AGOSTO DE 1924 MEMORIAL DEL Ejército de Chile PUBLICACION MENSUAL AñoXIX—2.°Semestre SUMARIO La Dirección.—La llegada al país de los restos del General de División don Emilio Korner ... Coronel Muñoz—Combate de Concepción (Perú) Von Kieslinq Hans. Coronel.—Ideas sobre la instrucción de infantería en Chile litios D. A., doctor.—Alimentación del Ejército Vergara Carlos. Mayor.—En qué forma corresponde el nuevo Reglamento para el Mando y para la Conducción del combate de las Armas Combinadas a las exigencias de una táctica nací-mal La guerra química en el futuro. (Traducción del Dep. de Informaciones).. Chaparro R. J., Capitán.— Las nuevas leyes militares francesas y las lecciones de la guerra Donoso N. Humberto. Teniente 1.° —La pasarela rodante de la 6,53- compañía del 9.° Regimiento de Ingenieros Alocución patriótica pronunciada por el capellán don Bernardino Abarzúa en la plaza Colón de Tacna, para conmemorar el aniversario de iquique MISCELANEA Empleo del servicio aéreo divisional y de la aviación de ataque El servicio meteorológico y su utilización para fines militares NOTICIAS Alemanía.—La división tipo «ejército moderno» Argentina.—Aviación civil » —Reserva de sanidad » —Aeródromos » —Cursos abreviados » —Inspectores de distritos » —Ferrocarriles » —Estado Mayor del Ejército » —Períodos de instrucción » —Maniobras Brasil.—Presupuesto » —Misión militar francesa, » —Sueldos Inglaterra.— Las modernas armas de guerra » —Aumento de la fuerza aérea » —Instrución del personal de la fuerza aérea Bibliografía SANTIAGO DE CHILE Talleres del Instituto Geográfico Militar 1924 PÁGS. 115 119 131 143 154 164 178 187 192 l95 199 202 204 204 204 204 204 204 204 205 205 206 206 206 207 208 208 210 Grupo Histórico Tomado en septiembre de 1896, con motivo de una manifestación en honor del General don Manuel Bulnes, festejando su nombramiento como Ministro de Guerra y Marina. En él figuran entre otros jefes los Generales: 1) Baquedano, 2) Korner, 3) del Canto » 4) Bulnes, 5) Gorostiaga, 6) Lopetegui, 7) CorteB y 8) Novoa (don JOB¿ M.) Un La llegada al pais de los restos del General de División don Emilio Korner Se encuentran ya en tierra chilena los restos de uno de los más ilustres servidores de nuestro Ejército: el General don Emilio Korner. A medida que pasan los años desde que él dejó de pertenecer a nuestra Institución, más se acrecienta su obra y su figura se destaca cada vez con mayores relieves. En el año próximo harán 40 años desde la venida al país del General Korner. El Gobierno del Presidente Santa María, recién terminada la guerra del Pacífico, estimó que nuestro Ejército, aunque se había cubierto de gloria en esa memorable jornada, necesitaba modernizarse y organizarse, según las experiencias que ella nos había dejado, tomando por modelo algún ejército europeo. Al efecto, el Gobierno puso sus miradas en Alemania, cuya institución militar, después de las campañas contra el Austria y Francia, se destacaba entre las más perfectas de la Europa. Además, el Gobierno chileno ya había palpado, en el progreso general del país, las grandes cualidades de la raza alemana y sus facilidades de adaptación, pues el Presidente don Manuel Montt inició una poderosa corriente emigratoria desde Alemania, que, a la época que nos referimos, ya había empezado a dar ópimos frutos, llevando gran parte de la prosperidad al Sur de nuestro país; los osados y progresistas emigrantes alemanes, en pocos años de permanencia en Chile, dedicándose a las tareas agrícolas, industriales y educacionales, lograron dar impulso a ciudades que, como Valdivia, Puerto Montt y Osorno, entre otras, empezaron a destacarse por su progreso y desarrollo. Nuestra Legación en Berlín, cumpliendo instrucciones del Gobierno, contrató en 1885 los servicios del capitán prusiano de artiAgosto-8 116 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE llería, don Emilio Korner. Tenía este oficial brillantes antecedentes. Ingresó al Ejército en el Regimiento de Artillería de Campaña N.° 4, en los mismos días de la campaña con Austria, en 1866; pero no alcanzó a tomar parte en ella, pues aunque debió su unidad transladarse al teatro de operaciones, recibió contraorden, a causa del rápido desenlace de esa guerra. En la guerra franco prusiana, a pesar de sus pocos años de servicios, actuó como Comandante de Batería, por cuyo desempeño se le concedió la Cruz de Hierro. Terminada la campaña ingresó, siendo Teniente 1.°, a la Academia de Guerra de Berlín, tocándole ocupar uno de los primeros lugares, junto con el Mariscal Hindenburg y el General Meckel, el célebre reorganizador del Ejército japonés. Terminados sus estudios en el más importante plantel de educación militar que tenía Alemania, fué comisionado por el Jefe del Gran Estado Mayor, el Feld-Mariscal Moltke, para hacer viajes de estudio en Francia, Italia, España y Rusia. Cuando fué designado, en 1885, para prestar sus servicios en Chile, era profesor de táctica, historia militar y balística de la Escuela de Artillería e Ingenieros de Charlottenburg. Llegado a Chile, fué destinado a la Escuela Militar, donde le cupo actuar desde el primer momento en forma descollante. Era en aquel tiempo Director de la Escuela el ilustre General don Luis Arteaga, quien acogió con todo entusiasmo la cooperación de Korner. Se empezó por reformar el plan de estudios y después se crearon cursos de oficiales alumnos, para especializarlos en las diversas, armas. Se puede decir que la mayoría de nuestros actuales Generales y Coroneles, y los más antiguos de los Tenientes-Coroneles, iniciaron su carrera militar bajo la sabia enseñanza de esa escuela, que venía a cambiar desde sus cimientos los métodos de instrucción y de trabajo que imperaban antes en nuestro Ejército. Como un exponente del grado de perfeccionamiento alcanzado en aquel entonces por la Escuela Militar, también en los ramos científicos, se puede citar el caso de numerosos profesionales civiles que han descollado en el país en el último cuarto de siglo y que hicieron sus estudios en ese establecimiento. En 1887 el Supremo Gobierno acordó, a iniciativa de Korner, fundar la Academia de Guerra, nuestra Universidad Militar, destinada principalmente a formar al Oficial de Estado Mayor y al personal para los Comandos Superiores. Era esta una verdadera necesidad que se dejaba sentir en el Ejército, pues la guerra del Pacífico había dejado de manifiesto que era necesario tener en la paz una organización que correspondiera a las necesidades de la guerra; en aquella ocasión solo se disponía de unidades sueltas, todas dependientes directamente de la Inspección General del Ejército, de tal EL GENERAL DE DIVISION DON EMILIO KORNER 117 modo que los Comandos Superiores hubieron de improvisarse durante la guerra misma. En la Academia de Guerra como en la Escuela Militar, Korner contó con la cooperación entusiasta de uno de los jefes que más contribuyeron a la reorganización de nuestro Ejército: el entonces Sargento Mayor, don Jorge Boonen Rivera. La acción de ambos no sólo se concretó a la enseñanza de nuevas generaciones de oficiales, sino que, venciendo toda clase de dificultades, redactaron o tradujeron interesantísimas obras sobre historia militar, táctica, fortificación, etc., a fin de difundir en la oficialidad el amor por el estudio de los ramos más elementales del arte militar. La guerra civil de 1891 dió ocasión a Korner para actuar en primera línea, pues el partido del Congreso lo designó Jefe del Estado Mayor; fué el alma del Ejército Constitucional y a él se debió en gran parte el triunfo de ese partido. Valiéndose solamente de un reducido número de oficiales, entre los que figuraban muchos de sus discípulos, tuvo que improvisarlo todo en pocos meses; pero Korner, con su actividad extraordinaria, logró formar un ejército que obtuvo el triunfo, debido a los nuevos procedimientos tácticos que introdujo y al buen aprovechamiento que se hizo de las armas de repetición, que se empleaban por primera vez en el mundo. Terminada la revolución del 91 y ascendido a General, pasó Korner a ser el verdadero Jefe de nuestro Ejército, con el título, primero, de Jefe de Estado Mayor y, después, de Inspector General del Ejército. Por la bondad de su carácter, su inteligencia, su ilustración en el sentido más amplio de la palabra y su gran capacidad de trabajo, Korner se captó las simpatías generales, no solo dentro del Ejército, sino que en el país entero, siendo altamente apreciado en todos los círculos sociales dirigentes del país y en el pueblo que le dispensaba su cariño. Desde el primer puesto del Ejército, el General Korner desarrolló una labor intensa a fin de cimentar la disciplina e instrucción en el nuevo Ejército, nacido en la revolución, dedicándole especial atención a la instrucción de oficiales. En pocos años se pudo constatar una transformación completa en los métodos de instrucción del Ejército, adaptándola más a las exigencias de la guerra, pues se le imprimió un carácter netamente práctico. En 1895, el Presidente de la República, Vice-Almirante don Jorge Montt, queriendo imprimir mayor desarrollo y eficacia a la evolución que se operaba en el Ejército, encomendó al General Korner la misión de contratar en Alemania alrededor de treinta oficiales instructores. Llegados al país, estos oficiales fueron repartidos en los establecimientos militares de enseñanza y en los cuerpos de tropas. 118 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE Esto coincidia con la introducción de los nuevos reglamentos tácticos, cuya aplicación enseñaron. Quedan aún en Chile dos de estos distinguidos oficiales: el uno que formó aquí su hogar, prestando veinte años de buenos servicios, Coronel asimilado don Hans Bertling, y el otro, de igual grado, que desde hace treinta años colabora inteligentemente en el levantamiento de Ja carta militar de la República, don Félix Deinert. Una de las reformas de mayor importancia que logró introducir el General Korner en el país, fué la implantación del servicio militar obligatorio, institución esencialmente democrática que, junto con cooperar eficazmente a la defensa nacional, contribuye en forma decisiva a la mayor instrucción y cultura del pueblo. El General Korner obtuvo su retiro del Ejército en abril de 1910, después de haber prestado veinticinco años de brillantes servicios a nuestra Institución. Los progresos realizados por el Ejército durante los cuarenta últimos años, es decir, desde la terminación de la guerra del Pacífico, son numerosos. Acabábamos de salir en aquel entonces de una guerra gloriosa, llena de hechos heroicos, que habían llamado la atención del mundo entero. La disciplina de ese Ejército era magnífica y cada uno de sus miembros estaba animado del más puro patriotismo; sin embargo, ni la organización de tiempo de paz, ni la forma como se desarrollaba la instrucción correspondían a las exigencias de la guerra, pues la campaña misma, que acababa de llevarse a cabo, demostró que la improvisación había sido su característica y que hubo necesidad de crearlo todo durante el transcurso mismo de las operaciones. De entre la obra realizada por el General Korner en nuestro Ejército se destaca en forma muy especial el hecho de haber formado una oficialidad homogénea, entusiasta por el servicio y animada de grande espíritu de trabajo. Toda ella, casi sin excepción, ha pasado por la Escuela Militar, lo que constituye una de las diferencias más marcadas con la organización antigua, en que los oficiales salidos de ese establecimiento solo constituían un reducido número. En la Historia de Chile y, en especial, en la de nuestra Institución, figurará el nombre del General Korner con letras de oro, como uno de los más ilustres servidores del país. Al pedir en sus últimos momentos que sus restos fueran traídos a Chile, Korner puso una vez más en evidencia el cariño que profesara a su tierra adoptiva! LA DIRECCIÓN. Combate de Concepción (Perú) 9 y 10 de julio de 1882 «Mi nombre está cincelado en bronce en la Capital de Chile; no seré yo quien lo manche. I. Carrera Pinto ». La acción más heroica del Ejército chileno en la guerra del 79/84, tuvo lugar en el pueblo de Concepción (provincia de Jauja, departamento de Junín del Perú), los días 9 y 10 de julio de 1882 (días domingo y lunes), entre 77 chilenos, capitón Ignacio Carrera Pinto y 5.600 peruanos a las órdenes del coronel Juan Gastó. El 1.° I.82 partía de Lima una división chilena de 4.000 hombres para rechazar de sus puertas al general Andrés Avelino Cáceres, que había sentado sus reales en Chosica; .Cáceres fué alcanzado y completamente deshecho en el triple combate de Pucará (5.II.82) por el coronel Estanislao del Canto. Cáceres y los suyos huyeron al Sur hasta la ciudad de Ayacucho, donde comenzó de nuevo a rehacer sus fuerzas; a principios de junio, éste disponía ya de 2.670 hombres de línea (8 batallones a 300 hs. c/u., 1 escuadrón y 8 cañones), fuerzas que a fines del mismo mes eran reforzadas por 8 batallones de guerrilleros y 6 batallones de montoneros (7.300 indios): total 9.970 hombres. El 19. VI. Cáceres avanza al Norte para tomar la ofensiva y destruir la división Canto. 120 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE Después de Pucará, éste había concentrado el grueso en Huancayo y para protegerse en la dirección de Ayacucho establece fuertes avanzadas, que se colocan de Sur a Norte en Marcavalle, Pucará, Zapallanga y Huayucachi; sus líneas de etapas con Lima quedaron cubiertas por destacamentos en Concepción, Jauja, Tarma y La Oroya; además había enviado más al Norte, a Cerro de Pasco, al 3.° de línea, unidad que había dejado un destacamento intermedio en la aldea de Junín. La única caballería, los Carabineros de Yungay, se repartió como sigue: un escuadrón (2 compañías) en Huancayo, una compañía en Tarma y otra en Cerro de Pasco y destacamentos pequeños en Zapallanga y La Oroya. Durante la ocupación, todos estos destacamentos se cambiaban periódicamente, sin permanecer más de un mes en cada guarnición. Al principio los chilenos no fueron molestados; pero muy luego, en abril, hubo un alzamiento general de indios, azuzados por agentes de Cáceres, por curas y especialmente por el obispo Valle y por las autoridades peruanas. Los habitantes habían comenzado a ocultar los víveres. La sublevación fué reprimida con energía y la tranquilidad duró hasta principios de junio, fecha en que renacen y acrecen las montoneras. Con el ocultamiento de las provisiones, éstas escasearon; hubo necesidad de procurárselas a la fuerza. A la falta de víveres se agregó una epidemia terrible de tifus, que hizo estragos en las tropas; anteriormente, este mal había diezmado a las fuerzas peruanas derrotadas en Pucará; éstas fueron, pues, las que dejaron el contagio. La escasez de víveres y, más que todo, los estragos que hacía el tifus, obligaron al coronel del Canto a ir a Lima y pedir a Lynch la desocupación de la Sierra (Junín) La idea no fué aceptada en Santiago; Canto recibe orden de reconcentrar su división, es decir, retirar las guarniciones de Cerro de Paseo y Junín (pueblo) y las de Huancayo al Sur; establecer el Cuartel General en Tarma y dejar guarniciones en Concepción, Jauja y La Oroya. Una vez efectuada esta reconcentración, Canto con el 2.° de línea debía retirarse a Lima y dejar el mando de la división del centro al jefe más antiguo, coronel Gutiérrez. Estas medidas fueron tomadas en el carácter de secretas. Desgraciadamente, todas las disposiciones del Cuartel General en Lima, por reservadas que fuesen, eran muy luego conocidas por los agentes de Cáceres; un chasque voló, y el 28. VI., en Iscuchaca, el jefe enemigo tuvo noticias de las medidas que se iban a tomar. Mientras tanto, Cauto partía de Lima el 20. VI; al desembarcar del tren en Chicla, recibe un telegrama del Estado Mayor General, COMBATE DE CONCEPCIÓN (PERÚ) 121 en el cual le rectifica lo acordado con Lynch. El telégrafo estaba servido por peruanos, no por chilenos. Canto continúa su marcha de regreso; establece hospitales de evacuación en Tarma y Jauja y el 26 llega a Huancayo. Al día siguiente revista las tropas y ordena que se alisten para la reconcentración. La división carecía de camillas para el transporte de sus enfermos; 364 se medicinaban en los hospitales de Huancayo, de éstos 83 muy graves de tifus, incluso 6 de viruela negra. En la población no se encontraron materiales para construir camillas; hubo necesidad de utilizar como telas los cueros de los animales que diariamente consumía la tropa. Por este motivo, la reconcentración se fijó para el 9 de julio. A principios de julio, Canto hizo relevar algunas guarniciones. El 5. VII partían de Huancayo: 3 oficiales, un sargento 1 o, un sargento 2.° 3 cabos l.os, 2 cabos 2os, y 56 soldados de la 4.a Compañía del Chacabuco 6.° de línea, a cargo del capitán, aún no dado a conocer, don Ignacio Carrera Pinto, con el subteniente de su compañía Pérez Canto y el subteniente de la 6.a Cruz Martínez (el subteniente Montt, de la 5.a, convalecía de tifus en Concepción). Esta compañía demoró 5 horas, espléndida marcha, en recorrer la distancia de Huancayo a Concepción, 30 km. La 3. a , capitán Nebel, pasó a Jauja a relevar la 6.a, teniente Luco; ésta se corrió a Tarma en lugar de la 1.a, capitán Lira, que fué ese mismo día a reforzar la guarnición en el puente de La Oroya. Todas estas compañías pertenecían al Chacabuco. En la mañana del 6 salían de Huancayo el primer convoy de enfermos (282, de éstos 24 en camillas) a cargo del mayor de Carabineros, A. Guzmán, custodiado por 50 carabineros, cada uno de los cuales llevaba un enfermo en ancas, y 16 infantes del 2.° Este convoy aloja: el 6 en Concepción y el 7, 8 y 9 en Jauja. Los enfermos que iban montados, 258, en ancas y en burros, podían defenderse, pues llevaban su armamento; de esta manera, téngase presente, la guarnición de Jauja fué aumentada a 423 combatientes. El 8 en la tarde, las guarniciones disponían de la siguiente tropa disponible: (de S. a N.) Marca valle, 114; Pucará, 235; Zapallanga, 180; Huayucachi, 232; Huancayo, 1.644 (grueso); Concepción, 73; Jauja, 423; Tarma, 195; La Oroya, (puente) 152; Junín, 26 y Cerro de Pasco, 492. El día 8 estaba designado para que saliesen de Huancayo el resto de los enfermos a cargo del Chacabuco; pero, como «ese día tuve noticias que el hospital de Jauja no había sido evacuado, y como al siguiente día 9 debía moverse toda la división, dispuse para 122 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE ese día la marcha del resto del convoy de enfermos». (Parte de Canto a Lynch, Lima. 30. VII.82). ¿Qué pasó el 9? Al amanecer de este día, todo el 5.° de línea que cubría los puestos avanzados, debía replegarse a Huancayo.para desde aquí continuar a las 10 A. M. a Concepción, donde acamparía el grueso. En Huancayo las tropas estaban oyendo misa tranquilamente a las 8 A. M.; en ese momento llega un jinete con la noticia que la compañía en Marcavalle había sido asaltada al amanecer por gran número de indios y tropas regulares y que el 5.° se replegaba al Norte y pedía ayuda. En el acto se interrumpe la misa, y todos, menos el Chacabuco, van en apoyo de los compañeros que se batían; por esta causa, la división en lugar de dirigirse al Norte, marcha al Sur. Esto se debía a que Cáceres había resuelto atacar simultáneamente las principales guarniciones chilenas. Para este fin había dispuesto lo siguiente: 1) El subdelegado de Huarochiri, con las montoneras que lograra reunir, debía destruir el ferrocarril de La Oroya, especialmente algunos puentes y la estación de término, Chicla; 2) El coronel Tafur, Máximo, con el batallón de línea Huancayo y los montoneros de la ribera derecha del Mantaro, asaltar el puente de La Oroya; 3) El jefe de la división Vanguardia, coronel Gastó, con los batallones Libres de Ayacucho y Pucará (300 hs. c/u), dirigirse a Comas para que unidos con los guerrilleros de esta región que organizaba desde hacía tiempo el comandante provisional Ambrosio Salazar (dueño de la casa contigua al cuartel en Concepción), atacase Jauja o Concepción; y 4) Cáceres, con el grueso, atacará de frente por Marcavalle. Este plan no se cumplió exactamente, pues Tafur se adelanta y sin energía, y con muy poca destreza, ataca a La Oroya el día 3 de julio, y naturalmente es completamente rechazado y perseguido por el teniente Meyers con los 46 hombres de dicha guarnición. Chicla, con igual resultado, es asaltado el día 7; pero logran destruir un puente. Los únicos que coinciden son los ataques de Cáceres, al amanecer del día 9 y el de Gastó a las 2.30 de la tarde en Concepción. Gastó parte de Iscuchaca el 26 de junio y efectúa una marcha admirable de flanco por Acostambo, Huaribamba, Paltarumi a Comas; aquí se une con los guerrilleros de Salazar, y cumpliendo con órdenes explícitas de Cáceres, va a establecerse en Apata, entre Jauja y Concepción. Apata queda sobre un camino de montaña situado a 4 km. al Este del principal que une a Concepción con Jauja, y está más cerca de este último lugar que de Concepción. El COMBATE DE CONCEPCIÓN (PERÚ) 123 servicio de informaciones de Gastó era bueno, pues oportunamente supo que Jauja, que más deseaba atacar, disponía de fuerzas muy superiores a las que había en Concepción. Por eso resuelve sorprender a esta guarnición. Con tal fin había dispuesto oportunamente que todos los guerrilleros de los pueblos que rodean a esta ciudad, se dirigieran a las 3 P. M. a Concepción, rodeándola por todas partes, de modo de cercarla completamente para que nadie pudiera escapar. El, con los dos batallones de línea, apoyaría el ataque que debían iniciar los guerrilleros, cerca de 3.000 indios. Para facilitar la acción de las tropas, se acuerda, además, que algunos vecinos de la población festejen a los oficiales del Chacabuco, los que son convidados a un espléndido almuerzo que tiene lugar este mismo día 9 en el hotel de ¡a plaza. ¡Tan terribles eran los chilenos que no bastaban las armas para destruirlos! La tropa estaba acuartelada, pues debía estar lista para incorporarse al grueso que se esperaba para la tarde de ese mismo día. El correo militar para Huancayo pasó sin novedad y fué despachado por Carrera a las 11 A. M., entregándole el siguiente oficio: "Comandancia del Cantón Militar de Concepción Concepción, julio 9 de 1882. «Al señor Coronel Jefe de la División del Centro: «En el acto de recibir su nota de fecha 8 del que rige, procedo a dar cumplimiento a lo ordenado por V. S. «Dios gue. a V. 8.—(Fdo.) 1. Carrera Pinto». En dicha nota, Canto le decía que al día siguiente 9 se pondría en marcha la división y que estuviera listo con su compañía para unirse al Chacabuco, que redoblara la vigilancia, mantuviera sus tropas acuarteladas y listas para lo que pudiera suceder. Los oficiales asistentes al almuerzo, salvo Montt que no fué, estaban intranquilos y sin esperar que éste terminara, regresan al cuartel antes de las 2 P. M.; Carrera, en cambio, quedó un poco más, dando charla a los que lo habían convidado, entre éstos algunos extranjeros. Media hora más tarde, los centinelas del cuartel dan el grito de alarma, que columnas enemigas vestidas de blanco y uniformadas, con numerosa indiada se veían por los cerros del oriente, camino a 124 MEMORIAL DEL E J E R C I T O DE CHILE COMBATE DE CONCEPCIÓN (PERÚ) 125 Ocopa, y por el camino de Huancayo, Sur de la población, los que desde grande distancia rompen sus fuegos sobre la plaza. Carrera inmediatamente corre a su cuartel y da las órdenes para el combate; distribuye sus pequeñas fuerzas en 4 grupos que debían defender Jas 4 esquinas de la plaza; hace también ocupar las torres de la iglesia. Carrera sabía con la debida anticipación que posiblemente sería atacado ese día. Según un presbítero francés que presenció el combate desde su casa situada inmediatamente al Sur de la iglesia, dice que «Carrera y todos sus hombres acostados en la tierra de las boca-calles que dan entrada a la plaza, no hicieron caso del fuego que desde las alturas que circundan al pueblo, les abría el enemigo». Los peruanos habían entrado ya al pueblo, 3.30 P. M., y se venían sobre la plaza con un ardor inusitado. Cuando éstos llegan a tiro eficaz, Carrera ordena romper el fuego. Como una hora duró el combate en esas posiciones, sin que el inmenso número de enemigo lograse entrar a la plaza. En este combate cayó herido gravemente el comandante peruano Carvajal. Apesar de las pérdidas, los peruanos no cejaban y avanzaban sobre la plaza con un coraje nunca visto. «Los nuestros debieron extrañarse de tanta obstinación, pero bien pronto pudieron conocer la causa de un fenómeno tan extraordinario: repentinamente vieron invadir la plaza por todas partes a un inmenso número de indios más, armados de todas armas, que desde los pueblos circunvecinos y de la misma plaza venían en auxilio de los asaltantes». Así se cumplían las órdenes de Gastó. «Viendo los nuestros que iban a ser rodeados por fuerzas mil veces superiores, se entraron al cuartel y allí prepararon la resistencia. Los enemigos se precipitaron como avalancha sobre la plaza y sobre los edificios contiguos al cuartel. 126 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE «Allí se trabó el combate más encarnizado que recuerda la historia». (Isidoro Palacios, secretario de Canto. Primera versión de este combate, publicada en Lima el 15 de agosto de 1882). «A las 6.30, dice una relación peruana publicada en Lima en julio del 84, ordenó el coronel Gastó se tocara cesar el fuego, porque las municiones se estaban concluyendo y había necesidad de soste-. nerse hasta que viniera el refuerzo que había pedido. . .. «Llegado este socorro (2.500 indios más, regularmente armados) al aclarar el 10 de julio, se empeñó nuevamente el encarnizado combate, etc.» Aún cuando se había ordenado cesar el fuego, puede asegurarse que, en realidad, el combate no cesó durante toda la noche del 9/10. Carrera rechazó enérgicamente varios asaltos al cuartel y aún perseguía a sus enemigos haciendo varias salidas, con enérgicos ataques a la bayoneta, que despejaron la plaza dos o tres veces durante la noche. Los peruanos ocuparon la casa vecina de Salazar, y guiados por su dueño, abren forados para facilitar el asalto en cuanto lleguen los refuerzos. Cuando éstos llegaron al amanecer, Gastó intima rendición, por escrito ahora, y que un parlamentario lleva a Carrera. EJÉRCITO DEL CENTRO Comandancia General de la División Vanguardia Concepción, julio 10 de 1882. «Al jefe de la guarnición chilena. Presente. «Contando como usted vé con fuerzas muy superiores en número a las que Ud. tiene bajo su mando y deseando evitar una nueva lucha a todas luces imposible, intimo a usted rendición incondicional de sus fuerzas, previniéndole que en caso contrario serán ellas tratadas con todo el rigor de la guerra. «Dios gue. a Ud.