L`O S S E RVATOR E ROMANO

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L’OSSERVATORE ROMANO
EDICIÓN SEMANAL
Unicuique suum
Año XLVII, número 48 (2.442)
EN LENGUA ESPAÑOLA
Non praevalebunt
Ciudad del Vaticano
27 de noviembre de 2015
XI viaje apostólico de su pontificado
Mensajero de paz y de reconciliación
Visita de Francisco a Kenia, Uganda y República Centroafricana
El Papa escogió para el primer
viaje por este continente tres países azotados en forma distinta por
las desigualdades sociales, la corrupción y la violencia religiosa. Su papado ha puesto un énfasis firme en las «periferias», tanto
existenciales como geográficas, y
ha escogido sus viajes con cuidado, visitando a países más pequeños como Albania, Sri Lanka,
Bosnia, Filipinas, Ecuador y Bolivia. Y llegando desde Cuba a un
centro de poder, como Washington. En los tres grandes continentes exhortó a su Iglesia a ser
maestra de ternura, oasis de esperanza y hospital de campaña. Le
faltaba África. Un viaje de altísimo riesgo, pero necesario para el
Papa que, según sus propias palabras, va a África «como mensajero
de la paz». Con su mera presencia
en África, el Papa dará su mejor
mensaje de respuesta a la violencia: el diálogo. Francisco, visitando Kenia, Uganda y la República
Centroafricana, está predicando
con su propia persona que la paz
es posible, a través de la reconciliación y del diálogo interreligioso.
Siguiendo con el programa el Papa Francisco visitó este viernes
muy temprano el barrio pobre de
Kangemi, en Nairobi, donde mantuvo un emotivo encuentro con algunos de sus habitantes, entre
ellos ancianos y niños. En su discurso, Francisco habló de la sabiduría de los barrios populares y
enumeró algunos de los principales problemas a los que se enfrentan. «El camino de Jesús comenzó
en las periferias, va desde los pobres y con los pobres hacia todos». No es la primera vez que
Francisco manifiesta su predilección por los pobres: «En verdad,
me siento como en casa compartiendo este momento con hermanos y hermanas que, no me avergüenza decirlo, tienen un lugar
preferencial en mi vida y opciones.
Estoy aquí porque quiero que sepan que sus alegrías y esperanzas,
sus angustias y tristezas, no me
son indiferentes». Era necesario
hundir los pies en la sabana africana para comprender integralmente
la fuerza de la Laudato sì’. «No
puede haber una renovación de
nuestra relación con la naturaleza,
sin una renovación de la humanidad misma. En la medida en que
nuestras sociedades experimentan
divisiones, ya sea étnicas, religiosas o económicas, todos los hombres y mujeres de buena voluntad
están llamados a trabajar por la
reconciliación y la paz, el perdón
y la sanación» dijo el Papa.
El Papa inicia la segunda etapa
de su viaje apostólico en África
Un árbol
para el futuro
GIOVANNI MARIA VIAN
Francisco concluye hoy su estancia en Kenia con la visita a un barrio pobre de Nairobi, un encuentro multitudinario con jóvenes en un estadio deportivo y con los obispos del país, tras lo cual partirá en avión hacia
Uganda para iniciar la segunda etapa de su viaje por África. Muy temprano por la mañana ha hecho un recorrido en el barrio de Kangemi, que
acoge el pequeño taller donde confeccionaron todos los ornamentos usados durante estos días.
Un signo universal y arraigado en
las tradiciones africanas como es
plantar un árbol fue el gesto con
el cual el Papa Francisco eligió
inaugurar su primer viaje en el inmenso continente, en una Nairobi
sobre la cual poco después, mientras llegaba la noche, cayó una
densa lluvia que mojó con abundancia el olivo que acababan de
plantar. En Kenia esta costumbre,
fácilmente comprensible, está difundida sobre todo entre los jóvenes que culminan un ciclo escolar,
como símbolo de apertura hacia el
futuro.
Así, plantando un arbolito destinado sobre todo a las futuras generaciones, un «elocuente signo
de esperanza», el Pontífice quiso
expresar la confianza en Dios para
que sostenga los esfuerzo de los
que trabajan por «cultivar una sociedad solidaria, justa y pacífica»,
en Kenia y en toda África. Lo puSIGUE EN LA PÁGINA 6
L’OSSERVATORE ROMANO
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viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
En el Ángelus el Papa contrapone la lógica de Cristo a la mundana que utiliza las armas del miedo, el chantaje y la manipulación
Con la fuerza de la verdad
Y pide paz y prosperidad para las tierras del continente africano que visita del 25 al 30 de noviembre
decir: «Tú estás ahí. ¡No te olvides
de mí!».
Ante las muchas laceraciones en el
mundo y las demasiadas heridas en
la carne de los hombres, pidamos a
la Virgen María que nos sostenga en
nuestro compromiso de imitar a Jesús, nuestro rey, haciendo presente
su reino con gestos de ternura, comprensión y misericordia.
«La lógica mundana se apoya en la
ambición, la competición, combate con
las armas del miedo, del chantaje y de
la manipulación de las conciencias»;
por el contrario, la «del Evangelio se
expresa en la humildad y la gratuidad,
se afirma silenciosa pero eficazmente
con la fuerza de la verdad». Lo dijo el
Papa en el Ángelus del domingo 22 de
noviembre, hablando de la solemnidad
de Cristo Rey a los numerosos fieles
presentes en la plaza de San Pedro.
Queridos hermanos
¡buenos días!
y
En este último domingo del año
litúrgico, celebramos la solemnidad
de Cristo Rey. Y el Evangelio de
hoy nos hace contemplar a Jesús
mientras se presenta ante Pilatos como rey de un reino que «no es de
este mundo» (Jn 18, 36). Esto no
significa que Cristo sea rey de otro
mundo, sino que es rey de otro modo,
y sin embargo es rey en este mundo.
Se trata de una contraposición entre
dos lógicas. La lógica mundana se
apoya en la ambición, la competición, combate con las armas del miedo, del chantaje y de la manipulación de las conciencias. La lógica del mismo». Pero paradójicamente la
Evangelio, es decir la lógica de Je- verdad de Jesús es la que en forma
sús, en cambio se expresa en la hu- de burla le lanzan sus adversarios:
mildad y la gratuidad, se afirma si- «A otros ha salvado y a sí mismo no
lenciosa pero eficazmente con la se puede salvar» (v. 31). Si Jesús hufuerza de la verdad. Los reinos de biese bajado de la cruz, habría cedieste mundo a veces se construyen en do a la tentación del príncipe de esla arrogancia, rivalidad, opresión; el te mundo; en cambio Él no puede
reino de Cristo es un «reino de justi- salvarse a sí mismo precisamente para poder salvar a los demás, porque
cia, de amor y de paz» (Prefacio).
¿Cuándo Jesús se ha revelado rey? ha dado su vida por nosotros, por
¡En el evento de la Cruz! Quien mi- cada uno de nosotros. Decir: «Jesús
ra la Cruz de Cristo no puede no ha dado su vida por el mundo» es
ver la sorprendente gratuidad del verdad, pero es más bonito decir:
amor. Alguno de vosotros puede de- «Jesús ha dado su vida por mí». Y
cir: «Pero, ¡padre, esto ha sido un hoy en la plaza, cada uno de nosofracaso!». Es precisamente en el fra- tros diga en su corazón: «Ha dado
caso del pecado —el pecado es un su vida por mí, para poder salvar a
fracaso—, en el fracaso de la ambi- cada uno de nosotros de nuestros
ción humana, donde se encuentra el pecados».
triunfo de la Cruz,
ahí está la gratuidad
del amor. En el fraSi Jesús hubiese bajado de la cruz
caso de la Cruz se
ve el amor, este
habría cedido a las tentaciones
amor que es gratuidel príncipe de este mundo
to, que nos da Jesús. Hablar de potencia y de fuerza,
para el cristiano,
Y esto, ¿quién lo entendió? Lo
significa hacer referencia a la potencia de la Cruz y a la fuerza del amor entendió bien uno de los dos ladrode Jesús: un amor que permanece nes que fueron crucificados con Él,
firme e íntegro, incluso ante el re- llamado el «buen ladrón», que le suchazo, y que aparece como la reali- plica: «Jesús, acuérdate de mí cuanzación última de una vida dedicada do llegues a tu reino» (Lc 23, 42). Y
a la total entrega de sí en favor de la este era un malhechor, era un cohumanidad. En el Calvario, los pre- rrupto y estaba ahí condenado a
sentes y los jefes se mofan de Jesús muerte precisamente por todas las
clavado en la cruz, y le lanzan el de- brutalidades que había cometido en
safío: «Sálvate a ti mismo bajando su vida. Pero vio en la actitud de Jede la cruz» (Mc 15, 30). «Sálvate a ti sús, en la humildad de Jesús, el
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Al término de la oración mariana
el Pontífice habló de su viaje a África
y recordó la beatificación en Barcelona
de los capuchinos asesinados en
España durante la guerra civil.
hermanas,
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GIOVANNI MARIA VIAN
director
subdirector
Ciudad del Vaticano
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amor. Y esta es la fuerza del reino
de Cristo: es el amor. Por esto la
majestad de Jesús no nos oprime, sino que nos libera de nuestras debilidades y miserias, animándonos a recorrer los caminos del bien, la reconciliación y el perdón. Miremos la
Cruz de Jesús, mireLa majestad de Jesús no nos oprime,
mos al buen ladrón
y digamos todos
sino que nos libera de nuestras debilidades
juntos lo que dijo el
y miserias
buen ladrón: «Jesús,
acuérdate de mí
cuando llegues a tu
reino». Todos juntos: «Jesús, acuérdate de mí cuando ses: las familias, grupos parroquiales,
llegues a tu reino». Pedir a Jesús, asociaciones. En particular saludo a
cuando nos sintamos débiles, peca- los de México, Australia y Paderdores, derrotados, que nos mire y born (Alemania). Saludo a los fieles
de Avola, Mestre, Foggia, Pozzallo,
Campagna y de la Val di Non; así
como a los grupos musicales —que
he escuchado— y que celebran a santa Cecilia, patrona del canto y la
música. Después del Ángelus, que os
oigan, porque tocáis bien.
El próximo miércoles inicio el viaje a África, visitando Kenia, Uganda
y la República Centroafricana. Os
pido a todos que recéis por este viaje, para que sea para todos estos
queridos hermanos, y también para
mí, un signo de cercanía y amor. Pidamos juntos a la Virgen que bendiga a estas queridas tierras, para que
allí haya paz y prosperidad.
[ Ave María...]
Os deseo a todos un feliz domingo. Por favor, no os olvidéis de rezar
por mí. ¡Buen almuerzo y hasta
pronto!
TIPO GRAFIA VATICANA EDITRICE
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don Sergio Pellini S.D.B.
Giuseppe Fiorentino
Ayer, en Barcelona, fueron proclamados beatos Federico de Berga y
veinticinco compañeros mártires,
asesinados en España durante la feroz persecución contra la Iglesia en
el siglo pasado. Se trata de sacerdotes, jóvenes profesos en espera de la
ordenación y hermanos laicos pertenecientes a la Orden de los Frailes
Menores Capuchinos. Encomendemos a su intercesión a los numerosos
hermanos y hermanas nuestros que
desgraciadamente también hoy, en
diferentes partes del mundo, son
perseguidos a causa de la fe en Cristo.
Saludo a todos los peregrinos, llegados de Italia y de diferentes paí-
director general
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fax + 52 55 5518 75 32; e-mail: [email protected].
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+ 2324 428 102/432 412; e-mail: [email protected].
En Perú: Editorial salesiana, Avenida Brasil 220, Lima 5, Perú; teléfono + 51 42 357 82; fax + 51 431 67 82;
e-mail: [email protected].
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
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A cincuenta años del Vaticano
II
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el Pontífice recuerda que el sacerdote está para servir
En medio de los hombres
«Tomado de entre los hombres,
constituido en favor de los hombres,
presente en medio de los demás
hombres»: el Papa citó el decreto
conciliar «Presbyterorum ordinis» para
trazar el identikit del sacerdote de hoy.
La ocasión fue, el viernes 20 de
noviembre, la audiencia en la sala
Regia con los participantes en el
congreso organizado por la
Congregación para el clero,
precisamente para recordar el
quincuagésimo aniversario del Vaticano
II. El cardenal prefecto Beniamino
Stella, al saludar al Pontífice, explicó
que los trabajos tratan «de recoger los
numerosos frutos de la reflexión
conciliar, para comprenderla cada vez
mejor, profundizarla y enriquecerla, a
la luz de las experiencias y de la vida
de muchas Iglesias particulares de todo
el mundo».
Señores cardenales, queridos hermanos obispos y sacerdotes, hermanos
y hermanas:
Dirijo a cada uno un cordial saludo y expreso un sincero agradecimiento a usted, cardenal Stella, y a
la Congregación para el clero, que
me invitaron a participar en este
congreso, a los cincuenta años de la
promulgación de los decretos conciliares Optatam totius y Presbyterorum
ordinis.
Os pido disculpas por haber cambiado el primer proyecto, que consistía en que yo vaya a vuestro con-
de los presbíteros desde el momento
del ingreso en el seminario, trabajando para que se promuevan y se cuiden las vocaciones, y puedan culminar en la vida de santos sacerdotes.
El camino de santidad de un sacerdote comienza en el seminario.
Desde el momento que la vocación al sacerdocio es un don que
Dios concede a algunos para el bien de
todos, quisiera comUn buen sacerdote es un hombre que
partir con vosotros algunas
reflexiones,
conoce la propia historia y ha
precisamente a partir
aprendido a hacer las paces con ella
de la relación entre
los sacerdotes y las
demás personas, siguiendo el n. 3 de
greso, pero habéis visto que no ha- Presbyterorum ordinis, donde se enbía tiempo e incluso aquí llegué con cuentra como un pequeño compendio de teología del sacerdocio, tomaretraso.
No se trata de una «nueva evoca- do de la Carta a los Hebreos: «Los
ción histórica». Estos dos decretos presbíteros, tomados de entre los
son una semilla, que el Concilio de- hombres y constituidos en favor de
positó en el campo de la vida de la los mismos en las cosas que miran a
Iglesia; en el curso de estos cinco Dios para ofrecer ofrendas y sacrifidecenios han crecido, se convirtieron cios por los pecados, moran con los
en una planta frondosa, ciertamente demás hombres como hermanos».
Consideremos estos tres momencon alguna hoja seca, pero sobre todo con muchas flores y frutos que tos: «tomados de entre los hombres»,
embellecen a la Iglesia de hoy. Re- «constituidos en favor de los hombres»,
corriendo el camino realizado, este presentes «en medio de los demás
congreso ha mostrado esos frutos y hombres».
ha sido una oportuna reflexión ecleEl sacerdote es un hombre que
sial sobre el trabajo que queda por nace en un determinado contexto huhacer en este ámbito tan vital para la mano; allí aprende los primeros valoIglesia. ¡Aún queda trabajo por ha- res, asimila la espiritualidad del puecer!
blo, se acostumbra a las relaciones.
