centro de exposiciones arte canal paseo de la castellana, 214 3 DE DICiembre DE 2015 8 DE mayo DE 2016 www.exposicioncleopatra.es DOSIER DE profesores EDUCACIÓN SECUNDARIA Organizan: Colabora: Indice 1. Datos de la exposición 2. Enlaces con el currículum de Educación Secundaria y Bachillerato 3. Objetivos generales 4. Propuesta didáctica A. Actividades antes de la visita B. Desarrollo de la exposición • Actividades de dinamización de la visita: itinerarios C. Actividades después de la visita 1. Datos de la exposiciOn Canal de Isabel II Gestión pone a disposición de los docentes este dosier para planificar la visita a la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto”, incluyendo actividades para realizar en el aula, que servirán para ampliar y profundizar en la experiencia educativa. Esta exposición, comisariada por los profesores Giovanni Gentili y Martín Almagro-Gorbea, es una oportunidad para descubrir a Cleopatra como figura histórica y aproximarse al momento que le tocó vivir. Las más de 400 piezas arqueológicas, procedentes de 80 museos y colecciones españolas e internacionales, cobran vida a través de una instalación que muestra una imagen de Egipto, y el Nilo, como gran cuna civilizadora; de Alejandría como encrucijada del mestizaje cultural; y de Roma como receptora de la influencia egipcia en aspectos que abarcaron desde la recaudación de impuestos a la introducción del culto a Isis. 2. Enlaces con el currIculum de EducaciOn Infantil Este dosier enlaza con las siguientes competencias básicas de Educación Secundaria: • Competencia en comunicación lingüística • Competencia de matemáticas • Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico • Tratamiento de la información • Competencia social y ciudadana • Competencia cultural y artística • Competencia para aprender a aprender • Autonomía e iniciativa personal Y con las modalidades de Bachillerato: • Modalidad de Artes: - Vía de Artes plásticas, imagen y diseño - Vía de Artes escénicas, música y danza • Modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales 4. OBJETIVOS Este dosier constituye un recurso didáctico destinado a profesores de Educación Secundaria y Bachillerato: plantea un recorrido por la exposición, señalando los diferentes ámbitos y piezas destacadas. Cada profesor puede personalizar la visita según necesidades e intereses del grupo. Para profundizar en la temática, el dosier sugiere actividades para desarrollar en el aula antes y después de la visita a la exposición, pensadas para que resulten atractivas y persiguen el cumplimiento de los siguientes objetivos: Objetivos generales de la propuesta didáctica: • Descubrir la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto”. • Conocer e investigar sobre personajes históricos: sus biografías, sus hechos y su importancia en la Historia. • Motivar la capacidad de los alumnos para obtener información de diversas fuentes, la recogida de datos y su interpretación. • Fomentar el trabajo en equipo y promover el uso de las TIC en el proceso de enseñanza y aprendizaje. • Conocer y utilizar de manera apropiada la lengua castellana. • Desarrollar en los alumnos el hábito de visitar museos y exposiciones, generando experiencias positivas y significativas. • Incentivar la curiosidad y la motivación en el desarrollo de actividades fuera del aula. • Favorecer un mayor acercamiento entre los museos y las instituciones educativas. • Potenciar la utilización de actividades culturales cómo herramienta didáctica. • Apreciar la creación artística y comprender el lenguaje de las distintas manifestaciones y sus diversos medios de expresión y representación. • Conocer, valorar y respetar el patrimonio artístico y cultural. 4. Propuesta didActica Este dosier ofrece propuestas educativas para preparar la visita a la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto”, que le permitirán incentivar la curiosidad de sus alumnos y motivar su implicación para el disfrute de la misma. • Actividades antes de la visita: con el objetivo de aprovechar al máximo la visita se proponen una serie de actividades previas, que requerirán de la adecuada adaptación por parte del profesorado en función del nivel y características de su grupo. • Desarrollo de la visita: con información del recorrido expositivo. • Actividades de dinamización de la visita: itinerarios. Propuesta de dos itinerarios, que incluye información sobre las obras así cómo posibles relaciones con otras piezas expuestas. • Actividades después de la visita: con el objetivo de ampliar la experiencia, el dosier sugiere actividades de reflexión para desarrollar en el aula después de la visita a la exposición. A. Actividades antes de la visita 1. Actividad ¿Qué sabemos sobre la cultura egipcia? Antes de asistir a la sala de exposiciones, trabaje con sus alumnos este cuestionario, o uno similar, donde valoren y reafirmen sus conocimientos previos. Esta actividad permitirá que la visita y la nueva información que se reciba, motive y sea un verdadero aporte al contenido ya adquirido, a la vez que se fomente la reflexión y juicio crítico sobre diversos temas. Proponemos las siguientes preguntas, que adaptará a cada nivel: 1. ¿Dónde está situado geográficamente Egipto? 2. ¿Cómo es su clima? 3. ¿Cual fue la importancia del río Nilo para la antigua civilización egipcia? 4. ¿Qué significa que Egipto es la cuna de la humanidad 5. ¿Por qué decimos que el Imperio Egipcio fue una gran civilización? 6. ¿Cuánto tiempo duró la historia del Antiguo Egipto? 7. ¿Qué funciones tenían los faraones? Nombra algún faraón 8. ¿Quién fue Cleopatra VII 9. ¿Qué importancia tuvo Alejandro Magno para la historia de Egipto? 10. La egiptología es la ciencia que se encarga de estudiar Materiales necesarios para la actividad: • Libros de consulta y ordenador • Cuestionarios 2. Actividad. La religión egipcia La dinastía ptolemaica mostró reverencia a las deidades egipcias asociándolas a la herencia helénica clásica: los nuevos cultos aunaban aspectos comunes a las religiones griega y egipcia. Después, tras la conquista de Egipto por parte de Roma, los cultos sincréticos egipcios se adoptaron por todo el imperio ya que resultaban más atractivos a la sociedad romana. Divida a sus alumnos por grupos para buscar información e imágenes sobre los siguientes temas: • El culto a Serapis • El juicio de Osiris • El faraón, intermediario entre los dioses y hombres • Diferencias entre cremación y momificación • Los templos egipcios y las catacumbas griegas y romanas • El culto de Isis • El libro de los muertos Con esto se incentiva a los alumnos a generar sus propios conocimientos y a elaborar un plan de estudio, a la vez que ejercitan síntesis, comprensión lectora y expresión escrita. Algunas de las piezas que verán en su visita a la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto” que enlazan con este tema son las siguientes: • Busto de Serapis, ámbito 2.4 • Estatuilla de sacerdotisa isíaca o de reina ptolemaica con Isis, ámbito 2.4 • Estatuilla del dios Amón-Ra, ámbito 2.4 • Estatuilla de Isis lactante, ámbito 2.4 • Incensario de bronce, ámbito 2.5 • Estela funeraria de Tasherienbastet, ámbito 2.5 • Sarcófago antropomorfo, ámbito 2.6 • Retrato de hombre procedente de El Fayum, ámbito 2.6 • Vaso de la necrópolis de Hadra, ámbito 2.6 • Amuleto con el ojo-udjat, ámbito 2.6 • Papiro funerario que contiene versión abreviada del Libro de los Muertos, ámbito 2.6 • Estatuilla de Anubis, ámbito 2.6 • Urna cineraria en alabastro egipcio, ámbito 4.3 • Pareja de candelabros del templo de Isis, ámbito 4.4 • Fresco con ceremonia - isíaca, ámbito 4.4 • Isis de Clunia, ámbito 7 Materiales necesarios para la actividad: • Libros de consulta y ordenador 3. Actividad. Debate sobre el Antiguo Egipto Genere un debate tutelado con sus alumnos sobre alguno de los temas propuestos. Puede plantear varias sesiones para este debate: sesión de investigación y de coloquio en el aula. Temas propuestos: • Los constructores egipcios: canales y monumentos. • La organización política y económica en el Antiguo Egipto. • Cleopatra VII: la última reina egipcia. Su relación con el Imperio Romano. Motivos de la caída de Egipto. • La escritura jeroglífica y su estudio. Descubrimiento de la Piedra Rosetta. • La representación artística de los faraones a lo largo de la historia de Egipto: retratos, esculturas, relieves y pinturas. Influencia griega. • La ciudad de Alejandría, una gran metrópolis del delta egipcio. Materiales necesarios para la actividad: • Libros de consulta y ordenador B. Desarrollo de la exposición La exposición se organiza en 7 ámbitos y un espacio introductorio: ÁMBITO 1 / Egipto, tierra del Nilo ÁMBITO 5 / Cleopatra, inspiración de artistas ÁMBITO 2 / Los Ptolomeos, reyes de Egipto ÁMBITO 6 /Cleopatra y las artes escénicas ÁMBITO 3 / La última reina de Egipto ÁMBITO 7 / La fascinación de Egipto en España ÁMBITO 4 / Egipto en Roma 0. Cleopatra y la fascinación de Egipto 1. Egipto, tierra del Nilo 2. Los Ptolomeos, reyes de Egipto 2.1. Alejandro y Egipto 2.2. Alejandría, la gran metrópolis 2.3 La dinastía de los Ptolomeos 2.4. El helenismo y la religión egipcia 2.5. Los sacerdotes y el culto 2.6. El mundo funerario 2.7. Las artes suntuarias 3. La última reina de Egipto 3.1. La imagen de Cleopatra 3.2. Cleopatra y las grandes figuras de su época 3.3. Los últimos Ptolomeos 3.4. La muerte de Cleopatra 3.5. Egipto, provincia romana 4. Egipto en Roma 4.1. Los temas nilóticos 4.2. Joyas y adorno personal 4.3. La “egiptomanía” en Roma 4.4. Roma y los cultos egipcios 5. Cleopatra, inspiración de artistas 6. Cleopatra y las artes escénicas 7. La fascinación de Egipto en España 7.1. Primeros objetos egipcios en la Península Ibérica 7.2. Egipto y la Hispania romana 7.3. Coleccionismo y Egiptología en España 0. Cleopatra y la fascinación de Egipto Cleopatra es una de las figuras más populares de la Historia. Mujer culta y con innumerables atractivos, vivió intensa y apasionadamente en los agitados tiempos previos al nacimiento del Imperio Romano. Antes de alcanzar su dramático destino, fue testigo de las disputas entre Pompeyo, César, Marco Antonio y Augusto por el poder en Roma, y sus relaciones amorosas con dos de ellos han pasado a la Historia. Su vida ha inspirado a literatos y artistas de todas las épocas, quienes, al plasmarla en esculturas y cuadros, novelas y dramas, óperas y películas, han contribuido