juventud y s o n a m u h s o h c e r de en rosario (re)escribiendo la actualidad desde una mirada estudiantil secretaría de Derechos Humanos 2014 por un mundo donde seamos socialmente iguales humanamente diferentes y totalmente libres Rosa Luxemburgo índice 1. el derecho a tener derechos 2. juventud negada y negativizada 3. guía de ejes y fuentes 1 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS EL DERECHO A TENER DERECHOS C oor d in a d or e s : Esteban Rodríguez Mariana Relli Gabriel Appella Facultad de Periodismo y Comunicación Social Universidad Nacional de La Plata La Plata, 2008 15 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS Capítulo 1 Promesa y actualidad de los derechos humanos MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 16 Promesa y actualidad de los derechos humanos ¿Por qué hablamos de grupos desaventajados? Promesa y actualidad de los derechos humanos Promesa y actualidad de los derechos humanos ¿Qué son los derechos humanos? Los derechos humanos son aquellas libertades y derechos básicos que tienen las personas, sin distinción de ningún tipo (raza, color, sexo, nacionalidad, identidad política, religión, etcétera) por el solo hecho de ser tales, es decir, por su condición humana. Los derechos no son dádivas sino que son conquistas sociales, alcanzadas a través de la lucha en distintos lugares del mundo y a lo largo de la historia por grupos de personas en situación de desventaja: esclavos, trabajadores, pobres, minorías nacionales, políticas o religiosas, inmigrantes, pueblos originarios, mujeres, niños, personas enfermas o discapacitadas, etcétera. Esos derechos se fueron plasmando en declaraciones (tratados, pactos, convenciones) y constituyen los estándares jurídicos a los cuales tienen que adecuarse los ordenamientos jurídicos de los estados locales que los suscriben. Para los estados locales es el compromiso asumido con la sociedad civil. Para la sociedad civil, representan un programa de lucha y de legitimidad de esa lucha, contra la violencia, los abusos o la desidia del Estado. En el desarrollo de los derechos humanos, entonces, se pueden reconocer claramente dos momentos: el primero que apunta al reconocimiento de los derechos (fijar por escrito); y el segundo que tiene que ver con su cumplimiento efectivo (ejercicio en la práctica). Los derechos humanos no empiezan ni terminan en las declaraciones o en las constituciones que los reconocen como tales. Esa es una primera parte que habrá que completar a través de la implementación de políticas públicas universales, protegiendo y privilegiando a las distintas minorías y grupos desaventajados. 17 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 18 Derechos humanos: instrumentos que limitan el uso abusivo del poder del Estado por parte de los gobernantes y funcionarios fijando obligaciones negativas para el Estado. Promesa y actualidad de los derechos humanos Los derechos humanos se pensaron, por un lado, como instrumentos que limitan el uso abusivo del poder del Estado por parte de los gobernantes y funcionarios de turno, es decir, fijando obligaciones negativas para el Estado: por ejemplo, impidiendo la tortura, la discriminación, la privación arbitraria de la vida o la libertad, etcétera. Por otro lado, como las obligaciones positivas del Estado. Es decir: los estados no sólo tienen restricciones sino que están obligados a garantizar efectivamente los derechos humanos. Deben responder mediante políticas públicas para que toda la ciudadanía pueda ejercer los derechos civiles y políticos, y los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. En la actualidad existen muchas normas, leyes y tratados que reconocen derechos de personas desaventajadas. Esos derechos los encontramos en algunas leyes que fueron dictadas por el Congreso de la Nación, o de las provincias; pero la mayoría son tratados internacionales elaborados por organizaciones que nuclean a la mayoría de los países del mundo u otras que reúnen a los países de América. ¿Cómo son los derechos humanos? Los derechos humanos son inherentes a la persona humana, es decir, que ni el Estado ni ningún grupo social los pueden arrebatar. No son concesiones del Estado, pertenecen a todos más allá de la nacionalidad, la religión, la cultura, la clase o el estatus social, la raza o el sexo que se posea. Son inalienables, es decir que nadie puede renunciar a ellos, ni el Estado puede alegar que no se reclaman para excusarse de su cumplimiento. Son interdependientes, porque un derecho está en relación con el otro; no es posible el ejercicio del derecho a la vida, sin acceso a la salud o al agua potable o a la alimentación; no es posible el derecho a la libertad de expresión, sin acceso a la educación, o el derecho a los bienes culturales. La violación de uno de ellos supone la violación del resto. Por último, son obligatorios para cualquier Estado, sin importar si se está atravesando una crisis económica, política, una guerra o una catástrofe natural. El Estado debe no sólo respetar y garantizar los derechos reconocidos, sino además organizar su acción a fin de satisfacer su plena realización. Promesa y actualidad de los derechos humanos 19 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS La lucha por los derechos humanos Como dijimos, no alcanza con el mero reconocimiento por escrito de los derechos. Si los derechos se tienen cuando se los ejerce, entonces habrá que garantizar también la lucha de la sociedad civil o parte de ésta para su realización práctica y efectiva. De allí que los instrumentos internacionales de derechos humanos prevean también garantías concretas para la protesta social, a saber: la libertad de pensamiento, de expresión, de reunión, de desplazamiento, de petición a las autoridades, etcétera. Garantizar la protesta social es proteger las formas de lucha frente al Estado para la efectiva realización de las declaraciones y principios históricos que ha reconocido