LA TRADICIÓN PERIODÍSTICA LITERARIA EN AMÉRICA LATINA The Literary Journalism Tradition in Latin America Recibido: 19 de Enero 2015 Aprobado: 23 de Febrero 2015 Jeovanny Benavides Universidad Autónoma de Barcelona Ecuador [email protected] Profesor titular de la Universidad Técnica de Manabí (Ecuador). Becario del gobierno del Ecuador. Fue editor durante cuatro años de la revista La Técnica de Ecuador. Ha sido becario de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Su trabajo como cronista ha sido reconocido en varios ámbitos: en 2011 fue finalista del concurso Las Nuevas Plumas que organiza la Universidad de Guadalajara y la Escuela de Periodismo Portátil. En el 2014 fue finalista del primer concurso de crónicas organizado por el Centro Internacional de Estudios Superiores de Periodismo para América (Ciespal). Es colaborador frecuente de las revistas Verd y Edu@new editadas en su país. Su tesis doctoral versa sobre el periodismo literario latinoamericano. 1 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Resumen Este trabajo se propone señalar la forma en que surge el periodismo literario en América Latina. Hay escasos estudios en la región y ante el desafío de tener una orfandad teórica este artículo plantea un acercamiento a la génesis de esta tendencia, a su evolución. Se analizan los principales antecedentes del periodismo literario y para ello el artígulo hurga en las crónicas de indias, avanza hacia el modernismo y refuta la forma en que algunos estudiosos han situado el origen de esta tendencia en la corriente estadounidense denominada “Nuevo Periodismo”. Ya en el modernismo, a fines del siglo XIX, las crónicas de José Martí, Rubén Darío o de Gutiérrez Nájera eran el preludio de un movimiento al que varios investigadores han llamado el nuevo boom de las letras hispánicas. En este trabajo se indaga, además, en el auge que el periodismo literario ha tenido en América Latina desde fines de la década de 1990 a partir del surgimiento de revistas especializadas como Gatopardo (México), SoHo (Colombia), Etiqueta Negra (Perú), Piauí (Brasil) y Anfibia (Argentina). Palabras clave: Periodismo literario; crónicas de indias; modernismo; América Latina; revistas especializadas. Abstract This paper intends to point out the way in which emerges the literary journalism in Latin America. There are few studies in the region and faced the challenge of having a theoretical orphan this article presents an approach to the genesis of this trend, its evolution. Discusses the major background of literary journalism and for this purpose the artigulo delves into the Chronicles of the Indies, moves into modernism and refutes the way in which some scholars have situated the origin of this trend the U.S. current called "New journalism". Already in modernism, at the end of the 19th century, José Martí, Rubén Dario or Gutiérrez Nájera chronicles were the prelude to a movement that several researchers have called the new boom in Hispanic letters. In this work he investigates, in addition, the boom that literary journalism he had in Latin America since the end of the 1990s from the emergence of specialized journals such as Gatopardo (Mexico), SoHo (Colombia), Etiqueta Negra (Peru), Piauí (Brazil) and Anfibia (Argentina). Keywords: Literary Journalism; Chronicles of the Indies; modernism; Latin America; specialized magazines. 2 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Introducción Referirse al origen del periodismo literario en Latinoamérica es remitirnos a las crónicas de Indias, que surgieron con la conquista y colonización de América a fines del siglo XV y a lo largo del siglo XVI. Se trata de textos históricos literarios, donde se juega claramente la investigación de los cronistas en esa nueva tierra, mezclada con una prosa hiriente y fantástica en sus descripciones de la fauna, la flora y las costumbres indigenistas. La prehistoria del periodismo literario latinoamericano se encuentra en estas crónicas y en sus autores. Algunos de los más representativos cronistas de Indias, fueron: Fray Bartolomé de las Casas, Fray Pedro Simón, Fray Bernardino de Sahagún, el inca Garcilaso de la Vega, Bernal Díaz del Castillo, entre otros. Aunque se trata de una referencia remota es un antecedente ineludible tanto de la crónica modernista como de la crónica latinoamericana contemporánea. Son textos que se publicaron en la época de la conquista y la colonización. Estas obras se encuentran marcadas los viajes de los españoles y el descubrimiento de lo que para ellos era “un mundo nuevo”. Algunos de los más representativos cronistas de Indias fueron Fray Bartolomé de las Casas, Fray Pedro Simón, Fray Bernardino de Sahagún, el inca Garcilaso de la Vega, Bernal Díaz del Castillo, entre otros. Ya sea con publicaciones esporádicas o con crónicas y reportajes difundidos en algunos segmentos de la prensa periódica, esta forma de hacer periodismo se mantuvo en la región con artículos muy