FRANCISCO VIVANCO RIOFRIO Y EL DIARIO LA HORA DE IBARRA 22 DE JUNIO DE 1.947 Francisco Vivanco Riofrío, se inicia a la aventura de la comunicación y el periodismo desde su formación como abogado y doctor en jurisprudencia, probablemente nunca se imaginó estar al frente de una empresa periodística, para él este fue un reto que debió asumir. Nació en la fronteriza ciudad de Loja y en la provincia más sureña del país, sintiendo el abandono que sufre la población de los poderes centrales; desde entonces comprendió que los polos de desarrollo eran únicamente Quito y Guayaquil. Entonces entendió que existe un Ecuador desconocido al que es necesario servir y propender a su desarrollo. Desde sus años mozos Francisco Vivanco empezó a conocer y amar al Ecuador. Recorrió hasta el último rincón patrio de la mano de su padre, Arsenio Vivanco Neira (fallecido), cuando éste terció como candidato a la Vicepresidencia de la República en binomio presidencial con don Raúl Clemente Huerta. Su hoja de vida es realmente impresionante nos muestra a un hombre multifacético, que se ha formado académicamente para los retos que ha debido enfrentar, y que, pese a sus múltiples labores siempre encontró tiempo para su formación. Se graduó como perito en Negociaciones Internacionales en Catholic University, Washington D.C. – USA, 1.977. Adquirió los siguientes títulos en la Universidad Central del Ecuador: Licenciado en Ciencias Económicas Internacionales, en el año de 1.976; abogado, en el año de 1.972; Doctor en Jurisprudencia, en el año de 1.972; Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales, en el año 1.969. Tiene además un título de licenciatura en Filosofía, otorgado por la Pontificia Universidad Católica de Quito, en el año de 1.968. Ha debido asumir muchas responsabilidades en el sector público y privado: asesor del Ministro de Recursos Naturales en Quito, en el año de 1.971; Subsecretario interino de Recursos Naturales en Quito, en el año de 1.971; Vocal del Directorio de INECEL, Quito, en el año de 1.990; Presidente del Consejo y Coordinador del IECE, Quito, en el año de 1.990; Secretario del Presidente de la Cámara de Diputados, Quito, en el año de 1.972; Subsecretario de Educación Pública y Ministro Interino, Quito, en el año de 1.984 – 1.987; Miembro de CONACYT, CONADE, CIESPAL, Presidente del COMITÉ EJECUTIVO DEL CONSEJO NACIONAL DE CULTURA, Quito, en el año de 1.988; Presidente, Miembro de la Junta Consultiva de Relaciones Exteriores del Ecuador, Quito, en el año de 2.004. También ha incursionado en la política habiendo sido Legislador Alterno por la provincia de Pichincha, en el año de 1.980. INICIOS EN LA COMUNICACIÓN Paradójicamente Francisco Vivanco era quien debía liquidar al diario “La Hora”, y, sin embargo pasó de liquidador de la empresa a comandarla, poniéndose además al frente del grupo de accionistas de la Editorial MINOTAURO. Cuando esto sucedió el país vivía tiempos difíciles, (que aún no se superan) por las continuas crisis económicas y posteriores salidas de los mandatarios, subsistir sin contar con la publicidad necesaria hacía tambalear el barco que capitaneaba Galo Martínez Merchán, propietario de Expreso, Extra y La Hora. El temporal arrastraba a los tres medios, había que anclar a los que mejor capeaban las olas. Así decide liquidar el diario La Hora tras apenas tres años de circulación. Galo Martínez Merchán fue el primer fundador del diario, integrado con personal calificado y de renombre, el cual dejaría registrado el sello de un periodismo alternativo y serio. Originalmente el diario nació un miércoles 9 de agosto de 1.995. Bajo la acertada dirección general de don Nicolás Kingman Riofrio, lojano, quien desde Quito, estaba al tanto de lo que acontecía en todo el país. Quienes persisten en el Diario desde su fundación, recuerdan claramente aquel hombre moreno, tupida cabellera negra, cejas pobladas, con terno y sin corbata que diariamente llegaba con su tradicional portafolio cargado de papeles. En su amplia oficina revisaba números, hacía cálculos, la misión de liquidador ya era conocida por los 30 empleados que conformaban la empresa y el cierre definitivo era inminente. Pero el tiempo pasa y la decisión se prolonga. Poco a poco y con tino, Francisco Vivanco Riofrío se acerca a los periodistas, conoce la labor que realizan, cómo se hace