7 w w w. e l s o l d e m a r g a r i t a . c o m . v e Sábado de noviembre de 2015 Etapa III Nº 6 Sol C U LT U R A L Donde se inició la Libertad de Margarita CARIDAD LEAL JUAN GRIEGO Solcultural JUANGRIEGO MARIO SALAZAR (ISLA, SOL Y LEYENDA, 1966) Foto de Portada: Caridad Leal Bahía de Juan Griego Fundador IVÁN CARDOZO YÁNEZ † Directora General MARIELA CONTRAMAESTRE DE CARDOZO [email protected] Directora Ejecutiva DANY FUENTES GONZÁLEZ [email protected] Coordinador VERNI SALAZAR [email protected] Editor de Diseño IVO ÁLVAREZ [email protected] IMPRESO POR EDITORIAL 79, C.A. Dirección: Calle Fermín con Charaima, sector Genovés. Edif. Sol de Margarita, Porlamar. Isla de Margarita - Venezuela. D espués de atravesar de sur a norte las seis leguas de anchura de la isla; después de haber cruzado la tierra áspera con retazos grises y rojos; luego de haber dejado pueblos y caseríos y de haber visto cerros calvos y sabanas verdegueantes, la carretera, como una cinta de plata, desemboca en el mar. Llega hasta la misma playa de Juangriego, la ciudad del heroísmo legendario y de los incendios crepusculares. Sobre la blanca bambalina de la bahía florecen las leyendas. La primera es la conseja sonámbula de Juan el Griego, personaje a quien se le atribuye el nombre de la ciudad. Algunos cronistas han querido encontrar la razón de ese denominativo en sus investigaciones históricas. Se ha llegado a decir que tal denominación se afianza en noticias halladas en el Archivo de Indias. Pero la historia es brumosa en cuanto al origen del nombre propio con que se designó, desde que fue poblado, el bello puerto insular. Las leyendas siempre guardan cierto encanto de misterio cuando han dormido en el alma popular a través de los tiempos. Pirata que en un amanecer remoto echó anclas y enarboló banderas para la realización de negros designios, o náufrago romántico que en la orilla levantó su tienda y escribió su nombre en la arena para que no lo borraran las olas ni los siglos, ambas consejas tienen un exquisito sabor de fantasía, de fábula o de mito. De ello, lo que importa no es el rigor de la historia, sino el recóndito encanto en la perpetuidad del cognomento. Del sueño de las leyendas siempre fluye un agridulce sabor, una ALMANAQUE INSULAR secreta emoción que cautiva, y que también magnifica el velo penumbroso de la incertidumbre. Según el decir de Casto Fulgencio López, el puerto es “un retazo de costa cantábrica”. Con una serena placidez, la playa extiende su lienzo de blancura arremansada que empieza en Punta de Tuna y llega hasta el filoso cuchillo de La Puntilla. Luego se retuerce para marcar la curva armoniosa de La Galera. Desde cualquier ángulo resulta impresionante la belleza de la dársena. Cautiva la estampa llena de luz y azul cambiante. Mientras en el puerto el flamear de las velas traducen un anhelo de infinito, en La Galera la emoción de la pesca se enmarca dentro de una sensación de sosiego y un deslumbramiento de reflejos. Atisbando las lejanías marinas donde se pierden las rutas imprecisas del viento, está la colina de “El Fuerte” luciendo los despojos históricos de la magna contienda. Ahí, bajo la reverberación solar, arrebujado en manto de melancólicas saudades, el procero bastión, está recordando una lección de epopeya… La evocación del pasado se conjuga en Juangriego con las sugestiones emocionales de su belleza natural. Los crepúsculos que cotidianamente se encienden en su cielo son motivo de una fascinante contemplación. Es cuando, en medio de un derroche de luces mágicas, el sol se hunde en un fantasmagórico naufragio…. Y ya volcada la cósmica paleta, en la comba celeste quedan murientes los matices desleídos hasta que las sombras comienzan a tejer la noche… En Juangriego la rosa de los vientos signa mucho camino. Los del mar, que siempre están abiertos para el blanco desgarrón de la estela viajera, y los que cruzan la tierra isleña, por donde van o vienen las inquietudes de