Jacinto González Gómez Catedrático de Geografía e Historia en el IES Bachiller Sabuco INSTITUTO DE ESTUDIOS ALBACETENSES MAHORA: UN PASEO POR SU HISTORIA UNA HISTORIA OLVIDADA ماعورة MAHORA MAHORA: UN PASEO POR SU HISTORIA -TOPONIMIA Y ESCUDO -PREHISTORIA E HISTORIA ANTIGUA -MAHORA EN LA EDAD MEDIA -EN EL MARQUESADO DE VILLENA -MAHOREÑOS EN LA EMPRESA DE INDIAS -SIGLO XVI Y XVII: IGLESIA Y CONVENTO. -IMPUESTOS Y PRIVILEGIOS -MAHORA EN EL SIGLO XIX: LAS GUERRAS CARLISTAS -MAHOREÑOS EN LA GUERRA DE CUBA -NOTICIAS CONTEMPORÁNEAS -LAS BRIGADAS INTERNACIONALES -LOS ÚLTIMOS AÑOS TOPONIMIA El topónimo Mahora desciende del árabe Nāʻūra “noria” tras la sustitución de la N por M, cambio fonético inusual que encontramos esporádicamente en los arabismos, incluso en posición inicial de sílaba. Robert POCKLINGTON TOPONIMIA IBÉRICA, LATINA Y ÁRABE DE LA PROVINCIA DE ALBACETE AL-BASIT, Número 55, Páginas 111-167 Albacete 2010 TOPONIMIA Asín Palacios, en cambio, quiso partir de la raíz árabe «mājūra “taberna”», forma que no aparece en los diccionarios, pues sólo encontramos mājūr (sin la -a final), palabra moderna que quiere decir “cabaret, prostíbulo, burdel” (Corriente), o “tienda de vinos, antro, orgía” (Kazimirski). No se trata de una raíz adecuada para crear un topónimo rural, ni es probable que existiera en el hispano-árabe. TOPONIMIA Del mismo origen, pero ya con N-, son las antiguas formas nahora, naora, alnagora y nabora, antecedentes de las voces actuales noria y ñora, los cuales demuestran como el resto de este préstamo léxico coincide exactamente con la estructura fónica del topónimo Mahora. NA'URA MAJURA/MAJUR ناعورة ماخورة/ماخور PREHISTORIA E HISTORIA ANTIGUA Los datos más antiguos los aportan los fragmentos de las itálicas cerámicas campanienses hallados en el Corral de Piqueras (Golosalvo) con un fragmento de borde de la forma 22, y en Casa de Villarallo de Mahora un fragmento de borde de la forma 21 (LAMBOGLlA 1954). Los platos argénteos de Abenglbre, como ya se señaló en el catálogo de la exposición "Los Iberos" (1983), han de atribuirse más bien a una imitación de los platos de pescado de la cerámica campana -cuyas decoraciones de palmetas imitan- que a producciones del siglo V o IV a JC. como en un principio se pensó (MARTINEZ SANTA·OLALLA 1934, p. 163). A partir pues de ese siglo I a JC. hemos de suponer el comienzo de la consolidación del poderío romano en esta zona de la provincia, iniciándose la romanización de muchos de los yacimientos ibéricos existentes en ella. Así, entre los yacimientos que han proporcionado materiales Ibero-romanos se encuentran en Mahora los que vemos en los mapas que siguen: Sanz Gamo, R. (2009); "Un recorrido por los antiguos caminos de la Mancha albacetense (entre íberos y romanos)", en Alaxarch. Revista de estudios de la Manchuela (documento en linea). En Mahora se encontraron en superficie materiales ibéricos y romanos en La Cabezas; Casa de la Matosa, con un mediano bronce de Galieno (COHEN, V, p. 407, n. o 66A); Casa de Villaralfo; y Mahora. Aquí, en el núcleo urbano y en la calle de San Roque, los hermanos Terol hallaron en 1945 (SANCHEZ JIMENEZ 1947) una sepultura de incineración con objetos de vidrio romanos estudiados en otra comunicación en este Congreso. La urna de Incineración es Ibérica, con borde exvasado formado por un grueso baquetón, asas cuatripartitas y decoración rojo vinoso muy perdida de bandas, líneas y arcos secantes. La cubría como tapadera un plato de terra sigillata subgálica forma DRAG 32 (SANZ GAMO 1982, p. 114) con marca CRVCVR y fechada en el siglo I-II d JC., al que corresponden el resto de los materiales hallados CONCLUSIÓN Los yacimientos conocidos con materiales ibéricos tienen dos áreas bien definidas de localización: en torno a las actuales poblaciones de Madrigueras y Mahora, donde se ha observado la existencia de una importante zona nuclear en torno al paraje denominado El Cabezo de los Silos con asentamientos en pequeñas elevaciones a su alrededor. La segunda área se centraliza en torno a Fuentealbilla y la posible explotación del manantial de agua salada hoy en el núcleo urbano. Existen finalmente yacimientos dispersos. Los asentamientos romanos localizados se sitúan en llanura frente al castellum que formarían algunos núcleos ibéricos. No existen indicios de fortificaciones, y sí importantes elementos de interacción como son los indicios de una red viaria señalada en algunos de los textos citados al principio de este estudio, y con el río Júcar como gran vía de penetración cultural. Observando la figura 1, se aprecia la densidad de yacimientos existentes junto al cauce del río, los localizados junto al Cabriel, y finalmente dos zonas de hallazgos próximas a los cauces intermitentes del Valdemenbra y Abengibre, MAHORA SE HA EDIFICADO SOBRE UN CEMENTERIO ROMANO UNA NECRÓPOLIS ROMANA DEL SIGLO I DESPUÉS DE CRISTO La necrópolis romana de Mahora nos es conocida gracias a un hallazgo fortuito en la C/ San Roque de esta ciudad hacia los años cuarenta. Los materiales recogidos fueron depositados en el Museo de Albacete sin que, hasta hoy, se hubiera realizado ningún estudio de conjunto sobre ellas. Los datos del hallazgo proceden de los informes redactados por Sánchez Jiménez en aquel momento. Circunstancias del hallazgo Las primeras noticias datan del día 26 de noviembre de 1945 en que, por medio de dos escritos, el Comisario