un periódico en los distintos departamentos, se interesa por este oficio que le es desconocido. El abogado deja la toga a un lado, se enamora del periodismo, se empapa de la profesión y da el paso definitivo: compra La Hora, con el apoyo de grandes amigos, viejos coidearios liberales que buscaban un espacio de opinión y del propio ex dueño Galo Martínez Merchán, el propósito es hacer surgir al diario y consolidarlo firmemente en el país. La ideología de Francisco Vivanco, fue desde siempre progresista, de izquierda, que promueve cambios dé apertura a sectores que por algunas razones no habían tenido cabida en el periodismo quiteño. INICIOS Y EXPANSIÓN En su génesis el periódico era vespertino, salía a la venta a las 18:00, luego a las 17:00, 16:00, 15:00, 12:00 hasta llegar a ser con el tiempo, matutino. Se repartía sólo en la capital, avanzando a ciertas parroquias como El Quinche, Sangolquí y después, el mismo de Quito, a Imbabura y Carchi. Francisco Vivanco encontró esa oportunidad de servicio en el Diario La Hora. Estar lo más cercano posible de la comunidad era el objetivo. Así, cristalizó un ambicioso proyecto de periódicos regionalizados que se iniciaron en 1.992 y aún persisten. Económicamente hablando la situación de la empresa había mejorado desde que Francisco Vivanco empezó a comandar el grupo de accionistas de la Editorial Minotauro, pero en su interior cuajaba la idea de una expansión de la marca La Hora y servir de cerca a la ciudadanía. Fundar una empresa periodística no es fácil y mantenerla requiere de sacrificio, sapiencia, responsabilidad, tolerancia y libertad para ejercer una profesión incomprendida por todos los gobiernos que ven en la prensa un obstáculo a su labor y tratan de amordazarla. “El periodismo no es para cobardes” decía Rizard Kapuzscinsky, el checo considerado uno de los mejores periodistas del mundo. Y podríamos añadir que las batallas por el pensamiento son más largas que con las armas, por lo que hay que seguir luchando. Tras vencer un sinnúmero de obstáculos, el 1 de agosto de 1.992 nació La Hora de Esmeraldas, siguieron La Hora de Santo Domingo, La Hora de Tungurahua, hasta llegar a cubrir buena parte del territorio nacional. EL NORTE SE INDEPENDIZA Las provincias de Imbabura y Carchi siempre fueron un bastión en la circulación de La Hora de Quito, que en sus inicios era un vespertino y llegaba a las provincias norteñas a las 18:00 en pleno abandono de la actividad laboral, lo que significaba que los empleados llegaban a sus casas con La Hora bajo el brazo. Para satisfacer la avidez informativa de estos lectores, en la edición de Quito se empezó introduciendo cuatro páginas con noticias de la región, lo que constituyó un verdadero éxito pues los norteños ya veían un reflejo noticioso de su terruño. Para entonces, el diario La Hora se convirtió en periódico matutino. Pero esto no bastaba. Entusiastas y visionarios imbabureños vieron la necesidad de mantener La Hora como un periódico regionalizado, tal como ya existía en otras provincias. Entre estos valiosos hombres no podemos dejar de mencionar a José Tobar Tobar, Julio y Jorge Ponce, Jorge Endara, pioneros y precursores del surgimiento de La Hora del norte. Durante ocho años Jorge Endara dirigió este medio de comunicación bajo los preceptos que rigen la actividad periodística de este medio: “comprometidos solo con la sociedad a la que servimos.” Francisco Vivanco Riofrío reconoce con cariño a las decenas de colaboradores que han laborado en los diversos departamentos. En especial recuerda a algunos: Tras la salida de Jorge Endara, la dirección fue asumida por el arquitecto Jorge Ponce Arteta. Menciona además a Simón Borja (+), Consuelo Andrade, Marco Cadena, David Torres. Actualmente al frente de La Hora Imbabura-Carchi está la Dra. Mariana Guzmán Villena, como directora; Cecilia Chamorro como gerente y Reinaldo Endara como Editor. Francisco Vivanco reconoce en ellos entrega, sacrificio y esfuerzo para el engrandecimiento no solo del diario, sino del periodismo nacional. PERSISTENCIA PARA ABRIRSE CAMPO Cuando el diario La Hora inició sus labores informativas existían dos diarios locales: ‘El Norte’ y ‘La Verdad’. “Anunciamos que no llegábamos para competir con nadie, que seríamos un medio alternativo, para difundir lo que la ciudadanía “necesita saber”, tal como reza