Revista de Economía y Comercio Internacional Año III - Número 03 Octubre 2013 Dirección General FEDERICO TREBUCQ Comité Editorial JOAQUÍN CONIGLIO LUCIANO LIENDO VIRGINIA IRIBARNE FRANCISCO URDINEZ Comité Asesor Externo IGNACIO LIENDO MARÍA CECILIA CARO LEOPOLDO FLORENCIA RUBIOLO Editorial GEIC Humberto Primo 575 Of. 8 Córdoba – Argentina [email protected] ISSN 1853 – 5038 La Dirección de la Revista de Economía y Comercio Internacional del Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos no se responsabiliza por las opiniones formuladas por los autores en los trabajos expuestos a continuación, estas no representan necesariamente los puntos de vista de la organización. Sumario Editorial .................................................................................................. 7 Ensayos Integración productiva como plataforma dinamizadora de la economía regional SHAGIRA CORTEZ ....................................................................................13 Inversión extrajera directa y políticas públicas: las nuevas prácticas activas GASTÓN LUCCA ......................................................................................21 Diferenciación y ventajas competitivas en el sector agroindustrial FEDERICO PRIOTTI ....................................................................................35 Artículos de Investigación Latinoamérica en la encrucijada del postneoliberalismo: neodesarrollismo, nacional-populismo y socialismo del siglo XXI MARIANO TREACY ...................................................................................49 Especialización comercial de Argentina con Egipto JESICA DE ANGELIS ..................................................................................85 Imperialismo, instituciones y (sub)desarrollo. Apuntes críticos sobre las ―lecciones de la historia‖ neoinstitucionalistas ALEJANDRO JAQUENOD ....................................................................... 111 La Política Comercial de Chile hacia América del Sur en la primera década del siglo XXI: Los casos de Perú y Colombia LEONARDO PIZARRO .......................................................................... 141 5 Entrevista Entrevista a Gustavo Fadda ......................................................... 167 Reseña Bibliográfica La gran degeneración de Niall Ferguson PAULA KANTOR .................................................................................... 181 Extracto de Tesis Análisis de las políticas comerciales ganaderas de la República Argentina y la República Oriental del Uruguay hacia la Unión Europea: situación y resultados. (2003 – 2010)‖ ANA CLARA RHÓ .............................................................................. 197 *** Publicar en RECI .............................................................................. 215 6 Editorial C uando comenzamos con la iniciativa de publicar la Revista de Economía y Comercio Internacional, lo hicimos con especial consideración en las características dinámicas de las relaciones económicas internacionales, conscientes de que el comercio y las finanzas operan en un mercado global que funciona las 24horas, los 365 días del año. En este contexto, la crisis internacional surgida en 2008 y con una importante recaída en 2011, de algún modo sentenció lo que parecía una nueva configuración de poder global, donde los países emergentes cobraban cada vez mayor protagonismo como dinamizadores de la economía mundial, mientras que las potencias tradicionales no encontraban el rumbo para superar la debacle; al mismo tiempo que las instituciones de gobernanza internacional eran cuestionadas, entre otras cosas, por su falta de capacidad para otorgar soluciones. Tan solo dos años después, este dinamismo del que hablamos se hace presente una vez más y nos indica la necesidad de estar constantemente actualizados para lograr comprender como funciona el mundo. Sin ánimos de presentar un situación definitiva, en el último tiempo los países emergentes han mostrado un desempeño económico menor del que venían haciendo. Por citar algunos ejemplos, se espera que Brasil y Rusia crezcan este año alrededor del 2%, mientras que china lo hará al 7%, con la salvedad que hace 30 lo hacía por encima del 10%. 7 Asimismo, y de la otra cara de la moneda, parece que los principales perjudicados de la crisis comienzan a avizorar alguna salida a pesar de la lenta estadounidense y de los austeros reactivación de la economía intentos europeos por salir del punto muerto en el que se encuentran. La posibilidad de firmar un tratado de libre comercio e inversión entre estos dos bloques, sin dudas marca un precedente ante lo que podría constituir un acuerdo que involucre un tercio de los flujos comerciales y la mitad de las inversiones a nivel mundial. Finalmente y para completar la triada, las instituciones globales todavía subsisten, pero los países depositan su confianza cada vez más en el plano regional, donde no sólo buscan incrementar el comercio y las inversiones, sino que también avanzan en cuestiones de seguridad, cooperación e infraestructura evidenciando el anacronismo de las organizaciones tradicionales del siglo pasado. Más allá de los efectos particulares de esta nueva/vieja lógica en gestación, lo importante para destacar es justamente la velocidad de cambio en las condiciones de las relaciones internacionales, que nos obliga a diagnosticar constantemente cual es la situación en la que se encuentra el mundo y a no descansar en consideraciones estáticas. La necesidad de comprender estos fenómenos se manifiesta en nuestra geografía a partir de la toma de decisiones, no solo no solo por el curso que deben tomar las políticas de inserción internacional, sino que también en materia de política doméstica dado que condicionan la vida cotidiana de todos los hombres y mujeres de a píe. 8 Estudiar, problematizar, indagar sobre esta característica dinámica del sistema internacional es la principal tarea del Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos y de todos los que participamos en la edición de esta revista, En esta entrega el lector encontrará: Ensayos: Son trabajos orientados a ofrecer valoraciones y puntos de vista sobre los diversos aspectos de la realidad económica internacional. Las temáticas abordadas por los autores son la Integración Productiva como una herramienta de desarrollo, la inversión extranjera directa y su relación con las políticas públicas, y finalmente la diferenciación y las ventajas competitivas del sector agroindustrial. Artículos de Investigación: Consisten en pesquisas de tipo estructural, vinculadas a una problemática concreta, siguiendo rigurosamente el método de investigación para el estudio de las ciencias sociales. Para el presente número se exponen cuatro trabajos que tratan entre otros temas sobre: América Latina en la encrucijada del posneoliberalismo, la especialización comercial de argentina con Egipto, un abordaje histórico al Neoinstitucionalismo y la política comercial chilena como modelo de inserción internacional. Entrevistas: En esta sección los lectores encontraran una entrevista profesionales destacados en el conocimiento de los asuntos económicos internacionales. El objetivo es ofrecer información de primera mano, para ayudar a comprender las problemáticas de la economía global contemporánea y los efectos que pueden ocasionar en las unidades y subunidades nacionales. En esta ocasión el entrevistado es el Mgter. Gustavo Fadda, quien responde sobre su 9 experiencia como Ex Sub Director de aduana y nos brinda sus opiniones acerca de la situación económica y de la proyección internacional de nuestro país. Reseñas Bibliográficas: Aquí se pretende acercar al lector un informe sobre el contenido y características de un libro o publicación de interés para la revista. La reseña elaborada es: La Gran Degeneración de Niall Ferguson. Extracto de Tesis: Es una versión acotada de un trabajo final de grado o posgrado, con el objetivo de dar a conocer investigaciones de largo plazo que aporten al progreso de las ciencias económicas y sociales. En esta edición, la tesis en cuestión corresponde a la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Empresarial Siglo 21 y tiene por título: Análisis de las políticas comerciales ganaderas de la República Argentina y la República Oriental del Uruguay hacia la Unión Europea: situación y resultados (2003 – 2010). Antes de continuar con el desarrollo de la publicación, queremos agradecer a los autores que colaboraron con su aporte intelectual, brindándonos su confianza y conocimiento; también a aquellas personas que contribuyeron mediante sugerencias y propuestas. Sin otros intereses adicionales que los mencionados arriba, esperamos que disfruten la revista y haber aportado al debate de las relaciones económicas internacionales. Federico Trebucq Director General 10 Ensayos Integración productiva como plataforma dinamizadora de la economía regional SHAGIRA CORTEZ1 P odríamos afirmar, que durante los últimos años la configuración de las agendas a nivel estatal y subestatal, ha estado marcada por conceptos que esbozan una proyección más allá de los límites. Una prueba de ello son los organismos de integración conformados por unidades estatales como el MERCOSUR o el CAN y subunidades estatales como ZICOSUR o ATACALAR; entidades que reconfiguran el sentido de las fronteras y formulan nuevas agendas que pretenden darle mayor impulso y dinamismo a determinadas áreas. En este sentido, las relaciones de cooperación, integración y asociación cumplen un papel fundamental como herramientas que facilitan la consecución de objetivos que de manera aislada no podrían lograrse, o podrían, pero implicarían mayores costos. De un tiempo a esta parte, los lazos en materia de integración, asociación y cooperación han tomado mayor especificidad. Al respecto, el concepto de Integración Productiva responde a una rama de las tantas posibles en el marco de las relaciones que pueden entablarse entre dos o más entidades. Definimos a la Integración Productiva como una forma de cooperación voluntaria y deliberada y que permite a quienes participan de ella, incrementar su competitividad y productividad, 1 Licenciada en Relaciones Internacionales (UES21). 13 reducir sus costos así como acelerar su capacidad de aprendizaje, logrando ventajas competitivas que no podrían alcanzarse trabajando de manera aislada(Alburquerque, Dini y Pérez, 2008). En este marco, la integración productiva, adquiere un sentido que supera la combinación o asociación de segmentos productivos y que responde a un proceso que, mediante estrategias de asociación ramificadas y mancomunadas permite la apertura de espacios que en el mediano y largo plazo impactan sobre el desarrollo económico brindando mejoras a nivel cuantitativo y cualitativo. En consecuencia, los proyectos de integración productiva podría decirse que tienen como objetivo, promover la construcción de ventajas competitivas dinámicas, a partir de relaciones de colaboración entre empresas y las instituciones que conforman los diferentes sistemas productivos territoriales (Alburquerque, Dini y Pérez, 2008). No obstante, cabe resaltar la existencia de obstáculos y ciertos sectores que no permiten la consecución de los objetivos planteados por esta integración. En el caso particular del MERCOSUR, el Programa de Integración Productiva es un proyecto emprendido por el Consejo Mercado Común incluye una serie de iniciativas y una metodología de trabajo para implementarlas (Art. 3 MERCOSUR/CMC/DEC. N°52/07). Sin embargo, más allá de las medidas que puedan enumerarse al respecto, es importante considerar que el modo en el que fue concebido este espacio regional, conllevó un predominio de aquellos actores que se encontraban en mejor posición para organizar sus estructuras organizativas de acuerdo con la situación comercial en la región. De este modo, el proceso mismo de integración en términos de comercio intrarregional se concentró en 14 pocos actores –los más virtuosos y más desarrollados- y como consecuencia las ventajas obtenidas, fueron aprovechadas por grandes empresas –en su mayoría transnacionales- mientras que las pequeñas y medianas empresas accedieron de manera marginal a las ventajas de la especialización regional lo que trajo como resultado desigualdad en la distribución de los beneficios (Porta, 2008). Entre los intentos y avances que el MERCOSUR ha querido llevar a cabo, claramente la política automotriz se percibe como una herramienta que, mediante la modernización sectorial –un elemento necesario y fundamental--‐ así como un comercio regional administrado, ha dado como resultado una sinergia productiva. Sin embargo, más allá de la idea de un MERCOSUR como centro de producción automotriz, con niveles de competitividad mayores y con estándares en la producción cercanos a los internacionales, no podemos decir que existe un completo aprovechamiento de los potenciales y las oportunidades que la integración productiva ofrece, teniendo en cuenta las características regionales en términos de cercanía geográfica, niveles de desarrollo y calidad política e institucional. La integración productiva como se planteó inicialmente busca dinamizar la economía e incluir sectores productivos que no abarquen solamente a los tradicionales, como las grandes empresas que monopolizan algunos rubros y, bajo el impulso para lograr la participación activa de las pequeñas y medianas empresas, configurar un nuevo espacio que permita la consolidación de un mercado regional, constituyéndose éste último en un instrumento para la superación de las asimetrías existentes a nivel individual. Sin embargo, y como se ha visto en el caso del proyecto promovido por 15 el Consejo Mercado Común, la integración productiva por sí sola no puede dinamizar la economía e incluir a los sectores menos desarrollados, en realidad la tendencia a incrementar los niveles de productividad conlleva la necesidad de re direccionar las fuerzas económicas más capaces para tales fines. Ello responde, a la lógica dominante del corto plazo, a la necesidad de resultados en un futuro inmediato y como consecuencia, se prolonga el estado de estancamiento en materia de desarrollo. Por ello, y teniendo en cuenta le experiencia del MERCOSUR, debemos destacar que el rol gubernamental es fundamental, no solo en la consolidación de un espacio abierto a la integración, a la superación de las asimetrías en materia técnica-productiva y de la dispersión existente en términos de recursos y capacidades. Además de brindar la mayor apertura en materia comercial y arancelaria, de eliminar barreras o trabas y tender hacia la especialización de actividades vinculadas a una rama productiva en particular, se debe perfilar una cadena productiva con vistas a estimular y potenciar las capacidades tanto industriales como empresariales de todas las unidades, principalmente de aquellas menos desarrolladas. En otras palabras, el desarrollo de cadenas de valor que la integración productiva posibilita, debe ser el motor que permita la complementación en términos productivos, aprovechando las asimetrías existentes y promoviendo la especialización de los distintos sectores productivos como parte de un proceso tendiente a aumentar el valor agregado de lo producido y comercializado, apuntando al fortalecimiento e inclusión de los sectores productivos menos avanzados pero con un importante potencial. Como consecuencia, además de las ganancias en términos de eficiencia 16 sobre la base de actividades ya instaladas, la estrategia de integración productiva debe de promover la diversificación hacia segmentos de mayor valor agregado (Porta2008), estimulando un eslabonamiento productivo que, mediante la incorporación de nuevos actores preparados, avance hacia mayores niveles de tecnificación productiva. El entramado productivo que puede consolidarse a través de la integración, implica necesariamente la presencia de los actores pertenecientes a los distintos sectores de cada unidad participante sean políticos, donde incluimos a los gobiernos nacionales y subnacionales, sean económicos, donde se encuentran tanto las empresas de corte transnacional así como las pequeñas y medianas empresas que en definitiva, son las que permitirán generar empleos y efectos sobre la mejora de la distribución del ingreso. No obstante, no es suficiente la presencia o el poder contar con estos sectores, si no que se debe apuntar hacia el desarrollo de políticas conjuntas que beneficien a la sociedad y para ello, se requiere un compromiso entre los distintos sectores, propiciando una verdadera participación de los actores involucrados. En este sentido, resaltamos la necesidad de coordinar las agendas nacionales con los objetivos regionales, la participación de las distintas regiones -sean provincias, ciudades, departamentos, etc.- el empleo de instrumentos de apoyo para llevar a cabo los proyectos regionales-principalmente aquellos que se basen en la consolidación de las cadenas de valor-, mayor interrelación entre empresas tanto desde la perspectiva comercial como desde acciones de capacitación, innovación e investigación, la elaboración de un plan común para las cadenas de valor y 17 finalmente la vinculación gradual de estas cadenas de valor dentro de las cadenas industriales (Geneyro,2007). El fin último de este tipo de integración debe permitir no solamente a tender a los desafíos en materia de productividad así como de competitividad de aquellas empresas que se encuentren más capacitadas, sino más bien como mencionamos anteriormente, se debe estimular el fortalecimiento de aquellos sectores que por sus dimensiones se encuentran al margen de este proceso de crecimiento adquiriendo la máxima utilidad posible del acercamiento viabilizado por el proceso integrador, plasmada en experiencia nueva y transferencia de conocimiento. Se debe impulsar la construcción de un tejido institucional, científico y tecnológico que permita avanzar hacia un crecimiento eficaz y sólido de los actores involucrados en el proceso productivo propiciando un intercambio constructivo y que se constituya en un sedimento para el futuro desarrollo de otras áreas. Sin embargo, el mayor desafío que la integración productiva plantea, es la necesidad de congeniar con la realidad política y económica así como adaptarse a los constantes cambios generados en ellas. El grado de complementariedad que se pueda lograr entre los actores involucrados y entre ellos y la realidad político-económica, tendrá efectos en el desarrollo productivo y en la oportunidad de extender la cadena de valor agregado a niveles cada vez más complejos. En términos generales, la experiencia de la integración en un contexto que requiere relaciones internacionales cada vez más afianzadas debe tender no so1osolamente al crecimiento de las capacidades empresariales ni al fortalecimiento del comercio internacional sino que, se debe apuntar hacia un desarrollo integral 18 que se fundamente en la capacidad participativa y consensuada de todos los actores involucrados. 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Andrés Musacchio (2008), Costos y beneficios de una integración monetaria en el MERCOSUR: reflexiones a la luz de la experiencia europea, CICLOS en la historia, la economía y la sociedad. N° 33/34. Erik Reinert (2002), El rol de la tecnología en la creación de países ricos y pobres: el subdesarrollo en un sistema schumpeteriano, Cuadernos de Discusión, año 7, n°12. NourielRoubini (2010), The debt death Trap, Project–Syndicate, After the Storm series. [en linea] disponible en http://www.project- syndicate.org/commentary/roubini24/English NourielRoubini (2010), A survival strategy for the Eurozone, Project–Syndicate, After the Storm series. [en línea] disponible en http://www.projectsyndicate.org/commentary/roubini33/English NourielRoubini (2010), The Eurozone‘s autumn hangover, Project–Syndicate, After the Storm series. [en línea] disponible en http://www.projectsyndicate.org/commentary/roubini29/English Joseph Stiglitz (2010), Can the Euro be saved?,. Project–Syndicate, Unconvencional Economic Wisdom series. [en línea] disponible en http://www.project-syndicate.org/commentary/stiglitz125/English 20 Inversión extrajera directa y políticas públicas: las nuevas prácticas activas GASTÓN LUCCA1 E l interés en el estudio del arribo de la Inversión Extrajera Directa (IED) a la economía de un país se debe a la diversidad de impactos que esta inversión genera tanto en los aspectos macroeconómicos y microeconómicos como en la importancia que ejercen estos capitales sobre las trasformaciones en las estructuras productivas a las que arriban.2 El análisis de estos efectos en el desarrollo de un país requiere contemplar fundamentalmente tres aspectos. El primero de ellos son las motivaciones que llevan a las Empresa Trasnacionales (ET´s) a instalarse en un mercado extranjero y la estrategia que adoptan para hacerlo. Un segundo es el estudio del sector al cual arriba la IED. Y el tercero es la política pública del país (o una región geográfica particular) hacia la IED. El primero de los aspectos constituye principalmente decisiones tomadas desde la empresa y representan la satisfacción de las necesidades de los inversores, para ejecutar su plan de inversión. Además este aspecto contempla la decisión de como la ET va a insertar a su filial en la cadena global de valor (CGV). El segundo componente se relaciona con la estructura del sector al cual arriba Lic. en Economía (UBA), Maestrando en Relaciones Económicas Internacionales (UBA) consultor en AR Internacional 2 Un detallado análisis de los posibles efectos de la llegada de una ET´s a la economía se encuentra en G. Barba-Navaretti and A.J. Venables 2006. 1 la IED y la capacidad de la industria local de absorber los efectos positivos de la llegada de una nueva inversión. Mientras que el último punto está relacionado con la decisión por parte de los gobiernos en materia de atracción de IED y las políticas que estos ejecutan tendientes a obtener los mejores beneficios de la llegada de una ET (así como también de neutralizar los posibles efectos negativos). De la interrelación de estos componentes se obtiene un determinado resultado de la IED, es decir un determinado impacto de estas inversiones sobre el sector receptor y sobre el desarrollo de la economía de un país. Este documento de trabajo tiene como objetivo presentar desde un punto de vista teórico los tipos de política que puede adoptar el Estado frente a la IED, para posteriormente analizar los principales lineamiento que constituyen una buena política de gobierno hacia la IED, la cual es entendida aquí como una serie de acciones concretas ejecutados por el Estado tendientes a obtener los mayores beneficios del arribo de una IED. Además se intentara justificar que frente a una realidad más competitiva en materia de atracción de capitales productivos, los Estados necesitan diseñar estrategias más proactivas y agresivas. Pese a las discusiones teóricas en torno a los efectos de la llegada de ET´s en la economía de un país es evidente que los gobiernos continúan aplicando políticas de incentivos para atraer ET´s. Estos esfuerzos se conocen en la literatura como ―competencias de localización‖ o "guerras de incentivos" (Mytelka, 1996; Oman, 1999). En las últimas décadas la dinámica de atracción de IED está cambiando a nivel global. En primer lugar, la aparición de grandes competidores como China e India y el incremento de agencias de 22 promoción en países desarrollados (PD) y países en desarrollo (PED), generó un ámbito muy competitivo en materia de atracción de IED (CEPAL 2006).3 A su vez, en el marco de un mayor desmembramiento de la producción a nivel global y complejización de las CGV, la intensificación de la competencia por atraer inversiones y captar negocios se verifica no sólo entre países sino también entre filiales de una misma corporación localizadas en diferentes regiones (López y Ramos 2010). A su vez parte de estos nuevos esquemas productivos desarrollados por las ET´s están asociados en gran medida a la búsqueda de ventajas comparativas dinámicas particulares, donde por el contrario las ventajas comparativas estáticas que ofrecen los países como atractivo para la atracción de IED pierden preponderancia. Por último, considerando la evidencia de resientes casos exitosos en materia de desarrollo económico donde la IED tienen un papel importante, es menester analizar estas experiencias con el fin de extraer ideas para el diseño de una nueva práctica política en materia de gestión de IED.4 En este marco, las posibles variantes que puede tener una política del Estado hacia la IED son básicamente dos, y cada una de ellas tiene diferentes consecuencias en el impacto y calidad de la IED que arriba al país. La primera de ellas es no hacer nada, es decir tomar una posición pasiva frente a la IED, y la segunda es adoptar ciertas medidas tendientes a obtener un beneficio del proceso de llagada de inversores extranjeros. En 2004, existían al menos 160 instituciones de este tipo a nivel nacional y más de 250 a nivel subnacional (OCDE, 2005). 4 Los casos exitosos a mencionar son Republica Checa Singapur, y otros países Asiáticos. 3 23 Política pasiva La política pasiva tiene un carácter simple y más despreocupado por el fenómeno. En general, las autoridades consideran que las ventajas comparativas o las condiciones macroeconómicas del país son suficientes para concretar la llegada de la IED y no ven la necesidad de intervenir en el proceso. En el caso extremo, los países se limitan a definir un marco legal que regulan la IED, sin intervenir en los procesos de adopción de decisiones de las empresas (CEPAL 2006). Esta estrategia se enfoca en la creación de un marco institucional y jurídico orientado a facilitar la entrada de corrientes de inversión y se preocupa más, en general, por la cuantía de la inversión y no por sus impactos a nivel sectorial. Los elementos de una política pasiva son básicamente tres: Las ventajas naturales, el marco legal para la IED, y la situación competitiva. Dentro del primero se encuentran la ubicación geográfica, la disponibilidad de recursos naturales, y la disponibilidad de recursos humanos, las culés consisten básicamente en ventaja de tipo estáticas. En el segundo está el sistema legal, el procedimiento de aprobación de instalación de una ET, y las normas de protección hacia la IED. En el plano de la situación competitiva los sub elementos son la infraestructura, el ambiente de negocios, los equilibrios macroeconómicos, el nivel de apertura de mercado de la economía. Una de las políticas pasivas más comúnmente usadas para atraer inversiones se concentra en el otorgamiento de garantías legales hacia los inversores extranjeros y exenciones impositivas. Este en enfoque tuvo un gran auge durante la década de los 90´s en América Latina. Con el fin de atraer IED muchos países otorgaron 24 ventajas fiscales a los inversionistas extranjeros. Además con motivo de brindar un sostén jurídico en materia de protección y promoción de la IED se suscribieron una cuantiosa cantidad de Tratados Bilaterales de Inversión (TBI), el cual se introducía un mecanismo especial de resolución de disputas (Mortimore y Stanley 2006).5 Varios trabajos (Gallagher et al., 2008; Paz et al., 2005) han mostrado cómo este tipo de políticas pasivas han favorecido, en el caso latinoamericano, la llegada de una IED con escaso, nulo o incluso contraproducente aporte en términos de desarrollo económico. Por ejemplo, un análisis llevado a cabo por Chudnovsky y López (2006) sugiere que los impactos macroeconómicos de la IED de los 90´s en el Mercosur no han sido significativos, ya que su efecto sobre el crecimiento de los países de la región no fue positivo ni negativo, mientras que en contraste, los impactos microeconómicos de la IED parecen haber sido mucho más fuertes, aunque con signos heterogéneos. Por tanto consideramos aquí, que los escasos resultados de estas inversiones en materia de desarrollo económico, brindaron un sustento empírico sobre el cual se revisaron la efectividad de las mencionadas políticas pasivas para atraer IED que aporte al desarrollo económico local. Contrario a lo que la corriente de políticas pasivas sostenía, tanto las garantías jurídicas plateadas en los TBI como las exenciones impositivas tenían un papel limitado para incidir en la decisión de localización de las ETs.6 No obstante esto, no significa de manera A excepción del caso de Brasil que no firmo ningún TBi y las exenciones fiscales fueron muy inferiores al resto de los países. 6 Véase ―La Argentina Y Los Tratados Bilaterales De Inversión: El Costo De Los Compromisos Internacionales‖ Michael Mortimore and Leonardo Stanley Desarrollo Económico, Vol. 46, No. 182 (Jul. - Sep., 2006), pp. 189-214 5 25 concluyente que las políticas pasivas sean neutras en materia de atracción de IED (volveremos sobre esto más adelante). Por otro lado el éxito de muchos países en el manejo de la IED como motor del desarrollo brindó elementos para comenzar a trazar otro paradigma de política pública hacia la IED. En términos generales se observa en estos casos un direccionamiento más específico de la IED, una mayor intervención del Estado en la materia tendiente a seleccionar sectores estratégicos y una mayor pro actividad por parte los gobiernos hacia la atracción de inversiones 7. Bajo este marco surge lo que podemos llamar el paradigma de la política activa hacia la IED. Política activa y política integrada Las políticas activas son aquellas políticas de promoción destinada a atraer IED y a su vez a extraer los máximos beneficios de dichas inversiones en pos de un mejor impacto de en la economía local. Una de sus primeras características es la selectividad, ya que estas políticas involucran medidas específicas que buscan tipos de inversión que tienen un mayor potencial para traducirse en externalidades positivas para el país —como encadenamientos productivos, generación de valor, conocimientos y empleo, entre otros. (CEPAL 2006). En esta estrategia la mirada de los hacedores de política ya no está solo puesta en la cuantía de las inversiones que entran al país, sino en las potenciales cualidades que tiene la inversión para potenciar el desarrollo local. Existen muchas alternativas de políticas activas y cada una de ella posee niéveles de pro actividad y costos diferentes. 7 26 Ver CEPAL 2006. Una segunda característica de esta política es el conocimiento y fuerte vínculo con los inversores. El estado debe poseer el conocimiento de las motivaciones de las empresas que consideran en su análisis y evaluación de la inversión, para lograr interferir en la decisión de manera correcta. Para incidir positivamente en los procesos de evaluación de las empresas, los países pueden crear mecanismos o instituciones que interactúen con ellas, a los fines de promocionar los atributos del país para recibir la inversión. A su vez el Estado este es el responsable de identificar los sectores que quiere desarrollar y evaluar que IED es conveniente atraer para incentivar la llegada de capitales a este sector. Cuando el país defina que IED tiene potencial para contribuir a estos objetivos de desarrollo, puede decidir emprender políticas específicas para facilitar la llegada de estas inversiones (CEPAL 2006). Una tercera características de estas políticas es la evaluación de sus resultados, ya que no solo abarca una primera etapa de atracción y selección de la IED, sino que posteriormente debe evaluar los impactos (post-inversión) que la llegada de esta ET está generando en la economía local para decidir un cambio de acción en vista a reducir perjuicios o potenciar beneficios. De este modo, la evaluación de esta dinámica y de sus potenciales beneficios para la economía doméstica se convierte en una parte integrante del diseño de una estrategia de desarrollo nacional en la que el Estado es llamado a cumplir un rol preponderante (Sacroisky, Ariana 2006). Por último, podríamos establecer un tercer estamento de política hacia la IED, el cual se logra cuando los lineamientos del desarrollo económico definido por un gobierno se congenian con los de la IED. Es decir, cuando la IED contribuye al logro de las estrategias de 27 desarrollo planteadas. Estas se denominan políticas integradas de atracción de inversiones. En este último caso, existe un proceso de retroalimentación entre la inversión y las políticas generales, que da lugar a un círculo virtuoso que beneficia a ambas partes. (CEPAL 2006). A diferencia de la política activa esta tiene un carácter más amplio e integral. Aquí se considera que el Estado tiene controlados y monitoreados los efectos de la IED orientándolos a absorber la mayor cantidad de beneficios. Un componente fundamental del éxito de esta política es la capacidad de la industria nacional para lograr adecuarse a las necesidades de la ET´s como proveedores de insumo. En este sentido la política activa integrada no solo cuenta con los elementos mencionados de las políticas activas, sino que también está íntimamente ligada a una política industrial. Con tal fin, es fundamental elevar la competitividad de las empresas locales para que se integren a las redes de producción y comercialización de las empresas extranjeras (CEPAL 2006). Los principales elementos de una política activa e integrada son: Organismos de promoción de inversiones, incentivos, modificaciones del marco regulatorio que faciliten la inversión, políticas selectivas para mejorar la competitividad del país, y el organismo de evaluación de impactos. Los organismos de promoción juegan un papel central en esta política y son los encargados de atravesar desde el estado las dos principales barreras que separa a un inversor del posible país de destino. Una es la asimetría de información del inversor hacia el país y la otra el costo de aprendizaje del inversor para conocer las ventajas de un país. Estas instituciones tienen como objetivos 28 principales dar a conocer las ventajas de una localización; brindar información relevante a potenciales inversionistas, y facilitar el proceso de toma de decisiones y de instalación en el país (CEPAL 2006). Para cumplir el objetivo que tiene un organismo de promoción debe en primer lugar identificar los potenciales inversores y luego establecer una relación dinámica con ellos de modo tal que puedan brindarle la información necesaria para su evaluación. Esto requiere que estos organismos de promoción estén ubicados cerca de los inversores en varios países del mundo. En el largo plazo estos organismos canalizaran la información desde los inversores hacia el país y se podrá identificar cuáles son las condiciones generales y sectoriales que los inversores requieren para llevar su ET´s a un país. La recopilación de esta información permite al estado promover una política de largo plazo tendiente a lograr estas modificaciones y a volverse más atractivo para la IED. Tanto en la política activa como integrada, además se requiere una institución nacional que monitoree los efectos pos inversión que genera la ET. Este organismo debe trabajar conjuntamente con la ET y los agentes económicos nacionales en pos de crear una simbiosis entre ellos para lograr mutuamente una mejor obtención de beneficios y alineamiento de los objetivos. El otro pilar de estas estrategias es la política de incentivos. Si bien se dijo al principio que era una medida de corte pasiva, la aplicación de incentivo en el marco de un programa de promoción de desarrollo toma un rol más funcional y localizado. La utilización adecuada de estos incentivos se da cuando el país se encuentra entre los principales candidatos entre las opciones que escogió la ET 29 para localizarse. Por tanto estos deben usarse en la etapa final de la atracción de la IED para superar a los países competidores. No es conveniente que esta política sea el único pilar de la política activa, ya que ningún incentivo puede revertir el déficit estructural que posea una economía para atraer inversiones, o la insuficiente disponibilidad de recursos. Este tipo de estrategias complejas demanda una importante planificación del uso de los recursos y continuidad en su aplicación. La política integrada solo puede concebirse dentro de un plan de desarrollo económico nacional más amplio. Las ventajas de esta política son que la IED es un componente más de la inversión orientada a sectores estratégicos que define el Estado, y por otra parte permite generar cambios estructurales en la economía de un país y promover su desarrollo. Elección y Estrategias de política Como se mencionó al inicio, la adopción de políticas públicas para atraer IED y extraer sus principales beneficios, es competencia exclusiva de los Estados. La adopción de una determinada política pública va a depender en primer lugar de la las ventajas que posee un país con sus competidores dentro del listado de elección de la ET, y del interés que el gobierno tenga en absorber los posibles efectos beneficiosos de la llegada de una ET. En el caso de la adopción de la política pasiva esta puede ser aplicada cundo no exista interés por parte del Estado en manejar los efectos derivados de la llegada de una ET, o cuando se considere que las ventajas de localización existentes que posee el país bastan para que se genere un marco atractivo para la llegada de IED. En 30 esta lectura se entiende que las condiciones del receptor y el marco regulatorio de la IED son los componentes de la oferta del país para atraer la IED, y son superiores a la de los países competidores. Si en cambio un gobierno tiene definido un modelo de crecimiento en el cual la IED va a jugar un rol importante como agente de inversión y además las políticas pasivas no son suficientes para atraer IED, se deberá optar necesariamente una política activa. Aquí las ventajas comparativas, marcos legales y condiciones estructurales pasan a un segundo plano para darle lugar a dediciones de tipo microeconómicas y sectoriales. Si frente a la evaluación de una ET por transnacionalizarse a un país, una economía cuenta con desventajas con sus adversarios, pueden revertir estas mediante la ejecución de políticas activas que la conviertan en una economía receptora más atractiva. La política activa implica la conformación de una institucionalidad creada específicamente para promover la llegada de cierta IED adecuada a los fines del desarrollo que el Estado desea. Llevar a cabo estas políticas tiene un costo y por tanto el Estado en cada caso deberá evaluar que los beneficios de atraer una ET´s al país deben ser mayores a los costos asociados de realizar las políticas activas o pasivas. Si los recursos para llevar estas medidas adelante son escasos se pude optar por realizar estrategias de focalización, que consiste básicamente en la selectividad de los sectores a desarrollar. De lo expuesto se desprende que la elección de una política hacia la IED tiene tres componentes principales, los cuales deben estar alineados. El primero de ellos son las necesidades de los inversionistas, en segundo lugar son las ventajas de localización del 31 país, y por último la determinación de los objetivos de desarrollo del país. La política adecuada y exitosa será la que logre alinear los tres ítems anteriores. Si las necesidades están en línea con las ventajas tenemos garantía que los proyectos de de inversión a ejecutar serán viables. Si a su vez, estos proyectos coinciden con el objetivo de desarrollo del país entonces la IED serán potenciadores de este crecimiento. Comentarios Finales En la actualidad encontramos casos exitosos de ejecución de políticas activas que han logrado extraer cuantiosos beneficios de la IED. Alguno de los países más sofisticados en esta materia son Singapur, Malasia, Corea del Sur y Republica Checa. Estos países han llevado adelante estrategias que permitieron hacer de la IED un componente importante de la inversión en el país y consecuentemente del desarrollo local. No solo los PED han sido los primeros en aplicar estas estrategias, también economías tradicionalmente desarrolladas fueron virando de la aplicación de políticas pasivas hacia otras más activas como el caso de países España, Irlanda, y Francia.8 Las lecciones generales que se desprenden de esta experiencia en materia de política de atracción de IED son: creación de una agencia de promociones, modificación de la estrategia en función del contexto, existencia de una estrategia única y flexible, objetivos claros, desarrollo institucional elevado, estrecha vinculación entre En estos casos se crearon agencias dedicadas a promocionar la IED en el país. España a principios del 2005se creó la Sociedad Estatal para la Promoción y Atracción de Inversiones Exteriores S.A. En 2001, las autoridades francesas crearon (Invest in France Agency, IFA). En Irlanda se reformulo el IDA (instituto de Desarrollo industrial) dándole un perfil más orientado hacia la búsqueda de IED. 8 32 sector público, privado y académico, estrategias de escalonamiento que comienzan por lo más fácil, aumento de infraestructura, detectar encadenamientos en la industria local, avanzar en el desarrollo de los sectores dentro de la cadena de valor que incorporan más valor agregado, y desarrollo de proveedores locales. La elección e implementación de estas estrategias son partes constitutivas de una política más amplia de desarrollo. Por tanto la elección de los sectores a dinamizar mediante la IED se vuelve fundamental, ya que serán los sectores que traccionarán al resto de la economía nacional. La mensuración del arribo de capitales extranjeros a estos sectores no solo debe valorar la cuantía de estas sino principalmente su calidad, la cual puede ser medida mediante la potencial concatenación o efectos derrames que tenga una inversión hacia el resto de la estructura productiva local. Observando la experiencia de muchos PED puede desprenderse que el diseño de políticas activas por parte del Estado hacia la IED es el mejor camino para atraer inversiones de calidad. Si puede lograse esto, entonces la llegada de IED puede constituirse como uno de los pilares de crecimiento de una país en desarrollo. Bibliografía CEPAL (2006) Políticas activas para atraer inversión extranjera directa: experiencia internacional y situación de América Latina y el Caribe. Chudnovsky y López (2001). LA TRANSNACIONALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA ARGENTINA. Eudeba. Lopez y Ramos (2010) Los servicios intensivos en conocimiento: ¿una oportunidad para diversificar la estructura exportadora de la Argentina? Navaretti and Venables (2006) Multinational firms in the world economy. 