Project ABc Texto 7.12

SALIDA DE LA CRISIS: APORTACIONES DE ESPERANZA.
(M. Alierta)
A las personas parece que les falta ilusión por un futuro mejor. La economía ha
mostrado en los últimos años poco crecimiento en general, incluso algo de
estancamiento en algunos países (en el caso de España hay además una tasa
de paro muy altas y un reducido nivel de las finanzas públicas). En conjunto los
elementos negativos dominan en el mundo desarrollado y hay una sensación de
que la situación no va cambiar mucho.
En este texto se va a tratar de exponer como funcionan la economías y con este
conocimiento poder analizar cuales son las causas de ese nivel de escaso de
crecimiento lo que permitiría conocer mejor las políticas económicas que
resuelvan la presente situación
Como primer paso conviene señalar que en la presente situación hay dos crisis
diferentes: no hay una sola crisis. Ha habido una crisis financiera (que está
corrigiéndose y en ciertos países casi finalizada) y pero también hay una
segunda crisis relacionada con la falta de crecimiento de las economías y de los
salarios. La crisis financiera está mas estudiada. Por ello en este texto analizará
la falta de crecimiento de la economía y de los salarios. Esto exige previamente
algunos comentarios sobre como han evolucionado la economía y los salarios.
Los salarios nominales y los salarios reales han crecido en las economías de
mercado que han tenido cambio técnico. Hay razones teóricas para el
crecimiento de los salarios. Innovaciones y uso de capital físico tienden a
modificar el nivel de producción. Estas innovaciones tienden a incrementar ese
nivel mediante lo que se ha denominado rendimientos a escala crecientes. Este
incremento de los niveles de producción se produce en mayor medida en las
industrias dedicadas a bienes de consumo que se permiten producir en mayores
cantidades. Para vender estos bienes producidos es necesario ingresos
mayores. La mayor parte de la renta destinada a la adquisición de los bienes de
consumo son los ingresos de los empleados. Por tanto una producción creciente
de bienes de consumo necesita que en la economía haya una retribución
creciente de los empleados (una ampliación de la extensión del mercado).
La Producción (Y), en términos de rentas, es la suma de la retribución del trabajo
– Lw – (Trabajo (L) por Salarios (w)) y también de la retribución del capital o
retribución no de trabajo – K i - ( Capital (K) por Interés (i)), es decir recursos
por sus respectivos precios. La fórmula más simple de esta Relación Económica
de Producción (REP) es: Y= L w + K i. (Todos los miembros valor/tiempo)
De acuerdo a lo que se ha señalado en las economías el crecimiento de la
producción y el crecimiento de la retribución del trabajo avanzan paralelamente.
La Producción (Y) y la retribución del trabajo van juntos en la experiencia. Es
posible ver en las Rentas Nacionales de EEUU que el PIB, o la Renta Nacional,
evolucionan paralelamente a la retribución de los empleados. Y, así mismo,
sucede también en España. Las razones para esta correspondencia entre la
producción y la retribución del trabajo tiene un marcado carácter social, no es un
tema estrictamente económico. Su análisis recuerda un poco a como los
institucionalistas de primera mano estudiaban el mercado de trabajo. Son
relaciones especialmente sociales que se han ido desarrollando a lo largo de las
décadas o siglos anteriores, como resultado de la experiencia mutua. Y también
crece de forma paralela la retribución del capital al crecimiento de la producción
La retribución de los empleados se dirige al aumento del empleo y/o a variación
de los salarios. Cuando el desempleo es más reducido el crecimiento de los
salarios es mayor. Cuando el desempleo es más alto la ocupación tiende a
aumentar y los salarios crecen menos. Esta es la relación de Phillips: permite
mantener el equilibrios entre el crecimiento de la producción y el crecimiento de
la retribución del trabajo. La tasa de desempleo juega un papel de árbitro para
asignar el incremento de la retribución del trabajo entre crecimiento de empleo o
de salarios.
Empleo y salarios pueden crecer, pero si el empleo crece más lentamente
porque la población se estabiliza los salarios tenderán a crecer en mayor
medida. La experiencia histórica muestra que los salarios han crecido. Hubo
crecimiento de salarios en Reino Unido y en los Estados Unidos en el siglo XIX y
en otros países europeos a partir de la mitad de ese siglo. A partir de 1945 el
crecimiento de los salarios ha sido más general. En las últimas décadas China y
otros países asiáticos también han tenido salarios crecientes.
De la Relación Económica de Producción (REP) se pueden establecer
relaciones entre las tasas de aumento de la producción y las tasas de aumento
de variables que la determinan. La tasa aumento de la producción en EEUU ha
sido de un 6,59% entre 1951 y 2013 en términos nominales. La contribución de
la tasa de aumento de los salarios ha sido de un 3,60%, la contribución de la
tasa de aumento del capital ha sido de un 2,02%, de la tasa de aumento del
número de horas de un 0,89% y de la tasa de aumento del tipo de interés un
0,09%. En términos reales tasa de aumento de producción un 3,42%, tasa de
aumento de salarios reales un 1,38% y de capital un 1,06%.