ese Estado, como así de “nuevos reconocimientos”, que permitan la efectiva realización de la vida y felicidad plena de todos. Por eso decíamos que los derechos humanos son las conquistas sociales de aquellos grupos que intentan abolir desigualdades creadas en algún momento de la historia, entre los que más tienen y los que menos tienen o no tienen nada. Si los derechos humanos reconocidos no se realizan, y sólo quedan escritos en declaraciones y principios, son meras expresiones de deseo, simples promesas que hace el Estado a sus ciudadanos, promesas que la mayoría de las veces no cumple. Entonces, los derechos requieren, para su realización, de la acción colectiva, de la protesta social para hacerlos valer en cada caso concreto. Por eso sostenemos en este Manual que el derecho a la protesta es el primer derecho, pues es la llave maestra que permite abrir o reclamar la realización del resto de los derechos humanos reconocidos. No alcanza el reconocimiento por escrito de los derechos. Si los derechos se tienen cuando se los ejerce, habrá que garantizar también la lucha de la sociedad civil o parte de ésta para su realización práctica y efectiva. MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 20 Promesa y actualidad de los derechos humanos Pluralidad de derechos Los derechos humanos pueden ser de diferente tipo: civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Hay quienes realizan una distinción entre, por un lado, los derechos humanos, los derechos civiles y políticos, y por otro los derechos económicos, sociales y culturales. Entre los derechos civiles y políticos encontramos el derecho a la libertad de expresión, a no ser torturado ni esclavizado; a la libertad de pensamiento, a no ser molestado por nuestras opiniones; a la libre asociación, al voto, a participar de los asuntos públicos directamente y a peticionar a las autoridades, y al debido proceso, entre otros tantos. Estos derechos se encuentran reconocidos jurídicamente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el Pacto de San José de Costa Rica, y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos que el Estado argentino incorporó en su Constitución Nacional y, por lo tanto, tienen jerarquía constitucional y debe garantizarlos. Dentro de los derechos humanos, se encuentran también los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC). Derechos que el Estado debe garantizar mediante medidas colectivas satisfaciendo las necesidades básicas. Entre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales se encuentran el derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda, a la educación, a la alimentación adecuada, al ambiente sano, a la identidad y la niñez feliz, entre otros. Los derechos económicos son aquellos que posibilitan a las personas tener las condiciones necesarias para vivir dignamente. El derecho al trabajo digno es uno de estos derechos que debe asegurarse a toda persona, en condiciones equitativas y satisfactorias, es decir, garantizando efectivamente igual remuneración por igual tarea, sin distinción entre sexos. Además se protege a los niños de la explotación y esclavitud. Promesa y actualidad de los derechos humanos Los derechos sociales garantizan a las personas un desarrollo en sociedad. El derecho a la salud, a la educación, a la seguridad social, son algunos de ellos, que deben garantizarse para satisfacer necesidades materiales e intelectuales. Y los derechos culturales refieren a los derechos vinculados al conocimiento, al respeto por las costumbres, al derecho a la comunicación, a la producción artística. Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales están reconocidos jurídicamente en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) . Y en Argentina, al igual que los derechos civiles y políticos, tienen también jerarquía constitucional. No hay derechos de primera y segunda generación La distinción de orden, donde se pretende diferenciar a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de los derechos civiles y políticos, se justificaría en que los primeros son de inmediata aplicación donde el Estado sólo debe abstenerse de alterarlos (por ejemplo, el Estado no debe matar, no debe privar a nadie de su libertad en forma arbitraria, no debe ejercer censura previa), y necesitan de acciones concretas para lograr su ejercicio. Todos los derechos humanos necesitan de acciones y abstenciones del Estado. Si bien los Derechos Económicos, Sociales y Culturales van a ser alcanzados en forma progresiva, los Estados deben garantizar obligaciones mínimas de manera inmediata, como por ejemplo erradicar la pobreza extrema, la mortalidad infantil, garantizar el acceso a la atención médica primaria, erradicar el analfabetismo. Recordemos que los derechos humanos son indivisibles, interdependientes e integrales. Los Estados, entonces, no pueden ampararse en circunstancias económicas para justificar su violación. 21 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 22 Promesa y actualidad de los derechos humanos ¿Dónde se encuentran reconocidos los derechos humanos? Corresponde al Estado garantizar y asegurar, como mínimo y en forma gratuita, la satisfacción de los niveles esenciales de cada uno de los derechos económicos, sociales y culturales de toda la ciudadanía, debiendo demostrar que ha realizado el máximo esfuerzo para utilizar todos los recursos que están a su disposición a fin de satisfacer, con carácter prioritario, esas obligaciones mínimas y aunque se demuestre que los recursos disponibles son insuficientes (Comité Derechos Algunos derechos humanos están reconocidos en la Constitución Nacional. Otros están reconocidos en declaraciones, pactos, protocolos y convenciones de derechos humanos. Varios de esos instrumentos internacionales poseen en la actualidad rango constitucional, es decir que fueron incorporados a la Constitución. Los instrumentos más relevantes que mencionamos en este Manual