a agrandar y perpetuar su leyenda. Como última reina del Antiguo Egipto, constituye un epílogo de la fascinante cultura faraónica, desarrollada durante 3.000 años en las fabulosas tierras regadas por el Nilo, tan cargada de arte, de historia y de vida. Pieza destacada: • Cabeza retrato de Cleopatra VII Otros recursos: • Audiovisual dedicado a la vida de Cleopatra 1. Egipto, tierra del Nilo. “Egipto es un don del Nilo”, afirmó el sabio griego Heródoto. Las crecidas anuales de este río interminable y generoso fertilizan las tierras del estrecho valle por el que fluye, rodeado de áridos desiertos. Allí, en el enorme oasis que forma el río desde el Mediterráneo hasta el corazón de África, surgió hace 5.000 años la alta cultura egipcia, una de las primeras de la humanidad. Las crecidas del Nilo favorecieron el desarrollo cultural de Egipto: permitían emplear ingentes cantidades de mano de obra en trabajos colectivos, como canales y monumentos, y dedicarse a actividades rituales y artesanales siempre controladas por el faraón, rey sagrado al frente de la sociedad. Al igual que estas fértiles tierras, el arte y la cultura del Antiguo Egipto siempre han seducido a todo aquel que se ha aproximado a ellas. Hoy, la singularidad de Egipto sigue despertando por igual la curiosidad de eruditos y profanos. Piezas destacadas: • Umbral con friso nilótico • Pareja de esfinges 2. Los Ptolomeos, reyes de Egipto La dinastía de los Ptolomeos representa el final de 3.000 años de historia del Antiguo Egipto. Tras la muerte de Alejandro Magno en el año 323 a.C., el general Ptolomeo, que gobernaba Egipto, se declaró independiente del imperio formado por el rey macedonio. Conocido desde entonces como Ptolomeo I Soter, inició en el año 305 a.C. una dinastía refinada y decadente, al estilo de los reinos helenísticos, que perduró hasta la muerte de Cleopatra en el 30 a.C. Los Ptolomeos, de origen macedonio, reinaron como auténticos faraones sobre el pueblo egipcio. De cultura y lengua griegas, modernizaron la administración y la economía en Egipto y establecieron su capital en Alejandría, que se convirtió en una de las principales metrópolis del mundo como gran centro comercial y también cultural, con su Museion y su legendaria Biblioteca. Subámbitos y piezas destacadas: • Estatua de soberano ptolemaico 2.1. Alejandro y Egipto Alejandro llegó a Egipto en el año 332 a.C., durante su enfrentamiento con el Imperio Persa, con la idea de apoderarse y controlar una tierra de gran riqueza y vital importancia estratégica. No es seguro que fuera coronado como faraón, pero es famoso su viaje al oasis de Siwa, tras desviarse muy al occidente de su recorrido. En ese remoto lugar un oráculo le confirmó su estirpe divina como hijo del dios Amón-Zeus, revelación que fue determinante para la legitimación de su poder y para ser considerado libertador de Egipto frente al dominio persa. En su estancia en Egipto, Alejandro fundó Alejandría, que acabaría convertida en la gran capital de Egipto y en el lugar en el que reposarían sus restos. • Retrato de Alejandro Magno Otros recursos: • Mapa Alejandro y Oriente 2.2. Alejandría, la gran metrópolis Fundada por Alejandro en uno de los brazos occidentales del delta del Nilo, esta estratégica ciudad pronto se convertiría en la residencia de los gobernadores y reyes de Egipto, la dinastía ptolemaica. Concebida como una ciudad griega, reunió a gentes de origen griego o macedonio, egipcios y emigrantes orientales y de muchos lugares del Mediterráneo. Su dinamismo y riqueza convirtieron Alejandría en símbolo de prestigio de la dinastía de los Ptolomeos; además, pronto destacó entre las urbes helenísticas por sus edificios y monumentos y llegó a ser el puerto más activo del Mediterráneo y el más importante centro científico y cultural de la época gracias a su museo y biblioteca. • Piedra con Isis Faria y el faro de Alejandría 2.3. La dinastía de los Ptolomeos Al morir Alejandro Magno sus generales se enfrentaron para repartirse el imperio y establecieron dinastías de gobernantes de los distintos territorios. Ptolomeo, que era el gobernador de Egipto, se coronó rey en 305 a.C. y bajo el nombre de Ptolomeo I fundó una nueva dinastía que practicaba el matrimonio entre hermanos para asegurar el linaje y que pronto se convirtió en una de las monarquías helenísticas más poderosas. Los Ptolomeos establecieron una estructura económica destinada a explotar al máximo los recursos naturales y comerciales del país y procuraron controlar las zonas de Oriente que tradicionalmente habían estado bajo influencia egipcia, lo que supuso continuas guerras y enfrentamientos. Con Ptolomeo III (246-222 a.C.) el nuevo reino alcanzó su máxima extensión, pues abarcaba Siria, Libia y el norte de Nubia, pero el poder disminuyó a partir del siglo II a.C. a causa de los problemas internos, la pérdida de territorios y, finalmente, a la dependencia creciente de Roma. • Busto de joven soberano ptolemaico, probablemente Ptolomeo VIII • Tetradracma de Ptolomeo II y Arsínoe • Retrato de reina ptolemaica 2.4. El helenismo y la religión egipcia. La dinastía ptolemaica, de estirpe y lengua griegas, reconoció la importancia de las divinidades y creencias del Egipto de la época. Para mantener su crédito como gobernantes y salvaguardar sus intereses, los Ptolomeos mostraron reverencia a las deidades locales con un discurso ideológico que asociaba la herencia helénica clásica a las prácticas egipcias, como el culto a determinados animales sagrados que había adquirido gran popularidad. Los nuevos cultos sincréticos eran fruto de una reflexión teológica que aunaba aspectos comunes a las religiones griega y egipcia, y que se plasmaron en divinidades como Serapis, Anubis o Isis, muy veneradas por proteger al difunto en el más allá. Un elemento esencial fue mantener el culto a los antepasados de la dinastía para fortalecer su legitimidad en el trono, al afirmar que el soberano y su esposa descendían de los dioses, principalmente de Zeus, siendo reconocidos como divinidades de acuerdo con la tradición de los faraones egipcios. • Busto de Serapis • Estatuilla de Isis con Horus • Estatua del dios halcón Horus 2.5. Los sacerdotes y el culto Según la tradición del Antiguo Egipto el faraón, como rey y ente divino, era el intermediario entre los dioses y los hombres. En su nombre actuaban los sacerdotes, quienes se encargaban del culto diario en todos los templos y también del ceremonial funerario, de acuerdo con un complejo ritual que constituía la esencia de su trabajo. En época ptolemaica los principales templos se convirtieron en importantes focos de actividad económica y en centros de producción de manufacturas, y sus sacerdotes se vieron favorecidos por los soberanos de la dinastía para atraerse y controlar a la población egipcia. • Estela funeraria de Tasherienbastet 2.6. El mundo funerario En época helenística el culto funerario combinaba tradiciones griegas y egipcias, como se evidencia en la construcción y decoración de las catacumbas alejandrinas. Los Ptolomeos conservaron intactas costumbres griegas como la cremación, inconcebible para los egipcios, que consideraban que el cuerpo debía conservase momificado para renacer en el Más Allá una vez superado el juicio ante Osiris. Frente a Alejandría, en el interior del país permanecían las antiguas tradiciones y seguía practicándose la momificación. En época ptolemaica ya no se extraían las vísceras, pero las momias se recubrían de estuco pintado o dorado. El difunto momificado era depositado dentro de varios ataúdes decorados en un sarcófago, cuya calidad dependía de la riqueza y poder de su propietario. Ya en época romana destacan los retratos de El Fayum. Pintados a la encáustica sobre tabla, se colocaban sobre el rostro momificado del difunto y lo representaban en vida con un enorme grado de verosimilitud y detalle. • Sarcófago antropomorfo • Papiro funerario que contiene versión abreviada del Libro de los Muertos • Urna para momia de gato • Retrato de hombre procedente de El Fayum • Estatua de Ptah-Sokar-Osiris para Djedhor 2.7. Las artes suntuarias Los escultores del Egipto ptolemaico poseyeron un gran dominio del trabajo de la piedra. Sus obras presentaban características egipcias, griegas o una mezcla de ambas, pues obras de estilo egipcio, más uniforme y hierático, contrastan con otras más individualizadas de influjo helenístico. Fue asimismo importante la elaboración de cerámica, así como de bellas figuras de terracota y objetos de fayenza, abundó la producción en bronce de estatuillas —de estilo egipcio tradicional o helenístico alejandrino— y destacó la técnica de acuñación de monedas. La orfebrería fue otra de las elaboraciones artesanales más valoradas del Egipto ptolemaico, pues se crearon anillos, pendientes, brazaletes y colgantes, a veces incrustados con piedras semipreciosas talladas, de singular belleza. Los talleres de vidrio alejandrinos se hicieron muy famosos fabricando frascos de ungüentos, copas, cuencos, platos o teselas de mosaico. Utilizaban procedimientos antiguos de molde junto al soplado de influjo próximo-oriental y a imitaciones de vasos de piedras semipreciosas —hechas con pasta de vidrio multicolor, la técnica conocida como millefiori— que se convirtieron en preciados objetos de lujo. • Falo • Modelo de escultura con busto de soberano • Placa con dios Apis • Panel con Dionisio y Ariadna dormida • Alabastrón • Vaso con asas • Estatuilla de Isis-Afrodita Otros recursos: • Audiovisual de la gran metrópolis Alejandría • Audiovisual del templo de Debod • Árbol genealógico “La dinastía ptolemaica” 3. La última reina de Egipto Cleopatra Filopátor Nea Theá o Cleopatra VII nació hacia el 69 a.C. y murió el 30 a.C., tras la batalla de Accio. Hija de Ptolomeo XII, a los 18 años heredó el trono, que compartió con su hermano y esposo, Ptolomeo XIII, con quien mantuvo continuos enfrentamientos. Mujer culta, inteligente y refinada, supo vivir conforme a sus objetivos en una época turbulenta, cuando Pompeyo y César primero, y después Marco Antonio y Augusto se disputaban el poder en una Roma cada vez más poderosa, que ya dominaba Egipto. Con todos ellos se relacionó, y con César y Marco Antonio mantuvo idilios que le dieron descendencia. Tras la trágica muerte de la reina desapareció la dinastía de los Ptolomeos y Egipto quedó incorporado como una nueva provincia al Imperio Romano. Súbámbitos