la diaria faena margariteña…” Teléfonos: (0295) 264.55.22 (Máster) [email protected] SOL DE MARGARITA NO SE HACE RESPONSABLE POR LAS OPINIONES EMITIDAS POR ARTICULISTAS Y COLABORADORES DE ESTE DIARIO. ...lo dijo ARISMENDI “Sembrado en la plaza de tu nombre eres como un árbol de bronce con raíces de mármol. Árbol libertador. Árbol guerrero. Que en primaveras lejanas diera flores de hazañas. Y hoy sólo obtiene brotes de admiración bajo el invierno del recuerdo”. (2) SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 7 de noviembre de 2015 /www.elsoldemargarita.com.ve DANIEL RAMIREZ FRANCISCO LAREZ GRANADO ◗ 1 DE NOVIEMBRE DE 1817: “Le Moniteur Universel” publica los boletines de guerra, correspondientes a ese año, y a la isla de Margarita: “Boletín N° 4 - Terrible combate en Juangriego. Destrucción de la fortaleza y las casas del puerto-. Firma: Pablo Ruiz, Jefe del Estado Mayor”. ◗ NOVIEMBRE DE 1897 “En los primeros días del mes de noviembre llegó a Juangriego la estatua de Juan Bautista Arismendi, y la Junta Municipal de Fomento del Distrito Marcano, se encargó de llevar a cabo cuanto antes, la erección del monumento”. ◗ 10 Y 11 DE NOVIEMBRE DE 1897: Se realizaron fiestas con motivo del inicio de las obras de la Plaza Arismendi: “Día 10, a las 3 p.m.: Alocución del ciudadano Jefe Civil del Distrito. Paseo cívico. Música y fuegos artificiales. Por la noche: Iluminación general y fuegos artificiales en el lugar destinado para la colocación del monumento. Día 11, a las 5:00 a.m. Salva de 21 cañonazos. Izamiento de la Bandera Nacional en oficinas, casas particulares y buques surtos en la bahía. A las 3 p.m. Conducción de una caja contentiva de Documentos Históricos para colocarlos al lado de la primera piedra. ◗ NOVIEMBRE DE 1898: Para fines de este mes, el monumento de la Plaza Arismendi estaba concluido, pero las autoridades parecían haberse olvidado de él. El Dr. F. A. Rísquez en importante estudio sobre los recursos y estado en que se encontraba Margarita, anota: “Tal vez ignora el actual Presidente de Venezuela que en algunos de los puentes decretados por él no hay sino las piedras fundamentales; de los acueductos, los tubos; de las plazas, los trazados; y que la estatua del Libertador de Margarita, de nuestro inmortal Arismendi, aún espera la mano que descorra el velo que lo oculta, como si temiera que las manos encerradas en aquel molde de bronce, se avergonzaran al encontrar la Margarita que libertó Arismendi indigna de la Margarita que él soñara”. Solcultural El Fortín de La Galera símbolo de libertad JUAN GRIEGO: Donde se inició la liberación de Margarita D esde siempre ha estado en el sentimiento de los neoespartanos el gran orgullo que se siente por la excelsa participación de nuestros coterráneos en la gesta emancipadora desde el 4 de mayo de 1810, cuando se da el paso a la adhesión de esta provincia a los acontecimientos acaecidos en Caracas el 19 de abril del mismo año, hasta el 17 de agosto de 1817, cuando Morillo sale derrotado por el puerto de Pampatar, dejando nuestro territorio insular libre para siempre del yugo español y de cualquier otro que ose pisotearlo. Pablo Morillo con la más grande expedición que se conozca en mares venezolanos llega a Pampatar el 7 de abril de 1815, y el 9 salta a tierra, trae con él una proclama en que prometía perdón a los insurgentes y un olvido absoluto de lo pasado. Todo quedó sometido: algunos patriotas desconfiados se refugiaron a las Antillas, Juan Bautista Arismendi, muy bien tratado por Morillo, se mantuvo en la isla, y se le facilitó el traslado de los que quisieran dirigirse al continente. El jefe español cumplió con sus promesas, hizo algunas proclamas contra los futuros reincidentes, y nombró a don Antonio Herraiz por gobernador de la isla, y puesto orden y arreglo en su administración, dio la vela Morillo para Cumaná. Restrepo (1858) registra: “En tanto que los realistas mandados por Morillo y por otros jefes combatían