Clase 01 1 INTRODUCCIÓN AL RECORRIDO DE FORMACIÓN PARA DIRECTIVOS POR EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Estimados y estimadas directivos, Nos produce gran satisfacción darles la bienvenida a este espacio desde el cual buscaremos promover junto con ustedes, diálogos, reflexiones y aprendizajes compartidos sobre “nuestra escuela”. Queremos contarles que miles de directivos de instituciones educativas de distintas provincias de nuestro país, de todos los niveles (incluyendo a los Institutos de Educación Superior), de diversas modalidades -tanto de gestión estatal como de gestión privada- estarán iniciando -como ustedeseste Recorrido de Formación para directivos en el marco del Programa Nacional de Formación Permanente “Nuestra Escuela”. Como saben, el Programa “Nuestra Escuela” resulta una reivindicación histórica de la garantía del derecho a la formación permanente de las/os docentes, con una propuesta universal, federal, gratuita, en ejercicio y de calidad. Pensemos y dimensionemos juntos/as -en el marco de este camino que transitaremos- la importancia que tiene ser protagonista de este colectivo del cual ustedes y los/as docentes de sus escuelas, empiezan a formar parte. Resulta significativo considerar aquí que el derecho de las/os docentes a la formación permanente genera contextos de posibilidad y nuevas condiciones de trabajo, que adquieren verdadero sentido e intencionalidad en la medida en que redundan en el fortalecimiento de las escuelas y de sus equipos, para la mejora de la calidad de la educación. Hoy la formación permanente resulta un derecho conquistado de todas/os las/los docentes de nuestro país y nuestro objetivo como equipos docentes en instituciones escolares, radica en garantizar condiciones institucionales y pedagógicas para hacer efectivo el derecho a la educación de niñas/os, jóvenes y adultos que habitan el territorio nacional. El recorrido de formación que transitaremos en el aula virtual se propone como un espacio de acompañamiento para la realización de las actividades que cada equipo directivo desarrollará a lo largo de este año de trabajo, en el marco del programa. A ser parte de este desafío de protagonismo histórico hemos sido convocados/as. https://www.youtube.com/watch?v=V9Aadf044Ow https://www.youtube.com/watch?v=cgs3nVjEA7M EL ROL PEDAGÓGICO DE LOS DIRECTIVOS EN EL RECORRIDO DE FORMACIÓN DEL PROGRAMA “NUESTRA ESCUELA” Las prioridades de política educativa de los últimos años -centradas en garantizar el derecho a la educación y establecidas en la Ley de Educación Nacional y en diversas resoluciones del Consejo Federal de Educación- nos desafían a ubicar las instituciones escolares en el centro de la escena, para afianzar, ampliar y profundizar las transformaciones que se vienen generando. Sabemos que la conducción de la escuela es el ámbito privilegiado para dar direccionalidad y sentido político pedagógico a las acciones que cada institución decida llevar adelante en el marco de su proyecto educativo. Es el director/a o el equipo directivo de la escuela quien gobierna un proyecto colectivo que busca mejorar las condiciones de inclusión y calidad de los procesos educativos. El programa “Nuestra Escuela” se materializa desde diferentes ámbitos dentro de cada una de las instituciones. Una de las conquistas históricas viene de la mano de la organización de jornadas institucionales e interinstitucionales a cargo del Equipo Directivo. En estos espacios de formación institucional situados, se trabaja sobre las particularidades de cada escuela –en diálogo con la política educativa nacional y jurisdiccional- y se fortalece el colectivo docente. Esta responsabilidad del Director de planificar y desarrollar dichos espacios pone en relevancia y valor su función formadora y pedagógica. Desde esta concepción, el directivo no es sólo quien “gestiona”, administra y “apaga incendios” en función de las urgencias o emergentes, sino que es quien da direccionalidad; “dirige” efectivamente los destinos de la escuela; conforma equipos de trabajo; habilita momentos para debatir sobre la enseñanza; conduce y contribuye a la formación de esos equipos, es decir, quien considera su propia formación y la de los y las docentes de su institución, como parte de su propio trabajo. El presente Recorrido de