y piezas destacadas: 3.1. La imagen de Cleopatra El rostro de la enigmática reina ha sido identificado en algunas representaciones de estilo helenístico y egipcio, así como en acuñaciones monetarias. En las primeras, Cleopatra luce un tocado con la diadema típica de los gobernantes griegos, a menudo con varios mechones de pelo sueltos. Sus imágenes de estilo egipcio incluyen elementos de la tradición faraónica, entre los que destacan especialmente tres uraei o cobras sobre su frente y el tocado con plumaje de buitre que la vinculaban con las reinas y diosas egipcias de la Antigüedad. Sin embargo, son los rostros que figuran en las monedas de la época los que se consideran representaciones más “realistas” de la reina. Los rasgos físicos más sobresalientes de estos retratos son los grandes ojos y la nariz aguileña; y se muestra en ellos con la diadema que la identifica como reina, mientras luce un peinado “en forma de melón” —de moda en Grecia desde el siglo IV a.C. — y la vestimenta y adornos característicos de la realeza ptolemaica. • Cabeza retrato de Cleopatra VII 3.2. Cleopatra y las grandes figuras de su época La vida de Cleopatra presenta numerosas incógnitas: no se sabe con certeza cómo fueron su infancia y su juventud, y se desconoce la formación que recibió y si, como se ha repetido, hablaba diversas lenguas, pero sí puede afirmarse que aprendió a moverse con soltura en las altas esferas políticas, tanto en su país como fuera de él. En Egipto supo sobrevivir a las intrigas de la corte alejandrina y, después, sobreponerse a quienes le disputaban el trono, sus propios hermanos. Reinó con Ptolomeo XIII y XIV antes de hacerlo ella sola y trató siempre de buscar la alianza más favorable que asegurara su poder al frente de Egipto e incluso lo ampliase, como se deduce de las relaciones que mantuvo con Julio César y con Marco Antonio, los grandes hombres de Roma, convertida ya en la principal potencia del Mediterráneo. • Moneda de bronce de Cleopatra VII • Áureo • Ordenanza de Cleopatra VII a favor de Publius Canidius (Crassus), general de Marco Antonio 3.3. Los últimos Ptolomeos Cleopatra era plenamente consciente de que había nacido en un momento de decadencia de su linaje e intentó por todos los medios que recuperase el antiguo esplendor. El mejor ejemplo de las redes de alianzas que la reina fue trazando para apuntalar su dominio sobre el trono de Egipto es la descendencia que tuvo con los grandes generales romanos de su tiempo: de la relación entre Cleopatra y Julio César nacería Cesarión, un niño que habría reunido un gran poder de haber podido sobrevivir a su madre; con Marco Antonio la reina tendría a Cleopatra Selene y Alejandro Helios, mellizos, y a Ptolomeo Filadelfo. De todos ellos, sólo su hija conseguiría superar la turbulenta situación que se derivó del enfrentamiento de Egipto con la Roma de Octavio, en el que desaparecerían todos los familiares cercanos a la reina. Así, Cleopatra Selene, casada con Juba II de Mauritania, sería la única continuadora del linaje de los Ptolomeos, cuyo rastro es muy difícil seguir a partir de Ptolomeo de Mauritania, el nieto de Cleopatra VII. • Joven príncipe ptolemaico, probablemente Ptolomeo XV “Cesarión” 3.4. La muerte de Cleopatra Cuando Cleopatra huyó después de la derrota en la batalla naval de Accio, Marco Antonio creyó que le había traicionado o que estaba muerta; se causó entonces una herida mortal que le hizo exhalar su último suspiro en brazos de la reina, tras descubrir que estaba viva. Ante esta complicada situación, con Octavio ya en Egipto, Cleopatra, decidió suicidarse en unas circunstancias que aún hoy siguen siendo un misterio. Según parece, la reina, ayudada por sus sirvientas Iras y Charmion, encontró la muerte con la misma teatralidad con que vivió. Ni siquiera los antiguos concretan cómo se quitó la vida: Estrabón, Plutarco o Dión Casio plantean que pudo morir a causa de la picadura de una o varias serpientes, o simplemente envenenada. Los escritores de época augustea, Virgilio, Horacio y Propercio, hacen referencia a la picadura de serpiente, un rumor que rápidamente adquirió fuerza en Roma. Con su calculado suicidio la última reina egipcia evitó que su enemigo Octavio pudiera llevarla presa a Roma para exhibirla en su triunfo o utilizarla para demostrar públicamente su famosa clemencia. • Camafeo “de Accio” • Pátera con alegoría a la fertilidad 3.5. Egipto, provincia romana Tras la muerte de Cleopatra y la eliminación de sus herederos, Egipto se convirtió en un territorio controlado directamente por Octavio, dada su importancia económica y por motivos de prestigio: el trigo y la cebada que proporcionaban las fértiles tierras de la nueva provincia aseguraban que no hubiera ninguna carestía en Roma que amenazase su credibilidad como emperador y desatase la ira del pueblo. En Egipto, los sacerdotes no tardaron en conceder los atributos del faraón a Octavio, quien acumulaba poderes que, salvando las distancias, podían compararse con los de un rey egipcio. Aunque Roma era la capital del mundo, Alejandría siempre tuvo especial significado para los emperadores romanos, que veían en Alejandro Magno un modelo a seguir. • Bajorrelieve con Augusto cómo faraón realiza ofrendas a Mandulis y a Thot Otros recursos: • Audiovisual que describe el encuentro entre Cleopatra y Marco Antonio en Tarso • Árbol genealógico “La descendencia de Cleopatra VII” • Mapa del Imperio bajo Augusto 4. Egipto en Roma A partir del año 31 a.C. Egipto pasó a ser provincia romana y la exótica personalidad de la cultura egipcia cautivó a Roma, a pesar del recelo que suscitaba por ser tan diferente de la tradición latina. En Roma se copiaron monumentos egipcios, como la pirámide de Cayo Cestio (12 a.C.), y monumentos y plazas de Roma y Constantinopla se decoraron con grandes obeliscos traídos de Egipto. Se pusieron de moda temas nilóticos en pinturas y mosaicos y las refinadas joyas y objetos suntuarios alejandrinos pasaron a ser productos habituales en los ambientes lujosos de todo el Imperio Romano. Especial influencia tuvieron los cultos egipcios, extendidos por todo el Mediterráneo desde época helenística, como el de dios Serapis y, en especial, el de la diosa Isis, cuya popularidad se mantuvo hasta el triunfo del cristianismo en el siglo IV. Súbámbitos y piezas destacadas: 4.1. Los temas nilóticos El exotismo y la exuberancia de las tierras del Nilo pusieron de moda en Roma los temas egipcios, en especial los pintorescos paisajes inspirados en escenas imaginadas a orillas del río, con abundancia de plantas típicas, como palmeras y papiros, y animales exóticos, como garzas, grullas, hipopótamos y cocodrilos. Estas composiciones, características del arte helenístico alejandrino, aunaban un gusto por lo pintoresco, cierto sentido bucólico y una gran fantasía: sobre los fondos vegetales y acuáticos aparecían pequeños personajes —como pigmeos o sacerdotes egipcios— que animaban las escenas. Los motivos nilóticos pasaron a ser muy populares en el arte romano, desarrollados en mosaicos de teselas diminutas y también en bellos frescos que decoraban las paredes de las ricas mansiones romanas. • Escena de jardín con pareja de esfinges 4.2. Joyas y adorno personal Alejandría se convirtió en un importante centro artístico y el lujo y la opulencia del mundo helenístico tuvieron un magnífico ámbito de desarrollo en las joyas y adornos personales, en los que la tradición helenística heredera del mundo clásico se sumó al gusto oriental, representado en Egipto por la orfebrería faraónica con temas como el uraeus o cobra y el disco solar. Oro y piedras preciosas y semipreciosas como granates, berilos, topacios, amatistas, cornalinas, ágatas, ónices, lapislázulis y turquesas daban color a suntuosas joyas decoradas con cabujones, filigranas y repujados. Magníficos artistas labraban medallones y entalles para anillos de piedras duras, en ocasiones imitadas en vidrio, con figuras de la mitología clásica y de dioses egipcios, como Isis y Serapis, a los que se añadían retratos de Alejandro Magno, los Ptolomeos y personajes famosos. Entre estas creaciones destacan los camafeos de ágata labrados en planos que aprovechaban la dicromía de la piedra para hacer contrastar las figuras. • Pareja de brazaletes con forma de serpiente 4.3. La “egiptomanía” en Roma En los últimos siglos antes de nuestra era Roma extendió su poder por todo el Mediterráneo, y sus crecientes contactos con los reinos herederos del imperio de Alejandro Magno favorecieron que se convirtiera en una gran metrópolis helenística. La fascinación ejercida por Egipto influyó en los nuevos gustos que cambiaron la Roma tradicional. Ésta había triunfado militarmente, pero el exotismo y los atractivos y riquezas egipcios se pusieron de moda en todo el Imperio Romano y crearon una tendencia conocida como “egiptomanía”. Esta moda egiptizante se observa en la arquitectura, pues se trajeron de Egipto, entre otros monumentos, soberbios obeliscos de granito rosa para decorar plazas y edificios de Roma y Constantinopla. También alcanzó a mosaicos y pinturas, inspiradas en los paisajes nilóticos, o a la orfebrería, con suntuosas gemas y joyas que transmitían el lujo de la corte de los Ptolomeos. Al tiempo, los cultos de origen egipcio se hacían cada vez más populares en la sociedad romana. 