Profesor: Alfredo Zapata Vélez La dinámica de las nuevas masculinidades en el contexto rural y urbano y sus diferencias en la educación de los infantes. La cultura en México, ha tenido como antecedentes un sistema familiar en el que por tradición está enraizado socialmente el dominio de la masculinidad, donde el hombre tiene un lugar de privilegio por encima de la situación que se le reconoce a la mujer en el laboral, en el social y en el familiar en cuanto al trabajo del hogar y la educación de los hijos. A partir de la décadas de los ochentas en que se comienza a promover fuertemente la equidad de género y la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer, se ha llevado a una masculinidad transformable que traslada a nuevas forma de organización social y familia. El concepto de madres trabajadoras, que ya contribuyen económicamente al gasto familiar, el de padres solteros, que por sí solos se hacen cargo del mantenimiento del hogar y la educación de los hijos, padres homosexuales que mantienen una formación de los hijos y del hogar, son grandes influencias que determinan una nueva dinámica familiar y de educación en los infantes. Esta ponencia contempla la problemática en el medio urbano y en el medio rural y nos lleva al cuestionamiento de cuál es en la actualidad el rol que juegan los padres de familia en la educación formal de los hijos, cuales son las nuevas masculinidades que se han desarrollado en esta sociedad cambiante, y de qué manera han impactado en el ambiente rural, que es más conservador y cuál es la dinámica que viven las mujeres y alumnos en ese sector. Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez Este articulo se basa en la experiencia laboral realizada en las zonas rurales del estado de Durango, tanto como docente como directivo resaltando mas allá de los temas puramente didácticos la influencia tan grande en el ámbito tanto familiar como social y el imperio de las los padres de familia, en determinar el desarrollo de la personalidad de los infantes. Desde el momento de nuestro nacimiento se nos asignan expectativas, valores y normas de acuerdo al sexo al que pertenecemos, es decir, aprendemos la forma en que debemos actuar, pensar y sentir según nuestra condición de hombres o mujeres, Este estigma nos acompaña durante toda nuestra vida, como hijos, como alumnos y como padres, y al pasar del tiempo hay características que se han convertido en una tradición conductual referente a la paternidad y todas sus características. Tradicionalmente existen varias características que imponen la paternidad, los hijos, El adolescente debe reprimir sus deseos y sentimientos para no ser tachado de poco hombre u homosexual; tiene que hacer muchos para desligarse de la madre y para identificarse como hombre ante la sociedad patriarcal. (Pizarro 2006 P15) Sin embargo el papel que tradicionalmente han desempeñado hombres y mujeres en nuestra sociedad viene experimentando una importante y desigual transformación. El cambio es especialmente visible y significativo en el caso de las mujeres. Su mayor participación en el mercado laboral; su acceso a todos los niveles educativos; una mayor presencia en la formación y en la cultura y, en menor medida, en los ámbitos de poder y toma de decisiones, están generando unos cambios sociales favorables para el avance de nuestra sociedad hacia la igualdad de mujeres y hombres; cambios que no hubieran sido posibles sin la aportación fundamental de los movimientos feministas y sin el esfuerzo de todas aquellas mujeres que desde el anonimato han trabajado a favor de los derechos del conjunto de las mujeres. (Gasteiz 2008 p15) Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez En muy diminuto el número de familias que en la actualidad se van separando del cliché familiar que nos indica la cultura mexicana, depende mucho del sector geográfico donde vivan, su nivel socioeconómico, su nivel de estudios, pero en definitiva lo que más influye son los valores morales y la formación humana que reciben en el ceno familiar, ya que las familias no están exentas de discriminación a la mujer ni conductas machistas independistamente de la ubicación, posición y grado estudios. En definitiva, vivimos en una sociedad que, además de discriminar a las mujeres, genera insatisfacción tanto en ellas como en ellos. Por tal motivo, el reto de este siglo debe ser el de construir un nuevo modelo social más democrático, justo e igualitario. Para ello es fundamental que sean cada vez más los hombres dispuestos a cuestionar el modelo tradicional de masculinidad; a renunciar a los privilegios que les pueda aportar el sistema patriarcal; a liberarse de las cargas de una masculinidad hegemónica o tradicional, y a comprometerse de forma activa, junto con las mujeres, en la consecución de una nueva sociedad