ENEAGRAMA, CAMINO DE DESARROLLO HUMANO María del Pilar Ramírez Varela 1. EL ENEAGRAMA: UN MAPA PARA AUTOCONOCERSE El Eneagrama es un sistema milenario que lleva a la autoexploración e identificación con un tipo de personalidad; a encontrar la esencia fundamental de cada uno para, con ello, iniciar un proceso de desarrollo humano integral. ¿Porqué identificarnos con un tipo de personalidad? Si cada uno de nosotros tiene una personalidad única, ¿no sería forzada la idea de encasillarnos en una categoría? El comprender nuestro tipo de personalidad nos posibilita tener un punto de partida, una tendencia, que no limita si no que posibilita la dinámica hacia una plenitud del desarrollo humano, brindándonos la posibilidad de movimiento y transformación. El eneagrama no cataloga o etiqueta a las personas. Esto es importante pues las personas tenemos mucha más versatilidad y complejidad que las características descritas en un tipo de personalidad. El eneagrama nos brinda la posibilidad de saber qué tipo de personalidad tenemos con la motivación para construir nuestra propia dinámica basada en relaciones activas con nosotros mismos y con los demás. El eneagrama, por un lado, considera que el ser humano es único e irrepetible y, por otro, considera que se pueden descubrir comportamientos reglados y constantes característicos de muchas personas, que permiten entender a éstas, correlacionadas con tipos de personalidad, pero captando sus diferencias, sus historias particulares y sus dinámicas personales. Somos seres únicos, y a la vez somos seres sociales y por ello, sin perder nuestra unicidad, tenemos tendencias y podemos parecernos a otros, pasando a formar parte de un grupo de personas o de un tipo de personalidad. Muchas teorías simplemente catalogan dentro de “tipos” a las personas sin considerar las propias experiencias, cualidades y características particulares; no es el caso del eneagrama. El eneagrama va más allá de algunas teorías de la personalidad, pues aborda también la dimensión espiritual del ser humano brindando una visión integral de la persona en los distintos tipos de personalidad. De hecho, promueve, además de la autorrealización, la capacidad real de la persona por trascender. A diferencia de algunas teorías que quitan culpas, dándonos “muletas” para salir adelante, el eneagrama nos permite darnos cuenta de nuestra verdadera personalidad y nos da herramientas para tomar decisiones de cambio y responsabilizarnos de ellas. Basado en 9 tipos de personalidad, el Eneagrama considera, por un lado, la energía básica con la que llegamos al mundo, es decir nuestra esencia fundamental (en parte temperamental, sobretodo espiritual), y por otro lado, aquello que como estrategia vamos construyendo por los mensajes que inconscientemente vamos grabando en nuestra historia personal, por las experiencias vivida, por la manera en la que nos educaron desde pequeños. En palabras de Jung, una personalidad con sombra y máscara. Finalmente, el eneagrama es un sistema que puede trabajarse a través de un sencillo método de autoconocimiento y desarrollo humano. Sin necesidad de mayores conocimientos teóricos de psicología y sin necesidad de especialistas que diagnostiquen, el eneagrama se presenta como una forma sencilla de autoconocerse para aquél que tiene la motivación de entrar en sí mismo, de querer ser mejor persona y de trascender. 2. EL ENEAGRAMA: UN CAMINO PARA DESARROLLARSE Y TRASCENDER A través del Eneagrama, podremos constatar paso a paso, que la persona va entrando en sí misma, dándose cuenta de su esencia personal, relacionándose con los otros desde esta esencia, aceptando y valorando a los otros, y creciendo, en general, a nivel psicológico, social y espiritual. A partir del autoconocimiento que propone el Eneagrama surge el inicio de un desarrollo integral en la persona que está en búsqueda. Esto no sólo se da porque de por sí el autoconocimiento es la base de toda expansión y crecimiento personal, sino que el Eneagrama, desde su propia dinámica, propone ciertas pautas para que cada tipo de personalidad, respetando la búsqueda personal y el libre albedrío se vaya desarrollando en los ámbitos personal, social y espiritual. Partimos de que el Desarrollo Humano es la dinámica de crecimiento biológico, psicológico, social y espiritual, con base en las potencialidades del ser humano y