Optatam totius y Presbyterorum or- También los sacerdotes tienen una
dinis fueron recordados juntos, como historia, no son «hongos» que surlas dos partes de una única realidad: gen improvisamente en la catedral el
la formación de los sacerdotes, que día de su ordenación. Es importante
distinguimos en inicial y permanen- que los formadores y los sacerdotes
te, y que para ellos es una única ex- mismos recuerden esto y sepan tener
periencia de discipulado. No por ca- en cuenta esa historia personal a lo
sualidad, el Papa Benedicto, en ene- largo del camino de la formación. El
ro de 2013 (Motu proprio Ministro- día de la ordenación digo siempre a
rum institutio), dio una forma con- los sacerdotes, a los neo-sacerdotes:
creta, jurídica, a esta realidad, atri- recordad de dónde habéis sido llabuyendo también a la Congregación mados, del rebaño, no os olvidéis de
para el clero la competencia sobre vuestra madre y de vuestra abuela.
los seminarios. De este modo el mis- Esto lo decía Pablo a Timoteo, y lo
mo dicasterio puede comenzar a digo también yo hoy. Esto quiere deocuparse de la vida y del ministerio cir que no se puede ser sacerdote
pueblo. Pero si tú tienes una enfermedad, si eres neurótico, debes ir al
médico. Al médico espiritual y al
médico clínico: te darán pastillas
que te harán bien, los dos. Pero, por
favor, que los fieles no paguen la
neurosis de los sacerdotes. No tratar
mal a los fieles; cercanía de corazón
con ellos.
Nosotros sacerdotes somos apóstoles de la alegría, anunciamos el
Evangelio, es decir la «buena noticia» por excelencia; no somos ciertamente nosotros quienes damos la
fuerza al Evangelio —algunos lo
piensan—, pero podemos favorecer o
crear dificultad en el encuentro entre
el Evangelio y las personas. Nuestra
humanidad es la «vasija de barro»
en la que custodiamos el tesoro de
Dios, una vasija que debemos cuidar
para transmitir bien su precioso contenido.
Un sacerdote no puede perder sus
raíces, sigue siendo siempre un hombre del pueblo y de la cultura que lo
han engendrado; nuestras raíces nos
ayudan a recordar quiénes somos y
de dónde nos ha llamado Cristo.
Nosotros sacerdotes no caemos desde lo alto, sino que somos llamados,
llamados por Dios, que nos toma de
«entre los hombres», para constituirnos «en favor de los hombres». Me
permito una anécdota. En la diócesis, hace años... No en la diócesis,
no, en la Compañía había un buen
sacerdote, bueno, joven, dos años de
sacerdocio. Y entró en un período
de crisis, habló con el padre espiritual, con sus superiores, con los médicos y dijo: «Me marcho, no puedo
más, me marcho». Y pensando en
estas cosas —yo conocía a su madre,
gente humilde— le dije: «¿Por qué
no vas a ver a tu madre y hablas de
esto?». Y fue, pasó todo el día con
su mamá y volvió cambiado. La mamá le dio dos «bofetadas» espirituales, le dijo tres o cuatro verdades, lo
puso en su lugar, y siguió adelante.
¿Por qué? Porque fue a la raíz. Por
creyendo que uno fue formado en
un laboratorio, no; comienza en la
familia con la «tradición» de la fe y
con toda la experiencia de la familia.
Es necesario que la misma sea personalizada, porque es la persona concreta la que está llamada al discipulado y al sacerdocio, teniendo en
cuenta en cada caso que sólo Cristo
es el Maestro a quien se sigue y se
imita.
Me gusta recordar en este contexto ese fundamental «centro de pastoral vocacional» que es la familia,
iglesia doméstica y primer y fundamental lugar de formación humana,
donde puede germinar en los jóvenes el deseo de una vida concebida
como camino vocacional, que se ha
de recorrer con compromiso y generosidad.
En la familia y en todos los demás
contextos comunitarios —escuela, parroquia, asociaciones,
grupos de amigos—
aprendemos a estar
No es normal que un sacerdote
en relación con personas concretas, nos deesté con frecuencia triste, no hace bien
jamos modelar por la
ni al sacerdote ni a su pueblo
relación con ellos, y
llegamos a ser lo que
somos también gracias a ellos.
Un buen sacerdote, por lo tanto, ello es importante no borrar la raíz
es ante todo un hombre con su pro- de la que procedemos. En el seminapia humanidad, que conoce la pro- rio debes hacer la oración mental...
pia historia, con sus riquezas y sus Sí, cierto, esto se debe hacer, aprenheridas, y que ha aprendido a hacer der... Pero ante todo reza como te
las paces con ella, alcanzando la se- enseñó tu mamá, y luego sigues aderenidad profunda, propia de un dis- lante. Pero siempre la raíz está allí,
cípulo del Señor. La formación hu- la raíz de la familia, como aprendiste
mana, por lo tanto, es una necesidad a rezar siendo niño, incluso con las
para los sacerdotes, para que apren- mismas palabras, comienza a rezar
dan a no dejarse dominar por sus lí- así. Y así irás adelante con la oramites, sino más bien a fructificar sus ción.
talentos.
He aquí el segundo pasaje: «en
Si un sacerdote es un hombre pa- favor de los hombres».
cificado sabrá difundir serenidad a
En esto hay un punto fundamensu alrededor, incluso en los momen- tal de la vida y del ministerio de los
tos difíciles, transmitiendo la belleza presbíteros. Respondiendo a la vocade la relación con el Señor. No es ción de Dios, se llega a ser sacerdote
normal en cambio que un sacerdote para servir a los hermanos y a las heresté con frecuencia triste, nervioso o manas. Las imágenes de Cristo que
con mal carácter; no está bien y no
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hace bien, ni al sacerdote ni a su
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viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
En medio de los hombres
aparte. El sacerdote está para estar
en medio a la gente: la cercanía. Y
tomamos como referencia para el me permito, hermanos obispos, tamministerio de los sacerdotes son cla- bién nuestra cercanía de obispos a
ras: Él es el «Sumo Sacerdote», del nuestros sacerdotes. ¡Esto es también
mismo modo cercano a Dios y cerca- para nosotros! Cuántas veces escuno a los hombres; es el «Siervo», chamos lamentos de los sacerdotes:
que lava los pies y se hace cercano a «Bah, llamé al obispo porque tengo
los más débiles; es el «Buen Pastor», un problema... El secretario, la secreque siempre tiene como objetivo la taria, me dijo que está muy ocupaatención del rebaño.
do, que ha salido, que no puede reSon las tres imágenes que debe- cibirme antes de tres meses...». Dos
mos contemplar, pensando en el mi- cosas. La primera: Un obispo siemnisterio de los sacerdotes, enviados a pre está ocupado, gracias a Dios, peservir a los hombres, a hacerles lle- ro si tú obispo recibes una llamada
gar la misericordia de Dios, a anun- de un sacerdote y no puedes recibirciar su Palabra de vida. No somos lo porque tienes mucho trabajo, al
sacerdotes para nosotros mismos y menos toma el teléfono, llámalo y
dile: «¿Es urgente?
¿No
es
urgente?
¿Cuándo, vienes ese
No son filántropos o funcionarios, los
día...», así se siente
cercano. Hay obispos
sacerdotes son padres y hermanos. La
que parecen alejarse
paternidad de un sacerdote hace mucho
de los sacerdotes...
bien
Cercanía, al menos
una llamada telefónica. Esto es amor de
padre, fraternidad. Y
nuestra santificación está estrecha- otra cosa. «No, tengo una conferenmente relacionada con la de nuestro cia en tal ciudad y luego debo hacer
pueblo, nuestra unción a su unción: un viaje a América, y después...».
tú eres ungido para tu pueblo. Saber Pero, escucha, el decreto de resideny recordar que fuimos «constituidos cia de Trento aún está vigente. Y si
para el pueblo» —pueblo santo, pue- tú no te ves capaz de permanecer en
blo de Dios—, ayuda a los sacerdotes la diócesis, renuncia, y da vueltas
a no pensar en sí mismo, a ser auto- por el mundo haciendo otro apostoridad y no autoritarios, firmes pero lado muy bueno. Pero si tú eres
no duros, alegres pero no superficia- obispo de esa diócesis, residencia.
les, en definitiva, pastores, no fun- Estas dos cosas, cercanía y residencionarios. Hoy, en ambas lecturas de cia. Esto es para nosotros obispos.
la misa se ve claramente la capaci- El sacerdote es tal para estar en medad que tiene el pueblo de alegrarse, dio de la gente.
cuando se restaura y se purifica el
El bien que los sacerdotes pueden
templo, y en cambio la incapacidad hacer nace sobre todo de su cercanía
de alegrarse que tienen los jefes de y de un tierno amor a las personas.
los sacerdotes y los escribas ante la No son filántropos o funcionarios,
expulsión de los mercaderes del tem- los sacerdotes son padres y hermaplo por parte de Jesús. Un sacerdote nos. La paternidad de un sacerdote
debe aprender a alegrarse, nunca de- hace mucho bien.
be perder la capacidad de ser alegre:
Cercanía, entrañas de misericorsi la pierde hay algo que no está
dia, mirada amorosa: hacer experibien. Y os digo sinceramente, tengo
mentar la belleza de una vida vivida
miedo a las rigideces, tengo miedo.
según el Evangelio y el amor de
Los sacerdotes rígidos... ¡Lejos! ¡Te
Dios que se hace concreto también a
muerden! Y viene a mi mente la extravés de sus ministros. Dios que
presión de san Ambrosio, del siglo
IV: «Donde hay misericordia está el
espíritu del Señor, donde hay rigidez
están sólo sus ministros». El ministro sin el Señor se hace rígido, y esto es un peligro para el pueblo de
Dios. Pastores, no funcionarios.
El pueblo de Dios y la humanidad toda son destinatarios de la misión de los sacerdotes, a la cual tiende toda la obra de la formación. La
formación humana, intelectual y espiritual confluyen naturalmente en
la formación pastoral, a la que aportan instrumentos, virtudes y disposiciones personales. Cuando todo esto
se armoniza y se une a un genuino
celo misionero, a lo largo del camino
de toda la vida, el sacerdote puede
realizar la misión que Cristo le confió a su Iglesia.
Por último, lo que nació del pueblo, con el pueblo debe permanecer;
el sacerdote está siempre «en medio
de los demás hombres», no es un
profesional de la pastoral o de la
evangelización, que llega y hace lo
que debe —tal vez lo haga bien, pero
como si fuese una profesión— y luego se marcha para vivir una vida
VIENE DE LA PÁGINA 3
nunca rechaza. Y aquí pienso en el 45), hoy vamos en busca de ellas,
confesionario. Siempre se pueden para encontrar nuevo impulso y nueencontrar caminos para dar la abso- vos instrumentos para la misión que
lución. Acoger bien. Pero algunas el Señor nos confía.
veces no se puede absolver. Hay saUna cosa que quisiera añadir al
cerdotes que dicen: «No, de esto no texto —¡disculpadme!— es el discerte puedo absolver, márchate». Este nimiento vocacional, la admisión en
no es el camino. Si no puedes dar la el seminario. Buscar la salud de ese
absolución, explica diciendo: «Dios joven, salud espiritual, salud matete ama inmensamente, Dios te quiere rial, física, psíquica. En una ocasión,
mucho. Para llegar a Dios hay mu- apenas nombrado maestro de novichos caminos. Yo no te puedo dar la cios, en el año ’72, fui a llevar a la
absolución, te doy la bendición. Pe- psicóloga los resultados del test de
ro vuelve, vuelve siempre aquí, así personalidad, un test sencillo que se
cada vez que vuelvas te daré la ben- hacía como uno de los elementos del
dición como signo de que Dios te discernimiento. Era una buena muama». Y ese hombre o esa mujer se jer, y también una buena médica.
marcha lleno de alegría porque ha Me decía: «Este tiene este problema
encontrado el icono del Padre, que pero puede continuar si sigue así...».
no rechaza nunca; de una forma o Era también una buena cristiana, pede otra lo abrazó.
ro en algunos casos inflexible: «Este
Un buen examen de conciencia no puede». —«Pero doctora, es muy
para un sacerdote es también esto: si bueno este muchacho». —«Ahora es
el Señor volviese hoy, ¿dónde me bueno, pero debe saber que hay jóencontraría? «Donde está tu tesoro, venes que saben inconscientemente,
allí estará también tu corazón» (Mt no son conscientes de ello, pero per6, 21). Y mi corazón, ¿dónde está? ciben inconscientemente el hecho de
¿En medio a la gente, rezando con y estar psíquicamente enfermos y buspor la gente, rodeado de sus alegrías can para su vida estructuras fuertes
y sufrimientos, o más bien en medio que los defiendan, y poder así seguir
de las cosas del mundo, de los nego- adelante. Y marchan bien, hasta el
gocios terrenos, de mis «espacios» momento en que se sienten bien esprivados? Un sacerdote no puede te- tablecidos y allí comienzan los proner un espacio privado, porque está blemas». —«Me parece un poco rasiempre o con el Señor o con el pue- ro...». Y la respuesta no la olvido
blo. Pienso en los sacerdotes que he conocido en mi ciudad,
Un sacerdote no puede tener un espacio
cuando no había secretaría telefónica y
privado, porque está siempre o con el
dormían con el teléfoSeñor o con el pueblo
no en la mesa de noche, a cualquier hora
que llamase la gente,
ellos se levantaban a
dar la unción: nadie moría sin los nunca, la misma del Señor a Ezesacramentos. Ni siquiera en el des- quiel: «Padre, ¿usted no ha pensado
canso tenían un espacio de privaci- por qué hay tantos policías torturadad. Esto es celo apostólico. La res- dores? Entran jóvenes, parecen sanos
puesta a esta pregunta: ¿dónde está pero cuando se sienten seguros, comi corazón?, puede ayudar a cada mienza a manifestarse la enfermesacerdote a orientar su vida y su mi- dad. Esas son las instituciones fuertes que buscan estos enfermos innisterio hacia el Señor.
conscientes: la policía, el ejército, el
El Concilio ha dejado a la Iglesia clero... Y luego muchas enfermeda«perlas preciosas». Como el comer- des que van surgiendo y que todos
ciante del Evangelio de Mateo (13, nosotros conocemos». Es curioso.