4.4. Roma y los cultos egipcios Tras la victoria de Accio, Egipto se convirtió en una provincia romana, pero su cultura ejerció en Roma una enorme influencia que también se extendió a la religión. Los cultos sincréticos de Egipto, que asociaban creencias originarias del Antiguo Egipto con ideas del helenismo griego, se difundieron desde Alejandría, que era uno de los grandes puertos del Mediterráneo y el principal centro religioso bajo los Ptolomeos. Al principio en competencia con los cultos tradicionales y oficiales de Roma, estos nuevos cultos ganaron cada vez más adeptos por su capacidad de captación, hasta extenderse por todo el Imperio Romano. El panteón egipcio tenía divinidades mucho más humanas que la religión romana oficial, como Serapis o la diosa Isis. Sus ritos, con mayor vistosidad y participación, resultaban más atractivos para la descreída sociedad romana, pues estas creencias aportaban sentido a la vida y a la muerte y, a través de la iniciación, permitían alcanzar la felicidad en una vida eterna. • Estatua de Isis • Estatua de Serapis en su trono • Estatuas de los ríos Tíber y Nilo 5. Cleopatra, inspiración de artistas Desde el Renacimiento hasta nuestros días, literatos, pintores, escultores, dramaturgos y cineastas se han sentido atraídos por la extraordinaria personalidad de la última reina de Egipto. Al margen de los retratos de su época, Cleopatra ha sido representada por numerosos artistas de temperamento muy diverso, quienes de acuerdo con su propia sensibilidad y según los cánones estilísticos de cada época han plasmado en cuadros y esculturas su visión del personaje. Guiados por su inspiración, esos artistas han sabido abordar con intuición los episodios más atrayentes de la vida de Cleopatra —insuficientemente documentada por datos históricos—, en especial sus apasionantes relaciones personales y su dramática muerte. Pieza destacada: • La muerte de Cleopatra de Jean–Baptiste Regnault 6. Cleopatra y las artes escénicas Cleopatra es uno de los personajes más recurrentes en las artes escénicas, protagonista de óperas y ballets, de representaciones teatrales, de producciones cinematográficas y televisivas. Su popularidad, que ya evidenciaron obras tan conocidas como la tragedia Antonio y Cleopatra, de Shakespeare (1607), la comedia Los áspides de Cleopatra, de Rojas Zorrilla (1645) o la ópera Giulio Cesare in Egitto (1723), de Händel, se ha mantenido en el tiempo. La Cleopatra del celuloide que dirigió Joseph Mankiewicz en1963, protagonizada por Elizabeth Taylor y con Richard Burton como Marco Antonio, es una de las superproducciones más famosas de la historia, y fue durante 30 años la película más cara jamás producida. Interpretar la compleja personalidad de Cleopatra ha sido un desafío al que se han venido enfrentando célebres actrices desde 1890 hasta nuestros días: Sarah Bernhardt, Theda Bara, Claudette Colbert, Sophia Loren, Elizabeth Taylor, Hildegard Neil, Monica Bellucci o Monika Absolonová, además de Lyndsey Marshal y Leonor Varela en la pequeña pantalla, han asumido la difícil tarea de darle vida. Actores, directores y productores, lo mismo que las grandes actrices de todos los tiempos, han quedado fascinados por el arrollador carácter de la última reina de Egipto, y por la época histórica que le tocó vivir. Recursos: • Escenario teatral: el sarcófago y el vestuario realizados por Léon Baskt y plataforma con el vestuario de la película de Joseph L. Mankiewicz. 7. La fascinación de Egipto en España Los fenicios trajeron a la Península Ibérica en el I milenio a. C. los primeros objetos egipcios: amuletos y figuras de divinidades. En tiempos de Roma, productos alejandrinos y cultos egipcios, testimoniados por templos, esculturas e inscripciones, aparecen en Hispania al igual que en otras áreas del Imperio. El coleccionismo egiptológico se inicia varios siglos después, ya en la época moderna. En España, la egiptología se desarrolló más lentamente que en otros países, aunque pequeñas colecciones y algunas creaciones literarias indican que desde el siglo XIX existe un interés por la cultura faraónica, como ya ocurría en el resto de Europa. El éxito de las Campañas de Nubia en la década de 1960 y la donación por parte del Gobierno de Egipto a España del Templo de Debod suscitaron un renovado interés en los temas nilóticos que ha cristalizado en el creciente desarrollo de la egiptología española. Subámbitos y piezas destacadas: 7.1. Primeros objetos egipcios en la Península Ibérica En la Antigüedad, los fenicios difundieron por todo el Mediterráneo a lo largo del I milenio a.C. pequeños objetos egipcios, como escarabeos, amuletos y figuritas de bronce fabricadas en Egipto o de inspiración egipcia. Estos objetos llegaron a la Península Ibérica, donde han aparecido en colonias fenicias, como Gades (Cádiz), Malaka (Málaga) o Ebusus (Ibiza), y en yacimientos tartésicos e ibéricos, pues eran muy apreciados por sus propiedades mágicas. Los objetos más numerosos son los escarabeos, pues eran considerados amuletos muy valiosos, protectores de la vida y de la resurrección, a la vez que servían como sello y como marca de propiedad y símbolo de prestigio social. También han aparecido numerosos amuletos de fayenza y estatuillas de bronce, como la del dios Ptah con máscara de oro de Cádiz o la de Imhotep del poblado talayótico de Torre d’en Gaumés, en Mallorca. Entre los objetos egipcios hallados en Hispania destacan costosos vasos de alabastro con el nombre de faraones de la dinastía XXII, fechados en el siglo IX a.C., que fueron utilizados como lujosas urnas cinerarias en las necrópolis fenicias. • Copia del Medallón de Trayamar • Estatuilla de esfinge alada • Isis de Clunia • El jardín de El Retiro hacia las tapias del Caballo de Bronce • Estatuilla del dios Ptah-Sokaris-Osiris 7.2. Egipto y la Hispania romana El Antiguo Egipto ejerció una evidente fascinación en todo el Imperio Romano, incluida la antigua Hispania, en la que han aparecido objetos traídos por comerciantes y devotos de las divinidades egipcias. Destacan inscripciones y esculturas que denotan la expansión de cultos sincréticos surgidos en Egipto por influjo helenístico, que se difundieron a través de Alejandría, convertida desde su fundación en uno de los grandes puertos del Mediterráneo y un gran centro religioso. En las principales ciudades romanas, como Clunia o Mérida, aparecen inscripciones y esculturas que atestiguan el culto a la diosa Isis. También el templo helenístico-romano de Serapis en Ampurias atestigua el culto a esta divinidad y en Ercavica, Cuenca, ha aparecido una escultura egiptizante del dios del tiempo Aión. Estos cultos serían traídos por comerciantes, navegantes y devotos, como los de la diosa Isis Pelagia, “la Salvadora”, que protegía las peligrosas travesías del Mediterráneo. 7.3. Egiptología y coleccionismo egiptológico en España España quedó al margen del desarrollo de la egiptología y la egiptomanía surgidas en Europa en el siglo XIX, cuando los grandes descubrimientos y excavaciones en Egipto y Oriente también fomentaron el coleccionismo de antigüedades como símbolo de prestigio social. Sin embargo, la alta burguesía española, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, reunió pequeñas colecciones de objetos egipcios, que en buena parte acabaron en el Museo Arqueológico Nacional, que completó sus colecciones con diversas adquisiciones. Entre todas las colecciones españolas de objetos egipcios destaca la formada por Eduardo Toda y Güell (1855-1941), cónsul de España en Egipto entre 1884 y 1886. Apasionado por la Egiptología, excavó la tumba intacta de Sennedjem, en Deir el Medina, que publicó en Madrid en 1889, y formó una bella colección, hoy conservada en el Museo Arqueológico Nacional. Ya en el siglo XX hay que destacar los numerosos objetos entregados por Egipto y Sudán a España como reconocimiento a su eficaz colaboración en la “Campaña de Nubia”, que han pasado a enriquecer diversos museos españoles. 7.4. El desarrollo actual de la Egiptología España no llegó a enviar ninguna expedición arqueológica a Egipto hasta la segunda mitad del siglo XX. La participación de España entre 1961 y 1966 en la “Campaña de Nubia”, organizada por la UNESCO para el salvamento de los monumentos que iban a quedar sumergidos por la Gran Presa de Asuán, fue un notable éxito. Las excavaciones y estudios de la misión española dirigida por el Prof. Martín Almagro se vieron recompensadas por la generosa donación de Egipto a España del Templo de Debod en 1968 y por la concesión del yacimiento de Heracleópolis Magna para potenciar la Egiptología en nuestro país. Estos hechos dieron un impulso definitivo a nuestra Egiptología. A partir de los años 1990, diversos equipos españoles han desarrollado excavaciones y proyectos de investigación en Egipto, sumándose a otros equipos egipcios e internacionales. En este marco destacan las excavaciones de Heracleópolis Magna y de Oxirrinco y la misión hispano-egipcia que excava, restaura y publica la tumba de Djehuty, tesorero del faraón Tutmosis III (c. 1500 a.C.). De este modo, España se ha incorporado definitivamente a la brillante tradición cultural que representa la Egiptología, un ejemplo de colaboración científica y cultural internacional en nuestro mundo global. Actividades de dinamización de la visita: itinerarios Propuesta de dos itinerarios temáticos a realizar por las salas de la exposición, con la selección de algunas piezas, que le permitirán trabajar los temas propuestos. La presentación de los itinerarios incluye información sobre las obras escogidas, contexto histórico y materiales. Deberá adaptar esta información al nivel de su grupo. Recomendaciones durante la visita: • Los alumnos tienen que ir en todo momento acompañados de los profesores. • Para el buen funcionamiento de la visita los alumnos deben guardar orden en la sala de exposiciones, evitando gritar y molestar al resto de visitantes. • Está prohibido tocar las obras expuestas y hacer fotografías. Itinerario 1: Los retratos El retrato, tanto personal cómo de los antepasados, se convirtió entre los siglos III-I a.C., en uno de los géneros más utilizados para la propaganda política en el mundo ptolemaico y sucesivamente en Roma. Los retratos en el Antiguo Egipto solían ser idealizados, buscando la belleza, muy rígidos y hieráticos. Se utilizaba la jerarquización en las representaciones de grupo, apareciendo siempre en mayor tamaño el faraón que el resto de los personajes. Durante la dinastía ptolemaica el arte recibirá el influjo helenístico, período donde las artes adquirieron grandiosidad y madurez. En esta selección de piezas escogidas aparece la representación de personajes importantes: faraones y dioses a través de las cuales podrá explicar a sus alumnos la siguiente información: • Los materiales • La técnica • Contexto histórico • Quién es el personaje representado • Cómo aparece representado: atributos que porta Ámbito 0. Cleopatra y la fascinación de Egipto 1. Cabeza retrato de Cleopatra VII. La cabeza de Cleopatra está ceñida con una diadema real de banda, que sujeta el cabello y aparenta la consistencia de una lámina de oro; el peinado, no peluca, consta de finos bucles de escaso volumen divididos en franjas y recogidos en un moño. Sobre la frente, entre el cabello y la diadema, que aquí es más ancha, el mármol, hoy deteriorado, podría incluir un atributo, como una flor de loto o un uraeus. En esta imagen se han reconocido influencias