Por Salvador FONTENLA BALLESTA E l Plan Estratégico Conjunto (PEC) del año 1995, copió la expresión acuñada por la Alianza en 1991 de la inexistencia de enemigos, porque la OTAN se había quedado sin ellos a causa de la caída del muro de Berlín y la disolución del Pacto de Varsovia. Haciendo seguidismo del concepto anterior, que era muy bonito para vender a la opinión pública, España pasó a no reconocer ninguna amenaza y, en consecuencia y desde entonces, la doctrina oficial es que la “amenaza es imprevisible”, para así poder, al menos, justificar los gastos en Defensa y el mantenimiento de unas Fuerzas Armadas. Pero la amenaza no es imprevisible ni inesperada, al menos a nivel estratégico. Estamos ante un problema de léxico, porque una cosa es imprevisible o que no se puede prever, y otra muy diferente imprevisto o no previsto, que proviene de imprevisión o falta de previsión, inadvertencia, irreflexión, según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), quizás las faltas más graves en un jefe militar. Porque hay amenazas que son muy evidentes, como es el caso de las aspiraciones del Califato Mundial de reconquistar Al Andalus hechas públicas reiteradamente por Al-Qaeda, y nadie a estas alturas se toma sus amenazas a la ligera. La sociedad española no valora suficientemente los niveles de riesgos con los que se 28 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365 enfrenta y seguirá enfrentándose con mayor intensidad en el futuro. Y lo más importante para defenderse no es estar amenazado, sino percibirlo. El general Aranda, en su libro El arte militar, escribe que no se prepara la guerra sino una guerra, y este concepto es tan importante como obvio. Por tanto, no es suficiente tener un catálogo de capacidades militares para una guerra futurible, abstracta por imprevisible. Hay que planear y prepararlo para los conflictos probables, a corto, medio y largo plazo. Esa es la verdadera misión de los jefes militares en la paz y, como en toda decisión, empeñan su responsabilidad y su prestigio. Dijo Clemenceau que la guerra es un asunto muy serio para confiarlo sólo en manos de los militares, célebre frase que ha tenido amplio eco en los ambientes antimilitaristas. Tenía toda la razón, porque las operaciones militares son sólamente una parte de la guerra, donde el apoyo social, la economía y la diplomacia tienen mucho que decir. De hecho, la decisión de comenzar una guerra, dirigirla y ordenar su finalización es eminentemente política. Por esto, y remedando a Clemenceau, igualmente se podría decir que la guerra es un asunto lo suficientemente serio para que la preparación de las capacidades militares y de combate (con todo lo que ello conlleva) y la conducción de las operaciones sean de exclusiva responsabilidad de los militares. España puede no reconocer oficialmente tener enemigos, pero hay quien reconoce tener a España por enemiga. Ningún experto en política internacional duda que el imperialismo califal quiere destruir Occidente y es evidente que Al-Qaeda pregona la conquista de Al-Andalus, quizás hasta Asturias o los Pirineos, y no parece que sea asunto para tomárselo en broma. El califato mundial nos amenaza directamente, según sus líderes manifiestan públicamente, con la anexión de territorios por fases: • 1ª Fase: Liberar los territorios islámicos actualmente ocupados por los EEUU y sus aliados (entre los que estamos nosotros). Incluye Arabia Saudí, considerado un estado sumiso. • 2ª Fase: Liberar las naciones dirigidas por regímenes considerados laicos, corruptos, generalmente prooccidentales o apoyados por Occidente. • 3ª Fase: Liberar todos los territorios que han estado en algún momento bajo soberanía de los musulmanes, entre los que está AlAndalus y, como no, Ceuta, Melilla e islas adyacentes. Conforme vayan cayendo territorios bajo su dominio, irán imponiéndoles su religión (prohibiendo las otras), sistema jurídico, la lengua árabe como