Juventud y Derechos Humanos - Facultad de Ciencia Política y

juventud y
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e
r
de
en rosario
(re)escribiendo la actualidad
desde una mirada estudiantil
secretaría de Derechos Humanos 2014
por un mundo donde seamos
socialmente iguales
humanamente diferentes
y totalmente libres
Rosa Luxemburgo
índice
1. el derecho a tener derechos
2. juventud negada y negativizada
3. guía de ejes y fuentes
1
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
EL DERECHO
A TENER DERECHOS
C oor d in a d or e s :
Esteban Rodríguez
Mariana Relli
Gabriel Appella
Facultad de Periodismo y
Comunicación Social
Universidad Nacional de La Plata
La Plata, 2008
15
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
Capítulo 1
Promesa y actualidad
de los derechos humanos
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 16
Promesa y actualidad de los derechos humanos
¿Por qué hablamos de grupos desaventajados?
Promesa y actualidad de los derechos humanos
Promesa y actualidad de los derechos humanos
¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son aquellas
libertades y derechos básicos que tienen
las personas, sin distinción de ningún
tipo (raza, color, sexo, nacionalidad,
identidad política, religión, etcétera) por
el solo hecho de ser tales, es decir, por
su condición humana.
Los derechos no son dádivas sino que
son conquistas sociales, alcanzadas a
través de la lucha en distintos lugares
del mundo y a lo largo de la historia
por grupos de personas en situación
de desventaja: esclavos, trabajadores,
pobres, minorías nacionales, políticas
o religiosas, inmigrantes, pueblos
originarios, mujeres, niños, personas
enfermas o discapacitadas, etcétera.
Esos derechos se fueron plasmando
en declaraciones (tratados, pactos,
convenciones) y constituyen los
estándares jurídicos a los cuales tienen
que adecuarse los ordenamientos
jurídicos de los estados locales que los
suscriben.
Para los estados locales es el
compromiso asumido con la sociedad
civil. Para la sociedad civil, representan
un programa de lucha y de legitimidad
de esa lucha, contra la violencia, los
abusos o la desidia del Estado.
En el desarrollo de los derechos
humanos, entonces, se pueden
reconocer claramente dos momentos: el
primero que apunta al reconocimiento
de los derechos (fijar por escrito); y
el segundo que tiene que ver con su
cumplimiento efectivo (ejercicio en la
práctica).
Los derechos humanos no empiezan
ni terminan en las declaraciones o en
las constituciones que los reconocen
como tales. Esa es una primera parte
que habrá que completar a través de la
implementación de políticas públicas
universales, protegiendo y privilegiando
a las distintas minorías y grupos
desaventajados.
17
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 18
Derechos humanos:
instrumentos
que
limitan
el uso abusivo del poder
del Estado por parte de los
gobernantes y funcionarios
fijando obligaciones negativas
para el Estado.
Promesa y actualidad de los derechos humanos
Los derechos humanos se pensaron, por
un lado, como instrumentos que limitan
el uso abusivo del poder del Estado por
parte de los gobernantes y funcionarios
de turno, es decir, fijando obligaciones
negativas para el Estado: por ejemplo,
impidiendo la tortura, la discriminación,
la privación arbitraria de la vida o la
libertad, etcétera.
Por otro lado, como las obligaciones
positivas del Estado. Es decir: los
estados no sólo tienen restricciones
sino que están obligados a garantizar
efectivamente los derechos humanos.
Deben responder mediante políticas
públicas para que toda la ciudadanía
pueda ejercer los derechos civiles y
políticos, y los derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales.
En la actualidad existen muchas
normas, leyes y tratados que reconocen
derechos de personas desaventajadas.
Esos derechos los encontramos en
algunas leyes que fueron dictadas
por el Congreso de la Nación, o de
las provincias; pero la mayoría son
tratados internacionales elaborados
por organizaciones que nuclean a la
mayoría de los países del mundo u otras
que reúnen a los países de América.
¿Cómo son los derechos humanos?
Los derechos humanos son inherentes
a la persona humana, es decir, que ni
el Estado ni ningún grupo social los
pueden arrebatar. No son concesiones
del Estado, pertenecen a todos más allá
de la nacionalidad, la religión, la cultura,
la clase o el estatus social, la raza o el
sexo que se posea.
Son inalienables, es decir que nadie
puede renunciar a ellos, ni el Estado
puede alegar que no se reclaman para
excusarse de su cumplimiento.
Son interdependientes, porque un
derecho está en relación con el otro;
no es posible el ejercicio del derecho a
la vida, sin acceso a la salud o al agua
potable o a la alimentación; no es posible
el derecho a la libertad de expresión, sin
acceso a la educación, o el derecho a los
bienes culturales. La violación de uno de
ellos supone la violación del resto.
Por último, son obligatorios para
cualquier Estado, sin importar si se
está atravesando una crisis económica,
política, una guerra o una catástrofe
natural. El Estado debe no sólo respetar
y garantizar los derechos reconocidos,
sino además organizar su acción a fin de
satisfacer su plena realización.
Promesa y actualidad de los derechos humanos
19
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
La lucha por los derechos
humanos
Como dijimos, no alcanza con el mero
reconocimiento por escrito de los
derechos. Si los derechos se tienen
cuando se los ejerce, entonces habrá
que garantizar también la lucha de la
sociedad civil o parte de ésta para su
realización práctica y efectiva. De allí
que los instrumentos internacionales
de
derechos
humanos
prevean
también garantías concretas para la
protesta social, a saber: la libertad de
pensamiento, de expresión, de reunión,
de desplazamiento, de petición a las
autoridades, etcétera.
Garantizar la protesta social es proteger
las formas de lucha frente al Estado
para la efectiva realización de las
declaraciones y principios históricos
que ha reconocido ese Estado, como
así de “nuevos reconocimientos”, que
permitan la efectiva realización de la
vida y felicidad plena de todos.
