Documento - Propuestas “Estudio de Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío - Bío” Concepción, Enero de 2010 TITULO DEL PROYECTO Estudio de Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío - Bío. CONTRAPARTE Gobierno Regional del Bío Bío UNIDAD EJECUTORA Facultad de Ciencias Empresariales Centro de Estudios Urbano Regionales Universidad del Bío-Bío APOYO Departamento de Sociología y Antropología Universidad de Concepción Dirección de Informática Universidad del Bío-Bío 2 EQUIPO DE TRABAJO Jefe de Proyecto Magaly Mella Abalos, UBB Coordinadora General Investigadores Osvaldo Pino, UBB Subcoordinador General Identidades Socioproductivas Equipo metodológico Análisis de la información. Ariel Yévenes, UBB Identidades socioproductivas Metodologías Cuantitativas Análisis de la información Javier León, UBB Identidades Socioproductivas Equipo Metodológico Análisis de la información. Susana Riquelme Coordinadora ejecutiva Equipo metodológico Análisis de la información Coordinadora página Web Alejandra Brito, UdeC Identidades Urbanas Identidades de Género Memoria Histórica Análisis de la información Rodrigo Ganter, UdeC Identidades Urbanas Equipo metodológico Análisis de la información Andrea Santelices, UdeC Identidades étnicas nacionales Metodologías cualitativa Equipo metodológico Análisis de la Información 3 Eduardo Bascuñán Productor trabajo audiovisual Rafael Galdames, UBB Apoyo Metodologías Cualitativas. Análisis de la Información. Sergio Moffat, UBB Diseño de talleres de análisis. Estructuración de la información. Construcción de mapas. Elisa Cisternas Descripoción de Identidades Edición de material Estudiantes UdeC Alejandra Fuentes Carrera de Antropología UdeC Isabel Ortiz Carrera de Antropología UdeC Nazareno Medel Carrera de Antropología. UdeC Constanza Vergara Carrera de Sociología UdeC Pamela Santa Cruz, Carrera de Sociología, UdeC Ana Karina Sepúlveda, Carrera de Sociología, UdeC Víctor Hugo Carrera de Sociología UdeC Fernanda Morales, Carrera de Antropología. UdeC Soporte Audiovisual Benito Cid, UBB Juan Carlos Ceballos, UBB Sergio Carrasco, UBB Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas sistematización y entrevistas). Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Práctica y tesis profesional. Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Práctica profesional. Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Práctica y tesis profesional Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). Metodologías cualitativas (diseño metodología talleres, apoyo técnicas talleres, sistematización y entrevistas). talleres, Registro Audiovidual Registro Audiovidual Registro Audiovidual 4 ÍNDICE CAPITULO I 1.2.3.4.5.6.CAPÍTULO II 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 7.1 7.2 7.3 8. 8.1 9. 9.1 9.2 9.3 9.4 9.5 10 CAPÍTULO III RESUMEN EJECUTIVO 08 DISCUSIÓN Y ENFOQUE DEL ESTUDIO 13 Lo Global y las identidades en un mundo en transformación Lo nacional y regional: una nueva (re) configuración de la identidad Desarrollo Humano y Democracia Regional Identidad e identidades: una cuestión de diversidad cultural La Identidad Territorial desde una mirada dinámica Hipótesis de Trabajo 13 16 20 21 24 26 METODOLOGÍA DEL ESTUDIO Enfoque Metodológico del Estudio Técnicas para la producción de información Campos de Exploración Identitarios Muestreo Diagramas de Síntesis: Enfoque y Metodología Recorrido del Estudio Metodología Cualitativa Talleres Participativos Historias de Vida o Entrevistas Autobiográficas Entrevistas en Profundidad Metodología Cuantitativa, El Cuestionario Respecto del Cuestionario Diseñado para la Captura de Información. Técnica De Trabajo Audiovisual Registro audiovisual La fotografía El Video Guión del video Secuencia del video Mapa Resumen Aplicación Metodologías Cualitativas y Cuantitativas DINÁMICA DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO. HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN 27 27 27 28 29 30 31 32 32 38 41 43 44 Acerca de las identidades de la región del Bío Bío Campo de Exploración identidades Étnicas Nacionales Identidad Lafkenche (Gente del mar) Identidad Pehuenche (Gente del pehuén) Identidad Mapuche Urbana Campo reexploración identidades socioproductivas Identidad Campesina Identidad “Agricultor(a)” Identidad Viñatera Identidad Pescador Artesanal Identidad Marítima Portuaria Identidad Obrero Industrial 56 57 57 59 60 61 61 62 64 65 66 67 49 50 50 51 51 52 53 54 5 Identidad Minera Identidad forestal Campo de Exploración Identidades Urbanas Identidad Surfistas Identidad Hip Hop Identidad Skaters Mundo Universitario Estudiantil Identidad Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros) 2. 2.2.1 2.2.2 2.2.3 2.2.4 3. 4. 4.2.1 4.2.2 4.2.3 4.3 5. 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 5.6 6. 6.1 6.2 6.2.1 6.2.2 6.2.3 Campo de Exploración identidades territoriales Identidad Lotina Identidad de Ñuble (Chillaneja) Identidad Contulmo Identidad Cobquecurana Identidad “Yumbel” Identidad San Rosendo Relaciones interidentitarias: Consensos, Disensos y Sueños de Región Escasos consensos sobre temas comunes. Espacios de convivencia. Disensos o conflictos manifiestos. Sueño de región Identidad y Territorio: De la Región Política Administrativa a las Nuevas Dinámicas Territoriales. Mapa de Identidad e Identidades Mapa de Identidades Socioproductivas Mapa de Identidades Étnicas Potenciar la competitividad territorial: Activos y actores territoriales en pos del fortalecimiento de la Identidad Regional Principales activos asociados a las identidades regionales Proyectos derivados de activos locales identificados por Gestores Territoriales Comunales (SECPLAN). Aportes de Documentos relacionados Las identidades y su relación con el mercado Actores Regionales y relatos identitarios Evocaciones y conceptualizaciones sobre las identidades en la región del Bío Bío Los soportes de la identidad regional Las identidades y su dimensión territorial Auto-percepciones colectivas y cambio cultural Ritos festivos como espacios de encuentro regional Principales contenidos discursivos Municipio e Identidad: La mirada municipal en el fenómeno de la identidad de la región Introducción Identidad Regional Identidad de la Región del Bío Bío Productos y servicios asociados a la identidad cultural de la Región del Bío Bío El Patrimonio de la Región del Bío Bío, Natural, Material e Intangible 68 69 70 70 71 73 75 77 78 78 81 83 85 86 87 88 89 92 94 98 102 108 109 110 111 112 115 115 116 120 120 121 124 126 135 136 140 140 140 140 142 142 6 6.2.4 6.3 6.4 6.4.1 6.5 6.6 CAPÍTULO IV 1. Identidades Regionales Emergentes Las Expresiones Identitarias en los Territorios de Planificación de la Región del Bío Bío. Identidad Comunal Productos y servicios asociados a la identidad de las comunas Ámbito espacial de identificación Comentarios finales CLAVES PARA EL TRATAMIENTO DE LA IDENTIDAD E IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO Temas Claves y relevantes dentro del estudio • Identidades, actores y reconocimiento • Identidad regional como un proyecto de futuro • El turismo a partir del caso de la Identidad Pewenche. • Ejemplo de participación ciudadana: Ley 20.249/2008 Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios • Identidades en la región del Bío Bío, fenómeno de espirales y multiplicidades Espacios públicos como espacios de desarrollo e intercambio local Identidades Barriales como de desarrollo Local Pueblos indígenas y el miedo a la pérdida cultural Factor económico y revitalización de las identidades y cultura locales Las Identidades Emergentes: Construcción y reconfiguración de una realidad vinculante • • • • • 145 146 149 156 157 159 161 162 162 163 166 166 166 167 167 167 168 168 2. Consideraciones generales 171 3. Recomendaciones de perfiles de proyectos 172 BIBLIOGRAFÍA 176 7 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Resumen Ejecutivo de Informe El presente documento se inicia con un resumen ejecutivo del último informe del “Estudio de Fortalecimiento de la Identidad e identidades de la Región del Bío Bío”, solicitado por el Gobierno Regional, Región del Bío Bío, al Departamento de Economía y Finanzas de la Facultad de Ciencias Empresariales (FACE) y al Centro de Estudio Urbano Regionales (CEUR) de la Universidad del BíoBío. El objetivo de este informe, es presentar el Documento Propuestas de la Investigación realizada en cuanto a : Diseño de la investigación, Enfoque Teórico y Metodológico, Hallazgos y las Claves conclusivas. En el primer capítulo se desarrolla el Enfoque Teórico del Estudio, a objeto de circunscribir teórica y conceptualmente el marco de acción del estudio, en un intento por exponer discusiones, reflexiones y análisis que derivan en una mirada sistematizada sobre la identidad, actores, democracia y territorio. El capítulo se formula en torno a las temáticas de la globalización y su relación con las identidades en un mundo en transformación; lo nacional y regional en la nueva configuración de identidad y territorio; el Desarrollo Humano Regional y democracia participativa; la identidad e identidades como una cuestión de diversidad cultural y la identidad territorial desde una mirada dinámica. Se resalta la comprensión de la identidad como un fenómeno de expresión individual como colectiva, de sistematización compleja por la multiplicidad de definiciones relacionadas a la identidad personal, colectiva, social, cultural, étnica, nacional, global, territorial, urbana, de género, entre otras tantas. El enfoque teórico se orienta hacia una mirada de identidad colectiva más postmoderna, donde la necesidad de diferenciarse y la puesta en escena de la diferenciación es la generadora de identidad (Delgado.1997). En este caso, se reconoce que cuando se habla de identidad se mencionan diferencias y semejanzas, adscripciones, auto-reconocimiento, auto-conciencia, identificaciones y sentidos de pertenencias. Esta identidad se manifiesta a nivel individual como grupal, a través de configuraciones, estados de conciencia o imaginarios, acerca de lo que es uno, lo que son su comunidad, su grupo de personas o referentes, en contraste a otras personas, otras comunidades, otras sociedades. En esta perspectiva, se señala que la identidad como la cultura son consustanciales a las personas y los grupos, presentándose en cualquier ámbito de diferenciación y representación, surgiendo como respuesta a la diversidad humana. En este sentido, una de las principales preguntas del estudio es la definición del “nosotros y los otros”, en tanto grupos, identidades colectivas, vínculos emocionales o funcionales, relación y relimitación del territorio, significación del espacio, soportes y discursos en torno a las identidades en sus diferentes escalas territoriales. En este contexto el concepto de territorio es comprendido como una construcción social en la que se entretejen lo material y lo simbólico, que se interpretan para dar forma y sentido a la vida del grupo. Con todo, se establece una relación o vínculo de los individuos con determinados espacios físicos – geográficos, pero además dotados de dinámicas específicas que le otorgan ciertas identidades colectivas. En este marco, se expone como hipótesis el carácter diverso de la región del Bío Bío como determinante en la construcción de su identidad. Donde se encontrarán un abanico de identidades intraregionales más que una sola identidad regional. Éstas presentarán diferentes niveles de 8 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío conciencia, unas más históricas y territoriales, otras cercanas a reivindicaciones sociales, sexuales u otras formas de representación. Existiría una identidad compartida en la región, que se encuentra a nivel discursivo y en el imaginario de sus habitantes, que tiene que ver con la memoria histórica del territorio de frontera, con el río que le da el nombre, o a la antigua “Octava” Región, como uno principales motores de la descentralización del país, con sus constantes reivindicaciones regionalistas que marcan una identidad propia. El Segundo Capítulo se expone la metodología del estudio, se describe su enfoque, técnicas para la producción de la información, campos de exploración identitarios, muestreo, cronograma de aplicación, estrategia de análisis de datos. Se llega así a un diagrama de síntesis del enfoque y la metodología, tal como se expone a continuación. Para operacionalizar la información que recabada, se optó por desarrollar un trabajo orientado al conocimiento amplio del fenómeno de las identidades, propio del contexto de las sociedades modernas y globalizadas, donde éstas no sólo tienen expresión exclusivamente a nivel cultural o territorial. Hablamos de las identidades colectivas, pueden ser sociales, culturales o territoriales, etc. Es decir que la necesidad de diferenciarse puede tener expresión en todo tipo de soportes y formas, algunas veces se responde a vínculos emocionales más profundos y atávicos, en cambio otras, a vínculos efímeros, funcionales e instrumentales, pero no por ello, menos importantes para los fines del estudio. La información recogida se organizó por campos de exploración identitarios, dinámicos y provisorios, asociados a los requerimientos del orden metodológico y con base 9 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío empírica, ligado a los primeros hallazgos del estudio. Campos que se construyen en función de las agrupaciones expuestas en el anterior diagrama, en su parte izquierda: las identidades étniconacionales, las identidades socioproductivas y las identidades urbanas. De manera transversal a estos campos, se indaga en las diferentes escalas de identidades territoriales y la perspectiva de género, así como también, respecto de algunos objetivos específicos de la investigación. Los indican en el diagrama en el lado derecho como elementos transversales. El enfoque metodológico se enmarcó en la “búsqueda” de las identidades en la Región del Bío Bío. Al asumirla como diversa, compleja, en diferentes escalas, etc. ha sido clave la aproximación metodológica utilizada para la obtención de información. En este sentido, se optó por una aproximación preferentemente cualitativa, que dio cuenta en profundidad de la riqueza, complejidad y diversidad ligada con el campo de estudio de las identidades territoriales. En este caso, el énfasis estuvo dado por las perspectivas participativas y centradas en la vida cotidiana de los actores y sus dinámicas territoriales. De este modo, la orientación metodológica tuvo un fuerte énfasis en el “capturar” la dimensión biográfica y el mundo de vida puesto en escena territorialmente, donde los componentes afectivos, la memoria social y la producción de espacios sociales jugaron un rol determinante en la configuración de las identidades. De manera complementaria, se utilizaron herramientas cuantitativas (el cuestionario) con el objeto de obtener información anexa y a un grupo específico, actores municipales, relevantes para los propósitos de la investigación El Tercer Capitulo, “dinámica de las identidades en la región del Bío Bío”, se expone los principales hallazgos de la investigación que corresponden a los objetivos específicos del estudio, con lo cual se alcanza el propósito central del estudio que se presenta en el capítulo conclusivo. La primera parte del capítulo, Descripción Identidades de la Región del Bío Bío, se presentan las “principales” identidades de la región, con objeto de “describirlas” desde los planteamientos que los propios sujetos han hecho de ellas, y a la vez, para demostrar el mecanismo por el cual se llegó a seleccionar éstas identidades y no otras en el estudio. Las identidades descritas son: Lafkenche, Pewenche, Mapuche Urbano, Campesina (recolector/a, temporero/a y arriero/a), Agricultor (a), Viñatera, Pescador Artesanal (Algueras, Buzo Mariscador), Marítima portuaria, Obrero –Trabajador (Mundo Industrial Moderno), Minera, Forestal, Surfistas, Hip Hop, Skaters, Mundo Universitario Estudiantil, Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros), Lotina, Ñublense Chillaneja, Contulmo, Cobquecurana, Yumbel y San Rosendo. La segunda parte, fue titulada Relaciones Interidentitarias: Consensos, Disensos y Sueños de región. Tal como lo indica su nombre, se refiere a la identificación de los escasos consensos sobre temas comunes; los espacios de convivencia; los principales disensos o conflictos manifiestos entre las identidades contrastadas y consultadas. Y finalmente, se presentan los sueños de región, partiendo desde la pregunta ¿si existe o no un sueño de región?, o existe un sueño que corresponda a otro imaginario territorial. La tercera parte de este capítulo es Identidad y Territorio: De la Región Política Administrativa a las Nuevas Dinámicas Territoriales. En él se reflexiona sobre cómo se ha conformado el territorio de la Región del Bío-Bío, y cuáles son las características de éste, tanto históricas, productivas o administrativas, que generan a su vez distintas perspectivas de análisis para establecer relaciones territoriales con las identidades antes descritas. A partir de esta condición de inicio, y tomando en cuenta que las entidades regionales llevan sólo algo más de treinta años de vida institucional, se entiende que la identidad regional un proyecto aún en construcción después de casi veinte años desde la recuperación de la democracia en Chile. La cuarta parte, Potenciar la competitividad territorial: Activos y actores territoriales en pos del fortalecimiento de la Identidad Regional, tiene por objetivo, a partir de los activos identitarios 10 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío (económicos, patrimoniales) y los elementos de la institucionalidad vigentes, proponer para los ámbitos productivos e institucionales, recomendaciones que tengan efectos amplios sobre el desarrollo económico y social de territorios y sean conducentes a vitalizar las identidades culturales manifiestas. De manera complementaria a las propuestas de proyectos y programas presentes en la dimensión Cultura y Diversidad de la Estrategia de Desarrollo Regional 2008-2015. La quinta parte, concierne a las Identidades relatadas: Testimonios, evocaciones y conceptualizaciones, que fue organizada en seis secciones donde se revisan los contenidos ligados a la descripción de las identidades desde sus auto-percepciones, “soportes”, elementos de convivencia y de auto-reconocimiento. Se estructura de la siguiente forma: Evocaciones y conceptualizaciones sobre las identidades en la región del Bío Bío; los soportes de la identidad regional; las identidades y su dimensión territorial; memorias emblemáticas; Auto-percepciones colectivas y cambio cultural; finalmente, Ritos festivos como espacios de encuentro regional. Por último, se incorpora un análisis del cuestionario dentro del capítulo III correspondiente a los hallazgos, por ser un material que aporta nuevos elementos sobre la dinámica de las identidades pero desde la mirada municipal. Este apartado se denomina, Análisis del Cuestionario: De identidad e Identidades, la Mirada Municipal. Se presenta analítica y gráficamente los principales hallazgos que arrojó el instrumento cuantitativo. El Cuarto Capítulo y final, corresponde a la conclusión del estudio. Donde se habla de las claves o aspectos centrales que debieran ser considerados en la inclusión temática y participativa de las realidades socioculturales y los actores que lideran estos ámbitos, por ser temas centrales en el proceso de descentralización, en el desarrollo humano endógeno y sustentable de la región. Estas precisiones surgen desde reflexiones y análisis de la información recabada durante los meses de trabajo que duró la investigación, y tras las largas conversaciones y talleres de discusión colectiva, en las que obviamente no siempre hubo coincidencias. Las conclusiones se agrupan en función de algunos temas aglutinantes, relevantes, y a la vez, dando respuesta al objetivo principal del estudio, que es, Conocer, realzar y visibilizar las identidades regionales y el rol que cumplen en el desarrollo regional y en la construcción de una visión conjunta de región. Sin embargo, sobre esto último nos surgen más preguntas que respuestas.¿Cómo podemos hacerlo?. Quizás es lo más complejo frente a este escenario de re-valorización de identidades, que sabemos obedecen a dinámicas concretas de realidades socioculturales. ¿Cómo se potencian estas identidades?, y a la vez, ¿Cómo se potencia la región?. ¿De qué manera se vuelve efectivo el proceso de descentralización?, sabiendo que sobre todo pasa por una transformación cultural de la sociedad regional, dado que somos una sociedad que obedece a una lógica centralista, que tiene cierto carácter paternalista y asistencialista. ¿Qué paso es el indicado dar para revertir esta situación o redireccionarla?. ¿De qué manera nos desarrollamos?, incluyendo las diferentes lógicas de desarrollo presentes en el región. ¿Cuál es el desarrollo integral?, ¿Cómo profundizamos la democracia?. Son grandes temas del fortalecimiento de las identidades en la región del Bío Bío. Como relevar el rol que cumplen los actores en la región, dado que en sí mismos son un activo que se activa en situaciones de crisis. La importancia de las identidades y el carácter contracíclico de estas. La identidad regional como un proyecto futuro de construcción cultural. La importancia del turismo en los anhelos de desarrollo local. Fortalecer e incrementar los espacios públicos y los procesos de participación. Reconocer el carácter emocional, múltiple y espiral de las identidades de la región. Valorizar las identidades barriales como posibles polos de desarrollo local. Constatar el miedo a la pérdida cultural de los pueblos originarios y la cultura campesina. La irrupción del factor económico como configurador y gatillador de la emergencia identitaria en los últimos años. Asumir la 11 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío existencia de la identidad forestal, como una identidad paradójica de la región. Y evidentemente que relevar el rol de la mujer, como un actor clave en el desarrollo regional. Asimismo, es importante consignar que si bien la diversidad cultural es un rasgo constitutivo y un valor diferenciador que define a la identidad de la región del Bío-Bío, no es menos cierto que dicho rasgo puede constituirse en un obstáculo si no va acompañado de iniciativas ciudadanas y políticas culturales que potencien los espacios sociales de confluencia de las diversidades, pues los procesos de modernización y cambio social suelen desatar procesos de autonomización e individuación que promueven nuevas exclusiones sociales, diversidades disociadas y fragmentación cultural; sobre todo cuando estos procesos de cambio son acelerados por las fuerzas del mercado sin un contrapeso social que oriente y gobierne las transformaciones estructurales hacia un horizonte de desarrollo más humano y sustentable, que por cierto debe incluir mayor descentralización y democracia regional. De ahí la importancia de que los espacios sociales de encuentro y confluencia no sean únicamente discursivos y retóricos, sino que efectivamente se refuercen los territorios materiales y simbólicos de reconocimiento e intercambio entre diferentes mundos sociales y formas de vida. Para este efecto no se requiere tanta inventiva artificial por parte de expertos y planificadores para diseñar nuevos espacios, sino un mínimo de sensibilidad cultural para comprender que son las propias inteligencias colectivas territorializadas las que han creado y recreado históricamente sus propios espacios simbólicos de encuentro y confluencia, y que éstos están ya instalados: sus barrios, plazas, paseo, fiestas costumbristas, carnavales, etc. Aunque muchas veces invisibilizados, despoblados o en desuso, como efecto colateral de las narrativas insidiosas que encienden la inseguridad y el miedo social sobre los espacios y quienes los habitan. Es precisamente a través de estos espacios sociales adheridos a la memoria y la piel de los territorios, donde las identidades se expresan, conviven, coexisten, festejan y se celebran, renovando los antiguos vínculos sociales y también generando nuevas sociabilidades, intercambios y reconocimientos. De ahí la relevancia y la apuesta por fortalecer los espacios festivos en la región, su economía relacional, política y cultural, pues el rito festivo, en tanto espacio de (re)encuentro inter-identitario, constituye uno de los activos identitarios y culturales más importantes que el sector público puede y debe reconocer, no sólo estéticamente o retóricamente, sino fortalecer materialmente a través de políticas culturales territorializadas que permitan promover las dinámicas de descentralización local y la autonomía ciudadana en los procesos de producción cultural. De este modo, la cultura -en el marco de la sociedad de la información y el conocimiento- circula globalmente, viaja translocalmente, pues en la actualidad los lugares, los rituales locales, la música, las identidades y sus prácticas, se desplazan a través de las redes virtuales de las industrias culturales, siendo promovidas como patrimonio en el marco de la nueva lógica desplegada por la economía cultural. Pero sobre todo, en la actualidad la cultura se constituye más que en una sustancia fetiche atada a un grupo humano específico, en un “recurso” que se legitima con fuerza para ir consolidando los sentidos compartidos y la idea de cohesión social, y que sin borrar la memoria de los conflictos logra disminuir la fricción entre grupos sociales opuestos, resolviendo problemas sociales importantes como el desempleo y promoviendo formas de democracia descentralizada y estrategias de desarrollo regional más holísticas y participativas. Por último en cuanto al proceso de avance de los principales productos comprometidos en el estudio, se entregaron todos los informes de avance del estudio, siendo este último, el DocumentoPropuestas con los aspectos claves de la identidad regional a ser promovidos. 12 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío CAPITULO I: DISCUSIÓN Y ENFOQUE DEL ESTUDIO. El presente capítulo tiene por objeto presentar del enfoque teórico del estudio que el equipo de investigación está desarrollando. Este se inicia situándose en el contexto de la globalización que es el marco general de todos los estudios identidad por el impacto que pueda tener a nivel global como local. Luego se pasa a las investigaciones que se refieren a la identidad chilena y lo que podría estar sucediendo también en la región. A la vez, el enfoque presenta los principales puntos relativos al concepto raíz que es identidad. Finalmente se presenta la relación entre identidad y territorio, con una breve discusión conceptual entre lo que es el espacio y el territorio. Se concluye el capítulo con la presentación de las hipótesis de trabajo, las mismas que se formularon al inicio de la investigación. 1.- Lo Global y las identidades en un mundo en transformación El fenómeno de las identidades ha cobrado importancia en los últimos años. De forma inesperada y a contracorriente de lo que se auguraba podía suceder con el proceso de globalización, a nivel de las actividades culturales, éste generó múltiples respuestas de diferenciación y transformación al interior y entre las sociedades nacionales e internacionales, en sus espacios urbanos como rurales. Entre todas estas formas de respuestas, algunas sociedades se revitalizan, refuerzan sus identidades, o bien las recuperan, reinventándolas o re-conociéndolas dentro de una memoria olvidada, para volver a reconfigurarlas, tal como ocurre en Chile y también en la Región del Bío Bío con muchas de sus identidades. La globalización del mundo puede ser vista como un proceso histórico social de vastas proporciones, pues rompe y recrea el mapa del mundo, sus territorios y fronteras, los regímenes políticos y los estilos de vida, donde las culturas y las civilizaciones parecen mezclarse, tensionarse y dinamizarse, al igual que las cosas y las personas, tornándose volátiles y desterritorializadas. Para Octavio Ianni (1998), estaría en curso una nueva totalidad histórico-social, cuyo rasgo básico lo constituye su condición abarcadora y envolvente, pues incluye lo geográfico, lo ecológico y demográfico, lo económico, lo político y lo cultural. En ese sentido, para el autor brasileño el globalismo comprende relaciones, procesos y estructuras de dominación y apropiación que se desarrollan en escala mundial y que están implicando ajustes y desajustes, integraciones y fragmentaciones, flujos e influjos mutuos, donde todas las realidades sociales, desde el individuo a la colectividad, pasan a estar influidas por el movimiento del globalismo, pero también a influirlo desde sus particulares localizaciones y especificidades territoriales. Todo esto tiene consecuencias importantes a la hora de pensar quiénes somos, cómo nos soñamos, cómo nos imaginamos territorial y regionalmente en los tiempos globales. Se trata, nuevamente, de la eterna pregunta por la identidad, sólo que la respuesta a esta pregunta ya no puede venir marcada por representaciones de tipo sustancialistas que establecen diferencias biológicas y raciales entre los pueblos y las geografías. Por un lado, la industria de la información ha saturado a los países latinoamericanos de películas, videos, libros, exhibiciones, aparatos electrónicos y espectáculos multimedia provenientes del extranjero, creando territorios supranacionales en donde se borran las fronteras entre 13 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío los "unos” y los "otros". En estos espacios, la oposición entre lo propio y lo ajeno se (re)desdibuja en la medida en que los bienes culturales o de consumo son desterritorializados, es decir, arrebatados de sus contextos originarios e integrados a nuevas localidades globales. Por el otro lado, la globalización nos ha conectado vitalmente con territorios en donde las identidades no están referidas más a pertenencias de lengua, sangre o nación, pues ya no se estructuran desde la inmanencia de las tradiciones monoculturales, sino desde la interacción de la cultura con la dinámica translocal ligada al mercado de comunicación masiva. Por otra parte, Manuel Castells (2000) plantea algunas de las consecuencias determinantes en este proceso, y que estarían asociadas con las reconfiguraciones del tiempo y del espacio en las sociedades contemporáneas, donde irrumpe el espacio de los flujos y el tiempo atemporal. A este respecto Castells (2000) sostiene a modo de hipótesis que las funciones dominantes se organizan en redes en el contexto de los espacios flujos globales, fragmentando las funciones en el espacio inconexo de los lugares/localidades. En relación al tiempo atemporal, parece desaparecer -en el contexto del espacio de los flujosel tiempo pasado y futuro, mientras el tiempo reloj sigue predominado a nivel de las funciones subordinadas y a nivel de las localidades concretas. De este modo, la sociedad global lejos de estar potenciando la uniformidad cultural e identitaria, está marcada por una jerarquía y una geografía clara e injusta, muchas veces preñada de contradicciones latentes y otras más explícitas. Profundizando en el sentido contradictorio de este proceso apuntamos algunas ideas de J. P. Fitoussi y P. Rosanvallon (2003), quienes plantean que uno de los rasgos predominantes de la globalización es la búsqueda incesante de la libertad del individuo (promesa de la modernidad), la que deriva en la sobre-dimensión de ese individuo, sometido a una tensión de identidad, que surge de un marco de regulación social basado en la crisis del Estado, de la economía y del propio sujeto, esto es la contradicción entre las identidades individuales y colectivas. Libertad y padecimiento de sí mismo es uno de los fenómenos contemporáneos que lleva a plantearse sobre los límites de esta mundialización, como contrapunto al tiempo de la exacerbación del individuo los cuerpos colectivos experimentan cambios profundos que hacen más compleja la trama de identidades en el espacio público, y presionan a la definición de identidades personales fragmentadas. Desde la perspectiva de Renato Ortiz (1996), resulta interesante abordar a la globalización no como un proceso exterior, ajeno a la vida nacional o local, sino como expansión de la modernidad-mundo, es decir, como la radicalización del proyecto inaugural de la modernidad, pues de este modo la comprensión del fenómeno que estamos estudiando se torna más compleja y dialéctica (global/local), evitando caer en el ingreso rápido a ciertas trampas que consideran la globalización como la clausura de un proceso histórico. Así, para Ortiz la ventaja que tiene pensar la globalización en términos de modernidad mundo supone la posibilidad de entender a las colectividades humanas expuestas a un conjunto de nuevos referentes de identificación polisémicos que aceleran las condiciones de movilidad y desanclaje, donde cada grupo social se irá apropiando de diversos referentes para ir constituyendo su identidad y especificidad territorial y transterritorial. 14 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío En continuidad con las líneas argumentales anteriores, es posible señalar que autores como Castro-Gómez (1998) plantean que en el proceso de mundialización, lo que se desterritorializa y lo que se globaliza no son únicamente las fuerzas ligadas al capital y las instituciones estatales, sino también las ideas y las prácticas socioculturales. Esto debido a que, durante la segunda mitad del siglo XX, la globalización del capital vino acompañada por la revolución informática y, muy especialmente, por dos de sus productos tecnológicos: la industria cultural y la comunicación a distancia. Rompiendo barreras culturales, sociales, políticas o ideológicas. Así, los medios han configurado una verdadera cultura global de masas. Todo un universo de signos y símbolos difundidos planetariamente por los mass media que empiezan a definir el modo en que millones de personas sienten, piensan, desean, imaginan y actúan. Signos y símbolos que ya no vienen ligados a las peculiaridades históricas, religiosas, étnicas, nacionales o lingüísticas de esas personas, sino que poseen un carácter trans-territorializado. El otro rostro del proceso descrito anteriormente, se liga con el hecho de que cada uno de nosotros, en la medida en que se vincula formalmente a las redes mundiales de intercomunicación, se constituye en una subjetividad que participa de los procesos de la globalización, de ahí que resulte impertinente asumir a la globalización como una red de redes que se impone verticalmente y homogéneamente sobre la subjetividad, alienándola y manipulándola ideológicamente al margen de su consentimiento. En ese sentido, los Estudios Culturales en América Latina han mostrado convincentemente que la globalización no es algo que ocurre por fuera de los sujetos sin intermediar procesos de decodificación y apropiación de las semióticas que circulan por la red de flujos telemáticos. La globalización, desde este punto de vista, produce una reflexividad de tipo hermenéutico, es decir, abre la posibilidad de reinterpretación de la propia cultura con base en imaginarios desterritorializado. 15 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 2.- Lo nacional y regional: una nueva (re) configuración de la identidad. En éste ámbito de la identidad, el Informe de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (2002) “Nosotros Los Chilenos: un desafío cultural”, plantea que en Chile la imagen de lo chileno se ha vuelto difusa y poco creíble. Chile está experimentando un profundo cambio cultural, donde las fuerzas de la globalización y la modernización generan grandes saltos y avances, acompañados de intensos procesos de autonomización e individualización de las personas, donde el mercado y las nuevas tecnologías van expandiendo y profundizando estas tendencias. Estos cambios culturales y estructurales crean oportunidades pero también nuevos riesgos y dilemas para la convivencia cotidiana, la construcción de las identidades sociales y los proyectos biográficos. De esta forma, el PNUD (2002) concluye que la sociedad chilena no parece disponer hoy de una identidad, o bien, de una imagen de sí misma que le permita ser sujeto, es decir, pilotear y gobernar colectivamente estas fuerzas del desarrollo y las propias dinámicas que se presentan en el plano de la vida cotidiana. A esta carencia de la sociedad chilena actual, también contribuye una imagen conflictiva de su pasado y un diseño débil de su futuro. Así, en Chile se han diversificado los modos de vida, muchas veces impulsados por la expansión del mercado, pero la diversidad de modos y estilos de vida se presentan carentes de puentes interdependientes que hagan posible la construcción de un orden común que cobije y otorgue sentido a dichas multiplicidades. De ahí que se sostenga la idea de una “diversidad disociada y disgregada” (PNUD, 2002), en tanto consecuencia de la ausencia de un Nosotros. Sin embargo, a pesar de esta identidad nacional debilitada, fruto de diversos factores y del propio contexto histórico en el que nos encontramos, podemos observar al mismo tiempo la revitalización, recuperación, emergencia y reconocimiento de las identidades colectivas, locales, culturales o sociales. José Bengoa (2006) señala que las identidades locales en la actualidad han cobrado tanta importancia, como la tuvo alguna vez la identidad nacional. Estas identidades locales serán la clave en el presente estudio, como los nichos de desarrollo posible en el contexto actual. Así, para SUBDERE (2008), la identidad adquiere importancia por el efecto que puede tener en el desenvolvimiento del desarrollo regional, en el traspaso de poder, la descentralización, por potenciar y gestar los procesos de desarrollo endógeno en las escalas territoriales, locales, regionales y nacionales. Sergio Boisier (2009) señala al respecto, que el desarrollo exige la descentralización y la descentralización exige también a sus actores adecuados, sujetos sociales o ciudadanos constructores de sus destinos, con sentidos de pertenencia. De este modo, nos preguntamos ¿cómo somos nosotros los habitantes de la Región del Bío Bío?¿, ¿Cuáles serían nuestros referentes de auto-definición?. ¿Tenemos referentes, una memoria histórica o vivimos un tremendo deterioro de nuestro imaginario colectivo?, ¿Qué nos pasa con nuestra región?. Para responder éstas y otras preguntas debemos primero realizar un recorrido retrospectivo y luego prospectivo en torno a lo que somos como habitantes de la región del Bío Bío. Deteniéndose en pasado histórico, económico y sociocultural del actual territorio regional. 16 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío A partir de estas preguntas y desafíos como región, podemos señalar que la Región del Bío-Bío se constituye político-administrativamente el año 1974 cuando la Comisión Nacional de Reforma Administrativa (CONARA) inicia el proceso de regionalización correspondiente al periodo del Régimen Militar tras la aprobación de los Decretos de Ley Nº 575 de 1974 y Nº 2339 de 1978. Dicho proceso de regionalización ya había sido promovido con anterioridad por ODEPLAN en el gobierno de Eduardo Frei Montalva, sentando las bases de una subdivisión regional del país. Este proceso concluye finalmente con una regionalización consistente básicamente en la subdivisión del país en 13 nuevos territorios, más que por un proyecto político de regionalización, dado que no se suministran recursos para la administración de las regiones (2005: 82). Este modelo, ampara un desarrollo económico basado en la explotación intensiva de los recursos y del territorio regional, en desmedro del impulso de otras actividades socioproductivas y de las culturas existentes. Creemos que esta formación regional economicista ha afectado fuertemente la posibilidad de configurar una identidad regional acorde con todas las realidades presentes en la región, más allá de sus potenciales económicos. En éste marco, por ejemplo se da el desconocimiento de una cultura de importancia y presencia regional como la Mapuche, al aprobarse en 1979 Decreto de Ley 2.568 que dividía las comunidades indígenas en propiedades individuales. Esto apuntaba a “convertir” a los mapuches en campesinos al cambiar la propiedad de la tierra, pasando por alto la cosmovisión e identidad propia de esta etnia. En éste marco, podemos mencionar por ejemplo, cómo influyó el período militar en el “rol” que le asignó a esta Región, como subsidiaria del desarrollo económico central. De esta forma, la explotación de los recursos del territorio regional fue desde una perspectiva nacional, más que de generación de actividades socio-productivas acordes y pertinentes a lo local y las culturas existentes en los territorios. El acento economicista del desarrollo regional afectó fuertemente la posibilidad de configurar una identidad regional que tuviera vínculo con la historia local, las realidades socio-productivas y socioculturales endémicas de la Región. Para José Bengoa (2006) en éste período se produce un quiebre profundo en las relaciones territoriales de la zona, una suerte de fragmentación territorial; donde antes pudo haber una comunidad ligada a un gran polo de acción económico, cultural, político y social como lo fue Concepción, tras el golpe militar y el cierre de las industrias locales, la comunidad se disgrega y quedan los territorios vacíos. Específicamente en Concepción, “pasó de ser una centro administrativo político y cultural, relacionado con comunidades industriales, a ser un centro político administrativo exclusivamente de carácter militar, relacionados con ciudades y pueblos dormitorios” (2006:198). Fue una importante transformación territorial y cultural en la región, tras el proceso de “regionalización” de la dictadura militar durante los ochenta, que estuvo “guiado por estos estereotipos, estigmas y fachadas existentes con anterioridad en la ciudad penquista. Como un modo de establecer un cierto equilibrio, y también de establecer una cierta neutralización de cualquier tendencia de Concepción a reconstruir su anterior situación...” (2006:199). Al comienzo de la transición a la democracia, la región asume el desafío de iniciar un recorrido de reconstrucción social, partiendo por mejorar los indicadores de pobreza e 17 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío indigencia regional que eran altísimos. Además se busca instalar una nueva dinámica democrática, que articule al conjunto de los actores locales regionales. En este sentido, el año 1991 cuando se formula la primera Estrategia Regional de Desarrollo bajo la intendencia regional de Don Adolfo Veloso Figueroa, se plantea que las personas son el centro del desarrollo y que por ende, es necesario la construcción social de una identidad regional, para que sus habitantes se movilicen tras objetivos comunes de desarrollo: “...una identidad regional implica la existencia de una conciencia de sí misma, percibiéndose como un cuerpo social con historia, con memoria, con pertenencia y futuro colectivo. Complejo desafío para una región que integra muchas particularidades de las comunidades, provinciales y locales, y que además adolecen de integración”1 . Este planteamiento marca un precedente en la gestión regional, donde el tema de identidad se encuentra presente en cada una de sus acciones. Por supuesto que esta propuesta no refleja una región empoderada y conciente de su identidad, ya que al igual que la mayoría de las regiones de Chile nos encontramos con una importante exclusión conciente o inconsciente- de parte importante de sus habitantes, que no participan, no son reconocidos o valorados en su diferencia ni en su similitud. Sin embargo, la actual Estrategia Regional de Desarrollo 2008-2015, plantea como uno de sus principios, el reconocimiento de la diversidad cultural, con la definición de una serie de proyectos, que entre otras cosas, promueven el fortalecimiento de las identidades y culturas locales como ámbitos relevantes para el desarrollo regional. Cabe señalar que en la actualidad la región del Bío Bío se organiza en 4 provincias, 9 territorios de planificación y 54 comunas. Las provincias son Concepción, Ñuble, Bío Bío y Arauco. Los territorios de Planificación son Arauco, Bío Bío Centro, Bío Bío Cordillera, Chillán Viejo, AMDEL (Asociación de Municipalidades para el Desarrollo Económico Local), Valle Itata, Pencopolitano, Laja Diguillín y Punilla. Dentro de ellos se encuentran las 54 comunas que forman a la Región. Dicho esto, podemos consignar que a diferencia de nación chilena, la región del Bío Bío tiene sólo 35 años de existencia política administrativa, por tanto la idea de identidad regional aún parece más como un anhelo o posibilidad de construcción, que una realidad que pudiera estar ya fragmentada o disgregada como lo es la identidad Chilena. Esto no significa que no existan múltiples expresiones de identidad en la región, que sí las hay y las cuales han sido fuertemente moldeadas y marcadas por el devenir histórico. Geográficamente la región se distingue por el principal río que la cruza, el más caudaloso de todos, el río Bío Bío. Fácilmente se pueden distinguir tres importantes áreas geográficas que determinan el tipo de asentamiento poblacional y las actividades socioproductivas asociadas a éstas. De Este a Oeste encontramos el área de la cordillera y precordillera de los Andes, luego el área central con su valles (depresión intermedia), y finalmente, el área costera y urbana, donde se encuentra la cordillera de Nahuelbuta. La región además cuenta con tres importantes islas en términos de identidad local, la Quiriquina, Santa María y la Mocha. 1 Estrategia de Desarrollo Regional del Bío Bío, 1991-1994. 18 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío En el ámbito histórico, se tiene antecedentes que se remontan a la prehistoria precolombina, con datos poblacionales que van entre 7 mil a 1.000 años de antigüedad. Se habla de una población humana que seguramente desencadenó en lo que hoy conocemos como la cultura Mapuche, situándola en el Complejo El Vergel. Este periodo se caracteriza por una serie de elementos más o menos estables y que permiten hablar de una ocupación territorial determinada. Según el antropólogo Marcos Sánchez, Director Regional del Museo de Historia Natural de Concepción2, ésta podría ser la expresión más antigua registrada, caracterizada por: una economía predominantemente de pesca y recolección que con el tiempo deriva en la agroalfarería, la elaboración de puntas de flecha, piedras horadadas, urnas funerarias muy características de la zona, temprana orfebrería, entre otros elementos específicos del complejo, que poseen un gran valor histórico cultural para el patrimonio de la región. La cultura mapuche es determinante en la historia regional, porque ella, junto con la barrera natural que representa el río Bío Bío, se levanta la idea de región de frontera. El Bío Bío divide de esta forma a españoles y Mapuches en un principio y luego, al Estado chileno y el pueblo Mapuche. Sin embargo, no sólo se trata de una frontera en términos negativos, sino también se ha constituido en el punto de encuentro, a través de los parlamentos que congregaban a miles y miles de personas, efectuados durante el periodo colonial. Esta misma geografía fue la decisiva en la fundación de ciudades, fuertes y corregimientos en la región, que van de Oeste a Este por el curso del Río Bío Bío. No obstante el sello de frontera que caracteriza a la región, también encontramos que la región del Bío Bío ha sido la cuna de numerosos personajes públicos de importancia nacional a través de la historia, como Bernardo O´Higgins, Arturo Prat, Lautaro, Fresia, Guacolda, Tegualda, Inés Enrique Frödden, Violeta Parra, Víctor Jara, Rosario Ortiz, Gonzalo Rojas, etc. Que sin duda refuerzan una imagen regional concreta. La economía local se caracteriza por las grandes actividades forestales, pesqueras e industriales. Dentro de éstas, la industria forestal tiene una posición preponderante, ya que en esta región se encuentra el 40% de las plantaciones de todo el país. El auge de esta actividad se da como reemplazo, -en orden de importancia mas no en el tiempo, principalmente en la provincia de Arauco de la industria del carbón, que durante más de un siglo fuera el centro económico de la provincia3. Otras industrias importantes en la Región son las del acero, la pesca, agricultura de cereal y la remolacha. La economía regional también se caracteriza por la presencia de medianas y pequeñas actividades productivas, tanto formales como informales, que van desde el sector forestal, pesquero, agrícola, recolección y de prestación de servicios, etc. De éste modo, pensar en la construcción o reconstrucción de una identidad regional, o de identidades territoriales, con fuertes vínculos de unas con otras, para la promoción de visiones o sueños comunes, necesariamente debe ir acompañada de procesos de reconocimiento de la diversidad regional. Estas visiones están plasmadas en cada 2 Presentación en: II Charlas de geografía Cultural. El Camino del Bío Bío. Jornada de reflexión en torno al Bío Bío. 5 Diciembre 2008. UdeC. 3 La explotación del Carbón fue una de las actividades económicas más importantes de la provincia que configuró una fuerte identidad cultural en torno a la industria de la gran minería. No obstante, no logra sostenerse en el tiempo y conseguir competir en las condiciones de los mercados integrados. 19 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío territorio, en diferentes escalas y definiciones, que pueden ir desde lo político administrativo a emplazamientos de fronteras imaginarias y desterritorializadas, pero no por ello, no existentes. Desde lo indígena, que indudablemente fueron los primeros habitantes de este territorio, se va conformando una cultura de múltiples dimensiones, aristas y relaciones. A partir del contacto intercultural con la colonia española, los criollos, chilenos mestizos, la inmigración española vasca, francesa, inglesa, alemana, suiza, árabe, va constituyendo espacios y territorios en función de múltiples formas de habitar. Esta expresión de las identidades genera importantes actividades económicas e industrias vinculadas a la agricultura, minería, desarrollo textil y otros, para responder a las necesidades locales, nacionales y de otras partes del Mundo. 3.- Desarrollo Humano y Democracia Regional Entendemos al desarrollo humano como el proceso mediante el cual la persona humana se hace sujeto y beneficiario efectivo de las transformaciones sociales e históricas que están marcando en la actualidad nuestra época (PNUD, 2002). Ello no implica un proyecto o un modelo de desarrollo determinado, sino que se trata más bien de un modo de enfocar la vida social. En ese sentido, planteamos al desarrollo humano como una perspectiva que nos permitiría aproximarnos a los sueños e imaginarios colectivos de región, ello con el objeto de hacer frente a los desafíos del presente, pues la ausencia actual de un imaginario colectivo o sueño de región tiende a desdibujar las memorias colectivas, los afectos y las pertenencias territoriales, en sus diversas escalas geográficas. Parafraseando al PNUD 2002, sin una imagen de región, sin un relato compartido de región, sin una experiencia práctica pero también simbólica de ser parte de un Nosotros, es muy difícil fundar geografías humanas compartidas, tramas sociales fuertes y sustentables en el tiempo y el espacio. Y en ese sentido, la tarea de la presente investigación y de su modo particular de enfocar las diversas y complejas realidades regionales se encuentra fuertemente orientada por la construcción de un imaginario de región, donde sea posible comprender las experiencias sociales compartidas, visibilizar sus tensiones y proponer los desafíos para los diferentes modos de vida que se inscriben en la región, teniendo como horizonte la construcción de una cultura más inclusiva y democrática en el nivel regional, y donde el punto de partida sea la densidad histórica presente en su geografía y paisaje humano, pero también la multiplicidad de biografías y memorias que la pueblan, la habitan y construyen desde su cotidianidad. De este modo, la pregunta que retomamos del enfoque de desarrollo humano es por los sentimientos y las emociones que nos permiten experimentar las pertenencias territoriales, con el objeto de convocar a las biografías a ser parte de un proyecto colectivo. En este sentido también cobra relevancia el análisis realizado en el informe PNUD 1998 “Chile las paradojas de la modernización”, al respecto señala: “Los datos empíricos levantados y analizados en este Informe revelan avances importantes en el desarrollo chileno, junto a grados más o menos significativos de desconfianza, tanto en las relaciones interpersonales como en las relaciones de los sujetos con los sistemas de salud, previsión, educación y trabajo. El malestar que se observa hace pensar que los mecanismos de seguridad que ofrece el actual "modelo de modernización" resultan insuficientes o ineficientes. Resumiendo el diagnóstico: la Seguridad Humana en Chile, más allá de los considerables éxitos obtenidos, no tendría un nivel satisfactorio y, además, ella se 20 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío encontraría distribuida de manera desigual.”4 Esta situación da cuenta de que el ciudadano enfrentado a los sistemas de regulación social fuera de su control (salud, educación, etc.), acrecienta sus experiencias de inseguridad e inequidad. Se intensifica el cambio cultural a una consolidación de un Chile individual-liberal, que se ve enfrentado a sus aspiraciones de progreso y desarrollo democrático republicano, que inserto en una matriz liberal, había tenido un acento en sujetos colectivos de transformación o reforma social. 4.- Identidad e identidades: una cuestión de diversidad cultural La identidad es un fenómeno que tiene expresión individual como colectiva. Es una materia tratada principalmente por las ciencias sociales desde hace por lo menos medio siglo atrás, aún cuando en la actualidad se ha convertido en objeto de estudio y de aplicación de muchas otras disciplinas, como la economía, arquitectura, las artes, etc. masificándose su nomenclatura y expandiendo sus relaciones y áreas temáticas. Razón por la cual, el abordaje de una conceptualización de la identidad es una empresa no fácil, abunda la literatura y los artículos electrónicos, por lo que requiere ser acotada a una orientación concreta, porque permanentemente nos encontramos con definiciones acotadas a las identidad personales, colectivas, sociales, culturales, étnicas, nacionales, global, territoriales, urbanas, género, transgénero, jóvenes, deseadas, asignadas, asumidas, legitimadoras, de resistencia o proyecto, etc. Además es un concepto que forma parte del lenguaje común, muchos hablan de su identidad o multiplicidad de identidades. Varios autores coinciden en estamos presenciando una época de crisis de las identidades, que vivimos una época de vacío, que estamos faltos de identificaciones o que éstas son efímeras. Otros tantos hablan también de la revitalización de éstas, manifiestas en las más diversas formas. Es la paradoja de la identidad en la era global. Para el caso de este estudio, nuestro enfoque se orientará al desarrollo de una mirada de la identidad colectiva, por la importancia que tiene la identificación de los grupos socioculturales con los territorios para el ámbito del desarrollo regional. No será situado a escala de las identidades personales por la dificultad de hacer llevadero un estudio de este tipo frente a los requerimientos actuales. Pensamos es una definición postmoderna de la identidad, siguiendo a Lévi-Strauss (1972), Manuel Delgado (1999) y José Bengoa (2006), porque aún cuando le otorgamos importancia a la identidad dentro de la vida social, creemos que es principalmente la necesidad de diferenciarse y la puesta en escena de la diferenciación la generadora de identidad. Porque la identidad en sí misma no existe. Cuando se habla de identidad se menciona las diferencias y semejanzas, las adscripciones, auto-reconocimiento, autoconciencia, identificaciones y sentidos de pertenencias, que es lo conocido como la mirada y el reflejo en el espejo. Esta identidad se manifiesta a nivel 4 Informe Desarrollo Humano en Chile - Año 1998. Las Paradojas de la Modernización Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Sinopsis. http://www.desarrollohumano.cl/ele98.htm 21 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío individual como grupal, a través de las configuraciones, estados de conciencia o imaginarios, acerca de lo que es uno, los que son su comunidad, su grupo de personas o referentes, en contraste a otras personas, otras comunidades, otras sociedades. Es decir, que la identidad se basa en el principio de alteridad, desde el cual construyo permanentemente lo que soy o quiero ser, diferenciándome de este modo de otros. José Bengoa, también señala que no debemos olvidar que dentro del carácter no estático de la identidad, ésta siempre va a ser un proyecto, una construcción (Ver informe del estudio en: www.identidades.cl) La identidad como la cultura son consustanciales a las personas y los grupos. Su importancia está en que son conductoras de vida porque tienen una fuerte carga emocional. Se localiza a nivel de las ideas, de lo cognitivo e ideacional, pero también se presenta en los discursos, usos y las representaciones, las narrativas, lo material como lo espiritual. En cualquier ámbito de diferenciación y representación. Para Manuel Delgado (1998) , “un grupo humano no se diferencia de otros porque tenga unos rasgos humanos particulares, sino que adopta unos rasgos singulares porque previamente ha optado por diferenciarse” (Delgado. 1998). En este sentido, la identidad sería la diferenciación. Desde esta perspectiva la identidad se localiza en todas las personas, porque todas las personas nos diferenciamos de otras, a partir de identificaciones personales, por características o condiciones coyunturales, como el género, la edad, la sexualidad, el grupo étnico, la cultura, la nación o el territorio, etc., entre tantas otras posibilidades de diferenciación que se pueden presentar. Cientistas sociales de las áreas de la antropología, sociología, teorías de la comunicación de España, son dados a no encasillar el fenómeno de las identidades como situaciones que se presentan con exclusividad en grupos sociales diferenciados, como los étnicos tradicionales, las naciones o culturas con historia y sentimientos de soberanía, porque consideran que tienen a situarse en una lógica etnocéntrica “euro-occidental”, creyendo que los diferentes sólo son los otros no “euro-occidentales”. Por tanto, se presentan como defensores de las identidades como fenómenos de eclosión de diferenciaciones, que puede manifestarse de cualquier manera, y que tiene un comportamiento, similar al de las identidades, culturas o comunidades políticas tradicionales, comenzándose a utilizar más el concepto de diversidad. Las identidades surgen como respuesta a la diversidad de la humanidad, es una condición presente a lo largo de la historia, que ha traspasado todos los tiempos, todas las sociedades y el interior de ellas. Para Bengoa es el capital cultural con el que contamos, Aún cuando, sea una construcción de ontogénesis que se inicia con los procesos de endoculturación y socialización, las identidades no logran fijarse con el tiempo, porque permanentemente van cambiando. Por tanto “la identidad” es un proyecto futuro, en el sentido que se aparece como una visión, algo que se pretende alcanzar. En este proyecto de construcción, los otros son cruciales para la fundamentación del nosotros. En este sentido, podemos decir que una de las principales preguntas que mueve este estudio es precisamente esa definición del “nosotros y los otros”, en tanto grupos, identidades colectivas, sus vínculos o no con un territorio, qué tipo de territorio, espacio o soporte y un discurso en torno a una identidad regional. 