TAMBOTOCO Las Claves de Guaman (1)2 Walid Barham Ode Este artículo es parte de la conferencia que ofrecí en el auditorio del Museo Qorikancha, el 26 de septiembre del año 2014, en la cual anuncié por primera vez el descubrimiento de la original Waka Wanakauri en la Montaña Pitusiray en la provincia de Calca (Cusco). Sombras del otorongo saltando sobre el inka en la Montaña Pitusiray. (1° de octubre). Cerro que proyecta la sombra del Inka 1.Tambotoco. Término extraído literalmente de la crónica de Guaman Poma de Ayala. Actualmente se 96 CONTRASTES escribe de acuerdo al idioma quechua: Tanput`oqo. 2014 E ANTECEDENTES n vista de las relaciones simbólicas, temporales, geográficas y astronómicas, entre “Las sombras de la Montaña Pitusiray” y la tradición oral de la zona de Calca, propuse en varias publicaciones que estas sombras son el origen del Mito del Agua Unu-Urco y de sus diferentes versiones y, el origen también de la tradición oral que cita el Cronista Guaman Poma de Ayala, quien se refiere a un inka transformado en otorongo en la Montaña Pitusiray; asimismo propuse que el cerro que proyecta las sombras y que se encuentra alineado exactamente a 25 Km. al Norte del Qorikancha, se trata de uno de los relojes agrícolas2 “creados con canteria” por el Inka Pachakuteq para que sus sombras anuncien a los sacerdotes andinos de la zona alta, el momento para hacer los rituales propiciatorios de las lluvias, y para que estos, a su vez, anuncien con el sonido de un pututu a las poblaciones bajas, que era el momento para hacer la Fiesta del Agua correspondiente3. Con la llegada de los españoles se ocultó la información sagrada y elitista de las alturas pero el Mito del Agua UnuUrco permaneció vivo en las comunidades bajo el 2. De los mencionados por el Cronista Juan de Betanzos con el nombre de Pachaunanchaq, los cuales fueron hechos “de cantería” sobre los cerros más altos de alrededor del Cusco. 3. Sarmiento de Gamboa, propone que el Inka Pachakuteq diseñó esta organización de símbolos con fines de comunicación y gobierno. Perfil del lado Este del cerro que proyecta las sombras y, que sería el verdadero Cerro Wanakauri. Pitusiray (3,000 m.s.n.m.) y a pesar que los pobladores perdieron el contacto con el origen de su mito, siguen escenificándolo todos los años, el 01 de octubre, en la misma fecha en que arriba (4,600 m.s.n.m.) se proyectan las sombras. Con el hallazgo de “Los ídolos de Chakchapampa”, en el año 2009, quedó claro que las sombras del Pitusiray fueron conocidas, veneradas y ocultadas intencionalmente al momento de la invasión española porque formaban parte de un sistema mito-ritual organizado que integraba todos los niveles jerárquicos del Estado y la religión inka4. El 24 de agosto del año 2014, después de 19 años de estudios y análisis de las principales crónicas del siglo XVI y principios del siglo XVII, decodifiqué dos dibujos más del Cronista Guaman Poma de Ayala, asociados al dibujo que he descifrado hace tiempo, y con el cual forman una trilogía de dibujos casi consecutivos en los cuales el cronista dejó claves para poder identificar la real ubicación de la Paqarina de los inkas, o sea de “La Waca Sagrada del Inka”, la Waca Wanakauri, con las ventanas de Tambotoco, en el verdadero Paqariq Tanpu. 4. Libros publicados por Walid Barham Ode que fundamentan estas conclusiones: -El Retorno del Inka. Editorial Colmillo Blanco. 1997. -Apu Pitusiray. Editorial Pumaruna. 2005. -Pitusiray – Sahuasiray. La Clave de Guaman. Editorial Pumaruna. 2007. Fotografìa satelital que muestra que el cerro que proyecta las sombras se encuentra exactamente al Norte del Qorikancha (templo del Sol). CONTRASTES 2014 97 Escenificación del Mito del Agua Unu-Urco bajo la Montaña Pitusiray, en la provincia de Calca (Cusco). Fotografía Miroslaw Rajter Uno de los ídolos de Chakchapampa que representa a la sombra del inka, con las orejeras. C LA MÁSCARA DE WANAKAURI uando uno piensa en el lugar de origen de los inkas, se imagina un lugar impactante, imponente, con construcciones o al menos restos y formas que nos conecten con el misterio, con el enigma, un espacio que nos induzca a pensar en un ciclo anterior o quizás antediluviano; uno, simplemente diferente, que nos permita imaginar el ciclo mítico o mitohistórico de los Hermanos Ayar; sin embargo esto no ocurre cuando visitamos el actual Cerro Wanakauri, cuyos restos arqueológicos, muy respetables por cierto, no están a la altura de lo que uno espera encontrar. Sumado a esta decepción, con el transcurso de los años de exploración, por toda la zona de la Montaña Pitusiray y el Nevado Sawasiray, y con la profundización en las crónicas, fui dándome cuenta de una serie de contradicciones e incongruencias en los datos acerca del origen de los inkas y, no me refiero solo a datos como los nombres de los ocho hermanos o los nombres de los pueblos por donde pasaron, sino principalmente a los datos referidos a “la distancia a la que se encuentra el Paqariq Tanpu de la ciudad del Cusco”. Revisemos rápidamente lo que nos dicen al respecto los siete cronistas que nos ayudarán a encontrar lo que buscamos: La crónica de Juan de Betanzos, de 1551, por ejemplo, dice con respecto a Paqariq Tanpu: Abrió la tierra una cueva a siete leguas deste pueblo del Qosqo. Es el momento de precisar que una legua equivale aproximadamente a 5 kilómetros; entonces Betanzos 98 CONTRASTES 2014 Perfil Este del que sería el verdadero Cerro Wanakauri, en la Montaña Pitusiray dice: que Pacariq Tanpu, se encuentra a unos 35 kilómetros del Cusco, lugar donde también estaría el Cerro Wanakauri y las ventanas de Tambotoco, según los cronistas Guamán Poma, Pachacuti Salcamaygua, Cieza de León y otros. Si