esporádicos y sin que se considere una tendencia en los medios impresos que hacia los siglos XVII y XVIII apuntaban más a consolidar las revoluciones que germinaban en los países latinoamericanos contra el denominado “yugo español” Hacia las últimas décadas del siglo XIX la prensa latinoamericana y los escritores comenzaban a dejar de lado la faceta de propagadores de ideas políticas partidistas y empiezan a buscar su propio discurso, a generar su propio espacio creativo. Así surgen las figuras de algunos reporteros a la par que se mantenía la difusión de textos literarios y crónicas, géneros que se publicaban simultáneamente con las noticias convencionales. Es este uno de los momentos en que se entrecruzan disciplinas como el periodismo y la literatura. 3 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. 1. Los antecedentes del Nuevo Periodismo están en América Latina El Nuevo Periodismo estadounidense que tuvo su apogeo en las décadas de 1960 y 1970 fue una tendencia que es considerada por algunos estudiosos como el inicio del periodismo literario. Sin embargo, investigadores como Rotker (1992) sostienen que lo que se conoce como Nuevo Periodismo nació no en Estados Unidos, sino en América Latina con autores como José Martí, Rubén Darío o Manuel Gutiérrez Nájera. En su libro “La invención de la crónica”, Susana Rotker afirma que el primer equívoco es que el periodismo y la ficción son dos escrituras diversas. El segundo, que el primer puente entre ambos lo construyeron Tom Wolfe, Truman Capote y Norman Mailer con el nombre de Nuevo Periodismo. Esta autora asegura que fue a fines del siglo XIX cuando el periodismo y la literatura como instituciones iniciaron su separación del ámbito estatal y buscaron sus propios discursos acentuando las diferencias entre una y otra. Wolfe (1976) concibe el periodismo como proceso creativo y lo relaciona con la literatura, especialmente, con la novela realista del siglo XIX. También detalla ejemplos de reportajes novelados que se constituyen en el primer canon de esta corriente. La expresión “Nuevo Periodismo” fue rebautizada en 1984 como “Periodismo Literario” por Norman Sims, profesor de periodismo en la Universidad de Massachusetts. Las crónicas de Martí analizadas por Rotker muestran rasgos similares a los del Modernismo en poesía: expresividad impresionista, simbolismo, incorporación de la naturaleza. Es por ello que la crónica nace con el modernismo. La época en que surgieron las figuras de José Martí, Rubén Darío y Manuel Gutiérrez Nájera se producía un cambio en los sistemas de percepción y expresión. De ser un mero reproductor el escritor pasó a ser también un creador. Se cuestionaba con fuerza el objetivismo científico y surge el subjetivismo como una herramienta válida de autenticidad, porque … la realidad es irónica contradictoria. El hombre había construido totalidades para encontrar su propio contexto y sentido dentro de ellas. El autor deja de ser espectador que reproduce lo real tras un concepto universal, para tratar de alcanzarlo desde su propio ser (Rotker, 1992, p. 42). 4 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Más de la mitad de la obra escrita de José Martí y dos tercios de la de Rubén Darío se componen de textos publicados en periódicos. No obstante, para la historia y la citica literaria el interés hacia estos autores se ha fundamentado en el estudio de sus poesías. A pesar de la importancia de las crónicas periodísticas para comprender una etapa fundamental de la cultura hispanoamericana, ese desinterés por parte de la crítica ha afectado no sólo la total valoración de la obra de Martí y Darío sino la de los escritores modernistas en general, como si su producción poética hubiera estado totalmente divorciada de sus textos periodísticos. De esta manera lo que hace un poco más de doscientos años era “desclasado”, “impuro” o “marginal”, como señala Rotker sobre los textos de los modernistas latinoamericanos del siglo XIX, en la actualidad alcanza vigencia y es considerado como “el boom del periodismo literario en América Latina” (Anderson, 2006, p. 25). En la región esta forma de hacer periodismo se desarrolla notablemente en forma de crónica narrativa, porque éste es un género que nace precisamente con el modernismo, así lo empiezan a practicar destacados cultores del género. Modernismo y modernidad eran usados por Darío ya en 1888. En este contexto esta tendencia pretendía unir formas diversas y aplicar la dualidad como sistema, la escritura como tensión y punto de encuentro entre antagonismos: prosa y poesía, espíritu y materia, lo importado y lo propio, la literatura y el periodismo. Se generaban de esta manera lo que Martí definía como espacios de condensación o encuentros dialécticos donde formas diferentes se entrelazan y se relacionan. Así como la imagen del centauro es el prototipo simbólico de la dualidad hombre / animal, la crónica se constituye en un espacio de condensación por excelencia, condensación modernista porque en ella se encuentran todas las mezclas, siendo ellas la mixtura misma convertida en una unidad singular y autónoma (Rotker, 1992, p. 45). 