La experiencia de rehabilitación de viviendas en

 PONENCIAS La experiencia de rehabilitación de viviendas en España bajo parámetros ambientales. Un estado del arte. Francesc Xavier Prat Navarro Societat Orgànica [email protected] Gerardo Wadel Societat Orgànica / Arquitectos, Urbanistas, Ingenieros Asociados [email protected] 1. INTRODUCCIÓN Este abstract presenta uno de los trabajos recientementes para el proyecto de renovación urbana integral de Platja de Palma, en Mallorca. En él, bajo parámetros ambientales, se han analizado distintas actuaciones de rehabilitación de edificios de vivienda, principalmente de promoción pública, en España y en los últimos 10‐15 años,. Se ha puesto el punto de mira en el análisis técnico, centrando el interés en la incorporación de mejoras ambientales en los edificios. Se analizan principalmente rehabilitaciones efectuadas en las CCAA de Cataluña, Aragón y Madrid, abarcando no sólo el proyecto construido sino también otras opciones de las primeras fases de los proyectos y los motivos por las que fueron descartadas. También se comentan proyectos de mejora ambiental no construidos y análisis teóricos de otras partes de España. La rehabilitación de edificios de vivienda en España se ha llevado a cabo durante años atendiendo casi exclusivamente a su consolidación estructural, a la corrección de otras patologías, y a la incorporación o actualización de las instalaciones. El objetivo suele ser mantener los edificios en condiciones de uso y cumpliendo las normativas vigentes, aplicándose criterios de suficiencia técnica y coste mínimos. Y, generalmente, se ha desaprovechado la ocasión de incorporar mejoras ambientales. En los pocos casos en los que hay atención a temas ambientales, ésta se reduce a mejorar la eficiencia energética de los edificios en su fase de uso. Esto se suele concretar en la mejora del aislamiento en fachadas, cubiertas y carpinterías, y en la incorporación de sistemas de captación de energía solar térmica. Los demás aspectos no se tienen en cuenta prácticamente en ninguna ocasión. Estos temas olvidados son la energía invertida en las demás fases (aparte de la fase de uso del edificio), la gestión del agua, el impacto de los materiales que se utilizan en las obras y la reducción y gestión de los residuos generados. El trabajo pretende poner de relieve y hacer tomar conciencia a los agentes implicados en las obras de rehabilitación (administración, comunidades de vecinos, promotores, técnicos, constructores, administradores, gestores, etc.) del amplio margen de mejora ambiental que todavía queda por aprovechar en este campo, y crear una sensibilización al respecto y abrir nuevas opciones de actuación. 1.1 Fuentes de información Se han considerado para la redacción de éste trabajo las operaciones de las cuales se podía disponer de mayor cantidad y calidad de información, de pública disposición, dónde se ha tenido en cuenta el punto de vista ambiental bien en el planteamiento del proyecto o bien en su resolución o análisis. Se estudian tanto obras realmente construidas como propuestas de las primeras fases de algunos proyectos, que 1 PONENCIAS por un motivo u otro no se llevaron a la práctica. También se comentan trabajos teóricos de análisis o planteamientos tipo para casos más amplios un edificio concreto. Siempre se ha tenido en el horizonte que el objetivo final de este trabajo, si bien es extrapolable a otras zonas, es en primera instancia la aplicación de sus conclusiones en el proyecto de rehabilitación urbana integral de Platja de Palma. En ese sentido se han analizado con más detalle los mecanismos que por la climatología de Platja de Palma son más adecuadas