Formación se organiza para fortalecer una tarea que siempre ha estado en la base del trabajo del directivo: la tarea de asesorar y acompañar los procesos formativos del colectivo docente. De este modo, el programa se propone acompañar la principal tarea pedagógica 2 de cada director/a, aportando interrogantes e invitándolos a pensar nuevas preguntas; aportando materiales de lectura, dinámicas de trabajo, debates a partir de nuevos paradigmas y tiempos de reflexión, que convoquen a repensar las escuelas y los modos en que vienen produciendo 3 conocimientos y subjetividades. Se hace énfasis en tres aspectos principales: 1La formación ética, política y pedagógica de los directivos, en relación con los temas que aborda el Programa. 2La formación conceptual, pedagógica y didáctica para la organización y coordinación de las Jornadas institucionales e interinstitucionales a desarrollarse durante los tres años de formación. 3El acompañamiento para articular el modo en que el Programa se convierte en condición de posibilidad para fortalecer y mejorar el proyecto de trabajo de cada escuela. La propuesta de formación es situada y contextualizada, es decir, tiene la mirada puesta en “nuestra escuela” como parte de una comunidad. Vamos a formarnos en la medida en que profundicemos marcos conceptuales, metodológicos y didácticos para mirar nuestras propias prácticas desde otros posicionamientos, para aprender de ellas y luego poder cambiar aquellas que no nos conducen hacia donde debemos ir. La formación permanente trasciende el hecho individual, que queda sujeto a requerimientos o necesidades de un trabajo pensado y asumido exclusivamente en solitario; reconoce a la institución educativa como un ámbito productor de conocimiento en una realidad que está en permanente transformación y que nos demanda una mirada compleja y en esta tarea los Equipos Directivos ocupan un lugar central e indelegable. https://www.youtube.com/watch?t=37&v=de0aPhF5000 Entendemos la escuela como un territorio de responsabilidades compartidas. En este escenario de corresponsabilidad, cada educador/a asume las que le competen como parte de su propio trabajo y, en este sentido, es pertinente que el directivo asuma la conducción del proyecto educativo de la institución que gobierna, integrando sus voces y sus prácticas en espacios colectivos cada vez más amplios y organizados. EL DERECHO A LA EDUCACIÓN 4 En los primeros párrafos de esta clase nos referíamos al derecho que tenemos las/os docentes a tener una formación permanente que sea universal, federal, gratuita, en ejercicio y de calidad. Este derecho deviene de otro fundamental que tienen todas las personas: es el derecho a la educación; derecho que se concreta cuando el Estado articula los mecanismos necesarios y provee los recursos materiales, humanos y simbólicos que permiten el acceso a niños/as, adolescentes y jóvenes a una educación integral, común y de calidad. Los derechos conquistados en los últimos años nos han permitido integrarnos, ganando paulatinamente mayores grados de inclusión en la vida política, cultural y económica del país. Presentamos a continuación una síntesis de los principales procesos históricos de nuestro país en sus aspectos económicos, políticos y sociales, como contextos de las políticas educativas. 1 (Para quienes lean la presente clase en versión impresa, ver cuadro en la página 11.) 1 El cuadro, por sus propias características, expone los hechos centrales sin pretensión de exhaustividad. Para pensar la escuela: La reseña histórica finaliza en las últimas décadas del siglo pasado. Si tuviera que continuarla hasta el presente, ¿Qué aspectos económicos, políticos, sociales y de política educativa destacaría? ¿Por qué? Los procesos de inclusión/exclusión social que ha vivido a través de su historia el sistema educativo, han determinado que la conquista del derecho a educarse pudiera hacerse efectiva con distintos grados de facilidad/dificultad según las épocas y los contextos, según las propuestas educativas producidas en contextos de distintos proyectos de país. Ese recorrido –que intentamos sistematizar en el cuadro presentado previamente- contuvo expresiones y perspectivas diversas y contrapuestas. En el inicio del sistema educativo el derecho a ser argentino suponía la obligatoriedad