económicas y sociales de la zona
15
involucrada, razón por la cual, debe tomarse mucho cuidado en su aplicación, de
tal manera de lograr el máximo de productividad de la explotación, manteniendo
en equilibrio los factores integrantes del ecosistema pastizal .
16
BIBLIOGRAFÍA
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establecimiento de pastos manejados en suelos ácidos e infértiles de
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P.A. Sánchez, ed. Centro Internacional de Agricultura Tropical. Cali,
Colombia. 1978. pp. 119-134.
FUNDACIÓN PARA EL SERVICIO DE AGRICULTOR. Pastos, Serie Petróleo y
Agricultura. Cagua, Venezuela. 1986.
GAMERO, A., Memoria y Cuenta, M.A.C. División de Desarrollo Ganadero.
Programa Bovinos de Leche. Maturín, Venezuela. 1990. (comunicación
personal, trabajo en preparación).
GONZÁLEZ, J.R. Memoria y Cuenta M.A.C., División de Desarrollo Ganadero.
Programa Bovinos de Carne. Maturín, Venezuela. 1990. (comunicación
personal, trabajo en preparación).
17
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y costos de heno de pangola (Digitaria decumbens Stent). Trabajo de Grado.
Escuela de Zootecnia, Universidad de Oriente, Jusepín, Venezuela. 1983.
MINISTERIO DE AGRICULTURA Y CRÍA. Anuario Estadístico Agropecuario.
Dirección General de Planificación del Sector Agrícola. Dirección de
Estadística. Caracas, Venezuela. 1978.
MENESES, C.R. Efecto de la altura e intervalos de corte en el rendimiento y
composición química del pasto pangola pelúa (Digitaria unfolozi). Trabajo de
Grado. Escuela de Ingeniería Agronómica. Universidad de Oriente, Jusepín,
Venezuela. 1977.
18
CAPITULO II
LOS PASTOS EN LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
La agricultura basada en la producción de pastos consiste en la utilización
adecuada de las plantas forrajeras, fundamentalmente gramíneas y leguminosas,
con el propósito de mejorar y/o conservar el suelo, por un lado, y por el otro,
mantener una eficiente producción ganadera. Los pastos satisfacen varios
objetivos: cubre el terreno protegiéndolo de los factores erosivos, incluido en una
rotación del cultivo, enriquecen el suelo e incrementan los rendimientos de las
cosechas subsiguientes y además proporcionan alimentos de alta calidad a bajo
costo, cuando es utilizado en pastoreo o conserva do, siendo su manejo
relativamente fácil en cualquiera de sus formas.
La integración de los diferentes factores involucrados en la producción de los
pastos constituye lo que podría considerarse, la Ciencia de la Agricultura
Forrajera, en la cual están envueltos diferentes campos de acción, entre los que
se destacan la ciencia del suelo de la agronomía y de la zootecnia que conforman
los elementos principales de este sistema básico de explotación (ecosistema
pastizal). Por lo tanto, para su manejo eficiente se hace necesario comprender las
relaciones existentes entre los pastos y otras ramas de la agricultura, a objeto de
decidir con precisión las bondades del pastizal.
Relaciones con otras ramas de la agricultura
El pasto y la nutrición animal
La característica más común de los pastos ha sido el uso casi exclusivo para
rumiantes bajo sistemas no intensivos de grandes áreas. El crecimiento natural de
los pastos y su cosecha directamente por el animal, hace que el sistema sea más
barato y predominante en el mundo.
19
La eficiencia de uso de las plantas forrajeras, depende de varios tacto res
relacionados, tanto con el pasto como con el animal consumidor, lo cual podría
resumirse como el valor nutritivo, que se define como la sumatoria de
características, tales como: consumo voluntario, digestibilidad y eficiencia de
utilización de utilización de nutrimentos a los cuales se atribuye, en términos de
importancia; 70% al consumo voluntario y 30% a las demás características de la
ecuación.
Una característica de las plantas forrajeras es su gran variabilidad en el valor
nutritivo, debido a sus fluctuaciones en cuanto a la composición química, la cual
depende de factores, tales como: especie, estado de madurez de la planta,
fertilidad del suelo, clima, etc.
El pasto y la fertilidad del suelo
El efecto del pasto sobre la fertilidad del suelo se manifiesta a través de la
materia orgánica y del nitrógeno aportado por las gramíneas y las leguminosas al
suelo, que contribuyen al mantenimiento y persistencia de los pastizales. El
pastoreo aunque considerado como una actividad extractiva, los animales
devuelven al suelo, mediante las excretas, aproximadamente 80% de los
minerales consumidos. Por lo tanto, el efecto que el animal en pasto reo pueda
tener sobre la fertilidad del suelo, varía de acuerdo con el criterio de manejo del
pastizal.
El pasto y la conservación del suelo
Los Pastos constituyen uno de los medios más eficaces y económicos
para proteger el suelo y enriquecerlo, siempre que se atiendan de acuerdo
con las prácticas agrícolas adecuadas. En lo relacionado a la protección del
suelo contra la erosión, las plantas forrajeras son superadas, apenas por los
20
bosques, los cuales son considerados comunidades cerradas a estos
procesos de desgaste del suelo.
Por otro lado, ha sido verificado que, una mayor cobertura vegetal aumenta
la incorporación de agua en el suelo, con la consecuente reducción del arrastre de
la capa superficial. Además, la cobertura vegetal protege el suelo del impacto de
las gotas de lluvia que causan erosión y evitan la acción de los vientos que
pudieran causar una movilización de las partículas más superficiales.
El pasto y la economía agrícola
La alimentación más económica para el ganado se debe obtener,
básicamente de los pastos y forrajes. En la mayoría de los países del mundo y en
particular en Venezuela, los animales obtienen energía para su crecimiento,
mantenimiento y producción casi exclusivamente de los pastos. Sin embargo, la
productividad de estos ecosistemas es baja, debido a que todavía no se toma en
cuenta con seriedad, el balance entre los diferentes factores interactuantes y el
adecuado manejo del ecosistema pastizal.
Las condiciones edáficas y climáticas determinan la zona en la cual se
pueden producir forrajes, pero en última instancia, son las consideraciones de tipo
económico, las que permiten decidir, ¡dónde, cuándo y cómo! producir la mayor
parte de los forrajes.
Bajo un conjunto dado de condiciones, lo económico constituye el aspecto
más importante en el momento de decidir la explotación de algún renglón agrícola,
o por el contrario, utilizar el área en cuestión, en cualquiera otra actividad más
rentable.
21
Manejo de pastizales
La producción animal basada en la utilización de pastos es en esencia un
proceso de conversión de la energía solar, que reciben algunas zonas de tierras
cultivables en energía de la materia vegetal y en la transformación de esta energía
acumulada en los vegetales a la de los productos animales: carne, leche, lana, etc.
De este modo, la cantidad de luz solar recibida, limita el número de
productos animales que pueden obtenerse de una determinada superficie
forrajera. Sin embargo, la eficiencia con que la energía solar se convierte en
material vegetal y posteriormente en productos animales, varía grandemente y
puede, en algunos casos, reducirse al mínimo durante los peno dos de sequía.
El manejo de pastizales tiene como objetivo, alcanzar la máxima producción
de carne, leche, etc., manteniendo al máximo el equilibrio necesario, entre el suelo
y el recurso forrajero, para de esta forma garantizar una óptima productividad y
una prolongada persistencia. Por lo tanto, puede definirse como la planificación de
toda práctica, tendente a lograr el máximo aprovechamiento del recurso forrajero
disponible, sin perjuicio de los elementos que conforman ese ecosistema.
El manejo científico de pastizales se fundamenta en el conocimiento de los
factores
que
aisladamente
o
integrados,
inciden
sobre
el
ecosistema:
suelo, planta, animal, clima; etc., lo que induce a señalar que, el manejo de
pastizales es por derecho, la ciencia de la agricultura forrajera, requiriendo, en
consecuencia, conocimiento sobre: a) utilización de tecnologías que permitan
prever los cambios de vegetación y deterioro del suelo; b) capacidad de
sustentación de los pastizales como consecuencia de: cantidad y distribución de
lluvias, topografía del terreno, fertilidad del suelo, época de pastoreo, etc., c)
utilización eficiente de los forrajes y las tendencias positivas y negativas de su uso.
22
Las consideraciones planteadas indican que, cuando se pretende producir
forrajes en una finca, se deben buscar respuestas a interrogantes como las que a
continuación se indican:

¿Cuál es la superficie (Ha) a utilizar en la explotación?

¿Cuál o cuáles especie(s) y/o variedades forrajeras deben utilizarse?

¿Cuál será el rendimiento esperado, mediante la aplicación de determinadas
formas de manejo y la utilización de algunos insumos?

¿Cuál será la forma de utilización del forraje producido?

¿Cuáles equipos serán utilizados en la explotación?

¿Cuál es el tipo de explotación que será establecido?
Obviamente, el productor deberá definir antes, la prioridad de la actividad
ganadera en su finca y en función de esto, decidir el grado de atención que dará a
las plantas forrajeras, considerando las mismas, como un cultivo rentable.
Las interrogantes planteadas inducen a estudiar algunos factores que
determinan el uso de la tierra con pastizales: rendimiento, distribución del
rendimiento, persistencia, utilización, valor nutritivo y eficiencia de la población
animal. Estos factores a su vez, están influenciados por otros elementos
ambientales que modifican su comportamiento.
Rendimiento
Cuando la semilla germina, la plántula crece lentamente, después acelera el
crecimiento y cuando llega al periodo de floración disminuye ese crecimiento. Este
mismo comportamiento es presentado por plantas forrajeras que después de ser
cortadas o pastoreadas inician un nuevo crecimiento. En ambos casos, la curva de
crecimiento tiene la forma sigmoide (S) típica de todos los organismos vivos
23
(Figura 1). En estos casos se distinguen tres estadios que reunidos conforman el
período total de crecimiento.
FIGURA I.- CURVA DE CRECIMIENTO TÍPICA DE LOS PASTOS
Fuente: Voisin, 1974
El rendimiento se refiere a la cantidad de materia verde o materia seca
producida (kilogramos) por unidad de superficie (hectárea). Este factor está en
dependencia de la especie forrajera y de los elementos ambientales que afectan
su crecimiento y producción (clima, suelo, etc.)
Distribución del rendimiento
La distribución del rendimiento de los pastos se refiere a la estacionalidad de
la producción por unidad de superficie, como respuesta a ciertos elementos
ambientales (precipitación, temperatura, etc.).
24
En la mayoría de las regiones del mundo y en particular condiciones
tropicales, el crecimiento de las plantas forrajeras se alterna entre la estación
lluviosa, en la cual se obtienen grandes producciones y en la estación seca
caracterizada por una muy baja producción de forrajes (Figura 2). Tal alternancia
en el crecimiento es conceptuada como estacionalidad de las plantas forrajeras.
FIGURA 2.- PRODUCCIÓN ESTACIONAL DL LOS PASTOS
EN EL EDO. MONAGAS. (Curva teórica )
Fuente: Meneses, 1977, adaptado por el autor.
Los factores climáticos responsables por la estacionalidad de la producción
de las plantas forrajeras, varían de una región a otra, así como las respuestas a
esos factores son variables de acuerdo con las especies. Las plantas forrajeras
tropicales presentan una tasa fotosintética máxima a las temperaturas de 30-35°C
y mínima a la temperatura de 15°C. Las bajas temperaturas nocturnas en las
regiones de los trópicos y subtrópicos son indicadas en algunos casos, como la
causa de la estacionalidad de la producción de los forrajes tropicales.
25
La baja producción de los pastos durante el período seco, en Venezuela, es
uno de los factores que más contribuyen a la baja productividad de los rebaños,
siendo responsable por la caída acentuada en la producción lechera, por la
pérdida de peso de los animales de carne, y por la gran reducción de la capacidad
de sustentación de los pastos que, generalmente, es establecida, tomando como
base un período de un año.
Persistencia
La persistencia se refiere a la durabilidad de los pastizales establecidos. La
utilización de los pastos envuelve diferentes factores, que independientemente del
método empleado, los objetivos perseguidos visan el logro económico, la máxima
producción de forrajes de calidad, una buena distribución anual, tratando que los
pastizales se mantengan productivos durante el mayor tiempo posible.
El estado de equilibrio de la comunidad vegetal es de interés particular, tanto
para el investigador como para el administrador de pastizales. Por esa razón, es
conveniente definir el equilibrio de las diferentes comunidades de plantas que
integran los ecosistemas, tomando como base las siguientes interrogantes:
¿Es rentable la comunidad en las condiciones ambientales predominantes?
¿Existen factores operantes que tiendan a mudar la comunidad en
particular?
¿Existe en las condiciones presentes, un exceso de elementos claves en la
comunidad?
¿Existen fuertes factores limitantes operando en la comunidad?
26
¿Qué prácticas de manejo son apropiadas para mantener la estabilidad o
para conducir mudanzas en alguna dirección deseada?
La posibilidad de dar respuestas a estas interrogantes y la aplicación de
tecnologías adecuadas, conducirían a la prolongación del periodo útil de
comunidades vegetales, .en particular de pastizales.
Utilización
La selección de la técnica apropiada para la solución del problema de la
estacionalidad de la producción de forrajes debe ser coherente con el nivel de
desarrollo de la explotación pecuaria, diferenciándose principalmente, por la
necesidad de intensificación de uso de los pastizales.
Cuando los pastizales han sido objeto de algún mejoramiento, mediante
prácticas de siembra, renovación, fertilización o simple descanso, los forrajes
disponibles son susceptibles de ser utilizados, por pastoreo directo o por corte.
Tal división puede tener variantes, ya que el pastoreo puede ser:
a) Continuo, esto es, el mismo ganado pastoreando todo el año en la misma
área.
b) Continuo, con un número variable de animales, de acuerdo a la época del
año.
c) Rotativo, esto es, el área es dividida en varios potreros que permiten el
descanso de algunas áreas, mientras que otras son utilizadas.
27
d) Pastoreo diario, esto es, cuando las áreas de pastoreo son tan
numerosas, que se utiliza un área diferente cada día.
Además todos estos sistemas pueden ser modificados, de acuerdo a la
estación o época del año, no solamente en cuanto a número de animales
utilizados, sino también en cuanto al uso a que se destina el forraje excedente
durante el período de abundancia (henificación y/o ensilaje).
Por otro lado, en cualquier momento se puede utilizar un sistema combinado
con otro. El número de sistema de utilización de forrajes aumenta en
la misma proporción que se incrementan los niveles de alimento concentrado o
suplemento suministrado. En definitiva, puede ofrecerse una alimentación a
base de pastos únicamente, hasta el uso exclusivo de alimentos concentrados o
suplementos.
Valor nutritivo:
Las plantas forrajeras poseen valor nutritivo variable según la especie, el
clima, la fertilidad del suelo y dentro de una misma especie de acuerdo a la
relación hoja—tallo, la edad, fracción de la planta, etc.
En el laboratorio, todos los alimentos pueden ser descompuestos en muchas
fracciones menores que tienen una significación especial para la nutrición de los
animales (Figura 3). Así, por ejemplo, el pasto que corresponde considerar como
el alimento principal dentro de la ración de los herbívoros, está integrado por
diferentes componentes químicos.
En primer lugar, cabe mencionar el agua, cuya presencia es variable en
cuanto a las proporciones: es muy elevada en los pastos verdes (80% o más);
mientras que en los pastos secos el porcentaje es bajo (10-15%).
28
FIGURA 3. Componentes de los alimentos para consumo animal
Fuente: Bose, 1970. adaptado por el autor.
El material residual que queda cuando se extrae el agua, se denomina
materia seca, dentro del cual se encuentran como integrantes elementos
(proteínas, hidratos de carbono, grasas, cenizas y vitaminas) que cumplen
importantes y variadas funciones en la nutrición animal.
Las plantas forrajeras leguminosas, en general poseen un mayor contenido
de proteína y minerales que las gramíneas, mientras que éstas últimas,
generalmente, presentan un mayor contenido de hidratos de carbono y mejor
aceptabilidad. Por otro lado, al separar las diferentes partes de una misma planta
forrajera, se observa que el mayor valor nutritivo se concentra en las hojas. Siendo
también de elevada importancia, en este aspecto, la edad de la planta ya que en la
29
medida que avanza el tiempo de crecimiento, disminuye el contenido de proteína
bruta y digestibilidad, mientras que la materia seca y fibra cruda incrementan sus
contenidos porcentuales.
El valor nutritivo de los forrajes está supeditado a los factores que
determinan el nivel de consumo de nutrimentos por el animal en virtud de lo cual
se establece la siguiente ecuación:
Consumo de elementos
Nutritivos:
Consumo de alimento X digestibilidad del
=
alimento X eficiencia de utilización del
alimento digerido.
La importancia de esa ecuación es que, 70% de la variación en producción
potencial entre dos forrajeras puede ser expresadas en términos de diferencias de
consumo voluntario, mientras que las restantes 30% corresponden a las
diferencias en digestibilidad y en concentración de nutrientes.
Eficiencia de la población animal
El aprovechamiento eficiente de los pastizales está íntimamente relacionado
con el tipo de animal que se encuentra en pastoreo, ya que las especies difieren
en su capacidad para transformar el pasto disponible. Algunas especies, tales
como el Bubális, son más eficientes, por ejemplo, que el Bostaurus, en cuanto a la
utilización de forrajes toscos. Esta podría ser la razón limitante de la productividad
de algunas razas puras de origen templado, sometidas a las condiciones de las
sabanas venezolanas.
El apetito de un animal está determinado por su raza, tamaño, condición
fisiológica, nivel de producción y alimentación anterior, es decir, el hecho de que
30
sea magro o gordo. El grado en que su apetito quede satisfecho depende
enteramente de sus respuestas de comportamiento ante las comunidades
vegetales (pastizales establecidos o naturales) en los cuales se ve forzado a
pastorear. Sobre estas respuestas influyen también, las condiciones climáticas
(Figura 4).
FIGURA 4. Factores relacionados con el consumo de forrajes en pastoreo
Fuente: Jonhson. 1970, c. p. por Tergas 1982.
Fases del manejo científico de pastizales
Para lograr la máxima productividad del recurso forrajero, el manejo de
pastizales debe hacerse mediante la definición de las siguientes fases:
1) Decisión del uso adecuado del pastoreo.
Esta fase implica la elección del tipo adecuado del ganado en pastoreo y la
realización de un inventario del recurso forrajero a fin de establecer el número
31
adecuado de animales a mantener en una superficie determina da y en un período
de pastoreo definido, mediante la utilización de un sistema de pastoreo en
particular.
2) Mejoramiento de la producción de forrajes.
En algunos casos, la producción de forrajes en una zona no es suficiente
para mantener la población animal existente, por lo tanto, se hace necesario la
aplicación de algunas prácticas que permitan incrementar la producción, tales
como: introducción de especies más productivas, control de malas hierbas,
fertilización adecuada, riego o drenaje, control de plagas y enfermedades, etc.
3) Aumento de la capacidad de utilización del pastizal.
Las condiciones generales de topografía, tamaño de potreros, retención de
humedad del suelo, mala distribución de los bebederos y saleros, dificultan el
aprovechamiento uniforme del recurso forrajero. Por lo tanto, es necesario tomar
algunas medidas que conlleven a resolver el problema, lo cual puede lograrse con
el levantamiento de cercas en forma regular que permitan una adecuada
distribución de las vías de acceso, bebederos, saleros, sombras, etc., y de esta
manera, mejorar la utilización uniforme del forraje en el potrero.
4) Manejo del ganado.
La productividad de la finca está directamente afectada por el cuidado que se
tenga sobre los animales en pastoreo. Por esa razón, quien maneja el pastizal
debe conocer los efectos de: la nutrición sobre la producción, la relación costobeneficio de los forrajes complementarios, los problemas de compra y venta de
animales en el mercado, la influencia del cruzamiento entre razas, el rendimiento
animal, las características genéticas de los animales, cómo evitar o curar
enfermedades, y los efectos del animal sobre la vegetación y el suelo.
32
5) Coordinación del pastoreo con otros usos de la tierra.
La decisión de utilizar una determinada superficie de terreno en una u otra
actividad, está en la dependencia de su rentabilidad. Por lo tanto, quien administra
una propiedad privada debe tener conocimiento sobre cuál es el uso que se debe
dar a la tierra a objeto de lograr los máximos beneficios económicos, como por
ejemplo,
el
establecimiento
de
una
industria,
urbanización,
parques
recreacionales, etc. El pastoreo debe estar coordinado de tal manera, que su
realización no interfiera con otros usos de la tierra y de esta forma brindar la mayor
utilidad a la sociedad que la explota.
Conviene indicar que a pesar de la existencia de una serie de normas y fases
más o menos generales, cada productor o administrador de finca, tiene la
responsabilidad de hacer el mejor uso de los recursos: suelo, capital, mano de
obra y capacidad organizativa de que se disponga; ya que no existe una ―receta
única‖ capaz de servir en todas las situaciones con la misma eficiencia. Por lo que
cada caso debe ser resuelto de acuerdo a la problemática y condiciones
particulares que imperan en la unidad de explotación.
Planificación del manejo del pastizal
Para la planificación de cualquier actividad agrícola, se requiere conocer
previamente, las características de cada uno de los elementos que inciden directa
o indirectamente sobre el sistema de producción. Así, cuando se estudia el pasto
con el propósito de planificar su manejo, obviamente deben considerarse los
elementos que actúan y se interrelacionan en el ecosistema pastizal: planta, suelo,
animal y clima (Figura 5), los cuales en conjunto, proporcionan una respuesta en
productos animales (carne, leche, lana, etc.) que el hombre como gestor debe
administrar de la manera más eficientemente posible.
33
1 PLANTA: Mecanismo sintetizador de sustancias orgánicas.
2. ANIMAL: Organismos transformadores de la materia vegetal en productos
animales útiles a sí mismos y al hombre.
3. SUELO: Ente sustentador y suplidor de elementos nutritivos.
4. AIRE: Fuente de CO2, 02 y N2.
5. ENERGÍA RADIANTE: Generadora de luz, calor, rayos ultravioletas, etc.
6. HUMEDAD: Componente para la absorción y translocación de nutrientes.
7. HOMBRE: Elemento manipulador y administrador del sistema.
34
El problema fundamental del pastizal radica en la definición de la relación
entre sus componentes. Por lo tanto, el objetivo del manejo consiste en controlar
sus elementos, de manera que se obtenga la mayor eficiencia pro ductiva de todo
el sistema.
Evidentemente que para decidir la planificación del manejo de una
explotación agropecuaria, debe realizarse un diagnóstico que permita conocer la
situación actual de la finca y en particular, de los pastizales, con el fin de definir,
mediante la información recabada, el tipo de ganadería, raza animal, especies
forrajeras a utilizar, métodos de siembra, fertilización, sistema de pastoreo, formas
de utilización de los pastos, maquinarias y equipos a utilizar, suplementación
alimenticia, mercado y comercialización de productos, etc. De esta manera, el
productor o administrador podrá prever el potencial económico de la unidad de
producción, mediante la aplicación de prácticas tecnológicas compatibles con las
características ambientales de la finca.
Diagnóstico
El diagnóstico de una explotación con el fin de planificar el manejo de los
pastizales debe incluir la siguiente información:
1. Aspectos físicos:
1.1. Identificación de la finca
1.2. Identificación del propietario
1.3. Ubicación
1.3.1. Política
1.3.2. Geográfica
1.3.3. Administrativa
1.3.4. Práctica
1.3.5. Linderos o límites
35
1.3.6. Acceso
1.3.7. Superficie
1.3.7.1. Superficie total
1.3.7.2. Superficie aprovechable
1.3.7.3. Superficie no aprovechable
1.3.7.4. Superficie utilizada
2. Factores climáticos:
3. Factores agrológicos:
3.1. Recursos hídricos
3.2. Topografía y drenaje
3.3. Suelo, características físicas y químicas
4. Vegetación:
4.1. Natural
4.2. Introducida
5. Uso actual de la tierra
6. Población animal
7. Maquinarias y equipos
8. Instalaciones y bienhechurías
9. Aspectos agroeconómicos
9.1. Administración
9.2. Tecnología aplicada
9.3. Mercado y comercialización
10. Financiamiento
11. Capital agrario (avalúo)
36
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38
CAPITULO III
FACTORES DE LA PRODUCTIVIDAD VEGETAL
De manera general, los factores que regulan la producción de las plantas
pueden clasificarse, resumidamente, en tres categorías: Factores Genéticos,
Factores Fisiológicos y Factores Ecológicos.
Factores Genéticos.
Prácticamente todos los procesos fisiológicos de la planta, así como sus
reacciones a los factores externos, están bajo la influencia de factores genéticos.
El fitomejoramiento tiene como objetivo, aumentar la producción a través de la
selección y multiplicación de plantas genéticamente más productivas, esto es, con
factores genéticos que les hacen producir más en un ambiente determinado. La
razón por la cual una selección produce más que otra se debe en algunas veces a
un factor genético de fácil identificación, como por ejemplo, la resistencia a una
enfermedad, pero a menudo el fitomejorador trabaja por prueba y error, sin
conocer la manera de actuar de los factores que está seleccionando. Cuando se
habla de factores genéticos, generalmente se refiere a la complejidad de
caracteres hereditarios que están controlando directa o indirectamente la
producción, pero sin precisar la naturaleza de sus caracteres.
Factores Fisiológicos.
La producción biológica es una función directa de los procesos fisiológicos de
la planta, los cuales están condicionados a las características particulares de las
especies. Tales características y procesos fisiológicos de las plantas forrajeras son
discutidos en capítulo aparte.
39
Factores Ecológicos.
Son muchos los factores ecológicos que tienen influencia sobre las plantas.
En virtud de conocerse con exactitud todas las condiciones del medio que afectan
los procesos fisiológicos, generalmente se consideran los factores de mayor
importancia y sus correlaciones con las especies a objeto de juzgar la significación
ecológica según la manera cómo actúan sobre los organismos vegetales.
Los factores ecológicos se clasifican en dos categorías: Factores de acción
directa y Factores de acción indirecta. En la primera categoría están aquellos
factores que realmente afectan los procesos fisiológicos de la planta. Por
consiguiente, son los que tienen mayor interés, desde el punto de vista
agronómico. Los de la segunda categoría son también importantes, pero su
influencia es sobre el ambiente en el cual viven las plantas, más que sobre las
plantas mismas; esto es, actúan a través de los factores de acción directa, a los
cuales modifican.
En la Figura 1 están representados los principales factores del ambiente,
separados según la clasificación anterior. Por medio de las flechas se indican las
principales influencias que ejercen los factores indirectos sobre los directos y a su
vez, los directos sobre los principales procesos fisiológicos del vegetal. Las flechas
representadas por líneas continuas o ininterrumpidas, según la relativa
importancia de la acción que simbolizan.
La clasificación de los factores, de acuerdo a la manera cómo actúan es muy
útil para determinar los requisitos ecológicos de alguna especie vegetal. Aunque
para la fisiología de las plantas los factores más determinantes son los de acción
directa; se suele definir las necesidades ecológicas de los cultivos por los factores
de acción indirecta como la lluvia, la altitud, la textura del suelo, etc.
40
FIGURA 1. Factores de la productividad
Fuente: Alvim, 1978
__________ muy importante
- - - - - - - - - importante
Obviamente, la acción de tales factores indirectos sobre las plantas es muy
variable e impredecible, ya que los factores de acción directa, a los cuales
modifican, son también influenciados por otros factores de acción indirecta,
conforme se plantea en la Figura 1. Por ejemplo una altitud de 200 msnm, puede
ser muy adecuada para el cultivo del café en una región ubicada a 25 de latitud
norteo sur; pero no así, en una región cercana al ecuador, donde la radiación solar
41
es naturalmente más intensa y la temperatura más elevada, recomendándose, por
lo tanto, sitios de mayor elevación; una precipitación de 1.200 mm por año puede
ser suficiente para el cultivo de caña de azúcar en climas relativamente frescos o
en suelos con buena capacidad de retención de agua; pero no así, en climas
calurosos o en terrenos arenosos de poca atención de humedad; un suelo de
textura pesada no puede prestarse para la agricultura de una región de mucha
lluvia, pero no así en las regiones relativamente secas, donde esos suelos casi
siempre constituyen una ventaja.
Entre los factores del ambiente se debe incluir como clase especial, los
factores bióticos, como el hombre, las plagas, las enfermedades, etc. El hombre
actúa principalmente como factor de acción indirecta por su capacidad casi
ilimitada de cambiar el hábitat natural. Las plagas y enfermedades se comportan
principalmente como factores se acción directa por su influencia destructiva sobre
el organismo vegetal, en particular, sobre la superficie foliar.
El clima en la producción y utilización de las plantas forrajeras
En la producción agrícola requerida para abastecer la población mundial
inciden algunos aspectos limitantes, entre los cuales se encuentran el clima, que a
través de sus factores y elementos produce una influencia directa sobre los seres
vivos.
Las propiedades físicas que condicionan el clima: latitud, altitud, orientación,
continentalidad, naturaleza del terreno y tipo de vegetación son denominados
factores, mientras que como elementos meteorológicos son considerados: la
precipitación, temperatura, insolación, nubosidad, viento (dirección y velocidad),
presión atmosférica y humedad; cuyas características son influenciadas por los
factores.
La productividad de las plantas forrajeras depende de las condiciones
ambientales en las cuales se desarrollan. Estas, en general, son más
42
influenciadas por las condiciones climáticas de una región que otros cultivos
anuales o perennes. La mayoría son plantas perennes que están sujetas a los
efectos del clima durante todas las estaciones del año.
Es difícil que los productores puedan modificar el macroclima de una región;
por esa razón, se hace necesario convivir con esa condición, a través de la
aplicación de técnicas que permitan obtener mejor productividad. El microclima;
sin embargo, puede ser modificado mediante prácticas culturales y de manejo. Por
esta razón las características del clima de una región, difícilmente coinciden con el
microclima de una plante.
Productividad de las forrajeras en el trópico y subtrópico
Las plantas forrajeras de clima tropical y subtropical en general superan en
producción de materia seca a las de climas templados, debido no sola mente a su
mayor eficiencia en el aprovechamiento del CO2 disponible en la atmósfera
(plantas C4 ), sino también a la mayor incidencia de la radiación solar en las zonas
tropicales y subtropicales (150 KCal/cm/año) en comparación con las zonas
templadas (199 KCal/cm2/art. Además, la conversión de la energía que incide en
las regiones tropicales y subtrópicales (5-6%) es mayor que las obtenidas en las
templadas (2-3%). Esas razones probablemente explican, el por qué las plantas
forrajeras tropicales y subtropicales producen, en general, dos o más veces que
las de climas templados.
Como consecuencia de los rendimientos de materia seca proporcionados, la
producción animal en pastizales tropicales, suele ser también elevada, siempre y
cuando se apliquen eficientes técnicas de manejo.
Factores y elementos del clima que afectan las plantas forrajeras
Para cumplir su ciclo vegetativo, las plantas necesitan, dentro de ciertos
rangos, condiciones de luminosidad, humedad y temperatura, que al salirse de
límites tolerables producen una disminución en el desarrollo del vegetal, llegando
43
en muchos casos a ser letal. En consecuencia, para el manejo de las especies, en
especial, las forrajeras, se requiere conocer de necesidades térmicas, hídricas y
otras variables climáticas que inciden directa o indirectamente sobre la producción.
1. Luminosidad:
Con la selección de nuevas plantas forrajeras de potencial productivo
elevado, el liso de altos niveles de fertilización y riego suplementario, la radiación
solar permanece como factor climático más importante en la producción, aunque
en las condiciones tropicales y subtropicales, es probablemente el menos
limitante.
Bajo condiciones normales, la radiación solar en el trópico es del orden de
los 300-600 Cal/cm2/día. En este nivel, prácticamente no existen limitaciones
luminícas para el normal crecimiento de las plantas forrajeras. En días nublados,
durante épocas de elevada precipitación, la radiación solar puede reducirse hasta
50 a 150 Cal/cm2/día, lo cual puede tener un cierto efecto negativo sobre la tasa
de crecimiento de especies tropicales; sin embargo, éste no llega a ser tan
drástico como el ejercido por la precipitación o la temperatura ambiental.
2. Fijación de CO2:
Las gramíneas de origen tropical: caña de azúcar, maíz, sorgo, especies de
panicum, setaria, sorghum y muchas especies dicotiledóneas procedentes de
climas cálidos, son altamente eficientes en cuanto a tasa fotosintética. En plantas,
en espacios cerrados con suficiente luz fijarán CO 2 de la atmósfera a niveles de 20
ppm. Por cuanto estas especies tropicales llamadas de metabolismo C 4, son más
eficientes en la fijación de CO2 que otras plantas denominadas de metabolismo C3,
las cuales necesitan por lo menos 80 ppm de CO 2 en la atmósfera para fijar CO2
suficiente, a fin de lograr una adecuada tasa fotosintética (Figura 2). Las plantas
de clima tropical (C4), generalmente, presentan un punto de compensación para
CO2 bastante bajo, o sea 5-20 ppm, mientras que las de clima templado (C3)
44
tienen ese valor alrededor de 50-80 ppm (Figura 2). El punto de compensación
para el CO2 es el nivel CO2 en el cual su fijación por el proceso fotosintético es
equivalente a su liberación en el proceso respiratorio.
FIGURA 2.- CURVA DE RESPUESTA A LA CONCENTRACIÓN DE CO2
Fuente: Corsi, 1973
En plantas con bajo punto de compensación para el CO2 , la disminución en
el nivel fotosintético, cuando se reduce la concentración de CO2 a 2/3 en
el ambiente, es relativamente pequeña. En días muy calientes, de alta luminosidad
y sin nubes, puede ser éste el factor limitante más importante en la producción de
la tasa fotosintética.
La competencia entre plantas más importantes en pastizales, se produce por
la luz. Las plantas que presentan sus hojas con mejor posición para absorber la
luz incidente tienen mayores posibilidades de sobrevivencia, no siendo necesario
para esto, mayor cantidad de hojas. Este hecho puede ser verificado mediante el
estudio de asociaciones de gramíneas-leguminosas.
45
La falta de luz a las leguminosas puede provocar una total ausencia de
fijación de nitrógeno, ya que este proceso necesita de grandes cantidades de
energía que provienen de la fotosíntesis. Además, puede originar una reducción
en el crecimiento del sistema radicular de las plantas sombreadas.
La siembra de plantas forrajeras junto con otros cultivos, con la finalidad de
minimizar los costos de establecimiento del pastizal, se ha utilizado con
frecuencia. Sin embargo, esta práctica, cuando no se realiza con los debidos
cuidados suelen obstaculizar la formación de una buena población de plantas en
el potrero.
Es posible que además de nutrientes y agua, la variación de la calidad e
intensidad luminosa impuestas por el cultivo, el declive y la ubicación del terreno
sean algunos de los factores más limitantes de las forrajeras sembradas bajos
estas condiciones.
Algunos autores afirman que no existe diferencia biológica entre un cultivo
sujeto a competencia con malas hierbas o de una planta forrajera. Aunque
generalmente, se espera en el primer caso, que el cultivo domine a la mala hierba
y en el segundo caso, que el cultivo y la forrajera crezcan en competencia pero sin
perjudicarse.
Para establecer plantas forrajeras junto con cultivos, se recomienda
aumentar la distancia entre hileras del mismo, disminuir la densidad de plantas en
las líneas o seleccionar variedades con mejor estructura foliar y de menor tamaño,
a objeto de garantizar el establecimiento del pastizal, aún cuando disminuye el
rendimiento del cultivo.
3. Temperatura:
La influencia de la temperatura sobre la producción de plantas forrajeras
puede ser directa, sobre el crecimiento de la planta alterando su fisiología o
46
indirecta, haciendo variar la humedad, las cantidades de minerales absorbidos por
la planta y su transporte.
La temperatura tiende a seguir las variaciones de la insolación, determinando
que el medio ambiente tropical sea, en general, más caliente que el templado. En
las zonas bajas del ecuador, la temperatura alcanza valores de 28-30°C, con muy
poca variación durante el día o la noche. Al Sur y al Norte del ecuador, la variación
estacional y diaria de la temperatura es relativamente grande; pudiéndose registrar
temperaturas de 10°C o menos, durante las noches y hasta 40°C durante el día,
en la época seca. La temperatura en cualquier otra parte disminuye a medida que
aumenta la altitud, lo cual permite el establecimiento de algunas especies de clima
templado en los trópicos, siempre que no existan otros factores limitantes. Si la
humedad en el suelo, no constituye un factor limitante, el patrón de crecimiento de
las especies tropicales es en gran medida controlado por la temperatura. Las
leguminosas tropicales por ejemplo, se desarrollan de manera óptima cuando la
temperatura diurna es de 30°C y la nocturna de 25°C; en cambio las gramíneas
tropicales encuentran su óptimo a temperaturas más elevadas, en general, en el
rango de 30 a 35°C. Las gramíneas de zonas templadas, en cambio crecen
óptimamente entre los 20 y 25°C. Algunas gramíneas de clima templado continúan
creciendo, incluso a temperaturas tan bajas, como 5°C; mientras que las
gramíneas tropicales prácticamente detienen su crecimiento a los 15°C.
Este aspecto es de gran importancia en la distribución de las especies
forrajeras tropicales, en razón de que las temperaturas diurnas y nocturnas no
están determinadas solamente por la latitud (distancia del ecuador), sino también
por la altitud. Esta es la explicación por la cual a una misma latitud se tienen
diferentes especies forrajeras, dependiendo del piso altitudinal en el cual se
encuentran. A manera de ejemplo, a 15 Latitud Norte o Sur, se pueden encontrar
especies típicamente tropicales (estrella, yaraguá, braquiaria), en condiciones de
trópico bajo (0 — 600 msnm); especies intermedias (kikuyo) en altitudes de 8001.200 msnm y especies propias de zona templada (―ryegrass‖, trébol, alfalfa) en
altitudes mayores de 2.000 msnm.
47
4. Humedad:
La elevada energía incidente en los trópicos y subtrópicos proporciona gran
producción de forrajes en comparación con plantas de clima templado, pero
frecuentemente provoca un aumento significativo de la evapotranspiración que
suele ocasionar escases temporal de agua a las plantas.
Afirman varios autores que, debido a las altas temperaturas y gran cantidad
de energía recibida en las regiones tropicales, concentradas en días más cortos
que los de clima templado (16 o más horas), la evapotranspiración debe ser
acentuada a tal punto, que torna la disponibilidad de agua el factor más limitante al
crecimiento de las plantas en el trópico. Por lo tanto, el manejo de plantas
forrajeras en estas condiciones debe estar encaminado hacia una mayor eficacia
en el uso del agua, lo cual se expresa por la cantidad de materia seca producida
en función del volumen de agua utiliza da en lo evapotranspiración. En razón de
esto, cualquier práctica cultural que promueva el crecimiento de las plantas y el
uso más eficiente de la luz en la fotosíntesis, mejorará la eficiencia en el uso del
agua. Las prácticas culturales: fecha de siembra, densidad de siembra, entre
otras, tienden a promover la formación rápida y precoz del área foliar; de esta
forma, toda práctica que contribuya a incrementar la producción de materia seca,
mejora la eficiencia de uso del agua, ya que la duplicación de la producción no
implica en la utilización del doble del volumen de agua, sino la misma cantidad o
en todo caso una cantidad sólo un poco mayor (cuadro 1). Sin duda alguna, la
capacidad de carga de un pastizal depende en gran parte de la precipitación. La
humedad varía en cantidad y en su distribución en el tiempo y en el espacio. El
uso dado a la tierra, generalmente, está en función de la efectividad de la
humedad, esto es, grado de penetración de la lluvia en el suelo, destino tomado
por el agua después de penetrar, y la distribución de las lluvias, creando así
regiones más húmedas y regiones más secas.
48
CUADRO 1. Eficiencia de utilización de agua en la producción de heno.
Cantidad H2O
(Riego+lluvia) ton.
Heno (pulg/acre)
Producción de
heno
ton/Ha
Sin fertilización
8.7
2.6
Con fertilización P
7.9
2.9
Con fertilización N
5.6
4.0
Con fertilización NP
5.3
4.3
FERTILIZACIÓN
Fuente: Willhite, et al. 1965. c.p. Corsi, 1973
Las variaciones en la precipitación ocasiona un amplio rango de condiciones
para el crecimiento de las plantas. En la mayor parte de la zona tropical, la
distribución de la precipitación es más variable que la tasa de evaporación; y como
consecuencia, los cambios estacionales del contenido de agua en el suelo son
determinadas por el patrón de distribución de las lluvias, lo que permite una
clasificación sencilla los climas tropicales en regiones, tal como se indican a
continuación:
a) Región ecuatorial húmeda, en donde la precipitación excede la
evaporación, durante todos los meses de año.
b) Región de los monsones, caracterizada por un periodo húmedo en el cual
la precipitación es mayor que la evaporación y un periodo seco en el cual
se invierte la condición de humedad; por lo general, se juzga por la
magnitud de las lluvias. Sin embargo, lo que interesa es la cantidad de
agua para cubrir las necesidades de los campos, tomando en cuenta la
49
50
transpiración de las plantas y las pérdidas por evaporación del suelo. La
humedad del aire o mejor dicho, el déficit de saturación en el cual influyen
también la temperatura, es el factor que regula la magnitud de
transpiración de los vegetales y de la evaporación del suelo. Cuanto más
seco es el aire, más alto es el déficit de saturación y por lo tanto mayor la
transpiración de las planta y la evaporación del suelo. Una misma cantidad
de lluvia calda es, en consecuencia, más efectiva en un ambiente húmedo
que en uno seco y no basta comparar una zona con otra tan solo mediante
la magnitud de las lluvias, su distribución estacional y su periodicidad e
intensidad.
c) Región de sabana, se caracteriza por la sucesión de uno o dos períodos
muy secos seguidos de un período lluvioso en los cuales la precipitación
excede sustancialmente a la evaporación.
La precipitación constituye un importante factor climático, determinan te de la
producción de biomasa forrajera, no sólo por la cantidad de lluvia acumulada sino
también, por la distribución de la misma durante el año. En las Figuras 3, 4 y 5 se
generalizan las variaciones estacionales en la tasa relativa de crecimiento del
pasto en el trópico húmedo, el monsónico y sabana respectivamente. Se observa
que el factor precipitación es particularmente crítico, bajo las condiciones del
trópico monsónico (Figura 3) en el cual las lluvias se encuentran en cuatro u ocho
meses del año, de manera que la tasa de crecimiento del pasto, en la época seca
es prácticamente nula.
En el caso del trópico húmedo no siempre existe una relación directa entre
precipitación y producción de biomasa forrajera, ya que en determinadas
condiciones, la temperatura podría ser el factor limitante de la producción, en
forma separada o en asociación de ambos factores.
51
Debido a la variedad y complejidad que presentan los elementos climáticos,
generalmente se consideran, la temperatura del aire y las precipitaciones acuosas
como los de mayor influencia en la vida de las regiones climáticas.
La mayoría de las zonas agrícolas de Venezuela tienen un régimen climático
caracterizados por dos períodos bien definidos y uno de transición:
a) Un periodo de escasa precipitación, ampliamente superado por la
evapotranspiración, de tal manera que para obtener buenos rendimientos en los
cultivos, es necesario compensar mediante la aplicación de riego, el déficit hídrico
existente.
b) Un período en el cual la precipitación supera la evapotranspiración o sea,
que existe un exceso de humedad que se pierde por escurrimiento superficial o
percolación profunda.
c) Un periodo de Norte intermedio entre los dos anteriores en el cual para
algunos cultivos, la evapotranspiración está equilibrada con la precipitación.
Como ejemplo, en la Figura 6 están representados los valores de
precipitación, evaporación y temperatura de la Estación Climatológica Maturín
FAV, ubicada a 09° 44‘ 48‖ Latitud N y 63° 11‘ 42‖ Longitud W, y a una altitud de
66 msnm; la cual permite definir las épocas secas, con exceso de humedad y de
humedad intermedia (norte).
La graficación del régimen climático de una zona es de gran utilidad para
quien planifica la actividad pecuaria, en especial el manejo de pastizales, por
cuanto le permite definir los períodos de alta y baja producción de forrajes y de
esta manera implementar el manejo del pastoreo y además, tomar las previsiones
correspondientes para el período crítico, a objeto de uniformizar el suministro de
forrajes a sus rebaños; y por otro lado, facilita la programación de las diferentes
actividades inherentes a la unidad de explotación.
52
De acuerdo al Climograma en la Figura 6, constituido por el periodo
1921-1984, con un promedio anual de precipitación de 1.290 mm, el mes más
lluvioso es el mes de junio; los meses secos son, febrero, marzo y abril; enero
podría ser el mes de transición y los meses de mayo a diciembre, los húmedos, de
acuerdo al criterio de Gaussen, que plantea, que mes seco es aquel para el cual,
la precipitación total para el mes es igual o menor que el doble de la temperatura
media mensual. El concepto de sequía, en forma general, puede ejemplificarse de
la siguiente forma: siendo la temperatura promedio mensual 27.3°C, el mes que
tenga una precipitación igual o inferior a 54.6 mm se considera seco.
FIGURA 6.- REGISTROS DE PRECIPITACIÓN, EVAPORACIÓN Y TEMPERATURA
Estación FA V-Maturín. Fuente- MARNR, adaptado por el autor
53
Para definir los períodos pre-húmedo y húmedo, de acuerdo al concepto de
la FAO., las curvas de precipitación y evaporación son útiles, ya que si se
intercepta la curva de precipitación con la de 50% de la evapotranspiración
potencial (Figura 7), se obtiene el punto ―B‖ que se define como inicio de lluvias y
del
crecimiento
vegetativo,
que
en
el
caso
ejemplificado
corresponde
aproximadamente el 28 de mayo; si se hace lo mismo con la evapotranspiración
potencial se obtiene un punto ―A‖ que corresponde al comienzo, propiamente, de
la estación que en la Figura 7 está alrededor del 20 de junio, y el punto ―C‖ la
terminación de las lluvias más o menos el 10 de enero.
FIGURA 7. PRECIPITACIÓN Vs. EVAPOTRANSPIRACION POTENCIAL
Estación F.A.V. Maturín. Fuente: MARNR, adoptado por el autor
54
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57
CAPITULO IV
EL SUELO EN LA PRODUCCIÓN DE PLANTAS FORRAJERAS
Cuando se analiza el pastizal de manera integral, el suelo aparece junto
con la planta, el animal y el clima como un componente de ese ecosistema. Sin
embargo, cuando este factor se estudia separadamente, se concluye que el
mismo constituye, por sí solo, un sistema ecológico en el cual sus componentes
presentan una serie de complejas interacciones (Figura 1).
FIGURA 1. Esquema de interacciones de los elementos y propiedades del suelo.
Fuente: Bello, 1970.
58
El esquema de la Figura 1, tiene por objetivo mostrar algunas de las
interacciones más importantes entre los diversos componentes y propiedades del
suelo, en el cual la característica de textura influye en la capacidad de intercambio,
humedad y aireación del suelo, las cuales, a su vez afectan el desarrollo radicular
y éstas, la aireación y temperatura como consecuencia del efecto de las raíces
sobre la estructura. Por otro lado, se produce el reciclaje de materia orgánica de la
flora y las raíces, y de cuya descomposición se derivan algunos minerales que por
efecto de la reacción del suelo se mantendrán en forma disponible o no para las
plantas. El equilibrio de tales interacciones permite el crecimiento ideal de las
plantas. Las raíces alcanzarían su máximo desarrollo si no existieran problemas
de
aireación
y
los
minerales
estarían
disponibles
para
las
plantas.
Lamentablemente esta situación no es frecuente, sino que por contrario, el suelo o
algunos de sus elementos se presentan de manera tal, que se constituyen, por
exceso o por defecto, en factores limitantes de la producción.
El manejo del suelo, en función de la producción de forrajes, requiere de la
aplicación de una serie de prácticas tendentes a corregir o compensar algunas
deficiencias físico—químicas, entre las cuales se indican las siguientes: a)
aplicación de fertilizantes; b) corrección de la acidez; c) mejoramiento del drenaje;
d) suministro de minerales (faltantes en el suelo) directamente a los animales; e)
selección de especies adaptables al suelo; f) manejo del pastoreo de acuerdo a
las características del suelo; g) ajustar la carga animal a la capacidad de
sustentación del pasto.
Sin embargo, para la aplicación correcta de tales prácticas, es necesario
conocer la naturaleza de las deficiencias del suelo y las causas que la originan.
Las características físicas y químicas (textura, estructura y acidez) influyen
de manera determinante en: a) la penetración y desarrollo de las raíces; b) la
humedad del suelo: infiltración retención y escurrimiento; c) aireación del suelo; d)
temperatura del suelo; e) disponibilidad de nutrimentos, f) presencia de elementos
tóxicos, como Al+3.
59
La penetración y desarrollo del sistema radicular aseguran un mejor acceso
de la planta, al agua y nutrimentos disponibles en el suelo. Esta pro piedad puede
ser afectada por la textura y estructura del suelo, en la medida que las mismas
inciden sobre la aireación, humedad y temperatura.
La infiltración de agua está relacionada con: a) número y tamaño de los
poros; b) la intensidad de las lluvias, que particularmente en los trópicos es de alta
energía y en períodos cortos causando sellamiento superficial; c) la topografía del
terreno y d) la cobertura vegetal viva o muerta capaz de contribuir con la
infiltración y evitar la escorrentía superficial.
La aireación del suelo garantiza la realización de un intercambio gaseoso con
el aire atmosférico, mediante el cual se produce la entrada de oxígeno y la salida
de anhídrido carbónico. Cuando la aireación es insuficiente, se produce una
acumulación de CO2 inhibitoria de la respiración que podría ocasionar la
producción de principios tóxicos y la incapacidad de la planta de absorber
nutrimentos. Algunos mecanismos de absorción requieren un gasto de energía,
siendo necesario entonces, que las raíces de las plantas respiren. La mayoría de
las plantas, siempre que no existan otras limitaciones, desarrollan un sistema
radicular vigoroso en los suelos bien aireados. En general, los suelos arenosos, al
contrario de los arcillosos poco estructurados poseen una eficiente aireación.
La temperatura del suelo está parcialmente condicionada a la textura,
estructura, contenido de humedad y difusibidad. Cuando se elevan las
temperaturas, en una condición determinada, los suelos arenosos, en razón de
poseer mayor número de poros y una aireación más eficiente, generalmente se
calientan más rápido que los suelos arcillosos, los cuales acumulan humedad por
largo tiempo y poseen una pobre aireación.