para su aplicación directa. Los casos que se han analizado con más detalle son los siguientes: ‐Rehabilitaciones de Adigsa (Administració, Promició i Gestió, S.A., Generalitat de Catalunya), en diferentes barrios de Barcelona (como Verdum y Trinitat Nova) y en otras zonas de Catalunya (Can Jofresa en Terrassa, Planoles y Sabadell) ‐Rehabilitaciones llevadas a cabo en Zaragoza por SMRUZ (Sociedad Municipal de Rehabilitación Urbana de Zaragoza, Ayuntamiento de Zaragoza), en los barrios de Arrabal y Picarla, las Fuentes, San José y Torrero, Delicias, Casteas y Oliver. ‐Estudio para el Ayuntamiento de Madrid llevado a cabo desde la Universidad de Madrid, con propuestas para abordar la rehabilitación energética del parque construido en diversas zonas del centro, como Hortaleza, Jacinto Benavente y el Sector I de Lavapiés. (M.de Luxán, M.Vázquez, R.Tendero, G.Gómez, E.Román y M.Barbero) ‐En Catalunya, Barcelona, el Polígon Verdum (Adigsa). Este caso se considera de forma diferenciada respecto del resto de rehabilitaciones de Adigsa porque se trata de una experiencia que cuenta con un estudio de comportamiento energético pre y post rehabilitación, considerando diferentes escenarios de actuación, para poder decidir cuál de ellos era mejor llevar a cabo. La relación de conjuntos de edificios o edificios estudiada es la siguiente: ‐Catalunya. Terrassa. Can Jofresa (Adigsa) ‐Catalunya. Sabadell. Arraona. Bloc 93 (Adigsa) ‐Catalunya. Badalona. Bloque de viviendas (Adigsa) ‐Catalunya. Planoles. Reconversión de caserna en viviendas de alquiler (Adigsa) ‐Aragón. Zaragoza. Plan global de reforma urbana (SMRUZ) ‐Aragón. Zaragoza. Arrabal y Picarral (SMRUZ) ‐Aragón. Zaragoza. Las Fuentes (SMRUZ) ‐Aragón. Zaragoza. San José y Torrero (SMRUZ) ‐Aragón. Zaragoza. Delicias, Casteas y Oliver (SMRUZ) ‐Comunidad de Madrid. Madrid. Estudio para la renovación de la zona centro ‐Comunidad de Madrid. Madrid. 28 viviendas y local en San Cristóbal de los Ángeles ‐Comunidad de Madrid. Madrid. 27 viviendas en la calle Hortaleza 15 Esta selección no pretende ser una lista cerrada de los mejores trabajos de renovación de vivienda desde el punto de vista ambiental. No era este su objetivo, sino conocer y aprender de los criterios y las prácticas más habituales en la gestión de vivienda pública en la actualidad, como buen ejemplo para ser extrapolado (analizado y adaptado) a otras actuaciones del sector, especialmente en rehabilitación. 1.2 Edificios y gestión En un inicio el objetivo fue analizar a las viviendas solamente como edificios. Durante el desarrollo se hizo evidente que no se puede olvidar la gestión de los edificios durante su uso. En muchos casos la optimización ambiental sobrepasa el propio edificio y llega a su modelo de gestión, implicando a 2 PONENCIAS muchos agentes: administraciones, ocupantes, propietarios, comunidades de vecinos, empresas de mantenimiento, etc. 2. SITUACIÓN ACTUAL Y OPTIMIZACIONES HABITUALES Se exponen las tendencias generales en el campo de la rehabilitación, y también se comentan aspectos concretos de trabajos singulares que destacan por algún motivo. Los casos estudiados están en situaciones geográficas lo suficientemente dispares como para que no se pueda hacer una comparación directa entre ellos. Aparte del clima también difieren en factores como el entorno socioeconómico, los recursos disponibles, la tradición local, etc. Interesa remarcar el sistema de trabajo, la actitud atenta a aprovechar en cada ocasión lo que puede llevar a un mejor resultado. El interés en la mayoría de los casos se limita en la reducción del consumo energético en la fase de uso de los edificios, concretamente en la mejora del