Estado final El Ayuntamiento de Enguera con la colaboración de la Diputación de Valencia y de la Generalitat Valenciana, a través del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, han recuperado para el pueblo enguerino dos obras de arte de capital importancia para su historia: el lienzo titulado Pro patria semper del pintor José Garnelo Alda y el Libro de la Venta de Enguera. Libro de la Venta de Enguera Detalle de la contraportada Limpieza en seco del soporte protéico El libro de la venta de la Villa de Enguera data de 1575, momento en el que la corona realizó la venta de dicha población, la cual constituía la encomienda de Enguera de la Orden Militar de Santiago, a Bernabé de Borja. La venta se produce en el contexto de las necesidades económicas de la corona para hacer frente al mantenimiento del imperio y los gastos derivados de sus obligaciones. El libro es un documento histórico de capital importancia para el conocimiento de la sociedad y economía del antiguo Reino de Valencia en el siglo XVI, ya que constituye un inventario exhaustivo de todos los bienes y recursos presentes en la villa de Enguera. Su portada es un pergamino iluminado con motivos florales y vegetales de gran colorido y luminosidad, que actúan a modo de greca de la hoja. En la parte superior y central, encontramos la imagen de san Vicente Ferrer inscrita en una tarja de cueros recortados, mientras que en la inferior e inscrito en un tondo de similares características aparece san Jorge. En ambos lados, y también en tarjas de están representados san Raimundo de Penyafort, a la derecha, y posiblemente san Demetrio, a la izquierda. La letra capital D alberga una deliciosa imagen de la Virgen con el Niño, seguida en la parte inferior del texto del documento emitido por el rey Felipe II. En la contraportada, e igualmente en pergamino iluminado aparece en el centro compositivo el escudo coronado de los Despuig flanqueado por los santos Bernabé, a la izquierda, y Lorenzo, a la derecha, que descansan sobre motivos florales ornamentales. En la parte inferior, y en una cartela de cueros recortados está representada la estigmatización de san Francisco de Asis, mientras que en la parte superior se encuentra san Juan Bautista. Todo el fondo presenta una decoración muy profusa de frutos, flores, lazos y aves. El libro se encontraba en unas buenas condiciones de conservación, excepto el lomo de la encuadernación y los pigmentos de las iluminaciones que estaban descohesionados y en peligro de desprendimiento. La restauración ha consistido en revisar y consolidar los elementos de la piel de la encuadernación, en la fijación de los pigmentos mediante un proceso de nebulización y en la realización de un estuche de conservación. Reintegración de los faltantes de la iluminación Consellera de Turismo, Cultura y Deporte: Lola Johnson Sastre Presidente de la Diputación de Valencia: Alfonso Rus Terol Alcalde del Ayuntamiento de Enguera: Santiago Arévalo Llácer Diputada de Administración General de la Diputación de Valencia: Carlota Navarro Ganau Secretario Autonómico de Turismo, Cultura y Deporte: Rafael Ripoll Navarro Directora General de Patrimonio Cultural: Marta Alonso Rodríguez Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales: Carmen Pérez García Técnicos en conservación y restauración de bienes culturales.Material de Archivo: Maribel Santamaría Sánchez. Jefa de sección del Departamento de conservación y restauración de Material de Archivo y Obra Gráfica: Gemma Contreras Zamorano Técnicos en conservación y restauración de bienes culturales.Pintura de Caballete: Jesús Martínez Moreno. Jefa de sección del Departamento de conservación y restauración de Pintura de Caballete: Fanny Sarrió Martín www.ivcr.es c+r Material de Archivo / Pintura de Caballete Estado final Deposito Legal: V 2883-2012 Consolidación de la iluminación por nebulización Libro de la Venta de la Villa de Enguera José Garnelo Alda Pro patria semper Ayuntamiento de Enguera Xàtiva Detalle de limpieza Detalle de craquelados Estudio ultravioleta Pro patria semper El pintor José Santiago Garnelo Alda (Enguera (Valencia), 1866 – Montilla (Córdoba), 1944) es una figura fundamental de la pintura española en el tránsito de los siglos XIX al XX. Natural de Enguera, cuando aún era niño se trasladó con su familia a Montilla, donde realizó los primeros estudios. El bachillerato lo cursó en el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra en 1882. Al año siguiente se trasladó a Sevilla para estudiar Filosofía y Letras, pero al ver que no era realmente su vocación, abandonó estos estudios e ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes. Finalizado el periodo formativo sevillano, en 1885 marchó a Madrid para matricularse en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde recibió las enseñanzas de Casto Plasencia, Carlos Luis de Rivera y Dióscoro Puebla. En 1888 fue pensionado de la Academia Española en Roma para estudiar pintura de historia, allí coincidió con otros artistas como Joaquín Sorolla o José Villegas. En 1893 fue nombrado profesor y académico de número de la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza, en 1895 pasó a la Escuela de Bellas Artes de Cádiz, y después a la de Barcelona. En 1899 obtuvo por oposición la cátedra de dibujo del antiguo y ropajes de la Escuela de San Fernando de Madrid, y en 1912 ingresó como académico de número en la Academia madrileña. En 1915 