XIV COLOQUIO DE GEOGRAFÍA DEL TURISMO, OCIO Y RECREACIÓN (AGE). MÁLAGA-SEVILLA, 23-25 DE OCTUBRE DE 2014 PONENCIA: “LOS ESPACIOS TURÍSTICOS ANTE LA CRISIS: ¿DE LA RESILIENCIA A LA OPORTUNIDAD?” Sede de Sevilla: Mesa de Debate nº 3 Coordinador de la Mesa 3: Prof. Manuel Jesús Marchena Gómez (Universidad de Sevilla) ÍNDICE Cuestiones para el debate propuestas por el coordinador de la Mesa 3 Las ciudades históricas españolas ante la crisis: dinámica de la afluencia de visitantes y acciones de política turística De la Calle Vaquero, Manuel; García Hernández, María Retos de un destino Patrimonio de la Humanidad: la Vall de Boí Fusté Forné, Francesc ¿Por qué no es un destino turístico? Lo que se necesita para que L´Horta Nord de Valencia se convierta en un espacio de oportunidad Lloréns Camacho, Francisco; Arnandis Agramunt, Rubén Escenario de crisis y gestión pública del turismo en los espacios de interior de España: el papel de las Diputaciones Provinciales López Palomeque, Francisco; Font Urgell, Xavier Percepción y valoración social de los paisajes disfrutados: aportaciones desde el visitante para una gestión sostenible de espacios turísticos rurales. El caso de la Sierra de Aracena (Huelva) Mercado Alonso, Inmaculada Canteras de yeso en Castalla. Puesta en valor como producto turístico tras la decadencia del oficio artesano Moreno Márquez, Inmaculada La gobernanza territorial en destinos turísticos. El caso del Altiplano de Granada Navarro Valverde, Francisco Antonio; Pérez Arco, Belén; García Arias, Miguel Ángel Turistas y rodajes franceses en una Andalucía de opereta: oportunidades actuales para la imagen romántica proyectada en “El deseo y el amor” (Henri Decoin, 1951) y “La bella de Cádiz” (Raymond Bernard, 1953) Puche Ruiz, María del Carmen Paisaje y planificación turística en Andalucía. La consideración y el tratamiento del paisaje en los Programas de Turismo Sostenible de Andalucía Santos Pavón, Enrique; Fernández Tabales, Alfonso; Muñoz Yules, Olga El paisaje del olivar. Pieza clave del sistema turístico territorial Troitiño Torralba, Libertad XIV COLOQUIO DE GEOGRAFÍA DEL TURISMO, OCIO Y RECREACIÓN (AGE). MÁLAGA-SEVILLA, OCTUBRE 2014 PONENCIA: “LOS ESPACIOS TURÍSTICOS ANTE LA CRISIS: ¿DE LA RESILIENCIA A LA OPORTUNIDAD?” Mesa de Debate nº 3 Manuel J. Marchena Gómez Universidad de Sevilla Las diez comunicaciones presentadas han realizado un cierto ejercicio de “insumisión científica”, dado que prácticamente ninguna se adecua al título de la ponencia. En todo caso, de forma tangencial. Un sencillo resumen de las mismas nos dispondría a un imperfecto esquema: 1. TRES comunicaciones sobre GOBERNANZA Y GESTIÓN PÚBLICA, que tratan del Altiplano de Granada, L’Horta Nord de Valencia y las Diputaciones Provinciales del interior (incluida la administración Foral de Navarra). 2. TRES comunicaciones sobre PAISAJE, con tres distintos enfoques, la percepción del visitante en la Sierra de Aracena, su relación con los programas públicos en Andalucía y como potencial destino en el paisaje del Oleoturismo. 3. DOS comunicaciones sobre DESTINOS/RECURSOS POTENCIALES, que analizan el Vall del Boi en Cataluña y Castalla en Alicante, a través de los recursos patrimoniales y naturales, y artesanales/industriales, respectivamente. 4. UNA comunicación sobre DEMANDA (afluencia de no residentes) Y ACCIONES DE POLÍTICA TURÍSTICA en Ciudades Históricas españolas de mediano porte. 5. UNA comunicación sobre LA IMAGEN TURÍSTICA, a partir del análisis semiótico de dos películas francesas sobe Andalucía en los años cincuenta del Siglo XX. En general, la crisis aparece como concepto general en una buena parte de las comunicaciones; pero más como hecho que implica a cualquier análisis en este momento. Sin embargo, debe apurarse la lectura para hallar elementos en las comunicaciones que entiendan de resiliencia social –explicada por la RAE como la capacidad de asumir con flexibilidad, situaciones límites y sobreponerse a ellas-. Desde luego todas las comunicaciones ahondan en las oportunidades (tal como un enfoque DAFO) de sus objetos de estudio; territoriales o temáticos en cada caso. Estos mínimos apuntes descriptivos nos sugieren ciertos asuntos que podrían completar este simple esquema sobre las aportaciones nucleares de las comunicaciones – prácticamente volcadas a temáticas no litorales- que por otra parte nos indican las líneas de investigación practicadas por sus autores e indicios, seguramente, de temas de interés general para nuestra comunidad científica. Esbozaremos ciertos interrogantes para el coloquio: ¿En esta crisis de modelo de producción y cambio de ciclo económico general, donde el turismo arroja las mejores cifras, cabe la reconversión de los espacios turísticos? ¿Por tanto, acabó la crisis de los espacios turísticos, por lo menos del lado de la demanda, o es necesario afinar del lado de destinos, ofertas y tipologías turísticas? ¿Cómo los factores del empleo y los precios en la crisis han incidido en la configuración de los espacios turísticos? ¿Cabe en este contexto reclamar verdaderas y no retóricas políticas públicas en este escenario de recortes e incapacidad financiera y por ende, de deterioro institucional? ¿De la experiencia de la crisis del 2008 hasta hoy, caben extraerse lecciones de resiliencia, o se abren verdaderamente nuevas oportunidades? ¿El aparato formal y metodológico del geógrafo después de estos cambios monumentales en el ciclo económico debe permanecer o es necesario tirar de nuevo instrumental para los espacios turísticos? ¿Tiene sentido hoy la planificación turística y la gobernanza al uso y su articulación con una ordenación del territorio descalificada e incapaz de incardinarse en los procesos reales del espacio turístico? LAS CIUDADES HISTÓRICAS ESPAÑOLAS ANTE LA CRISIS: DINÁMICA DE LA AFLUENCIA DE VISITANTES Y ACCIONES DE POLÍTICA TURÍSTICAi Manuel de la Calle Vaquero María García Hernández Dpto. de Geografía Humana – Universidad Complutense de Madrid [email protected] [email protected] RESUMEN Las ciudades históricas son uno de los principales destinos turísticos del interior peninsular. Algunas de estas ciudades tienen una dilatada trayectoria turística aunque sus rasgos básicos como destinos se han ido conformando a lo largo de los últimos veinte años. Mucho más recientemente, este tipo de ciudades está sufriendo los efectos de la crisis socioeconómica en la que estamos inmersos. Dentro de este marco, el texto que se presenta persigue dos grandes objetivos. De una parte, analizar la dinámica de la afluencia turística de estas ciudades durante los últimos años, identificando procesos generales y diferencias entre destinos. De otra, analizar los cambios en la política turística llevados a cabo en el nivel local. Estos cambios, ¿en qué consisten?, ¿qué dirección adoptan y cómo se justifican? ¿se plantean como respuesta a la crisis o implican un cambio de orientación más profunda? Se busca, en definitiva, indagar sobre las relaciones entre contexto socioeconómico general, dinámica de la afluencia turística y acción pública en materia de turismo en escala local. Como hipótesis, se plantea que estas relaciones no implican una linealidad causa-efecto, existiendo muchos vectores intermedios que se hace necesario identificar. Palabras clave: Ciudades históricas, turismo cultural, turismo urbano, política turística ABSTRACT Historic cities are one of the main tourist destinations in Spain. Some of them have been important tourist destinations for a long time. However in the last twenty years they have defined their actual characterisc as urban tourism destinations. Much more recently they are suffering the effects of socio-economic crisis. In this context, this paper has two main objectives: to analyze the dynamics of the tourist flows of these cities in recent years (general processes and differences between locations) and to analyze changes in local tourism policy. Are there many changes?, what type?, what is the direction they adopt? and how are they justified? Does it mean one new response to the crisis or imply a deeper change orientation? In short, it tries to investigate the relationship between socioeconomic context, tourist flows dynamics and public action for local tourism. As a hypothesis , it suggests that these relations do not imply a cause-effect linearity, there are many intermediate vectors is necessary to identify. Key words: Historic cities, cultural tourism, urban tourism, tourism policy INTRODUCCIÓN Las ciudades históricas constituyen un tipo de destino turístico muy importante para el turismo de interior en España. Algunas de ellas tienen una dilatada trayectoria turística si bien sus rasgos básicos como destinos se han ido conformando a lo largo de los últimos veinte años en un contexto de crecimiento acelerado de la llegada de visitantes. En los últimos tiempos estas ciudades han hecho además esfuerzos considerables para diversificar su oferta y captar nuevos segmentos de demanda, en un intento por superar los estrangulamientos de un modelo de turismo cultural de base patrimonial que presentaba ya antes de la crisis económica actual algunos síntomas de agotamiento. Los contenidos de este texto tienen como objetivo analizar dos dimensiones básicas para entender la dinámica actual de este tipo de destinos: de una parte la evolución reciente de la afluencia turística (identificando procesos generales y diferencias entre destinos) y de otra parte el devenir reciente de la política turística local reciente. El repaso analítico de estos dos temas nutre de contenido los epígrafes centrales del texto que concluye con un apartado interpretativo sobre la lógica de la actuación turística local ante momentos de incertidumbre en el comportamiento de la demanda, fuerte contracción de la inversión y el gasto público y cuestionamiento de los límites de la actuación pública en general. DINÁMICA DE LA AFLUENCIA DE VISITANTES A LAS CIUDADES HISTÓRICAS ESPAÑOLAS EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS Existe un consenso bastante generalizado en que los quinquenios correspondientes al tránsito del siglo XX al XXI se caracterizan por un notable crecimiento del turismo urbano. Las ciudades españolas, algunas con una trayectoria turística que arranca en pleno Romanticismo, no son ajenas a este proceso y registran una efervescencia turística muy acusada que afecta a muy distintos tipos de destinos urbanos. La ausencia de fuentes homogéneas dificulta la cuantificación del proceso, aunque hay acuerdo en tres aspectos: 1. Sobre el crecimiento global antes referido; 2. Sobre la existencia de periodos de crecimiento acelerado que coexisten con momentos puntuales de recesión; y 3. Sobre la intensidad de la crisis que arranca en 2008, con efectos que todavía duran en muchas ciudades. Los datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE (en adelante EOH) permiten una aproximación general al fenómeno, por más que sea parcial y presente deficiencias de sobra conocidasii. La EOH aporta datos sobre movimiento turístico en hoteles de ciudad a partir de 1999. En ese año, se contabilizaron 1.269.700 viajeros alojados en los hoteles del municipio de Granada, 674.789 en Córdoba, 385.004 en Salamanca y 369.850 en Toledo. Las disparidades entre ciudades eran notables, en todo caso se trataba de cifras de afluencia de magnitudes muy inferiores a las registradas en los destinos de turismo metropolitano (4,65 millones en Madrid y 3,31 en Barcelona) e incluso de ciudades costeras con un fuerte componente de turismo de playa (1,43 en Palma de Mallorca y 0,51 en Alicante). No obstante, el turismo de base patrimonial se había convertido en una actividad central en buena parte de las ciudades históricas y la dinámica de la afluencia turística en hoteles era altamente positiva. Entre 1999 y 2007, último año del ciclo expansivo general, se experimentó un incremento del 49,84% de los viajeros alojados en los hoteles de Salamanca, 25,84% en Toledo, 17,59% en Granada y 11,76% en Córdoba. Como se ha señalado, 2007 es el último año del ciclo expansivo. En esa fecha, los 43 puntos turísticos que correspondían a destinos de turismo urbano (y que presentan continuidad en los datos) alojaron a 32.933.256 turistas, lo que suponía el 39% del total nacional. De los 32,93 millones, el 57,36% eran residentes en España y el 42,64% a residentes en el extranjero. El número de pernoctaciones alcanzó los 68.366.745 pernoctaciones (25,16% del total) y la estancia media fue de 2,07 noches por viajero (3,22 de promedio nacional), ciertamente más elevada en las ciudades costeras. En términos de movimiento hotelero y a nivel anual, la recesión empieza a notarse con fuerza en 2008 y alcanza su máxima intensidad en 2009. Respecto al año anterior, el conjunto de las 43 ciudades pierden 470.395 viajeros, lo que supone un decrecimiento del 1,43% (-1,43%). Y en 2009 los turistas en hoteles se reducen en 1.417.517 (-4,37%), situándose en cifras de 2005-2006. A partir de entonces comienza a notarse una recuperación de las cifras de afluencia, notable en 2010 y 2011 y mucho más tímida en 2012. Esta recuperación de la actividad se ha hecho a costa de un ajuste importante del sector hotelero, que además sigue inmerso en una dinámica de ampliación de la capacidad de alojamiento. Como resultado, la rentabilidad del sector ha descendido. De acuerdo con los datos de Exceltur (2014), el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) en los hoteles urbanos para el año 2013 fue de 46,4 €, una cifra muy inferior a la de 2008 (54,7) y que contrasta negativamente con la correspondiente a los hoteles vacacionales de costa (54,1 en 2013). Más allá de las cifras globales, el análisis por procedencias refleja un comportamiento dispar entre el turismo interno y turismo internacional. Entre 2007 y 2012 el número de viajeros residentes en España se ha reducido en un 8,19%. En cambio, los no residentes han aumentado en un 19,13%, representado ya prácticamente la mitad de los turistas alojados en hoteles de nuestras ciudades. Es obvio que la crisis está afectando de forma desigual a los distintos países, lo que implica variaciones en el comportamiento turístico de sus poblaciones. Dentro de la Unión Europea, el mercado alemán continúa activo mientras que se ha reducido la presencia de italianos y portugueses. Además destaca el dinamismo de mercados de larga distancia, en unos casos tradicionales en nuestras ciudades (Estados Unidos, Japón…) y en otros más novedosos (Rusia, China…) iii. La distinta evolución de los mercados está en la clave de las diferencias en el comportamiento registrado en las ciudades españolas, que han resultado muy desigualmente afectadas por la vigente situación de crisis. De los 46 puntos considerados, únicamente 18 registraron durante 2012 un mayor número de turistas que en 2007. Barcelona cuenta con un millón más de viajeros (18,56%), Madrid con 600.000 (8,33%), Málaga con 228.000 (31,72%) y Bilbao con 155.000 (24,25%). Todo apunta a que las grandes aglomeraciones metropolitanas han salido reforzadas en términos turísticos, en especial aquellas de mayor orientación internacional como es el caso de Barcelona. En cambio, las ciudades de menores dimensiones han tenido un comportamiento bastante peor. Dentro de las ciudades históricas, registran una dinámica positiva municipios como Córdoba (7,92%), Burgos (5,42%), Cáceres (4,54%) y, en menor medida, Salamanca (1,23%) y Toledo (0,69%). Sin lugar a dudas son muchas más numerosas las ciudades que están bastante peor ahora que al inicio del ciclo de recesión. Los hoteles de Oviedo han contabilizado una pérdida de 43.163 viajeros entre 2007 y 2012. Valores importantes, aunque un tanto más reducidos, se han registrado en ciudades como Granada (35.459), Santiago de Compostela (33.495), León (33.222). En términos absolutos no se trata de cifras muy elevadas, sin embargo inciden sobre localidades de una notable especialización en turismo de base patrimonial. Precisamente son aquellas ciudades de menores dimensiones donde la reducción de la afluencia de visitantes alcanza su mayor intensidad, un conjunto de ciudades situadas en la zona central de la Península muy dependientes del turismo nacional. Así, en Ávila la afluencia ha variado en un -21,45%, en Cuenca -19,03%, en Zamora -16,61%, en Soria -9,79% y en Segovia -4,99%. De estas ciudades, únicamente Segovia ronda el 20% de pernoctaciones asociadas a turistas no residentes en España, menos de la mitad del conjunto de los destinos urbanos considerados. La reducción de los turistas alojados en los hoteles de muchas de nuestras ciudades históricas es el indicador más fácilmente discernible (cuantificable) de la crisis turística que afecta a un componente importante de los destinos urbanos españoles, en especial de los destinos de base patrimonial. Para el sector, implica la reducción de la ocupación y, especialmente, de la rentabilidad. En 2013 el RevPAR de los hoteles de Lugo era de 16 €, en Ávila 19,9, en Teruel 20,8, en Cuenca 23,5 y en Salamanca 25,2. Dado que no parece que la pérdida de turistas en hoteles sea compensada con el crecimiento de otras fórmulas de alojamiento, las implicaciones en términos de ingresos para el destino son muy notables. Se reduce el número de turistas, pero también el gasto de los viajeros españoles en sus desplazamientos. Buena parte de los negocios de hostelería, artesanía y otros recuerdos, servicios locales de guía, transporte turístico… ven reducida sus niveles de actividad y/o ingresos, abocando a muchos establecimientos al cierre. En última instancia, la reducción de la afluencia y los ajustes para alcanzar mayor productividad han supuesto una reducción del empleo turístico que afecta a la mayor parte de las ciudades españolas. De acuerdo con las estimaciones de Exceltur, tan solo entre 2010 y 2013 se ha destruido el 25,81% de dicho empleo en Segovia, 21,72% en Santiago, 21,47% en Toledo, 19,08% en Burgos, 11,17% en Salamanca o 8,17% en Cuenca. Dentro de este panorama desolador, destaca el comportamiento positivo de Córdoba, que crece en un exiguo 3,78%. EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA POLÍTICA TURÍSTICA LOCAL En perspectiva histórica los especialistas en política turística inciden sobre la contradicción existente ente la potencia de España como destino turístico y el débil desarrollo de la política turística, al menos hasta fechas recientes. Este hecho, que afectó a todos los destinos, en las ciudades resulta especialmente notorio. Ciudades que cuentan con una dilatada trayectoria como destinos turísticos (en algunos casos de más de 150 años) llegaban a finales del siglo XX con nulo nivel de desarrollo de las políticas en materia turística. La ausencia de concejalías de turismo, el poco peso del turismo en la agenda política local o la inexistencia de planes y programas de actuaciones en la materia (en todo caso limitadas a las tareas de promoción) ponían en evidencia esta realidad. Había turismo sin política turística y las iniciativas claves en la conformación de las ciudades como destinos turísticos provenían de otras políticas sectoriales, principalmente de cultura o urbanismo: actuaciones en materia de recuperación del patrimonio, adecuación de espacio público y recuperación urbana, movilidad, accesibilidad o construcción de infraestructuras diversas (aparcamientos, estaciones de transporte y dársenas para autobuses turísticos...). La situación empieza a mutar casi en los albores del cambio de siglo. De hecho en España la conformación de una política turística expresa a escala de ciudad corresponde a los años 90. A partir de la experiencia de una serie de ciudades pioneras, sobre todo Barcelona, se difunde un modelo de intervención turística en la ciudad mucho más potente, liderado por la administración local. En este proceso de cambio convergen varios factores (Calle Vaquero, 2004): la asunción de los planteamientos de la planificación estratégica a escala urbana, la consideración del turismo como un vector clave de desarrollo local y los planteamientos de la política turística del estado que, a través de los distintos programas de “Planes en Destino”, vino a incidir sobre todo en la territorialización de la planificación turística y la importancia de la actuación a nivel local como elemento clave para crear/mejorar/estructurar “producto turístico” y diversificar así el perfil de la oferta turística del país. El nuevo modelo de intervención en materia turística de las ciudades gestado en esos años estuvo caracterizado por tres aspectos fundamentales: la importancia de la planificación, la creación de entidades específicas de gestión turística y la diversificación de las actuaciones acometidas desde el ámbito del turismo (Calle Vaquero, 2008). En término de planificación, casi todas las ciudades históricas españolas con dimensión turística empezaron a desarrollar planes estratégicos de turismo, muchos de ellos en el contexto de desarrollo de los “Planes en Destino” impulsados desde la Administración Central (García Hernández, 2012). El discurso dominante giraba en torno a planteamientos guiados por tres conceptos clave: calidad integral del destino (y términos afines como cualificación o “recualificación”), sostenibilidad y colaboración público-privada. Muchas de las ciudades históricas españolas desarrollaron este tipo de planes: Burgos, Córdoba, Cáceres, Ávila, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia, Toledo o Zamora por ejemplo tuvieron “Planes de Excelencia Turística”, Aranjuez y Cuenca “Planes de Dinamización Turística” y finalmente Ourense, Soria, Logroño o Pontevedra desarrollaron “Planes de Dinamización del Producto Turístico”. En paralelo se desató un proceso de creación, consolidación y diversificación del entramado institucional relacionado con la gestión del turismo a escala de destino. En apenas 10 años se produjo un fuerte crecimiento de la administración turística local impulsado en ocasiones a partir de las oficinas de gestión de los propios planes en destino, embriones de las nuevas entidades. Las ciudades del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España (en adelante GCPHE) ejemplifican de manera clara este proceso (García Hernández, 2007). Sin apenas desarrollo de las Concejalías de Turismo en la década de los años noventa, muchas de estas ciudades se fueron dotando de entidades de gestión turística que en algunos casos se alejaban mucho del modelo funcionarial de la administración local tradicional. Se fue conformando así a escala local toda una administración institucional bajo diferentes formulaciones jurídicas (consorcios, fundaciones, empresas públicas…) dotada en principio de amplios presupuestos (ya que se conforman en el primer quinquenio de siglo), una capacidad de actuación creciente y plantillas técnicas amplias y de perfiles profesionales diversos. Al mismo tiempo las unidades públicas de gestión turística (las concejalías y áreas de turismo de los ayuntamientos) también se fueron ampliando y ganaron peso dentro de la administración municipal. El desarrollo de la planificación estratégica asociada a la ejecución de planes en destino, el crecimiento y consolidación del presupuesto disponible en materia turística y el aumento de la capacidad técnica asociado al nacimiento de las nuevas entidades de gestión tuvo como resultado directo una gran diversificación de las actuaciones acometidas en materia de turismo a escala local. De un conjunto limitado de actuaciones básicamente de ámbito promocional (asistencia a ferias, edición de folletos, organización de los servicios de las oficinas de información turística,…) se dio paso a actuaciones muy diversas que incluían intervenciones ambiciosas de mejora urbana (iluminación monumental, acondicionamiento de senderos en espacios de borde, rehabilitación…), mejora de la oferta patrimonial (creación de museos, centros de interpretación, proyectos de puesta en valor turística del patrimonio…), organización de la acogida al visitante (centros de recepción, oficinas de información turística, señalización turística…) gestión de calidad, formación de recursos humanos o generación de conocimiento (observatorios turísticos, estudios de público,…). En suma, un conjunto amplio de iniciativas que tenían que ver con el acondicionamiento global de la ciudad como destino turístico (Calle Vaquero y García Hernández, 2005). De hecho, se produjo casi una hiperinflación de iniciativas que, con matices locales, se repitieron miméticamente de ciudad en ciudad. A partir del inicio de la crisis económica, hay un proceso de reducción notable de presupuestos para la intervención turística en destino y de forma paralela asistimos a un cuestionamiento profundo del discurso dominante en años anteriores que afecta tanto a las entidades de gestión creadas como a lo que se está haciendo desde esas entidades (procesos de planificación y tipo de actividades desarrolladas). En la actualidad perviven buena parte de las empresas, sociedades, consorcios o patronatos públicos recientemente creados, aunque en proceso de reestructuración ante el reajuste de los presupuestos públicos. En las ciudades del GCPHE se mantienen en activo la mayoría de las entidades nacidas hace apenas diez años: Fundación Turismo de Cuenca, Consorcio de Turismo de Córdoba, Turismo y Comunicación de Salamanca, S.A.U, Turismo de Santiago_INCOLSA, Gestión y Calidad Turística Ciudad de Segovia S.A.U. Se suprimió, en cambio, en 2012 la Sociedad Mixta de Turismo de Mérida, apenas dos años después de su creación. Siguen también más o menos activas las entidades que asumen funciones específicas respecto a determinados segmentos de mercado en estas ciudades, si bien en la mayoría de los casos son oficinas que dependen de las concejalías de turismo o de las propias entidades de gestión turística locales: convention bureau (Oficina Municipal de Congresos de Alcalá de Henares, Convention Bureaux de Cuenca, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo, Oficina “Cáceres Ciudad de Congresos”) y film comissions (Córdoba, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia). No obstante, los recortes presupuestarios que afectan a estas estructuras de gestión se han ido haciendo más profundos con el paso de los años. “Turismo de Santiago” manejaba en 2007 un presupuesto anual de 3,6 millones de euros y en 2013 ese presupuesto se había reducido hasta 1,24 millonesiv. Para esos mismos años el Consorcio de Turismo de Córdoba pasó de los 2,25 millones a 1,09 millones (CONSORCIO DE TURISMO DE CÓRDOBA, 2014). Tabla 1. Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. PRESUPUESTOS municipales del área de Turismo (€) 2007 1.604.771 1.900.000 2008 2.115.000 1.784.273 2009 1.971.000 1.473.495 2010 1.150.000 1.476.495 Cáceres 451.648 566.304 s.d. s.d. Córdoba Cuenca 2.250.733 540.000 4.719.867 643.100 2.457.594 536.000 1.386.240 494.500 Ibiza 133.102 1.264.543 226.200 500.000 La Laguna 341.250 1.197.836 s.d. 708.911 Mérida 309.100 651.310 662.444 657.500 Salamanca 1.682.306 2.043.608 s.d. 2.063.978 Santiago de Compostela 3.693.216 5.577.985 3.648.013 2.303.236 Segovia 1.316.173 1.807.008 1.449.500 1.696.134 Tarragona 1.595.380 1.589.850 1.621.647 s.d. 227.000 s.d. s.d. s.d. Alcalá de Henares Ávila Toledo Fuente: Memorias anuales del Observatorio Turístico del GCPHE. En otras ciudades medias con perfil turístico patrimonial como puedan ser Lleida, Valladolid o Teruel también encontramos continuidad en el mantenimiento de entidades como Turisme de Lleida, la Sociedad Mixta de Turismo de Valladolid o la Fundación “Amantes de Teruel”. En este último caso, si bien se trata de una entidad creada para la gestión de varios elementos destacados del patrimonio histórico de la ciudad, constituye un ejemplo representativo de las nuevas estructuras de gestión por cuanto entre sus ejes de trabajo figura “el turismo” como uno de sus pilares claves. Sin embargo, la crisis y problemas internos de gestión se han llevado por delante a alguna que otra de estas entidades como Turismo de Zamora, que se disolvió a principios de 2012 tras escasos tres años de existencia con una deuda acumulada de alrededor de 300.000 eurosv. Fue ésta una decisión tomada “dentro del conjunto de medidas de austeridad y ahorro que se adoptaron (en el Ayuntamiento de Zamora) para acogerse al primer plan de pago a proveedores y para recuperar la estabilidad presupuestaria”vi Sobre estas entidades descansan en buena medida las tareas de planificación turística urbana en un momento de profunda reformulación de los planteamientos anteriores. Dejan de hacerse planes globales en lógica estratégica. Los escasos planes de nueva generación pierden ese carácter integral que tuvieron la primera generación de planes en destino y se da paso a un modelo de planificación operativa mucho más vinculada a la actuación de los agentes y con un mayor peso de los enfoques del marketing (véase el Plan Estratégico de Turismo de Córdoba 2009-2012, Plan de Marketing de Segovia, 2009, Ávila Turismo. Estrategia 2015). Se trata fundamentalmente de planes estratégicos para la actuación en el corto plazo en los que las intervenciones de base física relacionadas con la mejora y adecuación global del destino dejan paso a actuaciones de menor calado que se plantean en términos menos tangibles: “posicionamiento en el mercado”, “creación de producto temáticos y/o específicos”, “creación o consolidación de imagen de marca”, “innovación y nuevas tecnologías”, etc. En todo caso este giro observado en los planteamientos de los últimos planes turísticos de iniciativa municipal confluye de manera sinérgica con los cambios acaecidos en los planes en destinos estatales; cambios que afectan sobre todo al objeto de la planificación (el destino de manera integral o los productos turísticos de manera aislada). El discurso dominante ahora descansa sobre otros conceptos: eficiencia, implicación del sector privado, innovación y nuevas tecnologías, inteligencia de mercados, destinos inteligentes… Ahora bien, si en líneas generales se mantienen buena parte de las estructuras de gestión, a nivel de actuaciones se aprecia un panorama contradictorio. De una parte, se extienden ciertas iniciativas entre un conjunto amplio de ciudades que copian –muchas veces miméticamente- actuaciones que en su día tuvieron carácter novedoso-. Por ejemplo, los observatorios turísticos, con formatos similares en Ávila, Córdoba, Segovia, Pamplona, Lleida y Burgos (cuyo primer informe corresponde a 2013). De otra parte, se reduce la financiación para acometer iniciativas de política turística, acotando mucho ésta a las capacidades operativas de las entidades locales de gestión turística (promoción, acogida turística…) y, en muchos casos, reduciendo extraordinariamente su alcance por falta de fondos. Dentro de las líneas de trabajo actuales, cabe señalar tres grandes campos de actuación: el énfasis en el enfoque del producto turístico, la extensión de los servicios prestados por las entidades turísticas locales y la incorporación de ciertas iniciativas catalogables en términos de destinos inteligentes. Desde hace tiempo se viene señalando la necesidad de identificar y conformar productos turísticos de base urbana susceptibles de sustentar la experiencia turística de distintos colectivos de visitantes. Incluso este planteamiento estaba explícito en los Planes de Dinamización del Producto Turístico, con un enfoque un tanto distinto a los Planes de Excelencia y Dinamización previamente existentes. Dada la naturaleza de las ciudades históricas, el núcleo del trabajo sigue siendo el turismo cultural de formato patrimonial. No en vano las referencias al Patrimonio Mundial siguen siendo muy numerosas (el mudéjar de Teruel, el prerrománico de Oviedo, la muralla romana de Lugo…) e incluso se da cuenta de los esfuerzos por la inclusión en la Lista auspiciada por la UNESCO (el Turó de la Seu Vella de Lleida, la Catedral renacentista de Jaén…). Además del trabajo en lógica de patrimonio monumental, se busca una presentación más lúdica y participativa del patrimonio local mediante recreaciones históricas y eventos similares que tienen mayor éxito turístico cuanto más son asumidas por la propia población local (Jornadas Medievales de Ávila, los Amantes y las Bodas de Isabel en Teruel, Tarracoviva…). E incluso en ciudades como Girona se hace especial hincapié en la “cultura viva” como contrapunto del legado encarnado en monumentos y cascos históricos. También tiene cierto recorrido el turismo de congresos y otras reuniones. La práctica totalidad de las ciudades forman parte del SCB, cuentan con palacios de congresos de titularidad municipal y se presentan como lugares idóneos para celebrar un evento de estas características. Sin embargo los resultados no son los esperados y muchas instalaciones planteadas en el ciclo expansivo presentan unos niveles de actividad muy reducidos, al menos en lo que concierne a este producto turístico. Más recientemente diversas ciudades están trabajando en el desarrollo de otras líneas de producto con distinto grado de intensidad. Entre otras puede citarse: Turismo de compras, aprovechando las zonas comerciales de la ciudad, los mercados de abastos tradicionales y los modernos centros comerciales. De hecho, el foco de atención se pone en el conjunto de la oferta comercial de la ciudad, arrinconando hasta cierto punto el comercio turístico más tradicional basado en la idea del recuerdo. Turismo activo a partir del aprovechamiento de los recursos naturales de la ciudad y, sobre todo, su entorno municipal. Como ejemplo, Jaén participa de la Vía Verde del Aceite, Lugo cuenta con el programa de geoturismo “Lugo Pedra a Pedra” y Girona desarrolla el proyecto “Res´pir” centrado en la creación de una oferta turística sostenible de actividades en la naturaleza. Turismo de colectivos específicos. Así el turismo accesible, que cuenta con un programa muy desarrollado en Ávila e iniciativas más puntuales en otros municipios e incluso el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. También el turismo familiar y especialmente los niños, con referencias en Alcalá de Henares, Mérida y Pamplona. Con carácter más específico, el programa “Córdoba, Escuela Universal” está centrado en los viajes de los centros educativos y Vitoria-Gasteiz se postula como destino “gayfriendly”. Otras líneas de producto, de condición más minoritaria y/o asociada a las características específicas del destino. Entre otras, cabe citar el turismo de salud y belleza asociado a la tradición termal de Lugo. En la mayoría de las ocasiones se realiza un trabajo de reducido alcance, centrado en muchos casos en una política de comunicación por productos mediante distintos canales “offline” y “online”. La excepción corresponde al turismo gastronómico y, en mucha menor medida, al turismo idiomático, con un trabajo en una lógica de club de producto que supera incluso las dinámicas de colaboración de muchos de los convention bureaux existentes. No cabe duda de que el turismo gastronómico constituye uno de los grandes referentes del turismo urbano contemporáneo y por ello buena parte de nuestras ciudades pugnan por convertirse en destinos gastronómicos reconocidos. Se trata de un producto complejo, en cuya conformación intervienen un elevado número de actores: bares y restaurantes, productores de alimentos y bebidas, cocineros, escuelas de hostelería, asociaciones gremiales de los sectores implicados, establecimientos de venta de productos agroalimentarios, administraciones agrarias, medios de comunicación de masas… y también entidades de gestión turística que operan a distintas escalas. Existen iniciativas de articulación del producto que funcionan a nivel nacional y repercuten en el ámbito local. En este sentido, “Saborea España” integra entre sus socios a la Asociación Española de Destinos para la Promoción del Turismo Gastronómico, conformada entre otros por Albacete, Lleida y Santiago de Compostela. De forma paralela, durante los últimos años la Federación Española de Hostelería (FEH) y la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET) han promovido la designación de una ciudad como Capital Española de la Gastronomía, reconocimiento obtenido por Logroño en 2012, Burgos en 2013 y Vitoria-Gasteiz en 2014. En el nivel local, se convocan concursos de tapas, platos, menús y establecimientos; se celebran días y semanas dedicadas a los productos de la tierra (cochinillo de Segovia, setas en Soria…); se realizan seminarios, cursos y talleres dirigidos tanto a los hosteleros locales como a los aficionados a la cocina; se elaboran gastromapas y se diseñan rutas temáticas; y se celebran los reconocimientos a los cocineros y restaurantes locales –caso de las estrellas Michelín- como premios al conjunto de la ciudad. A diferencia del turismo gastronómico, que destaca por su efervescencia y reparto territorial, el turismo idiomático presenta un alcance más limitado y restrictivo en términos de destinos implicados. Ciudades como Ávila y Toledo incorporan en su comunicación institucional información sobre los centros de enseñanza del español, ya sean entidades universitarias o escuelas privadas. Bastante mayor desarrollo tiene en Alcalá de Henares y, sobre todo, Salamanca, con unos 3.000 y 25.000 estudiantes anuales de español respectivamente (Pardo Abad, 2011). Destaca dentro del panorama de las ciudades históricas la iniciativa “Salamanca, Ciudad del Español”, marca que ampara el conjunto de la oferta temática local (universidades, escuelas, agencias…) y cuenta un carnet de estudiantes específico válido durante la estancia de turismo idiomático en la ciudad. La segunda línea de trabajo que queremos resaltar estriba en la progresiva ampliación de la cartera de productos de las entidades de gestión turística local. En este caso el producto se corresponde con una realidad mucho más concreta, un bien o servicio ofertado directamente por la entidad competente en turismo en el nivel municipal. En un primer momento, estos organismos limitaban sus responsabilidades a las oficinas de información turística, ya fueran permanentes y temporales. De las oficinas se pasó a los grandes centros de recepción orientados a los visitantes en viaje colectivo. Más recientemente se han asumido responsabilidades, totales o compartidas, en la gestión de referentes patrimoniales y centros de interpretación. En Ávila, las intervenciones en la Muralla y en el Centro del Misticismo ya tienen bastante recorrido. Igual sucede en Salamanca respecto a las torres de la Catedral Vieja, articuladas en el proyecto Ieronimus. En Segovia, la Empresa Municipal de Turismo gestiona el Centro Didáctico de la Judería, la Casa-Museo Antonio Machado y tiene notable protagonismo en relación a la adecuación de la Muralla y la Real Casa de la Moneda, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Acueducto. Y los ejemplos se repiten en multitud de ciudades: en Alcalá de Henares, los CI de Burgo de Santiuste y los Universos de Cervantes, en Girona, el CI del Temple; en Jaén, el CI del Castillo de Santa Catalina; en León, el CI dedicado a la ciudad romana; en Lugo, el Museo Interactivo de Historia y el CI de la Muralla romana; en Pamplona, algunas de las fortificaciones con su correspondiente centro de interpretación; en Zamora, el Castillo, las Aceñas de Olivares y el CI de Interpretación de las Ciudades Medievales; y así un largo etcétera. Buena parte del acondicionamiento de estos espacios se diseño y ejecutó a lo largo del ciclo expansivo. La situación de crisis actual, con reducción de los fondos disponibles, implica problemas para su mantenimiento en términos de instalaciones y personal, lo que ha derivado en muchos casos a una apertura limitada a los periodos de afluencia turística más elevada. También es cada vez más frecuente la subcontratación de su gestión integra a distintas empresas de servicios, muchas veces surgidas del receptivo local. Además de las responsabilidades relativas al conjunto de espacios patrimoniales y equipamientos turísticos, las entidades públicas de gestión turística impulsan una serie de servicios adicionales que comercializan como productos más o menos propios. Entre otros, se pueden citar los siguientes: Las visitas guiadas orientadas a visitantes independientes. Se trata de un producto muy común, una visita en grupo que se promueve desde la oficina turística de la ciudad y de coste variable, incluso algunas de carácter gratuito. Prácticamente todas las ciudades históricas cuentan con programa de visitas guiadas (Girona, Salamanca, Soria, Teruel…), aunque varía su alcance y contenido. Incluso en algunas localidades cuentan con audioguías de alquiler, aunque progresivamente están siendo sustituidos por la posibilidad de descargar archivos de audio y, más recientemente, aplicaciones para dispositivos móviles. Tarjetas turísticas o bonos de ciudad, un producto que integra una parte más o menos significativa de la oferta turística de la ciudad (lugares para visitar, transporte, restaurantes, comercio…) con un precio global más reducido. La gama de tarjetas disponibles se amplia, sobre todo en relación a la duración de la estancia (un día, 2-3 días, etc.). En Granada, tiene bastante trayectoria la “Granada Card-Bono Turístico”. En Ávila se comercializa mediante la denominación “VisitAvila”, en Lleida “Emocity” y en Segovia “Amigos de Segovia”. En otras ocasiones se recurren a las tarjetas impulsadas por la empresa Neoturismo (Salamanca Card, Toledo Card, etc.). Servicios de transporte turístico, que varían mucho en formato y fórmula de gestión. Como ejemplo de producto propio, la Empresa Municipal de Turismo de Segovia tiene dentro de su cartera el autobús turístico y un servicio de bicicletas en alquiler para visitantes (“Segovia de Bicio”). De acuerdo con los datos del Observatorio Turístico de la ciudad, durante 2013 el número de usuarios del autobús fue de 11.082 (un 1,58% menos que el año anterior) y el de alquileres de bici 1.641 (más del triple del año anterior). Nos encontramos pues ante un incremento muy notable de la cartera de productos de las entidades de gestión del destino, que también incorporan venta de publicaciones y recuerdos con la imagen corporativa, centrales de reserva, etc. El paso siguiente, que muy pocas ciudades han dado, es la comercialización de paquetes turísticos centrados en el destino. Destaca en este sentido la iniciativa “Lleida Experience”, con una oferta de más de 30 paquetes turísticos centrados en la enogastronomía, los city breaks, el golf, el paisaje y la naturaleza del entorno provincial y la salud y belleza. Y tienen también algunos años de recorrido los paquetes ofrecidos por Turismo de Santiago y operados por una agencia de viajes local con excursiones a las “Rias Baixas” o la “Costa da Morte”. Y como tercera línea emergente de trabajo, destaca sobremanera el énfasis en la transformación de la ciudad en un destino inteligente. Son comunes las referencias a la necesidad de captar la atención de los viajeros jóvenes y/o adeptos a la tecnología y la propia Exceltur (2013) sitúa las TIC como uno de los ámbitos determinantes de la competitividad turística urbana. Además, estos planteamientos resultan totalmente acordes con las posiciones de la administración turística estatal, como queda reflejado en el Plan Nacional e Integral de Turismo 2012-2015 así como en el trabajo continuado de Segittur. Como se indica en las distintas presentaciones oficiales, los ámbitos potenciales de aplicación a nivel de destinos turísticos son muy numerosos (e-denuncia, acceso remoto a historiales médicos, regulación de aparcamiento…), si bien los desarrollos reales a nivel del manejo de las ciudades históricas generalmente se limitan a una ampliación de la aplicación de las TIC a la presentación del destino, si acaso buscando una mayor interacción con los visitantes a lo largo de las distintas fases del ciclo de viaje. En un primer nivel, se potencian las webs turísticas municipales, conformando el embrión de la “oficina turística del futuro”. Las webs oficiales siguen constituyendo el canal más importante de comunicación “online” de la ciudad. La función principal sigue siendo la transmisión de información del destino, información que se presenta en función del visitante, ya sea en términos de producto (turismo familiar, idiomático, de negocios…) o de sus posibles actividades en destino (qué ver, dónde dormir, qué hacer…). En este sentido, se facilita la adquisición de los productos turísticos locales, tanto de los productos ofertados por las entidades de gestión turística (visitas guiadas, entrada a determinados monumentos…) como de aquellos que constituyen el núcleo tradicional de la actividad turística (alojamiento, restauración, servicios de guías…). En las fórmulas tradicionales, se aporta la información básica del negocio, con posibilidad de acceder a su página web. En otras ocasiones se enlaza directamente con centrales de reserva propias o de ámbito institucional. Además de suministrar información y facilitar la adquisición de productos locales, las webs oficiales apoyan la comunicación de la marca turística local, por lo que se atiende especialmente al diseño. Sin embargo, la disponibilidad de contenidos en idiomas diferentes a los tradicionales es todavía muy limitada. La web social (redes sociales, plataformas de videos y fotografías, blogs…) también es ampliamente utilizada, buscando una mayor interacción con el público, una comunicación mucho más dinámica de los eventos y también cierto conocimiento sobre el público visitante. La práctica totalidad de las ciudades cuentan con cuenta en Facebook, Twitter y, mucho más ocasionalmente, Tuenti (Alcalá de Henares…). En menor medida disponen de canales específicos en plataformas de video como Youtube (Granada, Toledo…) y plataformas de imágenes como Flickr (Santiago, Tarragona…) o Instagram (Segovia, Toledo…). Los blogs oficiales son mucho menos utilizados, aunque existen experiencias relevantes (Santiago, Tarragona…) que combinan aportaciones institucionales con contenidos de miembros activos de la comunidad local. Por último, algunas de las webs oficiales, con enlaces a los distintos canales institucionales de la web social, también enlazan con la página del destino de los sitios basados en las opiniones / recomendaciones de los viajeros, como es el caso de Tripadvisor (Cáceres…) y Minube (Segovia…). Dentro de las herramientas de comunicación, las que tienen un menor desarrollo son las aplicaciones para dispositivos móviles (teléfonos inteligentes, tabletas y equivalentes). Algunas ciudades cuentan con aplicaciones oficiales (Córdoba, Santiago, Segovia, Tarragona…), en general de carácter gratuito, con información en los idiomas más comunes y disponible tanto en Android como en iOS. A partir de la geolocalización, se suministra información mucho más específica al visitante, tanto de los recursos como de los establecimientos turísticos, facilitando la movilidad de turistas y excursionistas y favoreciendo la comercialización de los productos locales. Además de las aplicaciones de carácter general, existen otras de temáticas mucho más específicas y diferente grado de institucionalidad. En Segovia, la web oficial de la empresa municipal de turismo señala como sus APPS de referencia a Layar, Turkhana, Geoapps, Retrovista, Acueducto y Camino de la Lengua Castellana. La página del Consorcio de Turismo de Córdoba enlaza con aplicaciones específicas sobre los patios de la ciudad, la feria, las tapas y una serie de rutas temáticas. Ocasionalmente también se incluyen referencias a aplicaciones sobre el transporte y otros servicios urbanos, aunque en general están mucho más orientadas a la población local. De otra parte, apenas se ha empezado a utilizar la información de tipo “big data” para un mejor conocimiento del visitante en su ciclo de viaje (transacciones mediante tarjeta de crédito, movimiento turístico de los visitantes con dispositivos móviles…) y de la visibilidad del destino en el universo virtual. Las agencias locales de turismo de nuestras ciudades carecen de capacidad operativa para manejar esta ingente cantidad de datos y, en una fase posterior, para transformar estos datos en un conocimiento aplicable en la gestión turística urbana. Si acaso, como se presenta en los boletines del Observatorio Turístico de Segovia, se analizan datos sobre consultas de las webs oficiales de turismo (procedencia, duración…) así como del movimiento realizado en las webs sociales. Tampoco se está trabajando en la extensión de una red wifi gratuita en las zonas más turísticas de la ciudad, red que facilitara el acceso a los servicios on line de ámbito municipal a los visitantes de otros países. Son muy escasas las ciudades en las que, desde las entidades turísticas, se esté trabajando en esta línea, aunque existen programas de más amplio espectro donde se incorpora el posible uso turístico (Proyecto Ávila Ciudad Digital, etc.). En suma, todavía existe una brecha bastante notable entre un discurso muy altisonante sobre los destinos inteligentes y los resultados obtenidos, bastante pobres al menos en lo que concierne a nuestras ciudades históricas. Falta infraestructura urbana y si acaso algunas de las webs oficiales conformarían un embrión de la oficina turística del futuro, con acceso a la red social y las aplicaciones móviles. Como ha sucedido en otras ocasiones, existe la tendencia a reproducir las iniciativas de las ciudades más grandes y/o más innovadoras aunque no se tiene muy claro su alcance en términos de desarrollo turístico. ALGUNAS CONCLUSIONES En el desarrollo reciente de la política turística en ciudades históricas españolas se pueden identificar tres momentos claramente diferenciados. Hasta la década de los años noventa en la mayor parte de las ciudades históricas no existía una política turística local expresa. A partir de 1990 se abre una nueva etapa en la que el turismo adquiere carta de protagonismo en la política local con la conformación de políticas turísticas explícitas a nivel urbano, pero también con la incorporación del turismo en los discursos globales de desarrollo estratégico urbano y por lo tanto en el resto de políticas urbanas. Finalmente con la llegada de la crisis económica, la caída de afluencia de visita, la restricción del gasto público y el replanteamiento del papel de “lo público” en general, asistimos a un momento crítico de reenfoque de la política turística local caracterizado por un equilibrio precario. De una parte hay una lógica de inercia en el mantenimiento de actuaciones heredadas, asociada a la lógica del funcionamiento del sistema (entidades de gestión creadas en los últimos años que luchan por justificar su existencia). De otra parte hay un cuestionamiento global en el discurso dominante sobre la acción de lo público en diferentes materias, entre otras el turismo en la escala local. En los casos más extremos se llega a pedir el desmantelamiento total de las entidades públicas y el traspaso de funciones y fondos a organismos conformados por el sector privado. En todo caso es común un llamamiento expreso hacia funcionamientos y actuaciones más eficientes. El periodo de consolidación de la política turística urbana en España coincidió con un proceso expansivo de la demanda de visita a las ciudades históricas, todas ellas dependientes de los flujos de turismo interno aunque en distinta medida. El boom de los turismos de interior y en especial del turismo urbano-cultural creó unas altas expectativas respecto de las bondades del turismo como vector clave de desarrollo económico, con visiones desarrollistas muy cortoplacistas. Aunque en distinta medida, políticos y técnicos locales se deslumbraron por un espejismo sustentando por cierto desconocimiento de las lógicas de funcionamiento del sector turístico. Se pensaba que la actuación en la ciudad (mejorando la oferta de recursos visitables o la calidad del medio urbano, la accesibilidad y los servicios) estaba directamente relacionada con el aumento de la llegada de flujos turísticos. En contadas ocasiones se trabajó sobre la conformación de “una idea de destino” singular que sustentase la proyección turística de la ciudad a más largo plazo. Encontramos, por el contrario, lógicas de trabajo que han tratado de reproducir modelos, experiencias y actuaciones en un afán mimético por “igualar las ventajas competitivas del vecino”. La llegada de la crisis ha puesto en entredicho el modelo de intervención turística consolidado lentamente a partir de los años 90; en parte a partir de la constatación de un hecho obvio, pero no del todo asumido por los responsables de la planificación y la gestión turística local: la política turística por sí sola tiene poca capacidad para incidir sobre el atractivo turístico urbano. No fue detonante del éxito turístico de los destinos urbanos, pero tampoco responsable de la crisis de los últimos años. Por otra parte desde las actuaciones que pueda acometer la administración local se tiene a su vez muy poca capacidad para incidir a corto plazo o de manera inmediata sobre el comportamiento de los mercados turísticos emisores, independientemente de la existencia de planteamientos de trabajo más o menos voluntaristas. Desde el punto de vista turístico la crisis ha afectado a las ciudades en dos direcciones. Por una parte se ha reducido el flujo turístico, si bien el descenso de las llegadas ha sido más acusado en las ciudades históricas más dependientes del flujo nacional y más atenuado o mínimo en destinos de fuerte proyección turística (Toledo, Granada, Córdoba,…). Por otra parte ha disminuido notablemente el presupuesto destinado a intervención en materia turística y se trabaja en un contexto discursivo dominante de cuestionamiento global de lo público, con tendencia a la reducción o desmantelamiento de entidades públicas. De hecho, la situación actual de reajuste de los presupuestos públicos está conllevando la reestructuración de buena parte de estas entidades de gestión creadas años antes cuando no su desaparición. De momento las que sobreviven lo hacen en base a un recorte profundo del tipo y calado de las intervenciones que se llevaban a cabo. Se mantienen las estructuras con menos presupuesto (en ocasiones menos personal también) y se intenta dar continuidad a algunas de las líneas de trabajo abiertas en años anteriores. No obstante, el seguimiento de las actuaciones acometidas en los últimos años evidencia un cierto agotamiento del modelo de intervención adoptado en las ciudades históricas que afecta sobre todo al nivel de innovación de las iniciativas emprendidas al inicio de la primera década de siglo (ver informes anuales del Observatorio Turístico del GCPHE). Tras unos años muy activos en los que las ciudades se han reinventado en términos de intervención pública (con un número creciente y diversificado de actuaciones inéditas hasta entonces), en los últimos cinco años ese ritmo se ha ralentizado, cuando no estancado. Las ciudades están actualmente preocupadas por mantener unas estructuras de gestión costosas (en términos de personal) y en función de ello existe gran interés por contar con atractivos turísticos de gestión directa de los que se pueda obtener cierta rentabilidad y por diseñar y poner en marcha actuaciones relacionadas con la prestación de servicios propios o la venta de artículos (merchandising) de cara a aumentar la captación de ingresos. Dado el papel que estas entidades han tenido en la conformación de la política turística a escala local en los últimos años cabe preguntarse si se podrá mantener una política turística activa a pesar de la reducción de su capacidad de acción. Por otra parte, el cambio de orientación en el modelo de intervención (del acondicionamiento integral del destino a la lógica de la articulación de productos) exige reflexionar sobre la existencia o no de suficiente demanda agregada para trabajar en lógica de clubes de productos específicos que permitan modificar el perfil turístico predominante (visita patrimonial somera, muy corta y con alto porcentaje de excursionismo). BIBLIOGRAFÍA AYUNTAMIENTO DE AVILA (2013). Ávila Turismo. Estrategia 2015. (inédito). CALLE VAQUERO, M. DE LA (2004). “Ciudad histórica y turismo: nuevas estrategias para un destino turístico antiguo. En D. Blanquer (coord.). Turismo cultural y urbano. VI Congreso de Turismo Universidad y Empresa. Castellón. Ed. Tirant Lo Blanch. Pp. 83-102. CALLE VAQUERO, M. DE LA (2008). "El turismo en las políticas urbanas. Aproximación a la situación de las ciudades españolas”. En Ivars, J.A.; Vera, J.F. (coord.). Espacios Turísticos. Mercantilización, Paisaje e Identidad. Actas del XI Coloquio de Geografía del Turismo, Ocio y Recreación de la AGE. Universidad de Alicante. Pp. 507-529. CONSORCIO DE TURISMO DE CÓRDOBA (2014). Presupuesto del Consorcio de Turismo de Córdoba 2014. http://www.turismodecordoba.org/seccion/planes-ypresupuestos-del-consorcio-de-turismo-de-cordoba. CONSORCIO DE TURISMO DE CÓRDOBA (2014). Plan Estratégico de Turismo de Turismo de Córdoba 2009-2012. http://www.turismodecordoba.org/plan-estrategico.cfm (fecha de consulta: 20/05/2014). EXCELTUR (2014). Barómetro de la Rentabilidad y el Empleo de los Destinos Turísticos Españoles. Balance de 2013. http://www.exceltur.org (fecha consulta: 16/05/2014). GARCÍA HERNÁNDEZ, M. (2007). “Entidades de planificación y gestión turística local. El caso de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España”. Cuadernos de Turismo, nº 20. Pp. 79-102.” GARCÍA HERNÁNDEZ, M. (2012). “Nuevos lugares y produtos turísticos”. En Turismo y Territorio. Innovación, reinvención y desafios. Actas del XIII Coloquio de Geografía del Turismo, Ocio y Recreación (en prensa). GARCÍA HERNÁNDEZ, M.; CALLE VAQUERO, M. DE LA (2005). “Nuevas estrategias para la renovación del producto turístico urbano: el caso de las ciudades españolas Patrimonio de la Humanidad”. En E. Ortega; L. González y E. Pérez Campo (Ed). VIII Forum Internacional sobre Las Ciencias, las Técnicas y el Arte Aplicadas al Marketing. Academia y profesión. Ponencias Académicas. Madrid. UCM (Dpto. de Comercialización e Investigación de Mercados). Pp. 387-414. GRUPO DE CIUDADES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD DE ESPAÑA (varios años). Boletines del Observatorio Turístico del GCPHE. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (2014). Encuesta de Ocupación Hotelera. http://www.ine.es (fecha consulta: 16/05/2014). PARDO ABAD, C.J. (2011). “El turismo idiomático en España como potenciador cultural en ciudades patrimoniales: el caso de Salamanca y Alcalá de Henares”. Cuadernos de Turismo, nº 27. Pp. 701-723. TourMIS (2014). http://www.tourmis.info/index_e.html (fecha consulta: 16/07/2014). WÖBER, K.W. (2000). “Standardizing city tourism statistics”. Annals of Tourism Research, nº 27 (1). Pp. 51-68. WÖBER, K.W. (2003). “Information supply in tourism management by marketing decision support systems”. Tourism Management, nº 24 (3). Pp. 241-255. WORLD TOURISM ORGANIZATION (2012). Global Report on City Tourism – Cities 2012 Project. UNWTO, Madrid. AM Reports: Volume Six. i Dentro del proyecto “La capacidad de carga como instrumento de planificación y gestión de los recursos turísticoculturales”. Ministerio de Ciencia e Innovación. Plan Nacional de I+D+i (2008-2011). Referencia: CSO2010-20702 GEOG. Dpto. de Geografía Humana (UCM). Enero 2011- Junio 2014. Investigadora principal: María García Hernández. ii Estas deficiencias se magnifican cuando se intenta comparar la evolución entre ciudades de diferentes países, como queda de relieve en los trabajos de Karl Wöber en relación a TourMIS (Wöber, 2000 y 2003). Cuando la comparación se hace con ciudades no europeas, los problemas derivados de la ausencia de una base estadística común se acentúan. Así, las cifras sobre afluencia turística publicadas en un trabajo reciente de la OMT / WTO sobre turismo urbano derivan de las respuestas aportadas por las entidades de gestión turística local en una encuesta específica (WTO, 2012). Cada ciudad ha respondido a partir de la información de que disponía y/o ha aportado las cifras que estimaban oportunas. iii Los estadounidenses suman 1.346.301 viajeros en 2007 y 1.564.059 en 2012, lo que supone un crecimiento del 16,17%. En el caso de Japón, el incremento se limita al 0,56%. El resto de los mercados de larga distancia no aparecen desglosados en la EOH, pero resulta muy significativo que los no residentes en la Unión Europea, Estados Unidos y Japón hayan pasado de suponer el 23,08% de los viajeros extranjeros en 2007 al 29,36% en 2012. iv “Incolsa dedicará más de un millón de euros a promoción turística. El Concello le duplica su aportación tras vencer el convenio con Ryanair.” Noticia de la Voz de Galicia (12-1-2014). http://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2014/01/12/incolsa-dedicara-millon-promocionturistica/0003_201401S12C19911.htm v “La Sociedad de Turismo de Zamora se disuelve con una deuda de 277.000 euros”. Noticias de agencia (25-1-2012). http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1080799 vi “Inyección económica para saldar las deudas de la Sociedad de Turismo”. Noticia del 24-3-2014. http://zamoranews.com/zamora-noticias/item/5315-inyeccion-economica-para-saldar-las-deudas-de-lasociedad-de-turismo RETOS DE UN DESTINO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: LA VALL DE BOÍ Francesc Fusté Forné Escola Universitària Formatic Barcelona, Universitat de Girona [email protected] RESUMEN La competitividad entre los destinos es global y propiciada por las nuevas tecnologías, democratizadoras de la actividad turística y garantes de una información a la cual los turistas acceden y valoran directamente. A la vez, la crisis no evita la práctica turística sino que sólo la reduce en términos de tiempo y lejanía. En este contexto, destinos rurales en entornos de montaña como la Vall de Boí, en los Pirineos catalanes, deben saber hacer valer sus recursos principales, basados en la combinación de la autenticidad de su paisaje cultural y natural. Así, el trabajo colaborativo de las empresas del sector turístico es un elemento clave en el proceso de innovación y de desarrollo regional de los destinos, teniendo en cuenta la inherente internacionalización del consumo turístico así como el creciente e inevitable papel que los turistas juegan en la co-creación de innovaciones. Palabras clave: desarrollo regional, destino de montaña, innovación turística, internacionalización, turismo rural, Vall de Boí. ABSTRACT (The Challenges of a World Heritage Destination: Vall de Boí) Competition between destinations is global and fostered by new technologies, which democratize tourism and guarantee information tourists reach and value directly. At the same time, the economic crisis does hinder the practice of tourism, but merely so in terms of reducing time and distance travelled. In this context, rural locations in mountain environments such as the Vall de Boí, in the Catalan Pyrenees, must find the way to promote their main resources, based on the combination of the authenticity of both their cultural and natural landscape. Thus, collaborative work in tourism industry is a key element in the process of innovation and regional development of destinations, which must take into account the inherent internationalization of tourism consumption and the growing and inevitable role tourists play in the co-creation of innovations. Key words: internationalization, mountain destination, regional development, rural tourism, tourism innovation, Vall de Boí. INTRODUCCIÓN Si bien los destinos turísticos, y entre ellos los destinos rurales en entornos de montaña, también se han visto afectados por la crisis estructural que ha sufrido la economía española a lo largo de los últimos años, la actividad turística se mantiene como la principal actividad económica del país. La Vall de Boí, en la comarca de la Alta Ribagorça en el Pirineo de Cataluña, es internacionalmente conocida por su conjunto románico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Esta declaración es en la mayoría de los destinos reconocidos por la UNESCO sinónimo de un incremento de visitantes, el cual no obstante no ha sido el caso de la Vall de Boí, y aún más considerando el entorno económico actual. A partir de la revisión de la literatura existente y del conocimiento del territorio, en este artículo se estudian las oportunidades de innovación que el conjunto de la oferta turística de la Vall de Boí ofrece para posteriormente concretar una propuesta de internacionalización para recuperar el crecimiento de la demanda turística, dando a la Vall de Boí un trato globalizador pero a la vez de comunión hacia todos los componentes identitarios culturales y naturales que conforman este territorio y que lo definen como un destino rural y de montaña de referencia. LOS CONCEPTOS DE INNOVACIÓN E INTERNACIONALIZACIÓN, Y SU APLICACIÓN EN DESTINOS TURÍSTICOS REGIONALES Tal como explica HJALAGER (2010) “a lo largo de la historia, el turismo ha sido un fenómeno caracterizado por una inmensa capacidad de innovación. Libros y artículos han llamado la atención a personas y empresas y sus logros se han analizado y evaluado desde todos los ángulos” (HJALAGER, 2010: 1). Thomas Cook, por ejemplo, fue el primer agente de viajes al organizar, en 1814, un trayecto en tren entre Leicester y Lougborough en congruencia con una infraestructura ferroviaria emergente y un marco organizativo eficaz que le permitió proporcionar los servicios a un precio que la gente podía permitirse (BLASCO, 2002; BRENDON, 1991). Otros ejemplos de innovación rompedores los encontramos en el caso de Disney, que con sus parques temáticos cinematográficos consigue no sólo atraer al público local sino generar un interés global (WETH, 2007). La innovación está jugando, pues, un rol creciente en el sector servicios en general y en la industria turística en particular (HJALAGER, 2002). Así, esta industria turística es comúnmente considerada una actividad innovadora i el locus de la difusión de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los servicios (BUHALIS Y LAW, 2008; HALL Y WILLIAMS, 2008). Uno de los primeros puntos que se debe tener en cuenta es el hecho que el rol de los propios turistas ha cambiado: en el pasado la actividad era mayoritariamente controlada por las agencias de viajes, pero en la actualidad las TIC e Internet han abierto la posibilidad a los consumidores de acceder directamente a los productos turísticos y crear sus propios paquetes (ALDEBERT, DANG Y LONGHI, 2011). Esta característica desarrolla “un mercado más segmentado, especializado y sofisticado destinado principalmente a actividades disponibles únicamente en los lugares visitados” (NYLANDER Y HALL, 2005; ROBINSON Y NOVELLI, 2005). Así pues, la competitividad de los destinos turísticos depende “de su imagen, de su organización, de su calidad, y de su sostenibilidad, ya que por mucha promoción que se realice sobre los productos turísticos, la mejor promoción de los productos de una zona es la satisfacción del turista, y su regreso, tras comprobar que mejoran las infraestructuras, los equipamientos, y los servicios del destino, a la vez que el espacio receptor se va adaptando de forma sostenible a las aspiraciones de la nueva y cambiante demanda” (LARDIÉS, 2004: 184). Para el desarrollo económico en entornos regionales como el caso aquí estudiado es necesario convertir las ventajas comparativas del destino en ventajas competitivas (JACKSON Y MURPHY, 2006). De esta manera, PORTER (1998) destaca la creación de clústeres como clave para el desarrollo de ventajas competitivas (JACKSON Y MURPHY, 2006): la colaboración entre administraciones así como la actitud emprendedora de las asociaciones turísticas y las empresas del sector (LARDÍES, 2004), además de actores como las estaciones de esquí en entornos de montaña con una demanda estacional, son de cabal importancia para el impulso de la internacionalización. Los clústeres, pues, facilitan y promueven la transferencia de conocimiento, “un elemento clave en el proceso de innovación” (WEIDENFELD, WILLIAMS Y BUTLER, 2010: 605. Un concepto que parece fácil de decir pero que no es de tan sencilla aplicación: “la transferencia de conocimiento y la difusión de las innovaciones entre atracciones turísticas depende a la vez tanto de la semejanza entre productos como de la proximidad espacial. Una mayor distancia espacial entre atracciones similares implica una menor competencia en el mismo segmento de mercado, impulsando transferencias de conocimiento. En consecuencia, cuanto mayor sea la distancia espacial entre productos similares, mayor es la posibilidad de que intercambien conocimiento de explotación” (WEIDENFELD, WILLIAMS Y BUTLER, 2010: 611). Este podría ser el caso de las diferentes regiones de montaña de los Pirineos catalanes, competidoras directas. Resulta pues evidente que la competencia feroz en un mundo globalizado no beneficia la creación de estas sinergias, aunque “la teoría de los clústeres empresariales podría proporcionar un medio para fomentar una estructura de organización de base regional en la que las empresas locales de turismo y las industrias relacionadas y de apoyo pueden interactuar tanto de forma cooperativa como competitiva, donde la competencia se basa en la diferenciación y la innovación en lugar de en una actividad contraria a la competencia o basada en la reducción del precio o los costes” (JACKSON Y MURPHY, 2006: 10321033). Y esta colaboración entre empresas es aún más importante teniendo en cuenta que las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) juegan un rol clave en el suministro de productos y servicios a los turistas, respondiendo a sus necesidades e intereses más específicos (NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER, 2006), siendo imprescindibles para el desarrollo de un destino (ERKKILA, 2004). Las áreas rurales son percibidas, igual que lo han sido desde sus orígenes como espacios para la práctica del turismo rural, como un repositorio de la historia cultural donde el paisaje es el marco de un estilo vida que permite al turista urbano “relajarse y recuperar una sensación de calma y tranquilidad […] a través de la participación en actividades asociadas con el estilo de vida agrícola” (THOMPSON, 2004: 583). No obstante, hay que considerar la difícil relación entre el sector agrícola, eminentemente cerrado y reacio a la apertura al turismo, y la actividad turística global y colonizadora, lo cual lleva a algunos autores a la afirmación siguiente: “[el turismo rural] no debe ser visto sólo como una oportunidad de negocio, sino como una vía a través de la cual los residentes puedan validar la importancia de su vida rural contemporánea” (THOMPSON, 2004: 597). En este sentido, el trabajo en red y los previamente nombrados clústeres pueden ayudar en el proceso de innovación de las Pymes turísticas y deben contribuir al desarrollo regional, a través de los resultados producidos por las actividades derivadas de este trabajo en red y las actividades colaborativas. Ahora bien, debido a la variada naturaleza de las Pymes que integran el sector de los servicios, el desarrollo de clústeres de turismo no es ni simple ni espontáneo (NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER, 2006: 1150) y se debe tener en cuenta que el turismo es, sin embargo, un sector compuesto y la innovación y las prácticas de internacionalización varían a través de sus constitutivos subsectores (SHAW Y WILLIAMS, 2004; SINCLAIR Y STABLER, 1997). Sea como sea, “las innovaciones deben - en comparación con los inventos - ser llevados a la etapa de la implementación y comercialización” (HJALAGER, 1994). Por su lado, la internacionalización se debe entender como una forma de innovación, a la vez que el éxito de un proceso de internacionalización depende de la innovación, es decir, siendo capaz de producir cambios en el rendimiento y la competitividad de la empresa; así mismo, la internacionalización exige a las empresas tener un conocimiento superior en comparación con los que operan sólo en el ámbito doméstico (WILLIAMS Y SHAW, 2011), a través por ejemplo de los clústeres. Según los mismos autores, “el carácter distintivo de la innovación turística está conformado no sólo por la movilidad inherente de los turistas, sino también por la internacionalización generalizada de esta movilidad así como de la conectividad” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 28-29). Y esta conectividad global es una de las conductoras de la innovación, sobretodo y principalmente en términos de acceso al conocimiento, como se veía al principio, a la vez que permite unir los conceptos de innovación y de internacionalización: “la conectividad global se refiere al papel de los turistas internacionales a través de la globalización de la demanda y la naturaleza cambiante del consumo turístico. De particular importancia es la internacionalización del consumo turístico y el creciente papel que los turistas juegan en la co-creación de innovaciones. El aumento de la conectividad a través de Internet ha permitido a un colectivo de colectivos en línea de las comunidades turísticas que puedan desempeñar un papel crítico en la co-creación de innovaciones” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 42). En este sentido, la cuestión más importante a tener en cuenta en la internacionalización es la simultaneidad de la producción y el consumo y es esta característica de la co-presencia la que implica que el productor del bien turístico deba tener una presencia local material a la vez que obliga a la movilidad de los consumidores, es decir, los turistas hacia el destino. Así, la internacionalización no es patrimonio exclusivo de las grandes empresas (ZAHRA, 2005) y también hay una necesidad de considerar la internacionalización y la innovación en las pequeñas y medianas empresas que son especialmente importantes en el sector turístico (MUNGALL Y JOHNSON, 2004; SMERAL, 1998), como en el caso de destinos como el estudiado. Volviendo a la co-creación facilitada por la conectividad global, se debe al menos nombrar el concepto de la economía de la experiencia desarrollado por PINE Y GILMORE (1999), y donde hay dos aspectos clave: la participación de los consumidores y la conexión que une al cliente con la experiencia (FUSTÉ, 2013b). “Ellos [los turistas] interactúan con otros turistas, tanto dentro como fuera de su grupo inmediato, con los empleados y con los residentes locales, en un proceso de co-creación que necesariamente significa que están innovando con relación a la experiencia turística. Es este proceso de innovación el que da sentido a los encuentros turísticos” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 43). Así, la importancia de los turistas internacionales radica en su carácter distintivo, en sus valores culturales y sus experiencias y conocimientos, incluyendo el conocimiento de idiomas 1, que estos aportan a los encuentros turísticos y que son rasgos diferentes a los de los turistas nacionales (WILLIAMS Y SHAW, 2011), ambos no obstante entrelazados y mutuamente beneficiados de las experiencias co-aprendidas y co-aprehendidas. En conclusión, la cocreación debe ser vista como co-aprendizaje y sitios webs como Tripadvisor, entre muchos otros, representan una oportunidad tanto para turistas como productores para co-aprender e innovar. Sea como sea, el crecimiento del turismo internacional debe proporcionar oportunidades para innovar en destinos como la Vall de Boí, donde la mayor parte de las empresas son Pymes, la mayoría de los visitantes son nacionales - es decir, parte del turismo de interior y de proximidad -, y la capacidad de innovación e internacionalización es amplia. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OFERTA Y LA DEMANDA TURÍSTICAS DE LA VALL DE BOÍ, Y RETOS FUTUROS Actualmente, los Pirineos catalanes ya no sólo compiten con los Pirineos aragoneses o los franceses, sino que también lo hacen con destinos de montaña más lejanos como pueden ser los Cárpatos, Escandinavia, Laponia e incluso Argentina, Chile o Nueva Zelanda. El abaratamiento del transporte aéreo y la evolución del entorno digital como causas principales provocan que la competencia entre destinos, también rurales y de montaña, sea creciente y de ámbito global: esto implica una constante necesidad de diversificar y ampliar la oferta turística con productos que respondan a las nuevas demandas. El caso analizado en este artículo, la Vall de Boí, es el municipio más extenso de la comarca de la Alta Ribagorça, en la provincia catalana de Lleida. La Vall de Boí, a una altitud de 1.111 metros y con una extensión de 21.753 hectáreas, tiene una población de 1.052 habitantes, que se reparte entre sus ocho poblaciones: Barruera, Boí, Cardet, Cóll, Durro, Erill la Vall, Saraís i Taüll. Como destino turístico, la Vall de Boí destaca por la combinación de su patrimonio natural y cultural: así, por un lado es la puerta de entrada occidental al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, el único de toda Catalunya, y por otro su conjunto de iglesias románicas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. A los dos recursos de referencia mencionados, se añaden los otros dos pilares que estructuran la oferta rural de la Vall de Boí, es decir, la estación de esquí de Boí Taüll y el centro termal de Caldes de Boí, con grandes posibilidades para la práctica senderista, motivo de la localización histórica de las estaciones balnearias en zonas de montaña. El primero de los cuatro recursos estructurales que conforman la oferta turística de la Vall de Boí es el conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Estas iglesias, un conjunto único en toda la superficie terrestre, son las que se observan enumeradas en la tabla 1 siguiente, y distribuidas en siete de las ocho localidades del valle: Tabla 1: Relación del conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 Assumpció de Cóll Santa Maria de Cardet Sant Feliu de Barruera Santa Eulàlia d’Erill la Vall Sant Joan de Boí Sant Climent de Taüll Santa Maria de Taüll Nativitat de Durro Sant Quirc de Durro Fuente: Elaboración propia. Tal y como se puede ver en los paneles informativos de las mismas iglesias, el conjunto de ellas fueron construidas en la Vall de Boí bajo la influencia del románico lombardo en la época medieval, cuando grupos de picapedreros, pintores ambulantes y talleres de artesanos de toda Europa fueron los autores colectivos de unos edificios, de una o tres naves, siempre orientados al este, y en los cuales destacan los campanarios y las pinturas murales en su interior. Actualmente, de este conjunto de iglesias sólo hay tres, la de Assumpció de Cóll, la de Santa Maria de Cardet y la de Sant Quirc de Durro, que no están abiertas al público. Por otro lado, en la localidad de Erill la Vall se encuentra el Centro del Románico de la Vall de Boí, justo al lado de la iglesia de Santa Eulàlia d’Erill la Vall. En relación al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, declarado como tal en el año 1955, este tiene una extensión de más de 40.000 hectáreas (ha), de las cuales 14.196 ha (un 35% del total) forman parte del municipio de la Vall de Boí. El Parque Nacional ofrece la oportunidad de realizar la práctica senderista por una gran diversidad de rutas bien señalizadas que permiten a los excursionistas recorrer los diferentes lagos, saltos de agua y bosques así como la flora y la fauna que no sólo se encuentra en el propio Parque Nacional sino a lo largo y ancho de toda la comarca de la Alta Ribagorça. De esta forma, la comarca dispone de una extensa red de senderos que permiten descubrir su patrimonio tanto natural como cultural, como por ejemplo el Camí de l’Aigua o los Camins Vius, conocidos como la Vuelta a Pie al Parque Nacional. Cabe decir que la entrada occidental al parque se realiza desde la población de Boí, donde hay una de las oficinas de atención a los visitantes, la Casa del Parque de Boí, a la vez que también en la población ribagorzana de Senet hay un centro de información del parque. Y en relación a su configuración territorial, un 15% del total de la superficie del Parque Nacional son lagos (más de 200), a la vez que entre las especies de flora y fauna (tabla 2) hay más de 1.500 especies vegetales, 150 especies de aves y 40 especia de mamíferos, de manera que este espacio natural forma parte también de la Red Natura 2000, es Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) desde el año 1988 y está a la vez incluido en la lista de zonas húmedas del Convenio de Ramsar. Tabla 2: Especies de flora y fauna características del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici Flora Pino negro Paradisia Rododendro Martagón amarillo Genciana Arándano Abeto Abedul Fauna Urogallo Rebeco Mochuelo boreal Quebrantahuesos Águila dorada Perdiz nival Lirón gris Armiño Fuente: Elaboración propia a partir de Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany Sant Maurici (2008). En cuanto a la estación de esquí de Boí Taüll, localizada en el interior del valle, dispone de 46 quilómetros de pistas abalizadas, con 49 pistas de esquí alpino. Se trata de una estación donde las pistas están configuradas en un único sentido y donde se halla la cota de esquí más elevada de toda la cordillera de los Pirineos (Puig Falcó, 2.751 metros). El conjunto del Boí Taüll Resort dispone de seis establecimientos hoteleros de 2, 3 y 4 estrellas, y todo un conjunto de instalaciones que representan una de les infraestructuras más completas de los Pirineos a la vez que, no obstante, propician una estacionalidad a la cual los destinos de montaña deben hacer frente con una diversificación de su oferta turística a lo largo de todo el año. Finalmente, la cuarta pieza de esta columna vertebral que conforma la oferta de este destino es la estación balnearia de Caldes de Boí, que cuenta con los Hoteles Manantial y Caldas, de cuatro piscinas exteriores de agua termal, una piscina cubierta climatizada y los jardines que forman parte del espacio natural que rodea el establecimiento y donde brollan las treinta-y-siete fuentes de aguas mineromedicinales de distintas composiciones y que brollan entre los 4ºC y los 56ºC, como por ejemplo las fuentes del Avellaner, del Boix o del Bou, entre otras. Todos este conjunto de elementos, junto con el patrimonio cultural material e inmaterial - como por ejemplo la gastronomía -, conforman un destino de montaña único que si bien se ha visto beneficiado por el reconocimiento mundial de su patrimonio románico, hoy en día se mantiene estancado en lo que a retorno en forma de turistas de refiere (FUSTÉ, 2013a). Si se observa la oferta hotelera, la Vall de Boí dispone de 83 establecimientos turísticos y de un total de 2.293 plazas2, esto es, la capacidad hotelera que indica la demanda total que la Vall de Boí podría absorber. En cuanto a la ocupación turística, al no existir datos referentes a la unidad territorial de la comarca, el grado de ocupación por habitaciones año 2013 - en establecimientos hoteleros dentro de la marca turística de los Pirineos es del 26,2%, la ocupación en campings es del 43,5% y la ocupación en alojamientos de turismo rural de un 16,4%, lo que significa una ocupación turística media por habitaciones del 28,7% en el contexto del conjunto de los Pirineos, que incluyen nueve comarcas: Alt Urgell, Alta Ribagorça, Berguedà, Cerdanya, Garrotxa, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Ripollès y Solsonès. Al no disponer de datos oficiales sobre la ocupación hotelera en el municipio de la Vall de Boí, los datos que se utilizan en este artículo para estudiar la evolución de la demanda se obtienen del registro de visitantes a la Oficina de Información Turística del Patronato de Turismo de la Vall de Boí. Figura 1: Procedencia de los visitantes a la Oficina de Turismo del Patronato de Turismo de la Vall de Boí (2013) Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013). En relación pues a la demanda turística, en el año 2013 fueron 15.345 los turistas que visitaron la Oficina de Turismo de la Vall de Boí, donde se realiza el registro de visitantes anual desde el año 1996. De estos 15.345 turistas (Figura 1), una mayoría del 90% llegan desde dentro de las fronteras del Estado Español, y prácticamente dos terceras partes del total provienen del territorio catalán (63%), siendo Barcelona el principal foco emisor de los turistas que llegan a la Vall de Boí (52% del total). En referencia a los turistas que llegan de fuera de Catalunya, cabe destacar la importancia de Valencia, Madrid y País Vasco (un 16% entre las tres comunidades), así como las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón, las Baleares y Castilla-y-León (con un 2% cada una). Figura 2: Procedencia de los visitantes internacionales a la Oficina de Turismo del Patronato de Turismo de la Vall de Boí (2013) Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013). Como se observa en la Figura 2 y en referencia a los mercados internacionales, el principal mercado emisor es Francia con un 52% del total de los 1.497 visitantes internacionales (casi un 10% del total de visitantes al destino). Destaca también la presencia de turistas alemanes (una quinta parte) y de otros mercados europeos próximos como Inglaterra, Bélgica, Holanda e Italia, que han sido mercados que han visitado esta destino desde que se iniciaron los registros en el año 1996. Un mercado que se está asentando en los últimos años es el que tiene Israel como origen, y que desde que apareció por primera vez en los registros de visitantes, en el año 2006 (76 visitantes), ha crecido más de un 25% (97 visitantes en el año 2013). Otros mercados potenciales que ya se observan también en la Figura 2, aunque de manera más minoritaria, son Japón (10 visitantes), América del Norte (20 visitantes) y América del Sur (6 visitantes). Hoy por hoy, la llegada de los turistas internacionales se debe, mayoritariamente, al turismo cultural vinculado al patrimonio románico y al turismo en espacios naturales (Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici), ambos a la vez máximos exponentes del conjunto de la oferta turística de los Pirineos en general y de la Vall de Boí en particular (FUSTÉ, 2013a). Se trata de visitantes que suelen llegar en grupo y que valoran la vinculación de la actividad turística con la sostenibilidad. Si se analiza la evolución de la demanda turística a lo largo de las dos últimas décadas (Figura 3), se observa que el punto álgido de la llegada de turistas se produce en el año 2001, con 20.533 visitantes, consecuencia de la declaración del patrimonio románico de la Vall de Boí como Patrimonio de la Humanidad el día 30 de noviembre del año 2000. El número de visitantes ha ido decreciendo a lo largo de la primera década del siglo XXI, y agravado por la crisis económica, llegan a sólo 10.346 en el año 2011 (un 50% menos que en el año 2000). En los dos últimos años parece que la demanda se recupera (15.345 visitantes en el año 2013) y se apunta como principal factor de esta tendencia de recuperación la renovación del material (substitución de la piedra por cristal a mediados de 2012) en el exterior de la Oficina del Patronato de Turismo (localizada en la vía principal de Barruera), con lo cual la oficina consigue una mayor visibilidad desde el exterior atrayendo así a un mayor número de visitantes, como se observa en la Figura 3 siguiente. Figura 3: Evolución del número de visitantes a la Oficina de Turismo de la Vall de Boí (1996-2013)3 Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013). El acceso a la Vall de Boí no es fácil para el turista, de hecho es casi imprescindible el uso del transporte privado para poder llegar y moverse una vez en el destino (aunque en verano, por ejemplo, hay un servicio de autobuses gestionados por el Parque Nacional que conectan algunas de las poblaciones del municipio), pero sí que es importante la relativa proximidad de este valle con Barcelona, ciudad que recibe más de 7,5 millones de turistas al año (2013) y 16,5 millones de pernoctaciones (más de 45.200 turistas pernoctaron en la Ciudad Condal cada día de media en el año 2013), principal foco de atracción de turistas de Catalunya y uno de los más importantes del mundo. Así pues, teniendo en cuenta esta composición de lugar, se deben apuntar líneas futuras que debería seguir la Vall de Boí para crecer en cuanto a demanda turística. Es evidente que “cuanto más conectado es un lugar, más capaz es de atraer flujos globales; y cuanto mayor es su capacidad de absorción, mayor será su capacidad para domesticar tales flujos. En consecuencia, los lugares se benefician o pierden con la globalización de acuerdo con sus capacidades internas (capacidad de absorción y conectividad), así como su capacidad para adaptarse y manejar los cambios externos” (NESTA, 2008: 11). De todas maneras, “las acciones locales operan sobre las expectativas económicas y culturales locales, y consolidan las respuestas y adaptaciones concretas a esas tendencias globales” (AGUILAR, MERINO Y MIGENS, 2003: 164). Así pues, el apoyo a las pequeñas industrias tradicionales, el refuerzo del consumo de la tradición, de la naturaleza (AGUILAR, MERINO Y MIGENS, 2003) debe ser clave en el desarrollo de regiones turísticas como la Vall de Boí, tal y como se veía al principio. En general, los proyectos deben encaminarse a incrementar la calidad global del destino, la diversificación del producto turístico, la desestacionalización de la demanda de las actividades y el respeto al medio ambiente. También debe ser analizado como las empresas, o las destinaciones, se posicionan en Internet, un entorno constantemente cambiante (CARRERAS Y BERNI, 2003). En esta dirección, los factores de desarrollo económico local basados en NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER (2006: 1150) se pueden aplicar al caso estudiado de la siguiente manera, teniendo en cuenta también las diferentes categorías de innovación establecidas por HJALAGER (2010): Reducción del efecto de fuga económica tanto por parte de los visitantes como por parte de las empresas locales, mediante la compra de bienes locales producidos en el territorio, de manera que por ejemplo los hoteles y restaurantes utilicen productos locales en sus menús y cartas. Aumento del valor añadido de los productos locales antes de que se distribuyan y en su caso se exporten, utilizando el sello de la marca local en el embalaje de todos los productos. Es importante la presencia en las ferias de turismo nacionales e internacionales, tanto con la marca propia Vall de Boí como dentro de las marca Pirineos y en su caso Catalunya y España. Cooperación entre los actores locales, mediante la creación de alianzas, clústeres y/o redes de comercialización local. Es valorable por un lado la creación por ejemplo de rutas dentro del territorio (Senders Alta Ribagorça) y, por el otro, el establecimiento de antenna shops (THOMPSON, 2004) fuera del territorio. La atracción de recursos externos (por ejemplo, capital humano, material y económico) y mediante las estrategias de innovación e internacionalización pertinentes llegar cada vez a más clientes de fuera de la región. En este punto es imprescindible el uso de las nuevas tecnologías, las redes sociales y por consecuencia del marketing viral. Destacar por ejemplo la cuenta de Twitter @ValldeBoi o los canales en Instagram o Youtube. Se debe hacer hincapié en la identidad local y la autenticidad en todas las acciones de promoción. Por ejemplo, y como ya se está haciendo, en el caso de las Jornades Gastronòmiques del Bolet a l’Alta Ribagorça. Vinculado al punto anterior, el impulso de la venta directa a los turistas a través de tiendas de productos agrícolas in situ, mercados o ferias de agricultores como la Festa del Cep en la población de Vilaller o con otros productos locales como por ejemplo el queso y la posibilidad de visitar los obradores. Creación de una relación que se mantenga en el tiempo entre el turista y el prestador de servicios, antes, durante y sobre todo después de la visita mediante las tradicionales newsletter y también por correo directo, para conseguir la fidelización del cliente y hacer continua su experiencia en relación a la Vall de Boí. En cualquier caso, la Vall de Boí debe afrontar varios retos y dificultades, algunos de ellos cíclicos, como la coyuntura económica, y otros permanentes como la relativa lejanía del principal foco de atracción de turistas más próximo, la ciudad de Barcelona. Estas dificultades deben ser superadas mediante diferentes estrategias de innovación e internacionalización, algunas de ellas ya en marcha y otras que se deberían iniciar, para impulsar ante todo la economía del territorio mediante la comunión de la identidad local y el turismo global. CONCLUSIONES En el año 2001 fueron 20.533 los turistas que pasaron por la Oficina del Patronato de Turismo de la Vall de Boí, beneficiándose la demanda de la declaración de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. El año pasado (2013) fueron, como se ha visto con anterioridad, 15.345 los turistas que visitaron el valle. Según el análisis de procedencia de los turistas, se observa que el principal mercado emisor con más de la mitad de los visitantes es la ciudad de Barcelona 4. Ahora bien, no se debe olvidar los turistas nacionales provenientes de Valencia y Madrid (13%) que representan más visitantes que las otras tres provincias catalanas juntas (11%), o el caso de los visitantes internacionales de Francia y Alemania que juntos (6%) son más que los que representan las provincias catalanas excepto Barcelona (Lleida un 5%, Tarragona un 4% y Girona un 2%). Estos mercados de proximidad son los que a priori y a corto plazo deben garantizar el crecimiento sostenido del turismo en la Vall de Boí, teniendo en cuenta eso sí tanto la capacidad de carga de sus recursos culturales y naturales como su capacidad de oferta hotelera, que como se veía anteriormente es de casi 2.300 plazas5. Como conclusión, resulta clave la consideración de los siguientes aspectos: 1Diferenciación de la oferta en relación a las regiones próximas y competidoras, a través de los landmarks culturales (patrimonio románico único) y naturales (Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici así como la cota de esquí más elevada de los Pirineos, el Puig Falcó con 2.751 metros). 2Valorización de la identidad y autenticidad frente a la globalización, a través de la cultura propia de la Vall de Boí expresada mediante elementos como la gastronomía (por ejemplo embutidos, quesos o setas), la artesanía (por ejemplo la lana), las danzas tradicionales como el Ball de Bastons o el Ball Pla y festivales y eventos locales como el Via Crucis de Barruera o la Baixada de Falles (la Fiesta del Fuego). 3Creación de clústeres entre empresas del sector turístico (hoteleras, de restauración, deportivas y de ocio) y también con las administraciones y otras entidades vinculadas al sector para la facilitación de la transferencia de conocimiento, la desestacionalización de la demanda y la potenciación de un desarrollo territorial y sostenible. 4El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como herramientas de promoción, comunicación y fidelización, y también como generadoras de experiencias como ya sucede en casos como en la iglesia de Sant Climent de Taüll, donde se ha realizado una recuperación virtual de su interior (el proyecto Taüll 11236) para mostrar cómo era la iglesia en el siglo XII mediante la proyección audiovisual de las pinturas integradas en su arquitectura. En definitiva, “el equilibrio entre la estandarización y la localización determina los tipos de innovación requeridos” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 33), de manera que lo global debe servir para con lo local, pero lo local no debe perder ni una pizca de su autenticidad, debiendo hacer frente a la “fuerte demanda turística para la mcdonaldization de las vacaciones, ya que estos [los McDonald’s] son predecibles, de alta eficiencia (valor por dinero), calculables en términos de coste, y controlados (en términos de riesgos)” (RITZER, 2008). Es la elección fácil. En este sentido, el ámbito del patrimonio en destinos rurales en espacios de montaña como la Vall de Boí debe consolidar su internacionalización como un espacio de expresión de la interacción entre acciones globales y locales (APPADURAI, 2000; KEARNYE, 1995), pero con la identidad local por bandera. Ahora bien, es evidente que el éxito no se puede medir únicamente por el número de personas que visitan un destino, sino que es imprescindible considerar la satisfacción entre los clientes y la probabilidad de que repitan la visita. Como se decía al principio, la mejor promoción de los productos de una zona es la satisfacción del turista, y su regreso, […] a la vez que el espacio receptor se va adaptando de forma sostenible a las aspiraciones de la nueva y cambiante demanda” (LARDIÉS, 2004: 184), cada vez más exigente en cuanto a la vivencia de experiencias, de experiencias inolvidables. BIBLIOGRAFÍA AGUILAR CRIADO, E.; MERINO BAENA, D. Y MIGENS FERNÁNDEZ, M. (2003): Cultura, políticas de desarrollo y turismo rural en el ámbito de la globalización, Horizontes Antropológicos, 9 (20), 161-183. ALDEBERT, B.; DANG, R.J. Y LONGHI, C. (2011): Innovation in the tourism industry: The case of Tourism@, Tourism Management, 32 (2011), 1204-1213. APPADURAI, A. (2000): Modernity at large: cultural dimension of globalization. University of Minneapolis Press, Minneapolis. BLASCO PERIS, A. (2002): La empresa y el producto turístico. Civitas, Madrid. BRENDON, P. (1991): Thomas Cook: 150 years of popular tourism. Secker & Warburg, London. BUHALIS, D. Y LAW, R. (2008): Progress in information technology and tourism management: 20 years on and 10 years after the internet - the state of eTourism research, Tourism Management, 29 (4), 609-623. CARRERAS, C. Y BERNI, P. (2003): Difusió del patrimoni cultural a través de les TIC: el cas del portal de la Vall de Boí, Digithum, 5. ERKKILA, D. (2004): Introduction to Section 1: SMEs in regional development, en KELLER, P. Y BIEGER, T. (eds.). The future of small and medium sized enterprises in tourism. Petra (Jordania): AIEST 54th Congress. Vol. 46, 23-24. FUSTÉ FORNÉ, F. (2013a): La Vall de Boí: pòquer de recursos i procedència del visitant, Actas de la Universidad de Verano “Cataluña ante los retos del mercado turístico internacional”. Escola Universitària Formatic Barcelona, Barcelona. FUSTÉ FORNÉ, F. (2013b): Tourist experience: The mission and customers, International Conference Proceedings “Celebrating and Enhancing the Tourism Knowledge-based Platform: A Tribute to Jafar Jafari”. Universidad de las Islas Baleares y Copenhagen Business School, Palma de Mallorca. HALL, C.M. Y WILLIAMS, A.M. (2008): Tourism and innovation. Routledge, London. HJALAGER, A.M. (1994): Dynamic innovation in the tourism industry. Progress in Tourism and Hospitality Management, 6, 197-224. HJALAGER, A.M. (2002): Repairing innovation defectiveness in tourism, Tourism Management, 23, 465-474. HJALAGER, A.M. (2010): A review of innovation research in tourism, Tourism Management, 31 (2010), 1-12. JACKSON, J. Y MURPHY, P. (2006): Clusters in Regional Tourism: An Australian Case, Annals of Tourism Research, 33 (4), 1018-1035. KEARNYE, M. (1995): The local and the global: the Anthropology of globalisation and trasnationalism, Annual Review of Anthropology, 24, 547-565. LARDIÉS BOSQUE (2004): La política de calidad en los destinos turísticos en España: el ejemplo del Plan de Excelencia Turística en el Valle de Tena, Cuadernos Geográficos, 34 (2004-1), 179-195. LIESCH, P.W.; WELCH, L.S.; WELCH, D.; MCGAUGHHEY, S.L.; PETERSEN, B. Y LAMB, P. (2002): Evolving strands of research on firm internationalization: A AustralianNordic perspective, International Studies of Management and Organization, 32 (1), 16-35. MUNGALL, A. Y JOHNSON, C. (2004). Strategic and structural variables in internationalization: the case of Swiss tourism SMEs, en THOMAS, R. (ed.). Small firms in tourism: International perspectives. Amsterdam: Elsevier. 278-296. NESTA (2008). UK global innovation: Engaging with new countries, regions and people. NESTA, London. NYLANDER, M. Y HALL, D. (2005): Rural tourism policy: European perspectives, en HALL, D., KIRKPATRICK, I. Y MITCHELL, M. (eds.). Rural tourism and sustainable business. Clevendon: Channel View. 17-40. NOVELLI, M.; SCHMITZ, B. Y SPENCER, T. (2006): Networks, clusters and innovation in tourism: A UK experience, Tourism Management, 27 (2006), 1141-1152. PARC NACIONAL D’AIGÜESTORTES I ESTANY DE SANT MAURICI (2008). Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, Parc Nacional. Organisme Autònom Parcs Nacionals, Boí. PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013): Guía Servicios Vall de Boí 2013. Patronat de la Vall de Boí, Barruera. PINE, J.B. Y GILMORE, J.H. (1999): The experience economy: Work is theatre and every business a stage. Harvard Business School Press, Boston. PORTER, M.E. (1998): Clusters and the new economics of competition, Harvard Business Review, 76 (6), 77-90. RITZER, G. (2008): The McDonaldization of society 5. Pine Forge Press, Thousand Oaks. ROBINSON, M. Y NOVELLI, M. (2005). Niche tourism: an introduction, en NOVELLI, M. (ed.). Niche tourism: Current issues, trends and cases. Oxford: Elsevier. 1-11. SHAW, G. Y WILLIAMS, A.M. (2004): Tourism and tourism spaces. SAGE, London. SINCLAIR, M.T. Y STABLER, M. (1997). The economics of tourism. Routledge, London. SMERAL, E. (1998): The impact of globalization on small and medium enterprises: New challenges for tourism policies in European countries, Tourism Management, 19 (4), 371380. THOMPSON, C.S. (2004): Host produced rural tourism: Towa’s Tokyo Antenna Shop, Annals of Tourism Research, 31 (3), 580-600. WEIDENFELD, A.; WILLIAMS, A.M. Y BUTLER, R.W. (2010): Knowledge transfer and innovation among attractions, Annals of Tourism Research, 37 (3), 604-626. WETH, A. (2007): Innovations and creativity - How Disney keeps ideas coming. GRIN Verlag, Munich. WILLIAMS, A.M. Y SHAW, G. (2011): Internationalization and Innovation in Tourism, Annals of Tourism Research, 38 (1), 27-51. ZAHRA, S.A. (2005): A theory of international new ventures: A decade of research, Journal of International Business Studies, 36 (1), 20-28. “Para las pequeñas empresas, el dominio de lenguas extranjeras entre el personal puede ser un factor importante en la determinación de cómo se aborda la internacionalización, incluyendo la elección del país, y la selección de los agentes o distribuidores” (LIESCH, WELCH L.S., WELCH D., MCGAUGHHEY, PETERSEN Y LAMB, 2002: 24). El capital idiomático permite el acceso a contactos exteriores y una comprensión más profunda de los mercados. En definitiva, se trata no sólo de saber idiomas para atender, sino saberlos también para aprender. 1 2 Según los datos del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) para el año 2013 se trata de 30 establecimientos hoteleros (1.517 plazas, entre las cuales 1.004 plazas que corresponden a 16 hoteles y 513 plazas correspondientes a 14 hostales y pensiones), 2 campings (477 plazas) y 51 establecimientos de alojamiento rural (299 plazas). 3 La demanda turística a la cual hacen referencia los datos observados en la Figura 3, así como los datos utilizados para la elaboración de las Figuras 1 y 2 tienen como punto de partida el registro de visitantes de la Oficina de Turismo del Patronato de Turismo de la Vall de Boí, con sede en la localidad de Barruera, núcleo principal y centro administrativo de la Vall de Boí. Cabe decir que las iglesias visitables tienen un registro de visitantes cada una de ellas, con lo cual un mismo visitante es registrado tantas veces como el número de iglesias que visita. 4 En este sentido es destacable el convenio que la Vall de Boí, con la colaboración de varias empresas y entidades, acaba de firmar con el Ajuntament de Barcelona, que ofrece descuentos y ventajas a personas mayores de 60 años y a discapacitados, usuarios de la tarjeta rosa. 5 Un importante estudio que se debe realizar es el que se refiere a la ocupación real del sector hotelero y extra hotelero en la Vall de Boí, un estudio que se había empezado a realizar por parte del Patronato de Turismo con fondos de la Diputación de Lleida pero que hoy en día no se realiza de forma centralizada, y teniendo en cuenta la dificultad añadida que muchos de los establecimientos son de carácter familiar y llevan un control manual de las reservas. 6 El proyecto Taüll 1123 forma parte del programa Romànic Obert impulsado por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya y la Obra Social “La Caixa” i ha sido premiado en la 18ª edición del Congreso Anual Museums and the Web como mejor iniciativa multimedia del año, y ya desde su apertura en noviembre de 2013 ha permitido incrementar los visitantes a la iglesia de Sant Climent de Taüll en un 40%. ¿POR QUÉ L’HORTA NORD DE VALENCIA NO ES UN DESTINO TURÍSTICO? CONVERTIRLO EN UN ESPACIO OPORTUNIDAD Francisco Lloréns Camacho Máster en Dirección y Planificación del Turismo. Universitat de Valencia [email protected] Rubén Arnandis i Agramunt Profesor Asociado Universitat de València. Departamento de Geografía [email protected] RESUMEN L’Horta de València siempre ha sido objeto de alabanzas y de elogios por parte de quienes han recorrido este espacio. Un caso concreto, y el ámbito de estudio de esta investigación, es l’Horta Nord cuyo potencial turístico es probablemente mayor del que ha conocido hasta la fecha. Bajo la base teórica propuesta por algunos autores sobre ordenación territorial y desarrollo turístico, sobre la idea conceptual de destino turístico y sobre la gobernanza turística, se analizó a partir de entrevistas personales a responsables de los equipos políticos de todos los municipios la percepción que en el ámbito municipal y comarcal se tenía sobre el potencial turístico en l’Horta Nord, su gestión actual y su predisposición a establecer nuevas vías de gestión conjunta como marco más idóneo para la gestión del turismo. Los resultados muestran que los responsables municipales, en líneas generales, no dudan en reconocer la falta de desarrollo turístico en la comarca y la mayoría admite que posee un gran potencial turístico, por lo que sería necesario intentar sacar un mayor provecho. Tres de cada cuatro estarían de acuerdo en ceder las competencias a un ente superior para planificar el turismo, entendiendo que sería la única vía mediante la cual podría instaurarse como uno de los pilares del desarrollo comarcal. PALABRAS CLAVE: Supramunicipalidad. Planificación territorial del turismo. Horta Nord. Política turística. Gobernanza. ABSTRACT L'Horta de Valencia has always been object of praises from those who have visited this area. A particular case and the scope of this research is l’Horta Nord, whose tourist potential is probably greater than the level reached up to now. Under the theoretical base proposed by some authors on territorial planning and tourist development, the conceptual idea of tourist destination and the governance in tourism, personal interviews were made to managers of the political teams from all the municipalities in order to know the perception that in the regional and local field had about the tourist potential in l'Horta Nord, their current politics and their predisposition to establish new roads of conjoint policy in the tourism management. The results show that managers, in general terms, do not hesitate to admit the lack of tourism development in the region, and the majority admits that l’Horta Nord has a big potential as a tourist destination, and it must be well exploited. Three out of four interviewees would agree in transferring the competences in tourism to an upper body to plan this activity, knowing that it would be the only way to establish it as one of the pillars of the local development. KEY WORDS: Supramunicipal. Territorial planning in tourism. Horta Nord. Tourism policy. Governance. INTRODUCCIÓN El paisaje conformado por la huerta de Valencia siempre ha sido objeto de alabanzas y de elogios por parte de todos aquellos que han recorrido este espacio. El perfecto mestizaje de sus tierras fértiles, complementado por una conjunción de municipios que ha ido creciendo notablemente con el paso del tiempo, ha dado pie a que este singular territorio posea unas características que le permiten ser muy apreciado. Sin embargo, todas las particularidades que posee esta comarca valenciana, tras las cuales se podría intuir un considerable potencial turístico, no le han servido hasta la fecha para consolidarse entre los destinos principales de esta región española. Una de las causas que quizás expliquen el leve desarrollo turístico de la comarca en su conjunto, pese a estar situada en un entorno tan particular, podría derivarse de esa visión tan localista de la actividad turística y vinculada además hacia modelos residenciales de sol y playa (que como se verá posteriormente son los únicos presentes y los que tienen mayor incidencia en el turismo) lo que condujo a que aquellos municipios no costeros desestimaran el turismo como complemento a su desarrollo, probablemente por no ser capaces de identificar entre sus recursos el atractivo suficiente para generar flujos hacia su territorio. Con el objetivo de analizar la visión que las entidades locales tienen sobre el turismo en la comarca en general y en su municipio en particular, se ha estimado conveniente realizar una serie de entrevistas en profundidad a los responsables (políticos y técnicos) de los ámbitos municipal y comarcal presentes en l‟Horta Nord. La finalidad no es otra que a partir de este análisis de la gestión actual del turismo y de su visión particular observar la predisposición a ceder las competencias en turismo a un ente supramunicipal (ya existente) que las gestionara, siendo esta opción la más idónea según los conceptos teóricos mostrados en el punto siguiente. LA PLANIFICACIÓN TURÍSTICA Y LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO En líneas generales, podría afirmarse que el turismo en España ha sido tratado por parte de las administraciones encargadas de planificarlo como una actividad fundamentalmente económica. Basta con revisar las políticas turísticas llevadas a cabo desde la democracia para observar que el papel al que se relega el territorio es como mero soporte de la actividad turística, una base (en el sentido más literal de la palabra) donde dar cabida a proyectos urbanísticos, infraestructuras y equipamientos que, con el argumento del turismo, han colmado muchos espacios ahora degradados. Sin embargo, “el turismo es un fenómeno social, de caracteres absolutamente definidos por la actuación, normas de comportamiento y limitaciones de la colectividad humana […] si bien se origina y se caracteriza por ser una tipificada acción de consumo” (FIGUEROLA, 1990:11). Esta definición se enlaza con la teoría defendida por Vera (2011), quien afirma además que el turismo no es tanto una actividad económica, sino que posee un carácter eminentemente socio-espacial y que como consecuencia de este hecho se generan “diversas” actividades económicas. Se intuye, por ende, que sin territorio no sería posible hablar de turismo. Tal es así, que si el concepto clave en turismo es el desplazamiento de las personas como requisito sine qua non para que la actividad turística sea posible1 (puesto que los productos a consumir no se pueden trasladar) ¿dónde desplazarse sino es a otro territorio? No obstante, ¿cuáles son los motivos que indican que el turismo debe entenderse como una actividad que se tiene que planificar desde una perspectiva territorial? ¿Por qué razón la planificación turística debe estar integrada dentro de la ordenación de cualquier territorio que se precie? Autores como Barrado y Ávila (2010) advierten que la ordenación urbanística y territorial de los espacios turísticos, que se ve materializada en muchos casos mediante instrumentos de planificación y procesos de gestión, es necesaria como medida para introducir criterios de racionalidad y principios de sostenibilidad en la transformación territorial que induce el desarrollo del turismo, la utilización de sus recursos naturales y culturales que lo sustentan (verdadera materia prima de la actividad turística y conformadores de la diferenciación entre territorios) y en la cualificación del entorno en el que se integra la actividad. Integrar el turismo en el sistema territorial supondría que la planificación podría observar la estructura y el funcionamiento del sistema en su conjunto y detectar posibles carencias, así como establecer con mayor rigor fórmulas y objetivos de desarrollo turístico (VERA, 2011). Además, cabe señalar que, aparte de los instrumentos puramente turísticos y otros de carácter horizontal (política económica, medioambiental, sanitaria,…), se dan otros que de forma más o menos directa afectan a la ordenación del espacio turístico (IVARS, 2003) como serían aquellos relacionados con el agua (abastecimiento y depuración), las infraestructuras (carreteras, autovías, vías férreas…) la sanidad (calidad de las aguas, asistencia, contaminación…) o la cultura (museos, eventos, protección, itinerarios…). Ahora bien, no debería entenderse el territorio solo como elemento de soporte. En aquellos espacios donde este asume un rol de producción-consumo turístico acumula todos los papeles que el espacio puede representar en el juego socioeconómico, lo que muestra la enorme importancia que tiene lo territorial en el turismo en otras acepciones: soporte sí, pero también factor y recurso (SÁNCHEZ, 1985 en BARRADO, 2004:48). De suceder lo contrario, todos los territorios serían turísticos, pues servir como soporte a la actividad turística no supondría relevancia alguna. Cuando la actividad turística, en cambio, se localiza en espacios determinados, es fundamentalmente porque existen factores (como los de localización) o recursos (como los naturales) que facilitan el desarrollo turístico, y que no están presenten en todas las tierras. Además, y parafraseando a Fernández Tabales (2004) se entiende que cualquier elemento del territorio que constituye todo destino turístico; desde el clima, hasta el medio ambiente, pasando por el patrimonio o los núcleos urbanos; configuran una relación bidireccional entre territorio y turismo. Un binomio que siempre se debe gestionar desde una planificación integrada, puesto que entenderlo por separado genera tal cantidad de impactos que solo llevaría a su degradación irrevocable. De esta manera, la teoría de que tanto la ordenación del territorio como la planificación turística deben gestionarse bajo un mismo marco organizativo se ve refrendada con fuerza. Paradójicamente, la complejidad legislativa que se da cita en España ha originado que los conceptos ya citados de ordenación del territorio y de planificación turística no se hayan integrado más que en algunos casos muy concretos, puesto que la gestión (unificada o separada) de ambas materias la decide cada una de las regiones del estado español. Así, tan solo cinco de ellas (los dos archipiélagos, más Aragón, Cataluña y el País Vasco) han integrado la planificación turística junto con la ordenación del territorio, por lo que se podría hablar de que existe propiamente planificación territorial turística. Contrariamente, hasta en ocho regiones (entre ellas la valenciana) estos dos conceptos se rigen desde normativas diferentes, lo que origina una falta de cohesión entre territorio y turismo en estos lugares, tal y como se puede apreciar en la comarca objeto de estudio del presente artículo, l‟Horta Nord. LA SUPRAMUNICIPALIDAD TURÍSTICOS COMO MARCO PARA LOS DESTINOS Una vez comprendida la importancia de integrar la planificación turística dentro de la territorial, es necesario saber desde qué escala se debería gestionar la unión de ambos conceptos. Actualmente, tanto la administración local como la regional cuentan con competencias sobre territorio y turismo, pero, ¿son las más adecuadas? Ivars (2003) aclara que “la coordinación y cooperación de la política turística atañe de manera especial a la escala supramunicipal”, por ser el mejor ámbito donde poder obtener indudables sinergias en la complementariedad de los productos turísticos, la consolidación de la imagen turística o el uso racional y eficiente de los recursos productivos. Este mismo autor añade además que” las metodologías más avanzadas a la planificación regional del turismo remarcan la necesidad de identificar espacios turísticos coherentes por distintos factores […] a los que corresponde aplicar una estrategia global y coordinada”. Estos espacios se identifican con la escala local y subregional y su delimitación debería formar parte de todos los planes regionales de turismo. Otros autores como Barrado (2001), defienden esta misma tesis y abogan porque la planificación territorial turística tenga un carácter supramunicipal, pues afirma que la idea de destino turístico, salvo en casos muy concretos, abarca un marco espacial más amplio que el de un solo municipio, estando en muchos casos en sintonía con la percepción que el visitante posee. De hecho, está última aportación será desarrollada posteriormente por el mismo autor, donde expondrá que el concepto de destino turístico abarca la subesfera formada por la intersección de otras dos de rango superior, la territorial y la sectorial, de modo que ni todo el territorio tiene carácter turístico ni toda la actividad turística de un territorio se concentra en él (BARRADO, 2004: 52). Así pues la escala subregional parece ser el marco idóneo de planificación por ser aquí donde el turismo se encuentra con otro tipo de actuaciones (infraestructuras, equipamientos, servicios públicos generales,…) que permiten un modelo más equilibrado y de gestión de los impactos. Al ser un contenedor mayor de recursos es capaz de ofrecer una gama mayor de productos turísticos diversos y complejos con lo que en principio se le asume mayor capacidad de atracción. Por otro lado, es el ámbito territorial el que mejor se adapta a los mecanismos del sistema turístico receptivo conformado por el conjunto de sistemas expuesto por Hildenbrand (1996). Asimismo, existe una mayor identificación entre la imagen de destino y la región, a excepción