REVISTA ESPAÑOLA DE M E D I C I NA Y SALUD PÚBLICA Vol. XXI. Núms. 2, 3 y 4. Año 2015. Carta de Presentación F. Botía. Presidente de la SEMPSPH. Editorial V. Pastor. Director. Firma invitada “Primer caso de difteria en España, después de treinta años. Lecciones aprendidas”. M. Campins. Originales “Brote nosocomial de Gripe A en un hospital de tercer nivel”. J. Sánchez, F.J. Conesa, V. García, E. Merino, J.L. Mendoza, C.O. Villanueva, P. García, J. Portilla. “Eficiencia de los sistemas sanitarios”. G. Carreño, R. Bailén, J.R. Banegas. Protocolos y documentos de interés “Vacunación frente a Herpes Zóster en la Comunidad de Madrid”. P. Arrazola, E. Redondo, C. Álvarez, J. Astray, D. Barranco, A. Carrasco, S. Granados, I. Junco, M. Martínez-Vidal, M. Ordobas, E. Román, J. Ruiz-Contreras, A. Gil. “GUÍA DE USO DE DESINFECTANTES EN EL ÁMBITO SANITARIO” Elaborado por Grupo de Trabajo de la SEMPSPH y coordinado por Dra. C. Bischofberger. Noticias de la Sociedad “Carta al Sr. Presidente de la SEMPSPH”. R. Herruzo. Carta al Director “El nacimiento de la higiene dental y los dientes de Waterloo”. P. Gargantilla, N. Arroyo, E. Pintor. Incluida en las bases de datos I.M.E. (Índice Médico Español), Índice Bibliográfico Español en Ciencias de la Salud (IBECS), Elsevier Bibliographic Databases, Medes, Latindex y Scopus Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública 2 http://www.sempsph.com SPANISH JOURNAL OF PREVENTIVE MEDICINE AND PUBLIC HEALTH Empresa Editorial: Director: V. Pastor y Aldeguer (Facultad de Medicina U. Autónoma-Madrid) Comité Redacción: Dr. J. M. Aranaz Andrés (H.U. Ramón y Cajal-Madrid) Dr. S. Fernández Redondo (H.U. La Princesa-Madrid) Dr. A. Gil Miguel (Universidad Rey Juan Carlos-Madrid) Dr. R. Herruzo (Facultad de Medicina U. Autónoma-Madrid) Dra. P. Rodríguez (H. U. Salamanca) Dra. C. Sanz Sebastián (H. U. La Princesa-Madrid) (Directora adjunta) Dr. J. R. Villagrasa Ferrer (H. U. La Princesa-Madrid) (Director Adjunto) EDITORIAL MURCIALIBRO Francisco Serrano Hernández, ed. CIF: 27.462.484 C Calle Toro, 3, bajo Tfno: 659 178445 Fax: 868 075170 E-mail: [email protected] 30005 - Murcia © 2015 Editorial MurciaLibro Conforme a la legislación en vigor, y bajo las sanciones en ella tipificadas, queda totalmente prohibida la reproducción o transmisión total o parcial de esta obra, por procedimientos mecánicos o electrónicos, incluyendo fotocopia, grabación magnética, óptica, o cualesquiera otros procedimientos que la técnica permita o pueda permitir en el futuro, sin el previo y expreso consentimiento por escrito de su autor. Todos los derechos reservados. Editorial MurciaLibro no se responsabiliza de aquellos contenidos u opiniones expresadas en esta revista que vinieran firmadas, siendo sus respectivos autores quienes deberán, en su caso, rendir las responsabilidades que procedan. ISSN: 2444-8974 Comité Editorial: Dr. F. Botía Martínez (H. U. Virgen de la Arrixaca - Murcia) Dr. V. Domínguez Hernández (H. U. Juan Canalejo-A Coruña) Dr. J. Fernández-Crehuet (H. U. Virgen de la Victoria-Málaga) Dra. E. Muñoz (H. Virgen de la Salud - Toledo) Dr. V. Pastor y Aldeguer (Facultad de Medicina U. Autónoma - Madrid) Dr. J. Roselló Urgell (H. U. Marqués de Valdecilla - Santander) Dra. B. Uriel Latorre (Complejo Hospitalario de Ourense) Dr. J. Vaqué Rafart (H. U. Vall d’Hebrón - Barcelona) Comité Científico: Dr. J. M. Aranaz Andrés (H. U. Ramón y Cajal - Madrid) Dra. J. M. Arévalo Alonso (Vitoria) Dra. P. Arrazola (H. U. 12 de Octubre - Madrid) Dr. A. Asensio (H. U. Puerta de Hierro Majadahonda - Madrid) Dr. J. R. Banegas (Facultad de Medicina U. Autónoma - Madrid) Dr. J. M. Bayas Rodríguez (H. Clínic i Provincial - Barcelona) Dr. F. Bolumar Montrull (Facultad de Medicina - Alcalá de Henares) Dr. F. Calbo Torrecillas (H. Regional U. Carlos Haya - Málaga) Dr. A. Cerrillo Cruz (H. de Mérida - Badajoz) Dr. M. Conde Herrera (H. U. 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Autonóma de Madrid) Dr. J. R. Sáenz Domínguez (San Sebastián) Dra. Mª C. Sáenz González (Fac. Medicina U. Salamanca) Dra. M. Sáinz Martín (H. Clínico San Carlos - Madrid) Dr. L. Salleras Sanmartí (Facultad de Medicina - Barcelona) Dr. J. Sánchez Payá (H. General Universitario - Alicante) Dr. Ll. Serra Majem (H. U. de Las Palmas de Gran Canaria) Dr. A. Sierra López (H. U. de Canarias - Santa Cruz de Tenerife) Dr. J. Vaqué Rafart (H. U. Vall d’Hebrón - Barcelona) Dr. J. L. Vaquero Puerta (H. U. Río Hortega - Valladolid) Dr. A. Vicente (H. de Móstoles - Madrid) Dr. J. J. Viñes Rueda (Pamplona) Dr. J. Zafra Mezcua (H. U. Puerta del Mar - Cádiz) Dr. V. Zanón Viguer (H. U. Doctor Peset - Valencia) Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene CARTA DE PRESENTACIÓN T ranscurridos veinte años de andadura de la Revista de nuestra Sociedad, dirigida desde sus inicios por el Dr. Vicente Pastor, en estos últimos meses se han producido una serie de circunstancias que facilitan que se inicie una nueva etapa en la Revista de la SEMPSPH. La editorial Edimsa ha dejado de estar al frente de sus publicaciones, las nuevas tecnologías están facilitando la aparición de las revistas en formato on line, y la nueva Junta directiva, junto con el Director de la Revista, hemos considerado que este es el momento oportuno para afrontar cambios relevantes en la Revista y que paso a exponer: - Asignarle un nuevo título que se corresponda con el nombre de la especialidad: “Revista Española de Medicina Preventiva y Salud Pública”, sin perder la antigüedad de la Revista. - Que la SEMPSPH sea la propietaria de la Revista; actualmente ya lo es, al ser titular del ISSN, que nunca lo ha sido. - El beneficio añadido de que en la nueva editorial reducimos de forma significativa el coste económico de impresión de cada número. - Gestiones realizadas sin ningún coste. A nivel de reconocimiento científico, estamos realizado consultas para que sea aceptada en nuevas indexaciones de prestigio científico, que esperamos se confirmen a corto y a medio plazo. En nombre de la Sociedad y por su prestigio, que es el de la Revista, solicitamos la continuidad de la colaboración de los autores en esta nueva etapa. Agradecemos la labor que ha realizado y deseamos seguir contando con la participación de los miembros de los Comités. Todos hacen posible la edición de esta Revista. Confiamos en que el doctor Pastor, con su experiencia y profesionalidad, pueda conducir los cambios ya introducidos, y los que en el futuro se vayan incorporando, y continúe con la excelente labor realizada hasta ahora. Dr. Francisco Botía Martínez Presidente de la SEMPSPH 4 EDITORIAL “Todo parece imposible, hasta que se hace” Nelson Mandela (1918-2013) C omo dice el Dr. F. Botía, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH) en su Carta de Presentación, las circunstancias han propiciado este cambio que ahora les presentamos. Efectivamente, después de veinte años de trayectoria de nuestra publicación “Medicina Preventiva”, con la Editorial Edimsa, ha sido imprescindible hacer de la necesidad virtud y emprender esta nueva andadura con “Revista Española de Medicina Preventiva y Salud Pública” que es heredera y continuación de la anterior. Así lo demuestra el que sigue siendo órgano de expresión de la SEMPSPH, que mantiene los mismos Comités (Redacción, Editorial y Científico) y que continúa con la numeración y las indexaciones conseguidas en la etapa anterior. Como pueden imaginar este proceso no ha sido fácil en lo personal, ni sencillo en lo organizativo, ni rápido en el tiempo. Esta es la razón de que en este año 2015, donde habíamos salido por primera vez en formato digital para el Congreso de La Manga en el mes de Junio, lo hagamos ahora con este número extraordinario que contieneademás- la “GUIA DE USO DE DESINFECTANTES EN EL ÁMBITO SANITARIO de la SEMPSPH”. Sin embargo, la determinación de todos los intervinientes en este complejo proceso- que es editar una revista científica- ha hecho posible que hoy la tengan en sus manos. Por ello -y como de costumbre- empezamos comentando la Firma Invitada: “Primer caso de difteria en España después de 30 años. Lecciones aprendidas” de la Dra. Magda Campíns (Hospital Universitari Vall d´Hebron. Barcelona) Nadie mejor que ella para explicar lo sucedido desde el 28 de Mayo de 2015 en Olot (Gerona) como ha hecho en diferentes medios, incluidos los de comunicación. Les recomiendo leer con atención los retos de mejora, que nuestra compañera y amiga señala en su trabajo, para afrontar casos similares de difteria no solo en España sino también en todo el territorio de la Unión Europea. Entre los Originales destacamos: 1.-“Brote nosocomial de gripe A en un hospital de tercer nivel”, del grupo de autores comandado por el Dr. J. Sanchez- Payá en el Hospital Universitario General de Alicante y que comprende-en este caso-tanto el Servicio de Medicina Preventiva como la Unidad de Enfermedades Infecciosas. 5 En el mismo nos relatan su experiencia con un pequeño brote, diez pacientes y doce profesionales con sospecha que se confirmaría en ocho –seis y dos respectivamente- acaecido en dicho centro y la metodología empleada para su evaluación y control, así como las circunstancias que pudieron influir en su aparición. 2.- “Eficiencia de los Sistemas Sanitarios” de los Dres. Carreño y Bailén, con la coordinación del Prof. J.R. Banegas, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública (Facultad de Medicina de la U.A.M.). Se trata de un trabajo breve en el que los autores comparan veintiséis países en total-todos en el ámbito de la O.C.D.E.-diferenciando los que tienen Servicio Nacional de Salud (18) y los que tienen Sistema de Seguridad Social (8) utilizando indicadores de salud ajustados por el gasto sanitario. En la sección Protocolos y Documentos de interés, incluimos: “Vacunación frente a Herpes Zóster en la Comunidad de Madrid” Es un informe del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid, compuesto por un escogido grupo de profesionales-muchos de ellos compañeros de nuestra especialidad-y presididos por el Prof. Ángel Gil, que se ha integrado en la recuperada Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de la C.A.M. Como habíamos anunciado al inicio de esta editorial, incluimos en este número extraordinario por tantos conceptos la “GUÍA DE USO DE DESINFECTANTES EN EL ÁMBITO SANITARIO”, que ha sido realizada por el Grupo de Trabajo de la SEMPSPH-constituido a este propósito- y coordinado por la Dra. C. Bischofberger. Este tipo de documentos, como el resto de las Guías y Consensos, son una de las principales razones para la existencia de nuestra publicación y su objetivo no es otro que hacer llegar la “lex artis” al resto de los profesionales implicados en nuestra área de conocimiento. Precisamente, como consecuencia de la misma Guía y realizada por uno de los miembros de dicho Grupo de Trabajo, Prof. R. Herruzo, incluimos en la sección Noticias de la Sociedad una Carta al Presidente en la que se ofrece un servicio de “evaluación de eficacia” de los desinfectantes y/o antisépticos que se estén usando contra los microorganismos causantes de cualquier brote (sic). Este servicio, a cambio de una pequeña aportación, está basado en la experiencia de las medidas de control del brote de K pneumoniae OXA48 en el H.U. La Paz, de Madrid. Por último, en la sección Cartas al Director, incluimos la remitida por el Dr. P. Gargantilla y Cols. del Hospital de El Escorial y la Universidad Europea, de Madrid: “El nacimiento de la higiene dental y los dientes de Waterloo”, que seguro despertará su curiosidad sobre alguna de las consecuencias de la famosa batalla, acaecida hace doscientos años( 1815) y que supuso el fin del imperio napoleónico. Finalmente, con el mismo espíritu que el Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, también esperamos que esta nueva y al tiempo veterana publicación que hacemos entre todos, despierte su interés y apoyo. Atentamente, Dr. Vicente Pastor Director 6 FIRMA INVITADA Primer caso de difteria en España después de 30 años. Lecciones aprendidas. Magda Campins Martí Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona La mejora continua de la calidad en el tratamiento del dolor, La difteria ha estado eliminada en España durante casi 30 años, debido a la alta cobertura de vacunación alcanzada en los niños. El último caso registrado fue en 1986 en España y en 1983 en Cataluña. En la década de los 40 se registraban más de 27.000 casos anuales. La introducción de la vacuna en 1945 y la puesta en marcha del programa de vacunación sistemática en 1964 comportó una reducción progresiva de la incidencia de la enfermedad hasta alcanzar su eliminación1,2 (figura 1). Suecia, Inglaterra, Francia, Alemania y Bélgica han declarado casos importados. El 28 de mayo de 2015, un niño de 6 años de edad consultó al servicio de urgencias del Hospital de Olot (Gerona) por historia de cuatro días de evolución de odinofagia, malestar general, fiebre y aumento progresivo del diámetro del cuello. La exploración física mostró pseudo-membranas que cubrían las amígdalas. El 30 de mayo, el Laboratorio de referencia del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III confirmó por PCR la presencia de Corynebacterium diphtheriae productora de toxina. El niño fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Universitari Vall d’Hebron donde a pesar del tratamiento con penicilina G, administración de antitoxina diftérica equina y soporte vital intensivo, desarrolló miocarditis, insuficiencia renal y finalmente murió el 27 de junio. La investigación epidemiológica mostró que el niño no estaba vacunado, al igual que su hermana de 12 meses, por decisión de sus padres. Tanto el niño como sus familiares habían nacido en Cataluña, no referían antecedentes de viajes ni contacto con personas que manifestaran exposiciones de riesgo conocidas. Cuatro días antes del inicio de los síntomas, el paciente había permanecido durante dos días en una casa de colonias, con 57 niños de su colegio. No obstante, a nivel mundial se siguen declarando casos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2014 se registraron 7.321 casos, casi todos en países en vías de desarrollo3. La cobertura vacunal global en el mundo con 3 dosis de DTP alcanzó el 86% en 2014, aunque sólo un 30% de los países tienen cifras superiores al 80% en todas las regiones3 (figura 2). El último gran brote de difteria en Europa se produjo en la década de los 90 en los países de la antigua unión soviética, con más de 90.000 casos4 y fue consecuencia de una disminución de las coberturas vacunales en niños menores de 2 años5, que pasó del 90% en 1990 al 60% en 1992. Este brote originó casos importados en diversos países europeos, como Turquía, Finlandia, Inglaterra y Alemania. En la actualidad, la difteria es una enfermedad controlada en la mayoría de países europeos. Según el último informe del European Centre for Diseases Prevention and Control (ECDC), en el periodo de 2009 a 2013 se han declarado 102 casos (31 en 2013), y destaca el incremento anual observado en el número de casos6. Letonia ha sido el único país europeo con transmisión autóctona (14 casos). El estudio de contactos incluyó 144 personas (familiares cercanos, compañeros de la casa de colonias, monitores, compañeros del colegio, profesores y personal sanitario). Se realizó un frotis faringoamigadalar a todos ellos para la identificación de posibles portadores, se revisó su estado vacunal y se administró profilaxis antibiótica con penicilina G benzatina a los contactos de alto 7 riesgo (convivientes y personal sanitario con riesgo de exposición a secreciones respiratorias del paciente sin la adopción de las adecuadas medidas de protección). La investigación del estado de portador permitió detectar la presencia de 8 niños y 1 adulto, todos vacunados, portadores asintomáticos de C. diphtheriae productora de toxina, con idéntico patrón de antibiograma que el caso. Todos los niños habían estado en la casa de colonias con el caso y habían compartido habitación. El adulto portador no había tenido contacto con el caso, pero era un familiar conviviente domiciliario de uno de los niños portadores. Las medidas de control adoptadas en los portadores para evitar la diseminación de la bacteria fueron las siguientes7,8 : estén basados en la evidencia científica, aún cuando el paciente lo consienta; por tanto, aquellos médicos que abiertamente o en privado desaconsejen las vacunaciones sistemáticas vulneran el Código de Deontología y son responsables de mala praxis9. La experiencia aportada por este caso permite extraer importantes conclusiones, no sólo en relación a las lecciones aprendidas en su manejo clínico y en la investigación epidemiológica llevada a cabo, sino que también ha puesto en evidencia una serie de desafíos o retos de mejora en la preparación frente la difteria, no sólo en nuestro país sino probablemente en toda la Unión Europea: 1. Garantizar la disponibilidad de antitoxina diftérica equina que permita su administración precoz a los pacientes con sospecha de difteria. El retraso de casi 48 horas desde su solicitud internacional hasta su llegada al hospital donde se atendía al caso, es un plazo de tiempo inaceptable desde el punto de vista clínico. El inicio de dicho tratamiento más tarde de las 48 horas del inicio de los síntomas sistémicos tiene un impacto limitado sobre la evolución clínica del paciente10. Por todo ello, es necesario crear un stock centralizado en Europa de antitoxina diftérica. 1. Aislamiento respiratorio en su domicilio hasta disponer de dos muestras negativas. 2. Tratamiento con penicilina G benzatina de los portadores y sus convivientes domiciliarios. En las personas que tras dicho tratamiento persistía el estado de portador, se les administró eritromicina durante 10 días. Se revisó el estado vacunal de todos los niños de entre 3 y 12 años (3.101 niños) de dicha población y 50 no estaban vacunados por decisión de los padres. Sólo 3 aceptaron ser inmunizados, a pesar de las recomendaciones reiteradas por parte de los pediatras del centro de salud y de las sesiones informativas realizadas por los profesionales de salud pública. Es importante mencionar la influencia negativa ejercida por algunos médicos que organizaron sesiones paralelas en la zona posicionándose abiertamente en contra de las vacunas. 2. Garantizar la disponibilidad de técnicas microbiológicas y kits apropiados a nivel local para el transporte de las muestras al laboratorio de referencia. El Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III dispone de los medios necesarios para el diagnóstico adecuado de la enfermedad en un plazo de tiempo muy corto, pero hubo dificultades a nivel local para disponer de los kits de transporte de las muestras del estudio de portadores. 3. Disponer de registros poblacionales de vacunación informatizados, para facilitar la detección precoz de las agrupaciones de personas no vacunadas y la puesta en marcha de estrategias para mejorar la cobertura vacunal en estos grupos. Esta situación abrió un extenso debate entre sociedades científicas, profesionales de la salud pública y colegios profesionales, entre otros, acerca de la obligatoriedad de la vacunación sistemática y del respeto a la libertad individual frente a situaciones que suponen un peligro para la salud de la población. También fue motivo de debate la necesidad de aplicar medidas disciplinarias a aquellos médicos que actúan en contra de la evidencia científica instando a sus pacientes a no vacunarse. En este sentido, la Comisión Deontológica del Colegio Oficial de Médicos de Cataluña emitió un comunicado muy claro y contundente en el que manifiesta que el deber de los médicos es el de emplear todos los medios disponibles y necesarios para preservar la salud de las personas, y no utilizar procedimientos –ni hacer recomendaciones o prescribir medicamentos- que no 4. Reforzar la información a la población sobre los beneficios de la vacunación y los riesgos de no vacunarse. Es necesario aprovechar la oportunidad que nos ofrecen situaciones tan lamentables como la ocurrida en este caso para hacer campañas de promoción de la vacunación. 5. Asegurar la formación continuada de los médicos en algunas enfermedades prevenibles casi olvidadas, como la difteria o la poliomielitis, para garantizar su detección y diagnóstico precoces. 8 Figura 1. Evolución de la difteria en España (1940-1999). Casos anuales y cobertura de vacunación. Figura 2. Evolución de la difteria en el mundo. Número de casos y cobertura vacunal en 2014. Organización Mundial de la Salud (1990-2014). 9 Bibliografía 1. Salleras L, Carrillo J, Prat A, Garrido P. Vacunación antidiftérica. Medicina Preventiva 2014;1-8. 2. García Gil C, Bardo C, Bolúmar F, Nájera E. Evolución epidemiológica de la difteria y la poliomielitis ante los programas de inmunización 1975-1980. Rev Sanid Hig Publica. 1984;58:1087-97. 3. WHO. Diphtheria global anual reported cases and DTP3 coverage, 1980-2014. Disponible en: http://www.who. int/immunization/monitoring_surveillance/burden/vpd/surveillance_type/passive/en/small_dtp3_global_coverage.jpg 4. Vitek CR, Wharton M. Diphtheria in the Former Soviet Union: Reemergence of a Pandemic Disease. Emerg Infect Dis 1998;4:539-550. 5. Dittmann S, Wharton M, Vitek Ch, Ciotti M, Galazka A, Guichard S et al. Successful Control of Epidemic Diphtheria in the States of the Former Union of Soviet Socialist Republics: Lessons Learned. J Infect Dis 2000;181 (suppl 1): S10-22. 6. European Centre for Disease Prevention and Control. A case of diphtheria in Spain, 15 June 2015. Stockholm: ECDC, 2015. 7. Public Health England. Diphtheria Guidelines Working Group. Public health control and management of diphtheria (in England and Wales). 2015 Guidelines. Disponible en: https://www.gov.uk/government/uploads/ system/uploads/attachment_data/file/416108/Diphtheria_Guidelines_Final.pdf 8. Agència de Salud Pública de Catalunya. Procediment d’actuació davant un cas de diftèria (2/6/2015). Disponible en: http://canalsalut.gencat.cat/web/.content/home_canal_salut/professionals/recursos/protocols_i_recomanacions/33_difteria/Procediment-Difteria10062015.pdf 9. Col.legi Oficial de Metges de Barcelona. Nota de la Comissió de Deontologia del COMB sobre l'actitud antivacunació d'alguns professionals. Disponible en: http://www.comb.cat/cat/actualitat/noticies/noticies_fitxa. aspx?Id=3UbCkQ5ZWCVX3yVv7uSznQ%3d%3d 10. Logina I, Donaghy M. Diphtheritic polyneuropathy: a clinical study and comparison with Guillain-Barre syndrome. J Neurol Neurosurg Psychiatry. 1999 Oct;67(4):433-8. 