Por eso decíamos que los derechos
humanos son las conquistas sociales
de aquellos grupos que intentan
abolir desigualdades creadas en algún
momento de la historia, entre los que
más tienen y los que menos tienen o no
tienen nada.
Si los derechos humanos reconocidos
no se realizan, y sólo quedan escritos
en declaraciones y principios, son
meras expresiones de deseo, simples
promesas que hace el Estado a sus
ciudadanos, promesas que la mayoría
de las veces no cumple. Entonces, los
derechos requieren, para su realización,
de la acción colectiva, de la protesta
social para hacerlos valer en cada caso
concreto.
Por eso sostenemos en este Manual que
el derecho a la protesta es el primer
derecho, pues es la llave maestra que
permite abrir o reclamar la realización
del resto de los derechos humanos
reconocidos.
No alcanza el reconocimiento por
escrito de los derechos. Si los
derechos se tienen cuando se
los ejerce, habrá que garantizar
también la lucha de la sociedad
civil o parte de ésta para su
realización práctica y efectiva.
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 20
Promesa y actualidad de los derechos humanos
Pluralidad de derechos
Los derechos humanos pueden ser
de diferente tipo: civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales.
Hay quienes realizan una distinción
entre, por un lado, los derechos
humanos, los derechos civiles y
políticos, y por otro los derechos
económicos, sociales y culturales.
Entre los derechos civiles y políticos
encontramos el derecho a la libertad
de expresión, a no ser torturado
ni esclavizado; a la libertad de
pensamiento, a no ser molestado
por nuestras opiniones; a la libre
asociación, al voto, a participar de
los asuntos públicos directamente y a
peticionar a las autoridades, y al debido
proceso, entre otros tantos.
Estos
derechos
se
encuentran
reconocidos jurídicamente en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, en el Pacto de San José de
Costa Rica, y en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos que el Estado
argentino incorporó en su Constitución
Nacional y, por lo tanto, tienen jerarquía
constitucional y debe garantizarlos.
Dentro de los derechos humanos,
se encuentran también los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
(DESC). Derechos que el Estado debe
garantizar mediante medidas colectivas
satisfaciendo las necesidades básicas.
Entre los Derechos Económicos, Sociales
y Culturales se encuentran el derecho
al trabajo, a la salud, a la vivienda, a la
educación, a la alimentación adecuada,
al ambiente sano, a la identidad y la
niñez feliz, entre otros.
Los derechos económicos son aquellos
que posibilitan a las personas tener
las condiciones necesarias para vivir
dignamente. El derecho al trabajo
digno es uno de estos derechos que
debe asegurarse a toda persona, en
condiciones equitativas y satisfactorias,
es decir, garantizando efectivamente
igual remuneración por igual tarea,
sin distinción entre sexos. Además se
protege a los niños de la explotación y
esclavitud.
Promesa y actualidad de los derechos humanos
Los derechos sociales garantizan a las
personas un desarrollo en sociedad. El
derecho a la salud, a la educación, a la
seguridad social, son algunos de ellos,
que deben garantizarse para satisfacer
necesidades materiales e intelectuales.
Y los derechos culturales refieren a los
derechos vinculados al conocimiento,
al respeto por las costumbres, al
derecho a la comunicación, a la
producción artística.
Los Derechos Económicos, Sociales
y
Culturales
están
reconocidos
jurídicamente en el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (PIDESC) . Y en Argentina, al
igual que los derechos civiles y políticos,
tienen también jerarquía constitucional.
No hay derechos de primera y
segunda generación
La distinción de orden, donde se
pretende diferenciar a los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales
de los derechos civiles y políticos, se
justificaría en que los primeros son de
inmediata aplicación donde el Estado
sólo debe abstenerse de alterarlos
(por ejemplo, el Estado no debe matar,
no debe privar a nadie de su libertad
en forma arbitraria, no debe ejercer
censura previa), y necesitan de acciones
concretas para lograr su ejercicio.
Todos los derechos humanos necesitan
de acciones y abstenciones del Estado.
Si bien los Derechos Económicos,
Sociales y Culturales van a ser
alcanzados en forma progresiva, los
Estados deben garantizar obligaciones
mínimas de manera inmediata, como por
ejemplo erradicar la pobreza extrema, la
mortalidad infantil, garantizar el acceso a
la atención médica primaria, erradicar el
analfabetismo.
Recordemos que los derechos humanos
son indivisibles, interdependientes e
integrales. Los Estados, entonces, no
pueden ampararse en circunstancias
económicas para justificar su violación.
21
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 22
Promesa y actualidad de los derechos humanos
¿Dónde se encuentran reconocidos
los derechos humanos?
Corresponde
al
Estado
garantizar y asegurar, como
mínimo y en forma gratuita,
la satisfacción de los niveles
esenciales de cada uno de
los derechos económicos,
sociales y culturales de toda
la ciudadanía, debiendo
demostrar que ha realizado
el máximo esfuerzo para
utilizar todos los recursos
que están a su disposición a
fin de satisfacer, con carácter
prioritario, esas obligaciones
mínimas y aunque se
demuestre que los recursos
disponibles son insuficientes
(Comité
Derechos
Algunos derechos humanos están
reconocidos en la Constitución Nacional.
Otros están reconocidos en declaraciones,
pactos, protocolos y convenciones de
derechos humanos. Varios de esos
instrumentos internacionales poseen en la
actualidad rango constitucional, es decir
que fueron incorporados a la Constitución.
Los instrumentos más relevantes que
mencionamos en este Manual son:
* Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre (1948)
* Convención Interamericana para prevenir
y sancionar la tortura (1985)
* Declaración Universal de Derechos
Humanos (1948)
* Convención contra la tortura y otros tratos
o penas crueles, inhumanos o degradantes
(1984)
Económicos,
Sociales y Culturales, Observación
General Nº 3 - 14/12/1990).