en la Nueva Granada á los republicanos, la isla de Margarita había levantado el grito de insurrección. Desde la ocupación de Morillo, el coronel Arismendi y los demás patriotas que allí se encontraron, y a quienes perdonó el jefe español, sabiendo en su mayor parte las instrucciones que este había dejado al gobernador Herraiz, vivieron vigilantes”. Por fortuna este oficial español, honrado y bondadoso, proclamaba el sistema de que se debían cumplir religiosamente las promesas de Morillo, y por tanto no quiso ejecutar las órdenes de Moxó, para prender a los patriotas y secuestrar sus bienes, fue removido de su cargo, nombrando en su lugar al teniente coronel don Joaquín Urreiztieta, que profesaba principios opuestos a su antecesor, siendo desconfiado, cruel y avaro. Este gobernador era un instrumento propio para cumplir las órdenes de Morillo, quien desde su cuartel general de Turbaco previno al brigadier Moxó, que mandase prender a Arismendi, a don Ramón Silva y a don Juan Miguel Lares, miembros que habían sido del gobierno revolucionario de Margarita, y que los remitiera presos á España…” Cuando llegó esta orden, ya Urreiztieta, incitado por el brigadier don Juan Bautista Pardo, jefe militar de la provincia de Cumaná, había tratado de prender a Arismendi, a don Cayetano Silva y a don Felipe Villalba, por haber supuesto que mantenían correspondencia con los patriotas emigrados en Trinidad. Aquellos escaparon a los bosques, y los soldados españoles solo aprehendieron a don Juan Ariza junto con don Francisco y don José Bolívar. Advertidos Arismendi y los demás patriotas de Margarita de que no debían confiar por más tiempo en las promesas españolas, comenzaron á obrar activamente desde el retiro de los montes en que se hallaban, para conmover la isla contra el gobierno real. Casi todos sus habitantes eran amigos de la Independencia, había oficiales que los podían dirigir, y su posición marítima les daba facilidad para adquirir otras armas y municiones, fuera de las que tenían ocultas. Después de formar su plan, resolvieron los jefes de la insurrección reunirse y sorprender en un mismo día los destacamentos españoles. Mas el gobernador descubrió el proyecto, ocurrió armado al punto de la reunión, mató algunos, y los demás comprometidos se pusieron en salvo. No bien se hubo este posesionado de su empleo, cuando trató de arrestar con perfidia a varios sujetos principales de la isla en un festín que dispuso el 24 de setiembre para celebrar la caída y prisión de Bonaparte. Por fortuna Arismendi, advertido en la víspera de lo que se tramaba, huyó a los montes con uno de sus hijos, y allí, burlando las pesquisas de sus enemigos, concibió y puso por obra el designio de expelerlos del país. Luisa Cáceres su esposa, aunque se hallaba encinta, fue presa después y aun afligida con inciviles tratamientos; pero este medio empleado de propósito para contener al marido, no sirvió sino para irritarle, haciendo subir de punto su odio y el deseo de la venganza. Baralt (1844), escribe: “Arismendi así que, entrado el mes de noviembre, escribió a diferentes sujetos de la Margarita, suponiendo hallarse en la isla Blanquilla con buques y 2.500 hombres de desembarco e invitándoles a reunirse el 15 en cierto lugar que designaba. Desgraciadamente un día antes supo Urreiztieta la trama y ocurriendo armado al punto de la cita, mató a muchos que ya estaban juntos; si bien Arismendi, advertido de la sorpresa, huyó y se ocultó de nuevo. Lejos de acobardarse con esto, salió del monte en la noche de 15 y desde el Valle de San Juan se dirigió con 30 hombres, tres fusiles y 120 cartuchos al puerto de Juangriego, cuya guarnición sorprendió, y pasó a cuchillo el 16. Aumentada allí su gente y armada con 80 fusiles que cogió a los enemigos marchó a la Villa del Norte y ocupó su casa Fuerte, no embargante la resistencia de los soldados españoles que la defendían: más de doscientos de ellos murieron, ora en el