33 Navaretti and Venables (2005) Multinational Corporations and Global Production Networks: The Implications for Trade Policy. Loewendahl (2001). A framework for FDI promotion. (Transnational Corporations, Volume 10, Number 1. Mortimore, y Stanley (2006). La Argentina Y Los Tratados Bilaterales De Inversion: El Costo De Los Compromisos Internacionales. Desarrollo Económico, Vol. 46. Instituto de Desarrollo Económico y Social. Porter (1990). The Competitive Advantage of Nations. Sacroisky (2006). La Inversión Extranjera Directa en la post-Convertibilidad: Principales tendencias en un nuevo patrón de crecimiento. Documento de Trabajo Nº 12. 34 Diferenciación y ventajas competitivas en el sector agroindustrial FEDERICO PRIOTTI1 Hechos “estilizados” sobre el futuro U n hecho estilizado es una regularidad histórica de factores económicos la cual se espera que se siga repitiendo. Este concepto hace referencia al pasado. Sin embargo existen algunos eventos que podrían ser considerados como hechos ―estilizados‖ pero hacia el futuro. Dentro de estos se pueden destacar el incremento en el nivel de población, el crecimiento en el ingreso per cápita de los habitantes especialmente de los países emergentes, y el atractivo de ciertos países del sudeste asiático – representados por India y China-, y de África como destinos potenciales predilectos para el comercio exterior en vistas de modelos de crecimiento que tenderán a sostenerse en un mayor consumo interno. Las características mencionadas previamente son tenidas en cuenta en todas las planificaciones económicas a mediano plazo y largo plazo -de cinco a más años-, sean estas macroeconómicas o sectoriales, pero su verdadera incidencia es desconocida. Este desconocimiento proviene del simple hecho de que no se puede predecir el futuro, el cual está compuesto por fenómenos naturales, Lic. en Economía (UNC), Jefe de Investigaciones del IIE de la Bolsa de Comercio de Córdoba. 1 políticos, socio-culturales, entre otros, que poseen diferentes grados de incertidumbre. Una de las técnicas que permite echar un poco de luz sobre la incertidumbre es el armado de escenarios y la asignación de probabilidades de ocurrencia. Este ejercicio facilita la generación de diferentes hipótesis para probar el impacto de determinadas variables sobre otras. Asimismo, el desafío se convierte en más demandante cuando se busca predecir incógnitas que se relacionan directamente con el comportamiento de las personas, como pueden ser los gustos. Henry Ford –uno de los padres del automóvil- solía decir que ―si les hubiera preguntado a las personas que era lo que necesitaban, ellos hubieran respondido un caballo más rápido‖. Esta última idea da cuenta de la dificultad de extrapolar hechos del futuro a cuestiones de mercado. No existe una relación directa ni previsible, lo que sí es menester resaltar, que pensar los efectos que se pueden derivar de la consecución de ciertos acontecimientos ayuda disminuir el riesgo y soporta la necesidad de generar una visión holística para ayudar a planificar. Posibles consecuencias de los supuestos “aceptados” en los bienes y servicios agroindustriales Concretamente, es importante tomar esos hechos demográficos estilizados compartidos por los analistas e intentar predecir qué efectos pueden tener. En esa línea Antle (1999) considera que uno de los mayores, si no el mayor, impacto significativo del aumento del ingreso per cápita es el paralelo incremento en el costo de oportunidad del tiempo de las personas. El creciente costo de 36 oportunidad del tiempo va de la mano con la mayor especialización del trabajo, y juntos estos factores conducen la transición desde la economía industrial a la economía de los servicios y de la información. El costo de oportunidad del tiempo, la especialización del trabajo, la mayor tasa de participación de la mujer en el mercado laboral, las reducidas tasas de fertilidad, los hogares monoparentales y otros cambios en los patrones laborales y de estructura del hogar explican el crecimiento en la demanda para un conjunto creciente de bienes y servicios especializados, incluyendo la diversidad de alimentos manufacturados y servicios alimenticios que substituyen el tiempo gastado en la preparación de comidas en el hogar. Del mismo modo, nuevas tendencias en los ―estilos de vida‖ generan oportunidades para el agregado de valor sobre productos que a priori son vistos como ―commodities‖. Un caso puntual es la creciente demanda de alimentos orgánicos, impulsada ya con intensidad en los Estados Unidos y Europa, y que de a poco va cobrando mayor peso en estas latitudes. Como aspectos positivos se encuentra la mayor mano de obra que demandan estos sistemas productivos, el traspaso de renta entre sectores, servicios como distribución, empaquetamiento, almacenamiento adaptados a esos productos, entre otros. Por otro lado, nuevas corrientes como veganismo, vegetarianismo, y otras concepciones alimenticias deparan nuevos nichos y variantes para la diferenciación de productos. También persiste la ―occidentalización‖ de la dieta de países asiáticos. Básicamente el paso de una alimentación basada en bienes de menor valor y menos preparados como arroz, tubérculos, a una canasta que contiene más carne y productos más 37 elaborados. Este aspecto también se relaciona con la mayor riqueza que se espera tengan esos habitantes y a su vez, con la mayor cantidad de habitantes que se van a hallar en esa situación. Con referencia a las nuevas demandas de bienes y servicios alimenticios es importante diferenciar entre la valoración ―objetiva‖ o ―científica‖ sobre la salud, seguridad u otras características de los alimentos y las apreciaciones subjetivas que los consumidores tienen de estas características. Ambos puntos de vista pueden o no coincidir, pero son las creencias de los consumidores las que determinan finalmente su comportamiento. Estas tendencias llevan a que la elasticidad ingreso de la demanda de alimentos procesados, precocinados y con otros atributos cualitativos valorados, sea mayor que la elasticidad ingreso de alimentos que no presentan diferenciación alguna. Es decir, el crecimiento del ingreso per cápita lleva a una modificación en la estructura de consumo mutando hacia alimentos preferidos por los consumidores por poseer cualidades preferidas. Lo previo indica que la participación del gasto en alimentos en general sobre el gasto total en consumo es declinante, así como también sobre el producto. Estas tendencias implican que el precio a nivel del productor para los productos agrícolas declinará en términos relativos al precio de los productos al nivel mayorista y que los precios mayoristas declinarán con respecto a los precios minoristas. De forma similar, la proporción de los commodities agrícolas básicos en el valor de los alimentos finales debe declinar (Antle 1999), por lo que aquellos bienes que sepan entender a los consumidores serán los que se apropien de mayores niveles de renta. 38 La diferenciación de productos agroindustriales La información presenta la particularidad de ser un bien público dado que todos los usuarios pueden utilizarla al mismo momento y no se gasta con su uso. Sin embargo, no todos poseen la misma información y no todos están dispuestos a erogar dinero para obtenerla. Estos mercados con información que no es conocida por todos son catalogados como mercados de competencia imperfecta. La predisposición de los agentes económicos a pagar por estar más informados depende fundamentalmente de las adversidades que podrían suceder en caso de no contar con ella. Existen casos donde debido a la existencia de economías de escala y a la criticidad, el Estado toma el rol de proveedor de esa información. Un caso típico son las habilitaciones para los establecimientos alimenticios o controles de bromatología. Asimismo está en boga a nivel internacional lo concerniente a la trazabilidad, que es el seguimiento y acreditación de calidad de todo el proceso productivo de un alimento, es decir, desde la etapa inicial de la producción hasta estar pronto al consumo. Este elemento, es un alto diferenciador de productos, valorado por los clientes, pero que en muchos mercados quien debe dar los primeros lineamientos es el estado a través de regulaciones y normativas para demostrar las ventajas de formalizar la actividad y cumplir determinados protocolas con el fin de agregar valor. Pero luego existe otro tipo de información cuyo objetivo es dar a conocer atributos que cumplen la función de ser diferenciadores de otras propuestas. Es información que las empresas están interesadas en comunicar para posicionar su producto en una mejor ubicación en comparación a la competencia. Mientras mayor sea la 39 capacidad del mercado de poder transmitir esa información vinculada a calidad, más eficiente se va a tornar el mismo. Pero desde la posición opuesta, es la misma demanda por productos particulares la que presenta la necesidad de contar con información sobre la calidad de los productos. En muchos casos esta calidad (credence goods) se basa en las características de los procesos de producción. El conocimiento de los mismos, abarca desde aspectos asociados al origen de sus insumos –trazabilidad-, tecnologías utilizadas, ambiente donde se desarrolla la actividad, productos químicos empleados hasta condiciones de trabajo de sus empleados, acciones para no dañar el medio ambiente, efectos sobre el bienestar de los animales, el país de origen, etc. Antle enfatiza que la creciente demanda de calidad ambiental hará que la sociedad valorice cada vez más los procesos de producción que proveen servicios ambientales (los que están siendo conocidos como servicios de ecosistemas). La diferenciación de productos refiere no solo a la oferta de productos que los consumidores necesitan y quieren, sino más específicamente, al ofrecimiento de bienes cercanos a la perfección, sustitutos unos de otros. Lógicamente se demandará más costo, pero se fundamenta en un potencial ingreso superior. La diferenciación puede ser vertical cuando satisface la demanda por calidad y los consumidores reconocen los ―mejores‖ productos, principalmente a través de mayores precios relativos que posibilitan una segmentación del mercado vía ingresos. La otra forma es horizontal, y satisface la necesidad de variedad por parte de los consumidores, es decir, los productos son de calidades similares, pero difieren en sus características reales o presumidas. Por lo tanto, las 40 particularidades de cada ítem serán valoradas y evaluadas de manera diferente por los clientes -―los gustos no son un problema de debate‖-. (Pagoulatos, 2003) Es interesante notar que el crecimiento más rápido de productos exportados no son los commodities sino aquellos orientados a los consumidores: carne, alimentos procesados, y frutas frescas y vegetales (Regmi, 2001). La diferenciación de productos es una manera segura de impulsar las ganancias. Sin embargo, entender el rol de la diferenciación como una decisión estratégica involucra una compleja organización industrial y de comercio internacional. Las nuevas características del comercio mundial permiten hacer frente a una demanda segmentada, mediante el desarrollo de ofertas especializadas. El éxito final de un producto y de su estrategia de marketing dependerá de la elección del consumidor, no importa cuán irracional, mal fundada o infortunada es. En vistas de la importancia de la diferenciación, surge la aplicación de las teorías hedónicas, las cuales se remontan a los estudios realizado por Ridker y Henning en 1967, quienes analizaron para St. Louis, Estados Unidos, el efecto de la contaminación del aire sobre el precio de mercado de las viviendas, características propias de los inmuebles y su así como vecindario2. de otras La Teoría de Precios Hedónicos pretende explicar el valor de un bien a través de un conjunto de atributos como son los materiales, características de diseño, responsabilidad social de la empresa, entre miles, obteniendo sus respectivas valoraciones y, por ende, demandas implícitas. S. Rosen en 1974 también publicó un trabajo relevante para la teoría de los precios hedónicos. 2 41 El potencial de Argentina Cepal (2009) considera que Argentina puede aspirar a ser un oferente privilegiado de varios bienes de alto valor relacionados, inicialmente, con el producido del suelo: i) alimentos terminados, cuya producción y distribución se ha tornado mucho más compleja que ofrecer materia prima para alimentos; ii) bioenergía, obtenida por muy diversas ―rutas‖ productivas (maíz, caña de azúcar, etanol, soja) pero todas con epicentro en producciones renovables, y iii) una creciente gama de bienes típicamente industriales, pero basados en productos biológicos como bioplásticos sobre la base de cracking de vegetales, polímeros surgidos de biomasa, medicamentos generados en biofábricas, nutracéuticos, etc. Estar a la altura demanda la necesidad de realizar mayores desarrollos locales (y no la simple extracción de la riqueza natural propia de la dotación favorable de recursos naturales con que cuenta el país). Además, tiene el atractivo de la existencia de rentas sustantivas en el comercio mundial de estos productos, a partir de las cuales la Argentina, puede repensar su futuro de especialización. Actualmente las actividades productivas poseen un grado de transformación que va desde nulo hasta levemente complejo. Cereales como el maíz y el trigo son exportados mayoritariamente en bruto y oleaginosas como la soja, presentan una transformación básica como la creación de aceite o biodiesel. Después en cuanto a otro producto del suelo, las legumbres, Argentina ha ido 42 incorporando área a la siembra de las mismas, pero no de modo coordinado ni agrupando esfuerzos para la apertura de mercados. En vista de lo anterior, se destaca la importancia de realizar esfuerzos para la identificación de necesidades y deseos desconocidos de los consumidores, el diseño de la producción y el sistema de distribución para satisfacerlos. Esto además debe pensarse no solo como una política de penetración de nuevos mercados, sino también de fidelización para mantener e incrementar las relaciones beneficiosas con clientes actuales. Una reorientación de la agricultura hacia un eslabón más adelantado como es el ofrecimiento de productos diferenciados con foco en los consumidores realmente implica un arduo trabajo. Debe quedar en claro que este enfoque no es excluyente con la exportación de commodities en bruto, debido a que los mercados de productos orientados al consumidor son aún pequeños. Actualmente se destaca en Argentina la creciente producción de ―especialities‖ particulares que –como son cultivos tamaño, que forma, por sus color, características etc.- no son comercializados como commodities. En gran medida, un productor por si solo va a encontrar limitaciones para emprender en esa línea y es normal que así ocurra en la mayoría de los casos. Falta de financiamiento, falta de reglas claras, falta de apoyo a la investigación y el desarrollo son sólo algunas de las razones que pueden poner freno a actividades productivas de mayor valor agregado. Por ello es que una de las alternativas que surge como solución son las acciones colectivas o asociativismo. 43 A nivel local e internacional un agente que toma relevancia por su peso en el sector son las cooperativas agrícolas. Estas son muy útiles para lograr economías de escala en la comercialización, proveyendo orientación a los miembros, los cuales a su vez son dueños y por ende poseen incentivos para un correcto funcionamiento de la cooperativa. Hay 2 justificaciones económicas más frecuentes –y clásicas- para la creación de cooperativas agrícolas: 1- productores individuales necesitan un mecanismo institucional a través del cual puedan coordinar los desbalances del mercado; 2- productores individuales necesitan poder compensatorio cuando se enfrentan a estructuras monopsonísticas o monopólicas. A estas también se pueden agregar: economías de escala en servicios o marketing, reducción de riesgo, generación de servicios de difícil acceso y obtención de incrementos marginales en los ingresos. La característica básica que distingue cooperativas de otras estructuras, es que ellas son propiedad y auto controladas por sus miembros, a los cuales intentan beneficiar. Dentro de la concepción de cooperativa, la Integración vertical es la esencia, fundamentalmente porque posibilita apropiarse de las economías de escala a través de la cadena; asimismo se considera que las cooperativas deben ―nacer de la necesidad‖, dado que de esa manera el vínculo es más genuino (Sexton y Iskow, 1998). Lógicamente que la iniciativa privada es importante, pero las políticas públicas deben acompañar y brindar un marco previsible de acción. En cuanto a lo que se plantea en este paper, las políticas para una agricultura orientada al consumidor son diferentes de las políticas tradicionales y no surgen de la imposición de derechos de 44 exportación a los commodities, sino que deben ser integrales y previsibles. Algunas de las áreas a incluir son el marketing, la información y la educación. Además, la tarea de identificación de oportunidades rentables es responsabilidad no sólo de privados sino también del sector público, pero puede suceder que no sea de forma directa sino, por ejemplo, otorgando financiamiento para mejorar la información disponible, conocer preferencias de consumidores, entre otras. Bibliografía John M. Antle. ―The New Economics of Agriculture‖, Conferencia Presidencial en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Economía Agraria, en Nashville, en Agosto de 1999 y como Research Discussion Paper No. 33, Montana State University-Bozeman. Pagoulatos, Emilio. A CONSUMER-ORIENTED AGRICULTURE for the 21st century. Presented at the Global Markets for High-Value Food Workshop United States Department of Agriculture Washington, DC. Febrero 14, 2003. Regmi, A., (ed.), 2001. Changing Structure of Global Food Consumption and Trade, Market and Trade Economics Division, E.R.S., U.S.D.A., Agriculture and Trade Report, WRS-01-1: Washington, DC Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL / Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo - PNUD.. ―La Argentina ante la nueva internacionalización de la producción: crisis y oportunidades‖. Editores Bernardo Kosacoff y Rubén Mercado. 2009 Sexton R. y Iskow, J. ―Factors critical to the succes or failure of emerging agricultura cooperatives‖. Giannini Foundation Information Series No. 883. Junio 1988. 45 46 Artículos de Investigación 47 48 América Latina en la encrucijada del postneoliberalismo: neodesarrollismo, nacionalpopulismo y socialismo del siglo XXI MARIANO TREACY1 El presente trabajo busca repasar las distintas definiciones e interpretaciones que se le han dado a los populismos en la historia latinoamericana para poder abordar el fenómeno desde la actualidad, donde se intentará evaluar la relación existente entre el Populismo del Siglo XXI, los procesos neodesarrollistas, el proyecto del Socialismo del Siglo XXI y la mundialización del capital. El autor es Licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), completó los estudios de posgrado en la Maestría en Economía Política con mención en Economía Argentina de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y se desempeña como Investigador en el Área de Economía del Instituto del Desarrollo Humano (IDH) de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), en Buenos Aires, Argentina 1 49 Introducción El estudio de la historia de nuestra región nos enseña a visualizar que los mismos fenómenos políticos, económicos y sociales pudieron haber sido abordados desde distintas disciplinas y diversos enfoques teóricos. Sin embargo, probablemente no haya en la historia latinoamericana un fenómeno más contradictorio, debatible e intrincado que los populismos. Abordado desde corrientes de todos los espectros ideológicos (la derecha, el progresismo y la izquierda) y también desde las distintas corrientes filosófico-políticas (el liberalismo, el nacionalismo, el reformismo, y las teorías del cambio social), y tras largos años de debate sobre el tema, no se ha llegado a ningún tipo de consenso en las ciencias sociales sobre qué es el populismo ni, por lo tanto, tampoco se ha arribado a una caracterización generalmente aceptada de los populismos realmente existentes. El objetivo que persigue este trabajo apunta entonces, por un lado, a repasar las distintas definiciones e interpretaciones que se le han dado a los populismos históricamente para poder abordar el fenómeno desde la actualidad, una vez concluido el largo ciclo neoliberal en muchos países de la región. De esta manera, se intentará realizar un recorrido desde los populismos ―clásicos‖ y los debates en torno a ellos, por las contradicciones de la aplicación del concepto durante el neoliberalismo en los denominados neopopulismos para arribar finalmente a los autoproclamados gobiernos nacionales y populares que en la actualidad encarnan muchos de los estilos políticos y las políticas efectivas de los países de la región. Este camino nos llevará indefectiblemente a indagar la relación existente entre el Populismo del Siglo XXI, los procesos 50 neodesarrollistas, la mundialización del capital y los intentos de lograr la unidad latinoamericana y la ―segunda‖ independencia2 a través del Socialismo del Siglo XXI. La historia latinoamericana a través de las experiencias populistas No han sido pocos quienes, desde las distintas disciplinas científicas, han decretado la inutilidad u obsolescencia del concepto populismo para caracterizar experiencias pasadas o presentes en la región. Sin embargo, en este trabajo se sostendrá la hipótesis de que el concepto, si se logra delimitar correctamente su contenido y su alcance, resulta de suma utilidad para caracterizar una tradición política y económica de gobiernos que, entre la década del ‘30 y del ‘70 del Siglo XX, marcaron un antes y un después en una gran cantidad de países de la región. Si bien los primeros ―populistas‖ fueron los Narodniki de la Rusia presoviética que buscaban una transición directa del feudalismo al socialismo (evitando el paso que creían innecesario por el capitalismo y las revoluciones democrático-burguesas3), el concepto no fue delineado y utilizado de forma generalizada hasta que fuera aplicado a algunos de los regímenes políticos latinoamericanos de las décadas del ‘30, ‘40, ‘50 y ‗60 del ―largo‖ Siglo XX. Intelectuales de distinta ideología política y pertenecientes a tradiciones filosóficas y políticas antagónicas como Germani, Di Tella, Frondizi, Weffort, Ianni, Quijano, Cotler, Cueva, Torres Rivas, González Casanova y Córdova, coincidieron en señalar algunos aspectos del La primera independencia fue contra el yugo colonial y la segunda se propone contra la subordinación al imperialismo. 3 Una síntesis de la denominada ―Cuestión Rusa‖ en torno se puede encontrar en Tarcus, Horacio. (2008)¿Es El Marxismo Una Filosofía De La Historia? Marx, La Teoría Del Progreso Y La "Cuestión Rusa". Andamios. Revista de Investigación Social, Junio, 7-32. 2 51 populismo identificándolo como un conjunto de regímenes y movimientos políticos que surgieron en las postrimerías de la crisis del modo de acumulación a escala global de la década del ‘30 que tuvo su correlato local en la crisis del modelo agroexportador y del Estado Oligárquico que llevó a la aparición de las masas en la vida política de algunos países de América Latina. A diferencia de la experiencia Europea, en la que tras la crisis de la década del ‘30 el Estado Oligárquico había sido reemplazado por el Estado ―Keynesiano‖, en Latinoamérica fue reemplazado por una variante ―muy peculiar‖ del Estado Keynesiano que fue el populismo (Rajland, 2008). En el populismo, las clases populares se aliaron a sectores que antes eran subordinados en el bloque social dominante (como la burguesía industrial) y a sectores de la sociedad civil (como las fuerzas armadas o la burocracia) para quebrar la dominación oligárquica e imponer una transformación del patrón de acumulación. Este nuevo patrón estuvo caracterizado por la generación de una estructura institucional que, en la medida en que garantizaba la estabilidad de la hegemonía burguesa, también logró ampliar la participación social y mejorar notoriamente la calidad de vida de las mayorías4. El populismo ―clásico‖ se correspondió entonces con una fase específica del modo de acumulación a escala global que tuvo su reflejo en un patrón de acumulación concreto que se tradujo en la periferia en un desarrollo capitalista tardío y dependiente. Si bien es Los principales casos-testigo que permitieron elaborar y fundamentar el concepto de populismo ―clásico‖ fueron, según Atilio Borón (2012), el peronismo en la Argentina, el varguismo en Brasil, el rojaspinillismo en Colombia, el ibañismo en Chile y el aprismo en el Perú. 4 52 cierto que se ampliaron las libertades democráticas y se mejoró considerablemente el nivel de vida de las clases populares, no puede soslayarse que durante la vigencia de los populismos ninguna de las experiencias trascendió los límites del modo de producción capitalista, de los regímenes de propiedad privada existentes ni de la hegemonía de alguna fracción de la burguesía en el bloque social dominante. Una vez finalizada esta fase de desarrollo del capitalismo latinoamericano, hacia fines de los años ‘60, las transformaciones de la economía global y de las condiciones de acumulación internas de los países de la región llevarían a la ruptura del bloque dominante que ahora consolidaría como actor hegemónico a las grandes empresas transnacionales y los organismos multilaterales, que impulsarían un nuevo patrón de acumulación basado en la valorización financiera y cuyo eje de acumulación serían los mercados externos. Con el fin del patrón de acumulación de la industrialización por sustitución de importaciones con desarrollo del mercado interno se agotarían las condiciones de posibilidad del populismo, tornándose imposible la reconstitución de la coalición de clases en la que se basaba. Distintas caracterizaciones del populismo Habiendo señalado algunos rasgos característicos generales del populismo y algunos gobiernos típicamente ―populistas‖ debemos, sin embargo, profundizar la búsqueda de una definición más estilizada del concepto. Para ello, resulta de utilidad realizar un repaso de las distintas interpretaciones que se dieron al fenómeno desde las distintas corrientes a lo largo de la historia. 53 El populismo puede designar, según el autor que se esté estudiando y la corriente a la que pertenezca, tanto a movimientos o estilos políticos como a tipos de Estado, ideologías o modelos de acumulación. A pesar de este arco diverso, Aníbal Viguera (1993) nos propone dividir el estudio del populismo entre dos grandes grupos: quienes lo definen según un tipo de participación o dominación política y quienes lo caracterizan según las políticas sociales y económicas que implementan. En otras palabras, la distinción se podría hacer entre quienes definen populismo según la política5 y quienes lo hacen según las políticas6 implementadas7. Populismo como tipo de participación o dominación política i. La visión del liberalismo y del estructural-funcionalismo Gino Germani (1955, 1962) fue quien, aplicando la matriz teórica del estructural-funcionalismo y la teoría de la modernización, realizó una de las primeras aproximaciones sociológicas al estudio del fenómeno del populismo en Latinoamérica a través de su investigación sobre la estructura social argentina. Evaluando el agotamiento del modelo agroexportador y el funcionamiento del proceso de industrialización por sustitución de importaciones de las décadas del ´30 y ´40, Germani identificó las consecuencias de las migraciones internas provocadas por el éxodo rural y la creciente concentración urbana en torno al modelo de industrialización por sustitución de importaciones. Este movimiento Como Germani (1962), Di Tella (1965), Weffort (1967), Laclau (1977), De Ipola y Portantiero (1989), Knight (1994) y Aboy Carles (2003) 6 Como Octavio Ianni (1984), Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto (1969), Guillermo O´Donnell (1972), Adolfo Canitrot (1975) y Carlos Vilas (1988). 7 Para una investigación más acabada de estas distinciones puede consultarse el texto de Aboy Carles (2001) y el de Mackinnon y Petrone (1999) 5 54 poblacional generó una masa de personas sin formación política previa que desde su punto de vista se mostró ―en disponibilidad‖ y tuvo un comportamiento con un fuerte componente de ―irracionalidad‖ que facilitó su manipulación por un líder carismático. Su incorporación a la vida política no se daría, para Germani, por las vías institucionales tradicionales ni tampoco respondería a sus intereses objetivos condiciones de ni vida8. lograría modificar estructuralmente sus En el marco teórico de la modernización, el populismo surgiría entonces como ―una asincronía en el proceso de transición de una sociedad tradicional a una sociedad moderna‖, representando la transición de una sociedad atrasada, rural y precapitalista hacia la sociedad moderna, industrial, capitalista y urbana (Aboy Carles, 2003). Torcuato Di Tella (1965), en una línea similar, definiría al populismo como un fenómeno característico de economías subdesarrolladas donde el líder movilizaba a las masas ―disponibles‖ para integrarlas en una coalición policlasista encabezada por él9.La caracterización de Weffort (1967) también podría encuadrarse en este grupo ya que define al populismo como un ―movimiento político multiclase caracterizado por un liderazgo personalista y carismático, políticas reformistas ad hoc y un repudio de la revolución‖ (Knight, 1994: 255). El populismo sería entonces una forma de hacer política como respuesta a la irrupción de las clases populares en el proceso del Frente a las interpretaciones funcionalistas, las evidencias presentadas por Murmis y Portantiero (1983), Torre (1989) y James (1990) permitieron reinterpretar el peronismo en una clave distinta con un sesgo claramente más positivo. Entre otras cosas, Murmis y Portantiero señalaron que en el apoyo del peronismo confluyeron sectores sin formación política previa con viejas guardias sindicales y viejos obreros. 9 En las últimas décadas, esta concepción del populismo como manipulación irracional de las masas fue reemplazada, desde las visiones cercanas a la tradición liberalrepublicana, por una caracterización del populismo como la movilización instrumental y racional de las masas que se integran a estructuras partidistas (De La Torre, 2007). 