Cuando me doy cuenta de que un
joven es demasiado rígido, es demasiado fundamentalista, no me da
confianza; detrás hay algo que él
mismo no sabe. Pero cuando se siente seguro... Ezequiel 16, no recuerdo
el versículo, pero es cuando el Señor
dice a su pueblo todo lo que ha hecho por él: le salió al encuentro al
nacer, luego lo vistió, contrajo matrimonio... «Y más tarde, cuando te
has sentido segura, te has prostituido». Es una regla, una regla de vida. Ojos abiertos sobre la misión en
los seminarios. Ojos abiertos.
Confío en que el fruto de los trabajos de este congreso —con tantos
relatores autorizados, provenientes
de regiones y culturas diversas— se
podrá ofrecer a la Iglesia como útil
actualización de las enseñanzas del
Concilio, dando una aportación a la
formación de los sacerdotes, los que
están y los que el Señor querrá donarnos, para que, configurados cada
vez más con Él, sean buenos sacerdotes según el corazón del Señor, no
funcionarios. Y gracias por la paciencia.
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
L’OSSERVATORE ROMANO
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La conclusión del congreso mundial sobre la educación católica con la presencia del Papa
Cuestión de corazón
El sábado 21 de noviembre, por la
mañana, se reunieron con el Papa en
el aula Pablo VI, representantes de
las 210.000 escuelas católicas, las
1.900 universidades y de otras instituciones católicas y eclesiásticas de
educación superior encargadas de la
formación de 60 millones de estudiantes en todo el mundo. Un ambiente festivo que ha congregado a
todas las variadas realidades escolares y educativas del mundo católico
y con el que se concluía el congreso
mundial sobre «Educar hoy y mañana: Una pasión que se renueva».
Entre los asistentes no sólo cancilleres, rectores, profesores y directores,
sino también investigadores, estudiantes, padres, personal administrativo y representantes de las organizaciones del ámbito escolar y universitario.
El encargado de introducir el encuentro fue el cardenal Giuseppe
Versaldi, prefecto de la Congregación para la educación católica,
quien explicó cómo los debates han
mostrado «una gran variedad de experiencias según nuestros países de
origen». Esta variedad, que contribuye a la belleza de la Iglesia, «se
ha manifestado durante las intervenciones pero también durante las reuniones informales que son la riqueza
oculta de un congreso mundial». En
su saludo al Papa —presente en la fase conclusiva del encuentro— el cardenal recordó que educar es amar.
De hecho, el testimonio de grandes
santos educadores y educadoras
«continúa enseñándonos que la educación es una cuestión de corazón».
No es sólo conocimiento, sino que
«es también experiencia de relación;
es principalmente vida que se transmite, recibe y comparte; es una forma de cercanía propia del amor». El
purpurado también destacó cómo la
educación es un diálogo. En este
sentido, las escuelas y universidades
católicas quieren ser «casa abierta
para acoger a todos con su cultura y
sus creencias, para ofrecer a todos
un proyecto educativo que se centra
en Jesucristo, y para confrontarse
con los diferentes tipos de conocimiento con el fin de buscar la unidad y la verdad última del hombre y
de la creación». Y, añadió, la educación es servir. De hecho, enseñar es
«servir a la búsqueda de la verdad,
de la belleza, de lo que es justo y
bueno. Quien enseña sale de sí mismo para ponerse al servicio de los
jóvenes».
Por su parte, el arzobispo Angelo
Vincenzo Zani, secretario del dicasterio, resumió las conclusiones del
congreso. Recordó que la Congregación ha seguido muy de cerca el trabajo de los organismos internacionales, en particular la UNESCO, donde
«se reflexiona sobre los problemas
del mundo y se elaboran las perspectivas globales de la educación».
El prelado destacó que junto con todas las instituciones educativas católicas repartidas por todo el mundo,
«también nosotros queremos contribuir a la consecución de los objetivos de la UNESCO y de los demás organismos
mundiales».
Después,
monseñor Zani anunció que el dicasterio ha establecido una colaboración más estrecha con la escuela de
alta formación «Educar al encuentro
y la solidaridad» (EIS), constituida
en los últimos meses en la Libre
Universidad María Santísima Asunta
(Lumsa) de Roma. Esta escuela tiene entre sus objetivos «promover la
investigación científica en colaboración con universidades y centros académicos especializados de diferentes
países». El arzobispo recordó también la constitución reciente por parte del Papa Francisco de la fundación Gravissimum educationis. Uno
de los principales objetivos de la
nueva organización es la «promoción de la investigación, estudios y
publicaciones sobre el pensamiento
de la Iglesia en materia de educación y cultura católica en las escuelas y universidades», así como «el
apoyo a eventos internacionales de
carácter científico».
En su intervención, el jesuita Antonio Spadaro, director de la «Civiltà Cattolica», dijo que la Iglesia «es
muy consciente del hecho de que la
educación incide sobre el progreso»,
destacando la importancia del avance digital en la educación y en sus
desafíos. La tecnología, añadió, no
es «un conjunto de objetos moder-
nos y a la vanguardia. Es parte de la
acción con la que el hombre ejercita
su capacidad de conocimiento, libertad y responsabilidad». Esto introduce hoy importantes desafíos educativos. En particular, el jesuita indicó tres: la forma de concebir el tiempo de la inteligencia conectiva; la
capacidad de hacer preguntas sobre
el significado de la investigación; la
interioridad en el tiempo de la interactividad.
También intervino el padre Pedro
Aguado, superior general de las Escuelas pías y presidente de la comisión de educación de la Unión de
superiores y superioras generales,
que trazó una síntesis del congreso.
Fueron tres las preguntas que se le
hicieron al Papa. Roberto Zappala,
director del Instituto Gonzaga de
Milán, preguntó qué es lo que hace
que una institución sea verdaderamente cristiana. El hermano Antonio
Ojeda, profesor de la Universidad
de Málaga, en referencia a la cultura
del encuentro, le preguntó lo que esto significa para los sujetos que participan en la promoción de la educación. Por último, la hermana Pina
Del Core, decana de la facultad de
ciencias de la educación del Auxilium de Roma, le interrogó sobre
cuáles son los desafíos que se les
presentan a los educadores, en los
tiempos de la «tercera guerra mundial en pedazos» y qué tipo de
aliento se debe ofrecer a todos los
educadores que se dedican con pasión a su misión tan delicada.
Entre los asistentes al cardenal
Grocholewski y Kovithavanij. Los
cantos fueron interpretados por el
coro del Instituto Juan Merlini de
Viterbo y la música de la orquesta
sinfónica juvenil Sanitansemble, del
barrio Sanità de Nápoles, integrada
por 40 miembros de 10 a 20 años y
un coro de 55 adultos, conducidos
por el maestro Paolo Acunzo.
L’OSSERVATORE ROMANO
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viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
El secretario de Estado sobre la visita del Papa a África
Las religiones juntas contra la violencia
Cuando el Papa Francisco toque por
primera vez suelo africano «no podrá no tener en los ojos y en el corazón» las «imágenes horribles» de los
147 estudiantes asesinados en Kenia
en el mes de abril y de los jóvenes
masacrados en París el 13 de noviembre. Y seguramente renovará el llamamiento «que hace continuamente
a los seguidores de todas las religiones, a no usar el nombre de Dios
para justificar la violencia»: se mostró convencido de ello el cardenal
Pietro Parolin, secretario de Estado,
en la entrevista concedida al Centro
televisivo vaticano a pocos días del
inicio del viaje del Pontífice al continente.
El purpurado acompañará al Papa
a Kenia y a Uganda, pero no a la
República Centroafricana, porque
tendrá que viajar a París para participar en la Cop21. Al responder a las
preguntas de Alessandro Di Bussolo,
el cardenal recordó al respecto las
palabra del Papa en el Ángelus del
domingo 15 de noviembre, cuando
explicó que matar en nombre de
Dios «es blasfemar. Por lo tanto, no
es una forma de alabar a Dios, sino
de ofender de forma gravísima el
nombre de Dio y su amor por nosotros, y a Dios mismo». De aquí «el
llamamiento a hacer de las religiones» lo que ellas «son y deben ser,
es decir, agentes de bien, constructoras de reconciliación, de paz, de fraternidad en el mundo de hoy, en un
mundo ya desgarrado por tantos
conflictos de diversa naturaleza». Y
«hacerlo juntos —continuó—, me pa-
rece un punto importante. Hoy las
religiones deben encontrar el modo
de trabajar juntas, de colaborar juntas para ayudar a la humanidad a
ser cada vez más fraterna y solidaria.
Todo esto a través, sobre todo, del
diálogo interreligioso». A la sucesiva
constatación del entrevistador de
que África constituye una periferia
del planeta, el cardenal Parolin respondió recordando cómo al Pontífice le interesan de manera especial
los temas de la encíclica Laudato si’
y del discurso a las Naciones Unidad sobre la defensa del medio ambiente y la lucha contra la exclusión.
Temas, añadió, «que en definitiva
son parte de la enseñanza tradicional
de la doctrina social de la Iglesia, al
menos a partir de León XIII, y luego
aplicados a las diversas situaciones
que se han ido presentando». Los
mismos, continuó el secretario de
Estado, «encontrarán una particular
resonancia en el continente africano», donde «se dará un fuerte mensaje» a fin de que nadie deje «de luchar contra la pobreza, contra la exclusión», y de asegurar «una vida
digna, una vida que respete la dignidad de seres humanos y de hijos de
Dios de las poblaciones de África».
Presentación del viaje del Pontífice
En África el abrazo de la misericordia
No es sólo el primer viaje del Papa
Francisco a África, sino también la
primera vez que Jorge Mario Bergoglio toca el suelo del gran continente. Una meta tan deseada como
complicada en la presentación que
hace del mismo una crónica diaria
que habla de violencia, guerra, odio
y divisiones. Ante todo esto, al que
es su 11° viaje internacional, el Papa
quiere llevar el abrazo de la misericordia.
Un abrazo que hable de perdón,
paz, diálogo y reconciliación.
A pocos días del viaje (25-30 de
noviembre) a Kenia, Uganda y República Centroafricana —serán, así,
diecinueve los países visitados por el
Pontífice— el director de la Oficina
de prensa de la Santa Sede, padre
Federico Lombardi, presentó, el jueves 19 de noviembre, el programa
del mismo.
Un calendario que, no obstante la
crítica situación en la República
Centroafricana, se mantiene animado
por la firme voluntad del Pontífice
de visitar esa tierra atormentada por
la guerra civil y, además, de abrir
precisamente en la capital Bangui,
con un gesto de grandísima fuerza
espiritual, la Puerta santa.
El Papa, invitado por los presidentes de los tres países y por las
Conferencias episcopales locales, seguirá los pasos de los Pontífices que
lo han precedido: Pablo VI, que en
1969 fue a Uganda para consagrar el
santuario de Namugongo, y Juan
Pablo II, que en sus numerosos viajes al continente estuvo tres veces en
Kenia (1980, 1985, 1995) y una vez
en la República Centroafricana
(1985).
Diecinueve los discursos previstos
—casi todos en italiano, además de
dos en inglés, uno en francés y uno
en español, con traducción en las
lenguas locales— durante una visita
con etapas muy intensas, con casi un
día y medio dedicado a cada uno de
los tres países, en cuyas capitales el
Papa Francisco eligió moverse siempre en papamóvil descubierto, o sea
con coches no blindados.
Un árbol
para el futuro
VIENE DE LA PÁGINA 1
so de relieve el Papa mismo en el
discurso de respuesta a la muy
cordial bienvenida del presidente
Uhuru Kenyatta, ante las autoridades y el cuerpo diplomático, e
inmediatamente elogió al país del
cual es huésped por la ejemplaridad de su proceso democrático.
El objetivo es construir una sociedad multiétnica, justa e inclusiva, en una nación que Bergoglio
definió ante todo joven, y que,
por lo tanto, debe saber invertir
en los jóvenes. Pero también caracterizan a Kenia la belleza y la
abundancia de los recursos naturales, aspectos que llevaron al
Pontífice a hacer mención de la
grave crisis ambiental, a pocos
días de la conferencia de París,
donde la Santa Sede estará representada por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, que
para llegar a tiempo a la capital
francesa tendrá que abandonar el
viaje papal en Uganda.
En el centro de la última encíclica, que ha suscitado interés
más allá de los ambientes católicos, la cuestión de la relación con
la naturaleza pone a cada ser humano ante la responsabilidad de
custodiar toda la creación y su
belleza, para trasmitirlas íntegras
a las generaciones futuras.
Estos son valores «profundamente arraigados en el alma africana» dijo el Papa Francisco. Y,
en un mundo que en lugar de
proteger prefiere explotar «nuestra casa común», esta convicción
debe llevar a modelos de desarrollo responsables.
Una vez más el Pontífice repitió que hay «una clara relación
entre la protección de la naturaleza y la construcción de un orden
social justo» y que, por lo tanto,
la renovación de la relación con
el medioambiente pasa por la renovación de comunidad misma.
Por esto es necesario combatir la
pobreza, de la cual nace la desesperación que alimenta la violencia
y el terrorismo. Son estos los
«enemigos de la paz y la prosperidad» dijo Bergoglio a las autoridades del país y a los representantes diplomáticos, que unas
quince veces han interrumpido
con aplausos su primer discurso
en tierra africana.
Y antes de la gran misa en el
campus de la universidad y del
encuentro con el clero y los religiosos, un firme llamamiento en
favor de la necesidad y la urgencia del diálogo entre los cristianos
y entre las religiones surgió del
encuentro con algunos líderes religiosos. La amistad y la comprensión entre las religiones no
son «un lujo»: esto, en efecto, el
mundo lo «necesita cada vez
más» repitió el Pontífice, recordando las masacres que ensangrentaron Kenia. Porque el Dios
«a quien buscamos servir es un
Dios de la paz» y su nombre santo «no debe ser usado jamás para
justificar el odio y la violencia».
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número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
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El Papa Francisco en Kenia
Para vencer el miedo
De nuestro enviado
MAURIZIO FONTANA
Después de un viaje de más de cinco mil kilómetros, sobrevolando el Mar Mediterráneo atravesado en sentido inverso por miles de personas desesperadas y en busca de futuro, el Papa está en
África.
La visita tan deseada y querida con todas las
fuerzas, comenzó el miércoles 25 de noviembre.
Ahora el continente, a menudo periferia explotada en sus recursos, es el centro de un mundo
que, desfallecido y asustado por las violencias y el
odio, espera un mensaje de esperanza. La escalada de terror y miedo sembrada por los fundamentalistas del ISIS el pasado 13 de noviembre en París y prolongada el viernes sucesivo con el ataque
terrorista en un hotel de Bamako, en Malí, es sólo
la más reciente y evidente expresión
de la «guerra mundial en fascículos»
denunciada en más de una ocasión
por el Pontífice. Y en ese contexto ya
adquiere un valor altamente simbólico la primera etapa del viaje, Kenia,
donde aún está vivo el recuerdo de la
terrible matanza que tuvo lugar hace
pocos meses en la universidad de
Garissa. Era el 2 de abril, y ciento
cincuenta jóvenes fueron asesinados
por el grupo islamista de Al Shabaab. Hoy todos esperan del Pontífice una palabra de consuelo y de apoyo. El lema de la visita es, no por casualidad, «Sed fuertes en la fe, no
tengáis miedo».
