Otros títulos publicados en esta colección: 20 años de democracia Gerardo Caetano HÉCTOR GROS ESPIELL La revolución de 1904 20 años de democracia IGNACIO DE POSADAS Sistema tributario uruguayo HEBERT GATTO El cielo por asalto PABLO DA SILVEIRA Y SUSANA MONREAL Liberalismo y jacobinismo en el Uruguay batllista RAMÓN DÍAZ Historia económica de Uruguay YVETTE TROCHON Las mercenarias del amor PABLO DA SILVEIRA Y RAMÓN DÍAZ Diálogo sobre el liberalismo MARTA CANESSA DE SANGUINETTI El bien nacer LUCIANO ÁLVAREZ El ágora electrónica GERARDO CAETANO Y ROGER GEYMONAT La secularización uruguaya VARIOS AUTORES Los uruguayos del Centenario V einte años de democracia, en el marco de un giro de época revolucionario en el mundo entero, marcan una aventura colectiva imposible de olvidar. Aun en un país que, como Uruguay, suele disimular sus transformaciones, los cambios verificados en estas dos décadas trascienden largamente la dimensión política para abarcar modificaciones inocultables en la sociedad, en la demografía, en la economía, en la cultura, en la ciencia y la tecnología, en el derecho, la salud o la educación, entre otros muchos temas. Con ese signo del cambio múltiple como telón de fondo, se suceden acontecimientos y procesos de lo más diversos, cuyo balance resulta un insumo imprescindible para pensar e imaginar los prospectos del futuro. ¿Qué esperanzas se desataron tras el final de la dictadura? ¿Qué logros pudimos forjar tras la trabajosa y conflictiva recuperación de nuestra vida democrática? ¿Cuáles fueron las cuentas pendientes que nos desafían —tal vez más que nunca— hacia el porvenir? ¿Cómo vivimos los cambios vertiginosos de la aldea global en los más diversos planos? ¿Cuáles fueron los relatos a través de los cuales buscamos registrar nuestra peripecia y renovar las razones para andar juntos? Sobre estas y otras interrogantes igualmente radicales se proyecta el análisis de veintidós trabajos de investigación, con la autoría de reconocidos intelectuales y personalidades del medio, muchos de ellos convertidos en auténticos referentes nacionales en sus respectivos temas. Como un espejo necesario que nos anima y empuja a las tareas del futuro, este libro viene a constituirse en un aporte indispensable para adquirir una conciencia más acabada de lo vivido y para alimentar la conciencia de las exigencias que seguramente nos deparará un futuro que ya está frente a nosotros. RODRIGO AROCENA ROY BEROCAY LUIS BÉRTOLA GUSTAVO BITTENCOURT MARIANA BLENGIO VALDÉS GERARDO CAETANO URUGUAY 1985-2005: MIRADAS MÚLTIPLES JUAN JOSÉ CALVO MARGARITA CARRIQUIRY NÉSTOR DA COSTA GUSTAVO DE ARMAS LUIS FARAL HÉCTOR GROS ESPIELL MANUEL MARTÍNEZ CARRIL ROGER MIRZA RENATO OPERTTI Gerardo Caetano BRUNO PODESTÁ Cultura y relaciones internacionales 20 años de democracia GERARDO CAETANO Antología del discurso político en el Uruguay HUGO ACHUGAR ÁLVARO PADRÓN ADELA PELLEGRINO GABRIEL PELUFFO LINARI MARCELO PEREIRA ROMEO PÉREZ ANTÓN BAJO LA DIRECCIÓN DE RICARDO PIÑEYRÚA Gerardo Caetano TERESA PORZECANSKI OSCAR LUIS SARLO JUDITH SUTZ © 2005 © De esta edición: 2005, Ediciones Santillana, S.A. Constitución 1889. 11800 Montevideo Teléfono 4027342 Correo electrónico: [email protected] © Autores: Hugo Achugar, Rodrigo Arocena, Roy Berocay, Luis Bértola, Gustavo Bittencourt, Mariana Blengio Valdés, Gerardo Caetano, Juan José Calvo, Margarita Carriquiry, Néstor Da Costa, Gustavo De Armas, Luis Faral, Héctor Gros Espiell, Manuel Martínez Carril, Roger Mirza, Renato Opertti, Álvaro Padrón, Adela Pellegrino, Gabriel Peluffo Linari, Marcelo Pereira, Romeo Pérez Antón, Ricardo Piñeyrúa, Teresa Porzecanski, Oscar Luis Sarlo y Judith Sutz. • Santillana Ediciones Generales, S.L. Torrelaguna, 60. 28043 Madrid, España. • Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara, S.A. Beazley 3860. 1437 Buenos Aires, Argentina. • Santillana de Ediciones S.A. Av. Arce 2333, La Paz, Bolivia. • Aguilar Chilena de Ediciones, Ltda. Dr. Aníbal Ariztía 1444, Providencia, Santiago de Chile, Chile. • Santillana, S.A. Río de Janeiro 1218, Asunción, Paraguay. • Santillana, S.A. Av. San Felipe 731, Jesús María, Lima, Perú. Diseño de tapa: Andrés Rojí. Foto de tapa: Matilde Campodónico. Fotos de apertura de Política y apertura de Cultura: Matilde Campodónico. Foto de apertura de Sociedad y economía: Gabriel García. ISBN: 9974-95-043-0 Hecho el depósito que indica la ley. Impreso en Uruguay. Printed in Uruguay. Primera edición: Julio de 2005. 2.500 ejemplares. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial. ÍNDICE Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 I. Política Introducción general Marco histórico y cambio político en dos décadas de democracia. De la transición democrática al gobierno de la izquierda (1985-2005) Gerardo Caetano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 El sistema judicial uruguayo en la restauración democrática (1984-2004) Oscar Luis Sarlo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75 Rumbos y avatares de la política exterior Romeo Pérez Antón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109 Los desafíos de la reinserción internacional del país Héctor Gros Espiell . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131 La interpelación de los derechos humanos en veinte años de democracia Mariana Blengio Valdés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155 1984-2004: los “clásicos” de la salud Luis Faral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193 Educación: una historia de luces y sombras, con debes importantes Renato Opertti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221 II. Sociedad y economía Veinte años no es nada… Juan José Calvo y Adela Pellegrino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251 De la sociedad hiperintegrada al país fragmentado. Crónica del último tramo de un largo recorrido Gustavo De Armas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269 Veinte años de democracia sin desarrollo económico Luis Bértola y Gustavo Bittencourt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305 7 20 AÑOS DE DEMOCRACIA Medios de comunicación. El poder precario Marcelo Pereira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 331 El espacio de lo religioso a veinte años del retorno a la democracia Néstor Da Costa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349 Movimiento sindical y empresarios: un diálogo difícil y necesario Álvaro Padrón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 367 Personajes en busca de un destino. Ciencia, tecnología e innovación en el Uruguay contemporáneo Rodrigo Arocena y Judith Sutz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381 III. Cultura Nuevos imaginarios de la identidad uruguaya: neoindigenismo y ejemplaridad Teresa Porzecanski . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 407 Veinte largos años. De una cultura nacional a un país fragmentado Hugo Achugar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427 Uruguay posdictadura: poéticas y políticas en el arte contemporáneo Gabriel Peluffo Linari . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 435 Una mirada sobre la literatura uruguaya reciente (1985-2005) Margarita Carriquiry . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 463 La música popular uruguaya en veinte años de democracia. Un país sonoro, creativo y cambiante Roy Berocay . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489 Veinte años sin políticas deportivas Ricardo Piñeyrúa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 507 Imaginario social y escena uruguaya Roger Mirza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 523 El espejo del cine Manuel Martínez Carril . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 551 Los autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 573 8 VEINTE AÑOS DE DEMOCRACIA SIN DESARROLLO ECONÓMICO Luis Bértola y Gustavo Bittencourt 1. INTRODUCCIÓN La crisis del 2002 ha dominado la escena de los últimos años y ahora que la coyuntura está siendo tomada por la recuperación económica cabe preguntarse si se trata de volver a la senda anterior. La oportunidad del cambio de gobierno, luego de veinte años de restauración democrática y del amplio triunfo electoral de la izquierda, resulta un momento propicio para esbozar un balance de la economía uruguaya durante la democracia e indagar si existen posibles caminos diferentes. Desde nuestro punto de vista, si bien la crisis del 2002 resultó agudizada por factores externos, de corto plazo, que poco tenían que ver con la política económica, sus principales causas radicaban en factores estructurales de la trayectoria de largo plazo de la economía uruguaya, que la han llevado a tener un crecimiento espasmódico y lento. En este artículo analizaremos esos factores y estudiaremos los cambios ocurridos en la política económica y en la economía uruguayas, especialmente en los últimos veinte años. 2. VOLATILIDAD Y RETRASO. MODELO DE DESARROLLO Y ESPECIALIZACIÓN PRODUCTIVA La economía uruguaya mostró, a lo largo de todo el siglo XX, una tasa de crecimiento económico promedio muy baja, que le hizo perder posiciones en el concierto internacional de manera muy marcada. Como se muestra en el gráfico 1, nuestro producto per cápita relativo al de los países desarrollados se ha deteriorado permanentemente. 