compuesta por personas más libres e íntegras. Porque la igualdad, en la medida que permite ampliar nuestro horizonte vital, nos convierte en mejores personas y, en consecuencia, hace a los hombres más hombres. (Gasteiz 2008 p48) El papel de la mujer ha sufrido algunas transformaciones desde su apreciación y posición social, al compartir las tareas del hogar, el mantenimiento financiero de los gastos y la responsabilidad de la superación familiar, sin embargo si existe un una gran diferencia entre las mujeres del medio rural y del medio urbano Desde un enfoque tradicional, la educación define y determina las condiciones del trabajo de la mujer rural, al igual que el ámbito urbano. No obstante, la incorporación al trabajo, asalariado o no, en la agricultura o en el campo de servicios, no se vincula necesariamente a una escolaridad alta o baja; a su vez, el trabajo por cuenta propia desarrolla capacidades que no se adquieren en un Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez programa formal, si no que se aprenden como herencia de una tradición, como el caso de las artesanías y de alguna microempresas familiares. (Gasteiz 2008 p13) Es indudable que “el acceso de la mujer a la educación. Tanto en los niveles primarios, como medios y universitarios ha sido un factor determinante en la transformación del mundo femenino en la sociedad, al dotar a las mujeres de unas cuotas de protagonismo social impensables hasta no hace tanto tiempo” en los niveles superiores son las mujeres las que más acceden a estos estudios. (Maya frades. 2001 P 8) Estos cambios sociales nos llevan al análisis del término de masculinidad. Masculinidad no significa estudiar solamente a hombres, sino la posición que éstos asumen en un sistema de género dominante, el heterosexual, que sin embargo, requiere para su reproducción una constante afirmación de las fronteras establecidas con mujeres y con sexualidades disidentes. (Andrade 2001 p 17) La masculinidad se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas que son características del ser hombre en una sociedad determinada. Es importante tomar en cuenta en esta definición que las normas que cada sociedad asigna a lo masculino varían de acuerdo al contexto social en el que nos ubiquemos. Es decir, dependen de la cultura en la que se está inmerso, de las corrientes ideológicas ya sean políticas o religiosas, la educación, los grupos sociales de pertenencia (familia, amigos, clubes, trabajo, entre otros) y la influencia de los medios de comunicación En México cada una de sus zonas geográficas mantiene diferentes tradiciones y algunas diferencias en su forma de vida, sin embargo las costumbres son similares en todos sectores rurales manifestando un tipo de masculinidad tradicional dejando el papel de la mujer como una colaboradora sutil en la autoridad familiar, el surgimiento del tema en el escenario académico latinoamericano se dio paralelamente al desarrollo de grupos de hombres interesados en transformar sus prácticas en las relaciones de género por Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez considerar que éstas eran fuente de opresión e insatisfacción no sólo para las mujeres sino para ellos mismos Según lo postula Eleonor Faul el tema puede dividirse en su percepción entre los conservadores morales y los conservadores biológicos. Los primeros defienden el orden institucional y social enmarcado en la división de roles entre hombres y mujeres como parte de la raíz sobre la cual se funda la sociedad. Así, para ellos sería no sólo natural, sino también saludable mantener el dominio de los hombres en la esfera pública, ejerciendo su función de provisión y protección, y el de las mujeres en la esfera privada, actuando como cuidadoras de los otros miembros de la familia. Por su parte, los conservadores biológicos coinciden en que los distintos papeles de hombres y mujeres en la sociedad anteceden al orden social, pero a diferencia de los primeros, asientan su creencia en estudios biológicos y no en la santidad de la tradición. Es esta percepción de los conservadores morales la que impera en nuestras comunidades, la tradición social, ante la figura del padre de familia sigue siendo un factor determinante en la educación moral de los infantes, sin embargo las exigencias que los nuevos estilos de vida llevan a la mujer adoptar nuevos roles y actividades, la cuestión es cómo están asimilando los hombres estas nuevas condiciones. La perspectiva profeminista. A principios de los años ‘70 aparecen grupos de hombres simpatizantes con el feminismo, que sostienen que la masculinidad se crea y mantiene a través de una lógica de dominación que otorga privilegios para los hombres, y que conllevan a la opresión de las mujeres. Hay matices dentro de esta perspectiva: algunos enfatizan en los privilegios