10 ORIGINALES Brote nosocomial de gripe A en un hospital de tercer nivel F. J. Conesa-Peñuela (1), V. García-Román (1), E. Merino-Lucas (2), J. L. Mendoza-García (1), C. O. Villanueva Ruiz (1), P. García Shimizu (1), J. Portilla-Sogorb (2), J. Sánchez-Payá (1). (1) Servicio de Medicina Preventiva. Hospital General Universitario de Alicante. (2) Unidad de Enfermedades Infecciosas. Hospital General Universitario de Alicante. Autor para correspondencia: J. Sánchez-Payá. Unidad de Epidemiología Servicio de Medicina Preventiva Hospital General Universitario de Alicante Avda. Pintor Baeza 12, 03010-Alicante Teléfono: (+34) 965933575 Fax: (+34) 965253552 e-mail: [email protected] Objetivo. Describir un brote nosocomial de gripe A. temporo-espacial de casos de gripe de adquisición nosocomial, donde la baja cobertura de la vacunación Material y métodos. Se describe el Servicio de antigripal y la escasa adherencia a las Precauciones Medicina Digestiva donde aparecieron los casos. A Estándar por parte del personal sanitario han podido los pacientes ingresados (n=47), entre el 17 de febrero ser factores determinantes para su aparición. y el 10 de marzo de 2012, se les realizó una encuesta epidemiológica, y a partir de esta, se describen sus Palabras clave: brote; infección nosocomial; gripe. características clínico-epidemiológicas (motivo de ingreso, días de hospitalización hasta el inicio de los TITLE: Nosocomial influenza outbreak in a tertiary síntomas, etc.) de los casos de gripe. Se evaluó la hospital. cobertura vacunal y la presencia de sintomatología respiratoria entre el personal sanitario (n=44), y se describen las medidas de control de infecciones ABSTRACT puestas en marcha. Objective: Describe a nosocomial flu outbreak. Resultados. Hubo 10 pacientes con sospecha de gripe (seis de ellos confirmados) y 12 profesionales Material and methods: The Service of Digestive sanitarios con sospecha (dos confirmados). La Medicine where cases appeared is here described. cobertura vacunal en el personal sanitario de la Patients admitted (n=47) between February 17 unidad era del 18,2% (8/44). and March 10, 2012 an epidemiological survey was does to each of them, obtaining their clinical Conclusión. Se ha producido una asociación and epidemiological characteristics (entry reason, 11 number of hospitalization days until the beginning of the symptoms, etc.) of the influenza cases. The vacunal coverage and the presence of respiratory symptoms in the health personnel were evaluated (n44). Moreover, the descriptions of all the infectious diseases control measures that were initiated are also described. Conclusions: An association was established between those cases of nosocomial influenza and the low influenza vaccination coverage of healthcare workers, which also had poor adherence to Standard Precautions. This may have been decisive risk factors for the emergence of this nosocomial outbreak of influenza. en riesgo a los pacientes que reciben atención en el ámbito hospitalario12. Por este motivo, en la Temporada 20112012, desde el Servicio de Medicina Preventiva y la Comisión de Infecciones del centro, se recomendó a todo personal sanitario que no quisiera o pudiera vacunarse, una serie de medidas preventivas para evitar la aparición de infecciones nosocomiales asociadas a la gripe. Una de ellas fue recomendar la colocación de una mascarilla alrededor del cuello desde el inicio y durante toda la jornada de trabajo, cubrirse la boca y nariz con la mascarilla cada vez que se aproximara a menos de tres metros de distancia de un paciente, y al finalizar el contacto con el paciente, desechar la mascarilla utilizada y colocarse una nueva mascarilla. A pesar de estas medidas en la temporada 2011-12 se ha presentado un brote de casos de gripe A nosocomial en pacientes ingresados en un Servicio de Medicina Digestiva, de un hospital de tercer nivel, siendo el objetivo de este trabajo su descripción. Keywords: disease outbreak; nosocomial infection; influenza. MATERIAL Y MÉTODOS Results: There were 10 patients (six of them confirmed) and 12 health professionals (two of them confirmed) with flu suspicion. The vaccination coverage in the health care workers of the unit was 18, 2% (8/44). INTRODUCCIÓN La aparición de brotes de gripe en pacientes hospitalizados es un hecho bien documentado en la literatura científica. Estos afectan de manera especial a los centros de larga estancia1-2, y en el caso de los hospitales de agudos, se han descrito brotes en unidades neonatales3-4, en unidades donde se atienden a pacientes inmunodeprimidos5, etc.; a su vez, en España son escasas las referencias existentes en la literatura científica sobre brotes de gripe en hospitales6-7. Las estrategias básicas para la prevención de la gripe son la vacunación y las prácticas de Higiene Respiratoria. Los trabajadores sanitarios pueden actuar como vectores para la transmisión nosocomial de la gripe a los pacientes8. La vacunación del personal sanitario frente a la gripe es una de las medidas fundamentales para evitar la aparición de brotes en el ámbito hospitalario9. Aún así, las coberturas vacúnales son relativamente bajas en los trabajadores sanitarios, llegando a superar raramente el 25%10, siendo en el 2009 y 2010 del 32,8% y del 31,0% respectivamente para la gripe estacional y del 22,2% en el 2010 para gripe A en nuestro centro11. Esto, unido al hecho de que hasta el 81,8% de los trabajadores que padecen síntomas gripales acuden a trabajar pese a presentarlos, pone En febrero de 2012, por parte de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, se informa al Servicio de Medicina Preventiva, de la existencia de tres posibles casos de pacientes con gripe de probable origen nosocomial en el Servicio de Medicina Digestiva (SMD). Este servicio se distribuye en dos unidades colindantes (4ª B y 4ª C). La sección B no es exclusiva de pacientes del SMD; de las 29 camas de que dispone, 20 pertenecen al SMD y 9 al Servicio de Endocrinología. En la sección C, se incluye un box común con cinco camas dedicadas a la Unidad de Sangrantes, 18 camas pertenecientes a la Unidad Hepática y 6 camas pertenecientes al SMD propiamente dicho. El número de profesionales sanitarios que habitualmente desarrollan su actividad asistencial en la Planta 4ª C es de 44: facultativos (14), enfermería (13), auxiliar de enfermería (13) y otros (4). El estudio del brote se inició el día 17 de febrero y concluyo el día 12 de marzo de 2012 y el número de pacientes seguidos durante ese periodo de tiempo en la Planta 4ª C fue de 47. Se definió como caso probable perteneciente al brote, aquellos pacientes ingresados con sintomatología compatible con enfermedad respiratoria febril (fiebre, tos, malestar general, dificultad respiratoria, etc.) y que estuvieron asintomáticos las 48 horas posteriores a su ingreso, así como aquellos trabajadores sanitarios, 12 apareció al menos transcurridos tres días después de su ingreso en el centro, y 12 trabajadores sanitarios (dos confirmados y 10 probables) (tres facultativos, una enfermera, cinco auxiliares de clínica, un celador y dos miembros del personal de limpieza) con sintomatología compatible con un cuadro gripal. Todos los pacientes pertenecían al SMD (nueve a la 4ªC y uno a la 4ªB), presentando uno de ellos criterios de caso grave (neumonía). Seis fueron confirmados como casos de gripe A y cuatro de sospecha clínica. En todos ellos, la patología que motivó el ingreso no tiene relación con la patología que posteriormente desarrollaron, siendo el tiempo mediano tras el ingreso, en aparecer la sintomatología de infección respiratoria, de 6 días. Uno de los casos había recibido la visita de familiares con sintomatología compatible con una infección respiratoria y el 33,3% (3/10) tenían antecedentes de haberse vacunado de la gripe durante la temporada 2011-12. Hubo un caso confirmado con presencia de Ag de gripe A, en un paciente de Digestivo ingresado en la 4ª B, sin detectarse ningún otro caso probable de gripe en esta unidad, ni en pacientes pertenecientes al SMD, ni en pacientes ingresados a cargo de otros servicios. No hubo casos en otras unidades colindantes: 4ªA (Neonatología, Lactantes y Escolares) y 4ªA (Cirugía Vascular). Diez de los trabajadores sanitarios, eran profesionales que habitualmente desarrollaban su actividad en la sección C; los otros dos, un miembro del personal de limpieza y un auxiliar de enfermería, era personal volante asignado a diversos servicios del hospital, además de desarrollar sus actividades en el SMD. Se realizó la determinación de antígenos de gripe en lavado nasofaríngeo a 11 de ellos, siendo positivo en dos. Ninguno de ellos tenía antecedentes de estar vacunado frente a la gripe en la Temporada 20112012, ni había seguido las recomendaciones dadas como alternativa a la vacunación. En el momento de la detección del brote, la cobertura vacunal frente a la gripe para la Temporada 2011-12, de los profesionales sanitarios de la Planta 4ª C, era de un 18,2% (8/44); tras la detección del brote, siete facultativos acudieron a vacunarse, aumentando la cobertura hasta un 34,1% (15/44). En estudios observacionales realizados en RESULTADOS la unidad durante los años 2011 y 2012 para medir Se detectó la presencia de 10 pacientes (seis el grado de cumplimiento de las recomendaciones confirmados y cuatro probables) (Grafico 1 y Tabla sobre Higiene de Manos, medido por observación 1) con síntomas de enfermedad respiratoria febril que directa, esta osciló entre un 57,1% y un 66,4%. con sintomatología compatible con enfermedad respiratoria febril. A cada probable caso entre pacientes, se le realizo una encuesta epidemiológica, en la que se recogió información relacionada con la edad, sexo, fecha de ingreso, motivo de este, fecha de inicio síntomas, habitación o habitaciones en la cual estuvo ingresado, si recibió visitas de personas con síntomas compatibles con cuadro gripal, vacunación de la gripe en la temporada actual, síntomas desarrollados, número de días al inicio de la sintomatología desde el ingreso, fecha de solicitud de Ag frente a gripe A o B, así como su resultado, si presentó criterios de gravedad durante su ingreso, fecha de alta y motivo del alta. Para el diagnóstico de laboratorio, se estudió, con un método de inmunocromatografía, la presencia de Ag de gripe A o B en una muestra de lavado nasofaríngeo de toda sospecha de caso. Se consideró caso confirmado, todo paciente o trabajador, con enfermedad respiratoria febril con presencia de Ag de gripe A en la muestra de lavado nasofaríngeo. Desde el día que fue comunicada la sospecha de existencia del problema, 17 de febrero de 2012, en todos los casos de pacientes (confirmados y de sospecha) se dieron, y conforme fueron apareciendo estos, de manera complementaria a las Precauciones Estándar, recomendaciones específicas sobre Precauciones Ampliadas de Gotas y Contacto, que se mantuvieron hasta 24-48 horas después de finalizar los síntomas, o hasta su alta si esta se produjo antes. A su vez, a todo el personal sanitario de la unidad, el primer de la intervención (17-02-12), se le repartieron trípticos donde se explicaba de manera pormenorizada las recomendaciones sobre Precauciones Ampliadas de Gotas y de Contacto y se instó a que todos los trabajadores dispusieran de solución alcohólica en formato de bolsillo para favorecer el grado de cumplimiento de las recomendaciones sobre Higiene de Manos. Además, a todos los que su estado de salud se lo permitía y permanecieron en su puesto de trabajo, se les aconsejó utilizar mascarilla quirúrgica de manera permanente mientras permanecieran en el lugar de trabajo, hasta 24 horas después de finalizar su sintomatología. 13 DISCUSIÓN Los resultados del estudio ponen de manifiesto la importancia de los brotes de gripe de origen nosocomial en los hospitales de agudos de nuestro ámbito, tanto por lo que supone de comorbilidad para los pacientes ingresados por otros motivos en el centro, como sobre la necesidad de la puesta en marcha de medidas de control eficaces que delimiten lo máximo posible la gravedad del brote. A su vez, con este estudio se pretende resaltar la importancia de la vacunación del personal sanitario para prevenir la aparición de casos de gripe13. Incluso en la Temporada 2011/2012, caracterizada por una epidemia tardía y una limitada correlación entre las cepas de la vacuna y la de los virus circulantes, los resultados preliminares sugieren un efecto protector moderado de la vacuna en la prevención de casos de gripe14, reforzando la importancia de las recomendaciones oficiales de vacunación anual frente a la misma. La evidencia existente en la literatura es suficiente, para mantener las recomendaciones actuales, acerca de la vacunación de los trabajadores sanitarios ya que ofrece protección contra la gripe en pacientes de alto riesgo. Pero a su vez, debe tenerse en cuenta, que la vacunación debe considerarse un elemento más dentro de un amplio conjunto de medidas para la prevención y control de la gripe, como son la higiene de manos, el uso de protección adecuada, la realización de las recomendaciones sobre higiene respiratoria y la atención en cohortes durante los brotes15. Si se analiza la gravedad del brote, teniendo en cuenta el número de casos, se observa que el actual brote tiene las dimensiones, bajo número de casos, de los descritos en la literatura científica en hospitales de agudos3-6, respecto a los descritos en centros con pacientes de larga estancia, donde el número de casos suele ser mucho mayor1-2,7. Entre las limitaciones del estudio, caben destacar: la baja sensibilidad de las técnicas de inmunocromatografía para la determinación de la presencia de antígenos del virus de la gripe en el lavado nasofaríngeo, el que estas técnicas solo distinguían entre gripe A o B, pero no entre subtipos de la A, y la no disponibilidad, por problemas aparecidos durante el estudio del brote, de pruebas más sensibles, como la PCR, para la correcta filiación de la etiología del cuadro gripal, lo que ha podido condicionar que la incidencia de casos confirmados de gripe nosocomial este infraestimada. Además, aunque no fue posible determinar la fuente de infección para la adquisición de la gripe entre los pacientes ingresados, de las tres posibilidades existentes: el personal sanitario, los familiares o visitas de estos u otros pacientes; la hipótesis de que hayan sido los profesionales sanitarios es la más plausible, dada la frecuencia de profesionales con sintomatología respiratoria que se detecto en la búsqueda activa de estos. Otro dato que apoyaría esta hipótesis, es el caso aislado que se detecto en la planta 4ªB, donde el personal facultativo del Servicio de Digestivo con sintomatología, que comparte la atención a los pacientes de la 4ªA y 4ªB, ha podido actuar como fuente de infección. La hipótesis de que la fuente de infección fueran los familiares u otras visitas de los pacientes, se considera que tiene poco peso, porque solo en uno de los diez casos se documento que había recibido visitas de personas con sintomatología gripal. Respecto a la hipótesis de la transmisión de paciente a paciente, derivada de la deambulación de estos entre habitaciones, se considera poco plausible, dada la movilidad limitada de los pacientes ingresados en la unidad, derivada de las características de estos (edad, situación clínica, intervenciones terapéuticas -Ej. necesidad de administración de medicación intravenosa-, etc.). Esto nos lleva, a estar de acuerdo con la recomendación de que todo personal sanitario, a excepción de las personas con problemas de salud que se lo impidan, deben vacunarse de la gripe en el marco de las campañas de vacunación establecidas en su centro, para evitar la aparición de casos similares16. A pesar de ello, cada año se constata la baja cobertura vacunal que se presenta actualmente en nuestros centros, lo que nos debe hacer recapacitar, si las medidas desarrolladas actualmente para incrementar la cobertura son realmente efectivas o no, y si es el momento oportuno para iniciar el debate sobre la puesta en marcha de nuevas estrategias, como el desarrollo de políticas de incentivos o de obligatoriedad, ya sea en la globalidad de los centros o en unidades donde se atienden a pacientes con especial riesgo. CONCLUSIONES Se ha producido una asociación temporo-espacial de casos de gripe de adquisición nosocomial, donde la baja cobertura de la vacunación antigripal y la escasa adherencia a las recomendaciones sobre Higiene Respiratoria (Precauciones Estándar) por parte del personal sanitario han podido ser factores determinantes para la aparición de este brote. 14 Grafico I. Curva Epidémica de los casos de Gripe de adquisición nosocomial en el Servicio de Medicina Digestiva en el mes de febrero de 2012. 6 Casos de sospecha. Casos confirmados. Número de casos 5 4 3 2 1 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 Febrero 2012 Tabla I.. Características de los casos de gripe adquiridos en el hospital. Número registro 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Fecha ingreso 22/01/12 06/02/12 08/02/12 11/02/12 12/02/12 13/02/12 16/02/12 16/02/12 17/02/12 17/02/12 Edad 47 57 78 75 75 31 75 85 86 68 Sexo Mujer Mujer Mujer Mujer Hombre Mujer Hombre Hombre Mujer Hombre Motivo ingreso Neoplasia HDA1 Anemia HDA1 HDA1 Vómitos Paracentesis Melenas Rectorragia Pancreatitis Planta 4ºC 4ºC 4ºC 4ºC 4ºC 4ºC 4ºC 4ºB 4ºC 4ºC Visitas2 No No No Si No Si No No No No Vacunado gripe Si No Si No Si No No No No No Días3 19 9 7 5 5 7 3 4 3 6 Síntomas Fiebre, Tos, Astenia, Dificultad respiratoria, Malestar general Fiebre, Rinorrea Fiebre, Dificultad respiratoria Fiebre, Tos, Malestar general Fiebre Fiebre Fiebre, Tos, Dificultad respiratoria, Malestar general Fiebre, Tos, Dificultad respiratoria, Malestar general Fiebre, Malestar general Fiebre, Tos, Cefalea, Rinorrea, Malestar general Solicitud Ag 17/02/12 17/02/12 17/02/12 17/02/12 17/02/12 21/02/12 21/02/12 21/02/12 21/02/12 24/02/12 Resultados Gripe A Negativo Gripe A Gripe A Negativo Negativo Gripe A Gripe A Negativo Gripe A Gravedad4 No No Si5 No No No No No No No Fecha alta 22/02/12 17/02/12 29/02/12 21/02/12 23/02/12 20/03/12 27/02/12 05/03/12 23/02/12 01/03/12 Motivo alta Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría Mejoría 1. Hemorragia digestiva alta. 2. Visitas con síntomas de infección respiratoria. 3. Días desde el ingreso hasta el inicio de la sintomatología. 4. Criterio de gravedad. Se refiere al criterio de gravedad dado por la Red de Vigilancia de Casos Graves de Gripe (neumonía, ingreso en UCI, sepsis, shock séptico o fallo multiorgánico). 5. Neumonía. 15 Bibliografía 1. Mahmud SM, Thompson LH, Nowicki DL, Plourde PJ. Outbreaks of influenza-like illness in longterm care facilities in Winnipeg, Canada. Influenza Other Respir Viruses. 2013;7(6):1055-61. 2. Pagani L, Thomas Y, Huttner B, Sauvan V, Notaridis G, Kaiser L, et al. Transmission and effect of multiple clusters of seasonal influenza in a Swiss geriatric hospital. J Am Geriatr Soc. 2015;63(4):739-4. 3. Tsagris V, Nika A, Kyriakou D, Kapetanakis I, Harahousou E, Stripeli F, et al. Influenza A/ H1N1/2009 outbreak in a neonatal intensive care unit. J Hosp Infect. 2012;81(1):36-40. 4. Milupi M, Madeo M, Brooke N, Ahmad SJ. 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Influenza vaccination of health-care personnel: recommendations of the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC) and the Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP). MMWR Recomm Rep. 2006;55(RR-2):1–16. 16 ORIGINALES Eficiencia de los sistemas sanitarios G. Carreño-Tarragona, R. Bailén, J.R. Banegas Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid ⁄ IdiPAZ – CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), Madrid, España. Autor para correspondencia: José R. Banegas, MD. Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid, C/ Arzobispo Morcillo 2, 28029 Madrid, Spain. E-mail: [email protected] Phone: 91 497 5425. (9,8% frente a 10,4% en SSS, p=0,14). Esta tendencia se mantiene al analizar los ratios beneficio-gasto Fundamentos: A pesar de la disponibilidad de como la esperanza de vida (2,2 en SNS frente a 1,2 indicadores de gasto sanitario y resultados en salud en SSS en varones, p=0,10) y la esperanza de vida en la práctica totalidad de los países desarrollados, saludable (1,9 frente a 1,7 en ambos sexos, p=0,10). pocos estudios han comparado la eficiencia entre los dos sistemas de salud preponderantes en las Conclusiones: Estos datos, referidos al pasado últimas décadas (Sistemas de Seguro Social –SSS- reciente, podrían contribuir a informar el debate y Sistemas Nacionales de Salud –SNS-) utilizando actual de las reformas sanitarias en Europa y a indicadores de salud ajustados por el gasto sanitario. interpretar futuros estudios de los resultados de los sistemas de salud. Métodos: El presente trabajo compara los dos tipos de sistemas en 18 países en 2010: 10 con SNS Palabras clave: eficiencia, sistemas nacionales de (Portugal, Grecia, Italia, España, Finlandia, Reino salud, sistemas de seguridad social, reforma de los Unido, Irlanda, Suecia, Dinamarca y Noruega) y 8 sistemas sanitarios. con SSS (Israel, Bélgica, Francia, Alemania, Austria, ABSTRACT Luxemburgo, Países Bajos y Suiza). RESUMEN Resultados: No se han encontrado diferencias estadísticamente significativas entre los sistemas, pero sí ciertas tendencias favorables a los SNS en mortalidad infantil (3,2%o frente a 3,6 %o en SSS, p=0,2) y contención del gasto, como el gasto en sanidad per cápita (3567$ frente a 4232$ en SSS, p=0,10) y porcentaje del PIB destinado a sanidad Background: Despite the availability of indicators of health expenditure and health outcomes in almost all developed countries, few studies have compared the efficiency between the two main health systems in the last few decades (Social Health Insurance – SHI- and National Health System –NHS-) using health indicators adjusted by health expenditure. 17 Method: This work compares the two types of systems in 18 countries in 2010: 10 with NHS (Portugal, Greece, Italy, Spain, Finland, United Kingdom, Ireland, Sweden, Denmark and Norway) and 8 with SHI (Israel, Belgium, France, Germany, Austria, Luxembourg, The Netherlands and Switzerland). Results: We did not find statistically significant differences between the systems, nevertheless some favorable trend in NHS-based countries were observed: in infant mortality (3.2%o vs. 3.6 %o in SHI, p=0.12) and cost containment such as health expenditure per cápita (3567$ versus 4232$ in SHI, p=0.10) and percentage of the GDP for health (9.8% versus 10.4% in SHI, p=0.14). This trend remained when analyzing benefit-expenditure ratios, i.e. life expectancy (2.2 in NHS vs. 1.2 in SHI in men, p=0.10) and healthy life expectancy (1.9 versus 1.7 in both sexes, p=0.10). Conclusions: These recent-past data might contribute to inform the current debate around health systems reforms in Europe and to the interpretation of future studies of the health systems results. Keywords: efficiency, national health systems, social security systems, health systems reform. INTRODUCCIÓN Tradicionalmente los sistemas sanitarios se han clasificado en Sistemas de Seguro Social (SSS, modelo Bismarck) y Sistemas Nacionales de Salud (SNS, modelo Beveridge), además del sistema de tradición liberal americano (1,2). El primero es un sistema financiado con las cotizaciones sociales de los trabajadores, cubriendo a los mismos y sus familias; en este sistema, el proveedor no es gestionado por el Estado. El modelo Beveridge se financia a partir de impuestos, su cobertura es universal, y la provisión es gestionada por el Estado. Esta clasificación de sistemas de salud tiene algunas limitaciones. Primero, la visión clásica estática de los sistemas ha evolucionado en los últimos años: muchos países con modelos de SSS han ampliado la cobertura hasta llegar a ser casi universal, y en muchos SNS abundan las mutuas de asegurados (3). Un ejemplo claro es el de España donde, desde abril de 2012 (4), se habla de un sistema de aseguramiento en el que se ha eliminado la “universalidad”, a pesar de ser un sistema basado en SNS. Así, algunos autores han propuesto crear subgrupos de sistemas en función de sus características comunes (5). No obstante, examinar las diferencias en el funcionamiento de los tipos clásicos de sistemas de salud puede permitir extraer lecciones de cara a las reformas que se han puesto en marcha en los últimos años, especialmente en una Eurozona en crisis (6). La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Eurostat han utilizado datos basados en indicadores de salud como la esperanza de vida, la mortalidad infantil o la esperanza de vida saludable ajustada para estimar el costo-efectividad de estos sistemas (7-9), aunque los resultados están también influenciados por factores externos a los sistemas sanitarios como el estilo de vida o el entorno, que fueron sistematizados por algunos autores hace varias décadas (10). A pesar de que se ha profundizado en la comparación de sistemas de salud (11-13), muy pocos estudios han comparado su eficiencia, y los resultados son discrepantes. Algunos han mostrado una mayor supervivencia y satisfacción de los usuarios en los SSS (14), otros han concluido que los SNS son más eficientes (15,16). También son escasos los estudios que ajusten la población según determinantes no sanitarios según el método descrito por Joumard5 y, hasta donde sabemos, no se han comparado los tiempos de vida no saludable entre distintos sistemas, estudiando la supervivencia según el modelo de morbilidad comprimida de Fries (17). El presente trabajo, realizado a partir de datos de la OMS y la OCDE (7,8), es una aproximación a la comparación de eficiencia entre sistemas de salud de países de similar grado de desarrollo socioeconómico (países de la Unión Europea 15 (UE15), Suiza, Noruega e Israel). El objetivo principal fue la búsqueda de diferencias en gasto sanitario, resultados de salud y eficiencia entre países con sistema tipo Bismarck versus países con sistema tipo Beveridge. MATERIALES Y MÉTODOS Se seleccionaron los 15 países de la UE15 y 3 países con sistemas sanitarios equiparables (Suiza, Noruega e Israel). Estos países se clasificaron por “tipo de sistema sanitario” en dos grupos: “basado en presupuestos generales del Estado” (Portugal, Grecia, Italia, España, Finlandia, Reino Unido, Irlanda, Suecia, Dinamarca y Noruega) versus “basado en cotizaciones” (Israel, Bélgica, Francia, Alemania, Austria, Luxemburgo, Países Bajos y Suiza). 18 DISCUSIÓN Como indicadores de gasto sanitario utilizamos el gasto per cápita en sanidad (GS) y el porcentaje del producto interior bruto (%PIB) destinado a sanidad. Como indicadores de salud utilizamos indicadores de mortalidad crudos (esperanza de vida y mortalidad infantil) e indicadores de mortalidad ajustados por calidad de vida (esperanza de vida saludable) y su diferencia con la esperanza de vida como aproximador de la esperanza de vida pasada con salud no óptima (esperanza de vida no saludable). Los datos de gasto sanitario y mortalidad cruda se obtuvieron de la OCDE para el año 2010 (8). Los indicadores de mortalidad ajustados por calidad de vida se obtuvieron del Global Burden of Disease Study de la OMS 2010 (7). Se calcularon indicadores de costoefectividad como ratios de los indicadores de salud mencionados con respecto al gasto, medido como gasto per cápita (indicador/GS) y porcentaje del PIB (indicador/PIB). Las comparaciones se realizaron utilizando el paquete estadístico SPSS versión 19.0. Se realizó un test de bondad de ajuste a la normalidad que justificó el análisis mediante tests de contraste de hipótesis no paramétricos. Este estudio no ha encontrado diferencias estadísticamente significativas entre países con SSS frente a SNS para ninguno de los ítems analizados. Sin embargo, sí se observa una tendencia favorable a los SNS en cuanto a la contención del gasto y porcentaje del PIB destinado a sanidad y en la tasa de mortalidad infantil. Además, esa tendencia se mantiene al analizar los ratios beneficio/gasto como la esperanza de vida. Los resultados de este trabajo son consistentes con otros realizados en años pasados. Elola (15) reportó diferencias significativas en gasto sanitarios (más bajo en los sistemas tipo SNS) a finales de los años 1990, al igual que más recientemente Van der Zee a finales de la pasada década (14). Este último demostró además una tasa de mortalidad y supervivencia mejor en los países con sistemas tipo Bismarck, si bien los resultados de salud no se relativizaron al gasto sanitario. La aportación de nuestro trabajo estriba esencialmente en la extensión del abanico de indicadores de mortalidad a aquellos ajustados por calidad. Asimismo, hemos calculado unos ratios beneficio/coste que no se habían utilizado previamente en trabajos de este tipo. Por último, hemos realizado una aplicación aproximada al modelo de Fries (17), analizando los años no saludables (aquellos que suponen más gasto a los sistemas sanitarios) en cada uno de los sistemas. Entre las limitaciones de este estudio destaca, en primer lugar, el tamaño muestral, debido a que hemos escogido países similares para poder realizar comparaciones sin ajustar por otros factores como educación, consumo de alcohol y tabaco, contaminación, consumo de grasas y otros, que no son de fácil accesibilidad. Una segunda limitación es el uso de datos de un solo año (2010) en lugar de un intervalo de tiempo más amplio, herramienta utilizada por otros autores (16). En tercer lugar, algunos de los indicadores utilizados (ratios beneficio-gasto y supervivencia no saludable) han sido menos utilizados en la literatura y son más difíciles de interpretar en ausencia de ajustes. En cuarto lugar, la clasificación de los sistemas de salud utilizada es una simple aproximación sin matizar aspectos de los sistemas que pueden ser determinantes en los resultados. Finalmente, no se han tenido en cuenta otros índices de resultados en salud como el nivel de satisfacción de los usuarios. Por ello son necesarios nuevos estudios, evaluando un número mayor de países, ajustando los indicadores de resultados en salud según otros factores determinantes de la salud RESULTADOS Se analizaron 18 países (10 de ellos con SNS (55,5%)). La media del gasto per cápita destinado a sanidad en 2010 fue 4232$ por ciudadano y año en países con SSS y 3567$ en aquellos con SNS (p=0,101), con un porcentaje de PIB destinado a gasto sanitario marginalmente mayor en los primeros (diferencia media 0,6%, p=0,146). No se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre ambos tipos de sistemas en cuanto a indicadores de mortalidad cruda y ajustada por calidad de vida, si bien se observó una tendencia favorable a los SNS en mortalidad infantil (3,2%o frente a 3,6 %o en SSS, p=0,12) (Tabla I). Relacionando estos indicadores con el porcentaje de PIB invertido y el gasto per cápita destinado a sanidad en 2010, en el primer caso (indicador/%PIB) se encontró que la esperanza de vida, cruda y ajustada por calidad de vida, en varones y mujeres fue, de media, 0,3 años superior en países con SNS (p=0.17), no hallándose diferencias relevantes en la tasa de mortalidad infantil. En el segundo caso (indicador/GS*100), al ajustar por gasto neto las diferencias en estos indicadores fueron de nuevo algo superiores a favor de los SNS, siendo estas diferencias marginalmente significativas (p=0.10). 