1 Indigenismo posrevolucionario en territorio conca`ac

Indigenismo posrevolucionario en territorio conca’ac, 1924-1946
Dra. Ana Luz Ramírez Zavala
CEHRyF, El Colegio de Sonora
Antecedentes y descripción del contexto
Los seris, como se les ha llamado históricamente,1 se caracterizaron por ser nómadas, su patrón de
asentamiento fue temporal moviéndose según las estaciones del año hacia los sitios en donde
pudieran asegurar el acceso a ciertos recursos como el agua, pues la zona que habitan es
desértica. Sus actividades de subsistencia fueron la caza, la recolección y la pesca. Desde el siglo
XX esta última se convirtió en su principal fuente de recursos, lo que les permitió formar parte de
la dinámica económica regional.
Se considera que hasta entrado el siglo XX los intentos de asimilación de los seris a la sociedad
mexicana fracasaron debido, en parte, a que no eran una población sedentaria que practicará la
agricultura y la ganadería -actividades de las que dependió el régimen misional, las cuales no
fueron incorporadas por los conca’ac2 a su organización social por lo que las misiones no pudieron
sostenerse. Por otra parte, debido a la violencia que caracterizó sus relaciones con los diversos
regímenes políticos desde la época colonial, la cual se recrudeció durante la segunda mitad del
siglo XIX, obligando a los seris a refugiarse en la isla Tiburón.
Es poco lo que se sabe sobre lo que sucedió con los seris después de la campaña militar
organizada por Rafael Izábal en 1904 hasta la década de 1920.3 Según la crónica de Federico García
y Alva, quien participó en dicha expedición, al término de ésta se distribuyó a la población
conca’ac en los ranchos de la costa en donde fueron empleados y otros fueron desterrados del
estado aprovechando la campaña de deportación de los yaquis, dejando deshabitada la isla. Cabe
destacar que la referencia al desalojo de la Isla Tiburón tenía la intención de atraer la inversión a
esa zona, en donde las autoridades regionales trataban de promover la pesca, la caza, la
explotación minera y la extracción de perlas.4
Para la década de 1920 y 1930, según lo refieren las fuentes primarias, los seris habitaban por
temporadas tanto en la isla como en la parte continental frente a ésta. Durante dicho período se
presentaron conflictos porque los indígenas en algunas ocasiones mataban el ganado de las
1
Se dice que es una denominación ópata que significa ágil o listo. Fontana [1971], 17.
Término con el que se autonombran y que significa “la gente del desierto”.
3
Villalpando 1989, 344.
4
García y Alva [1907] 2005, 41.
2
1
haciendas establecidas en su territorio, lo que generaba que se tensaran las relaciones entre la
etnia y los rancheros.
En la década de 1920 se aceleró el proceso de incorporación de los seris al desarrollo
económico regional, por una parte, debido a la demanda externa de la aleta de tiburón y la
totoaba, en cuya pesca participó este grupo indígena a partir de la década de 1930.5 Por otra, el
interés del grupo hegemónico de centralizar el poder y conseguir unidad social y política entre la
población mexicana lo llevó a diseñar e implementar diversos programas de índole económico,
social y cultural, con este último se pretendía inculcar ciertos símbolos y valores para construir la
identidad nacional, en algunos de estos programas fueron contemplados los seris.6
En este contexto, las diferencias culturales que entrañaban los pueblos originarios de México
tenían que ser borradas para que estos pudieran ser integrados a la dinámica social y económica
de la nación. Para ello se diseñaron diversas acciones que, como se pretende mostrar en este
trabajo, en la práctica y de manera gradual se tuvieron que ir adecuando a las características
culturales de cada grupo, los cuales incorporaron, rechazaron y transformaron dichas acciones
determinando la variedad de sus resultados.7
En primera instancia, el programa educativo fue implementado por la Secretaría de Educación
Pública que rigió las acciones con las que se pretendía la incorporación de los indígenas a la vida
nacional a través de las escuelas rurales y las misiones culturales, en las cuales se atendió a la
población rural e indígena.8 En la primera se capacitaría a la población en conocimientos agrícolas,
técnicos y se le instruiría en oficios e industria; además se les enseñaría a leer y a escribir, mientras
que la población originaria sería castellanizada. También contemplaban actividades recreativas y
cívicas para inculcar los valores nacionales por medio de propaganda, celebración de festivales
cívicos y difusión de la historia oficial mexicana. Las acciones fueron dirigidas a la población de
todas las edades.9
La escuela rural tenía como objetivo educar a la población más aislada geográficamente. La
línea pedagógica seguida fue la “escuela de la acción” la cual promovía el aprendizaje a través del
5
Bowen 1983, 233.
