Rev i s t a S o c i o Cu l t u ra l Va l e n c i a Octubre 2015 - Nº 1 E J E M P L A R G R AT U I TO Gervasio Sánchez: “Sin buen periodismo la sociedad está condenada a la manipulación” 1 EDITORIAL E l sueño hecho realidad, nuestra quimera plasmada en estas hojas de papel. Tras cuatro años por las transitadas carreteras de la red, nos embarcamos en la senda de la palabra impresa. Vértigo en la planta de los pies, miedos a modo de sombrero, lágrimas suspendidas en los párpados, y entre un torbellino de sensaciones y sentimientos, una alegría desbordante que nos embriaga estos días. No somos Quijotes ni superhéroes de capa roja, quizás, trovadores que trazan caminos, que no tienen miedo al mañana, aunque el alba sea incierto en cada despertar, con una sonrisa como único escudo contra la adversidad, y una coraza forjada con un delirante empeño para llevar el verso, la palabra, hasta los rincones más recónditos. Este número uno nace tras una larga carrera de fondo, una lucha constante, y quizá por ello, la importancia de este humilde alumbramiento en medio de un escenario lúgubre, donde el periodismo vive la peor de sus horas y la crisis ha mermado cualquier posibilidad de inversión en la cultura. Para nosotras este número uno significa que no hay vuelta atrás, que a partir de ahora, lucharemos más que nunca por esta curiosa y atenta mirada de Hipatia. Cada tres meses nos tendrán en sus librerías, cafeterías, teatros, bibliotecas, hoteles, cines, restaurantes, allá donde nos dejen. Y siempre bajo la misma premisa, ofrecerles la mayor calidad en cada trabajo, porque nosotras desde aquí jamás dejaremos de aprender e intentar superarnos en el día a día. Nuestro compromiso es férreo, creemos en el periodismo como motor que genera ciudadanos más críticos, más sabios, más independientes, capaces de esquivar la manipulación y la banalidad. Y, además, nos gusta contar, descubrir, indagar, preguntar y escuchar. Al igual que dijese el gran maestro Gervasio Sánchez, desde aquí también moriremos siendo periodistas, con las botas puestas. Por último, déjenme que en este número uno, que tanto significa para mí, dé mi más sincero agradecimiento a nuestros colaboradores, a los que aquí aparecen y, a todos los que nos han acompañado desde el principio, y evidentemente a todas aquellas personas que me acompañan en mi día a día, con una especial mención a mis padres, que me han ayudado a trazar mi norte y mi sur, a mi hermana, a mi amante y compañero, a mi familia, desde los más pequeños a los más grandes, sin olvidar a los que no están, como mi abuelo que sé que hubiese leído y releído estas páginas que ustedes sostienen hasta recitarlas en voz alta. También a todos ustedes que desde su anonimato nos han acompañado año tras año y se han convertido en nuestra razón de ser. Sin más, gracias. Y desde aquí les invito a abrir esta puerta para trazar un camino que no conozca fin y se pierda en el horizonte. Arantxa Carceller Directora de la revista Los ojos de Hipatia OPINIÓN 4 Los sabios y la sociedad. Víctor J. Maicas. PERIODISMO 6 Carceller, la historia que pudo ser. Pepe Reig Cruañes. HISTORIA 8 La creación de un rey absoluto: Luis XIV. Eduardo Montagut Contreras. LITERATURA 10 La muerte en la literatura. Rafael Narbona. ARTE 12 Un símbolo vivo del Modernismo, el Mercado Central de Valencia. Isabel Genovés Estrada. LITERATURA 14 El horror, el horror H.P. Lovecraft y el miedo preternatural. Justo Serna. MEDIOAMBIENTE 16 Millán Millán: “El problema de los sistemas naturales es que el colapso tiende a ser catastrófico”. Ginés Vera. CINE 18 Muerte en Venecia de Luchino Visconti: renuncias y estéticas. Eduardo Beltrán Jordá. FOTOPERIODISMO 20 Gervasio Sánchez: “Sin buen periodismo la sociedad está condenada a la manipulación”. Arantxa Carceller. Revista cultural Los ojos de Hipatia @ojoshipatia Directora: Arantxa Carceller / Subdirectora: Isabel Genovés Estrada Diseño y Maquetación: Domi Martínez Ilustraciones: Martín Sánchez Arnau / Fotografía: Arantxa Carceller Colaboradores: Justo Serna, Pepe Reig Cruañes, Víctor J. Maicas Safont, Eduardo Montagut Contreras, Ginés Vera, Rafael Narbona y Eduardo Beltrán Jordá. Impresión: Kolor Litografos - Encuadernación: Royo Depósito Legal: V-875-2015 / ISSN: 2444-3492 Información y Publicidad: [email protected] www.losojosdehipatia.com.es 3 OPINIÓN Los sabios Víctor J. Maicas Periodista y escritor. y la sociedad “La ventaja que sacarás de la filosofía será hacer sin que te lo manden, lo que otros harán por temor a las leyes”. Aristóteles. E n abril se cumplió el cuarto aniversario del nacimiento de esta revista, uno de esos medios de comunicación que apuestan por el ra- zonamiento y la cultura para así ahondar en el pensamiento y en el conocimiento. Y eso me hizo reflexionar sobre la sociedad de hoy en día, pues en una época como la que estamos viviendo en donde el neoliberalismo económico está primando de una forma desmesurada los beneficios materiales frente a los espirituales, o lo que podría ser lo mismo, el poder del dinero y el egoísmo exacerbado frente a los sentimientos y la solidaridad, no está de más recordar y dar las gracias a todos esos seres que con su clarividencia han sabido transmitirnos a través de los siglos una mirada diferente a esa otra que todo lo centra en la riqueza material. Es bien sabido que durante los últimos tiempos los que dominan el entramado macroeconómico mundial, es decir, quienes en realidad tienen el poder, están menospreciando esas ramas de las ciencias sociales que como la filosofía, la historia o la ética nos hacen pensar y mirar más allá del simple beneficio económico o monetario. Y si precisamente uno se pone a pensar en todo esto, es inimaginable creer que sin los sabios se hubiese podido avanzar para crear una sociedad en la que se respeten los derechos humanos o, al menos, que esos derechos formen parte de ese imaginario de bien común que muchos tenemos en mente y que se plasma claramente en la Declaración Universal de Los Derechos Humanos de 4 Los ojos de Hipatia Naciones Unidas. Unos derechos que, desafortunadamente, a día de hoy sólo se cumplen en su integridad de una manera teórica, pues des- Rousseau. Gracias Rosa Luxemburgo. Gracias José Luís Sampedro. Gracias María Zambrano. Gracias Eduardo Galeano. Mil gracias a todos graciadamente es evidente la vulneración que de dichos Derechos Humanos cometen incluso países que dicen acatar esas loables intenciones (no hay más que ver las constantes denuncias que tanto Amnistía Internacional como otras vosotros y a tantos otros que a lo largo de la historia han basado su pensamiento en el bien común. Y, por supuesto, muchas gracias a ti, Hipatia de Alejandría. “Por eso es decisivo educar a las nuevas generaciones y reeducarnos nosotros hacia el futuro; bien entendido que se educa no solo en las aulas, sino en todas partes y en todo momento. Insistir en reeducarnos a nosotros mis- Gracias a todos esos hombres y mujeres que mos. Preguntarnos a diario qué cosas necesitamos realmente, por qué nos Así pues, son tantas las cosas que debemos agradecer a esos sabios que han dedicado una con su clarividencia y pensamiento razonado nos han hecho avanzar para intentar crear un mundo más justo y más humano, sobre todo teniendo en cuenta ese brutal neoliberalismo gran parte de su vida a enriquecernos como se- económico que nos están imponiendo y que nuestra propia escala de valores.” res humanos, que estas letras no son suficientes para mostrarles todo nuestro agradecimiento. Pero aun así, gracias por toda esa sabiduría que nos habéis transmitido. Gracias Jean-Jacques por desgracia a día de hoy nos está haciendo retroceder en ese utópico sueño de conseguir una sociedad basada en el bien común. Sí, mil gracias Aristóteles, Platón, Sócrates… organizaciones de este tipo hacen cada año en este sentido). movemos. Debemos luchar contra los valores que nos imponen y hacernos José Luis Sampedro PERIODISMO Carceller, la historia que pudo ser Pepe Reig Cruañes Profesor en la Universidad Castilla La Mancha. a caballo del XIX y XX y hasta el final abrupto de la libertad en 1939, fue el principal alimento intelectual e informativo de las clases populares de este país. En eso Carceller fue imbatible, como lo fue el periódico La Traca, que él dirigía desde sus veinte años y que en la España semi analfabeta de los años treinta llegó a vender medio millón de ejemplares. Una desmesura, se mire como se mire. Imágenes cedidas por Editorial El Nadir. E ste barroco País Valenciano nuestro, tan inclinado al exceso, ha dado como mínimo un par de personajes tocados por la desmesura. Que, además fueran tocayos, amigos y compañeros de pluma y