19 y utilizando una clasificación más compleja y dinámica de los sistemas de salud. No obstante, este estudio no evidencia diferencias estadísticamente significativas entre los sistemas de salud que predominaban en la forma estudiada en los países considerados en las últimas décadas, aunque sí sugiere algunas tendencias favorables hacia los SNS. Los resultados presentados referidos al pasado reciente podrían contribuir a informar el debate actual de las reformas sanitarias en Europa y ayudar en la interpretación de futuros estudios en este importante campo de políticas de salud. Tabla I. Indicadores de gasto sanitario y salud en Sistemas Nacionales de Salud (SNS) frente a Sistemas de Seguridad Social (SSS). SSS SNS (n=8) (n=10) 3862,9 10.1 ±1.3 4232,4 10.4 ±1.8 3567.4 9.8 ±0.7 0.101 0.146 77.9 ±1.0 82.9 ±1 3.4 ±0.5 78.1 ±1.0 83.1 ±0.9 3.6 ±0.2 77.7 ±1.0 82.7 ±1.0 3.2 ±0.6 0.573 0.408 0.122 65.9 ±1.0 68.4 ±0.8 11.9 ±0.7 14.5 ±0.8 66.1 ±0.8 68.5 ±0.6 11.9 ±0.5 14.6 ±0.5 65.8 ±1.0 68.3 ±0.9 12.0 ±0.8 14.4 ±0.5 0.573 0.515 0.965 0.360 7.9 ±1.0 8.4 ±1.1 0.34 ±0.1 6.7 ±0.9 6.9 ±0.9 7.7 ±1.6 8.2 ±1.6 0.35 ±0.1 6.5 ±1.3 6.7 ±1.3 8.0 ±0.6 8.5 ±0.7 0.32 ±0.1 6.8 ±0.5 7.0 ±0.5 0.173 0.173 0.460 0.173 0.173 2.1 ±0.6 2.3 ±0.6 0.1 ±0.02 1.8 ±0.5 1.9 ±0.5 1.2 ±0.8 2.1 ±0.8 0.2 ±0.02 1.7 ±0.6 1.7 ±0.7 2.2 ±0.4 2.4 ±0.5 0.1 ±0.03 1.9 ±0.4 1.9 ±0.4 0.101 0.101 0.633 0.101 0.101 Total (n=18) Gasto sanitario per cápita1 (dólares) Gasto en porcentaje del PIB2 Mortalidad cruda Esperanza de vida en varones (años) Esperanza de vida en mujeres (años) Tasa de mortalidad infantil (%o) Mortalidad ajustada por calidad (años) EV saludable3 en varones (años) EV saludable3 en mujeres (años) EV no saludable4 en varones (años) EV no saludable4 en mujeres (años) Ratios Por %PIB2 Esperanza de vida en varones (años) Esperanza de vida en mujeres (años) Tasa de mortalidad infantil (%o) EV saludable3 en varones (años) EV saludable3 en mujeres (años) Por GS1 x 100 Esperanza de vida en varones (años) Esperanza de vida en mujeres (años) Tasa de mortalidad infantil (%o) EV saludable3 en varones (años) EV saludable3 en mujeres (años) P Los datos se expresan en forma de media ±desviación estándar, o porcentaje. P indica el valor p obtenido mediante contraste de hipótesis con el test U de Mann-Whitney, utilizando como variable dicotómica el tipo de sistema. 1 Gasto Sanitario per cápita anual en 2010. 2 Producto Interior Bruto. 3 Esperanza de vida saludable. 4 Esperanza de vida no saludable (Diferencia Esperanza de vida - Esperanza de vida saludable). 20 Bibliografía 1. Adeniran R. The United Kingdom and United States health care systems: a comparison. Home Health Care Manag Pract. 2004;16:109-16. 2. Lameire N, Joffe P, Wiedemann M. Healthcare systems--an international review: an overview. Nephrol Dial Transplant. 1999;14(Suppl 6):3-9. 3. Temes Montes JL, Temes Álvarez S, Silleras Méndez S. Los sistemas sanitarios. Gestión Hospitalaria. McGraw Hill 2011. Cap 1. 4. Real Decreto-Ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones. BOE n.◦ 98, 24 de abril de 2012; Sec. I: 31278-312. 5. Joumard I, André C, Nicq C. Health Care Systems: Efficiency and Institutions. OECD Economics Department Working Paper 2010;769. 6 . Navarro V. The social crisis of the Eurozone: the case of Spain. Int J Health Serv. 2013;43:189-92. 7. Salomon JA, Wang H, Freeman MK, Vos T, Flaxman AD, Lopez AD, Murray CJ. Healthy life expectancy for 187 countries, 1990-2010: a systematic analysis for the Global Burden Disease Study 2010. Lancet. 2012;380:2144-62. 8. OECD, “OECD Health Data”, OECD Health Statistics (database) (2012). 9. Eurostat. Health in Europe-Data 1998-2003 (2005). 10. Dever GEA. An Epidemiological Model for Health Analysis. Soc Ind Res. 1976;2:465. 11. Laplace L, Kamendje B, Nizard J, Coz JM, Chaperon J. The French and English health systems: compared evolution after the mid-1990s. Sante Publique. 2002;14:47-56. 12. Fuchs VR, Milstein A. The $640 billion question--why does cost-effective care diffuse so slowly? N Engl J Med. 2011;364:1985-7. 3. 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N Engl J Med. 1980;303:130–5. 21 PROTOCOLOS Y DOCUMENTOS DE INTERÉS Vacunación frente a Herpes Zóster en la Comunidad de Madrid Informe del Comité Asesor de Vacunas de la Comunidad de Madrid P. Arrazola, E. Redondo, C. Álvarez, J. Astray, D. Barranco, A. Carrasco, S. Granados, I. Junco, M. Martínez-Vidal, M. Ordobas, E. Román, J. Ruiz-Contreras, A. Gil INTRODUCCIÓN padecer HZ aumenta de forma continua a partir de los 50 años, registrándose incidencia de 6-7 casos por 1.000 a los 45-65 años y mayor de 11 casos por 1.000 en las personas de 80 o más años. La incidencia también es más alta en personas inmunocomprometidas (p.ej. infección VIH, neoplasias, pacientes en tratamiento con quimioterapia o corticoides). La infección primaria por el virus varicela-zóster (VVZ) produce la varicela, pudiendo quedar posteriormente como infección latente persistiendo en los ganglios nerviosos sensoriales. La infección recurrente puede producir un herpes zóster (HZ). El agente etiológico es un virus ADN de la familia Entre las personas con HZ, un 15-40% padecerán herpesviridae. NPH, dolor crónico y recurrente que aparece La transmisión del virus se produce principalmente después de que las lesiones cutáneas se hayan curado por vía respiratoria, replicándose en el área de y persiste al cabo de 1-3 meses (a veces hasta años); entrada, en nasofaringe y en los ganglios linfáticos la duración y la intensidad de NPH aumentan con la regionales. El período de incubación es de unos 15 edad. Un 5-20% de los enfermos desarrollarán un HZ días. La viremia primaria es corta difundiéndose oftálmico, que afecta a la rama oftálmica del nervio a diversos órganos y ganglios sensoriales para trigémino y que puede provocar complicaciones posteriormente producir la infección viral de la piel. graves como la ceguera. El envejecimiento o el inmunocompromiso pueden incrementar el riesgo de padecer un episodio de HZ. No solo el riesgo, también la gravedad del HZ Una de las consecuencias posibles más dolorosas es aumenta con la edad: las dos terceras partes de la aparición entre 1 y 3 meses después del HZ de una los casos de HZ ocurren en personas de 50 años o más, y dos tercios de los casos de NPH, ocurren en neuralgia postherpética (NPH) en la zona afectada. personas de 70 años o más. La población en riesgo Más del 95% de los adultos tienen evidencia es cada vez mayor por el envejecimiento de la serológica de infección por el virus varicela- población (1) y por la presencia de comorbilidades zóster, por lo que están expuestos a desarrollar HZ. y plurimedicados. En estos pacientes la enfermedad Aproximadamente un 25% de las personas tendrán puede producir un anciano frágil y dependiente. Por un HZ a lo largo de su vida y hasta un 50% de los que otro lado, el tratamiento es complejo e insatisfactorio viven hasta los 85 años. (insuficientes resultados, efectos secundarios, No parece haber grandes diferencias en la incidencia interacciones medicamentosas, ) y, actualmente, no de HZ en los distintos países. Distintos estudios hay prevención del HZ ni de la NPH. estiman que la incidencia anual de HZ en España es El HZ y la NPH suponen una carga considerable para de 1,2-5,2 casos por 1.000 habitantes. El riesgo de los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad. 22 EPIDEMIOLOGÍA del HZ en la COMUNIDAD DE MADRID, Años 2012 y 2013 Red de Médicos Centinela (2) Incidencia de herpes zóster total y por sexo Después de un incremento en la incidencia de herpes zóster (HZ) en los años 2010 y 2011 se observa un descenso en los años 2012 y 2013 (Gráfico 1 y Tabla 1). La incidencia en 2012 y 2013 ha sido respectivamente 277,36 (IC95%: 246,87-307,85) y 264,97 (234,36-295,59). Estas cifras son las más bajas del período 20012013. La incidencia media de este período es 334,79 (285,36 en hombres y 379,81 en mujeres). La incidencia es mayor en mujeres en todos los años. La razón de incidencias mujer/hombre es 1,33 (IC95%: 1,25-1,42). Parece apreciarse un cierto componente cíclico, con picos cada 3 años (2004-2005, 2007-2008 y 20102011), así como una tendencia creciente que es interrumpida a partir del año 2012 (Gráfico 1 y Tabla 2). Gráfico 1. Incidencia de herpes zóster y su distribución según sexo. Años 2001 a 2013. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. 600,00 500,00 400,00 300,00 200,00 100,00 0,00 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 Incidencia 265,62 260,35 297,14 329,02 322,11 303,53 366,49 370,03 311,12 403,73 464,74 277,36 264,97 Hombres 223,90 220,39 243,91 271,25 291,10 278,62 350,33 298,60 261,49 363,55 378,12 231,19 225,73 Mujeres 302,34 297,97 346,68 377,23 350,97 323,69 381,45 436,43 357,30 440,85 544,69 318,40 300,99 23 Tabla 1. Incidencia de herpes zóster y su distribución según sexo. Años 2007 a 2013. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. Año Casos Incidencia IC95% RR (IC95%) 2007 Total 211 366,49 317,13 415,85 -- Hombre 97 350,33 280,74 419,93 -- Mujer 114 381,45 311,56 451,34 -- 2008 RR 2008/2007 Total 355 370,03 331,61 408,46 1,01 (0,85-1,20) Hombre 138 298,60 248,86 348,35 0,85 (0,66-1,10) Mujer 217 436,43 378,49 494,37 1,14 (0,91-1,43) 2009 RR 2009/2008 Total 353 311,12 278,71 343,53 0,84 (0,73-0,97) Hombre 143 261,49 268,32 304,29 0,88 (0,69-1,11) Mujer 210 357,30 309,06 405,54 0,82 (0,68-0,99) 2010 RR 2010/2009 Total 407 403,73 364,58 442,87 1,30 (1,13-1,50) Hombre 176 363,55 309,94 417,17 1,39 (1,12-1,73) Mujer 231 440,85 384,12 497,57 1,23 (1,02-1,49) 2011 RR 2011/2010 Total 571 464,74 426,71 502,77 1,15 (1,01-1,31) Hombre 223 378,12 328,59 427,66 1,04 (0,85-1,27) Mujer 348 544,69 487,61 601,76 1,24 (1,05-1,46) 2012 RR 2012/2011 Total 317 277,36 246,87 307,85 0,60 (0,52-0,68) Hombre 127 231,19 191,03 271,35 0,61 (0,49-0,76) Mujer 189 318,40 273,07 363,72 0,58 (0,49-0,70) 2013 RR 2013/2012 Total 287 264,97 234,36 295,59 0,96 (0,81-1,12) Hombre 117 225,73 197,46 253,99 0,98 (0,76-1,25) Mujer 170 300,99 268,37 333,62 0,95 (0,77-1,16) 24 Tabla 2. Incidencia de herpes zóster por año de notificación. Años 2001 a 2013. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. Año Casos Pobl. Incidencia RR (IC95%) 2001-2003 692 253096,58 273,41 1,00 2004-2006 670 210107,10 318,88 1,17 (1,05-1,30) 2007-2009 919 266971,92 344,23 1,26 (1,14-1,39) 2010-2011 978 223675,63 437,24 1,60 (1,45-1,76) 2012-2013 604 222606,10 271,33 0,97 (0,87-1,08) Incidencia de herpes zóster por grupos de edad En el período 2001-2013 se observa una incidencia baja en los menores de 45 años. A partir de esa edad la incidencia aumenta, especialmente a partir de los 65 años de edad. Los grupos de mayor incidencia son los de mayores de 85 años, 75-84 años o 65-74 años según el año de notificación. En los dos últimos años, la incidencia en los grupos mayores de 65 años es similar (Gráfico 2). La incidencia en el período 2012-2013 es inferior a la del período 2010-2011 en todos los grupos de edad. Estas diferencias son estadísticamente significativas en todos los grupos de edad menos en el de 85 y más años (Tabla 2). Gráfico 2. Incidencia de herpes zóster por grupo de edad. Años 2007-2010. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. 1600,00 0-14 15-24 25-44 45-64 65-74 75-84 85 y más 1200,00 800,00 400,00 0,00 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 25 2008 2009 2010 2011 2012 2013 Tabla 2. Incidencia de herpes zóster por grupo de edad. Comparación entre los períodos 2012-2013 y 2010-2011. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. 0-14 15-24 25-44 45-64 65-74 75-84 85 y más Total 2010-2011 211,02 233,88 228,65 549,77 1177,80 1055,37 763,84 435,90 2012-2013 105,68 93,91 153,26 327,01 680,93 682,68 649,94 271,33 RR12-13/10-11 (IC95%) 0,48 (0,34-0,68) 0,40 (0,23-0,69) 0,61 (0,51-0,84) 0,59 (0,49-0,71) 0,56 (0,45-0,70) 0,63 (0,48-0,82) 0,83 (0,54-1,28) 0,30 (0,26-0,34) Estado vacunal Se conoce el estado vacunal frente a varicela del 95,0% de los casos de HZ declarados en 2012 y 2013, de ellos, el 5,2% estaban vacunados. Inmunosupresión En el período 2012-2013, la presencia o no de inmunosupresión se conoce en el 97,8% de los casos; de ellos, el 6,4% padecían algún tipo de patología inmunosupresora. Los motivos más frecuentes de inmunosupresión son diabetes, tratamiento con inmunosupresores, corticoterapia crónica e infección por VIH. Grado de dolor El grado de dolor se conoce en el 75,5% de los casos notificados en los años 2012 y 2013 (esta variable se recoge desde marzo de 2012). El 38,2% presenta un grado de dolor moderado (de 3 a 6), el 33,1% leve (de 0 a 2) y el 28,7% intenso (de 7 a 10) (Gráfico 3). Gráfico 3. Herpes zóster. Grado de dolor. Años 2012-2013. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. 7-10 28,7 0-2 33,1 3-6 38,2 26 Estacionalidad No se aprecia un patrón estacional en la incidencia semanal de casos de herpes zóster durante el periodo 2007-2013 (Gráfico 4). Gráfico 4. Incidencia semanal de herpes zóster. Años 2007-2013. Red de Médicos Centinela. Comunidad de Madrid. 30,00 25,00 20,00 15,00 10,00 5,00 0,00 1 14 27 2007 40 1 14 27 2008 40 53 13 26 39 52 13 2009 26 2010 39 52 13 26 2011 39 52 13 26 39 2012 52 13 26 39 52 2013 Vacuna frente a Herpes Zóster. Desarrollo clínico en adultos de 50 o más años de edad La evidencia derivada de estudios epidemiológicos observacionales indica que cuanto mayor haya sido la exposición al VVZ salvaje a lo largo de la vida, menor es la probabilidad de ocurrencia del HZ en la edad avanzada: a mayor número de veces de exposición al virus salvaje, mayor refuerzo de la inmunidad celular y menos probabilidad de ocurrencia del HZ en la edad madura. Pero a pesar de estos refuerzos, los estudios que han medido la evolución de la inmunidad celular específica frente al VVZ, han puesto de manifiesto un declive progresivo de la misma con la edad en los individuos inmunocompetentes, que se correlaciona de forma estrecha con el incremento de la incidencia de HZ según la edad. EL hecho clínico constatado de que los episodios recurrentes de HZ en poblaciones inmunocompetentes son muy raros, indujo a pensar que podría deberse a que supusieran un refuerzo de la inmunidad celular específica frente al virus varicela zóster (VVZ), y sirvió de hipótesis para el desarrollo de una vacuna contra el HZ y la NPH en personas mayores de 50 años de edad. La inmunidad frente al VVZ se refuerza por la exposición al virus salvaje o por una reactivación silenciosa del virus latente, sin producir cuadro clínico de HZ. Al reforzar la inmunidad mediada por células específica del VVZ, la vacuna contra el HZ controla la reactivación del VVZ latente, reduciendo la incidencia del HZ, y la replicación del VVZ y los daños neurológicos posteriores, reduciendo la gravedad del HZ y la incidencia y gravedad de la NPH. (3,4) La vacuna contra el HZ y la NPH, es una vacuna de virus vivos atenuados varicela-zóster (cepa Oka/Merck) con más de 19.400 UFP preparados en células diploides humanas y de formulación refrigerada estable. La vacuna fue aprobada en EE.UU. por la Food and Drug Administration (FDA) en 2006 (Zostavax, Merck). En Europa la vacuna está autorizada por la European Medicines Agency (EMA) e indicada para la prevenir el herpes zóster y la neuralgia post-herpética (NPH) en personas de 50 años de edad o mayores. En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) autorizó la vacuna Zostavax en junio de 2006, esperándose su comercialización en fechas próximas. Según la ficha técnica la vacuna está indicada para la 27 prevención del herpes zóster y de la neuralgia postherpética relacionada con el HZ para individuos de 50 años de edad o mayores, se administra vía subcutánea, preferiblemente en la región deltoidea. Se han llevado a cabo distintos estudios clínicos antes y después de su aprobación, que incluyen el estudio de la inmunogenicidad, la eficacia clínica y la seguridad. Los dos principales ensayos clínicos de eficacia y seguridad son: 1. Estudio de prevención del Herpes Zóster Shingles Prevention Study (SPS) (P004), que incluyó 38.546 sujetos de edad igual o superior a 60 años e inmunocompetentes, distribuidos aleatoriamente en dos grupos, el grupo de intervención (n= 19.270), que recibió una dosis subcutánea de la vacuna y el grupo de control (n= 19.276), que recibió un placebo (fase pivotal III). (5) 2. Estudio de eficacia y seguridad en el Herpes Zóster Estudio ZEST: Zostavax Efficacy and Safety Trial (P022), que incluyó 22.439 sujetos de edades de 50-59 años y solo una variable de eficacia clínica: la incidencia del HZ. La eficacia fue evaluada en un estudio doble ciego controlado con placebo. Los participantes fueron asignados al azar para recibir una dosis de vacuna (n = 11.211) o placebo (n = 11.228) y fueron seguidos durante una mediana de 1,3 años después de la vacunación (rango, 0 a 2 años). El objetivo primario del estudio SPS fue evaluar la eficacia de la vacuna en personas de 60 o más años en la reducción de la carga de enfermedad (CdE) y de la incidencia de la NPH. Como objetivo secundario se planteó investigar la reducción de la incidencia de HZ. También se evaluó la repercusión del HZ sobre las actividades de la vida diaria y la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS), a partir de instrumentos de tipo específico (Zoster Brief Pain Inventory-ZBPI, Zoster Impact Questionnaire-ZIQ) y de tipo genérico (SF12). Todos los sujetos incluidos en el estudio fueron seguidos durante 3,5 años. La vacuna redujo significativamente el riesgo de desarrollar HZ en un 51,3% (IC 95%: 44,2-57,6) (p<0,001), en comparación con el placebo. Se ha demostrado que incluso cuando no se evita el HZ, la vacuna disminuye la gravedad de la enfermedad, con una eficacia en la reducción de NPH, del 66,5% (IC 95%: 47,5-79,2) (p<0,001). La eficacia en la reducción de CdE, que refleja la incidencia, la gravedad y la duración del dolor fue del 61,1%. Un subgrupo de los participantes (7.320 vacunados y 6.950 controles) fueron seguidos desde los 3,5 a los 7 años de la aleatorización para evaluar la persistencia de la eficacia vacunal (STPS Short Term Persistence Study - P004-05) (6). Otro subestudio, actualmente en curso, evaluará la persistencia de la eficacia desde los 7 a los 10 años de la aleatorización (LTPS Long Term Persistence Study -P013). Cuando la eficacia no se calcula por años sino por periodos, la protección se mantiene alta tanto en el seguimiento del STPS (3,5 a 7 años) como en el análisis conjunto de éste y del SPS (0 a 7 años) (Tabla 3). Tabla 3.- Eficacia estimada de la vacuna frente a HZ: SPS, STPS, SPS+STPS. Periodo de tiempo de actualización (años) SPS Años 0,0-4,0 SPS Años 0,0-4,0 SPS Años 0,0-4,0 Eficacia vacunal en la reducción de la incidencia de HZ. Estimación puntual (IC 95%) 51,3 (44,2-57,6) Eficacia vacunal en la reducción de la incidencia de NPH. Estimación puntual (IC 95%) 66,5 (47,5-79,2) Eficacia vacunal en la reducción de la CdE. Estimación puntual (IC 95%) 61,1 (51,1-69,1) 39,6 (18,2-55,5) 60,1 (-9,8-86,7) 50,1 (14,1-71,0) 48,7 (42,0-54,7) 64,9 (47,4-77,0) 58,6 (48,6-66,6) 28 La eficacia de la vacuna frente a HZ es más alta entre las personas de 50-59 años y se reduce al aumentar la edad. La eficacia en la prevención del HZ en personas de 50-59 años de edad es de un 70% (IC 95%: 54-81), para el grupo de personas de 60-69 años de edad es de un 64% (IC 95%: 56-71) y de un 38% en el grupo de personas de 70 años o más (IC 95%: 25-48). (7) En el estudio ZEST, de eficacia y seguridad en personas de 50 a 59 años, se observó que la vacuna redujo el riesgo de desarrollar un HZ en un 69,8% (IC 95%: 54,1-80,6). (8) Así mismo, el beneficio de la vacuna frente al HZ y la NPH se ha confirmado en las condiciones reales de uso (efectividad). La seguridad de la vacuna se ha puesto de manifiesto en las bases de datos de seguridad (estudio de seguridad y tolerabilidad, en alrededor de 12.000 adultos de 60 años de edad o mayores) (9) y en la experiencia observada en la vida real tras más de 15 millones de dosis de vacuna frente al HZ administradas en todo el mundo, desde su autorización en 2006. Se han realizado estudios de seguridad e inmunogenicidad en sujetos de diferentes edades (10), con diferentes condiciones medicas subyacentes (diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica) (11), en personas con antecedente de HZ (12), en personas seronegativas para el VVZ (13), pacientes con tratamiento crónico con corticosteroides (14), así como estudios para valorar la administración concomitante de la vacuna frente a HZ (Zostavax®) con la vacuna inactivada frente a gripe (15) y la vacuna frente a neumococo 23-valente (16). La respuesta inmunitaria humoral frente al VVZ no se reduce con la administración concomitante de las vacunas frente a HZ y antigripal inactivada, lo que permite su uso simultáneo en caso necesario, pero no se aconseja el uso simultáneo de la vacuna frente a HZ y la vacuna frente a neumococo polisacárida 23v, porque puede verse disminuida la respuesta inmunógena frente al VVZ. (15,16) La vacuna frente a HZ es bien tolerada y los acontecimientos adversos más comunes informados (observados en más de 1 de cada 10 pacientes) son reacciones en el lugar de la inyección (eritema, dolor/sensibilidad, inflamación y prurito) y dolor de cabeza. (17,18) La vacuna está contraindicada en las embarazadas, en los pacientes con tuberculosis activa no tratada y con inmunodeficiencia primaria y adquirida. (2) En cuanto a la persistencia de la eficacia vacunal y la necesidad de dosis de refuerzo a los diez o más años de la primera, son aspectos que están siendo evaluados. Las conclusiones de los ensayos clínicos STPS (Short-Term Persistence Study) y del LTPS (Long-Term Persistence Study) no han establecido claramente la duración de la protección vacunal. Una dosis de refuerzo, administrada 10 años después de la primera dosis, podría resultar tan inmunógena como la primera dosis a la misma edad (70 años o más), pero es necesario que la dosis de refuerzo se someta a una mayor evaluación, y de momento, no hay indicación ni recomendación para ella. (2,19) ESTRATEGIAS POSIBLES DE VACUNACIÓN EN SALUD PÚBLICA El HZ y la NPH se asocian con una considerable carga para los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad, y en muchos casos, esta realidad no está valorada suficientemente. En la actualidad, los tratamientos existentes para el HZ y la NPH son limitados y se carece de prevención contra la enfermedad, por lo que la vacuna frente a HZ puede ayudar a cubrir esta necesidad. Los estudios que evalúan la eficiencia de los programas de vacunación de HZ en EE.UU, Canadá y Europa (Inglaterra y Gales), no son extrapolables a nuestro país, ya que aunque la carga de la enfermedad no varía mucho entre unos países y otros, sí lo hacen los costes directos e indirectos (estos últimos son menos importantes, ya que la franja etárea a la que iría dirigida la vacuna incluiría mayoritariamente población no activa o próxima a la jubilación) por lo que se necesitaría llevar a cabo un estudio de evaluación económica en nuestro país. (20-25) Las recomendaciones de los distintos organismos oficiales en Europa respecto a la vacunación por HZ son dispares: •Reino Unido. El Joint Committee on Vaccination and Immunisation (JCVI) del Department of Health (DOH) recomienda la vacuna para personas entre 70 y 79 años. Está financiada públicamente desde 2010. (26) •Francia. El Haut Conseil de la Santé Publique (HCPH) recomienda la vacuna desde 2013, para personas entre 65-74 años y para mayores de 74 a 79 años de edad, durante el primer año de implantación del programa de vacunación. (27) •Alemania. El Empfehlungen der Sächsischen Impfkommission (SIKO; Comité de Vacunación de Sajonia) recomienda la vacuna desde el 2010, para mayores de 50 años. Sin financiación pública. (28) 29 •Austria. El Impfausschuss des Obersten Sanitätsrates (Consejo de la Salud) recomienda la vacuna desde 2007 para mayores de 50 años. Sin financiación pública. •Suecia. El TLV la recomienda desde 2011 para mayores de 50 años. Con financiación pública desde 2012. en diabéticos (3), siendo el RR ajustado de 3,12 para pacientes diabéticos tipo 2 mayores de 65 años. Por otro lado, los pacientes con NPD, son más sensibles al dolor y posiblemente a sufrir una NPH, de consecuencias más graves que la que pudiese ocurrir en una persona sana. • Es muy posible que este incremento del riesgo de padecer HZ y NPH entre la población •Grecia. La Comisión Nacional de Vacunación diabética, se deba a un déficit de la inmunidad recomienda la vacuna desde diciembre de 2011 en celular contra el virus varicela zoster (4,5,6). mayores de 60 años, pero se considera necesaria sólo para grupos de alto riesgo y no tendrá financiación 2. Paciente de 65-70 años con EPOC III-IV y pública, salvo para estos grupos. Diabetes con neuropatía diabética. Desde un punto de vista de salud pública, la vacunación es más rentable en grupos de edad • La prevalencia de EPOC II, III y IV en más avanzada y se podría proponer su inclusión en España para el grupo de 60-69 años es de 6,6 calendario del adulto, para determinados grupo de % y para el de 70-80 años es de 11,6% (1). riesgo (pacientes que vayan a pasar por periodos de inmunosupresión, por ejemplo enfermos que vayan • Hay varios factores que asocian el EPOC a ser sometidos a quimioterapia, a tratamiento con con el HZ: Las alteraciones inmunológicas biológicos, inmunomoduladores, corticoides a altas encontradas en EPOC podrían poner a los dosis; ancianos frágiles ). pacientes en un riesgo incrementado de Por ello, y en base a la bibliografía consultada, y a la desarrollar HZ y el uso de de corticoides situación epidemiológica de nuestro entorno, desde sistémicos o inhalados, pueden aumentar la el Comité hacemos una propuesta de los escenarios susceptibilidad al HZ debido a la supresión de grupo de riesgo prioritarios podrían ser: de la función inmune normal (2,3,4). En este sentido, los pacientes con EPOC tienen un RR 1. Diabéticos cohorte de 65 años con neuropatía ajustado de padecer HZ entre 1,65 y 1,85 en diabética. función de la franja etárea, en relación con el grupo de pacientes no EPOC (2). Además, los • La prevalencia de diabetes diagnosticada en pacientes adultos con EPOC tienen un mayor nuestro país es del 6,5% según la última publiriesgo de padecer enfermedades invasivas, cación del 2012 de la Estrategia Nacional de tanto mayor, cuanta mayor edad, y en ellos Salud, si bien es verdad que esta es una cifra se recomienda la prevención por vacunación global de todas las franjas etareas y sabemos (5). Como hemos dicho, no solo por la propia que la prevalencia aumenta con la edad (1). enfermedad, sino también por los tratamientos recibidos, el paciente con EPOC puede • En cuanto a la prevalencia de neuropatía incrementar adicionalmente su riesgo de sufrir diabética (NPD), tomando la misma fuente, HZ, así los pacientes con corticoides inhalados en España se cifra la prevalencia en un 22,7 tienen dos veces más riesgo de padecer un HZ % de la población con DM con 10 años o más y los pacientes con corticoides orales pueden de evolución de la enfermedad , siendo del alcanzar hasta hasta tres veces más riesgo de 12,9% para la DM tipo 1 y del 24,1% para padecer HZ en comparación con un paciente la DM tipo 2. El aumento significativo de la sin EPOC (6,7). esperanza de vida de la población diabética ha desencadenado un aumento de la prevalencia de las complicaciones crónicas de la DM como la NPD (2), aumentando la prevalencia de NPD con la edad. • Se ha demostrado un aumento de HZ y NPH 30 • El objetivo de priorizar la vacunación frente a herpes zóster en pacientes con EPOC moderada-grave, especialmente los tratados con corticoides inhalados es: evitar las reagudizaciones y descompensaciones que induzcan otras sobreinfecciones y evitar la pérdida de calidad de vida ya que la NPH en personas mayores con EPOC III–IV es causa de descompensación con importantes repercusiones para su calidad de vida (6,7). 