* Convención Americana sobre Derechos
Humanos, Pacto de San José de Costa Rica
(1969)
* Convención Interamericana para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra la
Mujer, Convención de Belém do Pará (1994)
* Protocolo adicional a la Convención
Americana en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales,
Protocolo de San Salvador (1988)
* Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la Mujer
(1979)
* Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (1966)
* Convención sobre los Derechos del niño
y de la niña (1989)
* Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (1966)
Promesa y actualidad de los derechos humanos
¿Cuáles son las obligaciones
de los Estados?
El Estado tiene que respetar, proteger,
garantizar y promover los derechos
humanos. El Estado no puede violar
esos derechos y debe generar políticas
progresivas y no regresivas para que
todos accedan a los derechos humanos
consagrados. Esto significa que el Estado
en su actuación no puede ir en desmedro
de los derechos alcanzados, no puede dar
pasos para atrás, salvo que demuestre
que en realidad es para mejorar un
conjunto de otros derechos. Además
debe mejorar periódicamente la situación
de los derechos de los ciudadanos
garantizando su satisfacción.
Por último, a partir de algunos pactos
y tratados, el Estado está obligado a
presentar informes sobre la situación
de los derechos humanos. Y cualquier
ciudadano u organización social puede
recurrir a los ámbitos internacionales
(como la Comisión Americana de Derechos
Humanos) para denunciar la violación de
los mismos. Ante una denuncia, el Estado
debe responder inmediatamente.
23 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 24
Promesa y actualidad de los derechos humanos
¿Por qué hablamos de grupos desaventajados?
La complejidad de las sociedades
en las que nos toca vivir tiene
múltiples
razones.
Algunas
apuntan directamente al sistema
capitalista y su modelo neoliberal,
que han terminado polarizando,
segregando y compartimentado a
la sociedad. Otras tienen que ver
con el descompromiso del Estado
y su desmantelamiento (ajuste,
achicamiento, desregulaciones), con
el déficit de representación (crisis
de los partidos tradicionales para
agregar los intereses de los distintos
sectores y grupos de la sociedad),
pero también con la incapacidad del
sistema político para canalizar las
distintas voces de la sociedad.
Las desigualdades sociales no
son
solamente
económicas,
desigualdades que derivan de
la apropiación exclusiva de la
naturaleza:
hay
desigualdades
raciales, étnicas, culturales, de
género, que tampoco pueden ser
desapercibidas y subordinadas a las
otras.
En nuestra sociedad, entonces, existen
diferentes clases de grupos (niños y
jóvenes; mujeres; personas mayores;
minorías étnicas, raciales, culturales
o religiosas; inmigrantes; madres
solteras; discapacitados; enfermos de
cáncer o sida; pobres; desocupados;
trabajadores precarizados; etcétera)
que no reciben el debido trato que
se merecen por parte de las agencias
que componen el Estado. Son grupos
de pertenencia que están en una
situación de desventaja respecto a
otros sectores de la misma sociedad.
Si bien es cierto que, en sociedades
como las nuestras, las desigualdades
económicas atraviesan a todas
aquellas minorías, lo cierto es que
cada una tiene una particularidad
que habrá que poner de manifiesto,
demandar y atender.
Esa pluralidad de grupos e intereses,
de circunstancias y cosmovisiones,
propia
de
las
sociedades
contemporáneas, diluye o redefine uno
de los presupuestos fundacionales del
constitucionalismo moderno, tanto en
su versión liberal como socialista, a
saber: la vocación universalista que se
reconoce en el principio de igualdad
(“todos somos iguales” o “todos
merecemos un trato igualitario en
oportunidades iguales”).
Y más aún, como señala Roberto
Gargarella, “las decisiones que surgen
del sistema institucional ya no pueden
reclamar para sí, razonablemente
(y como podían hacerlo hace años)
universalidad. Actualmente no es
razonable considerar las normas
emanadas del Congreso como un
producto fidedigno de la ‘voluntad
del pueblo’ (ello, aún aceptando el
carácter siempre metafórico de ésta
expresión): existen grupos cuyas
‘voces’ resultan sistemáticamente
ausentes de la discusión pública (es
decir, muchos grupos de inmigrantes);
grupos que siempre aparecen
alienados dentro de minorías muy
reducidas (es decir, ciertos grupos de
aborígenes); grupos sobre los cuales
se ciernen persistentes amenazas que,
por alguna razón, el poder judicial se
resiste a reconocer (es decir, los más
pobres)” (Gargarella, 1999: 17).
Resulta imposible pensar en la
actualidad una sociedad igualitaria,
al menos en los términos a los
que estábamos acostumbrados.
La igualdad de todos no atiende
los problemas que derivan de
la convivencia en una sociedad
compleja, con todos los problemas
económicos y las contradicciones
culturales que tiene la nuestra. Por
ejemplo, ¿por qué los aborígenes
tienen que tener el mismo régimen de
propiedad o de justicia que el resto
de la sociedad?
Promesa y actualidad de los derechos humanos
Si bien el Estado debe garantizar la
igualdad económica, la distribución
equitativa de la riqueza, esto es,
garantizar un piso común a todos los
ciudadanos, al mismo tiempo debe
velar por las particularidades de los
distintos grupos de pertenencia y
también por las particularidades que
existen al interior de cada grupo.
No sólo por las desigualdades
que se agravan cuando se trata de
determinados grupos (por ejemplo
los pobres o los aborígenes), sino
por aquellas desigualdades que
cabe preservar, como se dijo recién
(la propiedad colectiva en los
aborígenes).
No basta entonces con la igualdad. Al
mismo tiempo que se reclama un piso
común para todos los miembros de
la sociedad, habrá que velar por las
particularidades que ponene a ciertos
grupos en situación de desventaja.
Para decirlo de otra manera, estamos
hablando de la posibilidad de pensar
en una sociedad igualitaria, pero
respetuosa de la diversidad cultural y
la pluralidad de estilos de vida.