asalto, ora sacrificados por el pueblo de cuyo favor sólo muy pocos pudieron escapar. Tal era y tan general el odio concebido contra los expedicionarios que en la tarde de ese mismo día contaba Arismendi 1.500 hombres en su campo, armados unos con machetes y azadones; otros con lanzas, cuchillos y garrotes, pocos con fusiles: las mujeres mismas queriendo vengar las injurias de la esposa de Arismendi y su patriótica constancia, animaban a los hombres y los acompañaban al combate…” El levantamiento de Margarita y su heroica resistencia habían llevado la esperanza y el valor a más de un pecho republicano de los que en la tierra fronteriza suspiraban entre cadenas por la libertad, sin tener medios ó alientos para conquistarla por las armas. Larrazábal (1865), expresa: “El sepulcro donde quedó humillado el orgullo de Morillo, los secuestros, las vejaciones de los expedicionarios la perfidia de Urreiztieta; los desprecios malos tratos de los realistas levantaron los margariteños, Arismendi les inspiró la resolución heroica de destruir sus enemigos muriendo por la libertad. Así, el odio de los españoles recayó sobre este caudillo, a quien miraban como el promovedor alma de la insurrección margariteña, trataron de destruirle por cuantos medios les sugería su desesperación… Corresponden esta época los hechos famosos de Arismendi, sin duda que ellos obligan la historia conceder este caudillo denodado no solo actividad perseverante ánimo, sino don de organización pericia militar. Arismendi renovó el ejemplo admirable de Tarifa pero el de nuestra isla, bien llamada Nueva Esparta, tuvo el heroísmo adicional de la joven caraqueña, cuya abnegación martirios por la patria forman uno de los más interesantes episodios de la historia de Colombia acaso de la América. La tenaz resistencia de Arismendi lleno de asombro al Español de admiración los patriotas; si bien no pudo posesionarse absolutamente de la isla, su alzamiento dio una base las operaciones de la guerra, en consecuencia fue un suceso de vastísima importancia que el Libertador aprovechó con destreza, he aquí la razón por qué la expedición de los Cayos se dirigió a Margarita, llegando al puerto de Juangriego el 3 de mayo de 1816”. E l territorio de lo que hoy comprende el Municipio Marcano ha sido, a lo largo de su historia, escenario de grandes acontecimientos que hasta ahora permanecen en el anonimato e ignorados por muchos pese a su importancia. Uno de estos hechos es la Sublevación de Margarita iniciada en Juan Griego, el 15 de noviembre de 1815, por Juan Bautista Arismendi y con la que dio inicio a la Liberación de la isla, la cual, luego de su rendición ante Morillo ese mismo año, se encontraba en poder de la corona española. En eso radica la insistencia de exaltar esta acción heroica de Arismendi con el asalto de Juan Griego, así como el desempeño de la Isla de Margarita en esa etapa de la independencia, ahora que se presta más atención a otras acciones tal cual existiera un vacío que solo se cubre, sutilmente, cuando se trata de comprender los acontecimientos ocurridos en el resto del país. Ni siquiera la Comisión Ejecutiva para la celebración de la era Bicentenaria de Nueva Esparta conformada por el gobernador Carlos Mata Figueroa, el tren ejecutivo y legislativo estadal, representantes del Ministerio para la Cultura, autoridades municipales y miembros de la Región Estratégica de Defensa Integral, Marítima e Insular, entre otros organismos, ha tomado en consideración estos acontecimientos, que aun cuando tuvieron gran repercusión y fueron la base segura de la independencia, no solo del país sino de las colonias americanas, se procura mantener en el olvido. Por eso es de celebrar la aprobación que a nuestra propuesta hicieron el Concejo y la Alcaldía del Municipio Marcano de nombrar una Comisión Ejecutiva para la celebración, este año, del Bicentenario del inicio de la Liberación de Margarita. Es increíble la indiferencia con que se