son: * Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (1948) * Convención Interamericana para prevenir y sancionar la tortura (1985) * Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) * Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes (1984) Económicos, Sociales y Culturales, Observación General Nº 3 - 14/12/1990). * Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto de San José de Costa Rica (1969) * Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la Mujer, Convención de Belém do Pará (1994) * Protocolo adicional a la Convención Americana en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Protocolo de San Salvador (1988) * Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (1979) * Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966) * Convención sobre los Derechos del niño y de la niña (1989) * Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) Promesa y actualidad de los derechos humanos ¿Cuáles son las obligaciones de los Estados? El Estado tiene que respetar, proteger, garantizar y promover los derechos humanos. El Estado no puede violar esos derechos y debe generar políticas progresivas y no regresivas para que todos accedan a los derechos humanos consagrados. Esto significa que el Estado en su actuación no puede ir en desmedro de los derechos alcanzados, no puede dar pasos para atrás, salvo que demuestre que en realidad es para mejorar un conjunto de otros derechos. Además debe mejorar periódicamente la situación de los derechos de los ciudadanos garantizando su satisfacción. Por último, a partir de algunos pactos y tratados, el Estado está obligado a presentar informes sobre la situación de los derechos humanos. Y cualquier ciudadano u organización social puede recurrir a los ámbitos internacionales (como la Comisión Americana de Derechos Humanos) para denunciar la violación de los mismos. Ante una denuncia, el Estado debe responder inmediatamente. 23 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS MANUAL DE DERECHOS HUMANOS 24 Promesa y actualidad de los derechos humanos ¿Por qué hablamos de grupos desaventajados? La complejidad de las sociedades en las que nos toca vivir tiene múltiples razones. Algunas apuntan directamente al sistema capitalista y su modelo neoliberal, que han terminado polarizando, segregando y compartimentado a la sociedad. Otras tienen que ver con el descompromiso del Estado y su desmantelamiento (ajuste, achicamiento, desregulaciones), con el déficit de representación (crisis de los partidos tradicionales para agregar los intereses de los distintos sectores y grupos de la sociedad), pero también con la incapacidad del sistema político para canalizar las distintas voces de la sociedad. Las desigualdades sociales no son solamente económicas, desigualdades que derivan de la apropiación exclusiva de la naturaleza: hay desigualdades raciales, étnicas, culturales, de género, que tampoco pueden ser desapercibidas y subordinadas a las otras. En nuestra sociedad, entonces, existen diferentes clases de grupos (niños y jóvenes; mujeres; personas mayores; minorías étnicas, raciales, culturales o religiosas; inmigrantes; madres solteras; discapacitados; enfermos de cáncer o sida; pobres; desocupados; trabajadores precarizados; etcétera) que no reciben el debido trato que se merecen por parte de las agencias que componen el Estado. Son grupos de pertenencia que están en una situación de desventaja respecto a otros sectores de la misma sociedad. Si bien es cierto que, en sociedades como las nuestras, las desigualdades económicas atraviesan a todas aquellas minorías, lo cierto es que cada una tiene una particularidad que habrá que poner de manifiesto, demandar y atender. Esa pluralidad de grupos e intereses, de circunstancias y cosmovisiones, propia de las sociedades contemporáneas, diluye o redefine uno de los presupuestos fundacionales del constitucionalismo moderno, tanto en su versión liberal como socialista, a saber: la vocación universalista que se reconoce en el principio de igualdad (“todos somos iguales” o “todos merecemos un trato igualitario en oportunidades iguales”). Y más aún, como señala Roberto Gargarella, “las decisiones que surgen del sistema institucional ya no pueden reclamar para sí, razonablemente (y como podían hacerlo hace años) universalidad. Actualmente no es razonable considerar las normas emanadas del Congreso como un producto fidedigno de la ‘voluntad del pueblo’ (ello, aún aceptando el carácter siempre metafórico de ésta expresión): existen grupos cuyas ‘voces’ resultan sistemáticamente ausentes de la discusión pública (es decir, muchos grupos de inmigrantes); grupos que siempre aparecen alienados dentro de minorías muy reducidas (es decir, ciertos grupos de aborígenes); grupos sobre los cuales se ciernen persistentes amenazas que, por alguna razón, el poder judicial se resiste a reconocer (es decir, los más pobres)” (Gargarella, 1999: 17). Resulta imposible pensar en la actualidad una sociedad igualitaria, al menos en los términos a los que estábamos acostumbrados. La igualdad de todos no atiende los problemas que derivan de la convivencia en una sociedad compleja, con todos los problemas económicos y las contradicciones culturales que tiene la nuestra. Por ejemplo, ¿por qué los aborígenes tienen que tener el mismo régimen de propiedad o de justicia que el resto de la sociedad? Promesa y actualidad de los derechos humanos Si bien el Estado debe garantizar la igualdad económica, la distribución equitativa de la riqueza, esto es, garantizar un piso común a todos los ciudadanos, al mismo tiempo debe velar por las particularidades de los distintos grupos de pertenencia y también por las particularidades que existen al interior de cada grupo. No sólo por las desigualdades que se agravan cuando se trata de determinados grupos (por ejemplo los pobres o los aborígenes), sino por aquellas desigualdades que cabe preservar, como se dijo recién (la propiedad