este cronista fuera el único que propone tal distancia, podría tratarse, tal vez, de un error en la transcripción o de un informante equivocado; sin embargo veamos lo que nos dicen otros cronistas: La Crónica de Sarmiento de Gamboa, de 1572, dice al respecto: Un asiento que nombran Pacaritambo a seis leguas del Cuzco (30 kilómetros aprox.). La crónica del Inca Garcilaso de la Vega, de 1609, dice: Pacarec Tampu, siete ó ocho leguas al medio día de esta ciudad (es decir de 35 a 40 kilómetros). La crónica de Martín de Murúa, de 1611, dice: Pacaritambo, pueblo a cinco leguas del Cuzco (25 kilómetros). La crónica de Cieza de León, de 1550, dice: Pacarec tampu, ques no muy lejos de la ciudad. Como dato diré que Cieza de León, en otra parte de su crónica, cuando se refiere al Valle del Yucay o Valle Sagrado, dice exactamente la misma frase: ques no muy lejos de la ciudad. Como vemos, las distancias no concuerdan con la ubicación del Cerro Wanakauri que todos conocemos, el cual está a no más de una legua y media de la ciudad del Cusco. Estas incongruencias son importantes porque se repiten en la gran mayoría de los cronistas, los cuales solo copiaron y ordenaron lo que les decían sus respectivos informantes. Piedra trabajada Lado Norte del que sería el Cerro Wanakauri y que proyecta las sombras (Véase que la cima es una explanada). Única piedra trabajada (canteria), sobre el cerro que proyecta las sombras. PITUSIRAY – SAWASIRAY Existen muchas razones que nos obligan a fijar la mirada en la pareja mítica Pitusiray-Sawasiray. Analicemos la crónica de principios del siglo XVII, “La Relación de Antigüedades deste Reyno del Pirú”, De Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamque Salcamaygua. Nos valdremos para nuestro análisis del “Estudio etnohistórico y lingüístico que de esta crónica hacen Pierre Duviols y César Itier”. Dice Pierre Duviols: Jiménez de la Espada ha señalado hace 120 años que hubo una estrecha relación entre el manuscrito de este cronista indígena, Pachacuti, y el célebre visitador de idolatrías Francisco de Ávila, puesto que La Relación de Pachacuti se encontró entre los papeles de Ávila y lleva también la marca escrita del visitador. Estaba junto a La Relación de Huarochiri; es decir, dos textos que hablan sobre idolatrías, ambas redactadas en lengua indígena, por indígenas. Ahora veamos que nos dice resumidamente el Cronista Pachacuti con respecto al Mito PitusiraySawasiray. Después del episodio de Sañuc, donde dos hermanos de Manco Capac se convirtieron en piedra en la Montaña Pitusiray, la waka demonio le dijo a Manco: Andad que habéis alcanzado gran fortuna, que a este tu hermano y hermana los quiero gozar porque pecaron gravemente pecado carnal y así conviene que estén en el lugar donde estuviese yo, el cual se llamaría Pitusiray-Sawasiray. Después que vio a sus hermanos en aquel peligro, Manco echó lágrimas y partió de ahí al lugar donde había visto la primera vez aquel arco del cielo y llegado allí sintió la falta de sus hermanos y viéndose afligido decía Guayna Captiy o Guayna Caprii. Desde entonces se llamó el lugar Guayna Caprii. Y después acá otro inca puso piedras muy bien labradas 5. Veamos lo que decía Duviols al respecto: Al sustituir los dos picos de Calca al famoso Cerro Guanacaure, Pachacuti ha querido seleccionar dos nombres semántica y mitológicamente expresivos y además denota que esta leyenda estaría muy difundida entre los indígenas. Desde fines del siglo XIX, hay varias muestras de la aplicación de la leyenda de la princesa del pueblo sin agua, a la historia de los dos picos. Es presumible que en su tiempo, los nombres de Pitusiray-Sawasiray correspondieran a una leyenda 5. En este texto, como veremos más adelante, el autor se refie- Piedra trabajada en la base del cerro que proyecta las sombras (similar en características y tamaño a la que se encuentra arriba). re (quizás sin saberlo) a “la cantería” que el Inka Pachakuteq puso sobre el cerro que proyecta las sombras, como parte del Reloj Agrícola, Pachaunanchaq. CONTRASTES 2014 99 antigua ligada a los dos picos, tal vez parecida a la de Sumac T´ika, “la princesa sin agua”. Esta leyenda o mito debía terminar con la petrificación sin causa indicada. A lo que yo agrego aquí , que la causa no se indicaba porque justamente se quería mantener oculta, la cual era, “establecer una relación simbólica con las sombras de la Montaña Pitusiray”. Retomando a Duviols: Los Jesuitas como José de Acosta aconsejaban a los misioneros aplicar el método propuesto por el Papa san Gregorio Magno, que decía así: No conviene de ninguna manera destruir los templos que tienen sus ídolos, sino solo los ídolos que hay en estos templos. Comento que eso es lo que hizo exactamente Pachacuti Salcamaygua de la mano del extirpador de idolatrías Francisco de Ávila, dejó el templo, pero cambió el símbolo andino de los opuestos complementarios por el del escarmiento teológico para combatir la adelfogamia; cambió el Yanantin por el pecado, el cielo por el infierno. Concluye Duviols: Pacahacuti expulsa el contenido andino del culto a los ancestros y lo sustituye por una moraleja cristiana. Por eso la Relación de Pachacuti puede definirse como un instrumento de conquista espiritual del pasado andino. Solo quisiéra comentar que no sorprende ver que el cronista Pachacuti Salcamaygua es el único que establece una relación directa entre la gesta de los Hermanos Ayar y la Montaña Pitusiray y que además propone que el Cerro Wanakauri está en esta montaña, lo cual es cierto, como quedará demostrado mas adelante. Lo que sucedió es que él, al haberse convertido al cristianismo, estaba colaborando con los Waka de la comunidad de Urco, tambien