Los salarios crecientes tienen una influencia muy importante en el crecimiento
de la economía. Aumentos de capital y de los niveles de empleo han
influenciado notablemente el crecimiento de la economía pero el crecimiento de
los salarios ha sido el factor más importante. La fuente principal de demanda en
las economías ahora desarrolladas ha sido con diferencia respecto a la inversión
o el gasto público el crecimiento de los salarios. El gasto público en épocas de
crisis pero normalmente lo importante ha sido la demanda procedente de los
ingresos de los trabajadores. Y con demanda creciente hay siempre inversión.
Además el crecimiento de los ingresos de los trabajadores ha llevado a una
situación en la que la mayor parte de la población tenía la capacidad de alcanzar
un nivel creciente de renta y de bienestar. No a una situación de total igualdad
pero sí de progreso de los trabajadores. Estas economías han mostrado una
capacidad de estabilidad y supervivencia a lo largo de décadas.
En los últimos años el crecimiento de los salarios en los países desarrollados ha
disminuido bastante y por tanto también ha disminuido el crecimiento de las
economías. Esto se debe al crecimiento de las economías en desarrollo. Estas
economías partían de niveles de salarios muy bajos acompañados
frecuentemente por tipos de cambio muy favorables. Estos países han
aumentado mucho su participación en el comercio internacional, han afectado el
nivel de actividad y de empleo de los países desarrollados y han modificado las
balanzas de pagos. Pero también han afectado la forma interna de evolución en
el crecimiento de los países desarrollados. Los países desarrollados habían
alcanzado altos niveles de salarios. La competencia externa en los costes del
trabajo ha reducido su posibilidad de continuar con el proceso de crecimiento de
los salarios y, en consecuencia, con el crecimiento de la economía.
En 1955, por ejemplo, General Motors negociaba sus salarios de acuerdo a su
aumento de productividad y la situación del mercado fundamentalmente de su
mercado interior. Pero hoy en día tiene que tener en cuenta la competencia que
tiene de empresas de países asiáticos que producen buenos coches con
empleados que ganan unos salarios mucho más bajos, países que
frecuentemente pueden tener monedas infravaloradas. General Motors, y otras
empresas, no pueden aumentar sus salarios sin tener en cuenta esta nueva
competencia y, en consecuencia, tienden a reducir el ritmo de aumento de
salarios
El menor incremento de los salarios apareció, con mayor evidencia, en los
países desarrollados después de la crisis financiera. Anteriormente no se había
notado tanto como consecuencia del enorme aumento en los niveles de crédito,
pero el menor crecimiento es anterior. Con menor incremento en los salarios se
reduce el crecimiento de la economía. Esta disminución del crecimiento de la
economía no es consecuencia de la crisis financiera sino que se ha producido
como resultado de la competencia internacional en la reducción del aumento de
salarios.
Cuando las rentas del trabajo dejan de crecer en las economías desarrolladas
afectan especialmente a los trabajadores con salarios más bajos, sobretodo en
la elaboración de productos que se pueden comerciar. Pueden disponer de
productos elaborados a bajo coste en los países en desarrollo pero aún así sus
rentas se mantienen o crecen poco.
En cambio, en países en desarrollo todas las rentas y también las rentas del
trabajo han aumentado notablemente. Este aumento ha desarrollado estos
mercados y los productos de alta tecnología han podido vender en mercados de
más de 1000 millones de personas en lugar de mercados de solo 200 millones.
Los ingresos de estas empresas y de los ingenieros que los diseñan han
aumentado bastante. Hay por tanto aumento de rentas en los países en
desarrollo pero también producen situaciones que llevan a un mayor grado de
desigualdad en las economías desarrolladas.
Las países desarrollados necesitan que los salarios crezcan. Por razones de
mejorar la igualdad y por razones de necesidad económica. Sin crecimiento de
los salarios las economías no crecerán. No habrá suficiente demanda y en
consecuencia no habrá inversión y no podrá evitarse una cierta tendencia hacia
un estancamiento. Es necesario evitar que los niveles de cambio de la monedas
impidan la adaptación necesaria en el crecimientos de salarios. Si los países
desarrollados no crecen los países en desarrollo no podrán vender en ellos su
producción y por tanto tendrán que disminuir su tasa de crecimiento e incluso
llegar a un cierto estancamiento. Crecer los salarios en los países desarrollados
va en interés de todos. Hay que ser optimista porque habrá una buena salida.
Esta es una tarea muy interesante para el futuro, para el desarrollo y, sobretodo,
para lograr que el nivel de vida de todas las personas prospere.
Mariano Alierta
Economista e Ingeniero Industrial
Fulbright Schoolar
Diputado Constituyente
Ex Senador
Zaragoza