Capítulo 8 ANTIPARASITARIOS 1. 2. 3. 4. 5. CONCEPTO ELECCIÓN DEL FÁRMACO VÍAS DE ADMINISTRACIÓN NORMAS DE BUEN USO FAMILIAS DE PRINCIPIOS ACTIVOS 5.1. Estructura 5.2. Mecanismo de acción (tabla 3) 5.3. Actividad 5.4. Absorción, distribución, eliminación 5.5. Indicaciones en Oftalmología 5.6. Reacciones y efectos adversos 5.7. Presentación: forma farmacéutica 6. GUÍA TERAPÉUTICA: PROFILAXIS Y TRATAMIENTO 6.1. Infección por Acanthamoeba BIBLIOGRAFÍA A. Delgado-Iribarren García-Campero Capítulo 8 ANTIPARASITARIOS A. Delgado-Iribarren García-Campero 1. CONCEPTO Son aquellos medicamentos que se utilizan para el tratamiento de enfermedades infecciosas causadas por parásitos. Este término es más bien académico, pues realmente las enfermedades causadas por parásitos incluyen protozoos, helmintos y artrópodos, todos ellos organismos eucariotas pero con distinto perfil biológico y tratamiento farmacológico. Es más preciso hablar de antiprotozoarios, antihelmínticos y antiparasitarios frente a artrópodos pues no siempre presentan una actividad cruzada entre ellos (1). También existen antibióticos (espiramicina y otros macrólidos, clindamicina) o quimioterápicos (sulfadiazina, sulfadoxina, metronidazol) y antifúngicos (anfotericina B, algunos azoles) con actividad frente a protozoos que son estudiados en los capítulos correspondientes. afectación de este órgano se reduce a la democidosis, producida por ácaros que parasitan los folículos pilosos de la región cefálica. Por lo tanto dada la heterogeneicidad del grupo es imprescindible que la elección del fármaco a utilizar este basada en un diagnóstico etiológico (2). 3. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN Tópica, oral e intravenosa, no existiendo formulaciones específicas para Oftalmología. El tratamiento suele ser el que se utiliza de un modo convencional para el tratamiento del parásito y en ocasiones el uso de corticoides; en el caso de la toxocariasis generalmente no se considera necesario el empleo de antiparasitarios. 4. NORMAS DE BUEN USO 2. ELECCIÓN DEL FÁRMACO Si bien las parasitosis presentan una gran prevalencia a nivel mundial, son pocos los agentes etiológicos que son estudiados en el campo de la Oftalmología, que son los que serán revisados en este capítulo. Respecto a los protozoos presenta gran importancia la toxoplasmosis por su mayor prevalencia, siendo poco frecuentes los casos de queratitis por amebas de vida libre (Acanthamoeba, Naegleria, Balamuthia, Sappinia) o los causados por Microsporidium; los helmintos pueden afectar al ojo con diversos grados de gravedad (la más frecuente en nuestro medio es la toxocariasis siendo menos frecuentes e importadas generalmente las causadas por filarias, oncocercosis, Taenia solium, Trichinella spiralis) y respecto a los artrópodos la Como el tratamiento según la etiología es bien diferente en función del agente implicado, es imprescindible el diagnóstico microbiológico. En general el diagnóstico es complejo y suele basarse en técnicas serológicas (toxoplasmosis, toxocariasis, tenia, tripanosomas, filarias), e histológicas además de la clínica y de la presencia de lesiones características. Frecuentemente las parasitaciones por helmintos presentan una afectación sistémica y el diagnóstico suele recaer en el ámbito de especialistas en Enfermedades Infecciosas. 