—(Fdo.) Juan Gastó. En el papel en blanco sobrante del mismo oficio que devolvió, Carrera contesta solamente estas cortas palabras: «Mi apellido está cincelado en bronce en la Capital de Chile; no seré yo quien lo manche.—(Fdo.) I. Carrera Pinto. El combate continuó entonces con más energía, defendiendo los nuestros el cuartel con las últimas municiones que les quedaban. A COMBATE DE CONCEPCIÓN (RERÚ) 127 las 8 A. M. del día 10, éstas se habían agotado por completo. La mitad de la guarnición había perecido. El enemigo redoblaba entonces sus ataques con más furia, trabándose un reñido combate al arma blanca por todas partes del cuartel que comenzaba a incendiarse con parafina que arrojaban desde los altos de la casa de Salazar; los peruanos invadían por todas partes, apareciendo por forados, por techos y murallas. «Eran las 9 de la mañana; se había combatido sin cesar 18 horas mortales: la mitad de la guarnición había perecido; 10.000 hombres rodeaban el cuartel; los nuestros estaban aniquilados por la sed, la fatiga y por el incendio; muchos, casi todos, estaban gravemente heridos, sin más esperanzas que las de morir con gloria; como chilenos esperaron el último ataque para defender su puesto al arma blanca. «El enemigo se introdujo por todas partes a la vez, invadiendo el cuartel, la comandancia y la parroquia. Los nuestros se arrojaron con rabia sobre los infames asaltantes. Vieron llegado el último momento y quisieron vengar ellos mismos sus preciosas vidas. El enemigo embrutecido con el alcohol y envalentonado con el número, se precipitaron sobre las bayonetas de los nuestros?. La carnicería fué horrible: por uno de los nuestros morían 5 o 10 de los contrarios. Pero los nuestros eran un puñado y fueron cayendo uno a uno. «Eran las 10 de la mañana. Todo había concluido. «Sólo quedaban de los nuestros un niño y 4 valientes soldados que mantenían titánica lucha dentro de la iglesia. Esos bravos lograron salir a la plaza abriéndose paso por entre la muralla de enemigos. «En la plaza se vieron rodeados por 5 o 10.000 hombrea. No era posible combatir. Era preciso morir dignamente. «Fué entonces cuando un hombre penetrado de tanto heroísmo, quiso salvar las vidas de esos valientes muchachos, gritando al subteniente Cruz que se rindiese y le salvaba la vida. «En ese instante supremo de la vida, después de 19 horas de combate y en presencia de los sangrientos despojos de sus hermanos, el hombre más valiente se anonada. La vida es tan bella, sobre todo para el joven que ha cumplido como bueno con su Patria. «Pues bien, en ese solemne momento el niño se sobrepujó, se hizo gigante, despreció su vida y con su muerte legó a su patria la más pura gloria. «No me rindo»—contestó con rabia el sublime muchacho—«los chilenos no se rinden, maricones cobardes». «Y acometió con los suyos a los salvajes con todo el empuje de su alma gigante, muriendo como un héroe digno de Chile y de sus glorias. 128 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE «La Patria debe guardar con cariño la memoria de esos héroes. Debe poner bajo su augusta protección a las familias de tan preclaros hijos. Y mucho más aún merecen los heroicos mártires de Concepción. «El sol del 9 de julio alumbró una gloria más de las armas chilenas, porque 77 de sus dignos hijos recibieron la corona del martirio defendiendo heroicamente la gloriosa bandera; porque murieron todos y murieron solos, sin pedir favor a sus enemigos. Chile puede,' pue3, ceñirse una corona más de gloria». (Palacios, obra citada). Tal fué la gloriosa epopeya de Concepción, en que un reducido núcleo de chilenos ascendió al templo de la inmortalidad. Como los nombres de estos héroes han sido publicados siempre con varios errores, damos hoy una lista completa, tomado de las listas de revistas de comisario de julio y agosto de 1882. Batallón Chacabuco 6.° de línea 4.a Compañía, capitán don Ignacio Carrera Pinto » subteniente don Arturo Pérez Canto 5.a » » » Julio Montt Salamanca 6.a » » » Luis Cruz Martínez 4.a » sargento 1.° » Manuel Jesús Silva » » 2.° » Clodomiro Rosas » cabo 1.° » Gabriel Silva » » » » Carlos 2.° Morales » » » » Juan Ignacio Bolívar » » 2.° » Pedro Méndez » » » » Plácido Villarroel (ascendió el 16.VI.82) y los soldados: Tiburcio Chandías, Amador Gutiérrez, Juan Ferra, Pedro Nolasco Zúñiga, Pablo Ortega, Avelino Olguín, José Martín Espinoza, Pablo Trejos, José Félix Valenzuela, Agustín Molina, Rafael Otárola, Félix Contreras, Enrique Reyes, Federico Sepúlveda, Francisco Escalona, José Argomedo, Juan Bautista Núfiez, Abelardo Silva, Efraín Encina, Vicente Muñoz, Emilio Correa, Mariano González, Pedro Moneada, Angel Agustín Muñoz (asistente de Carrera), Juan Hinojosa, Eduardo Aranís, Manuel Antonio Martínez, José Arias, José del Carmen Sepúlveda, Emilio Rubilar, Máximo Reyes, Pedro Lira, Erasmo Carrasco, Estanislao Rosales, Emigdio Sandoval, Estanislao Giménez, Juan Bautista Campos, Florencio Astudillo, Pablo Guajardo, Juan Sandoval, Juan Bautista Jofré, Manuel Contreras, Rudecindo Zúñiga, Hipólito Utreras, Manuel Rivera, Agustín 2.° Sánchez, Lorenzo Aceitón, Gregorio Maldonado, Bonifacio Lagos, Manuel Jesús Núñez, Bernardo Jaque, Lindor COMBATE DE CONCEPCIÓN (PERU) l29 González, Toribio Morán, Lorenzo Serrano, Luis González y Lorenzo Torres, de la 4.a Compañía; más, 1.» Compañía, soldado Lorenzo Jofré; 2.a Compañía, soldado Juan Domingo Rojas Trigo; 2.a Compañía, Roldado José Jerónimo Giménez; 3. a Compañía, soldado Francisco Contreras; 5.a Compañía, soldado Pablo González; 6.a Compañía, soldado Zenón Ortíz; 6.a Compañía, José Miguel Pardo; 6.a Compañía, soldado Juan Montenegro. Batallón Lautaro, 1.a Compañía, soldado Pedro González. RESUMEN 1 3 1 1 3 2 66 Capitán Subtenientes Sargento 1.° » 2.° Cabos l. os » 2.os Soldados. Total 77, de los cuales, un oficial (subteniente Montt) y 10 soldados (de la 1.a, 2.a, 3. a , 5.a y 6.a y el del batallón Lautaro), aún cuando pelearon como leones, eran convalecientes o enfermos de tifus. La División.—Cuando ésta llega a Pucará no encuentra con quién combatir; Cáceres y los suyos se habían retirado oportunamente a los más altos cerros; regresa, entonces, la división a Huancayo para continuar al día siguiente 10 de julio, a las 8 A. M., tranquilamente su marcha a Concepción, a donde llegan las primeras fracciones, la vanguardia, el batallón Chacabuco, a las 4 y minutos de la tarde. Los peruanos en Concepción, tuvieron, pues, tiempo sobrado para saquear completamente el cuartel, desnudar a todos los muertos y repasarlos, sin dejarles ni la camisa y cometer con éstos actos de verdadero canibalismo. El cuadro que la división presenció a su llegada, fué horrible: E1 cuartel destruido e incendiado; por entre los escombros humeantes se veían los cadáveres de los muertos... Contando los muertos en grupo, calculamos que toda la guarnición había sucumbido... Allí estaban sus cadáveres en completa desnudez, profanados y descuartizados. Corredores, patios y habitaciones, todo estaba sembrado de restos humanos groseramente mutilados. Encontramos los cadáveres de los 4 oficiales: el subteniente Cruz estaba en la plaza al lado de la iglesia; el capitán Carrera Pinto, en el patio de la comandancia; el subteniente Pérez Cauto, en un corredor del cuartel, le habían cortado lonjas de carne de los muslos 130 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE para comérselas; y el subteniente Montt, con un brazo vendado, taba entre un montón de 17 cadáveres dentro de una pieza. «Tres mujeres y un niño de pecho, vergonzosamente profanado completaban el cuadro de tan desgraciado suceso. Salimos a la playa con el alma traspasada de dolor y de rabia». (Palacios, narradacitada). Antes que llegaran las tropas chilenas, tropas, montoneros habitantes peruanos habían huido oportunamente a las inaccesibo cumbres de los cerros vecinos, por temor al inevitable castigo, que fué inexorable y justiciero. De los enemigos, loa nuestros hicieron más de 600 bajas durante el combate, casi todos indios; de las tropas regulares, los escrito peruanos confiesan 36; deben haber sido mucho más. Para terminar, acompañamos un cróquis que indica la situacion general de las tropas y un gráfico del cuartel y de la plaza. ¿Qué se hizo la bandera nuestra, que orgullosa flameaba en cuartel el Domingo y noche 9/10? Esta sucumbió también glorio mente. Como no podía hundirse cual una nueva Esmeralda en aguas de Iquique, el fuego del incendio y las descargas de loa combatientes que glorificaban dicho acto, la abrasó y sus cenizas cubrieron como única mortaja, los cuerpos de nuestros héroes que murieron defendiendo la pureza inmaculada de su prestigio, jamás empafiado. Santiago, julio 9 de 1924. CORONEL MUÑOZ. Ideas sobre la instrucción de infantería en Chile La evolución en la eficacia de las armas modernas ha tenido considerable influencia sobre la instrucción de la infantería. Las exigencias que se imponen a la infantería de boy día, son mucho mayores que antes de la guerra mundial, lo que dificulta obtener una instrucción perfecta. En general, la instrucción de la infantería depende de su misión. Gomo los principios tácticos han experimentado pocos cambios a raíz de las experiencias de la guerra, la misión de la infantería seguirá siendo, como lo ha sido hasta hoy, la de hacer frente eficazmente al adversario, tanto en el ataque como en la defenza. Tal como antes, la decisión del combate residirá en el ataque, que se fracciona en dos diferentes períodos: el primero, consistente en llevar el fuego hasta el enemigo, y el segundo, en la ejecución del combate hombre contra hombre, es decir, el asalto a la bayoneta y la lucha a la bayoneta. Solo un vigoroso choque será capaz de arrojar al enemigo de su posición y procurará el buen éxito. Tal como antes de la guerra mundial, la manera de combatir se fracciona, hablando en términos generales, en fuego y movimiento. Sólo han experimentado variación los elementos de combato, la eficacia de las diferentes armas, su empleo y máximo aprovechamiento, como asimismo la forma del movimiento de avance. Sólo se podrá hacer frente a una intensa eficacia de fuego enemigo, cuando la propia infantería esté dotada de armamento igualmente eficaz. La superioridad consistirá, en tal caso, en el mejor Memorial 1924 Agosto-9 132 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE empleo de las armas, empleo que, a su vez, representa el fruto de una mejor instrucción. En lo que respecta a las armas usadas en la guerra mundial, puede decirse que en el combate de infantería han alcanzado igual importancia el fusil y la bayoneta, la ametralladora y la granada de mano. Tambien el lanza minas se ha incorporado al mecanismo de las unidades de infantería. El infante moderno deberá tener, en primera línea, exacto conocimiento de las armas que emplea su ejército, y saber aprovecharlas hasta el límite máximo de rendimiento. Esta es la base fundamental del combate de la infantería. La aproximación hacia el adversario, el movimiento en las vecindades del campo de batalla y sobre este mismo, causa mucho mayores bajas que antiguamente, siendo al mismo tiempo más difícil ejecutarlo. La moderna arma de fuego domina el campo de batalla, mucho más de lo que se pensaba antes de la guerra, con la masa de sus proyectiles pesados y, en especial, con la enorme rapidez de fuego que ha llegado a adquirir. Al fuego rasante, y en extenso frente, de las ametralladoras que disparan con gran rapidez, se une el intenso fuego de artillería concentrado contra la línea de infantería que avanza. Mediante el empleo del fuego de barrera de la artilleria, con sus olas de fuego, el campo de ataque queda casi infranqueable para, las líneas atacantes. Hasta las líneas más ralas experimentan fuertes bajas debido al fuego de las ametralladoras, que en la batalla moderua barren el terreno en todos sentidos. A esto hay que agregar, para las guerras del futuro, la eficacia de! arma aérea: los escuadro nes de aviones de combate atacarán decisivamente, con bombas y ametralladoras, hasta a la infantería atrincherada. Grandes espacios de terreno podran infestarse con gases por largo tiempo, convirtiéndolos en campos de muerte. El observador aéreo y el aviador de artillería dominan grandes extensiones del terreno que cruzará la infantería atacante. Estarán en condiciones de dirigir el fuego de las baterías ocultas, concéntricamente y con gran certeza, sobre las líneas atacantes que parezcan especialmente peligrosas y sobre los puntos más decisivos del combate. Ya casi no quedan espacios del campo de batalla que no se puedan dominar con la vista, y para la infantería atacante será difícil saber cuál de los espacios por atravesar podrá ser cubierto por fuego más intenso del enemigo. El espectáculo de la eficacia del fuego moderno, con su verdadera granizada de proyectiles, que explotan non gran desarrollo de humo y fuego, unido a las considerables pérdidas, ejerce una increi ble influencia moral sobre el hombre; sólo un poderoso y sano sistema nervioso permitirá soportar dicho espectáculo. Por otra parte, el efecto muchas veces es más de carácter moral que material, y una IDEAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN DE INFANTERÍA EN CHILE 133 infantería dispuesta al sacrificio y que conserve su sangre fría, aún bajo el fuego infernal de las armas modernas, encontrara posibilidades de aproximarse al enemigo, cuando esté animada de la obsesión de llegar hasta él, cueste lo que cueste, para destruirlo con sus armas de combate a corta distancia, bayoneta y granada de mano. Extraordinaria importancia adquiere en el moderno combate de infantería, la disciplina, la obediencia en las mas difíciles situaciones; ambas impulsan al individuo a cumplir su misión aunque se halle bajo la presión de la más poderosa acción del adversario. La instrucción del infante moderno, además de considerar lo expuesto anteriormente, deberá abarcar tres puntos principales, y que son los siguientes: 1) Deberá fortalecer los factores morales en el individuo, educándolo en la mayor disciplina, y procurándole nervios tales que le permitan conservar la plenitud de sus facultades durante la batalla moderna. 2) Deberá dedicarse al perfecto conocimiento de las diferentes armas de combate de la infantería, y su manejo bajo las más varia das condicionen, de día o de noche. Estas armas son: el fusil, el fusilametralladora, ametralladora, granada de mano, bayoneta y pala. Los lanza-minas y elementos de comunicación serán servidos, por lo general por especialistas. 3) Deberá ejercitar al individuo y a la unidad en el combate mismo de infantería, ya sea aisladamente o en cooperación con otros, de tal manera que la fracción de infantería, cualquiera que sea su importancia, esté en condiciones de cumplir todas las tareas de combate que puedan presentársele, ya sea en la defensa o el ataque, de día o de noche, y en las más diversas situaciones y condicioues del terreno. Igualmente deberá saber moverse en todas partea fuera del fuego del enemigo, desplegarse y substraerse a la vista y el fuego, mediante el hábil aprovechamiento del terreno. Al hablar más adelante sobre la instrucción moderna de la infantería lo haré, naturalmente, sólo a grandes rasgos, sin entrar en loa detalles. Los elementos más importantes de que se dispone para la instrucción de una infantería moderna, son los siguientes: 1) La instrucción individual.—La minuciosa instrucción individual que se empleaba en Alemania, antes de la guerra, dió espléndidos resultados. La infantería con que el ejército alemán entró a la guerra, era la primera del mundo, soportó las impresiones desmoralizadoras del combate y pudo ser empleada con éxito aún en las más difíciles empresas tácticas. Sus éxitos vinieron a disminuir cuando en las filas comenzaron a predominar los reemplazos, que no habían gozado de una minuciosa instrucción de paz. Las graves pérdidas 134 MEMORIAL DE EJERCITO DE CHILE que sufrió el ejército a comienzos de la guerra, hicieron necesario incluir en la primera línea a gente instruida a la ligera y, en su mayor parte, instruida por un personal que no era apto para la difícil tarea de instruir hombres para el combate. El cuerpo de oficiales alemanes, en los grados inferiores, se había ido casi todo hacia el frente, a comienzos de la guerra. Los primeros acontecimientos produjeron tales bajas en las tilas del cuerpo de oficiales, que la instrucción detrás del frente fué entregada en manos de oficiales de reserva y de Landwehr, que no tenían suficiente preparación para esta difícil misión. Dado el increible desgaste producido por la guerra, en cuanto a oficiales, hubo de emplearse pronto a oficiales viejos, largo tiempo retirados, en lugar de los anteriormente nombrados, de manera que la calidad del reemplazo instruido en la patria, dejaba cada día más que desear. La instrucción individual deberá extenderse a todas las ramas del servicio, de las que solo mencionaré aquí algunas de las más importantes. La base de ella sera siempre un exacto conocimiento del mecanismo de las armas y el aprendizaje de su manejo, aprendizaje que se hará progresivo. Desde los primeros días deberá llevarse al recluta al terreno, para que su vista se familiarice con sus características y aprenda a servirse de sus accidentes para protegerse contra la vista y el fuego, como asimismo para el movimiento de avance. Más adelante se le adiestrará como tirador aislado en el terreno, deberá aprender instintivamente a apreciar distancias, y a reconocer qué posibilidades le ofrece el terreno al frente, y será instruido, desde un principio, en la manera de emplear todas las posibilidades de movimiento que permita el cuerpo humano, según las circunstancias en que se encuentre. El programa de la instrucción individual, ha aumentado considerablemente con respecto a la de antes. Desde el principio se suprimirá todo lo inútil, es decir lo que no se utiliza en el combate, reduciendo la instrucción de formaciones, manejos y saludos, etc., a lo más indispensable. No es la instrucción en formaciones cerradas la conveniente para obtener la disciplina, sino la instrucción de combate, la cual educa al hombre a mantener contacto con su jefe aún en las más difíciles situaciones, a seguirlo con la vista, a obrar según sus intenciones, y lo induce a obrar con corrección táctica dentro de su pequeño radio de acción, en conformidad a la instrucción que ha recibido. El recluta deberá instruirse de día y de noche en el terreno y, desde el principio, debe enseñársele para que aprenda a combatir en el que será su probable teatro de operaciones, es decir, en el norte, el desierto; en el centro, la alta cordillera, y en el sur, la selva virgen. La instrucción individual deberá estar animada de la idea de educar al soldado coma combatiente; su objetivo es hacerlo adecuado. IDEAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN DE INFANTERÍA EN CHILE 135 para hacer frente a las exigencias del combate moderno. La instrucción de desfiles, rendición de honores, etc., deberá suprimirse, para ganar tiempo. 2) Uno de los mejores medios de instrucción son la gimnasia y los deportes. Empleados con tino, permitirán inculcar al soldado la disciplina, y darle la rapidez de resolución, tan exigida por el combate moderno. Mediante el ejercicio a que se somete al cuerpo y espíritu, durante los juegos atléticos y deportes, se desarrolla gran movilidad y destreza, de tal manera que el soldado, aunque quede abandonado a sí mismo, sabrá obrar rápida y resueltamente, en conformidad a las circunstancias. En el combate moderno es escasa la influencia del jefe. A menudo el soldado tendrá que resolver por sí solo situaciones críticas y, mediante su destreza y movilidad, estará en condiciones de poder adaptarse instintivamente al terreno, y sabrá encontrar y aprovechar, sin la indicación de sus jefes, la manera de avanzar. La gimnasia y los deportes deberán educarle para que alcance el dominio absoluto de su cuerpo y de todos sus miembros; la gimnasia aplicada le enseñará a vencer los obstáculos del terreno, a trepar árboles, a cruzar los ríos. Los deportes modernos, como ser: football, rugby, etc., educan la rapidez de la vista, desarrollan gran actividad, hacen ser sufrido y resistente, y fomentan la reflexión y el criterio táctico. Se obtendrán marcados progresos si se establece una sana competencia entre los individuos. Es claro que subsiste cierto peligro de que la gimnasia y el deporte, y en especial este último, lleguen a ser verdaderos objetivos, en vez de ser simplemente medios para llegar al fin. Por consiguiente, deberán emplearse los deportes, atletismo y box en una escala que no los haga predominar en absoluto. Es sumamente perjudicial para la instrucción cuando se llega a hacer héroes populares de los atletas, boxeadores, etc , estableciendo de tal manera ja superioridad de la fuerza bruta sobre la reflexión, espíritu e inteligencia. La gimnasia y deportes sirven, además, para acrecentar la capacidad de resistencia de los individuos, mediante sistemático aumento de las exigencias. Las marchas de duración en terreno difícil, trepar cerros, nadar, etc., forman parte de la educación física. 3) La instrucción teórica deberá desarrollarse en Chile en. dos sentidos. Se dividirá en instrucción de servicio e instrucción general. La instrucción de servicio va mano a mano con la instrucción individual, a la cual completa en todos sentidos. Mientras más prácticamente se trabaje en ella, tanto mayor éxito se obtendrá. Los ejercicios prácticos en el terreno, los tiros de instrucción, ejercicios 186 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE en el cajón de arena, presentación de proyecciones luminosas, etc., tienen por principal objetivo despertar la inteligencia del hombre. Me permito recomendar la utilización de films tomados por el Estado Mayor alemán durante la guerra mundial y presentar, así, la táctica, gráficamente. También en la instrucción de servicio debe hacerse caso omiso de la presentación externa, para así poder enseñar al hombre solo lo más importante. El manejo y empleo de las armas modernas requiere, en general, saber leer y escribir y los fundamentos de la aritmética. Será, por consiguiente, de la mayor importancia, enseñar al recluta, por lo menos, a leer y escribir, así como las cuatro primeras operaciones aritméticas. Además, me parece de importancia, dedicar interés al conocimiento de la geografía nacional y de los hechos más relevantes de la historia militar de Chile. Esta última, presentada en buenas conferencias por loa oficiales, es especialmente adecuada para educar, en el hombre, el amor patrio, el espíritu de sacrificio, etc. Con el ejemplo de los hechos heroicos de sus antepasados, aprenderá a cumplir estrictamente con sus deberes de patriota. 4) Sobre la base de la instrucción individual, y después de algún tiempo, seguirá la instrucción de infantería. En este período, el soldado deberá ser instruido en todas las obligaciones que deberá cumplir en la marcha y en el combate. El programa es tan vasto que sólo podré dar aquí algunos breves puntos. La instrucción de infantería educa al hombre para ser verdadero infante, tanto individualmente, como dentro de su unidad. En este período deberá aprender, cómo portarse en el «taque y en la defensa; aprenderá a conocer las formaciones indispensables para la marcha y el combate y a manejar sus armas, tanto individualmente como dentro de su sección. Aprenderá cómo los hombres y las secciones se apoyan mutuamente, y cómo se aprovecha este apoyo mutuo, tanto para avanzar, como para impedir la aproximación enemiga. De la mayor importancia es enseñar a la tropa cómo debe moverse sobre el campo de batalla, bajo la influencia de un eficaz fuego enemigo. Se permitirá la mayor libertad en la elección de las formaciones. Lo esencial es que la tropa gane terreno hacia adelante y que lo consiga, evitando las bajas innecesarias. La sección deberá aprender a utilizar el fusil, el fusil ametralladora, la ametralladora, la granada de mano, la bayoneta y la pala para el combate de infantería. Deberá aprender a desplegarse en toda clase de terrenos, a ramificarse y a hacer progresar el ataque, y asimismo deberá estar en condiciones de poder cooperar con otras armas, en especial, artillería y aviadores. Es preciso ejercitar el asalto y e1 combate a la bayoneta. - Sería erróneo suprimir, en el período de instrucción, la repre- IDEAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN DE INFANTERÍA EN CHILE 137 sentación de los momentos disolventes del combate. Por el contrario: es preciso acostumbrar a la infantería a vencer el caos, la con fusión, que son la consecuencia de las difíciles condiciones tácticas de hoy día. En cada soldado debe fomentarse el deseo de ser jefe. Los suboficiales y soldados competentes deben formar pequeños núcleos para la acción común; allí donde se origine la desorganización, deberán brotar jefes que tomen enérgicamente la dirección del conjunto. Toda la instrucción debe tender hacia la instrucción para el combate; la reunión íntima de fracciones cerradas, siempre que no sea con fines disciplinarios, debe limitarse en lo posible. Asi resultará, poco a poco, la instrucción de la hilera, de la patrulla, de la escuadra, del pelotón y de la compañía. Durante los períodos de instrucción hasta de pelotón, inclusive, el individuo deberá estar familiarizado con el manejo, en conjunto, de la carabina, fusil ametralladora y granada de mano. Deberá inculcársele la importancia del empleo de la pala; pero debiendo cuidar estrictamente de que la fortificación de campaña no llegue a ser un objetivo, sino un medio para llegar al fin. El hombre debe construir protección sólo cuando sea necesario, y la forma de la fortificación de campaña debe ser la que corresponda mejor al fin propuesto. Bajo la exigencia de Jas experiencias de guerra, la mayor parte de las naciones europeas ha vuelto, nuevamente, a la fortificación por pequeños grupos aislados. En los últimos años de la guerra, la dotación do armamento de tiro rápido, artillería pesada, etc., había llegado a ser tan enorme, que ya ni las zanjas de tiradores ni los abrigos cubiertos ofrecían protección contra la eficacia del fuego de artillería. Los tanques rompían la línea de obstáculos y de fortificaciones. Fué necesario renunciar a un sistema uniforme de zanjas de tiradores, con zanjas de comunicación, debiendo aceptar los graves inconvenientes de la imposibilidad de conducir los pequeños grupos, del fraccionamiento de las unidades, y de la escasa influencia de los oficiales sobre la tropa. Allí donde la eficacia de los cañones enemigos no sea considerable, y con el fin de hacer posible la conducción y obtener una mayor visibilidad, se pasará a la forticación por agrupaciones, que permite establecer comunicaciones a cubierto hacia atrás, y una supervigilancia y conducción directa de la tropa por sus oficiales. Es claro, que también deberá evitarse las líneas largas, adaptando las fortificaciones a las ventajas del terreno, disponiéndolas irregularmente en ancho y profundidad y cuidando de que los espacios no fortificados, queden batidos por el fuego desde atrás, de flanco o cruzados. 