aislamiento de la envolvente térmica y en la optimización del rendimiento de los equipos de clima. No se suele tener en cuenta la energía empleada en las fases de producción de materiales, transporte, construcción, mantenimiento, derribo ni gestión de residuos, que puede representar conjuntamente cerca de un 40% de la energía total del ciclo de vida. Tampoco se suelen tener en cuenta aspectos más allá de la energía, referidos directamente a consumo de materiales o de agua, ni generación de residuos. En general se presta mucha atención al edificio en sí, al ámbito del “diseño pasivo”, término con el que nos referimos a todo lo que respecta a su estructura, envolvente de confort y sus particiones y acabados. Son las partes del edificio que no necesitan energía para funcionar, que duran toda o buena parte de la vida útil del edificio, y que por lo tanto no tienen ningún consumo directamente asociado, si bien indirectamente sí ayudan a reducir la demanda energética de los sistemas activos. Dentro del diseño pasivo, las optimizaciones se han centrado especialmente en su envolvente: fachadas, cubiertas y aberturas. Dentro de la envolvente normalmente se da prioridad a lo que representa un ahorro directo y relativamente rápido. Respecto al “diseño activo” del edificio ‐la parte de éste que sí consume energía para funcionar‐ en algunos casos se afecta a los equipos y las instalaciones, y especialmente en su mantenimiento y/o actualización. En otros pocos se incorporan instalaciones, sistemas o equipos nuevos de captación de energías renovables o de mayor eficiencia que los preexistentes. En esto tiene una especial importancia el modelo de gestión implantado, del que hablamos a continuación. A título de ejemplo orientativo, durante el año 2003 las actuaciones llevadas a cabo por Adigsa tuvieron la siguiente distribución por ámbitos: 3 PONENCIAS Vale la pena destacar que las intervenciones en los cerramientos (fachadas y cubiertas) llegan al 50% del total, mientras que en diseño activo (instalaciones) representan solamente el 9% y que muchas de ellas pueden no estar referidas a mejoras ambientales sino, por ejemplo, a eliminación de barreras arquitectónicas (instalación de ascensores, por ejemplo) o a mejoras respecto de la seguridad (actualización o substitución de instalaciones eléctricas, por ejemplo). Aparte del edificio propiamente dicho no se suele prestar ninguna atención a todo el apartado de gestión del mismo una vez se retoma su uso cotidiano. Solamente se hacen campañas genéricas de información como pueden ser algunas de ahorro energético y de agua o de cómo hacer una correcta separación en origen de los residuos. Más allá de estas pequeñas guías o consejos generales, no se incide ni se controla el funcionamiento del edificio respecto de sus impactos ambientales. La gestión del edificio es, a fin de cuentas, lo que va a permitir (o no) sacar el provecho previsto de la inversión realizada en mejoras energéticas en la rehabilitación. Es, por tanto, decisivo incidir también en éste aspecto. El consumo durante el uso de las viviendas, según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), una vivienda media española lo distribuye como sigue: Climatización (calefacción) 49%
Iluminación 8%
Cocina 10%
Electrodomésticos 12%
Agua caliente sanitaria (ACS) 20%
Agua transp. 1%