Knight 2002, 88 y González 2003, 16-38.
7
Joseph y Nugent 2002, 46.
8
Una de las diferencias entre una y otra es que las misiones culturales tuvieron carácter itinerante, se
establecían durante tres semanas en las comunidades y tenían el objetivo de capacitar a los profesores
rurales. Loyo 2003, 186-187.
9
Giraudo 2008, 19 y 76; Loyo 2003, 181-183 y 260.
6
2
conocimiento práctico y técnico. Por ello se planeó instruir a los campesinos en el conocimiento de
oficios y actividades productivas.10
Con el mismo objetivo fue fundada la Casa del Estudiante Indígena en 1926, mediante esta
institución se pretendía castellanizar y alfabetizar a estudiantes indígenas e introducirlos en el
medio urbano. Se estableció en la capital del país, tuvo carácter de internado y sus estudiantes
asistían a las escuelas de la capital; el objetivo era que sus egresados se incorporaran a las
comunidades difundiendo sus nuevos conocimientos. Los requisitos para ser integrante de este
centro de enseñanza, eran ser varón, tener entre 14 y 18 años, hablar la lengua materna y haber
cursado dos años de educación rural. Se contemplaba la presencia de por lo menos dos individuos
de la misma etnia en la casa. Un rasgo que caracterizó al establecimiento fue el reconocimiento y
respeto de la lengua vernácula en la convivencia al interior de la institución.11
Los resultados fallidos de la casa del estudiante indígena, al no lograr que los alumnos
matriculados regresaran a sus comunidades, sirvieron para desarrollar nuevos proyectos en el
corto y mediano plazo, como la escuela normal rural que cumplió con las mismas funciones y
objetivos, pero ésta se estableció al interior de las comunidades. También la casa del estudiante
indígena permitió mostrar la efectividad del uso de la lengua vernácula en el proceso de
alfabetización.12
Como se mencionó las escuelas normales rurales se crearon para formar maestros que
atendieran las escuelas rurales y centros indígenas; para 1933 se sustituyeron por escuelas
regionales campesinas. En Sonora, en 1931 se fundó en Ures la primera normal rural,
posteriormente en 1937 ésta pasó a la comunidad de Cohuirimpo, Etchojoa como escuela regional
campesina.13 Otra institución fue el centro de educación indígena cuya característica principal era
que en éste se trató de adecuar las materias a las condiciones regionales y a las características
culturales de la población, en estos ya se contemplaba la enseñanza en lengua vernácula.14 En
Sonora se estableció uno en Vícam en 1935.
Mediante la experiencia adquirida a través de las diversas políticas implementadas para
atender a la población rural se llegó a la conclusión de que se debía de crear un organismo
encargado de atender de forma exclusiva a la población originaria, para ello se fundó en 1936 el
10
Raby 1989, 308- 15.
Loyo 1996, 104-106.
12
En la Casa del Estudiante Indígena estaban matriculados alrededor de diez alumnos de diversas etnias
sonorenses, según los registros hubo un ópata; siete tohono o’odham y dos yaquis. Loyo 1996, 124-130.
13
Encinas y Aragón 2000, 100-105.
14
Dawson 2004, 35-44.