de los destinos-meta, cuya imagen permanece asociada normalmente con un ámbito municipal. De este modo las vías de trabajo que exigen la consideración del turismo desde su repercusión en la estructura y en el sistema territorial apuestan por una escala intermedia para la comprensión no solo de los problemas sino más bien para dar respuesta de manera multidisciplinar e integrada respecto al planteamiento del turismo desde la práctica de la ordenación del territorio (VERA, 2011). En el Consejo de Turismo de Cataluña organizado por la Consejo de Cámaras de Comercio de Cataluña y celebrado en 2004 (en relación con binomio turismo y paisaje) identificaba que era necesario impulsar el planeamiento urbanístico de carácter supramunicipal pues buena parte del desbarajuste territorial y urbanístico de muchas áreas turísticas se debía a la ausencia de un planeamiento territorial que racionalizara el uso del suelo y evitase disfuncionalidades territoriales. Así pues, dichas teorías que defienden el carácter supramunicipal que debería tener la planificación turística de cualquier espacio convergen con la del caso concreto de esta investigación, la comarca de l‟Horta Nord. LA GOBERNANZA COMO FILOSOFÍA DE GESTIÓN DE DESTINOS Si bien el epígrafe previo advertía de las prosperidades que se conseguirían si la planificación territorial turística se gestionara desde un marco supramunicipal, es necesario resaltar que esta se basa fundamentalmente en el entendimiento, el trabajo conjunto, la colaboración y el apoyo entre las distintas administraciones implicadas en él, las cuales, muy a menudo, cuentan con intereses distintos. En los últimos tiempos, una diversidad de importante de autores ha ofrecido una aproximación a la gobernanza (NATERA, 2004; FARINÓS, 2008; STOKER, 1998). Todas ellas coinciden cuando afirman que la gobernanza se basa en la cooperación y en la colaboración entre todos los agentes implicados, no solamente de carácter público, sino también civil (asociaciones, ONG, ciudadanía, etc.) así como los de carácter privado. De este modo, parecen enfrentarse los conceptos de gobernanza y gobernabilidad, entendida esta última como la forma de gobierno clásica, en la que las políticas se toman sin consenso con la sociedad, puesto que ésta le ha cedido a las instituciones el poder a través del voto electoral. La idea de gobernanza, en cambio, promulga un nuevo estilo de gestión, colaboración y cooperación entre todos los actores, marcando así un punto y aparte respecto a las anteriores formas de gobierno que contrariamente no enfatizan los procesos de participación de la ciudadanía y fomenta formas de gobierno poco transversales (más bien promoviendo el modelo up-down). La gobernanza, pues, se asienta en cinco principios esenciales: apertura, participación, responsabilidad, eficacia y coherencia. Sin embargo, ¿son aplicables todos estos conceptos en el marco turístico, a sabiendas de que es una actividad transversal y de la que dependen multitud de factores? Autores como Arcarons (2010), no dudan en afirmar que “el turismo es un ámbito muy favorable para observar la dinámica del concepto gobernanza, por la propia naturaleza del turismo [...]”, entendiéndose por naturaleza en este caso, a la intensa relación que existe entre los sectores públicos y privados en la actividad turística. Finalmente, es Velasco (2008), quien defiende la obligatoriedad de unir turismo y gobernanza a través de la enumeración de cinco razones que defienden esta teoría: - - El turismo requiere para su crecimiento de la colaboración del sector público y privado, puesto que éste para su desarrollo utiliza recursos públicos. Hay que implicar a la sociedad de acogida para el buen desarrollo turístico del lugar. Contextualizado en términos de gobernanza, la implicación de la sociedad civil. La multisectorialidad del turismo, con la concurrencia de subsectores empresariales muy diversos, con lógicas independientes y contradictorias entre sí. Un solo destino turístico engloba diferentes sectores, niveles de gobierno, intereses opuestos, etc., que deben lograr una entente para el correcto desarrollo. Inmenso potencial de las acciones público-privadas. En cualquier caso, y como se ha podido observar, la relación entre turismo y gobernanza es estrecha, puesto que la actividad turística contempla una generosísima cantidad de actores (debido a la transversalidad del sector), asentados asimismo sobre un territorio en el cual la sociedad local se ve directa o indirectamente afectada. METODOLOGÍA Dado que la presente investigación busca conocer la visión que los actores públicos en l‟Horta Nord tienen respecto al turismo en su municipio y en la comarca, y evaluar posteriormente su predisposición a la gestión conjunta, se ha estimado conveniente seleccionar la técnica de la entrevista en profundidad, a partir de la creación de una batería de preguntas donde el entrevistado podía escoger en una escala de respuesta, y según los casos, la opción que más se le ajustara. Así pues, durante los meses de septiembre y octubre de 2013, se realizaron un total de quince entrevistas, doce de ellas a algunos de los municipios que conforman l‟Horta Nord (cuatro poblaciones con área de turismo, y ocho sin ésta), y las restantes a organizaciones comarcales mancomunadas (Mancomunidad del Carraixet y Mancomunidad de l‟Horta Nord) o consorciadas (Pactem Nord). Las doce localidades que finalmente accedieron a responder el cuestionario fueron las siguientes: Albalat dels Sorells, Alfara del Patriarca, Bonrepòs i Mirambell, Foios, Godella, Rocafort, Tavernes Blanques, Vinalesa, Alboraya, Almàssera, El Puig de Santa Maria y La Pobla de Farnals, siendo estos cuatro últimos municipios aquellos que en estos momentos cuentan con una concejalía de turismo en sus consistorios. Naturalmente, dos tipos de cuestionarios fueron realizados (uno para los municipios y otro para las mancomunidades), puesto que las preguntas sobre las que se deseaba obtener una respuesta no podían estar enfocadas de la misma manera para estos dos organismos. A pesar de todo, sendos modelos de entrevista tenían una serie de preguntas en común, hecho que permitiría comparar las respuestas entre ellos. Las cuestiones que se les realizaron (alrededor de una veintena de preguntas en cada caso) trataron de ubicar la cuestión turística en l‟Horta Nord y sus municipios, intentando conocer la visión que tenían los encuestados acerca del potencial turístico, el desarrollo conocido hasta la fecha, la importancia del turismo en su entorno y, por supuesto, saber si había o no predisposición a que la gestión turística se traspase en un futuro a un ente supramunicipal. L’HORTA NORD: ESTADO DE LA CUESTIÓN Análisis general La provincia de Valencia está subdividida en un total de diecisiete comarcas, siendo l‟Horta Nord una de la que las integra. Su creación se remonta al año 1989, fecha hasta la que Valencia y toda su área metropolitana conformaban una sola comarca, conocida como l’Horta de Valencia. Sin embargo, a partir de ese año la Generalitat Valenciana tomó la decisión, debido al continuo crecimiento demográfico de la zona, de subdividir dicha comarca en cuatro de tamaño más reducido: l‟Horta Nord, l‟Horta Sud, l‟Horta Oest y la propia ciudad de Valencia. Gráfico I. Municipios presentes en el ámbito de estudio Fuente: elaboración propia La comarca de l‟Horta Nord cuenta con un total de 22 municipios, y junto a estos se encuentran una serie de pedanías que si bien pertenecen a la ciudad de Valencia, se consideran parte de l’Horta Nord debido a su situación geográfica, por lo que no serán consideradas en esta investigación. Dichas localidades agrupan una población total de 225.090 habitantes2, distribuidos en una superficie total de 140‟51 km2. De esta manera, la densidad poblacional de l’Horta Nord alcanza la cifra de 1.601 hab/km2, lo que la sitúa entre las comarcas más densamente pobladas de la región valenciana. Gráfico II. Evolución de la población en el ámbito de estudio (1970 – 2013) Fuente: elaboración propia Debido a su particular enclave, l‟Horta Nord -prácticamente anexionada a la capital regional-, está conformada por localidades del área metropolitana de Valencia cuya función principal en muchos casos es actuar como ciudad dormitorio. No obstante, esta cercanía respecto a la ciudad ha permitido que, actualmente, l‟Horta Nord presente unos datos socioeconómicos que la posicionan como una de las comarcas más pujantes y de mayor importancia de la Comunidad Valenciana, cuando menos a nivel demográfico, económico, laboral y productivo, entre otros. La comarca de l‟Horta Nord es una llanura litoral que hacia el interior se halla bordeada por pequeñas colinas que rara vez alcanzan más de 100 metros sobre el nivel del mar. En el extremo más septentrional, la llanura litoral de l‟Horta limita con el abrupto relieve de la sierra de Portacoeli, cuya presencia en dicha comarca se limita únicamente a algunos cerros de pequeña importancia como los del Puig o el dels Germanels. Estos últimos emergen como unos islotes de roca en medio del llano aluvial, principal característica de la comarca que ha permitido asentar en una gran parte del territorio extensos campos de regadío. Por su parte, el litoral está formado por una costa baja de arenas y gravas que separa las aguas del Mediterráneo de la zona interior pantanosa y lagunar interrumpida tan solo por el delta interior del Túria. Al norte de la ciudad de Valencia, la costa se halla profundamente alterada por la acción humana (al contrario que la zona sur, que mantiene todavía el cordón dunar), con la construcción de puertos y diques, mientras que la zona pantanosa interior (el marjal) ha sido desecada y aprovechada para cultivos y suelo industrial, como puede ser el caso del Marjal del Puig de Santa María. El clima de toda la comarca se clasifica dentro de la tipología mediterránea, con inviernos suaves, de heladas poco frecuentes y veranos cálidos, pero donde difícilmente se alcanzan temperaturas extremas debido al efecto atemperante de la brisa marina. La temperatura media anual gira en torno a los 17ºC, siendo enero el mes más frío, con 11‟5ºC de media, y agosto el más cálido con 25‟5ºC. Por su parte, las precipitaciones anuales alcanzan la cifra media de 454 litros por metro cuadrado, presentándose su máximo durante los meses otoñales, en los que a menudo se dan cita episodios de lluvias torrenciales (también conocidos como „gota fría‟) Por el contrario, durante los meses de verano, la precipitación es prácticamente inapreciable.3 Análisis turístico De acuerdo con lo exigido en la Ley 3/1998 de Turismo de la Comunidad Valenciana, la mención de Municipio Turístico a las localidades valencianas tiene la consideración de título honorífico, el cual es concedido por la Conselleria de Turisme a todas aquellas poblaciones que reúnen una serie de criterios preestablecidos. Así, según las características de la oferta y demanda turística, el municipio podrá alcanzar la consideración de Destino Turístico, Destino Vacacional o Destino de atracción turística. Para el caso de la comarca de l‟Horta Nord, tan solo cuatro de los veintidós municipios que la componen están declarados Municipios Turísticos (Alboraya, El Puig de Santa Maria, Puçol, La Pobla de Farnals), siendo curiosamente todos municipios costeros. Gráfico III. Municipios turísticos presentes en el ámbito de estudio Fuente: elaboración propia En consecuencia, la representatividad de l‟Horta Nord en el catálogo de Municipios Turísticos autonómico es realmente baja, ya que si bien el 18% de las localidades de la comarca ostentan esta categoría, representan únicamente el 1‟7% respecto al total de poblaciones de la región que ha recibido esta acreditación. Se trata de cifras bastante bajas que podrían permitir pensar que la actividad turística no es uno de los pilares económicos, al menos actualmente, en la comarca de l‟Horta Nord. Naturalmente, estos cuatro municipios cuentan en sus consistorios con un área dedicada a la gestión del turismo. Únicamente en uno de ellos (La Pobla de Farnals) la concejalía se dedica exclusivamente al área de turismo. Cabe destacar además, que junto a estos cuatro municipios, otros dos más (Museros y Almàssera) cuentan con una concejalía que gestiona el turismo de manera compartida con otras áreas (cultura, fiestas, etc.). En el lado opuesto se localizan los dieciséis pueblos de l‟Horta Nord (prácticamente tres cuartas partes del total) que no cuentan con una concejalía o un área dentro del consistorio que se ocupe del turismo a nivel municipal (en blanco en el gráfico II). En caso de necesidad de dar respuesta a cualquier asunto de carácter turístico, son las áreas de cultura o fiestas (las cuales sí que suelen estar presentes en todos los municipios) las que se encargan de ello. De hecho, cabe señalar que tan solo seis de los veintidós municipios cuentan con un área de gestión turística entre sus competencias, por lo que más de la mitad de las poblaciones de la comarca, por razones distintas, no poseen gestión del turismo en sus territorio. Finalmente, como evidencia el gráfico IV, la representatividad de la oferta turística en l‟Horta Nord (de alojamiento) queda circunscrita únicamente a una parte de la misma, puesto que en la mayoría de las ocasiones, muchas localidades de la comarca no cuentan con oferta significativa. Todo ello muestra, grosso modo, que la actividad turística se ha desarrollado, primordialmente, en unas pocas poblaciones de l‟Horta, sobre todo en aquellas que están bañadas por el Mediterráneo. Gráfico IV. Oferta hotelera presente en el ámbito de estudio Fuente: elaboración propia Así, se observa como la parte más notable de la oferta turística queda reservada para los municipios costeros, los cuales aprovecharon tal condición para crear una planta de alojamiento que, por otra parte, resulta modesta si se compara con la de otras comarcas valencianas más desarrolladas a nivel turístico. Análisis de actores Actualmente, y como resultado de las últimas elecciones municipales celebradas en 2011, prácticamente tres cuartas partes de las localidades (16 de 22) de la comarca están gobernadas por el mismo partido: el Partido Popular. A bastante distancia le siguen cuatro municipios del Partido Socialista, quedando Compromís e Izquierda Unida con un único pueblo cada una. Paralelamente, y como organismos de carácter supramuniciapal, coexisten en la comarca dos mancomunidades distintas: la Mancomunidad del Carraixet y la Mancomunidad de l‟Horta Nord. Algunas de las localidades que integran la comarca (concretamente catorce), amparadas por un marco constitucional que fomenta “la libre agrupación de municipios diferentes de la provincia”4, decidieron asociarse en las dos mancomunidades anteriormente citadas, nueve de ellos en la Mancomunidad de l‟Horta Nord, y cinco en la del Carraixet. Sin embargo, ninguna de estas dos mancomunidades ha aprovechado la posibilidad que tienen de adoptar las competencias en materia turística sobre los municipios que la integran. En consecuencia, muchos de los municipios de l‟Horta Nord no tienen gestión turística en sus consistorios, ni tampoco la han cedido al organismo superior, en este caso, la mancomunidad a la que están asociados. Gráfico V. Municipios pertenecientes a las mancomunidades Fuente: elaboración propia RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN Como se expone en el apartado de metodología, se realizaron un total de quince entrevistas a distintos órganos locales y supramunicipales de la comarca de l‟Horta Nord. En ellas había cuestiones idénticas para todos los entrevistados y otras que dependían del actor (local o supramunicipal). Respecto a las cuestiones exclusivas a los órganos locales y con el fin de establecer una primera criba entre los municipios, se preguntó inicialmente sobre la percepción turística de cada localidad. Tres encuestados opinaron que su localidad no contaba con ningún tipo de potencial turístico. Contrariamente, el resto de los encuestados (nueve municipios) afirmaron que sí poseían potencial aunque la actividad turística se consideraba importante solo en dos de ellos (El Puig de Santa María y La Pobla de Farnals). Partiendo de estos últimos nueve encuestados, se analizó cómo el turismo era gestionado en cada consistorio. En seis de los casos no existía concejalía de turismo ni otro órgano de gestión turística, en dos de ellos las competencias de turismo se compartían con otras áreas, y solo en un caso existía la concejalía de turismo como tal (La Pobla de Farnals). Al indagar en la gestión turística, la mitad de los casos habían llevado a cabo acciones conjuntas de promoción o de creación de producto, afirmando que los resultados habían sido satisfactorios y que recomendaban su continuidad futura. Preguntados sobre el por qué de la no relación intramunicipal en otros ámbitos turísticos las respuestas se concentraron según municipios: mientras que los más turísticos exponían que no era necesario, los que poseían menor desarrollo afirmaban que la falta de presupuesto dificultaba tener un personal técnico más cualificado, si bien el color político o la diferencia de potencial turístico eran cuestiones a considerar a la hora de establecer políticas turísticas conjuntas. Por otro lado, y en relación con las cuestiones exclusivas a los organismos mancomunados, se trató de encontrar respuesta a dos aspectos básicos: desvelar el motivo por el cual no existía un área de turismo en sendas mancomunidades y la posibilidad de implantarlo en el futuro. Respecto al primero, las respuestas se dividieron entre la falta de presupuesto y el hecho de que no existía tal necesidad. Sobre el segundo, que preguntaba si cabría la posibilidad de crear un área de turismo a nivel supramunicipal en el futuro, las respuestas fueron más optimistas. Eso sí, siempre bajo la premisa de que el presupuesto y los recursos humanos de estos organismos fueran mayores de lo que son en la actualidad y que las competencias fueran totalmente traspasadas y no compartidas con los ayuntamientos. Finalmente, las cuestiones tratadas a todos los entrevistados obtuvieron los resultados siguientes. Respecto al grado de atractivo turístico de l‟Horta Nord, catorce afirmaron que era “alto” o “muy alto”, ya que la comarca reúne una serie de atractivos (ser una de las seis huertas que quedan en Europa, la cercanía al Mediterráneo y Valencia, etc.) que le otorgan la posibilidad de crear un producto turístico con potencial. Sobre el grado de desarrollo turístico de l‟Horta Nord en la actualidad, once encuestados contestaron que era “bajo” y, en el lado opuesto, solo uno afirmó que “muy alto”. Finalmente, al preguntar sobre la idoneidad de ceder las competencias de la gestión turística a un organismo supramunicipal, cuestión que al fin y al cabo resulta ser la clave de esta investigación, la respuesta fue contundente, puesto que el 75% de los mismos estaba de acuerdo ante la tesitura planteada. Como era de esperar, para esta amplia representación de municipios, resultaría altamente positivo traspasar unas competencias que, a nivel local, no podrían asumir: bien porque no cuentan con los recursos necesarios (económicos y humanos), o bien porque a escala local no poseen un interés suficiente como para que el turismo florezca en sus territorios. Justamente son estos municipios lo que poseen potencial pero no lo han desarrollado, y entienden que mancomunarse sería la mejor manera para planificar una actividad cuyo máximo beneficio y sostenibilidad se alcanzaría desde esta visión supramunicipal. En el lado contrario, los dos municipios más desarrollados turísticamente consideran que ceder las competencias en materia turística mermaría sus beneficios y el desarrollo que actualmente conoce el pueblo. CONCLUSIONES L‟Horta Nord de Valencia es, muy probablemente, una de las comarcas más singulares de todo el territorio valenciano. Esta zona alberga una de las únicas seis huertas que quedan en Europa, la cual está considerada como uno de los legados más importantes que dejaron los musulmanes mientras dominaron la Península Ibérica. Con el paso del tiempo, este espacio hortícola se ha ido entremezclando con la total proximidad a Valencia, una de las ciudades más cosmopolitas de España, y su extensa área metropolitana, lo que la ha otorgado a esta comarca un carácter diferencial, al mezclar grandes terrenos agrícolas con urbes muy pobladas. Así, la comarca, principalmente, desde el pasado siglo, ha experimentado un gran desarrollo en prácticamente todos los sectores (económico, demográfico, social, etc.). Sin embargo, y en contraposición a muchas comarcas también litorales de la región valenciana, l‟Horta Nord no ha conocido un gran desarrollo turístico hasta el momento, dado que, salvo en algún caso muy concreto –y a pequeña escala-, la actividad turística no se ha asentado en demasía en esta comarca valenciana. Los responsables de los municipios, en líneas generales, no dudan en reconocer dicha falta de desarrollo de la actividad turística en la comarca, y aluden, normalmente, a la falta de recursos (económicos y humanos) por parte de la administración como causa principal por la que el turismo no es una de las actividades de referencia en l‟Horta Nord. Paradójicamente, la mayor parte de los mismos admite sin dudarlo que tanto sus localidades en particular, como la comarca en general, tienen un gran potencial turístico, y que es necesario intentar sacarle un mayor partido, puesto que l‟Horta Nord cumple con los requisitos para ser uno de los referentes turísticos de la Comunidad Valenciana. No obstante, alcanzar el objetivo de activar el turismo en toda la comarca puede resultar complejo debido a los parámetros de la planificación turística actual de este país. Con el sistema actual de ordenación, basado en el principio de que cada localidad tiene la última palabra sobre cualquier planteamiento en materia de turismo (y urbanismo) dentro de los límites de su término, es muy difícil imaginar el desarrollo turístico de una comarca como l‟Horta Nord. Ello es así puesto que a nivel local existe una evidente falta de recursos (turísticos, humanos y económicos), si se exceptúa el caso aislado de ciertas poblaciones cuyo bagaje cultural, o su situación geográfica, junto al Mar Mediterráneo, les posibilita crecer como municipio turístico. Paralelamente, estas localidades más desarrolladas a nivel turístico, suelen entender el turismo como una actividad meramente económica, sin tener en cuenta que el territorio es la base de cualquier actividad turística, poniendo en peligro así zonas de gran valor ecológico como podría ser la huerta valenciana. De este modo, a fin de obtener no sólo un desarrollo turístico notable, sino también para garantizar la sostenibilidad (ambiental, económica, social) de ese espacio determinado, es importante que el turismo se planifique desde una perspectiva territorial superior porque muestra normalmente un carácter más homogéneo y a la vez más cercano a la visión que los visitantes poseen del destino turístico. Por ello, sería la mancomunidad el organismo más adecuado para gestionar la actividad turística. Conjuntamente, si un hecho ha quedado demostrado con las encuestas realizadas en este trabajo, es que la gran mayoría de las poblaciones de la comarca (tres de cada cuatro) está de acuerdo con lo expuesto, ya que ven de manera positiva ceder las competencias en materia de turismo a una institución supramunicipal. Entienden, de alguna manera, que la única vía mediante la cual el turismo se puede instaurar como uno de los pilares de la economía, local y comarcal, es a través de una planificación turística conjunta e intermunicipal, dado que a nivel local no cuentan con el potencial suficiente para hacerlo. Son únicamente las localidades más desarrolladas a nivel turístico actualmente las que ponen en duda el beneficio de traspasar las competencias en materia de turismo a un ente supramunicipal. Más bien, no ponen en tela de juicio el bien que supondría dicho cambio a nivel comarcal, pero temen que el reparto en el crecimiento turístico sería más equitativo entre todas las poblaciones de l‟Horta Nord y que, por ende, no tendrían el papel tan destacado con el que cuentan ahora. L‟Horta Nord no ha sabido aprovechar hasta ahora su potencial turístico y así lo reconocen sus gestores. Tras las entrevistas se observa la necesidad de replantear el modo en cómo planificar el turismo y hacerlo desde un punto de vista supramunicipal y con el territorio como base de la actividad, dado que todos los municipios comparten una misma identidad, parece que les haría competitivamente más aptos para diferenciarse del resto de áreas. Un cambio que como han corroborado las encuestas parece encontrar buena predisposición por parte de la mayoría de las localidades implicadas. NOTAS A PIE DE PÁGINA 1 A parte del desplazamiento fuera del entorno habitual, también cabe considerar que su duración sea inferior a un año y que el motivo que lo justifica no sea ejercer una actividad remunerada en destino. 2 INE: 2012 3 http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos/ 4 Artículo 141.3 de la Constitución Española BIBLIOGRAFÍA ALFONSO MARZO, A. et al. (2005). Gran Enciclopedia de la Comunidad Valenciana. Levante-El Mercantil Valenciano. Valencia ARCARONS, R. (2010). Planificación turística de la administración. UOC. Barcelona. BARRADO, D. (2001). Ordenación territorial y desarrollo turístico. Posibilidades, modelos y esquemas de ordenación territorial del turismo en la España de las autonomías. Estudios Turísticos, 149. BARRADO, D. (2004). El concepto de destino turístico: una aproximación geográficoterritorial. Estudios Turísticos, 160. BARRADO, D. y ÁVILA, R. (2010). Teoría y práctica para una ordenación racional del territorio. Síntesis. Madrid. FARINÓS DASÍ, J. (2008). Gobernanza territorial para el desarrollo sostenible: estado de la cuestión y agenda. Boletín A.G.E. 46. FERNÁNDEZ TABALES, A. (2004). Manual de Gestión Local en Turismo. Turismo de la provincia de Sevilla. Sevilla. FIGUEROLA, M. (1990). Teoría económica del turismo. Alianza. Madrid. HILDENBRAND, A. (1996): Política de ordenación del territorio en Europa. Universidad de Sevilla y Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía. Sevilla IVARS, J.A. (2003). Planificación turística de los espacios regionales en España. Síntesis. Madrid. LLORENS SERRA, M. (1991). Gran Enciclopedia Valenciana. Difusora de Cultura Valenciana. Valencia. NATERA, A. (2004). La noción de gobernanza como gestión pública participativa y reticular. Política y Gestión. Universidad Carlos III de Madrid. STOKER, G. (1998). El buen gobierno como teoría: cinco propuestas. Revista Internacional de Ciencias Sociales, 155. VELASCO GONZÁLEZ, M. (2008). Gestión de destinos: ¿gobernabilidad del turismo o gobernanza del destino? XVII Simposio Internacional de Turismo y Ocio. ESADE Universidad Ramón Llull. VERA, J.F. (2011). Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos. Tirant humanidades. Valencia. GESTIÓN PÚBLICA DEL TURISMO EN LOS ESPACIOS DE INTERIOR DE ESPAÑA: EL PAPEL DE LAS DIPUTACIONES PROVINCIALES Francisco López Palomeque Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional, Universidad de Barcelona [email protected] Xavier Font Urgell Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional, Universidad de Barcelona [email protected] RESUMEN En esta comunicación se presentan los resultados de una investigación sobre el protagonismo de la administración local, concretamente las diputaciones provinciales, en la gestión del turismo en los espacios de interior de España, a partir de análisis de casos (provincias de Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida y, además, la Comunidad Foral de Navarra). Se aborda el análisis de las competencias en materia de turismo de la administración local; el modelo de formalización de dichas competencias y el grado de formalización de la hipotética administración turística provincial en el marco del modelo de organización de la administración pública (diputado específico de turismo, patronato provincial de turismo, ente provincial de promoción del turismo, etc.); los objeticos que guían la acción en turismo de las diputaciones; los instrumentos de intervención (plan de subvenciones en turismo, plan estratégico de turismo, etc.); los recursos destinados a dichas acciones y, entre otros aspectos, la visibilidad de estas competencias y acciones. Los resultados muestran una participación de las diputaciones en las dinámicas turísticas de sus ámbitos territoriales pero, a su vez, un protagonismo diferentes según los casos. Palabras clave: Turismo, gestión pública, diputaciones, espacios de interior, España. ABSTRACT This paper presents the results of an investigation into the role of local government, specifically provincial councils, within tourism management in inland spaces of Spain, from case analysis (provinces of Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida and , in addition, Navarra). This paper analyses the competences for tourism of local administration; the model of formalization of the above mentioned compences and the degree of formalization of the hypothetical tourism provincial administration within the framework of the organization model of the public administration(specific deputy of tourism, provincial tourism board, provincial entity for tourist promotion, etc.); the aims that guide the action in tourism of the provincial councils, the intervention tools (grant plan for tourism, tourism strategic plan, etc.), the resources for such actions and, among other aspects, the visibility of these competences and actions. The results show a participation of the provincial councils in the tourist dynamics of their territorial areas but, at the same time, a different role in each case. Keywords: Tourism, public management, provincial councils, inland spaces, Spain INTRODUCCIÓN Propósito y contexto institucional En España las distintas administraciones públicas tienen diferentes niveles competenciales en materia turística, que comprende tanto la función reguladora y de control de la actividad turística como la función de fomento y apoyo. En este marco las distintas administraciones públicas presentan su esquema organizativo adecuado a sus competencias y a sus objetivos en esta materia. Además, la transversalidad del sector turístico comporta que, además de las leyes y normativas más específicamente turísticas, esta actividad se vea afectada por un conjunto bastante amplio de ámbitos regulados (medioambiente, transportes o urbanismo, entre otros). La acción de la administración turística (políticas turísticas, instrumentos de intervención, etc.) evoluciona y se adapta a las necesidades de la realidad turística de cada momento histórico y de cada ámbito territorial. Las acciones a desarrollar, el alcance y el ritmo de la adaptación a las nuevas realidades dependerán del nivel de la administración en cada caso (estatal, regional, local) y del estadio de desarrollo del turismo en cada ámbito territorial, en este caso el ámbito provincial. Esta comunicación, titulada “Gestión pública del turismo en los espacios de interior de España: el papel de las diputaciones provinciales”, comprende los primeros resultados de una investigación en curso más amplia1, sobre el protagonismo de la administración local, concretamente de las diputaciones provinciales, en la gestión del turismo en los espacios de interior de España. La investigación parte de tres premisas: a) En las dos últimas décadas los espacios de interior de España han vivido un destacado desarrollo turístico. En este proceso las administraciones públicas han tenido un papel importante, en sus distintos niveles, y en concreto la administración local (municipios, comarcas, provincias). b) El proceso ha inducido, en una clara relación de causa efecto, una institucionalización de la gestión pública del turismo, con la formalización de la administración turística (concejalías de turismo, instrumentos específicos de gestión y planificación, creación de entes turísticos; por ejemplo, los patronatos de turismo). c) La acción de las administraciones públicas en materia de turismo evoluciona y se adapta a la realidad turística de cada momento; y ello es lo que ocurre en el actual escenario de cambio. Las acciones en materia de turismo de las diputaciones provinciales han de adaptarse a las exigencias y cambios asociados al escenario de crisis. El estudio se lleva a cabo, inicialmente, a través de análisis de casos: provincias de Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida y, además, Navarra (comunidad foral uniprovincial, y por lo tanto con características asimilables al resto de provincias analizadas). El análisis comparado, estableciendo las diferencias y similitudes, aporta conocimiento sobre los casos estudiados y sobre el modelo de organización de la administración turística provincial en España; sobre el protagonismo de las diputaciones provinciales en el proceso de desarrollo del turismo en los espacios de interior de España y, en concreto, sobre las estrategias adaptativas en el actual escenario de cambio. Se aborda, para cada caso, el análisis de las competencias en materia de turismo de la administración; el modelo de formalización de dichas competencias y el grado de formalización de la hipotética administración turística provincial en el marco del modelo de organización de la administración pública (diputado específico de turismo, patronato provincial de turismo, ente provincial de promoción del turismo, etc.); los objeticos que guían la acción en turismo de las diputaciones, los instrumentos de intervención (plan de subvenciones en turismo, plan estratégico de turismo, etc.), los recursos destinados a dichas acciones y, entre otros aspectos, la visibilidad de estas competencias y acciones. Además de la consulta de los fondos documentales y estadísticos y de la contrastación bibliográfica, se ha realizado un cuestionario a los responsables técnicos en materia de turismo de cada una de las diputaciones provinciales y de la comunidad foral de Navarra. La información obtenida ha sido muy valiosa y después de su análisis y sistematización se expone en el último apartado de este texto. Nuevas dinámicas turísticas de los espacios de interior de España En España, más allá de algunos enclaves pioneros y de algunas prácticas recreativas tradicionales, el desarrollo del turismo en los espacios de interior se inicia en los años ochenta (con énfasis en turismo rural), se intensifica en los noventa y se consolida en la última década, en la que se observa una intensificación del proceso de turistificación de los espacios de interior (LÓPEZ PALOMEQUE, 2012). Como resultado de los procesos de las dos últimas décadas, los espacios de interior se convierten en escenario de una gran diversidad de actividades turísticas, de una gran variedad de formas o modalidades de turismo. El perfil actual de los espacios de interior, en su dimensión tangible e intangible, explica su capacidad de atracción. La realidad territorial es muy contrastada, variada, y presenta situaciones muy diferenciadas que posibilitan en mayor o menor grado el despliegue de actividades turísticas y el desarrollo de una gran diversidad de modalidades turísticas. Hay que aclarar, no obstante, que las formas de turismo en los espacios de interior no son excluyentes, sino que forman parte de sistemas complejos en los que suelen darse varios de estos desarrollos simultáneamente. Así pues, hoy hay que considerar a los espacios de interior como espacios que ofrecen una multiplicidad de opciones al turista y como escenario que alberga un modo de desarrollo turístico que se caracteriza por su gran dispersión territorial y que, por tanto, puede evitar conflictos de masificación y otros impactos asociados. El grado de desarrollo y la importancia alcanzada por el turismo en los espacios de interior puede verificarse a través de diversas evidencias y datos referidos a los componentes básicos del hecho turístico y a través de las variables habituales de los sistemas de información estadística del turismo. En este sentido cabe hacer alusión, por ejemplo, al éxito de numerosas iniciativas de creación de producto, al crecimiento de la oferta turística o a la conexión de sus recursos y productos con las tendencias de la demanda. Se puede afirmar, sin duda, que el turismo en espacios de interior ha consolidado unos flujos, fundamentalmente regionales aunque con una presencia creciente de visitantes procedentes del propio país y también del extranjero, y ha alcanzado protagonismo en relación a su aportación al conjunto del turismo y en relación a las realidades socioterritoriales y económicas a escala regional y local. Las estadísticas institucionales y los balances de temporada avalan y dan fe de estas afirmaciones. También pueden tenerse en cuenta otras evidencias, menos habituales cuando se elaboran los balances turísticos. En esta ocasión, se consideran significativos como evidencias de notoriedad del turismo de interior el interés institucional y universitario por el conocimiento del fenómeno, la publicación de obras singulares y específicas de divulgación científica sobre estos turismos, la existencia de ofertas de formación universitaria sobre el tema, la celebración de ferias especializadas y, por último, entre otras evidencias, la ambientalización de los destinos turísticos de interior y montaña. Se entiende por ambientalización de los destinos turísticos la voluntad de ciertos municipios turísticos de incluir criterios de sostenibilidad ambiental en sus estrategias de desarrollo turístico y ello es concebido como una buena estrategia para crear ventajas competitivas respecto a otros destinos. El ámbito de estudio La selección inicial de las cinco provincias como ámbitos de estudio (Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida y, además, la Comunidad Foral de Navarra) se ha realizado a partir de dos tipos de argumentos: 1) la naturaleza de espacio de interior, es decir constituir ámbitos provinciales sin ningún municipio litoral; y 2) el carácter representativo (muestra) de la diversidad de realidades turísticas de los ámbitos provinciales de interior. Para esta determinación se han tenido en cuenta, por una parte, los diferentes inputs sobre las características del turismo en el interior de España (toda la información cuantitativa y cualitativa, incluyendo la bibliografía y material documental); y, en segundo lugar, su identificación con algunos de los rasgos que entendemos significativos de las dinámicas territoriales que caracterizan a los espacios de interior a escala provincial, y de los que las provincias elegidas son representativas: a) una dinámica litoral-interior que genera nuevos turismos vinculados a la diversificación de los destinos y productos maduros; b) una dinámica urbana-interior que genera nuevos turismos, vinculados al ocio y recreación de proximidad; c) la evidencia de la existencia de nuevos turismos derivados de nuevos hábitos y comportamientos de la demanda y su relación con procesos de producción turística en áreas del interior de España; d) la evidencia de la existencia de procesos formalizados de gestión turística; institucionalizados en planes, políticas, etc.; resultado de las relaciones entre los diferentes actores; y e) la conveniencia de que las áreas de estudio preseleccionadas correspondan a distintas regiones españolas y se evite con ello una concentración espacial de las mismas. A pesar de que participan de los rasgos que caracterizan el turismo de los espacios de interior de España, la realidad turística de cada ámbito provincial muestra diferencias, basadas en la naturaleza específica y significado de sus principales atractivos y, a su vez, debido a la propia evolución como escenario turístico de cada provincia, condicionada en buena parte por la evolución del turismo de las correspondientes comunidades autónomas, incluyendo sus respectivas políticas turísticas. En términos de dimensión de la oferta de alojamiento y su tipología, estos ámbitos provinciales presentan unas cifras de valor medio o bajo en comparación con las provincias litorales (hegemonía del turismo de sol y playa en España) (ver Tabla 1). LA ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA DE ÁMBITO MUNICIPAL Y PROVINCIAL Las competencias en materia de turismo de la administración local Tal como se ha señalado en la Introducción, las distintas Administraciones Públicas tienen diferentes niveles competenciales en materia turística y, además, no deben cumplir solamente con la función reguladora y de control de la actividad turística, sino que también la deben apoyar e impulsar. Esto comporta que cada Administración Pública tenga su esquema organizativo adecuado a sus capacidades competenciales y a sus objetivos en materia de apoyo e impulso del sector turístico. La transversalidad del sector turístico significa que, además de las leyes y normativas más específicamente turísticas, esta actividad se vea afectada por un conjunto bastante amplio de ámbitos regulados (medioambiente, transportes, urbanismo, etc.) que deben conocerse y aplicarse adecuadamente. En España nos encontramos con un hecho importante, que es la disparidad normativa, debida a la distribución de competencias que hace la Constitución española de 1978 y a la configuración constituyente y legal de la política y planificación en el sector turístico (BOUZZA, 2006). En consecuencia existen cuatro niveles de administración pública: la administración comunitaria; la administración central; la administración autonómica y la administración local (LÓPEZ PALOMEQUE, 2004). La atribución de competencias a la Administración Local (municipios y provincias) es una consecuencia directa del reconocimiento constitucional de su autonomía para la gestión de los intereses que le es propia (artículos 137 y 140 de la Constitución). Esta autonomía local la encontramos reflejada en el artículo segundo de la Ley de bases reguladora del régimen local 7/1985, de 2 de abril, en que se establece el derecho de los municipios, provincias e islas a intervenir en todos aquellos asuntos que afecten directamente el círculo de sus intereses. Estas atribuciones no se han visto modificadas en la reforma de la ley 7/85 realizada en la Ley 27/2013 de 27 de diciembre de 2013 de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local. A pesar de todo se trata de una competencia delegada, es decir, a los municipios no les corresponde la titularidad de las competencias, sino su ejercicio. En la misma situación se encuentran las provincias. Es necesario, entonces, remarcar que ni desde las diputaciones ni desde los ayuntamientos se pueden establecer normativas que regulen el ámbito turístico, aunque solo se refiriesen a su ámbito territorial. No obstante, sí existe una parte importante de posibilidades de incidencia por la vía normativa, desde los Ayuntamientos, en la estructuración de la oferta turística, a partir de las regulaciones y controles que el municipio establece sobre el urbanismo, la construcción, los establecimientos, la sanidad, la seguridad o la señalización, entre otros. Y, por otra parte, según la consultora ROS DEVELOPMENT & PLANING (2008), los destinos turísticos a escala local han de cubrir dos grandes frentes de actuación: a) la planificación y el desarrollo turístico, todo lo que afecta al producto, a su calidad y competitividad; y b) la promoción y apoyo a la comercialización, todo lo que hace referencia a la promoción y venta de dicho producto. En los últimos años se ha observado una preocupación por la búsqueda de instrumentos y metodologías para la gestión local del turismo; y un ejemplo de ello es la aportación de FERNÁNDEZ TABALES (2004), que contempla unas directrices para agentes públicos de la provincia de Sevilla. Las diputaciones son el órgano de gobierno de las provincias, que son entidades territoriales formadas por agrupación de municipios. Sus competencias más importantes son la coordinación de los servicios municipales para su más adecuada prestación, la asistencia jurídica, económica y técnica a los municipios, la prestación de servicios públicos de carácter supramunicipales y la cooperación al fomento de todo el territorio provincial; por ello aprueban cada año planes de cooperación a las obras y servicios municipales (ARCARONS, 2010: 118). Las provincias no han tenido un especial tratamiento en materia turística debido a sus especiales características de Administración local de cobertura. Sin embargo, esta circunstancia se ha visto alterada en algunas comunidades autónomas como consecuencia de normativas propias en la materia. Así, ocurre con la legislación turística de Andalucía, Castilla y León, Canarias (cabildos insulares) y, de manera especial, en el caso de Cataluña, que en su Ley de Turismo contempla toda una serie de competencias circunscritas a la coordinación del fomento y promoción de la actividad de los municipios, la promoción de los recursos turísticos de la provincia y la asistencia y cooperación técnica y económica a los municipios. No obstante, conforme al artículo 36 de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, las diputaciones ostentan una competencia general de asistencia y cooperación técnica, jurídica y económica de los municipios de la provincia, en cualquiera de los ámbitos materiales de actuación, incluido el turismo. En este sentido hay que resaltar la importancia que tienen las competencias asumidas en materia de fomento de la imagen turística de los municipios de poblaciones inferiores a veinte mil habitantes y de la promoción de las marcas turísticas, respectivamente (ARCARONS, 2010: 119). La organización de la administración turística en municipios y provincias La organización de la administración turística en el organigrama de gobierno local y provincial suele estar vinculada a la creación de Patronatos o Consorcios, en los que intervienen tanto el sector público como el privado. Es también frecuente que algunos de estos Patronatos o Consorcios, que especialmente tienen su propia entidad jurídica, agrupen el territorio de más de un municipio, especialmente en zonas turísticas homogéneas, y cuenten con la participación de Administraciones Públicas de ámbito superior. En el caso de las provincias, el límite provincial determina en mayor medida él ámbito de referencia de los entes de gestión. La decisión de la creación de uno de estos entes viene determinada por el peso específico del sector turístico en cada territorio. Hoy día las fórmulas y entidades para la gestión pública del turismo, particularmente a escala local, son muy diversas (VERA, et al., 2013: 355). Es aconsejable que cualquier Ayuntamiento que quiera afrontar con eficacia su desarrollo como destino turístico cuente con un instrumento de estas características donde se pueden sumar los esfuerzos e intereses de todos los actores de la actividad turística, tanto pública como privada. En cuanto al ámbito provincial, las competencias señaladas son ejercidas mediante la creación de entes u organismos de carácter autónomo o mediante la creación de áreas funcionales dentro de la misma estructura y organización de la propia diputación provincial. Los patronatos son organismos autónomos dependientes directamente de la Administración que los crea y constituyen un modo de gestión directa. Finalmente, es importante subrayar que el fomento de la imagen turística (poblaciones inferiores a veinte mil habitantes y la promoción de las marcas turísticas) es bastante representativa como para considerar la importancia de la organización municipal como dinamizadora de territorios y municipios que, sin la asistencia técnica de las diputaciones provinciales, difícilmente podrían haber llegado a gestionar y poner en práctica muchos de los actuales proyectos y acciones de desarrollo turístico (ARCARONS, 2010: 119). REALIDAD TURÍSTICA Y ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA PROVINCIAL Notas sobre la realidad turística de los ámbitos estudiados La estructura espacial de las actividades turísticas en España muestra claros contrastes y marcadas asimetrías que se deben básicamente a dos factores que, además, influyen de manera interrelacionada: la variada condición geográfica del territorio español y el carácter hegemónico del atractivo sol-playa en el conjunto de las motivaciones del turismo masivo, hecho que ha primado el desarrollo turístico de las zonas litorales de clima templadocálido. La localización de la oferta de alojamiento turístico, y también la de la infraestructura y servicios complementarios, dibuja un mapa turístico español asimétrico en el que destacan unas zonas geoturísticas claramente diferenciadas y jerarquizadas, que pueden observarse tanto a escala regional como a escala provincial. En este último caso, en un primer nivel de análisis se observa una fuerte concentración de la oferta en las provincias del litoral, que contrasta con las provincias del interior, solo atenuada en los ámbitos provinciales que cuentan con grandes ciudades y, en parte, en las provincias que tienen un sector de su territorio en las zonas de montaña más altas (por ejemplo, Lleida o Navarra, por citar dos casos que son objeto de estudio). ¿Cuál es el peso de las provincias de interior como espacios turísticos en el contexto español? ¿Cuál es el papel de las diputaciones provinciales como actores del desarrollo del turismo? La investigación parte de una doble premisa. Primera, que los ámbitos estudiados son provincias en las que el turismo presenta una actividad turística limitada en términos cuantitativos, sobretodo en comparación con el litoral. No obstante, en términos contextuales, unas determinadas actividades turísticas en provincias de interior y una determinada capacidad de alojamiento pueden tener un significado destacado en la economía y sociedad local. Segunda, que en las dinámicas de desarrollo turístico de las provincias de interior la administración local y provincial está presente. La Tabla 1 muestra unos datos básicos sobre capacidad de alojamiento de los seis ámbitos provinciales objeto de estudio y los valores de las cifras avalan las afirmaciones anteriores. Además, estas cifras también ponen de manifiesto las diferencias y contrastes entre las provincias seleccionadas y su evolución reciente. El significado de estas cifras y los breves comentarios que siguen permiten tener una mínima información sobre la realidad turística de cada provincia (la dimensión de su capacidad de alojamiento). La oferta de alojamiento turístico de las provincias de interior es de orden secundario, si se considera su dimensión y en comparación con las provincias de litoral. Esto se observa en el censo hotelero y también en la oferta de campamentos turísticos, y de forma menos clara en el alojamiento rural. Las provincias estudiadas tienen una oferta hotelera modesta o muy modesta (Jaén 8.785 plazas; Lleida 15.113; Navarra 12.267; Ourense 6.260; Segovia 5.413 y Teruel 6.732). Lleida y Navarra presentan unas cifras (tanto de hoteles como de campings) más altas, similares a algunas provincias litorales atlánticas, debido al desarrollo turístico de las comarcas pirenaicas (que en el caso de Lleida incluye sus estaciones de esquí) y del dinamismo de sus capitales provinciales. Pero en conjunto, son cifras inferiores a la oferta hotelera de provincias litorales vecinas o próximas. Por ejemplo, Granada tiene 29.544 plazas hoteleras; Castellón de la Plana 18.081; Tarragona 40.957 y Guipúzcoa 9.661; según datos del Instituto de Estudios Turísticos para el año 2012. En relación a la oferta de campamentos turísticos también se constatan los mismos rasgos. Y también destacan de manera más amplia Lleida (21.742 plazas) y Navarra (13.225 plazas), que en este tipo de oferta superan a la de algunas provincias litorales con Tabla 1.- Datos básicos sobre la capacidad de alojamiento turístico de los ámbitos provinciales Oferta hotelera Ámbito Jaén Lleida Navarra Ourense Segovia Teruel España 2004 2012 Est. Plazas Est. Plazas 165 6.318 185 8.785 334 15.980 297 15.113 147 7.845 275 12.267 107 3.772 196 6.260 110 3.505 128 5.413 167 5.677 196 6.732 16.178 1.273.428 14.785 1.431.165 Oferta de campings 2004 2012 Est Plazas Est. Plazas 14 6.108 17 6.404 62 20.445 60 21.742 21 11.283 25 13.225 ND ND 8 1.286 ND ND 5 2.429 15 2.886 18 3.584 1.186 761.684 1.181 745.596 Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Estudios Turísticos (IET) Oferta de turismo rural 2004 2012 Est. Plazas Est. Plazas 76 618 170 1.290 357 2.628 538 3.754 426 2.809 720 5.195 67 817 81 1.033 105 1.053 397 3.695 188 1.478 356 2.785 8.665 75.868 15.930 149.526 desarrollos inferiores. El resto de provincias analizadas se sitúan a mayor distancia (entre mil y tres mil plazas, excepto Jaén que alcanza las 6.404). Ourense y Segovia son provincias poco significativas en comparación con el resto de las provincias. La oferta de alojamiento rural es más propia de espacios de interior, por lo que cabría esperar una hegemonía de las provincias de interior respecto a las provincias litorales. Esto en principio es así, pero sin embargo la escala de análisis (provincia) diluye en parte este comportamiento, puesto que las provincias litorales disponen de comarcas y municipios de “interior” que han tenido un fuerte desarrollo de este tipo de actividades y alojamiento. De las provincias analizadas, Navarra dispone de la mayor oferta de alojamiento rural, con 720 establecimientos y 5.195 plazas y la menor Ourense con 81 establecimientos y 1.033 plazas. El carácter asimétrico del mapa turístico tiene un carácter estructural por las razones ya descritas anteriormente. No obstante, cabe añadir que desde hace veinte años se empezó a observar una intensificación del proceso de difusión espacial del crecimiento turístico por los espacios de interior de España, iniciado con anterioridad, y en el que desempeñan un protagonismo destacado el turismo de naturaleza, el turismo rural y el turismo urbano. Los actores públicos a nivel municipal y provincial, en mayor o menor medida según los casos, han participado activamente en este proceso. Esta tendencia ha hecho disminuir el índice de concentración espacial de la oferta turística, si bien las variaciones son poco importantes en contraste con la desigual distribución estructural del turismo, y máxime si se considera la escala del conjunto de España. El mapa turístico de España es dinámico y en el comportamiento de los dos últimos decenios destaca la generalización o “turistificación” de todo el territorio español, que obedece a tres focos genéticos específicos: la intensificación del fenómeno de ocio-turismo de proximidad, la concepción e instrumentalización del turismo como estrategia de desarrollo y la necesidad de reestructuración de los espacios litorales tradicionales. La administración turística en las diputaciones provinciales El modelo de formalización de las competencias y el grado de institucionalización de la administración turística provincial en el marco del modelo de organización de la administración pública muestra diferencias en los distintos casos analizados, si bien se observan unas pautas comunes. Todos los gobiernos provinciales tienen un diputado con competencias en turismo y su ubicación en el organigrama de gobierno varía en cada caso; también en el caso del Gobierno de Navarra se contemplan competencias exclusivas en el organigrama. En el caso de Lleida existe un área específica de turismo, con competencias exclusivas; mientras que en Segovia y Teruel se ubica en el Área de Cultura y Turismo y en Ourense en Cultura y Promoción económica; en Jaén en el Área de Empleo, Promoción y Turismo y Navarra cuenta con una Dirección General de Turismo y Comercio, dentro del Departamento de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales. Relacionado con las competencias en turismo, la mitad de las diputaciones se han dotado de un organismo autónomo de gestión del turismo u otro ente delegado, con nombres y grado de competencias distintos. En Lleida es el Patronat Intercomarcal de Turisme Terres de Lleida, cuya presidencia recae en el presidente de la Diputación; en Ourense el INORDE. Instituto Ourensano de desenvolvemento económico y en Segovia el Patronato Provincial de Turismo (constituido como Consorcio). En estos casos estos organismos cuentan con representación privada (Lleida, Segovia). Teruel, Jaén y Navarra no disponen de organismos o entes delegados específicos en turismo. En cuanto a la estructura técnica del organismo de gestión del turismo aparecen modelos distintos en cada caso. En la Diputación de Lleida el Director del organismo adquiere un rol principal. En la Diputación de Teruel, en el departamento de turismo hay un diputado delegado del área, un jefe de servicio de turismo y cultura, un técnico de turismo y un auxiliar administrativo; además, temporalmente, un consultor para llevar trabajos de estrategia de marketing y comunicación on line. En la Diputación de Ourense no hay un personal específico asignado a turismo; el área de turismo es una de las funciones que se realiza dentro del INORDE. En la Diputación de Segovia el Patronato Provincial de Turismo (constituido como Consorcio) contempla la Gerencia, más un Departamento de Receptivo y Promoción, y además la Administración. En el caso de Jaén, que no tiene organismo especifico, la estructura técnica del Área de Empleo, Promoción y Turismo contempla un Director de Empleo, Promoción y Turismo, más un Servicio de Turismo con un adjunto de turismo y una Sección de Proyectos Turísticos. Finalmente, el organigrama de gobierno de Navarra cuenta con una Dirección General de Turismo y Comercio, más un Servicio de Ordenación y Fomento de Turismo y Comercio y un Servicio de Marketing y Desarrollo de Productos Turísticos. El número de trabajadores dedicados a los organismos de gestión del turismo se sitúa entre los 15 en el caso de Lleida y los 5 en los casos Teruel y Segovia. Una evidencia del grado de formalización de las competencias en turismo en los gobiernos provinciales es la existencia de algún instrumento de planificación o intervención que oriente la política turística de la diputación. Entre los casos analizados solo la Diputación de Lleida cuenta con un instrumento de esta naturaleza (el Plan de Turismo Sostenible, desde 2009), mientras que la Diputación de Jaén se ha dotado de diversos planes tematizados o de ámbitos territoriales concretos: el Plan Turístico Viaje al Tiempo de los Íberos ( 2007/2009); el Plan de Dinamización del Producto Turístico en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas (2007/2011); el Plan Turístico Sierra Morena 1 (2006/2011); el Plan de Competitividad Turística de la Ruta de los Castillos y Batallas (2010/2014); el Plan Turístico Vandelvira y el Renacimiento (2006/2010); el Plan de Actuaciones en Embalses de la Provincia (2007/2010) y el Plan Turístico Sierra Morena 2 (2007/2010). La visibilidad de las competencias y acciones en turismo se vehiculiza habitualmente a través de las páginas web. En este sentido, todas las diputaciones disponen de página web de turismo, cuya función principal es ser portal de promoción turística del ámbito provincial en cada caso. Esta web específica de turismo aparece integrada en la web general de la diputación, y se ubica en primer nivel de información del menú general. Las direcciones web son, en cada caso, las siguientes: Lleida: www.aralleida.cat; Teruel: www.teruelversionoriginal.es; www.SienteTeruel.net; Ourense: www.turismourense.com; Segovia: www.segoviaturismo.es; Navarra: www.turismo.navarra.es; y en el caso de Jaén: www.jaenparaisointerior.es Estas páginas web son, sobre todo, portales de promoción turística de la provincia, en cada caso. No obstante, también son en buena medida portales de gestión y/o de colaboración con los municipios de la provincia en temas turísticos. En algunos casos esta función se realiza a través de otros sitios web. Por ejemplo, en Navarra la web operativa es http://www.turismo.navarra.es/esp/profesionales/; y en el caso de Jaén el portal es http://www.dipujaen.es/conoce-diputacion/areas-organismos-empresas/areaH/conoce-elarea/estructura_equipo.html. CONCLUSIONES Los datos básicos sobre la evolución de la oferta de alojamiento turístico de los ámbitos provinciales estudiados avalan, como muestra, que en los últimos años los espacios de interior de España han vivido un destacado desarrollo turístico (incremento del alojamiento hotelero, del alojamiento en campings y del alojamiento de turismo rural). Por otra parte, la primera premisa de esta investigación incluye la hipótesis de que en este proceso las administraciones públicas han tenido un papel importante, en sus distintos niveles, y en concreto la administración local (municipios, comarcas, provincias). A través de las fuentes documentales consultadas y de las respuestas al cuestionario específico, enviado a los responsables técnicos en materia de turismo de cada una de las diputaciones provinciales, se dispone de suficiente información que corrobora la acción de las diputaciones en la promoción y apoyo a la comercialización de las actividades turísticas y en la planificación y el desarrollo turístico, si bien con una importancia diferenciada según cada una de las diputaciones provinciales analizadas. La segunda premisa formulada en la Introducción contempla que el desarrollo turístico ha inducido, en una clara relación de causa efecto, una institucionalización de la gestión pública del turismo, con la formalización de la administración turística (concejalías de turismo, instrumentos específicos de gestión y planificación y creación de entes turísticos, por ejemplo los patronatos de turismo). También se ha podido comprobar un cierto grado de institucionalización de la gestión del turismo, observable en la existencia de unos determinados niveles de administración turística, tal como se valora a continuación. Todos los gobiernos provinciales tienen un diputado con competencias en turismo y su ubicación en el organigrama de gobierno varía en cada caso. Las áreas de gestión en las que se integra turismo son del ámbito socioeconómico y cultural (promoción, empleo, comercio y cultura, entre otras). Son, pues, áreas asociadas al fomento y dinamización económica, vinculada a su vez a la potencialidad de la cultura y del comercio. La mitad de las diputaciones se han dotado de un organismo autónomo de gestión del turismo u otro ente delegado, con distintos nombres, que acogen la correspondiente estructura técnica de turismo. En los tres casos que no cuentan con organismo autónomo (Jaén, Segovia y Navarra) la estructura técnica de “turismo” aparece articulada en las correspondientes áreas de gestión donde se ubican. Se ha constatado, a partir de la información recogida, una incipiente institucionalización de la gestión del turismo al haberse creado estructuras administrativas especificas en turismo (administración turística). Los gobiernos provinciales para la gestión del turismo en sus ámbitos recurren a diversos instrumentos de planificación o intervención para canalizar las orientaciones e iniciativas. Sin embargo, en las ámbitos analizados solo en dos casos se han identificado instrumentos de esta naturaleza, lo cual puede entenderse como una evidencia de que las provincias de interior el menor grado de desarrollo turístico, en comparación con las litorales, aún no ha exigido una formalización de la gestión del turismo que contemple necesariamente contar con estos instrumentos. Finalmente, y como contrapunto a la afirmación anterior, las diputaciones provinciales y el Gobierno de Navarra se han dotado tanto de portal de promoción turística de la provincia como de portal de gestión y/o de colaboración con los municipios de la provincia en temas turísticos. En relación con la tercera premisa, sobre la adaptación de la acción de las administraciones públicas provinciales en materia de turismo al actual escenario de crisis, la falta de información suficiente sobre los planes de acción en cada caso y sobre los presupuestos asignados y ejecutados, correspondientes al periodo pre-crisis y al periodo de crisis, no permite llegar a conclusiones claras. Este tema supera la intención de la comunicación de presentar los primeros resultados de la investigación y queda pendiente para la siguiente fase. Los resultados de esta comunicación, centrada en la institucionalización de la administración turística provincial y en la identificación de las fórmulas y entidades para la gestión pública del turismo en seis ámbitos escogidos, permitirán avanzar en el objetivo de un conocimiento general y sistematizado de esta cuestión en el conjunto de las provincias españolas. Asimismo, supone una aportación para avanzar hacia una necesaria caracterización del modelo de gestión turística provincial, de forma similar a los estudios y aportaciones que para los destinos-municipio ha realizado en los últimos años la Federación Española de Municipios y Provincias. BIBLIOGRAFIA CITADA ARCARONS, R. (2010): Órganos de la Administración turística, en MIRALBELL IZARD, O. (Coord). Gestión pública del turismo. Barcelona. Editorial UOC. 71-135 BOUZAA ARIÑO, O. (2006): Ordenación del territorio y turismo. Edit. Atelier Libros Jurídicos, Barcelona. FERNÁNDEZ TABALES, A. (2004): Manual de Gestión Local del Turismo. Sevilla, Turismo de la Provincia. Diputación de Sevilla. LÓPEZ PALOMEQUE, F. (2004): La gestión pública del turismo en Cataluña, Organización y política turística de la administración autonómica, Investigaciones Geográficas, 34, 5-27. LÓPEZ PALOMEQUE, F. (2012): Nuevas dinámicas turísticas y Nuevos retos en los espacios de interior, en LÓPEZ, D. (Ed.). La diferenciación y segmentación de los mercados en los destinos turísticos, Valencia Ed. Tirant lo Blanc. 