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XIV COLOQUIO DE GEOGRAFÍA DEL TURISMO, OCIO Y RECREACIÓN (AGE).
MÁLAGA-SEVILLA, 23-25 DE OCTUBRE DE 2014
PONENCIA: “LOS ESPACIOS TURÍSTICOS ANTE LA CRISIS:
¿DE LA RESILIENCIA A LA OPORTUNIDAD?”
Sede de Sevilla: Mesa de Debate nº 3
Coordinador de la Mesa 3: Prof. Manuel Jesús Marchena Gómez (Universidad de Sevilla)
ÍNDICE
Cuestiones para el debate propuestas por el coordinador de la Mesa 3
Las ciudades históricas españolas ante la crisis: dinámica de la afluencia de visitantes y acciones de
política turística
De la Calle Vaquero, Manuel; García Hernández, María
Retos de un destino Patrimonio de la Humanidad: la Vall de Boí
Fusté Forné, Francesc
¿Por qué no es un destino turístico? Lo que se necesita para que L´Horta Nord de Valencia se convierta
en un espacio de oportunidad
Lloréns Camacho, Francisco; Arnandis Agramunt, Rubén
Escenario de crisis y gestión pública del turismo en los espacios de interior de España: el papel de las
Diputaciones Provinciales
López Palomeque, Francisco; Font Urgell, Xavier
Percepción y valoración social de los paisajes disfrutados: aportaciones desde el visitante para una
gestión sostenible de espacios turísticos rurales. El caso de la Sierra de Aracena (Huelva)
Mercado Alonso, Inmaculada
Canteras de yeso en Castalla. Puesta en valor como producto turístico tras la decadencia del oficio
artesano
Moreno Márquez, Inmaculada
La gobernanza territorial en destinos turísticos. El caso del Altiplano de Granada
Navarro Valverde, Francisco Antonio; Pérez Arco, Belén; García Arias, Miguel Ángel
Turistas y rodajes franceses en una Andalucía de opereta: oportunidades actuales para la imagen
romántica proyectada en “El deseo y el amor” (Henri Decoin, 1951) y “La bella de Cádiz” (Raymond
Bernard, 1953)
Puche Ruiz, María del Carmen
Paisaje y planificación turística en Andalucía. La consideración y el tratamiento del paisaje en los
Programas de Turismo Sostenible de Andalucía
Santos Pavón, Enrique; Fernández Tabales, Alfonso; Muñoz Yules, Olga
El paisaje del olivar. Pieza clave del sistema turístico territorial
Troitiño Torralba, Libertad
XIV COLOQUIO DE GEOGRAFÍA DEL TURISMO, OCIO Y
RECREACIÓN (AGE). MÁLAGA-SEVILLA, OCTUBRE 2014
PONENCIA: “LOS ESPACIOS TURÍSTICOS ANTE LA CRISIS:
¿DE LA RESILIENCIA A LA OPORTUNIDAD?”
Mesa de Debate nº 3
Manuel J. Marchena Gómez
Universidad de Sevilla
Las diez comunicaciones presentadas han realizado un cierto ejercicio de “insumisión
científica”, dado que prácticamente ninguna se adecua al título de la ponencia. En todo
caso, de forma tangencial. Un sencillo resumen de las mismas nos dispondría a un
imperfecto esquema:
1. TRES comunicaciones sobre GOBERNANZA Y GESTIÓN PÚBLICA, que tratan del
Altiplano de Granada, L’Horta Nord de Valencia y las Diputaciones Provinciales del
interior (incluida la administración Foral de Navarra).
2. TRES comunicaciones sobre PAISAJE, con tres distintos enfoques, la percepción del
visitante en la Sierra de Aracena, su relación con los programas públicos en Andalucía y
como potencial destino en el paisaje del Oleoturismo.
3. DOS comunicaciones sobre DESTINOS/RECURSOS POTENCIALES, que analizan el
Vall del Boi en Cataluña y Castalla en Alicante, a través de los recursos patrimoniales y
naturales, y artesanales/industriales, respectivamente.
4. UNA comunicación sobre DEMANDA (afluencia de no residentes) Y ACCIONES DE
POLÍTICA TURÍSTICA en Ciudades Históricas españolas de mediano porte.
5. UNA comunicación sobre LA IMAGEN TURÍSTICA, a partir del análisis semiótico de
dos películas francesas sobe Andalucía en los años cincuenta del Siglo XX.
En general, la crisis aparece como concepto general en una buena parte de las
comunicaciones; pero más como hecho que implica a cualquier análisis en este momento.
Sin embargo, debe apurarse la lectura para hallar elementos en las comunicaciones que
entiendan de resiliencia social –explicada por la RAE como la capacidad de asumir con
flexibilidad, situaciones límites y sobreponerse a ellas-. Desde luego todas las
comunicaciones ahondan en las oportunidades (tal como un enfoque DAFO) de sus objetos
de estudio; territoriales o temáticos en cada caso.
Estos mínimos apuntes descriptivos nos sugieren ciertos asuntos que podrían completar
este simple esquema sobre las aportaciones nucleares de las comunicaciones –
prácticamente volcadas a temáticas no litorales- que por otra parte nos indican las líneas de
investigación practicadas por sus autores e indicios, seguramente, de temas de interés
general para nuestra comunidad científica. Esbozaremos ciertos interrogantes para el
coloquio:
¿En esta crisis de modelo de producción y cambio de ciclo económico general, donde el
turismo arroja las mejores cifras, cabe la reconversión de los espacios turísticos?
¿Por tanto, acabó la crisis de los espacios turísticos, por lo menos del lado de la demanda, o
es necesario afinar del lado de destinos, ofertas y tipologías turísticas?
¿Cómo los factores del empleo y los precios en la crisis han incidido en la configuración de
los espacios turísticos?
¿Cabe en este contexto reclamar verdaderas y no retóricas políticas públicas en este
escenario de recortes e incapacidad financiera y por ende, de deterioro institucional?
¿De la experiencia de la crisis del 2008 hasta hoy, caben extraerse lecciones de resiliencia,
o se abren verdaderamente nuevas oportunidades?
¿El aparato formal y metodológico del geógrafo después de estos cambios monumentales
en el ciclo económico debe permanecer o es necesario tirar de nuevo instrumental para los
espacios turísticos?
¿Tiene sentido hoy la planificación turística y la gobernanza al uso y su articulación con
una ordenación del territorio descalificada e incapaz de incardinarse en los procesos reales
del espacio turístico?
LAS CIUDADES HISTÓRICAS ESPAÑOLAS ANTE LA CRISIS:
DINÁMICA DE LA AFLUENCIA DE VISITANTES Y ACCIONES DE
POLÍTICA TURÍSTICAi
Manuel de la Calle Vaquero
María García Hernández
Dpto. de Geografía Humana – Universidad Complutense de Madrid
[email protected]
[email protected]
RESUMEN
Las ciudades históricas son uno de los principales destinos turísticos del interior
peninsular. Algunas de estas ciudades tienen una dilatada trayectoria turística aunque sus
rasgos básicos como destinos se han ido conformando a lo largo de los últimos veinte
años. Mucho más recientemente, este tipo de ciudades está sufriendo los efectos de la
crisis socioeconómica en la que estamos inmersos. Dentro de este marco, el texto que se
presenta persigue dos grandes objetivos. De una parte, analizar la dinámica de la
afluencia turística de estas ciudades durante los últimos años, identificando procesos
generales y diferencias entre destinos. De otra, analizar los cambios en la política
turística llevados a cabo en el nivel local. Estos cambios, ¿en qué consisten?, ¿qué
dirección adoptan y cómo se justifican? ¿se plantean como respuesta a la crisis o implican
un cambio de orientación más profunda? Se busca, en definitiva, indagar sobre las
relaciones entre contexto socioeconómico general, dinámica de la afluencia turística y
acción pública en materia de turismo en escala local. Como hipótesis, se plantea que estas
relaciones no implican una linealidad causa-efecto, existiendo muchos vectores
intermedios que se hace necesario identificar.
Palabras clave: Ciudades históricas, turismo cultural, turismo urbano, política
turística
ABSTRACT
Historic cities are one of the main tourist destinations in Spain. Some of them have been
important tourist destinations for a long time. However in the last twenty years they have
defined their actual characterisc as urban tourism destinations. Much more recently they
are suffering the effects of socio-economic crisis. In this context, this paper has two main
objectives: to analyze the dynamics of the tourist flows of these cities in recent years
(general processes and differences between locations) and to analyze changes in local
tourism policy. Are there many changes?, what type?, what is the direction they adopt?
and how are they justified? Does it mean one new response to the crisis or imply a deeper
change orientation? In short, it tries to investigate the relationship between socioeconomic context, tourist flows dynamics and public action for local tourism. As a
hypothesis , it suggests that these relations do not imply a cause-effect linearity, there are
many intermediate vectors is necessary to identify.
Key words: Historic cities, cultural tourism, urban tourism, tourism policy
INTRODUCCIÓN
Las ciudades históricas constituyen un tipo de destino turístico muy importante para el
turismo de interior en España. Algunas de ellas tienen una dilatada trayectoria turística si
bien sus rasgos básicos como destinos se han ido conformando a lo largo de los últimos
veinte años en un contexto de crecimiento acelerado de la llegada de visitantes. En los
últimos tiempos estas ciudades han hecho además esfuerzos considerables para diversificar
su oferta y captar nuevos segmentos de demanda, en un intento por superar los
estrangulamientos de un modelo de turismo cultural de base patrimonial que presentaba ya
antes de la crisis económica actual algunos síntomas de agotamiento.
Los contenidos de este texto tienen como objetivo analizar dos dimensiones básicas para
entender la dinámica actual de este tipo de destinos: de una parte la evolución reciente de
la afluencia turística (identificando procesos generales y diferencias entre destinos) y de
otra parte el devenir reciente de la política turística local reciente. El repaso analítico de
estos dos temas nutre de contenido los epígrafes centrales del texto que concluye con un
apartado interpretativo sobre la lógica de la actuación turística local ante momentos de
incertidumbre en el comportamiento de la demanda, fuerte contracción de la inversión y el
gasto público y cuestionamiento de los límites de la actuación pública en general.
DINÁMICA DE LA AFLUENCIA DE VISITANTES A LAS CIUDADES
HISTÓRICAS ESPAÑOLAS EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS
Existe un consenso bastante generalizado en que los quinquenios correspondientes al
tránsito del siglo XX al XXI se caracterizan por un notable crecimiento del turismo urbano.
Las ciudades españolas, algunas con una trayectoria turística que arranca en pleno
Romanticismo, no son ajenas a este proceso y registran una efervescencia turística muy
acusada que afecta a muy distintos tipos de destinos urbanos. La ausencia de fuentes
homogéneas dificulta la cuantificación del proceso, aunque hay acuerdo en tres aspectos: 1.
Sobre el crecimiento global antes referido; 2. Sobre la existencia de periodos de
crecimiento acelerado que coexisten con momentos puntuales de recesión; y 3. Sobre la
intensidad de la crisis que arranca en 2008, con efectos que todavía duran en muchas
ciudades.
Los datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del INE (en adelante EOH) permiten una
aproximación general al fenómeno, por más que sea parcial y presente deficiencias de
sobra conocidasii. La EOH aporta datos sobre movimiento turístico en hoteles de ciudad a
partir de 1999. En ese año, se contabilizaron 1.269.700 viajeros alojados en los hoteles del
municipio de Granada, 674.789 en Córdoba, 385.004 en Salamanca y 369.850 en Toledo.
Las disparidades entre ciudades eran notables, en todo caso se trataba de cifras de afluencia
de magnitudes muy inferiores a las registradas en los destinos de turismo metropolitano
(4,65 millones en Madrid y 3,31 en Barcelona) e incluso de ciudades costeras con un fuerte
componente de turismo de playa (1,43 en Palma de Mallorca y 0,51 en Alicante). No
obstante, el turismo de base patrimonial se había convertido en una actividad central en
buena parte de las ciudades históricas y la dinámica de la afluencia turística en hoteles era
altamente positiva. Entre 1999 y 2007, último año del ciclo expansivo general, se
experimentó un incremento del 49,84% de los viajeros alojados en los hoteles de
Salamanca, 25,84% en Toledo, 17,59% en Granada y 11,76% en Córdoba.
Como se ha señalado, 2007 es el último año del ciclo expansivo. En esa fecha, los 43
puntos turísticos que correspondían a destinos de turismo urbano (y que presentan
continuidad en los datos) alojaron a 32.933.256 turistas, lo que suponía el 39% del total
nacional. De los 32,93 millones, el 57,36% eran residentes en España y el 42,64% a
residentes en el extranjero. El número de pernoctaciones alcanzó los 68.366.745
pernoctaciones (25,16% del total) y la estancia media fue de 2,07 noches por viajero (3,22
de promedio nacional), ciertamente más elevada en las ciudades costeras.
En términos de movimiento hotelero y a nivel anual, la recesión empieza a notarse con
fuerza en 2008 y alcanza su máxima intensidad en 2009. Respecto al año anterior, el
conjunto de las 43 ciudades pierden 470.395 viajeros, lo que supone un decrecimiento del
1,43% (-1,43%). Y en 2009 los turistas en hoteles se reducen en 1.417.517 (-4,37%),
situándose en cifras de 2005-2006. A partir de entonces comienza a notarse una
recuperación de las cifras de afluencia, notable en 2010 y 2011 y mucho más tímida en
2012. Esta recuperación de la actividad se ha hecho a costa de un ajuste importante del
sector hotelero, que además sigue inmerso en una dinámica de ampliación de la capacidad
de alojamiento. Como resultado, la rentabilidad del sector ha descendido. De acuerdo con
los datos de Exceltur (2014), el ingreso medio por habitación disponible (RevPAR) en los
hoteles urbanos para el año 2013 fue de 46,4 €, una cifra muy inferior a la de 2008 (54,7) y
que contrasta negativamente con la correspondiente a los hoteles vacacionales de costa
(54,1 en 2013).
Más allá de las cifras globales, el análisis por procedencias refleja un comportamiento
dispar entre el turismo interno y turismo internacional. Entre 2007 y 2012 el número de
viajeros residentes en España se ha reducido en un 8,19%. En cambio, los no residentes
han aumentado en un 19,13%, representado ya prácticamente la mitad de los turistas
alojados en hoteles de nuestras ciudades. Es obvio que la crisis está afectando de forma
desigual a los distintos países, lo que implica variaciones en el comportamiento turístico de
sus poblaciones. Dentro de la Unión Europea, el mercado alemán continúa activo mientras
que se ha reducido la presencia de italianos y portugueses. Además destaca el dinamismo
de mercados de larga distancia, en unos casos tradicionales en nuestras ciudades (Estados
Unidos, Japón…) y en otros más novedosos (Rusia, China…) iii.
La distinta evolución de los mercados está en la clave de las diferencias en el
comportamiento registrado en las ciudades españolas, que han resultado muy
desigualmente afectadas por la vigente situación de crisis. De los 46 puntos considerados,
únicamente 18 registraron durante 2012 un mayor número de turistas que en 2007.
Barcelona cuenta con un millón más de viajeros (18,56%), Madrid con 600.000 (8,33%),
Málaga con 228.000 (31,72%) y Bilbao con 155.000 (24,25%). Todo apunta a que las
grandes aglomeraciones metropolitanas han salido reforzadas en términos turísticos, en
especial aquellas de mayor orientación internacional como es el caso de Barcelona. En
cambio, las ciudades de menores dimensiones han tenido un comportamiento bastante
peor. Dentro de las ciudades históricas, registran una dinámica positiva municipios como
Córdoba (7,92%), Burgos (5,42%), Cáceres (4,54%) y, en menor medida, Salamanca
(1,23%) y Toledo (0,69%). Sin lugar a dudas son muchas más numerosas las ciudades que
están bastante peor ahora que al inicio del ciclo de recesión. Los hoteles de Oviedo han
contabilizado una pérdida de 43.163 viajeros entre 2007 y 2012. Valores importantes,
aunque un tanto más reducidos, se han registrado en ciudades como Granada (35.459),
Santiago de Compostela (33.495), León (33.222). En términos absolutos no se trata de
cifras muy elevadas, sin embargo inciden sobre localidades de una notable especialización
en turismo de base patrimonial. Precisamente son aquellas ciudades de menores
dimensiones donde la reducción de la afluencia de visitantes alcanza su mayor intensidad,
un conjunto de ciudades situadas en la zona central de la Península muy dependientes del
turismo nacional. Así, en Ávila la afluencia ha variado en un -21,45%, en Cuenca -19,03%,
en Zamora -16,61%, en Soria -9,79% y en Segovia -4,99%. De estas ciudades, únicamente
Segovia ronda el 20% de pernoctaciones asociadas a turistas no residentes en España,
menos de la mitad del conjunto de los destinos urbanos considerados.
La reducción de los turistas alojados en los hoteles de muchas de nuestras ciudades
históricas es el indicador más fácilmente discernible (cuantificable) de la crisis turística
que afecta a un componente importante de los destinos urbanos españoles, en especial de
los destinos de base patrimonial. Para el sector, implica la reducción de la ocupación y,
especialmente, de la rentabilidad. En 2013 el RevPAR de los hoteles de Lugo era de 16 €,
en Ávila 19,9, en Teruel 20,8, en Cuenca 23,5 y en Salamanca 25,2. Dado que no parece
que la pérdida de turistas en hoteles sea compensada con el crecimiento de otras fórmulas
de alojamiento, las implicaciones en términos de ingresos para el destino son muy
notables. Se reduce el número de turistas, pero también el gasto de los viajeros españoles
en sus desplazamientos. Buena parte de los negocios de hostelería, artesanía y otros
recuerdos, servicios locales de guía, transporte turístico… ven reducida sus niveles de
actividad y/o ingresos, abocando a muchos establecimientos al cierre. En última instancia,
la reducción de la afluencia y los ajustes para alcanzar mayor productividad han supuesto
una reducción del empleo turístico que afecta a la mayor parte de las ciudades españolas.
De acuerdo con las estimaciones de Exceltur, tan solo entre 2010 y 2013 se ha destruido el
25,81% de dicho empleo en Segovia, 21,72% en Santiago, 21,47% en Toledo, 19,08% en
Burgos, 11,17% en Salamanca o 8,17% en Cuenca. Dentro de este panorama desolador,
destaca el comportamiento positivo de Córdoba, que crece en un exiguo 3,78%.
EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA POLÍTICA TURÍSTICA LOCAL
En perspectiva histórica los especialistas en política turística inciden sobre la contradicción
existente ente la potencia de España como destino turístico y el débil desarrollo de la
política turística, al menos hasta fechas recientes. Este hecho, que afectó a todos los
destinos, en las ciudades resulta especialmente notorio. Ciudades que cuentan con una
dilatada trayectoria como destinos turísticos (en algunos casos de más de 150 años)
llegaban a finales del siglo XX con nulo nivel de desarrollo de las políticas en materia
turística. La ausencia de concejalías de turismo, el poco peso del turismo en la agenda
política local o la inexistencia de planes y programas de actuaciones en la materia (en todo
caso limitadas a las tareas de promoción) ponían en evidencia esta realidad. Había turismo
sin política turística y las iniciativas claves en la conformación de las ciudades como
destinos turísticos provenían de otras políticas sectoriales, principalmente de cultura o
urbanismo: actuaciones en materia de recuperación del patrimonio, adecuación de espacio
público y recuperación urbana, movilidad, accesibilidad o construcción de infraestructuras
diversas (aparcamientos, estaciones de transporte y dársenas para autobuses turísticos...).
La situación empieza a mutar casi en los albores del cambio de siglo. De hecho en España
la conformación de una política turística expresa a escala de ciudad corresponde a los años
90. A partir de la experiencia de una serie de ciudades pioneras, sobre todo Barcelona, se
difunde un modelo de intervención turística en la ciudad mucho más potente, liderado por
la administración local. En este proceso de cambio convergen varios factores (Calle
Vaquero, 2004): la asunción de los planteamientos de la planificación estratégica a escala
urbana, la consideración del turismo como un vector clave de desarrollo local y los
planteamientos de la política turística del estado que, a través de los distintos programas de
“Planes en Destino”, vino a incidir sobre todo en la territorialización de la planificación
turística y la importancia de la actuación a nivel local como elemento clave para
crear/mejorar/estructurar “producto turístico” y diversificar así el perfil de la oferta
turística del país.
El nuevo modelo de intervención en materia turística de las ciudades gestado en esos años
estuvo caracterizado por tres aspectos fundamentales: la importancia de la planificación, la
creación de entidades específicas de gestión turística y la diversificación de las actuaciones
acometidas desde el ámbito del turismo (Calle Vaquero, 2008). En término de
planificación, casi todas las ciudades históricas españolas con dimensión turística
empezaron a desarrollar planes estratégicos de turismo, muchos de ellos en el contexto de
desarrollo de los “Planes en Destino” impulsados desde la Administración Central (García
Hernández, 2012). El discurso dominante giraba en torno a planteamientos guiados por tres
conceptos clave: calidad integral del destino (y términos afines como cualificación o
“recualificación”), sostenibilidad y colaboración público-privada. Muchas de las ciudades
históricas españolas desarrollaron este tipo de planes: Burgos, Córdoba, Cáceres, Ávila,
Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia, Toledo o Zamora por ejemplo tuvieron
“Planes de Excelencia Turística”, Aranjuez y Cuenca “Planes de Dinamización Turística”
y finalmente Ourense, Soria, Logroño o Pontevedra desarrollaron “Planes de Dinamización
del Producto Turístico”.
En paralelo se desató un proceso de creación, consolidación y diversificación del
entramado institucional relacionado con la gestión del turismo a escala de destino. En
apenas 10 años se produjo un fuerte crecimiento de la administración turística local
impulsado en ocasiones a partir de las oficinas de gestión de los propios planes en destino,
embriones de las nuevas entidades. Las ciudades del Grupo de Ciudades Patrimonio de la
Humanidad de España (en adelante GCPHE) ejemplifican de manera clara este proceso
(García Hernández, 2007). Sin apenas desarrollo de las Concejalías de Turismo en la
década de los años noventa, muchas de estas ciudades se fueron dotando de entidades de
gestión turística que en algunos casos se alejaban mucho del modelo funcionarial de la
administración local tradicional. Se fue conformando así a escala local toda una
administración institucional bajo diferentes formulaciones jurídicas (consorcios,
fundaciones, empresas públicas…) dotada en principio de amplios presupuestos (ya que se
conforman en el primer quinquenio de siglo), una capacidad de actuación creciente y
plantillas técnicas amplias y de perfiles profesionales diversos. Al mismo tiempo las
unidades públicas de gestión turística (las concejalías y áreas de turismo de los
ayuntamientos) también se fueron ampliando y ganaron peso dentro de la administración
municipal.
El desarrollo de la planificación estratégica asociada a la ejecución de planes en destino, el
crecimiento y consolidación del presupuesto disponible en materia turística y el aumento
de la capacidad técnica asociado al nacimiento de las nuevas entidades de gestión tuvo
como resultado directo una gran diversificación de las actuaciones acometidas en materia
de turismo a escala local. De un conjunto limitado de actuaciones básicamente de ámbito
promocional (asistencia a ferias, edición de folletos, organización de los servicios de las
oficinas de información turística,…) se dio paso a actuaciones muy diversas que incluían
intervenciones ambiciosas de mejora urbana (iluminación monumental, acondicionamiento
de senderos en espacios de borde, rehabilitación…), mejora de la oferta patrimonial
(creación de museos, centros de interpretación, proyectos de puesta en valor turística del
patrimonio…), organización de la acogida al visitante (centros de recepción, oficinas de
información turística, señalización turística…) gestión de calidad, formación de recursos
humanos o generación de conocimiento (observatorios turísticos, estudios de público,…).
En suma, un conjunto amplio de iniciativas que tenían que ver con el acondicionamiento
global de la ciudad como destino turístico (Calle Vaquero y García Hernández, 2005). De
hecho, se produjo casi una hiperinflación de iniciativas que, con matices locales, se
repitieron miméticamente de ciudad en ciudad.
A partir del inicio de la crisis económica, hay un proceso de reducción notable de
presupuestos para la intervención turística en destino y de forma paralela asistimos a un
cuestionamiento profundo del discurso dominante en años anteriores que afecta tanto a las
entidades de gestión creadas como a lo que se está haciendo desde esas entidades (procesos
de planificación y tipo de actividades desarrolladas).
En la actualidad perviven buena parte de las empresas, sociedades, consorcios o patronatos
públicos recientemente creados, aunque en proceso de reestructuración ante el reajuste de
los presupuestos públicos. En las ciudades del GCPHE se mantienen en activo la mayoría
de las entidades nacidas hace apenas diez años: Fundación Turismo de Cuenca, Consorcio
de Turismo de Córdoba, Turismo y Comunicación de Salamanca, S.A.U, Turismo de
Santiago_INCOLSA, Gestión y Calidad Turística Ciudad de Segovia S.A.U. Se suprimió,
en cambio, en 2012 la Sociedad Mixta de Turismo de Mérida, apenas dos años después de
su creación. Siguen también más o menos activas las entidades que asumen funciones
específicas respecto a determinados segmentos de mercado en estas ciudades, si bien en la
mayoría de los casos son oficinas que dependen de las concejalías de turismo o de las
propias entidades de gestión turística locales: convention bureau (Oficina Municipal de
Congresos de Alcalá de Henares, Convention Bureaux de Cuenca, Salamanca, Santiago de
Compostela, Segovia, Tarragona y Toledo, Oficina “Cáceres Ciudad de Congresos”) y
film comissions (Córdoba, Salamanca, Santiago de Compostela, Segovia). No obstante, los
recortes presupuestarios que afectan a estas estructuras de gestión se han ido haciendo más
profundos con el paso de los años. “Turismo de Santiago” manejaba en 2007 un
presupuesto anual de 3,6 millones de euros y en 2013 ese presupuesto se había reducido
hasta 1,24 millonesiv. Para esos mismos años el Consorcio de Turismo de Córdoba pasó de
los 2,25 millones a 1,09 millones (CONSORCIO DE TURISMO DE CÓRDOBA, 2014).
Tabla 1. Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. PRESUPUESTOS
municipales del área de Turismo (€)
2007
1.604.771
1.900.000
2008
2.115.000
1.784.273
2009
1.971.000
1.473.495
2010
1.150.000
1.476.495
Cáceres
451.648
566.304
s.d.
s.d.
Córdoba
Cuenca
2.250.733
540.000
4.719.867
643.100
2.457.594
536.000
1.386.240
494.500
Ibiza
133.102
1.264.543
226.200
500.000
La Laguna
341.250
1.197.836
s.d.
708.911
Mérida
309.100
651.310
662.444
657.500
Salamanca
1.682.306
2.043.608
s.d.
2.063.978
Santiago de Compostela
3.693.216
5.577.985
3.648.013
2.303.236
Segovia
1.316.173
1.807.008
1.449.500
1.696.134
Tarragona
1.595.380
1.589.850
1.621.647
s.d.
227.000
s.d.
s.d.
s.d.
Alcalá de Henares
Ávila
Toledo
Fuente: Memorias anuales del Observatorio Turístico del GCPHE.
En otras ciudades medias con perfil turístico patrimonial como puedan ser Lleida,
Valladolid o Teruel también encontramos continuidad en el mantenimiento de entidades
como Turisme de Lleida, la Sociedad Mixta de Turismo de Valladolid o la Fundación
“Amantes de Teruel”. En este último caso, si bien se trata de una entidad creada para la
gestión de varios elementos destacados del patrimonio histórico de la ciudad, constituye un
ejemplo representativo de las nuevas estructuras de gestión por cuanto entre sus ejes de
trabajo figura “el turismo” como uno de sus pilares claves. Sin embargo, la crisis y
problemas internos de gestión se han llevado por delante a alguna que otra de estas
entidades como Turismo de Zamora, que se disolvió a principios de 2012 tras escasos tres
años de existencia con una deuda acumulada de alrededor de 300.000 eurosv. Fue ésta una
decisión tomada “dentro del conjunto de medidas de austeridad y ahorro que se adoptaron
(en el Ayuntamiento de Zamora) para acogerse al primer plan de pago a proveedores y
para recuperar la estabilidad presupuestaria”vi
Sobre estas entidades descansan en buena medida las tareas de planificación turística
urbana en un momento de profunda reformulación de los planteamientos anteriores. Dejan
de hacerse planes globales en lógica estratégica. Los escasos planes de nueva generación
pierden ese carácter integral que tuvieron la primera generación de planes en destino y se
da paso a un modelo de planificación operativa mucho más vinculada a la actuación de los
agentes y con un mayor peso de los enfoques del marketing (véase el Plan Estratégico de
Turismo de Córdoba 2009-2012, Plan de Marketing de Segovia, 2009, Ávila Turismo.
Estrategia 2015). Se trata fundamentalmente de planes estratégicos para la actuación en el
corto plazo en los que las intervenciones de base física relacionadas con la mejora y
adecuación global del destino dejan paso a actuaciones de menor calado que se plantean en
términos menos tangibles: “posicionamiento en el mercado”, “creación de producto
temáticos y/o específicos”, “creación o consolidación de imagen de marca”, “innovación y
nuevas tecnologías”, etc. En todo caso este giro observado en los planteamientos de los
últimos planes turísticos de iniciativa municipal confluye de manera sinérgica con los
cambios acaecidos en los planes en destinos estatales; cambios que afectan sobre todo al
objeto de la planificación (el destino de manera integral o los productos turísticos de
manera aislada). El discurso dominante ahora descansa sobre otros conceptos: eficiencia,
implicación del sector privado, innovación y nuevas tecnologías, inteligencia de mercados,
destinos inteligentes…
Ahora bien, si en líneas generales se mantienen buena parte de las estructuras de gestión, a
nivel de actuaciones se aprecia un panorama contradictorio. De una parte, se extienden
ciertas iniciativas entre un conjunto amplio de ciudades que copian –muchas veces
miméticamente- actuaciones que en su día tuvieron carácter novedoso-. Por ejemplo, los
observatorios turísticos, con formatos similares en Ávila, Córdoba, Segovia, Pamplona,
Lleida y Burgos (cuyo primer informe corresponde a 2013). De otra parte, se reduce la
financiación para acometer iniciativas de política turística, acotando mucho ésta a las
capacidades operativas de las entidades locales de gestión turística (promoción, acogida
turística…) y, en muchos casos, reduciendo extraordinariamente su alcance por falta de
fondos. Dentro de las líneas de trabajo actuales, cabe señalar tres grandes campos de
actuación: el énfasis en el enfoque del producto turístico, la extensión de los servicios
prestados por las entidades turísticas locales y la incorporación de ciertas iniciativas
catalogables en términos de destinos inteligentes.
Desde hace tiempo se viene señalando la necesidad de identificar y conformar productos
turísticos de base urbana susceptibles de sustentar la experiencia turística de distintos
colectivos de visitantes. Incluso este planteamiento estaba explícito en los Planes de
Dinamización del Producto Turístico, con un enfoque un tanto distinto a los Planes de
Excelencia y Dinamización previamente existentes. Dada la naturaleza de las ciudades
históricas, el núcleo del trabajo sigue siendo el turismo cultural de formato patrimonial. No
en vano las referencias al Patrimonio Mundial siguen siendo muy numerosas (el mudéjar
de Teruel, el prerrománico de Oviedo, la muralla romana de Lugo…) e incluso se da
cuenta de los esfuerzos por la inclusión en la Lista auspiciada por la UNESCO (el Turó de
la Seu Vella de Lleida, la Catedral renacentista de Jaén…). Además del trabajo en lógica
de patrimonio monumental, se busca una presentación más lúdica y participativa del
patrimonio local mediante recreaciones históricas y eventos similares que tienen mayor
éxito turístico cuanto más son asumidas por la propia población local (Jornadas Medievales
de Ávila, los Amantes y las Bodas de Isabel en Teruel, Tarracoviva…). E incluso en
ciudades como Girona se hace especial hincapié en la “cultura viva” como contrapunto del
legado encarnado en monumentos y cascos históricos.
También tiene cierto recorrido el turismo de congresos y otras reuniones. La práctica
totalidad de las ciudades forman parte del SCB, cuentan con palacios de congresos de
titularidad municipal y se presentan como lugares idóneos para celebrar un evento de estas
características. Sin embargo los resultados no son los esperados y muchas instalaciones
planteadas en el ciclo expansivo presentan unos niveles de actividad muy reducidos, al
menos en lo que concierne a este producto turístico. Más recientemente diversas ciudades
están trabajando en el desarrollo de otras líneas de producto con distinto grado de
intensidad. Entre otras puede citarse:

Turismo de compras, aprovechando las zonas comerciales de la ciudad, los mercados
de abastos tradicionales y los modernos centros comerciales. De hecho, el foco de
atención se pone en el conjunto de la oferta comercial de la ciudad, arrinconando hasta
cierto punto el comercio turístico más tradicional basado en la idea del recuerdo.

Turismo activo a partir del aprovechamiento de los recursos naturales de la ciudad y,
sobre todo, su entorno municipal. Como ejemplo, Jaén participa de la Vía Verde del
Aceite, Lugo cuenta con el programa de geoturismo “Lugo Pedra a Pedra” y Girona
desarrolla el proyecto “Res´pir” centrado en la creación de una oferta turística
sostenible de actividades en la naturaleza.