305 20 AÑOS DE DEMOCRACIA GRÁFICO 1. PBI PER CÁPITA DE URUGUAY CON RELACIÓN AL PROMEDIO DE ALEMANIA, ESTADOS UNIDOS, FRANCIA E INGLATERRA, 1870-2002 120 100 80 60 40 2002 1990 1978 1966 1954 1942 1930 1918 1906 1894 1882 1870 20 Fuentes: A. Maddison: The World Economy: a millennial perspective, París: OECD, 2001, pp. 17-124; FMI: World Economic Outlook 2004, ‹www.imf.org›. Una de las características más nocivas del crecimiento económico del país ha sido la falta de continuidad. La uruguaya no es una economía estancada e inmóvil. Por el contrario, ha demostrado, de tanto en tanto, que puede experimentar cortos períodos de muy rápido crecimiento. El problema es que no le ha resultado posible mantener estable el ritmo de crecimiento; por el contrario, cada período expansivo culmina con crisis muy profundas que llevan al fracaso de empresas, de personas, de instituciones, y conducen a la desesperanza de muchos uruguayos y extranjeros sobre nuestro futuro. Como surge del gráfico 2, esta ha sido una característica de largo plazo, pero que sigue plenamente vigente y forma parte de la historia de vida de los uruguayos en las últimas dos décadas, en las que nos tocó enfrentar dos grandes crisis: la de la tablita y la más reciente. 306 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT GRÁFICO 2. CICLOS EN LA ECONOMÍA URUGUAYA, 1880-2000 0,25 0 1993 1985 1977 1969 1961 1953 1945 1937 1929 1921 1913 1905 1897 1889 1881 -0,25 FUENTE: L. Bértola y F. Lorenzo: “Witches in the South: Kuznets-like Swings in Argentina, Brazil and Uruguay, 1870-2000”, en S. Heikkinen y J. L. van Zanden: Explorations in Economic Growth, Ámsterdam: Aksant, 2004. Creemos que el insuficiente y volátil desempeño uruguayo se debe a características propias de su estructura productiva, al modo en que la sociedad uruguaya organiza la producción de bienes y servicios, se especializa y se inserta en la economía mundial. Son esas características fundamentales las que han ambientado las crisis recurrentes. El modelo económico que se intentó implementar en las tres últimas décadas, de manera más contundente en la de 1990, ha fracasado como modelo de desarrollo. No es que haya habido problemas de implementación; es que el modelo es inconducente. La cuestión central es que la sociedad uruguaya, y en particular el Estado, no ha logrado encontrar caminos, ni políticas, que permitan inducir un proceso de crecimiento relativamente sostenido. Para ello se requieren esfuerzos deliberados orientados a modificar la estructura productiva. Las políticas económicas de las últimas décadas han estado orientadas por las llamadas reformas estructurales (usando la palabra estructura con un sentido muy diferente del que se le daba en los años sesenta y setenta). La principal de estas reformas fue la liberalización comercial, que en teoría aspiró a que la economía abandonara la pretensión proteccionista y se orientara a especializarse de acuerdo con las ventajas 307 20 AÑOS DE DEMOCRACIA comparativas que llamaremos estáticas, por cuanto se apoyan en los recursos existentes en una economía. En el caso de América Latina se trata principalmente de los recursos naturales, ya que ni los capitales ni la mano de obra son tan abundantes y baratos como en otras regiones del mundo.1 El proceso de reformas llevó a que las ramas industriales que contaban con protección redundante —es decir, que tenían protección a pesar de ser competitivas— redujeran sus márgenes de rentabilidad, y que las que dependían de la protección desaparecieran. Katz2 y numerosos trabajos de CEPAL3 muestran cómo las estructuras industriales de la mayoría de los países latinoamericanos han tendido a especializarse en productos de base agrícola, minera y petroquímica, en particular en bienes de consumo poco diferenciados e insumos de uso difundido, que combinan una elevada escala productiva y el uso intensivo de recursos naturales, y que tienden a ser tomadores de precios. Este patrón de especialización productiva, al que se ha aspirado deliberadamente, presenta varias dificultades y limitaciones. En primer lugar, se sigue dependiendo de exportaciones básicas sobre las que los mercados de los países desarrollados tienen subsidios y diversos mecanismos de protección. En segundo lugar, aunque se lograra la apertura de los países desarrollados a las exportaciones primarias o semiindustrializadas de América Latina, el comercio internacional de los productos en que se especializan estos países muestra tendencias de largo plazo muy poco dinámicas, por razones que van más allá de las políticas comerciales: la demanda tiende a crecer más lentamente que el ingreso de los consumidores, la demanda fluctúa 1 La irrupción de Asia en el comercio internacional implicó que, si alguna vez los países de América del Sur pudieron aparecer como abundantes en mano de obra dentro de la distribución relativa mundial de factores productivos, durante las últimas décadas no han ocupado ese espacio. Las industrias latinoamericanas intensivas en mano de obra no han soportado la competencia asiática ni en los mercados internos ni en terceros mercados, y en los noventa han tendido a perder peso respecto a su participación histórica dentro de las estructuras industriales de estos países. 2 J. Katz: “Cambios estructurales y productividad en la industria latinoamericana 1970-1996”, en Revista de la CEPAL n° 71, 2000. 3 CEPAL: “Reestructura productiva y cambio tecnológico”, cap. III de América Latina y Caribe: 15 años de desempeño económico, Santiago de Chile: CEPAL, 1996 (pp. 65-89); ídem: Globalización y desarrollo, ‹www.cepal.org›, Santiago de Chile: CEPAL, 2002. 308 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT fuertemente con los precios, y los precios de estos mercados se presentan como muy volátiles. Címoli y Katz4 apuntan también a un argumento de carácter tecnológico. En estas ramas productivas el cambio tecnológico se produce más lentamente; por lo tanto, una vez alcanzada una escala eficiente, la capacidad de estos productos para continuar aumentando la productividad del trabajo es escasa en relación con otras manufacturas. De allí provienen limitaciones en el dinamismo de sus inversiones, en su capacidad de contratación de fuerza de trabajo y, especialmente, en su aporte posible para la reducción de la brecha de productividad que separa a los países periféricos de los centrales. En definitiva, si estos son los sectores predominantes dentro de las estructuras industriales, pasarán dos cosas: el producto físico por trabajador será menor y tenderá a crecer menos que en economías tecnológicamente más avanzadas, cuestión que no será compensada por la evolución de los precios en el largo plazo;5 por lo tanto, no puede esperarse que sus valores crezcan a una tasa superior a la de los sectores industriales de las economías centrales o de Asia. Estos argumentos forman parte del pensamiento originado en Prebisch hace más de cinco décadas, que en su esencia es recuperado por numerosos artículos de economistas anglosajones (Krugman, Stiglitz, Rodrik, Thirlwall, etcétera). 3. UNA VISIÓN DE LA ECONOMÍA URUGUAYA EN EL LARGO PLAZO Un trabajo reciente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República6 analiza la recesión posterior a 1999 y su agudización con la crisis financiera y bancaria del 2002, comparando dicho período con el que se vivió entre 1982 y 4 M. Címoli y J. Katz: Reformas estructurales, brechas tecnológicas y el pensamiento del Dr. Prebisch, mimeo, Santiago de Chile: CEPAL. 5 En la teoría ricardiana, la desigual evolución de productividades entre estos sectores es compensada por mejoras en los precios relativos de los bienes tecnológicamente menos intensivos. 6 FCEA, “Comisión sobre diagnóstico de la situación actual del país y propuestas de salida a la crisis. Borrador para abrir la discusión. Abril 2003”, C. Failache (coord.) en coautoría con varios docentes (A. Hounie, F. Antía, A. Elías, G. Mordecki, L. Porto, G. Bitencourt), además de estudiantes y egresados, disponible en ‹www.ccee.edu.uy› y ‹www.decon.edu.uy/~gus›. 309 20 AÑOS DE DEMOCRACIA 1984. Se concluye que lo ocurrido a partir de 1999 era previsible y que, por lo tanto, hubo responsabilidades del gobierno por no haber tomado en cuenta con seriedad elementos que veinte años antes habían provocado la crisis y que estaban presentes nuevamente, conduciendo a un derrotero similar. Las políticas de estas décadas no han sido caprichosas, sino que intentaron revertir un largo estancamiento que se produjo a partir de la crisis de la sustitución de importaciones. La idea predominante fue que las políticas de industrialización habían sido la causa del bajo desempeño económico del país. Se tenía una visión un tanto idílica del desarrollo anterior y de los logros alcanzados hasta 1930. Sin embargo, el crecimiento anterior también había sido espasmódico, había generado importantes desigualdades, había encontrado cambios marcados en la demanda y deterioro en los precios de nuestros productos, y —a pesar de los mitos— éramos una sociedad con bajos niveles de formación de capital humano. Durante la sustitución de importaciones se buscó suplir el mercado interno con la dinámica interna. En el largo plazo era una estrategia condenada al fracaso. El mercado interno uruguayo no es capaz de generar la escala suficiente como para una producción relativamente eficiente en la inmensa mayoría de las ramas industriales. Para hacerse una idea, en la industria automotriz una escala mínima eficiente se sitúa entre 100.000 y 150.000 automóviles, que es lo que produce una planta cualquiera de una empresa transnacional en México, Estados Unidos, Japón o Europa. En Uruguay en la década del setenta teníamos un mercado de unos 8.000 automóviles, abastecido por más de una decena de plantas. Esta es una de las razones