EL MÓDULO DE IDIOMA INGLÉS EN LA FACULTAD DE CIENCIAS EXACTAS, FÍSICAS Y NATURALES DE LA UNC: ORIGEN, EVOLUCIÓN, ORGANIZACIÓN, PRÁCTICAS DIDÁCTICAS Y PERSPECTIVAS Busso, Natalia; Moyetta, Daniela Facultad de Lenguas, UNC [email protected] [email protected] Resumen El idioma inglés es universalmente reconocido como el idioma de la ciencia y la tecnología (Grabe y Kaplan, 1996). Más aún, a nadie escapa el hecho de que nuestra época está signada por el desarrollo científico y tecnológico, actividad impulsada, entre otros sectores, por la universidad. En este escenario, leer y escribir en inglés constituyen prácticas comunes. De ahí la importancia que cobran la enseñanza y el aprendizaje de este idioma en relación con los procesos de comprensión y de producción textual. Por otra parte, y desde una perspectiva lingüística, resulta necesaria la alfabetización académica (Carlino, 2004) de los estudiantes que deben enfrentarse a las dificultades que entraña la lectura de textos académicos en lengua extranjera. La Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba no ha permanecido ajena a este fenómeno y, en consecuencia, en el año 2000 adopta el Módulo de Idioma Inglés como materia curricular. Desde su creación hasta nuestros días, el dictado de la asignatura ha evolucionado en su organización e implementación. Una parte importante de los esfuerzos de docentes a cargo del Módulo ha sido destinada a proporcionar a los alumnos de las ingenierías estrategias diversas para resolver problemas de comprensión de géneros discursivos especializados en lengua extranjera y de circulación frecuente en el contexto universitario. Nos proponemos, entonces, dos objetivos principales. En primer lugar, presentar nuestra experiencia en la puesta en marcha del Módulo de Idioma Inglés en el marco de la UNC y su evolución en la FCEFyN. En segundo lugar, exponer las acciones emprendidas para optimizar nuestras prácticas didácticas, especialmente en la elaboración de materiales de estudio. Sobre la base de la reflexión, intentaremos aportar argumentos en favor de un compromiso institucional que garantice condiciones que permitan el sostén en el tiempo de políticas lingüísticas que resalten el valor formativo de la lectura en lengua extranjera en el nivel superior. Palabras clave: lectocomprensión en inglés, ingenierías, UNC. Introducción El idioma inglés es universalmente admitido como la lingua franca de la ciencia y la tecnología (Grabe & Kaplan, 1996). Por otra parte, a nadie escapa el hecho de que nuestra época está signada por el desarrollo científico y tecnológico, actividad impulsada, entre otros sectores, por la Universidad. Es precisamente en el contexto universitario donde tienen lugar la lectura y la producción de textos disciplinares en lengua extranjera. Si se tiene en cuenta que gran parte de las publicaciones internacionales de textos especializados se realizan originalmente en inglés, pero no todas son traducidas a nuestra lengua, surge un serio inconveniente para quien no puede acceder a los textos originales, sea profesional o estudiante. Esa “incapacidad” le priva nutrirse de conocimientos en el momento adecuado. Esto pone de relieve la importancia de enseñar y de aprender el idioma inglés como medio de acceso y permanencia en la comunidad científica internacional. La Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (en lo sucesivo FCEFyN) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) no ha permanecido ajena a este fenómeno y, en consecuencia, en el año 2000 adopta el Módulo de Idioma Inglés como materia curricular. Desde su creación hasta nuestros días, el dictado de la asignatura ha evolucionado en su implementación. El presente trabajo se centra en los orígenes, evolución, organización, prácticas didácticas y perspectivas del Módulo de Idioma Inglés en la FCEFyN, UNC. La presentación se estructura en tres secciones. En la primera, se hace referencia a los inicios y al desarrollo en el tiempo de la materia. En la segunda, se exponen las principales nociones teóricas y metodológicas que sustentan nuestro trabajo. Finalmente, en la tercera, se replantean las prácticas de elaboración de materiales y se exponen los principales desafíos que esto supone. 2. Origen, Evolución y Organización del Módulo de Idioma Inglés En el año 1999, el Consejo Superior de la UNC aprueba el Módulo de Enseñanza del Idioma Inglés para todos los estudiantes de las carreras de grado de esta casa de estudios. Este órgano recomienda a todas las unidades académicas la inclusión, en forma gradual, del Módulo de Idioma Inglés en sus planes de estudio. La creación de este módulo obedeció, principalmente, a la necesidad de permitir a los estudiantes universitarios el acceso a materiales bibliográficos escritos en ese idioma. De ahí la modalidad adoptada: lectocomprensión. En sus comienzos el Módulo se dictó como materia optativa. En la actualidad, ha sido adoptado por casi todas las unidades académicas que conforman la UNC, pero con diferentes modalidades: obligatorio u optativo. En la FCEFyN, es de cursado obligatorio, régimen cuatrimestral y la carga horaria es de 75 horas cátedra, distribuidas en 4 horas semanales. Los alumnos pueden cursarlo en calidad de promocionales o de regulares o rendir un examen final en condición de libres. 