Turismo de colectivos específicos. Así el turismo accesible, que cuenta con un
programa muy desarrollado en Ávila e iniciativas más puntuales en otros municipios e
incluso el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España. También el
turismo familiar y especialmente los niños, con referencias en Alcalá de Henares,
Mérida y Pamplona. Con carácter más específico, el programa “Córdoba, Escuela
Universal” está centrado en los viajes de los centros educativos y Vitoria-Gasteiz se
postula como destino “gayfriendly”.

Otras líneas de producto, de condición más minoritaria y/o asociada a las
características específicas del destino. Entre otras, cabe citar el turismo de salud y
belleza asociado a la tradición termal de Lugo.
En la mayoría de las ocasiones se realiza un trabajo de reducido alcance, centrado en
muchos casos en una política de comunicación por productos mediante distintos canales
“offline” y “online”. La excepción corresponde al turismo gastronómico y, en mucha
menor medida, al turismo idiomático, con un trabajo en una lógica de club de producto que
supera incluso las dinámicas de colaboración de muchos de los convention bureaux
existentes. No cabe duda de que el turismo gastronómico constituye uno de los grandes
referentes del turismo urbano contemporáneo y por ello buena parte de nuestras ciudades
pugnan por convertirse en destinos gastronómicos reconocidos. Se trata de un producto
complejo, en cuya conformación intervienen un elevado número de actores: bares y
restaurantes, productores de alimentos y bebidas, cocineros, escuelas de hostelería,
asociaciones gremiales de los sectores implicados, establecimientos de venta de productos
agroalimentarios, administraciones agrarias, medios de comunicación de masas… y
también entidades de gestión turística que operan a distintas escalas. Existen iniciativas de
articulación del producto que funcionan a nivel nacional y repercuten en el ámbito local.
En este sentido, “Saborea España” integra entre sus socios a la Asociación Española de
Destinos para la Promoción del Turismo Gastronómico, conformada entre otros por
Albacete, Lleida y Santiago de Compostela. De forma paralela, durante los últimos años la
Federación Española de Hostelería (FEH) y la Federación Española de Periodistas y
Escritores de Turismo (FEPET) han promovido la designación de una ciudad como Capital
Española de la Gastronomía, reconocimiento obtenido por Logroño en 2012, Burgos en
2013 y Vitoria-Gasteiz en 2014. En el nivel local, se convocan concursos de tapas, platos,
menús y establecimientos; se celebran días y semanas dedicadas a los productos de la tierra
(cochinillo de Segovia, setas en Soria…); se realizan seminarios, cursos y talleres dirigidos
tanto a los hosteleros locales como a los aficionados a la cocina; se elaboran gastromapas y
se diseñan rutas temáticas; y se celebran los reconocimientos a los cocineros y restaurantes
locales –caso de las estrellas Michelín- como premios al conjunto de la ciudad.
A diferencia del turismo gastronómico, que destaca por su efervescencia y reparto
territorial, el turismo idiomático presenta un alcance más limitado y restrictivo en términos
de destinos implicados. Ciudades como Ávila y Toledo incorporan en su comunicación
institucional información sobre los centros de enseñanza del español, ya sean entidades
universitarias o escuelas privadas. Bastante mayor desarrollo tiene en Alcalá de Henares y,
sobre todo, Salamanca, con unos 3.000 y 25.000 estudiantes anuales de español
respectivamente (Pardo Abad, 2011). Destaca dentro del panorama de las ciudades
históricas la iniciativa “Salamanca, Ciudad del Español”, marca que ampara el conjunto de
la oferta temática local (universidades, escuelas, agencias…) y cuenta un carnet de
estudiantes específico válido durante la estancia de turismo idiomático en la ciudad.
La segunda línea de trabajo que queremos resaltar estriba en la progresiva ampliación de la
cartera de productos de las entidades de gestión turística local. En este caso el producto se
corresponde con una realidad mucho más concreta, un bien o servicio ofertado
directamente por la entidad competente en turismo en el nivel municipal. En un primer
momento, estos organismos limitaban sus responsabilidades a las oficinas de información
turística, ya fueran permanentes y temporales. De las oficinas se pasó a los grandes centros
de recepción orientados a los visitantes en viaje colectivo. Más recientemente se han
asumido responsabilidades, totales o compartidas, en la gestión de referentes patrimoniales
y centros de interpretación. En Ávila, las intervenciones en la Muralla y en el Centro del
Misticismo ya tienen bastante recorrido. Igual sucede en Salamanca respecto a las torres de
la Catedral Vieja, articuladas en el proyecto Ieronimus. En Segovia, la Empresa Municipal
de Turismo gestiona el Centro Didáctico de la Judería, la Casa-Museo Antonio Machado y
tiene notable protagonismo en relación a la adecuación de la Muralla y la Real Casa de la
Moneda, donde se encuentra el Centro de Interpretación del Acueducto. Y los ejemplos se
repiten en multitud de ciudades: en Alcalá de Henares, los CI de Burgo de Santiuste y los
Universos de Cervantes, en Girona, el CI del Temple; en Jaén, el CI del Castillo de Santa
Catalina; en León, el CI dedicado a la ciudad romana; en Lugo, el Museo Interactivo de
Historia y el CI de la Muralla romana; en Pamplona, algunas de las fortificaciones con su
correspondiente centro de interpretación; en Zamora, el Castillo, las Aceñas de Olivares y
el CI de Interpretación de las Ciudades Medievales; y así un largo etcétera. Buena parte del
acondicionamiento de estos espacios se diseño y ejecutó a lo largo del ciclo expansivo. La
situación de crisis actual, con reducción de los fondos disponibles, implica problemas para
su mantenimiento en términos de instalaciones y personal, lo que ha derivado en muchos
casos a una apertura limitada a los periodos de afluencia turística más elevada. También es
cada vez más frecuente la subcontratación de su gestión integra a distintas empresas de
servicios, muchas veces surgidas del receptivo local.
Además de las responsabilidades relativas al conjunto de espacios patrimoniales y
equipamientos turísticos, las entidades públicas de gestión turística impulsan una serie de
servicios adicionales que comercializan como productos más o menos propios. Entre otros,
se pueden citar los siguientes:

Las visitas guiadas orientadas a visitantes independientes. Se trata de un producto muy
común, una visita en grupo que se promueve desde la oficina turística de la ciudad y de
coste variable, incluso algunas de carácter gratuito. Prácticamente todas las ciudades
históricas cuentan con programa de visitas guiadas (Girona, Salamanca, Soria,
Teruel…), aunque varía su alcance y contenido. Incluso en algunas localidades cuentan
con audioguías de alquiler, aunque progresivamente están siendo sustituidos por la
posibilidad de descargar archivos de audio y, más recientemente, aplicaciones para
dispositivos móviles.

Tarjetas turísticas o bonos de ciudad, un producto que integra una parte más o menos
significativa de la oferta turística de la ciudad (lugares para visitar, transporte,
restaurantes, comercio…) con un precio global más reducido. La gama de tarjetas
disponibles se amplia, sobre todo en relación a la duración de la estancia (un día, 2-3
días, etc.). En Granada, tiene bastante trayectoria la “Granada Card-Bono Turístico”.
En Ávila se comercializa mediante la denominación “VisitAvila”, en Lleida “Emocity”
y en Segovia “Amigos de Segovia”. En otras ocasiones se recurren a las tarjetas
impulsadas por la empresa Neoturismo (Salamanca Card, Toledo Card, etc.).

Servicios de transporte turístico, que varían mucho en formato y fórmula de gestión.
Como ejemplo de producto propio, la Empresa Municipal de Turismo de Segovia tiene
dentro de su cartera el autobús turístico y un servicio de bicicletas en alquiler para
visitantes (“Segovia de Bicio”). De acuerdo con los datos del Observatorio Turístico de
la ciudad, durante 2013 el número de usuarios del autobús fue de 11.082 (un 1,58%
menos que el año anterior) y el de alquileres de bici 1.641 (más del triple del año
anterior).
Nos encontramos pues ante un incremento muy notable de la cartera de productos de las
entidades de gestión del destino, que también incorporan venta de publicaciones y
recuerdos con la imagen corporativa, centrales de reserva, etc. El paso siguiente, que muy
pocas ciudades han dado, es la comercialización de paquetes turísticos centrados en el
destino. Destaca en este sentido la iniciativa “Lleida Experience”, con una oferta de más de
30 paquetes turísticos centrados en la enogastronomía, los city breaks, el golf, el paisaje y
la naturaleza del entorno provincial y la salud y belleza. Y tienen también algunos años de
recorrido los paquetes ofrecidos por Turismo de Santiago y operados por una agencia de
viajes local con excursiones a las “Rias Baixas” o la “Costa da Morte”.
Y como tercera línea emergente de trabajo, destaca sobremanera el énfasis en la
transformación de la ciudad en un destino inteligente. Son comunes las referencias a la
necesidad de captar la atención de los viajeros jóvenes y/o adeptos a la tecnología y la
propia Exceltur (2013) sitúa las TIC como uno de los ámbitos determinantes de la
competitividad turística urbana. Además, estos planteamientos resultan totalmente acordes
con las posiciones de la administración turística estatal, como queda reflejado en el Plan
Nacional e Integral de Turismo 2012-2015 así como en el trabajo continuado de Segittur.
Como se indica en las distintas presentaciones oficiales, los ámbitos potenciales de
aplicación a nivel de destinos turísticos son muy numerosos (e-denuncia, acceso remoto a
historiales médicos, regulación de aparcamiento…), si bien los desarrollos reales a nivel
del manejo de las ciudades históricas generalmente se limitan a una ampliación de la
aplicación de las TIC a la presentación del destino, si acaso buscando una mayor
interacción con los visitantes a lo largo de las distintas fases del ciclo de viaje.
En un primer nivel, se potencian las webs turísticas municipales, conformando el embrión
de la “oficina turística del futuro”. Las webs oficiales siguen constituyendo el canal más
importante de comunicación “online” de la ciudad. La función principal sigue siendo la
transmisión de información del destino, información que se presenta en función del
visitante, ya sea en términos de producto (turismo familiar, idiomático, de negocios…) o
de sus posibles actividades en destino (qué ver, dónde dormir, qué hacer…). En este
sentido, se facilita la adquisición de los productos turísticos locales, tanto de los productos
ofertados por las entidades de gestión turística (visitas guiadas, entrada a determinados
monumentos…) como de aquellos que constituyen el núcleo tradicional de la actividad
turística (alojamiento, restauración, servicios de guías…). En las fórmulas tradicionales, se
aporta la información básica del negocio, con posibilidad de acceder a su página web. En
otras ocasiones se enlaza directamente con centrales de reserva propias o de ámbito
institucional. Además de suministrar información y facilitar la adquisición de productos
locales, las webs oficiales apoyan la comunicación de la marca turística local, por lo que se
atiende especialmente al diseño. Sin embargo, la disponibilidad de contenidos en idiomas
diferentes a los tradicionales es todavía muy limitada.
La web social (redes sociales, plataformas de videos y fotografías, blogs…) también es
ampliamente utilizada, buscando una mayor interacción con el público, una comunicación
mucho más dinámica de los eventos y también cierto conocimiento sobre el público
visitante. La práctica totalidad de las ciudades cuentan con cuenta en Facebook, Twitter y,
mucho más ocasionalmente, Tuenti (Alcalá de Henares…). En menor medida disponen de
canales específicos en plataformas de video como Youtube (Granada, Toledo…) y
plataformas de imágenes como Flickr (Santiago, Tarragona…) o Instagram (Segovia,
Toledo…). Los blogs oficiales son mucho menos utilizados, aunque existen experiencias
relevantes (Santiago, Tarragona…) que combinan aportaciones institucionales con
contenidos de miembros activos de la comunidad local. Por último, algunas de las webs
oficiales, con enlaces a los distintos canales institucionales de la web social, también
enlazan con la página del destino de los sitios basados en las opiniones / recomendaciones
de los viajeros, como es el caso de Tripadvisor (Cáceres…) y Minube (Segovia…).
Dentro de las herramientas de comunicación, las que tienen un menor desarrollo son las
aplicaciones para dispositivos móviles (teléfonos inteligentes, tabletas y equivalentes).
Algunas ciudades cuentan con aplicaciones oficiales (Córdoba, Santiago, Segovia,
Tarragona…), en general de carácter gratuito, con información en los idiomas más
comunes y disponible tanto en Android como en iOS. A partir de la geolocalización, se
suministra información mucho más específica al visitante, tanto de los recursos como de
los establecimientos turísticos, facilitando la movilidad de turistas y excursionistas y
favoreciendo la comercialización de los productos locales. Además de las aplicaciones de
carácter general, existen otras de temáticas mucho más específicas y diferente grado de
institucionalidad. En Segovia, la web oficial de la empresa municipal de turismo señala
como sus APPS de referencia a Layar, Turkhana, Geoapps, Retrovista, Acueducto y
Camino de la Lengua Castellana. La página del Consorcio de Turismo de Córdoba enlaza
con aplicaciones específicas sobre los patios de la ciudad, la feria, las tapas y una serie de
rutas temáticas. Ocasionalmente también se incluyen referencias a aplicaciones sobre el
transporte y otros servicios urbanos, aunque en general están mucho más orientadas a la
población local.
De otra parte, apenas se ha empezado a utilizar la información de tipo “big data” para un
mejor conocimiento del visitante en su ciclo de viaje (transacciones mediante tarjeta de
crédito, movimiento turístico de los visitantes con dispositivos móviles…) y de la
visibilidad del destino en el universo virtual. Las agencias locales de turismo de nuestras
ciudades carecen de capacidad operativa para manejar esta ingente cantidad de datos y, en
una fase posterior, para transformar estos datos en un conocimiento aplicable en la gestión
turística urbana. Si acaso, como se presenta en los boletines del Observatorio Turístico de
Segovia, se analizan datos sobre consultas de las webs oficiales de turismo (procedencia,
duración…) así como del movimiento realizado en las webs sociales. Tampoco se está
trabajando en la extensión de una red wifi gratuita en las zonas más turísticas de la ciudad,
red que facilitara el acceso a los servicios on line de ámbito municipal a los visitantes de
otros países. Son muy escasas las ciudades en las que, desde las entidades turísticas, se esté
trabajando en esta línea, aunque existen programas de más amplio espectro donde se
incorpora el posible uso turístico (Proyecto Ávila Ciudad Digital, etc.). En suma, todavía
existe una brecha bastante notable entre un discurso muy altisonante sobre los destinos
inteligentes y los resultados obtenidos, bastante pobres al menos en lo que concierne a
nuestras ciudades históricas. Falta infraestructura urbana y si acaso algunas de las webs
oficiales conformarían un embrión de la oficina turística del futuro, con acceso a la red
social y las aplicaciones móviles. Como ha sucedido en otras ocasiones, existe la tendencia
a reproducir las iniciativas de las ciudades más grandes y/o más innovadoras aunque no se
tiene muy claro su alcance en términos de desarrollo turístico.
ALGUNAS CONCLUSIONES
En el desarrollo reciente de la política turística en ciudades históricas españolas se pueden
identificar tres momentos claramente diferenciados. Hasta la década de los años noventa en
la mayor parte de las ciudades históricas no existía una política turística local expresa. A
partir de 1990 se abre una nueva etapa en la que el turismo adquiere carta de protagonismo
en la política local con la conformación de políticas turísticas explícitas a nivel urbano,
pero también con la incorporación del turismo en los discursos globales de desarrollo
estratégico urbano y por lo tanto en el resto de políticas urbanas. Finalmente con la llegada
de la crisis económica, la caída de afluencia de visita, la restricción del gasto público y el
replanteamiento del papel de “lo público” en general, asistimos a un momento crítico de
reenfoque de la política turística local caracterizado por un equilibrio precario. De una
parte hay una lógica de inercia en el mantenimiento de actuaciones heredadas, asociada a
la lógica del funcionamiento del sistema (entidades de gestión creadas en los últimos años
que luchan por justificar su existencia). De otra parte hay un cuestionamiento global en el
discurso dominante sobre la acción de lo público en diferentes materias, entre otras el
turismo en la escala local. En los casos más extremos se llega a pedir el desmantelamiento
total de las entidades públicas y el traspaso de funciones y fondos a organismos
conformados por el sector privado. En todo caso es común un llamamiento expreso hacia
funcionamientos y actuaciones más eficientes.
El periodo de consolidación de la política turística urbana en España coincidió con un
proceso expansivo de la demanda de visita a las ciudades históricas, todas ellas
dependientes de los flujos de turismo interno aunque en distinta medida. El boom de los
turismos de interior y en especial del turismo urbano-cultural creó unas altas expectativas
respecto de las bondades del turismo como vector clave de desarrollo económico, con
visiones desarrollistas muy cortoplacistas. Aunque en distinta medida, políticos y técnicos
locales se deslumbraron por un espejismo sustentando por cierto desconocimiento de las
lógicas de funcionamiento del sector turístico. Se pensaba que la actuación en la ciudad
(mejorando la oferta de recursos visitables o la calidad del medio urbano, la accesibilidad y
los servicios) estaba directamente relacionada con el aumento de la llegada de flujos
turísticos. En contadas ocasiones se trabajó sobre la conformación de “una idea de destino”
singular que sustentase la proyección turística de la ciudad a más largo plazo.
Encontramos, por el contrario, lógicas de trabajo que han tratado de reproducir modelos,
experiencias y actuaciones en un afán mimético por “igualar las ventajas competitivas del
vecino”.
La llegada de la crisis ha puesto en entredicho el modelo de intervención turística
consolidado lentamente a partir de los años 90; en parte a partir de la constatación de un
hecho obvio, pero no del todo asumido por los responsables de la planificación y la gestión
turística local: la política turística por sí sola tiene poca capacidad para incidir sobre el
atractivo turístico urbano. No fue detonante del éxito turístico de los destinos urbanos, pero
tampoco responsable de la crisis de los últimos años. Por otra parte desde las actuaciones
que pueda acometer la administración local se tiene a su vez muy poca capacidad para
incidir a corto plazo o de manera inmediata sobre el comportamiento de los mercados
turísticos emisores, independientemente de la existencia de planteamientos de trabajo más
o menos voluntaristas.
Desde el punto de vista turístico la crisis ha afectado a las ciudades en dos direcciones. Por
una parte se ha reducido el flujo turístico, si bien el descenso de las llegadas ha sido más
acusado en las ciudades históricas más dependientes del flujo nacional y más atenuado o
mínimo en destinos de fuerte proyección turística (Toledo, Granada, Córdoba,…). Por otra
parte ha disminuido notablemente el presupuesto destinado a intervención en materia
turística y se trabaja en un contexto discursivo dominante de cuestionamiento global de lo
público, con tendencia a la reducción o desmantelamiento de entidades públicas. De hecho,
la situación actual de reajuste de los presupuestos públicos está conllevando la
reestructuración de buena parte de estas entidades de gestión creadas años antes cuando no
su desaparición. De momento las que sobreviven lo hacen en base a un recorte profundo
del tipo y calado de las intervenciones que se llevaban a cabo. Se mantienen las estructuras
con menos presupuesto (en ocasiones menos personal también) y se intenta dar continuidad
a algunas de las líneas de trabajo abiertas en años anteriores.
No obstante, el seguimiento de las actuaciones acometidas en los últimos años evidencia
un cierto agotamiento del modelo de intervención adoptado en las ciudades históricas que
afecta sobre todo al nivel de innovación de las iniciativas emprendidas al inicio de la
primera década de siglo (ver informes anuales del Observatorio Turístico del GCPHE).
Tras unos años muy activos en los que las ciudades se han reinventado en términos de
intervención pública (con un número creciente y diversificado de actuaciones inéditas
hasta entonces), en los últimos cinco años ese ritmo se ha ralentizado, cuando no
estancado. Las ciudades están actualmente preocupadas por mantener unas estructuras de
gestión costosas (en términos de personal) y en función de ello existe gran interés por
contar con atractivos turísticos de gestión directa de los que se pueda obtener cierta
rentabilidad y por diseñar y poner en marcha actuaciones relacionadas con la prestación de
servicios propios o la venta de artículos (merchandising) de cara a aumentar la captación
de ingresos.
Dado el papel que estas entidades han tenido en la conformación de la política turística a
escala local en los últimos años cabe preguntarse si se podrá mantener una política turística
activa a pesar de la reducción de su capacidad de acción. Por otra parte, el cambio de
orientación en el modelo de intervención (del acondicionamiento integral del destino a la
lógica de la articulación de productos) exige reflexionar sobre la existencia o no de
suficiente demanda agregada para trabajar en lógica de clubes de productos específicos que
permitan modificar el perfil turístico predominante (visita patrimonial somera, muy corta y
con alto porcentaje de excursionismo).
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2012 Project. UNWTO, Madrid. AM Reports: Volume Six.
i
Dentro del proyecto “La capacidad de carga como instrumento de planificación y gestión de los recursos turísticoculturales”. Ministerio de Ciencia e Innovación. Plan Nacional de I+D+i (2008-2011). Referencia: CSO2010-20702
GEOG. Dpto. de Geografía Humana (UCM). Enero 2011- Junio 2014. Investigadora principal: María García Hernández.
ii
Estas deficiencias se magnifican cuando se intenta comparar la evolución entre ciudades de diferentes países, como
queda de relieve en los trabajos de Karl Wöber en relación a TourMIS (Wöber, 2000 y 2003). Cuando la comparación se
hace con ciudades no europeas, los problemas derivados de la ausencia de una base estadística común se acentúan. Así,
las cifras sobre afluencia turística publicadas en un trabajo reciente de la OMT / WTO sobre turismo urbano derivan de
las respuestas aportadas por las entidades de gestión turística local en una encuesta específica (WTO, 2012). Cada ciudad
ha respondido a partir de la información de que disponía y/o ha aportado las cifras que estimaban oportunas.
iii
Los estadounidenses suman 1.346.301 viajeros en 2007 y 1.564.059 en 2012, lo que supone un crecimiento del
16,17%. En el caso de Japón, el incremento se limita al 0,56%. El resto de los mercados de larga distancia no aparecen
desglosados en la EOH, pero resulta muy significativo que los no residentes en la Unión Europea, Estados Unidos y
Japón hayan pasado de suponer el 23,08% de los viajeros extranjeros en 2007 al 29,36% en 2012.
iv
“Incolsa dedicará más de un millón de euros a promoción turística. El Concello le duplica su aportación
tras vencer el convenio con Ryanair.” Noticia de la Voz de Galicia (12-1-2014).
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2014/01/12/incolsa-dedicara-millon-promocionturistica/0003_201401S12C19911.htm
v
“La Sociedad de Turismo de Zamora se disuelve con una deuda de 277.000 euros”. Noticias de agencia
(25-1-2012). http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1080799
vi
“Inyección económica para saldar las deudas de la Sociedad de Turismo”. Noticia del 24-3-2014.
http://zamoranews.com/zamora-noticias/item/5315-inyeccion-economica-para-saldar-las-deudas-de-lasociedad-de-turismo
RETOS DE UN DESTINO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD:
LA VALL DE BOÍ
Francesc Fusté Forné
Escola Universitària Formatic Barcelona, Universitat de Girona
[email protected]
RESUMEN
La competitividad entre los destinos es global y propiciada por las nuevas tecnologías,
democratizadoras de la actividad turística y garantes de una información a la cual los
turistas acceden y valoran directamente. A la vez, la crisis no evita la práctica turística
sino que sólo la reduce en términos de tiempo y lejanía. En este contexto, destinos rurales
en entornos de montaña como la Vall de Boí, en los Pirineos catalanes, deben saber hacer
valer sus recursos principales, basados en la combinación de la autenticidad de su paisaje
cultural y natural. Así, el trabajo colaborativo de las empresas del sector turístico es un
elemento clave en el proceso de innovación y de desarrollo regional de los destinos,
teniendo en cuenta la inherente internacionalización del consumo turístico así como el
creciente e inevitable papel que los turistas juegan en la co-creación de innovaciones.
Palabras clave: desarrollo regional, destino de montaña, innovación turística,
internacionalización, turismo rural, Vall de Boí.
ABSTRACT (The Challenges of a World Heritage Destination: Vall de Boí)
Competition between destinations is global and fostered by new technologies, which
democratize tourism and guarantee information tourists reach and value directly. At the
same time, the economic crisis does hinder the practice of tourism, but merely so in terms
of reducing time and distance travelled. In this context, rural locations in mountain
environments such as the Vall de Boí, in the Catalan Pyrenees, must find the way to
promote their main resources, based on the combination of the authenticity of both their
cultural and natural landscape. Thus, collaborative work in tourism industry is a key
element in the process of innovation and regional development of destinations, which must
take into account the inherent internationalization of tourism consumption and the
growing and inevitable role tourists play in the co-creation of innovations.
Key words: internationalization, mountain destination, regional development, rural
tourism, tourism innovation, Vall de Boí.
INTRODUCCIÓN
Si bien los destinos turísticos, y entre ellos los destinos rurales en entornos de montaña,
también se han visto afectados por la crisis estructural que ha sufrido la economía española
a lo largo de los últimos años, la actividad turística se mantiene como la principal actividad
económica del país. La Vall de Boí, en la comarca de la Alta Ribagorça en el Pirineo de
Cataluña, es internacionalmente conocida por su conjunto románico que fue declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. Esta declaración es en la
mayoría de los destinos reconocidos por la UNESCO sinónimo de un incremento de
visitantes, el cual no obstante no ha sido el caso de la Vall de Boí, y aún más considerando
el entorno económico actual. A partir de la revisión de la literatura existente y del
conocimiento del territorio, en este artículo se estudian las oportunidades de innovación
que el conjunto de la oferta turística de la Vall de Boí ofrece para posteriormente concretar
una propuesta de internacionalización para recuperar el crecimiento de la demanda
turística, dando a la Vall de Boí un trato globalizador pero a la vez de comunión hacia
todos los componentes identitarios culturales y naturales que conforman este territorio y
que lo definen como un destino rural y de montaña de referencia.
LOS CONCEPTOS DE INNOVACIÓN E INTERNACIONALIZACIÓN, Y SU
APLICACIÓN EN DESTINOS TURÍSTICOS REGIONALES
Tal como explica HJALAGER (2010) “a lo largo de la historia, el turismo ha sido un
fenómeno caracterizado por una inmensa capacidad de innovación. Libros y artículos han
llamado la atención a personas y empresas y sus logros se han analizado y evaluado desde
todos los ángulos” (HJALAGER, 2010: 1). Thomas Cook, por ejemplo, fue el primer
agente de viajes al organizar, en 1814, un trayecto en tren entre Leicester y Lougborough
en congruencia con una infraestructura ferroviaria emergente y un marco organizativo
eficaz que le permitió proporcionar los servicios a un precio que la gente podía permitirse
(BLASCO, 2002; BRENDON, 1991). Otros ejemplos de innovación rompedores los
encontramos en el caso de Disney, que con sus parques temáticos cinematográficos
consigue no sólo atraer al público local sino generar un interés global (WETH, 2007). La
innovación está jugando, pues, un rol creciente en el sector servicios en general y en la
industria turística en particular (HJALAGER, 2002). Así, esta industria turística es
comúnmente considerada una actividad innovadora i el locus de la difusión de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los servicios (BUHALIS Y
LAW, 2008; HALL Y WILLIAMS, 2008).
Uno de los primeros puntos que se debe tener en cuenta es el hecho que el rol de los
propios turistas ha cambiado: en el pasado la actividad era mayoritariamente controlada
por las agencias de viajes, pero en la actualidad las TIC e Internet han abierto la
posibilidad a los consumidores de acceder directamente a los productos turísticos y crear
sus propios paquetes (ALDEBERT, DANG Y LONGHI, 2011). Esta característica
desarrolla “un mercado más segmentado, especializado y sofisticado destinado
principalmente a actividades disponibles únicamente en los lugares visitados”
(NYLANDER Y HALL, 2005; ROBINSON Y NOVELLI, 2005). Así pues, la
competitividad de los destinos turísticos depende “de su imagen, de su organización, de su
calidad, y de su sostenibilidad, ya que por mucha promoción que se realice sobre los
productos turísticos, la mejor promoción de los productos de una zona es la satisfacción del
turista, y su regreso, tras comprobar que mejoran las infraestructuras, los equipamientos, y
los servicios del destino, a la vez que el espacio receptor se va adaptando de forma
sostenible a las aspiraciones de la nueva y cambiante demanda” (LARDIÉS, 2004: 184).
Para el desarrollo económico en entornos regionales como el caso aquí estudiado es
necesario convertir las ventajas comparativas del destino en ventajas competitivas
(JACKSON Y MURPHY, 2006). De esta manera, PORTER (1998) destaca la creación de
clústeres como clave para el desarrollo de ventajas competitivas (JACKSON Y MURPHY,
2006): la colaboración entre administraciones así como la actitud emprendedora de las
asociaciones turísticas y las empresas del sector (LARDÍES, 2004), además de actores
como las estaciones de esquí en entornos de montaña con una demanda estacional, son de
cabal importancia para el impulso de la internacionalización. Los clústeres, pues, facilitan
y promueven la transferencia de conocimiento, “un elemento clave en el proceso de
innovación” (WEIDENFELD, WILLIAMS Y BUTLER, 2010: 605. Un concepto que
parece fácil de decir pero que no es de tan sencilla aplicación: “la transferencia de
conocimiento y la difusión de las innovaciones entre atracciones turísticas depende a la vez
tanto de la semejanza entre productos como de la proximidad espacial. Una mayor
distancia espacial entre atracciones similares implica una menor competencia en el mismo
segmento de mercado, impulsando transferencias de conocimiento. En consecuencia,
cuanto mayor sea la distancia espacial entre productos similares, mayor es la posibilidad de
que intercambien conocimiento de explotación” (WEIDENFELD, WILLIAMS Y
BUTLER, 2010: 611). Este podría ser el caso de las diferentes regiones de montaña de los
Pirineos catalanes, competidoras directas.
Resulta pues evidente que la competencia feroz en un mundo globalizado no beneficia la
creación de estas sinergias, aunque “la teoría de los clústeres empresariales podría
proporcionar un medio para fomentar una estructura de organización de base regional en la
que las empresas locales de turismo y las industrias relacionadas y de apoyo pueden
interactuar tanto de forma cooperativa como competitiva, donde la competencia se basa en
la diferenciación y la innovación en lugar de en una actividad contraria a la competencia o
basada en la reducción del precio o los costes” (JACKSON Y MURPHY, 2006: 10321033). Y esta colaboración entre empresas es aún más importante teniendo en cuenta que
las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) juegan un rol clave en el suministro de
productos y servicios a los turistas, respondiendo a sus necesidades e intereses más
específicos (NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER, 2006), siendo imprescindibles para el
desarrollo de un destino (ERKKILA, 2004).
Las áreas rurales son percibidas, igual que lo han sido desde sus orígenes como espacios
para la práctica del turismo rural, como un repositorio de la historia cultural donde el
paisaje es el marco de un estilo vida que permite al turista urbano “relajarse y recuperar
una sensación de calma y tranquilidad […] a través de la participación en actividades
asociadas con el estilo de vida agrícola” (THOMPSON, 2004: 583). No obstante, hay que
considerar la difícil relación entre el sector agrícola, eminentemente cerrado y reacio a la
apertura al turismo, y la actividad turística global y colonizadora, lo cual lleva a algunos
autores a la afirmación siguiente: “[el turismo rural] no debe ser visto sólo como una
oportunidad de negocio, sino como una vía a través de la cual los residentes puedan validar
la importancia de su vida rural contemporánea” (THOMPSON, 2004: 597). En este
sentido, el trabajo en red y los previamente nombrados clústeres pueden ayudar en el
proceso de innovación de las Pymes turísticas y deben contribuir al desarrollo regional, a
través de los resultados producidos por las actividades derivadas de este trabajo en red y
las actividades colaborativas. Ahora bien, debido a la variada naturaleza de las Pymes que
integran el sector de los servicios, el desarrollo de clústeres de turismo no es ni simple ni
espontáneo (NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER, 2006: 1150) y se debe tener en cuenta
que el turismo es, sin embargo, un sector compuesto y la innovación y las prácticas de
internacionalización varían a través de sus constitutivos subsectores (SHAW Y
WILLIAMS, 2004; SINCLAIR Y STABLER, 1997). Sea como sea, “las innovaciones
deben - en comparación con los inventos - ser llevados a la etapa de la implementación y
comercialización” (HJALAGER, 1994).
Por su lado, la internacionalización se debe entender como una forma de innovación, a la
vez que el éxito de un proceso de internacionalización depende de la innovación, es decir,
siendo capaz de producir cambios en el rendimiento y la competitividad de la empresa; así
mismo, la internacionalización exige a las empresas tener un conocimiento superior en
comparación con los que operan sólo en el ámbito doméstico (WILLIAMS Y SHAW,
2011), a través por ejemplo de los clústeres. Según los mismos autores, “el carácter
distintivo de la innovación turística está conformado no sólo por la movilidad inherente de
los turistas, sino también por la internacionalización generalizada de esta movilidad así
como de la conectividad” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 28-29). Y esta conectividad
global es una de las conductoras de la innovación, sobretodo y principalmente en términos
de acceso al conocimiento, como se veía al principio, a la vez que permite unir los
conceptos de innovación y de internacionalización: “la conectividad global se refiere al
papel de los turistas internacionales a través de la globalización de la demanda y la
naturaleza cambiante del consumo turístico. De particular importancia es la
internacionalización del consumo turístico y el creciente papel que los turistas juegan en la
co-creación de innovaciones. El aumento de la conectividad a través de Internet ha
permitido a un colectivo de colectivos en línea de las comunidades turísticas que puedan
desempeñar un papel crítico en la co-creación de innovaciones” (WILLIAMS Y SHAW,
2011: 42). En este sentido, la cuestión más importante a tener en cuenta en la
internacionalización es la simultaneidad de la producción y el consumo y es esta
característica de la co-presencia la que implica que el productor del bien turístico deba
tener una presencia local material a la vez que obliga a la movilidad de los consumidores,
es decir, los turistas hacia el destino. Así, la internacionalización no es patrimonio
exclusivo de las grandes empresas (ZAHRA, 2005) y también hay una necesidad de
considerar la internacionalización y la innovación en las pequeñas y medianas empresas
que son especialmente importantes en el sector turístico (MUNGALL Y JOHNSON, 2004;
SMERAL, 1998), como en el caso de destinos como el estudiado.