El décimo primer viaje internacional del Papa Francisco toca uno de
los continentes históricamente más
lacerados por el cinismo de quienes,
recordó él mismo hace pocos días,
dicen no querer la guerra y en cambio la alimentan con el criminal comercio de las armas. Como en la República Centroafricana, meta final
del itinerario pontificio, donde una
sangrienta guerra civil, después de tres años, ha
llevado a la población a condiciones extremas. Y
el Papa llega por primera vez a este continente
precisamente para ser mensajero de paz, de diálogo y de reconciliación; para dirigirse a los pobres,
a los que sufren, a los marginados que en esta
parte de la tierra, tan maravillosa como atormentada, tienen su casa.
Idealmente el Pontífice lleva consigo el texto
de la Laudato si’: en la encíclica, en efecto, con
sus referencias al cuidado compartido de nuestra
casa común, a la tutela del bien de la creación y
de la dignidad de cada hombre, a la atención a
los pobres y a los excluidos y a la importancia del
diálogo entre las religiones, se puede encontrar la
agenda del itinerario pontificio en el corazón de
África. Y tal vez sea providencial que los últimos
días de este viaje coincidan con el inicio de la
Conferencia internacional sobre los cambios climáticos, la Cop21 de París, donde los «poderosos» de la tierra estarán llamados a decidir qué
planeta dejar en herencia a las generaciones futuras.
Y acerca del futuro el Papa hablará sobre todo
a los jóvenes africanos. Un futuro que se debe
construir a partir de la sabiduría de los ancianos
—tesoro que aún se considera, afortunadamente,
como algo precioso en la cultura del continente—,
pero sobre todo en la fuerza de la fe y en la capacidad de misericordia. Superando las divisiones,
las luchas del pasado y del presente en nombre de
un destino común que se debe construir en la
paz. Por ello el diálogo con las confesiones cristianas y con las demás religiones será una de las
claves de este viaje. Así como el aliento a una
Iglesia joven y en crecimiento, llamada a confrontarse con una realidad difícil, a ser protagonista
en la reparación de las divisiones y en sanar las
muchas contradicciones del continente.
Después de más de seis horas y media de vuelo, el Papa Francisco aterrizó en el aeropuerto de
Nairobi poco después de las 16.30 (hora local).
En el lugar lo acogieron el presidente Uhuru Kenyatta, el cardenal John Njue, los obispos kenianos y un grupo de fieles en representación de las
tres etnias locales —los kikuyus, los masai y los
kamba— que lo homenajearon con una primera
entrega de sus sonidos, cantos, colores y entusiasmo, que lo acompañarán en toda la visita. Después de firmar el libro de honor en el pabellón
presidencial el Papa se dirigió a Casa de Gobierno para la ceremonia de bienvenida.
Anteriormente, como es costumbre durante los
vuelos de ida, había saludado a los periodistas
presentes a bordo, agradeciéndoles «la presencia y
el trabajo». Así, estrechó la mano a uno por uno
y recibió algún pequeño regalo. Entre ellos un libro de poesías de detenidos argentinos. Al recibirlo, comentó: «Seguramente habrá también algún amigo mío». A quien le preguntaba si temía
por la propia incolumidad, respondió con una
broma: «Más que las personas me dan miedo los
mosquitos». Pasando luego al sector delantero del
avión, el Pontífice quiso dar las gracias y saludar
a los miembros de la tripulación de Alitalia. Al
comandante, que le prometió que haría lo que sea
para permitirle realizar también la etapa centroafricana del viaje, Francisco respondió: «Yo quiero
ir a Centroáfrica, si no lo lográis,
dadme un paracaídas».
En Kenia —donde aún se viven las
consecuencias de años de violencia,
de corrupción, de divisiones étnicas y
políticas— la alegría es tan grande como lo ha sido la espera. Los días pasados, el obispo Alfred Rotich, Ordinario militar para el país, dijo: «Con
la visita del Papa es como tener el
mensaje de Jesucristo renovado, como tener el sonido de los tambores
que transmiten la palabra que resuena en toda África».
Y a todos los cristianos africanos,
no sólo a los ugandeses, Francisco,
en la segunda etapa de su viaje, presentará el ejemplo de los mártires de
Namugongo, católicos y anglicanos,
unidos por ese «ecumenismo de la
sangre» que aún hoy es de dramática
actualidad en muchas partes del
mundo. «Vosotros seréis mis testigos», dice el lema de la visita al país
de Carlos Lwanga y de sus compañeros.
Por último, la República Centroafricana. La capital Bangui, herida y sangrante,
quiere convertirse en el corazón de la esperanza.
En el logo de la visita hay una canoa acompañada
por las palabras «Pasemos a la otra orilla», imagen cercana al imaginario africano que se identifica con el «construyamos puentes y no muros» repetido en más de una ocasión por el Pontífice.
Aquí, el mundo se puede encontrar y mirar a los
ojos. Podrá hacerlo ante una puerta abierta. Con
un gesto simbólicamente estremecedor, en efecto,
la tarde del 29 de noviembre, primer domingo de
Adviento, el Papa Francisco abrirá la Puerta santa
del Jubileo para los fieles centroafricanos. Porque
el mundo tiene inmediata necesidad de perdón y
de misericordia.
L’OSSERVATORE ROMANO
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
páginas 8/9
Durante la misa en Nairobi el Papa invitó a cuidar de los ancianos y a recibir a los niños como una bendición
En el campus de la universidad de
Nairobi, el Pontífice celebró la misa el 26
de noviembre, por la mañana, en
presencia de una gran multitud de fieles.
Publicamos una traducción de la homilía
pronunciada por el Papa en italiano.
La salud de la sociedad depende de las familias
por la sabiduría de los ancianos y con
un gran amor por los niños. La salud
de cualquier sociedad depende siempre
de la salud de sus familias. Por su bien,
y por el bien de la sociedad, nuestra fe
en la Palabra de Dios nos llama a sostener a las familias en su misión en la
sociedad, a recibir a los niños como
una bendición para nuestro mundo, y a
defender la dignidad de cada hombre y
mujer, porque todos somos hermanos y
hermanas en la única familia humana.
En obediencia a la Palabra de Dios,
también estamos llamados a oponernos
a las prácticas que fomentan la arrogancia de los hombres, que hieren o
La Palabra de Dios nos habla en lo
más profundo de nuestro corazón. Dios
nos dice hoy que le pertenecemos. Él
nos hizo, somos su familia, y Él siempre estará presente para nosotros. «No
temas», nos dice: «Yo los he elegido y
les prometo darles mi bendición» (cf.
Is 44, 2-3).
Hemos escuchado esta promesa en la
primera lectura de hoy. El Señor nos
dice que hará brotar agua en el desierto, en una tierra sedienta;
hará que los hijos de su
pueblo prosperen como
Las familias cristianas tienen esta misión
la hierba y los sauces
especial: irradiar el amor de Dios y difundir
frondosos. Sabemos que
las aguas vivificantes de su Espíritu
esta profecía se cumplió
con la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés.
Pero también la vemos
cumplirse dondequiera que el Evange- degradan a las mujeres, no cuidan a los
lio es predicado y nuevos pueblos se ancianos y ponen en peligro la vida de
convierten en miembros de la familia los inocentes aún no nacidos. Estamos
llamados a respetarnos y apoyarnos
de Dios, la Iglesia.
Hoy nos regocijamos porque se ha mutuamente, y a estar cerca de todos
los que pasan necesidad.
cumplido en esta tierra. Gracias a la
Las familias cristianas tienen esta mipredicación del Evangelio, todos nosotros hemos entrado a formar parte de la sión especial: irradiar el amor de Dios
y difundir las aguas vivificantes de su
gran familia cristiana.
Espíritu. Esto tiene hoy una importanLa profecía de Isaías nos invita a mi- cia especial, cuando vemos el avance de
rar a nuestras propias familias, y a dar- nuevos desiertos creados por la cultura
nos cuenta de su importancia en el del egoísmo y de la indiferencia hacia
plan de Dios.
los demás.
La sociedad keniata ha sido abunAquí, en el corazón de esta Universidantemente bendecida con una sólida dad, donde se forman las mentes y los
vida familiar, con un profundo respeto corazones de las nuevas generaciones,
Itinerario del Papa en su viaje pastoral al continente africano (AFP)
hago un llamado especial a los jóvenes
de la nación.
Que los grandes valores de la tradición africana, la sabiduría y la verdad
de la Palabra de Dios, y el generoso
idealismo de su juventud, los guíen en
su esfuerzo por construir una sociedad
que sea cada vez más justa, inclusiva y
respetuosa de la dignidad humana.
Preocúpense de las necesidades de los
pobres, rechacen todo prejuicio y dis-
criminación, porque —lo sabemos— todas estas cosas no son de Dios.
Todos conocemos bien la parábola
de Jesús sobre aquel hombre que edificó su casa sobre arena, en vez de hacer-
lo sobre roca. Cuando soplaron los
vientos, se derrumbó, y su ruina fue
grande (cf. Mt 7, 24-27). Dios es la roca
sobre la que estamos llamados a construir. Él nos lo dice en la primera lectura y nos pregunta: «¿Hay un dios fuera
de mí?» (Is 44, 8).
Cuando Jesús resucitado afirma en el
Evangelio de hoy: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra» (Mt
28, 18), nos está asegurando que Él, el
Hijo de Dios, es la roca. No hay otro
fuera de Él.
Como único Salvador de la humanidad, quiere atraer hacia sí a los hombres y mujeres de todos los tiempos y
lugares, para poder llevarlos al Padre.
Él quiere que todos nosotros construyamos nuestra vida sobre el cimiento firme de su palabra.
Este es el encargo que el Señor nos
da a cada uno de nosotros. Nos pide
que seamos discípulos misioneros,
hombres y mujeres que irradien la verdad, la belleza y el poder del Evangelio, que transforma la vida.
Hombres y mujeres que sean canales
de la gracia de Dios, que permitan que
la misericordia, la bondad y la verdad
divinas sean los elementos para construir una casa sólida. Una casa que sea
hogar, en la que los hermanos y hermanas puedan, por fin, vivir en armonía y
respeto mutuo, en obediencia a la voluntad del verdadero Dios, que nos ha
mostrado en Jesús el camino hacia la libertad y la paz que todo corazón ansía.
Que Jesús, el Buen Pastor, la roca
sobre la que construimos nuestras vidas, los guíe a ustedes y a sus familias
por el camino de la bondad y la misericordia, todos los días de sus vidas. Que
Él bendiga a todos los habitantes de
Kenia con su paz. «Estén firmes en la
fe. No tengan miedo». «Porque ustedes
pertenecen al Señor». Mungu awabariki! (Que Dios los bendiga). Mungu
abariki Kenya! (Que Dios bendiga a
Kenia)
Con los representantes religiosos el Pontífice reitera que el diálogo ecuménico no es un lujo y recuerda las matanzas terroristas que han ensangrentado Kenia
Nunca más odio y violencia en el nombre de Dios
La segunda jornada del viaje en Kenia
comenzó con el encuentro ecuménico e
interreligioso que se desarrolló en la sede
de la nunciatura apostólica de Nairobi,
el jueves 26 de noviembre por la
mañana. A continuación una traducción
del discurso pronunciado por el Papa en
italiano.
Queridos amigos:
Les agradezco su presencia esta mañana y la oportunidad de compartir
con ustedes estos momentos de reflexión. Deseo dar las gracias, de modo
particular, a monseñor Kairo, al arzobispo Wabukala y al profesor El-Busaidy por las palabras de bienvenida
que me han dirigido en nombre de
ustedes y de sus respectivas comunidades. Siempre que visito a los fieles
católicos de una Iglesia local considero importante el poder reunirme con
los líderes de otras comunidades cristianas y tradiciones religiosas. Espero
que este tiempo que pasamos juntos
sea un signo de la estima que la Iglesia tiene por los seguidores de todas
las religiones y afiance los lazos de
amistad que ya nos unen.
En realidad, nuestra relación nos
impone desafíos e interrogantes. Sin
embargo, el diálogo ecuménico e interreligioso no es un lujo. No es algo
añadido u opcional sino fundamental;
algo que nuestro mundo, herido por
conflictos y divisiones, necesita cada
vez más.
En efecto, nuestras creencias y
prácticas religiosas influyen en nuestro modo de entender nuestro propio
ser y el mundo que nos rodea. Son
para nosotros una fuente de iluminación, sabiduría y solidaridad, que enriquece a las sociedades en
las que vivimos. Cuidando
el crecimiento espiritual de
nuestras comunidades, mediante la formación de la inteligencia y el corazón en
las verdades y en los valores
que nuestras tradiciones religiosas custodian, nos convertimos en una bendición
para las comunidades en las
que viven nuestros pueblos.
En las sociedades democráticas y pluralistas como la
keniata, la cooperación entre los líderes religiosos y sus
comunidades se convierte
en un importante servicio al
bien común.
Desde esta perspectiva, y
en un mundo cada vez más
interdependiente,
vemos
siempre con mayor claridad
la necesidad de una mutua
comprensión interreligiosa,
de amistad y colaboración
para la defensa de la dignidad otorgada
por Dios a cada persona y a cada pueblo, y el derecho que tienen de vivir en
libertad y felicidad. Al promover el respeto de esa dignidad y de esos derechos, las religiones juegan un papel
esencial en la formación de las conciencias, infundiendo en los jóvenes los
profundos valores espirituales de nues-
tras respectivas tradiciones, preparando
buenos ciudadanos, capaces de impregnar la sociedad civil de honradez, integridad y una visión del mundo que valore a la persona humana por encima
del poder y del beneficio material.
Pienso aquí en la importancia de
nuestra común convicción, según la
cual el Dios a quien buscamos servir es
un Dios de la paz. Su santo Nombre
no debe ser usado jamás para justificar
el odio y la violencia. Sé que está aún
vivo en sus mentes el recuerdo de los
bárbaros ataques al Westgate Mall, al
Garissa University College y a Mandera. Con demasiada frecuencia, se radicaliza a los jóvenes en nombre de la re-
ligión para sembrar la discordia y el
miedo, y para desgarrar el tejido de
nuestras sociedades. Es muy importante que se nos reconozca como profetas
de paz, constructores de paz que invitan a otros a vivir en paz, armonía y
respeto mutuo. Que el Todopoderoso
toque el corazón de los que cometen
esta violencia y conceda su paz a nuestras familias y a nuestras comunidades.
