i ll n es á e n c g ri tuc Illa d Ra Mar lica an ilo Angé an u J an ía em D ar Lov ribe m rian do U B man s Ar nuel Roja Ma ojas Paz R mario Garcés David Rosenmann-T aub Claudio R o mo eliza b e Jo th L ira Gr rge F o í n nd H o Na ugo r Ro ebrid er nc Fa jo y zio Yá ñe z |1 t re ón s al e aín rr és as La ld uev C e Va rg na gel uero q Jo e Án xim sé Bar ière ro Jo fraín s Ranc uidob E que cía-H Jac iz Gar r rbina beat andro U José Le Jaime Huenún Norbert Lechner clar Ma isa Hardy I nuel s S a l azar Pa aac M bl Deu t o c her M ar Oy a n ía E arz u el mil ún Ca ia T ij n o ux lin a s ra Va el ov gu ák Mi Bulg tria sé íl oA das Jo ja nd do Mi erna Pra Argue ia ía f Nad Mar s é Jos Casa Jaime s Pérez Soto Carlo josé Bengoa Verónica Zondek Tomá Jua s Moulian Ós n Miho v i l o Fa car vich M rid Hahn Pe axim e Ze t e ilia rán r W no i nn Sa z ar e G m o io Nó Pint ton ia í n io l An ldiv a N ul ue a Va J an nic M eró tale V is Vi kha Lu lo De Ro Pab el Salazar Gabri Ramón Díaz Eterovic kathya Araujo Volo Pedr d i a T e i t e l b o i m Cla o Last ra be udio r P n n ér Jo eva ardo ez rg Mil Su be e i rc Gu cic ase zm aux án s 25 AÑOS LEYENDO OTRO CHILE MANIFIESTO LOM 1995 ARKAKSÉLAS kius ktœl sa LOM karsekcéjer-hójok jálau jámana LOM palabra de la lengua yámana cuyo significado es Sol Somos un conjunto de poesía y prosa, de amor y odio, de fe y escepticismo, somos una mezcla extraña que emulsiona lo bueno y lo malo y hace estallar el rayo de luz en los instantes de duda. Luis Olea La etnia yámana o yagán, de cuyo vocablo recuperamos LOM, su sol, tuvo como hábitat el canal de Beagle y el cabo de Hornos. Fue el pueblo más austral de la tierra, desarrollando una vida de canoeros nómades. Su extinción la llevaron a cabo loberos, nutrieros y balleneros de todas las nacionalidades, y otro tanto hicieron los buscadores de oro. La obra iniciada con las balas continuó con la sífilis, el sarampión y la tuberculosis. El alcohol finalizó la tarea. Igual o similar historia sucedió con las etnias vecinas: selknam u onas, kaweshqar o alacalufes, y haush, todas habitantes de la Tierra del Fuego. Como experiencia editorial nacida en 1990, queremos mantener en la piel la sombra de sus espectros y en la retina de nuestros ojos esas fotografías de principios de siglo que captaron con toda su vida a Inxiol, Ceilapantesis, Latabilik Kipa, Ángela Loij y tantos otros sin nombre a los que evocamos. Con su remota mirada sellada en nuestro logotipo, junto a este ancestral nombre, LOM, iniciamos desde el libro la caminata para recorrer, reconocer y construir aliados para la invención y la herencia. Situados en el sur en el aspecto geográfico y cultural, en la condición de segundo mundo, nos reconocemos en las posibilidades transformadoras, en los territorios de sueños y utopías. De esta manera LOM viene a ser el desarrollo de un deseo, un proyecto en constante construcción, la invitación a hacer una senda cuya sola orientación es posibilitar el asombro y así continuar la búsqueda de caminos en que esté permitida la duda, el cuestionamiento, el conocimiento, la identidad, la diversidad, la integración, en pos de una vida más humana y solidaria. El cuerpo expresivo de nuestro quehacer es EL LIBRO, desde su posibilidad de recrear la vida y mantener viva la cultura. Nos hemos empeñado en revalorizarlo como instrumento interpelador de nuestras visiones de mundo, de nuestra realidad; como un espacio de encuentro e intimidad con otras vivencias, como una posibilidad de nuevos caminos, como objeto de placer en sí mismo (por su corporalidad), como vehículo de diversos lenguajes y, finalmente, como un elemento indispensable para esta travesía de fin de milenio que nos exige conjugar pasados y presentes. Hemos trabajado el tema de la memoria, la identidad, la creación, el ejercicio de la reflexión y la crítica, de gozar todo lo que está para ser gozado. De esta manera hemos venido desarrollando colecciones de libros desde distintas manifestaciones de la creación: poesía, ensayo, novela, crónica, teatro, cuento, testimonio, reportaje, fotografía. Creemos que una editorial, si bien tiene carácter comercial, no puede hacer de este su principal objetivo. La fundamentación del libro está en sus características estéticas e históricas, en el saber develar lo humano, sus sueños y cotidianidades. El mercado no es su fin. Por ello, a la par de la editorial, formamos la imprenta, que a través de sus trabajos comerciales permita la existencia de este proyecto con independencia de las modas, leyes y gustos que rigen el mercado. Mantener viva nuestra memoria, expresada en el libro como contenido y como objeto, es una tarea que le corresponde a la sociedad y a sus miembros. Chile es un claro ejemplo de la limitación en ese aspecto. Los libros nacen y mueren, no por su valor propio, sino que por fuerzas ajenas y muchas veces antagónicas a él. No sólo lo nuevo tiene vida, sino también debemos mantener vivas y en circulación las obras que trascienden a su propio tiempo, manteniendo vigente su lectura. Y en ello nos empeñamos. En tal sentido, nos complace que junto con ser un espacio para la expresión de nuevas voces, podamos desenterrar la literatura omitida, acallada, marginada. Nuestra cultura necesita reafirmar su historia; a ello se debe la necesidad de reinstalar estas obras –en un país donde se respira con pulmones de jaguares–, de desenterrar memoria, historia e identidad. Desde la literatura y el placer de la escritura, con todos sus posibles significantes, queremos seguir buscando e integrando nuevas y viejas obras que enriquezcan consistentemente el tejido cultural, soporte indispensable de nuestra humanidad. En el contexto de estas sociedades latinoamericanas al borde de la esquizofrenia, disociadas y complejas, incapaces de conjugar los elementos constitutivos de nuestras culturas, embarcadas en imitar la modernidad del Norte y absorber sus niveles técnicos y científicos, mientras se mantienen espacios que estructuralmente permanecen marginales y marginados a la gran tendencia, pretendemos que nuestra labor sea un aporte para ayudarnos a mirar lo que sólo es visto superficialmente. Queremos tender puentes a fin de encontrar rasgos, sombras y trazos de pertenencias históricas, cuyas identidades nos inviten a buscar espacios de creatividad y elementos propios para una construcción con contenidos, destinada a la formación de individuos más libres y humanos, gestores de su propio caminar. equipo de redacción de este boletín: Ignacio Aguilera / Francisco Miranda / Braulio Olavarría / Silvia Aguilera. diseño: Estelí Slachevsky. comité editorial Silvia Aguilera, Mario Garcés, Luis Alberto Mansilla, Tomás Moulian, Naín Nómez, Jorge Guzmán, Julio Pinto, Paulo Slachevsky, Hernán Soto, José Leandro Urbina, Verónica Zondek, Ximena Valdés, Santiago Santa Cruz secretaria editorial Marcela Vergara edición Braulio Olavarría producción editorial Guillermo Bustamante prensa Patricia Moscoso proyectos Ignacio Aguilera área educación Mauricio Ahumada diseño y diagramación editorial Leonardo Flores, Max Salinas, Gabriela Ávalos corrección de pruebas Raúl Cáceres comunidad de lectores Francisco Miranda ventas Luis Opazo, Elba Blamey, Olga Herrera, Daniela Núñez bodega Francisco Cerda, Pedro Morales, Hugo Jiménez, Maikot Calderón, Lionel Díaz librerías Nora Carreño, Ernesto Córdova, Luis Cifuentes comercial gráfica lom Juan Aguilera, Danilo Ramírez, Eduardo Yáñez servicio al cliente José Lizana, Ingrid Rivas diseño y diagramación computacional Luis Ugalde, Marjorie Doe, Pablo Barraza, Francisco Orellana secretaria comercial María Paz Hernández producción imprenta Elizardo Aguilera, Carlos Aguilera, Gabriel Muñoz, Rómulo Saavedra secretaria imprenta Jasmín Alfaro preprensa Daniel Alfaro impresión digital William Tobar, Carolay Saldías, Daniela Farías, Karina Mardones impresión offset Rodrigo Véliz encuadernación Ana Escudero, Andrés Rivera, Edith Zapata, Pedro Villagra, Héctor Carrasco, Juan Molina, Rodrigo Flores, Romina Salamanca, Carlos Mendoza, Fernanda Acuña despacho Cristóbal Ferrada, Julio Guerra mantención Jaime Arel administración Mirtha Ávila, Alejandra Bustos, Andrea Veas, César Delgado, Boris Ibarra. Cada cinco años nos reunimos para celebrar la vida de este proyecto, para celebrar los libros, las ideas y complicidades que hemos ido tejiendo en el tiempo con la comunidad que se crea en torno a los libros. Aquí estamos nuevamente para llevar a cabo el rito celebratorio, nos acompañan todos los presentes y también los ausentes, a quienes hemos querido y de quienes llevamos una profunda huella. 20 años LOM José Miguel Varas Escritor de destacada trayectoria en las letras chilenas desde mediados del siglo XX. Premio Nacional de Literatura en 2006. Varas fue además un periodista de notable y larga trayectoria en la prensa escrita, la radio y la televisión. Fue locutor del programa Escucha Chile. Fue editor de la revista Rocinante. Falleció en septiembre de 2011. A noche, tarde, le mandé un mail a Paulo Slachevsky preguntándole cuántos títulos aparecen en el catálogo de LOM. Hasta las 0 horas 45 minutos no había recibido una respuesta. No lo critico por eso. Me imagino que había muchas cosas que hacer en las vísperas de este ágape fraternal de aniversario en este viejo convento fresco y acogedor… Me parece estar viendo a Jorge leyendo el diario, sentado en un sillón. Recuerdo como en un sueño un largo sendero bordeado de hortensias, los almendros de Matilde, los grandes árboles de la entrada, la piscina, el viento Raco de Pirque y la sensación de la felicidad. Se me había ocurrido como tema para este discursito, un proyecto precioso: hacer una exposición analítica sobre el catálogo de LOM. Establecer cuántos y cuáles títulos se habían publicado en 20 años en ciencias sociales, en prosa narrativa chilena, en poesía chilena, en literaturas hispanoamericanas, europeas y de otros continentes, cuántos autores clásicos y cuántos contemporáneos de uno u otro género, principales temas de los libros sobre asuntos históricos, económicos, sociales, demográficos, políticos… Y luego evaluar y clasificar todo ese material desde una perspectiva histórico-social. Bonito proyecto, que me sobrepasa. Me temo que va a quedar pendiente hasta un nuevo aniversario. A lo mejor alguien con mejores herramientas académicas lo hace realidad algún día. El jueves por la noche en la Plaza Yungay, mientras el juglar de «Juana Fe» daba saltos de batracio al compás sísmico de la percusión y el consumo de chelas aumentaba al mismo ritmo entre los y las jóvenes ondulantes que se apretujaban cerca de la vereda, me acerqué por entre la multitud a uno de los mesones donde se vendían libros y consulté a un joven sobre un título editado por LOM en 1999 o talvez en el 2000, que no se veía entre los expuestos. En vez de encogerse de hombros, el joven cogió una especie de guía de teléfonos, un grueso manojo de hojas de papel con listas y listas apretadas, impresas en letras diminutas. Era el Catálogo de LOM. Talvez sólo parte de él. Al mirar aquellas listas, en las que mis añosos bifocales no me permitían leer gran cosa, al ver esa masa gris de líneas y líneas y líneas, de títulos y más títulos, sufrí un vahído o una descompensación, semejante a la náusea metafísica inventada por Sartre, es decir, la reacción visceral del ser humano indefenso ante lo absoluto. Descubrí en ese momento que el Catálogo de LOM es el catálogo de la Biblioteca de Babel. Conozco a LOM y sus muchachos desde que eran chicos, desde que leí ese libro tremendo titulado «Haceldama» de Guillermo Rodríguez, o incluso antes, desde los tiempos de la calle de los «Patriotas Uruguayos», que conocí sólo de oídas. Me acuerdo de aquella diminuta librería situada en una calle atravesada difícil de encontrar, a una cuadra de la Alameda por la avenida República o algo así. Asistí al milagro de ver ese pequeño recinto iluminado por los ojos de la bella Geraldine Chaplin y su sonrisa chaplinesca. La vi con mis propios ojos y talvez fui visto por sus propios ojos. I hope. Me acuerdo que la acompañaba un chileno particularmente pesado. Después vino la época de Maturana y su solapado expansionismo territorial, que nunca ha terminado; la librería de la Casa Colorada que me gustaba tanto, con su caballito de madera en la puerta, y la de la Biblioteca Nacional y, en fin, el palacio que fue alguna vez de Edwards Bello en la calle Concha y Toro 23, donde celebramos los diez años de LOM. A lo largo de este tiempo, a la par con la editorial, estos niños no han dejado de crecer. Veo a Silvia, a Paulo, a las preciosas Estelí y Natalia; al inquieto gigante flaco Nicolás descubriendo la pólvora de la dialéctica; veo a Juan, Elizardo, Ignacio, veo a Elba y Mauricio, y muchos otros, todos cada vez más grandes, mientras el suscrito se va achicando con la perspectiva histórica de llegar a ser un viejo chico vestido de plomo. C’est la vie, como dijo Flaubert después de la batalla de Waterloo. Me acuerdo de los almuerzos de trabajo y la dulzura de la señora Raquel. LOM es una empresa familiar, que combina ideas críticas del presente e ideales del futuro con el culto de la amistad, la devoción familiar, un impulso juvenil indestructible y ¡oh sorpresa! eficiencia empresarial. En torno a las complicidades y los mensajes que LOM le trae y le esparce, descubrí en sus libros (aunque no los he leído todos) muchas cosas nuevas en las letras, en la poesía y en las ciencias, en el pensamiento crítico y en la memoria y, además, adquirí una nueva familia muy extendida, nuevos amigos y amigas perdurables. Brindemos, entonces, por estos 20 años y todo lo que significan, por la esperanza siempre viva a pesar de todo, por el desarrollo, por el presente y por el mañana que canta de LOM, de Chile y la Humanidad. |3 ¡25 años! LOM florece con fuerza 4| Peter Winn Profesor de Historia y Estudios latinoamericanos en la Universidad de Tus (Boston) y ha enseñado en las universidades de Princeton y Yale. Ha escrito para The New York Times, The Washington Post y The Nation, y ha sido senior editor de la revista International Labor and Working Class History (ILWCH). H ace 25 años nacían en Chile dos proyectos políticos de largo aliento. El primero, una democracia que se instalaba con las limitaciones propias de la constitución pinochetista y con el objetivo de ir eliminando sobre la marcha los «enclaves autoritarios». El otro fue LOM ediciones, un proyecto de izquierda amplio que buscaba dar la palabra escrita a las visiones y temas de izquierda que habían sido reprimidos por la Dictadura y que la Concertación buscaría también silenciar. Por esos años, el éxito de una transición a la democracia, crecientemente conservadora, parecía una apuesta mucho más segura que la apuesta por el éxito de una prensa abiertamente de izquierda. Sin embargo, veinticinco años después, mientras la democracia que la Concertación conformó se debate en una crisis múltiple de corrupción, representación y legitimidad, el proyecto editorial de izquierda que LOM levantara florece con fuerza. Esta es una de las muchas ironías de la historia chilena reciente; en 1990, pocos lo habrían creído posible. En el Chile neoliberal posterior a 1990, en que la derecha controlaba los medios, y en que la misma Concertación era incapaz de sostener un medio de centro o de izquierda, el solo hecho de sobrevivir era una señal de éxito para un proyecto editorial de izquierda, como LOM. Pero, en un contexto que vio el eclipse y la muerte de APSI, Análisis, La Época y Siete+7, LOM hizo mucho más que sobrevivir. LOM alzó el vuelo y logró crecer, desde los tres títulos que publicó en 1991, a los 74 de 2014, llegando a promediar 80 por año en este siglo XXI, y alcanzando a la fecha 1581 en total. De ese modo, en un Chile dominado por gigantes conglomerados editoriales internacionales, LOM se ha