22 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío En este marco, nos interesa reafirmar que el principio de identidad surge por efecto de la alteridad, somos por efecto de una diferenciación con los otros. Así surgen ciertos parámetros que nos hacen sentir como parte de una “comunidad imaginada”, que tiene a su vez fronteras imaginarias que nos ayudan a situar “el nosotros” o “los otros” dentro o fuera de esa comunidad, que puede o no corresponder con un territorio. Segundo, es de importancia recalcar que la identidad es una conciencia que involucra sentimientos y emociones que movilizan la acción. Clifford Geertz (1977) se refiere a estos sentimientos primordiales como generadores de sentidos, tan prístinos que pueden cobrar fuerza incluso después de haber sido aplastados u oprimidos conciente o inconscientemente por motivos ideológicos, políticos, económicos, religiosos, etc.; pueden aflorar y emerger como semillas debajo de la tierra, cuando se creía habían sido exterminadas de raíz. Ejemplo de lo anterior, lo constituyen los procesos de reetnificación vividos en Latinoamérica y Chile los últimos 20 años. Varios otros autores hablan de la identidad como una acumulación y una resultante a la vez (Malek Chebel), como condensora de emociones que generan acciones (M. Maffesoli). Específicamente éste último autor, señala que en la identidad la memoria es central, porque “la voluntad de imaginar una comunidad se transforma en algo más que eso, en gestos, maneras de decir, maneras de hacer, maneras de ser, formas de pensar, estereotipos positivos, negativos” (Bengoa) En este contexto, se reconoce en la actualidad la imposibilidad de hablar de la identidad como esencia, características o cualidades fijas e inmutables; donde ésta ya no puede ser reconocida como un conjunto de hechos objetivables, más allá de su valor real como incierto nudo de instancias, irreales entre sí, inencontrables cada separado” (Delgado, 2007:261). Sino que más bien la identidad se ha trasladado al campo de las construcciones relacionales, donde la diferenciación étnica es más un resultado, una forma de categoría adscriptiva, de interacción de un grupo con otros grupos. Sin embargo, la complejización del concepto de identidad también ha acarreado una exacerbación de los particularismos, gatillando muchas veces que las diferencias fueran nuevas instancias generadoras y receptoras de discriminación. Los usos que se le ha dado a la identidad pueden tener diferentes proyecciones, de la discriminación excluyente a la reivindicación y representación incluyentes. Es una bandera de lucha a nivel individual y colectivo para la consecución de ciertos fines vindicados que propugnan el derecho a la diferencia identitaria. Para Delgado, en la actualidad la identidad es el requisito que todo Estado moderno exige siempre a sus interlocutores (2007), pero ésta se negocia, y es a la vez el resultado de sus negociaciones, porque no siempre es el resultado de afinidades y oposiciones. La identidad en sí misma nunca es la causa de algo sino que más bien el resultado de “complejas dinámicas históricas, sociales, políticas y económicas y no puede ser entendida al margen de la manera como grupos humanos con intereses y objetivos específicos la emplean como fuente de legitimidad” (Ídem). En el ámbito regional que nos interesa en el presente estudio, partiremos de la premisa de que existen “identidades” regionales en vez, de una identidad, considerando que nunca 23 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío existe una sola identidad, sino que nos encontraremos con múltiples y entremezcladas identidades. No obstante, en la definición del quiénes somos, podemos encontrarnos con un mínimo común identitario, como lo diría Carlos Amtmann (2007), con el lugar de confluencia. 5.- La Identidad Territorial desde una mirada dinámica. Cuando se habla del territorio regional generalmente se hace mención al extenso espacio que lo caracteriza, su clima de transición y la diversidad de ambientes naturales que posee. Algunos incluso se atreven a plantear que contiene todo lo que tiene Chile pero en una superficie de sólo 37.062,6 kilómetros cuadrados. También caracteriza a este territorio su diversidad poblacional, que de Norte a Sur, Este a Oeste, presenta tantas variaciones como su geografía. Son los diferentes modos, usos y representaciones de la identidad que los habitantes de la región le han otorgado y le otorgan a los espacios, transformándolos en sus territorios de pertenencia. En la era Global los espacios también se dinamizan, dejan de ser contenedores estáticos, vacíos de cosas y de habitantes, transformándose en nuevos referentes y figuras aglutinadoras de acciones complejas. La noción del espacio que nos sirve para abordar los temas esbozados arriba toma una forma novedosa en los estudios actuales, pues se abandona la idea del espacio como contenedor pasivo de los procesos para adoptar una imagen de espacio dinámico, estructurado por esos procesos. De ahí que la relación entre la identidad y territorio ha adquirido ahora mayor complejidad, ligada a las actuales mutaciones del mismo espaciotiempo y de las nuevas modalidades de movilidad y comunicación que han desplegado los sujetos. En la actualidad, identidad y localidad, la sensación de ‘aquí’ y ‘allá’, viajan juntos, lo que nos hace plantear esta noción tan pertinente para el presente estudio: la idea de translocalidad, sugerida por Appadurai (1996); a través de la cual se estaría expresando un cambio en la relación entre territorio, identidad y comunidades de pertenencia. Ahora bien, como contrapunto es necesario plantear que si bien no es posible desconocer los procesos asociados con las dinámicas de desterritorialización a las cuales nos arrojan las fuerzas de la globalización, por otra parte no es posible soslayar la importancia que posee el territorio en tanto construcción socio-cultural y práctica colectiva a partir de la cual los sujetos arman sus pertenencias, arraigos y memorias colectivas, aunque sea de modo precario y provisorio dado el actual contexto de cambios e incertidumbres al cual se encuentra expuesta la vida cotidiana de los actores sociales. Sobre todo si se piensa en los actuales procesos de segmentación territorial de las ciudades y de la región, donde el territorio puede ser pensado como recurso de integración e identificación al interior del propio grupo de pertenencia. De ahí que los significados que construyen y constituyen a las identidades colectivas no provienen únicamente de enunciados discursivos, sino también de prácticas concretas, de las experiencias y trances colectivos ligados a contextos físicos y espaciales donde se inscriben dichas prácticas. Es esta condición de la identidad que se denomina como la territorialidad, y que otros autores atribuyen al poder de habitar (H. Lefebvre). La territorialidad es un rasgo compartido por todos los sujetos sociales, y por ello es un componente básico de su identidad. El Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural 24 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío (RIMISP. 2006) lo concibe como una construcción social que presenta un conjunto de relaciones sociales, que “dan origen y expresan una identidad”(2006:14), y sentidos para los sectores públicos como privados de ese territorio. Un componente cuyo peso específico, varía en las diversas coyunturas históricas, en beneficio de componentes laborales, políticos, religiosos, de clase, de género, etc. Las representaciones de nosotros mismos en el mundo están íntimamente ligadas con las maneras en que ocupamos el espacio y hacemos territorio5. Por tanto cabe preguntarse cómo ocupamos el espacio y hacemos territorio en la región del Bío Bío. Aquí, Roxana Reguillo (1992) distingue al espacio físico del espacio construido. Siendo el espacio un componente genético de la estructura identitaria de los actores sociales, es posible distinguir dos dimensiones del espacio: La dimensión dada del espacio: esto es la ciudad como espacio físico pre-existente a los individuos. La dimensión construida del espacio: esto es el territorio como espacio que constituye una extensión del propio sujeto y que simultáneamente es practicado cotidianamente por los sujetos, donde destaca el elemento de la continuidad grupal y la devolución de una imagen referida al quienes lo habitan. “El territorio entonces, no puede de ninguna manera considerarse como contenedor de hechos sociales, como mero escenario o telón de fondo en el que se desarrolla la acción. El territorio se nos aparece como una construcción social en la que se entretejen lo material y lo simbólico, que se interpretan para dar forma y sentido a la vida del grupo, que se esfuerza por transformar mediante actos de apropiación –inscribir en el territorio las huellas de la historia colectiva- el espacio anónimo en un espacio próximo pleno de sentido para él mismo” (Reguillo, 1996:78). En esta línea se encuentra el desarrollo del concepto de place-identity (Proshansky, 1976, 1978; Kaminoff, 1983). La identidad de lugar es considerada como una subestructura de la identidad de self y consiste en un conjunto de cogniciones referentes a lugares o espacios donde la persona desarrolla su vida cotidiana y en función de los cuales el individuo puede establecer vínculos emocionales y de pertenencia a determinados entornos. Estos vínculos son, como mínimo, tan importantes como los que se establecen con los diferentes grupos sociales con los cuales el individuo se relaciona. En la base de esta estructura se encuentra el "pasado ambiental" del individuo así como los significados socialmente elaborados referidos a estos espacios que la persona ha ido integrando en sus relaciones espaciales. Este "depósito cognitivo" que configura la identidad de lugar -del cual, según Proshansky y otros (1983), el individuo no es consciente excepto cuando siente su identidad amenazada- permite a la persona reconocer propiedades de los entornos nuevos que se relacionan con su "pasado ambiental", favorecer un sentido de familiaridad y la percepción de estabilidad en el ambiente, dar indicios sobre cómo actuar, determinar el grado de apropiación o la capacidad 5 http://www.identidades.cl/pdf/discusionbibliografica. José Bengoa y Francisca Márquez (2006). De los mismos autores revisar Revista Proposiciones: “Identidad e Identidades”; Ediciones SUR, Vol.35, marzo, 2006 25 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío para modificar el entorno y, por último, favorecer un sentimiento de control y seguridad ambiental. Con lo todo lo anterior la discusión sobre la identidad territorial en la era global se vuelve mucho más jabonosa que sólo plantearse una relación o vínculo de los individuos con determinados espacios físicos –geográficos. Porque la idea de territorio desde una definición más clásica no logra representar la complejidad del mundo moderno y global. Los espacios están dotados de dinámicas, que incluso no siempre tienen referentes concretos, ni se traducen en territorialidad. Y más aún cuando enfrentamos una identidad nacional fragmentada, difusa pero presente. Y la región del Bío Bío, con una identidad que obedece más a las identificaciones globales y locales que regionales, por tanto con mucha dificultad de construcción de proyectos comunes. 6.- Hipótesis de Trabajo Se plantean principalmente dos hipótesis de trabajo: a El carácter diverso de la región del Bío Bío es determinante en la construcción de su identidad. Por lo tanto, creemos que nos encontraremos con un abanico de identidades intraregionales más que con una sola identidad regional. Éstas presentan diferentes niveles de conciencia, unas más históricas y territoriales, otras cercanas a reivindicaciones sociales, sexuales u otras formas de representación. a Creemos sin embargo que existe una identidad compartida en la región, que se encuentra a nivel discursivo y en el imaginario de sus habitantes, que tiene que ver con la memoria histórica del territorio de frontera, con el río que le da el nombre, o a la “Octava” Región, como uno de los principales motores de descentralización de nuestro país, con sus constantes reivindicaciones regionalistas que marcan una identidad propia. 26 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío CAPÍTULO II: METODOLOGÍA DEL ESTUDIO 1.- Enfoque Metodológico del Estudio El Enfoque metodológico del estudio apunta hacia la “búsqueda” de las identidades en la Región del Bío Bío. Al asumirla como diversa, compleja, en diferentes escalas, etc. es clave la aproximación metodológica que se utilizó para obtener la información. En este sentido, se optó por una aproximación preferentemente cualitativa, la que dio cuenta en profundidad de la riqueza, complejidad y diversidad ligada con el campo de estudio de las identidades territoriales. En este caso el énfasis estuvo dado por las perspectivas participativas, centradas en la vida cotidiana de los actores y sus dinámicas territoriales. De este modo, la orientación metodológica tuvo un fuerte énfasis en “capturar” la dimensión biográfica y el mundo de vida puesto en escena territorialmente, donde los componentes afectivos, la memoria social y la producción de espacios sociales jugaron un rol determinante en la configuración de las identidades. De manera complementaria, se utilizaron herramientas cuantitativas con el objeto de obtener información anexa y a un grupo específico que resulta relevante a los objetivos de la investigación. 2.- Técnicas para la producción de información Las técnicas a utilizadas fueron definidas en base a las etapas del estudio: ETAPAS TÉCNICAS APROXIMACIÓN RESULTADOS ESPERADOS Etapa de sondeo inicial y trabajo de gabinete. Sistematización y análisis de fuentes secundarias Cualitativo *Rescatar el “estado del arte” del tema en la Región. *Identificar puntos claves, en términos de territorios, actores u otros. Etapa de reconocimiento transversal de la Identidad(es) de la Región. Taller de Identidades (1) Cualitativo *Visión regional del tema de identidad, desde especificidades que traten de converger. *Pauta para escoger territorios o actores arquetípicos, que respondan a la división operativa de identidades Etapa de profundización y enriquecimiento de la información. Talleres locales Identidad (10) Cualitativo *Visión de las diversas identidades presentes en la Región desde su propio relato, confluencia y visión general. Entrevistas en Profundidad a actores claves e informantes expertos que puedan dar cuenta de una aproximación regional (7) de Historias y Relatos de Vida (17) Entrevistas profundidad (9) en 27 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Aplicación (54) Etapa de análisis y construcción de resultados Cuestionario Trabajo de Gabinete Construcción Colectiva de Mapas Identitarios (4) Seminarios de Difusión (4) Publicación Libro realización de Video. y Construcción de Página web: www.identidadbiobio.cl Afiches de Difusión. Cuantitativo * Recopilar información otorgada a nivel de comunas sobre las distintas identidades, sus relaciones a nivel territorial, identificaciones patrimoniales, y proyectos posibles de financiar en esta materia. Cualitativo *Reunir información recopilada y sistematizarla según los ejes del estudio definidos. *Apoyar esta sistematización con la construcción colectiva de mapas que validen la información recogida *Realizar Seminarios de Difusión para validar resultados, corregir o agregar proposiciones *Cerrar proceso con publicación de Libro, Afiches, Web y Video. 3.- Campos de Exploración Identitarios En base a la experiencia y la información desplegada en el primer Seminario taller sobre Identidad Regional realizado durante el mes de abril del 2009, se optó por construir una matriz metodológica que permitiera operacionalizar las reflexiones, exploraciones y sucesivos hallazgos sobre la Identidad Regional. Lo anterior se traduce en la organización de lo que el estudio denomina Campos de Exploración Identitarios en el contexto de la Región del Bío-Bío. Estos campos de exploración no constituyen nichos estancos y ni abstracciones sin historicidad, pues se trata de campos dinámicos y provisorios, donde lo determinante está asociado con los rendimientos de orden metodológico. No obstante lo anterior, estos campos tienen un sustento teórico y una base empírica de contrastación ligada a los hallazgos del Seminario antes aludido y a la propia experiencia e investigación desarrollada a nivel Regional por el equipo de profesionales involucrados en el estudio. Campos de Exploración: a) Identidades étnico-nacionales, en este grupo se encuentran aquellas identidades que comparten una etnicidad o nacionalidad determinada; una base histórica y vínculos territoriales. Entre éstas podemos mencionar las identidades mapuche - lafquenche y pewenche, como también las minorías nacionales por efecto de la inmigración o colonias de descendientes de inmigrantes, etc., como lo serían las familias de chilenos descendientes de inmigrantes alemanes en Contulmo. Sin embargo, este caso particular fue descrito como un ejemplo de identidad local. 28 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío b) Identidades socio-productivas, aquellas identificaciones configuradas principalmente por un ejercicio económico preponderante, que se ha efectuado en el pasado como en el presente. Estas identidades son fácilmente reconocibles en los territorios, aún cuando algunas de éstas son móviles por efecto de traslados de las producciones dentro de la región, por ejemplo, el caso de los temporeros y recolectores. También son reconocibles incluso en aquellos casos donde la actividad productiva que las originó ya no existe, como la minería del carbón. c) Identidades urbanas, en este ámbito encontramos a todas aquellas identificaciones que no necesariamente presentan una historia de larga data, que no obligatoriamente están determinadas por un quehacer económico productivo, o una condición étnica-nacional, sino que más bien, responden a dinámicas de diferenciación, de vindicación como comunidades imaginadas, a partir de otros referentes. Estas identidades se visibilizan como respuestas a los procesos de modernización y globalización de las últimas décadas. Algunas de las cuales tienden a ser nominadas minorías, no por su número sino por su posición dentro de las esferas políticas. Su vinculación con el territorio no necesariamente responde de la misma manera que las identidades socioproductivas o culturales planteadas, sino que más bien, sus referentes son sus cuerpos que se desplazan por la región y los territorios libremente. Aún cuando los espacios de mayor visibilización de estas identidades son los espacios urbanos y semi-urbanos, entre todas ellas nos vamos a detener en las identidades, barriales, mundos juveniles, sexuales, etc. De este modo, entendemos lo urbano como una experiencia espacio-temporal asociada preferentemente con la heterogeneidad en las formas de vida, la densidad socio-espacial, la cultura de la movilidad, la translocalización de las dinámicas subjetivas, entre otros aspectos, y que en general tienden a co-existir simultáneamente en un espacio social y de tiempo determinado. d) Identidades de Género, aquí nuestra mirada se centró en reconocer la condición sexuada de los sujetos con los cuales estamos trabajando a fin de visibilizar desde sus experiencias cotidianas como construyen identidades marcadas por los aprendizajes socioculturales de género. Esto significa incorporar el Género como una categoría analítica, que nos permita cruzar la condición sexuada construida desde los anclajes socioculturales y marcados por una historicidad concreta, en los distintos ámbitos de análisis. Este aspecto es fundamental porque si bien se recogieron discursos y experiencias colectivas, intentamos ser capaces de reconocer los matices que esos discursos más homogéneos tienen y fundamentalmente no colonizar (en el sentido de imponer) los discursos de los y las actores sociales por la incapacidad analítica de los y las investigadores/as para incorporar las diferencias concretas y subjetivas de hombres y mujeres con las que trabajamos. 4.- Muestreo Muestreo Cualitativo En el caso de la muestra para la aplicación de metodologías cualitativas, se plantea una muestra de carácter Estructural, donde lo predominante para su selección sea el denominado criterio de Comprensión, o bien, de Pertenencia (Ibáñez, 1989). Bajo este criterio se quiso incluir a todos los sujetos que reproduzcan discursivamente las relaciones que se estimen relevantes para la investigación. Ahora bien, el problema del tamaño de la muestra en estos estudios adquiere un sentido distinto que en el muestreo cuantitativo/estadístico, ya que, en estricto rigor o teóricamente no pudo predefinirse con anticipación (Ruiz Olabuénaga, 1996; / Rodríguez Gómez, Gil Flores y García Jiménez, 1996). 29 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Por lo tanto, se trabajó una muestra suficientemente grande, pues intentó cubrir todas las posiciones de habla o perspectivas que componen a un determinado grupo, y también, en cuanto accedió a un punto de saturación de la información recogida. En este marco, la muestra escogida para la realización de los Talleres, las historias de vida y las entrevistas en profundidad han sido elegidas con las características anteriormente mencionadas y con una cualidad arquetípica, que representara de la mejor manera el amplio espectro de identidades presentes en la Región. Así se eligieron 10 lugares, correspondientes a territorios, sectores e identidades específicas donde se trabajó y desde donde se realizó una convocatoria amplia y pertinente para efectos del estudio. Además se eligieron lugares donde se realizarán las historias de vida. Ambas decisiones fueron fruto de la aplicación de técnicas descritas en las dos primeras etapas (Revisión bibliográfica, seis entrevistas en profundidad, y Taller con actores regionales). 5.- Diagramas de síntesis: Enfoques y Metodología En el siguiente diagrama se presenta de manera gráfica un resumen de los campos de exploración definidos y las escalas donde es posible ubicarlos. A la izquierda se hallan los tres campos de exploración que conducen el estudio, desde el cual nos detuvimos en la identificación de las principales identidades en la región. A la derecha se encuentran los elementos transversales que fueron tratados en cada campo de exploración, como la Identidad Territorial, el enfoque de género y otros temas con los que se da respuesta a los objetivos específicos del estudio. 30 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 6.- Recorrido del Estudio El estudio parte con una exhaustiva revisión bibliográfica que permitió realizar el marco conceptual, optar por un enfoque teórico y operacionalizar la organización de los equipos de investigación, y la indagación de las identidades a través de la agrupación de éstas en tres campos exploratorios. A la vez, se decide, que en dichos campos, se trabajará de manera transversal el enfoque de género y las expresiones artísticas que se visualicen en las identidades. Para tener una mirada complementaria a la otorgada por las fuentes secundarias, se decide realizar un Taller de trabajo con actores que poseyeran una mirada holística de la región, y que además nos aportaran en un primer acercamiento hacia personas y localidades, donde podemos focalizar el estudio. A este taller, denominado “Identidad e Identidades de la Región del Bío Bío”, asisten más de veinte personas, provenientes del sector público, privado, académicos, y de la sociedad en general, quienes aportan con información que permite realizar un esquema sobre la focalización de la investigación. Durante los meses qie van desde mayo a agosto, se concentra todo el periodo de realización de entrevistas en profundidad e historias de vida o entrevistas autobiográficas. Ambas, tienen el objetivo de tener un acercamiento mayor a las identidades, pero la primera hacia un actor regional que posea una mirada amplia del tema en la región, y la segunda, enfocada hacia actores sociales que son parte de la identidad que se pretende investigar. En total, se hicieron 16 entrevistas en profundidad, y 17 entrevistas autobiográficas o historias de vida. Paralela a la aplicación de dichas técnicas, se desarrollaron diez Talleres con carácter participativo, que tuvieron por objetivo trabajar la temática de las identidades, con los propios actores identitarios, para que ellos mismos pudieran discutir, intercambiar opiniones, llegar a consensos, y describir su identidad, memoria, relaciones y sueños, etc., en un ambiente distendido, propicio y pertinente para la discusión. Por otro lado, en el mes de julio, se aplica el cuestionario, instrumento de tipo cuantitativo, que pretende sondear la percepción de los Secretarios de Planificación Comunal (Secplan), frente a lo que piensan los habitantes de sus comunas respectivas. Una vez recabada toda la información extraída del trabajo de campo cualitativo y cuantitativo, la investigación entra en su fase final. Al mismo tiempo, se dan las condiciones para esbozar los mapas comprometidos al inicio del estudio, ya que se cuenta con la información sobre la localización de las identidades con las que se trabajaron. Por otro lado, de manera paralela revisa y edita el material audiovisual, recopilado material audiovisual en todas las salidas a terrenos realizadas, donde se filmaron y fotografiaron la mayoría de los/as entrevistados/as, talleres, y localidades recorridas. 31 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 7.- Metodología Cualitativa 7.1.- Talleres participativos de Identidad Los lugares y la convocatoria hecha para llevar a cabo los talleres de identidad, fueron modificados tras la etapa de ajuste metodológico, por lo que no necesariamente coinciden con lo planteado originalmente, donde cada taller concentraría a personas pertenecientes a dos territorios de planificación y a las tres categorías de identidades definidas (socio-productivas, étnico-nacionales, urbanas). Esta decisión fue tomada fruto de la información recolectada a través de las entrevistas de los actores regionales al principio de la investigación1 y sobretodo de los resultados del Taller de Trabajo de Identidades. Las visiones transversales de la Región podíamos obtenerlas a través de aquellas fuentes, no así los relatos más “puros” de ciertas identidades claves, históricas, políticas, autóctonas, etc. Además de algunas identidades más relegadas históricamente, con conflictos, más invisibles, menos poderosas; sin embargo, muy importantes a la hora de formar el sustrato de la Región del Bío Bío. De esta forma, los talleres participativos de identidad quedaron definidos en las áreas, con los perfiles de convocados y con su pertenencia a diversos territorios de planificación y provincias: 1 Al iniciar la investigación, se realizan seis entrevistas a actores claves de la región, con la finalidad de complementar la información recabada del Taller Identidad e Identidades, realizado el 06 de Abril a personas que tuvieran una mirada holística de la región. 32 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío LUGAR / FOCO TALLERES DE TRABAJOS PARTICIPATIVOS, REGION DEL BIO BIO PROVINCIA / PARTICIPANTES TERRITORIO PLANIFICACIÓN Lota / Mineros, Patrimonio Concepción / Reconversión 14 Participantes lotinos, provenientes de agrupaciones turísticas de la comuna, organizaciones sociales, artistas locales, artesanos, ex mineros. Tirúa / Lakquenches Arauco / Arauco 15 Participantes, provenientes de comunidades Lafkenche de la zona, organizaciones sociales y Sindicato de pescadores. Cobquecura / Patrimonio y mezcla socioproductiva, turismo Cabrero / Forestal y relación mundo campesino tradicional Cocholgüe / Identidades ligadas al mar Alto Bío Bío / Pewenches Ñuble / Valle del Itata 7 Participantes, provenientes de organizaciones comunitarias e institucionales. Bío Bío / AMDEL 14 Participantes, entre ellos mujeres emprendedoras, campesinos y trabajadores del sector forestal maderero. Concepción / Pencopolitano 24 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Sindicato de Algueras, Surfistas, Pescadores y actores institucionales. Bío Bío / Bío Bío Cordillera 12 Participantes, provenientes de comunidades Pewenche. Se aplicaron técnicas distintas a la de los talleres, pero que iban en la línea de recabar dicha información (en vez de taller, se realizaron entrevistas conjuntas). Chillán / Patrimonio Cultural San Ignacio / Sector campesino tradicional Gran Concepción / Barrial Gran Concepción / Jóvenes Ñuble / Chillán Ñuble / Laja Diguillín 12 Participantes, provenientes de centros culturales, actores municipales y gubernamentales, de medios de comunicación, sindicato de suplementeros, artesana de Quinchamalí. 26 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Agrupaciones folclóricas, deportivas, agricultores, etc. Concepción / Pencopolitano 13 Participantes, provenientes de Juntas de Vecinos, Centros culturales, y organizaciones sociales, del área pencopolitana. Concepción / Pencopolitano 9 Participantes, provenientes de centros culturales, colectivos sociales, políticos y movimientos ambientales. Se construyó una Metodología participativa, para abordar a través de diversas técnicas durante aproximadamente cuatro horas, los distintos aspectos relevantes de este Estudio. Podemos destacar que la metodología aplicada en los talleres resultó fructífera y enriquecedora, lo que dio pie a interesantes encuentros de conocimientos colectivos. Esta herramienta cualitativa constituye un aporte trascendental del presente Estudio, como un “kit” metodológico fácilmente replicable, para abordar el tema de la identidad en cualquier colectivo y que puede ser de utilidad tanto para el Gobierno Regional, como para la Subsecretaría de Desarrollo Regional (SUBDERE). 33 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Los temas claves que guiaron la construcción de estas herramientas metodológicas fueron: Autodefiniciones identitarias Rescate de la memoria histórica de las identidades locales Relaciones de consenso y disenso entre las diversas identidades Relación de las identidades locales con el resto de la Región Sueño de región En base a cada uno de estos temas, se plantearon técnicas para poder obtener la información. Estas técnicas estuvieron basadas en una metodología participativa, que apostó por estos espacios no representativos cuantitativamente, pero sí representativos cualitativamente de sectores claves, que pueden en colectivo construir sus discursos y develar sus prácticas cotidianas, en pos de entender mejor su propia historia, sus apegos, sus relaciones con los/las otros/as y finalmente esbozar su futuro. Los objetivos generales, las técnicas planteadas y su detalle pueden observarse en el siguiente cuadro: TÉCNICA / ACTIVIDAD DETALLE Café compartido Presentación por pares *Distensión y apertura taller *En algunos talleres, los invitados conversaron con alguien que no conocían, y se preguntaron por el significado de identidad (puerta de entrada) y luego ellos/ellas presentaron a sus compañeros/as. Pero en otros talleres, se utilizó como técnica la presentación uno a uno de los participantes, dando énfasis y dejando el espacio a su relato. Esto da cuenta de la flexibilidad de la metodología utilizada, en función de hacerla pertinente a los actores que estaban participando. *Me identifico con… *Cada participante eligió un símbolo (una palabra o un dibujo), que lo identifique y se agrupó con aquellos/as que eligieron lo mismo, con ellos/ellas se realizó una reflexión sobre esta identidad compartida: qué significa, en qué se manifiesta, cómo se define, con qué elementos, productos o íconos se representa y cómo definimos a los otros en contraposición. En algunos casos, esta agrupación no se realizó, realizando un trabajo de conversación grupal con todos los asistentes al taller (cuando eran menos de diez personas). o o Autoidentificación identitaria. Relaciones de consenso y disenso entre las diversas identidades. *Construcción de una Línea de Tiempo con o Rescate Línea de Tiempo OBJETIVO GENERAL Autoidentificación identitaria: para hacer esto necesitábamos saber primero qué entienden los convocados por identidad, además se debían dar las condiciones de confianza para el taller. de la 34 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío memoria histórica de las identidades locales los principales hitos, sucesos, personajes, que se consideren clave en la construcción de esa identidad Diagrama de Venn *Cada grupo visualizó su identidad en relación a las otras encontradas o nombradas, a través de relaciones de importancia (más importantes, menos importantes en el contexto local) y sus respectivas relaciones (fluidas, sin relación, de apoyo, antagónicas, etc.) Hubo talleres donde no se realizó esta actividad, debido a la extensión de las primeras actividades, y en aquellos casos en que el objetivo se cumplió a través de las primeras técnicas (como en la definición de “los otros”) o Relaciones de consenso y disenso entre las diversas identidades. Mapa de Flujos *Se dibujaba en un Mapa de la Región, los flujos de la identidad local con el resto de la Región: qué sale y qué entra, en términos de flujos económicos, sociales, de información, etc. (gente, comercio, migraciones, estudio, etc.) y se vislumbra una posición del territorio en relación al resto de la Región (rol, preponderancia) o Relación de las identidades locales con el resto de la Región. Plenario “Sueño de Región” *A través de una discusión general de cierre entre los participantes se reflexiona sobre el Sueño de Región (mediano y largo plazo) o Sueño de Región. 35 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío La idea de esta cronología dentro del taller fue el ir avanzando con los convocados de lo particular a lo general, de lo local a lo regional: Nivel personal Nivel Local Supra local Nosotros Autoidentificación local Línea de Tiempo colectivo Diagrama de Venn Los otros/as y la Región Mapa de Flujos Sueño de Región ¿ Es posible pensar como Región? Cada taller contó con la guía de un equipo, dirigido por un facilitador/a, más un equipo de ayudantes facilitadores secundarios, quienes registraron las reflexiones. Además este proceso está respaldado por un registro audiovisual, que fue parte del video final del estudio. Dada la diversidad de los actores convocados, cada taller debió adaptar la metodología explicada anteriormente a su propia realidad y a los convocados que finalmente acudieron, por ende, casi todos han trabajado el mismo tronco metodológico, pero de diversas formas, tal como lo muestra el siguiente cuadro: TALLER Lota (01.06.09) Tirúa (09.06.09) MODO “Original”, cada “sub-identidad”2 (un grupo mixto, otro carbón, otro mujeres) trabajó por separado la autoidentificación, el diagrama, la línea de tiempo y luego se mezclaron para el mapa y el sueño Se trabajó en dos grupos, pero sólo para profundizar la reflexión porque no hubieron “sub-identidades” (una pequeña diferenciación entre INSUMO Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos los/las Lotinos/as, los del carbón? Diagrama Línea de Tiempo, Mapa, Plenario Sueño de Región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos los/las Lafkenches? Diagrama, Línea de Tiempo, Mapa 2 En este caso, se habla de “sub-identidad” sólo para efectos del cuadro, para poder mencionar resumidamente que en el Taller habían varios grupos identitarios participando. 36 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío campesinos mapuche y lafkenche) Se trabajó casi todas las técnicas en plenario por ser pocos los/las asistentes (malas condiciones climáticas); sin embargo, existían por lo menos 4 “sub-identidades”. Cobquecura (19.06.09) Cabrero (23.06.09) “Original”, cada “sub-identidad” (forestal, campesino, emprendedoras, mujer mixto) trabajó por separado las etapas más locales y luego se unieron para el mapa y el sueño Concepción (25.06.09) Barrial “Mezclado”, excepto la autodefinición que se trabajo por cada Barrio, todos los demás ejercicios se realizaron mezclando los diversos barrios en tres grupos, al final con todos se realizó el plenario de sueño de región “Original”, cada “sub-identidades” trabajó por separado las etapas más locales y luego se unieron para la Línea de Tiempo y el mapa; el sueño de región se hizo en plenario Alto Bío Bío (02 y 03.07.09) Versión “especial” ya que por las condiciones climáticas no se pudo realizar el taller y se visitaron familias claves para aplicar las diversas técnicas. Esto a través de una Entrevista colectiva no estructurada (con 5 dirigentes) y entrevistas semiestructuradas en cada casa “Mezclado” todos los ejercicios se realizaron mezclando los diversos artistas, grupos y organizaciones culturales, en dos grupos, al final con todos se realizó el plenario de sueño de región “Mezclado”, excepto la autodefinición que se trabajo por cada “subidentidad” juvenil (arte y música, políticos, medio ambiente) todos los demás ejercicios se realizaron en plenario “Original”, cada “sub-identidades” (campesina, san ignacina/o, cultura) trabajo por separado las etapas más Cocholgüe (27.06.09) Chillán (07.07.09) Concepción Jóvenes (10.07.09) San (11.07.09) Ignacio Plenario Sueño de Región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos en Cobquecura? Línea de Tiempo Cobquecura Mapa, Sueño de Región Ñuble3 Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos en Cabrero? (forestal, campesino, de cabrero) Hasta diagrama por identidad, mezclado Línea de Tiempo, Mapa, Plenario Sueño de Región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos en mi Barrio? Línea de Tiempo barrios de la Provincia de Concepción, Diagrama, Mapa, Plenario Sueño de Región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos? y Diagrama por grupo (Pescadores, Algueras, Cocholgüanos/as, Surfistas), Línea de Tiempo y mapa grupos mezclado, Plenario Sueño de Región Matriz sistematización Entrevistas ¿Cómo somos los pewenches? Diagrama, Línea de tiempo Mapa de flujos, Sueño de región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos en Chillán? Ñuble?, Línea de Tiempo, Mapa, Sueño de Región Ñuble Matriz Sistematización Taller ¿Cómo somos los/las Jóvenes? Línea de Tiempo, Diagrama, Mapa, Sueño de Región Matriz Sistematización Taller ¿Cómo es la Identidad Campesina? Diagrama, Línea 3 Hubieron tres talleres que se planteó explícitamente como Sueño de Región, el poder constituirse como una Región propia, en este caso, la Región de Ñuble 37 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío locales (autodefinición y diagrama) y luego se mezclaron para la Línea de tiempo y el Mapa. El sueño de Región se realizó en Plenario de Tiempo, Mapa, Sueño de Región Ñuble Cabe destacar que el único ejercicio que fue difícil de obtener, es el “Sueño de Región”, porque los actores a pesar que fueron analizando en diversos niveles, a la hora de “soñar”, por supuesto se remiten a su entorno, al ámbito más local y a sueños que les sean más cercanos y que a la vez son añorados. Tema abordado ampliamente en el capítulo de los hallazgos. Por otro lado, en el transcurso de la investigación y tal como lo hizo ver la contraparte del Gobierno Regional en conjunto con RIMISP, se introdujo de manera más contundente el tema de los “Activos”4 como un elemento necesario a concatenar en el proceso de “búsqueda” de las identidades regionales. En este sentido y a través de las técnicas expuestas se buscó la forma de extraer esta información, principalmente en los puntos de Autodefinición (patrimonio tangible e intangible que los representa) y el Mapa de Flujos (que visualiza hacia dónde van estos patrimonios – sean productos o personas). De forma indirecta se puede abstraer a través de la Línea de Tiempo, que permite siempre visualizar en una comunidad o en cualquier colectivo, los “éxitos” y “los fracasos” de un grupo, que por ende tenderá a seguir por la senda de aquellas actividades (formas de hacer las cosas, productos u otros) que les han reportado “éxitos” o por lo menos tranquilidad como colectivo, más que a aventurarse en cosas nuevas o donde antes se ha fracasado. También el Diagrama de Venn puede ser un indicador clave a la hora de potenciar estos activos, puesto que el Diagrama nos muestra la correlación de fuerzas dentro de una comunidad o colectivo, que se visualiza tanto entre identidades en este caso o entre instituciones presentes en una comunidad. Esta correlación nos permitió proponer desde dónde pueden hacerse intervenciones por ejemplo en cierta comunidad, con qué identidades hay buenas relaciones, cercanía o con cuáles no las hay. Finalmente el Sueño de Región, que tal como se planteaba ha surgió con mayor fuerza como sueños territoriales, dan buenas ideas de apoyo a estos activos para mejorar el futuro de los grupos identificados. 7.2.- Historias de Vida o Entrevistas Autobiográficas La “historia de vida” es una técnica utilizada principalmente por la disciplina antropológica que se orienta a conocer por medio de la oralidad de un sujeto, parte de su historia, cultura, identidad, e historia local. En este ámbito, se busca complementar con información enriquecedora los talleres participativos con historias de vida o relatos autobiográficos claves, además de la realización de éstas en sectores donde no se realizarán talleres, pero que contienen importancias particulares. La definición de estos lugares y de los perfiles necesarios para las personas que se entrevistaron, también fueron definidos por los resultados del primer taller de trabajo, las entrevistas realizadas y sus conocimientos, la revisión bibliográfica y lo extraído también de los talleres que se fueron realizando. El siguiente cuadro muestra los lugares, perfiles y su correspondencia a nivel de provincia y territorio de planificación, para cada historia de vida planificada: 4 ACTIVOS: 11 /“Se entiende por Activos el patrimonio material (financiero, físico, natural) e inmaterial (cultural, relacional, conocimiento, habilidades) de una persona o grupo de personas, que al incrementarse y combinarse puede mejorar su calidad de vida y el bienestar de su familia/” (Molano, 2006b:15). 38 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío LUGAR / PROVINCIA / TERRITORIO Lota Concepción / Reconversión Tirúa Arauco / Arauco Cobquecura Ñuble / Valle del Itata Guarilihue (Coelemu) Ñuble / Valle del Itata Concepción Concepción / Pencopolitano Bío Bío / Bío Bío Cordillera Ñuble / Chillán Alto Bío Bío Chillán San Ignacio Gran Concepción / Barrial Gran Concepción / Jóvenes San Rosendo Yumbel Antuco San Fabián de Alico Tomé Laja Contulmo PERFIL PARTICIPANTES Jacqueline Delgado, Mujer descendiente de generaciones de mineros y de pescadores de Lota, que en la actualidad se encuentra trabajando en turismo y en la recuperación del patrimonio. Iván Carilao, Dirigente de la “Identidad Lafkenche”, con fuerte compromiso con su pueblo y con la mantención de su patrimonio a través de actividades innovadoras y activismo político. Iris Hermosilla, Mujer Folclorista de Cobquecura, que mantiene viva la tradición y la renueva a través de las organizaciones de la Comuna y de la Provincia Fabián Mora, Productor de Vinos de Guariliue (Viñatero), conocedor de la zona, su tradición y potencialidades. Antonio Deij, Ex Presidente de la Cut. Historia sindical. Narciso Vita, Comunero pewenche de la Comunidad de Pitril, dedicado al tema del turismo a través del rescate de las tradiciones. Ñuble / Laja Diguillín Concepción / Pencopolitano Patricia Orellana, Periodista dedicada al tema cultural y rescate patrimonial por años, oriunda y conocedora de toda la provincia y sus tradiciones. Dueño de Fundo, con tradición familiar campesina, con compromiso innovador Jorge Olave, Poblador y Poeta de la Población Agüita de la Perdiz de la comuna de Concepción. Concepción / Pencopolitano Ramiro Ramírez, Joven “hip-hopero” perteneciente a colectivo artísticocultural, con fuerte compromiso social y proyectos para la juventud. Bío Bío / AMDEL Bío Bío / AMDEL Raúl Melo, Antiguo ferroviario de San Rosendo, que cuenta su historia y rescata los grandes momentos del ferrocarril y su rol en la Región. Nancy, Mujer comerciante dedicada a la venta de santitos y otros artículos religiosos en el Santuario de Yumbel, rescate de la tradición religiosa y su expresión productiva. Miriam Gatica, Arriera, hija de arrieros de la zona, dedicada al rescate cultural y patrimonial a través del turismo. Bío Bío / Bío Bío Cordillera Ñuble / Punilla Concepción / Pencopolitano Bío Bío / Bío Bío Centro Arauco / Arauco Álvaro Uribe, Descendiente de Arrieros, rescate cultural territorio punilla a través del turismo. Marina Maldonado, Mujer ex trabajadora Paños Oveja, tradición industrial que conformó la identidad de Tomé y su búsqueda actual por rehacerla. José Osses, Ex Trabajador de la Planta de Celulosa, tradición histórica industrial característica de la zona, con sus nuevos desafíos. Faustino Villagra, Secretario Municipal, desarrollo cultural y tricultural. 39 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Con el afán de poder analizar en paralelo la información obtenida en las historias de vida o entrevistas autobiográficas con el resto de las técnicas, además de obtener en el relato de vida los puntos centrales del estudio, se aplicó una pauta guía de la conversación. Esta pauta consta de las siguientes partes: a) Análisis por etapas de la historia personal, que pueden aparejarse a la identidad colectiva a la que pertenece Infancia Juventud Pasado de localidad: Memoria Histórica Adultez Vejez Presente de localidad: Procesos y Transformaciones Nuevas Generaciones Futuro de Localidad: “Sueño de Localidad y de Región”: “activos” b) A través de diversas indagaciones: Localidad y oficio(s): -Vínculos con localidad (siempre ha sido de allí, procedencias, cómo y por qué llegó, flujos) ¿Desde cuando vive en localidad?, Si no nació allí: ¿Dónde nació? ¿Cómo llegó a localidad? Y ¿por qué? ¿De dónde eran sus padres? ¿Qué hacían sus padres?, ¿Cómo recuerda la localidad en su infancia y juventud (pasado)? -Oficio (cómo y de quién lo aprendió) ¿Siempre se ha dedicado a ….? ¿Cómo y cuándo lo aprendió? ¿De quién lo aprendió? -Otros oficios presentes en la localidad y sus vigencias ¿A qué cosas se dedican principalmente las personas de su localidad? ¿Siempre han sido esas las actividades? Si no es así, ¿cuáles han dejado de practicarse y por qué cree que esto ha pasado? -Percepción localidad y región: explorar adscripciones: Caracterización localidad: ¿Qué es lo que más le gusta de su localidad? ¿Qué cosas le cambiaria a su localidad? Caracterización región: ¿Cómo se relaciona y se ha relacionado su localidad con la región del Bío Bío? ¿Qué tipo intercambios (personas, productos) existen y han existido entre ambas?, ¿Qué cosas le gustan de vivir en esta región? ¿Qué cosas le cambiaría a esta región? 40 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Caracterización relaciones sociales localidad: lo familiar, lo comunitario, asociatividad, organizaciones. (Hitos comunidad, ritos que permanecen, transformaciones, etc.) ¿Cómo es la vida en su localidad?, ¿cómo se relacionan quienes la integran? ¿Han cambiado estas relaciones a como las recuerda en el pasado?, ¿qué cosas han cambiado?, ¿cuáles se conservan?, ¿Qué cosas reúnen a la localidad, celebraciones tradicionales, fechas importantes, etc? y ¿en el pasado también era así?, ¿Participa de alguna organización social?, ¿Qué organizaciones sociales conoce de su localidad? - Transformaciones de la localidad y flujos, causas y consecuencias ¿Reconoce cambios en su localidad a través del tiempo? ¿A qué se debe esto?, ¿Qué cosa hace que emigren personas de su localidad?, ¿Qué cosa hace que lleguen personas a su localidad? -Proyección localidad y región: “sueño de localidad y de región”, “activos o productos”, fortalezas y aportes de la localidad a la región en lo social, económico y político, lo tangible e intangible. ¿Cómo imagina su localidad en el futuro? ¿Cómo visualiza a las nuevas generaciones nacidas aquí? ¿Cómo imagina la relación que esta tiene con la región, en el futuro?, ¿Cuáles cree usted que son las fortalezas que su localidad puede aportar a la región en lo: Social Cultural Político Económico 7.3.- Entrevistas en Profundidad Fueron dieciséis entrevistas en profundidad que se realizaron a lo largo del estudio, y que trataron de abordar la temática de la identidad desde una perspectiva más regional, más que desde los actores e identidades locales. El listado de las entrevistas realizadas con sus respectivos focos de interés, se detallan en el siguiente cuadro: PERSONAS FOCO DE INTERÉS REGIONAL 1. Claudio Lapostol / Corbiobio Mundo empresarial 2. Raúl Guerrero/ Geógrafo Vocaciones Territoriales a través de relato comunal 3. Ma. Teresa Varas / Historiadora Visión histórica de Identidades, patrimonio 4. Armando Cartes Histroriador / Abogado e Recuperación e investigación patrimonio regional: memoria histórica, comunal y regional 5. José Burdiles /Sociólogo y músico Visión Mundo Joven y Cultura emergente 6. Paulo Burgos /Empresario Arauco Empresarios regionales, 41 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío productos agrícolas-ganaderos 7. Olga Picarte / Sernatur 8. Tito Figueroa Mora Historia. 9. Clímaco Hermosilla Potencialidad Turismo Regional / Profesor Histórica local (Cabrero) Historia Migrantes presentes en la Región 10. Adolfo Millabur, ex alcalde de Tirúa Presencia Mapuche en la Región 11. Alex Iturra, secretario general Cut provincia de Concepción 12. Patricia Chavarría, Artistas del Acero Trabajadores/as y mundo sindical Mundo de la cultura campesina regional Medios de comunicación 13. Tomás Mosciatti, Periodista Radio Bío Bío 14. Felícitas Valenzuela, Profesora de Filosofía udec. 15. Luis Aguirre, Consejo de la Cultura 16. Felipe Opazo y Benito Ibacache Mundo Universitario y papel de la mujer en la región. Cultura en la región del Bio Bío Jóvenes skater en el mundo urbano de la región. 42 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 8. Metodología Cuantitativa, El Cuestionario A través de la metodología cuantitativa, se buscó capturar la diversidad de identidades que interactúan y están presentes en el territorio regional, tomándose como alternativa, que parte del muestreo nos otorgara un acercamiento a la visión de las mismas a nivel de las comunas componentes de la región, considerándolas fundamentalmente desde una óptica operativa, dado que ellas constituyen la unidad político administrativa de menor tamaño y por lo mismo, a este nivel, podría llegarse a observar las identidades presentes en el territorio, con un mayor grado de precisión posible, considerando por cierto las limitaciones operativas pero a su vez, las opciones de cercanía al territorio, por parte de los observadores que serían consultados. Por lo anterior, la problemática se centró en la búsqueda de información relevante que permitiera identificar la diversidad de identidades que se encuentran presentes en el territorio regional, sus requerimientos para su fortalecimiento y sus principales focos de problemática. Todo esto considerando la intensidad de su presencia a nivel comunal, su localización (y extensión) geográfica y su grado de desarrollo relativo. El propósito del estudio es que, en función de la información capturada, se pueda posteriormente sistematizar un acercamiento para una visión lo más detallada posible respecto de las identidades que se encuentran presentes en las comunas de la Región del Bío Bío. En este marco, el objetivo general es identificar las diversas identidades presentes en la Región del Bío Bío de forma que se puedan cotejar dichos resultados con los obtenidos por otras herramientas y metodologías analíticas desarrolladas en el estudio (talleres, entrevistas, historias de vida). En específico ello implica: - Identificar las diferentes identidades étnico culturales, socioproductivas, Urbanas y las Emergentes que se encuentran en los espacios subterritoriales (comunas y/o territorios específicos) de la región. - Identificar los factores comunes (aglutinantes) de la identidad presentes entre los subterritorios de la región. - Identificar los factores diferenciadores de la identidad presentes entre los subterritorios de la región. - Identificar los factores que potencian y debilitan las identidades subterritoriales. El Elemento Muestral estuvo constituido por las Secretarías de Planificación Comunal (Secplan). Ello, considerando que serían las entidades que contarían con un mayor grado relativo de conocimiento sistematizado de la realidad social comunal y a su vez, cuentan con la potencialidad de un mayor acceso relativo para ser entrevistados, contando con una visión general de la comuna. En este caso, el cuestionario se aplicó al 100% de las comunas; lo que implicó recoger 54 muestras en toda la región, sobre las cuales se hizo un análisis de datos con medidas estadísticas de tipo descriptivo, acompañadas de diagramas, mapas, gráficos y tablas correspondientes. 43 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 8.1. Respecto del Cuestionario Diseñado para la Captura de Información. En una primera parte, el cuestionario abordó consultas de identificación respecto del encuestado. En especial resultó relevante su ubicación geográfica comunal y territorial, toda vez que fueron los datos que permitieron su sistematización según territorios de planificación se trate. En este sentido, se entenderán por Territorios de Planificación los definidos en la Estrategia Regional de Desarrollo de la Región del Bío Bío, que se definen por la existencia de acciones destinadas a focalizar y/o coordinar inversiones de origen estatal para la superación de problemas específicos en dichas áreas. I Parte: Identificación. 1 2 3 4 5 6 Nombre Cargo Comuna Territorio de Planificación Fecha Encuestador En una segunda parte, a partir de un conjunto de categorías, se buscó recoger las identidades comunales, territoriales y regionales relevantes. En este caso, se partió de un conjunto de 14 identidades hasta el momento identificadas como relevantes a través de talleres y entrevistas en profundidad, sobre las cuales se consultó respecto de su presencia y jerarquía, tanto a nivel comunal como territorial y regional. Se destacan en este caso las identidades Campesina, Huasa, Viñatera, Arriera, Minera, Obrera, Pesquera Artesanal, Pesquera Industrial, Universitaria – Estudiantil, Industrial, Lafquenche, Pewenche, Indígena Urbana, y Forestal, consignando además para un espacio para otras relevantes a juicio del entrevistado. 1.- A partir de las siguientes categorías y en función de su experiencia, identifique la(s) identidad (es) cultural (es) más preponderante en su Comuna (Marque hasta tres en orden de importancia). IDENTIDAD 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Campesina Huasa Viñatera Arriera Minera Obrera Pesquera Artesanal Pesquera Industrial Universitaria, Estudiantil Industrial Lafquenche Pewenche Indígena Urbana Forestal Otras (indique): 44 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Comentario (sólo ocupar en casos puntuales): En una tercera parte, a partir de un conjunto de categorías, se buscó recoger las actividades económicas comunales, territoriales y regionales relevantes. En este caso, se partió de un conjunto de 15 actividades hasta ese momento identificadas como relevantes a través de talleres y entrevistas en profundidad, sobre las cuales se consultó respecto de su presencia y jerarquía, tanto a nivel comunal como territorial y regional. Se destacan en este caso las actividades Agrícola Campesina, Agrícola Industrial, Pecuaria Campesina, Pecuaria Industrial, Pesquera Artesanal, Pesquera Industrial, Gran Industria Manufacturera, Pequeña Industria Manufacturera, Silvícola Forestal, Comercio, Educación, Servicios, Portuario, y Turismo, consignando además para un espacio para otras relevantes a juicio del entrevistado. A ello se agregó una consulta respecto de los productos y servicios relevantes que pueden asociarse a la identidad de la comuna – territorio – región, en la idea de identificar parte de los activos del territorio, entendidos como el patrimonio material (financiero, físico, natural) e inmaterial (cultural, relacional, conocimiento, habilidades) de una persona o grupo de personas, que al incrementarse y combinarse puede mejorar su calidad de vida y el bienestar de su familia. 1.- A partir de las siguientes categorías y en función de su experiencia, identifique la(s) actividad (es) socioproductiva (s) más preponderante en su Comuna (Marque hasta tres en orden de importancia). ACTIVIDAD SOCIOPRODUCTIVA 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 13 14 15 16 Agrícola Campesina Agrícola Industrial Pecuaria Campesina Pecuaria Industrial Pesquera Artesanal Pesquera Industrial Gran Industria Manufacturera Pequeña Industria Manufacturera Silvícola Forestal Comercio Educación Servicios Portuario Turismo Otra (indique) Comentario (sólo ocupar en casos puntuales): 45 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identifique algún producto y/o servicio comunal relevante asociado a la identidad cultural señalada. Respuesta La cuarta parte comprende una pregunta abierta en la cual se le solicita al entrevistado su pronunciamiento respecto a la existencia de identidades emergentes en la comuna, entendiendo por esto último aquellas identidades complejas, que han aparecido espontáneamente y de forma imprevista en la comuna. IV Parte: Identidades Emergentes Comunales Relevantes. 1.