Provincial de Excavaciones de Albacete comunica al Comisario General de Madrid y al Gobernador Civil de la Provincia el hallazgo, en Mahora, en una propiedad de los Sres. de Terol, de ciertas piezas que podrían tener interés arqueológico. El 13 de diciembre el Comisario Provincial informa de nuevo de su visita, efectuada el 9 de diciembre, al lugar del hallazgo detallando en qué había consistido éste. Se trataba de dos sepulturas: la 1ª de ellas contenía una urna cineraria ibérica, un plato de térra sigillata, un vaso de vidrio y un ungüentario. La 2ª Contenía fragmentos de un vaso de barro y dos ungüentarios, uno de ellos muy fraccionado. Se estimó que el yacimiento «que reputamos como ibero-romano» era de dificilísima explotación dado su emplazamiento sobre el que se levantan hoy diversas construcciones urbanas. También informa haber pedido a los Sres. de Terol la donación de las piezas al Museo. El 20 de septiembre del siguiente año se redactan nuevos informes sobre otros hallazgos de objetos arqueológicos en el mismo lugar. En esta ocasión se trataba de 2 urnas de vidrio; dos ungüentarios y trozos de una vasija de barro de otras dos sepulturas de incineración. MAHORA SE LEVANTA SOBRE UN CEMENTERIO ROMANO Este mismo día los Sres. Terol hicieron entrega de todos los objetos descubiertos en su propiedad, como donación al Museo de Albacete. Además de los mencionados hallazgos, se tiene noticia de que, dos años antes de estos sucesos, se halló otra sepultura de la que se extrajeron «cascos» de un vaso de barro y otros dos ungüentarios. Además se supo que hacia 1912-15 habían aparecido en las cercanías restos de otras vasijas, que no se conservan y que, hacia 1925 se hallaron, a 30 ó 40 m. de la bodega, dos grandes ánforas cuyo paradero se ignoraba. Como podemos ver, la necrópolis de Mahora se encuentra hoy bajo construcciones urbanas y, aunque algunas de las sepulturas han sido destruidas, creemos que la mayor parte de ella se encuentra aún intacta bajo estas construcciones . A pesar de ello podemos obtener cierta información de los materiales depositados en el Museo y de los informes citados. Los materiales proceden, por tanto, de varias sepulturas, todas ellas de incineración, que agrupamos de la siguiente manera: Sepultura n.° 1: — urna cineraria pintada — plato de térra sigillata — vaso de vidrio — ungüentarlo de vidrio Sepultura n.° 2: — fragmentos de vaso de barro (no se conservan) — 2 ungüentarios (uno de ellos muy fraccionado que no se conserva) Sepultura n.° 3: — 1 urna de vidrio — 1 ungüentarlo de vidrio Sepultura n.° 4: — 1 urna de vidrio — 1 ungüentario — fragmentos de una vasija de barro (paradero desconocido) — 2 ungüentarios (paradero desconocido) COMUNICACIONES: LA VÍA HERAKLEA A nivel de comunicaciones habría que considerar la vía Heraklea, aunque algo alejada de la población de Mahora. Para enlazar con ella parece ser que existía una vía desde Segóbriga a Valeria e Iniesta que penetraba en la provincia de Albacete por Cenizate, cerca del yacimiento de Los Villares. Después continuaría en línea recta hacia Valdeganga cruzando el Júcar por Puente Torres y, desde allí, iría a Chinchilla (Saltigi) para enlazar con la vía Heraklea). Esta vía pasaría a unos pocos metros al E. de Mahora. Los yacimientos de esta zona tendrían, por tanto, una comunicación directa con la provincia de Alicante y, desde allí, con la zona ampuritana a través de la vía Heraklea. En dirección contraria se podría comunicar, por esta misma vía, con la zona andaluza. Conocemos, a través de las gentes del lugar, la existencia de un camino que llaman «carril cruzado», hoy en día en desuso, que viene de la provincia de Cuenca por Villamalea, entrando en Albacete por Cenizate, Navas de Jorquera y Mahora para, desde aquí, cruzar el río por Valdeganga en Puente Torres. Este carril no atraviesa ninguna de las poblaciones actuales y cercanos a él se encuentran una serie de yacimientos de los que, sin duda, en época romana constituiría la vía de comunicación con la vía Heraklea, ya que su trazado coincide con el de la citada vía. Es el caso de los yacimientos de Cerro de las Cabezas, Villares de la Matosa y Corral de Villaralto. VIA ROMANA DE CHINCHILLA (SALTIGI) A ZARAGOZA (CAESAR-AUGUSTA) (Francisco Coello 1893. Itinerario de Antonino) Ceán Bermúdez, en su conocido Sumario de las antigüedades romanas, señala la existencia de puente de aquella época en Torres, cerca de Valdeganga, el del Júcar, precisamente al N. de Chinchilla, y aunque, Cornide, en sus Apuntes sobre el Itinerario, no cree romano dicho puente, tampoco expresa las razones en que se funda. En cambio, Lozano, en su Bastitania y Contestania, señala vestigios de camino romano que, desde Alpera, se dirige, por Carcelén y Pozo-Lorente, al citado puente de Torres. El camino que describo debía ir, casi rectamente, desde el pie occidental de los altos de Chinchilla al puente mencionado, pasando al lado de El Algibe, que acaso recuerde alguno de los que existíais en las calzadas antiguas de varias comarcas, cerca de Los Tinajeros, que se cita, desde época remota, como punto de paso frecuente, y no lejos de Valdeganga; en la ermita de San Bartolomé de esta villa se hallan lápidas romanas, según la conocida, obra de Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum. Cruzado el Júcar, seguiría, también casi rectamente, hasta Iniesta, pasando entre Mahora y Golosalvo