3. Paciente Pluripatologico de rango 65-70 años con: Diabetes en tratamiento + Enfermedad Cardiovascular Crónica*+ EPOC III-IV (*incluiría, cardiopatía coronaria, insuficiencia cardiaca congestiva y accidente cerebrovascular, excluida HTA) •Los diabéticos tienen un mayor riesgo cardiovascular y por otro lado, los diabéticos pluripatológicos con EPOC e ICC tienen un incremento del riesgo de padecer HZ, que se cifra en un RR de 4 para pacientes > 65años con las tres comorbilidades (1,2). •La prevalencia de Insuficiencia cardiaca congestiva en mayores de 70 años en España se sitúa en torno al 10% (3). •Diversos estudios asocian la ICC a un mayor riesgo de HZ (1,2). Por otro lado, el padecimiento de HZ se asocia un mayor riesgo de padecer eventos cardiovasculares (4,5,6), habiéndose encontrado un riesgo aumentado de entre un 30- 40% de sufrir un ictus , en los tres primeros meses tras sufrir un episodio de HZ, siendo este riesgo mucho mayor si se trata de HZ oftálmicos (6). •El objetivo principal de la vacunación contra el HZ en estos pacientes pluripatológicos sería el evitar las W de su patología de base. CONCLUSIONES • La indicación de la ficha técnica es la prevención del herpes zóster y de la neuralgia post-herpética relacionada con el HZ para individuos de 50 años de edad o mayores. La vacuna se administra por vía subcutánea, preferiblemente en la región deltoidea. • La eficacia en la prevención del HZ es máxima en el grupo de edad más joven (50-70 años) pero la eficacia en la prevención de la gravedad del HZ, es decir, la incidencia de la NPH, es máxima en el grupo de mayor edad ≥ 70 años), por lo que el beneficio se obtiene en todos los grupos de edad: se previene el HZ en los más jóvenes y se atenúa la gravedad en los de mayor edad. • La eficacia en la reducción de la NPH es del 66,5% en personas de 60 años o más. • La duración de la protección vacunal no se ha establecido plenamente en los ensayos clínicos (SPS, STPS y LTPS), por lo que es necesario que la dosis de refuerzo se someta a una mayor evaluación (hasta la fecha, no hay indicación ni recomendación). • La respuesta inmunitaria humoral frente al VVZ no se reduce con la administración concomitante de las vacunas frente a HZ y antigripal inactivada, lo que permite su uso simultáneo en caso necesario, pero no se aconseja el uso simultáneo de la vacuna frente a HZ y la vacuna frente a neumococo polisacárida 23v, porque puede verse disminuida la respuesta inmunógena frente al VVZ. • La vacuna tiene un buen perfil de tolerabilidad y seguridad según los datos de ensayos clínicos y bases de datos de seguridad de la vacuna. • La vacuna frente al herpes zóster puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas ancianas. • Desde un punto de vista de salud pública, la vacunación es más rentable en grupos de edad más avanzada y se podría proponer su inclusión en calendario del adulto para determinados grupo de riesgo tal y como se detalla en la última parte del informe. 31 Bibliografía 1. 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Coordinadora Médico Adjunto Medicina Preventiva Hospitales Escorial y Guadarrama (Madrid) Tel: 91 8973148 [email protected] • Mº José Gonzalez Enfermera Servicio Medicina Preventiva Hospital Universitario Central de Oviedo [email protected] • Rafael Herruzo Catedrático Medicina Preventiva Universidad Autónoma de Madrid Tel: 91 497 5432 [email protected] • Felisa Jaén Medico Adjunto Medicina Preventiva Hospital Universitário 12 de Octubre (Madrid) Tel: 91 7792659 [email protected] • Máxima Lizán García Responsable de la Unidad de Medicina Preventiva Hospital Universitário de Albacete Tel: 967597000. Ext 25023; 37958 [email protected] • Aurora Sacristán Servicio Medicina Preventiva y Salud Pública Hospital Universitario Río Hortega (Valladolid) Tel: 983 420400. Ext.: 83375; 83374 [email protected] • Marta Píriz Enfermera de control de la infección Corporació Sanitària Parc Tauli [email protected] • José Luis Vaquero Jefe de Servicio Medicina Preventiva Hospital Universitario Río Hortega (Valladolid) Tel: 651 150 332 [email protected] 39 PRESENTACIÓN A pesar de los avances en la medicina moderna, alrededor de un 7% de los pacientes que ingresan en un hospital sufren una infección. Los profesionales que trabajamos en los Servicios de Medicina Preventiva en el control de la infección nosocomial compartimos con los profesionales asistenciales -médicos y enfermeras-, así como con los pacientes la preocupación por mejorar nuestros métodos de trabajo y controlar este riesgo. El papel que tiene la limpieza y desinfección del entorno del paciente en la historia natural de la infección nosocomial se está replanteando. Si durante muchos años se vio como una tarea menor o complementaria, actualmente algunos de los problemas emergentes en este campo la han colocado en el centro del debate. La adecuada desinfección de materiales y equipos utilizados en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes constituye una norma general que afecta a todos los establecimientos sanitarios. La Sociedad Española de Medicina Preventiva y Salud Pública es una voz experimentada y experta en este campo, y propone, mediante este documento unas recomendaciones basadas en la literatura científica. Pueden ser de utilidad no sólo a los que trabajamos en los Servicios de Medicina Preventiva sino a aquellos que tienen la responsabilidad diaria en las tareas de desinfección en el entorno sanitario: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, responsables de los servicios de hostelería y también a los departamentos de gestión y compras. En aquellos puntos donde la literatura científica no ha arrojado conclusiones únicas, se ha tratado de dar una respuesta práctica desde la experiencia y el conocimiento en otras áreas. 40 I LEGISLACION ESPAÑOLA SOBRE DESINFECTANTES. Jose Luis Vaquero II GLOSARIO DE LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN. M José González III DESINFECTANTES QUÍMICOS. Factores que afectan la eficacia de la desinfección. Desinfección en situaciones especiales. Felisa Jaén IV PRODUCTOS QUIMICOS: ALDEHIDOS. Aurora Sacristán V PRODUCTOS QUIMICOS: FENOLES, AMONIOS. Rafael Herruzo VI PRODUCTOS QUIMICOS: OXIDANTES. Jose Luis Vaquero VII PRODUCTOS QUIMICOS: DERIVADOS CLORADOS. Máxima Lizán VIII PRODUCTOS QUIMICOS: ALCOHOLES. Marta Píriz. IX POLÍTICA DE DESINFECCIÓN DE MATERIALES Y EQUIPOS. Cornelia Bischofberger ANEXO. Tabla de recomendaciones. 41 I. LEGISLACION ESPAÑOLA SOBRE DESINFECTANTES José Luis Vaquero La aprobación, adquisición y uso de desinfectantes ha de atenerse a la legislación del país donde se emplean y han de ser debidamente identificados, con el fin de que no se tomen por tales otros productos como, por ejemplo, los de limpieza o los cosméticos, que carecen de acción antimicrobiana. La normativa europea en materia de desinfectantes obliga a la legislación española a su transposición en forma de disposiciones o reglamentos. Las Normas EN, del entorno europeo, son aprobadas por el CEN (Comité Europeo de Normalización, European Committee for Starndardization; web:http:// www.cenorme.be) y las Normas UNE, del entorno español, por AENOR (Asociación Española de Normalización, http://www.aenor.es), en el seno de los correspondientes Comités Técnicos. En España la aprobación de los desinfectantes a utilizar en centros sanitarios, compete a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) (https://sede.aemps.gob.es), entidad que depende del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad. Los productos químicos que se presentan para su uso como desinfectantes han de ser incorporados a los registros oficiales y, para ello, los fabricantes tienen que probar que cumplen con los oportunos requisitos. Las pruebas relativas a su eficacia, vienen descritas en cada una de las normas oficialmente reconocidas: Normas europeas, EN, españolas, UNE, o de otros países miembros de la UE. Además de la evaluación de la eficacia otros aspectos a controlar conciernen a la salud y seguridad laboral y al impacto ambiental que se recogen en la “ficha técnica de seguridad”. Desde este punto de vista estamos ante competencias de la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral, de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad. Las disposiciones legales en nuestro país a aplicar son las de los desinfectantes que se emplean en diversos ambientes y superficies y las que se aplican en productos sanitarios. I) Desinfectantes que se emplean en ambientes, superficies y elementos que no entran en contacto directo con los pacientes. Se incluyen en el ordenamiento de los llamados biocidas y están regulados por el Real Decreto 1054/2002, de 11 de octubre, que se ocupa del proceso de evaluación para su registro, autorización y comercialización, y que deriva de la Directiva 98/8/ CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 1802-98 sobre comercialización de biocidas. Los biocidas empleados en aire, superficies, equipos o muebles, paredes y suelos de centros sanitarios están incluidos en el tipo 2 del anexo V “desinfectantes utilizados en los ámbitos de la vida privada y de la salud pública y otros biocidas”. El registro de los productos biocidas incluye los datos de nombre comercial, número de registro español, composición y usos autorizados. El formato del número de registro es XXYYZZZZZ, donde XX son 2 últimas cifras del año en que se inscribe o renueva, YY el código de la plaga a tratar, ZZZZZ el número del producto. A lo que se añade –HA si es para uso en la industria alimentaria. Los productos conceptuados como “desinfectantes” requieren un número que deben incluir en su etiquetado “Nº---DES”. II) Desinfectantes que se emplean en la desinfección de productos sanitarios. Los productos sanitarios quedan regulados en la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. El Real Decreto 1591/2009 de 16 de octubre, reguló a los desinfectantes que se utilizan para la desinfección de productos sanitarios como productos sanitarios Es transposición de la Directiva 2007/47/ CE, del Parlamento Europeo y del Consejo de 05IX-07 que modifica varias Directivas, entre otras la Directiva 93/42/CEE. Todos los productos sanitarios deben llevar marcado CE y algunos otros requisitos dependiendo de su inclusión en alguna de las cuatro clases: I, IIa, IIb y III. Los criterios de adscripción a una clase de desinfectante u otra quedan establecidos en el citado Anexo IX de las citadas disposiciones. La evaluación de conformidad de los de clase I queda bajo la responsabilidad del fabricante, pero la de los 42 restantes requiere la intervención de un Organismo Notificado. Los desinfectantes destinados a la desinfección de productos sanitarios que no sean invasivos (por ejemplo, incubadoras, monitores, camillas, etc.) son de clase IIa. Son de clase IIb los destinados a desinfección de productos sanitarios invasivos (por ejemplo, endoscopios para endoscopia exploratoria, tipo material semicrítico), así como los destinados a desinfección, limpieza, enjuague o hidratación de lentes de contacto. En virtud de ello además de requerir marcado CE, han debido ser previamente evauados por un Organismo Notificado, el cual tiene que emitir un “certificado CE de evaluación de conformidad”, y que han de exhibir en su etiquetado, junto con el número de identificación que se les ha otorgado. Los ensayos de eficacia de la desinfección en España han de ser realizados en laboratorio acredita- Actividad Bactericida Levaduricida Fungicida Micobacterias Virucida Esporicida Fase 1 do por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC). A nivel europeo existe la EMEA (European Agency for the Evaluation of Medical Products). La Norma UNE-EN 14885: 2007 de “Antisépticos y desinfectantes químicos: Aplicación de los estándares Europeos a los antisépticos y desinfectantes”, es el referente del resto de las normas de evaluación de desinfectantes. Categoriza los tests normalizados en varias fases de aplicación: Fase 1: Condiciones específicas de uso. Fase 2: Condiciones prácticas similares a las de uso. Paso 1: Test de suspensión cuantitativa Paso 2: Otros tests cuantitativos Fase 3: Condiciones prácticas reales. Las normas EN a aplicar según áreas de uso (excluida área veterinaria) y fases de evaluación se muestran en la tabla: 1040 Fase 2 - Paso 1 Médico Ambiental 13.727 1.276 Fase 2 - Paso 2 Médico Ambiental 14.561 13.697 (sup) 1075 13.624 14.562 No hay No hay 14.347 14.348 14.476 1.650 13.697 (sup) 14.563 13.610 - En Europa se aplican estándares AFNOR- Además la serie UNE-EN ISO 13.408 de procesado antiséptico de productos para la salud (elaborada por el CTN: AEN/CTN 111): “aparatos y dispositivos médicos y quirúrgicos”, en la Parte 4 (2011) se ocupa de las tecnologías de limpieza. Entre las francesas Normas AFNOR (NF), aceptadas de forma extendida, cabe mencionar el Standard NF T72-28: Determinación de la actividad bactericida, fungicida y esporicida de procesos de desinfección área de superficies. Existen otras fuentes de normas, como las entidades norteamericanas, FDA, American Nacional Standard/AAMI (Asociation for the Advancement of Medical Instrumentation), APIC, etc. en algunos casos orientadas como guías o recomendaciones. esterilizantes químicos. Para ser así reconocidos, hay que recurrir al cuerpo normativo específico sobre esterilización. Además, en tanto a su naturaleza como agentes químicos, todo desinfectante debe presentar en ficha técnica el número EINECS (European Inventory of Existing Chemical Substances) y el número CAS (nº de la organización Chemical Abstracts Service). Condiciones técnicas para la adquisición de productos desinfectantes. En los contenidos de la Cartera de Servicios de los Servicios de Medicina Preventiva y Salud Pública de red asistencial española se incluye el asesoramiento sobre adquisición y empleo de desAlgunos agentes desinfectantes en determina- infectantes. Esta acción debe ser ejercida por espedas condiciones de preparación y uso y en equipos cialista independientemente de la modalidad de los específicamente diseñados, alcanzan la condición de concursos y procedimientos administrativos para su 43 compra, que están alcanzando creciente complejidad, bien sea compra del hospital o bien se trate de compra centralizada. La adecuación científico-técnica se vierte en el “informe técnico”, en dos momentos del proceso: en la confección de las condiciones y en la adjudicación. Las necesidades son diversas en razón al uso que se pretende dar al desinfectante. Puede requerirse para aplicación manual en superficies y mobiliario, para tratamiento manual de instrumental, como desinfectante de material clínico de carácter semicrítico –desinfectantes de alto nivel, clase IIb- con cualidades de detergente, para uso equipos automáticos, para instrumentos con canales, etc. Pueden añadirse algunas exigencias electivas: la posibilidad de utilización indistinta de forma manual y automática, detergentes con acción desinfectante y a qué nivel; en los desinfectantes de alto nivel de desinfección, con disponibilidad de indicadores químicos que detecten la concentración mínima recomendad ante la posibilidad de reutilización del producto. Los datos a solicitar de los ofertantes serían: • Composición cuantitativa con exacta identificación de los productos activos en la solución activa y en el concentrado, en su caso. • Mecanismo de acción: moléculas que la ejercen. • Efectos sobre compuestos orgánicos del material: fijación y su corrección, acción detersiva o bien eliminación de biofilm. • Instrucciones de uso. Descripción de uso manual y en máquina procesadora. Posible reutilización en uso manual. Estabilidad. • Duración de la actividad del preparado en envase secundario y en envase primario abierto. • Tiempo de exposición o contacto necesario para que surtan los efectos germicidas, y temperatura de uso. • Indicador del mantenimiento de la actividad (si dispone). • Indicaciones sobre almacenamiento. • Compatibilidad con materiales y equipos. Protección anticorrosiva. • Ficha de seguridad. Requerimientos de protección ambiental y personal en el lugar de uso. Acciones indeseables (olor, irritación de mucosas, etc.). • Cumplimentación de la legislación y normativa sobre etiquetado y envasado. • Descripción de residuos y exigencias sobre su eliminación o vertido y del impacto ambiental. • Acreditaciones del marcado CE, y de registro como biocida desinfectante o producto sanitario y de qué clase. Todos los aspectos que no se aporten con documentación oficial y vigente, serán manifestados como “declaración responsable” del ofertante, salvo los concernientes a registro y acreditaciones. A la revisión de las ofertas cabe estimar varios aspectos técnicos a valorar sobre eficacia, efectividad, seguridad, eficiencia y sostenibilidad medioambiental. a) Eficacia: alcance de la acción germicida (virucida, bactericida, fungicida, esporicida, antipriones), demostrativa sobre estudios científicos previos atenidos a norma y acreditaciones de Organismos Notificados de la UE y/o Organizaciones de reconocimiento internacional (FDA). b) Efectividad presumible con arreglo a: Sencillez de preparación: dilución, activación, mezclas o libre para uso. Forma y tiempo de aplicación. Exigencias de protección especial (instalaciones o mascarillas, etc). Compatibilidad con materiales. Acción corrosiva, manchas y deterioro. Polivalencia: posible uso manual y en reprocesadotes automáticos de endoscopios (AERs) Tipología de envase y logística de aprovisionamiento. Portabilidad. c) Seguridad. Carencia o limitación de fallos: indicadores de mantenimiento del efecto germicida y/o cualquier procedimiento de verificación de éste. Carencia o limitación de riesgos laborales: toxicidad, irritación de mucosas, etc Carencia de efectos molestos (olores). d) Eficiencia. Posibilidad de reutilización. Caducidad y reposición. Duración de la actividad del preparado. Descripción de las posibilidades de uso en la desinfección automática en AERs, con sus compatibilidades y referencias de compatibilidad. e) Sostenibilidad medio-ambiental. Residuos y grado de inocuidad. Precauciones de vertido. Impacto ambiental, atmosférico. Si es biodegradable. 44 II. GLOSARIO DE TÉRMINOS María José González ASEPSIA: Serie de procedimientos o actuaciones dirigidas a limitar la entrada de microorganismos patógenos a un medio aséptico (libre de microorganismos). Se pretende impedir la contaminación microbiana. Desinfección de Alto Nivel: Procedimiento en el que se inactivan todas las formas vegetativas bacterianas, virus y hongos y la mayoría de las esporas bacterianas para conseguir un nivel adecuado que permita un uso seguro para el paciente. La desinfección de alto nivel está indicada en el procesamiento ANTISEPSIA: Conjunto de actuaciones realizadas de material semicrítico siempre que sea reutilizable para eliminar o disminuir los microorganismos pató- y revisando las recomendaciones del fabricante sogenos de la piel, las mucosas o los tejidos vivos. bre la compatibilidad del material con el desinfectante. La Desinfección de alto nivel se puede llevar ANTISEPTICO: Sustancia química de aplicación a cabo por dos métodos: Desinfección manual por tópica sobre tejidos vivos que destruye o inhibe los inmersión y procesamiento en máquinas automáticas microorganismos sin afectar sensiblemente a los teji- desinfectadoras. dos. Se denominan también GERMICIDAS. ESTERILIZACION: Proceso físico o químico deDESINFECTANTE: Sustancia química que destrufinido y validado por el cual se destruyen todos los ye los microorganismos y se aplica sobre material microorganismos viables de un objeto o superficie inerte. incluidas las esporas. LIMPIEZA: Proceso mecánico a través del cual se elimina por arrastre la suciedad visible y la materia ESTERIL: Libre de microorganismos viables. orgánica o inorgánica adherida a una superficie u objeto. La limpieza puede ser manual, por ultrasonidos MATERIAL NO CRITICO: Aquel material que o automática. entran en contacto con piel intacta. DETERGENTE: Sustancia química de poder surfactante con capacidad para emulsionar aceites y MATERIAL SEMICRITICO: Los materiales que arrastrar la suciedad adherida a la superficie de los entran en contacto con mucosa o piel no intacta. En general todo material que rompa la barrera cutáneo objetos inanimados o a los tejidos vivos. mucosa. DESINFECCION. Reducción del número de microorganismos en un producto o superficie a un nivel MATERIAL CRITICO: Entran en contacto con el previamente especificado como apropiado en función sistema vascular o tejidos estériles. del uso que se va a dar. En general DESINFECCION se utiliza para describir un producto –desinfectanteo proceso que es eficaz contra la mayoría de los pató- PRIONES: Partículas infecciosas proteicas que causan las encefalopatías espongiformes transmisibles. genos con excepción de las esporas bacterianas. Desinfección de Bajo Nivel: Procedimiento con el que se pretende eliminar la mayor parte de las formas vegetativas bacterianas, algún virus y hongos pero no el Mycobacterium Tuberculosis ni las esporas bacterianas. Desinfección de Medio Nivel: Procedimiento con el que se destruyen todas las formas vegetativas bacterianas, el Mycobacterium Tuberculosis, la mayoría de virus y hongos pero que no asegura la destrucción de esporas bacterianas. BIOFILMS: Comunidades complejas de microorganismos con capacidad de colonizar, fijarse y posteriormente desarrollarse sobre una superficie inerte o viva. EQUIPO DE PROTECCION INDIVIDUAL: Equipo utilizado cuya función es proteger al trabajador de cualquier riesgo que pueda amenazar su salud. 