60
De manera general, los factores físicos y químicos regulan la fertilidad del
suelo, por esta razón, es fundamental establecer algunas pautas de manejo cuyos
objetivos conduzcan a: a) asegurar un rápido establecimiento de las especies
forrajeras; b) obtener la máxima producción de materia seca por unidad de
superficie; c) lograr una buena distribución de forrajes a través del año, de acuerdo
a los requerimientos animales; d) mantener un elevado valor nutritivo de los
pastos; e) asegurar una adecuada persistencia del pastizal.
Manejo de la fertilidad del suelo
El manejo de la fertilidad del suelo debe tender a incrementar la eficiencia de
todos los factores que inciden sobre la producción de las plantas, en particular, de
los nutrimentos del suelo.
Extracción de nutrimentos
Las pérdidas de minerales del suelo ocurren como consecuencia de la
erosión, el lavado o lixiviación y la extracción por la planta. Las pérdidas por
lixiviación ocurren con mayor intensidad en zonas lluviosas, con suelos de textura
arenosa. Algunos elementos como el nitrógeno, el cloro y el sodio, se lixivian con
mayor facilidad que otros.
Las plantas en general, extraen ciertas cantidades de nutrimentos del suelo.
En el caso de las forrajeras, cuando son pastoreadas, los animales consumidores
devuelven, a través de las excretas, una proporción considerable de los elementos
consumidos (Cuadro 1). Mientras que cuando las plantas son cosechadas
mecánicamente, la extracción de nutrimentos es casi total.
61
CUADRO 1. Retorno de nutrimentos en pastizales bajo pastoreo
Nutrimento
Retorno
%
Nitrógeno
73
Fósforo
58
Potasio
80
Fuente: Sears c.p. Bello, 1970.
Sin embargo, tanto en los pastizales bajo pastoreo como en los Cosechados
mecánicamente, debe restituirse al suelo los nutrimentos extraídos por la planta,
tomando en cuenta que en el primer caso el retorno no siempre se distribuye
uniformemente en el pastizal, quedando este factor en la dependencia del correcto
ajuste de la carga animal y del tiempo de ocupación a que se someten los
potreros.
El manejo adecuado de pastizales impone la necesidad de proveer la forma
de evitar pérdidas de nutrimentos, y además, implementar la aplicación de
fertilizantes que restituyan al suelo, los elementos extraídos por las plantas. Para
lograr minimizar las pérdidas de nutrimentos es necesario conocer la naturaleza
de pérdida y las causas que la originan. La lixiviación, por ejemplo, puede ser
reducida mediante el mantenimiento de una cobertura vegetal que incrementa el
contenido de materia orgánica del suelo y que además favorece el drenaje
superficial. Por otro lado, las raíces de los pastos bombean nutrimentos de zonas
profundas para la superficie, igualmente la descomposición que dejan éstos en el
suelo, susceptible de ser absorbidos nuevamente.
62
Fertilización de pastizales
El objetivo fundamental de la fertilización de pastizales es el aumento de su
rendimiento forrajero, elevando su capacidad de sustentación y por lo tanto, el
aumento de la producción de leche, carne, lana, etc., por unidad de superficie.
Asimismo, la aplicación de fertilizantes en cantidades adecuadas puede tener
efectos sobre la composición química del pasto, elevando los contenidos de
nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, etc., de acuerdo a la naturaleza del abono,
favoreciendo no solamente la capacidad de sustentación (unidad animal/
hectárea/año) del pastizal, sino también, la producción por animal (Kg de leche o
carne/unidad animal/año). Cuando se decide aplicar fertilizantes u otros
correctivos al suelo, con la finalidad de elevar la productividad de los pastizales, se
debe tener como preocupación fundamental, el retorno económico de esa
actividad.
El óptimo económico de cualquier práctica de manejo, en particular la
fertilización, depende de una amplia interrelación de factores ligados al clima,
suelo, animal y a la capacidad administrativa del productor. La eficiencia de la
fertilización pudiera ser afectada por algunos factores, tales como; contenido de
arcilla, materia orgánica, hierro y aluminio solubles, grado de compactación
disponibilidad de agua, antagonismo entre nutrimentos, susceptibilidad y
resistencia de la planta a agentes tóxicos, patológicos e insectos, tiempo de
aplicación de Fertilizantes, etc.
Dadas las características de diferentes exigencias de clima y suelo, la
fertilización de plantas forrajeras debe basarse en las condiciones particulares de
cada zona o localidad, ya que no sería recomendable transferir fielmente los
resultados de una región a otra, en donde las condiciones generales de los
factores y sus interrelaciones podrían ser diferentes.
En el caso particular de las leguminosas forrajeras debe considerarse,
además de los factores que inciden sobre el desarrollo y producción de la planta,
aquellos elementos que afectan la simbiosis rhizobium—leguminosa.
63
Interpretación de análisis
En virtud de la complejidad que envuelve el manejo de la fertilización con el
fin de incrementar la productividad de los pastizales, se deben estudiar los
principios que rigen la interpretación de los análisis de suelo.
Existen dos métodos básicos de interpretación de los análisis de suelo: uno
basado en el nivel de suficiencia de nutrimentos disponibles, y otro, fundamentado
en la relación entre cationes básicos que componen la capacidad de intercambio
catiónico del suelo (CIC). Ambos tienen la finalidad de orientar la decisión sobre la
escogencia de nutrimentos que deben ser adicionados al suelo en niveles que
permitan el mejor retorno económico.
Para interpretar los análisis de suelo se emplean, generalmente, dos
conceptos: 1) el nivel de suficiencia de nutrimentos básicos y 2) la relación de
saturación de cationes básicos. Ambos conceptos reconocen que hay una fracción
de nutrimento disponible para la planta, medido por el análisis de suelo, que es
rápidamente disponible y que está en el sólido del suelo. El primer concepto se
basa en que el incremento del rendimiento por unidad de nutrimento disponible
decrece a medida que la insuficiencia del nutrimento se va corrigiendo. El segundo
concepto establece que para un óptimo crecimiento debe existir en el suelo, uno
relación catiónica óptima‖ y una adecuada saturación de bases.
El análisis foliar también ha sido utilizado para orientar la aplicación de
fertilizantes en pastizales. La interpretación de esos resultados deben ser
realizados con especial cuidado debido a las interacciones entre nutrimentos en el
suelo y en la planta, época de corte, condiciones climáticas, fase vegetativa, etc.
La insuficiencia en el metabolismo de algunos de los macro y/o micro
elementos que constituyen las plantas forrajeras, se manifiestan a través de
alteraciones que se traducen en síntomas visuales específicos para cada
64
nutrimento. Sin embargo, la identificación visual de una supuesta deficiencia debe
ser, siempre que sea posible, confirmada mediante análisis químico, en razón que
muchas veces el cuadro sintomático podrá estar acompañado de ―stress‘ hídrico,
enfermedades y ataques de insectos. El Cuadro 2 muestra los contenidos de
algunos macronutrimentos en plantas normales y deficientes de algunas
gramíneas forrajeras.
CUADRO 2. Contenidos de macronutrimentos en plantas normales y
deficientes.
Especie
Elemento
Normal
Deficiente
N
1.50 - 1.13
0.79 - 0.75
P
0.11 - 0.08
0.10 - 0.06
K
1.84 - 1.43
1.17 - 0.39
Ca
0.40 - 1.02
0.29 - 0.84
Mg
0.12 - 0.22
0.05 - 0.07
S
0.15 - 0.11
0.10 - 0.08
N
1.47 - 1.20
0.92 - 0.75
P
0.11 - 0.06
0.06 - 0.04
K
1.65 - 1.08
0.95 - 0.36
Ca
0.23 - 0.46
0.13 - 0.27
Mg
0.15 - 0.23
0.04 - 0.07
S
0.13 - 0.18
0.09 - 0.08
N
1.36
0.80
P
0.13
0.12
K
6.10
1.50
Ca
0.38
0.37
Mg
0.20
0.08
S
0.70
0.15
Fuente: Haag, H.P. et alii, 1986
65
CUADRO 3. Extracción de macronutrimentos por diversas especies forrajeras
ESPECIE
EDAD
DE
CORTE
(DIAS)
KILOGRAMOS DE NUTRIMENTOS EXTRAÍDOS POR Ha (1) Y
POR TONELADA DE MATERIA SECA (2)
PROD.
DE
MS
t/Ha
N
P
1
2
1
K
2
1
Ca
2
1
Mg
2
1
S
2
1
2
Andropogon gayanus
80
50
567.8
11.3
55.8
1.1
1008.9
20.1
139.2
2.6
83.0
1.6
28.0
0.5
Panicum maximun
130
1.3
14.0
10.7
1.3
1.3
32.0
24.6
7.0
5.3
6.4
4.9
1.4
1.0
360
46
640.0
13.9
28.0
0.6
622.0
13.4
302.0
6.5
36.0
0.7
32.0
0.6
130
5.8
21.0
3.6
1.6
0.2
15.1
2.6
5.4
0.9
1.2
0.2
1.2
0.2
140
4.8
135.4
28.2
10.2
2.1
129.7
27.0
48.5
10.1
11.6
2.4
10.3
2.1
140
1.4
29.1
20.7
3.1
2.2
56.1
40.0
25.3
18.0
4.9
3.5
2.9
2.0
Leucaena
leucocephala
Centrosema
pubescens
Glycine wightii
Macroptilium
atropurpureus
Fuente: Haag, H.P. et alii. 1986.
66
CUADRO 4. Extracción de micronutrimentos por diversas especies forrajeras
ESPECIES
Andropogon
gayanus
Panicum maximun
Leucaena
Leucocephala
EDAD
DE
CORTE
(DIAS)
PROD.
DE
MS
t/Ha
80
GRAMOS DE NUTRIMENTOS POR Ha (1) Y POR
TONELADA DE MATERIA SECA (2)
B
Cu
Fe
Mn
Zn
1
2
1
2
1
2
1
2
1
2
50
572
11
217
4
13.548
270
4.187
83
1.100
22
130
1.3
13
10
8
6
287
220
157
120
23
17
360
46
860
18
400
8
5.800
126
600
13
940
20
Fuente: Haag, H.P. alii. 1986.
67
Nutrición mineral de plantas forrajeras.
Las plantas superiores necesitan para su desarrollo la energía solar
almacenada en la forma de compuestos energéticos: ATP, NADPH, CO2, H20 y de
los nutrimentos N, P, K, ca, Mg, 5, 8, cu, C1, Fe, Mn, Mo y Zn, los cuales se
encuentran en el suelo, excepto el nitrógeno que previamente debe pasar por el
proceso de fijación.
La biomasa es formada gracias a la energía solar, nutrimentos y actividades
bioquímicas, y varía de acuerdo a la especie, la edad de la planta, fertilidad del
suelo, etc. En los Cuadros 3 y 4 se indican las cantidades de nutrimentos
extraídos por algunas especies forrajeras, se observa que existe una gran
variabilidad, no sólo en cuanto a la producción de materia seca, sino también en
relación a la extracción de macro y micronutrimentos. Algunos nutrimentos son
extraídos en mayor cantidad que otros, por ejemplo, los macronutrimentos
nitrógeno, potasio y calcio y los micronutrimentos 8 y Zn.
Los resultados indicados en los Cuadros 3 y 4 muestran de manera clara, la
necesidad de que los macro y microelementos se encuentren en forma y
cantidades disponibles en el suelo, para ser absorbidos y metabolizados para
formar la biomasa requerida para la vida de los rumiantes e indirectamente para
los monogástricos.
Uso eficiente de fertilizantes
El uso de los fertilizantes es un problema fundamentalmente de optimización
de la relación costo-beneficio. Por lo tanto, la fertilización requiere la consideración
de algunos factores que inciden sobre la eficiencia de los mismos, tales como: a)
influencia en el medio ambiente; b) limitación de los medios de diagnóstico de la
fertilidad del suelo, los cuales pre dicen respuestas problables; c) riesgos de
aplicación de experiencias logra das en determinados tiempo y localidad de otras
zonas.
68
Las recomendaciones de abonamiento deben realizarse mediante un
esquema integral de diagnóstico que conlleve a maximizar los rendimientos con el
mínimo de fertilizante, lo cual depende de factores, tales como: a) características
del suelo; b) requerimiento nutricional del cultivo; c) naturaleza del fertilizante; d)
método de aplicación; e) costo del fertilizante.
Los fertilizantes sufren transformaciones según las características físicas y
químicas del suelo y de las dosis de éstos. Del producto de estas
transformaciones, las plantas obtienen la mayoría de los nutrimentos; por esa
razón la caracterización del suelo es importante, ya que contribuyen a predecir las
transformaciones que pueden ocurrir a los fertilizantes en una situación
determinada.
Las especies forrajeras tienen diferentes requerimientos por los nutrimentos.
En los Cuadro 5 y 6, se indican los requerimientos nutricionales de algunas
gramíneas y leguminosas determinados en las sabanas de Carimagua, los cuales
pueden ser tomados como referencia para los cálculos de fertilizantes de los
suelos indicados.
En Venezuela, existen recomendaciones generales de fertilización de
gramíneas que varían de 20 a 150 Kg de P 205/Ha/año y de 40 a 100 Kg de K20/
Ha/año, para los pastos menos y más exigentes (Andropogon gayanus y Digitaria
decumbens), respectivamente.
La información sobre los requerimientos nutricionales de las forraje ras, junto
con la del análisis de suelo, son indispensables para definir con cierto grado de
precisión, las cantidades de fertilizantes que han de aplicarse para lograrla
máxima productividad económica en una condición ecológica determinada;
asimismo, deben considerarse las propiedades físicas y químicas de los
fertilizantes, los cuales junto a las características del suelo y el cultivo afectan la
respuesta de las plantas a la fertilización.
69
CUADRO 5. Guía para determinar cantidades de fertilizantes a aplicar para
el establecimiento de algunas gramíneas y leguminosas en
Carimagua-Colombia.
ESPECIE
LEGUMINOSAS
GRAMÍNEAS
P2O5
REQUERIMIENTOS
Kg/Ha
K2O
Mg
S
M. minutiflora
40
20
10
10
B. humidicola
40
30
15
15
B. decumbens
60
30
15
15
A. gayanus
60
30
15
15
H. rufa
80
40
15
15
P. maximum
100
40
20
20
B. radicans
80
40
15
20
Z. latifolia
40
20
15
15
S. guianensis
40
20
15
15
S. capitata
40
20
15
15
D. ovalifolium
80
40
25
20
P. phaseoloides
80
40
25
20
Fuente: Spain, J., 1981. Adaptado por el autor
70
CUADRO 6. Guía para determinar cantidades de fertilizantes a aplicar para el
mantenimiento de algunas gramíneas y leguminosas en Carimagua,
Colombia.
ESPECIE
LEGUMINOSAS
GRAMÍNEAS
P2O5
REQUERIMIENTOS
Kg/Ha
K2O
Mg
S
M. minutiflora
10
10
4
4
B. humidicola
10
15
8
8
B. decumbens
15
15
8
8
A. gayanus
15
15
8
8
H. rufa
20
20
8
8
P. maximum
25
20
12
12
B. radicans
20
20
8
8
Z. latifolia
10
10
8
8
S. guianensis
10
10
8
8
S. capitata
10
10
8
8
D. ovalifolium
20
20
16
12
P. phaseoloides
20
20
16
12
Fuente: Spain, J., 1981. Adaptado por el autor
71
Por otro lado, el método de aplicación es fundamental, por cuanto de esto
depende el mayor o menor aprovechamiento de las formas químicas disponibles
de los nutrimentos.
El costo de la fertilización es de extraordinaria importancia, por cuanto éste
será determinante en la rentabilidad de la finca, en virtud de que además, del
incremento del rendimiento de forrajes que pudiera generarse, se considera
también el grado de aprovechamiento del mismo y la consecuente producción del
animal consumidor.
FERTILIZACIÓN NITROGENADA EN PASTIZALES.
Cerca del 90% del nitrógeno total de las plantas se encuentra en forma de
materia orgánica. El nitrógeno, después del agua, es el principal componente del
protoplasma; actúa en diversos procesos metabólicos e influye en el fotosintético,
mediante su participación en la constitución de las moléculas de clorofila. Es
responsable del porte de la planta, tamaño de las hojas, tamaño de los culmos,
desarrollo de los brotes, intensidad de florecimiento y formación de semillas.
El nitrógeno es un elemento muy móvil en la planta, se traslada de los
órganos más viejos para los más jóvenes en crecimiento. La deficiencia de este
nutrimento en la planta, provoca los siguientes síntomas: menor desarrollo de la
planta, reducción de brotes, colmos finos y de menor altura, amarillamiento
progresivo de las hojas, reducción de la producción de materia seca, del desarrollo
radicular de la floración y del contenido de proteína cruda.
La introducción del nitrógeno en el ecosistema pastizal (Figura 2), puede ser
a través de la fijación simbiótica, de la fijación asimbiótica y mediante la aplicación
de abonos químicos; además, puede ser incorporado por intermedio de la
mineralización de la materia orgánica y por depósito de las lluvias.
72
FIGURA 2. Ciclo del Nitrógeno en pastizales de gramíneas y leguminosas.
Fuente: Corsi, 1975
73
El suministro de nitrógeno para las forrajeras en forma natural, depende
de la liberación de amonio proveniente de la descomposición de la materia
orgánica presente en el suelo. En condiciones de temperatura y humedad
altas, la velocidad de descomposición de la materia orgánica es acentuada;
sin embargo, el crecimiento de las gramíneas es tan rápido que no siempre el
suministro de nitrógeno, por este medio, es suficiente para cubrir las
necesidades de la planta. Por otro lado, las bajas temperaturas y
disponibilidad in suficiente de agua limitan la velocidad de descomposición de
la materia orgánica, pudiéndose presentar deficiencias de nitrógeno durante
períodos con esas características.
La habilidad de las leguminosas tropicales para nodular en suelos ác idos
y deficientes en algunos elementos se ha evidenciado como un medio
eficiente de fijación de nitrógeno, ya que éstas poseen la capacidad de
asociar se simbióticamente con diferentes tipos de Rhizobia, inespecíficos,
resistentes a la acidez y además, tienen gran capacidad para extraer del suelo
diversos macro y micronutrimentos necesarios para su desarrollo, producción
y fijación de nitrógeno atmosférico.
Las gramíneas también han demostrado tener capacidad fijadora de
nitrógeno
por
la
vía
de
la
asociación
no
simbiótica,
con
algunos
microorganismos, estableciéndose la posibilidad de la sustitución parcial o
total del abonamiento nitrogenado, en el caso de las gramíneas forrajeras
tropicales que manifiestan habilidad para asociarse asimbióticamente con
eficientes bacterias fijadoras de N 2 en sus raíces.
74
Respuesta de los pastos a la fertilización nitrogenada.
En condiciones tropicales los pastos responden grandemente a la
aplicación de fertilizantes, especialmente nitrogenados, debido a la baja
fertilidad de los suelos, los elevados requerimientos de nitrógeno de las
gramíneas y a las condiciones climáticas propicias para la pérdida de este
elemento, principalmente por lavado.
La utilización racional de la fertilización es una de las prácticas
importantes en el manejo del pastizal y mediante ella, se pueden obtener
beneficios, tales como: el aumento de la producción de forrajes de buena
calidad y el mantenimiento del nivel de nutrimentos en el suelo.
La aplicación de niveles crecientes de nitrógeno, generalmente provocan
en las gramíneas forrajeras, incrementos de la producción de materia seca, de
los contenidos porcentuales de proteína cruda, digestibilidad de la materia
orgánica y los nutrientes digestibles totales. Como ejemplo, en el Cuadro 7, se
muestran estos efectos en el pasto Brachiaria decumbens.
Algunos estudios indican que las gramíneas tropicales, responden con in
crementos de materia seca, al abonamiento nitrogenado, hasta niveles de
1600 Kg de N/Ha/año; aunque la eficiencia de utilización es reducido a
cantidades que pueden estar alrededor de los 300 Kg N/Ha/año.
En el Cuadro 8 se observa que niveles crecientes de nitrógeno
incrementan la producción de materia seca de Digitaria decumbens, hasta el
nivel de 600 Kg de N/Ha/año; sin embargo, el incremento de producción
después de nivel de 150 Kg de N/Ha es decreciente y por consiguiente el
costo de cada kilogramo de materia seca adicional es superior a los obtenidos
en niveles más bajos de aplicación.
75
CUADRO 7. Efecto de la fertilización nitrogenada sobre el rendimiento de
materia
seca
(Kg/Ha)
y contenidos porcentuales de
proteína
cruda,
digestibilidad de la materia orgánica y nutrientes digeribles totales del pasto
Brachiaria decumbens (periodo lluvioso).
7
RENDIMIENTO
DE M.S.
(Kg/Ha)
0
1170.67
9.80
68.51
58.18
100
3502.26
14.12
64.33
54.35
200
3690.20
16.48
65.06
55.15
300
3821 .03
18.25
63.79
54.27
400
3850.93
18.71
65.16
54.63
X
3207.02
15.47
65.36
55.32
P.C.*
D.M.O.**
N.D.T.***
Fuente: Longart, M.et alii 1986.
* P.C. Proteína cruda
** D.M.O. Digestibilidad de la materia orgánica
***N.D.T. Nutrientes digeribles totales
CUADRO 8. Rendimiento y costo de materia seca por efecto de fertilización
nitrogenada en pangola (Digitaria decumbens Stent)
NIVELES DE
NITRÓGENO
(Kg/Ha)
RENDIMIENTO DE
M.S. (Kg/Ha)
0
5999.81
0
150
12562.31
6562.50
0.19
300
18558.54
5996.23
0.21
450
19368.85
810.31
1.58
600
19719.03
350.18
3.65
*Solamente costo fertilizante 1990
Fuente: González, M. 1975
Kg. M.S.
150 Kg N
ADICIONAL
* Bs/Kg M.S.
ADICIONAL
0
76
La fertilización constituye una práctica con implicaciones económicas
importantes que debe ser cuidadosamente considerada. El abonamiento
nitrogenado promueve incremento de la producción en un tiempo más o
menos corto (período lluvioso), siendo que el rápido crecimiento acelera la
pérdida del valor nutritivo del pasto. Este hecho impone como obligatoria la
conservación del excedente de forrajes producidos, lo cual requiere la
utilización
de
máquina
e
infraestructuras
adecuadas.
La
fertilización
nitrogenada, además de necesitar equipos apropiados, debe ser realizada
cuando existen condiciones favorables para su absorción, o sea, corregir las
demás
deficiencias
minerales,
condiciones
favorables
de
crecimiento,
humedad del suelo, manejo adecuado de los fertilizantes, etc., de manera tal,
que por lo menos 80% del nitrógeno aplicado sea recuperado.
Recomendaciones de abonamiento nitrogenado
Cuando se programa una fertilización, es conveniente determinar la
ubicación de la explotación, condición de fertilidad del suelo, requerimientos
nutrimentales de los pastos y la justificación de esa práctica; así como las
fuentes, dosis, épocas, frecuencias y métodos de aplicación del fertilizante.
Diversas son las recomendaciones acerca de las cantidades, forma y
época de aplicación del nitrógeno a pastizales. En aquellos manejados
intensivamente según la información más generalizada, se recomiendan de 80
a 150 Kg de N/Ha/año.
Algunas recomendaciones se hacen en el sentido de que el nitrógeno se
aplique al final del período lluvioso, mientras que otras sugieren qu e tales
aplicaciones se realicen así: 1/2 a 1/3 de la dosis total en la época lluviosa y
el restante al final del período.
Otra recomendación para la fertilización nitrogenada, indica que debe ser
considerada la intensidad de manejo del pastizal y el nivel de fósforo en el
77
suelo (Cuadro 9), ya que la insuficiencia de este elemento limita la res puesta
al nitrógeno.
CUADRO 9. Recomendación de abonamiento nitrogenado en función del
análisis de suelo y de la intensidad de pastoreo.
CONTENIDO DE
P (ppm)
INTENSIDAD DE
PASTOREO
MEDIO
ALTO
FRACCIONAMIENTO
N° VECES
---------------Kg/Ha-------------<10
60
80
2
10-30
90
130
2 a 3
>30
120
150
3
Fuente: Sartini et alii c.p. Martínez et al. 1984
Se recomienda además, que el nitrógeno se aplique en forma
fraccionada en dos o tres veces, de acuerdo a la dosis empleada, siendo la
primera aplicación en el inicio de las lluvias y las restantes en el transcurso de
este período.
La época y forma de aplicación de nitrógeno a pastizales está supedita
da a las características ecológicas de la zona, particularmente del suelo y
capacidad para retener humedad (humedad residual) que permita la utilización
del abono aplicado en el período subsiguiente a las lluvias.
En suelos arenosos la desecación se produce en forma rápida y por lo
tanto la aplicación de fertilización diferencial no será efectiva mientras que en
el suelo con capacidad para retener suficiente humedad, los resultados serán
totalmente opuestos, logrando así el objetivo de dicha práctica, en el sentido
de acortar el período crítico de producción de pastos.
78
En definitiva, la fertilización nitrogenada de los pastos debe realizarse de
acuerdo a las condiciones ecológicas particulares, tomando en cuenta los
resultados económicos obtenidos en cada zona.
Para el establecimiento de gramíneas en sabana, no parece necesario la
aplicación de nitrógeno en el primer año y para que tenga efecto significativo
en el mantenimiento del potrero es recomendable una dosis no menor de 50
Kg N/Ha/año.
La fertilización nitrogenada para mantenimiento de pastizales, debe
hacerse tomando en cuenta las características físicas (textura, estructura, con
tenido de materia orgánica) que afectan la humedad del suelo, ya que éstas
de determinan parcialmente la época y forma de aplicación de dicho elemento.
Algunos trabajos, en diferentes condiciones de suelo indican que la
fertilización diferencial (final del periodo lluvioso) en suelos de alta retención
de humedad, incrementan la producción anual de forrajes, como consecuencia
del aprovechamiento de la humedad residual en el suelo, acortando de esta
forma, el período crítico (baja precipitación). Sin embargo, en suelos arenosos
con elevada percolación, cuando se aplica nitrógeno en el final de lluvias, el
efecto no se manifiesta, en virtud de la baja retención de humedad, que no
garantiza la absorción y transcolación de éste y de otros nutrimentos en la
planta.
FERTILIZACIÓN FOSFATADA EN PASTIZALES.
Fósforo en la planta
El fósforo se encuentra en el citoplasma y núcleos celulares de los
tejidos jóvenes, cuyas células se encuentran en intenso metabolismo. Es un
elemento indispensable para la fotosíntesis; síntesis de ligaciones ricas en
energía, síntesis y degradación de carbohidratos. Participa en importantes
79
reacciones en la biosíntesis de proteínas, siendo constituyente de coenzimas
que participan en las reacciones de transaminación. Es importante para el
crecimiento del sistema radicular y para el crecimiento y división celular, razón
por la cual se concentra en los tejidos jóvenes, que son más apetecibles y
nutritivos a los animales.
Después del nitrógeno, el fósforo es el elemento más importante en los
pastizales. En los períodos iniciales de las plantas se absorbe en grandes
cantidades; tiene gran influencia en el rebrote y crecimiento de la raíces. Por
esa razón, la deficiencia de fósforo provoca la aparición de espacios vacíos
en el potrero, que suelen ser ocupados por malas hierbas, las cuales son
menos exigentes. Además de reducir el crecimiento de las plantas, la
deficiencia de fósforo en el suelo, reduce su concentración en la materia seca,
causando daños a los animales que la consumen, tales como: reducción de la
fertilidad y desarrollo de los animales jóvenes.
Numerosos
trabajos
experimentales
realizados
con
leguminosas
forrajeras en los más variados tipos de suelos, han mostrado que la adición de
fósforo incrementa la producción de materia seca y el contenido de nitrógeno,
tanto en la parte aérea como en raíces y nódulos, y los contenidos de fósforo,
calcio, magnesio y potasio en la parte aérea de la planta; asimismo, ha sido
comprobado que la aplicación de fósforo estimula el desarrollo y peso de los
nódulos y el contenido de leg-hemoglobina, incrementando la fijación de
nitrógeno atmosférico por estas especies forrajeras.
En general, las gramíneas deficientes en fósforo se presentaron poco
desarrolladas y raquíticas y con un reducido número de rebrotes. Las
forrajeras difieren entre sí, en cuanto al contenido de fósforo (Cuadro 10). El
con tenido de este elemento puede variar con la edad, la cual afecta el valor
nutritivo y la composición química de las forrajeras, debido a la distribución
diferencial de los elementos en los diversos órganos vegetales, cambios en
80
las relaciones hoja/colmo, efecto de dilución y disminución de la capacidad de
las plantas de absorber nutrimentos.
En las gramíneas forrajeras, el contenido de fósforo, generalmente, de
crece en los colmos, hojas y planta entera con el incremento de la edad. Las
especies cultivadas y las variedades dentro de la misma especie difieren en
cuanto a la tolerancia a bajos niveles de fósforo disponible en el suelo.
La información existente, sugiere que las especies más tolerantes a
bajos niveles de fósforo disponible, producen rendimientos más elevados en
niveles de fósforo aplicado que las más sensibles a esa condición.
CUADRO 10. Contenido porcentual de fósforo en la parte aérea de algunas
gramíneas y leguminosas forrajeras.
GRAMÍNEAS
P. EN PARTE AÉREA
Digitaria decumbens
Panicum maximum
Melinis minutiflora
Hyparrhenia rufa
Pennisetun purpureum
Brachiaria decumbens
Brachiaria humidicola
Pennisetum clandestinum
Chloris gayana
Paspalum dilatatum
Andropogon gayanus
0.16
0.24
0.24
0.29
0.35
0.32
0.26
0.22
0.23
0.25
0.19
LEGUMINOSAS
ESPECIE
Stylosanthes humilis
Centrosema pubescens
Desmodium intortum
Glycine wightii
Medicago sativa
Macroptilium atropurpureus
0.17
0.16
0.22
0.23
0.25
0.18
Fuente: Lobato, et al. 1986.
81
Fósforo en el suelo.
El fósforo, generalmente se considera como el elemento más limitante de
la producción en los suelos de la América Latina Tropical. En ellos, el
contenido total de P varía de 200 a 600 ppm y el disponible, por el método
Bray II, entre 1 y 5 ppm. Obviamente, para aumentar la producción de forrajes
en estas condiciones será necesario aplicar fertilizantes fosfóricos al suelo,
así como seleccionar especie forrajeras que utilicen el fósforo de manera
eficiente. Además estos suelos ácidos (pH 4.0 - 5.5) presentan a menudo
altos contenidos de óxido e hidróxido libres de hierro (Fe) y aluminio (Al), que
tienden a fijar rápidamente apreciables cantidades de P, especial mente
cuando dicho elemento se aplica en formas solubles, tales como: superfosfato
simple (SES) o superfosfato triple (SET). Particularmente en Venezuela,
aproximadamente el 10% de los suelos con problemas de fertilidad son
ácidos, pobres en fósforo y otros factores limitantes asociados, tales como:
textura, contenidos de aluminio intercambiables, calcio y magnesio.
Nivel crítico de fósforo en el suelo.
El nivel crítico se define como la cantidad de fósforo disponible en el
suelo, que necesitan las planta para un máximo crecimiento inicial. Para las
especies forrajeras tropicales, los niveles críticos son probablemente más
bajos que para cultivos anuales. Por otro lado, se ha determinado que las
especies nativas de regiones con suelos pobres en fósforo disponible tienen
un nivel crítico inferior a aquellas especies originarias de regiones con suelos
que presentan alto contenido de fósforo y de otros nutrimentos.
El nivel de suficiencia para determinados nutrimentos, depende de la
especie forrajera, capim melao (Melinis minutiflora) y yaraguá (Hyparrhenia
rufa), por ejemplo, tienen como límite crítico de fósforo, un contenido en el
suelo de 5 ppm, mientras que el Colonial (Panicum maximum) le corresponde
10 ppm. Por otra parte, el siratro (Macroptilium atropurpureus) puede
82
responder en suelos con niveles hasta de 10 ppm de P en la superficie (0 -10
cm). La respuesta del siratro, por ejemplo, es insignificante cuando el suelo
contiene 14 ppm, y es incierto cuando el nivel se encuentra entre 10-14 ppm
de fósforo.
Respecto
a
los
contenidos
de
fósforo
en
el
suelo,
existen
determinaciones de niveles relativos de P, tomando en cuenta el extractor
utilizado en el análisis (Cuadro 11). Las clasificaciones adoptadas (Alto, Medio
y Bajo), es relativa y la influencia que ella ejerce sobre el nivel de fertilizante a
aplicar dependerá del tipo de suelo y del cultivo. Sin embargo, de manera
general, se puede esperar una buena respuesta a la fertilización fosfatada
cuando el nivel indicado es bajo, la respuesta es frecuente, cuando el nivel es
medio y cuando el niveles alto, generalmente no hay respuesta al
abonamiento.
CUADRO 11. Clasificación de concentración de fósforo disponible en el suelo
de acuerdo al tipo de extractor.
CLASIFICACIÓN
RELATIVA
0.025
N.H 2SO 4
0.05 N.HCl
(mehlich)
0.03 N.NH4
0.025 N.HC1
(Bray I)
0.03 NH 4
0.10 HCI
Olsern
(Bray II)
0.5 M NaHCO 3
pH =8.2
---------------------ppm--------------------Bajo
Medio
Alto
0-16
0—15
3
17 - 37
16 - 30
3-7
6 - 10
>38
>30
>7
>10
Fuente: Thomas et alii, 1974, c.p. Corsi, 1986 y Zapata, R. 1990.
0- 5
83
Aplicación de abonos fosfatados
Dadas las limitaciones impuestas por el fósforo en las condiciones de los
suelos ácidos e infértiles de la América Latina Tropical, debe determinarse
una estrategia adecuada y económica de manejo del fósforo, para lo cual se
deben tomar en cuenta algunos factores, tales como:
1. Selección de especies vegetales que toleren niveles relativamente bajos
de fósforo disponible en el suelo.
2. Determinación de tasas y métodos de aplicación de fertilizantes fosfóricos
que permitan aumentar su eficiencia, tanto en su acción inicial, como su
efecto residual.
3. Uso de formas más económicas y menos saludables de P, tales como,
rocas fosfóricas.
4. Utilización de enmiendas del suelo para aumentar la disponibilidad de P
aplicado.
Diferentes resultados experimentales han demostrado que las especies
difieren en cuanto a sus requerimientos por el fósforo disponible en el suelo,
lo que implica que la adición del fósforo a los suelos ácidos e .infértiles
pueden variar grandemente, para satisfacer la demanda de las diferentes
plantas establecidas. Por ejemplo, en experimentos realizados en un suelo
ultisol de Colombia, se determinó que los requerimientos para satisfacer cada
especie de leguminosa estudiada varía entre 50 y 300 Kg/Ha de P205. Así
mismo se ha detectado que mientras algunas especies responden con
incrementos de rendimientos a la aplicación de fósforo, otras especies no
manifiestan
ninguna
respuesta,
requerimientos son bajos.
debido
probablemente
a
que
sus
84
Algunas gramíneas responden satisfactoriamente a las fertilizaciones
fosfatadas hasta el nivel de 150 Kg de P 205 /Ha; siendo que otras no
responden a niveles por encima de 50 Kg de P 2 05/Ha. Asimismo, se ha
demostrado, por ejemplo, que el pasto elefante (Pennisetum purpureum)
responde linealmente hasta niveles de 170 Kg de P205/Ha/año, mientras que
con niveles más elevados (340 Kg de P205/Ha) su crecimiento es menos
intenso. El pasto barrera (Brachiaria decumbens) ha expresado respuesta
lineal en la productividad de materia seca con aplicaciones de 345 Kg de
P205/Ha, presentando respuesta aún hasta niveles de 1.380 Kg de P 20 5/Ha.
Las consideraciones previas obviamente indican que, para hacer
recomendaciones respecto al uso de los fertilizantes fosfatados en el tró pico
latinoamericano, con un mayor grado de precisión y seguridad, es imperativo
realizar estudios que conduzcan a establecer curvas de respuestas al fósforo
de todas las especies promisorias de gramíneas y leguminosas, bajo diversas
condiciones edáficas.
Sin embargo, la inexistencia de tales condiciones imponen la necesidad
de determinar la fertilización fosfatada, mediante la consideración de los
niveles contenidos en el suelo, sobre los cuales se hacen recomendaciones
generales para el establecimiento de pastizales (Cuadro 12). El abonamiento
de mantenimiento puede ser estimado tomando en cuenta el P extraído
anualmente por hectárea o por tonelada de materia seca producida (ver
Cuadro 10) de extracción de nutrimentos).
Eficiencia de la fertilización fosfatada.
El fósforo es un elemento poco móvil en el suelo, prácticamente
permanece en el local de aplicación. En algunos casos se ha determinado una
dislocación máxima de 6.5 cm del sitio de la aplicación. Sin embargo, cuando
se trata de suelos arenosos o con incorporación de materia orgánica, la
movilización del fósforo es más acentuada. Admitiéndose que el fósforo no se
85
pierde por lixiviación y que las pérdidas por erosión son pequeñas en
pastizales bien formados, el reciclaje de este elemento permitiría definir s u
aplicación en el suelo. Si el elemento es reciclado eficientemente, las
necesidades de abonamiento serían mínimas y podrían ser realizadas con
menor frecuencia, disminuyendo así el costo de producción.
CUADRO
12.
Recomendación
de
fertilización
fosfatada
para
el
establecimiento de pastizales en un suelo de textura media o arenosa.
Nivel de P
en el suelo
(mehlich)
(ppm)
Establecimiento
Gramínea
(Kg P 205 /Ha)
Baja
0 - 10
60
Media
11 - 20
40
> 20
20
CLASIFICACIÓN
RELATIVA
Alta
Fuente: Lobato et al 1986.
En el Cuadro 13 se muestra que del total de fósforo presente en el
ecosistema pastizal, solamente 6.3% está involucrado en el reciclaje
acentuando así la importancia relativa del fósforo indisponible en el suelo. Allí
se expresa que solamente 1.5% del fósforo reciclable es perdido. Sin
embargo, las pérdidas de P en el sistema, son mayores cuando se considera
la fijación, inmovilización por microorganismos y distribución ineficiente de las
excreciones de los animales en los pastizales. La inmovil ización de P por el
microorganismo en un potrero que soporte una vaca con su becerro en pié
está alrededor de 16 Kg de P/Ha/año (2 Kg en la raíces muertas, 9 Kg en las
heces y 5 Kg en el forraje perdido durante el pastoreo). Si el área es cortada
mecánicamente, la inmovilización de P se eleva aproximadamente a 27 Kg
P/Ha/año. En sistemas de explotación en los cuales el pasto es cortado y
86
transportado para ser ofrecido a los animales (repicado, heno o silaje); el
retiro de P del sistema es de aproximadamente 47 Kg/Ha/año. Tales
resultados indican que solamente 12% del área del potrero (área cubierta por
excrementos de animales) está en régimen de ciclo cerrado para el fósforo, el
88% del área restante está sometido al mismo sistema de las áreas de pastos
cortados y transportados. Tal situación puede ser modificada con una mayor
utilización del forraje disponible mediante el pastoreo más uniforme, que
puede lograrse incrementando la carga animal en el potrero.
CUADRO 13. Cantidad de fósforo en componentes de un ecosistema
pastizal, sustentando una vaca con su becerro en pié.
CANTIDAD DE FOSFORO
Kg/Ha
%(b)
Total de P en ecosistema
4. 162
100.0
Total P en suelo
4.106
98.7
Total P en reciclaje
261
6.3
%(c)
100
Total P en componentes del ecosistema
animal
7.3
2.8
- Planta
48.4
186
- Residuos
39.3
15.1
- Disponible en suelo
165.7
64.6
- Indisponible en suelo
3.901.0
PERDIDAS
- Lixiviación
0.3
0.10
- Erosión
0.2
0.18
Total Pérdidas
3.3
1.3
3.8
1.5
b = Porcentaje de P en relación al total del ecosistema
c = Porcentaje de P en relación al total susceptible de ser reciclado
Fuente: Wilkinson c.p. Corsi, 1986.
87
Métodos de aplicación del fósforo.
La aplicación de fertilizantes fosfatados, según algunos trabajos
realizados, han mostrado que la aplicación en bandas junto a la semilla, son
más ventajosas con la siembra de leguminosas que con gramíneas. La
siembra y aplicación de fertilizantes en banda crean un medio más fértil y
favorable para la plántula en desarrollo que las aplicaciones al voleo. El
fertilizante se concentra en la zona que rodea a la plántula, aumentando la
disponibilidad de P para la misma. Sin embargo, para establecimiento de
algunas gramíneas (A. gayanus y P. naximum) el método de aplicación de P,
al voleo es superior al de aplicación en bandas.
En general, las aplicaciones de P en banda son importantes para el
establecimiento del pasto, pero la aplicación al voleo es necesaria para el
mantenimiento del mismo.
Es probable que la aplicación de P en banda en suelos de muy bajo nivel
de este elemento, el crecimiento radicular se limita al área tratada, razón por
la cual, las plantas se tornan vulnerables a la sequía, aún cuando los períodos
de baja precipitación sean de corta duración. La mejor estrategia para la
formación de pastizales, posiblemente sea la combinación de la aplicación de
parte del fósforo al voleo incorporándolo (formas solubles o me nos solubles)
y parte en el surco (fuentes solubles), la primera forma es necesaria para el
mantenimiento y la segunda lo es para el establecimiento del potrero.
Fuentes fosfatadas.
En el Cuadro 14, se indican las fuentes más comunes de fertilizantes
fosfatados en Venezuela.
88
CUADRO 14. Formas comunes de fertilizantes fosfatados en Venezuela.
FERTILIZANTES
Roca fosfórica Monte fresco
Roca fosfórica Navay
Superfosfato simple
Superfosfato triple
Fosfato diamónico
Fórmulas completas
CONTENIDO (%) de P 20 5
SOLUBLE EN AC. CITRICO
35.1
28.7
20.0
46.0
46.0
12
12 - 24
Fuente: Brito et al. 1989
El uso de roca fosfórica como fuente de P para la producción de-pastos,
parece ser atractivo, tanto desde el punto de vista económico, como agro
nómico, no solamente por su costo, sino también por su efecto residual,
generalmente mayor que el de las fuentes más solubles. Debido a la
capacidad de fijación de fósforo de los suelos del trópico latinoamericano, la
roca fosfórica, es a menudo, más efectiva que el superfosfato simple CS.F.S.)
y superfosfato triple (S.F.T.). Además, debido a que las rocas fosfóric as son
más reactivas en suelos ácidos que en los neutros o calcáreos, la liberación
de P disponible tiende a corresponder más a las necesidades del pasto en
crecimiento, por lo cual, posiblemente reduzca la incidencia de fijación de P
en el suelo. Por lo tanto, la aplicación de roca fosfórica proporciona mejores
resultados en suelos ácidos con bajo contenido de fósforo y calcio.
89
Asociaciones micorrizales.
La utilización de mecanismos biológicos que favorezcan la absorción de
P, son de importancia económica considerable. Los hongos ficomicetas
forman una asociación benigna con las raíces de las plantas, conocidas como
micorriza. La presencia de los hongos en pastos fertilizados con fósforo,
incrementan la producción de materia seca y el fósforo absorbido por las
plantas (Cuadro 15).
CUADRO 15. Producción de materia seca y absorción de fósforo por B.
decumbens en presencia y ausencia de micorriza nativo en un suelo latosol
rojo oscuro de Brasil.
TRATAMIENTO
1er. Corte
MS*
P abs.**
2do. Corte
MS
P abs.
3er. Corte
MS
P abs.
Suelo esterilizado
0.319
0.373
2.213
1.267
3.353
0.700
Suelo no esterilizado 0.915
0.941
3.031
1.667
5.808
2.067
* MS (g) ** P absorbido (mg/maceta)
Fuente: Corsi, 1986.
Los beneficios de la asociación micorrizal derivan del hecho de que estos
aumentan la superficie de absorción del sistema radicular, incrementando así
la eficiencia de absorción de nutrimentos, especialmente los pocos móviles
como el fósforo. Tales mecanismos y sus relaciones requieren ser más
conocidos para
fosfatados.
poder
extraer
mayor
beneficio
de los abonamientos
90
FERTILIZACIÓN POTÁSICA DE PASTIZALES.
Potasio en la planta.
El potasio tiene acción fundamental en el metabolismo vegetal, debido al
papel que ejerce en la fotosíntesis, actuando en el proceso de transformación
de la energía luminosa en energía química. Su esencialidad es debida a su
papel activador de sistemas enzimáticos involucrados en la formación,
translocación de azúcares y almidones, síntesis de proteína, además de su
importancia en la neutralización de ácidos orgánicos, control y regulación de
las funciones de varios elementos minerales esenciales, promoción del
crecimiento de los tejidos meristemáticos y ajuste de la apertura y cierre de
los estomas para el uso eficiente del agua.
Como elemento esencial para el crecimiento de las plantas, es absorbido
en cantidades mayores que cualquier otro elemento, exceptuando el nitrógeno
(Cuadro 16). A diferencia de otros elementos (nitrógeno, azufre, fósforo, etc.),
el potasio no forma parte integral de moléculas de compuestos orgánicos,
siendo su función más bien de naturaleza catalítica.
Las gramíneas forrajeras son exigentes en potasio; sin embargo, la
extracción de este nutrimento dependerá en gran parte de la forma de manejo
del área, ya que las forrajeras cosechadas periódicamente (para repicar.
henificar o ensilar), extraen grandes cantidades del elemento; mientras que en
las áreas sometidas a pastoreo habrá un reciclaje de la mayor parte del
potasio, lo que disminuye sensiblemente la extracción y los efectos de la
lixiviación.
Tales
consideraciones,
muestran
que
la
importancia
del
abonamiento potásico dependerá parcialmente de la forma de utilización de
las forrajeras explotadas.
91
CUADRO 16. Concentraciones consideradas adecuadas de los nutrimentos
en las plantas (ppm y %)
NUTRIMENTOS
CONCENTRACIÓN
EN MATERIA SECA
-------ppm------
Molibdeno
0.1
Cobre
6.0
Zinc
20.0
Manganeso
50.0
Hierro
100.0
Boro
20.0
Cloro
100.0
------%-------
Azufre
0.1
Fósforo
0.2
Magnesio
0.2
Calcio
0.5
Potasio
1.0
Nitrógeno
1 .5
Oxigeno
45.0
Carbono
45.0
Hidrógeno
6.0
Fuente: Eptein, c . p . Da Gloria, 1986.
92
Generalmente, los contenidos de potasio en las plantas decrecen con la
madurez de las mismas (Cuadro 17), siendo más elevado en las hojas jóvenes
que en las viejas.
CUADRO 17. Concentración de potasio en la materia seca de nueve
gramíneas
DÍAS DE
CRECIMIENTO
ESPECIE
28
30
45
56
60
84
------------------% K en M.S. --------------------Panicum maximum
3.89
1.44
Melinis minutiflora
3.20
2.13
1.84
Pennisetum purpureum
4.13
3.10
2.70
Digitaria decumbens
2.25
Hyparrenhia rufa
2.13
1.65
1.63
Cenchrus ciliaris
1.90
1.91
1.35
0.94
1.34
0.78
3.33
1.60
1.21
0.82
Andropogon gayanus
0.88
0.84
0.94
Brachiaria dccumbens
1.37
1.34
0.97
Digitaria unfolozi
1.14
1.38
0.83
Fuente: Corado, 1981 y Martínez et al, 1984.
2.99
1.33
93
Se considera que los requerimientos de potasio para rumiantes es de
0.5% de la dieta; sin embargo, los niveles de elementos en las plantas forra
jeras, para un adecuado crecimiento, debe ser más elevado. Por esa razón,
los niveles de K suficientes para la nutrición animal no deben ser tomados en
cuenta para definir la necesidad de aplicación de potasio en pastizales.
Las deficiencias de potasio en las gramíneas forrajeras, se manifiestan con:
colmos raquíticos y poco resistentes al acostamiento; las hojas son poco
desarrolladas, con coloración normal a ligeramente cloróticas. En las
leguminosas, las deficiencias del elemento, además de afectar el crecimiento
de las plantas, disminuye la nodulación (número, tamaño y peso de nódulos)
influyendo en la fijación de nitrógeno. Los síntomas de deficiencias de potasio
en leguminosas forrajeras son comunes cuando están asociadas, en virtud de
que las gramíneas compiten ventajosamente en relación a las leguminosas
por la absorción de ese elemento. Por tales razones, l a fertilización potásica
de las asociaciones (gramíneas/leguminosas) debe realizarse con sumo
cuidado.
La influencia del potasio en el metabolismo de los carbohidratos
solubles, almidones y proteínas, son indicativos de que el valor nutritivo y el
rendimiento
de
las
forrajeras
está
condicionada
parcialmente
a
la
disponibilidad de dicho nutrimento.
Potasio en el suelo.
En general, los suelos oxisoles y ultisoles de la América Tropical,
presentan niveles bajos de bases intercambiables. Sin embargo, en e stas
regiones, la fertilización de forrajeras con potasio, no ha sido considerada
adecuadamente, a pesar de que la experimentación realizada ha demostrado
que cuando estas deficiencias son corregidas, aún con dosis bajas, se ha
mejorado la producción de especies adaptadas a suelos de alta acidez.
94
El potasio en el suelo, se encuentra bajo las formas de: 1) elemento
estructural de los minerales; 2) adsorbidos en forma intercambiable en los
coloides del suelo; 3) en la materia orgánica del suelo; y 4) en la solución del
suelo.
Generalmente, los suelos orgánicos y arenosos son pobres, mientras que
los arcillosos son ricos en K total, si la arcilla predominante es de tipo
2:1.
En suelos caoliníticos el contenido de potasio es bajo. La respuesta de
las plantas a abonamiento potásico depende de la capacidad de suministro de
K del suelo, o sea, de la velocidad con la cual el potasio pasa de forma
indisponible a disponible. Estas razones sugieren que el contenido de K de las
forrajeras disminuye con cortes sucesivos, como consecuencia de la
extracción de grandes cantidades del elemento en los forrajes verdes
cosechados ya que el K es el principal constituyente de las cenizas vegetales.