por las cuales el proceso de industrialización hacia adentro no logra generar dinámica económica sostenida en el largo plazo. Sin embargo, esa etapa permitió desarrollar un proceso importante de aprendizaje industrial, tanto obrero como empresarial, y el país consiguió desarrollar políticas de integración social y equidad, de mejoras en la educación y la salud, importantes logros que luego fueron parcial y dolorosamente perdidos, junto con la propia democracia. A partir de mediados de los setenta la economía uruguaya pasó a depender básicamente de la dinámica externa, y esto no fue casual, sino que constituyó un objetivo del modelo. La dictadura estableció un Plan Nacional de Desarrollo que pretendió cambiar la lógica de 310 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT la dinámica productiva en el país, instalando una nueva conceptualización. Ya no se apuntaba a la sustitución de importaciones, sino a agregar valor a nuestras exportaciones de bienes primarios. Se entendía que entre las causas principales del estancamiento estaban las fuertes transferencias de ingresos que perjudicaban a los sectores agropecuarios en beneficio de la industria, los trabajadores y los empleados públicos. Había que generar un proceso de liberalización y apertura, fomentar las importaciones, hacer la industria más eficiente y generar rentabilidad para el sector exportador. Se intentó virar los ejes de la expansión productiva hacia una economía agroindustrial exportadora. El gobierno de facto promovió esta transformación mediante un amplio conjunto de instrumentos: ley de promoción de inversiones, reducción de la restricción a las importaciones, promoción de nuevos rubros de exportación mediante subsidios, reintegros, créditos, etcétera. Los primeros años de la dictadura fueron sumamente activos en tratar de transformar la estructura productiva uruguaya; muchos empresarios obtuvieron importantes ganancias, que en parte el Estado les otorgó directamente para que exportaran y generaran su dinámica. A su vez, de modo indirecto, la apertura económica mejoró los precios relativos de los sectores exportadores. Al mismo tiempo se firmaron los acuerdos comerciales con Argentina y Brasil, que fueron sumamente importantes porque permitieron exportar ciertos tipos de bienes que no se podían vender a los países desarrollados. Multiplicar la inserción comercial permitió generar cierto tipo de producciones, ampliar escalas y comenzar a exportar ciertos bienes nuevos a los países vecinos. Estos cambios generaron en la economía uruguaya una nueva dinámica que puede observarse en el gráfico 3. Desde el punto de vista financiero se empezó a concebir el proyecto de Uruguay como plaza financiera regional, y eso supuso varios cambios en la política económica, para lo que se liberalizaron el tipo de cambio y las tasas de interés (hasta el inicio de los años setenta había controles cambiarios; no existía la libre circulación de dólares; quienes manejaban divisas eran los exportadores e importadores y el sector del turismo). 311 20 AÑOS DE DEMOCRACIA GRÁFICO 3. PBI URUGUAYO 300 Miles de pesos de 1983 280 260 240 220 200 180 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1984 1983 1982 1981 1980 1979 1978 1977 1976 1975 160 FUENTE: BCU y proyecciones del IE. Entre 1978 y 1981 se registró una importante entrada de capitales; hubo un boom del consumo privado, un fuerte proceso de endeudamiento, una subvaluación sistemática del tipo de cambio, y en 1982 se desató una crisis originada en el exterior. México entró en moratoria, dijo no poder pagar más y, en cadena, en casi todos los países latinoamericanos se produjeron las crisis de endeudamiento. Esto generó la devaluación uruguaya de 1982 y una crisis financiera cuyos efectos se sentirían durante toda la década de los ochenta. En 1985 se recuperó la democracia en el país, y ello supuso la expectativa de transformaciones y mejoras para el conjunto de la población. La segunda mitad de los ochenta puede considerarse como una fase de transición hacia un nuevo giro en el modelo económico. La recuperación de los salarios, la dinámica del mercado interno y de las exportaciones hacia los vecinos generaron una etapa breve de recuperación en 1985-1987. Sin embargo, no pudo consolidarse un nuevo modelo de desarrollo. En medio del “carnaval electoral” de 1989 hubo un aumento desmesurado del gasto y del déficit público y las presiones inflacionarias se volvieron insostenibles. Ambos factores son signos de que la economía no reencontró en ese período una senda sostenible de crecimiento, lo que se expresa en el valle que forma la curva del PIB real (gráfico 3) entre 1987 y 1991. 312 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT El inicio de la década de los noventa implicó una marcada reorientación en el modelo de desarrollo y una aceleración del crecimiento económico hasta 1998. Por un lado, se planteó la apertura comercial, unilateral (es decir, respecto a terceros países) y en el marco del proceso de integración regional del Mercosur. Por otro, se intentó avanzar en el proceso de privatización (contenido por el plebiscito de 1992), así como en la desregulación de varios mercados. Simultáneamente se instauró un programa de estabilización basado en el ancla cambiaria. La conjunción de estos factores generó una fuerte apreciación de la moneda uruguaya respecto al dólar y una tendencia creciente al déficit comercial provocado por una fuerte expansión de las importaciones. El patrón de crecimiento generado en los noventa no logró superar debilidades estructurales del sistema financiero, es decir, no mejoró la eficiencia de los bancos, ni públicos ni privados, y la asignación de créditos no se realizó de modo eficiente. Se asistió a un fenómeno de burbuja financiera, que intentaremos reflejar mostrando cómo la evolución del producto real (es decir, la magnitud física de bienes y servicios que produce la economía uruguaya) se compara con la medición en dólares de los ingresos generados por ella. En el gráfico 4 el producto real se mueve por debajo, en tanto el producto en dólares parece despegarse. Esto quiere decir que en el período 1975-1981 tenemos un primer espejismo de crecimiento en dólares y en los noventa tenemos otro: la capacidad de compra de un uruguayo medio se multiplicó por seis en términos de dólares entre 1987 y 1997. Esto creó un conjunto de distorsiones en el funcionamiento de la economía. Implicó una ilusión de riqueza que estimuló niveles de consumo por encima de las posibilidades de satisfacerlos por parte de la economía real. Esta situación generó señales para diferentes sectores de la economía que son de por sí brutalmente inestables. 313 20 AÑOS DE DEMOCRACIA GRÁFICO 4. URUGUAY: PBI REAL Y EN DÓLARES 23.000 18.000 13.000 8.000 2004 2002 2003 2000 2001 1998 1999 1996 1997 1994 1995 1992 1993 1990 PBI DOLARES CORRIENTES 1991 1988 1989 1986 1987 1984 1985 1982 1983 1980 1981 1978 1979 1976 1977 1975 3.000 PBI CONST DOL75 FUENTE: Elaboración propia sobre datos del BCU. La crisis posterior, la devaluación, era absolutamente previsible e irremediable, porque había que corregir todo ese conjunto de distorsiones y señales que no permitían el funcionamiento económico y que se venían generando en la fase de crecimiento. En los años noventa esto ya se sabía, porque había ocurrido quince años antes, con características bastante parecidas. Incluso, algo similar había pasado en los años veinte, y no fue del todo diferente el nivel de sobrevaluación que se generó a principios de los años cincuenta gracias a la fuerte mejora de los términos de intercambio, que sustituyeron a la entrada de capitales en la financiación del superfluo nivel de vida. Como resultado de estas cambiantes alternativas, y como muestra el cuadro 1, desde la puesta en marcha de los programas liberalizadores el PBI de Uruguay ha crecido a una tasa equivalente a la mitad de la media mundial y con una volatilidad muy grande. CUADRO 1. TASAS DE CRECIMIENTO ANUAL DEL PBI REAL 1960-2004 (REGRESIÓN LOGARÍTMICA) Período 1960-1970 1970-1980 1980-1990 Argentina 2,6 1,5 –0,7 Brasil 7,3 7,8 3,0 314 Uruguay 1,2 3,0 1,0 Mundo 5,1 3,7 3,4 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT 1990-2004 1,9 2,4 1960-2004 1,5 4,9 Volatilidad: desvío estándar de tasa de crecimiento 1960-2004 5,9 4,9 1,3 1,9 3,5 3,7 4,3 1,5 Fuente: Elaboración propia sobre datos de Fondo Monetario Internacional: Estadísticas Financieras Internacionales, varios números; ídem: World Economic Outlook 2004, ‹www.imf.org›. 4. LOS CAMBIOS OCURRIDOS EN LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA En términos productivos, la reforma comercial y la política cambiaria sentaron las bases para que se desarrollaran los servicios y se produjo una fuerte desindustrialización de la economía. En el gráfico 5 se muestra cómo evolucionaron el PIB total y el PIB industrial a precios constantes de 1983. Mientras la economía en su conjunto creció, en especial durante los noventa, el sector industrial permaneció en niveles de producción inferiores al alcanzado en 1987. Luego de la caída coincidente con la recesión general en el país entre 1999 y 2002, la recuperación del 2003 todavía no conduce al nivel de producción que había veinte años antes (cuando se inician las series del gráfico). Esta caída del sector industrial está fuertemente conectada con el aumento del desempleo, que no aparece con la recesión de 1999 o con la crisis del 2002. Como se observará en la sección siguiente, entre 1994 y 1997, con la economía en crecimiento, se produjo un aumento de la tasa de desempleo que colocó el desempleo estructural de la economía uruguaya varios puntos por encima del que existía en la recuperación económica de 1985-1987. 