11
3
Departamento de Asuntos Indígenas (DAI) cuya función fue la coordinación de diversas instancias
gubernamentales para conseguir el mejoramiento económico y social de esta población; también
debía de brindar protección ante las autoridades y grupos de poder regionales. El DAI fundamentó
sus acciones en estudios antropológicos con el objetivo de plantear al ejecutivo federal -de quien
dependía directamente- y a las autoridades regionales soluciones efectivas y adecuadas a la
situación de cada comunidad indígena.15
Los funcionarios regionales del DAI fueron los procuradores, estos debían de asesorar a la
población en cuestiones agrarias e instarlos a formar cooperativas para organizar sus actividades
productivas. A partir de su creación, el DAI absorbió los distintos programas e instancias que
atendían a las comunidades indígenas como las misiones culturales y los centros de educación
indígena.16
Entre otras acciones implementadas por el grupo hegemónico para acercar las regiones al
centro y conseguir la homogeneización social y política destaca la reforma agraria que entre la
población indígena pretendió incorporar nuevas prácticas sociales, políticas y económicas.17
Además de mejoras materiales; desarrollo de infraestructura, la construcción de caminos y
carreteras y la operación de programas de salubridad.18
En el caso específico de los conca’ac, en 1925 el gobierno de Sonora promovió un acuerdo de
paz en donde se definieron los términos de las relaciones entre este grupo indígena, los rancheros
y las autoridades sonorenses. Es posible que el interés de aquel por formalizar la paz con los seris
esté relacionado con la inestabilidad política y social de la época. En el marco de este convenio el
gobierno se comprometió a apoyar las acciones que intermediarios regionales estaban
promoviendo para lograr la incorporación de los seris a la dinámica regional. 19
Para la década de 1950 se dio un nuevo interés por conocer a la población conca’ac y mejorar
sus condiciones de vida de parte de antropólogos, lingüistas y de la iglesia protestante, así como
de las autoridades mexicanas. Esto generó el desarrollo de nuevas acciones, entre las que destaca
15
Aguirre 1973, 134-147.
Aguirre 1973, 134-147.
17
Roth 2011, 13.
18
En este tenor, después de la experiencia de la Estación Experimental de Carapan Michoacán, Moisés Sáenz
escribió “La mexicanidad del indio es cuestión de grupos humanos aislados, y en cuanto al problema de su
integración, le voy más a la carretera que la escuela para resolverlo” (Saénz 1936. Citado en Aguirre y Pozas
1981, 210).
19
Entre 1924 a 1927 operaron dos escuelas, una en El Carrizal y otra más en Pozo Coyote en donde los seris
se habían asentado en campamentos. Posteriormente se planeó la fundación de otra en Pozo Peña. Marak
200, 208-209.
16
4
un proyecto de carácter agrícola implementado por la American Friend’s Service Committe y la
fundación de una escuela rural en 1952, la cual tuvo mayor impacto, pues en la solicitud de tierras
que hicieron los residentes de Punta Chueca en 1968 demandaron que se les nombraran como
representantes “a los individuos que saben leer y escribir español”.20
En esta misma década aumentó la actividad turística en la zona, promoviéndose la fabricación
de la artesanía seri que determinó que estos comenzaran a tallar el palo fierro una década
después;21 así como el acondicionamiento de caminos, la instalación de servicios médicos, de
agua, drenaje y electricidad.
En 1963 se declaró zona de reserva y refugio para la fauna silvestre nacional la isla Tiburón, lo
que implicó la prohibición de la caza de los animales endémicos del lugar y la destrucción del
hábitat natural.22 Como refieren otras fuentes, la reducción del territorio por esta disposición y por
proyectos turísticos complicó la obtención de recursos para los conca’ac, quienes seguían basando
parte de su alimentación y otras actividades en la pesca, la caza y la recolección. Este mandato los
obligó a solicitar al gobernador de Sonora parte de su territorio como dotación ejidal. 23
La resolución provisional no se efectuó y a esta demanda se agregó la de los residentes de
Punta Chueca en 1968. En 1970 se resolvió de manera definitiva determinándose su dotación
como un solo núcleo poblacional por pertenecer ambos a la tribu seri, beneficiando a 75
individuos. En ésta se reconoció 91,322ha de agostadero propiedad de la nación para uso
comunal, de las cuales 50 hectáreas fueron asignadas a la zona urbana y escuela en beneficio de la
comunidad seri.24
En 1975 se creó la Comisión de Desarrollo de la Tribu Seri del Estado de Sonora, la cual fue una
organización integrada por diversas dependencias de gobierno estatal y federal, así como por la
20
Bowen 1983, 234 y Serrano 1968. Según William Griffen, antropólogo que hizo trabajo de campo entre
1955 y 1956, los seris estaban interesados en que sus hijos aprendieran a leer, a escribir y a hablar en
español. De esta manera, la escuela era uno de los principales atractivos de vivir en Desemboque (Griffen
1959, 2-4).
