Francés culinario: ¿El prestigio del francés justifica su enseñanza en las Licenciaturas en Gastronomía? Rubén Vásquez Gómez Universidad Autónoma de Baja California [email protected] Alfredo Escandón Jiménez (Coordinador) Universidad Autónoma de Baja California [email protected] Línea temática: Políticas educativas en la enseñanza de lenguas. Resumen: La presente ponencia trata sobre del desarrollo curricular basado en las necesidades laborales en contraste a la planeación lingüística detrás del currículo universitario. La resolución 12 de la Conferencia General de 1999 de la UNESCO apunta hacia una educación multilingüe para poder satisfacer adecuadamente las necesidades culturales y lingüísticas de un mundo global y multinacional (p.17). Instituciones de educación superior que ofertan licenciatura en gastronomía en el sector privado de la ciudad de Tijuana ofrecen francés como parte de sus requisitos curriculares, fenómeno relacionado a una larga tradición en el área, la técnica francesa clásica. El vocabulario especializado y muchas técnicas de cocina reciben su nombre en francés, en este fenómeno de préstamos lingüísticos radica motivo que sirve como locus para fundamentar los cursos de lenguas ofertados en programas de licenciatura en gastronomía en diversas universidades privadas de la ciudad de Tijuana. Sin embargo no existen estudios de por medio que reflejen las necesidades lingüísticas en el campo laboral (evaluación de necesidades). La gran pregunta es entonces ¿es suficiente el prestigio histórico de una lengua en un área para fundamentar un curso o se necesitan tomar otros factores en cuenta al momento de desarrollar programas de lenguas con fines específicos? Palabras clave: Planeación lingüística, diseño curricular, francés con fines específicos. Introducción El camino del mal está hecho de buenas intenciones. Este refrán logra encapsular con una agudeza increíble la situación curricular en materia de enseñanza de lenguas. El presente texto surge de una indagación sobre la situación educativa en materia de enseñanza de francés con fines específicos a nivel licenciatura, en la Universidad Bon Appétit Chefs. La metodología de la presente investigación incluyó la revisión de cartas descriptivas del currículo francés de un programa de Licenciatura de Gastronomía de una institución superior privada. Se realizaron cuatro entrevistas a licenciados en gastronomía acerca de sus necesidades lingüísticas en el campo laboral y un sondeo de opinión a los alumnos de dicha institución sobre expectativas de aprendizaje en materia de lenguas extranjeras. Un idealismo descontextualizado Una formación significativa en lengua materna promueve el fortalecimiento de la identidad comunitaria en general, y la propia en particular; pero gran parte de los esfuerzos educativos en L1 se han centrado en el aprendizaje de reglas gramaticales y el desarrollo de análisis de textos, la exploración de literatura (en el caso del contexto mexicano, de la lectura de autores mexicanos) y otros aspectos de la lengua; aunque estos esfuerzos pasados bienintencionados no responden a la pregunta de cómo fortaleceré el desarrollo de la identidad. “A partir del ciclo escolar 2009-2010 la Dirección General del Bachillerato incorporó en su plan de estudios los principios básicos de la Reforma Integral de la Educación Media Superior” (de la Cruz López, Rivadeneyra Castro y Trujillo Vázquez, 2013, p. 4) basada en el desarrollo de la identidad del lenguaje, reforma que busca incorporar un conocimiento más significativo del lenguaje, mediante la exploración de temas como el origen y genealogía de la lengua, la diversidad lingüística y la interculturalidad (pp. 17-31). Esta reforma apenas ha sido incorporada al plan de estudios en el ciclo 2010-2011, los resultados se encuentran apenas por egresar. Esta reforma significa un primer acercamiento hacia una educación significativa, pero parte de una recomendación descontextualizada. Si bien la UNESCO (Barron, 2012) recomienda una educación que aborde aspectos de identidad y promoción de los derechos y garantías individuales, estas recomendaciones, recomendaciones que parten del análisis de tendencias actuales, su viabilidad en el territorio mexicano debe ser evaluado con mucha cautela (la obra anteriormente mencionada, ver Barron, 2012, describe estudios hechos en el Sureste Panasiático, el Subcontinente Indio, y países del África Meridional, con