- Señale alguna identidad emergente que sea significativa para su comuna (identifique hasta dos) Respuesta : La quinta parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su pronunciamiento respecto del patrimonio natural que define la identidad comunal, territorial y regional. En este plano se considera como Patrimonio Natural los monumentos naturales construidos por formaciones físicas y biológicas o por los grupos de esas formaciones que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico. Las formaciones geológicas o fisiológicas y las zonas estrictamente delimitadas constituyendo él habitad de especies de animales y vegetales amenazados de desaparición que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o de la conservación. Los sitios naturales y las zonas naturales estrictamente delimitados que tienen un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia o la conservación. En resumen todos los animales, plantas, territorio y conjuntos de estos tres grupos, que signifiquen valores universales en cuanto a la protección y conservación de especies animales y vegetales en peligro de desaparición, o paisajes integrales en peligro de destrucción o transformación, son en términos generales Patrimonio Natural cuya custodia, conservación o en su caso multiplicación es responsabilidad de la Nación. Dicho patrimonio ha pertenecido y es raíz biológica de un pueblo y por lo tanto debe seguir perteneciéndole evitando su desaparición o merma para el disfrute de las generaciones futuras. V Parte: Identidad y Patrimonio Natural Comunal, Territorial y Regional Relevante. 1.- Señale cuál es el patrimonio natural de la Comuna con el cual se sienten más representados los habitantes de su comuna Respuesta : 46 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío La sexta parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su pronunciamiento respecto del patrimonio arquitectónico que define la identidad comunal, territorial y regional. Por Patrimonio Arquitectónico se entenderá un edificio, conjunto de edificios o las ruinas de un edificio, o de un conjunto de edificios, que con el paso del tiempo, ha adquirido un valor mayor al originalmente asignado y que va mucho más allá del encargo original. La calidad de patrimonio no está necesariamente ligada al costo de la obra, sino a su importancia, y representa la herencia que se deja a las generaciones posteriores de forma de mostrarles de dónde vienen. VI Parte: Identidad y Patrimonio Arquitectónico Comunales, Territoriales y Regionales Relevantes. 1.- Señale cuál es el patrimonio arquitectónico de la Comuna con el cual se sienten más representados los habitantes de su comuna. Respuesta : La séptima parte, también en formato de pregunta abierta, solicitó al entrevistado su pronunciamiento respecto del patrimonio intangible que define la identidad comunal, territorial y regional. En éste ámbito se entenderá por Patrimonio Intangible el conjunto de elementos sin sustancia física (modos de hablar, canciones, costumbres) o por formas de conducta (danzas, ritos). Al respecto, las creaciones de una comunidad fundadas en las tradiciones expresadas por individuos que responden a las expectativas de su grupo, como expresión de identidad cultural y social, además de los valores transmitidos oralmente. Son testimonio de ello: la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, las costumbres, los conocimientos ancestrales y la manufactura de artesanía, entre otros. VII Parte: Identidad y Patrimonio Intangible Comunales, Territoriales y Regionales Relevantes. 1.- Señale cuál es el patrimonio intangible de la Comuna con el cual se sienten más representados los habitantes de su comuna. Respuesta : La octava parte del cuestionario, consultó al entrevistado respecto de proyectos o líneas de proyectos específicos que, mediante financiamiento, podrían fortalecer la identidad regional. En este sentido se buscó tanto el pronunciamiento respecto de los mismos como también su ámbito de localización geográfica en tanto comunal, territorial o bien regional. 47 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío VIII Parte: Identidad, Proyectos y Activos Comunales, Territoriales y Regionales Relevantes. 1.- Considerando su experiencia profesional y los activos culturales que usted visualiza en su territorio, indique tres líneas de proyectos que considere relevantes de financiar para el fortalecimiento de las identidades. 1 Proyecto 2 Ámbito Comuna / Territorio de Planificación / Región Finalmente, la novena parte, solicitó al entrevistado su pronunciamiento frente a la identidad que más identifica a los habitantes de su comuna, respecto si ella tiene una vertiente relacionada a la Región del Bío Bío, su provincia, su territorio de planificación, otro territorio de planificación o bien una localidad específica de la comuna. IX Parte: Identidad Territorial. 1.- En función de su experiencia, los habitantes de su comuna se sienten parte de (ordene en orden de importancia): IDENTIDAD TERRITORIAL 1 2 3 4 5 Región del Bío Bío Su provincia Su territorio de planificación: Otro territorio (señale) Localidad (señale) Con la información recopilada se llegó a un mapeo que señala la presencia geográfica de las identidades más relevantes de la región, sus activos, sus proyectos relevantes y el patrimonio asociado a ella, lo que permite definir posteriormente un conjunto de líneas de política para el fortalecimiento de la identidad a nivel regional, territorial y local. 48 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 9. Técnica De Trabajo Audio Visual5 En la actualidad, la imagen juega un rol preponderante en nuestra sociedad, es una fuente de información trasversal que permite comunicarnos y expresar desde ideas publicitarias hasta el resultado de investigaciones y documentos sociales. En este estudio, la imagen o fotografía ha jugado varios roles que se complementan. El primero ha sido constatar la realidad. El segundo, graficar esta realidad con una mirada social, que permite al observador sentirse “parte de” o bien provocar algún tipo de sentimiento. Y el tercero, es un rol comunicador, es decir, que la imagen transmita mas allá de lo que podemos ver a simple vista. Es necesario mencionar que cuando hablamos de fotografía, también nos estamos refiriendo a la imagen que nos presenta el video, que, en estricto rigor, no es más que una secuencia de fotografías con sonido, que nos permiten tener otra perspectiva de una situación determinada. El equipo de investigación parte de la premisa que una imagen vale más que mil palabras, es por esto que los esfuerzos se centraron en poder capturar momentos y relatos que permitan generar un cambio positivo hacia el reconocimiento, la aceptación y el respeto de las distintas culturas e identidades existentes en la región, para construir una sociedad regional más democrática. Lo que significa que las imágenes utilizadas no son azarosas, apuntan hacia los objetivos de este estudio, luego utilizadas como un medio para el fortalecimiento de la identidad regional, a través de la difusión del libro, video y construcción de una página Web. 5 Las fotografías son de los siguientes lugares, Agüita de la Perdiz, Yumbel, Lota, Cobquecura y Cocholgüe respectivamente. 49 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 9.1.- Registro audiovisual El trabajo desarrollado por el equipo audiovisual, apuntó hacia dos objetivos, la recopilación y captura de imágenes para el libro, y la grabación y obtención de material audio visual para el video de difusión del estudio. Para esto, se filmaron y fotografiaron todos los talleres, la mayoría de las entrevistas en profundidad y algunas historias de vida (o entrevistas autobiográficas) y localidades recorridas a lo largo del estudio. fotografía. Este trabajo es encaminado por el guión del video (el que más adelante se verá con más detalle) y con la línea socioantropológica de la Las entrevistas en profundidad fueron las primeras que se realizaron, porque la información que arrojan éstas es de valiosa importancia, para complementar los conocimientos académicos con los empíricos. Además, porque recogen conocimientos de estudiosos y actores relevantes con una mirada regional del contexto pasado, presente y futuro. El trabajo se realizó en paralelo a los talleres, es decir, cada vez que se desarrolló un taller, el equipo audiovisual grabó y fotografió parte del trabajo y las distintas localidades que rodeaban el lugar. 9.2.- La Fotografía La fotografía se trabaja como documento, que permite constatar la realidad regional, principalmente, a través de sus habitantes y sus distintas expresiones. Se buscó capturar distintos “rostros de la región”, expresiones cotidianas, paisajes, lugares típicos. Se pretende graficar de la mejor manera cada lugar que se visitó, con un claro sentido empático y social. Las fotografías se publicaron en la página web www.identidadbiobio.cl, se utilizaron en el video y el libro de difusión. Además se realizó una recopilación de imágenes antiguas que sirven de apoyo, tanto en el video como en el libro. 50 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 9.3.- El Video El objetivo general del trabajo audiovisual es “Fortalecer la identidad regional del Bío Bío a través de la realización de un video de difusión que presente, reconozca y valorice la diversidad cultural de la región como una de las principales características de su identidad”. El video tiene el mismo sentido socio antropológico que las fotografías. Su objetivo también es difundir el estudio, con una mirada “positiva” de la región, recogiendo distintos relatos y discursos existentes de los lugares visitados y a partir de éstos se construye la narración utilizada en el video. 9.4.- Guión del video Como se planteó anteriormente, el objetivo del video es la difusión y el fortalecimiento de la identidad e identidades de la región del Bío Bío. Se ha pensado que tendrá una duración máxima de 20 minutos, y que estará orientado al público en general. La división estimativa de la duración del video sería la siguiente: 1. Inicio / Introducción: 1min y medio; 2 min. 2. Desarrollo: a. La discusión y tensión sobre el tema de la identidad: 5 minutos b. Discursos e historias de vida: 8 minutos c. Construcción de desafíos: 4 minutos 3. Cierre, Sueño de región:1 min; 1min y medio. Qué queremos que exprese el video: Empatía y emocionalidad: Que las personas al ver el video sean capaces de ponerse en el lugar de los otros. Identificación y autoreconocimiento: Que las personas se identifiquen, y sientan que su particularidad y entorno son parte de la región. Que grafique de la mejor forma, la diversidad existente en la región y que una vez visto el video, las personas se den cuenta y se reconozcan como parte de esa diversidad. Sueño de región. Los acentos Generales de las grabaciones se dividen en dos, relatos identitarios y espacios y representaciones: 1) Relatos identitarios - Definición del Yo soy - Definición del Nosotros somos (no somos, somos 1, somos 2, somos 3, somos 4, somos diversidad) - Memoria histórica - Sueño de región 2) Espacio y representaciones Lectura socio antropológica de las personas y del entorno, es decir, centrarse en elementos físicos, gesticulares, accesorios de vestuarios, tatuajes, movimientos y entorno que sea complementario a 51 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío los relatos identitarios. 9.5.- Secuencia del video Se comenza mostrando el máximo de las distintas identidades de la región, que permitan graficar la heterogeneidad presente en ésta. Las que no deben en esta instancia, tener puntos de encuentros, sino que debieran generar una sensación de contraste cultural, con discursos centrados sólo en definiciones como “yo soy” y “nosotros somos”, como identidades particulares. Luego, a partir de los distintos discursos surgidos en los talleres, historias de vidas y entrevistas, se incorporan relatos de la memoria histórica que permitirán, comenzar a unir los relatos del punto anterior, demostrando y suavizando, a diferencia de la etapa anterior, la existencia de una memoria histórica común. Finalmente, se hace un cierre que deja en claro que la característica principal de la región es la diversidad cultural. A partir de esto, se puede pensar en un sueño de región común que cumpliría el rol de conclusión del video. Además esta secuencia, se complementa con imágenes y música, con el fin de afinar un hilo conductor consistente. 52 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío 10. Mapa Resumen Aplicación Metodologías Cuantitativas Y Cualitativas Finalmente, a través de esta imagen se muestra todos los lugares donde el equipo de investigación estuvo en la región y las diferentes técnicas e instrumentos cualitativos y cuantitativos aplicados para la investigación en el territorio regional. El Hexágono amarillo, representa las 17 entrevistas autobiográfica o historias de Vida. El Rombo amarillo, que se ubica en la zona de cañete, representa 3 entrevistas en profundidad. El Cuadrado celeste, corresponde a los 10 Talleres de Trabajo Participativos. El Rombo verde, corresponde a 13 entrevistas en profundidad realizadas en el territorio pencopolitano. El círculo rojo, al cuestionario realizado en los 54 municipios. Y finalmente el Rectángulo azul, al taller inicial realizado en Concepción. 53 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío CAPÍTULO III: DINÁMICA DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO. HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN El presente capítulo titulado dinámica de las identidades en la región del Bío Bío consiste en la exposición de los principales hallazgos de la investigación. Las que corresponden a los objetivos específicos planteados para el estudio y con los cuales es posible alcanzar el propósito central de éste, que se presenta en el capítulo conclusivo. La dinámica de las identidades obedece al estado actual de estas realidades estudiadas en la región, en los ámbitos de sus autodefiniciones, consensos, disensos y sueños, correspondencia territoriales, activos y testimonios emblemáticos. El capítulo está estructurado en seis partes, tal como lo demuestra la columna izquierda del diagrama. La primera parte se presenta y describen las identidades de la región. Con objeto de definirlas a partir de los planteamientos que los propios sujetos han hecho de ellas mismas. La segunda parte, trata de las relaciones interidentitarias, los consensos, los disensos, los sueños comunes y muchos sueños locales. La tercera, aborda el tema de la correspondencia de éstas identidades con los territorios, sean o no los territorios definidos política administrativamente. La cuarta parte, se refiere a la competitividad territorial a partir de activos y actores de los territorios. La quinta parte, presentamos a las identidades tras sus relatos, los que fueron agrupados en torno a diferentes categorías de análisis. Por último, se incorpora en análisis del cuestionario dentro de los hallazgos, por ser un material que permite conocer más de la dinámica de las identidades desde una mirada municipal. 54 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Todas estas partes, a excepción del análisis del cuestionario (el punto 6) responden a la mayoría de los objetivos específicos del estudio. Es la información requerida, el documento-propuestas, con los temas centrales de la dinámica de la identidad e identidades de la región. Que se construye desde las fuentes de información que se indican en la parte derecha del diagrama: La sistematización bibliográfica sobre el conocimiento oral y escrito de las identidades en la región (Se incorpora en el anexo del estudio. Además obedece al primer objetivo específico de la investigación). La sistematización del primer taller de trabajo con actores poseedores de una visión holística de la región. La realización de 17 entrevistas autobiográficas (algunas de ellas historias de vida). La producción de 16 entrevistas en profundidad. Un cuestionario aplicado a los Secplan y/o Dideco de las 54 comunas de la región, de los talleres de trabajo participativos efectuado en 10 localidades de la región (Todo lo cual ha sido tratado en el capítulo de metodológico). Por último, desde los análisis y las discusiones que se efectuaron desde el trabajo de gabinete y talleres del equipo de investigación. 55 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Acerca de las identidades en la Región del Bío Bío La Región del Bío Bío posee una amplia diversidad social, política, económica y cultural, que se despliega en su cotidianeidad territorialmente, en escenarios dinámicos de representación y manifestación de las diferencias y semejanzas de sus habitantes, dotándonos como región, de un abanico prolífico de sentidos de vida, articulados en torno a innumerables visiones de mundo. La riqueza de elementos presentes en nuestro territorio llevó a la necesidad de identificar y describir las principales identidades de la región. Para ello se recurrió al material recopilado durante varios meses de trabajo de campo, donde se seleccionaron relatos de vida, discursos acerca de nosotros y los otros, consensos entre comunidades de vida y sueños de futuro de diversos actores de la región. Como parte de la estrategia metodológica del estudio, para el proceso de descripción de las identidades se establecieron ciertos criterios y dimensiones específicas, a fin de facilitar la orientación y caracterización de las mismas, a partir de lo manifestado como sus atributos y particularidades. En un primer nivel se organizaron las identidades en campos de exploración temáticos, establecidos como orientadores al momento de agruparlas en función de sus propios relatos. De acuerdo a esto se definieron cuatro niveles de organización y de análisis, además de distintas definiciones intermedias. El primer campo es el étnico nacional (indígenas y nacionales-colonos). El segundo campo es el socioproductivo (tierra, mar, trabajador/a y emprendedor/a); el tercer campo es el de las identidades urbanas (mundos juveniles y poblacional-barrial); y finalmente, el último corresponde a las territoriales (locales). Estos criterios están relacionados a la autodefinición y autoadscripción, como principal condición de definición de identidad. Luego se estableció un conjunto de características según las siguientes dimensiones: temporalidad, presencia territorial-espacialidad, patrimonio físico como intangible. Y, por último, se consideró la relevancia o importancia en distintos aspectos del desarrollo regional, en sus ámbitos político, económico, cultural y de densidad poblacional, que tienen relación con los objetivos iniciales a ser promovidos para la realización de los estudios Identidad Regional. Cabe destacar, que el ánimo de éste estudio fue el de realizar una aproximación a las identidades presentes en la región, en ningún caso abarcar la totalidad de este fenómeno dada su complejidad y profundidad. Por tal motivo, en este trabajo se presentan y describen algunas de las identidades de mayor relevancia en el ámbito regional, siguiendo la concordancia de los objetivos iniciales a ser promovidos. Pero existen otras múltiples identidades que no fueron desarrolladas aquí, que son igualmente relevantes y que debieran ser reconocidas, estudiadas y visibilizadas en su real magnitud. Sabemos que este es un primer impulso. La invitación entonces, es a detenerse en esta primera aproximación de este proceso dinámico y cambiante. Dar cuenta de su riqueza, las percepciones, subjetividades y desafíos colectivos que implica reconocer esta realidad, atender las variadas construcciones de mundo, para abordar inclusivamente la diversidad Regional. 56 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Campo de Exploración: Identidades Étnicas Nacionales Agrupación: Indígenas Identidad Lafkenche (Gente del Mar) “La identidad son las características que nos rodean, que nos hace ser especiales, las raíces culturales que poseemos”. (Evangelina Faundes, Sector San Ramón, Tirúa). La identidad lafkenche es una de las identidades territoriales del Pueblo Mapuche. Su principal autodefinición se desarrolla a partir de un estrecho vínculo y pertenencia con la tierra y el mar, con toda la naturaleza, o “la vida misma”, como también le llaman. En este sentido, ser mapuche es todo. Esta relación ancestral-simbólica se expresa en una cosmovisión y ritualidad propia, donde se amplía lo territorial más allá de la vinculación física que tienen las personas con los recursos. Las normas tradicionales o Ad Mapu están en un plano que se constituye en el eje central de la construcción identitaria y transmisión cultural, que en definitiva, es la que les permite la autoidentificación y la diferenciación como mapuche-lafkenche. El territorio lafkenche se extiende principalmente en el área costera, conformada por un conjunto de comunidades rurales al sur de la Región del Bío Bío. Específicamente ubicadas en la provincia de Arauco, aún cuando, esta identidad trascendería los límites regionales, manifestando1 su presencia territorial también en zonas costeras de las regiones de La Araucanía (IX) y Los Ríos (X). Desde hace algún tiempo atrás, la identidad y cultura lafkenche, su entorno y ecosistema, son percibidos como amenazados por la presencia de las empresas forestales, mineras y pesqueras en el territorio que signan como ancestral. Manifestando que esto ha incidido en el desarrollo cotidiano de las actividades económicas, de autoconsumo campesino, de la recolección de frutos silvestres y algas, en la pesca artesanal, y en otras actividades, como el turismo con identidad cultural y las artesanías tradicionales. Por este motivo, se requiere avanzar en la protección de su espacio territorial, surgiendo desde ahí la necesidad de reconocimiento constitucional como pueblo originario del país. En ese sentido, un hito reciente que ha venido a fortalecer la identidad lafkenche, es la denominada Ley Ddel Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios N° 20.249/2008, siendo una iniciativa surgida desde las comunidades lafkenche, respecto del acceso al litoral y el uso de los recursos marítimos como elementos productivos ancestrales. A partir de su definición ancestral y tradicional, el patrimonio cultural de los lafkenche se vería intrínsicamente relacionado a su forma de vida, idioma, vestuario, gastronomía, creencias, religión, sistema de salud, organización política y economía, etc. Siendo costumbres y tradiciones presentes en función del arraigo al territorio local, vinculado al mar y la tierra. Cuyas características, recursos 1 Cabe destacar para ésta como las siguientes descripciones de identidades, que se realizan obedeciendo los criterios antes señalados, y desde el material obtenido en los 11 talleres de trabajo, 18 entrevistas y 17 relatos autobiográficos realizados durante 8 meses de investigación. Por lo tanto, este trabajo recoge las percepciones y subjetividades de las identidades colectivas, correspondientes a lo menos a 250 personas que participaron durante diferentes momentos del estudio. . 57 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío naturales y medio ambiente se transforman en elementos propios y diferenciadores del yo soy lafkenche en la región del Bío Bío. 58 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Pehuenche (Gente del Pehuén) “Me identifico como mapuche pehuenche porque vivo en la cordillera, tengo sangre mapuche, tengo un apellido mapuche y una cultura propia” (Rodrigo Vita, Alto Bío-Bío). Los pehuenche, pertenecientes a otra de las identidades territoriales del Pueblo Mapuche, deben su nombre a su ancestral relación con el fruto de la Araucaria llamado Pehuén. Su vida en territorios cordilleranos y la recolección del fruto del piñón, es una ancestral forma de subsistencia, que los identifica y caracteriza como tales. Antiguamente, ya la recolección del piñón constituía el principal alimento de las familias pehuenche, sin embargo, en la actualidad éste ha sido reemplazado por otros productos cultivados o adquiridos, como la harina elaborada industrialmente y la papa, etc. Para los pehuenche el pehuén es su árbol sagrado, siempre esta presente en las ceremonias y ritos de su cultura, como el nguillatun, llellipun y wetripantü, siendo éstos a la vez, los más importantes espacios de religiosidad y sociabilidad. Podemos encontrar a las familias pehuenche en comunidades indígenas de la reciente formada comuna del Alto Bío-Bío, ubicada en la Provincia del Bío Bío. Su presencia también se extiende a la Región de la Araucanía siguiendo la cordillera de Los Andes. Como en toda cultura, el modo de vida ancestral pehuenche se ha transformado en los últimos siglos. Su principal actividad económica, la de recolección del piñón, se convirtió en una actividad complementaria a la agricultura de subsistencia. Situación que se propagada en el pueblo mapuche durante el S. XX. Esta misma actividad, y la relación que el pueblo sostuvo con el Estado de Chile, generó la carencia y el agotamiento de las tierras de uso agrícola y de uso tradicional. Sin embargo, desde la percepción actual, los mayores problemas se han ocasionado por el desarrollo de actividades económicas foráneas, la producción maderera e hidroeléctrica en dichos territorios. Generando una fuerte oposición de las comunidades pehuenche al ejercicio e instalación de las empresas, por ser consideradas disruptoras de la vida y cultura pehuenche. El patrimonio y acervo cultural de los pehuenche se encuentra principalmente asentado en sus costumbres, tradiciones y cosmovisión, así como en su territorio, identificándose en éste no sólo la diversidad natural, sino que también espacios sagrados, en donde se realizan las diversas ceremonias, además de sus espacios cotidianos, como las rukas, elementos de suma relevancia. Hoy en día los productos cultivados y la manufactura artesanal generan focos de subsistencia familiar, ligándosele, a la vez, a la implementación de proyectos de turismo en la zona, como los desarrollados por las comunidades de Tripil, Butalelbún, Trapa Trapa y Caiñicú en el proyecto de etnoturismo comunitario llamado Trekaleyin, que según señalan, “busca compartir y poner en valor las actividades que realizamos tradicionalmente y desde tiempos inmemoriales en nuestras veranadas, las tierras altas de la cordillera del Alto Biobío” (www.trekaleyin.cl). 59 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Mapuche Urbana “Nosotros, a diferencia de nuestros peñi, de nuestros lamgen, […] que están en el campo, ellos tienen un círculo súper cerrado. Por todo un tema ancestral de resguardo y respeto hacia las creencias del pueblo mapuche… nosotros acá en la ciudad, es como al revés, es rescatar la cultura…”. (AM, dirigente de Asociación Indígena de San Pedro de la Paz). El mapuche urbano, descendiente mapuche que habita en la ciudad, constituye un nuevo actor al interior de la realidad mapuche actual, cuya aparición se ha producido a partir de las transformaciones experimentadas por la sociedad mapuche, donde la ciudad es identificada como un nuevo espacio de reproducción y transmisión cultural. En este sentido, es central la comprensión de los procesos de migración o éxodo campo/ciudad experimentados por la población mapuche desde principios del siglo XX. Producto de la reducción sus espacios territoriales tras la ocupación de La Araucanía a partir de 1860 en adelante. Lo que desencadenó un conjunto de factores estructurales de pauperización, campesinización y pobreza de las familias mapuche, determinando este nuevo fenómeno de urbanización. Esta situación ha sido reconocida como una de las más drásticas e importantes transformaciones al interior de la sociedad mapuche, principalmente debido al quiebre producido en la tradicional visión de mundo que vinculaba al mapuche al sector rural y su ancestral espacio cultural. Su definición se realiza a partir de su adscripción a una sociedad étnicamente diferenciada, como lo es el Pueblo Mapuche, así como también, el reconocimiento de pertenencia a elementos propios y distintivos de dicha cultura, como lo son sus tradiciones, vestuario, idioma, etc. La presencia del mapuche en zonas urbanas del país, por largo tiempo se mantuvo invisibilizada, producto de la negación y discriminación étnica. Sin embargo, en la actualidad y de forma reciente, se ha desarrollado un proceso de surgimiento y valoración de la cultura mapuche en la ciudad. Lo cual es palpable en las principales ciudades de la Región (Concepción, Talcahuano, Hualpén, San Pedro, entre otras), en donde, además, se ha visto incrementado su proceso organizativo y asociativo, como parte de un paso general de visibilización. De esta forma, este nuevo escenario no tradicional, que viene a romper con el eje principal constituido por el medio rural, es reconocido como un espacio de socialización y fortalecimiento de la cultura y la identidad, a partir de la ocupación de lugares en la ciudad, como centros culturales y deportivos, juntas vecinales, entre otros. Así, como proceso emergente de apropiación de elementos culturales, ceremonias y ritos, y su revaloración en la ciudad, estos componentes serían identificados como su principal patrimonio. 60 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Campo exploración: Identidades Socioproductivas Agrupación: Tierra Identidad Campesina Un elemento central en la definición de la identidad campesina es su vínculo con la tierra, la que, a partir de una lógica emocional, sería parte del constructo histórico como medio de subsistencia familiar y de cotidianidad. De esta forma, el campesino encontraría su origen y raíces en la tierra, condición que perduraría en el tiempo. Como parte de un proceso histórico, el campesinado es uno de los segmentos menos modernizado de la sociedad nacional. Pese a la enorme cantidad de territorio, ciertas características, propias de la ruralidad, van marcando su quehacer y su identidad: la distancia con la ciudad y la tecnología, el ser reservorio de tradiciones y niveles importantes de pobreza y aislamiento. Al hablar de la vida campesina, se define una identidad construida en función de su diferenciación con lo urbano y la vida en la ciudad, en que sus principales referentes serían actividades de cultivo de la tierra y la crianza de animales, en los que se vería involucrada toda la familia. El campesino, habitante de la zona rural y que encuentra en el cultivo de la tierra su principal medio de sobrevivencia, abarca la mayor cantidad de territorio del país. Debido a esto, si bien se le sindica parte de una amplia definición territorial, también daría cuenta de la variedad y diversidad de la misma, asentándose en diferentes zonas de la región. Se considera a la variada actividad productiva del campesinado, de relevancia para la realidad económica regional, sin embargo, ésta haría alusión a una producción muy disminuida que significaría un medio de sustentación para una parte importante de la población habitante de zonas rurales, representado por familias ligadas al campo, como única o principal actividad económica. Aún cuando la identidad campesina haría alusión a una importante población del país y de la región, no tendría mayor incidencia en las decisiones a nivel macro. Sin embargo sí poseería una importante consideración en función del patrimonio y la cultura, a partir de las tradiciones provenientes de la vida campesina, y que trascienden distintos territorios. Bajo esta última lógica, se establecería que la identidad campesina sería parte y poseería un importante patrimonio natural, físico y simbólico ligado a la tierra que, centrado en su uso como medio de subsistencia, sería un elemento central en su adscripción al campo y a formas de vida vinculado a éste. Por otro lado, igualmente daría cuenta de un patrimonio tangible relativo a la arquitectura, y elementos tecnológicos propios de la vida campesina, como lo es, por ejemplo, el arado a tracción animal, el desarrollo de canales de regadío, la recuperación de los suelos erosionados, etc. El folklore, las artesanías o elementos tradicionales relacionados a la actividad productiva son otros mecanismos que definen a esta identidad, pero que también demuestran su amplitud al ser, muchos de ellos reconocidos a nivel nacional, característicos del campesinado chileno o local, como son las comidas típicas, la música y las fiestas tradicionales campesinas, donde encontramos importantes fiestas religiosas como la cruz de mayo, campeonatos de rodeo, trilla a yegua suelta, ferias artesanales de agroturismo, noches folklóricas, cabalgatas de turismo rural, ramadas a la chilena, fiestas criollas, de uva o vendimia, etc. 61 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Sin embargo, en la actualidad, y producto de las tensiones provocadas por procesos de globalización y modernización, resultan ser rescatados o revitalizados como una forma de demostrar su vigencia en el tiempo, aún cuando, es innegable su transformación. Al interior del mundo rural existirían otros actores que vienen a enriquecer y complementar la definición de la vida campesina y de la tierra como forma de subsistencia. De esta manera se nos aparece la figura del arriero/a, campesino/a que configura su identidad a partir de la actividad del acarreo de animales a las zonas precordillerana y cordillerana. Es un actor histórico y parte importante de la vida campesina tradicional. Por otro lado, también se encuentra el recolector/a, que habla de una actividad que implica la búsqueda de diversos frutos nacidos en los bosques de distintas zonas de la región. Como por ejemplo, los hongos, callampas, digüeñes, etc. Esta actividad estaría íntimamente relacionada a la búsqueda de la subsistencia familiar, y poseería, a la vez, una presencia histórica y minoritaria. Y finalmente nos encontramos con los temporeros/as agrícolas que se definiría a partir de un proceso emergente de incorporación a las actividad de agroexportación. Surge como producto de las necesidades laborales de parte importante de la población que mayoritariamente habita en los sectores rurales. Debido a esto, y como un fenómeno de los últimos 25 años en el país, se han incorporado hombres y mujeres a una masa trabajadora ligada a la actividad agrícola parcial o temporalmente de manera complementaria a las labores domésticas campesinas. Desempeñándose de acuerdo a su localización a trabajo con frutales, hortalizas, flores y semillas, en huertos, predios o invernaderos. 62 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad del Agricultor/a Al interior del mundo rural, la imagen del agricultor/a es descrita como el “dueño de campo”2, el que poseé los medios de producción. Con ello se hace alusión a una identidad socioproductiva ligada a la producción agrícola-ganadera que, si bien en muchos casos poseería un origen campesino, se diferenciaría de éste al superar la producción de subsistencia. Como uno de los actores relevantes para la tradición cultural campesina, el agricultor tradicional mantendría una estrecha relación con el campo, el que, si bien constituiría el medio central para la producción, también compondría el delimitador de su estilo de vida y formas de ser características, lo que quedaría manifestado en el pasado de la hacienda, institución característica del campo chileno. Sin embargo, en la actualidad es posible identificar un emergente actor que superaría la producción local, caracterizándose por su nivel empresarial de exportación. Este actor, aún cuando en muchos casos tendría vínculos estrechos con la agricultura tradicional, también provendría de un empresariado que ha visto en el mundo del agro un nuevo nicho. Así, el agricultor tanto tradicional y, en mayor medida, el no tradicional, han llevado a cabo cambios en la producción, incluyendo nuevos productos y tecnología, principalmente destinados a la exportación. Tanto pequeños como grandes agricultores tendrían una presencia que se extiende a distintos territorios de la región, siendo variadas las actividades productivas que se encarnan en cada zona, entre las que más se destacan son las relativas a la producción de lenteja, garbanzos, trigo, carne, leche, remolacha, achicoria, maíz, frutas: manzanas, berries, ciruelas, uva; plantaciones de pino y eucaliptos. A partir de ello, y principalmente por los activos de la tierra que se movilizan al interior de la actividad, la relevancia económica de esta identidad es central para la región del Bío Bío. Por otro lado, su reconocimiento como un actor relevante en la región se ve igualmente relacionado a procesos asociativos, vinculados a fines productivos, como las cooperativas, las organizaciones gremiales y mesas de trabajo público privadas. Principalmente, por su estrecho vínculo con el campo, el agricultor tradicional participa de las fiestas costumbristas, como parte de su identidad campesina huasa. Sin embargo, hoy se desarrollan variados encuentros y muestras del mundo del agropecuario, vinculadas a su desarrollo industrial y exportador. Destacando dentro de éstas las actividades propias de las comunas que se autodefinen como campesinas, como Quirihue, Yumbel, que realizan reconocidas muestras agropecuarias y forestales en la región, así como también está la celebración del gran día del campo que reúne a más de 2000 agricultores, organizado por INIA y Bioleche de la comuna de Los Ángeles. 2 Definición recogida desde el Taller de San Ignacio. 63 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Viñatera El desarrollo de la actividad viñatera, el cultivo de la uva y la producción del vino, constituye el eje principal en la definición de la identidad viñatera, lo que, en definitiva, viene a identificar a tradicionales productores de vino del valle del Itata. La actividad viñatera se ubica en zonas rurales del Territorio Valle del Itata, en pequeños y grandes predios dedicadas al cultivo de viñedos en una extensión aproximada de 10.800 hectáreas. Su más tradicional y conocido producto es el vino pipeño, pero además se cultiva las variedades blancas Chardonnay y Moscatel de Alejandría y la tintas País y Cabernet Sauvignon. También estas tierras son destinadas al cultivo de diversas frutas además de la uva, como cerezas, guindas, las que son comercializadas frescas como secas. En esta zona se manifiesta que el impacto de la industria forestal y la instalación del Complejo Nueva Aldea, han generado importantes transformaciones del medio natural y también las formas de vida vinculadas al cultivo de la uva y la producción del vino. Debido a esto, uno de los principales efectos que ha tenido ha sido la venta de predios tradicionalmente dedicados al cultivo de viñas, para convertirlos en bosques de monocultivo. Asimismo también, hay quienes no han vendido, pero han decidido la transformar los viñedos al cultivo de otras frutas como arándanos y frambuesas, u otros productos de mayor rentabilidad en la actualidad. Hecho que se vincula directamente a la transformación de los modos de vida, costumbres, tradiciones y festividades propios de la vida campesina, que conjuga la agricultura de subsistencia con la producción a mayor escala. Sin embargo, la actividad e identidad viñatera esta presente y representada en una herencia cultural que subsiste en el imaginario del Territorio, la Provincia de Ñuble y la Región del Bío Bío. Presente con festividades culturales ligadas a la producción del vino, como las vendimias típicas campesinas que constituyen una forma de manifestar y revalorizar la costumbre viñatera de más de 400 años de existencia. 64 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Agrupación: Mar Identidad del Pescador Artesanal El pescador artesanal tiene un fuerte vínculo emocional y productivo ligado al mar, que es compartido por mariscadores y recolectores de productos marinos, con quienes, en conjunto, conforman asentamientos costeros, conocidos como caletas. “Esta identidad engloba no sólo un sistema productivo, sino que una cultura ligada a mar” (Sistematización Caleta de Cochogüe). Territorialmente extendida por toda la costa de la región, los pescadores artesanales tienen un estilo de vida que podría asociarse a la cultura rural, sin embargo, en esta región gran parte de las caletas se ubican en las inmediaciones de los centros urbanos, o directamente al interior de éstos, lo que los hace habitantes urbanos, y relacionados directamente a la ciudad. De carácter histórico y tradicional, y aunque puede variar de caleta en caleta, la identidad ligada a la pesca y la recolección posee grandes hitos locales y nacionales comunes, como las técnicas de pesca, la explotación y agotamiento de los recursos marinos, la legislación asociada, la incorporación de tecnologías y la relación de estas comunidades con su entorno. Los pescadores artesanales tienen relevancia política, reflejada en la discusión de las leyes y el uso de los recursos marinos, incluso en relación a otros intereses que les afectan directamente, como la pesca industrial. Por otro lado, su importancia de índole económica y productiva se relaciona a las franjas de explotación y el espacio de comercio que éstos generan, que no sólo se relaciona con la extracción, sino a muchas otras actividades económicas que se les vinculan (como los buzos mariscadores, algueras, cocinerías, turismo). En la región son abastecedores prioritarios de los productos marinos consumidos en las ciudades en que se encuentran insertos, y también por ciudades a mayor distancia. Abastecen a puestos especializados en las costas, en mercados tradicionales y ferias libres. Cultural y tradicionalmente, son el referente de un tipo de comunidad ligada a valores fundamentales de solidaridad y trabajo, al testimonio de unidad física y espiritual entre el ser humano y su entorno marino. Su patrimonio natural está relacionado con el mar y sus recursos, así mismo con los lugares donde construyen sus comunidades, en ocasiones ligados a paisajes de gran interés turístico. Así, su patrimonio físico lo conforman sus asentamientos, así como sus variadas embarcaciones y herramientas destinadas a la pesca y recolección. Por otro lado, de acuerdo a su cultura y folclor características poseen formas de vida reconocidas, con historias, leyendas, prácticas religiosas y actividades artesanales, en torno al mundo que se construye desde el mar. Desde este punto de vista, la identidad de la pesca artesanal es más que una actividad económica, implica oficios y experiencias traspasadas de generación en generación. En muchos lugares, las caletas están asociadas a circuitos turísticos vinculantes a las propias actividades de la cultura de la pesca artesanal, como en Tumbes, Tubul y Quidico. Las comunidades pesqueras de los bordes costeros de la región del Bío Bío constituyen ricos espacios de identidad cultural, donde el quehacer más bien masculino, hoy también se ha vuelto un quehacer para activas mujeres, impulsoras de innovadores proyectos vinculados al Mar y sus recursos marinos. 65 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Marítima Portuaria La identidad marítima portuaria representa a una amplia gama de actividades productivas que se ligan a los procesos de la economía de los puertos, y por supuesto a los trabajadores/as que las desarrollan (empresas portuarias, transportes, alimentación y otros servicios). Es una identidad que transita desde una relación instrumental a una emocional, en la medida que se crea la cultura de los puertos, y aparece el porteño, como trabajador/a y eslabón principal de desarrollo de la actividad marítima y portuaria. En este sentido, hay diferentes procesos y etapas que, en el caso de Talcahuano, el primer puerto industrial, militar y pesquero de Chile, y con sus instalaciones desde las Bahías de Concepción a San Vicente, como ejemplo, denota una cultura portuaria de décadas. También hay otras localidades que se asoman a este proceso, si bien con menos antecedentes históricos, igualmente relevantes, como el caso de Coronel, Lirquén, Tomé, Lebu y Penco. Y pese a que estas localidades se desarrollan a un nivel intermedio o menor, igualmente desarrollan una actividad portuaria, principalmente ligada a la pesca. Así, en la actualidad, estamos frente a un fenómeno de expansión de toda esta identidad portuaria, incluso proyectada en el marco de una plataforma logística, como una forma física e intangible de gestión de la actividad de transporte y acopio, donde la integración de toda la actividad de transportes y comunicaciones a la actividad portuaria es central, fortaleciendo dicha actividad y proyectándola a una escala mayor. Quedando clara la existencia de una profundidad histórica importante, que se recicla o muta a nuevas formas de ser puerto. El puerto, y su actividad de carga y descarga, sus actividades comerciales anexas, incluso la experiencia del intercambio con los que vienen del extranjero, hace que la identidad portuaria sea abierta a diferentes mundos, mirando el futuro e imaginando a otros horizontes. Principalmente considerada una actividad extendida territorialmente y urbana, posee gran relevancia en distintos ámbitos de la región, como lo es política, económica y culturalmente, en función de lo cual se puede platear el enorme flujo de proyectos a futuro que rodea dicha actividad e identidad, como los desplegados en Coronel a partir del Puerto Coronel. Su mayor patrimonio natural es la presencia del mar. El porteño es tal debido a esa enorme extensión de agua donde se encuentran su mundo físico tangible con otros mundos. Igualmente, su patrimonio tangible es también importante, reflejado en formas de asentamientos, principalmente en los cerros, con una arquitectura de base patrimonial histórica, característica de siglos anteriores, a la cual se suman sus muelles, paseos y la forma de sus embarcaciones como elementos centrales, como las industrias y empresas portuarias. En el ámbito de lo intangible, la identidad pasa por un lenguaje particular ligado a las faenas de los navegantes y los trabajadores de la costa, una forma de autodefinirse, que en el caso de Talcahuano se sintetiza en el “Choro del Puerto”, aventurero, valiente y trabajador, honrado y amistoso. Igualmente, y estrechamente ligados al mundo portuario y a su historia, las actividades ligadas a los puertos, poseen fuerte relación a procesos sindicales, creación de asentamientos y un particular modo de consumir en épocas de bonanza, siendo el puerto muchas veces una rara mezcla de pobreza y abundancia. 66 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Agrupación: Identidad del Trabajador/a Identidad Obrera Industrial Como una doble adscripción, la identidad obrera industrial transita desde una relación identitaria de tipo instrumental y emocional. Éste es un proceso siempre ligado a la consolidación de un sector productivo y la mantención de un grupo de trabajadores/as significativos en el tiempo, llegando a conformar una cultura trabajadora que permanece más allá del vínculo laboral. Como ha sucedido con las actividades de Bellavista en Tomé, con la industria CRAV en Penco, las conserveras de Talcahuano, y otras más que han tenido una baja en su presencia, ya sea porque la actividad disminuyó o sencillamente despareció. Producto de la necesidad de mano de obra intensiva y especializada, las ciudades se transforman, en la medida que el sector productivo requiere crear las condiciones materiales para la presencia abundante de la mano de obra, apareciendo el obrero de la construcción, como un sector asociado a la industrialización y sus requerimientos (infraestructura, vialidad, viviendas, sector de servicios). Fuertemente ligado a procesos históricos del S. XIX y principios del XX, la presencia de esta identidad marcó una etapa de luchas sindicales y la creación de asentamientos que son la base de las áreas urbanas con mayor densidad poblacional de la región. Con el tiempo, esta denominación fue mutando hacia una definición menos ideológica y más amplia de identidad del trabajador/a, como un operario, funcionario, empleado y otras actividades u oficios que diversifican el sentido histórico y tradicional de la identidad obrera. Conjuntamente, lo que en principio obedecía a una mano de obra no especializada, su avance hacia su tecnificación es determinante. Desde el punto de vista de su manifestación territorial, y siendo una categoría amplia, es considerada de forma extendida de identidad, al abarcar diversas comunas de la región, aún cuando algunas de las actividades se centren en ciertas localidades. Por otro lado, la pertenencia a la identidad trabajadora marca un sello común de presencia, fundamentalmente, urbana. La identidad obrera posee relevancia política, fundamentalmente reflejada en la participación e identificación con movimientos sociales y políticos de reivindicación y lucha por derechos laborales. De esta forma, está patente en la memoria colectiva vinculada a la demanda social, con una fuerte impronta del país entre los años sesenta a los setenta. A nivel económico es un contingente considerablemente relevante, correspondiendo a una importante fuerza laboral y productiva a lo largo de la región, e igualmente en términos de consumo. La tradicional cultura obrera, y que ha dado continuidad a la definición amplia del trabajador/a, se encuentra estrechamente asociada al sindicalismo, e históricamente ha dejado huella en la ocupación de espacios urbanos: poblaciones y sectores obreros de la ciudad como Barrio Norte y de Concepción y Huachipato en Talcahuano, e igualmente sedes sindicales. De esta forma, su principal patrimonio obedece tanto a su sentimiento de pertenencia al mundo laboral y productivo, así como también a su medio físico y social de producción. Como parte de su patrimonio cultural, desarrolla particulares formas de relación familiar, gustos musicales populares, actividades deportivas y de ocio (fútbol y juegos de mesa, entre otros), incluso de cocina y tragos. 67 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Minera Esta identidad se construye a través de la histórica actividad económica relacionada al carbón mineral. De esta forma, la identidad minera ha sido protagonista de grandes luchas sociales, y también de procesos de crecimiento poblacional en torno a la explotación de este mineral, en donde familias y generaciones se vieron ligadas al mundo minero y la extracción del carbón. Es así como la identidad ligada al carbón ha creado comunidades mineras en donde se desarrollan fuertes lazos de solidaridad y de vivencias compartida, donde los tópicos recurrentes son el sacrificio, el sufrimiento y la incertidumbre constante de la difícil vida del minero, en que participan hombres, mujeres y niños. La región tiene una larga historia de explotación del carbón, que se concentra en la constitución de los yacimientos de Lota y Coronel, donde la actividad se mezcla con historias de modernización productiva del siglo XIX, con el crecimiento de la industria, la inmigración de campesinos, mapuche y pescadores artesanales, y las luchas de movimientos obreros y políticos, de sello progresista. Su extensión territorial, principalmente urbana, se ha construido en la denominada zona del carbón, considerando a todo el territorio donde se ha producido carbón, que incluye las comunas de Lota, Coronel, Curanilahue, Lebu y, en una primera etapa, Lirquén. Con una importancia política e histórica innegable para la región, hoy es parte de procesos complejos de reconversión productiva y, pese a que se han intentado abrir otras fuentes de trabajo o ámbitos productivos, la zona minera sigue manteniendo un sustrato basado en la identidad minera del carbón. Económicamente, la actividad productiva, aún cuando experimentó un importante auge en siglos pasados, hoy no es significativa, fundamentalmente debido a los elevados costos de producción y la oferta mundial de carbón. Esta situación se ha convertido en la principal y más dura crisis que ha debido soportar la población minera, llegando a significar la eliminación casi total de la actividad de extracción. Su riqueza patrimonial de mayor relevancia, en términos físicos, lo constituye el carbón y sus minas. Además, se considera su riqueza arquitectónica urbana, representados tanto en las estructuras de minas; los pabellones, sus principales espacios de habitación y convivencia familiar; su entorno, hornos colectivos, las iglesias, oficinas de administración y espacios de recreación. A nivel de patrimonio intangible, abundan elementos de diversa naturaleza, como un lenguaje particular, gastronomía, ceremonias, artesanías y religiosidad. De esta forma, son poseedores de un gran capital cultural, con fuerte presencia en la poesía y las artes, turismo, patrimonio, música, etc., y de capital social que diera origen a la creación de organizaciones como las Sociedades de Socorros Mutuos y los movimientos políticos; historias y cultura hábilmente reflejada en la obra Subterra del escritor Baldomero Lillo. 68 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Forestal3 En las últimas décadas, la actividad forestal es una de las más importantes fuentes de producción en la región, que incorpora, a la vez, una considerable fuerza trabajo en distintas comunas del territorio. Así, la identidad forestal reconoce en ella el vínculo laboral y el compromiso de los diversos actores que intervienen en diversas áreas del proceso, como siembra, tala y transporte, así como también en la producción de derivados industriales. El vínculo de tipo instrumental, que prevalece en la adscripción identitaria, encuentra asidero en la definición de sus propios actores, al momento en que es identificada como una actividad laboral y fuente de ingreso específica, dentro de una amplia definición de actividades productivas. Y, por otro lado, muchas de sus dimensiones estarían atravesadas por elementos de disensos. Esta relación se debería, principalmente, no sólo a un plano ligado a factores productivos y sus actores, donde la incorporación precaria de trabajadores/as en muchas de las actividades del sector sería una de las principales razones, sino que también en el impacto que la actividad representa para el entorno, como lo que sucede con el territorio que reivindica el Pueblo Mapuche, los conflictos asociados a las comunidades y pueblos campesinos aledaños a las industrias como la de Nueva Aldea. En esto incide la forma en cómo la actividad se fue incorporando en el territorio, en cómo marca presencia y cómo se expande. Es por ello que la identidad forestal aparece como parte de un proceso emergente de autoadscripción, en el sentido que aún no se consolida un discurso y manifestaciones evidentes de diferenciación en torno a qué agrupase como actores. La producción forestal maderera posee una territorialidad extendida, que aún cuando excede el territorio regional, la región del Bío Bío se establece como un eje central de esta actividad. Por otro lado, la identidad forestal, podría vincularse territorialmente a algunas comunas con determinante presencia histórica de plantaciones y de la industria, con especial detenimiento en cada uno de los sectores y su especificidad hacia el desarrollo y valoración de la actividad forestal. Como sería Curanilahue y Cabrero entre otras más. No cabe duda la importancia económica y política de este sector, que ha generado en los últimos años reformas en sus procesos de comercialización, de aplicación de tecnología e incorporación de certificaciones de calidad, como las medioambientales, y del manejo sustentable de bosques y plantaciones. 3 Información obtenida desde entrevistas y taller de trabajo realizado en comuna de Cabrero. 69 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Campo de exploración: Identidades Urbanas Agrupación: Mundos Juveniles Identidad Surfistas “Identidad es estar enamorado de un lugar y defenderlo, que no se pierda el mar..”. (Arturo Olate, surfista senior de Concepción). La identidad surfista define a personas que practican el surf como su principal deporte y que, por otro lado, también poseen un estrecho vínculo emocional con el mar. A la vez, este último, además de ser el espacio en que se desarrolla el surf, es considerado un lugar de socialización y convivencia entre quienes lo practican. Los lugares donde se localiza esta práctica están en Lebu, Isla Mocha, Quidico, Buchupureo Cocholgüe, Cobquecura, etc., los que se caracterizan por sus grandes olas que atraen a surfistas provenientes de toda la región, e incluso de otras regiones o países. Sin embargo, a nivel regional, es la denominada Caleta Chicha, de Colcholgüe, la localidad en donde habría mayor presencia de surfistas. En la región, la práctica del surf comienza en los años noventa, aunque con el tiempo ha ido desarrollándose, llegándose incluso a la conformación de organizaciones y campeonatos anuales en que se reúnen surfistas de distintas latitudes. Los surfistas de la Región del Bío Bío habitan en áreas urbanas de distintas comunas, desplazándose hacia las localidades ubicadas en el borde costero para la práctica de este deporte en determinadas épocas del año. Sin embargo también hay quienes habitan dichas localidades durante todo el año. Así mismo, aunque mayoritariamente es practicado por jóvenes y adolescentes, también participan niños, los denominados “surfistas junior”. El estrecho lazo con el mar ha provocado la ampliación de la perspectiva identitaria de los surfistas. Ello se manifestó el año 2005, cuando comienza la lucha de los grupos medioambientalista contra CELCO, argumentando que la industria contaminaba el mar, y no sólo resaltando lo negativo para el desarrollo de este deporte, sino que lo perjudicial que era para las distintas identidades ligadas al mar, con las que también se relacionan (pescadores artesanales, las algueras, mariscadores, etc.). A partir de este acontecimiento, los surfistas pasan a ser parte y miembros relevantes de la comunidad, ejemplificándose en su incorporación a la organización en favor de la protección de la playa y lucha contra su contaminación, tal como ocurre en Caleta Chica. Producto de los conflictos provocados por el daño al mar por acción antrópica, se han revitalizado identidades ligadas a él. Es en dicho contexto en que la identidad surfista ha emergido, frente a la toma de conciencia de las consecuencias negativas de la afección al medio marino, no sólo en relación al desarrollo del surf sino que, además, para las actividades socioproductivas que se desarrollan en estas localidades. Respecto a la relevancia económica de la identidad surfista, ésta se vería estrechamente relacionada al arribo de turistas a localidades del borde costero, donde se practica el surf, beneficiando con ello el desarrollo de la industria hotelera y gastronómica. De esta forma, la importancia de esta identidad no se limita a temas medioambientales, pues también son un aporte en los ámbitos deportivos4 y turístico del borde costero. 4 En Cocholgüe, desde el año 1996 se realizan campeonatos de surf . 