Primavera 2015 ABONO 13 22 de mayo, viernes. 19.30 horas. SALA ITURBI Isabelle Faust, violín ORQUESTA DE VALENCIA Pinchas Steinberg, director Programa I Hector Berlioz (1803-1869) El carnaval romano, op. 9 (obertura) (ca. 8’) Robert Schumann (1810-1856) Concierto para violín y orquesta en re menor, WoO 23 * (ca. 33’) In kräftigem, nicht zu schnellem Tempo Langsam Lebhaft, doch nicht zu schnell II Esta programación es susceptible de modificaciones. Edward Elgar (1857-1934) Variaciones sobre un tema original: “Enigma”, op. 36 (ca. 32’) Tema Var. I. “C.A.E.” L’istesso tempo Var. II. “H.D.S.- P.” Allegro Var. III. “R.B.T.” Allegretto Var. IV. “W.M.B.” Allegro di molto Var. V. “R.P.A.” Moderato Var. VI. “Ysobel” Andantino Var. VII. “Troyte” Presto Var. VIII. “W.N.” Allegretto Var. IX. “Nimrod” Moderato Var. X. “Dorabella - Intermezzo” Allegretto Var. XI. “G.R.S.” Allegro di molto Var. XII. “B.G.N.” Andante Var. XIII. “ *** - Romanza” Moderato Var. XIV. “E.D.U.” - Finale *Primera interpretación por la Orquesta de Valencia Orquesta de Valencia. Año LXXII, concierto nº 3262 Isabelle Faust, violín ORQUESTA DE VALENCIA Pinchas Steinberg, director Pinchas Steinberg N acido en Israel, estudió violín en Estados Unidos con J. Gingold y J. Heifetz y composición en Berlín con B. Blacher. Aclamado por la crítica por su calidad interpretativa del repertorio operístico y sinfónico. En su trayectoria ha dirigido importantes orquestas como la Berliner Philharmoniker, London Symphony Orchestra, Cleveland Orchestra, Israel Philharmonic, Leipzig Gewandhaus Orchestra, Boston Symphony Orchestra, Orchestra National de France, Santa Cecilia Orchestra de Roma, Orchestra de Paris, entre otras. Dirige regularmente en los festivales de Budapest, Salzburgo, Berlín, Praga, Viena, Verona, Orange y Flandes. Desde su debut en 1974 con la RIAS Berliner Symphoniker, ha sido Director Principal Invitado de la Staatsoper de Viena, además de ser invitado por los principales teatros de Londres, París, Múnich, San Francisco, Berlín, etc. Ha sido Director Principal de la Wiener Rundfunkorchester y Director Musical de la Orchestre de la Suisse Romande de Ginebra. Destacan sus grabaciones de El holandés errante de Wagner, La Wally de Catalani para BMG y Die Schweigsame Frau de Strauss. Su grabación para RCA de Cherubino de Massenet fue galardonada con el Grand Prix du Disque, Diapason d’Or, Premio de los Críticos Alemanes de la Música y Prix Caecilia de Bruselas. Recientemente ha grabado en directo con la Münchner Rundfunkorkester La clemenza di Tito de Mozart para RCA. Entre sus próximos compromisos destacan conciertos con la Cleveland Orchestra, Dallas Symphony, Cincinnati Symphony y Seattle Symphony. En 2011 abrió la temporada de la Ópera de París con Salome de Strauss e hizo su debut en el Teatro alla Scala con Faus Szenen de Schumann, y en 2012 regresó a la Staatsoper de Viena con Andrea Chenier de Giordano. Otros títulos recientes han sido Parsifal en Helsinki, Madama Butterfly en Roma y Die tote Stadt en el Teatro Real de Madrid y en la Ópera de la Bastilla de París. Isabelle Faust c Felix Broede S u interpretación está basada en un amplio conocimiento del contexto histórico de las obras que interpreta, como las fieles interpretaciones en base a los estudios actuales. Tras ganar los concursos Leopold Mozart y Paganini a muy pronta edad, fue pronto invitada a trabajar con orquestas como la Filarmónica de Berlín, Orchestra of the Age of Enlightenment, Sinfónica de Boston y Sinfónica NHK de Tokyo. Abarca un repertorio que va desde obras de Bach a compositores contemporáneos como Ligeti, Lachenmann y Widmann. Siempre explorando nuevos horizontes musicales, se siente igual de cómoda como músico de cámara como actuando de solista con las mejores orquestas o ensembles de época. Además de los grandes conciertos sinfónicos de violín, interpreta obras como Kafka Fragments de Kurtág con la soprano C. Schäfer, o los quintetos de clarinete de Brahms y Mozart