política durante un buen trecho, apenas añade una nota curiosa. Uno de ellos es el escritor Vicente Blasco Ibáñez y el otro, el editor Vicente Miguel Carceller. Periodistas, agitadores culturales y activistas políticos republicanos y furibundos anticlericales. De ambos se puede decir cualquier cosa, menos que llevaran una vida comedida o discreta. El profesor Antonio Laguna acaba de entregar el que quizá sea el más completo estudio1 sobre el segundo de estos hombres, Vicente Miguel Carceller (1890-1940). El libro recoge una pequeña parte de la ingente investigación de Laguna sobre el tipo de producción editorial en la que Carceller fue de lejos el número uno: la prensa satírica, irreverente y subversiva que 6 Los ojos de Hipatia El proletariado de la sociedad de masas dispuso, al igual que la burguesía, de sus propios medios de comunicación, que hablaban su lenguaje y defendían sus intereses. Sólo que los del proletariado, mucho menos instruido que la clase dominante, recurrían a la imagen y a la sátira. El periodismo satírico fue siempre el vehículo principal de comunicación para las clases populares de la era de la sociedad de masas. Los diarios de fines del XIX y primer cuarto del XX habían entrado poco a poco en el “negocio” de la información y hasta algunos de ellos, en el negocio sensacionalista de “crear” la noticia, como hiciera el gran Hearst con la guerra de Cuba. Los periódicos satíricos populares “creaban” abundantemente sensación, provocando “hechos” que luego se noticiaban y a su vez generaban más hechos en un proceso retroalimentado, que la prensa amarillista conoce bien. La novedad era que esa técnica populista se ponía al servicio de la subversión y la crítica feroz del sistema. La clave del éxito de este salto de la cultura popular tradicional a la de masas que fue La Traca, es la inteligente combinación de humor y lenguaje popular. Una combinación que, hunde sus raíces, seguramente, en la larga tradición de la “literatura de cordel”, los “coloquios” valencianos y las aucas de ciego. La tradición de comunicación popular basada en la sátira y el humor menos complaciente, que pudo expandirse tras la Guerra de Independencia a pesar de la intermitente persecución oficial, y que pasa por medio de la prensa satírica de finales del XIX, de la plaza a la imprenta y a las masas. Un humor sin concesiones que, debido a su “éxito social”, ha servido para fijar el estereotipo del llamado “humor valenciano”, según nos cuenta Martínez Gallego, otro experto en la materia. El referente actual de esa clase de humor desacralizador quizá sea el propio Xavi Castillo y sus astracanadas y “brofegaes” sin cuento. Sólo que ahora recurriendo al “directo”, al YouTube y la viralidad digital. Humor lleno de sexo y de imágenes malsonantes, la ilustración por encima del texto, la caricatura y el grafismo como códigos directamente comprensibles. Y luego el lenguaje descarnado: en sus inicios y hasta el año 1931 en que se expandió a todo el estado español, La Traca se había escrito en Valencià o, mejor, en “valensiá”. Un catalán coloquial y repleto de frases hechas y errores voluntarios. No sólo en escritura fonética, que transcribe directamente la lengua hablada sin ajustarse a normativas, sino incorporando sin complejos ni purismos todo el descosido que la castellanización le había hecho a la lengua de los valencianos desde la Nueva Planta. Esta es, precisamente, otra de las claves del éxito. Y no sólo porque esa forma de escribir acentúe la comicidad, sino principalmente, porque suprime de un plumazo las barreras con los lectores menos ilustrados de las clases populares, destinatarias únicas de la publicación. Lo que emerge del relato no es sólo un editor avispado, sino un promotor cultural y agitador de conciencias que estuvo en condiciones de “invertir” el capital de cultura popular valenciana más indómita –en la estela de Bernat i Baldoví, Escalante, Constantí Llombart o Blasco Ibáñez- en la construcción de un valencianismo de izquierdas, que podía hablar de tú a tú con la Renaixença burguesa de los juegos florales y la poética fósil. Que hubiera podido dotar al valencianismo político de un tronco popular engarzado en la cultura de masas y, por tanto, con una mayor potencia expansiva. Una desmesura, ya digo. se condenaba y se fusilaba, era esa cultura popular inasimilable e insurrecta. Lo que se enterró en el cementerio de Paterna era la posibilidad misma de un valencianismo popular y de izquierdas que hubiera podido ocupar el sitio del claudicante “per a ofrenar noves glories a Espanya”. No sólo muerto, sino silenciado y sus publicaciones requisadas y destruidas sistemáticamente. De no haberse cortado en seco ese tronco, quién sabe qué diferente curso habría podido tener el valencianismo político durante la transición democrática y durante aquella malhadada “batalla de Valencia” en la que el conservadurismo se apropió de la simbología y la potencia del valencianismo popular, y de su expresión organizada en el mundo fallero, transmutándolo en “blaverismo”. Los procesos históricos no son reversibles, pero tampoco son deterministas: las cosas habrían podido ser de otro modo. 1 Antonio Laguna Platero (2015). Carceller, el éxito trágico del editor de LA TRACA. El Nadir eds. Podría quizá conjeturarse, dado el extraordinario y persistente éxito de público, si esa estrategia de dicción no habría podido inspirar una posterior normativización menos culterana y, por ende, más popular de la Llengua, que aquella que consagraron las Normas de Castellón (1932) con deliberado olvido de la llamada “Renaixença d’Espardenya”. Si no habría podido mantenerse vivo un canal de comunicación con la tradición popular, que quizá le habría dado mayor fuste a las señas de identidad valencianas. Nunca lo sabremos, porque el experimento fue abortado prematuramente. La reacción escandalizada del stablishment y las sanciones y secuestros que multiplicaban su fama … y sus ventas millonarias, se convirtieron, con el triunfo de la barbarie fascista de aquel general que Carceller llamaba “Paca la Culona”, en instinto vengativo y homicida. Fusilado en 1940 en el cementerio de Paterna. Otra de sus desmesuras, sin duda. El juicio y muerte de Carceller tiene, dada su trayectoria de agitación cultural y compromiso político, toda la pinta de una venganza. Lo que se juzgaba en él, lo que www.losojosdehipatia.com.es 7 HISTORIA La creación de un rey Eduardo Montagut Contreras Doctor en Historia Moderna y Contemporánea E absoluto: n el año en el que se cumple el aniversario del fallecimiento del rey Luis XIV, considerado por la historiografía como el modelo de monarca absoluto, abordamos en este artículo el estudio de la formación del mismo, de cómo se creó una personalidad tan determinante en el devenir histórico de Francia y de Europa en la segunda mitad del siglo XVII. Luis fue hijo del rey Luis XIII y de la reina Ana de Austria, infanta de España e hija de Felipe III. Nació el 5 de septiembre de 1638 en Saint-Germaine-en-Laye. Su nacimiento fue todo un acontecimiento porque el matrimonio no había podido engendrar un hijo en más de dos décadas. Por esa razón fue bautizado como “dado por Dios” y, además del título tradicional de Delfín concedido a los príncipes herederos, se le otorgó el de “Pri- 8 Los ojos de Hipatia mer Hijo de Francia”. Así pues, desde la cuna comenzó a quedar clara su importancia aunque estos títulos no eran suficientes para formar a un príncipe absoluto. Por otro lado, conviene recordar que en Luis confluían tres dinastías clave en la Historia moderna: los Borbones, los Austrias españoles y los Médici italianos, ya que su abuela paterna había sido María de Médici, esposa de Enrique IV, el primer Borbón que reinó en Francia. La educación, las influencias y experiencias que recibió y vivió desde su infancia son fundamentales para entender a Luis XIV. Por un lado, su madre Ana de Austria, aunque no era muy inteligente y no había recibido una esmerada educación política, sí tenía un acusado sentido de la grandeza real, ya que pertenecía a una dinastía que había demostrado la importancia de la realeza. Su abuelo había sido Felipe II y su bisabuelo el emperador Carlos. Además, había aprendido la importancia de la etiqueta borgoñona que era la que los Austrias habían incorporado desde los tiempos de Carlos, nieto de María de Borgoña. Esa etiqueta que se había hecho española establecía un estricto protocolo que casi divinizaba a los monarcas, con rígidas normas de comportamiento y acceso a la persona real. Por fin, Ana inculcó en su hijo un agudo sentido religioso, también de fuerte influencia hispana. Por otro lado, el joven Luis aprendió de otro