y entre Navas de Jorquera y Cenizate, para llegar á Ledaña ó sus inmediaciones, ya en la provincia de Cuenca, donde se completan las 32 millas desde SÁLTICI MAHORA EN LA EDAD MEDIA - Tierra de nadie, terreno de en medio. - Zona despoblada - Ocupación con pequeñas aldeas o alquerías musulmanas - Hasta que no se consolida la dominación cristiana las zonas de la llanura no prosperan. - A partir del siglo XV se inicia un lento crecimiento de las aldeas ligadas al territorio de “los Manuel” (empieza el señorío con el hijo de Fernando III y hermano de Alfonso X) al que seguirá el también Infante, D. Juan Manuel. - Esta zona entrará de lleno en las disputas entre nobleza y monarquía de los siglos XIV y XV. Juan de Pacheco, Marqués de Villena jugará un importante papel de respaldo a Juana “La Beltraneja” frente a Isabel la Católica. En el año 711, una minoría musulmana, integrada por bereberes norteafricanos, llegó a la Península. Los musulmanes organizaron administrativamente el territorio, primero con el Emirato y después en el Califato. Durante la época califal Mahora debió pertenecer a la circunscripción provincial de Kunka. Con la disgregación del Califato de Córdoba y la formación de los primeros reinos de Taifas, Mahora pasaría a formar parte del Reino de Toledo, este reino controlaba un territorio que corresponde prácticamente a la zona que hoy forma Castilla La Mancha y sobre la que en aquellos tiempos se configuraba la diócesis eclesiástica toledana. CONQUISTA Y REPOBLACIÓN: Entre 1211 y 1242 se logró la reconquista de casi toso el territorio de la actual provincia de Albacete. La Reconquista cristiana de esta zona de la provincia de Albacete empezaría en 1211-1212, en una campaña emprendida por Alfonso VIII. Las primitivas acciones bélicas de Alfonso VIII fueron secundadas por las mesnadas concejiles de un poderoso municipio medieval, Alarcón, que se apoderó antes de 1217 de la totalidad de las comarcas de La Roda y Casas Ibáñez. Los más seguro es que todos estos territorios conquistados, con sus respectivos castillos pasaran a la dependencia territorial de Alarcón, el municipio castellano más fuerte de la comarca y que había intervenido muy directamente en la conquista, ya que allí partieron las huestes de Alfonso VIII. Lo más posible es que la repoblación de todo este territorio lo efectuaran gentes procedentes de Alarcón, después de la batalla de la Navas de Tolosa (16 de Julio de 1212), cuando se había pacificado esta región y habían aminorado las actividades defensivas de los musulmanes. El Fuero de Cuenca y más tarde el de Alarcón serían las piezas fundamentales para el redoblamiento cristiano de esta comarca, que estaría en su mayor parte despoblada, excepto los castillos de la ribera de Júcar (Alacalá del Júcar, Jorquera…). En 1243, Alonso X recorta la expansión del alfoz de Alarcón, donando Jorquera, Alcalá y todos los territorios de la ribera del Júcar a D. Pedro Núñez de Guzmán. En 1250 se crea el Obispado de Cartagena, al que Alfonso X concedió dichos territorios, que anteriormente pertenecían a la diócesis de Cuenca. El monarca quería delimitar administrativamente el Reino de Murcia, partiendo de los límites eclesiásticos, e intentando hacerlo mucho más grande que los territorios reales de la auténtica conquista de 1243. ESTADO DE JORQUERA Y MARQUESADO DE VILLENA Así en los años inmediatos a la Reconquista, Mahora, aldea de Jorquera, estaba comprendida dentro del Reino de Murcia. Mahora fue una pequeña población más que, al ser reconquistada, pasó al poderío del Marquesado de Villena. El más favorecido en el reparto de tierras fue el infante Don Manuel, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X. Entre otros títulos y mercedes recibió el de adelantado del reino de Murcia y el Señorío de Villena, que abarcaba un territorio que se fue ampliando con gran parte de las actuales provincias de Alicante, Albacete, Cuenca y Murcia. Estas tierras de D. Manuel, más tarde Señorío de Villena, después Marquesado de Villena, tenían una personalidad propia. El señorío gozó de verdadera independencia política, convirtiéndose de hecho en casi un Estado independiente dentro de Castilla, ejerciendo una autoridad casi soberana. Este territorio creó unas instituciones propias para su gobierno: Las Ordenanzas (de 1380) La Hermandad General de todas las poblaciones del Marquesado de (de 1386). Las Juntas, que actuaban como una especie de Diputación provincial de los tiempos actuales. Heredero del infante D. Manuel fue su hijo, D. Juan Manuel, que consiguió los títulos de príncipe y duque de Villena, otorgados por Alfonso IV y Pedro IV de Aragón. Fue un gran escritor y buen aficionado cinegético ( en su “libro de la caza” cita con detenimiento distintos lugares de la provincia de Albacete que entonces pertenecían a su señorío-Estado de Jorquera, riberas del Júcar...). Los territorios de estas comarcas, como pertenecientes al señorío de Villena, pasaron por todas las vicisitudes medievales de éste, a través de los diferentes titulares del señorío: los descendientes de D. Manuel hasta Dña. Juana Manuel, esposa de enrique II de Castilla, por lo que el señorío pasó a ser tierra de realengo. Durante el siglo XIV y primera mitad de XV, las tierras de esta comarcas eran tierras del señorío o Marquesado de Villena. El 12 de septiembre de 1445, Juan II concedía el título de “ marqués de villena” a