5 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. 1.1 La relevancia del Boom Mientras en las década del sesenta y setenta se desarrollaba el Nuevo Periodismo en los Estados Unidos, en América latina se desencadena el “Boom Latinoamericano”, fenómeno literario que visibilizó a esta región y que fue liderado por escritores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti y Carlos Fuentes. La mayoría de los autores del Boom, encasillado no sólo en la literatura, incursionaron en el periodismo. Ambas corrientes, el Nuevo Periodismo y el Boom Latinoamericano, están estrechamente vinculadas en la consolidación y formación del Periodismo Literario en América latina, acepción que es empleada en este trabajo de investigación. Aunque algunos estudiosos de la historia de la literatura consideran que el Boom Latinoamericano sólo fue una estrategia editorial, este movimiento tuvo una considerable influencia en el periodismo. Incluso algunos autores surgieron del campo de la literatura hacia la prensa gráfica, ubicándole a sus textos su estilo personal y voz propia, para narrar la realidad socioeconómica de sus países. No es por azar que en América Latina los grandes escritores fueron alguna vez periodistas: Borges, García Márquez, Fuentes, Onetti, Vargas Llosa, Asturias, Neruda, Paz, Cortázar (Martínez, 1997, p. 4). Sobre este aspecto, Vargas Llosa (1972), señala que el denominado Boom no se trató en ningún momento de un movimiento literario vinculado por un ideario estético, político o moral. Asegura que se advirtió cierta distancia respecto entre esos autores así como cierta continuidad en sus obras. Sostiene que, por ejemplo, Cortázar y Fuentes tienen pocas cosas en común y muchas otras en divergencias y que esta situación fue aprovechada por los editores y que por ello contribuyó a que se difundiera la literatura latinoamericana. El premio Nobel de Literatura 2010 explica: Lo que se llama boom y que nadie sabe exactamente qué es -yo particularmente no lo sées un conjunto de escritores, tampoco se sabe exactamente quiénes, pues cada uno tiene su propia lista, que adquirieron de manera más o menos simultánea en el tiempo, cierta 6 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. difusión, cierto reconocimiento por parte del público y de la crítica. Esto puede llamarse, tal vez, un accidente histórico (Vargas Llosa, 1972, p. 2). Desde la perspectiva de Rama (1985) el boom de la literatura latinoamericana fue un fenómeno de la sociedad de consumo en las que era posible el consumo editorial. A los autores de esta tendencia se los empezaba a ver como la novedad literaria del momento y también había la necesidad en el ámbito académico de estudiar este movimiento. Rama considera que distinguir al boom como un fenómeno distinto de la literatura latinoamericana contemporánea y aun de la narrativa actual, es, por lo tanto, una petición de principios metodológica, aunque … es igualmente legítimo interrogarse sobre los motivos de las operaciones reductoras del boom, porque se aplica a unos productos en desmedro de otros, ya que no es aceptable la candorosa concepción circulante lo que sólo se debe a la excelencia artística de ciertas obras” (Rama, 1985, p. 54). Según Ortega (1988), los narradores del Boom continuaron con la búsqueda de voces y formas estéticas ticas diversas, plurales y hasta contradictorias que habían iniciado novelistas de la talla de Onetti, Asturias, Rulfo o Roa Bastos en la década anterior, para narrar las problemáticas cruciales del hombre latinoamericano. De esta manera se desarrolla un proceso de conexión entre las tradiciones locales, las leyendas indígenas, los diversos paisajes rurales y urbanos, personajes propios de América Latina. Ortega añade que los textos enmarcados dentro de esta tendencia se escriben con nuevas técnicas narrativas en las que predomina la ruptura del orden cronológico temporal, el juego de narradores, el monólogo interior y el fluir de la conciencia. Desde la perspectiva de Ortega (1988), las producciones de los autores del Boom mostraban un lenguaje nuevo que les permitía narrar las respectivas problemáticas locales y trascender sus fronteras para exigir a sus lectores estar abiertos a nuevas formas de lectura que demandaban mayor compromiso y participación, por ello “esta narrativa hizo que autores y lectores ya no se sintieran peruanos, paraguayos, colombianos, cubanos o mexicanos, sino latinoamericanos”. (p. 187) La contribución tanto del periodismo a la literatura y viceversa fue lo que el profesor Chillón denominó relaciones promiscuas. 