5. FAMILIAS DE PRINCIPIOS ACTIVOS Como ya se ha mencionado son múltiples las familias de principios activos con actividad 154 Farmacología ocular antiparasitaria, y suelen estudiarse según el grupo en el que actúan (antiprotozoarios, destacando los antipalúdicos, antihelmintos, con diversos subgrupos como filarias, cestodos…). En la tabla 1 se muestran los principales agentes antiprotozoarios, su mecanismo de acción y sus indicaciones clínicas, mientras que la tabla 2 se dirige a los pricipales antihelmínticos (1-4). En este capítulo tan sólo se tratarán aquellos antiparasitarios que presentan relación con los principales agentes etiológicos implicados en Oftalmología y que podemos resumir en función del lugar de adquisición y la prevalencia en: – Autóctonas de mayor frecuencia: Toxoplasma gondii (Pirimetamina/sulfadiazina; alter- nativas atovacuona, macrólidos, clindamicina) y Toxocara canis/cati: generalmente no precisa tratamiento. Menos frecuentes: Demodex folliculorum (lindane en pomada al 1% y metronidazol), Acanthamoeba y otras amebas de vida libre: Isotionato de propamidina (asociado a neomicina, clorhexidina o polimixina). Para las queratitis o úlceras corneales por Microsporidium se ha ensayado el tratamiento con albendazol. – Importadas (propias de regiones tropicales): Onchocerca volvulus, filarias: Ivermectina, dietilcarbamazina Tampoco serán revisados otros parásitos que muy raramente pueden afectar al ojo (Taenia solium, Trichinella spiralis...) pero que van acompañados de una afectación sistémica que Tabla 1. Principales agentes antiprotozoarios: mecanismo de acción e indicaciones clínicas Tipo de droga Biguanidas Mecanismo de acción Ejemplo Alteración citoplasma y membrana Clorhexidina Indicaciones clinicas Queratitis por amebas Metales pesados, Inactivación de grupos -SH arsenicales y antimoniales Melarsoprol Glucantime Tripanosomiasis, Leishmaniasis Análogos de aminoquinolina Múltiple; Interfiere con replicación de DNA , digestión de hemoglobina… Cloroquina Mefloquina Quinina Primaquina Malaria (profilaxis, tratamiento y erradicación exoeritrocitaria) Antagonistas del ácido fólico Inhibición de enzimas para la síntesis del ácido fólico Sulfamidas Trimetroprim Pirimetamina Toxoplasmosis, malaria, cyclosporiasis Inhibidores de la síntesis de proteínas Bloqueo de la sísntesis peptídica en ribosoma Clindamicina Malaria, babesiosis, amebiasis, Espiramicina criptosporidiasis Paromomicina Tetraciclinas Diamidinas Unión a DNA e interferencia con poliaminas Pentamidina Tripanosomiasis, Leishmaniasis Nitroimidazoles Múltiple; interferencia con DNA Metronidazol Benzimidazol Tinidazol Amebiasis, giardiasis, tricomoniasis Quinolonas Inhibición DNA girasa Ciprofloxacina Malaria Sesquirterpenos Interacción con grupo hemo Artemisina Malaria Análogos ornitina Inhibición ornitina decarboxilasa Difluorometilornitina Tripanosomiasis africana Inhibidores de la síntesis de ác. nucleicos Inhibición de síntesis de purinas Alopurinol Leishmaniasis Acetanilidas Desconocido Diloxanida furoato Amebiasis intestinal Naftilaminas Inhibición síntesis de ATP Suramina Tripanosomiasis africana Fenantrenometanol Afectación mitocondrial Halofantrina Malaria Capítulo 8. Antiparasitarios 155 Tabla 2. Principales agentes antihelmínticos: mecanismo de acción e indicaciones clínicas Tipo de droga Mecanismo de acción Ejemplo Indicaciones clinicas Benzimidazoles Múltiple; disrupción tubulas Albendazol Tiabendazol Mebendazol Tetrahidropirimidina Bloqueo neuromuscular Pirantel pamoato Ascariasis, uncinarias Piperacinas Piperacina Ascaris, oxiuros Dietilcarbamazina Ivermectina Filarias, Oncocercosis Pirazinoisoquinolina Agonistas GABA, parálisis neuromuscular Antagonistas