El potasio es similar al nitrógeno, en el sentido de que las deficiencias se
incrementan con el tiempo, debido al rápido consumo por las plantas y a la
alta susceptibilidad al lavado en la mayoría de los suelos ácidos. El K puede
constituirse en factor limitante del crecimiento de las forrajeras cuando existe
abundancia de nitrógeno y manejo intensivo mediante cortes del área. Siendo
así, el abonamiento potásico es más necesario en las áreas destinadas a
cortes (repicado, henificación y ensilaje) que las sometidas a pastoreo, en las
cuales el elemento es devuelto al suelo, a través de las heces y la orina.
De manera general, la respuesta al potasio solamente se manifiesta
cuando previamente se corrigen los niveles de N y P; cuando la aplicación es
aislada, la respuesta al K suele ser nula, pero también puede presentarse
limitación en la respuesta del abonamiento nitrogenado, si el K se encuentra
deficiente.
95
Los contenidos de K intercambiable inferiores a 0.10 meq/100 g de suelo
(cerca de 40 ppm de K), en forma general evidencian la necesidad de abona
miento potásico. Sin embargo, la respuesta a tal práctica está influenciada por
otros factores, tales como: contenido de arcilla del suelo, presencia de otros
ions principalmente aluminio, calcio, magnesio y características del vegetal.
Por esas razones, para evidenciar la respuesta a K, se han pro puesto formas
que no solamente consideran el contenido intercambiable de K, sino otras
modalidades que toman en cuenta las relaciones Ca/K, Ca + Mg/K y algunas
veces el porcentaje de saturación de potasio del suelo. Estas relaciones son
válidas cuando la capacidad de intercambio catiónico es alta (aso ciada a
arcillas del tipo 2:1). En suelos con capacidad de intercambio catiónico bajo,
estas relaciones no funcionan y se ha verificado que en suelos con contenidos
de K intercambiable bajo, no hay respuesta a este elemento. En este caso, la
disponibilidad de potasio para la planta, está asociada a la concentración de
este elemento en la solución del suelo, a la humedad de éste y a la cantidad
de agua evapotranspirada por la planta.
En virtud de diferentes observaciones realizadas sobre los niveles
críticos de K en el suelo, es comúnmente aceptado que el nivel de potasio
inter cambiable ideal en el suelo, debe estar por encima de 0.15 meq de
K/100 g de suelo (alrededor de 60 ppm de K). Los índices de fertilidad
generalmente aceptados, indican que valores de 0.17 meq/100 g de suelo es
considerado bajo, mientras que niveles por encima de 0.30 meq de K/100 g de
suelo son considerados altos. De acuerdo con esas consideraciones, se
sugieren algunas recomendaciones generales de fertilización potásica
(Cuadro 18).
En virtud de las informaciones existentes, se puede deducir que la
necesidad de abonamiento potásico puede ser evaluada mediante el análisis
de suelo, a pesar de la carencia de información existente acerca de los
niveles críticos de K intercambiable.
96
CUADRO 18. Recomendaciones de fertilización potásica en función del
análisis de suelo.
NIVEL DE K
RECOMENDACIÓN Kg K 20/Ha
meq/100 g suelo
PASTOREO
CORTE
<0.15
60
80
0.15 – 0.30
30
40
> 0.30
20
20
Fuente: Martínez et al 14
Aplicación de potasio.
En pastizales de gramíneas, en general, no existen muchos problemas
de deficiencias de potasio, debido a que el elemento es bien reciclado a
través de la orina y las heces de los animales. Sin embargo, cuando los
contenidos son originalmente bajos, es necesario corregir la deficiencia. Por
otro lado, en condiciones de manejo intensivo, con elevadas incorporaciones
de nitrógeno, es necesario adicionarlo para que no se presenten limi taciones
del elemento (K).
La forma de manejo de cada área, podría acelerar la necesidad de abona
miento potásico (repicado, heno y silaje), o retardarlo (pastoreo), pero de
pendiendo de las condiciones de suelo y clima, en cualquier momento se
evidenciaría la necesidad de abonamiento con potasio. Conviene destacar,
que aún en las áreas de pastoreo, el hábito de los animales de permanecer
localizados en los períodos nocturnos y el ajuste inadecuado de la carga
animal dificulta la redistribución del elemento en el área. Por otra parte
97
conviene indicar que, contenidos muy bajos de potasio en el suelo, pueden
limitar la respuesta al nitrógeno y que cantidades muy elevadas pueden
promover una excesiva extracción del elemento, sin ningún incremento de la
producción forrajera.
En cuanto a la época de aplicación, se recomienda aplicar el potasio
junto con los abonos nitrogenados y fosfatados, tomando el cuidado de no
dejarlos tener contacto con la semilla sexual o vegetativa, en el caso referente
al establecimiento de pastizales.
En pastizales establecidos, las dosis recomendadas mediante el aná lisis
de suelo, debe aplicarse al voleo, después de rebajar el pasto durante el inicio
de las lluvias o al final de las mismas, junto con el fertilizante nitrogenado.
La fertilización de mantenimiento debe hacerse considerando el material
cortado, el cual representa una extracción aproximada de 2% de K en la
materia seca del forraje cosechado, o sea, 4 Kg de K por tonelada de materia
verde, cuando se trata de áreas de corte para heno o silaje. Por ejemplo, con
una producción de 20 ton de materia verde ó 4 ton de heno/Ha/corte, deberá
aplicarse al voleo, después de cada corte, la cantidad de a Kg de 80 Kg de
K/Ha, que equivale a 96 de K 20 y 160 Kg de KCl/Ha.
Fuentes potásicas
Las fuentes de potasio más usadas comúnmente, son el cloruro de
potasio, el sulfato de potasio y fórmulas compuestas, incluyendo el potasio;
sin embargo, aunque poco utilizadas en el país, existen otras fuentes, tales
como: sulfato de potasio y magnesio y salitre doble de potasio. En el cuadro
19 se indican algunas fuentes potásicas más utilizadas y sus concentraciones
de K 20.
98
CUADRO 19. Fuentes de potasio y su contenido de K 20
FUENTE
K20
(%)
Cloruro de potasio
60
Sulfato de potasio
50
Sulfato de potasio y magnesio
26
Salitre doble de potasio
14
Fuente: Werner, 1986.
FERTILIZACIÓN CON AZUFRE.
Azufre en la planta.
El azufre es un elemento de gran importancia para las plantas, ya que se
encuentra formando sustancias determinantes de la calidad y desempeñando
funciones vitales, fundamentalmente en el metabolismo protéico de las
albúminas y en las funciones enzimáticas. Es componente de los aminoácidos
esenciales, metionina y cistina, los cuales encierran cerca del 90% del total de
azufre de la planta y además está ligado a las vitaminas biotina y tiamina. El
azufre es también componente de Acetil-CoA, compuesto fundamental en el
ciclo Krebs, influenciando por lo tanto, todo el metabolismo de las grasas y
carbohidratos.
La principal función de S es la conversión de N no protéico en proteína,
ya sea absorbido del suelo o de la atmósfera vía sistema simbiótico de las
leguminosas. Por esa razón, las leguminosas que por naturaleza muestran un
elevado contenido de proteína, exigen mayores cantidades de azufre para su
crecimiento y para la formación y desarrollo nodular necesario para la fijación
de N2. Siendo que las cantidades de azufre para la fijación de nitrógeno
99
pueden diferir de las requeridas para la máxima producción de materia seca.
La deficiencia de azufre reduce la cantidad de nitrógeno producido,
restringiendo el crecimiento de planta. El 5 forma parte de compuestos que
transmiten sabores y olores que son importantes en la aceptabilidad del pasto
por los animales.
De lo expuesto se desprende que el suministro adecuado de azufre a las
plantas forrajeras, tiene como objetivo, la maximización de la producción de
materia seca y el incremento del contenido de aminoácidos sulfurados en la
dieta animal.
Las necesidades de azufre de las forrajeras han sido evaluadas, general
mente por el análisis de tejido de la planta: determinaciones de S total
(Cuadro 20) y la relación N/S de toda la parte aérea o de fracciones de la
misma.
CUADRO 20. Concentración (%) de azufre en la materia seca de cinco
gramíneas forrajeras tropicales, por efecto de la edad de la planta.
ESPECIE
DÍAS
28
56
84
Panicum maximum
0.13
0.09
0.09
Melinis minutiflora
0.14
0.12
0.09
Pennisetum purpureum
0.14
0.10
0.05
Digitaria decumbens
0.24
0.10
0.12
Hyparrhenia rufa
0.14
0.10
0.05
Fuente: Martínez et al. 1934.
Diferentes investigaciones realizadas, permiten inferir que cuando la
planta alcanza la madurez, la relación N/S tiende a estabilizarse en 14/1 en
100
las gramíneas y 17/1 en las leguminosas, siendo que para una relación N/S de
20/1 en las gramíneas ocurren serias deficiencias de S.
En relación a las exigencias de S por las leguminosas forrajeras
tropicales, se ha verificado que no existen grandes variaciones en las
concentraciones críticas de azufre en la parte área. Por ejemplo, en 10
leguminosas tropicales analizadas, el contenido (%) de azufre (Cuadro 21),
varía de 0.06 a 0.32% de S en la parte aérea. En leguminosas de climas
templados, el nivel crítico es mayor, 0.20% aproxi madamente.
CUADRO 21. Concentración (%) de azufre en la materia seca de 10
leguminosas forrajeras tropicales.
ESPECIE
CONCENTRACIONES DE 5 %
Stylosanthes guianensis
0.06
Glycine javanica
0.18
Macroptilium atropurpureus
0.08
Zornia diphylla
0.06
Calopogonium muconoides
0.08
Centrosema pubescens
0.11
Indigofera hirsuta
0.14
Pueraria phaseoloides
0.19
Clitoria ternatea
0.32
Teramnus uncinatus
0.19
Fuente: Malavolta et al, 1986
101
Los pastizales fuertemente fertilizados, retiran de 50 a 84 Kg de SI
Ha/año, por esa razón, la mayoría de las investigaciones realizadas han
detectado respuestas a la aplicación de azufre con niveles de aplicación que
varían de 15 a 80 Kg de S/Ha/año. El azufre es un elemento que por lo
general no causa problemas en los pastizales, debido al uso generalizado de
abonos que contienen azufre, tales como, el superfosfato simple (9.5% de P y
11.5 de S) y el sulfato de potasio (50% de K2 0 y 17% de S), y los abonos
completos grado SP, que suministra los requerimientos de las forrajeras. Sin
embargo, la experimentación ha permitido detectar respuestas importantes al
azufre, de tal manera, que la aplicación de fertilizantes que incrementan la
producción de forrajes pueden conducir al aparecimiento de deficiencias de S
en el campo. Por lo tanto, es recomendable la reposición de las cantidades de
5 extraídas anualmente del suelo.
El problema clave en el manejo de pastizales, para obtener altas
producciones y elevado valor nutritivo, parece ser el suministro de cantidades
adecuadas de nitrógeno. Así, donde una leguminosa eficiente puede ser
mantenida en el pastizal, la primera preocupación de manejo deberá ser
aquella que permita una adecuada fijación de N 2 atmosférico, para lo cual es
indispensable la nutrición sulfurada.
En condiciones de deficiencia moderada de azufre, el contenido de
proteína de las plantas es reducido, sin disminución del crecimiento de las
plantas. Pero deficiencias severas de ese nutrimento, reduce las tasas de
síntesis de proteína, más que la fijación de nitrógeno, provocando de esta
manera una acumulación de nitrógeno no protéico.
El azufre en el suelo.
El azufre en el suelo puede ocurrir en forma orgánica o inorgánica. El
azufre que se encuentra en forma orgánica se divide en dos fracciones:
102
1) ligado al carbono y 2) no ligado al carbono. La primera forma incluye
sulfatos presentes en lípidos, y la segunda, presentes en aminoácidos.
La proporción C:N:S en la materia orgánica, es de aproximadamente 125:
10:1,2. Las formas inorgánicas son constituidas principalmente de que bajo
condiciones de humedad se puede presentar en la solución del suelo. La
absorción aumenta con la calda del pH, y es mayor en suelos con minerales de
arcilla del tipo 2:1.
Entre los nutrimentos que generalmente se encuentran deficientes en los
suelos tropicales, el azufre alcanza el 50% del área total de los suelos de América
Tropical.
La mayor parte del S en los suelos tropicales, no fertilizados, se encuentra en
forma orgánica. Este azufre orgánico se mineraliza en forma similar al nitrógeno,
alcanzando tasas que varían entre 1 y 10% anual.
En
los
suelos
pobres
de
materia
orgánica,
de
constitución
predominantemente arenosos, sometidos a estación lluviosa definida, y quemas
periódicas, como práctica de manejo de pastizales, es de esperarse que los
contenidos de azufre se ubiquen por debajo de las necesidades de los vegetales y
animales. Por otro lado, con el incremento de la producción agrícola en los
trópicos, se provoca también un aumento de la eficiencia de 5, afectando la
productividad y la calidad del sistema agropecuario.
Algunos investigadores han determinado que, el contenido de azufre total en
los suelos intensamente meteorizados es de 100 ppm, aproximadamente,
mientras que el disponible indicado en el Cuadro 22 es muy inferior.
En los ecosistemas naturales, generalmente se presenta un bajo requerimiento de
azufre, debido al reciclaje y a las bajas tasas de crecimiento de las plantas;
cuando la vegetación natural se reemplaza por cultivos, la de manda por 5 se
incrementa, tomándose en un elemento limitante de la producción.
103
CUADRO 22. Clasificación de concentración de azufre disponible en el suelo.
CLASIFICACIÓN
RELATIVA
S DISPONIBLE
Ca (H2 P04)2 0.008M
Baja
(ppm)
<5
Media
Alta
6 – 15
> 15
Fuente: Guerrero, R. 1988.
Las razones por las cuales se manifiestan deficiencias de azufre en la
mayoría de los suelos tropicales de América Latina, son entre otras, las siguientes:
1. Bajas cantidades de azufre explorado por las raíces de las plantas en el perfil
del suelo de textura arenosa y pobre en materia orgánica.
2. Aumento considerable de fertilizantes excentos de azufre, tales como urea y
fosfato diamónico y fórmulas completas grado CP.
3. Agricultura más evolucionada, basada en altas producciones, con cosechas
intensivas, con variedades mejoradas, que consecuentemente extraen el suelo
mayor cantidad del elemento.
4. Pérdidas de sulfato por lixiviación acentuada, principalmente por la práctica de
encalamiento y por abonamiento fosfatado.
5. Cantidades de en el aire atmosférico.
104
6. Disminución de la concentración de S en los insecticidas y fungicidas
utilizados.
7. Prácticas de quema, principalmente para uso de nuevas áreas y limpieza de
pastizales, causando volatización del azufre. En condiciones de quema
simulada se ha determinado que 75% del S contenido en la materia seca de
las gramíneas, se pierde por volatización y que el S remanente en las cenizas,
es fácilmente sujeto de ser lixiviado.
Recomendaciones de abonamiento con azufre.
Debido a la influencia de azufre sobre la producción y valor nutritivo de las
gramíneas y leguminosas forrajeras, además de su efecto en la fijación de
nitrógeno, y en virtud de las respuestas obtenidas experimentalmente, es
recomendable reponer las cantidades de 5 extraídas anualmente, mediante la
aplicación de fuentes disponibles en el mercado (Cuadro 23).
105
CUADRO 23. Fuentes de azufre y concentración % de 5.
FUENTES DE S
CONCENTRACIÓN DE S
%
Azufre elemental
100
Sulfato de calcio (yeso)
18
Sulfato de amonio
24
Sulfato de potasio
17
Sulfato de magnesio
13
Superfosfato simple
12
Superfosfato triple
8
14
Fuente: Martínez, et al. 1984
MAGNESIO.
Magnesio en la planta.
El magnesio es un elemento esencial en la formación de la clorofila, la cual
es imprescindible para la fotosíntesis de las plantas. A pesar de la poca
información existente sobre la influencia en la simbiosis leguminosa rhizobium, se
señala como nutrimento estimulante de la formación de los nódulos para la fijación
de nitrógeno atmosférico.
La absorción del magnesio depende del nivel de potasio en el substrato, si la
proporción K+/Mg++ es alta, disminuye la absorción del Mg, pudiendo la planta
presentar deficiencia del elemento.
106
La deficiencia de Mg produce alteraciones en la formación del ribosoma
ocasionando error en la lectura del código genético de la planta, reduce el
crecimiento de las plantas, clorósis internerval de las hojas viejas y reducción de la
fijación de nitrógeno por leguminosas.
Las especies forrajeras varían en cuanto a su capacidad para absorber Mg.
En el Cuadro 24, se muestran los contenidos de magnesio de varias gramíneas
forrajeras y el efecto de la edad sobre la concentración del elemento en las
mismas, y en el Cuadro 25 se indican los contenidos de magnesio en va rías
leguminosas tropicales.
CUADRO 24. Variaciones del contenido de magnesio (%Mg) por efecto de la
edad en la materia seca de diversas gramíneas forrajeras.
EDAD (DIAS)
ESPECIES
28
30
45
56
60
84
-------------------------- % Mg ------------------------------P. maximum
0.25
0.38
0.43
0.24
M. minutiflora
0.27
0.31
0.29
P. purpureum
0.16
0.09
0.19
D. decumbens
0.25
0.14
0.47
0.16
0.15
0.20
A. gayanus
0.24
0.25
0.23
B. decumbens
0.36
0.36
0.38
D. unfolozi
0.40
0.43
0.46
0.22
0.40
Fuente: Corado, 1981 (30, 45 y 60 días) y Martínez et al .1984 (28, 56 y 84 días).
107
CUADRO 25. Concentración de magnesio (% Mg) en la materia seca de diversas
leguminosas forrajeras tropicales.
ESPECIE
CONTENIDO Mg
%
S. guianensis
0.21
G. javanica
0.35
M. atropurpureus
0.39
Z. dyphylla
0.20
C. mucunoides
0.29
C. pubescens
0.45
I. hirsuta
0.64
P. phaseoloides
0.41
C. ternatea
0.48
T. uncinatus
0.43
Fuente: Malavolta et al 1986
Magnesio en el suelo.
El contenido de magnesio disponible varía de acuerdo con la composición
mineral de los suelos. Siendo en los suelos arenosos, alrededor de 0.05% y en los
arcillosos cerca de 0.5%. Algunos suelos lo contienen en forma de MgCO 3 o
108
dolomita (CaCO3 + MgCO3). En el suelo, puede presentar se en forma no
intercambiable y en forma soluble o intercambiable, las cuales se encuentran en
equilibrio. La mayor cantidad de Mg del suelo se encuentra en forma no
intercambiable en los minerales secundarios. El magnesio intercambiable
representa cerca del 5% del total y constituye 4-20% de la capacidad de
intercambio catiónico (CIC) del suelo. De manera general, su concentración en la
solución del suelo está entre 2 y 5 mM.
El magnesio en el suelo es susceptible de gran lixiviación, pudiendo
presentarse pérdidas de 2 hasta 30 Kg de Mg/Ha/año. En suelos arenosos tales
pérdidas pueden ser mayores aún.
CALCIO
El calcio en la planta.
El calcio tiene gran importancia en el desarrollo del sistema radicular, en la
formación de la estructura de la planta y también en el metabolismo del nitrógeno
y como activador de enzimas relacionadas con el metabolismo de fósforo. Es
absorbido como Ca++ y transportado mediante un movimiento unidireccional de la
raíz hasta las zonas meristemáticas y tejido joven. Una vez que ha sido
depositado en el tejido foliar, no es reciclado aún bajo condiciones de stress de
calcio. Altas concentraciones de K y Mg en el medio disminuyen su absorción.
La eficiencia de calcio, reduce el desarrollo radicular y la absorción de otros
nutrimentos, pudiendo inclusive, perder iones previamente absorbidos. En la hoja,
60% del calcio se encuentra en los cloroplastos, donde es necesario para la
fosforilación fotosintética. Una característica de la eficiencia de este elemento es la
reducción en el crecimiento de los tejidos meristemáticos, la cual es observada
inicialmente en las yemas apicales y hojas jóvenes que se presentan deformadas
109
y cloróticas, en fases más avanzadas ocurre necrósis marginal. Los tejidos
afectados se tornan flácidos por la disolución de las paredes celulares y en los
tejidos vasculares afecta el mecanismo de transporte.
En el Cuadro 26 se indican valores de los contenidos porcentuales de calcio
en la materia seca de diversas gramíneas forrajeras sometidas a diferentes
edades de corte, observándose que existen variaciones en los contenidos entre
las especies pero no así por efecto de la edad.
En el Cuadro 21 se muestran los contenidos de calcio para varias
leguminosas tropicales.
CUADRO 26. Variaciones del contenido de calcio (%Ca) por efecto de la edad en
la materia seca de las diversas gramíneas forrajeras.
ESPECIES
EDAD (DÍAS)
28
30
45
56
60
84
-------------------------------% Ca -----------------------------P. purpureum
0.33
0.24
1.00
H. rufa
0.41
0.87
1.98
P. maximum
0.26
0.29
0.41
M. minutiflora
0.27
0.30
0.30
D. decumbens
0.41
0.29
2.38
C. ciliaris
0.24
0.20
0.14
A. gayanus
0.28
0.29
0.29
B. decumbens
0.24
0.23
0.25
D. unfolozi
0.40
0.41
0.47
Fuente: Corado 1981 (30,45 y 60 días) y Martínez et al .1984 (28,56 y 84 días)
110
CUADRO 27. Concentración de calcio (%Ca) en la materia seca de diversas
leguminosas forrajeras tropicales.
ESPECIE
CONTENIDO Ca %
S. guianensis
1.40
G. javanica
0.99
M. atropurpureus
0.62
Z. diphyla
0.95
C. mucunoides
1.40
C. pubescens
0.66
I. hirsuta
2.49
P. phaseoloides
1.30
T. uncinatus
0.89
Fuente: Malavolta et al 1986.
Calcio en el suelo.
El calcio se presenta en el suelo en varios minerales ligado a los silicatos de
aluminio. El contenido de calcio en diversos tipos de suelos es variable,
principalmente en función del material de origen y del grado de meteorización del
suelo. Los suelos antiguos altamente meteorizados y lixiviados, bajo condiciones
húmedas, generalmente son pobres en calcio, mientras que en condiciones áridas
pueden aparecer acumulaciones de calcio en la superficie del suelo, en forma de
yeso.
111
Los suelos con predominancia de minerales de arcilla 2:1, cerca del 80% de
la capacidad de intercambio catiónico (CIC) es determinada por el Cas. En suelos
con predominancia de caolinita es deseable una saturación de 20% de Ca ++ en el
complejo de intercambio.
Los suelos de la América Tropical se encuentran casi totalmente
desprovistos de Ca disponible, como consecuencia de la fuerte lixiviación a que
han sido sometidos. Debido a su baja CIC, la mayor parte de los cationes se
encuentran en solución, siendo fácilmente arrastrados por el agua de percolación.
Sin embargo, en los oxisoles y ultisoles bajo vegetación natural, no se
producen pérdidas apreciables de estos cationes. Los bosques tropicales son muy
eficientes para reciclar nutrimentos, evitando pérdidas del sistema. En las
sabanas, las raíces profundas de las gramíneas también pueden recuperar
eficientemente parte de los cationes que son lavados de la parte superficial.
En suelos en los cuales se ha removido la vegetación nativa, la lixiviación
generalmente es intensa, cuando no se establecen pastizales o cultivos que
proporcionen suficiente cobertura.
ENCALAMIENTO DE PASTIZALES.
Acidez del suelo.
Los suelos de la América Tropical se caracterizan por ser ácidos, in
tensamente meteorizados, en los cuales el calcio es uno de los limitantes de la
fertilidad. La deficiencia de este nutrimento, junto con la baja disponibilidad de
fósforo y la toxicidad de aluminio, constituyen una barrera química que limita el
crecimiento de las raíces en zonas más profundas del suelo, al igual que la
población y la actividad de los microorganismos del suelo. Esas características se
traducen en un bajo pH, bajos contenidos de calcio y magnesio, elevado contenido
112
de aluminio intercambiable, elevada disponibilidad de manganeso, bajo porcentaje
de saturación de bases intercambiables del suelo, lo cual significa una baja
disponibilidad de cationes para las plantas y un alto contenido de aluminio e
hidrógeno intercambiables y poca capacidad para suministrar nutrimentos como K,
Ca y Mg.
Cada serie de reacciones químicas en el suelo, afecta de cierta manera el
crecimiento de la planta, directamente por la disminución o aumento de la
disponibilidad de algunos nutrimentos, como también por la actividad de los
microorganismos.
La acidez es común en todas las regiones en las cuales la precipitación es
suficientemente
elevada
para
lixiviar
cantidades
apreciables
de
bases
intercambiables. La acidez del suelo está asociada a la presencia de hidrógeno y
del aluminio en forma intercambiable; ella envuelve aspectos de intensidad y de
cantidad.
El aspecto de intensidad es universalmente caracterizado por la medida de la
actividad de iones de hidrógenos en la solución del suelo, expresado en pH, lo que
constituye la llamada acidez activa o libre.
El aspecto cantidad es representado por la acidez intercambiable y por la
acidez titulable. La acidez intercambiable se refiere a la porción (cantidad) de
acidez del suelo que puede ser sustituida con una solución no tamponizada de
una sal neutra, como KCl 1N. La acidez intercambiable en los suelos es debida,
casi completamente a los iones de Al +3.
Efectos fisiológicos de la acidez
Las razones para un crecimiento inadecuado de las plantas en suelos
— ácidos, parecen variar con el tipo de suelo, con la especie y variedades
vegetales. Además de los efectos directos sobre el estado químico de los
113
elementos inorgánicos, la acidez del suelo altera la actividad de los
microorganismos responsables de las transformaciones que incluyen N, P y S en
el suelo, afectando indirectamente la disponibilidad de estos elementos para las
plantas.
El efecto de la acidez del suelo en la simbiosis y consecuentemente en el
crecimiento de las leguminosas resultan de la acción directa sobre los simbiontes,
e indirectamente por alterar la disponibilidad de iones del suelo, afectando también
gramíneas y otras plantas: fósforo, calcio y molibdeno — intercambiable; además,
obstaculiza la translocación de calcio y fósforo. Por otro lado, se producen
acumulaciones de ácidos orgánicos y posiblemente otros compuestos tóxicos,
como el manganeso y el aluminio intercambiable.
Toxicidad del aluminio
El exceso de aluminio tiene efecto tóxico en el sistema radical de la planta, a
diferencia de manganeso que afecta la parte aérea.
Debido al avanzado estado de meteorización, tanto los oxisoles, como los
ultisoles están desprovistos de la mayoría de sus minerales primarios y poseen
una mineralogía de arcillas dominadas por caolinitas y óxidos de Fe y Al; como
son bajas las reservas de Ca, Mg y 1<, el aluminio es el catión
— principal en los sitios de intercambio.
La actividad química del aluminio en los suelos, varía según la forma en que
este elemento se presente y está correlacionado con el grado de solubilidad de los
compuestos hidrolíticos del A1 y el pH del suelo. La forma más soluble en el agua
es Al+3 a pH entre 4.0 y 4.5, disminuyendo la solubilidad a medida que se hidroliza
el Al (en hidróxidos mono, di y tribásicos) y aumenta el pH hasta 7.5.
Los niveles altos de saturación de aluminio, por encima de 60%, inhibe la
división celular del tejido ineristemático radical; las ralees secundarias se atrofian y
114
toman apariencia de nódulos. En los suelos con altos contenidos de aluminio, las
raíces se desarrollan superficialmente, sin profundizar en el subsuelo, lo que trae
como consecuencia un mal anclaje de las plantas y una disminución de su
capacidad para tomar agua y nutrimentos del suelo. Además, el aluminio bloquea
la absorción y transcolación de elementos minerales como P, Ca, Mg y algunos
micronutrimentos.
La toxicidad del aluminio es uno de los principales factores que restringen el
crecimiento de las plantas en los suelos ácidos de América Tropical.
Tolerancia de forrajeras a suelos ácidos.
Entre las forrajeras existe una tolerancia diferencial a la acidez del suelo. Los
diferentes grados de tolerancia a la toxicidad de Al entre especies vegetales y aun
entre variedades, están relacionadas con la habilidad de cada vegetal para alterar
el pH. Las gramíneas tropicales, en general, no responden o responden muy poco
al encalamiento. Siendo su crecimiento limita do, mayormente, por la eficiencia de
fósforo o de otros nutrimentos, que por toxicidad de aluminio. Asimismo sucede
con las leguminosas adaptadas a suelos ácidos.
El grado de tolerancia de las plantas forrajeras a condiciones de suelos
ácidos es muy amplio, existiendo especies que exigen medios ligeramente ácidos
hasta especies con relativa adaptación a suelos bien ácidos. Cuando las forrajeras
son tolerantes a la acidez del suelo, ellas responden solamente a la aplicación de
pequeñas cantidades de cal, usualmente del orden de 0.15 a 1.0 t/Ha de CaCO 3
en suelos que normalmente requieren de 4 a 6 t/Ha para neutralizar el aluminio y
elevar el pH a valores de 5.5.
La tolerancia de adaptación relativa (alta, media y baja) de algunas forrajeras
a la toxicidad por aluminio son sugeridas en el Cuadro 28.
115
CUADRO 28. Tolerancia relativa cíe algunas gramíneas y leguminosas
forrajeras a la toxicidad por aluminio.
LEGUMINOSAS
GRAMÍNEAS
TOLERANCIA A ALUMINIO
ALTA
MEDIA
BAJA
Braquiaria
Guinea
-----
Andropogon
Yaragua
-----
Capin melao
Elefante
-----
Estilosantes
Leucena
-----
Centrocema
Desmodium
-----
-----
-----
Galactia
Siratro
Fuente: Siqueira, 1986, adaptado de Carvalho et alii. 1984.
Aplicación de cal.
La necesidad de encalamiento puede ser definida como la cantidad de
correctivo a ser aplicado al suelo para neutralizar su acidez, elevando el ph y la
saturación de bases intercambiables a niveles deseables. La metodología para
estimar la necesidad de encalamiento es muy amplia y discutible.
Existen varios métodos para determinar las necesidades de encalado, entre
los cuales se destacan:
a) Elevación del ph hasta un determinado valor.
b) Neutralización del aluminio y elevación de los niveles de calcio y
magnesio.
116
c) Elevación de la saturación de bases a niveles adecuados.
De los métodos indicados se puede señalar que, el viejo criterio de encalar
los suelos hasta un ph cercano a la neutralidad ha sido desechado en los últimos
tiempos, este método fue sustituido por el de neutralización de aluminio; sin
embargo, este método a pesar de funcionar razonablemente, presenta algunos
inconvenientes, tales como, el hecho de la variación del aluminio intercambiable
en un mismo suelo, de acuerdo a la mayor o menor concentración de sales en la
solución del suelo, la cual varia con la humedad de éste, el de nivelar todos los
cultivos a un mismo factor de aplicación de cal, etc.
Actualmente el método más generalizado y acertado para la recomendación
de encalamiento parece ser el basado en la elevación de la saturación de bases
intercambiables, el cual constituye un criterio analítico más seguro. Este método
toma en cuenta los niveles de saturación de bases más adecuado para cada
cultivo o para cada gramínea o leguminosa forrajera (Cuadro 29).
El criterio de la elevación de porcentaje de saturación de bases se
fundamenta en la determinación de las necesidades de cal, según la fórmula:
(V2 - V) T
* NC= __________
100
NC = necesidad de cal
x f
T = capacidad de intercambio
catiónico
V2 = Saturación bases requeridas
f = factor de corrección (CaCO3)
V = Saturación bases actual del suelo
(*) Fuente: Van Raij c.p. Warner, 1986
Los análisis convencionales de suelo proporcionan los datos CH + Al, Ca,
Mg, K) en emg/100 g de suelo, para calcular las necesidades de cal, de esta
forma, tenemos:
117
1.- (H + Al) + Ca + Mg + K = T (CIC)
2.- Ca + Mg + K = S
(∑bases intercambiables)
3.- V = 100 S
T
(saturación de bases actual de suelo).
El factor de encalado (f) es un factor de corrección determinado, tomando
como patrón el carbonato de calcio (CaCO 3) cuyo poder relativo de neutralización
total (PRNT) es igual a 100%. Cualquier otro correctivo tendrá su eficiencia o
PRNT expresado en términos equivalentes de CaCO 3. La cal comercial, en
general, posee un PRNT de 67%, por lo tanto el factor de encalamiento para la
aplicación es: 100/67 = 1.5
El encalamiento necesario pare elevar la saturación de bases a 40% en
suelos de textura franca, incremente el pH (medido en agua), en promedio a
5.5. En este nivel de pH, prácticamente no existen problemas de toxicidad de
aluminio. La saturación de bases de 60%, corresponde al pH de 6.0 (medido en
agua).
Las diversas especies de gramíneas y leguminosas, como cultivares dentro
de una misma especie, varían en su tolerancia a la acidez y por lo tanto, en cuanto
a las necesidades de encalado.
Desde el punto de vista práctico, no parece viable un ajuste muy estricto para
cada caso, por lo tanto se han sugerido algunos grupos (Cuadro 29) de forrajeras
en relación al valor deseado V2 (% de saturación de bases deseado para la
forrajera e ser establecido).
El análisis de suelo indica un porcentaje de saturación de bases inter
cambiables de 53.49%, por lo tanto, para establecer cualquiera de las especies
incluidas en los grupos 2 y 3 no requiere encalamiento.
Para el establecimiento de pastizales se recomienda aplicar la cal al voleo,
antes del primer pase de arado, con el fin de que la misma sea incorporada al
118
suelo por el arado y por los pases de rastra subsiguientes. En el caso de
pastizales ya establecido: cuyos análisis indiquen necesidad de encalamiento,
éste debe hacerse en cobertura, después de pasar la rotativa para rebajar el
pasto, preferiblemente al inicio de lluvias. Después de la aplicación será
conveniente un pase de rastra para mejorar la penetración de cal al suelo. La
aplicación debe hacerse 1 a 2 meses antes del abonamiento nitrogenado y/o
fosfatado.
CUADRO 29. Grupos de gramíneas y leguminosas según el porcentaje de
saturación de bases deseado (V2) con fines de encalamiento.
LEGUMINOSAS
GRAMÍNEAS
GRUPO 1
V2 = 60%
GRUPO 2
V2 = 40%
GRUPO 3
V2 = 30%
Elefante *
Elefante **
Capin melao
Yaragua
Guinea
Braquiaria
Rhodes
Pangola
Setaria
Bermuda
Estrella
Alfalfa
Centrosema
Calopo
Leucena
Desmodium
Stylo guianensis
Soya perenne
Kudzu
Stylo capitata
Galactia
Siratro
Stylo hamata
Fuente: Werner, J.C. 1986.
Ejemplo de cálculo: Suponiendo un suelo que requiere ser encalado para
establecer pasto elefante (Pennisetum purpureum) cuyo valor de V2 . (%
saturación de bases) requerido es de 60%
119
Análisis de suelo indica lo siguiente:
K
Ca
Mg
H + Al
S
T
V
1.72
53.49
Me/100 g suelo
0.02
0.6
0.3
0.8
0.92
V2= 60%
V = 53.49
NC
( 2- )
100
T = 1.72
NC
(
xf
–
)
100
x 1.
0.1 7 ton cal a
f = 1.5
MICRONUTRIMIENTOS EN PASTIZALES.
Los micronutrimentos son requeridos por las plantas en cantidades mínimas,
siendo que cantidades excesivas generalmente son tóxicas aunque la función
nutritiva, para las plantas, de muchos de ellos, apenas comienza a ser
comprendida. Se sabe que la mayoría de ellos son necesarios para la activación
de ciertas enzimas, tienen que ver con la fotosíntesis y con la respiración. Por otro
lado, muchos experimentos, tanto de laboratorio como de campo, han demostrado
que los micronutrimentos son indispensables para el crecimiento y producción de
las plantas.
Molibdeno (Mo)
Este micronutrimento es uno de los más importantes para las leguminosas,
por cuanto es requerido, por lo menos, en dos fases esenciales de la nutrición de
la planta: 1) en el eficiente funcionamiento del rhizobium; 2) en la transformación
de las formas de nitrógeno nítrico en nitrógeno amoniacal. Participa en la
formación de aminoácidos y proteínas. La deficiencia del molibdeno puede
presentar dos sintomatologías: 1) cuando la deficiencia afecta apenas la función
del rhizobium, los síntomas son característicos de la falta de nitrógeno y pueden
ser corregidos con la aplicación de fertilizantes nitrogenados y 2) cuando la
120
deficiencia es más aguda y afecta también a la planta hospedera, la cual presenta
síntomas típicos, que sólo pueden ser corregidos con la aplicación de molibdeno.
La deficiencia de este micronutrimento, puede reducir el crecimiento de la planta.
La aplicación de abonos fosfatados aumenta la absorción de Mo por las
plantas; mientras que los abonos que contienen sulfatos interfieren en su
absorción.
La deficiencia.de molibdeno ocurre con frecuencia en suelos ácidos con pH
por debajo de 5.0 — 5.5, probablemente debido a las reacciones con Fe
y Al, que disminuyen su solubilidad. La disponibilidad de este elemento, aumenta
con el encalamiento que libera pequeñas cantidades cuando éste se encuentra en
forma insoluble en el suelo.
El molibdeno también afecta el metabolismo de Cu. Cuando el elemento se
encuentra en exceso es tóxico, especialmente para animales en pastoreo.
Boro (B)
El boro es esencial para el desarrollo de los tejidos meristemáticos y es un
componente principal en el metabolismo del ácido nucleico; por esta razón, su
deficiencia afecta los tejidos en crecimiento de los tallos y las raíces, restringiendo
su elongación. Además, produce retraso en la floración y deformación de las hojas
y de los botones florales, debido a la baja movilidad de este microelemento en la
planta. Es también importante, para la formación de los nódulos de las
leguminosas, por lo que su deficiencia permite la formación de nódulos
rudimentarios, sin capacidad de fijación de nitrógeno.
En general, los suelos arenosos, con poca arcille y bajos contenidos de
materia orgánica, sujetos a lixiviación, son deficientes en boro. En el suelo, el
rango entre los niveles d deficiencia y toxicidad para las plantas es bastante
121
estrecho. La disponibilidad del boro decrece con el aumento del pH. En suelos
alcalinos o próximos a la neutralidad, favorecen el apare cimiento de deficiencias.
Cobre (Cu)
El cobre activa varias enzimas que intervienen en los procesos de
respiración y crecimiento vegetal, participe en las reacciones de oxidoreducción y
actúa como catalizador en la formación de varios aminoácidos y proteínas.
Interviene también en la fotosíntesis, por estar localizado en los cloroplastos
y participa en la formación de ferroporfirina, procursora de la clorofila. En las
leguminosas es requerido además, para la síntesis de Leg-hemoglobina, la cual es
esencial para la fijación de nitrógeno. Influye también sobre el crecimiento normal
de estas plantas.
La deficiencia de Cu en la planta, puede reducir el contenido de clorofila y
provocar disturbios en el metabolismo de hidratos de carbono, que conllevan a un
elevado nivel de compuestos nitrogenados solubles y una disminución en la
síntesis de proteína. En la parte aérea se presenta una clorósis que afecta
principalmente a las hojas más jóvenes de la planta.
Los suelos arenosos o pobres en Mo son más propensos a las deficiencias
de Cu; suelos orgánicos pueden presentar deficiencias de este elemento, debido a
su capacidad de formar complejos con la materia orgánica del suelo. Elevadas
cantidades de Fe, Mn y Al pueden reducir la disponibilidad de Cu para las plantas.
La mayor disponibilidad de Cu ocurre en un intervalo de pH de 5.0 a 6.5.
Zinc (Zn).
El zinc interviene en la síntesis de triptofano precursor del ácido indolacético,
principal auxina de producción natural de los vegetales. Actúa en los sistemas
enzimáticos de la respiración y es importante en la síntesis de proteínas. La
122
carencia de este elemento altera el metabolismo, produciendo aberraciones
estructurales en los ápices radicales, enanismo vegetativo y fallas en la formación
de semillas.
En suelos con precipitaciones elevadas y bajas temperaturas, pueden
presentarse problemas de deficiencias. La disponibilidad mínima se encuentra en
niveles de pH entre 5.5 a 7.0, pudiendo aumentar cuando el pH es menor. Debido
a la fuerte adsorción por los coloides del suelo, su pérdida por lixiviación
disminuye considerablemente.
Hierro (Fe)
El hierro cataliza la formación de clorofila en la hojas. Es un portador de
electrones en los procesos bioquímicos (respiración, fotosíntesis, oxidoreducción
de nitratos y sulfatos). En las leguminosas este elemento forma parte de la
hemoglobina de los nódulos, la cual participa en el proceso de fijación de
nitrógeno.
Por ser elemento poco móvil en la planta, los síntomas de su deficiencia se
manifiestan con una clorósis en las hojas nuevas, debido a la falta de clorofila, una
disminución de la producción de carbohidratos y una perturbación en el
metabolismo del nitrógeno.
En el suelo, la disponibilidad de Fe está influenciada por encharca miento,
por encalamiento excesivo, pH elevado y baja temperatura. El exceso de elemento
como P, Zn, Cu y Mo pueden provocar deficiencias. La mayor disponibilidad de
este micronutrimento se encuentra en el intervalo de pH de 4 a 6.
Manganeso (Mn)
Este micronutrimento influye en diferentes funciones fisiológicas de las
plantas. Su deficiencia provoca una disminución en la producción de clorofila, la
123
función de los cloroplastos es perturbada y la asimilación de car bono puede ser
marcadamente reducida. Esto resulta en una falta de carbohidratos, que a su vez
ocasiona disturbios en el metabolismo del nitrógeno.
Una alta concentración de Mn soluble, por otro lado, puede ocurrir en suelos
ácidos y ocasionar toxicidad a las gramíneas, leguminosas y otras especies
vegetales.
En suelos con altos contenidos de Mo y pH elevado, generalmente, se
presentan deficiencias de Mn, debido a la formación de complejos insolubles entre
este elemento y la materia orgánica del suelo. La disponibilidad de Mn se
incrementa cuando disminuye el pH por debajo de 5.5. Las deficiencias en el Mn
pueden ser ocasionadas también por un desbalance en la relación Ca, Mg y Fe.
Cobalto (Co).
Es sugerido que el cobalto desempeña un papel importante en la fijación de
nitrógeno. Algunos resultados experimentales indican que, con un suministro
inadecuado de este elemento, se han constatado reducciones sustanciales en la
fijación simbiótica del nitrógeno, provocando en la planta una sintomatología
característica de deficiencia nitrogenada.
MICRONUTRIMENTOS EN SUELOS TROPICALES.
La mayoría de los suelos ácidos de las regiones tropicales de América
Latina, son deficientes en N, P, S, Ca, Mo y Zn, y tienen niveles mínimos de K y
Cu, y algunas veces de Mg. Sin embargo, la corrección de estas deficiencias
nutricionales del suelo, que afectan el crecimiento de las leguminosas y
gramíneas, no han sido atendidas con el requerido interés.
Por lo tanto, para mejorar la producción animal en estas regiones, es
(imprescindible considerar con criterios técnicos y económicos, la problemática de
la fertilización de los pastizales, tomando en cuenta las deficiencias de los
124
elementos esenciales para la producción forrajeras y la disponibilidad de recursos
necesarios para obtener el máximo de rentabilidad del sistema suelo—planta—
animal.
RECOMENDACIONES PARA EL USO DE NICRONUTRIMENTOS
La importancia de los micronutrimentos en pastizales exclusivo de gramíneas
es poco relevante si se compara con los requerimientos de éstos por las
leguminosas.
Evaluaciones sobre la composición mineral de forrajeras en el trópico, han
mostrado,
en
ciertas
condiciones,
contenidos
deficientes
de
algunos
micronutrimentos. Sin embargo, no sería recomendable la simple aplicación de
abonos con estos elementos, en virtud de que la misma no incrementaría la
producción de los pastizales de gramíneas, mientras no se suministren e las
mismas las cantidades de macroelementos requeridos cuya deficiencia es más
aguda. Por lo tanto, se recomienda la suplementación directa a los animales con
los micronutrimentos deficientes en las plantas.
Por otro lado, los análisis químicos de suelos con fines de abonamiento con
micronutrimentos, además de costosos, no determinan con precisión las formas
disponibles y no disponibles, imposibilitando, de cierta forma cualquier
recomendación.
El zinc, es generalmente, el micronutrimento más limitante en las condiciones
de sabanas bien drenadas, pudiendo presentarse también como, deficiencia
importante la deficiencia de cobre, típica en las sabanas venezolanas y el cerrado
brasilero. En los Bosques Lluviosos Tropicales, las deficiencias más marcadas son
las de B, Cu y Mo.
En el Cuadro 30, se muestran valores de niveles críticos en el suelo,
aceptado de varios micronutrimentos.
125
La composición química de las plantas (Cuadro 31) define el estado
nutricional, que sirve como instrumento para evaluar las deficiencias, excesos y
desequilibrios nutricionales. Sin embargo, el análisis foliar por sí sólo, no permite
recomendar un abonamiento adecuado, pero sirve como referencia para la
fertilización con micronutrimentos y la suplementación con los mismos a los
animales en pastoreo.
CUADRO 30. Niveles críticos en suelos cubiertos por vegetación de cerrado
en Brasil (incluye algunos de nuestros bosques).
CUADRO 31. Contenido de micronutrimentos de algunas gramíneas y
leguminosas forrajeras.
NIVEL CRITICO
ACEPTADO
(ppm)
1.00
MICRONUTRIMENTOS
Zinc
Cobre
1 .00
Manganeso
5.00
Fuente: CIAT. 1984
ESPECIE
P. maximum
D. decumbens
P. purpureum
M. minutiflora
H. rufa
8. decumbens
S. guianensis
G. wightii
M. atropurpureus
C. pubescens
P. phaseoloides
Fuente: Malavolta 1986.
B Co Cu Fe
Mn 4o
------------------------------ppm-------------------------15
0.06 7
124
90
0.83
15
0.10 6
137
197 0.17
25
0.10 10
178
179 0.53
16
0.07 6
161
123 0.17
18
0.04 3
166
273 0.11
18
0.06 6
184
108 0.08
21
30
40
42
27
27
43
49
28
15
49
26
32
27
32
27
0.55 9
0.25 8
0.53 9
0.11 10
0.15 11
438
177
100
163
257
117
102
57
67
155
0.22
0.74
0.25
0.03
0.22
126
En la actualidad, la recomendación de abonamiento con micronutrimentos es
basada en resultados obtenidos en ensayos, principalmente de invernadero o
campo, y en algunos casos, en análisis foliares o en métodos combina dos.
En razón de las pequeñas cantidades a ser aplicadas, se recomienda que los
micronutrimentos: B, Cu, Mo y Zn, por ejemplo, se mezclen con fertilizantes
fosfatados para garantizar una buena distribución en el suelo. Las cantidades
recomendadas por toneladas de superfosfato simple se indican en el Cuadro 32.
CUADRO 32. Fuentes y cantidades (Kg) de micronutrimentos por tonelada
de superfosfato simple (SFS) recomendado para pastizales consorciados.
CANTIDAD
FUENTE
(Kg de fuente/ t de SFS)
Borato de sodio (17.5% 8)
14
Sulfato de cobre (35% Cu)
14
Molibdato de sodio (39% Mo)
1
Sulfato de Zinc (35% Zn)
14
Fuente: Mattos et. Alii. 1986.
127
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CAPITULO V
LAS PLANTAS FORRAJERAS
El problema más importante de la agricultura consiste en aumentar‘ el
rendimiento de los cultivos. El hombre depende de las plantas para obtener la
energía necesaria para vivir. Por lo tanto, la agricultura puede ser definida como:
un ―sistema organizado para suplir los requerimientos energéticos de la
humanidad‖.
Para lograr el incremento de la productividad de los cultivos, el agricultor
cuenta con diversos recursos técnicos, generados por la investigación científica
aplicada a la agronomía; por ejemplo, uso de semillas seleccionadas, aplicación
de fertilizantes, control de plagas y enfermedades, control de malas hierbas, etc.
Obviamente, para la obtención del éxito con la utilización de estos re cursos,
es indispensable, en primer lugar, conocer los factores responsables de la
reducción del rendimiento económico de las plantas. En algunos casos, cuando se
trata de factores conocidos, plagas o enfermedad, por ejemplo, la identificación es
fácil; pero en la mayoría de los casos, esos factores son menos evidentes y
solamente
pueden
ser
identificados
cuando
se
conocen
los
principios
fundamentales que regulan la capacidad de producción de las plantas.
Las ciencias que contribuyen para el conocimiento de esos principios
fundamentales son varias, pero el estudio más relacionado al mecanismo de
producción de las plantas, lógicamente es, aquel que explica cómo funciona el
organismo vegetal y cuál es la reacción de la planta a los factores de medio
ambiente, tal como lo permite la Fisiología Vegetal.
137
Fisiología en la Agricultura
Todo interés por la vida de las plantas, por razones económicas, científicas o
aun por afición, siempre encontrará utilidad en el estudio de la fisiología vegetal.
Sin embargo, por razones obvias, son los técnicos del agro: agrónomos,
horticultores, silvicultores, zootecnistas, etc., los que encuentran aplicaciones más
objetivas en el estudio de esta ciencia.
La fisiología vegetal se define como, la ciencia que estudie el funcionamiento
de las plantas y sus reacciones a los factores del medio ambiente. Su importancia
radica en el hecho de que conociendo los mecanismos internos que se suceden
en el desarrollo y comportamiento de los vegetales, permite definir con mayor
precisión, lo más indicado para el cultivo, en términos de manejo de factores
ecológicos, prácticas culturales y enseñanza de algunas reglas fundamentales del
arte de obtener buenos rendimientos en los cultivos.
Fisiología de las plantas forrajeras
El manejo de los pastos consiste en la toma de decisiones técnicas, capaces
de mantener el equilibrio entre dos factores de producción: la exigencia nutricional
del animal en pastoreo y la exigencia fisiológica de la planta forrajera para
alcanzar y mantener una elevada productividad.
El manejo y la productividad de los pastos está estrechamente relacionado
con la morfología y fisiología de las plantas. El principio básico de la producción
forrajera es la transformación de energía solar en compuestos orgánicos, vía
fotosíntesis. En ese proceso, la humedad del suelo, el CO2 del aire, la luz solar y
la capacidad fotosintética de las hojas, constituyen los factores fundamentales,
aunque otros, como la fertilidad del suelo, también juegan un papel importante. En
definitiva, la producción forrajera consiste en la conversión de los factores
ambientales, en energía digestible y minerales que serán utilizados por las
diferentes especies consumidoras de esos vegetales.