colectiva en los aborígenes). No basta entonces con la igualdad. Al mismo tiempo que se reclama un piso común para todos los miembros de la sociedad, habrá que velar por las particularidades que ponene a ciertos grupos en situación de desventaja. Para decirlo de otra manera, estamos hablando de la posibilidad de pensar en una sociedad igualitaria, pero respetuosa de la diversidad cultural y la pluralidad de estilos de vida. En definitiva, cuando reconocemos la existencia de grupos desaventajados, afirmamos su estatus jurídico particular y reclamamos, por añadidura, el especial trato que merezcan estos grupos. Mientras que algunos (las élites o autoridades) pretenden incapacitarlos jurídicamente a través de prácticas que los privan de un ejercicio concreto y efectivo de los derechos, nos parece que tienen más derechos que aquellos que tienen los problemas económicos más o menos resueltos. Pensamos que el Estado debería demostrar una preocupación prioritaria o privilegiada hacia los grupos sociales más desaventajados, asegurando un trato justo para los mismos; ya sea atendiendo oportunamente sus reclamos y no criminalizando sus acciones que tienden a poner de manifiesto el problema (demanda o exigencia legitimada en los instrumentos internacionales que garantizan los derechos humanos); y desarrollando políticas públicas preferenciales o de apoyo especial para estos grupos. “En casos como los citados –dice Gargarella-, tal vez se justifique dejar de pensar en ‘derechos iguales para todos’, para pasar a defender el otorgamiento de ‘derechos especiales’ para ciertos grupos que, intencionadamente o no, resultan tratados de un modo arbitrario” (Gargarella, 1999: 18). 25 MANUAL DE DERECHOS HUMANOS ULTIMA DÉCADA Nº23, CIDPA VALPARAÍSO, DICIEMBRE 2005, PP. 9-32. JUVENTUD NEGADA Y NEGATIVIZADA: Representaciones y formaciones discursivas vigentes en la Argentina contemporánea El resultado era que el carácter principal de la condición juvenil rehuía constantemente el análisis de los expertos: la percepción social nunca había expresado el polimorfismo que, sin embargo, era el elemento más significativo de la experiencia social de los jóvenes. LUISA PASSERINI, 1996:437. MARIANA CHAVES* RESUMEN En este artículo se brinda una descripción y análisis de las representaciones y discursos vigentes acerca de las y los jóvenes en la Argentina urbana contemporánea. Esta caracterización fue construida con base al trabajo de campo con diversos actores (jóvenes, no-jóvenes, medios de comunicación) realizado entre los años 1998 y 2004 en la ciudad de La Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina) como parte de la investigación doctoral de esta autora (Chaves, 2005). El análisis de los discursos permitió identificar diversas representaciones sobre la juventud y reconocer formaciones discursivas en las que dichas representaciones entraban en juego. El escrito ofrece también una sistematización de caracterizaciones realizadas por otros autores para la juventud argentina y/o la juventud latinoamericana y se establecen equivalencias con la propuesta realizada. Finalmente se interpreta que las miradas hegemónicas sobre la juventud latinoamericana responden a los modelos jurídico y represivo del poder. Se sostiene que la juventud está signada por «el gran NO», es negada (modelo jurídico) o negativizada (modelo represivo), se le niega existencia como sujeto total (en transición, incompleto, ni niño ni adulto) o se negativizan sus prácticas (juventud problema, juventud gris, joven desviado, tribu juvenil, ser rebelde, delincuente). PALABRAS CLAVE: JUVENTUD, DISCURSOS, REPRESENTACIONES * Antropóloga argentina, candidata a doctora FCNyM, UNLP. Becaria CONICET. Docente e investigadora Núcleo de Estudios Socioculturales, Facultad de Trabajo Social, Universidad Nacional de La Plata y de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. E-Mail: [email protected]. Mariana Chaves 13 Las representaciones no resultaron exclusivas de un grupo de enunciadores del tipo A, B, C, D o E, sino más bien se trata de una diferencia de proporciones en los tipos de discursos en distintos grupos. En términos generales se hallan representaciones y discursos sobre la juventud que funcionan de manera «horizontal», si vale la imagen geométrica, es decir, operan como articuladores de sentido sobre lo juvenil desde varios ángulos, pero en comunión. Las diferencias y contradicciones no aparecen entre estos grupos sino entre discursos. Se organizaron entonces grupos por discursos, por clasificación del contenido de lo enunciado. No es que el sujeto enunciador ha desaparecido, sino que no es adecuado suponer un discurso social homogéneo para cada grupo social armado desde otro criterio: clase, género o profesión. Por ejemplo, el grupo E está constituido por jóvenes que son al mismo tiempo el objeto del discurso, y cuando ellos hablan sobre sí mismos acuden a los discursos vigentes (disponibles) ya sea para explicarse por oposición o para interpretarse en ellos, entonces, en mi perspectiva analítica, el discurso cobra fuerza. La clave no la coloco en quién está de un lado y quién del otro, sino en la existencia y operatividad del discurso en la sociedad y la cultura. Por lo tanto, las afirmaciones así como las negaciones del mismo son lo que lo hacen existir, siendo esto lo que posibilita constituir identificaciones, pertenencias, alianzas y oposiciones. Este es el clivaje del conflicto, que obviamente emerge montado en otros conflictos sociales: de clase, de generación, de género, de territorio, etc. (no siendo una enumeración por orden de prioridades). 2. CARACTERIZACIÓN DE LA JUVENTUD a) Representaciones Un conjunto de representaciones definen a los jóvenes a partir del ser en sí mismo. Ya en 1962 Henri Lefebvre avizoraba este carácter mítico de la representación juvenil, El mito de la juventud, como el del proletariado (y los de la modernidad en general), consiste en una serie de afirmaciones filosóficas y de redundancias de orden ontológico, esto es, relativas a un ‘ser’ que se pretende definir. La juventud tendría su ‘ser’ propio y se la definiría por ella misma y para ella misma (Lefebvre, 1969:187, citado en Groppo: 2000:282). 