transformado en una de las editoriales más grandes del país, y en un referente para la edición independiente, a nivel nacional e internacional. Este es uno de los muchos éxitos no reconocidos a LOM, que refleja la singular sapiencia que han tenido Paulo y Silvia, y quienes dirigen, para combinar el compromiso intelectual y político propio del siglo XX con un modelo de negocios del siglo XXI. Pero el éxito de LOM no ha sido sólo en el plano de las cantidades, sino también en el de las calidades. Ha publicado libros revolucionarios, que han permitido una nueva lectura no sólo del presente, como el best-seller Chile actual, anatomía de un mito, de Tomás Moulian, sino también del pasado, como la profundamente renovadora Historia Contemporánea de Chile, de Gabriel Salazar y Julio Pinto, y junto a ellas, otras importantísimas obras en el campo de las humanidades, las artes y las ciencias sociales, así como también un maravilloso catálogo en literatura. Al mismo tiempo, LOM ha realizado su proyecto político, dando tribuna a todas las izquierdas –viejas y nuevas– y publicando influyentes e innovadoras obras que han examinado críticamente la historia reciente de Chile y de la izquierda chilena. LOM ha publicado libros de grueso volumen, cuya importancia política o académica era mayor que su público, como por ejemplo los libros sobre Derechos Humanos, estados de excepción y memoria histórica de Elizabeth Lira y Brian Loveman; y ha publicado también libros de bolsillo sobre temas polémicos, como el consumismo, para un público masivo. Ha publicado obras críticas fundamentales sobre el neoliberalismo y los nuevos enfoques de género, etnicidad, feminismo y cultura mapuche. Los cerca de ochenta títulos que en la última década LOM ha publicado en torno a la conmemoración de los 30 años del Golpe de Estado –un momento clave en la reconfiguración de la memoria histórica de Chile– fueron en sí mismo un acto de realización del proyecto político. Igualmente importantes han sido los innumerables títulos publicados sobre Derechos Humanos y su violación, durante la Dictadura, desde testimonios de los sobrevivientes hasta relatos sobre la DINA y la CNI y sus centros de tortura y exterminio. En este proceso, LOM también se ha transformado en traductor y editor de grandes autores extranjeros. Desde el inglés ha traducido a historiadoras estadounidenses, como Heidi Tinsman y Elizabeth Hutchison; del francés, a expertos en temas de memoria, como Pierre Nora y a investigadores del mundo de los trabajadores, como Franck Gaudichaud, autores cuyas renovadoras investigaciones, de no mediar este proyecto, hubiesen permanecido desconocidas para el público chileno. Y por si todo ello fuera poco, LOM ha dado espacio a las nuevas generaciones de académicos que se plantean preguntas innovadoras, como Edén Medina cuyo libro sobre el proyecto de Allende de incorporar los primeros computadores a la gestión del Área de Propiedad Social modificó la imagen de la Unidad Popular y su relación con la tecnología moderna. En una palabra, y a diferencia de la democracia chilena, LOM ha más que cumplido las expectativas con las que se inició hace 25 años. Lamentablemente, escribo estas líneas lejos de Chile y de la celebración de los 25 años de LOM, los que quisiera haber compartido con ustedes en Santiago. Solo en mi estudio en Nueva York, alzo, pues, una copa (¿o mejor un libro?) en nombre de Paulo, Silvia y el equipo directivo, de los trabajadores, editores, autores –¡y lectores!– que han contribuido al notable éxito de LOM ediciones. ¡Felicitaciones a todos! ¡Y que sean 25 años más! «Los LOM» |5 (a Matilde) L OM no es solo una editorial independiente sino un gesto político de resistencia cultural, un polo de pensamiento crítico y un proyecto de carácter existencial. Con cerca de mil seiscientos títulos que recogen lo más esencial y valioso de la creación y reflexión de Chile y América Latina, LOM nació con la democracia, en 1990, pero a diferencia de nuestra transición, no asumió el consenso como política, ni tuvo en la amnesia o el temor al debate su corolario cultural, y menos barrió bajo la alfombra nuestros dolores. Es lo contrario. Como una flecha que apunta en sentido opuesto a la configuración de una postdictadura llena de olvidos y omisiones, LOM fue estructurando el correlato lúcido y plural de un país que podía leerse, sentirse y pensarse más allá de las claves que la política de los acuerdos, basada en la mantención del modelo político-económico, podía permitir. Entonces LOM alimentó los sueños de país, las ansias de futuro, los vacíos de la memoria convocando a los poetas nuevos y viejos, a los historiadores, narradores, ensayistas, investigadores, a sus artistas e intelectuales, a toda esa multitud de lúcidos y creadores que no solo contribuyen al espesor cultural de un país, sino que además definen su ethos y habitan sus entrañas. Porque durante un cuarto de siglo LOM ha plasmado en letras de molde lo que se ha omitido, pensado y discutido más allá del Chile oficial. Por ejemplo, cuando a inicios de los años noventa abrió sus colecciones a la fuerza arrolladora de los poetas e intelectuales provenientes de nuestros pueblos originarios, como Elicura Chihuailaf; o cuando editó el más demoledor de los ensayos sobre la transición pactada, en la reflexión de Tomás Moulian y su anatomía de un mito; o con un pie en el presente y el ojo puesto en la memoria reeditó a clásicos de la talla de Pablo de Rokha; o textos míticos como Selva Lírica, o la célebre Antología de la Poesía Chilena Nueva, de Volodia y Anguita. LOM es también una apuesta provocadora que irrumpe en la escena cultural nacional bajo el rótulo de «editorial independiente», poniendo el dedo en la llaga, porque en la noche todos los gatos no son pardos. Así, exhibiendo a la intemperie los discursos propios de las leyes de la oferta y la demanda, y apostando por el desarrollo de una industria del libro nacional, separó las aguas con las transnacionales, liderando una postura y disputando en una arena que ningún «chico» se había atrevido a pisar. En fin, un cuarto de siglo leyendo a Chile y aportando a la diversidad con un catálogo de lujo en el reino de los monopolios, duopolios y pensamiento hegemónico, y cuyo punto de inflexión lo constituye la creación de la revista Rocinante, en la cual fuimos socios y que convocó a seres entrañables e imprescindibles como José Miguel Varas. Pero LOM es también «los LOM», cuando el gesto cultural deviene en una dimensión afectiva, entrañable que significa nuestros queridos amigos, Silvia, Paulo, Elizardo, Juan, Ignacio y toda la tribu Slachevsky - Aguilera , con ellos, sus hijos, y hasta hace poco Matilde, y antes Jorge… Todos compartiendo la misma línea editorial que va más allá de los libros y que nos remite a una forma de vivir, de trabajar, de entender la justicia, la libertad, la democracia, el futuro, la memoria… En esa línea y en ese catálogo radica quizás el éxito de los 25 años de LOM. Y es que no son solo los libros… ¡son «los LOM»! Faride Zerán Chelech Periodista, escritora y profesora titular de la Universidad de Chile. Con una larga trayectoria como periodista cultural, fue fundadora de la revista Rocinante y anteriormente de Pluma y Pincel; redactora del diario La Época y de las revistas Análisis, Cauce y Los Tiempos, entre otros medios. Premio Nacional de Periodismo 2007. Actualmente es vicerrectora de extensión de la Universidad de Chile. 6| Opus Dei En el contexto de beatificación de monseñor Escrivá de Balaguer, Jaime Escobar, analista de la política del Vaticano para América Latina, expone aquí, con abundante documentación, el génesis, la expansión e influencia del Opus Dei en Europa y Latinoamérica. 1990 Nace LOM ediciones. Sus primeras publicaciones fueron un afiche de un planisferio invertido titulado De la tierra incógnita del sur, y una serie de postales cuya gráfica era un fragmento de un plano de Santiago y sobre este algunas fotografías de detenidos desaparecidos. ¿Quién dijo que el norte naturalmente debía estar arriba? El planisferio que abría las puertas de esta casa editorial, se proponía sugerir que lo que parecía algo natural, inamovible, sólo era una convención, una manera de ver, decir y representar el mundo. La serie de postales nos situaban aquí y ahora, y formulaban la pregunta ¿dónde están?, declarando que aquí no estábamos todos. Son los primeros elementos que sitúan y definen las motivaciones de este proyecto editorial que daba sus primeros pasos en un Chile que comenzaba a salir de la larga y brutal dictadura. Tierra de humo. Libro homenaje a las etnias que habitaron el extremo austral de Chile: alacalufes, selk´nam, aonikenk y yámanas, canoeros y cazadores. Según la mirada del capitán Cook en 1769, «era el grupo más miserable que exista hoy sobre la tierra», por lo que fueron usurpados, capturados y finalmente extinguidos. Memorias en Blanco y Negro Treinta y seis imágenes de diversos fotógrafos-testigos nos devuelven los instantes y días posteriores al fatídico 11 de septiembre de 1973, imágenes que han estado presentes en la memoria colectiva, que nos han sido heredadas para no olvidar, no olvidar, no olvidar. Clotario Blest, precedido por una inmensa cruz de troncos y seguido por una muchedumbre que camina en silencio, fue una de las imágenes que llevaron a Mónica Echeverría a la convicción de que ese hombre frágil y humilde, tenía la fuerza y tenacidad de un gigante, por lo que era imprescindible contar su historia. 1991 1992 1993 Se publican los tres primeros libros que conjugan las miradas fundantes de la propuesta, dando también la partida a dos líneas de trabajo que LOM ha desarrollado de manera sistemática en su trayectoria: la Narrativa y el Ensayo en Ciencias Sociales. Estos libros son: Haceldama, novela de Guillermo Rodríguez, que señala el punto de partida de una opción por abrir espacio a otras escrituras; en este caso, una literatura centrada en el mundo popular y producida por un sobreviviente de la dictadura. La invasión a un mundo antiguo, novela de Rosa Miquel, que desde la ficción literaria, plantea el gran desencuentro de los españoles con los mapuches. Y Desafío Alimentario. El hambre en el mundo, de Jacques Chonchol, ensayo que analiza la situación del hambre en el mundo hacia fines del siglo XX, planteando que este flagelo no es a causa de escasez alimentaria, sino centralmente un tema de distribución alimentaria. La actividad editorial de LOM debía conjugarse con la posibilidad de sostener y proyectar esta propuesta en el tiempo, por lo que el pequeño grupo que constituía el equipo estaba dedicado principalmente a realizar trabajos de diagramación e impresión para terceros, y con ello sostener y desarrollar el proyecto. Este año se publican seis libros, y nace la colección Mal de Ojo, la primera en estructurarse como tal, con un formato, diseño de interior y cubierta que daría continuidad a los títulos que siguieron. Destinada a publicar libros de fotografías en pequeño formato, con 36 fotografía en blanco y negro, como la cantidad de exposiciones que contenía un rollo de fotografías. Esta colección se propuso tomar la potencia mágica del Mal de Ojo e invertirla, para contagiar y centrar la mirada sobre algunas imágenes totalmente desconocidas que hacían parte de nuestra historia, como las fotografías de los pueblos del extremo austral, de los mapuche, de la comunidad andina. Así también, incorporaba la fotografía de autor, propuestas personales de fotógrafos chilenos como Claudio Pérez y Oscar Wike. Bajo Mal de ojo, durante los últimos años, se ha venido desarrollando la serie Cazadores de Sombras, propuesta que transita por la misma senda. La memoria se ha puesto en marcha con la recuperación de algunos «clásicos», innombrados desde el 73; con el ejercicio de nombrar y recordar viejas y nuevas luchas, y personajes claves en ellas, así es como se publica el volumen IV de la Interpretación marxista de la historia de Chile, de Luis Vitale; y al año siguiente el volumen V, dando continuidad a los tres primeros volúmenes publicados hacia fines de los sesenta. Entre el 2011 y el 2012 se publicará la colección íntegra de los seis volúmenes en tres tomos. Aparece la primera edición de Antihistoria de un luchador, biografía de Clotario Blest escrita por Mónica Echeverría. Ambos libros reponen en la escena editorial –pero sobre todo en el panorama social, político y cultural– personajes, temas, interpretaciones, ideas y luchas que durante diecisiete años –y hasta sólo cuatro años antes– habían sido perseguidas y supuestamente erradicadas de la sociedad chilena. Este año LOM publica ocho títulos, tres de ensayos, uno de fotografía, dos de poesía y dos de narrativa. 1991. Ambientada en la Penitenciaría de Santiago hacia finales de los años ochenta, la obra nos introduce, a través del lenguaje carcelario, a los códigos morales de distintos grupos de reos, en un universo conformado por encarcelados políticos, presos comunes y gendarmes, entre los cuales se origina una lucha sangrienta. 1991. Primera obra de la autora, que desde la ficción hace una reflexión informada y creativa para releer lo que fue el choque frontal entre los «conquistadores» y los «conquistados», saliendo al paso de los preparativos del quinto centenario del «encuentro entre dos mundos» 1991. Ensayo escrito en el exilio por quien fuera ministro de Agricultura de Salvador Allende, es la primera traducción que se incorpora al catálogo. Fue escrito y publicado en francés por Larousse. en 1987. Con esta novela José Miguel Varas se integra al catálogo LOM. Este libro constituye una verdadera crónica de la pequeña y de la gran historia del pueblo chileno, a través de la vida de una pareja que lucha por un mundo más justo. Premio Municipal 1997 y Consejo del Libro 1997. Reeditado en el centenario del nacimiento del poeta (1994), es un poemario que en su primera publicación de 1922 fue recibido con el repudio absoluto de la crítica de su época. Sin embargo, años más tarde, será considerado como una de las obras fundamentales de la vanguardia hispanoamericana. ¿Cómo abordar el tema de la delincuencia más allá de los titulares de prensa, la anécdota, el rechazo o los anhelos punitivos? Del estudio en profundidad, la autora aborda el problema de manera global, analizando el trasfondo social, la sicología, las motivaciones y la autopercepción de los propios actores. En 1912 Julio Molina N. y Juan Agustín A., por medio de una publicación en Pluma y Lápiz, invitaron a los creadores de todo el país a participar en una antología de la poesía chilena, con intenciones de ser la más completa hasta el momento. Publicada en 1917, se convirtió en el libro más importante de la época y anunció el éxito de los que serían los padres de la poesía chilena del siglo XX. Reeditada en coedición con la DIBAM. 