8 55 desarrollo urbano e industrial y a la necesidad por parte de algunos grupos dominantes de incorporarlas al juego político mediante el desarrollo de un estado de compromiso o ―de masas‖ (Stanley, 2000). De la Torre define al populismo como un ―estilo de movilización política basado en una poderosa retórica de apelación al pueblo y a la acción de las masas al servicio de un líder‖ (De La Torre, 2000: 4). En este sentido, para estos intelectuales en el populismo termina por predominar la primacía de lo pragmático y esto imprime un elevado nivel de volatilidad ideológica. Como podemos observar, la tradición liberal sostiene hasta la actualidad su definición de populismo y su caracterización de los populismos existentes. En resumen, para la tradición liberal, vinculada con la sociología del estructural-funcionalismo, el populismo se caracteriza por la centralidad de un liderazgo carismático que, apelando a las masas, exacerba el ―antagonismo social‖ existente generalmente entre el pueblo y la oligarquía mostrando una tendencia a utilizar el recurso de la violencia. Este antagonismo sin embargo no procedería de un programa consistente teóricamente sino que estaría vinculada con un pragmatismo que provocaría cierta ambigüedad ideológica. ii. La visión del populismo desde el “reduccionismo discursivo” de Laclau En este subconjunto también tenemos la perspectiva de Ernesto Laclau (1977), quien define al populismo según su dimensión ideológica en la que se presentan las interpelaciones populardemocráticas como ―conjunto antagónico‖ respecto de la ideología dominante. La definición de Laclau vincula al populismo con 56 el sistema político como un sistema nacional-popular caracterizado por ―la imbricación del sistema de representación de intereses y el sistema de toma de las decisiones‖ (Aboy Carles, 2001: 6). Para Laclau el populismo no se definiría por un contenido político o económico concreto sino por una ―forma‖, lo que le permite hablar de populismos ―de izquierda‖ y ―de derecha‖. El populismo estaría caracterizado entonces por un liderazgo que canaliza las demandas de las mayorías por vías informales, que las articularían y satisfarían en contextos institucionales específicos, generalmente viabilizadas por un líder. Desde esta perspectiva el populismo se erige como una ruptura del orden vigente a través de la presencia de un Estado fuerte que articula e interpela las demandas populares, constituyendo un tipo particular de construcción de lo político. En particular, en el contexto de surgimiento de los populismos ―clásicos‖, fue necesario realizar una ruptura radical del estado liberal-oligárquico, incapaz de absorber las demandas democráticas de las masas, generando de esta forma el histórico enfrentamiento entre la tradición ―nacionalpopular‖ y la doctrina liberal (Laclau, 2006). Para Laclau, sin embargo, este sistema nacional-popular de representación de intereses solo pareciera estar dotado de un componente de ruptura y confrontación respecto a la ideología dominante, no incorporando los elementos de continuidad respecto al régimen de dominación previo ni elementos críticos sobre el sistema de dominación general. El motivo por el cual no visualiza como negativos ciertos rasgos de continuidad es que para Laclau el sistema político debe mantenerse en cierto rango de estabilidad, imposible de lograr si la movilización de las masas y la canalización de sus demandas insatisfechas no se equilibraran con la absorción 57 institucional de esas demandas (y, por ende, con la limitación de las aspiraciones). iii. Caracterización del populismo desde el marxismo Desde distintos autores latinoamericanos provenientes del marxismo también se ha caracterizado no pocas veces al populismo como una forma de obstrucción al normal desarrollo de la conciencia de clase10 y como un desvío del camino de la revolución11(Aricó, 1963). En este sentido, se caracterizó muchas veces al populismo como una ―estrategia de dominación política instrumentada por los sectores dominantes para neutralizar la posible movilización autónoma de los sectores populares ante el fracaso o descomposición del sistema político oligárquico‖ (Viguera, 1993: 52). Para Milcíades Peña, el bonapartismo (un gobierno que sin representar a ninguna clase en particular extraía sus fuerzas de los conflictos entre ellas y los imperialismos) se caracterizaba por absorber los reclamos de la clase obrera preservando y reproduciendo las relaciones que rigen la sociedad y la propiedad alejándola del desarrollo de una conciencia de clase autónoma y sometiéndola a la tutela del Estado otorgándole algunas reivindicaciones pero poniéndole límites concretos a sus demandas (Barrera, 2011) Desde esta perspectiva, se identificó al populismo como una forma de movilizar ―desde arriba‖ a las masas a través de la manipulación y la demagogia y como la incorporación de las masas a la vida Sin ir más lejos, este caro diagnóstico evolucionista llevó en la Argentina a partidos de tradición de izquierda como el PC y el PS a construir alianzas ―antifascistas‖ con los sectores más reaccionarios del espectro político como cuando con la Unión Democrática (UD) se unieron para derrotar a Perón en las elecciones de 1946 o cuando luego apoyaron el golpe de ―la libertadora‖ en 1955. 11 Sin embargo, en trabajos posteriores, Aricó (2005) señaló que el peronismo era un ―sujeto colectivo portador de la revolución‖ y no ―una ideología que le impediría al proletariado alcanzar el socialismo‖. 10 58 política a través del vínculo directo con el líder, obstaculizando el desarrollo de organizaciones autónomas con una perspectiva de clase. De esta forma, el elemento organicista y desactivador de las demandas populares más allá de cierto límite prevaleció en estas caracterizaciones por sobre el costado movilizador e inclusivo del populismo. Revisando las definiciones de Laclau y de algunos sectores del marxismo resulta interesante contraponerlas con la que presentan De Ipola y Portantiero (1989) quienes definen al populismo como ―un fenómeno ideológico en el cual las ya mencionadas interpelaciones popular-democráticas se articulan y presentan bajo forma del planteamiento de un antagonismo irreductible respecto a la ideología dominante, y, consiguientemente, al bloque de poder que la sustenta‖ (De Ipola y Portantiero, 1989: 28). De esta forma, en el propio movimiento populista se encuentran las tensiones entre el antagonismo con el bloque dominante tradicional a través de la institucionalización de las demandas nacional-populares y la regimentación e institucionalización vertical de esas demandas bajo el principio nacional-estatal:‖ El populismo constituye al pueblo como sujeto sobre la base de premisas organicistas que lo reifican en el Estado y que niegan su despliegue pluralista, transformando en oposición frontal las diferencias que existen en su seno‖ (De Ipola y Portantiero, 1989: 23). De Ipola y Portantiero sostienen que el componente organicista del Estado Nación es la forma general de dominación que garantiza la reproducción de las relaciones de producción y que este componente no se cuestiona en los populismos sino que, por lo contrario, se lo fetichiza, poniendo el eje del antagonismo en los 59 bloques de poder hegemónicos anteriores (en general, asociados al liberalismo y a la oligarquía)12. En la ―ideo-lógica‖ populista y en los populismos realmente existentes, lo que encontramos es una fetichización del Estado y una subordinación al principio general de dominación. Se construye una imagen fetichizada del Estado en la que se lo hace ver como árbitro homogeneizador social y garante, a través del líder carismático, de las transformaciones progresivas a través de la gestión de las políticas públicas13. La tensión entre la ruptura y confrontación y la tendencia a desactivación de los antagonismos y a la homogeneización define la existencia misma del populismo. Como muestra de ello, desaparece por un lado el conflicto de clase y aparece por el otro su supuesta ―superación‖ por un conflicto entre el pueblo y la oligarquía o entre lo nacional y lo extranjero, buscando un ámbito de reconciliación de intereses objetivamente incompatibles. En resumen, quienes se inscriben en la definición del populismo como un estilo de política coinciden en señalar como características principales la movilización de los sectores populares de manera vertical (nunca autónoma) a través de un liderazgo personalista y un discurso nacionalista que polariza a la sociedad sin desarrollar las tensiones y contradicciones hasta las últimas consecuencias, siendo a la vez antiliberales y anticomunistas. El populismo, como argumentan Mackinnon y Petrone, ―consistirá en reunir al conjunto de interpelaciones que expresaban la oposición al bloque de poder oligárquico democracia, industrialismo, nacionalismo, antiimperialismo-, condensarlas en un nuevo sujeto y desarrollar su potencial antagonismo‖ (Mackinnon y Petrone, 1999: 16). 13 A diferencia de la ―ideo-lógica‖ populista, para De Ipola y Portantiero la ―ideo-lógica‖ socialista (a diferencia de los socialismos realmente existentes) sería la construcción de un antagonismo entre las demandas populares y el principio mismo de dominación, que identifican en el Estado burgués. 12 60 Populismo como políticas sociales y económicas La segunda forma ―pura‖ para caracterizar a los populismos apuntaría al tipo de proyecto socioeconómico impulsado. En esta caracterización, donde se podría incluir a intelectuales como Octavio Ianni (1984), Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto (1969) y Guillermo O´Donnell (1972), el populismo sería un tipo de modelo de crecimiento económico o de ―modelo de acumulación‖ surgido en una etapa específica del desarrollo del capitalismo latinoamericano (Viguera, 1993). Con la crisis económica mundial y del Estado Oligárquico en el plano local en la década del `30, las necesidades de acumulación del capital impulsaron reformas del Estado para que encabezara y ordenara procesos de industrialización sustitutiva orientada al mercado interno. La conformación de un nuevo patrón de acumulación requirió nuevas alianzas sociales que impulsaron un esquema redistributivo a través del cual se incluyó a las clases subalternas como actores políticos y se amplió su participación como sujetos económicos, pasando de ser meros productores a ser también consumidores (O´Donnell, 1972). El populismo entendido de esta manera consistiría en la aplicación de un set de políticas destinadas a promover una industrialización basada fuertemente en la protección del mercado interno a través de una mayor intervención del estado en el control de los resortes de la economía. Entre las atribuciones del Estado interventor, las más destacadas fueron la creación de empresas públicas, la protección comercial y promoción industrial vía créditos, subsidios, restricciones al ingreso de capitales y establecimiento de preferencias al capital nacional. 61 ´Populista´ es una etiqueta passepartout que se aplica a todo personaje, gobierno o fuerza política partidario de una política de obras públicas y de distribución de los ingresos que mantenga el mercado interno y favorezca a los industriales nacionales, creando infraestructuras para su desarrollo y conteniendo las luchas obreras y los salarios reales. Como esa política tiene un costo, la política impositiva está dirigida contra alguno de los sectores sociales más importantes y favorece en cambio a otros14. Adolfo Canitrot, quien comparte las directrices generales de estas caracterizaciones, define populismo como aquellos gobiernos con ideología nacionalista que procuran seguir una política económica que satisfaga las aspiraciones de las mayorías populares a través de la redistribución de ingresos. Las políticas populistas, según su punto de vista, se proponen "mejorar las condiciones de vida de los sectores de medianos y bajos ingresos, aunque sin alterar fundamentalmente la estructura de propiedad y las relaciones económicas vigentes‖ (Canitrot, 1975:2). También en línea con estas caracterizaciones, Carlos Vilas (1988) define al populismo como una ―estrategia de acumulación de capital‖ específica que pone el énfasis en el incremento del consumo personal y una relativa distribución del ingreso. Esta estrategia de acumulación estaría encabezada por el Estado y sería viable gracias a una comunidad de coincidencias y acuerdos provisorios entre distintas clases y fracciones de clase, reflejándose en características político- ideológicas determinadas (Viguera, 1993). Almeyra (2009). Un concepto ―cajón de sastre‖. A propósito de La razón populista de Ernesto Laclau. P 94 14 62 Para configurar un nuevo tipo de Estado y sepultar definitivamente al Estado Oligárquico este patrón de acumulación requería la constitución de una alianza policlasista que hiciera frente a las tradicionales oligarquías locales. De este modo, esta reconfiguración específica del Estado conllevó un tipo específico de relación con actores sociales y una configuración específica del bloque dominante. En esta nueva configuración del bloque dominante la burguesía industrial asumió el comando y propuso una ―armonía‖ de clases impulsando algunas reformas de corte popular. Sin embargo, la alianza de clases que sostenía este esquema populista era necesariamente conflictiva y transitoria ya que los sectores subalternos se subordinaban a la hegemonía de la fracción burguesa en el bloque social dominante (Cardoso y Faletto, 1969). El límite económico a la articulación hegemónica del sistema político populista tenía como consecuencia una ruptura del bloque y una salida del populismo que dio nacimiento en muchos casos (Argentina, Brasil, Chile, México y Uruguay) a los gobiernos ―burocráticos autoritarios‖15 (O‘Donnell, 1972). En resumen, entonces, quienes se ubican en este apartado16 comparten la idea del populismo como un patrón de acumulación específico impulsado por la fracción local de la burguesía industrial orientado a desarrollar la industria que requiere de una alianza de O‘Donnell define a los sistemas burocrático-autoritarios como excluyentes y no democráticos. En estos sistemas los principales actores son los tecnócratas militares y civiles que colaboran con el capital extranjero impulsando la modernización industrial. Estos actores eliminan la competencia electoral y controlan la participación de los sectores populares en la política. 16 Además de los casos mencionamos, se podría agregar como un caso extremo de esta interpretación al ―reduccionismo fiscalista‖ (al decir de Carlos Vilas (2003)) de Dornbusch y Edwards (1990) quienes caracterizan al populismo como un esquema de manejo irresponsable de la economía que hace énfasis en el crecimiento y la redistribución del ingreso relativizando las consecuencias de largo plazo en términos de inflación y déficit fiscal y externo (Viguera, 1993). 15 63 clases con los sectores subalternos para que con su consumo se fortalezca el mercado interno. Este patrón de acumulación sería entonces el que habilitaría ciertas conquistas históricas de las clases subalternas y mejoraría objetivamente sus condiciones concretas de reproducción. Delineando una caracterización del populismo y de sus límites Tras haber repasado las distintas definiciones resulta inadecuado posicionarse en cualquiera de los dos polos, ya sea el ―político‖ o el de las ―políticas‖, para lograr una caracterización del fenómeno que se corresponda con lo que se considera son sus rasgos centrales y las experiencias históricas que se adaptan a ellos. Por estos motivos, en el presente trabajo se entenderá populismo como un tipo de articulación entre las demandas populares no realizadas y las políticas que las concretan e institucionalizan. La característica específica de este tipo de interpelación populista es el establecimiento de una cota máxima a las aspiraciones de las mayorías populares en sus demandas de participación económica y política en el sistema político y el modelo de acumulación del capital. Si bien se plantearán rupturas con el bloque dominante precedente y los sectores tradicionales, en las configuraciones populistas se apelará a un pacto social y a coaliciones policlasistas que siempre serán lideradas por alguna fracción de la burguesía subordinando a sus intereses a las mayorías populares. La canalización de las demandas y el tipo de interpelación entre las demandas y su recepción por parte del Estado deberán apoyarse en condiciones materiales objetivas provistas por un determinado patrón de acumulación del capital. 64 Así, entenderemos al populismo como la canalización de las demandas populares por las vías institucionales mediante la aplicación de un patrón de acumulación determinado que otorgue las condiciones objetivas para poder llevarlas adelante. A su vez, este patrón de acumulación requerirá de un tipo de alianza estratégica determinada, que no será la misma que la que sustenta el estado oligárquico (y su respectivo patrón de acumulación agroexportador) ni neoliberal (ni su respectivo patrón de acumulación de valorización financiera). Neoliberalismo y Neopopulismo Con el proceso de mundialización del capital se agudizaron las tendencias del capitalismo a generar regiones y zonas con la capacidad de apropiar valor a la par de la generación de otras regiones geográficas desde donde se extrae ese valor. En los primeros estadios de la expansión imperialista, esto se había dado mediante la estrategia de saqueo y pillaje pero luego de los procesos de independencia y descolonización la estrategia de extracción de valor se dio acorde a las leyes económicas que rigen las relaciones en el mercado mundial (Osorio, 2004). Con la mundialización del capital, el gran capital transnacionalizado relocalizó sus actividades para instalar fábricas allí donde pudiera aprovecharse de ventajas ―comparativas‖ y ―naturales‖ como la ubicación geográfica, los bajos salarios, la flexibilidad laboral y el escaso desarrollo de las organizaciones sindicales, de manera tal de maximizar su ganancia a escala global reduciendo los costos de producción en cada espacio nacional. La revolución tecnológica facilitó la segmentaron los procesos productivos generando cadenas globales de valor (CGV) y cadenas de subcontratación. La nueva 65 modalidad ―flexible‖ de organización de la producción a escala global permitió a las grandes empresas transnacionales con las mejores condiciones de trabajo maximizar sus ganancias a través de la subcontratación de servicios a empresas con formas de trabajo precario, donde las remuneraciones se encuentran incluso por debajo del valor de la fuerza de trabajo (superexplotación) y no se perciben pagos por seguridad social y otras prestaciones (Osorio, 2012). El ingreso de Latinoamérica a los circuitos globales de producción y circulación y la firma de innumerables tratados internacionales se produjo gracias a la pérdida de soberanía que implicó la crisis de la deuda, no sin la connivencia de las elites gobernantes y los poderes económicos vernáculos. La eliminación de las regulaciones a los movimientos del capital y el establecimiento de sistemas de incentivo para la radicación de inversiones extranjeras, sumado a la revolución tecnológica en el transporte y las comunicaciones, provocaron el ingreso masivo de las empresas trasnacionales que pasaron a controlar los resortes de las economías y a formar parte del bloque de clases dominante. En este proceso, la producción dejó de orientarse a los mercados internos y pasó a realizarse en el mercado regional y mundial, por lo que las economías de escala comenzaron a jugar un papel central, profundizándose el proceso de concentración y centralización del capital mediante las fusiones y adquisiciones de empresas locales, luego profundizado mediante la privatización de las empresas estatales. Las jerarquías nacionales existentes en el sistema mundial se expresaron en la especialización productiva, donde los países centrales reservaron para sí las actividades vinculadas con el 66 conocimiento y el uso de tecnologías de punta y destinaron a la periferia los procesos de ensamble y maquila, que exigen un grado de conocimiento menor y mayor trabajo manual, pero que agrega menos valor a la producción. Así, se regresó a la ―vieja‖ especialización primaria y extractiva de las economías latinoamericanas en la división internacional del trabajo, ya que se fomentaron actividades vinculadas con ventajas ―competitivas‖ (por cuestiones geográficas, geopolíticas, de infraestructura o de recursos humanos) y ―naturales‖ como la agroindustria, la minería, o la actividad hidrocarburífera. El proceso que llevó a los países de Latinoamérica a modificar sus patrones de acumulación y modificar su rol en la división internacional del trabajo se dio de la mano de una fuerte restructuración del Estado que favoreció la hegemonía de la fracción financiera del capital transnacional y de los organismos multilaterales. Si bien este fue un proceso que comenzó hacia fines de la década del ‘70, fue en los ‘90 cuando se produjeron las transformaciones más profundas en la región. La reproducción del patrón de acumulación basado en la valorización financiera (Basualdo, 2010), cuyo motor principal era el endeudamiento externo, requirió la subordinación de las políticas económicas nacionales a los designios de los organismos multilaterales de crédito. Con la excusa de la restructuración de la deuda, estos organismos impusieron ruines condiciones que llevaron a la realización de profundas reformas estructurales con el objetivo de buscar un equilibrio presupuestario y condiciones macroeconómicas estables para generar la capacidad de repago de los intereses de la deuda. Con el establecimiento del Consenso 67 de Washington, entonces, los objetivos de política del Estado pasaron a ser mantener niveles bajos de inflación y equilibrar las cuentas públicas, a costa de la generación de empleo y la pérdida de capacidad industrial (por la apertura de la economía), el incremento de la vulnerabilidad económica (por la desregulación de los movimientos financieros y el endeudamiento externo) y la retirada del Estado (por la privatización de las empresas y servicios públicos). Los gobiernos de Menem en la Argentina, Salinas de Gortari en México, Fujimori en Perú, Battle en Uruguay y Collor de Mello y Cardoso en Brasil (por mencionar sólo algunos) fueron los ―alumnos dilectos‖ de los organismos multilaterales y realizaron las experiencias más radicales de transformación política, económica y social en la región subordinándose completamente a los intereses de Washington. Como corolario de la mundialización del capital y los años de neoliberalismo, a pesar de la supuesta ―modernización‖ de las economías se siguió reproduciendo la brecha entre centro y la periferia y la desigualdad de ingresos en su interior, generándose niveles de desempleo, precarización, pobreza, indigencia y exclusión social inéditos. Esta transformación radical de la función del Estado, cuya consecuencia fue sin lugar a dudas el empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías, fue sin embargo realizada por gobiernos electos democráticamente que, en algunos casos, incluso fueron relegitimados mediante segundos mandatos. Muchos analistas sociales explicaron este fenómeno mediante el uso del 68 concepto de neopopulismo17 haciendo alusión al reverdecimiento de las experiencias de los años ´50 en tanto estilos políticos en términos de movilización irracional de sectores sociales populares por un líder demagógico que no responde a sus intereses objetivos. Los neopopulismos serían, desde la perspectiva de estos analistas, estilos de gobierno personalistas y arbitrarios con un escaso respeto a las instituciones y con prácticas clientelares que les permiten obtener el apoyo popular18. Al caracterizar al populismo como un ―estilo político, una retórica, una relación entre el líder y adherentes, una respuesta a las crisis, un medio de movilización, una forma de mediación política‖, como lo hace Knight (1992), se reduce la experiencia histórica del populismo a una forma que omite las implicancias en términos de proyecto económico de aquellas experiencias. Entendido como ―una combinación de ideas, de estilos, de relaciones políticas que muestran cierta coherencia funcional‖ (Knight, 1994: 64) el neopopulismo sería compatible con el neoliberalismo ya que el hilo conductor estaría marcado por un tipo particular de estilo político que podría aplicarse tanto para mejorar las condiciones de las clases populares como en su perjuicio, a través de una manipulación ideológica. El neopopulismo tomaría del populismo el estilo político y las estrategias políticas basadas en iniciativas locales y políticas focalizadas y del neoliberalismo el proyecto económico basado en Como señala Vilas (2003), el problema de estos analistas es que incurren en una “jibarización” del populismo, es decir, su reduccionismo a características como la manipulación, el discurso y el control de las masas a través de los medios. Entre ellos se puede mencionar a Knight (1992,1994), Weyland (1996) y Roberts (1995), entre otros. 18 Como muestra de ello, Vilas (2003) menciona el caso del análisis de Dresser (1991), Knight (1998) y Gibson (1997), quienes califican al gobierno de Salinas de Gortari como neopopulista por la implementación del Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) como un programa de características clientelares. 17 69 el mercado y la mercantilización de todos los espacios económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales. El nacimiento del ―neopopulismo‖ se explica justamente por la adaptación del concepto del populismo al período de auge del neoliberalismo, despojándolo de las acepciones que lo vinculaban a un proyecto con determinado sesgo económico y social y circunscribiendo su definición a un tipo flexible de ejercicio del estilo político por parte de los líderes. A diferencia de la experiencia de los populismos ―clásicos‖, a partir de las cuales se incrementó el nivel de democratización de la sociedad, se ampliaron los derechos políticos y se realizaron conquistas que marcaron un precedente histórico que condicionó durante años el nivel de vida de las clases populares, con el neoliberalismo se profundizó el proceso de concentración del capital, desindustrialización, especulación financiera, desmantelamiento de los servicios públicos, desmovilización popular y debilitamiento de la ciudadanía, generando grandes masas de excluidos. Tras el cambio de época y la salida del neoliberalismo en la mayoría de los países de Latinoamérica, se suelen identificar básicamente tres grupos característicos de esta nueva fase. Desde nuestra perspectiva, tradicionales tiene sentido caracterizarlos características en de función de las ―derecha‖19, De ―derecha‖ serán lisa y llanamente aquellos gobiernos que subordinen cualquier tipo de estrategia de desarrollo nacional y de búsqueda de la igualdad a las necesidades de valorización del capital a escala mundial y a los mandatos de las principales potencias imperiales, escudándose en el ideal de la libertad y la democracia liberal. En términos de modelo económico, estos gobiernos profundizarán los proyectos neoliberales proponiendo mayor endeudamiento externo, apertura comercial y recorte del gasto social, entre otras medidas tendientes a ampliar la esfera de lo mercantil y a reducir la esfera de lo público, aumentando las desigualdades sociales. 19 70 ―centro/centroizquierda‖20 e ―izquierda‖21 22: por un lado, los gobiernos liberales, pro-norteamericanos como los de Uribe/Santos (Colombia), Calderón/Peña Nieto (México), Piñera (Chile) o gran parte de los gobiernos de Centroamérica; por el otro, gobiernos de centro-izquierda con modelos reformistas o ―neodesarrollistas‖ como los de Lula/Dilma Rousseff (Brasil), Kirchner/Fernández de Kirchner (Argentina)23, Vásquez/Mujica (Uruguay) o Lugo/ Franco/ Cartes (Paraguay); por último, gobiernos de izquierda anti imperialistas que emprendieron o heredaron procesos de profundas reformas sociales, políticas y económicas como los de Chávez (Venezuela), Morales (Bolivia), Correa (Ecuador), o Castro/Castro (Cuba). De ―centroizquierda‖, desde nuestra perspectiva serán aquellos que buscarán la igualdad por medio de reformas en el marco de las instituciones, régimen de propiedad y relaciones económicas y políticas vigentes. Apelaciones a la búsqueda de un ―capitalismo serio‖ o regulado corresponderán entonces a esta visión. En términos de modelo económico, estos gobiernos en general optarán por variantes del ―desarrollismo‖ que en la actualidad muchos autores han llamado ―neodesarrollismo‖. 21 Definiremos ―izquierda‖ como aquella tradición de partidos o movimientos sociales que pone en el centro de la escena a la igualdad económica, social y política y que está dispuesta a alterar el orden político, económico y social vigente para alcanzar dicho objetivo. En términos de modelos económicos en el marco de las reglas que impone el sistema actual, estos gobiernos impulsarán una mayor participación del Estado en los sectores estratégicos de la economía, captando porciones de renta que en la actualidad quedan en manos de privados y se remiten al exterior y canalizándola hacia proyectos sociales que impulsen a la vez niveles crecientes de participación popular en el control del proceso productivo y en las instituciones políticas. 22 Los intelectuales liberales, sin embargo, apelarán a categorías como ―izquierda seria, racional y responsable‖ para designar a los gobiernos de ―centroizquierda‖ y a ―izquierda populista-radical‖ para aludir a los gobiernos de izquierda‖. Los gobiernos de ―derecha‖ serán definidos como gobiernos comprometidos con el crecimiento de largo plazo, las instituciones y la democracia. 23 Los gobiernos kirchneristas han sido ubicados tanto en el eje reformista como en el eje revolucionario/antiimperialista. Desde nuestra perspectiva, quienes lo ubican en el polo ―rojo‖ son generalmente intelectuales del neoliberalismo (Castañeda, Oppenheimer), mientras que quienes lo ubican en el polo ―reformista‖ provienen generalmente de sectores de izquierda (Katz, 2013; Borón, 2012). En este trabajo se mantendrá esta última perspectiva, ya que se considera que han sido gobiernos mucho más parecido a los de Lula y Vásquez con proyectos de reforma del capitalismo que a los del eje del ALBA que impulsaron reformas constitucionales para impulsar proyectos socialistas en el ámbito nacional y regional. 20 71 Posneoliberalismo: Neodesarrollismo y Socialismo del Siglo XXI24 Tras la crisis del neoliberalismo, la reanudación del ciclo de acumulación del capital y del sistema político requirió una profunda transformación del Estado, que recuperó algunos resortes centrales de la economía para la orientación de políticas. En el conjunto de países que consolidaron proyectos posneoliberales, identificaremos dos grupos distintos: quienes se embarcaron en la construcción de proyectos de desarrollo alternativos al capitalista como el Socialismo del Siglo XXI (en su variante bolivariana en Venezuela o en la alternativa economía del Buen Vivir en Bolivia y Ecuador) y quienes impulsaron proyectos neodesarrollistas (como Argentina, Uruguay, Brasil y Paraguay)25. A diferencia de los Estados neoliberales, estos han sabido conquistar espacios de soberanía y mayores grados de libertad frente al avance del capital26. La emergencia de movimientos con un horizonte postcapitalista tuvo como raíz las demandas sobre la ampliación de derechos y las autonomías indígenas, el cuidado de los recursos naturales y el medio ambiente y las crisis de representación de los sistemas políticos vigentes. Estas demandas intentaron cuestionar las estructuras de dominación transnacional, la mercantilización de las relaciones Para los apartados que siguen, es preciso señalar una breve pero no menor aclaración metodológica. Las caracterizaciones de los proyectos neodesarrollistas y de la raíz populista en que se encarnan se hará considerando centralmente la experiencia argentina desde el año 2003 en adelante. Se asumirá como hipótesis para completar en trabajos futuros que el análisis se aplica sin grandes diferencias a los casos mencionados de Brasil, Paraguay y Uruguay. 25 Para Thwaites Rey (2010), los gobiernos postneoliberales incluyen (cronológicamente) a Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y El Salvador. Por la selección realizada, se sigue que los gobiernos no incluidos continúan siendo neoliberales. 26 Un componente central de esta reincorporación del estado fue la posibilidad de reestatizar algunos sectores estratégicos que permitieron captar una porción sustantiva de la renta. Los casos del petróleo en Venezuela y el gas en Bolivia son emblemáticos, aunque también se captaron porciones crecientes de la renta agrícola en la Argentina por medio de los derechos de exportación (Thwaites Rey, 2010) 24 72 sociales y buscaron la revalorización y defensa de los derechos culturales y territoriales (Svampa, 2010). En esta dirección, los Socialismos del Siglo XXI recogieron estas demandas y se propusieron, con sus bemoles, la consolidación de los derechos de las mayorías históricamente excluidas, la recuperación de los recursos naturales estratégicos, la centralización de la renta petrolera, minera y agraria y el impulso de proyectos de desarrollo endógeno, distintos a los clásicos modelos de desarrollo comunista con planificación centralizada y también a los modelos neodesarrollistas donde el Estado promueve el desarrollo de sectores estratégicos mediante la expansión del capital privado nacional y trasnacional (Thwaites Rey, 2010). Más allá de los casos de Bolivia, Ecuador y Venezuela, en el resto de los países mencionados el neodesarrollismo fue el proyecto que se estableció para recomponer el ciclo de acumulación capitalista tras la eclosión del neoliberalismo. Este proyecto hegemónico para recuperar la tasa de ganancia y la dominación de clase se sustentó en cierta revalorización de la autonomía del Estado y cierta capacidad de recepción y canalización de las demandas populares pero esta vez bajo la hegemonía del gran capital transnacional. Como en la época del desarrollismo de la segunda posguerra mundial, el neodesarrollismo implementó efectivamente políticas que mejoraron la participación política y las condiciones de vida de las clases populares: asistencia social generalizada, mejoramiento del poder adquisitivo del salario, creación de empleo, gasto social, etc. El contexto regional actual nos permite entonces hablar en los casos señalados del fin del neoliberalismo y su patrón de acumulación de 73 valorización financiera y una revitalización de los procesos de desarrollo económico nacional basado en la expansión de las fracciones de capital productivas, con una expansión del mercado interno y una ingente sustitución de importaciones, todas características propias de los procesos desarrollistas de los años ´40, ´50 y ´60. A diferencia de lo que ocurría entonces, en la actualidad son impulsados en un contexto donde los sectores dinámicos de la economía nacional están fuertemente transnacionalizados y cumplen un rol que es asignado en gran medida de forma exógena por proceso de valorización del capital a escala mundial. En este contexto signado por la hegemonía del capital transnacional, la incorporación de los países de la región a la división internacional del trabajo radica centralmente en obtener ventajas competitivas basadas en el bajo costo laboral y en la extracción y explotación de los recursos naturales renovables y no renovables. El modelo neodesarrollista estaría basado en la búsqueda de un ―capitalismo serio‖ que conciliaría los objetivos de bienestar y equidad por medio de una política económica con eje en el consumo y que a la vez favorece a los sectores agroindustriales en desmedro de los financistas. El características modelo neodesarrollista marcadamente distintas presentaría al de la entonces valorización financiera, hecho que permitiría identificar un fuerte punto de ruptura respecto al patrón de acumulación anterior. En términos de alianzas sociales para impulsar el modelo económico, el neodesarrollismo habría buscado infructuosamente una recreación de la burguesía industrial nacional como sujeto de la acumulación. 74 El neodesarrollismo como el patrón de acumulación vigente en la actualidad en la Argentina, Brasil y Uruguay27 se caracteriza por la ―búsqueda del anhelado crecimiento económico con equidad social‖ que permitiría lograr el desarrollo nacional mediante un pacto social y la intervención del Estado. El desempeño del neodesarrollismo en la última década mostró efectivamente un elevado nivel de crecimiento de la actividad económica en general y de la industria en particular28 y una reducción del desempleo con una recuperación de los salarios que permitió reducir el nivel de pobreza e indigencia. Sin embargo, estas mejoras se sostuvieron sobre un creciente nivel de concentración29 y extranjerización30 del capital y un tipo inserción de las economías en la división internacional del trabajo que no les permitió traducir las mejoras en la productividad en mayores salarios, que se mantuvieron históricamente bajos31. Tampoco se logró revertir definitivamente la tendencia a la inequidad heredada del neoliberalismo ya que el Tras el derrocamiento del gobierno de Fernando Lugo en Junio de 2012 el caso del patrón de acumulación en Paraguay debería ser estudiado nuevamente a la luz de las intervenciones del gobierno de Cartes (electo en Abril de 2013). 28 En la Argentina, según datos del INDEC (Estimador Mensual Industrial), entre Diciembre de 2002 y Diciembre de 2011, la Industria Manufacturera experimentó un crecimiento del 104% (Nivel General) y los sectores más dinámicos fueron el de Vehículos automotores (+409%), Metalmecánica (+197%) y Productos Minerales no Metálicos (+177%). 29 En la Argentina, ―las 500 empresas no financieras más grandes-las de mayores ventaspasaron de representar el 12% del PBI en 1997 a cerca del 30,5% en 2009‖ (Féliz y López, 2012: 52). Así como las ventas, el análisis de la inversión en capital fijo y las ganancias también nos permite verificar el proceso de concentración económica. 30 En la Argentina, ―las empresas extranjeras pasaron de representar el 46,8% a cerca del 65% de las empresas de la cúpula entre 1997 y 2009‖ (Féliz y López, 2012: 54). 31 Para la Argentina, según datos de Lindenboim J., J. M. Graña y D. Kennedy, el promedio del poder adquisitivo del salario en la convertibilidad (1991-2001) ascendió a $801,4 (pesos con poder adquisitivo de 1993) mientras que en 2010 el mismo indicador ascendió a $786,4. 27 75 mercado de trabajo siguió estando caracterizado por un elevado nivel de precariedad y flexibilidad32. El patrón de acumulación neodesarrollista se sostiene sobre una especialización productiva orientada a la exportación de bienes primarios con bajo contenido tecnológico y escaso valor agregado, una agresiva política de defensa de las grandes empresas transnacionales, la continuidad de la propiedad privada (y en muchos casos extranjera) de sectores estratégicos de la economía, la superexplotación del trabajo como sustento material de las mejoras de competitividad y la persistencia de un mercado de trabajo fragmentado, precarizado y tercerizado que lleva la existencia de niveles intolerables de exclusión social y fragmentación de la clase trabajadora. Con la salida del neoliberalismo, el cambio del patrón de acumulación hacia un modelo neodesarrollista se sustentó en un ―cambio en una forma de Estado‖ en la que, a través de una nueva articulación hegemónica, el Estado incluyó los intereses y demandas populares de forma pasiva en el nuevo bloque de poder. A pesar de las rupturas señaladas, sin embargo, el bloque dominante sigue estando hegemonizado por los grupos económicos concentrados, cuyos intereses apuntan a promover el desarrollo de un modelo económico basado en el monocultivo de la soja, el extractivismo de minerales y la dependencia energética, razones que explicarían el estancamiento de la reindustrialización y la escasa diversificación industrial de los últimos años (Katz, 2013). En el caso de Argentina, en 2010, el empleo no registrado afectó a 4,7 millones de trabajadores, representando casi el 27% de la población empleada. En 2003, este porcentaje era levemente mayor, ascendiendo al 29% (Cifra, 2011) 32 76 Como proyecto hegemónico, el neodesarrollismo consiguió alinear a las fracciones del capital dominantes y también legitimarse a través de la articulación de las demandas populares por medio de políticas concretas. Sin embargo, el esquema vigente contiene contradicciones inherentes que le imponen límites estructurales propios del esquema de alianzas que utiliza y el modelo de desarrollo que implementa. Un esquema fundamentado en una coalición donde la fracción hegemónica es el gran capital transnacional y las clases populares son aliadas pero en condiciones subalternas implica un límite concreto en el momento en que las aspiraciones de estas últimas afectan los intereses de los primeros. Las contradicciones que presenta la presente situación en términos de la composición del bloque de poder hacen que las decisiones políticas oscilen entre "el compromiso con la fuente popular de su legitimidad y la fuente del poder de la que surge su financiación y estabilidad políticas" (Sanmartino 2010: 8). Asimismo, un patrón de acumulación basado en la expansión del monocultivo y la exportación de bienes primarios con escaso contenido tecnológico y valor agregado representa una limitación que podría hacerse presente en un contexto en el que los precios de los commodities se redujeran. Uno de los motivos por los que estos límites podrían sobrevenir es que los proyectos neodesarrollistas no problematizan el carácter de clase del estado ni los obstáculos en términos de subordinación al poder de las economías centrales y del hegemón y a la rigurosidad de la ley del valor vigente en sistema mundializado del capital. 