En base a estos datos se puede valorar la incidencia potencial de cada tipo de acción (activa o pasiva) respecto al consumo final asociado a ella. De modo más particular, en cada caso se puede, y sería óptimo hacerlo, hacer una serie de simulaciones energéticas del edificio, en el estado inicial y en diversas opciones de mejora, interviniendo combinadamente en sistemas pasivos y activos del edificio para terminar determinando que actuación – de todas las opciones posibles‐ obtiene los máximos ahorros y por tanto vale la pena acometer. En ésta línea es ejemplar el caso de Adigsa, en algunas de sus intervenciones. Buenas prácticas: ‐Adigsa. Verdum. Usando CALENER se simuló energéticamente el edificio. Se simularon diferentes escenarios, variando niveles de intervención, sistemas de captación energética, equipos e instalaciones térmicas, y combinaciones de los anteriores. En cada uno de los escenarios se comparó el edificio tal y como quedaría después de la obra (edificio objeto), con otro (edificio de referencia) que cumplía estrictamente con los mínimos exigidos por la normativa de aplicación (DB‐HE1 del CTE, y Certificación Energética de los Edificios). En el escenario inicial real (8) se definieron en cada vivienda sus sistemas de calefacción y ACS. Actuando en la envolvente se disminuye el consumo un 22% aprox (escenarios 5 a 7). Actuando además en los sistemas activos (instalaciones) se conseguían ahorros hasta del 75% (escenarios 1 a 4.) Con los resultados se pudo ver cuál era el mejor escenario para construir. 4 PONENCIAS Buenas prácticas: ‐Suiza. Lausanne. Rehabilitación del bloque de viviendas “Libellule”. Arq. Patrick Chiché. 2001: Se rehabilitaron las viviendas construidas en 1972 corrigiendo patologías constructivas varias y se optimizó energéticamente el edificio hasta alcanzar el estándar Minergie. Se demostró su viabilidad tanto técnica como económica. Se utilizaron 16cm de lana de roca en fachadas, cámara ventilada, verandas como espacios intermedios no calefactados, carpinterías mejoradas, nuevos sistemas de ventilación, de calefacción y de recirculación de agua caliente sanitaria. Es una constante prácticamente unánime en todas las actuaciones estudiadas. Temas de gestión, de uso continuado del edificio durante las obras, de propiedad compartida, seguridad, y demás hacen que ésta sea una premisa muchas veces indiscutible para abordar el proyecto de mejora. Esto condiciona en gran medida las opciones técnicas a plantear. 2.1 Edificios. Aspectos generales Temas como la elección del solar, la orografía del entorno, la vegetación circundante, la orientación, las posibilidades de asoleo y ventilación natural cruzada o la forma y compacidad del edificio no se suelen tener en cuenta a la hora de plantear una actuación en un edificio de viviendas. Pudiera parecer no se pueden aprovechar en rehabilitación, pero sí se pueden tener en cuenta: Desde la decisión de actuar en un edificio o en otro, hasta uniendo o adaptando volúmenes distintos, abriendo o cerrando patios o zonas de circulación, organizando las distribuciones interiores o las posiciones, cantidad, medida y orientación de oberturas, captadores solares, ventilaciones, etc. Influye mucho si la obra de rehabilitación es una rehabilitación integral o no. En el primer caso es más fácil poder aplicar más criterios generales que en las obras no integrales. Buenas prácticas: ‐Madrid. Estudio para la renovación de la zona centro: Se analiza la posibilidad de asoleo en distintas tipologías de calle, para saber si la captación solar es una alternativa razonable. Se considera el número de plantas, la orientación y la anchura de la calle, así como de horarios de asoleo y demás variables. 5 PONENCIAS Buenas prácticas: ‐Zaragoza. Barrio de San José. Conjunto de Virrey‐Rosellón, Fase I: Se aprovecha la instalación de ascensores para añadir al volumen del edificio unos cuerpos de tendedero anexos a las cocinas, que funcionan también como protección solar y espacio térmico intermedio interior‐exterior.