21
Entre las acciones promovidas por la SEP y el DAI ya se contemplaba el mejoramiento y la promoción de la
industria artesanal entre los grupos indígenas para complementar sus ingresos. Además, desde la década de
1920 los seris habían comenzado a vender su cestería. López 2013, 68.
22
Decreto presidencial citado en Esparza (incompleto). Diario Oficial 15 de marzo de 1963.
23
En palabra de los solicitantes: “para poder dedicarnos a las actividades a que estábamos acostumbrados
en la isla del Tiburón tales como la recolección de mieles, que constituían parte de nuestra alimentación en
la isla del Tiburón, y además para podernos dedicar al pastoreo de ganados, ya que se nos privó de carnes,
que también constituían nuestra alimentación, al prohibírsenos la caza de la fauna montaraz de la isla, por lo
que nos han reducido exclusivamente a la pesca de la caguama (…)” Serrano 1968.
24
Resolución definitiva sobre dotación de ejido al poblado El Desemboque y su anexo Punta Chueca, Diario
Oficial de la Federación 28 de noviembre de 1970.
5
Universidad de Sonora.25 Dicha comisión se creó para promover el desarrollo integral de este
grupo indígena con el objetivo de “impedir la extinción de la tribu seri, incorporándola a la cultura
nacional para que sus integrantes sean más conscientes de su mexicanidad”. Por medio de ésta se
intentó atender aspectos de educación, higiene y dotarlos de servicios para conseguir su
desarrollo material, sin “afectar sus tradiciones”, para ello se planeó la fundación de escuelas,
centros de salud, caminos, drenaje y servicio de agua. Otros de los objetivos de la comisión fue el
de promover el desarrollo turístico de la zona, así como la pesca, la artesanía y la industria entre
los conca’ac.26
Dicha comisión fomentó el reconocimiento de la importancia de la Isla Tiburón para el
desarrollo de las diversas actividades de subsistencia de la comunidad seri, lo que pudo influir que
se decretara el derecho exclusivo para ésta y la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera, S.
C. L. de realizar actividades de pesca en los esteros, bahías y litorales de la isla Tiburón
considerando que sus actividades de subsistencia están basadas en los recursos del mar.27
En el mismo tenor, bajo la figura de reconocimiento y titulación de bienes comunales les fue
reconocida la isla Tiburón, es decir 120,756 ha a 75 comuneros y la explotación de sus recursos en
beneficio de la comunidad bajo carácter turístico, pesquero, artesanal, industrial, comercial o
minero.28
En este sentido, ¿Se podría considerar que para la década de 1970 los conca’ac se habían
vuelto semi sedentarios, aunque estos no han llegado a practicar la agricultura? Según el geógrafo
Conrad Bahre si, debido a diversas circunstancias como las relaciones comerciales que estos
habían establecido con la población regional para la venta del pescado y sus artesanías, así como
para satisfacer el consumo de ciertos productos.29 Por otro lado, la gradual reducción de su
territorio y la prohibición temporal para cazar y recolectar en la isla Tiburón; además del declive
25
Además estaba integrada por las secretarias de Hacienda y Crédito Público; Industria y Comercio; de
Agricultura y Ganadería; de Obras Públicas, de Educación Pública; de la Reforma Agraria y de Turismo, así
como por el Instituto Nacional Indigenista; el Instituto Nacional de Desarrollo de Comunidad Rural y de
Vivienda Popular y el Fondo Nacional de Fomento Ejidal. Además de la secretaría de Recursos Hidráulicos,
Salubridad y Asistencia; el Fondo Nacional de Fomento a las Artesanías, el Banco Nacional de Fomento
Cooperativo , así como la Comisión Federal de Electricidad.
26
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, 11 de febrero de 1975 compendiado Esparza 1976,
s/p.
27
Decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación, 11 de febrero de 1975, compendiado
por Esparza.
28
Decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación, 11 de febrero de 1975, compendiado
por Esparza.
29
Bahre 1980, 202.
6
de la pesca de la totoaba, pez cuya población comenzaba a verse disminuida para 1963,30 los
obligó a plantear la posibilidad de practicar la ganadería. Así, la dotación ejidal fue el
acontecimiento que formalizó su estancia permanente en una parte de su territorio.