1994 1995 Se estructuran y organizan dos colecciones: Sin Norte (para las Ciencias Sociales) inaugurada con los títulos: Delincuencia común, de Doris Cooper, y Las chilenas de la colonia. Virtud sumisa, amor rebelde, de Cecilia Salinas. En estricto rigor, y según el ordenamiento que hoy haríamos en el catálogo, el libro de C. Salinas es la primera publicación de investigación historiográfica realizada por la editorial (Historia). En ella la autora plantea que la historia de la colonización y formación colonial ha sido contada siempre desde un punto de vista masculino, lo que ha invisibilizado el verdadero rol e importancia que tuvieron las mujeres en ese (o desde ese) periodo de la historia nuestra. Esta publicación viene a inaugurar la presencia de la perspectiva de género en las publicaciones de LOM. La segunda colección, Entre Mares (para Literatura: Poesía y Narrativa), inaugurada con el libro Los gemidos, de Pablo de Rokha. Con esta obra se dio inicio a una línea de reedición de textos poéticos, y de este modo se comenzó a estructurar un segundo rasgo de la política editorial de LOM, la de rescatar del olvido y la omisión a autores claves de la poesía y las letras de Chile. Se inaugura la colección Clásicos de la novela social, una de las colecciones entrañables para LOM. Rescatando la tradición de los «clásicos de la novela social» chilena, en una serie de al menos unos quince títulos, que incluye Hijo del Salitre de Volodia Teitelboim, Los hombres obscuros, de Nicomedes Guzmán y Vidas mínimas, de José Santos González Vera, entre otros. La Generación literaria de 1938 representa la más madura y contundente creación de autores que miraron con seriedad el mundo popular urbano, a los trabajadores, sus familias y sus barrios, sus dramas, sus sueños y sus luchas. Con Antología autobiográfica, de Manuel Rojas, LOM aferra su camino a las raíces más profundas de la mejor literatura chilena. En este libro, el autor nos muestra la génesis de sus obras más destacadas, distinguiendo los hechos y los personajes reales de los ficticios. Se inicia una línea de coediciones con la Universidad ARCIS con la colección La invención y la herencia. Cuadernos ARCISLOM. Estos «cuadernos» reunían artículos sobre temas relevantes para la discusión y desarrollo del pensamiento crítico de autores franceses y chilenos, entre ellos Pierre Bourdieu, Jacques Derrida, Tomás Moulian, Pablo Oyarzún, Nelly Richard y Willy Thayer. Treinta y seis fotografías nos devuelven las imágenes de los albores del siglo XX en el Cuzco, Perú. Bellas e impresionantes escenas, algunas de ellas del célebre fotógrafo Martín Chambi, dan cuenta del sincretismo cultural andino, que de alguna manera representa el sincretismo latinoamericano. Publicada por primera vez en 1952, es una epopeya social de los trabajadores salitreros del Norte Grande que narra la historia de Elías Lafere, y las injusticias humanas y sociales que enfrenta junto a los demás trabajadores del salitre. Aparece sin restricciones Mal de amor de Oscar Hahn. En 1981, la dictadura prohíbe la circulación de la primera edición, cuando la obra ya se encontraba en librerías. El Washington Post afirmó que «uno de los poemas tenía un verso que, por decisión del gobierno, era irrespetuoso hacia la Virgen María» |7 1994. Rafael Barahona recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría Cuentos inéditos por el libro Los pasos del andarín. 1995. Alicia Salinas recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría Poesía por el libro De arriba - cielo y otros textos. 1997. Raúl Barrientos es reconocido con el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría Poesía inédita por el libro Llave de neón. 1997. José Miguel Varas es galardonado con el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, categoría Novela, por La novela de Galvarino y Elena. 25 años de sintonía con las necesidades de la base social 8| Gabriel Salazar Doctor en Historia Social y Económica en la Universidad de Hull, en el Reino Unido. En 1985 reanudó su labor académica en Chile y, en 1992, se reincorporó al Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, donde dirige el programa de Doctorado en Historia. Es autor, coautor y editor de numerosas publicaciones. El año 2006 recibió el Premio Nacional de Historia. Q ue una editorial privada, centrada en el pensamiento crítico y sin apoyo estatal permanezca operativa durante 25 años, con producción maximizada (2.900.000 libros vendidos durante ese tiempo) y ventas globales por más de $ 10.000 millones en igual período, es un caso notable, sin duda, en un país como Chile. En un país donde, como tendencia general, los proyectos «empresariales» o de gran política identificables como «de izquierda» terminan habitualmente en el fracaso o –más a menudo– en la autodestrucción. Como ha sido el caso, por ejemplo, del Frente Popular, de la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCh), del llamado Frente de Trabajadores, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, de la Universidad ARCIS, etc. ¿En qué ha radicado la fortaleza de LOM ediciones para no caer de lleno en esa tendencia general? Podría decirse, en primer lugar, que apareció en el lugar preciso y en el momento histórico adecuado. Es decir: después que la tiranía militar destruyó las bases de la industrialización chilena, la política parlamentarista y el populismo de tipo ideológico y vanguardista, que saturaron la cultura social y política chilena entre 1938 y 1973. Cuando, por esa misma destrucción, fue necesario reflexionar no sólo sobre la reconstrucción de la identidad social y política de los sujetos populares y ciudadanos, sino también sobre la necesidad de cambiar el modelo económico y político heredado de la tiranía miliar. Es decir: cuando fue necesario recordar socialmente el pasado, recrear socialmente la cultura militante y construir socialmente la nueva política popular. La producción editorial de LOM ediciones ha estado dirigida, sin duda, a nutrir esa necesidad reflexiva con textos, obras, investigaciones y creaciones especializadas, precisamente, en la búsqueda y producción de datos, respuestas y creaciones demandadas por esa necesidad. No hay duda de que en Chile, entre 1990 y 2015, se ha vivido un boom editorial vinculado a la memoria y a la reflexión sociales. Sin esa necesidad y sin aquella búsqueda y producción, LOM ediciones, sin duda, no habría podido tener el éxito que tiene hoy, por sí solo. Es por lo anterior que esta editorial ha tendido a publicar, cada vez más, libros clasificados en el «campo» de las Ciencias Sociales y Humanas. A la par, precisamente, con la agudización del conflicto socio-político. Hasta el año 2005, por ejemplo, la publicación de libros de Literatura casi duplicaban a los de Ciencias Sociales y Humanas. Desde el quinquenio 2006-2010, en cambio, las últimas superan a la primera. Con todo, la Literatura ocupa de todos modos un lugar central en la producción anual de la Editorial. El Arte y la Fotografía, aunque presentes, tienen un peso considerablemente menor, casi simbólico. ¿Qué ciencia o línea de análisis predomina en el campo editorial de las Ciencias Sociales y Humanas? Desde luego, en los catálogos de LOM no se encuentra una definición precisa de cada ciencia social o humana. Los libros de Historia, por ejemplo –según los datos proporcionados por los directores–, que habría vendido sobre 195.000 títulos en 25 años, aparece, a veces, como ciencia independiente, otras, como Ciencia Social, y otras como Ciencia Humana. Y lo mismo puede decirse de las otras disciplinas. No estando disponible el listado del número de ejemplares vendidos por título-autor, no se puede calcular el impacto real de las publicaciones científicosociales de LOM en la masa de lectores. Las ventas de libros de Historia representan, de hecho, menos del 6 % del total de libros vendidos. Y lo mismo puede decirse de las demás disciplinas sociales y humanas. En cualquier caso, la publicación de libros de esas disciplinas, con seguridad, supera de lejos la de otras editoriales. Un indicador interesante puede ser el que muestra los autores más publicados. Un autor que ha publicado a través de LOM cinco (5) o más libros, debería considerarse un indicador tendencial de la línea editorial. En este sentido, predominan los autores de Literatura (14), sobre Historia (5), sobre Ciencias Humanas (5) y sobre Ciencias Sociales (4), lo que daría un empate entre lo literario y lo científico-social. Los autores más publicados son: Ramón Díaz Eterovic (24 títulos), Hugo Fazio (15), Oscar Hahn (11), Tomás Moulian (11), Grínor Rojo (10) David Rosenmann-Taub (14), José Miguel Varas (14) y el que escribe estas líneas (16). Como quiera que sea la tendencia global de la línea editorial (en el entendido que privilegia el pensamiento y la creación críticas), lo cierto es que ha sido y es congruente con la tendencia reflexiva que marca la inquietud racional de la ciudadanía. Faltaría por conocer cómo es la organización empresarial de LOM para determinar si también ésta explica la duración y efectividad de este proyecto ‘contestatario’. El elemento familiar que, sin duda, está presente en su dirección. O el peso efectivo del Consejo Editorial. O la relación entre la dirección superior de la Editorial y la situación contractual y social de sus trabajadores. En estas líneas he tratado de proponer conclusiones basadas en datos objetivos, para no incurrir en la subjetividad que emana del no manejo de esos datos y para no sustentarse sólo en los obvios lazos de amistad y camaradería que nos unen a los directores de este proyecto… Al menos, lo intentamos… Por tanto, ahora podemos dar rienda suelta a nuestro entusiasmo por la celebración de estos 25 años de trabajo, de sintonía con las necesidades de la base social, y de oportunidad para todos los que tratamos de ajustar nuestros esfuerzos profesionales y nuestros objetivos políticos a las necesidades y movimientos de la base popular y ciudadana de nuestra sociedad. ¡Salud! LOM, tentar los límites para ensanchar el mundo de los lectores Jorge Fondebrider Poeta, ensayista, traductor y periodista cultural de Argentina. Entre 1986 y 1992 fue secretario de redacción de la revista Diario de Poesía, cuyo consejo de dirección integró durante los primeros diez años de existencia de la publicación. En 2009, junto con Julia Benseñor, fundó el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires. L OM, tentar los límites para ensanchar el mundo de los lectores. Desde cierta perspectiva, una editorial es una empresa que se dedica a la publicación de libros, revistas, periódicos o discos. Sin embargo, el gran editor argentino José Luis Mangieri –a quien debemos La Rosa Blindada y Libros de Tierra Firme, entre otros sellos, y cientos de títulos que nadie más que él se atrevió a publicar–, solía decir que cuando al sustantivo «editorial» se lo convertía en adjetivo anteponiéndole la palabra «empresa», el concepto cambiaba por completo y la finalidad altruista que para él implicaba editar libros tendía a borrarse. ¿Por qué? Porque ya no se perseguía el bien de los demás de manera desinteresada y, en cierta forma, se dejaba de realizar una labor social. El objetivo era inmediatamente otro. Tal vez la visión de Mangieri fuera extremadamente romántica y se corresponda a un tiempo en que el mundo giraba a otra velocidad. Con todo, no fue el único en tratar de establecer una relación entre la publicación de libros con fines altruistas y lograr, al mismo tiempo, la subsistencia de un sello con las circunstancias que implica existir en un mercado y resistir los embates de la economía. Alguna vez el Fondo de Cultura Económica fue eso en México y el Centro Editor de América Latina hizo otro tanto en la Argentina. Se trataba de empresas editoriales gigantescas cuya razón de ser eran los lectores y su educación, y en las cuales el lucro no era una meta, sino apenas una contingencia. El FCE, una institución fundada en 1934 por Daniel Cosio Villegas, sostenida parcialmente por el Estado mexicano, malas administraciones mediante, hoy perdió el sentido y el brillo que supieron darle sus antiguos directores y sobrevive como una de las tantas instancias burocráticas de ese país. El CEAL, creado en 1966 por Boris Spivacow, existió hasta 1995, resistiendo los muchos embates de las diversas dictaduras argentinas –incluida la censura, la incautación y quema de libros–, pero terminó como víctima de la fluctuante economía trasandina. Por supuesto que las editoriales mencionadas no son las únicas, pero quizás sí sean las que mejor simbolizan el esfuerzo asumido en Latinoamérica por dotar a los pueblos de la región de catálogos ejemplares –acaso la razón profunda de ser de esas casas y de toda editorial– que les permitieran a sus lectores un acceso posible a lo mejor del pensamiento y de la imaginación del mundo entero, dotando así a sucesivas generaciones de hispanohablantes de herramientas de juicio, de cambio, de belleza y de consuelo ante las muchas fealdades que la vida nos depara a los seres humanos. Hace veinticinco años, cuando apenas comenzaban, Paulo Slachevsky y Silvia Aguilera tuvieron el mismo norte. Hoy LOM, con un catálogo vivo que supera holgadamente los mil quinientos títulos, es un magnífico ejemplo de cómo una editorial también puede ser una empresa, sin olvidar su razón de ser. Ahora bien, que esto ocurra en un país donde el libro continúa siendo un objeto suntuario resulta excepcional. La excepción –como todas las excepciones de este género– se sustenta en una sólida política cultural que, como se sabe, es el andamiaje sobre el que se construye toda idea de cultura. Los LOM (como suele llamárselos en el medio editorial) saben lo que quieren que sea su editorial. No buscan transitar caminos seguros limitándose a hacer libros lindos y caros –que, por otra parte, ya hicieron antes otros–, sino tentar los límites para ensanchar el mundo de los lectores. En consecuencia, dejan que otros hagan los libros que con dinero cualquiera puede hacer, para concentrarse en aquéllos que sirvan para explicar lo que es y lo que no es Chile, lo que ellos querrían que fuera su país y lo que hay que evitar que sea. Y para hacerlo tanto vale un clásico olvidado como un autor nuevo, un punto de vista probado por el tiempo o uno enteramente novedoso –sea éste nacional o foráneo–, la recuperación del pasado remoto o inmediato, la conservación de la memoria para evitar la repetición de errores y plantar una pica en un futuro que reconocemos siempre esquivo, pero no imposible. Y cierro esta celebración con dos digresiones personales. La primera tiene que ver con lo que puedo advertir por mi condición de argentino o, mejor aún, de porteño. Siempre he observado con curiosidad hasta qué punto nuestros vecinos chilenos viven preocupados con ellos mismos, considerando que las desgracias les ocurren sólo a ellos, como si pensaran que los Andes son algo más que meras montañas. Y justamente, por desearles lo mejor a mis muchos amigos chilenos y por la ya larga historia compartida, veo con simpatía cualquier esfuerzo que se lleve a cabo para quebrar la autorreferencialidad, el regodeo en la pacatería, el discurso repetido sobre la propia infelicidad –a esta altura, más un rasgo de coquetería que una verdad absoluta–, sobre el encierro, sobre el tan cacareado provincianismo. En los años de amistad con Paulo, Silvia y sus familias no he visto otra cosa que la imperiosa voluntad de romper con ese absurdo aislamiento y con el fatalismo al que éste lleva. La curiosidad ha hecho que los LOM recorran el mundo para comparar experiencias, considerar otras maneras de hacer las cosas, afirmándose en lo que está bien hecho y corrigiendo lo que puede mejorarse. Y esa curiosidad se ha traducido en libros que son una ventana para Chile y los chilenos, y, por qué no, para toda la región. Lo que me lleva a mi segunda digresión, que es de naturaleza mucho más íntima. Al cabo de muchos libros propios y ajenos, publicados en Argentina, México, España, Francia y Gran Bretaña, me ha tocado tratar con editores de toda laya. En consecuencia, he aprendido que escribir, traducir, editar o corregir un libro son tareas de índole profesional con un valor determinado, que autorizan a ciertos derechos y que conllevan las correspondientes obligaciones. Nunca me ha tocado trabajar en condiciones más justas y claras que con LOM. Y entiendo que no es exclusivamente mi caso. Con esto no quiero decir que estemos siempre de acuerdo. Por supuesto que discutimos, yo con mi impertinente vehemencia argentina; ellos, con su sobresaltado pudor chileno. No obstante, se trata apenas de matices sobre una base común. De hecho, estoy muy orgulloso de saber que a dos horas de avión, del otro lado de los cerros, hay una editorial como LOM. Y lo escribo con verdadera alegría. Su política de puertas abiertas me ha incluido, así como a muchos otros extranjeros que fuimos integrándonos a una familia, que siempre nos hace sentir queridos y en nuestra propia casa. ¿De cuántas editoriales se puede decir lo mismo? |9 10| Con Loco afán y De perlas y cicatrices se fue afianzando la singular voz literaria de Lemebel, que mezclaba lo barroco y lo marginal en un tono de provocación y resentimiento. La presentación performática de Loco afán en la Biblioteca Nacional, significó una irrupción de la propuesta crítica y liberadora de Lemebel en espacios institucionales. Obra que se ha transformado en un long seller, habiendo transcurrido 18 años de su primera edición, quienes vuelven hoy sobre sus páginas, pueden apreciar la vigencia crítica de su diagnóstico. El dramaturgo fue el primero en convertir a marginados sociales en personajes principales de su dramaturgia. Sin grandes escenografías, recurriendo al lenguaje oral y a sus propias vivencias, creó un teatro que combate, reflexiona y dignifica. Estas obras, hablan de la marginalidad, asociadas al contexto político, económico y cultural de la dictadura. Libro fundamental de un poeta que ha perseguido con fe creadora la integración de la naturaleza y el tiempo de la historia humana, a través de la preservación de ciertos símbolos ancestrales. Incluye una selección de las obras más relevantes de la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, así como referencias sobre los autores, el contexto histórico y cultural, la visión de los críticos y las problemáticas de la época. Con Apuntes para el fin de siglo y Cien relatos breves, de Eduardo Galeano, LOM afianza el cobijo a las letras americanas, abriendo las fronteras para los lectores de nuestro país. De este modo, si por una parte se corren cercos para ampliar el ámbito de las escrituras al interior de nuestra sociedad, con estas obras se derriban los límites del exterior para expandir aún más los horizontes de las utopías. 