que el sistema patriarcal otorga a los hombres en el nivel macro, y otros profundizan en las limitaciones que los papeles de género tienen para la realización personal de hombres y mujeres. Los autores enmarcados en este movimiento coinciden, sin embargo, en que la Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez masculinidad tradicional no sólo es nociva para las mujeres sino también para los hombres (Kaufman, 1989. P 14) También se toma como punto de vista la perspectiva de los derechos del hombre. Esta perspectiva no considera que los hombres detenten privilegios respecto de las mujeres y es marcadamente anti-feminista. No obstante, admite que la masculinidad tradicional está dañando a los hombres. Hay quienes creen que el sexismo perjudica por igual a hombres y mujeres y quienes sostienen que la sociedad contemporánea se ha vuelto un refugio de privilegios femeninos y consiguiente degradación masculina. La masculinidad existe en tanto exista la feminidad. Ya sea que se piense como complemento u oposición, la definición parte del reconocimiento de la diferencia. Y por lo mismo, es un concepto relacional, vale decir que supone determinadas prácticas y representaciones atribuibles a lo masculino que no sólo son distintas que aquellas consideradas propias de lo femenino, sino que no tendrían sentido sin su contra-cara. La masculinidad como una construcción cultural que se reproduce socialmente y, por ello, no puede definirse fuera del contexto social, económico e histórico. Esa construcción se desarrolla a lo largo de toda la vida, con la intervención de distintas instituciones (la familia, la escuela, el Estado, la religión, los medios de comunicación, etc.) que moldean modos de habitar el cuerpo, de sentir, de pensar y de actuar el género. Pero a la vez, establecen posiciones institucionales signadas por la pertenencia de género. La masculinidad no es un objeto dado, como un traje ya confeccionado que los sujetos machos de la especie humana vestirán, sino que se construye, se aprende y se practica en el torrente del devenir cultural, histórico y social. Desde este punto de vista, se encuentra vinculada al terreno de la acción y del movimiento, y no al escenario de lo estático y lo predeterminado. Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez Se observan que las nociones acerca de lo masculino se asocian con lo racional; fuerte; activo; productivo; valiente; responsable y conquistador (de territorios y de parejas ocasionales), mientras que lo femenino suele asociarse con lo emotivo; débil; pasivo; asustadizo; y dependiente. Se suelen crear estereotipos al considerar que hombres y mujeres efectivamente son así y no admiten rasgos del otro polo dentro de sí. En todo caso, los hombres construyen su masculinidad dentro de estos esquemas de oposición y en referencia respecto a lo que es la nofeminidad. Ser un “verdadero hombre” es ante todo no ser mujer ni “femenino” Kimmel, 1997). Podemos sostener que las masculinidades son configuraciones de prácticas sociales, que se encuentran atravesadas por múltiples factores personales, económicos, culturales, sociales y políticos, y se producen a través de variados arreglos institucionales. De tal modo, sus transformaciones son también complejas y multi-determinadas. Hay masculinidades más y menos duras, más y menos competitivas, hay formas de identidad más tiernas o más violentas, hay hombres productivos o estudiosos y otros más perezosos. Existen los que hacen de la seducción una estrategia continua y los que optan por la fidelidad de por vida. De modo que pueden identificarse una multiplicidad de características que caben dentro de definiciones empíricas de masculinidad. ( Faur 2004 p 39) Un tipo de masculinidad que manifiesta conductas distintas y complejas que es la paternidad, la construcción de la identidad en los varones forma parte de un proceso complejo y en ocasiones contradictorio, ya que por un lado se enfrentan a discursos sociales a través de las instituciones estatales, familiares, educativas y sanitarias, en las que se plantea un “deber ser” como hombres, donde lo importante es el éxito en el ámbito público, el trabajo y la obtención de bienes, y por otra parte, cubrir el “deber ser” resulta muy costoso y en ocasiones imposible de alcanzar, ya que no siempre los varones obtienen el tan anhelado éxito público Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez a través del trabajo y en ocasiones sus ingresos no les permiten cumplir con su responsabilidad familiar; además, sus parejas femeninas cuestionan cada vez más su actuación como hombres no sólo en el plano económico, sino también porque muchas veces se muestran distantes y poco comprometidos en cuanto al tiempo, afecto y entrega, sobre todo cuando son padres. (Salguero 2008 P241) Es un factor de