con instrumentos de época junto con sus colegas de música de cámara. Durante el transcurso de su carrera, ha tenido la oportunidad de trabajar de manera regular y grabar con directores como F. Brüggen, M. Jansons, G. Antonini, P. Herreweghe, D. Harding y B. Haitink. En los últimos años desarrolló una relación estrecha con C. Abbado, bajo cuya batuta actuó en multitud de países y grabó los conciertos de violín de Beethoven y Berg con Orchestra Mozart (Harmonia Mundi), grabación que recibió premios como el Diapason d‘Or, Echo Klassik, Gramophone Award 2012 y Premio de la Academia del Disco Japonesa. Ha grabado numerosos discos para Harmonia Mundi con Alexander Melnikov, incluidas las sonatas completas para piano y violín de Beethoven. Este disco fue galardonado con los premios Diapason d’Or y Gramophone. Su disco con las sonatas y partitas de Bach para violín solo ganó el Diapason d’Or de l‘Annee en 2010. Isabelle Faust toca el Stradivarius Bella Durmiente (1704), cedido a ella por el L-Bank Baden-Württemberg. Notas al programa El carnaval romano, estrenada en 1844, es un perfecto ejemplo de la habilidad constructiva de Hector Berlioz, pero es sobre todo un prodigio en la combinación de colores orquestales, como le corresponde al autor del célebre “Tratado de instrumentación y orquestación modernas”. El libro, que había sido publicado justamente ese mismo año, iba a influir de forma directa y de una manera decisiva en compositores del más alto nivel, tal como reconocieron Debussy, Mahler, Bruckner, Elgar o Ravel, lo que viene a significar que su publicación cambió el rumbo de la historia de la música. Berlioz concibió la obra como una obertura de concierto y con la estructura contrastante propia de una obertura operística. Para llevarla a cabo partió de una serie de fragmentos seleccionados de su ópera Benvenuto Cellini, que años atrás había fracasado de forma estruendosa en su estreno parisino, por lo que el autor daba por perdida la esperanza de que fuera repuesta en los escenarios de la ciudad. La obra resultante, por el contrario, tuvo una aceptación inmediata y entusiasta y hoy se mantienen inalterables su carácter arrebatador y su condición de obra predilecta, con su impulso irresistible y su ininterrumpida sucesión de efectos de color. Difícilmente podría intuirse, ante tal portento orquestal, la procedencia vocal de sus melodías principales, una de ellas extraída del dúo de amor de Teresa y Benvenuto del primer acto y reconvertida en la parte lenta de la obertura, y la otra rescatada desde el gran coro de Carnaval, que igualmente conlleva una prodigiosa transformación y que da lugar al Allegro vivace. Las dos obras que escribió Robert Schumann para violín y orquesta, tanto la Fantasía en do mayor, opus 131 como este Concierto en re menor, tuvieron como origen la admiración del autor hacia uno de los más célebres violinistas de su tiempo, el húngaro Joszef Joachim, al que había conocido como intérprete del Concierto de Beethoven en el Festival del Bajo Rin en los comienzos de 1853, el mismo año en que fueron compuestas ambas obras. Pero así como la Fantasía fue estrenada por el joven violinista, el Concierto permaneció inédito y custodiado por el propio Joachim, hasta que fue rescatado de la Biblioteca del Estado de Prusia, Berlín, y publicado en 1938 y estrenado por Georff Kulenkampff. Había sido compuesto en unos pocos días y probablemente en estado febril, meses antes de un intento de suicidio que desencadenaría su ingreso en un centro de salud mental. ¿Sabía Schumann que esta obra iba a ser su último suspiro de lucidez? Escrita en los tres movimientos clásicos, la obra no ha tenido hasta época reciente todo el reconocimiento que merece, y desgraciadamente prevalece la idea de una composición de estructura frágil y con exceso de repeticiones. Sin embargo, se están ocupando de poner las cosas en su sitio algunos de los grandes violinistas de nuestro tiempo, como Zimmermann, Zehetmair, Kremer o esta