70 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Hip Hop “Nuestro centro cultural posiciona el hip hop como lo que es, con origen e identidad, un hip hop regionalista, de Conce, de Lota, con problemáticas de acá, no somos santiaguinos, no somos de Punta Arenas”. (Francisco Moreno, Centro Cultural Regreso al Gheto). En la actualidad, el hip hop en la Región del Bío Bío, describe una identidad juvenil emergente que aglutina a jóvenes provenientes de diversos sectores, principalmente concentrado en el territorio pencopolitano, aunque también se encuentran en otros sectores urbanos de la región, como Los Ángeles y Chillán. Desde los años noventa, el hip hop toma más fuerza, sobre todo en Concepción, Talcahuano y lo que hoy constituye la comuna de Hualpén. Al respecto, las principales influencias de este estilo provienen tanto del hip hop nacional5 como de grupos centroamericanos y estadounidenses. En general, para los jóvenes hip hop, su proveniencia y origen desde sectores populares y marginales de diversas ciudades constituye un hecho determinante en el desarrollo y manifestación de su arte, ya que, tanto las temáticas que abarcan así como su discurso, son reflejos de vivencias y experiencias. Se caracterizan por tener un discurso divergente y contrario a lo hegemónico, lo que se visualiza mediante la estética de sus vestimentas, de su arte visual y en su propio lenguaje. En tanto, los códigos discursivos y vivenciales que comparten, conllevan un sentimiento colectivo de pertenencia a dicha identidad, lo que los hace ser diferentes al resto de las personas. Así, la forma de comunicarlo es a través de diversas manifestaciones artísticas, donde la más conocida es el graffiti (Grandes dibujos hechos muros en zonas urbanas). Por otro lado, la identidad hiphopera, se caracteriza por su capacidad de autogestión para la consecución de recursos para realizar encuentros musicales, así como también para apropiarse de espacios públicos, donde plasman espacialmente su cultura. Sin embargo, los medios guberamentales son considerados una oportunidad para conseguir recursos, donde lo sustancial estaría en el desarrollo y resultados de su acción. La identidad de los jóvenes hiphoperos ha tenido algunos hitos de suma relevancia en el proceso de visibilización y fortalecimiento identitario, tal como ocurrió con la realización de actividades masivas de reconocimiento, como la realización de los murales en calle Prat, en el año 2001, y la tocata hip hop “Cosa de Familia”, en el año 2005. A través de sus diversas manifestaciones, tanto visuales como musicales, esta identidad expresa la tensión constante de la sociedad frente a temas como la injusticia y la desigualdad, principalmente palpable en las poblaciones marginales y más pobres. Estas representaciones denotan la valoración de una memoria histórica compartida, en la que se reflejan hechos como los sucedidos tras el golpe de estado de 1973. De esta forma, evocan temas y conflictos de distinta índole, tanto económicos, políticos o sociales. Específicamente, el desarrollo del hip hop se realiza en torno a cuatro ramas. El rap, se refiere al hacer música mediante la improvisación, o con bases previas. Los graffitis son murales que reflejan temas de su interés, plasmados en distintas calles de la urbe, que cumplen con la condición de ser de alta concurrencia y visibilización. Por ejemplo, los ubicados en el canal de la Universidad del BíoBío, la calle Bulnes, Manuel Rodríguez, Prat de Concepción6, etc. El break dance es el baile hip hop 5 6 Principales referentes: “Tiro de Gracia” y “Frecuencia Rebelde”. Segundo Informe de Avance, Estudio de Fortalecimiento de la Identidad Regional, p. 144. 71 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío y, por último, los Beat Makers7, son los Dj’s más evolucionados, quienes hacen música a través de consolas8. La potenciación de la identidad hiphopera, estaría relacionada al acceso o creación de infraestructura que les permitiera desarrollar talleres hip hop, donde optar por una de las áreas de éste. Al respecto, Ramiro Ramírez, rapero de Talcahuano, señala que, a través de los talleres, se puede enseñar todo el sistema que conlleva el hip hop, y que sea considerado como una forma de vida, siendo ésta demostrada a través del arte. 7 Información extraída del Centro Cultural “Regreso al Gheto”. Información extraída de la Entrevista a Ramiro Ramírez, rapero de Talcahuano, y de la web del Centro Cultural El Ghetto. 8 72 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Skaters “... Que la sociedad entienda que el skater es un cabro más, que tiene sus metas, que tiene sus sueños, que tiene sus cosas que hacer, no es un simple vagabundo, que ese concepto malo que tienen de nosotros que se borre, que es un “cabro”, ingeniero comercial, que es un diseñador gráfico, que son personas normales, no es un delincuente...”. (Benito Ibacache, skater de Hualpén). El skate es un deporte que consiste en patinar sobre una tabla de cuatro ruedas (skateboard). Éste comienza a ser desarrollado por niños y adolescentes, quienes en su mayoría lo hacen por diversión, pero hay quienes se mantienen en el tiempo, compatibilizando diversas actividades cotidianas con el skate, llegando a formar un estilo de vida ligado a éste. Este deporte, con origen en los Estados Unidos, alcanza su visibilización en la ciudad de Concepción a fines de los años ochenta, extendiéndose como un deporte capaz de agrupar a jóvenes y niños de diversos estratos socioeconómicos, que dicen ser “jóvenes comunes y corrientes”9, sin ningún tipo de ideología política, y solo motivados por la fraternidad y la amistad, valores transversales entre ellos. En la región hay alrededor de dos mil jóvenes skaters10, principalmente provenientes de comunas netamente urbanas, entre ellas, Concepción, Talcahuano, Hualpén, San Pedro de la Paz, Tomé, Coronel, Lota, Arauco, Curanilahue, Lebu, Los Ángeles, Chillán. Poseen sus propias agrupaciones, conformadas, principalmente, a partir de gustos musicales, como el punk o el hip hop. También se agrupan dependiendo de su barrio de procedencia o por simples vínculos de amistad. La finalidad de las agrupaciones es diferenciarse, conformando Teams o equipos, como el Team Caos, el Team de Higueras o el Team Roboteam, etc. Son agrupaciones no formales en torno al deporte, que apuntan hacia las mismas técnicas y formas de practicarlo. Los llamados skater también se relacionans con los roller, patinaje en línea, spitz, hardcord, bikers, etc. Otros jóvenes que practican deportes en espacios similares a los utilizados por los skater. Algunos de los espacios claves o estratégicos para el desarrollo del skate en la zona, denominados spots, son: la Universidad de Concepción, la Plaza Perú y de Armas, el sector Lomas de San Sebastián, etc. Y si bien son espacios públicos, pueden considerarse su principal patrimonio tangible, donde es esencial la existencia de pistas o terrenos de cemento o asfaltados para practicar la actividad. El hecho de cargar con estigmas o estereotipos respecto su la vestimenta, espacios utilizados y práctica del skaters, llevó a que agrupaciones de skaters constituyeran el Club de Skate Conce Style, durante el año 2003, cuyo principal objetivo fue organizarse de manera oficial, para poder entablar canales formales de comunicación con la Municipalidad de Concepción, y otras instituciones públicas y privadas. De esta manera se buscar la posibilidad de reunirse, realizar actividades masivas, y organizar una pista pública para el skaters (Skate Park). Ha sido tal el grado de organización en la región, que a contar del 2007 se realiza anualmente un campeonato nacional de Skate, donde participan jóvenes de diversas regiones del país, en el conocido, Skate Festival de Concepción. Actividad financiada con aportes del INJUV, de la 9 Felipe Opazo, joven skater de Concepción. Dato entregado por Felipe Opazo, quien averiguó a través del portal www.patinea.cl 10 73 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Municipalidad de Concepción, y de la autogestión de los jóvenes. A través de esta actividad, también se busca dar a conocer el mundo del skater, sus fotografías, videos, pintura, música y vestimenta, etc. Con el fin de motivar a otros niños y jóvenes, y sensibilizar a la población, frente a la discriminación de la cual son objeto por el hecho de utilizar los espacios públicos. 74 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Mundo Universitario Estudiantil “La Universidad de Concepción y la Universidad del Bío-Bío mantienen la mirada de formar a la gente, eso es un baluarte importante que la ciudad debería valorar más”. (Felícitas Valenzuela, académica Universidad de Concepción). Uno de los principales caracteres de la ciudad de Concepción es su perfil universitario, el que se inicia con la creación de la Universidad de Concepción en el año 1919, primera universidad que surge como un proyecto de carácter regional y, a la vez, laico. Posteriormente, se sumarían otras universidades, como la Universidad del Bío-Bío, Universidad Católica de la Santísima Concepción, y Universidad Federico Santa María, atrayendo, todas ellas, no sólo a estudiantes de la región, sino que de todo el país. La marcada tradición universitaria que ha caracterizado la historia de Concepción ha girado en torno a los lugares de convergencia, la creación de masa crítica e intelectuales, la generación de fuertes movimientos universitarios, políticos, sociales y culturales, que han hecho de la ciudad, una ciudad valorada a nivel regional como nacional. Un reflejo de dicho proceso es la Universidad de Concepción, en donde han surgido grandes figuras del teatro nacional, como actores, dramaturgos y directores, quienes eran parte de teatro universitario (TUC). A la vez, surgieron importantes líderes políticos: parlamentarios, ministros, candidatos a la presidencia de la república, etc. En esa misma época, de fuerte compromiso político, la dirigencia de la Federación de la Universidad de Concepción la asume un grupo de estudiantes liderados por Miguel Enríquez y Luciano Cruz, quienes fueran fundadores del MIR, movimiento político revolucionario escindido de la izquierda tradicional. Se recuerda con nostalgia los años setenta, donde la Universidad era un sistema aglutinador de conocimientos compartidos, y no tan sólo a nivel de alumnos/as y académicos/as, sino que también en relación al mundo popular, generándose una estrecha interconexión entre la universidad, los estudiantes, la sociedad y sus habitantes. La dictadura militar marca un quiebre trascendental en dicha relación. Primero, se expulsa de las universidades a todos/as quienes no se apegaran a dicho sistema, quienes, además, eran perseguidos, provocándose una fuerte desarticulación de muchas organizaciones constituidas hasta ese momento. En segundo lugar, se instaura un sistema de educación superior (que se mantiene a la fecha) que ha permitido la apertura de instituciones privadas, así como la formación de profesionales especialistas, dejando atrás aquellos profesionales que poseían una visión más amplia del mundo social y académico. Quebrando, a la vez, el nicho cultural que significaban los tradicionales establecimientos de educación superior hasta dicho momento. El alto grado de intervención hacia la universidad, demostrado con el nombramiento de rectores delegados, se decide a cerrar escuelas del área de las ciencias sociales (como sociología, antropología, periodismo, etc.), produciendo un retroceso en la generación de conocimiento en las distintas áreas, proceso que las universidades no han superado aún. A partir de los años noventa, comienzan a notarse los efectos del cambio cultural post dictadura, se visualiza una transformación en el concepto del “hacer” universidad, se deja atrás la idea de profesional integral y con vocación de servicio que se rescataba en épocas anteriores. 75 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Sin embargo, hay otros hitos que se deben resaltar y que demuestran que en Concepción el mundo universitario es clave para la sociedad regional. Como el hecho que los jóvenes se comenzaron a aglutinar en torno al quehacer musical logrando posicionar a la ciudad como “cuna del rock nacional”. Actualmente, el mundo universitario regional se visualiza como un mundo de diverso y amplios intereses que sigue reuniendo a una importante cantidad de jóvenes, funcionarios y académicos nacionales como internacionales. 76 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Agrupación: Identidad Poblacional y Barrial Identidad de Pobladores (Barrios, Sectores y Cerros) “Identidad es la lucha de los vecinos por salir adelante”. (Juan Sepúlveda, dirigente de la población Esfuerzo Unido, Hualpén). Con la definición de la identidad de pobladores se hace referencia a los habitantes de las distintas poblaciones del Gran Concepción. Éstas se caracterizan por ser populosas, y por tener un sustrato ligado a las “tomas”, a la autoconstrucción y la necesidad de estar cerca del lugar de trabajo, y que se consolidan con el sacrificio de los propios pobladores, el Estado y/o empresas que desarrollan políticas de construcción de viviendas y formación de barrios para sus trabajadores, apareciendo, en muchas ocasiones, el concepto de villa (Bancaria, Acero, San Pedro, los Cóndores, etc.). En una relación de doble significado, se encuentran las identidades barriales, de los llamados Sectores y los Cerros. Todas ellas forman territorios con características particulares de relaciones de reciprocidad e identidad. Esta ambivalencia en su significado se explica en la existencia de barrios que, en su interior, contienen poblaciones, como por ejemplo: en Barrio Norte, la población Teniente Merino I y II; en Barrio Universitario se encuentra la población Agüita de la Perdiz, etc. En otros casos es en amplias poblaciones en las que se insertan barrios, que dan cuenta de grandes agrupaciones de viviendas sectorizadas a partir, principalmente, de las relaciones de cercanía de sus habitantes y la tradición. Así sucede con los sectores (como Lorenzo Arenas, Gaete, Perales, Pedro de Valdivia Bajo, etc.), y otro tanto con los Cerros (David Fuentes, Vista Hermosa, La Virgen, La Pólvora, etc.). En la actualidad, el poblador se mimetiza con el vecino, el allegado, los propietarios y los arrendatarios, siendo de más o menos recursos, y formando los amplios sectores de viviendas de las ciudades más grandes de las región. La identidad pobladora se basa en algunos elementos que remiten a la historia y a la ocupación de un espacio común. Cabe mencionar que esta identidad es local, es decir, es parte de la especificidad de cada población o asentamiento. Sin embargo, es posible encontrar algunas características que aglutinan una identidad común de pobladores en comunas como Talcahuano, Hualpén, Concepción, San Pedro de la Paz, Chiguayante y Coronel. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX comienzan los primeros vestigios de poblamiento en los alrededores del Gran Concepción, a través de “asentamientos urbanos espontáneos”, cuya principal característica fue la autoconstrucción y las “tomas” de terreno. Dichos asentamientos responden al fenómeno de migración campo-ciudad, en el cual las perspectivas laborales que se vislumbran con la industrialización temprana se transforma en el principal motivo de movimiento migratorio. También es relevante señalar la importancia e influencia de los terremotos, ocurridos en los años 1939 y 1960, en la actual distribución de las poblaciones. Esto ya que provocó tanto el desplazamiento, como la (auto)construcción de nuevas poblaciones en lugares que aún se mantienen, como el conocido caso de la población La Emergencia en la comuna de Hualpén. Otro elemento común de la historia poblacional en la zona se remite a la época dictatorial, cuando, en los años ochenta se desarrolla todo un proceso de marginación de los sectores populares, erradicándolos hacia la periferia de las principales ciudades, originándose nuevos cordones de pobreza de la población (como el sector Michaihue y Boca Sur, de la comuna de San Pedro de la Paz). 77 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Son varios los elementos que configuran un sentimiento de arraigo a una población determinada, y a una forma de vida ligada a ella, traducida en una identidad de pobladores. Por una parte, remite al hecho de compartir y habitar un espacio común, y las diversas variables que esto conlleva. Por otro lado, los calificativos que aluden al esfuerzo y la solidaridad son claves en su (auto)descripción. Lo mismo ocurre con el desarrollo de actividades y/o agrupaciones que son esenciales dentro de las poblaciones, como los son los centros de madres y del adulto mayor, agrupaciones culturales y clubes deportivos. Es en éste último donde el fútbol, como principal actividad, resulta ser un elemento indiscutible de unión de los vecinos (un ejemplo es el Club Deportivo El Huracán de la Población Costanera, que permanece vigente desde el año 1939). Históricamente, en las poblaciones se reconocen a los actores barriales como sujetos colectivos por las acciones sociales emprendidas a lo largo del siglo XX, destacando los obreros, trabajadores industriales y dueñas de casa. Hoy, sus dirigentes manifiestan, que los movilizan otras problemáticas propias de la modernidad, como la desocupación, la delincuencia y drogadicción. En este contexto, esta identidad mira con nostalgia los movimientos poblacionales de antaño. Sin embargo, un nuevo foco de movilización ciudadana poblacional son los temas medioambientales dada la importancia ecológica y de biodiversidad con que muchas de las comunas de la región cuentan, valorado como su patrimonio natural. 78 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Campo de exploración identidades territoriales Agrupación: Localidades Identidad Lotina La comuna de Lota posee un sustrato minero innegable, que se manifiesta en los sentimientos de sus habitantes, quienes bajo una historia reciente, salvaguardan latentes formas de vida y características ligadas a una cultura minera, la que si bien constituye un patrimonio, en ciertos momentos se ha transformado en un obstáculo para avanzar hacia nuevos ámbitos laborales y productivos. Lota posee una gran riqueza histórica, cultural y patrimonial, que en sus inicios, habría pertenecido al pueblo mapuche lafkenche. Sería así que se conformó como epicentro de luchas entre indígenas y españoles, como la Batalla de Mariweñu, siendo el Fuerte Colcura un importante vestigio de aquella época. Hay períodos claves que configuran la memoria histórica local, como el año 1662, año de su fundación por Ángel de Peredo, demarcando con ello los primeros asentamientos poblacionales en lugares cercanos al mar, donde paulatinamente, se comienza a trabajar el carbón. Sin embargo, no es hasta 1852 cuando se inicia la historia minera del pueblo lotino, pues comienza la migración de campesinos, mapuche y pescadores desde distintos puntos del territorios de la región y más allá, que buscan mejores horizontes laborales al lado de las minas del carbón. Estas personas, y sus generaciones, constituirían los llamados mineros del carbón que nos dejaron una imborrable huella en dichas tierras. Y es que por más de cien años se desarrolló esta actividad en la zona, la que con toda la dureza que representaba, tanto para el minero como para sus familias, se transformó en una forma de vida. Una actividad laboral de importancia a nivel nacional, con movimientos sindicales trascendentales para la historia obrera del país, y que ha significado que, en la actualidad la reconversión laboral se torne una tarea de difícil envergadura por haberse constituido una cultura. Tras el cierre de las minas, en el año 1997, comienzan a producirse cambios drásticos. La comuna se vio ante un panorama adverso en materia laboral, pues dejaban de contar con su principal y única fuente de trabajo. Y también se desplomaba toda una cultura para las familias mineras, en que los hombres cumplían el rol de único proveedor de la familia, y la mujer, el pilar que ayudaba a mantenerla, a través de su dedicación exclusiva al hogar. En este proceso, la mujer lotina pasa a tomar otro rol, el de mujer trabajadora. La lucha y perseverancia de la “mujer del minero” es reflejo de importantes organizaciones e iniciativas impulsadas por ellas, en búsqueda de un aporte económico para su familia, debido a la estrechez económica. Aquel proceso es parte de una memoria e identidad local, la que es enriquecida por una “historia viva”11, pues aquellos mineros que fueron parte de esa historia, hoy se encuentran en sus casas, en las calles o en otros lugares, pero están vivos, intentando sacar adelante creativamente a sus familias, con todas las dificultades que conlleva realizar un cambio cultural de tal envergadura. Es innegable el gran patrimonio tangible de Lota, todo lo cual se transforma en activos invalorables, desde el punto de vista del desarrollo con identidad. En este sentido, el turismo se vislumbra como 11 Jacqueline Delgado, Gestora Turística de Lota. 79 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío una actividad emprendedora, emergente, desde donde se pueden aludir a circuitos los turísticos, como el de “Lota Sorprendente”, una puerta de entrada para mostrar otros atractivos, como el circuito de “Lota Museo Viviente”, y los demás servicios con que cuenta la comuna, sus hoteles, hosterías, restaurantes, pubs y teatros. Sin dejar fuera a los innumerables artistas de la zona. 80 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad de Ñuble (Chillaneja) “Quisiera tener la posibilidad de hacer como una oración para que mi provincia no perdiera su riqueza, su alma y que fuera rentable, que no fuera solamente una cosa lírica, sino que de verdad fuera rentable para su gente, qué quisiera, no tuviera que cambiarla”. (Patricia Orellana, diario La Discusión, Chillán). Esta es una de las identidades que abarca mayor territorio en la región. Se configura como identidad a partir de su principal reivindicación, la descentralización político administrativa respecto de Concepción, manifiesto al punto de considerar la necesidad de constituirse como una región autónoma. Circunscrita bajo un sustrato rural irrefutable, en los últimos años Ñuble se ha urbanizado. Sin embargo, ha mantenido un sello campesino en todo el territorio. Justamente es esta característica de autoadscripción que hace que sus habitantes se sientan diferentes al resto de los habitantes de la región: “nosotros somos más rurales”12, más provincianos. Son varios los sucesos que han marcado a la provincia a lo largo de su historia y que han hecho trastabillar su carácter rural, aunque no han sido tan potentes como para acabar con ella, pues, pese a todos estos cambios, se mantiene la ruralidad en los sentidos de sus habitantes. Algunas de estas situaciones son los terremotos acaecidos los años 1835, 1939 y 1960, la electrificación paulatina de la provincia, el reemplazo del tren por los microbuses y los caminos pavimentados. En los últimos años, se manifiesta que lo que está causando algún grado de impacto en la vida de las personas de Ñuble son las plantaciones de pinos y eucaliptos en la zona, afectando la cultura campesina, por desencadenar, entre otros factores, el proceso de migración campo-ciudad y la reformulación de algunas de sus actividades productivas, como las artesanías de Quinchamalí, que han perdido espacio desde donde obtener la greda. Quienes viven en Ñuble se reconocen como “provincianos”, considerando que mantienen vivas las costumbres y algunas tradiciones campesinas, que van, desde el cómo enfrentar la muerte, hasta características como ser acogedor o cariñoso, etc. El carácter rural se visualiza en diversos productos locales, como el cultivo de trigo, las legumbres, el vino pipeño, la remolacha, cerezas, uvas. Así mismo, actualmente se encuentran nuevos productos de agroexportación como el arándano, la frambuesa, el espárrago, la achicoria, la inulina, etc. Y, en el ámbito ganadero, se produce carne y longanizas, esta última considerada y reconocida como un producto sello de Chillán. En términos patrimoniales, la provincia es rica paisajísticamente desde el mar a la montaña, siendo una importante fuente económica complementaria a la tradicional economía agrícola. De esta forma, esta riqueza está comenzando a ser aprovechada en términos turísticos, intentando ampliar el mercado más allá de los Nevados y las Termas de Chillán, sacando provecho para ello de la vida tranquila, libre de contaminación y la importante tradición culinaria de la zona de Ñuble. En cuanto al patrimonio intangible, Ñuble cuenta con un gran número de fiestas tradicionales, artesanos, folcloristas y personajes que han nacido o sido parte de sus localidades. Lo intangible es considerado un plus de atracción turística en la zona, como por ejemplo los son, la celebración de fiesta de la Montaña, de la Cereza en San Fabián de Alico, la artesanía en greda negra de Quinchamalí, en madera de San Fabián de Alico, y los personajes oriundos de la provincia, como 12 Historia de Vida realizada a Patricia Orellana. 81 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Bernardo O´higgins, Arturo Prat, Violeta Parra, Víctor Jara, Nicanor Parra, Claudio Arrau, Marta Brunet, etc. En términos artísticos, históricamente, la provincia, y en específico la comuna de Chillán, se ha caracterizado por tener un gran número de manifestantes, en sus diferentes áreas, siendo parte imprescindible de su identidad. Si bien las comunas y localidades que son parte de la Provincia de Ñuble poseen su propia identidad territorial, es necesario constatar la existencia de la identidad “chillaneja” aglutinadora del resto de las comunas de la provincia. Que rescata y realza las demás, desde las diversas manifestaciones y expresiones artísticas desplegadas en la provincia. 82 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad de Contulmo “Los alemanes siempre tuvieron muy buena relación con toda esa gente chilena y con los mapuche, nunca tuvieron ningún roce...”. (Faustino Villagra, Secretario Municipal de Contulmo). La identidad de los habitantes de Contulmo es una de las más particulares de la provincia de Arauco, y de la Región del Bío Bío. Es una comuna donde se mantiene vivo, y se realza, el proceso de colonización ocurrido en el siglo XIX, valorando su legado en términos culturales y patrimoniales, siendo la historia un elemento clave en la comprensión de esta identidad local. En el siglo XIX, en Contulmo, así como en toda la provincia de Arauco, habitaban comunidades indígenas, quienes vivieron el proceso de colonización y ocupación territorial de aquella época. De esta forma, fueron dos tipos de colonos los que llegaron a aquel territorio: alemanes, cuyas familias recibieron “90 hectáreas de terreno, además de una proporción de tierras por cada hijo, y en el pueblo, les dieron media manzana”13, y también, inquilinos chilenos. La principal actividad socioproductiva que desarrollaban los colonos alemanes era la agricultura de subsistencia. Además de esto, había un importante desarrollo del comercio. La mayoría de las casas donde habitaban alemanes tenía un local comercial, denominadas “pulperías”, donde se vendía género, zapatos y abarrotes, etc. Los colonos de Contulmo instaban a la vida social. Se producían muchas actividades y celebraciones en distintas épocas del año. Los Colonos eran considerados un importante apoyo por su disposición y aporte en lo local. Por ejemplo, su llegada implicó el arribo de nuevos instrumentos musicales; por muchos años funcionó el Orfeón de la comuna, donde además, ellos les enseñaban al resto de la población a tocar dichos instrumentos. Esto fue el inicio del importante desarrollo de la música que aún se mantiene con fuerza y mucha creatividad en la comuna, a través de coros y orquestas infantiles. En la historia más reciente, surge otro proceso importante para Contulmo. Desde la década del setenta se inicia un periodo de emigración de alemanes, comienzan a irse comprando parcelas en otras regiones del país. A la vez, el gobierno de la época, en su proceso de erradicación de poblaciones marginales de Santiago, lleva varias familias a vivir a Contulmo, la mayoría de aquellos “santiaguinos” que terminan emigrando de la comuna. Este proceso significó la partida de muchas personas que eran parte de la historia y de los vínculos entre las tres culturas que habitan Contulmo. También significó la llegada de quienes no conocían dicha historia y sus relaciones, por lo que no tenían aquel elemento de emocionalidad con el lugar. A partir de los años noventa, gracias a los fondos concursables de diversas instituciones públicas y de los actores municipales, se comienza a trabajar en el rescate de las tradiciones y de la historia de Contulmo. Se intenta recuperar el legado que sus habitantes han dejado en el lugar, así como instalar el arte como parte de la comuna. Ejemplo de aquello es el reconocimiento de la Escuela San Luis como escuela artística, donde se desarrolla el teatro, la danza y la música, etc. De lo anterior, se visualiza un importante desafío para potenciar el patrimonio inmaterial y material, de la comuna. Se le ha potenciado turísticamente a partir de la belleza del lugar, pero también de las capacidades y habilidades de sus habitantes, a través del arte, como de sus producciones agrícolas locales. 13 Faustino Villagra, Secretario Municipal de Contulmo. Entrevista Estudio de Identidad Regional, 20 de agosto de 2009. 83 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Hoy, alemanes y sus descendientes, mapuche y chilenos comparten una vida particular, propia de la comuna de Contulmo. En ella coexisten y conviven tres culturas sumamente distintas, tanto en el área rural como en la urbana. Actualmente, todavía quedan terrenos de propiedad de alemanes, muchas casas del pueblo son patrimoniales, pero la mayoría son utilizadas en época de descanso o veraneo, debido a la emigración de los colonos. Contulmo es rico en diversos aspectos, desde sus vestigios de las tres culturas, su belleza natural, sus casas patrimoniales, hasta sus fiestas tradicionales (Fiesta Alemana, Año Nuevo Mapuche, Fiesta de la Frutilla, Semana de la Música, etc.). Todas estas riquezas son vistas como un gran potencial turístico. Es por esto que muchas de las iniciativas artísticas, y también de recuperación y realce del patrimonio tangible e intangible con el que cuentan, son relevados. El turismo es visto como uno de los elementos principales del desarrollo de la comuna, de ahí que se vuelcan muchos esfuerzos para mantener vivas las identidades de la comuna, y su triculturalidad. 84 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad Cobquecurana “…Cobquecura yo en tus playas Felices llora voce Respirando el mar ambiente Mis pesares olvide Respirando el mar ambiente Mis pesares olvide…” (Extracto de canción interpretada por Iris Hermosilla, cantadora de Cobquecura) El pasado indígena y mestizo en la conformación del pueblo cobquecurano, así como también la institución de la hacienda y el inquilinaje, constituyen elementos significativos al momento de definir la identidad de la comuna de Cobquecura y su autodefinición como cobquecurana. Al definir la comuna se habla de un origen campesino, y eminentemente rural, que ha mezclado la actividad pesquera y recolectora de productos marinos con una condición agrícola de subsistencia, haciendo alusión a una particular vida vinculada a sus costas y el campo. El paisaje natural y marino constituye un elemento característico de su territorio, que a la vez ofrece un tradicional medio de sobrevivencia a sus habitantes, en donde el respeto, el cuidado y los valores ligados a la vida en armonía con los recursos y su entorno natural serían centrales. Su ubicación, al norte de la Región del Bío Bío, y la geografía de la zona han generado una lejanía histórica de la comuna con los mayores centros urbanos de la región. De la mano a un arraigado sentimiento de rezago y carencias en la conectividad, además de consolidarse el desapego del resto de la región, también ello se ha conformado en el principal factor que ha posibilitado la manutención de las costumbres de la zona. El patrimonio al que hace alusión la identidad cobquecurana está estrechamente ligado a un vínculo con la geografía y su entorno natural, en primer lugar, representado en la particular vida que mezcla el campo y el mar, siendo para este último caso el principal referente el Santuario de la Naturaleza, de importancia nacional como lo es la Lobería de Cobquecura, y principal referente, también, para el turismo de la zona. Así mismo, el pasado de la hacienda, y los vestigios de ésta, representados en antiguas construcciones de adobe y piedra laja, son parte del patrimonio físico y tangible de la historia de la comuna y de sus habitantes. A partir de dichos elementos, el turismo es definido, por los cobquecuranos, como uno de los principales focos de atención de la comuna, a nivel regional, nacional e internacional, dada su riqueza natural, y siendo sus playas un interesante factor de desarrollo de dicha actividad, y más específicamente ligada a la práctica del surf, otra de las características de Cobquecura. 85 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad de Yumbel “Sin el santo nos morimos, aquí no hay nada más, Yumbel es San Sebastián y San Sebastián es Yumbel, son una sola cosa, nos llegan a sacar el santo como querían, Yumbel se muere, como pueblo muere, porque no hay otra fuente laboral, no habría otro ingreso para mucha gente, y la gente no vendría, porque… ¿a qué?...”. (Nancy, Yumbel)14 La identidad de los habitantes de Yumbel conjuga el fuerte apego a la tierra y tradiciones, propias de una vida campesina, con elementos de una religiosidad popular que viene a constituirse en una de las principales características de la comuna. Yumbel es una comuna de origen campesino, y que aún cuando en la actualidad encarna gran parte de sus tradiciones, hoy muestra con fuerza, al igual que muchas de las comunas campesinas, la presencia de la empresa forestal, que ha provocado cambios tanto en el entorno, como en las formas de vida de la población. La vida y tradición religiosa, que caracteriza a Yumbel y sus habitantes, se materializa en la presencia del Santuario de San Sebastián, uno de los principales centros religiosos y de peregrinación del país, que cada año, el 20 enero, y el denominado “20 chico”, en el mes de marzo, congregan a una gran cantidad de devotos, peregrinos y turistas, provenientes de zonas urbanas y rurales del país. Así, además de ser la Fiesta de San Sebastián el principal ícono en la definición del fuerte carácter religioso de la vida de los yumbelinos, éste también se ha constituido en un importante epicentro económico para habitantes de la comuna, por la gran cantidad de comerciantes que acuden cada año, fenómeno que ha rezagado el carácter inicial de dicha fecha. Por otro lado, el folclore y las tradiciones, como manifestaciones de la raigambre campesina de Yumbel y sus alrededores, son expresados en numerosas festividades, como las muestras campesinas y fiesta de la vendimia, entre otras que también muestran la relevancia religiosa y tradición familiar. Todas ellas se han constituido y consolidado, en la actualidad, como referentes para la actividad turística de la zona, en que se conjugan fiestas de distinta índole, con las características del entorno natural, y en la que se reúne gran cantidad de asistentes. El patrimonio propio de esta identidad estaría íntimamente ligado al espacio religioso, como es el Santuario, sin embargo, también es posible la identificación de un rico paisaje y medio natural rural que se conjuga con el estilo de vida campesina, y las edificaciones características de la zona, como lo son las construcciones de adobe. 14 Historia de Vida de Nancy, vendedora de velas en el Santuario a San Sebastián, Yumbel. 86 Universidad del Bío Bío Estudio Fortalecimiento de la Identidad Regional, Región del Bío Bío Identidad de San Rosendo “Había harto movimiento en esos años, aquí alojaban los trenes, llegaban tres o cuatro trenes a alojar, se iban al otro día, pasaban hartos trenes en la noche, tenían combinación, la gente tenía que alojar en los hoteles y tomar tren al otro día”. (Raúl Melo, ex trabajador ferroviario y habitante de San Rosendo). Lo que más resalta de San Rosendo es su historia ferroviaria, una gran historia de conquista, de trenes y pasajeros que genera una identidad particular en un asentamiento que está ubicado en el secano costero, y que conjuntamente a la tradición campesina, la vida del ferrocarril ha generado un vínculo emocional, y lleno de recuerdos. Su historia de actividad ferroviaria es larga. Puente de comunicaciones, estación obligada de viajeros y operarios de trenes, comerciantes y hasta inmigrantes, esta localidad tiene un papel preponderante en la red de comunicación que se estructura en torno al ferrocarril, desde fines del siglo XIX. Anteriormente a ello, fue punto de defensa de las avanzadas de españoles que intentaban conquistar los territorios al sur del Bío-Bío. Y también punto de conquista para los gobiernos de la república. Pero es su posición de enlace, y ubicación estratégica para entrar al sur, la que marca su principal identidad, al afianzarse como eje de contacto entre el norte, el puerto de Talcahuano y el sur del Bío-Bío, principalmente debido a su característica vida ferroviaria. Y que, más tarde, se constituiría un paso obligado de viajeros que entraban y salían de la zona. Territorialmente se encuentra localizada en el pueblo, bordeando todo el sector de estación, maniobras, talleres y puntos de acopio de agua, carbón y arena, que hoy son sólo testigos de lo que fue el pueblo en otro tiempo. Si bien no posee relevancia en temas políticos ni en el área económica, relacionada a la actividad ferroviaria, su importancia se vincula a la asociatividad que logra con otros municipios de similares características y el levantamiento de proyectos en conjunto, en el mismo macro territorio. Igualmente, posee amplia relevancia cultural, principalmente ligada a su pasado aún desconocido. San Rosendo posee un importante patrimonio natural, enriquecido por los ríos Laja y Bío Bío, los paisajes y la vida campesina, que le otorgan interesantes activos a potenciar. Sin embargo, su principal patrimonio está, ciertamente, vinculado a su pasado ferroviario, ya que aún se encuentran los vestigios de aquella época de auge, así como también la memoria histórica que de allí se desprende y se constituye como un elemento importante del sentido de pertenencia de sus habitantes. Actualmente, hay interesantes proyectos de diversos actores comunales para recobrar ese patrimonio y llevarlo a un ámbito turístico y patrimonial, lo que implica recuperar como antes se podía ver Chile desde San Rosendo, ¿Quién no recuerda la Carmela de la Pérgola de las Flores?. San Rosendo es en sí mismo una localidad central en el patrimonio histórico de esta región, y fuera de ella, que sirvió de punto de estación y patios de maniobras, acopio y maestranza, de llegada y distribución de carga y pasajeros, de viajeros, de sueños y futuro. 87 2. Relaciones interidentitarias: Consensos, disensos y sueños de Región Sin un relato compartido de Región, sin una experiencia práctica pero también simbólica de ser constituyente de un nosotros, es difícil fundar geografías humanas compartidas, tramas sociales fuertes y sustentables en el tiempo y el espacio; de ahí que la directriz fundamental de este capítulo se oriente a indagar en la construcción de un imaginario de región, donde sea posible comprender las experiencias sociales compartidas, transparentar sus tensiones y proponer los desafíos para los diferentes modos de vida que se inscriben en la región, teniendo como horizonte una cultura más inclusiva, democrática y descentralizada en el nivel regional. En efecto, la pregunta por la identidad es importante hoy, por su proyección al futuro, sin desatender su supuesta pérdida progresiva de lo “propio” en un mundo globalizado. La identidad como proyecto de futuro aparece como una visión o algo que se pretende alcanzar; en esa esfera, “los otros” son cruciales para la compresión del “nosotros”. De ahí que una de las principales preguntas a responder en los estudios de identidad se refiere al “nosotros y los otros”, en tanto grupos, identidades colectivas, sus vínculos o no con el territorio, tipo de territorio, espacio o soporte y un discurso en torno a una entidad regional. Siguiendo a Jorge Larraín, la identidad nacional fragmentada, difusa y centralizada1, todavía vigente, hace que la identidad regional del Bío-Bío sea vulnerable a las identidades macro y micro o más globales y locales que propiamente intermedia (mesoterritorial) o regional, lo que dificulta la construcción en este nivel de proyectos identitarios comunes. Su proyección futura requiere identificar los énfasis históricos y territoriales y, al mismo tiempo, sus principales desafíos comunes y globales de futuro. De este modo, el primer criterio de clasificación se relaciona a la identificación de escasos consensos sobre temas comunes presentes entre las identidades en el territorio regional, aunque, por otro lado, se describen como relevantes. Por su parte, la lectura puede extender los consensos más allá de lo estrictamente regional (macrorregional o nacional), como por ejemplo lo mapuche o lo campesino. De igual forma, en una escala territorial menor, encontramos consensos de alta visibilidad manifiesta en localizaciones identitarias (como los barrios, etc.). El segundo criterio se refiere a la identificación de espacios de convivencia entre las identidades presentes en los territorios. Se identifican pocos espacios de convivencia pero de significación mayor y atingentes. El tercero incluye la identificación de los principales disensos o conflictos manifiestos por las identidades contrastadas y consultadas. Donde, de manera sucinta, se observa un conjunto de identidades diversas frente a la expansión forestal desregulada y manifiesta: “en una suerte de paisaje identitario –concreto– de orden invasivo”. Y finalmente lo que respecta al sueño de región. Donde nos preguntamos además si existe o no un sueño de región. O corresponde a otro imaginario territorial mayor o menor. 1 Según concluye J. Larraín: “La identidad chilena tiene conciencia no sólo de su aislamiento geográfico sino también de su ubicación en los confines del mundo. Tiene una variedad de regiones y estados geográficos, lo que en sentido opuesto a los regionalismos y localismos, desde un comienzo acentuaron un fuerte centralismo posiblemente por la clara conciencia que existía del peligro de la disgregación”. Ver ob. cit, parte final. 88 2.2.1 Escasos consensos sobre temas comunes Si bien los consensos identificados aparecen como escasos, su sumatoria y aprehensión compresiva territorial e histórica le hacen relevantes e incluso tributarios de la posibilidad abierta de la construcción identitaria común. Destacan identidades industriales y del mundo estudiantil; identidades indígenas-mapuches; del mundo popular, mineras/lotinas; de reciprocidad en los barrios y pobladores; juveniles; entre otras de orden local. Un primer consenso destacado se refiere a las identidades industriales y del mundo universitario, es decir, de la modernidad industrial y racional, que se extiende en la evolución económica a una importante fase de industrialización temprana nacional con centro en la Región del “Bío-Bío”, al desarrollo industrial tradicional, ligado también desde las últimas décadas del siglo XIX a la expansión del sector primario regional (primero trigo y posteriormente minería del carbón) cuya continuación fue la industria textil en Tomé, de loza y vidrios planos en Penco y Lirquén. Posteriormente, un salto fundamental fue Huachipato y nuevamente, la presencia de muchos extranjeros desde la década del ´40, que gatilló otras industrias como Inchalam, Cementos Bío-Bío, las maestranzas metalúrgicas, la fábrica de bolas de acero, etc., todas nacidas al alero de Huachipato2. Estas identidades industriales –ensambladas históricamente– es posible referirlas y comprenderlas en un tipo relevante de modernidad regional, pero en esta última fase –en parte importante– más chilena o nacional que territorial debido al centralismo cultural3; y en efecto, en parte contradictoria, de naturaleza específica y limitaciones premodernas o de secuelas preindustriales todavía vigentes (dependencia económica y política del centro o más bien de la trayectoria de las elites en el poder nacional). Por otro lado, respecto al mundo universitario y de la educación superior, la percepción del área pencopolitana como ciudad universitaria es reconocida interna y externamente como una imagen territorial relevante4. Aun así, es débil el esfuerzo identitario endógeno5. Esta presencia no es ajena al desarrollo industrial y urbano del gran Concepción y representa claros vínculos de retroalimentación y formación profesional y técnica, además –de masa crítica– con amplia repercusión regional y nacional. En la actualidad, la 2 Entrevista Claudio Lapostol Maruéjouls, Presidente CORBIOBIO (2009). En opinión de María Teresa Varas (2009), Entrevista (Identidades...): “esta inducción industrial moderna no genera identidad y emergen los disensos, en especial, respecto a las forestales y muchas pesqueras; sin excluir Huachipato y ENAP, en que sus gerencias generales se asientan en Santiago –símil del centro político– y la región queda a la deriva con una diversidad mayoritaria de PYMES vulnerables, dependientes y a su suerte”. 4 La creación histórica a comienzo del siglo pasado de la Universidad de Concepción y su trascendental papel en las décadas siguientes a su nacimiento hasta comienzos del gobierno miliar en el desarrollo de masa crítica local, junto a una diversidad de acciones de distinguible autonomía representa uno de los pocos ejemplos de actos propiamente territoriales del Chile moderno. A ello se suma, en la segunda mitad del mismo siglo y con mayor fuerza en los últimos años, la presencia regional activa en la formación profesional y técnica anclada en su entorno territorial, de las Universidades del Bío-Bío, Federico Santa María y de la Santísima Concepción. Por lo demás, las Universidades de Concepción y del Bío-Bío tienen campus universitarios consolidados e importantes en las ciudades de Chillán-Chillán Viejo y Los Ángeles, provincias de Ñuble y Bío-Bío, respectivamente. Últimamente, en Lebu, provincia de Arauco, se ha puesto en marcha el primer Centro de Formación Técnica. Esta morfología del mundo universitario regional ha dado pie, en los últimos tiempos, a nuevas inversiones en educación superior de organizaciones dirigidas preferentemente desde la capital nacional, que responden a la expansión de la demanda educativa creciente en el país y sus diversas regiones. 5 Armando Cartes Montory, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián (2009) Entrevista (Identidades...) dice: “La ciudad de Concepción es considerada ciudad universitaria; sin embargo, vislumbrala poca producción y articulación de material bibliográfico sobre el patrimonio histórico de la región, lo que repercute en una débil identidad. Por otro lado, la provincia de Concepción como tal perdió por completo su memoria rural y su conexión con el campo”. 3 89 conurbación presenta transformaciones importantes de su estructura productiva industrial y de servicios (pesca, parque industrial de Coronel, centros comerciales y servicios financieros y de ocio recreativo) de ahí que esta área urbano industrial y estudiantil, se conozca, también, como “ciudad universitaria e incluso –últimamente– cuna del rock y en los años 70 del siglo XX del MIR6”. Por su parte, “la región del Bío-Bío tiene 2 millones de habitantes, cuenta con 8 puertos, un aeropuerto, más de 12 universidades, y una importante diversidad en la zona portuaria, industrial e intelectual7”. 2) Un segundo consenso se refiere a las identidades indígenas-mapuches (lafkenche, pewenchwe y urbanas), es decir, la cultura nativa y su visión de mundo holística de la realidad heredada o transfigurada, incluida la inmigración urbana vivencial presente y significativa, de corte distinto o de redefinición identitaria. Esta identidad es de valoración propia o de introspección ancestral-territorial. Además, de una connotación diversa y retórica amplia en el pueblo y las elites chilenas: en menor grado cercana y en general distante y confusa. Pero, al mismo tiempo – paradojalmente– extendida y celebrada social y culturalmente. Desde otra mirada, cierto consenso respecto al mundo popular, como culturas oprimidas o en situación de desventaja y al mismo tiempo con handicap como alternativa a la dominante8 y en efecto, identidad latente: indígenas, pescadores, campesinos, mineros, trabajadores asalariados, jóvenes; en una palabra, el pueblo. Es decir, la sociedad identitaria popular en su estado presente y su trayectoria evolutiva con su acervo cultural material y social intangible, desde la madre tierra, el mar, el campo, la subterra, la realidad urbano industrial en sus distintas concreciones y la prole urbana y rural impactada por la globalización, el mercado y el consumo. 3) Otro consenso nítido se refiere a la identidad minera como valoración regional-nacional. El orgullo de la cultura minera, asentado en la subterra y la relación con la muerte, de alto involucramiento o fuerte vínculo emocional. Se trata, en una doble expresión, en la figura del minero y en particular del minero del carbón de Lota. O de la identidad lotina, que amaga o acoge en su imagen la identidad de la gente del carbón de Chile. Baldomero Lillo pintó cuadros narrativos o cuentos profundos internalizados por la chilenidad hasta años recientes. En parte y aún todavía perdura esta actitud, cautelada por la sapiencia popular del carbón, la nostalgia popular y la autocrítica latente y mediática del arte industrial (en especial, cine) actual. 4) Relaciones de reciprocidad en los barrios y los pobladores. Los barrios son espacios territoriales con fuertes sentidos de pertenencia. La región en sus sectores urbanos cuenta con barrios reconocidos; mención especial merecen aquellos, de estratos más bajos, conformados en su mayoría por inmigrantes campesinos alrededor de los años ´50 y antes. La dificultad de llegar a vivir a sitios descampados en las zonas urbanas, y a partir de ahí, luchar día a día por sacar adelante a sus familias, levantar las viviendas y dotar de servicios básicos a sus barrios de asentamiento, fue generando la construcción de una historia común barrial y poblacional constituida, entre otros motivos, por las fuertes relaciones de solidaridad y reciprocidad que se dan en las situaciones de adversidad, y que hoy se mantienen como una característica social de ciertos barrios emblemáticos y de sus pobladores. Al interior de los barrios, los pobladores dicen mantener relaciones entre diferentes organizaciones, como lo son los grupos de mujeres trabajadoras, las iglesias (evangélicas, católicas, otras), los consultorios y colegios (como organizaciones institucionales al servicio de la población), los clubes deportivos y los mapuches urbanos. 6 Seminario 2009 (Identidades...) Armando Cartes Montory, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad San Sebastián (2009): Entrevista (Identidades...) 8 Con mayor rigor dominantes en distintos niveles nacional y territorial en particular. En este caso, prevalece el nivel nacional. 7 90 6) También, los jóvenes manifiestan consensos con las reivindicaciones indígenas, los/as trabajadores/as, los movimientos sindicales, las identidades artísticas en relación a la gran cantidad de identidades emergentes, en una suerte –tal vez parcial– de pueblo joven crítico y creativo. Consensos a menor escala territorial a) Otros consensos menores referidos a la identidad lotina se establecen en pro de a lo menos dos objetivos comunes: a) Hacer visible la cultura minera lotina y b) Constituir a Lota como patrimonio de la Humanidad. Estos consensos a escala comunal permiten la generación de relaciones de reciprocidad, complementariedad y trabajo colectivo entre a lo menos los siguientes grupos: sindicatos y otros grupos organizados, mujer lotina, microempresario local (emprendimientos), jóvenes lotinos, adultos mayores, artesanos, clubes deportivos, movimientos de defensa del patrimonio de Lota. b) Además, se puede mencionar determinados consensos identitarios locales. Entre ellos, Cobquecura: donde confluyen distintos fenómenos culturales y sociales, como son algunos deportes asociados al mar, practicados especialmente por turistas, y el apego a elementos propios de los lugareños, tales como las construcciones en piedra y la valoración de los lobos marinos, símbolo identitario; además, su pequeña y mediana empresa de moluscos y la comunidad de surfistas. Por otra parte, su soñado potencial como zona de desarrollo industrial-Pyme, junto al turismo rural. Por último, sus vínculos mayores con el área de Cauquenes (Región del Maule) ajena a Concepción, que refiere su identidad territorial e histórica hacia el norte, fuera de la división administrativa de la Región del BíoBío”, donde se percibe el río Itata hacia el sur como infranqueable junto a la Cordillera de la Costa. La realidad rural de Cobquecura hacia el sur es distante de Trehuaco y Coelemu y, en consecuencia, el área de ruralidad que vincula a Cobquecura está más al norte, fuera de los límites de la región. c) En la comuna de Cabrero9, a partir del taller de trabajo realizado, se reconocieron tres grandes identidades: la forestal, la agrícola-campesina y la de mujeres emprendedoras. De todas éstas, en la actualidad la predominante es la forestal-maderera. Al respecto, esta “identidad” no ve contradicciones con las otras. No obstante este parecer, las otras identidades sí, dado que la forestal específicamente ha transformado el territorio y afectado –sobre todo– la actividad agrícola. Sin embargo, reconocen el apoyo de este sector –de gran dinamismo regional y exportador– canalizado a través de Prodesal, en materia de invernaderos, mejora de caminos y construcción de puentes. Con todo, se le valora como una identidad impuesta. Por su parte, también en la misma comuna, las identidades agrícola-campesina con la de mujeres emprendedoras representan otro consenso identitario; estas mujeres avanzadas se ven a sí mismas como iguales, como parte de lo mismo (mundo agrícola-campesino y o forestal), señalando al respecto: “Aquí todos somos emprendedores, nos pudimos haber situado en este grupo o en el de allá”. Su conciencia identitaria refleja en el pequeño emprendimiento la respuesta campesina y popular a situaciones de vulnerabilidad y potencial exclusión. 9 Como otras comunas en similar situación regional. 91 2.2.2 Espacios de convivencia Los espacios de convivencia identificados corresponden al área minera; la ciudad universitaria pencopolitana y el perímetro universitario en expansión; la comuna de Chillán y su entorno; los mercados locales referidos a las ferias; Cañete como área intercultural; otros sitios tradicionales, ceremoniales y sagrados de las identidades indígenas; las plazas de armas; Yumbel como ciudad santuario; el mar como un elemento de asociatividad natural; escuelas públicas como espacios de reunión ciudadana; y, finalmente, espacios de convivencias emergentes de redes interactivas de internet y de convicción ecológica, que a continuación se detallan. Uno de estos lugares de convivencia es el área minera: Coronel, Lota, Arauco, Curanilahue y Lebu. Con huellas mineras todavía vigentes que se resisten al desapego concreto y a la potencialidad de la recuperación del patrimonio arquitectónico y cultural de la gran minería carbonífera nacional del pasado. Pero, de forma muy especial, de la conciencia identitaria carbonífera y social de la zona. Actualmente, sombreada de plantaciones de pino, industrias diversas en Coronel, de aserraderos y remanufactura maderera y celulosa, desde Arauco a Curanilahue y Los Alamos. También de un nuevo sindicalismo en desarrollo. En esta área, de manera particular se expresa la vivencia histórica minera lotina, concentrada en la comuna de Lota, a través de las principales características de la cultura minera: solidaridad, personalidad sociable y carismática, paternalista y aguerridamente organizada; recurrente y altamente demandante de derechos sociales como los de mayor equidad. La ciudad universitaria pencopolitana. Identidad propia de Concepción y su entorno inmediato pencopolitano. Nacida a comienzo del siglo XX con la creación de la Universidad de Concepción y su creciente y extenso campus universitario orientado hacia la ciudad centro. Posteriormente se crea la Universidades Técnica del Estado, ahora Universidad del Bío-Bío que incluye un campus en Chillán y Chillán Viejo; la Universidad de la Santísima Concepción y sus campus en Concepción y Talcahuano, y la Universidad Federico Santa María, junto, en la actualidad, a un conjunto de sedes universitarias externas, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica. En ellas estudian y trabajan muchas personas que han internalizado el ethos universitario de prácticamente un siglo de vida. La comuna de Chillán: aglutinadora de la realidad campesina, agropecuaria, comercial y artística. Que emana un entorno histórico nacional con íconos militares y culturales emblemáticos, en unión a toda una evolución agroeconómica y social gravitante y cercana del Gran Concepción y la capital del país. Los mercados locales, referidos a las ferias comunes a muchos pueblos de la región, representan espacios de interacción social de enorme riqueza. Entre las que destacan Chillán y la Feria de Lota. Ambas representativas de las características típicas de sus zonas de influencia. El primero rico en producción agropecuaria campesina y artesanía regional (Quinchamalí) y retrato vivo de un pasado agrario y pecuario todavía manifiesto, pero cambiante, como lugar de encuentro de los “chillanejos” de la mayoría de las comunas aledañas. El segundo, la feria lotina, constituido en un elemento de su identidad, en tanto que es el perímetro donde se alimentan los mineros y trabajan sus mujeres. Es una feria, que al igual que el pasado minero, ha requerido de organización y sindicalización para alcanzar beneficios. Es este espacio las mujeres lotinas se relacionan con los pescadores artesanales en torno a la transacción de los recursos marinos primarios y por relaciones maritales. Por la feria, los lotinos tienen intercambios comerciales con algunas comunas de la región, como Lebu, Los Álamos, Curanilahue, Cañete, Nacimiento, Santa Juana, Concepción, San Pedro e incluso Chillán. A ellas, se suman en la actualidad diversas ferias y mercados locales, así como también eventos periódicos de convivencia comercial popular de los pueblos de acá y más allá, todo lo cual nos muestra el valor de este tipo de espacio de convivencia. 