2.2 Diseño pasivo 2.2.1 Estructura. La estructura no suele tenerse en cuenta desde el punto de vista ambiental. Se aplica la tecnología más habitual de la zona y los condicionantes espaciales son en muchos casos los que determinan las soluciones finales. Ejemplos de esto son los micropilotajes con o los sistemas de refuerzo de forjados de 6 PONENCIAS chapas dobladas. No se plantea una optimización ambiental en cuanto a tipología, sistemas, dimensionado ni materiales. La baza de la rehabilitación en éste campo es la reutilización de estructuras existentes y la configuración final de modo que puedan acoger un uso flexible y adaptable que alargue su vida útil sin necesidad de volver a actuar en la estructura. 2.2.2 Envolvente. Los cerramientos del edificio ocupan un lugar central en los casos estudiados. A menudo sólo se actúa en ésta parte, dejando el diseño activo al margen. Valorar la compacidad del edificio puede ser importante para ver la repercusión que tendrá una actuación en sus envolvente. El uso de termografias puede ayudar a ver la incidencia que puede tener una actuación en los cerramientos de un edificio en concreto. En el caso del polígono Verdum de Adigsa se utilizaron para detectar los puntos en dónde el nivel de aislamiento o los puentes térmicos eran más preocupantes. a) Partes opacas. En las partes opacas de los cerramientos (fachadas, cubiertas y soleras) sí hay una atención especial en cuanto a mejoras de comportamiento higrotérmico. En cubiertas no siempre se aprovecha la reparación de impermeabilizaciones para mejorar también el aislamiento térmico. En las fachadas la actuación principal es aumentar el grueso de aislamiento térmico respecto de la situación previa. Hay varios modos de hacerlo: añadiendo un doblado hacia el interior, inyectando material aislante en la cámara de aire y añadiendo aislante por su cara exterior. La primera opción reduce la supefície útil y de hay que mover instalaciones de los interiores. Raramente se aplica si no es en una rehabilitación integral. La segunda opción no resulve los puentes térmicos e incluso puede acrecentar su gravedad. La tercera opción, aplicada en prácticamente todos los casos, soluciona los puentes térmicos y no afecta a los interiores ni al uso del edificio. Generalmente no se mejorar el aislamiento en las fachadas que dan a los patios. Una buena opción es hacer un inventario de tipos de cerramiento habituales en una zona de actuación, para que el usuario o proyectista disponga de un menú de opciones de rehabilitación en función del cerramiento de base que se encuentre. Así se hizo en estudios para diversas zonas de Zaragoza y Madrid. Tanto en cubiertas como en fachadas, actuar por el exterior plantea la posibilidad de incorporar cámaras ventiladas, con las prestaciones que conllevan. Buenas prácticas: ‐Adigsa. Planoles. Reconversión de una caserna militar en viviendas de alquiler: Se aislaron fachadas y cubierta, hasta un 30% más que la exigencia del CTE. El iMat (Centre Tecnològic de la Construcció) monitorizó el edificio, sus consumo, y el nivel de confort, comprobándose un 47% de reducción en su consumo energético. b) Huecos. En estos puntos también hay muchos casos en los que se invierten esfuerzos en mejorar su capacidad de aislamiento térmico o sus protecciones solares. Hay práctica unanimidad en la utilización de cristales dobles con cámara interpuesta. En cuanto a las carpinterías, hay una atención a su capacidad de aislamiento térmico sólo en determinados climas más 7 PONENCIAS rigurosos. Se tiende a montar carpinterías que tengan poco o nulo mantenimiento, siendo las más frecuentes las de aluminio. La rotura de puente térmico no es frecuente. Tampoco lo es la utilización de madera. Buenas prácticas: ‐Madrid. 28 viviendas y local comercial en San Cristóbal de los Ángeles: Se instalan unos “kits‐captadores” tipo bow‐window colocados a bofetón sobre la fachada existente por el exterior. Ocupa el grueso del nuevo aislamiento exterior, de modo que desaparece el trabajo en el telar de las aberturas preexistentes. La carpintería inicial no se desmonta, y se usa para generar un funcionamiento cambiante del kit, que en invierno es captador solar y protección solar en verano. Se potencia el confort visual y lumínico colocando espejos en su cara opaca. ‐Zaragoza. Conjunto Francisco Franco: Se instalan cerramientos vidriados en las antiguas zonas de balcones, generando unos captadores solares pasivos.