diferencias culturales y demográficas significativamente distantes al contexto latino americano). Estas reformas se ven consolidadas en la administración educativa mexicana como un currículo unificado dictaminado por un sistema centralista; esto significa que a pesar de crear un currículo que busque en desarrollo de la identidad multicultural, la imagen todavía responde a un modelo centralizado de la mexicanidad. Una reforma surgida tan reciente enfrenta también el problema de la implementación. Al maestro de lenguas le toca trabajar en un contexto de colisión entre dos paradigmas educativos, fenómeno que repercute en al aula. Comentarios sobre el rechazo hacia la educación bajo un modelo constructivista abunda en el círculo docente (Bueno Cuadra, 2007, Hayek, 2009). En un experimento realizado por González Peláez (2008) sobre creencias de los profesores de inglés del Departamento de Lenguas Extranjeras de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá, sobre la competencia comunicativa y su relación con sus prácticas de clase, encontró que existe desconocimiento sobre el significado de una competencia en el contexto educativo (p. 86). Aunque el texto no ofrece una explicación, esto puede deberse a la homonimia de competencia en el sentido competitivo, competition, y competencia en el sentido facultativo, competence). En el contexto mexicano un desconocimiento de este concepto o su bifurcación a causa de la homonimia es todavía una realidad, especialmente en el ámbito universitario donde es práctica común todavía tener un cuerpo docente sin formación pedagógica. Una currícula atrapado entre dos paradigmas A partir de las recomendaciones de la UNESCO (1996/2013) como producto del trabajo coordinado por Jaques Delors entre 1993 y 1996 que culmina en la obra La Educación encierra un tesoro, comienza un auge en la promoción del modelo constructivista, inspirando en las obras de Vygotsky y Piaget, quienes en rasgos generales plantean que la realidad es una construcción que parte de la vivencia, definida por la interacción social (ver Vygotsky, 1978) y también por el bagaje genético (ver Flavell, 1967). Esto significó para el modelo educativo mexicano hacer un paso de una educación basada en objetivos, a una educación basada en competencias (ver de la Cruz López, Rivadeneyra Castro, Trujillo Vázquez, 2013), y a su vez un replanteamiento de la estructura de la currícula, la cual se había estructurado tradicionalmente como un bloque de elementos incompatibles puestos en un mapa o como diría Casado (2012) “el zapatero al zapato” (p. 106), o sea que eso que le compete a las matemáticas que sea ciencia sólo del profesor de matemáticas, aquello de español, sólo le compete al maestro de español. Por otro lado el nuevo paradigma educativo favorece una interconexión entre las materias, y de esta forma no se planea la currícula con una clase de español, aislada de una clase de etimologías y otra de literatura, y en cambio se incorporan en una sola materia llamada Lengua (de la Cruz López, Rivadeneyra Castro, Trujillo Vázquez, 2013). De esta forma se revalora el papel de cada área de conocimiento respecto a su utilidad. Sobre la utilidad de aprender a hablar francés en el ámbito de las artes culinarias los cuatro licenciados en gastronomía entrevistados respondieron que hablar francés puede abrir muchas puertas, pues uno nunca sabe cuándo va a venir un master cheff de Francia a dar una master class en México y decida llevar a alguien como aprendiz a su restaurante; esta explicación sobre la utilidad del francés parece ser bastante recurrente, tanto los licenciados entrevistados como los estudiantes de gastronomía en una universidad privada donde se llevó a cabo el sondeo hablaron de esta promesa laboral, una especie de the American dream, pero para los gastrónomos (según describieron los individuos entrevistados). Los cuatro licenciados entrevistados ejercen en su área, y afirman haber olvidado lo que aprendieron de francés en sus estudios universitarios, un indicador fuerte de la poca necesidad de hablar francés como licenciado en gastronomía en el contexto bajacaliforniano. El plan de estudios de la Licenciatura en Gastronomía de la universidad Bon Appétit Chefs, donde se llevó a cabo la observación cuenta con tres niveles de inglés y francés técnico. Las cartas descriptivas están escritas en boques donde se describe el aprendizaje esperado en forma de competencias. Pero