en el autoconocimiento de las mismas, que lleva a la armonía y a la trascendencia de la persona. Implica la permanente posibilidad de movimiento y transformación en la persona, en un proceso en donde ésta va asumiendo su realidad, tomando en cuenta sus potencialidades y entrando en un camino en el que no sólo es capaz de crecer físicamente, sino también puede expandirse a nivel consciente, profundizar cada vez más en su interior y extender cada vez más su ser con otros, hasta trascender. Imaginemos que el ser humano, como un árbol, tiene dos ejes, uno vertical y otro horizontal. El eje horizontal, sus ramas, flores y frutos, le hace estar en contacto con los otros, le hace expandir su persona hacia las personas que le rodean. El eje vertical, que va desde sus raíces hasta su copa, le hace estar en contacto con el mundo (la tierra, la naturaleza) y a la vez con algo que es superior a él, que tiene que ver con el sol, lo universal, con Dios. Estos dos ejes se intersectan en la corporalidad y, a la vez, en la esencia de la persona, en el centro de su energía, en su única e irrepetible personalidad. Eso es crecer a nivel biológico, psicológico, social y espiritual. Tenemos, pues, una base biológica heredada, representada por las raíces que se contactan con la tierra, con la energía de los ancestros y con la cultura. Esta base, igual que los demás seres vivos del planeta, está concretizada en un cuerpo que nos hace ser temporales y limitados en esta vida, y hace que tengamos cambios y nos desarrollemos físicamente. A partir de esta base poco a poco vamos desarrollándonos y diferenciándonos a nivel personal (nuestro tronco adquiere su forma específica y diferente al de otros árboles) crecemos en la esfera psicológica, pues vamos cambiando en nuestra personalidad, evolucionamos a nivel cognitivo y a nivel afectivo, desarrollando nuestra inteligencia, nuestras capacidades, nuestras emociones. Vamos conociendo el mundo, sintiendo cada momento de nuestra vida. Formamos una identidad única e irrepetible y en nosotros se van asentando los valores y las virtudes personales asimilados por nuestra experiencia de vida. Pero además de ello, somos seres en relación; y así como los árboles entran en contacto a través de sus ramas y sus hojas, y desde ahí florecen y dan frutos, así nuestra esencia personal empieza a existir y a irradiar hacia afuera, nos desarrollamos en lo social pues ocurren cambios en nosotros que tienen que ver con la interrelación con los demás, y es entonces que existimos. En la existencia del ser humano, en cuanto a sus relaciones con los que le rodean, está su esencia. Esto le da al ser humano la mejor posibilidad de ser, de elevarse sobre sí mismo, de trascender y proyectarse en el mundo. Existimos como personas bio-psico-sociales, y también existimos y nos desarrollamos en un nivel espiritual, desde nuestra misma esencia, nuestra savia que nos hace vivir. Establecemos contacto con la esencia profunda de nuestro ser único e irrepetible, nuestro espíritu; y, a través de este contacto, alcanzar el objetivo máximo en el ser humano: la plenitud trascendental. Entonces, si partimos de que la persona es un complejo sistema bio-psico-socio-espiritual que existe y avanza hacia niveles cada vez más complejos de conciencia y desarrollo humano en general, ¿Dónde, entonces, puede el Eneagrama ser un camino? El Eneagrama plantea sugerencias generales para iniciar esta búsqueda personal. Se trata de ciertas pautas que nos ofrece el sistema para alcanzar un estado de plenitud en nuestro desarrollo humano, pautas que se concretizan en posibilidades de armonía de las tríadas en el centro básico de cada persona, en posibilidades de movimiento que nos hace ser personas dinámicas y nos llevan a una mayor integración personal, en posibilidades de interrelación armónica con los otros (sobre todo con aquellos que están más cercanos a nosotros) y finalmente en niveles de desarrollo personal que se pueden alcanzar en esta búsqueda. Entonces, al trabajar todas estas posibilidades desde nuestra dinámica personal en un tipo de personalidad, el Eneagrama nos ofrece un campo más concreto para nuestra particular búsqueda y un mapa de opciones para nuestro desarrollo humano concreto. Esta es la invitación: conócete, acéptate, transfórmate y trasciende!
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