1996 1997 1998 Con la Antología crítica de la poesía chilena, Vol.1, de Naín Nómez, se inicia el lustro con un ambicioso proyecto: hacer un recorrido exhaustivo y crítico por la poesía chilena, que abarca desde mediados del siglo XIX hasta el inicio del siglo XXI. A la fecha, existen cinco volúmenes publicados, los que se hacen cargo del enorme legado poético patrimonial que tenemos, más allá de los clásicos. Restan aún dos volúmenes para concluirlo. Tejas verdes: diario de un campo de concentración en Chile, es uno de los primeros testimonios de la represión política. Luego de 22 años de su aparición en España, es publicado en Chile e inicia la colección Septiembre de LOM. Con la publicación de los libros Loco afán y De perlas y cicatrices (1998), de Pedro Lemebel, LOM una vez más corre cercos a los estrechos márgenes de la industria del libro en Chile y a nuestra pacata moral, permitiendo la entrada de las crónicas, en este caso, relacionadas con la marginalidad homosexual de nuestro país y de Latinoamérica. Se incorporan al catálogo Beatriz García Huidobro, con su primera novela Hasta ya no ir, obra finalista en el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, México, y Mempo Giardinelli, escritor argentino, Premio Rómulo Gallegos en 1993, con una selección de cuentos titulada Señor con pollo en la puerta. Este año se publican 65 títulos que van consolidando los sentidos de las líneas trazadas. 18 de estos son de Ciencias Sociales y Humanas y 26 de literatura: cuento, poesía, novela, crónicas. Las publicaciones dialogan entre sí desde sus escrituras hasta sus contenidos. La historia, la reflexión crítica, se van encontrando con la memoria y la creación. Mitos y realidades del sistema de AFP de F. Zapata, o Mapa actual de la extrema riqueza de H. Fazio, van a dialogar con la memoria que nos devuelven La muerte y la doncella de Ariel Dorffman, o ¿Qué hacía yo el 11 de septiembre?, encontrándose luego con Flor de enamorados de Hahn, El circo en llamas de E. Lihn, Desacatos al desencanto de F. Zerán, para llegar al Chile actual, de Tomás Moulian. Chile actual. Anatomía de un mito, publicación que se transformó en un hito para el mundo editorial y para el Chile transicional. El libro provocó un remezón en el ámbito social y político del Chile de los noventa. Moulian aquí enfrenta y desenmascara en profundidad el «transformismo» del Chile postdictadura, cuestionando los vicios fundantes del pacto transicional. Luego del impacto provocado por Chile Actual, lo cual nos animaba a estimular y promover el encuentro con el libro para ampliar el horizonte de la ciudadanía, había que incorporar a otros a este ejercicio de pensar, sentir y compartir, bajo el impulso que nos diera la palabra escrita. Aparece la colección Libros del Ciudadano, libros pequeños, de determinada cantidad de páginas, de bajo precio (como una cajetilla de cigarros, imitando lo que hizo en otro momento Quimantú), y que ponen en circulación joyas literarias de la literatura clásica, textos narrativos y poéticos de autores locales, y breves ensayos cuestionadores, interpeladores. Lom, junto a la periodista Faride Zerán da inicio a la publicación de una revista mensual de carácter político cultural: Rocinante, que durante siete años contribuyó a enriquecer el debate y la reflexión crítica, en un país donde el monopolio periodístico marca la información y la agenda política. Muchos fueron los intelectuales nacionales e internacionales entrevistados por la revista, entre ellos: Eric Hobsbawm, Armand Maelart, Volodia Teitelboim, Oscar Godoy, Horacio Verbitsky, Eliseo Verón, Jean Franco, Ernesto Ekaizer, Mateo Iribarren, Patricio Guzmán e Ignacio Ramonet. Obra poética mayor de Manuel Rojas, que en este largo poema expresa una inmensa ternura y una honda y viril delicadeza a raíz de la temprana muerte de su esposa. Desacato al desencanto, de Faride Zerán. Treinta y cinco entrevistas aparecidas en el diario La Época cada domingo, desacatan la efímera existencia a que estaban destinadas, para hacer del pensamiento y propuestas de sus entrevistados –personalidades del arte, la política y la cultura– reflexión activa e interpeladora de futuro. Esto no es hueveo… Se trata de un estudio lingüístico de la palabra «huevón» y sus derivados. Sin duda, la palabra más popular y socorrida de nuestra habla, que sirve para insultar, denigrar, desacralizar, y también para expresar cariño o admiración. Este volumen integra los Libros del Ciudadano. Elicura Chihuailaf. Esta obra, configura un discurso que logra revitalizar el relato oral, oralitura, expresando ya la doble inspiración de la literatura contemporánea mapuche: la propuesta estética o artística y la dimensión ética y política. La intención de comunicar al lector (chileno) una verdad silenciada, la de este pueblo expropiado, arrinconado y negado, pero que sigue allí. Su autor nos relata la experiencia del horror en los campos de concentración. Aquí no hay ficción. El texto trasciende el testimonio común, incursionando en la novela autobiográfica, el ensayo filosófico, la psicología y la política, todo lo cual la transforma en una obra maestra de un testigo del siglo XX. Con esta obra, se incorpora a LOM uno de los principales escritores chilenos del neo policial latinoamericano, género menospreciado, pero que ha devenido en una reactualización de la literatura social al sacar los casos policiales del ámbito de lo privado, para adentrarse en los crímenes políticos, económicos y sociales que azotan a los marginados. Este libro busca destacar el poder de los discursos en tanto articuladores de las categorías de discriminación, igualdad de oportunidades, género y derechos reproductivos. Así, deja al descubierto la preeminencia de una discursividad conservadora y una notable carencia de argumentaciones más progresistas respecto de los derechos de la mujer. 1999 2000 Aparecen los primeros dos tomos de la Historia contemporánea de Chile, de un total de cinco que se completan el año 2002. Proyecto que surge desde LOM, y que se hace cargo de revertir el malestar que nos provocaba la historia oficial, invitando a nuestros historiadores a realizar una reflexión crítica y desde una perspectiva popular sobre nuestra historia, con el fin de contrapesar la historia cronológica, de una elite oligárquica y de héroes individuales. Se activa la primera red de editores independientes, «la cuadrilla», compuesta por cuatro editoriales de lengua castellana (Era en México, Lom en Chile, Trilce en Uruguay y Txalaparta en el País Vasco, España), las que emprendieron una serie de proyectos con el fin de enfrentar las lógicas y dinámicas que imponían al mundo del libro la concentración editorial y las transnacionales de la edición. Sus objetivos fueron extender la presencia de los libros a distintas zonas de la lengua, alimentar la diversidad editorial y la difusión de los autores y sus obras, desarrollar un intercambio solidario y mancomunado para contratar derechos, realizar traducciones y alentar el agrupamiento y organización de los editores independientes. Hacia este último periodo LOM comienza a publicar un promedio de 80 títulos por año, insistiendo en la memoria, el presente y la proyección hacia el futuro. Caballo Bermejo, novela que relata del hallazgo de los D.D. de Pisagua. Su autor, Nelson Muñoz, juez a cargo del caso, desentierra una historia que da testimonio del dolor, el abuso y la ignominia. B. Loveman y E. Lira nos entregan el segundo volumen de su exhaustiva investigación: Las suaves cenizas del olvido. Vol I, y Las ardientes cenizas del olvido. Vol II, que hace un amplio recorrido por la historia de Chile, demostrando que la reconciliación política fundada en la impunidad, históricamente han hecho de la primera una utopía. Se publican: El pensamiento político de Jaime Guzmán, de R. Cristi, ensayo crítico de la obra y un trabajo expositivo de las ideas de uno de los ideólogos de la dictadura. Por su parte J.A. Guzmán y M. Ramos investigan a la institución que más influyó en definir qué era la delincuencia, en La guerra y la paz ciudadana, y plantean que esta sirvió para generar un enorme negocio del control del delito, evadir el problema de la pobreza y estigmatizar a una generación entera de jóvenes pobladores. Se recuperan e incorporan al catálogo importantes obras ensayísticas y literarias, como la Historia del pueblo mapuche, de J. Bengoa; Labradores peones y proletarios de G. Salazar y La historia del libro en Chile, de B. Subercaseaux. Este año aparece también el libro La sociedad en que vivi(re)mos, de M. A. Garretón. Logotipo que identifica a la primera red de editoriales independientes, también conocida como «cuadrilla». Declaran su independencia de las lógicas de mercado, reafirmando su libertad de pensamiento y autonomía en la toma de decisiones, las que no se deben a directorios transnacionales. El autor intenta desentrañar las complejas relaciones que se han dado entre el libro, la cultura y la sociedad, desde fines de la Colonia hasta el Chile del Bicentenario. Plantea, entre otros temas, la idea del libro como fenómeno dual: bien cultural y bien social, pero nunca desvinculado de la sociedad que lo crea. |11 2000. Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, categoría Ensayo, a Recado confidencial de Elicura Chihuailaf. 1998. Revista de cultura y política. Fue el primer medio en aparecer tras el cierre del diario La Época. Abordó temas de derechos humanos, memoria y pasado reciente de nuestro país, democracia y creación artística, con énfasis en literatura, siempre haciendo esfuerzos por incorporar nuevas propuestas La mesa de la tierra, de Efraín Barquero. Libro fundamental de un poeta que ha perseguido con fe creadora la integración de la naturaleza y el tiempo de la historia humana a través de la preservación de ciertos símbolos ancestrales. 2000. Se crea la Asociación de Editores Independientes de Chile, compuesta por siete editoriales: Dolmen, Cesoc, Ril, Cuarto Propio, Cuatro viento, Pehuén y Lom, organización que más tarde deviene en Editores de Chile, que hoy agrupa a más de 45 editoriales independientes. Aventuras de un catálogo 12| Danilo Martuccelli Doctor en Sociología. Actualmente se desempeña como profesor en la Université Paris Descartes, Faculté des Sciences Humaines et Sociales-Sorbonne (Francia) e investigador en el laboratorio CERLIS-CNRS. Sus temas principales de investigación son la teoría social, la sociología del individuo y la sociología política. I. II. Uno de los grandes dramas de la historia de América Latina desde los inicios del siglo XIX fue la exigüidad del público lector. El resultado fue cruel: por abiertas y generosas que las obras se concebían en el momento de su producción, sus destinatarios reales siempre fueron escasos. La República de las Letras tuvo pocos ciudadanos. ¿Qué decir de este catálogo? En primer lugar, sería fácil, muy fácil, expresar, con la ayuda de un ejercicio matemático, un asombro para no escribir una admiración inmediata. La editorial ha publicado más de 1.500 títulos en 25 años. Por malo que sea el lector en aritmética, eso hace prácticamente 60 títulos por año. Lo digo de otra manera: eso hace más de un nuevo título, todas las semanas, durante más de 1.400 semanas. Cierto, no en todas las semanas se publicó necesariamente un libro: el volumen total se repartió sin duda a otro ritmo. El resultado no es menos imponente. La situación, desde entonces, claro, ha cambiado mucho. El público no ha cesado de crecer a través de la generalización de la alfabetización, el mayor acceso a los estudios secundarios, y en las últimas décadas, por un significativo incremento de estudiantes en las universidades o en los centros técnicos de formación. Las condiciones para superar la tragedia de los públicos culturales, durante tanto tiempo casi inexistentes en la región, se presentan hoy, qué duda cabe, bajo un mejor auspicio. En la inflexión de este viejo drama de la cultura en América Latina, una función mayor les corresponde a las editoriales. Los autores lo reprimen y los lectores lo olvidan, pero su encuentro solo es posible gracias a un tercero, el editor. Es por eso que detrás de los datos asociados a la edición –la variedad de títulos publicados por año, las tiradas de los libros, el volumen de las ventas, incluso el número de librerías–, es una historia colectiva la que se diseña. Una que revela que más allá de la exigüidad de los públicos, se encuentra el hecho de que se editaba poco en la región. La fuerza de aventuras, con una proyección latinoamericana, como Fondo de Cultura Económica, Losada o Siglo XXI, no debe llevar a menoscabar el hecho de que la ausencia relativa de editores reforzó en la región la tendencia a un consumo cultural en donde las ideas, los libros como las modas, tenían que venir de afuera. En algún texto, al evocar este período, Pablo Neruda habló con justeza de esa «época en que esperábamos los barcos». Las editoriales producen justamente transformaciones en las relaciones entre los productores de la cultura, sus intérpretes y sus consumidores. Progresivamente, gracias a su crecimiento, la producción cultural conoció en la región un proceso de sustitución de importaciones que, sin menoscabar el trabajo de traducción –signo viviente de una cultura abierta–, posibilitó la afirmación de la creación a nivel nacional. Hoy, en América Latina, se esperan menos los barcos. Es en esta historia que se inscribe el catálogo de una editorial como LOM. Pero no es eso lo que más aprecio del catálogo de LOM. Algunos tal vez se interesarán por saber, de los títulos editados, cuántos son obra de mujeres, traducciones o inéditos. En lo que me atinge, son los géneros publicados lo que más retiene mi atención. Forzando las cosas, creo que es posible afirmar que dos grandes dominios se imponen, incluso de manera transversal a