presión social cuando no se cuenta con los recursos ni financiero ni morales para ser padre, y que el paso educativo de los hijos se le delega a las madres por parte de los padres, todos los asuntos relacionados con las instituciones educativas, las lecciones morales y la administración de los recursos, dejando como responsabilidad al padre dotar a la familia de recursos monetarios para su mantenimiento Culés son los cambios dentro de las actividades de la familia cuando solo es uno de los miembros el que se encarga de todos estos cuidados, lo que comúnmente llamamos “padres solteros“ Las familias de padres solteros se definen como un padre(madre) y un niño (o más) que viven juntos en la misma vivienda. Un padre sólo experimenta muchas responsabilidades, retos sociales, financieros y emocionales únicos. La presión añadida de levantar un hijo solo no significa que un niño no recibirá suficiente guía, cuidado y protección paterna. Más bien, significa que ciertos cambios y ajustes necesitan hacerse para que la familia continúe creciendo y prosperando Un primer paso crítico para llegar a ser un efectivo padre soltero es aprender todo lo que pueda con respecto a “educación paterna soltero”. Identifique y aprenda las nuevas habilidades requeridas para un padre soltero. Los posibles recursos para padres solteros pueden incluir: • La familia y los amigos • Organizaciones de padres solteros Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez • Agencias comunitarias y / o de gobierno, como guarderías • Iglesias y / o organizaciones religiosas locales • Centros de Salud • Programas de Asistencia a Empleados (usualmente ofrecidos por empleadores) El cuidado del niño a menos que el padre soltero sea capaz de trabajar en casa, o si los niños tienen suficiente edad para permanecer en casa solos después del horario escolar, el cuidado diario de los niños se convierte en un aspecto absolutamente esencial para la vida. En la mayoría de los casos, los padres solteros recurren al cuidado del niño por otra persona, para obtener asistencia adicional. Al hacerlo, pueden conseguir cuidado en el hogar, encontrar un centro de cuidado para niños o pre-escolar, o buscar apoyo de familiares o programas u hogares de cuidado diario. Al averiguar con respecto a estos tipos de apoyo, un padre debe investigar cosas como: historia; facilidades; licenciatura; relación niño / trabajador; estilo de cuidado de niño; y siempre chequear las referencias de quien cuida. Los padres solteros necesitan establecer un presupuesto mensual que incluya los gastos mensuales regulares, el ingreso, y los gastos no regulares que están limitados a ser revelados. El manejo de las finanzas familiares es probablemente el reto más tangible (e importante) que afronta el padre soltero. Usualmente el hogar del padre soltero tiene solamente un ingreso en lugar de dos. Esto usualmente requiere un cambio en el gasto y en el estilo de vida con el fin de no incurrir en una gran deuda o en faltantes mensuales regulares, o en su defecto reciba alguna pensión que ayude a proporcionar el alimento a los hijos, aun así la tarea de administrar el recurso es difícil y delicada. Otro factor conductual que se modifica de las tareas ordinarias es el manejo del Hogar, todos los quehaceres regulares que deben hacerse, en este caso en necesario que los mismos hijos se impliquen con estos, al comprometerse en Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez tareas útiles, un niño aprende y fortalece su autoestima y su responsabilidad personal, sin embargo aumenta mucho la carga laboral para un solo padre y resulta agotador solventar todos los requerimientos que el hogar exige. En su función como padre (madre) y sus relaciones con el niño, el estímulo y el apoyo de los padres son esenciales para mantener una relación saludable con los niños. El apoyo paterno puede ser en forma de: ser un buen ejemplo; hablar y escuchar con respecto a sus vidas; interesarse en sus intereses; involucrarse activamente en la educación del niño; desarrollar un conjunto de límites consistentes y de consecuencias conocidas; aceptarlos como son en el momento; y al amarlos aún si a usted algunas veces no le gusta su conducta. Probablemente la cosa más importante de hacer es que se fije un tiempo para comunicar y estar con sus hijos. Al tratar de manejar todas las tareas anteriores, un padre (madre) soltero no debe olvidarse de sí mismo y de sus propias necesidades. El cuidado propio permitirá traer “su mejor yo” al aterrador trabajo de ser un padre (madre) soltero. Cuando los padres solteros comen bien, duermen lo suficiente, evitan el alcohol y otras drogas, y programan su tiempo para estar solos, ellos serán capaces de afrontar casi cualquier cosa que se encuentren en su camino. CFERT (800) Este tipo de masculinidad de los padres solteros afirmamos que pueden ser personas tan maduras, felices, equilibradas y tan ricas y ambiciosas en su desarrollo personal como los casados , por lo tanto, no es mejor ni peor, una y otra conllevan grandes posibilidades y también numerosas limitaciones 9.