fue nombrado subdirector del Museo del Prado y en 1936 director de la Academia Española de Roma. De su laureada trayectoria profesional merecen destacarse las dos primeras medallas en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1892 y 1901) y las dos segundas en 1887 y 1890; la Medalla de Oro de la Exposición Universal de Chicago (1893); o la mención de honor en el Salón de París de 1896. Además, fue nombrado Pintor de la Corona, condecorado Estado inicial Consolidación del estrato pictórico Cata de limpieza con los nombramientos de Oficial de la Orden de Leopoldo II de Bélgica, Comendador de Número de la Orden de Alfonso XII, Caballero de la Real Orden de Carlos III y de la Legión de Honor francesa. Su producción artística es muy extensa y variada, desde retratos como Pepita Sevilla (Museo de Bellas Artes de Valencia) o Alfonso XIII ( Museo Español de Arte Contemporáneo y Palacio de Aranjuez), hasta pinturas murales del antiguo convento de Salesas de Madrid o el salón del palacio de la infanta Isabel. Pero, sin duda, su mejor obra responde a la temática histórica como el gran lienzo en homenaje a Cristóbal Colón del Museo Naval de Madrid, posiblemente pintado para la conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América, o la obra ahora restaurada Pro patria semper, de la que se conocen tres versiones más además de esta: una conservada en el Museo Garnelo de Montilla, otra en su Ayuntamiento y otra en La Habana, posiblemente la definitiva al formar parte del envío de obra efectuado en 1904 para la Exposición Nacional de Bellas Artes. En todas ellas Garnelo muestra una composición equilibrada, escenográfica, que contrasta con la tensión dramática que representan los personajes. El cuadro es una alegoría pictórica de la patria y de los valores más nobles de los ciudadanos, a raíz del acontecimiento histórico del hundimiento del Maine y el consecuente desastre colonial, con la pérdida de las posesiones de ultramar de Cuba y Filipinas por el Tratado de París, que firmó España con Estados Unidos en 1890. En el centro compositivo, una figura femenina sentada en un trono tocada con casco o cimera, simboliza España, y rememora la imagen de Atenea lemnia, junto a un león, símbolo de la soberanía y el poder. Esta, es decir el Estado español, es el encargado de calmar los ánimos y alentar la paz, pues la cabeza de la Medusa en el pectoral de Atenea simboliza la pervivencia de la verdad de la historia como años más tarde se vio. En el cuadro hay un color dominante: el rojo, que simboliza la vida y la sangre, de ahí que la bandera española caída sobre uno de sus héroes simbolice la entrega de la vida por la patria, y como esta y sus leyes amparan a los ciudadanos. A la izquierda, un joven muchacho erguido y semidesnudo - sólo una piel anudada a la cintura - provisto de una espada, que sustenta por la hoja, al mismo tiempo que coge la bandera nacional, que sujeta al asta yace sobre la escalinata cubriendo parcialmente el cuerpo inerte de su compatriota caído. Su disposición es la de blandir la enseña nacional y vengar su muerte por la fuerza de las armas. Pero la inexpresiva diosa Atenea le coge la mano para frenar su ira e inculcarle un raciocinio reflexivo y conciliador, alejado del espíritu de venganza. En ambos extremos del lienzo, unos pebeteros humeantes simbolizan la extinción de las posesiones españolas de ultramar. Este lienzo, boceto preparatorio del gran formato que posee el Ayuntamiento de Montilla, fue donado al Ayuntamiento de Enguera por su alcalde, quien en 1961 lo había recibido de Luis Martí Alegre, Presidente del Círculo de Bellas Artes de Valencia. En él se refleja el estilo indiscutible de Garnelo: su carácter naturalista frente a las corrientes vanguardistas imperantes en un periodo de entre siglos. Estado de conservación La obra evidenciaba signos de deterioro producidos por intervenciones anteriores inadecuadas y por envejecimiento en los materiales. En el soporte textil de producción industrial se apreciaban deformaciones, una fuerte oxidación, suciedad ambiental, pequeñas pérdidas y un parche mal adherido que intenta subsanar una perforación. El bastidor presentaba carencias estructurales y pérdidas de soporte. Los movimientos del soporte han propiciado en el estrato pictórico la aparición del craquelados de forma desigual con deshaderencia en los bordes y pequeñas pérdidas que habian sido repintadas. También se observaban arañazos superficiales y rehacimientos que ocultaban parte de la inscripción original. Superficialmente se apreciaba un fuerte oscurecimiento del barniz y una fina capa de polvo. Proceso de restauración En primer lugar se realizó un examen organoléptico para determinar el estado de conservación de la obra y una documentación gráfica exhaustiva. Posteriormente se llevó a cabo una primera limpieza física. Tras una serie de pruebas previas se decidió efectuar una limpieza química en varias fases: una primera, de limpieza superficial, para a continuación, proceder con una segunda en la que se llevó a cabo una remoción del barniz y de los repintes. Tras la consolidación del estrato pictórico y del soporte se procedió al estucado de las lagunas. Dichas lagunas se reintegraron cromáticamente con colores al agua y al barniz. El barnizado final se realizó con una resina sintética de bajo peso molecular aplicado con compresor. Estado final
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