Autor: QUINTANA, Eva Título: Los Índices de Desarrollo Humano: Una Medición Alternativa Ubicación: 1-9 Extensión: 9 páginas Año Publicación: 2008 Editor: Escuela Virtual Los índices de desarrollo humano: Una medición alternativa ¿POR QUÉ UNA MEDICIÓN ALTERNATIVA? ¿Y CUÁL? En la teoría convencional del desarrollo, el hecho principal que debe ser observado es cómo el ingreso per capita de una determinada sociedad se modifica con el paso del tiempo. En consecuencia, la adopción de una medida alternativa debe empezar con una crítica de este indicador. El uso del ingreso como unidad de medida se basa en dos argumentos sumamente convincentes: - Primero, medir el avance de un país en función del ingreso permite la comparación precisa y la evaluación inequívoca del desempeño de las autoridades y agentes económicos. Por el contrario, al adoptar varios criterios simultáneos, se abriría un margen para las excusas y la irresponsabilidad, sobre todo si algunos de esos criterios fueran difíciles de medir. - Segundo, si hay que escoger una sola variable, la mejor opción sin duda es el ingreso, pues éste representa el “valor de cambio”, la unidad común para adquirir todo tipo de bienes y servicios que contribuyen al bienestar de las personas. Pero el DH formula una crítica severa a cada uno de estos dos argumentos, así: - Primero, un solo indicador no es suficiente para medir el desarrollo, porque éste es tiene varias dimensiones - no una sola- Sin negar la ventaja que tendría una medida simple, el DH se fija en una cuestión más esencial: el desarrollo no consiste en avanzar en una sola dimensión, sino que es intrínseca e irreductiblemente pluridimensional. Así se dificulten la medición, la comparación y la evaluación, así exista el riesgo de evadir responsabilidades, queda la pregunta sobre si el abanico de las opciones u oportunidades humanas puede o debe reducirse a una sola dimensión, sobre si los tres valores seminales - eficiencia, equidad y libertad- son o no son tres valores “valiosos” y distintos. Frente al reduccionismo equivocado y dañoso de la teoría convencional del crecimiento económico, se levanta por eso la ruptura ética del DH. - Segundo, aun si el desarrollo fuera unidimiensional, el ingreso como medición de las utilidades o funcionamientos tiene cinco limitaciones: • Hay funcionamientos que no dependen del ingreso; por ejemplo, gozar de un bello atardecer. • El solo ingreso no predice todas los opciones; funcionamientos; por ejemplo, la rica Ana padece de una enfermedad terminal. • El ingreso está sujeto a la llamada ley de utilidad marginal decreciente; el tercer vaso de agua no apaga la sed de Tomás tanto como el primero. • El ingreso nacional incluye no sólo los bienes sino los “males”; por ejemplo, el valor de las armas y de la heroína producida en el país; y UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 1 FIGURA 2.1 Fuente: Informe sobre Desarrollo Humano, 19941 • El ingreso per capita no toma en cuenta la forma en que el ingreso está distribuido: el ingreso per capita de Ana y Tomás es igual, independiente de que Ana reciba $5 y Tomás reciba $25, o que cada uno reciba $15. Para superar estas limitaciones sustantivas y técnicas del ingreso como medida única del desarrollo, los informes del PNUD han presentado una serie de indicadores e índices alternativos, incorporando las opciones humanas básicas, e incluyendo dimensiones y asuntos tales como equidad de género, la libertad humana, la democracia política, la desigualdad social, la pobreza, los avances tecnológicos, los derechos humanos, la gobernabilidad, el multiculturalismo y la sostenibilidad del desarrollo. LOS PRINCIPALES ÍNDICES DE DH: EL IDH, EL IDG, EL IPG Y EL IPH Dentro del paradigma se han consolidado cuatro principales que son: el índice de desarrollo humano, el índice de desarrollo relativo al género, el índice de potenciación de género, y el índice de pobreza humana: El Índice de Desarrollo Humano (IDH) El IDH mide el logro total de un país (o una región, o un determinado grupo social) en tres dimensiones del DH (longevidad, conocimiento y un nivel de vida decente). Utiliza las siguientes dimensiones y variables: - Una Vida larga y saludable La esperanza de vida al nacer , 1 UNDP. 1994. Informe sobre Desarrollo Humano 1994. Ciudad de México, D.F.:Fondo de Cultura Económica, S.A. de C.V, p.54 UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 2 - El logro educativo (tasa de alfabetización en y tasa de escolaridad conjunta) y El ingreso real per cápita ajustado. Puesto que estamos ante un paradigma en construcción, es natural que también en el cálculo del IDH se hayan dado cambios desde su aparición en 1990. Estos cambios