GABA, bloqueo neuromuscular Agonista del calcio, tetania Praziquantel Amplio espectro: trematodos, cestodos Organofosfatos Anticolinesterasa Metrifonato Esquistosomiasis Quinolonas Alquilación DNA Bithionol Esquistosomiasis, paragonimiasis Fenólicos Inhibe fosforilación oxidativa Niclosamida Tenias Naftilamidinas Inhibición glicerofosfato oxidasa Suramina y deshidrogenosa Avermectinas hacen que el diagnóstico recaiga en otras especialidades médicas. Amplio espectro: nematodos, cestodos Oncocercosis 5.2. Mecanismo de acción (tabla 3) Con frecuencia no es bien conocido y puede ser de tipo múltiple. 5.1. Estructura En general son compuestos con una estructura sencilla incluidos dentro del ámbito de la Química Orgánica (figs. 1 a 5). – Pirimetamina: diaminopirimidina. – Atovacuona: naftoquinona. – Lindane: hexacloruro de gamma-benceno. – Isotionato de propamidina. – Albendazol: carbamato de benzimidazol. – Ivermectina: lactona macrocíclica. – Dietilcarbamazina: derivado piperacínico. Fig. 1. Estructura química del lindane (gamma-hexaclorobenceno). Fig. 2. Estructura química de ivermectina. 156 Farmacología ocular Fig. 3. Estructura química del albendazol. – Lindane: bloquea los canales del GABA del parásito originando parálisis neuronal. – Isotionato de propamidina: antiséptico. – Albendazol: en parásitos sensibles inhibe el metabolismo de la glucosa. – Ivermectina: produce parálisis espástica de microfilarias por aumeno del GABA. – Dietilcarbamazina: provoca alteraciones neuromusculares y cambios en la superficie de las microfilarias con efecto microfilaricida y ligeramente macrofilaricida. 5.3. Actividad Fig. 4. Estructura química de la atovacuona. Fig. 5. Estructura química de la pirimetamina. – Pirimetamina: es inhibidor de la dihidrofolato reductasa. – Atovacuona: bloqueo de la cadena de transporte de electrones en la mitocondria, inhibiendo la enzima dihidroorotato reductasa y bloqueo de la síntesis de pirimidinas. – Pirimetamina: actividad sinérgica con sulfamidas y dapsona; activo frente a a las cuatro especies de Plasmodium, Toxoplasma, Isospora y Pneumocystis. – Atovacuona: activo frente a a las cuatro especies de Plasmodium, Toxoplasma, Babesia y Pneumocystis. – Lindane: activo frente a ectoparásitos (piojos, sarna y otros ácaros). – Isotionato de propamidina: activo frente a amebas de vida libre. – Albendazol: activo frente a una gran variedad de parásitos como ascariasis, capilarias, larva migrans, cisticercosis, echinococosis, uncinarias, filariasis linfática, microsporidiasis, estrongiloidiasis, toxocariasis, tricostrongiliasis, triquinosis y trichiuriasis. – Ivermectina: microfilaricida de oncocerca y filariasis linfáticas; también muy activo en estrongiloidiasis y buena actividad para otros nematodos (Ascaris, Trichuris, larva migrans cutánea) y ectoparásitos (escabiosis, pediculosis). Tabla 3. Estrategias quimioterapéuticas basadas en diferencias entre hospedador y parásito Mecanismo de acción diferencial Droga Parásito Plasmodium Mecanismo de concentración de droga en parásito Cloroquina Síntesis de ácido fólico (incapacidad para usarlo exógeno) Sulfamidas Trimetroprim Plasmodium, Pirimetamina Toxoplasma Interferencia con neurotransmisores del parásito Pirantel pamoato Piperacina Ascaris, uncinarias Interferencia con tubulina del parásito Benzimidazoles Helmintos Interferencia con mecanismos redox del parásito Arsenicales Trypanosoma Inhibición de topoisomerasa II Pentamidina Trypanosoma Inhimidor de conducción nerviosa periférica mediada por GABA Ivermectina Filarias Capítulo 8. Antiparasitarios – Dietilcarbamazina: activa en oncocercosis, toxocariasis y otras filarias (Wuchereria, Brugia, Loa, Mansonella). 