125- 138. LÓPEZ PALOMEQUE, F. y FONT, X. (2011): Desarrollo turístico e institucionalización de la gestión turística local en los espacios de interior de Cataluña, en Grupo TERAP. Espacios y destinos turísticos en tiempos de globalización y crisis. Madrid. AGEUniversidad Carlos III de Madrid. Vol II. 305-319. ROS DEVELOPMENT & PLANING (2008): Modelos de gestión turística local. Principios y prácticas. Madrid, Federación española de Municipios y ProvinciasSecretaria General de Turismo. VERA REBOLLO, F. (Coord.); LÓPEZ PALOMEQUE, F.; MARCHENA, M. J. y ANTON, S. (2013): Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos, Editorial Tirant Humanidades, Valencia. NOTAS 1 El proyecto de investigación actualmente vigente es el CSO2011-27230, titulado “Nuevos turismos y desarrollo territorial en un contexto de cambio. Experiencias y oportunidades de los espacios turísticos de interior en España”, financiado por el MCNN Ministerio de Ciencia e Innovación; y, a su vez, la investigación se desarrolla en el marco del Grup de Recerca Consolidat Anàlisi Territorial i Desenvolupament Regional, 2014SGR425, Generalitat de Catalunya. PERCEPCION Y VALORACION SOCIAL DE LOS PAISAJES DISFRUTADOS: APORTACIONES DESDE EL VISITANTE PARA UNA GESTION SOSTENIBLE DE ESPACIOS TURISTICOS RURALES. EL CASO DE LA SIERRA DE ARACENA (HUELVA) i Inmaculada Mercado Alonso Grupo de Investigación HUM-875 Estudios Territoriales y Turísticos. Universidad de Sevilla. [email protected] RESUMEN El turismo provoca transformaciones en el paisaje de dimensión y alcance diversos, dándose la circunstancia de que es el mismo paisaje una de las principales ventajas comparativas de cualquier destino rural. Una demanda mayoritariamente urbana busca una experiencia satisfactoria global, identificada difusamente con autenticidad, singularidad y calidad en el entorno. Los espacios rurales se enfrentan al dilema de armonizar las aspiraciones para un escenario de ocio que muestra a los visitantes, paisajes disfrutados, con la necesidad de un desarrollo local en el que las actividades tradicionales son cada vez menos viables dentro de un sistema económico globalizado, paisajes vividos. En el Convenio Europeo de Paisaje (Florencia, 2000) la percepción de la población es un elemento central en la propia definición de los paisajes. Se insta a conocerla e incorporarla en la toma de decisiones a través de procesos de participación ciudadana. En los espacios turísticos la mirada de los visitantes resulta relevante y complementaria a la de los residentes. En este trabajo se expone la metodología y principales conclusiones de una investigación sobre la percepción y valoración de los visitantes, turistas y excursionistas, de los paisajes de la Sierra de Aracena (Huelva). PALABRAS CLAVE: Paisaje, turismo, percepción social. SUMMARY Tourism produces transcendental transformations of diverse type on the landscape. However, the landscape is one of the main resources or factors of attraction of any rural touristic destination. The demand which is mostly urban looks for a global satisfactory experience, identified with genuineness, singularity and quality in the environment. Rural areas have the problem of harmonizing the desire of the visitors for finding a place for their leisure, which is known as the “enjoyed landscapes”, together with the need of a local development, in which the traditional activities seem to be less and less viable, called the “lived landscapes”. In the European Landscape Convention (Florence, 2000) the perception of the population is a central element in the definition of landscape. It is urged to know and to incorporate it in the decision-making through processes of civil participation. In the touristic sites, the visitor’s point of view turns out to be relevant and complementary to the resident’s. KEY WORDS: Landscape, tourism, social perception. MARCO TEORICO, AMBITO DE LA INVESTIGACION Y OBJETIVOS. El Convenio Europeo de Paisaje (CEP en adelante, Florencia 2000) constituye un hito en la reflexión científica, social y política sobre el paisaje y fortalece su reconocimiento jurídico, al considerarlo un derecho y un bien con una clara función social, sujeto, por tanto, de una protección y ordenación adecuada por parte de los poderes públicos (PRIORE P. 2002 – ZOIDO F., 2009). Pero además el documentoii otorga un gran protagonismo a la sociedad, de tal forma que puede leerse en el primero de sus artículos que el paisaje es “cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter será el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o humanos”. La percepción social constituye, pues, un elemento definidor del paisaje y, por tanto, su conocimiento es clave en el desarrollo de instrumentos para su ordenación y gestión. En el caso de espacios con vocación turística interesa la percepción del paisaje de la población residente, pero igualmente, la de la población que lo visita (BARRADOCASTIÑEIRA, 1998). El punto de vista del que vive en el paisaje como realidad cotidiana es muy diferente del que lo contempla y disfruta momentáneamente y, sin embargo, puede ser clave reconocer los conflictos y generar una convergencia de intereses en la búsqueda de una mejor gobernanza en la escala local (FERNANDEZ MUÑOZ, 2011). Esta comunicación, que se inserta en un proyecto más amplio y que se orienta en la línea descrita, se centra en el estudio de la percepción de los visitantes en un espacio rural con vocación turística: la Sierra de Aracena (Huelva). Se trata de un territorio poblado desde la prehistoria, incluso de forma intensa en algunas etapas históricas, al que se reconoce una gran calidad ambiental y paisajística, ratificada con la declaración de Parque Natural desde 1989 y como parte de la Reserva de la Biosfera “Dehesas de Sierra Morena”. De clima mediterráneo con influencia atlántica, cuenta con importantes recursos hídricos y amplias extensiones de dehesa. Los numerosos núcleos de población, de pequeño tamaño, son muestra de una arquitectura tradicional de gran atractivo, que ha merecido que nueve de ellos sean reconocidos como conjuntos histórico-artísticos. El núcleo principal, Aracena, se encuentra a menos de 100 km. del área metropolitana de Sevilla, y, pese a tratarse de un espacio serrano relativamente excéntrico, presenta una buena accesibilidad. Todos estos valores han situado al ámbito en una posición competitiva dentro de los espacios rurales incorporados a la función turística en Andalucía. Figura 1. Localización del ámbito de estudio Fuente: Cartografía digital 2009. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Elaboración propia. Para esta investigación se han seleccionado doce municipios del conjunto serrano: Alájar, Aracena, Almonaster la Real, Castaño de Robledo, Cortegana, Fuenteheridos, Galaroza, Higuera de la Sierra, Linares de la Sierra, Jabugo, Santa Ana la Real y Los Marines. Los criterios de selección han tenido en cuenta la relevancia demográfica y de la oferta turística, el carácter simbólico y representativo en el contexto de los valores generales de la Sierra, y la continuidad espacial de los municipios incluidos en la muestra. Así, los doce municipios representan aproximadamente un 50% de la población del Parque Natural y cuentan en la actualidad con casi un 80% de la oferta de plazas turísticas disponibles. En esta fase de análisis de la percepción de los paisajes de la Sierra por parte de los visitantes los objetivos planteados son: - Conocer la valoración de los visitantes, tanto excursionistas como turistas, de los paisajes de la Sierra de Aracena. - Detectar los elementos más valorados por parte de este colectivo en relación a la singularidad o carácter de dichos paisajes. - Determinar si son percibidas amenazas o conflictos que los afecten según la opinión de los que la visitan. - Conocer la valoración de las principales infraestructuras de uso público que facilitan el acceso y disfrute de los paisajes serranos. - Identificar los que se consideran por parte de los visitantes paisajes sobresalientes o deteriorados. - Conocer su posición ante posibles medidas para la gestión de los paisajes del ámbito. Estos objetivos se completan con investigaciones posteriores, en las que se desarrollan distintos instrumentos de participación para la población residente. Se pretende que, a partir de un análisis comparativo de resultados de ambos grupos, se pongan de manifiesto conflictos o aspiraciones comunes, que permitan una mejor gobernanza de los paisajes en la Sierra de Aracena. METODOLOGIA El reconocimiento del papel protagonista de la población en la definición y valoración de los paisajes exige una metodología en la que se cuente con la participación directa de la ciudadanía, con las herramientas tradicionales de la investigación social (SABATÉ I ROTES, X. 2009). En este caso se ha optado por aplicar una encuesta que pueda mostrar resultados significativos y, en la medida de lo posible, estratificados. El universo de esta encuesta es indeterminado puesto que no existen datos desagregados de demanda turística para el ámbito. Se ha seleccionado la muestra significativa, en este caso 385 personas, por el procedimiento habitual cuando el universo no es conocido. Figura 2. Características de la muestra. Elaboración propia. La estratificación se ha producido en base a tres criterios: sexo, procedencia y tiempo de estancia (turista o excursionista). Se ha considerado relevante dividir la muestra entre sexos (50%), sobre la hipótesis de que resultaba interesante comprobar si existen diferencias en la percepción del paisaje asociadas a esta variable (DE LA FUENTE VAL- DE LUCIO FERNANDEZ, J.V., 2003). Dado que los registros de procedencia, fundamentalmente en las oficinas de información turística y de recepción del parque natural, presentaban oscilaciones importantes según años, no se ha tenido en cuenta para determinar la muestra esta variable, aunque se ha preguntado a los encuestados y se considera que puede ser una proporción cercana a la realidad. Respecto al tiempo de estancia que determina el grupo de turistas y el de excursionistas se tuvieron en cuenta los resultados de algunos estudios que sitúan el porcentaje entre ambos en 60% excursionistas, 40% turistas (FLORES, D. 2007). Sin embargo, en el trabajo de campo resultó difícil mantener esta proporción. Figura 3. Distribución de encuestados por procedencia. Elaboración propia. DISTRIBUCIÓN DE ENCUESTADOS POR PROCEDENCIA PROVINCIA, REGIÓN, PAÍS Españoles 312 Extranjeros 68 Andaluces 147 Sevilla (56), Cádiz (41), Huelva (31), Córdoba (17), Málaga (2) No andaluces 165 Madrid (82), Canarias (17), Navarra (14), Asturias(14), Galicia (10), Cataluña (9), Extremadura (7), Murcia (5), Castilla La Mancha (5), Castilla León (2) Alemanes 36 Portugueses 14 Otros países 18 Francia (7), Italia (7), Reino Unido (4) El trabajo de campo se realizó entre mayo y agosto de 2012. Se utilizaron como puntos de muestreo el Hotel Aracena Park, Cabildo Viejo-Centro de Interpretación del Parque Natural, Cueva de las Maravillas (Aracena), Peña de Alájar, Casa Rural en Castaño de Robledo, sendero Castaño de Robledo-Jabugo, la mezquita de Almonáster la Real y el Castillo de Cortegana. En cuanto al diseño de la herramienta, incluye preguntas cerradas (la mayoría, para facilitar su tratamiento estadístico) y semi-abiertas, esto es, aquellas que permiten una respuesta más libre, sin opciones predeterminadas, pero, en todo caso, de contenido concreto y reducido como identificación de un lugar, concepto o palabra. INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS La extensión de este trabajo no permite reproducir el análisis exhaustivo de los resultados de cada una de las preguntas, en el que se detallan las respuestas generales y por segmentos. Se han extraído aquí algunas cuestiones que se consideran relevantes o significativas en relación a los objetivos de la investigación, que, además, permitirán una mejor comparación con los resultados de la encuesta realizada a los residentes. Recordar el perfil medio del visitante es importante para la valoración de este resumen de resultados, puesto que se ha constatado cómo, para determinados segmentos (especialmente extranjeros), los resultados muestran diferencias significativas. Sin embargo, el carácter minoritario de los mismos, implica una incidencia escasa en la pauta media de comportamiento de los encuestados, pero interesante para ls conclusiones de la investigación. Así pues, no debe olvidarse que los resultados presentados están obtenidos de una muestra representativa que, reconociendo las limitaciones de información estadística sobre demanda del ámbito que se comentaban anteriormente, supone un reparto equilibrado entre hombres-mujeres y proporcional españoles-extranjeros y turistasexcursionistas. El 82% de los visitantes finalmente encuestados son españoles y el 66% son excursionistas. La percepción del visitante medio de la Sierra de Aracena es la de un paisaje humanizado La primera conclusión que se obtiene sobre la percepción del paisaje del visitante de la Sierra de Aracena es que se identifica con dos elementos básicos: los pueblos y la dehesa. Son los elementos que se consideran más valiosos y, por tanto, que manifiestan el potencial de atracción de este destino turístico por encima de otros, podría hablarse de sus principales y genuinos recursos turísticos. Sobre los elementos elegidos cabe hacer algunas consideraciones. Por un lado, se ha confirmado que la actividad más frecuentemente desarrollada por los visitantes es el paseo por los pueblos, y otras que se desarrollan casi exclusivamente en estos entornos urbanos. El paisaje que más directamente experimentan los visitantes, por tanto, es el paisaje urbanizado y, pese a ubicarse el ámbito en un espacio natural protegido, los valores más representativos están relacionados con la presencia humana en el territorio. El paisaje de la Sierra de Aracena no se reconoce tanto como de componente natural, sino claramente humanizado. Los elementos propios de la naturaleza han sido descartados por la mayoría en la respuesta a las primeras preguntas de reconocimiento o identificación: bosques, agua, montañas… apenas han sido mencionados. Figura 4. Distribución porcentual de menciones a elementos más valorados del paisaje. Elaboración propia. Todo esto remite a una concepción “construida” del paisaje, y a una referencia concreta en forma de núcleos o lugares, que en la mayor parte de los casos no contempla recorridos muy extensos en el interior del ámbito. Visitar la Sierra de Aracena significa sólo y muy frecuentemente pasear por sus pueblos. Sólo a través del viaje (del desplazamiento por carretera entre el origen y ese pueblo o pueblos que se visitan) aparece otro elemento diferenciador y referente, la dehesa, paisaje en definitiva también humanizado, y conectado, en el caso de la Sierra, con la propia distribución del sistema de asentamientos. Figura 5. Distribución porcentual de menciones a actividades realizadas o previstas. Elaboración propia. A medida que aumenta el grado de penetración y movilidad en el interior del ámbito por parte de algunos grupos de turistas, se produce una diversificación de las respuestas, puesto que se accede a “otros” paisajes, a través de senderos o caminos, andando o en bicicleta, y ello permite ampliar el espacio percibido y también la manera de hacerlo. Pero esto se reduce a una tendencia más frecuente entre el colectivo de visitantes extranjeros y también de turistas frente a los excursionistas, por lo que es una posibilidad reservada a una minoría. La valoración de los paisajes es muy alta y no se perciben amenazas significativas En general, los visitantes de la Sierra tienen una alta valoración del paisaje y muestran satisfacción por el estado de conservación del mismo. De hecho es difícil que identifiquen algún proceso o elemento que pueda estar contribuyendo a su degradación, ni siquiera en su consideración de amenaza potencial. La percepción mayoritaria es que no hay dehesas o aldeas abandonadas, no hay retroceso en cultivos o bosques y áreas naturales y no existen vertederos incontrolados o acumulaciones de residuos. Algunos elementos que han generado menos consenso hacia posiciones positivas tienen que ver, en todo caso, con la situación de esos paisajes humanizados que son los que más conocen y visitan estas personas. Se hace referencia a las nuevas urbanizaciones o al tráfico y, aunque la opción mayoritaria no ha sido crítica, se alcanza el 40% entre los que opinan lo contrario, lo que implica un posicionamiento diferente en un número significativo de encuestados. En este caso también hay matices si observamos los resultados por segmentos, ya que parece existir una sensibilidad diferente, un umbral distinto en la valoración, entre los extranjeros, con mayores referencias a elementos como la publicidad o la señalización poco integrada, los residuos etc. Una situación más vulnerable parece detectarse en las riberas y ríos, con una percepción más negativa que tiene un carácter general, pero que se observa con mucha rotundidad entre los visitantes extranjeros. Figura 6. Distribución porcentual de respuestas por segmentos. Elaboración propia. Nuevamente a mayor penetración en el paisaje, mayor conocimiento del mismo y, por tanto, mayor percepción de amenazas, no sólo para los paisajes más humanizados sino también para aquellos que contienen un nivel mayor de naturalidad. La contemplación del paisaje no sería la principal motivación para el viaje En la percepción del paisaje juegan un papel muy importante los enclaves que permiten visiones panorámicas del mismo, en especial para la demanda turística. Estos lugares se convierten en puntos de gran afluencia que deben permitir aprehender con relativa facilidad los valores paisajísticos emblemáticos que caracterizan especialmente a los destinos rurales y de montaña. Los miradores serían equiparables a la visita al interior de un monumento o la visión de un cuadro en un museo en el turismo cultural. A priori, pues, los miradores deberían ser lugares de gran afluencia en la Sierra de Aracena, como espacio rural, de montaña, y parque natural. Para un visitante un mirador no siempre es una infraestructura construida para este uso concreto. Quien accede a un castillo, a una torre de vigilancia, a una ermita situada en lo alto de un cerro, a una ladera contraria a la que alberga la trama urbana de un núcleo…, puede considerar que se encuentra en un mirador, ya que se trata de lugares, señalizados o no, que le permiten obtener una mayor amplitud de cuenca visual y gozar, más o menos momentáneamente del paisaje local. Es cierto que la mayor parte de los encuestados declara haber visitado un mirador, en torno a un 60%. Pero quizá la proporción no es tan alta como podría imaginarse para un espacio como este, en el que existen más de una veintena, repartidos entre los que se incluyen en la red de equipamientos del parque natural, los que han construido los municipios o los que lo son por su carácter de promontorio accesible (castillos, ermitas…). Hay casi un 40% de los visitantes encuestados que declaran no haber visitado ningún mirador ni tener intención de hacerlo. Los tres hitos más mencionados en la respuesta no tienen la consideración de mirador, en el sentido de infraestructura construida para ese uso, y si no se tuviesen en cuenta, el resto de los lugares habría sido mencionado apenas por el 12% los encuestados. De esos tres hitos, dos se encuentran en los cascos urbanos de Aracena y Cortegana (sus castillos), por lo que se inscriben en aquella actividad que se comentaba anteriormente del “paseo por los pueblos”, y por tanto, no se trata de una visita programada expresa o independientemente; y la Peña de Alájar, conocida (junto con la Gruta de las Maravillas en Aracena) como lugar emblemático de la Sierra, y por tanto, genera una afluencia masiva equiparable al recurso más importante en cualquier destino turístico. En resumen, la visita a los miradores, -a aquellos que se construyen como tales-, no es frecuente entre las actividades turísticas que se realizan en la Sierra, lo cual parece indicar un cierto desinterés real por la contemplación panorámica del paisaje como argumento turístico. La valoración de los miradores por quienes los han visitado es generalmente positiva en cuanto a ubicación, señalización y conservación y más crítica respecto a la informacióninterpretación que se encuentra en los mismos. Esto último puede estar relacionado con el tipo de mirador que se ha visitado de forma mayoritaria, que no tiene la consideración de equipamiento, y por tanto, no ha sido dotado de los elementos habituales (paneles explicativos, orientación, interpretación…). Los encuestados consideran insuficiente la oferta, pero, dadas las escasas referencias aludidas, habría que plantearse si tienen conocimiento real de la misma. Figura 8. Número de menciones sobre evaluación de calidad de los miradores. Elaboración propia. Dificultades para comprender el concepto de paisaje: paisajes tópicos, paisajes construidos La pregunta en la que se solicitaba a los encuestados la identificación de un paisaje considerado magnífico y otro degradado ha aportado información directa e indirecta que permite obtener algunas conclusiones respecto a cómo construyen los visitantes el concepto de paisaje en el lugar de destino. La primera es la constatación de la dificultad para comprender el concepto mismo de paisaje y de concretarlo en el espacio, o, en todo caso, la variedad de interpretaciones que se pueden encontrar respecto al mismo. Esto puede verse en las respuestas entre las que hay quien asimila el concepto paisaje a un elemento aislado en el territorio (un edificio como el teatro de Aracena o el castillo de Cortegana); a espacios genéricos no localizados (senderos, vegetación, nuevas construcciones); a un pueblo concreto (Cortegana, Linares de la Sierra, Alájar, Aracena…). Existen menciones que, si bien son minoritarias, difícilmente podríamos considerar paisaje en su significado más académico, como las referencias al calor, la gastronomía o la falta de rutas turísticas. Y, por último, otro síntoma de esta falta de claridad bien podría ser la opción mayoritaria de no identificar ningún lugar como paisaje degradado. Aunque esto último tiene que ver con la segunda de las conclusiones: existe un alto grado de satisfacción respecto al estado de los paisajes entre los que visitan el ámbito. Las imágenes mentales del excursionista y el turista, que se han construido en el espacio de origen no son defraudadas por la realidad, que, además, está envuelta en un contexto lúdico, de tiempo de ocio, y de orientación hacia lo positivo. Una gran mayoría afirma que no hay ningún lugar que pueda ser considerado un paisaje degradado en la Sierra de Aracena. Entre los señalados como paisajes de calidad destaca nuevamente la Peña de Alájar y, a continuación, la Gruta de las Maravillas (Aracena), el conjunto de la sierra o los pueblos (y algunos en particular como Aracena, Linares de la Sierra, Alájar…) Estos resultados parecen apuntar en dos direcciones: - Se identifica con facilidad lo que podríamos denominar “paisaje tópico”, ese lugar de afluencia obligada, conocido como emblema territorial, que lo es por méritos propios (estéticos, históricos, artísticos, ambientales…), por su mayor accesibilidad, o porque encaja bien con la lógica turística de la “instantánea”, que permite capturar y apropiarse en un momento de la esencia de lo visitado. Pero la conclusión a partir de esta reflexión es que, en realidad, los paisajes de la Sierra de Aracena permanecen ocultos y son desconocidos para la mayoría de los que la visitan. - Se identifica con facilidad el “paisaje construido”, los pueblos, por encima de lugares con un componente natural más claro, porque son los espacios más accesibles con automóvil, los que generan los servicios turísticos que se demandan, y los que más se asemejan a lo que desde una cosmovisión urbana se entiende por espacio rural, y que determina las expectativas de quienes proceden de las ciudades. Figura 9. Distribución porcentual de paisajes calificados como degradados según la procedencia del visitante. Elaboración propia. La identificación más mayoritaria con un paisaje degradado, sin tener en cuenta la más frecuente de las respuestas que, como se ha comentado más arriba, ha sido la no identificación, tiene que ver con las nuevas construcciones, los desarrollos urbanísticos de los últimos años en los núcleos, las áreas industriales… Es decir todo lo que no remite al prototipo de una vida rural tradicional y se asemeja demasiado al paisaje vivido del visitante. Estos elementos no encajan con el imaginario de lo que se espera encontrar en un medio rural, y por tanto son elementos distorsionadores del paisaje ideal. Aunque el peso de los turistas extranjeros no es muy importante en la evaluación global, sus respuestas son interesantes porque muestran la diferente construcción del significado del paisaje en función de las referencias de origen. El turista extranjero ha valorado más el componente natural (senderos, bosques de castaños), acorde con sus expectativas de viaje a un destino que es un espacio protegido, seguramente no tan humanizado como es en realidad, y es más crítico con elementos que pueden degradarlo, aunque sea de forma momentánea y superficial, como la basura, los anuncios, o de manera más irreversible, las nuevas construcciones. Acuerdo en medidas de gestión del paisaje pero sin restringir la actividad turística En las afirmaciones que se planteaban en la encuesta como eventuales medidas de gestión del paisaje hay tres que se han contestado de forma más unánime y dos que han suscitado polémica. Las personas que visitan el ámbito están de acuerdo en que deben aumentarse las medidas de conservación del paisaje y de fomento de las actividades tradicionales que contribuyen a esta conservación, así como las que frenen la actividad constructiva en los núcleos. Sin embargo no están de acuerdo (aunque de forma menos contundente) con las restricciones a la actividad turística y con la posible implantación de tasas, impuestos o pagos por servicios turísticos que contribuyan a la conservación del paisaje. Hay una reflexión que se deriva de estos planteamientos. Las respuestas traslucen una concepción del paisaje por parte del visitante asimilable a un decorado, algo que se presenta para ser consumido en un momento del tiempo, y que no se deja influir por el observador, algo que debe ser preservado y cuya responsabilidad corresponde a aquellos que viven el paisaje, no a los que lo disfrutan. Pero no se trata de una posición tan generalizada ni tan sólida. Existe una parte de los visitantes (que se acerca al 50% en el caso de la opinión favorable a la contribución económica de los turistas para favorecer la conservación) que se plantea la corresponsabilidad o que entiende que la conservación del paisaje puede requerir medidas de control de determinadas actividades, incluidas las turísticas. Esto parece indicar que existe un margen de cambio social respecto a la tendencia descrita anteriormente y que es una posición susceptible de crecer, insertada en estrategias de gobernanza territorial y control social de los procesos de gestión del paisaje. Figura 10. Porcentaje de acuerdo o desacuerdo con medidas de gestión del paisaje. Elaboración propia. CONCLUSIONES Por tanto, ¿qué prevalece en la percepción de las personas que visitan un paisaje para ser disfrutado? ¿Cómo se construye la representación de esos paisajes? ¿Qué valores se ponen en juego? La idea de paisaje es difusa y resulta difícil de definir para la mayoría de la población. Es un concepto que presenta múltiples interpretaciones y cuya construcción está condicionada por factores de orden psicológico, sociológico, histórico, geográfico… En los resultados de esta encuesta subyace una significativa variedad de conceptos de paisaje, que se manifiestan en una gran diversidad de escalas de definición, de elementos constitutivos, de sentidos mediante los que se percibe, de elementos estructurales o coyunturales en su valoración, dificultades para la concreción en lugares o caracteres. La incorporación del paisaje a la gestión territorial, desde una perspectiva participativa, requiere un esfuerzo importante de identificación social del concepto y de formación y sensibilización en torno al mismo. El estudio de los visitantes de la Sierra de Aracena indica que el concepto de paisaje está asociado a los paisajes de calidad, por lo que no se consideran paisajes aquellos que no responden a una imagen ideal de los mismos. En un ámbito turístico esta imagen se construye a partir del “paisaje tópico”, esto es, del recurso emblemático e identitario, sin el que la visita no es completa… Este es el paisaje reconocible, pero es muy difícil identificar otros lugares no señalados entre los que conforman la construcción del destino como recurso y que, sin embargo, lo son. Es frecuente que se califique de bello un paisaje cuando viene avalado mediáticamente y el éxito o el fracaso de la experiencia turística depende del parecido entre lo que se contempla y aquellas imágenes que nos han inducido a visitarlo (NOGUE J., 2009). El visitante tiene una experiencia momentánea y espacialmente limitada. Percibe el paisaje con los atributos de un momento histórico determinado y su nivel de penetración en entornos rurales y naturales es pequeño. Ambas circunstancias condicionan su valoración y su imagen del destino. El paisaje aprehendido como una instantánea está poco conectado a los procesos que lo generan como resultado, por lo que resulta difícil captar si lo que se ve puede estar en proceso de transformación en sentido positivo o negativo. Igualmente, dirigir la mirada sólo a aquellos paisajes que pueden considerarse emblemáticos construye una percepción de la totalidad del espacio turístico que se aleja de la diversidad consustancial a la realidad. La percepción de un turista o excursionista del paisaje que visita está condicionada por su origen, por su entorno habitual, en dos sentidos: - En la decisión del viaje ha pesado lo que es diferente, que podría englobarse en espacios no urbanos, pero dentro de un orden, es decir, dentro de parámetros en los que se desenvuelva con una sensación de seguridad y control, y que le permitan no modificar excesivamente sus comportamientos (necesidades de consumo, modalidades de acceso y movilidad, comodidad y confort…). Por eso prefiere los entornos más humanizados, aun en destinos con un marcado carácter natural y estos son los que se interesa por conocer y, por tanto, los que más puede valorar. - Sin embargo, los elementos que recuerdan demasiado al entorno habitual y que, por tanto, no encajan con el prototipo de lo diferente, la “vida rural”, se identifican como distorsiones o amenazas para el paisaje, con los “antipaisajes”. La percepción del turista o excursionista del paisaje que visita también está condicionada por el contexto en el que se desarrolla su experiencia, que es un tiempo de ocio y un espacio para actividades lúdicas. Esto hace que su posición respecto al entorno sea positiva y en su valoración se predisponga generalmente a mostrar un alto grado de satisfacción. En los estudios sobre las motivaciones de la demanda de turismo rural genérico se marca con frecuencia el hecho de que no existe un solo factor de atracción para un destino, sino que se produce la confluencia de distintos elementos que determinan la decisión. El paisaje es un argumento pero no es seguramente ni la única ni la principal motivación en los desplazamientos hacia las zonas rurales. Esto se demuestra en el tipo de actividades realizadas por el visitante o en la escasa frecuentación de lugares y equipamientos especialmente diseñados para el disfrute o la interpretación del paisaje. El paisaje de los visitantes es el paisaje que se disfruta, no el que se vive. Esto tiene consecuencias en la atribución de las responsabilidades que se derivan de su gestión exclusivamente a la población local, y que perciben como ajenas los no residentes. Pese a ello puede observarse un cambio de mentalidad, que podría ser aprovechado en una estrategia de gobernanza participativa del territorio, en el sentido de una mayor corresponsabilidad y predisposición por parte de los turistas a la implicación en la conservación de aquello que se considera valioso. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS BARRADO, D. Y CASTIÑEIRA, M. (1998): El turismo: último capítulo de la idealización de la naturaleza y del medio rural. Revista Española de Estudios Agrosociales y Pesqueros, 184, pp. 37-64. DE LA FUENTE DE VAL, G.J.- DE LUCIO FERNANDEZ, J.V. (2003) La importancia de considerar expectativas y preferencias paisajísticas de visitantes, gestores y expertos ambientales en la gestión de espacios naturales del mediterráneo. Consejería de Medio ambiente y Ordenación del territorio de la comunidad de Madrid. Centro de investigaciones Ambientales “Fernando González Bernáldez”. Serie documentos. Nº 39. FERNANDEZ MUÑOZ S. (2011) La participación pública en la ordenación territorial del paisaje. En: CORTINA A, SIMANCAS CRUZ M, (ed.) Retos y perspectivas de la gestión del paisaje en Canarias. Universidad Internacional Menéndez Pelayo- Gobierno de Canarias. Tenerife. FLORES, D (2007) Análisis de la oferta y demanda del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Tesina de Maestría. UNIA. NOGUE, J. (2009) Paisaje y comunicación: el resurgir de las geografías emocionales. En LUNA, T; VALVERDE, I. Teoría y paisaje: reflexiones desde miradas interdisciplinarias. Observatorio de Paisaje de Cataluña. Universidad Pompeu Fabra. 25-42. PRIORE, P. (2002). Derecho al paisaje. Derecho del paisaje. En ZOIDO, F.VENEGAS, C. Paisaje y Ordenación del Territorio. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Sevilla. SABATE I ROTE, X. (2009). Participación ciudadana y ordenación del paisaje: el caso de Cataluña. Metode-anuario 2009. 112-119. ZOIDO NARANJO, F. (2009). Derechos humanos, territorio y paisaje. Coloquio interdisciplinar e internacional “Paysages européens et mondialisation”, Universidad de Paris 3 Sorbona. Florencia del 4 al 7 de mayo. Material no publicado. ANEXO MODELO ENCUESTA NO RESIDENTES (Turistas, excursionistas) SEXO: __________ Lugar de procedencia: ___________________ Pernocta. Municipio: ______________ No pernocta. Municipios que visita: _________ 1. Señale (x) las actividades que ha realizado o piensa realizar en la Sierra de Aracena: Pasear por los pueblos Visitar monumentos Hacer senderismo Rutas en bicicleta Rutas en coche Disfrutar de la gastronomía Comprar productos artesanales Hacer fotografías Observar animales Disfrutar de un día de campo en un área recreativa Visitar el centro de interpretación del Parque natural Visitar museos Otros: …………………………………… 2. Por favor, de los siguientes elementos del paisaje señale SOLO DOS (x) como los que más valora de la Sierra de Aracena. 3. La montaña El agua (ríos, arroyos, fuentes, embalses) Los polígonos industriales Los castaños Las dehesas Los pueblos Las aldeas Los castillos Los bosques Las nuevas urbanizaciones Los monumentos Las huertas y frutales Las minas Los caminos, senderos La vivienda tradicional Otros: __________________________ Exprese su grado de acuerdo o desacuerdo con las siguientes afirmaciones: Puede contestar SI / NO/ o R (en ocasiones, algunas veces…) a. b. c. d. e. f. g. h. i. Los nuevos desarrollos urbanísticos han respetado el paisaje serrano ________ Hay zonas de cultivo abandonadas __________ Hay muchas zonas de actividad industrial y los polígonos __________ Hay dehesas abandonadas ________ Hay aldeas abandonadas ____________ Se ha cuidado la imagen de los pueblos en cuanto a publicidad y señalización ________ Hay zonas deforestadas ________ Hay basura y vertederos incontrolados __________ Las riberas y ríos están limpios y bien conservados ___________ j. k. l. 4. Existen lugares muy valiosos que están degradados ____________ El patrimonio monumental está deteriorado _____________ El aparcamiento de vehículos y la circulación urbana está bien regulada_______ ¿Ha visitado algunos miradores en la Sierra? (x) No (pase a la pregunta 5) Si ¿Cuál/ Cuales? ……………………………………………………………………………………………………… Exprese su grado de acuerdo o desacuerdo con las siguientes afirmaciones respecto a LOS MIRADORES: Puede contestar SI / NO/ o Regular (en ocasiones, algunas veces…) 5. Bien situados __________ Accesibles ________ Bien indicados y señalizados ________ Buen estado de mantenimiento y conservación_______ Contienen elementos explicativos de lo que se ve __________ Son suficientes _______ Un lugar de la Sierra que considere un MAGNIFICO PAISAJE: _______________________________ Un lugar de la Sierra que considere un PAISAJE DEGRADADO: _______________________________ 6. Diga si estaría de acuerdo con medidas que supusieran: conteste por favor SI O NO. Aumentar la conservación de la Sierra (rehabilitar, limpiar, prohibir actividades lesivas, controlar…) _______ Fomentar las actividades tradicionales (apoyar la dehesa, productos alimentarios, huertas, etc.) __________ Restringir y controlar la actividad turística __________ Restringir los nuevos crecimientos urbanísticos __________ Impuesto turístico, pago por equipamientos y servicios al turista _________ MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACION i Esta comunicación forma parte de los trabajos desarrollados para el Proyecto de Investigación “Gobernanza territorial y conformación espacial de destinos turísticos. Discursos, procesos y dialécticas en diferentes escenarios” (Ref. CSO 2010-20284). ii Se ha utilizado el texto oficial del Instrumento de ratificación de España del CEP. BOE nº 31. Martes 5 de febrero de 2008. CANTERAS DE YESO EN CASTALLA: PUESTA EN VALOR COMO PRODUCTO TURÍSTICO TRAS LA DECADENCIA DEL OFICIO ARTESANO. Inmaculada Moreno Márquez Universidad de Alicante. Facultad de Filosofía y Letras [email protected] RESUMEN: Observando la cartografía y tras su análisis geológico, queda reflejado que en su mayor parte, la franja litoral alicantina es prolífera en yesos, y a su vez, el municipio de Castalla muestra dos importantes afloramientos triásicos, que fueron explotados desde principios del Siglo XIX. El desarrollo de este oficio fue cogiendo importancia hasta el punto de convertirse en un pilar fundamental para el desarrollo económico de la población, transportando este mineral en carros hasta Alcoy, Alicante, y otras poblaciones. Tras la revolución industrial y la mecanización de la actividad, no pudo hacer frente a la competencia de industrias emergentes más desarrolladas, y vio su decadencia a finales de los años 70 del siglo pasado. Ayudándonos del empuje que está teniendo la diversificación de la actividad en las últimas décadas y la búsqueda de nuevas experiencias, encontramos en este recurso los factores primordiales que encajan en esta nueva demanda. La recuperación del patrimonio industrial se ve adecuada a una sensación nostálgica, por parte de la población local que se implica y facilita las labores de reconversión de la zona de estudio en un posible producto turístico, a la vez que de uso didáctico. PALABRAS CLAVE: Turismo industrial, ruta cultural, patrimonio etnográfico, hornos de yeso, uso didáctico, recuperación de tradiciones. ABSTRACT: Studying the cartography of the coastline of Alicante and its geological analysis, it is obvious that the most part of the coastal strip is prolific in plasters. Of particular interest is the city of Castalla in the region of Alicante, which indicates two important Triassic outcrops that were developed from the beginning of the 19th century. The development of this trade was gaining importance to the point of becoming an economic pillar for the development of the population of Castalla and transporting it into other populations like Alcoy or Alicante. After the industrial revolution and the mechanization of this activity, the local industry could not cope with the competition from more developed industries that were emerging and the extraction of plaster began to decline towards the end of the last century. The diversification of this activity and the search for new experiences in recent decades show in this resource the main factors that fit into this new demand. The recovery of this industrial legacy was seen in a nostalgic light by the local population that was implicated and facilitated in the works of the convertion of the area into an environment for study, a possible tourist attraction and at the same time for educational purposes. KEYWORDS: Industrial tourism, cultural route, ethnographic heritage, furnaces, recovery of traditions. TURISMO INDUSTRIAL, UN PRODUCTO EMERGENTE El presente estudio, propone el uso de canteras abandonadas, potencialmente aprovechables, que tras un estudio turístico- económico constituyan un paisaje atractivo y tengan elementos básicos tales como infraestructuras, herramientas, áreas de desarrollo del oficio, que puedan servir como base de una exposición didáctica e interpretación patrimonial, y de esta forma se pueda restaurar la cantera dando un aprovechamiento máximo a la instalación y dando así también salida a la falta de oferta turística y el aumento de los visitantes en las zonas de estudio. Nos encontramos frente a un recurso con potencial para la activación turística recreativa que se relaciona con una notable diversidad temática, ya que la ubicación y actividad del mismo, nos abre un abanico de enfoques conceptuales entre los que tendría cabida, sin embargo se ha considerado los siguientes términos los de mayor relevancia: La Organización Mundial del Turismo (OMT) incluye el Turismo Industrial dentro del Turismo Cultural, al que define como “todos los movimientos de personas que satisfacen la necesidad humana de la diversidad, orientados a elevar el nivel cultural del individuo facilitando nuevos conocimientos, experiencias y encuentros” A su vez, la European Association for Tourism and Leisure Education (ATLAS) identifica el turismo cultural como “el movimiento de personas hacia manifestaciones culturales fuera de su área de residencia, con la finalidad de obtener nuevos datos y experiencias para satisfacer sus necesidades culturales”. Por lo que incorpora la visita a museos, yacimientos arqueológicos, edificios civiles, militares, industriales o religiosos, incluyendo centros históricos y jardines. El turismo Industrial es por tanto una forma de turismo cultural, cuyo objetivo principal es difundir el patrimonio industrial a lo largo del tiempo, tanto en el pasado como en la actualidad, relacionándolo integralmente con la tecnología y el trabajo característico de un lugar, y englobando todos los desplazamientos motivados por el interés hacia las empresas industriales, museos y centros de interpretación relacionados con la actividad industrial en un territorio determinado. Como dato cuantitativo podemos aportar que en 1990 se constituyó la Asociació Valenciana d’Arqueologia Industrial (AVAI), que puso en marcha la elaboración de un inventario de elementos inmuebles industriales, inicialmente en el ámbito de Alcoy y su entorno, que en formato de fichas se puede consultar en su página web. Podemos tomar la definición que aporta Balboa “pues si por arqueología se entiende la ciencia que estudia al hombre a través de los restos físicos de su actividad pasada, lo industrial se incluye ya en dicha definición al ser la industria uno de los resultados de la actividad humana” (BALBOA, 1996) En la búsqueda de nuevas actividades, los valores culturales del patrimonio industrial se han convertido en una oportunidad real para relanzar, las opciones más diversas de reconversión turística, teniendo en cuenta el ámbito económico, social y político. La interpretación del patrimonio debe constituir el marco de trabajo para la creación de productos de turismo específico, ya que es imprescindible la comprensión para valorar el recurso de una forma integral. Los pasos a seguir ante el estudio de un producto emergente, deben basarse en una revisión adecuada de la bibliografía específica para abordar el estudio con mayor objetividad y obtener una referencia adecuada, teniendo en cuenta que al tratarse de un nuevo producto, no existen excesivas publicaciones al respecto, por tanto, el estudio va a requerir del apoyo de una fuente primaria para conocer el caso concreto, comprender las formas de vida y uso de materiales en el oficio, y la integración del paisaje como escenario principal de la actividad , por ello se ha visto necesaria la realización de entrevistas personales a sujetos relacionados con el paraje centro de estudio, así como aquellos relacionados con el oficio perdido. El trabajo de campo ha sido una de las claves principales de la investigación , ya que ha aportado una información directa y precisa que ha ayudado a orientar los posibles usos de las canteras y las dificultades en las que nos podemos ver inmersos frente a su proceso de adecuación a nuevos usos, ya que la actividad que predominó en la cantera ha originado una estructura modificada y que podría acarrear problemas ya que la forma de modificación era muy agresiva y el porcentaje de accidentes de los operarios bastante alto. Se ha procedido a comprobar algunos estudios de casos similares que han dado protagonismo al mineral del yeso, como es el caso del Museo del yeso en la población de Soneja, ubicada en la provincia de Castellón, en la cual se han usado las características y propiedades de este mineral, así como usos y oficios derivados del mismo y que se han visto musealizados de una forma muy didáctica e interpretativa, ampliando el rango de edad del visitante objetivo. Un ejemplo de creación de senderos con un aprovechamiento de la estructura de aljecero lo encontramos en el municipio alicantino de Villena, siendo el sendero local SL –CV86, con una Duración de 30 minutos y una longitud de 4.2 km en la que el punto más interesante es la visita de los hornos de yeso, utilizados desde la revolución industrial hasta los años 60 del siglo XX. Otros casos son: el sendero establecido en el Valle y Carrascoy en la región de Murcia, o El Sendero Las Yeseras de Suflí - SL–A 27 en la provincia de Almería. LOCALIZACIÓN Y ÁMBITO DE ESTUDIO: CASTALLA (ALICANTE) Castalla Alicante La ciudad de Castalla, perteneciente a la comarca Alicantina de “l `Alcoià” está orientada al Sureste de la península, ubicada en un ancho valle que recibe el nombre de “La Foia de Castalla” y queda rodeada por bloques montañosos destacables dentro de las sierras subbéticas que ocupan el Norte de la provincia.