alineada al Norte del Qorikancha. Torreón que funciona como observatorio solar. Fotografías Miroslaw Rajter 100 CONTRASTES 2014 españoles y no tenía ningún interés en ocultar los templos, como Guamán Poma de Ayala, por eso dice abiertamente lo que sabía. Esta colaboración con los españoles le costó el desprestigio por parte de los estudiosos modernos de su crónica, quienes, desde mi punto de vista se apresuraron a descalificarlo por este hecho, y por lo tanto no se le prestó la atención adecuada a este dato importantísimo. Por otro lado, la importancia conceptual y simbólica de la pareja mítica Pitusiray-Sawasiray, necesariamente debió ser conocida por todo el altiplano y sobre todo en la zona del Lago Titicaca. No en vano la playa que está justo detrás de la Roca Sagrada de los Orígenes de Manco Capac y Mama Ocllo, en la parte Norte de la Isla del Sol, lleva actualmente el nombre de Q´ota Sawasiray, o sea, playa Sawasiray; ademas, por otro lado, lo más coherente para cualquier migración que pretenda salir de Tiahuanacu hacia el Norte o hacia el Noroeste, es bajar siguiendo el curso del río Willcamayu, lo cual conduce directamente a las montañas PitusiraySawasiray, cargadas de un alto valor simbólico asociado a la pareja y al agua, por lo tanto, a la vida, desde tiempos inmemoriales. Lugar ideal para después iniciar su gesta mítica; además, como hemos visto, alineado exactamente al Norte del entonces Valle de Acamama, actual Cusco. Sumado a esto, conceptualmente, la Paqarina no es un lugar que se elige, sino que “se recibe” de la tradición; por eso considero muy probable que incluso Manco Capac y su estirpe hayan venido directamente a esta waka ancestral por las informaciones que de ella tenían. La Waka de la Comunidad de Urco, “El Felino de Fuego”, asociada simbólicamente a Tiahuanacu, debió ser la señal que les dio la certeza del lugar. Waka de la comunidad de Urco: El felino de fuego (puma con cola de serpiente). HISTORIA OFICIAL E HISTORIA HERMÉTICA Después de un tiempo, se organizaron para ir al Cusco y fundar el Templo del Sol, Qorikancha; pero como en su mito de origen contaban cómo uno de sus hermanos se convirtió en el Cerro Wanakauri, en alusión al real ídolo Wanakauri que está en la Montaña Pitusiray, y no tenían desde este nuevo lugar, cómo mostrar evidencias de su gesta, entonces su mito debía terminar con el encierro de uno de sus hermanos en su ventana de origen, Capac Toco, y el posterior tapado con muchas piedras y rocas para justificar, mitológicamente, la inexistencia de restos de sus personajes petrificados, en este nuevo lugar. Este debió ser el montaje creado como parte de la historia oficial, por eso es que ni Garcilaso, ni Guamán Poma, ni Salcamaygua repiten esta parte del mito, porque ellos, como mestizos y nativo, respectivamente, debieron haber tenido acceso al menos a una parte de la versión hermética y debieron saber que la versión oficial era para el pueblo, la masa, con los cronistas españoles incluidos. Debemos entender que, la Real Waka del Inka, Wanakauri, con las ventanas de Tambotoco, permaneció muy activa y era frecuentada por todos los inkas, puesto que era el adoratorio y oráculo principal. El cronista Cieza de León nos dice al respecto: El que ha de ser Inca ha de ayunar un mes y vestido de aquellas ropas salen del Cusco a donde se hace esta fiesta y van al Cerro Guanacaure. Reforzando esta idea, Sarmiento de Gamboa dice lo siguiente refiriéndose al mito de los Hermanos Ayar: Y con estas palabras quedó convertido en piedra y constituyéronlo por Guaca de los Incas y pusiéronle por nombre: Ayar Ucho Guanacaure, y así siempre fue, hasta los tiempos de los españoles la más solemne Guaca y de más ofrendas de todo el reino, y allí se iban a armar caballeros los ingas hasta había como 20 años, poco más o menos, que los cristianos les quitaron esta ceremonia. Las citas anteriores confirman que la Waka Sagrada del Inka, tuvo una actividad permanente durante todo el periodo de los inkas, lo cual contradice la “versión oficial”. Ahora veamos qué nos dice el Cronista Cieza de León. Antes debo precisar que su crónica, “El señorío de los incas”, es la más temprana, sobria y clara y aporta muchísimo para entender el tema que estamos tratando. Sus trabajos de investigación los realizó en Actual Cerro 1549 y 1550, por orden del Presidente La Gasca. Cieza se Wanakauri informa de nativos, busca a los protagonistas, veteranos con el valle del y supervivientes de la hazaña. Reúne un verdadero Cusco a la vista. seminario en el Cusco, con orejones y amautas. Su principal informante fue Cayu Túpac Yupanqui, hijo Fotografía Juan del Inka Wayna Capac. Dice Cieza de León: Por otro lado, un análisis exhaustivo del aspecto narrativo de las diferente versiones del mito de los Hermanos Ayar, pone en evidencia un hecho importante: se puede ver que los cronistas españoles como Cieza de León, Betanzos, Sarmiento y Murúa, narran el mito en forma más extensa, refiriéndose a la transformación en piedra de uno o más de los hermanos, según sea el cronista y también se refieren a un plan para matar a uno de los hermanos por ser muy poderoso con la onda. Contrariamente, es de resaltar, que ninguno de los cronistas mestizos mencionados, es decir ni Garcilaso, ni Guaman Poma, narran estos episodios. No hay petrificación, ni existe un supuesto plan para acabar con uno de ellos encerrándolo en la cueva o ventana Capac Toco. El cronista nativo Pachacuti Salcamaygua, sí menciona la petrificación de dos hermanos de Manco Capac en la Montaña Pitusiray, como ya vimos, pero tampoco se refiere al plan macabro para matar a un hermano. Entonces ¿Qué sucedió realmente? ¿Por qué estas diferencias? Lo