las colecciones: la literatura por un lado y las ciencias sociales y humanas por el otro. En cada uno de estos dominios, los géneros varían desde la poesía a la novela, del teatro a la narrativa infantil, desde la historia a la sociología, de la política a la filosofía, sin descuidar los títulos dedicados a la educación. Pero a menos que el lector haga un conteo pormenorizado de los géneros (algo que matiza lo que voy a escribir), es difícil, creo, no ser sensible a una doble impresión de conjunto –la importancia de la poesía y de la historia. Los dos núcleos resumen bien el espíritu general del catálogo. Una editorial como LOM, al ser expresiva de la producción nacional, sin sorpresas, refleja el interés de un país en donde la poesía tiene una significación literaria particular. En verdad, sería más justo decir que defiende, no sin riesgo económico, un género que muchas casas editoriales, por doquier en el mundo, abandonan. A este primer gran eje editorial, se añade una fuerte preocupación por la historia, entendida en un sentido amplio, pues alrededor de ella cohabitan estudios históricos, memorias, trabajos de ciencias sociales que revelan un interés constante por el pasado y el presente de Chile. Esto hace de LOM a la vez una editorial abierta al mundo (como lo atestiguan sus traducciones) y un verdadero co-actor de las interpretaciones que la sociedad chilena produce de sí misma. |13 Detrás de esta elección, existe, qué duda cabe, un trabajo de selección. Trabajo difícil, ambivalente, probablemente asaltado por momentos por los escollos entre lo que se quiere, se puede y se debe editar. Algunos títulos han debido ser objeto de discusiones –supongo, en todo caso me lo invento– más o menos ásperas en el comité editorial entre lo que parecía editorialmente arriesgado, pero asumible económicamente –títulos o traducciones–, y lo que se presentaba como financieramente interesante, pero inasumible como política editorial. Estos dilemas insoslayables testimonian en el catálogo hasta qué punto, tratándose de una editorial independiente, la edición es también una cuestión moral. Esta moral editorial, por lo demás, se prolonga en una ética comercial. Es otra de las cosas que me gusta saber a propósito del catálogo de LOM. Una vez acogido, cada libro es respetado en su historia singular. Algunos –como Chile actual: anatomía de un mito o Ser niño «huacho» en la historia de Chile– tuvieron un importante destino de ventas; muchos otros, una vida más corta y trunca en las librerías. Pero no así en la preocupación de la editorial que se esfuerza por mantener vivo el catálogo, dándole chances a una obra para que se instale en el tiempo, incluso arriesgando un nuevo título de un autor, con el fin expreso que su primer libro, ya publicado, no naufrague por solipsismo. Todo esto es sin duda encomiable, pero como sociólogo, debo confesar, que no es empero lo que más admiro del catálogo. Lo que más suscita mi admiración es mucho más importante y sin duda infinitamente más evidente. Cada vez que recorro una librería en Santiago o cada vez que leo un estudio de ciencias sociales sobre Chile, me es simplemente imposible no toparme con un título de LOM. Y eso es lo que más me gusta del catálogo. Para qué ahondar entonces en superlativos; una frase simple lo dirá todo. Sin el catálogo de títulos publicados por LOM durante 25 años, las ciencias sociales chilenas no serían lo que son. III. LOM, como tantas editoriales, es indisociable de una historia individual. En verdad, en este caso, de dos historias. Dos personas. Una pareja. Sin menoscabo del proyecto colectivo y familiar que sostiene LOM –en el cual coinciden hermanos, hijos, primos–, de la acción decisiva de asociados y colaboradores, creo que no miento a la verdad si digo que la editorial no habría existido –ni existiría– sin el concurso de Silvia y Paulo. Nada de extraño por ello que la sensibilidad del catálogo –a caballo entre la literatura y las ciencias sociales, entre el arte y la historia– refleje sus intereses, sus gustos, sus pasiones. Es por eso que me es imposible no terminar esta visita del Catálogo de LOM con palabras más personales hacia ellos. Los conocí juntos hace varios años, y estoy seguro de que, desde entonces, a pesar de haber coincidido muchas veces con ellos, jamás he cruzado al uno sin el otro. Sé que no debería escribirlo pero a veces termino pensando que son como una doble hélice. De seguro que no siempre deben estar anudados (amigos me han dado fe de ello), pero la distancia, me digo, jamás debe alcanzar diafragmas demasiados amplios. No es una boutade. Los proyectos editoriales, sobre todo cuando son la obra de casas independientes, son una actividad sin desmayo en donde se alternan visitas a los bancos, problemas de créditos, retraso en los pagos, relaciones con las librerías, dificultades en la imprenta, la evaluación sin término de manuscritos que no cesan de llegar, mails de autores que se inquietan por los plazos y las repuestas, y, por supuesto, la gestión de egos imposibles. Este trabajo múltiple da lugar a una actividad trepidante llena de usuras y de algunas satisfacciones. Cada semana, durante 1.400 semanas, con convicción, hay un título que «sacar», «defender», «presentar». Por supuesto, este trabajo no puede ser nunca la actividad de una sola persona. Pero ese trabajo colectivo no es posible, en su tráfago cotidiano, sin pasiones encarnadas. Es por eso que las grandes aventuras editoriales solo son posibles –solo han sido posibles– de la mano de aventuras personales en donde confluyen, a través de una alquimia secreta, pasiones intelectuales, inquietudes políticas, horizontes económicos. Fue esa pasión que hizo que durante tanto tiempo las editoriales llevaran como sello distintivo un apellido. Esa firma era la prueba que un editor, al empeñar su nombre, se comprometía con un título. Es lo que hacen, detrás de cada libro publicado, Silvia Aguilera y Paulo Slachevsky. En su caso, en el caso de LOM, esta pasión personal, la aventura de dos individuos, se expresa a través de un vocablo yámana vuelto un pseudónimo editorial. 14| Del legendario editor francoestadounidense, es un despiadado diagnóstico del presente y del futuro editorial en lengua inglesa, y por extensión de otras lenguas, y es además la autobiografía profesional de un editor y su testimonio de resistencia Publicado en el contexto de los 30 años del golpe, este es el testimonio biográfico de los días posteriores al 11 de septiembre de 1973. Un relato auténtico, honesto y claro, que no busca ser un texto político jurídico. Intelectual belga, especializados sobre los problemas centrales de la comunicación en América Latina, Europa y el mundo. El libro que nos presenta es la reflexión de más de diez años en torno a las comunicaciones, la cultura y el mercado al pulso de los acontecimientos de este tiempo de la globalización. Considerada una de las más importantes escritoras brasileñas del siglo XX, nos entrega este texto para niños y niñas. «Voy a comenzar explicando lo que quiere decir «vida íntima». Es esto: vida íntima quiere decir que nosotros no debemos contarle a todo el mundo lo que ocurre en nuestra casa. Son cosas que no se le cuentan a cualquier persona. Yo voy a contarles la vida íntima de Laura». Aparece el volumen V de la Historia contemporánea de Chile de Julio Pinto y Gabriel Salazar, cerrando así un proyecto iniciado el año 1999. Estos cinco volúmenes nos proponen una perspectiva distinta para leer e interpretar nuestra historia. Ante la hegemonía del neoliberalismo, que ha puesto en el centro de su interés la historia del capitalismo en sus distintas fases y formaciones históricas, M. A Illanes narra la experiencia de su construcción social en Chile, como parte de nuestra memoria histórica nacional. 2001 2002 2003 Se inicia el siglo XXI con nuevas publicaciones que van actualizando viejos temas y con ello problematizando las argumentaciones y el estado de las cosas. Transcurridos once años desde la apertura democrática, se siguen haciendo esfuerzos por ensanchar los espacios de participación que permitan ir transformando nuestra sociedad autoritaria, discriminadora, punitiva y controladora. Los libros van poniendo en el debate temas soterrados en el dominio público. Así, Aborto en Chile, de Claudia Lagos, con información sólida y actualizada a la fecha, invita a debatir sobre una práctica soterrada que con urgencia requiere, abierta y desprejuiciadamente, ser enfrentada. Por su parte, Elizabeth Lira mira hacia la historia para poder leer con mayor claridad el presente en Historia, política y ética de la verdad en Chile, 1891-2001. Mientras Jorge Magasich y Jean-Marc de Beer, con América Mágica, desentrañan las fantasías que traían los conquistadores y cómo estas animaban un imaginario para la búsqueda del oro y lugares maravillosos como el paraíso terrenal. Y volvemos sobre el «nosotros» y Jorge Larraín publica Identidad chilena, un texto que discute sobre cómo somos los chilenos y sobre qué construimos nuestra identidad. La literatura y la ética viajan juntas en Matar a los viejos y La señorita Lara, de Carlos Drogue. Por último, los sonidos de la onda corta se hacen texto con los libros Noches de radio I y II, de la mano de uno de sus protagonistas, Volodia Teitelboim. Se publica Las sombras del mañana de Norbert Lechner, quien aborda la dimensión subjetiva de la política, la dificultad de hacer memoria y el manejo de nuestros miedos. Será también el momento para la publicación de Carta abierta a Agustín Edwards, de Armando Uribe, Premio Nacional de Literatura 2004. El texto desclasifica el rol político cumplido por Edwards a través de 50 años en la historia de Chile con una mirada crítica y serena a las prácticas conservadoras. Tomando su sitio de Mario Garcés, se incorpora al catálogo. En él el autor describe y analiza el movimiento poblacional de la década del 60 en Santiago, inaugurando una forma de relación distinta con los partidos políticos y el Estado, constituyéndose así en un actor social capaz de influir en la satisfacción de la necesidad de viviendas y en el ordenamiento urbano de la capital. Carlos Germán Belli, destacado poeta peruano e iberoamericano, perteneciente a la generación del 50, publica este año En las hospitalarias estrofas, libro que nos muestra un sujeto contento de sí mismo, dedicado a escribir y amar «en el restante tiempo terrenal». En esta, su última etapa creadora, nos sigue sorprendiendo con sus ríspidos versos y su afán de fundar un futuro con un lenguaje que se arraigue en la tradición, más allá de cualquier ominoso signo de postergación y alienación. Bajo la dirección de M. E. Tijoux, se inicia la publicación de la revista Actuel Marx Intervenciones, variante editorial de la revista francesa Actuel Marx. Se trata de una revista abierta a la reflexión en un diálogo entre historia y filosofía; una experiencia para la construcción de perspectivas críticas desde un marxismo heterogéneo, en el contexto del capitalismo global. En sus hasta ahora dieciocho volúmenes, numerosos e importantes autores han sumado su voz a este proyecto. Entre ellos, Mauricio Amar, Alain Brossat, Jacques Bidet, Adrián Scribano, Carlos Ruiz, Francois Chesnais y Eugenia Palieraki. Con Copyright, la poeta Nadia Prado construye un viaje inverso y alterno sobre los significados de la lengua y la cultura local, desalojando a la sujeto de toda certidumbre, en abierta disyunción consigo misma. 20 poetas mapuche contemporáneos, ocupan la escena en una antología a cargo de Jaime Huenún; en ella, una muestra bilingüe y la más amplia realizada a la fecha, se recoge la diversidad de tonos, sensibilidades y miradas, práctica escritural que se mueve entre dos mundos. El prestigioso fotógrafo Louis Stener nos presenta 50 imágenes de su Chile en el corazón, captadas en Santiago y Valparaíso, que formaron parte de la exposición del mismo nombre. Poeta, dramaturgo, novelista, cuentista e historiador. Es considerado uno de los fundadores de la literatura rusa moderna. Aquí se presentan cuatro cuentos, que recogen lo mejor de los cuentos tradicionales rusos. Investigación histórica que retrata los primeros días en un partido que debió pasar inmediatamente a la clandestinidad, al sigilo y el secreto luego del golpe de Estado. Desde su 1ª edición en 1854, las imágenes del Atlas de Claudio Gay solo habían sido reproducidas parcialmente en algunas publicaciones. Con el concurso de LOM, el archivo Barros Arana de la DIBAM y el Consejo del libro, se publica por primera vez la reedición facsimilar íntegra de los dos volúmenes originales. Relato testimonial, descarnado y honesto de las realidades vividas, con sus variadas aristas y facetas, por muchos militantes que entregaron buena parte de su vida por la causa de la libertad, la justicia. En su recuento el autor revela el abismo entre la pureza de la intención y la crudeza de los acontecimientos. Revela uno de los hechos más trescendentes de la arqueología contemporánea. Este sitio arqueológico ubicado en Puerto Mon, al sur de Chile, cambió radicalmente esta teoría del poblamiento americano, situando la presencia del ser humano en el continente, 1800 años antes de la teoría hasta ahora aceptada. Wallerstein, principal teórico del análisis de sistemamundo, caracteriza a Estados Unidos como una potencia capitalista hegemónica en proceso de decadencia, proyectando el análisis que ha venido desarrollando en torno al problema de la historia y de las tendencias generales del capitalismo moderno. 2004 2005 Será el año de la colección de Nosotros los chilenos que, retomando la idea original llevada a cabo por Quimantú en los 70, hace una radiografía segmentada del Chile del 2000. Con nueve títulos, la colección puso el foco sobre temas como: El Chile de la era consumista; el sexo y los derechos; el despertar del pueblo mapuche; nuestro cobre; la juventud; los trabajadores, entre otros. La necesidad de contribuir a la formación de ciudadanía, nos lleva a impulsar dos iniciativas: la Serie Universitaria, orientada centralmente para estudiantes, con temas sobre ciudadanía, política y democracia; todos fueron textos traducidos del francés, entre ellos: La democracia representativa, de A. Daniel Gaxie; Los partidos políticos, de Michel Offerlé; El voto, de Olivier Ihl. Se da inicio la Comunidad de lectores de LOM, una invitación a crear su propia biblioteca, recibiendo un libro mensual a un módico precio. Este año LOM se propone hacer un recorrido por la producción poética de América Latina, convocando a poetas de mediados del siglo XX en adelante. Es así como inicia la serie de Antología de poesía latinoamericana, que a la fecha cuenta con la de Bolivia, Argentina, Perú, Venezuela, México y por aparecer la ecuatoriana. George Perec, importante autor de la literatura francesa del siglo XX, ingresa al catálogo con la novela W o el recuerdo de la infancia, libro en el que se alternan dos relatos. Por un lado, la historia de la isla W y sus habitantes, que nos adentra en los horrores de una sociedad de deportistas obligados a competir por la gloria más evanescente o aceptar la miseria como justicia. Por el otro, el intento de una biografía de la infancia durante la Segunda Guerra Mundial. Ambos relatos no pueden evitar mirarse, al igual que dos espejos que se enfrentan y multiplican sus imágenes y figuraciones hacia lo infinito. De la misma manera podemos referirnos a dos textos que enfrentados proyectan imágenes que se contraponen, y sin embargo las dos se inscriben en la misma historia, terminando una de aniquilar a la otra, estos son: Cuando hicimos historia, antología de estudios históricos cuyo objetivo fue rescatar una dimensión olvidada del proceso que dio forma al gobierno de la Unidad Popular, el protagonismo entusiasta y esperanzador de quienes fueron actores y constructores de esa historia. Y La escuela de las Américas de Lesley Gill, estudio muy documentado que analiza en profundidad la formación de oficiales y soldados latinoamericanos en la doctrina de seguridad nacional. Lugar donde se incuba la siniestra Operación Cóndor. Es la historia de un grupo de trabajadores que soñó con un Chile distinto, democrático, igualitario y participativo. Winn postula que «a través de la historia local de la fábrica Yarur se podría dilucidar gran parte de la historia moderna de Chile». En este libro, Plantú, ilustrador permanente del diario Le Monde, nos entrega su mirada, ácida, irónica y divertida de los problemas del mundo de hoy. |15 2002. Volodia Teitelbiom, recibe el Premio Nacional de Literatura. 