77 Los usos del “populismo” en la actualidad: ¿una búsqueda legítima o un abuso? La canalización de las demandas populares postergadas por vías institucionales a través del intento de recomposición de una alianza que incluya a las clases populares, y la implementación de un patrón de acumulación con cierto grado de desarrollo del mercado interno nos permite introducir el interrogante de si nos encontramos ante una revitalización de los populismos ―clásicos‖ pero esta vez con rasgos característicos específicos. Para poder despejar esa pregunta será necesario, por un lado, recuperar la definición obtenida de populismo para con ello poder identificar rasgos de continuidad con los esquemas actuales mientras que, por el otro, haremos uso de las transformaciones del capitalismo de los últimos 40 años para poder identificar los rasgos de ruptura. En apartados anteriores, recogiendo aportes de distintos analistas sociales, habíamos caracterizado a los populismos como aquellos gobiernos que viabilizan la canalización de las demandas populares irresueltas por las vías institucionales mediante la aplicación de un patrón de acumulación determinado que permite llevarlas adelante otorgando las condiciones objetivas para su realización. Este patrón de acumulación, para poder implementarse, debía contar con un soporte de alianzas estratégicas específicas. Por su parte, habíamos caracterizado al neoliberalismo como una fase de desarrollo del capitalismo en la que se mundializó el capital y se crearon cadenas globales de valor y de subcontratación en la que Latinoamérica se incorporó a la división internacional del trabajo como una plataforma 78 exportadora de bajos salarios especializada en productos primarios con escaso contenido tecnológico y valor agregado. Teniendo estos rasgos en consideración, encontraremos válida la tesis de Borón y Rajland (2008) acerca de la imposibilidad de revitalizar los populismos ―clásicos‖ debido a la inexistencia de condiciones objetivas para conformar la alianza de clases necesaria y para implementar un patrón de acumulación autocentrado. Para los autores, la existencia del ―populismo‖ se agotó con las experiencias populistas de las décadas del ‘40 y ‘50 cuando la burguesía nacional tenía peso en la economía y poseía un relativo grado de voluntad de autonomía, la clase obrera se encontraba organizada sindicalmente y el modelo de acumulación se encontraba centrado en el desarrollo de la industria y el mercado interno. Por estos motivos, señalan que en la actualidad, el concepto no es utilizado más que para generar ―fantasmas‖ en torno a ciertas cuestiones políticas, económicas y sociales, por lo que, salvo contadas excepciones, ninguno de los usos habituales del concepto ―populismo‖ tendrá una valoración positiva sino todo lo contrario, es decir, un uso peyorativo. En general, su uso estará vinculado a la apelación de fenómenos demagógicos sustentados en excesos de corto alcance y rápidamente desenmascarables frente a las supuestas ―verdades económicas‖ universales33. Asimismo, Borón y Rajland (2008) señalan que la utilización del concepto ―populismo‖ en la actualidad se ha tornado mucho más laxa que en sus orígenes. Alcanza con buscar al azar en el diario La Nación de Argentina para comprobarlo. Sólo en el último mes, La Nación publicó las siguientes columnas con el mismo sesgo peyorativo que encierra el mismo concepto de populismo: Loris Zanatta, ―Un populismo de exportación‖ (27-02-2013); Eduardo Fidanza, ―El excéntrico e indescifrable populismo argentino‖ (02-03-2013); Gregorio Badeni, ―Justicia populista no es Justicia democrática‖ (05-03-2013); Loris Zanatta, ―El mito que limpiará los errores de Chávez‖ (07-03-2013) Manuel Alvarado Ledesma, ―Ejemplo de estatismo populista‖ (09-03-2013); Eduardo Fidanza ―Un golpe decisivo a la razón populista‖ (16-03-2013) 33 79 Siempre vinculado a alocuciones provenientes de sectores cercanos al neoliberalismo, puede hacer alusión a gobiernos insubordinados a los mandatos de las economías centrales, a ―formas políticas‖ demagógicas de manipulación del pueblo o a modelos económicos que subordinan un supuesto ―equilibrio‖ macroeconómico de largo plazo a las demandas (populistas) de corto plazo 34. Para los sectores de derecha el ―populismo‖ de los procesos señalados radica en el ―caudillismo, la manipulación asistencial de los votantes y el otorgamiento de dádivas a las multitudes incultas‖ (Katz, 2013: 16). Sin embargo, si bien es claro que no se puede extrapolar la experiencia del populismo ―clásico‖ tal cual ocurrió, y que el uso del concepto en la actualidad está vinculado a sectores conservadores, consideramos que sí es posible caracterizar a los gobiernos ―progresistas‖ de la región35 como una suerte de Populismo del Siglo XXI, con características específicas pero también con rasgos de continuidad respecto a las experiencias del siglo pasado (y sin caer en un uso peyorativo del concepto). Entre las características que nos permiten hablar de rasgos de continuidad entre los populismos ―clásicos‖ y los esquemas actuales se puede mencionar que ambos Borón (2008) nos ofrece (obviamente sin compartirla) una caracterización del populismo desde la perspectiva de intelectuales orgánicos del neoliberalismo. Quienes utilizan el ―populismo‖ en la actualidad lo hacen para aludir a atributos generales de la política, a un tipo de vinculación entre el líder y las masas, a una estrategia discursiva o a una política económica ―irresponsable‖ e insostenible en el largo plazo. Esta perspectiva, muy arraigada en amplios sectores de la sociedad y muy difundida por algunas tribunas mediáticas, tiene como principales exponentes a nivel continental a Jorge Castañeda, Andrés Openheimmer, Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza, Enrique Krauze 34, Marcos Aguinis y Alain Touraine (Borón, 2012). A estos intelectuales se podrían agregar los siguientes exponentes vernáculos del neoliberalismo económico: Arriazu, Artana, Cavallo, Ferreres y Melconian, entre muchos otros. 35 En un apartado previo habíamos definido a los gobiernos ―progresistas‖ y los habíamos identificado con las experiencias de los gobiernos de centro-izquierda con modelos reformistas o ―neodesarrollistas‖ como los de Lula/Dilma Rousseff (Brasil), Kirchner/Fernández de Kirchner (Argentina), Vásquez/Mujica (Uruguay) o Lugo/Franco/Cartes (Paraguay) 34 80 son el resultado de convergencias políticas y sociales que articulan la movilización popular, el apoyo electoral y la concesión de ciertas demandas. El esquema actual se relaciona con la tradiciones populistas en tanto ―persiste la subordinación de la soberanía popular a los controles que ejercen las clases dominantes a través de su poder económico, judicial o mediático‖ (Katz, 2013: 2). La ―matriz nacional-popular‖ a la que se alude en la actualidad se auto-caracteriza como heredera de las experiencias populistas de las décadas del ‗30, ‗40 y ‗50 y se sostiene en la ―afirmación de la nación, un estado redistributivo y conciliador, un liderazgo carismático y las masas organizadas‖ (Svampa, 2010: 81). Esta tradición reivindica al Estado como organizador social y económico y recrudece las tensiones entre la democracia participativa y directa y la democracia representativa y decisionista36. Esta matriz, sin embargo, no logra resolver las tensiones entre un potencial proyecto nacionalista revolucionario y el proyecto efectivo de la participación controlada con un liderazgo personalista y el tutelaje estatal. A diferencia de los populismos ―clásicos‖, sin embargo, el esquema nacional-popular actual no recurre a una reestatización masiva de las empresas otrora privatizadas ni tampoco a intervenciones generalizadas en lo que concierne al control de precios, el mercado de trabajo o la política industrial sustitutiva. A diferencia del populismo ―clásico‖, estas experiencias promueven la rehabilitación de la industria pero no le asignan un rol protagónico ya que financian su modelo en la exportación de El caso de la Argentina es paradigmático, ya que desde 2003 se promocionó un ―modelo de participación controlada‖ en un marco de fragmentación de las organizaciones de lucha que culminaría a fines de 2012 con la división de la central sindical más importante quedando de esta forma 5 centrales sindicales nacionales: CGT (Moyano), CGT (Caló), CGT (Barrionuevo), CTA (Yasky), CTA (Micheli). 36 81 bienes primarios sin avanzar sobre el poder de veto y el poder económico de las tradicionales oligarquías. Asimismo, los Populismos del Siglo XXI, en lugar de confrontar con los Estados Unidos como lo hicieron en algunos períodos los populismos ―clásicos‖ y los en la actualidad los Socialismos del Siglo XXI, buscan recuperar la independencia de la política exterior por otras vías. Además, a diferencia de la tradición populista, las experiencias actuales tienen una estrategia regional acotada y subordinada al protagonismo de Brasil. La característica distintiva central, sin embargo, es que mientras el ―populismo‖ construyó su legitimidad en base a logros económicos y sociales para el proletariado, el Populismo del Siglo XXI sostiene la división entre los trabajadores (entre los formales y los precarizados), y entre las centrales sindicales, en la búsqueda de una coalición con sectores más amplios de la sociedad evitando hacer alusiones al conflicto estructural del modo de producción que continúa siendo el que existe entre el capital y el trabajo. (Katz, 2013). Por estas razones, a diferencia de los regímenes nacional-populares de antaño, el Populismo del Siglo XXI 37 no puede sino componerse de un compromiso débil de las masas que lo legitiman debido al fuerte retroceso que sufrió el movimiento obrero desde la dictadura y el neoliberalismo, que no pudo ser revertido y que dejó fuertes marcas en los sectores populares. Nos parece más apropiado utilizar esta expresión que ―neopopulismo‖ por la caracterización que se hizo en el apartado anterior de los ―neopopulismos‖ neoliberales y la limitación que el uso de ese concepto conlleva. 37 82 Bibliografía Aboy Carles, G., ―Repensando el populismo‖. Ponencia preparada para el XXIII Congreso Internacional Latin American Studies Association, Washington DC, (Septiembre de 2001). Borón, Atilio, ―¿Una nueva era populista en América Latina?‖, 2012 <http://www.atilioboron.com.ar> (Marzo de 2013). De Ipola, E. y Portantiero, J. 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Viguera, Aníbal, ―Populismo y neopopulismo en América Latina‖, En Revista Mexicana de Sociología, Año L – Número 3, UNAM, México, (julio – septiembre de 1993). 83 Vilas, Carlos, ―¿Populismos reciclados o neoliberalismo a secas? El mito del ´neopopulismo´ latinoamericano‖, En Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales, vol. 9, nº 3, (mayo-agosto 2003), pp.13-36. 84 Especialización comercial de Argentina con Egipto JESSICA DE ANGELIS1 En los últimos años han ganado creciente atención las relaciones económicas sur-sur, sin embargo no abundan los estudios sobre las relaciones entre países de América Latina y los de África. Egipto es, para Argentina, uno de los países más importantes en términos económicos, estratégicos y políticos. Ahora bien, los intercambios comerciales entre ambos países son relativamente bajos y fuertemente concentrados en términos de la composición. Lic. en Comercio Internacional (UNQui), Maestranda en Relaciones Económicas Internacionales (UBA). 1 85 Introducción Egipto es uno de los países de África más importantes: es el tercer país del continente con más población luego de Nigeria y Etiopía; el segundo PIB más luego de Sudáfrica; tercero con más reservas de gas natural comprobadas luego de Nigeria y Argelia; sexto en reservas comprobadas de petróleo2. Egipto es además, dentro del continente africano, el principal socio comercial de Argentina, junto con Sudáfrica. El país árabe es un importador neto de alimentos, principal producto de exportaciones de Argentina y cuenta, como se mencionara, con importantes reservas de petróleo y gas claves en el contexto del cuello de botella energético que tiene actualmente la Argentina. En los últimos años Egipto adquiere importancia para las negociaciones comerciales en el marco de las reuniones para la firma de un Tratado de Libre Comercio con el MERCOSUR. El 7 de julio de 2004 se inician las negociaciones para el acuerdo comercial entre el bloque y el país árabe que concluye con la firma del Acuerdo Marco entre el MERCOSUR y la República Árabe de Egipto y el 02 de agosto de 2010, suscriben finalmente el TLC. El objeto del tratado es el incremento del comercio bilateral en un plazo de 10 años a través de una serie de preferencias arancelarias, el 26% de los ítems arancelarios tendrán un acceso inmediato a las preferencias y el resto se hará en etapas (SICE, 2011). A pesar de las evidentes oportunidades de complementación entre los países, muchos teóricos han caracterizado al TLC firmado por tener una importancia Datos extraídos de http://www.indexmundi.com sobre la base de las últimas actualizaciones de los datos de CIA World Factbook a Enero de 2011 2 86 más estratégica y política que comercial por el bajo volumen del comercio entre los signatarios del acuerdo. Dado que el TLC es muy reciente aún no puede analizarse el impacto del acuerdo, sin embargo, es importante poder caracterizar el punto del cual se parte, es decir, caracterizar el comercio en los últimos años, para realizar futuros análisis de la cuestión. La relación entre los países de América Latina y los de África ha sido poco estudiada, y aún más la de países particulares dentro de esas regiones, y el estudio se ha concentrado en pocos países y en pocos temas. En el presente trabajo se analizará el caso particular de Argentina, con lo cual se tendrá como objetivo: conocer la especialización comercial de Argentina y Egipto. En este sentido, primero se revisará la evolución y composición del comercio de cada uno de los países con el mundo y en segundo lugar se analizará relación comercial bilateral, nuevamente atendiendo a su evolución y composición. Respecto de la composición, se destinará un apartado a la especialización intraindustrial dentro del comercio bilateral, en estrecha vinculación con la importancia que han ganado dichos flujos –y su estudio– en los últimos años. Finalmente se harán algunas reflexiones finales. Comercio de Argentina Argentina es el exportador n°40 más importante entre los países con datos de comercio en la base de datos de comercio de las Naciones Unidas (136 países), da cuenta de 0.48% de las exportaciones totales en 2010. Asimismo, como importador ocupa el 87 lugar número 44, dando cuenta del 0.39% de las importaciones mundiales. Los principales socios comerciales de la Argentina son Brasil, Estados Unidos y China. El socio mercosuriano da cuenta del 24% del comercio total argentino, mientras que tanto Estados Unidos como China representan 9% cada uno, concentrándose el 42% del comercio total en estos tres socios. En términos de la evolución del comercio, Argentina había experimentado durante el régimen de convertibilidad en los ‗90 un período de crecimiento acompañado por déficits en la cuenta externa, aumento del desempleo, y mortandad de muchas empresas (Porta 2005). Con la recesión de fines de la década y la crisis del régimen de convertibilidad, el saldo comercial argentino total cambió su signo hasta volverse muy superavitario a principios del año 2002 con la devaluación de su moneda. Tal como refleja el Gráfico 1, hasta el año 2002 el superávit comercial era fundamentalmente fruto de la reducción drástica de las importaciones por la fuerte recesión y luego se evidencia un despegue tanto de las exportaciones como de las importaciones. En los años siguientes tanto las exportaciones como las importaciones se incrementan aceleradamente, las últimas a una mayor tasa y en el año 2009 el comercio total sufre los coletazos de la crisis internacional reduciendose fuertemente respecto de los valores registrados en los años previos, pero el saldo para Argentina no deja de ser favorable y alcanza un total de 17 mil millones de dólares. El año 2010 encuentra a Argentina con un superávit comercial del orden de los 12 mil millones de dólares. 88 Gráfico 1: Balance comercial de Argentina con el mundo. En miles de millones de dólares corrientes 80 70 60 50 40 30 20 17 10 17 16 12 11 12 2004 2005 2006 13 11 12 6 -5 -2 1 1998 1999 2000 0 2001 2002 2003 2007 2008 2009 2010 -10 Saldo Importaciones Exportaciones Elaboración propia en base a COMTRADE La Tabla 1 refleja la composición del comercio de Argentina por grandes rubros. Las principales exportaciones de Argentina en 1998 eran las MOA y las MOI, ambas dando cuenta por separado del 34% de las exportaciones totales del país; en tercer lugar se encontraban los productos primarios, dando cuenta del 26% de las ventas externas y finalmente los combustibles solo con el 7%. Hacia el año 2010 no se observan cambios radicales en la composición seleccionada. del comercio Aunque Argentino, con según movimientos la clasificación sensibles, ganan importancia las MOI, que pasan a explicar el 36% de las exportaciones. Las MOA mantienen su importancia en torno al 34% y los productos primarios la reducen sensiblemente, pasando al 23%. Los combustibles y energía aumentan solo al 8%. 89 En definitiva, las importaciones se concentran tanto en 1998 como en 2010 en MOI, aunque su importancia se reduce un 4%. Las MOA y los productos primarios mantienen a grandes rasgos su participación y los combustibles y energías experimentan un aumento del 2% en 1998 al 7% en 2010. Tabla 1: Composición del comercio total de Argentina Grandes Rubros10 Combustibles y energía MOA MOI Productos Primarios Total Exportaciones 1998 2010 7% 8% 34% 34% 34% 36% 26% 23% 100% 100% Importaciones 1998 2010 2% 7% 4% 3% 91% 87% 3% 3% 100% 100% Elaboración propia en base a COMTRADE Analizando el comercio según actividades económicas, según la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU Rev. 3), las exportaciones argentinas en 1998 eran fundamentalmente fabricación de aceites y grasas de origen vegetal y animal (17%), de cereales y otros cultivos (17%) y vehículos automotores (10%). Por su parte, las importaciones eran principalmente vehículos automotores (11%), partes, piezas y accesorios para vehículos automotores y sus motores (6%) y sustancias químicas básicas, excepto abonos y compuestos de nitrógeno (5%). En términos de los productos transados 3, en el año 1998 lo principales exportados eran torta de aceite de soja, aceites de petróleo y de minerales bituminosos crudos, aceites de poroto de soja desgomado o no, maíz, trigo, automóviles, aceite de girasol en bruto. En el caso de las importaciones se destacan los automóviles de cilindrada 1500Cada una de las posiciones arancelarias desagregadas a 6 dígitos del Sistema Armonizado. 3 90 3000, los camiones diesel, partes de vehículos, los aparatos transmisores, sets generadores eléctricos y máquinas para el procesamiento de datos. Hacia el año 2010, las exportaciones se componen principalmente de aceites y grasas de origen animal y vegetal (20%), cereales y otros cultivos (15%) y vehículos automotores (10%). Las importaciones también se concentran en vehículos automotores (12%), partes, piezas y accesorios para vehículos automotores y sus motores (7%) y sustancias químicas básicas, excepto abonos y compuestos de nitrógeno (5%). En el año 2010, los productos principales comerciados son: torta de aceite de soja, porotos de soja, aceites de poroto de soja desgomado o no, maíz, aceites de petróleo y de minerales bituminosos crudos, oro. Las importaciones son principalmente automóviles, aceites de petróleo y de minerales bituminosos crudos, partes y accesorios de vehículos, aparatos transmisores y receptores, transmisiones para vehículos de motores y Minerales de hierro y sus concentrados. Comercio de Egipto Egipto, históricamente ha sido muy proteccionista, pero a partir del año 2004 hay un cambio en la política recaudatoria que determina reducciones de aranceles y simplificaciones de la estructura arancelaria, la supresión de los derechos administrativos de aduana y eliminación los tributos a la exportación. Egipto es el exportador n°54 entre los países con datos en la base de comercio de las Naciones Unidas, explicando el 0.18% de las 91 exportaciones totales a cualquier destino y n° 47 como importador, explicando el 0.37% de las importaciones mundiales totales. América Latina, no tiene una gran importancia entre los socios comerciales de los países africanos. Los principales destinos de las exportaciones de Egipto son Estados Unidos (8%), Italia (7%), España (7%), India (7%), Arabia Saudita (5%), Siria (5%), Francia (4%) y Corea del Sur (4%). Los países que proveen las compras externas de Egipto son, fundamentalmente, Estados Unidos (10%), China (10%), Alemania (7%), Italia (7%) y Turquía (5%). Tal como refleja el Gráfico 2, Egipto, tiene un balance comercial deficitario con el mundo que se incrementa hacia el final del período considerado, llegando en el año 2010 a un déficit total de 27 mil millones de dólares. El incremento hacia el final de la década se debe, fundamentalmente, a un vertiginoso aumento de las importaciones, asociada al crecimiento de la población y el consecuente incremento de la demanda de alimentos. La extensión de tierra cultivable de Egipto es limitada, menos del 4% del territorio total lo que se combina con una fuerte escasez de precipitaciones, convirtiendo al agropecuarios. país en un exportador neto de productos Por otro lado, en los últimos años ha venido creciendo la inversión aumentando la necesidad de importaciones de bienes de equipo (Informe Exportar). 92 Gráfico 2: Balance comercial de Egipto con el mundo En miles de millones de dólares corrientes 60 50 40 30 20 10 0 -10 -20 -30 -40 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 -5 -5 -7 -8 -9 -9 -9 -11 -13 -12 -21 -27 -27 Saldo Importaciones Exportaciones Elaboración propia en base a COMTRADE En este contexto, las principales fuentes de ingresos del país son el turismo, las exportaciones de petróleo, las remesas de las personas que trabajan en el exterior, ingresos del Canal de Suez y finalmente ayuda internacional (Informe ExportAr, 2010). En la tabla a continuación se exponen las exportaciones e importaciones en los años 1998 y 2010 de mercancías de Egipto agrupadas por grandes rubros. Las exportaciones hacia ambas puntas del período 1998 y 2010 se centran en la categoría MOI (51%) y en combustibles y energía (30%). Las importaciones en el año 1998 se encontraban bien concentradas en la categoría MOI (67%), las categorías de MOA y productos primarios también tienen un alto peso (15 y 13%, respectivamente), no así la de combustibles. Hacia el año 2010, las MOI sigue siendo la categoría fundamental de importación, aunque reduciendo su 93 importancia al 63%, y toman mayor importancia los combustibles que pasan del 5 al 13%. Tabla 2: Composición del comercio total de Egipto Grandes Rubros10 Combustibles y energía MOA MOI Productos Primarios Total Exportaciones 1998 2010 30% 29% 3% 9% 51% 49% 17% 12% 100% 100% Importaciones 1998 2010 5% 13% 15% 11% 67% 63% 13% 13% 100% 100% Elaboración propia en base a COMTRADE En términos de las actividades productivas protagonistas de los intercambios comerciales, se evidencia que las exportaciones estaban, en 1998, fuertemente concentradas en ―Fabricación de productos de la refinación del petróleo‖, este producto daba cuenta de 23% de las exportaciones de ese año (ISIC Rev. 3). En segundo lugar, se encuentra la categoría Preparación e hilatura de fibras textiles4; tejedura de productos textiles, con el 9% de las ventas externas. La tercera categoría de exportación más importante se relacionaba con la ―Extracción de petróleo crudo y gas natural‖, la misma daba cuenta del 8% de las exportaciones del año ‘98. Las importaciones también se concentraban en ―Extracción de petróleo crudo y gas natural‖, categoría que explicaba el 9% de las mismas; las Industrias básicas de hierro y acero, con el 6% y ―Elaboración de aceites y grasas de origen vegetal y animal‖ explica 4%. En el año 1998 los principales productos exportados por Egipto eran el aceite de petróleo (21% del valor total exportado), aceites crudos Egipto es uno de los productores mundiales líderes de algodón de fibra larga de alta calidad. 4 94 de petróleo o de mineral bituminoso, algodón, arroz 5, aluminio6, prendas de vestir. Los importados eran fundamentalmente, trigo, máquinas y aplicaciones mecánicas, madera, aceites crudos de petróleo o de mineral bituminoso, maíz, productos intermedios de hierro y acero. En el año 2010, las exportaciones son fundamentalmente de la categoría de ―Extracción de petróleo y gas natural‖, explicando el 14%, y ―Fabricación de productos de la refinación del petróleo‖, explicando 13% y ―Fabricación de productos primarios de metales preciosos y metales no ferrosos‖ que da cuenta del 8%. Las importaciones, también se concentran en ―Fabricación de productos de la refinación del petróleo‖ (10%), los cereales y cultivos de cereales también dan cuenta del 10% de las exportaciones y la tercera categoría más importante se relaciona con Industrias básicas de hierro y acero (6%). Los principales productos exportados en 2010, son gas natural líquido, destilados livianos de petróleo, aceites de petróleo, abonos, aceites de petróleo o mineral bituminoso, oro. Por su parte, los principales productos importados son aceites de petróleo o mineral bituminoso, trigo, butano líquido, hierro y acero, aceites crudos de petróleo o de mineral bituminoso y maíz. Dada la morfología del delta del Nilo, único espacio de tierra cultivable de Egipto, el arroz y el algodón son los dos productos agrícolas que mejor se adaptan para su producción. 6 Egipto cuenta con una de las empresas más grandes productoras de aluminio del continente: Egyptalum. 5 95 Comercio bilateral Argentina-Egipto Evolución comercial Egipto es el socio de África de mayor importancia para Argentina en términos comerciales. En términos acumulados, desde 1998 a 2010, Egipto es el socio comercial número 25, explicando 0,79% del comercio total de Argentina entre los años mencionados. Por su parte, el segundo socio comercial de mayor importancia de África es Sudáfrica, que da cuenta del 0,73% del comercio total de Argentina. La importancia de Egipto es mayor si solo se consideran las exportaciones de Argentina, donde dicho país ocupa el lugar n°16° con una participación en las exportaciones totales de Argentina (acumuladas 1998-2010) del 1,33%. En las importaciones ocupa el puesto n°56 explicando solo el 0,08% de las importaciones de Argentina. Por el lado de Egipto, Argentina es el segundo país sudamericano más importante comercialmente, luego de Brasil. Argentina explica 1,23% del comercio total de Egipto. Argentina solo explica el 0,13% de las exportaciones (posición n°58 entre los socios comerciales). En términos de las importaciones, Argentina ocupa la posición n°17 entre los socios comerciales de Egipto, con el 1,75% del valor total importado por Egipto entre 1998 y 2010. Tal como refleja el Gráfico 1, Argentina cuenta con un balance comercial altamente positivo con Egipto y que a finales del período considerado aumenta a más del doble del nivel de 1998. 96 Gráfico 3: Balance comercial en millones de dólares corrientes. Período 1998-2010 1.200 1.000 800 Saldo 600 400 950 576555 538 200 393378338338403440 309 0 946 538 Exportaciones Importaciones Elaboración propia en base a COMTRADE Composición del comercio bilateral Comercio intraindustrial Ya desde los años ‘60 los flujos de comercio reflejaban crecientes intercambios dentro de una misma rama industrial y entre países de similar desarrollo relativo, cuestionando los postulados de la teoría tradicional –clásica y neoclásica– del comercio internacional que explica los intercambios a través de las ventajas comparativas. Este tipo de intercambios es lo que buena parte de la teoría denominó ―Comercio Intraindustrial‖ (CII) y hace referencia a la importación y exportación simultánea de bienes que pertenecen a una misma rama o grupo de actividad. El comercio intraindustrial, puede ser una dimensión importante para el entendimiento de una serie de cuestiones relativas a las relaciones comerciales entre diversos países. Por un lado el comercio intraindustrial se asocia a un tipo de especialización más fácil y 97 menos costosa en términos del mercado laboral. Asimismo, se han indicado otros beneficios del CII, como la diversificación del consumo y la idea de que el CII es resultado de procesos de crecimiento del comercio a partir del aprovechamiento de economías de escala y diferenciación de productos (Balassa, 1966; Grubel & Lloyd, 1975 y Krugman, 1980). El nivel de comercio intraindustrial en el comercio bilateral de Argentina y Egipto es muy bajo, en efecto en el año 1998 era de 0 y hacia 2010 solo del 0.03%, medido con la metodología de Fontagné y Freudenberg (1997)7. Si se compara esta cifra con la de otros socios como Brasil, se evidencia que con el socio regional, el 53% del comercio bilateral entre los dos socios es de tipo intraindustrial, fundamentalmente asociado dicho comercio al intercambio del sector automotriz. Por su parte, el 19% del comercio bilateral con Estados Unidos es intraindustrial. El nivel de comercio intraindustrial de Argentina con Egipto se asemeja más al que tiene Argentina con uno de sus mayores socios comerciales, China, con quien el comercio dentro de una misma rama apenas alcanza el 1%8. El escaso comercio intraindustrial entre Egipto y Argentina está protagonizado por bienes como: artículos de grifería y órganos similares, algunos artículos de fundición de hierro y acero, Lámparas y demás aparatos eléctricos de alumbrado, entre otros. La metodología aplicada en el presente trabajo responde a las recomendaciones metodológicas de Fontagné y Freudenberg (1997). En pocas palabras, los autores tratan de evitar la sobreestimación del comercio intraindustrial (o de dos vías) tomando la información cuantitativa al mayor nivel de desagregación disponible (6 dígitos del Sistema Armonizado) y analizando flujos bilaterales. En este sentido, no puede compararse la información aquí presentada con aquella calculada con otros índices como el Grubel y Lloyd ya que no son comparables. Para más detalle sobre la metodología de cálculo del índice ver Fontagné y Freudenberg (1997). 8 Todos los valores fueron calculados con la misma metodología y sobre la base de intercambios bilaterales 7 98 El estudio sobre el CII que llevaran a cabo Grubel y Lloyd para estudiar el CII entre países desarrollados con similares dotaciones de factores y tecnología, asocia este tipo de especialización con la presencia de economías de escala. El alto componente de comercio intraindustrial del comercio de Argentina y Brasil de automóviles puede vincularse a este aspecto ya que el mercado regional permite el aprovechamiento de economías de escala y la producción –y luego intercambio- de diferentes modelos dentro de la rama. En otras palabras, en presencia de rendimientos crecientes a escala es conveniente especializarse en algunos productos en lugar de satisfacer completamente la demanda local. La ausencia de un mercado regional en el caso de Egipto y Argentina es un factor reduce la probabilidad de existencia de comercio intraindustrial. El incentivo de abastecer un mercado regional y la posibilidad de efectivo acceso a dicho mercado puede llevar a procesos de complementación productiva que determinen flujos de comercio intraindustrial. El proceso de integración productiva no es fácil y requiere de muchas condiciones previas9 y si bien es incipiente en el MERCOSUR, parece estar aún más lejano entre dos países tan remotos como Argentina y Egipto, de modo que esta podría ser otra explicación del bajo nivel de este tipo de especialización en los intercambios entre el socio de África y Argentina. Asimismo, también se han señalado determinantes tales como la dotación factorial (Lucángeli, 2007). El comercio intraindustrial como se mencionara suele ser característico entre estructuras productivas 9 Sobre las condiciones para la integración productiva puede consultarse Porta (2007). 99 similares, o dotaciones factoriales similares10. La dotación factorial de Argentina y Egipto difiere fuertemente, Argentina tiene gran dotación de recursos para la explotación del sector primario, en tanto que Egipto tiene graves problemas para aumentar de manera sostenida su producción alimentaria y agrícola en función del crecimiento de su población. Dado que el análisis de la especialización intraindustrial no ha arrojado un composición nivel del considerable comercio cabe total, entonces esencialmente analizar la comercio interindustrial para conocer la composición del comercio bilateral entre los países en cuestión. Composición de las ventas de Argentina a Egipto Las exportaciones de Argentina a Egipto por grandes rubros, Tabla 1, se concentran en manufacturas de origen agropecuario (MOA) y en productos primarios. Solo hay una sensible variación en la especialización entre los picos tomados, en 1998 las ventas argentinas a Egipto estaban lideradas por las MOA (49.98%) y en el año 2010 por los productos primarios (50.41%). Por su parte, si bien las manufacturas de origen industrial (MOI) siguen teniendo una participación marginal en el comercio con el país africano aumentan su importancia un 109% en las exportaciones totales en el 2010, respecto del año 1998. Al menos el comercio intraindustrial de tipo horizontal que se considera un tipo de intercambio intraindustrial más genuino ya que se relaciona con el intercambio de variedades de productos que no difieren mucho en precio (calidad). Para ver una explicación más extensa sobre la cuestión ver Lucángeli (2007). 10 100 Tabla 3: Exportaciones de Argentina a Egipto por grandes rubros 1998 49.98% 2.50% 0.00% 47.52% 100.00% MOA MOI Combustibles y energía Productos Primarios Total 2010 44.37% 5.21% 0.01% 50.41% 100.00% Elaboración propia en base a COMTRADE Tal como refleja el Gráfico 2, en el año 1998 los rubros más importantes de exportación a Egipto son los cereales (43%), las grasas y aceites (30%) y los residuos y desperdicios de la industria alimenticia (20%). Gráfico 4: Exportaciones por rubro. Año 1998 Máquinas, aparatos y materiales eléctrico 1% Metales comunes y sus manufacturas 1% Semillas y frutos oleaginosos 4% Resid y desp de industria alimenticia 20% C ereales 43% Grasas y aceites 30% Elaboración propia en base a COMTRADE Hacia el año 2010, las exportaciones por rubros no varían demasiado su composición. Las grasas y aceites incrementan su participación del 30 al 31%, los cereales la reducen del 43 al 24%, los residuos y 101 desperdicios de las industrias alimenticias también reducen su importancia en las exportaciones totales de un 20 a un 13%. Un sector que gana mucha participación en las ventas externas es el de semillas y frutos oleaginosos que en 1998 solo explicaba el 4% de las ventas de Argentina a Egipto y en 2010 ya explica el 26% de las mismas (Gráfico 3). Sin embargo, tal como puede verse el análisis por rubro evidencia que en la composición de las exportaciones casi no se evidenciaron cambios entre los picos. Gráfico 5: Exportaciones por rubro. Año 2010 Metales comunes y sus manufacturas 4% Resid y desp de industria alimenticia 13% Grasas y aceites 31% C ereales 24% Semillas y frutos oleaginosos 26% Elaboración propia en base a COMTRADE Composición de las compras de Argentina a Egipto En el análisis de las importaciones desde Egipto, se ha incluido el año 2008 para mostrar el fuerte cambio que han tenido las exportaciones desde Egipto. Mientras que tanto en el primer momento considerado, el año 1998, como en 2008, los combustibles y la 102 energía era el principal rubro de importación desde el país árabe; en el año 2010 se evidencia un cambio rotundo en la composición de las importaciones desde Egipto. Los combustibles pierden casi por completo su importancia. Gráfico 6: Importaciones argentinas desde Egipto MOA MOI Combustibles y energía Productos Primarios Total 1998 1.16% 29.69% 60.53% 8.63% 100.00% 2008 0.10% 29.96% 69.54% 0.39% 100.00% 2010 0.25% 96.47% 0.39% 2.89% 100.00% Elaboración propia en base a COMTRADE En los últimos años Egipto reduce fuertemente su potencial como exportador de petróleo. Por una parte, la producción de petróleo del país se va reduciendo y por la otra el consumo interno va aumentando, dejando un menor margen para exportar. A esto la crisis política en la región que determinan una fuerte reducción de las exportaciones de combustibles al mundo, las exportaciones del capítulo de combustibles son 35% menores que en el año 2008. Las exportaciones de Egipto de ese mismo capítulo hacia la Argentina se reducen fuertemente, siendo en el año 2009 la mitad de las de 2008 y en 2010 casi 99% menores que en 2008. 