Federación Nacional de Comunidades de Regantes Dossier de Prensa 2015 Loado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta (San Francisco de Asís) Más información: Tlf. 91 576 05 88 Carolina Morales / Tania Puche [email protected] [email protected] @IonComunicacion Una asociación apolítica para la defensa de los intereses y derechos del agua La Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (FENACORE) es una asociación sin ánimo de lucro e independiente políticamente, con más de medio siglo de existencia, que agrupa a las entidades (Comunidades de Regantes, Sindicatos de Riegos, etc.) dedicadas a la administración del agua para riego, tanto superficial como subterránea. FENACORE se creó en 1955 ante la necesidad de establecer y mantener una unidad de criterios de actuación entre todas las entidades implicadas en la utilización del agua para el riego. En aquellos momentos, el régimen político intentaba controlar la vida pública del país y las Comunidades de Regantes se asociaron para hacer frente a esa intrusión. Es conocido el dicho: “Con monarquía, república o dictadura, siempre hay que regar”, refiriéndose a su independencia política. En este sentido, el objetivo fundamental de FENACORE es defender apolíticamente los intereses y derechos del agua, armonizando el esfuerzo y el trabajo de todas las partes involucradas en el regadío español y colaborando estrechamente con las distintas administraciones públicas en el diseño de la política del agua del país. En la actualidad, FENACORE cuenta con numerosas entidades federadas, que representan a su vez a unos 700.000 regantes y alrededor de dos millones de hectáreas, es decir, más del 80% del regadío nacional. Están integradas en FENACORE Comunidades de Regantes de todas las provincias españolas (incluidas Baleares y Canarias), y dentro de ellas las más importantes del país bien por su extensión, bien por su tradición. Este modelo de asociación de usuarios en Comunidades de Regantes, de gran experiencia en España, está siendo ampliamente divulgado por FENACORE en Europa del Este, Asia, África y América, con el objetivo de que sus recursos de agua puedan ser distribuidos con el máximo rigor y equidad. Una intensa actividad de asesoramiento, docente e informativa Con el fin de defender los intereses y derechos de las Comunidades de Regantes federadas, FENACORE realiza un amplio abanico de actividades que se pueden englobar, principalmente, en las siguientes líneas de actuación: Asesoramiento, respondiendo a las consultas jurídicas, técnicas, prácticas, etc. que plantean las Comunidades de Regantes. Asimismo, FENACORE hace suyas las aspiraciones de las entidades federadas relativas a la mejora de la gestión, la modernización del regadío, etc. De colaboración. FENACORE mantiene desde 1993 estrechas relaciones de colaboración con el Ministerio de Agricultura, relaciones que continúan en la actualidad tanto a través de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal, como de la Dirección General del Agua. Estos contactos han permitido el intercambio de datos e ideas sobre planificación de estructuras de regadío, perfeccionamiento y difusión de técnicas de riego, conocimiento de la problemática real que afecta al regadío, etc. Docente. FENACORE participa en numerosos seminarios, conferencias, etc., con el fin de defender ante la opinión pública los intereses de las Comunidades de Regantes y la realidad del regadío español. También organiza sus propios Congresos Nacionales de Comunidades de Regantes y Jornadas Técnicas sobre temas de actualidad en España y otros países. Formación. FENACORE imparte cursos prácticos de formación al regante a través del Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER), dependiente de la Subdirección General de Regadíos y Economía del Agua. Por otro lado, con el fin de facilitar al regante el acceso a la formación, organiza desde hace más de una década programas formativos pluriregionales, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal y con el apoyo del Fondo Social Europeo (FSE). Informativa, a través de la emisión de circulares periódicas sobre temas de actualidad (legislación, sentencias, informes técnicos, etc.) y actividades que realiza FENACORE. Con el objetivo de contar con un órgano de expresión de las propias entidades federadas, cuenta con el boletín InterCuencas, de periodicidad trimestral y amplia difusión. Incorporación de las nuevas tecnologías a la gestión del riego. Impulsa el proyecto CORENET, una “oficina virtual de riego” que permite a los agricultores gestionar sus parcelas a través de Internet y verificar sus consumos de agua y energía de acuerdo a unos óptimos establecidos. Esta