2004. El poeta Armando Uribe recibe el Premio Nacional de Literatura. 2004. Malú Urriola recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría Poesía por el libro Nada. 2004. Nadia Prado es reconocida con el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en la categoría Poesía inédita por el libro Job. 2002. Se crea la Alianza internacional de Editores Independientes, que agrupa a 90 editoriales y 9 colectivos de 45 países del planeta. LOM se integra a esta instancia como socio fundador del movimiento de la edición independiente. Nace la Comunidad de Lectores de LOM. Una invitación a crear su biblioteca LOM, una comunidad de intereses en el área de Literatura y Ciencias sociales y humanidades. Cada suscrito recibe un libro al mes de su elección. El domicilio de la letra 16| Nadia Prado Poeta. Estudió Filosofía en la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (ARCIS). Es doctora (c) en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Chile. Es académica de la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar. Sus poemas han aparecido en diversas antologías en Chile y el extranjero. U « n libro es solo una nueva manera de estar vivo», escribió E. E. Cummings. «El libro es aquello que no cesa de escribirse. En la fibra del árbol, la letra hace su lecho, que se vuelve libro», escribió Eugénie LemoineLuccioni. ¿Qué sería de nosotros sin libros, sin esa conmoción al entrar a las letras de una página?, ¿cómo sería un mundo en el que no pudiéramos pensar que «una nueva letra se agrega y nos ilumina»? Para Mistral, la pasión de leer es una calentura que casi alcanza a la del amor y a la de la amistad. Para Lispector el libro es como un amante: exaltación, éxtasis, garantía de libertad. Como sea, nos la pasamos en los libros. ¿Qué seríamos sin leer?, ¿qué seríamos sin esa reunión, sin poder «fojear el mundo»? ¿Qué seríamos sin esa «avidez niña» que es la lectura? Hoy, a veinticinco años de existencia de Lom ediciones, los mismos años con los que cuenta nuestra democracia, decenas de escritos se siguen rebelando gracias a este proyecto, que finaliza estos veinticinco y que comienza iluminando sus veintiséis con la Obra reunida. Mi culpa fue la palabra, de Gabriela Mistral, compilada por Verónica Zondek. El trabajo de una editorial es inconmensurable: los libros vuelven horizontales las jerarquías, las derrumban al poner a disposición de la mayoría la palabra, que es, precisamente, lo que ha venido haciendo Lom todo este tiempo: inscribir la producción literaria más importante dentro y fuera de nuestro territorio. Desde sus inicios, en 1990, Lom nace como un proyecto cultural que vendría a impulsar y restituir la lectura en un país que había pasado de ser un gran lector en tiempos de la Unidad Popular, con los grandes tirajes de la mítica Quimantú, cuyos ejemplares –es cierto, lo sé, lo recuerdo: esa fiesta sucedió– tenían el mismo valor que una cajetilla de Hilton. Mi madre caminaba conmigo hasta el quiosco de la esquina y compraba unos cigarros para ella y un pequeño universo de la colección Minilibros para mí. Entonces comenzó mi amor por Poe, Thomas Mann, Melville, Horacio Quiroga, London, Dostoievski, y conocí el realismo social chileno de la mano de El chiflón del diablo; así tuvimos acceso a lo mejor de la literatura universal. En ese entonces, nos habían quemado los libros y la cabeza. Y en ese vacío surgió Lom, con la fuerza y la diversidad que debe tener un catálogo de libros, libros que liberan, que nos permiten acceder a la cultura y que democratizan las sociedades. Lo primero que publicó Lom fue un planisferio invertido que tenía el sur arriba y que se llamó De la tierra incógnita del sur; lo segundo fueron las postales de un plano de la ciudad, con las imágenes de algunos detenidos desaparecidos, que ceñía el compromiso político de la editorial junto a esos rostros que vibraban y que siguen vibrando; lo tercero Los gemidos, de Pablo de Rokha. Elevado comienzo. Ya estábamos en democracia, pero la hoguera del fascismo hacía vibrar aún la frase de Heine: «Donde se queman libros, se acaba quemando también seres humanos», y así había ocurrido. Sin embargo, los libros que nos liberan, que nos permiten acceder a la cultura y que nos hacen preguntarnos, llegaban poco a poco. Con las páginas incendiadas, hacía diecisiete años atrás, alumbramos nuestras lecturas cuando Lom, en una «faena a favor del libro», echó a andar la máquina offset en su taller, y con esas palabras, fotografías e imágenes, puso, nuevamente, al alcance de estudiantes, profesores, pobladores y artistas un gran cúmulo de obras y pensamientos entre nosotros. Esas señales –hoy digitales– nos llegaron para reunirnos y diferenciarnos otra vez, restituyendo la experiencia de la lectura y la escritura, devolviéndole a cada uno su singularidad. Leer es eso: hacernos y sabernos distintos. Como ocurrió con los Minilibros, cada ejemplar de la colección Libros del Ciudadano valía, nuevamente, lo mismo –o menos– que una cajetilla de cigarros. Así como yo me llenaba de libros de Quimantú, luego me empecé a llenar de libros de Lom. Y destellaban, como antes y como nunca antes, Mistral, Drogue, De Rokha, Huidobro, Manuel Rojas, Lihn, Guadalupe Santa Cruz, Pedro Lemebel y Diamela Eltit, entre tantos otros. Lom –un sol yagán, archipiélago (la palabra), nómade, nombrante, meridional, norte, pirita de hierro para encender fuego contra el frío y no contra los libros– volvía a alimentar nuestro «estómago de lector». Son más de mil quinientos títulos, en los que podemos encontrar la más importante colección de poesía del país, textos fundamentales en historia, filosofía, ciencias políticas, sociología, psicología, novelas y cuentos, memorias y testimonios, dramaturgia, literatura infantil y juvenil, investigación periodística, humor, fotografía y arte, pedagogía y educación; un catálogo que reúne a autores nuevos y connotados, creadores e intelectuales chilenos y latinoamericanos, además de los clásicos a los que siempre retornamos y que, aun cuando no sean suficientes, «nos pueden consolar». Lom ha sido y es un proyecto cultural totalmente independiente, que fomenta la lectura, la creación, la reflexión, la memoria y el pensamiento a través de la escritura. Hay que leer, hay que enamorarse de la lectura, hay que leer por leer. ¿Qué es leer?, se han preguntado tantos, dialogar con otros; por ejemplo, con Pascal Quignard que nos dice que aquel que toma un libro se expone al riesgo de ser sometido a la emoción de una página desde donde surge un suceso dramático, y entonces corremos el riesgo de ser desestabilizados. Leer es conmoción, inquietud, impulso hacia el lenguaje y hacia el sentimiento de las páginas. Libros –que somos–: «Palomas aleteantes» ante los censores de todos los tiempos, que relampaguean cada vez que son movidas, que transforman, alteran y alternan, porque la lectura y los libros siempre se resisten: «Hay que leer hasta la herida y hasta la sangre» (Derrida) y por todos los libros que están por venir y que gracias a los hechores de libros, como Lom ediciones, se vuelven hábito y habitar. Entre nosotros, entre tú y yo, siempre, libros. LOM, una bella aventura política, económica y cultural |17 Georges Couffignal Profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad Sorbonne-nouvelle-París 3. Fue director del Instituto de Altos Estudios de América Latina. Ha dirigido el Instituto Francés de América Latina en México y el Instituto Chileno-Francés de Cultura de Santiago. L a creación de esta casa editorial el mismo año que se celebró la primera elección democrática, la de Patricio Aylwin, fue un acto político mayor que ponía punto final a la siniestra dictadura de Augusto Pinochet. Era una hermosa respuesta a las primeras medidas adoptadas por la junta militar después del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, que «ordenaban» quemar libros, quemar libros y quemar más libros. Era preciso extirpar el «cáncer marxista» y todo lo que se pareciera de cerca o de lejos al pensamiento socialista. La Editora Nacional Quimantú, creada por el gobierno de Salvador Allende, que difundía cientos de miles de ejemplares de libros de literatura, análisis de la sociedad chilena o libros para la juventud, fue cerrada y sus colecciones quemadas. Querer que las producciones del espíritu y el libro fueran accesibles al mayor número de personas mediante una política deliberada de bajos precios y de apertura, no podía sino ser considerado como profundamente subversivo por los nuevos amos del poder. En aquel pequeño Chile donde lo escrito era tan importante, en aquel Chile que había dado al mundo dos de los tres premios Nobel con que contaba la literatura latinoamericana en ese entonces, en aquel Chile que contaba también con escritores reconocidos internacionalmente (Francisco Coloane, Vicente Huidobro, José Donoso…), debía desaparecer el mayor número posible de librerías y editoriales, fuentes potenciales de subversión. Aquel empeño sistemático de aculturación no fue algo exclusivo de Chile, pero los militares que aquí tomaron el poder fueron más sistemáticos que sus homólogos de la época en Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia o Paraguay, y encarcelaron u obligaron a exilar a un número incalculable tanto de oponentes políticos en el marco de la siniestra Operación Cóndor, como de productores de cultura: escritores, intelectuales, artistas, cantantes y músicos. Crear en 1990 una casa editorial después de que durante 17 años un pesado telón de acero ocultara lo escrito, era un acto político especialmente significativo. LOM es también una bella aventura económica, la de un pequeño equipo que empezó sin recursos y con apenas experiencia en el oficio, que creó una empresa editorial sometida a las leyes del mercado en una época en que, con la globalización, comenzaban los fenómenos de concentración y constitución de grandes grupos. La edición no era una excepción. En un país con un número de lectores potenciales relativamente restringido y librerías escasas, querer ser y conseguir seguir siendo «independiente» era y es una verdadera apuesta. LOM la ha ganado, ha sabido llevar a cabo una política editorial y asociarse a otros editores independientes de América Latina. Entre todos han sabido crear una red eficaz que les permite existir sin pasar por las horcas caudinas de los grandes distribuidores. LOM se mantiene en buena salud financiera, lo que es tanto más admirable cuanto que en un sector cercano, el de la prensa escrita, la vuelta de la democracia en Chile ha tenido como efecto el ver desaparecer los medios de comunicación independientes que existían antaño. Si crear una casa editorial era un desafío en 1990, pareciera que verla crecer lo es más en la actualidad. Lo escrito, en el curso de los últimos veinticinco años, ha conocido una revolución probablemente de la misma importancia que la que conoció el siglo XV con el invento de la imprenta por J. Gutemberg. Internet y los buscadores permiten hoy día una difusión mundial del escrito y del saber a niveles impensables hace veinte años. La facilidad de acceso a textos más diversos y más alejados es tal que son numerosas las Casandra que predicen a corto plazo la muerte del escrito impreso. Pero también son numerosos los que, como el equipo de LOM, están convencidos de que el libro no está condenado, a condición de que sepa inventarse y adaptarse a los cambios tecnológicos de nuestra época. LOM así lo hace, como lo prueba la oferta tan variada de libros digitales. Pero LOM es también, y quizá, sobre todo, una hermosa aventura cultural. Esta casa editorial quiso ser, desde el principio, «un proyecto de carácter cultural que fomenta la lectura, la creación, la reflexión, la memoria y el pensamiento crítico a través de la palabra escrita». Basta con consultar el impresionante catálogo de 1600 títulos para ver que el proyecto ha sido llevado a cabo, y con creces. En él se codean los más grandes intelectuales y autores chilenos con los que todavía no conocen la celebridad. Se encuentran las grandes obras clásicas así como las producciones más recientes en ciencias sociales y humanas del mundo entero. Podemos sumirnos en la filosofía o en la historia, interrogarnos sobre los grandes cambios que sacuden nuestras sociedades, desde el fenómeno religioso hasta el medio ambiente, analizar las conmociones del orden mundial… Ningún cuestionamiento escapa a la vigilia del Comité editorial a la hora de elegir las publicaciones. La lectura implica cuestionar, pero también soñar, meditar, acceder a la belleza. Podemos igualmente leer poesía, admirar fotos o dibujos, descubrir las realizaciones de grandes arquitectos… Es imposible describir todas las ganas de leer que procura este impresionante catálogo profundamente arraigado en la realidad chilena y al mismo tiempo en la sociedad mundo. ¡Larga vida a LOM…! Han seguido apareciendo bajo este sello varios de los mejores libros del autor, en particular dos novelas de la tetralogía de Aniceto Hevia: La oscura vida radiante y luego Mejor que el vino. Los administradores de la nueva democracia chilena implantada en 1990 creyeron inventar la técnica del parto político sin dolor, es decir, la transición sin ruptura. Por medio de secretas negociaciones cupulares, aderezaron un guión que pretendía ofrecer ganancias para todos, sin vencedores ni vencidos. 18| Esta obra analiza la resurrección de la derecha partidaria a mediados de los años sesenta, período en que se produjo la muerte de la derecha histórica y la emergencia de dos nuevos referentes en el Partido Nacional y el Movimiento Gremial de la Universidad Católica. Jorge Larraín con este libro da inicio a la serie de cuatro volúmenes donde traza un recorrido por las diferentes corrientes de pensamiento respecto a una teoría de la ideología, partiendo desde Karl Marx hasta entrar de lleno en el pensamiento contemporáneo y los primeros años del siglo XXI. Desde la ficción literaria, el autor constituye una implacable evaluación del proceso histórico de formación de la matriz estatal de Chile, logrando atrapar magistralmente la subjetividad del momento histórico que aborda, y motivar al lector con la peculiar manera de describir la psicología de los personajes. 