1. Ingeniería

EL SOL
"Donde entra el sol no entra el médico".
(Antiguo proverbio).
La helioterapia es el uso del sol con fines curativos, exponiendo el cuerpo o partes del
mismo a la acción directa de los rayos solares (el cristal detiene los rayos ultravioleta). El
sol es la gran fuente de energía de este mundo, posibilita la existencia de la vida vegetal,
animal y humana, por lo mismo ha ocupado un lugar central en todas las cosmologías
mitológicas. Sabido es que los habitantes de los países tropicales que disfrutan de mayor
cantidad de luz y rayos solares durante el año, son más vivaces y alegres que los de países
nórdicos. Según los datos modernos, tan solo en los E.U. cada invierno 35 millones de
personas caen en depresión por la falta de exposición a los rayos solares. El sol proporciona
a los organismos vivos calor, luz, energía electromagnética y demás vibraciones que la
ciencia moderna apenas comienza a entender.
Citemos a modo de ejemplo las investigaciones del Ing. Marcel Violet, quien observó que
en un recipiente con agua químicamente pura una larva de rana moría inmediatamente,
mientras que en esa misma agua podía vivir dicha larva pero solo después de haberla
expuesto a la luz y los rayos cósmicos dejándola un mes en la ventana en un recipiente de
cristal sellado.
Los rayos solares proporcionan alimento útil al cuerpo humano, es absorbido y fijado por
todos los tejidos "según demostró Finsen y esto lo comprueba también el experimento de
Schalapfer, que probó que la sangre de conejo influía más intensamente en la placa
fotográfica (como otras sustancias orgánicas) después de expuesta al sol que antes" (Dr. E.
Alfonso, op cit., p. 561). La ciencia moderna debería poner más atención -añade este autor
citando esta vez a Rollier- en el impresionante parentesco entre la clorofila -capaz de
atrapar y transformar la luz solar en materia vegetal- y la hemoglobina, componente básico
de la sangre.
Efectos de los rayos solares:
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Rayos infrarrojos (abajo del rojo): Sus efectos son sobre todo térmicos.
Vasodilatación de la piel.
Aumentan la producción de orina.
Aumentan la producción de leucocitos.
Rayos amarillos: Tonifican.
Rayos verde-azules: Sedan.
Rayos ultravioleta:
Son invisibles para el ojo humano pero de los principales en términos curativos.
Llegan poco a la tierra, más en montaña que en tierras bajas. Abundan más en verano
y con aire limpio y seco.
Es un bactericida sumamente eficaz, de ahí los beneficios del baño de sol para
tuberculosis, enfermedades de la piel, tumores, llagas, abscesos.
Además los baños de sol aplicados en la medida adecuada producen:
Estimulación del sistema nervioso.
Estimulación de la energía corporal en general, sensación de ánimo y alerta.
Regulación del metabolismo, mayor capacidad de absorción de nutrientes.
Pérdida de grasa y aumento de la musculatura.
Aumento de los glóbulos rojos en la sangre.
Producción de vitamina D, A, asimilación del calcio y otras vitaminas.
Mejora las defensas del cuerpo.
Estimula el sistema glandular y sobre todo el sexual.
Aumenta las secreciones de la piel, favoreciendo la destoxificación
(sebáceas/sudoríparas).
Favorece la cicatrización.
Combate la depresión.
Mejora todas las funciones de la piel: defensivas, destoxificantes, nutricionales,
secretoras de hormonas (vitamina D), circulatorias, nerviosas, reflejas, etc.
Un mayor estado de salud, de vigor y de pureza corporal.
Eliminación de sustancias y tóxicas.
Disminución del dolor, algo muy apreciado por los pacientes.
Indicaciones principales de la helioterapia:
Todo tipo de tuberculosis (excepto pacientes con tuberculosis pulmonar en los cuales se
presentan fiebres y hemorragias), anemia, desnutrición, depresión, enfermedades cutáneas,
leucemia, reumatismos y artritis, diabetes, enfermedades infecciosas, enfermedades
cardíacas, renales, hepatobiliar, respiratorias y nerviosas, fracturas, fatiga, enfermedades
del aparato reproductor y deficiencias de la libido, etc.