En definitiva, cuando reconocemos la
existencia de grupos desaventajados,
afirmamos su estatus jurídico particular
y reclamamos, por añadidura, el
especial trato que merezcan estos
grupos. Mientras que algunos (las
élites o autoridades)
pretenden
incapacitarlos jurídicamente a través
de prácticas que los privan de un
ejercicio concreto y efectivo de los
derechos, nos parece que tienen más
derechos que aquellos que tienen los
problemas económicos más o menos
resueltos.
Pensamos que el Estado debería
demostrar una preocupación prioritaria
o privilegiada hacia los grupos sociales
más desaventajados, asegurando
un trato justo para los mismos; ya
sea atendiendo oportunamente sus
reclamos y no criminalizando sus
acciones que tienden a poner de
manifiesto el problema (demanda
o exigencia legitimada en los
instrumentos internacionales que
garantizan los derechos humanos);
y desarrollando políticas públicas
preferenciales o de apoyo especial
para estos grupos.
“En casos como los citados –dice
Gargarella-, tal vez se justifique
dejar de pensar en ‘derechos iguales
para todos’, para pasar a defender
el otorgamiento de ‘derechos
especiales’ para ciertos grupos que,
intencionadamente o no, resultan
tratados de un modo arbitrario”
(Gargarella, 1999: 18).
25
MANUAL DE DERECHOS HUMANOS
ULTIMA DÉCADA Nº23, CIDPA VALPARAÍSO, DICIEMBRE 2005, PP. 9-32.
JUVENTUD NEGADA Y NEGATIVIZADA:
Representaciones y formaciones discursivas vigentes
en la Argentina contemporánea
El resultado era que el carácter principal de la condición juvenil rehuía constantemente el análisis de los
expertos: la percepción social nunca había expresado
el polimorfismo que, sin embargo, era el elemento más
significativo de la experiencia social de los jóvenes.
LUISA PASSERINI, 1996:437.
MARIANA CHAVES*
RESUMEN
En este artículo se brinda una descripción y análisis de las representaciones y
discursos vigentes acerca de las y los jóvenes en la Argentina urbana contemporánea. Esta caracterización fue construida con base al trabajo de campo
con diversos actores (jóvenes, no-jóvenes, medios de comunicación) realizado entre los años 1998 y 2004 en la ciudad de La Plata (Provincia de Buenos
Aires, Argentina) como parte de la investigación doctoral de esta autora
(Chaves, 2005). El análisis de los discursos permitió identificar diversas
representaciones sobre la juventud y reconocer formaciones discursivas en
las que dichas representaciones entraban en juego. El escrito ofrece también
una sistematización de caracterizaciones realizadas por otros autores para la
juventud argentina y/o la juventud latinoamericana y se establecen equivalencias con la propuesta realizada. Finalmente se interpreta que las miradas
hegemónicas sobre la juventud latinoamericana responden a los modelos
jurídico y represivo del poder. Se sostiene que la juventud está signada por
«el gran NO», es negada (modelo jurídico) o negativizada (modelo represivo), se le niega existencia como sujeto total (en transición, incompleto, ni
niño ni adulto) o se negativizan sus prácticas (juventud problema, juventud
gris, joven desviado, tribu juvenil, ser rebelde, delincuente).
PALABRAS CLAVE: JUVENTUD, DISCURSOS, REPRESENTACIONES
*
Antropóloga argentina, candidata a doctora FCNyM, UNLP. Becaria
CONICET. Docente e investigadora Núcleo de Estudios Socioculturales,
Facultad de Trabajo Social, Universidad Nacional de La Plata y de la
Universidad Nacional de Tres de Febrero.
E-Mail: [email protected].
Mariana Chaves
13
Las representaciones no resultaron exclusivas de un grupo de enunciadores del tipo A, B, C, D o E, sino más bien se trata de una diferencia de proporciones en los tipos de discursos en distintos grupos. En
términos generales se hallan representaciones y discursos sobre la
juventud que funcionan de manera «horizontal», si vale la imagen
geométrica, es decir, operan como articuladores de sentido sobre lo
juvenil desde varios ángulos, pero en comunión. Las diferencias y
contradicciones no aparecen entre estos grupos sino entre discursos.
Se organizaron entonces grupos por discursos, por clasificación del
contenido de lo enunciado. No es que el sujeto enunciador ha desaparecido, sino que no es adecuado suponer un discurso social homogéneo para cada grupo social armado desde otro criterio: clase, género o
profesión. Por ejemplo, el grupo E está constituido por jóvenes que
son al mismo tiempo el objeto del discurso, y cuando ellos hablan
sobre sí mismos acuden a los discursos vigentes (disponibles) ya sea
para explicarse por oposición o para interpretarse en ellos, entonces,
en mi perspectiva analítica, el discurso cobra fuerza. La clave no la
coloco en quién está de un lado y quién del otro, sino en la existencia
y operatividad del discurso en la sociedad y la cultura. Por lo tanto, las
afirmaciones así como las negaciones del mismo son lo que lo hacen
existir, siendo esto lo que posibilita constituir identificaciones, pertenencias, alianzas y oposiciones. Este es el clivaje del conflicto, que
obviamente emerge montado en otros conflictos sociales: de clase, de
generación, de género, de territorio, etc. (no siendo una enumeración
por orden de prioridades).
2.
CARACTERIZACIÓN DE LA JUVENTUD
a)
Representaciones
Un conjunto de representaciones definen a los jóvenes a partir del ser
en sí mismo. Ya en 1962 Henri Lefebvre avizoraba este carácter mítico de la representación juvenil,
El mito de la juventud, como el del proletariado (y los de la modernidad
en general), consiste en una serie de afirmaciones filosóficas y de redundancias de orden ontológico, esto es, relativas a un ‘ser’ que se
pretende definir. La juventud tendría su ‘ser’ propio y se la definiría por
ella misma y para ella misma (Lefebvre, 1969:187, citado en Groppo:
2000:282).