ha manejado la brillante actuación de las mujeres y hombres de Margarita, quienes cargados de heroísmo y acaudillados por el intrépido Juan Bautista Arismendi, el 15 de noviembre de 1815, se movilizan y al siguiente día, armados con 3 malos fusiles, 120 cartuchos y algunas armas blancas, asaltan el destacamento de Juan Griego, donde logran unos 20 fusiles y con ellos marchar sobre la Villa del Norte; y más tarde a La Asunción en poder del ejército realista. De esta forma se logra la liberación de la parte norte de la isla, lo que motiva al Libertador de Margarita a enviar por Simón Bolívar e invitarlo a venir, ya que éste se encontraba en el exilio luego de la pérdida de la Segunda República y de su fracaso en Cartagena a causa de las intrigas entre los patriotas. Con base en esta invitación, y a la garantía de un territorio libre de españoles ofrecida por Arismendi, es que el Libertador parte, el 31 de marzo de 1815, desde Haití en la llamada “Expedición Libertadora”, que recala por Juan Griego el 3 de mayo de ese mismo año. Otro de los hechos que hasta ahora permanecen en el anonimato se refiere al lugar de Juan Griego en donde se encontraba el destacamento que Francisco Javier Yanes, en su “Historia de Margarita”, señala fue asaltado por Juan Bautista Arismendi en la acción gloriosa del 16 de noviembre de 1815, y que Mariano de Briceño, en su obra “Historia de la Isla de Margarita”, lo identifica como la guarnición de Juan Griego. En este sentido, mientras no se demuestre lo contrario, es de presumir que el asalto de las tropas al mando de Arismendi lo fue el destacamento o la guarnición establecida en el Fortín de La Galera, el cual la Junta Provincial de Margarita electa en el año 1810, entre otras disposiciones, denominó “Libertad”. CARIDAD LEAL VERNI SALAZAR ALEXIS MARÍN CHENG SOL DE MARGARITA Porlamar, sábado 7 de noviembre de 2015 / www.elsoldemargarita.com.ve (3) JUAN GRIEGO: Escenario de la historia RAFAEL ANTONIO LUNAR LEANDRO J uan Griego, capital del municipio Marcano, es una avanzada margariteña en un mar que “avizora esperanzas y caminos en el azul y el amarillo-naranja del crepúsculo que enmarca la noche bella de su bahía”. Podría decirse que en este verso se envuelve un escenario bucólico que prolonga el acontecer marino de una playa de quietudes y embeleso, que llevan a recordar a poetas, músicos y cantores que desde el principio de los tiempos coloniales se han inspirado en sus espacios para exaltarlo. Razón ésta que da fe del talento humano que en este valioso lugar ha visto la luz: pescadores, intelectuales, luchadores sociales, artesanos, labriegos, industriales, comerciantes y marinos. Es pues, Juan Griego, una ciudad que como todo centro urbano actúa de la misma forma que un organismo vivo, donde su componente humano le ha aportado desde su fundación y hasta mucho antes de ser reconocida como urbe organizada, un don que generó un empuje, que le ha hecho considerar, en provecho de su situación geográfica, el carácter de puerto del norte, crecido y desarrollado con el impulso de su gente, comunidad trabajadora que se ha ganado un justo lugar en la cultura y la historia neoespartana, pues sus mujeres y hombres dignificaron su gentilicio. Ha de reconocerse en particular su dinámica socio-cultural, que la ha llevado a alcanzar la trascendencia y riqueza patrimonial que hasta ahora ostenta. Desde la época colonial sus habitantes han respondido el llamado del mar, acatado por sus primeros pobladores, pues su bahía no solo le prestó sus espacios para la instalación de las familias que hicieron suyo este paraje indígena, sino que también lo convirtieron con el correr del tiempo en un centro poblado que adquirió el carácter del que sería el puerto por excelencia de la banda del norte de La Margarita. Todo ello a la par del crecimiento de las otras poblaciones que fueron naciendo en su territorio, reconociendo su preeminencia de centro de lo que sería a posteriori