5.4. Absorción, distribución, eliminación – Pirimetamina: absorción oral que disminuye con antiácidos; unión a proteínas del 85% y vida media de 4 a 6 días. Metabolismo hepático y excreción renal del 20-30%. – Atovacuona: absorción oral errática (biodisponibilidad del 23%) que aumenta con comida grasa. Unión a proteínas 99% y vida media de 55 horas. Eliminación biliar (30-60%) con reabsorción intestinal y renal (2-5%) como fármaco activo. – Lindane: aplicación tópica al 1% con absorción del 10% y metabolización hepática con excreción renal y fecal. – Isotionato de propamidina: uso tópico al 0,1% – Albendazol: presenta una biodisponibilidad inferior al 5%, aumentando la absorción la ingestión con comida rica en grasa. Unión a proteínas del 70% con vida media de 8-9 horas. Metabolización hepática con metabolitos activos (sulfóxido) y eliminación biliar con una mínima proporción en orina. – Ivermectina: biodisponibilidad del 60% (en ausencia de alimentos hasta al menos 2 horas después de la administración de la dosis), con unión proteica del 93% y vida media de 12 horas, escaso metabolismo hepático y eliminación fecal de más del 95% de la dosis. – Dietilcarbamazina: suele iniciarse el tratamiento a dosis bajas para ir subiendo progresivamente con el fin de prevenir reacciones de hipersensibilidad; tiene una vida media de 9-13 horas, metabolismo hepático y excreción renal. 5.5. Indicaciones en Oftalmología – Pirimetamina: unido a la sulfadiazina es el tratamiento de elección para la toxoplasmosis ocular (para la malaria se utiiza unido a la sulfadoxina). – Atovacuona: alternativa para el tratamiento de la toxoplasmosis. – Lindane: tratamiento de ácaros (democidosis), asociado a neomicina, clorhexidina o polimixina. 157 – Isotionato de propamidina: tratamiento de queratitis por amebas. – Albendazol: se utiliza para el tratamiento de queratitis por Microsporidium. – Ivermectina: tratamiento de la oncocercosis. – Dietilcarbamazina: se consideró tratamiento de elección de muchas filarias, pero en la actualidad la OMS no recomienda su uso por los posibles efectos secundarios graves. 5.6. Reacciones y efectos adversos – Pirimetamina: destacan las alteraciones hematológicas, dosis dependientes y prevenibles con la administración de ácido folínico. Casos excepcionales de anemoia aplásica. – Atovacuona: destacan las alteraciones digestivas (náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal), anorexia, astenia, erupción cutánea y fiebre. Menos frecuentes la elevación de transaminasas y las alteraciones hematológicas. – Lindane: erupción cutánea, conjuntivitis y más raramente hipotensión. – Albendazol: generalmente bien tolerado, destacando como efectos adversos el aumento de transaminasas, dolor abdominal y náuseas. Menos frecuentes las alteraciones hematologías, exantema y afectación renal. – Ivermectina: el efecto secundario más destacable es la reacción de Mazzoti, que se produce por la muerte de microfilarias, pero es mucho menos frecuente y menos grave que con la Dietilcarbamazina. Incluye fiebre, erupción cutánea, prurito, adenopatías, linfedema, taquicardias, náuseas, diarrea, tos, irritación conjuntival, somnolencia y aumento de transaminasas. – Dietilcarbamazina: en la oncocercosis se puede producir afectación cutánea, ocular (queratitis, coriorretinitis, neuritis óptica) y reacción de Mazzoti grave por lo que en la actualidad se deaconseja su empleo. 