3. Contexto de Inserción del Módulo de Lectocomprensión y Prácticas Didácticas En la FCEFyN el Módulo de Idioma Inglés los alumnos que cursan la materia, en su mayoría de tercer año, pertenecen a agrimensura y a las diferentes ingenierías. En este ámbito, se asume que los alumnos deben ser capaces de leer textos de la especialidad en su lengua materna y en lengua extranjera. Géneros como por ejemplo Artículos de Investigación Científica escritos en inglés pueden formar parte de los materiales de estudios de las diferentes materias; sin embargo, las convenciones socioretóricas y los elementos microdiscursivos que caracterizan a esta clase textual no son siempre explícitamente presentados. Los docentes de las materias curriculares específicas son especialistas en su área, pero no necesariamente conocen sobre la enseñanza de lectura en lengua extranjera en el nivel superior. Es aquí donde la intervención del docente del Módulo de Idioma Inglés cobra vital importancia; este módulo proporciona a los estudiantes las herramientas retórico-lingüísticas básicas para que logren ser lectores más competentes. 3.1. Concepción de “Lectura en Lengua Extranjera” En el nivel superior, la principal finalidad asignada a la lectura es la construcción o apropiación de conocimientos dentro de un determinado campo de saber, lo que se denomina “lectura para aprender” (Dorronzoro & Klett, 2006). En este sentido, la compresión del lenguaje escrito no puede reducirse a la de una herramienta de acceso a otro código lingüístico o bien ser considerado un puente para abordar conocimientos disciplinares. Por el contrario, la compresión del lenguaje escrito en lengua extranjera también debe ser entendida como un medio para desarrollar capacidades de pensamiento. La lectura en lengua extranjera debe considerarse fundamentalmente al servicio de la construcción de los conocimientos disciplinares a los que el estudiante debe acceder, es decir, a su transformación, reelaboración y apropiación, lo que permite incrementar y transformar la estructura conceptual del lector. En otras palabras, tanto en lengua extranjera como en lengua materna, la compresión lectora se presenta como una actividad de resolución de problemas con vistas a un desarrollo conceptual, a partir de un discurso vinculado con un campo disciplinar determinado. En lo que respecta a nuestra concepción y abordaje de la lectura comprensiva, podemos decir que denominamos comprensión lectora a la competencia que desarrollan los sujetos en relación con las buenas prácticas de lectura. Así, adherimos a los modelos interactivos de lectura, ya que creemos que leer es un proceso estratégico que consiste en la construcción progresiva de sentidos a partir de la interacción entre el lector y el texto (Carrell, Devine & Eskey, 1998). Actualmente, existe consenso en que, al leer, el lector experto recurre a sus conocimientos previos, además de utilizar estrategias cognitivas. En efecto, podemos afirmar que aprendemos a interpretar textos pertenecientes a un determinado discurso organizados según un género y formateados en un tipo de soporte. Por lo tanto, la comprensión lectora supone un conjunto de procedimientos que implican operaciones cognitivas de diferente nivel de complejidad, vinculadas con la elaboración de inferencias. La lectura no tiene únicamente un rol instrumental. Además de constituir una herramienta de acceso a conocimientos disciplinares o a otro código lingüístico (Dorronzoro, 2005), la lectura es una actividad vinculada con los contextos socioculturales en los que se lleva a cabo (Dorronzoro & Klett, 2006). En nuestro caso en particular, esta práctica se realiza en la universidad; así, y en sintonía con Dorronzoro & Klett (2006: 58), entendemos al contexto como “la esfera de la actividad humana específica con la que se articula la actividad discursiva verbal de los sujetos” y a la lectura en la universidad como un proceso de construcción llevado a cabo por un lector, a partir de un texto escrito, con el propósito de construir conocimientos dentro de un área específica (Dorronzoro & Klett, 2006: 59). La universidad como institución de enseñanza superior que comprende diferentes comunidades disciplinares condiciona los textos que ahí se leen, el abordaje que éstos suponen y la finalidad pautada (Dorronzoro & Klett, 2006; Carlino, 2005). A decir de Carlino (2005), en la universidad circulan textos académicos y textos científicos. Los primeros son los que se utilizan para enseñar y aprender en esta institución; es decir, para transmitir el saber. Los segundos son los elaborados por investigadores y refieren a temáticas propias de un dominio científico, además de responder a convenciones y tradiciones retóricas específicas de cada área de conocimiento (Adelsteín & Kuguel, 2004). De lo dicho anteriormente, se desprende que cada disciplina posee un repertorio propio de géneros y, por lo tanto, conocer la disciplina exige saber leerlos y producirlos (Cassany, 2008). 