c) Patios y similares. Estos elementos pueden funcionar como espacios intermedios entre el exterior y el interior de las viviendas. Gracias a esto se les puede aprovechar bioclimáticamente para mejorar el confort y disminuir su consumo energético. Normalmente éste punto no se tiene en cuenta, aunque sí hay algunos casos en los que se ha sabido aprovechar. Buenas prácticas: ‐Madrid. 27 viviendas en la calle Hortaleza 15: Se iluminan las zonas inferiores de los patios más estrechos con tubos reflectantes de luz natural. Las ventilaciones de los espacios interiores tampoco se suelen tratan, ya que necesitan de espacios o conductos que ocupan un volumen importante del cual no se dispone, ya sea por a configuración del edificio o por ciertas normativas que no permitan incorporar elementos adicionales en patios o fachadas. Buenas prácticas: ‐Madrid. 28 viviendas y local comercial en San Cristóbal de los Ángeles: Se aprovecha la caja de escaleras y se utiliza como pozo de ventilación. d) Materiales de construcción. Por lo general se usan materiales más habitualmente utilizados en cada zona geográfica y/o tipología constructiva, ya validados por la experiencia. No hay una voluntad expresa de utilizar materiales de menor impacto ambiental en ninguno de los vectores (energia‐agua‐resíduos). Faltan incentivos económicos y pesa el desconocimiento sobre los productos y la falta de homologaciones/certificaciones para justificar el cumplimiento de las normativas vigentes. 8 PONENCIAS Buenas prácticas: ‐ Madrid. Estudio para la renovación de la zona centro: Se elabora una lista de materiales ordenados según su energía incorporada (aunque sin asociarlos a soluciones constructivas y/o unidades funcionales). 2.3 Diseño activo. La intervención en las instalaciones normalmente no va más allá de las redes de abastecimiento de electricidad, agua, gas y telecomunicaciones. Raramente se actúa en profundidad en todas las instalaciones, incluyendo las de producción de frío y calor para climatización y ACS, y prácticamente nunca se actúa en las instalaciones interiores de cada vivienda, excepto en caso de gran rehabilitación. La normativa de obligado cumplimiento establecen unos mínimos (de sistemas instalar y de rendimientos y niveles de calidad), pero es para obra nueva. En caso de rehabilitación la adopción de lo que éstas establecen queda sujeta a la buena voluntad del promotor. No obstante, pueden utilizarse como niveles de referencia. 2.3.1 Fuentes energéticas y energías renovables. Los sistemas energéticos primarios de los edificios no suelen incluirse en las rehabilitaciones. No se suele ir más allá de la puesta al día de las instalaciones de acometida, distribución y saneamiento comunitarias. Buenas prácticas: ‐Adigsa. Can Jofresa: Se llevó a cabo un estudio de implantación de energía fotovoltaica y de sistemas de trigeneración a partir de gas natural y calderas de biomasa. No se construyó, aunque sí hubo un interés por estudiar la opción. Buenas prácticas: ‐Barcelona, La Fàbrica del Sol: aunque no es un edificio de viviendas la calefacción se resuelve al 100% a partir de energías renovables (captación solar térmica de alta eficiencia (tubos de vacío) y una caldera a biomasa. 2.3.2 Refrigeración Los sistemas más habituales son bombas de calor individuales para cada vivienda. Se demandan cada vez más equipos con buena calificación energética. No se instalan detectores de carpinterías abiertas que desconecten los equipos. Buenas prácticas: ‐ En edificios de otros usos ya se han substituido sistemas de refrigeración convencionales por sistemas de geotermia combinados con bombas de calor (nuevas oficinas de 9 PONENCIAS VIMUSA), o por máquinas de adsorción combinadas con captación solar térmica y calderas de biomasa (La Fàbrica del sol Ayuntamiento de Barcelona). 