Orquesta Filarmónica de Buenos Aires ENRIQUE ARTURO DIEMECKE | director ALFONSO MUJICA | barítono Abono No. 5 | Temporada 2015 JEFE DE GOBIERNO Mauricio Macri VICE JEFA DE GOBIERNO María Eugenia Vidal JEFE DE GABINETE Horacio Rodríguez Larreta MINISTRO DE CULTURA Hernán Lombardi DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido TEATRO COLÓN DIRECTOR GENERAL Y ARTÍSTICO Darío Lopérfido DIRECTOR DE PRODUCCIÓN ARTÍSTICA Guillermo Scarabino DIRECTORA EJECUTIVA Mónica Freda DIRECTORA ESCENOTÉCNICA María Cremonte DIRECTOR VOCAL Y GERENTE GENERAL Carlos Lorenzetti DIRECTORA GENERAL TÉCNICA, ADMINISTRATIVA Y LEGAL Carolina Clavero DIRECTORA VOCAL Eugenia Schvartzman DIRECTOR VOCAL Hugo Gervini DIRECTORA DE ESTUDIOS MUSICALES DIRECTOR DEL CORO DE NIÑOS DIRECTOR DEL CORO ESTABLE DIRECTORA GENERAL DE RECURSOS HUMANOS DIRECTOR DEL BALLET ESTABLE DIRECTOR GENERAL DE PLANEAMIENTO Eduviges Picone Miguel Martínez Maximiliano Guerra DIRECTOR DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES César Bustamante Elisabeth Sarmiento Cristian Mealla Enrique Arturo Diemecke DIRECTORA DE RELACIONES INTERNACIONALES DIRECTOR DEL CENTRO DE EXPERIMENTACIÓN DIRECTOR TÉCNICO OPERATIVO DIRECTOR DEL PROGRAMA COLÓN CONTEMPORÁNEO DIRECTORA DE AUDITORÍA INTERNA DIRECTOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE A/C DIRECTORA DE CONTROL DE GESTIÓN Miguel Galperín Martín Bauer Claudio Alsuyet Zulema Scarabino Juan Manuel López Castro Isabel Valente Manuela Cantarelli Matías Cambiasso | Coordinador General de Escenario Hugo García | Jefe de Prensa Daniel Varacalli Costas | Publicaciones Orquesta Filarmónica de Buenos Aires Enrique Arturo Diemecke | director Programa dedicado a Gustav Mahler (1860-1911) I Canciones de un caminante (Lieder eines farenden Gesellen) 1. Wenn mein Schatz Hochzeit macht (Cuando mi amada se case) 2. Ging heut morgen übers Feld (Fui esta mañana al campo) 3. Ich hab’ ein glühend Messer (Tengo un cuchillo brillante) 4. Die zwei blauen Augen (Los dos ojos azules) ALFONSO MUJICA | barítono II Sinfonía No. 10 en Fa sostenido menor (Versión de Deryck Cooke / Enrique Arturo Diemecke) I) Andante - Adagio II) Scherzo I: Schnelle Viertel III) Purgatorio. Allegretto moderato IV) Scherzo: Allegro pesante, nicht schnell V) Finale. Langsam, schwer. Allegro moderato. Andante - Adagio Gustav Mahler: Sinfonia No. 10. Editor: M.S.C, representada por Barry Editorial S.R.L. Jueves 18 de junio a las 20 Abono 5 DISPOSICIONES GENERALES - El Teatro Colón se reserva el derecho de cambiar las fechas de las funciones, programas o elencos por razones de fuerza mayor, en cuyo caso informará oportunamente sobre la reprogramación realizada. Las entradas no tienen cambio ni devolución. - Se solicita al público apagar por favor los teléfonos celulares o cualquier equipo con alarma o radiollamada antes del comienzo de la función. - No está permitido el uso de cámaras fotográficas y filmadoras en la sala. - Una vez comenzada la función el público no podrá entrar a la sala, salvo en los momentos de pausa o intervalo y con la guía del personal del Teatro. ABONO N°5 Disfrutá del Enrique Arturo Diemecke Teatro Colón en tu casa Director de orquesta N Viví los grandes espectáculos del Teatro todos los sábados en el Canal de la Ciudad y en La Once Diez. acido en México, Diemecke proviene de una familia de músicos. Estudió violín con su padre y con Henryk Szeryng; luego piano, corno y percusión. Asistió a la Universidad Católica en Washington, D.C., donde se especializó en violín, corno y dirección. Con una beca otorgada por Madame Monteux, se perfeccionó con Charles Bruck en la Escuela Pierre Monteux de Estudios Avanzados para Directores. Este año realiza su cuarta temporada como director artístico de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la novena como director artístico de la Filarmónica de Buenos Aires, la decimocuarta como director artístico de la Sinfónica de Long Beach (California) y la vigesimosexta como director artístico de la Orquesta Sinfónica de Flint (Michigan). Es frecuentemente invitado por orquestas de todo el mundo. En los EE.UU., por la Sinfónica Nacional de Washington, Filarmónica de Los Ángeles y las sinfónicas de San Francisco, Baltimore, Houston, Minnesota, Colorado, Fort Worth, San Antonio, Chautauqua, Pacífico, Charlotte, Phoenix, Hartford