7 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. De este modo, nace la novela de no ficción, de la mano de Truman Capote, en Estados Unidos, y de Rodolfo Walsh en Argentina. Sus obras tienen propósitos disímiles, sin embargo, ambos autores se sirven de los recursos literarios para narrar sucesos reales, basándose en investigaciones periodísticas serias y elaboradas (Fernández Chapou, 2011, p. 13). Un homenaje a los cronistas de indias, considerado el primer antecedente y referente del periodismo literario, es el evento que ha organizado la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. En el 2008 se desarrolló en Bogotá el Primer Encuentro de “Nuevos Cronistas de Indias”, que tuvo su segunda versión en el 2012 en México. En este tipo de eventos se descubre un mundo de narradores que intentan preservar el rigor y las historias bien contadas, grandes maestros que inspiran a las nuevas generaciones y emprendedores de proyectos innovadores que, desde distintas perspectivas y países, desafían las fronteras del oficio. Nuestros cronistas del modernismo fundaron esa tradición en la que se insertaron Tomás Eloy Martínez y Carlos Monsiváis, maestros de la crónica urbana y también del irreverente juicio a la historia presente y sus personajes, una tradición iluminada por Gabriel García Márquez, cronista mayor de Indias, de modo que podemos trazar ese arco mágico que va de Rubén Darío hasta él (Ramírez, 2012, p. 1). 1.2 El periodismo literario hoy: el auge de la crónica y su desarrollo en las revistas especializadas latinoamericanas “Hacia fines de la década del 90 e inicios del siglo asistimos al nacimiento de revistas especializadas en las que están presentes trabajos periodísticos escritos con el lenguaje propio de la literatura” (Saad, 2005, p. 2). Desde entonces un grupo de autores latinoamericanos que cultiva el periodismo literario se abre paso en diversos espacios. Desde hace dos décadas, el Periodismo Literario se abre paso en diarios, publicaciones de libros y, en particular, en revistas especializadas por medio de autores que han hecho de la narración su principal herramienta. La crónica en especial acompaña a esta manifestación de hacer 8 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. periodismo y es un género que ha pasado por un proceso de visibilización en varios sectores editoriales. Por ello y según teóricos como Rotker (1992), la crónica es el género más rico y vital que hay en esta parte del continente. Una muestra de ello son las publicaciones de este tipo de narraciones en libros y antologías (Jaramillo Agudelo, 2012 y Carrión, 2012), los concursos, premios, reconocimientos y, sobre todo, la aparición de revistas especializadas. La tradición periodística literaria se ha consolidado desde inicios del siglo XXI en América Latina con el surgimiento de concursos, premios, reconocimientos y, sobre todo, la aparición de revistas especializadas y de notable calidad que expresan hoy a una nueva generación de autores, constan entre ellas: Gatopardo (México), SoHo (Colombia), Etiqueta Negra (Perú), Piauí (Brasil) y Anfibia (Argentina). Estas publicaciones se han convertido en los principales exponentes del género en Latinoamérica, en un intento por construir la realidad de una manera distinta, reduciendo la distancia entre el narrador, los protagonistas de sus historias y los lectores. Las páginas de las revistas especializadas en América Latina han contado con plumas literarias, bien al dar los escritores a conocer sus obras en este espacio, o bien al hacer ellos también una labor periodística con crónicas, entrevistas, perfil y reportajes. Se evidencia una profunda preocupación por narrar. En este proceso el periodista literario está movilizado por una vocación innata de comprender el significado profundo de lo que ocurre a su alrededor pero también dentro de los personajes que son los protagonistas de las historias: ese es el foco de esta forma de hacer periodismo. La tradición periodística literaria se ha consolidado desde inicios del siglo XXI en América Latina con el surgimiento de concursos, premios, reconocimientos y, sobre todo, la aparición de revistas especializadas y de notable calidad que expresan hoy a una nueva generación de autores. La revista Gatopardo empezó a publicarse en 1999 originalmente en Colombia y desde 2006 es editada en México por Editorial Mapas. Se define a sí misma como “una revista dedicada al periodismo narrativo que presenta una mezcla de buena escritura, aguda intuición social, reportajes en profundidad y retratos memorables de la gente más influyente de la región”. En sus páginas han publicado crónicas, reportajes y entrevistas perfiles prestigiosos escritores consagrados considerados “las grandes plumas del continente”, constan entre ellos: Ernesto Sabato, Tomás Eloy Martínez, Antonio Tabucchi, Juan Villoro, Carlos Fuentes, Martín Caparrós, Alma Guillermoprieto, entre otros autores latinoamericanos. El nombre de la revista se basa en el 9 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. nombre de la novela “El gatopardo” de Giuseppe Tomasi di Lampedusa y circula en Argentina, México, Colombia, Panamá, Venezuela, Chile, Perú, Uruguay, Costa