“DIDÁCTICA NO PARAMETRAL COMO REFERENTE TEÓRICO PARA LA TUTORÍA UNIVERSITARIA: ELEMENTOS PARA SU REFLEXIÓN” Eje temático: 2 TRASCENDENCIA EN LOS ACTORES DEL PROYECTO INSTITUCIONAL LA TUTORÍA COMO OPORTUNIDAD PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA DOCENCIA Y EL CAMBIO DE PARADIGMA EN LA ENSEÑANZA Licenciatura García Martínez, Oscar Rafael [email protected] Facultad de Estudios Superiores Acatlán, Universidad Nacional Autónoma de México RESUMEN En el marco del Sexto Encuentro Nacional de Tutoría tengo por objetivo al compartir esta ponencia, propiciar un balance crítico sobre la tutoría y sus desafíos en relación con la construcción de un posible cambio de paradigma en la enseñanza. A lo largo de esta construcción, centro el análisis en la importancia que tiene pensar a la tutoría universitaria como una alternativa pedagógica inacabable, dinámica y con alcances significativos en los procesos educativos que se gestan particularmente en el Nivel Superior del Sistema Educativo Nacional, vinculando este análisis con los planteamientos teórico-metodológicos de la propuesta realizada por Estela Quintar, pensadora argentina para quien la base fundamental de la pedagogía es la de re-crear formas de enseñar, y formas de aprender; cabe señalar que esta ponencia es un esfuerzo para generar la reflexión y recontextualización 1 de la práctica docente, problematizando las formas estáticas del actuar cotidiano. Finalmente, a manera de reflexión final, se plantean las posibles potencialidades de la tutoría universitaria cimentada en la propuesta de la didáctica no parametral. INTRODUCCIÓN En un primer momento, considero importante señalar algunos elementos del contexto articulándolos con elementos propios de la tutoría. En ese sentido, en el contexto actual subyace una dinámica que demanda y necesita de acciones reales ya que estamos inmersos en un contexto donde la inmediatez genera que los sentidos sociales y personales estén en decadencia, sin embargo, existen múltiples posibilidades para dejar de vivir en estado de interpretado 2 resignificando los conceptos estructurales que vulneran, infringen, transgreden, violentan, etc. nuestra dignidad. Una de las posibilidades es lo educativo ya que se apoya en el amor propio como acto reflexivo, nos permite reconocer-nos y reconocer al Otro, además, provee de múltiples posibilidades para generar procesos de liberación y autonomía. Es fundamental aceptar este tejido social como un reto, para ello es necesario construir prácticas liberadoras, con base en un sentido progresista 3. Es necesario que la tutoría universitaria “forme para la autonomía, para el análisis crítico de la realidad en la que cada uno vive y para la adaptación a los cambios que suceden de manera vertiginosa en el conjunto de la sociedad.” (Álvarez: 2002,33). Aunado a esto y con el objetivo de contextualizar, considero importante 1 Medio para situar al sujeto y conducirlo a tomar conciencia de sí y de sus prácticas. Hay un enorme sistema que nos piensa, que piensa todo por nosotros, entonces nos ahorra la terrible tarea de pensar. A esto, Heidegger lo llama “vivir en estado de interpretado” o “La existencia inauténtica”. La existencia inauténtica es ante todo aquella que es incapaz de dar cara a la finitud del hombre. La existencia inauténtica es aquella que vive en exterioridad. 3 La tarea progresista, según Paulo Freire, consiste en estimular y posibilitar, en las más diversas circunstancias, la capacidad de intervención en el mundo y nunca su contrario. 2 señalar que los antecedentes de la tutoría se pueden encontrar en la mayoría de las naciones. Por ejemplo, en la mayoría de las universidades anglosajonas se persigue la educación individualizada, procurando la profundidad y no tanto la amplitud de los conocimientos. Sin embargo es relevante indicar que existe una pluralidad de las prácticas, objetivos, finalidades, elementos teórico-metodológicos de la tutoría. En los últimos años, en México como en casi todas las universidades de América Latina, se han incorporado programas de tutoría para mejorar la calidad de la enseñanza y para ofrecer alternativas de seguimiento a nivel académico, personal y profesional del estudiante. No obstante “en el contexto mexicano las prácticas tutoriales han dado inicio de una forma evidentemente más dispersa, pero por lo mismo tal vez también con mayores posibilidades de lograr un carácter intrínsecamente pedagógico”. (Ortega: 2003,4). De ahí la importancia de dinamizar la tutoría, vinculándola con fundamentos teórico-metodológicos que aporten elementos desde diferentes perspectivas, con la finalidad de reconstruir las prácticas que se gestan en el contexto universitario. La tutoría universitaria en el escenario