y Columbus. En Europa, por las sinfónicas de la BBC de Londres y Liverpool, Royal Philharmonic, Nacional de Francia, Filarmónica Nacional de Montpellier, Nacional de Lorraine, Orquesta de Paris, de la Isla de Francia, Sinfónica de Valladolid, Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid y Orquesta de la Residencia (La Haya), entre otras. En Latinoamérica, por las sinfónicas nacionales de México, Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Chile, Perú, Argentina; las filarmónicas de México, Bogotá y de la Universidad Autónoma de México; Sinfónica Simón Bolívar (Venezuela), Estable del Teatro Colón, Sinfónica de San Pablo y Petrobrás (Brasil). En Oceanía y Asia colaboró con las sinfónicas de Auckland, Nueva Zelanda, Queensland, Singapur, Filarmónica de Malasia y las sinfónicas de Pekín y Shangai. Se presenta con asiduidad en los festivales estadounidenses Lincoln Center, Hollywood Bowl, Wolf Trap, Chautauqua; en el Autunno Musicale a Como (Italia), Europalia (Bélgica), Expo Sevilla (España) y en el Festival Internacional Radio France. En 2012-13, además de conducir las cuatro orquestas de las que es director artístico, condujo otros conciertos en Latinoamérica, Norteamérica, Europa, Asia y Australia. Comenzó la temporada dirigiendo el concierto de apertura de la Orquesta de la Residencia (La Haya, Países Bajos) y la concluyó con una gira con la Filarmónica de Bogotá, por Rusia. Debutó en Eslovaquia y Rumania, con la Sinfónica de la Radio de Bratislava y la Sinfónica de Bucarest; se presentó de nuevo en Polonia, con la Filarmónica Nacional de Varsovia; y dirigió la Sinfónica Estatal de Moscú, la Sinfónica de Queensland, y las sinfónicas italianas de Bari y Lecce. Durante los 20 años al frente de la Sinfónica Nacional de México, Diemecke llevó a la orquesta en extensas giras por México, Europa y EE.UU., donde se presentaron en las principales salas del mundo. Bajo su guía, la orquesta se convirtió en una de las principales instituciones culturales de su país y de Latinoamérica. Tiene una amplia experiencia en la ópera. Entre 198490 fue Director Musical de la Ópera de Bellas Artes de México; allí dirigió más de 20 producciones. En 2007 realizó Werther en el Teatro Colón y El juglar de NotreDame en Montpellier, con el tenor Roberto Alagna. Luego Pagliacci y Carmina Burana con la Ópera del Pacífico, Ocho meses en dos horas de Donizetti con la Filarmónica de Montpellier y una grabación en vivo de Parisina de Mascagni, en el Festival de Radio France. Compositor y arreglista, ha dirigido sus propias obras, entre las que se destacan Die-Sir-E, Chacona a Chávez, el Concierto para guitarra y Camino y visión. Su más reciente Fiesta Otoñal -concierto para marimba y orquesta- fue ejecutada en Rusia, Argentina, México, Colombia, Italia, España, EE.UU., y con proximidad en Eslovaquia, Perú y Brasil. ABONO N°5 Alfonso Mujica Barítono N ació en Uruguay. Se formó con la soprano Beatriz Pazos y en la Escuela Nacional de Arte Lírico del SODRE, en Uruguay. Becado por el Fondo Nacional de Música estudió repertorio de cámara con Guillermo Opitz en Buenos Aires. En su país, fue premiado en el Concurso Nacional “Luis Troccoli” y obtuvo categoría “A” en el 50ª Concurso de Juventudes Musicales. Debutó en el SODRE cantando el rol principal de la ópera El filósofo de campo de Gallupi y desde entonces ha personificado al Conde en Las bodas de Fígaro de Mozart, Manuel en La vida breve de Falla, Eneas en Dido y Eneas de Purcell, Ping en Turandot de Puccini, Peter en Hansel y Gretel de Humperdinck, Morales en Carmen de Bizet y Joaquín y Felipe en las zarzuelas La del manojo de rosas y La revoltosa. En el Teatro Solís cantó Fiorello en El barbero de Sevilla de Rossini y Silvio en I Pagliacci de Leoncavallo. Asimismo cantó Morales y Dancairo en Carmen de Bizet en el Festival de Manaos 2014 (Brasil). Destacado en recitales y cultor del oratorio, ha cantado el Réquiem de Fauré, la Pasión según San Juan de Bach, el Réquiem y la misa Cum Jubilo de Maurice Duruflé, además de los más importantes ciclos de lieder. En la última temporada se ha presentado como solista junto a varias orquestas latinoamericanas, en Brasil, Guatemala, El Salvador y Uruguay, abordando con elogios de crítica y público los ciclos: Canciones de los niños muertos de Mahler, Don Quichotte à Dulcinée