- padres homosexuales: Un tipo de Masculinidad que se está encontrando mucho dentro de los nuevos tipos de comportamiento familiar es el de los padres homosexuales, dentro de estas parejas también existe uno de los miembros subordinado, entre grupos de hombres, también existen relaciones de dominación y subordinación. Así, los Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez hombres gay suelen ser discriminados por sus congéneres a partir de una lógica homofóbica que los considera “femeninos” (lo que equivaldría a una categoría de hombre inferior). Esta lógica discriminatoria frecuentemente se plasma en procesos materiales, que restringen a los homosexuales en el acceso a ciertos empleos o jerarquías en sus ocupaciones. Aunque esta no es la única masculinidad subordinada es una de las más evidentes. En algunas investigaciones menciona que la mayoría de los hijos de padres homosexuales nacieron en el contexto de una relación heterosexual que terminó cuando uno de los cónyuges reconoce su verdadera orientación sexual. En otras ocasiones el hombre gay o la mujer lesbiana pueden decidir solos o en pareja convertirse en padres adoptivos o incluso utilizar las nuevas técnicas reproductivas. En Estados Unidos se conoce ya con el nombre de gayby boom el fenómeno de padres gay (Crespi, 2001 P 3) Aunque se dice que los padres y madres homosexuales ejercen sus funciones parentales de cuidado, afecto y orientación de un modo no estadísticamente diferente al de los padres heterosexuales Bigner y Jacobsen, 1989, existen situaciones sociales que hacen para los infantes una vida mas difícil, que llenan de prejuicios y burlas sus días, es este sentimiento homofóbico de algunos sectores sociales que tienden a reprimir las familias diferentes, dentro del análisis de la investigación que realizo Patterson en el 2000, señala que los hijos sufren de criticas.este es un ejemplo de dos reactivos que demuestran este hecho: 23 Si un niño es adoptado por un homosexual lo más probable es que en el futuro se sienta acomplejado al compararse con sus compañeros que tienen padre y madre Acuerdo %No Acuerdo 74.0 26.0 Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez 101 Un niño que es educado por una pareja de homosexuales sufrirá las burlas de sus compañeros %Acuerdo %No Acuerdo 93.7 6.3 Los niños con padres gay o lesbianas tampoco están en mayor riesgo de abuso sexual que los niños criados por padres heterosexuales. En realidad, el 95% de todos los abusos sexuales cometidos contra las niñas y el 80% de los abusos a varones son perpetrados por hombres heterosexuales. Sin embargo la huella de los estereotipos negativos de las capacidades parentales de los hombres gay y mujeres lesbianas provoca creencias que dificultan la aceptación de la crianza normal por parte de los homosexuales Los datos señalan que la probabilidad de que estos niños sean adultos gay o lesbianas no es mayor que la de los niños de padres heterosexuales, situándose en un 10% aproximadamente la prevalencia de homosexualidad en los hijos de padres gay o madres lesbianas, resultado similar a la prevalencia de la orientación homosexual en la población general. Como consecuencia deberíamos poder concluir que los hijos de homosexuales se desarrollan de la misma manera que los hijos de heterosexuales y la calidad de su ajuste y equilibrio personal y social depende más de las aptitudes de los padres que de su condición sexual. Familia y diversidad: hijos de padres homosexuales (Frias 2003 p10) Será esto posible en nuestra sociedad actual, se restringirá el sector social de señalar a este tipo de masculinidades, los hijos de estos serán respetados por sus compañeros de clase y uno que otro adulto con ideas puramente tradicionales, estas ideas que son parte de nuestras vidas son las que dan cabida al cambio social, y de algún manera a una dinámica familiar diferente. Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez El ambiente que brindan los padres y madres homosexuales en el hogar ofrece las mismas posibilidades de permitir el crecimiento psicosocial entre los miembros de la familia que el entorno que ofrecen los padres y madres heterosexuales. Micromachismo es un término aportado y desarrollado por Luis Bonino que hace referencia a comportamientos y hábitos de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana y en las relaciones de pareja. Los micromachismos son a menudo prácticas inconscientes y casi siempre imperceptibles, pero actúan por acumulación y tienden a perpetuar una distribución injusta de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Esta forma de vida impera en múltiples familias mexicanas, aunque no existan agresiones físicas por parte del hombre si hay una dominación psicología e ideológica en la dinámica familiar, que fomenta en lo hijos una idea clara de que el hombre es quien manda en la casa, y y las cosas se hacen como el diga. Para entender estos “micromachismos” hay que tener en cuenta que las relaciones entre hombres y mujeres se producen en un escenario donde no se juegan sólo diferencias, sino sobre todo desigualdades y relaciones de poder asimétricas, con sus correspondientes estrategias de dominación. Estas prácticas abarcarían un amplio abanico de maniobras que impregnan el comportamiento masculino en lo cotidiano. Los micromachismos serían por tanto microabusos para procurar que el hombre mantenga su posición de género dominante, creando una red que atrapa sutilmente a la mujer de forma cotidiana y limita su autonomía personal. Algunos de los micromachismos se manifiestan en acciones cotidianas como disponer de tiempo libre porque la pareja asume tareas domésticas que nos corresponderían si el reparto fuera equitativo. Hay muchos más: la falta de reconocimiento del valor económico del trabajo doméstico y la crianza de los hijos e hijas; que los hombres crean que exponer sus argumentos les da derecho a salirse con la suya; escudarse en la dificultad para expresar los sentimientos para evitar hablar, explicarse y comprometerse; aceptar cierto reparto de las tareas del Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez hogar sin asumir su gestión, no estando pendiente, por ejemplo, de lo que hay que comprar o sacar del congelador; resistirse a un aumento de sueldo o promoción profesional de la pareja; controlar los tiempos; criticar cómo se realizan las tareas domésticas, etcétera. (Gasteiz 2008 p 41) Sin embargo tanto hombres como mujeres nacemos con maravillosas potencialidades y con la tarea y responsabilidad de hacerse, por eso la actividad más importante para cada hombre es cumplir muy bien el oficio de ser hombre. Nadie puede encomendar a otro la responsabilidad de inventar y construir su proyecto de vida. de la Isla 2002, Sin embargo, pareciese que la mujer está hecha para ser acompañante del hombre con el que le toque vivir y tener una conducta que genere satisfacción y aprobación a las exigencias que señale. No cae un hombre de pensamientos puros de repente en el crimen por estrés o por fuerzas meramente externas; pensamientos criminales han sido secretamente albergados en el corazón, y la hora de la oportunidad revela su poder acumulado. Si tomamos las ideas de Héctor Pizarro en cuanto a las conductas de los hombres podríamos La sexualidad masculina se caracteriza por la jactancia, obsesión por el desempeño, rigidez sexual, tendencia a denigrar a la mujer, pseudohipersensibilidad, poca expresividad, pretensión de saber todo y obligación de tomar la iniciativa. Y en cuanto a la promiscuidadasegura que el hombre es promiscuo por la fijación a la madre, la angustia de castración, la idea de que se es poderoso y masculino. Otra característica es la poca expresividad, hablamos mucho y expresamos poco y la presunción de que todo lo sabemos. En cuanto a la seducción un punto importante es la “obligación “de tomar la iniciativa, recordar que lo masculino es activo, lo femenino pasivo: la angustia es cuando la mujer toma la iniciativa. (Pizarro 2006 P 14) Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez La comunidad en la cual laboro lleva por nombre Ignacio López Rayón” cuanta con 373 habitantes el 37% en edad escolar, la comunidad cuanta con instalaciones de educación preescolar, primaria y telesecundaria. Siendo la primaria el nivel de estudios que representa la comunidad. Se ubica geográficamente a 21 kilómetros de la ciudad de Durango, aproximadamente a 30 minutos de la masa urbana, a pesar de la cercanía en la última década solo un 10 % han terminado la preparatoria y dos personas han tenido estudios a nivel de licenciatura. Las principales actividades económicas son la agricultura y la ganadería, siendo estas actividades las que ocupan la mayoría de los hombres desde edades tempranas. Para poder definir esta comunidad como rural nos apoyamos en lo que mencionan diversos autores, algunos han empleado criterios tales como el ocupacional, que desde este criterio, se considera que una sociedad es rural cuando sus integrantes se dedican a actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería y la silvicultura El criterio espacial para definir a la sociedad rural, considerando como tal a aquélla que se asienta en un determinado espacio, inserto, la mayoría de las ocasiones, en núcleos geográficos alejados del contexto urbano, cuyos habitantes comparten ciertas peculiaridades