Actualmente, los seris habitan en el litoral de la costa central del estado de Sonora. Su
territorio consta de 211,000ha incluyendo la isla del Tiburón. Por las características del medio y
aspectos culturales, entre los seris persiste el patrón de residencia estacional; dependiendo de la
época del año estos establecen campamentos en varios sitios pesqueros como El Sargento, El
Dólar, Los Paredones, La Ona, Las Víboras, el Egipto y El Tecomate en la Isla Tiburón. Como ya se
mencionó, la creación de dos cooperativas pesqueras, una en 1938 y su restablecimiento en 1958,
favoreció la fundación de dos comunidades permanentes en Desemboque, en el municipio de
Pitiquito y Punta Chueca, en Hermosillo.31
Periodización
El período a investigar iniciará en 1924, ya que considero que a partir de este cuatrienio
comenzaron a adecuarse las políticas culturales dirigidas a la población indígena a las condiciones
regionales y culturales.32 Además fue el período en el que se vio la conveniencia de crear
instancias específicas para atender las necesidades de las comunidades indígenas, lo cual se
institucionalizó durante la administración de Lázaro Cárdenas. Lo anterior fue resultado de la
experiencia obtenida de los diversos programas de educación rural, proyectos especiales y
estudios de campo que se desarrollaron durante el régimen callista y el período conocido como
Maximato.33
La política cultural hacia la población indígena durante el gobierno de Elías Calles fue de corte
incorporacionista, en esta se contemplaba la castellanización de los grupos originarios y la
eliminación de los rasgos culturales que alejaban a estos del resto de la sociedad. La educación fue
el medio a través del cual se pretendía lograr dicho objetivo. No obstante, algunos de los
proyectos desarrollados durante el régimen callista y el Maximato perfilaron las políticas que se
seguirían durante la administración cardenista, basados en estudios antropológicos, dándose una
30
Bahre, Bourillón y Torre 2000, 573.
Pérez 1995, 367.
32
José Vasconcelos, a la sazón secretario de educación de 1921 a 1924, se oponía rotundamente a separar a
los indígenas en escuelas o programas especiales de educación, en contra de su voluntad, durante su
administración los programas de educación indígena contemplaron un año preparatorio para el alumnado
autóctono con el que se pretendía castellanizarlo. Loyo 2003,169.
33
Por ejemplo, en 1926 Othón de Mendizábal preparaba su estudio entre comunidades indígenas
chiapanecas y oaxaqueñas. Loyo 2003, 286.
31
7
etapa de transición entre los proyectos de incorporación e integración, esta última línea
indigenista contempló el uso del idioma materno en el proceso de aprendizaje, el cual fue
aprobado oficialmente en 1940.34
El integracionismo se caracterizó por adaptar las líneas de acción a las particularidades
culturales de la población indígena.35 Como se mencionó, durante el cardenismo se separó la
atención entre la población del medio rural y la indígena a través de la creación del Departamento
de Asuntos Indígenas (DAI). El funcionamiento de esta instancia determinó que el programa
educativo para resolver el “problema indígena” pasará a segundo término dando entrada a la
acción antropológica para guiar las directrices indigenistas.36
Durante el gobierno de Manuel Ávila Camacho no se dio continuidad a los objetivos con los que
fue creado el DAI en relación a diferenciar la atención para los pueblos originarios, además la
educación rural fue descuidada y en general los gobiernos estatales se mostraron indiferentes a
las problemáticas planteadas por esta institución. No obstante, en el marco de la campaña
nacional de alfabetización se creó en 1944, el Instituto de Alfabetización para Indígenas
Monolingües, pues los proyectos previos habían mostrado la efectividad del uso de la lengua
materna en este proceso. Durante dicho sexenio, en Sonora se informó que el único problema
que urgía resolver en relación a las etnias sonorenses era nacionalizar a una parte de los tohono
o’odham.37
El período de estudio cierra en 1946, año en que se suprime el Departamento de Asuntos
Indígenas y se crea la Dirección General de Asuntos Indígenas dentro de la Secretaría de Educación
Pública. Se considera que en adelante inició una nueva etapa con respecto a las políticas
indigenistas a partir de la creación del Instituto Nacional Indigenista en 1948.38
Cabe mencionar que el desarrollo de la antropología que se dio en México en las décadas de
1930 y 1940 no sólo fue impulsado por el gobierno mexicano sino que contó con la participación y
el patrocinio de instituciones extranjeras como las fundaciones Rockefeller y Guggenheim y The
Smithsonian Institution, entre otras. Es por ello que importantes investigadores como Franz Boas,
Ralph Beals, Alfred Kroeber y Sol Tax, por mencionar algunos, participaron y pusieron en marcha
varios proyectos dentro de distintas comunidades indígenas además de impartir clases en diversas
34
Loyo 1996, 125.