sagrada del Corán y sus formas de vida. A sus habitantes sólamente les quedará como alternativas la sumisión o el éxodo. El correcto empleo del vocablo terrorismo El concepto de terrorismo que hemos adoptado recientemente, por mimetismo con el estadounidense, no es correcto, porque cuando los EEUU preconizan la lucha contra el terrorismo, es para desprestigiar a sus adversarios y lo hace contra organizaciones y estados terroristas para poder atacarlos (Afganistán o Iraq) o amenazarlos militarmente (Irán, Siria y Corea del Norte). Pero nuestro problema es de tipo delincuente y, por tanto, eminentemente policial. Confundir ambos conceptos en España es dar a los terroristas nacionales y extranjeros, de facto y ante la opinión pública nacional e internacional, el carácter de beligerantes. Se ha puesto también de moda considerar el terrorismo como una amenaza. El terrorismo no es una amenaza militar. En realidad, como su propio nombre indica es más psicológica que material. Los efectos, aunque espectaculares y de gran difusión mediática, son totalmente asumibles por una nación y muchas veces inferiores a los daños causados por accidentes de tráfico y laborales desde el punto de vista material, pero están dirigidos a la psicología adormecida y acomodaticia de la retaguardia, verdadero centro de gravedad de las sociedades occidentales. El empleo de los vocablos terrorista y terrorismo para las operaciones militares en el exterior ha dado la paradoja de la intervención de la justicia penal nacional en los teatros de operaciones exteriores. Es un grave error usar el vocablo islamismo para designar esta amenaza, aunque sea con los adjetivos calificativos de radical o integrista a los que nos estamos refiriendo. El DRAE define islamismo como conjunto de dogmas y preceptos morales que constituyen la religión de Mahoma; radical como partidario de reformas extremas; y radicalismo como conjunto de ideas y doctrinas que pretenden reformar total o parcialmente el orden político, científico, moral y aun religioso. Estas reformas pueden ser buenas o malas y, de hecho, hay partidos políticos de algunas naciones que se autodenominan radicales. Cada individuo tiene derecho a sentir su religión con la intensidad y pureza que desee, y ser partidario de las reformas que considere oportunas. Emplear los términos islamismo radical o integrismo islámico ofende la sensibilidad de todos los musulmanes y contrapone el Islam contra otras religiones, que es uno de los objetivos pretendidos por los líderes de Califato Mundial, buscando el efecto de acción-reacción. El problema no es religioso, sino de nivel político, que emplea la religión como pretexto y como instrumento, transformando los conflictos políticos en guerras de religión. Califato Mundial es como ellos mismo denominan a su ambición imperialista, nombre que es coreado por millones de manifestantes desde el Magreb a la India, que pretenden su restablecimiento, es decir, la unificación de los territorios islámicos o que alguna vez lo fueron, regidos por la ley sharia. La evolución de la Quinta Columna La amenaza de la Quinta Columna califal ha tenido dos fases en España: • La primera de diseño, financiada exteriormente, costosa, y de escasos resultados. El PEC de 2003 advertía que la instalación sutil, lenta pero ininterrumpida, de personal procedente del otro lado de la frontera y la adquisición de bienes y propiedades dentro de nuestro territorio pueden dar lugar a situaciones difíciles y a la aparición de irredentismos. Ponía como ejemplo el caso de Kosovo. Es lo que popularmente se conoce 365 Fuerzas de Defensa y Seguridad 29 como la Marcha de la Tortuga. En algunas ciudades paradigmáticas se limitaban a hacer reclamaciones sobre edificios significativos (antiguas mezquitas, sin percatarse que debajo están los cimientos de una basílica cristiana), fiestas simbólicas (moros y cristianos la toma de Granada), excavaciones