Rica, Ecuador, Puerto Rico, Miami y Nueva York (EE.UU.). Su director editorial es Guillermo Osorno. Desde el 2012 circula Gatopardo Ecuador. La revista SoHo es una de las revistas de Publicaciones Semana, un grupo editorial de Colombia. Fue fundada en este país en 1999 por el periodista Daniel Samper Ospina y es ampliamente conocida por la publicación de fotografías sugerentes y desnudos de modelos, actrices y mujeres de la vida pública colombiana. SoHo publica crónicas, perfiles y reportajes de reconocidos autores latinoamericanos y tiene un staff de columnistas irreverentes entre los que se encuentra una actriz de cine porno. Esta publicación presenta una mirada original e inteligente sobre la vida cotidiana. Desde 2002 ha circulado SoHo Ecuador, y desde 2006 circula SoHo Costa Rica. El primer número de la revista Etiqueta Negra se lanzó en el 2002. Fue primero bimestral y luego mensualmente, cada número de Etiqueta Negra aborda un determinado tema como dinero, viajes, cine, erotismo, moda, cocina, entre otros. Sus páginas son un referente de la narrativa en América Latina en las que se publican crónicas, reportajes gráficos, columnas, ensayos, perfiles y cuentos. Etiqueta Negra se ha convertido en un espacio para leer a los grandes autores, pero también en una vitrina para nuevos narradores latinoamericanos. Etiqueta Negra se autodenomina como “una revista para distraídos” y fue creada y dirigida por Julio Villanueva Chang. La revista ha publicado textos de importantes escritores e intelectuales como Guillermo Cabrera Infante, Mario Vargas Llosa, Juan Villoro, Jon Lee Anderson, Carlos Monsiváis, Jorge Luis Borges, Martín Caparrós, Fernando Savater, Joaquín Sabina, Jaime Bayly, Alberto Fuguet, Susan Orlean, Iván Thays y Oliver Sacks, entre otros. A pesar de su corta vida, Etiqueta Negra se ha convertido, por su rigor, calidad y originalidad, en una revista de culto. Es una revista que llega a varias partes del mundo. El espacio que el género recibe en estas revistas son evidencias de los que algunos nombran como un revival del periodismo literario en América latina. Es preciso señalar que no hay investigaciones que analicen el auge de las revistas latinoamericanas de periodismo literario. Los 10 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. trabajos sobre periodismo están circunscritos a las rutinas del periodismo tradicional en las salas de redacción. Un aporte en la región ha sido la aparición de organismos que impulsan el periodismo literario en Latinoamérica. Hacia 1994, el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez establece en Cartagena de Indias, Colombia, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, un organismo que nació para impulsar la narración periodística y que ha realizado más de 300 talleres y seminarios de periodismo literario y capacitado a más de siete mil reporteros y cronistas. Otro aporte importante que ha promovido el surgimiento de este género y ha hecho visible a los cronistas de la región, ha sido el Premio Las Nuevas Plumas, que empezó en el 2010. El galardón es impulsado por la Universidad de Guadalajara (México) y la Escuela de Periodismo Portátil (Chile). 2. Estudios sobre el periodismo literario en América Latina Pese a la importancia del periodismo literario, hay escasos estudios sobre este género en la región. Incluso, algunos autores consideran que “los estudios sobre las relaciones entre periodismo y literatura han sido hasta la fecha dispersos y ocasionales, impresionistas y, en general, carentes de rigor” (Chillón, 1999, p. 395). En América Latina dos de los referentes más valiosos para el estudio de esta forma de hacer periodismo son “Literatura y periodismo: una tradición de relaciones promiscuas” de Albert Chillón (1999) y “La invención de la crónica” de Susana Rotker (1992). A ellos debe sumarse el libro “Periodismo Narrativo” del argentino Roberto Herrscher (2012) y “Escribiendo historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo” del colombiano Juan José Hoyos (2003). Varios de los textos referidos le conceden especial importancia al periodismo literario latinoamericano. Incluso, la obra del profesor catalán Albert Chillón dedica un capítulo íntegro a lo que denomina “Los nuevos periodismos latinoamericanos”. Este autor admite que en la región se ha cultivado en las últimas décadas un periodismo literario de alta calidad. Incluso, en su obra, el profesor Chillón destaca y analiza a autores consagrados como Gabriel García Márquez, Miguel Barnet, Fernando Gabeira, Tomás Eloy Martínez, entre otros. “Aunque el vocablo Latinoamérica esconde, en realidad, una diversidad de culturas y tradiciones tan grande que hace 11 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. casi imposible cualquier generalización, se puede hablar, en mi opinión, de la existencia de algunos rasgos comunes” (Chillón, 1999, p. 337). Y son precisamente aquellas particularidades, esas