92 Cañete, como área intercultural. Referente de distintas identidades étnico nacionales (lafkenche, colonos –alemanes, franceses, chilenos–. Identidades socioproductivas como, campesinos, pescadores, forestales, comerciantes). Es un espacio, quizás, de encuentros y desencuentros asumidos por la historia y manifiestos en una ciudad-comuna de gente representativa de la diversidad territorial chilena y regional. Es una tarea pendiente por el alto interés sociocultural y político que contiene. Ahí es necesario auscultar las distinciones, coincidencias y potenciales acuerdos o disensos, que deben ser nuestros orientadores de futuro. Las plazas armas. Como espacios comunes a las distintas localidades o cabeceras de comunas. Lugares de cotidianeidad y circulación de los habitantes comunales, lugares de ocio, de recreación, de tránsito, de encuentro y musicales. Otro caso comunal es la estación de ferrocarril de Cabrero, que se imagina como un gran espacio vivencial, que se puede reutilizar como feria agrícola y pecuaria de campesinos de la comuna. Los Sitios tradicionales, ceremoniales y sagrados de las identidades indígenas. La Región del Bío-Bío cuenta con una importante cantidad de lugares y espacios con carácter patrimonial material e inmaterial de los pueblos originarios, de significación para las identidades pewenche, lafkenche y mapuche urbanos. Son lugares de sociabilidad, celebración o ritualidad, de reunión periódica de gran cantidad de población. Estos lugares se encuentran en zonas rurales y, en el último tiempo –a medida que la presencia de los pueblos originarios se ha ido visibilizando–, han proliferado los espacios de significación cultural en las zonas urbanas. Son espacios que tienen una connotación cultural en diferentes ámbitos sociales, religioso, salud, festividad, ritos y político, entre los cuales se pueden mencionar al nguillatuhue, palihue, kuel y cementerios, entre otros. Yumbel como ciudad santuario. Sede de religiosidad popular, con amplia convocatoria de feligresía católica cristiana en particular, el 20 de enero y el 20 de marzo de cada año se convierte en un espacio de encuentro de la religiosidad popular regional rural y urbana, y de otras regiones aledañas. Es un espacio de encuentro interidentitario, donde se conjugan diferentes sistemas de creencias en torno a la fe. El mar como un elemento de asociatividad natural. Desde donde surgen vínculos de forma permanente entre las diferentes identidades colectivas, pescadores y surfistas, medioambientalistas con agrupaciones comunales o locales, generalmente en pro de la defensa, prevención y recuperación de espacios naturales amenazados o dañados por efectos antrópicos. Por ejemplo: Cocholgüe, Cobquecura. Estas vinculaciones de orden extractivo artesanal, ociorecreativas y deportivas, yecológicas o de defensa ambiental del mar y la tierra, representan manifestaciones emergentes cercanas a la identidad lafkenche, que requieren ser atendidas como espacios identitarios afectivos y efectivos, de raigambre endógena valiosa. Escuelas públicas como espacios de reunión ciudadana. Frente a la escasez de lugares de encuentro, en muchas de las localidades de la región, las organizaciones sociales se reúnen en los colegios como una forma de suplir la escasez de puntos de encuentro. Muchas de las veces estos espacios corresponden a las sedes vecinales, pero en su ausencia, y para el desarrollo de las diversas actividades, las organizaciones se reúnen en las escuelas, en particular y con fuerza mayor en la realidad rural. Esta situación de vulnerabilidad socio-organizativa y de comunicación social de exclusión, nos permite imaginar lugares para el desarrollo de educación continua y participación de sus habitantes. A partir de la encuesta aplicada a directivos municipales y las conversaciones sostenidas en los talleres de trabajo, se puede vislumbrar otros espacios de convivencia emergentes: uno de 93 ellos dice relación con espacios los virtuales de encuentro e intercambio de experiencia y opiniones de los “mundos juveniles” globalizantes; el otro se refiere a sitios de protección ecológica o espacios de convivencia de grupos ambientalistas. El primero de éstos se ocupa y activa cualquier día y hora de la semana desde distintos puntos de la región que tenga acceso a la red de internet. El segundo, a diferencia del anterior, se materializa como resultado de una convicción ecológica, de organización e implementación de una acción transformadora. 2.2.3. Disensos o conflictos manifiestos Los espacios de disensos son aquellos ámbitos de relaciones entre actores sociales, identidades y/o de actividades socio-productivas que se encuentran generando algún tipo de fricción o tensión que afecta el despliegue de los procesos de desarrollo social en el plano regional. Ello, a partir de las representaciones sociales y percepciones que se encuentran presentes en los discursos de la diversidad de actores entrevistados. Esto mismo produce en la mayoría de los casos la creación de redes sociales que se organizan en torno a un fin común, que sería reestablecer el espacio como un campo de encuentros interdependientes e intercambios constructivos. En lo específico, los espacios de disenso corresponden a los siguientes: el de mayor afinidad dentro de la diversidad de identidades se refiere a aquel de la expansión forestal que es percibida como ilimitada y desregulada. Otros relevantes son aquellos referidos a la relación sostenida entre los colonos con los indígenas; la identidad indígena desde la mirada de la modernidad; el de las identidades indígenas con el Estado de Chile, las empresas forestales y las hidroeléctricas. Junto a otros de orden más bien socio-productivos en este mismo ámbito. Además están los disensos entre pescadores artesanales y Estado; lugareños y turistas. Por otro lado, aparecieron los de la Iglesias Católica y Evangélica y el rechazo a identidades sexuales. Y, finalmente, los disensos relativos a pobladores y grupos dominantes; y en particular, de lo jóvenes frente a la actual gestión de la Universidad de Concepción. Todos y cada uno de los disensos son expresiones recopiladas durante el desarrollo de la investigación que serán sintéticamente a continuación. La primera línea de disenso y percepción contrapuesta, se observa respecto a la relación de un conjunto de identidades diversas frente a la expansión forestal. Como se sabe un número notable de comunas de la región presenta amplias extensiones de plantaciones forestales de pino y últimamente de eucaliptus10. La expansión forestal histórica ha tenido como impacto social fundamental en la emigración de una importante masa de habitantes de la ruralidad “indígena” y campesina a los pueblos cercanos y posteriormente a los centros urbanos mayores de la región y el país, en gran medida convertidos en pobres urbanos. Por otro lado, los lugareños del entorno forestal suelen convivir con otros impactos propios de la actividad forestal, como el tráfico de camiones que malogran los caminos menores y los incendios en la época de altas temperaturas. Sin embargo, la industrialización del recurso se ha transformado en determinadas ciudades, como Cabrero y Nacimiento, en un elemento constitutivo de la realidad local y en un incipiente imaginario identitario de expansión patrimonial. La paradoja abierta de este disenso es que la actividad forestal y su transformación productiva (en madera aserrada, remanufactura y celulosa) representa parte sustancial del producto y de la exportación regional; además de su impacto no menor en empleo directo y especialmente indirecto de mano de obra. El dilema en cuestión aparece también en el cuestionario aplicado a los directivos municipales en este estudio, en que un 70% de ellos reconoce distintos grados de identidad forestal en la esfera regional, pero, en sentido opuesto, sólo un 17% del total identifica a la comuna que representa como forestal, lo que contrasta ante la evidencia de un espacio regional ocupado en su mayor parte por plantaciones forestales. Estas visiones contrapuestas junto al peso de su realidad, ameritan la generación de un conocimiento 10 Véase, también: R. Guerrero (2002): Las 52 puertas de la VIII Región. Ediciones Universidad del Bío-Bío. Distingue comunas Pino. 94 necesario y cada vez más avanzado sobre esta tensión económica, social y ambiental, que limita la construcción identitaria común del territorio. La de los colonos con los indígenas. Según Adolfo Millabur ex alcalde de Tirúa, la fiesta de los alemanes de Contulmo representa un acontecimiento reiterado de “identidad patética”. Expresión que se sitúa en el contexto de colonización extranjera en el territorio Mapuche11. Por otro lado, nos encontramos con Don Faustino Villagra, Secretario Municipal y Gestor Cultural de Contulmo, quien manifestara que en su comuna el desarrollo esta orientado hacia las tres culturas presentes, Alemana, Mapuche y Chilena, entre quienes se ha ido generado un sólido proyecto cultural. Sin duda estamos en presencia de una tensión histórica que requiere de un proceso complejo de toma de conciencia colectiva sobre lo allí acaecido, y en ese marco, diálogos interculturales acabados y representativos de los intereses concretos en juego. Este disenso se extiende de manera focal y diversa en otros espacios, y está latente en el contexto mapuche regional y nacional. Por cierto, es un disenso profundo, continuo y originario del proceso evolutivo de la inequidad social y cultural de nuestra región y del país. La identidad indígena desde la mirada de la modernidad. Los referentes más generales de este disenso tienen que ver con la modernidad en sus distintos matices y etapas de constitución, que abarca los procesos evolutivos de aplicación técnica a la producción agropecuaria e industrial, del racionalismo científico, y su expresión en leyes protectoras de la nacionalidad emergente o chilenidad republicana. Las interpretaciones sobre la modernidad en la experiencia chilena, hablan de una modernidad barroca, de raíz religiosa católica, limitada por una suerte de racionalidad, basada en la sapiencia de una “escuela” de lógica holística, menos nítida. Por otro lado, de una modernidad iluminada por aquella de carácter “anglosajón” (inglesa y norteamericana) fundada en la lógica sociológica weberiana (que posee metas y medios), que valora la eficiencia, la productividad y la acumulación de riqueza. Entre estos polos de modernidad “nuestra”, ha evolucionado un tipo de sociedad urbano industrial creciente, altamente estratificada, concentradora de riqueza (incluida la tierra, el agua y en general los recursos naturales) y, además, de raíz centralista republicana. En la actualidad, la chilenidad y su expresión específica en la Región del Bío-Bío no son ajenas al peso de las ideas de una modernidad fundada en el éxito económico, el progreso acelerado y el consumo sin límites. Bajo esta mirada asumida por la elite en general, la sociedad chilena en su conjunto, incluido el sentir popular, ve con cierto malestar la cuestión de la realidad indígena y la aceptación de ciertos privilegios, frente a los cuales surge la pregunta: ¿y por qué, yo no? Sin embargo, resta el examen profundo de esta contradicción y pesa el valor histórico de la realidad indígena territorial y su conciencia distintiva y propia. La aplicación del Estado de derecho a las conductas disímiles, es la marca más frenética de esta tensión identitaria desde la “modernidad a la chilena”. Frente a ella el pueblo guarda contrapuesto, pero sabio silencio. En consecuencia, es un desafío mayor a resolver cuanto antes. 11 A. Millabur, afirma: “por ejemplo aquí en Contulmo tenemos la famosa fiesta de los alemanes, como ironía; en la provincia de Arauco se puede dar la fiesta de los alemanes, sabiendo lo que la venida de ellos significó a estos territorios. En consecuencia, es como pegarle una bofetada a las comunidades indígenas, celebrar este tipo de cosas,... ”. Por otro lado, “si uno se acerca a las regiones, la octava, tampoco se percibe mucho como una identidad regional, parece ser el número que la identifica, el número VIII, la octava; y entonces: “yo soy de la VIII”, pero de la VIII qué,... Por lo tanto, creo que tampoco estamos trabajando como país”. 95 Identidades indígenas con el Estado de Chile, las empresas forestales y las hidroeléctricas. Claramente en la actualidad el país está viviendo un conflicto intercultural de grandes proporciones con los pueblos originarios. Específicamente con el Pueblo Mapuche. Del cual, un porcentaje no menor habita en el territorio de la región en las zonas urbanas como rurales y se reconoce manifiestamente como una identidad cultural, territorial y ancestral. Estas identidades declaran un conflicto latente con el Estado de Chile, por considerar que es el responsable de la pobreza en la que se encuentran, por haberlos discriminado y excluido durante décadas e intentado exterminarlos, usurpándoles gran parte de su territorio. Por su parte también, a través de las políticas económicas impulsadas por el Estado, se realizan desde mediados del siglo XX importantes inversiones económicas, primero del sector forestal y paralelamente en el sector hidroeléctrico en pro de la generación de recursos económicos para el desarrollo del país. Actualmente, de forma específica –en el sector de Alto Bío-Bío– la identidad pewenche ha sido marcada por la oposición a construcciones de centrales hidroeléctricas. Esta realidad es percibida negativamente por un sector de la población mapuche, sobre todo los jóvenes son muy críticos, quienes reconocen dentro de su trayectoria de vida el arribo de las empresas en su hábitat. También se manifiesta que el hecho de ser o no indígena, les significa tratos diferenciados por parte de la población chilena. La percepción de los habitantes de Cobquecura del Complejo de Nueva Aldea de madera y celulosa como una realidad impuesta que les afecta las posibilidades turísticas de la comuna, el medio ambiente y la extracción de los recursos marítimos; desencadenando movimientos sociales, constituido por familias de la comuna como grupos ambientalistas, rechazando la actividad de la planta y la instalación del ducto de vaciado de líquidos contaminantes. De igual manera, pescadores artesanales de Cocholgüe manifiestan que el año 2005 comienzan los problemas con Celco (Grupo económico propietario del Complejo de Nueva Aldea), lo que genera la asociatividad entre las diferentes organizaciones del territorio, como los surfistas, las juntas de vecinos de Cocholgüe, orientados al resguardo de las playas y el tratamiento de la contaminación. Lugareños y turistas. Para muchos lugareños de Cocholgüe, Contulmo, Cobquecura, el entorno natural es un motivo de preocupación y se ha convertido en un objetivo aglutinador de acciones comunes, como lo son los humedales, la costa, los bosques nativos, etc. Por otro lado, localidades y comunas, como una forma de revitalizar las economías locales han iniciado un trabajo orientado al desarrollo turístico en diversas áreas de interés, como el rural, de aventura o turismo étnico. Frente a esta impronta, los proyectos de cuidado medioambientales se ven amenazados por la masividad de visitas foráneas, muchas de las cuales no son cuidadosas de los espacios, afectándoles directamente en sus vidas por los costos que esto implica en recolección de basura y en la reparación de los daños materiales como naturales. Pescadores artesanales y Estado. Los pescadores artesanales son un grupo socioeconómico y una identidad cultural histórica en la Región del Bío-Bío. Es una actividad desarrollada por hombres, y ahora también mujeres, que a la vez se relaciona con otros oficios ligados al mar, conformando una red familiar con presencia concreta en alrededor de 75 caletas de pescadores a lo largo de la costa de la región. Como grupo, se ha visto fuertemente afectado por la irrupción del modelo económico neoliberal, en el que se ha permitido la extracción poco controlada de los recursos marítimos, dañando bastante el ecosistema. Lo mismo ha significado el mayor control de parte de la autoridad pública para evitar un daño irreparable del ecosistema marino. Situación que les ha afectado directamente, a través de la definición de la ley de pesca y la normativa de cuotas de pesca. Como sector, señalan, se han empobrecido y marginado del dinamismo económico local. Pobladores y grupos dominantes. Los pobladores manifiestan mantener relaciones menos recíprocas, más esporádicas e intermitentes con tres importantes grupos signados como dominantes; los partidos políticos, los municipios y las grandes empresas. Los lazos con los 96 partidos políticos son instrumentales y esporádicos. Con los municipios prevalecen relaciones de clientelismo político y asistenciales. Y con las grandes empresas, las formas de vinculación son prácticamente unidireccionales. Esto último se puede ejemplificar con la siguiente expresión: “[nosotros] les compramos y les trabajamos, somos números (...) Nos falta una gran industria en la que seamos capital de trabajo, estemos bien remunerados y vivamos todos iguales12”. A los municipios como a las empresas se les demanda una relación de mayor atención y equilibrio, para que los barrios y sus habitantes sean reconocidos como realidades sociales fundamentales en el desarrollo urbano sustentable, se les considere como actores con capacidad de tomar decisiones en el devenir de sus territorios y se resguarden sus intereses como derechos básicos, frente a los proyectos económicos privados. No hay referencia en relación a los partidos políticos. Ante esta realidad, los pobladores y las diferentes organizaciones sociales y culturales existentes al interior de los barrios acrecientan sus formas organizacionales de defensa y propuestas de resguardo medioambiental. Jóvenes y crítica a la actual gestión de la Universidad de Concepción, como ícono y foco. Los jóvenes partícipes del taller de identidad, fueron críticos de la actual gestión de esta importante institución académica regional y nacional. Señalando que la casa de estudios, si bien conserva la idea de ciudad universitaria como epicentro de la vida universitaria y estudiantil “regional”, ha cambiado radicalmente su forma de relacionarse con el entorno. La crítica expresa que, lejos del sentido que imperó durante décadas, a partir de sus inicios cuando se gesta como universidad para los habitantes del territorio sur de Chile, hoy, el espíritu efectivo reinante se limita a un campus universitario abierto a la ciudad –porque carece de rejas–, pero sus políticas de control de personas son de exclusión. Responsabilizan de esta situación al imperio de una gestión universitaria poseedora de una visión empresarial y de insuficiente servicio público, que ha privatizado la educación, la prestación de los servicios comunitarios, dañando el desarrollo libre del espíritu, de la cultura y los vínculos con la comunidad. Esta crítica creciente se ha plasmado de diferentes maneras, como cuando el año 2006 se cubre con bolsas plásticas de supermercado la Casa del arte simbolizando creativamente el mercantilismo de la educación. Iglesia Católica y Evangélica y rechazo a identidades sexuales: De las iglesias, la identidad evangélica en el mundo juvenil tiene una fuerte presencia política, es muy numerosa. En general, las doctrinas religiosas, que tienen una importante representación en distintos espacios sociales, son muy críticas y conservadores frente a la presencia y las reivindicaciones de las identidades sexuales –como minorías políticas– generando muchas veces conflictos e impidiendo su aceptación social y presencia como realidad histórica y universal. 12 Opinión de Myrtha Calderón (2009), Taller Barrios. 97 2.2.4. Sueños de región Los sueños, son aquellas ideas movilizantes que nos pueden sensibilizar colectivamente en pro de la consecución de objetivos comunes. Aquí se presentan una serie de expresiones subjetivas desde las identidades recabadas que manifiestan pensamientos sobre lo que se quisiera obtener en un futuro regional o local, más inmediato que lejano. Estos sueños remiten a lo siguientes temas: el saber o la buena educación democrática y con sapiencia popular; los sueños indígenas; el de los pobladores; los pescadores artesanales; los de conciencia ecológica y de diversidad cultural; el de la descentralización; la plataforma logística portuaria; de las actividades endógenas y con potencialidades; el sueño lotino y minero; el viñatero de la cuenca del Itata; el anhelo regional de Ñuble; y, finalmente, el propio de los jóvenes con identidades. El sueño región principal se asocia con el saber. El imaginario se construye en la imagen de espiral histórico, que se inicia con la sabiduría ancestral nativa del tronco madre del viejo sabio “araucano” del poema de Ercilla. Las enseñanzas de los jesuitas y el racionalismo incipiente de la independencia gestada en parte significativa en estas tierras. La agricultura, la artesanía, los primeros talleres industriales y la minería. La industrialización temprana y extendida en el territorio en sus cuatro provincias y la educación universitaria autónoma y pública, la formación docente de las escuelas normales de preceptores, la educación pública media experimental y creciente. En otra fase bajo el alero de la CORFO (Corporación de Fomento de la Producción), la gran industria del acero y la petroquímica. El bosque y la manufactura forestal. El sindicalismo, la intelectualidad y la política. El arte, el oficio, la medicina y la ingeniería. La profesión y la escuela, valores significativos del espíritu regional sin excepción.Hasta hace algunos años limitada a la población de los centros urbano e industriales; y ahora, en extensión creciente por los confines del territorio. En este tramado histórico es comprensible el sueño sobre la “la buena educación, democrática y con sapiencia popular”, que incluya la trama positiva del progreso y de la cotidianidad. La dirección es que el conocimiento se otorgue desde la universidades y las instituciones educativas en todos sus niveles (prebásico, básico y medio) en sinergia con la sabiduría popular. Ciencia, tecnología y arte coexistente con la realidad económica, social y cultural de los habitantes del territorio, en su ligazón creciente con su entorno interno y externo propio de la globalización, como aquí se ha definido.“El saber y el cómo hacer” requiere racionalidad y conocimiento tácito o cultural propio. Además, de convicción, identidad y estatus docente13. Implica retomar la memoria histórica y su potencialidad territorial y asumir el cambio o la innovación con las huellas valiosas del pasado, como aquel de la industrialización temprana que hizo grande e inclusiva a esta región. Y, al mismo tiempo, extender la buena educación en el conjunto del territorio, con centros de educación superior innovadores, en especial en las localidades que requieren acicatear su desarrollo con pensamiento necesariamente crítico. Le sigue, el sueño indígena repensarlo e imaginarlo en el contexto del bicentenario como “la cohabitación del pueblo mapuche y chileno en la práctica y la trasmisión de la historia (en los hechos y en la teoría)”14, mediante una nueva constitución al margen del estilo código militar, sino que se fundamente en la diversidad y en la delimitación real de sus regiones. Que permita el desarrollo identitario de las comunidades mapuches, el asentamiento de sus pobladores y “la permanencia en el territorio de los jóvenes o su reinserción efectiva y valorada”15. En una frase, equidad y cohabitación. El sueño lafquenche es un sueño como Pueblo Mapuche, que parte con la recuperación de las tierras constitutivas de su cultura, identidad y autonomía. En este sentido, se sueña con una república chilena que garantice los derechos colectivos de los pueblos indígenas para recuperar, 13 Véase Juan Casassus (2006): Educación del ser emocional. Santiago Chile: Cuarto Propio. Entrevista a Adolfo Millabur. Estudio identidad 2009. 15 Del taller del Alto Bío Bío, 2009. 14 98 desde la visión de mundo holística indígena, el equilibrio entre las personas y la naturaleza. Se sueña con un mayor diálogo entre el gobierno y los mapuches, donde todos aprendan. El Estado ya reconoce la deuda histórica que tiene con los pueblos indígenas, ahora debe avanzar en un diálogo para construir soluciones que permitan una salida a los conflictos que aquejan a las comunidades. Por último, se sueña que exista una mayor oferta de trabajo para que los jóvenes no deban emigrar a las ciudades y las comunidades puedan vivir en tranquilidad en base a su cultura. Los pewenches del Alto Bío Bío manifiestan soñar con un futuro fortalecido en la identidad de las comunidades cordilleranas, para disminuir la inmigración juvenil hacia las ciudades. Asimismo que los gobiernos apoyen e inviertan en fortalecimiento local, para que las personas no tengan que emigrar forzadamente de sus lugares de origen, para que se viva la cultura pewenche, lo que quiere decir, que se hable el idioma, se celebren las tradiciones y se utilicen los recursos naturales en la economía doméstica. A continuación, el imaginario arranca del pasado la belleza de la naturaleza viva y ambiental armónica. Y sueña con una región limpia y sustentable, lagos, lagunas, ríos y mares libres de contaminación. Coexistentes con industrias sustentables y plantaciones forestales responsablemente reguladas. El sueño se resume en el intangible de la creciente y necesaria “conciencia ecológica”, otra clave de la socialización y educación regional. En una dimensión más sociocultural, la idea imaginada se vincula a la “potencialidad de la diversidad cultural en la región del Bío Bío”,, donde todas las personas tengan cabida sin discriminación étnica, racial, de género, sexual, etarea, socioeconómica, etc. Defensora del patrimonio histórico y cultural existente. Y, finalmente, más cercana que lejos de los referentes fundamentales y superiores del desarrollo humano. Los pobladores partícipes del estudio sueñan con tener una ciudad limpia y atractiva turísticamente. Con el río Bío-Bío navegable y el Andalién reutilizable como balneario, con circuitos turísticos urbanos, con sus lagunas y humedales recuperados, y menos industrias. Sueñan con tener una ciudad amable, con más convicción y conciencia social, que ponga fin a las erradicaciones, con más unidad y respeto hacia la pluralidad sociocultural, con salud y educación de calidad. Es decir, con más compromiso social y democracia regional. En el ámbito institucional, el sueño habla de una “región descentralizada” respecto al centralismo nacional y al propio interno. Que representa acciones descentralizadoras de competencias requeridas o demandadas por las distintas localidades, comunas, territorios de planificación de acuerdo a las necesidades de los distintos contextos y en menor medida cedidas desde el centro, muchas veces, sin la pertinencia de los desafíos territoriales reales. La reconversión del sueño en realidad exige mayor autonomía presupuestaria, recursos humanos apropiados y tributación orientada a las localidades. También, requiere de acciones responsables y efectivas de “delimitación real de las regiones y divisiones territoriales”. Con respuestas asertivas y acertadas a demandas como: Ñuble región, Cobquecura y Cauquenes ligadas, entre otras diversas o de corte genérico mencionadas previamente. En el terreno socioeconómico y productivo, el sueño se acrecienta a través del fortalecimiento de actividades endógenas y con potencialidades disponibles como recursos del territorio; en particular, al alcance de los habitantes menos favorecidos por el crecimiento económico de los últimos lustros y que luchan por una vida sana y ojalá rentable. Es el caso de las recolectoras de frutos silvestres y sectores interesados por el turismo local y territorial, en distintos niveles de emprendimiento, que sueñan con su fortalecimiento. En las áreas sin disponibilidad de recursos propios alcanzables y de fuerte vulnerabilidad laboral, de los pobladores preferentemente urbanos o de reciente emigración a poblaciones vecinas, el sueño básico es de una región con trabajo, ojala un trabajo acorde a su dignidad. Por algo en Cabrero, a pesar de la extensa impronta forestal 99 maderera predominante, cuando se sueña el futuro desde la comunidad, se excluye de ese imaginario la presencia forestal. La expresión escalar y segmentada (estratificada o diversa) de este tipo de aspiraciones plantea la utopía de la distribución de la riqueza y el imaginario de una sociedad más justa e igualitaria. Desafío mayor pero no ajeno una región que busca sinergia territorial. En la esfera política, en el empresariado nacional y regional con arduo interés y también en la conciencia ciudadana se ha internalizado la posibilidad de la “plataforma logística portuaria”, que consolide e imane las posibilidades de un crecimiento sostenible de la región y su impacto en el mercado laboral del territorio. Representa en realidad, un proyecto factible de futuro y de empuje infraestructural regional16. Este sueño puede ser un foco aglutinate de trabajo conjunto, de orden macroregional, vinculante hacia el norte con la región del Maule y hacia el sur con la Araucanía17. Un imaginario con cierta especificidad local, es el “sueño de Lota”. Sin embargo, representa una proyección compleja y preñada de pasado vigoroso y activo. Amerita y reclama el reconocimiento integral del minero en la cultura chilena, acuñando tras de sí la de los mineros del carbón y del minero chileno en general. Su gente, más aguerrida que otras y al mismo tiempo expectante, nos habla con orgullo sobre “el valor de los saberes populares y el derecho a participar de lo que se pretende y decida”. La reconversión de su realidad anterior recoge su pasado y sueña con la creación de un complejo etnoturístico, que viaje y recorra desde el imaginario indígena al industrial. Idea endógena, que inmersa en un contexto histórico y territorial e impulso educativo gravitante, abra el camino hacia la ciudad soñada. En palabras del lotino Fernando Concha, “El Puma”, el imaginario dice así: (Mi) sueño: “que se le rinda un homenaje al minero y de esta manera se le reconozca su importancia histórica, ya que el carbón ha estado en todas partes, en las industrias para su funcionamiento, en barcos, en las guerras, etc. Que los mineros siempre vivan a través del traspaso de sus experiencias, pues éstos dieron vida al pueblo, vida a Chile, hicieron revolución” (Del taller de Lota).. El sueño de los San Ignacinos es vivir en una comuna desarrollada, plasmada en diferentes ámbitos que plantean como necesarios. Una comuna con caminos pavimentados, con una plaza terminada, con una iglesia grande, con una oficina del Banco del Estado, con un centro deportivo y cultural, con el embalse El Zapallar. Contar con una ganadería y agricultura sustentable y sostenible. Con internet y colegios en todos los sectores rurales, con envasadora de productos locales. Que San Ignacio se convierta en un pueblo de descanso turístico. Por último, el anhelo regional, que Ñuble se convierta en Región. Los pescadores artesanales sueñan con que las autoridades públicas y municipales de la región les acompañen en los avatares de la modernidad y en el impacto económico y sociocultural que ha causado la escasez de los recursos naturales. Para no tener que ser otro grupo social que se reconvierta ocupacionalmente en desmedro de la riqueza cultural existente en el ámbito local. Significa que la generación de leyes se hagan participativamente y pensadas en función de las personas y sus diferentes realidades, en vez de sólo corporaciones o entidades privadas, para evitar que la distribución de los recursos obtenidos siga repartiéndose en pocas manos y lograr sentir que son del mar, cuentan con el mar y su pertenencia. Los jóvenes con identidades manifiestan soñar con ser habitantes poseedores de una valorada identidad cultural que les permitiría sentirse parte de un territorio para aportar en el desarrollo endógeno, en el desarrollo local, con su capital cultural y desarrollar más cultura, salir del letargo, 16 Seminario 2009 (Identidades...): Sin embargo, debe cuidarse que la conectividad de la región no cristalice el carácter centrípeto de la capital regional, donde la conectividad de la región tiende a converger, limitando el desarrollo endógeno aledaño. 17 Claudio Lapostol (2009): Entrevista cit. 100 ser más autónomos para dar respuesta a las necesidades y ser más amable. En ese sentido, es necesario fortalecer las autogestiones y los espacios de encuentro y sociabilidad, más allá del actual quehacer y de los espacios de las instituciones existentes. El sueño viñatero dentro de la reconstrucción del ser regional. Este imaginario tiene que ver con mostrar al visitante la montaña ñublense, su carácter y su vegetación. El volcán Chillán. El Alto Bío-Bío y su importancia histórica y la belleza del río Bío-Bío. Lota, su peculiaridad inigualable en otro lado del mundo, salvo en Japón. La Cordillera de la Costa. La zona de Arauco y su ruta en tiempo verde. Y finalmente, el viejo viñedo del Itata, que tiene más de 400 años y corresponde a la famosa uva país. No hay en América Latina otro viñedo similar. Distinto a lo que se hace en Torres de Villa Alegre o en Curicó. El viñedo del Itata es original y hermoso. En definitiva, una región muy linda para ensoñar. Que requiere conciencia regional. Que necesita repoblar la cordillera con otras especies, en vez de sólo pino y eucaliptus. Y tener una visión de organización del espacio moderno, acorde a la agricultura, con distinción entre espacios forestales, agrícolas y pastizales. Con formas apropiadas para forestar con especies nativas como el nothofagus, roble o el raulí. Además, pensando en las cuencas y en los alrededores de las ciudades susceptibles de incendios forestales. Entonces, corresponde cultivar bosques de paseo y agrado con especies chilenas. Y para celebrar, será extraordinario que lo productores de viña de todo el borde del Itata tengan un vino conveniente, pagado según su calidad y capitalizado, y que toda persona pueda llegar a una bodega de un pequeño propietario para servirse un vino original –endógeno– de más de cuatro siglos de existencia. Es decir, un sueño al pasado y en red, o un espacio recorrido por redes. Esto es un territorio con identidad18. 18 Raúl Guerrero (2009): Entrevista (Identidades...) 101 3. Identidad y Territorio: De la Región Política Administrativa a las Nuevas Dinámicas Territoriales. En este apartado se analiza la vinculación entre la o las identidades identificadas mediante los distintos métodos de investigación aplicados, que incluyen entrevistas a informantes calificados, talleres territoriales y una encuesta que respondieron profesionales de las municipalidades de la región, encargados de la planificación comunal o del desarrollo social. Desde el inicio de la consultoría estaba claro que Bío-Bío es una región diversa desde el punto de vista geográfico, productivo y de la distribución de la población en su territorio, de manera que la existencia de múltiples identidades resultaba ser una hipótesis fácilmente demostrable, como en el hecho ocurrió. La primera reflexión respecto al tema nos lleva a preguntarnos respecto a cómo se ha conformado el territorio de la Región del Bío-Bío y cuáles son las características de éste tanto históricas, productivas o administrativas que generan a su vez distintas perspectivas de análisis para establecer sus vínculos con las identidades que han sido descritas en el presente estudio. Una característica de la Región del Bío Bío, como ocurre en la mayoría, aunque no en todas de las regiones del país, es que se trata de una construcción administrativa, con fines de mejor gobierno interior y de generar un mayor equilibrio territorial y demográfico entre las distintas zonas de un país, cuya población y actividades económicas más relevantes se concentran en la capital nacional. Para ello se agrupan, en el caso de Bío-Bío, cuatro de las provincias preexistentes y se les dota de una administración regional que con el tiempo ha ido adquiriendo mayores atribuciones, a medida que el proceso de descentralización avanza en todo el país. En consecuencia, este proceso de construcción regional, decidido centralmente bajo la autoridad de un gobierno militar sin ningún espacio de participación ciudadana, reconoce como fundamentos sólo la perspectiva técnica y es asumido por la población regional como una imposición. A partir de esta condición de inicio, y tomando en cuenta que las entidades regionales llevan sólo algo más de treinta años de vida institucional, se entiende que sea la identidad regional un proyecto aún en construcción después de casi veinte años desde la recuperación de la democracia en Chile. Así desde el punto de vista de la división administrativa , no es extraño que las identidades predominantes en tres de las cuatro provincias sea justamente la provincial más que la regional, por el largo tiempo en que ellas se asentaron como las entidades en las que se dividía este país fuertemente unitario que es Chile. Está situación para Ñuble, Bío-Bío y Arauco conllevaba también el tener estatus de unidad administrativa que dependía directamente del Gobierno Central sin intermediación de un nivel regional como lo es hoy día el Gobierno Regional. De allí que las identidades provinciales, además de su larga historia, tienen en común una percepción de existencia de un centralismo regional que afecta sus posibilidades de desarrollo. Esto constituye un componente importante de reivindicaciones que levantan movimientos como “Ñuble Región” que creen que la constitución de una nueva entidad regional constituye un elemento clave para mejorar las oportunidades para el despegue económico y social de la provincia. Está dentro del imaginario colectivo de quienes propugnan la constitución de esta nueva región, que el sólo hecho de ganar estatus de región le abre a la provincia nuevas oportunidades de desarrollo propios de un dialogo directo con el Centro, sin la intermediación de autoridades regionales, que carecen, por lo demás, de suficientes atribuciones para resolver las demandas provinciales. Probablemente una descentralización que entregue efectivas y mayores atribuciones al nivel regional, que permitieran el diseño de políticas regionales más atingentes a las realidades locales y una elección directa de 102 las autoridades regionales por sufragio universal, podrían atenuar las demandas de conformación de nuevas regiones como la que se señala. Respecto de las comunas, puede decirse algo parecido a lo que ocurre con las antiguas provincias. Se trata de entidades administrativas de larga tradición, lo que por lo mismo implica que existe una cierta identidad comunal reconocida por sus habitantes y por los funcionarios de los municipios entrevistados. No obstante aquello, se pueden distinguir situaciones en las que dicha identidad comunal se refuerza o influye en espacios territoriales más allá de los limites administrativos comunales. Es el caso de la identidad chillaneja, por ejemplo, que fue relevada en talleres y entrevistas y cuya influencia abarcaría a parte importante de la provincia de Ñuble. Aún cuando por la naturaleza más general de este estudio no es posible analizar en profundidad las características o fundamentos de esta identidad se pueden entregar algunos elementos que podrían explicarla. Por una parte está la condición funcional-productiva de Chillán como capital de un hinterland rural al que concurren habitantes de las localidades cercanas para desarrollar actividades comerciales, de servicios financieros, educacionales, salud, etc. La presencia regional y el conocimiento nacional de equipamientos como la feria de Chillán es expresión de esta intensa relación rural- urbana. Por otro lado Chillán está relacionada con la historia nacional a través de héroes y artistas cuyo reconocimiento también se extiende mas allá de las fronteras nacionales. Otras identidades pesquisadas en el estudio, incluyen la Lotina o la Tomecina que se explican por la importancia que tuvo en un caso la explotación carbonífera y sus industrias complementarias y en el caso e Tomé la industria textil. En ambas situaciones el devenir diario de la ciudad estaba relacionada con los ritmos y actividades industriales que por extensión influía sobre todos sus habitantes. El pito de la fábrica de Tomé o los cambios de turno en Lota estaban internalizados en la vida cotidiana urbana. De una naturaleza totalmente distinta son las identidades territoriales de carácter étnico o aquellas vinculadas a actividades productivas de explotación de recursos naturales. En el caso de las primeras, las étnicas, resulta claro que los límites administrativos de la región o las antiguas provincias, no reflejan la realidad de su distribución en el territorio1 . En efecto los Lafkenches, predominantes en algunas comunas de la provincia de Arauco, extienden su presencia en la costa mas allá de los limites regionales, es decir forman parte en cuanto identidad territorial, también de las regiones sureñas vecinas De manera que en la perspectiva de lo que podría identificarse como un territorio culturalmente influido por la presencia Mapuche Lafkenche este supera los límites regionales. En cambio en el caso de los Pehuenches la situación es distinta, porque su mayor concentración coincide con la delimitación de la comuna de Alto Bío- Bío, lo que en modo alguno es casual, porque la constitución de dicha comuna, desprendida de la antigua comuna de Santa Bárbara, respondió a una decisión gubernamental de dar expresión administrativa a una realidad demográfica cultural, que pasó primero por la definición de Área de Desarrollo Indígena antes de transformarse en comuna. Hay que recordar, por otra parte, que el Bío-Bío fue durante muchos años, durante la República incluso, la frontera con el Pueblo Mapuche. Por otro lado, la Región del Bío-Bío ha avanzado en propuestas de identificación de territorios que reúnen a comunas que tienen vocaciones productivas similares o complementarias y cuya cercanía geográfica les permitiría impulsar iniciativas de desarrollo comunes. 2 Estos territorios se conforman más desde la mirada de las vocaciones productivas que desde la perspectiva cultural y tienen la finalidad de impulsar un desarrollo más armónico del territorio 1 2 Ver Mapa de Identidades Étnicas Ver Mapa de Identidades Socioproductivas. 103 regional mediante la aplicación de instrumentos de planificación, programas y proyectos atingentes a esa realidad productiva identificada. Algunos de estos territorios se conforman por comunas cuya pertenencia es puramente funcional y otros surgen de realidades distintas ,como es el caso del territorio de Amdel que expresa una voluntad de asociatividad de los municipios que lo componen que le permite perfilarse con mayor presencia en el ámbito regional. Otro caso destacable es el del territorio de Arauco cuya conformación corresponde exactamente a la provincia del mismo nombre, de allí que la identidad provincial es recogida por el nuevo territorio de planificación. Otro caso distintivo es el territorio Laja Diguillín que se identifica a partir de un gran proyecto de regadío impulsado en los últimos 20 años que busca aumentar la productividad de los suelos agrícolas del sector. En la mayoría de los casos, sino en todos, como se señaló anteriormente se trata de territorios de planificación identificados a partir de vocaciones productivas y todavía es posible que la actual conformación de ellos pueda sufrir algunos cambios como ocurrió respecto de los territorios originales. En términos generales se puede señalar que en los territorios predominantemente rurales las identidades que aparecen con mayor frecuencia son las campesinas- huasas y las viñateras, además de la forestal, respecto de la cual se señala más adelante su especial connotación regional. Por su parte en los territorios predominantemente urbanos surgen las identidades industrial, minera y universitaria como las más relevantes. No obstante aquello, en todo el litoral se observa la presencia de identidades relacionadas con la actividad pesquera artesanal. Al respecto, la Región del Bío-Bío destaca por tener una gran cantidad de caletas y concentrar el mayor número de pescadores artesanales en el país. Este grupo presenta altos niveles de organización gremial, tiene demandas para legalizar la propiedad de las caletas y mejorar las condiciones habitacionales de las mismas y esporádicamente conflictos con la pesca industrial por los recursos y la sustentabilidad de la actividad, amenazada por competencias en el uso del borde costero por distintas actividades como las industriales, urbanas y portuarias. En el litoral se desarrolla fuertemente también la actividad portuaria. hay que recordar que la Región del Bío-Bío presenta el mayor complejo portuario nacional vinculado a la exportación de commodities. Todos estos puertos despliegan sus actividades en estrecha relación, no siempre armónica, con importantes ciudades como Talcahano, Coronel y Penco. No obstante la importancia económica de la actividad no se percibió ni en los talleres ni en la encuesta realizada a los funcionarios municipales la existencia de una fuerte identidad portuaria. En parte podría explicarse esta situación por la existencia de otras identidades, que incluyen lo portuario, como es el caso de la identidad “chorera“ de Talcahuano o porque la actividad portuaria constituye un eje productivo que se ha incorporado muy recientemente en comunas como Coronel o la localidad de Lirquén en Penco, de forma que aún no ha generado una identidad territorial reconocible por sus habitantes. Respecto a la Identidad Minera, reconocida como una de las más representativas de la Región, se puede señalar que ésta se localiza en una zona que incluye el llamado territorio de reconversión (comunas de Lota y Coronel) y se extiende hacia el territorio de Arauco, completando lo que se denomina la cuenca del carbón que termina en la comuna de Lebu por el Sur. Esta identidad está ligada a la gran explotación carbonífera de mediados del siglo XIX y tiene su declinación definitiva con el cierre de los grandes yacimientos a fines del siglo pasado. La capital simbólica del carbón es la ciudad de Lota, construida en gran parte en torno a la gran industria de los Cousiño, nacionalizada en los años 70 y cerrada en los 90. La explotación del carbón está ligada al desarrollo de la minería del cobre, a la industrialización chilena, a la extensión del ferrocarril y está presente en la Guerra del Pacífico a través del aprovisionamiento de carbón a los buques de la escuadra por 104 un vapor lotino. Tiene también fuerte expresión patrimonial por la cantidad de instalaciones mineras, habitacionales y de equipamiento, algunas de las cuales, se han logrado recuperar en el último tiempo. Paralelamente al minero ligado a la gran empresa (ENACAR), cuya actividad como se señaló, terminó con el cierre de los yacimientos, subsiste hasta hoy el pirquinero que, en condiciones aún más precarias, realiza hoy día labores extractivas especialmente en Curanilahue. La identidad minera, incluye al minero propiamente tal como a su familia, que participa indirectamente de su peligrosa tarea, conformando una sociedad con altos niveles de organización y solidaridad. El discurso minero incluye reivindicaciones de carácter histórico, por el aporte que al desarrollo del país han hecho las sucesivas generaciones, y que ha generado una deuda, que en su opinión, el país no ha saldado. En relación a la identidad forestal, los informantes municipales la consideran más relevante cuando se refieren al nivel regional donde 21 de los 54 estiman que corresponde a la identidad dominante, mientras que la campesina (incorporando en ella a la huasa y la viñatera) sólo la estiman como identidad regional predominante 4 encuestados. Sin embargo, en el nivel de identitario territorial lo forestal baja a 13 y en lo comunal a solo 9 mientras que lo campesino alcanza en este último caso a 31. Por otra parte, desde el punto de vista productivo, la Región del Bío-Bío es hoy sin lugar a dudas la región forestal de Chile, y representa un importante rubro exportador regional y nacional. La política de fomento de actividades económicas del Estado desarrollada por Corfo y otras agencias estatales, desde mediados del siglo pasado, le dio gran importancia al despliegue de la actividad forestal. De manera que puede decirse que el desarrollo de este rubro económico fue parte de la estrategia productiva de sucesivos gobiernos chilenos. Estos antecedentes de contexto podrían hacer pensar que la actividad tendría una fuerte identidad en la región forestal más importante del país. Sin embargo distintos factores, han hecho que lo forestal sea negado por muchos actores regionales como parte de la identidad regional. Uno de esos factores es que la actividad forestal avanzó ocupando terrenos en los que se desarrollaban actividades agrícolas, casi siempre de baja productividad, pero que eran el sostén económico de familias campesinas, que se vieron forzadas a emigrar a los pueblos o ciudades cercanas. Otro factor importante es que detrás de esta actividad hay una fuerte concentración de la propiedad del suelo rural en manos de dos grandes grupos económicos cuya dirección está fuera de la región. Por último y como consecuencia de lo anterior la actividad forestal generó muchas externalidades negativas, como el deterioro de caminos rurales, la contaminación del aire, conflicto con comunidades Mapuches etc., mientras que la tributación era realizada en Santiago, por lo que no existía ni beneficios ni compensaciones locales por dichas externalidades negativas. En su conjunto, esta actividad fuertemente subsidiada en los años 1970 y 1980, generó una imagen negativa, que hoy todavía no ha sido superada. No obstante lo señalado, numerosos trabajadores se desempeñan en labores forestales, ejerciendo variados oficios que van desde la plantación a la operación de maquinaria especializada y empleos industriales en planta de tecnología de punta. Parte de las labores de bosques han sido externalizados a contratistas forestales, lo que dio origen hace algunos años a una gran movilización sindical, que mostró el alto nivel de organización del trabajador forestal de la región. De manera que, no obstante, la dificultad que ha supuesto reconocer la identidad forestal como parte integrante de las identidades regionales, no es posible negar su importancia y presencia creciente en la Región del Bío-Bío. Entre las numerosas identidades urbanas detectadas, parece relevante referirse a aquellas más específicas de la región que otras que suelen presentarse en cualquier ciudad de cierto tamaño demográfico. Al respecto, la identidad industrial del territorio Pencopolitano, tiene explicación en un proceso de industrialización que surge en el siglo XIX y que tiene un fuerte impulso con la política de 105 sustitución de importaciones que desarrolló la Corfo en los años 1940, que fue el origen de la localización de la industria pesada en la conurbación Talcahuano-Concepción. Esa identidad industrial se ha ido extendiendo más allá de los límites del territorio Pencopolitano hacia la comuna de Coronel, parte del territorio de Reconversión, hoy sede de importantes parques industriales y de relocalización de la industria pesquera. También se expresa en ciudades del interior como Nacimiento, por la importancia de las plantas de la industria forestal o en comunas más pequeñas como Cabrero que han transitado desde una identidad campesina a una forestal-industrial. Es significativo también en el binomio comunal Laja-San Rosendo la fuerte identidad industrial que probablemente tiene su origen en el pasado ferroviario de San Rosendo, continuado por la instalación de la primera planta de celulosa en Laja hace más de 50 años. Por otra parte, el proceso de industrialización y la identidad que la acompaña, empieza a extenderse a sectores tradicionalmente más rurales por la vía de la instalación de agroindustrias, dando origen a una nueva ruralidad en que las identidades tradicionalmente campesinas se mezclan con las provenientes de actividades industriales y turísticas. Otra de las identidades relevadas en los talleres y reconocidas por entrevistados y encuestados, es la identidad que se denominó universitaria-estudiantil. Al respecto es necesario destacar algunos elementos que fundamentan esta identificación: La región, y más concretamente Concepción es hoy día la sede , junto con Valparaíso, del mayor complejo universitario después de Santiago. Está condición, ha sido construida en el tiempo a partir de la fundación de la Universidad de Concepción en el año 1919, como una iniciativa que surge desde la sociedad penquista, fuertemente influida por concepciones laicas de la educación. Esta iniciativa local tuvo fuerte influencia en el desarrollo de diversas expresiones culturales y artísticas de impacto nacional, entre la que destaca el teatro y la música. La Universidad por otra parte, fue cuna de movimientos políticos y de un pensamiento contestatario en los ´60 y ´70 De manera que el desarrollo universitario actual es heredero de esa historia que explican que la identidad universitaria sea recogida incluso como una expresión urbana, que se expresa en el barrio universitario, incorporado a la trama urbana y en la localización de otros campus universitarios de creciente desarrollo. Finalmente habría que señalar que en el territorio se expresa también la superposición de identidades, por la existencia de actividades productivas que lo comparten o por que en el transcurrir histórico unas actividades van desplazando a las otras 3. Esta última condición se expresa con claridad, por ejemplo, en el territorio de reconversión de Lota y Coronel. En su origen, Lota era un poblado campesino con fuerte presencia mapuche cuya actividad derivó hacia la explotación minera, lo mismo que Coronel. Hoy día en Lota predomina la identidad minera mientras que en Coronel, manteniendo rasgos de su origen minero, transita hacia una identidad industrial, portuaria y pesquera. En el área rural, la identidad campesina-huasa que identifica aún a muchas comunas, se desarrolla junto a la expansión de una agricultura más moderna con plantas agroindustriales en las que laboran mujeres de origen campesino tradicional, pero que hoy se desplazan desde los pueblos y ciudades vecinas a su lugar de trabajo rural. La variedad de identidades comunales explica que la localización de nuevas actividades productivas tenga distintos efectos en el empleo local. Es el caso, por ejemplo, de la expansión de la industria de la celulosa y la madera que se localiza ampliando instalaciones en comunas con identidad industrial como Nacimiento o Laja o construye nuevas plantas como Nueva Aldea en la comuna de Ranquil. En el primer caso, la expansión de la industria tiene efecto en mayor oferta de mano de obra industrial y de proveedores que es aprovechada por el entorno local dada su identidad 3 Ver Mapa de Identidad e Identidades 106 industrial. En el segundo ejemplo, el carácter campesino y viñatero del entorno de Nueva Aldea genera barreras culturales que impiden que la oferta de empleo industrial pueda ser aprovechada por los habitantes del sector. Se puede concluir entonces, que la identidad y su expresión territorial está en constante evolución, muy influidas por los cambios en los ejes productivos, el sistema económico y también los cambios tecnológicos. Sin embargo, cada una de las identidades que han sido dominantes en una época dejan sus huellas en las que la suceden y eso tiene clara expresión en las zonas rurales o en los territorios de reconversión productiva. 107 Mapa Identidad e Identidades 108 Mapa Identidades Socioproductivas 109 Mapa Identidades Étnicas 110 4. Potenciar la competitividad territorial: Activos y actores territoriales en pos del fortalecimiento de la Identidad Regional La principal característica de la Región del Bío-Bío es que ésta se presenta como un territorio marcado por la diversidad, en términos de zonas geográficas, modos de producción, industrias e identidades. Es decir, no existe una identidad única en la región, sino presenta una condición de pluriculturalidad1, lo que es reafirmado por la historiadora María Teresa Varas, al aseverar que “me resisto a hablar de identidad, en nuestra realidad compleja debemos usar el concepto de identidades”. De este modo nos encontramos que en la provincia Ñuble la “identidad provincial” es más palpable que la “identidad regional”, pero, sobre todo en la provincia de Arauco donde, tanto en el ámbito cultural, como político es independiente de lo que es Concepción. Ante la premisa de pluriculturalidad planteada, existen dos aspectos que son importantes destacar. El primero, que el objetivo de reforzar las identidades colectivas no se limita a un problema de asociar activos culturales con el mercado, sino que se debiera derivar de la interculturalidad, es decir, de la presencia e interacción de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo. En este sentido, la región se presenta como un sistema complejo de interacciones culturales no siempre exenta de contradicciones, que pueden ser profundas como el caso de las identidades indígenas, en su relación con el Estado, la propiedad de la tierra y el agua, el modo de producción y sus relaciones con la actividad productiva forestal y energética. En segundo lugar, la principal característica de los territorios, donde se localizan la mayoría de las identidades culturales, es la pobreza y ruralidad, e.g. en la provincia de Arauco las identidades campesina, pescador artesanal y lafkenche; en el Alto Bío-Bío la identidad pewenche, y en el norponiente de la provincia de Ñuble, la identidad campesina. En este sentido, para las identidades culturales que se manifiestan en condición de ruralidad, en la definición de las recomendaciones en estudio desarrollo territorial rural con identidad cultural, de vital importancia es la visibilización de atributos que, sin ser símbolos de los paradigmas modernos (globalidad, mercado y acumulación), pueden, en el marco de determinados encadenamientos, resultar una importante contribución para el fin de la reducción la pobreza rural. Estamos en presencia de una región que, reconociendo la diversidad y falencias de la división político-administrativa de comunas y provincias, decidió en el año 2007 generar e implementar un Modelo de Desarrollo Territorial para avanzar hacia una gestión pública integrada, que permita dar respuesta las necesidades y requerimientos del desarrollo con más equidad en nuestra Región, proceso de reestructuración dinámico que se adecua a los intereses y/o alianzas de los gobiernos comunales. La región, lo mismo que el país, se nos presenta desde la perspectiva del producto como un sistema de industrias oligopólicas, es decir, una forma particular de mercado donde pocas y grandes empresas coexisten con muchas pequeñas empresas, con características tales que el mercado para ellas, más que una oportunidad, se presenta como una barrera, un espacio de inequidad. Esto último, también es válido para algunas emblemáticas identidades de la región. El Estado durante los últimos decenios ha definido una estrategia de desarrollo que privilegia a los sectores transables de la economía, por ello se han desarrollado la actividad forestal, pesquera y la industria agroexportadora. Lo anterior en desmedro de la economía doméstica donde se localizan la mayoría de las empresas, personas e identidades, a modo de ejemplo, de 1 Pluriculturalidad, como un concepto que da cuenta del estado de diversidad cultural presente en las sociedades modernas y globalizadas. Ver, Miquel Rodrigo Alsina. Elementos para la comunición intercultural. 1997. 