2.3.3 Calefacción Una de las tendencias mayoritarias es la utilización del mismo equipo utilizado para la refrigeración, que con el funcionamiento inverso ofrece calefacción. Serian aplicables mecanismos de desconexión automática por carpinterías abiertas. Otra tendencia clara es la calefacción por radiadores, utilizando sistemas de calderas de gas natural o GLP’s, de mejor o peor rendimiento. Suele tratarse de instalaciones individuales de cada vivienda. Radiadores eléctricos o uso de gas butano están en recesión por su consumo, comodidad y percepción de riesgo. Pasando de sistemas individuales a sistemas comunitarios significaría ya una mejora de su eficiencia. Los principales obstáculos suelen ser las de espacio disponible y las inercias culturales de los usuarios. Buenas prácticas: ‐Sabadell. Bloque 93 del barrio de Arraona: Las viviendas contaban en origen con cocinas económicas de carbón y hogares de leña, que se dejaron de utilizar. En algunas comunidades se ha construido un nuevo trazado de chimeneas y se ha recuperado así el uso de la biomasa. 2.3.4 Iluminación La iluminación se mejora más allá de las zonas comunitarias, instalando temporizadores o detectores de presencia o movimiento. Se substituyen lámparas incandescentes por otras de bajo consumo, a veces con resultados contraproducentes por sus periodos de encendido. No se suelen aplican LEDs ni fotómetros. 2.3.5 Otros equipos En los edificios de vivienda es muy importante el consumo de equipos de otra índole, (equipos de cocina, de lavado y secado de ropa, electrodomésticos varios, ascensores, etc.), incluidos los consumos en stand‐by. Instalar los equipos con la mejor eficiencia energética posible. Buenas prácticas: ‐ Enchufe eléctrico inteligente“100% Off”, (UPC grupo CITCEA‐UPC / Good For You, Good for the Planet 2.3.6 Suministro y gestión del agua Se suelen incorporar mecanismos de ahorro de agua convencionales (perlizadores o aireadores, griferías con limitadores de caudal al 50‐100% a media actuación, cisternas de doble descarga o de descarga interrumpible o fluxómetros) No son frecuentes mecanismos de captación de aguas pluviales o de otras fuentes. La recirculación y reutilización de aguas grises también es una práctica todavía inexistente. Lo desincentiva el coste de la inversión inicial, el espacio y mantenimiento necesarios, y el riesgo potencial por mal uso. 2.3.7 Agua Caliente Sanitaria Se suelen usar calderas de gas natural, u otros GLP’s de mejor o peor rendimiento. Casi siempre son instalaciones individuales. 10 PONENCIAS En menos casos de los esperados se utiliza captación solar térmica para su precalentamiento. Hay un gran margen de mejora según la localización. 2.3.8 Saneamiento y depuración Las experiencias a menudo vienen motivadas por situaciones de malos olores en patios de edificio o en el interior de las viviendas, por trazados deficientes o reflujos. No se han visto sistemas de saneamiento separativos para aguas negras, grises y pluviales. En ningún caso se dispone de un sistema propio de depuración de aguas antes de verterlas a la red pública. Buenas prácticas: Adigsa. Sabadell. Bloque 93 del barrio de Arraona: Se aprovecha la energía fotovoltaica para alimentar el consumo de una ventilación mecánica constante, así como la extracción de gases de cocción de cocinas. Buenas prácticas: Adigsa. Badalona. Barrio del Pomar: Se garantiza la ventilación mediante la incorporación de carpinterías con sistemas de ventilación permanente. 2.3.9 Tratamiento de residuos La necesidad de espacio para la correcta selección y almacenaje de estos residuos tampoco es una preocupación que se vea en los proyectos estudiados. A partir de la entrada en vigor del CTE‐HS3 ya se tienen unas pautas para dimensionar éstos espacios, aunque en rehabilitación no sea de estricta aplicación. 2.4 Gestión del edificio En ningún caso se incide en la información y formación por la que necesariamente debería pasar cualquier usuario de una vivienda. En especial en el momento de su traslado a la vivienda en concreto, para saber cómo utilizarla. Solo se dan consejos i guias genéricos. Buenas prácticas: Concurso “La Comunidad Ahorra” de La Comunidad de Madrid, 2006. En un año con una climatología bastante adversa para ahorrar energía se consiguió invertir la tendencia alcista promedio de las viviendas españolas, y se redujo. Fomentó además la comunicación entre los vecinos sobre temas ambientales. Buenas prácticas: ‐Adigsa. Can Jofresa: Se estudió la incorporación en las viviendas de sistemas de telegestión. La presencia física de elementos que induzcan a un uso responsable del edificio también tiene mucho margen de aplicación, actualmente muy poco explotado. La gestión medioambiental sólo se hace mediante la aplicación directa de medidas concretas. Con éste sistema no se obtiene el rigor, el control ni la cuantificación de objetivos y resultados que organizaciones de mayor envergadura sí pueden llevar a cabo una gestión más compleja. El único mecanismo de control cuantitativo es el consumo de cada uno de los suministros que nos dan las compañías. 