arqueológicas de necrópolis medievales, etc. • La segunda fase, no prevista en la anterior, se desencadena con la emigración masiva, principalmente desde el otro lado del Estrecho. Financieramente no tiene costos y es más fácil que provoque desarraigo y agravios comparativos, masa crítica fácil de captar adeptos para la subversión, como anteriormente pasó con las aglomeraciones de obreros, desarraigados de sus familias y tradiciones, campo abonado para que prendieran las semillas subversivas de todo tipo. La inmigración magrebí esta favorecida desde el poder, para aliviar la presión demográfica, tener importantes ingresos de divisas y ser una válvula de seguridad, con la salida de los individuos más conflictivos. Actualmente la situación se ha agravado, no sólo en los territorios españoles del Norte de África y en Canarias, sino incluso en la Península. No se sabe el número de magrebíes ilegales que hay, estimándose en más de 700.000, ni el de musulmanes de otras nacionalidades, pero los cálculos más optimistas los cifran en otros 100.000. Pero, además: • Una encuesta reciente realizada entre la comunidad musulmana en España, el 5 por ciento (40.000) apoya a la Yihad, y de estos un 10 por ciento está dispuesto a colaborar activamente (4.000). • La falta de control real sobre su distribución y organización social, no son una garantía de seguridad. Muchos de los líderes religiosos y sociales más radicales precisamente han emigrado ante la persecución política y policial en su país. • La falta de integración de estas comunidades es manifiesta incluso en los inmigrantes legales. Así, se han dado casos de muyahidines de 2ª y 3ª generación de inmigrantes en Canadá y aquí tenemos el caso de Ceuta, que, pese a su exigua población, ha dado proporcionalmente un buen número de muyahidines y terroristas. El primer caso de deserción en las Fuerzas Regulares se dio en 1912, en la guerra del Kert, recién creadas, con un soldado que lo hizo con armas y municiones y disparó sobre fuerzas propias. Había vivido y trabajado en Melilla y era considerado por su comportamiento más europeo que rifeño. Sin embargo el motivo de su conducta fue las predicaciones que el cabecilla rebelde y líder religioso Mizzian diri30 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365 gía a los soldados indígenas. Caso reciente es el de los ocho terroristas procesados en Londres por intentar volar unos aviones de pasajeros, ciudadanos británicos nacidos y educados en Gran Bretaña. Estos ejemplos demuestran lo sensibles que pueden ser los ciudadanos occidentales a la llamada utópica del Califato, como antaño lo fueron otros al comunismo. Marruecos Marruecos sigue reivindicando oficialmente territorios españoles, con constantes alusiones a Ceuta y Melilla, pues no ha desistido al Gran Magreb, cuyo mapa está situado en el salón del trono; y la historia demuestra que desde su independencia ha realizado cuatros agresiones en fuerza contra territorios bajo dominio español (Ifni en 1956, Sahara en 1960 y 1975 e Isla Perejil en 2002). Es, además, muy sintomático que los internautas marroquíes hayan cambiado sus preferencias en las búsquedas en Internet y, en pocos años, ha pasado de ser el sexo lo más buscado a la Yihad. Es muy importante, aunque difícil para un occidental, bien sea de clase media, intelectual o dirigente, comprender bien la psicología tan especial del magrebí, individualmente y como nación. Es obsequioso, que no se puede confundir con la amistad; su filosofía consiste pedir constantemente, regatear sin tregua; y ofrecer pero sin sentirse deudor, sino no es por obligación. Marruecos ha conseguido alguna ventaja en todas sus agresiones. Incluso en el caso de la Isla de Perejil ha conseguido que pasara de ser territorio español, sin limitaciones de ningún tipo, a que –por escrito– que ningún ciudadano español la pise ni ondee la bandera de España, es decir, ha conseguido de iure que sea un