5.7. Presentación: forma farmacéutica En la tabla 4 se exponen los principales antiparasitarios disponibles en la actualidad, su nombre comercial y presentación farmacéutica. 158 Farmacología ocular Tabla 4. Principales antiparasitarios disponibles en la actualidad Principio activo Nombre comercial Empresa farmacéutica Presentación Principales antiparasitarios relacionados con Oftalmología Atovacuona Wellvone GSK susp 150 Malarone* GSK com 62,5-250 Albendazol Eskazole Morrith comp 400 Pirimetamina Daraprim GSK comp 25 Fansidar Roche comp 25 Sulfadiazina Sulfadiazina Reig Jofré Reig Jofré comp 500 Dietilcarbamacina Notezime* Aventis comp 100 Ivermectina Mectizán* MSD comp 3 Lindane Kife Interpharma gel, champú y loción 1% Yacutín Boots Healthcare emulsión 0,3% Kife-P Interpharma champú 0,3% Permetrina OTC OTC Ibérica crema 5% Sarcop Unipharma crema 5% Permetrina Otros antiparasitarios de uso general Principio activo Nombre Comercial Empresa farmacéutica Presentación Antimoniato de meglumine Glucantime Sanofi Aventis 425 mg iv Cloroquina Resochin Kern Pharma comp 250 Estilbogluconato sódico Pentostam* GSK 10 g iv Halofantrina Halfán GSK comp 250 Mebendazol Lomper Esteve comp 100, susp 20 Mebendán Tedec Meiji caps 100 Sulfil Elfar-Drag comp 500, susp 20 Melarsoprol Arsobal* Sanofi Aventis 180 mg iv Niclosamida Yomesan* Bayer comp 500 Paromomicina Humatín Pfizer caps 250, sol 25 Praziquantel Biltricide* Bayer comp 600 Primaquina Primaquine* B&S Durbin Ltd comp rec 13,2 Proguanil Malarone* GSK comp 25-100 Paludrine* Astra Zeneca comp 100 Savarine* Astra Zeneca comp rec 200 Suramina Germanín* Bayer 1 g inyectable Tiabendazol Triasox Berna susp. 62,5 Tinidazol Tricolam Farmasierra comp 500 * Sólo disponibles ccomo medicación extranjera 6. GUÍA TERAPÉUTICA: PROFILAXIS Y TRATAMIENTO La mayor parte de las parasitosis expuestas suelen ser tratadas por especialistas en Enfermedades Infecciosas, por lo que solo se expone la guía terapéutica de aquéllas más relacionadas con la Oftalmología (3-6). 6.1. Infección por Acanthamoeba El tratamiento de estas infecciones presenta una especial importancia por lo que se expone con mayor detalle. La principal opción terapéutica es la asociación de diamidinas y biguanidas en forma tópica, fármacos antiamebianos y quisticidas (7). Capítulo 8. Antiparasitarios Entidad clínica Uveítis Microorganismo Toxoplasma gondii Toxocara GUÍA TERAPÉUTICA Tratamiento antiparasitario 159 Otros Pirimetamina 200 mg vo seguido Acido folínico 5-20 mg 3 veces a la de 50-75 mg/Kg cada 24 h semana; mantener hasta 1 semana después de finalizar el tratamiento Sulfadiazina 1-1,5 g vo/6 h Prednisona 1 mg/Kg/día en 2 dosis hasta resolución de la inflamación Mantener hasta 2 semanas despues de resolución No es necesario habitualmente En las primeras 4 semanas de enfremedad se recomienda Prednisona 30-60 mg/vo/día y triamcinolona 40 mg 2 semanas Poco efecto transcurridas 4 semansa desde la infección Loasis Loa loa Dietilcarbamacina 6 mg/Kg/d 300 mg semanales como profilaxis Oncocercosis Onchocerca volvulus Ivermectina150 ug/Kg cada 6 meses hasta supresión de microfilarias Afectación ocular: Prednisona 1 mg/Kg/d antes de Ivermectina Queratitis Acanthamoeba Hartmanella Clorhexidina 0,02% o Especial riesgo en lentes de Propamidina 0,1%+ contacto blandas, aumentando el neomicina/gramicidina/polimixina riesgo de 10 a 15 veces el uso Al menos una semana en gotas nocturno al despertar Las diamidinas disponibles