estas competencias solo lo son por la superficie. Un ejemplo de competencia del curso de Francés Técnico I lee “[el alumno] analiza pronombres y adjetivos”, una competencia que parece más un objetivo netamente adscrito a la escuela estructuralista, que si bien pudiere servir a un estudiante de docencia de idiomas o de lingüística aplicada, brinda muy poca utilidad a un futuro licenciado en gastronomía. Una competencia con el mismo fin sería el alumno aprende a diferencias las personas gramaticales para poder entablar conversaciones claras y cordiales; de esta forma existe un contexto, una utilidad y el fortalecimiento de algún valor. Al igual que esta competencia el resto ha sido redactado con un lenguaje breve e impreciso que deja como resultado un curso vacuo de contexto, relevancia y forma. Las tendencias contemporáneas de la enseñanza del francés se adscriben más al desarrollo de las cuatro habilidades, desplazando a la gramática tradicional como eje central del curso (Perez Aguilar, 2008). Para estructurar un curso de francés de acuerdo a las tendencias actuales se necesita hacer primero un análisis de necesidades que arroje la información pertinente para la estructuración del mismo. Pero los estudios de necesidades no son tan frecuentes como sería deseable, en su lugar la estructura de un curso parte directamente desde el aparato institucional. Cuando la currícula para una carrera es diseñada, se debe buscar enseñar lo más relevante para el desempeño laboral en el área de impacto de dicha carrera. Esto dignifica que enseñar gramática contrastiva o fonética a los alumnos no será precisamente lo más adecuado. En el caso de la asignatura de francés técnico I el curso fue diseñado para ser impartido en 16 horas, con tres bloques, de los cuales en primero (con una duración de 5 horas) es dedicado exclusivamente a la fonética francesa. De este primer nivel, sólo el tercer bloque –de 4 horas– lleva relación con el área de estudio (gastronomía). Este bloque contiene dos temas, a) preposiciones y adverbios y b) vocabulario gastronómico básico. Una forma más efectiva de impartir la materia sería incorporando el vocabulario gastronómico desde un principio, de esta forma el estudiante no tiene que esperar hasta casi el final de curso para saber que es el brunoise, paillard, panade, dariole, u otras palabras utilizadas en el día a día culinario que de cualquier forma llegar a aprender en otras clases más relacionadas a la cocina. Si el vocabulario francés es necesario, entonces estará presente en materias curriculares, lo cual debilita la necesidad de un curso de francés técnico per se. En el catálogo del Cordon Bleu de Austin y Dallas (Smith, 2013), se describen los requisitos lingüísticos para cursar en dicha institución, enfocados exclusivamente en el manejo del inglés, el cual debe ser demostrable a través de los resultados de algún examen estandarizado como el TOEFL, IELTS o APIEL (pp. 27-28). En el caso del Cordon Bleu de México en la Universidad Anahuac, el programa no menciona necesidad alguna de hablar francés (La página internet tiene como opciones de idioma inglés y español). La lengua francesa y el prestigio manifiesto En su texto sobre sociolingüística Hudson (1999) menciona dos tipos de prestigio en el habla, el prestigio manifiesto, descrito como aquel dado a la clase alta, pero por el cual no se tiene necesariamente un aprecio necesariamente positivo y un prestigio encubierto, caracterizado por ser el orgullo compartido por pertenecer a un grupo particular no precisamente prestigioso pero por el cual si se guarda un sentimiento afectivamente relevante (p. 205). Aunque la definición de Hudson se enfoca en describir actitudes sobre la estratificación social en un contexto monolingüe, este concepto puede ser expandido al ámbito de la percepción de otras lenguas. Así muchas personas otorgan cierto prestigio a unas lenguas, y pueden llegar a comentar, por ejemplo que el alemán es una lengua muy filosófica, o que el francés es la lengua del amor. Una comunidad lingüística puede expresar la relevancia de alguna lengua en particular para su desarrollo, sea económico o cultural, y no por ello comenzarán a estudiar dicha lengua. Ejemplos de este fenómeno ocurren con la lengua Japonesa y con el chino mandarín, una gran parte de la población conoce sobre la importancia de hablar estas dos lenguas, sin embargo los grupos de japonés como lengua extranjera tienen una