(MORENO, 1996). Más de la mitad de su territorio está catalogado como zona Fuente: www.comunitatvalenciana.org forestal densamente poblada con una importante cobertura vegetal, que se ve beneficiada con el clima mediterráneo de montaña. La vasta tradición industrial queda reflejada en las importantes empresas que se ubican en su polígono, identificando como principales actividades la creación y diseño de juguetes, la fabricación de productos metálicos, la fabricación de muebles para oficina, la confección, el desempeño de industrias gráficas, el montaje de cartonajes, y la fabricación de materiales de construcción. La agricultura, que antiguamente fue base económica del municipio, queda representada con el cultivo de campos de olivos, viñas, almendros y árboles frutales. (CERDÀ, et al, 2008) Imagen 1. .Mapa de localización de Castalla. El hecho de estar rodeada de montañas ha preservado el encanto de esta pequeña ciudad alicantina y pese a su cercanía a los grandes núcleos urbanos, mantiene vivas las tradiciones del pasado, enriqueciendo día a día el patrimonio etnográfico de la comarca. “LA CANTERA DE LA FOIA CATALINA”, ZONA DE ESTUDIO El paraje de la Cantera de la Foia Catalina, es una antigua cantera de yeso situada al sur del casco urbano de Castalla. En ella se llevaba a cabo la obtención de este mineral de una forma tradicional, estando en producción hasta bien entrado el siglo pasado. De su actividad quedan en pie los restos de arquitectura industrial como hornos de yeso, molinos y almacenes, incluso pueden observarse galerías y senderos que comunicaban éstos con los cortados de roca de los que se extraía el material. Esta técnica ha desaparecido en la actualidad y constituye un oficio artesanal perdido. Según el mapa geográfico del IGME, está ubicado dentro del monte número 32 del CUP de Alicante, denominado “Racó Foya Catalina”, perteneciente a la Generalitat Valenciana y gestionado a través de la Consellería de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge. EL YESO Y SU TRANSFORMACIÓN De una fuente directa mediante entrevistas personales a personal del oficio, extraemos la información de que se trata de sulfato cálcico hidratado con impurezas como la arcilla o los gabarros. Para localizarlo, a parte de los indicios de la edad geológica del terreno, se puede encontrar gracias al sonido que se produce al golpear directamente sobre el terreno, que tiene un sonido muy particular. Este tipo de roca sometida a altas temperaturas se deshidrata al perder el agua que contiene y se convierte una vez molida en un polvo fino. El yeso es utilizado como argamasa o aglomerado para las construcciones y enlucidos de paredes y techos (GARCIA, et al, 2000) El proceso comienza con la extracción de la piedra viva en la mina, con el procedimiento de explotación a cielo abierto. Este sistema consiste en el desmonte de las capas de tierra superficiales para lo que se empleaban barrenas para perforar la roca e introducir cuñas de madera o metal a golpe de mazo con el propósito de desprender las rocas de la cantera. Las barrenas son barras de hierro que oscilan entre los 1.5 y 3 metros de largo con uno o dos extremos cortantes. La perforación se realizaba golpeando directamente la barra sobre la roca, a la vez que se le añadía agua para ablandar el terreno y poder hacer un buen agujero que posteriormente se rellenaba con explosivos (barreno), Primero introducían un cartucho de dinamita, para que al explotar formara “l´olla” 1, una cavidad en la cual seguían metiendo cartuchos de explosivo que podían alcanzar hasta los 30 o 40 cartuchos, dependiendo de la longitud de la obertura conseguida con” la barrina” 2. Se incorporaba el pistón, ya que la pólvora y los cartuchos, sin el mismo no explotan, y posteriormente se incorporaba la mecha, de 2 o 3 metros de longitud, dependiendo del tiempo que tuvieran para salir de la zona de explosión, en ese momento comenzaba la carrera para ponerse a salvo, al grito de “Foc”3 Imagen 2: Proceso de transformación de la piedra viva en yeso. Fuente: http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com.es/search?q=yeso 1 4 2 3 5 6 1. Metiendo la Barrina para hacer el Barreno 2. Cargando el horno en forma de cúpula , por la abertura donde se metía la leña 3. El horno cargado, en pleno proceso de cocción, cierran la bóveda los ”trics” 4. Tras diez horas de cocción, se podía sacar la piedra , ya maleable, con capazos 5. El mulo con el ruglón machacando la piedra cocida 6. El aljecero cribando el yeso, preparándolo para su distribución. Una vez desprendida la piedra de la cantera, que solía ser en cantidades de hasta 1000 toneladas, se procedía a fracturarla en pequeños trozos a fin de obtener el tamaño idóneo para una mejor cocción en el horno y favorecer el traslado mediante carros tirados por mulas. Cuando las piedras desprendidas eran aun excesivamente grandes para destrozarlas por medio de” la maça”4, le metían un cartucho de dinamita con el mismo sistema que la barrena en la cantera, pero en este caso mucho inferior, por lo que recibía el nombre de “fer un tró “5 El objetivo final del oficio es extraer el agua al mineral, a tan alta temperatura que sea manipulable para convertirlo en un material fino y maleable, por lo que se hacía necesaria la cocción del mismo, y para ello se hacían uso de los hornos, barracas y ruglones. En el horno, se producía el trabajo más delicado puesto que para cargarlo, se realizaba instantáneamente, con un sistema de mampuesto en el que la habilidad del cargador era imprescindible, puesto debía jugar con tamaños y formas de las piedras para formar una bóveda en el interior que no se cayera y consiguiera rentabilizar la carga maximizando capacidades, a ese proceso se le conocía como “carregar el forn”6 Para evitar la fuga de calor entre las juntas, usaban los restos ya muy finos de romper la piedra, a los que llamaban “ trics” , y de ese modo formar una capa superior muy densa que dificultara la fuga de calor. En la bóveda se dejaba una abertura en la parte inferior para poder meter posteriormente las cargas de leña que ejercieran de combustible. Cuando era el momento óptimo para la tarea, se introducía la “ramulla”7 y leña, recogida de las proximidades, se encendía y a partir de ese momento, la tarea consistía en mantener la misma temperatura durante las 8 o 10 horas necesarias para que la cocción se realizara con éxito. Esta tarea se hacía al atardecer con el fin de aprovechar el día, ya que las extracciones de piedra eran más apropiadas por la mañana aprovechando el rocío de la noche. En las primeras horas la humareda era blanca pues las piedras desprendían toda la humedad. La alimentación del horno debía ser continua y uniforme para que fuera subiendo la temperatura en su interior, que llegaba a alcanzar los 1000 grados. Cuando la piedra viva ya estaba cocida, se dejaba reposar el tiempo oportuno para que se enfriara. La descarga del horno resultaba muy sencilla puesto que todo el material se había convertido en un producto muy frágil y moldeable, y con un pico se movían los cimientos de la bóveda, y caía todo instantáneamente. Una vez descargado se transportaba a la barraca, que en función de la preparación de la arquitectura industrial, se encontraba anexa al horno, usando el mismo de base de fijación para atar las bestias que se encargaban de pasar por encima con un ruglón de piedra para machacarlo. Una vez la bestia había realizado su trabajo, se cogía el material ya polvorizado por medio de cabassos8 y se cribaba y almacenaba en cabasets8 cuya capacidad, servía de medida de venta, recibiendo el nombre de cafís (CHAMORRO, 2005) Los cafisos se cargaban en los carros dispuestos para su distribución en los pueblos anexos. Uno de los que más demandaba era Alcoy, cuyo casco antiguo fue construido prácticamente en su totalidad con el yeso de Castalla, al igual que todo el Casco antiguo de Castalla, Onil e Ibi. Según los informes directos de los artesanos de la época, no existía más minas de yeso en toda la comarca, sólo había existencia en San Vicente del Raspeig y Almansa, de ahí la importancia que adquirió esta industria en el siglo XVIII y XIX. EL OFICIO DEL ALJEZAR, UN OFICIO PERDIDO Según los datos históricos del archivo de Castalla y de fuentes directas de antiguos trabajadores de las minas, se ha recopilado una información directa ya que han sido los pocos trabajadores que aún quedan los que nos han confirmado el desarrollo del oficio en su totalidad. Además se ha contrastado con documentación escrita de oficios perdidos. (ROIG VILA, 2007) Este proceso de trabajo tradicional fue introduciendo innovaciones técnicas según su evolución y desapareció como consecuencia de algunas novedades como la aparición del yeso industrial y también, un hecho que afectó indirectamente en la producción del yeso fue la implantación de medidas forestales como la prohibición de quemar en la sierra por riesgo de incendio. PUESTA EN VALOR DE UN PATRIMONIO ETNOGRÁFICO E INDUSTRIAL Las áreas de montaña han sido escenario de actividades económicas basadas en el aprovechamiento de sus recursos naturales, de cuya explotación apenas se tiene referencias escritas, si bien estas actividades tradicionales han configurado un paisaje peculiar en el que encontramos no pocas evidencias que constituyen hoy un patrimonio singular. La Sierra de Castalla ha conocido el trasiego de leñadores, carboneros, canteros, pastores, cazadores, gentes dedicadas al comercio de la nieve, la obtención de la cal, maseros y ermitaños, personas que contribuyeron a establecer relaciones entre la montaña y la ciudad, con un papel fundamental en el pasado económico y social de Castalla. El testimonio de aquellos usos tradicionales nos brinda la posibilidad de conocer oficios olvidados y nos invita a descubrir el patrimonio etnológico. En las últimas décadas el interés hacia la conservación del patrimonio industrial se ha visto incrementado, y el interés por el legado cultural permite el desarrollo de un nuevo turismo. La recuperación del patrimonio industrial se ve adecuada a una sensación evocadora y nostálgica y con más fuerza que en otros legados debido al cúmulo de sentimientos colectivo que aún perviven en los territorios de tradición industrial. La conservación y nuevo uso turístico de este legado, suele verse envuelta por una gran implicación de la comunidad local, promoviendo nuevas experiencias turísticas, con buena proyección en el sector turístico. En la búsqueda de nuevas actividades, los valores culturales del patrimonio industrial se han convertido en una oportunidad real para relanzar, desde un amplio debate político, económico y social, las opciones más diversas de reconversión turística. POSIBILIDADES DE REINVENTAR LA CANTERA Tras realizar un estudio del estado de la cantera y sus posibilidades turísticas, se hace patente la inexistencia de un producto turístico definido, que refleja claramente la necesidad de ampliar esta oferta por lo que este nuevo proyecto podría tener buena cabida. La delicada orografía a la vez que le aporta el encanto al paisaje, se vuelve en contra en términos de peligrosidad ya que limitaría las posibilidades de actividad en la misma. Como propuestas para paliar las debilidades y amenazas podríamos plantear: - Promover la comprensión del valor del patrimonio industrial fomentando la difusión de tradiciones con una sensibilización de las mismas y su conservación. - Desarrollar campañas de sensibilización del valor de los espacios naturales. - Difundir los resultados de la planificación turística establecida en la zona, en parte como ventaja competitiva. - Servirse de la gran afluencia de visitantes atraídos por los recursos bien implantados en la ciudad como el Castillo, su tradicional gastronomía, y el popular evento en honor a San Isidro, representado en su feria anual comercial, medieval y muestra directa de los oficios artesanos, que serviría de escenario perfecto para recuperar este oficio perdido. - Realizar una búsqueda exhaustiva de subvenciones y ayudas para una finalización de la rehabilitación así como desarrollar el acondicionamiento de los accesos, la señalización y la implantación de un recorrido. - Ampliar la programación de talleres y actividades del Casal Jove con la ayuda de una puesta en funcionamiento del aula de naturaleza, infraestructura muy apropiada para las propuestas y que se encuentra en desuso. - Diversificar oferta turística por medio de la apertura del centro de interpretación, cuyas obras básicas pueden darse por finalizadas. - Buscar un apoyo en los programas de Desarrollo local, bajo convenio de entes públicos para la recuperación de zonas y el mantenimiento de las mismas, que proporcionaría una dinamización en el empleo local así como generaría sinergias didácticas y económicas. DESARROLLO DE RUTAS Y PASEOS TEMÁTICOS Las actuaciones principales se proyectan en el territorio a través de rutas y paseos temáticos, aprovechando infraestructuras y equipamientos existentes o dotándolos de otros nuevos que permitan la interpretación de los recursos naturales y culturales. La pedrera cuenta con recursos específicos que permiten ser individualizados y merecen una atención especial para la creación de los paseos temáticos, y a su vez, el entorno, acompañado por las tareas tradicionales agrarias, la arquitectura popular de la mano de la conocida masía del Litero y la actividad minero-industrial desarrollada en otras zonas anexas son el escenario ideal para tematizar la actividad productiva de la cantera de yeso. El público objetivo de estos paseos sería un público de proximidad, con motivación en un interés en el trabajo artesano y atraído por las propuestas recreativas que ofrece el espacio en torno a otras ciencias como la astronomía o la botánica. Estos paseos deberían ser actividades guiadas, porque la figura del guía, además de resultar el medio interpretativo más eficaz en la transmisión de un mensaje, actúa al mismo tiempo como elemento de control de los flujos de visitantes en un espacio tan vasto y permeable, y logra aportar la valorización necesaria para que el visitante logre comprender la importancia del patrimonio. “Solo comprendiendo se valora, solo valorado se conserva, y solo conservando se puede llegar a conocer” (TILDEN, 1957). Este autor considera que la interpretación es una actividad educativa, y mediante el contacto directo con el recurso se consigue una interpretación más representativa. También se podrían plantear los paseos temáticos con carácter auto guiado, para ello sería imprescindible una panelización adecuada y una señalización clara y actualizada, aunque tal y como ha demostrado el personal encuestado, la soledad de la visita no suele ser buena compañera, por lo que se recomienda la figura del guía, que aporta sentido y rumbo a la ruta. PROPUESTAS DE PROYECTOS DINAMIZADORES DEL ENTORNO A partir de los resultados obtenidos en el análisis previo y del entorno turístico en el que se localiza, se han diseñado una serie de propuestas dirigidas a aumentar el grado de uso recreativo y turístico de este espacio en distintos ámbitos de aplicación. Se entiende también que este paraje debe suponer para el municipio una alternativa de desarrollo y un ejemplo de difusión social sobre el valor de los recursos y actividades tradicionales. Somos conscientes de los dos recursos estrella de la ciudad, siendo sin duda el castillo y su gastronomía única , por lo que queremos aprovechar las sinergias derivadas de las mismas, convertir una excursión de unas horas al castillo en una visita diurna por el término de Castalla, que aprovechando el mediodía para degustar los sabrosos y conocidos gaspatxos de Castalla. 1. Uso del paraje A nivel didáctico. Destinado a alumnos desde primaria hasta Bachillerato. Mostramos a continuación un esquema con los datos relevantes de la propuesta: Qué Para quién Salidas de campo didácticas Alumnos desde primaria hasta bachillerato Quién Guía de turismo junto a maestros o monitores del colegio que organice la salida de campo Cómo Uso interpretativo de los recursos. Recorrido por zonas accesibles para estas edades por la Pedrera de la Foia Catalina. Centralización en el centro de interpretación, con apoyo en videos recreativos del proceso Cuándo En temporada escolar, y como excursión de los campamentos de verano Porqué Es idónea porque engloba varias materias y existe un público objetivo importante por la cantidad de natalidad en los últimos años. La proximidad de otros núcleos urbanos cercanos afianza su uso. Tabla Nº 1. Síntesis de proyecto 1. Elaboración propia Las salidas de campo ofrecen oportunidades educativas inigualables a los alumnos facilitando la adquisición de habilidades contribuyendo a una educación ambiental fomentado la concienciación y sostenibilidad del medio natural. La importancia de las salidas de campo radica en su potencial para que los alumnos desarrollen destrezas, observen y analicen de una forma directa el espacio y fomenten actitudes positivas con el entorno y su conservación. El paraje es un escenario perfecto para el estudio de: Geografía y Relieve. Formación del terreno, barrancos, cerros y placas tectónicas Geología, y formación de estructuras arcillosas y calizas Estudio exhaustivo de los procesos del yeso Comprensión del desarrollo de la actividad tradicional de la cantera Entender el patrimonio etnográfico. Construcciones tradicionales de la montaña de Alicante. La Masía. Con la visita directa a la pedrera, se procederá a una explicación geológica y geográfica de Castalla, procediendo a explicar las distintas infraestructuras que la componían: hornos, molinos, eras y barracas. En el horno restaurado se procederá a indicar el oficio del artesano, cuál era su sistema de trabajo. En el centro de interpretación con paneles didácticos y reproducciones audiovisuales se tratarán temas tan importantes como los usos del yeso, la descripción de la indumentaria y el proceso de trasformación del material. La visita se complementará con la extensa variedad de vegetación que se encuentra en el entorno, junto con otras propuestas de actividades a realizar en las zonas colindantes a la cantera: Taller de usos del yeso, promover la importancia de este mineral con la ayuda de una manualidad, creando sus propias figuras con el yeso. Vinculación del oficio a la rondalla del escritor castellense “Enric Valor” de tal modo, aprovechar el aniversario anual para que los alumnos visiten las instalaciones. Taller de naturaleza de comprensión de plantas medicinales, toma de muestras y elaboración de ambientadores caseros. Visita anual con motivo de la festividad de “les catalinetes” al área de descanso ubicada en la Foia. Realizar la actividad del día del Árbol en los alrededores de la Foia Catalina, procediendo a un repoblamiento, y uso didáctico de la actividad. 2. Creación de una ruta temática En líneas generales, existe un vacío legal importante en el ámbito de los caminos, añadido a una carencia en la definición legal de las vías tradicionales, así como a su régimen de protección y reglamentación de sus usos. Las diferentes leyes a tener en cuenta para la ejecución del sendero son las siguientes: El disfrute recreativo practicado en terrenos de la Comunidad Valenciana está regulado a través de la Ley 3/1993, de 9 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, la cual introduce como uno de sus objetivos el favorecer, con las cautelas necesarias, el uso excursionista, recreativo, deportivo y pedagógico de los montes y terrenos forestales y promover la concienciación social sobre los valores culturales, ecológicos, ambientales y económicos que comporta el patrimonio forestal valenciano. Concretamente, en su artículo 38, establece las condiciones a las que debe sujetarse tal actividad. Dicho decreto define el sendero como de la siguiente forma. “Se consideran senderos, a los efectos de este decreto, aquellos itinerarios señalizados que, localizándose durante la mayor parte de su recorrido en el medio natural y siguiendo en lo posible sendas, caminos, vías pecuarias, pistas forestales y otros viales tradicionales, se encuentran inscritos en el Registro Público de senderos de la Comunidad Valenciana y forme parte de la Red de senderos de la Comunidad Valenciana, que se regula en el artículo 5”. Mostramos a continuación un esquema con los datos relevantes de la propuesta: Qué Para quién Recorrido temático por los recursos patrimoniales geológicos y naturales relacionados con la temática Visitantes interesados en turismo deportivo. industrial, natural, cultural y Quién Guía acompañante. Posibilidad de audio guía para el recorrido por la pedrera. Cómo Señalización de los puntos más importantes y panelización Cuando Durante todo el año, recorrido aproximado de 1.5 horas. Porqué Imprescindible para una revalorización social de la zona de estudio. Existencia de una necesidad de nuevos productos turísticos Tabla Nº 2. Síntesis de proyecto 2. Elaboración propia 3. Creación de una ruta botánica con plantas medicinales autóctonas La ruta botánica quedaría ubicada dentro del paraje de la Foia Catalina, aprovechando las sinergias de la existencia de estos recursos. Se adecuaría una zona para la plantación de especies específicas de zonas gipsícolas, para aportar una ventaja competitiva frente a la oferta turística de esta materia en las poblaciones anexas. Esta aportación añadiría diferenciación al producto y serviría de atractivo. Lo ideal sería crear la ruta con plantas aromáticas autóctonas, con explicación de familia, propiedades y forma de recolecta. Qué Para quién Paseo botánico por la cantera Público en general, todas las edades. Interesados en botánica Quién Independientemente. Sin necesidad de guía. Cómo Señalización de las especies, y panel con el recorrido de ruta Cuando Durante todo el año, aconsejable en época de floración. Porqué Necesidad por Inexistencia de zona botánica en Castalla. Tabla Nº 3. Síntesis del proyecto 3. Elaboración propia 4. Actividades Dirigidas a Deportistas. Cursa anual de atletismo, con un recorrido que pasa por la zona. Qué Para quién Recorrido por zonas anexas a la Foia Catalina Deportistas, interesados en la naturaleza Quién Independientemente. Sin necesidad de guía. Cómo Sistema de track haciendo uso de las nuevas tecnologías. Cuando Durante todo el año, recorrido aproximado de 1.5 horas. Porqué Imprescindible para una revalorización social de la zona de estudio. Gran tradición deportiva en la zona. Tabla Nº 4. Síntesis del proyecto 4. Elaboración propia. 5. Realización de una guía impresa con documentación de flora y fauna dirigida a los amantes de la naturaleza y el medio ambiente Se procedería a una señalización y explicación de la flora y la fauna de la zona, así como de las zonas específicas para el avistamiento ornitológico y reconocimiento de especies. Se realizaría una guía impresa con toda la documentación para que los interesados en estas materias puedan visitar la zona por su cuenta, haciendo un recorrido acorde a sus gustos. 6. Rutas astronómicas en la Foia Catalina Elaboración del taller de Astronomía en las proximidades de la Foia Catalina dirigido a los interesados de esta materia y a la población en general, ya que no debe ser excesivamente técnico, más bien dinámico, acorde a todos los públicos. Se realizará por medio de Sesiones nocturnas, en los meses de verano, con el acompañamiento de un técnico especializado en la materia. Con esta actividad se conseguirán panorámicas inigualables de la zona 7. Vinculación de la actividad del yeso a los principales productos turísticos que ofrece Castalla, siendo estos la Gastronomía y el Castillo. Gastronomía: unirlo como la necesidad de fortaleza de los operarios de los hornos. También se puede aprovechar la proximidad de uno de los establecimientos de mayor renombre regional, y hacer un producto en conjunto. Castillo: Aprovechando las visitas guiadas que se realizan semanalmente, y la fabulosa panorámica que se presenta desde la terraza de la Torre Grossa, se puede introducir a los visitantes la importancia de la actividad artesana, ya que desde esa altura, se consiguen unas vistas exclusivas y bastante aclaratorias que pueden servir para promocionar las visitas a la cantera. A su vez, sería conveniente realizar recuerdos artesanales del Castillo de Castalla con yeso, por medio de las distintas asociaciones de la ciudad y de esa forma poder comercializarlo desde las tiendas de artesanía indicando su origen. CONCLUSIONES Tras el proceso de investigación y análisis de los recursos patrimoniales de carácter industrial relacionados con la actividad yesera de Castalla, se ha comprobado que ofrece posibilidades interesantes para la implementación de propuestas de actuación encaminadas a la dinamización de este espacio de gran riqueza etnográfica. Estas propuestas pasan por el diseño de actuaciones de carácter estructurador y transversal que favorezcan una gestión integral del paraje y al mismo tiempo conecten este espacio con el entorno turístico que ofrece la población. Nos encontramos frente a un estudio transversal ya que deben analizarse los diversos enfoques que requiere la investigación, tratándose de un área geográfica de gran riqueza geológica con un gran valor etnográfico que ha derivado en tradiciones populares que siguen vigentes en la población, y a su vez debe llevarse a cabo con una normativa acorde a la seguridad del visitante y una conservación del medio ambiente. Por ello no se ha visto como un área individualizada sino más bien como todo un paisaje, que con el aporte natural, paisajístico y tradicional da los matices necesarios para provocar la curiosidad del visitante. Entre estas actuaciones se incluye la propuesta de diseño de productos de turismo específico basados en la interpretación del patrimonio industrial. El objetivo final de las actuaciones consiste en mejorar el grado de uso público; por ello las actuaciones encaminadas a la difusión social del valor de este espacio protegido deben estar basadas en la interpretación del patrimonio como proceso de comunicación entre los recursos culturales, y el público. Esta investigación pone de manifiesto la importancia que adquiere la colaboración y coordinación entre administraciones ambiental, turística y cultural y que permita la gestión turística y sostenible de este recurso multidisciplinar con el que nos encontramos. Con este estudio se pretende diversificar la oferta cultural y turística de la población, ampliando horizontes con nuevos recursos que están adquiriendo interés y ayudan a ofrecer nuevas experiencias al visitante. Notas del autor: 1. L´olla: nombre popular que recibe la cavidad producida por la primera explosión, que servía de base para las siguientes explosiones. 2. Barrina: Instrumento con el que se ayudaba el aljecero. Barra larga de hierro de 1 a 3 metros de largo que iba introduciendo en la roca para crear cavidad y dinamitar. 3. Foc: fuego. 4. Maça: Maza, martillo con mango de madera y cabeza de hierro que servía para presionar la barrina 5. Fer un tró: hacer un trueno, frase que recibía el hecho de dinamitar el cartucho. 6. Carregar el forn: Cargar el horno con el yeso. 7. Ramulla: restos de hojas y ramas finas que sirven para alimentar el fuego. 8. Cabassos: Capazos, instrumentos de esparto con forma de saco, con asas que servía para transportar material. 9. Cabasets: Capazos pequeños. BIBLIOGRAFíA: AGARWAL, S. (2012): Relational spatiality and resort restructuring, Annals of Tourism Research, 39 (1), 144-154. AYUNTAMIENTO DE CASTALLA, Concejalía de Turismo, Libro de prestigio, Castalla, ciudad de montaña, riqueza interior. (2008) BALBOA DE PAZ, J. A. (1998) Arqueología y patrimonio industrial, en ¿Qué es El Bierzo, La Crónica de León 1998.La arqueología industrial en la provincia de León, en Historia de León a través de la arqueología. CERDÀ, M., GARCÍA BONAFÉ, M. (dirs.) (1995). Enciclopedia Valenciana de arqueologia industrial. Institució Valenciana d’Estudis i Investigació – Associació Valenciana d’Arqueologia Industrial. Valencia. CERDÀ I BORDERA, F. J. (1983): Contribución al estudio arqueológico de la Foia de Castalla (Alicante). Lvcentvm, II: 69-90. Alicante. CERDÀ I BORDERA, F. J. (1994): El II mil·lenni a la Foia de Castalla (Alacant) excavacions arqueològiques a la Foia de la Perera (Castalla). Recerques del Museu d’Alcoi, 3: 95-110. Alcoi. CHAMORRO, J. M. (2005), Nombres de oficios relacionados con la madera la piedra y el barro, Universidad de Granada. CERDA I BORDERA, F., MARTI RICO, M. S., VALERO BERNABEU, M. S., ESPINOSA MIRA, J. M.: COMPARSA MOROS GROCS CASTALLA,( 2008) “150 aniversari de la comparsa dels moros grocs 1858-2008”. DIPUTACIÓN DE ALICANTE, Departamento de Medio Ambiente, 2008. Guía de las plantas de la Foia de Castalla. GARCIA GUARDIOLA, J. y RIZO ANTÓN, C. E.( 2002) Publicación de Fundación “ José María Soler” “Los yesares de Villena ( Alicante) Arqueología y etnografía” . GARCIA GUARDIOLA, J. y RIZO ANTÓN, C. E. (2000) Publicación de Fundación “José María Soler” “Arqueología Industrial en Villena: Contribución al estudio de las canteras de Yeso del término municipal de Villena (Alicante) INCUNA, ASOCIACIÓN DE ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL ( 2002) Patrimonio Industrial: lugares de la Memoria . Proyectos de reutilización de industrias culturales. Turismo y Museo. MENÉNDEZ, J. L.; BEVIÀ, M.; ORTEGA, J. R.; MIRA, J. A. (2002): El Castell de Castalla. Arqueología, arquitectura e historia de una fortificación medieval aragonesa de frontera. Museo Arqueológico Provincial de Alicante. MIRA RICO, J. A. (2012): Guía de visita del Castell de Castalla. Castalla. MORENO SÁEZ, FRANCISCO (1996) Historia de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla ROIG VILA, R. y ROIG VILA, M. E, (1997). Els oficis tradicionals de les valls de Guadalest i de l ´algar, 1997, Barcelona. SANTONJA CARDONA, J L. (2000) La foia de Castalla en el s. XVIII, una aportación inédita al “Correo General de España”. 9-137. TORRO CORBI, M L, (1985) Crónica de Castalla 78-106. TILDEN, F (1957) La interpretación de nuestro patrimonio. Andaludía: AIP. LA GOBERNANZA TERRITORIAL EN DESTINOS TURÍSTICOS. EL CASO DEL ALTIPLANO DE GRANADA Francisco Antonio Navarro Valverde, Belén Pérez Arco y Miguel Ángel García Arias Centro de trabajo: Univ. Granada, Dpto. Geografía Humana, Grupo Investigación Hum-355. GDR Altiplano de Granada. Correo electrónico: [email protected] RESUMEN Tras una larga etapa anterior en que las políticas y planificación que han afectado al sector turístico en los espacios rurales españoles, financiadas principalmente mediante Programas de Desarrollo Rural y la planificación turística, desde la administración pública (local y regional), presentaba un excesivo enfoque en el fomento del aumento de la oferta y la puesta en valor de los recursos del territorio, sin considerar otros aspectos como el estudio de la demanda, la planificación a largo plazo, la participación de los actores privados y la población local en la toma de decisiones; la coyuntura actual de crisis socioeconómica ha dado lugar a un replanteamiento de la práctica de la planificación turística en las áreas rurales. Así, en el territorio objeto de estudio, el Altiplano de Granada, los actores locales (empresarios turísticos locales, administración local y el Grupo de Desarrollo Rural, como principales, y actuando este último como líder y aglutinador), han decidido tomar las riendas, adoptando el enfoque ascendente, lo que permite otorgar un mayor conocimiento y creatividad a la hora de estructurar la planificación turística para la comarca. Palabras clave: gobernanza territorial, planificación turística, destinos turísticos rurales. ABSTRACT After a long previous phase of policy and planning that have affected the tourism sector in the Spanish rural areas, mainly financed by Rural Development Programmes and sectorial planning in tourism, from the (local and regional) government, have an excessive focus on fostering of increased supply and valorization of the area´s resources, without considering other aspects such as the study of demand, the long-term planning, participation of private actors and local people in decision-making; the current situation of social and economic crisis has led to a rethinking of the tourism planning practice in rural areas. Thus, in the study area, the Altiplano of Granada, local actors (local tourism entrepreneurs, local government and the Rural Development Group, as principal, acting this one as leader and unifying), have decided to take the charge, adopting the bottom-up approach, which allows a better knowledge and creativity in structuring tourism planning for the area. Keywords: territorial governance, tourism planning, rural tourism destinations. INTRODUCCIÓN La coyuntura actual de crisis social y económica ha conllevado una reconsideración de la planificación turística con enfoque ascendente en los territorios rurales. Ya no son válidas las propuestas centradas en el aumento de la oferta turística y la puesta en valor de los atractivos del territorio; sino que son necesarias otras estrategias como una verdadera implicación de los actores privados, un conocimiento adecuado de la demanda, la participación de los actores privados, todo ello inserto en una planificación a largo plazo. En el territorio objeto de estudio, el Altiplano de Granada, los actores clave (empresarios turísticos, administración local y el Grupo de Desarrollo Rural (GDR), como los principales, cumpliendo este último la función de líder, organizador y aglutinador, son los que dirigen, deciden y coordinan la planificación turística, lo que permite mayor conocimiento del terreno y creatividad. El principal objetivo de este estudio es demostrar que la planificación estratégica en destinos turísticos rurales es más adecuada si se realiza dentro de un amplio proceso participativo, teniendo como pilar esencial la gobernanza. El conocimiento, el consenso, la planificación y la creatividad será más acertada y ajustada a la realidad del destino, aunque con algunos matices, como se comprobará más adelante. Como principales aportaciones para plantear alternativas a la crisis en los destinos rurales cabe destacar: el enfoque ascendente, la gobernanza y la participación en la toma de decisiones por parte de los actores locales como elementos necesarios para la planificación turística; el conocimiento de la realidad turística en el área (demanda real –perfiles de turistas- y potencial, singularidad turística, principales atractivos de la comarca), fomentando la creatividad en la puesta en valor del patrimonio y en la creación de productos turísticos; una planificación turística integral a largo plazo, que tenga en consideración otros planes, programas y políticas, y otros aspectos y problemáticas de las áreas rurales; y la formalización de un sistema de evaluación eficaz, desde sus primeras fases hasta la finalización y posterior, para el seguimiento de resultados. En definitiva, la búsqueda de la sostenibilidad del turismo en el territorio, y de este último. Metodología En lo que respecta a las fuentes, se consideran las indirectas, principalmente bibliográficas, pero también relativas a planes turísticos del área, referidas las primeras a la temática de estudio y las segundas a la planificación turística aplicada en el área de análisis. Las fuentes directas se derivan sobretodo de las aportaciones de diversos actores locales, recogidas en el documento de conclusiones del I Foro de Turismo del Altiplano, en el que estuvimos implicados, por lo que también se aborda el método de la observación participante. La estructura del trabajo es la siguiente: en primer lugar, se aborda un repaso al concepto de gobernanza, y de las razones que invitan a su aplicación en destinos turísticos. En segundo lugar, se estudian distintos casos exitosos de la aplicación de la gobernanza en destinos turísticos nacionales, extrayendo sus aportaciones fundamentales. A continuación, se presenta el ámbito de estudio, el microdestino del Altiplano, exponiéndose y analizándose los planes estratégicos en turismo que se han desarrollado en este territorio. Y se finaliza con la experiencia participativa en materia de planificación turística en nuestra comarca, extrayéndose de ésta enseñanzas y debilidades, la cual aporta un mayor conocimiento y creatividad para la estrategia turística. Se termina el estudio con una serie de reflexiones finales. El concepto de gobernanza y las razones para su aplicación en planificación de destinos turísticos La gobernanza territorial se aplica como instrumento novedoso en los últimos años dentro del marco de la planificación territorial del turismo. Se entiende por tal concepto “una práctica/proceso de organización de las múltiples relaciones que caracterizan las interacciones entre actores e intereses diversos presentes en el territorio (…). En este sentido, se interpreta como la emergencia y puesta en práctica de formas de planificación y gestión de las dinámicas territoriales innovadoras y compartidas (caracterizadas por la relación, negociación y formación de consensos), respaldadas por multiplicidad de actores que comparten unos objetivos y conocen y asumen cuál debe ser su papel en su consecución” (FARINÓS, 2008: 19). Y aplicado al sector turístico, se entendería la gobernanza como “el proceso de conducción de los destinos a través de los esfuerzos sinérgicos y coordinados de los gobiernos en sus diferentes niveles y atribuciones, de la sociedad civil que habita en las comunidades receptoras y del tejido empresarial relacionado con la operación del sistema turístico” (OMT, 2010: 31-32). Es decir, se trata de las relaciones de coordinación y cooperación que se establecen de manera informal y formal entre los stakeholders, actores clave o partes interesadas, normalmente tres, público, privado, y ciudadanía, favoreciéndose la participación en la toma de decisiones en materia de planificación y gestión turística. “La gobernanza turística supondría avanzar un paso más en el gobierno del turismo, abandonando la jerarquía, e incorporando, por el contrario, la relación horizontal” (VELASCO, 2007). Pero, ¿qué razones propician la aplicación de la gobernanza territorial en planificación turística?. Atendiendo a la Tabla 1, serían muy numerosos y variados los motivos para aplicar este enfoque. En líneas generales, este enfoque favorece la integración, creación de redes, formales e informales, colaboración, coordinación, participación, corresponsabilidad, descentralización, consenso, sinergias, conocimiento, competitividad, y planificación a largo plazo, entre los stakeholders, y en definitiva, ayuda a obtener un turismo sostenible en los microdestinos turísticos. Tabla 1. Razones que justifican la aplicación de la gobernanza territorial en materia turística Relativas a la planificación turística Referidas al sector turístico, producto y demanda Referidas al territorio: destino Su carácter integrador, participativo, sistémico y territorial, muy acertado para tratar los problemas de los espacios turísticos. La transversalidad del sector, que lo convierte en muy apto para aplicar la toma de decisiones participativa. Requiere para su normal desarrollo la concurrencia de subsectores empresariales diversos (alojamiento, restauración, transporte, intermediación) (VELASCO, 2007). El requerimiento de entender problemas propios del sector, de importancia pública, para reunir recursos básicos para su solución. Los destinos engloban sectores, niveles de gobierno, intereses opuestos…, por lo que son las unidades territoriales más adecuadas (VERA et al., 2011: 340). Para construir un consenso en planificación (BRAMWELL & SHARMAN, 1999: 392). Mejora la coordinación de políticas y acciones relacionadas, y promueve la consideración de los impactos económicos, ambientales y sociales del turismo (BRAMWELL & SHARMAN, 1999: 392). Es necesaria la implicación de la sociedad de acogida en el proceso de toma de decisiones para el éxito y buen desarrollo de la planificación turística (VERA et al, 2011: 340). La necesidad de construir una red de actores donde son esenciales la confianza, el compromiso y la negociación (BOVAIRD et al., 2004). La posibilidad de construir, de manera consensuada una visión a largo plazo sobre el turismo, un plan estratégico. La responsabilidad compartida, necesaria en planificación y gestión turística. La necesidad de un mayor conocimiento e innovación para resolver problemas complejos en materia turística, conocimiento que solo se construye mediante la cooperación público-privada. El desarrollo de internet y las redes sociales que propician la opinión y la participación en los procesos de toma de decisiones (VERA et al., 2011: 341). En determinados ámbitos, como se comprobará más adelante, las colaboraciones público-privadas han demostrado gran éxito: Turisme de Barcelona, Agenda 21 Local de Calviá, etc. Necesidad de un mayor nivel de descentralización de competencias en materia turística al nivel local o subregional, generando mayor independencia de los microdestinos. El turismo precisa para su impulso la colaboración de los sectores público y privado. Para su desarrollo es imprescindible la utilización de recursos públicos cuya gestión es competencia de los distintos niveles de gobierno (recursos naturales, culturales, territoriales, …) (VELASCO, 2007). El intento por obtener un turismo sostenible, teniendo como pilares básicos el beneficio económico, la equidad social, la conservación ambiental, el carácter interpretativo y pedagógico, y como no, la participación ciudadana. Producto: las relaciones de colaboración entre los diferentes actores se convierten en una pieza clave en la estructuración del producto y, por tanto, en su competitividad (MERINERO, 2008, 188). Producto: Generar sinergias entre la gestión del patrimonio y el desarrollo turístico (AAS et al., 2004, 2005: 45). Demanda: la necesidad de dar respuesta a nuevos turistas, más activos, que requieren de un mayor número de actividades en el destino (MERINERO, 2008, 193). Demanda: se hace más que necesaria la implicación de las distintas Administraciones Públicas, para dar cobertura a muchos de los elementos que forman parte de la experiencia turística (MERINERO, 2008, 194). Fuente: A partir de diversos autores. Elaboración propia. Genera un mejor aprendizaje y conocimiento en los actores clave del destino (BRAMWELL & SHARMAN, 1999: 392). Es necesaria para la competitividad del destino que las acciones de los distintos actores estén coordinadas ya que el visitante que lo consume, lo hace siempre como un todo (MERINERO, 2008, 185). Se valora en la experiencia turística de forma importante las condiciones del entorno territorial del que forma parte el destino turístico que se decide consumir. Por tanto, la seguridad, la limpieza, el cuidado del medio ambiente, la riqueza social y cultural del destino se convierten en aspectos clave del éxito o fracaso del destino y en parte irrenunciable de la experiencia del turista. Casos exitosos de gobernanza territorial en planificación turística en España Tal y como señalan diversos autores (VÁZQUEZ y MARTÍN, 2010: 171, 191 y PULIDO y CÁRDENAS, 2011, entre otros), la descoordinación, la ausencia de enfoque ascendente y de gobernanza territorial, ha sido la tónica general en planificación del turismo, y más si cabe en destinos rurales. Lo contrario ha sido lo excepcional. Así, entre estos casos exitosos minoritarios de planificación turística elaborada de forma participativa hay que resaltar, los que se reflejan en la Tabla 2. De éstos, como elementos dignos de resaltar se encontrarían: la escala local (uno o varios municipios), como la más adecuada para aplicar la gobernanza territorial en planificación turística; el liderazgo que asume el sector público, en concreto, la Administración local, en el proceso de planificación; la constitución de organismos partenariados locales encargados de la planificación y gestión turísticas, la mayor parte de las veces consorciosi, y en menor medida, fundaciones ii; sus objetivos y estrategias, pese a estar implementadas en planes estratégicos turísticos, se trasladan también al planeamiento urbano y ambiental, como sucede en el Plan Estratégico Conil 2012 (FERNÁNDEZ et al., 2012) o en el Plan de Acción Integral de la Reforma de la Playa de Palma; la necesidad de una reorientación estratégica del sector a largo plazo, con medidas drásticas que exigen un gran respaldo ciudadano y corresponsabilidad públicoprivada, apostando por un turismo sostenible, y la necesidad de abandonar un crecimiento turístico basado en el crecimiento urbanístico ilimitado (Agenda 21 Local de Calviá, Plan Estratégico Conil 2012, Plan de Acción Integral de la Playa de Palma); la participación ciudadana y la comunicación se convierten en pilares esenciales de la planificación. Los canales de participación son muy variados: foros ciudadanos, grupos de trabajo, entrevistas, talleres, e incluso consultas populares para validar el proyecto, como en el caso de la Agenda 21 Local de Calviá (NAJERA y BUSTAMANTE, 2007), resaltar el papel de las TICs para mejorar la comunicación; y por último, la casi total dependencia de la financiación pública (ZAPATA & HALL, 2012, 61). En lo que atañe a los ámbitos rurales, hay que señalar la escasez de planes estratégicos turísticos generados teniendo en cuenta la gobernanza territorial. Probablemente ello se deba, en líneas generales, a los siguientes motivos: a la existencia de un tejido microempresarial en el sector, y a una sociedad, que no está madura para realizar tales procesos; a la inercia dirigista de la administración regional y local para estos ámbitos; a la inclusión de las estrategias turísticas en planes y programas globales de desarrollo elaborados por GDRs y partenariados, la mayor parte de las veces, asociaciones comarcales, respaldadas con los PDRs europeos (LEADER y PRODER); y a la dispersióndescoordinación estratégica turística en función de la procedencia de fondos, la Administración o Entidad promotora y los plazos de programación y ejecución de cada uno de ellos. Como ejemplo de planificación turística en un ámbito rural, en el Plan de Desarrollo Turístico de la Ruta del Tempranillo, llevado a cabo y gestionado por una Fundación, configurada ésta por varios Ayuntamientos y Diputaciones, el sector privado y las asociaciones civiles, frente a las pretensiones del Plan, no se encuentran representadas. Tan solo han intervenido de forma puntual en su coordinación los GDRs afectados. Pese a ello, el Plan aspira a una dinamización social, donde la ciudadanía se haga partícipe del proyecto, y se prevé la creación de un Centro de Iniciativas Turísticas para, entre otros objetivos, elaborar planes de calidad, intercambiar experiencias y opiniones, y marcar directrices sobre la implementación de la estrategia conjunta perseguida (MERINERO, 2005, 471-495). UN ESTUDIO DE CASO. LAS ALTIPLANICIES NORGRANADINAS Un ámbito territorial con un elemento singular e identitario. El hábitat troglodita El área de estudio se circunscribe al Altiplano de Granada, es decir, las comarcas de BazaHuéscar, unidad territorial que se ha tomado como referencia en la planificación estratégica mediante enfoque participativo, a causa de coincidir con los límites espaciales del GDR de la zona, actor líder en el proceso, como se señalará más adelante. Se trata de un espacio predominantemente rural, localizado en el sureste de la Península Ibérica, específicamente en la parte oriental de la región andaluza. Es una zona históricamente marginalizada, porque está localizada a gran distancia de los principales centros de decisión política y económica, en las escalas nacional, regional, e incluso provincial (ver Figura 1). Tabla 2. Casos exitosos y ejemplares de aplicación de la gobernanza territorial en planificación y gestión turística en destinos españoles Plan Organización para la Gobernanza Ámbito territorial Agenda 21 Local de Calviá Plan de Acción Calviá +10 Plan Estratégico Conil 2012 Consejo Sectorial de Turismo/ Oficina de Agenda Local 21 Municipal Año inicio Plan 1995 Periodo Liderazgo Instrumentos participación Estrategias turísticas Ayuntamiento Foro, Mesas de trabajo, sesiones informativas, campañas de participación, consulta popular. Turismo de calidad y eco-responsable; destino turístico para todo el año; oferta complementaria turística más competitiva y de mayor calidad 2002 19972010; varios periodos 2002-2012 Consejo Económico y Social Municipal Ayuntamiento Desclasificación de suelo urbanizable en el borde costero; y elevación del nivel de protección del patrimonio costero Subrregional 2005 2008-2015 AyuntamientosConsejería de Turismo Reuniones y grupos de Trabajo, Encuesta de participación, folletos, dossier prensa, web institucional, carteles exposicioones Comisiones de trabajo, página web Plan Qualifica de Recualificación de Destinos de la Costa del Sol Occidental Consorcio de Desarrollo y Turismo de la Costa del Sol Occidental Plan Estratégico de Turismo de la ciudad de Barcelona 2015 Consorcio Turismo de Barcelona Municipal 2010 2010-2015 Ayuntamiento Focus Groups, Cuestionarios webs, Entrevistas a colectivo significado personas relacionadas con turismo y la ciudad, Comisiones de Trabajo Plan de Acción Integral de la Reforma de la Playa de Palma Consorcio para la mejora de la Playa de Palma Supramunicipal 2010 2010-2020 Ayuntamientos Plan de Desarrollo Turístico Ruta del Tempranillo Fundación Ruta del Tempranillo Supramunicipal 1997 1997-2011 Ayuntamientos Diputaciones Talleres por barrios y sectores, mayor participación en el Plan Urbanístico, Panel, grupos de trabajo, estudios de expertos, Asamblea, seguimiento de vecinos de obras previstas, TICs. Centro de Iniciativas Turísticas, foros para intercambiar experiencias y opiniones, jornadas. y Aumento de la calidad y de la competitividad, mediante el diseño de estrategias basadas en la rehabilitación cualitativa del patrimonio y del espacio turístico, bajo las premisas de sostenibilidad y rentabilidad socioeconómica, y apostando por la diferenciación frente a la estandarización. Desconcentración de la actividad turística; nueva gobernanza del turismo en el marco de la ciudad y su entorno territorial; generación de complicidades con la sociedad y las instituciones; liderazgo y mejora competitiva del destino y de las actividades relacionadas con el turismo. Rehabilitación de la planta hotelera, de los servicios complementarios del turismo y del entorno urbano. Configurar en la zona un destino turístico de calidad, dotándola de los parámetros óptimos necesarios para convertirla en referente como destino de turismo de interior de Andalucía. Generación de empleo y rentas; creación de infraestructuras, recuperación de patrimonio y mejora estética; dinamización social. Fuentes: www.calvia.com, www.conildelafrontera.es, www.qualifica.org, www.turismebcn2015.cat, www.consorciplatjadepalma.com, www.rutadeltempranillo.es. Posee un destacable y distintivo atractivo turístico, la vivienda cueva, su hábitat y el paisaje urbano que conforma. Estas viviendas tradicionales, son utilizadas como alojamiento. Ello le hace poseer un elemento identitario del territorio, integrado en su oferta, que lo hace diferente frente a la tónica dominante de estandarización de la oferta de los destinos rurales, y que además, le otorga unidad. De hecho, tanto la población anfitriona como los visitantes lo consideran de forma abrumadora (93% y 94% respectivamente) (PATRONATO PROVINCIAL DE TURISMO DE GRANADA, 2006), el principal atractivo turístico de la comarca. Ahora bien, la dominancia de este elemento y también su papel clave en la oferta turística en la vecina comarca de Guadix, recomiendan la planificación turística conjunta de ambos territorios, como ya se aborda en el Plan de Turismo Sostenible de las Altiplanicies Norgranadinas. Paisajes Troglodíticos, realizado por los GDRs del Altiplano de Granada y Guadix, junto con las Asociaciones Empresariales y Turísticas y Ayuntamientos de las tres Comarcas (Huéscar-Baza-Guadix), a través de la Iniciativa de Turismo Sostenible impulsada por la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía (CONSEJERÍA DE TURISMO, 2008). Figura 1. Localización del área de estudio Fuente: Elaboración propia. La Planificación Turística Estratégica de escala local desarrollada en el ámbito En el Altiplano Granadino, en la pasada década (de 2004 a 2008), se han implementado una serie de Planes Turísticos (ver Tabla 3), los cuales, poseían un ámbito subcomarcal y un periodo de actuación a corto y medio plazo (seis años máximo). Esta planificación sectorial presenta una serie de aspectos a corregir y mejorar: la presencia de excesivos planes y organismos sin apenas organización; una indefinición en cuanto al área a planificar, cuyos límites varían de unos planes a otros; la carencia de una estrategia específica de desarrollo, ya que los objetivos son genéricos y no se adaptan a las particularidades locales; la carencia de una visión a largo plazo, la mayor parte de los planes se limitan a tres-cuatro años; el excesivo dominio y control por parte de la administración pública (regional y local), y una limitada presencia o inexistencia de la iniciativa privada y la población local; una abrumadora financiación pública; un excesivo énfasis en el crecimiento de la oferta, la puesta en valor de recursos y la promoción pero no en el diseño estratégico a largo plazo, como ya señalan a escala nacional para los destinos rurales PULIDO y CÁRDENAS (2011: 157) y VÁZQUEZ y MARTÍN (2011: 179); y por último, no abordan un estudio de la demanda potencial y tampoco señalan la importancia en el ámbito del turismo residencial (NAVARRO, 2013, 79). El último de ellos, de 2008, el Plan de Turismo Sostenible Altiplanicies Norgranadinas, Paisajes Troglodíticos, probablemente ligado a una incipiente participación en su elaboración por parte de los actores locales, presenta una serie de elementos acertados: concebir como microdestino turístico, las Altiplanicies Norgranadinas, configurada por las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, las cuáles, poseen un elemento identitariopatrimonial similar, la casa-cueva y el paisaje al que da lugar; ligado a lo anterior, identificar como principal producto turístico la casa-cueva: “en nuestro territorio el turista se desplaza atraído sencillamente por el servicio de alojamiento, esto es debido a que aquí el recurso primario (atractivo), y el recurso secundario (alojamiento) coinciden” (Consejería de Turismo, 2008, 40); superar el ámbito del sector turístico en materia planificadora, con una serie de objetivos (por ejemplo, el acometer mejoras en la infraestructura local, o mejorar la comunicación con la población local), y beneficios transversales (entre otros, fijar población en el ámbito rural, o crear servicios útiles para la población local); e implicar a la iniciativa privada (asociaciones de turismo y asociaciones de empresarios) y a la población local (entre otras, la asociación de mujeres) en la planificación turística, aunque todavía de una forma tímida. Ahora bien, y atendiendo a las carencias señaladas anteriormente, es necesario en el ámbito un plan integral para el sector, que consiga un mayor conocimiento de la problemática del turismo, elaborado de forma participativa, y la creación de un organismo que lidere el proceso de planificación y gestión, necesidad que están tratando de afrontar los stakeholders locales bajo la tutela del GDR del Altiplano de Granada. La práctica de la planificación participativa en turismo en el Altiplano de Granada Con los objetivos de diseñar la nueva estrategia en materia turística y fortalecer el rol participativo y de gobernanza en ella, tratando de subsanar anteriores errores (inexistente implicación de la población anfitriona, búsqueda de consenso público-privado, y visión a largo plazo, como principales), el GDR diseñó a finales de 2013 un Proceso de Planificación Participativa de Acciones de Mejora del Sector Turístico del Altiplano de Granada. De este documento hay que resaltar: la elaboración de un cronograma de actividades para un año en el cual se diseñará la Estrategia Turística Altiplano 2025 (entre septiembre de 2013 y septiembre de 2014); el fomento de una serie de canales de participación para su diseño: foros; encuesta a empresas y servicios turísticos públicos, con el objeto de extraer conocimiento para diagnosticar la situación del sector en la comarca; mesas de trabajo, cuatro inicialmente: Formación, Conocimiento del mercado/Diseño productos turísticos, Acciones de promoción y conexión con mercados, y Gobernanza; reuniones; conferencias; visita a experiencias de interés; y la necesidad de una planificación a largo plazo, 2013-2025. Tabla 3. Planes estratégicos en turismo desarrollados para el ámbito del Altiplano Granadinoiii Planes Plan Turístico Comarca de Huéscar Ámbito comarcal Huéscar Organismo Año Periodo Objetivos Actuaciones más emblemáticas Consejería Turismo; Mancomunidad Municipios Comarca de Huéscar; Asociación Turismo Altiplano de Granada; Patronato Provincial de Turismo; GDR Altiplano de Granada. UTDLT. Patronato Provincial de Turismo de Granada 2004 20052009 Puesta en valor y uso de recursos turísticos; Fortalecimiento e integración del tejido empresarial; Ampliar, diversificar y mejorar la oferta complementaria; Aumentar la calidad de los servicios turísticos; Creación de nuevos productos basados en la explotación innovadora de los recursos; Sensibilización e implicación de la población y agentes locales en una cultura de calidad turística. Adecuación para su visita del yacimiento arqueológico de Tútugi (Galera); Arreglo Pasarela y Sendero Cerrada (Castril); Rehabilitación del Pósito (Huéscar); Ferias de la Prehistoria (Orce y Galera); Mercado medieval (Huéscar); Tres Oficinas de Turismo; Manual de Buenas Prácticas para las empleadas del sector turístico; Centro de Recepción de Visitantes del Ecomuseo (Castilléjar); Cursos a la carta sobre la promoción de establecimientos turísticos en Internet; Ruta de los primeros pobladores de Europa. 2006 20072010 Generales: Generación de puestos de trabajo vinculados al turismo; Creación de riqueza asociada a la actividad turística; Conservación del entorno y sus recursos. Específicos: Aumentar un 27% el número de turistas, hasta los 360.000 anuales; Incrementar un 33% el gasto turístico, hasta los 70€ al día; Aumentar un 60% los ingresos por turismo. Creación de producto turístico o mejora del existente; Fortalecimiento de la competitividad del sector turístico; Creación, mantenimiento y mejora del espacio turístico; Implantación de sistemas y herramientas de gestión medioambientales. La creación de una 'web' turística; La edición de un manual de ventas para profesionales con todos los recursos y empresas turísticas; El diseño de un mapa turístico; La recopilación de una base de datos de recursos turísticos; Organización de viajes de familiarización para periodistas, agentes de viaje y 'touroperadores'. -- Red de embarcaderos del Negratín; Señalización turística; Red comarcal de oficinas de turismo; Centro de Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de la ciudad iberromana de Basti (Baza); Centro de Interpretación Micológica (Caniles); Embellecimiento de barrios de cuevas (Cuevas del Campo, Cúllar y Freila); Material divulgativo; Embellecimiento de barrios del conjunto histórico (BIC) (Baza); Adecuación de miradores (Benamaurel); Mirador en la Plaza de la Iglesia. Sala Interpretativa Encuentro de Civilizaciones (Freila); Creación del Mirador del Jabalcón; Ruta cicloturista en las faldas del PN Sierra de Baza; Mirador paisajístico (Caniles); Museo de las fiestas de moros y cristianos (Cúllar). Estudio del “sueño en cueva”; creación imagen “descubrir las Altiplanicies”; Museo etnográfico y oficios (Puebla D. Fadrique); Ecomuseo (Castilléjar); Museo en Cueva (Benalúa); adecuación de Covarrones (Cortes y Graena); adecuación museográfica de Baños Árabes (Dólar); Centro del Megalitismo (Gorafe); Mirador chimeneas y cuevas (Guadix); Centro de artesanía en cueva-Trópolis (Valle del Zalabí ). 8.056.430 Plan Marketing Turístico Altiplano y Guadix Guadix, Baza y Huéscar Iniciativa Turismo Sostenible Comarca de Baza Baza Mancomunidad Municipios de Comarca de Baza Consejería Turismo de la 2007 20072010 Plan Turismo Sostenible Altiplanicies Granadinas. Paisajes Troglodíticos Guadix, Baza y Huéscar Consejería Turismo Asociación de Turismo Sostenible de las Altiplanicies de Granada 2008 20092011 Mejora del producto turístico existente; Fortalecimiento de la competitividad del sector turístico local; Creación, mantenimiento y mejora del espacio turístico; Implantación de sistemas y herramientas de gestión medioambiental. Fuente: www.mancomunidaddebaza.org/turismo-sostenible/plan-de-accion-2010/; ptch.es/descargas/Triptico%20PTCH%202005-2007.pdf, Elaboración propia. Inversión aprox. 