45 III. DESINFECTANTES QUÍMICOS. FACTORES QUE AFECTAN LA EFICACIA DE LA DESINFECCIÓN EN SITUACIONES ESPECIALES Felisa Jaén Los desinfectantes químicos son agentes germicidas que destruyen o inhiben el crecimiento de los microorganismos presentes en superficies u objetos inanimados (no necesariamente han de presentar actividad frente a esporas bacterianas). FACTORES QUE AFECTAN A LA EFICACIA DE LA DESINFECCIÓN Resistencia innata de los microorganismos al agente químico. La resistencia intrínseca de los microorganismos a los germicidas es dispar en función del espectro de acción del agente utilizado. A excepción de los priones, las esporas bacterianas constituyen la forma microbiana más resistente a los procesos de descontaminación y por esta resistencia intrínseca son el microorganismo de elección en la monitorización biológica de los sistemas de esterilización (ej: Bacillus subtilis, Bacillus stearothermophilus). No todos los agentes desinfectantes son igual Cantidad y ubicación de los microorganisde efectivos contra los diversos microorganismos. Cuanto mayor es la biocarga, aumenta la cantimos frente a los que tienen que actuar, y esta dad necesaria de desinfectante y el tiempo que neceeficacia depende de factores como: sita para actuar. Por ello, es fundamental el proceso Susceptibilidad de los distintos microorganismos Compatibilidad con los materiales Presencia de materia orgánica Presencia de biofilms Concentración de uso Factores físico - químicos: pH, temperatura Tiempo de exposición Estos factores pueden potenciar o reducir la capacidad desinfectante de un producto, bien por inducir cambios en las propiedades químicas para su acción biocida, o por impedir el contacto con la superficie a desinfectar. Aunque se han descrito mecanismos bacterianos de resistencia adquirida a los agentes desinfectantes (adquisición de plásmidos y transposones, mutaciones genéticas, amplificación de genes cromosómicos endógenos), el factor más importante es la resistencia intrínseca de los microorganismos, que en la mayoría de los casos reside en la composición de la pared celular que regula la penetrabilidad de los agentes desinfectantes y esterilizantes. La escala de resistencia y la de nivel de desinfección está inversamente relacionada (Tabla 1). previo de limpieza, más aún, cuando se trate de inwo, con componentes múltiples que deben ser desarmados y limpiados pieza por pieza. Una limpieza meticulosa, aumenta el margen de seguridad y acorta el tiempo de exposición requerido para eliminar la carga microbiana, cuando el germicida se utiliza de acuerdo con el etiquetado. Presencia de materia orgánica. La presencia de materia orgánicas (suero, sangre, pus u otras sustancias) puede interferir en la acción de los desinfectantes comprometiendo su efectividad: a) Porque los restos orgánicos actúen de barrera física que dificulte el contacto del desinfectante con los microorganismos a eliminar. b) O por una reacción química con el producto que genere complejos de menor poder germicida y que consumen producto activo. Cloro y derivados se inactivan en presencia de materia orgánica, el yodo precipita en contacto con proteínas, pero los yodóforos (polivinilpirrolidona) se inactivan menos. Presencia de material extracelular o biofilmes. Los biofilmes actúan como una barrera que dificulta la desinfección, las bacterias ubicadas en ellos son hasta 1.000 veces más resistentes a los agentes antimicrobianos, que cuando están en suspensión y los desinfectantes deberán saturar primero los biofilmes, para poder eliminar los microorganismos allí presentes. 46 Factores físicos y químicos. Los desinfectantes tienen especificaciones físico-químicas que con- dicionan su efectividad como: Presencia de otras sustancias, superficie de actuación, temperatura, pH, humedad relativa y dureza del agua. La presencia de jabones y detergentes pueden reaccionar con el desinfectante y neutralizarlo. Las superficies con asperezas o con poros dificultan el contacto con el germicida y reducen su eficacia. El desinfectante también interacciona con sustancias naturales o sintéticas: Los derivados de la celulosa (papel, algodón) inactivan los amonios cuaternarios y los fenoles; la goma inactiva la clorhexidina y los fenólicos; los plásticos y el poliuretano inactivan diversos desinfectantes. En general la actividad de un desinfectante se incrementa a medida que aumenta la temperatura, pero un exceso de temperatura puede degradar el producto y debilitar su actividad germicida. El pH influye en la actividad antimicrobiana al modificar la molécula del desinfectante o la superficie celular sobre la que actúa. Un aumento de pH mejora la actividad antimicrobiana de algunos desinfectantes (glutaraldehído, compuestos de amonio cuaternario), pero disminuye la actividad antimicrobiana de otros (fenoles, hipocloritos, yodo). La humedad relativa es el factor más importante en la actividad de los desinfectantes / esterilizantes gaseosos, como el óxido de etileno, dióxido de cloro y formaldehído. El agua dura contiene altas concentraciones de cationes divalentes (calcio, cloro, magnesio, fosfatos) que generan precipitados insolubles, depósitos minerales que dificultan la desinfección y dañan válvulas y filtros. Inactivan ligeramente la acción de fenoles e hipocloritos y pueden inactivar totalmente los amonios cuaternarios. El agua blanda no contiene minerales o sólo posee una pequeña cantidad. El agua blanda, el agua desmineralizada o destilada no causan depósitos y su pH es neutro por ello se recomiendan en el proceso de limpieza al menos en el último enjuagado del material. Concentración de uso. La potencia de acción de cada desinfectante depende de la concentración de uso recomendada. Manteniendo constantes otras variables y a excepción de los yodóforos, a mayor concentración, mas eficacia y menor tiempo para alcanzar la muerte microbiana. Los ajustes en la concentración afectan de forma muy distinta a los desinfectantes y al tiempo de exposición. Duración de la exposición. Cada método de desinfección y cada agente tienen un tiempo específico para lograr el nivel de desinfección deseado que estará claramente indicado en el etiquetado y que debe ser respetado. Un tiempo insuficiente supone menor efecto germicida y un tiempo excesivo puede ocasionar daños en el material. Para garantizar la eficacia de la desinfección y evitar efectos deletéreos sobre el material (corrosión) se monitorizaran los parámetros críticos del proceso: concentración del agente desinfectante, temperatura, tiempo de exposición, fecha de validez de la solución y compatibilidad física y funcional del instrumental DESINFECCIÓN EN SITUACIONES ESPECIALES Hepatitis, VIH, tuberculosis, C. difficile, Bacterias multirresistentes, rotavirus, patógenos emergentes y en situaciones especiales. La desinfección de dispositivos y equipos se realizará siguiendo la clasificación de los mismos en críticos, semicríticos y no críticos (Spaulding) basada en el riesgo de infección asociada a su uso, si hay discrepancia entre el nivel de reprocesamiento recomendados por el fabricante y el uso previsto del instrumento por criterios de Spaulding, se utilizará el nivel más alto de desinfección / esterilización. Los dispositivos y equipos de atención al paciente deben ser manejados de la misma manera independientemente de si conoce o no que el paciente esté infectado, los procedimientos estándar de desinfección y esterilización son adecuados para esterilizar o desinfectar los instrumentos o dispositivos contaminados con sangre y otros fluidos corporales de personas infectadas con patógenos emergentes: Virus hepatitis, VIH, Clostridium difficile, Cryptosporidium, Helicobacter pylori, E.coli 0157:H7, bacterias multirresistentes (MDR-TB, VRE, MRSA), SARS, coronavirus, influenza aviar, norovirus, agentes bioterroristas (ántrax, peste, viruela). Bacterias multirresistentes. La susceptibilidad de las bacterias a los antibióticos y a los desinfectantes es independiente. Varios estudios constatan que las cepas resistentes a los antibióticos comunes en los hospitales (Enterococcus, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, E. coli, S. aureus, S. epidermidis) son tan susceptibles a los desinfectan47 tes como las cepas sensibles. No se ha demostrado que las bacterias resistentes a los antibióticos sean menos sensibles a los germicidas químicos que las cepas sensibles, siempre que se respeten la concentración del producto y el tiempo de exposición recomendado. Una reducción en la susceptibilidad al agente germicida no se correlaciona con un fracaso del desinfectante porque las concentraciones usadas en la desinfección superan ampliamente el nivel bactericida. En estos casos no sería correcto utilizar la palabra “resistencia” y se prefiere el término “sensibilidad reducida” o “tolerancia aumentada” al desinfectante. Tampoco hay evidencia de que el uso de antisépticos o desinfectantes seleccione cepas resistentes a los antibióticos. El mecanismo de acción de antibióticos y desinfectantes es diferente. Los antibióticos son de acción selectiva y generalmente tienen un sitio diana único, inhibiendo un proceso específico. Los germicidas se consideran antimicrobianos inespecíficos, con múltiples mecanismos de acción y sitios diana y son efectivos frente a un amplio espectro de microorganismos. Clostridium difficile. Las esporas de Clostridium difficile contaminan las superficies inanimadas próximas a pacientes infectados o colonizados por esta bacteria, pueden sobrevivir durante meses, no son destruidas por la desinfección de manos estándar por fricción con alcohol y son resistentes a los agentes de limpieza habituales. Se recomienda realizar higiene de manos con agua y jabón para el arrastre de las esporas. Los jabones antisépticos con clorhexidina son una buena alternativa al uso de alcohol. Para la descontaminación ambiental de las superficies se recomiendan desinfectantes clorados (Ej.: lejía a concentraciones de al menos 1.000 ppm.) Patógenos emergentes como Cryptosporidium parvum, Helicobacter pylori, E. coli O157: H7, rotavirus, norovirus, coronavirus, micobacterias multirresistente son susceptibles a los desinfectantes y esterilizantes disponibles. Cryptosporidium es resistente a la concentración de cloro utilizada en el agua potable. C. parvum no es completamente inactivado por la mayoría de los desinfectantes (alcohol etílico, glutaraldehído, hipoclorito, ácido peracético, ortoftalaldehído, fenol, povidona-yodada y amonios cuaternarios), pero la limpieza de arrastre y el secado consiguen una rápida perdida de viabilidad y es totalmente inactivado por los métodos habituales de esterilización, vapor, oxido de etileno y gas plasma de peróxido de hidrógeno. Los norovirus son un grupo de virus RNA, no envueltos, antes conocido como virus tipo Norwalk. Son la causa más común de gastroenteritis epidémica, responsable de al menos 50% de los brotes de gastroenteritis en todo el mundo, y una causa importante de enfermedades transmitidas por alimentos. La higiene de manos con agua corriente y jabón normal o antiséptico es la forma más eficaz para prevenir la infección y controlar la transmisión, los desinfectantes de manos podría servir como un complemento, pero no sustituyen el lavado de manos con agua y jabón. Se recomienda desinfectar las superficies ambientales potencialmente contaminadas con una solución de hipoclorito sódico (lejía) a una concentración de 1000-5000 ppm o de otro producto comercial registrado con la EPA eficaz contra norovirus (lista de los productos aprobados por la EPA disponible en http:// www.epa.gov/oppad001/list_g_norovirus.pdf.) Enfermedad por virus ébola. Las superficies y objetos contaminados con sangre, otros fluidos corporales y secreciones o excreciones deben ser limpiadas y desinfectadas lo antes posible utilizando detergentes y desinfectantes. La limpieza de las superficies y los equipos del entorno del paciente deben hacerse de forma regular y frecuente, incluso en ausencia de contaminación visible. La aplicación de desinfectantes debe ir precedida de la limpieza para evitar la inactivación de desinfectantes por la materia orgánica. Para ello se recomiendan desinfectantes de uso hospitalario para superficies etiquetados como activos frente a virus encapsulados y activos en condiciones prácticas reales (ver sección I de esta guía) o una solución que contenga 1000 ppm de cloro libre - dilución 1:50 de una lejía con concentración 40-50 gr/litro. A esa concentración el hipoclorito sódico se comporta como un desinfectante de alto nivel con un tiempo de contacto de 10 minutos. Para inodoros y para los útiles de limpieza se recomienda una solución con 5000 ppm de cloro libre, dilución 1:10 del mismo tipo de lejía. A esa concentración el hipoclorito es esporicida con un tiempo de contacto de cinco minutos. ¿Es necesaria la desinfección de superficies? La contaminación por microorganismos del medio ambiente inanimado (superficies y equipos) puede tener relación con la propagación de infecciones asociadas a los cuidados sanitarios. Y existe evidencia de agentes patógenos que persisten en el entorno de los pacientes, estos reservorios ambientales incluyen Clostridium difficile, enterococos resistentes a van48 comicina, y el Staphylococcus aureus resistente a meticilina. Otros patógenos para los que hay pruebas de supervivencia probable en reservorios ambientales incluyen: norovirus, virus influenza, síndrome respiratorio agudo severo, coronavirus y especies de Candida. Por todo ello entre las estrategias para reducir la transmisión de infecciones se debe incluir la limpieza de superficies potencialmente contaminadas para evitar transmisión inadvertida de patógenos. La limpieza por sí sola, puede reducir la carga microbiana sobre una superficie y, si se utiliza junto con la desinfección, puede conducir a una significativa reducción en periodos más cortos de tiempo. En general no se requieren cambios en los productos o prácticas de limpieza para eliminar patógenos específicos. Las áreas con altas tasas de infección por C. difficile puede justificar el uso de hipoclorito por su actividad esporicida. Los desinfectantes comerciales utilizados para la limpieza del medio ambiente tienen actividad frente a la mayoría de los virus, incluyendo coronavirus y SARS siempre que sean preparados de acuerdo con las instrucciones del fabricante (los virus con envoltura son más susceptibles a los detergentes que los virus no envueltos). TABLA 1 RELACIÓN ENTRE LA RESISTENCIA INTRÍNSECA DE LOS MICROORGANISMOS Y LOS PROCESOS DE DESINFECCIÓN Y ESTERILIZACIÓN Priones Esterilización Esporas bacterianas Desinfección de alto nivel Micobacterias ( Mycobacterium tuberculosis, M. avium, Mchelonae) Protozoos (quistes): giardia, cryptosporidium) Virus pequeños sin evoltura lipídica (Virus hepatitis A y E,, rotavirus, poliovirus, pircornaviurs, parvovirus, rhinovirus, coxsachievirus, Norwalk-Norovirus) Desinfección de nivel intermedio Esporas fungicas (aspergillus, absidia) Hongos Virus grandes sin envoltura lipídica (enterovirus, adenovirusww) Desinfección de bajo nivel Formas vegetativas bacterianas y fúngicas: Bacterias Gram negativo ( pseudomonas, coliformes, salmonella) Bacterias Gram positivo (S. aureus) Candida spp Virus grandes con cubierta lipídica (VHB, VIH, VHC, Herpes simplex, varicela, Rubeola, CMV, VRS, V. Influenza) 49 Bibliografía Peláez B, Andrade R. Antisépticos y desinfectantes. Guía de buenas prácticas. Prevención y control de la infección nosocomial. SERMAS 2009;57-74. Agentes químicos en el ámbito sanitario. Escuela Nacional de Medicina del Trabajo (ENMT). Instituto de Salud Carlos III. Ministerio de Ciencia e Innovación. Madrid.2010;88-161. Silvia I. Acosta-Gnass, Valeska de Andrade Stempliuk. Manual de esterilización para centros de salud. Organización Panamericana de la Salud 2008 William A. Rutala, Ph.D., M.P.H., David J. Weber, M.D., M.P.H., and the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC). Guideline for Disinfection and Sterilization in Healthcare Facilities, 2008 Herruzo R. Desinfectantes en el Hospital. Todo Hospital. 1999;160:635-42. Best Practice Guidelines for Cleaning, Disinfection and Sterilization in Health Authorities. December 2011. Ontario Ministry of Health and Long-Term Care/Public Health Division / Provincial Infectious Diseases Advisory Committee Toronto, Canada Asensio A, Monge D. Epidemiología de la infección por Clostridium difficile en España. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2012;30(6):333-7. Peredo MA, Bright K, Gerba C. Controlde la infección hospitalaria por Clostridum difficile. Enf inf microbial. 2009;29(3):117- 8 Cohen S, Gerding D, Johnson S, Kelly C, Loo V, McDonald C et al Clinical Practice Guidelines for Clostridium difficile. Infection in Adults: 2010 Update by the Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA) and the Infectious Diseases Society of America (IDSA). Infect Control Hosp Epidemiol 2010; 31(5):431- 55 Guidelines Centers for Disease Control and Prevention. Updated Norovirus Outbreak Management and Disease Prevention. MMWR 2011;60(3):1-20. Hota B. Contamination, Disinfection, and Cross-colonization: Are Hospital Surfaces Reservoirs for Nosocomial Infection?. Clinical Infectious Diseases. 2004; 39:1182-9. WHO. Interim Infection Prevention and Control Guidance for care of patients with suspected or confirmed filovirus haemorrhagic fever in healthcare settings, with focus on ebola. Ginebra 2014 Sociedad Española de Sanidad Ambienta. Enfermedad de virus ebola y sanidad ambiental: Propuesta de procedimientos de limpieza y desinfección en ambientes extrahospitalarios, domicilios, espacios comunesy vehículos en caso de sospecha de EVE. Madrid 2014 Hernández-Navarrete MJ, Celorrio Pascual JM, Lapresta Moros C et al. Fundamentos de antisepsia, desinfección y esterilización. Enf Inf Microb Clin 2014 (en prensa). 50 IV. PRODUCTOS QUÍMICOS: ALDEHÍDOS Aurora Sacristán Los aldehídos que se han utilizado como desinfectantes son el formaldehido, glioxal, glutaraldehído y ortoftalaldehído (OPA). Aunque el modo de acción es en todos ellos semejante, las presentaciones, usos y peculiaridades difieren entre sí, por lo que se mencionarán separadamente. El glioxal únicamente se presenta como un componente más de soluciones para desinfección enérgica de superficies, junto con formaldehido y con glutaraldehído, a los que presta una acción sinérgica. Actualmente, los aldehídos en el mundo sanitario se han sustituido por otros productos con menos efectos adversos para la salud y el medio ambiente. Mecanismo de acción. La actividad microbicida de los aldehídos se debe fundamentalmente a la alquilación de diversos grupos químicos de los microorganismos: sulfhidrilos, hidroxilo, carboxilo y amino, que altera a su vez las estructuras de los ácidos nucleícos y la síntesis proteica. Los aldehídos son Desinfectantes de Alto Nivel (DAN). Son agentes no corrosivos y seguros para usarse en la mayoría de los dispositivos. Sin embargo, pueden fijar el material orgánico, por lo que es particularmente importante retirar cualquier resto adherido antes de su desinfección. Los DAN son activos contra bacterias vegetativas, virus (incluso virus no lipídicos, sin envoltura), hongos y micobacterias. Si se les permite actuar durante tiempos de contacto extendidos, también pueden mostrar cierta actividad contra esporas de bacterias. Los DAN se utilizan para desinfectar dispositivos sensibles al calor y semicríticos, como los endoscopios de fibra óptica sensibles. acre e irritante. Polimeriza rápidamente, este proceso se retrasa en presencia de agua, por ello, el formaldehído comercial es una solución acuosa que contiene entre un 37 y un 50% de formaldehído en peso, las soluciones acuosas suelen contener metanol como inhibidor de la polimerización. En el ambiente sanitario, habitualmente, se utilizan disoluciones con un 3,7% - 4% de formaldehído y un 0,5% - 1,5% de metanol. El formaldehído-alcohol se ha dejado de utilizar como esterilizante químico o desinfectante de alto nivel, ya que es irritante y tóxico y no se utilizan comúnmente. El para formaldehído es un polímero sólido del formaldehído que desprende vapores de formol por calentamiento. Nivel de actividad. La actividad antimicrobiana varía con la concentración de sus soluciones acuosas. Es virucida a la concentración de 2% de formalina, aunque los poliovirus requieren un 8%, en 10 minutos. Es tuberculicida la solución al 4 % en 2 minutos. Incluso en presencia de materia orgánica el formaldehído al 2,5 % inactiva S. typhi en 10 minutos. La acción esporicida es más lenta que la del glutaraldehído, un 4 % de formaldehido acuoso requiere 2 horas de contacto. Efectos adversos. Es una sustancia tóxica, por lo que la exposición debe reducirse al máximo. Actualmente su uso como desinfectante en el ámbito clínico se encuentra bastante restringido, dado su olor, el efecto irritante de sus vapores y la sospecha de acción cancerígena. Los estudios indican que el formaldehído es un mutágeFORMALDEHÍDO no y carcinógeno potencial humano. Características. En el medio laboral la principal vía de exposición es la inhalatoria, ya que la sustancia es muy voláEl formaldehído (llamado también aldehído fórmico, til y se deposita fácilmente en las vías respiratorias, metanal, aldehído metílico) se ha empleado como principalmente en las superiores. Al utilizarse en didesinfectante y esterilizante, en estado líquido y ga- solución acuosa, también existe riesgo por contacto, seoso respectivamente. La solución acuosa llamada pero la absorción cutánea es reducida. La ingestión formol o formalina, contiene 37% de formaldehido. de formaldehído puede ser mortal, y la exposición a A temperatura ambiente es un gas incoloro con olor largo plazo a niveles bajos en el aire o en la piel pue51 de causar problemas respiratorios similares al asma e irritación de la piel. Su posible efecto cancerígeno es objeto de controversia. La Occupational Safety and Health Administration (OSHA) señala que el formaldehido es potencialmente carcinogénico (cáncer nasal y pulmonar) y estableció como límites de exposición laboral un TLV-TWA de 8 horas de 0,75 ppm y un TLVSTEL (15 min) de 2 ppm. Está clasificado como de categoría 1 (carcinogénico para el ser humano) según la IARC (International Agency for Research on Cancer) pero estudios recientes ponen en duda esta clasificación. En la Unión Europea, el formaldehido esta clasificado como cancerígeno de categoría 3 ,sustancia cuyo posible efecto carcinogénico en el hombre es preocupante, pero de la que no se dispone de información suficiente para realizar una evaluación satisfactoria. Hay algunas pruebas procedentes de análisis con animales, pero que resultan insuficientes para incluirlas en la segunda categoría. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) no clasifica al formaldehido como cancerígeno pero si como sensibilizante y recoge la clasificación de la IARC. Establece 0,3 ppm (0,37 mg/m3), el valor límite ambiental para exposiciones cortas (LEP-VLA-EC) a formaldehído. por vapor de formaldehído no está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) para su uso en instalaciones sanitarias. El paraformaldehído se ha empleado en la descontaminación gaseosa de cabinas de seguridad biológica de flujo laminar. Actualmente, el formol se utiliza principalmente para fijación de muestras de tejidos. Debido a sus propiedades desinfectantes es un buen conservante, por lo que además de fijar, también se utiliza para conservar las muestras de tejidos (piezas anatómicas), órganos e incluso cadáveres (embalsamamiento). En la industria sanitaria se emplea para preparar vacunas antivíricas, por ejemplo, polio y gripe. Seguridad en el manejo. El control de la exposición se basa en la determinación de formaldehído en aire. El tratamiento de áreas o superficies de trabajo requiere proporcionar un adecuado número de renovaciones hora del ambiente. El número de estas renovaciones hora vendrá determinado por las características del de la zona de trabajo, y los procesos que se desarrollen. Para prevenir sus efectos tóxicos es necesario reducir al mínimo posible su presencia en el puesto de trabajo, proteger al trabajador frente a salpicaduras y Compatibilidad. contactos directos con la piel y establecer un plan de formación e información del personal que lo maneja. Buena compatibilidad. Se utilizaba para esteriliza- Los equipos de protección individual recomendados ción de material termosensible. No se inactiva en generalmente para trabajar con formaldehído son los presencia de materia orgánica. que protegen de contacto dérmico y de salpicaduras, como guantes, delantales, gafas y máscara facial. Si Recomendaciones de uso. se pretende evitar completamente la inhalación de vapores, debe recurrirse a la utilización de equipos Se tiende a eliminar su uso, o bien a reducir la ex- de protección respiratoria. posición al máximo, tomando las correspondientes medidas de corrección. Impacto ambiental. Se ha empleado como elemento potenciador junto al glioxal y el glutaraldehído en soluciones para frega- El formaldehido está presente en el medio ambiente do de superficies, particularmente de áreas críticas como resultado de procesos naturales y artificiales sanitarias. Se ha empleado ampliamente en la desin- (oxidación fotoquímica de compuestos orgánicos fección de las vías de fluido internas de las máqui- volátiles en la troposfera, emisiones de algunas bacnas de diálisis, en forma de solución acuosa al 1-2%, terias, algas y vegetales, primeros estadios de desaunque después de esa aplicación el equipo debe ser composición, combustiones de carburantes, etc.). profusamente irrigado para asegurar que no queden Además, se encuentra de forma natural en pequeñas restos. También se utilizó en cámaras para desinfec- cantidades en el organismo al producirse durante el ción de incubadoras, neutralizando sus restos con ga- metabolismo normal. ses de amoniaco. Se ha utilizado históricamente para Es extremadamente inflamable. Las mezclas gas/aire esterilizar instrumentos quirúrgicos, especialmente son explosivas. Tóxico para organismos acuáticos. cuando se mezcla con etanol. Se ha empleado for- Contaminante tóxico para el aire. La biodegradación maldehido 2 % con vapor a baja presión en cámaras se lleva a cabo en pocos días. No verterlo al alcande esterilización en frío. El sistema de esterilización tarillado. 