del olvido de los orígenes, en pos de la integración social. A mediados del siglo XX, se reivindica y empieza a formar parte de la agenda pública, el derecho a ser niño/a, a gozar del privilegio de aprender y jugar. En la última dictadura militar, en 1976, los derechos fueron cancelados, el silencio se volvió "signo de salud" y la sospecha preventiva impactó en las aulas que vieron desaparecer autores, textos, canciones, hechos históricos y personas. Claudius Ceccon, Miguel Darey de Oliveira, Rosika Darey de Oliveira, A VIDA NA ESCOLA E A ESCOLA DA VIDA, Petropolis, Editora Vozes Ltada. En co-edición con IDAC, 1985. En los '90 los sujetos fueron despojados de derechos fundamentales y, peor aún, de la convicción de tener derecho a reclamar derechos. Se disciplinaba para naturalizar la exclusión. Muchos niños/as, adolescentes y jóvenes fueron empujados al trabajo prematuro y, en la escuela, a la repitencia, a la deserción y a la certeza de ser los únicos responsables del propio fracaso. Al finalizar este período casi un cuarto de los adultos económicamente activos estaban desocupados; más de la mitad de la población pobre eran niños y más de la mitad de los niños eran pobres. Una de las pocas instituciones estatales (no 5 punitivas) que resistía, era la escuela pública -que a pesar de haber sido vaciada de materiales, de condiciones dignas para enseñar y aprender y de futuro- siguió persistiendo. Sus funciones se alteraron: la tarea de enseñar fue reemplazada por la tarea de asistir y contener a niñas/os y 6 jóvenes. A poco de comenzar el nuevo siglo, con la recuperación del Estado como garante de derechos, se abandonó la conmiseración asistencialista que había puesto a los estudiantes en el lugar de receptores carentes, en depositarios de la caridad pública y privada. La restitución de derechos incluyó en primer lugar el derecho a la educación. Se destinaron imaginación, energía, trabajo y recursos para que la decisión no fuera meramente enunciativa sino que permitiera el despliegue real del acceso a bienes y posibilidades que antes estuvieron vedados. EL DERECHO A TENER DERECHOS El derecho refiere, por definición, a aquello que nos corresponde en tanto somos partícipes de un colectivo social de referencia que nos abriga. Cada vez que reclamamos por nuestros derechos expresamos la convicción de ser merecedores de algo que aún no hemos alcanzado, pero estamos convencidos de la justicia del reclamo y de que existen condiciones para que nos sea otorgado. Con una duración de 35 minutos, los invitamos a escuchar al politólogo argentino Eduardo Rinesi quien se refirió vehemente a esta cuestión durante el 1er Encuentro Nacional de Supervisores organizado por el Programa Nuestra Escuela: https://www.youtube.com/watch?v=TR_r7KqXrCI ¿Cuáles son las tensiones que Rinesi plantea con respecto a los “derechos”? ¿Y sobre el derecho a la educación? Como veremos más ampliamente en la clase 3 de este mismo bloque, la Ley de Educación Nacional consagró en términos normativos el derecho de niños/as, adolescentes y jóvenes, a gozar de una escolarización universal, gratuita, inclusiva y de calidad, a la vez que propició que otras normas destinadas a ampliar derechos educativos fueran surgiendo. Frente al despojo que había caracterizado el período histórico anterior cuya expresión máxima fue durante la década de 1990, en las primeras décadas del siglo XXI la escuela abrió sus puertas para recibir y dar lugar a aquellos que históricamente habían quedado afuera. No sin conflictos y ante la 7 sorpresa de que unos nuevos sujetos empiezan a transitar las aulas, vamos descubriendo que “a través de relatos, juegos, palabras y números podemos intermediar entre la crudeza de los hechos de la realidad y su significación por parte de los alumnos. Desde ese lugar, resulta posible también ampliar la oferta cultural, dando lugar a otros temas, miradas y propuestas. Sin duda, interceder entre ellos y el mundo ofreciendo herramientas para entender, interpretar y discutir la realidad, es una de las mejores formas de cuidado que podemos desplegar en la enseñanza.”2 Pensar en el derecho a la educación implica también escuchar la voz y compartir las miradas de quienes lo han reclamado. Las palabras -a través de distintas voces- circulan en las escuelas y esto las