terreno neutral, al no poder ejercer ningún derecho de soberanía. El concepto de terreno neutral es muy diferente entre ambas naciones, como es el ejemplo de las franjas neutrales de Ceuta y Melilla, ocupadas por Marruecos, y del Peñón de Gibraltar ocupada por Gran Bretaña. Otra lección que se deduce de las agresiones a españoles es que nuestro país tiene que resolver sus problemas de defensa sin esperar que nos los resuelvan desde fuera, so pena de ingresar en el grupo de naciones plañideras. Las pretensiones expansionistas sobre territorios españoles tampoco serían otras con un cambio de régimen en Marruecos, que vive una situación de inestabilidad interior causada por: • Crecimiento demográfico, que duplica la población cada 20 años: a Marruecos no le interesa controlar la oleada de emigración hacia España, pues le sirve de válvula de alivio de la presión interna y, gracias a ella, se libera de los más descontentos social y políticamente. • Sistema económico anacrónico: cada vez la diferencia entre pobres y ricos es mayor, aumentando el resentimiento social. • La difusión y arraigo de las doctrinas wahabíes, de origen saudí y patrocinadoras de AlQaeda. Se considera que actualmente el 30 por ciento del islam marroquí está fuera del control de la Casa Real y la mitad de la población es simpatizante de Al-Qaeda. • Si efectivamente hay un cambio de régimen, más acorde con las doctrinas del Califato Mundial, sería perjudicial para España. También debe ser consciente que la política de confrontación no le debe servir para consolidar el poder sino todo lo contrario, porque tiene mucho más que perder que ganar. Desde la ribera Sur del Estrecho de Gibraltar pueden provenir amenazas, previsibles a corto y medio plazo, que afecten directa o indirectamente a los siguientes factores de la seguridad nacional: • Afectar negativamente a la economía nacional. Si se produjera una crisis política y social afectaría directamente a las inversiones españolas en Marruecos, y puede provocar una ola masiva de refugiados, de los que nuestra nación sería la principal receptora, perjudicando seriamente al sector turístico de Ceuta, Melilla y a toda la costa andaluza. • Cortar los recursos energéticos que provienen del Magreb. De Marruecos y del Sahara proceden el 80 por ciento de los fosfatos que consumimos y de Argelia el 60 por ciento del gas. La interferencia de estas vías de abastecimiento se puede realizar en los centros de producción o en los tramos terrestres y marinos de los gasoductos. • Introducción masiva de drogas. Marruecos tolera, si no promociona, la producción de hachís en la zona de Ketama (Rif), donde el cultivo de grifa está cada vez más extendido. • Atentar contra la vida y seguridad de ciudadanos españoles. Se trata de acciones terroristas sobre ciudadanos españoles, bien como consecuencia de actos, como fue el caso de Marrakech sobre turistas o el de la Casa de España en Casablanca; o como consecuencia de una crisis social con violencia callejera indiscriminada contra extranjeros, y particularmente sobre la colonia española. • Atentar contra la integridad territorial de España. Marruecos mantiene reclamaciones territoriales sobre Ceuta, Melilla, islas y peñones españoles situados sobre la ribera Sur del Estrecho de Gibraltar. La historia reciente demuestra que no ha dudado en utilizar la fuerza, cuando ha considerado la situación favorable: Ifni-Sahara (1956), Sahara (1975) y Perejil (2002), siempre con resultados favorables. Las citadas reclamaciones ya constituyen en sí un acto formal de hostilidad, aunque actualmente es un instrumento diplomático de presión, hábilmente utilizado según los intereses marroquíes. Hay que tener en cuenta que a ese país le corresponde la iniciativa para poner en marcha la acción, en cuyo caso escogerá el momento más favorable a sus intereses y más inoportuno para nosotros. 