que a mi parecer sucedió es que habían dos versiones de la historia: una versión oficial y otra versión hermética. La versión oficial para el pueblo y después para los cronistas españoles, y la versión hermética para el Inka, la nobleza y los orejones. Veamos: Los cronistas refieren que los inkas fueron de “grandes pensamientos”, pues yo creo que lo pensaron todo para ocultar su waka principal. Lo que debió haber sucedido es que Manco Capac y sus hermanos, cuando dejaron la Montaña Pitusiray, donde se encuentra el Real Cerro Wanakauri, no fueron directamente al Cusco, sino que, como lo refieren la mayoría de los cronistas, fueron primero a asentarse a otro lugar, al que mencionan con diferentes nombres y que se encuentra entre cinco y siete leguas de allí, para después de un tiempo recién entrar a la ciudad del Cusco. Esta actitud de no ir directamente al Cusco, fue una estrategia política y militar, pero también una estrategia cultural, para proteger la ubicación de su tótem y adoratorio principal; entonces, esta escala previa al Cusco debieron hacerla justamente en la quebrada del actual Cerro Wanakauri, cerca al supuesto Pacariq Tanpu. José Rodriguez CONTRASTES 2014 101 Estuvieron algunos días, habiéndoles ya pesado con haber echado de si a su hermano Ayar Cachi, que por otro nombre dicen llamarse Guanacaure. Después de unos días vieron por el aire con alas grandes a Ayar Cachi, quisieron huir, pero él les dijo que no teman y agregó: Andad mas abajo hasta que veáis un valle, a donde luego fundad el Cusco. Mi comentario es que, nótese que dice: “…hasta que veáis un valle”, lo cual significa claramente que desde ahí, desde el verdadero Cerro Wanakauri, no se divisa la ciudad del Cusco, entonces no puede ser el actual Cerro Wanakauri, que si está a la vista de la ciudad. En este punto el que más aporta para esclarecer lo sucedido es el Cronista Juan de Betanzos, quien refiriéndose a los Hermano Ayar dice: Los cuales como fuesen salidos de Pacaritambo fueron por la cordillera de los Cerros siete leguas de ahí hasta un cerro que está a legua y media del Cusco, que llaman Guanacaure. Realmente esta cita es muy clara, dice que “fueron por la cordillera de los cerros”, lo cual nuevamente nos confirma que el verdadero Paqariq Tanpu o Tambotoco, no puede estar en el actual Cerro Wanakauri, desde el cual solo hay que descender hacia el Cusco; no hay que cruzar cordillera alguna, y con respecto a las distancias, sorprende la precisión de Betanzos, puesto que siete leguas es aproximadamente la distancia entre el verdadero Paqariq Tanpu que está en la Montaña Pitusiray, y el actual Cerro Wanakauri, solo que al hacer esta afirmación, Betanzos reconoce tácitamente que el original y verdadero Paqariq Tanpu no está en el actual Cerro Wanakauri, ni cerca a él, sino a 35 kilómetros de ahí. Cuando Betanzos se refiere al pueblo de Saño o Sañuc, vecino del actual Wanakauri dice: “…un pueblo que está a una legua del Cusco”. Por lo tanto el actual Wanakauri que todos conocemos no está a más de una legua y media, como también lo dice Betanzos, o sea a ocho kilómetros aproximadamente de la ciudad del Cusco; de ahí que no se pueden dejar pasar estas contradicciones, más aun cuando el actual pueblo de Paqareqtambo, a 26 kilómetros al Sur del Cusco, ni convence ni satisface el entendimiento de quienes nos acercamos honestamente al mundo andino, sin prejuicios académicos ni de ningún tipo. Pero, continuemos con Cieza de León, y lo que les decía Ayar Cachi aparecido con alas a sus hermanos, antes que dejen el verdadero Cerro Wanakauri donde se había petrificado. Dice Ayar Cachi: En un cerro que está cerca de aquí me quedaré de la forma que me veis y será para siempre santificado y adorado y llamarle héis Guanacaure, y la señal para ser estimados, honrados y temidos, será horadados las orejas de la manera que agora me véis y dicen que les 102 CONTRASTES 2014 pareció verlo con unas orejas de oro como un geme. Y les tornó a hablar diciéndoles que convenía que tomasen la Borla o Corona del imperio los que habían de ser soberanos y dicen que: Ayar Cachi en el mismo cerro del Guanacaure se vistió de aquella suerte. Eso es lo que muestra justamente la “Sombra Origen” de este trabajo, es nada menos que La sombra de Ayar Cachi Wanakauri con su borla imperial. Lo que me obliga a mencionar que Cayu Tupac Yupanqui como principal informante de Cieza e hijo del Inka Wayna Capac, por la descripción de este detalle de la borla, debió haber subido a la Montaña Pitusiray y de hecho vio las sombras y le dio referencia de ellas a Cieza, pero no le dijo su ubicación. Y es que esta debió ser la consigna de estado una vez que se supo de la llegada inminente de los españoles y Cayu Tupac Yupanqui vivió los orígenes de esa consigna, la cual se debió emitir en el gobierno de su padre o en el gobierno de su hermano Waskar. Continúa Cieza de León: Después de haber escuchado a Ayar Cachi, Manco les dijo a sus hermanos que se fuesen a Cusco, y como esto hubiese dicho, así él como el otro hermano se convirtieron en dos figuras de piedra que demostraban tener talles de hombres. En la alusión, si mi lógica es acertada, a la formación geográfica que hemos venido llamando, la pareja mítica, que justamente se encuentra al Este y muy cerca del Cerro Wanakauri, donde quedó petrificado Ayar Cachi. De modo que la narración de Cieza coindice perfectamente con la geografía de la Montaña Pitusiray, donde sí se puede hacer asociaciones entre las formas geográficas, las sombras existentes y los personajes de la gesta mítica de los Hermanos Ayar, lo que no sucede en el actual Cerro Wanakauri, ni en el supuesto Paqareqtambo. Entonces vemos que Cieza de