315 20 AÑOS DE DEMOCRACIA GRÁFICO 5. PBI TOTAL Y PBI INDUSTRIAL 180 170 160 150 1983=100 140 130 120 110 100 90 80 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 PIB TOTAL 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2002 (*) (*) 2003 2003 (*) (*) INDUSTRIA FUENTE: BCU. La caída relativa de la producción industrial se sumó a modificaciones en los precios relativos industriales respecto a otros sectores de la economía, de modo tal que la participación de la industria en el PBI a precios corrientes se redujo de un 29% en 1985 a menos de un 17% en los años 1999 a 2001, como puede observarse en el cuadro 2. La devaluación del 2002 provocó una mejora en los precios relativos y en la rentabilidad del sector, lo que indujo aumentos significativos en el nivel de actividad industrial, de tal forma que la participación del sector en el PBI alcanzó casi al 19%. La recuperación de la actividad continuó en el 2004 con más dinamismo que en otros sectores de la economía, lo que llevará a que continúe aumentando esta participación, que de todos modos se ubicará 8 ó 9 puntos por debajo de la que se verificaba dos décadas atrás. Esta transformación se realizó en especial en la década de los noventa. CUADRO 2. ESTRUCTURA DEL PBI A PRECIOS CORRIENTES Clase de actividad económica Producto interno bruto Agropecuaria Pesca Canteras y minas 1985 1990 1995 2000 2003* 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 13,3 9,0 8,5 6,0 12,5 0,2 0,2 0,1 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,3 0,2 316 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT Industrias manufactureras Electricidad, gas y agua Construcción Comercio, restaurantes y hoteles Transporte, almacenamiento y comunicaciones Establecimientos financieros y seguros Bienes inmuebles y servicios prestados a empresas Servicios del Gobierno general Otros servicios comunales, sociales y personales Remuneración imputada de las instituciones financieras Derechos de importación 29,4 3,4 3,0 12,5 28,0 2,8 3,8 15,4 19,7 3,7 5,3 15,2 16,9 4,1 5,9 13,3 18,9 4,7 3,5 12,0 6,0 12,1 6,8 11,2 7,3 7,6 9,1 10,2 9,7 10,8 10,7 10,1 11,1 9,1 15,9 8,8 17,6 9,7 14,0 8,6 7,4 7,9 10,8 11,5 9,7 –11,7 3,3 –9,1 3,8 –6,4 3,3 –8,8 3,9 –9,1 4,3 Fuente: BCU. * 2003 sujeto a revisión. Un movimiento similar se produjo en el sector agropecuario, pero con fluctuaciones en los precios más fuertes todavía que las ocurridas en la industria. La agropecuaria aumentó significativamente su producción durante los noventa, pese a la gran caída de sus precios relativos, lo que explica por qué se redujo a la mitad su participación en el PBI a precios corrientes entre 1985 y 2000. Luego de la devaluación, la acelerada recuperación de los precios y del nivel de actividad provocó una mejora en la porción agrícola del PBI corriente, que colocó a estas ramas en una posición similar a la que ocupaban dentro del conjunto en la segunda mitad de los ochenta. Por su parte, el sector de mayor crecimiento en términos reales a lo largo de todo el período fue el de transporte y comunicaciones. Pese a que sus precios relativos se redujeron, aumentó notoriamente su participación en el conjunto de actividades económicas. Los otros dos sectores que crecieron significativamente durante los noventa fueron los de bienes inmuebles y servicios a empresas, y el de comercio, restaurantes y hoteles. Ambos sectores están asociados con el desarrollo del turismo, y el primero se ha visto parcialmente afectado por la reestructuración industrial y la consecuente tercerización de actividades. Estos tres agrupamientos representan los sectores más dinámicos de la década de los noventa, lo que expresa el auge de los servicios que atienden a la demanda interna o proveniente de la región. 317 20 AÑOS DE DEMOCRACIA Desde el punto de vista del modelo de desarrollo, la modernización tecnológica de estos servicios puede ser un factor altamente positivo. El problema es cuando dichos avances productivos se realizan a costa de otras ramas en las que radica el mayor potencial para mejorar la inserción económica internacional del país, tal como parece haber ocurrido durante la década de los noventa. De allí el énfasis con la desindustrialización. El crecimiento de la participación de los servicios en el PBI es una tendencia que se percibe en los países desarrollados, pero en el Uruguay se da de forma muy acentuada y en servicios de baja productividad, lo que contribuye a que el crecimiento promedio del PBI sea muy inferior al promedio mundial. La experiencia internacional muestra que todos los países desarrollados pasaron por un proceso de industrialización a lo largo de su historia, y cuentan hoy con sectores industriales que pesan de modo determinante (aunque su proporción del PBI y del empleo sea decreciente como tendencia) en su funcionamiento económico general. Por otra parte, los países que más han crecido en las últimas décadas son también los que han desarrollado sus sectores industriales, en particular sus exportaciones de media y alta tecnología, como lo muestra el informe de UNIDO.7 Los países más exitosos para insertarse en el proceso de globalización y/o de integración regional, con numerosos ejemplos en el Sudeste de Asia o los casos de Irlanda o Finlandia, han generado instituciones capaces de sostener procesos industriales innovadores, cuya dinámica y elevada productividad sustenta el desarrollo de otras actividades de servicios modernos que se conectan con ese desarrollo industrial. Aun en países muy pequeños e históricamente especializados en la exportación de servicios (como Singapur o Hong Kong) la dinámica económica de largo plazo se explica por sus modernos procesos de industrialización. La industria es una potencial generadora de puestos de trabajo más estables y de mejor calidad que los de otros sectores, especialmente para mano de obra de calificación media o relativamente baja. Los productos industriales tienen mercado internacional, no solo nacional o regional como muchos servicios; sus precios internacionales son mucho más estables que los de los productos primarios y su velocidad de crecimiento puede ser muy superior, por ejemplo, 7 UNIDO (2002): Industrial Development Report 2002/2003: competing through innovation and learning, Viena: UNIDO, 2002. 318 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT a la de la producción ganadera o de otros sectores muy vinculados a la base natural. Si bien en los noventa se ha observado un fenómeno de fuerte crecimiento de la producción primaria, la apuesta exclusiva a los recursos naturales es un juego a pérdida a mediano y largo plazo, especialmente por dos razones: 1) la dinámica tecnológica es mucho más intensa en otros sectores —por ejemplo, en las fases industriales de las cadenas agroindustriales— y eso es lo que permite elevar la productividad del trabajo y las posibilidades de acumulación de capital, fundamentando un mayor crecimiento del PBI por habitante; y 2) el escaso ritmo de crecimiento de las exportaciones primarias —de largo plazo, más allá de booms temporales de precios o de demanda— implica problemas de balanza de pagos, por la imposibilidad de financiar con recursos genuinos la necesaria demanda incrementada de importaciones que se deriva de un proceso de crecimiento acelerado. En otras palabras, si el país no diversifica sus exportaciones hacia productos con mayor valor agregado, no puede crecer más rápidamente, porque será incapaz de financiar la necesaria importación de bienes de capital y tecnología. Por las razones mencionadas, no es concebible un crecimiento sostenido y armónico del país que no tenga como uno de sus componentes básicos una relevante transformación en la estructura y la dinámica de su producción industrial. A efectos de revisar de modo sintético las transformaciones de la estructura industrial en las últimas dos décadas, adaptaremos una clasificación de sectores propuesta por Laens,8 que tiene en cuenta el origen principal de los insumos utilizados en el procesamiento industrial y la capacidad exportadora, medida por el coeficiente de exportaciones (x = exportaciones / valor bruto de producción de cada rama). El primer criterio considera aspectos relacionados con la naturaleza de la ventaja o fuente de competitividad, mediante la división en tres orígenes de los insumos: agropecuario o recursos naturales, otros insumos nacionales (en general son materias primas de base agropecuaria con algún grado de industrialización) y por último insumos importados. El segundo criterio divide en exportadoras (x > 50%), 8 S. Laens: “Sectores productivos. El dinamismo imprescindible”, en C. Aguiar (coord.) y otros: Uruguay hacia el 2000. Desafíos y opciones, Caracas: Nueva Sociedad, 1989, pp. 63-106. 319 20 AÑOS DE DEMOCRACIA moderadamente exportadoras (50% > x > 10%) y con destino al mercado interno (x < 10%). Pone así en el centro del análisis la preocupación por la competitividad, jerarquizando la habilidad para insertarse en el exterior. Se conforman de tal modo nueve agrupamientos posibles de ramas, que se muestran en el cuadro siguiente: CUADRO 3. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES No exportadoras Insumos primarios nacionales Insumos industriales nacionales Insumos importados Moderadamente Fuertemente exportadoras exportadoras Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 7 Grupo 5 Grupo 8 Grupo 6 Grupo 9 El ordenamiento resultante para el año 1985 (según cálculos realizados por Laens9 tomando como coeficiente x el promedio 19811985) se presenta en el cuadro 4. Nótese el conjunto vacío en el corte exportadoras-insumos importados (grupo 9). CUADRO 4. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES EN 1985 Grupo 1 Chacinados Molinos (trigo) Refinación de azúcar 9 Grupo 4 Panadería y fideería Grupo 2 Lácteos Aceites y grasas Alimentos varios Lana (lavaderos y tops) Curtiembre y peletería Grupo 5 Textil no vestimenta Bebidas alcohólicas Cerveza Bebidas sin alcohol Calzado Cartón y papel Cerámicos Ibídem. 320 Grupo 3 Frigoríficos Pesca Arroz (molinos) Grupo 6 Ropa de cuero y marroquinería Hilados y tejidos de lana Vestimenta y fibras Tejido de punto ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT Cartón cajas Cartón otros Imprenta Cemento Grupo 7 Tabaco Abonos y plaguicidas Medicamentos Derivados petróleo Productos metálicos Electrodomésticos Automotores Vidrio Grupo 8 Textil de algodón Químicas básicas Plásticos Pinturas Tocador y limpieza Neumáticos Metálicas básicas Aparatos de comunicación Aparatos eléctricos varios Grupo 9 FUENTE: Adaptado de S. Laens: “Sectores productivos. El dinamismo imprescindible”, en C. Aguiar (coord.) y otros: Uruguay hacia el 2000. Desafíos y opciones, Caracas: Nueva Sociedad, 1989, pp. 63-106. Los tres grupos destinados al mercado interno incluyen agroindustrias con una dudosa o inexistente ventaja comparativa (grupo 1), una serie de ramas procesadoras de insumos nacionales que producen bienes de consumo, envases y cemento (grupo 4) y varias ramas de insumos importados dentro de la química, la metalmecánica y el tabaco (grupo 7). Estas ramas surgieron en el marco de una elevada protección en el proceso sustitutivo de importaciones, y hasta la década de los ochenta todavía operaban con comportamientos oligopólicos (o aun de tipo monopólico) en la fijación de los precios. Dentro del grupo 2 el componente más dinámico era la rama de los lácteos (además de la cebada malteada en alimentos diversos), en los que sería posible alcanzar nichos de mercado para algunos productos. El grupo 3 incluía pesca y ramas agroindustriales propiamente dichas (debido a su alta relación con el sector primario), con alta dependencia de la demanda exterior, operando como tomador de precios, cuya competitividad estaría basada en las ventajas comparativas del sector primario. El grupo 6, en general, procesa insumos del grupo 3, a los que agrega mayor elaboración, con ciertas posibilidades de atender segmentos de demanda y diferenciar productos. Así 321 20 AÑOS DE DEMOCRACIA como en el grupo anterior, los mercados principales eran, en la primera mitad de los ochenta, los países desarrollados. En el grupo 5, la industria del calzado había sufrido restricciones en Estados Unidos, su principal mercado, y se destacaban por su dinámica los productos cerámicos. Las industrias de este grupo mantenían su vínculo básico con el mercado interno, pero su expansión potencial se encontraba en el exterior. Los mercados externos de los grupos 2 y 5 eran variados, pero con una importante participación de la subregión, en especial de Brasil. El grupo 8 dirigía sus exportaciones casi totalmente a Argentina y Brasil, al amparo de los acuerdos comerciales con esos países. En este sector se verificaba una presencia importante de empresas extranjeras y podrían estar pesando las relaciones intrafirma. A efectos de esbozar una comparación con el punto de llegada, en el cuadro 5 se presenta una clasificación similar de ramas industriales. CUADRO 5. CLASIFICACIÓN DE RAMAS INDUSTRIALES EN 2003 (CIIU REV. 3) Grupo 1 Otros productos alimenticios n. c. p. Molinos (trigo) Refinación de azúcar Alimentos para animales Grupo 4 Bebidas sin alcohol Imprenta Elaboración de productos de panadería Imprenta (diarios y revistas) Cemento, cal y yeso Cartón cajas Fideería y pasta fresca Artículos de cemento, hormigón y yeso Grupo 2 Frigoríficos Grupo 3 Curtiembre y peletería Lácteos Arroz (molinos) Aserraderos Lana (lavaderos y tops) Aceites y grasas Pesca Frutas, legumbres y hortalizas Grupo 5 Grupo 6 Vestimenta fibras Cerveza y maltería Hilados y tejidos de lana Muebles y colchones Cartón otros Otros textiles no vestimenta Bebidas alcohólicas Cartón y papel destiladas Cerámicos Vinos Vidrio Textil no vestimenta. Acabado 322 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT Calzado Productos de madera Grupo 7 Motos, bicicletas, etcétera. Productos metálicos varios Aparatos eléctricos varios Aparatos varios Neumáticos Abonos Electrodomésticos Pirotécnicos Astilleros Grupo 8 Medicamentos Tabaco Grupo 9 Productos de plástico Metálicas básicas Químicas básicas Productos de caucho Automotores Resinas y plásticos básicos Otros productos Maquinaria industrial metálicos Tocador y limpieza Pinturas Plaguicidas Productos metálicos (recipientes) FUENTE: Elaboración propia basada en INE, Encuesta Industrial Anual, actualizada por Encuesta Industrial Trimestral y Encuesta de Actividad; exportaciones según BCU y procesamiento propio de Dirección General de Aduanas a la Clasificación CIIU Rev. 3. En los grupos procesadores de insumos primarios (1, 2 y 3) los principales cambios ocurridos en estas dos décadas se observan en el pasaje de frigoríficos desde el grupo 1 al grupo 2 —dado que, pese a ser una rama de importante crecimiento en su producción y sus exportaciones, estas últimas pasaron luego de 1998 a una proporción menor del 50%— y en la aparición de la rama de aserraderos con cierto peso como medianamente exportadora (grupo 2). En los grupos procesadores de insumos industriales nacionales, si bien en los noventa algunas de las ramas orientadas al mercado interno (grupo 4) pasaron a exportar —como es el caso de cementos—, básicamente en el 2003 se presentó la misma composición, a la que se sumaron algunas ramas tradicionalmente exportadoras, como calzado. La composición de los grupos fuertemente exportadores (6) y medianamente exportadores (5) cambió de modo notorio. Las industrias textiles (exceptuando alguna rama) y de vestimenta pasaron de ser el grueso del grupo 6 a orientar una mayor proporción de su producción hacia el mercado interno. Las ramas que aparecen como fuertemente exportadoras son las de cerveza 323 20 AÑOS DE DEMOCRACIA (que en realidad incluye malterías), muebles, otros textiles, y pulpa, papel y cartón. En los grupos procesadores de insumos importados también se han verificado numerosas transformaciones. La más notable es el surgimiento de un conjunto de ramas en el grupo 9, que estaba vacío en 1985. Productos de plástico, varias industrias químicas, las metálicas básicas, que no exportaban o eran medianamente exportadoras, pasaron a centrar su dinámica en los mercados externos, en especial los de la región. Medicamentos, tabaco, abonos, electrodomésticos y productos metálicos se convirtieron en medianamente exportadores. En particular, automotores era fuertemente exportadora hasta el año 1998. Para observar en síntesis la importancia cuantitativa de estas transformaciones, en el cuadro 6 se presenta la evolución del valor de producción de cada uno de estos grupos. CUADRO 6. ESTRUCTURA DEL VALOR DE PRODUCCIÓN INDUSTRIAL (EXCLUYE REFINACIÓN DE PETRÓLEO) Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 Grupo 6 Grupo 7 Grupo 8 Grupo 9 No clasificado IPN IIN IIMP Total 1985 5,8 8,1 25,9 13,4 5,1 8,0 13,8 12,2 0,0 7,8 39,8 26,5 26,0 100,0 1991 5,5 7,2 25,9 15,0 12,6 8,4 7,3 17,3 1,0 1998 5,7 9,7 33,0 12,4 4,1 10,6 1,6 14,7 8,1 2003 7,1 30,7 15,3 14,1 7,3 4,2 3,6 12,5 5,3 38,5 36,0 25,5 100,0 48,5 27,1 24,4 100,0 53,0 25,6 21,4 100,0 FUENTE: Elaboración propia basada en INE (EIA y EIT), BCU, DGA. Las ramas que procesan insumos primarios (IPN) pasaron de un 40% de la producción en 1985-1991 a más del 50% en el 2003. Las ramas que procesan insumos industriales nacionales (IIN), que habían 324 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT mejorado su posición hasta 1991, perdieron peso sensiblemente en los noventa, desde el 36% del total hasta una cuarta parte de la producción industrial. La mayor responsabilidad por esta disminución se encuentra en la pérdida de mercados externos de las ramas exportadoras (grupos 5 y 6), en particular textiles y vestimenta. Las ramas de insumos importados han sostenido relativamente su peso en el conjunto industrial, pero proyectándose hacia la exportación, dado que el grupo orientado hacia el mercado interno, si bien recuperó espacio con la reactivación del 2003, pasó del 14% en 1985 a menos del 4% en este último año. En síntesis, se observa una intensa primarización del sector industrial uruguayo en estas dos décadas, particularmente asociada a la reducción del peso de las ramas que procesan insumos industriales nacionales. Es decir, se produjo un debilitamiento del tejido industrial. Tal primarización es muy marcada en la estructura de las exportaciones: más de dos tercios del total exportado por la industria uruguaya en el 2003 corresponde a los grupos 3 y 2, frente a poco más de la mitad de las exportaciones totales que estos dos grupos realizaban a principios de los noventa. 