educativo. Asumo como relevante pensar a la tutoría en un escenario educativo 4 para identificar elementos del trasfondo de dicha acción; a éste lo defino, como la construcción rebosada de acontecimientos donde el encuentro se hace presente suscitando la reconfiguración de mundos; es un espacio temporal en el cual se comparte, consciente o inconscientemente, cosmovisiones, formas de mirar el mundo y de situarse en él; en este compartir, las posibilidades quedan abiertas a la imaginación. Es en este escenario donde la tutoría cobra especial relevancia, ya que es una alternativa pedagógica con múltiples potencialidades, en ese sentido podría definirse “como un proceso cooperativo de acciones formativas y secuenciadas, estrechamente vinculadas a la práctica educativa y con una clara proyección hacia la madurez global del individuo”. (Álvarez: 2002,42). En este proceso el escenario educativo juega un papel importante ya que es un espacio 4 Desde los planteamientos de Alicia Bordoli (2007) es posible pensarlo como espacio de apertura hacia otros mundos, como un lugar donde habitar y hablar otras lenguas. físico y simbólico que hila el ir y venir de la acción tutorial. De acuerdo con Fernández (2000) La tutoría universitaria es una forma de interrelación docentealumno que permite superar las dificultades de carácter global que se le presentan al universitario en sus estudios. Con base en esto, es fundamental que el docente en su tarea de tutor parta del reconocimiento de las dimensiones que se vinculan con el estudiante, asumiendo un nivel de conciencia sobre lo que sus prácticas dejan ver pero sobre todo lo que se oculta en la trama que se teje en esta interrelación. Sin embargo es preciso reiterar que no sólo la responsabilidad de la acción tutorial recae en el profesor, el alumno se mueve en un nivel muy activo; es él quien, diagnostica, problematiza; para llegar a la toma de decisiones. De acuerdo con Carlos Skliar: La pedagogía se ha vuelto imposible y, por ello mismo, habría que pensar en otros principios radicalmente diferentes a los anteriores. Tal vez el acontecimiento pedagógico ocurra cuando seamos capaces de decirle al otro, por una parte, que no está mal ser lo que se es y de decirle, inclusive, que tampoco estaría mal poder/querer ser otras cosas además de lo que se es. Esa distancia entre “ser lo que se es” y “poder/querer ser otras cosas” quizá no sea más que el espacio del entre-nosotros un lugar de aquello que llamamos educación. (Skliar, 2008:69) Retomando lo anterior considero que uno de los roles del tutor es habilitar a los alumnos para pensar-se, imaginar-se, visualizar-se y situar-se en el mundo, identificando la distancia entre “lo que se es” y lo que “puede ser”. Esto es un punto central que requiere de análisis, ya que es incuestionable la necesidad de transformar los paradigmas estructurales que inhiben las potencialidades de la tutoría y otras alternativas pedagógicas. La didáctica no parametral es una postura que estimula el deseo de transformar 5. 5 Paulo Freire “Lo que no es posible siquiera es pensar en transformar el mundo sin un sueño, sin utopía o sin proyecto. La desproblematización lleva necesariamente a la muerte o a la negación autoritaria del sueño, de la utopía, de la esperanza” Considero que problematizar las prácticas, es un ejercicio de praxis que nos conduce a la transformación, a la construcción de mundo. Pedagogía de la Potencia y la didáctica no-parametral: elementos para problematizar la práctica docente. Estela Quintar (2002) hace una análisis comparativo entre la “pedagogía del bonsái” y la “pedagogía de la potencia” éstas diferenciarán la práctica de un docente progresista de otro conservador, ya que la primera hace referencia al proceso formativo que va mutilando suave, responsable, ordenada y técnicamente la capacidad de pensar creativo, erótico; la segunda provoca el deseo de saber, impulsa a la búsqueda, a desarrollar la capacidad de pensar desde las funciones superiores del pensamiento articulando, interpretando, aprehendiendo y comprendiendo el mundo de la vida y usando categorialmente los cuerpos teóricos y metodológicos como patrimonios de la humanidad y parte de la cultura que nos constituye y no como dogmas indiscutibles. Con base en esta analogía que ilustra ciertos procesos y desenlaces de la práctica docente, considero que la tarea del tutor es ampliar sus lecturas de mundo, mirar lo indeterminado para vislumbrar las necesidades del educando con la finalidad de ofrecerle herramientas que le permitan construir procesos hacia su autonomía, es importante asumir a la tutoría desde la idea Lacaniana de darle al Otro algo que no es, reconociendo que existen múltiples dimensiones (cognitiva, afectiva, social, cultural, etc.) que