5) Los ejercicios de tropas coronan la instrucción de la infan- 138 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE tería. Sólo en raros casos podrá ésta conducir un combate por sí sola. El éxito descansa más bien en la acción combinada de la infantería, artillería y aviación. Estos tres elementos, trabajando hábilmente, deberán reunirse para llegar al éxito. Hasta el último soldado de la infantería deberá estar acostumbrado a la acción combinada con estas dos armas, y deberá saber cómo la infantería puede aprovechar más ventajosamente su apoyo. Muchas veces, el movimiento de avance de la infantería recibirá un especial impulso cuando un fuego eficaz de artillería bate al adversario, o una cortina de humo le impide, la observación. Tales momentos deberán ser aprovechados por todo infante, aún las más pequeñas fracciones, y por iniciativa propia, para proseguir el avance. La sorpresa del enemigo, mediante ataques aéreos, produce idénticas ventajas. Tengo la firme convicción de que tendrá mayores seguridades de éxito, aquella infantería que esté, acostumbrada a soportar las bajas causadas por su propia artillería, precipitándose, sin vacilar, dentro de su propio fuego de artillería. Sólo cuando esta última sepa continuar su fuego hasta el último instante del ataque a la bayoneta, hasta que los primeros infantes asaltantes desaparezcan en el humo desarrollado por el fuego dirigido sobre la posición enemiga, estará impedido el adversario, en el momento crítico del choque, para utilizar el efecto de fuego de sus ametralladoras y demás armas de fuego. Sólo podrá esperarse este resultado de una infantería y artillería que desde el tiempo de paz se hayan acostumbrado a trabajar en estrecha cooperación. En este período de los ejercicios de tropas, las armas aprenderán a conocerse mutuamente, los ejercicios teóricos se completarán con los prácticos. Tiros de combate combinados, entre infantería, ametralladoras, artillería y aviadores, deberán dar al infante la impresión de un combate real, permitiéndole conocer así sus dificultades. En la guerra misma he experimentado que es posible alcanzar grandes éxitos en este sentido, cuando la tropa ha sido educada convenientemente. En la batalla de Vigneulles, septiembre de 1914, fué muy difícil impedir que retrocedieran batallones del Ejército activo alemán, que habían recibido una excelente instrucción de paz, al caer sobre ellos el fuego de la propia artillaría pesada. En 1917, mi infantería anatolia, de la 54.a división de infantería turca, que yo comandaba en Palestina, avanzó denodadamente dentro de nuestro propio fuego de artillería, y tomó todas las posiciones que quiso; pero también es cierto que yo la había acostumbrado a ello, mediante numerosos ejercicios practicados en combinación con el tiro de la artillería con munición de guerra. Durante el período de los ejercicios de tropas, debe ejecutarse la instrucción en el combate de noche y las marchas de noche, así IDEAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN DE INFANTERIA EN CHILE 139 como practicarse el aprovechamiento de las ventajas de las diferentes configuraciones del terreno. Quisiera hacer resaltar aquí nuevamente la importancia de las Unidades Modelo de Infantería. El moderno regimiento de infantería, debido a su múltiple empleo, a su armamento de todas clases y sus elementos de comunicación y reconocimiento, ha llegado a ser un cuerpo tan complejo, que es preciso haber visto y aprendido su manejo en tiempo de paz, si se quiere conducirlo con éxito en caso de guerra. La instrucción de infantería sólo será de primer orden, una vez que el personal instructor domine el servicio moderno de infantería hasta en sus menore3 detalles; pero esto será posible únicamente cuando los oficiales y suboficiales lo hayan visto y aprendido en el regimiento modelo de infantería, dotado de todas las armas y elementos de comunicación. No hay nada más cierto que el proverbio alemán que dice: que el oficial es guía y profesor en todas las actividades militares y que el rendimiento de una tropa es el reflejo fiel del saber de sus oficiales. 6) No debe olvidarse la importancia de los grandes ejercicios de tropas en los cuales trabaja la infantería encuadrada y en cooperación con todas las demás armas, elementos de combate y de transporte. Los grandes ejercicios de tropas son los que vienen a dar fé de si la instrucción ha alcanzado su objetivo. Solo en estos grandes ejercicios de tropas se presentarán, prácticamente, los numerosos casos en que la tropa puede mostrar lo que ha aprendido; sólo ellos permitirán representar, prácticamente, el combate moderno, en el variado terreno del teatro de operaciones chileno, de tal manera que sus impresiones queden grabadas, con vivos caracteres, hasta en el último soldado. Para esto es preciso que un país previsor arbitre los medios necesarios para la ejecución de las maniobras, pues son éstas quizá el más valioso elemento de instrucción para jefes y tropas. ** Lo expuesto anteriormente ha demostrado cuán difícil es instruir bien a la infantería moderna. Los conocimientos que se le exigen son demasiado vastos y variados, para que alcance un tiempo de servicios de un año, del cual, por lo general, pueden aprovecharse solamente nueve meses para la instrucción. Será necesario conformarse siempre con un éxito relativo, para lo cual hay que tomar en cuenta que Chile tiene como especial ventaja la de poseer un excelente material de soldados. Para los efectos de toda la instrucción es preciso considerar la mentalidad del pueblo chileno. Él espíritu agresivo, la viveza peculiar del roto deben ser conservados y fomentados cuidadosamente, como también hay que hacer resaltar su considerable resistencia física, y la falta de miramientos para consigo 140 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE mismo. Pero, en el combate necesitará siempre de la oficialidad y el ejemplo constante de sus oficiales y suboficiales, permaneciendo en estrecho contacto con ellos. Un factor que dificulta la instrucción es el escaso efectivo de las unidades de paz. Para evitar que en ella el soldado reciba erróneas impresiones, estimo importante que la escuela de pelotón, de compañía y de batallón se verifiquen solo con unidades con efectivos de guerra, reuniendo varias unidades y poniendo las con efectivos de guerra asi formados, para la instrucción, bajo las órdenes de un cuerpo de oficiales especialmente apto. Deseada también hacer resaltar la importancia de la instrucción de aspirantes a oficiales, suboficiales y oficiales de fila; pero lo extenso del terna no permite entrar en detalles. Tomando por base un período total de instrucción de nueve meses, corresponderían más o menos cuatro meses a la instrucción individual misma, incluso gimnasia, deportes, etc., y cinco meses a la instrucción de tropas, de los cuales deberán destinarse, exclusivamente, uno a la escuela de pelotón, otro a la de compañia y un tercero a la escuela de batallón. Los dos meses restantes se destinarían a los grandes ejercicios de tropas, ejercicios de servicio de campaña, instrucción en el servicio de marchas y seguridad, y operaciones de noche. La instrucción teórica se extendería sobre todo el año, en conformidad a un programa único; asimismo la gimnasia y los de" portes conservarían su importancia durante todo el período de instrucción. Pero aún con toda la diligencia del personal, debido a lo escaso del tiempo de instrucción, sólo se podrá formar una infantería mediocre. Para alcanzar mejor resultado, me parecería ventajoso combinar, con el vigente en el ejército chileno, un sistema que estableciera un contacto más estrecho de las unidades de tropas con la población entera, haciendo posible así, que la instrucción de infantería se difunda fuera de los cuarteles. A pesar de lo complicado del combate moderno, sigue la infantería siendo la más fácil de instruir e improvisar. Me parece que habría posibilidad de que las unidades de infantería establecieran ciertos centros de instrucción para el pueblo en general, en las diferentes guarniciones de importancia, centros que, a mi juicio, deben ser los focos en los cuales se dará a conocer a la población la importancia de la defensa nacional y la misión educadora del Ejército. Ellos fomentarían considerablemente la aptitud del pueblo para la defensa nacional, si pusiesen en material de instrucción y sus elementos a disposición de la gran masa popular, y si el Congreso apoyara la medida, reconociendo su importancia. Al efecto puede anotarse: 1—Todos los cuerpos de tropas poseen escuelas primarias en IDEAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN DE INFANTERÍA EN CHILE 141 LAS cuales se da a los reclutas una instrucción elemental. Estas podrían dedicarse fácilmente a enseñar a los niños de la región, a leer y escribir, geografía e historia, estableciendo así un estrecho contacto entre la juventud y la tropa. Oficiales especialmente aptos, tomarían a su cargo la educación física e instrucción gimnástica de la juventud más avanzada, imprimiendo a toda esta instrucción un sello militar. En tal forma se podría dar, a una gran parte de la juventud chilena, destreza corporal, ojo militar y una sencilla instrucción de infantería, mejorando así considerablemente el material para la futura instrucción militar. En algunos colegios chilenos se hace esto con espléndidos resultados. He visto fotografías de revistas presentadas por las cuatro compañías de gimnasia, del Colegio de los Padres Alemanes, que hacen honor a su instructor, el capitán Merino, y que suministrarán más tarde un espléndido material al Ejército. Una generalización de este principio serla de considerable conveniencia. 2.—Creo de importancia, establecer un mayor contacto entre la institución de los Boy Scouts y el Ejército, poniendo a aquellos bajo la dirección de oficiales. Gran parte de la instrucción individual se haría en estas instituciones. 3.—Para cultivar el espíritu militar en una masa mayor del pueblo, convendría poner los patios de los cuarteles y recintos de ejercicios a disposicion de los clubs de gimnasia y deportes, para que los oficiales alcancen cierta influencia sobre tales asociaciones que, en caso de no existir, sería conveniente crear. Los diferentes cuerpos de tropa instruirían asi cierto número de reservas para la movilización y se evitaría también que el deporte chileno llegue a ser sólo un campo de entretención de atletas y boxeadores. También se podría preparar allí los futuros suboficiales. Este sistema sería susceptible de gran ampliación. Los diferentes puntos de vista que me permitiría recomendar para ello, serían los siguientes: mantener el contacto con los reservistas del cuerpo, atracción de la juventud y asociaciones deportivas, etc., a las fiestas patrióticas, conferencias a la población civil sobre hechos militares, organizaciones deportivas, fomentar los clubs de tiro, concursos de tiro con armas militares, ametralladoras y ejercicios con granadas de mano, acompañado todo de pequeñas fiestas y concesión de premios a los vencedores. * * * Estas grandes tareas podrá cumplirlas el cuerpo de oficiales sólo si está apoyado enérgicamente desde las esferas gubernativas. Para esto es necesario que se le dé oportunidad de perfeccionar sus conocimientos en el concepto moderno, y que se libere a los oficiales de tropas y comandantes de toda otra labor innecesaria. Es preciso que se les moleste lo menos posible con problemas administrativos 142 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE y papeleo en general. Cuando yo era comandante de infantería en el frente occidental, era para mí una de las más molestas tareas, la de contestar las preguntas por escrito, confeccionar informes y poner providencia a las numerosas disposiciones que los comandos enviaban hacia adelante. Cuando llegué a ser Jefe de Estado Mayor y Comandante de tropas, mi experiencia me enseñó a alejar de la tropa, recargada de trabajo, todo aquello que pudiese molestarla y entorpecer su labor. Me refiero también a las excesivas y demasiado regulares revistas. Las revistas, anunciadas, conducen frecuentemente en las tropas a una especie de instrucción de revista, estimulando brevemente el trabajo antes de ella y disminuyéndolo nuevamente una vez pasada. Las revistas deben ejecutarse en tal forma que no perturben el programa de la instrucción, no signifiquen pérdida de tiempo y no permitan una expresa preparación para cada una. Aprenderá a conocer mejor su tropa, el que siempre pase revistas sorpresivas y sin anuncio previo, y que asista a la instrucción, tanto más si la dirige personalmente. La revista debe, más bién, ser una lección, que un desagradable examen. Es claro que la tropa debe darse cuenta de que nada, absolutamente nada, escapa al ojo del comandante. Las guerras modernas tienen, por lo general, como finalidad, el ser o no ser y, a pesar de las conferencias de desarme y opiniones pacifistas, no disminuirán. Todas las conferencias de desarme tienen sólo por objeto conservar la superioridad de las naciones convocadas, y la impotencia de las demás. El porvenir de los pueblos es incierto y, más pronto de lo que se imaginan los hombres de estado, también puede ocurrir a Chile, que se vea obligado a tomar las armas en defensa de su independencia, de su honor nacional o de su bienestar económico. Es el deber de los gobernantes, tomar todas las disposiciones de tal manera que el Ejército, y el pueblo en armas, puedan entrar con confianza en la lucha decisiva. HANS VON KIESLING, Coronel. DEL EJERCITO Porción de campaña Empeñado el Estado Mayor General en revisar y poner al día nuestro Reglamento de Alimentación en Campaña, solicitó y obtuvo del Instituto de Educación Física algunos informes, muy interesantes, que estudian desde el punto de vista técnico y científico, la composición de la porción alimenticia de las tropas. Damos en seguida uno de los informes en referencia, el del doctor señor A. Ulloa, profesor de Química e Higiene Alimenticia en el expresado Instituto. Señor Director del Instituto de Educación Física y Manual, Presente. Señor Director: En respuesta a la nota en que se pide nuestra opinión sobre un proyecto de porción de campaña, y otro de porción de reserva, del Estado Mayor General, en relación con la alimentacion de las tropas, podemos informar en la forma que va a continuación. 144 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE Para juzgar si los proyectos del Estado Mayor General, respon den o no a las exigencias de la higiene, tenemos dos caminos. Por el primero, establecemos comparaciones entre los proyectos chilenos y las raciones de trabajadores en oficios diversos, y según un trabajo violento, en clima suave, y muy violento, en clima frío, (cuadros T y T) y también con el término medio de las raciones de los ejércitos de diversos países europeos y americanos (cuadro M). Por el segundo camino, más científico y laborioso, y también más racional, indicaremos el procedimiento que hay que seguir para encontrar las cifras matemáticas de la ración, según los diversos factores que la hacen variar: peso, temperatura, trabajo mecanico realizado, etc. Según Maurel, el individuo en estado normal necesita diariamente, para permanecer en equilibrio de peso y salud, una ración alimenticia de 1,5 gramos de albuminoideos, 1 gramo de grata y 6 gramos de, hidratos de carbono, por kilogramo de peso, por lo cual, para una persona de 60 kgs. de peso (peso medio), sería de 90 gramos de albuminoideos, 60 gramos de grasa y 360 gramos de hidratos de carbono. Esta ración, multiplicada por los coeficientes calorimétricos de 4,5, para las albúminas, 9 para las grasas y 4 para ios hidratos de carbono, daría: 405+540+1.440=2.385 calorías o, en cifras redondas, 2.400 calorías. Esta ración es la llamada ración de mantención. Cuando el individuo ejecuta algún trabajo, a la ración de mantención hay que agregar la ración de trabajo. El trabajo puede ser: ligero, cuando produce de 300 a 600 calorías. regular, » » » 600 » 1.200 » violento, » » » 1.200 » 1.800 » muy violento » » » 1.800 » 2.400 » A continuación tenemos las raciones usadas por diferentes tra bajadores en clima templado y frío. CUADRO T. RACIONES DE TRABAJADORES EN OFICIOS DIVERSOS CON UN TRABAJO NO EXCESIVO Y EN UN CLIMA TEMPLADO (1) Trabajador, 146 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE CUADRO T1 RACIONES NECESITADAS PARA UN TRABAJO UN CLIMA FRIO MUY FATIGANTE Y EN ALIMENTACIÓN DEL EJERCITO 147 Los cuadros T y T1, relativos a los trabajadores, nos suministran una gran enseñanza, pues se ve que la ración aumenta enormemente en los tres órdenes de alimentos albuminoideos, grasas e hidratos de carbono, cuando el trabajo es muy violento y la temperatura es fría. Si de los civiles pasamos a los militares, la ración de los soldados, en tiempo de guerra, de diferentes ejércitos, es la siguiente. CUADRO M. RACIÓN DE SOLDADOS EN TIEMPO DE GUERRA Memorial 1924 Agosto—10 148 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE En este cuadro llama enormemente la atención la escasa cantidad de grasa usada por los diversos ejércitos europeos y yankee y cuya media no alcanza sino a 41,4. Si hacemos un cuadro idéntico con el proyecto del Estado Mayor Chileno, anotando la composición química y valor en calorías, de los alimentos usados, tendríamos: CUADRO M. CH. PROYECTO DE PORCIÓN DE CAMPANA DEL ESTADO MAYOR CHILENO Este cuadro tiene un exceso de albuminoideos y de grasa, que sobrepagan en 63,2 y en 32,3, respectivamente, a las cifras de la ración media de los diversos ejércitos del cuadro M. y, aunque se aproxima a la ración extraordinaria del, ejército aleman, siempre quedaría con un exceso de albúminas y grasas y una disminución de los hidratos de carbono. Sería muy conveniente disminuir un poco la ración de carne y ALIMENTACIÓN DEL EJERCITO 149 aumentar la cantidad de hidratos de carbono, según las circunstancias: sea bajo la forma de azúcar, bebida caliente azucarada; de pastas alimenticias, fideos, tallarines de chuchuca o de frutas fres cas, secas o cocidas. Conviene también recordar que la omisión absoluta de alimentos crudos puede ocasionar enfermedades por carenela o por falta de los principios azoados o fermentos vivos llamados vitaminas. En cuanto al proyecto llamado de reserva, no lo tomo en cuenta, pues no sé si debe agregarse a la porción de campaña o si él constituye la única ración en situaciones difíciles. Si con las cifras medias de los cuadros T, T 1y M hacemos una avaluación del valor total en calorías, ración de mantención, ración de trabajo, trabajo útil expresado en calorías y en kilográmetros y agregamos el proyecto del Estado Mayor Chileno, quedaría así: Hemos dicho más atras que la ración alimenticia es variable y que su variación depende de diversos factores, como son: la intensidad del trabajo, el peso del individuo y la temperatura ambiente. Respecto al peso hemos dado la ración de mantención, por kilógramo de peso, de 1,5 grs. para las albúminas, 1 gr. para la grasa y 6 grs. para los hidratos de carbono. Convendría establecer compañías o batallones de talla y peso uniformes y cuya ración se aumentaría en proporción. En cuanto a la temperatura ambiente, se acepta con Lefevre una ración casi doble en el invierno a causa del frío, de la humedad del aire y del suelo, de los vientos, etc., que hacen aumentar la pérdida en calórico. 150 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE Nos queda una última cuestión, la relativa al trabajo mecánico producido, que puede medirse con una exactitud matemática. Valgámonos para ello de un ejemplo. Supongamos que el ejercicio del día consiste en subir una colina de 300 metros de altura con una longitud de ascensión de 1.000 metros y que en seguida descienden 200 metros con una longitud de descenso de 500 metros para, por último, hacer una etapa de 10 kilómetros por una carretera maso menos horizontal hasta acampar en el punto D, según el croquis De A a B, camino de 1.000 metros de longitud y subiendo a 300 metros de altura. De B a C, camino de 500 metros de longitud y bajando 200 metros. De C a D, camino de 10 kilómetros por carretera horizontal. La unidad de trabajo es el kilográmetro, es decir, la fuerza ne cesaría para elevar 1 kgr. de peso a la altura de 1 metro. El soldado que eleva su propio peso, 60 kgs., más mochila, 30 kgs., en total 90 kgs., a la altura de 1 metro, gasta un esfuerzo equivalente a 90 kilográmetros y, si la altura es de 300 metros, el trabajo mecánico será de 27.000 kilográmetros, según la fórmula: T=PXH. en que T es el trabajo, P el peso y H la altura. Cuando el soldado desciende 200 metros, el esfuerzo es menor que al subir, el trabajo se llama resistente y es igual a: T=PXH 2 o sea, a la mitad de lo que se gastaría al subir (trabajo llamado 90 x1200 motor). Valorizando t e n d r e m o s : = 9 . 0 0 0 kilográmetros. A estos resultados hay que agregar el trabajo mecánico gastado en recorrer los 1.000 metros del camino de subida y los 500 del camino de bajada, y que se consideran como si fueran recorridos según la horizontal. En la marcha según la horizontal, hay que echar mano de la ALIMENTACIÓN DEL EJERCITO 151 fórmula Lefevre, que descompone el trabajo en tres elementos, al dar cada paso: a) Trabajo según la vertical. b) » » » horizontal. c) » de oscilación de los miembros inferiores. En el trabajo según la vertical, el cuerpo, a cada paso, sube y baja una distancia media de 0.05 metros, en carretera regularmente áspera. Entonces, al subir sería: El trabajo según la horizontal comprende una faz de aceleración de la velocidad y otra de refrenamiento. Llamando y la variación media de la velocidad y g la aceleración para !a pesantez, que es aproximadamente 9,81, el trabajo para la primera faz de aceleración, seria: y para la segunda, faz de refrenamiento, llegaría a la mitad o sea o sea, un total para el trabajo de un paso: Supuesta una velocidad de 0.3 metros a cada paso, el trabajo P 90 horizontal sería: —, es decir 90 —9.17; resultado que multiplicag 9,81 do por v2 o sea, por 0.09, da 0.8253 y multiplicado, por último, por 3 =0,6189 kilográmetros. 152 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE En cuanto al trabajo de oscilación de los miembros, Se acepta la media dada por Marey, de 0.3 kilográmetros a cada peso. Resumiendo, el trabajo mecánico total a cada paso sería: Trabajo según la vertical =6.75 kilográmetros. » » »horizontal=0.6189 » » de oscilación —0.3. Trabajo mecánico total=7,6689 kilográmetros. Este trabajo se hace al ejecutar un paso, o sea, al recorrer tina distancia de m. 0.70 a la marcha regular; al ejecutar 1428 pasos, o sea, 1.000 metros, el trabajo será de: 7.6689X1 428=10.951 kilográmetros, y al recorrer 10 kilómetros sera de 109.510 kilográmetros. En resumen, el trabajo mecánico total del ejercicio sería: Al ascender 300 metros = 27.000 kilográmetros Al recorrer 1000 metros de subida.. = 10.951 » Al descender 200 metros = 9 000 » Al recorrer 500 metros de bajada. . = 5.475 » Al recorrer 10 kilómetros según la horizontal =109.510 » Total del trabajo de la excursión. . . =161.936 » Este es el trabajo mecánico desarrollado por cada soldado en la excursión en referencia y, como 425 kilográmetros es el valor de la caloría, los 161.936 kilográmetros serán producidos por tantas calorías como 425 esté contenido en esa cifra, o sea, por 381 calorías. Ahora bien, es un hecho sabido que no todas las calorías de la ración son transformadas en trabajo. Los distintos autores como Leclerc, Gautier, Müntz, Atwater, dan, aproximadamente, una media de 20% es decir, de solo una quinta parte de la ración como transformada en trabajo, por consiguiente, el trabajo útil expresado por 381 calorías, será producido por una ración de trabajo 381X5= 1.905 calorías, que hay que agregara las 2.400 calorías de la ración de mantención. Por otra parte, los trabajos de Atwater han demostrado que el trabajo mecánico no aumenta las pérdidas en albuminoideos sino en una cantidad poco apreciable, un vigésimo de la ración, y que la grasa también es un mal alimento productor de trabajo mecánico, puesto que unos y otras deben ser convertidos previamente en glucosa, para darle energía al músculo. Por eso, la ración de trabajo debe ser descompuesta así: — para albuminoideos y grasa y los 9 10 10 restantes para los hidratos de carbono. ALIMENTACIÓN DEL EJÉRCITO 153 Las 1.900 calorías, en números redondos, serían descompuestas así: Albuminoideos Grasa Hidratos de carbono grs. 20X4.5= 90 calorías » 10X9 = 90 » » 430X4 =1720 » Total =1900 » Esos 430 gramos de hidratos de carbono deberían ser tomados en gran parte al azúcar y en otra parte, grande también, al arroz, cuya cantidad puede cuadruplicarse en el proyecto del Estado Mayor, sin ocasionar molestias digestivas. Para terminar, espero que los distinguidos colegas del Ejército, en antecedentes de la intensidad de los ejercicios a que serán sometidos los soldados, podrán fijar matemáticamente la ración necesaria para reparar sus energías gastadas, pues, si la balanza acusara diferencias en el peso de los soldados, tomado antes y después de salir a las maniobras, querría decir que existiría una ruptura del equilibrio que debe haber entre los fenómenos de asimilación y de desasimilación, cosa que no puede ni debe jamás ocurrir. Saluda atentamente al señor Director. (Fdo.)