Isabelle Faust que protagoniza una grabación extraordinaria con Pablo Heras Casado como director. Son versiones, ya liberadas de las correcciones espúreas a las que se sometió en la edición de su estreno, que recuperan una gema perdida de la historia de la música, una obra muy hábil en la exhibición de recursos de violín y sobre todo dotada de un intenso calor emocional, quién sabe si por estar concebida en el mismo borde del abismo. Edward Elgar, buen aficionado a los acertijos, tituló la composición que le dio fama universal con el nombre de Variaciones “Enigma” con la intención de jugar al suspense con el oyente. De esta forma generó en torno a su obra una serie de malentendidos deliberados, que en parte se fueron desvelando a lo largo de los años, pero que en algunos casos han llegado hasta nosotros en forma de auténticos enigmas. Uno de estos “misterios sin resolver” tiene que ver con uno de los dos motivos melódicos que se enuncian al comienzo de la obra. Según aseguraba Elgar, el tema en cuestión estaría inspirado en una melodía archiconocida que de manera muy camuflada va recorriendo toda la composición. El asunto ha generado todo tipo de conjeturas (la mismísima “God save the Queen” entre otras muchas), pero por mucho que la musicología se ha empeñado en buscar y rebuscar coincidencias melódicas, al final todo parece indicar que se trata más de una broma que de un acertijo. La partitura está dedicada, en palabras del compositor, “a mis amigos que están retratados en ella”. Si bien en el estreno –Londres, 19 de junio de 1899- no se detallaba pista alguna, más adelante el propio Elgar escribió unas notas de programa en las que asociaba cada una de las 14 variaciones con unas determinadas iniciales, lo que facilitó el desvelamiento del nombre de los dedicatarios, de los que nada sabríamos hoy si no fuera por esta obra. Tras el tema inicial, de en torno a dos minutos de duración y compuesto de dos motivos (el primero lanzado por la cuerda y el segundo por el viento), llega la primera variación, dedicada a su mujer, Caroline Alice Elgar, y es, en palabras del autor, una “delicada y romántica prolongación del tema”. La segunda es una parodia, perceptible en los pasajes de semicorcheas, de un pianista aficionado amigo suyo, Hew David Stewart Powell. La tercera, de carácter histriónico, hace referencia a un personaje pintoresco y aventurero, Richard Baxter Townshend, retratado por el sonido burlesco del fagot. La cuarta, muy breve y anecdótica, se la dedica a William Heath Baker, un vecino que tenía por costumbre cerrar la puerta de una manera muy sonora. La quinta describe las conversaciones con su amigo el melómano Richard Penrose Arnold, que combinaban la profundidad y los “rasgos humorísticos y sarcásticos”. La sexta variación va dedicada a su amiga la violista Ysobel Fitton, a la que describe de forma melancólica a través, como cabía esperar, de un solo de viola. La séptima es para Arthur Troyte Griffths, arquitecto y pianista aficionado, cuya manera abrupta de tocar el instrumento es caricaturizada por los timbales, las trompas y finalmente la cuerda. La octava se la dedica a Winifred Norbury, de la cual describe sutilmente su “risa característica”. La novena variación, conocida como Nimrod, es la pieza más famosa de todo el conjunto, ligada a la anterior por una nota tenida del violín. Dedicada a su buen amigo Augustus J. Jäger, admirador de Beethoven, al que se cita al comienzo con una pasaje de la Sonata “Patética”, antes de convertirse en un himno solemne, que con frecuencia es utilizado en Gran Bretaña en todo tipo de ceremonias, incluyendo funerales de estado. La décima sugiere “la liviandad de una danza” de su buena amiga Dora Powell, alias Dorabella, como el personaje mozartiano. La undécima describe la anécdota protagonizada por el bulldog de su amigo George Robertson Sinclair, que cayó accidentalmente al río y tras nadar contracorriente volvió a tierra “ladrando con gran regocijo”. La