personaje clave en el período de Regencia en su minoría de edad. Nos referimos a Mazarino. Giulio Mazarino había nacido en el seno de una familia romana en los Abruzzos y había servido al papa hasta que en 1639 pasó a Francia para ponerse al servicio de la reina Ana, convirtiéndose en el ministro que realmente gobernaba el país, seguramente con más poder que el casi mítico Richelieu en su momento. Mazarino enseñó al joven monarca toda su sabiduría política. Pero el cardenal no era un maestro teórico ni aburrido, no sermoneaba a Luis XIV, sino que, de forma más hábil, le enseñó desde la práctica. Para ello convirtió al joven rey en una especie de espectador mudo cuando actuaba y gobernaba. A partir de 1650 fue incluido en distintos Consejos para que escuchara y observase. De ese modo aprendió a ser rey, su oficio, especialmente en todo lo relacionado con los problemas internacionales y militares, dos pasiones que tendría en el futuro. Otro aspecto que marcó la educación del joven príncipe fue, sin lugar a dudas, además de las enseñanzas de sus dos grandes maestros, la situación generada por las Frondas, las revueltas e insurrecciones que marcaron parte de la Regencia de su madre y del cardenal. Las Frondas parlamentaria y nobiliaria hicieron peligrar el poder real en Francia entre 1648 y 1653. Motivaron que el propio monarca tuviera que desplazarse por casi toda Francia para combatir las revueltas y para salvar su vida y el trono, lo que le hizo conocer su Estado, sus gentes y recursos. Pero, sobre todo, le marcó porque le convenció de la importancia del sentido de la realeza, de que su persona era la depositaria de la soberanía de origen divino frente los estamentos privilegiados y cuerpos intermedios que intentaban frenar la centralización del poder. Luis Por fin, sin lugar a dudas, la vida galante, una vez terminados los disturbios y revueltas, fue el tercer gran componente de su educación juvenil. Luis XIV aprendió mucho en los salones reales, en las fiestas, teatros, bailes, en sus primeros escarceos amorosos y en las paradas y desfiles militares. El sentido de la ceremonia quedaría íntimamente unido a su concepto del poder que, ya maduro, consagraría en Versalles. Luis XIV fue un joven de buena salud, con gran presencia, a pesar de que no era muy alto. Aprendió a compaginar el duro trabajo diario del despacho y las largas horas de ceremonias con el placer, algo que casi ninguno de sus coetáneos en los tronos europeos supo hacer, más dados a dejar el trabajo en manos de validos y privados, como puede ejemplificar el que luego sería su suegro, el rey Felipe IV. Luis XIV explicó en sus Memorias el placer que le proporcionaba el deber cumplido, la aplicación al trabajo. Como apuntamos al principio, su madre le inculcó la importancia de su misión. Por eso, Luis XIV aprendió a contenerse en público, a tener un claro dominio de sí mismo. Fue la personificación en la historia del concepto de majestad real, sabiendo del peligro de la indiscreción, de mostrar sus debilidades o sentimientos, de la importancia del disimulo. Luis XIV no fue una inteligencia superior pero sí demostró un acusado sentido común y siempre supo elegir a sus colaboradores, consejeros y ministros, como ejemplificaría la figura de Colbert. Luis XIV adoptó el sol como emblema y como divisa la siguiente: Nec pluribus impar. Ambas decisiones estaban en consonancia con las enseñanzas de su madre y de Mazarino, y con el clima generado por distintas obras de pensamiento político que desde principios de los años treinta hasta la década de los setenta del siglo XVII fueron publicadas en Francia. Nos referimos, especialmente, al Tratado de la Soberanía del rey (1632) de Cardin Le Bret, y sobre todo a la Política sacada de las Sagradas Escrituras de Bossuet de 1677. Esta bibliografía consagró el principio de que el monarca era el representante o vicario de Dios en la Tierra, por lo que solamente a él debía rendir cuentas. La consecuencia de estos principios era clara: desobedecer al rey era un pecado, un sacrilegio. Otra consecuencia era que el monarca se convertía en la fuente de la ley, la cabeza de la autoridad y de la administración, aunque debiera delegar una parte de esta autoridad en ministros, comisarios y agentes de su confianza. Este absolutismo real solamente tenía un límite, ya formulado en el siglo anterior por el autor que definió el moderno concepto de soberanía, es decir, Bodin, y que no era otro que el de la existencia de leyes fundamentales del reino, como la ley sálica, así como los privilegios estamentales, de las corporaciones y provincias. El absolutismo nunca cuestionaría los pilares de la sociedad estamental aunque no toleró ningún tipo de insubordinación como había ocurrido en tiempo de las Frondas. Estas ideas fueron aprendidas por Luis XIV, que se convirtió en el lugarteniente de Dios en la Tierra. Todas sus actuaciones y comportamientos, hasta los más nimios y cotidianos, deben relacionarse con este principio. Casi se puede hablar de un culto a su persona, especialmente cuando diseñó y levantó un escenario magnífico para que pudiera desarrollarse en Versalles. s XIV Cuando Mazarino falleció en marzo de 1661 Luis XIV ya estaba preparado para reinar. Comunicó a la corte y a Francia que no volvería a tener privados, que a partir de entonces reinaría personalmente, eso sí, asesorado por consejeros y ministros capaces y, sobre todo, fieles. www.losojosdehipatia.com.es 9 LITERATURA La muerte en la literatura Rafael Narbona Profesor de Filosofía, Escritor y Crítico Literario. L as dictaduras siempre han soñado con un mundo sin literatura. Las famosas hogueras de la Alemania nazi no constituyen el primer acto de barbarie contra el saber. El 7 de febrero de 1497 los seguidores del Girolamo Savonarola encendieron la famosa “hoguera de las vanidades”, que devoró miles de libros y obras de arte por su supuesta inmoralidad. En nuestros días, el Estado Islámico obra con el mismo desprecio por la libertad y el conocimiento, destruyendo bibliotecas y tesoros artísticos. El fanatismo siempre es aparatoso y exhibicionista, pero la estupidez produce estragos similares sin apenas provocar ruido. Vivo en las afueras de Madrid, pero ayer me acerqué al centro y husmeé en las estanterías de un VIPS, mientras esperaba a un amigo. En los años noventa, aún se encontraban novelas, ensayos, textos filosóficos, poemarios y algún clásico. Los superventas ocupaban un lugar destacado, pero su presencia no impedía una oferta complementaria para un lector más exigente. En la actualidad, el panorama es completamente distinto. Después de recorrer los pasillos con los ojos bien abiertos, sólo descubrí una docena de títulos dignos de un hueco en el catálogo de una buena 10 Los ojos de Hipatia biblioteca. El resto eran novelas románticas, policiacas o históricas, con una prosa deleznable y unos personajes caricaturescos. Las portadas era un fiel reflejo del contenido: dibujos mediocres, colores chillones y, en muchos casos, letras con relieve. Los libros de arte de gran formato aliviaron mi desolación, pero todo sugería que su función no era adentrarse en el mundo de la pintura, la escultura, la arquitectura o la fotografía, sino convertirse en objetos decorativos destinados a mejorar el aspecto de una elegante mesa de diseño. Las revistas de decoración suelen explotar este recurso, lo cual corrobora que el Duque de La Rochefoucauld no se equivocaba al afirmar que “la hipocresía es el homenaje que el vicio rinde a la virtud”. El tiempo le ha dado la razón a Andy Warhol y el arte ya sólo es un objeto de consumo, con la misma trascendencia que un bote de sopa Campbell. No puedo objetar nada contra los manuales de jardinería, bricolaje o cosmética, pero me deprime que sean más visibles que los libros de saldo, confinados en un rincón, cerca de los congelados y los cartones de leche o zumo. En ese triste furgón de cola descubrí Los Baroja, el libro de memorias de Julio Caro Baroja que recrea la peripecia de una familia sa- turada de creatividad y humor corrosivo. A su lado, yacía la monumental biografía de Peter Longerich sobre Goebbels, un personaje tan repulsivo como necesario para comprender el siglo XX. Mentiría si dijera que me enfrentaba a algo completamente nuevo. Hace unos años, encontré en otro VIPS La Crítica de la Razón Pura, de Immanuel Kant, aplastada por una biografía de Madonna, la ambición rubia. Imagino que el imperativo categórico no puede competir con “Material Girl”, un tema que ha marcado el rumbo de varias generaciones. Tal vez el VIPS no es el mejor escaparate del nivel cultural de un país, pero si acudimos a las aulas la perspectiva no es