14 Juventud negada y negativizada Se parte de una comparación con perspectiva adultocéntrica, la definición se hace por diferencia de grado en relación al parámetro elegido, lo que lleva a establecer características desde la falta, las ausencias y la negación, y son atribuidas al sujeto joven como parte esencial de su ser. Esta perspectiva conduce a perder de vista la condición juvenil como construcción social, quedando oculto bajo el manto de la naturalidad del fenómeno que estas concepciones son discursos altamente ideologizados y con perspectiva gravemente discriminadora. Su afirmación es una cuestión de naturaleza: se es joven de tal manera, y cuando se es joven se es inseguro, incompleto, peligroso, «lo que es en su propia naturaleza, en razón de su constitución, de sus rasgos de carácter o de sus variedades patológicas» (Foucault, 1993:262). Dentro de este campo de representaciones se identifican las siguientes. i) Joven como ser inseguro de sí mismo: la comparación está establecida acá con aquellos que estarían seguros de sí mismos, o sea, los adultos. El joven es presentado como un ser inseguro de sí mismo y de los demás. Con este argumento se legitima la intervención sobre su vida, para mostrarle el camino, para hacer por él. Enfrentado a un modelo de adulto dueño de sí mismo, es decir seguro, cumplidor de las normas. La sociedad ha encontrado en la juventud el espacio social donde depositar al enemigo interno, el chivo expiatorio de los males sociales.4 ii) Joven como ser en transición: el momento de ser joven es presentado como el de transición por excelencia. Desde la infancia, se transita hacia la adultez que aparece como el momento de mayor plenitud, ya que luego sobreviene la decrepitud: la vejez. En las sociedades occidentales modernas la vida está simbolizada como una curva, se asciende hasta el punto culmine (adultez) y luego se desciende. El punto de partida (infancia) y el punto de llegada (vejez) son subordinados al punto medio. Si esta curva fuese coloreada y valorizada el 4 De acuerdo a Michel Foucault (tomado de Castro, 2003b) y Giorgio Agamben (1998, 2003) el paradigma del momento ya no es más el paradigma del disciplinamiento o de la normalización estrictamente, sino el paradigma de la seguridad; es en este contexto donde el sujeto joven puede ser leído, se convierte en el enemigo interno, porque es el que representa la inseguridad. ¿Pero no es contradictorio que el peligro esté representado por un ser inseguro? No, justamente su inseguridad es lo que lo encuadra en el paradigma, y es eso lo que lo hace peligroso. Mariana Chaves 15 resultado sería: de la pureza a la impureza, de lo blanco —el nacimiento— a lo negro —la muerte—. iii) Joven como ser no productivo: dado que el tiempo de la productividad es el tiempo del trabajo, particularmente del trabajo asalariado, el joven está lleno de tiempo libre, es un ser «ocioso». Los jóvenes son presentados como seres no productivos económicamente. iv) Joven como ser incompleto: este joven inseguro, en transición y no productivo es un ser incompleto, le faltan cosas, va camino a ser completo=adulto. Por eso aparece el derecho a intervenir sobre él. Este razonamiento del ciclo de vida como competencia, en el sentido de una meta a lograr, ser adulto para luego retirarse, se articula perfectamente con la división social del trabajo que existe en las formaciones económicas capitalistas. v) Joven como ser desinteresado y/o sin deseo: esta representación aparece con mucha fuerza en los ámbitos de socialización, circula ampliamente en las escuelas, en algunas familias y en todos los partidos políticos. La marcación del no deseo o el no interés está colocada en que no se desea/interesa por lo que se le ofrece. El rechazo, la indiferencia o el boicot hacia lo ofrecido —que es de interés para la institución, los padres, etc.— es leído como falta de interés absoluto, no como falta de interés en lo ofrecido. El no-deseo sobre el deseo institucional o familiar (ajeno a ellos) es tomado como no-deseo total, como sujeto no deseante. El joven queda así anulado por no responder a los «estímulos» y por lo tanto se refuerza la posición de enfrentamiento, ambas partes expresan «no ser comprendidas»: no les importa nada, no se interesan por nada, son apáticos y desinteresados, los llamas a hacer algo bueno y no vienen. vi) Joven como ser desviado: en esa inseguridad de sí mismo, en esa transición, en ese ser incompleto, en esa no productividad y sin deseo, el joven aparece con una tendencia mayor que otros individuos a desviarse, tiene muchas posibilidades de desviarse del camino, porque sus objetivos no son claros y esto también lo hace ser un sujeto peligroso. vii) Joven como ser peligroso: no es la acción misma, sino la posibilidad de la acción lo que lo hace peligroso. Todo joven es sospechoso, carga por su estatus cronológico la marca del peligro. Peligro para él mismo: irse por el mal camino, no cuidarse; peligro para su familia: trae problemas; peligro para los ciudadanos: molesta, agrede, es violento; peligro para LA sociedad: no produce nada, no respeta las normas. Hoy al Estado parece no interesarle fundamental-mente disciplinar, sin embargo, sí le interesa el mecanismo de seguridad: ya no importa 16 Juventud negada y negativizada que los chicos se porten mal, el problema es que son peligrosos. viii) Joven como ser victimizado: aquel que no tiene capacidades propias será una víctima del acontecer social. Asimismo aquel que es todo en potencia, en posibilidad, pero que no puede SER porque no lo dejan, es aplastado, es dominado, está absolutamente oprimido, ese también será visto como víctima. Y hay un tercer espacio de la representación