Volviendo a la co-creación facilitada por la conectividad global, se debe al menos nombrar
el concepto de la economía de la experiencia desarrollado por PINE Y GILMORE (1999),
y donde hay dos aspectos clave: la participación de los consumidores y la conexión que
une al cliente con la experiencia (FUSTÉ, 2013b). “Ellos [los turistas] interactúan con
otros turistas, tanto dentro como fuera de su grupo inmediato, con los empleados y con los
residentes locales, en un proceso de co-creación que necesariamente significa que están
innovando con relación a la experiencia turística. Es este proceso de innovación el que da
sentido a los encuentros turísticos” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 43). Así, la importancia
de los turistas internacionales radica en su carácter distintivo, en sus valores culturales y
sus experiencias y conocimientos, incluyendo el conocimiento de idiomas 1, que estos
aportan a los encuentros turísticos y que son rasgos diferentes a los de los turistas
nacionales (WILLIAMS Y SHAW, 2011), ambos no obstante entrelazados y mutuamente
beneficiados de las experiencias co-aprendidas y co-aprehendidas. En conclusión, la cocreación debe ser vista como co-aprendizaje y sitios webs como Tripadvisor, entre muchos
otros, representan una oportunidad tanto para turistas como productores para co-aprender e
innovar. Sea como sea, el crecimiento del turismo internacional debe proporcionar
oportunidades para innovar en destinos como la Vall de Boí, donde la mayor parte de las
empresas son Pymes, la mayoría de los visitantes son nacionales - es decir, parte del
turismo de interior y de proximidad -, y la capacidad de innovación e internacionalización
es amplia.
CONTEXTUALIZACIÓN DE LA OFERTA Y LA DEMANDA TURÍSTICAS DE
LA VALL DE BOÍ, Y RETOS FUTUROS
Actualmente, los Pirineos catalanes ya no sólo compiten con los Pirineos aragoneses o los
franceses, sino que también lo hacen con destinos de montaña más lejanos como pueden
ser los Cárpatos, Escandinavia, Laponia e incluso Argentina, Chile o Nueva Zelanda. El
abaratamiento del transporte aéreo y la evolución del entorno digital como causas
principales provocan que la competencia entre destinos, también rurales y de montaña, sea
creciente y de ámbito global: esto implica una constante necesidad de diversificar y
ampliar la oferta turística con productos que respondan a las nuevas demandas. El caso
analizado en este artículo, la Vall de Boí, es el municipio más extenso de la comarca de la
Alta Ribagorça, en la provincia catalana de Lleida. La Vall de Boí, a una altitud de 1.111
metros y con una extensión de 21.753 hectáreas, tiene una población de 1.052 habitantes,
que se reparte entre sus ocho poblaciones: Barruera, Boí, Cardet, Cóll, Durro, Erill la Vall,
Saraís i Taüll. Como destino turístico, la Vall de Boí destaca por la combinación de su
patrimonio natural y cultural: así, por un lado es la puerta de entrada occidental al Parque
Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, el único de toda Catalunya, y por otro
su conjunto de iglesias románicas fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en el año 2000. A los dos recursos de referencia mencionados, se añaden los
otros dos pilares que estructuran la oferta rural de la Vall de Boí, es decir, la estación de
esquí de Boí Taüll y el centro termal de Caldes de Boí, con grandes posibilidades para la
práctica senderista, motivo de la localización histórica de las estaciones balnearias en
zonas de montaña.
El primero de los cuatro recursos estructurales que conforman la oferta turística de la Vall
de Boí es el conjunto de iglesias románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO en el año 2000. Estas iglesias, un conjunto único en toda la superficie terrestre,
son las que se observan enumeradas en la tabla 1 siguiente, y distribuidas en siete de las
ocho localidades del valle:
Tabla 1: Relación del conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí declaradas
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000
Assumpció de Cóll
Santa Maria de Cardet
Sant Feliu de Barruera
Santa Eulàlia d’Erill la Vall
Sant Joan de Boí
Sant Climent de Taüll
Santa Maria de Taüll
Nativitat de Durro
Sant Quirc de Durro
Fuente: Elaboración propia.
Tal y como se puede ver en los paneles informativos de las mismas iglesias, el conjunto de
ellas fueron construidas en la Vall de Boí bajo la influencia del románico lombardo en la
época medieval, cuando grupos de picapedreros, pintores ambulantes y talleres de
artesanos de toda Europa fueron los autores colectivos de unos edificios, de una o tres
naves, siempre orientados al este, y en los cuales destacan los campanarios y las pinturas
murales en su interior. Actualmente, de este conjunto de iglesias sólo hay tres, la de
Assumpció de Cóll, la de Santa Maria de Cardet y la de Sant Quirc de Durro, que no están
abiertas al público. Por otro lado, en la localidad de Erill la Vall se encuentra el Centro del
Románico de la Vall de Boí, justo al lado de la iglesia de Santa Eulàlia d’Erill la Vall.
En relación al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, declarado como
tal en el año 1955, este tiene una extensión de más de 40.000 hectáreas (ha), de las cuales
14.196 ha (un 35% del total) forman parte del municipio de la Vall de Boí. El Parque
Nacional ofrece la oportunidad de realizar la práctica senderista por una gran diversidad de
rutas bien señalizadas que permiten a los excursionistas recorrer los diferentes lagos, saltos
de agua y bosques así como la flora y la fauna que no sólo se encuentra en el propio Parque
Nacional sino a lo largo y ancho de toda la comarca de la Alta Ribagorça. De esta forma, la
comarca dispone de una extensa red de senderos que permiten descubrir su patrimonio
tanto natural como cultural, como por ejemplo el Camí de l’Aigua o los Camins Vius,
conocidos como la Vuelta a Pie al Parque Nacional. Cabe decir que la entrada occidental al
parque se realiza desde la población de Boí, donde hay una de las oficinas de atención a los
visitantes, la Casa del Parque de Boí, a la vez que también en la población ribagorzana de
Senet hay un centro de información del parque. Y en relación a su configuración territorial,
un 15% del total de la superficie del Parque Nacional son lagos (más de 200), a la vez que
entre las especies de flora y fauna (tabla 2) hay más de 1.500 especies vegetales, 150
especies de aves y 40 especia de mamíferos, de manera que este espacio natural forma
parte también de la Red Natura 2000, es Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA)
desde el año 1988 y está a la vez incluido en la lista de zonas húmedas del Convenio de
Ramsar.
Tabla 2: Especies de flora y fauna características del Parque Nacional de Aigüestortes
y Estany de Sant Maurici
Flora
Pino negro
Paradisia
Rododendro
Martagón amarillo
Genciana
Arándano
Abeto
Abedul
Fauna
Urogallo
Rebeco
Mochuelo boreal
Quebrantahuesos
Águila dorada
Perdiz nival
Lirón gris
Armiño
Fuente: Elaboración propia a partir de Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany Sant Maurici (2008).
En cuanto a la estación de esquí de Boí Taüll, localizada en el interior del valle, dispone de
46 quilómetros de pistas abalizadas, con 49 pistas de esquí alpino. Se trata de una estación
donde las pistas están configuradas en un único sentido y donde se halla la cota de esquí
más elevada de toda la cordillera de los Pirineos (Puig Falcó, 2.751 metros). El conjunto
del Boí Taüll Resort dispone de seis establecimientos hoteleros de 2, 3 y 4 estrellas, y todo
un conjunto de instalaciones que representan una de les infraestructuras más completas de
los Pirineos a la vez que, no obstante, propician una estacionalidad a la cual los destinos de
montaña deben hacer frente con una diversificación de su oferta turística a lo largo de todo
el año. Finalmente, la cuarta pieza de esta columna vertebral que conforma la oferta de este
destino es la estación balnearia de Caldes de Boí, que cuenta con los Hoteles Manantial y
Caldas, de cuatro piscinas exteriores de agua termal, una piscina cubierta climatizada y los
jardines que forman parte del espacio natural que rodea el establecimiento y donde brollan
las treinta-y-siete fuentes de aguas mineromedicinales de distintas composiciones y que
brollan entre los 4ºC y los 56ºC, como por ejemplo las fuentes del Avellaner, del Boix o del
Bou, entre otras. Todos este conjunto de elementos, junto con el patrimonio cultural
material e inmaterial - como por ejemplo la gastronomía -, conforman un destino de
montaña único que si bien se ha visto beneficiado por el reconocimiento mundial de su
patrimonio románico, hoy en día se mantiene estancado en lo que a retorno en forma de
turistas de refiere (FUSTÉ, 2013a).
Si se observa la oferta hotelera, la Vall de Boí dispone de 83 establecimientos turísticos y
de un total de 2.293 plazas2, esto es, la capacidad hotelera que indica la demanda total que
la Vall de Boí podría absorber. En cuanto a la ocupación turística, al no existir datos
referentes a la unidad territorial de la comarca, el grado de ocupación por habitaciones año 2013 - en establecimientos hoteleros dentro de la marca turística de los Pirineos es del
26,2%, la ocupación en campings es del 43,5% y la ocupación en alojamientos de turismo
rural de un 16,4%, lo que significa una ocupación turística media por habitaciones del
28,7% en el contexto del conjunto de los Pirineos, que incluyen nueve comarcas: Alt
Urgell, Alta Ribagorça, Berguedà, Cerdanya, Garrotxa, Pallars Jussà, Pallars Sobirà,
Ripollès y Solsonès. Al no disponer de datos oficiales sobre la ocupación hotelera en el
municipio de la Vall de Boí, los datos que se utilizan en este artículo para estudiar la
evolución de la demanda se obtienen del registro de visitantes a la Oficina de Información
Turística del Patronato de Turismo de la Vall de Boí.
Figura 1: Procedencia de los visitantes a la Oficina de Turismo del Patronato de
Turismo de la Vall de Boí (2013)
Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013).
En relación pues a la demanda turística, en el año 2013 fueron 15.345 los turistas que
visitaron la Oficina de Turismo de la Vall de Boí, donde se realiza el registro de visitantes
anual desde el año 1996. De estos 15.345 turistas (Figura 1), una mayoría del 90% llegan
desde dentro de las fronteras del Estado Español, y prácticamente dos terceras partes del
total provienen del territorio catalán (63%), siendo Barcelona el principal foco emisor de
los turistas que llegan a la Vall de Boí (52% del total). En referencia a los turistas que
llegan de fuera de Catalunya, cabe destacar la importancia de Valencia, Madrid y País
Vasco (un 16% entre las tres comunidades), así como las Comunidades Autónomas de
Andalucía, Aragón, las Baleares y Castilla-y-León (con un 2% cada una).
Figura 2: Procedencia de los visitantes internacionales a la Oficina de Turismo del
Patronato de Turismo de la Vall de Boí (2013)
Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013).
Como se observa en la Figura 2 y en referencia a los mercados internacionales, el principal
mercado emisor es Francia con un 52% del total de los 1.497 visitantes internacionales
(casi un 10% del total de visitantes al destino). Destaca también la presencia de turistas
alemanes (una quinta parte) y de otros mercados europeos próximos como Inglaterra,
Bélgica, Holanda e Italia, que han sido mercados que han visitado esta destino desde que
se iniciaron los registros en el año 1996. Un mercado que se está asentando en los últimos
años es el que tiene Israel como origen, y que desde que apareció por primera vez en los
registros de visitantes, en el año 2006 (76 visitantes), ha crecido más de un 25% (97
visitantes en el año 2013). Otros mercados potenciales que ya se observan también en la
Figura 2, aunque de manera más minoritaria, son Japón (10 visitantes), América del Norte
(20 visitantes) y América del Sur (6 visitantes). Hoy por hoy, la llegada de los turistas
internacionales se debe, mayoritariamente, al turismo cultural vinculado al patrimonio
románico y al turismo en espacios naturales (Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de
Sant Maurici), ambos a la vez máximos exponentes del conjunto de la oferta turística de
los Pirineos en general y de la Vall de Boí en particular (FUSTÉ, 2013a). Se trata de
visitantes que suelen llegar en grupo y que valoran la vinculación de la actividad turística
con la sostenibilidad.
Si se analiza la evolución de la demanda turística a lo largo de las dos últimas décadas
(Figura 3), se observa que el punto álgido de la llegada de turistas se produce en el año
2001, con 20.533 visitantes, consecuencia de la declaración del patrimonio románico de la
Vall de Boí como Patrimonio de la Humanidad el día 30 de noviembre del año 2000. El
número de visitantes ha ido decreciendo a lo largo de la primera década del siglo XXI, y
agravado por la crisis económica, llegan a sólo 10.346 en el año 2011 (un 50% menos que
en el año 2000). En los dos últimos años parece que la demanda se recupera (15.345
visitantes en el año 2013) y se apunta como principal factor de esta tendencia de
recuperación la renovación del material (substitución de la piedra por cristal a mediados de
2012) en el exterior de la Oficina del Patronato de Turismo (localizada en la vía principal
de Barruera), con lo cual la oficina consigue una mayor visibilidad desde el exterior
atrayendo así a un mayor número de visitantes, como se observa en la Figura 3 siguiente.
Figura 3: Evolución del número de visitantes a la Oficina de Turismo de la Vall de
Boí (1996-2013)3
Fuente: Elaboración propia a partir de PATRONAT DE LA VALL DE BOÍ (2013).
El acceso a la Vall de Boí no es fácil para el turista, de hecho es casi imprescindible el uso
del transporte privado para poder llegar y moverse una vez en el destino (aunque en
verano, por ejemplo, hay un servicio de autobuses gestionados por el Parque Nacional que
conectan algunas de las poblaciones del municipio), pero sí que es importante la relativa
proximidad de este valle con Barcelona, ciudad que recibe más de 7,5 millones de turistas
al año (2013) y 16,5 millones de pernoctaciones (más de 45.200 turistas pernoctaron en la
Ciudad Condal cada día de media en el año 2013), principal foco de atracción de turistas
de Catalunya y uno de los más importantes del mundo. Así pues, teniendo en cuenta esta
composición de lugar, se deben apuntar líneas futuras que debería seguir la Vall de Boí
para crecer en cuanto a demanda turística. Es evidente que “cuanto más conectado es un
lugar, más capaz es de atraer flujos globales; y cuanto mayor es su capacidad de absorción,
mayor será su capacidad para domesticar tales flujos. En consecuencia, los lugares se
benefician o pierden con la globalización de acuerdo con sus capacidades internas
(capacidad de absorción y conectividad), así como su capacidad para adaptarse y manejar
los cambios externos” (NESTA, 2008: 11). De todas maneras, “las acciones locales operan
sobre las expectativas económicas y culturales locales, y consolidan las respuestas y
adaptaciones concretas a esas tendencias globales” (AGUILAR, MERINO Y MIGENS,
2003: 164).
Así pues, el apoyo a las pequeñas industrias tradicionales, el refuerzo del consumo de la
tradición, de la naturaleza (AGUILAR, MERINO Y MIGENS, 2003) debe ser clave en el
desarrollo de regiones turísticas como la Vall de Boí, tal y como se veía al principio. En
general, los proyectos deben encaminarse a incrementar la calidad global del destino, la
diversificación del producto turístico, la desestacionalización de la demanda de las
actividades y el respeto al medio ambiente. También debe ser analizado como las
empresas, o las destinaciones, se posicionan en Internet, un entorno constantemente
cambiante (CARRERAS Y BERNI, 2003). En esta dirección, los factores de desarrollo
económico local basados en NOVELLI, SCHMITZ Y SPENCER (2006: 1150) se pueden
aplicar al caso estudiado de la siguiente manera, teniendo en cuenta también las diferentes
categorías de innovación establecidas por HJALAGER (2010):
Reducción del efecto de fuga económica tanto por parte de los visitantes
como por parte de las empresas locales, mediante la compra de bienes locales
producidos en el territorio, de manera que por ejemplo los hoteles y restaurantes
utilicen productos locales en sus menús y cartas.
Aumento del valor añadido de los productos locales antes de que se
distribuyan y en su caso se exporten, utilizando el sello de la marca local en el
embalaje de todos los productos. Es importante la presencia en las ferias de turismo
nacionales e internacionales, tanto con la marca propia Vall de Boí como dentro de
las marca Pirineos y en su caso Catalunya y España.
Cooperación entre los actores locales, mediante la creación de alianzas,
clústeres y/o redes de comercialización local. Es valorable por un lado la creación
por ejemplo de rutas dentro del territorio (Senders Alta Ribagorça) y, por el otro, el
establecimiento de antenna shops (THOMPSON, 2004) fuera del territorio.
La atracción de recursos externos (por ejemplo, capital humano, material y
económico) y mediante las estrategias de innovación e internacionalización
pertinentes llegar cada vez a más clientes de fuera de la región. En este punto es
imprescindible el uso de las nuevas tecnologías, las redes sociales y por
consecuencia del marketing viral. Destacar por ejemplo la cuenta de Twitter
@ValldeBoi o los canales en Instagram o Youtube.
Se debe hacer hincapié en la identidad local y la autenticidad en todas las
acciones de promoción. Por ejemplo, y como ya se está haciendo, en el caso de las
Jornades Gastronòmiques del Bolet a l’Alta Ribagorça.
Vinculado al punto anterior, el impulso de la venta directa a los turistas a
través de tiendas de productos agrícolas in situ, mercados o ferias de agricultores
como la Festa del Cep en la población de Vilaller o con otros productos locales
como por ejemplo el queso y la posibilidad de visitar los obradores.
Creación de una relación que se mantenga en el tiempo entre el turista y el
prestador de servicios, antes, durante y sobre todo después de la visita mediante las
tradicionales newsletter y también por correo directo, para conseguir la fidelización
del cliente y hacer continua su experiencia en relación a la Vall de Boí.
En cualquier caso, la Vall de Boí debe afrontar varios retos y dificultades, algunos de ellos
cíclicos, como la coyuntura económica, y otros permanentes como la relativa lejanía del
principal foco de atracción de turistas más próximo, la ciudad de Barcelona. Estas
dificultades deben ser superadas mediante diferentes estrategias de innovación e
internacionalización, algunas de ellas ya en marcha y otras que se deberían iniciar, para
impulsar ante todo la economía del territorio mediante la comunión de la identidad local y
el turismo global.
CONCLUSIONES
En el año 2001 fueron 20.533 los turistas que pasaron por la Oficina del Patronato de
Turismo de la Vall de Boí, beneficiándose la demanda de la declaración de la UNESCO
como Patrimonio de la Humanidad. El año pasado (2013) fueron, como se ha visto con
anterioridad, 15.345 los turistas que visitaron el valle. Según el análisis de procedencia de
los turistas, se observa que el principal mercado emisor con más de la mitad de los
visitantes es la ciudad de Barcelona 4. Ahora bien, no se debe olvidar los turistas nacionales
provenientes de Valencia y Madrid (13%) que representan más visitantes que las otras tres
provincias catalanas juntas (11%), o el caso de los visitantes internacionales de Francia y
Alemania que juntos (6%) son más que los que representan las provincias catalanas
excepto Barcelona (Lleida un 5%, Tarragona un 4% y Girona un 2%). Estos mercados de
proximidad son los que a priori y a corto plazo deben garantizar el crecimiento sostenido
del turismo en la Vall de Boí, teniendo en cuenta eso sí tanto la capacidad de carga de sus
recursos culturales y naturales como su capacidad de oferta hotelera, que como se veía
anteriormente es de casi 2.300 plazas5. Como conclusión, resulta clave la consideración de
los siguientes aspectos:
1Diferenciación de la oferta en relación a las regiones próximas y
competidoras, a través de los landmarks culturales (patrimonio románico único) y
naturales (Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici así como la
cota de esquí más elevada de los Pirineos, el Puig Falcó con 2.751 metros).
2Valorización de la identidad y autenticidad frente a la globalización, a través
de la cultura propia de la Vall de Boí expresada mediante elementos como la
gastronomía (por ejemplo embutidos, quesos o setas), la artesanía (por ejemplo la
lana), las danzas tradicionales como el Ball de Bastons o el Ball Pla y festivales y
eventos locales como el Via Crucis de Barruera o la Baixada de Falles (la Fiesta
del Fuego).
3Creación de clústeres entre empresas del sector turístico (hoteleras, de
restauración, deportivas y de ocio) y también con las administraciones y otras
entidades vinculadas al sector para la facilitación de la transferencia de
conocimiento, la desestacionalización de la demanda y la potenciación de un
desarrollo territorial y sostenible.
4El uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación como
herramientas de promoción, comunicación y fidelización, y también como
generadoras de experiencias como ya sucede en casos como en la iglesia de Sant
Climent de Taüll, donde se ha realizado una recuperación virtual de su interior (el
proyecto Taüll 11236) para mostrar cómo era la iglesia en el siglo XII mediante la
proyección audiovisual de las pinturas integradas en su arquitectura.
En definitiva, “el equilibrio entre la estandarización y la localización determina los tipos de
innovación requeridos” (WILLIAMS Y SHAW, 2011: 33), de manera que lo global debe
servir para con lo local, pero lo local no debe perder ni una pizca de su autenticidad,
debiendo hacer frente a la “fuerte demanda turística para la mcdonaldization de las
vacaciones, ya que estos [los McDonald’s] son predecibles, de alta eficiencia (valor por
dinero), calculables en términos de coste, y controlados (en términos de riesgos)”
(RITZER, 2008). Es la elección fácil. En este sentido, el ámbito del patrimonio en destinos
rurales en espacios de montaña como la Vall de Boí debe consolidar su
internacionalización como un espacio de expresión de la interacción entre acciones
globales y locales (APPADURAI, 2000; KEARNYE, 1995), pero con la identidad local
por bandera. Ahora bien, es evidente que el éxito no se puede medir únicamente por el
número de personas que visitan un destino, sino que es imprescindible considerar la
satisfacción entre los clientes y la probabilidad de que repitan la visita. Como se decía al
principio, la mejor promoción de los productos de una zona es la satisfacción del turista, y
su regreso, […] a la vez que el espacio receptor se va adaptando de forma sostenible a las
aspiraciones de la nueva y cambiante demanda” (LARDIÉS, 2004: 184), cada vez más
exigente en cuanto a la vivencia de experiencias, de experiencias inolvidables.
BIBLIOGRAFÍA
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“Para las pequeñas empresas, el dominio de lenguas extranjeras entre el personal puede ser un
factor importante en la determinación de cómo se aborda la internacionalización, incluyendo la
elección del país, y la selección de los agentes o distribuidores” (LIESCH, WELCH L.S., WELCH
D., MCGAUGHHEY, PETERSEN Y LAMB, 2002: 24). El capital idiomático permite el acceso a
contactos exteriores y una comprensión más profunda de los mercados. En definitiva, se trata no
sólo de saber idiomas para atender, sino saberlos también para aprender.
1
2
Según los datos del Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) para el año 2013 se trata de 30
establecimientos hoteleros (1.517 plazas, entre las cuales 1.004 plazas que corresponden a 16
hoteles y 513 plazas correspondientes a 14 hostales y pensiones), 2 campings (477 plazas) y 51
establecimientos de alojamiento rural (299 plazas).
3
La demanda turística a la cual hacen referencia los datos observados en la Figura 3, así como los
datos utilizados para la elaboración de las Figuras 1 y 2 tienen como punto de partida el registro de
visitantes de la Oficina de Turismo del Patronato de Turismo de la Vall de Boí, con sede en la
localidad de Barruera, núcleo principal y centro administrativo de la Vall de Boí. Cabe decir que
las iglesias visitables tienen un registro de visitantes cada una de ellas, con lo cual un mismo
visitante es registrado tantas veces como el número de iglesias que visita.
4
En este sentido es destacable el convenio que la Vall de Boí, con la colaboración de varias
empresas y entidades, acaba de firmar con el Ajuntament de Barcelona, que ofrece descuentos y
ventajas a personas mayores de 60 años y a discapacitados, usuarios de la tarjeta rosa.
5
Un importante estudio que se debe realizar es el que se refiere a la ocupación real del sector
hotelero y extra hotelero en la Vall de Boí, un estudio que se había empezado a realizar por parte
del Patronato de Turismo con fondos de la Diputación de Lleida pero que hoy en día no se realiza
de forma centralizada, y teniendo en cuenta la dificultad añadida que muchos de los
establecimientos son de carácter familiar y llevan un control manual de las reservas.
6
El proyecto Taüll 1123 forma parte del programa Romànic Obert impulsado por el Departamento
de Cultura de la Generalitat de Catalunya y la Obra Social “La Caixa” i ha sido premiado en la 18ª
edición del Congreso Anual Museums and the Web como mejor iniciativa multimedia del año, y ya
desde su apertura en noviembre de 2013 ha permitido incrementar los visitantes a la iglesia de Sant
Climent de Taüll en un 40%.
¿POR QUÉ L’HORTA NORD DE VALENCIA NO ES UN DESTINO
TURÍSTICO? CONVERTIRLO EN UN ESPACIO OPORTUNIDAD
Francisco Lloréns Camacho
Máster en Dirección y Planificación del Turismo. Universitat de Valencia
[email protected]
Rubén Arnandis i Agramunt
Profesor Asociado Universitat de València. Departamento de Geografía
[email protected]
RESUMEN
L’Horta de València siempre ha sido objeto de alabanzas y de elogios por parte de
quienes han recorrido este espacio. Un caso concreto, y el ámbito de estudio de esta
investigación, es l’Horta Nord cuyo potencial turístico es probablemente mayor del que ha
conocido hasta la fecha. Bajo la base teórica propuesta por algunos autores sobre
ordenación territorial y desarrollo turístico, sobre la idea conceptual de destino turístico y
sobre la gobernanza turística, se analizó a partir de entrevistas personales a responsables
de los equipos políticos de todos los municipios la percepción que en el ámbito municipal
y comarcal se tenía sobre el potencial turístico en l’Horta Nord, su gestión actual y su
predisposición a establecer nuevas vías de gestión conjunta como marco más idóneo para
la gestión del turismo. Los resultados muestran que los responsables municipales, en
líneas generales, no dudan en reconocer la falta de desarrollo turístico en la comarca y la
mayoría admite que posee un gran potencial turístico, por lo que sería necesario intentar
sacar un mayor provecho. Tres de cada cuatro estarían de acuerdo en ceder las
competencias a un ente superior para planificar el turismo, entendiendo que sería la única
vía mediante la cual podría instaurarse como uno de los pilares del desarrollo comarcal.
PALABRAS CLAVE: Supramunicipalidad. Planificación territorial del turismo.
Horta Nord. Política turística. Gobernanza.
ABSTRACT
L'Horta de Valencia has always been object of praises from those who have visited this
area. A particular case and the scope of this research is l’Horta Nord, whose tourist
potential is probably greater than the level reached up to now. Under the theoretical base
proposed by some authors on territorial planning and tourist development, the conceptual
idea of tourist destination and the governance in tourism, personal interviews were made
to managers of the political teams from all the municipalities in order to know the
perception that in the regional and local field had about the tourist potential
in l'Horta Nord, their current politics and their predisposition to establish new roads of
conjoint policy in the tourism management. The results show that managers, in general
terms, do not hesitate to admit the lack of tourism development in the region, and the
majority admits that l’Horta Nord has a big potential as a tourist destination, and it must
be well exploited. Three out of four interviewees would agree in transferring the
competences in tourism to an upper body to plan this activity, knowing that it would be the
only way to establish it as one of the pillars of the local development.
KEY WORDS: Supramunicipal. Territorial planning in tourism. Horta Nord.
Tourism policy. Governance.
INTRODUCCIÓN
El paisaje conformado por la huerta de Valencia siempre ha sido objeto de alabanzas y de
elogios por parte de todos aquellos que han recorrido este espacio. El perfecto mestizaje de
sus tierras fértiles, complementado por una conjunción de municipios que ha ido creciendo
notablemente con el paso del tiempo, ha dado pie a que este singular territorio posea unas
características que le permiten ser muy apreciado. Sin embargo, todas las particularidades
que posee esta comarca valenciana, tras las cuales se podría intuir un considerable
potencial turístico, no le han servido hasta la fecha para consolidarse entre los destinos
principales de esta región española.
Una de las causas que quizás expliquen el leve desarrollo turístico de la comarca en su
conjunto, pese a estar situada en un entorno tan particular, podría derivarse de esa visión
tan localista de la actividad turística y vinculada además hacia modelos residenciales de sol
y playa (que como se verá posteriormente son los únicos presentes y los que tienen mayor
incidencia en el turismo) lo que condujo a que aquellos municipios no costeros
desestimaran el turismo como complemento a su desarrollo, probablemente por no ser
capaces de identificar entre sus recursos el atractivo suficiente para generar flujos hacia su
territorio.
Con el objetivo de analizar la visión que las entidades locales tienen sobre el turismo en la
comarca en general y en su municipio en particular, se ha estimado conveniente realizar
una serie de entrevistas en profundidad a los responsables (políticos y técnicos) de los
ámbitos municipal y comarcal presentes en l‟Horta Nord. La finalidad no es otra que a
partir de este análisis de la gestión actual del turismo y de su visión particular observar la
predisposición a ceder las competencias en turismo a un ente supramunicipal (ya existente)
que las gestionara, siendo esta opción la más idónea según los conceptos teóricos
mostrados en el punto siguiente.
LA PLANIFICACIÓN TURÍSTICA Y LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO
En líneas generales, podría afirmarse que el turismo en España ha sido tratado por parte de
las administraciones encargadas de planificarlo como una actividad fundamentalmente
económica. Basta con revisar las políticas turísticas llevadas a cabo desde la democracia
para observar que el papel al que se relega el territorio es como mero soporte de la
actividad turística, una base (en el sentido más literal de la palabra) donde dar cabida a
proyectos urbanísticos, infraestructuras y equipamientos que, con el argumento del
turismo, han colmado muchos espacios ahora degradados. Sin embargo, “el turismo es un
fenómeno social, de caracteres absolutamente definidos por la actuación, normas de
comportamiento y limitaciones de la colectividad humana […] si bien se origina y se
caracteriza por ser una tipificada acción de consumo” (FIGUEROLA, 1990:11). Esta
definición se enlaza con la teoría defendida por Vera (2011), quien afirma además que el
turismo no es tanto una actividad económica, sino que posee un carácter eminentemente
socio-espacial y que como consecuencia de este hecho se generan “diversas” actividades
económicas. Se intuye, por ende, que sin territorio no sería posible hablar de turismo. Tal
es así, que si el concepto clave en turismo es el desplazamiento de las personas como
requisito sine qua non para que la actividad turística sea posible1 (puesto que los productos
a consumir no se pueden trasladar) ¿dónde desplazarse sino es a otro territorio?
No obstante, ¿cuáles son los motivos que indican que el turismo debe entenderse como una
actividad que se tiene que planificar desde una perspectiva territorial? ¿Por qué razón la
planificación turística debe estar integrada dentro de la ordenación de cualquier territorio
que se precie? Autores como Barrado y Ávila (2010) advierten que la ordenación
urbanística y territorial de los espacios turísticos, que se ve materializada en muchos casos
mediante instrumentos de planificación y procesos de gestión, es necesaria como medida
para introducir criterios de racionalidad y principios de sostenibilidad en la transformación
territorial que induce el desarrollo del turismo, la utilización de sus recursos naturales y
culturales que lo sustentan (verdadera materia prima de la actividad turística y
conformadores de la diferenciación entre territorios) y en la cualificación del entorno en el
que se integra la actividad.
Integrar el turismo en el sistema territorial supondría que la planificación podría observar
la estructura y el funcionamiento del sistema en su conjunto y detectar posibles carencias,
así como establecer con mayor rigor fórmulas y objetivos de desarrollo turístico (VERA,
2011). Además, cabe señalar que, aparte de los instrumentos puramente turísticos y otros
de carácter horizontal (política económica, medioambiental, sanitaria,…), se dan otros que
de forma más o menos directa afectan a la ordenación del espacio turístico (IVARS, 2003)
como serían aquellos relacionados con el agua (abastecimiento y depuración), las
infraestructuras (carreteras, autovías, vías férreas…) la sanidad (calidad de las aguas,
asistencia, contaminación…) o la cultura (museos, eventos, protección, itinerarios…).
Ahora bien, no debería entenderse el territorio solo como elemento de soporte. En aquellos
espacios donde este asume un rol de producción-consumo turístico acumula todos los
papeles que el espacio puede representar en el juego socioeconómico, lo que muestra la
enorme importancia que tiene lo territorial en el turismo en otras acepciones: soporte sí,
pero también factor y recurso (SÁNCHEZ, 1985 en BARRADO, 2004:48). De suceder lo
contrario, todos los territorios serían turísticos, pues servir como soporte a la actividad
turística no supondría relevancia alguna. Cuando la actividad turística, en cambio, se
localiza en espacios determinados, es fundamentalmente porque existen factores (como los
de localización) o recursos (como los naturales) que facilitan el desarrollo turístico, y que
no están presenten en todas las tierras.