de Ravel, las Siete canciones populares españolas de Falla, el barítono solista de Carmina Burana de Orff y las Canciones de un caminante de Mahler -que ya había cantado en Montevideo, San Pablo, Porto Alegre y El Salvador. Ha trabajado bajo la dirección de los maestros Antonio María Russo, Reinaldo Censabella, Carlos Vieu, Nicolás Rauss, Dietrich Paredes, Ignacio García Vidal, Pilar Vañó, Martín Jorge, Rani Calderón, Doron Salomon, Karl Martin, Víctor Hugo Toro, Luiz Fernando Malheiro, Stefan Lano y Joshua Dos Santos, entre otros. ABONO N°5 Comentarios Gustav mahler Canciones de un caminante Es imposible hablar de las canciones de Gustav Mahler sin hablar también de sus sinfonías. La obra de Mahler es una trama donde, como en el cerebro humano, todos los elementos se relacionan entre sí y forman parte de un todo: el mundo con el que cada uno conforma su identidad. “La sinfonía es el mundo”, declaró alguna vez el compositor, y lo mismo puede decirse de sus canciones. Pero antes de entrar en ellas, conviene conocer algunas de las piezas con las que se armó la identidad de Mahler. Acaso algunos datos basten: nació en Bohemia en 1860; tuvo trece hermanos de los cuales ocho murieron niños y dos antes de los treinta años, uno por suicidio. Un padre alcohólico y una madre judía en una Europa central donde el antisemitismo comenzaba a tomar un perfil activo, no eran el mejor punto de partida para un niño débil, pero en Mahler esta neurosis fundacional, acompañada de un lógico narcisismo, devinieron en el fermento para convertirlo en el compositor que quizás más tenga que decir sobre el hombre actual, con sus angustias y contradicciones. Director de orquesta brillante, compositor de verano, funcionario a cargo de la Ópera de Viena, esposo torturado de Alma Schindler, Mahler llegó a ser uno de los últimos grandes sinfonistas del siglo XX. Pero no hay sinfonía en Mahler sin haber canción, y no hay canción sin haber poesía, un texto capaz de condensar una idea del mundo. La fuente primigenia de la que abrevó Mahler para sus primeros acercamientos al género de la canción fue Der Knaben Wunderhorn -título que habitualmente se traduce como El cuerno maravilloso de la juventud-, ABONO N°5 una recopilación de poemas y canciones populares alemanas realizada por Aachim von Arnim y Clemens Brentano, publicada en sendos tomos en 1805 y 1809. El material, que trasunta una visión protorromántica del hombre europeo, transido de guerras, epidemias y ansias de libertad, generó en Mahler una identificación absoluta desde que el escritor Josef Steiner se lo facilitara en su primera juventud. Si bien Schumann y Brahms habían compuesto algunas canciones aisladas sobre estos textos, Mahler fue el primero en construir ciclos completos con ellos, y además integrarlos a sus sinfonías segunda, tercera y cuarta. Tanto es así que el período que corre entre 1884 y 1900 -esto es, desde los 24 a los 40 años de nuestro autor- recibe justamente la denominación de «los años Wunderhorn». Tanto los cuadernos de Canciones de juventud, como el ciclo propiamente llamado Das Knaben Wunderhorn, de 1888, resultan, sin embargo, posteriores a la serie que habitualmente se traduce como Canciones de un compañero errante (o también «camarada errante», “compañero de viaje” o simplemente «caminante»), elaborada entre 1883 y 1885, y revisada hacia 1891. Se trata de cuatro canciones, cuyos textos fueron escritos por Mahler tras la ruptura de su breve relación amorosa con la cantante Johanna Richter, a quien había dirigido durante su estada en la Opera de Kassel. Buenas fuentes indican que Mahler habría escrito diez poemas, pero sólo puesto música a los cuatro que hoy integran el ciclo. Sólo la primera de estas canciones está basada directamente en un poema del Wunderhorn, al cual Mahler le infirió modificaciones. «Cuando mi amada se case» - tal su título-, es una muestra clara de la neurosis del autor, de su visión encontrada del mundo, al que califica de «hermoso» en la estrofa central, en tono mayor, sólo como un alto en medio de su dolor irreparable por la mujer perdida, expresado finalmente en la melancólica tonalidad de Sol menor. En la segunda canción, encontramos el mismo material que informa el primer movimiento de su primera sinfonía: una melodía amplia, fácil de recordar, seductora y jubilosa. Todo