—DR. A. ULLOA D., Profesor de Química e Higiene Alimenticia y Farmacéutico Químico. En qué forma corresponde el nuevo Reglamento para el mando y para la Conducción del combate de las Armas Combinadas a las exigencías de una táctica nacional (Conferencia dictad» en el Estado Mayor General el 28 de mayo de 1924) Vengo aquí atraído por el deseo de contribuir con mi modesta opinión al tema que por fin se encara decididamente. La discusión de esta materia hay que llevarla con altura de miras, criterio tranquilo, sin apasionamientos tendenciosos en pro de la propia opinión, por tratarse del problema profesional vital, el que dará el temple a la espada encargada de defender el honor nacional. Todos sabemos que la táctica se basa en las experiencias de guerra y en el estado actual de progreso de los armamentos, buscando siempre los procedimientos más apropiados para poder vencer en la forma más decisiva y rápida, con la mayor economía de fuerzas (vidas y elementos). Es un arte, la táctica, que deduce sus reglas de la práctica misma, de hechos tangibles y no de teorías abstractas o de suposiciones. De laboratorios, le sirven: en primer lugar, la guerra misma; después, la historia militar, las narraciones de los testigos, los ejer- EN QUE FORMA CORRESPONDE EL NUEVO REGLAMENTO, ETC. 155 cicíos de tiro y los con tropas; por último, como complemento solamente, vienen los trabajos teóricos en el terreno y en las cartas. En toda acción táctica influyen, como elementos decisivos, enumerados en orden de su importancia: a) La preparación de loe -jefes; b) El efecto de los armamentos; c) El valor moral y profesional de la tropa; d) La organizacion conveniente. Hay, además, otros factores que no influyen en una forma constante en la táctica, pero que dan a cada acción una distinta fisonomía, porque facilitan o dificultan el mando y el empleo de las armas. Previamente no pueden valorizarse, porque de antemano no se puede saber donde, ni bajo qué condiciones nos va a tocar pelear. Estos son: e) El terreno (regiones geográficas); f) El estado atmosférico, la obscuridad, etc.; g) La estación del año; h) El estado de la industria nacional de armas y de materias primas y muchas otras circunstancias imposibles de prever. Las leyes de la táctica no son inmutables: están en permanente evolución. Así, Napoleón ha dejado escrito en sus pensamientos y principos de guerra la siguiente máxima: «Debemos cambiar de táctica cada 10 años, si no queremos retroceder». También Federico 11 había escrito anteriormente: «Que cada transformación del armamento de la infantería, traía, como consecuencia, un cambio en la táctica».. Hoy se debe cambiar de táctica (método de combate), cada vez que aparezca un nuevo elemento de guerra.. Veamos ahora si en la guerra europea se han introducido modificaciones de naturaleza tal, en estos elementos básicos, que demanden una evolución en nuestra manera de combatir. Nadie puede negar que los armamentos han sufrido una transformación completa. Han aparecido armas nuevas o resucitado, modernizadas, otras. La adopción de la ametralladora liviana, como arma principal de fuego de las compañías de infantería, y el aumento de las unidades de ametralladoras pesadas, fue la causa principal que motivó el paso de la formación lineal, que perduraba desde los tiempos de Federico II, a la de agrupamientos irregulares en ancho y en profundidad. En esta forma se encontró la fórmula de invulnerabilidad, la manera de no presentar a la, artillería y ametralladoras sus blaneos ideales, los objetivos lineales, Se. suprimieron las líneas de tira-. 156 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE dores largas, densas y uniformes, pletóricas de fusileros que, a la vez de tener gran poder de fuego, eran tan rígidas y vulnerables, Este cambio en la táctica de infantería, turo que influir en el de la artillería. La evolución no se hizo, pues, teóricamente, sino prácticamente, en los mismos campos de batalla. Fueron el fuego enemigo y el instinto de conservación quienes la impusieron.. Nació en la tropa; vino de la línea de fuego a los reglamentos. En esta forma se lograba cumplir más ampliamente con el principio de aumentar el efecto del fuego propio atenuando el efecto del fuego enemigo; obtener un mayor trabajo útil con el menor desgaste humano, reservando el elemento hombre, con su inteligencia, valor, movilidad y empuje, para los momentos decisivos, para lo cual no sirve la máquina, que no tiene alma (Luddendorf). Se ha dicho que es el terreno el elemento decisivo en las transformaciones de la táctica. No hay duda que éste es uno de los elementos que modifica o influye en las resoluciones de los comandantes, que facilita o dificulta el empleo de los armamentos y de la tropa. Pero queda siempre el mismo. El carácter geográfico de un teatro de operaciones influye también y, a veces, en forma radical, en la organizacion y empleo de las tropas, dando a la manera de combatir (táctica) un carácter particular, como la cordillera. En cambio, las acciones decisivas de una guerra no tendrán sino rara vez su solución en regiones donde los combatientes no puedan hacer uso de todos los medios de lucha. Si el terreno fuera elemento transformador de la táctica, ni los alemanes, ni los ingleses y franceses, hubieran podido emplear sus tácticas fuera de sus propios territorios, y todos sabemos que estos ejércitos han sabido llevar victoriosas sus banderas sin necesidad de formarse una nueva táctica. Han debido, sí, dar cada vez una organización nueva a sus unidades, de conformidad a los teatros de operaciones dejando a un lado todo lo que allá no era aplicable y apoderándose de elementos nuevos indispensables. Con estos vemos que su influencia es ciertamente grande y no puede dejárselo de considerar (regl.) Federico II en uno de sus principios generales de guerra, dictado a sus generales, dice: «Hay tantas batallas como terrenos», con lo cual nos dice que cada combate recibirá una influencia distinta y que querer reglamentarla es cosa difícil. Con el fin de explicar prácticamente este concepto, mostré el año pasado, en la Escuela Militar, un ejemplo que estimé clásico: «El ataque de un batallón de infantería, reforzado, contra un enemigo que ocupaba la loma Blanca de Maipú, la misma que el Gráfico comparativo entre las ventajas y desventajas de una Comp.inf.orgazada en la forma antigua i moderna ES QUÉ FORMA CORRESPONDE EL NUEVO REGLAMENTO, ETC. 157 5. IV.818 defendía el Ejército español. La dirección del ataque fue también la misma del Ejército patriota». Si el terreno fuera el elemento decisivo, la acción debió haber tenido el mismo carácter, no obstante disponer los combatientes de armamentos pertenecientes a épocas separadas por un siglo. En el invierno pasado me tocó hacer aquí, en el E. M. G., una breve exposición de la evolución que ha sufrido, en su organización, la división de Ejército, llamada por nosotros, brigada combinada. . En esa ocasión llamaba la atención al perfeccionamiento obtenido por ella como máquina de guerra y a cuales eran los fundamentos de la transformación. Permítaseme hacer uso de una figura para hacer resaltar las ventajas dé la transformación del armamento. Si mañana se nos diera a elegir entre una máquina que con 5 pesos de consumo produjera 5 de utilidad y otra con 3 produjera 13, a ojos cerrados, nos decidiríamos por la segunda, con mayor razón, todavía, si la duración de ambas fuera la misma, digamos 50.000 horas, y si la primera costara $ 466 250 y la segunda, la más económica, solo $ 285.350. Esta viene a ser, precisamente, la proporción de las ventajas que reporta en la infantería la sola transformación de sus armamentos. Gráfico comparativo entre las ventajas y desventajas de una compañía de infantería organizada en la forma antigua y moderna. Se ha objetado también contra la modernización del armamento, en especial contra la adopción de la ametralladora liviana, el consumo de munición. Una ametralladora liviana reemplaza el poder del fuego de muchas decenas de fusileros y no consume más munición que la que consumirían aquellos que substituye. Esto se debe a su método corriente de fuego: cortas ráfagas, de seis a ocho tiros. Esta misma objeción, del consumo de munición, se hizo ya en otros tiempos al fusil de repetición y al cañon de tiro rápido. El consumo de munición y su reemplazo es uno de los problemas característicos de los armamentos actuales. No lo podremos solucionar sino mediante una muy buena educación de la tropa, y así lo contempla el Reglamento en el N.° 288. No hay duda que nuestra táctica de fuego tiene que basarse en una gran economía de munición. Cada disparo debe ser motivado por una exigencia táctica y debe ser un impacto. Un oficial alemán, que tuvo a su cargo el servicio de municiones en la guerra, me decía que los trabajos preparatorios de movilización se debían comenzar fijando la cantidad de munición dispo 158 MEMORIAL DEL E J E R C I T O CHILE nible, antes de entrar a resolver la cantidad de bocas de fuego necesarias. Se ve bien claramente la influencia que, nuevamente, ejerce el factor armamento en la organización y empleo de la fuerza nacional. Este problema, que afectó también a los ejércitos europeos, tiene una influencia preponderante en la artillería, arma cuya única actividad es el tiro. Cañones sin munición sabemos que solo sirven de estorbo. El cambio de táctica en la infantería, que ya no ofrece los objetivos favorables, tan comunes al principio de la guerra, debido al mejor aprovechamiento del terreno y a la adopción de formaciones más adecuadas, tanto en el ataque como en la defensa, lo mismo que la generalización del tiro de la artillería desde y contra posiciones cubiertas, bien mimetizadas y dispuestas con irregularidad, hau dificultado el tiro y el efecto de la artillería, obligándola a introducir procedimientos que hacen necesario un mayor consumo de munición. Esta misma causa ha influido, también, para que se aumente la artillería y se disminuya el número de infantes. ¿Lo permitirá entre nosotros la falta de munición? El hombre ha aprendido a sustraerse inteligentemente del fuego; ya no quiere ser carne de cañón. Este, el cañón, ya no encontrará los blancos fáciles y pacientes que antes veíamos en los ejercicios de tiro. La artillería debe gastar toneladas de munición para obtener un resultado apreciable. Este convencimiento es el que ha entregado a las ametralladoras pesadas, que tienen una munición más económica y fácil de reemplazar, el encargo de batir los blancos vivos, chicos y móviles, mientras la artillería obra con explosivos contra los blancos materiales y los vivos abrigados. Para estorbar y neutralizar las actividades de combate que no se pueden alcanzar con el plomo, y que molestan con su fuego, se ha recurrido al gas y al humo. Estos tienen una acción neutralizadora de mayor duración y radio de accción que el explosivo. No podremos prescindir de ellos porque son más económicos y de acción más rápida. El cubre-cabeza metálico, el mayor empleo de la herramienta, el mejor aprovechamiento del terreno, la mayor movilidad y exparcimiento de los objetivos, el menor efecto moral del shrapnel en comparación con la granada explosiva, han desprestigiado el shrapnel, pero rio lo han excluido. Su lugar lo va ocupando la ametralladora pesada, que dispara también, lo mismo que la artillería, desde posiciones cubiertas, hasta distancias de más de 6.000 m., con el modelo de 13 mm. Los nuevos elementos de fuego y el mejoramiento de las herrainjentas para trabajar en tierra, han aumentado en forma tal el po- EN QUÉ FORMA CORRESPONDE EL NUEVO REGLAMENTO, ETC.. 159 der de resistencia de la infantería que esta puede organizar su frente en forma invulnerable en corto tiempo, siempre que pueda hacer valer el efecto de sus fuegos. El ataque ya no encontrará la línea rígida, definida, contra la cual pueda abocar metódicamente sus cañones y ametralladoras. La posición defensiva lineal, semejante a canales de regadío, tan fáciles de ubicar, de demoler y romper, se ha transformado ahora en un laberinto de resistencias invisibles, por su adaptación al terreno, mimetismo y pequeñez; pero que se defienden y apoyan unas en otras, como las piezas de un ajedrez. Para dominar una, hay que dominarlas todas y exponerse a muchas sorpresas. Cada núcleo defensivo tiene la consigna de mantener su puesto hasta la muerte o hasta ser libertado por el contra asalto de las reservas. El combate de la infantería, tanto en el ataque como en la defensa, no puede confiarse ahora a un solo escalón. La combinación del fuego y movimiento, en el ataque, exige confiarlas a dos órganos distintos. E1 escalón de movimiento, el que avanza, necesita del escudo de fuego del escalón encargado de protegerlo, para poder dedicar toda su atención únicamente a aprovechar el terreno. Esta es la forma como contempla el ataque el N.° 238 del Regl. Para lograr ahora el encadenamiento de los esfuerzos, con la mayor economía de fuerzas, se necesita de un muy buen servicio de transmisiones; para establecer el enlace y cooperación de las armas, sin el cual es ilusorio que el comando superior ejerza el mando, conduzca el combate, pueda emplear acertadamente sus reservas, concentrar y hacer sentir el efecto en masa de su artillería en los puntos donde quiere hacer gravitar su voluntad. Dada la fuerza de resistencia que tiene la infantería en la defensa preparada y considerando que nuestra artillería no tendrá la munición suficiente para demoler o abrir brechas con el cañón, en la posición enemiga, como se nos decía en una reciente conferencia, citando al respecto los cálculos del comandante Culmann, necesitaremos renunciar a su cooperación. La infantería deberá recurrir al procedimiento contemplado por el Regl, y aproximarse, a cubierto de la obscuridad, hasta la distancia de asalto, a no ser que disponga del económico medio de las nieblas artificiales, o humo, con el cual ocultar su avance o poner una pantalla de esta naturaleza delante de la vista enemiga. El empleo de las tropas en la obscuridad exige una instrucción técnica y práctica a fondo, como !a que practican los japoneses, que trabajan la mitad del tiempo de día y la otra mitad de noche. El Regl, para el Mando y Combate dedica, ahora, una buena parte a establecer la actividad y empleo que en la exploración y en el combate desempeña la aviación. Entre nosotros hay todavía mu- 160 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE chos que dudan de la realidad del peligro aéreo. Dentro de poco contaremos en el país con una compañía de transportes aéreos civil, que dispondrá de 100 aviones, cada uno con capacidad para mas de 30 personas. Ella nos podrá permitir el transporte de un regimiento de infantería, en unas cuantas horas y en un solo escalón, de Santiago al extremo norte o sur del país. La intervención de la aviación de combate, con ametralladoras, bombas y hasta con cañones y desembarque de tropa, debemos considerarla un hecho tangible. El peligro aéreo exige organizar la defensa antiaérea. Bate es un punto que también está considerado en el Regl, y en el cual debemos pensar. Muchos de mis camaradas y superiores califican de exagerado mi entusiasmo por difundir las nuevas teorías de la guerra y sus en señanzas. Mi deber me exige luchar, aún cuando estuviera solo. El soldado debe mantener sus convicciones, aunque sea más agradable y simpático llevar siempre el amén. En una conferencia que oí en Alemania sobre los deberes y la situación de oficial de Estado Mayor, se dijo: muchas veces su deber le exigirá mantener y sostener BUS opiniones, fruto del convencimiento, aún contra la de sus superiores, aunque esto le acarree sinsabores». La honradez profesional exige luchar por nuestros ideales. Es así como tonificaremos el carácter y el amor a la responsabilidad, tan predicado por nuestros reglamentos. El Ejército tiene superiores que saben hacer justicia y oír las razones que van inspiradas solo en el bien de la institución. A veces se olvida que el Ejército existe a condición de estar en todo momento listo, preparado para la guerra Esto quiere decir que, desde el punto de vista de su eficiencia táctica, lo estará solamente: a) Cuando sus jefes superiores estén intelectual y físicamente preparados para el mando, aún bajo las condiciones más difíciles de una campaña. Será tarde si esta preparación se deja para última hora, para cuando comience la guerra. Si no tenemos un comando eficiente, de nada nos servirán los mejores reglamentos, los mejores armamentos y elementos de guerra, la tropa mejor preparada, y la organización más perfecta. En Alemania se quejan, ahora, de que la preparación de los oficiales para el mando superior solo se hacía, metódicamente, hasta el grado de capitán. ¿Qué diremos nosotros? b) Cuando se disponga de los armamentos modernos, si no superiores, por lo menos iguales a los de los adversarios más probables, Es imponderable el efecto moral que ejerce en EN QUÉ FORMA CORRESPONDE EL NUEVO REGLAMENTO, ETC. 161 el combatiente el disponer de un armamento superior al del adversario. c) Cuando el elemento hombre (cuadros y reservas), corresponda por su calidad y cantidad a sus tareas. d) Guando su organización (agrupación en armas, grandes unidades, dotación con elementos: equipo, vestuario, ganado, material y servicios administrativos) esté en relación con los puntos anteriores y con las características del teatro de guerra en que se le va a emplear. Pregunto yo ahora ¿está nuestro Ejército en condiciones de satisfacer estas exigencias? ¿Es malo un Reglamento que empieza por establecer estos puntos, como base del programa de la instrucción táctica? Merece se le condene al destierro antes de haberlo ex perimentado, como se ha pedido aqui? La evolución tiene en la propia casa dos enemigos implacables, que son: los idealistas, enemigos de todo lo que no es perfecto— ¡como si existiera obra humana que lo fuera!—y la rutina. En todas partes existen temperamentos que al ver venir uña evolución, no ven las ventajas que ella reportará, sino que miden, primeramente, las desventajas que encierra, los males imaginarios y los inconvenientes inherentes a todo cambio de sistema. Hay otros que temen por su prestigio, por sus conocimientos trabajosamente adquiridos y creen que la disciplina va a sufrir. Naturalmente, esta tendrá que sufrir si los de arriba no son los primeros en ponerse al frente, tal como lo hicieron los generales japoneses el año 73, en la reforma que inició el general Meckel. Por suerte, el progreso no tiene vallas y a la larga la luz disipa las tinieblas. Resistiendo el progreso, hacemos solo, el juego de nuestros adversarios. Esto no quiere decir que adoptemos a fardo cerrado todo lo nuevo: el trabajo y la experimentación práctica serán lo que nos permitirá dilucidar con conocimiento de causas qué es lo que nos queda a nuestra medida. Opiniones antojadizas, que no tengan base experimental y de estudio comparativo, no merecen ser consideradas. Estos problemas de la táctica no se dejan solucionar en el escritorio, sino, únicamen te, en el terreno. Lo que en el escritorio parece muy facil, puede ser un imposible en el terreno, y vice-versa. Durante la guerra, todos los beligerantes se encontraron al frente de una situación parecida. Tampoco faltaban los pesimistas y calculadores que hacían ver el peligro que entrañaba un cambio de sistema frente al enemigo. Pero la reforma la pedían las tropas. Presionados por los hechos reales, los combatientes de la primera línea iban despojándose de la teoría, para adoptar cada uno lo que le parecía mejor, siguiendo el principio de que, para vencer, no hay 162 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE esquema. Las experiencias que venían del frente exigían reformas. Con el enemigo por delante, era esto de muy difícil realización; pero, a la vez, no podía dejarse de hacer sin demora. El cómo hacerlo, era el problema. Como en todo problema militar, sobran las buenas ideas y los críticos. Nunca se ha perdido una batalla por falta de buenas ideas y consejos. El punto de falla ha sido siempre la ejecución. La espera y la indecisión es condenada por nuestros reglamentos, y considerada una falta mayor que un error en la elección de los medios. La solución, allá, fue sencilla, tal vez lo parecerá demasiado, y ojalá nos sirviera de ejemplo. Se buscó los oficiales más experimentados, a cuya disposición se pusieron las tropas y elementos necesarios. Estas unidades, llamadas «Divisiones de instrucción por los alemanes, constituyeron unidades combinadas modelo, escuelas prácticas de experimentación y aplicación, qué funcionaron en plena guerra, detras del frente, a razón de una por cada agrupamiento de Ejército. En ellas se recojían todas las experiencias del frente. Después de ensayadas y verificadas, pasaban a los reglamentos. En estos campos de instrucción se sucedían, ininterrumpidamente, los cursos de Información e Instrucción para oficiales de todos los grados. Por ellos desfilaron los generales, los oficiales del Estado Mayor, todos los comandantes de tropas, hasta los de compañía, inclusive. Solo cuando una reforma era conocida por todos, se ordenaba su aplicación en masa. Así se tendió el puente que permitió salvar de golpe el caos, la debilidad que trae consigo toda reforma, hasta que sea comprendida y aplicada uniformemente. Así se salva el inconveniente de las innovaciones paulatinas; así se mantiene también la unidad de doctrina, base fundamental de nuestra fuerza armada; así se venció, también, en parte, el temor que infunde a muchos el pasar de lo viejo a lo mozo. Este procedimiento fu seguido también en todos los ejércitos que tomaron parte en la guerra y todavía se le sigue aplicando, incluso en los EE. UU. Sin estas Escuelas de Aplicación Práctica, dotadas de las tropas y material necesario, no es posible dar a la preparación intelectual, técnica y práctica de la oficialidad, la unidad que necesita. No debemos volver acometer el error de la reforma del año 95, que empezó por los de abajo: sigamos el ejemplo de los japoneses. Mi General Altamirano fué el primero en apoyar los Cursos de Informaciones. Los decretos ministeriales del señor Comandante Ewing, han creado las escuelas de aplicación de infantería y caballería. Por desgracia, su funcionamiento solo ha quedado en el papel. Por experiencia, todos sabemos que la vida de cuartel es rutinaria. EN QUÉ FORMA CORRESPONDE EL NUEVO REGLAMENTO, ETC, 163 El oficial vegeta, intelectualmente. Falta el tiempo, el personal y los medios para desarrollar más ampliamente el criterio profesional del oficial, lo cual tiene que desilusionar a mucha gente. El oficial llega a la Academia de Guerra sin más bagajes profesionales que los que se le dieron en la Escuela Militar. La Academia de Guerra da solo la parte teórica. Nuestra profesión exige academias prácticas, que nos permitan adquirir experiencias para la instrucción y empleo de la tropa. Solo así lograremos robustecer la fe en nuestras armas, y aprenderemos a saber reemplazar, por un refinamiento de nuestra preparación técnica y profesional, la falta de más elementos, la falta de munición, etc. Veremos también, que es posible vencer a un enemigo, superior en armas y número, mediante el inteligente aprovechamiento del terreno, de la obscuridad, de la niebla, del mimetismo y de la sorpresa. Robusteciendo así la moral, que se basa en la coafianza de tener un buen comando y en el dominio de las propias fuerzas intelectuales y físicas, mantendremos la fe en el triunfo final, aún cuando el adversario disponga de elementos más poderosos. Lo mismo que al héroe aborigen (Lautaro), tampoco nos faltarán mañas para burlarlos o para quitárselos. CARLOS VERGARA, Mayor. Memorial 1924 Agosto-11 La guerra química en el futuro (Párrafos de la obra «El Enigma del Rhln. Estrategia química en tiempo de paz y de guerra» por el mayor Víctor Lefebure, Individuo de la Sociedad Química de Londres). Nuevos productos químicos de guerra.—¿Pueden ser amenazadas nuevas funciones fisiológicas?—Química y fisiología.—Los problemas insolubles del gas mostaza.—La química puede crear nuevos obstáculos.—Posibilidad de encontrar una substancia «persistente y mortal>.—Determinación de las zonas de acción eficaz.—Una nueva «tierra de nadie>.—La zona de alerta.—Los gases y la aviación.—La cuestión de la protección.— Protección individual.—Protección colectiva.