111 las 72.000 unidades productivas catastradas en la región, en el registro de empresas participantes de la cadena exportadora se totalizan tan sólo 700 empresas. Desde esta perspectiva, se constata además una Región con un interesante capital social, en contraposición a la situación de pobreza, como uno de sus principales atributos. De esta forma, es posible encontrar en todos los rincones del Bío-Bío sectores de “emprendedores y emprendedoras”, con un fuerte componente de rescate de oficios tradicionales revigorizados en nuevos contextos, donde se cuenta con nuevas tecnologías de comunicación y acceso a programas de capacitación que complementan la formación de este grupo. En cada una de las identidades, uno de los principales “activos” pertenecientes al ámbito intangible, son sus personas, sus capacidades de organización, de gestión, de buscar y adaptarse a nuevos productos o a antiguos revalorizados. En este sentido, se destaca la presencia de las mujeres de la Región como uno de sus activos transversales más potentes de los últimos tiempos, siendo ejes revitalizadores en casi todos los ámbitos regionales, sean éstos sectores productivos o identidades más socio-culturales. 4.2.1. Principales activos asociados a las identidades regionales En la Región del Bío-Bío las identidades socioproductivas se presentan como identificaciones configuradas principalmente por un ejercicio económico preponderante, que se ha efectuado en el pasado como en el presente. Y que particularmente en la historia reciente se ha configurado por dos grandes fuerzas, en primer lugar, por el accionar del mercado y, en segundo lugar, a causa del rol jugado por el Estado y la política pública en todos sus niveles. Para ello, inicialmente, se identificó y clasificó la naturaleza de los activos que caracterizan a las identidades manifiestas en la región. A partir de observaciones y proposiciones realizadas por los propios actores territoriales, a través de talleres, entrevistas e historias de vida, encuestas de gestores territoriales de cada comuna y estudio de la literatura reciente, se identificaron cuatro niveles de activos: i) Activos como “productos” específicos; ii) Activos con elementos identitarios como característica principal; iii) Activos con elementos pertenecientes al patrimonio natural y de interés turístico de una zona; iv) Activos relacionados con el capital social de una comunidad o grupo identitario. En este marco, se puede enumerar la siguiente gama de activos: De las Identidades Étnico Nacionales Identidad Lafkenche Activos del mar: Pescado (corvina, sierra, pejegallo), choritos, piure, loco, cochayuyo , ulte, luche; luga-luga, pelillo, cochayuyo. Activos de la tierra: Papa, carne, lana, colorantes naturales, murtilla, nalcas, leña. Activos con elementos identitarios: Platería, tejidos (mantos, guantes, gorro, faldas, chalecos, calcetines, cintillos, etc.), alfombras y utensilios decorativos; medicina alternativa indígena; patrimonio cultural. Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Lago Lanalhue, Lago Lleu Lleu, borde costero, ríos. Activos relacionados al capital social: Organizaciones lafkenches aglutinadoras, con fortaleza y reconocimiento en las comunidades (identidad lafkenche); organizaciones de mujeres artesanas. 112 Identidad Pewenche Activos de la tierra: Piñón, ganado caprinos y ovinos, miel, huertos de: ají, tomate, repollo, acelga, lechuga, cilantro, perejil, ajos, cebollas, zanahorias, betarragas y zapallos; chacras de: papas, habas, porotos, chícharos, lentejas y maíz; trigo; alfalfa, forraje; colorantes naturales, murtilla, digüeñes, avellanas, leña. Activos con elementos identitarios: Platería, tejidos (mantos, guantes, gorro, faldas, chalecos, calcetines, cintillos, etc.), alfombras y utensilios decorativos, medicina alternativa indígena, patrimonio cultural. Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Ríos y lagunas (pesca deportiva, rafting), lugares ceremoniales, paisajismo (fotografía, cabalgatas), montañas y bosques (andinismo, trekking, mountain bike), observación de flora y fauna, centrales eléctricas¿? (Ralco Pangue), hosterías y hoteles. Activos relacionados al capital social: Grupos organizados de comuneros en pos de proyectos turísticos de importancia, agrupaciones de mujeres tejedoras. Identidades Socio-productivas De la tierra: Campesino/a (AFS y AFT)2, viñatero, arriero Activos de la tierra: Papa, avena, trigo, poroto, maíz, tomate, ají, ajo, frambuesa, fruta fresca (frutilla, manzanas, ciruelas, uvas), uva, vino, leche y carne. Activos con elementos identitarios: Huasos, trilla, carreras a la chilena, fiestas costumbristas, cultura campesina (agroturismo, folclore), vendimia, fiestas tradicionales, pasos arrieros, senderos cordilleranos, conocimiento de la cordillera. Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Cobquecura, provincia de Ñuble (viñas, sectores campesinos, sector cordillerano), provincia del Bío-Bío (sector cordillerano). Activos relacionados al capital social: Presencia de grupos de mujeres emprendedoras, cultura solidaria entre los campesinos y valoración de lo tradicional. Agricultor/a (AFC)3 Activos de la tierra: Lenteja, garbanzos, trigo, carne, leche, remolacha, achicoria, maíz, frutas (manzanas, berries, ciruelas, uva), plantaciones de pino y eucaliptos. Activos con elementos identitarios: Huaso, folclore. 2 AFS: Agricultura Familiar de Subsistencia, y corresponde a aquella agricultura más orientada al autoconsumo, disponen de tierras e ingresos de producción propia insuficiente para garantizar el sostenimiento de la familia, por lo que deben recurrir al trabajo asalariado, en ocasiones en actividades distintas de la agricultura. AFT: Agricultura Familiar de Transición, que, teniendo una mayor dependencia de la producción propia (venta y autoconsumo), accede a tierras de mejores recursos que el grupo anterior, con los que sostiene a sus familia, pero tiene dificultades para generar excedentes que le permitan capitalizar su unidad productiva. Está en situación inestable con respecto a la producción, por lo que depende de apoyos públicos para conservar esta calidad; básicamente para facilitar su acceso al crédito y las innovaciones tecnológicas, así como para lograr una más eficiente articulación de los mercados. 3 AFC: Agricultura Familiar Consolidada; ésta tiene sustento suficiente en la producción propia, explota recursos de tierra con mayor potencial, tiene acceso a mercados (tecnología, capital, productos) y genera excedentes para la capitalización de la unidad productiva. 113 Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Granja agrícola con potencialidad para el agroturismo. Activos relacionados al capital social: Presencia de grupos de mujeres emprendedoras. Trabajadores: Minero Activos productivos: Yacimientos carboníferos. Activos con elementos identitarios: Identidad dormida (Lota , Coronel, Arauco, Lebu), culturales (leyendas, mitos, historia), artesanía. Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Lota (mina de Lota, lavaderos comunes, hornos comunes, parque, iglesia). Activos relacionados al capital social: Alto nivel de conocimiento local e investigación en el tema en muchas personas de la zona; número importante de organizaciones relacionadas con el rescate cultural; mujeres de Lota reconocidas a nivel regional por su esfuerzo y constancia. Forestal Activos productivos: Plantaciones de 800.000 ha. Activos con elementos identitarios: Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Parque y reservas forestales Activos relacionados al capital social: Nivel de sindicalización. Del mar: Pescador Artesanal Activos del mar: Pescado (corvina, sierra, pejegallo, merluza, congrio, etc.), choritos, piure, loco, cochayuyo, ulte, luche, luga-luga, pelillo, cochayuyo; cultivos de ostras, ostiones, locos y otros. Activos con elementos identitarios: Potencialidad de prestación de servicios para la realización de deportes náuticos (buceo, pesca deportiva, paseos en lancha y otros, arriendo de botes, kayak y arriendo de equipamiento diverso para mayor seguridad de los demandantes), entorno cultural. Activos con elementos paisajísticos y de interés turístico: Caleta y sus bondades paisajísticas, borde mar, museos (Llico), productos frescos. Activos relacionados al capital social: Presencia importante de mujeres emprendedoras sobre todo las algueras, niveles de cohesión importantes dentro de cada caleta entre vecinos. 114 4.2.2. Proyectos derivados de activos locales identificados por Gestores Territoriales Comunales (SECPLAN) En este marco se destaca la importancia que debe existir para fortalecer los activos de cada comuna en pos de su identidad. Las áreas principales mencionadas por los entrevistados tienen que ver con: Recuperación de patrimonio, sean éstos tangibles (monumentos, construcciones antiguas, sitios históricos) e intangibles (fondos para recuperación histórica, memoria, tradiciones, fiestas tradicionales, relatos, etc.). Habilitación de espacios o infraestructura adecuada para poder acceder o potenciar este patrimonio (caminos, pavimentación, construcción de casas de la cultura, museos, servicios básicos de luz y agua, puentes, infraestructura para celebración masiva de fiestas tradicionales). Formación de capital humano y potenciar turismo local como salida productiva y aprovechamiento del patrimonio (programas de capacitación, creación de departamentos municipales de microempresa y turismo, apoyo para hotelería local, instalación de señaléticas, infraestructura turística). Además se destaca la nítida presencia de tres activos fundamentales en la Región, expresados a través de su: Patrimonio Natural, Patrimonio Construido, y Patrimonio Intangible. Dentro del Patrimonio Natural se destaca una serie de “hitos naturales”, relacionados con paisajes y recursos naturales de la Región, valorados y mencionados con claridad por los encuestados. En orden de mayor a menor importancia, destacan los ríos y lagunas de la Región, seguido por los paisajes cordilleranos y, luego, los del litoral. Este aspecto podría ser un interesante pivote de fortalecimiento de la identidad, al promover por ejemplo el conocimiento de este patrimonio entre los habitantes de la Región. Dentro del Patrimonio Construido se destaca una serie de obras arquitectónicas singulares, iglesias, mercados, barrios y pueblos, universidad. Se menciona a la vez la falta de proyectos específicos que apoyen esta línea en potenciar el patrimonio vigente y recuperar parte de lo perdido. Finalmente el Patrimonio Intangible es un buen ejemplo de la diversidad regional, destacando un amplio abanico de manifestaciones culturales, desde festividades propias de cada comuna hasta oficios y culturas originarias. 4.2.3. Aportes de documentos relacionados Es importante destacar y rescatar una serie de sugerencias contenidas en documentos oficiales y estudios realizados recientemente. Nos referimos a el “Diseño de un proyecto de intervención sociocultural en la Provincia de Arauco”4, “Buenas prácticas para el desarrollo de los territorios: Experiencias destacadas 2008”5, y particularmente a la “Estrategia Regional de Desarrollo BíoBío 2008-2015”, que presenta 36 proyectos relacionados directamente con la identidad regional, en siete programas estratégicos en los ámbitos de: la educación pública, de recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico cultural y natural regional, de la gestión publica, del fortalecimiento y difusión de las manifestaciones y producciones artístico-culturales SUDERE -CIAE – Universidad de Chile “Diseño de un proyecto de intervención sociocultural en la Provincia de Arauco”, Resumen Ejecutivo. Junio 2009. 5 SUBDERE. “Buenas practicas para el desarrollo de los territorios: Experiencias destacadas 2008” Serie documentos de Trabajo Nº 4, junio 2009. Chile. 4 115 de la región, de la salud y el desarrollo forestal y de fortalecimiento de la identidad regional para el desarrollo integral. En el trabajo titulado “Diseño de un proyecto de intervención sociocultural en la Provincia de Arauco” los autores concluyen que efectivamente existe una identidad cultural de la provincia. Del estudio rescatamos las siguientes cuatro sugerencias conducentes a fortalecer la identidad de la provincia: i) Rescatar el patrimonio de la provincia; ii) Desarrollar las expresiones interculturales; iii) Integrar a las distintas comunas que forman parte de la provincia y iv) Impulsar las actividades microempresariales. Adicionalmente, se revela la importancia de un importante hito cultural como es la Orquesta Infantil y Juvenil de Curanilahue, experiencia del ámbito cultural con un notable reconocimiento público, incluso más allá de los límites provinciales. En el documento “Buenas prácticas para el desarrollo de los territorios” se presenta un conjunto de notables experiencias de articulación local para el desarrollo del territorio. Destacan en el documento casos como la renovación del barrio de Pio Nono en el centro de Santiago, conservación de la biodiversidad y gestión sustentable en el salar del Huasco, la mejora del parque pehuenche en Lonquimay y el encadenamiento productivo del sector pesquero artesanal en Puerto Montt. Los anteriores y los otros proyectos que se presentan, adquieren importancia dado que, en su realización, desencadenan potencialmente una serie de dinámicas y procesos sociales, culturales, políticos-administrativos; fomentan la articulación entre distintos entes del Estado, el sector privado y ciudadanía; fomento de la articulación productiva. Todo de gran relevancia para la interculturalidad, fomento de los activos económicos y culturales de las identidades y territorios. 4.3 Las identidades y su relación con el mercado: Conocida la creciente interrelación entre cultura y economía y su vital influencia en el proceso de desarrollo de los territorios y las identidades en ellas manifiestas, se evidencia, para las identidades más relevantes de la Región del Bío-Bío, cómo el mercado ha impactado profundamente en la evolución de éstas; se reconoce la existencia de experiencias exitosas de activación e incorporación en el mercado de algunos activos con identidad cultural, en el marco de la acción del Estado y empresas. Asimismo, por parte del Estado, se destaca un notorio régimen de asistencialismo. Identidades Indígenas: (lafquenche, pewenche, indígena urbana). El pueblo mapuche en la actualidad, y a través de la historia, ha protagonizado una serie de procesos de (re)identificación y de (re)construcción de su identidad étnica-nacional, procesos que se relacionan, por una parte, con la definición y reformulación interna de las colectividades, lo que se traduce en una búsqueda permanente de soportes que les permitan validarse en tanto cultura diferenciada y, por otra parte, con la interrelación constante que se tiene con el Otro, ya sea, el Estado, los organismos privados o personas pertenecientes a una cultura distinta (Norero, 2007). Sumado a lo anterior, se debe imputar cierta relación con las relaciones de mercado; en este sentido debemos señalar que éstas son de primer orden; desde la colonización hasta el presente, el mercado ha impactado profundamente en la evolución de estas identidades. En la actualidad, como consecuencia del desarrollo de los complejos forestales (lafquenche) y energéticos (pewenche), se ha generado una reactivación política y organizacional de las identidades indígenas (lafquenche y pewenche), logrando representación en las instancias de poder local. En este proceso, no menor ha sido el impacto del despertar del movimiento indigenista a nivel mundial que tiene sus antecedentes, según lo que Bengoa señala, en un proceso de emergencia indígena de América Latina desde los años 90 en adelante (2000). 116 Existen experiencias exitosas de activación e incorporación en el mercado de algunos activos (orfebrería, tejidos), en el marco de la acción del Estado y empresas. Para estas identidades, es notorio un régimen de asistencialismo por parte del Estado. Para las identidades étnicas de la Región del Bío-Bío, a la luz de la evidencia empírica se requiere “un tipo de desarrollo que no está basado en paradigmas universales, pero sí en ventajas absolutas locales ligadas a la subjetividad de los actores locales y su capacidad institucional”6. Desde la perspectiva de la urgencia y dinámica actual de manifestación de la identidades étnicas nacionales, sin lugar a dudas, son prioritarias y las de mayor complejidad. El sentimiento de autodeterminación de los lafquenche es poderoso, según se desprende del trabajo en terreno, de la literatura y de sus demandas políticas. La idea de la región autónoma de Arauco Malleco no es tan inviable, el país recientemente demostró la posibilidad cierta de modificar su estructura de regiones, además, a la luz de la experiencia mundial, sería recomendable su estudio. Identidad Campesina: (campesina, huasa, Identidad viñatera, Identidad arriera , temporera campesina). El mercado ha reactivado esta identidad, como consecuencia de su marginación y pauperización. Obligando al Estado a configurar acciones de mitigación de los bolsones de pobreza, déficit educacional generados en sus territorios, siendo en extremo preocupante tres bolsones: Zona norponiente de la provincia de Ñuble, la provincia de Arauco y la comuna del Alto Bío-Bío. Su relación con el mercado es marginal y se vincula básicamente a través ferias públicas, donde tranza sus escasos excedentes y artesanías. Existen experiencias exitosas de activación e incorporación en el mercado de algunos activos (cerámica), en el marco del plan de mitigación de externalidades del complejo industrial de Nueva Aldea. Temporera(o). El desarrollo reciente de la industria agroexportadora, en la provincia de Bío-Bío reproduce en la región esta condición. Esta identidad socioproductiva no presenta activos (productos) de mercado, pero sí demandas de mayor regulación por parte del Estado y en particular de mejoras de la ley de subcontratación. Viñatera (Valle del Itata). El impacto negativo de la industria forestal y celulosa hace renacer esta identidad, haciéndola parte de las acciones de Responsabilidad Social Empresarial de la empresa (Nueva Aldea). Los esfuerzos de hacer una actividad madura, acorde con las exigencia del competitivo mercado del vino, se ven acompañado con matices fuertes de asistencialismo. La contradicción entre viñateros e industria forestal encuentra espacios de solución en la interacción de los órganos de innovación tecnológica y reguladores del estado y la industria con sus programas de RSE. Identidad Minera: Identidad minera, Identidad pirquinera Minera (Lota y Coronel). En estas ciudades, producto de la minería del carbón desarrollada en el pasado, se ha configurado una cultura muy característica, que con el correr del tiempo “ha conformado su identidad sostenida por la tradición” (Uribe, 2008). Vestigios de la actividad en términos de patrimonio físico perduran, en forma de viviendas, lavaderos y hornos de barro comunes, iglesia, parque y la mina en sí. Efectivamente, son activos muy arraigados que sustentan la intención ciudadana de perpetuar en la memoria colectiva su pasado minero. De 6 Claudia Ranaboldo, 2006. “Bases conceptuales y metodológicas para el diseño y la realización de estudios de caso de territorios con identidad cultural”. La Paz (Bolivia), 26 de junio 2006. Rimisp (www.rimisp.org). 117 esto dan cuenta los intentos de los lotinos de consagrar su ciudad como patrimonio de la humanidad y flujo de atracción turística, incluso de carácter internacional. Recientemente, el municipio licitó proyecto de difusión turística de Lota que en sus bases exigía la instalación en Concepción, Santiago y Londres una oficina para estos fines. Pirquinero (Arauco). El cierre el cierre de ENACAR "por agotamiento del mineral", configura el surgimiento de esta identidad que, en otrora marginal, hoy en la ciudad de Curanilahue es la forma de alcanzar el “oro negro”. En una perspectiva de largo plazo, considerando las nuevas tecnologías de altos hornos de usinas, puesta en marcha de nuevas centrales termoeléctricas en la región y las políticas de gobierno para las zona carbonífera de Arauco, se prevé una modernización de la industria carbonífera donde la condición de “pirquinero” debe ser paulatinamente sustituida por la del minero. Identidad Pesquera: Pescador, buzo, recolector (algas) Pescador. Que el mercado no tiene sentido ecológico, es totalmente aplicable a la pesquería regional. El impacto de este “fallo de mercado” será más potente en la figura del pescador artesanal que exige cambios en las normas de asignación de las cuotas de capturas. A pesar del agotamiento relativo del recurso por parte de la industria pesquera, para la región y su litoral (puertos y caletas) el pescador (industrial y artesanal) surgido del boom pesquero continuará siendo una figura emblemática de nuestro litoral. Con fuerte contradicciones por cuotas de captura y áreas de manejo. Buzo, recolector (moluscos y crustáceos). Debido a las bondades gastronómicas de sus productos, la potencialidad del mercado para las especies son enormes a nivel local, nacional e internacional. Se prevén posibles cambios en el perfil del buzo recolector, consecuencia de la nueva modalidad de uso del borde marítimo. Sus activos se potencian en la medida que se transfieran tecnologías de manejo y cultivo de estas especies. Buzo, recolector (algas). Podríamos decir que, en términos de reconocimiento social, es el último eslabón de los trabajadores del mar. Dado el nivel de explotación y exportación de algas, se concluye estar en presencia de un poderoso activo, que no se materializa en riqueza, producto que es materia prima para la industria alimentaria y cosmética. Identidad Universitaria (zona o ámbito de agrupación). Gran impacto. El mercado de la educación ha transformado a Concepción concediéndole, tanto por el número de instituciones de educación superior como del número de alumnos/as (más de 70.000), casi la condición de ciudad universitaria. En la región, la educación superior (considerando alumnos/as, maestros/as y personal de apoyo) es, sin lugar a dudas, la actividad de mayor concentración de personas. Identidad Industrial (industria temprana, industria tardía, desde Huachipato a las forestales. Identidad Obrera, Identidad Forestal). Identidad Obrera. En el pasado símbolo de esta ciudad industrial. Sin embargo, hoy, como consecuencia de los cambios estructurales de su sistema productivo, esta identidad se desdibuja. Hoy revela su importancia en términos de empleo y producto, oficios relacionados con las actividades terciarias y/o de servicios. Identidad Forestal. El mercado mundial de la celulosa, madera y derivados transformó la Región del Bío-Bío. La industria forestal es la fuente de las exportaciones regionales y su quehacer se revela en todo el territorio a través de sus plantaciones, complejos industriales y transporte de sus insumos y productos. Para el sector silvícola y extracción de madera, eslabón primario de la poderosa industria forestal, emerge la figura del trabajador forestal, que realiza labores directas de roce, plantación, poda, raleo, corta, aserreo, madereo, cuidado y explotación de bosques, bajo las órdenes del dueño del predio, obra o faena, o de su contratista o subcontratista. En este sector se impone el régimen de subcontratación laboral. 118 El quehacer de esta actividad en expansión, sin lugar a dudas, se encuentra matizado de múltiples conflictos. Las externalidades de la actividad afectan al adecuado uso de suelo en la región y, por ende, cuando los suelos de uso agrícola se traspasan a uso forestal, se socava la posibilidad de éxito de la política nacional de imponer a la región un carácter de “potencia agroalimentaria”. En segundo lugar, sus externalidades afectan directamente a la identidad campesina e indígena. Las técnicas modernas de manejo de las plantaciones imponen restricciones a la forma de manejo de las parcelas campesinas, lo que incide en la productividad de sus escasos productos (ejemplo quema de roces y trigo; pesticidas y apicultura). La industria forestal en el caso del Complejo Industrial de Nueva Aldea, es un buen ejemplo de superación de externalidades. La empresa, dentro de su RSE, incorpora las demandas y desafíos productivos de los habitantes del Valle del Itata. 119 5. ACTORES REGIONALES Y RELATOS IDENTITARIOS 5.1 Evocaciones y conceptualizaciones sobre las identidades en la Región del Bío-Bío La noción de identidad evoca –en las biografías que pueblan y se inscriben en la región del BíoBío– variados conceptos, signos y tópicos que recurrentemente aluden a la pertenencia a un colectivo social; a la materialización de un vínculo con la comunidad y la geografía que los envuelve; a la sensación de unidad y apego con una totalidad; a la tradición como fuente de sentido compartido; al reconocimiento que se experimenta cuando el actor social se ve reflejado en una práctica social que comparte con otros en un espacio material y simbólico: su territorio, el mundo que lo contiene y al cual los actores le dan forma. De ahí que entendamos la identidad como una dimensión compleja de la experiencia vivida, esto es, relacional, abierta a los cambios y posibilidades que nos ofrecen los nuevos contextos sociales que habitamos y a las nuevas formas de interactuar y relacionarnos los unos con los otros. Esta dimensión de la experiencia humana –con toda su complejidad– también nos permite narrarnos a nosotros mismos en tanto biografías colectivas permeadas por la fuerza de las memorias sociales y emocionales que van sedimentando imágenes de nosotros mismos y conformando modos de vida que se expresan y vinculan con una territorialidad específica: una geografía compartida, una procedencia vinculante, una pertenencia a un paisaje hecho sentimiento: “yo pertenezco, yo vengo, yo creo que el sentido de pertenencia es muy fuerte, en el ser humano en general, el poder reconocerte en algo, el poder reconocerte en el ruido de los álamos cuando hay viento, que es como el mar en el campo, y que hace el ruido o la marea, tú dices: el olor del campo a la hora de la siesta, no es el olor del amanecer, ni en la noche, cuando tu hueles las hierbas, que se mezclan los olores, hasta los no agradables, y te ofrecen un cuento distinto” (Patricia Orellana, periodista, Chillán). Por su parte, existen diversos estratos para analizar la identidad expresada biográficamente, es por eso que algunos actores hablan de escalas, lo que puede significar que las diferentes posiciones que el sujeto ocupe determinan diversas construcciones identitarias. Uno de estos estratos fundamentales resulta ser el territorio, en tanto soporte de sentido y pertenencia por medio del cual se van generando vinculaciones y arraigos de diversa índole: “yo creo que la identidad tiene varios aspectos, de tal manera que yo voy a refirme a la identidad en tanto sentimiento de pertenencia a un espacio, a un lugar, a un territorio…” (Raúl Guerrero, geógrafo, académico UBB). Así, podemos señalar también que la identidad expresa y refiere a sentimientos, una experiencia sensible que remite a una genealogía familiar y a un arraigo localizado en el espacio material: un poblado, una caleta, un barrio, una comuna, una zona geográfica, una región, y donde simultáneamente se construyen proyectos biográficos y colectivos que aluden a una comunidad más amplia de iguales, donde se manifiesta una diversidad de formas de ser y hacer, que potencia los relatos y los ritos compartidos, y que permite marcar fronteras que resaltan las diferencias con otras comunidades de sentido. Es lo que se llama el juego de los espejos, lo que permite re-conocernos, auto-percibirnos y construir una imagen diferenciada de nosotros mismos, pero al mismo tiempo que los otros nos reconozcan como tales, que nos devuelvan una imagen legitimada de nosotros que permite reforzar los vínculos cotidianos que se comparten y construyen endógenamente. “yo me siento parte de la Región del Bío-Bío (…) yo nací aquí, mi familia es de acá, y ahí después de decir eso siento que la Región del Bío-Bío tiene identidades, yo me siento parte de la región del Bío-Bío (…) yo me siento como se perciben los miembros 120 de una comunidad y les da un sentido de pertenencia y los separa de los otros” (María Teresa Varas, historiadora regional). Resulta interesante y significativo sostener que lo que compartimos y lo que nos diferencia como grupo humano de otras adscripciones o formas de vida, también nos plantea el desafío de pensar y experimentar la identidad como una fuerza múltiple, como una dinámica polimorfa, como flujo e intercambio incesante de relaciones diversas expresadas en el espacio, en lugar de experimentarla como un estado-estático, es decir, como una sustancia ontológica invariable en el tiempo y el espacio. Ahora bien, esta expresión procesual de la identidad no parte de la nada, pues dicha fuerza dinamizadora es portadora de una memoria colectiva territorializada y sedimentada a través de napas de tiempo subterráneas, que no sólo se encuentran inscritas en el nivel de las pesadas estructuras sociales y de los grandes procesos históricos, sino que también están presentes al interior de los propios sujetos sociales, esto es, al interior de las biografías múltiples los van configurando como actores territoriales portadores de identidades transversales, pues la propia vida y sus formas de expresión y re-creación constante también nos hablan de esa heterogeneidad como rasgo constitutivo de la experiencia humana: “no podemos ser seres humanos plenos si no tenemos una identidad fuerte que nos exprese, que nos manifieste, que nos simbolice (…) yo creo también que la identidad es múltiple, no creo que haya una identidad que refleja todos los aspectos de la vida” (Felicitas Valenzuela, académica Universidad de Concepción). 5.2 Los soportes de la identidad regional a) La identidad como el poder de la geografía: La identidad conformada por la geografía se puede considerar como un estrato de la identidad personal y/o colectiva, a través de la cual el actor desarrolla vínculos emocionales y de pertenencia con determinados entornos, lugares y paisajes. Estos vínculos son tan relevantes como los que se establecen con los diferentes grupos sociales con los cuales el individuo se relaciona. En la base de esta estructura se encuentran los significados socialmente elaborados referidos a los espacios que la persona ha ido integrando en sus relaciones territoriales. Es lo que se conoce como la identidad de lugar que promueve una percepción de estabilidad en y con el entorno natural, favoreciendo un sentimiento de control, seguridad e integración con el medio ambiente que lo envuelve. Así, la identidad: “tiene que ver con un vínculo con el mar, una apreciación del mar, una valoración del mar y ahí yo creo que tenemos una complementación” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa). Esto es lo que se conoce como la identidad de lugar, que promueve una percepción de estabilidad en y con el entorno natural, favoreciendo un sentimiento de control, seguridad, equilibrio e integración con el medio ambiente que lo envuelve, y que generalmente opera de manera inconsciente, salvo cuando dicha estabilidad e integración se ve amenazada. En el caso del mundo mapuche este soporte de la identidad es mucho más vinculante, explícito y conciente, dado el rol que cumple el entorno y la geografía al interior de su propia visión de mundo: “Somos identidades de un mismo pueblo que somos los mapuches, es como tu cuerpo, entonces no puedes destruir la naturaleza por ganas, no puede ser, por eso el pensamiento es más del equilibrio, todo lo que uno ve es un elemento más de nosotros” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa). 121 b) La identidad como memoria histórica: Este soporte de la identidad regional alude a la importancia que posee el situar las biografías personales al interior de una narración más colectiva que permita interpretar el pasado de una comunidad a partir de ciertos hitos y vivencias compartidas que den sentido a la experiencia del presente y proyecten e imaginen el devenir de un grupo humano dado, pues todos estos elementos definen la posibilidad de diferenciarse de modo significativo de una comunidad y/o territorio donde operan y funcionan otras coordenadas interpretativas del tiempo histórico y la memoria colectiva, y en la Región del Bío-Bío este soporte de la identidad posee una potente densidad que activa un imaginario social compartido transversalmente por una cantidad importante de actores en la Región: “Eso es como una forma de vida que da características a la región, yo creo que están los mapuches lafkenches que somos nosotros y que de alguna manera podemos decir que también hay hartos componentes en esos mismos espacios, igual creo que la historia nuestra se da de Concepción al sur, todo lo que es el Bío-Bío hacia el sur, entonces desde ese espacio existe la identidad, está presente en los hitos históricos, uno ve las calles hoy en día tratan de reivindicarlo pero hay mucho más de ello” (Iván Carilao, dirigente Identidad Territorial Lafquenche). “Los elementos que nos distinguen de otras regiones de otros lugares y a su vez los elementos que nos identifican en el sentido de poner algo en común a los cuales todos podamos adherir. Referido al territorio, a la región, se refiere a elementos que forman parte de la memoria histórica, de nuestro diario vivir, de nuestra cotidianidad, nuestra experiencia que nos permite sentirnos parte de algo local o en lo regional” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). “desde Concepción hasta Villarrica, entonces la nación nace aquí, durante tres siglos es importante la frontera (…) nosotros en esos tres siglos fuimos forjando caracteres que son propios, nosotros por supuesto desde nuestra más tierna edad en la escuela y después en el liceo, aprendíamos que la conquista y los hechos de formación de nuestra raza se encuentran aquí, y forjados acá. Esto nos da un orgullo regional, una identidad fuerte, y nosotros nos sentimos parte de esos héroes que lucharon ahí, de ambos bandos, que se mezclaron y formaron nuestra raza (…) así que hay un rasgo que nace de la historia que es importante en nuestra identidad” (Clímaco Hermosilla, profesor del Liceo de Cañete) c) La identidad como persistencia de la tradición y lo popular: Este soporte de la identidad nos narra un relato asociado con los pueblos originarios presentes en la Región, conectándonos con sus tradiciones y la resignificación de sus prácticas y memorias en contextos sociales altamente cambiantes. En ese sentido, la modernidad entendida como el despliegue de una racionalidad y un proyecto social que promueve un vértigo incesante de transformaciones en el espacio-tiempo que habitamos, genera profundos impactos y desanclajes en las estructuras clásicas de la sociedad, pero también en la vida cotidiana de los sujetos, sus identidades y las propias tradiciones que otorgan sentido y orientación a amplios grupos y comunidades humanas. Sin embargo, los actores sociales no son agentes pasivos frente a los embates que generan los procesos de crisis y desestabilización de sus mundos simbólicos, pues son innumerables las dinámicas de apropiación por parte de los sujetos que intentan pilotear colectivamente dichas transformaciones y redireccionarlas en su propio beneficio. Un ejemplo claro de dicha situación se manifiesta en la persistencia y la resistencia al olvido por parte de la cultura y la tradición de los pueblos originarios presentes en la Región, entendiendo que dicha persistencia constituye un soporte de la identidad regional, pues no se trata de una forma de vida “vernácula” que da la espalda a los procesos de cambio desplegados por la modernidad, sino que intenta interpretarlos activamente, dialogar con ellos y crear espacios regionales para su propia visibilización y reconocimiento: 122 “Pa’ nosotros ser pewenche es costumbre, no quiere uno que olvidemos el habla, por ejemplo, hablar.” (Narciso Vita, comunero mapuche). Lo propio se observa en el caso del mundo popular, con toda la perdurabilidad de sus tradiciones y la creatividad que sus actores le imprimen a sus diferentes ritualizaciones y producciones culturales, donde es posible observar una interesante fusión de espacios temporales, contextos sociales y prácticas intersubjetivas, que van afirmando la presencia de un carácter social y un pasaje cultural absolutamente actualizado y distinguible de otros territorios y mundos simbólicos: “yo creo que hay algo que ha perdurado a través del tiempo y que está muy vivo y que es los temas de religiosidad popular, que están ajenos a cualquier iglesia, a cualquier religión, están los temas de creencias, por ejemplo aquí en Concepción está lleno de santiguadoras (…) indudablemente tiene sus raíces campesinas, también con elementos mapuches, como las santiguadoras y que están, como digo, aquí en la ciudad. Yo creo que lo referente a religiosidad popular, de creencia está bastante vivo (…) y en las zonas campesinas también, aunque se han ido debilitando algunas fiestas como por ejemplo la fiesta de la Cruz del Trigo. Pero hay zonas por ejemplo en la región del BioBio, en la zona por ejemplo de Yungay, donde esta fiesta, el pueblo ha pedido que ese día se cierre el comercio, que no haya clases, porque toda la gente está en esa fiesta, y eso está vivo, absolutamente vivo, entonces hay como cosas que están vivas, insisto, pero están invisibilizadas aquí en la ciudad” (Patricia Chavaría, Artistas del Acero). d) La identidad como el lugar del sujeto en el mundo productivo: El trabajo se ha configurado históricamente en un espacio y una actividad que otorga profundos sentidos de pertenencia y define –de una forma u otra– un lugar donde los sujetos se encuentran unos con otros y se reconocen al interior de un quehacer compartido y de una estructura productiva determinada. El trabajo en tanto actividad consustancial a la experiencia humana permite transformar la naturaleza y darle forma a la cultura, conformando poderosos lazos colectivos a través del tiempo, donde los sentimientos y las vivencias se trenzan para ir formando identidades densas, históricas y populares, que han contribuido al desarrollo y al progreso tanto económico como social de la Región. “soy un dirigente que por lo menos ha llevado una vida intachable y con consecuencia para defender a la clase” (Antonio Deij, ex presidente de la CUT, provincia de Concepción). No obstante lo anterior, también resulta innegable que la experiencia del trabajo ha tenido importantes transformaciones al interior de la sociedad contemporánea, y por lo mismo hoy se desestabiliza el rol tan significativo que tuvo en su momento en materia de construcción de identidades colectivas y de proyectos de país de largo aliento y alcance. “yo como trabajador tengo mi propia identidad que puede ser la raigambre, yo nazco como persona, a lo mejor a diferencia que hoy día tiene quien busca el rol de empresario… depende del nicho socioeconómico en la identidad que yo me doy” (Alex Iturra, secretario general de la CUT regional). “siempre se me sentí identificada como una mujer arriera por ser capaz de hacerlo, por ser capaz de levantarme en la mañana, ensillar mi caballo, arreglar mis prensiones, echar algo de choca que se llama y partir al campo; saber para qué lado giro el animal, saber ver la huella, si vamos pa’ delante o si vamos pa’ tras, lo encontraba como tan 123 entretenido, buscar el tesoro perdido, porque si a usted le dicen que hay un tesoro lo va a buscar hasta encontrarlo, entonces para mí eran los animales. Entonces mi papá me decía “fuiste a la meseta”, “sí, si fui”; “encontraste huellas”, “sí, pero pasaron pal’ miel”. Entonces esas cosas a mí me entusiasmaban cuando niña, seguí creciendo con esa inquietud; yo quiero ser la mujer arriera de la octava región. Y el ir a la cordillera como arriera es porque no tengo quién más vaya, y a mí me gusta mucho, y si alguien me dijera “yo voy por ti”, yo le diría: ¡no!, yo soy la arriera, y yo voy; si tú quieres me acompañas, pero la titular de este trabajo soy yo” (Miriam Gatica, arriera de Antuco). De este modo, se plantea que asistimos a un contexto de resignificación importante del trabajo, sobre todo si se lo piensa al interior de las actuales transformaciones ligadas con la crisis del modelo fordista-keynesiano, y el advenimiento de la flexibilización, la desproletarización y el auge del trabajo precario. Pero sin duda este vector de construcción de identidad continúa siendo un soporte sustantivo para la configuración de las identidades sociales, sobre todo si lo piensa al interior de las experiencias territoriales y las dinámicas socio-productivas actuales, donde ciertamente es posible dar cuenta de una multiplicidad de nuevos emprendimientos e inteligencias colectivas que hoy se encuentran operando colaborativamente en el plano territorial con el objeto de promover nuevas formas de desarrollo local y cultural: “Es difícil que llegue la gran inversión, que se vaya a poner una fábrica, no, entonces, hay que apoyar, hay ensayos de arándanos, que son cosas más o menos exóticas y que tienen mercado, hay otras cosas que se están probando, entonces, ese campesino pequeño que tiene tierra, incluso los mapuches que produzcan porque todo lo que se produce se pueda vender, entonces todo esto es una cadena que no solamente se pueda vender, sino, comercializar y el turismo, y el turista va a venir a aprovechar (Faustino Villagra, secretario municipal todas estas cosas como consumidor” Contulmo). 5.3 Las identidades y su dimensión territorial a) El territorio como espacio de visibilización de las identidades: Partiendo de la base que la territorialidad constituye un componente básico de la identidad de los sujetos sociales y que al mismo tiempo constituye un elemento compartido por todos los grupos sociales, es posible plantear al territorio como una construcción socio-cultural a través de la cual se expresa una diversidad de prácticas y relaciones sociales que conforman una identidad colectiva. De ahí que la forma en que habitamos y ocupamos un espacio físico –como por ejemplo un barrio– resulte determinante para la propia auto-percepción que desplieguen los grupos sociales respecto de sí mismos, pues el territorio constituye una extensión de la identidad, en tanto ésta se vuelca hacia los espacios para expresar su pertenencia y desarrollar sus ritos de encuentro y convivencia cotidiana, sus memorias y apropiaciones económicas y simbólicas. “las identidades se van percibiendo en función de los espacio físicos, en función de las actividades económicas, el Bío-Bío fue frontera” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa) “El poblador es el que hace patria para mí, el poblador es el que se instala en la tierra, como un árbol más empieza a crecer con ella, el poblador es el que crea mundo, él es el que está en mejor contacto con la naturaleza” (Jorge Olave, poblador Agüita de la Perdiz). “Bueno, las poblaciones, por ejemplo, aquí hay barrios en Concepción, el barrio de la Plaza Cruz que es uno de los barrios más antiguos de la ciudad, donde tengo gente 124 conocida que vive ahí en que se da una convivencia bien especial, porque son familias antiguas, entonces también se da mucho los espacios de encuentro entre esas familias, yo creo que hay ciertos sectores de la ciudad en que se da eso” (Patricia Chavaría, Artistas del Acero) b) El territorio como patrimonio natural y cultural: En relación a la noción de patrimonio presente en los actores sociales entrevistados, surge la asociación del territorio como un recurso y un bien simbólico compartido y valorado por los habitantes de la región, donde se observa una riqueza endógena y una diversidad cultural expresada en lo heterogéneo de su geografía física y humana, pero también en la densidad histórica y en el espesor de sucesos y acontecimientos sociales protagonizados por distintos grupos e identidades colectivas que dan forma a la región y sus territorios, y que han configurado un ADN regional altamente peculiar y distinguible en el tiempo y el espacio respecto de otras zonas y regiones del país. Este hecho contribuye a otorgar una buena dosis de equilibrio con el ecosistema, seguridad y certidumbre a las identidades que pueblan la Región: “Me siento muy cómodo en la región del Bío-Bío, me gusta mucho la diversidad que expresa de montaña a mar, me gusta mucho también el tremendo pasado histórico que tiene en la historia de Chile en la conquista y en la independencia que se dio casi exclusivamente en esta región, es un tremendo patrimonio que hay que valorar. Me siento muy cómodo con la región como mi espacio y Concepción como mi lugar de origen (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). “Somos identidades de un mismo pueblo que somos lo mapuche, es como tu cuerpo, entonces no puedes destruir la naturaleza por ganas, no puede ser, por eso el pensamiento es más del equilibrio, todo lo que uno ve es un elemento más de nosotros” (Adolfo Millabur, ex alcalde Tirúa). “Cuando estamos hablando de identidad estamos diciendo que es un nexo entre nosotros, es parte de nuestras raíces que nos hace sentir partícipes de una historia (…) y justamente los patrimonios históricos son eso. Cuando uno lee La Araucana uno se da cuenta de que la gente que combate con los conquistadores se llaman Lautaro, Caupolicán, Paicaví, Cayucupil, Elicura, Tucapel, y resulta que esos son los caciques que combaten con los españoles y en sitios que rodean Cañete, entonces todo es historia (…) y es una de las ocho más antiguas del país” (Clímaco Hermosilla, profesor del Liceo de Cañete). c) El territorio como la fuerza y la experiencia de lo local: Resulta complejo asociar la noción y la experiencia del territorio cuando ésta es el resultado de una decisión administrativa, o bien, cuando ésta obedece a criterios de planificación técnica, donde el mundo de la vida, la cotidianidad y la cultura de los actores sociales es subsumida al interior de racionalidades que desconocen la dimensión emocional y simbólica de la territorialidad. “En el caso de la región del Bío-Bío se trata de construir, la zona geográfica, de personas, que en realidad no existe. Lo que han hecho nuestros gobernantes es tomar provincias y unirlas con criterios que son muy discutibles (…) nosotros nos encontramos que la Región del Bío Bío carece de identidad. En realidad la identidad aquí en esta región está basada en ciudades, de hecho Chillán, Arauco, Concepción, Talcahuano, cada una tiene una identidad en esta región. Pero fuera del Gran Concepción, nadie piensa en la Región del Bío-Bío” (Claudio Lapostol, director CORBIOBIO). 125 De este modo, la interpelación más próxima que los actores realizan cuando se les plantea la realidad territorial resulta ser la comuna, el barrio, las texturas de la experiencia local y sus organizaciones comunitarias, la geografía humana y vecinal, el paisaje identitario cotidiano, pero, en la medida que enfocamos el “zoom” hacia la dimensión regional, se observa una significativa tendencia a la disolución relativa de las identidades. “Gran parte de la semana soy poblador, me siento cómodo como vecino cuando me saluda la gente, para mí es más que saludable, que los vecinos te saluden, incluso como tío me siento bien” (Jorge Olave, poblador Agüita de la Perdiz). 5.4 Auto-percepciones colectivas y cambio cultural a) Diversidad cultural: frontera y mestizaje cultural En cuanto a las auto-percepciones colectivas, existe un nivel significativo y latente en los discursos que tiende a representarse la región a partir de la noción de frontera, donde las significaciones colectivas apuntan a diseñar un imaginario social de lo fronterizo a partir de la idea de mezcla, intercambio y combinación de experiencias culturales, muchas veces no exentas de fricciones y conflictos: “El concepto frontera es muy amplio, frontera no es límite (…) es zona de intercambio, como punto de encuentro, no como punto de división, por el intercambio racial, cultural, económico, en muchos aspectos” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). “Concepción tiene otra característica que es muy importante, es la segunda zona industrial de Chile y el hecho que haya industria crea una mentalidad totalmente distinta (…) esa diversidad, pura frontera, mundos comunicantes con los mapuches, puerto, universidad e industria eso hace un cóctel muy interesante” (Tomás Mosciatti, periodista Radio Bío-Bío). De esta manera, las identidades colectivas se construyen en la interrelación entre el espacio geográfico y lo que hacen las personas en ese espacio, es decir, su actividad. Así, se va enfatizando en el relato de los actores el papel de las actividades económicas como el uso del río Bío-Bío como frontera, este último aspecto es resignificado y reconocido positivamente, lo que implica representárselo no como un factor que segrega física y simbólicamente las experiencias culturales diferentes, sino como una zona de intercambio y encuentro de la diversidad. A nivel local se señala que las características de las localidades son fuertemente influenciadas por su geografía. Se destaca que Concepción es una ciudad que posee un equilibrio entre espacios naturales y desarrollo cultural que otras ciudades no tienen, pues se caracterizan por avanzar en uno de estos ámbitos y descuidar el otro. Además es una ciudad neurálgica del sur del país y que articula la zona sur con el espacio metropolitano y que también posee en cierto grado un desarrollo propio. “(Concepción) también es una zona fronteriza en lo geográfico, lo natural, es una zona de transición, no tiene la belleza abundante de los bosques del sur pero también tiene espacios naturales y desarrollo cultural que producen el equilibrio adecuado. Si uno va a ciudades como Valdivia hay mucha más naturaleza pero existe menos capital cultural, si uno va a Santiago tiene más oportunidades pero no tiene el tiempo para aprovecharla y tiene que renunciar a las ventajas naturales que tiene vivir en una ciudad, en una región menos poblada y con más espacio. Concepción es un buen equilibrio entre 126 naturaleza y cultura por eso es una ciudad en la que es agradable vivir y está, a demás, situada a una saludable distancia de Santiago y que tiene un desarrollo propio.” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). Otro componente significativo en la configuración de identidades colectivas son los cruces culturales que se han generado tras las sucesivas oleadas migratorias. De esta manera, los procesos de mestizaje que se generaron entre indígenas y españoles, sumado a la llegada de colonos extranjeros, fueron desatando procesos de hibridación cultural que promovieron una especificidad socio-cultural en el territorio expresada en múltiples desencuentros, pero también en colaboraciones mutuas. “El proceso de emigración que se produjo durante el siglo XIX de familias chilenas hacia la frontera por la expansión de la frontera agrícola para alimentar los mercados de California y Australia, lleva muchas familias de Concepción y del centro hacia la frontera. Ese legado de esfuerzo de migrantes y de colonos –porque la perspectiva errada que existe sobre la ocupación del territorio es que llegaron a ocupar los campos o llegaron a ocupar predios ajenos, cuando realmente lo que llegaron ellos es a hacer los campos, a secar pantanos, a abrir caminos, a desbrozar el terreno, a cortar con hacha y con sierra manual un árbol que puede demorar dos semanas en cortarse, no como hoy día–, es fundamental, entonces esa labor heroica y además peligrosa, porque en la frontera había mucha inestabilidad, había mucha violencia (…), ese proceso de migración interna de familias chilenas, pero también de familias extranjeras, hay que rescatarlo, o sea los italianos en Pastene están recién siendo rescatados hoy en día por el tema gastronómico, pero hay mucho más que eso y hay casas que se han declarado monumento nacional. El tema de los alemanes en Contulmo por suerte hoy se está recogiendo, pero se recoge como lo anecdótico, falta estudiarlo con más cuidado como lo han hecho en Valdivia, desde el aspecto genealógico, los aspectos sociales, las relaciones fronterizas con los mapuches. Entonces todo el tema de la colonización de la frontera es muy interesante estudiarlo, muchos no se meten porque el tema indígena como que de alguna forma complica todo y hay gente que solamente les interesa el tema indígena, se meten pero en realidad hay mucho más que contar ahí.” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). “Contulmo era exportador de frutas, los alemanes hicieron doble trabajo, exportaban todo lo que era manufacturado, las tiendas que había en Contulmo en el tiempo de la colonia, el siglo pasado, en 1920, 1930, la gente de toda la provincia venía a comprar telas que ellos traían de Alemania, maquinaria, y Contulmo exportaba manzanas que ellos rápidamente hicieron en los huertos y miel, eran grandes productores de miel” (Faustino Villagra, secretario municipal Contulmo). b) La fatiga de las identidades “clásicas”: En las significaciones colectivas presentes en este componente surge la idea de que ciertas identidades clásicas, “históricas”, se han tornado difusas en los contextos sociales actuales, sin embargo esta idea se sostiene tras el avance de los profundos cambios tanto sociales como estructurales que ha vivido la sociedad chilena durante los últimos 30 o 40 años. Lo anterior alude al relevo de un modelo de desarrollo donde el Estado jugaba un rol protagónico en materia económica y social, hacia un modelo donde las políticas y racionalidades de mercado son las que entran a definir los principales parámetros del crecimiento y el progreso para nuestras sociedades. Lo anterior se viene desplegando con un costo social importante, donde los indicadores macro-económicos suelen comportase de manera bastante óptima en relación a los indicadores más sensibles ligados con el desarrollo social y humano. Este proceso, muchas veces denominado como “ajuste estructural”, ha implicado desindustrialización y fuertes deterioros en las formas tradicionales de organización del trabajo, con una consecuente desprotección social, flexibilización y precarización. Sumado a este dato, la fuerza de trabajo tradicional viene experimentando un proceso creciente de desproletarización, pues son otros 127 sectores de la economía los que en la actualidad pilotean las dinámicas endógenas de crecimiento, desarrollo y expansión. Lo anterior implica que las identidades socio-productivas ligadas al mundo obrero han perdido un peso importante, pero no sólo desde el punto de vista de su contingente cuantitativo, sino que también desde su propia auto-percepción y orgullo colectivo. “En esos tiempos el trabajador estaba en la palabra del presidente (Salvador Allende) de este país que hacia un gran reconocimiento a todos los trabajadores, que son los que aportaban la riqueza que había en este país (…) realmente nosotros no tenemos identidad hoy día, porque somos débiles hoy día para poder presionar. Yo no puedo concebir que haya una CUT con 450 mil afiliados, habiendo una fuerza de trabajo de 7 millones y medio” (Antonio Deij, ex presidente CUT, Concepción). “lo que pasa es que el origen, la mayor parte de la población, la mayor parte de la población es de la zona rural, pero actualmente la ruralidad, es poca, o sea, nada, no recuerdo cual es exactamente el porcentaje de población rural pero hay bastante poco, debe ser un 30% y ha ido disminuyendo harto, entonces un grupo tan pequeño como que no puede constituirse como en lo representativo, porque es de una parte bien reducida” (Tito Figueroa, profesor, Cabrero). “el campo en gran medida se está muriendo, y se está muriendo no por la gente que vive en el campo, el primer gran escollo del campo fue la forestación, yo he conocido familias que las han rodeado de pinos y eucaliptos y han tenido que vender su campo aunque no querían, ¿por qué?: el pino y el eucaliptos chupó toda el agua, y no tenían cómo sobrevivir, y por el otro lado está el problema de la reconversión... que es la zona aquí de Guarilihue, de los vinos, por ejemplo, la gente quiere defender sus viñas, sus antiguos oficios, pero no.... no hay, no hay cómo, entonces la única reconversión es la forestación, y eso indudablemente está matando el campo” (Patricia Chavaría, Artistas del Acero). c) Nuevas ruralidades regionales: Este componente hace referencia a la persistencia y resignificación de la ruralidad en contextos sociales y económicos altamente variables e inciertos. Se trata de zonas que han sido consideradas tradicionalmente agrícolas, como por ejemplo la provincia de Ñuble, y que en la actualidad sus actores han debido reinventarse y recombinar sus formas de vida tradicionales con los imaginarios propios de la modernidad. Ello por medio de inteligencias colectivas y territoriales que buscan apropiarse del ritmo, las tecnologías, las lógicas relacionales y de intercambio socio-productivo imperantes en el actual contexto social, donde una economía de carácter cultural se prefigura como una posible estrategia de desarrollo más sustentable desde el punto de vista ambiental, social y humano. Sin embargo, esta resignificación de lo rural y sus formas de vida debe competir –a veces con muchas desventajas– con el sector forestal maderero. “Seguimos siendo un territorio fundamentalmente agrícola, a pesar de eso tenemos una fuerte presencia remolachera, seguimos teniendo el trigo, a pesar de que en el trigo siempre vienen vaivenes tan fuertes (…), mira yo creo que potencialmente hay mucho, pero creo que recién la gente está empezando a entender y a valorar lo que tiene, una alternativa económica, se abre eso como turismo rural. Muchos ya lo han entendido y lo están haciendo, pero yo creo que es un muy buen plus que tiene la provincia, porque nosotros somos una zona agrícola, toda nuestra historia es ésa. Ahí es muy buena toda la historia gastronómica, toda la historia mágica, mágica porque la vida rural es muy mágica, de muchos cuentos, de muchas historias (…) es un mundo de una imaginería, donde te encuentras con el diablo cada cinco minutos (…), donde están los milagros, eso está muy presente en la ruralidad” (Patricia Orellana, periodista, Chillán). 