han sido en parte fruto de sus revisiones críticas y se refieren a las dimensiones “conocimiento” y “recursos para una vida decente”: 1. Conocimiento En 1990 se tomó sólo la tasa de alfabetización para la población mayor de 15 años; en 1991 se añadieron los años de escolaridad media para mayores de 25 años; y a partir de 1992, esta última variable fue reemplazada por la tasa bruta de escolaridad conjunta. Dicha evolución ilustra bien las tensiones entre validez, confiabilidad y disponibilidad de estadísticas, por lo cual conviene explicarla brevemente. La alfabetización parece medir bien el acceso al conocimiento, es decir, tiene validez construida; y sin embargo tiene serias limitaciones: a) La definición de alfabetización como “capacidad de leer, escribir y comprender un texto sencillo y corto sobre la vida cotidiana” es en realidad más compleja de lo que parece; b) El analfabetismo depende del idioma; no es lo mismo ser analfabeta en español con sus 28 caracteres, que serlo en chino, donde leer un periódico requiere el dominio de unos 10.000 “kanjis”; c) La capacidad de leer, escribir y comprender textos simples importa cada vez menos. Hoy se habla de alfabetización funcional, es decir, la capacidad de entender sistemas complejos de simbolización, como decir el necesario para administrar una cuenta bancaria, respetar las señales de tránsito o diligenciar la declaración de impuestos o la aplicación al seguro de desempleo. Según que se utilice la definición mínima o la definición funcional de la alfabetización, Canadá resulta tener 99% o apenas 80% de población alfabetizada y así en otros países se dan grandes variaciones. d) La tasa de alfabetización convencional no discrimina entre países industrializados, pues todos ellos reportan tasas de 100%. Para corregir los problemas anteriores, en 1991 se introdujo la escolaridad o número promedio de años de educación formal alcanzados por las personas mayores de 25 años. Pero este indicador también tiene problemas: a) Le da mucho peso al pasado lejano y en cambio no mide el esfuerzo educacional del país durante el último cuarto de siglo; b) Es sumamente difícil de calcular, porque supone conocer los años de escolaridad completa que tiene cada habitante del país; c) Por eso mismo, el indicador no está disponible para muchísimos países; d) Cuando está disponible suele estar atrasado - tanto que las últimas cifras comparables se refieren a alrededor de 1980. Por estas razones, en 1992 fue necesario cambiar de nuevo el indicador y adoptar la tasa bruta de escolaridad conjunta - así ella tenga el defecto de ignorar la riqueza educativa acumulada por la población mayor de 24 años. UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 3 La anterior relación ilustra cómo, en materia de desarrollo económico, político y social, no existe un indicador único que satisfaga a la perfección los requisitos de validez, confiabilidad y computabilidad. 2. Recursos para una vida decente Los cambios en el tratamiento del ingreso han tratado de captar cada vez mejor el hecho de que la contribución del ingreso al DH va decreciendo a medida que aumenta el nivel de ingreso, sea que un dólar adicional significa más cuando se es muy pobre que cuando se es muy rico. Para expresar este principio que en la microeconomía clásica se denomina la “utilidad marginal decreciente del ingreso”, los informes de DH han ensayado tres métodos sucesivos y de cierta complejidad matemática, así: - En 1990, además de utilizar unidades PPA (que toman en cuenta las diferencias en poder adquisitivo), se tomó el logaritmo del ingreso per cápita, pues la función logarítmica refleja aquel comportamiento marginal decreciente. Aún más, se estableció un tope superior, más allá del cual los aumentos del ingreso no contribuyen al DH (el tope fijado era la línea de pobreza promedio existente para 9 países industrializados). - Pero descartar del todo el ingreso después de aquella línea de pobreza parecía excesivo, y por eso en 1991 se ensayó la denominada transformación de Atkinson, X =(1/1-ε)Y(1-ε) ε = 0, para Y hasta Y media = ½, para Y entre una y dos veces la media = 1/3, para Y entre dos y tres veces el valor de la media La ecuación convierte la variable Y en la variable X al darle distintos valores al parámetro ε. Se notará que cuando ε = 0, X = Y, o sea que no se produce ninguna transformación; pero a medida que ε aumenta, el valor de X comienza a disminuir. En la corrección de 1991, a ε se le asignaban tres valores para reflejar la utilidad marginal decreciente del ingreso. - Pero, de nuevo, el tratamiento de Atkinson es complejo, engorroso y un tanto arbitrario, por lo cual a partir de 1999 se optó por tomar