características que lo hacen tan singular, de las que se ocupa el presente trabajo de investigación. Mientras que Rotker (1992) focaliza su mirada de análisis en la subjetividad que posee la crónica como uno de sus rasgos más relevantes. En la misma línea, el investigador Aníbal González (1983) enfoca uno de sus trabajos en el análisis de la crónica hispanoamericana con una intensa relación con lo literario. González sostiene que autores como Rubén Darío, Martí, Gutiérrez Nájera y Rodó han sido figuras esenciales en la conformación de la crónica modernista hispanoamericana y que gracias a este género el periodismo se ha situado en una compenetración histórica más relevante que los textos de historia u obras literarias como las novelas, pues la crónica ha permitido conocer cómo los escritores sistematizaban sus creaciones. De esta manera González correlaciona el estudio de los textos periodísticos con su respectivo contexto histórico. Además, este autor analiza la crónica modernista desde sus inicios, evolución y desarrollo. También establece las distinciones y similitudes existentes de los textos periodísticos con los artículos costumbristas. Al concebir, este género como el más moderno asegura que en él subsiste el estrecho nexo entre historia y ficción, que ha sido objeto de debate en la literatura hispanoamericana. Por su parte, Julio Ramos (1989) en su obra “Desencuentros de la modernidad en América Latina” concibe el auténtico significado del cronista situado en la ciudad latinoamericana. Este autor se refiere a los periodistas como cronistas de la vida urbana que con los editores, traductores y correctores fueron los primeros literarios en el campo profesional interesados en conformar un mercado literario. Otro autor que aborda una de las manifestaciones del periodismo literario como la crónica es Ángel Rama (1985). Lo hace en su libro “La ciudad letrada”, donde además estudia el modernismo y la obra de Rubén Darío. Abordajes como los de Añon, (2008), Saitta, (1993) y Bernabé (2006), dejan entrever la forma en que ha evolucionado esta disciplina y los vasos comunicantes entre literatura y periodismo a través de múltiples manifestaciones en América Latina. 12 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Más reciente es el estudio de Linda Egan (2013) quien aborda la obra del escritor y periodista Carlos Monsiváis y brinda una aproximación a lo que define como crónica urbana, un género híbrido que pretende poner en la palestra a grupos marginados. Esta autora considera que periodismo y literatura no son disciplinas contrarias, sino equivalentes, y que géneros como la crónica y el reportaje novelado poseen características comunes de ambas disciplinas. El libro de Roberto Herrscher (2012) “Periodismo narrativo: cómo contar la realidad con los recursos de la literatura” analiza la historia y la actualidad del periodismo literario, tendencia a la que este autor denomina “narrativo”. La obra explora un mapa de los caminos y las posibilidades del periodismo literario, repasa, además, el legado de grandes maestros, las herramientas y las posibilidades de este acercamiento periodístico-literario a la realidad política, social, cultural y económica de Latinoamérica. Afirma que en esta región vibra desde hace un par de décadas un fenómeno que permite contar, pensar y actuar en la realidad con valentía y originalidad. Esos textos están escritos como novelas o cuentos, pero relatan hechos, y en muchos casos están investigados con un rigor similar o superior al de los grandes ejemplos del periodismo de investigación. Entre los autores latinoamericanos destaca a Rodolfo Walsh, Gabriel García Márquez, Alma Guillermoprieto, entre otros. Una particular visión del periodismo literario en América Latina la brinda el profesor colombiano Juan José Hoyos (2003) en su libro “Escribiendo historias, el arte y el oficio de narrar en el periodismo”. Asegura que la inmersión es el único camino para encontrar una historia y que eso sucede precisamente con el periodismo literario en la región, donde el autor va al mundo con el corazón abierto para obtener el poder de narrar la vida en toda su complejidad. Hay otros estudios que ayudan a comprender el conjunto de conexiones diacrónicas y sincrónicas existentes dentro de la cultura periodística como de la literaria, estudios realizados en gran parte desde la academia gracias al interés que el tema despierta en teóricos, críticos, investigadores y profesores de periodismo, por ejemplo: “Periodismo y literatura” de José Acosta Montoro (1973); “La literatura en el periodismo” de Octavio Aguilera (1992); “La crónica periodística” de Manuel Rodríguez (1997); “Tan real como la ficción” de Doménico Chiappe (2010), entre otros. Uno de los problemas para la elaboración de este estado de la cuestión es que en América Latina persiste el vicio de llamar crónica a casi toda manifestación de periodismo literario. Además, muchos escritores que