138
Fotosíntesis
El mundo biológico, con escasas excepciones se mueve a expensas del
capital material energético acumulado, como resultado de la fotosíntesis. A partir
de los productos generados por este proceso y de algunos compuestos
inorgánicos obtenidos en el ambiente, se construyen en los organismos vivos,
todos los tipos de moléculas variadas y complejas que forman la estructura celular
de vegetales y animales o de los compuestos esenciales para su existencia.
Los vegetales y animales están constituidos de tal forma que en los procesos
metabólicos de crecimiento, locomoción, etc., sólo puede ser emplea da energía
liberada en la oxidación de los alimentos, que no es otra cosa que la conversión
de la energía contenida en la luz solar, que originalmente ha sido encerrada en las
moléculas de compuestos orgánicos, mediante la actividad fotosintética.
La fotosíntesis se define, entonces, como un proceso en el cual, ciertos
carbohidratos son sintetizados a partir del anhídrido carbónico y del agua, por
células clorofílicas, en presencia de la luz, con liberación de oxígeno como
producto paralelo.
La ecuación sumaria de la fotosíntesis se representa, convencionalmente de
la siguiente forma:
673 Kcal de
6CO2 + 6H2O energía radiante
Células clorofílicas
C6H12O6 + O2
La energía necesaria para inducir el proceso proviene de la parte visible de
las radiaciones del sol. La velocidad de fotosíntesis varía de acuerdo con la
139
especie y depende de la cantidad de luz y del tamaño de la hoja que pueda
absorber luz.
La intensidad de energía radiante recibida por unidad de área y por unidad
de tiempo depende particularmente del ángulo formado por los rayos luminosos
incidentes y de la superficie de incidencia. Por ejemplo, en dos superficies planas,
con diferentes inclinaciones (Figura 1), será mayor la intensidad en aquella
superficie en la cual el ángulo formado por los rayos incidentes sobre la superficie
sean próximos a los 90 grados.
FIGURA I.- VARIACIÓN DE LA INTENSIDAD LUMINOSA EN FUNCIÓN DEL ANGULO DE
INCIDENCIA DE LOS RAYOS LUMINOSOS
Fuente: Peterson, 1970
Cuando el sol se encuentra en Zenith (al mediodía), se produce mayor
calentamiento que en la mañana o la tarde, cuando está en posición inclinada. La
latitud y los fenómenos atmosféricos, también pueden hacer variar la intensidad de
luz. Un día nublado, por ejemplo, puede reducir el porcentaje de luz
correspondiente a un día abierto.
140
La velocidad de fotosíntesis varía con el porcentaje de luminosidad. Esta
velocidad alcanza su máximo, para una hoja aislada, cuando la intensidad
lumínica es alrededor de 50%. Sin embargo, para la planta entera, la velocidad de
fotosíntesis aumenta solamente cuando la intensidad es superior al 50% (Figura
2), debido a que las hojas están recibiendo la luz solar con diferentes intensidades
en un mismo momento, como consecuencia de las diversas posiciones en la
planta. Cualquier aumento de la luminosidad favorecerá a las hojas menos
iluminadas. En virtud de esto, es obvio que no habiendo otro factor limitante, el
aumento de la luminosidad incrementará el crecimiento.
FIGURA 2.- CONSUMO DE CO2 EN FUNCIÓN DE LA LUMINOSIDAD
Fuente: Peterson, 1970.
141
Fijación de CO2
En general, un aumento en la concentración de CO 2 atmosférico se
corresponde con un aumento de la actividad fotosintética, hasta que otro factor,
frecuentemente la luz, resulta limitante.
El interés científico sobre la fotosíntesis como factor que explica las
variaciones en la producción de los cultivos ha sido intensificado después del
descubrimiento relacionado con el metabolismo de fijación de CO 2 por las
gramíneas tropicales. El metabolismo de fijación conocido como C4, posibilita a las
gramíneas tropicales el doble de la eficiencia fotosintética que las de clima
templado, de metabolismo C3. Las gramíneas, caña, maíz, especie de panicum,
pennisetum, setaria, sorghum y muchas dicotiledóneas originarias de climas
cálidos (C4), son altamente eficientes en cuanto a la tasa fotosintética, ya que en
espacios cerrados con suficiente luz, fijarán CO 2 de la atmósfera a niveles de 20
ppm de CO2, mientras que el resto de las plantas (C3) requieren, por lo menos, la
presencia de 80 ppm de CO2 en la atmósfera para poder fijar suficientemente este
compuesto.
La temperatura en la fotosíntesis
La
fotosíntesis
puede
desarrollarse
dentro
de
amplios
límites
de
temperaturas. La actividad fotosintética puede exceder de la actividad respiratoria;
en varias especies de coníferas, por ejemplo, a temperaturas tan bajas como -6°C.
Las plantas tropicales no pueden fotosintetizar a temperaturas tan bajas como las
zonas templadas. La mayor parte de las especies tropicales no realizan
fotosíntesis a temperaturas inferiores a los 5°C. En otro extremo, existen ciertas
algas que pueden sobrevivir a los 75°C, y además, pueden realizar fotosíntesis a
temperaturas cercanas a esas. Si no existe ningún factor limitante (CO 2, luz, etc.),
la actividad fotosintética aumenta con la elevación de la temperatura, hasta un
punto determinado, lo cual varía con la especie. Un aumento adicional de
142
temperatura ocasiona la rápida cal da de la actividad fotosintética, debido,
principalmente a los efectos traumáticos de las altas temperaturas sobre el
protoplasma.
El agua en la fotosíntesis
En la fotosíntesis se emplea menos del 1% del agua que absorbe la planta.
Por consiguiente parece probable que los efectos indirectos del agua en la
fotosíntesis sean más pronunciados que los directos. La deficiencia de agua como
materia prima, rara vez es un factor limitante de la fotosíntesis. Sin embargo, la
reducción del contenido hídrico en las hojas se traduce comúnmente en una
disminución de la actividad fotosintética.
La influencia de la reducción del contenido hídrico de las hojas, sobre la
actividad fotosintética, se debe a la reducción de la capacidad de difusión de los
estomas, a la disminución de la hidratación de cloroplastos y otras partes del
protoplasma que de alguna manera disminuyen la eficacia del mecanismo
fotosintético. La deficiencia hídrica puede ocasionar en las plantas una
interrupción de la fotosíntesis, alongamiento de las hojas, translocación de
carbohidratos y crecimiento de la planta.
Otros compuestos y elementos pueden también incidir sobre la fotosíntesis.
Algunos compuestos químicos (ac. cianídrico, hidroxilamina, ácido sulfúrico y
compuestos con radical iodoacetilo) una vez absorbidos por las plantas pueden
actuar como inhibidores de procesos enzimáticos durante la fotosíntesis. Así
mismo, el oxígeno puede tener efecto indirecto, ya que el mismo incide sobre la
respiración. Por tal razón, a mayor concentración de oxígeno, mayor será la
inhibición de la fotosíntesis.
Respiración
Todos los fenómenos que impliquen una desaparición de substancias
alimenticias, traducidas en una disminución de la materia seca, absorción de
143
oxígeno, desprendimiento del anhídrido carbónico y liberación de energía son
manifestaciones externas del proceso de respiración, el cual tiene lugar en las
células vivas en general. En el proceso respiratorio, tanto de animales como de
vegetales, se verifica un consumo de oxígeno y una liberación de anhídrido
carbónico.
La ecuación química del proceso respiración, en la cual se utiliza como
substrato una hexosa, se define de la manera siguiente:
C6H1206 + 602
6C02 + 6H20 + 673 K cal.
En esta ecuación se observa, que para la oxidación de un mol de hexosa se
necesitan seis moles de oxígeno; que de esta oxidación resultan seis moles de
agua y seis de anhídrido carbónico y que son liberadas 673 K cal.
Punto de compensación
En las hojas y otros tejidos fotosintéticos, durante el día, esta actividad,
generalmente sobrepasa a la respiratoria. En algunas especies, por ejemplo, en el
maíz, el volumen de fotosíntesis durante el día supera en ocho veces la actividad
respiratoria.
En razón de que, a bajas intensidades la luz es frecuentemente el factor
limitante de la fotosíntesis, resulta evidente que debe existir una determinada
intensidad lumínica en la cual se equilibren el volumen de la foto síntesis y el de la
respiración de una hoja o de otro órgano clorofílico. Cuando se produce esta
intensidad lumínica, que suele denominarse punto de compensación, el volumen
de anhídrido carbónico (CO2) liberado en la respiración, es exactamente igual al
volumen consumido en la fotosíntesis; también puede aplicarse este criterio para
el oxígeno, indicando que en punto de compensación, el oxígeno consumido en la
respiración es igual al liberado en la fotosíntesis. La intensidad luminosa que
corresponde al punto de compensación varía considerablemente con la especie.
144
Para una especie en particular, el punto de compensación es influenciado
por diversos factores ambientales, especialmente la temperatura; además, es
fuertemente afectado por las condiciones a las cuales hayan sido expuestas las
hojas u otros órganos fotosintéticos, durante su desarrollo.
Algunas plantas crecen en la época menos caliente del año; en un clima
cálido, el punto de compensación es más elevado y la planta no será tan eficiente,
debido a que necesita más energía para mantenerse. Por tal razón, el manejo
tendrá que ser muy cuidadoso en cuanto a este factor.
La temperatura sobre la fotosíntesis y respiración
La temperatura puede influir directamente sobre el crecimiento de la planta
alterando su fisiología, o indirectamente, provocando variaciones de la humedad y
de los minerales absorbidos y translocados por la planta. De la misma forma que
la luz, la temperatura varía de acuerdo con el ángulo formado por el rayo incidente
en el suelo.
La respiración y la fotosíntesis (Figura 3), son afectadas por la temperatura,
cuando ésta se incrementa se produce un aumento de la tasa fotosintética hasta
un punto determinado, que luego se estabiliza para presentar en seguida, una
disminución de la misma. La respiración aumenta de manera constante, hasta los
45-55 C y de allí en adelante, puede disminuir como consecuencia de que otro
factor comience a ser limitante (falta de oxígeno, acumulación de CO2 en las
células o la falta de alimentos que pueden ser oxidados).
La fotosíntesis alcanza la máxima intensidad a una temperatura más baja
que la respiración. Por esa razón, se procesa una acumulación de carbohidratos
en el momento en cual la fotosíntesis es bien alta y la respiración todavía es
menor. Cuando la tasa de respiración se eleva, por encima de la fotosintética, se
produce una disminución de las reservas carbohidratadas de la planta. Esta
145
situación se observa cuando la temperatura es muy baja, o cuando la misma es
muy elevada, siendo que las pérdidas mayores se producen en el segundo caso.
De esto se desprende que la temperatura estimula más a la respiración que a la
fotosíntesis.
FIGURA 3.- CURVA DE RESPIRACIÓN Y FOTOSÍNTESIS EN
FUNCIÓN DE LA TEMPERATURA.
Fuente: Peterson 970
El efecto de la temperatura sobre las plantas se puede evaluar por la medida
de sus temperaturas cardinales, o sea, las de mayor importancia: a) punto cardinal
mínimo, es la temperatura mínima en la cual la planta es capaz de crecer; b) punto
cardinal máximo, es la temperatura por encima de la cual la planta no crece; c)
punto cardinal óptimo, es la temperatura a la cual se produce el mayor
crecimiento. Estos puntos cardinales varían con la especie, por ejemplo: sorgo,
palma y melón tienen un punto mínimo entre 15 y 18°C. Avena, trigo y ryegrass es
más bajo (-2 a 5°C). Para el punto cardinal máximo también tienen variaciones;
existen algas que crecen hasta con temperaturas de 80°C y cactus hasta con
56°C.
146
El conocimiento de la temperatura sobre la fotosíntesis y la respiración,
permite deducir que el efecto del pastoreo sobre las forrajeras podría variar con
las diferencias de temperatura. Por lo tanto, el pastoreo o corte debe ser realizado
cuando la tasa de respiración sea menor que la de fotosíntesis. Además debe
considerarse la fase de crecimiento del pasto, ya que la utilización de la planta
cuando el crecimiento es intenso y la temperatura es elevada, el daño por pérdida
de reserva será mayor.
La aplicación de fertilizantes o de cualquier factor que tiende a aumentar la
relación de área foliar (RAF), favorecerá la acumulación de productos
fotosintéticos, provocando un crecimiento suficiente antes del momento del corte.
En estas condiciones, la relación fotosíntesis/respiración tiende a aumentar.
CRECIMIENTO DE PLANTAS FORRAJERAS.
El crecimiento vegetal puede ser expresado en términos lineales, que indican
un aumento en altura o en forma ponderal, cuando se mide la acumulación de
materia seca (Figura 4)
FIGURA 4.- CRECIMIENTO EXPRESADO EN PRODUCCIÓN ACUMULATIVA DE
MATERIA SECA.
Fuente: Peterson 1970
147
Esta última manera es más objetiva y preferida, ya que se representan las
ganancias reales de sustancias orgánicas. El crecimiento ponderal resulta, del
aumento del área foliar, de la consecuente producción de asimilados, del aumento
del número de rebrotes y el posterior alargamiento del tallo.
De manera general, el crecimiento de la parte aérea de las plantas forrajeras,
en función de la edad fisiológica de las mismas se produce de la forma siguiente:
inicialmente un crecimiento lento, luego un rápido incremento de la producción y
por último, una disminución del incremento de la materia seca.
Por otro lado, en la Figura 5, está representado el crecimiento en función del
tiempo expresado en incremento de peso diario de materia seca. Cada área
punteada representa el incremento de materia seca por unidad de tiempo. Por lo
tanto, la materia seca total producida durante su completo desarrollo corresponde
a la sumatoria de todas las áreas punteadas (producción diaria) correspondiendo
el máximo incremento por unidad de tiempo al área señalada con X. El incremento
de materia seca, por unidad de superficie por unidad de tiempo, se define como
Tasa de Crecimiento.
FIGURA 5.- CRECIMIENTO EXPRESADO EN INCREMENTO
DIARIO DE MATERIA SECA
Fuente: Peterson, 1970
148
Entre las diversas características fisiológicas relacionadas con el manejo de
forrajeras se destacan con mayor importancia, el área foliar y las reservas
orgánicas.
El Índice de Área Foliar (IAF), es la relación entre el área foliar y la superficie
de suelo que ocupa. Cuando la Vegetación es densa, el IAF es alto. Si el IAF es
igual a seis, significa que el área foliar es seis veces mayor que el área de suelo
donde se encuentra.
El primer objetivo en el manejo debe ser que, el pastizal alcance un elevado
valor de IAF, hasta el punto en el cual se obtenga la máxima productividad del
pastizal, ya que a medida que aumenta el área foliar, se incrementa la
productividad hasta alcanzar un valor máximo, el cual, en el ejemplo de la Figura
6, corresponde a un IAF de aproximadamente cinco. Con valores por encima de
éste; la productividad decaería, pudiendo reducirse a cero, si el desarrollo foliar
fuera excesivo.
FIGURA 6.- RELACIÓN ENTRE ÍNDICE DE ÁREA FOLIAR (IAF ) Y
PRODUCTIVIDAD (Valores relativos 1-10)
Fuente: Alvim 1978
149
El IAF varía con la especie, clima, estación del año, fase de crecimiento de la
planta, densidad y distancia de siembra, tamaño de la semilla, nivel de fertilidad
del suelo, etc. En ambientes con limitaciones en la humedad el objetivo, de un
modo general, será mantener una área foliar elevada para posibilitar la máxima
utilización de la humedad del suelo.
La tasa de crecimiento forrajero es el producto el índice de área foliar (dm2
de hoja/dm2 de suelo) por la eficiencia fotosintética de las hojas (g/dm2/día). El
índice del área foliar aumenta con la edad de la planta que entonces se capacita a
interceptar progresivamente mayor proporción de luz solar incidente. El índice de
área foliar ―crítico‖ es aquel en el cual 9 % de la luz incidente es interceptada por
las hojas, aumentando aún más el IAF; las hojas inferiores serán sombreadas
tomándose, en consecuencia, menos efectivas en el proceso fotosintético de la
comunidad vegetal.
El índice de área foliar óptimo es admitido como aquel que está asocie do
con altos rendimientos por año y buena distribución de la producción de forrajes;
en vez de un IAF, que produzca la más alta tasa de acumulación de materia seca
en un determinado momento.
El tejido fotosintético que permanece después del corte puede tener una
importancia mayor, cuando el tejido sobrante deja la planta en una condición de
equilibrio entre la fotosíntesis y la respiración (punto de compensación), el nuevo
crecimiento podrá ser mantenido con el producto corriente de la fotosíntesis. Esto
significa que, la altura de corte que afecta la cantidad de tejido fotosintético
remanente, determina el uso de las reservas orgánicas almacenadas; y además,
implicará en una mayor o menor intercepción de energía luminosa en el momento
que las plantas inician un nuevo crecimiento, lo cual se traduce en diferencias de
producción de materia seca (Cuadro 1). Cuando los pastos se cortan
frecuentemente y a una altura baja, ocurre un descenso en la producción, debido a
la pequeña superficie foliar que queda expuesta a la luz solar, ya que de ésta
depende la velocidad de crecimiento del nuevo rebrote.
150
CUADRO 1. Efecto de la altura e intervalo de corte sobre el rendimiento
(Kg/Ha) de materia seca tal como ofrecida de D. unfolozi.
INTERVALOS ENTRE CORTES
ALTURA DE CORTE
(DÍAS)
(CM)
30
45
60
0
13.338,46
10.126,83
15.513,15
5
11.323,45
9.413,86
14.548,14
10
8.475,76
8.827,43
11.132,92
15
6.302,74
7.325,94
6.599,49
Fuente: Meneses, Alcalá y González. 1977.
Por otro lado, la cantidad de tejido fotosintético remanente (altura de corte)
podría estar asociado con otros factores, como: punto de crecimiento, cantidad de
reservas carbohidratadas en la base de los colmos, absorción de agua, etc.
La recuperación de las plantas, después del corte o pastoreo, depende de
dos mecanismos:
a) Rebrote a partir de meristemas apicales que permanecen en la soca, por
no haber sido eliminados por la lámina de corte o por el diente del
animal.
b) Rebrote a partir de yemas basales.
La predominancia de uno u otro mecanismo dependerá de la edad fisiológica
de la planta, en el momento de ser cortada o pastada.
151
Rebrote del pasto
De la misma manera que una planta originaria de semilla sexual, el rebrote
del pasto tiene una curva característica y universal de crecimiento similar a todos
los organismos vivos (Figura 7).
FIGURA 7. CRECIMIENTO Y PRODUCCIÓN DE PASTOS CON
DIFERENTES TIEMPOS DE REPOSO
Fuente: Voisin, 1974.
Inicialmente, el pasto utilizando sus reservas y una pequeña cantidad de
material fotosintetizante crece lentamente. Después de producir suficientes células
clorofílicas, las cuales van a generar material de construcción que permite la
rápida aparición de otras células verdes, esto es, la producción de una importante
cantidad de pasto por unidad de tiempo, al final del período de rápido crecimiento,
152
el pasto recupera sus reservas, después disminuye la síntesis de material
clorofílico para después iniciar posteriormente, la fabricación de flores y semillas.
Tiempo de reposo del Pasto
El tiempo de reposo del pasto se refiere al número de días de crecimiento de
la planta, entre una y otra ocupación por animales o entre dos cortes sucesivos.
En el Cuadro 1, se observa que en los períodos de mayor precipitación (Cuadro 2)
se produce una mayor cantidad de materia seca que en los períodos de baja
precipitación.
CUADRO 1. Rendimiento de materia seca de Brachiaria decumbens en cuatro
ciclos de crecimiento con diferentes tiempos de reposo.
DÍAS
C1
C2
C3
C4
REPOSO
(JULIO—SEPT. 84)
(NOV .84 -ENE. 85)
(FEB—ABR. 85)
(MAY-JUN. 85)
7
73,93
33,99
14
199,53
88,95
48,26
225,78
21
647,53
153,23
147,58
304,42
28
1.941,40
441,86
457,30
479,36
35
3.230,70
932,63
743,28
396,86
42
6.167,20
1.183,29
957,14
908,38
49
5.627,13
1.555,99
1.082,08
1.301,90
56
4.848,01
2.794,95
1.239,40
1.835,66
63
5.447,26
2.319,39
1.131,90
2.037,32
70
4.887,40
3.132,07
1.240,90
3.844,72
3.207,02
1.263,63
783,12
1.295,90
̅
-0-
Fuente: Longart et alii. 1986 y Farías et alii. 1987, adaptado por el autor.
-0-
153
CUADRO 2. Precipitación y rendimiento de materia seca (Kg/Ha) de
Brachiaria decumbens, durante cuatro ciclos de corte (1984-1985).
CICLOS
PRECIPITACIÓN
RENDIMIENTO
(mm)
Kg MS/Ha
C1
(Julio-septiembre 84)
600,7
3.207,02
C2
(Noviemb. 84-enero 85)
217,8
1.263,63
C3
(Febrero-abril 85)
59,3
783,12
C4
(Mayo-Junio 85)
255,9
1.295,90
Fuente: Longart et alii. 1986 y Farías et alii. 1987., adaptado por el autor.
De los Cuadro 1 y 2 se deduce que durante los períodos de baja pluviosidad,
el tiempo de reposo de los pastos deberá ser mayor que en los de elevada
precipitación.
En la Figura 8, se constata la necesidad de tomar en cuenta los tiempos de
reposo de los pastos, a objeto de permitir la máxima productividad del mismo, esto
es, la más elevada producción de materia seca por unidad de superficie y por
unidad de tiempo (tasa de Crecimiento = Kg/Ha/día).
Las curvas referidas en las tasas de crecimiento indican que con tiempos
muy cortos, la productividad de pastos puede ser muy baja. Sin embargo, debe
aclararse que la selección del período de reposo dependerá, además, de otros
factores, tales como, composición química, digestibilidad y aceptabilidad, a objeto
de ofrecer al animal un alimento de calidad que garantice la productividad animal.
Por esa razón, cuando se seleccione el tiempo de reposo óptimo debe hacerse en
función de la época del año, la producción y la calidad del mismo. Por otro lado,
cuando se trata de pastizales sometidos a pastoreo debe considerarse el tiempo
154
de ocupación, debido a que si éste es tan largo como para permitir que el animal
corte dos veces una planta en la misma ocupación, provocará una disminución
considerable de la producción. El efecto desfavorable de la prolongación de
tiempo de ocupación es más acentuado en la medida que es mayor el período de
sequía.
FIGURA 8.- TASA DE CRECIMIENTO DE Brachiaria decumbens
Fuente: Longartetalii. 1986.
155
Altura de corte o pastoreo
La altura de corte o pastoreo se relaciona con la cantidad de material
remanente en la planta, después de haberse pastoreado o cortado una planta
forrajera. Esa altura es óptima cuando permite el máximo rendimiento del pastizal
y proporciona al animal la mayor cantidad de materia seca con óptimo valor
nutritivo.
La altura de corte o pastoreo es de suma importancia también, cuando se
debe considerar la cantidad de tejido fotosintético (IAF) remanente para garantizar
el rebrote o nuevo crecimiento del pasto, ya que de este hecho y de el nivel de
reservas de carbohidratos dependerá la velocidad de rebrote de las forrajeras.
Es conveniente considerar que, la altura de corte que elimina un elevado
porcentaje de meristemas apicales también comprometen la importancia de IAF
remanente para la recuperación de la planta, en razón del tamaño del área foliar y
de la baja eficiencia fotosintética de las hojas viejas. Por lo tanto, para utilizar el
IAF remanente como criterio para el manejo de pastizales, con garantía de una
elevada velocidad de rebrote debe considerarse la estructura de la planta, la
proporción de brotes con meristemas apicales, después de la defoliación y la
época de corte o pastoreo.
Reservas de las plantas
Las reservas se definen como las sustancias orgánicas (carbohidratos)
producidas por la fotosíntesis que se acumulan en algunas partes de la planta,
principalmente en los órganos más permanentes para ser utilizados después de
las defoliaciones para recuperación de la planta a través de la formación de nueva
área fotosintética y crecimiento radicular.
156
Si la cantidad de tejido fotosintético remanente después del corte o pastoreo
es suficiente para mantener la planta por encima del punto de compensación, no
habrá consumo de reservas o éste será mínimo.
Las especies forrajeras varían en relación al lugar de almacenamiento de las
reservas; mientras las leguminosas acumulan los carbohidratos en las raíces, las
gramíneas lo hacen fundamentalmente en la base de los colmos. Por esa razón,
las gramíneas cespitosas son más sensibles a la altura de corte o intensidad de
pastoreo.
Reservas y crecimiento
En la primera fase del desarrollo de la parte aérea se reduce el porcentaje de
reservas debido a la formación de nuevas raíces y a otras necesidades fisiológicas
de la planta; luego la cantidad de reservas se estabiliza o comienza a aumentar
lentamente, mientras que el crecimiento de la parte aérea es intenso y rápido.
Cuando el crecimiento de la parte aérea se torna más lento, las reservas
comienzan a aumentar rápidamente (Figura 9).
FIGURA 9- RELACIÓN ENTRE EL CRECIMIENTO DE LA PARTE
AÉREA Y EL % DE RESERVA DE LA RAIZ
Fuente: Peterson, 1970.
157
La cantidad de follaje que se debe formar para que comience la acumulación
de reservas varía con las especies; algunas alcanzan su nivel de reservas más
bajo, cuando queda con apenas 10% de su follaje. Las reservas acumuladas
varían también con las condiciones ecológicas locales y con el manejo. Por
ejemplo, si se aplica nitrógeno al suelo, la planta crecerá por mayor tiempo,
demorando más para iniciar la acumulación de reservas.
La razón por la cual las plantas forrajeras difieren en su respuesta a la
frecuencia y altura de corte o pastoreo obedece al efecto de la interacción: índice
de área foliar (IAF) por reservas orgánicas por mecanismos de rebrote. Cortes a
ras del suelo, así como sobrepastoreo eliminan toda el área foliar y tienden a
destruir gran número de meristemas apicales que resultan en una menor
producción de forrajes y además, se manifiestan efectos nocivos sobre la
población de plantas forrajeras en virtud de la aparición de gran número de malas
hierbas.
158
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VOISIN, A. Produtividade do Pasto. Editora Mestre Jou. Sao Paulo, Brasil. pp 942. 1974.
161
CAPITULO VI
GRAMÍNEAS FORRAJERAS
De las 10.000 especies de gramíneas conocidas, una gran proporción es
encontrada en pastizales nativos. De esas, sólo 40 han sido identificadas como
constituyentes de 99% de los pastizales cultivados. Por lo menos 15 de estas
especies son encontradas en forma predominante en las condiciones tropicales y
subtropicales.
Los Pastizales nativos de Venezuela, están conformados, en su mayoría, por
especies graminiforme de poca cobertura, bajos rendimientos y calidad. Esto
redunda en una baja capacidad de sustentación y consecuentemente en una
limitada producción animal por unidad de superficie. Por esa razón continuamente
crece el interés por el incremento de áreas de pastos introducidos.
Como consecuencia de la atención dada a los programas de colecta,
evaluación y mejoramiento de plantas forrajeras en las condiciones tropicales el
número de especies utilizadas en los pastizales aumentó considerablemente. La
lista de gramíneas utilizadas continuamente, ha sido modificada con la
introducción de nuevas especies de reconocido potencial forrajero o a través de
nuevas variedades provenientes de programas de mejoramiento genético.
Recientemente se han introducido forrajeras, como: el sabanero (Adropogon
gayanus) Barrera (Brachiaria decumbens) Alambre (Brachiaria humidicola);
Marandu (Brachiaria brizantha) Congo (Brachiaria ruziziensis); (Panicum maximum
cv. Tobiata). Así mismo, se espera la difusión de forrajeras que han sido liberadas
y otras en proceso de prueba en diferentes países del trópico americano, entre las
cuales se pueden citar: la Brachiaria dictyoneura) (Brachiaria eminii).
Las nuevas especies y cultivares seleccionados en los últimos años,
obedecen a un proceso de búsqueda de mejores forrajeras que se adapten a las
condiciones de los suelos pobres y elevada acidez imperantes en las sabanas
162
tropicales, que resistan a las plagas y enfermedades que las atacan, que
manifiesten un alto rendimiento. En definitiva, se pretende lograr plantas
eficientes, bien adaptadas, persistentes, altamente productivas y que contengan
más proteínas.
Los productores por su parte, en la mayoría de las zonas tropicales, reciben
con beneplácito las nuevas especies, variedades y cultivares, que son lanzadas al
mercado con la equivocada idea de lograr un pasto ―milagro so‖ que resuelva de
inmediato los principales problemas que limitan la producción animal en
pastizales, esto es, la cantidad y la calidad del forraje disponible. Sin embargo, es
improbable que el simple cambio de una especie o variedad de pasto en una finca,
resuelva todos los problemas, si no se realizan otros cambios en el manejo del
pastizal y de los animales: abonamiento, calidad de los animales, sistemas de
pastoreo, conservación, etc., los cuales participan como coadyuvantes para el
mejoramiento de las explotaciones ganaderas.
Por esa razón, es importante realizar un análisis minucioso de los factores
limitantes de la producción de los pastizales y de los animales, antes de proceder
a la sustitución o mejoramiento de pasturas de una finca o una región.
Selección de la especie forrajera
Para escoger la especie forrajera que se ha de establecer en una
explotación, es necesario tomar en consideración una serie de cualidades
inherentes a la planta, que permitan preveer las posibilidades de éxito de la
pastura que se va a establecer. En forma general, las características básicas que
una especie debe tener para constituir un pastizal son las siguientes: a)
adaptación a factores climáticos, edáficos y bióticos; b) Alto potencial productivo y
calidad; c) factores morfológicos y fisiológicos relacionados con manejo.
La importancia de los factores mencionados depende de las características
de cada región y del sistema de producción a ser utilizado. En cualquier
163
circunstancia, la adaptación de las especies a las diferentes condiciones de
manejo es fundamental, ya que de esto depende la máxima producción, calidad y
persistencia de la pastura. La persistencia de la pastura es considerado el atributo
más valioso del pastizal, en virtud de que los costos implicados en la renovación o
establecimiento de los mismos, pueden afectar la viabilidad económica de la
empresa ganadera.
Adaptación a factores: climáticos edáficos y bióticos
Los factores edáficos y climáticos son los principales determinantes de la
adaptación y producción de forrajeras en cualquier región. Las gramíneas en
pastizales difieren en cuanto a su capacidad para adaptarse a las condiciones
ambientales y de manejo que se les aplique.
En el Cuadro 1 se indican algunas características relativas a la adaptación de
varias gramíneas forrajeras, las cuales sirven apenas como referencias, ya que
existen variaciones en la tolerancia a diferentes factores entre especies y entre
variedades de una misma especie. De los factores bióticos, el animal en pastoreo,
es tal vez, el principal agente de degradación de los pastizales. La selección de las
plantas forrajeras resistentes al pastoreo ha sido la constante preocupación. Sin
embargo, puede afirmarse que tal resistencia no existe por sí misma, siendo que
la resistencia al pastoreo de las plantas forrajeras depende de la frecuencia con la
cual sea eliminado su meristema.
Las forrajeras más resistentes al pastoreo son las de hábito de crecimiento
estolonífero y rizomatoso, en razón de que difícilmente sus meristemas son
alcanzados por el pastoreo, mientras que esto no sucede con las plantas de hábito
erecto. Por esa razón la diferencia de resistencia debe ría hacerse en el sentido de
clasificar las plantas forrajeras en ―tolerantes e intolerantes al mal manejo‖, en
lugar de resistentes al pastoreo.
164
CUADRO 1. Características de adaptación de gramíneas forrajeras tropicales.
GRAMÍNEAS
RESISTENCIA A:
SEQUIA
FRIO
SOMBREAMIENTO
ENCHARCAMIENTO
ACIDEZ
EXCESO Al
SALINIDAD
FUEGO
DEFOLIAC.
Andropogon gayanus
3
1
-
4
3
-
-
4
3
Brachiaria decumbens
2
2
2
3
3
5
-
4
5
Brachiaria mutica
1
1
1
5
3
-
-
3
4
Cenchrus ciliaris
5
2
-
2
1
1
3
5
4
Chloris gayana
3
4
-
2
2
-
5
4
4
Cynodon dactylon
3
3
2
3
5
5
5.
4
5
Cynodon nlemfuensis
2
2
-
-
4
-
-
4
4
Digitaria decumbens
3
2
-
3
3
-
4
4
4
Hyparrhenia rufa
3
2
-
2
3
3
-
5
2
Melinis minutiflora
2
2
-
1
5
5
-
2
1
Panicum maximum
3
2
3
3
3
4
-
4
3
P. maximum var. trichoglume
3
3
4
2
2
-
4
3
Paspalum dilatatum
3
4
2
2
3
3
4
4
Paspalum notatum
3
3
-
4
4
-
-
4
4
Paspalum plicatulum
3
3
-
4
4
5
-
4
4
Pennisetum clandestinum
2
4
-
-
3
-
5
4
5
Pennisetum purpureum
2
1
-
-
4
-
-
4
5
Setaria anceps
2
4
4
4
4
-
3
4
3
Tripsacum laxum
2
1
-
2
3
-
-
4
3
VALOR 1 = Menos resistente; VALOR 5 = Más resistente
Fuente: Humpherys. 1981, c.p. Andrade, 1986.
165
De esta manera, se justifica el hecho de la existencia de pastizales de
crecimiento macolloso, con largos períodos (10-15 años) sometidos a pastoreo.
Las especies forrajeras, generalmente presentan variabilidad en cuanto a su
tolerancia a plagas y enfermedades. Los perjuicios causados por diferentes
insectos a los pastizales, fundamentalmente a las especies introducidas, han
llamado la atención a los productores e investigadores, en el sentido de lograr un
control a las plagas y enfermedades. En general, es muy poca la importancia que
se le ha dado a las plagas y enfermedades que atacan los pastos, si se compara
son otros cultivos. Estos solamente han sido combatidos, cuando las forrajeras
sirven de hospederos alternos o reservorios a las plagas que atacan los cultivos.
Entre las plagas más importantes que atacan los pastizales en Venezuela, se
pueden indicar: a) La candelilla o espumita, salivazo, meón de los pastos,
chicharrita negra, salivita, etc., que incluye varias especies o subespecies que
atacan diversas plantas cultivadas (caña de azúcar, maíz, arroz, sorgo), y diversos
pastos naturales y mejorados (B. decumbens, D. decumbens, Panicum maximum
etc.). En Venezuela, se reconocen cuatro especies de cadelilla importantes
(Aeneolamia flavilatera, Aeneolamia reducta, Aeneolamia lepidior y Aeneolarnia
varia; b) Bachaquito de los pastos (Acromyrmex landolfi) los cuales cortan las
hojas de los pastos para fabricar el hongo del cual se alimentan, y además,
ocasionan remoción del suelo cerca de la raíz, provocando mayor susceptibilidad
a la sequía; c) Gusano barredor (Spodoptera frugiperda) o cogollero del maíz. El
daño es causado por las larvas que se alimentan de follaje; d) Gusano medidor de
los pastos (Mocis latipes). El daño es causado por las larvas, las cuales bajo
ciertas condiciones ambientales, pueden desarrollar poblaciones muy grandes,
capaces de defoliar totalmente los potreros; e) Chinche de la pangola (Blissus
leucopteros y Blissus insularis), además de la pangola, puede atacar otros pastos
(estrella, tanner, pará, etc.). El daño es causado, tanto por las ninfas como por los
adultos que chupan la savia en la base de los tallos y raíces, causando una
marchitez, amarillamiento y algunas veces muerte de la planta.
166
De manera general, el control de plagas en pastizales es dificultado por el
escaso valor económico, por unidad de área de pastura y por el costo de
productos químicos. Por otro lado, las dificultades presentadas por los otros
sistemas de control, han estimulado a los científicos a procurar especies y/o
variedades de pasto tolerantes o resistentes a diferentes plagas de importancia
económica. En este sentido, se pueden indicar los trabajos que se están
realizando para lograr una forrajera resistente al salivazo, partiendo de especies
que han mostrado resistencia a esta plaga (Brachiaria jubata), la cual posee un
compuesto químico (fitoecdisteroide) que interfiere con el control hormonal de la
muda, ocasionando deformación y muerte del insecto.
Potencial productivo y calidad de forrajes
La cantidad y distribución de la radiación solar, asociada a la capacidad
fotosintética de las gramíneas forrajeras tropicales, permiten a éstas, una
productividad de aproximadamente el doble de las de clima templado. Mientras el
potencial productivo de gramíneas templadas está limitado aproximadamente a
25.900 Kg MS/Ha/año, las de clima tropical pueden producir hasta 80.000 Kg
Ms/Ha/año.
La productividad de las gramíneas forrajeras tropicales, además de otros
factores ambientales, está fuertemente limitado por la disponibilidad de
nutrimentos en el suelo, razón por la cual, en la mayoría de los casos, es
necesario, previo análisis, aplicar la fertilización necesaria que garantice la
expresión del potencial productivo de las especies forrajeras. En función de las
cantidades que deben ser utilizadas, los macronutrimentos, principalmente,
nitrógeno, fósforo, potasio y azufre; generalmente se indican como los más
importantes. El calcio y el magnesio, pueden constituirse en elementos, también
importantes en suelos con elevados contenidos de aluminio.
A pesar de la importancia del fósforo, principalmente para el estable cimiento
de las plantas forrajeras y la necesidad de potasio y de azufre, para mantener la
167
productividad, no existe duda, que en términos de cantidad necesaria, el nitrógeno
es el elemento más importante para maximizar la producción de las pasturas.
La producción de materia seca de gramíneas en respuesta a la fertilización
con niveles crecientes de nitrógeno, es normalmente lineal, hasta ciertos límites,
que varían principalmente con el potencial genético de las plantas, con la
frecuencia de cortes y con las condiciones climáticas. Por otro lado, es importante
señalar que los factores indicados que provocan variación en la producción de
materia seca, también tienen efecto sobre el valor nutritivo de las gramíneas
tropicales. En los Cuadros 2 y 3 se ir dican valores que demuestran el efecto de la
aplicación de dosis crecientes de nitrógeno y de la edad de la planta,
respectivamente, sobre la producción, tasa de crecimiento y contenidos
porcentuales de algunos valores nutritivos en pasto barrera, en época de lluvia y
de sequía.
El bajo nivel de producción por animal en pastizales tropicales siempre, ha
sido relacionado con la baja calidad del forraje disponible en términos de consumo
voluntario y digestibilidad. La interacción de características químicas y físicas del
forraje con mecanismos de digestión, metabolismo y consumo voluntario,
determinan el nivel de consumo de energía digestible y del comportamiento
animal.
Generalmente, cuando se comparan las gramíneas de climas templados con
las del trópico, se detecta que la mayoría de las templadas, poseen una
digestibilidad superior a 65%; mientras que las tropicales tienen un 13% menos de
digestibilidad. Raras veces las tropicales alcanzan el valor de digestibilidad similar
al valor indicado (65%).
La digestibilidad de las gramíneas tropicales disminuye continuamente con la
edad de la planta.
168
CUADRO 2. Efecto de niveles crecientes de nitrógeno sobre el rendimiento de
materia seca, tasa de crecimiento (TC), contenidos porcentuales de proteína cruda
(PC), digestibilidad de la materia orgánica (DM0) y nutrientes digestibles totales
(NDT) de Brachiaria decumbens, en épocas de lluvias y de sequía.
ÉPOCA
L
L
U
V
I
A
NIVELES DE N.
(Kg/Ha)
0
100
200
300
400
REND. MS.
(Kg/Ha)
TC
(Kg MS/Ha/día)
PC
1170.67
3505,26
3690.20
3821.03
3850.93
23.42
74.02
81.79
85.03
84.71
S
E
0
580.34
12.63
Q
100
754.70
16.04
U
200
774.04
16.47
I
300
887.89
18.88
A
400
919.60
20.06
Fuente: Longart et alii. 1986 y Farías et alii, 1987. adaptado por el autor.
DM0
NDT
9.8
14.12
16.48
18.25
18.71
68.51
64.33
65.06
63.79
65.16
58.18
54.35
55.15
54.21
54.63
9.26
9.51
10.05
11.33
11.64
-
31.66
34.17
35.70
37.41
39.49
CUADRO 3. Efecto de la edad de corte sobre el rendimiento de materia seca tasa
de crecimiento (TC) y contenidos porcentuales de proteína cruda (PC),
digestibilidad de materia orgánica (DM0) y nutrientes digestibles totales (NDT) de
Brachiaria decumbens, en las épocas de lluvia y de sequía.
EDAD DE CORTE
EPOCA
L
L
U
V
I
A
REND. MS.
(DIAS)
(Kg/Ha)
14
28
42
56
70
199.53
1941.40
5167.20
4848.07
4887.40
TC
(Kg MS/Ha/día)
14.25
69.34
123.03
86.57
69.82
S
14
48.22
3.44
E
28
453.32
16.36
Q
42
953.42
23.24
U
56
1239.40
22.10
I
70
1242.94
18.38
A
Fuente: Longart et alii 1986 y Farías et alii 1987. adaptado por el autor.
PC
DMO
NDT
21.34
16.78
11.31
9.56
7.19
78.48
70.97
66.29
60.38
51.81
64.01
53.74
57.69
53.86
45.93
13.34
11.66
10.10
8.13
6.38
-
50.29
46.68
42.04
23.27
17.57
169
Las especies que presentan alta digestibilidad inicial, tienden a disminuir la
misma a una tasa más rápida que aquellas que presentan baja digestibilidad
inicial. Las forrajeras que mantienen alta digestibilidad por más largo tiempo,
tienen mayor importancia para la producción animal, que aquellas que declinan
rápidamente. Especies de los géneros Brachiaria, Setaria y Digitaria, en general,
presentan bajas tasas de declinación de la digestibilidad, cuando las mismas se
comparan con especies del género Panicum, Chloris e Hyparrhenia.
Por lo tanto, cuando se seleccionan especies de alta calidad, se debe tomar
en cuenta, además de la digestibilidad, la tasa de disminución de la misma, con la
maduración de la planta. Además de existir diferencias en la digestibilidad in vivo
de la materia seca entre especies. También se encuentran diferencias en el
consumo voluntario (Cuadro 4).
La
productividad
animal
en
pastizales
tropicales
manejados
inadecuadamente, varían de acuerdo a la especie, a la fertilización y a otros
factores ambientales. En el Cuadro 5, se indican resultados de ganancia de peso
vivo, obtenidos en pastoreo de diversas gramíneas forrajeras abonadas y no
abonadas con nitrógeno.
La productividad lechera en pasturas de gramíneas tropicales, es también
relativamente elevada, tal como lo señalan, por ejemplo, los resultados obtenidos
en Puerto Rico y Brasil de 8.700 a 7.000 Kg leche/Ha/año, respectivamente, con la
utilización de pasto elefante y suplementación con concentrado.
Factores morfológicos y fisiológicos relacionados con el manejo
La producción de las gramíneas forrajeras, después del corte o pastoreo,
depende de las condiciones edáficas y climáticas imperantes en el momento de la
defoliación, razón por la cual, la misma está relacionada con las características
morfológicas y fisiológicas de las plantas.
170
CUADRO 4. Diferencias en la digestibilidad in vivo de la materia seca (DM5) y
consumo voluntario (CV) entre géneros, especies y cultivares de gramínea con las
misma edad de rebrote.
COMPARACIÓN ENTRE
DMS
CV.
CONSUMO MS
DIGESTIBLES
Géneros:
C. Plectostachyus
Brachiaria — 2 spp
Digitaria - 2 spp
4.7
34
30
C. dactylon y S. anceps
2.5
49
39
6
20
24
Digitaria - 2 spp
0.5
12
15
Panicum - 6 spp
3.0
37
36
Setaria - 6 spp
4.0
7
17
C. ciliaris - 7 cultivares
1.8
24
28
C. gayana - 6 cultivares
2.6
4
6
P. notatum - 4 cultivares
5.0
39
43
P. plicatulum - 2 cultivares
4.0
45
56
C. gayana, S. splendida,
S. decumbens, P. maximum
cv. trichoglume, P. Purpureum
Especies dentro del género:
Cultivares dentro de especies:
Fuente: Monson 1971. c.p. Andrade 1986.
171
CUADRO 5. Efecto de la aplicación de nitrógeno sobre la productividad de
gramíneas forrajeras tropicales.
APLIC.
CARGA
N
ANIMAL/Ha
Kg/ANIM/DIA
Kg/Ha
P. purpureum
(Elefante)
Sin N
Con N
1.70
2.80
0.52
0.46
262
407
P. maximum
(Guinea)
Sin N
Con N
1.81
2.21
0.48
0.47
254
312
D. decumbens
(Pangola)
Sin N
Con N
1.78
2.16
0.46
0.46
229
299
C. dactylon
(Bermuda)
Sin N
Con N
2.55
2.84
0.37
0.37
252
311
GRAMINEA
GANANCIA DE P.V. *
* Resultados obtenidos de dos períodos (26/06/67 a 03/04/68 y 19/06/68 a 23/04/69).
Fuente: Linet alii 1969, c.p. Born, 1986.
El pastoreo afecta los diferentes componentes del rebrote y de la calidad del
forraje, debido al hábito selectivo del animal, retorno de ex crementos al pastizal y
pisoteo a las plantas. Otros factores, tales como, sistema radical más profundo o
capacidad productora de semillas, también pueden afectar el crecimiento y la
sobrevivencia de las plantas, después de la defoliación. Generalmente, los
animales consumen una planta individual, varias veces, pero la frecuencia e
intensidad de pastoreo de cualquier rebrote es influenciado por varios factores,
incluyendo la carga animal, la densidad y la altura de la pastura. Además, las
gramíneas forrajeras difieren en su hábito de crecimiento, arquitectura de la
planta, relación hoja/tallo, el arreglo o acomodación de los rebrotes, densidad y
accesibilidad de las hojas. Por tales razones, es de esperarse que el proceso de
pastoreo afecte la estructura de la pastura, a través de los cambios en la
composición botánica, en la proporción de hoja, tallos y material muerto, después
172
que los animales seleccionan especies y partes de plantas que presentan valor
nutritivo más elevado.
Las gramíneas forrajeras difieren en cuanto a su capacidad para resistir el
pisoteo. En general, las especies estoloníferas y rizomatozas, como el pasto bahía
(Paspalum notatum), son más tolerantes al pastoreo intenso y frecuente, que
especies macollosas como la guinea (Panicum maximum).
La producción de materia seca del rebrote después del pastoreo puede ser
influenciada por la morfología de la planta (principalmente por el número de
meristemas apicales que escapan a la defoliación), por el contenido de
carbohidratos no estructurales almacenados y por el área foliar residual.
En la práctica, la altura de las plantas, ha sido utilizada como referencia en el
manejo de las principales gramíneas forrajeras. Tomando como base diversos
estudios realizados, en el Cuadro 6 se indican las alturas de manejo que son
sugeridas para la utilización adecuada de diversas especies y variedades de
gramíneas tropicales.
Establecimiento de gramíneas forrajeras
El establecimiento es la fase más importante de toda pastura debido a
que los aciertos o errores que se cometen en esta etapa se reflejan en la
persistencia y producción de la misma. Por esa razón, cuanto mayor sea el
cuidado que se haya tenido durante el establecimiento, mayor garantía se tendrá
de la producción por unidad de superficie y de tiempo de los pastizales, siempre y
cuando el manejo posterior sea adecuado.
173
CUADRO 6. Altura de manejo de varias gramíneas forrajeras tropicales
GRAMÍNEAS
ALTURA (cm) DEL PASTO CUANDO LOS ANIMALES
ENTRAN AL PASTO
SALEN DEL PASTO
60-80
30-40
50-60
25-30
30-40
25-30
30-40
15-20
Pangola, bermuda
25-30
10-15
Bahía
10-15
4-6
Variedades; Elefante
Guinea, Tobiata y otros de porte
semejante
B. ruziziensis y otros de porte
semejante
Capin melao, yaraguá, Barrera,
Braquiaria gigante, Setarias y
otras de porte semejante
Fuente: Andrade 1986.
La rápida degradación de pastizales recién establecidos, frecuentemente es
provocado por una inadecuada presión de pastoreo impuesta a áreas en las
cuales, la densidad y/o tasa de crecimiento de las plantas forraje ras fueron
perjudicadas durante la formación de las pastura. El hábito de pastoreo selectivo
de los animales en reas de pastos mal formados, estimula el aparecimiento y
diseminación de plantas invasoras en los pastizales que son el inicio de la
degradación de los mismos.
Factores que afectan el establecimiento de pasturas
Además del valor cultural de la semilla, de la escogencia de la especie
forrajera adaptada a las condiciones ambientales, y los métodos de siembra,
existen otros factores responsables por el fracaso en el establecimiento de
pastizales: falta de humedad, cobertura insuficiente o excesiva de la semilla,
174
formación de costras en el suelo, falta de inoculación, falta de correctivos del suelo
y/o fertilizantes, drenaje pobre, sequía, competencia de otros cultivos y con
plantas invasoras y ataques de plagas y enfermedades. Por lo tanto, la
consideración de todos estos factores es de importancia fundamental para
encontrar las soluciones vía- bies a los problemas señalados, teniendo en cuenta
las limitaciones socio económicas típicas en el medio tropical.
Selección de la especie
La selección de la especie forrajera a ser establecida debe realizarse,
tomando en cuenta las exigencias climáticas y edafológicas, así como el tipo de
explotación y el uso que será dado a la pastura.
Exigencias climáticas
1. Humedad.
Este factor tiene importancia desde el proceso de germinación hasta la
maduración total de las plantas, determinando el alto grado de persistencia del
pastizal. El agua influye sobre la dilución del tegumento de la semilla, permitiendo
la proyección de las estructuras de la plántula, facilita la entrada de oxígeno y la
salida de gas carbónico, diluye el protoplasma, estimulando la digestión del
material de reserva, permite la transferencia de los nutrimentos solubilizados para
los puntos de crecimiento del embrión.