estilísticas distintas: la boca, con el labio interior carnoso que sobresale apenas del fino labio superior, parece inspirada en los retratos de la época republicana tardía; los ojos grandes, muy abiertos, y la boca proporcionalmente pequeña, recuerdan los retratos de los primeros Ptolomeos. Contexto histórico: segunda mitad del siglo I a.C. Material: mármol blanco Uraeus: emblema protector de los faraones. Representaba la soberanía, la realeza, la deidad, y la autoridad divina en el Antiguo Egipto, y era el atributo de la diosa Wad jet, una de las deidades egipcias más antiguas. ¿Sabías que… en la exposición hay más de 38 piezas en las que aparece la representación de Cleopatra VII?. 2. Pareja de esfinges. Las esfinges se representan en posición estática y vigilante, característica de estas figuras. Las cabezas, masculinas, están tocadas con nemes, decorado en la frente con una serpiente uraeus en forma de ocho horizontal, típica de la época clásica y ptolemaica. Los rostros son ovalados, con mejillas abultadas y mentón pronunciado. La nariz está mutilada en ambos casos y las bocas presentan unos labios carnosos hundidos en los extremos entre las mejillas, con lo que confieren a las caras una expresión casi sonriente. El cuerpo es macizo en la parte anterior y más esbelto en la posterior. Las patas anteriores, extendidas en posición de reposo, poseen cuatro dedos sin garras; las posteriores, en cambio, tienen tres dedos, según la iconografía típica de la época saítica y ptolemaica. Contexto histórico: época ptolemaica, siglos III-I a.C. Material: granito rosa de Asuán Nemes: tocado funerario de tela, atuendo utilizado por los faraones egipcios cuando eran representados como difuntos. Era de color blanco adornado con bandas teñidas en azul, y cubría la totalidad de la cabeza, cayendo verticalmente por detrás de las orejas, amarrándose con un nudo cerca de la nuca, a modo de trenza. Se fijaba a la cabeza además con una diadema que portaba una cobra y un buitre en la frente: el uraeus. ¿Sabías que... se expone otra estatua de esfinge en el ámbito 4.1. de mármol y una estatuilla en el ámbito 7 de bronce?. Ámbito 2. Los Ptolomeos, reyes de Egipto 3. Estatua de soberano. Representa a un faraón avanzando, tocado con el típico nemes que ostenta el uraeus sagrado en la frente. La estatua, que al principio se consideró una imitación romana, presenta marcadas características icónicas propias de la estatuaria ptolemaica del siglo III a.C. Material: diorita 4. Retrato de Alejandro Magno llamado “Alexandre Guimet”. Alejandro Magno es reconocible por el aspecto general de sus facciones y sobre todo por sus largos rizos desordenados, terminados en un remolino, que coronan su frente, el anastolé. En la base del cuello, el orificio de encaje indica que la cabeza se insertaba en una estatua, drapeada o provista de coraza. Las mejillas redondas y la boca pequeña y carnosa confieren al retrato un aspecto juvenil. Además está muy idealizado: el óvalo del rostro es perfectamente regular, la frente alta y lisa, los ojos grandes y poco hundidos. Contexto histórico: 300 o hacia 170-160 a.C. Material: mármol Alejandro Magno: (Pella, Macedonia, 356 a.C. - Babilonia, 323 a.C.) Rey de Macedonia cuyas conquistas y extraordinarias dotes militares le permitieron forjar un gran imperio: desde Grecia y Egipto hasta la India, iniciándose el llamado periodo helenístico de la Antigüedad. 5. Retrato de reina ptolemaica. El retrato procede de un taller de Alejandría, como se desprende claramente de la cabellera, que se dejó a propósito sin acabar porque debía completarse (seguramente con forma “de melón”) añadiendo estuco o yeso, una práctica habitual en la escultura alejandrina, dada la escasez de mármol blanco en la región. También corresponde a la tradición alejandrina el uso de varios materiales: se supone que el retrato tuvo un par de pendientes, probablemente de oro, ya que los lóbulos de las orejas están perforados. Esta hermosa cabeza, esculpida en un bloque de mármol de gran calidad se impone por su excelente factura y por el parecido evidente con varios retratos atribuidos con seguridad a Cleopatra VII. La falta de diadema (elemento que pudo haberse realizado aparte en otro material, probablemente metálico, superpuesto a la cabellera) no nos impide identificar el retrato como el de un personaje de alto rango real, basándonos en las facciones, realistas pero también idealizadas. El busto aparece desnudo. Contexto histórico: hacia mediados del siglo I a.C. Material: mármol blanco Relación con los pendientes de oro helenísticos del ámbito 2.7 ¿Sabías que …el peinado en forma de melón estaba formado por una serie de trenzas onduladas que a partir de la frente y de las sienes se recogía en un moño en la nuca. 6. Busto de joven soberano ptolemaico, probablemente Ptolomeo VIII. El fragmento formaba parte de una estatua de gran tamaño que representaba al faraón de pie, a la manera egipcia, con el típico tocado real nemes y un uraeus en la frente. Los bucles que sobresalen del nemes están esculpidos al estilo griego, y por el lado derecho de la cabeza le cae una trenza, típico atributo del dios Horus. Un orificio en lo alto de la cabeza indica que la estatua poseía otro atributo, probablemente una corona. Por motivos estilísticos e iconográficos la estatua se ha atribuido a Ptolomeo VIII, aunque la falta de texto en el pilar dorsal no permite confirmarlo. El retrato de este rey, apodado Physcon (Barrigón) por los alejandrinos, se conoce sobre todo gracias a sus imágenes reproducidas en monedas. El rey aparece como un hombre grueso con bucles sobre la frente, cejas prominentes, ojos grandes, nariz ancha, labios carnosos, barbilla redonda y un cuello abundante y carnoso. Contexto histórico: época ptolemaica, siglos III-I a.C. Material: granodiorita Relación con el árbol genealógico de Cleopatra VII en el ámbito 3.3 7. Tetradracma: Ptolomeo II y Arsínoe. Moneda donde parecen los retratos de la pareja reinante, Ptolomeo II y Arsínoe (que además de esposa era su hermana por parte de padre), identificados por la leyenda “hermanos”, mientras que el reverso presenta a sus antecesores y padres, Ptolomeo I y Berenice, con la inscripción “dioses”. Los retratos yuxtapuestos, una disposición poco frecuente, sirvieron posteriormente de modelo para otras acuñaciones dentro y fuera del reino. Material: oro Observar en este ámbito el tetradracma de Ptolomeo I y el bronce Ptolomeo II Relación con el árbol genealógico de la dinastía ptolemaica del ámbito 2.3 8. Retrato de hombre. Sobre un fondo gris azulado extendido con pinceladas rápidas destaca el retrato de un hombre de edad avanzada. Lejos de las representaciones estereotipadas que encontramos a veces en la producción de los retratos de El Fayum, esta obra es de un realismo impresionante. El hombre se presenta de medio lado, pero la cabeza, vuelta hacia la derecha, está casi de frente. Viste una túnica blanca adornada en el hombro izquierdo con bandas púrpuras, los clavi. El óvalo de la cara está subrayado por una barba corta ligeramente entrecana. En su fisionomía destacan la nariz ancha y la boca entreabierta de labios rojos. Su aspecto es de cansancio, como reflejan los ojos de carnero enmarcados por párpados gruesos y grandes ojeras. El entrecejo fruncido acentúa las profundas arrugas que surcan su frente. El cabello negro, rizado y ralo, también canea en las sienes. Las marcas de la edad se reproducen con gran verosimilitud. Contexto histórico: siglo II d.C. Material: pintura al encausto sobre madera Los retratos de El Fayum fueron realizados por artistas griegos en el Egipto romanizado entre los s. I-IV d.C. en tablas y lienzos, que cubrían el rostro de la momia, colocados entre el cartonaje de las mismas. Constituyen una manifestación clara del encuentro de civilizaciones diferentes: la romana, la griega con la invención del retrato naturalista, y la egipcia y sus ritos de momificación. Observar la máscara funeraria de cartón de este ámbito 9. Estatua de Ptah-Sokar-Osiris para Djedhor. La estatua presenta la imagen acostumbrada de PtahSokar-Osiris, con cuerpo momiforme y peluca tripartita, coronada por dos plumas de avestruz, el disco solar y la cornamenta de carnero. El rostro de la deidad está tallado con esmero, aunque sólo quedan restos del dorado original, y en el pecho lleva un collar usej dorado, decorado con motivos florales geométricos y con una hilera de ojos udjat. Todo el cuerpo de la estatua está cubierto de una malla pintada, formada por tubitos y cuentas en ligero relieve, que imita las mallas fúnebres colocadas sobre la momia del difunto, dentro del sarcófago. Debajo del collar hay una inscripción vertical dorada, una invocación al dios Atum por el difunto Djedhor (no está clara la primera parte del nombre); en el pilar dorsal de la estatua debía de haber otra inscripción pintada, pero es ilegible. La estatua se apoya en un pedestal moderno. Contexto histórico: época ptolemaica, siglos III-I a.C. Material: madera estucada, pintada y dorada Relación con la malla del Museo Arqueológico Nacional de este mismo ámbito 10. Modelo de escultura con busto de soberano. El pequeño busto representa a un rey caracterizado por el tocado nemes y la frente adornada con el uraeus. Los detalles de la fisonomía son minuciosos y están finamente marcados. El busto también está esculpido por detrás; en objetos similares — empleados en los talleres de escultura como modelos o realizados como ejercicios— a veces se aprecian todavía restos de la cuadrícula que servía de guía para definir las proporciones y los detalles. El estilo de la escultura la sitúa a principios de la época ptolemaica, cuando las formas típicas del arte egipcio tradicional adquieren más redondez y tipicidad por influencia del arte griego. La hipótesis de que estas esculturas pudieran ser exvotos parece poco plausible; ése no debía de ser su empleo primario. Contexto histórico: inicios época ptolemaica, s. IV-III a.C. Material: caliza Ámbito 3. La última reina de Egipto 11. Cabeza retrato de Cleopatra VII. La última reina de Egipto. La cabeza pertenecía a una estatuilla dotada de una pequeña pilastra de la que se conserva la parte superior. Es el retrato de una joven reina con rasgos juveniles, ojos grandes que estaban hechos de otro material (pasta de vidrio o mármoles polícromos), nariz larga, hoy erosionada, boca pequeña y barbilla redonda. Sobre la melena de largos bucles lleva la diadema helenística con tres uraei frontales. Contexto histórico: época ptolemaica tardía, 50-30 a.C. Material: piedra caliza Observar otros retratos de Cleopatra VII que hay en este ámbito. 