32 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365 Por si hubiera duda para algún cándido, Abdelatif Filali, dos veces embajador de Marruecos en España, dos veces ministro de Asuntos Exteriores marroquí, jefe de Gobierno con Hassan II y profundo conocedor de España, acaba de publicar sus memorias y de ellas se extraen estos párrafos literales que se comentan por si mismos: Marruecos debe tomar la decisión que se impone: cortar las relaciones con España. Y continúa: No se si esta fórmula (la Marcha Verde) puede plantearse para recuperar el Norte, pero Marruecos no puede seguir de brazos cruzados ante este desafío a su unidad territorial. Sobre el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, afirma que ha arruinado las perspectivas de una sincera colaboración con España. Balance de fuerzas Los balances de fuerzas se hacen generalmente comparando presupuestos, estructuras orgánicas y, sobre todo, medios, principalmente aviones, buques, carros de combate y cañones. Hacer valoraciones estratégicas solamente con esos parámetros es desconocer que la guerra es un negocio mucho más complejo y hay numerosos ejemplos históricos modernos que lo confirman, como fue el caso de las confrontaciones de Israel con los países árabes de 1967 y 1973 o la capacidad de resistencia de las guerrillas en Iraq o Afganistán, frente a la que tuvo el Ejército iraquí de Sadam Husein. Las capacidades militares y, sobre todo, las de combate son mucho más que un simple catálogo de medios materiales. Pensar que el balance militar de fuerzas es favorable a España, teniendo en cuenta sólamente valores materiales, es un grave error. No sería válido para un choque entre ambos ejércitos, donde otros factores deben ser tenidos en cuenta, según los principios fundamentales del arte de la guerra, y menos para una confrontación localizada y de hechos consumados. El profesor Jordán (2004) considera que un conflicto armado nuestro en la ribera Sur sería fundamentalmente aeronaval, exceptuando, por supuesto, Ceuta y Melilla, y en ese caso la balanza se inclina a favor de España, aunque no se puede hablar de una superioridad desmesurada de nuestras FAS. De estas aseveraciones se extrae la conclusión de que si hubiera un golpe de mano sobre nuestros territorios africanos sería eminente, o exclusivamente, terrestre. Los confrontaciones anteriores con Marruecos (Ifni, Sahara y Perejil) no fueron entre las Fuerzas Armadas de ambas naciones, sino muy localizadas geográficamente, en tiempo y en los medios empeñados. En dichas acciones primaron la oportunidad, la sorpresa y la política de hechos consumados. Las fuerzas terrestres marroquíes pueden ser fácilmente superiores en número a las de guarnición en Melilla y Ceuta, contar con las ventajas de la sorpresa, de la que son expertos consumados, y actuar desde territorio propio. De hecho es fácil, de rápida ejecución (cuestión de horas) y muy discreto trasladar a la zona unidades de entidad de batallón y realizar infiltraciones para acciones de hostigamiento y psicológicas. Es bien conocido (Jordán, 2004, pág. 134) que los sucesivos, y a veces espectaculares, recortes en los presupuestos de defensa de España han resentido el adiestramiento de sus Balance militar entre Marruecos y España en 1999 Unidades de maniobra BRIAC BRIMZ BRIPAC BRIL BRICZM BRCAC BRIMAR RI BIAT BCZM BIM BIS GEB Unidades de apoyo de fuego MACTAE GACA ATP GACA GAAA GrLz Fuerzas navales Portaaviones Fragatas Corbetas Lanchas lanzamisiles Patrulleras Buques anfibios Submarinos Contraminas Aviones Combate Transporte Guerra electrónica Patrulla marítima 3 2 1 0 0 0 8 2 1 3 37 10 España 1 2 1 3 1 1 1 5 0 0 0 0 0 0 12 3 1 3 1 4 8 8 1 (3) 1 + (3) 4 17 4 0 0 1 11 6 0 6 4 8 18 82 18 3 0 188 35 6 7 Marruecos Presupuesto de Defensa Millones $ Armamento terrestre CC CCL VR VCI Cañones de campaña Cañones antiaéreos PT MAA PT MCC Helicópteros Marruecos 1.700 554 100 344 900 357 425 107 720 112 España 5.800 775 0 340 1.274 1.274 604 163 670 213 Fuerzas