Heath 1992, 151-170; Giraudo 2008, 174.
36
López 2013, 57
37
Raby 1989, 313; López 2013, 63; Aguirre y Pozas 1981, 213 y ages, f. Oficialía mayor, c. 39, acuerdo
presidencial 1855, México 20 de septiembre de 1941.
38
Calderón y Escalona 2011, 162-163.
35
8
instituciones que fueron fundadas en el mismo período como la Escuela Nacional de Antropología
(De la Peña 1996 42 y Kemper 1993, 44-61).
Justificación
El interés por estudiar a los conca’ac se justifica, por un lado, argumentando el conocimiento
sobre la operación de varias políticas indigenistas en su comunidad, por otro, por considerar que
el proceso de aculturación fue distinto al del resto de las etnias sonorenses, debido a su patrón de
asentamiento estacional que implicó otro tipo de esfuerzos para las autoridades mexicanas.
Además, éste grupo indígena y el tema en específico ha sido poco estudiado desde la historia y
más bien se ha abordado desde otras disciplinas, principalmente desde la antropología a través de
diversas etnografías elaboradas algunas de ellas en el período que se plantea estudiar en este
trabajo y otras en años más recientes.39
Uno de los trabajos de corte histórico que tratan algunos tópicos de interés para este proyecto
es la tesis de doctorado de Andrae Marak, The making of modern man: The callista education
project, 1924-1935, la cual es un estudio comparativo de la puesta en marcha del proyecto
educativo en tres estados fronterizos de la República Mexicana, Sonora, Chihuahua y Coahuila, los
que además tuvieron en común la práctica de ciertas actividades económicas que daban sustento
a su población, algunas similitudes en el medio natural, así como su participación activa durante el
proceso armado de la Revolución Mexicana.
Marak analiza las relaciones de poder en los niveles local, regional y nacional en el proceso
constitutivo del aparato estatal a través de los programas de educación. El autor propone que el
proyecto educativo fue diseñado para ejercer control político e ideológico sobre la sociedad
mexicana durante el régimen callista y el período conocido como maximato. En este sentido, se
enfatiza el interés del gobierno mexicano de promover el nacionalismo en la frontera mexicana a
través de la escuela y el proyecto de incorporación de la población rural e indígena en sociedades
de frontera.40
Los grupos indígenas estudiados en esta obra son los rarámuris de Chihuahua, los kikapoo de
Coahuila, así como los tohono o’odham y los conca’ac de Sonora. Sobre la apertura que estas
poblaciones indígenas presentaron a las directrices oficiales propone que cada etnia aprovechó o
39
Por mencionar algunos: McGee 1898; Williams 1911; Charles Sheldom [1921-2] 1979; Edward H. Davis
1922 y 1945; Maas 1923; Moore 1930; Kroeber 1931; Coolidges 1932; Hyatt 1936; 1937 y 1958;Bonilla 1941;
Hayden 1942; Griffen 1959; Hinton 1969; Smith 1974;Thomson 1989; Tom Bowen 2000 y 2004.
40
Marak 2000, 178-179.
9
dejó lo que le convino de los programas de mejoramiento social promovidos por el gobierno
federal y las autoridades regionales en función de sus propios intereses y experiencia en sus
relaciones de poder con la clase dominante.41
El trabajo de Andrae Marak me será útil para conocer ciertas características que observó el
programa indigenista entre los seris. Sin embargo, al no ser estos el objetivo principal de su tesis
no logra profundizar en ciertos aspectos que a mí me interesan desarrollar como la conjugación de
los intereses locales, regionales y nacionales que tuvo la puesta en marcha de los diversos
proyectos implementados; una explicación sustancial sobre sus resultados y lo que fue
incorporado por los conca’ac a su organización social. Además de que en este proyecto se propone
un período de estudio más amplio.