Queridos amigos, este año se celebra
el quincuagésimo aniversario de la
clausura del Concilio Vaticano II, en el
que la Iglesia católica se ha comprometido con el diálogo ecuménico e interreligioso al servicio de la comprensión
y la amistad. Deseo reafirmar este compromiso, que brota de nuestra convicción en la universalidad del amor de
Dios y en la salvación que Él ofrece a
todos. El mundo espera justamente que
los creyentes trabajen junto con las personas de buena voluntad, para afrontar
los numerosos problemas que afectan a
la familia humana. Mirando hacia el
futuro, imploremos que todos los hombres y las mujeres se consideren hermanos y hermanas, pacíficamente unidos
en y a través de sus diferencias. Recemos por la paz.
Les agradezco su atención y suplico
a Dios Todopoderoso que les conceda
a ustedes y a sus comunidades la abundancia de sus bendiciones.
L’OSSERVATORE ROMANO
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viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
A su llegada a Kenia el Pontífice invita a promover modelos de desarrollo más justos y equitativos
Miedo y pobreza alimentan el terrorismo
El primer discurso del Papa Francisco
en Kenia, el miércoles 25 de noviembre
por la tarde, fue pronunciado en inglés
durante el encuentro con las
autoridades y el Cuerpo diplomático en
el «State house» de Nairobi.
A continuación la traducción en
español.
Señor presidente, miembros del gobierno y autoridades civiles, distinguidos miembros del cuerpo diplomático, hermanos obispos, señoras y
señores:
Estoy muy agradecido por la afectuosa bienvenida que me han ofrecido en esta mi primera visita a África.
Le agradezco, señor presidente, sus
amables palabras en nombre del
pueblo de Kenia. Deseaba mucho
estar entre ustedes. Kenia es una nación joven y vibrante, una sociedad
de gran diversidad, que desempeña
un papel significativo en la región.
En muchos aspectos, su experiencia
de dar forma a una democracia es
compartida por muchas otras naciones africanas. Al igual que Kenia,
ellas también están trabajando para
construir, sobre las bases sólidas del
respeto mutuo, el diálogo y la cooperación, una sociedad multiétnica
que sea verdaderamente armoniosa,
justa e inclusiva.
La suya es también una nación de
jóvenes. Espero encontrarme con
muchos de ellos estos días, hablar
con ellos y poder alentar sus esperanzas y aspiraciones para el futuro.
Los jóvenes son la riqueza más valiosa de una nación.
sus mayores, valores que son el corazón y el alma de un pueblo.
Kenia ha sido bendecida no sólo
con inmensa belleza, en sus montañas, en sus ríos y lagos, en sus bosques, sabanas y semidesiertos, sino
también con la abundancia de recursos naturales. Los keniatas
No puede haber una renovación de
tienen gran aprecio
por estos dones recibinuestra relación con la naturaleza, sin
dos de Dios, y son couna renovación de la humanidad misma nocidos por su cultura
de la conservación, lo
cual les honra. La grave crisis ambiental que
Protegerlos, invertir en ellos y ten- afronta nuestro mundo exige cada
derles una mano es la mejor manera vez más una mayor sensibilidad por
que tenemos para garantizarles un la relación entre los seres humanos y
futuro digno de la sabiduría y de los la naturaleza.
valores espirituales apreciados por
Tenemos la responsabilidad de
No puede haber una renovación
de nuestra relación con la naturaleza, sin una renovación de la humanidad misma (cf. Laudato si’, 118). En
la medida en que nuestras sociedades experimentan divisiones, ya sea
étnicas, religiosas o económicas, todos los hombres y mujeres de buena
voluntad están llamados a trabajar
por la reconciliación y la paz, el perdón y la sanación. La tarea de construir un orden democrático sólido,
de fortalecer la cohesión y la integración, la tolerancia y el respeto
por los demás, está orientada primordialmente a la búsqueda del
bien común. La experiencia demuestra que la violencia, los conflictos y
el terrorismo que se alimenta del
miedo, la desconfianza y la desesperación nacen de la pobreza y la frustración. En última instancia, la lucha
contra estos enemigos de la paz y la
prosperidad debe ser llevada a cabo
por hombres y mujeres que creen en
ella sin temor, y dan testimonio creíble de los grandes valores espirituales y políticos que inspiraron el nacimiento de la nación.
Señoras y señores, la promoción y
preservación de estos grandes valores
se confía de un modo especial a ustedes, dirigentes de la vida política,
cultural y económica de su país. Esta es una gran responsabilidad, una
verdadera vocación al servicio de todo el pueblo de Kenia. El Evangelio
nos dice que aquellos a quienes mucho se les ha dado, mucho se le exigirá (cf. Lc 12, 48). Con este espíri-
transmitir a las generaciones futuras
la belleza de la naturaleza en su integridad, y la obligación de administrar adecuadamente los dones que
hemos recibido.
Estos valores están
profundamente arraiLa tarea de construir un orden
gados en el alma africana. En un mundo
democrático sólido está orientada a la
que, en vez de protebúsqueda del bien común
ger, sigue explotando
nuestra casa común,
estos valores deben
inspirar los esfuerzos
de los líderes nacionales para pro- tu, les animo a trabajar con integrimover modelos responsables de de- dad y transparencia por el bien común, y fomentar un espíritu de solisarrollo económico.
daridad en todos los ámbitos de la
En efecto, existe una clara rela- sociedad. Yo les exhorto, en particución entre la protección de la natura- lar, a preocuparse verdaderamente
leza y la construcción de un orden por las necesidades de los pobres,
las aspiraciones de los jóvenes y una
social justo y equitativo.
justa distribución de los recursos naturales y humanos con que el Creador ha bendecido a su país. Les aseguro el compromiso constante de la
comunidad católica, a través de sus
obras educativas y caritativas, por
ofrecer su contribución específica en
estas áreas.
Queridos amigos, me han dicho
que aquí en Kenia es una tradición
que los escolares jóvenes planten árboles para la posteridad. Que este
signo elocuente de esperanza en el
futuro y la confianza en que Dios
acompaña su crecimiento, los sostenga en sus esfuerzos por cultivar una
sociedad solidaria, justa y pacífica,
en este país y en todo el gran continente africano.
Les doy las gracias una vez más
por su cálida bienvenida e invoco
sobre ustedes y sus familias, y sobre
todo el amado pueblo de Kenia,
abundantes bendiciones del Señor.
Mungu abariki Kenya!
Que Dios bendiga Kenia.
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
L’OSSERVATORE ROMANO
página 11
Lo recuerda el Papa en el encuentro con el clero, religiosos y seminaristas en Nairobi
Seguir a Jesús es sinónimo de servir a los demás
El jueves 26 de noviembre, por la
tarde, en el campo de deportes de la
«St. Mary’s School» de la ciudad de
Nairobi, el Papa mantuvo un
encuentro con el clero, los religiosos y
seminaristas. Dejando a un lado el
texto preparado, se dirigió a los
presentes de forma espontánea en
español, tras una breve introducción en
inglés.
V. Tumisufu Yesu Kristu! (Alabado
sea Jesucristo)
R. [Milele na Milele. Amina] (Ahora y siempre. Amén)
Muchas gracias por su presencia.
Me gustaría mucho hablarles en inglés, pero mi inglés es pobre. He tomado nota y quisiera decirles tantas
cosas a todos ustedes, a cada uno,
pero me da miedo hablar y preferiría
hacerlo en mi lengua madre. Mons.
Miles hará el traductor. Gracias por
su comprensión.
Cuando se leía la Carta de san
Pablo me tocó: «Estoy firmemente
convencido de que aquel que comenzó en ustedes la buena obra la
irá completando hasta el Día de
Cristo Jesús» (Flp 1, 6).
El Señor nos ha elegido a todos, y
Él comenzó su obra el día que nos
miró en el bautismo y el día que nos
miró después cuando nos dijo: si tenés ganas vení conmigo. Y bueno,
ahí nos metimos en fila y empezamos el camino, pero el camino lo
empezó Él, no nosotros. En el Evangelio leemos de uno curado que quiso seguir el camino y Jesús le dijo:
«no». En el seguimiento de Jesucristo, sea en el sacerdocio, sea en la vida consagrada, se entra por la puerta, la puerta es Cristo, Él llama, Él
empieza, Él va haciendo el trabajo.
Hay algunos que quieren entrar por
la ventana. No sirve eso. Por favor,
si alguno ve que un compañero o
una compañera entró por la ventana,
abrácelo y explíquele que mejor que
se vaya, y que sirva a Dios en otro
lado, porque nunca va a llegar a término una obra que empezó Jesús
por la puerta.
Y esto nos tiene que llevar a una
conciencia de elegidos: «yo fui mirado», «yo fui elegido». Me impresiona el comienzo del capítulo 16 de
Ezequiel: Eras hijo de extranjeros,
estabas recién nacido y tirado. Yo
pasé, te limpié y te llevé conmigo
(cf. vv. 6-9). Ese es el camino, esa es
la obra que el Señor comenzó cuando los miró. Hay algunos que no saben para qué Dios los llama, pero
sienten que Dios los llamó. Vayan
tranquilos, Él les hará comprender
para qué los llamó. Hay otros que
quieren seguir al Señor pero con interés, por interés. Acordémonos de
la mamá de Santiago y Juan: «Señor
te quiero pedir que cuando partas la
torta le des la parte más grande a
mis dos hijos. Uno a tu derecha y
otro a tu izquierda». Da la tentación
de seguir a Jesús por ambición: ambición de dinero, ambición de poder. Todos podemos decir: «Cuando
yo empecé a seguir a Jesús ni se me
ocurrió eso». Pero a otro se le ocurrió y poco a poco te lo sembró en
el corazón como una cizaña. En la
vida del seguimiento de Jesús no
hay lugar ni para la propia ambición, ni para las riquezas, ni para ser
una persona importante en el mundo. A Jesús se lo sigue hasta el últi-
mo paso de su vida terrena, la cruz.
Después Él se encarga de resucitarte,
pero hasta ahí, andá vos. Y esto se
los digo en serio, porque la Iglesia
no es una empresa, no es una ONG,
la Iglesia es un misterio, es el misterio de la mirada de Jesús sobre cada
uno, que le dice: «vení». Queda claro, el que llama es Jesús. Se entra
por la puerta, no por la ventana, y
se sigue el camino de Jesús.
Evidentemente que Jesús cuando
nos elige no nos canoniza, seguimos
siendo los mismos pecadores. Yo les
pediría, por favor, si hay acá algún
sacerdote o alguna religiosa, o algún
religioso que no se sienta pecador,
que levante la mano. Todos somos
pecadores, yo el primero, después
ustedes, pero nos lleva adelante la
ternura y el amor de Jesús. «Aquel
que empezó la buena obra en ustedes la continuará y la completará
hasta el día de Jesucristo». Eso nos
lleva adelante, el que empezó el
amor de Jesús. ¿Ustedes se acuerdan
en el Evangelio cuándo lloró el
apóstol Santiago? ¿Se acuerda alguno, o no? ¿Y cuándo lloró el apóstol
Juan? ¿Y cuándo lloró algún otro
apóstol? Uno solo nos dice el Evangelio que lloró, el que se dio cuenta
que era pecador, tan pecador era
que había traicionado a su Señor, y
cuando se dio cuenta de eso, lloró.
Después Jesús lo hizo Papa. ¿Quién
entiende a Jesús? Un misterio. Nunca dejen de llorar. Cuando a un sacerdote, a un religioso o religiosa se
le secan las lágrimas algo no funciona. Llorar por la propia infidelidad,
llorar por el dolor del mundo, llorar
por la gente que está descartada, por
los viejitos abandonados, por los niños asesinados, por las cosas que no
entendemos, llorar cuando nos preguntan: ¿Por qué? Ninguno de nosotros tiene todos los porqué, todas
las respuestas a los porqué. Hay un
autor ruso que se preguntaba por
qué sufren los niños, y cada vez que
yo saludo a un niño con cáncer, con
tumor, con una enfermedad rara
—como se llaman ahora— pregunto:
¿por qué sufre este niño? Y yo no
tengo respuesta para esto, solamente
miro a Jesús en la cruz. Hay situaciones en la vida que solamente nos
llevan a llorar mirando a Jesús en la
cruz y esa es la única respuesta para
ciertas injusticias, para ciertos dolores, para ciertas situaciones de la vida. San Pablo le decía a sus discípulos: «Acordate de Jesucristo, acordate de Jesucristo crucificado». Cuando un consagrado o una consagrada,
un sacerdote se olvida de Cristo crucificado, ¡pobrecito!, cayó en un pecado muy feo, un pecado que le da
asco a Dios, que lo hace vomitar a
Dios, el pecado de la tibieza. Queridos sacerdotes, hermanas y hermanos cuiden de no caer en el pecado
de la tibieza.
Y bueno, y ¿qué otra cosa les puedo decir que les pueda dar mensaje
de mi corazón a ustedes? Que nunca
se alejen de Jesús. Esto quiere decir
que nunca dejen de orar: «Padre,
pero a veces es tan aburrido orar,
uno se cansa, se duerme». Dormite
delante del Señor. Es una manera de
rezar, pero quedate ahí, delante del
Señor, rezá, no dejes la oración. Si
un consagrado deja la oración, el alma se seca como esos higos ya secos,
son feos, tienen una apariencia fea.
El alma de una religiosa, de un religioso, de un sacerdote que no reza,
es un alma fea. Perdón, pero es así.
Les dejo esta pregunta: ¿Yo le quito
tiempo al sueño, le quito tiempo a la
radio, a la televisión, a las revistas,
para rezar o prefiero lo otro? Ponerse delante de Aquel que empezó la
obra y que la está terminando en cada uno de ustedes, la oración.
Y una última cosa que les quisiera
decir, antes de decirles otra. Es que
todo el que se dejó elegir por Jesús
es para servir, para servir al pueblo
de Dios, para servir a los más pobres, los más descartados, los más
humildes, para servir a los niños y a
los ancianos, para servir también a la
gente que no es consciente de la soberbia y del pecado que lleva dentro, para servir a Jesús. Dejarse elegir por Jesús es dejarse elegir para
servir, no para hacerse servir. Hace
un año más o menos hubo un encuentro de sacerdotes —las monjas se
salvan— y durante esos ejercicios espirituales, cada día había un turno
de sacerdotes que tenían que servir a
la mesa, algunos de ellos se quejaron: «No. Nosotros tenemos que ser
servidos, nosotros pagamos, podemos pagar para que nos sirvan». Por
favor, no diga eso en la Iglesia. Servir, no servirse de.