14
Juventud negada y negativizada
Se parte de una comparación con perspectiva adultocéntrica, la definición se hace por diferencia de grado en relación al parámetro elegido,
lo que lleva a establecer características desde la falta, las ausencias y
la negación, y son atribuidas al sujeto joven como parte esencial de su
ser. Esta perspectiva conduce a perder de vista la condición juvenil
como construcción social, quedando oculto bajo el manto de la naturalidad del fenómeno que estas concepciones son discursos altamente
ideologizados y con perspectiva gravemente discriminadora. Su afirmación es una cuestión de naturaleza: se es joven de tal manera, y
cuando se es joven se es inseguro, incompleto, peligroso, «lo que es en
su propia naturaleza, en razón de su constitución, de sus rasgos de carácter o de sus variedades patológicas» (Foucault, 1993:262). Dentro de
este campo de representaciones se identifican las siguientes.
i) Joven como ser inseguro de sí mismo: la comparación está establecida acá con aquellos que estarían seguros de sí mismos, o sea,
los adultos. El joven es presentado como un ser inseguro de sí mismo
y de los demás. Con este argumento se legitima la intervención sobre
su vida, para mostrarle el camino, para hacer por él. Enfrentado a un
modelo de adulto dueño de sí mismo, es decir seguro, cumplidor de las
normas. La sociedad ha encontrado en la juventud el espacio social
donde depositar al enemigo interno, el chivo expiatorio de los males
sociales.4
ii) Joven como ser en transición: el momento de ser joven es presentado como el de transición por excelencia. Desde la infancia, se
transita hacia la adultez que aparece como el momento de mayor plenitud, ya que luego sobreviene la decrepitud: la vejez. En las sociedades occidentales modernas la vida está simbolizada como una curva,
se asciende hasta el punto culmine (adultez) y luego se desciende. El
punto de partida (infancia) y el punto de llegada (vejez) son subordinados al punto medio. Si esta curva fuese coloreada y valorizada el
4
De acuerdo a Michel Foucault (tomado de Castro, 2003b) y Giorgio
Agamben (1998, 2003) el paradigma del momento ya no es más el paradigma del disciplinamiento o de la normalización estrictamente, sino
el paradigma de la seguridad; es en este contexto donde el sujeto joven
puede ser leído, se convierte en el enemigo interno, porque es el que representa la inseguridad. ¿Pero no es contradictorio que el peligro esté
representado por un ser inseguro? No, justamente su inseguridad es lo
que lo encuadra en el paradigma, y es eso lo que lo hace peligroso.
Mariana Chaves
15
resultado sería: de la pureza a la impureza, de lo blanco —el nacimiento— a lo negro —la muerte—.
iii) Joven como ser no productivo: dado que el tiempo de la productividad es el tiempo del trabajo, particularmente del trabajo asalariado, el joven está lleno de tiempo libre, es un ser «ocioso». Los jóvenes son presentados como seres no productivos económicamente.
iv) Joven como ser incompleto: este joven inseguro, en transición
y no productivo es un ser incompleto, le faltan cosas, va camino a ser
completo=adulto. Por eso aparece el derecho a intervenir sobre él.
Este razonamiento del ciclo de vida como competencia, en el sentido
de una meta a lograr, ser adulto para luego retirarse, se articula perfectamente con la división social del trabajo que existe en las formaciones económicas capitalistas.
v) Joven como ser desinteresado y/o sin deseo: esta representación aparece con mucha fuerza en los ámbitos de socialización, circula
ampliamente en las escuelas, en algunas familias y en todos los partidos políticos. La marcación del no deseo o el no interés está colocada
en que no se desea/interesa por lo que se le ofrece. El rechazo, la indiferencia o el boicot hacia lo ofrecido —que es de interés para la institución, los padres, etc.— es leído como falta de interés absoluto, no
como falta de interés en lo ofrecido. El no-deseo sobre el deseo institucional o familiar (ajeno a ellos) es tomado como no-deseo total,
como sujeto no deseante. El joven queda así anulado por no responder
a los «estímulos» y por lo tanto se refuerza la posición de enfrentamiento, ambas partes expresan «no ser comprendidas»: no les importa
nada, no se interesan por nada, son apáticos y desinteresados, los
llamas a hacer algo bueno y no vienen.
vi) Joven como ser desviado: en esa inseguridad de sí mismo, en esa
transición, en ese ser incompleto, en esa no productividad y sin deseo, el
joven aparece con una tendencia mayor que otros individuos a desviarse,
tiene muchas posibilidades de desviarse del camino, porque sus objetivos
no son claros y esto también lo hace ser un sujeto peligroso.
vii) Joven como ser peligroso: no es la acción misma, sino la posibilidad de la acción lo que lo hace peligroso. Todo joven es sospechoso,
carga por su estatus cronológico la marca del peligro. Peligro para él
mismo: irse por el mal camino, no cuidarse; peligro para su familia:
trae problemas; peligro para los ciudadanos: molesta, agrede, es violento; peligro para LA sociedad: no produce nada, no respeta las normas. Hoy al Estado parece no interesarle fundamental-mente disciplinar,
sin embargo, sí le interesa el mecanismo de seguridad: ya no importa
16
Juventud negada y negativizada
que los chicos se porten mal, el problema es que son peligrosos.
viii) Joven como ser victimizado: aquel que no tiene capacidades
propias será una víctima del acontecer social. Asimismo aquel que es
todo en potencia, en posibilidad, pero que no puede SER porque no lo
dejan, es aplastado, es dominado, está absolutamente oprimido, ese
también será visto como víctima. Y hay un tercer espacio de la representación del joven víctima y es la justificación de los actos que entran
en conflicto con la ley, la justificación de rupturas o quebrantos de la
ley por su posición social de víctimas del sistema. A la víctima se
suele acercarse desde la «comprensión» y la lástima, no desde el reconocimiento legítimo.