demanda menor que aquella del inglés, como revela un listado de la Association of Departments of Foreign Languages at the Modern Language Association (2010 en infoplease, 2010) donde aparece el japonés en sexto lugar y el chino en séptimo lugar de lenguas más estudiadas en los EE.UU., una realidad similar se vive en el contexto Fronterizo de Baja California. A este fenómeno se le puede llamar prestigio manifiesto en el aprendizaje de lenguas extranjeras y es precisamente en caso de la lengua francesa en nuestro contexto. Diferentes factores históricos relacionados a la colonización dieron al francés un status alto durante el siglo y siglo XIX y principio del siglo XX, pero finalmente su utilidad cedió ante el crecimiento del poderío británico durante las postrimerías del siglo XIX, la participación de los EE.UU. en la Segunda Guerra Mundial entre otros factores. En la actualidad la lengua francesa posee una popularidad menguante en cuanto a lo que llegó a ser en el pasado (aunque sigue siendo lengua de diplomacia, es una de las lenguas de trabajo de la ONU y lengua administrativa en los países pertenecientes la francofonía) cuando hablar francés era símbolo de estatus, reflejado incluso en la literatura mexicana (muchas obras de Carlos Fuentes incluyen textos en francés; en la literatura rusa de finales del siglo XIX ocurre lo mismo, como es el caso de la Guerra y la Paz de Tolstoi, de la cual casi la mitad del libro está en francés, u obras de Wilde). Para muchos estudiantes de gastronomía la importancia del francés radica en este prestigio que alguna vez gozó, como reveló el sondeo. Del grupo al que se aplicó un sondeo de opinión, el 60% expresó querer aprender francés, por considerarlo una lengua hermosa, pero no habían hecho un esfuerzo por aprenderla. Metodología El presente trabajo se basa principalmente en la información arrojada por los dos instrumentos aplicados para hacer un primer acercamiento al tema. Fueron tres las principales fuentes de información, a) planes de estudio, b) entrevistas a licenciados en gastronomía, c) sondeo a estudiantes de licenciatura en gastronomía. La entrevista fue aplicada a cuatro graduados de algún programa de licenciatura en gastronomía cursado en la ciudad de Tijuana, con más de dos años de haber egresado. El formato de la entrevista fue semidirigida, con un los siguientes temas como base: 1. ¿cómo fue tu programa de licenciatura? 2. ¿participaste en movilidad estudiantil? 3. ¿llevaste algún curso de le lengua en tu licenciatura? 4. ¿Estudiaste francés? De ser así ¿cómo fueron tus cursos y qué tanto aprendiste? Estas preguntas fueron elegidas para poder obtener un acercamiento al tema desde la perspectiva del graduado que contrasta su formación con el campo laboral. El segundo instrumento consistió en un sondeo de opinión aplicado a la matrícula de la universidad Bon Appètit Chefs. Los temas de interés para este sondeo fueron los siguientes: a) ¿por qué estudiar francés? b) ¿Quién habla bien español? De acuerdo a las respuestas obtenidas de estas dos preguntas se produjeron más cuestionamientos para poder encontrar posibles causas a las opiniones. Estos cuestionamientos fueron elegidos para saber cuáles son las expectativas de aprendizaje de los alumnos, y cuál es la situación lingüística en la que se desarrolla el curso, i. e. qué tanto conocimiento del 1L tienen que pueda servir como base para un curso de lengua extranjera. Resultados La totalidad de los alumnos a nivel licenciatura que participaron en el sondeo de opinión afirmaron no hablar bien su propia lengua, un indicador definitivo de inseguridad lingüística, pues “mucha gente está convencida de que „habla mal‟ el idioma y comete errores constantemente” (Paz Berruecos, en Crhová, 2004, p. 91). De acuerdo a lo declarado por los alumnos la conjugación de una planeación educativa basada en un modelo centralista a nivel bachillerato con un cuerpo docente de formación docente heterogénea ha producido hasta el momento graduados con una seguridad lingüística muy débil, llena de mitos y prejuicios sobre el lenguaje, al respecto nos ilustran comentarios como el siguiente “y nos hacían leer textos raros de otras partes”. Sobre los orígenes de esta inseguridad, muchos alumnos comentaron que sus maestros a nivel secundario y bachillerato les dijeron que hablaban mal. Otros mitos lingüísticos recurrentes fueron catalogar a las lenguas indígenas como dialectos, o pensar que