D. Juan Pacheco, el cual al ser nombrado “ maestre de Santiago” cedería el Marquesado a su hijo, D. Diego López de Pacheco. En la guerra de sucesión a la corona, al tomar el marqués el partido de la Beltraneja, en contra de los Reyes Católicos se enemistaron. El 28 de febrero de 1480 se firmaron las capitulaciones definitivas entre el Marqués y los Reyes Católicos ( las tierras de Mahora siguieron siendo del Marqués). Heredero del infante D. Manuel fue su hijo, Todos los territorios del antiguo Marquesado de Villena que pasaban a realengo se convirtieron en un vasto corregimiento que se llamó “ Gobierno del Marquesado de Villena”, con la capital en Chinchilla. Desde entonces este territorio formó verdaderamente una provincia de la España moderna y siguió celebrando sus juntas periódicas. A todo lo largo de la Edad Moderna, Mahora seguiría siendo un territorio de señorío, propiedad del Marqués de Villena. En 1513 los marqueses de Villena hacen una concordia con el concejo y vecinos del estado de Jorquera por la que los señores eximían a los vecinos del pago de las alcabalas a cambio de la propiedad de varias dehesas. En 1536, PAULO III expedía dos bulas aprobando la concordia celebrada entre el Obispo de Cartagena y el Marqués de Villena acordando que éste y sus sucesores cobrarían perpetuamente a cambio de comprometerse a reparar las iglesias del territorio. Durante el periodo moderno Jorquera constituía un señorío jurisdiccional perteneciente al Marquesado de Villena, conocido como Estado de Jorquera. Según las Relaciones Topográficas de Felipe II, Jorquera y su estado pertenecía al Obispado de Cartagena pero no al Reino de Murcia; territorialmente formaba parte de la provincia de Cuenca dentro del Reino de Castilla, judicialmente era cabeza de corregimiento dentro la Chancillería de Granada y en cuanto a la demarcación eclesiástica, Jorquera representaba la cabeza del Arciprestado perteneciente al Obispado ya mencionado, cuyo centro se hallaba en la Catedral de Murcia. Según las Relaciones Geográfico-Históricas de Tomás López de finales del siglo XVIII. Este señorío estaba constituido por los siguientes pueblos: Abengibre, Alborea, Casas de Ibáñez, Casas de Motillexa, Fuente Albilla, Golosalbo, Jorquera, Las Navas, Mahora, Pozo Lorente, Villamalea, Valdeganga, Zenizate; y las caserías: Bohormate, Casas de Juan Núñez, Casa Valiente, Serradiel, Campo Albillo. MAHOREÑOS EN LA EMPRESA DE INDIAS Hay dos mahoreños destacados en la empresa de Indias, ambos del siglo XVIII, destacados por Joaquín Molina Cantos (Albaceteños en la Empresa de Indias. Diputación de Albacete 1992). Pedro Cuesta (1718-1751) , jesuita natural de Mahora. Ingresó en el colegio toledano de la Compañía a la edad de 18 años. Realizó sus primeros votos en abril de 1738 y, en orden a la santa obediencia, llegó a las misiones de la provincia de Paraguay en noviembre de 1747, pasando a Santiago de Chile en abril de 1748. Falleció a los 33 años de edad en Arauco (Chile) en vísperas de la festividad de Santa Teresa de Jesús del año 1751. Fray Bartolomé Picazo (1735-1787), franciscano natural de Mahora, tomó el hábito en Santa Ana del Monte (Custodia de San Pascual, Murcia) en 1755; se iknscribió en las misiones de la provincia de San Gregorio, presidiendo la expedición el padre Selles (1759). Era corista al unirse a esta expedición y una vez en el archipiélago filipino se le destinó a la provincia de Camarines, en la misión de Salog (Monte Isaroc), y en los pueblos de Canamán, Bula, Manguirín, Minalabag y Quipayo. Fue elegido definidor y presidente del convento de San Francisco del Monte. Murió en la enfermería de Naga a los 33 años. -SIGLO XVI Y XVII: IGLESIA Y CONVENTO. El templo de la Asunción de Mahora El templo de la Asunción de Mahora quizá se levantó bajo el patronazgo del Marqués de Villena, cuyas armas aparecen en las bóvedas del cuerpo del templo. No disponemos de ningún dato sobre la construcción de este edificio, pero es muy posible que los canteros que aquí trabajaron estuvieran cercanos a los que hacían lo propio en Jorquera. No hay documentación, de momento, sobre los artífices que pudieron trabajar en este templo durante el siglo XVI, pero los canteros, como es habitual, debieron ser vascos y cercanos a la obra de San Juan Bautista de Albacete, al menos en los primeros tramos del templo. Los dos hacia los pies ofrecen otros detalles de mayor elegancia renacentista apreciable en la magnífica bóveda del sotocoro, casi plana, y en los accesos al coro plenamente renacientes. La fábrica de este templo tiene dos partes perfectamente diferenciadas. De un lado, la cabecera, más baja y de distinta ejecución; de otro, el cuerpo del templo. El primero lo constituye un espacio cuadrado con bóveda estrellada más una cabecera ochavada de tres paños, todo con contrafuertes exteriores con bolas decorativas en la cornisa. La nave ofrece una mayor anchura y una cronología posterior. A los pies hay un coro alto, quizá del siglo XVIII. Aunque evidentemente el templo se construyó bajo las directrices del goticismo, la sensación espacial interna nos apunta hacia un claro clasicismo. Al cuerpo del edificio se le añadieron diversas capillas en el siglo XVIII; especialmente importante es la situada en el lado del evangelio, con grandes escudos de estuco plenamente barrocos. En Mahora la parroquia de la Asunción, gótica, de nave única, cabecera de