herramienta cuenta con una aplicación denominada COREGEST a través de la cual pueden gestionar la información relativa al padrón de parcelas y comuneros, lo que permite realizar predicciones personalizadas de las necesidades de riego, optimizando el uso del agua. Además, permite identificar con rapidez la existencia de averías en cualquier punto de la red hidráulica y actuar ágilmente para minimizar las pérdidas, avisando a los regantes por SMS o correo electrónico. Proyectos europeos de investigación. FENACORE está muy involucrada en proyectos europeos en los que, a través de consorcios formados por empresas, universidades, administraciones etc., proporciona soluciones innovadoras a las cuestione relacionadas con el regadío. WEAM4i (Water & Energy Advanced Management for Irrigation). Su objetivo es mejorar la eficiencia del uso del agua y reducir los costes de energía de los sistemas de riego. Está previsto desarrollar una red inteligente para la gestión del riego que actuará de forma interactiva sobre el uso racional del agua y la energía de acuerdo a la demanda energética nacional. Participan regantes de Alemania, Portugal y España. LIFE IRRIMAN. El objetivo principal es poner en práctica, demostrar y difundir una estrategia de riego sostenible para promover su aceptación a gran escala y el uso en cultivos en los agroecosistemas mediterráneos, caracterizados por la escasez de agua, sin afectar a los estándares de calidad exigidos por los mercados de exportación. Además, el proyecto implementará a gran escala un riego inteligente y automatizado que permitirá ahorrar agua y energía, contribuyendo a combatir el cambio climático y a incrementar la sostenibilidad de la agricultura de regadío. OPIRIS a través de la EIC. El objetivo es desarrollar un sistema experto en la programación del riego de precisión (OPIRIS) usando los resultados obtenidos en anteriores proyectos del programa marco sobre la productividad del agua y de los fertilizantes en árboles frutales y cultivos hidropónicos en invernaderos. Un interlocutor de referencia en el diseño de la política del agua FENACORE se encuentra plenamente integrada en la vida pública del país y es el representante oficial del regadío en el ámbito nacional. A lo largo de este último siglo, FENACORE ha trabajado a favor de los regantes con gobiernos de distinto signo político, manteniendo su independencia política y con un talante constructivo, lo que le ha permitido convertirse en un importante grupo de decisión en la política hidráulica del país. En este sentido, FENACORE está reconocida por la Administración Pública como interlocutor válido en múltiples ocasiones. Colaboró en la redacción de la Ley de Aguas y sus Reglamentos, la elaboración del Plan Hidrológico Nacional (PHN), la confección del Plan Nacional de Regadíos (PNR) y el proyecto de ley de Reforma de la Ley de Aguas, el Libro Blanco del Agua o la Directiva Marco comunitaria sobre política de aguas. Recientemente, ha participado, entre otros, en la instrucción de planificación hidrológica, colaborando en la preparación de los nuevos planes hidrológicos de cuenca. Por su actividad, FENACORE trabaja estrechamente con el Ministerio de Agricultura. Además, FENACORE es también vocal designado del Consejo Nacional del Agua por Real Decreto y fue en su momento miembro fundador del Consejo Asesor de Medio Ambiente. FENACORE en el marco internacional En el marco internacional, FENACORE es miembro fundador de la Comunidad Euromediterránea de Regantes (EIC), una asociación sin ánimo de lucro que reúne a las organizaciones europeas dedicadas a la administración del agua subterránea y terrestre. En la actualidad, forman parte de la EIC los países de Italia, Grecia, Francia, Portugal, España, Túnez, Turquía, Marruecos, Egipto, Alemania y Rumanía. La EIC actúa como interlocutor ante la Comisión Europea (Bruselas), defendiendo los intereses de los regantes de todos los países miembros en las políticas del agua de la Unión Europea, analizando y estudiando la aplicación de la Directiva Marco del Agua y su impacto sobre el regadío europeo. Por otro lado, también forma parte de la European Union Water Management Association (EUWMA), asociación de ámbito europeo que agrupa a los principales organizaciones o sectores implicados con la gestión el agua. Está integrado por ocho Estados miembros (Italia, Hungría, Reino Unido, Alemania, España, Francia, Bélgica y Países Bajos). Holanda ejerce con carácter permanente el cargo de secretaria general. También forma parte de otras instituciones internacionales, incluso interviniendo en sus órganos de gobierno, tales como: GWPMed (Global Water Partnership – Mediterranean), con sede en Atenas (Grecia); IME (Institut Méditérranéen de L’Eau), con sede en Marsella (Francia); así como colaboradores de la REMOC (Red Mediterránea de Organismos de Cuenta); FAO (Food Agricultural Organization); ONU; Banco Mundial; etc. Las Comunidades de Regantes: un repaso por su historia… Las Comunidades de Regantes son instituciones milenarias con una larga tradición histórica, creadas desde sus orígenes para la buena distribución de las aguas y organización propia del regadío. El primer periodo de la historia del regadío en España se remonta a la Prehistoria y la Edad Antigua, aunque es muy difícil precisar su origen, diferente para las distintas cuencas hidrográficas. De igual modo, la organización de las Comunidades de Regantes no aparece en nuestro Derecho Histórico bien definida, ya que se trata de asociaciones regidas por reglas propias de romanos y árabes. Las normas de distribución de agua para el regadío se basaban en el Derecho consuetudinario, en la costumbre, en hábitos que acabarían plasmándose en ordenanzas escritas. En la actualidad, el marco jurídico en el que se basan las Comunidades de Regantes es la Ley de Aguas vigente, donde se establecen los fundamentos de su estructura, competencias y potestades. La primera Ley de Aguas data de 1866 y la última, se promulgó en agosto de 1985 y ha sido recientemente reformada. En España, desde tiempos históricos, las Comunidades de Regantes reciben diferentes nombres ( Juzgados de Aguas, Sindicatos de Riegos, Heredamientos, Juntas de Aguas, Juntas Centrales de Usuarios, etc.) En la actualidad, se entiende como Comunidades de Regantes a aquellas agrupaciones de todos los propietarios de una zona regable, que se unen obligatoriamente por ley para la administración autónoma y común de las aguas públicas, sin ánimo de lucro. Estas Comunidades se caracterizan por tener personalidad jurídica propia, ser Corporaciones de Derecho público y tener la calificación de Administración Pública. La figura de las Comunidades de Regantes está reforzada por la propia Administración ya que no sólo reconoce a las Comunidades existentes en su momento, sino que obliga a los futuros usuarios que utilicen el agua en común a constituirse en Comunidad de Regantes. Así, la mayoría del regadío español está integrado en estas agrupaciones que desempeñan un papel fundamental en el buen uso y gestión del agua con el fin de garantizar la demanda hídrica. El regadío, una fuente de bondades y beneficios para todos La importancia del regadío en la economía agraria no sólo es relevante desde un punto de vista macroeconómico (creación de puestos de trabajo, transportes, industria agroalimentaria, fertilizantes, embalajes, maquinaria, etc.), sino también desde una óptica microeconómica. Así, el regadío ha permitido a muchos agricultores mejorar su rendimiento, competitividad y calidad de vida. Un dato que avala esta afirmación es que una hectárea de regadío produce entre cinco y seis veces más que una hectárea de secano y genera una renta cuatro veces superior. Además, el regadío no sólo permite una renta más alta, sino también más segura dando pie a una política coherente de ordenación de producciones y mercados que garantiza el abastecimiento continuo a la sociedad. El regadío favorece la calidad y la diversificación de producciones, evitando el riesgo del monocultivo de secano. Por otra parte es muy importante para el desarrollo económico de su entorno de influencia, debido al incremento del PIB que genera por el complejo agroalimentario asociado al regadío. Asimismo, el regadío presenta numerosas ventajas para el medio ambiente, ya que actúa como auténtico sumidero de CO2 atmosférico. En Europa esta biomasa absorbe alrededor de un 12% del CO2 que las industrias emiten. Además, es preciso destacar su importancia en la distribución de la población en el medio rural, la producción de biocombustibles, la reducción de la erosión y desertización del suelo, así como su contribución a la conservación de deltas y humedales. El regadío, un sector estratégico en España Las Comunidades de Regantes se duplican en cuarenta años En España, según el Plan Nacional de Regadíos, existen un total de 7.196 comunidades de regantes y otros tipos de colectivos de riego que gestionan un total de 2,5 millones de hectáreas de superficie regable. Estas cifras son un reflejo del importante desarrollo que ha registrado el regadío español y las Comunidades de Regantes en los últimos años ya que en 1972 sólo eran 3.165 las comunidades registradas. El regadío supone cerca de un 60% de la producción final agrícola de España La superficie mundial del regadío es de aproximadamente 331 millones de hectáreas. A nivel mundial el regadío supone el 18% del área total cultivada y el 35% de la producción final agraria. En España, el regadío supone casi el 60% de la producción final agrícola nacional. En la actualidad, según el Plan Nacional de Regadíos, el número de explotaciones de regadío en España sobrepasa el millón, con una superficie puesta en riego de unas 3,6 millones de hectáreas, que suponen algo más del 15% de la superficie agrícola útil (SAU) y alrededor del española. 