4.000.000 1.567.484 A partir del anterior documento, a finales de 2013, se celebra el Primer Foro de Turismo del Altiplano de Granada. Como se señala literalmente, la primera vez que se reúnen los agentes implicados locales para debatir sobre sus problemas y necesidades en materia turística. Siguiendo a PULIDO (2005), el foro es uno de los instrumentos más adecuados para la participación pública en planificación y gestión de destinos turísticos. En éste, se trata de establecer el diseño de la estrategia turística para la comarca de forma participativa. Ello queda reflejado en los dos objetivos principales del Foro: mejorar el diseño e implementación de planes y actividades público-privadas dirigidas al sector turístico; y generar de forma participativa propuestas de acción que respondan a las oportunidades, problemas y desafíos del turismo. En lo que respecta a los participantes, un total de sesenta, se encontraban representantes de los tres actores clave: del sector privado (Empresas y Profesionales independientes), en torno al 55,0% del total de asistentes, la mayor parte de ellas, de alojamiento y en menor medida de turismo activo; del sector público (Ayuntamientos, Mancomunidades y Diputación Provincial), en torno al 37,5%; y de la población anfitriona, asociaciones comarcales y culturales, 7,5%. Sobre las ausencias en este Foro, cabe resaltar lo siguiente: la escasa representación de la ciudadanía mediante asociaciones de diversa índole (vecinales, cívicas, ecologistas, deportivas, religiosas, …); la reducida presencia del subsector de la restauración dentro de los actores privados; de los agricultores, como cuidadores del paisaje, o incluso, recuperando el planteamiento inicial de las instituciones comunitarias de éstos como potenciales inversores en el sector, y así diversificar sus rentas; de neorrurales comunitarios, tanto los de avanzada edad y con fines de ocio, turistas residenciales de gran importancia en determinados municipios del área, como los que están emprendiendo en el sector turístico, los cuales podrían exponer alternativas interesantes para atraer una demanda cada vez más internacional; y por último, y atendiendo a MERINERO (2008: 186-187), también son notables las ausencias de la organización eclesiástica (por la importancia del patrimonio religioso); de los representantes de los espacios naturales protegidos existentes en el área; además de la Consejería de Cultura (por la importancia de los bienes de interés cultural como recursos de atracción turística); y la propia Consejería de Turismo. Aún así, el diagnóstico, reflexiones y propuestas para el sector turístico planteadas durante este evento se pueden señalar como las más ajustadas a la realidad, ya que tales actores son conocedores de primera mano, en el terreno, de la situación de éste. Además, la mayor parte de las ausencias señaladas se han debido al desinterés de estos colectivos en participar en el Foro. El Foro se organizó en dos partes: una primera, donde en una serie de intervenciones se diagnosticó el estado del sector en la comarca, y una segunda, donde se establecieron una serie de talleres participativos con el fin de identificar problemas y acciones para afrontarlos. Para cada una de las problemáticas detectadas (ver Tabla 4), se constituyó una mesa de trabajo, además de dos mesas transversales, Segmentos a los que dirigirnos y Primera visión Altiplano 2025. De estas mesas, se extrajeron una serie de propuestas y conclusiones, reflejadas todas ellas en el Documento de Síntesis del Primer Foro de Turismo del Altiplano, las cuales se han remitido a los asistentes y demás partes interesadas, aunque, en un principio no asistieran, para su análisis, tratándose de un “documento vivo”. Se busca el consenso entre los actores mediante distintas formas de encuentro y trabajo conjunto. La continuación será abordar las distintas problemáticas a través de mesas temáticas organizadas con unos/as participantes (los ya implicados y los que faltan), una metodología, unos objetivos y unas herramientas determinadas según los problemas/situaciones detectados atendiendo a cuatro mesas de trabajo: Formación; Conocimiento de mercado/Diseño de productos turísticos; Acciones de promoción y conexión con mercados; y Gobernanza. Las conclusiones y priorización de líneas de acción, actividades y compromisos se presentarán en el II Foro, previsto en principio para finales de 2014. DISCUSIÓN. REFLEXIONES SOBRE EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN TURÍSTICA PARTICIPATIVA EN EL ALTIPLANO DE GRANADA Del proceso de planificación turística participativa que se está llevando a cabo en el Altiplano de Granada se pueden extraer las siguientes enseñanzas: Sobre el ámbito territorial. Aspiración a convertirse en microdestino, buscando una planificación propia, y una oferta e imagen diferenciada. Ahora bien, sería adecuado que en este proceso se incluyera la vecina comarca de Guadix, por vecindad territorial, semejanza histórica, por compartir un similar producto turístico, la casa-cueva, e incluso para obtener una mayor masa crítica a la hora de plantear el diseño de la estrategia. También es necesario resolver el recurrente problema identitario como destino turístico: “Altiplanicies (Guadix-Baza-Huéscar)”; “Altiplano (Baza-Huéscar)”; “Destino Comarcal (Comarca de Guadix- Comarca de Baza- Comarca de Huéscar”. Se debe llegar a un consenso real; frenar eternas discusiones que limitan y contravienen el interés común. Es necesario consensuar de forma clara y fortalecer la frágil línea que separa: destinoproducto/s-identidad, no excluyentes, sino complementarios. Sobre el conocimiento. Tras la aplicación de métodos de gobernanza territorial en planificación turística se ha extraído un excelente diagnóstico de la situación del sector en la comarca, todo reflejado en un Árbol de problemas. Así, como raíz última del problema se encuentra la ausencia de liderazgos público/privados para superar las barreras del localismo, la escasa organización y formación, la visión de corto plazo y la primacía del interés particular frente al general, lo que conlleva como última consecuencia que “el sector turístico del Altiplano no genera la riqueza y empleo que debiera” (GDR, 2014). Además, son de reseñar también las creativas e imaginativas propuestas planteadas (Tabla 4). Sobre la oferta y demanda. Necesidad de diferenciación y segmentación. En el Foro, se expone lo evidente de generar un producto en torno a la vivienda-cueva, y de dirigirse hacia los siguientes mercados: familias, estudiantes, parejas y grupo de 1 día. También se expone como necesario fomentar el turismo residencial, importante en algunos municipios, y demandado por población de avanzada edad, sobre todo de procedencia inglesa. Tabla 4. Conclusiones Primer Foro Turismo Altiplano Problemas Falta de autoestima y concienciación Ausencia de Marca, identidad territorial no definida Marketing. Debilidades en promoción y comercialización Falta de gobernanza y desorganización Dispersión en las acciones de planificación Descripción Falta de creencia en nuestros recursos como atractivo y un desconocimiento de la ciudadanía y de los agentes turísticos sobre los mismos. Falta de iniciativa para emprender o desarrollar productos novedosos y no disponer de una cultura turística madura entre los agentes implicados. No se ha sabido proyectar una imagen diferenciadora. La diversidad de proyectos, fuentes financiadoras, promotores, iniciativas, etc., que han actuado desde el inicio han provocado que los esfuerzos se dispersen sin un objetivo consensuado por las partes. Desconexión de las acciones de promoción a nivel empresarial y público. Estas acciones se dispersan y no tienen continuidad. Falta de articulación de productos diferenciados y la no definición de canales de distribución y venta. Descoordinación y desorganización tanto a nivel público como privado, así como una falta de liderazgo capaz de movilizar a los agentes implicados en una misma dirección, fijando las bases para una participación real. Dispersión de fuerzas, provenientes de distintas organizaciones que disgregan las acciones de planificación y por ende desvirtúan la posibilidad de caminar en un mismo sentido, generando acciones inconexas y propiciando, cada vez más, que la identidad territorial se diluya. Propuestas Conocer los recursos, Puesta en valor, Definir lo que nos diferencia. Sistematización de visitas entre la población local (escolares, población en general, emprendedores turísticos); Información de los recursos y productos; Difusión (opinión de los que nos visitan y formación y conocimiento de los agentes turísticos). Identificación del territorio con un/os producto/os clave y singular: cuevas, en torno al que giren otros: primeros pobladores, patrimonio, gastronomía, paisajes. Definición de producto, aunar esfuerzos, análisis datos y concreción acciones, promoción, comercialización (individual y canales específicos), concretar destinatarios. Creación de un ente supramunicipal gestor que acuerde y desarrolle un plan integrado con participación efectiva de todos los agentes sociales, por encima de la estructura del GDR y otros organismos similares del territorio. La planificación territorial ha de basarse en un respeto, cuidado y potenciamiento de los rasgos identitarios, en lo referente a arquitectura vernácula, paisaje limpio de elementos distorsionantes, control de vertidos, recuperación de usos tradicionales, esmero en la atención a los clientes, cuidada estética urbana, señalización unificada, etc. El visitante perciba el Altiplano como Unidad Geográfica. Acercar la formación. Existe la Escuela de Turismo Rural en Guadix pero es necesario establecer una formación más cercana. Dirigida a todos los agentes con incidencia en el sector: técnicos, empresarios, profesionales y personal de empresas. Formación reglada: desempleados, población en general, falta de un plan de estudios (formación profesores IES), escuela hostelería, centro de iniciativas turísticas, concienciación. Otros: cursos, jornadas, debates, conferencias. Formación específica. Puntos de Información Turística: desarrollar una estrategia de información entre todos los agentes (desde los responsables de las oficinas turísticas hasta el ciudadano de a pie, pasando por las empresas turísticas, comercios, museos, etc.); puesta en valor y mantenimiento del patrimonio; mejorar señalización; limpieza. Escasa cualificación y formación del personal del sector Carencia formativa de calidad por parte del sector, tanto a nivel empresarial como público barrera para la efectiva cualificación y profesionalización. Se valora como positivo la oportunidad ahora existente en nuestros municipios a través del regreso de jóvenes titulados y formados que apoyándoles en formaciones específicas adaptadas pueden suponer una ventaja competitiva. Deficiencias en infraestructuras, accesibilidad señalización 3 aspectos: comunicación del territorio con los principales núcleos emisores de turistas; la comunicación interna en el territorio (accesos, transporte público, etc.); y la señalización tanto a recursos turísticos como de información a servicios básicos (dispersión en señalización consecuencia de multitud de planes y actores). Hasta el momento se ha contado con una aportación de financiación pública por GDR y otras fuentes de financiación públicas; patrocinio; colaboración y financiación conjunta; diferentes fuentes. El escenario actual requiere nuevas fórmulas y cambiar de optimización de recursos existentes. modelo cuyo objetivo es: la rentabilidad de las inversiones. Segmentación (oferta y demanda) para la desestacionalización. Familias, grupos con intereses específicos, estudiantes superiores, escolares y grupos de un día, parejas. las y Escasa financiación Segmentos a los que dirigirnos Primera visión Altiplano 2025 Gobernanza turística en el Altiplano 2025; Turistas: del montón a la segmentación (planificación, diseño productos innovadores, promoción diferenciada y original); empresario/a de turismo del Altiplano 2025 (formado, conectado, creativo, constante empático, colaborador, dinámico políglota); Altiplano Turístico 2025: “Conectados”: servicios, hoteles, ayuntamiento, restaurantes, … ; Premio Europa Nostra 2025. Fuente: GDR Altiplano (2014): Documento de Síntesis del Primer Foro de Turismo del Altiplano de Granada. Elaboración propia. Sobre planificación. La necesidad de sustituir promoción por planificación, y basarla en: un diagnóstico acertado, visión estratégica a largo plazo, liderazgo y masa crítica, colaboración público-privada, y participación ciudadana. Sobre la gobernanza. Uno de los hechos clave que se explicitó en el proceso participativo de planificación es la importancia que tienen los actores turísticos del territorio en el conocimiento sobre el terreno de las características de la oferta y demanda turística. Este conocimiento, permitirá una mayor imaginación y creatividad en el diseño de la planificación turística. La administración regional competente en planificación turística debe asumirlo y compartir tal función con los actores locales de cada microdestino, mediante estrategias con enfoque participativo. Por otra parte, también se evidenció el papel facilitador, e incluso de liderazgo del GDR, el cual, posee los conocimientos sobre la situación del sector en el territorio, además de los saberes técnicos, metodológicos y procedimentales, e incluso la disponibilidad de fondos; para impulsar el proceso de planificación turística ascendente. El GDR, junto con los gobiernos locales, tejido asociativo local/comarcal y agentes clave tanto territoriales como foráneos, deben asumir el papel de liderazgo en la coordinación y articulación del microdestino, siempre en conexión con lo regional-nacional-internacional, e intentar fomentar la implicación, asesoramiento y acompañamiento de los actores privados (pequeñas empresas con escasa orientación estratégica). En lo que respecta a la participación, será necesario una mayor implicación de determinados colectivos que no lo hicieron o que lo hicieron de forma reducida (población anfitriona, agricultores, autoridades religiosas, parques naturales, …). Probablemente, se requiere de un mayor interés por parte de éstos, además de un tiempo de aprendizaje y adaptación. Además, se estableció también la necesidad de crear un ente encargado de la planificación, e incluso gestión turística estratégica, a escala del microdestino (Consorcio, Fundación, Asociación…). Y por último, y atendiendo a otros casos exitosos en materia de gobernanza turística sería necesario refrendar mediante referéndum la Estrategia Turística. Así, se otorga a ésta de mayor representatividad, corresponsabilidad y consenso. CONCLUSIONES Por tanto, el mayor conocimiento del terreno, de las peculiares circunstancias del sector turístico en el área, por parte de los stakeholders locales (ciudadanía, empresariado turístico y administración pública) permite concluir que la gobernanza territorial es el enfoque más adecuado en planificación turística a escala local. Aún así, todavía encontramos este enfoque en las etapas iniciales de aplicación en destinos turísticos, y más en microdestinos rurales, pero donde se ha desarrollado ha obtenido un gran éxito tanto en su carácter planificador como en la participación. Por otra parte, este enfoque requiere un tiempo de pedagogía especial y continúa, de adaptación y madurez, para obtener también una mayor participación, implicación, y por consiguiente, representatividad, sobre todo en lo que respecta a la población anfitriona. Ahora bien, también es necesario que éstos entiendan su territorio como destino turístico, que adquieran consciencia de tal. En los espacios rurales son los gobiernos locales, junto con los GDRs, los entes encargados de asumir el rol de liderazgo y facilitador en planificación y gestión turística. Y por último, advertir que en futuros estudios sobre esta temática, sería interesante profundizar en la aplicación de la gobernanza en otros destinos turísticos, y tratar de destacar buenas prácticas en esta materia, además de realizar un análisis final sobre el proceso de planificación turística ascendente que se está culminando en la comarca objeto de estudio. BIBLIOGRAFÍA AAS, CH., LADKIN, A. & FLETCHER, J. (2005): Stakeholder collaboration and heritage management, Annals of Tourism Research, 32 (1), 28-48. BRAMWELL, B. & SHARMAN, A. (1999): Collaboration in local tourism policymaking, Annals of Tourism Research 26 (2), 392-415. CONSEJERÍA DE TURISMO (2008): Paisajes Troglodíticos. Plan de Turismo Sostenible de las Altiplanicies Norgranadinas. Sevilla, Junta de Andalucía. CONSORCIO DE LA PLATJA DE PALMA (2010): Plan de Acción Integral de la Reforma de la Platja de Palma (2010). www.consorciplatjadepalma.com CONSORCIO TURISMO DE BARCELONA (2010): Plan Estratégico de Turismo de la ciudad de Barcelona 2015. www.turisme2015bcn.cat/ FARINÓS DASÍ, J. (2008): Gobernanza territorial para el desarrollo sostenible: estado de la cuestión y agenda. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 46, 11-32. FERNÁNDEZ TABALES, A., MERCADO ALONSO, I.; VILLAR LAMA, A.; BASCARÁN ESTÉVEZ, M.V. (2012): Gobernanza territorial y gestión de destinos turísticos. Iniciativas municipales de desarrollo turístico vinculadas a la limitación del crecimiento urbano en la Costa de Cádiz, en ASOCIACIÓN DE GEÓGRAFOS ESPAÑOLES (edit.). XIII Coloquio de Geografía del Turismo, Ocio y Recreación. Barcelona: Asociación de Geógrafos Españoles. 1-12. GDR ALTIPLANO DE GRANADA (2013): Proceso de planificación participativa de acciones de mejora del sector turístico del Altiplano de Granada. GDR ALTIPLANO DE GRANADA (2014): Documento de Síntesis del Primer Foro de Turismo del Altiplano de Granada. MERINERO RODRÍGUEZ, R. (2008): Gobernanza, participación de actores y gestión de redes en turismo rural, en Pulido Fernández, J.I. (coord.). El turismo rural. Síntesis, Madrid. 185-208 MERINERO RODRÍGUEZ, R. (2005): Rutas turísticas. El papel de la cooperación en el territorio, en LÓPEZ-GUZMÁN GUZMÁN, T.J. y LARA DE VICENTE, F. (coords.). Turismo sostenible: un enfoque multidisciplinar e internacional. Universidad de Córdoba, Córdoba. 471-495. MORENO PÉREZ, J.A. y MARTÍNEZ PORTILLO, P.A. (2002): Plan Estratégico de Desarrollo del Turismo en el Altiplano de Granada basado en los Recursos Patrimoniales. Asociación Grupo de Desarrollo Rural Altiplano de Granada, Granada. NÁJERA, M. y BUSTAMANTE, J. (2007): La experiencia de las Agendas Locales 21 en destinos turísticos: el caso de Calviá (Baleares), Estudios Turísticos, 172-173, 97-106. NAVARRO VALVERDE, F.A. (2013): Considerations in tourism planning for rural areas: a case of cave-dwelling landscapes in the Altiplanicies Norgranadinas. En Santos, J. et al. (edits.). Strategies in tourism organizations and destinations. Univ. do Algarve, Faro. ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO (2010): Proyecto Gobernanza para el sector turismo. OMT, Madrid. PROYECTO REGIONAL DE GOBERNABILIDAD LOCAL PARA AMÉRICA LATINA (2003): Guía metodológica de gobernabilidad local. http://www.logos.undp.org (consultado en abril de 2014). PULIDO FERNÁNDEZ, J.I. (2005): Criterios para una política turística sostenible en los parques naturales de Andalucía. Junta de Andalucía, Sevilla. PULIDO FERNÁNDEZ, J.I. y CÁRDENAS GARCÍA, P.J. (2011): El turismo rural en España. Orientaciones estratégicas para una tipología aún en desarrollo, Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 56, 155-176. VÁZQUEZ VARELA, C. y MARTÍN GIL, F. (2011): Problemas de sostenibilidad del turismo rural en España, Anales de Geografía, 31, 171-194. VELASCO GONZÁLEZ, M. (2007): El papel del conocimiento en los nuevos modelos de gobernanza turística regional y local. En AECIT. XII Congreso. Conocimiento, creatividad y tecnología para un turismo sostenible y competitivo, Tarragona. VERA REBOLLO, J.F. et al. (2011): Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos. Edit. Tirant lo Blanch, Valencia. ZAPATA, M.J. & HALL, M. (2011): Public-private collaboration in the tourism sector: balancing legitimacy and effectiveness in local tourism partnerships. The Spanish case, Journal of Policy Research in Tourism, Leisure & Events, 4 (1), 61-83. Planes Agenda 21 Local de Calviá: www.calvia.com/ Plan Estratégico Conil 2012: www.conildelafrontera.es/ Plan Qualifica: www.qualifica.org/ Plan de Desarrollo Turístico Ruta del Tempranillo: www.rutadeltempranillo.es/ i Fórmula jurídica de derecho público con personalidad jurídica propia resultado del acuerdo entre una o varias administraciones y/o entidades privadas sin ánimo de lucro para un fin de interés público. Es una estructura muy flexible, que puede participar en sociedades mercantiles y que tiene capacidad de financiarse como ente público pero también como ente privado a través de acciones comerciales. (…). Su contabilidad es la propia de las administraciones públicas y permite una clara interacción, representación paritaria e intervención del sector privado (VERA et al., 2011: 357). ii Figura jurídica sometida al derecho privado que permite realizar actividades mercantiles aunque sus fines sean de interés gen eral. Puede tener sociedades participadas y pone a disposición de sus patrones la posibilidad de tener incentivos fiscales por su participación. Es adecuada en los casos en que existe un sector privado maduro y sólido ya que implica, desde el principio, su compromiso en la conformación de los recursos iniciales que deben asegurar su viabilidad (VERA et al., 2011: 358). iii Hay que mencionar también los siguientes planes: Plan Estratégico para el Desarrollo del Turismo en el Altiplano de Granada basado en los recursos patrimoniale elaborado por el GDR para la comarca de Baza-Huéscar, año 2001, para el periodo 2000-2006. Plan de desarrollo turístico de la Comarca de Guadix y Plan de desarrollo turístico Marquesado de Zenete. Ambos en la subcomarca de Guadix. Programa de Turismo Sostenible Villas Termales de Andalucía (Zújar) 2008; e Iniciativa de Turismo Sostenible Conjuntos históricos de Andalucía (Castril) 2007. TURISTAS Y RODAJES EN UNA ANDALUCÍA DE OPERETA: REFLEJOS ACTUALES DE LA IMAGEN PROYECTADA EN “EL DESEO Y EL AMOR” Y “LA BELLA DE CÁDIZ” María del Carmen Puche Ruiz Departamento de Geografía Física y AGR de la Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Sevilla [email protected] RESUMEN El presente artículo pretende poner de relieve la imagen de Andalucía proyectada por el cine francés de los primeros años ’50 y cómo esta imagen, heredada del movimiento romántico, ha perdurado hasta nuestros días y es demandada por el turista actual. Para ello, se procederá al análisis de dos películas que juegan con el recurso de mostrar “el cine dentro del cine”, convirtiendo a sus actores protagonistas en insólitos viajeros y observadores de la realidad idealizada de la época. De este modo, entrarán en contacto con nativos estereotipados y convertirán a la región en el epítome turístico de España. Los filmes elegidos para dicho análisis son las coproducciones hispano-francesas “Le désir et l’amour” (Henri Decoin, Luis María Delgado, 1951) y “La Belle de Cadix” (Raymond Bernard, Eusebio Fernández Ardavín, 1953). Ambas utilizan la excusa del rodaje en España para sustraer a los intérpretes de su mundo cotidiano y presentar el tipismo español más exportable para el público galo. Este artículo establecerá las oportunas conexiones entre el imaginario andaluz (definiendo sus rasgos característicos y vinculándolo a su nacimiento en el siglo XIX), y su promoción cinematográfica previa al turismo de masas, así como las posibilidades de aprovechamiento actuales de esta imagen, fruto de dos siglos de controvertida construcción dinámica. Palabras clave: imagen turística, Andalucía, turismo, cine ABSTRACT The aim of this article is to highlight the image of Andalusia showed by French cinema during the 50’s. This tourist image was inherited from the romantic imaginary of the nineteenth century, which is still demanded today. In order to achieve our purpose, we are going to analyse two films which tell the inside the cinema experience in Spain, when the leading actors turn into unusual travellers. This way, they will get in touch with an idealized reality, dealing with stereotyped natives and confusing the region with the whole country. “Desire and Love” (Henri Decoin, Luis Maria Delgado, 1951) and “The beautiful girl from Cadiz” (Raymond Bernard, Eusebio Fernández Ardavín, 1953) are the films chosen to complete our analysis. In both of them, the shooting in Spain is the ideal “macguffing” to take the actors out of their routines in France and display the most exportable local colour to pleasure the French audience. This article will try to set the link up between the romantic imaginary of Andalusia and his promotion in films before standardised tourism in the region was popularised. At the same time, we are going to consider the best ways of exploitation of this image, which is the product of two centuries’ dynamic construction. Key words: tourist image, Andalusia, tourism, cinema INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN Andalucía se erige como uno de los primeros destinos receptores del “turismo de la experiencia”, asimilando éste al practicado por los viajeros románticos en el siglo XIX, cuando la región reinaba en su condición de juguete extravagante y a la moda, aún por explotar. Se trata de la proliferación del “viaje del hombre moderno, que busca aventura, la tragedia y la emoción” (MÉNDEZ RODRÍGUEZ, 2010:372). La posición de privilegio de Andalucía, entre oriente y occidente, la colocaba en una periferia lo bastante exótica para atraer a estos cruzados de lo subjetivo y alejarla, al mismo tiempo, de las connotaciones negativas y el peligro que suponía viajar a los países árabes. De este modo, los viajeros disfrutaban haciéndola escenario de tramas literarias inverosímiles, donde cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia. Porque “los aficionados a lo romántico, lo poético, lo sentimental, lo artístico, lo arcaico, lo clásico, en una palabra, a las líneas bellas y sublimes, encontrarán tanto en el pasado como en el presente de España bastantes asuntos al recorrer con lápiz y cuaderno esta nación singular suspendida entre Europa y África, entre la civilización y la barbarie” (FORD, 1846:210). La sucesión de guerras en el país, el absolutismo cerril, la brutalidad atribuida a sus gentes, el estancamiento comercial, la ausencia de medios de comunicación e infraestructuras eficaces, así como la ineptitud de sus gobernantes, la habían hecho acreedora de una imagen foránea llevada siempre a los extremos, donde lo imprevisible convivía a diario con lo salvaje, según el mismo Ford. Marginada del “Grand Tour” europeo (al igual que el resto de España i), jalonada de edificios ruinosos tras la Guerra de la Independencia, su identidad prototurística se sostenía gracias a las visiones parciales de los todavía escasos viajeros ilustrados de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX (Jardine, Twiss, Swinburne, Laborde, Ponz), que coincidían en resaltar los aspectos negativos de una región inculta y sometida a la arbitrariedad de sus dirigentes y el clero. Habría que esperar a que sonaran los primeros compases del siglo XIX para que el gusto romántico comenzara a apreciar la idiosincrasia española (en su reducción andaluza) y la pusiera en la balanza romántica, inclinándola hacia el lado de los sentimientos, dando lugar a una imagen estereotipada que, fruto del llamado “empecinamiento romántico”ii, ha llegado hasta hoy. En la tardía promoción de dicha imagen se inscriben los dos films hispano-franceses objeto de nuestro análisis; películas que, sin embargo, transcurren fuera de los límites del triángulo patrimonial al uso (Sevilla-Córdoba-Granada). Mientras que “El deseo y el amor” trata de reflejar fielmente cómo era la sosegada vida en un pueblo de pescadores en un momento previo al boom de masas turístico en la Costa del Sol, “La Bella de Cádiz” utiliza el tópico más recurrente y construye una Andalucía de cartón piedra a caballo entre los estudios franceses y la plaza mayor de Chinchón (Madrid). Las dos películas seleccionadas para su análisis cualitativo poseen la singularidad, además, de reflejar la figura del turista prefordista en la región andaluza, convirtiéndolo en un personaje clave desde el punto de vista de la narración cinematográfica; aspecto que se refuerza en sus tramas con el recurso de la re(creación) de Andalucía para la gran pantalla. Sus directores encarnan las dos posturas europeas de la época frente al mito romántico andaluz: su puesta al día con tintes neorrealistas y la estilización contemporánea y colorida de una Andalucía de ensueño. Con el fin de conocer el aprovechamiento actual del imaginario turístico de la región, se ha efectuado una sintética revisión bibliográfica de su evolución, así como el análisis cinematográfico de estos dos films (semiótico y de contenido); análisis que, aparte de incluir los aspectos más relevantes de la producción de la película, destaca otros, tales como su simbología turística (características principales del periodo turístico) e identitaria, o los espacios de representación (marcadores patrimoniales y turísticos) que aparecen en el film, prestando especial atención a los contenidos paisajísticos, como expresión audiovisual de los distintos territorios imaginados. LA IDENTIDAD TURÍSTICA DE “EMPECINAMIENTO ROMÁNTICO” ANDALUCÍA. EVOLUCIÓN DEL La “España experiencial” del siglo XIX en su reducción andaluza prometía “emociones fuertes”: ataques de bandoleros en encrucijadas, caminos polvorientos, fondas infectas, guitarras, castañuelas, gitanas y “escenas improvisadas” de cante y baile, amores secretos, misterios y romance. España se convierte entonces en un destino estrella, “mejor dicho, precisamente por eso, porque todos esos rasgos, cuanto más acentuados mejor, constituyen el horizonte y la pasión del viajero romántico”, ya que “tanta fuerza tiene la determinación romántica que si la España que sale de su pluma no se parece a la España real… ¡peor para ella! Como esos personajes públicos que cada vez se parecen más a sus caricaturas, una parte de España y de los españoles, en especial Andalucía, terminan convergiendo o asimilándose al retrato que los viajeros románticos trazan de ella” (NÚÑEZ FLORENCIO, 2001:76-77). Sin embargo, tras cinco décadas de construcción mítica se produce la inevitable pérdida de frescura del tópico andaluz y la experiencia romántica. El saqueo costumbrista de Andalucía, así como el inicio del consumo turístico y la vulgarización, eran ya moneda corriente de cambio en tiempos del “Viaje por España” del barón de Davillier y Gustave Doré (1862). Lo cierto es que, a finales del siglo XIX, Andalucía ya no era una región lo suficientemente oriental para la esperanza secular de los viajeros árabes, ni lo suficientemente moderna para el gusto europeo y, para colmo, se había encasillado en torno a una imagen cuya decadencia empezaba a dejar patente la miseria real de la verdadera estampa española y le pasaba la factura de su impostura romántica. Es entonces cuando, de golpe, parece que el español es consciente de que está representado en el extranjero “por el bandolero folclórico, taimado, salvaje y cruel que roba, pisotea y tortura a sus víctimas. España es el torero vanidoso y engolado que, provisto de un puñal asesino, se dirige hacia el abismo acompañado tan solo por el otro gran „enfermo‟ de Europa, el Turco sanguinario: las atrocidades que cometen uno y otro no solo hermana a ambos pueblos, sino que los condena a una próxima extinción” (NÚÑEZ FLORENCIO, 2001:246). Somerset Maugham se atreve a afirmar en su Andalusia. Sketches and Impressions (publicado por primera vez en 1930) que “la muerte de un torero famoso es más trágica y lamentada que la pérdida de una posesión colonial” (2005:141-142). Este autor evoca sus viajes de finales del siglo XIX a una región soñada (Ronda, Córdoba, Sevilla y alrededores, Écija, Jerez de la Frontera, Cádiz y Granada) que se sigue confundiendo con España. El Regeneracionismo de principios del siglo veinte da brevemente la espalda a la reducción andaluza de España. El bandolero deja paso al hidalgo, al pícaro y al majo. Las recién estrenadas autoridades turísticas (Comisaría Regia de Turismo, Patronato Nacional del Turismo) perciben que es imprescindible la mejora de las comunicaciones, así como potenciar un hospedaje digno de los nuevos turistas en España. Oriente en Occidente, una tierra semiafricana de aridez incomparable y el lujo asimilable a Europa, ya sea en bellas fotografías de calidad o a través de modernos y estilizados carteles. Una nueva sensibilidad acompaña al viajero del siglo veinte, que no se limita a visitar los lugares (re)conocidos en los relatos de viajes del XIX, sino que le lleva a buscar la pureza, la vida incontaminada de una España no descubierta, incluso en la ya tópica Andalucía (Gerald Brenan), adentrándose en territorios no explorados por los turistas y que revelan no solo la faz sonriente de este país, sino también sus miserias, realidades y contrastes. Sin embargo, el empecinamiento global en torno a su imagen costumbrista se perpetuará en la gran pantalla, porque el cine extranjero, cada vez que trate de imaginar Andalucía (y España, como amplificación romántica) “construirá inevitablemente el decorado de una plaza de toros, una covacha con tablao flamenco o un desfiladero con bandidos. La española será una morena de pelo largo y ojos profundos y sensuales, y el español, un híbrido entre toreador y gitano con patillas de hacha” (NÚÑEZ FLORENCIO, 2001:279). Ejemplo de ello es el film de 1937 The firefly, basado en la opereta del mismo nombre, que trasladó expresamente su acción a España (Guerra de la Independencia) e hizo bailar a Jeannette McDonald en Madrid convertida en un compendio de las “cármenes” cinematográficas de los años ‟20 y la imagen de Tórtola Valencia para el perfume “Maja” de Myrurgia (1921). Resulta demostrativo el retrato que se hace del paisaje vasco, emparentado con Sierra Morena y al amparo del cual Allan Jones estrenó la famosa “Donkey Song”, que luego popularizaría aún más el tenor Mario Lanza. En esa misma línea, la película del tándem Dietrich-Sternberg, The devil is a woman (versión Hollywood de “La femme et le pantin”, de Pierre Louÿs, 1935), ofrece la imagen de una Andalucía de cartón piedra, luminosa pero irreconocible, barroca, mezcla de opereta vienesa, carnaval veneciano y un estilizadísimo modernismo cinematográfico lleno de lentejuelas entre old spanish melodies. Según Virginia Guarinos (2009:36) “esa Andalucía exótica y feliz es representada de este modo solo en películas extranjeras. Lejos de ello, en nuestro cine la representación de la Andalucía alegre es una caricatura para provocar risa y la Andalucía triste para mostrar la España profunda”. Figuras 1, 2 y 3: Stills de “The firefly” y “The devil is a woman” e imagen de Carmen Tórtola Valencia El controvertido eslogan “Spain is „different‟” fue acuñado por el Patronato Nacional del Turismo a finales de los años ‟20, con la voluntad de mostrar un país diverso y singular a través de sus tradiciones y manifestaciones artísticas; sin embargo, obtuvo su mayor popularidad en los años ‟50-‟60 del siglo veinte, cuando los turistas del bajo coste español empezaron a reclamar no solo unas bonitas y homogéneas playas, sino que este producto se apoyara también en el color local de sus habitantes. Se despojó entonces al eslogan de sus comillas aclaratorias, al tiempo que el ministro Manuel Fraga arengaba a las masas, confesando que no había nada de malo, efectivamente, en ser diferente. Las capas superpuestas de la reducción romántica de España en Andalucía comenzaron a “hacer el agosto” en pleno siglo veinte. Y es que se habían convertido ya en una construcción cultural con vida propia y evolución aparte al sentir del propio español, un cliché experiencial que seguirá apareciendo a lo largo del turismo de todo el siglo veinte. De esta manera, los turoperadores internacionales vendieron masivamente playas, pero también folclore presuntamente español, una mezcla de toros y sol. Estos aspectos, sin embargo, se demostraron más seductores para el foráneo que para los propios españoles… cuya percepción de sí mismos continuaba evolucionando frente a la imagen costumbrista detenida de “lo andaluz” que se ofrecía de ellos para el turismo. Impagable es, en este sentido, la propuesta de un funcionario de la Dirección General de Turismo en 1953, que defiende la promoción de la “diferencia” española en el mismo momento en que se ruedan los dos films objeto de estudio: “Es indudable que el viajero que viene a España busca lo pintoresco, algo que contraste con su vivir cotidiano. No son para el americano precisamente los rascacielos ni las calles tiradas a cordel (…) el turista busca comodidades y facilidad en sus viajes, confort en las instalaciones hoteleras, buenas comidas en el restaurante, mejor vino y españoladas: toros, baile, flamenco, cante, gitanos (…) Sevilla, Córdoba, Granada (…) Hemos de resignarnos turísticamente a ser un país de pandereta, puesto que el día que perdamos la pandereta habremos perdido al noventa por ciento de nuestros motivos de atracción turística” (PACK, 2009:116-117). RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN UNA ANDALUCÍA INOCENTE Y NEORREALISTA: “LE DÉSIR ET L’AMOUR” (HENRI DECOIN, LUIS MARÍA DELGADO, 1951) El film que nos ocupa supone una extraordinaria rareza dentro del cine francés de temática española, no solo por su premisa de partida (el rodaje de una película más allá de los circuitos tradicionales andaluces, ya que su trama transcurre en un pequeño pueblo de la costa de Málaga que todavía no conoce el turismo), sino también por el tratamiento deliberadamente neorrealista que se da al argumento y su adscripción sin pudor a esta vanguardia cinematográfica de moda. La acción se inicia con una pantomima previa a los títulos de crédito (que recuerda a la presentación de personajes del film “Nuits Andalouses”, de Maurice Cloche). En ella, los protagonistas franceses son entrevistados para el NO-DO a escasos minutos de salir su tren de la Estación de Austerlitz rumbo a Madrid. Este preludio cómico, que trata de dotar de veracidad al film, es protagonizado por Adèle (la encargada de sastrería del film que va a rodarse: una veterana Parisys) y Françoise (la jovencísima script protagonizada por la casi debutante Françoise Arnoul). Esta última se muestra singularmente emocionada a raíz de su viaje a España: “¿Estás contenta de ir a España?”; “Tú verás. Al fin voy a ver una corrida de toros. No hago más que pensar en eso. ¿A ti no te gustan los toros?”; “Eso sí que no –responde la encargada-. Yo soy vegetariana: las matanzas de bichos me repelen”. Este inicio da idea del tono general del film, que asume voluntariamente su condición de prototipo según los cánones neorrealistas, pero no logra sustraerse a los tópicos españoles más reconocidos por la demanda turística del país galo, logrando crear una mezcla inclasificable de géneros y estilos cinematográficos: farsa francesa, neorrealismo, costumbrismo y drama. De esta manera, el entrevistador desea a la comitiva “que tengan sol” durante su estancia en España, aludiendo a una de las bazas turísticas naturales del país. Françoise Arnoul se sumerge de lleno en su papel de pequeña ingenua de gran corazón, trastornada por la fascinación que ejerce sobre ella el imaginario romántico andaluz. Así, en plena Estación de Atocha, no hará otra cosa sino preguntar al mozo, casi a tiempo real: “Oiga, ¿dónde están los toros, por favor? Vamos, deje ahora las maletas. Le estoy preguntando por los toros”, provocando el desconcierto de su interlocutor, que sin duda se encuentra hastiado de requerimientos similares por parte de turistas internacionales. Conviene destacar que el viaje hasta la costa de Málaga será realizado en un vistoso autocar que va delatando por las carreteras de Andalucía la labor de los cineastas y que resonará gracias a un jubiloso e improvisado “Toréador” de la ópera “Carmen”, con el que los franceses resumen su imagen colectiva previa a la estancia en la región. Como se ha dicho, el rodaje se localiza en un pueblecito pesquero de la costa malagueña anterior al boom turístico de finales de los cincuenta, ofreciendo un impagable retrato de la vida y las costumbres de sus habitantes a tan solo unos años de perder la inocencia turística. Es de señalar que, pese a su sugerente decoración árabe, ni siquiera el hotel más reputado y lujoso de la localidad, en el que la comitiva de cineastas se aloja, posee agua caliente de manera regular. Este contratiempo provoca la indignación de Gérard, la impertinente estrella masculina del film, y da cuenta del estado de la industria turística a la fecha de su filmación. Llegados al pueblo en medio de las fiestas locales, el director advierte que esta celebración “puede servir para la película. Es folclórica”, lo que indica también su influencia neorrealista. Esta actitud contrasta con la de la mencionada estrella masculina, que afirma sin empacho que “sus costumbres le importan un bledo”. El equipo español del film se ha desplazado con anterioridad para buscar localizaciones específicas, de modo que el regidor pone al día de sus pesquisas al realizador francés: “Como verá, esto es de lo más pintoresco que hay”; “Esto es formidable. Aquí hay mucho que hacer” –percibe el director, exultante; “Estas cosas no están nunca en los guiones. Ya sabía que le iba a gustar mucho”. A lo que la estrella femenina (la maravillosa pin up Martine Carole), inquiere, airada: “¿Qué van a hacer? ¿Un documental?”. Sin embargo, el regidor español no desaprovechará la oportunidad de congraciarse con la estrella glosando la incontaminación de la localidad elegida y, de paso, exaltando sus tópicos: “Esto es un pueblo muy sencillo, claro, de pescadores. La gente es muy cordial. Nada, que nos ha tratado muy bien. Lo pasará usted muy bien… ¡comerá una de chanquetes, de boquerones! (…). Sí, porque la gracia andaluza. El otro día me contaron un chiste…”. En plena verbena se nos presentan los personajes españoles: el joven matrimonio compuesto por Lola y Antonio, que personifican el carácter andaluz y, por ende metonímica, la idiosincrasia española. Antonio (interpretado por el infravalorado actor Antonio Vilar) viene a representar la impulsividad y la gallardía españolas, mientras que Lola (Carmen Sevilla) es una mujer juiciosa, pero de armas tomar, que no se arredra ante las dificultades y a la que ni siquiera le falta el típico caracolillo en la frente a lo largo de todo el metraje del film. Mientras que el esposo, inocentemente, no tardará en deslumbrarse con las fulgurantes luces del mundo del cine y sus estrellas, en la caracterización de la esposa se nota la intención de los guionistas de dignificar al arquetipo francés de la mujer andaluza de la navaja en la liga, dotándolo de mayor enjundia interpretativa y un alto sentimiento religioso. La vocación neorrealista del film se hace patente durante las primeras jornadas de rodaje. Cuando se descubre que Gérard no sabe nadar y ni siquiera lo ha comunicado al director (tampoco se ha leído el guión), el equipo de rodaje busca a un lugareño capaz de doblar una de las escenas más importantes del film. La elección de Antonio como doble de la estrella francesa no se hará esperar, como tampoco la fulminante destitución de este último, que ha agotado la paciencia del realizador con sus desplantes y su actitud de divo. Es entonces cuando se hace mención a la piedra angular del movimiento neorrealista y el director decide continuar el rodaje con actores no profesionales, que darán mayor verosimilitud al film, utilizando como modelo a “Ladri di biciclette” de Vittorio de Sica (que se menciona explícitamente), lo que corrobora tanto la popularidad de este film como la tendencia cinematográfica de la época en que se enmarca “El deseo y el amor”. Antonio se introduce torpemente en el “star system” francés, pensando en los beneficios económicos que le reportará, sin darlo a conocer a su esposa y con vergüenza, pero pronto será tanto la envidia de todos los hombres del pueblo como la comidilla de todos los corrillos femeninos, que se encargarán de informar maliciosamente a Lola de sus andanzas cinematográficas. La escena que Antonio ha de doblar se inscribe poderosamente en el realismo cinematográfico: el salvamento de la protagonista cuando está a punto de morir ahogada en el agua. Se trata de una secuencia altamente sugerente, en la que la exuberancia física de ambos protagonistas será determinante y todo un desafío a la tijera censuradora de la época. Debido a su entrega a la película, Antonio dejará de lado tanto su respeto por el trabajo cotidiano como la pasión por su esposa. El coraje de esta la llevará a sustituir a Antonio faenando para traer pescado que vender en el mercado local, lo que demuestra las agallas de la protagonista en una escena que, descontextualizada, podría atribuirse perfectamente al primer Visconti (“La terra trema”, 1948) o al Rossellini de “Stromboli, Terra di Dio” (1950), siempre dentro de las limitaciones lógicas del film. La película realiza también un homenaje a la magia del cine, a ese tema tan recurrente y que tan bien explotaría Gene Kelly en “Singin‟ in the rain” (concretamente, en su número musical “You were meant for me”), cuando recrea un maravilloso decorado de película para Debbie Reynolds con la ayuda de focos y tramoya cinematográfica. Un momento de similar intensidad tiene lugar en “El deseo y el amor”, cuando los protagonistas del film deben marcharse a los estudios madrileños para terminar de rodar algunas escenas, viviendo unos días de ensueño, al margen de la realidad. No olvidemos que el personaje de Antonio cumple una de las fantasías más comunes del español medio de la época: mantener un idilio con una estrella de cine… y, además, una estrella de la proyección mediática de Martine Carole (aquí llamada Mirèille), que se sentirá atraída por este prototipo de hombre español: “Ahora ya sé por qué „Don Juan‟ era español”, llega a confesar la estrella en un momento de arrobo. Figuras 4, 5 y 6: El equipo de rodaje de “El deseo y el amor” con Luis M. Delgado y posters de la producción Ni qué decir tiene que el sueño será breve. Con el regreso de Antonio a Málaga, los reproches se suceden, así como el sentimiento de culpa, que se verá acrecentado por su participación en la Semana Santa malagueña. Asistimos entonces a otro de los grandes momentos neorrealistas del film, en el que se reconoce la influencia rosselliniana que más tarde se haría patente en “Viaggio in Italia” (1954). Recordemos que en esta última los protagonistas (los magníficos George Sanders e Ingrid Bergman), un matrimonio inglés mal avenido, proceden a reconciliarse en medio del tumulto exaltado de una procesión religiosa en Nápoles. Del mismo modo, Lola y Antonio se reconciliarán en medio de la Semana Santa malagueña, después que ella entone una emocionante saeta y la despechada estrella francesa musite, llena de rabia: “Antonio, eres un ser encantador, pero primitivo. Te emocionas por nada. Yo no puedo entender que se rece a gritos”, en clara alusión a las diferencias culturales entre ambos países. Conviene destacar que este “milagro”, que conduce al obligado y moralizante final feliz para la pareja casada, tiene lugar en el transcurso de la celebración del evento andaluz menos promocionado oficialmente por la industria turística, pero con más amplia tradición en el imaginario colectivo. Igualmente, hay que reseñar que el citado film de Rossellini es posterior al estreno de “El deseo y el amor” (cuyo lanzamiento data de 1951), con lo que cabe preguntarse, de conocerlo, la influencia que pudo ejercer este final para la conclusión del film del maestro italiano. Pero no nos olvidemos de nuestra adorable script girl Françoise, que seguirá empecinada durante todo el metraje en asistir a una corrida de toros, incapaz de asimilar los preceptos neorrealistas de su director (en la realidad y en la ficción que se rueda), estallando: “No comprendo cómo en esta película no hay corridas de toros. Nunca he visto cosa igual: rodar un film en España sin corrida de toros. ¡Vaya un disparate! Al guionista debe faltarle un tornillo”. Sintomática exclamación del imaginario colectivo del turista medio de la época. UNA ANDALUCÍA DE ESTUDIO ENTRE PARÍS Y CHINCHÓN: “LA BELLE DE CADIX” (RAYMOND BERNARD, EUSEBIO FERNÁNDEZ ARDAVÍN, 1953) Nos encontramos ante un film perteneciente a la serie de operetas que el compositor Francis López ofreció al lucimiento del cantante Luis Mariano, entre las que podemos destacar las de temática española o evocación de la misma: “Fandango”, “El cantor de México”, Violetas imperiales”, “El sueño de Andalucía” o “Cita en Granada”. Se trata de un film en Gevacolor dirigido en su versión española por un artesano familiarizado con las primeras coproducciones mudas de los estudios de Joinville-le-Pont (Fdez. Ardavín). Su inicio, con número musical incluido, recuerda extrañamente a un coro zarzuelero postizo y con escaso sabor español, recreando el deambular de una caravana de gitanos, acampada junto a un supuesto pueblo blanco de Cádiz. La sensación de una Andalucía de cartón piedra se incrementa por el hecho de haber sido rodada completamente fuera de las fronteras andaluzas (el arranque del film se filmó en la localidad madrileña de Chinchón). Es por esto que la opereta sitúa la acción en una Andalucía mítica que ni existe geográficamente ni ha existido jamás, poniéndola en relación con el mundo castellano (así, la letra de su canción principal afirma: “Les caballeros sont là, si, dans la posada; on apprend qu‟elle danse. Et pour ces jolis yeux noirs les hidalgos le soir viennent tanter la chance”). La presentación del personaje de Luis Mariano (el actor español Carlos Molina), resulta tragicómica en grado sumo debido a su indumentaria: un bizarro traje corto de opereta, un rocambolesco híbrido entre el tipo andaluz y el majo. La mitificación romántica de la Serranía gaditana y malagueña, así como la prosperidad de una ciudad de influencia colonial como Cádiz o los ecos artísticos del pasado instalados en el imaginario francés (“Les filles de Cadix, de Léo Délibes, por poner solo un ejemplo), tienen mucho que ver en la composición de una imagen de España vinculada a los tópicos más recalcitrantes del costumbrismo español. Desde primera hora, la película nos ofrece un retrato estereotipado e indolente del cineasta francés que ha viajado hasta la Península Ibérica para rodar “La Belle de Cadix”. Al contrario de lo que veíamos en el film anterior, esta muestra de “cine dentro del cine” sirve para caricaturizar y desmitificar a sus estrellas y sus hábitos de rodaje. De igual modo se actúa con el teatro, puesto que la novia de Carlos (Alexandrine Dupont) se revela como un personaje repelente con el que el espectador establece escasa empatía, pues gran parte de su papel se sostiene en la declamación de textos clásicos que la actriz (Claire Maurier) va desgranando con el fin de epatar al equipo y al novio de la gitanilla Maria-Luisa. El director francés (un desternillante Jean Tissier, doblado al castellano por la voz clásica de “El Mago de Oz”, José Casín) busca con este film “retratar a la mujer enamorada en el arte español” y para ello realiza un “casting” entre las muchachas del pueblo para encontrar a su “bella de Cádiz” (un concepto tan mítico como la propia Andalucía, que se encarga de evocar el imaginario en torno a las serranías andaluzas: bandoleros, gitanos y hermosas hembras de fuerte carácter). Este “casting” es un elemento de guión que la relaciona con el film anterior (la búsqueda del verismo a través de actores no profesionales), pero pronto veremos que el tono de opereta prima sobre cualquier atisbo de encontrar verdad reclutando a actores desconocidos. En un recurso harto manido, la elección acaba recayendo en una joven que había acudido a proteger a su cándida hermana de las garras de la “gente del cine”. Lo cierto es que la familia gitana de la joven ve con reticencia (y a la vez, con avaricia) la incursión de la muchacha en el mundo del celuloide. Figuras 7, 8 y 9: Fotograma de “La Bella de Cádiz” y posters de la producción Carlos Molina (Luis Mariano) es un actor español de larga trayectoria en el país vecino, pero con gran nostalgia de España y, sobre todo, de Andalucía. Este aspecto se ve reforzado por su diálogo con el grupo de figurantes gitanos del campamento, que le reprochan la inverosimilitud de la ambientación y la trama del film francés que se rueda: “¿Te gustan nuestros cantes y nuestros bailes?”; “Sí, me traen tantos recuerdos…”; “¿Recuerdos? Tú no eres de los nuestros ni „chanegas nuestra vía‟”; “Pero soy español. De chico he vivido por aquí y me siento casi gitano”; “¿Tú? ¿Con ese vestido que te han puesto los del cine?” (ríe). Como ya se ha dicho, cabe destacar que en esos momentos Carlos Molina lleva un traje extravagante más adecuado para representar “El cantor de México” en el Châtelet de París que para interpretar a un joven andaluz de pura cepa. Pero, como se echa de ver, Carlos expresa su nostalgia desde el tópico: “¡Es tan fácil cantar con ellos!” (por los gitanos). “Saben traducir tan bien sus sentimientos…”. El equipo francés, con el director Legrand a la cabeza, va a tener que lidiar con todas las dificultades de un rodaje en España (naturalmente, exageradas por el tono de farsa): sol, cerros escarpados y localizaciones espectaculares, que harán que el melifluo director del film se desespere e invoque a sus musas entre sudores mortales y tumbado en una hamaca. A resaltar, asimismo, el episodio de la búsqueda de un rey gitano adecuado para la celebrar la boda que todos verán en el film, en una cueva llena de tópicos asociados al mito romántico español: “Esto es para el rodaje de mañana. Véalo: el cántaro, los pasteles, los pestiños y la vieja”; “¿Y el rey gitano?”; “Está en el bote. Creo que Adolfo nos lo hará de primera: con un par de anillos en las orejas parecerá un rey auténtico”; “Pero, ¿qué dices, Manillon? Yo trabajo siempre con la verdad, la verdad desnuda”; “¿Quiere sacar a Adolfo en paños menores?”; “¡No me sirve Adolfo! Necesito un rey gitano. El único, el que reine, ¡y que se traiga su corona!”. Precisamente, esa falsa búsqueda de la verdad por parte del director francés será la que provoque las escenas más hilarantes: “¡Maquilladores! El señor es rey… (…). Empezad perfilándole las cejas, dadle una cierta grandiosidad a la cabellera (…). Necesito una barba… una barba real, una barba estilo Carlomagno o… Carlos V… una barba que ponga los pelos de punta al más pintado”. En cuanto a la ambientación, queda patente la imagen desvirtuada que poseían en el país vecino en cuanto a la autenticidad española, adaptada, claro está, a la sensibilidad artística de un director de pro: “¡(Es) mejor que lo auténtico! Estilizado, como yo lo imaginé. Está todo en orden, en su sitio: el vaso de plomo, el brasero andaluz y… ¿qué es esto?”; “Es el rey gitano, maestro”; (…) “No es exactamente lo que yo quería, pero puede pasar. Majestad, tenéis todo el porte de un soberano”; “Reino desde hace catorce años”; “Pues seguid reinando. Voz fea, habrá que doblarle”. La película que rueda el equipo francés, como se puede comprobar, está trufada de tópicos españoles: escenas costumbristas de guitarras y patios pretendidamente andaluces, ruinas moras, fuentes rumorosas y señoras de respeto. Los gitanos, como hemos visto, también aparecen como un pueblo lleno de clichés. De este modo, la protagonista Maria-Luisa, en uno de sus numerosos rifirrafes con Carlos, afirmará, dolida porque su novio Rafael “ha perdido las buenas costumbres por culpa del cine”, pues lo han contratado como guitarrista en el film: “El que trabaja es que no sabe hacer otra cosa y los gitanos aprovechamos el tiempo”. Pero incluso plagados de estereotipos, los propios gitanos se dan cuenta de la falsedad del rodaje francés y, en general, de la falsa realidad que crea la cinematografía. Carlos Moreno y Maria-Luisa (los dos protagonistas del film) mantendrán una acalorada discusión en torno a este fenómeno, en la que el actor tratará de convencerla de las bondades cinematográficas: “(…) Entre ustedes se canta y se baila, pero no es de verdad. ¿Usted cree que yo podría cantar con un tío enfrente que me esté diciendo lo que tengo que hacer? „Niña, ese ojo pa‟ la derecha. La cabeza pa‟ la izquierda. Ese jipío como si fueran gárgaras. Esas soleares las bailas mirando al señorito. Ah, y ante todo, mucha naturalidad‟. Ea, ¡que no!”