culturales También es importante que se analicen los diversos valores, hábitos y pautas de comportamiento de sus integrantes, es decir, que profundicen en la determinada cultura que subyace en el conjunto poblacional; una cultura que, en el caso del contexto rural, se ha venido considerando diferente a la urbana, aunque cada vez se vayan estrechando más los lazos entre sus similitudes y diferencias en el marco de los países desarrollados, especialmente a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez Tradicionalmente aquélla en la que predomina el apego por la tradición, en la que se obstaculiza el avance de la racionalidad y la modernización, en la que predominan valores morales que han ido desapareciendo e incluso han sido tachados negativamente desde la cultura urbana; (Monsalud 2011 p05) Si existe un contraste entre la riqueza de la vida urbana y las limitaciones materiales y culturales de la vida rural lo que incita a los padres a enviar a sus hijos a la escuela primaria, con el fin de que tengan una educación diferente, es cuestionable que la mayoría de las familias prefiere que sus hijos varones sean los que se formen es escuelas urbanas. Con la finalidad de que aprendan un nuevo modo de vida que elije a los jóvenes de la economía rural, la escuela es considerada por los padres como una inversión que finalmente será rentable Si debiéramos definir cual es la masculinidad que predomina en el sector rural podríamos decir que la masculinidad tradicional ya que impone algunos comportamientos al hombre en la relación de pareja que supuestamente le aseguran el éxito, la armonía y la felicidad. Por ejemplo, tener el control sobre el comportamiento de la mujer, decidir como se viste, a quién debe ver, de que debe hablar, que puede beber, etc. así como sobre las decisiones que afectan a ambos, a dónde ir a pasear, que casa comprar, en que lugar vivir. El contexto urbano es aquel en el cual se puede gozar de todos los servicios, cuenta con todos los niveles escolares, existen muchos mas medios de comunicación, y de transporte. obligando a los nativos de las regiones rurales que representan, según los países, del 63 al 95 por 100 de la población global, a movimientos migratorios. Es por esta razón que dentro de las manchas urbanas existe un sector de población que tienen rasgos muy similares a los de la vida rural, manteniendo tradiciones y culturas machistas y que marcan la cotidianidad en estos periféricos lugares Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez La igualdad en todos los sentidos entre el hombre y la mujer es una cuestión utópica, ya que la tradición histórica social ha sembrado en la mentalidad de ambos ciertos roles que se tienen que cumplir, la capacidad física que tienen las mujeres al ser capaces de crear un nuevo hombre dentro de su cuerpo es una diferencia que marca distintos comportamientos ante este fenómeno de ser padres, las madres sienten a su hijo de manera diferente que el hombre. El cambio social es favor de la igualdad, depende en parte de lo que se haga a nivel educativo. Nos referimos, a la educación no sexista de nuestros hijos, a la concienciación de los hombres, pero sobre todo a la formación que recibimos las propias mujeres, que seguimos siendo las principales transmisoras de los roles sociales. La mujer también transmite esta herencia conductual a sus hijos, tanto hombre como mujeres, de acuerdo como fue creada dentro del ceno de una familia tradicional machista, y así ella no encomienda labores domesticas a los hombres, solo a las mujeres, además de temer ciertos privilegios con ellos que al pasar de los años crea dentro de su personalidad. La igualdad de mujeres y hombres es un principio jurídico, ético y político universal, enraizado en nuestra sociedad, que está presente en las relaciones interpersonales, y además está reconocido también en diversos textos internacionales sobre derechos humanos. En esta línea, la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1979, proclama el principio de igualdad de mujeres y hombres. A través del Tratado de Ámsterdam, la igualdad de mujeres y hombres es consagrada formalmente como un principio fundamental de la Unión Europea. Por su parte, la Constitución española y el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Autónoma del País Vasco proclaman el derecho a la igualdad y a la no discriminación por razón de sexo y establecen la obligación de los poderes públicos de promover las condiciones y eliminar los obstáculos para que la Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez igualdad entre las personas sea real y efectiva, ya que la igualdad jurídica no supone necesariamente la igualdad de de hecho. (Frades 2001 p 3) La educación es un instrumento importante para impulsar la lucha contra la desigualdades sociales, y le corresponde a sistema educativo establecer los mecanismos que contribuyan a prevenir y compensar esas desigualdades, cualquiera que sea el motivo que la origine, y promover la transformación social a través de su compromiso solidario con las situaciones de desventaja en las que se encuentran colectivos y grupos que reciben los beneficios del sistema. (frades. 