2006 2007 2008 Este año tres títulos de fuerte huella sociológico-historiográfica comparten una especial capacidad de (hacernos) confrontar pasado, presente y futuro: las Obras Escogidas de Norbert Lechner, dos volúmenes, que contiene la visión singular del intelectual y cientista político que reflexiona sobre la importancia de una teoría política de la democracia desde Latinoamérica, que, en su particularidad, debe ser abordada desde su frágil inserción en la modernidad y el desarrollo, y con democracias inestables. Los textos de Lechner constituyen un mapa conceptual que aborda la necesidad de la construcción del orden social como una actividad humana permanente y siempre inacabada. ¡...Escucha Winka…!, fruto de una invitación que hiciera el Comité Editorial de LOM a un grupo de intelectuales mapuche, quienes respondieron con este libro de ensayos, considerado hasta hoy como el primer intento sistemático de descolonización intelectual y de sistematización historiográfica mapuche. Y Su revolución contra nuestra revolución, libro en dos volúmenes, de Julio Pinto, Rolando Álvarez y Verónica Valdivia, sondea la experiencia militante de las agrupaciones de derecha y de izquierda durante la dictadura en Chile, dejando instaladas preguntas fundamentales, de cara al proceso democratizador. Desde distintos registros, destacamos algunos libros que buscan representar la ética y la subjetividad subalterna: El gobierno de Lagos, los pueblos indígenas y el «nuevo trato», texto colectivo editado por José Aylwin y Nancy Yáñez, analiza la relación entre los pueblos indígenas y el Estado chileno. Desde varios planos, el libro aporta antecedentes y pone en evidencia las limitaciones de la política de Gobierno. Al hablar de vindicación de derechos, vamos al de la mujer sobre su cuerpo y su sexualidad con un libro que vuelve sobre El drama del aborto, de Aníbal Faúndez y José Barzelao, quienes plantean la necesidad de enfrentar abiertamente y desde lo público lo que es un hecho concreto. Ser niño «huacho» en la historia de Chile, texto en que Gabriel Salazar, posicionado «en la piel humana», desata la trama de la historia adulta para descubrir «entre líneas, en los bordes», la capacidad de los niños «huachos» por constituirse en sujetos de la historia, rasgo en el que el autor ve el fulgor de la rebeldía del movimiento popular chileno. Con Autobiografía de mi madre, LOM comienza a publicar la tetralogía de esta destacada autora, Jamaica Kincaid, quien desde su origen popular antillano se radica en Estados Unidos y allí escribe una literatura honda y transparente. Luego se agregarán Mi hermano, Lucy y Mr. Poer. Recuperamos del olvido Alma Chile. Obras completas 1912, de Carlos Pezoa Véliz. Poesía de rebeldía y denuncia, es ironía y parodia, y también es de un lirismo sencillo y profundo. Por su parte, la poeta Verónica Zondek en su libro Por gracia de hombre, indaga en la memoria de un yo individual que al mismo tiempo es conglomeral, pues su meditación se dirige siempre hacia un tácito nosotros. Y Juan Mihovilovic nos presenta Desencierro, donde las pesadillas y los sueños, se confunden con el mundo aparente y cotidiano, adquiriendo una inquietante y perturbadora dimensión metafísica que nos enfrenta con las situaciones límites de la existencia humana. El historiador Pedro Milos nos lleva a 1935 y 1938, con su libro Frente popular en Chile. En él describe e interpreta el proceso de configuración del Frente Popular, centrando el análisis en los partidos que lo constituyeron. El año anterior el mismo autor nos presentó en 600 páginas el libro Historia y memoria. 2 de abril de 1957, cuando Chile fue sacudido por una serie de protestas sociales en reacción al alza del transporte urbano, constituyéndose en uno de los principales movimientos populares del siglo XX. Susana Münnich, con su ensayo literario Casa de hacienda / carpa de circo, título más que sugerente, contrapone dos lugares, dos miradas, dos manera de vivir y de crear: María Luisa Bombal y Violeta Parra: «ambas representan dos mundos en un mismo país y que son opuestos» En dos volúmenes, Jorge Magasich nos entrega una rigurosa investigación sobre Los que dijeron «No». Historia del movimiento de los marinos antigolpistas de 1973. Desde las revueltas navales del siglo XX y los conflictos sociales que estremecieron a la Armada chilena en 1925, 1931 y 1961, hasta los álgidos días de 1973 Esta antología de Michael Löwy agrupa en orden cronológico un conjunto de documentos, fragmentos de ensayos, artículos, resoluciones de partidos y otras organizaciones, y otros escritos, que reconstruyen la evolución histórica del marxismo en América Latina, desde principios del siglo XX (1909) hasta principios del siglo XXI (2005). El anarquismo fue «un fantasma» en los discursos de la elite, desde mucho antes de su aparición en Chile. El hombre estatua, de Jaime Casas. Cuando Benito Alonso y su ex compañero de prisión deciden cambiar de rumbo, buscan hacer frente a una sociedad y una historia que ya una vez les ha asestado una derrota. Con originalidad, el autor va enlazando la historia de estos personajes en un relato de gran verosimilitud. Primera novela de Fátima Sime. Narra la historia de una joven enfermera chilena que, unos años después del Golpe de 1973, es secuestrada por la policía secreta, torturada sicológicamente, y luego «entrenada» para cometer un crimen político que sacudió al país entero. Libro premiado en Europa y traducido del danés para esta edición. Es la historia de Sapito, que cayó de las estrellas e hizo un montón de travesuras que a muchos no gustaron. Sapito es una mezcla de ingenua entretención para los niños, pero con un trasfondo ácido para el lector adulto. Las Malas Juntas comenzó a escribirse a partir de 1974, estando Leandro Urbina, su autor, ya fuera de Chile, tras el Golpe de Estado. Sin embargo, no fue un libro de exilio; su destino de obra narrativa llena de preguntas y de intuiciones habría de situarla entre los textos fundamentales para comprender el Chile de las últimas décadas. 2009 2010 El diario de Agustín, es el fruto de una investigación que recogió testimonios de más de cien personas, entre altos ejecutivos y editores de El Mercurio. El trabajo, coordinado por Claudia Lagos, indaga en el rol que cumplió el diario en la violación de los derechos humanos durante la dictadura. La publicación de Estados depredadores de J. Patrice McSherry sobre de la Operación Cóndor, ayuda a entender la articulación internacional, destinada a eliminar opositores incluso fuera de sus países de origen, contando para ello con una coordinación regional de los servicios de inteligencia, con uso de moderna tecnología, capacitación y apoyo técnico y económico de los EE.UU. Por su parte, Heidi Tinsman nos presenta La tierra para el que la trabaja, libro que vuelve sobre la reforma agraria, recuperando la memoria para entender las trasformaciones actuales en torno a la dimensión de género, reflejada en las luchas de las temporeras de hoy. La huachita, se hace literatura en la mano de José Miguel Varas, quien en los trece cuentos que componen el volumen es capaz de concebir a los personajes más variados y los espacios más distintos, siempre sin perder de vista las emociones de los protagonistas y la atmósfera del contexto en el que se desenvuelven: el humor, lo absurdo, la nostalgia, la historia… Carla Cordua, a cargo de la selección, traducción y notas, nos entrega Kaa en primera persona. Selección de los diarios del autor, que son nutridísimos, muy extensos y diversos: se narran en ellos muchos sueños e incluso visiones involuntarias que lo asaltan al despertar o durante el día. Y de los sueños de Kaa volvemos a la realidad con Ricos y pobres de L. E. Recabarren, donde el autor desnuda las condiciones de vida de las clases populares y medias, y los vicios de toda índole y origen que impiden un desarrollo igualitario y equilibrado para todos los ciudadanos: la descomposición del orden social que condena a una buena parte de la población a la miseria, la corrupción moral y la ignorancia, mientras la burguesía se enriquece impúdicamente; este análisis Recabarren lo hacía en el centenario de la República. Su reedición, cien años después, nos permite constatar que el tiempo es «relativo». Se reedita también el libro Ser política en Chile, Julieta Kirkwood, uno de los textos fundamentales del pensamiento feminista chileno y latinoamericano, escrito en los años más duros de la dictadura en Chile. Ella señalaba «Más que una historia feminista exhaustiva, este texto es una lectura feminista de nuestra historia con mis ojos abriéndose a la idea. Es una historia para que la conversemos, la dudemos, la reflexionemos, le restituyamos vida». 2006. José Miguel Varas recibe el Premio Nacional de Literatura 2007. Recibe el Premio Marta Brunet de literatura para niños y jóvenes, otorgado por el CNLL, por el libro Conducta de un gato 2006. El Premio Nacional de Historia le es otorgado a Gabriel Salazar El trabajo de Patricio Guzmán es un eslabón imprescindible en la historia de la fotografía chilena, constituyendo un enorme legado para nuestro imaginario visual y para nuestro patrimonio fotográfico. Para él, sus fotos fueron la casa, el territorio, la patria extrañada. 2008. Claudio Romo Torres recibe el Premio del Libro y la lectura. Premio Amster / Core, al diseño e ilustración editorial, otorgado por el CNLL por el libro El álbum de la flora imprudente. 2009. Claudio Romo y Alexis Figueroa reciben el Premio del Libro y la lectura. Premio Amster / Core, al diseño e ilustración editorial. Otorgado por el CNLL, por el libro Fragmentos de una biblioteca transparente. 2007. Faride Zerán recibe el Premio Nacional de periodismo. 2009. Grínor Rojo es galardonado con el Premio del CNLL, categoría Ensayo, por la obra Las armas de las letras. 2007. El Premio Nacional de Humanidades y Cs. Sociales le es otorgado a Manuel Antonio Garretón. 2008. Efraín Barquero recibe el Premio Nacional de Literatura. Con un lenguaje sencillo, de expresión coloquial, de una fuerza mística y cósmica vital, Cardenal le ha cantado al amor, a sus raíces en los pueblos originarios, a la naturaleza, a Dios entre los hombres y a la vida, desde una poesía con compromiso social. Informe Tunkuska, nos entrega un trabajo un trabajo de gráfica, texto e imaginación en el que se indagan acontecimientos extraordinarios. Creativo y a ratos delirante, una muestra contundente de por qué la literatura fantástica ha buscado siempre el complemento de la ilustración. |19 2008. Se inicia la actividad de CARCAJ, revista digital orientada a la reflexión y el debate de temas literarios, políticos y culturales. Una flecha de sentido que vincula a autores, libros y lectores. 2009. Ramón Díaz Eterovic recibe el Premio del CNLL, categoría Novela, por La oscura memoria de las armas, decimotercer título de la saga del detective Heredia. Obra traducida y publicada en Francia por Ediciones Métailié. 2010. Marcelo Escobar, Marcela Paz Araneda y Marcelo Baeza reciben el Premio Amster / Core al diseño e ilustración editorial. Otorgado por el CNLL, por el libro Mito del Reyno de Chile. 20| El libro debe contribuir a la formación de ciudadanos y ciudadanas Ximena Valdés Geógrafa de la Université Paris VII y doctora en Historia Económica y Social de la Universidad de Santiago de Chile. Actualmente es directora del CEDEM. Académica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y miembro del Comité editorial de LOM. E l Comité Editorial de LOM se reúne con una periodicidad semanal. Yo no falto casi nunca. Es un lugar como pocos: por un lado muy grato, por otro destinado a recibir publicaciones, revisarlas, leerlas, darlas a leer a terceros para dar curso a un procedimiento de revisión de pares previo a la selección de cada texto, que dará lugar a una publicación. Sin embargo, estas sesiones semanales tienen además la virtud de constituir un lugar en que el debate, a veces de risa, también de sorpresa, en ocasiones la no poca indignación frente a hechos que todavía nos conmueven, han dado lugar a la formación de una comunidad de personas que persiguen velar por democratizar la lectura sin caer en cualquier lectura, sino la que contribuye a descifrar el pasado, interpretarlo a contrapelo del discurso histórico oficial, brindar herramientas para lograr comprender el presente, abrir un espacio a la novela, el cuento y la poesía incorporando a una gran cantidad de autores/as jóvenes. Los aportes de LOM, en una sostenida labor editorial de producción y difusión del libro en Chile, son notables. No sólo por la diversidad de géneros que abarca –poesía, narrativa, fotografía, ensayo, ciencias sociales, humanidades, derecho, arquitectura, literatura infantil–, y por la enorme cantidad de títulos dirigidos a un público diverso, sino por lo que señalábamos al referirnos a esta comunidad de personas que han logrado brindar, durante todos estos años, un sello singular a LOM. Tal sello, a mi modo de ver (desde mi lugar en el Comité Editorial durante cerca de un lustro y más cercana a las ciencias sociales y humanidades), consiste en dar a conocer la producción de una cantidad de autoras y autores que escriben bajo una línea editorial que no esconde su voluntad de habitar la vereda de quienes piensan que el libro debe contribuir a la formación de los ciudadanos y ciudadanas, al despliegue del conocimiento, al fortalecimiento de la cultura, a la puesta en escena de la memoria, el combate al olvido, a dar a conocer lo que permanece oculto, a develar la situación de grupos discriminados. No está de más destacar que estos 25 años de vida de LOM corresponden a un período particular, como es la emergencia de un largo proceso de democratización del país, todavía demasiado precario y parcial; todavía muy apegado a un modelo legado de la dictadura, todavía plagado de reclamos desoídos. LOM ha caminado como editorial este tiempo y lugar jugando un papel significativo en la formulación de ideas y preguntas, reclamos y denuncias. LOM ha vivido su experiencia con las velas desplegadas |21 Naín Nómez Poeta, crítico literario y académico. Estudió Filosofía en la Universidad de Chile. Master of Arts de Carleton University y Ph. D. en la Universidad de Toronto, Canadá. Autor de más de una decena de libros. Actualmente es profesor titular – académico de excelencia de la Universidad de Santiago. T al vez lo que yo quería contar era otra historia, como diría Kipling, no la que estoy contando, pero de alguna manera es también la que quería contar. Lom, el Sol del libro, nació hace 25 años gracias al empuje visionario de dos jóvenes, Silvia y Paulo, que creyeron y pensaron que la producción del libro, que la lectura, que la reflexión y la fantasía que la misma crea, eran importantes para la educación y para la cultura de este país. Lo que empezó en 1990 como la aventura personal de una familia y algunos amigos, con la publicación de unos pocos libros, creció en el tiempo como una bola de nieve, hasta transformarse ya a fines de esa década en una producción de 80 a 100 libros anuales, promedio que se mantiene hasta nuestros días. Sin contar las reediciones, en la actualidad la editorial ha publicado alrededor de un millar y medio de libros, hazaña que difícilmente puede ostentar otra editorial del país y que se parangona con las mejores casas editoriales del pasado, como fueron el caso de Zig-Zag, Ercilla y otras. Pero todo ello sería secundario si no se considerara el contexto del sistema económico neoliberal libremercadista en que esta empresa se ha tenido que desarrollar. A ello habría que agregar la privatización de la cultura, el desarrollo de las tecnologías alternativas, el capitalismo salvaje y la penetración de las industrias culturales trasnacionales, factores algunos heredados de la dictadura y otros aportados por nuestra problemática transición a la democracia, frente a las cuales la producción cultural ha intentado y ha podido sobrevivir en Chile. A ello habría que agregar el apoyo casi nulo del Estado al trabajo y la expansión editorial; a la articulación entre creadores, productores y lectores; a las relaciones entre los colegios, las universidades y, en general, el sector educativo con los productores de cultura. Un tema no menor y que se agrega a lo anterior es el impuesto leonino que equipara el libro a cualquier bien de consumo, así como la falta de un precio único para un mismo título. Pese a ello, la editorial Lom ha sobrevivido; más que eso, ha vivido su experiencia con las velas desplegadas aumentando su caudal de libros año tras año. Sus colecciones se han ampliado desde las primeras incursiones en la fotografía, la narrativa y la poesía a cerca