León narra tres petrificaciones: primero Ayar Cachi en el Cerro Wanakauri y después dos hermanos más, en lo que sería la pareja mítica. Perfil del lado Oeste del que sería el Cerro Wanakauri, con la pareja mítica al fondo. Para que quede más claro, trasladémonos rápidamente en el tiempo, hasta la época del Inka Pachakuteq en la primera mitad del siglo XV, cuando ante la inminente invasión de los chancas, el Inka Wiraqocha se va al peñol Caquea Xaquixaguana, actual Centro Arqueológico Huch’uy Qosqo, por donde debieron haber pasado los Hermanos Ayar para ir al valle de Acamama, Cusco. Después de la victoria ante los chancas, el Inka Pachakuteq empieza a tener una serie de coordinaciones con su padre, el Inka Wiraqocha, mandándole gente para que lo ayuden a construir el pueblo que quería hacer en ese peñol, frente a Calca. Betanzos refiere: Ellos le dijeron que los enviaba el Inca Yupanqui y que estaban prestos de hacer lo que les dijese y le enviarían maestros para hacer de cantería lo que quisiese. Centro Arqueológico Huch’uy Qosqo. Comento que en este contexto histórico de objetivos comunes entre padre e hijo, debió nacer el Mito del Agua Unu-Urco, paralelamente a la creación del Pachaunanchaq que el Inka Pachakuteq estaba diseñado sobre el Cerro Wanakauri en la Montaña Pitusiray, y a este mismo reloj se debe referir el Cronista Sarmiento de Gamboa cuando habla del Inka Pachakuteq y dice: Y para que el tiempo de Sembrar y coger se supiese y nunca se perdiese, hizo poner el inca Pacahacutec en un monte alto al levante del Cusco, cuatro palos y en la cabeza de ellos unos agujeros por donde entrase el Sol a manera de reloj o astrolabio. Después de certificar los palos los cambió por columnas de piedra. Continúa Sarmiento refiriéndose al Inka Pachakuteq: Tras esto, como era curioso de saber cosas antiguas, y para perpetuar su nombre, fue personalmente al Cerro Tambotoco o Pacarictambo, que todo es una cosa, y entró en la cueva de donde tienen por cierto que salió Manco Capac y sus hermanos, hizo fiestas y sacrificios e hizo puertas de oro a la Ventana Capac Toco. Mucho ojo con esto, lo que acabo de leer es la confirmación de que al menos la Ventana Capac Toco es un lugar físico, no fantástico y que permaneció bien activa durante todo el gobierno de los inkas y demuestra a su vez, que existía un discurso paralelo para el pueblo, una versión oficial que no se ajustaba a la realidad, puesto que la Ventana Capac Toco nunca se tapó ni se enterró, sino que estaba bien abierta. Por otro lado, el Cronista Martín de Murúa, nos da más detalles, sobre la intervención del Inka Pachakuteq en la Montaña Pitusiray. En su segundo libro dice así: Sin las casas referidas en los dos capítulos anteriores de este, tenía dado el Ynga otra más principal y guardada, en la cual estaban encerradas las Acllas que se decían hijas del Sol. No conocían jamás varón, ni aun el mismo Ynga se atrevía a llegar a ellas porque solamente estaban dedicadas al Sol. Eran traídas de los cuatro suyos. Para estas ñustas hacían grandes y bizarros palacios en muchas partes, Y especial hizo el Ynga uno famoso y suntuosísimo en la sierra nevada que está junto a Yucay, llamada Sauasirai-Pitusiray. La cual dicen que instituyó Pacha Cuti Ynga, mandando que entre los Sacerdotes del Sol hubiese estas doncellas, las cuales eran hijas de los orejones y principales de las provincias. Y aquí vemos que se confirma lo que deduje sin tener aún este dato, y es que el Inka Pachakuteq debía estar también detrás de la organización de símbolos con fines de comunicación en la Montaña Pitusiray. Continúa Murúa: En este lugar después sucedió un caso a un pastor llamado Acoitapra, que guardaba el ganado blanco del sacrificio del Sol, con una de estas Doncellas del Sol llamada Chuquillanto .Refieren que se volvieron los dos en piedra en la sierra de Pitusiray-Sawasiray, para castigo de sus delito y escarmiento de su osadía. Así lo refieren los indios viejos. Con respecto a este mito del pastor del Sol con Chuquillanto, en el libro “La Clave de Guaman”, ya adelanté que Las Sombras del Pitusiray son también el origen de este mito, puesto que como es sabido, el Cronista Martin de Murúa no dominaba bien la lengua quechua, entonces no entendió que sus informantes señalándole el Pitusiray desde Huayllabamba, que es el lugar geográfico donde se ubica la leyenda, en realidad le hablaban de la princesa “Chuquillanthu”, o sea de la “Sombra de Oro” de la princesa, donde “Chuqui”, es sinónimo de “Choque”, que significa “Oro”, y el cronista confundió “Llanthu”, que en quechua significa “sombra”, con “llanto” que en quechua no significa nada. Lo que es evidente es que este mito también fue víctima de los extirpadores de idolatrías, al ser también utilizado como propaganda visual en pro de la evangelización, de modo que este símbolo universal arquetípico, la “litomorfosis”, pasó de ser un símbolo positivo, a ser un símbolo negativo de castigo y adoctrinamiento. La “trasformación en piedra”, que para el hombre andino era un símbolo de materialización de lo divino, con la invasión española, la mentalidad occidental lo convirtió en un castigo que reprimía el instinto y la libertad. CONTRASTES 2014 103 Muro de proyección de las sombras Sería el verdadero Cerro Wanakauri Pareja Mitica Sawasiray-Pitusiray Perfil Este del que sería el verdadero cerro Wanakauri Con todo lo expuesto vemos entonces que La Montaña Pitusiray, era a la vez uno de esos “centros elitistas de acceso únicamente a la clase sacerdotal y gobernante”, donde la realidad era muy diferente a la versión oficial, no había ningún plan para matar a ningún hermano, eso se creó para hacer creer al pueblo y después a