52 GLUTARALDEHÍDO Características. El glutaraldehído es un dialdehído saturado, líquido con olor penetrante, que se utiliza, solo o en combinación con otros productos, como un desinfectante de alto nivel y esterilizante químico. Es eficaz y relativamente barato y no estropea los endoscopios, sus accesorios, o los equipos automáticos de procesado. Sin embargo, plantea problemas con respecto a la salud, inocuidad y cuidado del medio ambiente por lo que en los últimos años su uso está en claro retroceso. Menos tóxico y más potente que el formaldehído. Nivel de actividad. Las soluciones acuosas son ácidas, pero en este estado no es esporicida, por lo que para llegar a este efecto tiene que activarse con la adición de agentes alcalinizantes (pH 7.5 a 8.5). Una vez activada tiene una disponibilidad de uso de al menos 14 días, gracias a un fenómeno de polimerización de las moléculas de glutaraldehído a pH alcalino. El problema de la rápida pérdida de actividad se ha ido resolviendo introduciendo formulaciones diversas, como glutaraldehído-fenolato sódico, glutaraldehído ácido potenciado, glutaraldehído alcalino estabilizado, hasta alcanzar una vida útil de hasta 30 días. In vitro se ha comprobado que la solución acuosa del 2 % a pH 7,5-8,5 presenta rápida acción bactericida (formas vegetativas) en menos de 2 minutos. También rápida actividad, menos de 10 minutos, como fungicida y virucida (incluso virus pequeños sin envuelta). Actividad micobactericida (M. tuberculosis) en 20 minutos. Su acción tuberculicida es más lenta (de 20 a más de 30 minutos) que otros desinfectantes (formaldehido, fenoles,). Su acción esporicida es aún más lenta, 3 horas. Las esporas de C. difficile se inactivan más rápidamente que las esporas de otras especies de Clostridium y Bacillus. Se han observado microorganismos resistentes a glutaraldehído, como algunas micobacterias (M. Chelonae, M. avium M. intracellulare) y Cryptosporidium. Se considera que 20 minutos a temperatura ambiente (20ºC) es el tiempo de exposición mínimo necesario para eliminar de forma fiable micobacterias y otras bacterias vegetativas con glutaraldehído ≥ 2 %. No obstante, algunas micobacterias atípicas son menos susceptibles y pueden requerir 60 minutos para obtener el mismo nivel de desinfección. Efectos adversos. Al glutaraldehído se le considera un producto irritante (vías respiratorias) y también sensibilizante para piel y mucosas (dermatitis de contacto). En exposiciones de corta duración y aun a bajas concentraciones, produce irritación de las mucosas y especialmente del tracto respiratorio superior. Su uso clínico es limitado debido a su toxicidad. Ha sido retirado del uso en algunos países. Se puede estar expuesto a niveles elevados de vapor o aerosoles de glutaraldehído cuando el equipo se procesa en habitaciones mal ventiladas, cuando se producen derrames, cuando las soluciones de glutaraldehído se activan o cuando se utilizan baños de inmersión abiertos. La exposición aguda o crónica puede dar lugar a irritación de la piel o dermatitis, irritación de las mucosas (ojos, nariz, boca) y síntomas pulmonares. También se han observado epistaxis, dermatitis de contacto alérgica, asma y rinitis. Tóxico (quemaduras) por ingestión. Se ha comunicado algún caso de colitis pseudomembranosa después del uso en endoscopios, atribuyéndose al inadecuado enjuagado posterior. Compatibilidad. Su compatibilidad es excelente. Desinfectante de Alto Nivel en frío de materiales quirúrgicos: metal, vidrio, goma, plástico y caucho No se inactiva por la presencia de materia orgánica, pero coagula la sangre y puede fijar tejidos a la superficie de los aparatos; por lo tanto, es muy importante una adecuada limpieza previa. En general, no es corrosivo para metales (el glutaraldehído ácido presenta cierto efecto corrosivo) y no daña los instrumentos con lentes. Es incompatible con otros desinfectantes, hipoclorito (lejía), peróxido de hidrógeno, ácido peracético y amoniaco. Recomendaciones de uso. Presentaciones. Su principal indicación es como DAN para materiales semicríticos sensibles al calor, tales como endoscopios flexibles, instrumentos dentales, transductores, equipos de anestesia y terapia respiratoria, instrumental de ORL y oftalmología, máquinas de hemodiálisis, y otros materiales de goma o plástico que no soporten el calor. No debe utilizarse para la limpieza de superficies no críticas, ya que es demasiado tóxico y costoso. La mayoría de los preparados se pueden utilizar tanto de forma manual como para equipos automáticos 53 de reprocesamiento (AER) de endoscopios. Se debe resaltar que, lo mismo que ocurre con otros desinfectantes de alto nivel, su empleo manual requiere lavar el material, los lúmenes incluidos, aclarar y secar, luego sumergir en el preparado el tiempo preciso y aclarar con agua estéril. Como suele tratarse de preparados reutilizables varias veces, debe de comprobarse previamente a su uso que la solución mantiene la concentración mínima recomendada (MCR), por medio de las específicas tiras químicas reactivas de control. Los estudios sugieren que el 1,0% -1,5 % de glutaraldehído ≥ 2% es la concentración mínima eficaz de soluciones de glutaraldehído cuando se utiliza como DAN. El glutaraldehído ≥2% a temperatura de 20-25ºC, requiere de 20 a 90 minutos para desinfección de alto nivel y precisa de unas 10 horas para actuar como esterilizante químico a dicha temperatura. Glutaraldehído 2,5%, a temperatura de 35ºC, actúa en 5 minutos como esterilizante químico pero su uso está limitado en los reprocesadores automáticas de endoscopios. Presentaciones del glutaraldehído: - Alcalino: 2%-3,4% - Ácido: 0,2-2,5%; menos tóxico que el alcalino pero no mejora su actividad antimicrobiana. - Mezcla de glutaraldehído 1,12% con Fenol/ Fenolato 1,93% (dilución 1:8). Modos de empleo: - Manual: alcalino, inmersión de 20-45 minutos; fenolato, inmersión 20 minutos. - Automática: alcalino o ácido: al 2,5%, 5 minutos a 35ºC.0,2-1%: de 7-12 minutos a 60ºC; Seguridad en el manejo. Se deben realizar controles ambientales periódicos, cuya periodicidad depende del grado de exposición que se de o siempre que se modifiquen los procedimientos de aplicación. Los límites de exposición profesional (LEP) para agentes químicos en España asignan al glutaraldehído, año 2013, un valor límite ambiental para exposiciones cortas (VLA-EC de 15 minutos) de 0,05 ppm (0,2 mg/m3). La OSHA no fija un límite de exposición, pero la ACGIH (American Council of Governmental Industrial Hygienists) establece que si el nivel de glutaraldehído es mayor que el límite máximo de 0,05 ppm, se deben implantar acciones correctoras. Se debe manipular alejado de toda llama o fuente de chispas o calor, eliminar rápidamente los derrames, recogiéndolos con papeles o paños absorbentes que una vez utilizados se depositarán en recipientes herméticos y trabajar en zonas bien ventiladas. Se recomiendan sistemas de aire que proporcionen 7-15 renovaciones de aire por hora, equipos de protección individual y procesadores automáticos de endoscopios. Los equipos recomendados son los que protegen de contacto dérmico, y de salpicaduras, como guantes, delantales, gafas y máscara facial. Si se pretende evitar completamente la inhalación de vapores, debe recurrirse a la utilización de equipos de protección respiratoria certificados. Impacto ambiental Es una sustancia nociva para el medio ambiente y muy tóxica para los organismos acuáticos. Se recomienda evitar verter el producto al alcantarillado público; la eliminación de glutaraldehído es objeto de gran preocupación medioambiental. No debe verterse tal cual directamente en el sistema de alcantarillado. Se debe diluir hasta una concentración menor a 5 ppm, para permitir su descomposición natural. Alternativamente puede usarse bisulfato de sodio para neutralizarlo en caso de que sea eliminado al alcantarillado. ORTOFTALALDEHÍDO (OPA) Conocido con la denominación abreviada de OPA, es una solución del 0,55 % de 1,2-bencenodicarboxilaldehido. Es un desinfectante de alto nivel y se utiliza como sustituto del glutaraldehído 2%. Líquido transparente, de color azul pálido, se presenta a pH 7,5, pero mantiene estabilidad en un amplio rango de pH (3-9). Es menos tóxico pero más caro que el glutaraldehído y presenta varias ventajas potenciales sobre el glutaraldehído. No es irritante para los ojos y fosas nasales, no requiere monitorizar la exposición, tiene un olor apenas perceptible, y no requiere activación. Nivel de actividad. Los estudios han demostrado una excelente actividad microbicida in vitro. En comparación con el glutaraldehído 2% tiene mejor y más rápida actividad micobactericida (reducción de 5-log10 en 5 min.). Es activo incluso contra micobacterias resistentes a este último (M. Chelonae). El tiempo medio necesario para reducir 6-log10 de M. bovis utilizando 0,21 % OPA es de 6 minutos, en comparación con los 32 54 minutos que precisa glutaraldehído 1,5 %. Amplio espectro como fungicida. Actúa también como virucida. No es recomendable su uso como esporicida puesto que puede requerir un tiempo de exposición muy prolongado (superior a 24 horas). Se observó que OPA al 0,5% no tiene acción esporicida con 270 minutos de exposición. El nivel de actividad biocida se relaciona directamente con la temperatura. Se observó una reducción de más del 5-log10 de esporas de B. atrophaeus en 3 horas a 35ºC , mientras que se precisan mas de 24 horas a 20ºC para conseguir este efecto. Efectos adversos. Aunque esta sustancia es peligrosa en estado puro, debido a la baja concentración a que se utiliza, los preparados no suelen estar clasificados como peligrosos para la salud. No existen Valores Límites Ambientales. No irrita las mucosas, aunque por contacto, provoca irritación de los ojos. Es prácticamente inodoro y no emite emanaciones nocivas. No es necesario vigilancia ambiental pero si utilizarlo en zonas bien ventiladas, utilizando guantes y gafas de protección. La exposición repetida puede provocar hipersensibilidad en algunos pacientes con cáncer de vejiga pero numerosos estudios han visto que era debido a la no correcta eliminación de los residuos en los cistoscopios Presentaciones: al 0,55% y al 0,055% (limitado a máquinas automáticas). Modos de empleo: - Inmersión manual: 0,55%, 12 minutos (EE. UU.), 5 minutos en Europa - Desinfección automática: 0,055%, 5 minutos a 50ºC; 0,55%, 5 minutos a 25ºC Las indicaciones de tiempo de los fabricantes de la solución OPA 0,55% a 20 º C varían en todo el mundo (por ejemplo, a 5 minutos en Europa, Asia, y Latino América, a 10 minutos en Canadá y Australia, y 12 minutos en Estados Unidos). Esto se debe a diferencias en la metodología y los requisitos para obtener la licencia de prueba. La disponibilidad de uso es de 14 días. La concentración mínima recomendada (MCR) es decir, la concentración más baja de en la que el producto es todavía activo es de 0,3% de OPA. Seguridad en el manejo. Requiere adiestramiento para su manejo y así evitar los potenciales efectos adversos. Según su uso, se deben utilizar equipos de protección personal, por ejemplo, guantes, protección de ojos y boca, batas. Los aparatajes deben ser lavados a fondo tras su desinfección para evitar la decoloración de la piel o muCompatibilidad. cosas del paciente. Aunque no esté clasificado como peligroso, el vapor Excelente compatibilidad con materiales. Resistente es irritante de ojos, nariz y garganta y, por ello (tiene a la materia orgánica. No parece dañar a los equipos, asignadas las siguientes frases S: pero al igual que otros aldehídos puede manchar y provocar reacciones cruzadas con material proteico - S24/25: Evite el contacto con los ojos. y la y teñir de gris todo tejido o superficie (piel, ropa) piel. que contenga proteínas, si no se manipula con pre- S61: Evítese su liberación al medio ambiencaución. No coagula la sangre ni fija tejidos a las sute. perficies. Impacto ambiental. Recomendaciones de uso. Presentaciones. El preparado que contiene una concentración del Aprobado por la Food and Drug Administration 0,55% de OPA, únicamente está clasificado como (FDA) en 1999, se presentó como una alternativa peligroso para el medioambiente. Nocivo para los para reemplazar al glutaraldehído 2% para desinfec- organismos acuáticos y puede provocar, a largo plación de alto nivel de material semicrítico. No requie- zo, efectos negativos en este medio ambiente. Se resre activación. tringe su eliminación por el sistema de alcantarillado público. 55 Bibliografía Rural WA, Weber DJ; Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee. Guideline for disinfection and sterilization in whealthcarefacilities, 2008. Atlanta, GA: CDC. Published November 2008. [Consultado: 14 enero, 2014.] Disponible en: http://cdc.gov/ncidod/dhqp/pdf/guidelines/Disinfection_Nov_2008.pdf. European Commission: Occupational Exposure Limits. Recommendations of Scientific Committee for Occupational Exposure Limits (SCOEL) to Chemical Agents. [Consultado: 7 febrero 2014 ] Disponible :http://ec.europa.eu/social/main.jsp?catId=153&langId=en&intPageId=684 Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Guía Técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición a agentes químicos presentes en los lugares de trabajo. INSHT. Madrid, 2013. Espona Quer, M., Salas Sánchez,E. Recomendaciones sobre el uso de desinfectantes en el ámbito sanitario. Butlletí d’informació terapèutica del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, Vol. 24, núm. 1. Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2013 Rutala WA, Weber DJ; Guideline for Disinfection and Sterilization of Prion-Contaminated Medical Instruments Infect Control Hosp Epidemiol, 2010; 31 (2): 107-17. Prieto de Lamo G, Rey Liste MT. Efectividad y seguridad del orto-ftalaldehído en la desinfección de alto nivel de material sanitario. Santiago de Compostela. Consellería de Sanidade, Axencia de Avaliacion de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia, avalia-t;2005. Serie Avaliación de Tecnoloxías. Consultas técnicas; CT 2005/02. Rutala WA, Weber DJ. How to assess disease transmission when there is a failure to follow recommended disinfection and sterilization principles. Infect Control Hosp Epidemiol 2007; 28:519–24. WGO (World Gastroenterology Organization)/WEO (World Endoscopy Organization) Global Guideline Endoscope disinfection. WGO, 2011. [Consultado: 12 febrero, 2014.] Disponible en: http://www.worldgastroenterology.org/assets/downloads/es/pdf/guidelines/desinfeccion_de_endoscopios.pdf 56 V. PRODUCTOS QUÍMICOS: FENOLES, AMONIOS Rafael Herruzo FENOL Y DERIVADOS TENSOACTIVOS; AMONIOS CUATERNARIOS Fueron ya usados en cirugía durante el siglo pasado, e incluso se consideraron referencia para medir el poder de otros desinfectantes (coeficiente fenol), pero en la actualidad son poco utilizados en Medicina, excepto unidos a otros productos, para mejorar su eficacia o estabilidad. Mas que el fenol se suelen usar sus derivados, “derivados fenólicos”, consistentes en sustituir uno de los hidrógenos del fenol por cadenas carboxílicas, átomos de halógenos, grupos fenilo etc., como por ejemplo ortofenilfenol, clorofenol, bifenoles como irgasan o hexaclorofeno, derivados como el tricloxan, etc. Compuestos que actúan sobre la superficie, con acciones humidificante, emulsionante y espumante, muchas veces más activas que la propia de un detergente (limpiadora). Según el signo de la carga eléctrica se distinguen: 1) Tensoactivos catiónicos o Amonios cuaternarios: polo hidrófilo cargado +, con gran efecto bactericida. 2) Tensoactivos aniónicos: polo hidrófilo cargado negativamente, con gran efecto detergente. 3) Tensoactivos anfóteros, polo hidrófilo cargado + y Mecanismo de acción. Producen destrucción de las membranas plasmáticas, -, comparten los dos efectos anteriores. precipitación de proteínas, inactivación de enzimas y pérdida de iones como K+. Mecanismo de acción. Estos compuestos se acumulan en una capa orienEspectro antimicrobiano. Poseen un espectro de actividad antimicrobiana me- tada, en la interfase agua bacteria, ya que tienen una dio (los clorofenoles actúan mejor ante Gram-ne- porción hidrófoba (que huye del agua, agregándose gativos y algunos virus mientras que los bifenoles en ella) y una hidrófila (que tiende a permanecer en son más eficaces frente a Gram positivos, pero todos contacto con el agua). La porción hidrófoba es preellos son poco activos ante micobacterias y práctica- dominantemente hidrocarbonada. La hidrófila presenta una estructura altamente polar. mente nada ante esporas. Su actividad se incrementa al aumentar el número de átomos de carbono en la porción hidrófoba, pero este Usos. Se emplean como desinfectantes de superficies o efecto disminuye en cadenas excesivamente largas, bien para potenciar la eficacia de otros productos debido a que la gran insolubilidad del compuesto (ejemplo, glutaraldehido). Otros como tricloxan, se favorece la formación de agregados, en los cuales emplean en jabones o en cremas por su poder anties- las regiones hidrófilas se orientan hacia afuera y las tafilocócico o bien como conservantes de cremas o hidrófobas hacia adentro. soluciones cosméticas. Efectos adversos. Pueden ser absorbidos por material poroso, por lo que su acción residual puede ser buena pero también su capacidad de irritación de tejidos humanos o despigmentación de la piel. Además se han asociado a hiperbilirrubinemia en neonatos que se bañaban en recipientes lavados con fenólicos y no se aclaraban bien, o incluso se considera que el hexacorofeno en jabón, ha producido degeneración del tejido nervioso de los neonatos, por lo que se retiró del comercio. Mecanismo de acción. El mecanismo de acción es múltiple: adsorción a los microorganismos, penetración y reacción con la membrana celular desorganizándola, liberación de componentes citoplasmáticos, degradación de proteínas y ácidos nucleicos e inducción de lisis celular. Espectro antimicrobiano de los dos grupos de tensoactivos más importantes: 57 a) Amonios cuaternarios (tensoactivos catiónicos), tienen un nitrógeno con valencia 5 , de los cuales 4 enlaces los ocupan cadenas hidrocarbonadas y se presentan en forma de sales, como por ejemplo, cloruro de benzalconio, cloruro de dimetil- dialquil-amonio, cloruro de alquil-didecil-dimetil-amonio, bromuro de didecil-dimetil-amonio, etc. Estos dos últimos pertenecen a la cuarta generación de amonios cuaternarios, que llevan dos cadenas de deciles, para ser más resistentes a los restos de materia orgánica. Son bastante activos sobre formas vegetativas de bacterias, máxime frente a Gram-positivos, algo menos eficaces frente a Gram-negativos (que incluso pueden vivir en algunas soluciones de estos productos), también son activos sobre hongos y protozoos, pero apenas tienen eficacia sobre esporas, micobacterias y virus, sobre todo los que no tienen envuelta lipídica. Aniónicos: Lavado habitual de personal sanitario, pacientes, etc. y es una práctica fundamental en el control de la transmisión de la infección hospitalaria, máxime cuando las manos están manchadas macroscópicamente, situación en la que no deben ser sustituidos por higienización con soluciones alcohólicas. b) Tensoactivos aniónicos (jabones habituales), su principal acción es detergente mas que antimicrobiana. Se ha verificado que los tensoactivos aniónicos (ejemplo lauril sulfato de sodio y lauril dietilenoglicol éter sulfato de sodio) presentan la capacidad de humectación más rápida que los tensoactivos catiónicos, por ello aunque tengan menor eficacia bactericida que los catiónicos, logran eliminar la mayoría de la flora adquirida por las manos del personal sanitario. En los últimos años se han presentado en el mercado otros derivados catiónicos, que se clasifican como “aminas terciarias”, en las que al átomo de nitrógeno solo se unen 3 cadenas hidrocarbonadas. Su eficacia es parecida a los amonios cuaternarios pero se las describe como mas eficaces ante micobacterias, por lo que se suelen unir a tensoactivos catiónicos con la intención de obtener desinfectantes de alto nivel, pero al final son menos eficaces que OPA o acido peracético, según se ha comprobado en un estudio comparativo de diversos productos con aminas terciarias y estos dos desinfectantes de alto nivel. Aplicaciones Catiónicos: desinfección de instrumental (nivel intermedio) y superficies. Si se unen a alcohol se utilizan para antisepsia de manos. Toxicidad y efectos adversos Productos catiónicos: deterioro del material, si no se usan a concentración adecuada y sensibilización de los usuarios a pesar de ir a concentración adecuada, en uso reiterado. Así, se han descrito dermatitis de contacto cuando están en soluciones alcohólicas, a pesar de ir a una concentración muy baja. Productos aniónicos: sensibilización y dermatitis de contacto en uso reiterado, pero que ocurre con menor frecuencia que con los catiónicos. Bibliografía Herruzo Cabrera R, Garcia Caballero J y Domínguez Rojas V. Esterilización y desinfección. En: Piédrola Gil. Medicina Preventiva y Salud Pública. 11ª edición. Barcelona: Masson-Elsevier, 2008.Cap 37. p 489501 J.M. Arévalo, J.L. Arribas, Mª.J. Hernández, M. Lizán. Coordinador: R.Herruzo. Grupo de trabajo sobre desinfectantes y antisépticos. GUÍA DE UTILIZACIÓN DE ANTISÉPTICOS. Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Publica e Higiene. Medicina Preventiva 2001; 7: 17-23 WRutala WA, Weber and the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee. Guideline for Disinfection and Sterilization in Healthcare Facilities, CDC. 2008 WHO Guidelines on Hand Hygiene in Health Care. World Health Organization. 2009 Herruzo-Cabrera R, Vizcaino-Alcaide MJ, Rodriguez J. Comparison of the microbicidal efficacy on germ carriers of several tertiary amine compounds with ortho-phthalaldehyde and Perasafe. Journal of Hospital Infection. 2006; 63: 73- 78. 58 VI. PRODUCTOS QUÍMICOS: OXIDANTES Jose Luis Vaquero Puerta Nivel de actividad. Según ensayos, las soluciones líquidas de los peróxidos muestran una probada eficacia germicida, incluidas micobacterias, dependiendo de la concentración ensayada y del tiempo de exposición. En razón de los resultados se han aprobado diferentes preparados para DAN, mencionados en presentaciones y sus usos. La solución líquida de APA llega a destruir completamente (nivel de log10) a agentes como M. Chelonae, E. faecalis y esporas de B. atrophacus, por lo que dentro de cámara cerrada se considera agente esterilizante. Diferentes agentes químicos tienen actividad antimicrobiana oxidativa, algunos combinada con otros mecanismos de acción: halogenados, de cloro y yodo; dióxido de cloro; ozono; permanganato de potasio, y los peróxidos o peroxigénicos, el ácido peracético, peroxiacético o peroxietanoico (APA, PAA) y el peróxido de hidrógeno o dióxido de dihidrógeno. PERÓXIDOS De antiguo conocidos, han adquirido gran importancia en la actualidad, cuando se ha comprobado su alta eficacia en determinadas preparaciones, algunas hasta el nivel de esterilidad, su amplio margen de seguridad para pacientes y usuarios, su degradación inocua y respeto del medio ambiente. Se utilizan en presentaciones líquidas para desinfección de alto nivel (DAN) y en formas gaseosas para la desinfección de superficies vía aérea (DSVA) de los centros sanitarios. Los peróxidos no se inactivan en presencia de materia orgánica y reducen el riesgo de aparición de biofilms sobre las superficies expuesta. El peróxido de hidrógeno no fija a las proteínas y acrecienta la remoción de materias orgánicas, y el APA permanece activo ante restos inorgánicos y orgánicos. Todo lo cual no excusa la consiguiente limpieza previa de los dispositivos a procesar con ellos. Mecanismo de acción. La acción oxidativa se ejerce sobre las macromoléculas, desnaturalizando las proteínas, rompiendo la permeabilidad de las membranas lipídicas celulares, actuando sobre el DNA, RNA; Hay diferencias en el rango de oxidación relacionadas con la formulación y el estado físico, en particular entre la solución líquida y la forma gaseosa del peróxido de hidrógeno. Los microorganismos aerobios y anaerobios facultativos poseen sistemas citocromo que producen catalasas que degradan el peróxido metabólicamente producido a agua y oxígeno, pero esta defensa es totalmente superada por las concentraciones del peróxido usadas en desinfección. Las formas gaseosas del peróxido de hidrógeno tienen comprobada actividad frente a bacterias, entre ellas las hospitalarias multirresistentes o Clostridium difficile, virus e, incluso, priones. Este comportamiento ha promovido su empleo tanto en DSVA, como en cámaras de esterilización de material clínico en frío. Toxicidad/seguridad: APA y peróxido de hidrógeno son bien tolerados. Solo la solución de APA tiene un punzante olor a vinagre, más fuerte en altas concentraciones. El contacto con ellas puede irritar las mucosas. En el caso del peróxido de hidrógeno, se han descrito colitis pseudomembranosa, después de su uso en endoscopios insuficientemente enjuagados. El manejo de las soluciones líquidas no requiere controles ni especiales precauciones ambientales. La exposición al vapor de peróxido de hidrógeno irrita los ojos, nariz, garganta y pulmones, pero no se han descrito efectos carcinogenéticos en humanos. En el uso de las presentaciones gaseosas la seguridad de los pacientes y del personal de todas formas se garantiza al ser aplicadas en salas selladas, sin sustancias tóxicas añadidas y al eliminarse los restos del gas antes de su reapertura. Estabilidad. La estabilidad del APA depende de su concentración, mayor estabilidad a mayor concentración, por Ej., la solución al 1% pierde la mitad de su potencia en 6 días, mientras que al 40% pierde el 1-2% de sus ingredientes activos por mes. El peróxido de hidrógeno es muy estable, aunque la luz afecta su estabilidad por lo que se ha de almacenarse en contenedores opacos, siendo su descomposición en contenedores pequeños menor del 2% por año a temperatura ambiente. 