—Conclusión. Es interesante c o n t e m p l a r la eventualidad del empleo de productos químicos de g u e r r a e n t e r a m e n t e n u e v o s . Las principales substancias q u e h u b i m o s de afrontar (en F r a n cia) d u r a n t e la guerra, como el cloro y el fosgeno, a t a c a b a n , sobre todo, el sistema respiratorio. O b t e n i d a la protección específica contra ellas, el enemigo trató por todos los medios de anular, a u n q u e en p a r t e fuese, las máscaras, e m p l e a n d o dichos gases en concentración tan alta q u e por sus resultados semejaban verdaderas substancias n u e v a s . Después, la introducción del gas mostaza (1) confirmó lo q u e ya había hecho presentir el empleo de los lacrimógenos, a saber: q u e sería a t a c a n d o funciones fisiológicas hasta entonces no alcanzadas, como se obtendría los resultados m á s fecundos. Después de loa p u l m o n e s , la vista; en seguida, la epidermis. Pero, ¿se p u e d e ir más (1) Sulfuro de etilo diclorado, empleado primero por los alemanes y después por los franceses. Estos últimos le dieron el nombre de «Yperita> (de Ypres, punto donde lo usaron por primera vez).—N. de la R. LA GUERRA QUÍMICA EN EL FUTURO 165 allá? Aparte del aparato respiratorio y de la vista ¿qué otras partes del cuerpo humano parecen vulnerables desde el punto de vista químico? Quién sabe si no podrá encontrarse un vesicante más enérgico, un gas mostaza perfeccionado... u otro gas, por ejemplo, que no ataque sino una porción determinada del organismo. Ya los alemanes orientaban sus investigaciones en este sentido. No tiene nada de absurdo imaginar, a priori, que se pueda hacer perder los sentidos del gusto y del olfato, mediante el uso de un producto químico. Durante la guerra, ambos adversarios hicieron esfuerzos, solo parcialmente coronados por el éxito, para llegar a disimular el olor de los gases peligrosos, introduciendo en los proyectiles un compuesto inofensivo apropiado, digamos, de camouflage. Se examinaron series enteras de productos químicos, desde este punto de vista, en el laboratorio Americano de Puteaux, cerca de París. Aun, se puede concebir la obtención de un tipo único y general de estos productos. El coronel R. F. Bacon, del Ejército americano, dice al respecto: «El camouflage de los gases reviste un interés particular. Se ha comprobado que los gases malolientes (butileno, mercaptan, éter metílico del ácido dithiocarbónico...) son útiles para disimular la presencia de otros gases o para obligar al enemigo a colocarse sus máscaras, aunque no se trate de ningún gas peligroso. Como se ha hecho con los lacrimógenos, estos «gases hediondos» pueden ser frecuentemente acompañados por otros, a fin de que el enemigo ignore siempre cuándo se encuentra en presencia de un gas tóxico. Esos gases permiten también economizar el gas mostaza y, en general, todos los gases peligrosos. Su valor ha sido demostrado en el frente y en el curso de ensayos hechos en el campo de Hanlon». El uso de estos compuestos tiene un valor evidente: disimulando la presencia del gas peligroso, se obliga a los individuos a llevar siempre puesta la máscara o, por el contrario, se les inspira un descuido que puede ser fatal. Una función fisiológica no amenazada por los gases hasta ahora, puede serlo mañana y, a priori, nada parece imposible en este orden de ideas. Naturalmente, el adversario que esté en condiciones de producir un efecto tal, y por sorpresa, gozará momentáneamente de una considerable ventaja que puede, aún, asegurarle la decisión en ciertos casos. Se cree, por ejemplo, que el equilibrio de los seres humanos depende del satisfactorio fundamento de unos pequeños organismos, los canales semicirculares, situados detrás de nuestro oído interno. Sí, directamente, ningún producto químico puede alcanzar estos órganos, no parece tan imposible ejercer acción sobre ellos por absorción de una substancia química apropiada. ¿Puede un fisiólormar que hay aquí una imposibilidad? 166 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE Se ha dicho que el control del equilibrio es el resultado del movimiento de ciertos pelos que se bañan en el líquido que contienen esos órganos. ¿No se podría conseguir solidificar ese líquido o modificar su composición? Se sabe que la mayoría de las secreciones del cuerpo humano tienen carácter coloidal, lo que permite su coagulación por la simple presencia de ciertos agentes, y en pequeña cantidad. El resultado de esa coagulación seria la pérdida del equilibrio del individuo, y un Ejército así atacado tendría tan poca ap titud de movimiento como si fuera compuesto de inválidos. Hay que representarse por un momento una batalla, como el gran ataque alemán de marzo de 1918, en que millones de hombres se mueven según un plan de conjunto establecido con cuidado y rigurosamente controlado por el alto comando. Después de franquear una distancia de dos o tres millas, ellos escapan de ese control y dependen en gran parte de los factores locales que influyen en el desarrollo del ataque. Sí, entonces, penetran en una zona contaminada por los gases, en menos de un cuarto de hora una proporción considerable de los efectivos vendría a quedar incapacitada para seguir una dirección determinada o para ejecutar las órdenes, aunque se dieran en el terreno mismo. Sus movimientos parecerían ejecutados por ebrios. Mientras tanto, es descubierta y reducida a silencio la artillería que apoya el ataque, el cual viene a degenerar en una verdadera comedia, es decir, en un verdadero desastre militar. Tal vez no veremos nunca el descubrimiento de un compuesto químico que produzca tale3 efectos; pero, a priori, la hipótesis enunciada no tiene nada de absurdo ni de imposible. Todos conocen los efectos particulares que producen los anestésicos; pensemos un momento en las infinitas posibilidades que ellos pueden reservarnos. A cierto grado de concentración, los gases anestésicos producen un estado de inconciencia temporal; otros, una inmovilidad, aunque sin pérdida de la conciencia. El cloroformo y el éter son ejemplos, bien conocidos, de la primera categoría; la stovaina, el nuevo producto sintético, nos parece un buen ejemplo de la segunda. En una débil concentración, la stovaina produce efectos singulares: algunas gotas inyectadas en la médula espinal bastan para dejar al paciente incapaz de todo movimiento por cierto número de horas. No se puede, evidentemente, esperar encontrar en el campo de batalla las condiciones particulares que ofrece una mesa de operaciones; pero nadie puede decir que estas substancias químicas no encontrarán mañana un camino más facil para afectar el organismo humano. De aquí la gran importancia de las máscaras: cerrando, sencillamente, las vías respiratorias, ellas detienen el paso a la mayoría de las substancias peligrosas. No iremos más allá en esta vía de especulaciones e hipótesis. LA GUERRA QUÍMICA EN EL FUTURO 167 Las relaciones entre la constitución química y la acción fisiológica son todavía poco conocidas; pocas, también, las generalizaciones satisfactorias que puedan plantearse. Antes de la guerra se hicieron, en diversos países, importantes trabajos científicos sobre las relaciones que hay entre la naturaleza química de los compuestos y su olor y sabor; pero la materia está todavía en la obscuridad. Es facil darse cuenta de que el ataque inesperado a una función esencial del organismo puede ser un factor importante de molestias y desorganización. La aparición del gas mostaza, por ejemplo, ha dejado cierto número de problemas sin solución. Al emplear esta substancia, por otra parte, los alemanes se salieron de sus hábitos de prudencia y violaron un principio fundamental de la guerra química: ellos mismos no se habían protegido contra la nueva arma que empleaban. Como explicación a este respecto, han dado la de que estaban convencidos de que los aliados no estarían en situación de ejercer represalias empleando también ese gas, que jamás llegarían a fabricar. Cometieron, pues, un error de calculo; pero fundado en hechos de que estaban seguros y que ellos mismos habían contribuido, ampliamente, a establecer. El gas mostaza ataca el aparato respiratorio y la epidermis. Se consiguió proteger eficazmente el primero; pero no la segunda. Teóricamente, aparecían tres maneras posibles de proteger esta última. En primer lugar, se podía aplicar sobre la piel diversas soluciones capaces de neutralizar los efectos del gas irritante, procedimiento mediocre que jamás dio buenos resultados. Tan pronto apareció el gas mostaza francés, las instrucciones alemanas prescribieron el empleo del cloruro de cal, que se debía tener a la mano, en todas las partes en que el gas podía penetrar. Se proveía a los soldados de cajas conteniendo una composición a base de cloruro de cal, llamada gelbolin. Durant6 cierto tiempo se prescribió también las aplicaciones de permanganato de potasio. Un telegrama del III. Ejército alemán al Ministerio de Guerra de Berlín, decía a este respecto el 17 de julio de 1918: «Las cajas de cloruro de cal han sido enteramente distribuidas a las tropas. Reservas agotadas». Era como si un hombre en peligro de ahogarse, pretendiera salvarse asido a una brizna de paja; no había ninguna posibilidad de tener una provisión suficientemente abundante. Cada soldado habría debido llevar consigo el remedio y saberlo usar. Falta, por otra parte, el tiempo para hacer los diagnósticos o reunir los hombres afectados con el objeto de aplicarles un tratamiento único y racional. El gas penetraba las ropas más gruesas, aún el calzado mismo, y no era, a menudo, identificado sino muchas horas después de producido el efecto. El segundo método, cuya aplicación se ensayó, consistió en dar a los individuos ropas especiales a prueba de gas mostaza; pero ellos estorbaban los movimientos de los combatientes, A pesar de que se 168 MEMORIAL DEL EJÉRClTO DE CHILE alcanzó a confeccionar varios cielitos de miles de dichos trajes aceitados, hubo de renunciarse en definitiva a ellos, a causa de los inconvenientes que presentaban desde el punto de vista militar. Solo fueron útiles en ciertos casos especiales, como, por ejemplo, en cier tas formaciones de artillería. La tercera solución, igualmente experimentada en gran escala, consistió en untar de una especie de pomada protectora a los hombres que partían para un ataque. El procedimiento, sin embargo, no convenía sino en casos especiales y no podía constituir un medio de protección permanente. Como se sabe, el gas mostaza contaminaba regiones enteras durante varios días, a causa de su persistencia. Ahora bien, a menudo había que atravesar esas zonas, para realizar ataques o contraataques. ¿Cómo, entonces, hacerlo sin pérdidas considerables? Se creó, artificialmente, senderos practicables a través de la zona infestada, esparciendo cloruro de cal sobre el suelo. Columnas podían pasar indemnes, de este modo. Pero, fácilmente, se comprende que ello constituiría solo un expediente y no una solución práctica, toda vez que inmediatamente se planteaba el problema de abastecimiento del cloruro de cal. Por lo menos, en este caso, no fué posible organizar la protección en una forma permanente: se habría necesitado tales cantidades de materias protectoras, que sobrepasaban todas las posibilidades de producción. La guerra química ha creado un nuevo obstáculo, táctico y estratégico. Los métodos de guerra de la Edad Media se basaban sobre el empleo de obstáculos, naturales o creados por la mano del hombre: ríos, fosos, fortificaciones que, por lo demás, son todavía hoy factores importantes de la maniobra militar. Antes, las concepciones de un Vauban podían decidir el resultado de una campaña. Los obstáculos debían, por lo demás, ser convenientemente utilizados y armados. La línea Hindenburg y el Canal del Norte constituían un obstáculo formidable gracias al apoyo de cañones, ametrallado ras y fusiles, sin los cuales esas barreras solo habrían sido simples inconvenientes fáciles de allanar por un Ejército. Por primera vez, en el curso de la última guerra, se creó un nuevo obstáculo temporal, con el agrupamiento del fuego de muchos cañones sobre un punto dado. Sin embargo, era posible, y así se hizo, conseguir hacer franquear a las tropas aún semejantes barreras El problema del abastecimiento de municiones y el tiro de contra batería, por lo demás, limitan el empleo de esta clase de obstáculos. La guerra química, no obstante, ha logrado bloquear, literalmente, una zona dada de terreno y hacerla impracticable para todas las operaciones militares, comunicaciones, etc. Por los medios químicos se puede hoy transformar cualquier terreno en obstáculo LA GUERRA QUIMICA EN EL FUTURO 169 natural, o darle el mismo valor militar que un terreno formidablemente defendido, erizado de obras de fortificación, fusiles y ametralladoras. Basta, para ello, infestarlo con un gas peligroso y persistente, como el gas mostaza. Hemos visto cómo, en marzo de 1918, los alemanes pudieron constituir así, esparciendo el gas sobre puntos determinados, entre sus diversos frentes de asalto, constituir flancos defensivos para sus ataques. No puede decirse que el gas mostaza, tal como ha sido empleado, haya dejado una zona dada impracticable para hombres aislados o aún destacamentos; pero ha podido hacerlo para unidades numéricamente importantes, a causa de la certidumbre de que tendrían un elevado porcentaje de pérdidas. Hasta ahora, los estados mayores lo han considerado más bien como un medio susceptible de infligir serias pérdidas al enemigo, que de constituir una verdadera barrera. La mayor parte de las víctimas de este gas no sienten sus efectos sino varias horas después de haber sufrido su contacto. El no puede, pues, impedir a un hombre que atraviese una zona de terre no; pero su presencia puede impedir a un comando utilizar esa zona, para evitar pérdidas. Hay que escoger entre dos males: someterse a la táctica enemiga o resignarse a sufrir pérdidas ciertas. Un caso de lo más interesante se produjo en el curso del ataque alemán cerca del monte Kemmel, en la primavera de 1918: se esparcieron importantes cantidades de gas mostaza a cierta distancia de la línea de partida del ataque alemán. Era claro que en tal situación los alemanes no intentarían (y en efecto no lo intentaron) pasar de cierto límite; pero el desarrollo del ataque les permitió organizar sus nuevas líneas de defensa, al abrigo de la propia barrera química. Si pensamos que, en cualquier momento, se puede descubrir una nueva substancia que tenga el mismo valor estratégico del gas mostaza, y que cause pérdidas más elevadas, no podrá parecer exagerada la importancia de las consideraciones que quedan hechas. Y esa eventualidad era admitida, ciertamente, por los alemanes. Según declaraciones hechas en julio de 1918 por un prisionero (del 30 R. I. R), y que parecían dignas de fe, el oficial regimentario alemán encargado de los gases había dicho, en una conferencia, que, ya que los aliados habían empleado un gas nuevo, los alemanes iban a estrenar el proyectil de gas Cruz Blanca (1), cuyo gas era «más fuerte> que todos los empleados hasta el día, poseía una persistencia de (1) Los alemanes llamaban Cruz Amarilla al gas mostaza; Cruz Azul, a compuestos a base de arsénico, que atacaban las vías respiratorias; Cruz Verde, a compuestos como el fosgeno y el cloroformiato de metilo clorado, de efectos mortales, relativamente más peligrosos que el gas mostaza, pero no persistentes,—N. de la R. 170 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE ocho días y no podía, en consecuencia, ser empleado en el frente antes de un ataque. Su persistencia era favorecida por la humedad, la bruma y la naturaleza del terreno, y contra sus efectos eran ineficaces las máscaras, tanto de los alemanes como de los aliados. El último invento alemán consistía en emplear la piedra pómez impregnada en fosgeno. Evidentemente, ellos buscaban un gas muy persistente, al mismo tiempo que muy peligroso. Se puede, pues, prever el empleo de una substancia que permita la formación de flancos defensivos o sacos, sobre el frente enemigo o propio, con efectos mucho más peligrosos que los del gas mostaza, mortales, si es posible. Las zonas contaminadas por él quedarían absolutamente intransitables. En resumen, los objetivos más importantes de la investigación química de guerra deben ser la obtención de un compuesto que sea, a la vez, muy persistente y muy peligroso. Desde el punto de vista militar, lo expuesto no carece de interés. Basta pensar en el gasto considerable de energía que será necesario hacer para organizar toda zona de terreno conquistada, a fin de detener los contraataques. El tipo de gas que se ha considerado, puede cambiar radicalmente la fisonomía del ataque y contraataque. El campo de batalla del Somme, por ejemplo, daba la impresión de una serie de posiciones defensivas organizadas por ambos adversarios para conservar, después del ataque o contraataque, pedazos de terreno que en ningún caso podían representar avances definitivos. El menor progreso, significaba el establecimiento de nuevas líneas de defensa, bajo el fuego de artillería o ametralladoras, con pérdidas continuadas susceptibles, a la postre, de agotar las reservas. Ahora bien, la barrera constituida por un nuevo gas, a la vez muy peligroso y muy persistente, reemplazaría con eficacia ese laborioso trabajo de protección. El contraataque inmediato y el tiro de ametralladoras a corta distancia llegarían a ser casi imposibles.. Además, un número mucho más reducido de hombres podría mantener las posiciones avanzadas. Es cierto que el ataque siguiente exigiría la designación de puntos de reunión, donde se agruparían las tropas; pero esas concentraciones podrían justamente efectuarse, arriesgando menos pérdidas, bajo el abrigo de una densa barrera química. Las condiciones expuestas no pueden, por lo demás, realizarse sino cuando uno de los adversarios posee una ventaja manifiesta: posibilidades de sorprender con el nuevo gas a un adversario no protegido o, por el contrario, posibilidad de protegerse a sí mismo con respecto al enemigo. En igualdad de condiciones, vencerá aquel que pueda exparcir a mayor distancia posible las concentraciones más elevadas de gases. Esto es lo que podríamos llamar el «alcance decisivos Y desde este punto de vista, el perfeccionamiento de LA GUERRA QUÍMICA EN EL FUTURO 171 armas tales como el proyector Livens (1), es muy importante. Loa alemanes así lo habían comprendido. Con un gas peligroso y persistente, es de la más grande importancia la cuestión del alcance decisivo. En el curso de la guerra, se adoptó la de trincheras en una época en que la artillería de ambos adversarios era relativamente débil, en comparación a lo que después llegaría a ser: de aquí las fortificaciones de campaña empleadas, y los sistemas de trincheras separados por una tierra de nadie relativamente estrecha. Con el desarrollo considerable de la artillería, se constató una tendencia a dejar un espacio más ancho entre arabas posiciones y, a menudo, toda la primera línea no era formada sino por una especie de pues tos avanzados, mantenidos por débiles efectivos. El descubrimiento de un gas peligroso y persistente, convertiría el espacio entre las dos trincheras adversarias, en una zona continuamente infestada, y si a ello se agrega el empleo del humo, se comprenderá la inutilidad del sistema complicado de trincheras empleadas en el curso de la guerra. Ahora, si junto a los métodos indicados, se considera la generalización del uso de los carros de asalto, podrá formarse el lector una idea precisa de lo que será el ataque o el contraataque en el porvenir. Un escritor (coronel J. F. C. Fuller, en su obra Tanks in the great War) nos ha mostrado recientemente el tanque del porvenir, llevando la guerra al país ene migo, atacando los centros vitales de su organismo militar y alcanzando hasta a sus comandos de ejército. Tales operaciones presuponen la existencia de un tanque a prueba de gases, y cuya principal tarea será la de transportar la vanguardia de un ejército más allá de la zona envenenada, efectuandose el avance bajo la protección de una serie de cortinas de humo formadas, primero, por la artillería y,. después, por los tanques misinos. Para el futuro de la guerra química, tendrán un interés mayor la generalización y reglamentación de las alarmas o alertas contra los gases. Se sabe que ellas fueron juzgadas como necesarias, a consecuencia del desarrollo del empleo de los proyectiles tóxicos y de las emisiones o proyecciones sorpresivas de gases, y tienen por objeto crear, instantáneamente, en una determinada región, ciertas condiciones de protección por un tiempo determinado. La máscara debe llevarse consigo y lista para ser colocada. Durante el verano de 1917, el empleo de los gases fué más y más frecuente: de aquí muchas modificaciones en los reglamentos relativos a las alertas. Desde el otoño de ese año, y en una zona de 2 millas, a partir de las primeras líneas, se debía estar siempre (1) Especie de mortero usado por los aliados para lanzar bombas asfixiantes o fumígenas, que permitían formar sábanas gaseosas a una milla, por lo menos de distancia.—N. de la R. 172 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE listos, y aún se tomaban medidas especiales hasta a 20 millas más atrás. Documentos tomados a los alemanes demuestran que ellos tuvieron que adoptar análogas precauciones. Según una orden de división, capturada en diciembre de 1917, la zona peligrosa no era de menos de 15 kms. de profundidad y, dentro de ella, todo el mundo debía llevar «na máscara consigo. A 2 km. del frente, la máscara debía llevarse puesta. En el mes de julio, la profundidad de la zona peligrosa había aumentado en los dos ejércitos, y no cesó de crecer hasta el fin de la guerra, en razón de los mayores alcances de la artillería y de loe aparatos lanza-bombas, proyectores, etc. Así como hemos visto que, con un gas a la vez peligroso y persistente, la tierra de nadie sería, en una nueva guerra una zona permanentemente envenenada, las zonas peligrosas, sin duda nin guna, aumentarán más y más su profundidad. ¿Qué aspecto revestirán las anteriores concepciones, en la gue rra de movimiento? Es posible que la posesión, por uno de los adversarios, de un gas peligroso y persistente, baste para determinar una guerra de movimiento o, por el contrario, una guerra de estacionamiento, si las demás armas no son muy inferiores. Podemos, en resumen, prever la aparición de un nuevo factor militar, constituido por un obstáculo permanente, aunque artificial, que puede levantarse a voluntad y cuya amplitud no depende, en definitiva, sino de la potencia productora de uno de los beligerantes o de un grupo de ellos. El germen de esta idea se manifestó en Kemmel y en las diversa3 barreras de gas mostaza formadas por la artillería, o en las minas con retardo de que se sirvieron los alemanes en el curso de su gran retirada. Esas barreras artificiales reemplazarán ventajosamente las trincheras, sobre las cuales tendrán la ventaja de proporcionar una gran flexibilidad estratégica Ciertos objetivos estratégicos podrán alcanzarse utilizando el arma química en la aviación. Hacia el fin de la guerra, circularon muchos rumores en este sentido, y la población civil no dejó de tener sus aprensiones; pero son raros los testimonios precisos de un tal empleo de esa arma. En julio de 1917, se anunció, sin ser confirmado, el uso de bombas tóxicas por los aviones alemanes; en agosto, diversos informes mencionan el empleo de bombas cargadas con gas Cruz Azul, que se había constatado producían estornudos; en octubre, aunque los testimonios fueron más precisos, los aviones alemanes no dejaron un proyectil o bomba sin explotar y que pudiera ser examinado. En julio de 1918, hubo nuevos denuncios sobre bombas a gas Cruz Azul arrojadas sobre los ingleses cerca de Ficheux. En el hecho, las fuerzas aéreas de los diversos ejércitos fueron, ciertamente, las últimas en sentir los efectos de la campaña química, Sin embargo, desde 1918, los pilotos que volaban bajo atravesa.