más alentadora. La literatura se ha reducido al mínimo en las programaciones oficiales. La lingüística, una obra maestra de la pedantería, ha defenestrado a los clásicos. ¿Por qué perder el tiempo leyendo el Quijote o Luces de bohemia, cuando se pueden enseñar con énfasis académico las virtudes del objeto directo? ¿No es mejor aprender a identificar una oración de relativo que leer un poema de Juan Ramón Jiménez? Hace dos o tres cursos, escuché en una junta de evaluación a un profesor de literatura confesar con resignación: “Ya le "Leer un buen libro se ha convertido en una rareza, pero también en un acto de resistencia" he dicho a mis alumnos que se trata de memorizar nombres, títulos y fechas”. Sé que su concepto de la asignatura es mucho más inteligente, pero había claudicado ante los designios de las autoridades académicas. ¿Qué otra cosa puedes hacer cuando sólo dispones de un curso para enseñar lengua y la literatura española del XVIII, del XIX, del XX y lo que va del XXI? Si Valle-Inclán levantara la cabeza, indudablemente se liaría a bastonazos con los “cráneos privilegiados” que han elaborado un temario de estas características. Me pregunto cuántas líneas se reservan en los libros de texto a un autor como Gabriel Miró, quizás el mejor prosista de su generación. Pero claro, ¿a quién le importa el profundo escritor levantino? ¿No es mejor leer una incalificable memez como El niño con el pijama de rayas y familiarizarse con las subordinadas adverbiales comparativas y consecutivas? Pío Baroja nunca mostró el más mínimo interés por la gramática, pero escribió piezas tan memorables como el Elogio sentimental del acordeón. El sentido común sugiere que la gramática se aprende leyendo y escribiendo, no con peregrinos y grotescos análisis gramaticales. La sintaxis no consiste en identificar sujeto, predicado y complementos, sino en saber leer un texto, con el ritmo, el énfasis y las pausas concebidos por el autor. En cualquier caso, la batalla está perdida. Las programaciones oficiales son tan fatales e ineludibles como los icebergs. Continúan avanzando, después de hundir un transatlántico, sin reparar en el daño causado. Si, además, los VIPS saldan los clásicos cerca de la vitrina de los yogures, sólo nos queda celebrar las exequias de la literatura, tal vez uno de los inventos más subversivos del ingenio humano. Leer un buen libro se ha convertido en una rareza, pero también en un acto de resistencia contra una época que parece empeñada en materializar las sombrías profecías de Ray Bradbury en Fahrenheit 451. Si alguien no ha leído la novela, le recomiendo que se haga con un ejemplar. No entretiene: duele y hace pensar, como todo lo que merece la pena en esta vida. Producción y promoción de eventos musicales. Oficina de management y booking. Compañía Discográfica. Organizamos Talleres sobre música. TM 360º. Producción: Jose 679 412 012 [email protected] Management: Vicente 617 484 746 [email protected] www.losojosdehipatia.com.es 11 ARTE Un símbolo vivo del Modernismo, el Mercado Central Isabel Genovés Estrada Historiadora del Arte. E de Valencia l Modernismo fue una estética que se generalizó en Europa a finales del siglo XIX. Hacia 1897 en Viena los discípulos del arquitecto Otto Wagner crearon un movimiento llamado Sezession, buscaban formas puras y más sintéticas. Arraigó en distintos lugares, entre ellos lo hizo en Valencia a principios del siglo XX, donde no fue tan comedido. Barcelona es la ciudad donde tuvo más repercusión el Modernismo. Fue un estilo que no solo se asumió por la arquitectura, sino que abarcó diversas disciplinas, como las manufacturas industriales, desde muebles, iluminación, cerámicas, escultura, pintura, sin olvidar lo importante que fue también la ilustración gráfica. Recordar que además se sumaron al movimiento Modernista literatos y músicos. Creadores de distintas disciplinas como, Mackintosh, Guimard, Klimnt, William Morris, Gaudí, Van de Velde, Sorolla, Pinazo, Muñoz Degraín, Sala, Benlliure, Pla, Benedito, Tuset, Lleó, Serrano, Penella, Cuesta, Francisco Mora, Demetrio Ribes, Vicente Ferrer… Algunos de ellos impregnados de otras sensibilidades, ocasionalmente, participaron de esta estética. En el Modernismo se dan bastante soluciones hibridas, se incorporaron elementos naturalistas junto a ornamentación de carácter orientalista, aunque es cierto que se dio más en su vertiente Art Noveau, que era más idealista y buscaba el optimismo en todo lo que les rodeaba. A Valencia llegó el Modernismo a través de los viajes que realizaron los arquitectos y los diversos creadores. Asimismo a través de las publicaciones que trajo a la ciudad del Turia el cónsul del Imperio Austrohúngaro Franz Xavier Goerlich (1853-1930). Estas publicaciones llegaban al Bazar Viena del que Goerlich era propietario, eran Moderne Architektur, Wiener Ilustrierte, o Moderne Baukunst. Hay muestras del Modernismo por toda la Comunidad Valenciana, pero los centros más importantes fueron Valencia y Alcoy. Los arquitectos, artesanos y creadores lo que buscaron a través de este estilo fue la belleza de lo cotidiano. Nada es tan cotidiano y tan bello como el edificio del Mercado Central de Valencia. Es uno de los edificios modernistas más conocido internacionalmente, a pesar de encuadrarse en el tardomodernismo. Obra de los arquitectos catalanes Alejandro Soler March y Francesc Guàrdia Vial, (del prestigioso estudio Doménech y Montaner), se proyectó en 1914 y las obras finalizaron en 1928 bajo la dirección del arquitecto Enrique Viedma. Es un lugar de encuentros diarios, donde se vende y se compra, es un centro vital. En frente se encuentra el edificio de la Lonja, y a su derecha la iglesia de los Santos Juanes. El edificio del mercado fue un símbolo de la modernidad que necesitaba la ciudad. 12 Los ojos de Hipatia Se había intentado construir un mercado con anterioridad pero sin conseguirlo. Por fin fue premiado el proyecto de los arquitectos Soler y Guàrdia el 18 de mayo de 1914, no sin algunas modificaciones y algunas vicisitudes que superar. Las obras fueron muy largas y trabajosas, hasta que se pudo inaugurar el 23 de enero de 1928. En 1919 los arquitectos autores del proyecto dejaron la obra del mercado por problemas con los honorarios que iban a recibir. El proyecto fue encargado al arquitecto municipal Enrique Viedma, que intentó dimitir por razones morales, pero el Ayuntamiento no la aceptó. Se hizo cargo del proyecto junto a Ángel Romaní, realizando algunas modificaciones en el mismo. Como ya hemos dicho las obras se alargaron más de lo previsto, en parte la culpa de esta demora se debió a que los sótanos se ampliaron con respecto al proyecto inicial. Las obras comenzaron por los pabellones laterales de ladrillo visto, para luego pasar a la estructura del mercado propiamente dicha. Los pabellones se construyeron en ladrillo visto de color rojo combinado con piedra blanca en los zócalos, en las impostas, en las embocaduras de los vanos, además de algunas esculturas. También se pueden apreciar paneles cerámicos. Se inspiran estos pabellones en el gótico centroeuropeo, incluyendo en su estética motivos modernistas de tipo fantástico. Destacan sus tejados estilizados con pendientes muy pronunciadas. Los tres pabellones se destinaron a distintas funciones administrativas. El grandioso edificio del Mercado Central “ocupa una superficie de más de ocho mil metros cuadrados y forma un polígono irregular de catorce lados. Su eje longitudinal, una nave de 105’70 metros por 24 de anchura y 18 de altura, está atravesado por dos transversales a modo de doble crucero. Lo conforman unas estructuras formadas por cuchillas de hierro sobre columnas de fundición - proyectadas por Demetrio Ribes- que sostienen unas cubiertas de tejas de pendientes múltiples, lo que permite un variadísimo juego de formas y luces. En su centro se levanta hasta 30 metros de altura, una gran cúpula peraltada con numerosas ventanas, que proporciona una cas- cada de luz cenital sobre el bosque de columnas interiores. Las cúpulas están revestidas interiormente por coloristas mosaicos de azulejos. La cúpula principal está coronada por una cotorra de hierro, parece ser que haciendo referencia al jaleo que se forma abajo. Junto a esta parte o mercado principal que cubre unos 6.760 metros cuadrados está la pescadería de unos 1.400. Una construcción de planta octogonal, que si bien forma parte del mercado, también dispone de accesos independientes. Está coronada por otra cúpula, pero de base elíptica cuyo lomo casi desaparece perforado por grandes ventanales que la transforman en un radiante fanal. Esta última cúpula está coronada por un pez de hierro. El