3. CONCLUSIONES El estudio de buenas prácticas ambientales en la rehabilitación de vivienda pública en el estado español nos ha llevado a constatar lo siguiente: 11 PONENCIAS 1. Se aprovecha el momento de reparar deficiencias comunes para llevar a cabo mejoras ambientales, que nunca se emprenden motu‐propio. 2. Se busca principalmente un ahorro energético inmediato, y solo en la fase de uso del edificio, principalmente con la mejora del aislamiento térmico de la envolvente. 3. Las instalaciones suelen actualizarse para mantenerlas dentro de normativa, sin objetivos ambientales añadidos. La excepción seria la incorporación de captación solar térmica para ACS. 4. Las posibilidades de mejora ambiental que ofrecen el resto de los componentes del edificio se aprovechan en muchos menos casos, y con mucha menor intensidad. 5. En otros vectores ambientales (al margen de la energía de uso) como materiales, agua y residuos, las actuaciones son muy escasas, y no alcanzan todo el ciclo de vida. Los inconvenientes normativos y económicos superan los incentivos para tenerlos en cuenta. 6. La incidencia sobre la gestión de las viviendas se limita a una información genérica, nunca adaptada a la vivienda en concreto. Hay muy pocos incentivos al respecto. En el momento que se plantea y se aborda un proyecto de rehabilitación de un edificio de viviendas hay un importante desembolso económico, que naturalmente se espera recuperar en el menor periodo de tiempo. Naturalmente hay acciones que sí necesitan de un volumen de obra importante y complicada, con aplicación de tecnologías complejas, y que por lo tanto sí requieren un importante esfuerzo económico. No obstante, hay casos en los que el simple hecho de prestar atención a cuestiones que pueden parecer insignificantes pueden revertir en una mejora. Las buenas prácticas muchas veces son más cuestión de sensibilidad y atención que de grandes inversiones. También se ha constatado que ninguna medida concreta, por sofisticada que sea, es la solución única al problema. La suma de pequeñas acciones es la que al final conseguirá la optimización del comportamiento medioambiental del edificio de viviendas en su conjunto. Bibliografía (1) Monterotti, C; Wadel, G; Societat Orgànica / AUIA, “Conclusiones sobre lo que pueden aportar unas herramientas de evaluación de la sostenibilidad ambiental ya existentes para un sello de calidad ambiental en la rehabilitación de los hoteles y viviendas de Playa de Palma”. Ponencia de este mismo congreso. (2) Wadel, G; López, F; Sagrera, A; Monterotti, C y Prat, F. Societat Orgànica / AUIA “Rehabilitación de edificios bajo objetivos de reducción de impacto ambiental: un caso piloto de vivienda plurifamiliar en el área de Playa de Palma, Mallorca”. Ponencia de este mismo congreso. (3) de Luxán, M; Vázquez, M; Tendero, R; Gómez, G; Román, E. y Barbero, M. “Estudio de las posibilidades de actuación con criterios de sostenibilidad en la rehabilitación de viviendas en Madrid. Aplicación para los barrios de Hortaleza, Jacinto Benavente y sector 1 de Lavapiés”. Convenio con la Fundación General de la Universidad Politécnica de Madrid. 2005. (4) Programa RESHAPE –Retrofitting Social Housing Preparation for EPBD (Rehabilitación de vivienda social y preparación activa para la Directiva Europea de la Eficiencia Energética de los Edificios). Información on line en www.reshape‐social‐housing.eu/ (5) Programa Leonardo da Vinci de la Unión Europea. Rehabilitaciones innovadoras. Renovación urbana – Energías renovables. Información on line en http://rehab‐bcf.net/ 12