principios del siglo XVI, cubierta con bóveda nervada, y ábsides de tres paños; el cuerpo es de tres tramos cubiertos con bóvedas estrelladas góticas, y el coro alto está sostenido por tres arcos del siglo XVIII; en el segundo tramo la capilla barroca del Rosario, con cúpula sobre pechinas; la torre, de los siglos XVI y XVIII, tiene forma de prisma y remate octogonal; y la portada está rematada con un arco del siglo XVIII. Iglesias de nave única cubiertas con bóveda de crucería (con cabecera plana o cabecera ochavada) - San Sebastián, de Munera - Santa María de la Asunción, de Lezuza - Santa María de la Asunción, de Yeste - Santa María de la Asunción, de Letur - San Martín, de La Gineta - Santa María de la Asunción, de Jorquera - La Asunción, de Mahora - Santa María de la Asunción, de Tobarra Juan Bautista de Herrera fue un platero importante de la primera mitad siglo XVII, cuya actividad profesional primero en Córdoba tuvo como ámbito Andalucía Central, para después avecindarse en la ciudad de Murcia, desde donde trabajó para el extenso territorio que de esta última dependía. De esa forma y desde entonces siempre en Murcia ciudad contrató, a continuación, en 1629 una custodia para la pedanía local de Alguazas, dando dibujada antes la traza, así como una cruz parroquial para Mahora, villa albaceteña a la sazón del reino y la diócesis, obra que el platero haría a satisfacción y debió gustar a tenor de otras encargadas años después. 1629-II-6 Contrata hacer una custodia de plata sobredorada para la parroquia de Alguazas para fin de marzo de este año, según dibujo en un papel aprobado por el párroco, dándole la plata necesaria y el dinero para la obra, que será a tasación por el obispado. Intercalado está el contrato el día cuatro en dicha localidad con las condiciones Rdo. (A.H.P.M; S., 1778. ff. rotos). -IV-21 Junto con Juan Castro, asimismo platero y como estantes en Murcia ciudad, contrata en ella hacer una cruz de plata para la iglesia de la Asunción de Mahora en Albacete, con piezas quebradas de la cruz vieja que fue robada y se halló después, pagando las hechuras. Rdo. (A.H.P.M., S. 2100, ff. 169-170 v.). RELACIONES Y DICCIONARIOS Tomo V Madrid 1826 Mahora: Villa á cuatro leguas de Albacete, sita en un llano, al N. y en el estado de Jorquera. En tiempo de los moros se llamó Majoa, fué mayor su población que la de hoy y fué destruida por aquellos. Corresponde á la diócesis de Cartagena y partido judicial de Casas de Ibañez ,de donde dista tres leguas. Consta de 412 vecinos y 1,072 habitantes. Tiene una parroquia ,un estanco y un convento que fué de frailes. En 1844 entraron en quinta 85 jóvenes de 18 á 24 años. Pagó por contribución directa 24,343 rs. y 13,899 por indirecta. Cosecha al año 3,000 fanegas de trigo, 4,000 de cebada, 1,800 arrobas de vino, y 250 libras de azafrán, cuyo valor y el de los frutos menores ascienden á 286.900 rs. Carece de industria. En el Diccionario Geográfico de España del año 1.848, Pascual Madoz describe a Mahora así: "Villa con Ayuntamiento en la provincia y Audiencia Territorial de Albacete (4 leguas), partido judicial de Casas Ibáñez (3 leguas), Capitanía General de Valencia (22 leguas), Diócesis de Cartagena, cuyo Obispado reside en Murcia (24 leguas); situada en una llanura muy pedregosa, goza de buena ventilación y clima sano, siendo las enfermedades más comunes las inflamatorias; tiene 328 casas; la consistorial con cárcel y graneros del pósito, cuyo fondo consiste en 28 fanegas de trigo, un edificio que fue granero de tercia, dos posadas, dos hornos de pan cocer, un pozo de buenas aguas que aprovecha el vecindario para beber y demás usos domésticos; un hospital sin más rentas que unos cortos censos, escuela de instrucción primaria frecuentada por 50 alumnos a cargo de un maestro dotado con 1600 reales; otra de niñas a las que asisten 30 discípulas, y la maestra percibe la dotación de 500 reales; una ermita (San Roque), una iglesia parroquial (La Asunción de Nuestra Señora), servida por un cura, dos beneficiados patrimoniales y un enclaustrado; un cementerio situado al norte de la villa en posición que no ofende a la salubridad pública; en las afueras de la población y como a distancia de unas 400 varas, se ve un convento que fue de Franciscanos Descalzos, su estado es tan deplorable, que casi no ofrece a la vista más que un montón de ruinas. TÉRMINO: Confina al norte con Navas de Jorquera, al este con Golosalvo, al sur con el río Júcar y al oeste con Madrigueras y Motilleja; dento de esta circunferencia, se encuentran varios manantiales, un pozo para guardar nieve, el Caserío de Pajarón, 7 casillas con sus tinadas para guardar ganado y otros 7 albergues llamados hornillos (por su figura redondeada) con corrales para el mismo fin. TERRENO: Llano, con alguna cañada, en la parte más inmediata al pueblo, es fuerte y de buena calidad; lo restante, mediano, y aún parte de ínfima clase; comprende varios pinares de propiedad particular; pasa el río Júcar a distancia de una legua, formando la línea divisoria del sur; en su orilla izquierda hay un molino titulado de Bolinches, y un batán; a las inmediaciones de estos artefactos, se encuentra una barca que proporciona el paso. PRODUCCIÓN: Trigo, geja, centeno, cebada, avena, escaña, güijas, garbanzos, mucho azafrán, excelente vino, leñas de combustible y algunas maderas de construcción, buenos pastos con los que se