vuelve más democráticas, más promotoras de ciudadanía. Empiezan a existir espacios en los que los/las estudiantes tienen un lugar y pueden hacerse oír, valiéndose de múltiples formas de expresión que permiten hacer visibles sus sentimientos, sus preocupaciones, sus renovadas demandas, sus humoradas. Veamos, como ejemplos, algunas realizaciones hechas por chicos de General Roca, Río Negro y de Caá Catí, Corrientes, en el marco del programa Un minuto por mis derechos: https://www.youtube.com/watch?v=vn6KUhFyzFs https://www.youtube.com/watch?v=zJWk8xDzxFo ¿Cuál es la perspectiva que estos jóvenes tienen sobre el derecho a la educación? Gozar del derecho a tener educación, a pensar sobre la propia realidad y a poner a rodar la propia palabra constituye un acto trascendente en la vida de cualquier ser humano, que implica una responsabilidad adicional para los docentes cuando se trata de niños/as, adolescentes y jóvenes. Nos demanda una escucha atenta, un enojo tardío, una comprensión abierta y sostenida. Nos exige el ejercicio frecuente de revisar nuestras prácticas y la capacidad de escuchar las voces de los estudiantes y de sus familias cuando reclaman escuelas más ligadas a sus vidas; prácticas menos rutinarias; docentes más activos en la invención de propuestas de enseñanza, con mayor presencia 2 Pineau, Pablo. El derecho a la educación. Movimiento de educación popular integral y promoción social, 2008. en las aulas, más confiados en lo que tienen para poner a disposición de las nuevas generaciones, más generosos en la distribución del capital cultural de una sociedad y dispuestos a ofrecer herramientas que permitan soñar con futuros más felices. Los derechos que se adquieren no se resignan fácilmente. Quienes los han ejercido esperan poder seguir disfrutándolos siempre, e ir conquistando más derechos. Pero esto no quiere decir que los derechos alcanzados no puedan perderse y, por lo tanto, que no necesiten ser custodiados y defendidos. Por el contrario, la certeza de que existen intereses en pugna respecto de la inclusión de vastos sectores sociales al disfrute de los bienes materiales y simbólicos disponibles, nos obliga a los educadores a la responsabilidad ética de ofrecer en la escuela otros mundos posibles. Esta responsabilidad que emana de nuestra triple condición de sujeto adulto, de profesional formado para la producción de conocimiento como trabajador/a de la educación y como agente del Estado, nos apremia a encontrar recorridos cada vez más comprometidos con el trabajo de enseñar; menos exculpatorios de nuestras propias ausencias y deserciones; más persistentes en la búsqueda y presentación de nuevos desafíos, que convoquen al deseo de aprender por parte de nuestros/as alumnos/as y al de enseñar, por parte de los colectivos docentes. ¿CÓMO LO HACEMOS POSIBLE? ¿Cómo hacemos para no resignarnos ante las aparentes imposibilidades que se presentan día a día y sí, en cambio, tensionar la realidad; interpelar nuestras maneras de educar; revisar las propias concepciones y generar condiciones que promuevan prácticas educativas cada vez más inclusivas y justas para nuestros alumnos/as? ¿Qué tarea y compromisos asumimos como escuela en su conjunto frente a esta obligación y esta responsabilidad? ¿Cómo acompañamos a nuestros equipos docentes para garantizar en nuestras escuelas el derecho a la educación de todos/as los chicos? Les proponemos un primer paso para empezar a dar respuestas a estas preguntas… Asumir con compromiso y responsabilidad estos tres años de formación que se están iniciando, haciendo de este proceso una parte fundamental de nuestro propio trabajo. Es importante que tengan en cuenta que vamos a acompañarlos/as a lo largo de todo este recorrido. 