los españoles que esa ventana ya no existía, estaba enterrada literalmente, y por lo tanto, no había nada que mostrar, de esa manera el verdadero Paqariq Tanpu, su Paqarina en la Montaña Pitusiray, y en ella el Tambotoco, quedaban ocultos. WANAKAURI: LA TRILOGÍA DE GUAMAN Para terminar quisiera citar y comentar al Cronista Guamán Poma de Ayala y su “Nueva Corónica y Buen Gobierno”, terminada de escribir en el año 1615. Guaman Poma nos confirma que el Inka Pachakuteq edificó casas de vírgenes acllaconas y fundó pontífices y que su hijo, el Inka Tupac Yupanqui, ordenó que en cada waka mayor hubiese un pontífice hechicero. Estos los tenían en el Templo del Sol y otras wakas del reino como: Pariacaca, Sauasiray, Pitusiray, Coropuna, etc. Además, nos dice Guamán Poma que el Inka Túpac Yupanqui hablaba con todos los ídolos y wakas cada año y sabía por suerte de ellos lo pasado y lo venidero, y también 104 CONTRASTES 2014 Pareja mítica Montaña Pitusiray vista desde Huayllabamba en el Valle Sagrado de los Incas. Cusco. supo que habían de venir los españoles a gobernar. Refiriéndose al Inka Wayna Capac comenta Guaman Poma de Ayala algo similar: Dicen que por suerte de los demonios sabía que habían de venir a reinar los españoles. Continúa Guamán Poma: Y no quisieron contestarle cosa alguna al Inca Guayna Capac y mandó a quebrar, matar y consumir todas las huacas menores; Salváronse y dio por libres a los ídolos mayores: Pariacaca, Sahuasiray, Pitusiray, Coropuna, la del Sol y la Luna, estos ídolos quedaron. A continuación Guaman poma nos da un dato relevante para entender lo que pasó con la Waka Wanakauri: Al fin el Inga Guayna Capac, con toda esta gente comienza a combatir a los Coyas sin dar agradecimiento a los orejones, los cuales de puro enojo desampararon al Inga y toman la estatua de Uanacauri. Este hecho debió marcar el comienzo del fin. Veamos: Cuando Guaman Poma de Ayala y otros cronistas nos dicen que el Inka Wayna Capac “dejó libres a las uacas mayores”, entre ellas Pitusiray-Sawasiray, entiendo que fueron clausuradas y escondidas lo mejor que se pudo; además cuando agrega que los orejones “toman la estatua de Uanacauri”, se sobreentiende que toman el poder; entonces propongo que ellos fueron los que con el mismo Inka Wayna Capac o después con Waskar Inka, ya enterados de la llegada de los españoles, taparon y sellaron las ventanas de Tambotoco y los restos más importantes de la Waka Sagrada del Inka y sucedió lo que tal vez, también habían previsto los primeros inkas, que algún día serían sepultadas las ventanas de Tambotoco, y por fin se cumpliría esta parte de la versión oficial del mito. Hay otra cita de Juan de Betanzos que nos puede dar luz respecto al momento en que esto pudo haber sucedido: El Inca Huayna Capac hizo que se juntasen de toda la tierra ciento cincuenta mil indios en la ciudad del Cusco, y mandó a los señores que se fuesen con esa gente al Valle de Yucay, y él mismo fue con ellos. Supuestamente fueron a derribar los cerros del valle y allanarlos para sembrar; pero pienso que también pudo ser para esconder los recintos de la Waka Wanakauri, decepcionado porque no le contestaban las wakas, pero también convencido de la inminente llegada de los invasores, como se le pronosticara desde antes la Waka Pariacaca. Aunque es probable que haya sido Waskar Inka el que la tapó y selló con un cerro de grandes piedras, cuando ya no era un pronóstico sino un hecho real la presencia de los españoles. Agrega Guamán Poma de Ayala refiriéndose a Manco Inka: Manco Inca salió del Cusco en busca del indio de oro con tripas que le había ofrecido al Marquez (sic) para que lo libere, y fue a Mohina que es a 4 leguas de la ciudad y de ahí partió para el pueblo de Calca. Como estuvieron así peleando los indios y los cristianos, iban y venían los mensajeros a Manco Inca al pueblo de Calca. Y estando retirado Manco Inca en Calca, le dijo al Marquez (sic) que ordenara que no dejase venir a nadie, donde el estaba. Las citas anteriores son claras, Manco Inka ofrece el indio de oro y va a Calca, lo que sugiere que muy probablemente subió a la Montaña Pitusiray a ver su Paqarina, porque sin lugar a dudas no era su intención darle ningún ídolo al marqués sino solo lograr su liberación y como último representante de la Dinastía Inca, debió subir a asegurarse que las Ventanas de Tambotoco y los restos de la Waka Sagrada del Inka estén bien escondidos. Sigue Guaman Poma de Ayala: Sacrificaban los incas a Uacas, ídolos principales y a la Uacabilca que estaban en los más altos cerros y niebes. Véase que el actual Cerro Wanakauri ni es el más alto ni tiene nieve; en cambio la Montaña Pitusiray y el Nevado Sawasiray sí son de hecho los más altos de toda la zona. Continúa Guaman Poma: Sacrificaban a sus dios Uanacauri y Tambotoco y Titicaca, éstos eran los dioses ídolos de los Ingas. Y agrega Guaman: Los Pontífices Mayores del Sol y de Uanacauri, eran hechiceros, como canónigos en las Uacas mayores como: SauacirayPituciray, Ausancata, Coropuma, Suriuillca, Quichicalla. Ahora analicemos los tres dibujos en los que el Cronista Guaman Poma de Ayala dejó claves para ubicar la real Paqarina de los incas. De aqui en adelante, para facilitar la explicaciòn y el entendimiento del descifrado de los tres dibujos, me permito referirme a ellos, respetando la escritura y ortografia utilizadas por el cronista. Dibujo 1: Capitulo de los idolos Uaca.Billca.Incap (waka sagrada del Inka) (Uaca Uanacauri) Vemos al Inka Tupac Yupanqui consultando el oráculo de la Waka Sagrada del Inka, con el Ídolo Uanacauri encima, y al lado de los bloques de cantería. CONTRASTES 2014 105 Dibujo 2: Idolos de los ingas Dibujo 3: Idolos i