mantiene ganado lanar, mular, asnal y algo de vacuno; hay caza de perdices y liebres, y en el Júcar, pesca de barbos y otros peces. INDUSTRIA: La agrícola, los indicados molinos y batán, varios telares de lienzos y paños ordinarios para el consumo de los habitantes, elaboración de espartos en tomizas y cordelería, la arriería a la que se dedican muchos vecinos; hay herreros, alarifes, sastres, carpinteros y algunos otros de los oficios y artes mecánicas más indispensables; fábricas de jabón y de aguardiente. COMERCIO: Exportación del sobrante de frutos, en particular trigo, azafrán y vino; de algún ganado que es muy estimado en el país por su buena clase, y del esparto elaborado; en cambio se importa arroz, aceite, frutos y otros géneros de consumo; hay dos tiendas de listonería y ropas de todas clases, 3 de abacería y 4 panaderías. POBLACIÓN: 330 vecinos: 1.445 almas. ALGUNAS NOTICIAS Y DATOS DE INTERÉS ENTRE EL FÍN DE LA EDAD MODERNA Y EL COMIENZO DEL SIGLO XIX CATALOGO DE LOS PROCESOS INQUISITORIALES DEL TRIBUNAL DEL SANTO OFICIO DE MURCIA POR JUAN BLAZQUEZ MIGUEL Antonio López (Franciscano) pasa por el Tribunal por Místico en 1819 (legajo 2880) Fernando de Ludena. Procesado en 1596 y condenado a una multa de 6000 maravedíes por supersticiones (legajos 202225) José Talavera, Sacerdote queda sin cargos en 1746 después de ser acusado de superstición (legajo 3733-162) Catalina, reprendida en 1596 por superstición (legajo 202225) Martín Gorriz reprendido en 1573 por blasfemias (legajo 2022-7) Francisco de Ledesma, multado en 1596 por superstición y blasfemias con 2000 maravedíes (legajo 2022-25) 1765. UNA VISITA REAL EN ALBACETE* La base de los alimentos la representa el trigo, el vino y la carne, pero no de cualquier manera, el trigo debe ser blanco y del país, el pan blanco era un lujo impensable para los campesinos que elaboraban el pan mezclándolo con otros cereales como el centeno. El vino, solicitado debe ser “de la mejor calidad, limpio y enjuto” representa un total de 2300 litros. Los pueblos que aportan más vino son Mahora y Madrigueras. María Luisa de Borbón, Infanta y Gran Duquesa de Toscana, hija de Carlos III, quien en 1765 pasó por Albacete camino de Austria. En cuanto al abastecimiento, la situación de los pueblos es difícil y cumplen con gran sacrificio lo que se les pide, no les queda otra, en caso contrario, el teniente de alcalde de Albacete amenaza con enviar a la tropa militar que acompaña a sus altezas para castigar a los responsables, aunque en ningún momento los pueblos tienen un conato de rebeldía, sino todo lo contrario. Mahora ha sufrido entre sus habitantes las enfermedades y en el campo el pedrisco que ha mermado las aves y la cosecha de vino. Madrigueras ha padecido graves enfermedades contagiosas que han generado muchas muertes y enfermos a los que deben cuidar saliendo al campo y a los pueblos circundantes a cazar aves, por ello tienen muy difícil el abastecimiento de las paradas oficiales. A la vuelta de la comitiva real ambos pueblos ya no pueden contribuir a enviar vino, los de Mahora dicen que solo les queda “uno vuelto y vinagre” y los de Madrigueras dicen que el vino que les queda está “quebrado”. A Mahora le tocaba contribuir con: - 300 arrobas de vino de superior calidad limpio y enjuto - 100 pares de pichones - 100 pares de pollos y pollas - 200 gallinas - 50 pavos - caza y pesca, cuanta se pueda Interior del palacio del Conde de Villaleal, en el Altozano, lugar donde pernoctaron la infanta, María Luisa de Borbón, y la princesa de Asturias, María Luisa de Parma, en Albacete SIGLO XIX GUERRA DE LA INDEPENDENCIA En el siglo XIX, con la llegada de las tropas napoleónicas, los hombres de la región cooperan en la lucha antifrancesa. En ella tienen lugar acontecimientos bélicos, en la defensa de los márgenes del río Júcar. Insertamos a continuación copia de un oficio dirigido desde la villa de Mahora a los señores Justicia y Ayuntamiento de Albacete. Dice así: “ En oficio circular comunica la ligera desde Villarrobledo a los pueblos de esta comarca, se ha hecho saber con fecha de ayer a la justicia de Tarazona, y esta a la de Hellín, que acaban de llegar varias personas fugitivas, desde la Mancha Baja, con la noticia de que las tropas francesas que se dirigían a la Andalucía rechazadas, vuelven por el mismo camino, causando los mayores males y desgracias; y con estas novedades, por si algunas reliquias llegasen a lo demás de la Mancha y se internasen más y más dichas tropas, se exhorta a que todos los que se puedan armar lo verifiquen y se reunan en Tarazona para disponer la defensa en los márgenes y puentes del río Júcar. En esta atención y que todos los pueblos se están armando para dicho objeto, y en este no haber pertrechos ni armamentos bélicos, pólvora, ni balas, ha parecido conveniente pasar el presente a V.V. para que siendo constante y evidente que todos los naturales moradores en este pueblo están con el mayor celo y energía en conmoción para defender la Religión Católica, la Patria, y la Monarquía de nuestro Augusto Fernando Séptimo, dispongan entregar al conductor la pólvora que lleva encargo y balas si las hay para que así se dirijan a la reunión que se va a verificar en tarazona; pues en esta administración no la hay. Dios guarde a V.V. muchos años. Mahora a 8 de junio de 1808. Fernando Ruiz Bolinches, Antonio Varea Villanueva.” Con la invasión