Objetivo general
Conocer las características que tuvieron las acciones políticas dirigidas a la comunidad conca’ac
determinando el impacto que tuvo en la organización social de este grupo indígena.
Al analizar los diversos programas y proyectos de carácter cultural, social y económico puestos
en marcha entre los seris se podrá discernir la participación de este grupo indígena y los
intermediarios locales en el proceso de configuración estatal y definir el alcance e influencia de
instituciones y funcionarios de gobierno federal en el nivel regional. Además permitirá
comprender el estado actual de esta población indígena y el carácter de sus relaciones con los
diversos órdenes del gobierno mexicano y la sociedad regional.
Objetivos específicos
-
Conocer los factores que determinaron la inclusión de los seris en la puesta en marcha de
las políticas indigenistas de la época.
-
Definir qué instituciones operaron esos programas y cuáles fueron sus objetivos
particulares y sus resultados.
-
Determinar cuál fue la apertura de los seris a las instituciones y proyectos
gubernamentales y qué fue incorporado a su organización social.
-
Distinguir cuáles fueron las demandas indígenas y los canales de negociación que
implementaron los seris y de qué manera los diferentes intermediarios regionales e
41
Marak 2000, 219.
10
instancias que operaban en su territorio fueron aprovechados por aquellos para satisfacer
sus solicitudes o hacerlas llegar a las autoridades correspondientes.
-
Distinguir qué actores locales desempeñaron funciones en este proceso y qué intereses –
individuales, regionales o nacionales- estaban en juego.
-
Determinar si el programa indigenista de este período sentó las bases para acelerar la
integración de los seris a la dinámica regional y la operación de otros proyectos a partir de
la década de 1950.
Hipótesis
Se propone como argumento que los programas oficiales puestos en marcha en los años que me
interesan estudiar fueron promovidos por intermediarios regionales aprovechando la política
indigenista de la época. Se considera que el resultado de este proceso respondió, por un lado, al
tipo de negociación que fue desarrollada por los conca’ac. Por otro lado, a la demanda externa de
ciertos productos marítimos que favoreció la promoción de una actividad económica que ya
formaba parte de la tradición cultural de los conca’ac y a la apertura de la región al turismo. Esto
incrementó el contacto de los seris con distintos sectores de la sociedad mexicana y extranjera;
además diversificó el carácter de sus relaciones determinando cambios en su organización social.
Metodología
Para alcanzar los objetivos de esta investigación se adoptará las categorías y la metodología
empleada en los estudios de la Nueva Historia Cultural, corriente de interpretación mediante la
cual se ha explorado la formación del estado nacional, tratando de demostrar la participación de
las bases populares en este proceso. Para lograr estos fines, la Nueva Historia Cultural emplea el
enfoque regional y la metodología de otras disciplinas como es la antropología, la literatura, entre
otras.42
Para comprender el programa indigenista entre los seris y como fue incorporado y adaptado
por ellos es necesario estudiar las interacciones que se dieron entre este grupo étnico, con los
intermediarios regionales y las autoridades federales según lo que es propuesto por Gilbert M.
Joseph y Daniel Nugent en su artículo “Cultura popular y formación del Estado en el México
Revolucionario”, quienes argumentan que para estudiar a la cultura popular o a la dominante se
deben de analizar en conjunto, sus interacciones, las instituciones, el marco legal y sus resultados,
42
Vaughan 1999, 302 y Van Young 1999, 224.
11
considerando que el proceso de negociación entre aquellas deriva en ajustes al proyecto estatal
en el que se incorporan elementos de ambas formas culturales que son propios en determinada
dinámica regional.43
Algunas de las categorías que emplearé para explicar cuál fue el resultado de las acciones
indigenistas de la época posrevolucionaria entre los seris y en qué medida los programas
culturales fueron incorporados a su organización social
son: cultura;44 indigenismo;45
hegemonía;46 marco discursivo común47 y tradiciones selectivas,48 entre otras.
Para cumplir con los objetivos de este proyecto se indagará en fuentes primarias como son
documentos oficiales de distintos archivos locales, estatales, nacionales y, de ser posible,
internacionales. También se consultará hemerografía, alguna de la cual se encuentra en bases de
datos digitales y otras en bibliotecas de la entidad. Además, se tomará en cuenta como fuente
primaria la consulta de investigaciones de carácter etnográfico coetánea a la época de estudio,
considerando que el auge de estos trabajos estaba relacionado, en parte, con el interés de las
autoridades mexicanas por incorporar a la población indígena de México a la nación como política
43
Joseph y Nugent 2002, 40.