Armadas, se han reducido las jornadas de maniobras y los días de mar. El mismo autor considera que la amenaza del Sur es poco creíble desde el punto de vista de las capacidades militares, con la salvedad de una acción armada contra Ceuta y Melilla. ¿Le parece poco? Y para remachar el clavo, afirma que las alianzas de la OTAN proyectan sobre nuestro país una cobertura militar inigualable, salvo el caso de Ceuta y Melilla. La política de Seguridad y Defensa de la UE (Unión Europea) sí contempla que la agresión a uno de sus miembros es una agresión a todos, pero no tiene desarrollada ninguna política de defensa común y la intervención de cada nación no sería automática. Su oportunidad y entidad dependerá de la voluntad política para cada situación concreta. Se adjunta un balance militar entre Marruecos y España, elaborado con datos del año 1999 (Jordan, 2004) y por Internet. La simple inspección de la tabla da una idea de la dificultad de comparar datos no siempre homogéneos, además que no es siempre posible conocer los materiales que se dispone, ni su grado de operatividad o el grado de cobertura de las unidades de maniobra, en personal y material. A pesar que los datos se pueden considerar anticuados, sirve de base para realizar algunas matizaciones y consideraciones tácticas: • El presupuesto de defensa español es cuatro veces superior al marroquí. Sin embargo, nuestras Fuerzas Armadas son materialmente sólo algo superiores y con salvedades que se comentarán a continuación. La justificación habrá que buscarla en una mejor gestión del gasto o que éste sea menor en órganos administrativos centrales y grandes cuarteles generales. • La supuesta superioridad en medios es válida para la Armada y la Aviación, pero no está clara en Fuerzas Terrestres, que parecen familiares o algo inferiores las españolas. • Las FAS marroquíes no tienen un mando conjunto, excepto en el Sahara, y sus brigadas no pueden considerarse como grandes unidades desde el punto de vista de la doc- 365 Fuerzas de Defensa y Seguridad 33 • • • • • trina occidental, lo que aparentemente limita sus capacidades de combate. Sin embargo, esta estructura le permite actuar con la más absoluta sorpresa, porque las órdenes (como pasó en la crisis de Perejil) puede ser dadas desde las más altas instancias directamente a la unidad ejecutante. Y de sus capacidades de combate ya lo hemos sufrido suficiente y reiteradamente en nuestras carnes como para ponerlas en duda. Marruecos se ha dotado de 100 carros de combate T-72B, dotados de un cañón de 125 mm., que fue ideado para hacer frente a los M-60 y se consideran superiores a estos, pero inferiores a los Leopardo. Destacamos el despliegue de dos batallones de su Infantería de Marina en Alhucemas, uno de Sector en Nador y dos en Uxda. La balanza aeronaval se inclina del lado español, gracias a los submarinos y al portahelicópteros. Es impensable que se decidieran por una confrontación de esta naturaleza, que ninguna ventaja territorial, estratégica o táctica les reportaría. La finalización de la construcción de una base naval en Alcazarseguer cambia el balance actual de fuerzas aeronavales y de inteligencia en el Estrecho de Gibraltar. Dista en línea recta 20 km. de Ceuta, 18 de Tarifa, 36 del Peñón de Gibraltar y 100 de la base española de Rota. Marruecos ha adquirido tres fragatas francesas lanzamisiles tipo Floreal, dotadas con un helicóptero Panther armado con lanzamisiles. Las nuevas patrulleras galas son también lanzamisiles, de una gran capacidad ofensiva La compra de misiles antibuque Exocet, con un alcance mínimo de 40 km., considerando que ni el Frente Polisario ni Argelia tienen efectivos navales para justificarlos y es tan eficaz contra blancos navales, tiene como destino la defensa de sus costas y el control del Estrecho de Gibraltar. • La reciente compra a Arabia Saudí de diez o quince helicópteros de ataque Apache. • Resalta la escasez de