5. PATRÓN DE ACUMULACIÓN, EMPLEO E INGRESOS DE LOS TRABAJADORES Parece necesario pensar en un modelo cuyas bases productivas sean diferentes de las que están detrás del vigente en las últimas dos décadas. Para proyectarse en el largo plazo, difícilmente un modelo económico concentrado exclusivamente en los sectores productivos agro, turismo y puerto nos vaya a conducir por la senda del desarrollo. En primer lugar, ese modelo resulta insuficiente para crecer sostenidamente y moderar las fuertes caídas. En segundo lugar, es insuficiente para reducir las tasas de desempleo que esta economía tiene estructuralmente, así como para aumentar los salarios de modo tal de mejorar la distribución del ingreso y reducir la pobreza. Si proyectamos al futuro las características del proceso de reactivación actual, algunos de estos rasgos aparecen con claridad: en el 2004 el PIB uruguayo estaba creciendo al 11%, pero los salarios reales se encontraban estancados y la tasa de desempleo disminuía pero aún permanecía muy elevada. 325 20 AÑOS DE DEMOCRACIA GRÁFICO 6. TASA DE DESEMPLEO 17,0 15,0 13,0 11,0 9,0 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 7,0 FUENTE: INE, año 2004, promedio enero-agosto. Hubo un feroz ajuste salarial entre 1971 y 1980. Con la dictadura, la economía retomó una fase de crecimiento que se sustentó en una muy fuerte caída de los salarios. Esto se debió en buena medida a la capacidad represiva de la dictadura y a la eliminación de los sindicatos. Nunca nos recuperamos de aquel ajuste, aunque seguramente una parte de él reflejara una corrección de los altos salarios en dólares en el modelo sustitutivo de importaciones, lo que constituyó una de las causas de la escasa rentabilidad para los sectores empresariales una vez que giró la tendencia de los términos de intercambio y el Estado se quedó sin recursos para financiar las transferencias. Pero lo que sucedía en la crisis del 2002 y el 2003 era que teníamos alguna recuperación de la economía pero los salarios seguían cayendo (gráfico 7), y si se mira el 2004 se puede ver la caída de los salarios privados, que están liberados en el mercado. Esto quiere decir que nuestra economía creció un 11% en el año 2004, mientras los salarios cayeron; la tasa de desempleo se redujo, pero bastante poco —unos tres puntos—, con lo que se mantiene en niveles muy altos, a lo que hay que sumar la fuerte emigración sufrida en los últimos años. La cantidad de ocupados aumentó relativamente poco. 326 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT GRÁFICO 7. SALARIO REAL 140 TOTAL PUBLICO PRIVADO 130 INDICE DIC 1995=100 120 110 100 90 80 70 60 50 1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 FUENTE: INE. Corresponde preguntarse si las ganancias elevadas que están obteniendo algunos sectores habrán de reflejarse en capacidades de acumulación y de innovación productiva. Es posible que el tipo de reactivación que estamos viviendo en el momento actual, en el marco del modelo vigente, esté generando problemas para la acumulación productiva en el futuro cercano, debido básicamente a cuáles son los sectores que están acumulando y la dinámica de largo plazo que los caracteriza. Si la economía se sustenta exclusivamente en el sector agropecuario, en el turismo y en la capacidad portuaria y de transporte, consolidamos la tendencia hacia una estructura productiva propia de un país de paso. 6. ¿HACIA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO? Pueden imaginarse diferentes escenarios para la economía uruguaya en las próximas dos décadas.10 En ciertas condiciones, es posible que, sin cambiar significativamente la tasa de inversión del Uru- 10 Gustavo Bittencourt: Escenarios para la economía uruguaya en las próximas dos décadas: una aproximación, Documento de Trabajo n° 15/03, DE-FCS, disponible en ‹www.decon. edu.uy›. 327 20 AÑOS DE DEMOCRACIA guay —es decir, sin que necesariamente esta aumente mucho—, pero mejorando la calidad de los sectores en los que se invierte, se logre entrar en una fase de país productivo dinámico, con un crecimiento de las exportaciones de 5 ó 6% anual y un crecimiento del producto de 4 ó 4,7%. En esa situación tal vez aumentemos un poco la tasa de crecimiento de la población y tengamos un incremento del producto por habitante en torno al 3,5% de un modo estable, de forma tal que en 18 años podamos duplicar el PBI. Esto depende de un cambio de modelo y de un cambio de estructuras empresariales. Si bien ello no es responsabilidad solo del Estado, el aparato público puede hacer mucho para inducir a los actores privados a la adopción de un modelo productivo dinámico en el largo plazo. Si a ello se agrega la posibilidad de una mayor tasa de inversión, a lo que aspira el ministro de Economía entrante, el potencial es mayor aún. CUADRO 7. ESCENARIOS PARA LA ECONOMÍA URUGUAYA HACIA 2020-2024 N° 1 2 3 4 Nombre ilustrativo País productivo dinámico Piloto automático puro en contexto dinámico (país de paso) Industrialización exportadora con restricción externa fuerte País de paso en extinción Tasa de crecimiento media anual 2004-2024 Años para duplicar PBI/hab. Exporta- PBI Población PBI/ ciones habitante 5,6 4 - 4,7 0,8 3,2 - 3,9 Mín. 18 3,5 2 - 2,9 0,4 1,6 - 2,5 Mín. 28 4,5 3 - 3,6 0,6 2,4 - 3,0 Mín. 23 1,8 1,3 0 o negativa 1,3 53 Sin embargo, el escenario que tenemos como tendencia no es este, sino el que contiene el tipo de reactivación que estamos experimentando ahora —una reactivación basada en el sector agrícola, en el turismo y en los puertos—, al que podemos llamar país de paso. Podría 328 ECONOMÍA - LUIS BÉRTOLA Y GUSTAVO BITTENCOURT llamarse país de paso en extinción, porque con esta lógica de largo plazo somos capaces de retener solamente a una pequeña parte de la población, condenado al resto a la emigración o a la exclusión interna. Pero es posible generar escenarios diferentes según cómo se establezcan la operativa estatal, los incentivos a ciertos sectores productivos y cierto tipo de relaciones empresariales. En los anuncios programáticos realizados por el gobierno electo aparecen elementos bastante diferentes de los que caracterizaron a las políticas estructurales aplicadas en las últimas décadas. Habrá que observar cuáles son el margen de maniobra y la convicción para implementar estas nuevas propuestas de impulso a las actividades productivas que aparecen en el discurso. 329 LOS AUTORES Hugo Achugar. Poeta, ensayista, investigador, egresado del Instituto de Profesores Artigas (IPA) y de la Facultad de Humanidades y Ciencias, doctorado en letras por la Universidad de Pittsburg. Ejerció la docencia en secundaria hasta que, destituido por la dictadura, trabajó en Caracas como investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos y profesor universitario. Actualmente es profesor titular de Literatura Latinoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Su obra literaria y ensayística ha merecido premios y reconocimientos dentro y fuera del país. En el 2002 dirigió para la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación un estudio sobre Imaginario y consumo cultural, primer informe nacional sobre el comportamiento cultural de los uruguayos. Rodrigo Arocena. Doctor en Matemática y en Estudios del Desarrollo (Universidad Central de Venezuela). Es profesor titular de Ciencia y Desarrollo en la Facultad de Ciencias de la UR, temática sobre la cual ha dictado numerosos cursos en esa y otras instituciones. Es autor de diversos trabajos relacionados con desarrollo, democracia, educación superior e innovación. Junto con Judith Sutz lleva adelante la línea de investigación denominada “La innovación desde el Sur”. Sus últimos libros son La Universidad latinoamericana del futuro (UDUAL, México, 2001), Subdesarrollo e innovación. Navegando contra el viento (Cambridge University Press, Madrid, 2003) y Para un nuevo desarrollo (SECIB, Madrid, 2005). Roy Berocay. Escritor, músico y periodista. Fue cronista policial de El Diario, escribió en las revistas de humor El Dedo y Guambia, el semanario Aquí, la revista Zeta, y fue corresponsal en Uruguay de la 573 20 AÑOS DE DEMOCRACIA agencia Reuters. Actualmente trabaja como periodista en la sección cultural del semanario Búsqueda. Como guitarrista, compositor y cantante integró el grupo uruguayo de rock y blues El Conde de Saint Germain, y en la actualidad La Conjura de los Necios. Su obra ha tenido diversos soportes: libro, cómic y CD-ROM, y ha sido editada en Argentina, México y España. Entre sus obras dedicadas a niños y adolescentes se destacan Las aventuras del sapo Ruperto, Pateando lunas, El abuelo más loco del mundo y El país de las cercanías. Ha recibido premios del Ministerio de Educación y Cultura, la Intendencia Municipal de Montevideo y dos veces el Bartolomé Hidalgo de la Cámara Uruguaya del libro. Luis Bértola. Ph.D. en Historia Económica (Universidad de Gotemburgo), decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República, y profesor titular del Programa de Historia Económica y Social de dicha Facultad. Es investigador del Fondo Nacional de Investigadores del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay. Entre sus libros se destacan su tesis de doctorado sobre la industrialización uruguaya 1913-1961, su estimación del PBI de Uruguay 1870-1936 y Ensayos de historia económica: Uruguay y la región en la economía mundial 1870-1990. Ha dictado seminarios y cursos de posgrado en más de veinte universidades de Argentina, Brasil, Colombia, España, Holanda, Inglaterra, Suecia y Uruguay. Es consultor de diversas empresas y organismos nacionales e internacionales. Gustavo Bittencourt. Economista (Universidad de la República, Uruguay), diploma en Desarrollo Económico y Planificación (Istituto di Studi per lo Sviluppo Economico, Italia), magister en Economía Internacional (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República). Profesor encargado de la cátedra Economía de América Latina y profesor de Globalización, Comercio