Entendida como “el sistema compartido de valores, creencias, símbolos de una comunidad”, teniendo en
cuenta la historicidad y las relaciones de poder, argumentando que en el marco de estos factores se
experimentan y articulan la producción y la reproducción de las prácticas culturales. A través de las
relaciones de poder se vinculan la cultura popular con la dominante; en este tenor, las modificaciones en las
relaciones sociales y de poder generan cambios en distintos aspectos de la cultura desde lo político, social y
económico. La historicidad de la cultura implica considerar que las particularidades de ésta son el producto
de intercambios y contactos produciendo “entrecruzamientos y reinterpretaciones de instituciones y
organizaciones, como el ejido, la escuela, la iglesia o la guerrilla, que son el resultado de una acumulación de
modernizaciones parciales y sus efectos”. Dube 2001, 67-69; Calderón 2004, 18 y Escalona 2012, 542-544.
45
El indigenismo queda entendido como el conjunto de acciones políticas puestas en marcha por las
autoridades e ideólogos mexicanos, en diferentes procesos históricos, para integrar a los grupos indígenas
mexicanos a la vida nacional. Calderón y Escalona 2011, 145.
46
La hegemonía es considerada como proceso, es decir, que está en constante cambio, ya que todos los
niveles de la política se convierten en arenas de disputa en las que el poder es impugnado, legitimado y
redefinido. Mientras que la hegemonía como resultado final es cuando el grupo en el poder ha conseguido la
legitimidad, incorporando en su proyecto y discurso las demandas de la clases populares y de los grupos
opositores de manera temporal o definitiva, es cuando se alcanza el equilibrio entre fuerzas hegemónicas y
contrahegemónicas. Mallon 2002, 106-107.
47
Dentro del proceso hegemónico se construye una ideología que se pretende compartida y un marco
discursivo común entre la clase dominante y la popular a través del cual se negocia la creación de
instituciones, categorías, discursos, símbolos y valores, medios y formas para actuar en las relaciones de
dominación. Roseberry 2002, 220.
48
Se implementará la acepción de Raymond Williams quien ha definido las tradiciones selectivas como “una
versión intencionalmente selectiva de un pasado configurativo y de un presente preconfigurado, que resulta
entonces poderosamente operativo dentro del proceso de definición cultural y social”, es decir, la elección
premeditada de elementos culturales pasados o tradiciones que son adaptados al presente. Williams 2000,
137.
44
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de Estado, permitiendo y promoviendo el trabajo de campo de antropólogos mexicanos y
extranjeros. También se considerarán trabajos etnográficos posteriores para conocer distintos
aspectos de la organización social de este grupo étnico que me permitan identificar los cambios
observados en su cultura. Se contempla la revisión de fuentes secundarias para conocer el
contexto político de la época y el acercamiento que se ha dado a este tema en particular, para ello
se consultarán estudios antropológicos e históricos.
Los acervos que serán consultados son el Archivo General del Estado de Sonora; además de la
Colección Fernando Pesqueira resguardada en el Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora;
en la Ciudad de México el Archivo Histórico de la Secretaría de Educación Pública, Archivo
Histórico de Salud, el acervo del Centro de Estudios Históricos de México Carso, el Fideicomiso
Archivo Plutarco Elías Calles Fernando Torreblanca, el acervo documental y fotográfico de la
Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos indígenas, así como el Archivo General de la
Nación y la biblioteca Daniel Cosío Villegas de El Colegio de México. Además, se ha identificado
que existe documentación en acervos internacionales como en la Universidad de Arizona,49 en The
National Museum of the American Indian, Heye Foundation en Nueva York y el Museum of Man
en San Diego,50 California.
Referencias:
Acervos:
Archivo General del Estado de Sonora [Ages]
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49
En Arizona State Museum se encuentran las entrevistas realizadas por Scott Ryerson a Roberto Thompson
y aparentemente el archivo personal del último.
50
Aquí se encuentra el archivo personal del curador Edward Davis, quien sostenía correspondencia con
Roberto Thomson.
13
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