el texto de «Salí a pasear esta mañana por el campo», es una muestra del panteísmo de Mahler (el mismo que refleja su tercera sinfonía): el amante se regocija al sentirse parte de la Naturaleza, pero las dos líneas finales plantean una rotunda contradicción, junto con un súbito cambio de carácter de la música: «¿Florecerá también mi felicidad? ¡No, no! ¡Bien sé que nunca florecerá!» La tercera canción «Tengo un cuchillo brillante en mi pecho» resulta la más dramática, la de acompañamiento más opulento, y su texto no da tregua a la desesperación. El material aparecerá luego utilizado en el segundo movimiento de la quinta sinfonía. Finalmente, «Los dos ojos azules» semeja una suerte de marcha fúnebre, un clima recurrente en la obra de Mahler, cuya conexión más inmediata es el tercer movimiento de la primera sinfonía, y el más lejano, el último segmento de La canción de la tierra, la culminación a gran escala de la estética mahleriana del canto. En el poema, el autor, después de la consabida queja, plantea una cesura antes de la última estrofa, donde describe poéticamente un tránsito de la vida a la muerte, simbolizado en un tilo que le ofrece su sombra a la vera del camino y bajo el cual descansará este ajetreado caminante de sueños. Las canciones de un caminante se estrenaron en 1896, con el bajo Anton Sistermans como solista y Mahler al frente de la Filarmónica de Berlín. Cabe aclarar que, como la mayoría de los ciclos siguientes Mahler para la época de composición de las Canciones de un caminante –el Knaben Wunderhorn, las Canciones de los niños muertos, las Canciones de Rückert y La canción de la tierra– fueron concebidas con acompañamiento de orquesta, pero a menudo, con excepción de la última, suelen interpretarse con la orquesta reducida a piano. Asimismo, las líneas vocales, confiadas al registro del barítono, también suelen ser abordadas por mezzosopranos y aun sopranos con los transportes correspondientes. Daniel Varacalli Costas ABONO N°5 gustav mahler Sinfonía No. 10 Al morir, en 1911, Mahler dejó inconclusa su Décima Sinfonía. Se inauguraba así una aún no dirimida polémica: de los cinco movimientos planeados, sólo el primero (Adagio) había sido finalizado, subsistiendo además tan sólo treinta compases de un presunto tercer movimiento titulado “Purgatorio”. Sin embargo, gran parte del resto había quedado en diferentes grados de boceto: fragmentos melódicos, armonías aisladas, alguna indicación de orquestación. Virtualmente no había compás sin alguna de estas huellas en el manuscrito, de cuyo total podía deducirse una línea narrativa suficientemente discernible como para intentar una versión definitiva. En los años siguientes varios intentos fueron efectuados por la viuda de Mahler, Alma Schindler, para materializar esta idea, pero los compositores propuestos, Zemlinsky, Schönberg, Webern y aún Shostakovitch –que fue requerido en realidad por el especialista mahleriano Jack Diether– declinaron esta posibilidad aduciendo diferentes razones. Mientras tanto, otros estudiosos no tan célebres completaron estos bocetos, entre ellos el musicógrafo inglés Deryck Cooke (1919-1977) que se había destacado como especialista en la música wagneriana y sus derivaciones. En un artículo publicado en la revista de la Asociación Bruckner de Estados Unidos, titulado Chord and Dischord, Cooke defiende lo que él designa como una performing version (versión ejecutable) de la Décima, aclarando puntillosamente y con elogiable modestia, su tarea. En el mismo trabajo (Vol. 2 Nº 10, ABONO N°5 Portada de la primera grabación de la décima sinfonía de Mahler completada por Deryck Cooke 1963) al aclarar que la suya no es la única versión concluida de la obra, agrega que “he oído mencionar otras realizaciones en Italia y en la Argentina” sin definir la procedencia de este último dato. En 1964 se estrenó en Londres la versión concluida por Cooke de la Décima de Mahler que pronto pasó al disco gracias a Eugene Ormandy y la Orquesta de Filadelfia, abriendo así paso a la polémica antes mencionada, la que puso de un lado a varios estudiosos (La Grange, Mitchell) y algunos pocos directores (Rattle, Inbal) como defensores de la obra concluida, y a una importante cantidad de célebres intérpretes del compositor en contra (Haitink, Walter, Bernstein, Kubelik, Solti, Abbado) y