59 Compatibilidad: Las soluciones líquidas de los peróxidos en concentraciones suficientemente altas pueden corroer algunos metales: cobre, latón, latón cromado, bronce, carburo de tungsteno, plata Monel S, acero puro o niquelado, aluminio o hierro galvanizado, en inmersión prolongada. Se han señalado cambios funcionales y de apariencia en sus equipos después de la exposición al peróxido a alta concentración (7,5 %), pero estos efectos se han obviado con fórmulas comerciales específicas, las nuevas a baja concentración (2 %), modificaciones del pH y adición de agentes anticorrosión, que evitan la agresión de las superficies de los materiales. De las formas gaseosas, el vapor seco del peróxido de hidrógeno es compatible con la exposición al mismo de equipos de alta tecnología médica, incluso electrónicos y aún permaneciendo conectados, dada la limitada concentración ambiental, la sencillez del proceso químico (sin mediar otras moléculas), y dejando únicamente como productos finales oxígeno y agua (ésta bajo proceso de desecación). Pero es absorbido por las celulosas por lo que deben retirarse del lugar donde se aplique. Sin embargo, el ozono gas, también germicida, es muy reactivo sobre las superficies, por lo que tales instrumentos han de ser estrictamente evaluados respecto a su compatibilidad. Impacto ambiental: El peróxido de hidrógeno y el ácido peracético se descomponen en productos no nocivos para el medio ambiente: ácido acético, agua, oxígeno. Presentaciones/Usos. Como desinfectantes, las aplicaciones más significativas son la Desinfección de alto nivel (DAN) de productos sanitarios, y la Desinfección de superficies vía aérea (DSVA), también se utilizan en esterilización. Solución al 1/1000 a 20ºC, lista para usar, se presenta en dos versiones, manual y para AERs; es reutilizable durante 14 días y se dispone de tiras reactivas de control de actividad. Otra, en versión manual, es esporicida en 5 minutos, activa 3 días o 50 ciclos, y en versión para máquinas, esporicida en 2 minutos y activa en 7 días o 70 ciclos. Solución del 2 % (>1000 mg/l), con anticorrosivos y tampones para protección del material; se anuncia como esporicida en 30 min. y también dispone de tiras reactivas de control. Solución generadora de iones de peracetato, a base un concentrado de tetraacetilendiamina (42 %) y percarbonato sódico (37,8%), un carbonato sódico peroxihidratado; es necesaria la renovación diaria de la solución; reacciona con sales de metales pesados y agentes reductores; admite monitorización por tiras reactivas. Combinación de ácido peracético (APA) (0,18 g/100 ml) con una adamantina modificada, el adazone (5,7-difenil-1,3 diazoadamantan-6-one); Actúa en 5 minutos como desinfectante de alto nivel y en 10 como esporicida. Dispone de alta lipofilia y baja tensión molecular. Mantiene su actividad 21 días en uso real, controlable con tiras de concentración. CMR de 0,05. Existen algunas variantes sin diferencias sustanciales. PERÓXIDO DE HIDRÓGENO Hay soluciones acuosas que van del 2 al 8 %, utilizables para múltiples ciclos, si se usan con tiras de indicadores para asegurar el mantenimiento de la correcta concentración, variando la actividad y el tiempo de exposición en función de la concentración y de la necesidad de activadores/potenciadores. Una concentración del 7,5% durante 30 minutos se considera activa frente a priones. b) Desinfección de superficies vía aérea a) Desinfección de alto nivel (DAN). Son soluciones (DSVA). La desinfección de superficies de los relíquidas, con activadores que potencian o aceleran cintos hospitalarios, sobre todo de áreas críticas o la acción y correctores que evitan los efectos inde- ante la presencia de brotes de infecciones nosocomiseables de incompatibilidad con el instrumental. La ales, requiere una minuciosa descontaminación, que mayoría se pueden utilizar de forma manual, previa es muy dificultosa y poco precisa hecha de forma limpieza, y en equipos automáticos de reprocesa- manual. Los sistemas NTD (“no-touch” automated miento (AERs). room disinfection Systems) permiten realizar una desinfección controlada. Existen procedimientos de ACIDO PERACÉTICO desinfección de las superficies vía área (DSVA), que, incluso pueden llegar a niveles próximos a la esteriExisten diferentes soluciones para DAN: lidad, a base de peróxido de hidrógeno, en concenSolución al 0,35 %. Rápidamente efectiva, pero tam- traciones que no resultan corrosivas, con ventajas de iza el metal de los endoscopios y es inestable, tenien- sostenibilidad y respeto medioambiental. El dióxido do solo una vida de uso de 24 horas. de cloro también ensayado en DSVA, pero en los 60 hospitales en las condiciones requeridas resulta en exceso agresivo. El uso del peróxido de hidrógeno, que se inició en otros medios (como la industria farmacéutica), de control anti-infeccioso ambiental estricto), sirve en los hospitales para el control de brotes epidémicos por microorganismos multirresistentes y la desinfección de las diversas áreas críticas, e, incluso, en la desinfección de sistemas de aire acondicionado. También se dispone de grandes cámaras donde procesar el equipo clínico de gran tamaño. El peróxido de hidrógeno puede difundirse por el aire en formas diferentes: en aerosol (aHP), como vapor húmedo (HPV) o como vapor seco (VHP). - Aerosoles: aHP (aerosolized hydrogen peroxide, peróxido de hidrógeno en aerosol). Un procedimiento utiliza como producto base peróxido de hidrógeno al 5-6 % y cationes de plata (50 ppm), éstos como inhibidores de la síntesis de las proteínas. Se puede aplicar en recintos de 10 a 200 m3 (4-70 m2 de superficie), sellados en ausencia de personas. El proceso dura en total de 2 ¼ a 3 horas. Al calcular la superficie de la sala y el volumen de solución precisa el programa se ejecuta automáticamente. Al concluir se realiza la ventilación y limpieza manual del área. Un registro electrónico almacena los datos sobre parámetros y otra información adicional, lo cual se puede descargar en un control remoto. Si algún parámetro llegase a superar los límites aceptables, el ciclo se cancela e informa del fallo. Otro sistema consiste en un microdifusor molecular y neumático de peróxido de hidrógeno que produce un aerosol con un tamaño de partícula muy inferior al sistema tradicional, a baja concentración. Es de rápido tiempo de acción aún a baja temperatura y de tiempo de recuperación muy corto. Se usa con dos posibles preparados. Uno, para usar en ausencia de personas, que combina una solución de 8,5% de peróxido de hidrógeno y otra con una mezcla de ácido peracético (5%), peróxido de hidrógeno (20 %) y ácido acético (10 %), obteniendo una mezcla del 9 % de peróxido de hidrógeno y 0,25 % de ácido acético, que permanece potenciada 30 días. El otro preparado tiene un 7,9 % de peróxido de hidrógeno. La exposición al aerosol se mantiene 18 min./100m3. la temperatura ambiental y humedad relativa, al superar un punto produce una microcondensación sobre las superficies. La concentración admisible del peróxido viene limitada por el hecho de que éste es más reactivo y corrosivo en presencia de agua. Otro sistema dispersa peróxido de hidrógeno dejando una fina capa de 2-6 micras de espesor sobre las superficies. -Vapor seco: VHP (vaporized hydrogen peroxide, vapor seco de peróxido de hidrógeno). El sistema VHP genera una mayor concentración de peróxido que el HPV, que no resulta corrosiva al actuar en seco; así la concentración de esterilizante es más baja que el “punto de rocío”, o sea, sin llegar a condensar. Al tener una naturaleza gaseosa, el peróxido tiene una capacidad completa de penetración a través de los poros y resquicios de las superficies. El vapor seco se genera desde una unidad móvil a partir de un concentrado al 35 %. El proceso, más complejo que con los sistemas anteriores, se desarrolla a lo largo de 4 etapas: 1ª. Deshumidificación del aire, 2ª. Acondicionamiento, 3ª. Descontaminación 4ª. Aireación. La sala debe quedar completamente aislada y sellada mientras dura todo el proceso, incluso las entradas y salidas del aire acondicionado (a no ser que se diseñe también su desinfección). Se deben retirar celulosas (absorben el gas), aunque es compatible con componentes electrónicos. Una reciente versión del sistema mejora la portabilidad del equipo, la velocidad de inyección del peróxido (40 g/min), el rendimiento de cada proceso (hasta 566 m3 en una sola sala y 5000 varias desde una base de control) y la operatividad electrónica. Asimismo se ha diseñado un tipo de sala prefabricada e incorporable a la estructura hospitalaria donde desinfectar el material clínico de gran tamaño por exposición al vapor seco de peróxido de hidrógeno de forma automatizada (VaproQuip Decontamination Room). c) Los peróxidos como esterilizantes. Ácido peracético en solución líquida. Sistema “en punto de uso”, de cámara herméticamente cerrada que. utiliza APA en fase líquida, en preparado al 35 % y que se diluye al 0,2%, a un pH 6,4 y a baja temperatura Se puede emplear para el proce - Vapor húmedo: HPV (hydrogen per- samiento de instrumental clínico sumergible, en esoxide vapour, peróxido de hidrógeno en vapor). pecial endoscopios rígidos y flexibles, con alta comEs un sistema húmedo, que inyecta e introduce en patibilidad. El ciclo dura 18 minutos incluyendo dos el recinto a desinfectar determinada concentración aclarados con agua estéril y barrido de aire estéril. del vapor de peróxido, hasta que, dependiendo de El sistema admite la monitorización química (de la 61 solución de uso) y biológica y dispone de un microprocesador que aporta los datos impresos sobre parámetros del ciclo e incidencias. Peróxido de hidrógeno en fase gaseosa. Para esterilización en frío, con escasas exigencias de instalación, breve tiempo de procesado (30 a 60 minutos), un favorable comportamiento medioambiental y del que se ha comprobado actividad frente a priones. Le emplean dos tipos de esterilizadores que diferentes en su proceso: El de gas plasma actúa a través de la descomposición electromagnética del peróxido en partículas atómicas y subatómicas que impactan sobre las superficies del material a esterilizar. El de vapor seco lo hace según tres fases básicas: acondicionamiento a baja presión (vacío), exposición al gas y aireación, bastando la concentración del vapor seco en tiempo suficiente para la completa acción germicida. Ozono humidificado. Actúa bajo vacío (baja presión) en tres fases y 35ºC, pero es un proceso largo (más de 6 horas) y es incompatible con ciertos dispositivos. Agente Ácido Peracético (APA) Presentación Actividad antimicrobiana Compatibilidad Toxicidad Modo de aplicación Nivel de desinfección Usos Diluciones diversas. Al 2% para diluir 20ml./l Completa, inclusive esporicida, según tiempo de exposición (30 min). Altera ciertos metales en exposición prolongada. Irritante de mucosas. Inmersión y perfusión. Algunos preparados reutilizables con control de MCR. DAN Utillaje clínico APA 0,18g + adazone Completa, incluso esporicida (10 min) No toxicidad Inmersión. Requiere activación por mezcla 1:25. Reutilizable 21 días con control de MCR. DAN Dispositivos clínicos Solución base al 35% y al 0,2% en uso en cámara. Completa, incluso esporicida en ciclo de 18 min. No toxicidad Exposición en cámara, con controles físicos, químicos y biológicos Esterilización en punto de uso. Específico para endoscopios, con penetración en lúmenes. Al 6-7,5 % Completa, incluso esporicida (7,5% 30 min) y actividad frente a priones. Puede deteriorar ciertos materiales. Irritante. Inmersión. Reutilizable (14 días) DAN Utillaje clínico Al 3 % Completa, incluso esporicida (30 min). No toxicidad Inmersión. Se ha de añadir activador a la solución base. DAN Dispositivos clínicos Al 2% “activada” Completa. Esporicida. No toxicidad Inmersión, en solución lista para uso, y para AERs. Reutilizable con control de MRC (21 días en envase 2º) DAN Dispositivos clínicos APA + peróxido de hidrógeno Combinaciones sinérgicas Acción antimicrobiana, lentamente esporicida. Alteraciones de ciertos materiales. Inmersión manual DAN Pequeño utillaje clínico Dióxido de cloro Solución líquida Acción antimicrobiana completa Alteraciones de ciertos materiales. Uso manual y AERs DAN Pequeño utillaje clínico Peróxido de hidrógeno AERs: equipos automáticos de reprocesamiento. MCR: concentración mínima recomendada. DAN: desinfección de alto nivel. 62 Bibliografía Rutala WA, Weber DJ & Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee. Guideline for disinfection and sterilization in healthcare facilities, CDC. USA, 2008. McDonnell G. Antisepsis, disinfection, and sterilization: Types, action, and resistance.” ASM Press; Washington DC, 2007. ISBN: 978-1-55581-392-5: 115-30. Block SS. Peroxygen compounds. In: Block SS. Ed. Desinfection, sterilization, and preservation. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins, 2001: 185-204. Finnegan M, Linley E, Denyer SP, McDonnell G, Simmons C, Maillard JY. Mode of action oh hydrogen peroxide and other oxidizing agents: Differences between liquid and gas forms. Journal of Antimicrobial Chemother 2010; 65 (10): 2108-15. Barbut F, Yezli S, Mimoun M, Pham J, Chaout M, Otter JA. Reducing the spread of Acinetobacter baumannii and methicilinresistant Staphylococcus aureus on a burns unit through the intervention of an infection control bundle. Burns 2013; 39 (3): 395403. Otter JA, Yezli S, French GL. 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Aun cuando en la actualidad se utilizan fundamentalmente como desinfectantes de material o superficies, en sus orígenes, en 1916, jugaron un papel muy importante en la lucha contra las infecciones quirúrgicas, como agente antimicrobiano tópico para el lavado de heridas, la llamada “solución Dakin”, que conseguía concentraciones constantes de Cl. Sorprendentemente. A pesar de los estudios realizados, no se conoce completamente el mecanismo de acción de los derivados clorados que a través de su alta actividad oxidativa actuarían sobre las proteínas celulares destruyendo la actividad celular. Los hipocloritos son los derivados clorados más ampliamente utilizados como desinfectante, se presentan en forma liquida, como el hipoclorito sódico, o sólidos como el hipoclorito cálcico. Tienen un amplio espectro de actividad bactericida, no dejan residuos tóxicos, son baratos, actúan rápidamente eliminando organismos y biofilms de las superficies, presentando una baja incidencia de toxicidad grave. HIPOCLORITO DE SODIO (Lejía) Actividad. Potencia. Espectro. El hipoclorito sódico o lejía tiene un amplio espectro de actividad y es bactericida, fungicida, virucida, micobactericida y esporicida. Es un desinfectante de acción rápida, de toxicidad relativamente baja y bajo coste. Su actividad depende del ph, considerándose 6 el ph optimo, en el que la concentración de ácido hipocloroso es óptima y la disociación es mínima. Si el pH aumenta se forma más ión hipoclorito, que tiene menos potencia como desinfectante y la actividad decrece. Su actividad antimicrobiana es atribuible principalmente al acido hipocloroso no disociado. Sus inconvenientes son la relativa inestabilidad, el hecho de que su acción se ve muy afectada por la presencia de materia orgánica, y sobre todo que es corrosivo para algunos metales cuando se usa a concentraciones por encima de 500 ppm. En los preparados comerciales la concentración de hipoclorito sódico varía entre el 1% y el 15%, aunque la concentración que se utiliza más a menudo es la del 5%, con 50 g de cloro /litro. Para preparar las diluciones se deberá tener en cuenta la concentración de lejía comercial de la que se parte. Si partimos de hipoclorito sódico al 5%, contiene 50 gramos de cloro disponible por litro o, lo que es lo mismo, 50.000 ppm de cloro disponible. Equivalencias y modo de preparación de un litro de desinfectante clorado a diferentes concentraciones*. Concentración de partida: 5% (50.000 ppm)-50 gr Cl/L Preparación 10.000 ppm (1%) 10.000 mg/L (10 gr/L) 5.000 ppm (0,5%) 5.000 mg/L (5gr/L) 1.000 ppm (0,1%) 1.000 mg/L (1gr/L) 500 ppm (0,05%) 500 mg/L (0,5gr/L) Dilución 1:5 Dilución 1:10 Dilución 1:50 Dilución 1:100 200 ml de lejía al 5% y la cantidad suficiente de agua hasta llegar a 1 litro. 100 ml de lejía al 5% y la cantidad suficiente de agua hasta llegar a 1 litro. 20 ml de lejía al 5% y la cantidad suficiente de agua hasta llegar a 1 litro. 10 ml de lejía al 5% y la cantidad suficiente de agua hasta llegar a 1 litro. * Consideramos la concentración de partida del 5% o 50 gr/L, al ser la concentración que presentan las lejías de uso domestico más frecuentemente utilizadas en nuestro país. 64 Indicaciones. Concentración de uso. Tiempo de la cloración de los sistemas de distribución de agua acción. para las máquinas de diálisis, y así mismo se puede emplear hipoclorito sódico a 500-750 ppm de cloro El hipoclorito sódico se comporta como un disponible durante 30-40 minutos para desinfectar desinfectante de alto nivel al 0,1%, 1.000 ppm de las conducciones por donde circulan los fluidos en cloro disponible, con un tiempo de contacto de diez las máquinas de diálisis. minutos, y es esporicida al 0,5%, 5.000 ppm, con un tiempo de contacto de cinco minutos. Incompatibilidades. Estabilidad. Pese a la introducción de numerosos desinfectantes este producto continúa desarrollando un papel Su actividad antimicrobiana disminuye rápidamente importantísimo en la desinfección. Añadiendo 1 en presencia de materia orgánica, que no mejora al mg de cloro por cada litro de agua, se utiliza para la aumentar el tiempo de contacto pero sí al aumentar desinfección del agua de bebida, y añadiendo dos la concentración. Es por ello que el uso de lejía en los gotas de lejía sin diluir por cada litro de agua, para hospitales puede requerir altas concentraciones de desinfectar frutas verduras, para el tratamiento de cloro disponible. La estabilidad de la lejía depende la colonización por Legionella spp hiperclorando la de la concentración de cloro disponible, de la red de agua sanitaria, para la descontaminación de presencia de metales pesados, el pH, la temperatura residuos antes de su vertido, y para la desinfección y la presencia de luz solar. La estabilidad es superior de jeringuillas en personas adictas a drogas por vía en las soluciones más concentradas. Aunque parenteral, utilizando en este caso lejía al 5% sin normalmente se recomienda preparar soluciones diluir. frescas diariamente, hay estudios de estabilidad Para desinfección ambiental se utiliza entre 500 que demuestran que soluciones de entre 1.000 ppm, a 1000 ppm de cloro disponible según el grado dilución 1:50 de lejía al 5%, y 10.000 ppm, dilución de contaminación con materia orgánica presente. 1:5 de la lejía al 5%, son estables durante treinta días Algunos autores recomiendan emplear hasta 10.000 si se conservan en envases opacos y bien cerrados. ppm de cloro disponible (1%) para descontaminar En cambio, diluciones de 500 ppm treinta días superficies u objetos muy contaminados como después pueden haber perdido aproximadamente la orinales planos, botellas, etc, y es uno de los mitad del cloro disponible, incluso si se conservan desinfectantes recomendados para prevenir la en envases opacos y cerrados. Por ello se ha transmisión del C difficile en hospitales y atención recomendado que para tener un solución de 500 sanitaria. También se utiliza para desinfectar ppm el día 30 se preparen las soluciones al doble de vertidos de sangre u otros fluidos potencialmente concentración, es decir a 1.000 ppm. No se puede contaminados. Para pequeños derrames de sangre, la mezclar con formaldehído, ya que se produce éter zona se puede desinfectar con una dilución de 1:100 biclorometílico, que es cancerígeno2. Al calentar un de hipoclorito al 5%. Los CDC recomiendan utilizar agua hiperclorada se puede producir trihalometal, una concentración de cloro libre de entre 500 y 5.000 también carcinógeno. ppm, según la cantidad de materia orgánica presente. Algunos autores recomiendan hasta 10.000 ppm. Efectos adversos. Para este fin también se pueden usar los gránulos de Dicloroisocianurato. Cuando la lejía se combina con ácido o amonio se puede generar gas cloro o cloramina respectivamente. Compatibilidad. La exposición al gas puede producir irritación de mucosas o del tracto respiratorio. La toxicidad que Su uso como desinfectante de alto nivel para objetos presenta la lejía en la concentración que se utiliza semicríticos se ve limitado por su acción corrosiva normalmente para desinfección es baja. Puede causar ante algunos metales; también puede alterar algunos irritación de la conjuntiva o del tracto respiratorio, plásticos y el caucho. Sin embargo, se puede usar especialmente por inhalación de gas cloro. La en prótesis dentales, tonómetros o tanques de exposición sobre la piel podría causar irritación y hidroterapia que se utilizan en pacientes con la piel si se produce, hay que lavarla inmediatamente con no intacta. Se han observado daños estructurales agua y jabón. El Environmental Protection Agency en los tonómetros de Schiotz con hipoclorito 5000 (EPA), después de revisar datos medioambientales de ppm. Después de la desinfección se debe enjuagar seguridad, ha concluido que el uso de los hipocloritos con agua corriente y secar al aire antes de usar. es razonablemente seguro para el medio ambiente2. También se ha usado en los centros de diálisis para 65 Observaciones. Hay que guardarlo en envases cerrados y protegidos de la luz. Hay productos de limpieza que además de hipoclorito sódico incluyen detergentes compatibles -aniónicos o no iónicos- en su composición. Debido a que se inactiva cuando hay mucha materia orgánica, lo correcto es limpiar primero y después desinfectar con lejía. DICLOROISOCIANURATO SÓDICO O TRICLOSAN SÓDICO Actividad. Potencia. Espectro. Se presenta en forma de pastillas que se disuelven en agua y se forma una solución clara de ácido hipocloroso con un pH óptimo. Es un desinfectante con las mismas propiedades generales que el hipoclorito sódico, pero presenta ventajas ya que las soluciones se pueden preparar con más exactitud, se almacena más fácilmente y es más estable, se conservan más tiempo. La actividad microbicida podría ser superior a las soluciones de hipoclorito que contienen la misma cantidad de cloro disponible. tratamiento de aguas, etc. Para derrames de sangre o material contaminado se recomienda usarlo a 10.000 ppm o utilizar la presentación comercial en forma de gránulos, que absorben y solidifican los derrames. Incompatibilidades. Estabilidad. Se inactiva menos que los hipocloritos en presencia de materia orgánica. Las pastillas son estables durante tres años. Las soluciones son estables durante Indicaciones. Concentración de uso. Tiempo de 24 horas. acción. Tiene las mismas indicaciones que el hipoclorito sódico. Hay que tener en cuenta la riqueza en cloro de las diferentes pastillas para preparar las disoluciones con las concentraciones requeridas según el uso a que se destinen, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. Se emplea para desinfección ambiental y de superficies, de zonas de preparación de alimentos, desinfección de biberones, lentes de contacto, Efectos adversos. Los mismos que el hipoclorito sódico. Observaciones. Hay que conservarlo al amparo de la humedad. Es compatible con detergentes aniónicos y no iónicos. CLORAMINA T, TOSIL CLORAMINA SÓDICA O CLORAMINA Actividad. Potencia. Espectro. Incompatibilidades. Estabilidad. Es un derivado clorado orgánico que contiene un 25% de cloro libre. Es un desinfectante con las mismas propiedades generales que el hipoclorito sódico pero con actividad más lenta pues libera cloro más despacio. Se inactiva con materia orgánica. Una vez preparada la disolución pierde actividad rápidamente; en contacto con el aire pierde cloro, la solución palidece según pierde actividad. Indicaciones. Concentración de uso. Tiempo de Observaciones. acción. Se utiliza al 2%, 20 gramos de cl en un litro de agua. Está indicada para la desinfección del agua de bebida. También se usa para desinfectar superficies. Se ha usado para la desinfección de heridas. Las soluciones deben mantenerse bien tapadas, al amparo del calor y la luz, y su estabilidad es como máximo de 24 horas. 66 DIÓXIDO DE CLORO Se ha empleado como gel para spray y como espuma, para pequeñas superficies, en sobres para preparar “in situ” soluciones para superficies o para instrumental, y en solución a 380 ppm para máquinas automáticas. Bibliografía Gerald McDonnel and A Denver RuselL. Antiseptics and Disinfectants 1999, Clinical Microbiology Reviews, Jan 1999, p. 147-179. Willian A. Rutala, David J. Weber, and the Healthcare Infection Control Practices Advisory Committee (HICPAC). Guidelines for Disinfection and Sterilization in Healthcare Facilities, 2008. CDC. Sehulster L, Chinn RYW. Guidelines for Environmental Infection Control in Health-Care Facilities. Recommendations of CDC and the HICPAC. MMWR 2003; 52 (RR-10): 1-42. Mayfiled JL, Leet T, Millar J, Mundy LM. Environmental control to reduce transmission of Clostridium difficile. Clin Inf Dis, 2000; 31(4):995. Asensio A, Monge D. Epidemiología de la infección por Clostridium difficile en España. Enferm Infecc Microbiol Clin. 2012;30(6):333-7. Peredo MA, Bright K, Gerba C. Controlde la infección hospitalaria por Clostridum difficile. Enf inf microbial. 2009;29(3):117- 8 Cohen S, Gerding D, Johnson S, Kelly C, Loo V, McDonald C et al Clinical Practice Guidelines for Clostridium difficile. Infection in Adults: 2010 Update by the Society for Healthcare Epidemiology of America (SHEA) and the Infectious Diseases Society of America (IDSA). Infect Control Hosp Epidemiol 2010; 31(5):431- 55 67 VIII. DESINFECTANTES QUÍMICOS: ALCOHOLES Marta Píriz Los alcoholes son bactericidas, fungicidas y virucidas de potencia intermedia y acción rápida, aunque tienen poco efecto residual. Provocan la desnaturalización de las proteínas de los microorganismos. Esta desnaturalización solo es posible en presencia de agua y es por ello que el alcohol absoluto presenta un poder bactericida mucho menor que las diluciones acuosas. La concentración más habitual es del 70% v/v aunque presentan buena actividad entre el 60% y el 95% si se mantienen en contacto como mínimo durante 2 minutos. Se inactivan ante la presencia de materia orgánica por eso antes de usarlos hay que hacer una limpieza de la superficie a desinfectar. Se utilizan en la desinfección de superficies de bajo riesgo y de material no crítico. Para las superficies de grandes dimensiones no está indicado ya que se evaporan rápidamente y el tiempo de contacto no es suficiente. El alcohol es inflamable y por lo tanto no está indicado en la desinfección de superficies con riesgo de ignición por contacto, como son los instrumentos eléctricos. Los alcoholes que se pueden utilizar en la desinfección de superficies son el alcohol etílico (etanol) y el alcohol isopropílico (isopropanol). ALCOHOL ETÍLICO O ETANOL Actividad. Potencia. Espectro. Es un desinfectante de nivel intermedio. Es activo frente a bacterias Gram positivas y Gram negativas, incluyendo patógenos multirresistentes (SARM y enterococo resistente a la vancomicina). También es activo frente a micobacterias, hongos y virus. El alcohol etílico no se considera un desinfectante de alto nivel por que no es activo frente a las esporas. Su espectro de actividad virucida es superior al de otros alcoholes como el isopropílico. Posee suficiente actividad frente a virus lipídicos y no lípidicos . Gram positivos Gram negativos Micobacterias Virus lipídicos Virus no lipídicos Hongos Esporas +++ +++ ++ ++ +++ ++ - Indicaciones. Se puede utilizar en la desinfección de algunos instrumentos clínicos pero no es útil para desinfectar material quirúrgico a causa de su limitación esporicida. Es eficaz para la desinfección de termómetros orales, termómetros rectales, fonendoscopios, tapones de caucho de los viales multidosis de medicación, pequeñas superficies y en general en la desinfección de 68 materiales no críticos o de bajo riesgo (ventiladores, maniquís de reanimación cardiopulmonar, zonas donde se prepara medicación…). La aplicación continuada en materiales de caucho y gomas puede producir el endurecimiento de estos materiales. Hay que tener precaución con las superficies de acero inoxidable y metacrilato ya que las puede dejar mates. Incompatibilidades. Estabilidad. Se inactiva en presencia de materia orgánica. Altera las lentes de los materiales ópticos. Es inflamable. Los recipientes se tienen que guardar a temperatura ambiente y bien cerrados para evitar la evaporación y la consiguiente disminución de la concentración. Hay que protegerlos de la exposición a la luz y de las fuentes de calor. La ingestión o inhalación de grandes cantidades de vapor puede causar dolor de cabeza y mareos. ALCOHOL ISOPROPÍLICO Actividad. Potencia. Espectro. Es un desinfectante de nivel intermedio. Su actividad bactericida es ligeramente superior a la del etanol y la actividad virucida es inferior ya que no es activo frente a los virus no lipídicos. Como posee un átomo más de carbono presenta una lipofilia superior, que da mayor actividad frente a los virus con cubierta lipídica, pero no posee suficiente actividad frente a los virus no lipídicos. Su concentración óptima de uso está entre el 60% y el 70% v/v. Gram positivos Gram negativos Micobacterias Virus lipídicos Virus no lipídicos Hongos Esporas +++ +++ ++ +++ - ++ - Indicaciones. Como desinfectante, las indicaciones de uso del isopropanol son las mismas que las del etanol. Puede utilizarse para desinfectar superficies y objetos limpios previamente. Incompatibilidades. Estabilidad. Es inflamable. Los recipientes se han de guardar a temperatura ambiente y bien cerrados para evitar la evaporación y la consiguiente disminución de la concentración. Hay que protegerlos de la exposición a la luz y de las fuentes de calor. El alcohol isopropílico es más tóxico que el etanol, pero los síntomas de intoxicación por vía oral son similares. La ingestión o inhalación de grandes cantidades de vapor puede causar dolor de cabeza y mareos. 