Bueno esto es lo que les quería
decir, que sentí todo de golpe cuando escuche esta frase de san Pablo,
confiado en que «Aquel que empezó
la buena obra en ustedes la continuará y la completará hasta el día de
Jesucristo». Me decía un cardenal,
mayor, un año más que yo, que
cuando él va al cementerio donde ve
misioneros, misioneras, sacerdotes,
religiosos, religiosas que han dado
su vida, él se pregunta: ¿Y por qué
estos no los canonizan mañana, porque pasaron su vida sirviendo? Y a
mí me emociona cuando saludo después de una misa, a un sacerdote,
una religiosa que me dice: «hace 30,
40 años que estoy en este hospital
de niños autistas, o que estoy en las
misiones del Amazonas o que estoy
en tal lugar o en tal otro». Me toca
el alma. Esta mujer o este hombre
entendió que seguir a Jesús es servir
a los demás y no servirse de los demás.
Bueno les agradezco mucho. Pero
qué Papa maleducado que es éste
¿no? Nos dio consejos, nos dio palos y no nos dice gracias. Yo les
quiero decir, lo último que les quiero
decir, «la frutilla de la torta». Quiero darles gracias a ustedes. Gracias
por animarse a seguir a Jesús. Gracias por cada vez que se sienten pecadores. Gracias por cada caricia de
ternura que dan a quien lo necesita.
Gracias por todas las veces que ayudaron a morir en paz a tanta gente.
Gracias por quemar la vida en la esperanza. Gracias por dejarse ayudar
y corregir, y perdonar todos los días.
Y les pido, al darles gracias, que no
se olviden de rezar por mí, porque
yo lo necesito. Muchas gracias.
Al final del encuentro el Santo Padre
añadió la siguientes palabras:
Les agradezco el buen rato que pasamos juntos, pero yo tengo que salir por esta puerta porque están los
niños enfermos de cáncer y quisiera
verlos a ellos y darles una caricia. A
ustedes les agradezco mucho, y ustedes, los seminaristas, que no los
nombré pero están incluidos en todo
lo que dije, y si alguno no se anima
por este camino, da tiempo, busque
otro trabajo, cásese y haga una buena familia. Gracias.
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L’OSSERVATORE ROMANO
viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
COMUNICACIONES
Colegio episcopal
Monseñor Rafael Sandoval, obispo de Autlán (México)
RENUNCIAS:
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la archidiócesis
de Esmirna (Turquía) que monseñor
RUGGERO FRANCESCHINI, O.F.M.CAP.,
le había presentado en conformidad
con el canon 401 § 1 del Código de
derecho canónico.
Ruggero Franceschini, O.F.M.CAP.,
nació en Saltino di Prignano sulla
Secchia, diócesis de Reggio EmiliaGuastalla (Italia), el 1 de septiembre
de 1939. Ingresó en la Orden de
Frailes Menores capuchinos, donde
recibió la ordenación sacerdotal el 11
de agosto de 1963. Juan Pablo II lo
nombró obispo titular de Sicilibba y
vicario apostólico de Anatolia el 2
de julio de 1993; recibió la ordenación episcopal el 3 de octubre sucesivo. El mismo Papa lo promovió a
arzobispo de Esmirna el 11 de octubre de 2004.
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la archieparquía de Przemyśl-Varsovia de los bizantinos (Polonia) que monseñor
JAN MARTYNIAK le había presentado
en conformidad con el canon 210 § 1
Lutos
en el episcopado
—Monseñor
JORGE
SCARSO,
O.F.M.CAP., obispo emérito de Patos de Minas (Brasil), falleció el
28 de octubre. Había nacido en
Módica, diócesis de Noto (Italia), el 13 de agosto de 1916. Era
sacerdote desde el 28 de junio de
1942. Pablo VI lo nombró obispo
titular de Gemelle di Numidia y
auxiliar de Patos de Minas el 29
de noviembre de 1967; recibió la
ordenación episcopal el 25 de
marzo de 1968. El Papa lo nombró obispo de Patos de Minas el
28 de diciembre del mismo año.
Juan Pablo II aceptó su renuncia
al gobierno pastoral de la diócesis el 8 de enero de 1992.
—Monseñor JOHANNES MARIA
TRILAKSYANTA PUJASUMARTA, arzobispo metropolitano de Semarang (Indonesia), falleció el 10 de
noviembre. Había nacido en Solo, archidiócesis de Semarang, el
27 de diciembre de 1949. Era sacerdote desde el 25 de junio de
1977. Benedicto XVI lo nombró
obispo de Bandung el 17 de mayo
de 2008; recibió la ordenación
episcopal el 16 de julio sucesivo.
El Santo Padre lo promovió a arzobispo de Semarang el 12 de noviembre de 2010.
del Código de cánones de las Iglesias orientales.
nación episcopal el 29 de abril sucesivo.
Jan Martyniak nació en Spas,
eparquía de Sambir-Drohobych de
los ucranianos (Ucrania), el 20 de
junio de 1939. Recibió la ordenación
sacerdotal el 29 de junio de 1964.
Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Vardimissa y auxiliar del Ordinariato para los fieles de rito greco-católico residentes en Polonia el
20 de julio de 1989; recibió la ordenación episcopal el 16 de septiembre
sucesivo. El mismo Papa lo nombró
obispo de la entonces eparquía de
Przemyśl de rito bizantino-ucraniano
(Polonia) el 16 de enero de 1991 y lo
promovió a arzobispo de PrzemyślVarsovia, al crear dicha sede el 24 de
mayo de 1996.
El Papa ha aceptado la renuncia a la
función de auxiliar de la archidiócesis de Detroit (Estados Unidos) que
monseñor FRANCIS R. REISS, obispo
titular de Remesiana, le había presentado en conformidad con los cánones 411 y 401 § 1 del Código de
derecho canónico.
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la diócesis de
Angoulême (Francia) que monseñor
CLAUDE DAGENS le había presentado
en conformidad con el canon 401 § 1
del Código de derecho canónico.
Claude Dagens nació en Burdeos
el 20 de mayo de 1940. Recibió la
ordenación sacerdotal el 4 de octubre de 1970. Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Vulturara y auxiliar de Poitiers el 3 de julio de
1987; recibió la ordenación episcopal
el 20 de septiembre sucesivo. El mismo Papa lo nombró coadjutor de la
diócesis de Angoulême el 15 de junio
de 1993. Pasó a ser obispo de dicha
sede el 22 de diciembre de 1993.
El Papa ha aceptado la renuncia al
gobierno pastoral de la diócesis de
Dourados (Brasil) que monseñor
RED OVINO RIZZARD O, C.S., le había
presentado en conformidad con el
canon 401 § 1 del Código de derecho canónico.
Redovino Rizzardo, C.S., nació en
Bento Gonçalves, diócesis de Caxias
do Sul, el 12 de abril de 1939. Recibió la ordenación sacerdotal el 9 de
julio de 1967. Juan Pablo II lo nombró obispo coadjutor de la diócesis
de Dourados el 3 de enero de 2001;
recibió la ordenación episcopal el 25
de marzo del mismo año. Pasó a ser
obispo de dicha sede el 5 de diciembre sucesivo.
El Papa ha aceptado la renuncia a la
función de auxiliar de la diócesis de
Elbląg (Polonia) que monseñor JÓZEF WYSO CKI, obispo titular de Precausa, le había presentado en conformidad con los cánones 411 y 401
§ 1 del Código de derecho canónico.
Józef Wysocki nació en Jartypory,
diócesis de Drohiczyn, el 17 de octubre de 1940. Recibió la ordenación
sacerdotal el 13 de junio de 1965.
Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Precausa y auxiliar de Elbląg
el 6 de abril de 1989; recibió la orde-
Francis R. Reiss nació en Detroit
el 11 de noviembre de 1940. Recibió
la ordenación sacerdotal el 4 de junio de 1966. Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Remesiana y
auxiliar de Detroit el 7 de julio de
2003; recibió la ordenación episcopal
el 12 de agosto del mismo año.
EL PAPA
HA NOMBRAD O:
—Arzobispo de Esmirna (Turquía) al
padre LORENZO PIRETTO, O.P.
Lorenzo Piretto, O.P., nació en
Mazzé, diócesis de Ivrea (Italia), el
15 de diciembre de 1942. Ingresó en
la Orden de Frailes Predicadores,
donde recibió la ordenación sacerdotal el 4 de agosto de 1966. Obtuvo
la licenciatura en teología en Bolonia y el doctorado en filosofía en la
Universidad de Turín. Inició su ministerio en Italia como profesor y
maestro de novicios. En 1983 fue
trasladado a Turquía donde fue profesor de italiano y latín en la Universidad de Marmana, en Estambul;
superior de una comunidad dominica en la misma ciudad; vicario provincial de la Orden para Turquía;
párroco y vicario general del vicariato apostólico de Estambul.
—Arzobispo de la archieparquía de
Przemyśl-Varsovia de los bizantinos
(Polonia) a monseñor EUGENIUSZ
MIROSŁAW POPOWICZ, hasta ahora
obispo titular de Orreacelia y auxiliar de dicha sede.
Eugeniusz Mirosław Popowicz nació en Człuchów, eparquía de
Wrocław-Gdańsk, el 12 de octubre
de 1961. Recibió la ordenación sacerSIGUE EN LA PÁGINA 14
Audiencias pontificias
EL PAPA
HA RECIBID O:
Jueves 19 de noviembre
A los obispos de la Conferencia
episcopal de Alemania, en visita
«ad limina Apostolorum»:
—Monseñor Herwig Gössl, obispo titular de Balecio, auxiliar de
Bamberga.
—Monseñor Gregor Maria Hanke, obispo de Heichstätt.
—Monseñor Karl-Heinz Wiesemann, obispo de Espira, con el auxiliar, monseñor Otto Georgens,
obispo titular de Gubaliana.
Malliana, y monseñor Michael
Gerber, obispo titular de Migirpa.
—Cardenal Karl Lehmann, obispo de Maguncia, con el auxiliar,
monseñor Udo Bentz, obispo titular de Sita.
—Monseñor
Gebhard
Fürst,
obispo de Rottenburg-Stuttgart,
con los auxiliares: monseñor Johannes Kreidler, obispo titular de
Edistiana, y monseñor Thomas
Maria Renz, obispo titular de Rucuma.
—Monseñor Karl Heinz Diez,
obispo titular de Villa del re, auxiliar de Fulda.
—Monseñor Friedhelm Hofmann, obispo de Würzburg, con el
auxiliar, monseñor Ulrich Boom,
obispo titular de Sulletto.
—Monseñor Manfred Grothe,
obispo titular de Ippona Zárito,
administrador apostólico de Limburgo.
—Monseñor Matthias König,
obispo titular de Elicroca, y monseñor Hubert Berenbrinker, obispo
titular de Panatoria, auxiliares de
Paderborn.
—Monseñor Stefan Hesse, arzobispo de Hamburgo, con el auxiliar, monseñor Hans-Jochen Jaschke, obispo titular de Tisili.
—Monseñor Ulrich Neymeyr,
obispo de Erfurt, con el auxiliar,
monseñor Reinhard Hauke, obispo
titular de Fiumepiscense.
—Monseñor Heinz Josef Algermissen, obispo de Fulda.
—Monseñor Gerhard Feige, obispo de Magdeburgo.
—Monseñor Stephan Burger, arzobispo de Friburgo en Brisgovia,
con los auxiliares: monseñor Bernd
Joachim Uhl, obispo titular de
—Monseñor Norbert Trelle, obispo de Hildesheim, con los auxiliares: monseñor Nikolaus Schwerdtfeger, obispo titular de Fussala, y
monseñor Heinz-Günter Bongartz,
obispo titular de Bonusta.
—Monseñor Franz-Josef Hermann Bode, obispo de Osnabrück,
con el auxiliar, monseñor Johannes
Wübbe, obispo titular de Ros Cré.
—Al cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising, con
SIGUE EN LA PÁGINA 14
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
L’OSSERVATORE ROMANO
página 13
La Misa diaria del Pontífice
El camino
de la paz
Que el mundo vuelva a encontrar el
camino de la paz «precisamente a
las puertas de este Jubileo de la misericordia». Es el grito lanzado por
el Papa Francisco en la misa que celebró el jueves 19 de noviembre, por
la mañana, en la capilla de la Casa
Santa Marta.
«Jesús lloró», afirmó inmediatamente el Papa Francisco en la homilía, relanzando las palabras del pasaje evangélico de san Lucas (19, 4144). Cuando, en efecto, «se acercó a
Jerusalén», el Señor «lloró al ver la
ciudad». ¿Por qué? Es Jesús mismo
quien responde: «¡Si reconocieras tú
también en este día lo que conduce
a la paz! Pero ahora está escondido
a tus ojos».
Así, pues, Él «llora porque Jerusalén no había comprendido el camino
de la paz y había elegido la senda
de las enemistades, del odio, de la
guerra».
«Hoy Jesús está en el cielo, nos
mira» —recordó el Papa Francisco—
y «vendrá entre nosotros, aquí sobre
el altar». Pero «también hoy Jesús
llora, porque nosotros hemos preferido el camino de las guerras, la senda
del odio, la senda de las enemistades». Todo esto se comprende aún
más ahora que «estamos cerca de la
Navidad: habrá luces, habrá fiesta,
árboles luminosos, también pesebres... todo apariencia: el mundo sigue declarando la guerra, declarando la guerra. El mundo no ha comprendido la senda de la paz».
E incluso, dijo el Pontífice, «el
año pasado hemos conmemorado el
centenario de la Gran guerra». Y
«este año otras conmemoraciones en
el aniversario de Hiroshima y Nagasaki, sólo por nombrar dos de
ellos». Y «todos se lamentan» diciendo: «¡Qué historias horribles!».
Recordando su visita al cementerio militar de Redipuglia, el 13 de
septiembre de 2014, en el centenario
de la primera guerra mundial, el Papa confesó que había vuelto a pensar en las palabra de Benedicto xv:
«masacres inútiles». Masacres que
han provocado la muerte de «millones y millones de hombres». Sin embargo, añadió, «aún no hemos comprendido el camino de paz». Y «no
acabó allí: hoy, en los telediarios, en
la prensa, vemos que en algunos sitios hay bombardeos» y escuchamos
que «eso es una guerra». Pero «por
todas partes hoy hay guerra, hay
odio».
Lucha
cotidiana
Llegamos incluso a consolarnos
diciendo: «Sí, hubo un bombardeo,
pero gracias a Dios murieron sólo
veinte niños». O sino decimos: «No
murieron muchas personas, muchos
fueron secuestrados...». De esta forma «también nuestro modo de pensar se convierte en una locura».
En efecto, se preguntó el Pontífice, «¿qué queda de una guerra, de
esta que estamos viviendo ahora?».
Quedan «ruinas, miles de niños sin
educación, tantos muertos inocentes:
¡muchos!». Y «mucho dinero en los
bolsillos de los traficantes de armas».