del joven víctima y es la justificación de los actos que entran en conflicto con la ley, la justificación de rupturas o quebrantos de la ley por su posición social de víctimas del sistema. A la víctima se suele acercarse desde la «comprensión» y la lástima, no desde el reconocimiento legítimo. ix) Joven como ser rebelde y/o revolucionario: es la cualidad de joven como estado biocronológico lo que le otorga la capacidad de rebeldía y revolución, siendo de la adolescencia el ser trasgresor, enfrentarse a todos —parece ser que hay un desorden hormonal (pubertad) que posibilita un desorden social—. La tarea de la transformación social, la oposición o la protesta son su DEBER SER: ésa es la tarea de la juventud, el rol que cumplen en la sociedad y deben cumplir ese papel mientras sean jóvenes, si no lo hacen serán acusados de ineptos, de no cumplir su papel histórico predeterminado. x) Joven como ser del futuro: el joven es presentado como un ser de un tiempo inexistente. El pasado no le pertenece porque no estaba, el presente no le pertenece porque no está listo, y el futuro es un tiempo que no se vive, sólo se sueña, es un tiempo utópico. Ahí son puestos los jóvenes, y así quedan eliminados del hoy. Nunca pueden SER ELLOS jóvenes en el presente. El pasado es territorio de la juventud de los adultos de hoy. El presente es el tiempo de los adultos de hoy. Y el futuro es el país del nunca jamás. La espera es infinita, vana e ilusoria. Te roban el presente hipotecando el futuro. La promesa de un tiempo venidero donde hallarán completitud, donde el devenir biocronológico los hará seres completos, por lo que dejarán de ser jóvenes, y entonces su tiempo será el presente (del mañana claro está). Otro modo en el que aparece esta representación es en el tan difundido eslogan de que los jóvenes de hoy no tienen futuro, o no les interesa el futuro o no tienen proyectos para el mañana. En esta demanda de proyecto para mañana suelen no leerse como proyecto las expectativas de futuro de los jóvenes (su tiempo utópico, sus sueños no tienen validez de proyecto), y sólo se espera —se acepta como respuesta válida— la repetición de una receta ya fracasada o un decir de memoria como funciona la reproducción del sistema social. Mariana Chaves 17 Se está hablando del joven desde la potencialidad de la acción, no por lo que el joven es en relación a los demás, sino por lo que es o puede ser en sí mismo. La interpretación del individuo por el individuo mismo. b) Formaciones discursivas Se han identificado distintas formaciones discursivas en las que se fundamentan estas representaciones, que se han agrupado en las siguientes. i) Discurso naturalista: es aquel que define al joven o a la juventud como una etapa natural, como una etapa centrada en lo biológico, en la naturaleza, como una etapa universal (lo natural es universal). Se considera que la juventud existió desde siempre y de la misma manera, por lo que corresponde a la naturaleza biológica de los individuos. ii) Discurso psicologista: es la mirada sobre la juventud como momento de confusión, como un proceso psicológico particular que debe resolver casi individualmente y que de todos modos lo va a resolver, porque como todo esto es una etapa, sí o sí se les va a pasar. Es la presentación del joven como adolescente. Este es el término con el que se van a referir a los jóvenes en el discurso psicologista (también en el psicológico, pero se debe confundir), como aquel que adolece de algo, como dolencia, como sufrimiento (acompañado por muchas referencias al discurso médico, al modelo de la medicalización). iii) Discurso de la patología social: la juventud es el «pedazo» de la sociedad que está enfermo y/o que tiene mayor facilidad para enfermarse, para desviarse. Es un acercamiento al joven a partir de verlo como el portador del daño social. Es una mirada negativa, de «problema»: vamos a tratar sobre juventud, vamos entonces a hablar de alcoholismo, SIDA, tabaquismo, embarazo adolescente. Este discurso está plagado de términos médicos y biológicos y sus intervenciones son planteadas como soluciones a problemas que tienden a proponer curas, separar (para evitar el contagio) o extirpar (el daño debe ser eliminado).5 5 Para una crítica de este discurso se recomienda la lectura de Rosario Román (2000) sobre vivencias del embarazo en las jóvenes, principalmente los primeros capítulos donde realiza un excelente trabajo de deconstrucción del modelo de la «juventud problema». 18 Juventud negada y negativizada iv) Discurso del pánico moral: reproducido sistemáticamente por los medios, es aquel que nos hace acercar a los jóvenes a través del miedo, de la idea del joven como desviado y peligroso. El joven cumple en la sociedad el rol del enemigo interno o chivo expiatorio. Para entender mejor cómo funciona el pánico moral conviene describir el modelo original llamado discreto: existe primero un evento dramático (ejemplo: enfrentamiento entre grupos), que genera inquietud pública, produciéndose una sensibilización sobre el tema a través de una campaña de emprendimiento moral seguida de una acción de control cultural. Esta mecánica funcionó en los tempranos años 60 en Inglaterra, pero una década después la secuencia estaba totalmente alterada, y es este modo el que llega a nuestros días y opera tan eficazmente en nuestra sociedad: primero se produce una sensibilización sobre el tema a través de un emprendimiento moral, se genera inquietud pública, se organizan acciones de control cultural, se identifican eventos dramáticos o, mejor dicho, se construyen eventos como dramáticos y así se justifica una acción intensificada de control cultural (CCCS Mugging Group, 1975, en Hall y Jefferson, 2000). v) Discurso culturalista: se trata de mirar a la juventud como una cultura, una cultura aparte de los otros grupos de edad de la sociedad, como si un grupo de edad pudiera construir una cultura por sí mismo, siendo que un aspecto