69 Bibliografía Sehulster L, Chinn RYW. Guidelines for Environmental Infection Control in Health-Care Facilities. Recommendations of CDC and the HICPAC. MMWR 2003; 52 (RR-10): 1-42 Espona Quer, M., Salas Sánchez,E. Recomendaciones sobre el uso de desinfectantes en el ámbito sanitario. Butlletí d’informació terapèutica del Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, Vol. 24, núm. 1. Generalitat de Catalunya, Barcelona, 2013 Arévalo JM, Arribas JL, Hernandez MJ, Lizán M, Herruzo R. Guía de utilización de antisépticos. Disponible a: www.mpsp.org/mpsp/Documentos/Desinfec/antisep.htm Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Catálogo de Especialidades Farmaceúticas. Madrid: El Consejo, 2004 Generalitat de Catalunya. Departament de Salut. La neteja als centres sanitaris. Barcelona: Generalitat de Catalunya, 2010 O’Grady, Naomi P., et al. “Guidelines for the prevention of intravascular catheter–related infections.” Clinical infectious diseases 35.11 (2002): 1281-1307. Disponible a: www.cdc.gov/hicpac/bsi/bsi-guidelines-2011. html Rutala, William A. “APIC guideline for selection and use of disinfectants.”American journal of infection control 24.4 (1996): 313-342. 70 IX. POLÍTICA DE DESINFECCIÓN DE MATERIALES Y EQUIPOS Cornelia Bischofberger • Responsabilidad para comunicar a su inmediato superior cuando se produce un fallo o cuando no existen los medios. • Responsabilidad para asegurar una actualización de sus conocimientos en limpieza y desinfección de los materiales que utiliza habitualmente con los pacientes. INTRODUCCION Es una obligación de los centros sanitarios tener al día las políticas y procedimientos para minimizar el riesgo de Infecciones Asociadas a los Cuidados Sanitarios (IACS). Estas políticas (en forma de procedimientos, protocolos) deben incluir las recomendaciones que se refieren a la desinfección Es responsabilidad del centro: efectiva de los materiales y equipos que se utilizan en el cuidado, en el diagnóstico y en el tratamiento • Publicar y mantener actualizada una política de de los pacientes. desinfectantes. • Dar formación al ingreso al personal ALCANCE • Establecer un sistema para actualizar la formación de los profesionales sanitarios Estas políticas afectan a todos los profesionales sanitarios que trabajan en los centros, incluyendo los • Asegurar que hay materiales y útiles necesarios para el cumplimiento de las recomendaciones estudiantes y los suplentes así como a los proveedores en todos los locales de trabajo donde se vayan a utilizar y en todas las áreas. • Evaluar la implementación de esta política ROLES Y RESPONSABILIDADES mediante la evaluación regular, utilizando sistemas de evaluación estandarizados. Es responsabilidad del profesional sanitario que atiende al paciente: Son responsabilidad del médico del Servicio de Medicina Preventiva El control y la prevención de la infección es responsabilidad de cada uno de los profesionales • Realizar los informes técnicos correspondientes que atienden al paciente y debe ser reflejado en la para la aprobación de los nuevos productos descripción de los puestos de trabajo y la formación • Informar de la situación y de las recomendaciones continuada. Cualquier profesional sanitario debe necesarias para corregir las prácticas de limpieza y poder demostrar: desinfección inadecuadas. • Supervisar la puesta en marcha de esta política y hacer recomendaciones para su modificación en caso necesario. • Informar sobre el estado de los procedimientos en la organización. • Conocimiento sobre los recursos y el manejo de los sistemas de desinfección y de la política de desinfección en el centro • Habilidades para utilizar de forma adecuada los recursos para la limpieza y desinfección disponibles y aplicarlos en los casos descritos en los protocolos Son responsabilidades de la enfermera del Servicio • Capacidad para tomar responsabilidad personal de Medicina Preventiva. en la limpieza y desinfección de los materiales y equipos que se utilizan en la asistencia. • Difundir el protocolo o la política de desinfectantes del centro 71 • Dar consejo especializado sobre desinfección en los diferentes Servicios y Unidades • Colaborar en los programas de formación continuada, al ingreso y en las actividades de actualización de los procedimientos en las Unidades y Servicios • Realizar evaluaciones periódicas de infraestructuras y cumplimiento Los registros de formación continuada del personal deben custodiarse para su auditoría. En caso de no asistencia a las sesiones de formación se informará al jefe correspondiente. El departamento de formación continuada informará periódicamente de los índices de asistencia. EVALUACION Son responsabilidades de las supervisiones de enfermería de las unidades y centros ambulatorios, Los mandos intermedios evaluarán la puesta en marcha de esta política a través de evaluaciones hospital de día, centro de diálisis, etc. periódicas (anuales, semestrales, etc.) utilizando una metodología estándar aprobada en la Comisión de • Asegurar que el personal que entra a trabajar Infecciones del centro, utilizando para ello metodos recibe en los primeros días la información y objetivos además de subjetivos. formación relativa a desinfección del material correspondiente a la Unidad o Servicio y a su rol Las unidades y servicios deben alcanzar un resultado profesional. del 95% de cumplimiento en la evaluación. Las • Asegurar que se autoriza regularmente al personal áreas con cumplimientos menores serán evaluadas a asistir a las sesiones de formación al ingreso y con mayor periodicidad hasta que se alcancen periódicamente cumplimientos adecuados. • Asegurar que los que no atienden a las sesiones de formación vuelven a ser citados y avisados de Los resultados de las evaluaciones se custiodiarán y se enviarán a la Comisión de Infecciones que emitirá las consecuencias de no haber asistido el informe correspondiente a la Dirección del centro. • Asegurar que todo el personal tiene acceso a la información sobre desinfección a través de pósters y de manuales de uso, de acuerdo con las normas de RECURSOS MATERIALES cada Unidad o Servicio. Las cubetas y los espacios dedicados a la desinfección Responsabilidades de los servicios centrales deben ser utilizados únicamente con ese fin y (compras y mantenimiento). mantenidos libres de otros instrumentos. Los espacios destinados a la limpieza y desinfección deben tener grifos con agua fría y caliente para • El riesgo de infección puede ser minimizado poder dar la temperatura adecuada al producto. a través de la aplicación de diseño de locales, Deben disponer del material adecuado para limpieza de equipos y de productos adecuados para la y desinfección incluyendo cubetas, relojes, cepillos. práctica de las buenas políticas de desinfección. Las superficies de trabajo y las cubetas deben estar Deben considerarse estos aspectos en todos los bien mantenidas, sin daños. El lugar de trabajo momentos de reforma, de mantenimiento o de nueva construcción de los locales donde se da una debe mantenerse en condiciones adecuadas para actividad sanitaria en el centro y siempre en la su limpieza, reparando los daños que se produzcan en su uso. Los locales deben mantenerse limpios, compra de nuevos equipos. con puertas y ventanas cerradas. Los almacenes deben estar limpios y ordenados y las caducidades FORMACIÓN revisadas. Todos los productos detergentes y desinfectantes que se utilicen en el centro sanitario debe cumplir Todo el personal sanitario debe recibir formación en con los estándares marcados y haber sido informado limpieza y desinfección como parte de su formación correctamente por Medicina Preventiva. inicial y periódicamente. 72 Bibliografía Philpott-Howard J, Casewell M. Hospital infection control. Policies and practical procedures. Saunders , London 1994 Mc Donnel G. Antisepsis, disinfection and sterilization. Types, action and resistance. ASM press, Washington. 2007 Guía Técnica. Limpieza, desinfección, esterilización. Atención Primaria. Servicio de Salud del Principado de Asturias. 2011. Prevención y control de la infección nosocomial. Servicio Madrileño de Salud. Comunidad de Madrid. Madrid, 2007. Segura V. Descontaminación de instrumental. Guía práctica. ESMONpharma.2006 Wilson J. Infection Control in clinical practice. Elsevier 2006 73 AMONIOS CUATERNARIOS DERIVADOS CLORADOS 200 gr x 1000 ml Al 5% Puede deteriorar ciertos materiales. Irritante. No toxicidad Al 6-7,5 % Al 3 % Al 2% “activada PEROXIDO DE HIDROGENO Afectado por materia orgánica Inestable Requiere dilución alta concentración para alcanzar el nivel de desinfección requerido Corrosivo en superficies metálicas Irritación por inhalación y contacto (No usar en spray) Compatibilidad excelente. Escasa toxicidad por inhalación y contacto. Efecto detergente Altera ciertos metales en exposición prolongada. Irritante de mucosas. No toxicidad Excelente compatibilidad No corroe metales y no daña lentes, plásticos o caucho. Coagula sangre y fija proteínas a superficies del instrumental. Uso clínico limitado por su toxicidad para la salud y medio ambiente. VLAEC *: 0,05 ppm (0,2 mg/m3 ) Excelente compatibilidad Baja toxicidad. No existen límites de exposición. Reacciona con las proteínas y mancha de gris piel, mucosas, ropa, superficies. Compatibilidad intermedia Puede dañar cemento, pegamento de lentes y en el uso repetido ciertos plásticos COMPATIBILIDAD/TOXICIDAD Al 2% para diluir 20ml/l. APA 0,18g + adazone Solución base al 35% y al 0,2% en uso en cámara. 0,055% para máquinas automáticas 0,55% Alcalino: 2-3,4% Ácido: 0,2-2,5% Dilución 1/8 de Glut. 1,12% y Fenol/Fenolato 1,93% Etanol Isopropílico PRESENTACIONES ACIDO PERACETICO ORTOFTALDEHIDO GLUTARALDEHIDO ALCOHOL AGENTE Desinfectante intermedio de nivel Desinfectante de nivel Intermedio, o de alto nivel, según concentración. Desinfectante de alto nivel Desinfectante de alto nivel Desinfectante de alto nivel Desinfectante de alto nivel Intermedio, tras limpieza NIVEL DE DESINFECCIÓN Aplicación directa del producto Aplicación directa del producto diluido Inmersión Inmersión En cámara No requiere activación Por inmersión manual o automática Por inmersión manual o automática Requiere activación Por fricción MODO DE APLICACIÓN ANEXO. TABLA DE RECOMENDACIONES GENERALES Superficies que requieren desinfección. Lavado desinfección de superficies. Superficies que requieren desinfección. Desinfección de superficies. Utillaje clínico y dispositivos clínicos Endoscopios con lúmenes, instrumental de ORL, oftalmología –tonómetros-, histeroscopios, cistoscopios. Mismos usos que Glutaraldehído Endoscopios flexibles, equipos anestesia, transductores, equipos terapia respiratoria, instrumental ORL y oftalmología, máquinas hemodiálisis Termómetros, fonendo, glucómetro, tapones de viales, llaves de tres pasos, superficies, carros y aparato de gases, neumotacógrafo, pinzas del electrocardiógrafo USOS NOTICIAS DE LA SOCIEDAD Carta al Sr. Presidente de la SEMPSPH R. Herruzo Estimado Dr Botía: Torunda al reingreso en el hospital, a los enfermos que estuvieron en su anterior estancia hospitalaria, en contacto con casos. En el último Congreso de nuestra Sociedad, al que no pude asistir para dar la ponencia sobre las “medidas de control del brote de K pneumoniae OXA48 del Hospital La Paz”, se ha distribuido entre los socios el resumen de mi ponencia, que le envié antes de la celebración de dicho Congreso, pero debido a que a veces me preguntan algunos compañeros sobre algunas medidas que podrían hacerse ante los brotes de microorganismos que requieran precauciones de contacto en nuestros hospitales, me gustaría resumirlas de nuevo aquí y aprovechar esta ocasión para ofrecer un servicio de “evaluación de eficacia” de los desinfectantes (o antisépticos) que se estén usando contra los microorganismos causantes del brote*. Normal: Si existe clínica: cultivos adecuados para el diagnóstico de la infección. • Recopilación de los casos detectados (lugar, tiempo, características de los casos). • Poner al enfermo en habitación individual y en Precauciones de Contacto + Formación de Personal Sanitario y familiares sobre estas Precauciones. Medidas de control de un brote de microorganismos que requieran precauciones de contacto, estratificadas según la cadena epidemiológica (una vez confirmada la existencia de un brote) • Antisepsia de la piel (y mucosa oral) del enfermo: con clorhexidina jabonosa 4% o aplicación de clorhexidina acuosa 2%, más higiene de manos + ropa limpia en salidas de la habitación. Valorar si añadir clorhexidina 0,12% en mucosa oral. a) Actuaciones sobre el reservorio: • Agregación de casos: en zonas específicas de cada planta o Servicio. • Detección de casos: Precoz: • Reducción, en lo posible, de las instrumentaciones y uso de antibióticos (optimización) en los casos. En todos los enfermos: Torunda al ingreso + cribados semanales en UVIs y en Servicios con casos incidentes. • En reingresos, poner en precauciones de contacto y no compartir habitación hasta valorar si siguen, o no, con el microorganismo 76 productor del brote (cumpliendo criterios c) Actuaciones sobre el huésped susceptible: de negativización: Ej: 3 cultivos y PCR negativos: error <1/10000 ). Problema: si tiene (o ha tenido en las 2 semanas anteriores) • Antisepsia de la piel de enfermos que no tratamiento antibiótico, puede dar falsos tienen ese microorganismo del brote, negativos, a pesar de los anteriores criterios. mediante lavado con clorhexidina jabonosa al 4%, o aplicación de clorhexidina acuosa • Búsqueda de reservorios hasta ahora 2% (por el mismo paciente o por el Personal desconocidos (por ejemplo en sumideros Sanitario) en todas las plantas o UCIs donde de los lavabos de esas habitaciones) si haya algún caso. hay agregación de casos por encima de lo esperado, en unas habitaciones concretas del hospital, o se mantiene el microorganismo en enfermos que no coincidieron temporalmente con los casos. • Higiene de manos antes de cada comida (si come solo), y antes de salir de la habitación. • Modulación de la microbiota intestinal (ej. prebióticos+ probióticos).Valorar. • Reducción en lo posible de las instrumentaciones, particularmente sondas urinarias (tanto en su indicación como en su duración). b) Actuaciones sobre el mecanismo de trasmisión: • Ajustes en la antibioterapia: reducción en lo posible, del espectro y días de duración. • Reducción de la indicación de antiácidos. • • Antisepsia de mucosas (ej. clorhexidina 0,12%). Valorar. Personal Sanitario: - Precauciones de contacto (Higiene de manos, uso de guantes y bata, desinfección de fómites...) en todos los casos y valorar su cumplimiento por responsables de ese Servicio, con apoyo de Medicina Preventiva). -Desinfección de fómites “personales” de cada caso (ej.: fonendo, pulsioxímetro…) -Reducción (dentro de lo posible) del nº de Personal Sanitario que atiende al caso. -Cohorte “Personal Sanitario/casos”, si es posible, al menos en el acmé de un brote. • Familiares: Higiene de manos (además, puede indicarse bata, por ejemplo, si colabora en la movilización o atención del enfermo). • Superficies del entorno del paciente: Desinfección de superficies mientras está ingresado el paciente y tras su alta (desinfección terminal, más pormenorizada) con un desinfectante que haya demostrado eficacia. Para demostrar esto, enfrentar el microorganismo causante del brote sobre un portagérmenes, con el desinfectante de superficies que se esté usando.. oral con Comentarios adicionales a estas medidas para su control del brote: Estas medidas son, en esencia, similares, pero más detalladas y adaptadas a nuestra realidad, que las descritas por el CDC en 2012 y 2014. Además, han servido de base para las del ECDC (2014). Dichas medidas, estratificadas según la cadena epidemiológica, son muy lógicas pero chocan con muchos problemas que requieren gran capacidad de diálogo y organización. Por ejemplo, originan mayor trabajo en los Servicios afectados, que además tienen muchas veces estructuras poco adecuadas para lograr el aislamiento de los enfermos, lo que obliga a cambios de habitación no siempre posibles, se tienen que realizar múltiples reuniones con cada Servicio no solo para explicar y concienciar de las medidas, sino también para comunicar los casos incidentes o bien para resolver los problemas habidos en las medidas aconsejadas, etc. Ante cada nuevo caso se deberían realizar las siguientes actuaciones: tras recibir la comunicación de Microbiología, se incluye en una lista de enfermos en precauciones de contacto (o las anteriores mas otras que requiera cada caso), que lleva Medicina 77 Preventiva. A los enfermos con ese microorganismo causante del brote se les incluye en su historia clínica electrónica “un aviso” para ponerlos en precauciones de contacto desde el diagnóstico hasta el alta (aunque pasen por varios Servicios o plantas), y también, si reingresan en el hospital durante al menos 1 año (o más, dependiendo de la duración de los portadores de ese microorganismo). Además, los facultativos y enfermeros de Medicina Preventiva van a la planta donde está el caso y lo ponen en conocimiento de los médicos y enfermería que lo llevan, y si hay varios casos, se valora si se pueden agrupar en una zona específica de la planta o UCI. Pero si ello no es posible, y estuviese en habitación compartida, se transforma su habitación en individual (trasladando a los otros enfermos que estaban en esa habitación, tras comprobar, por PCR –resultado en solo unas horas- que no tenían el microorganismo del brote). Además se incluye, en su historia clínica, una hoja donde se describen las “precauciones de contacto” y se señalizan también en la entrada de la habitación. Junto con lo anterior, se informa al enfermo y/o familiares, para que colaboren y no se sorprendan de los cambios que observarán en el personal sanitario (uso de bata desechable, guantes, etc). Se indica al enfermo que en la ducha use clorhexidina jabonosa 4%, y se le da un folleto informativo de lo que significa la colonización por esta bacteria del brote y las medidas a tomar, tanto en el hospital como luego en su casa, tras el alta (si fuese preciso). Además se estudian los pacientes que habían estado en contacto con ese enfermo (antes de conocerse que tenía el microorganismo que ha producido el brote) y que aún estén ingresados (ya que son “contactos”). Se diagnostica en ese momento su colonización mediante PCR, para incluirlos como casos (precauciones de contacto, agrupación, etc) o bien para excluirlos. También se anotan, en un fichero informático, aquellos contactos que habían sido dados de alta sin poder estudiarlos. Estos pueden quedar con un símbolo que indique esta posible colonización en su historia, hasta su próximo ingreso en nuestro hospital, para ser estudiados nada más reingresar y poniéndolos en precauciones de contacto “preventivas” hasta saberse el resultado del estudio (cultivo o PCR). En las ocasiones en las que ha habido más de un caso, de forma sucesiva, en una misma habitación, se deberían buscar reservorios ocultos, como sumideros de lavabos, baños, etc, por si hubiese una causa ambiental que colaborase en el mantenimiento del brote. Por último, para ayudar en la valoración de los desinfectantes (o antisépticos) utilizados frente al microorganismo concreto que está produciendo el brote*, se puede enviar a la UAM (Arzobispo Morcillo nº 4, 28029, Madrid, Laboratorio D13), una cepa del microorganismo junto con muestras del desinfectante utilizado, para comprobar, si ese producto es eficaz, o no, frente a ese microorganismo, mediante pruebas que semejan condiciones reales (concentraciones y tiempos que se estén utilizando, hasta ese momento, en el brote). Si no fuese eficaz, se sugeriría un aumento de tiempo, o de concentración, con el mismo desinfectante, o bien un desinfectante alternativo. Como puede deducirse, todo esto conlleva un enorme esfuerzo de muchas personas y se trata de una “prueba de stress” para esa planta del hospital. En brotes con gran número de casos o prolongados en el tiempo, se puede ayudar a la concienciación del problema en todo el hospital haciendo mesas redondas con ponencias de Dirección, Microbiología, Medicina Preventiva, Enfermería, etc, para dar un “estado de la cuestión” en ese momento, aclarar dudas, recibir sugerencias sobre algún aspecto logístico, etc. Cuando haya terminado el brote también sería deseable el poder realizar un estudio epidemiológico, para valorar la eficacia de las medidas efectuadas, y con ello aprender de los errores y poder trasferir estos conocimientos a nuestros compañeros, mediante comunicaciones a Congresos, publicaciones, etc. Atentamente, R. Herruzo. 78 CARTA AL DIRECTOR El nacimiento de la higiene dental y los dientes de Waterloo P. Gargantilla Madera 1,2 , N. Arroyo Pardo 1, E. Pintor Holguín 2 1. Hospital de El Escorial 2. Universidad Europea de Madrid E ste año conmemoramos el bicentenario de la batalla de Waterloo (1815), con la que la maquinaria bélica combinada de Prusia, Inglaterra y Holanda pusieron fin al imperio Napoleónico. Después de cuatro días intensos de fuego cruzado en el campo de batalla quedaron sin vida unos 50.000 hombres, con una edad media de 20 años. Si pudiésemos remontarnos a ese escenario, en la penumbra, entre los caídos, veríamos figuras humanas que buscaban dientes en buen estado, y es que la batalla de Waterloo marcó un antes y un después en la higiene dental. Durante los siglos XVII y XVIII el consumo de azúcar, procedente de la caña de azúcar de las colonias americanas, se había incrementado de forma notable entre la sociedad adinerada, lo cual se acompañó de un incremento de la prevalencia de caries. Esta situación propició que se pusiera de moda la inserción de piezas postizas, las primeras prótesis dentales eran de base de madera, porcelana o marfil, las cuales no tenían ningún valor funcional, hasta el punto de que se las tenían que retirar la prótesis cuando comían, tan sólo cumplían con su faceta estética. A comienzos del siglo XIX la odontología estaba en manos de profesionales tan variados como podían ser herreros, peluqueros, joyeros o químicos. Con el paso del tiempo se pusieron de moda las piezas dentales auténticas, pero eran muy difíciles de conseguir porque no había “donantes”. Las fuentes eran los dientes de reos patibularios o de cadáveres que habían sido profanados al poco de ser enterrados. Tenía que cumplirse el condicionante de que las piezas estuviesen en buen estado, lo cual no era nada frecuente en aquella época. Desde finales del siglo XVIII los mayores proveedores de dientes eran los “resurreccionistas”, que se encargaban de exhumar cadáveres y venderlos en las escuelas de medicina. A comienzos del siglo XIX Astley Cooper (1768-1841), un cirujano londinese, tenía su propio equipo de resurreccionistas para conseguir mandíbulas y, con ellas, los preciados dientes. Tras la batalla de Waterloo (Bélgica) las cosas cambiaron, el mercado se inundó de dientes procedentes de las bocas de jóvenes fallecidos en el campo de batalla. No tardó en acuñarse el término “dientes de Waterloo” para referirse a los dientes de “segunda boca”. La mayoría de estas piezas dentarias fueron al mercado inglés, puesto que en aquel momento Inglaterra se encontraba sumida en la revolución industrial y tenía una clase emergente que podía permitirse el lujo de pagar grandes cantidades de dinero por el implante de tan preciados dientes. Ese mismo año (1815) se comenzaron a emplear los fluoruros en la prevención de la caries y Levi Spear Parmly (1790-1859), un dentista de Nueva Orleáns (Estados Unidos) inventó el uso del hilo dental. Parmly fue una figura prominente en la época y debe ser considerado uno de los apóstoles de la higiene dental. Bibliografía González Iglesias, J. Historia de la Odonto-estomatología española. Avances. Madrid, 1994. Sanz Serrulla, J. Historia General de la Odontología Española. Masson. Barcelona, 1999. 79
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