sencillamente la transformación logarítmica del ingreso, sin tope o restricción superior. El Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG) El IDG mide el logro en las tres dimensiones y variables del IDH, pero ajusta sus valores por la desigualdad entre los sexos: a mayor desigualdad de género, mayor el retroceso en el IDH del país. Cómo debe interpretarse el IDG2 Es importante resaltar que el IDG no es una medida de desigualdad de género per se. A menudo, el IDG ha sido incorrectamente interpretado como tal. Esto ha sido en parte debido a la complejidad de su interpretación y en parte al modo en que ha sido comunicado en algunas ocasiones. Pero el IDG no es un índice de desigualdad de género. Se trata de una medida de 2 HDRO (2006): Revisiting the Gender-related Development Index (GDI) and the Gender Empowerment Measure (GEM) UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 4 desarrollo humano, que penaliza por las disparidades en logro entre mujeres y hombres en las mismas tres dimensiones que del IDH. El valor del IDG de un país siempre es menor que el valor del IDH de ese mismo país. Esto se debe a la manera en que se calcula el IDG, que inflinge una penalización en el valor del IDH en función del grado de desigualdad entre hombres y mujeres. Pero hay algunas cuestiones que debemos tener esto en cuenta a la hora de comparar los IDG de varios países. Por ejemplo, un valor bajo del IDG puede deberse tanto a desigualdades en desarrollo humano entre hombres y mujeres como a logros bajos en desarrollo humano en general. Así mismo, un país con un alto nivel de desarrollo humano general puede tener un valor alto de IDG a pesar de la existencia de grandes diferencias entre hombres y mujeres. Esto es así cuando la penalización que inflinge el IDG no es suficientemente grande como para producir una reducción sustantiva en el valor del IDH. Un ejemplo de Omán y Kenia nos ayudará a ilustrar estas cuestiones: Omán Kenia Esperanza de nacer Fem. Mas. 75,7 72,8 46,3 48,1 vida al Ambas 74,1 47,2 Tasa de alfabetización en adultos Fem. Mas. Ambas 65,4 82,0 74,4 70,2 77,7 73,6 Tasa de matriculación bruta combinada Fem. Mas. Ambas 63 63 63 50 53 52 IDH IDG Omán 0,781 0,759 Kenia 0,474 0,472 Ingresos percibidos estimados (PPA en US$) Fem. Mas. Ambas 4.013 21.614 13.584 1.001 1.078 1.037 Según estos datos de 2005, el IDH de Kenia (0,474) es mucho más bajo que el de Omán (0,781). Esto ocurre porque los niveles promedio de logro en DH son más elevados en Omán que en Kenia. El IDG es también inferior en Kenia (0,472) que en Omán (0,759), a pesar de que las diferencias entre hombres y mujeres son mayores en Omán (véase las tasas de alfabetización adulta y el ingreso estimado). Aunque Kenia es un país con mayor igualdad de género que Omán, el IDG de Omán es mucho más alto que el de Kenia porque, a pesar de la penalización aplicada, el nivel general de DH en Omán sigue siendo más elevado que el de Kenia. Si queremos obtener una medida de desigualdad de género, lo más apropiado es comparar el IDG de un país con su propio IDH. Tanto la diferencia entre los dos índices (IDH – IDG) como la relación entre ambos índices (IDG / IDH) nos darán información sobre el efecto que la desigualdad de género en las tres dimensiones del IDH tiene en el desarrollo humano de un país. En cualquier caso, antes de sacar conclusiones a partir de la comparación entre el IDH y el IDG es recomendable realizar un análisis detallado de los datos utilizados para el cálculo de los índices, así como un análisis de los factores que contribuyen a la desigualdad de género en el país. Dado que muchas de las diferencias de género se manifiestan en dimensiones o indicadores de DH no recogidos por los índices de DH, este análisis es especialmente importante. Lo que no debemos olvidar del IDG3 Es importante recordar que el IDG: 3 Adaptado del documento “Lo que no debemos olvidar del IDG y del IPG” del Curso en DH y desigualdades de género. Escuela Virtual Proyecto Regional para América Latina y el Caribe, 2007. UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 5 • • • • Utiliza los logros a nivel de país en las mismas áreas que el IDH, es decir, ingresos, educación y esperanza de vida, pero incorpora la desigualdad entre mujeres y varones en cuanto al grado de dicho adelanto en 130 países. El grupo de referencia para este índice son los varones. La metodología utilizada por el IDG impone una penalización por las desigualdades entre hombres y mujeres, de modo que el valor del IDG desciende cuando los niveles de adelanto de mujeres y hombre descienden, o cuando la disparidad entre sus logros se acrecienta. Cuanto mayor es la disparidad en estos temas