2001 p 3) como la educación atiende las desigualdades sociales, dentro de mi institución educativas existen seis grupos educativos, los cuales son atendidos por cinco maestras y un solo profesor, el cual definitivamente no es el consentido, tiende a tener comentarios sexistas que logran mover a las docentes a actitudes defensivas, en capacidades, conocimiento, didáctica, manejo de grupo, cumplimiento, responsabilidad y compromiso, no existen diferencias notable, pero el trato que reciben por parte de las madres de familia, y los alumnos si es diferente Si atinamos este fenómeno sobre la educación de los alumnos y los principios de Fraire, que afirma que “la educación para la libertad es un acto de conocimiento y un proceso de acción transformadora que debería ejercerse sobre la realidad” (Fraire 1990p. 107). De esta manera, la educación es un proceso de búsqueda y construcción del conocimiento que parte de la relación teoría-práctica, y de la superación de la contradicción educador-educando. En dicha búsqueda (que es esperanzadora) y en dicha construcción (que significa reinvención), los hombres realizan el mundo, con el mundo y con los otros. Freire (1990), entonces nuestro alumnos aprenden sobre el ejemplo que sus padres y maestros muestran al trato con el sexo femenino, que construyen su conocimiento a partir de su realidad, y si esta realidad es machista entonces su aprendizaje es machista. Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez Ya hemos afirmado que los hombres se educan mediatizados por el mundo y la sociedad, lo cual implica un reconocimiento mutuo de dos seres humanos que, indistintamente de su posición de educador o educando, deben reconocerse mutuamente como seres que aprenden entre sí. (Fraire 1990 p28.) Por tal motivo es imperante, como el caso de la institución en la que laboro, que las enseñanza por parte del docente no agrande esta desigualdad de género, que tanto niños como niñas realicen las mismas actividades, que tengan las mismas labores dentro del salón, que no existan privilegios para ninguno de los sexos y que las actitudes de los docentes sean congruentes con su enseñanza. Como es que recibimos a los alumnos en los primeros días del inicio del ciclo escolar desde el modelo tradicional masculino y juventud. Hemos escuchado a muchos padres y madres dar algunas de estas recomendaciones a los hijos hombres: Los hombres no lloran, si lloras no eres hombre. Los hombres no deben ser débiles, si expresas lo que sientes eres débil, si sientes no eres hombre. Los hombres son más hombres cuando son padres de hijos varones. Los hombres no son mujeres, si haces cosas de mujer ya no eres hombre. Los hombres tienen el poder, si no tienes poder no eres hombre. Los hombres son fuertes y agresivos, si te muestras pacífico no eres hombre. Estas frases representan algunos de los mandatos con los que los hombres, desde niños, construyen su masculinidad día a día. En nuestra cultura prevalece la tendencia a moldear a los varones conforme a las exigencias de un Modelo Tradicional Masculino. Desafortunadamente dentro del medio rural aun existen este modelo que impregna nuestra institución de este fenómeno, y se puede apreciar en las reuniones de padres de familia cuando la presencia mayoritaria es de madres de familia, y hasta en las faenas de limpieza, pintura, reforestación y actividades de los comités de participación social, en un 95% la asistencia es de mujeres, Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez Es muy importante considerar que todos somos educadores, tanto personas como los padres, los maestros y los miembros de la comunidad así como instituciones la familia en la infancia, la escuela y la sociedad posteriormente realicen esta tarea. La educación entendida como el crecimiento y el realizarse mismo de la persona, no puede cesar con el período escolar en su sentido amplio, más bien ella continúa por toda la vida: ya que, en todas las circunstancias, los hombres se educan personal, recíproca y comunitariamente P 237 Instituto de educación Ascencio. Durango, México [email protected] Profesor: Alfredo Zapata Vélez BIBLIOGRAFIA Andrade Xavier , 2001, Masculinidades en Ecuador FLACSO editores, Quito Ecuador www.flacso.org.ec/docs/samasculinidades.pdf Bergara Ander. 2008. LOS HOMBRES, LA IGUALDAD Y LAS NUEVAS MASCULINIDADES. EMAKUNDE INSTITUTO VASCO DE LA MUJER VITORIA - GASTEIZ 2008. 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