ix) Joven como ser rebelde y/o revolucionario: es la cualidad de
joven como estado biocronológico lo que le otorga la capacidad de
rebeldía y revolución, siendo de la adolescencia el ser trasgresor, enfrentarse a todos —parece ser que hay un desorden hormonal (pubertad) que posibilita un desorden social—. La tarea de la transformación
social, la oposición o la protesta son su DEBER SER: ésa es la tarea de
la juventud, el rol que cumplen en la sociedad y deben cumplir ese
papel mientras sean jóvenes, si no lo hacen serán acusados de ineptos,
de no cumplir su papel histórico predeterminado.
x) Joven como ser del futuro: el joven es presentado como un ser
de un tiempo inexistente. El pasado no le pertenece porque no estaba,
el presente no le pertenece porque no está listo, y el futuro es un tiempo que no se vive, sólo se sueña, es un tiempo utópico. Ahí son puestos los jóvenes, y así quedan eliminados del hoy. Nunca pueden SER
ELLOS jóvenes en el presente. El pasado es territorio de la juventud de
los adultos de hoy. El presente es el tiempo de los adultos de hoy. Y el
futuro es el país del nunca jamás. La espera es infinita, vana e ilusoria.
Te roban el presente hipotecando el futuro. La promesa de un tiempo
venidero donde hallarán completitud, donde el devenir biocronológico
los hará seres completos, por lo que dejarán de ser jóvenes, y entonces
su tiempo será el presente (del mañana claro está).
Otro modo en el que aparece esta representación es en el tan difundido eslogan de que los jóvenes de hoy no tienen futuro, o no les
interesa el futuro o no tienen proyectos para el mañana. En esta demanda de proyecto para mañana suelen no leerse como proyecto las
expectativas de futuro de los jóvenes (su tiempo utópico, sus sueños
no tienen validez de proyecto), y sólo se espera —se acepta como
respuesta válida— la repetición de una receta ya fracasada o un decir
de memoria como funciona la reproducción del sistema social.
Mariana Chaves
17
Se está hablando del joven desde la potencialidad de la acción, no
por lo que el joven es en relación a los demás, sino por lo que es o
puede ser en sí mismo. La interpretación del individuo por el individuo mismo.
b)
Formaciones discursivas
Se han identificado distintas formaciones discursivas en las que se
fundamentan estas representaciones, que se han agrupado en las siguientes.
i) Discurso naturalista: es aquel que define al joven o a la juventud
como una etapa natural, como una etapa centrada en lo biológico, en la
naturaleza, como una etapa universal (lo natural es universal). Se considera que la juventud existió desde siempre y de la misma manera, por lo
que corresponde a la naturaleza biológica de los individuos.
ii) Discurso psicologista: es la mirada sobre la juventud como
momento de confusión, como un proceso psicológico particular que
debe resolver casi individualmente y que de todos modos lo va a resolver, porque como todo esto es una etapa, sí o sí se les va a pasar.
Es la presentación del joven como adolescente. Este es el término con
el que se van a referir a los jóvenes en el discurso psicologista (también en el psicológico, pero se debe confundir), como aquel que adolece de algo, como dolencia, como sufrimiento (acompañado por muchas referencias al discurso médico, al modelo de la medicalización).
iii) Discurso de la patología social: la juventud es el «pedazo» de
la sociedad que está enfermo y/o que tiene mayor facilidad para enfermarse, para desviarse. Es un acercamiento al joven a partir de verlo
como el portador del daño social. Es una mirada negativa, de «problema»: vamos a tratar sobre juventud, vamos entonces a hablar de
alcoholismo, SIDA, tabaquismo, embarazo adolescente. Este discurso
está plagado de términos médicos y biológicos y sus intervenciones
son planteadas como soluciones a problemas que tienden a proponer
curas, separar (para evitar el contagio) o extirpar (el daño debe ser
eliminado).5
5
Para una crítica de este discurso se recomienda la lectura de Rosario
Román (2000) sobre vivencias del embarazo en las jóvenes, principalmente los primeros capítulos donde realiza un excelente trabajo de deconstrucción del modelo de la «juventud problema».
18
Juventud negada y negativizada
iv) Discurso del pánico moral: reproducido sistemáticamente por
los medios, es aquel que nos hace acercar a los jóvenes a través del
miedo, de la idea del joven como desviado y peligroso. El joven cumple en la sociedad el rol del enemigo interno o chivo expiatorio.
Para entender mejor cómo funciona el pánico moral conviene
describir el modelo original llamado discreto: existe primero un
evento dramático (ejemplo: enfrentamiento entre grupos), que genera
inquietud pública, produciéndose una sensibilización sobre el tema a
través de una campaña de emprendimiento moral seguida de una acción de control cultural. Esta mecánica funcionó en los tempranos
años 60 en Inglaterra, pero una década después la secuencia estaba
totalmente alterada, y es este modo el que llega a nuestros días y opera
tan eficazmente en nuestra sociedad: primero se produce una sensibilización sobre el tema a través de un emprendimiento moral, se genera
inquietud pública, se organizan acciones de control cultural, se identifican eventos dramáticos o, mejor dicho, se construyen eventos como
dramáticos y así se justifica una acción intensificada de control cultural (CCCS Mugging Group, 1975, en Hall y Jefferson, 2000).
v) Discurso culturalista: se trata de mirar a la juventud como una
cultura, una cultura aparte de los otros grupos de edad de la sociedad,
como si un grupo de edad pudiera construir una cultura por sí mismo,
siendo que un aspecto fundante de lo cultural es su necesidad y capacidad de ser trasmitido y reproducido en las generaciones siguientes.