el inglés es una lengua superior al español (postura absurda pues ninguna lengua es buena o mala). Si el conocimiento de la 1L es débil, entonces los resultados de aprendizaje de una FL no van a ser favorables. Los alumnos declararon no saber cuáles son las categorías gramaticales, ni los tiempos verbales; declararon también que sus hábitos de lectura son deficientes para nivel licenciatura. En cuanto a la lengua francesa, la totalidad de la población admitió sentir admiración hacia la cultura y lengua francesa. Descripciones de la misma incluyeron la lengua de la gastronomía, la lengua del amor, la clave del éxito en el mundo laboral, la lengua que abre las puertas. Conclusión El camino del mal está hecho de buenas intensiones. El diseño de un mapa curricular en ocasiones queda no en manos de un equipo con formación pedagógica que esté instruida en el área para poder diseñar un plan de estudios acorde tanto con la visión paradigmática sustentada por el sistema educativo como las necesidades del mundo real a las cuales se enfrentarán los futuros egresados. Cuando los diseñadores de un plan de curso son ajenos a estas necesidades del diseño entonces producen planes de estudio que no responden a la realidad laboral y sus resultados son la imitación de otros planes de estudio, o la inclusión de materias por tradición. Un buen curso de francés técnico debe abordar no los aspectos de la sintaxis, morfología y fonología, sino los aspectos más útiles relacionados al mundo laboral; y antes de dictaminar una carta descriptiva es necesario también evaluar el campo laboral para poder sustentar la necesidad la misma. En este último punto fueron clave las entrevistas a egresados, si la muestra entrevistada es su totalidad declaró estar olvidando lo que aprendieron de francés, este indicador resulta poco favorable como sustento a dicho curso. Bibliografía: Barron, S. (2012). Why Language Matters? For the Millennium Development Goals. Bangkok: UNESCO. Bueno Cuadra, R. (2007) “Una visión crítica del constructivismo”. Cultura 21 (pp. 81-94). recueperado de http://www.fcctp.usmp.edu.pe/cultura/imagenes/pdf/21_04.pdf Casado, M. (2012). Lenguaje, valores y manipulación. Pamplona: EUNSA|Astrolabio. Crhová, J. (2004). Actitud hacia la lengua. Cuadernos del cec.museo uabc. Mexicali, Baja California: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. de la Cruz López, M. A., Rivadeneyra Castro, G., Trujillo Vázquez, M. (2013). Lengua o lenguas I. Serie Programas de Estudio. Secretaría de Educación Pública, Dirección General del Bachillerato, Dirección de Coordinación Académica. Recuperado de http://www.dgb.sep.gob.mx/02-m1/03-iacademica/02-programasdeestudiocie/3sem/Lengua_o_Lenguas_I.pdf Dominguez Gaona, R. (2013) Formación Docente, Curso. Tijuana: Universidad Autónoma de Baja California. Flavell, J. (1967). The developmental psychology of Jean Piaget. New York: D. Van Nostrand Company. González Peláez, M. E. (2008). English Teachers‟ Beliefs about Communicative Competence and their Relationship with their Classroom Practices. ICFES & Universidad Nacional de Colombia – Sede Bogotá, Colombia, 2008/5 (pp. 75-89). Bogotá. Retrieved from http://www.revistas.unal.edu.co/index.php/profile/article/viewFile/10595/11056 Hayek, F. A. (2009). Los errores del constructivismo. (pp. 85-106). recuperado de http://www.hacer.org/pdf/rev29_hayek.pdf Hudson, R. A. (1999). La Sociolingüística. Barcelona: Anagrama. Infoplease (2010). Most studied foreign languages in the U.S. Pearson Education. recuperado de http://www.infoplease.com/ipa/A0905275.html Pérez Aguilar, M. E. (2008). La Enseñanza del Francés de Especialidad bajo un enfoque constructivista. recuperado de http://biblioteca.ajusco.upn.mx/pdf/25992.pdf Smith, S., Clements, M. C. (2013) Le Cordon Bleu Catalog. Austin & Dallas: Le Cordon Bleu College of Culinart Arts. Recuperado de http://catalog.careered.com/~/media/Catalogs/109/Catalog.ashx UNESCO (2003). Education in a multilingual world. King, L. (Ed.). Paris: the United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization. Retrieved from www.unesco.org/education UNESCO (1996/2013). Learning: the Treasure Within. Delors, J. (Ed.) UNESCO Pulibishing. Retrieved from http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001095/109590eo.pdf Vygotsky, L. S. (1978). Mind in society: The development of higher psychological proceses. Cambridge, MA: Harvard University Press.
© Copyright 2025