12. Moneda de bronce: Cleopatra VII. En sus monedas, Cleopatra se hace representar al modo tradicional de la realeza ptolemaica, mostrando de forma evidente la diadema real, quizá para resaltar su cualidad de gobernante única de Egipto, sin par masculino. Su peinado, conocido como “de melón” y de moda en Grecia desde el siglo IV a.C., era el que llevaban comúnmente las reinas de la dinastía en sus retratos. Contexto histórico: época ptolemaica tardía, 51-30 a.C. Material: bronce ¿Sabías que… las monedas proporcionan valiosa información sobre la difusión de la imagen de Cleopatra?. ¿Sabías que… las monedas con el trato de Cleopatra VII nunca se acuñaron en oro?. 13. Áureo. El áureo lleva en el reverso el retrato de Octaviano y en el anverso el retrato de Marco Antonio, lo que induce a pensar que se acuñó antes de la Guerra de Perusa (41-40a.C.), cuando todavía existía un relativo acuerdo entre Antonio y Octaviano. Contexto histórico: ceca itinerante de Marco Antonio, 41 a.C. Material: oro 14. Camafeo “de Accio”. El camafeo combina la evocación de la victoria naval de Accio con los honores tributados a Augusto en enero del 27 a.C. Augusto está representado avanzando sobre las olas en una cuadriga, decorada en el timón con una concha (alusiva a la victoria en el mar, pero también a la antepasada mítica de la gens Iulia, Venus, nacida del mar) y tirada por cuatro tritones. Luce las vestiduras del triunfo, que celebró en agosto del 29 a.C. por las victorias de Accio sobre los dálmatas y sobre Egipto. Ciñe su cabeza con una corona de oro, viste una toga y con la mano izquierda (hoy perdida) sostiene un largo cetro terminado en un globo con un águila posada; con la derecha sujeta una rama de laurel. El primer tritón de la izquierda sostiene un globo con un símbolo formado por dos capricornios y un escudo rodeado por una corona de hojas de roble. Alude a los honores especiales que el Senado tributó a Octaviano en 27 a.C., junto con el atributo de Augustus: el clipeus virtutis, un escudo de oro expuesto en la Cura Iulia en el que se enumeraban sus cualidades, y la corona civica, que adornaba la puerta de su casa. La Victoria que se posa sobre el globo sostenido por el cuarto tritón, a la derecha, probablemente evoca la estatua, por entonces ya antigua, que Octaviano erigió en la Curia Iulia el 29 a.C. Los dos tritones externos llevan otros atributos significativos: una espada envainada, signo de paz, y un timón, símbolo marítimo pero también político, el “timón del Estado”. Contexto histórico: posterior a 27 a.C. Material: sardónice en tres capas: blanco, gris azulado y marrón; con marco moderno (principios del siglo XVII) en oro, esmaltes y perlas. ¿Sabías que… Cleopatra VII, última reina lágida de Egipto, se suicidó en el año 30 a.C., para evitar caer en las manos de Octavio, vencedor en la Batalla de Accio?. Observar el tapiz de La Batalla de Accio y el trofeo de Octaviano por la victoria de Accio en el ámbito 7. 15. Bajorrelieve con Augusto como faraón realizando ofrendas a Mandulis y Thot. La riqueza cromática del bajorrelieve remite a su lugar de origen, Kalabsha, en la Baja Nubia. Decoraba la antesala de un templo construido por el emperador romano Octavio Augusto en el siglo I a.C. donde ya existía otro edificio encargado por Ptolomeo IX Soter y cimientos de tiempos de Amenhotep II. La escultura conservada en el templo permite completar la escena: Augusto, nuevo amo de Egipto y representado como faraón, con el tocado nemes, realiza una probable ofrenda de vino a Mandulis, dios nubio equivalente a Horus, y a Thot. El signo jeroglífico sa (protección) aparece sobre su hombro; los signos mutilados situados por debajo acompañan a la imagen, todavía hoy visible en el templo, de Augusto ofrendando esencias a Mandulis y Uadjet. Contexto histórico: siglo I a.C. Material: arenisca con policromía Ámbito 4. Egipto en Roma 16. Estatuas de los ríos Tíber y Nilo. Las dos estatuas, de tamaño natural, representan la personificación del Tíber y el Nilo con semblanzas humanas. Dos vigorosas figuras masculinas adultas, con larga cabellera y barba poblada, yacen sobre un pedestal que imita la corriente de agua, apoyadas en un antebrazo. Ambas sostienen una cornucopia llena de frutos y mieses. El Tíber, coronado con ramas y provisto de un remo, está acompañado de la loba y los gemelos Rómulo y Remo, para recordar los orígenes míticos de Roma; completa la representación del Nilo una esfinge agachada, retratada frontalmente y tocada con el nemes real. Las esculturas se encontraron en las inmediaciones del Canopo, donde debían de tener una función decorativa junto con muchos otros monumentos egiptizantes de mármol. Contexto histórico: época adrianea, 76-138 a.C. Material: mármol blanco Ámbito 5. Cleopatra inspiración de artistas 17. La muerte de Cleopatra. Amigo de J. L. David y representante destacado del neoclasicismo francés, Regnault —que firmaba significativamente “Renaud de Rome” para señalar la importancia de su estancia en Roma alrededor de 1775— es el autor de esta Muerte de Cleopatra, tan patética como glacial, reflejo justamente de la temporada romana del artista. Lo revela la postura de la reina muerta, representada en el diván con el brazo derecho caído: un motivo que se repite en importantes obras custodiadas en el Vaticano, como el sarcófago de época romana que representa la muerte de Meleagro, o el lienzo de Caravaggio conocido como La Deposizione. No es casualidad que antes de que Regnault pintase este lienzo, J.L. David se hubiese inspirado en las mismas obras para La muerte de Marat, de 1793 y conservado en el Musée des Beaux-Arts de Bruselas. Autor: Jean-Baptiste Regnault Óleo sobre lienzo Contexto histórico: 1796-1797 En este ámbito hay otras obras artísticas sobre Cleopatra, entre ellas: • La muerte de Cleopatra, Giampietrino • Cleopatra, Lavinia Fontana • Cleopatra, ánonimo. Escuela de Guido Reni • Cleopatra, Girolamo Masini Ámbito 6, Cleopatra y las artes escénicas Observar el vestuario del ámbito 6 en relación al gusto, la moda y la decoración. Ámbito 7. La fascinación de Egipto en España 18. Conjunto escultórico de Marco Antonio y Cleopatra del Museo Nacional de Artes Decorativas. 19. El jardín de El Retiro hacia las tapias del Caballo de Bronce. Este cuadro, que recuerda el estilo de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, es obra del pintor madrileño José del Castillo, formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y después en Roma con Conrado Giaquinto. Representa una escena costumbrista del Madrid de finales del siglo XVIII. En primer plano destaca una bella escultura de Isis sobre su pedestal, con su característico atuendo y un sistro en la mano, junto a la que conversan personajes que pasean por El Retiro. Esta representación de la diosa egipcia muestra el interés por las antigüedades de un artista ilustrado del siglo XVIII, siguiendo el impulso dado por Carlos III, el “Rey Arqueólogo”. Autor: José del Castillo Óleo sobre lienzo Contexto histórico: 1779 20. Isis de Clunia. Esta bella escultura femenina representa a la diosa Isis. Lleva un peinado de amplios rizos que caen hacia los lados y una característica túnica helenística con un nudo central que resalta sus senos y acentúa el sensual movimiento del cuerpo, mientras un largo velo cubre la cabeza y toda la espalda. Contexto histórico: Siglo II d.C. Material: mármol Itinerario 2: La religión y los cultos La dinastía ptolemaica, de estirpe y lenguas griegas, reconoció la importancia de las divinidades y creencias del Egipto de la época. En su discurso ideológico se asoció la herencia helénica clásica a las prácticas egipcias. Las piezas seleccionadas mostrarán los aspectos comunes de las religiones griega y egipcia a través de las representaciones de dioses y sus atributos, y los diferentes cultos y ceremonias realizadas en esta época, a través de las cuales podrá explicar a sus alumnos la siguiente información: • Panteón de dioses egipcio, griego y romano • Atributos de los dioses y forma de representarles • Los materiales • Rituales: la momificación y el culto a Serapis Ámbito 2. Los Ptolomeos, reyes de Egipto 1. Piedra con Isis Faria y el faro de Alejandría. A la derecha se representa a Isis, vestida con el quitón y el himacio, este último con un grueso nudo “isíaco” a la altura del pecho de la diosa. Lleva una alta corona de plumas y con la mano izquierda sujeta un largo cetro. Con el brazo derecho, caído, sostiene un timón, atributo de la diosa como patrona de la navegación. A la izquierda se representa el famoso faro de Alejandría, rematado con una estatua de Poseidón. Contexto histórico: principios del siglo II d.C. Material: vidrio azul Isis: Nombre griego para la diosa egipcia Ast. Era representada con un trono (ast) sobre su cabeza. Reina de los dioses, gran diosa madre, recuperadora y embalsamadora del cuerpo de Osiris; protectora de Horus el Niño hasta que éste pudo luchar por su patrimonio. Diosa de la maternidad y del nacimiento, y la familia en general. La versatilidad de su aspecto posibilitó su asimilación a muchas de las diosas del panteón grecorromano. 2. Busto de Serapis. La combinación de las deidades Osiris y Apis en la zona de Menfis dio origen al dios Serapis, que en Alejandría, bajo el reinado de Ptolomeo I, se impuso como dios común para egipcios y griegos. Tomó la apariencia de Zeus y sus atributos, así como los de Asclepio y Hades, dioses de la curación y el inframundo. El culto a Serapis se extendió por todo el Mediterráneo, y en el siglo I d.C. llegó incluso al panteón romano. Esta obra, con trazas de policromía, muestra al dios de una manera muy precisa, y tocado con el kalathos, su atributo. Contexto histórico: siglos II – I a.C. Material: mármol blanco cristalino Serapis: deidad sincrética greco-egipcia. Dios oficial de Egipto y Grecia y patrón de Alejandría. Aunaba las características del dios egipcio Osiris y del dios griego Dioniso. Se le representaba con el kalathos, cesto sagrado de los misterios, símbolo de la abundancia. ¿Sabías que … el Kalathos era una cesta o un vaso medidor de grano y hacía alusión a la fecundidad natural del dios Serapis. 