duodécima celebra su amistad con Basil G. Levinson, buen aficionado al violonchelo, instrumento al que va destinado un solo. La decimotercera describe una plácida travesía marítima, con cita de la obertura “Mar en calma y viaje feliz” de Mendelssohn a cargo del clarinete, y está dedicada a su buena amiga Lady Mary Lygon, que estaba embarcada camino de Australia cuando le pidió permiso para utilizar sus iniciales, por lo que en vez de la dedicatoria Elgar utilizó tres enigmáticos asteriscos. La última, la decimocuarta variación, fue compuesta por pura superstición, a modo de evitar que fueran trece las variaciones. De carácter apoteósico y solemne, se trata de un autorretrato, es el que Elgar se describe como un hombre “valiente y vigoroso”. Manuel Ferrand Orquesta de Valencia Director Titular y Artístico: Director Honorario Perpetuo: Director Principal Invitado: Yaron Traub José Iturbi Enrique García Asensio Concejal Delegada de la Orquesta de Valencia y Presidenta del Palau de la Música: Subdirector de Música del Palau de la Música: María Irene Beneyto Ramón Almazán Hernández Concertinos Anabel Garcia del Castillo Enrique Palomares Chofre David Forés Veses M.ª José Santapau Calvo Ayuda de Solista Trompas Santiago Plá Sánchez María Rubio Navarro Solistas Violines primeros Vladimir Katzarov Esther Vidal Martí Solistas Sonia Beltrán Cubel Carmen Cotanda Lafuente Mª Luisa Llopis Benlloch María Martí Aguilar Rasvan Neculai Burdin Miguel Soriano Montesinos Antonio Benlloch Vázquez Eduardo Bravo Vallés Juan Ramón Gassó Biosca Juan Pavía Font Ayudas de Solista Contrabajos Francisco Catalá Bertomeu Javier Sapiña García Solistas Trompetas Francisco J. Barberá Cebolla Juan Bautista Fons Solistas Jesús Romero Redondo Ayudas de Solista Francisco Marí Cabo Ayudas de Solista David Albelda Juan José Juan Álvaro Corell Julio Joaquín Hernández Montero José Portolés Alamá Francisco Roche Raga Trombones Juan Manuel Real Pérez Solista Pablo Rámis Pérez Milan Kovarik Jean-Sébastien Simonet Ayudas de Solista Ana Gómez Sánchez Vicenta Lluna Llorens Elena Martínez Piñero Jordi Mataix Ferrer Gerardo Navarro Hordán Luis Osca Pons Doru Pop Manuel Segarra Martínez Salvador Solanes Juan Vicent Torres Ribes Violines segundos Casandra Didu Juan Carlos García Carot Solistas Flautas Salvador Martínez Tos M.ª Dolores Vivó Zafra Solistas Marta Bazantova José Carlos Alborch Mahiques Ayuda de Solista Anna Fazekas Ayuda de Solista M.ª Teresa Barona Royo Flautín-Solista Raúl Arias López Jenny Guerra Méndez Pilar Mor Caballero Julio Pino Pozo Carmina Morellá Giménez Antonio Ruiz Navarro Oboes José Teruel Dominguez Roberto Turlo Bernau Solistas Violas Miguel A. Balaguer Doménech Santiago Cantó Durá Solistas José M. León Alcocer Pilar Marín Peyrolón Ayuda de Solista Traian Ionescu Isabel López Ribera Pilar Parreño Villalba Eloïse Pinon Larraz Víctor Portolés Alamá Clotilde Villanueva Vallés N/N. N/N. Violonchelos Iván Balaguer Zarzo Mariano García Muñoz Solistas Gracia Calatayud España Ayuda de Solista Juan Bautista Muñoz Gea Oboe-Corno inglés Solista Clarinetes Enrique Artiga Francés José Vicente Herrera Romero Solistas Vicent Alós Aguado Clarinete-Requinto Solista David Martínez Doménech Clarinete bajo Solista Fagotes Salvador Sanchís Durá Juan Enrique Sapiña Riera Solistas Pascual Sancho Sebastiá Ayuda de Solista N/N. Contrafagot-Solista Julio Ibáñez Rodilla Ayuda de Solista Salvador Pellicer Falcó Trombón bajo Solista Tuba David Llácer Sirerol Solista Arpas Luisa Domingo Sanz Solista Timbal Javier Eguillor Valera Solista Percusión Luis Osca Gonzálvez Solista Josep Furió Tendero Ayuda de Solista Asistente Director: Berta Esparza Inspector: Vicent Ros Peydro Coordinador: Miguel Ángel Valiente Cuenca Archivo-Documentación: Enrique E. Monfort Sánchez Producción Musical: Blanca Jover Peñalba Regidor: Salvador Carbó Sisternes Montadores: Enrique Daud Sanchís David Morales Gascó Eugenio Murgui Payá
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