Además, y parafraseando a Fernández Tabales (2004) se entiende que cualquier elemento
del territorio que constituye todo destino turístico; desde el clima, hasta el medio ambiente,
pasando por el patrimonio o los núcleos urbanos; configuran una relación bidireccional
entre territorio y turismo. Un binomio que siempre se debe gestionar desde una
planificación integrada, puesto que entenderlo por separado genera tal cantidad de
impactos que solo llevaría a su degradación irrevocable. De esta manera, la teoría de que
tanto la ordenación del territorio como la planificación turística deben gestionarse bajo un
mismo marco organizativo se ve refrendada con fuerza.
Paradójicamente, la complejidad legislativa que se da cita en España ha originado que los
conceptos ya citados de ordenación del territorio y de planificación turística no se hayan
integrado más que en algunos casos muy concretos, puesto que la gestión (unificada o
separada) de ambas materias la decide cada una de las regiones del estado español. Así, tan
solo cinco de ellas (los dos archipiélagos, más Aragón, Cataluña y el País Vasco) han
integrado la planificación turística junto con la ordenación del territorio, por lo que se
podría hablar de que existe propiamente planificación territorial turística. Contrariamente,
hasta en ocho regiones (entre ellas la valenciana) estos dos conceptos se rigen desde
normativas diferentes, lo que origina una falta de cohesión entre territorio y turismo en
estos lugares, tal y como se puede apreciar en la comarca objeto de estudio del presente
artículo, l‟Horta Nord.
LA SUPRAMUNICIPALIDAD
TURÍSTICOS
COMO
MARCO
PARA
LOS
DESTINOS
Una vez comprendida la importancia de integrar la planificación turística dentro de la
territorial, es necesario saber desde qué escala se debería gestionar la unión de ambos
conceptos. Actualmente, tanto la administración local como la regional cuentan con
competencias sobre territorio y turismo, pero, ¿son las más adecuadas?
Ivars (2003) aclara que “la coordinación y cooperación de la política turística atañe de
manera especial a la escala supramunicipal”, por ser el mejor ámbito donde poder obtener
indudables sinergias en la complementariedad de los productos turísticos, la consolidación
de la imagen turística o el uso racional y eficiente de los recursos productivos. Este mismo
autor añade además que” las metodologías más avanzadas a la planificación regional del
turismo remarcan la necesidad de identificar espacios turísticos coherentes por distintos
factores […] a los que corresponde aplicar una estrategia global y coordinada”. Estos
espacios se identifican con la escala local y subregional y su delimitación debería formar
parte de todos los planes regionales de turismo. Otros autores como Barrado (2001),
defienden esta misma tesis y abogan porque la planificación territorial turística tenga un
carácter supramunicipal, pues afirma que la idea de destino turístico, salvo en casos muy
concretos, abarca un marco espacial más amplio que el de un solo municipio, estando en
muchos casos en sintonía con la percepción que el visitante posee. De hecho, está última
aportación será desarrollada posteriormente por el mismo autor, donde expondrá que el
concepto de destino turístico abarca la subesfera formada por la intersección de otras dos
de rango superior, la territorial y la sectorial, de modo que ni todo el territorio tiene
carácter turístico ni toda la actividad turística de un territorio se concentra en él
(BARRADO, 2004: 52).
Así pues la escala subregional parece ser el marco idóneo de planificación por ser aquí
donde el turismo se encuentra con otro tipo de actuaciones (infraestructuras,
equipamientos, servicios públicos generales,…) que permiten un modelo más equilibrado y
de gestión de los impactos. Al ser un contenedor mayor de recursos es capaz de ofrecer una
gama mayor de productos turísticos diversos y complejos con lo que en principio se le
asume mayor capacidad de atracción. Por otro lado, es el ámbito territorial el que mejor se
adapta a los mecanismos del sistema turístico receptivo conformado por el conjunto de
sistemas expuesto por Hildenbrand (1996). Asimismo, existe una mayor identificación
entre la imagen de destino y la región, a excepción de los destinos-meta, cuya imagen
permanece asociada normalmente con un ámbito municipal.
De este modo las vías de trabajo que exigen la consideración del turismo desde su
repercusión en la estructura y en el sistema territorial apuestan por una escala intermedia
para la comprensión no solo de los problemas sino más bien para dar respuesta de manera
multidisciplinar e integrada respecto al planteamiento del turismo desde la práctica de la
ordenación del territorio (VERA, 2011). En el Consejo de Turismo de Cataluña organizado
por la Consejo de Cámaras de Comercio de Cataluña y celebrado en 2004 (en relación con
binomio turismo y paisaje) identificaba que era necesario impulsar el planeamiento
urbanístico de carácter supramunicipal pues buena parte del desbarajuste territorial y
urbanístico de muchas áreas turísticas se debía a la ausencia de un planeamiento territorial
que racionalizara el uso del suelo y evitase disfuncionalidades territoriales.
Así pues, dichas teorías que defienden el carácter supramunicipal que debería tener la
planificación turística de cualquier espacio convergen con la del caso concreto de esta
investigación, la comarca de l‟Horta Nord.
LA GOBERNANZA COMO FILOSOFÍA DE GESTIÓN DE DESTINOS
Si bien el epígrafe previo advertía de las prosperidades que se conseguirían si la
planificación territorial turística se gestionara desde un marco supramunicipal, es necesario
resaltar que esta se basa fundamentalmente en el entendimiento, el trabajo conjunto, la
colaboración y el apoyo entre las distintas administraciones implicadas en él, las cuales,
muy a menudo, cuentan con intereses distintos.
En los últimos tiempos, una diversidad de importante de autores ha ofrecido una
aproximación a la gobernanza (NATERA, 2004; FARINÓS, 2008; STOKER, 1998).
Todas ellas coinciden cuando afirman que la gobernanza se basa en la cooperación y en la
colaboración entre todos los agentes implicados, no solamente de carácter público, sino
también civil (asociaciones, ONG, ciudadanía, etc.) así como los de carácter privado. De
este modo, parecen enfrentarse los conceptos de gobernanza y gobernabilidad, entendida
esta última como la forma de gobierno clásica, en la que las políticas se toman sin
consenso con la sociedad, puesto que ésta le ha cedido a las instituciones el poder a través
del voto electoral.
La idea de gobernanza, en cambio, promulga un nuevo estilo de gestión, colaboración y
cooperación entre todos los actores, marcando así un punto y aparte respecto a las
anteriores formas de gobierno que contrariamente no enfatizan los procesos de
participación de la ciudadanía y fomenta formas de gobierno poco transversales (más bien
promoviendo el modelo up-down). La gobernanza, pues, se asienta en cinco principios
esenciales: apertura, participación, responsabilidad, eficacia y coherencia.
Sin embargo, ¿son aplicables todos estos conceptos en el marco turístico, a sabiendas de
que es una actividad transversal y de la que dependen multitud de factores? Autores como
Arcarons (2010), no dudan en afirmar que “el turismo es un ámbito muy favorable para
observar la dinámica del concepto gobernanza, por la propia naturaleza del turismo [...]”,
entendiéndose por naturaleza en este caso, a la intensa relación que existe entre los
sectores públicos y privados en la actividad turística. Finalmente, es Velasco (2008), quien
defiende la obligatoriedad de unir turismo y gobernanza a través de la enumeración de
cinco razones que defienden esta teoría:
-
-
El turismo requiere para su crecimiento de la colaboración del sector público y
privado, puesto que éste para su desarrollo utiliza recursos públicos.
Hay que implicar a la sociedad de acogida para el buen desarrollo turístico del
lugar. Contextualizado en términos de gobernanza, la implicación de la sociedad
civil.
La multisectorialidad del turismo, con la concurrencia de subsectores empresariales
muy diversos, con lógicas independientes y contradictorias entre sí.
Un solo destino turístico engloba diferentes sectores, niveles de gobierno, intereses
opuestos, etc., que deben lograr una entente para el correcto desarrollo.
Inmenso potencial de las acciones público-privadas.
En cualquier caso, y como se ha podido observar, la relación entre turismo y gobernanza es
estrecha, puesto que la actividad turística contempla una generosísima cantidad de actores
(debido a la transversalidad del sector), asentados asimismo sobre un territorio en el cual la
sociedad local se ve directa o indirectamente afectada.
METODOLOGÍA
Dado que la presente investigación busca conocer la visión que los actores públicos en
l‟Horta Nord tienen respecto al turismo en su municipio y en la comarca, y evaluar
posteriormente su predisposición a la gestión conjunta, se ha estimado conveniente
seleccionar la técnica de la entrevista en profundidad, a partir de la creación de una batería
de preguntas donde el entrevistado podía escoger en una escala de respuesta, y según los
casos, la opción que más se le ajustara.
Así pues, durante los meses de septiembre y octubre de 2013, se realizaron un total de
quince entrevistas, doce de ellas a algunos de los municipios que conforman l‟Horta Nord
(cuatro poblaciones con área de turismo, y ocho sin ésta), y las restantes a organizaciones
comarcales mancomunadas (Mancomunidad del Carraixet y Mancomunidad de l‟Horta
Nord) o consorciadas (Pactem Nord). Las doce localidades que finalmente accedieron a
responder el cuestionario fueron las siguientes: Albalat dels Sorells, Alfara del Patriarca,
Bonrepòs i Mirambell, Foios, Godella, Rocafort, Tavernes Blanques, Vinalesa, Alboraya,
Almàssera, El Puig de Santa Maria y La Pobla de Farnals, siendo estos cuatro últimos
municipios aquellos que en estos momentos cuentan con una concejalía de turismo en sus
consistorios.
Naturalmente, dos tipos de cuestionarios fueron realizados (uno para los municipios y otro
para las mancomunidades), puesto que las preguntas sobre las que se deseaba obtener una
respuesta no podían estar enfocadas de la misma manera para estos dos organismos. A
pesar de todo, sendos modelos de entrevista tenían una serie de preguntas en común, hecho
que permitiría comparar las respuestas entre ellos. Las cuestiones que se les realizaron
(alrededor de una veintena de preguntas en cada caso) trataron de ubicar la cuestión
turística en l‟Horta Nord y sus municipios, intentando conocer la visión que tenían los
encuestados acerca del potencial turístico, el desarrollo conocido hasta la fecha, la
importancia del turismo en su entorno y, por supuesto, saber si había o no predisposición a
que la gestión turística se traspase en un futuro a un ente supramunicipal.
L’HORTA NORD: ESTADO DE LA CUESTIÓN
Análisis general
La provincia de Valencia está subdividida en un total de diecisiete comarcas, siendo
l‟Horta Nord una de la que las integra. Su creación se remonta al año 1989, fecha hasta la
que Valencia y toda su área metropolitana conformaban una sola comarca, conocida como
l’Horta de Valencia. Sin embargo, a partir de ese año la Generalitat Valenciana tomó la
decisión, debido al continuo crecimiento demográfico de la zona, de subdividir dicha
comarca en cuatro de tamaño más reducido: l‟Horta Nord, l‟Horta Sud, l‟Horta Oest y la
propia ciudad de Valencia.
Gráfico I. Municipios presentes en el ámbito de estudio
Fuente: elaboración propia
La comarca de l‟Horta Nord cuenta con un total de 22 municipios, y junto a estos se
encuentran una serie de pedanías que si bien pertenecen a la ciudad de Valencia, se
consideran parte de l’Horta Nord debido a su situación geográfica, por lo que no serán
consideradas en esta investigación.
Dichas localidades agrupan una población total de 225.090 habitantes2, distribuidos en una
superficie total de 140‟51 km2. De esta manera, la densidad poblacional de l’Horta Nord
alcanza la cifra de 1.601 hab/km2, lo que la sitúa entre las comarcas más densamente
pobladas de la región valenciana.
Gráfico II. Evolución de la población en el ámbito de estudio (1970 – 2013)
Fuente: elaboración propia
Debido a su particular enclave, l‟Horta Nord -prácticamente anexionada a la capital
regional-, está conformada por localidades del área metropolitana de Valencia cuya
función principal en muchos casos es actuar como ciudad dormitorio. No obstante, esta
cercanía respecto a la ciudad ha permitido que, actualmente, l‟Horta Nord presente unos
datos socioeconómicos que la posicionan como una de las comarcas más pujantes y de
mayor importancia de la Comunidad Valenciana, cuando menos a nivel demográfico,
económico, laboral y productivo, entre otros.
La comarca de l‟Horta Nord es una llanura litoral que hacia el interior se halla bordeada
por pequeñas colinas que rara vez alcanzan más de 100 metros sobre el nivel del mar. En el
extremo más septentrional, la llanura litoral de l‟Horta limita con el abrupto relieve de la
sierra de Portacoeli, cuya presencia en dicha comarca se limita únicamente a algunos
cerros de pequeña importancia como los del Puig o el dels Germanels. Estos últimos
emergen como unos islotes de roca en medio del llano aluvial, principal característica de la
comarca que ha permitido asentar en una gran parte del territorio extensos campos de
regadío.
Por su parte, el litoral está formado por una costa baja de arenas y gravas que separa las
aguas del Mediterráneo de la zona interior pantanosa y lagunar interrumpida tan solo por el
delta interior del Túria. Al norte de la ciudad de Valencia, la costa se halla profundamente
alterada por la acción humana (al contrario que la zona sur, que mantiene todavía el cordón
dunar), con la construcción de puertos y diques, mientras que la zona pantanosa interior (el
marjal) ha sido desecada y aprovechada para cultivos y suelo industrial, como puede ser el
caso del Marjal del Puig de Santa María.
El clima de toda la comarca se clasifica dentro de la tipología mediterránea, con inviernos
suaves, de heladas poco frecuentes y veranos cálidos, pero donde difícilmente se alcanzan
temperaturas extremas debido al efecto atemperante de la brisa marina. La temperatura
media anual gira en torno a los 17ºC, siendo enero el mes más frío, con 11‟5ºC de media, y
agosto el más cálido con 25‟5ºC. Por su parte, las precipitaciones anuales alcanzan la cifra
media de 454 litros por metro cuadrado, presentándose su máximo durante los meses
otoñales, en los que a menudo se dan cita episodios de lluvias torrenciales (también
conocidos como „gota fría‟) Por el contrario, durante los meses de verano, la precipitación
es prácticamente inapreciable.3
Análisis turístico
De acuerdo con lo exigido en la Ley 3/1998 de Turismo de la Comunidad Valenciana, la
mención de Municipio Turístico a las localidades valencianas tiene la consideración de
título honorífico, el cual es concedido por la Conselleria de Turisme a todas aquellas
poblaciones que reúnen una serie de criterios preestablecidos. Así, según las características
de la oferta y demanda turística, el municipio podrá alcanzar la consideración de Destino
Turístico, Destino Vacacional o Destino de atracción turística. Para el caso de la comarca
de l‟Horta Nord, tan solo cuatro de los veintidós municipios que la componen están
declarados Municipios Turísticos (Alboraya, El Puig de Santa Maria, Puçol, La Pobla de
Farnals), siendo curiosamente todos municipios costeros.
Gráfico III. Municipios turísticos presentes en el ámbito de estudio
Fuente: elaboración propia
En consecuencia, la representatividad de l‟Horta Nord en el catálogo de Municipios
Turísticos autonómico es realmente baja, ya que si bien el 18% de las localidades de la
comarca ostentan esta categoría, representan únicamente el 1‟7% respecto al total de
poblaciones de la región que ha recibido esta acreditación. Se trata de cifras bastante bajas
que podrían permitir pensar que la actividad turística no es uno de los pilares económicos,
al menos actualmente, en la comarca de l‟Horta Nord.
Naturalmente, estos cuatro municipios cuentan en sus consistorios con un área dedicada a
la gestión del turismo. Únicamente en uno de ellos (La Pobla de Farnals) la concejalía se
dedica exclusivamente al área de turismo. Cabe destacar además, que junto a estos cuatro
municipios, otros dos más (Museros y Almàssera) cuentan con una concejalía que gestiona
el turismo de manera compartida con otras áreas (cultura, fiestas, etc.).
En el lado opuesto se localizan los dieciséis pueblos de l‟Horta Nord (prácticamente tres
cuartas partes del total) que no cuentan con una concejalía o un área dentro del consistorio
que se ocupe del turismo a nivel municipal (en blanco en el gráfico II). En caso de
necesidad de dar respuesta a cualquier asunto de carácter turístico, son las áreas de cultura
o fiestas (las cuales sí que suelen estar presentes en todos los municipios) las que se
encargan de ello. De hecho, cabe señalar que tan solo seis de los veintidós municipios
cuentan con un área de gestión turística entre sus competencias, por lo que más de la mitad
de las poblaciones de la comarca, por razones distintas, no poseen gestión del turismo en
sus territorio.
Finalmente, como evidencia el gráfico IV, la representatividad de la oferta turística en
l‟Horta Nord (de alojamiento) queda circunscrita únicamente a una parte de la misma,
puesto que en la mayoría de las ocasiones, muchas localidades de la comarca no cuentan
con oferta significativa. Todo ello muestra, grosso modo, que la actividad turística se ha
desarrollado, primordialmente, en unas pocas poblaciones de l‟Horta, sobre todo en
aquellas que están bañadas por el Mediterráneo.
Gráfico IV. Oferta hotelera presente en el ámbito de estudio
Fuente: elaboración propia
Así, se observa como la parte más notable de la oferta turística queda reservada para los
municipios costeros, los cuales aprovecharon tal condición para crear una planta de
alojamiento que, por otra parte, resulta modesta si se compara con la de otras comarcas
valencianas más desarrolladas a nivel turístico.
Análisis de actores
Actualmente, y como resultado de las últimas elecciones municipales celebradas en 2011,
prácticamente tres cuartas partes de las localidades (16 de 22) de la comarca están
gobernadas por el mismo partido: el Partido Popular. A bastante distancia le siguen cuatro
municipios del Partido Socialista, quedando Compromís e Izquierda Unida con un único
pueblo cada una.
Paralelamente, y como organismos de carácter supramuniciapal, coexisten en la comarca
dos mancomunidades distintas: la Mancomunidad del Carraixet y la Mancomunidad de
l‟Horta Nord. Algunas de las localidades que integran la comarca (concretamente catorce),
amparadas por un marco constitucional que fomenta “la libre agrupación de municipios
diferentes de la provincia”4, decidieron asociarse en las dos mancomunidades
anteriormente citadas, nueve de ellos en la Mancomunidad de l‟Horta Nord, y cinco en la
del Carraixet.
Sin embargo, ninguna de estas dos mancomunidades ha aprovechado la posibilidad que
tienen de adoptar las competencias en materia turística sobre los municipios que la
integran. En consecuencia, muchos de los municipios de l‟Horta Nord no tienen gestión
turística en sus consistorios, ni tampoco la han cedido al organismo superior, en este caso,
la mancomunidad a la que están asociados.
Gráfico V. Municipios pertenecientes a las mancomunidades
Fuente: elaboración propia
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Como se expone en el apartado de metodología, se realizaron un total de quince entrevistas
a distintos órganos locales y supramunicipales de la comarca de l‟Horta Nord. En ellas
había cuestiones idénticas para todos los entrevistados y otras que dependían del actor
(local o supramunicipal). Respecto a las cuestiones exclusivas a los órganos locales y con
el fin de establecer una primera criba entre los municipios, se preguntó inicialmente sobre
la percepción turística de cada localidad. Tres encuestados opinaron que su localidad no
contaba con ningún tipo de potencial turístico. Contrariamente, el resto de los encuestados
(nueve municipios) afirmaron que sí poseían potencial aunque la actividad turística se
consideraba importante solo en dos de ellos (El Puig de Santa María y La Pobla de
Farnals).
Partiendo de estos últimos nueve encuestados, se analizó cómo el turismo era gestionado
en cada consistorio. En seis de los casos no existía concejalía de turismo ni otro órgano de
gestión turística, en dos de ellos las competencias de turismo se compartían con otras áreas,
y solo en un caso existía la concejalía de turismo como tal (La Pobla de Farnals).
Al indagar en la gestión turística, la mitad de los casos habían llevado a cabo acciones
conjuntas de promoción o de creación de producto, afirmando que los resultados habían
sido satisfactorios y que recomendaban su continuidad futura. Preguntados sobre el por qué
de la no relación intramunicipal en otros ámbitos turísticos las respuestas se concentraron
según municipios: mientras que los más turísticos exponían que no era necesario, los que
poseían menor desarrollo afirmaban que la falta de presupuesto dificultaba tener un
personal técnico más cualificado, si bien el color político o la diferencia de potencial
turístico eran cuestiones a considerar a la hora de establecer políticas turísticas conjuntas.
Por otro lado, y en relación con las cuestiones exclusivas a los organismos mancomunados,
se trató de encontrar respuesta a dos aspectos básicos: desvelar el motivo por el cual no
existía un área de turismo en sendas mancomunidades y la posibilidad de implantarlo en el
futuro. Respecto al primero, las respuestas se dividieron entre la falta de presupuesto y el
hecho de que no existía tal necesidad. Sobre el segundo, que preguntaba si cabría la
posibilidad de crear un área de turismo a nivel supramunicipal en el futuro, las respuestas
fueron más optimistas. Eso sí, siempre bajo la premisa de que el presupuesto y los recursos
humanos de estos organismos fueran mayores de lo que son en la actualidad y que las
competencias fueran totalmente traspasadas y no compartidas con los ayuntamientos.
Finalmente, las cuestiones tratadas a todos los entrevistados obtuvieron los resultados
siguientes. Respecto al grado de atractivo turístico de l‟Horta Nord, catorce afirmaron que
era “alto” o “muy alto”, ya que la comarca reúne una serie de atractivos (ser una de las seis
huertas que quedan en Europa, la cercanía al Mediterráneo y Valencia, etc.) que le otorgan
la posibilidad de crear un producto turístico con potencial. Sobre el grado de desarrollo
turístico de l‟Horta Nord en la actualidad, once encuestados contestaron que era “bajo” y,
en el lado opuesto, solo uno afirmó que “muy alto”.
Finalmente, al preguntar sobre la idoneidad de ceder las competencias de la gestión
turística a un organismo supramunicipal, cuestión que al fin y al cabo resulta ser la clave
de esta investigación, la respuesta fue contundente, puesto que el 75% de los mismos
estaba de acuerdo ante la tesitura planteada. Como era de esperar, para esta amplia
representación de municipios, resultaría altamente positivo traspasar unas competencias
que, a nivel local, no podrían asumir: bien porque no cuentan con los recursos necesarios
(económicos y humanos), o bien porque a escala local no poseen un interés suficiente
como para que el turismo florezca en sus territorios. Justamente son estos municipios lo
que poseen potencial pero no lo han desarrollado, y entienden que mancomunarse sería la
mejor manera para planificar una actividad cuyo máximo beneficio y sostenibilidad se
alcanzaría desde esta visión supramunicipal.
En el lado contrario, los dos municipios más desarrollados turísticamente consideran que
ceder las competencias en materia turística mermaría sus beneficios y el desarrollo que
actualmente conoce el pueblo.
CONCLUSIONES
L‟Horta Nord de Valencia es, muy probablemente, una de las comarcas más singulares de
todo el territorio valenciano. Esta zona alberga una de las únicas seis huertas que quedan
en Europa, la cual está considerada como uno de los legados más importantes que dejaron
los musulmanes mientras dominaron la Península Ibérica. Con el paso del tiempo, este
espacio hortícola se ha ido entremezclando con la total proximidad a Valencia, una de las
ciudades más cosmopolitas de España, y su extensa área metropolitana, lo que la ha
otorgado a esta comarca un carácter diferencial, al mezclar grandes terrenos agrícolas con
urbes muy pobladas. Así, la comarca, principalmente, desde el pasado siglo, ha
experimentado un gran desarrollo en prácticamente todos los sectores (económico,
demográfico, social, etc.).
Sin embargo, y en contraposición a muchas comarcas también litorales de la región
valenciana, l‟Horta Nord no ha conocido un gran desarrollo turístico hasta el momento,
dado que, salvo en algún caso muy concreto –y a pequeña escala-, la actividad turística no
se ha asentado en demasía en esta comarca valenciana.
Los responsables de los municipios, en líneas generales, no dudan en reconocer dicha falta
de desarrollo de la actividad turística en la comarca, y aluden, normalmente, a la falta de
recursos (económicos y humanos) por parte de la administración como causa principal por
la que el turismo no es una de las actividades de referencia en l‟Horta Nord.
Paradójicamente, la mayor parte de los mismos admite sin dudarlo que tanto sus
localidades en particular, como la comarca en general, tienen un gran potencial turístico, y
que es necesario intentar sacarle un mayor partido, puesto que l‟Horta Nord cumple con los
requisitos para ser uno de los referentes turísticos de la Comunidad Valenciana.
No obstante, alcanzar el objetivo de activar el turismo en toda la comarca puede resultar
complejo debido a los parámetros de la planificación turística actual de este país. Con el
sistema actual de ordenación, basado en el principio de que cada localidad tiene la última
palabra sobre cualquier planteamiento en materia de turismo (y urbanismo) dentro de los
límites de su término, es muy difícil imaginar el desarrollo turístico de una comarca como
l‟Horta Nord. Ello es así puesto que a nivel local existe una evidente falta de recursos
(turísticos, humanos y económicos), si se exceptúa el caso aislado de ciertas poblaciones
cuyo bagaje cultural, o su situación geográfica, junto al Mar Mediterráneo, les posibilita
crecer como municipio turístico.
Paralelamente, estas localidades más desarrolladas a nivel turístico, suelen entender el
turismo como una actividad meramente económica, sin tener en cuenta que el territorio es
la base de cualquier actividad turística, poniendo en peligro así zonas de gran valor
ecológico como podría ser la huerta valenciana. De este modo, a fin de obtener no sólo un
desarrollo turístico notable, sino también para garantizar la sostenibilidad (ambiental,
económica, social) de ese espacio determinado, es importante que el turismo se planifique
desde una perspectiva territorial superior porque muestra normalmente un carácter más
homogéneo y a la vez más cercano a la visión que los visitantes poseen del destino
turístico. Por ello, sería la mancomunidad el organismo más adecuado para gestionar la
actividad turística.
Conjuntamente, si un hecho ha quedado demostrado con las encuestas realizadas en este
trabajo, es que la gran mayoría de las poblaciones de la comarca (tres de cada cuatro) está
de acuerdo con lo expuesto, ya que ven de manera positiva ceder las competencias en
materia de turismo a una institución supramunicipal. Entienden, de alguna manera, que la
única vía mediante la cual el turismo se puede instaurar como uno de los pilares de la
economía, local y comarcal, es a través de una planificación turística conjunta e
intermunicipal, dado que a nivel local no cuentan con el potencial suficiente para hacerlo.
Son únicamente las localidades más desarrolladas a nivel turístico actualmente las que
ponen en duda el beneficio de traspasar las competencias en materia de turismo a un ente
supramunicipal. Más bien, no ponen en tela de juicio el bien que supondría dicho cambio a
nivel comarcal, pero temen que el reparto en el crecimiento turístico sería más equitativo
entre todas las poblaciones de l‟Horta Nord y que, por ende, no tendrían el papel tan
destacado con el que cuentan ahora.
L‟Horta Nord no ha sabido aprovechar hasta ahora su potencial turístico y así lo reconocen
sus gestores. Tras las entrevistas se observa la necesidad de replantear el modo en cómo
planificar el turismo y hacerlo desde un punto de vista supramunicipal y con el territorio
como base de la actividad, dado que todos los municipios comparten una misma identidad,
parece que les haría competitivamente más aptos para diferenciarse del resto de áreas. Un
cambio que como han corroborado las encuestas parece encontrar buena predisposición por
parte de la mayoría de las localidades implicadas.
NOTAS A PIE DE PÁGINA
1
A parte del desplazamiento fuera del entorno habitual, también cabe considerar que su duración
sea inferior a un año y que el motivo que lo justifica no sea ejercer una actividad remunerada en
destino.
2
INE: 2012
3
http://www.aemet.es/es/serviciosclimaticos/datosclimatologicos/
4
Artículo 141.3 de la Constitución Española
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GESTIÓN PÚBLICA DEL TURISMO EN LOS ESPACIOS DE
INTERIOR DE ESPAÑA: EL PAPEL DE LAS DIPUTACIONES
PROVINCIALES
Francisco López Palomeque
Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional, Universidad de Barcelona
[email protected]
Xavier Font Urgell
Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional, Universidad de Barcelona
[email protected]
RESUMEN
En esta comunicación se presentan los resultados de una investigación sobre el
protagonismo de la administración local, concretamente las diputaciones provinciales, en
la gestión del turismo en los espacios de interior de España, a partir de análisis de casos
(provincias de Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida y, además, la Comunidad Foral de
Navarra). Se aborda el análisis de las competencias en materia de turismo de la
administración local; el modelo de formalización de dichas competencias y el grado de
formalización de la hipotética administración turística provincial en el marco del modelo
de organización de la administración pública (diputado específico de turismo, patronato
provincial de turismo, ente provincial de promoción del turismo, etc.); los objeticos que
guían la acción en turismo de las diputaciones; los instrumentos de intervención (plan de
subvenciones en turismo, plan estratégico de turismo, etc.); los recursos destinados a
dichas acciones y, entre otros aspectos, la visibilidad de estas competencias y acciones.
Los resultados muestran una participación de las diputaciones en las dinámicas turísticas
de sus ámbitos territoriales pero, a su vez, un protagonismo diferentes según los casos.
Palabras clave: Turismo, gestión pública, diputaciones, espacios de interior, España.
ABSTRACT
This paper presents the results of an investigation into the role of local government,
specifically provincial councils, within tourism management in inland spaces of Spain,
from case analysis (provinces of Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida and , in addition,
Navarra). This paper analyses the competences for tourism of local administration; the
model of formalization of the above mentioned compences and the degree of formalization
of the hypothetical tourism provincial administration within the framework of the
organization model of the public administration(specific deputy of tourism, provincial
tourism board, provincial entity for tourist promotion, etc.); the aims that guide the action
in tourism of the provincial councils, the intervention tools (grant plan for tourism, tourism
strategic plan, etc.), the resources for such actions and, among other aspects, the visibility
of these competences and actions. The results show a participation of the provincial
councils in the tourist dynamics of their territorial areas but, at the same time, a different
role in each case.
Keywords: Tourism, public management, provincial councils, inland spaces, Spain
INTRODUCCIÓN
Propósito y contexto institucional
En España las distintas administraciones públicas tienen diferentes niveles competenciales
en materia turística, que comprende tanto la función reguladora y de control de la actividad
turística como la función de fomento y apoyo. En este marco las distintas administraciones
públicas presentan su esquema organizativo adecuado a sus competencias y a sus objetivos
en esta materia. Además, la transversalidad del sector turístico comporta que, además de
las leyes y normativas más específicamente turísticas, esta actividad se vea afectada por un
conjunto bastante amplio de ámbitos regulados (medioambiente, transportes o urbanismo,
entre otros).
La acción de la administración turística (políticas turísticas, instrumentos de intervención,
etc.) evoluciona y se adapta a las necesidades de la realidad turística de cada momento
histórico y de cada ámbito territorial. Las acciones a desarrollar, el alcance y el ritmo de la
adaptación a las nuevas realidades dependerán del nivel de la administración en cada caso
(estatal, regional, local) y del estadio de desarrollo del turismo en cada ámbito territorial,
en este caso el ámbito provincial.
Esta comunicación, titulada “Gestión pública del turismo en los espacios de interior de
España: el papel de las diputaciones provinciales”, comprende los primeros resultados de
una investigación en curso más amplia1, sobre el protagonismo de la administración local,
concretamente de las diputaciones provinciales, en la gestión del turismo en los espacios de
interior de España. La investigación parte de tres premisas:
a) En las dos últimas décadas los espacios de interior de España han vivido un destacado
desarrollo turístico. En este proceso las administraciones públicas han tenido un papel
importante, en sus distintos niveles, y en concreto la administración local (municipios,
comarcas, provincias).
b) El proceso ha inducido, en una clara relación de causa efecto, una institucionalización
de la gestión pública del turismo, con la formalización de la administración turística
(concejalías de turismo, instrumentos específicos de gestión y planificación, creación
de entes turísticos; por ejemplo, los patronatos de turismo).
c) La acción de las administraciones públicas en materia de turismo evoluciona y se
adapta a la realidad turística de cada momento; y ello es lo que ocurre en el actual
escenario de cambio. Las acciones en materia de turismo de las diputaciones
provinciales han de adaptarse a las exigencias y cambios asociados al escenario de
crisis.
El estudio se lleva a cabo, inicialmente, a través de análisis de casos: provincias de
Ourense, Jaén, Segovia, Teruel, Lleida y, además, Navarra (comunidad foral uniprovincial,
y por lo tanto con características asimilables al resto de provincias analizadas). El análisis
comparado, estableciendo las diferencias y similitudes, aporta conocimiento sobre los
casos estudiados y sobre el modelo de organización de la administración turística
provincial en España; sobre el protagonismo de las diputaciones provinciales en el proceso
de desarrollo del turismo en los espacios de interior de España y, en concreto, sobre las
estrategias adaptativas en el actual escenario de cambio.
Se aborda, para cada caso, el análisis de las competencias en materia de turismo de la
administración; el modelo de formalización de dichas competencias y el grado de
formalización de la hipotética administración turística provincial en el marco del modelo
de organización de la administración pública (diputado específico de turismo, patronato
provincial de turismo, ente provincial de promoción del turismo, etc.); los objeticos que
guían la acción en turismo de las diputaciones, los instrumentos de intervención (plan de
subvenciones en turismo, plan estratégico de turismo, etc.), los recursos destinados a
dichas acciones y, entre otros aspectos, la visibilidad de estas competencias y acciones.
