WWW.FRONTERA.INFO Tijuana, B.C. Viernes 27 Noviembre 2015 ESPECIAL 25 Lunes 30 Para leerlo... Cátedra Julio Cortázar Conferencia Algunas divagaciones sobre el oficio de la novela, a cargo de Antonio Muñoz Molina Paraninfo de la UdeG 11:00 horas FILustra Conferencia magistral de la ilustradora francesa Rébecca Dautremer. Salón México III C, Hotel Hilton 16:00 horas Encuentro Mil jóvenes con Enrique Vila-Matas. Auditorio Juan Rulfo 18:00 horas Mérito Editorial Entrega del premio a Peggy Espinosa Auditorio Juan Rulfo 20:00 horas Grandes Hispanistas Ingleses David Brading y Antonio Saborit disertan sobre México en la visión de Reino Unido. Salón Elías Nandino 20:00 horas Presentaciones Funerales preventivos, de Juan Villoro y Rogelio Naranjo (Almadía) Los 43 de Iguala, de Sergio González Rodríguez (Anagrama) Méjico, de Antonio Ortuño (Océano) Campeón gabacho, de Aura Xilonen Arroyo (Grijalbo) Historia abreviada de la literatura portátil (Anagrama, 1985) Suicidios ejemplares (Anagrama, 1991) Recuerdos inventados (Anagrama, 1994) Lejos de Veracruz (Anagrama, 1995) El viaje vertical (Anagrama, 1999) Bartleby y compañía (Anagrama, 2000) El mal de Montano (Anagrama, 2002) París no se acaba nunca (Anagrama, 2003) Doctor Pasavento (Anagrama, 2005) Dietario voluble (Anagrama, 2008) Dublinesca (Seix Barral, 2010) En un lugar solitario. Narrativa 1973-1984 (DeBolsillo, 2011) Aire de Dylan (Seix Barral, 2012) Kassel no invita a la lógica (Seix Barral, 2014) Marienbad eléctrico (Almadía, 2015) publicado: Almadía, en México; Caja Negra, en Argentina; Bourgois, en Francia”. En Marienbad eléctrico, novela que comienza a circular en México, habla de moverse en zonas de riesgo, situarse en los límites y “permitírnoslo todo”. Pero, al cuestionársele si existe hasta ahora algo que no se permita a la hora de escribir, recuerda su reciente viaje a China, donde ha publicado cuatro libros este año. “Seguro. He estado en China este verano y al hablar en público había que ir con una precaución increíble. Esto de lo prohibido en literatura me hace pensar que el libro que merecería estar más prohibido –creo que lo decía Lichtenberg– sería el catálogo de los libros prohibidos”, afirma. Marienbad eléctrico En sus libros más recientes, Kassel no invita a la lógica y Marienbad eléctrico, que describe como novelas que entrarían en la categoría de semificciones o “paseos en prosa”, hay un giro temático hacia la plástica. A diferencia de sus obras anteriores, llenas de alusiones literarias, en estas novelas se da un acercamiento y un diálogo con el arte contemporáneo. En la primera, narra su viaje al corazón del arte de vanguardia en pleno siglo XXI y, en la segunda, el personaje principal es un escritor interesado en la instalación. Este acercamiento con el arte contemporáneo, además del deseo de buscar algo nuevo, nació de una extraña propuesta que le hizo la artista multidisciplinaria Sophie Calle en diciembre de 2005. “Acepté escribirle una historia que, según me dijo, ella luego trataría de vivir”, recuerda. En Marienbad eléctrico, la historia gira en torno a la obra de Dominique González-Foerster, artista enigmática con quien el personaje narrador desarrolla una amistad a partir de la experiencia estética. Dominique, una evadida de la literatura, experimenta con el texto mediante su trasposición en el campo de las artes. Una novela en la que el azar productivo y los felices equívocos creativos marcan la relación de los personajes. Vila-Matas, en libros anteriores, como en Suicidios ejemplares y Doctor Pasavento, ha abordado el concepto de desaparición, pero el personaje narrador de Marienbad eléctrico habla de la literatura como el deseo de exponerse. Y aunque esas ideas parecen contraponerse, el autor señala que puede identificarse con ambas. “Me fascina Rimbaud porque dejó de escribir. Pero, atención, desde Etiopía le envió esta carta a su madre: ‘Si regreso a París, quizá pueda exponer los productos de Abisinia y, quizás, exponerme a mí mismo, dado que creo que uno debe tener un aire extremadamente raro después de una larga temporada en países como éste’”, narra en entrevista. “También me fascina el Rimbaud que desea exponerse al Sol, ser visto, el Rimbaud que contradice esa idea que teníamos de él de que deseaba ocultarse... Pero, bueno, debe de pensar usted: ¿por qué no se decanta ya de una vez por una cosa más que la otra? Pues si me obligaran con una escopeta a decidirme, la perspectiva de que me dispararan y yo desapareciera de la vida tempranamente me disgustaría, así que elegiría vivir y exponerme. Y, para exponerme, ningún lugar mejor que la literatura”. ••• Mientras preparaba Suicidios ejemplares, Vila-Matas decía: “Voy a terminar este libro y luego ya no escribiré más”. Pero ¿habrá cruzado de nuevo esa idea por su cabeza; realmente, se puede huir a voluntad de la literatura, dejar de escribir? “Me divierte que me pregunte esto, porque precisamente acabo de estar en la librería del barrio y de repente, cuando más me estaban hablando de las circunstancias felices por las que atraviesa últimamente la recepción de mi obra, me ha salido del alma decirles: ‘Creo que me voy a retirar’. “Nada más decirlo, me he acordado de cuando tenía 20 años y en las barras de los bares de noche de Barcelona decía: ‘Muchachos, creo que voy a dejar de escribir’. Y todo el mundo me decía: ‘¡Pero si tú no escribes!’. Y, era verdad, aún no escribía y, sin embargo, quería ya retirarme”.
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