fundante de lo cultural es su necesidad y capacidad de ser trasmitido y reproducido en las generaciones siguientes. Se incluye en este discurso el muy de moda término de «tribu juvenil» sobre el que se vuelve más adelante. Otro modo del discurso culturalista es el señalado por Margulis y Urresti (1996:21) donde la representación de la juventud es construida exclusivamente sobre los signos juveniles de clase media y alta —principalmente en su característica de etapa de moratoria social—, lo cual lleva a pensar la juventud no sólo de forma homogénea sino como puro signo. Esta caracterización no se opone al uso que le doy al término en esta sección, ya que el trasfondo epistemológico de las dos representaciones: tribus juveniles y juventud como moratoria social son iguales, sobreimprimen lo simbólico frente al resto de lo social, uno como cultura distanciada, el otro como «la» forma de ser joven en la cultura. vi) Discurso sociologista: es aquel que representa al joven como víctima: él es producto de todo lo que pasa en la sociedad y lo social es presentado como «suprahumano», más allá de las personas, por lo tanto es un sujeto que nada puede hacer. La explicación está puesta en el afuera. El joven es una víctima de la globalización, de la sociedad Mariana Chaves 19 moderna, del posmodernismo, de los medios de comunicación, del sistema escolar que no funciona, de los malos profesores. Estas representaciones articulan un discurso que también quita agencia al joven. Su calidad de actor social creador está anulada por la imposibilidad que tendrá de generar otro camino que no sea el que le estaba previsto a su sector social, si es pobre será ladrón, no les queda otra que salir a robar, la droga es la única salida de estos pibes de barrio periférico. Todos estos discursos quitan agencia (capacidad de acción) al joven o directamente no reconocen (invisibilizan) al joven como un actor social con capacidades propias —sólo leen en clave de incapacidades—. Las formaciones presentadas operan como discursos de clausura: cierran, no permiten la mirada cercana, simplifican y funcionan como obstáculos epistemológicos para el conocimiento del otro. Se trata de discursos que provocan una única mirada sobre el joven, pero que son utilizados estratégicamente —o políticamente— según sea de ricos o de pobres. Según sea la clase o sector de clase será el estereotipo a fijar, así se encuentran principalmente discursos naturalistas, psicologistas y culturalistas ligados a la juventud de clase media y alta, y discursos de patología social y pánico moral cuando se habla de la clase media empobrecida y los pobres. Tanto en sus versiones de «derecha» como de «izquierda» —o progresistas y neoliberales para usar términos de los noventa—, estas son miradas estigmatizadoras de la juventud. Desde la representación negativa o peyorativa del joven, como de su aparente extremo opuesto, la representación romántica de la juventud, son miradas que niegan. Las prácticas de intervención paternalistas no entran en contradicción con ninguno de estos discursos, todos le son útiles y unidos son más eficaces. 3. CARACTERIZACIONES DE OTROS Varios autores han realizado caracterizaciones de discursos o teorías acerca de la juventud argentina y latinoamericana, ofrezco a continuación una breve síntesis del material revisado y una tabla donde se marcan equivalencias o semejanzas (puntos de contacto) entre las distintas caracterizaciones, incluida la propuesta en este estudio (véase tabla 1). En orden cronológico de publicación, uno de los primeros trabajos es el realizado por Cecilia Braslavsky en 1986, quien ofrece una clasificación de discursos sobre la juventud titulando mito de la ju- Guía de ejes y fuentes Lo siguiente es una breve sistemaización que iene el objeivo de contribuiar a la realización del texto enmarcado en el trabajo que les proponemos. Coniene el listado de ejes propuestos; se debe elegir uno de ellos para encarar la construcción del texto. A su vez, dentro de cada eje se recomiendan 2 ipos de fuentes, escritas y orales, las cuales pueden ser consultadas para la realización del texto. Fuentes Escritas: son notas periodísicas, de diversos formatos, referidas directa o indirectamente al tema elegido, y que pueden brindar datos, perspecivas, un lenguaje o un enmarque general que aporten a realizar el trabajo. Fuentes orales: Corresponden a diversos colecivos o personas que no solo conocen la temáica, sino que también son protagonistas de experiencias valiosas que intentan cambiar la realidad que viven lxs jóvenes en la ciudad. El punteo de estas fuentes que marcamos es para poder orientar y brindar algunas herramientas; esta sistemaización en modo alguno iene que signiicar una barrera para la búsqueda de nuevas fuentes (orales y/o escritas) a las que puedan acceder. Eje: “Esigmaización de la Juventud y la pobreza en el discurso mediáico” Fuentes escritas: * “Caso Melina Romero: al periodismo le falta periodismo” por Julia De Tito en htp://notas.org.ar/2014/09/17/melina-romero-genero-liliana-hendel/ * “La esigmaización” por Roberto Samar en htp://www.pagina12.com.ar/diario/laventana/26-1851862012-01-11.html * “La violencia en cámara” en htp://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-243535-2014-04-06.html * “Se dio un paso colecivo en la defensa de nuestros pibas y pibas” en htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12451 * “Miserias mediáicas y políicas en el femicidio de Lola Chomnalez” en: htp://notas.org.ar/2015/01/08/miserias-mediaicas-poliicas-femicidio-lola-chomnalez/ Fuentes orales: * Soía, Secretaria de Prensa de CTA Rosario. Teléfono: 156249474 * Carlos Del Frade, Periodista. Teléfono: 3415196286 * Agusín Scholer, Periodista de “El Ciudadano”. Mail: [email protected] * Alfredo Montenegro, Periodista de “La Capital” y docente de la Facultad. Teléfono: 4850106. Mail: [email protected] * Germán Mangione, de “Cooperaiva de Comunicación La