están en constante correlación. En ese sentido la didáctica no parametral es una propuesta alternativa de ruptura con lo establecido. La didáctica no-parametral es una postura que comprende el proceso de enseñanza como un proceso intencional de permanente promoción de ruptura de sentidos y significados en el propio devenir existencial; lo que implica definir: • Al conocimiento como construcción de sentidos y significados, es decir, de redes de representaciones simbólicas históricas e historizadas. • Al sujeto concreto como sujeto atado a su territorialidad contextual y a su subjetividad, lo que hace de él un sujeto dialéctico en tanto que se articula en su sujeción simbólica, como sujeto de deseo y como sujeto del inconsciente, sujeciones que se actúan en el mundo de relaciones situadas, en este caso, en situaciones de enseñanza aprendizaje concretas.(Quintar, 2002:12) Comprender el proceso de enseñanza en este sentido, exige replantear desde dónde se traduce la tutoría y el para qué de la acción tutorial; pero no sólo a replantearla sino también a generar prácticas formativas diferentes. Es imprescindible “romper con estos modos de mirar que se nos impone para ampliar nuevos ángulos, nuevas perspectivas de lo que se cree como natural es el reto de la didáctica no parametral”. (Quintar: 2002,123) Por eso, desde este referente teórico, la “meta de la tutoría” no es solamente un punto de llegada, sino un camino donde los sujetos transitan para llegar a la meta, con base en “un modelo formativo-educativo basado en la comunicación bidireccional y en la interacción profesor-alumno.” (Sanz: 2005,18) Las estructuras no parametrales permiten situar a la acción tutorial en una realidad dinámica en la que los sujetos logran establecer vínculos educativos-afectivos y se recobra el sentido de una práctica tutorial que responda a la realidad de los alumnos. “Con la didáctica no parametral se pretende formar sujetos que posibiliten procesos transformativos de aprendizaje a través de la promoción del deseo de saber y de expresar ese saber, problematizando su realidad” (Quintar, 2002:18). La tutoría está plagada de acontecimientos educativos, de encuentros y desencuentros que requieren de alternativas metodológicas para evitar el “descuido del otro 6”. Para ello se plantea el círculo de reflexión y la resonancia didáctica como propuestas metodológicas con la finalidad de que vivifiquen la acción tutorial. Círculo de reflexión y resonancia didáctica: elementos metodológicos para la tutoría universitaria. 6 Es, al fin y al cabo, la pérdida del otro, la masacre del otro, la desaparición del otro. Y, como consecuencia, la alienación de uno mismo, esto es, la intuición de que hoy por hoy el ser alienado es, justamente, aquel ser desprovisto de alteridad, desprovisto de relaciones de alteridad, incapacitado para ir al encuentro de los otros. (Skliar, 2008:18) Los círculos de reflexión son espacios epistémicos que se potencian con la mediación de lo grupal. Como tales, son espacios de actuación del sujeto en su dinámica, con todo lo que ella trae de latencia, transferencias, proyecciones e identificaciones propias de las relaciones intersubjetivas; así como en sus prácticas, sistemas de creencias puestas en escena y formas de vínculos y relaciones que se activan como emergencias simbólicas. (Quintar: 2002,125) Este dispositivo didáctico podría adecuarse para la tutoría grupal, con el propósito de resolver aquellas situaciones de índole común ya sean académicas, emocionales, para el desarrollo personal y/o profesional, además, lo que se genere en dicho dispositivo podría aportar elementos para trabajar una tutoría personalizada, entendida como “la forma de integrar todos los aspectos de la vida personal, incluyendo desde luego el desenvolvimiento grupal […] a partir de un enfoque rogeriano que centra la atención en los intereses, vivencias y procesos de los estudiantes, más que en programas estandarizados o perspectivas y expectativas personales del tutor”. (Ortega: 2003,6). Este enfoque permite identificar uno de los papeles del tutor, fungir como agente catalizador de procesos formativos propios del estudiante, analizando todo el “material de reflexión” de lo que se dice y no se dice, así como entre lo que se significa y la necesidad de significar; considero que este dispositivo podría apoyarse en la pedagogía de la pregunta ya que de acuerdo con Gadamer, el preguntar es también el arte de pensar. La pregunta problematizadora que surge en los círculos de reflexión, es una pregunta intencionada orientada al sujeto y su potencialidad para construir problemas de la realidad concreta, es la pregunta que tensa al sujeto y su subjetividad a la vez que transmuta al grupo en Círculo, el