el lugar de arribo de la libertad a esta tierra insular, por la iniciativa de la gente que hizo posible la llegada del grande ciudadano de América, Simón Bolívar, en 1816, a estas tierras insulares. Este entorno, cuyas características estratégicas únicas, cumplían desde la colonia con los requerimientos establecidos por España como puerto de aguas profundas, característica esta que siempre aprovecharon sus nativos para hacer su vida en el mar, y que en cierto modo hizo posible lo requerido para cuando hubo necesidad de jugar la vida por la patria y proyectar la inquietud libertaria en lugar de gozar de la paz del colono sometido al yugo tiránico de España. Esta bahía, tal como lo exaltan sus leyendas, y explica científicamente la historia es lugar donde se funden elementos tales como: lo indígena local, lo hispano europeo y lo africano, dinámica esta que le aportaron características étnicas, que se proyectan hoy en su gente y se hacen realidad en su historia y su cultura, que generó además un proceso de pertenencia, un sentimiento identitario entre el “juangrieguero” y su bahía, en un marco geográfico-espacial excepcional, es decir conformando un patrimonio ambiental cuyos bienes naturales, e históricoculturales tanto tangibles e intangibles, la convierten en única, consolidándola y proyectándola por la riqueza de su acervo. En la actualidad este municipio crece y se expande y en ese dinamismo que lo caracteriza se enaltece el valor de sus hijos, quienes hace casi 200 años proyectaron a los cuatro vientos de la rosa náutica, la libertad no solo de su patria chica sino de su nación. En el devenir de Juan Griego destacan tres elementos temporales que apuntan a fijar hitos históricos que lo proyectan desde el pasado hasta el presente, como son: el colonial, el independentista y el post independentistacontemporáneo. En tal sentido, en el colonial, este itinerario conceptual se inicia con la mención de que en el mapa de Juan Betín (1661) aparece el puerto de la galera y la ensenada de Juan Griego, detalle este que destaca la importancia de esta población desde los primeros años de iniciado el proceso poblacional en la provincia de Margarita. Es evidente que desde comienzos del siglo XVI, la vocación marinera generada en este puerto puede considerarse por sus características, como actividad que impulsó y favoreció el comienzo de la naciente navegación de cabotaje en la isla, que a su vez influyó en que Juan Griego apareciera en las rutas de pesca, comercio y trasporte, en las aguas circundantes a su bahía, y más allá, con las otras islas y los puertos de tierra firme. De tal manera que no resulta difícil concebir a Juan Griego como puerto de entrada de insumos y de salida de los productos de la banda del norte de la isla, cuando en el tránsito de menos de un siglo en el proceso de colonización de La Margarita ya se le reconoce como puerto del norte. Así como en el sur de la isla, en esa época, se desarrolla también el puerto de Pampatar, cuya función primordial es aportar su contribución a la función marítima, en cuanto a lo que sería la consolidada flota mercante de la Gran Capitanía General de Venezuela en el siglo XVIII. La vocación por el mar de su gente y su ubicación estratégica, como ya anotamos, hacen considerar a Juan Griego, bahía de importante ubicación para esa actividad comercial con las Antillas Menores. Tanto es así, que en el siglo XIX, luego de los sucesos ocurridos el 15 de noviembre de 1815, este puerto se proyecta como una esperanza dentro de la actividad libertadora de los patriotas margariteños, capitaneados por Juan Bautista Arismendi, quienes al asegurar el control de la banda del norte al tomar la guarnición española ubicada en este puerto, posibilitaron la llegada de pertrechos y material de apoyo para la causa patriota. Tanto es así que se convierte el puerto de Juan Griego en punto crucial para la llegada de la Expedición de Los Cayos del año 1816, que