Además de la consulta de los fondos documentales y estadísticos y de la contrastación
bibliográfica, se ha realizado un cuestionario a los responsables técnicos en materia de
turismo de cada una de las diputaciones provinciales y de la comunidad foral de Navarra.
La información obtenida ha sido muy valiosa y después de su análisis y sistematización se
expone en el último apartado de este texto.
Nuevas dinámicas turísticas de los espacios de interior de España
En España, más allá de algunos enclaves pioneros y de algunas prácticas recreativas
tradicionales, el desarrollo del turismo en los espacios de interior se inicia en los años
ochenta (con énfasis en turismo rural), se intensifica en los noventa y se consolida en la
última década, en la que se observa una intensificación del proceso de turistificación de los
espacios de interior (LÓPEZ PALOMEQUE, 2012). Como resultado de los procesos de las
dos últimas décadas, los espacios de interior se convierten en escenario de una gran
diversidad de actividades turísticas, de una gran variedad de formas o modalidades de
turismo. El perfil actual de los espacios de interior, en su dimensión tangible e intangible,
explica su capacidad de atracción.
La realidad territorial es muy contrastada, variada, y presenta situaciones muy
diferenciadas que posibilitan en mayor o menor grado el despliegue de actividades
turísticas y el desarrollo de una gran diversidad de modalidades turísticas. Hay que aclarar,
no obstante, que las formas de turismo en los espacios de interior no son excluyentes, sino
que forman parte de sistemas complejos en los que suelen darse varios de estos desarrollos
simultáneamente. Así pues, hoy hay que considerar a los espacios de interior como
espacios que ofrecen una multiplicidad de opciones al turista y como escenario que alberga
un modo de desarrollo turístico que se caracteriza por su gran dispersión territorial y que,
por tanto, puede evitar conflictos de masificación y otros impactos asociados.
El grado de desarrollo y la importancia alcanzada por el turismo en los espacios de interior
puede verificarse a través de diversas evidencias y datos referidos a los componentes
básicos del hecho turístico y a través de las variables habituales de los sistemas de
información estadística del turismo. En este sentido cabe hacer alusión, por ejemplo, al
éxito de numerosas iniciativas de creación de producto, al crecimiento de la oferta turística
o a la conexión de sus recursos y productos con las tendencias de la demanda. Se puede
afirmar, sin duda, que el turismo en espacios de interior ha consolidado unos flujos,
fundamentalmente regionales aunque con una presencia creciente de visitantes procedentes
del propio país y también del extranjero, y ha alcanzado protagonismo en relación a su
aportación al conjunto del turismo y en relación a las realidades socioterritoriales y
económicas a escala regional y local. Las estadísticas institucionales y los balances de
temporada avalan y dan fe de estas afirmaciones.
También pueden tenerse en cuenta otras evidencias, menos habituales cuando se elaboran
los balances turísticos. En esta ocasión, se consideran significativos como evidencias de
notoriedad del turismo de interior el interés institucional y universitario por el
conocimiento del fenómeno, la publicación de obras singulares y específicas de
divulgación científica sobre estos turismos, la existencia de ofertas de formación
universitaria sobre el tema, la celebración de ferias especializadas y, por último, entre otras
evidencias, la ambientalización de los destinos turísticos de interior y montaña. Se entiende
por ambientalización de los destinos turísticos la voluntad de ciertos municipios turísticos
de incluir criterios de sostenibilidad ambiental en sus estrategias de desarrollo turístico y
ello es concebido como una buena estrategia para crear ventajas competitivas respecto a
otros destinos.
El ámbito de estudio
La selección inicial de las cinco provincias como ámbitos de estudio (Ourense, Jaén,
Segovia, Teruel, Lleida y, además, la Comunidad Foral de Navarra) se ha realizado a partir
de dos tipos de argumentos: 1) la naturaleza de espacio de interior, es decir constituir
ámbitos provinciales sin ningún municipio litoral; y 2) el carácter representativo (muestra)
de la diversidad de realidades turísticas de los ámbitos provinciales de interior.
Para esta determinación se han tenido en cuenta, por una parte, los diferentes inputs sobre
las características del turismo en el interior de España (toda la información cuantitativa y
cualitativa, incluyendo la bibliografía y material documental); y, en segundo lugar, su
identificación con algunos de los rasgos que entendemos significativos de las dinámicas
territoriales que caracterizan a los espacios de interior a escala provincial, y de los que las
provincias elegidas son representativas: a) una dinámica litoral-interior que genera nuevos
turismos vinculados a la diversificación de los destinos y productos maduros; b) una
dinámica urbana-interior que genera nuevos turismos, vinculados al ocio y recreación de
proximidad; c) la evidencia de la existencia de nuevos turismos derivados de nuevos
hábitos y comportamientos de la demanda y su relación con procesos de producción
turística en áreas del interior de España; d) la evidencia de la existencia de procesos
formalizados de gestión turística; institucionalizados en planes, políticas, etc.; resultado de
las relaciones entre los diferentes actores; y e) la conveniencia de que las áreas de estudio
preseleccionadas correspondan a distintas regiones españolas y se evite con ello una
concentración espacial de las mismas.
A pesar de que participan de los rasgos que caracterizan el turismo de los espacios de
interior de España, la realidad turística de cada ámbito provincial muestra diferencias,
basadas en la naturaleza específica y significado de sus principales atractivos y, a su vez,
debido a la propia evolución como escenario turístico de cada provincia, condicionada en
buena parte por la evolución del turismo de las correspondientes comunidades autónomas,
incluyendo sus respectivas políticas turísticas. En términos de dimensión de la oferta de
alojamiento y su tipología, estos ámbitos provinciales presentan unas cifras de valor medio
o bajo en comparación con las provincias litorales (hegemonía del turismo de sol y playa
en España) (ver Tabla 1).
LA ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA DE ÁMBITO MUNICIPAL Y PROVINCIAL
Las competencias en materia de turismo de la administración local
Tal como se ha señalado en la Introducción, las distintas Administraciones Públicas tienen
diferentes niveles competenciales en materia turística y, además, no deben cumplir
solamente con la función reguladora y de control de la actividad turística, sino que también
la deben apoyar e impulsar. Esto comporta que cada Administración Pública tenga su
esquema organizativo adecuado a sus capacidades competenciales y a sus objetivos en
materia de apoyo e impulso del sector turístico. La transversalidad del sector turístico
significa que, además de las leyes y normativas más específicamente turísticas, esta
actividad se vea afectada por un conjunto bastante amplio de ámbitos regulados
(medioambiente, transportes, urbanismo, etc.) que deben conocerse
y aplicarse
adecuadamente. En España nos encontramos con un hecho importante, que es la disparidad
normativa, debida a la distribución de competencias que hace la Constitución española de
1978 y a la configuración constituyente y legal de la política y planificación en el sector
turístico (BOUZZA, 2006). En consecuencia existen cuatro niveles de administración
pública: la administración comunitaria; la administración central; la administración
autonómica y la administración local (LÓPEZ PALOMEQUE, 2004).
La atribución de competencias a la Administración Local (municipios y provincias) es una
consecuencia directa del reconocimiento constitucional de su autonomía para la gestión de
los intereses que le es propia (artículos 137 y 140 de la Constitución). Esta autonomía local
la encontramos reflejada en el artículo segundo de la Ley de bases reguladora del régimen
local 7/1985, de 2 de abril, en que se establece el derecho de los municipios, provincias e
islas a intervenir en todos aquellos asuntos que afecten directamente el círculo de sus
intereses. Estas atribuciones no se han visto modificadas en la reforma de la ley 7/85
realizada en la Ley 27/2013 de 27 de diciembre de 2013 de racionalización y sostenibilidad
de la Administración Local. A pesar de todo se trata de una competencia delegada, es
decir, a los municipios no les corresponde la titularidad de las competencias, sino su
ejercicio. En la misma situación se encuentran las provincias.
Es necesario, entonces, remarcar que ni desde las diputaciones ni desde los ayuntamientos
se pueden establecer normativas que regulen el ámbito turístico, aunque solo se refiriesen a
su ámbito territorial. No obstante, sí existe una parte importante de posibilidades de
incidencia por la vía normativa, desde los Ayuntamientos, en la estructuración de la oferta
turística, a partir de las regulaciones y controles que el municipio establece sobre el
urbanismo, la construcción, los establecimientos, la sanidad, la seguridad o la señalización,
entre otros. Y, por otra parte, según la consultora ROS DEVELOPMENT & PLANING
(2008), los destinos turísticos a escala local han de cubrir dos grandes frentes de actuación:
a) la planificación y el desarrollo turístico, todo lo que afecta al producto, a su calidad y
competitividad; y b) la promoción y apoyo a la comercialización, todo lo que hace
referencia a la promoción y venta de dicho producto. En los últimos años se ha observado
una preocupación por la búsqueda de instrumentos y metodologías para la gestión local del
turismo; y un ejemplo de ello es la aportación de FERNÁNDEZ TABALES (2004), que
contempla unas directrices para agentes públicos de la provincia de Sevilla.
Las diputaciones son el órgano de gobierno de las provincias, que son entidades
territoriales formadas por agrupación de municipios. Sus competencias más importantes
son la coordinación de los servicios municipales para su más adecuada prestación, la
asistencia jurídica, económica y técnica a los municipios, la prestación de servicios
públicos de carácter supramunicipales y la cooperación al fomento de todo el territorio
provincial; por ello aprueban cada año planes de cooperación a las obras y servicios
municipales (ARCARONS, 2010: 118).
Las provincias no han tenido un especial tratamiento en materia turística debido a sus
especiales características de Administración local de cobertura. Sin embargo, esta
circunstancia se ha visto alterada en algunas comunidades autónomas como consecuencia
de normativas propias en la materia. Así, ocurre con la legislación turística de Andalucía,
Castilla y León, Canarias (cabildos insulares) y, de manera especial, en el caso de
Cataluña, que en su Ley de Turismo contempla toda una serie de competencias
circunscritas a la coordinación del fomento y promoción de la actividad de los municipios,
la promoción de los recursos turísticos de la provincia y la asistencia y cooperación técnica
y económica a los municipios.
No obstante, conforme al artículo 36 de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen
Local, las diputaciones ostentan una competencia general de asistencia y cooperación
técnica, jurídica y económica de los municipios de la provincia, en cualquiera de los
ámbitos materiales de actuación, incluido el turismo. En este sentido hay que resaltar la
importancia que tienen las competencias asumidas en materia de fomento de la imagen
turística de los municipios de poblaciones inferiores a veinte mil habitantes y de la
promoción de las marcas turísticas, respectivamente (ARCARONS, 2010: 119).
La organización de la administración turística en municipios y provincias
La organización de la administración turística en el organigrama de gobierno local y
provincial suele estar vinculada a la creación de Patronatos o Consorcios, en los que
intervienen tanto el sector público como el privado. Es también frecuente que algunos de
estos Patronatos o Consorcios, que especialmente tienen su propia entidad jurídica,
agrupen el territorio de más de un municipio, especialmente en zonas turísticas
homogéneas, y cuenten con la participación de Administraciones Públicas de ámbito
superior. En el caso de las provincias, el límite provincial determina en mayor medida él
ámbito de referencia de los entes de gestión.
La decisión de la creación de uno de estos entes viene determinada por el peso específico
del sector turístico en cada territorio. Hoy día las fórmulas y entidades para la gestión
pública del turismo, particularmente a escala local, son muy diversas (VERA, et al., 2013:
355). Es aconsejable que cualquier Ayuntamiento que quiera afrontar con eficacia su
desarrollo como destino turístico cuente con un instrumento de estas características donde
se pueden sumar los esfuerzos e intereses de todos los actores de la actividad turística,
tanto pública como privada. En cuanto al ámbito provincial, las competencias señaladas
son ejercidas mediante la creación de entes u organismos de carácter autónomo o mediante
la creación de áreas funcionales dentro de la misma estructura y organización de la propia
diputación provincial. Los patronatos son organismos autónomos dependientes
directamente de la Administración que los crea y constituyen un modo de gestión directa.
Finalmente, es importante subrayar que el fomento de la imagen turística (poblaciones
inferiores a veinte mil habitantes y la promoción de las marcas turísticas) es bastante
representativa como para considerar la importancia de la organización municipal como
dinamizadora de territorios y municipios que, sin la asistencia técnica de las diputaciones
provinciales, difícilmente podrían haber llegado a gestionar y poner en práctica muchos de
los actuales proyectos y acciones de desarrollo turístico (ARCARONS, 2010: 119).
REALIDAD TURÍSTICA Y ADMINISTRACIÓN TURÍSTICA PROVINCIAL
Notas sobre la realidad turística de los ámbitos estudiados
La estructura espacial de las actividades turísticas en España muestra claros contrastes y
marcadas asimetrías que se deben básicamente a dos factores que, además, influyen de
manera interrelacionada: la variada condición geográfica del territorio español y el carácter
hegemónico del atractivo sol-playa en el conjunto de las motivaciones del turismo masivo,
hecho que ha primado el desarrollo turístico de las zonas litorales de clima templadocálido.
La localización de la oferta de alojamiento turístico, y también la de la infraestructura y
servicios complementarios, dibuja un mapa turístico español asimétrico en el que destacan
unas zonas geoturísticas claramente diferenciadas y jerarquizadas, que pueden observarse
tanto a escala regional como a escala provincial. En este último caso, en un primer nivel de
análisis se observa una fuerte concentración de la oferta en las provincias del litoral, que
contrasta con las provincias del interior, solo atenuada en los ámbitos provinciales que
cuentan con grandes ciudades y, en parte, en las provincias que tienen un sector de su
territorio en las zonas de montaña más altas (por ejemplo, Lleida o Navarra, por citar dos
casos que son objeto de estudio).
¿Cuál es el peso de las provincias de interior como espacios turísticos en el contexto
español? ¿Cuál es el papel de las diputaciones provinciales como actores del desarrollo del
turismo? La investigación parte de una doble premisa. Primera, que los ámbitos estudiados
son provincias en las que el turismo presenta una actividad turística limitada en términos
cuantitativos, sobretodo en comparación con el litoral. No obstante, en términos
contextuales, unas determinadas actividades turísticas en provincias de interior y una
determinada capacidad de alojamiento pueden tener un significado destacado en la
economía y sociedad local. Segunda, que en las dinámicas de desarrollo turístico de las
provincias de interior la administración local y provincial está presente.
La Tabla 1 muestra unos datos básicos sobre capacidad de alojamiento de los seis ámbitos
provinciales objeto de estudio y los valores de las cifras avalan las afirmaciones anteriores.
Además, estas cifras también ponen de manifiesto las diferencias y contrastes entre las
provincias seleccionadas y su evolución reciente. El significado de estas cifras y los breves
comentarios que siguen permiten tener una mínima información sobre la realidad turística
de cada provincia (la dimensión de su capacidad de alojamiento).
La oferta de alojamiento turístico de las provincias de interior es de orden secundario, si se
considera su dimensión y en comparación con las provincias de litoral. Esto se observa en
el censo hotelero y también en la oferta de campamentos turísticos, y de forma menos clara
en el alojamiento rural. Las provincias estudiadas tienen una oferta hotelera modesta o muy
modesta (Jaén 8.785 plazas; Lleida 15.113; Navarra 12.267; Ourense 6.260; Segovia 5.413
y Teruel 6.732). Lleida y Navarra presentan unas cifras (tanto de hoteles como de
campings) más altas, similares a algunas provincias litorales atlánticas, debido al desarrollo
turístico de las comarcas pirenaicas (que en el caso de Lleida incluye sus estaciones de
esquí) y del dinamismo de sus capitales provinciales. Pero en conjunto, son cifras
inferiores a la oferta hotelera de provincias litorales vecinas o próximas. Por ejemplo,
Granada tiene 29.544 plazas hoteleras; Castellón de la Plana 18.081; Tarragona 40.957 y
Guipúzcoa 9.661; según datos del Instituto de Estudios Turísticos para el año 2012.
En relación a la oferta de campamentos turísticos también se constatan los mismos rasgos.
Y también destacan de manera más amplia Lleida (21.742 plazas) y Navarra (13.225
plazas), que en este tipo de oferta superan a la de algunas provincias litorales con
Tabla 1.- Datos básicos sobre la capacidad de alojamiento turístico de los ámbitos provinciales
Oferta hotelera
Ámbito
Jaén
Lleida
Navarra
Ourense
Segovia
Teruel
España
2004
2012
Est.
Plazas
Est.
Plazas
165
6.318
185
8.785
334
15.980
297
15.113
147
7.845
275
12.267
107
3.772
196
6.260
110
3.505
128
5.413
167
5.677
196
6.732
16.178 1.273.428 14.785 1.431.165
Oferta de campings
2004
2012
Est
Plazas
Est.
Plazas
14
6.108
17
6.404
62 20.445
60 21.742
21 11.283
25 13.225
ND
ND
8
1.286
ND
ND
5
2.429
15
2.886
18
3.584
1.186 761.684
1.181 745.596
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Estudios Turísticos (IET)
Oferta de turismo rural
2004
2012
Est.
Plazas
Est.
Plazas
76
618
170
1.290
357
2.628
538
3.754
426
2.809
720
5.195
67
817
81
1.033
105
1.053
397
3.695
188
1.478
356
2.785
8.665 75.868 15.930 149.526
desarrollos inferiores. El resto de provincias analizadas se sitúan a mayor distancia (entre
mil y tres mil plazas, excepto Jaén que alcanza las 6.404). Ourense y Segovia son
provincias poco significativas en comparación con el resto de las provincias.
La oferta de alojamiento rural es más propia de espacios de interior, por lo que cabría
esperar una hegemonía de las provincias de interior respecto a las provincias litorales. Esto
en principio es así, pero sin embargo la escala de análisis (provincia) diluye en parte este
comportamiento, puesto que las provincias litorales disponen de comarcas y municipios de
“interior” que han tenido un fuerte desarrollo de este tipo de actividades y alojamiento. De
las provincias analizadas, Navarra dispone de la mayor oferta de alojamiento rural, con 720
establecimientos y 5.195 plazas y la menor Ourense con 81 establecimientos y 1.033
plazas.
El carácter asimétrico del mapa turístico tiene un carácter estructural por las razones ya
descritas anteriormente. No obstante, cabe añadir que desde hace veinte años se empezó a
observar una intensificación del proceso de difusión espacial del crecimiento turístico por
los espacios de interior de España, iniciado con anterioridad, y en el que desempeñan un
protagonismo destacado el turismo de naturaleza, el turismo rural y el turismo urbano. Los
actores públicos a nivel municipal y provincial, en mayor o menor medida según los casos,
han participado activamente en este proceso.
Esta tendencia ha hecho disminuir el índice de concentración espacial de la oferta turística,
si bien las variaciones son poco importantes en contraste con la desigual distribución
estructural del turismo, y máxime si se considera la escala del conjunto de España. El
mapa turístico de España es dinámico y en el comportamiento de los dos últimos decenios
destaca la generalización o “turistificación” de todo el territorio español, que obedece a tres
focos genéticos específicos: la intensificación del fenómeno de ocio-turismo de
proximidad, la concepción e instrumentalización del turismo como estrategia de desarrollo
y la necesidad de reestructuración de los espacios litorales tradicionales.
La administración turística en las diputaciones provinciales
El modelo de formalización de las competencias y el grado de institucionalización de la
administración turística provincial en el marco del modelo de organización de la
administración pública muestra diferencias en los distintos casos analizados, si bien se
observan unas pautas comunes.
Todos los gobiernos provinciales tienen un diputado con competencias en turismo y su
ubicación en el organigrama de gobierno varía en cada caso; también en el caso del
Gobierno de Navarra se contemplan competencias exclusivas en el organigrama. En el
caso de Lleida existe un área específica de turismo, con competencias exclusivas; mientras
que en Segovia y Teruel se ubica en el Área de Cultura y Turismo y en Ourense en
Cultura y Promoción económica; en Jaén en el Área de Empleo, Promoción y Turismo y
Navarra cuenta con una Dirección General de Turismo y Comercio, dentro del
Departamento de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales.
Relacionado con las competencias en turismo, la mitad de las diputaciones se han dotado
de un organismo autónomo de gestión del turismo u otro ente delegado, con nombres y
grado de competencias distintos. En Lleida es el Patronat Intercomarcal de Turisme Terres
de Lleida, cuya presidencia recae en el presidente de la Diputación; en Ourense el
INORDE. Instituto Ourensano de desenvolvemento económico y en Segovia el Patronato
Provincial de Turismo (constituido como Consorcio). En estos casos estos organismos
cuentan con representación privada (Lleida, Segovia). Teruel, Jaén y Navarra no disponen
de organismos o entes delegados específicos en turismo.
En cuanto a la estructura técnica del organismo de gestión del turismo aparecen modelos
distintos en cada caso. En la Diputación de Lleida el Director del organismo adquiere un
rol principal. En la Diputación de Teruel, en el departamento de turismo hay un diputado
delegado del área, un jefe de servicio de turismo y cultura, un técnico de turismo y un
auxiliar administrativo; además, temporalmente, un consultor para llevar trabajos de
estrategia de marketing y comunicación on line. En la Diputación de Ourense no hay un
personal específico asignado a turismo; el área de turismo es una de las funciones que se
realiza dentro del INORDE. En la Diputación de Segovia el Patronato Provincial de
Turismo (constituido como Consorcio) contempla la Gerencia, más un Departamento de
Receptivo y Promoción, y además la Administración. En el caso de Jaén, que no tiene
organismo especifico, la estructura técnica del Área de Empleo, Promoción y Turismo
contempla un Director de Empleo, Promoción y Turismo, más un Servicio de Turismo con
un adjunto de turismo y una Sección de Proyectos Turísticos. Finalmente, el organigrama
de gobierno de Navarra cuenta con una Dirección General de Turismo y Comercio, más un
Servicio de Ordenación y Fomento de Turismo y Comercio y un Servicio de Marketing y
Desarrollo de Productos Turísticos. El número de trabajadores dedicados a los organismos
de gestión del turismo se sitúa entre los 15 en el caso de Lleida y los 5 en los casos Teruel
y Segovia.
Una evidencia del grado de formalización de las competencias en turismo en los gobiernos
provinciales es la existencia de algún instrumento de planificación o intervención que
oriente la política turística de la diputación. Entre los casos analizados solo la Diputación
de Lleida cuenta con un instrumento de esta naturaleza (el Plan de Turismo Sostenible,
desde 2009), mientras que la Diputación de Jaén se ha dotado de diversos planes
tematizados o de ámbitos territoriales concretos: el Plan Turístico Viaje al Tiempo de los
Íberos ( 2007/2009); el Plan de Dinamización del Producto Turístico en el Parque Natural
de Cazorla, Segura y Las Villas (2007/2011); el Plan Turístico Sierra Morena 1
(2006/2011); el Plan de Competitividad Turística de la Ruta de los Castillos y Batallas
(2010/2014); el Plan Turístico Vandelvira y el Renacimiento (2006/2010); el Plan de
Actuaciones en Embalses de la Provincia (2007/2010) y el Plan Turístico Sierra Morena 2
(2007/2010).
La visibilidad de las competencias y acciones en turismo se vehiculiza habitualmente a
través de las páginas web. En este sentido, todas las diputaciones disponen de página web
de turismo, cuya función principal es ser portal de promoción turística del ámbito
provincial en cada caso. Esta web específica de turismo aparece integrada en la web
general de la diputación, y se ubica en primer nivel de información del menú general. Las
direcciones web son, en cada caso, las siguientes: Lleida: www.aralleida.cat; Teruel:
www.teruelversionoriginal.es; www.SienteTeruel.net; Ourense: www.turismourense.com;
Segovia: www.segoviaturismo.es; Navarra: www.turismo.navarra.es; y en el caso de Jaén:
www.jaenparaisointerior.es
Estas páginas web son, sobre todo, portales de promoción turística de la provincia, en cada
caso. No obstante, también son en buena medida portales de gestión y/o de colaboración
con los municipios de la provincia en temas turísticos. En algunos casos esta función se
realiza a través de otros sitios web. Por ejemplo, en Navarra la web operativa es
http://www.turismo.navarra.es/esp/profesionales/; y en el caso de Jaén el portal es
http://www.dipujaen.es/conoce-diputacion/areas-organismos-empresas/areaH/conoce-elarea/estructura_equipo.html.
CONCLUSIONES
Los datos básicos sobre la evolución de la oferta de alojamiento turístico de los ámbitos
provinciales estudiados avalan, como muestra, que en los últimos años los espacios de
interior de España han vivido un destacado desarrollo turístico (incremento del alojamiento
hotelero, del alojamiento en campings y del alojamiento de turismo rural). Por otra parte, la
primera premisa de esta investigación incluye la hipótesis de que en este proceso las
administraciones públicas han tenido un papel importante, en sus distintos niveles, y en
concreto la administración local (municipios, comarcas, provincias). A través de las
fuentes documentales consultadas y de las respuestas al cuestionario específico, enviado a
los responsables técnicos en materia de turismo de cada una de las diputaciones
provinciales, se dispone de suficiente información que corrobora la acción de las
diputaciones en la promoción y apoyo a la comercialización de las actividades turísticas y
en la planificación y el desarrollo turístico, si bien con una importancia diferenciada según
cada una de las diputaciones provinciales analizadas.
La segunda premisa formulada en la Introducción contempla que el desarrollo turístico ha
inducido, en una clara relación de causa efecto, una institucionalización de la gestión
pública del turismo, con la formalización de la administración turística (concejalías de
turismo, instrumentos específicos de gestión y planificación y creación de entes turísticos,
por ejemplo los patronatos de turismo). También se ha podido comprobar un cierto grado
de institucionalización de la gestión del turismo, observable en la existencia de unos
determinados niveles de administración turística, tal como se valora a continuación.
Todos los gobiernos provinciales tienen un diputado con competencias en turismo y su
ubicación en el organigrama de gobierno varía en cada caso. Las áreas de gestión en las
que se integra turismo son del ámbito socioeconómico y cultural (promoción, empleo,
comercio y cultura, entre otras). Son, pues, áreas asociadas al fomento y dinamización
económica, vinculada a su vez a la potencialidad de la cultura y del comercio.
La mitad de las diputaciones se han dotado de un organismo autónomo de gestión del
turismo u otro ente delegado, con distintos nombres, que acogen la correspondiente
estructura técnica de turismo. En los tres casos que no cuentan con organismo autónomo
(Jaén, Segovia y Navarra) la estructura técnica de “turismo” aparece articulada en las
correspondientes áreas de gestión donde se ubican. Se ha constatado, a partir de la
información recogida, una incipiente institucionalización de la gestión del turismo al
haberse creado estructuras administrativas especificas en turismo (administración
turística).
Los gobiernos provinciales para la gestión del turismo en sus ámbitos recurren a diversos
instrumentos de planificación o intervención para canalizar las orientaciones e iniciativas.
Sin embargo, en las ámbitos analizados solo en dos casos se han identificado instrumentos
de esta naturaleza, lo cual puede entenderse como una evidencia de que las provincias de
interior el menor grado de desarrollo turístico, en comparación con las litorales, aún no ha
exigido una formalización de la gestión del turismo que contemple necesariamente contar
con estos instrumentos. Finalmente, y como contrapunto a la afirmación anterior, las
diputaciones provinciales y el Gobierno de Navarra se han dotado tanto de portal de
promoción turística de la provincia como de portal de gestión y/o de colaboración con los
municipios de la provincia en temas turísticos.
En relación con la tercera premisa, sobre la adaptación de la acción de las administraciones
públicas provinciales en materia de turismo al actual escenario de crisis, la falta de
información suficiente sobre los planes de acción en cada caso y sobre los presupuestos
asignados y ejecutados, correspondientes al periodo pre-crisis y al periodo de crisis, no
permite llegar a conclusiones claras. Este tema supera la intención de la comunicación de
presentar los primeros resultados de la investigación y queda pendiente para la siguiente
fase.
Los resultados de esta comunicación, centrada en la institucionalización de la
administración turística provincial y en la identificación de las fórmulas y entidades para la
gestión pública del turismo en seis ámbitos escogidos, permitirán avanzar en el objetivo de
un conocimiento general y sistematizado de esta cuestión en el conjunto de las provincias
españolas. Asimismo, supone una aportación para avanzar hacia una necesaria
caracterización del modelo de gestión turística provincial, de forma similar a los estudios y
aportaciones que para los destinos-municipio ha realizado en los últimos años la
Federación Española de Municipios y Provincias.
BIBLIOGRAFIA CITADA
ARCARONS, R. (2010): Órganos de la Administración turística, en MIRALBELL
IZARD, O. (Coord). Gestión pública del turismo. Barcelona. Editorial UOC. 71-135
BOUZAA ARIÑO, O. (2006): Ordenación del territorio y turismo. Edit. Atelier Libros
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Turismo de la Provincia. Diputación de Sevilla.
LÓPEZ PALOMEQUE, F. (2004): La gestión pública del turismo en Cataluña,
Organización y política turística de la administración autonómica, Investigaciones
Geográficas, 34, 5-27.
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espacios de interior, en LÓPEZ, D. (Ed.). La diferenciación y segmentación de los
mercados en los destinos turísticos, Valencia Ed. Tirant lo Blanc. 125- 138.
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ROS DEVELOPMENT & PLANING (2008): Modelos de gestión turística local.
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VERA REBOLLO, F. (Coord.); LÓPEZ PALOMEQUE, F.; MARCHENA, M. J. y
ANTON, S. (2013): Análisis territorial del turismo y planificación de destinos turísticos,
Editorial Tirant Humanidades, Valencia.
NOTAS
1
El proyecto de investigación actualmente vigente es el CSO2011-27230, titulado
“Nuevos turismos y desarrollo territorial en un contexto de cambio. Experiencias y
oportunidades de los espacios turísticos de interior en España”, financiado por el MCNN Ministerio de Ciencia e Innovación; y, a su vez, la investigación se desarrolla en el marco
del Grup de Recerca Consolidat Anàlisi Territorial i Desenvolupament Regional,
2014SGR425, Generalitat de Catalunya.
PERCEPCION Y VALORACION SOCIAL DE LOS PAISAJES
DISFRUTADOS: APORTACIONES DESDE EL VISITANTE PARA
UNA GESTION SOSTENIBLE DE ESPACIOS TURISTICOS
RURALES. EL CASO DE LA SIERRA DE ARACENA (HUELVA) i
Inmaculada Mercado Alonso
Grupo de Investigación HUM-875 Estudios Territoriales y Turísticos. Universidad de Sevilla.
[email protected]
RESUMEN
El turismo provoca transformaciones en el paisaje de dimensión y alcance diversos,
dándose la circunstancia de que es el mismo paisaje una de las principales ventajas
comparativas de cualquier destino rural. Una demanda mayoritariamente urbana
busca una experiencia satisfactoria global, identificada difusamente con autenticidad,
singularidad y calidad en el entorno. Los espacios rurales se enfrentan al dilema de
armonizar las aspiraciones para un escenario de ocio que muestra a los visitantes,
paisajes disfrutados, con la necesidad de un desarrollo local en el que las actividades
tradicionales son cada vez menos viables dentro de un sistema económico globalizado,
paisajes vividos.
En el Convenio Europeo de Paisaje (Florencia, 2000) la percepción de la población es
un elemento central en la propia definición de los paisajes. Se insta a conocerla e
incorporarla en la toma de decisiones a través de procesos de participación ciudadana.
En los espacios turísticos la mirada de los visitantes resulta relevante y
complementaria a la de los residentes.
En este trabajo se expone la metodología y principales conclusiones de una
investigación sobre la percepción y valoración de los visitantes, turistas y
excursionistas, de los paisajes de la Sierra de Aracena (Huelva).
PALABRAS CLAVE: Paisaje, turismo, percepción social.
SUMMARY
Tourism produces transcendental transformations of diverse type on the landscape.
However, the landscape is one of the main resources or factors of attraction of any
rural touristic destination. The demand which is mostly urban looks for a global
satisfactory experience, identified with genuineness, singularity and quality in the
environment. Rural areas have the problem of harmonizing the desire of the visitors for
finding a place for their leisure, which is known as the “enjoyed landscapes”, together
with the need of a local development, in which the traditional activities seem to be less
and less viable, called the “lived landscapes”.
In the European Landscape Convention (Florence, 2000) the perception of the
population is a central element in the definition of landscape. It is urged to know and to
incorporate it in the decision-making through processes of civil participation. In the
touristic sites, the visitor’s point of view turns out to be relevant and complementary to
the resident’s.
KEY WORDS: Landscape, tourism, social perception.
MARCO TEORICO, AMBITO DE LA INVESTIGACION Y OBJETIVOS.
El Convenio Europeo de Paisaje (CEP en adelante, Florencia 2000) constituye un hito
en la reflexión científica, social y política sobre el paisaje y fortalece su reconocimiento
jurídico, al considerarlo un derecho y un bien con una clara función social, sujeto, por
tanto, de una protección y ordenación adecuada por parte de los poderes públicos
(PRIORE P. 2002 – ZOIDO F., 2009). Pero además el documentoii otorga un gran
protagonismo a la sociedad, de tal forma que puede leerse en el primero de sus artículos
que el paisaje es “cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo
carácter será el resultado de la acción y la interacción de factores naturales y/o
humanos”. La percepción social constituye, pues, un elemento definidor del paisaje y,
por tanto, su conocimiento es clave en el desarrollo de instrumentos para su ordenación
y gestión.