8 El desarrollo del Programa es una tarea de responsabilidad compartida. Cada directivo involucrado y cada equipo docente formarán parte de un proceso colectivo, desde donde iremos desentrañando los sentidos de la política educativa y transformando las normativas vigentes en 9 herramientas de trabajo pedagógico, en condiciones institucionales de posibilidad que se traduzcan en acciones efectivas para mejorar nuestras escuelas. El reconocimiento de las/os docentes y de las instituciones educativas como sujetos y ámbitos en donde se construye saber pedagógico constituye un posicionamiento central del Programa. En la medida en que el conocimiento que circula, que se construye y aprende en la escuela, pueda ser mirado, sistematizado, problematizado y analizado por el propio equipo de la escuela, estaremos mucho más cerca de aquello que buscamos. Lograr que “nuestra escuela” y los procesos educativos que generamos en ella sean de calidad, dependerá en gran medida: - de concebir a niñas, niños y jóvenes sujetos de derecho. - de considerar la propia formación como constitutiva del trabajo docente cotidiano. - de nuestro efectivo compromiso con la tarea de educar. - de la necesidad genuina y la apertura que tengamos de aprender con otros/as. - de la conciencia que vayamos construyendo acerca de la potencia del trabajo colectivo. - de la convicción acerca de la enorme potencialidad de la escuela para cambiar las realidades injustas. - de la generosidad que pongamos en juego para compartir nuestras experiencias, y no sólo las buenas, sino también aquellas que aún no sabemos cómo resolver. - de los vínculos de confianza que seamos capaces de construir. - del entusiasmo y la alegría que nos produzca transitar este camino… ¡Afectuosos saludos! Equipo “Nuestra Escuela” MATERIALES DE LECTURA PINEAU, Pablo, La Educación como derecho, Movimiento de Educación Popular Integral y Promoción Social, Fe y Alegría, 2008. ACTIVIDADES A partir de la lectura de la clase y el texto de Pineau, proponemos: Seleccionar dos ideas que considere importantes respecto de alguno de los siguientes temas: o La relación entre contexto histórico y política educativa. o El derecho a la formación docente. o El derecho social a la educación de niños/as y jóvenes. o El docente como agente del Estado para el ejercicio del derecho a la educación. Relacionar los enunciados con las tensiones, dudas, preocupaciones, expectativas que tienen lugar en la vida cotidiana de su escuela. Proponer una actividad para abordar la reflexión sobre estas situaciones en el marco de la próxima jornada institucional, teniendo en cuenta las Orientaciones para directivos 1. Elaborar un texto de no más de 2 páginas que recupere el trabajo realizado, y enviarlo por la mensajería interna del aula a su capacitador/facilitador/formador en un archivo adjunto, bajo el título: APELLIDO DEL DIRECTIVO, Actividad 1 10 Los albores de la Patria 1810 La Organización Nacional 1880 Ampliación de Ciudadanía 1916 El Proyecto Nacional 1945 La noche más oscura 1976 Una luz en el camino 1983 El neoliberalismo 1989 11 ASPECTOS ECONÓMICOS, POLÍTICOS Y SOCIALES Pasaje del colonialismo español al inglés. Dominio de la oligarquía terrateniente Consolidación del modelo agroexportador. Anexión de territorios de pueblos originaros, inmigración masiva. Incorporación de los hombres a la vida política a través del voto secreto, universal y obligatorio. Incorporación de sectores medios urbanos. Industrialización nacional. Sustitución de importaciones. Incorporación de la clase trabajadora a la vida política. Incorporación de las mujeres a la política a través del voto. Dominio de os sectores financieros. Desmantelamiento del sistema productivo. Anulación de conquistas y derechos. Terrorismo de estado. Recuperación de derechos políticos y civiles. Un sistema productivo que no se logra poner de pie. Desguace del Estado. Transnacionalización de la economía. Endeudamiento y pérdida de soberanía. Desocupación, exclusión y pobreza. POLÍTICA EDUCATIVA Formación de sectores dominantes. Consolidación de la elite dirigente. Educación inaccesible para el pueblo. Ley 1420. Incorporación masiva a la educación primaria. Homogeneización de las diferencias. Integración nacional. Expansión de la escuela primaria. Reforma Universitaria. Educación Técnica. Universidad Obrera. Gratuidad universitaria. Pérdida absoluta de libertades, prohibición de contenidos. Transferencia de escuelas primarias a las provincias. Desaparición y muerte de cientos de docentes y estudiantes. Primavera democrática. Recuperación de las libertades. Experiencias democratizadoras. Luchas sindicales por la recuperación salarial docente. Transferencia de las escuelas secundarias. Ley Federal de Educación. Aumento de los años de obligatoriedad. Escuelas: espacios de contención social.
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