Procedimiento:
La regla fundamental es tomar baños progresivamente. En enfermos no delicados puede
comenzarse con baños de sol de cuerpo completo durante pocos minutos, exponiendo
espalda, frente y costados, e ir aumentando poco a poco hasta llegar a baños de 30 a 60 min
de duración estando el paciente acostado o más tiempo si está en movimiento. Cuando se
trata de pacientes más delicados se puede proceder según el método propuesto por el Dr. E.
Alonso, según el cual se avanza desde los pies hacia la cabeza incrementando día a día la
extensión corporal y el tiempo de exposición en un lapso de 10 días, comenzando con
exposiciones de 5 min, el 1er día para llegar a baños de cuerpo completo de 15 min el
décimo día y continuar aumentando 5 min por día hasta la duración adecuada.
 Durante los baños de sol el paciente puede realizar baños de su piel con una toalla
empapada con agua fría.
 Durante los baños de sol es muy importante mantener la cabeza a la sombra, o
cubierta con un sombrero.
 Aplicar los baños lejos de las comidas.
Efectos nocivos:
El sol es el representante por excelencia de la energía de fuego, de modo que cualquier
exposición genera síntomas de fuego en el organismo: seca los líquidos generando sed,
puede haber fiebre, el paciente tiene calor, teme al calor y prefiere lo fresco, tiene deseo
de bebidas frescas, puede haber garganta seca, dolor de cabeza y vértigos, orina escasa y
obscura, constipación, tez roja, piel enrojecida o con erupciones o francamente
ampollada, pulso rápido, en casos extremos puede haber agitación, delirio, coma,
hemorragias pulmonares y hasta la muerte.
En estos casos es necesario combatir cada uno de los efectos:
 Refrescar para combatir el calor: aplicaciones con agua fresca, no fría porque puede
agravar el cuadro.
 Humidificar para combatir la sequedad y la sed: el trópico mismo nos ofrece uno de
los mejores remedios, el agua de coco, también el pepino puede dar resultados
excelentes.
 Calmar: es necesario tranquilizar al paciente para atacar los signos de agitación,
insomnio, inquietud, etc. Esto se logra con aplicación de compresas húmedas con
agua fresca en la nuca y en la frente. Si hay dolor de cabeza dar baños con agua fría
en los pies.
 Nutrir para combatir los signos de debilidad que pueden sobrevenir a la fiebre.
Régimen a base de alimentos líquidos y crudos.
 Para las quemaduras aplicar gel de sábila o clara de huevo.
Resulta evidente que estos cuadros de insolación graves no ocurren fácilmente en quienes
buscan la aplicación terapéutica del sol, sino más bien en campesinos o vacacionistas
despreocupados. Sin embargo, es importante señalar todos estos síntomas para que el
propio paciente sepa regular sus tiempos de exposición al sol. En un inicio, más vale pecar
por defecto que por exceso, y ante el más mínimo aviso de que se este excediendo la
capacidad personal de exposición al sol es conveniente interrumpir uno o dos días los baños
y después retomarlos más suavemente. Mientras más blanca sea la piel del paciente
mayores precauciones deben tomarse.
El agujero de la capa de ozono.
Este fenómeno representa el peligro de que cantidades muy altas de rayos ultravioletas
lleguen hasta la superficie de la tierra pudiendo traer consecuencias nefastas.
Se recomienda por eso mismo preferir los baños de sol de antes de las 11 a.m. o después de
las 3 p.m.
Contraindicaciones de los baños de sol:
Resulta evidente que en todas las enfermedades en que el paciente presente signos de calor,
disgusto por lo caliente, y atracción por lo refrescante deberán evitarse los baños de sol.
No se deben aplicar baños de sol en los siguientes casos:
 Presión arterial elevada (excepto el paciente con insuficiencia renal crónica).
 Enfermedades febriles.
 Inflamaciones agudas, forúnculos.
 Quemaduras.
 Hemorragias.
 Migrañas, etc.