7% de la superficie total La modernización reduce un 25% el consumo de agua de riego Los regadíos españoles representaban hace algo más de una década en torno al 80% de la demanda de agua en nuestro país. Sin embargo, estudios realizados recientemente indican que esta demanda para uso agrario ha disminuido hasta situarse en el 63%. Esta caída del consumo del agua en el sector agrario se explica por el profundo proceso de modernización de regadíos que han llevado a cabo los agricultores en estos últimos años, con la transformación de los sistemas de riego por gravedad a los nuevos mecanismos de riego por presión (aspersión, goteo, etc.). Los nuevos mecanismos de riego permiten dosificar los recursos en lugar de inundar las parcelas como hacen los sistemas tradicionales por gravedad, lo que permite -según datos de FENACORE obtenidos a partir de los datos de consumo de siete proyectos representativos de las cuencas del Ebro, Tajo y Guadalquivir- un ahorro de agua cercano al 25%. De hecho, España es líder a nivel mundial en ahorro de agua para uso agrario, al ser una referencia internacional en regadío modernizado. Los sistemas de riego localizado (goteo), superan ya el 50% de la superficie regada, existiendo menos de un millón de hectáreas que utilizan sistemas de riego de superficie. Estos datos se contradicen con los resultados que desde determinados sectores ambientalistas se lanzan contra la modernización, atribuyéndole sin fundamento “el efecto rebote” de la paradoja de Jevons, economista del siglo XIX, que observó en su época que a medida que el perfeccionamiento tecnológico aumentaba, la eficiencia con la que se usaba un recurso provocaba un incremento de su consumo, en lugar de una disminución. Su argumento fue que al mejorar la eficiencia disminuye el consumo instantáneo pero aumenta el uso del modelo, lo que provoca un incremento del consumo global. A diferencia de lo que ocurre con otros recursos como los energéticos, este planteamiento no resulta adecuado para explicar el efecto rebote que pudiera producirse en el regadío con los cambios tecnológicos, pues el coste del agua no depende sólo de la eficiencia del uso, sino que tiene una serie de limitaciones tales como concesiones administrativas, procedencia de la fuente de agua, costes energéticos, etc. Esto provoca que las mejoras de la eficiencia en el regadío no se traduzcan en un descenso del coste/precio del agua, sino todo lo contrario. En la mayoría de las modernizaciones al cambiar a sistemas de riego de presión se ha provocado un incremento del precio del agua debido a la repercusión de la energía usada en la impulsión. La subjetiva, y por tanto nada representativa, conclusión del estudio ambientalista en la que se afirma que, al haber transformado los sistemas de riego en mecanismos más eficientes no se ha conseguido ahorrar agua sino aumentar el consumo, resulta totalmente errónea a juzgar por las cifras reales obtenidas por FENACORE en las siete comunidades de regantes que han sido incorrectamente analizadas en dicho informe. Cuadro 1. Consumo de agua antes y después de la modernización Comunidad de regantes Riegos Alto Aragón (Ebro) Almudévar (Ebro) La Campaña (Ebro) Estremera (Tajo) Guadalmellato (Guadalquivir) Sector B-XII (Guadalquivir) Bembézar M.D. (Guadalquivir) Total Antes de modernización (m3/ha.) 6.400 8.116 6.089 11.000 7.785 7.000 7.355 53.745 la Después de la modernización (m3/ha.) 5.765 5.876 5.586 6.497 5.432 6.112 4.897 40.165 % -9,9% -27,5% -8,3% -40,9% -30,2% -12,6% -33,4% -25,2% Fuente: Fenacore, a partir de datos suministrados por cada comunidad de regantes Aproximadamente, en estos últimos 14 años, el riego por goteo –de menor consumo de agua y mayor demanda energética- ha pasado, en términos generales, del 17% al 49% de la superficie de riego. Cuadro 2. Distribución del regadío en España en función del tipo de riego Formas de riego Gravedad (superficie) Aspersión /Automotriz Localizado (goteo) Sin información TOTAL Antes de 2000 1.973.336 h. 802.712 h. 568.588 h. --3.344.636 h. %/total 59% 24% 17% --100% Año 2014 986.463 862.189 1.756.138 ---3.605.121 Fuente: Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) %/total 27% 24% 49% ---100% Frenos al desarrollo del sector Un escenario