- LA GUERRA QUÍMICA EN EL FUTURO 178 ron a menudo zonas envenenadas, o aterrizaron en ellas: de aquí la necesidad de dotarlos de máscaras. En abril de 1918, después del combate de Passchendaele, se capturó a un aviador alemán un respirador de tipo especial; 'pero la guerra no proporcionó ningún testimonio directo del empleo de substancias químicas por los aeroplanos. Este hecho, por lo demás, no significa nada respecto' de la importancia futura del problema. Los aliados no quisieron ser los primeros en tomar la iniciativa de lo que se consideraba, entonces, como una nueva atrocidad; pero la razón principal del poco desarrollo de este método de guerra, debe buscarse en el hecho de que gases verdaderamente eficaces sólo llegaron a usarse hacia el fin de ella, y de que nunca llegaron a producirse los bastantes para las necesidades del frente. Se puede decir, en efecto, que antes del gas mostaza, no apareció ningún gas persistente eficaz; de los no persistentes, como el fosgeno, se habrían necesitado grandes cantidades para producir algún efecto. El gas mostaza, que habría podido infestar por varios días una ciudad, hubiera, ciertamente, producido un efecto serio; pero se necesitaban grandes cantidades para el frente y, por otra parte, en el último período de la guerra los alemanes trataban de llevar a los aliados a considerar la cesación de la guerra química. No hay, por otra 'parte, que perder de vista otro aspecto de la cuestión. Acordémonos, en efecto, de que son dos cosas totalmente diferentes el uso de los proyectiles en el campo de batalla y su lanzamiento sobre una ciudad, por aviones. En el campo de batalla, los proyectiles tóxicos producen efecto sobre un espacio mucho mas considerable que los explosivos, efectos que se hacen sentir hasta lejos del punto de caída. Por el contrario, los proyectiles explosivos, que a menudo yerran su objetivo, son particularmente peligrosos cuando caen en una ciudad. Siendo muy limitada la carga útil que puede llevar un aeroplano, no debe transportar sino elementos que puedan producir el máximum de efecto. Con gases peligrosos y persistentes, sería diferente. Sin embargo, lo anterior no es óbice para estimar que, si los alemanes hubieran lanzado bombas a gas mostaza sobre las ciudades inglesas, el efecto producido hubiera sido enorme. El problema de la protección presenta algunos aspectos espinosos para el futuro. Igualmente, dentro de su dominio, conviene especular algo a fin de fijar las ideas. Se distinguirá, primero, entre la protección individual (máscaras y diversos dispositivos empleados por cada hombre) y la protección colectiva (métodos generales). En términos generales, la primera procuraba purificar el aire respirado por el soldado, mientras que la segunda se encaminaba a 174 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE purificar la atmósfera de una localidad, o a prevenir su contaminación. ¿Hasta qué punto es eficaz la protección individual? Con ella se consiguió proteger las vias respiratorias, en lo que, sin embargo, habrían fracasado probablemente los alemanes, si los aliados hubieran podido emplear con bastante oportunidad sus compuestos a base de arsénico, Pero, ya hemos previsto el empleo de substancias que puedan atacar otras funciones fisiológicas, en las cuales se puede distinguir dos categorías: las alcanzadas por las vías respiratoria y digestiva y las alcanzadas por alguna otra parte del cuerpo humano. En el primer caso, parece que el perfeccionamiento de la más' cara deberá dar una protección satisfactoria. Afirmarlo en absoluto, no es posible, bastando ¡al efecto recordar las tentativas alemanas para penetrar las máscaras, por el empleo de polvos finos, irritantes o tóxicos. En este duelo entre la máscara y las substancias susceptibles de atravesarla, no se ha dicho aún la última palabra. En el segundo caso, es más que probable (el gas mostaza lo ha probado ya, por lo demás), que es posible atacar otras partes del organismo y, no pudiéndose prever, por el momento, cuál será el punto preciso afectado, se debe contemplar la necesidad de una protección que inmunice todo el cuerpo. Mas o menos, todos los ejércitos ensayaron obtener dicha protección; pero sólo los franceses hicieron una experiencia en grande, en el frente (los trajes aceitados, cuyo peso los hacía intolerables). Algún día se obtendrá, tal vez, un medio práctico de proteger todo el cuerpo; pero creemos que la solución está en otra parte, es decir, en el desarrollo de la protección colectiva. En efecto, una protección completa del individuo, por el embarazo que trae consigo, tiende a quitar al hombre todo valor militar. ¿No se puede proteger un número bastante grande de hombres, aislándolo momentáneamente de todo contacto con la atmósfera viciada? Este procedimiento, empleado en mayor o menor escala por todos los ejércitos, lo fue, sobre todo, por los franceses, que construyeron un gran número de vastas salas subterráneas (algunas podían contener más de 1.000 hombres), cuyas salidas estaban cuidadosamente protegidas por ingeniosos dispositivos para filtrar el aire exterior. En el frente británico, igualmente, se organizaron muchos abrigos más o menos grandes, impenetrables a los gases. No se puede, empero, aprisionar así un ejército entero: el valor mismo del sistema dependía, desde luego, de que había en las trincheras otros soldados expuestos a los efectos de) gas. En mi opinión, si hubieran podido los alemanes doblar o cuadruplicar su producción de gases, habríamos alcanzado nosotros muy pronto los límites en que era aplicable el anterior procedimiento, LA GURRA QUÍMICA ÜN EL FUTURO 175 Nos habríamos expuesto a inmovilizar, así, un mayor número de hombres, de lo que permitía la seguridad misma del sector. La futura protección colectiva no deberá afectar a la movilidad de los hombres ni embargar sus movimientos. Este punto ha sido ya previsto por el coronel Fuller, en su antes citado libro Tanks in the great War (Los tanques en la gran guerra); pero sin insistir suficientemente sobre la protección de los tanques y carros de asalto contra los gases. Cuando, con el empleo de un gas a la vez peligroso y persistente, se vea aumentar la profundidad de las zonas infestadas, los tanques deberán recurrir al método de filtración de aire en lugar de limitarse a transportar una provisión de oxígeno comprimido, cuyo empleo obligaría forzosamente a cerrar los tanques durante la travesía de la zona peligrosa. Ahor8 bien, dicha necesidad parece inconciliable con su principal tarea, que debe ser el transporte de hombres y de armas. Hay que prepararse a presenciar, en el futuro, un verdadero duelo entre loa medios de ofensiva química y la protección de esas máquinas. Los hechos que hemos examinado no constituyen sino uno sólo de los aspectos de la guerra científica, que es la fuente inicial de donde fluyen. ¿En qué sentidos ha modificado, o revolucionado, la ciencia, al arte militar? En el hecho, todas las armas han sido transformadas, y es una verdadera revolución la que representa el conjunto de todas esas transformaciones. Aquella palabra, sin embargo, debe más bien reservarse para una innovación característica, que tienda a cambiar la naturaleza misma de la guerra. ¿No se ha hecho oír en todas las guerras, el eco de un ardiente voto general que pide la intervención de un medio científico capaz de poner fin, de un sólo golpe, a las hostilidades, anonadando al adversario o anulando completamente sus medios de acción? Una semejante concepción ha inspirado a muchos novelistas; el rayo eléctrico fatal, los gases fulminantes, las baterías mortíferas, etc., han, alternativamente, sumido en el pánico o llenado de esperanzas a los pueblos combatientes. Contrariamente a la creencia popular, no es probable que nin gún gran descubrimiento científico sea seguido de cerca por una sorpresa militar de esta naturaleza. Hace ya más de 80 años que el cerebro de un Faraday ha profundizado de una manera tan fecunda la ciencia eléctrica y, sin embargo, no ha llegado a ser una realidad el empleo, a menudo profetizado, de un voltaje mortal, en grande escala. La química orgánica era ya en principios del siglo XIX una rama importante de la ciencia, e industrias alimentadas por su progreso eran prósperas hace 30 años; pero fué sólo en el curso de la última guerra cuando pudimos asistir a este rápido desarrollo de la guerra química que, estoy cierto, constituye, con iguales titulos 176 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE que las demás modificaciones introducidas en la conducción de las hostilidades, una verdadera revolución. Las ciencias físicas han contribuido a modificar todos las armas; pero la más grande transformación, aquella cuyos resultados quedan permanentes, nos vino de la química. No perdamos de vista los grandes recursos de la química orgánica. En electricidad, por ejemplo, se necesitan años de un esfuerzo mundial y coordinado para producir un descubrimiento lo bastante importante para influenciar directamente el arte militar. La radio-, actividad nos ha revelado las increíbles reservas de energía contenida en los átomos, y no son raras las profecías sobre la posible utilización de esas fuerzas. ¿No ha inventado un novelista célebre la bomba radioactiva? El empleo, sin embargo, de esta maravillosa fuente de energía, tanto para las necesidades de la paz como de la guerra, no puede resultar sino después de largos años de investigaciones múltiples y costosas. No tenemos idea de las dificultades que ofrecería solamente el problema de la producción, sin la cual ningún invento puede tener influencia en la guerra (1). En el dominio de la química orgánica, por el contrario, un sólo investigador que, pacientemente, dirija sus estudios dentro de una familia de compuestos raros, puede dar con una substancia de la más grande importancia desde el punto de vista de la guerra química: el gas mostaza (sulfuro de etilo diclorado) forma parte de un grupo de compuestos cuyos caracteres químicos apenas difieren unos dé otros. Y, sin embargo, sus vecinos más próximos son relativamente inofensivos. El gas peligroso y persistente, que transformará radicalmente los métodos de guerra del futuro, será, tal vez, obtenido por una ligera modificación de una substancia completamente inofensiva. Comparados con los otros dominios científicos, los de la química orgánica los aventajan por su infinita flexibilidad y recursos, y su capacidad de conducir, en plazos relativamente cortos, a descubrimientos que pueden revolucionar todos los conceptos actuales. Las hipótesis enunciadas no tienen, por lo demás, sino un carácter general; pero, aún cuando el desarrollo que prevemos, no se pronuncie en un plazo relativamente corto, vendrá con toda certeza. No constituyen ellas, tampoco, la única razón de la importancia de los productos orgánicos, desde el punto de vista que nos ocupa. Muchas de esas substancias tiene una importancia esencial en la vida diaria: colorantes, remedios, productos fotográficos, etc. Indus- (l) Aunque no es conocida la naturaleza de los rayos mortíferos Grindell Mathews, de actualidad en Europa, ni se confirma su aplicabilidad práctica, nos encontramos en vísperas de ver confirmadas o rebatidas de hecho las interesantes opiniones que aqui manifiesta el autor.—N. dé la B. LA GUERRA QUÍMICA EN EL FUTURO 177 trias poderosas viven de su producción. Además, como lo hemos demostrado, esas fábricas de productos químicos están dotadas de la infinita flexibilidad de la ciencia misma y pueden considerarse como arsenales disfrazados. Ignoran el terrible aspecto de los estudios que se les proponen: son ciegos instrumentos de investigación; pero la voluntad del hombre puede convertir, silenciosamente, una usina de colorantes en arsenal de guerra. Gracias a las posibilidades infinitas que la química orgánica guarda en sí misma y a la extrema flexibilidad de sus medios de investigación y producción, la guerra química constituye, tal vez, el más inquietante problema en la reconstrucción del mundo. (Traducción de la II Sección del Dep. de Informaciones) Las nuevas leyes militares francesas y las lecciones de ¡a guerra i) Método empleado en la confección de las nuevas leves militares. Influencia democrático y científica El período por el cual atraviesa Francia en todo lo que se relaciona con la reorganización del Ejército, hasta colocarlo de acuerdo con las necesidades políticas de la actualidad y con los principios aconsejados por las enseñanzas de la guerra, es del más profundo interés. La tarea afrontada en estos momentos no puede compararse con otra alguna, si se piensa que todo el antiguo rodaje de la defensa nacional, va a ser removido desde sus cimientos, para levantarlo más fuerte, más viril, con mayor economía y mejor rendimiento. Los estudios se han realizado con un alto espíritu de investigación científica. El sistema, el método empleado, constituye una novedad y una enseñanza para el mundo militar. Los oficiales franceses se han distinguido siempre por su elevada mentalidad. A esto se debe que sean capaces de mantener una intensa producción literaria, llena de atractivos y novedades. La clientela de estos escritores militares no está constituida únicamente de profesionales. La mayor parte de ios lectores pertenece a la clase civil y no es de extrañar, en consecuencia, que haya libros de carácter técnico que alcanzan a muchas ediciones de un número fabuloso de ejemplares. Entre los ramos favoritos, a mi juicio, hay que dejar un lugar preferente a la psicología experimental, aplicada a la educación mi- LAS NUEVAS LEYES MILITARES FRANCESAS 179 litar del ciudadano durante la paz, a la conducción de las tropas durante la guerra, a la organización, legislación, etc., etc. Los resultados de estos estudios no han sido estériles; todo lo contrario. La confección de las nuevas leyes militares francesas, significa un triunfo enorme para esta rama de las ciencias, que en otros países no ha tomado todavía una consistencia sólida, pues la vemos flotar por las nubes de la imaginación en estado apenas gaseoso. Si procuráramos interiorizarnos respecto a la forma como se han elaborado esos proyectos de leyes y esas instrucciones provisorias (reglamentos), entonces comprenderíamos que nuestra admiración es perfectamente justificada y que es muy justo, también, rindamos homenaje a la psicología experimental, a la que por primera vez se hace producir frutos de indiscutible utilidad para los intereses de la defensa nacional. Las lecciones de la guerra, de las cuales tanto se ha hablado en los países que no tomaron parte en la contienda, ahora solamente empiezan a salir a luz, en Francia, en forma de leyes y de reglamentos. Los orígenes de las reformas introducidas no se deben a la imaginación febril de un visionario, no se deben a las imposiciones de un hombre de superior talento o de extraordinaria voluntad, ni menos a las exigencias políticas de los partidos: constituyen la obra paciente de muchos años de trabajo, son el fruto de las experiencias de los jefes, oficiales, políticos, industriales, comerciantes, en fin, de todas aquellas personas que, de cerca o de lejos, tomaron participación u observaron el desarrollo de la guerra. Cada cual aportó sus observaciones personales con la honradez patriótica que distingue al ciudadano francés cuando se le pide el sacrificio de su sangre o de BU ciencia <Por la Francia». La experiencia adquirida en esta forma, es muchísimo más vasta de lo que hoy día podemos imaginarnos. La recopilación de miles y miles de documentos y de observaciones, ha dejado lecciones efectivas desde el punto de vista experimental y constituye la base sobre la cual descansan las nuevas leyes, los nuevos reglamentos. Yo estoy a punto de creer que la evolución iniciada será tan trascendental, que hará época en el progreso de las fuerzas armadas. Para formarnos una idea del proceso seguido en estos estudios, tendríamos que retroceder al mismo período de la guerra. Se organizaron servicios especiales para recoger documentos y observaciones, para ensayar nuevos procedimientos técnicos y científicos, que permitieran introducir reformas provechosas en los ejércitos combatientes. En los libros de carácter público aparecidos hasta la fecha, encontramos datos muy interesantes y que revelan cuán intensa fué la labor de investigación, en todo orden de cosas. Es verdad que acostumbramos a escribir la historia de los aconMemorial 1924 Agosto-12 180 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE tecimientos sobre la base de documentos oficiales; pero ahora no son suficientes los archivos para escribir la verdadera historia y sacar lecciones efectivas de los grandes hechos. Tampoco son suficientes las memorias de las personas que jugaron el principal papel: hay necesidad absoluta de recurrir a los actores y testigos, sean estos los jefes superiores, los intermediarios o los más modestos ejecutantes u observadores. Todos están en condiciones de contribuir a la reconstrucción de un período de la historia, de un hecho histórico y a enseñar a las generaciones futuras, por medio de la experiencia que ellos han acumulado personalmente, a fin de que no se cometan los mismos errores, a fin de que se introduzcan las reformas cuya necesidad se dejó sentir en ocasiones anteriores. Después del armisticio, las autoridades militares solicitaron la opinión de todos los combatientes, sin omitir al más modesto; se repartieron formularios con ciertas preguntas, a las cuales había que contestar en forma breve y precisa, y se dejaba también, a veces, amplia libertad para que cada cual pudiera extenderse en la forma que lo estimara conveniente. Las preguntas no se hacían por mero capricho, sino en vista de las dudas que dejaban las investigaciones y los estudios. No faltaron encuestas amplias y, a veces, difusas, como esta, por ejemplo: ¿«qué es aquello que en el curso de las operaciones le ha llamado más la atención?». La intención en este caso no estaba determinada. Se desentendían los investigadores de los campos ya conocidos, para ofrecer oportunidades de que salieran a luz nuevos puntos de vista no consultados todavía. A los alumnos que hablan terminado sus estudios en un importante instituto se les preguntaba: «¿qué observaciones tiene que hacer a los principios reglamentarios y al sistema de enseñanza de este establecimiento, frente a las experiencias personales que usted tiene de los combates en que tomó parte? En esta misma forma se procedió para solucionar las dudas que se presentaban en cuanto al empleo del material de las distintas armas, a la mejor forma de instalar los servicios, en las medidas que podían tomarse para aumentar la comodidad y el bienestar de la tropa, en las materias de instrucción y educación del soldado, etc, etc. Las informaciones anteriores eran recogidas por oficinas especiales dedicadas al estudio de cada materia y los legajos se leían, se analizaban y se clasificaban por hombres eminentes. A medida que se profundizaba cada asunto, nacían nuevos problemas que, luego, ge sometían al mismo sistema, hasta investigar la verdad en medio de la experiencia aportada por esos hombres que tenían a su favor cuatro años de rudo batallar. La labor desarrollada por las autoridades militares fué, en este sentido, de muy vastas proporciones, y tuvo la suerte de verse secundada por un buen grupo de oficiales estudiosos que, particular- LAS NUEVAS LEYES MILITARES FRANCESAS 181 mente, se afanaban por descubrir las lecciones de la guerra, en las materias de su predilección. Por ejemplo, el señor General Herr, que desempeñó importantes comandos en las operaciones, alcanzando al alto puesto de Inspector de Artillería, después dé su retiro se dedicó con todo empeño a escribir cartas y más cartas a los antiguos combatientes, para aclarar con entera libertad, ciertas dudas que tenían respecto a la organización y servicios de artillería. Estos legajos los agregó a sus observaciones personales recogidas día a día en los campos de batalla, a los documentos oficiales que llegaron a sus manos y, después de cuatro años de constante labor, dió a conocer el fruto de sus estudios, en un libro que merece ser considerado con profunda atención por todos nuestros artilleros. Trabajos como el anterior, hay muchos. Casi todos los libros que en la actualidad se editan en Francia sobre asuntos militares, tienen verdadera importancia científica, por el método, ante todo experimental, de las investigaciones. No contentos todavía con las investigaciones oficiales y particulares, los franceses han llevado y llevan, por sistema, sus trabajos, a la comprobación práctica en el medio que corresponde. Así, se ejecutan ejercicios especiales para estudiar un detalle cualquiera. Las últimas grandes maniobras del valle del Róhne, por ejemplo, a las cuales me cupo la suerte de asistir, se realizaron con fines especiales perfectamente definidos: para observar el empleo de los nuevos materiales y ciertas innovaciones tácticas y de organización que se deseaba introducir. Jamás adoptan una disposición de carácter definitivo, sin antes someterla al juicio del terreno, al juicio de la tropa, al del medio dentro del cual está llamada a obrar, en una palabra, al juicio de la experiencia. En esta forma, no es de extrañarse que los nuevos reglamentos, cuando son dictados, tengan ya ganada la opinión de la oficialidad y gocen de gran prestigio, circunstancia indispensable si se quiere que sean respetados. Mientras no exista en la superioridad la convicción profunda de que un reglamento es bueno, por nada del mundo lo lanzarían con el carácter de reglamento definitivo y, así, vemos que en la actualidad solamente existen instrucciones provisorias que están en constante transformación. En esta forma se consigue inculcar en el Ejército un respeto profundo por aquellos textos llamados reglamentos. El sistema francés es el más sencillo y está al alcance de todo el mundo. Nosotros lo comprendemos por intuición; pero tal vez a causa de su misma sencillez, por ser completamente lógico desde todo punto de vista, son muy pocas las naciones que lo adoptan. La mayor parte de ellas se contentan con copiar las conclusiones de los países más adelantados que les sirven de modelo, procedimiento torpe en extremo y que las coloca en un plano muy inferior. Las deducciones obtenidas por los investigadores franceses son 182 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE excelentes dentro del medio en que fueron implantadas; pero, si se las saca del ambiente para llevarlas a otros climas y a actuar entre otros hombres, casi siempre resultan disparatadas o de imposible asimilación. De aquí la conveniencia de tomarlas siempre ad referendum. El proceso investigador de adaptación puede consistir en un método igual o semejante al empledo en Francia, porque está llamado a ofrecer los mejores frutos en todos los puntos del universo. El estudio de las leyes que se acaban de promulgar en Francia ha seguido el mismo sistema. Seria largo dar a conocer el proceso inductivo al cual se somete la confección de cada proyecto de ley y las diversas etapas por Jas cuales debe pasar, antes de transformarse en un mandato legislativo. Procuraré explicarlo. Cuando el proyecto ha hecho su carrera, dentro de las oflcinas militares encargadas de estudiar las reformas legales que dicen relación con la defensa nacional, cuando la opinión del Ejército está perfectamente orientada y se han vencido ya las resistencias, los errores, las miles de observaciones que pueda merecer al elemento profesional, entonces pasa a una comisión especial, la cual se encarga de poner en perfecto acuerdo lo que dice el Ejército con lo que dicen las demás instituciones del país. Es ya una etapa de generalización, tal vez la más suave; pero no la más sencilla, porque demanda gran actividad. La comisión emite folletos en donde aparece el proyecto de ley, acompañado de los comentarios y de las razones que influyen en recomendar cada reforma. Estos documentos se remiten a las distintas instituciones con las cuales tendría relación el proyecto, para solicitar que los miembros de esa colectividad estudien detenidamente esas materias y se sirvan informar, con entera confianza, la opinión que les merece. Las observaciones que signifiquen la más leve alteración se dan a conocer por escrito. Así hemos visto que no se han desdeñado las sociedades constituidas por los antiguos combatientes, ni a los reservistas incluidos después de la guerra, ni a los oficiales y suboficiales retirados, ni a los profesionales, comerciantes, industriales, banqueros, etc. En caso de existir opiniones muy opuestas, no se contenta la comisión con despreciarlas y olvidar esos escritos, sino que procura acercarse personalmente a los autores y someter los puntos en discusión a un debate, hasta que la luz aparezca clara como el día. A veces corresponde ceder un tanto a la comisión; pero más a menudo es ésta la que, mediante sencillas explicaciones, consigue convencer a los opositores y se atrae por entero sus simpatías. El trabajo de esta comisión no se concreta a sondear la opinión de las colectividades, sino que acoje coa igual paciencia toda idea de los libros, revistas y diarios; las examina, llama a los autores y, en la misma forma que dia entender anteriormente, se llega siempre a establecer un acuerdo que facilita más y más la marcha del LAS NUEVAS LEYES MILITARES FRANCESAS 183 proyecto en el sentimiento democrático de este país, cuna del espíritu republicano: igualdad, libertad, fraternidad. El ciudadano francés se siente de esta manera un elemento efectivo dentro de la colectividad; se siente respetado, porque se le consulta, no en cuanto funcionario, capitalista u obreros, sino en cuanto ciudadano. Elaborado el trabajo informativo y de investigación, introducidas ya las reformas de acuerdo en todo momento con las altas autoridades del Ejército, la comisión nombra un funcionario que se denomina < Relator» (Reporteur), encargado especialmente de presentar el proyecto y de defenderlo hasta conseguir que pase victorioso por todas las etapas constitucionales. Después de producirse el acuerdo con las distintas colectividades nacionales, el relator se presenta, en primer lugar, ante el Consejo Superior de la Guerra, formado por las más altas autoridades militares, por los cerebros más potentes del Ejército, por los que tienen el justo título de guardianes de la paz. Esta etapa es una de las más serias, la que dará vida o muerte al proyecto. El trabajo que ha obtenido la aprobación del Consejo Superior de la Guerra, merece ya toda clase de respetos; pero, para que tal cosa se produzca, es necesario dejar tiempo a esos hombres, que cien veces han merecido el bien de la patria, para que estudien en su gabinete las reformas con toda tranquilidad y para que escriban las observaciones que les merece. La comisión de reformas legislativas secunda a cada momento a los miembros del Consejo, ofreciéndole informaciones y documentos. A menudo ocurre que en esta etapa se introduzcan modificaciones substanciales y, cada una de ellas, se somete a un método deductivo de investigación y de análisis. Por fin, el relator consigue unificar las nuevas opiniones del Consejo Superior de la Guerra, con las que tenían anteriormente los planos inferiores. Conviene dejar bien sentado el principio de que las dudas e inconvenientes no se someten, como entre nosotros, a una simple votación. En el ánimo de todos está el propósito de investigar la verdad. Si un miembro se opone, a ese miembro no se le deja solo: se continúan los estudio? y las investigaciones hasta establecer en la forma más científica posible la razón de ser de las reformas y la solución de todos los problemas. Retocado ya el proyecto por el Consejo Superior de la Guerra, el relator lo presenta al Consejo Superior de la Defensa Nacional, que está constituido por el Presidente de la República con todos los Ministros (Decreto del 17 de noviembre de 1921). Este es el tercer período de generalización. Lo que se desea, es producir el acuerdo oficial entre todos los Ministros, estudiar el proyecto en su más grande amplitud, relacionarlo con todas las esferas administrativas y civiles, imponerse de los inconvenientes que podría presentar la aplicación práctica y examinarlo y criticarlo desde todo punto de vista. En este período, cuando los Ministros tienen ciertas dudas, nombran espe- 184 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE cialistas y profesionales de su confianza para que lea informen respecto a tales y cuales asuntos. Me he fijado que casi siempre el Ministro de Hacienda nombra una comisión para estudiar la parte financiera, con el fin de proponer reformas que significaran una mayor economía; pero siempre que no lleguen a alterar el fondo mismo del proyecto. Aprobado el proyecto por el Consejo Superior de la Defensa Nacional, el relator lo lleva al Congreso y lo defiende con todas sus fuerzas. Las personas extrañas al país, que se imponen de la energía que desarrolla el Gobierno para obtener la aprobación de los proyectes que se envían a la Cámaras, creerán seguramente que esa energía será motivada por exigencias políticas de la actualidad. Pero no es así. Esa enérgica defensa de los proyectos gubernativos tiene un origen más elevado.El Gobierno está convencido de que los proyectos constituyen una necesidad nacional, que son una obra maestra, confeccionados no en un día sino que en muchos años, que son perfectamente aplicables, porque se sometieron a pruebas experimentales de manera que con muchísima razón exige que sean aprobados sin grandes modificaciones. Y así vemoa que, cuando se trata de esta clase de proyectos de leyes, el Gobierno pone en manos del Congreso la suerte del Ministerio, haciendo de la votacion una cuestión de confianza. Y no podía ser de otra manera, desde el momento que existe en todos los miembros de la administración pública, la convicción más profunda de que no se habría podido confeccionar una ley mas justa y provechosa. En cada cámara se nombra una comisión encargada de estudiar en conjunto el proyecto de ley. Esta comisión divide su trabajo, distribuye las materias en estudio entre los miembros de que se compone, de acuerdo con la competencia de cada cual. Cada uno de los miembros de las subcomisiones estudia la parte que le corresponde, acude a las unidades y oficinas, pide la opinión personal a los profesionales que le inspiran mayor confianza y se acerca, por fin, a la comisión legislativa que presentó el proyecto. Cuando tiene en su poder una idea perfectamente clara de los fundamentos de las reformas, empieza cada miembro a redactar un informe. En esta forma se confecciona un informe general y otro especial sobre cada materia. Estos trabajos constituyen, a mi juicio, verdaderos cursos de legislación militar, se reparten gratuitamente a los diputados y senadores, a fin de que puedan votar con perfecto conocimiento de causa. Cuando un diputado o senador tiene ideas perfectamente opuestas a las sustentadas por el Gobierno, en lugar de prepararse para obstaculizar la aprobación, estudia a fondo la materia y redacta un informe especial, proponiendo las reformas que a su juicio conTendría hacer. Estos trabajos con repartidos también gratuitamente LAS NUEVAS LEYES MILITARES FRANCESAS 185 en el Congreso, se consultan y se analizan con toda detención y, en caso de que no fuera posible establecer un acuerdo, se someten a la votación en la camara respectiva. Generalmente ocurre que se les re chaza de plano, porque se comprende que proyectos sometidos a procesos tan estrictos como ocurre con los presentados por el Gobierno, no pueden salir derrotados por los trabajos personales de un solo individuo, por mucho que fuera su talento y su prestigio. No es de extrañar, entonces, que después de tan largo proceso, los proyectos presentados por el Ejecutivo gocen de toda clase de prestigios y respetos, y que el Gobierno los apoye con todas sus fuerzas hasta conseguir, como ocurre siempre, que sean aprobados sin modificaciones. Hasta este momento, el Congreso ha aprobado los siguientes proyectos de leyes presentados por el Ejecutivo: 1.