medios antiaéreos marroquíes, eminentemente defensivos, aunque recientemente reforzados con misiles SAM-7 para baja cota, similar al Stinger, de manejo sencillo y singular eficacia. Conclusiones El modelo estratégico viene impuesto por la geografía y la geopolítica. La situación del primero de estos factores es prácticamente inalterable y el segundo evoluciona con la historia. En consecuencia, no puede cambiar el modelo estratégico con cada Gobierno o ministro de Defensa, sino cuando se altere la situación geopolítica. Toda nación debe tener definida su estrategia de defensa. España debe basarla y planearla sobre la base de los recursos nacionales propios. Nuestra política de defensa en el flanco Sur se tiene que asentar en dos pilares básicos, la disuasión y la cooperación, y los dos son absolutamente imprescindibles. Es mucho más rentable, desde todos los puntos de vista, persuadir que combatir. Nuestro campo de batalla preferido debe ser la disuasión, que para que sea eficaz tiene que ser creíble. La disuasión consiste en tener capacidades de combate disponibles y visibles para hacer frente a agresiones por sorpresa, fuerzas de reacción para apoyarlas de forma oportuna, sostener el esfuerzo militar, restaurar la situación y quebrantar las capacidades ofensivas enemigas. La percepción de debilidad, en medios y en voluntad de lucha, aunque sea falsa, favorece las políticas de agresiones y de hechos consumados. Los tratadis- Bibliografía Fontenla Ballesata, Salvador; 2007; Los campos de batalla del futuro; Lorca. Jordán, Javier; 2004; El Magreb en la política de defensa española; Ceuta. Klein, León; 2002; El enemigo del Sur; Barcelona. Ministerio de Defensa; 2000; Libro blanco de la Defensa, Madrid. 2003; Revisión estratégica de la Defensa; Madrid. 34 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365 tas de ciencias políticas nacionales reconocen (Jordan, 2004, 187) que la española de disuasión con respecto al Magreb no es completamente suficiente ni creíble y la retirada de fuerzas de las poblaciones en el Norte de África pueden dar aliento a las reclamaciones sobre las mismas. Es un craso error, propio de estrategas de café, y que ningún militar con elementales conocimientos de su arte puede admitir, considerar que los territorios españoles en territorio africano se pueden defender desde la Península, porque, según la experiencia y el sentido común, una agresión para su ocupación no sería mediante una batalla aeronaval, sino con un golpe de mano, que por definición incluye la sorpresa. Las posibles represalias no doblegarían la voluntad de ocupación, en el caso que fuera permitida por nuestros aliados, y una operación anfibia de reconquista por la fuerza no es viable con las capacidades actuales. pos ministeriales y por la pugna de cara a los presupuestos entre los Ejércitos. En 1980 fue considerado el centro de gravedad del planeamiento estratégico español. En octubre de 1985 se aprobó el PEC, introduciéndose respecto a la definición del Eje una novedad: de los tres elementos que lo componen, el Estrecho es sustituido por la Península, por lo que queda definido como Baleares-Península-Canarias. En 1992 deja de existir el eje estratégico y el territorio peninsular le sustituye como elemento fundamental, imponiéndose una visión puramente terrestre sobre la anterior, considerada eminentemente aeronaval. La nueva DDN (Directiva de Defensa Nacional) 01/92, primera que se difundió sin restricciones, no incluye ni una sola referencia al Estrecho, ni mucho menos al Eje Estratégico. Es por todo ello que desaparecen de las DDN y de los Planes Conjuntos de Operaciones las referencias hacia el Norte de África y la zona del Estrecho, a pesar que, al producirse la 2ª Guerra del Golfo de 2003: El centro de gravedad de nuestra estrategia es la zona del estrecho de Gibraltar con sus accesos prolongados hasta las islas Baleares y las Canarias. Pero en la DDN 01/96 siguen