3. Estatuilla de Isis con Horus. La diosa Isis está en posición sedente, tocada con el disco solar flanqueado por unos cuernos bovinos, una peluca tripartita y un uraeus en relieve sobre la frente. La diosa se lleva el brazo derecho a un pecho mientras con el izquierdo sostiene al pequeño Horus, sentado en su regazo. Horus, en cambio, tiene los brazos pegados a los flancos. Su cabeza presenta la trenza de la niñez, que le cae por la derecha. Este pequeño bronce pertenece a la categoría de los exvotos destinados a los templos, y forma parte de una iconografía muy común. Contexto histórico: Baja Época, siglos VII-IV a.C. Material: bronce ¿Sabías que… en la exposición hay esculturas de los siguientes dioses egipcios: Apis, Amon-Ra, Bastet, Anubis, Thot y Bes entre otros? 4. Estatua del dios halcón Horus. El dios está representado con la corona doble, emblema de la realeza del Alto y el Bajo Egipto. La estatua, realizada para ser erigida dentro de un templo de Horus en Egipto, llegó a Roma en época imperial para adornar uno de los santuarios egipcios de la ciudad. Contexto histórico: ¿Dinastía XXX (380-343 a.C.)? Material: basalto, ojos de ónice, el derecho restaurado 5. Estela funeraria de Tasherienbastet. La estela pertenece a una difunta llamada Tasherienbastet, que ostenta el título sacerdotal de “tañedora del sistro de Amón-Ra”. De madera estucada, está pintada tanto en el anverso como en el reverso y arqueada, apoyándose en dos bases con forma de pequeñas escalas, también de madera, elementos que aparecen con frecuencia en las estelas de la época ptolemaica y simbolizan el acceso al más allá. En la luneta superior de la parte frontal se ve un gran sol alado flanqueado por uraei coronados y chacales. En el registro inferior se ve un ave con cabeza humana dotada de brazos —personificación del alma de la difunta— que adora a la barca solar, y seis babuinos. En el registro central la propia difunta adora a los dioses Ra-Harajti, Atum, Jepri, Osiris, Horus, Isis y Neftis; cada deidad entrega a la muerta poderes y bienes para que sobreviva en la eternidad. En la franja inferior hay cinco líneas de texto jeroglífico que contienen la fórmula de la ofrenda funeraria con la que el difunto debía recibir comida, bebida, vestidos, incienso y todas las demás provisiones necesarias para la vida de ultratumba. En el reverso de la estela hay una representación cósmica formada por un sol radiante en la parte alta y dos emblemas de Oriente y Occidente a ambos lados. Contexto histórico: época ptolemaica, siglo III-I a.C. Material: madera estucada y pintada 6. Sarcófago antropomorfo. El sarcófago guardaba la momia de un sacerdote de Heliópolis, “sacerdote puro de Ra, administrador de Min”, como se deduce del texto jeroglífico, incompleto, grabado en la tapa. La tapa presenta la efigie idealizada del difunto, con la cabeza cubierta por una peluca tripartita y barba postiza. Inicios época ptolemaica, siglo IV - III a.C. Madera de sicomoro tallada, trazas de policromía 7. Retrato de hombre. Sobre un fondo gris azulado extendido con pinceladas rápidas destaca el retrato de un hombre de edad avanzada. Lejos de las representaciones estereotipadas que encontramos a veces en la producción de los retratos de El Fayum, esta obra es de un realismo impresionante. El hombre se presenta de medio lado, pero la cabeza, vuelta hacia la derecha, está casi de frente. Viste una túnica blanca adornada en el hombro izquierdo con bandas púrpuras, los clavi. El óvalo de la cara está subrayado por una barba corta ligeramente entrecana. En su fisonomía destacan la nariz ancha y la boca entreabierta de labios rojos. Su aspecto es de cansancio, como reflejan los ojos de carnero enmarcados por párpados gruesos y grandes ojeras. El entrecejo fruncido acentúa las profundas arrugas que surcan su frente. El cabello negro, rizado y ralo, también canea en las sienes. Las marcas de la edad se reproducen con gran verosimilitud. Contexto histórico: siglo II d.C. Material: pintura al encausto sobre madera Los retratos de El Fayum fueron realizados por artistas griegos en el Egipto romanizado entre los s. I-IV d.C. en tablas y lienzos, que cubrían el rostro de la momia, colocados entre el cartonaje de las mismas. Constituyen una manifestación clara del encuentro de civilizaciones diferentes: la romana, la griega con la invención del retrato naturalista y la egipcia y su rito de momificación. Observar a lo largo del recorrido diferentes elementos relacionados con el rito de la momificación: elementos de cartonaje, ojo Udjat, máscaras funerarias y un vaso canopo. 8. Papiro funerario. El papiro contiene una versión abreviada del llamado Libro de los Muertos, escrito en hierático, una colección de plegarias y fórmulas útiles en su camino hacia el más allá (minúscula) para la difunta a la que acompañaba. En él se representa, de izquierda a derecha, a los cuatro hijos de Horus; después aparecen algunos dioses, entre ellos Neftis, Isis, Osiris, Tot y el monstruo Ammit sobre un pedestal, listo para devorar el alma de la difunta si el pesaje de su corazón revela que es indigna de entrar en el reino de ultratumba. En la tercera escena se asiste al rito del pesaje del corazón en presencia del dios Anubis. En la última escena, a la derecha, la difunta está representada con las dos formas de su alma, el ka como momia y el ba como un ave de cabeza humana. Contexto histórico: Época ptolemaica, 304-30 a.C. Materiales: papiro y tinta negra 9. Urna para momia de gato. La estatuilla representa un gato de tamaño algo mayor que los reales, sentado sobre las patas posteriores. El cuerpo es esbelto, con las orejas levantadas y el hocico ligeramente alargado. Los alvéolos oculares están ahuecados para contener las incrustaciones de pasta vítrea o piedras semipreciosas que formaban la pupila y que no se conservan. Llevaba un escarabeo sobre la cabeza, y las orejas presentan sendos orificios para los pendientes, que también se han perdido. La decoración, grabada, consta de un collar de conchas que se alternan con cuentas esféricas, del que cuelga un ojo-udjat, símbolo de regeneración, y un pectoral hemisférico sobre el que aparece una cabeza de león, quizá en referencia a la diosa Bastet como leona, o a la diosa Sejmet. En la superficie de la estatua quedan restos de vendas de lino, sobre todo en la parte izquierda de la cabeza del felino. Las vendas envolvían la urna destinada a contener una momia de gato. Estas urnas tenían una doble función de culto: primero se guardaban en las casas para que protegieran a la familia como simulacros domésticos de la diosa Bastet, y luego se sepultaban en unas necrópolis especiales, para seguir protegiendo a sus amos en el más allá. Contexto histórico: Dinastía XXII, 945-712 a.C. Material: bronce 10. Estatua de Ptah-Sokar-Osiris para Djedhor. La estatua presenta la imagen acostumbrada de Ptah-Sokar-Osiris, con cuerpo momiforme y peluca tripartita, coronada por dos plumas de avestruz, el disco solar y la cornamenta de carnero. El rostro de la deidad está tallado con esmero, aunque sólo quedan restos del dorado original, y en el pecho lleva un collar usej dorado, decorado con motivos florales geométricos y con una hilera de ojos udjat. Todo el cuerpo de la estatua está cubierto de una malla pintada, formada por tubitos y cuentas en ligero relieve, que imita las mallas fúnebres colocadas sobre la momia del difunto, dentro del sarcófago. Debajo del collar hay una inscripción vertical dorada, una invocación al dios Atum por el difunto Djedhor (no está clara la primera parte del nombre); en el pilar dorsal de la estatua debía de haber otra inscripción pintada, pero es ilegible. La estatua se apoya en un pedestal moderno. Contexto histórico: época ptolemaica, siglos III-I a.C. Material: madera estucada, pintada y dorada 11. Vaso con dos asas. La pequeña ánfora, en excelente estado de conservación, tiene el borde plano, el cuello cilíndrico, el cuerpo globular y el pie bajo. Dos asas nervadas, que arrancan debajo del borde, poseen en la fijación inferior un prótomo en relieve. La tapadera es de encaje, con asa plana. El cuerpo está decorado con la incisión de un sarmiento de vid, con pámpanos y racimos. Una banda de dientes de lobo delimita la porción inferior del cuerpo, cubierta de pequeños arcos que se alternan con triángulos en retículo. El borde, la base del cuello y la tapadera están decorados con series de astrágalos. La vasija, de polvo de cuarzo al que se han añadido sal y adhesivos orgánicos para facilitar su modelado al torno, se produjo en Egipto con una técnica de doble cochura, la segunda después de extender el barniz vítreo, formado por carbonatos de sodio y potasio, minerales de cobre y polvo de cuarzo. Debido a la complejidad de la técnica, que obligaría a desechar muchas piezas defectuosas, tales vasijas eran sin duda una producción de lujo. Se utilizó como urna osaria, destinada a contener los restos cremados de un personaje de alto rango social. Contexto histórico: Finales del siglo I a.C. – principios del siglo I d.C. Materiales: fayenza con vidriado azul 12. Alabastrón. Hermosa vasija, de forma bicónica alargada, con un cuello corto y estrecho sin labio —probablemente lo tenía ancho y plano, hoy perdido—, es bastante singular tanto por el material del que está hecha como por su calidad. Es similar a los más frecuentes alabastra, ungüentarios de forma ovoide alargada, a menudo sin pie, realizados en alabastro melleo (de color de miel, también conocido como ónice oriental), una piedra dura muy usada en el antiguo Egipto. El ungüentario posee una variada decoración en varias bandas, recogiendo tanto la tradición egipcia como las nuevas aportaciones griegas y orientales. Buen ejemplo de ello es la banda adornada con grifos, de aire orientalizante, pintada sobre la parte inferior del recipiente, que está decorada con motivos de hojas, quizá de palmera. Sobre la banda de los grifos se representa una escena de danza con figuras de perfil, entre las que se distingue una mujer que toca el arpa y cinco danzantes. Contexto histórico: taller de ámbito alejandrino. Época ptolemaica, siglo III a.C. Material: cerámica estampada con esmalte blanco y azul 13. Estatuilla de Isis-Afrodita. La figura se representa desnuda, de pie, con los brazos extendidos y pegados al cuerpo. La cabellera, con largos tirabuzones que le caen sobre los hombros (los llamados “bucles