al director de la Sociedad Mahler de Viena, Erwin Ratz. Al margen de la controversia –que no es la oportunidad de analizar- el único movimiento concluido por Mahler –el Adagio inicial–, fue dado a conocer en Buenos Aires en 1953 por Fritz Zaun al frente de la Orquesta de Amigos de la Música, mientras una solitaria ejecución de la versión Cooke tuvo lugar en 1982 gracias a Pedro Ignacio Calderón y la Orquesta Sinfónica Nacional. La gestación de la Décima, ocurrida en los dos años finales de la vida de Mahler fue especialmente penosa. El compositor se sabía mortalmente enfermo de una cardiopatía que veinticinco años más tarde la penicilina le habría curado. Su vida privada se hallaba estrechamente ligada a este ánimo: su célebre esposa, la cautivante Alma Schindler, veinte años menor que él, vivía un romance con el joven Walter Gropius con quien se casaría a la muerte de Mahler. Sexualmente inhibido como consecuencia de este hecho (o viceversa) Mahler había tenido una única pero extensa entrevista con Sigmund Freud, la que, según el biógrafo de éste, Ernest Jones, había curado su impotencia. Toda una novela típica de la Belle époque en la que han hurgado y casi depredado, escritores, periodistas, cineastas y por supuesto el grueso del público, ávido de conocer las intimidades del genio. La sinfonía refleja esta situación con climas de alto voltaje romántico, pero están también las inscripciones de Mahler en el manuscrito, que describen su angustia, su idealizada concepción del mundo femenino, concentrada en una devoción y un sometimiento hacia la bella, pero fría y egocéntrica Alma. El Adagio consta básicamente de dos temas: un enunciado melódico presentado al comienzo por las violas, cuyo cromatismo le otorga un carácter titubeante y una especie de danza, punteada claramente en su métrica –una evocación final de este mundo, una de las constantes del estilo mahleriano–. Estos opuestos elementos, entablan una compleja relación dialéctica entre sí, oponiéndose a veces, integrándose otras, inclusive permutándose rasgos, de una manera que Theodor W. Adorno designa como “variantes” en contraposición con la más familiar noción de “variación”. Este dualismo se mantiene hasta el momento de la culminación o, para tomar el término favorito de los analistas mahlerianos, la “catástrofe”: un poderoso cuasi-cluster en fortissimo de máxima gesticulación. Pero todavía en la siguiente coda del movimiento, Mahler se mantiene fiel a su rasgo básico, la yuxtaposición humoral más opuesta: el Epílogo recordará la perplejidad del tema inicial de las violas para construir una inmensa trecena de dominante, un acorde que se irisa progresivamente hacia su plena floración y que queda flotando como suspensión nirvanesca hasta caer en un sencillo pizzicato de Fa sostenido mayor. Julio Palacio Agradecemos a Marta Lugo, viuda de Julio Palacio, la cesión de este material para su publicación. ABONO N°5 Comentarios del director Además de la gran técnica del contrapunto y de su estructura romántica, la música de Mahler tiene para mí un par de componentes que la hacen muy especial: en primer lugar, la forma operística de sus sinfonías (beethoveniana-wagneriana) y, por otro lado, la forma virtuosa con que utiliza la orquesta. En cada sinfonía logra Mahler, como Beethoven en sus sinfonías, introducir innovaciones en todos los aspectos de la composición. Las estructuras varían y las orquestaciones crecen al introducir instrumentos como mandolina, guitarra, cencerros, cajas, voces, coros. Con un trazo muy operístico, a la manera de Wagner, logra Mahler que su música tenga el poder de hacernos ver una ópera con los ojos cerrados. No necesita de escenografía para llevarnos a parajes distintos y contrastantes. Muchos de éstos son un viaje al centro de la tierra y otros al de el propio ser humano; un «viaje fantástico», pero de los sentimientos. Un psicoanálisis para destrabar los momentos más complejos del sentimiento y del pensamiento para lograr la catarsis total. Cada sinfonía presenta un episodio de la vida de un ser (en esta caso, él mismo se puso de voluntario) que atraviesa todas las etapas: nacer, respirar, abrir los ojos, amar, sufrir, crear, triunfar, luchar, fracasar, perder a seres queridos, enfrentar enfermedades, conquistar y ser derrotado para luego esperar a que su trabajo y la