sótano, por su parte, tiene una superficie de 7.690 metros cuadrados y una altura de cuatro metros y está formado por poderosos arcos rebajados de ladrillo macizo sobre gruesas columnas toscanas” (Benito, 1997: 108). Los muros del edificio están formados en su tercio inferior por paramentos de piedra, en el centro paneles cerámicos y en la parte alta se abren grandes ventanales policromos, que se cubren con grandes persianas de lamas metálicas, son unas enormes estructuras de fundición. En el centro de la fachada principal podemos apreciar un vistoso óculo emplomado con el escudo y armas de la ciudad. Bajo este óculo se encuentra la entrada principal al Mercado Central, a la que se accede por una escalinata. La portada la conforman tres arcos de piedra, que descansan sobre cuatro columnas jónicas con el fuste rechoncho sobre altas basas. Todo cubierto con una elaborada marquesina de hierro. En el resto de fachadas se abren portadas más sencillas. El Mercado central de Valencia es un edificio lleno de luz, con una gran variedad de elementos decorativos, combinando diferentes materiales como, el cristal, el metal, la cerámica, la piedra, el ladrillo, la madera… Podemos encontrar más de mil puestos de venta, que se clasifican en casetas, palcos y bajos de fila. Es un lugar de encuentro, para comprar, para probar delicias gastronómicas. No solo el edificio es colorista, sino las mercancías expuestas de formas visto- sas, posibilitan que el visitante salga de allí con una impronta de optimismo. En estos últimos años los vendedores se han quejado del exceso de turistas que lo visitan. Habrá que buscar una fórmula para conciliar la vida cotidiana del Mercado Central de Valencia, con el conocimiento de nuestro Patrimonio Cultural del que forma parte. BIBLIOGRAFÍA: ALDANA FERNÁNDEZ, S. (1970), Arquitectura modernista en Valencia, Goya. Núm. 98, septiembre-octubre. BENITO GOERLICH, D. (1992), Arquitectura modernista valenciana, Valencia, BANCAIXA. BENITO GOERLICH, D. (1997), Los mercados de Valencia. En: M. Muñoz Ibáñez, co., El Modernismo en la Comunidad Valenciana, Valencia, Centro Cultural La Beneficencia. Diputación de Valencia, p. 97-110. ESTEBAN CHAPAPRÍA, J.; PALAIA PÉREZ, L. (1983), El Mercado Central de Valencia: formación y evolución del entorno histórico del mercado, Valencia, Banco de Santander. www.losojosdehipatia.com.es 13 LITERATURA H ay que leer a H. P. Lovecraft (1890-1937). Así, sin excusas. Sin contemplaciones. Pudimos hacerlo en la pubertad, cuando las emociones nos trastornaban, cuando nos oponíamos a lo cuerdo y a lo corriente. En algún momento de esa edad sombría juzgábamos severamente a los padres, a esos que decían ser nuestros padres. Sospechábamos... HPL fantaseó precisamente con esas demencias u ocurrencias, esas sospechas insanas. Podemos parafrasearlo. Hay algo en mi familia que me angustia, hay algo en mis mayores que me condena: alguna malformación, alguna dolencia hereditaria que me malogra. El mundo no es transparente. Es sobrenatural o infernal: tiene una El horror, el horror H.P. Lovecraft y el miedo preternatural Justo Serna Catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de València y Escritor. 14 Los ojos de Hipatia r dimensión oculta en la que sobreviven perturbados que cometen todo tipo de iniquidades. A ellos acabaré perteneciendo. o científicos, gentes solitarias: herederos de buenas familias que reciben bienes u objetos llenos de historia; herederos que también cargan con horrores antiguos, con culpas no saldadas, con prácticas demoníacas. Relatan sus experiencias siniestras, el peso o la carga de una genealogía híbrida, de una promiscuidad bestial. La ciencia les ayuda a sobrellevar lo monstruoso, pero a la vez no les aclara el misterio profundo de las cosas. ¿A qué me refiero? Al horror, al sinsentido, a esa emoción pavorosa y muda que nos trastorna cuando corroboramos que no hay significado. Pero podemos leer o releer a Lovecraft tiempo después, al encarar la vida sin la rabia adolescente: cuando creemos que el mundo funciona previsiblemente, con automatismos; cuando admitimos que todo es ordinario, banal, explicable. Es entonces cuando HPL más nos sorprende: su oposición arrogante al mundo y su animosidad antimoderna hacen de él un reaccionario especial. Supo expresar los miedos, supo relatar los desvaríos de un caballero enajenado. Sus historias de horror preternatural, cósmico, aún estremecen. No nos atemorizan a la manera gótica, sino con seres híbridos o monstruosos de dudosa filiación; y nos acongojan con alteraciones temporales, las de una naturaleza impredecible que la ciencia no puede prever o contener. “El auténtico cuento fantástico tiene algo más que asesinatos secretos, huesos ensangrentados o figuras cubiertas con sábanas que agitan chirriantes cadenas...”, precisa HPL en El horror sobrenatural en la literatura. Hay distintas ediciones de esta obrita. Ahora, Valdemar la publica junto con otros textos autobiográficos. La edición corresponde a Juan Antonio Molina Foix. Poco a poco, la editorial Valdemar va creando el canon de Lovecraft en español, en un español elegante, con sutilezas expresivas. Desde luego, en esta época algo meliflua, de vampiros cinematográficos, estaría bien que los jóvenes leyeran los volúmenes de ese fondo, entre otros los de HPL. Sus erudiciones y sus reflexiones, generalmente agudas, ayudan a especular y a curtirse. Lovecraft fue un tipo feo, extraviado, solitario. En sus escritos autobiográficos así se reconoce. Fue un misántropo que se arrancó del mundo para vivir en un tiempo literario, ajeno. Escapó del presente americano y mestizo, para instalarse en un pasado originariamente blanco y británico, un pasado siempre amenazado por la impureza de lo bestial. Detestó toda forma de iluminismo: tanto la luz eléctrica --la iluminación-- como la Ilustración --el Iluminismo-- que achata. Vivió confundido, quizá, por una melancolía sin objeto: melancolía de esos tiempos remotos, cuando las jerarquías eran evidentes y los individuos no disponían de la ciencia arrogante con la que explicarse o con la que salvarse. En sus terroríficos cuentos, muchos de los protagonistas son precisamente eruditos No hay meta ni fin. No hay misión humana que nos salve. El auténtico pánico lo experimentamos cuando el hueco enorme se hace explícito: confirmamos que no hay sentido que nos apacigüe. Es entonces, precisamente entonces, cuando lo primitivo o lo bestial, lo reprimido o lo oculto, regresan para hundirnos en la masa informe de lo siniestro. Es el fin, nada egregio o reparador. No hay consuelo, sólo un ominoso vacío. pitasoundprom.blogspot.com.es www.losojosdehipatia.com.es 15 MEDIOAMBIENTE Millán Millán: “ Ginés Vera Escritor y Docente. El problema de los sistemas naturales es que “ el colapso tiende a ser catastrófico Una pregunta directa para romper el hielo, ¿nos estamos cargando el planeta? Yo que creo que casi nos lo hemos cargado ya. Primero que la gente no toma conciencia; hay gente que, como algunos americanos con los que yo hablo, piensan que Dios lo resolverá todo. En el planeta muchos de los sistemas naturales, por ejemplo el sistema del agua, ya han colapsado, estamos viviendo de los remanentes que quedan. Y cuando te quieras acordar dirás que tienes una sequía en la cuenca mediterránea y quedará lamentarse. Imagen cedida por Hastphoto. L os ojos de Hipatia entrevista al doctor Millán Millán, director ejecutivo de la Fundación CEAM (Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo) en Paterna (Valencia). Millán inició sus estudios universitarios en la Universidad de Granada doctorándose en Física Atmosférica por la Universidad de Toronto (Canadá). Diseñó el COSPEC para la medida remota de gases en la atmósfera cuyas aplicaciones para el estudio de la contaminación atmosférica aparecieron en la Enciclopedia Británica en 1974. Ha dirigido y/o participado en múltiples proyectos de la Unión Europea por cuyos resultados, se conocen actualmente procesos meteorológicos y climáticos específicos del Mediterráneo, que eran desconocidos o estaban sin documentar previamente. También ha participado en la elaboración de las Directivas Europeas de calidad del aire. 16 Los ojos de Hipatia Un informe de las Naciones Unidas en el año 1971 ya alertaba que el cambio climático tenía dos factores: uno inmediato, a corto plazo, sobre el uso del suelo, y otro que eran los gases de efecto invernadero que vendrían a principios del siglo siguiente. Estoy hablando de un informe del año 71. Sobre los cambios del uso del suelo, a pesar del informe, nadie ha hecho nada. Las sequías que hay en Brasil –donde tenían un bosque de lluvia tropical–, o las