Es una cuestión crucial. «Una vez
—recordó el Papa— Jesús dijo: “No
se puede servir a dos señores: o Dios
o las riquezas”». Y «la guerra es
precisamente optar por las riquezas:
“Fabricamos armas, así la economía
se equilibra un poco, y seguimos
adelante con nuestros intereses”». Al
respecto, afirmó el Papa Francisco,
«hay una palabra fea del Señor:
“¡Malditos!”», porque «Él dijo:
“¡Benditos los constructores de
paz!”». Por lo tanto, los «que causan la guerra, que provocan las guerras, son malditos, son delincuentes».
Una guerra, explico el Pontífice,
«se puede justificar —entre comillas—
con muchas, muchas razones. Pero
cuando todo el mundo, como sucede hoy, está en guerra —¡todo el
mundo!— es una guerra mundial por
fascículos: aquí, allí, allá, por todos
lados». Y «no hay justificación. Y
Dios llora. Jesús llora».
Vuelven, así, las palabras del Señor sobre Jerusalén, que nos recuerda el Evangelio de san Lucas: «¡Si
reconocieras tú también en este día
lo que conduce a la paz!». Hoy «este mundo no es constructor de paz».
Y «mientras los traficantes de armas
hacen su trabajo, hay pobres agentes
de paz que dan la vita sólo por ayudar a una persona, a otra, a otra, a
otra». Y realizan esta misión tomando como modelo «un símbolo, un
icono de nuestros tiempos: Teresa de
Calcuta». En efecto «con el cinismo
de los poderosos se podría decir:
¿qué hizo esa mujer? Perdió su vida
ayudando a la gente a morir». La
cuestión es que hoy «no se comprende el camino de la paz».
O sea, «la propuesta de paz de
Jesús no fue escuchada». Y «por eso
llora mirando Jerusalén y llora ahora». «Nos hará bien a nosotros
—dijo como conclusión el Papa— pedir la gracia del llanto por este mundo que no reconoce el camino de la
paz, que vive para declarar la guerra,
con el cinismo de decir que no se
haga». Y, añadió, «pidamos la conversión del corazón». Precisamente
«a las puertas de este Jubileo de la
misericordia —fue le deseo del Papa
Francisco—, que nuestro jubileo,
nuestra alegría, sea la gracia de que
el mundo vuelva a encontrar la capacidad de llorar por sus crímenes,
por lo que causa con las guerras».
Invitado por la liturgia del día,
Francisco volvió a hablar de la Iglesia y de los peligros que corre cuando se deja vencer por la tentación de
la mundanidad: en lugar de ser fiel
al Señor, se deja seducir por el dinero y el poder.
En la homilía que pronunció durante la misa en Santa Marta, el
viernes 20 de noviembre, el Papa
puso de relieve cómo «en estos últimos días» la Iglesia nos hizo reflexionar «sobre el proceso de mundanidad, de apostasía que acaba en la
persecución». Las Escrituras propusieron para la reflexión «la mundanidad del pueblo de Dios que quería
cambiar la alianza con las costumbres de toda la gente pagana». Un
cambio, explicó el Pontífice, que
conduce al «pensamiento único»; y
quien no se adhiere a ello es «perseguido», después de «muchos martirios» y «muchos sufrimientos». Un
ejemplo, en las lecturas de los días
pasados, se vio en la situación del
anciano escriba Eleazar, «que dio
ejemplo, hasta el final, de su fidelidad a la ley».
En el pasaje tomado del primer libro de los Macabeos (4, 36-37. 52-59)
se lee cómo fueron derrotados «estos
paganos, este espíritu de mundanidad». Inmediatamente Judas y sus
hermanos dijeron: «Nuestros enemigos están vencidos; subamos, pues, a
purificar el santuario y a restaurarlo». Así, explicó el Papa, todo el
pueblo de Dios se sintió feliz, porque volvió a encontrar «la propia
identidad, la de la alianza con el
Dios vivo; no la de la mundanidad,
que le habían propuesto». Y, destacó, se volvió a consagrar el templo
«entre cantos, sonidos de cítaras, arpas y timbales. Todo el pueblo se
postró en tierra adorando y alabando al cielo, que les había dado el
triunfo... Celebraron la consagración
del altar con holocaustos, con alegría y alabanza».
Se percibe en estos renglones una
«actitud de fiesta». Y, dijo el Papa
Francisco, «la fiesta es algo que la
mundanidad no sabe ofrecer, no
puede hacer», porque «el espíritu
mundano nos conduce, como máximo, a vivir un poco de diversión, un
poco de ruido»; pero «la alegría sólo viene de la fidelidad a la alianza y
no de estas propuestas mundanas».
«Lo mismo —destacó el Pontífice—
le pasó a Jesús» cuando fue al templo y «empezó a expulsar a los vendedores. Los expulsó a todos, diciéndoles: “Está escrito: mi casa será
casa de oración. Pero vosotros habéis hecho de ella una cueva de ladrones”». Es una situación análoga:
en el «tiempo de los Macabeos era
precisamente el espíritu mundano lo
que había ocupado el sitio de la
adoración al Dios viviente», y también aquí encontramos «el espíritu
mundano», si bien «de otra forma».
En ese tiempo, explicó el Papa Francisco haciendo referencia al Evangelio de san Lucas (19, 45-48) que se
acababa de leer, «los jefes del temSIGUE EN LA PÁGINA 15
L’OSSERVATORE ROMANO
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Colegio episcopal
VIENE DE LA PÁGINA 12
dotal el 17 de octubre de 1986. El
Papa Francisco lo nombró obispo
titular de Orreacelia y auxiliar de
Przemyśl-Varsovia el 4 de noviembre de 2013; recibió la ordenación
episcopal el 21 de diciembre sucesivo.
—Obispo de Angoulême (Francia)
al presbítero HERVÉ GOSSELIN.
Hervé Gosselin nació en Nantes
el 16 de abril de 1956. Recibió la ordenación sacerdotal el 18 de septiembre de 1994, incardinado en la
archidiócesis de Rennes. Se licenció
en teología moral en el Instituto católico de París. En su ministerio ha
desempeñado los siguientes cargos:
vicario parroquial; capellán de un
centro penitenciario; profesor, director espiritual y ecónomo del seminario interdiocesano de Rennes; y
responsable del «Foyer de charité»
en la diócesis de Saint-Brieuc.
—Obispo de Dourados (Brasil) al
padre HENRIQUE APARECID O DE
LIMA, C.SS.R.
Henrique Aparecido De Lima,
nació en Toledo (Brasil) el
28 de julio de 1964. Ingresó en la
Congregación del Santísimo Redentor, donde recibió la ordenación sacerdotal el 20 de noviembre de
1999. En su ministerio ha desempeñado los siguientes cargos: vicario
parroquial, párroco administrador
diocesano de la diócesis de Jardim,
viceprovincial de su congregación y,
desde octubre de 2014, superior de
la provincia redentorista de Campo
Grande.
C.SS.R.,
—Obispo de Autlán (México) a
monseñor RAFAEL SAND OVAL SAND OVAL, M.N.M., hasta ahora obispo
de Tarahumara.
Rafael
Sandoval
Sandoval,
M.N.M., nació en Guáscaro, diócesis
de Zamora (México), el 10 de abril
de 1947. Ingresó en la congregación
de los Misioneros de la Natividad
de María, donde recibió la ordenación sacerdotal el 2 de julio de 1974.
Juan Pablo II lo nombró obispo de
Autlán el 4 de enero de 2005; recibió la ordenación episcopal el 9 de
marzo sucesivo.
—Obispo de San Mateo (Brasil) al
presbítero PAULO BOSI DAL’BO.
Paulo Bosi Dal’Bo nació en Colatina el 27 de agosto de 1962. Recibió la ordenación sacerdotal el 10
de junio de 2000. Ha sido director
de la casa de formación «Nuestra
Señora de los pobres», vicario parroquial, párroco, rector del seminario diocesano, presidente de la Organización de los seminarios e institutos filosóficos y teológicos de
Brasil y vicario general de la diócesis de Colatina.
—Obispo de Porto Novo (Benín) al
presbítero ARISTIDE GONSALLO.
Aristide Gonsallo nació en Cotunú el 4 de septiembre de 1966. Recibió la ordenación sacerdotal el 27
de diciembre de 1992, incardinado
en la archidiócesis de Paraku. Obtuvo el doctorado en teología en la
Universidad católica de Angers
(Francia). Ha sido profesor en el seminario menor de Paraku, responsa-
ble de la reorganización del servicio
sanitario diocesano y párroco.
—Obispo de Soissons (Francia) a
monseñor RENAULD DE DINECHIN,
hasta ahora obispo titular de Macrina minore y auxiliar de París.
Renauld de Dinechin nació en
Lille el 25 de marzo de 1958. Recibió la ordenación sacerdotal el 25
de junio de 1988. Benedicto XVI lo
nombró obispo titular de Macrina
minore y auxiliar de París el 21 de
mayo de 2008; recibió la ordenación episcopal el 5 de septiembre
sucesivo.
—Obispo de Kribi (Camerún) a
monseñor DAMASE ZINGA ATANGANA.
Damase Zinga Atangana nació en
Nkog Bong, diócesis de Obala, el 9
de diciembre de 1964. Recibió la ordenación sacerdotal el 25 de julio
de 1992. Obtuvo el doctorado en
teología moral en la Universidad
Charles de Gaulle de Lille (Francia). Ha desempeñado su ministerio
como rector del seminario menor,
vicario general de la diócesis, párroco, responsable nacional para la formación permanente del clero y
miembro de la comisión episcopal
para la doctrina de la fe.
—Obispo de Paramaribo (Surinam)
al presbítero KAREL CHOENNIE.
Karel Choennie nació en Surinam el 20 de diciembre de 1958.
Recibió la ordenación sacerdotal el
30 de septiembre de 1985. Obtuvo
la licenciatura en teología pastoral
en la Universidad católica de Lovaina (Bélgica). Ha sido párroco en
diversas parroquias, vicario episcopal, miembro de la Curia diocesana
y vicario general.
—Administrador apostólico «sede
plena» del vicariato apostólico de
San José en Mindoro (Filipinas) a
monseñor DAVID WILLIAM V. ANTONIO, obispo titular de Basti y auxiliar de la archidiócesis de Nueva
Segovia.
David William V. Antonio nació
en Nagtupacan, archidiócesis de
Nueva Segovia, el 29 de diciembre
de 1963. Recibió la ordenación sacerdotal el 1 de diciembre de 1988.
Benedicto XVI lo nombró obispo titular de Basti y auxiliar de la archidiócesis de Nueva Segovia el 15 de
junio de 2011; recibió la ordenación
episcopal el 26 de agosto sucesivo.
—Administrador apostólico «sede
vacante» de la eparquía de Nyíregyháza (Hungría) para los católicos
de rito bizantino, sin carácter episcopal, pero con derogación del canon 164 del Código de cánones de
las Iglesias orientales, para su participación en el Consejo de los jerarcas, al padre ÁBEL SZO CSKA,
O.S.B.M.
Ábel Szocska, O.S.B.M., nació en
Vinohradiu el 21 de septiembre de
1972. Ingresó en la Orden de San
Basilio Magno, donde recibió la ordenación sacerdotal el 30 de septiembre de 2001. El 16 de febrero de
2008 fue elegido superior provincial
de los padres basilianos en Hungría, fue también párroco y, en el
último período, protosincelo de la
eparquía de Miskolc.
viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
Nuevo director general
del Instituto para las Obras de religión
El martes 24 de noviembre, por la mañana, el Papa Francisco visitó la sede
del Instituto para
las obras de religión
(IOR), donde se reunió con el Consejo
de superintendencia
durante unos veinte
minutos, para comunicar el nombramiento del nuevo
director general en
la persona de Gian
Franco
Mammì,
quien será coadyuvado por Julio Mattietti mientras se deVisita del Papa
cide el nuevo vicedirector.
Mammì, de 59 años, casado y padre de dos hijas, obtuvo la licenciatura en ciencias políticas en la Universidad de Mesina en 1988. Inició
su carrera en el IOR en 1992 como
cajero e interventor. En 1998, se
convirtió en el segundo a cargo de
la oficina de relaciones legales. A
en la sede del Istituto para las obras de religión
partir del año sucesivo se ocupó de
la asistencia a clientes tanto de la
Curia romana como en Italia y Latinoamérica. En julio de 2006 fue
nombrado responsable de la oficina
de adquisiciones y administración y,
el 6 de marzo de 2015, vicedirector
del IOR.
Audiencia pontificias
VIENE DE LA PÁGINA 12
los auxiliares: monseñor Bernhard
Hasslberger, obispo titular de Ottaba, y monseñor Wolfgang Bischof,
obispo titular de Nebbi.
—Monseñor Konrad Zdarsa, obispo de Augsburgo, con los auxiliares: monseñor Anton Losinger,
obispo titular de Vazi-Sarra, y monseñor Florian Wörner, obispo titular
de Gerpiniana.
—Monseñor Stefan Oster, obispo
de Passau.
—Monseñor Rudolf Voderholzer,
obispo de Regensburgo.
—Monseñor Heiner Koch, arzobispo de Berlín, con el auxiliar:
monseñor Matthias Heinrich, obispo titular de Thibaris.
—Monseñor
Wolfgang
obispo de Görlitz.
Ipolt,
—Monseñor Andreas Kutschke,
administrador diocesano de Dresde.
Viernes, día 20
—Al presidente de la República
de Ucrania, Petro Poroshenko, con
la esposa y el séquito.
A los obispos de la Conferencia
episcopal de Alemania, en visita
«ad limina»:
—Cardenal Rainer Maria Woelki,
arzobispo de Colonia, con los auxiliares: monseñor Dominik Schwaderlapp, obispo titular de Frigento,
y monseñor Ansgar Puff, obispo titular de Gordo.
—Monseñor Heinrich Mussinghoff, obispo de Aquisgrán, con los
auxiliares: monseñor Karl Borsch,
obispo titular de Crepedula, y monseñor Johannes Bundgens, obispo
titular de Árd Carna.
—Monseñor Franz-Josef Overbeck, obispo de Essen, Ordinario
militar, con los auxiliares: monseñor
Ludger Schepers, obispo titular de
Neapoli di Proconsolare, y monseñor Wilhelm Zimmermann, obispo
titular de Benda.
—Monseñor Thomas Löhr, obispo titular de Diana, auxiliar de
Limburgo.
—Monseñor Felix Genn, obispo
de Münster, con los auxiliares:
monseñor Heinrich Timmerevers,
obispo titular de Tulana; monseñor
Christoph Hegge, obispo titular de
Sicilibba; monseñor Wilfried Theising, obispo titular de Mina; y
monseñor Stefan Zekorn, obispo titular de Acque Albe di Mauritania.