—Ley de Reclutamiento. 2.—Ley de Cuadros y Efectivos. 3. —Ley de Organizacion General del Ejército. 4.—Ley sobre Pensiones Militares y Civiles. 5.—Ley sobre Organización de la Nación para el tiempo de guerra. 6.—Ley sobre Organización, Gerarquía y Reclutamiento de los Ingenieros de Aeronáutica. El estudio anterior da a conocer, en general, la forma como se confeccionan las leyes militares en Francia. Existen numerosas disposiciones de detalle que establecen las etapas de cada proyecto, según las materias La designación de los relatores es otro punto complicado sobre lo cual no podría hablar por ahora sino en general, como lo he hecho. Observando en conjunto el método francés, se puede observar que es profundamente democrático y psicológico, que es científico, porque es experimental y va de lo más simple a lo más complejo, de lo facil a lo difícil. Las etapas por las cuales se hace pasar cada reforma son tan sabias como prudentes Los proyectos malos tienen que morir tan pronto como se presentan. Los buenos, se someten a un sistema de adaptación y de análisis combinado, tan estricto, que mediante el esfuerzo de muchos cerebros y de muchas voluntades se transforman en verdaderas obras maestras. El estudio anterior nos dejaría lecciones provechosas si nosotros, como los franceses, nos sintiéramos poseídos de cierta dosis de orgullo nacional, para rechazar las conclusiones de otros hombres, mientras no las comprobáramos en nuestros excelentes laboratorios experimentales, a fin de investigar la verdad por nosotros mismos. El roto, y el oficial chilenos, los cuarteles y los campos de grandes ejercicios, son los instrumentos y los gabinetes de trabajo. Nada nos falta, El admirable roto chileno no es inferior a hombre alguno de 186 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE la tierra. Y esto debemos decirlo muy alto, a toda boca. Tiene virtudes y vicios propios. Conviene dirigirlo de acuerdo con lo que es y tomarlo en consideracion cada vez que se trate de dictar leyes, especialmente las que tienen carácter militar, porque deben distinguirse entre todas por sus tendencias absolutamente democráticas y populares; conviene explicarle cuál es la conveniencia del país, para que acepte de buen grado las nuevas obligaciones que tendrá en el futuro en lo que a la defensa nacional se refiere. Nosotros, los militares, debemos tener muy presente que no nos es lícito engañarlo, ni imponerlepor la fuerza aquello que no puede o no quiere asimilar. J. CHAPARRO R., Capitán y Of. de E. M. La pasarela rodante de la 6-53 compañía del 9.° Regimiento de Ingenieros. (Traducción del artículo del capitán Andrés Metz, publicado en la <Revue du Genie Militaire») Muchos modelos de pasarelas se han confeccionado durante la última guerra, respondiendo siempre ellas a las diferentes situaciones y misiones. La 6/53 compañía creó un modelo que denominó pasarela rodante, cuya especial particularidad era su rapidísimo lanzamiento, exigiendo, sí, previamente, una conveniente preparación desde atrás. Esta compañía pertenecía a la 42.a división. En el mes de septiembre de 1918 la división que estaba instalada en el sector de Manhoué a Brin, sobre el Seille, tenía la misión de atraer la atención del enemigo con una gran actividad, mientras se hacían los preparativos para el ataque franco aliado a otros puntos del frente. Con este objeto, se hicieron las tentativas de destruir las barreras Manhoué y de Bioncourt, en las cuales dos compañías de zapadores de la 42.a división (la 6/3 y la 6/53) hicieron gala de su audacia y de su valor técnico. Además de esta misión, la división recibió la orden de ejecutar frecuentes golpes de mano sobre la ribera enemiga. Para este fin era preciso encontrar un sistema de pasarela que pudiera ser lanzada y transportada rápidamente, sin que sus elementos fueran muy embarazosos, para pasar a través de las trampas de las alambradas 188 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE establecidas sobre la ribera. La pasarela adoptada estaba formada por elementos de 4 m. de largo provistos de ruedas, confeccionados de antemano y unidos a sacos Habert. Cada elemento era manejado por un solo hombre, quien lo empujaba por atrás, y su parte delantera flotaba sobre el agua mediante el saco Habert y descansaba sobre la tierra por las ruedas, tanto en el transporte como en el lanzamiento. (Véase la figura). Detalles de la construcción Cada elemento era de un largo de 4 m., se componía de dos viguetas de 4 por 4 cm. de grueso, separadas unos 50 cm., y de un tablero de tablas delgadas, con guardalados bajos a solo 40 cm. sobre él (no convenía colocarlos más elevados, a causa de las necesidades para el lanzamiento de los elementos siguientes). El tramo así constituido estaba sostenido por una especie de tren de aterrizaje formado de patines y ruedas (cortadas con sierras de las mismas tablas) y cuyo eje era de unos 35 cm. de ancho; la profundidad de este tren era de 1 m. por debajo del tablero, de suerte que un elemento, provisto de un saco Habert sujeto por debajo de la parte anterior, como lo indica la figura, podía rodar sobre el travesano del otro. El saco Habert, destinado a servir de sostén a cada elemento, no estaba adherido de antemano, a causa de las dificultades en el franqueo de las alambradas por un conjunto tan molesto y tan frágil (toda rotura de un saco obliga forzosamente a reemplazarlo); LA PASARELA RODANTE 189 ero podía ser armado instantáneamente por medio de sus anillos A unión. Con este objeto se clavaban, de antemano, perpendicuirmente al eje del elemento por debajo de las viguetas, dos pedazos e tablas horizontales horadadas con los hoyos correspondientes al mplazamiento de los anillos. Bastaba, en consecuencia, para hacer a unión, colocar los anillos en estos hoyos y asegurarlos por medio ,e cufias preparadas con este fin. Además, se clavaban dos pedazos le viguetas de 1.20 m. de largo al exterior de las viguetas, de modo que sobrepasaran unos 50 cm. hacia atrás y que servían, primero, le angarillas para tomar el elemento como una carretilla y, después, para unir el elemento con el precedente. Por otro lado, esta unión podía reemplazarse por un dispositivo de unión automática son resortes. El conjunto de un elemento asi constituido pesaba de 100 a 150 kg. y podía fácilmente ser llevado por 4 hombres, en el caso de que no se pudiera llevársele rodando, por tener que atravesar trincheras, alambradas, embudos, etc Los sacos no eran rellenos con paja: estaban provistos de un chasis interior de madera, o de alambre grueso, mucho más liviano que los 80 k. reglamentarios de paja. , Corno el conjunto de un elemento, con su tren de aterrizaje y su saco Habert, presentaba el aspecto de un aeroplano, los zapadores solían llamarlos «aviones» y hablaban de la pasarela volante, siendo que, dado su lanzamiento, parece convenirle mejor el nombre de pasarela rodante. El lanzamiento En el lugar elegido se clavaban, sin mucho ruido, dos piquetes de alambradas (en forma de tirabuzón), que no debían sobresalir más de 30 a 45 cm. para no molestar la maniobra. Un zapador, empujando delante de sí el primer elemento en la forma de una carretilla, lo echaba al agua entre los piquetes y continuaba empujándolo hasta llegar el mismo al borde del agua, colocándose en seguida a un lado para proceder a unir la parte de atrás de su elemento con los piquetes de la orilla. A continuación, llegaba un segundo zapador empujando un segundo elemento, rodaba sobre el primero, lo echaba al agua y continuaba empujándolo hasta la extremidad delantera del primer elemento, para después colocarse sobre el costado, encima del saco Habert del primer elemento, y proceder a unir este segundo elemento con el primero. Después llegaba un tercer zapador que procedía como el anterior, y así sucesivamente El último elemento, que era más angosto y que no llevaba el saco Habert, servía para la unión con la otra orilla, asegurándose la trabazón sobre dos piquetes análogos a los de la primera orilla. 190 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE El lanzamiento, así ejecutado, no duraba más que algunos minutos, ya que el Seille solo tenía unos 20 a 30 m. de ancho, en los alrededores de Brin, Siendo la corriente, en estos parajes, suave, no se necesitaba anclaje. Es indudable que sobre un río de una corriente más fuerte sería preciso preocuparse de él, ya fuera en los primeros elementos, aguas arriba, o si el río es muy ancho, en todos ellos. Empleo de las pasarelas rodantes Una pasarela de este modelo fué construida por la 6/53 compañía para un golpe de mano en Brin, en la noche del 16 al 17 de septiembre. Ella sirvió en seguida para varios otros golpes de mano. El poder de flotación de los sacos Habert es de tres a cuatro horas, al cabo de cuyo tiempo, gradualmente, se ponían más y mas pesados, de suerte que su repliegue era muy penoso, sobre todo cuando habían sido horadados por proyectiles o por otra causa, por lo que era menester remendarlos convenientemente, después, por el sastre de la unidad. Otra compañía, la 6/3 de la misma división, ejecutó después para golpes de mano, pasarelas semejantes en Arraye-et Han. Como la duración de las operaciones se prolongara, no fué posible continuan empleando el saco Habert, debiéndose, en consecuencia, reemplazarlo por barriles dispuestos a la derecha e izquierda del tablero (dos barri los por elemento). Es claro que los elementos así construidos erar mucho más pesados. El empleo de las pasarelas rodantes presenta grandes ventajas a causa de la rapidez del lanzamiento y del repliegue. El largo más práctico de sus elementos es de 4 m., a fin de poder manejarlos con facilidad. Los ingleses emplearon, en sus ofensivas de 1918 pasarelas rodantes de un solo cuerpo, o bien compuestas de elemen tos muy largos, lo que no dio mucho resultado a causa de las difi cultades que se pueden encontrar en el trayecto antes del lanza miento, y gran alambradas, obstáculos, pasos estrechos o difíci les, etc. La amplitud de los preparativos es, ciertamente, un inconve niente; pero ya se ha demostrado que un lanzamiento rápido exige a su vez, largos preparativos, y que en un pasaje que debe ejecutarse cerca del enemigo, todo lo que aumente la rapidez del lanzamiento aumenta, por su parte, las probabilidades de éxito. De aquí resulta que los zapadores, en estos casos, deben se advertidos con algunos días de anticipación, para que puedan reu nir el material y ejecutar todos los trabajos preparatorios necesa ríos. Por otro lado, si una compañía de zapadores prevé una cona LA PASARELA RODANTE 191 trucción de pasarelas, puede confeccionar anticipadamente los elementos, ya que, siendo rodantes, no presentan dificultad para su transporte. Y, aún en el caso de tratarse de construcciones de gran amplitud, podría, sin duda, apilarse los elementos unos sobre otros, ya fuera de a dos o de a tres, cuidando sí de colocar al elemento inferior ruedas más sólidas, para que los arrastrara un caballo o un carro de herramientas. Una compañía que adoptara este sistema, se crearía un tren de puentes de pasarelas que podría funcionar con éxito en el momento necesario. Traducción de HUMBERTO DONOSO N., Teniente 1.° Alocución patriótica pronunciada por el capellán don Bernardina Abarzúa en la plaza Colón de Taena, para conmemorar el aniversario de Iquique. Señores Jefes y Oficiales: Señores: Yo saludo y bendigo la indestructible fraternidad que nos congrega en esta fecha de gloria. Podrán dividirnos los intereses; separarnos, las opiniones; cavar abismos, los credos religiosos; desorganizarnos, las estrecheces partidaristas, y sembrar enconos la desgraciada tormenta de los ardores políticos. Pero tan pronto como vibra la arrogancia marcial del himno patrio y ondula ante nuestros ojos enternecidos la vieja bandera de Chile, todos salimos de la tienda egoísta de nuestras mezquindades rutinarias, olvidamos las áridas disenciones y nos estrechamos las maños para cantar el hosanna común de la raza. Hay que guardar, señores, este sentimiento salvador. Si nuestras instituciones decaen, si nuestros sistemas fracasan, si existe desilusión por los rumbos que marcan el camino y notamos alguna vez la ausencia de cerebros poderosos y de intenciones rectas, si el excepticismo nos invade y las sombras se derraman sobre las sendas del porvenir, si los problemas nos agobian y el ALOCUCIÓN PATRIÓTICA 193 desequilibrio nos amenaza, volvamos la vista a nuestra historia, a nuestros recuerdos, al martirologio de los héroes, a las virtudes étnicas de nuestra pasta homogénea; y nos sentiremos todavía con un caudal supremo de esperanzas y con un vigoroso impulso de optimismo. Bien hacemos en acariciar esta fecha, que es el cumpleaños de la Marina de la Patria, trayendo a la memoria el glorioso martirio de Prat y de su pléyade heroica. Señores: No he menester describiros las correrías afortunadas del monitor peruano, el esfuerzo infatigable de nuestros marinos para dominar en las regiones australes del Océano de Balboa, la mañana luminosa del 21 de mayo de 1879, la sorpresa de Iquique, la serena resolución de los chilenos, el ansia de morir antes que arriar la bandera. No he menester haceros sentir las voces de mando, el estrépito de la defensa, las célebres frases del joven capitán de la vieja corbeta, pronunciadas con el acento que resonó en las Termopilas frente al orgullo y poderío de Jerjes, el estampido de los cañones, el grito de «¡abordaje!», el respetuoso abrirse de las olas para recibir en su seno las reliquias de la Esmeralda, como si ésta fuese un cofre sagrado con cenizas próceres. Nada de eso necesito; porque asi como la luz matinal se infiltra en la selva y despierta las armonías adormiladas, para que toda hoja brille y tiemble de emoción y todas las aves canten, así también la fecha de hoy penetra en todas las almas y resplandecen los nombres con que se salpica la historia patria y los recuerdos gloriosos forman himno. ¿Y cómo habríais de pedirme siquiera una vaga reminiscencia, aquí frente al mar que todavía sigue cantando el heroísmo de Prat, aquí tan cerca del Morro granítico, testigo y pregonero, tumba y pedestal, jalón de gloria y pergamino de nobleza; junto al Morro cuyas rocas inclementes se suavizaron con el riego de nuestra sangre y verdean ante los ojos del alma y ante la faz de la Historia como un bosque de laureles sempiternos? Por otra parte, vosotros, con la sola presencia, estáis haciendo un curso de Historia: las dianas marciales dan colorido al ambiente; loe veteranos del 79 muestran en su noble fatiga que merecieron la herencia de los antiguos luchadores de la tierra y el mar; la juventud siente circular la savia del patriotismo tradicional; la niñez sueña con la reiteración de los episodios legendarios; los obreros parecen gloriarse de que el músculo popular que alzó en alto la insignia adorada, conserva intacto el vigor para empuñar la herramienta del trabajo o esgrimir el acero del combate; los pundonorosos Jefes y Oficiales del Ejército y la bizarra tropa dicen que ellos 194 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE continúan la prosapia ilustre de la institución militar, baluarte de nuestro nombre, garantía de nuestra paz y nervio de nuestro prestigio. Por eso os decía, señores, que vuestra sola presencia era un curso de Historia. Yo sólo pudiera añadir: aprovechemos las lecciones que se derivan del holocausto cuyo recuerdo nos asocia. Comprendamos el concepto del patriotismo en toda su vasta extensión, que no es otra cosa que el cumplimiento del deber individual en el puesto que se sirva, en la investidura que se lleve, en el rango que se ocupe en la categoría que la suerte fije. Así es tan patriota el que enseña, como el que aprende; tanto el que obedece, como el que manda; tanto el que trabaja, como el que paga; tanto el estadista que da lustre a la Patria desde la elevada atmósfera de una posición internacional, como el pobre labriego que va dejando en el surco, juntamente con el trigo, sus gotas de sudor, granos tambiéu de una simiente sagrada; y tan soldado es, señores, el guerrero profesional que guarda las fronteras, como el fraile que reza por los muertos.... Este es el concepto del verdadero patriotismo; este es el origen de la tolerancia y el espíritu de la fraternidad, sellado todo por el nombre de Chile, protegido todo por la hermosa bandera triunfal... Y ya que hablo de la bandera de mi Patria, olvidemos las reflexiones filosóficas para agruparnos y unificarnos en el sentimiento del amor a la Patria, que debe ser el culto del chileno. Estamos ahora en un momento de religiosidad. Venimos a dar gracias a Dios por el beneficio de la gloria educativa de nuestros héroes predilectos. Pidámosle que su mano providente siga favoreciéndonos; que a su bendición fructifiquen nuestros campos, prosperen nuestras industrias, se multipliquen las actividades y florezcan los esfuerzos; que el amor a nuestras instituciones y la hospitalidad para el extranjero continúen siendo los rasgos distintivos del carácter nacional; que el tricolor invicto, encarnación de la tierra, de la sangre, de los afectos, de las dulces memorias, del hogar querido, nos enternezca, nos electrice y nos haga capaces de todos los sacrificios... ¡Te lo pedimos, Señor, con el cerebro hecho una hoguera, el corazón estremecido y los ojos iluminados por la plegaria y por la fé y bañados en lágrimas benditas...!! Empleo del servicio aéreo divisional y de la aviación de ataque Vas opinión estadounidense, por el comandaste Chaney, adicto aeronáutico estadounidense en Roma. (Traducido del Aviazione) Las batallas se ganan con la cooperación de todas las armas y una futura guerra estaría perdida, ya desde el primer día de las hostilidades, si la nación no estuviese eficazmente armada en el aire y preparada a desarrollar simultáneamente todas las diversas formas de la moderna guerra aérea. Después que las fuerzas de combate hayan cumplido el esfuerzo inicial con el objeto de arrojar al enemigo del aire, y después que las de bombardeo diurno y nocturno hayan lanzado sus primeros ataques contra las concentraciones de tropas, de abastecimientos y de municiones enemigas, contra los nudos ferroviarios y los centros industriales, y después que los ejércitos adversarios hayan tomado contacto inmediato, entre todos los servicios aéreos de naturalesea auxiliar no existe ni hay ninguno de mayor y más vital impor tancia que el servicio aéreo divisional. En la mayor parte de los ejércitos, la división es la más pequeña unidad capaz de mantener la continuidad del combate. La di vi Memorial 1924 Agosto—13 196 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE sión posee altas cualidades de ataque, movilidad, potencia de penetración y posibilidad de absorber en sí misma y emplear fácilmente unidades adicionales de refuerzos. El éxito o el fracaso de las divisiones en el campo de batalla deciden el resultado general. A fin de aumentar hasta el límite máximo las probabilidades de éxito, hemos hecho del servicio aéreo una parte integrante de nuestra organización divisional, sea en paz como en guerra. La eficiencia de la fuerza aérea y su éxito en la batalla, son directamente proporcionales a los cuidados con que fueron atendidos los detalles del equipo y los de la preparación e instrucción del personal. El cuidado de los más mínimos detalles en la instrucción del personal es más importante en el servicio aéreo divisional que en cualquier otro servicio y nada resulta, en tiempo de paz, de mayor ventaja para el joven oficial aeronáutico, sea piloto u observador, que un breve período transcurrido en el servicio aéreo divisional. El oficial está colocado en inmediato contacto con el funcionamiento de la división, que constituye la unidad de combate y de maniobra táctica de las armas colaborantes. De tal manera, es instruido en la interpretación inteligente de los movimientos y de la actividad del enemigo, como asimismo en la comprensión inmediata del objetivo exacto de las operaciones de los propios ejércitos, de manera de poder cooperar inteligentemente con éstos cuando, más tarde, preste servicios en las fuerzas aéreas auxiliares agregadas a las unidades mayores o en una fuerza aérea independiente. Como norma general, nuestra división está compuesta de dos brigadas de infantería, una brigada de artillería, del servicio aéreo divisional y de una unidad de carros de asalto de tipo ligero. El servicio aéreo de un Cuerpo de Ejército se compone de dos escuadrillas de observación y cuatro compañías de aerostáticos (aerostieri). El servicio aéreo de un Ejército consiste en una escuadrilla del comando, un grupo de observación y una bandada (stormo) de ataque compuesta de un grupo de ataque y dos grupos de caza, con un número total de 390 aparatos. El servicio aéreo divisional consiste en una sección comando, una escuadrilla de observación, una sección fotográfica, una oficina de informaciones y un grupo sanitario anexo, con un número total de 39 oficiales y 195 hombres de tropa (aviadores, avieri). Una compañía de aerostáticos (aerostieri) puede también serle agregada. El comandante del servicio aéreo divisional es un Mayor observador. Además de ser el comandante del servicio aéreo, forma también parte del Estado Mayor del Comando de División. La sección del comando comprende el comandante del servicio aéreo, divisional y cinco sub oficiales y porta-órdenes. De ordinario, M ISCELÁNEA 197 la indicada sección reside en el comando de la división y no en el campo de aviación, y colabora con el comando del servicio aéreo divisional en todo aquello que se refiere a la dirección táctica del servicio aéreo divisional y en la realización de sus tareas. Las funciones de la sección fotográfica, de la oficina de informaciones y del grupo sanitario, están claramente evidenciadas. La escuadrilla de observación, divisional, consiste en dos núcieos y seis secciones y es comandada por un Mayor piloto. Dicha escuadrilla está dotada de trece aeroplanos, de los cuales uno es para el comando y seis para cada uno de los dos núcleos. El núcleo de seis aparatos, en una escuadrilla divisional, no constituye una unidad táctica; la repartición en núcleos se ha hecho principalmente para facilitar el control técnico. Cada núcleo comprende seis oficiales pilotos, de los cuales uno es capitán y comandante de núcleo, seis oficiales observadores y 19 individuos de tropa (aviadores avieri). Dada la baja altura en la cual deben mantenerse los aparatos divisionales, los motores, los