. La misma letra de “La Belle de Cadix” se vuelve a revelar como un festival del tópico costumbrista desde la óptica francesa: “La Belle de Cadix a des yeux de velours, la Belle de Cadix vous invite à l‟amour (…). Mais malgré son sourire et son air engageant, la Belle de Cadix n‟a jamais eu d‟amant (…). La Belle de Cadix a des yeux langoureux, la Belle de Cadix a beaucoup d‟amoureux ». Durante el rodaje de la boda gitana (que incluirá una hechicera, el indispensable cántaro que romper y, cómo no, el rey gitano ataviado para la ocasión) se producirá el incidente que hará que los dos protagonistas, que hasta ese momento se han llevado como el perro y el gato, reflexionen en torno a su relación. Creyéndose casada por un verdadero rey gitano, Maria-Luisa siente que ha echado a perder su vida casándose de veras con un hombre al que detesta, viéndose obligada a pasar la noche de bodas con Carlos, por el revuelo armado en el campamento, como si fueran una pareja feliz. La ambientación del hotel en el que les aloja el equipo francés no tiene desperdicio: una casa particular decorada a la morisca, con grabados románticos de la Alhambra, tinajas moras, mantas granadinas y arcones. Ambos verán la oportunidad de demostrarse finalmente su cariño en el transcurso del rodaje del número musical final, recreado en una estilización de la Alhambra (“Adiós, Granada”), remitiéndonos nuevamente al aire de vodevil natural de esta opereta, que no podemos dejar de relacionar con el film “Nuits Andalouses” (a destacar la pareja cómica formada por el ayudante de dirección Manillon y la decrépita Blanche, equivalentes del Armand y “La Terremoto”, en el film de Maurice Cloche, también de 1953). Mientras tanto, la antigua novia esnob de Carlos, presa de celos, se ha apasionado por Rafael y se pasea con él por los decorados de los jardines árabes bajo una sombrilla, recordándonos las conquistas de Ava Gardner sobre pillos ingenuos: “Eres el tipo de español con el que había soñado siempre”; “Ah, eso sí, a mí a español no me gana nadie”; “Ah, te pareces al Cid Campeador…”; “¿Quién, algún novio que ha dejado usted en París? (…). De chico quería ser torero”; “Ah, los toros… A ti te gusta la tragedia”; “A mí la que me va gustando es usted”. El preceptivo final feliz dejará un regusto agridulce para una película en la que, extrañamente, no se percibe la química del tándem Luis MarianoCarmen Sevilla, que tan bien funcionó en otras producciones similares. DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y PROPUESTAS: CONTEMPORÁNEA DE LA ANDALUCÍA MÍTICA Y EXPERIENCIAL PROMOCIÓN EL TURISMO En los últimos años, y atendiendo a su reiterada orientación turística hacia la experiencia, Andalucía no solo ha proyectado en su promoción un mayor número de bienes patrimoniales y de manifestaciones folclóricas, sino que ha aprendido a incluir al turista y a crear un nuevo tipo turístico audiovisual y de aspecto neutro. A través de una “publicidad hiperdiferenciada” (que la conecta con las imágenes del pasado que encarnan estos films, al tiempo que las adapta a la óptica actual), se explotan sus nuevos recursos fuerza: “Sensibilidad” (dominio de lo femenino deserotizado), “Bienestar” (luz y agua), “Cultura” (Patrimonio), “Naturaleza” y “Salud”. Se confirma, por tanto, que la mirada actual sobre el patrimonio andaluz no ha realizado un espectacular salto al vacío, sino que continúa muy condicionada por las imágenes universales del mito andaluz que se han analizado en “El deseo y el amor” y “La bella de Cádiz”. Sin embargo, la oportunidad de la propuesta reside en que sus tópicos se incorporan, no ya desde la perspectiva costumbrista, sino experiencial, pagando el peaje de la modernidad y la influencia de las nuevas tendencias publicitarias en turismo. El primer ejemplo lo hallamos en Turespaña, que ha posicionado el país como destino turístico promocionando su componente emocional, muy basada en la imagen mítica de la región. Ya en 1996, se recurrió a la imagen de Andalucía para su campaña “Passion for life”, caracterizada por un regreso al tópico y a la reducción andaluza del país. Nuestro turismo internacional se libró de complejos con “Spain Marks” (2003), una controvertida muestra de la nueva España diferente y orgullosa de serlo, con creatividades muy celebradas, como las de Sevilla (la joven extranjera que se ha rizado un caracolillo en la frente y reivindica el tópico desde la modernidad, emparentando su imagen con la de Carmen Sevilla en “El deseo y el amor”), Madrid (el joven japonés fascinado por el flamenco y sus tablaos, disfrutables por el turista en toda España) y la Semana Santa andaluza (la joven envuelta en lágrimas que considera que no es necesario ser creyente para vivir la Pasión en España y emocionarse con esta manifestación del sentir popular). Sin embargo, este primer intento de autoafirmación sin prejuicios pronto se vio desplazado por “Smile, you are in Spain” que nos retrotrajo a la España más tópica, conjugada bajo el verbo de la modernidad globalizante. “Smile, you are in Andalucía” quedaba reducida a la Andalucía mítica de “La Bella de Cádiz”: paseos en coche de caballos, pueblos blancos, tapeo, caballos en Sanlúcar y la Mezquita de Córdoba. La campaña actual de promoción del Instituto de Turismo de España (“I need Spain”), por el contrario, nos devuelve el gusto por la España romántica dentro de los cánones de lo “experiencial”. Y es que ya en 2008 se concibió un adelanto de esta nueva imagen con “España a tu medida”, el primer intento de hacer del país el rey de las “tailor-made experiences”. Todo ello, a pesar de que el arranque del audiovisual remitía a su tradición flamenca y la primera idea fuerza con la que se asociaba al país era la del “duende” andaluz, tan rentable cinematográficamente hablando y que mantiene aún su atractivo. En el ámbito regional, a finales de los años ‟90 surgió también la campaña “Andalucía solo hay una: la tuya” y en 2003 se acuñó el eslogan, todavía vigente, “Andalucía te quiere”, origen de diferentes lanzamientos promocionales. Ambas campañas han proporcionado una comunicación emocional con el receptor-turista que incide en la promoción del turismo de la experiencia en Andalucía; aspecto que se corrobora por el objetivo de “implicación emocional” de la segunda, donde si bien no existe el relato visual y los eslóganes tienden a acortarse, se produce la inmersión directa del espectador a través de cuadros dulcificados del modo de vida andaluz y audiovisuales al ritmo de moda de “Déjate llevar por las sensaciones…” (Chambao) o “I love you, baby” (Alba Molina). Porque la Andalucía experiencial del siglo veintiuno de las campañas turísticas es una mujer recién llegada a la treintena, que con acento español normalizado afirma: “Me conoces. Has oído hablar de mí. Pero nunca me has oído hablar a mí y quiero que te llegue mi energía, mi alegría, mi fuerza, mi calor, que sientas que Andalucía te quiere”. Se potencia la sensación de unicidad del momento y la experiencia turística en la narración: “¿Tienes un segundo? ¿Una hora? ¿Un día? ¿Un puente? ¿Un fin de semana? ¿Unas vacaciones? Perfecto. Cualquier instante en Andalucía vale para toda tu vida”. Opinión que comparte la producción noruega “La joven de las naranjas” (“Appelsinpiken”, Eva Dahr, 2009), en la que el encuentro de los protagonistas en Sevilla permanecerá en su recuerdo de por vida. Los poco más de quince minutos rodados en la ciudad emergen como un recorrido audiovisual que remite a la promoción turística típicamente experiencial: colores sugerentes, impulsividad, pasión y encuentros prohibidos en la Catedral, los Reales Alcázares y el Barrio de Santa Cruz. Así, los paisajes culturales y la idiosincrasia andaluza se reinventan, ofreciendo una mirada nueva, pero tradicional y dramatizada, sobre unos paisajes fosilizados en el tiempo, acordes con la imagen mítica de la región. El “empecinamiento romántico” es explotado como un reducto mágico ante la crisis, si bien acaramelado, transformando la violencia atribuida a sus gentes en autenticidad “chillout”, emociones y experiencias, escenificando su aprovechamiento turístico en un entorno globalizado. Paradójicamente, en la promoción de la experiencia turística andaluza, se advierte un descenso en la representación de los nativos, derivada del menor número de imágenes etnográficas aisladas y la mayor dignidad concedida a la cultura local. Pero no estamos muy lejos de proyectar una metaimagen reinventada de Andalucía, mezcla del presunto realismo y sorpresa de “El deseo y el amor” (campaña “Mira Málaga”) y la farsa más absoluta de “La Bella de Cádiz” (“Ronda romántica 2014”, su “Museo del Bandolero” y las rutas de la Andalucía romántica por la Sierra de Cádiz). Por ello, y pese a la involucración emocional del turista, se empieza a hablar ya del retorno a los esquemas fordistas, y la banalización del turismo experiencial ha comenzado a ponerse sobre la palestra. También desde esta perspectiva romántica, por ejemplo, Sevilla invoca a sus mitos musicales a través del producto turístico “Sevilla, Ciudad de Ópera”. Desde finales del siglo XVIII, la ciudad fue la localización ideal para composiciones operísticas en las que se sugerían desafíos al Antiguo Régimen (“Il barbiere di Siviglia”, “Le nozze di Figaro”), a las convenciones sociales (“Don Giovanni”) o el surgimiento de un canto a la libertad romántica (“Fidelio”). La capital andaluza, más que un escenario real, quiere mostrarse en el imaginario colectivo como un ingrediente exótico que hay que experimentar, una rica ruina romántica tras su esplendor comercial con las Indias. Rutas guiadas, señalética de calidad, gastronomía, “tablaos de ópera” y emprendedurismo quieren hoy dotar de voz y piel a fantasmas anquilosados de siglos atrás que siguen poblando la ciudad. Se ha efectuado un esfuerzo notable por situar al país y la región bajo esa nueva imagen, acorde con los nuevos turistas, pero, tal y como se desprende del “merchandising” diseñado para el foráneo, España sigue siendo el país de la experiencia… y de su reducción andaluza más convencional. Esa Andalucía mítica que se potencia, hecha de “hedonismo, sensación, magia...”, de la que surge “tu mejor tú”, como la imagen opuesta al pragmatismo y la lógica razonada, no sabe de ningún tipo de realidad social manifestada en su territorio espectacularizado ni del entorno de crisis económica en que se mueven la región y el país… Sin embargo, ¿qué campaña de promoción o película turística potenciaría cualquiera de estos aspectos? Porque la industria turística, ¿vende la experiencia… o la ilusión de la experiencia? BIBLIOGRAFÍA -AFIGUÉNOVA, E. y MARTÍ-OLIVELLA, J. (2008). Spain is (still) different. Tourism and Discourse in Spanish Identity. Lexington Books. -DEL REY-REGUILLO, A. (ed.) (2007). Cine, imaginario y turismo. Estrategias de seducción. Valencia: Tirant Lo Blanch. -DEL REY-REGUILLO, A. (ed.) (2011). Turistas de película. Madrid: Biblioteca Nueva. -DEL REY-REGUILLO, A., MESTRE, R., STANISHEVSKI, K. (2008). “The image of Spain as a tourist destination built through the fictional cinema”. Journal of Travel & Tourism Marketing, vol. 24, nº 2-3, pp. 185-194. -FORD, R. (1846). Cosas de España: El país de lo imprevisto. SafeCreative Commons. -GARRIDO LORA, Manuel (2005): “La publicidad turística en Andalucía (2002-2005): Andalucía solo hay una. La tuya vs. Andalucía te quiere”, en Questiones Publicitarias, nº 10, pp. 77-97. -GUARINOS, V. (2009). “Questiones sobre la representación audiovisual de la nueva Andalucía. De la amistad al amor: Campaña „Andalucía Te Quiere‟ (2008)”. Questiones Publicitarias, Vol. I, nº 14, pp. 34-48. -HERNÁNDEZ, J. (2008). La imagen de Andalucía en el turismo. Sevilla: Centro de estudios Andaluces. -MARCHENA, M. y FERNÁNDEZ TABALES, A. (2002): "El turismo en Andalucía". En Gran Enciclopedia Andaluza del Siglo XXI "Conocer Andalucía". Editorial Tartessos. Sevilla. Págs. 251-297 -MÉNDEZ RODRÍGUEZ, L. (2010). “Patrimonio y Turismo. Del cicerone a la profesión de guía turístico (1830-1929)”, Laboratorio de Arte, nº 22, p. 372. -NÚÑEZ FLORENCIO, R. (2001). Sol y sangre. La imagen de España en el mundo. Espasa Calpe: Madrid. -PACK.S.D. (2009). La invasión pacífica. Los turistas y la España de Franco. Madrid: Turner Publicaciones, S.L. -PUCHE RUIZ, M.C. (2013). "La imagen cultural de Sevilla en la ópera europea: huellas patrimoniales y turísticas", en VV.AA. VI Jornadas de Investigación en Turismo. Turismo e innovación. Universidad de Sevilla. -ROSADO COBIÁN, C., QUEROL FERNÁNDEZ, P. (2006). Cine y Turismo: Una nueva estrategia de promoción. Madrid: Ocho y Medio. -SOMERSET MAUGHAN, W. (2005). Andalucía. Sevilla: Rd Editores. i ii Beneficiada, sin embargo, por el desgaje colonial de Gibraltar, que atrajo a numerosos viajeros ingleses Término acuñado por Javier Hernández Ramírez (2008). PAISAJE Y PLANIFICACIÓN TURÍSTICA EN ANDALUCÍA EN TIEMPOS DE CRISIS: LA CONSIDERACIÓN Y EL TRATAMIENTO DEL PAISAJE EN LOS PROGRAMAS DE TURISMO SOSTENIBLE DE ANDALUCÍA Enrique L. Santos Pavón, Alfonso Fernández Tabales Departamento de Geografía Física y AGR de la Universidad de Sevilla, [email protected] Olga Muñoz Yules Centro de Estudios de Paisaje y Territorio, [email protected] RESUMEN La presente comunicación tiene como objetivo analizar la consideración y el tratamiento que se hace del paisaje en buena parte de los instrumentos de planificación turística formulados en Andalucía en los últimos años. A tal efecto se esboza la metodología empleada en la investigación, se describe el objeto de estudio elegido –los Programas de Turismo Sostenible o planes turísticos derivados de la aplicación de la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía entre los años 2007 y 2011- y se exponen los principales resultados parciales obtenidos hasta el momento, tanto en lo relativo a la consideración del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los planes, como en lo referido al tratamiento del paisaje en las propuestas y la programación financiera de los instrumentos analizados. PALABRAS CLAVE Paisaje, turismo, planificación turística, Programas de Turismo Sostenible, Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía. ABSTRACT The aim of this paper is to analyze how the landscape is considered and addressed in the tourism planning instruments that have been put forward in Andalusia in recent years. For this purpose, the methodology used in the research is outlined; the object of study chosen – Sustainable Tourism Programs or tourism plans resulting from the implementation of the Strategy for Sustainable Tourism of Andalusia – is described; the main partial results so far obtained in relation to how the landscape is regarded in the information and diagnostic paragraphs of the plans are presented; as well as the results of the evaluation of how the landscape is regarded in the proposals paragraph and the financial programs of the analyzed documents. KEY WORDS Landscape, tourism, tourism planning, Programs for Sustainable Tourism, Sustainable Tourism Strategy of Andalusia. INTRODUCCIÓN: INVESTIGACIÓN OBJETIVOS, OBJETO Y METODOLOGÍA DE LA Esta comunicación es parte de un trabajo más extenso y profundo que se está realizando en el marco del Proyecto de Investigación “Gobernanza territorial y conformación espacial de destinos turísticos. Discursos, procesos y dialécticas en diferentes escenarios turísticos”i, y por lo tanto constituye un documento de avance en el que se exponen los rudimentos metodológicos empleados en dicho trabajo y algunos de los resultados y conclusiones obtenidos hasta el momento. Como podrá comprobarse en las siguientes páginas, se trata de una comunicación centrada especialmente en la parte analítica de la investigación desarrollada y en los resultados parciales obtenidos hasta la fecha, pasando muy de puntillas por los aspectos teóricos y epistemológicos, que serán incorporados y adecuadamente tratados en posteriores trabajos más elaborados y destinados a su publicación en revistas científicas. El punto de partida de la comunicación que aquí se presenta es la interrelación entre paisaje y turismo, y más concretamente entre paisaje y planificación turística, una perspectiva esta última apenas abordada en el ámbito científico, frente a la tradición y a la proliferación de investigaciones y trabajos centrados en otras dimensiones de la relación entre paisaje y turismo, como por ejemplo: - La apreciación y el disfrute del paisaje como fundamento de la motivación turística (BARDÓN, 1991; NOGUÉ, 1992; REQUEJO, 2007; DE ARANZABAL, SCHMITZ et al., 2009). - El carácter conflictivo de las relaciones entre turismo y paisaje (GÓMEZ AGUILERA, 2001; GONZÁLEZ PÉREZ, 2003; DIENER, 2007; Córdoba, 2009; RAMÓN y CANOS, 2010; GOTTDIENER, SIMPSON y SCHMID, 2010; ANTÓN, 2010; Hernández Ramírez, 2011). - La necesidad de establecer instrumentos de planificación y gestión para evitar o reducir los impactos negativos del desarrollo turístico sobre el territorio y el paisaje (DOS SANTOS PIRES, 2011; VERA, LÓPEZ PALOMEQUE, MARCHENA y ANTÓN, 2011). Partiendo del núcleo central señalado para nuestro trabajo, el objetivo principal de la investigación se orienta a analizar la consideración y el tratamiento que se hace del paisaje en buena parte de los instrumentos de planificación turística formulados en Andalucía en los últimos años. Este objetivo principal se desglosa en otros de carácter secundario, cuales son: - Esbozar una metodología inicial para abordar cómo se está incorporando el paisaje a la planificación turística, metodología que habrá de desarrollarse y enriquecerse en el futuro. - Analizar el tratamiento del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los documentos sobre los que se ha trabajado. - Analizar la consideración del paisaje en el apartado propositivo de los planes y, particularmente, en la programación financiera de los mismos (recursos financieros destinados a acciones y proyectos paisajísticos). - Y, finalmente, evaluar el grado de asimilación de las recientes políticas de paisaje por parte de los agentes locales y los equipos redactores responsables de la elaboración de las iniciativas analizadas. Para alcanzar dichos objetivos, el objeto de investigación elegido han sido los Programas de Turismo Sostenible aprobados e implementados en Andalucía en los últimos años (período 2007-2011), los cuales derivan de la aplicación de la denominada Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía. Dichos instrumentos representan la experiencia de planificación de destinos turísticos más relevante en cuanto a extensión territorial, movilización de recursos financieros e implicación de agentes públicos y privados, de las aplicadas en Andalucía en la última década, y sin duda una de las más significativas a nivel estatal (Merinero et al., 2013), si bien no es materia de este texto profundizar en su significado y sus resultados globales. Figura 1. Programas de Turismo Sostenible aprobados AÑO TÍTULO PROGRAMA PROVINCIAS IMPLICADAS 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2007 2008 2009 2009 2009 2009 2009 2009 2009 2009 2009 2009 2010 2010 2010 2010 2010 Comarca de Baza Conjuntos Históricos Andalucía Faja Pirítica Suroeste Penins. Litoral de La Janda Los Alcornocales Poniente Granadino Ruta del Tempranillo Sierra de Cádiz Sierra de las Nieves Sierra Mágina Sierra Morena Sierra Sur de Jaén Subbética Cordobesa Turismo Naútico Bahía Cádiz Vega del Guadalquivir Valle del Guadalquivir Altipl. Gran. Paisajes Troglodit. Campiña de Jerez Ciudades Medias Centro And. Costa Occidental de Huelva Guadalquivir a Caballo La Axarquía Los Pedroches Paisajes Mineros de Jaén Poniente de Almería Villas Termales de Andalucía Andalucía en tus Manos Costa Tropical de Granada Doñana Úbeda y Baeza Vía Verde de la Sierra Granada Almería, Córdoba, Huelva y Jaén Huelva y Sevilla Cádiz Cádiz Granada Córdoba, Sevilla y Málaga Cádiz Málaga Jaén Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva Jaén Córdoba Cádiz Sevilla Córdoba Granada Cádiz Córdoba, Granada, Jaén, Mál. y Sev. Huelva Córdoba, Sevilla y Cádiz Málaga Córdoba Jaén Almería Jaén, Almería, Cádiz, Gran. y Mál. Sevilla Granada Huelva, Sevilla y Cádiz Jaén Cádiz y Sevilla Fuente: Elaboración propia a partir de los documentos analizados. DOTACIÓN ECONÓMICA (€) 10.793.000 14.516.000 42.000.000 15.925.000 16.620.000 9.632.000 12.000.000 7.707.000 8.125.000 11.330.000 17.323.000 4.900.000 23.800.000 10.500.000 35.000.000 14.171.000 23.158.000 10.021.000 24.450.000 16.032.000 16.877.000 168.807.000 18.023.000 5.000.000 42.377.000 128.530.000 11.417.427 120.100.000 21.961.000 56.258.000 2.450.000 En total se trata de un conjunto de 31 iniciativas de planificación turística, en las que están implicados más de 400 municipios y con una inversión total de 919,8 millones de euros, de los que la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía financia hasta un 60% del presupuesto de cada una de las iniciativas. Los Programas de Turismo Sostenible analizados para esta comunicación, con su año de aprobación, su ámbito territorial y su dotación presupuestaria son los que se recogen en la figura 1. Con respecto a la metodología utilizada para extraer y analizar los contenidos paisajísticos de los documentos señalados, se han seguido las siguientes fases: - En primer lugar se realizó un análisis detallado de cada uno de los Programas de Turismo Sostenible, cumplimentando para cada documento una ficha inicial que recogía contenidos muy diversos: agentes promotores, delimitación y caracterización general del ámbito, presupuesto global del Programa, aspectos metodológicos reseñables, contenidos paisajísticos en los distintos apartados del documento (memoria informativa, apartado de diagnóstico, propuestas de actuación), etc. - Posteriormente, esa información fue nuevamente tratada con el fin de simplificarla y homogeneizarla, haciendo uso para ello de una segunda ficha más específica, que se ofrece en la figura 2. Figura 2. Apartados que componen la ficha final (resumida) elaborada para cada Programa analizado Ficha final de síntesis de la información extraída de los PTS Apartados ASPECTOS GENERALES DEL DOCUMENTO 1. Promotor 2. Ámbito de actuación 3. Presupuesto total TRATAMIENTO DEL PAISAJE EN EL DOCUMENTO 3. Consideración del paisaje en los apartados de información y diagnóstico 4. Consideración del paisaje en el apartado propositivo e inversión dedicada a acciones y proyectos vinculados al paisaje OTROS ASPECTOS DE INTERÉS DEL DOCUMENTO Fuente: Elaboración propia. - Tras este trabajo de levantamiento de información, ordenación y análisis de la misma, se procedió a proponer una categorización de los Programas en función de los niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los mismos, clasificándolos en tres categorías (véase posteriormente figura 4). Y se propuso igualmente una clasificación temática de los contenidos paisajísticos más habituales en los citados apartados, estableciéndose seis ámbitos temáticos diferenciados (véase posteriormente figura 5). - A continuación se evaluó la atención y la dedicación “real” prestada al paisaje en los documentos, a través del análisis de las propuestas concretas formuladas en los planes y, sobre todo, de la asignación financiera a las acciones vinculadas al paisaje. Para ello, de entre las distintas acciones establecidas por la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía como subvencionables, fueron consideradas sólo aquellas con una incidencia clara y directa sobre el paisaje y que se recogen en la figura 3. El resultado fue el establecimiento de una jerarquización de los Programas y de los distintos tipos de acción vinculadas al paisaje, en función de la dedicación financiera a estas últimas (véanse posteriormente las figuras 6 y 7). - Finalmente se procedió al establecimiento de los resultados de la investigación y la redacción de las conclusiones finales de la comunicación. Figura 3. Acciones específicas de los Programas de Turismo Sostenible vinculadas directamente al paisaje Acciones específicas vinculadas al paisaje a) Creación de producto turístico o mejora del existente. a.3. Implantación de rutas turísticas. a.5. Puesta en valor de vías verdes. c) Creación, mantenimiento y mejora del espacio turístico: c.1. Embellecimiento de los entornos y accesos a los recursos incluyendo eliminación de cableado, recuperación de elementos de la arquitectura tradicional, embellecimiento de vías en cascos históricos así como el soterramiento de contenedores de residuos. c.2. Establecimiento y mejora de los sistemas de señalización turística. c.4. Creación y recuperación de miradores paisajísticos. c.5. Recuperación y tratamiento paisajístico. Fuente: elaboración propia a partir de la Orden de 9 de noviembre de 2006, por la que se articula la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN La consideración del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los documentos analizados El análisis pormenorizado de los 31 Programas de Turismo Sostenible que conforman el objeto de esta investigación ofrece una serie de resultados de interés sobre la consideración y el tratamiento que se realiza del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de dichos instrumentos de planificación turística. Lo primero que habría que destacar es que no se observa una tendencia clara, y menos aún un escenario homogéneo, en lo relativo a la consideración y el tratamiento del paisaje en los documentos analizados, sino que por el contrario se puede constatar la existencia de diferentes niveles de atención a los aspectos paisajísticos, que van desde el escaso interés y la práctica ausencia de contenidos de paisajísticos en algunos Programas, hasta la presencia de conceptualizaciones elaboradas sobre el paisaje y el análisis detallado y complejo del mismo en otros. En el sentido indicado, existe un destacable número de documentos de planificación turística (casi un tercio de los analizados) que ofrecen escasas referencias y contenidos paisajísticos. En estos documentos la conceptualización y la teorización sobre el paisaje es inexistente, mientras que el propio término paisaje aparece explícitamente en pocas ocasiones, cuando no se intuye de manera implícita tras descripciones muy generales y obvias del territorio. En un segundo nivel de atención o de interés por los aspectos paisajísticos se encuentran aquellos Programas cuyos contenidos de esa naturaleza se reducen a un enfoque o tratamiento descriptivo del paisaje. La mitad de los instrumentos analizados presentan contenidos paisajísticos en un sentido fundamentalmente descriptivo, o dicho de otra forma, sus referencias paisajísticas se centran básicamente en la descripción del paisaje de la zona objeto del plan. Sólo en contadas ocasiones se observa una consideración y un tratamiento más profundo del paisaje, ya sea a través del análisis detallado del mismo (realización de estudios de paisaje), ya sea a través de una conceptualización elaborada sobre el mismo próxima a los planteamientos de la Convención Europea del Paisaje (formulada en el año 2000 y ratificada por España en 2008). Figura 4. Niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los documentos de planificación turística analizados 1º Nivel Planes con inexistentes o escasas referencias y contenidos paisajísticos Villas Termales Andalucía, Turismo Náutico Bahía de Cádiz, Poniente Almeriense, Sierra Sur de Jaén, Altiplano de Granada, Ciudades Medias Centro de Andalucía 2º Nivel Planes con un enfoque o tratamiento principalmente descriptivo del paisaje Sierra Morena, Sierra Mágina, Alcornocales, Sierra de Cádiz, Axarquía, Comarca de Baza, Poniente Granadino 3º Nivel Planes con una consideración y tratamiento más profundo del paisaje: caracterización paisajística detallada/ conceptualización elaborada sobre el paisaje Andalucía en Tus Manos, Sierra de las Nieves, Litoral de la Janda, Campiña de Jerez Fuente: elaboración propia. Una vez señalados los diferentes niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los documentos de planificación turística analizados, conviene hacer referencia a los contenidos paisajísticos que aparecen más habitualmente en los mismos y que constituyen, si se permite la expresión, el “bagaje paisajístico” de buena parte de los instrumentos de planificación turística formulados en Andalucía en los últimos años. 1) En primer lugar, y comenzando desde lo más general, en casi la mitad de los Programas analizados (12 documentos) se destaca el carácter singular, especial o incluso excepcional del propio paisaje, es decir, del paisaje o los paisajes característicos de la zona objeto del plan. La importancia de esta consideración va más allá del reconocimiento o la estima de los valores, las especificidades y el carácter del propio paisaje, para engarzar con el concepto de “diferenciación” (concepto clave y omnipresente, por cierto, en el Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía, todavía vigente). Así, en múltiples ocasiones, a las expresiones “paisaje singular”, “especial” o “excepcional”, se une el término “diferente”, recalcándose que el paisaje es un factor de diferenciación tanto desde el punto de vista territorial como, más específicamente, desde el punto de vista turístico. 2) Otros contenidos que guardan una estrecha relación entre sí y que aparecen de forma repetida en muchos de los documentos analizados son las referencias a los “valores paisajísticos” y a la “riqueza y la diversidad paisajísticas” de los ámbitos territoriales abordados. En la mitad de los Programas se señala que estos aspectos constituyen un recurso fundamental del territorio y un elemento clave de atracción del mismo, pudiendo erigirse en auténticos factores de dinamización socioeconómica a través del desarrollo de nuevas actividades productivas, en especial las vinculadas a los aprovechamientos turísticos y recreativos. 3) Profundizando en la última cuestión señalada, algo común a la mayoría de los Programas es la consideración del paisaje como un recurso turístico y como la base de determinadas tipologías turísticas que están presentes o que pueden desarrollarse en el territorio en cuestión. En este sentido, en un buen número de planes la concepción del paisaje como recurso turístico alcanza cotas muy elevadas, al ser considerado como uno de los principales valores del territorio de cara a su desarrollo turístico, cuando no el más importante. Esos planteamientos se concretan en un buen número de Programas (15 documentos) en la identificación de recursos o el establecimiento de inventarios (en su mayoría de equipamientos de uso público) que permitan el disfrute y/o la interpretación del paisaje: caso de los miradores para la observación y la “lectura” del paisaje, o caso de los senderos, las vías verdes y otro tipo de caminos como base para la creación de rutas, por señalar los elementos con mayor presencia en los documentos analizados. Figura 5. Principales contenidos paisajísticos de los documentos analizados Fuente: elaboración propia. 4) Por otra parte, no debe olvidarse la referencia expresa que aparece en muchos Programas (al menos en 9) a la necesidad de fomentar tipologías turísticas concretas que tienen su base de forma más o menos directa en los valores paisajísticos del territorio, caso del turismo de naturaleza, el turismo rural, el turismo minero o el turismo activo (senderismo, cicloturismo, turismo ecuestre, etc.). En definitiva, lo que se quiere transmitir es que el paisaje es elemento imprescindible para el diseño de nuevos productos turísticos, algunos de ellos todavía no implantados en muchos de los ámbitos analizados y para los que el paisaje se erige en el principal factor de generación de los mismos. 5) Otro aspecto que merece especial atención y que aparece de forma expresa en algunos documentos es la concepción del paisaje como un factor de calidad del destino turístico y que incide claramente sobre la competitividad del mismo. Con ello se da un paso más en la consideración del paisaje en relación con la actividad turística, al atribuirle un papel clave en la experiencia turística y en la satisfacción de los visitantes. En este sentido, en muchos documentos se señala que el paisaje constituye una importante motivación para los visitantes, tanto turistas como excursionistas, llegando en algunos casos a ser la motivación más relevante para la elección del destino. Esta afirmación suele acompañarse de datos estadísticos y otro tipo de valoraciones derivadas de la realización de encuestas a visitantes, en las que el paisaje aparece como uno de los elementos más apreciados de los diferentes destinos. 6) Hasta el momento, el grueso de las referencias y los contenidos paisajísticos a los que se ha hecho alusión en este epígrafe están relacionados con los paisajes de dominante natural, rural o minero, mayoritarios en los ámbitos abordados por los documentos analizados. Pero esto no significa que no existan referencias a otro tipo de paisajes, como por ejemplo los urbanos, aunque aparezcan de una forma menos generalizada. En este sentido, las referencias al paisaje urbano se centran principalmente en la necesidad de respetar y proteger los valores paisajísticos de los hitos y los conjuntos monumentales, además de los de la arquitectura y el urbanismo tradicionales, frente a los impactos que pudieran producir las nuevas actuaciones y desarrollos urbanísticos. La atención al paisaje en el apartado propositivo de los documentos: la dedicación financiera a acciones vinculadas al paisaje Tras analizar la consideración y el tratamiento que se hace del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los Programas analizados, procede ahora evaluar la atención y la dedicación real prestada a los aspectos paisajísticos en los mismos, lo cual se deducirá de las propuestas concretas que se formulen en los documentos y, sobre todo, de la asignación financiera a los distintos tipos de acción y sus proyectos asociados. Para ello, se va a tomar como punto de partida el peso económico que tiene el conjunto de acciones y proyectos relacionados directamente con el paisaje en los distintos Programas analizados (figura 6), para continuar después con el análisis diferenciado de los diversos tipos de acción de carácter paisajístico a las que se dedican recursos financieros por parte de los planes (figura 7). De los datos que se exponen en la figura 6 se extrae, como primera evidencia, que una elevada proporción de Programas dedica una importante asignación financiera a acciones y proyectos relacionados directamente con el paisaje, tal y como se deduce del hecho de que 18 documentos (casi el 60% de los mismos) destine más del 20% de su presupuesto a este tipo de acciones (por encima del 17,6% empleado por el conjunto total de los planes). Figura 6. Significación económica de las acciones y proyectos relacionados directamente con el paisaje en los documentos analizados Programa Vía Verde de la Sierra Sierra de Cádiz Altiplano Granada. Pais. Trogl. Sierra Morena Poniente Almeriense Poniente Granadino Conjuntos Históricos Andalucía Comarca de Baza Los Alcornocales Vega del Guadalquivir Subbética Cordobesa Costa Occidental de Huelva Sierra de las Nieves Litoral de la Janda Úbeda y Baeza Campiña de Jerez Ruta del Tempranillo Sierra Mágina La Axarquía Ciudades Medias Centro Andal. Faja Pirítica Suroeste Penins. Valle del Guadalquivir Doñana Sierra Sur de Jaén Costa Tropical Granada Los Pedroches Paisajes Mineros de Jaén Andalucía en Tus Manos Villas Termales Andalucía Guadalquivir a Caballo Turismo Náutico Bahía Cádiz Total Presupuesto total del Programa (euros) Presupuesto dedicado a acciones y proyectos paisajísticos (euros) 2.450.000 7.707.000 23.158.000 17.323.000 42.377.000 9.632.000 14.516.000 10.793.000 16.620.000 35.000.000 23.800.000 16.032.000 8.125.000 15.925.000 56.258.000 10.021.000 12.000.000 11.330.000 168.807.000 24.450.000 42.000.000 14.171.000 21.961.000 4.900.000 120.100.000 18.023.000 5.000.000 11.417.427 128.530.000 16.877.000 10.500.000 919.803.427 1.800.000 4.045.717 11.692.820 7.431.501 16.991.972 3.597.000 5.041.000 2.987.340 4.333.334 8.625.115 5.836.267 3.872.000 1.925.000 3.650.000 11.813.000 2.100.000 2.450.000 2.298.000 33.535.438 3.955.000 6.486.476 1.795.273 2.672.000 448.000 10.856.000 1.061.021 125.000 113.000 300.000 0 0 161.837.274 % sobre el presupuesto total 73,47 52,49 50,49 42,90 40,10 37,34 34,73 27,68 26,07 24,64 24,52 24,15 23,69 22,92 21,00 20,96 20,42 20,28 19,87 16,18 15,44 12,67 12,17 9,14 9,04 5,89 2,50 0,99 0,23 0,00 0,00 17,59 Fuente: elaboración propia a partir de los Programas analizados. En muchos de esos casos se pone de relieve que la dedicación financiera a acciones y proyectos paisajísticos supera a la consideración y el tratamiento otorgado al paisaje en los apartados de información y diagnóstico, detectándose un importante desajuste entre el tratamiento teórico y analítico del paisaje en los documentos (escaso) y el nivel de la asignación financiera a las propuestas de carácter paisajístico (elevado). En el extremo opuesto al que acaba de señalarse estarían los Programas que a pesar de contar con una conceptualización rica en relación con el paisaje, con una caracterización detallada del mismo o con un reconocimiento de sus valores singulares, dedican escasos recursos financieros a acciones paisajísticas. En estos casos resulta evidente que, a pesar del discurso existente en los documentos, el compromiso real con el paisaje es bastante escaso (con asignaciones financieras por debajo del 15%). Por último, en una situación intermedia, se encontrarían los Programas en los que la dedicación financiera a acciones paisajísticas resulta acorde con el tratamiento que se hace del paisaje en los capítulos de información y diagnóstico del documento. Tal es el caso de los Programas en los que el tratamiento teórico del paisaje adopta un enfoque que combina la descripción y el reconocimiento de los principales valores paisajísticos del ámbito (nivel medio de consideración, véase figura 4), mientras que la dedicación financiera a acciones directamente relacionadas con el paisaje se sitúa entre el 20 y el 25% del total del presupuesto del Programa (nivel medio de inversión, véase figura 6). En lo relativo al análisis pormenorizado de los distintos tipos de acción vinculadas al paisaje a las que se dedican recursos financieros por parte de los Programas (figura 7), se pueden extraer las siguientes consideraciones: 1) En primer lugar se observa cómo la acción y los proyectos de índole paisajístico a los que se dedican mayores recursos financieros en los Programas son los que se orientan al “embellecimiento de los entornos y los accesos a los recursos de interés turístico” (acción c.1. según la normativa reguladora de la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía, que es la que determina los tipos de acciones subvencionables para los Programas analizados). Dicho capítulo acapara más del 50% del montante económico dedicado a acciones paisajísticas y casi un 10% del presupuesto total del conjunto de los Programas. El epígrafe señalado incluye actuaciones y proyectos diversos que van desde el acondicionamiento y la mejora de las vías de acceso e interiores de los núcleos, hasta la recuperación de elementos propios de la arquitectura y el urbanismo tradicional, pasando por la iluminación de edificios y entornos urbanos, la eliminación de cableado o el soterramiento de contenedores. 2) En segundo lugar, por orden de importancia financiera, habría que hacer referencia al capítulo dedicado a la “implantación de rutas turísticas” (acción a.3. según la normativa antes referida), con un montante global superior a los 25 millones de euros (el 16% del presupuesto destinado a acciones directamente relacionadas con el paisaje). Se trata de un tipo de acción dirigida a la creación de productos turísticos consistentes en itinerarios que se articulan en torno a recursos de interés natural, histórico, cultural o de otro tipo, y que en general conllevan la lectura o interpretación del paisaje en el que se insertan, ya sea éste de carácter natural, rural o urbano. Casi todos los Programas dedican recursos financieros al diseño, implantación y puesta en valor de rutas turísticas en mayor o menor medida. Figura 7. Significación económica de los tipos de acción relacionados directamente con el paisaje y financiables por la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía Tipo de acción Embellecimiento de los entornos y accesos a los recursos de interés turístico Implantación de rutas turísticas Recuperación y tratamiento paisajístico Creación y recuperación de miradores paisajísticos Puesta en valor de vías verdes Establecimiento y mejora de los sistemas de señalización turística Total Inversión total en euros Participación en el presupuesto dedicado a acciones paisajísticas (%) Participación en el presupuesto total de los planes (%) 87.372.994 53,99 9,50 25.668.037 15,86 2,79 16.832.125 10,40 1,83 11.612.421 7,18 1,26 11.590.542 7,16 1,26 8.761.155 5,41 0,95 161.837.274 100,00 17,59 Fuente: elaboración propia a partir de los planes analizados. 3) El tercer tipo de acción relacionada directamente con el paisaje a la que se dedican mayores recursos financieros en el apartado propositivo de los Programas es la denominada “recuperación y tratamiento paisajístico” (acción c.5), una de las dos que incluye expresamente en su título el término paisaje. En total se destina a ello casi 17 millones de euros, más del 10% del total dedicado a acciones paisajísticas en los planes. Se trata de la acción que presenta una delimitación menos precisa de las 6 relacionadas directamente con el paisaje (véase figura 7), ya que bajo el título señalado cabe un sinfín de actuaciones muy diversas, en definitiva cualquier proyecto de carácter paisajístico que no encaje o que no esté contemplado en el resto de acciones, las cuales están más claramente definidas en cuanto a sus contenidos. Del análisis de los Programas se deduce un panorama muy heterogéneo en cuanto a los tipos de proyectos propuestos en el marco de esta acción, contemplándose actuaciones muy variadas dirigidas a la creación o la mejora de áreas recreativas y de ocio, parques periurbanos, anillos y corredores verdes, jardines y parques urbanos, paseos marítimos, paseos fluviales, áreas degradadas en el entorno de espacios naturales o núcleos urbanos, etc. 4) Otro tipo de acción a la que se dedica una cuota importante de los recursos financieros destinados a actuaciones vinculadas al paisaje es la orientada a la “creación y recuperación de miradores paisajísticos” (acción c.4), con un volumen de inversión global cercano a los 12 millones de euros (el 7,2% del presupuesto total dedicado a acciones paisajísticas). El objetivo de esta línea de actuación está claramente definido en su propia denominación y se dirige tanto a la creación de nuevos miradores paisajísticos, como a la recuperación, adecuación y mejora de los ya existentes. La mayoría de los Programas analizados contempla alguna propuesta de este tipo. 5) La acción denominada “puesta en valor de vías verdes” (acción a.5) es otra de las que tiene unas implicaciones paisajísticas más claras, ya que supone la recuperación y el acondicionamiento de los antiguos trazados de ferrocarril (y de otro tipo de caminos) de cara a su reaprovechamiento a través de usos deportivos, recreativos, didácticos y turísticos. En total se dedican 11,6 millones de euros a esta acción en los documentos analizados, el 7,2% del presupuesto empleado en acciones paisajísticas. 6) Finalmente, el último tipo de acción destacable en virtud de su importancia financiera es la que se orienta al “establecimiento y mejora del sistema de señalización turística” (acción c.2), a la que se dedican 8,8 millones de euros, el 5,4 del total de presupuesto destinado a acciones relacionadas con el paisaje. Casi todos los Programas dedican recursos económicos a este capítulo, al observarse problemas comunes en la mayoría de los ámbitos objeto de planificación, como la señalización inexistente o insuficiente, la falta de homogeneidad en términos de diseño, la existencia de una señalización que induce a confusión, el impacto visual de la misma, etc. CONCLUSIONES Las principales conclusiones obtenidas tras la realización de la investigación han sido las siguientes: - Desde el punto de vista metodológico, se constata que, pese a las dificultades inherentes a la escasa concreción con la que el concepto de paisaje es aún utilizado en el ámbito de la planificación, con una metodología como la aquí utilizada es posible llegar a conclusiones de interés acerca de cómo está siendo incorporado el paisaje en las distintas fases de la planificación turística: niveles de tratamiento, enfoques empleados, contenidos temáticos preferentes, entidad de los recursos financieros dedicados, y tipología de las acciones concretas propuestas. - Así, en lo que respecta al tratamiento del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los documentos analizados, se observa cómo existen tres tipos de planes en función del nivel de consideración del paisaje: los que prestan una escasa atención al paisaje o que incluso no lo contemplan en sus contenidos (un grupo significativo de los Programas); los que tienen un enfoque principalmente descriptivo del paisaje (la mayoría); y los que incorporan una conceptualización y/o una caracterización detallada del paisaje (una minoría). - Además, también se observa la existencia de unos contenidos temáticos preferentes o que se repiten de manera habitual en los documentos, cuales son: la identificación de los principales valores paisajísticos del territorio; el reconocimiento del carácter singular o diferencial de determinados paisajes; la concepción del paisaje como recurso turístico, con la consecuente realización de inventarios y la identificación de tipologías y productos turísticos a fomentar; la consideración del paisaje como factor de calidad y competitividad del destino; y la existencia habitual de referencias específicas al paisaje urbano. - En lo relativo a los contenidos propositivos de los documentos, se extrae como primera conclusión que buena parte de los Programas dedica una elevada proporción de su presupuesto a acciones y proyectos vinculados con el paisaje (más del 20% del presupuesto en el caso de 18 planes), lo cual en muchos casos está por encima de la consideración otorgada al paisaje en sus apartados de información y diagnóstico. Esto puede deberse a la existencia de una atención no consciente o no reflexionada sobre el paisaje, es decir, no basada en elaboraciones teóricas ni en la asunción de políticas recientes como la de paisaje, sino que se explicaría por la inercia derivada de la aplicación de políticas de larga tradición y muy consolidadas, como por ejemplo la de rehabilitación urbana (que históricamente ha incluido actuaciones de recuperación, adecentamiento, reequipamiento, iluminación, etc., con una clarísima incidencia paisajística). - Como muestra de lo que acaba de señalarse, y en lo que se refiere a las acciones concretas vinculadas al paisaje a las que se dedican mayores recursos financieros en los planes, destaca por encima de todas la orientada al “embellecimiento de entornos y accesos a los recursos de interés turístico” (con más del 50% del presupuesto dedicado a acciones de carácter paisajístico), seguida de la “implantación de rutas turísticas”, “la recuperación y el tratamiento paisajístico”, “la creación y recuperación de miradores paisajísticos”, “la puesta en valor de Vías Verdes” y, finalmente, la acción dedicada al “establecimiento o mejora de la señalización turística”. Todas ellas acciones preestablecidas por la administración regional y consideradas como subvencionables en el marco de la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía, lo cual limita las posibilidades de evaluar hasta qué punto existe o no una intencionalidad en tratar el paisaje y el grado de dicha intencionalidad por parte de los promotores y los equipos redactores de los Programas. - Por último, y como conclusión de cara al futuro, parece innegable que la incorporación del paisaje en la planificación turística es una tendencia irreversible a mediolargo plazo, y ello no sólo por el desarrollo legislativo al que se han comprometido los estados europeos, sino por la propia necesidad intrínseca del sector turístico, que no puede ignorar la trascendencia de la calidad paisajística como factor de competitividad de los destinos en un escenario de creciente competencia entre los mismos. Esta realidad abre una ventana de oportunidad a la utilización del turismo, en tanto que demostrado sector generador de rentas y empleos, como gran soporte argumental, junto a los propios valores patrimoniales, estéticos e identitarios del paisaje, para la adopción de políticas públicas que promuevan la conservación y mejora de la calidad paisajística de los territorios. BIBLIOGRAFÍA ANTÓN CLAVÉ, S. (2010). Identity and tourism. Between image and perception. Paradigmes, 5, 156-165. BARDON FERNANDEZ, E. (1991) El paisaje en la oferta turística y recreativa. Estudios Turísticos. Nº 112. 27-54. CONSEJO DE EUROPA (2000): Convención Europea del Paisaje. Consejo de Europa. CÓRDOBA, J. (2009). Turismo, desarrollo y disneyzación : ¿una cuestión de recursos o de ingenio?, Investigaciones Geográficas, 70, 33-54. DE ARANZABAL, I., SCHMITZ, M. F., & PINEDA, F. D. (2009). Integrating landscape analysis and planning: A multi-scale approach for oriented management of tourist recreation. Enviromental Management, 44 (5), 938. DIENER, P. (2007). L’architecture de loisirs réinvente le paradis perdu. Espaces, 248, 913. DOS SANTOS PIRES, P. (2011) Marco teórico-metodológico de los estudios de paisaje. Perspectivas de aplicación en la planificación del turismo. Estudios y Perspectivas en Turismo. Nº 20. 522-541. FAUS PUJOL, M. C., & HIGUERAS ARNAL, A. (2000). Turismo, paisaje y medio ambiente. Reflexiones geográficas. Geographicalia, 1 (Extra), 9. FERNANDEZ SALINAS, V.-SILVA PÉREZ, R. (2008) El patrimonio y el territorio como activos para el desarrollo desde la perspectiva del ocio y del turismo. Investigaciones Geográficas. Nº 46. 69-88. GALACHO JIMENEZ, F. B., & LUQUE GIL, A. M. (2000). La dinámica del paisaje en la costa del sol desde la aparición del turismo. Baetica, 22 GOMEZ AGUILERA, F. (2001). Turismo y paisaje en Canarias: once apuntes contra las viejas formas. Basa, 24, 80. GONZALEZ PEREZ, J. M. (2003). La pérdida de espacios de identidad y la construcción de lugares en el paisaje turístico de Mallorca. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), 35, 137. GOTTDIENER, M; SIMPSON, T. y SCHMID, H. (2010): Mega Tourist Metropolises: Las Vegas, Dubai and Macau. Taylor & Francis Group, Contemporary Geographies of Leisure, Tourism and Mobility Series. HERNÁNDEZ RAMÍREZ, J. (2011): “Naturaleza a la carta. La retórica de la sostenibilidad turística y sus implicaciones en las políticas públicas en Andalucía”, en Turismo y Patrimonio. Entramados narrativos. Colección Pasos. Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, Tenerife. 203-215. JUNTA DE ANDALUCÍA (2012): La Estrategia de Paisaje de Andalucía. Una herramienta para la gobernanza del territorio. Documento Base para el primer debate interdepartamental. Junta de Andalucía MATA, R. y TARROJA, A. (eds.) (2006) : El paisaje y la gestión del territorio. Criterios paisajísticos en la ordenación del territorio y el urbanismo. Consorci Universitat Internacional Menéndez Pelayo de Barcelona, Centre Ernest Lluch y Diputació de Barcelona. MERINERO, R.; BETANZOS, J.M.; y DORADO, M.J. (2013): La Estrategia de Turismo Sostenible en Andalucía: Elementos fundamentales en el marco de la planificación turística subregional andaluza. Revista de Estudios Regionales, nº 97, 77-111. NOGUÉ, J. (1992). Turismo, percepción del paisaje y ordenación del territorio. Estudios turísticos, 115, 45. RAMON FERNANDEZ, F., & CANOS DAROS, L. (2010). La sostenibilidad del turismo y la regulación protectora del paisaje valenciano. In G. FERRARI, J. M. MONTERO, J. RAMON FERNANDEZ, F., & CANOS DAROS, L. (2011). Medidas de protección del paisaje para el turismo sostenible. In D. LOPEZ (Ed.), Renovación de destinos turísticos consolidados (pp. 643) REQUEJO LIBERAL, J. (2007). La diferenciación y el reforzamiento de la identidad basados en la naturaleza, la cultura y el paisaje como factores de competitividad turística. Estudios turísticos, 172-173, 115. RODRIGUEZ CHUMILLAS, I. (2008) Territorios del turismo. Paisaje urbanizado de la costa mediterránea. Topofilia. Vol I, nº 1. SCAZZOSI, L. (2004) Reading and assesing the landscape a cultural and historical heritage. Landscape research, 29. URRY, J. (2005). The “consuming” of place. In JAWORSKI, A. y PRITCHARD, A. (eds.). Discourse, communication and tourism. Clevendon, Channel View, pp. 19-27. VERA, F. (Coord.); LÓPEZ PALOMEQUE, F.; MARCHENA, M. y ANTÓN, S. (2011): Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos. Editorial Tirant Lo Blanch, Valencia. ZOIDO NARANJO F. Y VENEGAS MORENO, C. (coord.) (2002): Paisaje y Ordenación del Territorio. Consejería de Obras Públicas y Transportes, Junta de Andalucía y Fundación Duques de Soria, Sevilla. i El Proyecto de Investigación “Gobernanza territorial y conformación espacial de destinos turísticos. Discursos, procesos y dialécticas en diferentes escenarios turísticos” (Ref CSO 2010-20284), ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el marco del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011. APROXIMACIÓN A LA DIMENSIÓN TURÍSTICA DEL PAISAJE DEL OLIVAR EN EL SISTEMA TERRITORIAL ESPAÑOL Libertad Troitiño Torralba Departamento de Geografía Humana Universidad Complutense de Madrid [email protected] RESUMEN La dinámica económica y los cambios estructurales de los territorios han perfilado a lo largo de la historia diferentes unidades de paisaje. Cada una de ellas, responde a unos valores y criterios de autenticidad y singularidad específicos, reflejo de la huella de actividades económicas tradicionales, que en la actualidad están actuando como referentes simbólicos y culturales para las sociedades locales actuales (Convenio Europeo del Paisaje, 2000).En este sentido, el paisaje del olivar en nuestro país, es uno de los más representativos, no sólo por su extensión sino también por sus repercusiones culturales y socioeconómicas. El cultivo y la gestión de los Paisajes de los Olivos es la principal fuente de empleo y actividad económica de muchas de nuestras regiones. La decadencia de las actividades agropecuarias clásicas ha derivado en la inclusión de otro tipo de usos y aprovechamientos, como es el turístico, que contribuyen a complementar y a reimpulsar las economías locales, con las complejidades, problemáticas y oportunidades que ello conlleva. La presente comunicación tiene como objetivo evidenciar la necesidad de considerar el paisaje del olivar como pieza clave del sistema turístico territorial en nuestro país[1], planteándose una serie de reflexiones y puntos de partida que contribuyan a definir una metodología aplicada que permita valorar la dimensión turística del paisaje del olivar. Los resultados contemplados son los primeros avances obtenidos en una primera fase del “Estudio temático comparativo para el Plan Nacional de Paisaje: Los Paisajes del Olivo en España”, impulsado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España. Palabras clave: Territorio, Paisaje, Olivar, Patrimonio, Turismo, funcionalidad. ABSTRACT Economic dynamics and structural changes of the territories defined throughout history different landscapes. Each responds to values and specific criteria of authenticity and uniqueness, reflecting the imprint of traditional economic activities, which are currently acting as symbolic and cultural references for current local societies (European Landscape Convention, 2000). In this sense, the landscape of olive groves in Spain, is one of the most representative, not only for its size but also for its cultural and socioeconomic impacts. Farming and Landscape Management of Olives is the main source of employment and economic activity in many of our regions. However, in others, the decline of the traditional agricultural activities has led to the inclusion of uses and other uses, such as tourism, which contribute to complement and reinvigorate local economies. This communication aims to highlight the need to consider the landscape of olive groves as a key territorial tourism system in our country, considering a number of ideas and starting points to help define an applied methodology to assess the tourism dimension of landscape olive. The results are first referred to progress made in the first phase of "comparative thematic study for the National Plan of Landscape: The Landscape of the Olive in Spain", promoted by the Institute of Cultural Heritage of Spain. Keywords: Territory, Landscape, Olive, Heritage, Functionality, Tourism. PAISAJES CULTURALES: PIEZAS SINGULARES DEL SISTEMA PATRIMONIAL TERRITORIAL La lectura e interpretación del paisaje es clave para conocer las transformaciones que ha ido experimentando el territorio a lo largo de la historia. Las huellas de actividades económicas tradicionales asociadas a la agricultura, a la ganadería, o a la explotación maderera, han modelado estos escenarios físicos, que hoy en día, actúan como referentes simbólicos y culturales para las sociedades locales. El Convenio Europeo del Paisaje (CEP), firmado en Florencia en el año 2000 por el Consejo de Europa, y ratificado por nuestro país en 2007, recoge que “el paisaje desempeña un papel importante de interés general en los campos cultural, ecológico, medioambiental y social, y que constituye un recurso favorable para la actividad económica”…“es un elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones en todas partes: en los medios urbanos y rurales, en las zonas degradadas y de gran calidad, en los espacios de reconocida belleza excepcional y en los más cotidianos”. Sin duda, los paisajes, en sus diversas tipologías y manifestaciones, se están enfrentando a profundos cambios sociales y funcionales, que implican a su vez la conformación de realidades territoriales complejas, donde conviven viejas y nuevas funciones (TROITIÑO VINUESA; TROITIÑO TORRALBA, 2010). Tomando de referencia el CEP, en España se demanda la puesta en marcha de un instrumento que salvaguarde los valores paisajísticos de nuestra geografía. El Plan Nacional de Paisaje Cultural, elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, dependiente de la Dirección de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte indica en su memoria, “la diversidad y los muchos valores culturales que albergan los paisajes de España, la demanda social en aumento de paisajes de calidad y la creciente incorporación del patrimonio paisajístico a las estrategias de desarrollo turístico y territorial, junto a la propia complejidad de gestión del paisaje, y a la vulnerabilidad y amenazas a las que algunos están sometidos justifican un Plan Nacional de Paisaje Cultural que arbitre mecanismos apropiados para su salvaguarda y transformación coherente, con todas las cautelas que su fragilidad y valores requieran”. Uno de los objetivos prioritarios de este tipo de documento, debe encaminarse hacia el diseño de una estrategia innovadora en materia de conservación y gestión activa del paisaje, dónde se tengan muy presentes los aspectos funcionales, pues el buen uso del patrimonio es clave para su preservación. Cuadro 1. Acciones contempladas por el Plan Nacional de Paisajes Culturales La elaboración y puesta en marcha del Plan Nacional de Paisajes Culturales responde al compromiso de una política activa en materia de paisaje y, en definitiva puede contribuir a: Una mejor y mayor consideración de los valores naturales, ecológicos, ambientales, culturales y económicos de los paisajes españoles, al identificar los paisajes culturales, así como su relación con los usos del territorio. Al reconocimiento del carácter jurídico del paisaje, tanto como derecho como deber, como base para implicar a los distintos niveles de la administración, a los sectores de actividad y a los grupos sociales en la valoración, mantenimiento y mejora de los paisajes culturales. La introducción de los paisajes culturales en la educación y la formación de expertos y técnicos. La sensibilización de la población y la participación pública en relación con los valores colectivos del territorio y del paisaje cultural; así como la concertación social y económica. Todo ello desde la oportunidad para una mejor gestión del territorio más integrada y con mayor participación social. La concertación administrativa. La incorporación y tratamiento de los paisajes culturales a las políticas sectoriales. La cooperación europea e internacional en la materia. Fuente: Plan Nacional de Paisajes Culturales. IPCE. Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. Ministerio de Cultura, Educación y Deporte. 