incursionaron en ambas disciplinas han realizado aproximaciones teóricas 13 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. y múltiples formas híbridas entre ensayos, investigaciones y textos en los que la relación entre periodismo y literatura, ficción y relatos facticios, información y relato, mantiene un debate abierto y una discusión permanente. A ello debe sumarse que se ha puesto de moda la etiqueta “periodismo narrativo” en Latinoamérica y en España de la mano de algunos estudiosos del fenómeno. Es una etiqueta que no designa bien lo que quiere designar, porque buena parte del periodismo convencional, del periodismo ortodoxo ya es narrativo. La narración tiene una forma muy importante en cualquier manera de hacer periodismo, sea creativo o sea convencional. En este sentido, autores Chillón (1999) expresan que llamar periodismo narrativo a las nuevas tendencias creativas es reducir la riqueza y hablar con poca propiedad, ya que narrativo vendría a ser todo tipo de periodismo. La etiqueta de periodismo narrativo reduce la diversidad de las manifestaciones y por otra parte no reconoce el entronque con la tradición; además designa con el adjetivo de “narrativo” lo que caracteriza a cualquier periodismo, por tanto para este estudio se ha optado por la categoría de “periodismo literario”, que señala el entronque entre esas tendencias creativas de las últimas décadas y la gran tradición de literatura y periodismo que tiene varios siglos de antigüedad muy intensa y muy rica. Por otra parte, la etiqueta de periodismo literario tiene una segunda virtud: designa modalidades periodísticas que no son narrativas, pero que sin embargo son creativas. Por ejemplo, una modalidad como el retrato, el perfil, las semblanzas. Por esta razón, en esta investigación se emplea la denominación periodismo literario. En los últimos quince años también se han multiplicado investigaciones sobre el periodismo literario desde la academia, en modalidad de tesis tanto en pregrado como en posgrado. Estas investigaciones se han generado tanto en universidades europeas como en universidades de la región. Por ejemplo, Daniel Centeno Maldonado (2004) realizó su tesis doctoral para la Universidad Complutense de Madrid titulada “Boom de narrativa latinoamericana y periodismo: una relación de vasos comunicantes”. En ella realiza un breve repaso histórico por lo que denomina “el Nuevo Periodismo Latinoamericano”, indaga en lo que significó este movimiento, sus propulsores, sus estrategias editoriales y hasta sus mayores filiaciones ideológicas. 14 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. En esta línea el autor chileno Gonzalo Saavedra Vergara (1999) realiza su tesis doctoral para la Universidad Autónoma de Barcelona titulada “Voces con poder, Estrategias de autoridad del narrador periodístico” trata sobre el punto de vista, refiriéndose a la narrativización y el efecto omnisciente en los relatos facticios. En esta investigación describe la técnica de la narrativización de los discursos y el consiguiente efecto de acceso interior. Además, la investigadora mexicana María del Carmen Fernández Chapou (2009) escribió su tesis doctoral titulada “El Nuevo Periodismo en la Prensa Hispana Contemporánea: Una propuesta para los medios del siglo XXI”. Se trata de una investigación que se propone recuperar las posibilidades de la corriente del Nuevo Periodismo estadounidense de los años sesenta en la prensa del siglo XXI. Esta autora se pregunta si ¿se puede hablar en la actualidad de un postNuevo Periodismo? Estudia algunos autores y considera como corpus a textos de la revista Rolling Stone. Una investigación para la Universidad de la Sabana, Colombia, denominada “Gatopardo como manifestación del periodismo literario en América Latina”, fue realizada por Juan González Quintero y Manuel Sarmiento Pinilla (2002). Este estudio destaca la labor pionera de la revista de periodismo literario Gatopardo de rescatar géneros como la crónica y el reportaje. La investigación titulada “Crónicas Latinoamericanas. Las herramientas discursivas que utilizan los cronistas para construir su lugar en las crónicas finalistas y ganadoras del Premio Nuevo Periodismo” fue elaborada por Julia Comba (2012) para la Universidad Nacional de Rosario de Argentina. Este estudio analizó las estrategias discursivas que utilizan los cronistas para posicionarse y construcción su mirada desde donde narran sus crónicas. La autora analizó solo siete crónicas y dejó de lado 16 trabajos periodísticos finalistas y ganadores que pertenecían a la categoría de reportaje. En Argentina la profesora Graciela Falbo realizó un análisis de casos sobre el papel de las revistas culturales en la Argentina en el proceso de transición a la democracia (1963-1990). Y ella misma dirigió entre el 2002 y el 2004 el proyecto de investigación denominado “Periodismo y Literatura.: la crónica narrativa y su evolución en Latinoamérica”. Se trata de un proyecto desarrollado para la Facultad de Periodismo e Investigación Social de la Universidad Nacional de La Plata. 