—Monseñor Stephan Ackermann,
obispo de Tréveris, con los auxiliares: monseñor Robert Brahm, obispo titular de Mimiana; monseñor
Jörg Michael Peters, obispo titular
de Fordongianus; y monseñor Helmut Karl Dieser, obispo titular de
Narona.
—Monseñor Piotr Kryk, obispo
titular de Castra di Marte, exarca
apostólico para los fieles ucranianos
de rito bizantino residentes en Alemania y en Escandinavia.
Sábado, día 21
—Al nuevo embajador de la República árabe de Egipto ante la
Santa Sede, Hatem Seif El Nasr,
con ocasión de la presentación de
las cartas credenciales.
—Monseñor Henryk J. Nowacki,
arzobispo titular de Blera, nuncio
apostólico en Suecia, Islandia, Dinamarca, Finlandia y Noruega.
—Monseñor Francesco Follo, observador permanente de la Santa
Sede ante la Organización de las
Naciones Unidas para la educación,
la ciencia y la cultura (UNESCO).
Lunes, día 23
—Al gobernador general de Antigua y Barbuda, Rodney Williams.
número 48, viernes 27 de noviembre de 2015
L’OSSERVATORE ROMANO
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Misa del Papa en Santa Marta
VIENE DE LA PÁGINA 13
plo, los jefes de los sacerdotes y los
escribas había cambiado un poco las
cosas. Habían entrado en un proceso de degradación y habían convertido en impuro al templo, habían ensuciado el templo».
Esto tiene algo que decir también
a los cristianos de hoy, porque «el
templo es un icono de la Iglesia». Y,
destacó el Papa, «la Iglesia siempre
—¡siempre!— experimentará la tentación de la mundanidad y la tentación de un poder que no es el poder
que Jesucristo quiere para ella». Jesús no dice: «No, esto no se hace,
hacedlo fuera»; sino «vosotros habéis hecho aquí una cueva de ladrones». Y, comentó el Pontífice,
«cuando la Iglesia entra en este proceso de degradación el final es muy
feo. ¡Muy feo!».
El Papa Francisco se centró en este concepto fundamental, haciendo
referencia una vez más a las imágenes del Antiguo Testamento donde
se ve «al pobre anciano sacerdote»
que estaba «allí, débil» y «permitía
que sus hijos sacerdotes se corrompiesen». Es un peligro actual. En
efecto, dijo el Papa, «en la Iglesia
siempre está la tentación de la corrupción». Se cae en ella cuando
«en lugar de apegarse a la fidelidad
al Señor Jesús, al Señor de la paz,
de la alegría, de la salvación», ella
«se deja seducir por el dinero y el
poder». Como se lee en el Evangelio
del día, donde los «jefes de los sacerdotes —estos escribas estaban todos apegados al dinero, al poder—
habían olvidado el espíritu». No sólo. «Para justificarse y decir que eran
justos, que eran buenos, habían
cambiado el espíritu de libertad del
Señor por la rigidez».
Al respecto, el Pontífice recordó
cómo Jesús, en el capítulo 23 de san
Mateo, habla precisamente «de esta
rigidez de ellos». Se ve que la gente,
precisamente como se leía en el pasaje del Antiguo Testamento, «había
perdido el sentido de Dios, también
la capacidad de alegría, de alabanza:
no sabían alabar a Dios porque estaban apegados al dinero y al poder, a
una forma de mundanidad».
En este punto el Papa siguió analizando la escena evangélica, destacando cómo los jefes de los sacerdotes y los escribas «se enfadaron». Jesús no los expulsa a ellos del templo, sino a los que «hacían negocios,
a los especuladores del templo»; sin
embargo «los jefes de los sacerdotes
y los escribas estaban vinculados a
ellos», porque evidentemente recibían dinero de ellos. Existía, dijo el
Papa Francisco, la «santa tangente».
Y ellos «estaban a pegados al dinero
y veneraban a esta “santa”».
En el Evangelio se leen palabras
muy fuertes y se dice que los jefes
de los sacerdotes, los escribas y los
jefes del pueblo «buscaban acabar
con Él». Lo mismo había pasado en
tiempos de Judas Macabeo. «¿Por
qué?» se preguntó el Pontífice, explicando la dificultad en la que se
debatía quien acabaría con Jesús:
«No sabían qué hacer, porque todo
el pueblo estaba pendiente de Él, escuchándolo». La fuerza de Jesús,
por lo tanto, «era su palabra, su testimonio, su amor. Y donde está Jesús, no hay sitio para la mundani-
dad, no hay sitio para la corrupción».
Todo esto habla claro también
hoy: «esta es la lucha de cada uno
de nosotros, esta es la lucha cotidiana de la Iglesia», que está llamada a
estar «siempre con Jesús». Y los
cristianos deben estar «siempre pendientes de sus labios, para escuchar
su palabra; y nunca buscar seguridades donde hay cosas de otro patrón». Por lo demás, «no se puede
servir a dos señores: o Dios o las riquezas; o Dios o el poder».
He aquí por qué, concluyó el Papa Francisco, «nos hará bien rezar
por la Iglesia, pensar en los numerosos mártires de hoy que, por no entrar en este espíritu de mundanidad,
de pensamiento único, de apostasía,
sufren y mueren. ¡Hoy!». Y recordando que «hoy hay más mártires
en la Iglesia que en los primeros
tiempos», exhortó: «Nos hará bien
pensar en ellos, y también pedir la
gracia» de no entrar nunca «en este
proceso de degradación hacia la
mundanidad que nos conduce al
apego del dinero y el poder».
El único
tesoro
El «único tesoro» de la Iglesia es
Cristo, en consecuencia, si ésta coloca su seguridad «en otras realidades», se vuelve «tibia, mediocre
y mundana». De ahí que, durante
la misa del lunes 23 de noviembre,
por la mañana, en la capilla de la
Casa Santa Marta, el Papa invitase
a repetir «Ven Señor Jesús».
«Las dos lecturas de la liturgia
de hoy» se apresuró a señalar
Francisco refiriéndose a los pasajes
del libro del profeta Daniel (1, 16.8-20) y del Evangelio de san Lucas (21, 1-4) «nos hablan de personas necesitadas, especialmente en
la tradición de Israel: el forastero
y la viuda». Y «el tercer necesitado es un huérfano».
«Los forasteros —explicó refiriéndose a la primera lectura—
eran estos jóvenes llevados a Babilonia: estaban lejos de sus tierras y habían decidido
permanecer fieles a
sus tradiciones, a la
ley del Señor». Pero
«el personaje que acapara mayor atención,
en este Evangelio, es
la viuda». En la Biblia, afirmó el Papa,
«las viudas aparecen
muchas veces, muchísimas, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo». La
viuda, continuó Francisco, «es la mujer sola que no tiene marido
que la proteja; la mujer que tiene que arreglárselas como puede,
que vive de la caridad
pública».
Concretamente, dijo
el Papa, «la viuda de
este pasaje del Evangelio, que Jesús nos
muestra, era una viuda que tenía su
única esperanza en el Señor». Y
«Jesús, mientras observaba a los que
echaban donativos en el templo, vio
que ésta había lanzado sólo dos pequeñas monedas y dijo: “Esa pobre
viuda ha echado más que todos porque todos esos han contribuido a los
donativos con lo que les sobra, pero
ella, que pasa necesidad ha echado
todo lo que tenía para vivir”».
«Me gusta contemplar en las viudas del Evangelio —afirmó el Papa—
la imagen de “viudez” de la Iglesia
que espera el regreso de Jesús». De
hecho, «la Iglesia es la esposa de Jesús, pero su Señor se ha ido y su
único tesoro es su Señor». Y «la
Iglesia, cuando es fiel, deja todo a la
espera de su Señor. Por el contrario,
cuando la Iglesia no es fiel, o no es
tan fiel o no tiene mucha fe en el
amor de su Señor, trata de arreglárselas con otras cosas, con otras seguridades, más propias del mundo que
de Dios».
«Las viudas del Evangelio —continuó el Pontífice— nos transmiten un
hermoso mensaje de Jesús sobre la
Iglesia». Por ejemplo, esa mujer
«que salía de Naín con el ataúd de
su hijo, lloraba sola». Sí, «la gente
la acompañaba con mucho cariño,
pero ¡su corazón estaba solo!». Es
«la Iglesia viuda que llora cuando
sus hijos mueren a la vida de Jesús».
También, nos encontramos con
esa otra mujer «que para defender a
sus hijos se presenta ante el juez injusto y le hace la vida imposible, tocándole a la puerta todos los días
para decirle “¡hazme justicia!”». Y
«al final» ese juez «hace justicia».
Ella «es la Iglesia viuda que reza e
intercede por sus hijos».
Pero «el corazón de la Iglesia está
siempre con su Esposo, con Jesús.
Está allá arriba. También nuestra alma, tal y como decían los padres del
desierto, se asemeja mucho a la Iglesia», aclaró el Papa. Y «cuando
nuestra alma, nuestra vida, está más
cerca de Jesús se aleja de muchas cosas mundanas, cosas que no sirven,
que no ayudan y que alejan de Jesús». Así «es nuestra Iglesia que
busca a su Esposo, espera a su Esposo, espera ese encuentro, que llora
por sus hijos, lucha por sus hijos, da
todo lo que tiene porque su interés
es sólo su Esposo».
«En estos últimos días del año litúrgico —sugirió Francisco— nos hará
bien interrogarnos sobre nuestra alma: si es como esta Iglesia que quiere Jesús, si nuestra alma se dirige a
su Esposo y dice: “¡Ven Señor Jesús!
Ven”». Y si «dejamos de lado todas
estas cosas que no sirven, que no
ayudan a la fidelidad, de la misma
forma que los jóvenes de la primera
lectura dejaron de lado todos esos
manjares que no ayudaban a su fidelidad».
«La “viudez” de la Iglesia —explicó el Papa— se refiere al hecho de
que la Iglesia está esperando a Jesús, esto es una realidad: puede ser
una Iglesia fiel a esta expectativa,
esperando con confianza el regreso
del marido o una Iglesia no fiel a esta “viudez”, que busca seguridad en
otras realidades… la Iglesia tibia, la
Iglesia mediocre, la Iglesia mundana». Para concluir el Papa invitó a
que «pensemos también en nuestra
almas ¿nuestra alma busca seguridad
sólo en el Señor o busca otras seguridades que no gustan al Señor?».
Así, «en estos últimos días, nos hará
bien repetir este último versículo de
la Biblia: “¡Ven Señor Jesús!”».
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L’OSSERVATORE ROMANO
viernes 27 de noviembre de 2015, número 48
A las poblaciones de Kenia y Uganda
Los jóvenes, el mayor recurso
Los «jóvenes son vuestro recurso más
grande y vuestra esperanza más
prometedora para un futuro de
solidaridad, paz y progreso».
Lo destacó el Papa en un videomensaje
difundido en Kenia y en Uganda días
previos al viaje pontificio en tierra
africana. Publicamos la traducción
del mensaje enviado en inglés.
Uganda y ofrecer a cada uno una
palabra de ánimo.
Vivimos en tiempos donde los creyentes de las religiones y las perso-
nas de buena voluntad en cualquier
lugar son llamados a promover la
comprensión y el respeto recíprocos
y a sostenerse unos a otros como
Queridos amigos:
Mientras me preparo para visitar
Kenia y Uganda a finales de este
mes, envío algunas palabras de saludo y de amistad a vosotros y a vuestras familias.
Aguardo con gusto el momento
que pasaremos juntos.
Voy como ministro del Evangelio
para proclamar el amor de Jesucristo
y su mensaje de reconciliación, perdón y paz.
Mi visita se dirige a confirmar a la
comunidad católica en su culto a
Dios y en su testimonio del Evangelio, que enseña la dignidad de cada
hombre y de cada mujer y nos manda abrir nuestro corazón a los demás, especialmente a los pobres y a
los necesitados.
Al mismo tiempo deseo reunirme
con todo el pueblo de Kenia y de
miembros de una única familia humana.
Todos nosotros, en efecto, somos
hijos de Dios.
Entre los momentos
culminantes de mi visita estarán los encuentros con los jóvenes, que son vuestro
recurso más grande y
nuestra esperanza más
prometedora para un
futuro de solidaridad,
paz y progreso.
Sé que muchas personas están trabajando
duramente para preparar mi visita y les
agradezco.
Pido a todos que
recen para que mi permanencia en Kenia y
en Uganda pueda ser
fuente de esperanza y
de aliento para todos.
Para
vosotros
y
vuestras familias invoco la bendición de
Dios de la alegría y de
la paz.
A los fieles de la República Centroafricana
Para sanar las heridas
«Contribuir a curar las heridas y a abrir un futuro más sereno para África
central y para todos sus habitantes»: con este deseo el Papa Francisco se prepara
para visitar el país africano. Lo dijo en el videomensaje —difundido a pocos días
del viaje— del que ofrecemos una traducción del francés.
Queridos hermanos y hermanas
de la República Centroafricana:
A pocos días del viaje que me llevará a vosotros, os quiero comunicar
el gozo que experimento, y también
saludaros ya a cada uno de vosotros
con un gran afecto, cualquiera que
sea vuestra etnia o religión. Será la
primera vez en mi vida que iré al
continente africano, tan bello y rico
por su naturaleza, sus poblaciones y
sus culturas; y espero bellos descubrimientos y encuentros enriquecedores.
Vuestro querido país vive desde
hace mucho tiempo en una situación
de violencia e inseguridad de la que
muchos de vosotros sois las víctimas
inocentes. El fin de mi visita está sobre todo en llevaros, en nombre de
Jesús, el ánimo de la consolación y
de la esperanza. Deseo de todo corazón que mi visita pueda contribuir,
de un modo u otro, a sanar vuestras
heridas y a abrir un futuro más sereno para África central y para todos
sus habitantes.
El tema de este viaje será: «Pasemos a la otra orilla». Es un tema
que invita a vuestras comunidades
cristianas a mirar con decisión hacia
adelante, y animo a cada uno a renovar su relación con Dios y con los
hermanos para edificar un mundo
más justo y más fraterno. En particular tendré la alegría de abrir para
vosotros —un poco anticipadamente— el Año jubilar de la Misericordia,
que será para cada uno, espero, la
ocasión providencial de un auténtico
perdón, para recibir y para dar, y de
una renovación en el amor.
Voy hacia vosotros como mensajero de paz. Desearé vivamente apoyar
el diálogo interreligioso para animar
la cohabitación pacífica en vuestro
país; sé que eso es posible, porque
somos todos hermanos. Os pido rezar por mí. Imploro la ayuda de la
Virgen María y os digo hasta pronto.
Los tuits
del Papa
en Pontifex_es
25 NOV [13.19 PM] Mungu abariki
Kenya! Que Dios bendiga a Kenia
26 NOV [10.00 AM] Que mi visita
a África sea una muestra de la estima de la Iglesia por todas las
religiones y afiance nuestros lazos
de amistad