2002 Es evidente la revalorización cultural y simbólica que ha experimentado en las últimas dos décadas el paisaje; este actúa como el rostro del territorio, mostrando sus cualidades y potencialidades, lo cual ha propiciado su conversión en un foco de atracción desde una perspectiva turística, asumiendo así el paisaje su condición de recurso productivo (TROITIÑO VINUESA; TROITIÑO TORRALBA, 2010). Los paisajes de interés cultural acumulan no solo valores históricos, también de otras magnitudes, tales como estéticos, ambientales, sociales y también económicos. Respecto a los cuatro primeros, su percepción es más evidente, sin embargo, ¿cómo cuantificamos o identificamos el valor económico de un paisaje? En este sentido, el Observatorio del Paisaje de Cataluña definía a éste último, como “la capacidad de un paisaje para proporcionar beneficios económicos, convirtiendo sus elementos en recursos productivos”. Por lo tanto, podríamos hablar de Paisaje Cultural, como aquella unidad territorial, de singular relevancia, acorde a sus valores patrimoniales materiales o inmateriales, ya sean de índole histórica, estética, religiosa y simbólica, sociocultural, económica o productiva, resultado de la interrelación del hombre y la naturaleza. Además, el paisaje debe entenderse, no como una pieza inerte sino como un resultado dinámico, impregnado del carácter de la sociedad que lo habita, que a lo largo de los años, lo ha ido dotando de identidad propia. Por lo tanto, la conservación de las características esenciales debe asegurarse mediante una gestión adaptada a la contemporaneidad que, por un lado, contribuya al desarrollo local, y de otro, favorezca el reconocimiento de la capacidad del paisaje para proporcionar beneficios económicos (TROITIÑO, 2003). Los paisajes culturales tienen que prepararse para integrar funcionalidades emergentes, sean agrarias, turísticas o culturales, siendo necesario evaluar el impacto de iniciativas o proyectos novedosos. Su conservación y gestión, más allá de los necesarios instrumentos de protección, requiere establecer estrechas conexiones entre las dimensiones constructivas, medioambientales, funcionales y sociales. La recuperación y reutilización productiva del paisaje, en el marco del reforzamiento de su papel en la calidad de vida, tal como propugna el Convenio Europeo del Paisaje (Florencia, 2000), o como recurso turístico, requiere superar los enfoques patrimoniales estáticos. El concepto de paisaje de interés cultural, bien instrumentado, contribuye en la definición de planteamientos y metodologías de conservación más eficaces, ya que las medidas enfocadas al aislamiento o a la protección física pasiva no están resultando exitosas. Se abre la oportunidad de plantear con perspectivas más amplias y complejas la cuestión de las interdependencias, tanto funcionales como paisajísticas, entre las distintas piezas de los tejidos urbanos y territoriales. En cualquier caso, será necesario, en el marco de una perspectiva dinámica, no sólo considerar las características definidoras, valores, autenticidad, etc., de las diversas tipologías de paisajes, sino también identificar sus atractivos y niveles de funcionalidad turística. La inserción equilibrada del turismo requiere asumir la singularidad física, simbólica y funcional de los diferentes paisajes y, en el momento de adecuarlos para las nuevas funciones, no pedir más de los estos pueden y deben dar, pues se trata de recursos frágiles y que por sus valores y reconocido interés cultural están bajo la tutela pública o colectiva. Los paisajes de interés cultural, con atractivo cultural y turístico, son un recurso escaso y frágil que hay que manejar con precaución. La función turística tiene cada día mayor presencia en nuestros paisajes y ello, si bien plantea nuevos problemas, como se evidencia al recorrer nuestro país, también ofrece oportunidades de desarrollo. Las potencialidades que brinda el paisaje en clave de recurso turístico, permitirán el enriquecimiento de la lectura territorial que el visitante obtiene en la actualidad, habitualmente bastante superficial, promoviendo experiencias dinámicas y positivas que contribuyan a la difusión y reconocimiento social de los valores intrínsecos del territorio, tal como se propugna en Carta de Turismo Cultural de ICOMOS (1999). Lograr estos preceptos, requiere de una integración plena de la dimensión turística en las prácticas técnicas y administrativas de protección, conservación y gestión del paisaje. Los cambios funcionales, sociales y culturales se manifiestan en el paisaje con intervenciones de signo diverso. Su interpretación requiere de una visión dinámica y global, pero sin olvidar las especificidades de cada tipología de paisaje (bien sea centro histórico, paisaje rural, yacimiento arqueológico…) pues ahí radica uno de los pilares de su valor excepcional y una de las claves de la autenticidad, así como también de su atractivo turístico. La singularidad y el atractivo son aspectos fundamentales a la hora de integrar los paisajes en el marco de destinos o proyectos culturales. Las intervenciones en el paisaje deberían considerar, de forma interrelacionada, estudios previos de funcionalidad y de integración paisajística. La intervención, en el caso de ser necesaria, nunca puede olvidar que se desarrolla en lugares cuyos valores e identidades están relacionados con modelos históricos de configuración y evolución creativos. Tal como se resalta en la Estrategia Territorial Europea (1999), tan importante es la protección como controlar o guiar de manera inteligente los procesos de cambio; es más, sin este control realmente es imposible una conservación realmente efectiva. Hacer frente a los riesgos de la turistización, requiere apostar por la multifuncionalidad e impulsar medidas orientadas a impedir los monocultivos, ya sean turísticos o culturales, así como a frenar intervenciones urbanísticas o infraestructurales que, impulsadas por intereses económicos, puedan poner en marcha desajustes funcionales, sociales y paisajísticos. Los paisajes tienen que ser atractivos, primero para habitar y, en segundo lugar, para visitar. Para que las intervenciones físicas y funcionales sirvan realmente para mejorar la calidad de vida, adaptando los usos sin comprometer los valores de las tramas paisajísticas, se requiere superar la protección visual del paisaje y abordar la rehabilitación y gestión integrada de las dimensiones físicas, funcionales y sociales. Esto requiere superar los no pocos desencuentros entre las políticas y modelos de gestión urbanísticos, patrimoniales y turísticos. La toma de decisiones relativas a las acciones en el paisaje requiere tener muy presente, además de los aspectos históricos y culturales, las cuestiones funcionales y las diversas realidades sociales donde se insertan. Para una adecuada interpretación de las dinámicas es fundamental comprender el sentido y el carácter de los paisajes, sometidos éstos a cambios constantes a lo largo del tiempo. En este sentido, tener una visión integrada y territorial del paisaje será clave para superar los problemas relacionados con las metodologías de aislamiento y situarlo, coherentemente, dentro de los sistemas patrimoniales territoriales. Esta integración en el marco de proyectos territoriales ayudará a afrontar las cuestiones relacionadas con la presión y la congestión turística. La visión dinámica de los paisajes, así como la integración de pasado, presente y futuro (VITALI, 1999), abren un marco de reflexión y debate que permite el diálogo entre los diversos agentes implicados en la conservación y la gestión de los paisajes. El paisaje, hoy en día, se ha convertido en un recurso turístico (ESPEJO, 2011), un capital y un activo territorial que puede utilizarse responsablemente como factor de desarrollo local y social. Las intervenciones, cuando sean necesarias, deben estar al servicio de un proyecto territorial construido alrededor de los valores e identidades del paisaje. Esto no debería impedir la modernización y, en su caso, la integración de los paisajes y herencias del pasado en los territorios del presente. Las intervenciones en el paisaje requieren de procesos de planificación que incorporen estudios que evalúen los posibles impactos que puedan inferir sobre el territorio, sean culturales, visuales, funcionales, o sociales. En esta línea, es necesario impulsar estudios de capacidad de acogida (física, social, económica) que, mediante medidas directas o indirectas, puedan poner límites al desarrollo turístico en las unidades paisajísticas. Como ocurre con los elementos monumentales, no todos, son susceptibles de asumir el proceso de transformación de recurso a producto turístico; la asunción de una nueva actividad, como es la turística, por parte del territorio, debe contemplarse evitando la puesta en riesgo de los valores, el equilibrio, la autenticidad y singularidad, que han actuados como polos o focos de atracción o de interés para el visitante. La estimación de unos umbrales de presión turística, la consideración de una serie de variables en el tiempo y, aplicables a los paisajes, permitirá evaluar cuando los costes de la conservación podrían ser superiores a los beneficios que el turismo pudiera aportar. La integración del turismo en las políticas de conservación y gestión del paisajes, ya sea en catálogos, directrices, cartas y planes de gestión de paisajes, permitirá enriquecerlas y cualificarlas. Sin embargo, hay que ser conscientes que la integración del turismo en los planes de gestión es un desafío complejo que requerirá de la elaboración de directrices específicas en cada tipología de paisajes. LA INSERCIÓN DE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA EN EL PAISAJE DEL OLIVAR ESPAÑOL En la dinámica económica y en los cambios estructurales de los paisajes hay que resaltar el protagonismo reforzado que está adquiriendo el turismo, con efectos de signo diverso a nivel morfológico, funcional, social y paisajístico. Esta realidad es también perceptible en los paisajes del olivar. Las actividades tradicionales asociadas al cultivo y explotación olivarera se vienen complementando en los últimos años con la actividad turística (MOLINA; QUESADA; RUIZ, 2011). Esta nueva función ofrece una serie de oportunidades de cara, no solo al desarrollo económico-social, si no también orientadas a la conservación de las instalaciones e infraestructuras vinculadas a las explotaciones más longevas, ya en desuso. Cuadro 2. Efectos derivados de la actividad turística en el paisaje del olivar español Debilidades Amenazas Estacionalidad de la campaña de recolección. Deterioro de las instalaciones de las cooperativas almazaras por excesivo tráfico Aumento de precio del producto. humano. Costes de oportunidad debidos a la asignación Deficiencias en la diversificación de la oferta de recursos al turismo. turística en la cooperativa almazara. Distorsión o debilitamiento de actividades tradicionales en el proceso productivo del Mercantilización de las manifestaciones culturales locales. aceite de oliva. Conflicto de intereses entre los productores Pérdida del significado de los valores locales y cambios irreversibles en la forma de vida. y los turistas. Incremento de gastos en las cooperativas almazaras en mantenimiento. Fortalezas Oportunidades Conservación de infraestructuras y puesta en Enriquecimiento por el intercambio cultural valor del patrimonio histórico-cultural del entre productores directos y visitantes. aceite de oliva. Crecimiento de la renta media en la localidad. Revitalización de formas de arte tradicional: Incremento de la inversión pública en Artesanía. infraestructuras. Reactivación y desarrollo de tradiciones Mayor recaudación de impuestos locales. locales, fiestas etnográficas basadas en el Estímulo de emprendimiento empresarial en el patrimonio olivarero. ámbito turístico. Beneficios indirectos para los productores de Reinversión de beneficios en aceite de oliva y para el resto pobladores otros sectores para complementar la oferta. locales. Fuente: Molina; Quesada; Ruiz, 2011 El turismo, sin duda, se ha convertido en un fenómeno en expansión en nuestro país, con notables incidencias a nivel territorial en dos direcciones, como motor de desarrollo y a su vez como vector de impacto. El turismo es hoy en día un elemento fundamental en la vida y en la economía de los destinos, y por lo tanto, requiere de toda un serie de medidas y estrategias de control e intervención, así como de una adecuada gestión, tanto por parte de los agentes públicos como de los privados. El patrimonio en sus múltiples dimensiones, entre la que se encuentra la paisajística, actúa como reclamo turístico. La puesta en valor del paisaje del olivar favorece el intercambio cultural y posibilita experiencias vitales tanto para el visitante como para el propietario. Los esfuerzos por convertirse en producto turístico, deben entenderse, además de una fórmula complementaria de negocio, como una fuerza positiva para la conservación y un factor de desarrollo. El recurso paisajístico del olivar en España, se distribuye en una superficie del orden de los dos millones y medio de hectáreas, equivalente al 25% de la superficie mundial. La distribución territorial es desigual, Andalucía concentra el 61,1%, seguida de la Región Centro 13,7%, Extremadura 11%, Zona del Ebro 7,4% y Zona de Levante 6,8% (MILLÁN; AGUDO; MORALES, 2011). La clave y el reto, desde el punto de vista turístico, está en conocer o medir cuál es la función turística que puede asumir este paisaje. La Carta de Turismo Cultural de ICOMOS (1999) señala el derecho y la responsabilidad, individual y colectiva de comprender, respetar, valorar y conservar de forma activa el patrimonio cultural, resaltando al mismo tiempo la interacción dinámica entre turismo y patrimonio cultural. El paisaje del olivar es, sin duda, un atractivo turístico y, por medio del turismo, debe aportar beneficios a la comunidad receptora de visitantes. En base a los criterios establecidos en dicha carta se podrían resaltar seis principios fundamentales que serían fácilmente trasladables a la realidad patrimonial que nos compete en la presente investigación (TROITIÑO, 2005): 1º. El turismo es un vehículo de intercambio cultural que brinda oportunidades para la mejor comprensión de la cultura y el patrimonio de las comunidades anfitrionas asociadas a la tradición olivarera. 2º. La relación entre los sitios de patrimonio (natural, arquitectónico, etnográfico, paisajístico…) y el turismo es de naturaleza dinámica y puede implicar valoraciones encontradas. En función de ello, debe gestionarse de modo sostenible para la actual y para las futuras generaciones. 3º. La planificación de la conservación y del desarrollo turístico de los paisajes olivareros debe garantizar que la experiencia del visitante sea satisfactoria y enriquecedora. Hay que apostar por la calidad y la autenticidad en la presentación de los contenidos y conseguir la actitud respetuosa del visitante, especialmente en los sitios con significación espiritual. 4º. Las comunidades receptoras deberían implicarse en la planificación y en la gestión tanto del recurso paisajístico como del turismo. Los deseos y las necesidades de las comunidades locales son fundamentales a la hora de evaluar las potencialidades y límites en la utilización turística del patrimonio cultural. 5º. Las actividades turísticas y la conservación del patrimonio deben plantearse de forma que proporcionen beneficios a la comunidad anfitriona. En este sentido, hay que lograr que una parte de las rentas que el turismo genera se dediquen a la conservación y a la presentación del patrimonio. 6º. Los programas de promoción del turismo deben ayudar a proteger y poner en valor las características del patrimonio vinculado al paisaje del olivar. Esto implica una promoción realista, orientada a lo auténtico y preocupada por el control y la gestión de los flujos de visitantes. En los últimos años hemos asistido a la aparición y creación de nuevas modalidades turísticas, determinadas no solo por las necesidades y motivaciones de la demanda, sino también generadas por las propias singularidades y excepcionalidades que ofrecen los territorios. Desde los términos más genéricos como el turismo cultural, turismo de naturaleza, turismo rural, a las prácticas más específicas asociadas a un producto concreto, agroturismo, ecoturismo, enoturismo, micoturismo, orniturismo, y en la última década se acuña el término “oleoturismo”. Un nuevo concepto manejado para referirse al turismo de actividades relacionadas con el Aceite de Oliva. Se trata de una alternativa al turismo tradicional en la que las actividades, visitas, alojamiento, restauración, compras, rutas, senderismo, relax y en definitiva la difusión de información y cultura gira en torno a un producto de consumo, el Aceite de Oliva (http://www.esenciadeolivo.es/oleoturismo/). Numerosas son las experiencias a nivel nacional que están surgiendo entorno a este nuevo producto, Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña…Sin embargo, a pesar la heterogeneidad paisajística que presentan cada una de estas áreas geográficas de nuestro país y, los cultivos y especies olivareras que en ellas se dan, podría decirse que en la práctica totalidad de los proyectos convergen una serie de aspectos comunes: Figura 1. Componentes del sistema turístico territorial- paisaje del olivar Fuente: Elaboración propia a partir de Fernández Zamora, A. (2005) El olivo y el aceite como base para un producto turístico. Cada una de las piezas conforma el paisaje cultural del olivar y, soportan a su vez, el complejo sistema turístico territorial. El paisaje cultural, por tanto, sirve para identificar y diferenciar los territorios, al constituir el espacio del pasado y, en gran medida también, la memoria colectiva de nuestra sociedad. En suma, se trata de un producto histórico/cultural que contribuye a diferenciar un determinado territorio de otro. Pero, además de referencia simbólica y cultural, es también una realidad funcional diversa donde el turismo está más o menos presente. Uno de los rasgos que otorga identidad y diversidad al paisaje del olivar es su multifuncionalidad. Su mantenimiento es un reto fundamental para su pervivencia como realidad social viva, contribuyendo a evitar su conversión en mero decorado. Los paisajes culturales y, en su caso el del olivar, sin descuidar la protección, tienen que afrontar la reutilización funcional de su rico y diversificado patrimonio (almazaras, aperos de labranza, caminos, métodos de cultivo y cosecha, fiestas, folclore, artesanías…) En la pervivencia de la multifuncionalidad tienen un papel decisivo, por un lado, el mantenimiento de los usos y actividades tradicionales y, por otro, la inserción de las nuevas actividades o usos, como es el caso de las culturales, recreativas o turísticas. En este sentido, las experiencias asociadas al oleoturismo parecen una buena alternativa, como ya lo resultaran en otros ámbitos geográficos las relacionadas con el enoturismo. Sin embargo, hay que tener cierta cautela en los procesos de ajuste entre las realidades paisajísticas y las sociofuncionales, pues podrían generarse conflictos de naturaleza diversa: Las funciones terciarias amplían su presencia de forma significativa. Las agropecuarios, fabriles y artesanales van perdiendo protagonismo. La residencial vive situaciones de signo diverso, abandono de núcleos tradicionales y presión de la residencia secundaria. La función turística, si bien impulsa procesos de recuperación, también plantea desajustes funcionales y sociales; La proliferación de equipamientos no siempre se corresponde con las demandas y necesidades reales de los ciudadanos o de los turistas. La consideración de la conservación y gestión del paisaje como fuente de riqueza y empleo abren nuevas vías de actuación donde es necesario trabajar. Su recuperación y reutilización productiva, en el marco del reforzamiento de las centralidades turísticas, simbólicas y culturales, requiere, por tanto, de enfoques innovadores. LA DIMENSIÓN TURÍSTICA DEL PAISAJE DEL OLIVAR ESPAÑOL Uno de los grandes desafíos que los paisajes olivareros tendrán que afrontar en los próximos años, será el de prepararse para integrar las emergentes funcionalidades turística, medioambiental y cultural, que ya incipientemente están apareciendo. Las infraestructuras, tanto turísticas como culturales, deben dimensionarse de forma correcta para que realmente sirvan para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ofrezcan espacios atractivos a los visitantes. La valorización del patrimonio y del paisaje constituye una vía de acción tradicional donde se apuesta por la recuperación de elementos singulares de la cultura material de los pueblos (yacimientos arqueológicos, haciendas, cortijos, castillos, palacios, monumentos históricos o edificios singulares, red de caminos, asentamientos, cultivos, etc.) para la ubicación de infraestructuras o equipamientos culturales, en unos casos, o para sede de nuevos usos, en otros. Los campos más exitosos han sido, sin duda, la hostelería y los equipamientos culturales, sin embargo en el campo de los paisajes culturales sigue abierto un amplio campo para la innovación (viveros de empresas, laboratorios tecnológicos, centros interpretativos, cooperativas de artesanos...) Sin duda, hay una fuerte apuesta por la función turística de los campos olivareros. Sin embargo, su puesta en valor y conversión en producto turístico, no es algo inmediato, sino que requiere de análisis previos, que definan las estrategias de valorización que los paisajes del olivar pueden asumir. Proyectos tales como, Oleoturismo 2003-2007 (financiado con fondos FEDER), o el Programa Europeo de Promoción del Aceite de Oliva 2009-2012 (Organización interprofesional del Aceite de Oliva español; Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino; Comisión Europea), definían como uno de sus ejes prioritarios de actuación, la práctica del oleoturismo, apoyándose en la difusión de los secretos del ingrediente clave “el aceite” y sus bonanzas. Para ello, se planificaron toda una serie de actividades culturales, que fueron diseñadas y organizadas por los cerca de 100 museos dedicados al aceite de oliva que existen en España (http://www.gio.cat). Cuadro 4.- RUTA MEDITERRÁNEA DEL OLIVAR: Algunas propuestas de actuación. Almazaras abiertas, Viejos molinos aceiteros Oleotecas y tiendas especializadas, museos del Aceite y Olivo Cortijos o viviendas rurales Paisajes olivareros singulares Olivares ecológicos, Olivos centenarios… Fiestas del Aceite, tradiciones populares Zonas gastronómicas, denominaciones de Origen, restaurantes con carta de aceites Monumentos al olivo y/o aceite Ferias comerciales de Aceite de Oliva Yacimientos arqueológicos Otras industrias relacionadas (cosmética, conserveras, artesanía de maderas….) Fuente: Proyecto Oleoturismo. Una red europea para la promoción de la cultura del olivo. Aybar León, R. (2005) A escala nacional, llama la atención, que mientras que el producto turístico sustentado en los viñedos y vinos españoles, enoturismo, es reconocido como uno de los ejes estratégicos de actuación del Plan Nacional e Integral del Turismo (http://www.tourspain.es), no se registra cita alguna del potencial asociado al oleoturismo. Siendo por tanto necesario, seguir indagando e investigando en las fortalezas y oportunidades que ofrece esta línea novedosa de producto, más aún, cuando nuestro país es uno de los mayores productores a nivel mundial. Mayor relevancia adquiere si descendemos a nivel autonómico, provincial e incluso local, especialmente en aquellos ámbitos donde el olivo es clave en la economía y en el desarrollo local. Figura 2: Portal web promocional del producto basado en el oleoturismo en la provincia de Jaén. Fuente: http://www.oleotourjaen.es/ Figura 3: Ejemplo promocional del oleoturismo en Castilla y León. Fuente: http://destinocastillayleon.es/index/oleoturismo-en-castilla-leon/ No cabe duda que las expectativas que el turismo despierta son muchas, sin embargo hay que ser conscientes, por un lado, que en la utilización turística del paisaje cultural no todo sirve y, por otro, que la dinamización económica a partir del turismo no siempre es posible, especialmente cuando se puedan poner en peligro valores o experiencias de las comunidades de acogida. Tampoco se puede olvidar que hay paisajes de gran valor y significado cultural que, sin embargo, no tienen atractivo o funcionalidad turística. En este sentido será necesario, como paso previo al impulso de estrategias de desarrollo turístico, realizar inventarios que permitan conocer de forma riguroso el nivel de funcionalidad turística actual o potencial de las diversas tipologías o categorías de paisajes. El éxito de un paisaje como destino turístico dependerá tanto de la coordinación de políticas sectoriales (medioambiente, urbanismo, infraestructuras, ordenación del territorio, cultura, paisaje, turismo, etc.) como de la formulación explícita de políticas turísticas o culturales. Los paisajes de interés cultural se enfrentan al reto de aprovechar las oportunidades que el turismo les brinda para poner en movimiento, de forma responsable, sus recursos y contribuir a configurar nuevos modelos de desarrollo. Para ello es imprescindible trabajar en varios frentes y buscar alianzas para incorporar el turismo a la causa de la conservación, algo que implica, sin duda, un importante cambio cultural y social. La dimensión turística debe tener un tratamiento diferenciado en el proceso de identificación, planificación y gestión de los paisajes culturales. Para ello es necesario dotarse, por un lado, de inventarios de funcionalidad turística y, por otro, disponer siempre que sea posible de variables que permitan tener un conocimiento real de la situación y dinámica de las unidades de paisaje definidas. Las expectativas que el turismo y la cultura despiertan son muchas, sin embargo hay que ser conscientes, por un lado, que no todo el territorio y patrimonio tiene dimensión turística y, por otro, que la dinamización a partir del turismo y de los equipamientos o infraestructuras culturales también tiene límites importantes. Es imprescindible interpretar el turismo en el marco de la dinámica actual de los territorios y de sus destinos, así como del papel que estos espacios desempeñan en el marco de las estructuras territoriales del siglo XXI. Puntos de partida para el análisis integrado de los paisajes del olivar como piezas claves del sistema turístico territorial A la hora de analizar la dimensión turística que asume o podría asumir el paisaje del olivar en nuestro país, es preciso considerar los siguientes puntos de partida y criterios (Grupo de Investigación “Turismo, Patrimonio y Desarrollo”): 1º El desarrollo turístico sostenible como oportunidad. El desarrollo turístico sostenible ofrece caminos para conciliar la conservación patrimonial (natural y cultural) con las nuevas perspectivas económicas y sociales que abre el turismo. Los destinos turísticos, en sus múltiples tipologías, tienen que lograr la plena integración del turismo en la economía, en la sociedad y en el territorio, en el marco de modelos que permitan conciliar la conservación y la recuperación funcional. 2º Naturaleza transversal del turismo y múltiples implicaciones. Los destinos y recursos patrimoniales se encuentran estrechamente asociados al turismo. Se trata de una relación compleja que les plantea retos nuevos en relación con la gestión, el equilibrio funcional, el control de los flujos de visitantes, la conservación, la movilidad o los cambios funcionales. El turismo, sea de motivación cultural o de masas, se está convirtiendo en un protagonista fundamental en las dinámicas territoriales, así como en una oportunidad para introducir mejoras y nuevas fórmulas de aprovechamiento y beneficios económicos. Las relaciones entre territorio y funcionalidad turística son cada día más evidentes, aunque no siempre se han entendido o se entienden de forma correcta. 3º Dinámica territorial y desarrollo turístico. El turismo apunta a consolidarse como una de las principales industrias del mundo, con posibilidades de crecimiento en los diferentes tipos de destinos, aunque en los países desarrollados y en los destinos maduros, no queda exento de las fluctuaciones asociadas a la coyuntura económica del momento. La aplicación de la “teoría del ciclo vital” de los destinos turísticos, así como el análisis comparativo de los costes y beneficios que genera el turismo, junto con los estudios de capacidad de acogida, permiten dar contenido y operatividad al concepto de sostenibilidad. El desarrollo sostenible del sector turístico es una estrategia necesaria para insertar esta poderosa actividad en el medio ambiente, la sociedad y la economía. 4º Impactos económicos, funcionales, culturales y sociales de naturaleza diversa. El turista es un gran consumidor de bienes y servicios, su presencia dinamiza diversos sectores de la actividad económica, genera riqueza, empleo e introduce nuevos hábitos y modos de vida. El turismo puede y debe significar una revitalización económica de determinados espacios y territorios, así como de algunas de las piezas que los componen, como es el caso de los paisajes. La influencia cultural del turismo debe revertir positivamente sobre los residentes y sobre la conservación del patrimonio, propiciando la reutilización de recursos infrautilizados. También el turismo tiene un abanico de efectos positivos y negativos sobre el cuerpo social de un territorio que la planificación y la gestión del patrimonio cultural deben tomar en consideración. 5º Los flujos turísticos y la capacidad de acogida. Resulta clave el diseño de políticas turísticas donde el crecimiento en el número de visitantes vaya en relación con la capacidad de acogida del recurso. Hay que asumir que la capacidad de acogida del patrimonio es limitada, en términos físicos, económicos, sociales y culturales. 6º Turismo, cultura y multifuncionalidad. Los territorios se enfrentan a una nueva realidad funcional. Hay que lograr que se consoliden nuevas estructuras funcionales y sociales donde los huecos dejados por funciones o actividades del pasado, agropecuaria, fabril, comercial, residencial, etc., sean ocupados, de forma equilibrada, por otras nuevas como la cultural, la educativa o la turística. Se trata, en suma, de apostar por estrategias de multifuncionalidad que contribuyan a la conservación de los espacios manteniendo su vitalidad funcional, social y económica. 7º. Una necesaria y urgente definición de estrategias turísticas, estrategias patrimoniales y territoriales. Existe una tendencia hacia la búsqueda de modelos de gestión más sostenibles. En este sentido, preocupa tanto preparar bien el territorio para los habitantes como adecuarlo y no supeditarlo a las estrictas demandas turísticas, en el marco de políticas activas de recuperación patrimonial y de cualificación turística. Resulta urgente tender puentes claros de comunicación entre las políticas territoriales, las turísticas y las de patrimonio cultural. Se trata de una cuestión compleja que requiere de liderazgo institucional, implicación empresarial y participación social. Planteamiento y diseño de Inventarios de funcionalidad turística La medición de los aspectos turísticos persigue, responder, por un lado, a las demandas y necesidades del sector turístico del territorio asociado al paisaje del olivar y, de otro, conocer la dimensión turística del patrimonio cultural vinculado al aprovechamiento del olivar. Los objetivos específicos turísticos dentro del “Estudio temático para el Plan Nacional de Paisaje: Los Paisajes Del Olivo En España”, teniendo en cuenta los recursos disponibles, son los siguientes: 1º Profundizar en la realidad y funcionalidad turística del paisaje del olivar español, abordando tanto el patrimonio material como el inmaterial. 2º Proporcionar una visión integrada y cualitativa de la situación turística del patrimonio cultural. 3º Analizar e interpretar los diversos componentes relacionados con el uso turístico del patrimonio, tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda (efectos y repercusión del oleoturismo). 5º Identificar, con la mayor claridad posible, los puntos débiles y fuertes, así como las potencialidades del uso turístico del paisaje del olivar. 6º Identificar las demandas y necesidades turísticas en relación con la puesta en valor turístico del patrimonio cultural vinculado a las explotaciones olivareras. Una adecuada interpretación de la dimensión turística del patrimonio cultural, así como de sus diferentes grados de funcionalidad, resulta fundamental para propiciar un turismo cultural de calidad y complementar otras tipologías de turismo (rural, de naturaleza, de negocios, urbano, etc.), así como para contribuir a impulsar procesos de recuperación urbana. La finalidad de la recopilación de los aspectos turísticos, se centra en el establecimiento de conexiones entre la función turística y las estructuras paisajísticas y territoriales. En función de ello, con un enfoque cualitativo, se analizarán los aspectos relacionados con la adecuación del patrimonio para la visita pública, la articulación y organización turística del patrimonio, la complementariedad de recursos, etc. El paisaje es una dimensión más a considerar dentro de los recursos patrimoniales existentes en los destinos turísticos. Para abordar la dimensión turística actual, así como la que en un futuro podría asumir, se han considerado una serie de variables tales como: Aspectos de adecuación turística: se atiende a los siguientes criterios, existencia de hitos patrimoniales de referencia, la existencia de rutas o senderos que permitan acceder a este ámbito, la disponibilidad de señalización turística, el tipo de acceso (peatonal, rodado…), así como si hay miradores o acondicionamientos que faciliten la contemplación y si hay o no habilitadas áreas para el aparcamiento; disponibilidad de centros de interpretación, museos etnográficos o museo interactivos; existencia de infraestructuras de alojamiento… Valoración paisajística: bloque en el que se recoge información vinculada a las cualidades paisajísticas, tales como la intervisibilidad, la legibilidad de los referentes y relaciones paisajísticas y la delimitación de los bordes urbanos. Es importante, también, considerar la existencia de impactos negativos en las unidades de paisaje consideradas y si es posible, especificar cuáles y por último, señalar si existiera algún tipo de amenaza a la singularidad del paisaje (edificaciones, trazados viarios, uso industrial…) Grado de atracción turística: De acuerdo a una escala de valoración, poco interesante/interesante/ muy interesante/ visita obligada, se pretende plasmar el peso turístico de la unidad de paisaje considerada (actividades turísticas de referencia, existencia de hitos patrimoniales simbólicos, significativo número de visitantes, buena accesibilidad, etc.) Asociado al desarrollo de una posterior estrategia de actuación, no solo se contempla la realidad actual, sino que es también interesante ver la potencialidad, es decir, considera que iniciativas se pueden llevar a cabo para incorporar la función turística de una manera lo menos agresiva posible en esa unidad de paisaje, de tal manera, que suponga una vía de desarrollo económico y social complementaria. Grado de dificultad de puesta en valor turístico, en función de los resultados obtenidos en el apartado de adecuación turística, es posible delimitar la dificultad de puesta en valor de cada espacio. Se valora como alta, siempre y cuando existan visibles conflictos para el uso turístico, por ejemplo, problemas de accesibilidad, problemas con la propiedad…; media, cuando realizadas ciertas mejoras en cuanto a la adecuación turística, la unidad de paisaje, puede convertirse como recurso verdaderamente turístico; y, por último, baja, aquellos que requieren de actuaciones mínimas para su puesta en valor, por ejemplo, apenas unas mejoras en materia de señalización. Niveles de funcionalidad turística: La consideración global de todos los aspectos anteriormente expuestos conlleva a la definición de los niveles de funcionalidad turística actual y potencial, en caso de plantear estrategias a corto-medio y largo plazo: Principal: ámbito de referencia turística en el área rural. Secundaria: ámbito localizado en áreas de paso hacia espacios de funcionalidad turística principal o con un nivel de atracción turística menor. Incidental: son aquellos espacios que quedan prácticamente al margen de las rutas turísticas de la zona, puesto que los atractivos no se encuentran puestos en valor, o no sean de una entidad patrimonial tal, que contribuya a generar flujos turísticos. Avanzar en la construcción de un sistema de indicadores turísticos útiles en la gestión de los paisajes es una tarea bastante compleja y requiere de aproximaciones sucesivas. En primer lugar, resulta imprescindible la elaboración de un banco de datos turístico/patrimonial, tarea laboriosa y compleja por la disparidad y en ocasiones inexistencia de fuentes y estadísticas. La recopilación y explotación de la información de las fuentes documentales existentes es sólo un punto de partida, luego hay que diseñar e implementar operaciones específicas de producción de datos (encuestas, registros, inventarios…) y lograr así, la posterior elaboración de indicadores que cubran las necesidades informacionales requeridas para la elaboración del estudio. UNA APROXIMACIÓN A LA REALIDAD TURÍSTICA ACTUAL DE LOS PAISAJES DEL OLIVAR El turismo, es un fenómeno de interdependencias y sus relaciones con el paisaje responden a efectos de naturaleza diversa, positivos y negativos. En cualquier caso, tiene un destacado protagonismo funcional, económico y social, y ello plantea un importante desafío: superar la fase meramente promocional de la gestión turística y afrontar el reto de ordenar y gestionar el turismo en los destinos, utilizándolo como un importante instrumento de recuperación y renovación funcional. En una primera toma de contacto con la realidad turística del paisaje del olivar, existen una serie de aspectos, que evidencian una serie de debilidades sobre las que serán necesarios profundizar y abordar en las fases posteriores de actuación y puesta en valor: 1ª. Las realidades son tremendamente dispares pues son solo una pieza, más o menos relevante, dentro sistema patrimonial territorial. 2ª. Un buen número de paisajes carecen herramientas de conocimiento e infraestructuras de gestión acordes con su potencial patrimonial y turístico. 3ª. Los procedimientos de captura de información y tratamiento de la misma varían profundamente de un lugar a otro y, con frecuencia, dificultan las comparaciones. 4ª. En general, no existen procedimientos sistematizados para seguir o evaluar las políticas instrumentalizadas. 5ª. El conocimiento turístico raramente está conectado con las políticas y las estrategias de gestión. 6ª. A corto y medio plazo, no será fácil ni la recopilación sistemática de información ni la identificación de variables representativas. 7ª. Existen limitadas conexiones entre las dimensiones turística, patrimonial, cultural y paisajística. Por tanto, la revalorización y utilización turística del paisaje requeriría de un proyecto cultural integrador, en el conjunto de las políticas territoriales y paisajísticas, capaz de compatibilizar la preservación, así como la diversificación y la generación de nuevos recursos económicos. (TROITIÑO, M. A; PRATS, F., 1998). La experiencia de los conjuntos turísticos, eventos turístico/culturales, grandes exposiciones, fórum, centenarios, etc. evidencian que los destinos patrimoniales, incluso los que están mejor posicionados, ya no se pueden apoyar sólo en los grandes hitos monumentales y museos. Esta realidad sienta precedente en los destinos turísticos emergentes, obligándoles en cierto modo, a ser imaginativos tanto en la oferta, como en la forma y el lugar de presentarla. En este sentido, hay que derrochar originalidad y trabajar para captar nichos de mercado diferenciados, así como rentabilizar las singularidades patrimoniales y paisajísticas. El sector turístico, además de sus demandas y necesidades específicas, tiene que estar apoyado desde el sector urbanístico, el patrimonial, medioambiental, accesibilidad, movilidad, etc. La imbricación de estrategias de actuación en cada uno de estos ámbitos, contribuirá a la conformación y el buen funcionamiento del destino/producto turístico generado. En el diseño de una estrategia de actuación turística aplicada a los paisajes del olivar podrían considerarse algunos de los siguientes aspectos: 1. Los paisajes del olivar tienen que lograr diferenciarse, trabajando en el marco de estrategias de complementariedad con otros recursos. 2. Apostar por diversificar la oferta turística y de ocio, en este sentido las perspectivas del turismo rural, patrimonial y de paisaje son favorables. 3. Prever suelos o propiciar la utilización de edificios y espacios infrautilizados para usos hosteleros y de restauración, aprovechando las oportunidades que brindan tanto para articular estructuras territoriales, especialmente en zonas de borde urbanas, como para recuperar patrimonio cultural. 4. Adecuar las normativas y ordenanza urbanísticas para propiciar la integración de las actividades turísticas en la vida de los paisajes (hostales, restaurantes, comercio turístico, empresas de servicios, etc.). 5. Propiciar iniciativas de signo diverso (urbanísticas, culturales, promoción, etc.,) orientadas tanto a alargar la duración de la estancia de los turistas [2]i como a propiciar un incremento de los visitantes, tanto turistas como excursionistas. 6. Impulsar iniciativas de promoción y comercialización orientadas a penetrar en nuevos mercados, así como a captar nuevos segmentos de demanda que, aún siendo poco importantes en número, resultan muy interesantes en términos económicos. 7. Apoyar iniciativas orientadas hacia la calidad, ya sean desde la esfera pública como desde la privada, en la línea del Sistema Integral de Calidad Turística. 8. Apostar por imágenes de marca diferenciada, renovando los logos turísticos y, en su caso, la señalización, tanto informativa como direccional, y el material promocional. 9. Reforzamiento de los servicios de atención al visitante. En este sentido es tan importante la mejora de los servicios y oficinas de información como impulsar medidas orientadas a mejorar el trato y atención que se presta a los visitantes, bien sea en los municipios, o en las propias explotaciones olivareras. 10. Reforzar y apoyar económicamente a los servicios de planificación y gestión del turismo, con independencia de impulsar, en su caso, infraestructuras de gestión de nuevo cuño y naturaleza mixta. 11. Trabajar con la iniciativa privada para impulsar un sector de comercio y artesanía turística, sector importante en la economía y que necesita adecuarse a las nuevas demandas. A grandes rasgos, el análisis de la dimensión turística del paisaje del olivar refleja una gran heterogeneidad en términos de tipologías, situación jurídica, temáticas patrimoniales, titularidad, estado de conservación y niveles de funcionalidad turística. Hay una limitada utilización de las potencialidades existentes y, en función de esta realidad compleja, hay que establecer prioridades. Tomando de referencia la “Estrategia de paisaje de Andalucía. Una herramienta para la gobernanza del territorio” (2010), el paisaje se reconoce como un valioso capital territorial para el desarrollo de Andalucía y se plantea la necesidad de integrarlo en las políticas públicas. A nivel específico se resalta: La identificación, protección y valorización de los paisajes de interés cultural, así como la preservación de la calidad paisajística de los entornos de los B.I.C. El paisaje se considera como “materia prima del turismo” contemplándose, en consonancia con el Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía, “acciones semilla de paisaje” y “programas paisajísticos” en la cualificación de destinos. El programa interdepartamental del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía contempla: protección y mejora de los paisajes rurales, recuperación paisajística del Valle del Guadalquivir y una red de miradores de Andalucía. Ahora bien, ¿podría trasladarse este esquema al resto del paisaje olivarero nacional? Parece obvio considerar las características específicas de cada una de las unidades de paisaje con cierto interés turístico-cultural de cara a impulsar una estrategia de actuación orientada a: 1. Valorizar el paisaje como recurso y capital territorial para el desarrollo. En este sentido, sobre la base de las unidades paisajísticas diferenciadas, hay que trabajar, tomando como base la red de caminos rurales y vías pecuarias existentes, para articular los diferentes recursos del patrimonio y darles legibilidad y visibilidad. 2. Impulsar un programa paisajístico de cualificación de los destinos. 3. Desarrollar “acciones semilla en paisaje”, en las cornisas e hitos de referencia paisajística. 4. Poner en marcha redes de miradores, orientada tanto a reforzar la dimensión turística del paisaje como a articular recursos patrimoniales de naturaleza diversa. 5. Impulsar actuaciones orientadas a reforzar la funcionalidad turística del paisaje, hoy secundaria o incidental en buena parte de los paisajes de interés cultural. 6. Poner en valor y articular los recursos paisajísticos y patrimoniales del paisaje. Estas actuaciones propiciarían la difusión territorial de la actividad turística. 7. Propiciar acciones y actuaciones paisajísticas que permitan miradas cruzadas entre diversas tipologías de paisaje, evidenciando, que la singularidad paisajística deriva de la imbricación a lo largo de los siglos entre lo rural y lo urbano. La naturaleza transversal del paisaje y del turismo llevan aparejadas múltiples implicaciones y de ahí deriva la necesidad de introducir cambios en los modelos de gestión, siendo aconsejable superar, por un lado, los enfoques sectoriales y, por otro, dar entrada a la participación del sector privado y de la ciudadanía. Los modelos de gestión para ser eficaces tienen, por un lado, que estar bien enraizados en las realidades locales y, por otro, disponer de recursos humanos y económicos, acordes con las características del paisaje y del peso que la actividad turística tiene en la economía y en la sociedad. La experiencia acumulada en estos últimos años (planes de dinamización y excelencia turística, consorcios, cooperativas, fundaciones, etc.) evidencian las ventajas de superar planteamientos sectoriales y de dotarse de instrumentos de coordinación orientados a conformar nuevos modelos de relaciones interadministrativas y sociales. Sin cambios profundos en el modelo de gestión resulta muy difícil avanzar en el sentido que estas orientaciones han tratado de perfilar. CONCLUSIONES Los planteamientos más innovadores a la hora de abordar las cuestiones del desarrollo territorial, tanto desde la esfera del mundo del patrimonio como desde el del turismo, se plantean la necesidad de una estrecha coordinación y complementariedad entre estrategias patrimoniales y turísticas. Para avanzar en este campo es necesario concretar, definiendo estrategias de colaboración e instrumentos de actuación. A título indicativo se pueden establecer las siguientes líneas de actuación: 1ª Identificación de los paisajes culturales (activos culturales) de mayor interés desde el punto de vista turístico. Los Inventario de la Funcionalidad Turísticas de los Paisajes Culturales, cruzando el conocimiento patrimonial y el conocimiento turístico, son instrumentos adecuados para avanzar en esta dirección. 2ª Elaboración conjunta de programas orientados a la difusión, interpretación y señalización de los recursos paisajísticos. Se trata de incorporar el conocimiento patrimonial a la acción turística y dotarse de herramientas de difusión eficaces y de calidad, en este sentido pueden plantearse la puesta en marcha de Centros de Interpretación del Paisaje a diferentes escalas. 3ª Elaboración de directrices y condiciones de uso turístico de los principales recursos/ activos paisajísticos, considerando las demandas y necesidades, tanto de naturaleza patrimonial como turística. 4ª Apostar por la difusión territorial del turismo, con acciones demostración y proyectos piloto, en las diversas tipologías de paisajes. En el marco de una interpretación del paisaje en clave de Sistema Territorial Patrimonial, se trata de perfilar estrategias de complementariedad entre recursos e identificar nuevos nichos de mercado. Una vía de acción puede ser la diferencia, de forma concertada, acciones/ proyectos de tipo piloto y actuar conjuntamente. 5ª Impulsar la elaboración de una oferta paisajística con dimensión turística, articulando la presentación de las diversas dimensiones del paisaje utilizando para ello paisajes de referencia: La Alcarria Conquense, La Ribera de Navarra, El Oeste Salmantino, La Axarquía Malagueña, El Guadajoz y Campiña Este de Córdoba, La Sierra de Cazorla, Las Sierras de Salamanca, Mallorca Rural. (Proyecto de Cooperación Interterritorial “OLIVAR, una Nueva Cultura del Olivo”, 2012) 6ª Elaboración compartida de Estrategias Paisajístico /Turísticas. En base al conocimiento que aportan los Inventarios de Funcionalidad Turística del Paisaje, es factible perfilar estrategias de actuación concertadas entre la administración urbanístico-territorial, la cultural y la turística que se oriente, en su caso, a posicionar turísticamente los paisajes de interés cultural. España tiene que seguir trabajando para posicionarse con claridad en el competitivo mercado de los destinos patrimoniales europeos y, más aún, en el reconocimiento y puesta en valor de los paisajes culturales. Los documentos y cartas internacionales (UNESCO, ICOMOS, Unión Europea, O.M.T. Asociación de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Consejo de Europa, Agendas 21, Convenio Europeo del Paisaje, etc.) apuestan por modelos de desarrollo donde el patrimonio esté plenamente integrado en la economía y la sociedad local. A estos efectos, resulta fundamental asumir una interpretación transversal del paisaje, que contemple tanto las problemáticas de su inserción territorial y urbanística como las relacionadas con su funcionalidad turística. Hay todo un conjunto de circunstancias, tanto internas como externas, que aconsejan plantear la estrategia paisajística desde una perspectiva transversal. Nuestro país ha conocido transformaciones territoriales y funcionales de fuerte impacto en el paisaje y, a corto plazo, se avecinan cambios relacionados con la accesibilidad y movilidad, así como con infraestructuras y equipamientos que, sin duda, introducirán modificaciones en el papel del paisaje y de turismo. La progresiva incorporación del paisaje cultural al turismo de masas, de forma directa o indirecta, explicita la necesidad de una estrecha coordinación y complementariedad entre políticas urbanísticas, patrimoniales y turísticas. Los cambios en las demandas y las nuevas prácticas turísticas exigen apostar, de forma decidida, por la cualificación y diversificación geográfica de la oferta paisajística, algo que requiere coordinación y concertación de actuaciones. Solo así se configurará una alianza estratégica entre territorio, urbanismo, patrimonio y turismo que permitirá avanzar hacia modelos de desarrollo territorial sostenibles. El paisaje cultural del olivar es una pieza relevante de la calidad y del atractivo de nuestra geografía, de ahí que cultura, patrimonio y turismo tengan que manejarse de forma complementaria, a la hora de perfilar proyectos de desarrollo territorial. El paisaje tiene dimensiones de naturaleza muy diversa, culturales, sociales, simbólicas, etc., siendo la turística una de las que mejor evidencia la de naturaleza económica. Hay que asumir, por tanto, la necesidad de adecuar los recursos y sus entornos y hacerlo en un nuevo contexto, el del turismo de masas, pues afortunadamente, aunque esto implique problemas de gestión, los monumentos, conjuntos arqueológicos, conjuntos históricos y paisajes culturales han incrementado el número de visitantes y, seguramente, una vez se remonte la profunda crisis económica actual, lo seguirán haciendo. El turismo, al igual que ha tenido un papel destacado en el desarrollo económico y en las transformaciones territoriales y urbanas, también ha contribuido a valorar, conservar y adecuar para la visita pública el patrimonio cultural. Todo ello a pesar de los frecuentes desencuentros entre la gestión patrimonial y los impulsores del desarrollo turístico. Los primeros, con frecuencia, han estado temerosos ante los riesgos de un flujo de visitantes que en ocasiones les desbordaba, y los segundos, no han sido demasiado proclives, al menos hasta fechas recientes, a asumir que el patrimonio no puede ponerse, sin más, a los pies del potente caballo turístico. En la lectura y entendimiento del paisaje cultural del olivar como recurso-producto primario del sistema turístico, deben superarse las dificultades que se están encontrando para racionalizar la inserción de las funciones turísticas y la planificación turística. Quizás no se estén manejando correctamente las oportunidades que el paisaje ofrece para diversificar y cualificar los destinos contenedores de estos valores. La conservación activa del paisaje requiere de su plena incorporación al desarrollo territorial, dado que las razones que justifican su protección- su valor cultural, singularidad y autenticidad- son las mismas por las cuales quieren ser visitados. Para, realmente, incorporar el turismo a la causa de la conservación es necesario poner a punto una planificación y una gestión paisajística adaptadas a la capacidad de acogida de los diferentes recursos y destinos. Notas [1] “Estudio temático comparativo para el Plan Nacional de Paisaje: Los Paisajes del Olivo en España” (2013). Dirigido por la Dra. Dª Ana Luengo Añón, socia fundadora de CITEREA. [2] Para el área geográfica que abarca la DO. de Andalucía, el 63% de los visitantes, declaró no pernoctar en este ámbito territorial, debido a la escasa infraestructura hotelera existente. BIBLIOGRAFÍA AAVV (2008): Uso Público e Interpretación del Patrimonio Natural y Cultural. Asociación para la Interpretación del Patrimonio. Sevilla. ARIÑO VILLARROYA, A. (2002): “La expansión del patrimonio cultural”. Revista de Occidente, 250, pp. 129-150. CONSEJERÍA DE VIVIENDA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO (2010): La Estrategia de Paisaje de Andalucía- Una Herramienta para la Gobernanza del Territorio. Documento base para el primer debate interdepartamental. CONSEJO DE EUROPA/ MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE (2007): Convenio Europeo del Paisaje. Textos y comentarios. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid. CONSEJO INSULAR DE MALLORCA (2009): Bases per una Estratégia de Paisatge de Mallorca. Consejo de Mallorca. CRUZ PÉREZ, L.; ESPAÑOL ECHANIZ, I. (2009): El paisaje: De la percepción a la gestión. Liteam Ediciones. Madrid. ESPEJO MARIN, C. (2011): El paisaje como recurso turístico. En: Simancas, M.R.; Cortina, A. (Coords): Retos y perspectivas de la gestión del paisaje de Canarias. Observatorio del Paisaje de Canarias. Gobierno de Canarias. UIMP. Tenerife. Pp.436-461. FERNÁNDEZ ZAMORA, A. (2005): El olivo y el aceite como base para un producto turístico. En Actas XII Simposium Científico-Técnico Expoliva 2005. -- Jaén: Fundación del Olivar, 2005. http://www.expoliva.com/expoliva2005/simposium/comunicaciones/CULT-10.pdf GOBIERNO DE MURCIA: Estrategia de Paisaje de la Región de Murcia. Dirección General de Territorio y Vivienda. Murcia. GUZMÁN ÁLVAREZ, J.R; ZOIDO NARANJO, F. (2013): el olivar andaluz en su dimensión paisajística. Espacio vivido y paisaje sentido. En Izquierdo Toscano, J.M. (Coord.), “Andalucía, el olivar”. Grupo de Estudios “Textura”. Sevilla. Pp. 52-69 ICOMOS (2007): Ciudades históricas y paisaje urbano histórico. Foro Grupo de Trabajo Países Iberoamericanos. INSTITUTO ANDALUZ DEL PATRIMONIO HISTÓRICO (2005): Programa de Paisaje Cultural. Laboratorio de Paisaje Cultural. Consejería de Cultura. Sevilla. JUNTA DE ANDALUCÍA (2006): Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía. Consejería de Obras Públicas y Transporte. JUNTA DE ANDALUCÍA (2007): Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía. Consejería de Turismo, Comercio y Deporte. JUNTA DE ANDALUCÍA (2010): Paisajes y patrimonio cultural en Andalucía. Tiempo, usos e imágenes. Vol. I y II. Consejería de Cultura. Sevilla. LUENGO AÑON, M. (2011): La Valoración del paisaje rural desde la perspectiva cultural. En: Simancas, M.R.; Cortina, A. (Coords): Retos y perspectivas de la gestión del paisaje de Canarias. Observatorio del Paisaje de Canarias. Gobierno de Canarias. UIMP. Tenerife. Pp. 412-435. LLOP TORNÉ, C. (2001): La valorización y Dinamización de los paisajes para el desarrollo local. En: Simancas, M.R.; Cortina, A. (Coords): Retos y perspectivas de la gestión del paisaje de Canarias. Observatorio del Paisaje de Canarias. Gobierno de Canarias. UIMP. Tenerife. Pp. 341- 359. MATA OLMO, R. (2011): La gestión del paisaje. En: Simancas, M.R.; Cortina, A. (Coords): Retos y perspectivas de la gestión del paisaje de Canarias. Observatorio del Paisaje de Canarias. Gobierno de Canarias. UIMP. Tenerife. Pp. 18-39. MILLÁN VÁZQUEZ DE LA TORRE, MªG; AGUDO GUTIÉRREZ, E.Mª; MORALES FERNÁNDEZ, E (2011). Análisis de la oferta y la demanda de oleoturismo en el sur de España: un estudio de caso. Cuad. Desarrollo Rural, Bogotá (Colombia) 8 (67) 181-202, julio-diciembre 2011. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE. Plan Nacional del Paisaje Cultural. MINISTERIO DE INDUSTRIA, TURISMO Y COMERCIO (2008): Plan de Turismo Español Horizonte 2020. Plan 2008-2012. Madrid. MOLINA MORENO, V; QUESADA RUBIO, J.M; RUIZ GUERRA, I (2011): Potencial del oleoturismo como diversificación económica del sector cooperativo agrario: el caso español. Revista de Ciencias Sociales. Vol XVII, nº 3, pp. 533-541 OSE-AAVV (2009): Patrimonio Natural, Cultural y Paisajístico. Claves para la Sostenibilidad Territorial. Observatorio de la Sostenibilidad en España- Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino. Madrid. SANZ HERRÁIZ, C. (2000): El paisaje como recurso. En: Martínez de Pisón, Ed. (Dtor): Estudios sobre el paisaje. Fundación Duques de Soria- Ediciones UAM. Madrid. Pp. 281291. SIMANCAS, M.R.; CORTINA, A. (Coords, 2011): Retos y perspectivas de la gestión del paisaje de Canarias. Observatorio del Paisaje de Canarias. Gobierno de Canarias. UIMP. Tenerife TROITIÑO, M. A; PRATS, F. 1998: Toledo 21: Una estrategia turística para una ciudad Patrimonio de la Humanidad, Cámara de Comercio e Industria de Toledo, Toledo TROITIÑO VINUESA, M. A. (2000): “Turismo y Sostenibilidad: La Alhambra y Granda”. Anales de Geografía de la Universidad Complutense, 20, pp. 377-396. TROITIÑO VINUESA, M.A. (2003): “Turismo y conjuntos monumentales: desafíos de interpretación y de gestión”. En AAVV: Desarrollo Turístico Integral de Ciudades Monumentales. Patronato Provincial de Turismo de Granada. Pp. 273-290. TROITIÑO VINUESA, M. A. (2005): “Potencialidades y límites en el uso turístico del patrimonio cultural”. Diálogo sobre Turismo, Diversidad Cultural y Desarrollo Sostenible. Forum Barcelona 2004. Instituto Turismo Responsable. Madrid. Pp. 83-88. TROITIÑO VINUESA, M. A. (2007): “Estrategias sostenibles en destinos patrimoniales. De la promoción a la gestión integrada e innovadora”. Estudios Turísticos 172-173, pp. 225-231. TROITIÑO VINUESA, M.A.; CALLE VAQUERO, M; RUIZ LANUZA, A.; HIRIART PARDO, C. (Coords, 2010): Dinámicas funcionales del turismo y sus impactos en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Estudios comparados entre España y México. Guanajuato (México). Ed. Universidad de Guanajuato. Pp. 13-36. TROITIÑO VINUESA, M. A. (2010). “Ciudades Patrimonio de la Humanidad y turismo: un marco general de referencia”. En M.A. Troitiño Vinuesa, M de la Calle Vaquero, A. Ruiz Lanuza y C. Hiriart Pardo (coords.), Dinámicas funcionales del turismo y sus impactos en las Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Estudios comparados entre España y México. Guanjautado (México). Ed. Universidad de Guanajuato. Pp. 13-36. TROITIÑO VINUESA, M. A.; TROITIÑO TORRALBA, L. (2010): “Patrimonio y Turismo: Una complementariedad necesaria en un contexto de uso responsable del patrimonio y cualificación de la visita”. Revista Patrimonio, 3, PP. 89-108. Ministerio de Cultura. TROITIÑO, M. A.; GARCÍA, M.; CALLE, M. DE LA; TROITIÑO, L. (2011): La funcionalidad turística del patrimonio cultural (B.I.C.) de la Comunidad de Madrid y Estrategias de Actuación. Consejería de Economía y Hacienda. Comunidad de Madrid. TROITIÑO VINUESA, M.A. ET Al. (2011): Estudio sobre la funcionalidad turística del patrimonio cultural del municipio de Carmona y estrategias de actuación. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico/ Ayuntamiento de Carmona/ Universidad Complutense de Madrid. TROITIÑO, M. A.; CALLE, M; GARCÍA, M (2011): “Las actividades turístico-recreativas en los planes de gestión de los sitios Patrimonio Mundial. El caso de Aranjuez, Paisaje Cultural de la Humanidad”. Cuadernos de Turismo, 28 UNESCO/CENTRO DEL PATRIMONIO MUNDIAL (2005): Memorando de Viena sobre“Patrimonio Mundial y Arquitectura Contemporánea- Ordenar el Paisaje Urbano Histórico”. UNESCO/CENTRO DEL PATRIMONIO MUNDIAL (2005): Aprobación de la declaración sobre conservación de los paisajes urbanos históricos. 15ª Asamblea General de los Estados Parte en la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural. París. VITALI, V. (1999): Cultura entonces, cultura ahora: el verdadero negocio de la gestión del patrimonio. En Actas del 5º Coloquio Internacional de las Ciudades del Patrimonio Mundial. Organización de Ciudades del Patrimonio Mundial. Québec. Pp. 120-123 VELASCO GONZÁLEZ, M. (2004): La política turística. Gobierno y administración turística en España (1952-2004). Cañada Blanch. Valencia. VILLAFRANCA, M.; CHAMORRO, V. (Eds, 2007): Acogida de visitantes en monumentos y sitios del patrimonio Mundial. Patronato de la Alhambra y Generalife. Granada. VILLAFRANCA, M.; SALMERON, P. (Dtores, 2010): Plan Director de la Alhambra. Patronato de la Alhambra y Generalife. Consejería de Cultura. Granada. Otras referencias documentales web: http://www.esenciadeolivo.es/oleoturismo/). http://www.gio.cat) http://www.tourspain.es http://www.oleotourjaen.es/ http://www.cederaxarquia.org http://destinocastillayleon.es/index/oleoturismo-en-castilla-leon/ http://www.illesbalears.es Proyecto de Cooperacion Interterritorial “OLIVAR, una Nueva Cultura del Olivo” Asociación para el Desarrollo del Guadajoz y Campiña Este de Córdoba Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las Sierras de Salamanca Asociación para el Desarrollo de la Zona Oeste de Salamanca Ceder Alcarria Conquense Centro de Desarrollo Rural de la Axarquía Consorcio para las Estrategias de Desarrollo de la Ribera de Navarra Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Cazorla Grup D’acció Local – Associació Mallorca Rural Idolive Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino Olearum i Análisis de la oferta y la demanda de oleoturismo en el sur de España: un estudio de caso. Mª Genoveva Millán Vázquez de la Torre, Eva Mª Agudo Gutiérrez, Emilio Morales Fernández (2011). Cuad. Desarro. rural, Bogotá (Colombia) 8 (67) 181-202, julio-diciembre 2011. En este artículo, se señala, que para el área geográfica que abarca la DO de Andalucía, el 63% de los visitantes, declaró no pernoctar en este ámbito territorial, debido a la escasa infraestructura hotelera existente.
© Copyright 2024