tarifario injusto y poco competitivo Desde julio de 2008, fecha en la que desaparecen las tarifas especiales, y como “premio” al esfuerzo inversor acometido en la modernización de regadíos, los agricultores regantes afrontan una nueva tarificación en el suministro eléctrico, ya que los nuevos sistemas de riego permiten el ahorro de agua, pero requieren un alto consumo energético. Ésta es la verdadera “paradoja” de la modernización. Con objeto de alcanzar soluciones de consenso para aliviar la presión económica soportada por la agricultura como consecuencia del déficit tarifario – que supera los 30.000 millones de euros-, los regantes llevan más de siete años negociando con el Ejecutivo. La reciente puesta en marcha de una nueva política fiscal eléctrica permitirá compensar la última subida (agosto de 2013). Concretamente, una exención del 85% en el Impuesto Especial sobre la Electricidad (IEE) y un ajuste definitivo y estructural en el régimen de módulos supondrá para los agricultores regantes un ahorro aproximado de 54 millones de euros al año en la factura. Actualmente pagan cerca de 700 millones. A pesar de que efectivamente es un gesto del Gobierno, FENACORE no da por terminadas las negociaciones. Seguiremos llamando a la puerta de la Administración hasta conseguir poner en marcha toda una tabla de medidas, entre las que insistiremos en el pago por la potencia real registrada y no por la teórica contratada para facturar realmente sólo por lo que se consuma. Con la flexibilidad por bandera, ofrecen otras alternativas para conseguir aminorar los costes eléctricos, como son la articulación de la normativa para facilitar la producción de energía distribuida en las zonas regables para autoconsumo -balance neto o Net Meetering-, que permite además inyectar a la red nacional la producción que no se necesite. Avances históricos Cerco a la invasión de competencias estatales en materia de aguas El Congreso dio luz verde en 2012 a la Ley de Medidas Urgentes de Medio Ambiente que devolvía al Estado las competencias sobre la policía hidráulica de las cuencas intercomunitarias, derogando definitivamente las modificaciones introducidas en la Ley de Aguas, en virtud de las cuales se facultaba a las comunidades de Cataluña, Aragón y Andalucía a asumir determinadas competencias sobre las comisarías de aguas, a pesar de que no son susceptibles de transferencia ni delegación. En 2011 se produjo la devolución definitiva de las competencias del Guadalquivir traspasadas a la Junta de Andalucía, tras las sentencias del Tribunal Constitucional que anulaban las potestades que los Gobiernos de Andalucía y Castilla y León se habían arrogado sobre el Guadalquivir y Duero, respectivamente, por el mero hecho de transcurrir por sus territorios. El acuerdo del Tajo- Segura termina con las guerras del agua A mediados del pasado mes de octubre se hizo público el llamado memorándum del Tajo. Este acuerdo alcanzado bajo el arbitraje del Ministerio de Agricultura entre los gobiernos de las cinco autonomías dependientes de este río como son Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia ponía fin a más de tres décadas de conflictos territoriales por el agua, evidenciando que es perfectamente posible un reparto justo y equilibrado de los recursos al margen de intereses políticos. Este acuerdo, que con su entrada en la Ley de Evaluación Ambiental adquiere rango de ley, blinda el trasvase Tajo-Segura, lo que en la práctica garantiza el derecho de los regantes de la cuenca deficitaria a recibir agua para sus cultivos. Flexibilización de la cesión de derechos de agua La garantía del trasvase Tajo-Segura no es el único avance que nos depara la reforma de la Ley de Evaluación Ambiental. Afortunadamente, se ha introducido también una modificación en el artículo 72 del Texto Refundido de la Ley de Aguas. Mediante esta modificación, se debe favorecer la cesión de derechos de agua intercuencas, de tal forma que en lugar de desarrollar una ley específica para llevar adelante cada contrato entre cuencas distintas como ocurría hasta ahora, se reducen los trámites a un acuerdo entre organismos de cuenca. Principales retos de la agricultura en el siglo XXI Una factura eléctrica justa Uno de los principales retos a los que se enfrenta el regadío hoy día para garantizar su continuidad es precisamente conseguir la aplicación de medidas realistas que permitan reducir la factura eléctrica. Desde FENACORE no pedimos subvenciones sino racionalidad y justicia en la aplicación del sistema tarifario a las características de nuestro regadío, que utiliza en muchos casos la energía de modo estacional. Derogar la Ley de Aguas de Aragón La defensa de los principios