103 Gráfico 7: Consumo interno y producción de petróleo Egipcia 1000 900 800 700 600 500 400 300 200 100 19 65 19 67 19 69 19 71 19 73 19 75 19 77 19 79 19 81 19 83 19 85 19 87 19 89 19 91 19 93 19 95 19 97 19 99 20 01 20 03 20 05 20 07 20 09 0 C onsumo de petróleo Producción de petróleo Elaboración propia en base a estadísticas de British Petroleum Statistics http://www.bp.com En el año 1998, las compras argentinas a Egipto por rubro en el año 1998 estaban fuertemente concentradas en combustibles (61%). Los textiles y confecciones daban cuenta, a su vez, del 14% de las importaciones, los metales comunes y sus manufacturas del 10%, las hortalizas y legumbres sin elaborar del 5% y los productos químicos y conexos y semillas y frutos oleaginosos, ambos daban cuenta de 3% cada rubro (Gráfico 8). Los principales productos de exportación eran el maíz, tortas y demás residuos sólidos de la extracción del aceite de soja, Aceites de girasol en bruto, trigo y morcajo, aceite de soja en bruto y porotos de soja. A su vez, los principales productos importados eran coque, vaselina; parafina, cera de petróleo microcristalina, "slack wax", ozoquerita, cera de lignito, cera de turba, demás ceras minerales y productos similares obtenidos por síntesis o por otros procedimientos, incluso coloreados, Navajas y máquinas de afeitar, alfombras y demás revestimientos para el suelo, de materia textil, con mechón 104 insertado, incluso confeccionados, hortalizas (incluso silvestres) e hilados de algodón. Gráfico 8: importaciones por rubro. Año 1998 Hortalizas y legumbres sin elaborar, 5% Textiles y confecciones, 14% Metales comunes y sus manufacturas, 10% Semillas y frutos oleaginosos, 3% Productos químicos y conexos, 3% Resto de combustibles, 61% Elaboración propia en base a COMTRADE Hacia el año 2010, las exportaciones de Argentina a Egipto sufren una variación fuerte en su composición, comienzan a concentrarse en químicos y conexos (75%), esto es fundamentalmente abonos, aceites esenciales, carbono, preparaciones lubricantes y otros; los textiles y confecciones siguen siendo importantes (10%) y aparecen otros rubros como las manufacturas de piedra y yeso (6%) y las materias plásticas artificiales (3%). Particularmente llama la atención la drástica reducción de las importaciones de combustibles que en el año 1998 concentraban el 61% de las importaciones del país árabe. Los principales productos de exportación son: habas de soja, aceite de soja en bruto, maíz, tortas y demás residuos sólidos de la extracción del aceite de soja, Aceites de girasol o cártamo en bruto 105 y tubos de entubación o producción del tipo de los utilizados para la extracción de petróleo o gas. Por el lado de las importaciones se destacan abonos minerales o químicos nitrogenados, hilados de fibras sintéticas discontinuas (excepto el hilo de coser) sin acondicionar para la venta al por menor, Mármol, travertinos y alabastro, Polipropileno, plantas, partes de plantas, semillas y frutos de las especies utilizadas principalmente en perfumería, medicina o para usos insecticidas, parasiticidas o similares y alfombras y demás revestimientos para el suelo, de materia textil, con mechón insertado, incluso confeccionados. Gráfico 9: importaciones por rubro. Año 2010 Textiles y confecciones, 10% Manufacturas de piedra, yeso, etc, 6% Materias plásticas artificiales, 3% Productos químicos y conexos, 75% Elaboración propia en base a COMTRADE Reflexiones finales Si bien el nivel de comercio entre Argentina y Egipto es bajo en relación a otros socios, existen potencialidades ya que Argentina es exportadora de alimentos y Egipto es un importador neto de 106 alimentos. A su vez, el hecho de que Egipto tenga importantes reservas de petróleo y gas y que Argentina sufra de un cuello de botella importante a este respecto, agrega un elemento más de importancia. Ahora bien, tal como se ha analizado la reducción de los saldos exportables de petróleo de Egipto reducen la capacidad del mismo de ser un proveedor de esta mercancía, afectando la complementariedad, situación que se complica por la situación política actual del país. estabilización de los En este conflictos punto es fundamental la políticos que vive la región actualmente. El saldo comercial de Argentina con el mundo ha sido en la mayor parte del período analizado favorable para Argentina, incluso en el contexto de la presente crisis financiera internacional. Por el contrario, Egipto ha tenido fuertes problemas en su balance externo ya que ha sufrido constantes déficits comerciales. En términos de la inserción comercial internacional de los países en cuestión, mientras que Argentina le vende y le ha vendido al mundo fundamentalmente grasas y aceites animales, cereales y vehículos fundamentalmente a Brasil- y compra vehículos, sus partes y componentes y químicos; Egipto vende combustibles y textiles y compra productos primarios y maquinaria, en términos estilizados. En los últimos años ha cambiado fuertemente la composición de las exportaciones de Egipto, si bien sigue siendo un exportador de combustibles muy importante su dimensión ha sido reducida por los problemas mencionados, esto también se evidencia –aunque de manera más marcada- en el comercio con Argentina. 107 En lo que respecta al comercio bilateral, el saldo comercial ha sido muy favorable para Argentina en todo el período y la especialización no varía demasiado en relación al comercio total de cada uno de los países. La excepción es que en el año 2010, las exportaciones de Egipto a Argentina se concentran fuertemente en químicos –fundamentalmente abonos-, en detrimento de los combustibles. Este cambio de composición de las ventas de Egipto a Argentina se da en un corto tiempo, si se observan los valores en el año 2008, la composición de dichas ventas no variaba demasiado respecto de la de 1998. Otro aspecto importante analizado en este trabajo ha sido el nivel de comercio intraindustrial entre los países en cuestión. La especialización entre Argentina y Egipto es casi exclusivamente de tipo interindustrial -a la Heckscher-Ohlin-. Argentina le vende maíz a Egipto y le compra coque (1998) o abonos (2010). El intercambio dentro de una misma rama es muy bajo y se asemeja al tipo de intercambio que tiene Argentina con China. Bibliografía ADIMRA (2008): ―Egipto‖, DPCR / Buenos Aires. 10 de setiembre de 2008, disponible en www.adimra.org.ar/download.do?id=292 British Petroleum Statistics http://www.bp.com Cámara de Comercio Argentino-Árabe http://ccaa.avnam3b.net/ Fontagné, L. and Freudenberg, M. (1997), ―Intra-Industry Trade: Methodological Issues Reconsidered‖, CEPII, document de travail nº 9701, Paris, January. Informe ExportAr (2010): ―Análisis de oportunidades comerciales para el incremento de las exportaciones argentinas a la República de Egipto‖. 108 Informe ExportAr Mercado nº 40, disponible en http://www.exportar.org.ar Krugman, P. R. (1980): Scale Economies, Product Differentiation, and the Pattern of Trade, en The American Economic Review, n° 70 Lucangeli, J. (2007): La especialización intraindustrial en el MERCOSUR. En Serie Macroeconómica del Desarrollo nº 64, Santiago de Chile, CEPAL Porta, F (2005): ―Especialización productiva e inserción internacional: Evidencias y reflexiones sobre el caso Argentino‖. Porta, F. (2007): ―Integración productiva en el MERCOSUR. Condiciones, problemas y perspectivas‖. Documento preparado por encargo del Departamento de Integración y Comercio del BID. SELA (2011): ―Las Relaciones de América Latina y el Caribe con África: Situación actual y áreas de oportunidad‖, Caracas, Venezuela, 21 de junio de 2011. SICE (2011): Sistema de Información de Comercio Exterior, http://www.sice.oas.org UN COMTRADE (2011): United Nations Commodity Trade Statistics Database, http://comtrade.un.org/db/ 109 110 Imperialismo, instituciones y (sub)desarrollo. Apuntes críticos sobre las ―lecciones de la historia‖ neoinstitucionalistas ALEJANDRO JAQUENOD1 En este trabajo se analizarán críticamente los postulados de las principales hipótesis neoinstitucionalistas que para presentan explicar las los autores causas del desenvolvimiento de un mal ambiente institucional en determinadas colonias y su consecuente subdesarrollo. En este sentido, se pondrá especial énfasis en cuestiones metodológicas y de rigor histórico de estos trabajos, así como sobre las consecuencias de estos razonamientos para el futuro de los países subdesarrollados. Lic. en Comercio Internacional (UNQui). Magister en Relaciones Económicas Internacionales (UBA). 1 111 Introducción Dentro de la disciplina económica, ha comenzado a fortalecerse la corriente neoinstitucional dentro del corpus teórico ortodoxo especialmente luego de la crisis de los países de Europa del Este incorporados a la economía de mercado en la década del '90-. Esta corriente pone énfasis en el rol central que juegan las instituciones en el desarrollo económico, relegando a un segundo plano la tradicional importancia otorgada por el mainstream al mercado como tal. En efecto, para la corriente neoinstitucionalista, el mercado por sí sólo no es capaz de garantizar el buen desempeño económico, sino que para que éste último sea óptimo, el mercado debe estar sostenido por las correctas instituciones. Dentro de este marco, lo autores de la corriente tratan de explicar las diferencias de desarrollo actuales de los distintos países desde la calidad de las instituciones con las que cuentan, vulgarmente definidas como las ―reglas del juego‖ o como la ―forma en que los jugadores juegan el juego‖ (Rodrik y Subramanian, 2003). Si consideran entonces que determinadas instituciones son mejores para el crecimiento económico, el subdesarrollo es atribuido a la presencia de un mal ambiente institucional. Los autores tratan de establecer el origen de estas malas instituciones, y para ello se concentran en los países que en el pasado estuvieron sometidos al dominio colonial. De hecho, las ex posesiones imperiales muestran una gran amplitud de grados de desarrollo económico, y los autores estudiados en este trabajo consideran que su estudio comparativo se facilita y enriquece por la contemporaneidad de las diferentes trayectorias de desarrollo. Para estos autores, el momento de la colonización fue crucial para el desenvolvimiento económico futuro, 112 ya que configuró el ambiente institucional que habría perdurado luego de la independencia. Presentan tres hipótesis para explicar la conformación de un ambiente institucional de mejor o peor calidad, sobre las que se centrará el presente estudio crítico. Conceptos esenciales sobre el Neoinstitucionalismo Los primeros pasos de la corriente neoinstitucional: Coase, Williamson y North.2 ―La naturaleza de la empresa‖, publicado en 1937 por Ronald Coase (1937), es considerado como el artículo pionero del análisis neoinstitucional por los miembros de esta corriente. En este trabajo, el autor discutía la verdad neoclásica de que fuera el mecanismo de precios el que determinara la asignación óptima de los factores de producción, y afirmaba que en el interior de la empresa, en lugar de primar el mecanismo de precios, existía un comportamiento jerárquico y planificado, estando la firma dirigida por la gerencia, cuya función era la de coordinar. Atribuye la presencia de esta función a la existencia de costos de transacción, los cuales nacen de la utilización del mecanismo de precios, y ―su existencia implica que métodos de coordinación alternativos a los del mercado, los cuales son costosos e imperfectos en varias formas, pueden sin embargo ser preferibles a la confianza en el mecanismo de precios‖ (Coase, 1992:715). Más tarde, Coase fijó su interés en los derechos de propiedad. En este caso, consideraba que en el mercado no se intercambian Ankarloo (2002), Bardhan (1989) y Milonakis y Fine (2007) ofrecen estudios críticos específicos sobre el corpus central de la corriente neoinstitucionalista, centrándose en los trabajos de Ronald Coase, Oliver Williamson y Douglas North. 2 113 entidades físicas, sino los derechos de realizar determinadas actividades, derechos establecidos por el sistema legal, otorgándole centralidad a este último. Los derechos de propiedad, entonces, deberían ser distribuidos entre aquellos que los puedan usar más eficientemente, por lo que sería preferible que los costos para descubrir esta asignación óptima fueran bajos -mediante claridad en la ley y bajos precios de los requerimientos legales de estas transferencias- lo cual sólo se puede lograr si existe un adecuado sistema de derechos de propiedad (Coase, 1992). Oliver Williamson retomó el enfoque de Coase sobre los costos de transacción que enfrentaba una empresa particular y los aplicó a la economía en su conjunto, considerándolos como costos del manejo del sistema económico. Distinguió varios niveles de análisis social, (i) el enraizamiento social (usos, normas, costumbres y tradiciones); (ii) el ambiente institucional (instituciones formales: constituciones, leyes, derechos de propiedad); (iii) las instituciones de la gobernancia (relaciones contractuales, integración vertical); y (iv) la distribución de recursos (Williamson, 2000a). Williamson pone énfasis en el tercer nivel, entendiendo a la firma como una estructura de gobernancia, y reconoce la necesidad de identificar y explicar las propiedades de modos de gobernancia alternativos, ya que ―pasar de una gobernanza menos compleja a una más compleja supone introducir nuevos aspectos de seguridad, reducir la intensidad de los incentivos y aumentar los costos burocráticos‖ (Williamson, 2000a:603). La eficiencia comparativa de formas alternativas de gobernancia variaría con el ambiente institucional, segundo nivel de análisis (Williamson, 2000b). 114 Tomando los análisis de Coase sobre los costos de transacción y derechos de propiedad, así como los avances de Williamson sobre los primeros, Douglass North define a las instituciones como las restricciones trazadas por el hombre para estructurar la interacción política, económica y social, y entiende que a través de la historia las instituciones han sido diseñadas para crear orden y reducir la incerteza del intercambio (North, 1991). De acuerdo al enfoque de North, para que exista la motivación de dar lugar a un nuevo arreglo institucional, el requerimiento esencial es que para los actores involucrados las ganancias esperadas sean mayores a los costos en los que incurren para su creación y mantenimiento (North y Thomas, 1970). Desempeño económico, crecimiento y cambio institucional Los autores estudiados relacionan muy estrechamente el ambiente institucional -más específicamente su calidad- con la potencialidad del desempeño económico. Así como para Ronald Coase ―son las instituciones las que gobiernan el desempeño de una economía‖ (1998:73), Peter Klein asegura que ―el crecimiento económico depende del grado en el que los riesgos potenciales del comercio […] pueden ser controlados por las instituciones, las cuales reducen los costos de información, alientan la formación y movilidad del capital, permiten tasar y socializar los riesgos, y de otras maneras facilitan la cooperación. […] Desarrollo económico, entonces, es desarrollo institucional‖ (1998:7, énfasis agregado). Dado que las instituciones estructuran la interacción política, económica y social, y de esta manera guían el comportamiento de los agentes, y las normas sociales aprueban o castigan sus acciones, ―las decisiones económicas óptimas sólo se pueden tomar en 115 ambientes institucionales propicios a la creación de riqueza‖ (Kalmanovitz, 2003:198). De estas definiciones se desprende que las instituciones funcionarían fomentando el crecimiento económico de al menos dos maneras, por un lado, aumentando la eficiencia en la asignación de los derechos de propiedad mediante la reducción de los costos de transacción (planteo que había sido inicialmente propuesto por Coase), es decir, en términos de eficiencia, y, por otro lado, orientando y atrayendo (o ahuyentando, en caso de malas instituciones) la inversión y el capital en función de la calidad relativa de los diferentes arreglos institucionales, es decir, en términos de confianza. Entonces, para orientar el desempeño económico hacia la senda del crecimiento, no sólo sería necesario contar con instituciones que regulen la asignación de los derechos de propiedad y orienten la inversión, sino que es primordial contar con buenas instituciones, entendiendo la bondad de éstas como la capacidad de cumplir estos roles más eficientemente o, en palabras de Kalmanovitz (op. Cit.), de favorecerla creación de riqueza. Doulgass North indicaba que las instituciones pueden evolucionar favorable o desfavorablemente, orientando el cambio económico hacia el crecimiento o la declinación. En este último caso, donde la evolución institucional se considera desfavorable para el crecimiento económico, se haría evidente la necesidad de reemplazar las instituciones deficientes por otras, probadas más eficientes (North, 1991). Dadas malas instituciones en una economía particular, los autores manifiestan la necesidad de reformar éstas para el correcto desempeño económico y el consiguiente desarrollo. Bloch y Tang 116 afirman en este sentido que ―para iniciar el crecimiento no es necesaria una serie integral de cambios institucionales. Si no, pequeños, pero claves, cambios en instituciones pueden tener un gran efecto positivo en el crecimiento en una fase inicial de desarrollo‖ (Bloch y Tang, 2004).3 El rol del Estado en el planteo neoinstitucional El Estado cumpliría un rol esencial para los autores de esta corriente, ya que tendría la función de garantizar los derechos de propiedad y de administrar, crear y proteger las instituciones que sean capaces de aumentar la productividad y orientar eficientemente los recursos. El mismo Estado sería una institución, desarrollada para hacerse cargo de la protección y el cumplimiento de los derechos de propiedad, ya que la evolución del intercambio impersonal hizo que la coacción de los contratos sea desmesuradamente costosa para las organizaciones voluntarias, las cuales carecían de poder coercitivo (North, 1991, 98). Sin embargo, el Estado es visto como un actor más, especialmente interesado -como cualquier otro actor dentro del marco teórico neoclásico- en maximizar su propio ingreso, intercambiando servicios (protección y justicia) por ingresos (principalmente impuestos). Al ser el Estado quien debe suministrar las reglas de juego, reduciendo los costos de transacción para aumentar la riqueza y potenciar el crecimiento, hay tensiones constantes entre la estructura de propiedad que maximiza su ingreso y los derechos de propiedad que reducen eficientemente los costos de transacción y promueven el Dani Rodrik (2006:979-980) destaca lo complejo del enfoque del cambio institucional, especialmente para las economías en desarrollo. 3 117 crecimiento general de la economía. En este sentido, según North, el Estado se vería enfrentado a dos restricciones, por un lado la de evitar enfrentar y ofender a los electores poderosos, y por otro la de la recolección de impuestos afectada por los derechos de propiedad, de las que se derivarían dos clasificaciones, la de Estado Predador y la de Estado Productivo (North y Thomas, 1970). Esto es lo que lleva a Kalmanovitz a afirmar que ―el garante del cumplimiento universal de los contratos [es decir, el gobierno] puede ser el que más los incumple, sin importar los riesgos‖ (2003:201). La herencia institucional de la época imperial La herencia colonial El análisis histórico tiene una importancia central en los trabajos neoinstitucionalistas, particularmente por su interés en el cambio y en la evolución institucional, en especial al intentar cotejar diferentes arreglos institucionales. Según esta línea argumental, con sus diferentes matices, la diferencia en el ingreso per cápita de las actuales ex colonias puede ser originada en las diferencias institucionales y en los derechos de propiedad (Acemoglu, Johnson y Robinson, 2005). Así, para los ex territorios coloniales el estudio de su historia es de suma importancia para entender las instituciones con las que cuentan, ya que ―la historia depende de la senda que viene del pasado, y muchas de las instituciones informales y de las creencias […] siguen marcadas por el legado colonial‖ (Kalmanovitz, 2003:208). En la literatura especializada en este enfoque, hay tres hipótesis principales detrás de las cuales se encolumnan los estudios que buscan relacionar el desempeño económico con los diferentes 118 arreglos institucionales que presentan las diversas economías, ya que ―atribuir las diferencias en el desarrollo a diferencias en las instituciones presenta el desafío de explicar de dónde provienen las diferencias en las instituciones‖ (Sokoloff y Engerman, 2000:218). Primera hipótesis: identidad de la metrópoli Para los autores agrupados en este apartado, el determinante fundamental de la calidad de las instituciones desarrolladas en épocas de la colonia estuvo directamente determinado por la identidad del colonizador, o alguna característica de este en estrecha relación con su identidad. La principal hipótesis de este apartado se centra en el sistema legal e institucional heredado por las colonias desde su metrópoli durante su etapa de sometimiento. La exposición de esta hipótesis se centrará en el trabajo de La Porta, Lopez-de-Silanes, Shleifer y Vishny y en el de La Porta, Lopez-de-Silanes y Shleifer (La Porta y otros, 1998, La Porta y otros, 2007). Estos autores estudian la relación entre las instituciones legales y el desarrollo económico, ya que consideran que la ley y su cumplimiento son determinantes potencialmente importantes para el financiamiento corporativo. Esto es así porque estas instituciones determinarían los derechos de accionistas e inversores, orientando su disposición a invertir. Distinguen dos familias (sistemas) legales o tradiciones, de las cuales derivan las leyes de todos los países. Estas son la common law inglesa, y el derecho civil romano, del cual se desprenden la ley civil francesa, alemana y escandinava. La ley civil (o Romano-Germánica) es considerada la más antigua, la más influyente y la más difundida. Se origina en el derecho romano, 119 usa estatutos y códigos para ordenar el material legal y descansa principalmente en eruditos legales para establecer y formular las leyes. A diferencia de la ley civil, la common law es formada directamente por los jueces que tienen que resolver disputas específicas. Los precedentes de decisiones judiciales son los que dan forma a la common law, por lo que la independencia jurídica tanto del poder ejecutivo como del poder legislativo es central. Los autores destacan las diferencias entre los sistemas legales en las diferentes concepciones de libertad derivadas de las tradiciones filosóficas racionalista y empirista, en el primer caso como búsqueda de un propósito social absoluto, y en el segundo como la búsqueda de la libertad en la espontaneidad y en la ausencia de coerción.4 De todas formas, destacan que estas tradiciones no se manifiestan en forma pura, sino que en países donde rige la common law hay casos de legislación jurídica, así como en países donde lo hace la ley civil también existe interpretación judicial. Originadas en Europa, estas familias de leyes se expandieron por el mundo mediante la conquista, el imperialismo, el préstamo o la imitación, y no solamente fueron trasplantadas las leyes y los códigos específicos, sino también las ideologías y estilos más generales del sistema legal, así como el capital humano formado en el país madre. Si bien estos componentes evolucionaron y se adaptaron a las circunstancias y particularidades locales de cada territorio colonial, lo hicieron incompletamente, y los autores sostienen que en cada caso permanecieron suficientes elementos como para que pueda sostenerse la diferenciación. En Friedrich Hayek (1960) The Constitution of Liberty. South Bend, IN: Gateway Editions Ltd.; citado en La Porta y otros (2007:30-31) 4 120 Dadas las particularidades de cada tradición legal, los autores tratan de relacionar los diferentes ambientes legales con las perspectivas comerciales que se generan en cada entorno, y cómo estas pueden afectar en el largo plazo el desempeño de una economía. Aseguran que ―las consecuencias económicas del origen legal son penetrantes. Comparada con la ley civil francesa, la common law está asociada con a) mayor protección al inversor, que a su vez está asociada con un desarrollo financiero mejorado, mejor acceso a las finanzas, y mayor dispersión de la propiedad, b) propiedad gubernamental y regulación más livianas, que a su vez están asociadas con una menor corrupción, un mejor funcionamiento de los mercados de trabajo, y economías informales más pequeñas, y c) sistemas judiciales menos formalizados y más independientes, que a su vez están asociados con derechos de propiedad más seguros y una mejor imposición de los contratos‖ (La Porta y otros, 2007:20). Esto sugiere que los inversores y accionistas en los dos sistemas legales más extendidos -la common law y la ley civil francesatrabajan u operan en ambientes legales muy diferentes. La common law es asociada con un menor formalismo de los procesos judiciales y una mayor independencia judicial -indicadores asociados a su vez con unos mayores derechos de propiedad-, mientras que la ley civil, por su parte, es asociada con un mayor peso de la propiedad gubernamental y de la regulación estatal -asociados éstos con una mayor corrupción, una mayor economía informal y un mayor desempleo-. Bajo esta hipótesis se puede asegurar, como lo hace Mahoney, que ―la creación de un sistema capaz de hacer cumplir los derechos de propiedad es uno de los prerrequisitos institucionales más importantes 121 para el crecimiento económico […] la common law produce mejoras en los derechos de propiedad y en la imposición de los contratos que aceleran el crecimiento económico‖ (Mahoney, 2001). En una línea similar de razonamiento, Robin Grier propone una hipótesis donde las instituciones heredadas por la colonia dependen directamente de la identidad del dominador colonial. Al analizar el desempeño económico colonial con la identidad de la metrópoli destaca que ―los británicos, franceses y españoles tuvieron filosofías coloniales muy diferentes. No es sorprendente quizás que las antiguas colonias británicas se hayan desempeñado significativamente mejor en la era postcolonial, dado el hecho que la descentralización y flexibilidad británicas permitieron a las colonias adoptar instituciones que más convenían a su situación‖ (Grier, 1999:320). Segunda hipótesis: desigualdad inicial en la distribución de la tierra Para las hipótesis agrupadas en este segundo apartado, el determinante fundamental que incidió en la calidad de las instituciones desarrolladas en las colonias fue la distribución desigual del factor tierra (determinada ésta por las diferentes dotaciones de factores), el cual permitió el establecimiento de una élite desinteresada en fomentar el desarrollo económico del resto de la población. La exposición de la primer hipótesis de este apartado se centrará en los trabajos de Stanley Engerman y Kenneth Sokoloff (Engerman y Sokoloff, 2002, 2005; Engerman, 1983; Sokoloff y Engerman, 2000), quienes luego de rechazar el análisis de que ser parte del imperio 122 británico fuera una garantía de crecimiento económico (ver Engerman y Sokoloff, 2005:5) plantean una hipótesis alternativa para explicar las diferencias en el ingreso per cápita de los países que en el pasado fueron colonias, particularmente en América. Su análisis se centra en ―cómo los extremadamente diferentes ambientes donde los europeos establecieron sus colonias pueden haber llevado a sociedades con niveles de inequidad muy diferentes, y cómo esas diferencias pueden haber perdurado en el tiempo y afectado el curso del desarrollo a través de su impacto en las instituciones que se desarrollaron‖ (Sokoloff y Engerman, 2000). Los autores distinguen tres tipos de colonización con diferentes estrategias de organización de la producción, basados en las diferentes dotaciones de factores que encontraron los europeos al llegar al nuevo mundo, los que determinaron el grado de igualdad o desigualdad que adquirirían las sociedades en el futuro. En primer lugar consideran a las colonias que atraían enormes influjos de trabajo (principalmente esclavo). Sus suelos y climas las ponían en una posición relativamente ventajosa para la producción a gran escala de cultivos para el mercado mundial, tales como azúcar y café. La producción en estas grandes plantaciones implicaba una gran concentración de la tierra, ya que la existencia de economías de escala les otorgaba ventajas a los mayores propietarios de este recurso, quienes adquirieron una influencia tal que les permitió estabilidad política y éxito económico a largo plazo. En un segundo caso, los autores destacan la particularidad de los territorios conquistados por los españoles, quienes distribuyeron la tierra en grandes extensiones donde dominaba la agricultura a gran escala. Esta concentración de la tierra también generó una 123 distribución desigual de la riqueza, lo que se tradujo en beneficios para la élite propietaria. Por último presentan el caso de las colonias de Norteamérica. Estos territorios no estaban dotados de una población abundante capaz de proveer trabajo en abundancia, ni de un clima o suelo que beneficiara la producción de cultivos a gran escala mediante el trabajo esclavo. Su desarrollo, a diferencia de los casos anteriores, estuvo basado en trabajadores europeos con niveles relativamente similares de capital humano, lo que generó una distribución de la riqueza más igualitaria que en los casos precedentes. Según los autores, entonces, en los dos primeros casos mencionados fue la propia organización social la que permitió y motivó la creación y persistencia de instituciones que negaran el ingreso de la totalidad de la población a la organización política y económica de la vida social. En otras palabras, ―en aquellas sociedades que iniciaron con una desigualdad extrema, las élites fueron más capaces de establecer un marco legal que les asegurara posiciones desproporcionadas de poder político, y de usar una mayor influencia para establecer reglas, leyes, y otras políticas gubernamentales que aventajaran a los miembros de la élite en relación con los no miembros – contribuyendo a la persistencia en el tiempo del alto nivel de desigualdad‖ (Sokoloff y Engerman, 2000:223). En cambio, para el tercer caso estudiado por los autores, ―mayor igualdad u homogeneidad entre la población llevó, con el tiempo, a instituciones políticas más democráticas, a mayor inversión en bienes públicos e infraestructura, y a instituciones que ofrecieron un acceso relativamente amplio a oportunidades económicas‖ (Engerman y Sokoloff, 2002). 124 En otro estudio relacionado a los postulados iniciales de la hipótesis de Stanley Engerman y Kenneth Sokoloff, James Robinson (2001) extiende el análisis al estudio de la divergente evolución de la desigualdad en diferentes regímenes políticos, ya sean democráticos o militares. Cuando América Latina se integró en el siglo XIX al mercado mundial, lo hizo produciendo commodities para el mundo desarrollado, aumentando los beneficios del factor abundante -la tierra-, generando mayores incentivos de los propietarios de éste en aumentar su posesión, profundizando así la desigualdad económica y política. Esta desigualdad era sostenida por el acceso restringido al sufragio y un bajo nivel de inversión en educación (instituciones consideradas críticas por el argumento planteado). Con la paulatina extensión del sufragio, en algunos países se dio un avance de los partidos políticos con tendencias socialistas o progresistas y agendas redistributivas, y al acceder estos al poder el autor encuentra una reducción de los niveles de desigualdad. Estas tendencias conducían a sentimientos antidemocráticos por parte de las élites, las cuales, aliadas a los regímenes militares, buscaban evitar esta alteración del orden social. Mediante este argumento busca explicar cómo la desigualdad cayó durante la democracia y aumentó con las dictaduras militares. En la década del ‗70, los regímenes militares habrían logrado cambiar las instituciones tan fundamentalmente que sus sucesores democráticos no pudieron sugerir una agenda redistributiva como en el pasado. Tercera hipótesis: interés del conquistador En este último apartado se agrupan las hipótesis que sugieren que la calidad institucional estaría determinada por el interés de los colonizadores europeos en establecerse prolongadamente o no en 125 el territorio conquistado, en función de alguna característica particular de este último. La hipótesis central de este apartado centra su exposición en cuestiones institucionales y medioambientales, y sus principales exponentes argumentan que aquellas colonias con un medio ambiente menos proclive a las enfermedades que pudieran ser mortales para los colonos europeos tuvieron un establecimiento más prolongado de estos, quienes facilitaron el desarrollo de instituciones que protegían a la propiedad privada (Nunn, 2009). La exposición de esta hipótesis se centra en los trabajos de Daron Acemoglu en colaboración con otros autores (Acemoglu, 2003; Acemoglu, Johnson y Robinson, 2005). Establecen tres premisas básicas sobre las que fundamentan su argumento, (i) la existencia de dos tipos de colonialismo, uno extractivo y otro caracterizado por el establecimiento de colonias de asentamiento o neoeuropas (colonias que pretendían reproducir la organización cívica de la metrópoli), (ii) estos tipos de colonialismo estarían determinados por la factibilidad de asentamiento para los europeos, y (iii) las instituciones generadas en épocas coloniales se mantuvieron después de la independencia. En su hipótesis, los autores buscan establecer una cadena causal, donde al ser un territorio colonizado por una potencia europea, la mortalidad de los primeros colonizadores determinaría el tipo de asentamiento que los nuevos pobladores estarían dispuestos a establecer. El tipo de asentamiento efectivamente desarrollado y su desenvolvimiento estaría determinando las instituciones que se desarrollarían desde un principio en dicho territorio colonial. Esas instituciones iniciales guardarían una fuerte relación con las 126 instituciones actuales del mismo territorio, ahora políticamente independiente -en la mayoría de los casos-, siendo estas instituciones contemporáneas, de acuerdo con la hipótesis principal de la corriente neoinstitucional, las que determinarían el desempeño económico actual. Las altas tasas de mortalidad estarían relacionadas directamente con factores medioambientales, ya que enfermedades características de regiones tropicales como la malaria y la fiebre amarilla serían las principales causas de la mortalidad europea. Las tasas de mortalidad habrían determinado los incentivos que los colonizadores tenían para desarrollar sus actividades en un territorio particular, ya que eran menos proclives a establecerse indefinidamente o por grandes períodos de tiempo en donde corrieran un riesgo significativo de contraer algún tipo de enfermedad que los condujera a una muerte prematura. Los incentivos a establecerse por períodos prolongados o no, influyeron en el tipo de colonia que se desarrolló, ya que en aquellos territorios donde se encontraron con un medio ambiente ameno y amigable se establecieron en gran número y la vida se asemejó a la del país de origen. Los pobladores promovieron instituciones representativas que fomentaron la libertad y la posibilidad de enriquecerse a través del comercio. En el caso de las colonias extractivas, en cambio, estas tuvieron lugar ―donde no hubo asentamientos ni mayor interés en la producción agregada o en el bienestar general‖ (Acemoglu, 2003:28), es decir, aquellos lugares donde los europeos no encontraron inventivos para establecerse permanentemente se convirtieron en fuente de riquezas y recursos, donde la producción se realizaba mediante la utilización de mano 127 de obra barata en las minas o en el campo, o se buscaba extraer recursos a la población originaria mediante tributos. En estos casos se generaron estructuras estatales autoritarias y absolutistas, más afines al tipo de colonialismo extractivo. En ambos casos, las estructuras de poder e instituciones establecidas en épocas de la colonia se conservarían en la actualidad. De su estudio concluyen que ―las colonias en donde los europeos enfrentaron altas tasas de mortalidad son hoy mucho más pobres que las colonias que fueron saludables para los europeos. […] Esta relación refleja el efecto de la mortalidad de los colonizadores que actúa a través de las instituciones que llevaron los europeos‖ (Acemoglu, Johnson y Robinson, 2005:19). Robin Grier, quien había destacado la importancia de la identidad de la potencia colonizadora para el desempeño del territorio colonial, también trata de encontrar una relación entre los patrones de desarrollo de los territorios que fueron colonias y el tiempo que duró tal colonización. Sus resultados concordarían con la hipótesis de Daron Acemoglu de que las perspectivas de colonización de largo plazo redundarían en mejores instituciones capaces de encauzar correctamente el crecimiento económico, ya que ―dado que un