Brújula”. Teléfono: 3415993075 Eje: “Jóvenes de las periferias, violencia policial y narcotráico” Fuentes escritas: * “Rosario, la ciudad de la furia” en htp://notas.org.ar/2015/10/07/rosario-ciudad-furia/ * “Franco Casco: un inal que demuestra la realidad.” htp://notas.org.ar/2014/11/02/francocasco-inal-releja-realidad-mato-policia/ * “Los pibes a ambos lados del gaillo” en: htp://cosecharoja.org/rosario-los-pibes-a-amboslados-del-gaillo/ * “Pibes y gendarmes” de Carlos Del Frade en htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12352 * “El espantoso inal de un chico de 14 años ligado a un búnker narco” de María Cicerchia en htp://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2013/9/edicion_1770/contenidos/noicia_5360.html Fuentes orales: * Elisa Belleze, Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud. Teléfono: 152111110 * Eugenia Rafanelli, Colecivo de Derechos Humanos “Aguafuerte”. Teléfono: 155209205 * Gabriela Rojas, Movimiento 26 de Junio. Teléfono: 3413581379 * Carlos Del Frade, Periodista. Teléfono: 3415196286 * Luis Vazquez, del Movimiento Ecuménico por los DDHH. Teléfono: 153380656 * Caleidoscopio Eje: “Mujeres y Juventud: violencia de género” Fuentes escritas: * “Mirtha Legrand, Laura Miller y el tratamiento de la violencia de genero en los medios.” En: htp://notas.org.ar/2015/05/18/mirtha-legrand-laura-miller-tratamiento-violencia-generomedios/ * “Los 25 años de Soledad” en: htp://notas.org.ar/2015/09/10/veinicinco-anos-soledadmorales/ * “Laura Moyano: un crimen de odio” en: htp://notas.org.ar/2015/08/03/laura-moyanocrimen-odio/ * “Piden que Rosario se declare en emergencia por violencia de género” en htp://22noicias.com.ar/declararian-a-rosario-en-emergencia-por-violencia-de-genero/ * “La vida de Melina y el periodismo sin rumbo” de Maximiliano Montenegro en htp://cosecharoja.org/lavida-de-melina-y-el-periodismo-sin-rumbo/ Fuentes orales: * Ana Clara, de Colecivo Feminista “MalasJuntas”. Teléfono: 3416774359 * María Gerez, Secretaria de Género de CTA Rosario. Teléfono: 3412729276 * Área de la mujer de la Municipalidad de Rosario. Mail: [email protected] * Liliana Leyes, de ATE Rosario. Teléfono: 3415799119 * Sonia Tessa, Periodista. Teléfono: 3416909891 Eje: “Jóvenes y el sistema penal: lugares de encierro y debate sobre la edad de imputabilidad” Fuentes escritas: * “Marcharon contra la baja de la edad de imputabilidad” (video) en htp://www.noiexpress.com.ar/contentFront/rosa-locales-8/marcharon-contra-la-baja-de-la-edaddeimputabilidad-181364.html * “No a la baja de la edad de imputabilidad” por Asamblea por los Derechos de la niñez y la Juventud en htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1536.html * “La clausura del IRAR” por Asamblea por los Derechos de la niñez y la Juventud en htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1935.html * “Tras el IRAR, 45 muertos en 5 años” de Ana Piccolo en htp://www.elciudadanoweb.com/tras-el-irar-45muertos-en-5-anos/ Fuentes orales: * Norma Ríos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Teléfono: 3416544058 * Mailde Bruera, Abogada. Teléfono: 156927324. Mail: [email protected] * Beto Olivares, Abogado. Teléfono: 155427033 * Silvia Crescente, Abogada. Teléfono: 155418975 * María Eugenia Rodríguez, ex trabajadora del IRAR. Teléfono: 3413211444 Eje: “Jóvenes y experiencia cultural: el derecho al deporte y al arte” Fuentes escritas: * “Farolitos, la banda de rock que salva clubes de barrio” en htp://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2009/11/edicion_403/contenidos/noicia_5380.html * “El rap como alternaiva para concienizar” de Marín Stoianovich en htp://www.enredando.org.ar/2014/05/20/artesanos-de-la-verdad/ * “El rap que combaió el muro entre la villa y el country en Tigre” en htp://cosecharoja.org/elrap-que-combaio-el-muro-entre-la-villa-y-el-country-en-igre/ Fuentes orales: * Varón, Bodegón Cultural Casa de Pocho. Teléfono: 3413014672 * Emanuel Villegas, Club Godoy. Teléfono: 3412705336 * Fabio, Club El Luchador y Club El Federal. Teléfono: 3415784799 * Mono, Arte por Libertad. Teléfono: 156863617 * Farolitos, banda de Rock. * Artesanos de la Verdad, grupo de Hip Hop. Eje: “Jóvenes y derecho a la educación: acceso, permanencia y deserción” Fuentes orales: * Guillermo de los Hoyos, Docente. Teléfono: 153701398 * Claudia Echarri, Docente nivel secundario. Teléfono: 153518224 * Claudia Ortega, Docente * Alicia Tomé, Docente. Teléfono: 156492267 * Gustavo Brufman, Docente Universitario. Teléfono: 3416729001 Eje: “Juventud y Derecho al trabajo digno: precarización laboral, trabajo informal y desocupación” Fuentes escritas: * “La crisis golpea primero a los jóvenes” en htp://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-1945552012-05-22.html * “Rosario de Narcos y gendarmes” en htp://www.agenciacta.org/spip.php?aricle12542 * “No a la baja de la edad de imputabilidad” de Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud en htp://www.ctarosario.org.ar/aricle1536.html Fuentes orales: * Facundo Peralta, Secretario de Juventud Central de Trabajadores de Argenina – Rosario. Teléfono: 3415192985 * Gustavo Marínez, Secretario General de Asociación de Trabajadores del Estado - Rosario. Teléfono: 3416893429 * Silvio, acivista gremial de la fábrica Acindar. Teléfono: 156475387 * Gustavo Teres. Secretario General de CTA – Rosario. Teléfono: 3413701533 * Federico Fernandez, acivista gremial y trabajador de Correo Argenino. Teléfono: 3413863454 * Guido Gubineli, estudiante de Comunicación y trabajador pasante de la UNR. Teléfono: 3364334950 Eje: “Jóvenes y políica: experiencias y el derecho a organizarse y paricipar en políica” Fuentes orales: * Guillermo Campana, CAUSA Organización Popular. * Florencia Catelani, Secretaría de Extensión de la Federación Universitaria Argenina. Teléfono: 2477629958 * Fernando Rey, Movimiento Popular Patria Grande. Teléfono: 3416294155
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