de unidad de cuenca y gestión pasan por derogar La Ley de Aguas de Aragón, que reconoce a esta comunidad funciones sobre las comisarías de aguas cuando se trata de una competencia exclusiva del Estado. Al asumir competencias que no le corresponden, el Gobierno de Aragón está pasando por alto la sentencia del Tribunal Constitucional que devolvía al Estado Central las competencias que Andalucía asumió sobre el Guadalquivir, invalidando cualquier argucia legal o política que pretenda “trocear” las funciones de la Administración Central en esta materia. La gestión del agua ha de perseguir siempre un interés general y no un interés localista de una comunidad autónoma, provincia o usuario específico. El Plan Hidrológico Nacional La Planificación Hidrológica ha sido una de las grandes asignaturas pendientes del país durante la última década. El Primer Ciclo, que ya está prácticamente aprobado, ha sufrido un retraso de cinco años, lo que ha ocasionado importantes sanciones económicas por parte de Bruselas a España. El Segundo Ciclo –planes hidrológicos para el periodo 2015-2021-, actualmente en fase de consulta pública, deberán entrar en vigor en septiembre. El cumplimiento de los plazos nos sitúa cada vez más cerca del necesario PHN. En las cuencas hidrográficas del entorno del Mediterráneo cuanto mayor sea su grado de regulación menores serán los riesgos e impactos negativos del posible cambio climático, pues estas infraestructuras evitarán los daños catastróficos que producen las lluvias torrenciales y permitirán a todos los usuarios y al medio ambiente con carácter general, disponer de agua en los períodos de sequía que podrían ser más frecuentes. La construcción sostenible de embalses intercuencas La falta de infraestructuras sigue siendo otro de los escollos que debe superar el sector agrario para garantizar el suministro de agua para riego, máxime con los efectos del cambio climático, que provocará que las precipitaciones se reduzcan en un 30% en poco más de cincuenta años y la temperatura media suba más de dos grados, lo que conllevará un considerable aumento del consumo de agua. Además, es preciso seguir avanzando en otras medidas de gestión de la demanda como son la cesión de derechos al uso privativo del agua, la gestión conjunta de aguas superficiales y subterráneas, la recarga de acuíferos o la reutilización de aguas regeneradas urbanas, etc. Glosario de términos CAUDAL DE RIEGO: cantidad de agua por unidad de tiempo que lleva un curso de agua en un punto determinado. Se mide en metros cúbicos por segundo. CAUDAL ECOLÓGICO: agua mínima necesaria para preservar la vida piscícola y la vegetación de una cuenca. COMUNERO: persona que participa con otro u otros en el derecho de uso de agua para el riego. ZONA REGABLE: Conjunto de tierras que tienen derecho al uso de las aguas de que dispone la Comunidad para su aprovechamiento en riego partiendo de la misma toma o concesión RECURSOS HÍDRICOS APROVECHABLES: se refiere a la parte de los recursos hídricos que se considera disponible para su desarrollo bajo unas condiciones económicas específicas. Esa cifra considera factores como las avenidas, agua subterránea extraíble, caudal ecológico, etc. REGADÍO DE INTERÉS SOCIAL: regadíos de pequeñas superficies en áreas desfavorecidas, en declive o en situación de despoblamiento con el fin de fijar población al territorio, así como de crear y sostener empleo agrario. REGADÍOS EN EJECUCIÓN: Son aquellas zonas en proceso de transformación, en las que se han realizado inversiones públicas de cierta importancia. RIEGO: Aplicación artificial de agua a terrenos con fines agrícolas. RIEGO SUPERFICIAL: Sistema de riego que utiliza la superficie del terreno como parte del sistema de distribución. Sólo necesita que el agua llegue a la parcela con energía gravitatoria. RIEGO POR ASPERSIÓN: Sistema de riego que implica una lluvia más o menos intensa y uniforme sobre la parcela. RIEGO LOCALIZADO: Sistema de riego que implica la infiltración del agua en el punto donde se aplica. DRENAJE: Evacuación del agua superficial o subterránea, de una zona determinada, por gravedad o por bombeo. ACUÍFERO: Embalse de agua subterránea. Formación permeable capaz de almacenar y trasmitir cantidades aprovechables de agua. DEMANDA: Cantidad de agua necesaria para el riego, basada en los elementos de tiempo y cantidad, y referida a un punto determinado a lo largo de la red de riego. RIEGOS TRADICIONALES O HISTÓRICOS: Aquellos ejecutados con anterioridad al año 1900. RIEGOS DE INICIATIVA PÚBLICA: Regadíos desarrollados en el siglo XX a iniciativa de la Administración Pública o auxiliados por ella.
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