inundaciones que tenemos en Europa… Todo esto se veía venir, si les pilla de sorpresa es porque no se han leído nada. Si tú ahora mismo pararas todas las actuaciones contra el medio ambiente –aunque no las puedes parar porque la población es demasiado grande, pero si las parases– el sistema va a seguir. Las consecuencias de los gases de efecto invernadero van a tardar cientos o miles de años en normalizarse otra vez siguiendo los procesos naturales de acumulación de CO2 en rocas, en calizas… El sistema tiene una capacidad de autodepuración limitada y con tiempo, no se autodepura de un día para otro. En el momento en el que tú excedes la capacidad del sistema, el sistema revienta y posiblemente, en algunas cosas, se haya sobrepasado. Entonces ¿la solución al cambio climático pasaría por un mayor compromiso de unos cuantos países muy contaminadores, por invertir más en tecnología o por una mayor concienciación de todos? Por una combinación de las tres cosas. El primer problema que tienes básicamente es que muchos de los procesos naturales no sabemos aún cómo funcionan. Hablamos de procesos físicos y químicos en la atmósfera, de la interacción del suelo con las precipitaciones, entre otros. ¿Habría que invertir más en investigación? En investigación y en un diagnóstico adecuado, tú estás marchando sin saber cómo funciona el sistema. El problema de los sistemas naturales es que el colapso tiende a ser catastrófico. No es que va disminuyendo poco a poco sino que de buenas a primeras colapsa. Muchas de las cosas que nos están pasando ahora son por esta causa. El ciclo del agua es el primero que nos va a dar por todos los lados. Muchos de los mecanismos no se conocen actualmente. Si te lees el tercer, el cuarto y el quinto informe de las Naciones Unidas te das cuenta que se están contradiciendo porque han ido tirando de modelitos con ordenadores que no han funcionado. Te estaban diciendo, por ejemplo, sequías en Europa… Ahora cuéntaselo a los serbios. ¿Por qué?, porque han hecho extrapolaciones sin tener claro el mecanismo, el modelo del mecanismo. Tú tienes una serie de procesos meteorológicos que tienen un promedio de los cuales cómo funcionan en detalle sabemos muy poquito, lo que han hecho con los modelos que se utilizan es incorporar los modelos más simplistas y organizarlos dentro. Esto está muy incompleto, la gente tiene la sensación de que se sabe. La introducción de los sistemas frontales, que ahora han pasado a ser el dogma, son de la época de la primera guerra mundial. Lo introdujeron unos meteorólogos noruegos y finlandeses modelos con una parte simple, cómo varían cuando pasa por sistemas complejos son cosas que se estaban estudiando pero que, por falta de dinero, se han dejado de estudiar. Bastante detalle no sabemos. Normalmente funcionamos con lo que conocemos, por ejemplo como en medicina, por acierto y error. Pero en el tema del medioambiente que cae y se pisa todos los días, que involucra el agua o la calidad del aire, está muy cerca del nivel político normal. El político si al pueblo le dice: «No cortéis más arboles porque vais a dejar sin agua a la región que hay detrás», la gente va a seguir haciendo lo que han hecho toda la vida de dios hasta que agoten el sistema. Es un problema global, entonces, de información global. Global y de demasiada gente opinando sin tener suficientes conocimientos. Te explico una relación directa, como la que hablamos, en la que yo he estado trabajando: Pérdida de tormentas de verano en el Mediterráneo. Estuvimos haciendo los grandes estudios de la Unión Europea, campañas de medición en el Mediterráneo, ciento y pico de personas todos los días, analizamos todos los datos recogidos sobre las tormentas de verano. Cuando ya supimos cómo se pierden las tormentas y se lo conté a un político la primera orden fue la de querer cerrar el CEAM. Yo trataba de decirle que una vez que sabes cómo funciona esto tiene una solución: si tú vas a construir en la costa hazlo, pero tienes que calcular cuánta humedad contribuirá a esa zona y compensarla después con vegetación en la zona quemada del interior. Pero hay políticos que no les parece bien porque ya sesale de la región. En el caso de Mediterráneo el vapor que tenía que haber precipitado en la cuenca mediterránea se va a precipitar en Hungría, Chequia, y esa zona. El Mediterráneo, que ya era deficitario en precipitación, evapora agua que no recoge, con lo cual aumenta la salinidad: está cada vez más caliente y más salado. Por ejemplo, hay una cosa llamada válvula salina atlántico-mediterránea, en Gibraltar que hace que tenemos sequía aquí en verano y que cuando el sistema colapsa en el otoño haya inundaciones en todo el Guadalquivir, sur de Francia, Galicia etcétera. Esto que te explico son mecanismos que hemos ido documentando para explicar porqué pasan estas cosas, no se sabía hace unos años. Muchos de estos sistemas naturales nosotros los estamos perturbando con pequeñas cosas que no considerábamos importantes. Entre que no hay gente que esté investigando estas pequeñas cosas y otros que no quieren oír… En ciencia está el problema del gran retraso entre lo que vas sabiendo y lo que vas operando. Y en el caso del medioambiente el problema es que tienes políticos, alcaldes, etcétera, o sea, afecta al territorio, afecta a pequeñas empresas… y muchas veces tropiezas con gente como cierto político que quería cerrar el CEAM, y que no ha habido forma de explicarle que esto tiene un efecto positivo en la Comunidad Valenciana. O sea, un político toma una decisión y pasan años hasta que se recupera. Hay mucha gente que no quiere ver las evidencias científicas aunque más tarde alguien lo vea como un gran descubrimiento. El medio ambiente tiene cosas dogmático-religiosas para algunas personas, tanto para los de derechas como para los de izquierdas como para los ecologistas. Hay temas que lo que tienen que hacer todos es sentarte y ver cómo los resuelves. Entonces ¿es un tema político, de barreras políticas, dado que técnicamente hay soluciones para ciertas cosas? Yo no diría barreras políticas, yo diría barreras dogmáticas. ¿Y cómo se salva una barrera dogmática? Yo llevo cuarenta años trabajando y aún tengo problemas, porque llego a una reunión y alguien dice: «Lo que diga esa persona es una estupidez.» Me pasa sobre todo en Europa. ¿Toda Europa es dogmática, en Estados Unidos son menos dogmáticos? La diferencia entre Estados Unidos y Europa en medio ambiente es que en Europa vas a una conferencia, presentas una cosa y si a alguien no le gusta se calla; si tiene alguna duda habla por lo bajo con el del al lado. En Estados Unidos presentas algo y si alguien no está de acuerdo levanta el brazo y te pregunta: «Perdone ¿cómo hace usted esto?». Y se lo explicas, y si le convences se acabó. El problema del dogmatismo europeo es la gente que tiene ‘su’ creencia y no la cambia por testarudez y además no pregunta. Si tú encima le convences o hay más gente que lo convence, se te rebela contra ti. Yo esto lo he vivido y lo sigo viviendo. www.losojosdehipatia.com.es 17 ¿ CINE Por qué motivo muere Gustav von Aschenbach? Imagino que puede ser esta la pregunta que queda sin responder al final de la película de Visconti, Muerte en Venecia (1971). ¿Muere por debilitamiento físico, producido por el agotamiento psíquico y creativo? ¿Muere porque ha contraído la fiebre del cólera que se extiende como epidemia por Venecia, cuando ya ha decidido dejarse convencer de su imposibilidad creativa y de su muerte acechante? Bien es cierto que en estas preguntas se hallan algunas de las respuestas más coherentes, porque son más comprensibles o porque son más idóneas a lo que nos muestra el comienzo y el final del filme. No obstante, nos queda la inquietud: ¿por qué muere Aschenbach, la figura entorno a la cual gira Muerte en Venecia? En un sentido figurado, o en el sentido que vive latente en la novelita de Thomas Mann (1875-1955), y en el film de Luchino Visconti (1906-1976), Aschenbach no muere, renuncia a la vida, al placer erótico y sexual, al recuerdo de una vida familiar, a la creatividad; y todo ello es sustituido por la belleza, por su contemplación y su admiración, y por la clase de opción sobre la misma. El “mecanismo” por el que Aschenbach – interpretado por Dirk Bogarde– decide quedarse en Venecia para anular su naturaleza, es el de la propia asfixia: el viento siroco, el calor, los instintos ocultados, los sentimientos oprimidos, la fecundidad yerma. Un tratamiento contextual y psicológico aniquilante –en negativo–, excluyente del deseo vital, propicio para una muerte auto contemplada estéticamente. Thomas Mann y posteriormente Luchino Visconti, supieron elaborar de manera soberbia –formalizándolas creativamente–, las ideas sobre la estética de la renuncia y de la contemplación, originadas por el pensador Arthur Schopenhauer (1788-1860). Aunque este es un paralelismo que no deberá entenderse exhaustivamente. Muerte en Venecia de Luchino Visconti: renuncias y estéticas Eduardo Beltrán Jordá Escritor. 