son: – Isetionato de propamidina 0,1% (Brolene®). – Hexamidina 0,1 % (Doseomedine®). Las biguanidas de elección son: – Polihexametilenbiguanida (PHMB) 0,02 % – Clorhexidina 0,02 % No están disponibles en preparación comercial en España pero pueden ser preparadas en farmacia. La propamidina y la hexamidina son eficaces frente a trofozoitos y frente a las formas quísticas de Acanthamoeba. La concentración quisticida mínima para la propamidina es de 1746 µg/ml (algunas cepas alcanzan valores de 500 µg/ml) (8,9). Para la hexamidina, la concentración quisticida mínima es de 41 µg/ml. El efecto amebicida de la hexamidina es superior al conseguido por la propamidina frente a los trofozoitos y a los quistes. Dentro de las biguanidas, la clorhexidina y la PHMB presentan la mayor actividad amebicida y quisticida de todos los fármacos utilizados, siendo muy efectivos tanto en tratamiento inicial como en casos de fracaso con otros fármacos (8-10). La concentración mínima quisticida de ambos es de 2 µg/ml, lo que representa aproxi- madamente una concentración 100 veces menor que las aplicaciones tópicas utilizadas. Se ha señalado un efecto aditivo y sinergico entre las clorhexidina y la propamidina, asi como entre la PHMB y la propamidina (9). En el tratamiento de la infección ocular por Acanthamoeba se utilizan fármacos quisticidas ya que la forma quística de la ameba es más resistente al tratamiento que la forma trofozoito. En este sentido, la PHMB y la clorhexidina presentan concentraciones quisticidas mínimas lo que las convierte en el tratamiento de elección. La estrategia terapéutica se basa en una terapia combinada de: – Biguanida (PHMB 0,02% o Clorhexidina 0,02%) y – Diamidina (Propamidina 0,1% o Hexamidina 0,1%). La posología recomendada es (11): – 1 instilación /hora durante las primeras 48 horas (de forma ininterrumpida). – 1 instilación /hora durante las siguientes 72 horas (sólo en pauta diurna) hasta un total de 5 días. – 1 instilación/2 horas en pauta diurna durante 3-4 semanas 160 Farmacología ocular Fig. 6. Examen en fresco; quistes de Acanthamoeba spp. Fig. 7. Demodex folliculorum en folículo piloso. Fig. 10. Ciclo de vida de Toxoplasma gondii (posibles vías de infección en humanos a través de contacto con gatos, aguas o vegetales o a través de ingestión de carnes poco cocinadas). mínimas quisticidas bajas, ya que en ocasiones no hay una buena correlación entre la sensibilidad mostrada in vitro y el resultado terapéutico obtenido (12,8,13). No se conoce muy bien a qué se debe esta discordancia pero se ha invocado diversos aspectos, siendo uno de los mas importantes la escasa concentración intraestromal del fármaco que puede quedar en niveles inferiores a los necesarios para la eficacia terapéutica. BIBLIOGRAFÍA Fig. 8. Tinción de Microspiridios. Fig. 9. Microfilaraias de Onchocerca volvulus. – 1 instilación/4 veces al día durante aproximadamente 6 meses. La infección ocular por Acanthamoeba, sigue siendo muy grave a pesar de la existencia de fármacos antiamebianos con cocentraciones 1. García Rodríguez JA. Antimicrobianos en Medicina, 2.ª edición. Ed. Sociedad Española de Quimioterapia, 2006. 2. Mandell GL, Bennett JE, Dolin R. Principles and Practice of Infectious Diseases; 6th edition (2004). 3. Mensa J, Gatell JM, Azanza JR, Domínguez-Gil A, García JE, Jimenez MT, Prats G. Guía de Terapéutica Antimicrobiana. 16.ª edicición; Ed. Masson, 2006. 4. Gilbert DN, Moellering RC, Eliopoulos GM, Sande M. 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