generó la asamblea de Santa Ana, y de ella el nacimiento de la Tercera República, en donde además es reconocido el Libertador Simón Bolívar como Jefe Supremo de los ejércitos de Venezuela y Mariño su segundo. Este hecho es trascendente en la Historia de Venezuela, pues sin él no se hubieran desarrollado los acontecimientos que incidieron directamente en Carabobo. Juan Griego, en la Independencia sigue presente en la lucha, y en el año 1817 rinde una alta cuota de sacrificio en los sucesos de agosto, en la toma del fuerte y la posterior ofrenda de vidas de sus héroes que pasaron a la historia al ser inmolados en la Laguna de los Mártires. Posteriormente a la liberación de Margarita, se convierte este puerto en sede del almirantazgo, y en punto de recepción de tropas y provisiones para la continuación de la epopeya patria, sumando así con su apoyo, un esfuerzo más a la causa de la libertad. Juan Griego, en la post independencia y hasta nuestros días, no ha dejado de lado su protagonismo en la historia, y su devenir ha estado marcado por las luchas civiles de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Además han de considerarse los procesos que llevaron a su consolidación como distrito y municipio. En función de ello, el municipio Marcano ha generado una interesante actividad en sus poblaciones, en crecimiento, alcanzando además la consideración de polo comercial y turístico, como ya apuntamos. Por tal motivo, resulta sumamente interesante el reconocer la significativa y actual iniciativa de estudiar el proceso que hace casi doscientos años se produjo en su espacio, con los hechos que tienen como marco referencial el bicentenario de las acciones del 15 de noviembre de 1815. Estudios estos que deben ser abordados con todo el rigor científico que el método histórico activa, para profundizar en esos hechos que han conformado su devenir y así contribuir al reconocimiento del aporte histórico que su población dio a la historia local, regional y nacional. (4) SOL DE MARGARITA, Porlamar, sábado 7 de noviembre de 2015 / www.elsoldemargarita.com.ve ¿ 5 para Rodolfo Rodríguez DE VERNI SALAZAR ? ARCHIVO Solcultural 1 2 3 4 5 ¿Qué añoras de la Margarita de ayer? R. La cercanía de los afectos, la arquitectura del lugar, el esmero de la gente en ser y estar y no interesarse en parecer lo que no somos. Un mar y una bahía limpios, una plaza en la que uno paseaba, se enamoraba y se volvía a enamorar, y el mundo vibraba con nuestra manera de ser. En fin, añoro una vida sana que latía al ritmo del progreso bien entendido. ¿Qué no te gusta de la Margarita de hoy? R. La falta de los más elementales principios de solidaridad y la pérdida de valores esenciales. Ya no siento que la gente ama a su entorno, su paisaje, su patrimonio humano, ambiental, cultural, como antes. ¿Qué le regalarías a la isla de Margarita? R. Un viaje hacia el interior, con las estaciones propias para que nos veamos y nos reconozcamos como parte de un legado, de una historia, de unas costumbres y tradiciones, y también de una evolución hacia lo más auténtico siempre de frente hacia lo perfectible. 4. Si tuvieras la opción, ¿te irías de Margarita? R. Yo he estado fuera, he estudiado fuera, me he ido y he regresado. Uno no se va nunca del todo del lugar donde nació, donde hizo su infancia y tiene a sus muertos. Uno siempre se lleva con uno los lugares, lo que amó, el paisaje interior de la experiencia vivida: si tuviera que irme a otro lugar, me iría en paz, porque cargaría con el alma de las cosas conmigo. ¿Cuál es tu mensaje para la juventud? R. Que entienda que se puede, y más aún, se debe tener un pensamiento nuevo, se puede evolucionar y se debe evolucionar sin tener que colocarse de espaldas a las tradiciones, o a las costumbres de un pueblo o de un país, que mientras más avanzamos, más nos acercamos a la esencia de lo que fuimos y lo que está en nuestro porvenir.
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