128 “los cañetinos en este momento estamos viendo qué factor desarrollamos para producir bienestar, y nos encontramos con que lo único que nos queda es el turismo… y entonces los empresarios de Cañete han hecho mucha inversiones en turismo, en cabañas, en restoranes, etc. y está llegando mucho turista a Cañete, pero además vienen muchos turistas interesados en esta parte histórica, entonces por eso yo digo que el turismo geográfico se puede complementar con el desarrollo de un turismo histórico o cultural, y en eso debería haber preocupación de las autoridades en desarrollar este turismo porque yo creo que es importante, nosotros podemos lograr que gente que viene de cualquier punto del país o que viene del extranjero se gaste tres o cuatro días en Cañete, porque tenemos muchas cosas que mostrarle” (Clímaco Hermosilla, profesor del Liceo de Cañete). “Yo diría que la tendencia es a consumir productos más naturales y un poco la tendencia a la producción orgánica, que es una de las ventajas que tendríamos nosotros como pequeños agricultores. Es una ventaja porque podemos hacer las cosas de forma más manual y más directamente el producto y no lo que ocurre con las empresas grandes que lo hacen con maquinarias, entonces en la medida en que nosotros podamos hacer las cosas más directas se pueden manejar mejor esos factores. Entonces creo que es una ventaja, pensando igual en el tema del turismo, para mantener los campos más limpios, más naturales” (Fabián Mora, viñatero, Coelemu). d) El espacio local como reconfigurador de lo identitario: En un contexto histórico y social donde predomina la sociedad del conocimiento y la información, preferentemente asociada con los procesos de globalización de la cultura y su consecuente vorágine desterritorializadora, resurge con fuerza la experiencia y los sentidos vinculados con las realidades locales. Pues, en un intento de refugiarse de dichos embates y avatares sociales a veces ingobernables, los sujetos sociales recurren a lo más próximo para logar mapear la incertidumbre asociada con las transformaciones antes descritas, y lo primero que tienen a su alcance resulta ser: su memoria colectiva, sus recuerdos comunitarios, su paisaje humano cotidiano, los usos sociales de los espacios y, por cierto, su territorialidad. Eso que podría representar su brújula para aquilatar el vértigo de los cambios tecnológicos y la redefinición de los imaginarios sociales. Este retorno a lo local no necesariamente implica un retraimiento, sino una fase necesaria en los actores sociales que luego les permita redituarse en una realidad más dinámica, compleja y definitivamente translocal. De ahí que los modos de vida expresados capilarmente en y desde los territorios locales constituyen el sedimento más espeso y significativo para el despliegue de nuevas afirmaciones colectivas y prácticas sociales distintivas en el espacio-tiempo contemporáneo. Lo anterior se asocia con una incipiente dinámica de autonomización de las localidades y los actores que las habitan, promoviendo un cierto rechazo a los tutelajes tradicionales procedentes del aparato público, lo que a su vez se puede traducir en la activación de los procesos de descentralización en los intercambios y flujos ciudadanos. Este fenómeno se hace patente en la Región tanto en el nivel comunal como en el nivel de la denominada provincia; no obstante lo anterior, también es posible observar fuertes procesos de migración y “éxodo” de algunos grupos sociales, que comienzan a salir de sus comunidades originarias en busca de mejores oportunidades laborales y de educación. Proceso que genera en el nivel local una doble aceleración, donde se combina lo centrípeto y con lo centrífugo, particularmente en marco de las generaciones más jóvenes: “desde que tengo uso de memoria que vivo en Talcahuano, y me gusta Talcahuano, estudié en el colegio Talcahuano toda la etapa escolar, desde Kinder hasta Cuarto Medio, y pasé luego a la Universidad de Concepción, estudié solamente un semestre, ahora estoy (…) sacando mi carrera de técnico universitario en electrónica, a pesar de que nací en Concepción (…) siempre de Talcahuano, siempre lo he defendido y siempre lo voy a defender, siempre que me preguntan de donde soy, yo soy de Talcahuano. O 129 sea nunca voy a decir que soy penquista por haber nacido allá, o sea siempre voy a ser de Talcahuano, porque uno es hijo de la ciudad que le da de comer” (Ramiro Ramírez, cultura hip-hop, Talcahuano). En el caso de Ñuble, es reconocida por su carácter agrícola, esto mismo ha contribuido a que las familias antiguas tengan que permanecer en estas tierras y, por lo tanto, se expresa a través de la fuerza de una identidad más profunda ligada a la tierra y sus tradiciones, la identidad como raíces: “Hay mucha identidad en la zona de Ñuble, creo que en Itata se presenta, por el carácter agrícola, una mayor continuidad histórica de las antiguas familias y las antiguas tradiciones y el presente. Se nota menos la migración o el cambio que en la zona de Concepción que por ser una zona más industrial hay menos familias antiguas, hay menos historia. Chillán para mí es la zona que lejos tiene más identidad, por lo mismo hay más riqueza cultural y hay mayor deseo de promoverlo” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). Por su parte, es posible ir reconociendo la fuerza y las actuales tensiones a las cuales se ven expuestos los modos de vida campesinos y las ruralidades tradicionales: “Fíjate que la vida del valle del Itata es muy rica, como no son grandes predios, son pequeñas, fundamentalmente pequeñas propiedades, las hay mayores también, menores tal vez que en otros sectores, permite un modo de vida, generó un modo de vida muy rico, muy patrimonial por así decírtelo (…) con usos y costumbres maravillosas. Mucha vida comunitaria, la gente se comunicaba mucho a caballo, en carretela y tenía un leguaje en común que era muy lindo en cuanto a costumbres, ahí están todos los usos, de comidas, ¿no es cierto?; los afectos, y cuando la gente se tiene que ir: ¿qué pasa?, una generación se va, salta a la ciudad, se acaba el pedazo de tierra (…) y se produce ahí la desmemorización, porque se cortan los cables” (Patricia Orellana, periodista, Chillán). “eso está siendo crítico, ese es un asunto que está repercutiendo en el tema agrícola, porque están quedando puros viejos y los viejos no quieren innovar, quieren hacer lo mismo, entonces cuando tú antes me preguntabas ¿que va a pasar con el tema vitivinícola?, obviamente va a morir, porque no hay gente de recambio, entonces la gente que se va a estudiar, por ejemplo otras carreras que no son del tema agrícola, no tienen ninguna posibilidad de volver. La gente que está relacionada con el tema agrícola podría quedarse, pero no, o sea no hay fuentes de trabajo, (…), entonces qué posibilidades tienes de quedarte; la migración es muy potente, los jóvenes se van y no vuelven, por ejemplo nosotros pretendemos hacer cursos de algunas cosas innovadoras para gente joven y nos encontramos que no hay agricultores jóvenes” (Fabián Mora, viñatero, Coelemu). En relación a la provincia de Arauco se afirma que la identidad mapuche es una de las más potentes en la zona, la cual se relaciona con otras culturas que convergen como la alemana, pese a la recurrente persistencia del conflicto cultural en la zona: “Yo creo que los que tienen una identidad más interesante, son los que están en la provincia de Arauco. Yo le diría que del sur de Lota hasta Tirúa, ellos han construido una identidad basada en la diferencia, Contulmo es un poquito de eso, alemanes. Tirúa, es un pueblito indígena. Pero han salido culturas, yo creo que lo que ha fallado lamentablemente ahí, es construir buenas vías de comunicación; sin buenas vías de comunicación es imposible pensar en progreso, pensar en integración. Y yo creo que los que están ejerciendo violencia ahí, son pocos.” (Claudio Lapostol, director CORBIOBIO). 130 En la zona más bien costera de Tomé, Talcahuano, Lota, etc. se hace referencia a una identidad más industrial y pesquera. Se crea así la cultura local de las caletas. Otras zonas son Mulchén y sus alrededores, donde destaca la cultura del trigo y el comercio. “La identidad industrial en toda la zona que se proyecta desde Lota hasta Tomé, incluyendo a Talcahuano, la identidad pesquera que va desde la pesca artesanal hasta la gran industria pesquera que generan la cultura de las caletas que la gente reconoce como un gran valor en Chiloé pero no reconoce aquí en Concepción (…) La zona de Mulchén está toda la cultura del trigo que habría que escribir una macro historia del sector vinculando las corrientes de comercio que mencioné, no aisladamente. Es muy importante la zona de Mulchén, Nacimiento, Negrete por el tema de la pacificación de la Araucanía.” (Armando Cartes, académico Universidad San Sebastián). “Todo lo que tiene el pasado, político, obrero, sindical y cultural de Lota. Donde además, se tiende a encasillar a Lota desde una sola óptica en términos de identidad, y Lota tiene por decir lo menos, tres identidades distintas y marcadas en mismo territorio. Una identidad ligada a la cultura minera, que es la más conocida; una identidad ligada especifícamente a la caleta de Lota y la actividad marítima y/o costera; y una tercera vertiente, que es la comercial” (Luis Aguirre, director Consejo de la Cultura, Región del Bío-Bío). Ahora, las significaciones colectivas en Concepción se vinculan al “ser penquista”, cuyo “ser” se relaciona con las características que esta ciudad posee y que genera reconocimientos colectivos. Tanto la universidad como generadora de cultura, como la actividad productiva industrial, los barrios y la presencia de mapuches empujan las significaciones colectivas referidas a esta ciudad hacia el horizonte de la diversidad cultural y la mezcla entre distintos grupos sociales, aun cuando persiste un imaginario social que la liga con lo provinciano, con un ethos ascético y puritano (en el sentido weberiano), que se resiste a lo múltiple, a lo diferente, a la fuerza de la otredad cultural: “Concepción es el lugar donde me he movido naturalmente todo el tiempo, creo que es una ciudad muy entretenida y todo, pero que todavía es muy provinciana (…), cuando me refiero provinciana en términos de clase, es muy clasista (…), todavía reproduce ese esquema, pese a que es una ciudad de obreros mayoritariamente, cuando se funda, cuándo se forja en los años 50 es una ciudad básicamente de obreros y de estudiantes también, pero creo que es una ciudad clasista. Creo que la región es super rica en términos de la diversidad. Igual ahí va asociado el tema productivo, al tema cultural, la cultura campesina, de pescadores (…) Hay una cosa que yo si diferencio del rollo de Concepción que por suerte no es tan marcado como en Santiago, el tema de que todavía esta ciudad logra convivir, o sea éste se supone que es un barrio como medio cuico pero tu cruzas la calle para allá y ya es popular (…) o sea, eso todavía Conce lo tiene, entiendes (…) no es de plaza Italia para arriba. Conce tiene eso todavía, logra tener ese cruce entre sectores, o sea la segregación no es tan violenta” (José Burdiles, Centro Cultural Balmaceda). Por otra parte, en Talcahuano es posible observar la existencia de una cultura local asociada con lo marítimo, que ciertamente se relaciona con el aspecto geográfico de esta zona, Talcahuano está rodeada de mar, y la mayor cantidad de fuentes laborales se relacionan con este recurso y paisaje. Sin embargo, también se plantea que Talcahuano ha ido perdiendo identidad tras el éxodo continuo de sus habitantes en búsqueda de mejores oportunidades laborales, surgiendo un sentimiento de incertidumbre que tiende a ser crónico en sus tonos y expresiones: “Es como complicado que a alguien de Talcahuano no le guste el mar (…) más allá de los olores y todo el cuento, el mar siempre ha sido como una atracción acá en Talcahuano, porque aparte de que hay hartas playas, Talcahuano completo está casi 131 rodeado de mar (…) Talcahuano lo veo como un pueblo, se podría decir, bastante perdido, ya no va a ser el Talcahuano que era antes, un Talcahuano lleno de vida, lleno de gente con esperanzas, sino que cada vez la gente está arrancando de Talcahuano, o sea Talcahuano va a pasar a ser en poco tiempo más una ciudad de dormitorio, se podría decir, o sea no va a haber gran producción en Talcahuano, sino que gente que va a salir a trabajar a otros lados. A menos que se empiecen a desarrollar otro desarrollo económico aparte del pesquero, porque hasta el momento ése era el que sostenía Talcahuano, pero también se han ido cerrando hartas pesqueras” (Ramiro Ramírez, cultura hip-hop, Talcahuano). e) Reconocimiento y afirmación de lo mapuche: En la actualidad existe un poderoso sentimiento de auto-afirmación de la cultura mapuche, pero también un fuerte reconocimiento y valoración por parte de la ciudadanía en general. En ese sentido, se reivindica la experiencia vital con toda su complejidad, esto es, una forma de vida asociada a prácticas y ritos inmemoriales, y a una cosmovisión en completa interdependencia y ensamble con la biodiversidad del territorio. En definitiva, todo un patrimonio expresado al interior de comunidades que hunden y despliegan su experiencia vital en y con el territorio, su geografía, su entorno: “Nosotros hoy en día apelamos en definitiva a la vida y de ello apelamos que la vida existe en un espacio en un entorno y eso es lo que nos permitirá seguir existiendo, de lo contrario, si no existen esas condiciones y no estamos claros de lo que queremos vivir, no vamos a tener los espacios necesarios” (Iván Carilao, dirigente Identidad Territorial Lafquenche). A su vez se puede percibir la legitimación de esta identidad mapuche por parte de distintos actores sociales con presencia regional, particularmente actores sociales con los cuales existen alianzas y fuertes lazos de solidaridad con las actuales demandas del mundo mapuche. Aspecto que también se ve reflejado en la percepción de riqueza que le imprime la presencia de la cultura mapuche al universo regional, pues se destaca el valor de la diversidad cultural, la inclusión, el respeto y la promoción de la diferencia cultural en el territorio regional: “Somos una región cultural fuerte que sí está un poco diluida pero seguimos siendo… lo que más me identifica… una región también muy adosada al ámbito cultural (…) los indígenas, nuestras raíces de la provincia de Arauco, o sea, yo creo que eso es lo que le da un sinsabor diferente a nuestra región, la hace diferente de otras regiones” (Alex Iturra, secretario general de la CUT regional) “Se está viendo que lo está haciendo también el pueblo mapuche, hay ferias que hacen, ellos muestran lo que son, su cultura… y yo creo que eso también es muy bueno, que ellos puedan… parte del rescate que ellos hacen, dicen, el rescatar su cultura y sus costumbres eh, pasa por el hecho de poder mostrarlas ¿ah? Hay gente que es muy reacia a mostrar lo que ellos hacen, pero en realidad hay otra gente que cree que el rescatarlo es poder mostrarlo (…) En ese sentido, probablemente la gente del Valle de Elicura, cerca de Contulmo, está haciendo las cosas desde hace más tiempo y ha sabido desarrollar su tema de una manera algo diferente a como lo han hecho las comunidades alrededor del lago Lleu-Lleu probablemente o más al sur de Tirúa…” (Paulo Burgos, empresario agrícola). 132 f) Identidades emergentes en la región: Este componente expresa el surgimiento de un conjunto de nuevas sociabilidades y modos de vida asociados principalmente a contextos urbanos y a ciertos grupos sociales vinculados preferentemente con jóvenes: sus consumos culturales, sus lógicas organizacionales, sus producciones culturales, expresiones y diversas maneras de apropiación espacial y construcción de territorialidad, que hoy van marcando una presencia significativa en el marco de las distintas comunas de nuestra Región. Lo anterior se materializa en el horizonte de una sociedad globalizada, es decir, fuertemente orientada hacia la comunicación, abierta a las experiencias culturales transterritoriales, y donde el fenómeno de la diferenciación social se hace cada vez más creciente y vertiginoso, llegando a constituirse casi en una necesidad primordial para la construcción de identidades. Por su parte, las identidades emergentes apuntan a visualizar –tal cual lo señala el PNUD 2000– una presencia y una sociabilidad de reciente data en los espacios de la Región, pues carecen de una sedimentación histórica asociada con actores o procesos sociales emblemáticos y de inscripción territorial. No obstante lo anterior, muchas de estas sociabilidades poseen una conexión significativa con movimientos sociales cuya presencia comenzó a desplegarse en los años ’60 en nuestras sociedades. Así, podemos observar que se caracterizan por ser identidades preferentemente urbanas y con una fuerte presencia translocal; aunque su expresión material y simbólica se encuentra fuertemente especializada y localizada; privilegian las relaciones e interacciones cara a cara; se apropian fuertemente de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información; poseen espacios y circuitos urbanos de encuentro; construyen un lenguaje compartido; tienen un consumo cultural altamente definido y una estética que los diferencia de las convenciones impuestas en este ámbito. De este modo, es posible reconocer expresiones emergentes asociadas con colectivos de jóvenes que construyen su identidad a partir de la práctica cultural del hip-hop, donde la presencia del graffiti y el rap suelen ser importantes en la Región, o bien, de la práctica cultural y postdeportiva del skater, o bien, el mundo de los diversos estilos musicales, de fuerte presencia en Concepción, como por ejemplo: la práctica de la cueca “brava”, o el rock y la diversidad de bandas que adscriben a dicho estilo, entre otros. “de grupos musicales está lleno de gente que hace música, por ejemplo jóvenes, eso es muy notable está lleno de conjuntos una cosa muy, muy notable en Concepción” (Tomás Mosciatti, periodista Radio Bío-Bío). “Bueno si a mí me preguntan qué soy, aparte de mencionar la carrera que uno estudió, uno siempre menciona que uno es skater, porque no es lo mismo que tú le preguntes a un chico que practica fútbol que es un deporte tradicional, porque lo hace como un hobbie; entonces, si le preguntan qué hace, qué es, difícil que diga soy futbolista, porque aquí el que se clasifica como futbolista es el futbolista profesional, pero en el caso del skate, yo creo que va más allá, yo creo que es una cosa más cultural, más urbana, más propia, entonces. Al final pasa a ser parte de uno y al final es un estilo de vida” (Felipe Opazo, skater, Concepción). En el caso de los jóvenes que adhieren a la cultura skater en la Región, es posible observar que muchos se reconocen como una gran familia, donde se tienden a desarrollar relaciones de proximidad y solidaridad por el hecho de participar dentro de este estilo de vida. Al mismo tiempo los jóvenes plantean que se trata de una práctica que muchas veces desata ciertos prejuicios por quienes se encuentran fuera de sus fronteras grupales e identitarias. A pesar de ello, se observa que es una identidad que cuenta con una plataforma organizacional interesante a través de la cual articula sus demandas concretas y específicas, sumado a sus iniciativas futuras y proyecciones para logar consolidarse y fortalecerse a nivel comunal y regional. “Es una familia prácticamente, cuando por ejemplo, yo he visto en campeonatos, si a un chico se le quiebra la tabla, salen como tres tablas, usa la mía, todos así en 133 constante unidad, no hay como grupos que se odian a muerte, no” (Benito Ibacache, skater, Concepción). “Bueno el año 2003 recién se fundó el club de Skate Conce Style, después de muchos años de poder tratar de manifestarle a la Municipalidad de acá en Concepción que necesitábamos un lugar para poder andar en skate, porque nosotros andamos en skate en la calle, y nos topamos con la gente y la gente varias veces nos mira de otra manera y además que acá en Concepción la gente es muy prejuiciosa, porque te vistes de tal manera eres delincuente, drogadicto o alcohólico o etc., entonces te generalizan en muchas cosas. Pero como te digo, en el 2003 creamos el club con esa necesidad, de poder darnos a conocer y comenzar a hacer actividades con la Municipalidad, para poder lograr la pista pública. Y bueno en todo esto hoy en día vamos viento en popa y ya el próximo año vamos a contar con dos pistas aquí en Concepción” (Felipe Opazo, skater, Concepción). Por otra parte, resulta significativo que el mundo skater posea una auto-representación de su identidad a partir de la noción de transversalidad, pues estos grupos plantean que el skater es un deporte interclasista, donde su práctica no excluiría a jóvenes procedentes de estratos socioeconómicos pobres, pues resulta ser una práctica amplia, inclusiva y fraternal. Por su parte, esta transversalidad también se manifestaría en el orden de los territorios y las comunas, donde se puede observar una significativa presencia en las comunas de Concepción, San Pedro, Chillán, los Ángeles, Tomé, entre otras. Fenómeno que también es posible observar en el mundo hip-hop de la Región: “Yo creo que el skate es un deporte transversal, cruza de arriba hacia abajo, yo he visto gente bien humilde y gente, pucha, súper pudiente que comparten y se juntan por el skate que quizás en otras circunstancias, o en otra actividad con gente de ese mismo nivel socioeconómico no se ven, pero con el skate sí se da el tema de la fraternidad. Yo que he viajado harto, que he estado en Europa, Sudamérica en hartos países me he dado cuenta de eso, uno se encuentra con otro skater y al tiro a conversar…” (Felipe Opazo - Benito Ibacache, skater, Concepción). “nosotros pasamos por casi todas las áreas del hip hop, casi todas las ramas, o sea, aparte de hacer música nosotros graffiteábamos, también un tiempo tratábamos de bailar pero nos dimos cuenta que no teníamos muchos dotes, era bastante complicado, (…) nosotros desde que empezamos en el hip hop empezamos a conocer harta gente, (…) igual estudiábamos hip hop, o sea aprendíamos historia y la gente nos conocía harto (…) también organizábamos hartas tocatas entre yo y mis amigos, y empezamos a hacer temas con gente de otros lados, gente de Argentina, gente de España, gente de aquí mismo de Chile de distintas zonas y siempre también harto contacto con la gente Disc Jockey (DJ), con la gente que bailaba, los demás graffiteros, siempre tuvimos harta, harta relación en el mundo hip hop, nos metimos pero con tutti se podría decir” (Ramiro Ramirez, cultura hip hop, Talcahuano). 134 5.5 Ritos festivos como espacios de encuentro regional Una práctica altamente valorada por las identidades territoriales en el marco de sus propios espacios y tiempos específicos, lo conforman las denominadas festividades populares. Estas festividades constituyen expresiones de diversas identidades locales, donde la música, la gastronomía, los intercambios, la religiosidad, las ferias, la producción simbólica, cumplen un rol ritual que reafirma las pertenencias, los reconocimientos mutuos y los sentidos colectivos: “hoy día tú vas a Contulmo y la ciudad entera esta embanderada con la bandera chilena y la alemana una al lado de la otra (…) y ellos han sabido conservar, ellos hacen su fiesta alemana, hacen la fiesta de la colonización, en verano tienen todo el tema musical, la música clásica la han desarrollado muy bien, están las semanas musicales (…) lo están haciendo también el pueblo mapuche, hay ferias que hacen, ellos muestran lo que son, su cultura (…) sus costumbres” (Paulo Burgos, empresario agrícola). Una de las prácticas que re-surgen con fuerza en este marco es la fiesta tradicional, susceptible de ser visibilizada en una diversidad de versiones que van desde la fiesta de la Challa o la Cruz de Mayo, el día del Patrimonio, el Cabildo Cultural, San Pedro y San Pablo, entre otras. Lo anterior implica una dialéctica e influencia mutua, pues, al verse fortalecida una práctica tradicional que le da sentido y vitalidad al territorio, se promueve el componente simbólico y material de toda identidad, creando nuevos recursos económicos para el desarrollo local y territorial, re-novando las pertenencias comunitarias, los espacios de intercambio y encuentro en el nivel regional, y la construcción de un nosotros y un imaginario social potente y sustentable en el tiempo y el espacio. “Este año empezamos con la recuperación de las tradiciones, celebramos el 2 de febrero la Fiesta de la Challa, después fue la Cruz de Mayo, después vino el Día del Patrimonio, después vino un Cabildo Cultural que se hizo en el Departamento de Cultura donde se juntaron a todos los artistas de la comuna y hubieron como doscientos y tantos de todas las áreas, después se celebró el Día de San Pedro y San Pablo. Los otros eventos son los eventos de cueca, hubo un Comunal de Cueca lugareña y huasa; y ahora el dieciocho está el Provincial de Cueca; después de eso vienen las Fiestas Patrias, después viene el aniversario de la comuna que es en octubre y en el verano viene la Fiesta de la Primavera, a grandes rasgos es lo que se celebra en la comuna. Pero, por ejemplo, no se celebra el día del minero, el día de Baldomero Lillo, cuando murió, lo único que se hace es ir a dejar un arreglo floral al cementerio pero no se hace ninguna celebración simbólica, no sé si este año se irá a hacer algo así, porque hasta el año pasado la Challa se celebraba en algunas poblaciones, todavía quedaba, pero ahora se hizo a nivel comunal” (...). “La misma gente me decía, se acordaba: –cuando yo era chico, yo hacía esto, yo salía en la cruz, íbamos donde el vecino. A la gente les gustó que se recuperaran esas tradiciones y la misma gente te decía: –ojala se haga el otro año y que siga haciendo” (Jacqueline Delgado, mujer lotina). “Sin el santo nos morimos, aquí no hay nada más, Yumbel es San Sebastián y San Sebastián es Yumbel, son una sola cosa, nos llegan a sacar el santo como querían, Yumbel se muere, como pueblo muere, porque no habría otra fuente laboral, no habría otro ingreso para mucha gente, y la gente no vendría, porque el 90% de la gente que viene a Yumbel, viene por San Sebastián, San Sebastián es lo más importante que tiene este pueblo (…) el 20 de marzo, te llega todo lo que es el huaso, ya con la plata de las cosechas, ya una vez que se ha desocupado de esas cosas, baja el huaso a Yumbel, y ahí sí que se ve plata. Lo que es comercio, les va todos mejor, veinte de marzo, en sentido comercial, es mucho mejor, yo creo que pa´ la iglesia igual, al comerciante aquí 135 le va bien, mucho mejor en marzo que en enero, en ese sentido (…) San Sebastián no va a morir nunca, va a ser una especie de Tirana, más adelante, va a tener un pueblo que va a llenarse de vida solamente para las festividades” (Nancy, Yumbel). 5.6 PRINCIPALES CONTENIDOS DISCURSIVOS Los hallazgos básicos de este capítulo nos permiten describir e identificar algunos elementos claves ligados a los principales contenidos discursivos y rasgos que definirían –preliminarmente– el imaginario social sobre las identidades en la Región del Bío-Bío. Y al mismo tiempo avanzar en la visibilización de los principales espacios de encuentro y convivencia regional. Esto último tanto en un nivel material (territorios) como discursivo (consenso). 1) La noción de identidad aparece fuertemente vinculada a la idea de pertenencia, es decir, el pertenecer o formar parte de una totalidad. Esta pertenencia supone en la mayoría de los discursos el formar parte de una historia común, una memoria colectiva, o bien, el formar parte de un grupo humano o una comunidad de personas con características e intereses compartidos. También esta pertenencia remite a una geografía o un paisaje cultural determinado, y por lo mismo a un territorio que contiene y es simultáneamente una extensión de la identidad, como por ejemplo una comuna, un barrio o una caleta. En suma, la identidad se dibuja en el imaginario social de los entrevistados como una construcción colectiva e históricamente situada, una potencia multidimensional que atraviesa transversalmente la experiencia humana, un proyecto abierto a las redefiniciones permanentes en el tiempo y el espacio, y finalmente un recurso simbólico por medio del cual los actores sociales pueden pilotear las fuerzas materiales en su propio beneficio y desarrollo. 2) Es posible identificar y describir en el relato de los actores al menos cuatro soportes por medio de los cuales se sustenta y alimenta la identidad en la Región del Bío-Bío. Éstos son: lo geográfico, lo histórico, la herencia cultural y popular, y lo socio-productivo. • Lo geográfico aparece fuertemente marcado por un paisaje regional donde los elementos naturales se van integrando de algún modo con la experiencia cultural y la construcción social y participativa del territorio. En ese sentido, la geografía, definida por la diversidad del paisaje, los relieves, los bosques, los ríos, el mar, el campo, promueven afectos colectivos y sentimientos de arraigo que se traducen muchas veces en sensaciones de seguridad y equilibrio que refuerzan nuestro lugar y posición en el mundo. • En relación al soporte histórico, se observa un importante consenso respecto a la densidad histórica presente en la región, es decir, los actores reconocen una conjunto de hitos históricos y acontecimientos sociales inscritos en el contexto regional, que van tejiendo una memoria colectiva que narra una experiencia de autonomía e independencia, de república temprana, de cruce y tensiones interculturales, de épicas industrializadoras y desarrollistas, etc. Lo que se traduce en sentimiento de orgullo colectivo y diferenciación frente a otros. • Por su parte, destaca como otro soporte de la identidad regional la presencia permanente e inmanente –por lo menos en el inconsciente colectivo– de la herencia cultural forjada por el mundo mapuche y la cultura popular. Aspectos que no sólo se pueden observar en la resistencia cultural desplegada por los pueblos originarios frente a las prácticas históricas de “pacificación” y olvido, sino que también por medio de los diversos procesos de resignificación, apropiación y fusión cultural que permiten actualizar las identidades en los nuevos contextos sociales y territoriales abiertos por la modernidad reflexiva y la globalización. 136 • Por último, se observa el soporte vinculado con el mundo socio-productivo, es decir, el trabajo como configurador de las identidades y el quehacer de los territorios. Desde este punto de vista destaca el vector de la industrialización en la región como una matriz para la producción de identidades colectivas, pero que también define las lógicas y dinámicas territoriales. De ahí la importancia jugada en la región por la cultura minera, o bien, por la cultura obrera y asalariada, de donde se desprende una mentalidad colectiva, un ethos cultural y una serie de otras expresiones ligadas a organizaciones sociales y proyectos históricos que alimentaron los sentimientos de pertenencia y la adhesión a un estilo de desarrollo. Al mismo tiempo es posible dar cuenta de algunos elementos que muestran el impacto y las consecuencias que ha tenido el declive del modelo industrializador clásico sobre el mundo del trabajo y sus identidades territoriales, y su inicial reacomodo por medio de una nueva economía radicalmente más abierta y centrada en la oferta de servicios. 3) Es posible advertir –a partir del relato de los actores– que el territorio aparece fuertemente definido como un componente socio-afectivo de la identidad, al mismo tiempo se lo visualiza como un recurso concreto por medio del cual es posible concebir y materializar diversas formas de desarrollo cultural y económico. Pero, sobre todo, la significación que posee mayor potencia en el relato de los entrevistados se refiere a la representa del territorio como el espacio privilegiado de lo local. Lo anterior implica que en la medida que se intenta indagar y sondear en nivel regional o provincial de la territorialidad, ésta tiende a diluirse significativamente; mientras que la escala que activa su valoración discursiva y afectiva se encuentra asociada fundamentalmente con los espacios de la cotidianidad, es decir: la comuna, el barrio, el sector o la zona geográfica de mayor proximidad corporal y por tanto biográfica y emocional. 4) Auto-percepciones colectivas y cambio cultural Los principales hallazgos presentes en esta sección se vinculan con la identificación y descripciones de los principales cambios culturales experimentados en la sociedad contemporánea, y cómo éstos han impactado la esfera de las identidades sociales y su dimensión territorial. Pero al mismo tiempo se reconocen las dinámicas de apropiación de estos cambios por parte de los actores sociales y el mundo de la vida cotidiana, donde es posible observar nuevos elementos de consenso discursivo y convivencia colectiva. • Diversidad cultural: frontera y mestizaje cultural. En este tópico es posible identificar un consenso respecto a la importancia que jugó el procesos de colonización y migración interna de familias chilenas a la denominada zona fronteriza, donde también es posible identificar la contribución que hacen los colonos extranjeros en la región, generando un espacio de encuentro intercultural, intercambio e influencia mutua que muchas veces ha sido invisibilizado o subsumido dentro de otros temas por la historia oficial. Se advierte la necesidad de revalorarlo y promover su desarrollo como parte de un patrimonio material e inmaterial importante para la región. En ese sentido, es relevante reconocer que en la actualidad existe un renovado interés por parte de diversos actores sociales de potenciar los territorios con ese valor agregado definido por el cruce y el mestizaje cultural entre elementos mapuches, criollos y extranjeros. • La fatiga de las identidades clásicas. Este componente está referido al “impacto” de los procesos de desindustrialización en el nivel regional, explorando en las resignificaciones del trabajo a partir de las auto-percepciones de los propios actores inscritos al interior de estas transformaciones socio-productivas. Los principales hallazgos apuntan a evaluar una perdida importante en el contingente obrero ligado a la gran industria, fenómeno que también se puede ir verificando al interior de las lógicas productivas tradicionales ligadas al campo; pero sobre todo es posible testear en las autopercepciones un sentimiento de pérdida del orgullo que caracterizó históricamente a las identidades obreras, aspecto central al momento de repensar las identidades al interior de este campo socio-productivo. Por su parte, también se observa que algunas de las 137 iniciativas de reconversión socio-productiva si bien han mostrado logros importantes, desde otro punto de vista, se comprueba cómo estas iniciativas han radicalizado el declive y desestabilización en la región de las llamadas identidades clásicas o históricas vinculadas a la matriz industrial. • Nuevas ruralidades regionales. Aquí los hallazgos más significativos identificados en la percepción de los actores tienden a diagnosticar un importante proceso de transformación de la ruralidad tradicional y sus formas de vida. En ese sentido, se valora todo el potencial y la herencia desarrollada, transmitida y contenida por el mundo rural, no obstante se visualiza la necesidad y el desafío de modernizar este mundo, o bien, abrirlo, sacarlo de la comunidad ensimismada y reinscribirlo en los universos de la economía y la cultura translocal, sin que por ello se pierda su “naturaleza” o sus rasgos identitarios más “genuinos”; al contrario, el desafío estaría precisamente en proyectar y fortalecer la autenticidad de su universo simbólico por medio de su reinserción en el marco de otros imaginarios del desarrollo social y productivo. De este modo, se reconoce que una economía cultural, ligada por ejemplo a la oferta turística podría constituir una estrategia rentable y sustentable en el tiempo. • El espacio local como reconfigurador de lo identitario. En este componente es posible observar en las auto-percepciones un retorno a lo local, aunque no necesariamente dicha dinámica implica un proceso de retraimiento comunitario, sino una fase necesaria en los actores sociales que luego les permite re-situarse en una realidad social y territorial más dinámica y compleja. Al mismo tiempo se puede plantear una incipiente dinámica de autonomización de las localidades y los actores que las habitan, promoviendo un cierto rechazo a los tutelajes tradicionales procedentes del aparato público, lo que a su vez se puede traducir en la activación de los procesos de descentralización en los intercambios y flujos ciudadanos. Este fenómeno se hace patente en la Región tanto en el nivel comunal como en el nivel de la denominada provincia; no obstante lo anterior, también es posible observar fuertes procesos de migración y “éxodo” de algunos grupos sociales, que comienzan a salir de sus comunidades locales originarias en busca de mejores oportunidades laborales y de educación. Proceso que genera en el nivel local una doble aceleración, donde se combina lo centrípeto y con lo centrífugo, particularmente en marco de las generaciones más jóvenes. • Reconocimiento y afirmación de lo mapuche. En este componente es posible encontrar en los discursos de los entrevistados una actitud positiva hacia la cultura y las reivindicaciones del pueblo mapuche. Por su parte se tiende a evaluar positivamente los esfuerzos que tienden a combinar la promoción de la diversidad cultural con la generación de recursos económicos que permitan sustentar y fortalecer la identidad territorial de los pueblos originarios, como es el caso de las ferias culturales, que además poseen el potencial de configurarse en un espacio privilegiado de convivencia y encuentro entre diversas identidades sociales. Destaca también un discurso de autoafirmación que tiende a promover un imaginario social conserve el equilibrio entre la dimensión ambiental, cultural y económica. • Identidades emergentes en la región. En el horizonte de una sociedad globalizada, es decir, fuertemente orientada hacia la comunicación, abierta a las experiencias culturales transterritoriales, y donde el fenómeno de la diferenciación social se hace cada vez más creciente y vertiginoso, llegando a constituirse casi en una necesidad primordial para la construcción de las identidades, van surgiendo las denominadas identidades emergentes. Así, es posible reconocer expresiones emergentes asociadas con colectivos de jóvenes que construyen su identidad a partir de la práctica cultural del hip hop, donde las presencia del graffiti y el rap suelen ser importantes en la Región, o bien, de la práctica cultural y postdeportiva del skater, o bien, el mundo de los diversos estilos musicales, de fuerte presencia en Concepción, como por ejemplo la práctica de la cueca “brava” o el rock, y la diversidad de bandas que adscriben a dicho estilo, entre otros. 138 5) Ritos festivos como espacios de encuentro regional. Se observa una dialéctica e influencia mutua, pues al verse fortalecida una práctica tradicional que le da sentido y vitalidad al territorio, se promueve el componente simbólico y material de toda identidad, creando nuevos recursos económicos para el desarrollo local y territorial, renovando las pertenencias comunitarias, los espacios de intercambio y encuentro en el nivel regional, y la construcción de un nosotros y un imaginario social potente y sustentable en el tiempo y el espacio. 139 6. Municipio e Identidad: La mirada municipal en el fenómeno de la identidad en la región. 6.1. Introducción Con el objetivo de contar con información empírica sobre la diversidad de identidades de la región, se realizó una encuesta a todas las comunas de la Región del Bío-Bío. Donde la pregunta central fue, ¿cómo se percibe la identidad colectiva del territorio desde sus unidades más pequeñas? Las percepciones sobre la identidad colectiva se complementaban con opiniones acerca de elementos patrimoniales, tanto tangibles como intangibles, y acerca de productos y servicios relacionados con la identidad. Las preguntas abarcaban el ámbito comunal, regional y los territorios de planificación. Uno de los hallazgos fue que la identidad regional, desde la mirada o percepción de un funcionario municipal, se encuentra fuertemente ligada a las actividades productivas que hoy predominan la región, la forestal, industrial y pesquera. Sin embargo, también existe una fuerte identificación con la cultura campesina, que en particular se manifiesta a nivel comunal y en las respuestas sobre expresiones patrimoniales. Aparentemente, se mezcla una mirada económica de la identidad con otra basada en el pasado, la tradición y la memoria. Con todo esto en mente, y cubriendo a los 54 municipios de la región, se realizó la encuesta, eligiendo como informante clave al secretario de planificación municipal1. En el siguiente apartado de dará a conocer los resultados más importantes de esta investigación. 6.2. Identidad Regional 6.2.1. La Identidad de la Región del Bío-Bío Al consultar a las comunas por la identidad más importante de la Región del Bío-Bío, las respuestas se concentran en las actividades que forman la base de la economía regional. En efecto, tal como se observa en el gráfico, casi un 40% de las comunas identifican en primera opción2 a la Región del Bío-Bío con una identidad Forestal; mientras que un 28% la identifica como una región Industrial, seguidas por la impresión de una región con identidad Campesina, Pesquera Industrial y Universitaria Estudiantil. 1 En un 85% de los casos respondió el secretario municipal de planificación de la comuna, en los restantes, el director de desarrollo social u otra persona. 2 Los encuestados podían indicar hasta tres identidades, ordenadas jerárquicamente; tanto culturales como socioproductivas. 140 IDENTIDAD CULTURAL PRINCIPAL REGION DEL BIO BIO Universitaria, Estudiantil 7,4% Pesquera Industrial 7,4% Otras 7,4% Forestal 38,9% Campesina 11,1% Industrial 27,8% Es interesante constatar que de la totalidad de quienes identifican como primera opción a la Región del Bío-Bío con identidad Forestal, un 43% la indica con identidad secundaria Industrial. En este mismo sentido, del total de quienes indicaron como primera opción la Industrial, un 40% lo identifica en segunda opción con la identidad Forestal. Se podría aseverar que la identidad cultural de la Región del Bío-Bío se encuentra fuertemente señalada por el binomio de Región Forestal Industrial. Al contabilizar todas las respuestas, en las tres prioridades, se tiene que en más de un 70% de las comunas considera a su región con algún grado de identidad Forestal, mientras que más de un 50% de las respuestas mencionan a diversos grados de presencia identitaria Industrial. La identificación con la actividad Pesquera Industrial, con la cultura Campesina y con el polo de Educación, es igualmente relevante. Identidad cultural regional, todos los grados de importancia. Identidad Cultural Respuestas % de las respuestas Forestal 39 Industrial 29 Pesquera Industrial 25 Campesina 20 Universitaria, Estudiantil 17 Nota: la tabla sólo muestra las categorías más repetidas. 72,2 53,7 46,3 37,0 31,5 Por otro lado, es interesante constatar que, de los consultados que identifican a la región como un territorio con identidad principal Forestal, sólo un 43% se autodenomina a sí mismo como una comuna forestal, en cualquiera de las tres prioridades. En efecto, la identificación de la región como forestal, no pasa tanto por una autoidentificación forestal, sino que más bien se trata de una identificación que se encuentra presente en la región, más allá de que las propias comunas se sientan identificadas con ella. Así, sólo un 17% del total de los encuestados se autodenomina comuna Forestal, en una región que extrañamente aparece con una marcada identidad de estas características. 141 6.2.2. Productos y servicios asociados a la identidad de la Región del Bío-Bío Los productos asociados a la identidad regional se encuentran muy relacionados con la industria manufacturera, en particular la forestal, coherente con las respuestas anteriores. En la tabla siguiente se muestran las categorías más importantes de productos mencionados: Categorías de productos y servicios regionales Categorías de productos Referencias Productos forestales Productos del mar Productos agropecuarios Educación superior Acero y derivados 39 16 10 5 5 Refinación de petróleo Energía Textiles Servicios turísticos 3 1 1 1 Servicios portuarios Otros productos industriales 1 1 Además se constata que la educación universitaria es el único producto de importancia del sector de los servicios. 6.2.3. El patrimonio de la Región del Bío-Bío, Natural, Material e Intangible En este plano se contempló la indagación en tres ámbitos: el patrimonio natural, que más representa a la región, el patrimonio arquitectónico, construido por los habitantes de la región y que constituyen una imagen de la misma, y el patrimonio intangible, relacionado a costumbres, fiestas y tradiciones que constituyen parte de su acervo cultural. En el plano del patrimonio natural se registra una amplia diversidad de riquezas naturales señaladas por los consultados. El río Bío-Bío se indica en el mayor número de casos como el patrimonio natural de la región con el cual los habitantes se sienten más representados. En segundo lugar está el Salto del Laja y en tercer lugar aparece las Termas de Chillán. Además, hay un conjunto de identificaciones de menor relevancia, no por su significado, sino más bien porque no constituyen un espacio de consenso, al grado en que se señalan estas tres riquezas indicadas. Un resumen de la totalidad de elementos mencionados con que se sienten más representados los habitantes, se muestra en la tabla siguiente: 142 PATRIMONIO NATURAL REGIÓN DEL BIO BIO Nº respuestas 40 30 20 10 0 Ríos y lagunas Cordillera Lit oral, mar y playa Ot ros paisajes Recursos naturales Fauna En el ámbito del patrimonio arquitectónico de la región surge un gran abanico de construcciones. En primer lugar, aparece el Campus de la Universidad de Concepción, contenedor de un conjunto de postales regionales que son parte de su identidad, el Campanil, el arco de Medicina, el foro y el mural de la Pinacoteca. En segundo lugar, aparece la figura de una comuna, Lota, representativa de la identidad minera del carbón, abarca las minas, las cabrías, los chiflones, especial el Chiflón del Diablo, los pabellones, las antiguas industrias de Lota, el parque Cousiño y central Chivilingo. En la siguiente tabla se muestran los más repetidos. 143 Patrimonio arquitectónico de la Región del Bío Bío3 Hitos patrimoniales Campus Universidad de Concepción Lota y la zona minera Catedral de Chillán Mercado de Chillán Ex estación de ferrocarriles y su mural Los fuertes de la región Puentes sobre el río Bío-Bío Construcciones ferroviarias San Rosendo Talcahuano y sus puertos Museo y parque Hualpén Referencias 32 25 18 11 5 4 3 3 3 3 Es en el plano del patrimonio intangible donde se expresa la mayor diversidad de elementos. Se señala una larga lista de fiestas populares, tradiciones, leyendas y costumbres, que tienen su más fuerte expresión, fundamentalmente, en el nivel comunal pero que extienden su influencia más allá de las fronteras propiamente locales, constituyendo la capital simbólicos de la región. Con toda claridad la fiesta religiosa católica de San Sebastián de Yumbel se alza como la expresión patrimonial intangible más fuerte de la región. Se destaca entre una gran diversidad de celebraciones, tales como la Festividad de la Virgen Inmaculada Concepción en el Cerro la Virgen, el Carnaval de Talcahuano, las Fiestas Patrias, el Estofado de Rere, y fiestas costumbristas en general. La siguiente tabla recoge la variedad de las opiniones sobre el patrimonio intangible representativa de la región. Patrimonio intangible representativo de la Región del Bío Bío Hitos patrimoniales Fiesta San Sebastián de Yumbel Otras fiestas religiosas Fiestas y ferias costumbristas campesinas Tradición musical campesina Cultura campesina y huasa Mercado de Chillán Artesanía de Quinchamalí Artesanía otra: mimbre, madera, fierro fundido, talabartería Gastronomía criolla Leyendas populares Cuna de expresiones artísticas: música y poesía, actuales y del pasado Orquestas juveniles Murales de Siqueiros Referencias 19 2 9 6 4 2 9 6 2 3 11 2 1 Cultura mapuche Cultura pewenche Cultura del carbón 2 1 1 Memoria histórica Generaciones de egresados de las universidades regionales 5 1 3 Incluidos los hitos mencionados en tres o más ocasiones. 144 Feria internacional de Arte Popular Carnaval de Talcahuano 2 1 6.2.4. Identidades regionales emergentes En el plano de las identidades que se señalan en proceso emergente observado en las comunas de la región, se registra una amplia diversidad. Al sistematizarlas, resalta la identificación con el turismo en sus diversas vertientes, como ecoturismo, agroturismo, turismo patrimonial y cultural. A ello se agrega la identidad ambientalista en sus diversas expresiones. Se destaca que varias comunas señalan una identidad emergente relacionada con la cultura tradicional campesina. Otras comunas indican nuevas identidades surgidas por la reconversión productiva o por rubros emergentes, como el apícola. Finalmente se detectan otras identidades relacionadas con las diversas manifestaciones culturales, tradicionales y nuevas4. El cuadro siguiente sintetizan las identidades emergentes de la región. Identidades emergentes en la Región del Bío-Bío Identidades Turística Ambientalista Revalorización de la cultura campesina Relacionado con rubros productivos recientes Relacionado con arte, música o cultura Otros Referencias 16 6 4 5 4 17 Nota: Pregunta abierta, con posibilidad de mencionar más que una identidad. 4 Las señaladas van desde centro de negocios, plataforma logística, turismo y mujeres emprendedoras, hasta ambientalista, artística, culturales, donde se repite el rescate de la cultura con arraigo campesina y deportiva. También se menciona la identidad forestal como emergente, junto con rubros agropecuarios emergentes como el frutícola y apícola. Relacionado con reivindicaciones están las identidades, indígena urbana, movimiento emergente de temporeros agrícolas, existencia de red social activa. Se mencionan movimientos migratorios, desde y hacia las comunas, y otras. 145 6.3. Las Expresiones Identitarias en los Territorios de Planificación de la Región del Bío-Bío Dada la importancia que tienen los territorios de planificación en la Región del Bío-Bío para la focalización de la acción pública, se quiso averiguar si éstos tienen una identidad territorial. En efecto, se observa una elevada coincidencia entre las percepciones de los encuestados al respecto. A continuación se expone un cuadro de síntesis sobre las principales expresiones de la identidad y patrimonio a nivel de los territorios de planificación de la Región del BíoBío. El cuadro recoge las opiniones de mayor consenso tanto de los territorios como las comunas que los integran, pero de ninguna manera se agotan aquí. 146 Expresiones Identitarias preponderantes en los Territorios de Planificación de la Región del Bío-Bío Territorio Identidad Cultural5 Punilla Campesina. Huasa. Laja Diguillín Campesina. Forestal. Huasa. Viñatera. Campesina. Forestal. Campesina. Industrial. Forestal. Valle del Itata Bío-Bío Centro Bío-Bío Cordillera Amdel Arauco Reconversión Pencopolitano 5 Campesina. Forestal. Obrera. Campesina. Forestal. Huasa. Forestal. Pesquera Artesanal Campesina Industrial Pesquera Artesanal Industrial. Pesquera Industrial. Universitaria, Estudiantil. Actividad Socioproductiva Agrícola campesina. Agrícola industrial. Agrícola campesina. Pecuaria campesina. Silvícola forestal. Agrícola campesina. Silvícola forestal. Agrícola campesina. Gran industria. Manufacturera. Silvícola forestal. Agrícola campesina. Silvícola forestal. Pecuaria campesina. Agrícola campesina. Silvícola forestal. Turismo. Silvícola forestal. Agrícola campesina. Pesquera artesanal. Pesquera industrial. Portuaria. Servicios. Educación. Comercio. Gran industria Manufacturera. Pesquera industrial. Patrimonio Natural Cordillera de los Andes y su flora y fauna. Río Ñuble y Perquilauquén Cordillera de Los Andes. Termas de Chillán. Ríos Diguillín y otros. Río Itata. Paisaje con viñedos. Lobería de Cobquecura. Saltos del Laja. Río Bío-Bío. Ríos y saltos. Cordillera de los Andes. El bosque nativo. Río Bío-Bío. Río Laja. Saltos del Laja. Lago Lanalhue. Lago Lleu Lleu. Cordillera Nahuelbuta. Minas de carbón. Borde costero. Borde costero, bahías, playa, mar. Río Bío-Bío Península de Hualpén. Patrimonio Arquitectónico Casas patronales. Casas coloniales de adobe. Construcciones relacionadas con O´Higgins Hacienda San Agustín de Puñual, Ninhue. Puentes sobre río Itata Fuerte histórico de Nacimiento. Internado Liceo Hombres, Los Ángeles Puentes sobre el río Bío-Bío Patrimonio ferroviario. Minas de carbón Arquitectura tradicional y moderna en madera. Instalaciones de la ex minas de carbón. Universidad de Concepción. Patrimonio Intangible Fiestas y gastronomía criolla (en particular camarón). Artesanía en madera. Fiestas y tradiciones campesinas. Fiestas Religiosas. Fiestas costumbristas. Vendimia y Ruta del Vino. Fiestas populares y tradiciones Campesinas. Artesanía en greda. Fiestas campesinas y religiosas; cultura campesina, cultura pewenche. Fiestas populares y religiosas costumbristas. Cultura mapuche y lafquenche. Orquestas juveniles. Cultura minera. Feria Internacional de Arte Popular de Concepción. Gastronomía marina. Los tres más nombrados, para el territorio y para las comunas que lo integran. 147 6.4. Identidad Comunal La Región del Bío Bío está conformada por un alto número de comunas que incluso se ha incrementado en los últimos años, en respuesta al tamaño de algunos de sus conglomerados poblaciones y, en el caso del Alto Bío-Bío, en respuesta a la identidad pewenche y la extensión del territorio local. En total suman 54 comunas. La región, además, se caracteriza por una variedad de paisajes que da lugar a diversas realidades productivas, con una concentración de la población y las actividades productivas en el borde costero. En vista de lo recién planteado, no es de extrañar que la identidad comunal presente un abanico de identidades. En la tabla se muestra los resultados a la pregunta sobre la identidad principal de las comunas, donde la identidad Campesina y Forestal concentran parte importante de las respuestas. Identidad cultural comunal principal Identidad cultural Campesina Forestal Viñatera Pesquera Artesanal Turística Apícola Comuna dormitorio Folclórica6 Huasa Industrial Minera Obrera Pesquera Industrial Pewenche Sector público Textil Universitaria, Estudiantil Total general Respuestas % de las comunas 26 9 3 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 54 48,1 16,7 5,6 3,7 3,7 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 1,9 100,0 Es notorio que más de un 90% de las identidades culturales se puede relacionar con una actividad productiva, es decir, las labores productivas y sus exigencias son determinantes para la conformación de la identidad colectiva. Esto es independientemente si se trata de labores de rubros económicos preponderantes o no. Por ejemplo, tanto la actividad minera como la textil son actividades que dejaron de ser el centro de la economía local, igual que la producción campesina7. Eso refleja que la identidad colectiva se genera no sólo de la realidad actual, sino de la memoria colectiva. Al compararlas con las respuestas sobre la 6 Por el gran número de grupos folclóricos que existen en la comuna. El último censo agrícola del INE (2007) comprendió 53 mil informantes, de propiedades menores que 50 hectáreas. 7 149 actividad socioproductiva más preponderante en la comuna, en un 74% de las comunas se da una correlación con la principal identidad cultural. Si se agregan las respuestas sobre identidad secundaria y terciaria8, se tiene nuevamente que las identidades campesinas son las que más se repiten. Identidad cultural comunal, todos los grados de importancia Identidad cultural Campesina Forestal Huasa Viñatera Obrera9 Pesquera Artesanal Industrial Indígena Turística Respuestas % de las respuestas 38 23 15 10 10 8 6 6 4 70,4 42,6 27,8 18,5 18,5 14,8 11,1 11,1 7,4 Un 70,2% de los encuestados menciona a la identidad campesina como una de las más preponderantes de la comuna, mientras que otros señalan la identidad huasa y viñatera en sus respuestas, es decir, la identidad relacionada con el trabajo de la tierra tiene un alto grado de arraigo en la identidad comunal. En total son 41 comunas que indican por lo menos una de estas tres actividades, equivalente a un 75,9% del total. La presencia de las identidades Campesina, Forestal, Huasa, Viñatera y Obrera en las comunas de la región se muestra gráficamente en los mapas adjuntos, en todos los grados de importancia. 8 Los encuestados podían indicar hasta tres identidades, ordenadas jerárquicamente. En varias comunas se trata de trabajadores agrícolas de temporada que conforman gran parte de la mano de obra. 9 150 151 152 153 154 155 La actividad forestal, una actividad relativamente nueva, está presente en un 42,6% de las comunas en algún grado de identidad, pero como se ha indicado más arriba, sólo en un 16,7% como la principal, lo que contrasta con las respuestas sobre la identidad regional, donde un 38,9% indica esta identidad como la principal, es decir, la región no parece ser la suma de lo que las comunas perciben de sí mismas. Al indagar un poco más en la correlación existente entre las visiones de las comunas de sí misma y de la región en general, se descubre lo siguiente. De las 54 comunas, sólo 10 coinciden en la percepción de su comuna y de la región de la identidad principal. Es decir, sólo en un 18,5% de los casos constituyen un reflejo de la región, en su aspecto principal. A eso se agrega que estas comunas no concuerdan en cuál es la identidad más importante; seis opinan que es la Campesina, y cuatro que es la identidad Forestal. Aunque no necesariamente las comunas sean un reflejo de la región, lo esperable sería que la gran mayoría de las comunas coinciden con la identidad regional en por lo menos algún grado. El análisis arroja que eso sucede en un 63% de las comunas, tal como lo demuestra la tabla siguiente. Coincidencias: Identidades Forestal Campesina Industrial Pesquera Ind. Otras Total coincidencias Nº comunas % 1 2 3 13 6 1 0 1 21 5 7 4 2 4 22 4 6 21 38,9 11 20,4 2 3,7 Total Ninguna Total 2 0 34 63,0 20 37,0 54 100,0 Lo sorprendente es que en un 37% de las comunas, ninguna de las identidades comunales se ven reflejadas en la percepción de la identidad regional. Estas comunas se perciben a sí mismas, entonces, muy distintas a la de la región en general. Al alejar la vista del espacio comunal y si lo enfocamos a la de la región en su globalidad, aparentemente desaparece su comuna y la imagen global que se forma es otra. 6.4.1. Productos y servicios asociados a la identidad de las comunas La pregunta acerca de productos y servicios relevantes asociados a la identidad de la comuna, arrojó como era de esperar, una gran cantidad de respuestas, variadas en su topología y características. Se mencionan productos que van desde las commodities hasta productos locales de producción artesanal, como, por ejemplo, el vinagre de manzana. Dado el carácter de este estudio, que busca identificar las posibilidades de potenciar la competitividad territorial desde la perspectiva de las identidades, la descripción y el análisis va a comprender específicamente los productos que presentan posibilidades de agregar valor basado en la identidad local. La selección es, por lo tanto, subjetiva, y la identificación de productos y servicios, con el potencial mencionado, no debería agotarse ahí. 156 Productos y servicios asociados a la identidad comunal Comuna Ñiquén Portezuelo Ninhue Quillón Ranquil Trehuaco Cobquecura Chillán Viejo San Ignacio Yungay Chillán Antuco Mulchen Santa Barbara Quilaco Alto Bío-Bío Tirúa Lebu Cañete Contulmo San Pedro de la Paz Penco Santa Juana Florida San Rosendo 6.5. Productos y servicios Camarones Vino tradicional Uva negra Turismo (laguna, clima) Uva Productos agrícolas, vino Papas, papayas Flores (lilium y claveles); conservas Papas Ganadería ovina Viñas Corderos, chivos, turismo, miel Vinos; nueces La miel; la producción apícola como producto turístico Vinagre de manzana Artesanía pewenche: tejidos, comidas típicas servicios turísticos: cabalgatas, paisaje, termas Tejidos en telar mapuche Pescados, mariscos, algas Papa cañetina, turismo lago Lanalhue Frutilla blanca Gastronomía Gastronomía marítima (Ruta Bordemar) Productos agrícolas, hortalizas y otros Vino Vino burdeo Ámbito espacial de identificación Ahora, luego de esta larga vuelta por las identidades regionales, territoriales y comunales, se les hizo la siguiente pregunta a los encuestados, con cuál de los ámbitos espaciales se sienten más identificados los habitantes de su comuna10, si se sienten parte de la región, o más bien es su municipio el que evoca mayor sentido de pertenencia. Pregunta importante dada la finalidad del estudio. El resultado arrojó lo que muestra la tabla siguiente: Identificación espacial principal Ámbito espacial Comuna Provincia 10 Nº respuestas 15 14 % 27,8 25,9 Se podía mencionar hasta tres espacios de identificación, en orden de importancia. 