sin aparecer citado ni el Estrecho ni sus zonas de influencia. El establecimiento de la base naval marroquí en Alcazarseguer, a sólo 20 km. de Ceuta y operativa dentro de tres años, resalta con toda su crudeza la importancia estratégica de la zona. Se considera fundamental que el eje estratégico Canarias-Gibraltar-Baleares se mantenga, reformule y consolide como exigencia estratégica de primer orden para España, por las siguientes razones: • Control de forma efectiva los accesos y del paso del Estrecho, favorecido por las actuales capacidades de reacción de la tierra sobre la mar. • Asegurar el abastecimiento de los gasoductos magrebíes, que entran por Tarifa y Almería. • Constituir una barrera eficaz contra la inmigración incontrolada El eje estratégico Baleares-Estrecho de Gibraltar-Canarias El eje estratégico Baleares-Estrecho de Gibraltar-Canarias es un ejemplo de los vaivenes estratégicos causados por cambios de equi• Constituir una barrera eficaz contra la expansión del imperialismo califal. • Impedir el tráfico de drogas: Marruecos tolera, si no promociona, la producción Siglas (ocupación de Kuwait por parte de Irak y subsiguiente Operación Tormenta del Desierto), el Estrecho de Gibraltar apareció como una zona estratégica de primer orden, a través de la cual pudo abastecerse a las tropas de los EEUU, con el inestimable apoyo de España. En 1996, con el cambio de Gobierno, vuelve a adquirir relevancia, apareciendo destacado en las declaraciones de los responsables políticos y citado expresamente en el Libro Blanco de la Defensa 2000 y en la Revisión Estratégica 36 Fuerzas de Defensa y Seguridad 365 BCZM: Batallón de Cazadores de Montaña. BIAT: Batallón de Infantería Aerotransportable. BIM: Batallón de Infantería de Marina. BIS: Batallón de Infantería de Sector. BRIAC: Brigada de Infantería Acorazada. BRIL: Brigada de Infantería Ligera. BRIMAR: Brigada de Infantería de Marina. BRIMZ: Brigada de Infantería de Cazadores de Montaña BRIPAC: Brigada de Infantería Paracaidista. BRCAC: Brigada de Caballería Acorazada. CC: Carro de Combate. CCL: Carro de Combate Ligero. GAAA: Grupo de Artillería Antiaérea GACA: Grupo de Artillería de Campaña. GACA ATP: Grupo de Artillería de Campaña Autopropulsada. GEB: Grupo de Escuadrones Blindados GrLz: Grupo de Lanzacohetes. MACTAE: Mando de Artillería de Costa del Estrecho. MCC: Misil Contracarro. MAA: Misil Antiaéreo. PT: Puesto de Tiro. RI: Regimiento de Infantería. VCI: Vehículo de Combate de Infantería. VR: Vehículo de Reconocimiento. de hachís en la zona de Ketama (Rif), donde el cultivo de grifa está cada vez más extendido. • Velar por las riquezas submarinas de la zona, tanto de recursos pesqueros, energéticos y del patrimonio que encierran los pecios hundidos durante siglos. • Contribuir a la recuperación de la soberanía sobre el Peñón de Gibraltar, que constituye un interés de primer orden según el PEC, porque es una limitación al ejercicio de la soberanía. Este eje requiere un mando militar único y exclusivo, al menos del nivel operacional. Si Baleares-Estrecho de Gibraltar-Canarias lleva el esfuerzo principal, es aconsejable definir un eje complementario, que bien puede ser el de Argelia y Sahara Occidental: • De Argelia procede el 60 por ciento del gas y del Sahara casi el 80 de los fosfatos. • Ambas naciones están amenazadas por el expansionismo califal, que no toleran nacio- nes independientes ni sistemas de gobiernos laicos. • La República Democrática del Sahara, no tendría porvenir dentro de una Argelia domi- nada por el Califato Mundial, y su situación ya es desesperada, pues afronta problemas internos y la capacidad de resistencia de los saharauis es difícil que dure 30 años más. • Tenemos, a pesar de todo, un deber moral con el pueblo saharaui, de los que muchos tienen o pueden optar a la nacionalidad española. 365 Fuerzas de Defensa y Seguridad 37
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