Los requerimientos de humedad varían con las especies. Existen especies
cuyo hábitat natural es húmedo, por ejemplo, los pastos Pará (Brahiaría mutica),
Tanner
(Brachiaria
radicans),
Alemán
(Echynochloa
polystachya),
Caribe
(Eriochloa polystachya). Otras especies se desarrollan en condiciones de sabana
bien drenadas, típicas de Trachypogon entre otras: Brachiaria humidicola,
Brachiaria decumbens, Brachiaria brizantha, Brachiaria dictyoneura, Andropogon
gayanus, etc., mientras que algunas, a pesar de su hábitat natural seco, se
175
desarrollan bien en suelos con mayor retención de humedad (Brachiaria
humidicola, Digitaria swanzilandensis, etc.)
En el Cuadro 7 se indica la influencia de las condiciones de humedad sobre
la producción de tres gramíneas forrajeras, observándose que el pasto Barrera,
por ejemplo, de hábitat seco, manifiesta un pobre comporta miento, cuando se
intenta establecerlo en condiciones húmedas. Sin embargo el Tanner, manifiesta
un alto rendimiento, en razón de contar con las condiciones de su hábitat natural.
CUADRO 7. Comportamiento de tres gramíneas forrajeras, bajo condiciones
humedad del Estado Monagas.
EDAD DE CORTE
RENDIMIENTO MS/HA/CORTE
(DIAS)
TANNER
BARRERA
ZWAZI.
21
2.179
460
1.537
35
3.676
1.891
2.928
49
8.690
3.132
5.062
63
15.191
5.401
7.017
Fuente: Molina at alii. 1981, citado por González 1982.
2. Temperatura.
Las semillas de las diferentes especies vegetales, además de la humedad,
generalmente necesitan cierto grado de temperatura, para que el proceso de
germinación se realice en forma adecuada. La temperatura requerida para la
176
germinación de la semilla, sobrevivencia y producción de las plantas forrajeras,
varía de acuerdo con la especie considerada. La temperatura influye en todos los
procesos fisiológicos de los vegetales, ejerce efectos cualitativos y cuantitativos
sobre el desarrollo de las plantas. Las temperaturas óptimas para el crecimiento
de la mayoría de las especies originarias de climas templados están entre 25 y 30°
C; mientras que para las especies tropicales oscila entre 30 y 35°C.
En las condiciones tropicales, la altitud determina una variación de la
temperatura, razón por la cual algunas especies que exigen bajas temperaturas
para su establecimiento y persistencia, logran una buena adaptación en este
ambiente. Especies como Kikuyo (Pennisetum clandestinum), Imperal (Axonopus
scoparius), Gamelote (Axonopus micay), requieren altitudes superiores a 800
msnm y temperaturas en torno a los 17°C.
Fertilidad del suelo
En general, las grandes extensiones de tierras utilizadas con ganadería en el
trópico americano y en particular en Venezuela, se caracteriza por la baja fertilidad
de los suelos y la elevada acidez, en algunos casos con elevados contenidos de
Al, Fe, y fin que limitan la producción forrajera. Por esta razón, los trabajos de
selección en los últimos años, han sido orientados a la consecución de especies
tolerantes a esas condiciones. En el Cuadro 8 se señala la producción de materia
seca de algunas gramíneas forrajeras, adaptadas a las sabanas ácidas del Estado
Monagas; observándose que la Brachiaria decumbens y Andropogon gayanus
manifiestan una producción de materia seca con marcada superioridad sobre
Digitaria decumbens, Digitaria unfolozii y Panicum maximum.
177
CUADRO 8. Producción de materia seca de gramíneas forrajeras en
sabanas ácidas del Estado Monagas.
ESPECIE
* PRODUCCIÓN DE MS
Kg/Ha
Andropogon gayanus
17.016
Brachiaria decumbens
11.673
Digitaria decumbens
2.093
Digitaria unfolozii
2.087
Panicum maximum
1.202
* Producción de cuatro cortes
Fuente: Corado 1981.
1. Exigencias nutricionales.
Las especies forrajeras difieren en cuanto a los requerimientos nutricionales,
razón por la cual, las recomendaciones de fertilización deben ser basadas en los
requerimientos de las especies y la disponibilidad de nutrimentos indicados en el
análisis de suelo. Las recomendaciones de fertilización no deben generalizarse
para las especies, ni para las diferentes zonas ecológicas. Algunas especies
adaptadas poseen capacidad para suministrar una buena cantidad de materia
seca en condiciones de baja fertilidad (B. decumbens, B. humidicola, B.
díctyoneura, Andropgon gananus, etc.), mientras que otras manifiestan mayor
exigencias por nutrimentos del suelo (D. decumbens, B. radicans, B. mutica, P.
pupureum, P. maximum, etc.).
178
Fases del establecimiento
Preparación del terreno:
1. Deforestación. Esta práctica generalmente se realiza con máquinas
apropiadas de acuerdo al tipo de vegetación que debe eliminarse. Cuando la
deforestación se realiza con el fin de establecer pastizales, deben dejarse
algunos árboles que puedan servir de sombra al ganado en pastoreo. La
deforestación debe realizarse con suficiente anticipación al momento de la
siembra, para asegurar la descomposición de la materia orgánica.
2. Preparación del suelo: La preparación del suelo puede ser en muchos casos,
la causa del fracaso del establecimiento de plantas forrajeras. Los principales
objetivos de la preparación del suelo, son: contra lar las plantas invasoras y
dejar una capa de suelo mezclada y fina, capaz de facilitar el contacto más
íntimo de la semilla con el agua del suelo y permitir un desarrollo radical a
través del continuo suministro de agua.
La preparación del suelo no debe ser excesiva a punto de dejarlo
pulverizado, ya que esto permitiría la formación de costras en la superficie, que
disminuyen la infiltración de agua, impiden la aireación, aumentan la escorrentía y
la erosión del suelo. En los suelos arenosos, la preparación puede hacerse
adecuadamente con varios pases de rastra, mientras que en los pesados,
generalmente se requiere de aradura y rastreo.
Siembra:
1. Semilla: La semilla debe ser de buena calidad en cuanto a pureza y poder
germinativo, para lo cual, algunas semillas requieren pasar un período de
latencia o ser escarificada, a objeto de facilitar la emergencia de las plántulas.
Debido a que algunas semillas de pasto son muy pequeñas y livianas
(Cenchrus ciliaris, Androgon gayanus, etc.), para sembrarlas se recomienda
mezclarlas con materiales como aserrín, arena, tierra seca, etc., para de esta
179
forma, asegurar una adecuada densidad de plantas en el potrero. Para evitar
posibles ataques de insectos, y enfermedades, las semillas pueden ser
tratadas con insecticida y fungicidas.
2. Época de siembra: La época de siembra, en condiciones naturales,
depende del comportamiento de las lluvias.
Para definir la época de siembra, se recomienda recurrir a la in formación
meteorológica existente en cada zona, de tal manera de poder programar las
actividades de preparación de suelos (en período prehúmedo) y la siembra,
cuando las lluvias se hayan estabilizados y puedan garantizar la humedad
requerida.
Cuando se realiza la siembra de semillas pequeñas superficialmente, éstas
se hacen susceptibles a períodos secos eventuales.
Métodos de siembra:
Los pastos pueden sembrarse en hileras o al voleo. El método a
utilizar es aquel que se adapte a las condiciones locales.
1. Siembra en hileras: Las especies anuales, como maíz y sorgo forrajero,
generalmente se siembran en hileras. Algunos pastos perennes de corte
(Elefante, King grass) de semilla asexual, se siembra en surcos con separación
de 60-70 cm entre hileras. Cuando el material vegetativo para siembra son
estolones o rizomas, se puede sembrar en hileras separadas entre 1 y 3
metros o en franjas con varias hileras distribuidas en el campo.
2. Siembra al voleo: Consiste en distribuir uniformemente, sobre la superficie del
terreno la semilla del pasto (sexual o vegetativa), y luego enterrarla
convenientemente para que haga un buen contacto con el suelo.
180
La semilla sexual se distribuye manual o mecánicamente, utilizando la misma
máquina que esparce el fertilizante al voleo. Posteriormente, la semilla se tapa
convenientemente, de tal manera que quede enterrada 1-3 cm, dependiendo del
tamaño de la misma, mediante un pase de rastra liviana y cerrada o de rodillo,
cadenas, etc.
3. Cantidad de semilla: La cantidad de semilla a utilizar por unidad de superficie,
depende de la especie a establecer (Cuadro 9), calidad de semilla, método de
siembra y disponibilidad de semilla.
CUADRO 9. Cantidad de semilla recomendada para el establecimiento de algunas
gramíneas forrajeras.
Kg/Ha
ESPECIE
SEXUAL
VEGETATIVO
B. decumbens
2
-
A. gayanus
5
-
P. maximum
5
-
P. purpureum
-
2.000 - 3.000
M. minutiflora
-
2.500 - 3 .000
D. decumbens
-
2.000 - 2.500
D. swazilandensis
-
1.500 - 2.000
C. nlenfuensis
-
1.500 - 2.500
Fuerte: CIAT 1981 y González 1982.
4. Uso que se dará a la pastura: La escogencia de la especie forrajera a
establecer, debe hacerse en función del uso que le será dado posteriormente.
Si va a ser utilizado bajo pastoreo, deberá definirse en función de sus
181
características relativas a la capacidad de sustentación, resistencia al pastoreo
y a otros factores relacionados con la persistencia de la especie en
determinado ambiente. Si la pastura va a ser utilizada para ser conservada o
repicada
para
suministro
a
los
animales
en
el
comedero,
deberá
adicionalmente considerarse factores relacionados con la extracción de
nutrimentos del suelo, que no regresan al pastizal por vía de los excrementos.
182
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188
CAPITULO VII
LEGUMINOSAS FORRAJERAS
Debido al gran potencial que las leguminosas representan en la producción
de forrajes y a su capacidad mejoradora de la fertilidad del suelo, esta familia
vegetal debe ser considerada en lugar destacado entre las plantas superiores.
Las leguminosas, por su capacidad de vivir en simbiosis con bacterias
fijadoras del nitrógeno del aire atmosférico, proporcionan al suelo un extraordinario
mejoramiento, que evaluado en términos económicos, representa un ahorro de
significativas cantidades de fertilizantes químicos nitrogenados.
Sin duda alguna, las leguminosas forrajeras, representan una de las fuentes
más económicas que pueden utilizarse para promover el mejoramiento de los
pastizales, en regiones que por sus condiciones poco favorable de fertilidad de
suelo, mantienen bajos niveles de producción.
Venezuela posee un enorme potencial forrajero, evidenciado no sólo por la
elevada cantidad de especies de gramíneas, sino también por el gran número de
leguminosas herbáceas, arbustivas y arbóreas que constituyen un importante
complemento en la alimentación del ganado y algunas veces el único sustento del
rebaño, durante las épocas de sequía crítica.
Al igual que otras familias vegetales, las leguminosas forrajeras pre sentarán
alta productividad, siempre que se satisfagan sus exigencias para desarrollo y
fijación de nitrógeno del aire atmosférico. Además del beneficio aportado al suelo,
ofrecen
al
animal
fracciones
alimenticias
de
alto
valor
nutritivo.
La importancia de las leguminosas forrajeras en la América Tropical y en
particular, en Venezuela, está relacionada con las grandes extensiones de
territorios con características de baja fertilidad existente, y en consecuencia las
especies a explotarse en estas condiciones climáticas y edáficas deben tener las
189
características siguientes: a) Tolerancia a bajos niveles de pH, inclusive
resistencia altas concentraciones de Al y Mn; b) bajos requerimientos de fósforo y
otros nutrimentos; c) nodulación efectiva con rizobium; d) compatibilidad con
gramíneas (crecimiento y rebrotes vigorosos, hábito de crecimiento adecuado); e)
tolerancia a insectos y enfermedades; f) adecuada aceptabilidad (ausencia de
factores tóxicos o apeticibilidad excesiva; g) tolerancia a la sequía y a la
inundación.
En las condiciones de la América Tropical, la utilización de las leguminosas
forrajeras en la alimentación animal, en pasturas asociadas o en forma exclusiva,
ha estado limitada principalmente a la falta de conocimiento sobre las prácticas
agronómicas y de manejo. Sin embargo, las grandes extensiones de territorio
(aproximadamente 200 millones de hectáreas), de sabana subutilizada (54%
correspondiente a Venezuela y Colombia), imponen la necesidad de aplicar
tecnologías y estrategias, que permitan incrementar la productividad de tan vastas
zonas.
Estudios realizados en sabanas nativas, con la incorporación de leguminosas
han demostrado importantes incrementos en la producción animal, que permiten
inferir que la utilización de esta tecnología es acertada.
Las asociaciones de gramíneas con leguminosas aumentan las ganancias de
peso, porque éstas mejoran la productividad del pasto y la eficiencia de la
utilización. Los estudios de nutrición animal, muestran Que los animales que
pastorean en asociaciones, seleccionan una dieta nutricionalmente mejor que
aquellos que pastorean sólo gramínea. La mejor dieta es responsable de mayores
ganancias de peso.
Aporte de nitrógeno de leguminosas a pasturas
La principal razón para utilizar las leguminosas en pastizales, radica en la
capacidad para establecer, en su sistema radical, una simbiosis con bacterias
fijadoras de nitrógeno, perteneciente al género Rhizobium. Como resultado de esa
190
asociación, el microorganismo fija nitrógeno del aire y promueve la combinación
del mismo con el hidrógeno, el oxígeno y otros elementos químicos, para formar
compuestos orgánicos que la planta utiliza en su crecimiento.
Por tal razón la contribución de las leguminosas como fuentes de suministro
de nitrógeno para pastizales, depende del establecimiento de una eficiente
simbiosis entre la planta y el ―Rhizobium‖. La formación de nódulos en las raíces
de leguminosas y la fijación de N2 por los nódulos forma dos, requieren una
secuencia compleja de procesos fisiológicos, muchos de los cuales envuelven
interacciones entre la bacteria y la planta hospedera. El funcionamiento adecuado
de la simbiosis depende, entre otros factores, del crecimiento de la planta
hospedera, ya que el proceso de fijación de N2 requiere de energía que es
obtenida a través de los productos fotosintéticos de la planta. Por otro lado, la
simbiosis estimula la planta hospedera mediante el suministro del N 2 fijado. Por lo
tanto, la fijación simbiótica de nitrógeno, es un proceso relacionado con el
crecimiento de la leguminosa y en consecuencia, con todos los factores que la
afectan.
Ciclo de nitrógeno en pasturas asociadas
El aprovechamiento de nitrógeno de la leguminosa por la gramínea, en
pasturas asociadas, ocurre a través de la muerte de parte de la planta (nódulos,
raíces y parte aérea), o transferencia mediante las deyecciones, después que los
animales han ingerido la leguminosa. La transferencia directa, esto es, la
excreción de N de los nódulos de las leguminosas para ser utilizado por las
gramíneas asociadas, se produce de manera poco significativa, contribuyendo con
no más de 0.5% del total.
El nitrógeno puede ser incorporado a un pastizal consorciado sometido a
pastoreo, por dos vías fundamentales (Figura 1). La primera, se refiere a la fijación
simbiótica de nitrógeno de la atmósfera (1); y la segunda a la aplicación de
nitrógeno mineral (IV). El nitrógeno incorporado a las plantas es ingerido por los
191
animales mediante pastoreo. Parte de éste puede ser extraído del ecosistema en
forma de leche o carne, etc., y por otra parte, devuelta al suelo por los
excrementos de los animales (heces y orina). El nitrógeno deberá ser disponible
(IV) nuevamente para las plantas, después de la mineralización en el suelo (III) en
ese punto pueden ocurrir pérdidas por volatización y por lixiviación.
FIGURA 1. Flujo de nitrógeno en pasturas asociadas sometidas a pastoreo.
Fuente: Kenzell 1970, c .p . Do Nascimento, 1986.
192
La diferencia principal entre el nitrógeno fijado por la leguminosa y el
nitrógeno aplicado es que el mineral puede ser absorbido inmediatamente por las
plantas asociadas, mientras el de la leguminosa es utilizado para su propio
crecimiento.
El nitrógeno fijado por la leguminosa, sólo se torna disponible para consumo
de la gramínea asociada después de su pasaje por el animal o de la
biodegradación de sus residuos.
Cantidad de nitrógeno fijado
En la mayoría de los trabajos experimentales, la fijación de N2 es estimada
mediante la diferencia entre la producción total de N en la asación
leguminosa/gramínea y el (1 producido en la gramínea pura. Los datos obtenidos
(Cuadro 1), permiten comparar diversas leguminosas tropicales en condiciones de
manejo semejantes.
Entre las leguminosas comparadas, las tasas anuales de fijación varía ron de
40 a 290 Kg/Ha/año, siendo que en la mayoría de los casos, los valores
registrados se sitúan entre 70 y 140 Kg de N/Ha/año. Aunque excepcionalmente,
variedades de leucena (Leucaena leucucephala) seleccionadas, pueden fijar hasta
900 Kg de N/Ha/año, en manejo intensivo. En algunas especies de leguminosas,
como por ejemplo Soja perenne (Neonotonia wightii) y Stylosanthes guianensis,
presentan variaciones considerables en las tasas anuales de fijación de N 2 de una
a otra localidad. Estas diferencias, probablemente se deben a los efectos de los
factores ambientales, tales como: disponibilidad de agua y nutrientes, temperatura
y sistema de manejo sobre el crecimiento de las leguminosas.
La cantidad de nitrógeno fijado por una determinada leguminosa, depende
grandemente de su producción de materia seca, la cual está condicionada a la
interacción entre el genotipo de la planta y las condiciones ambientales reinantes
durante el periodo de crecimiento.
193
CUADRO 1. Estimativas de la tasa anual de fijación aparente de N de
diversas leguminosas tropicales y de la transferencia aparente de N fijado para las
gramíneas asociadas.
LEGUMINOSA
N fijado (1)
N transferido (2)
(Kg/Ha/año)
(%)
LOCALIDAD
C. muconoides
90
20
Queensland—Australia
C. pubescens
108
13
Queensland—Australia
O. pubescens
lOO
-
São Paulo-Brasil
O. pubescens
72
-
São Pualo-Brasil
D. intortum
238
39
Hawai-U.S.A
D. intortum cv Greenleaf
172
20
Queensland-Australia
D. intortum cv Greenleaf
100-140
17
Queensland-Australia
G. striata
122
-
São Paulo-Brasil
L. bainesii cv miles
66
13
Queensland—Australia
L. bainesii
62
-
Zimbawe.
L. bainesii cv miles
51-74
12-15
Queensland-Australia
M. atropurpureus
76-102
29—37
Queensland-Australia
M. atropurpureus
135
39
Queensland-Australia
M. atropurpureus cv siratro
100-140
12-15
Queensland-Australia
M. atropurpureus cv siratro
85
-
São Paulo—Brasil
M. atropurpureus cv siratro
86
-
São Paulo-Brasil
N. wightii cv tinaroo
133
19
Queensland—Brasil
N. wightii cv Copper
100-140
16
Queensland-Australia
N. wightii
72
-
São Paulo-Brasil
N. wightii
40
-
São Paulo-Brasil
P. phaseoloides
99
14
Queensland-Australia
S. guianensis
290
-
Uganda
S. guianensis cv Schofield
135
10
Queensland—Australia
S. guianensis
43
-
São Paulo—Brasil
(1) N fijado (NF) = NL + N – N G
asociada
Fuente: Carvalho (1986)
- (2) N transferido (NT) = NG + - NG – NL = N gramínea no
194
Las evaluaciones realizadas para
determinar
la capacidad
de las
leguminosas de incorporar nitrógeno a los pastizales, son producto de
comparaciones con la aplicación de fertilizantes nitrogenados a gramíneas. Los
datos del Cuadro 1, referentes a experimentos conducidos en sistema de corte,
muestran que la contribución de las leguminosas para la asociación corresponde,
en la mayoría de los casos a aplicaciones de nitrógeno que varían entre 100 y 250
Kg/Ha/año.
Factores que afectan la producción y persistencia de las
leguminosas
Según la literatura, a pesar de existir evidencias de la potencialidad de las
leguminosas, todavía en los países tropicales y subtropicales, no se tienen en
escala comercial, los resultados esperados de estas plantas forrajeras. En
general, el fracaso en el uso de las leguminosas, es atribuido a la falta de
persistencia de las mismas. La corta persistencia de las leguminosas en las
condiciones tropicales, pueden estar asociadas a di versos factores, algunos de
los cuales relacionados con la escogencia de las especies para la formación de
pasturas y otros con la eficiencia del establecimiento o del manejo de la pastura
formada.
En el Cuadro 2, se muestran algunos de los factores que afectan la
producción y persistencia de las, leguminosas en las zonas tropicales y sub
tropicales. Las interacciones o combinación de factores son de difícil de
terminación; por lo tanto, no siempre se está seguro de las interacciones que
obstaculizan la producción y persistencia de las leguminosas.
195
CUADRO 2. Algunos factores ambientales y de manejo que afectan la
persistencia de leguminosas forrajeras tropicales
FACTOR
CARACTERÍSTICAS
Suelo
Acidez, textura, fertilidad, drenaje
Precipitación
Cantidad, distribución
Tipo de leguminosa y
competencia de la gramínea
Rebrotes, estolones, rizomas, altura,
Iluminación, nutrimentos
Ataque de patógenos
Enfermedades, insectos, nemátodos
Sistema de pastoreo
Continuo, rotacional, diferido
Atributos de la planta
Anual, perenne, aceptabilidad, calidad
Producción de semillas
---------------------
Fuente: Kretschmer (19)
Suelo
Cuando los factores (acidez, textura, estructura, humedad, aireación,
capacidad de intercambio, flora, raíces, minerales, etc.) se encuentran en
interacción óptima, el suelo ofrece condiciones ideales para el crecimiento y
desarrollo de las plantas. Lamentablemente, esas circunstancias no son comunes,
y frecuentemente se puede constatar que el suelo o algunos factores del suelo, se
tornan limitantes para la producción y persistencia de las plantas, dentro de las
posibilidades de alguna zona ecológica en particular.
196
Acidez
Los efectos de la acidez del suelo sobre el crecimiento, producción y
persistencia de las leguminosas, resultan de la acción directa sobre los simbiontes
(leguminosa-Rhizobium) e indirectamente, sobre la alteración de la disponibilidad
de algunos iones intercambiables del suelo, que son reducidos, perjudicando
además, la translocación de elementos minerales como P, Ca, Mg, y algunos
micronutrimentos. Por otro lado, es posible que exista una acumulación de ácidos
orgánicos y de otros elementos tóxicos, tales como el aluminio, el manganeso y de
óxidos e hidróxilos, libres de hierro y aluminio, que tienden a fijar el fósforo.
Algunos investigadores señalan que la población de Rhizobium es baja, en suelos
ácidos y que la persistencia de los mismos decrece, cuando no se corrige el factor
de acidez. Mientras que con la aplicación de cal agrícola, se incrementa
grandemente la población de ―Rizobium‖, en suelos similares.
Las razas de ―Rizobia‖ varían en cuanto a su sensibilidad, por la acidez. La
razas tropicales, son frecuentemente más tolerantes que las de climas templados.
Generalmente, las leguminosas de climas templado y tropical, se comportan de
manera diferente en lo referente a su sensibilidad, a suelos ácidos y su respuesta
a la aplicación de cal. Este comportamiento parece estar relacionado con la teoría
Norris, que sugiere que las leguminosas de climas templados se originaron y
evolucionaron en suelos fértiles, de pH elevado y ricos en calcio, mientras que los
tropicales, por haber surgido y evolucionados en suelos ácidos y de baja fertilidad,
desarrollaron tolerancia a bajo pH y alto poder de atracción de nutrimentos del
suelo.
La respuesta de las leguminosas a la aplicación de cal en suelos ácidos y de
baja fertilidad, parecen estar relacionados con el incremento de los niveles de
calcio y magnesio, y fundamentalmente, a su capacidad para neutralizar el
aluminio intercambiable que mantiene indisponible el fósforo presente en el suelo.
197
Existen algunas leguminosas forrajeras, por ejemplo, leucena, que no se
desarrollan bien en sucios extremadamente ácidos, con pH inferior a 5.0, pero
crecen bien en suelos neutros y alcalinos. Sin embargo, existen otras como el
Stylosanthes capitata, que persisten a pH de 4.3 en suelos con alto contenido de
aluminio, pero su persistencia en valores altos de pH no es segura. En general, la
gran mayoría de los cultivares de leguminosas recomendadas para las
condiciones tropicales, crecen bien en suelos con pH, próximo a 5.0, pero se
desarrollan en forma más vigorosa a pH de 5.5.
El Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), mediante una
metodología, usando una solución de hematoxilina (0.2%), la cual tiene alta
afinidad por el Al logró distinguir entre plantas tolerantes y menos tolerantes
(Cuadro 3). Los géneros Stylozanthes y Zornia presentaron el mayor número de
accesiones tolerantes a Al y Centrosema y Macroptilium, el mayor número de
accesiones sensibles.
Aunque la tolerancia al Al varió ampliamente a nivel de géneros, ésta
también se manifiesta marcadamente entre accesiones de un mismo género.
Textura
Las leguminosas varían su producción y persistencia, de acuerdo a la textura
de los suelos en los cuales se establezcan. Por ejemplo, Aeschynomene
americana y Terannus labialis, presentan buen desarrollo en suelos arcillosos;
mientras que Macroptiliurn atropurpureus, presentan desarrollo deficiente.
Frecuentemente ocurren problemas de fertilidad de suelos asociados con textura,
pH y drenaje, pero rara vez, se puede aislar uno de ellos, como única causa de la
falta de persistencia.
198
CUADRO 3. Evaluación de germoplasma de leguminosas forrajeras, por su
tolerancia a Al mediante la prueba de hemafoxilina.
N°
ACCESIONES
EVALUADAS
5 ppm
10 ppm
5 ppm
10 ppm
Stylosanthes
296
197
182
99
114
Zornia
156
112
93
44
63
Centrosema
151
23
15
128
136
Macroptilium
104
19
19
85
85
Vigna
69
10
10
59
59
Phaseolus
9
1
1
8
8
Aeschynomene
93
42
32
51
61
Calopogonium
55
0
0
55
55
Galactia
81
30
30
51
51
Pueraria
1
1
0
0
1
Leucaena
1
0
0
1
1
Desmodiurn
2
1
1
1
1
1.018
436
383
582
635
GENERO
TOTAL
TOLERANTES
SUSCEPTIBLES
Fuente: CIAT, 1979.
Fertilidad
La existencia de deficiencias nutricionales en el suelo, generalmente,
provocan fallas en el establecimiento de leguminosas. Las especies introducidas,
aunque adaptadas a determinado ambiente, frecuentemente exigen un nivel de
fertilidad mayor de la que normalmente se encuentra en los suelos destinados a la
formación de pasturas. Por lo tanto, si las deficiencias nutricionales u otros
factores del suelo, perjudiciales a la planta hospedera o al proceso de nodulación
199
y fijación de nitrógeno no son corregidas durante la siembra, el establecimiento y
naturalmente la persistencia de la pastura será perjudicada.
Debido al contenido de proteínas de la cual el fósforo es factor importante,
las leguminosas, generalmente requieren de mayor cantidad de este nutrimento
que otras especies vegetales. El adecuado suministro de fósforo a las
leguminosas estimula el crecimiento radicular e incrementa el número, densidad y
tamaño de los nódulos, elevando así la tasa de fijación de nitrógeno y en
consecuencia la producción.
Generalmente, el fósforo se considera el elemento más limitante en los
suelos ácidos e infértiles de América Tropical. Es obvio que para aumentar la
producción de forrajes es necesario aplicar fertilizantes fosfatados, así como
seleccionar especies de leguminosas y gramíneas forrajeras que utilicen
eficientemente él fósforo del suelo.
El potasio es imprescindible para funciones fisiológicas, tales como:
a) metabolismo de los hidratos •de carbono; b) metabolismo del nitrógeno y
síntesis de proteína; c) regulación de las funciones de varios elementos minerales
esenciales; d) neutralización de los ácidos orgánicos; e) activación de varias
enzimas; f) promoción del crecimiento de los tejidos meristemáticos; g) ajustes de
la apertura de los estomas y relaciones con el agua.
Existen dudas de que la deficiencia de potasio en la mayoría de los suelos
tropicales, sea lo suficientemente severa para causar la muerte de las
leguminosas en pastoreo; sin embargo, la respuesta a la aplicación de este
nutrimiento ha sido demostrada en diversas oportunidades.
La deficiencia de magnesio parece no estar involucrada en la persistencia de
las leguminosas. El nivel de deficiencia de otros nutrimentos no ha sido
definitivamente aclarada, pero probablemente tienen poco efecto
en la
persistencia a pesar de la respuesta observada a la aplicación de Mo, s y Zn. De
200
estos nutrimentos, el azufre puede tener un efecto indirecto en la persistencia, ya
que puede influenciarla aceptabilidad relativa de las especies en asociación.
El azufre es requerido para la conversión en proteínas, del nitrógeno no
protéico, ya sea absorbido del suelo o fijado de la atmósfera por el sistema
simbiótico. La falta de azufre impide la fijación de nitrógeno atmosférico por las
bacterias radicales, debido a una respuesta específica de las leguminosas.
El molibdeno es uno de los micronutrimentos más importantes para las
leguminosas, por cuanto es requerido, por lo menos en dos procesos esenciales
de la nutrición de la planta: en el eficiente funcionamiento del Rhizobium y en la
transformación de las formas de N-nítrico en N-amoniacal. La deficiencia de Mo
puede presentar dos sintomatologías: a) cuando la deficiencia afecta apenas la
función del Rhizobium, los síntomas son característicos de falta de nitrógeno y
pueden ser corregidos con la aplicación de ese elemento; b) cuando la deficiencia
es más aguda y afecta también a la planta hospedera, la cual presenta síntomas
típicos y sólo pueden ser corregidas con la aplicación del Mo.
El zinc interviene en la síntesis de triptofano, precursor del ácido indolacético,
principal auxina de producción natural de los vegetales. Su carencia altera el
metabolismo, produciendo aberraciones estructurales en los ápices radicales,
enanismo vegetativo y fallas en la formación de semillas.
Precipitación
El régimen pluviométrico de una región se inviste gran importancia en virtud
de su influencia en la determinación del potencial forrajero de la misma. La
intensidad y distribución de las lluvias, definen la estacionalidad y producción de
las forrajeras. Su conocimiento permite delimitar los períodos de alta y baja
producción de forrajes durante el año.
201
El efecto de la humedad proveniente de lluvias, del riego o de fuentes
subterráneas, sobre la producción y la persistencia de las especies forrajeras,
dependen de la capacidad de absorción y retención del suelo, así como de las
plantas, para desarrollar un abundante sistema radical y una abundante área
foliar. En el Cuadro 4 se indican las condiciones hídricas requeridas por algunas
leguminosas forrajeras, para lograr un desarrollo y una persistencia satisfactoria.
CUADRO 4. Adaptación hídrica de leguminosas forrajeras en Venezuela.
LEGUMINOSA
PRECIPITACIÓN
PERIODO DE
mm/año
SEQUIA
700 - 1.600
1
TOLERANCIA
SEQUIA
INUNDAC.
3- 4
3
5
1.300 - 2.800
1- 2
2
3
Centrosema pubescens
800 - 2.500
2- 3
3
3
Stylosanthes guianensis
800 - 2.500
2- 4
3
3
Clitoria ternatea
600 - 1.300
4- 5
3
2
500 - 800
4- 6
4
1
Leucaema leucocepala
850 - 2.200
3- 4
3
1
Neonotonia wiqhtii
900 - 2.000
1- 3
3
1
Macroptilium atropurpureus
800 - 1.800
3- 4
3
2
Cajanus cajan
600 - 1.300
4- 5
3
2
Macroptilium lathyroides
Pueraria phaseoloides
Stylosanthes hamata
(1) El valor en el rango depende de: textura y nivel freático del suelo y del cultivar.
(2) Escala: 1 = menos tolerante; 5 = más tolerante.
Fuente: FUSAGRI, 1986
Del cuadro anterior se desprende que existen especies de leguminosas
capaces de resistir largos períodos de sequía (Stylosanthes hamata) mientras que
otras, no soportan esta condición por mucho tiempo (Pueraria phaseoloides).
Algunas especies anuales son capaces de persistir en condiciones de sequía,
debido a su alta producción de semillas (Stylosanthes humilis). Asimismo, es
observado que especies como el Macroptilium lathyroides tiene alto grado de
202
tolerancia a la inundación, mientras que otras son muy poco resistentes al
aguachinamiento (S. hamata, L. leococephala y N. wightii).
Sistema de pastoreo
El animal en pastoreo tiene una influencia fundamental en los componentes
de la pastura. Protreros exclusivos de gramíneas son más fáciles de manejar que
las asociaciones. A pesar de que es posible observar asociaciones de
leguminosas nativas con gramíneas; en algunos casos, las leguminosas no
persisten, aunque produzcan semillas en cantidades adecuadas. Esto se debe,
seguramente, al inadecuado manejo del pastoreo.
El pastoreo rotacional, puede ser perjudicial para la persistencia de
leguminosas postradas, no tolerantes a la sombra que requieren abundante luz,
cómo
S. humilis,
pero éstas pueden resistir períodos prolongados de
sobrepastoreo. Sin embargo, leguminosas perennes , como Siratrd (Macroptilium
atropurpureus), soya perenne (Neonotonia wightii) y Desmodium intortum cv
Greenleaf), no persisten en pastoreo continuo, cuando la carga animal varía entre
3 y 4 UA/Ha. Con pastoreo rotacional cada cinco a seis semanas estas especies
pueden resistir cargas mayores (Figura 2).
Generalmente, al aumentar la palatabilidad de la leguminosa, la carga animal
debe reducirse para mantener la población de la leguminosa. Por otro lado,
existen leguminosas poco palatables, en cuyo caso hay necesidad de favorecer la
gramínea mediante la reducción de la carga o del diferimiento del pastoreo.
203
FIGURA 2. Efecto de la carga animal y sistema de pastoreo en el sistema de pastoreo, en el
crecimiento relativo de tres leguminosas forrajeras tropicales.
Fuente: Kretschmer, 1988.
Atributos de la planta
Las propiedades físicas de las leguminosas también afectan su persistencia.
En virtud de esto, se puede observar que especies como Leucaena spp. y
Desmanthus virgatus, debido a las características leñosas de sus tallos que no
son consumidos por el animal, toleran cargas altas de pastoreo sin afectar su
persistencia. Por otro lado, algunas especies de Zornia y de Arachis tienen
rizomas que los protegen contra el pastoreo excesivo.
Producción de semillas
La cantidad de semillas producidas y el grado de selectividad de los
animales, por las inflorescencias, son factores importantes para la persistencia de
las leguminosas en pasturas tropicales. Los animales en pastoreo consumen
204
inflorescencia y semillas inmaduras, lo cual disminuye la habilidad de la planta
para producir nuevas plántulas que garanticen su persistencia. Sin embargo,
algunas leguminosas pueden producir abundan te semilla aún en condiciones de
sobrepastoreo
(Aeschynomene
americana,
Stylosanthes
capitata.
Otras
leguminosas como siratro, no tienen buena producción de semillas aún con baja
presión de pastoreo.
Valor nutritivo de leguminosas forrajeras
En virtud de la capacidad de las leguminosas de fijar nitrógeno aprovechable
por las gramíneas asociadas y por ellas mismas; estas plantas pueden mantener
su calidad a través del tiempo, especialmente los valores de proteína cruda
durante la época seca, cuando más la consumen los animales.
Por lo general, las plantas manifiestan una variación importante en el valor
nutritivo, presentándose diferencias marcadas entre especies y entre cultivares,
dentro de la especie; así mismo, cabe destacar, que las diferentes partes
constituyentes (hojas, tallo, flor), en las cuales se concentran los valores nutritivos,
difieren en su proporción relativa en la planta. En el Cuadro 5, por ejemplo, se
observa un mayor porcentaje de tallos que de hojas y flores, en cuatro
leguminosas forrajeras.
Por otro lado, es importante señalar que cada una de las partes de las
leguminosas posee un valor nutritivo distinto a la otra porción, tal como se indica
en el Cuadro 6, en el que se observa que los valores de proteína cruda (PC) y la
digestibilidad ―In vitro” de la materia seca (DIVMS) son mayores en las hojas de
las cuatro leguminosas; mientras que los porcentajes de fibra neutra detergente
(FND); fibra ácida detergente (FAD) y la lignina, son mayores en los tallos que en
las hojas de las leguminosas referidas.
205
CUADRO 5. Composición de parte de la planta de cuatro leguminosas forra jeras
tropicales en estado maduro
PARTE DE LA PLAN TA (%)
LEGUMINOSA
HORA
TALLO
FLOR
C. macrocarpum
43.4
56.6
-
Z. brasiliensis
12.9
79.3
7.8
S. macrosephala
17.5
70.8
11.7
S. guianensis var. pauciflora
34.6
65.4
-
Fuente: Villaquiraii et alii. 1986.
CUADRO 6. Porcentaje de PC, FND, FAD, lignina y DIVMS de cuatro leguminosas
forrajeras tropicales.
PARTE DE
ARTE
PC
FDN
FAD
LIG
DIVMS
hoja
25.1
46.1
39.0
11.5
55.7
Z. brasiliensis
―
17.9
34.7
34.3
12.7
51.0
S. macrocephala
―
19.9
53.3
40.8
12.0
51.3
S. guianensis
―
12.5
51.7
48.8
15.3
44.1
tallo
12.4
69.4
58.2
19.1
42J
Z. brasiliensis
―
9.1
68.0
54.6
17.2
40.3
S. macrocephala
―
9.4
74.0
58.9
18.8
30.8
S. guianensis
―
8.3
61.1
52.8
15.6
39.9
LEGUMINOSA
C. macrocarpum
C. macrocarpum
Fuente: Villaquiran et alii. 1986.
206
De lo expuesto, se puede inferir que las leguminosas difieren en su valor
nutritivo, y por lo tanto, esta característica debe ser cuidadosamente considerada
al momento de escoger la leguminosa, a establecer en forma exclusiva o asociada
a alguna gramínea forrajera.
Formas de utilización de las leguminosas forrajeras
Las leguminosas bajo pastoreo, pueden ser utilizada de tres formas: a) en
asociación con gramíneas; b) en franjas y c) en bloques. Estas formas de
utilización son diferenciadas por la distribución espacial de la leguminosa en La
pastura
Asociaciones:
Al comparar las gramíneas con las leguminosas, en lo referente a su
composición química, se ha encontrado que las gramíneas son más ricas en
hidratos de carbono y fibra cruda, mientras que las leguminosas poseen un mayor
contenido de proteína cruda y minerales. Los componentes de ambas forrajeras,
son útiles y necesarios para el normal desarrollo y producción de los animales que
las consumen. Las gramíneas y leguminosas, frecuentemente son establecidas en
forma separada, para ser utiliza da en la alimentación animal. Sin embargo,
cuando éstas se asocian proporcionan importantes ventajas que deben ser
aprovechadas en beneficio de las productividad de las explotaciones ganaderas.
De manera general, las asociaciones gramíneas-leguminosas, son más
productivas que las especies establecidas separadamente, principalmente en la
estación seca. La razón radica, en que cada especie deriva beneficios de la otra.
Las gramíneas retiran del suelo nitrógeno que las leguminosas, por diferentes vías
incorporan al mismo.
Debido a la fijación de nitrógeno de uno de los componentes, el contenido
porcentual y el rendimiento de proteína de la asociación es incrementado. De esta
207
manera, el forraje producido es de mejor calidad, en cuanto a digestibilidad y
consumo voluntario, en consecuencia, mejora la productividad animal.
Las asociaciones hacen mejor uso de los nutrimentos del suelo, debido a las
exigencias diferenciales de sus componentes. Por otro lado, forman coberturas
más densas, haciendo mejor uso del suelo, protegiéndolo de los elementos
erosivos, cuando bien equilibrados, impiden la penetración de malas hierbas, y en
general, mejoran la fertilidad del suelo.
En una asociación, la leguminosa tiene la función de proveer forrajes y
mantener o aumentar los niveles de nitrógeno en el suelo. La leguminosa debe
fijar suficiente nitrógeno para suplir sus propios requerimientos y además lo
necesario para mantener vigorosa la gramínea.
Cuando se pretende establecer una asociación de gramíneas-leguminosas,
deben hacerse consideraciones, tales como: a) forma de utilización del forra je a
producir (heno, pastoreo o ambos) y tamaño del área total involucrada, en función
de las necesidades de producción.
Por otro lado, deben tomarse las precauciones siguientes: a) establecer
especies de comprobada adaptación al área; b) involucrar especies compatibles;
c) precisar la densidad de siembra de las especies asociadas, para evitar la
eliminación de una planta por exceso de población de la otra.
En nuestro medio, y en general en la América Latina Tropical, existe un gran
número de leguminosas que crecen de manera espontánea y son consumidas por
el ganado. Aunque por desconocimiento del alto valor nutritivo que estas especies
confieren al forraje, las mismas son eliminadas por ser consideradas, en muchos
casos como malezas.
208
Factores que afectan la asociación
Adaptación de la leguminosa
El comportamiento ecológico de una leguminosa forrajera, especialmente en
relación
a
sus
necesidades
climáticas
(radiación
solar,
temperatura
y
precipitación), así como la interacción de éstos, los factores relacionados con el
suelo y aspectos sanitarios, toman importancia fundamental en el establecimiento
de asociaciones forrajeras.
Cualquier consorciación en suelos ácidos y de baja fertilidad, debe tener
como base, la utilización de especies que presenten las mayores probabilidades
de establecerse y persistir bajos tales condiciones. Generalmente, de las
asociaciones gramíneas-leguminosas, se espera mejora progresiva de la fertilidad
del suelo, razón por la cual se podrán incluir en la asociación, especies que se
desarrollan mejor en la medida que se incrementa la fertilidad del suelo. Sin
embargo, es poco probable que leguminosas que no toleran la acidez, como la
soya perenne, por ejemplo, se desarrollen bien en suelos con exceso de aluminio
y/o manganeso. El exceso de aluminio perjudica la nodulación y el desarrollo del
sistema radical, afectando de esa manera, tanto el crecimiento de la parte aérea
como el establecimiento de la simbiosis.
Aceptabilidad.
La aceptabilidad o preferencia del animal por la forrajeras, es un factor muy
importante, debido a que éstos en pastoreo manifiestan una tendencia selectiva
que conduce al mayor consumo de las especies preferidas, ocasionando un
desequilibrio en la asociación, debido a la eliminación más rápida de aquellas
plantas y un aumento de las menos consumidas por el ganado.
La aceptabilidad de leguminosas en asociaciones con gramíneas es
importante, principalmente en los períodos de mayor crecimiento de los pastos y
209
en la época de sequía. En el primer período la leguminosa no debe ser muy
apetecible, en comparación con la gramínea, ya que en esta fase, la gramínea
tiene su máximo crecimiento y por lo tanto, la leguminosa tendrá que lograr y
mantener su espacio para competir mejor con la gramínea. Algunas especies,
como Cajanus cajan, Centrosema pubescens y Calopogonium muconoides,
pueden ser señalados como de baja aceptabilidad durante el período lluvioso. En
el periodo de sequía, debido a que la producción y calidad de las gramíneas
disminuye, la leguminosa será consumida por el animal, mejorando inclusive, el
aprovecha miento de la gramínea, que en esta época es de muy baja calidad. La
leguminosa en asociación que presentan una alta aceptabilidad, principalmente
durante el período de lluvias, con el tiempo corren el riesgo de ser desplazadas de
la pastura, debido a la alta frecuencia de corte a que es sometida y a su baja
capacidad de competir con la gramínea.
Compatibilidad de las Especies Asociadas
En general, las gramíneas tienen un rango de adaptación más amplio y un
hábito de crecimiento más vigoroso que les permite competir ventajosamente con
las leguminosas tropicales. Cuando las especies forrajeras muestran adaptación al
medio, que favorece el desarrollo, tanto de las gramíneas, como de las
leguminosas en asociación, indica que existe una buena compatibilidad entre las
especies involucradas.
Cuando se realizan evaluaciones mediante cortes en parcelas de gramíneas
y leguminosas separadamente, la producción de materia seca de las mejores
gramíneas es frecuentemente de dos a cuatro veces superior, a las de las
leguminosas. Las gramíneas de alto rendimiento suelen tener hábito de
crecimiento alto o denso, combinado con capacidad de rebrotar rápidamente,
después del pastoreo.
Gramíneas que combinen altas tasas de crecimiento con altura media y
hábito de crecimiento menos denso, podrán asociarse adecuadamente con las
210
leguminosas, siempre y cuando aquellas tengan una mayor aceptabilidad que las
leguminosas durante el período de mayor crecimiento.
Es casi imposible que las leguminosas que presentan crecimiento lento,
competir con gramíneas de porte alto y crecimiento rápido, como Pennisetum
purpureum, o bastante densas como Digitaria decumbens, Brachiaria decumbens
y Brachiaria humidicola, lo que además, dificulta extremadamente el manejo de
tales asociaciones.
Algunas investigaciones realizadas durante cinco años, indican que
asociaciones de las gramíneas, pangola, pará y guinea, combinadas con soya
perenne o kudzu tropical , muestran excelente adaptación y buena recuperación
después del pastoreo. En el Cuadro 7, se observa el porcentaje de leguminosas
en las diferentes asociaciones.
CUADRO 7. Porcentaje de leguminosas encontradas en diferentes asociaciones.
Datos promedios de cinco años.
LEGUMINOSAS
GRAMINEAS
D. decumbens
B. mutica
P. maximum
̅
N. wightii
44
33
24
33.67
V. sinensis
24
5
7
12.00
C. muconoides
1
5
4
3.33
P. phaseoloides
30
34
28
30.67
D. intortum
21
2
5
9.33
Fuente: Ramírez et al, 1976, c . p. Favoretto, 1988.
Establecimiento
Para un buen establecimiento de una asociación, se deben crear las
condiciones adecuadas para garantizar el éxito del mismo. Conociendo las
211
desventajas características de las leguminosas consorciadas, es obvia la
necesidad de dar la mayor atención a las condiciones requeridas por éstas, a fin
de que puedan competir con las gramíneas asociadas, asegurando así su
persistencia.
Los cuidados que deben tomarse en cuenta en la fase de establecimiento
son: preparación y abonamiento del suelo, escogencia de las especies, época de
siembra, tratamiento de la semilla, métodos y densidad de siembra, etc.
Inoculación con estirpes de Rhizobium eficiente, para garantizar una rápida
nodulación y de esta manera aumentar la capacidad de competencia con las
gramíneas, a objeto de garantizar su rápido establecimiento. En general, las se
millas de leguminosas germinan antes que las gramíneas, pero sus plántulas
crecen muy lentamente en las semanas iniciales, pudiendo ser alcanzadas por
éstas últimas. Por lo tanto, cuando las gramíneas comienzan a desplazar las
leguminosas, se recomienda realizar un pastoreo precoz, ya que en esa fase las
gramíneas son mejor aceptadas que las leguminosas, pudiendo así lograrse un
equilibrio competitivo entre ambas especies. La carga animal, por lo tanto debe ser
reducida, durante un corto período, a objeto de evitar los daños a las leguminosas.
Fertilización
La inadecuada fertilización de las especies asociadas, es uno de los factores
que han limitado el establecimiento y persistencia de las asociaciones en el
trópico. El éxito obtenido en algunas zonas del mundo tropical, se debe,
fundamentalmente a la aplicación de fertilizantes. En Australia, a través de las
aplicación de superfosfato simple molibdenizado, que suministra a la planta, P, Ca,
S y Mo, lograron incrementar la productividad de las leguminosas asociadas con
gramíneas nativas o introducidas.
El fósforo es considerado como el elemento más importante en la nutrición
de las leguminosas tropicales. Las especies leguminosas varían en cuanto a sus
212
requerimientos, pudiendo en algunos casos, desarrollarse en suelos cuya
disponibilidad de P es extremadamente baja.
Los micronutrimentos como Mo, Zn y Cu, también influyen en la persistencia
de la leguminosa. Su incorporación al sistema puede hacerse a través de semillas
―peletizadas‖ (impregnadas) o mediante pulverizaciones foliares, que contengan
los mismos.
Por óptimo crecimiento de las leguminosas, es sugerido que las mismas
deben contener: 0.18 - 0.20% de P; 0.3% de N; 0.14 a 0.18% de S; 1.0% de Ca;
0.5% de Mg; 1 ppm de Mo; 35-40 ppm de Zn y 7-10 ppm de Cu.
Los factores nutricionales pueden afectar la producción de nitrógeno por las
leguminosas, de dos maneras: a) la acidez del suelo y las deficiencias de Mo, Ca y
8, afectan la producción, por la restricción en la formación de nódulos, además de
perjudicar su función; b) deficiencias de Mg, K, Cu, Zn, Mn, Fe, P y S, reducen la
cantidad de nitrógeno producido, debido a la restricción del crecimiento de la
planta.
Carga Animal
La carga animal es el factor de mayor importancia que afecta la estabilidad y
la producción a mediano y largo plazo, de una pastura consorciada. La carga
animal debe variar en función de mantener el equilibrio entre gramínea y
leguminosa, lo cual puede lograrse mediante la aplicación de procedimientos
auxiliares, como: a) reducción de la carga animal, cuando se observa una
disminución en la proporción de las leguminosas; b) mantener una carga animal
baja en la última mitad de la estación de crecimiento, cuando las gramíneas
maduran y las leguminosas crecen activamente; c) una reducción de la carga
animal, cuando se observe una disminución en las hojas de las leguminosas,
tomando en cuenta que en pasturas con proporción adecuada de leguminosas,
213
éstas poseen hojas grandes y saludables, de coloración atractiva y textura
satisfactoria; d) la presencia de plantas invasoras anuales o de especies forrajeras
de crecimiento lento, es un indicativo de que la pastura consorciada está
sobrepastoreada; e) aplicar la altura de pastoreo como referencia, para mantener
la proporción adecuada de hojas y punto de crecimiento, que garanticen la buena
producción y persistencia. En este caso, en una asociación de una gramínea
cespitosa con leguminosa de crecimiento voluble o rastrero, la altura del pasto
debe ser mantenida entre 30-60 cm., durante la estación favorable. Esta altura es
considerada suficientemente baja para mantener el crecimiento activo de la
gramínea, pero relativamente alto para evitar defoliación excesiva de la
leguminosa.