uacas de los Inti Uanacauri Tambotoco Andisuios (Sauasiray) (Pitusiray) (Uanacauri) Este dibujo de los “ídolos y uacas de los Andesuyos”, es el que he descifrado hace varios años en mi libro “La Clave de Guaman”. Vemos la misma Waka Sagrada, con el mismo ídolo Uanacauri arriba, y al lado de la misma cantería; pero en la base de la Uaca Uanacauri se ven las tres ventanas de Tambotoco, en Pacaritambo. En el dibujo 3, he demostrado que el personaje sonriente que se encuentra entre la Pareja Mítica y el Otorongo, es el cerro que proyecta las sombras, quedando claro que lo que quería Guaman Poma en este dibujo era establecer un alineamiento de símbolos que coincida exactamente con la geografía de la Montaña Pitusiray, para dejar en clave un registro gráfico de semejante tótem, lo cual revela, sin lugar a dudas, que este cronista fue llevado a ver las Sombras del Pitusiray por los sacerdotes andinos del entorno de su madre, la Princesa Inka Juana Curi Ocllo, hija del Inka Tupaq Yupanqui. Pareja Mítica Sauasiray - Pitusiray Cerro Wanakauri Otorongo 106 CONTRASTES 2014 Fotografía tomada a un lado del muro de proyección de las sombras y del mismo punto de referencia que el dibujo de Guaman Poma de Ayala. Cuando Guaman Poma de Ayala se refiere a este dibujo, asegura: Adoraban al tigre otorongo, dicen que le enseñó el inga, que él mismo se había tornado otorongo. Hace años he propuesto, que las Sombras del Pitusiray son el origen del anterior comentario de Guaman Poma, puesto que a medida que el Sol asciende, la sombra del inca se va deformando y el otorongo se va iluminando, dando la impresión que el inka es absorbido por el otorongo, o la transformación del inka en otorongo, a la que se refiere el cronista. También refiriéndose a este dibujo, aunque un poco más adelante en su crónica, para dificultar su interpretación, Guaman Poma nos da un dato revelador y determinante. Comienza a mencionar una por una las wakas mayores de cada Suyu, y cuando se refiere al Andesuyo, dice: Los ídolos mayores que sacrificaban mucho el Inga, son, “de los Andesuyos y del Inga”: Uanacauri, Sauasiray, Pitusiray, Achapalla, Canacuay, Apotinya. Entonces, para Guaman Poma de Ayala, la Waka Wanakauri, la Waka Sagrada del Inka, está en el Andesuyo, o sea al Norte, igual que Pitusiray – Sawasiray. Y esa es la verdad. Las tres primeras wakas mencionadas en la última cita de Guaman, están referidas al dibujo 3 que estamos analizando. Véase que el cronista respeta el orden del dibujo, de izquierda a derecha, lo cual establece una relación directa entre el personaje sonriente que proyecta las sombras y la Uaca Uanacauri , solo que a ésta no le pone nombre en el dibujo, como a Sauasiray y Pitusiray, porque, como ya sabemos, quería dificultar su ubicación; además, refiriéndose a los rituales y pagos efectuados en esta montaña, insinúa que oculta información, al decir: Otro tanto hacían con otros muchos Ídolos y Uacas que había, que por prolijidad no lo pongo. Para cualquier persona que analice sin prejuicios mi investigación, todos los argumentos aquí presentados deberían ser suficientes para aceptar mis conclusiones; sin embargo, para que no le quede duda ni al más ultra-racionalista, debo decir que esto no es todo, sino que además, me di cuenta que este personaje sonriente del dibujo 3 que había identificado con el Cerro Wanakauri, en realidad es el mismo ídolo Uanacauri que aparece sobre el Cerro Uanacauri, y al lado de la cantería en los dibujos 1 y 2, solo que en el dibujo 3, Guaman Poma hace un acercamiento para agrandar al ídolo Uanacauri y a la Pareja Mítica Sauasiray – Pitusiray, porque su objetivo en este dibujo es principalmente establecer el alineamiento de símbolos al que nos hemos referido, para que en el futuro, alguien que conozca muy bien el área, pueda llegar a partir de este dibujo 3 a descifrar las claves en los dibujos 1 y 2. Y como Guaman Poma nos dice que la Uaca.Billca. Incap, es decir la Waka Sagrada del Inka (dibujo 1), se encuentra en el Andesuyo. Podemos llegar por otro lado, nuevamente a la conclusión que el cerro sobre el cual se encuentra el ídolo Uanacauri en este dibujo 1, es el mítico Cerro Wanakauri que proyecta las sombras, y como si esto fuera poco, el dibujo 2, que tiene al mismo ídolo Uanacauri sobre el mismo cerro que el dibujo 1, Guaman Poma lo llama “Inti Uanacauri Tambotoco”, con lo cual nos confirma que los tres dibujos están íntimamente relacionados y se complementan para poder descifrar y ubicar la verdadera Paqarina de los inkas; de modo que por una deducción lógica, se establece que el cerro que proyecta las sombras es el mitohistórico Cerro Wanakauri, y que en su base se encuentran las Ventanas de Tambotoco, como lo precisa Guaman Poma en el dibujo 2. Solo que cuando Guaman Poma de Ayala subió al Pitusiray, ya las ventanas estaban tapadas, como vimos, pero los sacerdotes debieron decirle exactamente dónde se encontraban ocultas; además la cantería que el Inka Pachakuteq había puesto sobre esta Waka, ya había sido retirada también, pero dejaron un solo bloque en la punta del Cerro Wanakauri, como otra pieza más del rompecabezas que asegure y confirme lo que aquí se ha expuesto. Para concluir, sigue comentando Guaman Poma: Todo esto de los pontífices lo sé porque fui sirviendo a Cristóbal de Albornoz, visitador general de la Santa Madre Iglesia, que consumió todas las Uacas, Ídolos y Hechicerías del Reino; fue cristiano Juez. Como bien dice Guaman Poma de Ayala, Cristóbal de Albornoz consumió todas las huacas. Entiendo que se refiere a que las visitó, destruyó o quemó. Con toda seguridad Albornoz debió subir a la Montaña Pitusiray, y, si lo hizo con Guaman Poma, este debió haber