napoleónica se intentó una división de España en prefecturas, siguiendo el modelo francés, para mejorar la centralización. Fue proyectada por el afrancesado Juan Antonio Llorente en 1809 y realizada en 1810. Las tierras de Mahora quedaban dentro de la Prefectura de Cuenca: Subprefectura de Tarazona de La Mancha. HISTORIA DEL SIGLO XIX: LAS GUERRAS CARLISTAS En 1836 hubo varias incursiones de tropas carlistas que recorrieron la provincia de Albacete. El 15 de septiembre se unían en Casas Ibáñez las partidas de Quílez y Miralles, que venían recorriendo la provincia desde Caudete, la del General Gómez (que incendió parte de la población) y la de Cabrera. Todo este contingente siguió en dirección a Albacete pasando por Jorquera y Mahora. Según A. Sandoval las fuerzas carlistas las formaban “unos siete mil hombres entre la infantería vasconavarra de Gómez, general en jefe, y la caballería valenciana y aragonesa de Cabrera, compuesta por ochocientos jinetes, incluidas las tropas que llevasen los aliados”. MAHORA Salimos de Casas Ibáñez y vamos a Mahora. Cerca de Mahora pasa un río que debe ser el Júcar. El pueblo no tiene mucho que ver. En las afueras se destacan unas ruinas. Mahora es un pueblo manchego clásico, con hermosas casas, con su portalón y su escudo encima. Me detengo en la plaza y pregunto a los viejos algo de la expedición de Gómez. —Eso será para la política —dice un aldeano de gorra y bigote. —No; es para un periódico de monos. No creo que les convenzo. La gente no sabe nada de la expedición de Gómez. —Ahora a los carlistas les llaman facciosos, ¿verdad, usted? —me pregunta uno. —El faccioso es siempre el enemigo —contesto yo. —Ahora les llaman agrarios —replica un viejo de anteojos. No parece que se ponen de acuerdo en cómo se les llama. El hombre de los anteojos recuerda haber oído que en Sarradiell, en la primera guerra civil, hubo un encuentro entre carlistas y liberales. Fue el descalabro del general don Francisco Valdés, hombre valiente, que tuvo que batirse con fuerzas cuádruples a las suyas. En el pueblo de Mahora mataron los carlistas a varios, y Cabrera debió de quedar como tipo de hombre templado y valiente, porque de la gente audaz decían los vecinos: —Este es un Cabrera. Recorro las calles del pueblo y veo en las paredes escritos con pintura blanca y negra varios letreros políticos. Los hay revolucionarios y conservadores, para todos los gustos. Uno ha puesto «¡Biba el comunismo!» Otro: «Votar a las izquierdas es votar a Casas Viejas. ¡No votar! No os fiéis, españoles.» Un monárquico ha escrito: «¡Biba el clero y el rey XIII! ¡Abajo la República!» Y un amigo de ésta, para completar la epigrafía, ha fijado esta inscripción: «¡Fuera esos escalabajos cavernícolas!» UNA CHICA SENSATA En una plazoleta encontramos a una mucha-chita que va a la fuente con un cántaro pequeño. —¿Quieres que te retratemos y aparecer en los periódicos? —Bueno. —Si se te ocurre algo así como que te gustaría ser actriz de película o aviadora, lo dices, para que yo lo escriba. —No se me ocurre nada —contesta la chica riendo. —Veo que tienes más talento que la mayoría de las cómicas y de las cupletistas. Si sale bien el retrato, ya mandaremos aquí el periódico. ALBACETE De Mahora partimos para Albacete, adonde llegamos al anochecer. Gómez entró en la ciudad el 16 de septiembre. Casa-Palacio de los Ruiz de Monsalve La familia Ruiz emparentó con los Monsalve que provenían de la aldea de Mahora en el estado de Jorquera, en la actual provincia de Albacete. La casa actual, que está situada en la plaza cerrando con el edificio del mesón la esquina noroeste, debió ser construida en el siglo XVII y los primeros moradores de que tengo noticia cierta fueron Don Andrés Ruiz Monsalve, casado con Doña María Pérez Carrillo, una de las herederas de la familia Carrillo. Entre los habitantes más notables de esta casa podemos citar a Don Domingo Ruiz Monsalve que fue alcalde en los años 1762, 1765 y 1777. A oriente, en Mahora resalta el cuartel de la Guardia Civil, de finales del siglo XVII, una casapalacio con portada y torre; y numerosas casas nobiliarias con labras heráldicas. En Jorquera las casas blasonadas, entre las que sobresale la del Corregidor (1727), y las rejas del Ayuntamiento, del siglo XVIII. SIGLO XX BRIGADAS INTERNACIONALES XV Brigada Internacional. El 31 de enero de 1937, se creó en Mahora la XV Brigada Internacional, compuesta por dos Agrupaciones, la 1ª, o anglosajona, con los batallones "Lincoln", "British" y "Washington" y la 2ª, o latinoeslava, con los "Spanish", "Galindo", "Six Février" y "Dimitrov". El mando de la Brigada fue encomendado al húngaro Janos Galiez "Gal", con el inglés George M. Nathan como jefe de Estado Mayor, y el yugoslavo Copic como comisario político. Este último asumió el mando de la Brigada al iniciarse la batalla del Jarama, el nuevo comisario fue el francés Barthel. La XV BI recibió su bautismo de fuego en la batalla del Jarama. Llegó a ella, el 11 de febrero, y se situó en el flanco izquierdo del sistema defensivo republicano a caballo de la carretera de Morata a San Martín de la Vega. El "British", que defendía las posiciones de una colina que llamaron "Suicide Hill", sufrió un duro castigo. En menor medida, el "Six Février" tuvo que lamentar importantes bajas, mientras el "Dimitrov" aguantó bien. Contra El Pingarrón se iba a estrellar el "Lincoln" que hasta entonces había permanecido en reserva. Los intentos de conquistar la mítica cima se sucedieron, los días 19, 23 y 27. Al final de la batalla ninguno de sus batallones contaba con más de 200 hombres. La XII Brigada Internacional [muchas veces denominada como Brigada Garibaldi] fue una de las Brigadas Internacionales que combatieron en defensa de la legalidad republicana contra los sublevados el 17 y 18 de julio de 1936 en la Guerra Civil Española. La Brigada, a la que se conoció como Brigada Thälmann por estar formada principalmente por ciudadanos italianos, intervino en numerosas ocasiones durante la contienda, especialmente durante el Contraataque de Guadalajara (1937) o en la Batalla del Ebro(1938). En la última fase de la guerra, ya como una Brigada Mixta completamente española, fue renombrada como 12.