estanques y la tripulación deben estar protegidos mediante blindajes, especialmente en la parte inferior. Pueden defenderse contra ataques aéreos hasta cierto punto; pero para cumplir mejor su misión, deben estar protegidos por aparatos de caza del Ejército. Están armados con una ametralladora de 50 calibres, dos ametralladoras de 30 calibres sobre instalaciones móviles y una ametralladora montada en túnel (tunnel). La velocidad de estos aparatos en el vuelo es de cerca de 190 kms. por hora. La velocidad ascensional y la cuota de tangencia no tienen importancia. Sin embargo, el coeficiente de seguridad debe ser muy elevado, de manera que el aparato pueda resistir en caso de rotura de un tirante, montante o crucero, provocada por un tiro enemigo. Las tareas de las seis secciones de la escuadrilla están claramenté indicadas en su denominación: a) Sección del comando; b) Sección abastecimiento; c) Sección transportes, d) Sección técnica; e) Sección armamento; f) Sección unión. La zona de acción del servicio aéreo divisional, en condiciones normales, está comprendida a derecha e izquierda entre los límites del sector ocupado por la división, y no sé extiende más allá de 41/2 a 8 kms., en profundidad, en el territorio enemigo. Las funciones más importantes del servicio aéreo divisional son: a) Mantener la unión entre la infantería y el comando de división; b) Ayudar a la artillería en el tiro; 198 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE c) Reconocimiento por la vista y fotográfico; d) Ejecutar misiones del comando. Puede parecer que el servicio aéreo divisional no haga más que duplicar y repetir las tareas del servicio aéreo del Cuerpo de Ejército y, tal vez, aún las del servicio aéreo del Ejército, en muchos casos. Pero esto no es exacto, porque los aparatos divisionales deben mantenerse a alturas muy inferiores a las de los aparatos del Cuerpo de Ejército y del Ejército y, además, su tarea de observación debe ser mucho más precisa y detallada. Efectivamente, el tipo de aparato necesario pera su trabajo, no es apto pura el servicio aéreo del Cuerpo de Ejército, como, asimismo, los aparatos del Cuerpo de Ejército son poco adaptados para el servicio de observación del Ejército. No es necesario que los aparatos del Cuerpo de Ejército sean acorazados contra proyectiles de infantería; los de reconocimiento para el Ejército, y para la artillería de costa, deben poder operar a las mayores alturas, preferiblemente a 7.500 metros, introduciéndose bien adentro en el territorio enemigo. El radio de acción de estos últimos deberá ser de cerca de 5 horas: deben operar aisladamente y poderse defender, en cualquiera dirección, contra ataques eventuales. Es evidente que, para poder satisfacer estos requisitos, deben poder llevar una importante carga útil, que comprenda aparatos especiales como, por ejemplo, un grupo radiotelegráfico de transmisión y recepción, máquinas fotográficas de grandes dimensiones, aparatos respiratorios para la tripulación y, si deben volar sobre el mar, también salvavidas de aire que pueden inflarse en caso de necesidad. AVIACIÓN DE ATAQUE Las unidades de aviación de ataque forman en Estados Unidos de Norte América, parte integrante de un Ejército, pero pueden, si es necesario, ser agregadas a los Cuerpos de Ejército para cumplir mejor su misión. Sus tareas son las siguientes: a) Cooperar con las tropas terrestres, en su acción contra las posiciones enemigas; b) Atacar las tropas enemigas de primera línea, refuerzos, reservas, concentraciones de tropas, vías traficables de cualquiera clase, carros de asalto, baterías y campos de aviación. Dado el carácter de sus misiones, los aparatos deben penetrar en territorio enemigo a baja altura, siempre inferior a 150 metros. Por consiguiente, deben ser bien acorazados y, para poder cumplir su acción ofensiva, estar dotados de un gran número de ametralladoras, por lo menos 8, un cañoncito y bombas. Una escuadrilla de ataque se compone de 25 aeroplanos. Dos son los medios que pueden emplearse en el ataque contra ana posición enemiga. El primer método consiste en volar paralela- MISCELÁNEA 199 mente al despliegue de la posición enemiga; el segundo consiste en atacar volando perpendicularmente a este despliegue. Cada uno de estos métodos tiene sus ventajas y desventajas y, para cada caso determinado, será necesario emplear el método que ofrezca el mayor número de ventajas. Las ventajas del método de ataque paralelo son las siguientes: a) El ataque es de flanco mientras el enemigo está seriamente empeñado en el frente; b) Todo el frente del despliegue enemigo es batido en poco tiempo. Las desventajas son: a) El ataque es superticial y falto de penetración; b) Los aeroplanos atacantes ofrecen fácil blanco a las armas anti aéreas enemigas. Las ventajas del método perpendicular son: a) El ataque posee buena penetración; b) Hiere al enemigo, tanto en la primera linea corno en las siguientes; e) Los aeroplanos atacantes ofrecen poco blanco a las armas antiaéreas enemigas. Las desventajas son: a) El ataque requiere mayor duración de tiempo y mayor número de unidades atacantes para batir entero el frente del despliegue enemigo. Cuanto más se ha intensificado el estudio de la aviación de ataque, tanto más grande se ha reconocido su potencialidad y tanto menores sus restricciones, con el resultado de que las escuadrillas de ataque encuentran siempre mayor favor, de modo que asumirán, sin duda, en un porvenir próximo, una importancia aún más sobresaliente como especialidad aeronáutica. El sentido meteorológico y su utilización para fines militares GENERALIDADES Al estallar la guerra de 1914, existía en Alemania, solamente, el servicio meteorológico con linee puramente científicos y solo era aprovechado por el ejército en lo que tenía relación con la aeronavegación. En lo referente a su aplicación para el tiro de artillería y empleo de gases, no se tenía ninguna experiencia y fué una verdadera sorpresa cuando se constató que era indispensable conocer con exactitud y con la debida oportunidad, la influencia que, en cada cada caso particular, ejercían los factores atmosféricos, (fuerza y dirección del viento, peso y humedad del aire, neblina, nubes, etc.). El servicio meteorológico debió, pues, en el transcurso de la 200 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE guerra, irse amoldando a las nuevas exigencias del ejército y es así como se improvisaron secciones meteorológicas, con el personal civil que existía en los diferentes observatorios del país y con el mismo que se utilizaba en tiempo de paz. Solo en el año 1918, puede decirse que este servicio formaba parte integrante de la organización del ejército y rendia su máximum de eficiencia. ORGANIZACIÓN Al terminar la guerra, el servicio estaba organizado en la siguiente forma: I. Estaciones de campaña: movibles, afectas a las divisiones, o sea, a la menor unidad operativa independiente. Entre nosotros, tal vez, a las brigadas combinadas. a) Personal. 1 metereólogo, como asesor técnico del comando, y responsable del servicio; 2 suboficiales, y 3 individuos de tropa, como operadores. b) Material. El adecuado a las necesidades. II. Estaciones de ejército: movibles, afectas a los comandos de ejércitos y con una organización semejante a las de campaña. III. Estaciones de la Patria: fijas, afectas a los diferentes ob servatorios astronómicos, a las Escuelas de Tiro, de Aviación y de Instrucción de Gases. Estas estaciones, por el hecho de ser fijas, de estar fuera de la influencia del enemigo y por servir como escuela para la instrucción del personal que debía reemplazar al de las otras estaciones, contaba] con un material y personal más numeroso. En la actualidad existen solo estas estaciones en las diferente plazas de tiro; las de campaña y de ejército no existen, por prohibialo el Tratado de Versalles. Como experiencia de la guerra, se llegó a la conclusión de que no era práctico dividir las estaciones en secciones especiales, que se ocuparan independientemente de determinar los factores que influyen o tienen interés para el tiro, para la aviación y para el empleo de gases; por consiguiente, las diversas estaciones determinan con juntamente todos los factores, comunicando los datos que interesa a cada una de las reparticiones indicadas y al comando al cual pe tenecen. CONCLUSIONES Al hablarse del aprovechamiento del servicio meteorológico lo que se relaciona con el tiro, no hay que olvidar que no es so MISCELÁNEA 201 la artillería quien aprovecha de sus beneficios; sino que también los lanza minas y las ametralladoras pesadas, en especial en su empleo en el tiro indirecto a grandes distancias. Hoy día se trata de sorprender al enemigo con violento fuego de efecto, evitando el horquillaje y el desperdicio de munición. Con ello se obtiene desde el primer momento, en todo caso, la superioridad moral y en muchas ocasiones la superioridad material. Además se disminuyen las probabilidades de que el enemigo pueda determinar la posición de las plazas, por medio del sonido o por otros procedimientos, antes de que haya podido reponerse de la sorpresa. Este tiempo, que puede ser relativamente largo, según los casos, permite, también, sacar un provecho material efectivo si el tiro ha sido bien calculado, antes de que el enemigo esté en situación de poder contrarrestar el efecto del fuego. Al hablar de este punto quiero, también, una vez más, dejar bien en claro que hoy día todos los esfuerzos tienden a mecanizar y, por consiguiente, a simplificar, los procedimientos de tiro, quede por sí se han hecho muy complicados, dados los innumerables factores que influyen en un tiro de precisión. Con este fin se trata de suprimir el cálculo que forzosamente debe efectuar el comandante de batería, el cual, además de quitarle un tiempo precioso, está expuesto a los errores consiguientes a la nerviosidad, falta de tiempo y comodidades para efectuarlo. Al efecto, se ensaya una máquina de cálculo para tiro de artillería, de la cual es inventor el ingeniero y teniente de reserva Dr. Panke. En la actualidad la referida máquina ha sufrido innovaciones que le permiten resolver todos los problemas de tiro, con todos los calibres, con una exactitud y rapidez asombrosa. Su estabilidad en el transporte ha experimentado, también, grandes perfeccionamientos; de suerte que puede decirse que su uso es indispensable a todo comandante de batería. En resumen, habiéndose determinado en la carta, por algunos de los medios conocidos, la situación del objetivo; conociéndose la posición de cada una de las propias piezas y teniéndose los datos meteorológicos necesarios, por medio de la «Maquina Panke» se está en situación de dar a cada pieza, en reducido tiempo, la direc ción y distancia de tiro correspondiente a cada caso particular. Se reduce al mínimum la influencia de los agentes exteriores, quedando solo en acción las condiciones balísticas del material, lo que constituye el ideal de lo que puede exigirse para su rendimiento. Por otra parte, simplifica también, la observación; cosa muy difícil, si no imposible, en muchos casos. Alemania LA DIVISIÓN TIPO <EJERCITO MODERNO>.—La figura adjunta reproduce la composición de una división de infantería, «tal como podría ser organizada, dice el Reglamento alemán de Conducción y Combate de las Armas Combinadas, de 1923, II. Parte, en un ejército moderno sin límite en sus recursos». Puede en ella notarse la existencia del Batallón de Obreros (Bau Bataillon). Ya es sabido que la guerra de posiciones exige considerables trabajos, para los cuales no bastan las tropas de ingenieros, circunstancias que, a menudo, durante la guerra europea, impulsó a los comandantes de unidades de infantería a constituir, dentro del cuerpo mismo, una compañía de obreros, formada por especialistas (albañiles, mineros, etc.,) extraídos de los efectivos de las demás compañías. Esas unidades fueron denominadas BauKompagnie, Berg Kompagnie, etc., y desaparecieron cuando empezó a hacerse sentir la crisis de los efectivos, en el frente. Es interesante constatar como aparecen, boy día, reglamentariamente previstas, unidades análogas. (De la Reme de Artilleria). NOTICIAS 203 204 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE Argentina AVIACIÓN CIVIL.—El intenso interés militar por el desarrollo de la aviación civil, exteriorizado con la entrega de fondos del Ministerio de Guerra a los diversos Clubs oficializados, se manifiesta nuevamente con la última orden del Ministerio, que destina 2 conscriptos para el servicio de los expresados aeródromos. Este personal debe especializarse en alguna de las ramas de la aviación y se licenciará como reservista de aviación. RESERVA DE SANIDAD.—Se han nombrado para figurar en el escalafón de la reserva, los siguientes subtenientes de sanidad de la reserva: 311 médicos, 33 dentistas, 31 farmacéuticos, 3 químicos y 1 veterinario. AERÓDROMOS.—Donado por un particular se ha establecido un aeródromo, de 25 hectáreas, en Resistencia, el Chaco. Se establecerá, también, allí, una carpintería aeronáutica. CURSOS ABREVIADOS.—La Escuela Superior de Guerra está efectuando cursos de cuatro meses para capitanes y tenientes l.os, en reemplazo de los cursos Especial y Preparatorio de reglamento, a fin de prepararlos en la conducción de las pequeñas unidades, dejándolos aptos para el ascenso. En marzo de 1926 se suspenderán estos cursos y se continuará con el funcionamiento normal de la Escuela Superior de Guerra. INSPECTORES DE DISTRITOS.—Se reglamentaron las funciones de los inspectores de distritos, de nueva creación; quedarán dependiendo de los Comandos de División, con amplias atribuciones fiscalizadoras sobre los distritos. Se les dá, también, el carácter de inspectores nacionales, para loa efectos de la organización y movilización de la Guardia Nacional y Territorial. FERROCARRILES.—Se entregó al servicio público la línea Tunuyan-San Carlos y se establece un paradero en el kilómetro 101 para servir al campo militar de Los Andes (Mendoza). Igualmente, en la línea de Metán a Barranqueras (Prov. Salta), se ha entregado al servicio público una sección de 38 kilómetros, comprendida entre la estación El Tunal y el kilómetro 1082. Pertenece esta línea a una de las más importantes que construyen los Ferrocarriles del Estado, tanto por su zona de influencia como por la vinculación que establecerá entre la zona noroeste y los pueblos del litoral. ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO.—Se ha nombrado jefe del Estado Mayor General al coronel Francisco M. Velez y sub-jefe del mismo, al coronel Guillermo Valtta. El general Pascual Quiróz, antiguo jefe del Estado Mayor General, ha sido enviado en comisión a Francia, cesando definitivamente en sus funciones. NOTICIAS . 205 Inspección General del Ejércisiguientes períodos de instrucción para el presente PERÍODOS DE INSTRUCCIÓN—La a fijado loa militar: MANIOBRAS.—Se preparan grandes maniobras pare el período correspondiente y, se asegurarse efectuarán concentrando la I, II y I I I Divisiones en la provincia de Entre Ríos, siempre que el Congreso autorizara invertir mayor suma que la fijada en el presupuesto anual ($ 250.000). En caso contrario, se llevarían a cabo en mentir proporción; pero siempre se concentrarían dos divisiones, como mínimum. 206 MEMORIAL DEL EJERCITO DE CHILE Brasil PRESUPUESTO.— Las cifras que a continuación se han de indicar, corresponden a reis oro y a reis papel. Los reis oro deben computarse en razón de 26 peniques ingleses por. cada 1.000; los papel, a la par, corresponderían, los mismos 1.000, a un chelín, alcanzando actualmente, con la depreciación de la moneda, solamente el 60 por 100 de su valor a la par. Las cifras del presupuesto general de gastos son: 88.482,479.025, reis oro; 791.315.983.265 reis papel. El presupuesto de la guerra asciende a 200.000.000 reis oro y 142.191.802.000 reis papel. Para la marina figuran las cantidades siguientes: 1.200.000.000 reis oro; 76.440.014.836 reis papel. Dado el valor aproximado del mil reis, comparativamente a nuestra peseta en el año actual, puede traducirse el presupuesto de guerra alrededor de los 120.000.000 de pesetas. MISIÓN MILITAR FRANCESA.—Merece citarse como elemento del Alto Mando brasileño, afecta al Estado Mayor del Ejército, la misión francesa, compuesta de un jefe de la categoría de general de división cuya función, en relación con este ejército, es la de asesor técnico del jefe del Estado Mayor; de un segundo jefe, general de brigada, director técnico de la Escuela Superior de Guerra de Río de Janeiro, y de veinte jefes y capitanes empleados como profesores en los centros de enseñanza militar. Hay, además, otra misión de aviación, integrada por un teniente coronel jefe, un comandante y dos capitanes. Pertenecen también a la primera cinco sargentos. La misión francesa fue contratada en 1919 por cuatro año años, en vista de sus beneficiosos resultados en la capacitación de la oficialidad brasileña, acaba de ser prorrogado el plazo del contrato por dos años más. Los oficiales franceses han reorganizado ampliamente la Escuela Superior de Guerra de Río, cuyas funciones fueron muy reducidas desde su creación, hasta que por varias causas fue cerrada, permaueciéndolo durante el período de la pasada guerra europea. Han creado e impulsado la Escuela de Perfeccionamiento de Oficiales, centro de ampliación de estudios para el oficial, acostumbrándolo al manejo de tropas y al conocimiento de la táctica general. Y han creado la aviación brasileña militar, atendiendo a la enseñanza en la Escuela de Aviación de Río y formando pilotos militares. SUELDOS.— Mensualmente perciben los militares brasileños, de cualquier categoría, su sueldo más una gratificación equivalente al 50 por 100 del sueldo. Para computar en pesetas la cuantía de los sueldos en este país, procede asimilar un mil reis a una peseta; a la par el mil reis equivale a 1,20 pesetas; en la actualidad está por de- NOTICIAS 207 bajo de nuestra moneda. Los sueldos totales mensuales para cada categoría son los siguientes: Mariscal 3.100.000 reis General de División 2.650.000 Genera! de Brigada : 2.200.000 Coronel 1.750000 Teniente Coronel 1.450.000 Comandante 1.200.000 Capitán 1.000.000 Primer Teniente 775.000 Segundo Teniente 650.000 Aspirante 350.000 Para las categorías de tropa, los sueldos mensuales se dividen, análogamente, en sueldo regulador y una gratiíicación equivalente al 50 por 100 del sueldo. Los totales son los siguientes: Sargento Ayudante... 270.000 reis Amanuense de 1a 450.000 » Primer Sargento 190.000 » Amanuense de 2.a 370.000 » Segundo Sargento 142.000 » Tercer Sargento 114.000 » Cabo 86000 » Anspecada 48.000 » Soldado (sueldo) 12.000 » Todo el personal de tropa disfrutará de un aumento del 10 por 100 de sus sueldos después de los diez años de servicios, y del 15 por 100 pasados quince años de servicios. (De «La Guerra y su Preparación). Enero 1924). Inglaterra LAS MODERNAS ARMAS BE GUERRA.—En una reciente conferencia, en la Royal Artillery Institution, sobre el desarrollo de las armas modernas, el general Sir E. Ironside, comandante del Staff Gollege, dijo que, aunque cada soldado tenía la convicción de que los gases han alterado completamente la táctica moderna, no discutiría esta arma, la más importante de todas, a causa de las restricciones que han sido impuestas por pedazos de papel (tratados). En cuanto a las demás armas modernas, algunas de ellas son sólo medios especiales para impulsar a los hombres adelante; pero siempre son los hombres quienes vencen la resistencia final. El transporte mecánico ha batido al transporte animal en regiones donde difícilmente podría creerse posible. Para la defensa interior, el tanque y el carro blindado han revolucionado las cosas. Al tratar los aeropla- 208 MEMORIAL DEL EJÉRCITO DE CHILE nos, el conferencista dijo que, en adelante, era absolutamente necesario que los generales volaran y, además, que los trabajos de reconocí miento del futuro debían hacerse por los oficiales superiores de artillería. AUMENTO DE LA FUERZA AÉREA.—Se está desarrollando, rápidamente, el programa definitivo para el aumento de la fuerza aérea acordado por el gobierno a mediados de 1923. Este aumento consistirá en elevar el total de escuadrones a 80, de los cuales 52 se destinarán a la defensa interior. 1) INSTRUCCIÓN DEL PERSONAL DE LA FUERZA AÉREA.—Los principales factores de este problema son: a) Proveer los aeródromos, edificios, cuarteles y campos de instrucción necesarios. b) Reclutar el personal. c) Instruir los especialistas. d) Adquirir los aeroplanos, motores y equipo en general. Tomando en cuenta que la provisión de equipo, en condiciones normales, debe ir a parejas con el personal disponible para manejarlo, lo más importante es la instrucción del personal. Este punto resultaba más fácil antes de la guerra; pero hoy, el aumento creciente de los medios técnicos hace que la instrucción sea más difícil y más costosa. Si no se tratara de dinero, el ideal sería que cada escuadrón de la defensa interior fuera una unidad regular con dotación completa. Así se mejorarían las condiciones mecánicas generales y, con el apoyo de un Ministerio del Aire que pudiera asignar fuertes sumas para nuevas máquinas, se llegaría a tener una industria extensa y creciente para proveer, en cualquier momento, todo el material concebible, con sólo una pequeña expansión de los talleres. Pero, dado el presente estado de las finanzas nacionales, los gastos deben reducirse al mínimum, por eso es que el proyecto ideado por el Ministerio del Aire contempla asignar la defensa interior aérea del país a escuadrones auxiliares, substituyendo en lo posible al personal militar por personal civil. Este es un experimento atrevido, pero necesario en las actuales circunstancias y se cree que alcanzará buenos resultados. Naturalmente, los detalles del proyecto son muy elásticos, para permitir las modificaciones que la experiencia aconseje sin grandes alteraciones en el conjunto. El paso inicial dado al respecto por el ministerio del aire, es la provisión de las instalaciones permanentes necesarias para el aumento de las unidades aéreas, cuyo total será más del doble, comparado con las existentes al comienzo de 1923. Al presente no existen los aeródromos, cuarteles y campos de instrucción necesarios para una rápida expansión, y ahora Inglaterra está pagando las fuertes supresiones que siguieron al armisticio. Es necesario restablecer una cin- NOTICIAS 209 tura de. aeródromos, especialmente en el Este y Sureste del país, para alojar esos 52 escuadrones. Las escuelas de instrucción de aprendices, de Halton y Cranwell, no pueden contener más de 3.000 muchachos y, como cada uno sigue un curso de 3 años, el rendimiento de cada escuela no es mayor de 1.000 mecánicos por año, número insuficiente para la expansión proyectada. La fuerza aérea cuenta hoy día, aproximadamente, con 3.000 oficiales y 27.000 hombres y si la expansión se efectuara sólo sobre una base regular habría que doblar estos números; pero, dentro del proyecto de cooperación civil del Ministerio del Aire, el aumento no será mayor de 8 a 10.000 hombres, entre oficiales y tropa. En esta forma se espera conseguir dos ventajas: economizar dinero por el alistamiento de civiles entrenados, ahorrando el largo período de instrucción que se necesitaría en caso contrario, y descongestionar los centros de instrucción existentes, para dedicarlos principalmente al entrenamiento del personal militar activo. Para el éxito del problema de defensa interior, en cuanto al personal, se requiere la patriótica cooperación de la juventud y corporaciones ricas de la nación, porque, aparte del personal civil que se dedique por entero, la dotación completa de los escuadrones de la reserva especial y la casi completa de los escuadrones auxiliares, dependerán principalmente de los voluntarios. En lo posible, estos escuadrones auxiliares y de reserva se radicarán cerca de los centros más poblados, para facilitar el reclutamiento, y cada escuadrón se agregará a una estación permanente. En esta forma los operarios y empleados no combatientes de estos escuadrones, encontrarán ocupación como civiles en la fuerza aérea de un aeródromo. BIBLIOGRAFIA Artillería de campaña, por el Teniente Coronel Rimailho. París, 1924. Gauthier-Villars et Cie, quai des. Grands-Augustirs, N.° 55. Precio: 55 frs. El autor es uno de los realizadores del cañón de 75, francés, y creador del cañón de 155 corto, que lleva su nombre La obra está dividida en cuatro partes: 1) La primera, hace la historia de la artillería francesa, desde 1870 hasta la invención del cañón de 75. 2) La segunda parte.comprende todos los estudios que tuvieron como resultado la invención del cañón de 75 y los que se siguieron hasta el año 1914. 3) La tercera parte, reseña todos los materiales de artillería usados en la guerra 1914-1918, comprendiendo, por lo tanto, las creaciones que durante su curso se hicieron. 4) En cuarta parte, el autor presenta los materiales que, a su juicio, se imponen para el porvenir, dadas las tareas que entonces corresponderá desarrollar a la artillería. Para arribar a tal resultado, el autor comienza por formar un cuadro esquemático de lo que serán los combates futuros. En seguida estudia, detalladamente, con sus características generales y de orden táctico, los siguientes materiales y elementos, respecto de los cuales hace infinidad de proposiciones: Cañones de infantería, Artillería de acompañamiento, Artillería de apoyo directo, Tracción automóvil para la artillería, Artillería de montaña, Artillería de caballería, Artillería anti aérea, Artillería pesada de campaña, a tracción animal, Artillería pesada de campaña, automóvil, Artillería sobre orugas y Artillería pesada para vías férreas. El autor puntualiza las condiciones que debe reunir cada uno de estos materiales, preconizando, aún para los más pesados, la mayor movilidad táctica y estratégica de que sea dado dotarlos. En su concepto, hoy en día, todo cañón es cañón de campaña,
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