de treinta colecciones en géneros tan diversos como la crónica, la historia, las ciencias sociales, el ensayo, el testimonio, el reportaje, el teatro, la literatura social o el rescate de obras olvidadas y discontinuadas. Hoy día en que han proliferado las editoriales independientes (y en buena hora), con el desarrollo de los nuevos medios de producción, las redes virtuales y el énfasis en la producción individual, la proyección de Lom sigue siendo real y simbólicamente signo de una propuesta específica de rescate de la memoria cultural del país y América Latina y de contribución activa a las problemáticas de la democracia y la historia crítica, y de proyección reflexiva hacia los temas de la sociedad futura. En este sentido, uno de los mayores méritos de la editorial es su disponibilidad permanente al riesgo, a la aventura editorial, a remar contra la corriente y a fomentar las igualdades de todo tipo entre los seres humanos a partir de los contenidos de su producción. En este sentido, Lom es una editorial con una conciencia social, una editorial al servicio de las mayorías, una editorial cuyos miembros saben que la globalización ha traído como consecuencia un desafío fundamental para las culturas nacionales: su transformación en nuevas identidades híbridas sobre las cuales los libros nos ayudan a conocernos mejor y a saber cómo podemos convivir mejor. Una editorial que entiende que una formación social sin una narrativa propia, sin un imaginario distintivo, sin una identidad con sus historias, imágenes, escenarios, paisajes, acontecimientos históricos, símbolos y rituales que le den sentido, no existe como comunidad real o imaginada. Admiro el empuje, la fuerza, el entusiasmo, la calidez y el cariño de los participantes y miembros de esta Editorial que este año cumple 25 años, y en la que participo de manera más o menos constante casi desde sus inicios. Admiro a Silvia, a Paulo, al clan de los Aguilera, por el tesón que siempre han mostrado frente a las dificultades de un sistema económico y político generalmente adverso; por su tozudez y perseverancia en continuar un proyecto que a veces ha estado a punto de fenecer en las oscuras aguas de nuestra globalización carnívora; por la firmeza de sus convicciones y por su amistad, siempre constante y a toda prueba. Estoy seguro de que la Editorial Lom, nuestra editorial, seguirá celebrando su Octubre con una «revolución» de libros en los próximos 25 años. 22| Guillermo Calderón. Teatro I y II. Dos volúmenes reúnen seis de las más reconocidas obras de este dramaturgo. En el Vol. II, a partir de una mirada generacional, esta trilogía –o gran obra en tres partes– provoca al lector por una cruda transparencia que se afirma de ciertas contingencias de la sociedad para develarla en toda su desnudez. Un origen donde podría sostenerse el curso de las aguas, de Nadia Prado. Sin duda, se trata de una escritura cuyas exigencias deshacen cualquier complicidad, una escritura que nunca se rinde a la lucidez cínica de una derrota orgullosa ni al débil atesoramiento de ausencias. Revolucionarios cibernéticos. Tecnología y política en el Chile de Salvador Allende. Eden Medina, la autora, reconstruye magistralmente una de las aplicaciones más ambiciosas de las ideas cibernéticas en la historia y el contexto que la hizo posible: el experimento socialista de la Unidad Popular. De Carranco a Carrán. Las tomas que cambiaron la historia de José Manuel Bravo. Es una historia como tantas otras vividas por los pobres de este país, durante las décadas del 60 y del 70; situada en la zona cordillerana de la provincia de Valdivia, en el corazón de lo que se convirtió en el Complejo Forestal y Maderero de Panguipulli. Cortejo y Epinicio. Obra completa. Señala Francis de Miomandre: «Cortejo y Epinicio: la esencia de lo que es, para el hombre, vivir en la tierra, en un particular tiempo y espacio, desde su ahora hasta su adiós». RosenmannTaub, poeta mayor, cuya producción se encuentra reunida de manera íntegra en LOM. 2011 2012 2013 La obstinada memoria se presenta con Las Letras del horror, Vol. I, la DINA y Vol. II, la CNI, de Manuel Salazar, constituye un pormenorizado estudio de las organizaciones represivas de la Dictadura, las motivaciones sico-sociológicas de los victimarios, la experiencia traumática de las víctimas, y tras ellos, toda la red de delito, corrupción y degradación moral que permitió la existencia de estos modelos del horror. En un registro más monográfico, Orlando Letelier: el que lo advirtió, de Hernán Soto y Miguel Lawner, es un libro que reivindica la visión política de Letelier y su capacidad para leer el golpe de Estado como el paso previo a la implantación del neoliberalismo en Chile. En otro registro, Fernanda Moraga García y Maribel Mora Curriao, nos presentan Kümedungun / Kümewirin. Antología poética de mujeres mapuche (siglos XX - XXI). Un libro que recupera el arte de las «palabras bellas» del pueblo mapuche, que desde su título reafirma la natural presencia del canto en esta sociedad y la centralidad que en dicho arte adquieren las mujeres. Se trata de una edición crítica bilingüe que abarca desde los registros tradicionales hasta la creación poética contemporánea mapuche de ambos lados de la cordillera. Varios son los títulos que van a dialogar directamente con la efervescencia política abierta el 2011: Desafíos comunes. Retrato de la sociedad chilena y sus individuos. Tomos I y II, de Kathya Araujo y Danilo Martuccelli. Luego de una larga investigación empírica, los autores proponen una visión de conjunto de los grandes desafíos que los individuos deben afrontar en la sociedad chilena contemporánea. El despertar de la sociedad, de Mario Garcés, presenta el desarrollo histórico de los «movimientos sociales» en la historia de Chile, como forma de contextualizar y dimensionar el impacto presente y futuro de los movimientos de protesta acaecidos en Chile y América Latina. José Marimán nos propone una lectura comprensivo-aclaratoria, clasificatoria y comparativa de las ideas políticas de los mapuche autodeterministas en Autodeterminación. Ideas políticas mapuche en el albor del siglo XXI. Su propósito es ayudar a clarificar y distinguir, a cualquier lector interesado en seguir el antagonismo Estado versus minorías nacionales en Chile, los detalles de un pensamiento político mapuche en desarrollo, el que muestra una voluntad de autoafirmación política que no estaba presente antes, al menos bajo la forma de búsqueda de empoderamiento. En el terreno literario, se publica Poesía Completa, de Óscar Hahn, abarcando desde Esta Rosa Negra hasta La Primera Oscuridad. Como hemos visto a través de todo el catálogo, cada año los textos de LOM van alimentando los temas del debate actual. Aquí Fernando Atria nos trae La constitución tramposa, un análisis que busca recoger argumentos y contraargumentos para consolidar la urgencia de una nueva constitución, establecida sobre la base de la expresión popular y la participación de las mayorías soberanas. En la misma línea tenemos El derrumbe del modelo. La crisis de la economía de mercado en el Chile contemporáneo, de Alberto Mayol, obra penetrante e implacable, que interpreta el movimiento social por la educación como una expresión de la crisis sistémica del modelo neoliberal chileno. Por su parte, Radiografía crítica al «modelo chileno», con G. Martner y E. Rivera como editores, contiene 17 textos que reflexionan sobre el modelo de desarrollo, consignando el agotamiento del contra modelo denominado «crecimiento con equidad». Julio Pinto nos presenta Luis Emilio Recabarren. Una biografía histórica. A cuarenta años del golpe de Estado, y a cien de la fundación del Partido Obrero Socialista, una nueva biografía de Recabarren, contextualizada en su tiempo puede aportarnos elementos importantes de reflexión y contraste para entender mejor nuestro complejo e incierto comienzo de siglo. Tan complejo e incierto como el que en su momento debió enfrentar el protagonista de este libro. Se publican en dos volúmenes la Narrativa Completa de José Miguel Varas. Fotografía. El arte de visibilizar la pregunta. Koen Wessing es reconocido como uno de los más importantes fotoperiodistas de los conflictos sociales y políticos de nuestro tiempo. Hombre de pocas palabras y muchas imágenes, la fotografía le parecía una vía para llevar una existencia libre y comprometida a la vez. Reducciones, de Jaime Huenún. Profundiza poéticamente en la historia mapuche y mestiza del país, configurando un despliegue de voces y escrituras en las que se cruzan los cantos y relatos ancestrales, la crónica, el testimonio y el relevamiento de fuentes documentales y de archivo referidas a las sociedades indígenas de Chile. Angelson H y el ultimátum. De Kim Fupz Aekeson. Dios está muy cansado de escuchar sobre guerras, miseria y contaminación. Llama a su oficina a Angelson H, uno de sus ángeles más choros, y le ordena bajar a la tierra y salvarla. ¡Y si ese mundo no se puede salvar, entonces acabamos con todo! Clásicos latinoamericanos. Para una relectura del canon, siglos XIX y XX, en dos volúmenes, de Grínor Rojo. En ellos hace una revisión exhaustiva de la obra de autores que considera clásicos, ejercicio que lleva a cabo a partir de un cuestionamiento radical de la antítesis entre autores canónicos/del Poder y no canónicos/liminares. José María Arguedas. La agonía de Rasu-Ñiti y otros cuentos, y El zorro de arriba y el zorro de abajo, dos textos que dan cuenta de la riqueza de su obra. En ella aborda la multiculturalidad de la sociedad peruana, especialmente en la yuxtaposición de universos simbólicos y de sistemas de dominación-resistencia. Luchín. Es la canción que Víctor Jara escribió inspirado en un niño que jugaba con una pelota de trapo, un gato, un perro y un caballo. Hoy, gracias a los dibujos de Raquel Echenique, se transforma compartir con los más pequeños, uno de los temas más bellos del folclor latinoamericano. Trabajos y familias en el neoliberalismo. Hombres y mujeres en faenas de la uva, el salmón y el cobre. Ximena Valdés y otros. Investigación que se ocupa de los profundos cambios que los regímenes excepcionales de trabajo y la flexibilidad laboral tienen en la vida familiar de tres sectores de la economía exportadora: la fruticultura, la acuicultura y la minería. Rodolfo Walsh, periodista, escritor y revolucionario, 1927-1977, de Michael McCaughan, es una biografía apasionante de su recorrido desde el periodismo al relato policial, a la novela de no ficción y al periodismo militante, que en Cuba lo llevó a desbaratar las operaciones de la CIA y en Argentina a enfrentar desde la contrainformación montonera a la feroz dictadura militar de mediados de los setenta. 2014 2015 Fernando Atria pone en el debate público un tema presente en las mesas de los chilenos: Derechos sociales y educación: un nuevo paradigma de lo público, el libro plantea la emergencia de un nuevo paradigma, el de los derechos sociales, debate que cuestiona la base del sistema neoliberal y discierne sobre su superación. La lista del Schindler chileno, de Manuel Salazar, narra la historia de una secreta estructura clandestina que permitió sobrevivir durante la dictadura militar a varias decenas de militantes de diversos partidos de la izquierda. Sobre el terrorismo occidental: de Hiroshima a la guerra de los drones, en este trabajo se han convocado Noam Chomsky y Andre Vltchek, este último periodista de investigación, que ha cubierto guerras y conflictos en decenas de países. Un texto de denuncia y un llamado de atención sobre las catástrofes humanas que ha generado el colonialismo y el post colonialismo, que ha causado la muerte de millones de personas, y todas respaldadas por la propaganda occidental de ir tras la defensa de la libertad y la democracia, justificando así el saqueo, el exterminio y la opresión de otros pueblos. Sociologías de la modernidad, de Danilo Martuccelli, es uno de los libros más importantes sobre teoría social actualizada de que disponemos en lengua castellana. Bajo la dirección de Jorge Fondebrider, hace su aparición la colección Cuentos en tono de humor, con seis traducciones de diversas lenguas, la que reúne a una pléyade de clásicos de la literatura: Ring Lardner, Francis Sco Fitzgerald, Mijaíl Bulgákov y Luigi Pirandello, entre otros. Cerramos un nuevo lustro con un recorrido intenso y extenso en libros, autores, temas y nuevos desafíos, los que se van abriendo permanentemente. En este periodo se han integrado cuatro nuevas colecciones al catálogo, las que ensanchan el horizonte de nuestras miradas e intereses, al tiempo que ellas mismas abren el marco de sus propias disciplinas. La colección Arquitectura busca relevar y difundir el pensamiento, el proyecto y la obra realizada en América Latina, vinculada a un espacio, una historia y una configuración del habitar. La colección Derecho en democracia es un esfuerzo por abrir la discusión acerca del derecho, y potenciar los valores de igualdad, libertad, dignidad y democracia, los que deben expresarse en las normas y principios jurídicos. Por su parte, Cuentos en tono de humor nos hace volver a los clásicos desde el humor en diversas lenguas y culturas, y Heterodoxos recorre y ensaya sobre diversos temas en torno a la creación, las ideas y el quehacer vinculado al libro y todos sus mundos. Mientras otros títulos siguen transitando por la memoria, los temas de género y pueblos indígenas, entre otros, sin dejar de mirar el horizonte que sigue estando allí, y por ello no olvidarnos de los niños y niñas, nuestros futuros buenos lectores. No podemos dejar de destacar la presencia de la poesía, con la publicación de la antología Un puñado de cenizas, de Nicanor Parra y Gabriela Mistral. Poesía Reunida. Mi culpa fue la palabra, de próxima aparición. Cómo se empieza a narrar. Es una pregunta que ronda a los escritores y que suelen aparacer en los momentos más inesperados. A esa pregunta responde diez narradores latinoamericanos. Este libro hace parte de la colección Heterodoxos. Historia rural de Chile central, vol. I y vol. II, de José Bengoa, realiza un recorrido por la sociedad y el sistema de poder que allí surgió, ligado a la posesión de la tierra. Cinco siglos en dos tomos para explicar –desde ese escenario y esos actores, hacendados y campesinos–, el dramático proceso vivido por nuestro país desde la segunda mitad del siglo XX. |23 2011. Juan Radrigán recibe el Premio Nacional de las Artes Escénicas. Y en el año 2014 es galardonado con el Premio del Consejo Nacional del libro y la Lectura, en Dramaturgia, por el libro Juan Radrigán Teatro I. 2011. Ramón Díaz Eterovic es galardonado con el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura por la novela La muerte juega a ganador. 2011. Eduardo Mella y Martín Correa reciben el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura categoría ensayo, por el libro Las Razones del Ilkun /Enojo. 2013. Jaime Huenún recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, por el poemario Reducciones. 2013. Manuel Salazar, recibe el Premio del Consejo Nacional del libro y la Lectura en la categoría Escrituras de la memoria, por el libro Las Letras del Horror: la CNI. 2014. Damaris Calderón recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, Poesía, por la obra Las pulsiones de la derrota. 2014. Fernando Atria recibe el Premio del Consejo Nacional del libro y la Lectura, categoría Ensayo, por el libro La Constitución tramposa. 2012. Óscar Hahn recibe el Premio Nacional de Literatura. 2013. Guillermo Calderón recibe el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en Dramaturgia, por el libro Guillermo Calderón. Teatro II. Villa, Discurso, Beben. 2015. Tomás Moulian recibe el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanidades.
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