18 Los ojos de Hipatia Estudiosos de la conciencia espiritual integral, como Ken Wilber (1), quien dice admirar a Thomas Mann por su contribución –entre otros escritores como Aldous Huxley, ambos vinculados a la Vedanta Society– a la “emancipación de multitud de almas sensibles” de la “represión” y la “superficialidad”, imagino que asimilarían el personaje de Aschenbach a una imagen-renuncia de un yo, psicológico-egoico, con el fin de contemplar una belleza física de impronta espiritual, la cual, como consecuencia (platónica qué duda cabe), vendría a identificarse con la representación de la totalidad de lo existente, en cuanto a lo divino. Este es uno de los acercamientos a la figura de Aschenbach. Pero hemos dicho que existe otra aproximación a la obra literaria y cinematográfica que representa el propio Aschenbach, y que se relaciona con el significado de la contemplación estética y del arte en Schopenhauer. Se trata de la belleza sustitutiva y paliativa del dolor vital, proveniente éste del deseo, intenso fun- damento en su inasequible búsqueda. Y en la película, veremos cómo la máscara es la manifestación de cómo se elige una belleza filtrada a través del artificio, como una asfixia estética. En cuanto a este ámbito, Muerte en Venecia es particularmente interesarse. Muestra un Aschenbach (Bogarde), que se maquilla el rostro con polvos blancos y se tinta las canas de negro azabache, con el interés de rejuvenecerse. Un maquillaje con rasgos de máscara mortuoria, para su propio funeral, por medio de la que poder enfatizar la ausencia de vida deseante, y en virtud de la cual –y delante de la cual– poder ser revelada la verdadera belleza, ya fuese representada en la madre de Tadzio –interpretada por Silvana Mangano–, una imagen de vestal clásica en una aristocracia belle époque; en la del propio Tadzio –el adolescente interpretado por Björn Andresen– representando la gracia entre la ingenuidad y la voluntad, la necesidad y la libertad, la emoción y la inteligencia; o en la del vacío horizonte (que parece una imagen de vacuidad), entre el mar, el sol, y la playa. Una máscara de cosmética y tintura, que se derrite sobre su rostro (en una imagen de una decadencia grotesca), expuesta al proceso de sudor febril de la realidad más biológica, a la que anteriormente había querido suprimir, con su inteligencia creativa, y que de nuevo retorna como mordaz fundamento de muerte. Pero en esta última secuencia del filme no se da lugar al ilimitado poder voluntario, sino que la muerte del cuerpo y la muerte del deseo se funden en aras de la contemplación estética. Sin embargo, Aschenbach ya había empezado a fallecer cuando comienza su estancia por Venecia. ¿Pero de qué manera morirá?: en el amor a la belleza; en la unión de significante y significado; en el equilibrio entre miradas e ideas; en el orden entre ética y estética; en la armonía entre serenidad y pasión; en la confluencia entre entusiasmo y quietud. Al final de la película y de su trayectoria vital, Aschenbach (Bogarde) realiza un ri- Se trata de la belleza sustitutiva y paliativa del dolor vital, proveniente éste del deseo, intenso fundamento en su inasequible búsqueda. tual del artificio –estético, cosmético–. Es el de la negación y el sacrificio sobre lo tangible, para poder admirar y participar de la belleza delante de él –la vida que aún queda en el “fenómeno visible”–, según su propia ceremonia de elección estética, la que ejecuta el dandi. Como un trasunto de Oscar Wilde (1854-1900), acaban imitándose máscara y belleza estética, y la raíz de su fuerza: la propia voluntad de vida. El ritual se transforma en una formidable asfixia cosmético-paradójica: rejuvenecerse para morir, ocultarse para ver, maquillarse para ser en la autenticidad. La estética del artificio por la cual Oscar Wilde metamorfoseaba en reciprocidad la vida y el arte a través de una idea clave, en base a la cual sostenía que el arte –el artificio– era el único medio examinable –el espejo– por el que la fuerza de vida se podía observar a sí misma, se muestra afín a la tesis de Clément Rosset (2). Oscar Wilde corresponde a un sustrato más profundo en la teoría de Rosset, encaminada a la total irracionalidad de la anti naturaleza como base fundamental de su teoría estético-artística, cercana en su pureza a valores del absurdo. Las ideas de Rosset, se explican entorno a la antinaturaleza de la estética del artificio y sus artistas –principalmente Baudelaire (1821-1867)–, que en un estrato superficial de la teoría, tienden a una antinaturaleza que aun quiere ser naturaleza, y por desagravio, practican su opuesto, su negativo. Surgen como una inadaptación a la naturaleza real, y como una estética romántica que muestra lo inverso a lo que se quiere expresar. Asimismo, como en el caso de la película de Visconti y la novela de Thomas Mann, los artistas y protagonistas quieren sostener una asfixia de carácter estético, a causa de una realidad impredecible para ellos –paradójicamente, por su continuidad lineal y monótona, tediosa e inmarcesible–, y por una desconfianza de la naturaleza, porque no acaba de completarles su Idea. Tal vez seguimos sin responder a la pregunta del por qué de la muerte de Aschenbach, personaje principal de la Muerte en Venecia. ¿Decide morir en la admiración del artificio, transmutado su rostro en la máscara del dandi, y el final de su existencia en un rito funerario-estético? Pensemos si la imagen de Aschenbach (o la de Thomas Mann, o la de Luchino Visconti) en la última secuencia de la película Muerte en Venecia, es la imagen de un moribundo, o es la imagen de un esteta en plena (auto) contemplación discursiva. Esta película de Luchino Visconti –y la narración de Thomas Mann–, están muy próximas a las estéticas de la renuncia (lo negativo como ‘nada’) y la contemplación (la unión o el olvido del yo en la observación estética-artística); cercanas asimismo a las estéticas de la decadencia (esteticismo, dandismo) y la anti naturaleza (irracionalidad). Son un buen testimonio de la suspensión fascinante (hasta lo extenuante) que las ideas estéticas y su formidable imaginación, ejercen sobre la vida de algunas personas, entre ellas, creadores y artistas. Digamos como final que la decadencia estética ha superado a la decadencia de lo contingente. (1) WILBER. K. (2000), Diario, Kairós, Barcelona, p. 22-23. (2) ROSSET, C. (1974), La anti-naturaleza, Taurus, Madrid, p. 93-105. www.losojosdehipatia.com.es 19 FOTOPERIODISMO Gervasio Sánchez: “Sin buen periodismo la sociedad está condenada a la manipulación” Arantxa Carceller Periodista. El fotoperiodista Gervasio Sánchez y la periodista Mònica Bernabé han inaugurado la exposición Mujeres. Afganistán. Fotografías de Gervasio Sánchez y textos de Mònica Bernabé en el Centre Cutural la Nau de Valencia para acercar la compleja realidad de la mujer afgana más allá de la imagen estereotipada del burka. Este proyecto, que nació gracias al Ayuntamiento de Barcelona y ha durado 6 años, reúne más de 150 imágenes que junto a los textos de la periodista Mònica Bernabé, afincada 8 años en Afganistán, muestran al espectador la cruda y violenta realidad que envuelve a la mujer afgana. Tanto Sánchez como Bernabé no dudan en reivindicar la labor periodística de esta empresa, aunque Afganistán ya no esté en la agenda de los grandes medios de comunicación, porque ambos siguen “creyendo que sin buen periodismo una sociedad está condenada a la manipulación, e incluso, a la pasividad”. De ahí, el hincapié de Gervasio Sánchez al denunciar el papel de los medios de comunicación y poner el acento en la funcionalidad 20 Los ojos de Hipatia del periodismo en la sociedad. “Los medios de comunicación son coparticipes de una forma de ejercer el periodismo que no tiene nada que ver con el periodismo. El periodismo debe vigilar al poder, controlar con contundencia las arbitrariedades del poder. El periodismo sirve para no olvidar los temas no mediáticos, no como ahora donde prima lo instantáneo, aunque sea pura basura”. Sin duda, ha sido el compromiso férreo de Sánchez y Bernabé hacia una profesión tan pauperizada, como es el periodismo, lo que ha hecho posible que llegue al público en ge- “Hay que recordar que España es la séptima potencia mundial en la venta de armas. Estas armas son financiadas por los principales