ª Brigada Mixta. Constituyó la segunda Brigada internacional en ser creada (en un primer momento, era denominada 2.ª Brigada Internacional). Fue fundada En Mahora (Albacete) el día 1 de noviembre de 1936, con la agrupación de los batallones internacionales Garibaldi,Thälmann y Andr é Marty. Fue puesta al mando del comandante Máté Zalka (alias, General Lukács) junto al coronel Bielov (Karlo Lukanov) como jefe de Estado Mayor y Luigi Longo como Comisario político.1 Cuando marchó al frente para frenar el avance de los militares sublevados, Longo fue relevado como Comisario por el comunista alemán Gustav Regler. En estos primeros momentos la organización interna era muy deficiente, y los batallones no disponían de una auténtica organización interna, debiendo improvisarse sobre la marcha cuando se dio la señal de partida al frente. Bi Daowen «ejercía de médico, pero era más bien un asceta», por eso este indonesio de padres chinos, cogió un día su botiquín y se enroló en las Brigadas Internacionales. Su imagen, posando junto a un coronel búlgaro y un médico austriaco, en el Centro de Reeducación Física y Profesional de Mahora, es uno de los testimonios gráficos que acredita la presencia de brigadistas chinos en la guerra civil española. Una presencia que ha salido a la luz pública gracias al arduo trabajo de investigación de dos científicos taiwaneses residentes en Estados Unidos. Los autores han podido recomponer como si de un rompecabezas se tratase la historia de este callado médico, que estudió en Holanda y a cuyo Partido Comunista estuvo muy vinculado. Al parecer llegó a Mahora en septiembre de 1937, con apenas 28 años y trabajó en este centro sanitario que no era un hospital militar al uso. Los heridos de guerra, sobre todo aquellos que perdían algún miembro, tenían que enfrentarse además de a su recuperación física, a graves problemas psicológicos. «Pensaban, acomplejados, que se habían convertido en una carga para la sociedad, en inútiles parásitos sociales» y les preocupaba qué sería de ellos al acabar la contienda. Para eso se creó este Centro de Mahora, donde además de aparatos de rehabilitación se ofrecían cursos para capacitar a los pacientes como carpinteros, sastres, zapateros o herreros y cursos especiales para los que habían perdido la vista. El objetivo, dar a los soldados mutilados un medio para ganarse la vida. A este hospital fue destinado Bi Daowen, un joven comunista entregado a la lucha contra al fascismo, tuvo una vida muy azarosa; la guerra española, la contienda China contra la invasión japonesa, años de trabajos forzados en Praga y una batalla contra la lepra en su Indonesia natal, son algunos de los capítulos vitales que escribió este teniente, hombre de pocas palabras, que llegó a España enviado por la Internacional Comunista. La historia de Bi Daowen es solo una de las 13 vidas que documenta la monografía Los brigadistas chinos en la guerra civil, un libro que se acaba de editar en España gracias al apoyo prestado por el Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (Cedobi) de la Universidad de Castilla-La Mancha. La obra es fruto de diez años de investigaciones de Hwei-Ru Tsou y Len Tsou, que recorrieron tres continentes para apaciguar la curiosidad que les despertó la foto de un soldado oriental en un álbum editado por la Brigada Lincoln por su 50 aniversario. Mahora [MAHORA] (MANCHUELA) • Gentilicios: mahoreño, manchuego. MAHOREÑO: r. p. y Vergara, 1933. • Seudogentilicio: masón. MASON: r. p. oral: porque hubo varios masones, incluso en la Dictadura de Franco; el más antiguo que se conoce, fue un boticario llamado Gumersindo Navarro Suquillo. Inf. Motilleja, Cenizate, Navas de Jorquera. Otros dictados tópicos: “Mahora, gente de capa y espada, te convidan a pasear, pero de comer, nada.” R. p. y Navas de Jorquera. “De Mahora, ni la hora.” Inf. Madrigueras. “Ya vienen los de Mahora con sombrero y con corbata, y vienen a Golosalbo a matar a quien les mata.” (=el hambre) Inf. Golosalvo. “En Mahora ya vive Cristo, qué orgullo y qué vanidad, si en resumidas cuentas ninguno „tie pa‟ almorzar.” Inf. Las Eras. “En El pueblo de Mahora han puesto electricidad, pero dentro de él hay un astro que alumbra mucho más. Ese astro luminoso, que en la España tanto brilla, es don Diego Martínez Conde Marqués de Villamantilla.” “Aniguamente en Navas bebían el agua en cuerno, los cuernos son de Mahora, los que los frailes dejaron.” Inf. Navas de Jorquera. TENEMOS UNA GRAN TAREA POR DELANTE. ÁNIMO PARA REALIZARLA. MUCHAS GRACIAS POR LA ATENCIÓN PRESTADA
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