dedicación a su arte (la música) sea inmortalizada. Es así que sus últimas palabras fueron: ¡mi tiempo llegará! ABONO N°5 El compositor, enfermo, en viaje a Nueva york Y así ha sido, ya que hoy día es uno de los grandes compositores de todos los tiempos. No hay director de orquesta que no quiera dirigir su música. Desafía a todos a hacer de la orquesta un instrumento virtuoso, pero también a transmitir los sentimientos que su música contiene. La versión La Décima de Mahler tiene un primer movimiento terminado y el resto de los cuatro inconclusos. Queda así como un testamento para leerse tiempo después. Cuando se interpreta sólo el primer movimiento, como se acostumbra hacer, queda uno con la sensación de algo profundamente triste, como si estuviera frente a un personaje se despide con un gran sufrimiento. De los cuatro movimientos siguientes, tres nos van describiendo episodios de lucha en el trabajo, en la vida, en lo personal. Pero el quinto y último es un mensaje del más allá, donde la tristeza se va convirtiendo en serenidad y donde una pequeña luz se agranda hasta convertirse en un astro luminoso lleno de energía eterna, el «ewig» (eterno / siempre) de Mahler. Mi versión de la Décima de Mahler modifica algunos aspectos de los dos Scherzos. Estos dos movimientos no fueron terminados por Mahler y dejó bosquejos con diversas pautas. Por lo tanto me concentré en darles, sobre todo al primer Scherzo, una forma que facilite la lectura de los músicos de la orquesta. Que la métrica de los compases sea un poco más clara y que siga un patrón de melodía y ritmo. Por ejemplo, en lugar de escribir dos compases de seis negras (6/4) y dos de tres, es preferible seis compases de tres negras (3/4). O unos más complejos: 5/4 y otro de a 3/4 pasan a ser dos de 4/4. Mi otro trabajo es sobre la forma: los Scherzos tienen Deryck Cooke una forma ternaria en sus temas, o sea ABC y luego A y coda. En la versión de Cooke es ABC, abc (o sea ABC con cambios) y coda. Yo sigo la forma simple de ABC a y coda. En el segundo Scherzo elimino un puente que detiene el desarrollo del movimiento, y mantengo la forma ABC y coda. En estos movimientos, como en el final, introduje algunos retoques en la percusión al solo efecto de enfatizar el drama en el que Mahler nos presenta sus temas. Enrique Arturo Diemecke ABONO N°5 Canciones de un caminante (Lieder eines farenden Gesellen) Cuando mi amada se case Fui esta mañana al campo Cuando mi amada tenga su feliz día de bodas… … su alegre día de bodas… ¡Yo tendré mi día de duelo! Iré a mi pequeño cuarto, mi cuarto pequeño y oscuro… … y lloraré, lloraré por mi amada, por la más amada! Caminaba a través del campo esta mañana; el rocío cubría aún la hierba. El pinzón alegre me habla: “¡Hey!” ¿No crees? ¡Flor azul! ¡Flor azul! ¡No te marchites! Dulce pajarito, dulce pajarito… … cantas sobre el prado verde! ¡Ay! ¿Cómo puede el mundo ser tan bello? ¡No cantes! ¡No florezcas! La primavera ha terminado. Todo el canto debe ya terminarse. En la noche, cuando voy a dormir, pienso en mi pena… ¡En mi pena! ¡Lindo día! ¿No crees? ¿No está convirtiéndose en un mundo maravilloso? ¡Pío! ¡Pío! ¡Hermoso y claro! ¡Cómo me deleita este mundo! También las campanillas en el campo con espíritu alegre... … me han cantado el saludo matutino con su dulce campanilleo. ¿No se está transformando enun mundo maravilloso? ¡Ding, ding! ¡Hermosura! ¡Cómo me deleita este mundo! Tengo un cuchillo brillante Y entonces, bajo los rayos del sol… … el mundo repentinamente comienza a resplandecer. ¡Todo se llena de sonido y color! ¡Bajo la luz del sol! ¡Flores y pájaros, grandes y pequeños! ¡Buenos días, buenos días! ¿No es un mundo maravilloso? ¿no crees? ¿Un mundo maravilloso? ¿También mi felicidad empezará ahora? Tengo un cuchillo al rojo vivo, clavado en mi corazón. ¡Pobre de mí! Corta en lo más profundo cada alegría y placer. Tan profundo! ¡Tan profundo! ¡Ay, qué huésped tan malvado! Nunca descansa. Nunca disminuye. Ni de día ni de noche cuando quisiera dormir. ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí! ¡No, no, la felicidad que yo deseo nunca podrá florecer! Cuando levanto la mirada al cielo veo dos ojos azules. ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí! Cuando camino por el campo dorado… … veo su cabello rubio, a lo lejos, ondear en el viento. ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí! Los dos ojos azules Cuando despierto de un sueño y oigo el tintineo de su risa de plata… ¡Pobre de mí! ¡Pobre de mí! ¡Quisiera yacer en mi negro ataúd! ¡Y que mis ojos nunca más se vuelvan a abrir! ¡Los dos ojos azules de mi amor me han llevado a otro mundo más amplio! ¡Tuve que dejar este entrañable lugar! ¡Oh, ojos azules! ¿Por qué tuvisteis que mirarme? Ahora sufriré eternamente de pena y dolor. Salí a caminar en la noche tranquila, en lo profundo del monte oscuro. Nadie vino a despedirme. ¡Adiós! ¡El amor y la tristeza son mi única compañía! Ah, junto al camino, hay un tilo… ¡Ahí por primera vez encontré el descanso en el sueño! Bajo el tilo que nevaba sus flores sobre mí. ¡No supe cómo la vida continuaba, y todo estaba bien otra vez! ¡Todo! ¡Todo! ¡El amor y la tristeza y el mundo y el sueño! Traducción y adaptación para sobretitulado: Mónica Zaionz ABONO N°5 ABONO N°5 “La entrada de los artistas” Orquesta Filarmónica de Buenos Aires Mtro. Enrique Arturo Diemecke | director Concertino Pablo Saraví (Interino) Concertino adjunto Demir Lulja* Primeros violines Alfija Gubaidulina Francisco Masciandaro Lucía Herrera Hermes Peressini Elías Gurevich Olga Szurpik Alejandro Wajnerman Hugo Eliggi Grace Medina Eduardo Ludueña Patricia Fornillo Cecilia Barraquero Alicia Chianalino Matías Grande Julio Domínguez Sebastián Masci Manuel Quiroga Ahram Kim* David Coudenhove* Gerónimo Contreras* Segundos violines Hernán Briático (solista guía) Esteban Prentki (solista adjunto) Nelly Guevara (solista adjunta) Jorge Caldelari Alicia Gullace Gerardo Pachilla Silvio Murano Ekaterina Lartchenko ABONO N°5 musical Humberto Ridolfi Enrique Mogni Rosa Ridolfi Cristina Monasterolo Nicolás Tabbush Juan José Raczkowski Eugenia Gullace Andrés Magula* Silvana Ledesma* Violas Marcela Magin (solista) Kristine Bara (solista adjunta) Silvina Álvarez (solista adjunta) Juan Manuel Castellanos Esteban Bondar Irene Sopczak Daniel Tetelbaum Claudio Medina Darío Legname Ana Tauriello Emilio Astolfi Bárbara Hiertz Verónica D´Amore Sophie Lüssi* Pablo Clavijo* Violonchelos Carlos Nozzi (solista) Marcelo Bru (solista adjunto) Diego Fainguersch Matías Villafañe de Marinis Mauricio Veber Guillermo Mariconda Adriana Bellino Viktor Aepli Gloria Pankaeva Melina Kyrkiris Lucas Caballero* Emanuel Aguirrez* Agustín Bru* Contrabajos: Javier Dragún (solista) Fernando Fieiras (solista adjunto) Osvaldo Gurknis Luis Tauriello Daniel Falasca Raúl Barrientos Germán Rudmisky Julián Medina* Karen Sano* Jeremías Prokopchuk* Marisa Hurtado* Flautas Claudio Barile (solista) Gabriel De Simone (solista adjunto) Luis Rocco Ana Rosa Rodríguez Gabriel Romero Flautín: Luis Rocco Ana Rosa Rodríguez Gabriel Romero Oboes Néstor Garrote (solista) Iris Camps (solista adjunta) Natalia Silipo (solista adjunta) Maximiano Storani Michelle Wong Hernán Gastiaburo Alejandro Lago* Corno inglés: Maximiano Storani Michelle Wong Clarinetes Mariano Rey (solista) Matías Tchicourel (solista adjunto) Eloy Fernández Rojas Eduardo Ihidoype Alfonso Calvo* Sebastián Tozzola* Mailén Sémpolis*** Clarinete bajo: Eloy Fernández Rojas Sebastián Tozzola* Clarinete requinto: Eduardo Ihidoype Eloy Fernández Rojas Alfonso Calvo* Fagotes Gabriel La Rocca (solista) Gertrud Stauber (solista adjunta) Carlos Storani Andrea Merenzon Daniel La Rocca William Thomas Genz Diego Armengol* Contrafagot: Andrea Merenzon Daniel La Rocca Cornos Fernando Chiappero (solista) Martcho Mavrov (solista adjunto) Luis Ariel Martino Christian Morabito Gustavo Peña Margarete Mengel Federico Schneebeli Trompetas Fernando Ciancio (solista) Daniel Marcel Crespo (solista adjunto) José Piazza Guillermo Tejada Arce Werner Mengel Javier Mas* Trombones tenores Arpas María Cecilia Rodríguez (solista) Hilda Perín (solista adjunta) Haydée Seibert (Concertino) ** Director Musical Asistente (interino) Fabrizio Danei Víctor Gervini (solista) Gaspar Licciardone (solista adjunto) Pablo Fenoglio* (solista adjunto) Armando Campos Maximiliano De la Fuente Enrique Schneebeli* Secretaria Operativa Trombón bajo Luz Rocco Jorge Ramírez Cáceres Tuba Héctor Ramírez Richard Alonso Díaz* Timbales Arturo Vergara (solista) Juan Ignacio Ferreirós (solista adjunto) Juan Ringer Percusión: Christian Frette (primer tambor) Ángel Frette (placas) Federico