Internacional e Integración en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración (Universidad de la República); en la Maestría en Economía Internacional del Departamento de Economía, Facultad de Ciencias Sociales, es profesor de Internacionalización Productiva y docente corresponsable del curso de Comercio Internacional del Diploma en Economía para no Economistas de ese Departamento, en el que también se desempeña como investigador. Es asesor económico de la Di574 LOS AUTORES rección de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, de la Presidencia de la República. Mariana Blengio Valdés. Coordinadora de la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad de la República. Coordinadora regional de la Cátedra ACNUR Sergio Vieira de Mello. Profesora de Derechos Humanos y Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y profesora de Derechos Humanos en la Universidad Católica del Uruguay y en la Universidad de Montevideo. Gerardo Caetano. Historiador y politólogo. Director del Instituto de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República). Coordinador académico de la Escuela de Gobernabilidad y Acción Pública y del Área de Gobierno e Integración Regional (CLAEH). Secretario académico del Centro Uruguayo de Relaciones Internacionales. Presidente del Centro UNESCO de Montevideo. Consultor de varios organismos internacionales. Docente e investigador titular en las instituciones en que trabaja. Docente en cursos de grado y de posgrado en el país y en el extranjero. Autor de numerosas publicaciones en áreas de su especialidad. Juan José Calvo. Es economista y demógrafo (Universidad de la República; Institut d'Etudes Politiques de Paris - ScPo). Se desempeña como liaison officer del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Uruguay y es docente de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Ha publicado trabajos en el área de la demografía económica y la pobreza. Margarita Carriquiry. Profesora de Literatura egresada del Instituto de Profesores Artigas (IPA), cursó la Maestría en Literatura Latinoamericana en la Facultad de Humanidades. Es profesora de Literatura en Enseñanza Secundaria, de Literatura Uruguaya en la Universidad Católica y en el IPA, y de Literatura Iberoamericana en el IPA. Ha publicado cinco libros y numerosos artículos sobre su especialidad. Es autora de varias obras de análisis y crítica literaria sobre Pablo Neruda, 575 20 AÑOS DE DEMOCRACIA Francisco Espínola, Dante, Rubén Darío, Jorge Manrique. Ha publicado diversos artículos en las revistas Plural (México), Graffiti, Cuadernos de Marcha, Asociación de Profesores de Literatura del Uruguay (APLU) y Revista de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Realizó un extenso trabajo de investigación (inédito) sobre textos literarios referidos a la historia uruguaya, en colaboración con Teresa Torres y Carlos Abin. Néstor Da Costa. Sociólogo (Universidad de la República), doctorado en Sociología (Universidad de Deusto, Bilbao), especializado en sociología de las religiones y de la cultura. Fue fundador y primer secretario de la Asociación de Cientistas Sociales de las Religiones del Mercosur y es miembro de la Sociedad Internacional de Sociología de las Religiones. Integra el Consejo Editorial de la revista Ciencias Sociales y Religión en el Mercosur. Es investigador y docente del Instituto Universitario CLAEH y la Universidad Católica del Uruguay, y autor de varios libros y artículos sobre la temática. Gustavo De Armas. Magíster en Ciencia Política, licenciado en Ciencia Política y licenciado en Sociología por la Universidad de la República del Uruguay. Integra la primera promoción del Doctorado en Ciencia Política de dicha universidad. Profesor de la Maestría y de la Licenciatura en Ciencia Política de la Universidad de la República. Ha sido profesor en cursos de posgrado y grado en la Facultad de Derecho y en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República. También se ha desempeñado como docente en la Universidad Católica del Uruguay, en la Universidad ORT del Uruguay y en el Instituto Universitario CLAEH. Es investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República del Uruguay desde octubre de 1993 e investigador del Fondo Nacional de Investigadores del Ministerio de Educación y Cultura. Además de su actividad académica, se desempeña como consultor en políticas sociales para distintos organismos internacionales (BID, CEPAL, OEA y UNICEF) y nacionales. Ha publicado en forma individual o en coautoría más de setenta trabajos sobre temas de su especialidad, en libros, revistas académicas, documentos de trabajo y medios periodísticos. 576 LOS AUTORES Luis Faral. Médico, con posgrado en Salud Pública y Administración de Servicios de Salud. Fue docente de la Facultad de Medicina (Universidad de la República), coordinador de Evaluación Institucional y representante en el Grupo de Expertos en Carreras de Medicina del Mercosur. Integró la Dirección del Hospital de Clínicas y el Consejo Director de la Red de Investigación en Sistemas y Servicios de Salud del Cono Sur y fue evaluador en Acreditación de Carreras de Medicina en Argentina (Programa de Reforma de la Educación Superior). Actualmente coordina la Carrera de Medicina del CLAEH. Héctor Gros Espiell. Profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República. Profesor ad honorem de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República. Ex ministro de Relaciones Exteriores del Uruguay (1990-1993). Ex presidente de la Corte Internacional de Derechos Humanos. Miembro del Institut de Droit International. Autor de varios libros de derecho cultural, derecho internacional, historia, ciencia política y relaciones internacionales. Miembro de número del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay y miembro de la Academia Nacional de Letras. Manuel Martínez Carril. Coordinador/director de Cinemateca Uruguaya, director del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, miembro del Consejo Asesor del Instituto Nacional de Cinematografía (INA). En el periodismo, ha sido redactor, secretario de redacción, director y crítico de cine en numerosos medios de prensa, radio y televisión, y actualmente dirige el programa Cinemateca en TV Libre. Es docente de Análisis y Crítica en la Escuela de Cine del Uruguay. Ha sido miembro del jurado en 15 festivales cinematográficos internacionales. Publicó varios libros, entre ellos, La historia no oficial del cine uruguayo (2002), en coautoría con Guillermo Zapiola. Ha obtenido varios premios y distinciones de instituciones y gobiernos europeos y latinoamericanos. Roger Mirza. Doctor en Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires), licenciado en Letras (Universidad de la República) y profesor 577 20 AÑOS DE DEMOCRACIA de Literatura (Instituto de Profesores Artigas). En la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Universidad de la República) ha sido docente de Literatura Francesa y Teoría Literaria y actualmente es profesor titular y director del Departamento de Teoría y Metodología Literarias, donde dirige un equipo de investigación sobre teatro uruguayo. Ha dictado cursos y seminarios de grado y de posgrado en diversas universidades nacionales y extranjeras. Como crítico e investigador teatral ha publicado numerosos artículos en medios nacionales y extranjeros, así como un centenar de capítulos de libros sobre temas de teoría, literatura y teatro. Además de varias traducciones, ha publicado estudios sobre Julio Herrera y Reissig, Balzac, Baudelaire, Mallarmé, y ha coordinado antologías y obras colectivas sobre el teatro uruguayo contemporáneo. Renato Opertti. Sociólogo, máster en Investigación Educativa. Fue docente en el IPA, en la Universidad de la República y en la Universidad Católica. Actualmente es profesor de Metodología de la Investigación y de Políticas Educativas en la Universidad ORT, donde también coordina la Unidad de Calidad Académica. A la ANEP estuvo vinculado desde 1987: trabajó en Planeamiento Educativo, tuvo a su cargo la coordinación académica de varias comisiones y fue coordinador general del Programa de Modernización de la Educación Media y la Formación Docente (MEMFOD/ANEP). Ha sido consultor en políticas sociales y en educación del Banco Mundial, BID, CEPAL, UNICEF y UNESCO. Actualmente es consultor de la Oficina Internacional de Educación de la UNESCO (IBE, con sede en Ginebra) en temas de fortalecimiento y desarrollo curricular. Es autor de más de un centenar de documentos sobre educación, pobreza, familia, infancia e indicadores sociales. Álvaro Padrón. Director de proyecto de la Fundación Friedrich Ebert en Uruguay e investigador del Área de Mercosur, Sociedad y Política del Instituto de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República). Desde 1992 hasta el 2003 fue coordinador de Mercosur del PIT-CNT, coordinador de la sección nacional del Foro Consultivo Económico Social del Mercosur (FCES) y secretario técnico de la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS). En ese período integró también la directiva de 578 LOS AUTORES la Comisión Sectorial para el Mercosur (COMISEC). Entre 1986 y 1989 fue secretario general del sindicato de UTE (AUTE), que presidió entre 1989 y 1990. Desde 1986 hasta 1992 integró el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. Adela Pellegrino. Es profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República de Uruguay y se desempeña como coordinadora del Programa de Población en esa institución. Su formación es de