Sistema de Pastoreo
El intervalo entre cortes, tiene una gran influencia sobre la producción de la
leguminosa en asociación. En una asociación gramínea-leguminosa, bajo un
sistema de pastoreo rotativo intensivo, la mayoría de las leguminosas tropicales
compiten en desventajas con las gramíneas, principal mente debido a su gran tasa
de crecimiento (planta C3) y al hecho de que las gramíneas tropicales (plantas C 4)
toleran mejor la defoliación. Por lo tanto, se sugiere que el pastoreo continuo,
aliado a una carga animal, no muy alta en la época lluviosa, podrá proporcionar
buenas condiciones de predominancia de la leguminosa, no produciéndose así
una reducción drástica en el área foliar y en el número de puntos de crecimiento
de esas especies, lo que sucedería en el sistema rotativo, si estuviera bajo cortes
más frecuente.
Por lo tanto, en pasturas asociadas, el mejor sistema de pastoreo pare ce ser
el continuo con carga variable. En ese sistema de carga animal varía con la época
del año, aunque el ganado en ningún momento es retirado totalmente de la
pastura. La variación de la carga animal implica la necesidad de utilizar en la finca,
áreas de gramíneas de porte bajo, capaces de soportar altas cargas animales.
214
Estas áreas de alivio son utilizadas con el propósito de mantener la asociación en
buenas condiciones de recuperación durante los períodos que se encuentren
deficientes y no pueden sustentar cargas más pesadas.
Algunas recomendaciones sobre asociaciones
La estabilidad de las asociaciones de gramíneas y leguminosas, depende de
la persistencia de las especies involucradas y fundamentalmente de la
leguminosa, sobre la cual se debe extremar cuidados, a fin de garantizar su
persistencia. En los últimos años en las condiciones tropicales de América, se han
determinado diversas especies de gramíneas y leguminosas que bajo ciertas
condiciones ambientales y de manejo, pueden proporcionar un forraje de calidad
suficiente para satisfacer los requerimientos nutricionales de la población animal
de carne y leche existentes en esta región.
Entre otras, las especies de gramíneas y leguminosas más estables logradas
experimentalmente, de las cuales algunas se utilizan comercialmente, son: a)
Gramíneas: Andropogon gayanus, Brachiaria decumbens, Brachiaria humidicola,
Brachiaria dictyoneura y b) Leguminosas: Stylosanthes capitata, Stylosanthes
guianensis, Centrosema macrocarpum, Centrosema sp. y Desmodium ovalifolium.
Recientemente se han logrado excelentes resultados con la combinación de
Centrosema acutifolium (Vichada) con Andropogon gayanus, la cual ha mostrado
incrementos de ganancia de peso de aproximadamente 30%, en relación al
pastoreo del Andropogon solo. Esta última combinación ha mostrado superioridad
sobre las combinaciones con Stylosanthes capitata, que produce sólo 20% de
incremento de peso, sobre la gramínea sola. Vichada (Centrosema acutifolium)
puede ser utilizado en un amplio rango de sabana, que tienen patrones de
precipitación erráticos. La proporción de leguminosas/gramíneas en diversas,
opciones de pastoreo, varía entre 20 y 50%, llevando en algunos casos a
favorecer la gramínea, lo cual no es usual. Con la asociación de A. gayanus/ C.
215
acutifolium son comunes las ganancias de peso de 160-170 Kg/animal/año,
mientras que con A. gayanus / S. capitata, se obtienen 140-150 Kg/animal/año.
La leguminosa vichada (Centrosema acutifolium), también es compatible con
B. dictyoneura y B. decumbens y tolera una amplia gama de sistemas de pastoreo.
Por otro lado, vichada puede mejorar los pastizales nativos típicos de sabanas.
Bancos de proteína
Los bancos de proteínas son áreas exclusivas de leguminosas que se
establecen en proporciones y formas variables dentro de la pastura, con
el objeto de que los animales tengan la posibilidad de complementar los
requerimientos nutritivos, fundamentalmente protéicos, en las épocas de sequía,
cuando la disponibilidad de las gramíneas se hace crítica.
El establecimiento de leguminosas (especialmente las que sean agresivas y
tolerantes a un pastoreo estacional intensivo), en forma de franja o de bloque, en
potreros de gramíneas, es posiblemente ventajoso, cuan se necesita suministrar
forraje de alta calidad durante la estación seca o durante etapas críticas del
crecimiento de los animales. En observaciones realizadas en sabanas bien
drenadas con esta metodología, se determinó que la productividad animal con una
carga baja, alcanzó a 122 Kg de ganancia peso vivo por animal por año, cifra que
es superior a las ganancias normalmente obtenidas en animales pastoreando
sabanas nativas bien manejadas. Cuando la carga se aumenta, es necesario
restringir el acceso (180 días) de los animales al •banco de leguminosas, para
permitir que ésta se recupere después del pastoreo intensivo durante la estación
seca y para su recuperación posterior a la fertilización de mantenimiento.
En el Cuadro 8, se muestran los resultados de tres años de observaciones
sobre un pastizal nativo suplementado con un banco de proteína con Pueraria
phaseoloides, establecido en bloques específicos (0.2 Ha/animal).
216
En estudios comparativos de uso de leguminosas en bancos, bajo la forma
de bloques o de franjas de Pueraria phaseoloides (30% de la superficie total), con
B. decumbens, en Carimagua-Colombia, se determinó que la producción animal
fue mayor en los tratamientos en franjas (183 Kg r animal) en comparación con los
bloques (145 Kg/animal). La mejora en el potencial de producción animal, usando
leguminosas en bloques o franjas, fue de 8-26% superior en relación a las
pasturas de Brachiaria decumbens bien manejadas.
El uso de leguminosas en asociaciones o en franjas se justifica en sistemas
de producción extensivo y semi-intensivo, ya que el manejo no es tan laborioso
como el caso de las leguminosas en bloques, en los cuales se requiere, además
del ajuste de la carga animal, un control más estricto del movimiento de los
animales dentro de las pasturas. Sin embargo, los bloques de leguminosas tienen
gran potencial en condiciones de ganadería intensiva y extensiva, como alternativa
de cultivo suplementario para animales de altos requerimientos alimenticios, por
ejemplo, animales post-destete, animales en crecimiento y en fase reproductiva.
Cuando los bancos están constituidos por leguminosas de alta aceptabilidad,
la presión de pastoreo es más elevada sobre la leguminosa y pueden provocar
disminución de la persistencia y desaparición de la leguminosa acompañada de
una posible invasión de malezas.
CUADRO 8. Ganancias estacionales de peso vivo de novillos pastoreando
sabanas suplementadas con Pueraria phaseoloides en bloques (0.2 Ha/animal) en
Carimagua, durante el tercer año de experimento.
TASA
CARGA
ESTAC. SECA (111 DIAS)
por
por animal/
animal/día
estación
GANANCIA DE PESO (Kg
ESTAC. LLUVIA (225 DÍAS)
por
por animal/
animal/día
estación
TOTAL (366 DÍAS)
por
por Ha/
animal/año
año
0.25
0.117
14
0.423
108
122
31
0.50
0.096
10
0.215
55
65
32
Fuente: CIAT, 1982.
217
En suelos de mediana a alta fertilidad, los bancos con leguminosas
arbustivas, parecen tener mayor potencial para la producción de carne y leche.
Estudios de Leucena (Leucaena leucocephala) en ganado de carne y leche en
diferentes regiones (Fiji, Cuba y Bolivia), han manifestado incrementos de hasta
133% en las ganancias de peso y 17 a 20% de aumento en la producción de
leche.
En sabanas mejoradas con gramíneas introducidas, la inclusión de
leguminosas en asociación, franjas y bloques, han provocado una mejora
significativa en: la eficiencia, reproductiva, ganancia de peso y rentabilidad. Los
resultados obtenidos en tales condiciones, sugieren que las mejoras obtenidas a
través de la inclusión de leguminosas, en cualquiera de sus formas, se debe a un
mayor consumo de proteína por parte de los animales, a pesar de las diferencias
cuantitativas que pudieran existir cuando se utiliza la asociación, el bloque o la
franja con leguminosa.
218
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225
CAPITULO VIII
EL ANIMAL EN EL PASTIZAL
Producción animal en el Trópico Americano.
De manera general, se puede indicar que en América Tropical, a pesar de los
numerosos programas de alimentación existentes, hay factores comunes en los
sistemas de producción bovina, independientemente de la zona ecológica en la
cual se desarrollen.
Una de las características comunes en los diferentes sistemas de producción
ganadera de la región tropical es, la dependencia del pasto como base de la
alimentación del ganado, con la consecuente variabilidad de la disponibilidad y
calidad del forraje durante el año, producto de las diferencias climáticas
estacionales, que afectan el comportamiento de los animales (Figura 1).
FIGURA 1. Cambios estacionales en el peso de bovinos de 1 a 4 años de edad,
pastoreando pastizales nativos en una zona tropical de Australia.
Fuente: Evans 1976 c.p. Pezo, 1982.
226
En la Figura 1, se observa que los animales sometidos a pastoreo, tienen un
comportamiento caracterizado por incrementos de peso durante los periodos de
alta producción de pastos (época lluviosa) y pérdidas de peso durante la época de
baja producción de forrajes (período seco). Tal comportamiento contribuye a
prolongar el tiempo para el sacrificio de los animales y bajas ganancias de peso
durante el año; por otro lado, también afecta negativamente los índices de
natalidad en esa época del año.
Producción forrajera en el trópico.
La estacionalidad de las lluvias en gran parte de las regiones tropicales
ocasionan excesos de producción forrajera en los períodos lluviosos y escasez en
los de baja precipitación. Además, debido a la baja fertilidad de la mayoría de los
suelos, la obtención de altas producciones de los pastos está condicionada al uso
de fertilizantes en niveles raramente económicos.
A pesar del gran potencial de producción, los pastos tropicales son
constituidos generalmente por gramíneas de baja digestibilidad, bajos contenidos
de proteína y alto contenido de fibra, las cuales son consumidas en cantidades
insuficientes para sustentar niveles satisfactorios de producción animal (carne o
leche). Sin embargo; éstos podrían ser manejados de tal manera, que la ingestión
de proteína y energía podrían aumentarse sustancialmente, sobre todo, en la
época más favorable del año.
Las gramíneas tienen un potencial extraordinario para la producción de
biomasa forrajera (Cuadro 1). Bajo condiciones de alta humedad y fertilización
pueden producir seis veces más que las gramíneas de climas templados. A
medida que la disponibilidad de agua se hace más crítica, las diferencias entre
zonas, en lo referente a potencial de producción forrajera, son más evidentes,
hasta el punto (condiciones de aridez), en el cual no existen diferencias en la
227
producción de forrajes entre los pastizales de climas templados, subtropical o
tropical.
CUADRO 1. Estimados de producción anual de materia seca (ton/Ha) en
pastizales típicos de las principales zonas climáticas del mundo.
DISPONIBILIDAD DE AGUA
TEMPERATURA
MUY HÚMEDA
HÚMEDA
SEMIÁRIDA
ÁRIDA
Sub-ártica
4
8
-
-
Templada
25
15
9
4
Sub-tropical
120
40
10
4
Tropical
150
70
12
4
Fuente: Snaydon. 1981 c.p. Pezo, 1982.
Aunque algunos factores ambientales adversos, contribuyen para disminuir el
valor nutritivo de gramíneas tropicales, existe una gran variación entre especies y
cultivares que deben constituir la base de programas de selección y cruzamiento.
La utilización racional de especies forrajeras de buena adaptación a las
condiciones ambientales y de mejor potencial de producción (cualitativo y
cuantitativo) constituye la necesidad básica para la producción de carne y leche en
el trópico.
En virtud de que los pastos son la fuente de alimentos más barato en la dieta
animal en América Tropical, particularmente en Venezuela, se deben adelantar
programas tendentes a mejorar la producción de carne y leche, mediante la
utilización más intensiva de pastizales, tomando en cuenta factores climáticos,
correctivos del suelo y deficiencias en el manejo y aprovechamiento de los
228
forrajes. Al aumentar el potencial de los pastizales, se eleva la producción por
animal, dependiente del potencial genético de la raza y sus cruzamientos, y la
producción por unidad de superficie, debido al incremento de la carga animal.
Calidad y consumo de pastos tropicales.
Cuando se mantienen vacas lecheras en pastoreo, debe permitirse que éstas
seleccionen la dieta que mejor satisfaga su apetito; de esta manera, consumirán
más forrajes en calidad y cantidad y consecuentemente mejorará la producción de
leche.
Cuando el forraje es de buena calidad y la temperatura ambiente es
agradable, el pastoreo se realiza normalmente durante el período diurno. Sin
embargo, en condiciones adversas (pastos de baja calidad y temperaturas por
encima de límites no tolerables), el pastoreo debe prolongarse hasta después de
la puesta del sol, siendo recomendable hasta el amanecer, fundamentalmente en
ganado con alto grado de sangre europea.
La calidad de las forrajeras es muy influenciado por la temperatura ambiente.
Altas temperaturas durante el crecimiento de las gramíneas, aceleran el
alargamiento de los colmos y los procesos de maduración, ocasionando un
aumento de los tejidos de la pared celular y en consecuencia, una disminución en
la digestibilidad de la materia seca.
Para la producción de leche y/o carne, los animales requieren de la ingestión
de cantidades adecuadas de energía metabolizable. Esta ingestión depende del
consumo total de alimentos y de su valor energético. La proteína, los minerales y
las vitaminas, también contribuyen significativamente para el consumo de
alimentos. Las forrajeras tropicales, debido a su baja digestibilidad y a su alto
contenido de fibra, proporciona una baja ingestión de energía digestible. La
fertilización de esos pastos, aumenta muy poco la digestibilidad, pero puede
aumentar significativamente la producción de forrajes, permitiendo una mayor
229
carga animal o mayor oportunidad de selección de la dieta más nutritiva. Son
muchos los factores determinantes de la calidad nutritiva de los forrajes, algunos
inherentes a la planta (especie, edad, morfología, etc.); otros al ambiente
(temperatura, precipitación, fertilidad de suelo), y por último, los factores de
manejo que el hombre ejerce sobre los pastizales (intensidad y frecuencia de
defoliación, fertilización, etc.). El factor edad o estado de madurez de la planta, es
tal vez, el más importante como factor de la calidad nutritiva de los forrajes.
En la Figura 2, se indican las relaciones entre el estado de madurez y
diferentes parámetros de calidad nutritiva. La tasa de disminución de la
digestibilidad de pastos tropicales, es del orden de 0.1% por día. Así mismo, se
destaca que la disminución de la digestibilidad de las gramíneas es mayor que el
de las leguminosas tropicales, razón por la cual, éstas últimas mantienen por más
tiempo su calidad nutritiva.
FIGURA 2. Cambios en diferentes parámetros de calidad nutritiva en función del estado de
madurez del pasto.
Fuente: Pezo 1982
230
En cuanto al contenido proteico, las gramíneas tropicales presentan niveles
relativamente altos en la fase inicial de crecimiento, para luego comenzar a caer
rápidamente un poco antes de la floración. Esta disminución en el contenido
proteico continua hasta la madurez, momento en el cual el nitrógeno es transferido
de las hojas a los tejidos de reservas (bases de tallos y raíces). Al igual que la
digestibilidad y el contenido proteico, el consumo voluntario es afectado
negativamente por la madurez del pasto.
El factor determinante de la calidad nutritiva del forraje consumido por el
animal es la selectividad. Esta selectividad, puede ser ejercida en favor de algunas
especies o de porciones y/o fracciones de la planta.
La materia seca total (Kg/Ha) presente en el pastizal no es homogénea
y está conformada por diversos componentes (hojas, tallos, materia senescente,
malezas, gramíneas, leguminosas, etc.), que poseen diferente valor nutritivo.
A la distribución espacial de estos componentes dentro del perfil, se le conoce
como estructura del pastizal y tiene importancia, porque condiciona la
disponibilidad del mismo y por lo tanto su consumo y utilización.
Las hojas concentran mayor proporción de nutrimentos por unidad de pe so
que el tallo; el material verde en crecimiento activo es mayor que el mate rial
maduro, las leguminosas son generalmente de mejor calidad que las gramíneas;
las gramíneas introducidas, por lo general aportan mayor cantidad de nutrimentos
que las nativas. En razón de lo expresado, el valor nutritivo de la pastura depende
de su composición botánica y proporción de parte de la planta. En consecuencia,
pastos con mayor proporción de hoja/tallo, sería de mayor valor nutritivo; así
mismo, las pasturas con presencia de leguminosas aportan mayor cantidad de
nutrimentos que las gramíneas exclusivamente. Por otro lado, debe ser
considerado el estrato dentro del perfil de la planta, el cual varía su calidad de la
parte superior hacia los estratos inferiores, mientras que la cantidad de materia
seca varía de los estratos inferiores hacia arriba. En la Figura 3 y los Cuadro 2 y 3
231
se observa la variación cualitativa y cuantitativa de algunas forrajeras, de acuerdo
a las partes y estratos de la planta, considerados.
FIGURA 3. Estratificación del perfil del pasto.
Fuente: Chacón, 1988.
CUADRO 2.
Distribución de nutrimentos en el perfil del algunas forrajeras tropicales.
ESTRATO
GRAMÍNEA
HOJA
TALLO
LAB-LAB PURPUREUS
HOJA
TALLO
DESMODIUM SPP
HOJA + TALLO
-----------------% proteína---------------------28.3
21.5
19.1.
19.4
15.0
18.5
18.8
11.3
16.8
----------------------% fósforo---------------------Superior
0.31
0.26
0.47
0.38
0.34
Medio
0.31
0.28
0.24
0.24
0.28
Inferior
0.30
0.25
0.26
0.23
0.24
-------------------% digestibilidad----------------Superior
67.1
56.8
--66.5
Medio
56.7
53.7
--61.5
Inferior
52.9
49.5
--59.6
S = Estrato superior: gramínea > 20 cm; Leguminosa > 25 cm
M= Estrato medio: gramínea 10-20 cm; leguminosa 15-25 cm
I = Estrato inferior: gramínea <10 cm; leguminosa < 15 cm
Fuente: Chacón, 1988.
Superior
Medio
Inferior
13.4
12.9
10.5
7.6
6.9
5.5
232
CUADRO 3. Distribución de la materia seca presente en el perfil de algunas
gramíneas forrajeras tropicales.
GRAMÍNEA
D. decumbens
ESTRATO
(cm)
MATERIA
SECA
(Kg/Ha)
MATERIAL
(%)
ALTURA
PROMEDI
O (cm)
+20
1.183
17.1
68.9
14.0
--
10-20
1.648
20.0
67.4
12.3
--
0-10
2.886
7.7
46.2
46.1
--
5.717
13.3
57.0
29.7
26.7
+20
302
90.0
10.0
--
--
20-30
516
64.0
36.0
--
--
10-20
538
38.0
53.0
9
--
0-10
1.266
13.0
33.0
54
--
2.622
34.0
35.0
31.0
49
+20
228
94.3
5.7
10-20
756
73.0
22.4
4.6
--
0-10
2.373
32.2
45.2
22.6
--
3.360
65.5
23.2
11.1
+20
965
89.3
10.7
--
--
10-20
1.883
47.3
46.1
6.36
--
0-10
3.273
14.5
48.9
32.6
--
6.121
36.4
42.0
21.6
40.8
+10
267
70.0
22.9
7.1
--
0-10
2.583
39.8
43.9
16.3
--
2.850
42.6
41.9
15.4
15.8
TOTAL:
C. plectostachius
TOTAL:
P. maximun
(cv. Green panic)
TOTAL
P. clandestinum
TOTAL
S. anceps
Chacón, 1988.
HOJA
(%)
TALLO
(%)
27.2
233
Los factores de manejo del pastizal que inciden sobre la selectividad,
lógicamente, tienen efecto sobre la calidad de forraje consumido. Uno de los
factores de manejo que afectan la calidad nutritiva del forraje ingerido es la carga
animal o presión de pastoreo. En términos generales, a mayor presión de
pastoreo, el animal tiene una menor oportunidad de selección y consecuente
mente consumirá un alimento de menor calidad. Sin embargo, esta relación no es
lineal, ya que a presiones de pastoreo bajas (carga animal), la eficiencia de
utilización de la pastura se reduce y ello redunda en una acumulación de material
forrajero de menor calidad, hecho que no puede ser superado por la selectividad.
Cuando el animal entra al potrero, consume primeramente las hojas del
estrato superior, luego la de los estratos inferiores. Raramente consume los
colmos de gramíneas antes que las hojas, excepto cuando éstos se encuentran en
zonas contaminadas por deyecciones recientes.
Cuando el contenido de proteína de gramíneas baja a niveles inferiores a
7%, se produce una drástica reducción del consumo de forrajes, por los bovinos.
El pastoreo selectivo de materiales con porcentajes mayores de proteínas (hojas
nuevas, por ejemplo) puede ayudar a disminuir el problema. El contenido de
nitrógeno disminuye más lentamente en las leguminosas que en las gramíneas
tropicales. Por esa razón, es recomendable la utilización de las mismas,
principalmente en la época seca.
En varias regiones del trópico, se ha demostrado que la producción animal
crece proporcionalmente con el porcentaje de leguminosas en los pastizales. Por
tal razón, es recomendable utilizar estrategias que contribuyan a mantener la
persistencia de estas especies, en asociaciones con gramíneas.
234
Potencial de los Pastos tropicales para la producción de
carne y leche.
Desde el punto de vista alimentario, la producción de carne y leche depende,
básicamente del valor nutritivo, producción de materia seca y manejo de las
forrajeras, cuyo potencial está supeditado a las condiciones edafoclimáticas y a las
características genéticas de las especies que constituyen las pasturas.
El valor nutritivo está referido a la concentración de nutrimentos por unidad
de peso de materia seca (% de proteína, % de minerales, % de energía
digestibles, etc.). El factor calidad nutritiva del forraje se refleja en la cantidad de
leche por vaca o en la ganancia de peso por animal, mientras que su potencial de
rendimiento se refleja en la capacidad de sustentación del pastizal, la cual se
expresa en número de vacas o novillos por hectárea. Del producto de la cantidad
de leche producida por yace y el número de vacas sustentadas por hectárea se
obtiene la producción de leche por hectárea. De manera similar, se estima la
producción de carne por hectárea.
Existe una relación bien definida entre la carga animal o la disponibilidad de
forrajes por animal, con la producción de leche o carne por animal y por hectárea.
En la Figura 4, se señalan las relaciones teóricas entre estas variables, las cuales
indican, a grandes rasgos que, con cargas bajas se obtiene máxima producción
por animal, la cual está determinada por el‘ potencial genético de los animales.
Luego, a medida que se aumenta la carga animal, o sea, que se reduce la
disponibilidad de forrajes por animal, se provoca una disminución en la producción
de leche o en la ganancia de peso por animal. En cambio, la producción por
hectárea se incrementa con la carga animal hasta un punto (coincidente con el
momento en el cual se alcanza 85-90% de la máxima respuesta por animal), a
partir del cual la producción por hectárea, también declina.
235
FIGURA 4. Relaciones entre la producción por animal y por hectárea en función de la carga
animal.
Fuente: Mott 1973 c.p. Gomide, 1984.
La capacidad de sustentación del pastizal debe ser estimada con precisión,
ya que los errores en su evaluación resultan en la adopción de subpastoreo o
sobrepastoreos que inducen a equívocos en la productividad del pastizal. En el
gráfico de la Figura 4, se observa que en la faja de subpastoreo la producción por
área aumenta linealmente con el número de animales por hectárea, pero la
producción por animal es prácticamente constante, mientras que en la faja de
sobrepastoreo, tanto la producción por hectárea, como la producción por animal,
disminuye con el aumento de la carga animal por unidad de superficie.
236
En el Cuadro 4 se presentan datos respecto a la relaciones entre carga
animal y producción de leche por vaca y por hectárea en pasto kikuyo fertilizado.
CUADRO 4. Efecto de la carga animal sobre la producción de leche en pasto
kikuyo (Pennisetum claudestinum) fertilizado con 336 Kg de
N/Ha/año.
CARGA
PRODUCCIÓN
PRODUCCIÓN
ANIMAL
LECHE/ VACA
LECHE/Ha
(VACAS/Ha)
(Kg/día)
(Kg/Ha/año)
I
2.47
8.68
6.093
1.050 mm
3.29
8.23
7.606
4.94
7.44
10.216
II
2.47
7.17
4.851
747 mm
3.29
6.92
5.757
4.94
6.85
8561
AÑO
PRECIPITACIÓN
Fuente: Colman y Kaiser 1974 c.p. Pezo, 1982.
La capacidad de carga de un pastizal tiene algunos puntos importantes
de observar:
a) La capacidad de carga corresponde a un rango de presión de pastoreo en
cuyo límite inferior se observa una mayor producción por animal a costas
de una menor producción por hectárea, mientras que en su límite superior
se obtiene mayor producción por hectárea a costas de la producción por
animal.
b) Su naturaleza es variable conforme la especie forrajera, características del
suelo y época del año.
237
Por tal motivo, la capacidad de sustentación de una especie puede variar de
una finca a otra, de acuerdo a las condiciones de clima y suelo; así como puede
variar, dentro de una misma finca, conforme a la época del año. Esta variación se
debe al hecho de que la capacidad de sustentación es determinada de acuerdo a
diferentes factores: clima, suelo, composición botánica (gramínea, leguminosa o
asociaciones), fertilización, manejo, etc.
Producción de leche basada en pastos.
La calidad nutritiva del pasto se refleja en la producción de leche obtenida
por vaca. En el caso específico de los pastos tropicales, pastoreados en fases
tempranas de crecimiento, los niveles de producción de leche obtenidos han
variado de 1.800 a 2.400 Kg/vaca/año, en cambio con especies de zonas
templadas, en fases de crecimiento similares, se han alcanzado de 3.300 a 3.800
1/vaca/año. Por otro lado, con pastos tropicales semimaduros, los niveles de
producción de leche obtenidos se reduce de 1.000 a 1.400 Kg/vaca/año (Cuadro
5).
Si la producción se expresa en términos de litros de leche/vaca/día, se
puede señalar que con gramíneas no fertilizadas, rara vez se alcanzan niveles de
producción superior a los 6-7 1 de leche/vaca/día. Mientras que si el potencial del
animal y la disponibilidad de pasto no son limitantes, el aporte de nutrimentos y la
producción de biomasa de pastos tropicales permite obtener niveles de producción
de leche de 8 a 10 1/vaca/día y alcanzar hasta 50 1 de le che/Ha/día. En
diferentes condiciones de manejo, los potenciales de producción alcanzados con
pastos tropicales varían de 1.000 Kg/Ha/año (gramínea - sin fertilización) hasta
22.000 Kg/Ha/año (gramínea fertilizada e irrigada) Cuadro 6.
238
CUADRO 5. Resumen de resultados de investigaciones con pasturas tropicales y
templadas, en relación a la digestibilidad y producción de leche por
vaca.
MÁXIMA PRODUCCIÓN/ANIMAL
DIETA
DIGESTIBILIDAD
(Kg leche/vaca/año)
PASTOS TROPICALES
1) Fase temprana
60-65
1.800 - 2.400
2) Semimaduros
50-55
1.000 - 1.400
Fase temprana
70-80
3.300 - 3.800
Concentrado
80-85
4.400 - 4.900
PASTOS TEMPLADOS
Fuente: Stobbs, 1976 c.p. Pezo, 1982.
CUADRO 6. Producción de leche en potreros con diferentes formas de manejo
FORMA DE MANEJO
CARGA ANIMAL
VACAS/Ha
Gramíneas s/fertilizar
0.8 - 1.5
1.000 - 2.500
Asociac. gramínea/leguminosa
1.3 - 2.5
3.000 - 8.000
Gramíneas fertilizadas
2.5 - 5.0
4.500 - 9.500
Gram. fertilizadas + riego
6.9 - 9.9
15.000 -22.000
Fuente: Stobbs, 1976 c.p. Simao, 1986.
PRODUCCIÓN DE LECHE
(Kg/Ha/año)
239
En el Cuadro 7, se muestran algunos resultados de producción de leche por
vaca en pastoreo, en diferentes condiciones de manejo, en Venezuela.
CUADRO 7. Producción de leche en Venezuela con vacas pastoreando en
potreros sometidos a diferentes condiciones de manejo.
PASTO
CARGA
VACAS/Ha
RAZA
ANIMAL
MANEJO
Alto
Mestizaje
Holstein
Rot.* 3:32**
300 N
600 N
Alto
Mestizaje
Holstein
Rot. 3:32
300 N
600 N
Supi. 0.8 Kg/vaca
9.2
15.2
Semicomercial
17.4
PRODUCCION/LECHE
L/VACA
P. clandestium
P. clandestinum
P. cladestinum
2.7-4.7
4
3.6-4.4
B. mútica +
Mosaico
Rot. 3:30
L. hexandra +
Perijanero
100 Kg N +
C. puvescens
E. polystachia +
1.5-3.0
4.2
E. polystachia +
B. radicans
Supl.estratégico
Criollo
Limonero
Alto
mestiz.
1.5
B. humidicola 60%
Holstein
Alto
Mestiz.
L/Ha
11.9
12.2
4.3
4.6
Rot. 4:26
16
Rot. 1:24
100 Kg N
4 Kg conc.
16-17
24
Rot. 1:24
Pastos naturales 40%
1.5
Holstein
100 Kg N
6 Kg conc.
16
24
P. maximum
1.5
Alto mest.
Holstein
Rot 1:24/28
1 Kg conc.
7-8
12
B. decumbens
1 .2
Criollo x
Holstein x
Pardo(nst)
Rot. 1:28
100 K N
6.5-7.5
Fuente: Chacón, 1988
* Rot: Pastoreo rotatorio.
** 3:32 período ocupación: período reposo
240
A pesar de la poca experimentación en ganado de leche de diferentes
regiones del mundo tropical, bajo pastoreo y sin suplementación, se han
conseguido producciones de leche por vaca por día, bastante aceptables. Siendo
los resultados promedios más frecuentes entre 6-7 Kg/vaca/día, en pastizales
naturales o cultivados no fertilizados. En pastizales consorciados; sin embargo, las
producciones varían entre 7.3 y 15.9 Kg, con promedios entre 7.5 y 10 Kg. Cuando
los pastizales fueron fertilizados con nitrógeno, las producciones varían entre 6 y
16 Kg.
Aunque la producción de leche/vaca/día es pequeña la producción por
hectárea de los pastizales tropicales, puede aproximarse a las obtenidas en
regiones de climas templados. Varios trabajos de investigación muestran que la
producción de leche por hectárea, en pastizales tropicales, pueden ser
aumentados con el incremento de la carga animal, hasta niveles en los cuales la
producción por vaca comience a disminuir. Elevando la carga pueden ser
conseguidas producciones hasta de 8.000 Kg de leche/Ha/año.
Una carga de dos animales por hectárea, en pastizales de buena calidad,
puede permitir un pastoreo selectivo capaz de proporcionar materia seca a cada
vaca, en cantidades equivalentes a 2.4% de su peso vivo, aproximadamente.
Teniendo esta materia seca un 65% de digestibilidad (considerada alta en pastos
tropicales), según las tablas de requerimientos, si la vaca en cuestión tuviera 450
Kg de peso vivo, necesitaría suplementación alimenticia para producir 10 1 de
leche/día. Sin embargo, en los trópicos no se tiene muy claro la respuesta a los
suplementos, y aún más, se sugiere que la suplemeritación con alimento
concentrado puede no ser económica. Por otro lado, existen afirmaciones en el
sentido de que los incrementos de producción por efecto de la suplementación son
tan pequeños que no justifican los costos adicionales y además se indica que un
pastizal fertilizado y manejado intensivamente, puede garantizar una producción
en los niveles antes mencionados (10 l/vaca/día). Aunque debe tomarse en
consideración que la suplementación puede justificarse, en algunos casos, debido
a que la misma puede influir favorablemente sobre los índices de reproducción.
241
La carga animal de los pastizales también puede afectar considerablemente,
la respuesta a la suplementación en términos de producción por animal y por
hectárea (Figura 5). Con la elevación de la carga se produce una reducción en la
producción por animal y un aumento en la producción por unidad de superficie,
hasta ciertos límites. El efecto de suplementación fue más marca do en
condiciones de baja disponibilidad de pastos, por ocasión de la época de sequía,
en las cargas más altas.
FIGURA 5. Efecto de la carga animal y de la suplementación en la producción por vaca y por
hectárea en dos épocas del año.
Fuente: Vuela et alli 1980 c.p. Simao, 1986.
242
Estacionalidad de la producción de forrajes y de leche.
La estacionalidad de la producción de forrajes en los trópicos impide la
producción animal uniforme durante el año. El principal factor limitante del
crecimiento de forrajeras en el período de sequía es la humedad del suelo. En la
época lluviosa los pastos crecen a una tasa mucho más rápida que la tasa de
consumo, contribuyendo a la reducción de su valor nutritivo, debido a la
maduración de las partes no consumidas por los animales, sobrando, entonces, un
material de baja calidad a la salida de lluvias. En el caso de la ganadería de leche
el problema se agrava porque no existe crecimiento compensatorio, como en la
ganadería de carne. El efecto de la estacionalidad de producción de forrajes es
más crítico cuando el manejo es intensificado.
En virtud de lo anterior, los productores de leche deben encontrar
alternativas viables para sus fincas, que permitan atenuar los efectos de la
estacionalidad
de
la
producción
de
forrajes.
Entre
las
opciones
más
recomendadas pueden considerarse las siguientes:
 Conservación de forrajes en forma de heno o silaje, dependiendo de la
localización de la explotación.
 Integración de pastizales con especies de hábitos de crecimiento diferentes.
 Riego de pastizales, de acuerdo a la productividad de las especies y el costo
de esa práctica.
 Uso estratégico de fertilizantes nitrogenados con aplicaciones al final del
período lluvioso, para reducir el efecto de la estacionalidad, además de mejorar
la calidad pasto.
 Uso estratégico de suplementos voluminosos y energéticos, preferiblemente,
producidos por la propia finca, áreas de corte, caña (mezcla da con urea 1%) y
maíz.
243
Producción de carne en pastizales.
Los pastizales naturales en el trópico, de modo general, presentan índices de
producción muy bajos (5 Ha/vaca) y el sacrificio de los machos más o menos a los
cuatro años con 192 Kg/canal, estimándose una ganancia de peso por hectárea
por año, bastante baja, aproximadamente 8.8 Kg Ha/año.
El uso exclusivo de pastizales naturales, durante la sequía, implica pérdidas
de peso, bajos índices de natalidad, avanzada edad para sacrificio y bajas
ganancias de peso durante el año.
La baja producción de los pastizales nativos pueden ser aumentados con la
introducción de especies de mejor calidad y más productivas o asociando áreas de
pastizales cultivados al sistema de producción con pastos nativos.
En diversos países del mundo tropical se han logrado incrementos en la
producción animal/Ha/año con la sola introducción de especies mejoradas y
mayores incrementos, aún con la fertilización de dichos pastizales. En Australia,
por ejemplo, se lograron incrementos en la ganancia de peso, de 34 Kg/Ha para
64 Kg/Ha/año, en pastizales nativos con la introducción de Stylosantes humilis,
pasando este aumento a 84 Kg/Ha/año, cuando se adicionó un abonamiento
fosfatado. Así mismo, en los campos cerrados de Brasil, se han logrado
producciones de 96 Kg/Ha/año contra 24 Kg/Ha/año en pastos nativos, con la
introducción de capin melao (Melinis minutiflora) y Stylosantes sp. en surcos
abonados.
Para la introducción de pastos en las sabanas se recomienda establecer
franjas que permitan la posterior diseminación de las introducidas. Experiencias
obtenidas en Brasil, indican que con la introducción de fajas de 12.5% de
andropogon y 12.5% de estilosantes, se puede lograr la duplicación de la
capacidad de sustentación, y después de dos años, las hembras en levante se
presentan con 20% más de peso y en menor tiempo, aptas para la reproducción.
244
El uso de pastizales cultivados en períodos críticos puede resultar en
ganancias de peso continua y más rápido crecimiento de los animales. Hembras
mantenidas en pastizales naturales, utilizando pastizales de Brachiaria ruziziensis
diferidos durante el período seco, presentaron un desarrollo continuo, hasta la
concepción, tal como se observa en la Figura 6.
FIGURA 6. Desarrollo posdestete de becerros en pastoreo.
Fuente: Embrada—CPAC, 1981 c.p. Zimmer, 1986
El uso estratégico de pastizales cultivados, aun durante el período lluvioso,
con animales permaneciendo en los pastos nativos, puede proporcionar mejor
ganancia por animal durante el período de sequía. De esta manera, puede
reducirse grandemente el efecto negativo de la estacionalidad, que implica
pérdidas de peso durante el período de sequía, y por lo tanto, disminuir el retardo
en la edad de sacrificio de animales productores de carne.
245
Ensayos conducidos por el Centro Internacional de Agricultura Tropical en
Colombia, determinó que hembras con 34 meses en uso estratégico de pastizales,
pesaron 100 Kg más que las que permanecieron constantemente en pastizales
nativos.
La producción de bovinos de carne en pastizales cultivados exclusivamente
permiten mayor productividad. Tal medida implica la adopción de sistemas de
producción más intensivos y mayores inversiones que obligan a mejorar la
administración y explotación para que la misma sea económica.
La producción animal en pastizales depende de la abundancia y de la calidad
del pastizal. De manera general, los pastizales de gramíneas tropicales y
subtropicales proporcionan ganancias de peso alrededor de 600 g/día, los cuales
pueden ser superados con mejores prácticas de manejo.
Generalmente, la producción de forrajes no es bien distribuida durante el
año, debido a la falta de humedad en ciertos períodos; sin embargo, para
minimizar tales efectos, pueden ser utilizadas algunas estrategias: a) el cultivo de
especies más productivas durante el período de sequía; b) el diferimiento y uso
estratégico del pastizal; c) la utilización de pastizales con categorías prioritarias de
animales en determinadas épocas del año.
En ensayos con fines de uso estratégico de pastizales, el pasto Brachiaria
decumbens fue utilizado para cebar novillos en la época lluviosa, vedado al final
de lluvias y utilizado en el período seco, para levante de novillas. Los resultados
obtenidos se indican en el Cuadro 8.
246
CUADRO 8. Ganancia de peso de novillos mestizos Nelore con ± 18 meses en
pastizales de B. decumbens cv. basilik, durante el período de sequía
en los años 1977—82.
CARGA ANIMAL
(animal/Ha)
1.5
AÑO
PESO
(Kg/Ha)
g/anim/día
241
62
93
560
78
261
36
54
214
79
197
53
80
320
80
231
42
62
280
81
216
25
37
148
82
183
90
349
46
69
311
60
77
224
51
103
462
78
259
24
49
146
79
200
48
97
292
80
230
37
75
252
81
213
10
20
60
82
184
119
344
38
77
259
Promedio:
2.5
(Kg/anim)
77
Promedio:
2.0
GANANCIADE PESO
INICIAL (Kg)
60
77
229
44
110
396
78
261
22
55
132
79
198
43
108
260
80
230
33
82
222
81
214
0
0
0
82
184
54
135
314
81
220
Promedio:
32
Número de días de pastoreo por período:
1977: 11 días; 1978: 167 días; 1979: 166 días; 1980: 150 días; 1981: 199 días; 1982: 173 días
Fuente: EMBRAPA/CNPGC 1983 c.p. Zimmer, 1986.
247
En el Cuadro 9 se observa que en los años más críticos, como 1981, con
carga animal de 2.5 animales por hectárea, no hubo pérdidas de peso. En años
normales con cargas de 1.5 a 2.0 animales/Ha, se obtuvieron ganancias por
encima de 200 g/animal/día.
La carga animal determina la eficiencia de utilización del pastizal y la
intensidad de uso tiene gran influencia sobre la persistencia y longevidad del
pastizal.
La ganancia de peso por animal y la ganancia por hectárea son reflejos
directos de, la carga animal utilizada. Cargas bajas, generalmente proporcionan
mejores ganancias por animal, mientras que cargas altas proporcionan mayo res
ganancias por hectárea. Estos patrones suelen mantenerse, si las cargas no son
muy bajas o extremadamente elevadas. Tal efecto, se observa en el Cuadro
anterior (N 8) en el cual para los seis años de observación, las ganancias por
animal fueron mayores en las cargas menores y las ganancias por hectárea,
resultaron mayores en las cargas más elevadas. En los años menos favorables,
como 1981, las cargas más altas proporcionaron ganancias menores o apenas el
mantenimiento, tanto por animal como por hectárea.
Cargas muy elevadas en períodos críticos pueden afectar negativamente la
producción animal y la persistencia del pastizal.
El uso de forrajeras diferentes en épocas distintas puede proporcionar
mejores ganancias y más rápido desarrollo de los animales. Por ejemplo, la
utilización de guinea o yaraguá durante las lluvias y barrerra durante el período
seco. De esa forma, el desarrollo puede ser más uniforme y los animales alcanzar
el peso de sacrificio más rápidamente.
Durante la fase de ceba, puede ser interesante el mantenimiento de peso de
los animales o la obtención de pequeñas ganancias para la venta en la época de
entrecosecha, lo que se puede lograr con diversos forrajes. La fase de ceba es de
248
las menos problemática en la explotación de bovinos, siempre y cuando el
productor proporcione buen manejo, y las cargas sean adecuadas para
proporcionar las mejores ganancias por animal.
En el Cuadro 9 se muestra el uso de algunos pastos recomendados para las
diferentes categorías de animales en la explotación de bovinos de carne (cría,
levante y ceba).
CUADRO 9. Pastos recomendados rara pastoreo de diferentes categorías de
animales productores de carne.
ESPECIE
CRIA
LEVANTE
CEBA
Pastos nativos
si
B. humidicola
si
si
B. decumbens
si
si
si
H. rufa
si
si
P. maximum (colonial)
si
si
B. ruziziensis
si
si
A. gayanus
si
si
B. brizantha (marandii)
si
si
P. maximun (tobiata)
si
Fuente: Simao, 1986, adaptado por el autor.
Las limitaciones en la producción de leche de vacas en pastoreo, se debe al
hecho de que los pastos tropicales son fibrosos y poseen una digestibilidad
249
mediana o baja. Por lo tanto, en pastoreo exclusivos, una gran proporción de los
nutrimentos ingeridos se usan para cubrir necesidades de mantenimiento,
quedando una pequeña proporción para la producción de leche. Esto contrasta
con el caso de bovinos de carne, cuyas necesidades para ganancias de peso son
menores que los requerimientos para producción de leche y consecuentemente,
es posible observar altas tasas de ganancias de peso en pastoreo exclusivo. En la
Figura 7 se observan las diferencias de requerimientos para la producción de
carne y leche.
En la Figura 7, se indica que el principal factor alimenticio limitante en el
pasto tropical para producción de leche es energía.
En los trópicos con dos estaciones (húmeda y seca), la mayoría de los
pastos decrecen rápidamente en su valor proteico, al establecerse la época seca,
razón por la cual, debe esperarse también una disminución en la producción
precedida por una reducción en el consumo, el cual a su vez, estará causado por
una menor tasa de digestión ruminal, como consecuencia de una ingestión de
nitrógeno por debajo de las mínimas necesidades de la población microbiana
ruminal. Siendo así, un cambio crítico en el valor proteico (y/o energético) de los
pastos desencadena una serie de eventos interrelacionados que ocasionan una
modificación en el nivel de producción animal.
Además de las características nutricionales inherentes a los pastos tropicales
existen fluctuaciones cuantitativas de la biomasa forrajera duran te el año. Tales
fluctuaciones son más evidentes en el trópico húmedo-seco, donde el crecimiento
del pasto se detiene por efecto de la estación seca; sin embargo, en el trópico
húmedo, también se dan fluctuaciones marcadas, en donde la producción del
período de menor crecimiento se reduce 80% en relación a la máxima producción.
250
FIGURA 7. Representación simple de los niveles de producción de leche o carne obtenible de
pastos tropicales con cargas bajas
Fuente: Ruiz, E. (1982)
251
Con tales fluctuaciones en la disponibilidad de forrajes, sumado a la
limitación energética y proteica al establecerse la época seca, es fácil imaginar los
problemas a resolver para lograr una producción sostenida y eficiente de leche . Al
contrario de la producción de carne que puede pasar por períodos de penuria y
realimentación sin menoscabo de la productividad, la producción de leche se
espera que mantenga cierta constancia a nivel de finca, durante todo el año. Con
las limitantes señaladas el productor debe buscar alternativas que le permita
alcanzar su meta económica y lograr la mejor eficiencia posible en la utilización de
sus recursos, incluyendo animales.
Suplementación alimenticia de animales en pastoreo.
La alimentación suplementaria de animales en pastoreo, es una de las
alternativas que el productor puede, aplicar para resolver la problemática
planteada sobre las limitaciones de pasto para la producción de leche. Esta
alternativa, permite al productor mejorar el consumo de nutrimentos para sus
animales en situaciones en que sus pastos no aportan los requerimientos
nutricionales necesarios para lograr un determinado nivel de producción animal
por lo tanto, la suplementación se usa para promover la lactancia, mejorar la tasa
de reproducción o la tasa de crecimiento de los animales jóvenes. Aunque esta
definición es de naturaleza biológica, la eficiencia de la suplementación debe tener
como base, la rentabilidad económica, la cual a su vez depende de las
restricciones económicas de cada zona.
De acuerdo a la definición, alimentación suplementaria de animales en
pastoreo puede ser aquella que se ofrece en la estación seca, en respuesta a un
faltante de pasto (el pastizal no suministra todos los nutrimentos) o aquella que se
ofrece en la época de lluvias, pero que busca subsanar una deficiencia nutricional
específica, generalmente energía.
La suplementación de vacas lecheras en pastoreo, usualmente se refiere a
cuatro tipos:
252
- Suplemento energético
- Suplementos proteicos
- Suplementos minerales
- Suplementos voluminosos
Los minerales, en la mayoría de los casos, son suplementos que corrigen
deficiencias nutricionales resultantes de carencia en el suelo. Una vez que se
identifica una deficiencia mineral, su corrección es sencilla y produce resultados
espectaculares. En la práctica, a menos que ya se haya diagnosticado el ―status‖
mineral de la finca, lo mejor es asegurarse que el hato es té diariamente suplido
con mezclas de los minerales esenciales (Ca, P, Mg, K, Na, Cl, S. I. Fe, Cu, Co).
Los suplementos voluminosos se pueden definir como alimentos que tienen
bajo contenido de energía metabolizable (< 2 M cal/Kg MS), bajos contenidos de
proteína (< 8%) y alto nivel de fibra (>60% pared celular). Estos incluyen residuos
de cosechas, henos, ensilajes y pastos de corte.
Los suplementos proteicos comprenden los alimentos con más de 20% de
proteína cruda. En este grupo se incluyen las tortas de oleaginosas, gallinaza,
forrajes de yuca, harinas de origen animal (carne, pescado, sangre) y las fuentes
de nitrógeno no proteico (NNP). La necesidad de emplear estos suplementos no
es permanente, aunque en condiciones de pastizales tropicales pueden
presentarse situaciones de insuficiencia de nitrógeno dietético.
Bajo condiciones de pastoreo con baja carga, la suplementación puede
inducir aumentos en la producción de leche. Sin embargo, la respuesta es
moderada y el nivel de suplementación capaz de provocar tal incremento es
relativamente baja.
De diferentes trabajos analizados se desprende que, al incrementar la
suplementación por encima de 3 Kg/vaca/día ó 0.7 Kg/100 Kg PV/día, no provoca
incrementos adicionales en la producción de leche. En la mayoría de los casos, los
253
cambios en la producción inducidos por la suplementación, no son significativos y
por lo tanto, pueden no ser económicamente atractivos. Solo en situaciones en
que el suplemento no tenga precio, será recomendable, desde el punto de vista
económico, la suplementación.
En el Cuadro 10, producto de una revisión bibliográfica referida a
diferentes países, se observa que la respuesta promedio por vaca es de sólo
0.34 Kg de leche por Kg de suplemento consumido, cuando la misma se
suministra a mitad de la lactancia.
CUADRO 10. Respuesta a la suplementación con concentrados en vacas
alimentadas con pastos tropicales.
PAIS
Australia
Brasil
Cuba
Venezuela
SUPLEMENTACION
(Kg/día)
PERIODO
LACTANCIA
(SEMANAS)
PRODUCC. LECHE
SIN
SUPLEMENTACION
(Kg/día)
RESPUESTA
Kg LECHE/
Kg/CONCENTRADO
3.8
17 - 30
8.8
0.48
2.7
17 - 30
8.8
0.41
1.1
17 - 30
8.8
0.64
3.8
11 - 23
10.0
0.42
1.9
11 - 23
10.0
0.37
4.1
10 - 22
10.0
0.35
2.2
10 - 22
10.0
0.34
3.6
10 - 30
9.5
0.21
2.7
10 - 30
9.5
0.28
11.8
10 - 30
9.5
0.31
6.9
14 - 28
7.6
0.40
3.7
14 - 28
7.6
0.40
3.1
14 - 28
7.6
0.66
Promedio varios estudios
Fuente: Combellas et al 1970 c.p. Ruíz, M., 1982.
0.34 ± 0.17
254
Manejo del pastizal para la época seca
La planta para alcanzar el potencial de rebrote requiere ser preparada, o sea,
que haya nutrimentos y luz suficiente, a nivel local donde ocurre el rebrote. Si la
planta está subpastoreada, el sombreamiento será limitante y si está
sobrepastoreada, es probable que la asociación de la falta de carbohidratos y la
falta de disponibilidad de nutrimentos, provocada o auxiliada por la reducción
drástica del sistema radicular limiten significativamente el rebrote. Por esa razón,
donde la carga animal en los pastizales es ajustado en función de la producción
mínima del período seco, es razonable concluir que el subpastoreo, durante la
mayor parte de la estación de crecimiento determina sombreamiento excesivo en
la base de la macolla, inhibiendo el rebrote.
La degradación de pastizales de alta producción podría ser motivada por la
asociación de factores que tienen su punto inicial en la filosofía de explotación de
pastizales con baja carga animal, calculada a partir de la producción mínima del
período de sequía. Por lo tanto, la baja presión de pasto reo durante la fecha de
crecimiento vigoroso (época lluviosa), asociada a la homogeneidad en la edad de
maduración de los brotes determina que si no se utiliza uniformemente el pastizal,
se producirá una elevada presión de pastoreo (alta concentración de animales) en
áreas localizadas, practicando sobre- pastoreo, mientras que el resto de las
plantas, subpastoreadas, se tornan impalatables en pocas semanas, en el inicio
de la estación de máximo crecimiento forrajero.
La uniformidad de utilización de pastizales de alta producción es una
necesidad para evitar degradación.