nuestro slogan”. Durante estos años otros medios se habían afincado en estas provincias, por la masificación que se vive a través de la web, medios públicos, los twist, teléfonos digitales y otras formas que permiten conocer los hechos al tiempo en que se producen. En su pensamiento hay esta prospectiva: Cada aparición da una forma nueva de comunicarse, surge la duda sobre la muerte de la prensa escrita, pero los números demuestran que, pese a su evidente caída en la circulación, la prensa escrita pervivirá, pues en sus páginas queda registrada la historia de una Nación. Francisco Vivanco cree que este negarse a morir ha hecho que la prensa, en general, no goce de las simpatías de los poderes públicos central o local, apuntando sus bayonetas para acallarla. LUCHA EN LA DEFENSA POR LOS DERECHOS DE LA COMUNICACIÓN Desde hace ocho años, cuando asumió la Presidencia el Econ. Rafael Correa Delgado confrontó a la prensa como a un “enemigo” y, desde entonces los medios privados consideran que se intenta mermar su credibilidad. Al inicio de este gobierno surgieron los primeros juicios “perdonados” tras el pedido de disculpas públicas. Pero el cerco al periodismo se daba en la Asamblea. Así, la Ley Antimonopolio, al parecer de los propietarios, restringe y coarta la libertad de acción de los dueños de los medios de comunicación logrando que se pierdan importantes inversionistas que apoyaban el derecho de los ciudadanos a estar bien informados más que rendimientos económicos. En la Ley de Participación Ciudadana se obliga a las empresas periodísticas a rendir cuentas de sus actos. En el Código Orgánico Integral Penal se sanciona con prisión y multa a los que dirijan imputaciones calumniosas y se condena a quienes repliquen injurias emitidas en otros medios. Bajo el criterio de los representantes de los medios privados: la Ley de Comunicación es una camisa de fuerza para el libre ejercicio del periodismo, ya que manifiestan que dicho cuerpo legal no solamente juzga los errores de los medios, sino que a través de la Superintendencia de la Comunicación les obliga a pedir disculpas públicas, publicar todas las réplicas que cualquier persona solicite, impone multas pecuniarias, hace al medio corresponsable de las opiniones que viertan sus articulistas, y hasta por no publicar “información de interés público”, cuando no se ha definido qué significa esta ‘obligación’. La permanente confrontación con los medios, la falta de publicidad oficial y trabas periódicas a las empresas periodísticas determinaron el cierre y venta de periódicos quiteños, en tanto que el andamiaje oficial se acrecienta con dos medios impresos, tres electrónicos y una treintena de radios. “Enfrentar al poder del Estado concentrado en un solo hombre es una lucha de David contra Goliat que la debemos enfrentar diariamente.” Expresa Francisco Vivanco. El hombre que vino a liquidar La Hora ya luce un raído pelo blanco, aquel que creó los medios regionalizados, aún mantiene su portafolio lleno de papeles pero que ahora contienen decenas de juicios planteados desde el poder, ese hombre ahora es un ser que enfrenta duras batallas. Esta guerra imprime en su personalidad ímpetu para no dejarse amedrentar por nadie por más poderoso que se crea. No hay que olvidar que la prensa son los ojos, oídos y expresión de la sociedad frente al poder. En la exaltación que se hizo al doctor Francisco Vivanco Riofrío y al diario La Hora de la ciudad de Ibarra, el 15 de mayo de 2.015, en el auditorio Monseñor Leonidas Proaño, se expresó que: el mencionado ciudadano actuaba con dignidad, estaba guiado por fines trascendentes; actuaba sin temores ni dubitaciones frente al poder político y en defensa de la libertad de expresión. Se dijo además que como representante legal del diario La Hora, en tiempos de represión, da ejemplo de valentía protagonizando la lucha por el derecho a la comunicación y amparándose en el derecho a la resistencia establecido en la Constitución de la República del Ecuador. Al finalizar es pertinente recordar el contenido de este artículo de la Constitución: Art. 98.- Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales, y demandar el reconocimiento de nuevos derechos. FUENTES BIBLIOGRÁFICAS Riofrío, F. V. (Febrero de 2.015 ). Autobiografía . Ecuador .
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