historiadora y ha hecho su doctorado en la École des Hautes Études des Sciences Sociales en París, en temas de demografía histórica. Sus principales intereses de investigación son temas de historia demográfica y, particularmente, la migración internacional, sobre los cuales ha publicado muchos artículos. Recientemente publicó un estudio sobre las tendencias de la migración latinoamericana en Europa, editado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y en colaboración con Andrea Vigorito ha trabajado sobre los efectos de la crisis y la migración reciente en Uruguay. Gabriel Peluffo Linari. Arquitecto (Universidad de la República), investigador en historia del arte nacional y latinoamericano. Desde 1992 es director del Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes. Fue becado por la John Simon Guggenheim Foundation y ha participado en grupos de conferencia como becario de la Fundación Rockefeller. En Uruguay recibió el Premio del Ministerio de Educación y Cultura en la categoría Ensayo (años 1996 y 2001). En el 2004 fue designado académico de número de la Academia Nacional de Letras de Montevideo. Entre sus publicaciones se cuentan Historia de la pintura uruguaya (1999), El paisaje a través del arte en el Uruguay (1994), diversos ensayos incluidos en libros de historia y crítica cultural, artículos teóricos y análisis de arte contemporáneo publicados en catálogos, revistas especializadas y obras colectivas. Marcelo Pereira. En la Universidad de la República cursó la carrera de Medicina y el Ciclo Básico de Sociología (Facultad de Derecho). Fue jefe de Cultura y colaborador sobre política en el quincenario Asamblea (1983-1984). En el Centro Uruguay Independiente 579 20 AÑOS DE DEMOCRACIA fue redactor y editor de Uruguay en la Coyuntura y coordinador de Proyectos (1985-1993). En el semanario Brecha escribe sobre política y cultura desde su fundación, en 1985; fue coordinador, jefe de Política e integrante del Consejo Editor. Desde 1998 trabaja en la Mesa de Edición Regional de la agencia de noticias IPS como traductor del inglés y editor. Desde el 2001 participa en “La tertulia” de En perspectiva (radio El Espectador). Es autor de varios libros sobre temas sociales y políticos. Romeo Pérez Antón. Doctor en Derecho y Ciencias Sociales, con stage especial en Relaciones Exteriores en la Comunidad Europea. Es presidente del Consejo del Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAEH) e investigador de su programa de Ciencias Políticas, investigador por Uruguay del proyecto regional sobre “El papel de los Parlamentos del Mercosur en la democracia y la integración”, auspiciado por la UPD-OEA, e integrante del Grupo de Trabajo sobre Partidos Políticos del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Profesor (grado 5) de Ciencia Política en la Licenciatura en Sociología y de Sistema Político Nacional II en el Instituto de Ciencia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República), docente de posgrado en ese Instituto y profesor de Ciencia Política en el Instituto Artigas del Ministerio de Relaciones Exteriores (formación de diplomáticos). Ricardo Piñeyrúa Campagna. Profesor de Educación Física. Fue director del Sector Deportivo de AEBU, preparador físico de fútbol (Cerro, Miramar, Progreso), de básquetbol (Sporting), de rugby (Old Christians y la selección uruguaya de mayores y juveniles). Desde 1986 se dedica a la comunicación y el periodismo. Trabajó en varias radios (La 30, Alfa FM, Nuevotiempo), en televisión participó en Oxígeno y Hola Gente (Canal 12), el informativo de TVEO (Canal 5) y El Once (Canal 10). Editó la separata deportiva de Posdata y fue redactor de Terra Uruguay. Actualmente conduce y dirige 13 a 0, programa deportivo de radio El Espectador; es editor de 13 a 0.net, conductor del Fin del juego en TV Ciudad y profesor de la carrera técnica de Periodista Deportivo en la Universidad ORT. 580 LOS AUTORES Teresa Porzecanski. Escritora, licenciada en Ciencias Antropológicas y doctora en Trabajo Social. Profesora titular de Antropología Cultural en la Facultad de Ciencias Sociales (Universidad de la República). En ficción literaria ha publicado varias colecciones de cuentos, siete novelas y un libro de poesía; en ensayo, más de cincuenta artículos especializados y varios libros de investigación en ciencias sociales, trabajo social, nuevos movimientos religiosos, minorías excluidas, mitologías y autobiografías de inmigrantes judíos y afrodescendientes en el Uruguay. Ha recibido premios del Ministerio Educación y Cultura (1967, 1976, 1995), Intendencia Municipal de Montevideo (1986, 1989), Beca Fulbright (1988), Beca Guggenheim (1992), Premio de la Crítica Bartolomé Hidalgo (1995), Premio Morosoli en Literatura (2004). Textos suyos integran diversas antologías nacionales e iberoamericanas y han sido traducidos al inglés, holandés, rumano, alemán y francés. Oscar Luis Sarlo Oneto. Egresó de las carreras de Abogacía y Diplomacia. Es profesor agregado de Metodología de la Investigación Jurídica y catedrático de Filosofía y Teoría General del Derecho (Universidad de la República). En la Facultad de Derecho ha sido asistente académico del decano, director de la Unidad de Apoyo Pedagógico, director de la Escuela de Posgrado y consejero por el orden docente. Fue consultor para el programa FAS (Fortalecimiento del Área Social) en el área de Justicia (1996-1997). En el campo profesional ha actuado en el foro y en la asesoría bancaria. Fue director del Colegio de Abogados (1994-1998), miembro de su Tribunal de Honor, presidente de los Colegios y Órdenes de Abogados del Mercosur (2000-2002). Ha publicado diversas obras sobre aspectos técnicos y filosóficos del derecho y la justicia. Judith Sutz. Ingeniera electricista, magister en Planificación del Desarrollo (Universidad Central de Venezuela), doctora en Socioeconomía del Desarrollo (Universidad de París I). Es profesora titular y coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República (UR). Trabaja en ciencia, tecnología y sociedad, campo en el que ha dictado numerosos cursos en diferentes facultades e instituciones. Ha publicado diversos artículos y libros, particularmente en temas de desarrollo, inno581 20 AÑOS DE DEMOCRACIA vación, educación superior y vinculación entre las actividades académicas y la producción de bienes y servicios. Junto con Rodrigo Arocena lleva adelante la línea de investigación denominada “La innovación desde el Sur”. 582 Otros títulos publicados en esta colección: 20 años de democracia Gerardo Caetano HÉCTOR GROS ESPIELL La revolución de 1904 20 años de democracia IGNACIO DE POSADAS Sistema tributario uruguayo HEBERT GATTO El cielo por asalto PABLO DA SILVEIRA Y SUSANA MONREAL Liberalismo y jacobinismo en el Uruguay batllista RAMÓN DÍAZ Historia económica de Uruguay YVETTE TROCHON Las mercenarias del amor PABLO DA SILVEIRA Y RAMÓN DÍAZ Diálogo sobre el liberalismo MARTA CANESSA DE SANGUINETTI El bien nacer LUCIANO ÁLVAREZ El ágora electrónica GERARDO CAETANO Y ROGER GEYMONAT La secularización uruguaya VARIOS AUTORES Los uruguayos del Centenario V einte años de democracia, en el marco de un giro de época revolucionario en el mundo entero, marcan una aventura colectiva imposible de olvidar. Aun en un país que, como Uruguay, suele disimular sus transformaciones, los cambios verificados en estas dos décadas trascienden largamente la dimensión política para abarcar modificaciones inocultables en la sociedad, en la demografía, en la economía, en la cultura, en la ciencia y la tecnología, en el derecho, la salud o la educación, entre otros muchos temas. Con ese signo del cambio múltiple como telón de fondo, se suceden acontecimientos y procesos de lo más diversos, cuyo balance resulta un insumo imprescindible para pensar e imaginar los prospectos del futuro. ¿Qué esperanzas se desataron tras el final de la dictadura? ¿Qué logros pudimos forjar tras la trabajosa y conflictiva recuperación de nuestra vida democrática? ¿Cuáles fueron las cuentas pendientes que nos desafían —tal vez más que nunca— hacia el porvenir? ¿Cómo vivimos los cambios vertiginosos de la aldea global en los más diversos planos? ¿Cuáles fueron los relatos a través de los cuales buscamos registrar nuestra peripecia y renovar las razones para andar juntos? Sobre estas y otras interrogantes igualmente radicales se proyecta el análisis de veintidós trabajos de investigación, con la autoría de reconocidos intelectuales y personalidades del medio, muchos de ellos convertidos en auténticos referentes nacionales en sus respectivos temas. Como un espejo necesario que nos anima y empuja a las tareas del futuro, este libro viene a constituirse en un aporte indispensable para adquirir una conciencia más acabada de lo vivido y para alimentar la conciencia de las exigencias que seguramente nos deparará un futuro que ya está frente a nosotros. RODRIGO AROCENA ROY BEROCAY LUIS BÉRTOLA GUSTAVO BITTENCOURT MARIANA BLENGIO VALDÉS GERARDO CAETANO URUGUAY 1985-2005: MIRADAS MÚLTIPLES JUAN JOSÉ CALVO MARGARITA CARRIQUIRY NÉSTOR DA COSTA GUSTAVO DE ARMAS LUIS FARAL HÉCTOR GROS ESPIELL MANUEL MARTÍNEZ CARRIL ROGER MIRZA RENATO OPERTTI Gerardo Caetano BRUNO PODESTÁ Cultura y relaciones internacionales 20 años de democracia GERARDO CAETANO Antología del discurso político en el Uruguay HUGO ACHUGAR ÁLVARO PADRÓN ADELA PELLEGRINO GABRIEL PELUFFO LINARI MARCELO PEREIRA ROMEO PÉREZ ANTÓN BAJO LA DIRECCIÓN DE RICARDO PIÑEYRÚA Gerardo Caetano TERESA PORZECANSKI OSCAR LUIS SARLO JUDITH SUTZ
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