entre mujeres y varones, más bajo es el IDG comparado con su IDH. El Índice de Potenciación de Género (IPG) El IPG mide el grado de participación de las mujeres en la vida económica y política. Las dimensiones y variables que componen el IPG son las siguientes: - La participación política y la capacidad de decisión se miden por la proporción de hombres y mujeres con representación parlamentaria. La participación y la capacidad de decisión en el ámbito económico son aproximadas por la representación femenina en ocupaciones técnicas y cargos superiores. El poder sobre los recursos económicos se mide a partir de la proporción entre los ingresos de las mujeres y de los hombres. Cómo debe interpretarse el IPG4 El IPG parece ser más fácil de interpretar que el IDG, pero su uso se ha visto menoscabado por la falta de datos en muchos países. Al contrario que el IDG, que se centra en el bienestar, el IPG tienen como objetivo medir la agencia de la mujer. El procedimiento para el cálculo del IPG se asemeja al del IDG pero, a diferencia de éste, no se basa en un marco conceptual claro. El método para el cálculo del ingreso en el cómputo del IPG tiene implicaciones para su interpretación. Así, un país pobre nunca podría lograr un alto valor del IPG, incluso aunque tuviera igualdad de ingresos entre hombres y mujeres. Por otro lado, un país rico podría tener un valor alto del IPG simplemente porque el ingreso per capita es elevado y esto incrementa el valor del componente del ingreso en el IPG. Esto es ilustrado en el siguiente cuadro con el caso de otros dos países: Namibia y Singapur. 4 HDRO (2006): Revisiting the Gender-related Development Index (GDI) and the Gender Empowerment Measure (GEM) UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 6 Singapur Namibia Mujeres en escaños parlamentarios (% del total) Mujeres legisladoras, altas funcionarias y directivas (% del total) Mujeres profesionales y trabajadoras técnicas (% del total) 16,0 25,5 26 30 45 55 Relación de los ingresos estimados entre mujeres y hombres Mujeres 16.489 4.201 Hombres 32.089 8.234 Relación 0,51 0,51 IPG 0,654 0,603 A pesar de que los indicadores muestran una mayor igualdad entre hombres y mujeres en Namibia, el IPG de Singapur es más alto debido a los niveles más altos de ingreso estimado. Lo que no debemos olvidar del IPG5 Es importante recordar lo siguiente: • El IPG examina si varones y mujeres están en condiciones de participar activamente en la vida económica y política, y en la adopción de decisiones en 116 países. Se evalúa como fuente de poder económico que faculta a quien gana un ingreso para que elija entre un conjunto más amplio de posibilidades y ejerza una gama más amplia de opciones. Con este propósito utiliza datos de acceso fácil para medir la “potenciación / empoderamiento” en la participación económica y política. Utiliza tres indicadores: - Ingreso per capita en dólares PPA (sin ajustar). - Participación en empleos clasificados como profesionales y técnicos, y como administrativos y ejecutivos para mujeres y varones. - La proporción de escaños parlamentarios para mujeres y varones. • El informe de 1995 saca algunas conclusiones de interés comparando el IDH, el IDG, el IPG y el ingreso per capita: - Algunos países en desarrollo superan a países industrializados en igualdad de género en actividades políticas, económicas y profesionales. - Algunos países tienen valores IPG bajos comparados con la categoría IDG, lo que significa que están logrando más en términos de educación y alfabetización que en empleo y participación política. - Algunos países del este y el sudeste asiático tienen indicadores IPG bajos, debido a la participación marginal de las mujeres en puestos de alta decisión ejecutiva y política, a pesar de su amplia participación en la actividad económica que ha contribuido al crecimiento de estos países. Los Índices de Pobreza Humana (IPH-1 e IPH-2) 5 HDRO (2006): Revisiting the Gender-related Development Index (GDI) and the Gender Empowerment Measure (GEM) UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 7 El IPH mide la privación en cuanto al desarrollo humano básico en las mismas dimensiones que el IDH: una vida larga y saludable, conocimientos, aprovisionamiento económico (e inclusión social en el caso de los países económicamente más desarrollados). Mientras el IDH mide el adelanto medio, el IPH-1 mide las privaciones en los tres aspectos básicos de desarrollo humano que refleja el IDH. El IPH mide la incidencia de la pobreza humana en un país (u otra área geográfica) o en un grupo social determinado. A diferencia de los indicadores utilizados para el cómputo del IDH, los indicadores utilizados para