país fue colonizado, […] mientras más tiempo fue retenido por el país madre, mejor le fue económicamente en la era postcolonial‖ (Grier, 1999:318). Partiendo de una lógica similar a la de Acemoglu, donde los incentivos particulares del conquistador para con los diferentes territorios coloniales determinarían tipos diferentes de colonización, Matthew Lange (2004) analiza para el imperio británico el impacto 128 sobre el desempeño económico de estrategias alternativas de gobierno, pudiendo ser este directo o indirecto. El primero indicaría una ―dominación integrada‖, caracterizada por un control estatal centralizado de todo el territorio, mientras que el segundo implicaría una ―dominación dispersa‖, y se caracterizaría por un estado fragmentario que no ejercería una dominación efectiva sobre los líderes locales en todo el territorio. Es importante resaltar que los diferentes tipos de dominación dependían directamente del interés particular de la metrópoli para con el territorio a colonizar, dado que el autor supone a aquella siempre capaz de imponer su voluntad sobre esta última. El autor rescata cinco causas que podían determinar el interés de los colonizadores en establecer tipos de gobierno directo o indirecto: (i) la magnitud del asentamiento europeo; (ii) la importancia geopolítica estratégica del territorio colonizado; (iii) el potencial económico de la colonia; (iv) en consonancia con la hipótesis de Daron Acemoglu, la tasa de mortalidad de los colonizadores; y (v) la magnitud de las poblaciones locales. Luego de la independencia se habría mantenido un tipo de gobierno postcolonial de características análogas al establecido por los colonizadores. En el caso de que la metrópoli hubiera generado gobiernos directos y centralizados, como sería el caso de Singapur y Jamaica, el legado colonial permitió el establecimiento de gobiernos independientes con un Estado efectivo, capaz de orientar y dirigir un proceso de desarrollo económico. Los países que heredaron de su situación colonial una estructura de gobierno descentralizada e indirecta, como por ejemplo Uganda y Nigeria, ―crearon un sistema de despotismo descentralizado que ha dejado 129 al Estado tanto ineficaz como cercano al colapso‖ (Lange, 2004:906), con administraciones centrales ineficaces y poderosos jefes locales, estructura que tendrá un impacto negativo en las perspectivas de crecimiento de los países luego de la independencia, dadas las instituciones perniciosas puestas en mano y al servicio de los jefes locales. Apuntes críticos La falacia de la historia Recordando que los autores neoinstitucionalistas consideran a la recuperación del estudio histórico como uno de sus aportes fundamentales al análisis ortodoxo, es llamativa la falta de rigurosidad otorgada a este estudio, por lo que se puede afirmar que esta recuperación es sólo aparente. Habría que relativizar la centralidad otorgada al estudio histórico por una corriente que toma como dados hechos de gran trascendencia para el estudio de la época imperial. Del relato neoinstitucionalista desaparece casi completamente la etapa de expansión ultramarina de las potencias europeas, junto con las razones que habrían impulsado a estos países a expandir sus dominios estableciendo dependencias coloniales. En lugar de esto, el análisis neoinstitucionalista toma como mero dato el hecho de que efectivamente estos países se lanzaron a la conquista del mundo y en los trabajos estudiados pareciera suponerse que los conquistadores se repartieron el globo armoniosa y amistosamente. De mencionar algún conflicto, se lo hace indirectamente, como si se tratara de una mera anécdota. Así, se dejan de lado los conflictos efectivos y potenciales que el reparto del mundo significó para las 130 potencias coloniales, con los habitantes de los territorios a colonizar y entre sí. Problemas metodológicos Es importante desarrollar las consecuencias metodológicas que trae aparejada la falta de rigor histórico enunciada en el apartado anterior. Más allá de que el período de la colonización y sus motivos hayan desaparecido del relato neoinstitucional, se debe suponer que efectivamente las potencias coloniales tenían algún interés en la colonización, ya que de otra forma no la hubieran financiado recordando que para esta corriente el Estado es un actor como cualquier otro, arbitrando permanentemente entre costos y beneficios potenciales-. Según se desprende de las hipótesis presentadas, la potencia imperial habría tenido un papel, como mucho, pasivo en la colonización de sus territorios de ultramar, proveyendo los contingentes militares para poder hacer efectiva la dominación de los colonos europeos sobre los esclavos y los nativos. Entonces, dentro del razonamiento lógico neoclásico, sería difícil entender que hayan emprendido estas empresas destinando grandes cantidades de recursos militares y económicos si no esperaban obtener beneficios de tales iniciativas, más allá de garantizar el bienestar de sus súbditos en ultramar. En este sentido, el accionar del Estado entraría en contradicción con el supuesto maximizador neoclásico y con la idea de que este realiza un arbitraje entre utilidades esperadas y costos potenciales para tomar decisiones económicas.5 Una respuesta podría ser la considerada por Matthew Lange (2004), quien hacía mención a factores 5 131 Pronóstico fatalista Las consecuencias prácticas de estas hipótesis neoinstitucionalistas tienen una importancia fundamental para los países subdesarrollados. Esta corriente de la escuela neoclásica destaca la importancia de las instituciones, cómo estas se construyen y cómo evolucionan. Esto hace suponer que cualquier país sería capaz de levantar el edificio institucional de la mejor manera posible para orientar la actividad económica y el crecimiento, y así mejorar las condiciones de vida de la población. Si bien en un principio plantean la posibilidad de reformar las instituciones para orientar el desempeño económico por un mejor sendero -posibilidad que autores de la misma corriente consideran problemática-, en los trabajos estudiados sobre las posibilidades de desarrollo postcolonial ninguno de los autores considera la posibilidad cierta de que, en los quinientos años de historia desde el descubrimiento de América, alguno de los territorios haya podido alterar deliberadamente las instituciones que efectivamente heredaron de la metrópoli. En efecto, en los casos estudiados, los autores consideran a la relación entre las instituciones establecidas en épocas de la colonia y las instituciones presentes como fuertemente positiva. Si bien relativizan sus propias consideraciones sobre el mantenimiento de las instituciones, ya que ―la persistencia de las instituciones y la posible renuencia a la reforma no significa que las instituciones sean estáticas‖ (Acemoglu, 2003:30), para el caso de la tercer hipótesis extraeconómicos influenciando el tipo de gobierno establecido en las diferentes posesiones, tales como el interés geopolítico de éstas para la metrópoli, pero el análisis de estos factores va más allá del interés del presente trabajo. De todas formas, estos factores escaparían a las consideraciones economicistas originales de esta escuela, e incorporarían a factores políticos determinando, en última instancia, la potencialidad de desarrollo futuro de las colonias. 132 presentada, los autores consideran que en la actualidad ―persisten las estructuras de control que se establecieron en las colonias sin asentamientos durante la era colonial, y no hay duda de que las instituciones de ley, orden y propiedad que se establecieron durante las primeras fases del colonialismo en Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Hong Kong y Singapur son la base de las instituciones actuales de estos países‖ (Acemoglu, Johnson y Robinson, 2005:28). Del mismo modo, los autores que ponen énfasis en la tradición legal incorporada por los territorios coloniales, consideran que ―a pesar de la gran evolución fundamentales de legal local, las cada sistema estrategias legal y asunciones sobrevivieron y han continuado ejerciendo una influencia substancial en los resultados económicos‖ (La Porta, Lopez-de-Silanes y Shleifer, 2007:4). Engerman y Sokoloff, por su parte, afirman que ―diferencias extremas entre colonias en la medida de la desigualdad dieron lugar a diferencias sistemáticas en las formas en que las instituciones evolucionaron, y a su vez en las vías de desarrollo‖ (Engerman y Sokoloff, 2005:6), y aunque estas instituciones ―tienden a ceder persistencia [tend yo yield persistence]‖ (Engerman y Sokoloff, 2005,23), aseguran que ―las condiciones iniciales tienen efectos de larga duración, sin embargo, no sólo porque eran difíciles de cambiar, sino también porque las políticas gubernamentales y otras instituciones tendieron generalmente a favorecer su persistencia‖ (Engerman y Sokoloff, 2002:17). Es evidente así que para sus análisis prácticos, más allá de relativizar la invariabilidad de las instituciones, las posibilidades ciertas de reformas institucionales que hayan revertido las condiciones iniciales 133 son excepcionales. Si ninguno de los países subdesarrollados fue capaz de reformar sus instituciones en al menos dos siglos de independencia, es difícil suponer que sean capaces de lograrlo ahora. Tampoco es posible argumentar que la importancia de las instituciones para las perspectivas de desarrollo era una idea desconocida en estos últimos doscientos años. Es decir, en la corriente económica dominante de la época imperial existen afirmaciones coincidentes con las recomendaciones de los autores neoinstitucionales previamente citados para el caso del sistema legal6 y del óptimo funcionamiento de la actividad bancaria7. Haciendo la salvedad de que en aquella época los autores clásicos no hacían referencia al desarrollo de las instituciones, sino al desarrollo del capitalismo, es posible entender que ya en los siglos XVIII y XIX el buen funcionamiento del sistema legal y de la banca formaba parte del sentido común de la época. Entonces, teniendo en cuenta que estas ideas no son nuevas y que en quinientos años de historia, según los mismos autores reconocen, difícilmente pudieron los países subdesarrollados aplicar mejores prácticas institucionales en su territorio, se puede considerar, al menos, ingenuo pensar que podrían hacerlo en la actualidad. 8 Ver Smith (1958:93). Ver Smith (1958:290) y Ricardo (2007:68) 8 No extrañaría esperar que desde esta escuela se pudiera reclamar la intervención de los organismos internacionales (como el BID, el FMI, el Banco Mundial o la OCDE) para promover las mejores prácticas institucionales, si no directamente la intervención de las principales potencias globales para asegurar el bienestar de los ciudadanos del mundo subdesarrollado, guiándolos a través del proceso de evolución institucional. 6 7 134 Las enseñanzas de las “lecciones de la historia” Estas hipótesis neoinstitucionalistas no hacen más que pretender explicar el subdesarrollo presente, y según se deduce de sus propios trabajos, futuro de los países subdesarrollados a partir del sistema legal heredado, la distribución de factores en su territorio y las condiciones medioambientales que debieron enfrentar los primeros colonizadores. Estos autores consideran a la situación de subdesarrollo como propia de las condiciones particulares en las que se encontraban estos territorios al momento de ser colonizados y así naturalizan esta situación, desligando a la metrópoli imperialista de toda responsabilidad en la creación o mantenimiento de la situación de dependencia y pobreza en la colonia. La herencia institucional y, junto con ella, la potencialidad de desarrollo futuro no estarían nunca determinadas por la metrópoli, sino por condiciones propias e históricas del territorio colonizado (tales como la dotación relativa de recursos y el medio ambiente), o en todo caso, la calidad de las instituciones heredadas habría dependido de la fortuna (o mala fortuna) de haber sido colonizada por la potencia con el sistema legal adecuado (o inadecuado). Estos autores no se preguntan por los intereses iniciales de los colonizadores en la empresa colonial, porque no podrían ser explicados en términos neoclásicos ni institucionalistas, y es por eso central poner énfasis en este punto. Los autores estudiados descansan la transmisión de las instituciones en factores propios de los territorios colonizados, donde los conquistadores, individualmente, hubieran tomado las decisiones 135 según su arbitraje entre costos y beneficios potenciales, dadas las características específicas del territorio donde se encontraban. No se podría explicar así la situación de guerra permanente en un campo de batalla de dimensiones mundiales como fue la expansión colonialista de Europa.10 En este sentido, siendo el Estado un agente que toma sus decisiones económicas en función de la relación entre los costos y los beneficios esperados, no se entiende su involucramiento en este estado de conflicto permanente, con los costos evidentes que significaría, para simplemente trasladar colonos de una costa a la otra, librándolos a sus propias perspectivas de progreso personal. Así, los imperios coloniales no habrían sido en ningún sentido imperios, ya que la metrópoli imperialista no habría tenido intereses imperialistas, y las hipótesis neoinstitucionalistas no podrían explicar cómo actuaban estos desinteresadosgobernantes europeos trasladando colonos de una costa a otra y batallando en todos los rincones del planeta sólo para asegurar el bienestar de aquellos colonos. Finalmente, las 'lecciones de la historia' neoinstitucionalistas dejarían como aprendizaje que el atraso, la marginación y la dependencia de todo el mundo subdesarrollado terminaría en última instancia dependiendo de sus propias características previas a la colonización, o de la suerte de haber sido colonizado o no por Inglaterra con su mejor sistema legal. Así, se desliga a estas supuestamente desinteresadas potencias coloniales de toda responsabilidad en la situación actual de sus ex dependencias, y dada la incapacidad de estas últimas para mejorar 136 la calidad de las instituciones heredadas hace más de doscientos años, se dejaría la puerta abierta a la necesidad de que las actuales potencias internacionales o los organismos multilaterales intervengan en los territorios atrasados para promover las mejores prácticas institucionales. Bibliografía Acemoglu, Daron. (2003) Raíz histórica. Un enfoque histórico de la función de las instituciones en el desarrollo económico. 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Es por esto, que analizar su política comercial es un paso relevante para permitirnos obtener conclusiones sobre su modelo. 1 Estudiante avanzado de la Lic. en Relaciones Internacionales (UES21) 141 Introducción El final de la Guerra Fría ha implicado un cambio en el sistema político y económico mundial. El proceso globalizador ha llegado con fuerza a erosionar las fronteras estatales y subordinar el papel del Estado al rol del Mercado, haciendo que los Estados pivoteen la agenda hacia los asuntos económicos o comerciales. La globalización es presentada como independiente del poder estatal, sin embargo, la evidencia empírica nos demuestra que las fuerzas del mercado operan dentro de un marco político-legal determinado. (Gilpin, 2001). Siguiendo con este enfoque, Gilpin, sostiene que a pesar de la globalización, el objeto de las actividades económicas es determinado por el sistema político y social, es decir el Estado. Son decisiones acerca del modelo económico (en el caso de una aplicación de la teoría a los países estudiados) las que permiten el desarrollo o crecimiento de una economía. La importancia de la política comercial para un país se debe principalmente a la búsqueda de una balanza comercial superavitaria, lo que implica una entrada de divisas que (según como sean utilizadas) pueden servir para financiar el crecimiento del país, o pagar deuda de períodos anteriores. Las políticas comerciales son un reflejo del modelo de desarrollo elegido por un gobierno, es decir, de como una decisión política, como lo es de hacia dónde y de qué forma encarar los asuntos comerciales, repercute en los movimientos del Mercado. Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile se sostiene que la política comercial: ―intenta promover una adecuada inserción de 142 Chile en el mundo, mediante la negociación y administración de acuerdos económicos internacionales y la promoción de exportaciones de bienes y servicios nacionales". Al mismo tiempo que sirve para: "Nuestro crecimiento y empleo dependen en gran medida de nuestras exportaciones. A través de los Acuerdos de Complementación Económica (ACE); los Tratados de Libre Comercio (TLC) y otros convenios bilaterales y de la rebaja de aranceles a bienes importados reduce el costo de nuestra producción en insumos, maquinarias y equipos‖ (MRE Chile, 2013) Chile, desde su vuelta a la democracia, ha seguido en su política exterior los lineamientos del ―Regionalismo Abierto‖, y pareciera que América del Sur no constituía una zona estratégica, sobre todo en los aspectos políticos a pesar de pertenecer geográficamente a la región. (Ensignia, 2009) Asimismo, se considera que el país trasandino tiene una de las economías más abiertas de la región, luego de las reformas estructurales emprendidas desde la época de la dictadura de Pinochet. Entonces, en este mundo globalizado en el que vivimos, Chile es un buen ejemplo de cómo las decisiones políticas le dan forma a su posición en el sistema mundial. La siguiente investigación va a estar centrada en el caso chileno, y se propone como objetivo general analizar la forma en la cual se inserta Chile en el continente, según su política exterior, tomando como marco temporal el periodo entre los años 2000 y 2010. Debido a que un análisis de las políticas comerciales hacia toda la región sería muy extenso, se hará hincapié en los casos de Perú y Colombia. 143 Para cumplir con este objetivo, el trabajo se propone conocer las políticas comerciales de Chile hacia los países andinos mencionados y la comprensión del concepto de Regionalismo abierto, para entender el modelo de inserción. A partir de todo esto, se especificará el tamaño de los flujos comerciales junto con la composición del comercio en la primera década del siglo 21. El Regionalismo Abierto como pieza fundamental en la política exterior Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el regionalismo abierto es un proceso que surge al conciliar los fenómenos de ―la interdependencia nacida de acuerdos especiales de carácter preferencial y aquella impulsada básicamente por las señales del mercado resultantes de la liberalización comercial en general. Lo que se persigue es que las políticas explícitas de integración sean compatibles con las políticas tendientes a elevar la competitividad internacional, y que las complementen‖. (CEPAL, 1994) El concepto busca conciliar, por un lado, la interdependencia nacida de acuerdos comerciales preferenciales y, por el otro, la interdependencia impulsada por las señales del mercado resultantes de la liberalización comercial en general. (Ensignia, 2009) El Regionalismo Abierto pretende crear capacidades de regulación para hacer frente a los desafíos económicos y de seguridad que generan la globalización y la regionalización, pero al mismo tiempo contribuye a profundizar ambos procesos al estar basado en políticas de liberalización económica intrarregional con una baja protección externa. Esa estrategia sería más atractiva para los países 144 en desarrollo, con mayores riesgos de verse marginados en ese escenario. (Sanahuja, 2008-2009). Chile, entonces, ha profundizado la decisión por la apertura unilateral que comenzó durante el gobierno militar pero sin mantenerse al margen de la situación regional. Desde diversas fuentes durante la década del noventa y principios del nuevo siglo se consideraba que Chile en la región perdía si intentaba profundizar su integración. Esto se puede ver en Ensignia (2009) cuando explica cómo se veía América del Sur desde algunos sectores chilenos. Así, la política exterior de los primeros gobiernos de la Concertación (Aylwin, Frei Ruiz Tagle y Lagos), impuso un fuerte acento económico y comercial en su relación con los países de la región. Se soslayó un punto esencial de la relación entre las naciones, el aspecto político. Las frases expresadas por la élite política y económica del país muestran la situación: ―tenemos una buena casa, pero un mal barrio‖, ―más vale mirar hacia los países industrializados (EE. UU.) que perder tiempo en América Latina‖. (Ensignia, 2009) Hacia América del Sur se optó por la búsqueda de Acuerdos Comerciales Preferenciales que sean convenientes para el país. Por ejemplo, se ha negado dos veces a la participación como miembro pleno del Mercosur, argumentando que los aranceles del bloque eran más altos que los chilenos o argumentando que las características del acuerdo le restarían libertad de acción y oportunidades para acceder a otros mercados. Los contactos continuaron hasta que en 1996 se logró un acuerdo especial de "asociación" de Chile, que excluía algunos temas y sectores, especialmente servicios, inversiones y sector automotriz. (Stefoni & Fuentes, 1998). 145 Además de esto, es importante resaltar la firma de un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos que entró en vigor el 1° de Enero de 2004 (Aduanas Chile, 2013) que alejó las posiciones de Chile con respecto a las de Argentina y Brasil a principios de la década. En los años noventa, fueron las negociaciones trasandinas para un posible acuerdo con el NAFTA las que enfrentaron las posiciones y una de las principales variables por las cuales Chile estuvo al margen de los procesos de integración del sub-continente, especialmente el MERCOSUR. A fines de dicha década, hubo un cambio en la mirada chilena al continente, dada por la caída en los niveles de comercio con las naciones asiáticas, sus principales destinos de exportación. (Barbuto, 1998) Se comienza a conocer la noción de Regionalismo Abierto, y cómo ésta es una decisión política de los gobiernos y aquellos organismos que influyen en la política exterior chilena para insertarse en un ámbito globalizado; lo cual tiene un impacto en la región, dado que a pesar de que el proceso de globalización ha sido sobredimensionado, existe y continúa afectando las decisiones estatales. Política Comercial de Chile hacia América del Sur Es pertinente, antes de analizar la política comercial de Chile hacía América del Sur, comprender la importancia que tienen los acuerdos de libre comercio para el país. Aninat del Solar (como se cita en (Trebucq, 2009) nos dice que la importancia para un país pequeño en tamaño económico como Chile de integrarse en los mercados mundiales sobre la base de aceptar las reglas del juego, que le resulten provechosas, impuestas por los países poderosos del norte 146 que necesitan países emergentes y democráticos con quien negociar, comprometerse en el libre comercio y reforzar los organismos multilaterales; es la base de la decisión de inserción comercial chilena. Estos acuerdos tienen importantes objetivos como por ejemplo, ampliar, diversificar y facilitar el intercambio comercial; abaratar las importaciones de bienes intermedios y de capital; alcanzar disciplinas comerciales y mecanismos de solución de controversias que aseguren el adecuado acceso a mercados. (Trebucq, 2009) Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente, podemos ver que la política exterior chilena hacia Sudamérica se inclina hacia los acuerdos comerciales y económicos que permitan la eliminación de barreras, antes que a aquellos que impliquen algún tipo de integración con perspectivas a ceder algo de su soberanía y su capacidad de decisión arancelaria. Los primeros acuerdos logrados fueron negociados en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), siendo el acuerdo de complementación económica (ACE) con México el primero. Luego le siguieron los ACE‘s firmados con Venezuela, Bolivia, Colombia, Ecuador y el Mercosur y posteriormente expandir la lista hacia países y bloques fuera de la región. (Trebucq, 2009). Entrado en el sustancialmente, siglo sino XXI, que esta se ha política no ha profundizado. cambiado Durante la presidencia de Ricardo Lagos (2000 – 2006) se han establecido diversas negociaciones tendientes a ahondar en aquellos acuerdos vigentes con sus vecinos. Incluso, desde la presidencia de Michelle Bachelet aquellos temas que tienen que ver con el ámbito político 147 regional han cobrado mayor importancia. Esto, quizás, en concordancia con el movimiento de los gobiernos de la región, ha llevado a que desde las elites y la población de Chile se piense en la región como una opción viable de integración. El programa de gobierno de la Presidenta Bachelet señalaba: ―Nuestra política exterior tendrá como centro de gravedad y sello la promoción de nuestra identidad común con América Latina. Con la región compartimos historia, cultura, limitaciones, intereses y objetivos. La dimensión vecinal de nuestra política exterior tendrá una especificidad, dinamismo, y significado estratégico prioritario‖. (Ensignia, 2009) Como tópico, la política comercial de Chile hacia América del Sur es muy amplia, y escapa a las posibilidades de un trabajo de esta magnitud. Por lo tanto, se requiere seleccionar algunos de los países de nuestro subcontinente. En el presente trabajo se tratará de analizar la política comercial de Chile hacia Perú, Colombia y Ecuador. Chile – Perú Mediante el Acuerdo de Complementación Económica (ACE N° 38) entre Chile y Perú, ambos países acordaron eliminar los aranceles y las medidas no arancelarias que afectaran el comercio bilateral. Este Acuerdo, que se negoció por cuatro años, entró en vigencia el 1º de julio de 1998. En el 2004 -presidencia de Lagos- se iniciaron las negociaciones para profundizar la relación comercial y ampliar el ACE. Se veía la importancia del mercado peruano para las inversiones chilenas en el exterior y la necesidad de establecer las bases para una mayor integración y complementación económica 148 entre ambos países. Este proceso culminó con la ampliación del ACE 38 hacia un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) en Lima, Perú, el 22 de agosto de 2006, y entró en vigencia el 1° de Marzo de 2009, es decir, ya con Bachelet en el gobierno. (DIRECON, 2013) A principios de esta década para Perú, Chile era el séptimo proveedor en importancia, ubicándose por debajo de otros países del bloque sudamericano como: Brasil, Ecuador, Colombia y Argentina. Ya en el 2006, la importancia de Chile dentro de las importaciones peruanas ha aumentado en el último año, ubicándose en el quinto lugar. (Fairlie Reinoso, 2006) Los principales destinos de exportaciones chilenas, no se encuentran generalmente en la región, sino que son mercados como EEUU y países asiáticos destacando Japón, China y Corea del Sur. Así, Perú no constituía a principio de la década un destino verdaderamente importante, era el décimo catorce. (Fairlie Reinoso, 2006) Sin embargo, desde el 2001 la exportación chilena hacia Perú comienza a acelerarse, alcanzando hacia finales de la década valores importantes. Cabe mencionar que para Santiago el mercado peruano es importante como destino de sus exportaciones de manufacturas. Según datos a noviembre de 2006, sólo tomando en cuenta las exportaciones de estos productos, Lima hubiera sido el cuarto mercado de destino de las exportaciones chilenas, con una participación de 7%. (Fairlie Reinoso, 2006). Es menester rescatar la importancia que tiene el mercado peruano como origen de las importaciones. Durante el año 2005, la 149 participación fue de 7%, con lo cual se ubicó en el puesto séptimo. (Fairlie Reinoso, 2006) Desde el año 2003 las exportaciones peruanas a Chile han crecido básicamente como consecuencia de las mayores ventas de los productos tradicionales (específicamente en el sector minero y petróleo y derivados), mientras que las exportaciones de productos con mayor valor agregado han mostrado un crecimiento muy reducido. (Fairlie Reinoso, 2006) En lo que respecta a la balanza comercial de Chile con Perú, ha resultado generalmente deficitaria para el país trasandino, llegando a su punto máximo en el año 2007 con un déficit de 652,2 millones de dólares. Aunque en 5 años de la década, Santiago tuvo superávit. En el siguiente cuadro, se puede observar la forma en la cual el comercio entre ambos países ha crecido durante la década, dando un salto importante luego de las firma del ALC en 2006, y teniendo una rebaja en el 2009 principalmente por la caída de las importaciones desde Perú. En 2009 y 2010, la balanza se tornó positiva para Chile. 150 Cuadro 1: Balanza comercial Chile-Perú 2000-2010 2000 1500 Exportaciones 1000 Importaciones 500 -500 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 0 Saldo Balanza Comercial -1000 Fuente: Elaboración propia en base a datos de Aduana de Chile y Banco Central de Chile El Acuerdo de Libre Comercio mejora y amplía las disciplinas comerciales, incorpora temas de inversiones y de comercio transfronterizo de servicios y establece un sistema más efectivo de solución de controversias comerciales. Además, contiene cláusulas evolutivas para negociar en el corto plazo, servicios financieros, compras públicas, tratamiento de zonas francas y turismo, entre otros. (DIRECON, 2013) Algunos aspectos para tener en cuenta del flujo de comercio entre Chile y Perú, ya fueron abordados. Sin embargo, intentar detallar de qué se compone el comercio es relevante también. Según datos de distintos informes estadísticos anuales del Servicio nacional de estadísticas de Chile tenemos por ejemplo, en el 2007, el país trasandino importó el 70% de metal molibdeno sin tostar desde Perú y el 24% de sus importaciones de ácido sulfúrico, ambos insumos necesarios para la producción industrial. En el 2008, Perú se convirtió en el segundo principal comprador de sulfato de potasio (abonos) a 151 nivel continental. En el 2009, Chile envío la totalidad de su excedente de barras de acero sin alear a Perú y Ecuador y el 99% de diesel oil a Perú y Bolivia. (Servicio Nacional de Aduanas Chile, 2013). Para resumir, dentro de las exportaciones que Chile realiza hacia Perú encontramos, papel prensa en bobinas, el mencionado diesel, nitrato de amonio para uso minero, gasolinas sin tetra etilo de plomo, polipropileno (en formas primarias), manzanas frescas, cátodos y secciones de cátodos de cobre refinados, elementos de higiene femenina y pañales para bebés, cigarrillos rubios, sulfato de potasio, duraznos en agua con adición de azúcar, pasas de uva, medicamentos y placas de metales. (Área de Inteligencia Comercial, 2005) Las exportaciones del país trasandino a su vecino del norte entonces, son muy diversificadas y con algún grado de producción industrial. Chile – Colombia El 17 de Enero de 2010, Radio Caracol publicaba una nota con el título ―Relaciones comerciales entre Colombia y Chile son inmejorables‖, estas eran las palabras del presidente de la cámara de integración colombo-chilena, Fernando Robledo. Afirmando las bondades del ALC firmado en 2006 y la posibilidad que brinda Chile a Bogotá de entrar a numerosos mercados asiáticos. (Caracol, 2010). Esto sirve a modo introductorio para mostrar los resultados de las políticas chilenas (y colombiana) hacia Colombia, país que, a pesar de no ser uno de sus principales mercados, es un importante socio en la región. Chile tiene un ALC con Colombia, que entró en vigor en 2006 y logra que el 98% de los intercambios entre ambos países se encuentren 152 libres de aranceles. Es decir, es una amplia profundización de las relaciones económicas. Este ALC modifica y supera el ACE 24 que tenía vigencia desde 1994. En el 2006 empezaron las negociaciones en el medio de la visita oficial de Bachelet a Colombia. El 27 de noviembre del 2006, se firmó el acuerdo, incorporando capítulos de Servicios, Inversiones y Compras Públicas. El ALC fue el primero negociado por Chile y un país de Sudamérica que incluyó el capítulo Compras Gubernamentales. (DIRECON, 2013) Es importante observar los intercambios comerciales entre ambos países, así como la composición del comercio para dar cuenta de los resultados de estas políticas. Así tenemos la balanza comercial de Chile con respecto a Colombia (medida en millones de dólares). Cuadro 2: Balanza comercial Chile-Colombia 2000-2010 4000 Exportacion 3000 2000 Importación 1000 Valor del Intercambio -1000 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 0 Saldo de Balanza -2000 Fuente: Elaboración propia en base a datos del Servicio de Aduanas de Chile y el Banco Central de Chile. Se observa en el cuadro el poco tamaño en el volumen de comercio total que tenía el comercio bilateral con Bogotá, ya que era de 153 apenas 442 millones de dólares para un país que comercia más de 100 mil millones anuales, en 2000. Cabe destacar que, al año siguiente de la entrada en vigor del ALC, el volumen de comercio ha aumento exponencialmente. Durante el 2007 se ve la consolidación de Colombia como socio comercial en la región aumentando un 76% el comercio entre ambos países. Así se incurrió en una balanza deficitaria para Santiago, con su cumbre en el 2008 con un déficit de 1.393,6 millones de dólares. Colombia fue uno de los orígenes de las importaciones chilenas que más crecieron durante el año 2007 (143%). Ya para el año 2008 se ve que el volumen del comercio entre ambos países casi se duplica con respecto al 2007 (aumento del 91%). Un estudio del BBVA afirma que este déficit se debió a los altos precios del petróleo, que favorecieron a Colombia. Y reitera que a pesar del aumento del comercio, la importancia relativa de este no es muy alta. Las exportaciones a Bogotá presentan poco más del 1% de las totales chilenas. Mientras que las importaciones desde Colombia, han llegado en el 2009 a representar el 3,8% del total para Santiago, ubicando al país en el séptimo lugar de origen. (Servicio de Estudios Económicos, 2009). Varios informes resaltan las potencialidades y las posibilidades de esta relación comercial. Así por ejemplo desde productores chilenos se ve al mercado colombiano, con casi el triple de población, con la posibilidad de generar economías de escala. Asimismo, desde Colombia se ve a la capacidad adquisitiva del mercado chileno como un aspecto atractivo. (Servicio de Estudios Económicos, 2009) 154 Las exportaciones de Chile a Colombia están bastante diversificadas, pero llama la atención lo poco que exporta en minerales (cobre y derivados) que son el rubro más relevante dentro de sus exportaciones generales. (Servicio de Estudios Económicos, 2009) Además, se puede observar en el ALC una amplitud, es decir va más allá del comercio de bienes. Se incluyen servicios, inversión y contratación pública. Se establecen reglas claras y predecibles para el desarrollo de todo tipo de comercio y promoción y protección de inversiones, como así también en lo referente a defensa comercial, normas de origen y medidas sanitarias y compromete a ambos países a no poner subsidios a las exportaciones agropecuarias. Si se revisa la composición del comercio entre estos dos países, los principales productos que envía Chile al país caribeño son (en el siguiente orden): Pasta química de madera semi-blanqueada o blanqueada; alambres de cobre refinado; servicios; cartulinas; cigarrillos; conductores eléctricos de cobre; manzanas; aceites combustibles; cátodos y secciones de cátodos de cobre refinado. A su vez, Chile importa desde Colombia (en el siguiente orden): crudo de petróleo; hulla bituminosa para su uso térmico; azúcar de caña refinada en estado sólido; policloruro de vinilo sin mezclar con otras sustancias; grasas y aceites vegetales; medicamentes; carbono; poliéster de alto impacto; acumulaciones eléctricas de plomo para utilizar en arranques de motores embolo (pistón). (DIRECON, 2009) Chile, ofrece además la posibilidad de generar encadenamientos productivos, dados sus respectivos TLC con Japón, Corea del Sur y 155 China; enviando sus partes o materiales a Chile con arancel cero, para que cumplan con normas de origen y sean enviados con la preferencia arancelaria a los países asiáticos. (Agencia ProChile, 2008) Una primera conclusión a la que se puede arribar, luego de observar la composición de comercio y la visión que han tenido estos países, es que se ve a conjunción de valores comunes en su búsqueda por insertarse en la economía mundial, el valor que le dan al libre comercio e incluso que ambos tienen un TLC con Estados Unidos. Otro puntos de contacto Tanto Perú como Colombia son miembros plenos de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y Chile (que fue miembro fundador del antiguo Pacto Andino) ha vuelto a la CAN pero como miembro asociado. Esto tiene que ver con la mencionada doctrina de regionalismo abierto ya analizada, y con el nuevo impulso que han tomado las dimensiones políticas en la agenda chilena desde la presidencia de Michelle Bachelet. Esto se puede observar en el discurso de la misma presidente en el año 2007 ante la vuelta del Chile al CAN como miembro asociado: ―El año 2006, el intercambio comercial entre Chile y la CAN alcanzó 4.592 millones de dólares, un 35% más que el año 2005, y este año los datos disponibles son aún más alentadores.‖ ―Hemos avanzado del punto de vista comercial, pero no estamos satisfechos, y creemos que en esta oportunidad de integrarse como miembro asociado, la verdad es que podemos mejorar las inversiones y el comercio entre nuestros países.‖ ―Debemos procurar también poner el acento sin duda en aquello que nos une, poner el acento identificando las 156 áreas de convergencia y transformar esos espacios, algo que también hemos conversado en otras cumbres, en iniciativas concretas con resultados medibles.