Se incluye en este discurso el muy de moda término de «tribu juvenil»
sobre el que se vuelve más adelante. Otro modo del discurso culturalista es el señalado por Margulis y Urresti (1996:21) donde la representación de la juventud es construida exclusivamente sobre los signos
juveniles de clase media y alta —principalmente en su característica
de etapa de moratoria social—, lo cual lleva a pensar la juventud no
sólo de forma homogénea sino como puro signo. Esta caracterización
no se opone al uso que le doy al término en esta sección, ya que el
trasfondo epistemológico de las dos representaciones: tribus juveniles
y juventud como moratoria social son iguales, sobreimprimen lo simbólico frente al resto de lo social, uno como cultura distanciada, el
otro como «la» forma de ser joven en la cultura.
vi) Discurso sociologista: es aquel que representa al joven como
víctima: él es producto de todo lo que pasa en la sociedad y lo social
es presentado como «suprahumano», más allá de las personas, por lo
tanto es un sujeto que nada puede hacer. La explicación está puesta en
el afuera. El joven es una víctima de la globalización, de la sociedad
Mariana Chaves
19
moderna, del posmodernismo, de los medios de comunicación, del sistema escolar que no funciona, de los malos profesores. Estas representaciones articulan un discurso que también quita agencia al joven. Su
calidad de actor social creador está anulada por la imposibilidad que
tendrá de generar otro camino que no sea el que le estaba previsto a su
sector social, si es pobre será ladrón, no les queda otra que salir a robar, la droga es la única salida de estos pibes de barrio periférico.
Todos estos discursos quitan agencia (capacidad de acción) al joven o
directamente no reconocen (invisibilizan) al joven como un actor social con capacidades propias —sólo leen en clave de incapacidades—.
Las formaciones presentadas operan como discursos de clausura: cierran, no permiten la mirada cercana, simplifican y funcionan como
obstáculos epistemológicos para el conocimiento del otro. Se trata de
discursos que provocan una única mirada sobre el joven, pero que son
utilizados estratégicamente —o políticamente— según sea de ricos o
de pobres. Según sea la clase o sector de clase será el estereotipo a
fijar, así se encuentran principalmente discursos naturalistas, psicologistas y culturalistas ligados a la juventud de clase media y alta, y
discursos de patología social y pánico moral cuando se habla de la
clase media empobrecida y los pobres. Tanto en sus versiones de «derecha» como de «izquierda» —o progresistas y neoliberales para usar
términos de los noventa—, estas son miradas estigmatizadoras de la
juventud. Desde la representación negativa o peyorativa del joven,
como de su aparente extremo opuesto, la representación romántica de
la juventud, son miradas que niegan. Las prácticas de intervención
paternalistas no entran en contradicción con ninguno de estos discursos, todos le son útiles y unidos son más eficaces.
3.
CARACTERIZACIONES DE OTROS
Varios autores han realizado caracterizaciones de discursos o teorías
acerca de la juventud argentina y latinoamericana, ofrezco a continuación una breve síntesis del material revisado y una tabla donde se
marcan equivalencias o semejanzas (puntos de contacto) entre las
distintas caracterizaciones, incluida la propuesta en este estudio (véase
tabla 1).
En orden cronológico de publicación, uno de los primeros trabajos es el realizado por Cecilia Braslavsky en 1986, quien ofrece una
clasificación de discursos sobre la juventud titulando mito de la ju-
Guía de ejes y fuentes
Lo siguiente es una breve sistemaización que iene el objeivo de contribuiar a la realización del
texto enmarcado en el trabajo que les proponemos. Coniene el listado de ejes propuestos; se
debe elegir uno de ellos para encarar la construcción del texto.
A su vez, dentro de cada eje se recomiendan 2 ipos de fuentes, escritas y orales, las cuales
pueden ser consultadas para la realización del texto.
Fuentes Escritas: son notas periodísicas, de diversos formatos, referidas directa o indirectamente
al tema elegido, y que pueden brindar datos, perspecivas, un lenguaje o un enmarque general que
aporten a realizar el trabajo.
Fuentes orales: Corresponden a diversos colecivos o personas que no solo conocen la temáica,
sino que también son protagonistas de experiencias valiosas que intentan cambiar la realidad que
viven lxs jóvenes en la ciudad.
El punteo de estas fuentes que marcamos es para poder orientar y brindar algunas herramientas;
esta sistemaización en modo alguno iene que signiicar una barrera para la búsqueda de nuevas
fuentes (orales y/o escritas) a las que puedan acceder.
Eje: “Esigmaización de la Juventud y la pobreza en el discurso mediáico”
Fuentes escritas:
* “Caso Melina Romero: al periodismo le falta periodismo” por Julia De Tito en
htp://notas.org.ar/2014/09/17/melina-romero-genero-liliana-hendel/
* “La esigmaización” por Roberto Samar en htp://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-1851862012-01-11.html
* “La violencia en cámara” en htp://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-243535-2014-04-06.html
* “Se dio un paso colecivo en la defensa de nuestros pibas y pibas” en
htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12451
* “Miserias mediáicas y políicas en el femicidio de Lola Chomnalez” en:
htp://notas.org.ar/2015/01/08/miserias-mediaicas-poliicas-femicidio-lola-chomnalez/
Fuentes orales:
* Soía, Secretaria de Prensa de CTA Rosario. Teléfono: 156249474
* Carlos Del Frade, Periodista. Teléfono: 3415196286
* Agusín Scholer, Periodista de “El Ciudadano”. Mail: [email protected]
* Alfredo Montenegro, Periodista de “La Capital” y docente de la Facultad. Teléfono: 4850106. Mail:
[email protected]
* Germán Mangione, de “Cooperaiva de Comunicación La Brújula”. Teléfono: 3415993075