En el caso de espacios con vocación turística interesa la percepción del paisaje de la
población residente, pero igualmente, la de la población que lo visita (BARRADOCASTIÑEIRA, 1998). El punto de vista del que vive en el paisaje como realidad
cotidiana es muy diferente del que lo contempla y disfruta momentáneamente y, sin
embargo, puede ser clave reconocer los conflictos y generar una convergencia de
intereses en la búsqueda de una mejor gobernanza en la escala local (FERNANDEZ
MUÑOZ, 2011).
Esta comunicación, que se inserta en un proyecto más amplio y que se orienta en la
línea descrita, se centra en el estudio de la percepción de los visitantes en un espacio
rural con vocación turística: la Sierra de Aracena (Huelva). Se trata de un territorio
poblado desde la prehistoria, incluso de forma intensa en algunas etapas históricas, al
que se reconoce una gran calidad ambiental y paisajística, ratificada con la declaración
de Parque Natural desde 1989 y como parte de la Reserva de la Biosfera “Dehesas de
Sierra Morena”. De clima mediterráneo con influencia atlántica, cuenta con importantes
recursos hídricos y amplias extensiones de dehesa. Los numerosos núcleos de
población, de pequeño tamaño, son muestra de una arquitectura tradicional de gran
atractivo, que ha merecido que nueve de ellos sean reconocidos como conjuntos
histórico-artísticos. El núcleo principal, Aracena, se encuentra a menos de 100 km. del
área metropolitana de Sevilla, y, pese a tratarse de un espacio serrano relativamente
excéntrico, presenta una buena accesibilidad. Todos estos valores han situado al ámbito
en una posición competitiva dentro de los espacios rurales incorporados a la función
turística en Andalucía.
Figura 1. Localización del ámbito de estudio
Fuente: Cartografía digital 2009. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía. Elaboración propia.
Para esta investigación se han seleccionado doce municipios del conjunto serrano:
Alájar, Aracena, Almonaster la Real, Castaño de Robledo, Cortegana, Fuenteheridos,
Galaroza, Higuera de la Sierra, Linares de la Sierra, Jabugo, Santa Ana la Real y Los
Marines. Los criterios de selección han tenido en cuenta la relevancia demográfica y de
la oferta turística, el carácter simbólico y representativo en el contexto de los valores
generales de la Sierra, y la continuidad espacial de los municipios incluidos en la
muestra. Así, los doce municipios representan aproximadamente un 50% de la
población del Parque Natural y cuentan en la actualidad con casi un 80% de la oferta de
plazas turísticas disponibles.
En esta fase de análisis de la percepción de los paisajes de la Sierra por parte de los
visitantes los objetivos planteados son:
- Conocer la valoración de los visitantes, tanto excursionistas como turistas, de los
paisajes de la Sierra de Aracena.
- Detectar los elementos más valorados por parte de este colectivo en relación a la
singularidad o carácter de dichos paisajes.
- Determinar si son percibidas amenazas o conflictos que los afecten según la
opinión de los que la visitan.
- Conocer la valoración de las principales infraestructuras de uso público que
facilitan el acceso y disfrute de los paisajes serranos.
- Identificar los que se consideran por parte de los visitantes paisajes
sobresalientes o deteriorados.
- Conocer su posición ante posibles medidas para la gestión de los paisajes del
ámbito.
Estos objetivos se completan con investigaciones posteriores, en las que se desarrollan
distintos instrumentos de participación para la población residente. Se pretende que, a
partir de un análisis comparativo de resultados de ambos grupos, se pongan de
manifiesto conflictos o aspiraciones comunes, que permitan una mejor gobernanza de
los paisajes en la Sierra de Aracena.
METODOLOGIA
El reconocimiento del papel protagonista de la población en la definición y valoración
de los paisajes exige una metodología en la que se cuente con la participación directa de
la ciudadanía, con las herramientas tradicionales de la investigación social (SABATÉ I
ROTES, X. 2009). En este caso se ha optado por aplicar una encuesta que pueda
mostrar resultados significativos y, en la medida de lo posible, estratificados.
El universo de esta encuesta es indeterminado puesto que no existen datos desagregados
de demanda turística para el ámbito. Se ha seleccionado la muestra significativa, en este
caso 385 personas, por el procedimiento habitual cuando el universo no es conocido.
Figura 2. Características de la muestra. Elaboración propia.
La estratificación se ha producido en base a tres criterios: sexo, procedencia y tiempo de
estancia (turista o excursionista). Se ha considerado relevante dividir la muestra entre
sexos (50%), sobre la hipótesis de que resultaba interesante comprobar si existen
diferencias en la percepción del paisaje asociadas a esta variable (DE LA FUENTE
VAL- DE LUCIO FERNANDEZ, J.V., 2003). Dado que los registros de procedencia,
fundamentalmente en las oficinas de información turística y de recepción del parque
natural, presentaban oscilaciones importantes según años, no se ha tenido en cuenta
para determinar la muestra esta variable, aunque se ha preguntado a los encuestados y se
considera que puede ser una proporción cercana a la realidad. Respecto al tiempo de
estancia que determina el grupo de turistas y el de excursionistas se tuvieron en cuenta
los resultados de algunos estudios que sitúan el porcentaje entre ambos en 60%
excursionistas, 40% turistas (FLORES, D. 2007). Sin embargo, en el trabajo de campo
resultó difícil mantener esta proporción.
Figura 3. Distribución de encuestados por procedencia. Elaboración propia.
DISTRIBUCIÓN DE ENCUESTADOS POR PROCEDENCIA
PROVINCIA, REGIÓN, PAÍS
Españoles
312
Extranjeros
68
Andaluces
147 Sevilla (56), Cádiz (41), Huelva (31), Córdoba (17), Málaga (2)
No andaluces 165 Madrid (82), Canarias (17), Navarra (14), Asturias(14), Galicia (10),
Cataluña (9), Extremadura (7), Murcia (5), Castilla La Mancha (5),
Castilla León (2)
Alemanes
36
Portugueses
14
Otros países
18
Francia (7), Italia (7), Reino Unido (4)
El trabajo de campo se realizó entre mayo y agosto de 2012. Se utilizaron como puntos
de muestreo el Hotel Aracena Park, Cabildo Viejo-Centro de Interpretación del Parque
Natural, Cueva de las Maravillas (Aracena), Peña de Alájar, Casa Rural en Castaño de
Robledo, sendero Castaño de Robledo-Jabugo, la mezquita de Almonáster la Real y el
Castillo de Cortegana.
En cuanto al diseño de la herramienta, incluye preguntas cerradas (la mayoría, para
facilitar su tratamiento estadístico) y semi-abiertas, esto es, aquellas que permiten una
respuesta más libre, sin opciones predeterminadas, pero, en todo caso, de contenido
concreto y reducido como identificación de un lugar, concepto o palabra.
INTERPRETACION DE LOS RESULTADOS
La extensión de este trabajo no permite reproducir el análisis exhaustivo de los
resultados de cada una de las preguntas, en el que se detallan las respuestas generales y
por segmentos. Se han extraído aquí algunas cuestiones que se consideran relevantes o
significativas en relación a los objetivos de la investigación, que, además, permitirán
una mejor comparación con los resultados de la encuesta realizada a los residentes.
Recordar el perfil medio del visitante es importante para la valoración de este resumen
de resultados, puesto que se ha constatado cómo, para determinados segmentos
(especialmente extranjeros), los resultados muestran diferencias significativas. Sin
embargo, el carácter minoritario de los mismos, implica una incidencia escasa en la
pauta media de comportamiento de los encuestados, pero interesante para ls
conclusiones de la investigación.
Así pues, no debe olvidarse que los resultados presentados están obtenidos de una
muestra representativa que, reconociendo las limitaciones de información estadística
sobre demanda del ámbito que se comentaban anteriormente, supone un reparto
equilibrado entre hombres-mujeres y proporcional españoles-extranjeros y turistasexcursionistas. El 82% de los visitantes finalmente encuestados son españoles y el 66%
son excursionistas.
La percepción del visitante medio de la Sierra de Aracena es la de un paisaje
humanizado
La primera conclusión que se obtiene sobre la percepción del paisaje del visitante de la
Sierra de Aracena es que se identifica con dos elementos básicos: los pueblos y la
dehesa. Son los elementos que se consideran más valiosos y, por tanto, que manifiestan
el potencial de atracción de este destino turístico por encima de otros, podría hablarse de
sus principales y genuinos recursos turísticos.
Sobre los elementos elegidos cabe hacer algunas consideraciones. Por un lado, se ha
confirmado que la actividad más frecuentemente desarrollada por los visitantes es el
paseo por los pueblos, y otras que se desarrollan casi exclusivamente en estos entornos
urbanos. El paisaje que más directamente experimentan los visitantes, por tanto, es el
paisaje urbanizado y, pese a ubicarse el ámbito en un espacio natural protegido, los
valores más representativos están relacionados con la presencia humana en el territorio.
El paisaje de la Sierra de Aracena no se reconoce tanto como de componente natural,
sino claramente humanizado. Los elementos propios de la naturaleza han sido
descartados por la mayoría en la respuesta a las primeras preguntas de reconocimiento o
identificación: bosques, agua, montañas… apenas han sido mencionados.
Figura 4. Distribución porcentual de menciones a elementos más valorados del
paisaje. Elaboración propia.
Todo esto remite a una concepción “construida” del paisaje, y a una referencia concreta
en forma de núcleos o lugares, que en la mayor parte de los casos no contempla
recorridos muy extensos en el interior del ámbito. Visitar la Sierra de Aracena significa
sólo y muy frecuentemente pasear por sus pueblos. Sólo a través del viaje (del
desplazamiento por carretera entre el origen y ese pueblo o pueblos que se visitan)
aparece otro elemento diferenciador y referente, la dehesa, paisaje en definitiva también
humanizado, y conectado, en el caso de la Sierra, con la propia distribución del sistema
de asentamientos.
Figura 5. Distribución porcentual de menciones a actividades realizadas o
previstas. Elaboración propia.
A medida que aumenta el grado de penetración y movilidad en el interior del ámbito por
parte de algunos grupos de turistas, se produce una diversificación de las respuestas,
puesto que se accede a “otros” paisajes, a través de senderos o caminos, andando o en
bicicleta, y ello permite ampliar el espacio percibido y también la manera de hacerlo.
Pero esto se reduce a una tendencia más frecuente entre el colectivo de visitantes
extranjeros y también de turistas frente a los excursionistas, por lo que es una
posibilidad reservada a una minoría.
La valoración de los paisajes es muy alta y no se perciben amenazas significativas
En general, los visitantes de la Sierra tienen una alta valoración del paisaje y muestran
satisfacción por el estado de conservación del mismo. De hecho es difícil que
identifiquen algún proceso o elemento que pueda estar contribuyendo a su degradación,
ni siquiera en su consideración de amenaza potencial. La percepción mayoritaria es que
no hay dehesas o aldeas abandonadas, no hay retroceso en cultivos o bosques y áreas
naturales y no existen vertederos incontrolados o acumulaciones de residuos.
Algunos elementos que han generado menos consenso hacia posiciones positivas tienen
que ver, en todo caso, con la situación de esos paisajes humanizados que son los que
más conocen y visitan estas personas. Se hace referencia a las nuevas urbanizaciones o
al tráfico y, aunque la opción mayoritaria no ha sido crítica, se alcanza el 40% entre los
que opinan lo contrario, lo que implica un posicionamiento diferente en un número
significativo de encuestados.
En este caso también hay matices si observamos los resultados por segmentos, ya que
parece existir una sensibilidad diferente, un umbral distinto en la valoración, entre los
extranjeros, con mayores referencias a elementos como la publicidad o la señalización
poco integrada, los residuos etc. Una situación más vulnerable parece detectarse en las
riberas y ríos, con una percepción más negativa que tiene un carácter general, pero que
se observa con mucha rotundidad entre los visitantes extranjeros.
Figura 6. Distribución porcentual de respuestas por segmentos. Elaboración
propia.
Nuevamente a mayor penetración en el paisaje, mayor conocimiento del mismo y, por
tanto, mayor percepción de amenazas, no sólo para los paisajes más humanizados sino
también para aquellos que contienen un nivel mayor de naturalidad.
La contemplación del paisaje no sería la principal motivación para el viaje
En la percepción del paisaje juegan un papel muy importante los enclaves que permiten
visiones panorámicas del mismo, en especial para la demanda turística. Estos lugares se
convierten en puntos de gran afluencia que deben permitir aprehender con relativa
facilidad los valores paisajísticos emblemáticos que caracterizan especialmente a los
destinos rurales y de montaña. Los miradores serían equiparables a la visita al interior
de un monumento o la visión de un cuadro en un museo en el turismo cultural. A priori,
pues, los miradores deberían ser lugares de gran afluencia en la Sierra de Aracena, como
espacio rural, de montaña, y parque natural.
Para un visitante un mirador no siempre es una infraestructura construida para este uso
concreto. Quien accede a un castillo, a una torre de vigilancia, a una ermita situada en lo
alto de un cerro, a una ladera contraria a la que alberga la trama urbana de un núcleo…,
puede considerar que se encuentra en un mirador, ya que se trata de lugares, señalizados
o no, que le permiten obtener una mayor amplitud de cuenca visual y gozar, más o
menos momentáneamente del paisaje local.
Es cierto que la mayor parte de los encuestados declara haber visitado un mirador, en
torno a un 60%. Pero quizá la proporción no es tan alta como podría imaginarse para un
espacio como este, en el que existen más de una veintena, repartidos entre los que se
incluyen en la red de equipamientos del parque natural, los que han construido los
municipios o los que lo son por su carácter de promontorio accesible (castillos,
ermitas…). Hay casi un 40% de los visitantes encuestados que declaran no haber
visitado ningún mirador ni tener intención de hacerlo.
Los tres hitos más mencionados en la respuesta no tienen la consideración de mirador,
en el sentido de infraestructura construida para ese uso, y si no se tuviesen en cuenta, el
resto de los lugares habría sido mencionado apenas por el 12% los encuestados. De esos
tres hitos, dos se encuentran en los cascos urbanos de Aracena y Cortegana (sus
castillos), por lo que se inscriben en aquella actividad que se comentaba anteriormente
del “paseo por los pueblos”, y por tanto, no se trata de una visita programada expresa o
independientemente; y la Peña de Alájar, conocida (junto con la Gruta de las Maravillas
en Aracena) como lugar emblemático de la Sierra, y por tanto, genera una afluencia
masiva equiparable al recurso más importante en cualquier destino turístico. En
resumen, la visita a los miradores, -a aquellos que se construyen como tales-, no es
frecuente entre las actividades turísticas que se realizan en la Sierra, lo cual parece
indicar un cierto desinterés real por la contemplación panorámica del paisaje como
argumento turístico.
La valoración de los miradores por quienes los han visitado es generalmente positiva en
cuanto a ubicación, señalización y conservación y más crítica respecto a la informacióninterpretación que se encuentra en los mismos. Esto último puede estar relacionado con
el tipo de mirador que se ha visitado de forma mayoritaria, que no tiene la consideración
de equipamiento, y por tanto, no ha sido dotado de los elementos habituales (paneles
explicativos, orientación, interpretación…). Los encuestados consideran insuficiente la
oferta, pero, dadas las escasas referencias aludidas, habría que plantearse si tienen
conocimiento real de la misma.
Figura 8. Número de menciones sobre evaluación de calidad de los miradores.
Elaboración propia.
Dificultades para comprender el concepto de paisaje: paisajes tópicos, paisajes
construidos
La pregunta en la que se solicitaba a los encuestados la identificación de un paisaje
considerado magnífico y otro degradado ha aportado información directa e indirecta que
permite obtener algunas conclusiones respecto a cómo construyen los visitantes el
concepto de paisaje en el lugar de destino.
La primera es la constatación de la dificultad para comprender el concepto mismo de
paisaje y de concretarlo en el espacio, o, en todo caso, la variedad de interpretaciones
que se pueden encontrar respecto al mismo. Esto puede verse en las respuestas entre las
que hay quien asimila el concepto paisaje a un elemento aislado en el territorio (un
edificio como el teatro de Aracena o el castillo de Cortegana); a espacios genéricos no
localizados (senderos, vegetación, nuevas construcciones); a un pueblo concreto
(Cortegana, Linares de la Sierra, Alájar, Aracena…). Existen menciones que, si bien son
minoritarias, difícilmente podríamos considerar paisaje en su significado más
académico, como las referencias al calor, la gastronomía o la falta de rutas turísticas. Y,
por último, otro síntoma de esta falta de claridad bien podría ser la opción mayoritaria
de no identificar ningún lugar como paisaje degradado.
Aunque esto último tiene que ver con la segunda de las conclusiones: existe un alto
grado de satisfacción respecto al estado de los paisajes entre los que visitan el ámbito.
Las imágenes mentales del excursionista y el turista, que se han construido en el espacio
de origen no son defraudadas por la realidad, que, además, está envuelta en un contexto
lúdico, de tiempo de ocio, y de orientación hacia lo positivo. Una gran mayoría afirma
que no hay ningún lugar que pueda ser considerado un paisaje degradado en la Sierra de
Aracena.
Entre los señalados como paisajes de calidad destaca nuevamente la Peña de Alájar y, a
continuación, la Gruta de las Maravillas (Aracena), el conjunto de la sierra o los pueblos
(y algunos en particular como Aracena, Linares de la Sierra, Alájar…) Estos resultados
parecen apuntar en dos direcciones:
-
Se identifica con facilidad lo que podríamos denominar “paisaje tópico”, ese
lugar de afluencia obligada, conocido como emblema territorial, que lo es por
méritos propios (estéticos, históricos, artísticos, ambientales…), por su mayor
accesibilidad, o porque encaja bien con la lógica turística de la “instantánea”,
que permite capturar y apropiarse en un momento de la esencia de lo visitado.
Pero la conclusión a partir de esta reflexión es que, en realidad, los paisajes de la
Sierra de Aracena permanecen ocultos y son desconocidos para la mayoría de
los que la visitan.
-
Se identifica con facilidad el “paisaje construido”, los pueblos, por encima de
lugares con un componente natural más claro, porque son los espacios más
accesibles con automóvil, los que generan los servicios turísticos que se
demandan, y los que más se asemejan a lo que desde una cosmovisión urbana se
entiende por espacio rural, y que determina las expectativas de quienes proceden
de las ciudades.
Figura 9. Distribución porcentual de paisajes calificados como degradados
según la procedencia del visitante. Elaboración propia.
La identificación más mayoritaria con un paisaje degradado, sin tener en cuenta la más
frecuente de las respuestas que, como se ha comentado más arriba, ha sido la no
identificación, tiene que ver con las nuevas construcciones, los desarrollos urbanísticos
de los últimos años en los núcleos, las áreas industriales… Es decir todo lo que no
remite al prototipo de una vida rural tradicional y se asemeja demasiado al paisaje
vivido del visitante. Estos elementos no encajan con el imaginario de lo que se espera
encontrar en un medio rural, y por tanto son elementos distorsionadores del paisaje
ideal.
Aunque el peso de los turistas extranjeros no es muy importante en la evaluación global,
sus respuestas son interesantes porque muestran la diferente construcción del
significado del paisaje en función de las referencias de origen. El turista extranjero ha
valorado más el componente natural (senderos, bosques de castaños), acorde con sus
expectativas de viaje a un destino que es un espacio protegido, seguramente no tan
humanizado como es en realidad, y es más crítico con elementos que pueden
degradarlo, aunque sea de forma momentánea y superficial, como la basura, los
anuncios, o de manera más irreversible, las nuevas construcciones.
Acuerdo en medidas de gestión del paisaje pero sin restringir la actividad turística
En las afirmaciones que se planteaban en la encuesta como eventuales medidas de
gestión del paisaje hay tres que se han contestado de forma más unánime y dos que han
suscitado polémica. Las personas que visitan el ámbito están de acuerdo en que deben
aumentarse las medidas de conservación del paisaje y de fomento de las actividades
tradicionales que contribuyen a esta conservación, así como las que frenen la actividad
constructiva en los núcleos.
Sin embargo no están de acuerdo (aunque de forma menos contundente) con las
restricciones a la actividad turística y con la posible implantación de tasas, impuestos o
pagos por servicios turísticos que contribuyan a la conservación del paisaje.
Hay una reflexión que se deriva de estos planteamientos. Las respuestas traslucen una
concepción del paisaje por parte del visitante asimilable a un decorado, algo que se
presenta para ser consumido en un momento del tiempo, y que no se deja influir por el
observador, algo que debe ser preservado y cuya responsabilidad corresponde a aquellos
que viven el paisaje, no a los que lo disfrutan.
Pero no se trata de una posición tan generalizada ni tan sólida. Existe una parte de los
visitantes (que se acerca al 50% en el caso de la opinión favorable a la contribución
económica de los turistas para favorecer la conservación) que se plantea la
corresponsabilidad o que entiende que la conservación del paisaje puede requerir
medidas de control de determinadas actividades, incluidas las turísticas. Esto parece
indicar que existe un margen de cambio social respecto a la tendencia descrita
anteriormente y que es una posición susceptible de crecer, insertada en estrategias de
gobernanza territorial y control social de los procesos de gestión del paisaje.
Figura 10. Porcentaje de acuerdo o desacuerdo con medidas de gestión del paisaje.
Elaboración propia.
CONCLUSIONES
Por tanto, ¿qué prevalece en la percepción de las personas que visitan un paisaje para
ser disfrutado? ¿Cómo se construye la representación de esos paisajes? ¿Qué valores se
ponen en juego?
La idea de paisaje es difusa y resulta difícil de definir para la mayoría de la población.
Es un concepto que presenta múltiples interpretaciones y cuya construcción está
condicionada por factores de orden psicológico, sociológico, histórico, geográfico… En
los resultados de esta encuesta subyace una significativa variedad de conceptos de
paisaje, que se manifiestan en una gran diversidad de escalas de definición, de
elementos constitutivos, de sentidos mediante los que se percibe, de elementos
estructurales o coyunturales en su valoración, dificultades para la concreción en lugares
o caracteres. La incorporación del paisaje a la gestión territorial, desde una perspectiva
participativa, requiere un esfuerzo importante de identificación social del concepto y de
formación y sensibilización en torno al mismo.
El estudio de los visitantes de la Sierra de Aracena indica que el concepto de paisaje
está asociado a los paisajes de calidad, por lo que no se consideran paisajes aquellos que
no responden a una imagen ideal de los mismos. En un ámbito turístico esta imagen se
construye a partir del “paisaje tópico”, esto es, del recurso emblemático e identitario, sin
el que la visita no es completa… Este es el paisaje reconocible, pero es muy difícil
identificar otros lugares no señalados entre los que conforman la construcción del
destino como recurso y que, sin embargo, lo son. Es frecuente que se califique de bello
un paisaje cuando viene avalado mediáticamente y el éxito o el fracaso de la experiencia
turística depende del parecido entre lo que se contempla y aquellas imágenes que nos
han inducido a visitarlo (NOGUE J., 2009).
El visitante tiene una experiencia momentánea y espacialmente limitada. Percibe el
paisaje con los atributos de un momento histórico determinado y su nivel de penetración
en entornos rurales y naturales es pequeño. Ambas circunstancias condicionan su
valoración y su imagen del destino. El paisaje aprehendido como una instantánea está
poco conectado a los procesos que lo generan como resultado, por lo que resulta difícil
captar si lo que se ve puede estar en proceso de transformación en sentido positivo o
negativo. Igualmente, dirigir la mirada sólo a aquellos paisajes que pueden considerarse
emblemáticos construye una percepción de la totalidad del espacio turístico que se aleja
de la diversidad consustancial a la realidad.
La percepción de un turista o excursionista del paisaje que visita está condicionada por
su origen, por su entorno habitual, en dos sentidos:
-
En la decisión del viaje ha pesado lo que es diferente, que podría englobarse en
espacios no urbanos, pero dentro de un orden, es decir, dentro de parámetros en los
que se desenvuelva con una sensación de seguridad y control, y que le permitan no
modificar excesivamente sus comportamientos (necesidades de consumo,
modalidades de acceso y movilidad, comodidad y confort…). Por eso prefiere los
entornos más humanizados, aun en destinos con un marcado carácter natural y estos
son los que se interesa por conocer y, por tanto, los que más puede valorar.
-
Sin embargo, los elementos que recuerdan demasiado al entorno habitual y que, por
tanto, no encajan con el prototipo de lo diferente, la “vida rural”, se identifican
como distorsiones o amenazas para el paisaje, con los “antipaisajes”.
La percepción del turista o excursionista del paisaje que visita también está
condicionada por el contexto en el que se desarrolla su experiencia, que es un tiempo de
ocio y un espacio para actividades lúdicas. Esto hace que su posición respecto al
entorno sea positiva y en su valoración se predisponga generalmente a mostrar un alto
grado de satisfacción.
En los estudios sobre las motivaciones de la demanda de turismo rural genérico se
marca con frecuencia el hecho de que no existe un solo factor de atracción para un
destino, sino que se produce la confluencia de distintos elementos que determinan la
decisión. El paisaje es un argumento pero no es seguramente ni la única ni la principal
motivación en los desplazamientos hacia las zonas rurales. Esto se demuestra en el tipo
de actividades realizadas por el visitante o en la escasa frecuentación de lugares y
equipamientos especialmente diseñados para el disfrute o la interpretación del paisaje.
El paisaje de los visitantes es el paisaje que se disfruta, no el que se vive. Esto tiene
consecuencias en la atribución de las responsabilidades que se derivan de su gestión
exclusivamente a la población local, y que perciben como ajenas los no residentes. Pese
a ello puede observarse un cambio de mentalidad, que podría ser aprovechado en una
estrategia de gobernanza participativa del territorio, en el sentido de una mayor
corresponsabilidad y predisposición por parte de los turistas a la implicación en la
conservación de aquello que se considera valioso.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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idealización de la naturaleza y del medio rural. Revista Española de Estudios
Agrosociales y Pesqueros, 184, pp. 37-64.
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importancia de considerar expectativas y preferencias paisajísticas de visitantes,
gestores y expertos ambientales en la gestión de espacios naturales del mediterráneo.
Consejería de Medio ambiente y Ordenación del territorio de la comunidad de Madrid.
Centro de investigaciones Ambientales “Fernando González Bernáldez”. Serie
documentos. Nº 39.
FERNANDEZ MUÑOZ S. (2011) La participación pública en la ordenación territorial
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NOGUE, J. (2009) Paisaje y comunicación: el resurgir de las geografías emocionales.
En LUNA, T; VALVERDE, I. Teoría y paisaje: reflexiones desde miradas
interdisciplinarias. Observatorio de Paisaje de Cataluña. Universidad Pompeu Fabra.
25-42.
PRIORE, P. (2002). Derecho al paisaje. Derecho del paisaje. En ZOIDO, F.VENEGAS, C. Paisaje y Ordenación del Territorio. Consejería de Obras Públicas y
Transportes. Junta de Andalucía. Sevilla.
SABATE I ROTE, X. (2009). Participación ciudadana y ordenación del paisaje: el caso
de Cataluña. Metode-anuario 2009. 112-119.
ZOIDO NARANJO, F. (2009). Derechos humanos, territorio y paisaje. Coloquio
interdisciplinar e internacional “Paysages européens et mondialisation”, Universidad de
Paris 3 Sorbona. Florencia del 4 al 7 de mayo. Material no publicado.
ANEXO
MODELO ENCUESTA NO RESIDENTES (Turistas, excursionistas)
SEXO: __________
Lugar de procedencia: ___________________
 Pernocta. Municipio: ______________
 No pernocta. Municipios que visita: _________
1.
Señale (x) las actividades que ha realizado o piensa realizar en la Sierra de Aracena:
 Pasear por los pueblos
 Visitar monumentos
 Hacer senderismo
 Rutas en bicicleta
 Rutas en coche
 Disfrutar de la gastronomía
 Comprar productos artesanales
 Hacer fotografías
 Observar animales
 Disfrutar de un día de campo en un área recreativa
 Visitar el centro de interpretación del Parque natural
 Visitar museos
 Otros: ……………………………………
2.
Por favor, de los siguientes elementos del paisaje señale SOLO DOS (x) como los que más valora de la Sierra de
Aracena.
















3.
La montaña
El agua (ríos, arroyos, fuentes, embalses)
Los polígonos industriales
Los castaños
Las dehesas
Los pueblos
Las aldeas
Los castillos
Los bosques
Las nuevas urbanizaciones
Los monumentos
Las huertas y frutales
Las minas
Los caminos, senderos
La vivienda tradicional
Otros: __________________________
Exprese su grado de acuerdo o desacuerdo con las siguientes afirmaciones: Puede contestar SI / NO/ o R (en
ocasiones, algunas veces…)
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
h.
i.
Los nuevos desarrollos urbanísticos han respetado el paisaje serrano ________
Hay zonas de cultivo abandonadas __________
Hay muchas zonas de actividad industrial y los polígonos __________
Hay dehesas abandonadas ________
Hay aldeas abandonadas ____________
Se ha cuidado la imagen de los pueblos en cuanto a publicidad y señalización ________
Hay zonas deforestadas ________
Hay basura y vertederos incontrolados __________
Las riberas y ríos están limpios y bien conservados ___________
j.
k.
l.
4.
Existen lugares muy valiosos que están degradados ____________
El patrimonio monumental está deteriorado _____________
El aparcamiento de vehículos y la circulación urbana está bien regulada_______
¿Ha visitado algunos miradores en la Sierra? (x)
 No (pase a la pregunta 5)
 Si ¿Cuál/ Cuales? ………………………………………………………………………………………………………
Exprese su grado de acuerdo o desacuerdo con las siguientes afirmaciones respecto a LOS MIRADORES: Puede
contestar SI / NO/ o Regular (en ocasiones, algunas veces…)






5.
Bien situados __________
Accesibles ________
Bien indicados y señalizados ________
Buen estado de mantenimiento y conservación_______
Contienen elementos explicativos de lo que se ve __________
Son suficientes _______
Un lugar de la Sierra que considere un MAGNIFICO PAISAJE: _______________________________
Un lugar de la Sierra que considere un PAISAJE DEGRADADO: _______________________________
6.
Diga si estaría de acuerdo con medidas que supusieran: conteste por favor SI O NO.




Aumentar la conservación de la Sierra (rehabilitar, limpiar, prohibir actividades lesivas, controlar…) _______
Fomentar las actividades tradicionales (apoyar la dehesa, productos alimentarios, huertas, etc.) __________
Restringir y controlar la actividad turística __________
Restringir los nuevos crecimientos urbanísticos __________

Impuesto turístico, pago por equipamientos y servicios al turista _________
MUCHAS GRACIAS POR SU COLABORACION
i
Esta comunicación forma parte de los trabajos desarrollados para el Proyecto de Investigación
“Gobernanza territorial y conformación espacial de destinos turísticos. Discursos, procesos y dialécticas
en diferentes escenarios” (Ref. CSO 2010-20284).
ii
Se ha utilizado el texto oficial del Instrumento de ratificación de España del CEP. BOE nº 31. Martes 5
de febrero de 2008.
CANTERAS DE YESO EN CASTALLA:
PUESTA EN VALOR COMO PRODUCTO TURÍSTICO TRAS LA
DECADENCIA DEL OFICIO ARTESANO.
Inmaculada Moreno Márquez
Universidad de Alicante. Facultad de Filosofía y Letras
[email protected]
RESUMEN:
Observando la cartografía y tras su análisis geológico, queda reflejado que en su mayor
parte, la franja litoral alicantina es prolífera en yesos, y a su vez, el municipio de Castalla
muestra dos importantes afloramientos triásicos, que fueron explotados desde principios del
Siglo XIX.
El desarrollo de este oficio fue cogiendo importancia hasta el punto de convertirse en un pilar
fundamental para el desarrollo económico de la población, transportando este mineral en
carros hasta Alcoy, Alicante, y otras poblaciones. Tras la revolución industrial y la
mecanización de la actividad, no pudo hacer frente a la competencia de industrias emergentes
más desarrolladas, y vio su decadencia a finales de los años 70 del siglo pasado.
Ayudándonos del empuje que está teniendo la diversificación de la actividad en las últimas
décadas y la búsqueda de nuevas experiencias, encontramos en este recurso los factores
primordiales que encajan en esta nueva demanda. La recuperación del patrimonio industrial
se ve adecuada a una sensación nostálgica, por parte de la población local que se implica y
facilita las labores de reconversión de la zona de estudio en un posible producto turístico, a la
vez que de uso didáctico.
PALABRAS CLAVE: Turismo industrial, ruta cultural, patrimonio etnográfico, hornos de
yeso, uso didáctico, recuperación de tradiciones.
ABSTRACT:
Studying the cartography of the coastline of Alicante and its geological analysis, it is obvious
that the most part of the coastal strip is prolific in plasters. Of particular interest is the city of
Castalla in the region of Alicante, which indicates two important Triassic outcrops that were
developed from the beginning of the 19th century.
The development of this trade was gaining importance to the point of becoming an economic
pillar for the development of the population of Castalla and transporting it into other
populations like Alcoy or Alicante. After the industrial revolution and the mechanization of
this activity, the local industry could not cope with the competition from more developed
industries that were emerging and the extraction of plaster began to decline towards the end
of the last century.