bancos españoles, como el Banco Santander que es el que más armas financia”. neral una visión tan amplia, rica, compleja y llena de subterráneos sobre la situación de las mujeres en Afganistán, “huyendo sobre todo de la foto fija que tienen muchas personas, en la que creen que el burka es el gran problema de la mujer afgana. Cuando si el burka fuese sólo el problema de la mujer afgana, éste se hubiese acabado hace mucho tiempo. Queríamos plantearnos un proyecto donde no apareciesen burkas. Decidimos huir de esa retórica, de esa foto fija, y empezamos a estudiar cómo describir con un hilo narrativo lógico lo que significan todos los abusos y la violencia hacia la mujer afgana. Y eso que actualmente la situación de la mujer afgana ahora es mejor que la de la época talibán, pero, al mismo tiempo te diré que los talibanes habían dejado el listón tan bajo, que cualquier cosa que se hiciese tras la caída del régimen talibán iba a significar una mejora para la situación de la mujer afgana”, arguye Gervasio Sánchez. “El tema está en cuanto te quedas en la superficialidad de estas ideas, pues, el gran drama de las mujeres afganas, no es trabajar o no trabajar que lo es evidentemente, Gervasio Sánchez, fotoperiodista que ha cubierto los conflictos más importantes del siglo XX desde los años 80 y autor de varios libros fotográficos como Vidas minadas, Desaparecidos/Víctimas del olvido, Niños de la guerra, Sarajevo 1992-2008, entre otros.. sino lo que pasa en el interior del hogar, donde viven auténticas tragedias. Y esto ocurre donde los talibanes estaban, pero también donde jamás pusieron los pies, son zonas no muy grandes, donde había otras etnias y no llegó la influencia talibán. Tras la caída del régimen talibán, la situación no ha mejorado porque estas situaciones se producen bajo la influencia de la tradición. Afganistán tiene leyes de protección a la mujer importantísimas, y que demuestran ante la ley que las mujeres y los hombres son iguales, la Constitución del 2004, o la ley del 2009 que prohíbe la violencia contra las mujeres. El mismo Corán prohíbe los matrimonios forzosos, los matrimonios con menores. Pero todo esto lo aplasta la tradición, y lo que ocurre en la vida cotidiana no tiene nada que ver con las le- yes. Los hombres afganos están violando las leyes ante la pasividad del poder judicial, jurídico, y todo tipo de poderes, e incluso, ante la Comunidad Internacional, y recordar que desde 2002 Afganistán está subvencionado por la Comunidad Internacional”, puntualiza Sánchez. “Si las instituciones internacionales, lo que se llama la Comunidad Internacional, Europa, EEUU, Japón y Canadá, son incapaces de imponer una mejora en la vida de las mujeres no hay nada que hacer, es imposible cambiar las cosas. No ha habido ningún interés en mejorar la vida de las mujeres”. Las fotografías expuestas en la Nau, así como el catálogo que nutre esta exposición, analizan la violencia, endémica, que afecta a las www.losojosdehipatia.com.es 21 Mònica Bernabé, Presidenta de la Asociación para los Derechos Humanos en Afganistán (ASDHA). mujeres afganas a través de seis bloques, que abordan las principales temáticas que ejemplifican el grado de violencia a la que es sometida la mujer en Afganistán. Desde el matrimonio forzado e infantil hasta la fuga, el encarcelamiento, la drogodependencia, el suicidio, los avances legales y su realidad, las consecuencias de la impunidad y la guerra, o, la imagen de algunas mujeres relevantes que se han convertido en personajes de la vida pública, escenario restringido a los hombres, aunque cada una de ellas también arrastre su propio drama personal, ponen de relieve la dramática situación de las mujeres afganas. Todas las fotografías fueron tomadas en las principales ciudades de Afganistán: Kabul, la capital, Herat, Kandahar y Mazār-e Šarīf, “no ha hecho falta irse a las zonas rurales de Afganistán”, manifiesta la periodista Mònica Bernabé, para recoger la realidad de las mujeres afganas. “Los derechos de la mujer ya están muy en entredicho en Afganistán, aunque no estén los talibanes en el poder. Cuando hablamos 22 Los ojos de Hipatia del régimen talibán, hablamos de las restricciones que tenían las mujeres en la vida pública, mientras que es mucho más bestia la violencia que viven las mujeres dentro de sus casas”. Por ello, esa búsqueda tanto de Sánchez como de Bernabé para “mostrar la violencia que viven las mujeres de puertas para adentro”, aclara la periodista Mònica Bernabé, y que intenta adentrarse más allá de esa primera capa que es el burka. “El burka se convirtió en el símbolo de la represión de las mujeres durante el régimen talibán. Durante mis años en Afganistán, nunca he encontrado una mujer que me dijese que el burka era un problema para ella. Yo siempre digo que hay que ponerse en contexto. En Kabul, a día de hoy, la mayoría de mujeres no llevan burka, es en las zonas más inseguras donde las mujeres llevan burka. Es decir, cuanta menos seguridad más ves que las mujeres se tapen completamente. Porque debajo del burka no se sabe si eres joven, guapa, fea o vieja. El anonimato te da seguridad. El burka es una arma de protec- ción en cierta manera, y te permite saber cómo es la situación en una región, donde si ves a muchas mujeres con burka sabrás que la situación no es buena”. A lo largo de este recorrido fotográfico esa imagen del burka, como cárcel de mujeres, va erosionándose hasta vislumbrar una realidad mucho más complicada y que nace en el núcleo familiar como la misma Bernabé manifiesta, “el primer acto de violencia es el matrimonio”. Por tanto, y a pesar de la legalidad existente, es en la propia célula familiar, pilar clave en la sociedad afgana que no conoce el Estado de bienestar, donde se produce esa violencia contra las mujeres. “La mujer se convierte en una transacción económica”, aclara Gervasio Sánchez, y está sujeta a los dictámenes de su padre, esposo, e incluso, hermano menor. En este sistema estrictamente patriarcal, ligado a una ortodoxa tradición, las mujeres tanto de mayor nivel social como más pobres quedan sometidas a la voluntad de sus padres, quienes buscan un hombre para casar a sus hijas. Evidentemente, la peor suerte siempre la tendrán las mujeres de familias más pobres, o que sufran algún tipo de discapacidad. Aunque todas ellas, indistintamente del rango socia, deberán pasar por ese matrimonio forzoso que las obliga desde la noche de bodas a mantener relaciones sexuales con un auténtico desconocido. Y a vivir un calvario de puertas hacia dentro de sus hogares porque con el pago de la dote la mujer se convierte, inmediatamente, en una propiedad del hombre, quien determina inclusive si dar permiso a su mujer para ingresar o no en un hospital. Luego, las leyes afganas quedan veladas, o sepultadas, ante una tradición que subyuga a las mujeres a vivir en perpetua condena desde que nacen, mientras la mirada internacional gira la vista hacia una incipiente retirada de tropas sin buscar soluciones a la vida de las mujeres afganas. Sin embargo, la pasividad gubernamental no es el único elemento en este complejo entramado que afecta directamente a la situación de la mujer afgana. Otro punto relevante y que es extrapolable a otras zonas en conflicto, o puntos calientes, donde una paz total aún no se ha alcanzado, es el mercado de armas. Sin la paz es imposible fomentar otras cuestiones como la educación o la economía, para generar esa palanca de cambio que afecte de forma positiva a la sociedad en su conjunto, y, sobre todo, a las mujeres. He aquí, el prestigioso fotoperiodista Gervasio Sánchez señala directamente a los gobiernos, y a sus CENTRE CULTURAL LA NAU DE VALENCIA Hasta el 14 de febrero de 2016. Martes a Sábado, de 10 - 14 // 16 - 20 h. Domingos y Festivos, de 10 - 14 h. cómplices, los bancos como responsables de la situación de muchos países, como fuese en la guerra de los Balcanes, Ruanda, Congo, en la Afganistán de los años 80, y posteriormente, y también en la Siria de hoy, entre otros. “Hay que recordar que España es la séptima potencia mundial en la venta de armas. Estas armas son financiadas por los principales bancos españoles, como el Banco Santander que es el que más armas financia”, señala el fotoperiodista Gervasio Sánchez. Armas que matan, y no facilitan los procesos de paz, la inversión en economía ni educación para el avance, en este caso, de las mujeres afganas. Desde la mirada de Hipatia les recomendamos que no dejen de visitar esta magnífica exposición que permite acercarse a una realidad tristemente olvidada. Fotografías Gervasio Sánchez. www.losojosdehipatia.com.es 23
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