Eje: “Jóvenes de las periferias, violencia policial y narcotráico”
Fuentes escritas:
* “Rosario, la ciudad de la furia” en htp://notas.org.ar/2015/10/07/rosario-ciudad-furia/
* “Franco Casco: un inal que demuestra la realidad.” htp://notas.org.ar/2014/11/02/francocasco-inal-releja-realidad-mato-policia/
* “Los pibes a ambos lados del gaillo” en: htp://cosecharoja.org/rosario-los-pibes-a-amboslados-del-gaillo/
* “Pibes y gendarmes” de Carlos Del Frade en htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12352
* “El espantoso inal de un chico de 14 años ligado a un búnker narco” de María Cicerchia en
htp://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2013/9/edicion_1770/contenidos/noicia_5360.html
Fuentes orales:
* Elisa Belleze, Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud. Teléfono: 152111110
* Eugenia Rafanelli, Colecivo de Derechos Humanos “Aguafuerte”. Teléfono: 155209205
* Gabriela Rojas, Movimiento 26 de Junio. Teléfono: 3413581379
* Carlos Del Frade, Periodista. Teléfono: 3415196286
* Luis Vazquez, del Movimiento Ecuménico por los DDHH. Teléfono: 153380656
* Caleidoscopio
Eje: “Mujeres y Juventud: violencia de género”
Fuentes escritas:
* “Mirtha Legrand, Laura Miller y el tratamiento de la violencia de genero en los medios.” En:
htp://notas.org.ar/2015/05/18/mirtha-legrand-laura-miller-tratamiento-violencia-generomedios/
* “Los 25 años de Soledad” en: htp://notas.org.ar/2015/09/10/veinicinco-anos-soledadmorales/
* “Laura Moyano: un crimen de odio” en: htp://notas.org.ar/2015/08/03/laura-moyanocrimen-odio/
* “Piden que Rosario se declare en emergencia por violencia de género” en
htp://22noicias.com.ar/declararian-a-rosario-en-emergencia-por-violencia-de-genero/
* “La vida de Melina y el periodismo sin rumbo” de Maximiliano Montenegro en
htp://cosecharoja.org/lavida-de-melina-y-el-periodismo-sin-rumbo/
Fuentes orales:
* Ana Clara, de Colecivo Feminista “MalasJuntas”. Teléfono: 3416774359
* María Gerez, Secretaria de Género de CTA Rosario. Teléfono: 3412729276
* Área de la mujer de la Municipalidad de Rosario. Mail: [email protected]
* Liliana Leyes, de ATE Rosario. Teléfono: 3415799119
* Sonia Tessa, Periodista. Teléfono: 3416909891
Eje: “Jóvenes y el sistema penal: lugares de encierro y debate sobre la edad de imputabilidad”
Fuentes escritas:
* “Marcharon contra la baja de la edad de imputabilidad” (video) en
htp://www.noiexpress.com.ar/contentFront/rosa-locales-8/marcharon-contra-la-baja-de-la-edaddeimputabilidad-181364.html
* “No a la baja de la edad de imputabilidad” por Asamblea por los Derechos de la niñez y la Juventud en
htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1536.html
* “La clausura del IRAR” por Asamblea por los Derechos de la niñez y la Juventud en
htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1935.html
* “Tras el IRAR, 45 muertos en 5 años” de Ana Piccolo en htp://www.elciudadanoweb.com/tras-el-irar-45muertos-en-5-anos/
Fuentes orales:
* Norma Ríos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Teléfono: 3416544058
* Mailde Bruera, Abogada. Teléfono: 156927324. Mail: [email protected]
* Beto Olivares, Abogado. Teléfono: 155427033
* Silvia Crescente, Abogada. Teléfono: 155418975
* María Eugenia Rodríguez, ex trabajadora del IRAR. Teléfono: 3413211444
Eje: “Jóvenes y experiencia cultural: el derecho al deporte y al arte”
Fuentes escritas:
* “Farolitos, la banda de rock que salva clubes de barrio” en
htp://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2009/11/edicion_403/contenidos/noicia_5380.html
* “El rap como alternaiva para concienizar” de Marín Stoianovich en
htp://www.enredando.org.ar/2014/05/20/artesanos-de-la-verdad/
* “El rap que combaió el muro entre la villa y el country en Tigre” en htp://cosecharoja.org/elrap-que-combaio-el-muro-entre-la-villa-y-el-country-en-igre/
Fuentes orales:
* Varón, Bodegón Cultural Casa de Pocho. Teléfono: 3413014672
* Emanuel Villegas, Club Godoy. Teléfono: 3412705336
* Fabio, Club El Luchador y Club El Federal. Teléfono: 3415784799
* Mono, Arte por Libertad. Teléfono: 156863617
* Farolitos, banda de Rock.
* Artesanos de la Verdad, grupo de Hip Hop.
Eje: “Jóvenes y derecho a la educación: acceso, permanencia y deserción”
Fuentes orales:
* Guillermo de los Hoyos, Docente. Teléfono: 153701398
* Claudia Echarri, Docente nivel secundario. Teléfono: 153518224
* Claudia Ortega, Docente
* Alicia Tomé, Docente. Teléfono: 156492267
* Gustavo Brufman, Docente Universitario. Teléfono: 3416729001
Eje: “Juventud y Derecho al trabajo digno: precarización laboral, trabajo informal y desocupación”
Fuentes escritas:
* “La crisis golpea primero a los jóvenes” en htp://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-1945552012-05-22.html
* “Rosario de Narcos y gendarmes” en htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12542
* “No a la baja de la edad de imputabilidad” de Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud en
htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1536.html
Fuentes orales:
* Facundo Peralta, Secretario de Juventud Central de Trabajadores de Argenina – Rosario. Teléfono:
3415192985
* Gustavo Marínez, Secretario General de Asociación de Trabajadores del Estado - Rosario. Teléfono:
3416893429
* Silvio, acivista gremial de la fábrica Acindar. Teléfono: 156475387
* Gustavo Teres. Secretario General de CTA – Rosario. Teléfono: 3413701533
* Federico Fernandez, acivista gremial y trabajador de Correo Argenino. Teléfono: 3413863454
* Guido Gubineli, estudiante de Comunicación y trabajador pasante de la UNR. Teléfono: 3364334950
Eje: “Jóvenes y políica: experiencias y el derecho a organizarse y paricipar en políica”
Fuentes orales:
* Guillermo Campana, CAUSA Organización Popular.
* Florencia Catelani, Secretaría de Extensión de la Federación Universitaria Argenina. Teléfono:
2477629958
* Fernando Rey, Movimiento Popular Patria Grande. Teléfono: 3416294155