la medición de las privaciones ya están normalizados de 0 a 100 (porque están expresados en porcentajes), así que no es necesario crear índices para cada componente del IPH. Para los países de bajo ingreso, los indicadores utilizados para el cómputo del IPH-1 incluyen: • • • El porcentaje de personas que se estima que morirán antes de los 40 años de edad (que mide la pobreza en salud o longevidad) El porcentaje de adultos que son analfabetos (mide la pobreza en educación o conocimientos). Porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud y a agua potable y el porcentaje de niños menores de cinco años con peso insuficiente (mide la pobreza en nivel de vida o recursos económicos –la combinación de estas tres variables ofrece un panorama bastante completo del aprovisionamiento económico –tanto público como privado). El concepto de pobreza humana incluye otras dimensiones que no se reflejan en el IPH como la falta de libertad política, la incapacidad para participar en la adopción de decisiones o para participar plenamente en la vida de la comunidad, la falta de seguridad personal, las amenazas a la sostenibilidad medioambiental, etc. Estos aspectos críticos de la pobreza son en algunos casos de difícil medición y por este motivo se excluyen del IPH. Por otra parte, el carácter de la privación humana varía de acuerdo con las condiciones sociales y económicas de la sociedad de estudio. La pobreza humana en países de bajo ingresos suele estar relacionada con el hambre, el analfabetismo o la falta de servicios de salud o acceso a agua potable. Estos aspectos de la pobreza, en cambio, no son fundamentales en los países más desarrollados, puesto que el hambre es de rara ocurrencia, la alfabetización es casi universal, los servicios de salud son por lo general universales, así como el acceso a agua potable. Es por este motivo que el IPH para los países de la OCDE (IPH-2) se centra en aquellas privaciones que son pertinentes para los países de mayor desarrollo económico: • • • • El porcentaje de personas que se estima que morirán antes de los 60 años de edad. El porcentaje de adultos (de 16 a 65 años) que carecen de alfabetización funcional. El porcentaje de personas que viven por debajo del límite de pobreza del ingreso (50% de la mediana del ingreso familiar disponible). Tasa de desempleo a largo plazo (12 meses o más) (mide la exclusión social). Los equipos de los informes nacionales de desarrollo humano pueden adaptar el IPH de modo que sea más relevante para el contexto de sus países. Antecesor del IPH: pobreza como incapacidad Finalmente, por su interés histórico, vale también mencionar el antecesor del IPH que fue la medida de pobreza como incapacidad, propuesta en el Informe de 1996. Aquí se sugerían tres dimensiones para medir la pobreza, una vida poco saludable, falta de salud reproductiva, y no acceso al conocimiento: D1 ⇒ Vida poco saludable UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 8 D2 ⇒ Falta de salud reproductiva D3 ⇒ Falta de acceso al conocimiento La primera dimensión se captaba mediante la desnutrición entre menores de cinco años (en términos de peso insuficiente), el poco acceso a la salud reproductiva mediante el porcentaje de partos no asistido, y la falta de acceso al conocimiento mediante la tasa de analfabetismo femenino para mayores de quince años. En símbolos: D1 ⇒ Desnutrición infantil (< 5, infrapeso, %) D2 ⇒ Partos no asistidos (%) D3 ⇒ Analfabetismo femenino adulto (15+ ) (Y1) (Y2) (Y3) Y la medida sintética de pobreza era homóloga al IDH, o sea de promedio ponderado de estas tres variables: IPI = (Y1 + Y2 + Y3) /3 CUADRO 1. Relación de índices de desarrollo humano Desde su primera edición en 1990, los informes mundiales han incluido índices tocantes a cinco grandes variables o dimensiones, así: A. Nivel de Desarrollo Humano El Índice de Desarrollo Humano (IDH) El IDH desagregado por subpoblaciones Ajustes al IDH Por desigualdad en la distribución IDH ajustado por distribución del ingreso B. Género - IDH ajustado por género IDH sensible al género IDH ajustado por disparidad de género Índice de Desarrollo Relativo al Género (IDG) Índice de Potenciación de Género (IPG) C. Pobreza - Medida de Pobreza como Incapacidad Índice de Pobreza Humana de los países en desarrollo (IPH-1) Índice de Pobreza Humana de los países industrializados (IPH- 2) D. Libertad - Índice de Libertad Humana Índice de Libertad Política (ILP) E. Desarrollos complementarios Índice de responsabilidad internacional en Derechos Humanos Índice de Adelanto tecnológico UNIDAD 3 Indicadores para la definición de políticas públicas con enfoque en DH 9
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