15 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Géneros como la crónica, el reportaje y la entrevista perfil acompañan a esta manifestación de hacer periodismo. Además este tipo de narraciones se han publicado en libros y antologías como las de Jaramillo Agudelo (2012) y de Jorge Carrión (2012). Las antologías de Carrión y Jaramillo no son las primeras en América Latina. Se han publicado antologías de un solo autor como las de Tomás Eloy Martínez, Martín Caparrós, Clarice Lispector, Juan Villoro, Pedro Lemebel, Gabriel García Márquez, Rodolfo Walsh, Mario Vargas Llosa, Laura Restrepo, Juan Carlos Onetti, Julio Cortázar, por mencionar solo algunos. Los diversos ejemplos de obras y autores, que a lo largo de este artículo hemos detallado no alcanzan a cubrir la gran diversidad que existe, sobre todo en el ámbito latinoamericano donde las relaciones mutuas entre el periodismo y la literatura cuentan con una prolífica tradición. Estas publicaciones han perdurado en el tiempo y han logrado consolidarse en una plataforma significativa de difusión. Desde ella el cronista ha presentado una mirada subjetiva del mundo y ha sido testigo, en muchas ocasiones, de lo que narra. Uno de los propósitos de este trabajo ha sido demostrar que las relaciones entre literatura y periodismo constituyen un campo fértil para la investigación, porque el periodismo literario no es una alternativa al periodismo apresurado de las agencias ni al periodismo ortodoxo, sino su eclosión evolutiva, una mutación que perfecciona el organismo original y lo adapta a un entorno que exige nuevas y mejores respuestas. El periodismo literario es una adaptación evolutiva a un mundo que no lo ha dicho todo sobre sí mismo. Con este este artículo brindamos una aproximación a los orígenes y a la evolución del periodismo literario en América Latina y planteamos explicaciones abarcativas, aunque no exhaustivas ni determinantes de los procesos estudiados. En este sentido, la formulación misma de esta propuesta constituye un aporte, en tanto involucra una combinatoria inhabitual de aspectos y saberes. 16 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Bibliografía Acosta, M. (1973). Periodismo y Literatura. Madrid: Ediciones Guadarrama. Aguilera, O. (1992). La literatura en el periodismo y otros estudios en torno a la libertad y el mensaje informativo. Madrid: Paraninfo. Anderson, J. (2006). La mirada del periodista. Madrid: Asociación de la Prensa de Madrid. Carrión, J. (2012). Mejor que ficción. Barcelona: Anagrama. Chiappe, D. (2010). Tan real como la ficción, Herramientas narrativas en periodismo. Barcelona: Laertes. Chillón, A. (1999). Literatura y Periodismo. Una tradición de relaciones promiscuas. Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona, Servicio de Publicaciones. Comba, J. (2012). Crónicas latinoamericanas. Las herramientas discursivas que utilizan los cronistas para construir su lugar en las crónicas finalistas y ganadoras del Premio Nuevo Periodismo CEMEX+FNPI. Tesina no publicada, Universidad de Rosario, Rosario, Argentina. Falbo, G. (2007). Tras las huellas de una escritura en tránsito. La Plata: Al margen. Fernández Chapou, M. (2011). El nuevo periodismo en la prensa hispana contemporánea. Una propuesta para los medios del siglo XXI. México D.F.: Académica Española. Herrscher, R. (2012). Periodismo narrativo. Cómo contar la realidad con las armas de la literatura. Barcelona: Universidad de Barcelona. Hoyos, J. (2003). Escribiendo historias. El arte y el oficio de narrar en el periodismo. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia. Jaramillo D. (2012). Antología de crónica latinoamericana actual. Madrid: Alfaguara. Martínez, T. (2002). Periodismo y narración: desafíos para el siglo XXI. Bogotá: Cuadernos de Literatura [on line]. Revisado el 31 de octubre de 2014 desde internet file:///C:/Users/user/Downloads/7993-30324-1-PB.pdf Ortega, J. (1988). Crítica de la identidad. México: Fondo de Cultura Económica. 17 EDICIÓN No. 90: REFLEXIONES EN TORNO A LA HISTORIA DE LA PRENSA Y EL PERIODISMO EN IBEROAMÉRICA MAYO-SEPTIEMBRE 2015. Rama, A. (1985). La ciudad letrada. Montevideo: Arca. Ramírez, S. (2012). Los nuevos cronistas de indias. Buenos Aires: diario La Nación [on line]. Revisado el 31 de octubre de 2014 desde internet http://www.lanacion.com.ar/1523193-losnuevos-cronistas-de-indias Ramos, J. (1989). Desencuentros de la modernidad en América Latina. México: Fondo de Cultura Económica. Rotker, S. (1992). La invención de la crónica. México D.F.: Fondo de Cultura Económica y Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano. Sims, Norman (1984). The literary journalists. New York: Ballantine Books. Vargas Llosa, M. (1972). Coloquio del libro. Revista Zona Franca. Caracas, año 3, número XIV. Walsh, R. (1984). 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