cual, a manera de espejo devuelve a cada integrante del grupo su palabra y lo que ella esconde en términos epistémicos y metodológicos. Con base en un ciclo hermenéutico el círculo de reflexión produce conocimiento subjetivo y colectivo ya que se llega a la comprensión a partir de la interpretación apoyada del diálogo. “El círculo de reflexión, en su circulación de ideas, emociones, disposiciones, deseos expectativas, visiones de mundo, etc., genera un espacio cóncavo de resonancia didáctica, es decir del re-sonar interior que los otros provocan en mis propios esquemas de pensamiento y acción” (Quintar: 2002,128). La resonancia didáctica 7caracteriza la dinámica y fluir del Círculo de reflexión como espacio epistémico. Re-sonar es confiar en la capacidad interna del sujeto, es confiar en que las cuerdas interiores que se tocan afectan la dinámica de estar con otros en situación de aprehender- nos, lo que va dejando como registro epistémico que el otro no es el enemigo, que el otro es alguien con quien puedo aprender, a la vez que se configura un sustrato que permite siempre renovados significados de mundo. El círculo de reflexión significa ahuecar para recibir y dar a manera de núcleo de buen sentido –como diría Gramsci– múltiples posibilidades creativas. (Quintar: 2002,128) Molina (2004) plantea que la Tutoría se concibe como un eje en la educación de los estudiantes, el cual enfatiza el aprendizaje autodirigido y la formación integral. Los tutores, a partir de estos planteamientos, tendrían que transformar sus prácticas con el objetivo de que se genere un resonar en los sujetos, donde éstos a partir del diálogo, problematicen, con base en un trabajo colaborativo, su actuar cotidiano; “En la dinámica resonante es fundamental el tocar y dejarse tocar, ya que el círculo constituye un espacio donde la escucha es fundamental para poder preguntar, no sólo desde la demanda de reconocimiento personal, sino desde la apertura al otro que, en diálogo, me permite ver y verme, conocer y conocerme” (Quintar: 2002,127) En este resonar los sujetos construyen y re-construyen sentidos posicionándose como responsables de su formación. 7 Esta categoría hace referencia al proceso de mutuas afectaciones que genera la dinámica de sucesivas ruptura con sistemas de creencias acerca de lo que somos, sabemos y hacemos. CONCLUSIONES Es pertinente señalar que la tutoría es una acción formativa, donde el papel del tutor es fundamental en dicha acción, él funge como un elemento que conmueve al Otro, este conmover lo posibilita a ejercer su autonomía. Pensar a la tutoría como un conjunto de acontecimientos es entender la ruptura de la cotidianeidad y reconocer los horizontes subjetivos, en este sentido la tutoría es lo que fue, lo que está siendo y lo que puede ser. La tutoría en sí misma tiene múltiples potencialidades para repensar el acto educativo, para esto es imprescindible que dejemos de asumirnos como simples espectadores y reflexionemos para construir nuevas prácticas que resignifiquen lo humano, con base en un compromiso ético. Finalmente considero que la articulación planteada entre tutoría y didáctica no parametral ofrece un conjunto de elementos para romper con esquemas unidimensionales y/o unilaterales; los aportes metodológicos planteados ofrecen la oportunidad de construir nuevas formas de enseñar acompañando la formación de los sujetos. REFERENCIAS Álvarez Pérez, Pedro R. (2002). La función tutorial en la universidad: una apuesta por la mejora de la calidad de la enseñanza. España, EOS. Bordoli, Eloísa. (2007) Los saberes en juego en el acto de enseñanza. Quehacer educativo. Fernández Barberis, G. M., & Escribano Ródenas, M. D. C. (2000). Las tutorías en la formación académica y humana de los alumnos en la Universidad San Pablo CEU. XVI Jornadas ASEPUMA–IV Encuentro Internacional Rect@ Vol Actas_16, (1), 605. Freire, Paulo. (2001). Pedagogía de la indignación. Buenos Aires, Morata. Gadamer, Hans-Georg. (1993). Verdad y Método I. Fundamentos de una hermenéutica. España, Ediciones Salamanca. Molina Avilés, Margarita. (2004) La tutoría. Una estrategia para mejorar la calidad de la educación superior Universidades, julio-diciembre, número 028 Unión de Universidades de América Latina (UDUAL) Distrito Federal, México Ortega Villalobos, Lilia Beatriz. (2003). Programa PITI: una experiencia tutorial centrada en el Perfil de Egreso. México, UNAM. Quintar, E. (2002). Pedagogía de la potencia y didáctica no parametral: Entrevista con Estela Quintar. Sanz Oro, Rafael. (2005). Integración del estudiante en el sistema universitario La tutoría. España, Cuadernos de Integración Europea #2 Skliar, Carlos. (2008). El cuidado del Otro. Buenos Aires.
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