4. Actualidad y Perspectivas Futuras Tener conciencia de que los géneros discursivos constituyen modos de interacción social y que, por lo tanto, se debe visualizar en qué escenario y con qué objetivos un lector podría requerir interactuar con los mismos (Parodi, 2010), nos condujo a replantear nuestro abordaje del diseño de materiales didácticos, que, en un comienzo, había estado enmarcado en orientaciones de tipo declarativo y procedural. La necesidad de entrenar a los estudiantes del nivel superior para desarrollar la capacidad de “pensar antes de leer en qué género están leyendo, para qué lo están leyendo y cómo lo deben leer” (Parodi, 2010: 83), nos llevó a indagar en las teorías que conciben a la lectura como una práctica social y al texto como un “objeto lingüísticocomunicativo complejo” (Ciapuscio y Kuguel, 2002). Desde esta perspectiva, tomamos como punto de partida los aportes de los modelos de lingüística textual germana que entienden a los procesos de producción y de comprensión textual como una puesta en juego de “sistemas de conocimientos interrelacionados: enciclopédico, lingüístico, interaccional-situacional y sobre clases de textos” (Heinemann y Viehweger, 1991 en Ciapuscio y Kuguel, 2002). En armonía con el marco teórico adoptado, nos concentramos, luego, en las competencias que intervienen en la elaboración del significado de un texto: estratégica, léxico-gramatical y discursiva, enfatizando las formas lingüísticas ya que, a nivel microtextual, son el léxico y los rasgos sintácticos los más destacados en las lenguas de especialidad (Gómez de Enterría Sanchez, 2009) y por ende, en los textos especializados que transitan el medio universitario. Es así que nos encontramos en la etapa inicial del proceso de elaboración del nuevo manual de cátedra que abordamos desde tres dimensiones: la estratégica, la discursiva y la lingüística. Por dimensión estratégica entendemos el entrenamiento sistemático en estrategias cognitivas y de lectura para la interpretación de textos en inglés de una determinada disciplina, según los objetivos de lectura establecidos. Por dimensión discursiva entendemos el reconocimiento de la organización de la información en un texto, cuya comprensión puede “facilitar la construcción de la representación global que se hace del texto, además de guiar el proceso de lectura” (Parodi, 2010: 83). Por último, entendemos la dimensión léxico-gramatical como la identificación de elementos del léxico y de la gramática de la lengua en cuestión. Estas tres dimensiones se condicionan mutuamente, ya que el reconocimiento de la secuencia textual predominante, por ejemplo, permite predecir elementos lingüísticos. Nuestro desafío será sistematizar el material didáctico en ejes temáticos y en familias de géneros representativos de las necesidades de los estudiantes pertenecientes a las once carreras de ingeniería comprendidas en esta materia. 5. Consideraciones Finales La experiencia presentada contribuye a reflexionar en dos direcciones. Primero, consideramos que las prácticas de lectura en lengua extranjera deben ser objeto de constante indagación y revisión a la luz de nuevos aportes teóricos. Segundo, creemos, al igual que otros profesionales que han expresado su preocupación por la lectura en lengua extranjera en la universidad, que para avanzar en las propuestas de alfabetización académica y adquisición de herramientas básicas que contribuyan a una comprensión eficaz se requiere del trabajo conjunto de los docentes y del compromiso institucional que permitan la concreción y el sostén en el tiempo de políticas lingüísticas que resalten el valor formativo de la lectura en el nivel superior. 6. Referencias bibliográficas Adelsteín, A. & Kuguel, I. (2004) : Los textos académicos en el nivel universitario. Los Polvorines, Universidad Nacional de General Sarmiento. Carlino, P. (2005): Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económico. Carrell, P.; Devine, J. & Eskey, D. (1998): Interactive approaches to second language reading. Cambridge: CUP. Cassany, D. (2008): Taller de textos. Leer, escribir y comentar en el aula. Buenos Aires: Paidós. Ciapuscio, G. & Kuguel, I. (2002): Hacia una tipología del discurso especializado: aspectos teóricos y aplicados. En J. García Palacios y M. T. Fuentes Morán (Eds.), Texto, terminología y traducción. Salamanca: Ediciones Almar. Dorronzoro, M. & Klett, E. (2006): Leer en lengua extranjera en la universidad: Marco teórico y transposición didáctica. Centro de Estudios Interculturales: Universidad Nacional de Tucumán. Dorronzoro. M.I. (2005): Didáctica de la lectura en lengua extranjera. En Klett, E. (Dir.), Didáctica de las lenguas extranjeras: Una agenda actual. (pp. 13-30). Buenos Aires: Araucaria. Gomez de Enterría-Sanchez, J. (2009): El español lengua de especialidad: enseñanza y aprendizaje. Madrid: Arco Libros. Grabe, W. & Kaplan, R. (1996): Theory and practice of writing. London: Addison Wesley Longman. Parodi, G. (2010): Saber leer. Madrid: Santillana Ediciones Generales.
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