157 Capital comunal Localidad de hábitat, rural o barrio Territorio de planificación Capital provincial Región del Bío-Bío Termas de Chillán Total 9 7 4 2 2 1 54 16,7 13,0 7,4 3,7 3,7 1,9 100,0 Tal como se observa, una parte insignificante de las comunas se sienten parte de la región, de acuerdo a la opinión de los informantes. La identificación espacial más importante es con los espacios subterritoriales (¿o sub-regionales?) de la región, la comuna, la provincia y el barrio. Tampoco los territorios de planificación parecen ser espacios que despiertan sentido de pertenencia. Tal como quedara señalado en el capítulo Identidad y Territorio, desde donde se profundiza este aspecto de la identidad en la región. Al agregar las identificaciones secundarias y terciarias, se tiene que la Región del Bío-Bío mejora su posicionamiento, aún cuando la provincia aparece con un nivel de identificación superior. Identificación espacial principal, secundaria y terciaria Principal Comuna Provincia Capital comunal Localidad de hábitat, rural o barrio Territorio de planificación Capital provincial Región del Bío-Bío Termas de Chillán Total Nº resp. 15 14 9 Secundaria Provincia Región del Bío-Bío Capital provincial Nº resp. 13 8 4 7 Territorio de planificación 4 4 2 2 Comuna Capital comunal País Localidad de hábitat, rural o barrio Otro territorio: Punilla11 No indica Total 3 2 1 1 54 Terciaria Región del Bío-Bío Provincia Territorio de planificación Localidad de hábitat, rural o barrio No indica Nº resp. 9 8 6 1 30 1 1 17 54 Total 54 En cuanto a los Territorios de Planificación, al sumar todas las referencias a la identidad espacial en cualquiera de sus intensidades, existe un bajo nivel de identificación. Sólo un 25,9% de las comunas tiene algún grado de identificación con este ámbito. Véase el cuadro siguiente. Identificación espacial, todos los grados de importancia Ámbito espacial Provincia % comunas 64,8 11 El municipio de San Nicolás, perteneciente al Territorio de Planificación Valle de Itata, aspira a incorporarse con el Territorio Punilla, por considerar mayor similitud con éste. 158 Región del Bío-Bío Comuna Territorio de planificación Capital comunal Localidad de hábitat, rural o barrio Capital provincial País Otro 35,2 33,3 25,9 20,4 16,7 11,1 1,9 1,9 La Región del Bío-Bío está presente en 35,2% de las comunas, pero mayoritariamente en segundo y tercer lugar, mientras y la provincia aparece como el espacio que genera mayor grado de consenso como el espacio con el que se sienten identificados los habitantes. 6.6. Comentarios finales La pregunta inicial de este estudio, ¿cómo se percibe la identidad del territorio desde sus espacios más pequeños?, arroja una gran variedad de respuestas, y con una alta concentración en las identidades Forestal, Industrial y Pesquera Industrial, pilares en la economía regional. Se desprende que las labores productivas y sus exigencias son determinantes para la conformación de la identidad, o que lo que predomina es la mirada objetiva de la región más que los sentimientos y los afectos. A esto se suma otra identidad, la Campesina, identidad que no se relaciona con una actividad de la misma importancia económica como las anteriores, sin embargo, para los encuestados, es de relevancia. En el ámbito del patrimonio natural se destaca una clara identificación con el principal cuerpo de agua de la región, y que le da su nombre, el río Bío-Bío. En general existe un alto número de referencias a ríos, lagunas y cordillera, elementos que sin duda conforman el sentido de pertenencia a la región. El patrimonio arquitectónico revela la importancia que asignan los encuestados a la historia regional, donde se destacan los hitos de la creación de la Universidad de Concepción, la cultura minera, los fuertes y la, hoy declinante, actividad ferroviaria regional. Algo similar pasa en el patrimonio intangible. Las respuestas indican una fuerte valoración por la cultura popular campesina, por clara identificación con sus celebraciones y fiestas. En menor grado aparece la cultura contemporánea como parte del capital simbólico regional. Ahora, al comparar la identidad comunal y la regional, sucede algo curioso. Aparentemente existe una baja relación entre lo que se responde por la comuna y la visión que se tiene de la región. Se podría esperar que un alto número de comunas declarara la misma identidad para sí como para la región, aún cuando no fuera en idénticos grados de importancia. Sin embargo, sólo en un 63% de las comunas tiene una similitud entre algunas de las identidades indicadas para la comuna y para la región. Lo sorprendente aquí es que un 37% de las comunas de la región se perciben a sí mismas muy distintas a 159 la región en general. Con otras palabras, la identificación de la región no pasa necesariamente por la autoidentificación a nivel local. Y la identidad regional no es una simple sumatoria o una ponderación de las identidades comunales. Finalmente, la identificación con un ámbito espacial demuestra ser más fuerte a niveles inferiores, es decir, aparentemente los habitantes de la región se identifican en primer lugar con la comuna, con la provincia y el barrio, pero no con su región. Tal vez este resultado explica de alguna manera los resultados anteriores, las diferencias entre las percepciones de la región y de la comuna; la región es un ente más lejano y por lo mismo más abstracto. Esta conclusión debe necesariamente ser tomada en cuenta al realizar acciones de fortalecimiento de la identidad regional. 160 CAPÍTULO IV: CLAVES PARA EL TRATAMIENTO DE LAS IDENTIDADES EN LA REGIÓN DEL BÍO BÍO Cuando hablamos de las claves nos referiremos a los aspectos centrales que debieran ser considerados en la institucionalidad pública y privada, para la inclusión temática y participativa, de todas estas realidades socioculturales y los actores que las lideran, por ser temas centrales en el proceso de descentralización, desarrollo humano endógeno y sustentable de la región. Estas precisiones surgen desde reflexiones, maduradas, procesadas y analizadas de lo que hemos recogido durante meses de trabajo y tras las largas conversaciones y talleres de discusión colectiva, en las que obviamente no siempre hubo coincidencias. Las conclusiones serán agrupadas en función de algunos temas aglutinantes, relevantes, y a la vez, dando respuesta al objetivo principal del estudio: Conocer, realzar y visibilizar las identidades regionales y el rol que cumplen en el desarrollo regional y en la construcción de una visión conjunta de región. Podemos plantear que en términos de los requerimientos de la investigación, conocimos las principales identidades de la región, las hemos realzado y visibilizado en cada uno de los informes, en las actividades de difusión, en la elaboración de los mapas, en el diseño de una web (www.identidadbiobio.cl), el video y la edición de libro de divulgación. También hemos reafirmado el rol fundamental que cumplen en el desarrollo regional y en la construcción de una visión o sueño de región. Los actores sociales de la región, en tanto activos de las identidades colectivas, son fundamentales para la consecución de los objetivos que persigue el estudio. Por el impacto positivo que generarían en el corto y mediano plazo, si estas temáticas se incluyeran y aplicaran dentro de los diferentes quehaceres institucionales, porque corresponden a los temas que éstos mismos promueven. Es así como los municipios, el sistema de educación regional (escuelas y colegios), los medios de comunicación, las diferentes ONG y las organizaciones culturales ciudadanas, entre otras instancias, pueden transformarse en trampolines y agentes territoriales promotores del desarrollo endógeno y de la descentralización, en impulsores del reconocimiento y el fortalecimiento de las culturas e identidades territoriales, de la valoración y el respeto de las especificidades locales. Los municipios como la entidad más cercana a las personas, a las identidades colectivas y sus espacios territoriales. El sistema de educación regional, como mecanismo de difusión de la diversidad geográfica y cultural de la región, de sus historias locales y transversales. Los medios de comunicación regionales, como comunicantes efectivos en la interculturalidad regional (en el sentido de relaciones entre culturas). De la misma manera, el Gobierno Regional del Bío Bío debe continuar en la generación y promoción del conocimiento sobre la dinámica de las identidades presentes en la región, como una forma de acercamiento a la realidad de sus habitantes, para saber qué es lo que quieren y cómo estas identidades colectivas se imaginan su desarrollo, en qué términos y bajo qué lógica. Se plantea a través del siguiente informe la pertinencia de la inclusión de la dimensión cultural en las políticas públicas como instrumento favorable de la democracia regional, como medio de superación de los malestares sociales, que facilita la inclusión de sus habitantes y la generación de espacios de encuentro y sociabilidad, lugares de confluencia de las identidades. 161 1. Temas Claves y relevantes dentro del estudio Identidades, actores y reconocimiento Como sabemos la investigación se centró en desarrollar un conocimiento orientado al estudio de las identidades presentes en la región del Bío Bío. A nivel teórico y metodológico, significó situarse en esta realidad desde su composición colectiva, sin realizar una distinción entre las identidades sociales y las culturales1. Desde las primeras hasta las últimas aproximaciones en los territorios evidenciamos que en la región imperaba la presencia de un abanico de identidades sociales y culturales; unas más históricas, otras más emergentes, funcionales o instrumentales, pero muchas formas de representación de la diferencia, de la distinción, en el sentido desarrollado por el Catalán Manuel Delgado (1998), que expresa que la identidad es la diferenciación, que en este caso, son diferenciaciones colectivas a partir del territorio, género, la tradición, religiosidad, patrimonio, etnia, deporte, estilo musical, actividad económica, etc. Detrás de cada composición identitaria, ubicación territorial y dinámica, es evidente la presencia de actores, mujeres u hombres, jóvenes, adultos o adultos mayores, organizados en función de propósitos concretos, todos variados y respondiendo a intereses particulares, como algunos también comunes, porque hay sueños comunes. Es decir, sin ir más lejos nos encontramos con uno de los principales activos regionales perteneciente al ámbito del patrimonio intangible, las personas con sus capacidades de organización, gestión, de búsqueda y adaptación, que requieren participación y reconocimiento. Participación en las diferentes instancias en la toma de decisiones (ser parte, formar parte y tomar parte), pero también reconocimiento por su trayectoria, sabiduría y perseverancia, por ser los gestores de las transformaciones sociales, incluso de las más profundas, las que se producen a nivel de la familia, de los barrios, sectores o comunidades completas. Porque son actores que participan de comunidades organizadas, que se movilizan y autogestionan sus necesidades. Cabe destacar que una identidad no reconocida, puede constituirse en una identidad subordinada (Bello, 2008). Lo que implica mantener las relaciones de desigualdad y de exclusión. Siendo un elemento central en el desarrollo, sobre todo en una región de identidades, de actores, que en momentos de crisis y amenazas externas, se activa la asociatividad y solidaridad. Es lo que a partir de este estudio llamamos, asociatividad y solidaridad, un activo que se gatilla en momentos de crisis y amenazas. Porque las identidades y sus actores cumplen el rol clave en el desarrollo que es ser soporte de los otros cada vez que alguna externalidad los golpea o afecta. Casi de manera contracíclica, las identidades menos golpeadas emergen como sostenedoras sociales de las amenazadas. Algunos ejemplo de lo anterior: Cuando la pesca artesanal está mala, la recolección de mariscos y algas logra “parar la olla” y cuando no existen más opciones de desarrollo para el sector y las personas del Alto Bío Bío, es entonces cuando “la identidad pewenche” emerge como un “activo” a ser potenciado. Otro caso es el caso de Concepción como ciudad industrial a ciudad de servicios. Aquí otra vez se repite el modelo, cuando las industrias dejan de desempeñar un rol central de actividad económica, “la identidad penquista pencopolitana” emergió para sostener a la ciudad. 1 “La identidad social, denota todos aquellos atributos reconocibles en un sujeto, y que son compartidos con otros miembros del grupo de pertenencia. La identidad cultural, en cambio, da cuenta del universo de normas y valores que el sujeto comparte con su comunidad de pertenencia”. Concepto desarrollado por CIAE Universidad de Chile, en el contexto del Estudio, “Diseño de proyecto de intervención sociocultural para la provincia de Arauco, realizado en el mes de Mayo, 2009. También desarrollado por Álvaro Bello, en: Aspectos sociopolíticos de la identidad en un territorio. Universidad Católica de Temuco, 2008, (En línea). 162 Lo mismo sucedió con pescadores artesanales de Cocholgüe y tomecitos. Antes que se cerrara la fábrica Bellavista, los cocholgüanos eran tratados por los tomecitos de manera despectiva si se encontraban arriba de una micro, signándolos como los hediondos. Pero al cierre de la fábrica los tomecitos iban a Cocholgüe a pedirles pescados. Pescadores artesanales de Cocholgüe manifiestan que el año 2005 comienzan los problemas con Celco. Lo que genera la asociatividad entre las diferentes organizaciones del territorio, como los surfistas, del Club de Surf y Body Board Zona 4 y las juntas de vecinos de Cocholgüe, orientados al resguardo de las playas y el tratamiento de la contaminación. Esta emergencia de identidades no hace más que expandir fuertemente el mercado de identidades regionales, invisibilizando las reales capacidades y potencialidades de unas sobre otras, y nublando un tanto el panorama y futuro regionales. Por lo anterior, se vuelve fundamental trabajar en el reconocimiento, aceptación y difusión de esta realidad sociocultural regional. De alguna manera la región se asume diversa, Sernatur por ejemplo (Servicio Nacional del Turismo), ha definido a la región desde una diversidad de atractivos naturales, culturales, patrimoniales, históricos, costumbristas, invitando a descubrir la diversidad del Bío Bío, sustentado todo esto, en un importante estudio2. La actual Estrategia de Desarrollo Regional 2008-2015 también se orienta hacia la diversidad cultural. Pero este estudio constata que la diversidad aún cuando sea la principal característica de la región no necesariamente genera orgullo entre sus habitantes, no nos identificamos con la diversidad. Por esta razón se puede plantear que muchas identidades son rechazadas, como las indígenas, los campesinas, los pescadores, los jóvenes skater, los hiphoperos, etc. Por tanto, se señala que el reconocimiento, aceptación y difusión de esta realidad sociocultural regional debe ser un tema de proyección en los servicios públicos, para favorecer la visibilización de estas realidades, generar un impacto en la mejora de la calidad de vida, la autoestima y en el arraigo territorial. Identidad regional como un proyecto de futuro Otro tema clave del estudio es que el fortalecimiento de la identidad regional pasa por el tránsito de una región funcional a una región cultural. Como se ha planteado, la región funcional es una que se constituye en un territorio común sólo en términos políticos y administrativos, sin que haya necesariamente un sentimiento de pertenencia hacia éste. En cambio una región cultural, los sujetos le otorgan un sentido al territorio y a los habitantes que lo integran. De esta manera, la identidad regional, de la región del Bío Bío es un proyecto de futuro, aún un sueño, donde los habitantes podrían tener un vínculo emocional con el territorio. El estudio en el principio apuntaba a auscultar el sentido de pertenencia de los habitantes de la región del Bío Bío. Siguiendo esa línea, rápidamente pudimos constatar que la identidad regional es una identidad débil, frágil, feble, pareciera que no contamos un discurso o imagen aglutinadora de identidad regional, sino que más bien surgen flojos enunciados y vínculos emocionales que se originan desde la racionalidad, desde discursos aprendidos3. A diferencia de lo recién señalado, el estudio arrojó múltiples identidades, la mayoría de éstas locales y comunales, algunas territoriales y culturales, muchas emergentes, y bastantes, resistiendo 2 Se recomienda ver en el anexo de este informe entrevista a Olga Picarte, profesional de Sernatur. Respecto de este sentimiento, se les consultó a distintos habitantes por medio de entrevistas, talleres, autobiografías e incluso, en el cuestionario aplicado a los 54 Secplan (Secretaría de Planificación Municipal), a estos últimos se les preguntó exactamente por el sentido de pertenencia de los habitantes de su comuna. 3 163 a los embates de la modernización. Todas las cuales fueron presentadas en el capítulo de los hallazgos. De la misma manera, el capítulo referido a los testimonios y discursos de la identidad, señala que la interpelación más próxima que los actores realizan cuando se les plantea sobre la realidad territorial resulta ser la comuna, el barrio, las texturas de la experiencia local, sus organizaciones comunitarias, la geografía humana y vecinal, el paisaje identitario cotidiano. Pero en la medida que ampliamos el “zoom” hacia la dimensión regional se observa una significativa tendencia a la disolución relativa de las identidades. Al igual que lo que sucede con la sociedad chilena, según el estudio del PNUD 2002, ésta no dispone de una imagen de sí misma que le permita gobernar colectivamente las fuerzas de desarrollo. Diagrama interpretativo del estado de la identidad e identidades en la Región del Bío Bío. Fuente: Elaboración propia. En correspondencia a la forma del triángulo, la base contiene mayores identificaciones. El resto de espacio, representando en el color verde y que no es parte del triángulo, pero que se halla dentro del cuadrado, representa las identificaciones con el nivel nacional o global. etc. Evidenciando de esta manera, el sentido de pertenencia en la Región del Bío Bío. Por ende, la importancia de dar un paso de una región funcional hacia una región cultural, clave para lograr el desarrollo sobre la base de objetivos comunes, y superar de esta forma, el proceso de construcción regional, que como sabemos, y se explicitara en el capítulo Identidad y Territorio, fuera decidido centralmente bajo la autoridad del gobierno militar en 1974, sin un espacio de 164 participación ciudadana, donde sólo se reconocieran los fundamentos técnicos y fuera sentido por la población regional como una imposición. A diferencia de la débil identidad regional, las provincias de la región presentan mayores vínculos emocionales, es decir que hay identidades territoriales a nivel provincial. Tanto es así que Ñuble demanda la autonomía regional y la identidad Lafkenche lo mismo para la constitución de la región Mapuche. En cambio los territorios de planificación, son espacios de reconocimiento casi exclusivo del nivel público municipal. Exceptuando a AMDEL y Arauco, porque el primero se constituye desde la voluntad de asociatividad de los municipios y el segundo coincide con los límites provinciales de Arauco, por tanto son territorios con mayores sentidos de pertenencia. Pero resulta interesante constatar que uno de los resultados del cuestionario establece la existencia de factores comunes entre los municipios integrantes de los territorios de planificación, es decir, que en gran parte de los territorios de planificación existe una identidad común entre sus comunas constitutivas, lo que puede ser un reflejo de que el origen de los territorios de planificación fueran sus vocaciones productivas. Aún cuando no debiera ser un determinante absoluto de identidad, porque sabemos que la identidad se origina a partir de cualquier vinculo o referente, desde la necesidad de diferenciarse, que se basa en cualquier soporte para esta diferenciación. Sobre lo común que se puede encontrar en la Identidad regional aparece con bastante reiteración discursos que remiten a los “sustratos” de la región, que hacen referencia a la diversidad geográfica y cultural, la existencia del pueblo mapuche en el pasado constitutivo de la nación y de la región, la cultura campesina, el río Bío Bío y la idea de frontera, todos éstos como ámbitos innegables de su territorio. Así mismo, en términos del patrimonio natural, material e inmaterial, primero se señala el Río Bío Bío, y segundo lugar el Salto del Laja como los espacios naturales más representativos de la región4. Respecto del patrimonio arquitectónico, son un referente regional, la catedral de Chillán y su mercado, el campus de la Universidad de Concepción, y finalmente Lota y el pasado Minero. Este último nos ha llamado la atención sobre los otros, porque Lota y la identidad minera, es sin duda alguna la identidad que mayor consenso genera a nivel regional, tal como fuera expresado en el capítulo de este informe, consensos y sueño de región. Finalmente, en el plano del patrimonio intangible, con toda claridad la fiesta religiosa Católica de San Sebastián es la expresión patrimonial más fuerte de la región, que se extiende más allá de los límites comunales de Yumbel y que aglutina a todo tipo de identidades. También se menciona todo lo relativo a las expresiones artísticas (música, poesía, murales, etc.) y a las fiestas y ferias costumbristas campesinas. En el fortalecimiento de la Identidad Regional, se debe poner atención a las narraciones personales de los habitantes de la región, a la subjetividad, a las biografías personales, porque tras los testimonios se evidencia una memoria colectiva, con puntos de intersección, de interconexión entre uno y otro relato, que nos permite interpretar el pasado de una comunidad a partir de ciertos hitos y experiencias compartidas, que dan sentido al presente y proyectan e imaginen el devenir de un grupo humano, otorgando la posibilidad de diferenciarse de modo significativo, de constituir una comunidad y/o territorio, es decir de una región cultural. 4 Los lagos Lleu Lleu, Lanalhue y Laja ocuparían el tercer lugar. 165 El turismo a partir del caso de la Identidad Pewenche. El turismo con identidad implementado en comunidades indígenas del Alto Bío Bío se aprecia positivamente como una nueva actividad económica que puede complementarse perfectamente con las actividades de tipo más tradicional, como la ganadería, recolección de frutos silvestres y hongos, y la agricultura, entre otras. No necesariamente el desarrollo de una actividad “menos tradicional” afecta el deterioro de la cultura local, al menos en este caso sus habitantes señalan todo lo contrario. Incluso se plantea que a partir de este impulso de desarrollo, paulatinamente se han ido recuperando las tradiciones locales, cuidando eso sí, de no volver este servicio productivo en un lugar de folclorización de la vida y cultura Pewenche, lo que sí es visto como un alejamiento de la cultura. El desarrollo turístico debe ir acompañado de un programa periódico de difusión, para que la actividad se vuelva rentable durante todo el año y efectivamente sea un complemento económico del total de recursos captados. El caso de la Identidad Pewenche no es el único que considera el desarrollo turístico como una alternativa de desarrollo local, se aparece como uno de los temas más importantes de la región. Sorprende como casi todas las identidades descritas lo presentan como la posibilidad real y más cercana generadora de desarrollo, casi como una palabra mágica. Tanto así es el impulso que ha tenido en los últimos años, que algunas comunas y localidades se definían así mismas como turísticas, es decir, nuestra identidad es el turismo, somos turismo. Ejemplo de participación ciudadana: Ley 20.249/2008 Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios. Un ejemplo de real participación ciudadana es la redacción y la gestión para la promulgación de la Ley de Borde Costero Indígena, desarrollado por la organización Identidad Territorial Lafquenche, a partir del impulso de la gestión del ex alcalde Adolfo Millabur de la Comuna de Tirúa. Es un modelo concreto de desarrollo con identidad cultural, donde primó la importancia del uso cultural del borde costero para los Pueblos Originarios. Fue un proceso que se inicia con un trabajo autogestionado y participativo el año 2006 y concluye con la ley aprobada en el parlamento el año 2008. Según manifiestan es un hito relevante para la Identidad Territorial Lafquenche, que reacciona frente a la ley de pesca del año 1990, para no ser despojados del mar. Esta ley recoge el derecho de costumbre para quienes tienen vínculos con el mar, el uso gratuito, derecho de administración directo y uso compartido, respetando el espacio que han utilizado. Este ejemplo de participación ciudadana y de desarrollo con identidad cultural, puede ser un horizonte a seguir en la tarea del fortalecimiento del capital social y cultural regional, de la inclusión y el reconocimiento de las identidades y de la profundización de la democracia, y la descentralización regional. Sobre todo después de constatar que participación ciudadana es un anhelo y sueño transversal de los habitantes de la región. Identidades en la región del Bío Bío, fenómeno de espirales y multiplicidades. Las identidades en la región del Bío Bío se caracterizan por su multiplicidad y su movimiento en espiral. Se presentan más bien como dinámicas polimorfas, como flujo e intercambio incesante de relaciones diversas, expresadas en los espacios y territorios. En vez de hallar exclusivamente identidades en un estado estático, es decir, como una sustancia ontológica invariable en el tiempo y el espacio. Las identidades aquí son múltiples y adquieren la figura de espiral, parten desde una 166 memoria colectiva territorializada, que se encuentra inscrita en estructuras sociales, procesos históricos y en las propias biografías de los sujetos sociales. De esta manera, nos podemos encontrar un lajino con un pasado minero; un chorero (Talcahuano) con un vínculo campesino; una mujer emprendedora también pescadora; una hija de minero como promotora patrimonial. Es decir, estas historias nos dan cuenta de la circularidad en forma de espiral, un retorno sobre sí mismo y una nueva partida, del dinamismo y movilidad de las identidades y que cada cierto tiempo van tomando matices que son las que se representan, las que denotan la distinción. En esta distinción, nos encontramos más que con fuertes identidades comunales con fuertes identidades locales. Las comunas, dependiendo del tamaño que sean varían sustantivamente en su composición identitaria y complejidad. Por ej. a Concepción se le describe como la urbanización, lugar de transición y contradictorio, haciendo mención a la cantidad de escenarios posibles y la multiplicidad de situaciones que pueden ocurrir en cada momento. De identidad mixta. Espacios públicos como espacios de desarrollo e intercambio local. Claramente se manifiesta la importancia de potenciar en la región los espacios públicos, para recuperar lo colectivo y la sociabilidad, porque las personas requieren de lugares para compartir, realizar un rito en tranquilidad y seguridad, encontrarse y discutir. Esto quiere decir que los espacios se deben construir, implementar y masificar para que los habitantes cuenten con lugares para la realización de actividades. Sean estas acciones políticas, sociales, culturales, lúdicas, conmemorativas, festivas o de ocio, etc. Como espacios de convivencia, intercambio, diálogo o discusión para la generación de un nuevo pensamiento. Estos espacios pueden ser desde las juntas de vecinos, a espacios culturales, aperturas de escuelas, recuperación de lugares patrimoniales, protección de los lugares sagrados de los Pueblos indígenas, en contextos urbanos como rurales, etc. Es decir, espacios para el desarrollo y el intercambio comunitario, de generación de identidad. Identidades Barriales como desarrollo Local De las identidades territoriales, en el ámbito urbano de la región del Bío Bío se destacan los Barrios y los/as pobladores/as. Muchos de los cuales, se forman a partir de la inmigración de campesinos que llegan a las ciudades atraídos por la demanda laboral o por haberse desplazado producto de los desastres naturales. Estas identidades nos han demostrado con ejemplos de perseverancia y tenacidad, lo fundamental que es para el desarrollo local el trabajo colectivo. Que implica, entre muchas más situaciones, sobrevivir a desastres naturales y antrópicos, enorgullecerse de su propia historia, desarrollar un espíritu solidario, gestionar actividades culturales, deportivas y sociales, dejar de lado muchas veces la discriminación, la desocupación y en las últimas décadas, la delincuencia y drogadicción. Por esta razón, los Barrios como identidades territoriales se vuelven una realidad a fortalecer en el ámbito del capital social, en la recuperación de su memoria histórica y mejora de sus espacios públicos, por el potencial existente en esos lugares, poseedores de una fuerte identidad y generadores de diversos proyectos de desarrollo local. Entre estos cabe destacar los Barrios de Talcahuano, Hualpencillo, Barrio Norte, Barrio Universitario, Boca Sur, Nonguen, Agüita la Perdiz, Costanera, Michaihue, Salvador Allende de Coronel, Lota Alto y Lota Bajo, Etc. Pueblos indígenas y el miedo a la pérdida cultural. Es coincidente uno de los sueños de las identidades Lafquenche y Pewenche, que se vincula a la emigración de los jóvenes, las ofertas laborales y pérdida cultural. Pareciera ser que para un sector importante de Mapuches que aún habitan en los sectores rurales, las costumbres, ritos y tradiciones recreadas en los sectores urbanos son asumidos como una cultura dañada, -a pesar de las reclamaciones de los Mapuche Urbanos, donde la mayoría de ellos son familiares que se visitan con periocidad con sus parientes de la ruralidad. El hecho es que los hombres y mujeres jóvenes dejan las comunidades en búsqueda, -la mayoría de las veces-, de mejores oportunidades laborales. Lo que implica a la vez dejar a los mayores y la cultura Mapuche en el abandono y olvido 167 de todo, en una época adversa, por las dificultades con que hoy se enfrenta la vida rural, se sea o no sea ésta indígena. El vínculo familiar, afectivo y emocional se daña, se aleja, la cultura se olvida. Aparece como un lamento, el mayor de los temores. Aún cuando sabemos que las culturas y las identidades son dinámicas cambiantes en el tiempo, incluso al punto que pueden ser absolutamente distintas de una época a otra. No obstante aquello, es evidente la resistencia, resistencia que además se plasma en movilizaciones y demandas concretas hacia el Estado y los gobiernos, por el respeto, cuidado y reconocimiento, no teórico sino que práctico, de ésta realidad étnico nacional. En alguna medida el lamento también es similar desde el mundo campesino en la región. Se habla del rescate y fortalecimiento de las tradiciones y folclor campesino-huaso, que sufre de los embates de la modernidad y globalización. Por ello también la demanda concreta, es el trabajo hacia un desarrollo local con identidad, en base a su cultura y tradiciones. Factor económico y revitalización de las identidades y cultura locales Llama la atención en el estudio que la mayoría de las identidades se configuran a partir de alguna actividad económica, sea o no relevante (determinante) a nivel local o regional. El factor económico es central en la revitalización de las identidades y de algunas culturas locales en los últimos años. La relación entre identidad y la actividad socioeconómica queda claramente demostrada en el cuestionario aplicado, en los testimonios y relatos orales, así como también, en la masificación, rescate y re-invención constante de los ritos festivos locales. El cuestionario arrojó que más del 90% de las identidades presentes en la región se relaciona con alguna actividad productiva, sea esta del presente como del pasado. Los testimonios y relatos orales, dan cuenta en los territorios una multiplicidad de nuevos emprendimientos e inteligencias colectivas que hoy se encuentran operando colaborativamente en el plano territorial, con el objeto de promover nuevas formas de desarrollo. De la misma manera, podemos ver como se ha ido posicionando en los últimos años, la realización de fiestas y celebraciones locales, como la fiesta de la castaña, del camarón, del estofado de San Juan, del choclo, la mora, la reineta, la nalca, la vendimia, la cruz de mayo y la semana del minero, etc. De manera implícita está presente una ideología económica productiva que está muy preocupada de la producción de ciertos bienes, a partir de una lógica occidental en desmedro de otras visiones de mundo y culturas, donde el mismo factor económico también está presente, pero respondiendo a otras expresiones y lógicas. No sólo la mirada más institucional es economicista respecto de la dinámica y constitución de las identidades, ahora vemos que muchas de las identidades emergentes y actividades culturales locales se están situando en mecanismos de diferenciación a partir de la producción de ciertos bienes de consumo, como el turismo que es una necesidad y mencionada demanda transversal. Las Identidades Emergentes: Construcción y reconfiguración de una realidad vinculante Cabe destacar la emergencia de identidades que responden a la compleja y variada dinámica de la globalización económica y cultural. En la que no sólo se recepcionan pasivamente influencias de una cultura global, sino que dentro de las variadas y singulares respuestas a este proceso innegable, están la eclosiones y reetnificaciones de identidades sociales y culturales. El estudio a nivel regional constata esta realidad tras las denominaciones y auto definiciones identitarias, como las que se mencionan: los surfistas; muchas identidades de mujeres emprendedoras, como las algueras y recolectoras; los skater con una ocupación concreta de lugares y espacios en las zonas urbanas del Pencopolitano, Chillán y Los Ángeles: los pobladores y barrios como identidad común y diferenciada a la vez; y finalmente mencionar la que se aparece como más “conflictiva” de todas, la identidad forestal, -por el impacto que ha tenido en las identidades campesinas e indígena,s y por 168 el gran rechazo que genera desde las percepciones subjetivas en el territorio regional. En todas las comunas de la región se observa este fenómeno, que sin lugar a dudas responde a una amplia diversidad5, tal como quedó signado en el cuestionario. Al ser sistematizado se resalta con intensidad el turismo en sus diversas vertientes, -como ecoturismo, agroturismo, turismo patrimonial y cultura-, los movimientos ambientalistas vinculados a identidades preocupadas por el entorno comunal6. No obstante aquello, se destacarán dos temas centrales en esta emergencia de identidades; las mujeres y el rol en las identidades emergentes. En segundo lugar la emergencia y negación de la identidad forestal, como una gran paradoja de las identidades en la región. Las mujeres han ocupado un rol preponderante en el desarrollo local. A lo largo del estudio nos encontramos con la presencia activa de distintos grupos de mujeres participantes de organizaciones sociales, culturales y productivas, ligadas al emprendimiento de los más variados rubros. Las habían recolectoras, campesinas, tejedoras, dirigentas sindicales, gestoras culturales, gestoras en turismo local, etc. Llama la atención como este grupo se ha ido posicionando, ocupando un rol clave en el desarrollo local, tanto es así que en casi todos los lugares donde se desarrollaron talleres habían grupos de mujeres que se autoidentificaban como emprendedoras. Cabe mencionar, tal como aparecen en los diferentes relatos recogidos, la identidad de la mujer lotina (minera) que como compañera de los mineros, batalló junto a él para la obtención de máximos recursos durante el cierre de las minas. Las mujeres pobladoras, quienes ocuparon un rol preponderante en la década de los ‘ 80 asumiendo liderazgos en los cacerolazos, las ollas comunes y las protestas. Las mujeres de los pueblos originarios, quienes se han transformado en importantes líderes urbanas como rurales. Las mujeres de los pescadores artesanales, desafiando el mar y las creencias, frente a la crisis están en la mar, en los empleos municipales u otras actividades. Claramente, las mujeres han ocupado otro rol dentro de las responsabilidades socioeconómicas familiares, se están visibilizando y generando acciones concretas de desarrollo con impacto local. La otra identidad emergente es la identidad Forestal. Particularmente, de los diferentes instrumentos utilizados en el estudio, la información que arrojó el cuestionario resulta interesante, porque confirma el dato que había aparecido en el taller de la comuna de Cabrero con participantes ligados al sector forestal maderero, campesinos y mujeres emprendedoras. El cuestionario señala que más del 70% de los encuestados considera a la región del Bío Bío con algún grado de identidad forestal. Sin embargo, sólo un 17% de éstos, identifica a su comuna como forestal. Es una identificación que obedece a una característica socioproductiva de la región. Se produce esta relación porque el sector económico está presente extensamente en la región. Pero como realidad social existe. Por otro lado, cuando se les consulta concretamente sobre la actividad socioproductiva predominante a nivel comunal, la mayoría de estos pone en primera opción la actividad silvícola 5 Las señaladas van desde centro de negocios, plataforma logística, turismo y mujeres emprendedoras, hasta ambientalista, artística, culturales, donde se repite el rescate de la cultura con arraigo campesina y deportiva. También se menciona la identidad forestal como emergente, junto con rubros agropecuarios emergentes como el frutícola y apícola. Relacionado con reivindicaciones están las identidades; indígena urbana; movimiento emergente de temporeros agrícolas; existencia de red social activa. Se mencionan movimientos migratorios, desde y hacia las comunas; y otras tantas más. 6 Ámbito analizado en el capítulo de los consensos. Otras identidades que se mencionan en el cuestionario se refiere a la reemergencia de identidad tradicional campesina, identidades surgidas de la reconversión productiva y rubros emergentes, como el avícola e identidades relacionadas con manifestaciones culturales, sean estas tradicionales y nuevas. 169 forestal. Como segunda opción sitúa a la gran industria manufacturera. Con lo anterior se constataría que en las comunas donde se desarrolla la actividad forestal no necesariamente son depositarias de grandes establecimientos manufactureros, como para que sus habitantes lleguen a vincularse laboral y emocionalmente con este sector, como sucede con otras identidades. En el mismo sentido, sorprende la respuesta cuando se les consulta por la identidad cultural de su comuna, el 48% responde que su identidad es campesina, y el 16,7 % dice que es forestal. Para terminar, claramente estamos en presencia de una identidad forestal, pero al respecto tenemos muchas más preguntas que certezas. ¿Es una identidad creciente?, ¿qué vínculo tienen los/as habitantes, comunas o sectores que se llaman a sí mismos como forestales?, ¿si es o no una identidad impuesta, instrumental o funcional?, ¿si estamos o no en presencia ya de una identidad cultural?. Cuadro Síntesis Claves Temas claves Para lograr Reconocer y Fortalecer: - Diversidad de Identidades presentes en la región - Políticas Públicas pertinentes a las culturas y territorios - Actores relevantes que son representantes de dichas identidades e impulsan proyectos alternativos - Mayor Participación - Avanzar en el proceso de descentralización - Desarrollo Humano Endógeno y Sustentable - Valoración y Respeto de la diversidad cultural - Mayor Democracia - Inclusión - Mejor calidad de vida - Dinamismo e interrelación de las identidades Dar un paso... - De una región funcional a una región cultural Potenciar: - Actividades socioeconómicas con identidad cultural y territorial - Espacios públicos como espacios de convivencia e interrelación de las identidades 170 2. Consideraciones generales Finalmente nos preguntamos cómo podemos visibilizar, realzar y relevar el rol que cumplen las identidades en la construcción conjunta de región. Quizás es lo más complejo frente a este escenario de revalorización de identidades que sabemos obedecen a dinámicas concretas de realidades socioculturales. Cómo se potencian estas identidades, y a la vez, cómo se potencia a la región. De qué manera se vuelve efectivo el proceso de descentralización, sabiendo que sobre todo pasa por una transformación cultural de la sociedad regional, dado que somos una sociedad que aún obedece a una lógica centralista, que tiene cierto carácter paternalista y asistencialista. Qué paso es el indicado dar para revertir esta situación o redireccionarla. De qué manera nos desarrollamos incluyendo las diferentes lógicas de desarrollo presentes en el región. Cuál es el desarrollo integral, cómo profundizamos la democracia. Evidentemente debemos partir por reconocer el efecto de las identidades en el desarrollo de proyectos comunes con impacto en el desarrollo territorial. Claramente en el cierre de este estudio también nos hacemos muchas preguntas, que debiéramos ir respondiendo con mesura. Son grandes temas los que han aparecido con el fortalecimiento de las identidades en la región del Bío Bío. Como relevar el rol que cumplen los actores en la región, dado que en sí mismos son un activo que se activa en situaciones de crisis. La importancia de las identidades y el carácter contracíclico de estas. La identidad regional como un proyecto futuro de construcción cultural, que mira el pasado, reconoce su presente y se proyecta hacia el futuro. La importancia del turismo en los anhelos de desarrollo local. Fortalecer e incrementar los espacios públicos y los procesos de participación. Reconocer el carácter emocional, múltiple y espiral de las identidades de la región. Valorizar las identidades barriales como posibles polos de desarrollo local. Constatar el miedo a la pérdida cultura de los pueblos originarios y la cultura campesina. La irrupción del factor económico como configurador y gatillador de la emergencia identitaria en los últimos años. Asumir la existencia de la identidad forestal, como una identidad paradójica de la región. Y evidentemente que relevar el rol de la mujer, como un actor clave en el desarrollo regional. Para potenciar lo anterior, se necesita trabajar persistentemente en el reconocimiento y en la aceptación de todas las identidades, porque son muchas tal como lo demuestra el mapa de las identidades, están expresadas en los territorios de la región, pero no todas son visibles en su real magnitud, no siempre generan orgullo para los/as habitantes, y muchas son rechazadas. Se requiere incorporar en la educación pública regional la “densa” memoria histórica existente, ojalá en la enseñanza de la historia, para saber desde dónde venimos, quienes somos, cuáles son nuestras diferencias, así como nuestras similitudes. Es una manera de generar un imaginario colectivo, inclusivo de sus habitantes y realidades, que apunta al fortalecimiento de la identidad e identidades presentes en la región. Es una forma de tener cierta sinergia con la sabiduría popular. Rescatar la música en la región, porque Bío Bío si tiene una característica, es la de ser un territorio musical, que cruza generaciones, niveles socioeconómicos y particularismos de culturas e identidades. Trabajar en la construcción de criterios de pertinencia cultural para la inversión pública regional. En ese sentido tener presente, qué es lo que quieren las identidades, qué es lo que quieren los habitantes de la región, recoger estas orientaciones e ir más allá de las premisas técnicas y centralistas. Asumir las demandas autonomistas que se dan en el territorio de la región. Como parte presente de la dinámica de la identidad e identidades territoriales, de la construcción social de los espacios y la 171 generación de vínculos emocionales e historias comunes. Posiblemente en el futuro el fortalecimiento de la identidad regional puede que pase por otras proyecciones político administrativas. Como lo sería la creación de la región mapuche y de la región de Ñuble. Reconociendo que son espacios de importantes identificaciones territoriales, de demandas de administración y de descentralización (desconcentración) del territorio. Así como también cabe la posibilidad que la proyección se oriente hacia la configuración de una macro región centro sur de Chile, que englobe a las regiones de Maule, Bío Bío y La Araucanía, que puede desarrollar grandes proyectos, reconociendo y respetando, las diversidades territoriales existentes. Es fundamental que se implementen las orientaciones de la dimensión cultura y diversidad de la Estrategia de Desarrollo Regional 2008-2015. Por ser un instrumento de planificación territorial que recoge las demandas de los ciudadanos/as y que piensa a la región en su fase identitaria y cultural. Asumir el carácter eminentemente rural de la región, con núcleos urbanos densamente poblados. Este vaivén entre núcleos poblados urbanos (Gran Concepción, Chillán, Los Ángeles) y pequeños poblados rurales crea y sostiene dinámicas microeconómicas que indudablemente aportan económicamente a la mantención de las localidades rurales que se han visto afectadas a partir de la transformación de sus suelos de agrícolas a forestales a los vaivenes y situaciones propias de su carácter agricultor de sobrevivencia. La participación e involucramiento juvenil en la trama social urbana de las ciudades, a mayor urbanidad, mayor preocupación e involucramiento en cuestiones trascendentes por parte de los jóvenes. No solamente los jóvenes que estudian y son parte, todavía, del sistema educativo, sino que de jóvenes no tan jóvenes que participan en distintas organizaciones, colectivos y grupos de interés, como las organizaciones y colectivos de diversidad sexual. La demanda transversal por mayor sustentabilidad ambiental y social por parte de los habitantes de la región. Hace falta, entonces, un nuevo trato entre la región, los tomadores de decisiones, y los habitantes comunes y corrientes. Finalmente, agregar que en nuestra región existen particularidades y peculiaridades que pueden ser potenciadas, como claramente lo señala el capítulo de activo y actores territoriales. En nuestra región hay muchos lugares a ser desarrollados a partir de su reconocimiento como algo exclusivo, único y casi inigualable. Se vuelve fundamental entonces ampliar estudios a nivel local y comunal, con aplicación de encuestas sobre identidad, para obtener una visión acabada de esta realidad en la región, localizarlas y evaluarlas, e ir generando desarrollo local con identidad de manera descentralizada e interrelacionada a las grandes urbes regionales. 3. Recomendaciones de perfiles de proyectos Podemos finalizar, con un interesante cúmulo de posibilidades de desarrollo para la Región a través de el apoyo de las actividades que se encuentran realizando sus habitantes, a través de actividades socioproductivas, como a través de la generación de lazos y rescate de su propia historia en otros casos. Es importante destacar, la diversidad y el potencial inmenso donde puede nutrirse la identidad, a través de perpetuar las actividades básicas que la componen y la relación entre la comunidad con la que se identifica. En este marco, nos parece fundamental rescatar la actual Estrategia de Desarrollo Regional 20082015, que coincide plenamente con lo expresado por los actores durante el transcurso de este estudio. En especial, los programas estratégicos mencionados con anterioridad y centrados en el tema de patrimonio, identidad, interculturalidad y manifestaciones culturales, entre otros. En este sentido, queremos además agregar una pequeña lista de recomendaciones de proyectos más específicos surgidos a la luz de lo observado en terreno de forma más particular y que creemos 172 podrían ser un aporte significativo al fortalecimiento de la identidad de la Región y, por ende, a su desarrollo. Proyecto: Desarrollo productivo con base en la pesca artesanal (Pesca-turismo-ambientalsocial e identidad y cultura). Objetivo: Replicar la experiencia de “Caleta Maitencillo” para algunas de las 70 caletas de pescadores artesanales de nuestro litoral marítimo. Esto es, la instalación de centro de investigación aplicada en apoyo a la pesca artesanal y desarrollo de proyectos productivos con el fin de explorar nuevas capacidades (negocios, productos y encadenamientos) y potenciar los activos económicos de esta identidad mediante el repoblamiento del borde marino con viejas y nuevas especies. Proyecto: Promover la creación de la red de productores de leña certificada. Objetivo: Incorporar al mundo rural a la cadena de la industria de combustibles y contribuir a la reducción de los niveles de contaminación atmosférica en los principales centros urbanos en la región. Proyecto: Identificación de proyectos productivos y construcción de perfiles para las principales productos con identidad lafkenche y pewenche (orfebrería, tejidos, medicina indígena, leña certificada, complejos de cabañas turísticas, camping, senderos, papa, etc.). Objetivo: Colocar a disposición de la comunidad perfiles de proyectos preevaluados y facilitar así la conservación y la transmisión de sus elementos identitarios esenciales. Proyecto: Implementar Escuelas de Altos Oficios Interculturales en las comunas de Cañete y Santa Bárbara (Orfebrería, tejidos, textiles, medicina popular e indígena, turismo con identidad cultural, gastronomía intercultural, etc.). Objetivo: Dotar a jóvenes de las identidades étnicas nacionales y socioproductivas de una alternativa educacional pertinente a su cultura, identidad y territorio, que permita el fortalecimiento de éstas y la generación de proyectos con alto impacto territorial. Proyecto: Ferias productivas costumbristas de carácter regional e itinerante. Objetivo: Visibilizar las producciones artístico culturales y costumbristas de la región y sus creadores, a fin de abrir y acceder a los mercados locales de la región. Proyecto: Programa de infraestructura rural para el desarrollo del territorio Bío-Bío Cordillera. Objetivo: Orientado a satisfacer las demandas de infraestructura necesaria para desarrollar el ecoturismo, turismo de intereses especiales de administración comunitaria. Proyecto: Programa de promoción de fiestas costumbristas. Objetivo: Apoyar, fortalecer las fiestas costumbristas existentes y promover la recuperación de aquellas que se han perdido, como un medio de fortalecimiento de las identidades locales, de promoción turística y servicios asociados. Proyecto: Implementación de centros interculturales. Objetivo: Dotar a la comunidad de un espacio de realización de la interculturalidad: presencia e interacción equitativa de diversas culturas y la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, adquiridas por medio del diálogo y de una actitud de respeto mutuo. 173 Proyecto: Implementación de centros culturales. Objetivo: Dotar a las comunidades locales de espacios dedicados a las diversas manifestaciones culturales, con equipamiento, con apoyo para la realización de talleres y trabajo en conjunto con líderes locales. Proyecto: Fortalecimiento de la institucionalidad forestal. Objetivo: Concertar a los actores (organizaciones gremiales, sociales, ambientales, académicas y de la industria forestal) vinculados con el manejo, conservación y explotación de los recursos forestales para la construcción de una propuesta regional de desarrollo sustentable de bosques nativos y masas forestales en la búsqueda de consensos tendientes fortalecimiento del sector forestal incluyendo personas, bosques, industria y plantaciones. Proyecto: Estrategia(s) comunal(es) de desarrollo patrimonial y cultural: base para la prevención y promoción de estilos de vida saludables, desarrollo de la creatividad, las expresiones artísticas con identidad local territorial y regional. Objetivo: Terminar con la amenaza con perder la vinculación con su pasado (histórico-cultural), que trata de escapar de su presente y que no ve el futuro con optimismo. Prevenir y promover estilos de vida saludables, desarrollar de la creatividad, las expresiones artísticas con identidad local territorial y regional. Proyecto: Concurso y edición de revista semestral de trabajos graffiti (inéditos). Objetivo: Generar un espacio grafico de difusión y reconocimiento de la creatividad juvenil, de manera de contribuir al hermoseamiento y limpieza visual de la ciudad. Proyecto: Conoce tu Región. Objetivo: Que las comunidades, en especial niños y jóvenes, puedan conocer y visitar los diversos hitos patrimoniales naturales como construidos de la Región, a través de visitas guiadas y/o campamentos. Proyecto: Investigación aplicada patrimonio construido de la Región. Objetivo: Propiciar línea de proyectos que apoyen la investigación desde sitios arqueológicos de la Región, hasta construcciones patrimoniales en mal estado, olvidadas o sin mayor registro y/o investigación (por ejemplo fuertes, puentes, casas, edificios públicos) para construir un catastro de este nivel patrimonial en la Región, revalorizarlo y apoyar su perpetuación. Proyecto: Gestión turística integral comunal. Objetivo: Generar un programa base que pueda ser entregado a nivel comunal, donde se trabaje la gestión turística dentro de cada comuna, estableciendo Planes de Promoción Turística Comunal, presupuestos y labores dentro del Municipio, preparación de funcionarios en gestión y en capacitación a operadores turísticos, catastro comunales de atractivos turísticos, etc. Proyecto: Rescate historias locales. Objetivo: Promover línea de proyectos de apoyo en especial a la recuperación de historias locales, a través de diversas instancias: trabajos con clubes de adultos mayores, organizaciones comunitarias, grupos artísticos, escuelas, etc. 174 Proyecto: Fondo para la Mujer Emprendedora. Objetivo: Generar un Fondo específico para las Mujeres de la Región, que realicen alguna actividad innovadora sea ésta de manera grupal o individual, dándole no sólo los fondos sino la capacitación para utilizarlos de la mejor manera. Proyecto: Apoyo a la creación de museos y galerías de arte. Objetivo: Apoyar la creación de museos y galerías de arte locales, donde prime el interés de cada comuna, se cuente con un espacio consensuado e interesante tanto para la comunidad como para los visitantes, donde se apoye a los artistas locales y se abra un espacio permanente de diálogo con las historias de cada comunidad. Proyecto: Apoyo grupos ambientalistas en recuperación de patrimonio. Objetivo: Generar proyectos de apoyo específico a aquellos grupos ambientalistas quienes están tratando de recuperar lugares de especial belleza, donde se les permita generar además de actividades concretas de recuperación (por ejemplo campañas de limpieza), campañas de difusión y promoción de estos lugares al resto de la comunidad, además de brindar apoyo para infraestructura básica para este tipo de lugares (basureros, baños públicos, caminos de acceso, restricciones para vehículos por ejemplo motos, etc.). Proyecto: Participación ciudadana en la construcción de mi ciudad (pueblo, comuna o provincia). Objetivo: Promoción de participación de las organizaciones comunitarias frente a las decisiones de importancia en cada barrio, pueblo, comuna o provincia, generar cabildos y consultas ciudadanas para preguntar a los habitantes de cada lugar sobre sus percepciones frente a los cambios acelerados en nuestro entorno (cambios urbanísticos, ampliación de caminos), a actividades productivas que estén en expansión o instalándose (expansión forestal incontrolada, instalación de nuevas represas o industrias), a puntos críticos identificados por estos habitantes (por ejemplo, pérdida de barrios patrimoniales frente a construcción de edificios de altura, pérdida de casas antiguas identificadas y tradicionales en cada ciudad, etc.). Proyecto: Talleres de reconstrucción de historia barrial / poblacional. Objetivo: Propiciar espacios de encuentro para la reconstrucción de las historias barriales y poblacional del Gran Concepción, a través de talleres, registros fotográficos, historias de vida y logros e hitos de estas comunidades, como puntos de encuentro. Proyecto: Ferias juveniles de expresión artística (festivales). Objetivo: Apoyo y generación de espacios para la realización de ferias juveniles de expresión artística a nivel provincial, donde a través de stands, espacios para obras teatrales, danza, música puedan juntarse los diversos grupos juveniles y potenciarse, además de constituir un espacios de encuentro y formación para toda la comunidad. 175 BIBLIOGRAFÍA Acevedo, Rodrigo. “Construcción de identidades históricas en la localidad de Chillán, Aguayo, C. Luis. Memoria e identidad en dos barrios de la zona del carbón. 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