‖ ―Debemos continuar la convergencia entre la CAN y el MERCOSUR, y avanzar a una integración flexible y abierta al mundo.‖ Además, resaltó el avance que han tenido las relaciones comerciales entre su país y Perú y Colombia luego del paso de los respectivos ACE hacia TLC. (Bachelet, 2007). Chile y Perú son miembros de la APEC. Este no es un dato menor dada la importancia que tiene el mercado asiático para la política comercial chilena, este foro les permite a ambos la posibilidad de coordinar acciones tendientes a la mejora de su situación y a la diversificación de sus exportaciones e importaciones. Tanto Santiago, Lima como Bogotá han acordado y puesto en vigor tratados de Libre Comercio con los Estados Unidos. Perú lo implementa desde 2009; Chile desde el 2004 y Colombia está en vigencia desde 2012. Esto es un punto común en sus relaciones con la gran potencia. Se enmarca en la política de Washington de acercamiento bilateral ante el fracaso del ALCA, pero refleja también las políticas de estos tres países sudamericanos en su decisión de inserción comercial. A pesar de que no es abordado en esta investigación, es importante mencionar una nueva iniciativa que surgió el 6 de junio de 2012 y que incluye a Perú, Colombia y Chile; que junto con México formaron la Alianza del Pacífico, que nace por el interés de abocarse en la proyección comercial y económica hacia el área del pacífico y se pone como objetivo construir de manera participativa y consensuada un área de integración profunda para 157 avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. (Alianza del Pacífico, 2013) Conclusión En un principio se puede ver cómo, una decisión política interna chilena, ha determinado la forma en la cual esta nación se inserta en el mercado regional y también en un mundo que se supone cada vez más globalizado. Chile, es un ejemplo de una apertura comercial y financiera, concorde a la situación mundial, pero con decisión sobre cómo abrirse y hasta dónde. Esta decisión tiene un impacto en su ámbito interno, pero no puede culparse solamente al proceso de globalización, sin tener en cuenta las decisiones que se tomaron en el las áreas gubernamentales. Dado el tamaño de su territorio, sus dotaciones de recursos, su infraestructura industrial, su mercado interno y demás variables, se entiende la decisión chilena de inserción en la economía mundial. Se puede observar la decisión del Estado chileno acerca de cómo y hasta dónde integrarse con los países que comparten su región geográfica. Como se puntualizó en el trabajo, la noción de Regionalismo Abierto fundamental para entender la política comercial del país trasandino y su reticencia a formar parte de procesos de integración regional que le constriñan su capacidad de decisión de política arancelaria. Chile entonces, ha privilegiado en sus relaciones con países y bloques de la región la negociación de acuerdos bilaterales que tengan como objetivo liberalizar el comercio y las inversiones. Quizás estos acuerdos hayan soslayado el ámbito político, algo que cambió de la mano de la presidenta Bachelet, ya que en su gestión Chile 158 tuvo mayor participación en estas áreas, por ejemplo apoyando la formación de UNASUR. Con respecto a los casos elegidos para el análisis, en el caso Colombiano se ve la conjunción de valores comunes entre los dos países, desde ambas partes de ve la necesidad de profundizar las relaciones comerciales para incrementar los flujos comerciales, aumentar las inversiones, generar encadenamientos productivos y cooperar para el despegue definitivo de sus países hacia niveles de desarrollo mucho más altos. Desde la aplicación del acuerdo de libre comercio se observa en sus intercambios totales un aumento que se podría decir exponencial. Esto puede verse como un éxito de la política comercial chilena hacia la región. En el caso del Perú, no hay que olvidar la controversia que suscitan estos dos países con respecto a la frontera marítima, sin embargo, durante la primera década del siglo XXI en lo que respecta al ámbito comercial ha habido más acuerdos que desacuerdos. El comercio entre ambos ha aumentado a altas tasas y quizás a partir de estos compromisos se puedan generar soluciones a los conflictos que se mantienen en otras esferas. A su vez, también se puede observar lo que sería un éxito de la política comercial de Santiago hacia el continente con el despegue que han tenido los intercambios comerciales con Lima; que en los primeros años de la década se mantuvieron bajos, y luego del 2004 crecieron a ritmos cada vez más altos. Hay que tener en cuenta que Chile es un gran importador de petróleo peruano y el aumento del precio de este recurso ha provocado una tendencia deficitaria en su balanza comercial. 159 Chile es tomado como modelo desde distintas visiones, su ex presidenta Bachelet se encargó de afirmar el éxito de la apertura hacia el mundo de su país combinado con políticas que no dejan de lado a la población chilena y la reducción de las personas en situación de pobreza que han generado. Chile ―hizo las reformas del Estado que tenía que hacer, pero nunca, desde que llegamos a la democracia, entendió que podía hacer crecimiento sin equidad.‖ Para concluir, la economía chilena es una de las de mayor apertura en todo el mundo, sus tratados de libre comercio (y acuerdos similares) llegan a 55 y su volumen de intercambios con el mundo en el año 2010, según su servicio de aduanas es de 125 mil millones de dólares; no es posible olvidar que esto es el resultado de una decisión política nacional de inserción en la economía mundial, un aprovechamiento de sus capacidades y debilidades a la hora de elegir como insertarse, como explica Gilpin. Esta decisión le ha generado resultados que a simple vista son positivos. Será materia de otro trabajo observar índices sociales con más detenimiento para poder afirmar con firmeza las conclusiones de este ensayo. Bibliografía Aduanas Chile. (2013). Aduana.cl. 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Anteriormente, mi mejor puesto en la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) fue cuando se creó la misma, allí fui Subdirector General de la Aduana, el número dos en jerarquía, en el año 1997. Estuve dos años. Luego, pedí licencia sin goce de sueldo para trabajar fuera de la institución durante 7 años. Y volví en 2007 cuando me ofrecieron hacerme cargo de la Aduana de Córdoba. Cuando en 2012 me quieren trasladar, renuncio al cargo y me bajo. No me interesaba ir a otro lado. Hay muy pocos lugares como Córdoba para trabajar. Por ahí el ciudadano común no se da cuenta, no saben que en Córdoba puede haber una Aduana. Me pasó a mi cuando empecé a trabajar, yo no tenía idea de que había una aduana en Córdoba, al ser una provincia mediterránea como San Luis o Tucumán. Hoy la Aduana de Córdoba está entre las 10 más importantes del país, en materia de recaudación. Lamentablemente, hoy el indicador más importante es la recaudación. Córdoba es hoy como Entrevista realizada el dia 28 de agosto de 2013 por Agustina Salas, Mariana Camissa, Paula Kantor y Gretel Schaj. 2 Lic. en Administracion de Empresas (UNC), Magister en Relaciones Internacionales (UNC), Docente Universitario en la Universidad Católica de Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba, UES 21, UBPascal, Universidad Nacional de Villa María, Universidad Tecnológica de Córdoba, Instituto Superior de Comercio Exterior de la Cacec, Instituto Saber, Instituto Arbrook, en distintas materias de Comercio Internacional y Comercio Exterior. Ex Sub Director General de Aduanas en la AFIP. Ex Director General de Administración del Poder Ejecutivo del Gobierno de Córdoba. Ex Administrador de la Aduana de Córdoba en la AFIP. 1 167 Aduana, una especie de laboratorio, porque aquí hay operaciones de lo más diversas. Se puede importar/exportar desde automóviles hasta tutucas, hay de todo, cosas inimaginables, hasta manufacturas de origen industrial de alto valor agregado. Lo que está bajo el control de la aduana es la importación y exportación de bienes, pero también se exporta propiedad intelectual, servicio, innovación, creatividad, desarrollo, y en ese sentido Córdoba es muy importante. Córdoba representa el 10-12% del PBI a nivel nacional. Y somos unas de las primeras en relación a las características y tipos de operaciones que se realizan. La Aduana de Córdoba se caracteriza por estar muy cerca del sector empresarial, distinto de lo que puede ser una aduana de frontera, más parecida a un organismo de seguridad, de policía. El hombre de negocios, generalmente, asocia la Aduana a una barrera de peaje. Piensa que la Aduana es sinónimo de impedimento, de obstáculo, de restricciones. Eso no es así, afortunadamente en ningún lugar del mundo. La aduana es fiel reflejo de lo que vivimos a nivel político y económico en Argentina. Es un organismo de control del comercio exterior. Pero la Aduana no legisla sobre nada, simplemente es la barrera para ver si se cumplen con las normas, con la ley. El desafío de administrar una aduana es muy grande. Se ve como una barrera para la actividad económica y sin embargo, eso ha cambiado hace muchos años. Hoy la aduana es una facilitadora de los negocios. La aduana tiene que ir a donde están las fuentes de producción, facilitar el comercio a todos los empresarios, en este ida 168 y vuelta de la importación- exportación. Obviamente compatibilizándolo con los controles que son propios. Es decir, dentro de la legalidad todo, fuera de la legalidad nada. La tecnología aplicada a los controles es lo que ha posibilitado que la Aduana cumpla este rol. Hoy tenés herramientas que son tecnológicas, que son de control no intrusivo, no invasivo. La aduana en todo el mundo no puede controlar el 100% de lo que ingresa y egresa del territorio, porque eso sería imposible. Para ello se ha establecido un sistema de selectividad, a manera de semáforo. Los mismo sistemas informáticos, los sistemas de registración de importación y exportación que tiene la Aduana establecen ya la selectividad y trabajan con una matriz de riesgo: de acuerdo al tipo de mercadería, al perfil del importador/exportador de los operadores intervinientes (una compañía de seguros, de transporte, agencias de transporte, bancos, los despachantes de aduana), el destino/origen. Es decir hay una matriz de riesgo, que tiene muchos componentes y que va a determinar si esta mercadería va a ser controlada exhaustivamente y le va poner un cartel rojo o no. Y por último, si pasó todos esos controles viene la parte aleatoria, el azar. Por eso, también se habla de que es un sistema lógico, inteligente y azaroso. Aparte de eso, la Aduana implementa escáneres de alta tecnología que permiten controlar, como una tomografía computada/ecografía, sin abrir el medio de transporte, sin abrir un conteiner. El método es no intrusivo, y bastante ágil y rápido. También tenés escáneres de distintos tamaños, móviles por ejemplo: un scanner móvil para pequeños bultos, cajones, o lo que se puede ver en los aeropuertos que son para equipajes, eso acelera y facilita 169 mucho el control y el trabajo y ocasiona pocas molestias a los empresarios, o a los viajeros en el caso del aeropuerto. También tiene otros elementos que complementan a este que son fibroscopios que es similar a una sonda, para aquellos lugares de difícil acceso o puntos ciegos que se controlan. Después tenés medidores de densidad y por último, están los canes detectores de narcóticos y moneda extrajera -una novedad para nosotros que estamos inmersos en un comercio exterior regulado con cepo cambiario en Argentina-. En síntesis, el desafío de administrar una Aduana como la de Córdoba es muy grande. Precisamente porque uno puede ser un muy buen técnico pero eso no es suficiente. Vos tenés que administrar una organización interna y externamente. Así, en materia de recursos humanos, un profesional en Administración de Empresas viene como anillo al dedo. Podes aplicar todos los conocimientos científicos (de marketing, de recursos humanos, financieros, contable y de comercio exterior). Creo que un profesional de Ciencias Económicas, que provenga de la Licenciatura de Administración de Empresas, está en inmejorables condiciones de administrar una organización de este tipo. En la organización, internamente, se tiene que compatibilizar las distintas instituciones que hay dentro de la aduana, como puede ser las instituciones gremiales: que no tengas conflictos gremiales, con los empleados. Además, para que los empleados te rindan y que respondan a la consecución del objetivo se deben fijar metas. Por ejemplo, hay que cumplir con los indicadores, sobre todo con los objetivos de recaudación, de control. Para eso, hay que tener un 170 personal motivado, no alcanza con sólo tener las mejores herramientas o el plan más novedoso. A su vez, externamente, el desafío (de administrar la Aduana) es grande, porque te relacionas no solamente con las fuerzas de seguridad sino con el Poder Judicial, no se olviden que (la aduana) es un organismo nacional y federal y se tiene que manejar con la justicia federal; y además tiene relaciones interinstitucionales con organismos como Migraciones, SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), el INAL (Instituto Nacional de Alimentos), el cuerpo consular, las Cámaras Industriales, etc. La aduana tiene recursos muy finitos, por eso es imposible que esté en todo el territorio, entonces ahí se auxilia con las fuerzas de seguridad. Las fuerzas de seguridad cuando detectan algún tipo de ilícito, algún delito, alguna infracción, inmediatamente tienen que avisar a la aduana y poner a disposición de la misma las cosas. Así, para administrar una Aduana, tenés que tener una cierta gimnasia, un oficio con cierto asiento en lo político. Porque podes ser un excelente técnico aduanero formado, pero sos bueno para ese producto: vas a ser bueno en verificaciones, en los regímenes para controlar. Pero, a la hora de relacionarte y de administrar la organización necesitas unos conocimientos mayores, que te lo va a dar la formación profesional. Lo bueno de ser un profesional, y aparte ser de carrera, es que te permite sintetizar lo que decía Leonardo Da Vinci: la teoría sin la práctica es manca o es coja, pero la práctica sin la teoría es ciega. Si vos logras compatibilizar un poco eso, creo que estás en 171 condiciones de poder llevar adelante un organismo de estas características. ¿Qué opina sobre el informe de la Consultora Empiria sobre la inacción del gobierno (al menos a corto plazo), vinculada a la conjunción de 3 NO: no quiere, no sabe y no puede? El ―no quiere‖ tiene relación con una creencia íntima de que ―este es el rumbo correcto‖ El ―no sabe‖ tiene que ver, también, con su confianza en los criterios de intervención de la política económica El ―no puede‖ tiene que ver, también, con los menores márgenes. Ya no hay superávit gemelos y no hay decisiones gratis para otras variables. Creo que está en el camino cierto, en el sentido de que en la aduana, tanto el Administrador Federal de ingresos públicos como el Director General de aduana son funcionarios políticos amén de ser funcionarios de carrera, muy ligados al gobierno. Sobre todo el Administrador Federal viene trabajando con los Kirchner desde su época en Santa Cruz, ellos no van a ir en contra, ejecutan lo que le dicen, más allá de sus principios o lo que crean, ellos van a decir siempre está todo bien, hay que hacerlo y hay que hacerlo. Por más que sabemos que se pueden hacer las cosas de otra forma, que se puede mejorar… pero bueno, hoy la realidad económica los ha puesto en un callejón sin salida. El tema del cepo cambiario, de la restricción a las importaciones, es lo único que le permite al gobierno sostener el superávit comercial el único indicador empírico que le ha quedado. Se acabó el superávit en cuenta corriente, se acabó el superávit fiscal, se acabó la fortaleza de la acumulación de reservas. 172 Tenemos lo mínimo que dicen los especialistas en la literatura técnica que tenés que tener: lo suficiente acumulado en la arcas del Banco Central para afrontar como mínimo seis meses de importación, y a eso hemos llegado, cuando teníamos casi el doble de las reservas. No nos olvidemos que en el año 2005 el entonces presidente Kirchner decidió cancelar la deuda con el FMI, casi diez mil millones de dólares, ¿de dónde salió la plata? Nadie sabía... de las reservas monetarias internacionales ¿cómo lo hizo? Un decreto. Y nadie se rajó las vestiduras en ese momento, nadie dijo nada, porque estábamos en un contexto en el que abundaban los dólares, se exportaba más de lo que se importaba, se recaudaba más de lo que se gastaba, entraban inversiones, pocas, pero entraban. Era un contexto en el que había abundancia de dólares. Cómo será que eso (la cancelación de la deuda) fue en febrero y antes de que terminara el año en noviembre ya se habían recuperado los diez mil millones de dólares de las reservas. Eso cambió, totalmente cambió. Hoy se exporta menos de lo que importa, se gasta más de lo que se recauda, las inversiones no vienen, estamos en sexto lugar dentro Latinoamérica. Es más, en 2012 fue negativa la inversión, es decir que Argentina dejó de competir por la captación de fondos globales y se desatendió la infraestructura energética, vial. Como todo era color de rosas nunca se preocuparon, pero sí tiene consecuencias nefastas para el comercio exterior, sobre todo en el tema de estructura vial. Red principal: poquísimos kilómetros de autopista; red secundaria: totalmente deteriorada y red terciaria, que es la más importante porque es la que va al interior del interior donde hay que ir a buscar la producción, es de tierra, destruida, cuando llueve se pierde, no se puede ir a buscar el grano, la leche. Ni hablemos de la 173 infraestructura energética: después de 15 años de superávit pasamos a tener un déficit porque no fue acompañada con las tasas de inversión acordes a las tasas de crecimiento que venía experimentando nuestro país, hemos crecido a tasas chinas: 8% promedio en una década, pero la inversión nunca cubría ni siquiera el incremento anual, siempre venia corriendo detrás. Ahí estamos pagando las consecuencias. Y el tercer punto que argentina descuidó en ese contexto en el que abundaban los dólares y que hoy estamos pagando las consecuencias, es el de que la inflación era alta, a pesar de que era de un dígito, era del 8%, era alta, estábamos ya en ese entonces en el top five de los países más inflacionarios. Hoy estamos rondando los 30%. Ese deterioro de los precios relativos internos por esa inflación alta es lo que desemboca en un proceso inflacionario, entonces imagínate tenemos un déficit energético, porque ese crecimiento empezó a obligar a importar energía eléctrica, gas, combustibles alternativos. De nuestros amigos de Venezuela traemos todo: el gasoil, el fuel oil… Tenés que cubrir un déficit energético, tenés que cubrir el déficit de la otra cara de la moneda de las grandes exportaciones de Argentina, ¿cuáles son? El rojo del sector autopartista. Nosotros ensamblamos, armamos los autos, pero las partes son extranjeras, no llegamos ni siquiera al 30% de contenido local, podríamos llegar al 40, no llegamos. Entonces ese rojo hay que cubrirlo, el energético, industrial y este año se agravó con que también dejamos de tener superávit y pasamos a tener déficit en el sector turismo. Hay que cubrir ese déficit. No es que los argentinos viajamos menos, los argentinos seguimos viajando como siempre, y el gasto se sostiene a pesar del tipo de cambio diferencial que el 174 gobierno no reconoce, el famoso dólar turista. Lo que sucedió es que hay menor afluencia de turistas extranjeros, y se refleja en un menor gasto ¿por qué? porque los que vienen, en vez de ir al mercado oficial a cambiar en una casa de cambio, van al mercado negro, al arbolito, a la cueva, entonces eso impacta. Pero esto tiene que ver con la misma política del gobierno, fíjense que estamos en una secuencia en el que el perro se muerde la cola. En esta encrucijada el único indicador que les queda, que tienen que sostenerlo, es el superávit comercial, precisamente para cubrir ese rojo energético, industrial y ahora se le agregó el turismo. El superávit comercial supone que las exportaciones superen a las importaciones de bienes, pero estamos en un contexto en el 2013 en el que las exportaciones están creciendo a un ritmo diferencial menor que las importaciones y eso que a las importaciones las restringen. Entonces ¿por qué crecieron las importaciones?, por las mayores importaciones de energía. Se llevan el 70% del total de las importaciones la energía y el sector industrial. El gobierno sigue sosteniendo el superávit porque los términos de intercambio todavía le favorece. Los precios del producto que nosotros exportamos siguen estando altos, a pesar de que la soja cayó 130 dólares en un año, siguen estando altos, entonces en términos de intercambio sigue siendo favorable. La única forma de sostenerlo es con un dique de contención regulando cada vez más, porque no estamos hablando de las importaciones únicamente, afecta a las exportaciones. Desde el primero de febrero de 2012 la protección que existía ya desde el 2008 que fue creciendo con las licencias no automáticas a las importaciones que llegaron a comprender 600 posiciones arancelarias que era el equivalente a 6000 productos o 175 familias de productos, protegía solamente importación de bienes finales, de bienes de consumo, y afectaba a los importadores. En febrero de 2012 esto se generaliza y se establecen las DEJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importaciones) que son verdaderos permisos a importar, le tenés que pedir permiso al gobierno que te autorice a importar. Entonces se extiende ya a todo el mundo y no afecta solamente a los bienes de consumo, sino que afecta a los insumos productivos, afectando a todo el sector productivo, los bienes intermedios, los bienes de capital, con lo cual afecta a la industria en su conjunto y termina afectando al ciudadano común y ustedes lo pueden ver en sus casas, donde el mismo producto que falta en los hospitales, falta en las góndolas del supermercado. No solamente insumos hospitalarios, te empieza a faltar lo más grave, medicamentos. Alta inflación, altos costos en dólares, pérdida de competitividad interna y externa… entonces la imposibilidad de importar también empieza a repercutir en la imposibilidad de exportar, por dos motivos: porque no podes producir y porque los precios te dejan fuera del mercado. El mundo cada vez se hace más chiquito para Argentina, cada vez estamos exportando menos. En este contexto el Estado también regula las exportaciones: fija cupos. El caso del trigo, de la carne. ¿Por qué el pan esta tan caro? ¿Por qué las pastas están tan caras? ¿Por qué los argentinos comemos más pollo ahora y comemos menos carne vacuna? Pasamos de ser tercer exportador mundial de carne, a decimoprimeros detrás de Vietnam. Uruguay exporta más que nosotros, Paraguay también. El gobierno dice comercio exterior administrado, hoy ya dejo de ser administrado, es regulado. Las DEJAI impiden importar los insumos de bienes productivos, impiden importar bienes de capital intermedio, te van frenando, te van 176 generando un dique de contención, entonces no podes producir y no podes exportar. Ahora vamos a los servicios. Argentina es muy competitiva en algunos sectores de servicios, los servicios son los artículos invisibles del comercio exterior, distinto a lo que estamos hablando de tangibles que los podes tocar, trasladar, los podes almacenar, podes mandar muestras. Los servicios es todo propiedad intelectual, por ejemplo el software. Argentina ocupa el décimo lugar como exportador mundial de soja pero está en el cuarto puesto como exportador mundial de contenidos audiovisuales, detrás de Canadá, la Unión Europea, EEUU, venimos nosotros. Exportamos más de eso que de alimentos y de productos primarios. Fíjense que nosotros como país formamos parte de la nueva mesa de gobernabilidad del mundo, estamos en el G20, entonces todo el mundo se pregunta: ¿Qué hace Argentina en el G20? Es decir, está el G8 y están los BRICS y... Argentina. Entonces decís que por obra y gracia del espíritu santo estamos dentro del G20. Y ¿por qué estamos en el G20? Porque somos una potencia agroalimentaria, tema clave, uno de los temas dentro de la agenda: seguridad agroalimentaria. Fíjense que eso Argentina no lo ha sabido capitalizar. Es largo, pero para cerrar la respuesta, la Aduana es un instrumento del gobierno, por lo tanto tiene que hacer cumplir esa política económica y la bajada de línea política. Lamentablemente la aduana es el organismo que es la cara visible frente a los hombres de negocios, los empresarios importadores y exportadores. Todo el mundo putea a la aduana (risas). Así como cuando los viajeros llegamos cansados, porque te maltratan en todos lados, desde que saliste hasta que llegas acá y porque te demoraron cinco minutos y 177 te miraron mal, decís ―bah! ya estamos en Argentina‖. Y en el negocio pasa lo mismo. Después de haber sufrido, penado meses enteros para que te autoricen a importar, los números no te cierran, el gobierno por decreto te aumenta los sueldos, la aduana te dice que la documentación no es la que corresponde, o pide mayores verificaciones, el empresario putea. Es decir: explota, porque es la gotita que rebalsa el vaso. Para cerrar esto decimos que la aduana es el organismo de control del comercio exterior, por lo tanto, la cara visible del gobierno y tiene que hacer cumplir todo esto que hemos estado hablando, todas las restricciones, y las prohibiciones y las intervenciones previas que el gobierno exige en materia de exportación e importación. Para administrar una aduana tenés que tener mucha cintura política también, porque te vas a reunir permanentemente con cámaras, vas a atender el reclamo de ciudadanos comunes que se vienen a quejar del correo, desde un convenio postal internacional hasta un viajero disconforme con lo que le cobraron de impuestos en Aeroparque. Ya que mencionaba al G-20… en su artículo “Argentina y la posibilidad de otra oportunidad perdida” publicado en la Revista Container ¿Cree que el panorama cambió? ¿Cuáles son hoy nuestras oportunidades como país? Las cosas no han cambiado mucho, es más, como que Argentina es el famoso collar de sandía, a la que quieren echar del G20. Ya tienen el nombre del candidato para reemplazarlo: Chile. El gobierno es conflictivo desde el punto de vista interno, y esto lo vemos en que cada año eligen a un enemigo distinto: los medios, los sindicatos, la justicia. En su momento cuando estaba Kirchner eran 178 los organismos internacionales, siempre tienen a quien fustigar. Externamente también es conflictivo, a raíz de esta violación al principio de transparencia de la OMC, Argentina llego a tener 47 conflictos comerciales, hoy andamos por los 44, ya hemos solucionado tres. Con lo cual los conflictos están abiertos, latentes, y esto es lo apasionante de la historia. Desde el origen del GATT y lo que va de la OMC, muy pocos procesos de solución de diferencias terminan en el caso extremo, es decir que le dejen la vía expedita a un país para que aplique las represalias comerciales o las retaliaciones, muy pocos. Si van a la página de la OMC van a encontrar el caso de los Bananos, ese el caso más paradigmático. Entonces teniendo en cuenta la estructura y el modelo mental de este gobierno ¿cómo va a reaccionar?, si el proceso ya está en marcha ya están los comités de expertos, en muchos casos constituidos y están trabajando, si falla en contra de Argentina, ¿qué va a hacer? Al margen de apelar seguro y ganarse tres meses más, ¿después qué va a hacer cuando termine el proceso? Ahí está el desafío, ¿qué va a pasar? ¿Va a cumplir o no va a cumplir? Ese es un final abierto. Yo creo que las cosas no cambiaron y creo que se van a empeorar. ¿Qué proyección podría hacer sobre la economía nacional postelecciones? Se va a profundizar el cuasi modelo que tiene esta gente. Las restricciones a las importaciones que hemos visto, la regulación del gobierno en comercio exterior y el cepo cambiario también vinieron para quedarse. El cepo cambiario es una derivación, una mutilación del término del actual modelo cambiario que tenemos. Desde el 2002 el gobierno eligió un cambio de sistema monetario y un cambio 179 en el sistema cambiario, pasamos a tener un sistema de control de cambios. Nadie en el gobierno dice que tenemos un sistema de control cambios. Salvo una sola persona, con la cual no comparto absolutamente nada excepto esto y otro concepto, que dice que los márgenes de los importadores son excesivamente altos y eso es cierto, ganan mucha plata. ¿Saben quién es el único funcionario del gobierno que dice eso? Moreno. Los demás, Presidente del BCRA, Ministros de Economía, que ha habido desde 2002 hasta la fecha ¿qué dicen? Que Argentina ha tenido un sistema cambiario de flotación, y algunos dicen de flotación administrada. Las normas del BCRA dicen que Argentina tiene un mercado único y libre de cambio. Sin embargo, tenemos un sistema llamado control de cambios que se creó en 1930 en Estados Unidos después del crack. Fíjense que ahí te dicen que tiene un control de cambios híbrido, el gobierno fija una paridad (que no la escribe en ningún lado), fija bandas de flotación (que no las escribe en ningún lado). Hasta ahí pareciera un tipo de cambio de flotación. Pero después te dice "se obliga a sostener la paridad", y acá viene lo que lo diferencia, "va a monopolizar la oferta monetaria". Traducido en cordobés esto quiere decir que quien quiera importar o exportar debe pasar indefectiblemente por el BCRA. Los importadores le deben demostrar que han importado la necesidad de importar para que el gobierno le venda los dólares y poder remesar al exterior y cancelar el contrato de compra-venta. Y en exportaciones peor, porque si usted exporta un producto o un 180 servicio espera recibir a cambio moneda extranjera. Entonces dicen, esa moneda extranjera que a usted le van a pagar, sepa que tiene indefectiblemente que ingresarlo en un plazo perentorio, hoy de 30 días si son empresas vinculadas o según el tipo de producto, al sistema bancario y financiero argentino; una vez ingresado, otro plazo perentorio de 15 días para liquidarlo por el contra valor en pesos. Es decir, que usted exporta un producto y espera recibir moneda extranjera, termina recibiendo pesos y en un plazo no inmediato. Asique se acabó la libre disponibilidad de divisas que existía en la convertibilidad, por ejemplo, o cuando decíamos "con mi plata hago lo que quiero". Entonces, ¿qué hacíamos antes en la convertibilidad, que hacían lo empresarios y que hacía cualquier ciudadano? La plata, si quería, la traía y la reinvertía en una empresa, la ahorraba, la metía en una caja de ahorro o en una cuenta corriente, después te la acorralaban no había problema, o la dejabas en el exterior (comprabas acciones de alguna sociedad, o un departamento en Miami o Punta del Este o la mandabas a algún paraíso fiscal). Eso se acabó. Entonces, eso era el control de cambios. En 2002, queda circunscripto nada más que a las operaciones de comercio exterior, porque decía que todas las operaciones deben pasar por ese mercado libre y único de cambio pero que en definitiva era un control de cambio, quedaba ahí circunscripto afectando al importador y al exportador. Esto fue cambiando del 2002 a la fecha, entonces también termina afectando a los productores o a los empresarios que no hacen comercio internacional; o a los 181 ciudadanos comunes, los que no podemos comprar más dólares para atesorarlos, no podemos pagar nuestro consumo trayendo dinero de los ATM en el exterior. Entonces termina mutando en otro término que se llama cepo cambiario. Pasamos del comercio exterior administrado al comercio exterior regulado, y del control de cambio al cepo cambiario. Esto se va a mantener y va a seguir, por lo menos hasta que este gobierno se vaya. ¿Cómo va a ser la evolución del dólar? Y, el dólar tiene que subir, aunque no nos guste. Estamos quedando más rezagados, hace una semana o 10 días Brasil devaluó, Chile devaluó, nosotros cada vez estamos más rezagados. ¿Lo escucharon al presidente Mujica, que dice que "todas las economías de Latinoamérica están embuchadas de dólares"? Menos Argentina, que no sé a dónde tiene el buche (risas). Todas las economías latinoamericanas crecen, tienen fortaleza en la acumulación de reservas, y nosotros no. Entonces, creo que algo está fallando. ¿Cree que Argentina a largo plazo puede desarrollar un plan que no sea agro-dependiente? ¿Es posible? ¿Es deseable? Es deseable que suceda y es posible. Yo justamente acabo de escribir una nota para la próxima revista sobre cómo incrementar las exportaciones. Si bien hay muchas, yo me centré en 2 ó 3. Y una de ellas es el tema de los alimentos y cada vez darles mayor valor a los alimentos que nosotros producimos y exportamos. Es una forma de subirse a las grandes cadenas alimentarias internacionales, llámese McDonald's, Burger King, Walmart, y ser proveedor mundial de ellos. 182 Tenemos el ejemplo, acá en Córdoba, de una empresa que es proveedora mundial de Walmart de medialunas congeladas. Provee a todo el sector de hotelería en Córdoba, a muchos del sector gastronómico también y es proveedor de Walmart desde hace muchos años. La empresa se llama Pastelino, hace 2 años que venía tratando, por pedido del mismo Waltmart, de ser proveedora mundial y ya concretó la semana pasada su primera exportación a Walmart China, cuando yo me acuerdo que a fines de los '90 en Córdoba importábamos las medialunas congeladas. Las traíamos de Miami. Ése es el camino. Si nosotros nos subimos a un jugador mundial como estos, nuestras exportaciones hacen así (gesto señalando para arriba). Y con lo que vengo insistiendo siempre y que fue la tesis de mi maestría, es el tema de las exportaciones de servicios. El tema que yo decía de contenidos audiovisuales, software, el mismo diseño, todavía quedan nichos de mercado y hay muchas cuestiones en las que se puede crecer. Lo que pasa es que nosotros siempre, en el caso de las exportaciones de bienes, centramos todo en el complejo sojero. Entre el 25 y 28 por ciento de las exportaciones. También nos pegó, y no se habla mucho, el tema del biodiesel. El biodiesel se cayó todo, nosotros le exportábamos el 50% del total de la producción a Europa. A raíz del conflicto de la estatización de Repsol, Repsol y España llevan por todo el mundo un boicot para con Argentina; ya lograron que la UE le impusiera medidas, por lo cual los deja fuera del mercado, se están perdiendo el biodiesel por ahí. 183 De ahí que durante el año se elevó el número de cortes de combustibles que tienen mayor porcentaje de biodiesel, porque hay que meterlo en algún lado. Y sí, porque Argentina llegó a tener la capacidad instalada de producción más alta de mundo, no somos el mayor exportador mundial pero estamos ahí, segundos o terceros. No hay que depender tanto de la soja. El drama es el círculo vicioso. ¿Qué piensa de un acuerdo del MERCOSUR con la Unión Europea? Hace como 15 años que venimos hablando de este tema y no se cierra. Hay una cuestión central, y creo que eso es lo que va a marcar las negociaciones y va a fijar los límites. Pasa, más o menos, lo mismo que con el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). En el año 2004, con otros dos profesores que estaban conmigo en la cátedra de la Universidad Nacional, recibimos a una misión de profesores de EEUU. Tres misiones habían venido a Latinoamérica: una a México, una a Brasil y otra al Cono Sur (Uruguay, Argentina y Chile), para ver cuál era la reacción de la sociedad civil con respecto al ALCA. Se había disparado el envío de esta misión de profesores a hacer este trabajo de investigación porque se encontraron que, faltando muy pocos meses para la entrada en vigencia del ALCA, la sociedad civil de EEUU era muy adversa. Estuvimos hablando bastante, pero cuando les preguntamos si iban a liberar los subsidios agropecuarios, se pusieron muy serios. Nos dijeron que de ese tema no se hablaba, que era innegociable, porque era una cuestión de política de Estado y cultural de los estadounidenses granjeros. Ellos no iban a sacrificar la calidad de vida de sus ciudadanos, así que de ese tema no se hablaba. Nosotros le decíamos que no estábamos pidiendo que desmantelen 184 todo, simplemente que nos dejen vender un poquito más y tener un mejor acceso al mercado. Y no hubo caso. Yo creo que con la UE va a pasar lo mismo, no hay forma de que ellos cedan. Así, los países del MERCOSUR están sentados y le niegan lo que a ellos les interesa: compras gubernamentales, inversiones, servicios, desregulación de los mercados. Creo que la única carta que tienen los países del MERCOSUR es que si los europeos ceden en algo, es el tema de los subsidios, pero no se avanzó en nada más. Eso traba las negociaciones, aunque sería muy loable y bueno que pueda haber algún acuerdo, cosa que se revitalice la economía. 