The diversification of this activity and the search for new experiences in recent decades show
in this resource the main factors that fit into this new demand. The recovery of this industrial
legacy was seen in a nostalgic light by the local population that was implicated and facilitated
in the works of the convertion of the area into an environment for study, a possible tourist
attraction and at the same time for educational purposes.
KEYWORDS: Industrial tourism, cultural route, ethnographic heritage, furnaces, recovery of
traditions.
TURISMO INDUSTRIAL, UN PRODUCTO EMERGENTE
El presente estudio, propone el uso de canteras abandonadas, potencialmente aprovechables,
que tras un estudio turístico- económico constituyan un paisaje atractivo y tengan elementos
básicos tales como infraestructuras, herramientas, áreas de desarrollo del oficio, que puedan
servir como base de una exposición didáctica e interpretación patrimonial, y de esta forma se
pueda restaurar la cantera dando un aprovechamiento máximo a la instalación y dando así
también salida a la falta de oferta turística y el aumento de los visitantes en las zonas de
estudio.
Nos encontramos frente a un recurso con potencial para la activación turística recreativa que
se relaciona con una notable diversidad temática, ya que la ubicación y actividad del mismo,
nos abre un abanico de enfoques conceptuales entre los que tendría cabida, sin embargo se ha
considerado los siguientes términos los de mayor relevancia:
La Organización Mundial del Turismo (OMT) incluye el Turismo Industrial dentro del
Turismo Cultural, al que define como “todos los movimientos de personas que satisfacen la
necesidad humana de la diversidad, orientados a elevar el nivel cultural del individuo
facilitando nuevos conocimientos, experiencias y encuentros”
A su vez, la European Association for Tourism and Leisure Education (ATLAS) identifica el
turismo cultural como “el movimiento de personas hacia manifestaciones culturales fuera de
su área de residencia, con la finalidad de obtener nuevos datos y experiencias para satisfacer
sus necesidades culturales”. Por lo que incorpora la visita a museos, yacimientos
arqueológicos, edificios civiles, militares, industriales o religiosos, incluyendo centros
históricos y jardines.
El turismo Industrial es por tanto una forma de turismo cultural, cuyo objetivo principal es
difundir el patrimonio industrial a lo largo del tiempo, tanto en el pasado como en la
actualidad, relacionándolo integralmente con la tecnología y el trabajo característico de un
lugar, y englobando todos los desplazamientos motivados por el interés hacia las empresas
industriales, museos y centros de interpretación relacionados con la actividad industrial en un
territorio determinado.
Como dato cuantitativo podemos aportar que en 1990 se constituyó la Asociació Valenciana
d’Arqueologia Industrial (AVAI), que puso en marcha la elaboración de un inventario de
elementos inmuebles industriales, inicialmente en el ámbito de Alcoy y su entorno, que en
formato de fichas se puede consultar en su página web. Podemos tomar la definición que
aporta Balboa “pues si por arqueología se entiende la ciencia que estudia al hombre a través de
los restos físicos de su actividad pasada, lo industrial se incluye ya en dicha definición al ser la
industria uno de los resultados de la actividad humana” (BALBOA, 1996)
En la búsqueda de nuevas actividades, los valores culturales del patrimonio industrial se han
convertido en una oportunidad real para relanzar, las opciones más diversas de reconversión
turística, teniendo en cuenta el ámbito económico, social y político.
La interpretación del patrimonio debe constituir el marco de trabajo para la creación de
productos de turismo específico, ya que es imprescindible la comprensión para valorar el
recurso de una forma integral.
Los pasos a seguir ante el estudio de un producto emergente, deben basarse en una revisión
adecuada de la bibliografía específica para abordar el estudio con mayor objetividad y obtener
una referencia adecuada, teniendo en cuenta que al tratarse de un nuevo producto, no existen
excesivas publicaciones al respecto, por tanto, el estudio va a requerir del apoyo de una fuente
primaria para conocer el caso concreto, comprender las formas de vida y uso de materiales en
el oficio, y la integración del paisaje como escenario principal de la actividad , por ello se ha
visto necesaria la realización de entrevistas personales a sujetos relacionados con el paraje
centro de estudio, así como aquellos relacionados con el oficio perdido.
El trabajo de campo ha sido una de las claves principales de la investigación , ya que ha
aportado una información directa y precisa que ha ayudado a orientar los posibles usos de las
canteras y las dificultades en las que nos podemos ver inmersos frente a su proceso de
adecuación a nuevos usos, ya que la actividad que predominó en la cantera ha originado una
estructura modificada y que podría acarrear problemas ya que la forma de modificación era
muy agresiva y el porcentaje de accidentes de los operarios bastante alto.
Se ha procedido a comprobar algunos estudios de casos similares que han dado protagonismo
al mineral del yeso, como es el caso del Museo del yeso en la población de Soneja, ubicada en
la provincia de Castellón, en la cual se han usado las características y propiedades de este
mineral, así como usos y oficios derivados del mismo y que se han visto musealizados de una
forma muy didáctica e interpretativa, ampliando el rango de edad del visitante objetivo. Un
ejemplo de creación de senderos con un aprovechamiento de la estructura de aljecero lo
encontramos en el municipio alicantino de Villena, siendo el sendero local SL –CV86, con una
Duración de 30 minutos y una longitud de 4.2 km en la que el punto más interesante es la
visita de los hornos de yeso, utilizados desde la revolución industrial hasta los años 60 del
siglo XX. Otros casos son: el sendero establecido en el Valle y Carrascoy en la región de
Murcia, o El Sendero Las Yeseras de Suflí - SL–A 27 en la provincia de Almería.
LOCALIZACIÓN Y ÁMBITO DE ESTUDIO: CASTALLA (ALICANTE)
Castalla
Alicante
La
ciudad
de
Castalla,
perteneciente a la comarca
Alicantina de “l `Alcoià” está
orientada al Sureste de la
península, ubicada en un ancho
valle que recibe el nombre de
“La Foia de Castalla” y queda
rodeada
por
bloques
montañosos destacables dentro
de las sierras subbéticas que
ocupan el Norte de la
provincia.(MORENO, 1996).
Más de la mitad de su territorio
está catalogado como zona
Fuente: www.comunitatvalenciana.org
forestal densamente poblada
con una importante cobertura vegetal, que se ve beneficiada con el clima mediterráneo de
montaña. La vasta tradición industrial queda reflejada en las importantes empresas que se
ubican en su polígono, identificando como principales actividades la creación y diseño de
juguetes, la fabricación de productos metálicos, la fabricación de muebles para oficina, la
confección, el desempeño de industrias gráficas, el montaje de cartonajes, y la fabricación de
materiales de construcción. La agricultura, que antiguamente fue base económica del
municipio, queda representada con el cultivo de campos de olivos, viñas, almendros y árboles
frutales. (CERDÀ, et al, 2008)
Imagen 1. .Mapa de localización de Castalla.
El hecho de estar rodeada de montañas ha preservado el encanto de esta pequeña ciudad
alicantina y pese a su cercanía a los grandes núcleos urbanos, mantiene vivas las tradiciones
del pasado, enriqueciendo día a día el patrimonio etnográfico de la comarca.
“LA CANTERA DE LA FOIA CATALINA”, ZONA DE ESTUDIO
El paraje de la Cantera de la Foia Catalina, es una antigua cantera de yeso situada al sur del
casco urbano de Castalla. En ella se llevaba a cabo la obtención de este mineral de una forma
tradicional, estando en producción hasta bien entrado el siglo pasado. De su actividad quedan
en pie los restos de arquitectura industrial como hornos de yeso, molinos y almacenes, incluso
pueden observarse galerías y senderos que comunicaban éstos con los cortados de roca de los
que se extraía el material. Esta técnica ha desaparecido en la actualidad y constituye un oficio
artesanal perdido.
Según el mapa geográfico del IGME, está ubicado dentro del monte número 32 del CUP de
Alicante, denominado “Racó Foya Catalina”, perteneciente a la Generalitat Valenciana y
gestionado a través de la Consellería de Medi Ambient, Aigua, Urbanisme i Habitatge.
EL YESO Y SU TRANSFORMACIÓN
De una fuente directa mediante entrevistas personales a personal del oficio, extraemos la
información de que se trata de sulfato cálcico hidratado con impurezas como la arcilla o los
gabarros. Para localizarlo, a parte de los indicios de la edad geológica del terreno, se puede
encontrar gracias al sonido que se produce al golpear directamente sobre el terreno, que tiene
un sonido muy particular. Este tipo de roca sometida a altas temperaturas se deshidrata al
perder el agua que contiene y se convierte una vez molida en un polvo fino. El yeso es
utilizado como argamasa o aglomerado para las construcciones y enlucidos de paredes y
techos (GARCIA, et al, 2000)
El proceso comienza con la extracción de la piedra viva en la mina, con el procedimiento de
explotación a cielo abierto. Este sistema consiste en el desmonte de las capas de tierra
superficiales para lo que se empleaban barrenas para perforar la roca e introducir cuñas de
madera o metal a golpe de mazo con el propósito de desprender las rocas de la cantera. Las
barrenas son barras de hierro que oscilan entre los 1.5 y 3 metros de largo con uno o dos
extremos cortantes. La perforación se realizaba golpeando directamente la barra sobre la roca,
a la vez que se le añadía agua para ablandar el terreno y poder hacer un buen agujero que
posteriormente se rellenaba con explosivos (barreno), Primero introducían un cartucho de
dinamita, para que al explotar formara “l´olla” 1, una cavidad en la cual seguían metiendo
cartuchos de explosivo que podían alcanzar hasta los 30 o 40 cartuchos, dependiendo de la
longitud de la obertura conseguida con” la barrina” 2. Se incorporaba el pistón, ya que la
pólvora y los cartuchos, sin el mismo no explotan, y posteriormente se incorporaba la mecha,
de 2 o 3 metros de longitud, dependiendo del tiempo que tuvieran para salir de la zona de
explosión, en ese momento comenzaba la carrera para ponerse a salvo, al grito de “Foc”3
Imagen 2: Proceso de transformación de la piedra viva en yeso.
Fuente: http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com.es/search?q=yeso
1
4
2
3
5
6
1. Metiendo la Barrina para hacer el Barreno
2. Cargando el horno en forma de cúpula , por la abertura donde se metía la leña
3. El horno cargado, en pleno proceso de cocción, cierran la bóveda los ”trics”
4. Tras diez horas de cocción, se podía sacar la piedra , ya maleable, con capazos
5. El mulo con el ruglón machacando la piedra cocida
6. El aljecero cribando el yeso, preparándolo para su distribución.
Una vez desprendida la piedra de la cantera, que solía ser en cantidades de hasta 1000
toneladas, se procedía a fracturarla en pequeños trozos a fin de obtener el tamaño idóneo para
una mejor cocción en el horno y favorecer el traslado mediante carros tirados por mulas.
Cuando las piedras desprendidas eran aun excesivamente grandes para destrozarlas por medio
de” la maça”4, le metían un cartucho de dinamita con el mismo sistema que la barrena en la
cantera, pero en este caso mucho inferior, por lo que recibía el nombre de “fer un tró “5
El objetivo final del oficio es extraer el agua al mineral, a tan alta temperatura que sea
manipulable para convertirlo en un material fino y maleable, por lo que se hacía necesaria la
cocción del mismo, y para ello se hacían uso de los hornos, barracas y ruglones. En el horno,
se producía el trabajo más delicado puesto que para cargarlo, se realizaba instantáneamente,
con un sistema de mampuesto en el que la habilidad del cargador era imprescindible, puesto
debía jugar con tamaños y formas de las piedras para formar una bóveda en el interior que no
se cayera y consiguiera rentabilizar la carga maximizando capacidades, a ese proceso se le
conocía como “carregar el forn”6 Para evitar la fuga de calor entre las juntas, usaban los
restos ya muy finos de romper la piedra, a los que llamaban “ trics” , y de ese modo formar
una capa superior muy densa que dificultara la fuga de calor.
En la bóveda se dejaba una abertura en la parte inferior para poder meter posteriormente las
cargas de leña que ejercieran de combustible. Cuando era el momento óptimo para la tarea, se
introducía la “ramulla”7 y leña, recogida de las proximidades, se encendía y a partir de ese
momento, la tarea consistía en mantener la misma temperatura durante las 8 o 10 horas
necesarias para que la cocción se realizara con éxito. Esta tarea se hacía al atardecer con el fin
de aprovechar el día, ya que las extracciones de piedra eran más apropiadas por la mañana
aprovechando el rocío de la noche.
En las primeras horas la humareda era blanca pues las piedras desprendían toda la humedad.
La alimentación del horno debía ser continua y uniforme para que fuera subiendo la
temperatura en su interior, que llegaba a alcanzar los 1000 grados. Cuando la piedra viva ya
estaba cocida, se dejaba reposar el tiempo oportuno para que se enfriara. La descarga del
horno resultaba muy sencilla puesto que todo el material se había convertido en un producto
muy frágil y moldeable, y con un pico se movían los cimientos de la bóveda, y caía todo
instantáneamente.
Una vez descargado se transportaba a la barraca, que en función de la preparación de la
arquitectura industrial, se encontraba anexa al horno, usando el mismo de base de fijación para
atar las bestias que se encargaban de pasar por encima con un ruglón de piedra para
machacarlo. Una vez la bestia había realizado su trabajo, se cogía el material ya polvorizado
por medio de cabassos8 y se cribaba y almacenaba en cabasets8 cuya capacidad, servía de
medida de venta, recibiendo el nombre de cafís (CHAMORRO, 2005)
Los cafisos se cargaban en los carros dispuestos para su distribución en los pueblos anexos.
Uno de los que más demandaba era Alcoy, cuyo casco antiguo fue construido prácticamente
en su totalidad con el yeso de Castalla, al igual que todo el Casco antiguo de Castalla, Onil e
Ibi. Según los informes directos de los artesanos de la época, no existía más minas de yeso en
toda la comarca, sólo había existencia en San Vicente del Raspeig y Almansa, de ahí la
importancia que adquirió esta industria en el siglo XVIII y XIX.
EL OFICIO DEL ALJEZAR, UN OFICIO PERDIDO
Según los datos históricos del archivo de Castalla y de fuentes directas de antiguos
trabajadores de las minas, se ha recopilado una información directa ya que han sido los pocos
trabajadores que aún quedan los que nos han confirmado el desarrollo del oficio en su
totalidad. Además se ha contrastado con documentación escrita de oficios perdidos. (ROIG
VILA, 2007)
Este proceso de trabajo tradicional fue introduciendo innovaciones técnicas según su
evolución y desapareció como consecuencia de algunas novedades como la aparición del yeso
industrial y también, un hecho que afectó indirectamente en la producción del yeso fue la
implantación de medidas forestales como la prohibición de quemar en la sierra por riesgo de
incendio.
PUESTA EN VALOR DE UN PATRIMONIO ETNOGRÁFICO E INDUSTRIAL
Las áreas de montaña han sido escenario de actividades económicas basadas en el
aprovechamiento de sus recursos naturales, de cuya explotación apenas se tiene referencias
escritas, si bien estas actividades tradicionales han configurado un paisaje peculiar en el que
encontramos no pocas evidencias que constituyen hoy un patrimonio singular. La Sierra de
Castalla ha conocido el trasiego de leñadores, carboneros, canteros, pastores, cazadores, gentes
dedicadas al comercio de la nieve, la obtención de la cal, maseros y ermitaños, personas que
contribuyeron a establecer relaciones entre la montaña y la ciudad, con un papel fundamental
en el pasado económico y social de Castalla. El testimonio de aquellos usos tradicionales nos
brinda la posibilidad de conocer oficios olvidados y nos invita a descubrir el patrimonio
etnológico.
En las últimas décadas el interés hacia la conservación del patrimonio industrial se ha visto
incrementado, y el interés por el legado cultural permite el desarrollo de un nuevo turismo. La
recuperación del patrimonio industrial se ve adecuada a una sensación evocadora y nostálgica
y con más fuerza que en otros legados debido al cúmulo de sentimientos colectivo que aún
perviven en los territorios de tradición industrial.
La conservación y nuevo uso turístico de este legado, suele verse envuelta por una gran
implicación de la comunidad local, promoviendo nuevas experiencias turísticas, con buena
proyección en el sector turístico. En la búsqueda de nuevas actividades, los valores culturales
del patrimonio industrial se han convertido en una oportunidad real para relanzar, desde un
amplio debate político, económico y social, las opciones más diversas de reconversión
turística.
POSIBILIDADES DE REINVENTAR LA CANTERA
Tras realizar un estudio del estado de la cantera y sus posibilidades turísticas, se hace patente
la inexistencia de un producto turístico definido, que refleja claramente la necesidad de
ampliar esta oferta por lo que este nuevo proyecto podría tener buena cabida.
La delicada orografía a la vez que le aporta el encanto al paisaje, se vuelve en contra en
términos de peligrosidad ya que limitaría las posibilidades de actividad en la misma.
Como propuestas para paliar las debilidades y amenazas podríamos plantear:
- Promover la comprensión del valor del patrimonio industrial fomentando la
difusión de tradiciones con una sensibilización de las mismas y su conservación.
-
Desarrollar campañas de sensibilización del valor de los espacios naturales.
- Difundir los resultados de la planificación turística establecida en la zona, en
parte como ventaja competitiva.
- Servirse de la gran afluencia de visitantes atraídos por los recursos bien
implantados en la ciudad como el Castillo, su tradicional gastronomía, y el popular
evento en honor a San Isidro, representado en su feria anual comercial, medieval y
muestra directa de los oficios artesanos, que serviría de escenario perfecto para
recuperar este oficio perdido.
- Realizar una búsqueda exhaustiva de subvenciones y ayudas para una
finalización de la rehabilitación así como desarrollar el acondicionamiento de los
accesos, la señalización y la implantación de un recorrido.
- Ampliar la programación de talleres y actividades del Casal Jove con la ayuda
de una puesta en funcionamiento del aula de naturaleza, infraestructura muy
apropiada para las propuestas y que se encuentra en desuso.
- Diversificar oferta turística por medio de la apertura del centro de
interpretación, cuyas obras básicas pueden darse por finalizadas.
- Buscar un apoyo en los programas de Desarrollo local, bajo convenio de entes
públicos para la recuperación de zonas y el mantenimiento de las mismas, que
proporcionaría una dinamización en el empleo local así como generaría sinergias
didácticas y económicas.
DESARROLLO DE RUTAS Y PASEOS TEMÁTICOS
Las actuaciones principales se proyectan en el territorio a través de rutas y paseos temáticos,
aprovechando infraestructuras y equipamientos existentes o dotándolos de otros nuevos que
permitan la interpretación de los recursos naturales y culturales. La pedrera cuenta con
recursos específicos que permiten ser individualizados y merecen una atención especial para la
creación de los paseos temáticos, y a su vez, el entorno, acompañado por las tareas
tradicionales agrarias, la arquitectura popular de la mano de la conocida masía del Litero y la
actividad minero-industrial desarrollada en otras zonas anexas son el escenario ideal para
tematizar la actividad productiva de la cantera de yeso.
El público objetivo de estos paseos sería un público de proximidad, con motivación en un
interés en el trabajo artesano y atraído por las propuestas recreativas que ofrece el espacio en
torno a otras ciencias como la astronomía o la botánica. Estos paseos deberían ser actividades
guiadas, porque la figura del guía, además de resultar el medio interpretativo más eficaz en la
transmisión de un mensaje, actúa al mismo tiempo como elemento de control de los flujos de
visitantes en un espacio tan vasto y permeable, y logra aportar la valorización necesaria para
que el visitante logre comprender la importancia del patrimonio. “Solo comprendiendo se
valora, solo valorado se conserva, y solo conservando se puede llegar a conocer” (TILDEN,
1957). Este autor considera que la interpretación es una actividad educativa, y mediante el
contacto directo con el recurso se consigue una interpretación más representativa.
También se podrían plantear los paseos temáticos con carácter auto guiado, para ello sería
imprescindible una panelización adecuada y una señalización clara y actualizada, aunque tal y
como ha demostrado el personal encuestado, la soledad de la visita no suele ser buena
compañera, por lo que se recomienda la figura del guía, que aporta sentido y rumbo a la ruta.
PROPUESTAS DE PROYECTOS DINAMIZADORES DEL ENTORNO
A partir de los resultados obtenidos en el análisis previo y del entorno turístico en el que se
localiza, se han diseñado una serie de propuestas dirigidas a aumentar el grado de uso
recreativo y turístico de este espacio en distintos ámbitos de aplicación. Se entiende también
que este paraje debe suponer para el municipio una alternativa de desarrollo y un ejemplo de
difusión social sobre el valor de los recursos y actividades tradicionales.
Somos conscientes de los dos recursos estrella de la ciudad, siendo sin duda el castillo y su
gastronomía única , por lo que queremos aprovechar las sinergias derivadas de las mismas,
convertir una excursión de unas horas al castillo en una visita diurna por el término de
Castalla, que aprovechando el mediodía para degustar los sabrosos y conocidos gaspatxos de
Castalla.
1. Uso del paraje A nivel didáctico. Destinado a alumnos desde primaria hasta
Bachillerato.
Mostramos a continuación un esquema con los datos relevantes de la propuesta:
Qué
Para quién
Salidas de campo didácticas
Alumnos desde primaria hasta bachillerato
Quién
Guía de turismo junto a maestros o monitores del colegio que organice
la salida de campo
Cómo
Uso interpretativo de los recursos. Recorrido por zonas accesibles para
estas edades por la Pedrera de la Foia Catalina. Centralización en el
centro de interpretación, con apoyo en videos recreativos del proceso
Cuándo
En temporada escolar, y como excursión de los campamentos de verano
Porqué
Es idónea porque engloba varias materias y existe un público objetivo
importante por la cantidad de natalidad en los últimos años. La
proximidad de otros núcleos urbanos cercanos afianza su uso.
Tabla Nº 1. Síntesis de proyecto 1. Elaboración propia
Las salidas de campo ofrecen oportunidades educativas inigualables a los alumnos facilitando
la adquisición de habilidades contribuyendo a una educación ambiental fomentado la
concienciación y sostenibilidad del medio natural.
La importancia de las salidas de campo radica en su potencial para que los alumnos
desarrollen destrezas, observen y analicen de una forma directa el espacio y fomenten
actitudes positivas con el entorno y su conservación. El paraje es un escenario perfecto para el
estudio de:
 Geografía y Relieve. Formación del terreno, barrancos, cerros y placas
tectónicas
 Geología, y formación de estructuras arcillosas y calizas
 Estudio exhaustivo de los procesos del yeso
 Comprensión del desarrollo de la actividad tradicional de la cantera
 Entender el patrimonio etnográfico.
 Construcciones tradicionales de la montaña de Alicante. La Masía.
Con la visita directa a la pedrera, se procederá a una explicación geológica y geográfica de
Castalla, procediendo a explicar las distintas infraestructuras que la componían: hornos,
molinos, eras y barracas. En el horno restaurado se procederá a indicar el oficio del artesano,
cuál era su sistema de trabajo.
En el centro de interpretación con paneles didácticos y reproducciones audiovisuales se
tratarán temas tan importantes como los usos del yeso, la descripción de la indumentaria y el
proceso de trasformación del material.
La visita se complementará con la extensa variedad de vegetación que se encuentra en el
entorno, junto con otras propuestas de actividades a realizar en las zonas colindantes a la
cantera:
 Taller de usos del yeso, promover la importancia de este mineral con la ayuda
de una manualidad, creando sus propias figuras con el yeso.
 Vinculación del oficio a la rondalla del escritor castellense “Enric Valor” de tal
modo, aprovechar el aniversario anual para que los alumnos visiten las
instalaciones.
 Taller de naturaleza de comprensión de plantas medicinales, toma de muestras y
elaboración de ambientadores caseros.
 Visita anual con motivo de la festividad de “les catalinetes” al área de descanso
ubicada en la Foia.
 Realizar la actividad del día del Árbol en los alrededores de la Foia Catalina,
procediendo a un repoblamiento, y uso didáctico de la actividad.
2. Creación de una ruta temática
En líneas generales, existe un vacío legal importante en el ámbito de los caminos, añadido a
una carencia en la definición legal de las vías tradicionales, así como a su régimen de
protección y reglamentación de sus usos. Las diferentes leyes a tener en cuenta para la
ejecución del sendero son las siguientes:
El disfrute recreativo practicado en terrenos de la Comunidad Valenciana está regulado a
través de la Ley 3/1993, de 9 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, la cual introduce
como uno de sus objetivos el favorecer, con las cautelas necesarias, el uso excursionista,
recreativo, deportivo y pedagógico de los montes y terrenos forestales y promover la
concienciación social sobre los valores culturales, ecológicos, ambientales y económicos que
comporta el patrimonio forestal valenciano. Concretamente, en su artículo 38, establece las
condiciones a las que debe sujetarse tal actividad.
Dicho decreto define el sendero como de la siguiente forma.
“Se consideran senderos, a los efectos de este decreto, aquellos itinerarios señalizados
que, localizándose durante la mayor parte de su recorrido en el medio natural y siguiendo en
lo posible sendas, caminos, vías pecuarias, pistas forestales y otros viales tradicionales, se
encuentran inscritos en el Registro Público de senderos de la Comunidad Valenciana y forme
parte de la Red de senderos de la Comunidad Valenciana, que se regula en el artículo 5”.
Mostramos a continuación un esquema con los datos relevantes de la propuesta:
Qué
Para quién
Recorrido temático por los recursos patrimoniales geológicos y
naturales relacionados con la temática
Visitantes interesados en turismo
deportivo.
industrial, natural, cultural y
Quién
Guía acompañante. Posibilidad de audio guía para el recorrido por la
pedrera.
Cómo
Señalización de los puntos más importantes y panelización
Cuando
Durante todo el año, recorrido aproximado de 1.5 horas.
Porqué
Imprescindible para una revalorización social de la zona de estudio.
Existencia de una necesidad de nuevos productos turísticos
Tabla Nº 2. Síntesis de proyecto 2. Elaboración propia
3. Creación de una ruta botánica con plantas medicinales autóctonas
La ruta botánica quedaría ubicada dentro del paraje de la Foia Catalina, aprovechando las
sinergias de la existencia de estos recursos. Se adecuaría una zona para la plantación de
especies específicas de zonas gipsícolas, para aportar una ventaja competitiva frente a la oferta
turística de esta materia en las poblaciones anexas. Esta aportación añadiría diferenciación al
producto y serviría de atractivo.
Lo ideal sería crear la ruta con plantas aromáticas autóctonas, con explicación de familia,
propiedades y forma de recolecta.
Qué
Para quién
Paseo botánico por la cantera
Público en general, todas las edades. Interesados en botánica
Quién
Independientemente. Sin necesidad de guía.
Cómo
Señalización de las especies, y panel con el recorrido de ruta
Cuando
Durante todo el año, aconsejable en época de floración.
Porqué
Necesidad por Inexistencia de zona botánica en Castalla.
Tabla Nº 3. Síntesis del proyecto 3. Elaboración propia
4. Actividades Dirigidas a Deportistas.
Cursa anual de atletismo, con un recorrido que pasa por la zona.
Qué
Para quién
Recorrido por zonas anexas a la Foia Catalina
Deportistas, interesados en la naturaleza
Quién
Independientemente. Sin necesidad de guía.
Cómo
Sistema de track haciendo uso de las nuevas tecnologías.
Cuando
Durante todo el año, recorrido aproximado de 1.5 horas.
Porqué
Imprescindible para una revalorización social de la zona de estudio.
Gran tradición deportiva en la zona.
Tabla Nº 4. Síntesis del proyecto 4. Elaboración propia.
5. Realización de una guía impresa con documentación de flora y fauna dirigida a los
amantes de la naturaleza y el medio ambiente
Se procedería a una señalización y explicación de la flora y la fauna de la zona, así como de
las zonas específicas para el avistamiento ornitológico y reconocimiento de especies. Se
realizaría una guía impresa con toda la documentación para que los interesados en estas
materias puedan visitar la zona por su cuenta, haciendo un recorrido acorde a sus gustos.
6. Rutas astronómicas en la Foia Catalina
Elaboración del taller de Astronomía en las proximidades de la Foia Catalina dirigido a los
interesados de esta materia y a la población en general, ya que no debe ser excesivamente
técnico, más bien dinámico, acorde a todos los públicos. Se realizará por medio de Sesiones
nocturnas, en los meses de verano, con el acompañamiento de un técnico especializado en la
materia. Con esta actividad se conseguirán panorámicas inigualables de la zona
7. Vinculación de la actividad del yeso a los principales productos turísticos que ofrece
Castalla, siendo estos la Gastronomía y el Castillo.
Gastronomía: unirlo como la necesidad de fortaleza de los operarios de los hornos. También se
puede aprovechar la proximidad de uno de los establecimientos de mayor renombre regional, y
hacer un producto en conjunto.
Castillo: Aprovechando las visitas guiadas que se realizan semanalmente, y la fabulosa
panorámica que se presenta desde la terraza de la Torre Grossa, se puede introducir a los
visitantes la importancia de la actividad artesana, ya que desde esa altura, se consiguen unas
vistas exclusivas y bastante aclaratorias que pueden servir para promocionar las visitas a la
cantera. A su vez, sería conveniente realizar recuerdos artesanales del Castillo de Castalla con
yeso, por medio de las distintas asociaciones de la ciudad y de esa forma poder
comercializarlo desde las tiendas de artesanía indicando su origen.
CONCLUSIONES
Tras el proceso de investigación y análisis de los recursos patrimoniales de carácter industrial
relacionados con la actividad yesera de Castalla, se ha comprobado que ofrece posibilidades
interesantes para la implementación de propuestas de actuación encaminadas a la
dinamización de este espacio de gran riqueza etnográfica. Estas propuestas pasan por el diseño
de actuaciones de carácter estructurador y transversal que favorezcan una gestión integral del
paraje y al mismo tiempo conecten este espacio con el entorno turístico que ofrece la
población.
Nos encontramos frente a un estudio transversal ya que deben analizarse los diversos enfoques
que requiere la investigación, tratándose de un área geográfica de gran riqueza geológica con
un gran valor etnográfico que ha derivado en tradiciones populares que siguen vigentes en la
población, y a su vez debe llevarse a cabo con una normativa acorde a la seguridad del
visitante y una conservación del medio ambiente.
Por ello no se ha visto como un área individualizada sino más bien como todo un paisaje, que
con el aporte natural, paisajístico y tradicional da los matices necesarios para provocar la
curiosidad del visitante.
Entre estas actuaciones se incluye la propuesta de diseño de productos de turismo específico
basados en la interpretación del patrimonio industrial. El objetivo final de las actuaciones
consiste en mejorar el grado de uso público; por ello las actuaciones encaminadas a la difusión
social del valor de este espacio protegido deben estar basadas en la interpretación del
patrimonio como proceso de comunicación entre los recursos culturales, y el público. Esta
investigación pone de manifiesto la importancia que adquiere la colaboración y coordinación
entre administraciones ambiental, turística y cultural y que permita la gestión turística y
sostenible de este recurso multidisciplinar con el que nos encontramos.
Con este estudio se pretende diversificar la oferta cultural y turística de la población,
ampliando horizontes con nuevos recursos que están adquiriendo interés y ayudan a ofrecer
nuevas experiencias al visitante.
Notas del autor:
1.
L´olla: nombre popular que recibe la cavidad producida por la primera explosión, que servía
de base para las siguientes explosiones.
2.
Barrina: Instrumento con el que se ayudaba el aljecero. Barra larga de hierro de 1 a 3
metros de largo que iba introduciendo en la roca para crear cavidad y dinamitar.
3.
Foc: fuego.
4.
Maça: Maza, martillo con mango de madera y cabeza de hierro que servía para presionar la
barrina
5.
Fer un tró: hacer un trueno, frase que recibía el hecho de dinamitar el cartucho.
6.
Carregar el forn: Cargar el horno con el yeso.
7.
Ramulla: restos de hojas y ramas finas que sirven para alimentar el fuego.
8.
Cabassos: Capazos, instrumentos de esparto con forma de saco, con asas que servía para
transportar material.
9.
Cabasets: Capazos pequeños.
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LA GOBERNANZA TERRITORIAL EN DESTINOS TURÍSTICOS. EL
CASO DEL ALTIPLANO DE GRANADA
Francisco Antonio Navarro Valverde, Belén Pérez Arco y Miguel Ángel García Arias
Centro de trabajo: Univ. Granada, Dpto. Geografía Humana, Grupo Investigación Hum-355. GDR Altiplano
de Granada. Correo electrónico: [email protected]
RESUMEN
Tras una larga etapa anterior en que las políticas y planificación que han afectado al
sector turístico en los espacios rurales españoles, financiadas principalmente mediante
Programas de Desarrollo Rural y la planificación turística, desde la administración
pública (local y regional), presentaba un excesivo enfoque en el fomento del aumento de la
oferta y la puesta en valor de los recursos del territorio, sin considerar otros aspectos
como el estudio de la demanda, la planificación a largo plazo, la participación de los
actores privados y la población local en la toma de decisiones; la coyuntura actual de
crisis socioeconómica ha dado lugar a un replanteamiento de la práctica de la
planificación turística en las áreas rurales. Así, en el territorio objeto de estudio, el
Altiplano de Granada, los actores locales (empresarios turísticos locales, administración
local y el Grupo de Desarrollo Rural, como principales, y actuando este último como líder
y aglutinador), han decidido tomar las riendas, adoptando el enfoque ascendente, lo que
permite otorgar un mayor conocimiento y creatividad a la hora de estructurar la
planificación turística para la comarca.
Palabras clave: gobernanza territorial, planificación turística, destinos turísticos
rurales.