líbicos”), está enmarcada por un velo hasta los hombros y dos hojas grandes en las sienes. Lleva un tocado complicado formado por dos coronas de flores y pétalos superpuestas, sobre las que se alza un gran kalathos abierto, una corona de plumas o de hojas. Las joyas que decoran el cuerpo están en relieve y pintadas: una cinta y una guirnalda terciadas entre los pechos, más cintas a modo de cinturón, un collar, cintas y brazaletes en las muñecas y los tobillos. La parte posterior está esculpida con detalle, pero sólo la frontal es polícroma; los colores empleados, además del revoco blanco, son azul, granate y marrón oscuro. La figura se ha identificado con la diosa egipcia Isis, que desde la época ptolemaica cobra el aspecto de la diosa griega Afrodita, al estar ambas asociadas a la belleza, el amor y la maternidad. Contexto histórico: época ptolemaica, 309-30 a.C. Material: terracota pintada 14. Falo. Probablemente se halló en torno a 1904, durante la construcción de la casa del barón, al parecer junto con otros amuletos fálicos hoy perdidos. Por el tipo de mármol, el tamaño y la forma, este falo es análogo a los encontrados en la capilla de Dionisio Delos, en Grecia. Su carácter dionisíaco es indiscutible; y su elegante factura helenística hace pensar que pudo llegar desde Grecia a Capri por voluntad de Tiberio, el también excéntrico emperador coleccionista Tiberio. Contexto histórico: época helenística, siglos IV-I a.C. Material: mármol de Paros 15. Panel con Dioniso y Ariadna dormida. La preciosa pieza de vidrio camafeo representa el encuentro de Dioniso con Ariadna, que aparece recostada delante del pórtico de un edificio sagrado, formado por dos columnas. Dos figuras infantiles con alas merodean entre las ramas que rodean la escena. Contexto histórico: época augustea. (30 a.C. – 14 d.C.) Material: vidrio de camafeo azul y blanco Ámbito 3. La última reina de Egipto 16. Pátera con alegoría de la fertilidad. Plato ceremonial. A la derecha, Cleopatra VII se representa como Deméter, sentada en el trono, envuelta en un manto y sosteniendo una tea encendida; en el centro está Marco Antonio, representado como Triptólemo. Lleva una ofrenda en el brazo derecho y la tiende hacia un altar mientras se dispone a subir al carro de la diosa, tirado por dos cisnes. A la izquierda de Antonio están Ptolomeo Filadelfo y los gemelos Alejandro Helio y Cleopatra Selene. Varias figuras de dioses —entre ellas Zeus, en lo alto— y alegóricas asisten a la escena. Contexto histórico: Segunda mitad del s. I a.C. Material: plata parcialmente dorada Observar el árbol genealógico de la descendencia de Cleopatra VII en este ámbito. 17. Bajorrelieve de Augusto como faraón realizando ofrendas a Mandulis y Thot. La riqueza cromática del bajorrelieve remite a su lugar de origen, Kalabsha, en la Baja Nubia. Decoraba la antesala de un templo construido por el emperador romano Octavio Augusto en el siglo I a.C. donde ya existía otro edificio encargado por Ptolomeo IX Soter y cimientos de tiempos de Amenhotep II. La escultura conservada en el templo permite completar la escena: Augusto, nuevo amo de Egipto y representado como faraón, con el tocado nemes, realiza una probable ofrenda de vino a Mandulis, dios nubio equivalente a Horus, y a Thot. El signo jeroglífico sa (protección) aparece sobre su hombro; los signos mutilados situados por debajo acompañan a la imagen, todavía hoy visible en el templo, de Augusto ofrendando esencias a Mandulis y Uadjet. Contexto histórico: Siglo I a.C. Material: bajorrelieve de arenisca con policromía Observar la pieza de emperador romano como faraón en este mismo ambito Ámbito 4. Egipto en Roma 18. Estatua de Isis. La diosa se representa vestida con una túnica y el típico manto con flecos, atado a la altura del pecho con el característico nudo isíaco. La cabeza está tocada con una diadema de la que sobresale el uraeus sagrado. En la mano derecha, mutilada, probablemente llevaba un sistro, mientras que con el brazo izquierdo, también perdido pero cuyas sujeciones aún se conservan, debía de sostener una sítula: ambos instrumentos esenciales del culto de la diosa. Contexto histórico: Primeras décadas del s. II d.C. Material: mármol Ámbito 7. La fascinación de Egipto en España 19. Copia del Medallón de Trayamar. Este disco de oro, encontrado en el estrato de inhumaciones, está realizado con las técnicas de la filigrana y el granulado y ofrece un enganche en forma de carrete. La iconografía, oriental, bebe de fuentes egipcias. En la parte inferior aparece una montaña sagrada (el motivo del ónfalo u ombligo del mundo) rodeada de dos uraei, sosteniendo sobre sus cabezas sendos halcones, símbolo de Horus. Sobre esta composición aparecen superpuestos un crecienteesfera lunar, un disco solar alado y dos serpientes afrontadas. Se trata de la representación de una cosmogonía egipcia que fue asimilada por el mundo fenicio y de la que encontramos paralelos directos desde Malta y Cartago hasta la necrópolis de Medellín en Extremadura Contexto histórico: 633-601 a.C. Material: oro 20. Estatuilla del dios Ptah-Sokaris-Osiris. La figura momiforme del dios Ptah-Sokaris Osiris está de pie, cubierta con un sudario de color rojizo que envuelve con una malla de canutillos negros. Lleva peluca tripartita, corona con cuernos y plumas, barba postiza y, en el pecho, la esclavina usekh rematada por sendas cabezas de halcón. Se apoya en un podio cuadrado, y éste a su vez sobre otro rectangular, con una oquedad en el centro tapada por un halcón, el dios Sokar, que mira de frente a la figura. En estos huecos se solían colocar vendas de momia inscritas con capítulos del libro de la “Salida al día”, o incluso una parte del cuerpo momificado del difunto. Dos inscripciones verticales en el frente y en la espalda mencionan a Osiris y a la propietaria de la figura, en este caso una dama llamada Tchaihathorimu. Contexto histórico: Baja Época, 664-342 a.C. Material: madera tallada y pintada C. Actividades después de la visita 1. Actividad. Dramaturgia egipcia Los alumnos pueden realizar la dramaturgia de una fiesta, de una ceremonia egipcia o de un momento histórico: deben investigar y representar la escena en el aula, de forma individual o en grupos. Puede ser una actividad realizada en la clase con los recursos que se tengan en el momento, o planeada con anterioridad. Los objetivos son promover la documentación e investigación de fuentes, el trabajo en equipo, ejercitar la expresión oral y corporal, mientras que se les motiva a aprender utilizando la creatividad e imaginación. Proponemos los siguientes temas para las dramaturgias: • Juicio de Osiris • Los gemelos de Antonio y Cleopatra: Alejandro Helios y Cleopatra Selene • Festival de Sed • Muerte de Cleopatra • Encuentro entre Marco Antonio y Cleopatra Materiales necesarios para la actividad: • Libros de consulta y ordenador • Disfraces 2. Actividad. Cineforum Un recurso formidable para los alumnos de Secundaria y Bachillerato es el visionado de películas. Esta actividad puede realizarse en la asignatura de Ingles visionando la película en versión original. Proponemos seleccionar una de las siguientes películas y hacer un cinefórum con el alumnado. Esta actividad enlazará con los contenidos y piezas expuestas: • Cleopatra. Charles L. Gaskill (1912) • Cleopatra. Cecil B. DeMille (1934) • César y Cleopatra. Gabriel Pascal (1945) • La vida íntima de Marco Antonio y Cleopatra. Roberto Gavaldón (1947) • Una reina para el César. P. Pierotti (1962) • Cleopatra. Joseph L. Mankiewicz (1963) • Cleopatra. Franc Roddam (1999) • Cleopatra. J. Cameron (2013) Después del visionado puede pedir a sus alumnos un comentario de texto, donde aparezcan los siguientes apartados: • Personajes • Argumento • Contexto • Temas • Guión • Director Materiales necesarios para la actividad: • Película seleccionada • Proyector o pantalla 3. Actividad. El Museion La dinastía Ptolemaica fundó en la ciudad de Alejandría el Museion, una importante institución donde poetas, escritores y científicos de la época trabajaban y vivían. Estaba formado por salas de conferencia, laboratorios y observatorios, zonas de alojamiento y comedor, y la biblioteca y zona de colecciones. Hoy no se conserva nada de esta construcción, conocemos su existencia por breves textos de Estrabón o Herodas. Proponga a sus alumnos que realicen una investigación sobre este monumento hoy perdido, y que, cómo auténticos arquitectos, realicen sus propios bocetos y maquetas sobre cómo sería el Museion. La investigación inicial puede extenderse a otros lugares de interés de Alejandría: el faro o el Caesareum. Materiales necesarios para la actividad: • Cartulinas de colores y cartón • Pegamento de cola • Reglas métricas • Acetatos • Lápices blandos • Rotuladores • Papel milimetrado • Libros de consulta • Imágenes y fotografías 4. Actividad. Análisis e interpretación de una obra de arte Cleopatra ha sido representada a lo largo de la historia por diferentes artistas, según los cánones estilísticos de cada época. Tras su visita a la exposición “Cleopatra y la fascinación de Egipto” sus alumnos pueden realizar el análisis e interpretación de una de las piezas de la colección. Para ello le propones algunas obras: • Cleopatra, Miguel Ángel Buonarroti • Cleopatra, Lavinia Fontana • La muerte de Cleopatra, Giampietrino • La muerte de Cleopatra, Jean-Baptiste Regnault Y la siguiente ficha: ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE UNA OBRA DE ARTE DE LA EXPOSICIÓN “CLEOPATRA Y LA FASCINACIÓN DE EGIPTO”. • Análisis e interpretación de la obra. • Identifica y describe el tema: tema religioso, tema profano, tema mitológico, retrato. • ¿Cuál es el soporte y la técnica de la obra seleccionada?. • Analiza los diferentes elementos plásticos: • La luz. • El color. • La perspectiva. • La línea y el dibujo. • El modelado y el volúmen. • ¿Es una obra que transmite dinamismo o serenidad?. • ¿Hay volumen en la figura? ¿Cómo lo consigue el artista?. • ¿Qué gama de colores es utilizada por el artista? ¿Es fría o cálida? ¿Qué pretende transmitir el artista?. • Describe la pincelada del cuadro. • Explica y describe cómo es la composición de la obra, si se basa en el color, la forma o en la luz. Materiales necesarios para la actividad: • Libros de consulta y ordenador • Fichas para análisis de la obra www.exposicioncleopatra.es
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