guardado silencio respecto a la ubicación de la Waka Wanakauri, que además se encuentra en una zona, 300 metros sobre el nivel de la laguna Q’an Q’an, cuyas construcciones y recintos CONTRASTES 2014 107 debían estar ya todos tapados. Por lo tanto lo más probable es que Albornoz debió tan solo encontrar los restos arqueológicos que están a unos pocos metros sobre el nivel de la laguna, donde está el centro ceremonial ya identificado y que servía como observatorio de las sombras, puesto que estos restos sí están todos huaqueados. Si Albornoz subió al nivel del Cerro Wanakauri, este cerro debió llamarle la atención solo por su imponente figura, pero nada más. Únicamente debió ver piedra sobre piedra. Porque es solo cuando uno descubre las sombras que proyecta, que este mítico cerro se revela, impregnándonos de su magia y de su misterio. Por eso concluyo con total certeza, que la sombra del Pitusiray, es nada más y nada menos que la sombra de Ayar Cachi Wanakauri y que el espectacular cerro que la proyecta, es el auténtico y original Cerro Wanakauri, la Waka Sagrada del Inka, el Real Tambotoco o Paqariq Tanpu de los inkas, su Paqarina. Y, puedo asegurar que esta Cerro Wanakauri con las ventanas de Tambotoco en su base. legendaria e histórica Waca permaneció oculta e “intacta” durante 500 años, gracias a la sabiduría e inteligencia de los inkas, que “la camuflaron detrás de una sombra”, puesto que la punta de la madeja para descifrar este misterio era “necesariamente” encontrar las sombras, que son el reflejo que delata y descubre a Ayar Cachi Wanakauri, y este sí que es un tótem que quiebra la razón, que induce al mito, que desata la imaginación, una waka misteriosa, la Waka Wanakauri, la verdadera Paqarina de los inkas, en la Montaña Pitusiray. Precisado esto, quisiera recalcar entonces, que es totalmente lógico y comprensible que hasta hoy no se haya hecho nunca una interpretación como esta, porque simplemente no se podía hacer sin contar con un elemento desencadenante con el cual contrastar y articular los datos de las crónicas aquí presentados. Ese elemento es, mi descubrimiento de las sombras en la Montaña Pitusiray en el año 1995. Perfil del lado Oeste del que sería el Cerro Wanakauri con un montículo de grandes piedras en su base, ocultando las ventanas de Tambotoco. Fotografía Miroslaw Rajter 108 CONTRASTES 2014 De modo que no puedo terminar sin agradecer profundamente a los cronistas e investigadores aquí citados, por haber contribuido a darme el marco teórico que me llevó a los dibujos de este magistral Cronista Felipe Guaman Poma de Ayala, que con estas nuevas claves descifradas se revela más que nunca, como el cronista mejor informado de todos y el que recibió toda la información hermética de parte de los sacerdotes, pontífices y orejones, porque sabían que Guaman estaba escondiendo la información en sus dibujos y en su texto, pero a la vez estaba dejando claves para que en el futuro se puedan descifrar, lo cual nos revela con mucha claridad, la existencia de un “Movimiento Hermético” en el seno de la nobleza inka, bien articulado y con códigos propios, cuyas evidentes consignas de ocultar los lugares sagrados, debieron influir decisivamente en la “Concretización del Espacio Geográfico del Mito de Origen Inka en el actual pueblo de Paqareqtambo, recién en el año 1571, llevada a cabo por el Cronista Sarmiento de Gamboa, BIBLIOGRAFÍA Betanzos, Juan de Suma y Narración de los Incas Transcripción por María del Carmen Martin Rubio Ediciones Atlas, Madrid 1987 Ediciones Especiales UNSAAC. Siglo XX. Cieza de León, Pedro de El Señorío de los Incas Edición de Manuel ballesteros Crónicas de América DASTIN – Historia – 2000. Fotografías Walid Barham Ode Es evidente, que en este tema, Sarmiento fue “mandado al desvío” por sus informantes, quienes, parecen haber pertenecido a este Movimiento Hermético, y cuyas identidades y detalles dejaré para otra oportunidad. Finalmente, puedo decir que estoy convencido que así lo planearon y así lo quisieron los mismos inkas, dejar su sabiduría escrita en las piedras y en las sombras, para que el nuevo Sol que ya se asoma en los Andes, proyecte su luz al mundo y nos llene de sabiduría las sombras de sus montañas, que durante 500 años pasaron al olvido en un mundo ciego, como parte de un plan divino. Guaman Poma de Ayala, Felipe Nueva Corónica y Buen Gobierno Ediciones y Prólogo de Franklin Pease G.Y Traducción de Jan Szeminski. Lima: FCE, 1993. Avalle Arce, Juan Bautista El Inca Garcilaso en sus “Comentarios” Antologia Vivida. Diccionario Quechua – Español – Quechua Academia Mayor de la Lengua Quechua Tercera Edición – 2007. e impulsada por el Virrey Francisco Toledo con fines administrativos”. (Gary, Urton. Historia de un Mito) Murua, Fray Martin de Historia General del Perú Ediciones de Manuel Ballesteros Gaibrois Cronicas de America DASTIN. Historia. 2001. Pachacuti Yanqui Salcamaygua, Joan de Santa Cruz Relación de Antigüedades Deste Reyno del Pirú Estudio Etnohistórico y Lingüístico de Pierre Duviols y César Itier Edición Facsimilar y Transcripción Paleográfica del “Códice de Madrid” Institut Francais D’Etudes Andines Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”. Cusco. Posnansky, Arturo Tihuanacu y la Civilización Prehistórica en el Altiplano Emecé Editores S.A. Buenos Aires Selección de Gustavo Adolfo Otero. 1943. Sarmiento de Gamboa, Pedro Historia de los Incas Emece Editores. Buenos Aires 1942. Urton, Gary Historia de un Mito Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas. Cusco : CBC, 2004 www.pumaruna.org youtube/pitusiray producciones pumaruna @gmail.com CONTRASTES 2014 109
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