El pastoreo rotativo puede constituirse en el sistema adecuado para alcanzar
la uniformidad deseada y proporcionar aumentos significativos en la productividad
animal, aunque las ventajas del sistema rotativo sobre el continuo no sea
frecuentemente evidenciado en condiciones de climas templados.
255
En los trópicos, debido a la elevada producción característica de las
gramíneas, existe la posibilidad de desarrollar y ejecutar un sistema de producción
animal, basado en la explotación de pastizales de alta producción. De esta
manera, la elevada cantidad de materia seca producida por dichos pastizales debe
ser reflejada en elevadas cargas animales, lo que podría lograrse mediante
técnicas de manejo empleadas en el inicio de la curva de crecimiento del período
lluvioso.
Es evidente que uno de los factores limitantes para la explotación de
pasturas de alta producción, es la baja productividad de cultivos tradicionalmente
destinados a la conservación de forrajes para la alimentación en el período de
escasez. Por lo tanto, es necesario desarrollar y ejecutar sistemas de producción
animal y de pastizales basados en elevadas cargas durante el período lluvioso,
combinado con la conservación de gramíneas forrajeras de elevado potencial de
producción para ser utilizado en los períodos críticos.
256
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260
CAPITULO IX
SISTEMAS DE PASTOREO
Pastoreo es encuentro del animal con el pasto; por lo tanto, hacer pastorear
es satisfacer al máximo las exigencias, tanto de una como de otra parte.
Un sistema de pastoreo ideal es aquel que permite maximizar la producción
animal sin afectar la persistencia de las plantas forrajeras. Aunque en la práctica,
la selección de un sistema de pastoreo ideal es una tarea compleja, en virtud de
que éste incluye una serie de variables o componentes, tales como: clima, suelo,
planta, animal, parásitos, enfermedades y, las interrelaciones entre ellas (Figura
1). Además, debe considerarse la influencia determinante ejercida por el hombre
en el sistema de producción total.
La adopción de un sistema óptimo de pastoreo en determinada localidad,
tomando como base la experiencia de otras latitudes es arriesga do, en razón de
que tales resultados son generalmente divergentes, como consecuencia de las
diferencias ambientales de cada localidad.
Para lograr el propósito de alcanzar una elevada producción animal en
pastizales, deben ser consideradas tres condiciones básicas:
a) Producir una gran cantidad de forrajes con buen valor nutritivo, cuya
distribución estacional debe coincidir con la curva anual de requerimientos
nutricionales de los animales.
b) Una gran proporción del forraje producido debe ser cosechado
directamente por los animales.
c) La eficiencia de la conversión de los animales debe ser elevada.
261
FIGURA 1. Modelo simplificado de utilización de pastizales.
Fuente: Simão, M. 1986
262
En la mayoría de los pastizales en el mundo, el suministro de forrajes
durante el año, no coincide con las necesidades de los rebaños. En general, una
gran proporción de forrajes es producida durante los periodos lluviosos, mientras
que el período seco se produce una carencia alimentaria.
Los pastizales difícilmente se encuentran en equilibrio. La mayoría de las
veces, los animales consumen cantidades por encima o por debajo de lo que está
siendo producido.
La estabilidad del complejo suelo-planta-animal, es importante para la
producción y persistencia del pastizal , puede ser lograda mediante la combinación
adecuada de factores ambientales, con los controlados por el hombre, tales como:
sistema de pastoreo, presión de pastoreo y tipo de animales utilizados.
La aplicación de un determinado sistema de pastoreo, requiere de ciencia y
de arte, ya que toma en cuenta los principios fundamentales de: ecología,
fisiología, climatología, suelos, nutrición animal, hábitos de pastoreo, etc., y
además, considera las observaciones prácticas realizadas durante la utilización de
los pastizales.
Relación planta-animal.
La producción de un pastizal debe ser interpretada como una interacción de
factores que involucra dos sistemas biológicos básicos: el pasto y el animal.
Cualquier otro factor que influya sobre alguno de los sistemas, afectará la
respuesta animal y el rendimiento del pastizal por unidad de superficie. La
respuesta animal depende de la cantidad y calidad de forrajes producida y de su
conversión, al ser consumida por el mismo.
263
Uno de los objetivos primordiales en el manejo de pastizales debe ser la
relación planta-animal, y como ésta afecta la respuesta del animal y el rendimiento
de la pastura. Cuando se pretende establecer el valor potencial de un pastizal se
debe tomar en cuenta que las técnicas de evaluación de pastizales con animales,
miden el potencial del animal o el potencial de la planta, esto es, el factor limitante
en el sistema planta-animal, lo que significa que deben ser evitadas las cargas
animales conservadoras y las altas presiones de pastoreo impuestas, cuando se
desee determinar las mejores forrajeras.
La presencia del animal sobre la pastura impone diferentes niveles de
producción de materia seca, debido a los efectos de compactación del suelo,
desfoliación desuniforme, pisoteo, deyecciones, etc., que pueden provocar
cambios en la composición botánica de la misma.
Durante el pastoreo continuamente existe un cambio en los pastos y en los
animales y una permanente simbiosis planta-animal. La respuesta animal está
condicionada por la cantidad de componentes del forraje consumido. Sin embargo,
la remoción de forrajes afecta la productividad del pastizal, provocando
modificaciones en la cantidad y características del forraje disponible para un
período posterior.
Efecto del corte o pastoreo sobre las plantas forrajeras
La velocidad de recuperación de las plantas forrajeras, después de una
defoliación puede ser influenciada por las características morfológicas de las
plantas que componen la pastura, por lo tanto, tales características deberán ser
consideradas cuando se pretende aplicar algunas prácticas de manejo que
conduzcan a la producción de altos rendimientos y buena calidad. Cuando los
factores ambientales son favorables, la velocidad de rebrote de los pastizales está
asociada al índice de área foliar (área de hojas/área de suelo), y a la
concentración de carbohidratos almacenados en el tejido residual, después del
264
corte o pastoreo. Un Índice de área foliar (IAF) adecuado, favorece la captación de
luz solar por la planta, influyendo así, en la eficiencia de la fotosíntesis.
Cuando las forrajeras son cortadas mecánicamente con tijeras o guadañas,
la intensidad de defoliación es uniforme y los datos son obtenidos a intervalos de
tiempo constantes. En condiciones de pasto reo, sin embargo, varios
componentes del rebrote son afectados debido al pisoteo, distribución de
excrementos en el pastizal y a la selectividad ejercida por el animal en pastoreo en
la búsqueda de forrajeras de mejor calidad.
La frecuencia en intensidad con la cual un brote es pastoreado, puede variar
de acuerdo con la carga animal, densidad de hojas y altura de las plantas. Aun en
condiciones de utilización intensiva de pastizales exclusivos de gramíneas, se
puede observar un pastoreo que per mite a algunas plantas escapar a la
defoliación por cierto tiempo.
Las plantas que sobreviven al pastoreo, usualmente, responden modificando
su forma y función, asumiendo un hábito dé crecimiento postrado, mediante
rebrotes horizontales o alterando sus características fisiológicas. Las plantas
forrajeras se adaptan a la situación del pastoreo y por lo tanto, aseguran su
persistencia en el pastizal.
La respuesta de las plantas forrajeras a la defoliación, que condiciona la
persistencia y productividad del pastizal, es influenciada por vectores tales, como:
desarrollo del sistema radical, habilidad de producir semillas y elementos
ambientales como la luminosidad, temperatura, humedad y fertilidad del suelo.
Cuando el pastizal es utilizado de forma continua, sin que haya tiempo para la
recuperación de un nivel mínimo de reservas, a través de la fotosíntesis, las
plantas defoliadas se debilitan y tienden a desaparecer, cediendo lugar a especies
indeseables.
265
De manera general, es sugerido que en el manejo de especies cespitosas,
para mantener la productividad de las plantas, se debe evitar defoliaciones
excesivas, ya que el vigor del rebrote, tanto en especies cespitosas como en
estoloníferas, está relacionado con el área foliar y la cantidad de materia seca
remanente después de la defoliación. El hábito de crecimiento de las gramíneas
forrajeras de manera general, condicionan las respuestas al pastoreo. Las plantas
de crecimiento postrado, estaloníferas o rizomatosas (pangola, bermuda, bahía,
etc.), son más tolerantes al pisoteo y al pastoreo continuo que las plantas
cespitosas (guinea, elefante, yaragua, etc.) que se adaptan mejor al pastoreo
rotativo.
Componentes del sistema de pastoreo.
En cualquier situación de pastoreo con animales, existen tres factores
fundamentales que componen un sistema de pastoreo:
a) Tiempo de reposo (TR), condición del pasto para meter animales.
b) Tiempo de ocupación (TO), condición del pasto para sacar animales.
c) Presión de pastoreo (PP), número de animales por cantidad de forrajes
disponibles.
La combinación de estos factores es lo que define un sistema de pastoreo.
La interacción entre ellos, frecuentemente ocurre en la dependencia del parámetro
que está siendo estimado. Tiempo (días) de pastoreo y tiempo (días) de
ocupación, sumados se denomina ciclo de pasto reo o frecuencia de pastoreo. De
esta manera se tienen ciclos de pastoreo de 28, 35, 42, 49 días, etc. Sin embargo,
lo importante es que siempre deben estar combinados con niveles definidos de
presión de pastoreo.
Carga animal.
La carga animal se define como el número de animales que pastorean en
una determinada superficie (número de animales por hectárea). Como regla
general el incremento de la carga animal provoca una reducción en la ganancia
266
por animal, aunque aumentan los rendimientos por hectárea. Sin embargo, han
sido verificadas dos excepciones que indican: a) que la carga más baja no siempre
produce las mayores ganancias por animal y, b) que la mayor carga no siempre
produce las más altas ganancias por hectárea.
La carga animal puede ser fija cuando se mantiene el grupo animal en una
misma superficie durante toda la estación de pastoreo y variable, cuando la carga
animal es modificada de acuerdo a la variación de la disponibilidad de forrajes,
durante la estación de pastoreo.
Capacidad de carga.
Capacidad de carga es el número de unidades animales que puede sustentar
una superficie de forrajeras en una unidad de tiempo, por ejemplo: UA/Ha/año.
Para expresar la capacidad de carga de potreros en algunos países, entre los
cuales Venezuela, se ha utilizado la unidad animal como equivalente a 400 Kg de
peso vivo, mientras que en otras regiones del mundo, la misma unidad se utiliza
como el equivalente de 450 Kg de pe so vivo animal.
Relaciones equivalente en unidades animales de diferentes categorías de
animales:
Toro
1.5
UA
Novillo
0.75
UA
Becerro(a)
0.25 UA
Vaca
1.00 UA
7 ovejas
1.00 UA
1 caballo
1.00
UA
267
Presión de pastoreo y carga animal
La presión de pastoreo se define como el número de animales que pueden
mantenerse por unidad de forraje disponible. En términos prácticos, presión de
pastoreo significa la cantidad (Kg) de materia seca ofrecida por cada 100 Kg de
peso vivo animal por día. Otra expresión frecuentemente utilizada por quienes
trabajan con presión de pastoreo, es basada en la materia seca existente sobre la
superficie del suelo, que puede ser mantenida relativamente constante por el
control de la carga animal. Tanto el nivel de oferta como la cantidad de residuo
dejado después del pastoreo pueden ser establecidos y mantenidos constantes
por el control de la carga animal. El uso del concepto presión del pastoreo a tenido
gran aceptación, debido a su gran influencia en la producción por animal y por
unidad de superficie. El inconveniente de usar el concepto presión de pastoreo en
la práctica, radica en el hecho, de requerir una constante evaluación de la
disponibilidad de pastos para poder definir el número de animales que han de ser
incluidos en el potrero, en los períodos de mayor o menor producción de forrajes.
De acuerdo al modelo matemático que relaciona la presión de pastoreo con
la producción por animal y la producción por unidad de superficie; la producción
por animal es poco afectada, mientras no se alcance la presión de pastoreo
óptima, la cual ocurre cuando la producción por área es máxima. Presiones de
pastoreo, tanto por debajo como por encima de la zona de óptima carga animal,
ocasiona disminución en la producción por hectárea.
La relación entre la ganancia por animal y ganancia por hectárea en función
de la carga animal (Figura 2)es definida por un modelo mediante el cual la
ganancia de peso vivo por animal (Ya) es inversa y linealmente relacionada (Ya =
ab - bx) con la carga (x) y la ganancia de peso vivo por hectárea (Y Ha) presenta
una relación cuadrática (YHa = ax - bx2) con la carga animal. De acuerdo con ese
modelo, la carga animal óptima, en la cual se obtiene la ganancia máxima por
hectárea, es igual a la mitad de la carga animal en la cual la ganancia de peso vivo
por animal es nula (nivel de mantenimiento)
268
FIGURA 2. Relación entre ganancia por animal y ganancia por hectárea en respuesta a la
carga animal.
Fuente: Janes et alii, 1974. c.p. Andrade, 1988.
En razón de lo expuesto, el productor deberá determinar la carga animal,
tratando de alcanzar el punto más próximo posible de equilibro entre la ganancia
por animal y la ganancia por hectárea, evitando los extremos, en los cuales las
producciones por hectárea son mínimas.
Del análisis de la Figura 2, se desprende que la presión de pastoreo y la
carga animal que proporcionan las producciones máximas por animal y por
hectárea no son las mismas.
269
Métodos de utilización de pasturas.
Seleccionar un método adecuado de utilización de pasturas es, adaptar un
sistema de tiempos de pastoreo u ocupación y de reposo satisfactorio, tanto para
la planta consumida como para los animales que la pastorean.
Los diferentes sistemas de pastoreo difieren en la forma que se maneja la
entrada y salida de los animales al pastizal durante una estación de pastoreo.
En general, los métodos de utilización de pastizales pueden ser clasificados de la
siguiente forma:
1. Pastoreo
a) Continuo
b) Rotativo
- Un grupo de animales
- Más de un grupo
- En fajas o racionado
2. Corte
3. Conservación
- Heno
- Silaje
- Otros
Pastoreo continuo.
El sistema de pastoreo continuo es aquel en el cual los animales
permanecen en la misma superficie de pastos durante toda la estación de
pastoreo, o aún por períodos mayores a un año. Este sistema se caracteriza por la
reducida inversión en instalaciones y equipos, razón por la cual parece tener la
mayor aceptación entre los productores.
270
El pastoreo continuo permite la adopción de diversas prácticas que inducen a
aumento de su eficiencia, mediante el mejoramiento creciente de las condiciones
de la comunidad vegetal. Entre esas prácticas se pueden citar las siguientes:
- Utilizar un número adecuado de animales y sus diferentes categorías, de
acuerdo con la producción del pastizal.
- Ajustar las necesidades de categorías animales a la producción estacional
y a la calidad del forraje producido durante el año.
- Planificar y distribuir adecuadamente los bebederos, árboles de sombra y
pastoreo.
- Efectuar la limpieza del pastizal.
- Diferir áreas con el objeto de disminuir la escasez de forraje, durante los
períodos críticos.
- Suplementar a los animales en pastizales con forrajes conservados.
Entre las desventajas del pastoreo continuo se pueden indicar las siguientes:
- En virtud de la mayor libertad conferida a los animales para seleccionar
especies y áreas, el pastoreo y la distribución de los excrementos son
realizados de manera irregular, ocasionando la transferencia de fertilidad
del suelo.
- Cuando el pastoreo continuo es practicado con carga animal elevada,
puede causar la degradación de los pastizales, permitiendo la invasión de
malezas. El sobrepastoreo, además de ocasionar cambios desfavorables en
la composición botánica, provoca el desaparecimiento de la vegetación,
exponiendo el suelo a la acción de agentes erosivos.
Las desventajas señaladas sin embargo, son superadas por la sencillez y
practicabilidad del pastoreo continuo.
Pastoreo rotativo
El sistema de pastoreo rotativo, en sus diversas modalidades, se caracteriza
por la mudanza de los animales de forma periódica y frecuente de una área
271
(potrero) a otra, sucesivamente; regresando a la primera área, después de
completar un ciclo de pastoreo.
Este sistema restringe la selectividad de animal, y requiere de inversiones
elevadas en cercas, bebederos, etc. El pastoreo y la distribución de excrementos,
son realizados de manera más uniforme, el forraje puede ser mantenido más
tierno y con mayor valor nutritivo. Cuando se ejecuta correctamente el pastoreo
rotativo, dificulta el
establecimiento
de plantas invasoras y permite el
aprovechamiento del exceso de forrajes producido en la época lluviosa, en la
forma de pastos conservados.
El pastoreo rotativo es recomendado, tomando como base la suposición que
las plantas necesitan un periodo de descanso para su recuperación, después de
los efectos de la defoliación, permitiendo la reposición de hojas y restablecimiento
de los niveles de reservas.
El sistema rotativo presenta diversas variaciones en función dl número de
sus subdivisiones, períodos de ocupación y descanso utilizados, los cuales varían
con el área disponible, clima, fertilidad del suelo, tipo de explotación,
características morfológicas y fisiológicas de las forrajeras, etc. En tal sentido, el
sistema se divide en las siguientes modalidades:
a) Convencional, con un grupo de animales.
b) Con dos grupos de animales
c) En franjas.
En el rotativo convencional, el grupo de animales es transferido de un potrero
a otro a medida que la altura de la vegetación o de materia seca residual deseada
es alcanzada. La disponibilidad de forrajes es alta, al inicio del pastoreo de cada
potrero y baja al final del período de ocupación.
272
El pastoreo con dos grupos de animales, conocido también como pasto reo
de ‗líderes-seguidores‖ es un procedimiento ventajoso cuando se dispone de
grupos de animales con diferente capacidad de respuesta al consumo de forrajes
de alta calidad. Así, siendo los animales más productivos, esto es, con mayor
capacidad de respuesta al pasto, pastorean primero (grupo líder), utilizando de
manera selectiva el pasto disponible, lo que resulta en una alta ingestión de
nutrimentos que se traduce en una mayor producción por animal. Después de
pastorear el grupo líder, los animales seguidores son obligados a consumir el
forraje dejado por el primer grupo.
El pastoreo en franjas, también llamado pastoreo racionado, se caracteriza
por el acceso de los animales a una área para ser consumida en un sólo día. En
este sistema, el manejo es conducido, usualmente, con el auxilio de cercas
eléctricas de fácil remoción. El área de cada faja es calculado para suministrar la
cantidad de materia seca requerida diariamente por los animales. Este método de
explotación es recomendado para ganado lechero con altas producciones, por lo
cual deben ser utilizadas franjas de elevado valor nutritivo.
Leyes universales del pastoreo racional (según Voisin).
Primera ley. Para que el pasto cortado por el diente animal suministre la
máxima productividad, es necesario que, entre dos cortes sucesivos, transcurra un
tiempo suficiente para:
a) Garantizar un inicio de rebrote vigoroso.
b) Provocar un crecimiento rápido, con elevada tasa de crecimiento.
El tiempo de reposo entre dos cortes o pastoreo sucesivos depende de las
condiciones climáticas y la época del año.
Segunda ley. El tiempo de ocupación de un potrero debe ser lo
suficientemente corto para que una planta cortada en el primer día de ocupación
273
no sea cortada nuevamente, durante el mismo período de ocupación de un
potrero. El período de ocupación debe ir de 4-6 días, máximo.
Tercera ley. Los animales que tengan mayores requerimientos nutricionales
(los más productivos) deben cosechar el pasto de mejor calidad.
Cuarta ley. Las vacas altamente productivas de leche deben permanecer lo
máximo tres días en un potrero; siendo preferible un día.
Tiempos de reposo y de ocupación.
Generalmente, el tiempo de reposo de una forrajera que va a ser pastoreada,
se establece mediante el conocimiento de la curva de crecimiento de la especie,
tomando en cuenta la producción de materia seca por hectárea, la tasa de
crecimiento y el valor nutritivo de la misma, en determinada condición ecológica,
mientras que el tiempo de ocupación es definido de acuerdo con el número de
potreros y número de grupos animales en pasto reo, mediante la ecuación:
TR = TO (N - n)
Donde:
TR = Tiempo de reposo
TO = Tiempo de ocupación
N = Número de potreros
n = Número de grupos animales.
Ejemplo: En un sistema de pastoreo racional con 20 potreros, un grupo
animal y un tiempo de ocupación de dos días, el tiempo de repo so se calcula así:
TR = 2 (20 - 1) 38 días
Si se trata de 2 grupos animales, queda:
TR = 2 (20 - 2) = 36 días
274
Manejo de potreros con pastoreo rotativo.
Por lo general, el criterio para definir el manejo de potreros, mediante el
pastoreo rotativo, ha obedecido a la aplicación de cargas animales determina das
en diferentes especies forrajeras en regiones ecológicas distintas, por lo tanto, con
poca posibilidad de extrapolación exitosa de resultados para otras regiones.
En tal sentido, en zonas donde no existen resultados experimentales locales,
que permitan establecer un manejo relativamente preciso, debe recurrirse a
métodos teóricos que posibiliten lograr, con la información existente una
aproximación a los límites de carga animal, en los cuales se obtenga una máxima
ganancia por animal y por hectárea.
Partiendo de la premisa que establece que el uso eficiente de pastura,
implica la hipótesis: ―Producción diaria de pasto es igual a consumo diario del
mismo‖, se tiene la siguiente ecuación:.
PRODUCCION PASTO/DIA = CONSUMO PASTO/DIA
Prod. pasto = SP x TR x TC
Donde: SP = Superficie de potrero
TR = Tiempo de reposo
TC = Tasa de crecimiento
Consumo de pasto NA x CD x TO
Donde: NA = Número de animales
CD = Consumo diario
TO= Tiempo de ocupación
Entonces: SP x TR x TC = NA x CD x TO
275
Con la ecuación expresada se puede calcular cualquiera de los elementos
(incógnita) considerados en ella. Sin embargo, desde el punto de vista práctico,
alguno de esos parámetros son asumidos de resultados experimentales
regionales, que han permitido, por ejemplo, determinar el consumo diario de
materia seca por unidad animal por día, tiempo de reposo más apropiado y la tasa
de crecimiento de la especie considerada y además conociendo el número y
superficie de los potreros, puede determinarse matemáticamente cuál es el
número total de animales que podrá mantenerse y la capacidad de carga en las
diferentes épocas del año, definiendo así, un manejo cercano a los niveles de
óptima utilización del pastizal.
Un ejemplo:
En un hato del Estado Monagas, se determinó la curva y la tasa de
crecimiento y el valor nutritivo del pasto Brachiaria decumbens en diferentes
épocas del año (Cuadro 1).
Al analizar el Cuadro se observa que la mayor tasa de crecimiento (Kg
MS/Ha/día) se produce a la edad de 42 días en la época lluviosa (julioseptiembre); sin embargo, se verifica que tanto el porcentaje de proteína cruda
(%PC) como el porcentaje de nutrientes digestibles totales (% NDT), disminuyen
considerablemente con la edad. Por otro lado, debe considerarse la observación
del ganadero en el sentido del rechazo del pasto por parte de los animales,
cuando pasa 35 días. Tales consideraciones indican que en esas condiciones
ecológicas, el pasto barrera, en el período lluvioso debe ser utilizado con edad de
28 días, aproximadamente, sacrificando un poco la producción de materia seca en
función de lograr una mejor calidad y consumo de forrajes por los animales. Por
otra parte en las condiciones locales, se ha logrado detectar un consumo máximo
de materia seca por animal, alrededor de 2.5% de peso vivo animal. Por lo que
para definir el pastoreo se debe tomar en cuenta los elementos: tasa de
crecimiento, contenido de proteína cruda y nutrientes digestibles tota les
determinados en la zona.
276
CUADRO 1. Tasa de crecimiento y valor nutritivo de Brachiaria decumbens en
función de la edad y época del año.
EDAD
DE
CORTE
PC **
TC *
NDT***
(%)
(MS/Ha/día)
(%)
(Kg)
------------julio-sept. 84 --------------
PC
TC
NDT
(%)
(MS/Ha/día)
(%)
(Kg)
-----------feb-abril 85 ---------
21
30.83
22.72
73.50
7.02
12.64
48.78
28
69.34
16.78
66.62
16.36
11.65
46.68
35
92.31
14.65
61.81
21.22
10.57
45.19
42
123.03
11.31
62.02
22.70
10.09
42.02
Fuente: Longart et alii, 1984 y Farías et alii, 1987, adaptado por el autor.
*TC:
Tasa de crecimiento
**PC:
Proteína cruda
***NDT: Nutrientes digeribles totales
De acuerdo a estas consideraciones, el período de reposo más indicado para
la época lluviosa, debe ser de aproximadamente 28 días, con una tasa de
crecimiento de 69.34 Kg de MS/Ha/día, 16.78% de PC y 66.42% de NDT. Para
estimar los demás parámetros involucrados se debe definir el número de animales
que entrarán al pastoreo y/o el tamaño de los potreros que integrarán el sistema.
Tamaño total de la finca – ---------------------------- 100 Ha
Superficie/potrero (SP) ------------------------------- 5.00 Ha
Tiempo de reposo (IR) -------------------------------- 28 días
Tasa de crecimiento (TC) ----------------------------- 69.34 Kg MS/Ha)día
Consumo/animal/día (CD)(2.5% Pv)---------------- 10 Kg MS/animal/día
Tiempo de ocupación (10) ---------------------------- 3 días
Número de animales (NA) ----------------------------- ?
Capacidad de carga (CC) ----------------------------- ?
277
Solución:
NA = SP x TR x TC = 5 x 28 x 69.34 = 323.59 UA
TO x CD
3 x 10
De acuerdo a las condiciones establecidas para el sistema durante el período
lluvioso se puede mantener 323.54 UA.
El número de potreros (N) a utilizar en el sistema se estima mediante la
fórmula:
TR = TO (N-n)
Siendo:
TR = Tiempo de reposo ----------------------
28 días
TO = Tiempo de ocupación -----------------
3 días
n = Número de potreros -------------------
?
N= Grupo de animales ------------------------
1
N= 28 + 1 = 10.33  10 potreros
3
Número de potreros: 10
Tamaño de potreros : 5 Ha
Superficie en uso:
50 Ha
Superficie total (ST) :
100 Ha
Superficie en uso (SU) :
50 Ha
Superficie sobrante (SS) :
50 Ha
Total de unidades animales (UA) : 312.59 UA
Superficie en uso (SU):
UA
SU = 323.59
50
50 = 6.47 UA/Ha
Ha
278
De acuerdo a los cálculos, durante el período lluvioso, se podrán mantener
6.47 UA/Ha. Mientras que para el período de baja precipitación la situación será
diferente, ya que en ese período la tasa de crecimiento es menor y por lo tanto, se
alarga el período de reposo, quedando entonces:
N = 5 x 35 x 21.22 = 123.78 UA
3 x 10
Donde: 123.78 UA
50 Ha = 2.47 UA/Ha.
Esto significa que durante la época seca, la capacidad de carga se reduce a
2.47 UA/Ha (39.58% de la capacidad de carga del período más productivo).
Pastoreo diferido.
Como su nombre lo indica, el pastoreo diferido consiste en vedar un área del
pastizal durante un período de la estación de crecimiento, con la finalidad de
revigorizar la pastura y permitir una acumulación de forrajes en el campo para ser
utilizado durante el período crítico. El diferimiento de pasturas, tiene como
finalidad permitir que las especies más aceptables por los animales, se recuperen
y aumenten su capacidad de competencia con especies menos deseables. Esta
práctica debe ser aplicada d forma alternada en cada potrero con intervalos de
algunos años. En las áreas que están sometidas a pastoreo, la carga animal debe
ser controlada de tal manera, que permita evitar el sobrepastoreo y alteraciones
indeseables en la composición botánica de la pastura. En función de esto, es
conveniente utilizar dos o más especies de gramíneas con ciclos vegetativos
diferentes y aun la introducción de leguminosas que mantienen el va los nutritivo
por un tiempo más prolongado en su ciclo vegetativo.
279
Pastoreo nulo (cero).
El pastoreo nulo o cero, consiste en el corte, carga, transporte y distribución
del forraje verde a los animales en el comedero. El sistema recibe el nombre, en
razón de que reduce a cero el efecto del animal sobre la pastura. Este sistema
requiere de inversiones elevadas en equipos y presenta un alto costo operacional.
Aunque por otro lado, simplifica los problemas con cercas, bebederos y sombras
en las áreas de cortes.
El pastoreo nulo crea condiciones para un aprovechamiento casi total del
forraje eliminando la posibilidad de selección del pasto, hecho que debe reflejarse
en la producción por animal. Entretanto, los factores, como economía de energía
utilizada en pastoreo y el hecho de que los animales reciban el material forrajero
repicado, compensan la falta de. selectividad del animal. Este proceso permite la
obtención de elevadas producciones por animal y por hectárea.
Tratándose de un sistema de explotación intensiva, ocasiona una acelerada
extracción de nutrimentos del suelo. Por esa razón, periódicamente, deben
realizarse fertilizaciones de reposición, con el objeto de asegurar la persistencia de
las plantas y mantener la producción de forrajes de buena calidad.
Pastoreo continuo vs. rotativo.
Las opiniones respecto a cuál de los sistemas de pastoreo es el mejor, son
divergentes, principalmente en lo que se refiere al pastoreo continuo y el rotativo.
A pesar de la realización de numerosos experimentos, comparando los dos
sistemas, todavía existe mucha controversia acerca de los méritos relativos de
cada sistema. En general, los datos han sido contradictorios y no permiten
conclusión definitiva sobre cuál de los sistemas es mejor.
Cualquier sistema puede proporcionar una óptima respuesta animal,
dependiendo del consumo de energía, el cual está relacionado con la
280
disponibilidad de forrajes, proporción de hojas en la pastura y digestibilidad de la
misma. De igual forma, la producción animal por hectárea obtenida en diferentes
sistemas de pastoreo depende de las características moforfisiológicas de las
plantas, de la frecuencia, de la intensidad y de la época de utilización de la
pastura.
En los diferentes estudios comparativos de los sistemas de pastoreo, el
elemento común ha sido la interacción entre la carga animal y el sistema de
pastoreo. Con una carga animal baja o moderada, la respuesta animal en pastoreo
continuo puede ser igual o superior al pastoreo rotacional. Mientras que el
pastoreo rotativo favorece la respuesta animal en pastizales donde se utiliza carga
animal más elevada (Figura 3).
Algunos resultados experimentales realizados en climas templados, indican
que el sistema de pastoreo, por sí mismo, tiene un efecto muy pequeño sobre la
producción animal. Varios trabajos han mostrado una ventaja de 8% en la
producción de leche, para el pastoreo rotativo, cuando es comparado con el
continuo.
Por otro lado, las ventajas del pastoreo rotativo sobre el continuo, se atribuye
a las mayores cantidades de forrajes producidas y almacenadas.
En virtud de la menor inversión requerida el pastoreo continuo, es sin duda,
el menos afectado por las variaciones de mercado y otros factores económicos.
La producción de carne o leche en los diferentes sistemas de pastoreo,
depende fundamentalmente de la carga animal utilizada. La respuesta animal
puede ser satisfactoria y semejante en cualquier sistema de pastoreo, si existe
igual cantidad y calidad de forrajes disponible. Alta carga animal provoca
reducción de la selectividad y consecuentemente, reducción en la ganancia de
peso por animal.
281
Especies cespitosas de porte alto, se adaptan mejor al pastoreo rotativo,
mientras que las especies de porte bajo, postradas o estaloníferas, son más
apropiadas para el pastoreo continuo.
Para evitar la degradación de pasturas de alta producción, es necesario la
utilización uniforme del mismo. En razón de esto, el pastoreo rotativo puede
constituirse en el sistema adecuado para alcanzar la uniformidad deseada y
proporcionar aumentos significativos en la productividad animal, aunque las
ventajas del sistema rotativo sobre el continuo no siempre, se haya evidenciado en
las condiciones de climas templados. Sin embargo, cuando la carga animal es
elevada, la superioridad del pastoreo rotativo podría manifestarse en las pasturas
tropicales, cuyo potencial productivo es superior a las de climas templados.
FIGURA 3. Relación entre ganancia por animal y la carga animal en los sistemas de
pastoreo continuo y rotacional.
Fuente: Riewe c.p. Andrade, 1988.
282
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285
CAPITULO X
CONSERVACIÓN DE FORRAJES
En Venezuela, al igual que en otras regiones de la América Tropical, la
producción de pastos está supeditada a las condiciones climáticas reinantes, que
provocan fluctuaciones estacionales en la disponibilidad de forrajes para la
población animal existente: Durante el período lluvioso se producen grandes
cantidades de forrajes (80-90%), mientras que en la época de sequía se producen
apenas 10-20% del total anual.
La estacionalidad en la producción, ocasiona un excedente elevado durante
la época lluviosa y un déficit en la sequía que afecta la producción de carne y
leche durante el año.
Tales razones imponen la necesidad de procurar algunas alternativas que
aplicadas en forma aislada o conjuntamente, contribuyan a la uniformización del
suministro de forrajes durante todo el año y que además permita dar un uso
eficiente y económico a los excedentes de pastos producidos en las épocas de
mayor crecimiento forrajero.
La manera más racional de aprovechar el forraje excedente es a través de la
conservación, ya que las modificaciones en la carga animal son difíciles de
realizar. En cualquier sistema de producción bovina se debe considerar que existe
una necesidad más o menos constante de materia seca, por lo que desde el punto
de vista práctico, lo ideal sería mantener una misma carga animal durante todo el
año.
286
Métodos de conservación de forrajes.
Todo método de conservación, independientemente del medio utilizado, tiene
como objetivo fundamental el mantenimiento al máximo del valor nutritivo del
material original. Los métodos de conservación más conocidos son: la
deshidratación artificial, la henificación a campo y el ensilaje.
La deshidratación artificial es el método más eficiente en cuanto al
mantenimiento del valor nutritivo; sin embargo, este proceso es de costo
sumamente alto, razón por la cual, no es recomendado en nuestra ganadería. Por
lo tanto, no será objeto de estudio en esta obra.
Requisitos para la producción de forrajes conservados de buena
calidad
Para producir heno o silaje de buena calidad, deben ser cumplidos algunos
requisitos fundamentales:
1. Calidad del material:
La buena calidad del material forrajero a conservar puede ser satis fecha
mediante la consideración de: la especie forrajera, la fertilidad del suelo, edad de
corte, etc. Tales características garantizaran el potencial de producción y valor
nutritivo requerido.
2. Mínimas pérdidas:
La obtención de un producto con un mínimo de pérdidas de nutrientes, lo
cual puede ser garantizado por la eficiencia de aplicación del proceso de
conservación.
287
HENIFICACION.
La henificación es un proceso de conservación de forrajes que consiste en
una desecación lenta y parcial de la planta, bajando el contenido de humedad de
80-90% inicial en el material verde, para 20-10% en el heno, conservando al
máximo sus principios nutritivos, suavidad, aroma y color.
El heno constituye una excelente forma para almacenar el forraje de buena
calidad existente en la época de crecimiento elevado. De esta manera, se
aseguran grandes cantidades de nutrimentos capaces de promover ganancias de
peso y producción de leche, en las épocas en que disminuye la disponibilidad de
alimentos para los rebaños.
La henificación no constituye un método revolucionario que pretende
innovaciones o conceptos nuevos. Es un proceso bastante antiguo, que junto con
el ensilaje ha contribuido al éxito de las explotaciones bovinas en los países más
desarrollados. La henificación debe ser vista como una opción más, para la
solución de problema de la uniformización del suministro de alimentos y por otro
lado, podría beneficiar la producción y la productividad de los animales en
nuestras condiciones.
Ventajas del heno.
La conservación en forma de heno, es la manera más sencilla de obtener
reservas forrajeras para el periodo crítico, su práctica es relativamente sencilla, no
requiere de mano de obra especializada y puede ser almacenada en galpones o
heniles y, en algunos casos, es almacenado a campo abierto, aunque de esta
forma se produzcan pérdidas considerables de material.
288
El heno, preparado adecuadamente constituye un alimento nutritivo, rico en
proteína, vitaminas del complejo 8, pro-vitamina A (caroteno), vitamina D y calcio.
Actualmente existen equipos que permiten acelerar la henificación de esta manera
asegurar una buena calidad del heno y minimizar pérdidas durante el proceso.
Calidad del heno.
Un heno de buena calidad debe tener las siguientes características:
- Alta proporción de hojas
- Baja proporción de tallos, suaves y flexibles
- Coloración verde
- No poseer sustancias extrañas, mohos ni fermentación
- Olor agradable.
La calidad es determinada por su valor forrajero, en consecuencia se
considera un buen heno, aquel que presenta características adecuadas en su
composición química, digestibilidad y aceptabilidad.
1. Composición química:
La composición química indica las cantidades y proporciones de los
elementos nutritivos contenidos en el heno, los cuales varían de acuerdo con: las
condiciones climáticas, las especies utilizadas, el estadio de crecimiento y nivel de
nutrimentos en el suelo.
2. Digestibilidad:
La digestibilidad se refiere a la porción de cada fracción nutritiva que es
aprovechada por el animal. La digestibilidad varía con las condiciones climáticas,
fertilidad del suelo, época de corte, con la especie y dentro de ella se modifica de
acuerdo a la fase de crecimiento.
289
3. Aceptabilidad:
La aceptabilidad indica el grado de aceptación del forraje por el animal. Es
evidente que ningún valor tendrá el heno producido, aun que tenga una excelente
composición química y buena digestibilidad ―in vitro‖, si éste no es aceptado o
consumido por un animal. La familiaridad y el hábito del animal por un
determinado alimento puede tener influencia en la aceptación y consumo, aunque
en algunos casos, determinados forrajes son rechazados en la primera ocasión y
posteriormente pueden ser consumidos con avidez.
Si el heno producido es de mala calidad, como consecuencia de no haber
considerado las previsiones necesarias, su valor como alimento es insatisfactorio.
En estas condiciones la henificación deja de ser una práctica económica de
conservación de forrajes, debido a que la oferta del producto no proporciona
beneficios a la producción y a la productividad de los animales.
Los errores frecuentemente cometidos en la realización del proceso de
henificación ha conducido a la equivocada tendencia de considerar el heno como
un alimento de bajo valor nutritivo.
La época adecuada para la henificación es aquella en la cual la planta
forrajera presenta crecimiento vigoroso (alta tasa de crecimiento) y buen valor
nutritivo. El forraje cortado debe proporcionar alto rendimiento de heno por unidad
de superficie y rebrotar rápidamente después de la cosecha. Además, la respuesta
a la fertilización debe ser en el sentido del máximo aprovechamiento de los
nutrimentos aplicados para lograr reducir los costos de producción.
Factores que afectan el valor nutritivo.
Entre los factores que pueden incidir sobre la composición química,
digestibilidad y aceptabilidad del heno, se pueden indicar los siguientes: a) especie
forrajera; b) estadio vegetativo; c) relación tallo/hoja; d) color verde y vitaminas; e)
290
presencia de material extraño; f) presencia de mohos e insectos; g) pérdida
durante el proceso.
Especies forrajera.
En general, las especies forrajeras se encuadran en dos grandes familias
vegetales: gramíneas y leguminosas, las cuales difieren en su composición
química y valor nutritivo. Las leguminosas se caracterizan por poseer un mayor
porcentaje de proteína, calcio y vitaminas, mientras que las gramíneas son más
ricas en carbohidratos. Los henos de leguminosas presentan un contenido de
proteína de aproximadamente 12 a 19% y el de las gramíneas varía de 5 a 15%.
Las especies forrajeras para henificación deben tener las siguientes
características:
- La especie escogida para henificar, debe tener un alto potencial de
producción. Esta característica es la más importante, debido a que de ella
depende la producción en una superficie determinada para tal fin y en
consecuencia, los costos unitarios del producto.
- La forrajera debe presentar facilidad para ser cortada mecánicamente y
tener capacidad para rebrotar vigorosamente, después de cortes bajos y
relativamente frecuentes.
- La estructura de la planta forrajera debe permitir una rápida y uniforme
deshidratación. El tiempo de desecación puede ser reducido
considerablemente, con el uso de especie con tallos finos. Por otro lado,
las especies deben presentar cierta resistencia a la caída de hojas que
provocarían disminución en el valor nutritivo.
291
Estadio vegetativo:
El crecimiento vegetativo o la fase de crecimiento de la planta en el momento
que la misma es cosechada para henificar, ejerce una considerable influencia
sobre la calidad.
El valor nutritivo de la planta decrece con la madurez. A medida que el
crecimiento es prolongado, la producción de materia seca por unidad de superficie
aumenta. La tasa de disminución del valor nutritivo de los forrajes es característico
de cada especie y sus variedades. La determinación de la fase de crecimiento de
la planta para corte o henificación, depende de la importancia relativa que es
atribuida a la producción de materia seca o a la concentración de materia orgánica
digestible.
De manera general, los contenidos de proteína y sales minerales, son más
elevados en las plantas jóvenes, disminuyendo con la edad, lentamente al inicio
del crecimiento y posteriormente en forma rápida, hasta la fructificación. En los
Cuadros 1 y 2, se observa la tendencia decreciente de los contenidos de
diferentes fracciones nutritivas por efecto de la edad de corte, en gramíneas y del
estadio de crecimiento de leguminosas.
Las plantas forrajeras tienen una curva de crecimiento caracterizada por una
pequeña producción de materia seca, al inicio del ciclo, la cual después aumenta
rápidamente para estabilizarse en la fase de floración, cuando alcanza el máximo
crecimiento.
Tomando en cuenta que con la edad de la planta, se incrementa la
producción de materia seca y disminuyen los contenidos de proteína y otros
elementos nutritivos; las plantas forrajeras para heno deben ser cortadas en el
momento que las mismas tengan: a) elevada producción de materia seca; b) altos
contenidos de proteína; c) otras características indicativas de la calidad del pasto.
292
Relación tallo/hoja:
Las hojas de las plantas forrajeras presentan un valor nutritivo más e levado
que los tallos, debido a que contienen mayor proporción de proteína, minerales,
vitaminas, etc., siendo las hojas más nutritivas, suaves y tiernas que los tallos, su
proporción relativa de la planta contribuye para variar las proporciones de los
elementos nutritivos y la aceptabilidad del forraje. Durante el desarrollo inicial de la
planta, la relación tallo/hoja es pequeña, pero a medida que avanza en edad, esta
relación se va tornando cada vez mayor hasta la floración, cuando los valores
suben más rápidamente.
Color verde y vitaminas:
La coloración del heno es un indicativo de su calidad, relacionado con la fase
de crecimiento a la cual fue cortado el pasto, a la no infestación por mohos y al
alto contenido de caroteno. La coloración verde en los henos está asociada a la
presencia de caroteno (precursor de la provitamina A), que los animales pueden
transformar en vitamina A.
CUADRO 1. Nutrientes digestibles contenido en la materia seca de heno de
soya perenne obtenido de material cortado en diferentes edades.
EDAD
MS DIG.
PD
ED
NDT
(DIAS)
(%)
(%)
Kcal/g MS
(%)
60
56.9
10.1
2.49
53.9
108
52.8
8.2
2.29
50.7
157
50.9
8.3
2.25
48.5
Fuente: Renó 1969 c.p. Da Silva, 1975.
293
CUADRO 2. Nutrientes digestibles contenido en la materia seca‘ de heno de
pangola obtenido en diferentes fases de crecimiento.
FASE DE
MS.DIG
PD
ED
CRECIMIENTO
(%)
(%)
Vegetativo
64.0
7.0
2.53
Florecimiento
62.5
1.8
2.47
Maduro
52.3
0.9
2.30
(Kcal/ g MS)
Fuente: Rofler et alii. 1971 c.p. Da Silva, 1975.
Cuando el pasto cortado se quema por prolongada exposición al sol, o
cuando presenta severas fermentaciones, casi todo el caroteno es destruido,
perdiendo la coloración verde para trocarse en color de paja o castaño. Cuando el
heno se enmohece durante e-l proceso de preparación o almacenamiento, todo el
caroteno, prácticamente se pierde. Por esa razón, la simple observación de la
coloración es un indicativo de la presencia del pigmento.
Presencia de material extraño:
La presencia de material extraño en los henos se debe generalmente, a la
aparición de plantas diferentes en las áreas cultivadas con tal fin. La presencia de
estas plantas en el heno, disminuye el valor nutritivo del mismo.
Los daños provocados por las plantas invasoras en los henos se dividen en
dos categorías: a) disminución del valor nutritivo y b) posible toxicidad del material
extraño.
La presencia de plantas tóxicas en un área para producción de heno,
deprecia el producto y puede llegar hasta la inutilización del campo, debido a que
el consumo del heno contaminado puede ocasionar serios disturbios y hasta
muerte de animales consumidores.
294
Presencia de mohos e insectos:
El enmohecimiento, además de provocar la pérdida de caroteno en la planta,
perjudica el aspecto y sabor del heno y puede causar disturbios en los animales
como consecuencia de formación de aflatoxinas formadas por exceso de humedad
en el heno producido. La presencia de insectos, que generalmente se alimentan
de las partes más tiernas del heno, contribuye a la reducción de elementos
nutritivos del material.
Pérdidas durante el proceso:
Durante la henificación es frecuente la disminución del valor nutritivo de la
forrajera, como consecuencia de los métodos empleados y las condiciones del
tiempo durante el proceso. Por otro lado, son comunes también, las pérdidas en el
almacenamiento y distribución a los animales.
El control efectivo de los factores que ocasionan las pérdidas, debe ser un
objetivo básico de la henificación, por cuanto éstas son determinantes en el precio
unitario del alimento conservado. Este principio no debe ser confundido con la
preocupación constante sobre la adopción de un sistema de conservación barato,
ya que no siempre, el método más barato es el más económico.
Los principales factores asociados con las pérdidas durante la desecación de
forrajes en el campo, son debida a la respiración celular, a las precipitaciones
pluviométricas inesperadas ya las actividades mecánicas utiliza das en el proceso.
Después del corte, la planta continúa viva, realizando fotosíntesis y respiración
hasta que la humedad alcance valores próximos a 30% o hasta que las
temperaturas lleguen a niveles cercanos a los 45°C.
En general, cuando el forraje cortado es humedecido por el rocío o lluvias,
con la acción de los rayos solares se inician oxidaciones que provocan
descoloración y pérdidas de caroteno. Durante el proceso de cura, los azúcares y
otros constituyentes orgánicos, mediante fermentación, son transformados en gas
295
carbónico. Tales fermentaciones pueden ser reducidas con una cura rápida y
almacenamiento en buenas condiciones, libre de alta humedad.
Las pérdidas de heno, debido a las condiciones climáticas, general mente
son provocadas por lluvias. El agua lixivia los nutrimentos solubles en la planta,
ocasionando una acentuada disminución de la digestibilidad de la materia seca. La
intensidad de las pérdidas depende de la cantidad de agua que pasa por el
material y de la cantidad de sustancias solubles susceptibles de ser arrastradas,
pudiendo ocurrir pérdida total de esos nutrimentos.
Por último, deben ser consideradas las pérdidas por causas mecánicas que
se producen por el manipuleo, transporte y distribución para el consumo.
Operaciones de la henificación.
El proceso de henificación puede ser dividido en cuatro operaciones
fundamentales: corte, desecación, empacado y almacenamiento.
Todas las fases indicadas, son igualmente importantes y cualquier falla de
una de ellas puede comprometer la calidad del heno producido.
1. Corte.
Para su ejecución debe considerarse: a) época de corte; b) métodos
utilizados para el corte.
a) Época de corte: La mejor época para realizar el corte, es cuando la
forrajera presenta la mayor producción de materia seca, rica en elementos
nutritivos, bajos contenidos de fibras y buena relación hoja/tallo. Estas
características están asociadas a la fase de desarrollo de la planta forrajera.
296
Cuando la cura es realizada a campo, deben considerarse las condiciones
climáticas, ya que en razón de éstas pueden producirse grandes pérdidas en la
producción de heno. Sin embargo, tales factores no deben ser considerados como
un obstáculo muy serio en la producción del heno, sino que por el contrario, deben
ser utilizados en la medida de lo posible, las informaciones meteorológicas
existentes, a objeto de determinar, dentro de los períodos de máxima producción
de pastos, los días con menos probabilidad de lluvias, que permita realizar el
proceso. Para el proceso de henificación puede ser suficiente dos días, si se
cuenta con equipos eficientes en la aceleración de la desecación.
Debido a las características generales de ocurrencia de precipitaciones en
nuestras condiciones, el corte del pasto para henificar, puede realizarse un poco
antes de la fecha de final de lluvias, señaladas en los climogramas de cada región.
Por ejemplo, para la zona de Maturín, según la Estación Meteorológica de
Maturín-FAV, se podría realizar el corte en el inicio del mes de septiembre, en el
cual se observa que el número de días con probabilidades medias y bajas de
lluvias, comienzan a ser más frecuentes.
2. Métodos de corte.
Los métodos utilizados para el corte puede ser manual o mecánico.
a) Manual; Es un proceso restringido a pequeñas áreas; depende de las
condiciones del terreno, los cuales podrían impedir la utilización de equipos
agrícolas, bien por la presencia de obstáculos o por su topografía.
b) Mecánico: El empleo de máquinas agrícolas es recomendable para
medianas o grandes extensiones, en las cuales es imprescindible, debido a la
rapidez requerida en el proceso, a objeto de garantizar la calidad del producto.
3. Desecación.
297
Después del corte, la forrajera debe ser desecada o curada hasta que la
planta alcance el punto ideal (10-20% de humedad aproximadamente). Para
mantener los máximos valores nutritivos, el material debe ser desecado lo más
rápidamente posible. La desecación puede ser natural (al sol, a la sombra e
intermedia) y artificial.
En virtud de las dificultades técnicas, económicas y de lo poco práctico de los
métodos: artificial, secado a sombra e intermedio, en el presente trabajo, sólo
analizaremos la desecación natural a sol.
a) Desecación al sol
La cura del forraje a pleno sol es el elemento más común y barato, ya que no
existe la necesidad de instalaciones especiales u otros equipos para la completa
deshidratación. Después del corte, la forrajera es dejada en el mismo lugar
iniciándose así la desecación por la acción del sol y del viento, hasta alcanzar el
grado de deshidratación requerida para ser almacenado en forma de heno. Si no
se toman algunas previsiones, el heno producido de esta forma será rústico,
pudiendo presentar impurezas y un reducido contenido de sustancias nutritivas,
aunque puede ser rico en vitamina D. Este proceso de cura requiere de
operaciones: a) volteos y b) hileramiento.
a.1. Volteos: Si el material después de cortado es dejado en el suelo por
largo tiempo, sin voltear, se produce una marcada diferencia en el grado de
secado en el material, pues las capas superiores que reciben radiación solar y
acción del viento, se secarán más, mientras que las inferiores permanecerán
húmedas. Por lo tanto, para que la desecación se realice uniformemente, en toda
la masa cortada y todas las partes reciban por igual la acción del sol y el viento; es
necesario realizar el volteo, de tal manera, que la parte inferior pase para arriba y
la superior para abajo. El tiempo que debe transcurrir entre el corte y el primer
volteo, y el número de volteos que de ben realizarse por día, es variable y
298
dependen de varios factores como: precipitación, intensidad de la radiación solar,
humedad relativa del aire, temperatura, velocidad del viento, especie forrajera,
fase de desarrollo de la planta y espesor de la capa de pasto cortada.