185 186 Reseña Bibliográfica 187 188 La gran degeneración de Niall Ferguson PAULA KANTOR3 El historiador británico Niall Ferguson nos invita a (re) pensar la situación mundial actual desde una posición que sale de lo común. Mientras la mayoría de las academias discute acerca de las posibilidades que tienen los países no occidentales y aquellos llamados subdesarrollados de mejorar su situación económica, política y social, el autor trae a la mesa una exposición acerca de lo que sucede hoy en las civilizaciones occidentales, principalmente en Estados Unidos y Gran Bretaña. El libro interpela al lector desde el comienzo con la pregunta: ¿Qué es exactamente lo que ha ido mal en el mundo occidental de nuestros días? (Ferguson; 2013: 33). El estallido de la crisis financiera de 2007 afectó a la mayoría de las economías occidentales haciendo visible desde entonces el enorme tamaño de deuda pública que enfrentan los países (en muchos de ellos la deuda representa más del cien por ciento del PBI) y la creciente desigualdad. No obstante, el eje de la cuestión desborda lo económico financiero. Exponiendo otras problemáticas actuales, Ferguson demuestra que el problema gira en torno a las leyes e instituciones y aquello que parece una "gran recesión [,] es meramente una gran degeneración, más profunda" (Ferguson; 2013: 23). Estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales (UCC) equipo de contenidos de GEIC. 3 y miembro del 189 Degeneración hace referencia a menor crecimiento y mayor desigualdad; situación propia de un Estado denominado por Adam Smith como estacionario. El autor expone cuatro elementos propios de la estructura política del mundo occidental actual que consolidan el estado estacionario, a la vez que propone soluciones adecuadas para paliar esta situación. En primer lugar, Ferguson explica por qué la sociedad occidental avanzó a pasos agigantados desde 1500 hasta aproximadamente 30 años. La respuesta la encuentra, siguiendo a otros autores, en la evolución institucional. Inglaterra a la cabeza, fue el primer país en adoptar instituciones políticas inclusivas, aquellas propias de un Estado fuerte, gobernado por el imperio de la ley y la igualdad formal. El desarrollo institucional (y no el cultural, económico o nacional) explica la divergencia entre las distintas sociedades. Sin embargo, el déficit democrático lo encontramos hoy en una ruptura intergeneracional. Las grandes deudas públicas que enfrentan los países occidentales deberán ser afrontadas por las generaciones futuras de una manera perjudicial para la economía mundial. El remedio correcto según Ferguson consiste en impulsar partidas presupuestarias transparentes donde se observen con claridad los balances, déficits y las cuentas generacionales. En segundo lugar, el autor dedica un capítulo a explicar las causas de la crisis financiera de 2007. Contrario a aquellos que culpan a la desregulación y proponen mayor regulación financiera y bancaria, Ferguson detalla cómo las regulaciones impulsadas por el gobierno de Estados Unidos contribuyeron a desatar la crisis. En su opinión, "una regulación excesivamente compleja es la propia enfermedad de la que pretende ser la cura" (Ferguson; 2012: 79) y lo que lleva al 190 desastre son las malas leyes. Así, consciente de que la desregulación financiera no es posible, apunta por una regulación simple que funcione mejor. Propone seguir a Bagehot (1873) en sus principios básicos: reforzar el papel del banco central como autoridad monetaria suprema dotada de capacidad de discernimiento para situaciones claves y brindar a los bancos un margen de decisión en cuanto a la proporción de reservas y tipos de interés. En tercer lugar, Ferguson expone el denominado imperio de la ley, aquel estado donde efectivamente existe igualdad formal, se garantizan las libertades civiles y políticas básicas, prima la independencia judicial y la responsabilidad de los funcionarios. El autor remarca que el sistema de derecho consuetudinario fue, por sus características, aquel que sacó ventajas sobre los demás sistemas y afirmó el desarrollo económico. Esto se debe a que es el único sistema que asegura el cumplimiento de los contratos e impone límites, resguarda los derechos de propiedad y sus decisiones judiciales son flexibles basadas en reglas generales. Sin embargo, hoy en día, este sistema está siendo amenazado por un papel más activo del estado, la intrusión del derecho europeo, la obsesión por tener un derecho escrito y los altos costes que supone la ley. Pero el peligro más grande es el avance de legistas que persiguen sus propios intereses. Las reformas necesarias para restablecer el imperio de la ley, según Ferguson, deben proceder de los ciudadanos, como se expone en el siguiente párrafo. En cuarto y último lugar, el autor detalla la importancia que tienen y deberían tener en las sociedades las asociaciones civiles y voluntarias. Mediante la adhesión de ciudadanos a este tipo de organizaciones, que nada tienen que ver con el poder público, 191 obligación legal y afán de lucro, la generación institucional que el autor propone puede ser posible. No obstante, la afiliación de ciudadanos a asociaciones civiles ha ido decayendo en los últimos años (tanto en Estados Unidos como en Inglaterra) y esto se debe, no como entienden algunos al avance tecnológico, sino al Estado y su intromisión en la sociedad. Como paliativo, Ferguson impulsa su adhesión desde el crecimiento de escuelas autónomas e independientes del gobierno que garanticen una educación de calidad, en contraposición a las escuelas públicas gratuitas. Mediante estas exposiciones, el autor propone demostrar cómo la matriz de instituciones que forman la estructura occidental está descompuesta actualmente. Para restaurarlas se debe retomar el gobierno, el mercado, la ley y la sociedad civil como antaño, donde el éxito, según el autor, estaba asegurado. Para aquel lector interesado en la economía mundial, este libro ofrece una comprensión de la visión que están teniendo los pensadores influyentes del momento. Ferguson mira desde su posición europea e inglesa ciertos cambios que acaecen en los países de su continente y norteamericanos a partir de la crisis financiera de 2007, con una mirada liberal e institucionalista. Busca esclarecer las causas de la gran degeneración y proponer las posibles soluciones. A pesar de ello, para aquel lector preocupado por la situación de aquellos países mal llamados "en vías de desarrollo", este libro quizás no sea adecuado. Estos países, como por ejemplo aquellos situados en Latinoamérica, poseen características diferenciadas a las expuestas por Ferguson, a pesar de encontrarse en Occidente. La situación institucional que atraviesan es completamente distinta, 192 pero no por ello debe ser desvalorada. Por ende, para comprender los problemas propios de estas estructuras políticas y asimismo los remedios adecuados, no se deben importar nociones externas y sesgadas, sino atender a visiones que impulsen un real desarrollo para la región. 193 194 Extracto de Tesis 195 196 Análisis de las políticas comerciales ganaderas de la República Argentina y la República Oriental del Uruguay hacia la Unión Europea: situación y resultados. (2003 - 2010)‖1 ANA CLARA RHÓ2 El presente TFG tiene como objetivo abordar las políticas comerciales ganaderas llevadas a cabo por la República Argentina y la República Oriental del Uruguay hacia el mercado cárnico de la Unión Europea en el período de 2003-2010. El disparador de este trabajo surge de la importancia de estos países como productores de carne vacuna y su desarrollo dispar en el período de análisis. Para entender esta situación se analizarán los factores internos en una primera parte y los factores externos en la parte siguiente que han determinado las políticas resultantes, desde la perspectiva teórica de ―juego a dos niveles‖ desarrollada po Robert Putnam. Se busca definir por qué ante condiciones internacionales excepcionales, como lo es la suba del precio de los alimentos o la tenencia de características de competitividad y calidad elevadas, como las que Tesis de Licenciatura en Relaciones Internacionales, presentada en la Universidad Siglo 21 a finales del año 2012. 2 Lic. en Relaciones Interncionales 1 197 exige la Unión Europea y con las que cuentan Argentina y Uruguay, en el mercado internacional cárnico, se han obtenido resultados diferentes en las políticas comerciales de estos países exportadores. Introducción En el mapa económico mundial Argentina y Uruguay se ubican dentro del grupo de países exportadores de productos agrícolas. El dinamismo de tales economías se encuentra determinado, en gran medida, por la actividad agropecuaria, haciendo que las políticas comerciales agroexportadoras sean un tema de importancia para estos países. Uruguay llegó en el año 2006 a las 460 mil toneladas de carne exportada, lo que constituye un logro remarcable por ser el único año del período de análisis que asciende a esa cifra 1. Este valor ubica a dicho país entre los ocho mayores exportadores mundiales de carne bovina2. Por su parte Argentina en el mismo año alcanzó montos exportados por el valor de 552 mil toneladas de carne3. En un contexto global, donde la demanda y el precio de los alimentos se manifiestan en forma creciente, la carne vacuna no es la excepción. En concordancia, los países productores de alimentos, desarrollan diferentes políticas de inserción a los mercados. Las cuales se aplican y negocian considerando las demandas de actores internos y necesidades del sector externo, lo que genera en ocasiones, que ambos requerimientos exteriores y domésticos no obtengan las respuestas esperadas de un proceso de negociación o política comercial. 198 La posición que tienen los países productores de alimentos, como lo son Argentina y Uruguay, se fundamenta en las exportaciones que crecen, el avance de las sociedades y el crecimiento de la población mundial, lo que pronostica la necesidad de triplicar la producción de comida a fin de no sufrir una catástrofe alimentaria. Se trata de un mercado cambiante, sobre todo, por estar atado a modificaciones sociales, culturales y económicas que repercuten en los hábitos alimenticios (ONCCA, 2010, p. 12). Teniendo en cuenta que el comercio global de productos agrícolas se encuentra distorsionado y protegido, por las políticas económicas de los diferentes países, destinadas a proteger sus producciones locales. Convertir esta situación en una oportunidad es un desafío para los países productores de alimentos. Siendo necesaria la creatividad, investigación e innovación como premisas, bajo un único enfoque público y privado integrador, que permita mejores condiciones de negociación y colocación de sus productos para este tipo de países. La Unión Europea es el mayor consumidor de carne vacuna a nivel mundial, según las estadísticas del USDA, consumió durante el año 2010, 8.147 toneladas métricas de carne 4 . En consecuencia, se presenta como un destinatario de gran relevancia de las políticas comerciales de estos países. El interés por abordar las políticas comerciales ganaderas de Argentina y Uruguay, surge por la importancia de estos países como productores de carne vacuna y su desarrollo dispar en el período de análisis seleccionado (2003-2010), el que coincide con los gobiernos argentinos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, quienes en su modelo económico han dado lineamientos diferentes 199 al comercio de carne vacuna, situación que otros países vecinos han aprovechado. Temática que permitirá analizar por qué ante condiciones internacionales excepcionales, como lo es la suba del precio de los alimentos o tenencia de características de competitividad y calidad elevadas, como las que exige la Unión Europea y con las que cuentan Argentina y Uruguay, en el mercado internacional cárnico, se han obtenido resultados diferentes en las políticas comerciales de estos países exportadores. Justificación En esta instancia se desarrollaran los aspectos que han movilizado la elección de éste tema y la relevancia que el mismo tiene para la disciplina de las Relaciones Internacionales. En primer lugar la elección del tema se basa en un interés personal de la autora por los temas comerciales, es decir el área del comercio internacional. Sumado al interés y seguimiento de la evolución de la política ganadera argentina, por considerarla una de las actividades económicas de relevancia del país, el cual desde la conformación del Estado argentino ha presentado un perfil productivo y económico agropecuario. Esta estructura de la economía argentina es compartida por Uruguay, país vecino que también presenta una base económica de carácter agroexportador Históricamente Argentina ha sido identificada como un proveedor de carne vacuna de alta calidad. Siendo a principios del siglo XX el máximo exportador de este producto. Época dorada en la que el país era denominado ―el granero del mundo‖ por su abundancia de materias primas y las cantidades que de éstas exportaba. Luego esa época de esplendor fue quedando 200 atrás y Argentina mantuvo un lugar periférico en el mapa económico mundial. La relevancia para la sociedad argentina y uruguaya de esta temática es destacable, ya sea para el sector productor ganadero, como para las respectivas sociedades civiles. Caracterizadas éstas últimas por tener altos índices de consumo per cápita anual, el año 2010 ha sido particular ya que por primera vez en la historia Uruguay se posicionó como el mayor consumidor de carne vacuna por habitante por año, con unos 61,2 Kg.5. Superando a los argentinos, quienes tradicionalmente eran los principales consumidores de carne bovina en el mundo, con 68 Kg. /año, cifra que ha descendido hasta los 57,17 Kg. /año6. Lo distintivo de la presente investigación se basa en el análisis comparado de estos dos países, los que si bien comparten una estructura económica similar, sus capacidades productivas, a simple vista, distan de ser semejantes, y sin embargo, se han obtenido resultados llamativos, los cuales buscarán ser interpretados. Es esto lo que ha despertado la necesidad de tratar de buscar a la problemática planteada, otro tipo de respuestas. Analizar la situación de forma más analítica y aplicando las herramientas aprendidas en el trascurso de la carrera. Es aquí donde radica la riqueza de este aporte. Por ende, si bien existe información estadística y descriptiva sobre los resultados de las políticas ganaderas argentinas y uruguayas, no se encuentran análisis con mayor profundidad que expliquen el porqué de esos resultados e indaguen en forma integral sobre los factores, ya sean políticos, naturales o económicos, que han delineado dichas políticas. Sumado a la carencia de análisis comparativos entre las 201 políticas argentinas y uruguayas. En concordancia, la elección de Argentina se fundamenta en la necesidad de conocer cuáles son las oportunidades y deficiencias en materia de política comercial ganadera, siendo uno de los principales productores y exportadores de carne vacuna a nivel mundial, posición de la que está siendo desplazado. Luego la elección de Uruguay como segundo país de estudio, responde a la situación paradójica, se podría decir, que ha alcanzado en relación a Argentina en materia ganadera. Se hace referencia a que un país pequeño, con las dimensiones territoriales, poblacionales, económicas como las que presenta Uruguay, trabajo fuertemente en impulsar su producción ganadera y conquistar a los mercados que, por ejemplo Argentina, no estaba satisfaciendo. Por otro lado el período de tiempo de análisis seleccionado, corresponde a las presidencias argentinas de Néstor Kirchner y parte de la de Cristina Fernández de Kirchner, en las cuales se han modificado las políticas gubernamentales en política ganadera, priorizando las necesidades de carne vacuna de índole internas, hecho que ha sido aprovechado por otros productores de carne vacuna, como ha sido el caso de Uruguay, quien en la presente década ha logrado una inserción de sus carnes en los mercados mundiales notable. Se eligió como mercado a la Unión Europea, en primer lugar como destino de relevancia para las carnes de primer nivel argentinas y uruguayas. Luego por sus lazos económicos históricos con Argentina y en tercer lugar por su sistema de cuotas arancelarias para la entrada de carnes a sus mercados, lo cual permite identificar con claridad las negociaciones, cupos y cantidades que ingresan al mercado europeo. 202 En síntesis y teniendo en cuenta el contexto descripto, el presente TFG se propone analizar cuáles son los factores internos y externos que han influido en las políticas comerciales ganaderas llevadas a cabo por Argentina y Uruguay hacia la Unión Europea, y sus resultados en el período 2003-2010. Para materializar este objetivo general, se plantearon una serie de objetivos específicos que permitan desarrollar cada factor en forma clara y ordenada. En una primera instancia se analizan los factores internos, para lo cual se identifican los grupos o actores involucrados en el proceso de toma de decisiones en torno a la política comercial ganadera. Luego se compara las características de la producción ganadera argentina y uruguaya y sus mercados internos. Y se concluye con el análisis de las políticas comerciales ganaderas de Argentina y Uruguay hacia la Unión Europea. En segundo lugar y en alusión a los factores externos se desarrollan los requerimientos planteados por la Unión Europea para el acceso de carnes a su mercado. Y por otro lado se analiza el aumento del precio de los commodities y sus efectos en el mercado de carne vacuna. Marco Teórico Para analizar la problemática planteada se utilizará, cómo marco teórico principal, el esquema desarrollado por Robert Putnam en 1988, titulado Diplomacy and Domestic Politics: The Logic of TwoLevel Games. Trabajo en el que se explica el vínculo entre la política comercial internacional 7 , denominada ―Nivel I‖ con el ―Nivel II‖ o plano doméstico, donde los gobiernos buscan maximizar su habilidad para satisfacer presiones internas y minimizar las consecuencias adversas en el plano internacional. 203 Putnam (1988) sostiene que existe una relación entre los asuntos domésticos e internacionales, lo cual es definido como un ―juego a dos niveles‖. En tal juego, el gobierno forma parte interactiva de los dos niveles, contemplando las demandas de ambos sectores nacionales e internacionales. Dicha dinámica de relacionamiento manifiesta un cierto grado de complejidad, asociada con que decisiones que en un nivel son racionales, pueden no llegar a serlo en el otro. En el plano doméstico se encuentran los grupos económicos (lobbies), clases sociales, organizaciones internas, partidos políticos, entre otros. Aquí se ubicarán los factores internos que determinan las políticas comerciales ganaderas a abordar. Tales factores son, el tipo de relación que mantienen los gobiernos uruguayos y argentinos con los sectores exportadores de carne vacuna. Éstos últimos entendidos como ―asociaciones de interés‖, las cuales basan su acción en desarrollar actividades y generar móviles de acción, articulando intereses económicos y sociales, lo que les permite actuar sobre el sistema político para conseguir los fines que en cada caso se proponen. Movilizados por la voluntad de obtener poder, recursos e influencia sobre determinadas políticas estatales. (Jordana en Caminal Badía, 1999, p. 291). En segundo lugar se analizarán las capacidades de producción ganadera de los países seleccionados y su comportamiento a lo largo del período de análisis. Y en tercer lugar se tomará en consideración las características del mercado interno de carne vacuna de Argentina y Uruguay. En efecto éstos grupos, en pos de sus intereses, actúan presionando al gobierno para que adopte políticas favorables a ellos, al mismo tiempo que el gobierno trata de construir coaliciones con estos 204 sectores. En el presente trabajo, los grupos productores y exportadores de carne vacuna presionan al gobierno para que facilite el comercio exterior de sus productos y elimine las restricciones. Mientras el gobierno trata de satisfacer las demandas de otros actores implicados, como lo es la sociedad civil, que exige acceder a un producto de vital importancia en la canasta alimentaria de los argentinos y uruguayos, como lo es la carne vacuna, a un precio razonable. Así los gobiernos deben satisfacer las demandadas de consumo internas, negociar con los grupos exportadores y cumplir con sus acuerdos comerciales internacionales, generando que en muchas ocasiones no puedan satisfacer todas estas cuestiones. Tal es así que surge la necesidad de desarrollar políticas comerciales que integren esas exigencias domésticas e internacionales, tarea que no es sencilla. Con respecto al ―Nivel 1‖ o plano internacional es necesario definir qué factores externos serán tomados en este análisis como determinantes de las conductas y decisiones que adoptaron los gobiernos argentinos y uruguayos en materia ganadera en el período 2003-2010. Por un lado los requisitos/impedimentos sanitarios y aduaneros que establece la Unión Europea para el ingreso de carnes a su mercado. Sumando al aumento del precio de los commodities, sobre todo de los granos, lo que ha generado en términos relativos que la actividad ganadera se vuelva menos redituable. Por otra parte, en el ―Nivel II‖ o doméstico Putnam plantea que los grupos de interés buscarán influir en las decisiones del gobierno a través del ofrecimiento de su apoyo, materializado en ocasiones en contribuciones monetarias para campañas electorales, por ejemplo. 205 Estos programas no son contratos formales ni son explícitamente informados, sin embargo el gobierno sabe que existe una relación implícita entre la forma en que trata a los diferentes grupos y las contribuciones que puede esperar recibir de cada uno de ellos. En el nivel doméstico del juego, cada grupo de interés determinará un programa de contribuciones que maximiza el bienestar agregado de los miembros. Mientras que el gobierno determinará el “win-set” o ―conjunto ganador‖ del ―Nivel I‖ teniendo en cuenta el conjunto de contribuciones que puede llegar a obtener y además la influencia que ejerce el electorado no organizado a través de sus votos, que en este análisis serían los ciudadanos/consumidores de carne vacuna argentinos y uruguayos. En concordancia, en democracias representativas, como las de Argentina y Uruguay, los gobiernos toman sus decisiones en respuesta no solo a lo que concierne al electorado general sino también a las presiones de los grupos de interés. Estos grupos participan del proceso político y, por lo tanto, afectan los resultados que de él se desprenden (González, 2006, p. 68). Simultáneamente se utilizarán para complementar el análisis de los factores internos y externos que determinan las políticas comerciales ganaderas de Argentina y Uruguay, los conceptos desarrollados por Van Klaveren (1992). Dicho autor realiza un acabado estudio de los condicionamientos de índole doméstico y exterior que repercuten en la diagramación de las políticas exteriores latinoamericanas, estudio que reviste gran relevancia y pertinencia para la presente investigación. 206 Este marco conceptual tiene como objetivo identificar las variables más importantes para el análisis y sugerir posibles modalidades de vinculación entre esas variables, es probable que la clasificación más conocida de las variables que afectan los comportamientos de política exterior sea aquella que distingue entre factores internos y externos (Van Klaveren, 1992, p. 176), el mismo es el que seguirá el presente trabajo de investigación. Con respecto a las variables trasnacionales, están son integradas en el proceso de toma de decisiones interno mediante agentes e instituciones locales, transcurso que se da de forma diferente es cada país. Así se puede decir que ante las variables externas que se tienen en cuenta en este estudio, como lo son los mecanismos comerciales que regulan el comercio de carne vacuna entre Argentina y Uruguay con la Unión Europea, los tipos de requisitos que exige la Unión Europea para el ingreso de carnes a sus mercados y la variación del precio de las commodities, los países analizados responden de forma diferente. Así mismo el énfasis en los factores internos ha permitido a los expertos superar las limitaciones del análisis tradicional de la política del poder, que tendía a considerar que los países se comportaban con independencia de las fuerzas políticas y sociales internas en la búsqueda de intereses nacionales evidentes por sí solos (Van Klaveren, 1992, p.176). Por lo tanto, los actores no estatales que fueron mencionados anteriormente, tales como los partidos políticos, asociaciones empresariales, medios de prensa, entre otros, aumentaron su participación en la toma de decisiones en materia de política exterior. Sumado a las estrategias de desarrollo que cada país en particular eligió, que son útiles para explicar las actitudes dispares seguidas por Argentina y Uruguay. Por otro lado los recursos 207 y las capacidades materiales en América Latina, al igual que en el resto del mundo tienen una gran influencia sobre la política exterior, aquí se identifican como recursos las capacidades excepcionales de producción de carne vacuna de alta calidad y competitividad con la que cuentan los países analizados. Van Klaveren aclara que si bien la mayoría de los estudios que se encargan del análisis de América Latina, ya sean de índole política, económica, comercial, social o cultural, parten del supuesto que la región es extremadamente sensible a su medio externo y que su comportamiento hacia otros países tiende a ser una reacción a estímulos que se originan más allá de sus fronteras, partiendo de la base que la variable del sistema internacional tiene un efecto particularmente negativo en la región. El autor añade a esta ―regla general‖ por llamarla de algún modo, que los procesos de toma de decisiones de muchos países del mundo están fuertemente afectados por factores externos, más como consecuencia de la permeabilidad del Estado- nación moderno que de una situación de dependencia estructural (Van Klaveren, 1992, p.189), teniendo en cuenta esto en el presente estudio se considerará que los requisitos de cuotas de exportación y de calidad que exige la Unión Europea responde a dicha situación. En adhesión al rol descripto que juegan los actores no estatales en el proceso de toma de decisiones es necesario mencionar aspectos de los actores estatales, en el caso de los Presidentes ostentan importantes poderes en el área de la política exterior. No sólo toman las decisiones más importantes, sino que también desarrollan estilos personales de política exterior. El carisma personal y un interés presidencial excepcional en los temas internacionales han dejado 208 una huella clara en muchas políticas exteriores (Van Klaveren, 1992, p.201). Sumado a que dichas influencias presidenciales también se encuentran condicionadas por los cambios en el sistema internacional y las coyunturas de política interna del país. A continuación se incorporó un cuadro que sintetiza en forma clara y gráfica los factores involucrados en el proceso de toma de decisiones, varios de los cuales serán tomados en esta investigación. Cuadro N°1: proceso de toma de decisiones y diagramación de las Políticas Exteriores latinoamericanas desarrollado por Van Klaveren En definitiva y en concordancia con lo que plantea el autor, las comparaciones meticulosas de las capacidades potenciales de los países pueden resultar interesantes, pero sólo miden las bases de influencia o poder crudo. Lo que es crucial es la forma en que se movilizan esas capacidades para alcanzar objetivos específicos de 209 política exterior y las habilidades que se demuestran en esa movilización (Van Klaveren, 1992, p.207). Es esto lo que se buscará analizar en el presente TFG, ver y comparar cuales fueron las políticas comerciales ganaderas aplicadas por Argentina y Uruguay para insertar o aumentar participación de sus stocks de carne vacuna en la Unión Europea, más allá de los recursos materiales concretos con los que cuentan. Metodología de Trabajo El presente TFG se enmarca dentro de los lineamientos de la investigación de tipo cualitativa, definida como ―un tipo de investigación que produce hallazgos a los que no se llega por medio de procedimientos estadísticos u otros medios de cuantificación. Algunos de los datos pueden cuantificarse, por ejemplo con censos o información sobre antecedentes de los objetos estudiados, pero el grueso del análisis es interpretativo‖ (Strauss y Corbin, 2002, p. 12). Es esto lo que se realizará, ya que la situación y los resultados de las políticas comerciales serán analizados e interpretados utilizando por un lado las estadísticas disponibles y por otro los estudios realizados por los entes y académicos de los países a analizar, Argentina y Uruguay. Así es necesario dejar en claro que tal como lo definen Strauss y Corbin, con la utilización del método cualitativo los datos son codificados de tal manera que permiten hacerles un análisis estadístico, técnica que se utilizará en la presente investigación. Al hablar de análisis cualitativo se hace referencia al proceso no matemático de interpretación, realizado con el propósito de descubrir conceptos y relaciones en los datos brutos y luego organizarlos en un esquema explicativo teórico. De allí se deduce el tipo de diseño que seguirá este trabajo, se trata de un diseño 210 emergente y flexible, que se irá desarrollando a medida que se avanza con la investigación y la recolección de los datos, reservándose el derecho a modificar, alterar y cambiar los pasos de la investigación a medida que ésta avanza, en forma contraria a la investigación cuantitativa que sigue etapas estancas, no pudiendo pasar de una a otra sin finalizar la anterior. Por lo tanto, lo distintivo de este tipo de investigaciones cualitativas, radica en su capacidad, no solo de generar teoría, sino también de fundamentarla en los datos. Asimismo, se busca abarcar a través de un enfoque de carácter exploratorio-descriptivo los factores de índole interno y externo que han delineado las políticas comerciales ganaderas de Argentina y Uruguay hacia la UE. Siendo más exhaustivos, se puede decir que el carácter exploratorio se encuentra en la realización de un análisis comparado de las políticas de ambos países, lo cual no es usual por no encontrarse trabajos con estas características. Con respecto al carácter descriptivo del presente trabajo, éste se refleja en el desarrollo y explicación de las políticas ganaderas de cada uno de los países. Es decir que se aplicará la técnica de análisis de contenido de los diferentes informes y acuerdos comerciales entre los Estados implicados, lo que permitirá, a través de la repetición de ciertas palabras, temas o actitudes, definir cuál es la posición de los diferentes actores implicados. Luego, en la etapa del Análisis de Datos, se utilizará la técnica estadística para abordar los datos de montos comercializados, stocks ganaderos, toneladas de carne vacuna producidas, entre otras estadísticas. Dejando en claro que se realizará un análisis de tipo cualitativo, con análisis de datos cuantitativos. 211 En alusión a las fuentes que se utilizarán, se seguirá el criterio según el cual las fuentes de índole primaria son aquellas que no han sido atravesadas por ningún tipo de análisis, en la presente investigación serían los datos proporcionados por el Instituto de Promoción de Carne Vacuna de Argentina (IPCVA), el ente de similares características de Uruguay, el Instituto Nacional de Carnes (INAC), y el United States Department of Agriculture (USDA) de Estados Unidos, organismo que realiza estadísticas sobre diversos países. Los datos provenientes de estos entes serán considerados como las fuentes de carácter primario de éste trabajo. Se decidió dejar de lado las estadísticas que ofrecen organismos como el INDEC, por brindar información de carácter general, ya que analiza las estadísticas correspondientes a la agricultura, ganadería y pesca en forma agregada, imposibilitando la obtención de datos específicos, que los organismos anteriormente mencionados si brindan. A su vez se triangularán algunos datos más generales sobre la producción y comercio de los países analizados, la participación en los mercados internacionales de carne vacuna, entre otros aspectos con organismos internacionales, como lo es la Organización Mundial de Comercio (OMC) y organismos especializados de Naciones Unidas, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), datos que respaldarán y otorgarán mayor consistencia al trabajo. En referencia a las fuentes secundarias que se utilizarán Informes realizados por los entes dedicados al análisis de la producción ganadera de los respectivos países, el Instituto Nacional de Carnes de Uruguay y el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina. Además se trabajará con papers que han tratado las 212 políticas ganaderas argentinas (Otaño, 2005; Bavera, 2007; Helicabe, 2009; Santarcángelo y Fal, 2009; Rearte, 2010; Iriarte, 2011) y uruguayas (Green, 2005; INAC, 2007; Universidad ORT, 2009; Peyrou, 2010). Por otra parte se trabajará con los Boletines Oficiales de Argentina y Uruguay, para extraer de allí las Resoluciones y Decretos emitidos por los respectivos Gobiernos en materia de política ganadera. Variables de la Investigación Finalmente se desarrollarán las variables en torno a las que se estructura el presente trabajo. Del objetivo general, ―analizar los factores internos y externos que influyeron en la política comercial ganadera de Argentina y Uruguay hacía la Unión Europea, y sus resultados en el período 2003 -2010‖, es necesario identificar las dos variables principales, en torno a las que girará esta investigación. Por un lado se identifican como variable independiente a los factores internos y externos, y como variable dependiente el tipo de política comercial que adoptaron los países estudiados, Argentina y Uruguay, en respuesta a la influencia de los mismos. En segundo lugar de los objetivos específicos planteados se pueden identificar las siguientes variables de estudio, las cuales serán operacionalizadas a través de los indicadores mencionados en el cuadro correspondiente a la metodología. Actores que participan e influyen en el proceso de formación de las políticas comerciales ganaderas hacia la Unión Europea Tipo de relación que mantienen los grupos exportadores de carne vacuna con los gobiernos nacionales. 213 Características de la demanda interna de carne vacuna en Argentina y Uruguay. Grado de implicancia de las medidas internas en el comercio internacional de carne vacuna. Acuerdos y mecanismos comerciales que regulan el comercio de carne vacuna entre los países seleccionado, Argentina y Uruguay, con la Unión Europea. Tipos de requisitos que exige la Unión Europea para el ingreso de carnes a sus mercados. Variación del precio de las commodities en el período de análisis. Nota: Para obtener una versión completa del trabajo final, enviar un correo electrónico a la dirección [email protected], indicando en el asunto ―extracto de tesis‖ y el nombre del autor. 214 Publicar en la Revista de Economía y Comercio Internacional El Área de Economía Internacional del Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos invita a profesionales, académicos y estudiantes a realizar su aporte intelectual a la revista, mediante la confección de trabajos y documentos de investigación. La revista contempla cinco tipos de trabajos a disposición de los autores: Artículos de Opinión: Exposición o argumentación que manifiesta la interpretación o mirada del autor de manera crítica y fundada. Debe ofrecer valoraciones, puntos de vista y análisis sobre diversos aspectos de la realidad económica internacional, evitando el uso de expresiones peyorativas y elogios desmedidos. Este es un espacio que no está sujeto a ninguna ideología por lo que es de libre desarrollo. La extensión de un AO no deberá superar las 1.500 palabras. Artículos de Investigación: Estudios de tipo explicativos, descriptivos o exploratorios, que responden a una problemática concreta en relación a alguna de las temáticas propuestas por la revista. Los AI deben estructurarse en introducción, contenido y conclusión. Los datos a utilizar pueden ser cualitativos y/o cuantitativos, obtenidos tanto de fuentes primarias como secundarias. La extensión de los AI deberá ser entre 5000 y 7000 palabras. Reseñas Bibliográficas: Informe acerca del contenido o características de un libro o publicación, esta modalidad está orientada a facilitar el acceso a textos especializados a través de un análisis crítico y comprensivo. No deberán superar las 1500 palabras. 215 Extracto de Tesis: Versión acotada de un trabajo final de grado o posgrado de las carreras afines a los temas de la revista. El objetivo de este espacio es dar a conocer investigaciones de largo plazo que aporten al progreso de las ciencias económicas y sociales. La extensión de los extractos no deberá superar las 1500 palabras. Requisitos Todos los trabajos deberán utilizar el sistema de citado Harvard, tanto en el texto, como en las referencias bibliográficas. Los trabajos deberán ser enviados en formato Word, hoja A4, letra tahoma tamaño 11. Los Artículos de Investigación deberán estar acompañados de un abstract o resumen de no más de 300 palabras. En todos los casos, para la utilización de cuadros y gráficos, se deberán incluir los títulos correspondientes, notas explicativas y la fuente de donde han sido obtenido los datos. Recomendaciones de Estilo: Los títulos no deben ser innecesariamente largos y se recomienda originalidad en su formulación. La redacción del trabajo debe ser en modo impersonal, en tercera persona del singular. Se deben evitar los juicios de valor a título personal, así como también expresiones peyorativas y elogios desmedidos. 216 Se recomienda que los contenidos sean expuestos de manera clara y concisa, a los fines de facilitar la lectura y la comprensión del texto. Es importante hacer un uso correcto del lenguaje para evitar palabras ambiguas, vagas, abreviaturas o expresiones coloquiales. Se recomienda evitar el uso excesivo de siglas y abreviaturas, en caso de que sea indispensable, incluir la denominación completa la primera vez que se mencione en el texto. Para su publicación, los trabajos deberán ser enviados a la dirección de correo electrónico: [email protected], indicando en el asunto ―RECI Nº4‖ y el tipo de trabajo enviado. . La Dirección del Grupo de Estudios Internacionales Contemporáneos se reserva el derecho de realizar los cambios editoriales necesarios en los artículos para su publicación impresa y electrónica. 217
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