Del Castillo (platillos y accesorios) Joaquín Pérez Martín Diez* Diana Canela Coordinadora Alejandra Gandini Ayudante de Coordinación Músico copista corrector Jorge Azzinari Archivo Musical Horacio Lagrassa (Jefatura) Antonio Battipaglia (2º Jefatura) Técnico afinador Ricardo Quintieri *Contratados ** En comisión en el ISA. *** Alumna del ISA. ABONO N°5 Staff Escenotécnico antonio Gallelli | coordinador general Jefe TÉcnico Escenario Alberto Azzinari Infraestructura escénica Arq. Adriana Giugno CoordinaciÓn de Vestuario Blanca Ocampo Luminotecnia Rubén Conde ProduccIÓn EscenotÉcnica Verónica Cámara Maquinaria escénica Alberto Azzinari ProduccIÓn Ejecutiva Norberto Conde Peluquería y Caracterización María Eugenia Palafox Asistencia de ProduccIÓn Omar Duca Pintura y Artesanía Teatral Claudia Vega Audio Federico Guastella Prevención riesgos escénicos Alberto Luna DocumentaciÓn Arnaldo Colombaroli Redes y comunicación escénica Cristian Escobar Electricidad escÉnica Ricardo Azzaritti Sastrería teatral Stella Maris López Efectos Escénicos Ricardo Giménez Tapicería Alfredo Arias Escenografía Enrique Dartiguepeyrou Utilería Carlos Suárez Escultura Claudia Valerga Video Karina Barresi Herrería teatral José Di Pietrantonio Zapatería Blanca Villalba ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU TEMPORADA 2015 SPONSORS BENEFACTORES Consejo de Administración ACOMPAÑAN AL TEATRO COLÓN EN SU ABONO ESTELAR PRESIDENTE HONORARIA Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni comité ejecutivo Presidente María Taquini de Blaquier Vicepresidente Primero Guillermo Ambrogi Tesorero Gerardo R. Lo Prete Vicepresidente Segunda Nelly Arrieta de Blaquier Prosecretaria Lily De Benedetti Secretario Jorge Daniel di Lello Protesorero Gonzalo Bruno Quijano VOCALES Víctor Cañardo Salvador Carbo Rodolfo A. Ceretti Alejandro Cordero Antonio Estrany Y Gendre Alicia Farias Teresa Grüneisen de Maronese, Eric Guillermo Le Comte María Inés Llach de Lo Prete Alejandro Massot Sergio Meller Marcelo E. Podesta Liliana Santarelli de Roux Mecenas de Platino Adherentes Patrocinadores Pan American Energy Llc (sucursal Argentina) Nelly Arrieta de Blaquier Alejandro Cordero Anónimo Sergio E. Meller Liliana y Julián Roux Alejandro y María José Massot En memoria de Susana Crespo Diario La Nueva Provincia Susana Romero Alberto y María Victoria Anchorena Felisa Rocha de Quesada ALUAR Aluminio Argentino SAIC Felipe Acevedo María Isabel y Jorge Winograd Ricardo de Aguirre Hita Anónimos Mario Ricci Rodolfo A. Roballos León Chaita Héctor Luis Freyre Roberto Malkassian Sergio Pedro Brodsky Hebe Chiesa Arturo García Rosa y Janina Kook Leda Bohcali de Karagozian María Angélica Cáceres Sclauzero Alejandro L. de Elizalde y Cristina Fernandes Jahrmann Ana María A. de Piscitelli Silvina y Santiago Del Sel Silvina y Gustavo Glasserman Héctor Mario Fiori y Sra. Carlos Fontán Balestra y Sra. Rodolfo F. Hess y Diana Mihura de Hess Gerardo R. Lo Prete y Sra. Irma M. Muslera Sylvia Olguín C. M. Pasquetti José Luis Puricelli & Asoc. Abogados Roberto Pons y Roxana Rodríguez Zubrin de Pons Teresa Tronconi Anónimos Mecenas de Plata Lily De Benedetti Teresa Aguirre Lanari de Bulgheroni Banco Galicia Anónimo Adherentes Benefactores Itaú Teresa Grüneisen de Maronese María Isabel Sirito Marcelo E. Podestá Adherentes Protectores Marta Chopitea de Carbó Paolo Rocca Salvador Carbó Martín Gaing Susana Mitjans de Closa Rafael Galanternik Juan José Luis Piana Salvador Carbó Jean Dominique Zigliara Carlos E. Zeni y Lila B. Rodriguez Diez de Zeni Noemí Lamuraglia Anónimo Adherentes Contribuyentes Irma C. de Aberastury e Inés Aberastury María Martha Rivero Haedo de Blaquier María de Tezanos Pinto de Eijo Germán y Mónica de Elizalde Maita Barrenechea Luisa Atucha Graciela Ball Ana María Baudrix Ana María Berti Susana Braun de Santillán Víctor Cañardo Carmen y Ramón Jueguen Jacqueline Larivière Liliana Lewis de Martínez Castro Irma Piano de Alonso Agradecimientos Cassagne & Asociados Ford Argentina S.A. Funes de Rioja & Asociados SPONSORS DE LA TEMPORADA DE ÓPERA SPONSOR DEL INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE SPONSORS DE LA TEMPORADA DE BALLET SPONSOR DEL FESTIVAL DE MÚSICA Y REFLEXIÓN EL TEATRO AGRADECE A POR SU APOYO A LA TEMPORADA DE ÓPERA
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