Inmediatamente después de entrar en la guadaña cortando el pasto, el rastrillo
hilerador-volteador deberá recorrer toda el área, volteando y aflojando la capa de
pasto cortado. Mientras mayor sea el número de volteos, más rápido y uniforme
será la desecación.
a.2.
Hileramiento:
El
grado
de
desecación
debe
ser
verificado
frecuentemente. En las horas de la tarde, si no ha sido alcanzado el punto de
heno, se recomienda juntar varias hileras de pastos en una sola, hasta el día
siguiente cuando serán nuevamente separadas para continuar la desecación. Esta
medida se toma con el fin de disminuir la superficie de incidencia del rocío
nocturno y de lluvias eventuales. Cuando el material alcanza el punto de he no es
recogido para ser empacado y posteriormente trasladado al depósito o
transformado en perchas en el propio campo.
4. Acondicionamiento del pasto.
El objetivo de la henificación es restringir lo más rápida mente posible, los
factores capaces de provocar pérdidas, siendo que todos ellos pueden ser
controlados por la rápida disminución de la humedad. La velocidad de
deshidratación, además de todo, presenta la ventaja de disminuir el riesgo de
ocurrencia de lluvias sobre la forrajera desecada. El uso de equipos
(acondicionadores) capaces de quebrar, exprimir o cortar los tallos y otras partes
gruesas de las plantas, contribuye a acelerar el ritmo de desecación y favorece la
uniformidad de desecación. La aplicación de este tratamiento, debe realizarse
simultánea o inmediatamente después del corte de manera tal, que evite pérdidas
de materia seca, de las hojas que se vuelven quebradizas.
299
La ventaja de usar acondicionadores puede ser atribuida al hecho de
exprimir los tallos provocando un aumento de la superficie de evaporación de la
planta.
5. Reconocimiento del punto de heno.
Cualquiera que sea el método empleado para la cura de la forrajera, ésta
deberá alcanzar el punto de humedad que oscila entre 10 y 20%, lo que indica que
el material está listo para ser empacado y almacenado.
La determinación del punto de heno es de gran importancia porque de ello
depende que el grado de humedad no sea elevado, para así evitar fermentaciones
de la masa y consecuentemente aumento de temperaturas que pueden llegar
hasta la combustión espontánea y además impedir el ataque de hongos. Por otro
lado, debe ser evitada una desecación excesiva que transforma el he no en paja,
sin ningún valor nutritivo y con baja aceptabilidad.
Algunos métodos prácticos para reconocimiento del punto de heno:
a) Tomar una muestra del pasto en desecación, torcerlo con las manos, para
verificar lo siguiente:
- Si el material vierte agua, el porcentaje de humedad está por encima de
20%.
- Si el material está quebradizo y áspero al tacto, presenta una humedad
menor de 10%.
- Si el pasto no presenta ninguna de las dos condiciones anteriores, el
material está en punto de heno.
La verificación debe ser realizada varias veces, para determinar el grado de
desecación deseado.
300
b) Debido a la constitución del tallo, generalmente, demora más tiempo para
deshidratarse, El método consiste en tomar un tallo de la planta, se retira la vaina
de una hoja y con la uña se exprime, próximo al nudo, si no se nota
humedecimiento, el heno está listo para ser empacado y almacenado.
Los métodos para reconocimiento del punto de heno son variables. Al final,
será la experiencia adquirida por el productor, lo que le dará la maestría a este
importante tema.
6. Tiempo de cura.
El tiempo necesario para que una forrajera alcance el punto de heno es
bastante variable y depende de factores, tales como: especie forrajera, fase de
desarrollo de la planta, condiciones ambientales, número de volteos, uso de
acondicionadores, etc. En la práctica, se observa que algunas forrajeras pueden
ser henificadas en un día, mientras que otras pueden tomar más tiempo.
Generalmente, las gramíneas se henifican más rápidamente que las leguminosas.
7. Empacado.
Una vez alcanzado el punto de heno, se procede a realizar el empacado.
Esta labor debe iniciarse en horas de la tarde, de forma rápida, para reducir los
efectos negativos de su exposición a la intemperie.
Las pacas de henos más frecuentemente utilizadas son de dos tipos:
rectangulares y cilíndricas.
a) Pacas rectangulares:
Las pacas rectangulares son confeccionadas con un peso aproximado de
15-20 Kg/paca. Este tipo de empacado facilita el transporte y almacenamiento, en
virtud de permitir el apilamiento, tanto en el campo como en galpones y además
simplifica la distribución a los animales. De manera general, las empacadoras
301
permiten regular el largo de las pacas y la compactación de las mismas. Las pacas
deben fabricarse de un tamaño fácilmente manipulable por el hombre, tanto en las
operaciones de transporte y almacenamiento, como en la distribución.
b) Pacas cilíndricas:
Las pacas cilíndricas o rollos de heno, son elaboradas por equipos
mecánicos, con un peso que puede alcanzar hasta los 600 Kg/paca. Usualmente,
estas pacas son dejadas en el campo, a la intemperie para ser consumida por los
animales en la época correspondiente.
En las pacas dejadas en campo, se producen pérdidas por efecto de factores
ambientales no controlados. También pueden ser transportados a galpones o
almacenes, mediante el uso de transportadores espaciales para este fin.
8. Almacenamiento.
Después de empacado el heno, debe ser colocado en almacenes que lo
protejan de la incidencia de humedad que pudiera perjudicar la calidad del
producto.
Cuando el material es almacenado con desecación incompleta o recibe
humedad
después
de
almacenado,
pueden
producirse
fermentaciones
indeseables y otros daños que desmejoran grandemente la calidad del heno.
9. Dimensiones del almacén.
Las dimensiones de los galpones para almacenamiento de heno, deben
calcularse, tomando en cuenta las especificaciones de las empacadoras. Las
pacas producidas por las empacadoras más convencionales, tienen las siguientes
dimensiones: 0.36 x 0.40 x 0.80 pesan en promedio 17 Kg; por lo tanto, pa a
almacenar una tonelada de heno, será necesario un volumen de 7.79 m3 en el
galpón.
302
10. Distribución del heno a los animales.
La distribución del heno debe realizarse de tal manera que, se produzca un
mínimo de pérdidas en el proceso, por lo que la colocación del heno en
el suelo para consumo directo por los animales, provoca pérdidas considerables,
debido al pisoteo y a la presencia de heces y orina. La distribución debe hacerse
mediante comederos que impidan el contacto directo del animal con el alimento.
Como todas las prácticas en la finca, la henificación es un proceso que tiene un
costo y por lo tanto deben tomarse todas las medidas que conlleven a una mayor
eficiencia de su producción y utilización.
ENSILAJE
Cuando se almacenan forrajes verdes cortados, en ausencia de aire en un
depósito llamado silo, se producen en el material diversos cambios entre ellos
procesos fermentativos, que llevan finalmente, a.la obtención de un producto
llamado silaje.
La finalidad del proceso es conservar los forrajes con la mayor calidad
posible, por un lapso más o menos prolongado, de tal manera que los mismos
puedan ser utilizados en el momento requerido para la alimentación de los
animales.
La conservación de forrajes o alimentos, principalmente granos, en ausencia
de aire, ha sido utilizado por el hombre durante milenios, con el fin de
aprovecharlo en los períodos críticos de alimentación.
Son varias las definiciones de ensilaje encontradas en la literatura, mediante
las cuales cada autor expone su punto de vista, entre las que se pueden citar las
siguientes:
a) Un proceso mediante el cual se realiza un embalce de plantas.
303
b) Un medio de conservar los forrajes verdes, en estado fresco con todas
sus cualidades nutritivas.
c) El proceso de conservación de alimentos voluminosos para los animales
domésticos en el cual, el producto resultante presenta casi su
composición inicial en humedad y principios nutritivos.
d) Un forraje verde que en condiciones definidas, ha sufrido una
fermentación espontánea y durante la cual ha conservado de manera
duradera sabor y cualidades nutritivas.
Tomando en cuenta que el proceso consiste, en una fermentación controlada
dentro de límites bastante estrechos, la última definición podría considerarse como
la más acertada.
Para preparar un ensilaje de buena calidad en cualquier condición, es
necesario comprender los cambios que se procesan en el material durante el
tiempo que se mantiene en el silo.
Proceso de ensilaje
Cuando se ensila, se realiza un proceso inverso al de las plantas verdes en
pie.
En las plantas vivas: las raíces mediante la absorción de agua y minerales,
y las hojas, a través del proceso fotosintético, durante el cual el anhídrido
carbónico se combina con el agua para formar carbohidratos, liberando oxígeno,
cumplen los papeles principales respecto a la formación de sustancias necesarias
para el desarrollo vegetal. La luz solar proporciona la energía necesaria para el
proceso
fotosintético,
formándose,
además,
celulosa, lignina
y proteína,
constituidas a partir de la combinación de sustancias orgánicas con nitrógeno y
azufre.
Todas las células vivas eliminan anhídrido carbónico y absorben oxígeno.
Este proceso llamado respiración, es esencialmente un intercambio de gases, que
304
se realiza mediante el desdoblamiento de los azúcares y la oxidación del carbono,
formándose anhídrido carbónico. Durante la respiración se produce la liberación
de energía, para ser utilizada en el mantenimiento y crecimiento de las plantas.
Plantas cortadas en presencia de aire: al separar mediante el corte la
parte aérea de las raíces, se detiene la absorción de agua y minerales, por lo
menos temporalmente, continúa sin embargo, el proceso de respiración, mientras
que la fotosíntesis se realizará por el tiempo que la planta se mantenga al sol, y no
varíe el contenido de humedad y temperatura en la misma.
Los carbohidratos presentes en el forraje cortado se van transformando,
produciéndose en cambio, anhídrido carbónico, calor y agua. Si el proceso de
respiración continúa se van a producir cuatro efectos principales que son:
- Disminución de carbohidratos presentes
- Producción de anhídrido carbónico y agua
- Aumento de temperatura
- Consumo de oxígeno presente en la masa.
Los efectos indicados continuaran hasta tanto se detenga el proceso de vida,
por agotamiento de los carbohidratos, del oxígeno o de una elevación de la
temperatura, ocasionando que el forraje quede reducido a una masa en
descomposición, atacada por hongos y otros microorganismos, con un bajísimo
valor alimenticio.
Planta cortada en ausencia de aire; Una vez que la planta verde es
cortada, colocada en el silo en capas, eliminándose el aire presente en la masa,
se inicia el proceso de ensilaje, el cual se divide en tres etapas fundamentales:
 Respiración
 Fermentación
 Estabilización
305
1. Respiración.
El forraje verde cortado continúa respirando, produciendo anhídrido
carbónico, agua y calor a expensas de los carbohidratos presentes, los cuales
también son utilizados en el mismo proceso, por bacterias aeróbicas que se
encuentran en las plantas. De continuar la respiración, se perderá gran par te del
alimento que se pretende conservar, debido al consumo o desdoblamiento de los
azúcares presentes; así como por la disminución en la digestibilidad de las
proteínas.
Las razones indicadas determinan que los sistemas de conservación de
forrajes y otros alimentos, tiendan a detener en el menor tiempo posible, los
procesos descritos y la muerte de las células.
Admitiendo que la respiración se realiza a partir del oxígeno presen te en el
aire atrapado en la masa ensilada, es lógico pensar que mientras más rápido se
elimine el aire, más pronto se detendrá el proceso de respiración. Tal condición se
puede lograr a través de métodos que pueden ser, compresión mecánica o uso de
vacío, los cuales cumplen la misma función. La intensidad la espiración puede ser
medida mediante el calor generado en la masa ensilada. En la medida que
aumenta la respiración se incrementa la temperatura. El manejo de este factor
externo puede contribuir a la obtención de un producto final deseable. La
paralización de la respiración y muerte rápida de las células, puede lograrse por
dos vías: artificialmente, mediante la adición de ácidos y de forma natural,
permitiendo la evolución de los procesos, tal cual es la fermentación.
La rapidez y eficiencia de la eliminación del aire depende de una serie de
factores, tales como: estado de madurez, contenido de humedad, sistema de
cosecha, método de extracción y tipo de silo.
306
1. a Estado de madurez.
A medida que las plantas avanzan en su desarrollo, aumentan en
consistencia y rigidez, como consecuencia del incremento en el contenido de
celulosa. Este hecho contribuye a aumentar la cantidad de aire en la masa
ensilada, no sólo entre las plantas, sino dentro de la estructura de ellas mismas.
Por otro lado, las plantas en crecimiento, con una mayor proporción de hojas, con
tallos flexibles y frescos o suculentos, al apilarse, dejan menos intersticios libres
para ser ocupados por el aire. Al ser compactados, es más rápida y completa la
extracción del aire.
1.b. Contenido de humedad.
La eliminación del aire de la masa, guarda una estrecha relación con el
contenido de humedad, tanto externa como internamente.
En el forraje cortado con un bajo contenido de humedad, se dificulta la
eliminación del aire, especialmente cuando se usa la compactación. Una vez
terminada o pasada la presión ejercida, la masa tiende a retornar a su volumen
original.
Los forrajes con contenido de humedad de 60-70%, se compactan sin
dificultad, el aire es eliminado por la disminución del espacio ocupado, al mismo
tiempo que los jugos que se escurren, tienden a ubicarse en los intersticios
dejados por el aire.
1.c. Sistema de cosecha.
Si el forraje se coloca entero en el silo, éste deja una serie de espacios entre
las plantas, que no pueden ser eliminados totalmente por la compactación.
Mientras que, si además de cortado es repicado y lacerado, será posible
almacenar una mayor cantidad de forrajes en el mismo volumen, determinando un
307
mejor aprovechamiento del espacio disponible y una eliminación más fácil y
completa del aire atrapado en la masa.
1.d. Método de extracción.
La velocidad y grado de eliminación del aire en la masa ensilada está
relacionada con el método de extracción utilizado. Si se utiliza la acción mecánica,
esto es, maquinaria para compactar el forraje o el peso de la misma masa, la
eliminación de aire no será total, pero sí satisfactoria. También se usan bombas de
vacío, con mayor efectividad.
1.e. Tipo de silo
La eliminación del aire del material ensilado está sujeto al tipo de silo, por
cuanto algunos silos permiten realizar la extracción mediante la compactación con
máquinas, mientras que en otros, ésta no puede realizarse con efectividad.
2. Fermentación:
Como fermentación se define la descomposición de las sustancias orgánicas
de origen vegetal, libres de nitrógeno, preferiblemente hidratos de carbono y sus
derivados, por la acción de bacterias, levaduras y hongos, con producción de
energía.
De manera sencilla se puede plantear que la fermentación es un proceso
inverso al de la fotosíntesis de la planta, tal como se indica:
Fotosíntesis
(PLANTA) 6CO2 + 6H2O + LUZ
C6H12O6 + 6O2
Respiración
(FERMENTACIÓN) C6 H12O6
CO2+ Ac. orgánico + energía
308
Durante el proceso de ensilaje se forman varios productos químicos, de los
cuales se destacan por su importancia, los ácidos lácticos, acéticos y butíricos.
Como principio fundamental se puede establecer que un buen ensilaje se
caracteriza por tener una alta proporción de ácido láctico, bajo nivel de ácido
acético y muy poco o nada de ácido butírico. Además, el nitrógeno amoniacal
debe estar en ínfima proporción, pues lo contrario significa, que una parte de las
proteínas contenidas en el material ensilado ha sido desdoblado, originando
compuestos más simples de nitrógeno con lo cual se habrá perdido gran parte del
valor nutritivo contenido originalmente.
En el proceso de fermentación-se destacan tres elementos fundamentales:
- Las bacterias presentes.
- El material cosechado.
- Las condiciones de trabajo.
2.a. Bacterias presentes.
Es la parte externa de las plantas, en el suelo y en el aire, se encuentran
numerosas variedades de bacterias listas para desarrollarse cuando encuentren
condiciones adecuadas y favorables.
Cada grupo de bacterias requiere de condiciones óptimas de temperatura,
humedad y presencia de aire, para desarrollarse. De acuerdo al tipo de
fermentación que cada grupo de bacterias produce, se destacan las siguientes
fermentaciones: láctica, acética y butírica.
- Fermentación láctica
309
La fermentación láctica es la más importante en la conservación de forrajes.
La misma es ocasionada por microorganismos, entre los cuales se destacan:
Lactobacillus
plantarum,
Lactobacillus
bulgaricus,
Lactobacillus
brevis,
Lactobacillus casei y Streptococus lactis. Las bacterias indicadas, se encuentran
distribuidas en todos los vegetales y en la leche, y se desarrollan en las siguientes
condiciones: 5°C y 60°C de temperatura, con nivel óptimo de 352°C y acidez pH
3.8-4.2, en ausencia de aire (anaeróbicas), con humedad poco elevada. Las
bacterias lácticas se caracterizan por su resistencia a condiciones adversas, que
causan la inhibición del crecimiento o aún más, la eliminación de otras bacterias.
Entre las ventajas más importantes de estas bacterias, se señala que la
producción de ácido láctico a partir de los azúcares, se realiza sin la formación de
productos secundarios.
- Fermentación acética
Esta fermentación es causada por microorganismos del grupo coliform, cuya
temperatura óptima oscila entre 18°C y 25°C.
En el ensilaje, se producen generalmente, pequeñas cantidades de ácido
acético, el cual no tiene mucha importancia en el proceso.
- Fermentación butírica
Es una fermentación no deseable en el proceso de ensilaje. Su presencia
causa olores y sabores desagradables en el producto, aunque éste puede ser
consumido por los animales.
Los productos resultantes de esta fermentación son: ácidos butírico y
acéticos, alcohol e hidrógeno, que no contribuyen a los efectos de la conservación.
Los microorganismos encargados de producir estos ácidos pertenecen al grupo
Clostridium, los cuales se encuentran en forma natural en el suelo, son
310
esencialmente anaeróbicos, aunque también pueden desarrollarse en condiciones
aeróbicas.
La temperatura favorable para este género de bacterias está comprendida
entre los 20°C y 40°C. No son tolerantes a pH inferior a 4.0, prefiriendo para su
desarrollo un pH un poco mayor (4.5 aproximadamente).
De lo discutido se desprende que en el proceso de ensilaje se debe lograr la
máxima producción de ácido láctico en el menor tiempo posible, con bajos niveles
de ácido acético y una mínima o ninguna porción de butírico, lo cual puede
lograrse mediante el control de los factores que limitan o estimulan el desarrollo de
los microorganismos responsables de la producción de los diferentes ácidos
orgánicos.
Con una alta producción de ácido láctico en el ensilaje, se logra una
excelente calidad, sin que se produzcan compuestos secundarios, no palatables e
innecesarios.
El buen desarrollo de bacterias lácticas a bajas temperaturas asegura la
conservación de un mayor porcentaje de elementos nutritivos en razón de
minimizarse la respiración, confiere al ensilaje un sabor y olor que lo hacen
apetecible a los animales.
Cuando
hay
una
alta
producción
de
ácido
butírico,
sucede
una
descomposición de las proteínas. Existen enzimas que convierten las proteínas en
aminoácidos y el proceso es análogo al que se realiza durante la digestión de los
alimentos en el organismo animal. Cuando se logra esta condición en el ensilaje,
se
considera
como
una
pre-digestión
y
en
consecuencia
un
mejor
aprovechamiento de aquellos elementos nutritivos. Sin embargo, las enzimas
proteolíticas de las bacterias productoras de ácido butírico producen amoníaco y
compuestos amoniacales a partir de proteínas con dudoso valor nutritivo.
311
Varios factores son igualmente responsables de la actividad de las bacterias
productoras de ácido butírico, aunque la más común es la inadecuada acidez
producida por el lento desarrollo de los lactobacillus. La razón más lógica de esta
circunstancia es una deficiencia de carbohidratos fácilmente fermentables en la
cosecha.
En la Figura 1, se resume el proceso de fermentación. Al cortar el material
verde y depositarlo en el silo, estarán presente los diferentes géneros de bacterias
capaces de producir los correspondientes ácidos en el ensila je (lácticas, acéticas
y butíricas). Al extraer rápidamente el aire de la masa ensilada y dejar condiciones
de anaerobiósis, las bacterias productoras de ácido láctico proliferan en presencia
de carbohidratos, disminuyendo así el pH del medio que impedirá el desarrollo de
otras bacterias.
312
FIGURA 1. Esquema de fermentación de forraje verde.
Fuente: Peñagaricano et al ) s/fecha
En general, el contenido de carbohidratos en el material, va a determinar la
calidad del ensilaje; si el material es rico en carbohidratos solubles se producirá
una rápida fermentación que garantiza una buena calidad del ensilaje; sin
embargo, cuando es bajo, habrá que adicionársele, para lograr la calidad deseada.
En la Figura 2 se esquematiza en forma simplificada, las transformaciones
que se producen en la masa ensilada, mostrando que, carbohidratos, ácidos
orgánicos y hemicelulosa, sirven de sustrato a las bacterias para la formación de
los ácidos orgánicos que se forman durante la fase fermentativa. Las proteínas
bajo ciertas condiciones, también pueden participar en el proceso cuando son
utilizadas por microorganismos involucrados en el ensilaje.
313
FIGURA 2. Esquema simplificado de transformaciones en forraje ensilado.
Fuente: De Faria ‗1970
Control de fermentaciones a través del H.
La conservación de forrajes en forma de ensilaje, depende de una
acidificación del medio, que mediante una disminución de niveles de 3.8 a 4.2 de
pH. Se considera que cuanto mayor sea la acidez, mejora el control sobre las
formas indeseables de microorganismos que no son capaces de tolerar un medio
ácido.
Todos los ácidos orgánicos, se combinan para dar la acidez total de la masa
ensilada. Sin embargo, el ácido láctico es el más importante, ya que posee la
mayor constante de disociación. En consecuencia, es el ácido más fuerte y por lo
tanto el responsable de la acidez del medio.
314
Calidad del ensilaje
La evaluación de la calidad del ensilaje, generalmente se hace a través de la
verificación de la cantidad de nutrientes y pérdidas en el proceso de conservación.
Sin embargo, pueden ser usados otros criterios. La composición de ácidos
orgánicos ha sido frecuentemente usada, ya que mediante ellos se pueden
obtener indicaciones, aproximadas de las transformaciones que la realizan, para
luego relacionarlas con las pérdidas.
El ensilaje de buena calidad debe tener un alto porcentaje de ácido láctico, y
además, la relación entre éste y los demás ácidos debe ser amplia. El ácido
acético y otros ácidos volátiles, siempre estarán presenten en el en silaje de buena
calidad, aunque en niveles bajos, pudiendo aumentar con la elevación del pH en
los de calidad inferior. Ensilajes de baja calidad presentan un pH elevado,
acompañado de altos niveles de ácido butírico, el cual no es un compuesto
perjudicial por sí mismo, pero es indicativo de la ocurrencia de transformaciones
indeseables. La presencia de ácido butírico está aso ciada a una intensa
degradación de proteínas.
Factores que interfieren en la formación de ácidos orgánicos
Los contenidos de ácidos orgánicos en el ensilaje pueden ser alterados por
una serie de productos. El tratamiento del material a ensilar con: urea, cal,
antibióticos, carbohidratos, ácidos orgánicos, minerales y otros materiales, podrían
alterar significativamente las fermentaciones. Por otro lado, la presencia de
oxígeno, temperatura del medio, tamaño de partículas del material repicado y
otras prácticas relacionadas a la técnica de ensilaje, son variables, que asociadas
al contenido de ácidos orgánicos, también inciden en la calidad del producto.
315
Microorganismos
Las plantas colocadas en el silo, generalmente poseen abundante microflora,
la cual disminuye grandemente durante el proceso de ensilaje. En el inicio, los
microorganismos aeróbicos son inactivos por la eliminación del oxígeno y algunos
anaeróbicos mueren debido a la elevación de la temperatura.
Entre las bacterias anaeróbicas que participan en el proceso de ensile
je, las del grupo coliform, serán las primeras en desarrollarse, produciendo
principalmente ácido acético. Por la elevación de la temperatura, asociada
a un elemento de la acidez del medio, las bacterias coliform serán destruidas
y la microflora pasa a ser dominada por bacterias tolerantes al medio ácido,
que pasarán a producir grandes cantidades de ácido láctico.
Si el pH no alcanza el nivel crítico, se producirá una variación en la actividad
microbiana, en la cual las bacterias del género Clostridium podrán desenvolverse
con facilidad, a expensas del ácido láctico formado y de azúcares residuales,
dando como resultado la formación de ácido butírico y de otros ácidos volátiles. En
esta actividad se producirá una descarboxilación del ácido láctico, disminuyendo
así la concentración hidrogeniónica que favorece las bacterias butíricas, que
desdoblan compuestos nitrogenados para la formación del ácido butírico y otros
ácidos volátiles. Las bacterias productoras de ácido láctico tienen dos tipos de
fermentación: homofermentativas y heterofermentativas (Figura 3).
316
FIGURA 3. Esquema simplificado de la actividad de las bacterias homo y
heterofermentativas.
Fuente: De Faria 1970
Las bacterias homofermentativas no poseen la enzima carboxilasa necesaria
para retirar moléculas de CO2 del el ácido pirúvico, razón por la cual se producirá
solamente ácido láctico; mientras que las heterofermentativas, son capaces de
utilizar el ácido pirúvico para formación de otros compuestos.
Debido a que la producción de ácido láctico es mayor en el caso de las
bacterias homofermentativas, algunos estudios de laboratorio han demostrado
ventajas de la inoculación del material a ensilar con este tipo de bacterias, cuyas
especies no son fáciles de seleccionar al momento de decidir esta práctica. Sin
embargo, una mezcla de Streptococus faecalis con Lactobacillus plantarum, han
proporcionado buenos resultados. Las bacterias del género Streptococus no son
tolerantes a la acidez, pero producen ácido rápidamente. La ventaja de promover
317
la mezcla de las dos especies radica en el hecho de que los del género
Lactobacillus controlan la acidez de la segunda etapa del proceso, por ser
resistentes al medio.
Carbohidratos
Los carbohidratos constituyen las fuentes de energía más común para las
bacterias productoras de ácido láctico. Sin embargo, bajo ciertas condiciones,
algunas plantas de bajo contenido de carbohidratos fermenticibles, pueden dar
origen a ensilajes con una cantidad relativamente alta de ácido láctico. Es posible,
que las pentosas resultantes de la hidrólisis de la hemicelulosa y los ácidos
orgánicos de la planta, sirvan como fuente de energía para los organismos.
Además, en condiciones especiales, las proteínas también pueden ser utilizadas
como sustrato para la fermentación láctica, a pesar de que esta contribución ha
sido considerada de muy baja importancia.
Los hidratos de carbono que sirven de sustrato a las bacterias productoras
de ácido láctico, son todas solubles en agua. El almidón no participa efectivamente
en la formación de ácido láctico. Algunas experiencias señalan que el sorgo
granero, a pesar de tener un alto contenido de almidón en la fase de madurez, la
producción de ácido láctico es reducida (Cuadro 1).
Se considera que la glucosa y la fructosa son las fuentes de energía más
importantes para las bacterias productoras de ácido láctico. El tipo de azúcar
presente, puede interferir en el proceso de fermentación, ya que las bacterias
heterofermentativas utilizan glucosa de manera diferente produciéndose más
ácido láctico a partir de la glucosa.
CUADRO 1.. Contenido de carbohidratos solubles, ácido láctico y pH de sorgo
granero en diferentes fases de crecimiento.
318
FASE
% H.C.
SOLUBLES
% AC. LÁCTICO
pH
Lechoso
15.4
9.0
3.4
Lechoso pastoso
10.5
4.7
3.7
Duro pastoso
4.3
2.4
4.0
Maduro
4.4
2.2
4.2
Fuente: De Faria 1970
El contenido de azúcares debe ser considerado de gran importancia para
asegurar la fermentación normal. Algunos autores sugieren que es necesario un
contenido mínimo de 15% de azúcares para garantizar un buen desenvolvimiento
de bacterias lácticas, mientras que otros indican 6 a 7% de hexosas como mínimo
para obtener un buen ensilaje.
La cantidad de carbohidratos solubles contenidos por el maíz, es lo que en
esta gramínea, aún madura, puede garantizar una fermentación normal.
Poder Tampon (Buffer)
Los forrajes con bajos contenidos de proteína, por lo general, son más fáciles
de ensilar que aquellos que presentan porcentajes mayores de esta fracción. Sin
embargo, no existen evidencias experimentales que apoyen la idea de que los
compuestos nitrogenados sean responsables de la dificultad de ensilar forrajes. El
problema de ensilar leguminosas y algunas gramíneas radica en el poder tampon
(resistencia del medio a cambios de pH) presentado por las plantas, el cual se
atribuye a los ácidos orgánicos y sus sales.
319
Comúnmente, las leguminosas contienen ácido málico, ácido cítrico y ácido
fosfórico, como los más importantes, pero algunas leguminosas contienen
adicionalmente ácido glicérico que contribuyen a que el poder ―tampon‖ de estas
plantas sea superior al de las gramíneas.
Mediante la fermentación que se procesa durante el ensilaje, los azúcares y
hemicelulosa son desdobladas por la formación de ácidos orgánicos, tales como:
láctico, succinico, propiónico y fórmico. La producción de estos ácidos provoca un
aumento en la concentración hidrogeniónica que ocasiona una disminución del pH,
para límites de 3.8 a 4.2. Aunque conviene destacar que esa caída debe ser la
suficientemente rápida para evitar el desenvolvimiento de bacterias del género
clostridium, que se caracteriza por desdoblar proteínas y producir ácido butírico.
Los problemas de ensilar plantas con elevado poder tampon, deriva del hecho de
que éste fenómeno es el responsable de la cantidad de ácido láctico necesario
para bajar el pH a niveles inhibitorios del desarrollo de bacterias generadores de
ácido butírico.
Humedad
El ensilado de forrajeras con alto grado de humedad proporciona un pro
ducto de baja calidad, no sólo debido a las pérdidas de nutrientes por drena je,
sino también a la formación de ácido butírico y degradación severa de proteínas.
La reducción de la cantidad de agua contribuye a disminuir las pérdidas por
drenaje, inhiben la proliferación de bacterias productoras de ácido butírico, las
cuales requieren de un medio bastante húmedo para su desenvolvimiento. Estas
bacterias son capaces de tolerar altas concentraciones hidrageniónicas cuando se
encuentran en ambientes muy húmedos, por lo tanto la acidez del medio, tendrá
que ser mayor, en la medida que existe mayor cantidad de agua. Se considera
que forrajes ensilados con 30% o más de materia seca estarán sujetas a una
320
fermentación butírica poco pronunciada y en consecuencia, se podrá obtener un
ensilaje de buena calidad.
Por otro lado, la disminución de la humedad de los forrajes a ensilar, reduce
el poder tampon de las plantas. La desecación previa de leguminosas y algunas
gramíneas, parece ser una metodología tendente a resolver las dificultades
relacionadas con una alta producción de ácido butírico en pasto conservado.
Temperatura
El calentamiento que se produce ‗en el silo tiene importancia, debido a que
éste depende de la cantidad de aire retenido en la masa ensilada, la cual
determina el tipo de fermentación bacteriana a producirse. Cuanto mayor sea la
cantidad de aire presente, mayor será la respiración subsiguiente y en
consecuencia, más elevada la temperatura. En la práctica, el único control sobre la
cantidad de aire retenido es a través de la compactación del material o por
bombas de succión que permiten extraerlo y de esta manera lograr el cese de la
respiración.
Factores que afectan la calidad del ensilaje
La calidad del ensilaje depende fundamentalmente, de la edad o fase de
crecimiento a la cual la planta es ensilada, de las propiedades inherentes a la
planta y a las condiciones de preparación.
- Edad o fase de crecimiento de la planta.
En general, la especie escogida para ensilar debe ser cosechada cuando
presente un equilibrio nutritivo, momento en el cual la producción de materia seca
321
por unidad de superficie sea elevada y el coeficiente de digestibilidad de la materia
orgánica se encuentre alrededor de 65%.
Algunos pastos como elefante (Pennisetum purpureum) alcanzan ese punto
a los 60-70 día aproximadamente; mientras que otros, como yaragua (Hyparrhenia
rufa); rhodes (Cloris gayana) braquiaria (Brachiaria decumbens) y pangola
(Digitaria decumbens) logran ese equilibrio, entre los 40 y 50 días. Por otro lado, el
maíz y el sorgo, que son las forrajeras por excelencia, más indicadas para el
ensilaje, se recomienda cortarlas cuando las mismas presentan 35% de materia
seca, que coincide con la fase en la cual los granos se encuentran casi duro, esto
es, cuando las plantas en el campo comienzan a presentar hojas secas.
De los datos que se presentan en el Cuadro 2, se puede inferir que la época
ideal para ensilar el maíz, es cuando el mismo presenta un contenido de 35% de
materia seca, por cuanto en esa fase se obtiene el mayor rendimiento por
hectárea (11.8 ton), mayor valor nutritivo (espigas 56.8% de la planta) y mayor
consumo de ensilaje, por vacas lecheras y novillos de ceba.
CUADRO 2. Composición y calidad de la planta de maíz para ensilaÇe en
diferentes fases de madurez
FASE DE
MADUREZ
PRODUCCION
MS
---%----
MV
MS
--------ton/Ha------
COMPOSICION
ESPIG.
HOJAS
COLMO
---------------%----------------
CONS.
DE
MS*
-----%----
Grano lechoso
21
43.3
10.3
31.5
20.6
49.3
74
Grano farináceo
35
30.5
11.8
36.8
14.9
28.3
100
Grano duro
46
19.1
9.6
56.4
13.0
30.5
74
* Estado farináceo considerado 100%
Fuente: Mc Culloug, 1970 c.p. Silveira, 1988
322
Propiedades de la planta.
Las características químicas de la planta que afectan las fermentaciones en
el ensilaje son: contenido de carbohidratos solubles y el poder tampon.
El contenido de carbohidratos en el forraje a ser ensilado es muy importante,
debido a que éstos son los principales sustratos de las bacterias generadoras de
ácido láctico. La fermentación láctica depende directamente de la disponibilidad de
carbohidratos; por lo tanto, mientras más azúcares contenga la forrajera, mayor
será la formación de ácido láctico, garantizando así un pH bajo y una buena
conservación en el silo. La cantidad mínima de azúcares que debe tener una
planta para ser ensilada no ha sido totalmente determinada, aunque para el maíz,
se conoce como punto ideal para ser ensilado, un contenido de 25% de
carbohidratos en la materia seca.
En el Cuadro 3 se muestran las características químicas de algunas
gramíneas forrajeras tropicales (Braquiara, Guinea, Sabanero, Yaragua, Elefante y
Pangola) y del ensilaje producido por ellas. En él se observa que los carbohidratos
solubles en todas las forrajeras estudiadas son excesivamente bajos, si se
compara con los contenidos en el maíz. El pasto elefante, sin embargo, presenta
un contenido más alto y en consecuencia proporciona un ensilaje de mejor calidad
que las demás gramíneas.
El poder tampon de las plantas para ensilar, es otro factor determinan te de
la calidad del ensilaje. Plantas con poder tampon elevado carecen de azúcares
para proporcionar mayor producción de ácido láctico y en consecuencia, una
disminución en el pH.
En el Cuadro 3 se observa el alto poder tampon de las gramíneas tropicales
que asociado a los bajos contenidos de carbohidratos solubles, contribuyen a la
baja calidad de sus ensilajes.
323
CUADRO 3. Características químicas de algunas forrajeras tropicales y del
ensilaje producido por ellas.
ESPECIES
PARÁMETRO
BRAQ.
GUIN.
SAB.
YARAG.
ELEF.
PANG.
FORRAJERA:
Materia seca
29.79
27.81
38.01
31.14
21.09
35.38
6.80
6.25
6.13
5.94
11.44
8.89
24.59
18.36
16.68
22.63
13.31
16.83
Bases volátiles 2
31.97
21.16
14.67
12.78
13.46
8.55
1
5.21
4.92
2.76
3.87
4.25
5.03
1.94
1.92
1.11
1.71
6.72
2.38
4.02
3.13
2.52
3.02
1.81
2.74
0.07
0.053
0.013
0.107
0.003
0.017
4.57
4.55
4.52
4.54
3.61
4.11
Hid. Ca. Sol.
1
Tampon (e.mg HCl/100 g MS)
ENSILAJE:
Proteína cruda
Acido láctico
1
Acido acético
Acido butírico
1
1
pH
(1) % en la MS; (2) N amoniacal como % de N total
Fuente: Tosi (1973)
Condiciones para la preparación
Repicado.
El material a ensilar debe ser convenientemente repicado en pedazos de
más o menos una pulgada (2.54 cm) para lograr, de esta manera, una eficiente
extracción del aire retenido en la masa ensilada. Cuando el repicado se rea liza
dejando pedazos muy grandes, se forman acumulaciones de aire que favorecen la
producción de mohos, causados por microorganismos aeróbicos. Por otro lado,
facilita la respiración de células vegetales que provocan la quema de
carbohidratos solubles, de producción de CO2, agua y calor, disminuyendo la
posibilidad de formar altas cantidades de ácido láctico que garanticen la calidad
324
del ensilaje. En los pastos de tallos finos y porte bajo, como pangola, capin melao,
braquiaria, etc., no es tan necesario el repicado, aunque puede ser conveniente.
Presecado.
El principal problema para ensilar gramíneas, radica en el excesivo contenido
de humedad (75-85%). Ensilar forrajes en estas condiciones, provoca fracasos en
el proceso de conservación, debido a la cantidad de efluentes que escurre por el
interior del ensilaje y por la intensa formación de ácido butírico, ya que las
bacterias del género clostridium proliferan grandemente en condiciones de alta
humedad.
Uso de aditivos.
Las sustancias utilizadas para estimular las fermentaciones en el ensilaje,
son ricas en azúcares, los cuales crean condiciones para el rápido desarrollo de
las bacterias productoras de ácido láctico.
Entre los compuestos ricos en azúcares, la melaza ha sido el más empleado,
generalmente diluido en agua en proporción 1:1.
Las gramíneas tropicales, además de retener elevadas cantidades da agua,
en general, son pobres en carbohidratos solubles y presentan alto poder tampon.
Estas características dificultan el proceso de ensilaje; por lo tanto, además de la
reducción de la humedad, la adición de sustancias ricas en carbohidratos (melaza
y caña de azúcar) pueden estimular la producción de ácido láctico.
Cuando se utiliza la melaza, se recomienda la adición de 1-3% en gramíneas
y 4 a 5% en leguminosas. Sin embargo, la cantidad de melaza a aplicar varía de
acuerdo con la especie, fase de maduración y el contenido de humedad de la
planta ensilada. Los porcentajes varían de 1-10%. Otro aditivo que puede ser
utilizado en el ensilaje, en la proporción de 10 a 30%, es la caña de azúcar.
325
En el Cuadro 4 se indica el efecto de niveles crecientes de melaza
adicionados a ensilajes de pasto elefante. Allí se observa que niveles superiores a
3% de melaza, no contribuyen a mejorar los coeficientes de digestibilidad de la
materia seca.
CUADRO 4. Efecto de niveles crecientes de melaza sobre la producción de
ácidos orgánicos, pH, coeficiente de digestibilidad de la materia seca y nutrientes
digestibles totales en ensilajes de pasto elefante.
AC. ORGANICOS
NIVELES
MELAZA
(%)
0.0
MS
(%)
CHO. SOL.
(%)
pH
LACT.
ACET.
BUT.
CD.MS
(%)
NDT
(%)
17.17
9.35
4.14
10.81
1.57
0.03
57.9
57.18
1.5
18.30
14.40
4.03
10.68
1.35
0.08
55.6
54.27
3.0
19.70
18.58
4.00
8.45
1.61
0.08
60.7
58.75
4.5
19.85
22.51
4.01
8.31
1.41
0.05
56.9
56.35
6.0
18.99
22.92
3.98
9.18
1.88
0.02
55.9
54.28
7.5
17.00
24.20
3.99
9.43
1.99
0.02
61.6
59.73
Fuente: Silveira 1988
La caña de azúcar, incorporada en determinados niveles, sustituye la melaza
como aditivo (Cuadro 5).
326
CUADRO 5. Efecto de la melaza y caña de azúcar sobre el pH y producción de
ácidos orgánicos en ensilaje de pasto elefante.
ENSILAJE (ELEFANTE)
pH
ÁCIDOS ORGÁNICOS % EN MS
LÁCTICO
ACÉTICO
BUTÍRICO
Simple
4.6
1.7
2.7
0.9
3% melaza
4.0
5.6
1.9
0.0
30% caña
3.8
6.1
2.3
0.0
Fuente: De Faria 1970
Adición de urea y cal.
Algunos trabajos experimentales han demostrado que la adición de 1% de
urea más 1% de cal 6 0,5% de urea y 0.5% de cal, ocasionan un aumento
significativo en la producción de ácido láctico, en los ensilajes de maíz, provocan
do además, un incremento en el valor nutritivo (Cuadro 6).
Compactación y tapado.
La compactación del forraje en el silo es necesaria para la extracción del
aire, su efectividad depende del tamaño de repicado de las partículas. La
compactación debe ser enérgica, dependiendo del tipo de silo. En los silos
horizontales, la compactación debe ser más acentuada que en los verticales, ya
que en éstos la altura favorece la compactación, generalmente las capas
superiores compactan las inferiores. En los silos horizontales, la compactación
327
debe ser hecha con tractor, hasta que las marcas de las ruedas del mismo no
sean visibles.
CUADRO 6. Efecto de la adición de urea y cal sobre la fermentación en ensilaje
de maíz.
ENSILAJE
(MAIZ)
pH
% ÁCIDOS ORGÁNICOS EN MS
LACTICO
ACETICO
Simple
3.8
8.3
1.5
1% urea
4.4
12.0
1.7
1% cal
4.2
11.0
1.9
0.5% urea + 0.5% cal
4.3
12.0
2.1
Fuente: De Faria, 1970
La adición de urea y cal, neutralizan los ácidos formados y estimulan la
fermentación láctica.
Terminada la compactación, el silo debe ser cubierto con una tela plástica,
tierra, láminas, etc., con el fin de evitar que haya penetración de agua y aire en el
material ensilado.
Extracción del silaje.
Una vez abierto el silo, se recomienda retirar el silaje, en tajadas verticales y
mínimas de 20 cm, de tal manera que sea utilizada toda la superficie donde incide
el aire, la cual está sujeta a perderse. La tajada silaje debe ser suministrada
inmediatamente a los animales, para evitar pérdidas por ataques de hongos y
levaduras que dañan la calidad del silaje.
328
3. Estabilización
En un silaje preparado correctamente la producción de ácido láctico, llega a
representar rápidamente de 1 a 2% de la masa, con un nivel de pH entre 3.8 y 4.2
Las etapas de respiración y fermentación se desarrollan en un máximo de
tres días. El éxito o fracaso del ensilaje, depende entonces, del desarrollo y control
del proceso, entre las 24 y 72 horas de iniciados los trabajos de conservación.
El cumplimiento total del proceso, abarca en su totalidad, aproximadamente,
14 a 21 días, transcurridos los cuales, se podrá conocer el resultado final del
trabajo realizado.
Un silo sellado, en el cual se impide la entrada de agua y aire, las
condiciones se mantienen indefinidamente en el tiempo. Si la formación de ácido
láctico es insuficiente, el pH de la masa se elevará, dando oportunidad para el
desarrollo de bacterias del género clostridium, que producirán ácido butírico a
expensas de los carbohidratos presentes y del propio ácido láctico, previamente
formado. El daño más importante provocado por esta condición es el
desdoblamiento de proteínas, las cuales se pierden, para dar paso a la formación
de compuestos nitrogenados más simples, capaces de causar disturbios en los
animales que lo consumen. Entre los compuestos formados, los amoniacales
contribuyen a mantener un medio alcalino, propicio para la fermentación butírica.
Un ensilaje sometido a los efectos señalados, tendrá las siguientes
características: coloración verde oliva parduzca, olor rancio desagradable, puede
causar disturbios gástricos al ser consumido, especialmente por animales jóvenes.
329
Características de algunos silos
Independientemente del tipo de silo, las dimensiones del mismo están en
función del:
- Consumo del animal por día
- Total de animales a mantener
- Período de suministro
- Peso por volumen de forraje ensilado
Existen diversos tipos de silos; sin embargo, en este trabajo daremos las
características de algunos de los de uso más generalizados, tales como:
Parva:
- Sin paredes
- Consiste en un amontamiento de forraje
- Forma cilíndrica, rectangular, etc.
- Usado generalmente para evitar pérdidas totales de heno afectada por lluvia.
- Duración corta
- Compactación deficiente
- Cobertura con tierra o plástico
- Pérdidas elevadas.
Troja:
- Con paredes
- Forma cilíndrica, rectangular, hexagonal, etc.
- Compactación un poco mejor que el parva
- Cobertura con plástico
- Altura máxima 4-5 m
- Pérdidas elevadas.
330
Trinchera:
- Consiste en una excavación en la tierra
- Forma; sección trapezoidal con paredes laterales inclinadas 25% en relación a la
altura del silo.
- Ubicación; de preferencia en terrenos inclinados y con nivel frático profundo.
- Largo en el sentido del declive
- Piso con inclinación de 1 a 2% en dirección del fondo hacia la entrada.
- Canal para evitar entrada de agua de lluvia, alrededor del silo.
- Paredes con o sin revestimiento, lo más liso posible
- Cobertura con tela plástica lámina, etc.
- Ancho, suficiente para maniobrar un tractor para hacer el llenado, compactación
y vaciado del silo
- Cuando las paredes son revestidas, de bloques y cemento, elevar La pared 30
cm por encima del nivel del suelo, para evitar la entrada de lluvia.
- Longitud variable, de acuerdo a la cantidad de material a ensilar y a las otras
dimensiones. Generalmente se asume que por cada m3 se puede almacenar de
500 a 600 Kg de ensilaje.
Bunker:
- Paredes verticales o inclinadas
- Ubicación en terrenos planos
- Puede constituirse en sitios más convenientes
- Abierto en ambos extremos
- Facilita llenado y compactación
- Material para construcción: madera, bloques, hierro y alambre, con refuerzo
lateral.
- Animal puede consumir directamente en el silo, mediante dispositivo especial
para tal fin.
Pozo:
- Excavado en el suelo con nivel freático profundo
- Forma cilíndrica
331
- Paredes de bloques o ladrillos
- Las paredes deben quedar por encima del nivel del suelo
- Debe tener cobertura para evitar entrada de agua
- Profundidad debe ser de 2 a 2.5 veces el diámetro
- Profundidad no debe ser mayor de 8-9 m
- Cobertura con plástico tierra, etc.
Torre:
- Elevado por encima del nivel del suelo
- Material de construcción, concreto armado o vaciado ‗in situ‖
- Forma cilíndrica (tubular)
- Material introducido por equipo de soplado
- Compactación por el peso del propio material ensilado
- Altura variables, de 10 a 22 m
- Diámetro dependiendo de la capacidad
- Peso por volumen promedio en el silo es de 650 Kg/m3
Bolsa plástica gigante:
- Llamado también tipo salchicha
- Empacado por una máquina en bolsa plástica
- Compactación homogénea
- Presión de compactación a criterio del operador
- Máquina introduce pasto comprimido en bolsa tubular
- Larga duración en el campo, expuesto al sol
- Permite almacenar grandes cantidades de pasto
- Extracción de aire efectiva
- Unidad de empacado transportable (sobre ruedas)
332
Necesidad de ensilaje
Ejemplo: Datos hipotéticos.
- Período crítico
120 días
- Consumo/animal/día (4% PV/UA/día)
16 Kg
- Número de animales a mantener
10 UA
- Pérdida de ensilaje
20%
Solución:
- 100 UA x 16 Kg/UA/día =
1600 Kg/día
- Consumo/período: 1.600 x 120 =
192.000 Kg
- Pérdidas 20% = 192.000 x 0.20 =
38.400 kg
- Total a ensilar:
230.400 Kg
Silo seleccionado: Trinchera
Características de silo
Altura del silo (h)
2.50 m
Ancho inferior (Ai)
6.00 m
Ancho superior (As)
?
Inclinación paredes (respecto a altura)
25%
Capacidad relativa del silo
600 kg/m3
Capacidad del silo:
600 Kg ------------------------1 m3
230.400 ------------------------ X
X = 384 m3
Dimensiones del silo:
Ancho inferior (Al)
6.00 m
Ancho superior (As)
?
Altura (h)
2.5
Inclinación
25%
333
Ancho superior: ?
100 ------------------------25m
2.5 ------------------------- X
X = 0.625 m
0.625 m x 2 = 1.25- entonces
Volumen ?
V=
As = 6 + 1.25 = 7.25
As + Ai
2
xhx1
A= ancho; h= altura; 1= largo; V= volumen
Entonces:
384 m3 = 7.25 + 6.00
x 2.50 x 1
2
3
384 m = 6.62 x 2.50 x 1
1=
384
6.62 x 2.50
=
384
=
23.20 m
16.55
1 = 23.20 m
Los cálculos realizados son similares para los silos Bunker.
Para el cálculo de las dimensiones de los silos cilíndricos, sólo cambia la
fórmula para el cálculo del volumen, en virtud de la forma del silo.
Para los silos cilíndricos, la fórmula es:
V = π X r2 x h
Por lo tanto, para definir las dimensiones de un silo Torre, que satisfaga las
necesidades de ensilaje estimadas (230.400 Kg), para lo cual se re quiere un
334
volumen de silo de 384 m3 será necesario constituir un silo con las dimensiones
que a continuación se especifican:
V=
384 m3
h=
16m
r=
?
384 m3 = 3.1416 x 16 x r2
r2 =
r = 2.76 m
;
r = √
=
√
=
2.76 m
335
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