ABSTRACT
After a long previous phase of policy and planning that have affected the tourism sector in
the Spanish rural areas, mainly financed by Rural Development Programmes and sectorial
planning in tourism, from the (local and regional) government, have an excessive focus on
fostering of increased supply and valorization of the area´s resources, without considering
other aspects such as the study of demand, the long-term planning, participation of private
actors and local people in decision-making; the current situation of social and economic
crisis has led to a rethinking of the tourism planning practice in rural areas. Thus, in the
study area, the Altiplano of Granada, local actors (local tourism entrepreneurs, local
government and the Rural Development Group, as principal, acting this one as leader and
unifying), have decided to take the charge, adopting the bottom-up approach, which allows
a better knowledge and creativity in structuring tourism planning for the area.
Keywords: territorial governance, tourism planning, rural tourism destinations.
INTRODUCCIÓN
La coyuntura actual de crisis social y económica ha conllevado una reconsideración de la
planificación turística con enfoque ascendente en los territorios rurales. Ya no son válidas
las propuestas centradas en el aumento de la oferta turística y la puesta en valor de los
atractivos del territorio; sino que son necesarias otras estrategias como una verdadera
implicación de los actores privados, un conocimiento adecuado de la demanda, la
participación de los actores privados, todo ello inserto en una planificación a largo plazo.
En el territorio objeto de estudio, el Altiplano de Granada, los actores clave (empresarios
turísticos, administración local y el Grupo de Desarrollo Rural (GDR), como los
principales, cumpliendo este último la función de líder, organizador y aglutinador, son los
que dirigen, deciden y coordinan la planificación turística, lo que permite mayor
conocimiento del terreno y creatividad.
El principal objetivo de este estudio es demostrar que la planificación estratégica en
destinos turísticos rurales es más adecuada si se realiza dentro de un amplio proceso
participativo, teniendo como pilar esencial la gobernanza. El conocimiento, el consenso, la
planificación y la creatividad será más acertada y ajustada a la realidad del destino, aunque
con algunos matices, como se comprobará más adelante.
Como principales aportaciones para plantear alternativas a la crisis en los destinos rurales
cabe destacar: el enfoque ascendente, la gobernanza y la participación en la toma de
decisiones por parte de los actores locales como elementos necesarios para la planificación
turística; el conocimiento de la realidad turística en el área (demanda real –perfiles de
turistas- y potencial, singularidad turística, principales atractivos de la comarca),
fomentando la creatividad en la puesta en valor del patrimonio y en la creación de
productos turísticos; una planificación turística integral a largo plazo, que tenga en
consideración otros planes, programas y políticas, y otros aspectos y problemáticas de las
áreas rurales; y la formalización de un sistema de evaluación eficaz, desde sus primeras
fases hasta la finalización y posterior, para el seguimiento de resultados. En definitiva, la
búsqueda de la sostenibilidad del turismo en el territorio, y de este último.
Metodología
En lo que respecta a las fuentes, se consideran las indirectas, principalmente bibliográficas,
pero también relativas a planes turísticos del área, referidas las primeras a la temática de
estudio y las segundas a la planificación turística aplicada en el área de análisis. Las
fuentes directas se derivan sobretodo de las aportaciones de diversos actores locales,
recogidas en el documento de conclusiones del I Foro de Turismo del Altiplano, en el que
estuvimos implicados, por lo que también se aborda el método de la observación
participante.
La estructura del trabajo es la siguiente: en primer lugar, se aborda un repaso al concepto
de gobernanza, y de las razones que invitan a su aplicación en destinos turísticos. En
segundo lugar, se estudian distintos casos exitosos de la aplicación de la gobernanza en
destinos turísticos nacionales, extrayendo sus aportaciones fundamentales. A continuación,
se presenta el ámbito de estudio, el microdestino del Altiplano, exponiéndose y
analizándose los planes estratégicos en turismo que se han desarrollado en este territorio. Y
se finaliza con la experiencia participativa en materia de planificación turística en nuestra
comarca, extrayéndose de ésta enseñanzas y debilidades, la cual aporta un mayor
conocimiento y creatividad para la estrategia turística. Se termina el estudio con una serie
de reflexiones finales.
El concepto de gobernanza y las razones para su aplicación en planificación de
destinos turísticos
La gobernanza territorial se aplica como instrumento novedoso en los últimos años dentro
del marco de la planificación territorial del turismo. Se entiende por tal concepto “una
práctica/proceso de organización de las múltiples relaciones que caracterizan las
interacciones entre actores e intereses diversos presentes en el territorio (…). En este
sentido, se interpreta como la emergencia y puesta en práctica de formas de planificación y
gestión de las dinámicas territoriales innovadoras y compartidas (caracterizadas por la
relación, negociación y formación de consensos), respaldadas por multiplicidad de actores
que comparten unos objetivos y conocen y asumen cuál debe ser su papel en su
consecución” (FARINÓS, 2008: 19).
Y aplicado al sector turístico, se entendería la gobernanza como “el proceso de conducción
de los destinos a través de los esfuerzos sinérgicos y coordinados de los gobiernos en sus
diferentes niveles y atribuciones, de la sociedad civil que habita en las comunidades
receptoras y del tejido empresarial relacionado con la operación del sistema turístico”
(OMT, 2010: 31-32). Es decir, se trata de las relaciones de coordinación y cooperación que
se establecen de manera informal y formal entre los stakeholders, actores clave o partes
interesadas, normalmente tres, público, privado, y ciudadanía, favoreciéndose la
participación en la toma de decisiones en materia de planificación y gestión turística. “La
gobernanza turística supondría avanzar un paso más en el gobierno del turismo,
abandonando la jerarquía, e incorporando, por el contrario, la relación horizontal”
(VELASCO, 2007).
Pero, ¿qué razones propician la aplicación de la gobernanza territorial en planificación
turística?. Atendiendo a la Tabla 1, serían muy numerosos y variados los motivos para
aplicar este enfoque. En líneas generales, este enfoque favorece la integración, creación de
redes,
formales
e
informales,
colaboración,
coordinación,
participación,
corresponsabilidad, descentralización, consenso, sinergias, conocimiento, competitividad,
y planificación a largo plazo, entre los stakeholders, y en definitiva, ayuda a obtener un
turismo sostenible en los microdestinos turísticos.
Tabla 1. Razones que justifican la aplicación de la gobernanza territorial en materia
turística
Relativas a la planificación
turística
Referidas al sector turístico, producto y
demanda
Referidas al territorio: destino
Su
carácter
integrador,
participativo,
sistémico
y
territorial, muy acertado para
tratar los problemas de los
espacios turísticos.
La transversalidad del sector, que lo convierte en muy
apto para aplicar la toma de decisiones participativa.
Requiere para su normal desarrollo la concurrencia de
subsectores empresariales diversos (alojamiento,
restauración, transporte, intermediación) (VELASCO,
2007).
El requerimiento de entender problemas propios del
sector, de importancia pública, para reunir recursos
básicos para su solución.
Los destinos engloban sectores, niveles
de gobierno, intereses opuestos…, por
lo que son las unidades territoriales más
adecuadas (VERA et al., 2011: 340).
Para construir un consenso en
planificación (BRAMWELL &
SHARMAN, 1999: 392).
Mejora la coordinación de
políticas y acciones relacionadas,
y promueve la consideración de
los
impactos
económicos,
ambientales y sociales del
turismo
(BRAMWELL
&
SHARMAN, 1999: 392).
Es necesaria la implicación de la
sociedad de acogida en el
proceso de toma de decisiones
para el éxito y buen desarrollo de
la planificación turística (VERA
et al, 2011: 340).
La necesidad de construir una red
de actores donde son esenciales
la confianza, el compromiso y la
negociación (BOVAIRD et al.,
2004).
La posibilidad de construir, de
manera consensuada una visión a
largo plazo sobre el turismo, un
plan estratégico.
La responsabilidad compartida,
necesaria en planificación y
gestión turística.
La necesidad de un mayor
conocimiento e innovación para
resolver problemas complejos en
materia turística, conocimiento
que solo se construye mediante la
cooperación público-privada.
El desarrollo de internet y las
redes sociales que propician la
opinión y la participación en los
procesos de toma de decisiones
(VERA et al., 2011: 341).
En determinados ámbitos, como
se comprobará más adelante, las
colaboraciones público-privadas
han demostrado gran éxito:
Turisme de Barcelona, Agenda
21 Local de Calviá, etc.
Necesidad de un mayor nivel de descentralización de
competencias en materia turística al nivel local o
subregional, generando mayor independencia de los
microdestinos.
El turismo precisa para su impulso la colaboración de
los sectores público y privado. Para su desarrollo es
imprescindible la utilización de recursos públicos cuya
gestión es competencia de los distintos niveles de
gobierno (recursos naturales, culturales, territoriales,
…) (VELASCO, 2007).
El intento por obtener un turismo sostenible, teniendo
como pilares básicos el beneficio económico, la equidad
social, la conservación ambiental, el carácter
interpretativo y pedagógico, y como no, la participación
ciudadana.
Producto: las relaciones de colaboración entre los
diferentes actores se convierten en una pieza clave en la
estructuración del producto y, por tanto, en su
competitividad (MERINERO, 2008, 188).
Producto: Generar sinergias entre la gestión del
patrimonio y el desarrollo turístico (AAS et al., 2004,
2005: 45).
Demanda: la necesidad de dar respuesta a nuevos
turistas, más activos, que requieren de un mayor
número de actividades en el destino (MERINERO,
2008, 193).
Demanda: se hace más que necesaria la implicación de
las distintas Administraciones Públicas, para dar
cobertura a muchos de los elementos que forman parte
de la experiencia turística (MERINERO, 2008, 194).
Fuente: A partir de diversos autores. Elaboración propia.
Genera un mejor aprendizaje y
conocimiento en los actores clave del
destino (BRAMWELL & SHARMAN,
1999: 392).
Es necesaria para la competitividad del
destino que las acciones de los distintos
actores estén coordinadas ya que el
visitante que lo consume, lo hace
siempre como un todo (MERINERO,
2008, 185).
Se valora en la experiencia turística de
forma importante las condiciones del
entorno territorial del que forma parte el
destino turístico que se decide
consumir. Por tanto, la seguridad, la
limpieza, el cuidado del medio
ambiente, la riqueza social y cultural
del destino se convierten en aspectos
clave del éxito o fracaso del destino y
en parte irrenunciable de la experiencia
del turista.
Casos exitosos de gobernanza territorial en planificación turística en España
Tal y como señalan diversos autores (VÁZQUEZ y MARTÍN, 2010: 171, 191 y PULIDO
y CÁRDENAS, 2011, entre otros), la descoordinación, la ausencia de enfoque ascendente
y de gobernanza territorial, ha sido la tónica general en planificación del turismo, y más si
cabe en destinos rurales. Lo contrario ha sido lo excepcional. Así, entre estos casos
exitosos minoritarios de planificación turística elaborada de forma participativa hay que
resaltar, los que se reflejan en la Tabla 2. De éstos, como elementos dignos de resaltar se
encontrarían: la escala local (uno o varios municipios), como la más adecuada para aplicar
la gobernanza territorial en planificación turística; el liderazgo que asume el sector público,
en concreto, la Administración local, en el proceso de planificación; la constitución de
organismos partenariados locales encargados de la planificación y gestión turísticas, la
mayor parte de las veces consorciosi, y en menor medida, fundaciones ii; sus objetivos y
estrategias, pese a estar implementadas en planes estratégicos turísticos, se trasladan
también al planeamiento urbano y ambiental, como sucede en el Plan Estratégico Conil
2012 (FERNÁNDEZ et al., 2012) o en el Plan de Acción Integral de la Reforma de la
Playa de Palma; la necesidad de una reorientación estratégica del sector a largo plazo, con
medidas drásticas que exigen un gran respaldo ciudadano y corresponsabilidad públicoprivada, apostando por un turismo sostenible, y la necesidad de abandonar un crecimiento
turístico basado en el crecimiento urbanístico ilimitado (Agenda 21 Local de Calviá, Plan
Estratégico Conil 2012, Plan de Acción Integral de la Playa de Palma); la participación
ciudadana y la comunicación se convierten en pilares esenciales de la planificación. Los
canales de participación son muy variados: foros ciudadanos, grupos de trabajo,
entrevistas, talleres, e incluso consultas populares para validar el proyecto, como en el caso
de la Agenda 21 Local de Calviá (NAJERA y BUSTAMANTE, 2007), resaltar el papel de
las TICs para mejorar la comunicación; y por último, la casi total dependencia de la
financiación pública (ZAPATA & HALL, 2012, 61).
En lo que atañe a los ámbitos rurales, hay que señalar la escasez de planes estratégicos
turísticos generados teniendo en cuenta la gobernanza territorial. Probablemente ello se
deba, en líneas generales, a los siguientes motivos: a la existencia de un tejido
microempresarial en el sector, y a una sociedad, que no está madura para realizar tales
procesos; a la inercia dirigista de la administración regional y local para estos ámbitos; a la
inclusión de las estrategias turísticas en planes y programas globales de desarrollo
elaborados por GDRs y partenariados, la mayor parte de las veces, asociaciones
comarcales, respaldadas con los PDRs europeos (LEADER y PRODER); y a la dispersióndescoordinación estratégica turística en función de la procedencia de fondos, la
Administración o Entidad promotora y los plazos de programación y ejecución de cada uno
de ellos.
Como ejemplo de planificación turística en un ámbito rural, en el Plan de Desarrollo
Turístico de la Ruta del Tempranillo, llevado a cabo y gestionado por una Fundación,
configurada ésta por varios Ayuntamientos y Diputaciones, el sector privado y las
asociaciones civiles, frente a las pretensiones del Plan, no se encuentran representadas.
Tan solo han intervenido de forma puntual en su coordinación los GDRs afectados. Pese a
ello, el Plan aspira a una dinamización social, donde la ciudadanía se haga partícipe del
proyecto, y se prevé la creación de un Centro de Iniciativas Turísticas para, entre otros
objetivos, elaborar planes de calidad, intercambiar experiencias y opiniones, y marcar
directrices sobre la implementación de la estrategia conjunta perseguida (MERINERO,
2005, 471-495).
UN ESTUDIO DE CASO. LAS ALTIPLANICIES NORGRANADINAS
Un ámbito territorial con un elemento singular e identitario. El hábitat troglodita
El área de estudio se circunscribe al Altiplano de Granada, es decir, las comarcas de BazaHuéscar, unidad territorial que se ha tomado como referencia en la planificación
estratégica mediante enfoque participativo, a causa de coincidir con los límites espaciales
del GDR de la zona, actor líder en el proceso, como se señalará más adelante. Se trata de
un espacio predominantemente rural, localizado en el sureste de la Península Ibérica,
específicamente en la parte oriental de la región andaluza. Es una zona históricamente
marginalizada, porque está localizada a gran distancia de los principales centros de
decisión política y económica, en las escalas nacional, regional, e incluso provincial (ver
Figura 1).
Tabla 2. Casos exitosos y ejemplares de aplicación de la gobernanza territorial en planificación y gestión turística en destinos
españoles
Plan
Organización para
la Gobernanza
Ámbito
territorial
Agenda 21 Local de
Calviá
Plan de Acción Calviá
+10
Plan Estratégico Conil
2012
Consejo Sectorial
de Turismo/ Oficina
de Agenda Local 21
Municipal
Año
inicio
Plan
1995
Periodo
Liderazgo
Instrumentos participación
Estrategias turísticas
Ayuntamiento
Foro, Mesas de trabajo, sesiones
informativas,
campañas
de
participación, consulta popular.
Turismo de calidad y eco-responsable; destino turístico
para todo el año; oferta complementaria turística más
competitiva y de mayor calidad
2002
19972010;
varios
periodos
2002-2012
Consejo Económico
y Social
Municipal
Ayuntamiento
Desclasificación de suelo urbanizable en el borde
costero; y elevación del nivel de protección del
patrimonio costero
Subrregional
2005
2008-2015
AyuntamientosConsejería
de
Turismo
Reuniones y grupos de Trabajo,
Encuesta de participación, folletos,
dossier prensa, web institucional,
carteles exposicioones
Comisiones de trabajo, página web
Plan Qualifica de
Recualificación
de
Destinos de la Costa
del Sol Occidental
Consorcio
de
Desarrollo
y
Turismo de la Costa
del Sol Occidental
Plan Estratégico de
Turismo de la ciudad
de Barcelona 2015
Consorcio Turismo
de Barcelona
Municipal
2010
2010-2015
Ayuntamiento
Focus Groups, Cuestionarios webs,
Entrevistas a colectivo significado
personas relacionadas con turismo y
la ciudad, Comisiones de Trabajo
Plan
de
Acción
Integral de la Reforma
de la Playa de Palma
Consorcio para la
mejora de la Playa
de Palma
Supramunicipal
2010
2010-2020
Ayuntamientos
Plan de Desarrollo
Turístico Ruta del
Tempranillo
Fundación Ruta del
Tempranillo
Supramunicipal
1997
1997-2011
Ayuntamientos
Diputaciones
Talleres por barrios y sectores,
mayor participación en el Plan
Urbanístico, Panel, grupos de
trabajo, estudios de expertos,
Asamblea, seguimiento de vecinos
de obras previstas, TICs.
Centro de Iniciativas Turísticas,
foros para intercambiar experiencias
y opiniones, jornadas.
y
Aumento de la calidad y de la competitividad, mediante
el diseño de estrategias basadas en la rehabilitación
cualitativa del patrimonio y del espacio turístico, bajo
las premisas de sostenibilidad y rentabilidad
socioeconómica, y apostando por la diferenciación
frente a la estandarización.
Desconcentración de la actividad turística; nueva
gobernanza del turismo en el marco de la ciudad y su
entorno territorial; generación de complicidades con la
sociedad y las instituciones; liderazgo y mejora
competitiva del destino y de las actividades
relacionadas con el turismo.
Rehabilitación de la planta hotelera, de los servicios
complementarios del turismo y del entorno urbano.
Configurar en la zona un destino turístico de calidad,
dotándola de los parámetros óptimos necesarios para
convertirla en referente como destino de turismo de
interior de Andalucía. Generación de empleo y rentas;
creación de infraestructuras, recuperación de patrimonio
y mejora estética; dinamización social.
Fuentes: www.calvia.com, www.conildelafrontera.es, www.qualifica.org, www.turismebcn2015.cat, www.consorciplatjadepalma.com, www.rutadeltempranillo.es.
Posee un destacable y distintivo atractivo turístico, la vivienda cueva, su hábitat y el
paisaje urbano que conforma. Estas viviendas tradicionales, son utilizadas como
alojamiento. Ello le hace poseer un elemento identitario del territorio, integrado en su
oferta, que lo hace diferente frente a la tónica dominante de estandarización de la oferta de
los destinos rurales, y que además, le otorga unidad. De hecho, tanto la población
anfitriona como los visitantes lo consideran de forma abrumadora (93% y 94%
respectivamente) (PATRONATO PROVINCIAL DE TURISMO DE GRANADA, 2006),
el principal atractivo turístico de la comarca. Ahora bien, la dominancia de este elemento y
también su papel clave en la oferta turística en la vecina comarca de Guadix, recomiendan
la planificación turística conjunta de ambos territorios, como ya se aborda en el Plan de
Turismo Sostenible de las Altiplanicies Norgranadinas. Paisajes Troglodíticos, realizado
por los GDRs del Altiplano de Granada y Guadix, junto con las Asociaciones
Empresariales y Turísticas y Ayuntamientos de las tres Comarcas (Huéscar-Baza-Guadix),
a través de la Iniciativa de Turismo Sostenible impulsada por la Consejería de Turismo de
la Junta de Andalucía (CONSEJERÍA DE TURISMO, 2008).
Figura 1. Localización del área de estudio
Fuente: Elaboración propia.
La Planificación Turística Estratégica de escala local desarrollada en el ámbito
En el Altiplano Granadino, en la pasada década (de 2004 a 2008), se han implementado
una serie de Planes Turísticos (ver Tabla 3), los cuales, poseían un ámbito subcomarcal y
un periodo de actuación a corto y medio plazo (seis años máximo). Esta planificación
sectorial presenta una serie de aspectos a corregir y mejorar: la presencia de excesivos
planes y organismos sin apenas organización; una indefinición en cuanto al área a
planificar, cuyos límites varían de unos planes a otros; la carencia de una estrategia
específica de desarrollo, ya que los objetivos son genéricos y no se adaptan a las
particularidades locales; la carencia de una visión a largo plazo, la mayor parte de los
planes se limitan a tres-cuatro años; el excesivo dominio y control por parte de la
administración pública (regional y local), y una limitada presencia o inexistencia de la
iniciativa privada y la población local; una abrumadora financiación pública; un excesivo
énfasis en el crecimiento de la oferta, la puesta en valor de recursos y la promoción pero no
en el diseño estratégico a largo plazo, como ya señalan a escala nacional para los destinos
rurales PULIDO y CÁRDENAS (2011: 157) y VÁZQUEZ y MARTÍN (2011: 179); y por
último, no abordan un estudio de la demanda potencial y tampoco señalan la importancia
en el ámbito del turismo residencial (NAVARRO, 2013, 79).
El último de ellos, de 2008, el Plan de Turismo Sostenible Altiplanicies Norgranadinas,
Paisajes Troglodíticos, probablemente ligado a una incipiente participación en su
elaboración por parte de los actores locales, presenta una serie de elementos acertados:
concebir como microdestino turístico, las Altiplanicies Norgranadinas, configurada por las
comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, las cuáles, poseen un elemento identitariopatrimonial similar, la casa-cueva y el paisaje al que da lugar; ligado a lo anterior,
identificar como principal producto turístico la casa-cueva: “en nuestro territorio el turista
se desplaza atraído sencillamente por el servicio de alojamiento, esto es debido a que aquí
el recurso primario (atractivo), y el recurso secundario (alojamiento) coinciden”
(Consejería de Turismo, 2008, 40); superar el ámbito del sector turístico en materia
planificadora, con una serie de objetivos (por ejemplo, el acometer mejoras en la
infraestructura local, o mejorar la comunicación con la población local), y beneficios
transversales (entre otros, fijar población en el ámbito rural, o crear servicios útiles para la
población local); e implicar a la iniciativa privada (asociaciones de turismo y asociaciones
de empresarios) y a la población local (entre otras, la asociación de mujeres) en la
planificación turística, aunque todavía de una forma tímida.
Ahora bien, y atendiendo a las carencias señaladas anteriormente, es necesario en el ámbito
un plan integral para el sector, que consiga un mayor conocimiento de la problemática del
turismo, elaborado de forma participativa, y la creación de un organismo que lidere el
proceso de planificación y gestión, necesidad que están tratando de afrontar los
stakeholders locales bajo la tutela del GDR del Altiplano de Granada.
La práctica de la planificación participativa en turismo en el Altiplano de Granada
Con los objetivos de diseñar la nueva estrategia en materia turística y fortalecer el rol
participativo y de gobernanza en ella, tratando de subsanar anteriores errores (inexistente
implicación de la población anfitriona, búsqueda de consenso público-privado, y visión a
largo plazo, como principales), el GDR diseñó a finales de 2013 un Proceso de
Planificación Participativa de Acciones de Mejora del Sector Turístico del Altiplano de
Granada. De este documento hay que resaltar: la elaboración de un cronograma de
actividades para un año en el cual se diseñará la Estrategia Turística Altiplano 2025 (entre
septiembre de 2013 y septiembre de 2014); el fomento de una serie de canales de
participación para su diseño: foros; encuesta a empresas y servicios turísticos públicos, con
el objeto de extraer conocimiento para diagnosticar la situación del sector en la comarca;
mesas de trabajo, cuatro inicialmente: Formación, Conocimiento del mercado/Diseño
productos turísticos, Acciones de promoción y conexión con mercados, y Gobernanza;
reuniones; conferencias; visita a experiencias de interés; y la necesidad de una
planificación a largo plazo, 2013-2025.
Tabla 3. Planes estratégicos en turismo desarrollados para el ámbito del Altiplano Granadinoiii
Planes
Plan
Turístico
Comarca
de
Huéscar
Ámbito
comarcal
Huéscar
Organismo
Año
Periodo
Objetivos
Actuaciones más emblemáticas
Consejería
Turismo;
Mancomunidad
Municipios Comarca de
Huéscar;
Asociación
Turismo Altiplano de
Granada;
Patronato Provincial de
Turismo;
GDR
Altiplano de Granada.
UTDLT.
Patronato Provincial de
Turismo de Granada
2004
20052009
Puesta en valor y uso de recursos turísticos;
Fortalecimiento
e
integración
del
tejido
empresarial; Ampliar, diversificar y mejorar la
oferta complementaria; Aumentar la calidad de los
servicios turísticos; Creación de nuevos productos
basados en la explotación innovadora de los
recursos; Sensibilización e implicación de la
población y agentes locales en una cultura de
calidad turística.
Adecuación para su visita del yacimiento arqueológico de
Tútugi (Galera); Arreglo Pasarela y Sendero Cerrada
(Castril); Rehabilitación del Pósito (Huéscar); Ferias de la
Prehistoria (Orce y Galera); Mercado medieval (Huéscar);
Tres Oficinas de Turismo; Manual de Buenas Prácticas para
las empleadas del sector turístico; Centro de Recepción de
Visitantes del Ecomuseo (Castilléjar); Cursos a la carta
sobre la promoción de establecimientos turísticos en
Internet; Ruta de los primeros pobladores de Europa.
2006
20072010
Generales: Generación de puestos de trabajo
vinculados al turismo; Creación de riqueza asociada
a la actividad turística; Conservación del entorno y
sus recursos.
Específicos: Aumentar un 27% el número de
turistas, hasta los 360.000 anuales; Incrementar un
33% el gasto turístico, hasta los 70€ al día;
Aumentar un 60% los ingresos por turismo.
Creación de producto turístico o mejora del
existente; Fortalecimiento de la competitividad del
sector turístico; Creación, mantenimiento y mejora
del espacio turístico; Implantación de sistemas y
herramientas de gestión medioambientales.
La creación de una 'web' turística; La edición de un manual
de ventas para profesionales con todos los recursos y
empresas turísticas; El diseño de un mapa turístico; La
recopilación de una base de datos de recursos turísticos;
Organización de viajes de familiarización para periodistas,
agentes de viaje y 'touroperadores'.
--
Red de embarcaderos del Negratín; Señalización turística;
Red comarcal de oficinas de turismo; Centro de
Interpretación de los Yacimientos Arqueológicos de la
ciudad iberromana de Basti (Baza); Centro de
Interpretación Micológica (Caniles); Embellecimiento de
barrios de cuevas (Cuevas del Campo, Cúllar y Freila);
Material divulgativo; Embellecimiento de barrios del
conjunto histórico (BIC) (Baza); Adecuación de miradores
(Benamaurel); Mirador en la Plaza de la Iglesia. Sala
Interpretativa Encuentro de Civilizaciones (Freila);
Creación del Mirador del Jabalcón; Ruta cicloturista en las
faldas del PN Sierra de Baza; Mirador paisajístico
(Caniles); Museo de las fiestas de moros y cristianos
(Cúllar).
Estudio del “sueño en cueva”; creación imagen “descubrir
las Altiplanicies”; Museo etnográfico y oficios (Puebla D.
Fadrique); Ecomuseo (Castilléjar); Museo en Cueva
(Benalúa); adecuación de Covarrones (Cortes y Graena);
adecuación museográfica de Baños Árabes (Dólar); Centro
del Megalitismo (Gorafe); Mirador chimeneas y cuevas
(Guadix); Centro de artesanía en cueva-Trópolis (Valle del
Zalabí ).
8.056.430
Plan
Marketing
Turístico
Altiplano
y
Guadix
Guadix,
Baza
y
Huéscar
Iniciativa Turismo
Sostenible
Comarca de Baza
Baza
Mancomunidad
Municipios
de
Comarca de Baza
Consejería Turismo
de
la
2007
20072010
Plan
Turismo
Sostenible
Altiplanicies
Granadinas.
Paisajes
Troglodíticos
Guadix,
Baza
y
Huéscar
Consejería Turismo
Asociación de Turismo
Sostenible
de
las
Altiplanicies
de
Granada
2008
20092011
Mejora
del
producto
turístico
existente;
Fortalecimiento de la competitividad del sector
turístico local; Creación, mantenimiento y mejora
del espacio turístico; Implantación de sistemas y
herramientas de gestión medioambiental.
Fuente: www.mancomunidaddebaza.org/turismo-sostenible/plan-de-accion-2010/; ptch.es/descargas/Triptico%20PTCH%202005-2007.pdf, Elaboración propia.
Inversión
aprox.
4.000.000
1.567.484
A partir del anterior documento, a finales de 2013, se celebra el Primer Foro de Turismo
del Altiplano de Granada. Como se señala literalmente, la primera vez que se reúnen los
agentes implicados locales para debatir sobre sus problemas y necesidades en materia
turística. Siguiendo a PULIDO (2005), el foro es uno de los instrumentos más adecuados
para la participación pública en planificación y gestión de destinos turísticos. En éste, se
trata de establecer el diseño de la estrategia turística para la comarca de forma
participativa. Ello queda reflejado en los dos objetivos principales del Foro: mejorar el
diseño e implementación de planes y actividades público-privadas dirigidas al sector
turístico; y generar de forma participativa propuestas de acción que respondan a las
oportunidades, problemas y desafíos del turismo.
En lo que respecta a los participantes, un total de sesenta, se encontraban representantes de
los tres actores clave: del sector privado (Empresas y Profesionales independientes), en
torno al 55,0% del total de asistentes, la mayor parte de ellas, de alojamiento y en menor
medida de turismo activo; del sector público (Ayuntamientos, Mancomunidades y
Diputación Provincial), en torno al 37,5%; y de la población anfitriona, asociaciones
comarcales y culturales, 7,5%.
Sobre las ausencias en este Foro, cabe resaltar lo siguiente: la escasa representación de la
ciudadanía mediante asociaciones de diversa índole (vecinales, cívicas, ecologistas,
deportivas, religiosas, …); la reducida presencia del subsector de la restauración dentro de
los actores privados; de los agricultores, como cuidadores del paisaje, o incluso,
recuperando el planteamiento inicial de las instituciones comunitarias de éstos como
potenciales inversores en el sector, y así diversificar sus rentas; de neorrurales
comunitarios, tanto los de avanzada edad y con fines de ocio, turistas residenciales de gran
importancia en determinados municipios del área, como los que están emprendiendo en el
sector turístico, los cuales podrían exponer alternativas interesantes para atraer una
demanda cada vez más internacional; y por último, y atendiendo a MERINERO (2008:
186-187), también son notables las ausencias de la organización eclesiástica (por la
importancia del patrimonio religioso); de los representantes de los espacios naturales
protegidos existentes en el área; además de la Consejería de Cultura (por la importancia de
los bienes de interés cultural como recursos de atracción turística); y la propia Consejería
de Turismo.
Aún así, el diagnóstico, reflexiones y propuestas para el sector turístico planteadas durante
este evento se pueden señalar como las más ajustadas a la realidad, ya que tales actores son
conocedores de primera mano, en el terreno, de la situación de éste. Además, la mayor
parte de las ausencias señaladas se han debido al desinterés de estos colectivos en
participar en el Foro.
El Foro se organizó en dos partes: una primera, donde en una serie de intervenciones se
diagnosticó el estado del sector en la comarca, y una segunda, donde se establecieron una
serie de talleres participativos con el fin de identificar problemas y acciones para
afrontarlos. Para cada una de las problemáticas detectadas (ver Tabla 4), se constituyó una
mesa de trabajo, además de dos mesas transversales, Segmentos a los que dirigirnos y
Primera visión Altiplano 2025. De estas mesas, se extrajeron una serie de propuestas y
conclusiones, reflejadas todas ellas en el Documento de Síntesis del Primer Foro de
Turismo del Altiplano, las cuales se han remitido a los asistentes y demás partes
interesadas, aunque, en un principio no asistieran, para su análisis, tratándose de un
“documento vivo”. Se busca el consenso entre los actores mediante distintas formas de
encuentro y trabajo conjunto. La continuación será abordar las distintas problemáticas a
través de mesas temáticas organizadas con unos/as participantes (los ya implicados y los
que faltan), una metodología, unos objetivos y unas herramientas determinadas según los
problemas/situaciones detectados atendiendo a cuatro mesas de trabajo: Formación;
Conocimiento de mercado/Diseño de productos turísticos; Acciones de promoción y
conexión con mercados; y Gobernanza.
Las conclusiones y priorización de líneas de acción, actividades y compromisos se
presentarán en el II Foro, previsto en principio para finales de 2014.
DISCUSIÓN. REFLEXIONES SOBRE EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN
TURÍSTICA PARTICIPATIVA EN EL ALTIPLANO DE GRANADA
Del proceso de planificación turística participativa que se está llevando a cabo en el
Altiplano de Granada se pueden extraer las siguientes enseñanzas:
Sobre el ámbito territorial. Aspiración a convertirse en microdestino, buscando una
planificación propia, y una oferta e imagen diferenciada. Ahora bien, sería adecuado que
en este proceso se incluyera la vecina comarca de Guadix, por vecindad territorial,
semejanza histórica, por compartir un similar producto turístico, la casa-cueva, e incluso
para obtener una mayor masa crítica a la hora de plantear el diseño de la estrategia.
También es necesario resolver el recurrente problema identitario como destino turístico:
“Altiplanicies (Guadix-Baza-Huéscar)”; “Altiplano (Baza-Huéscar)”; “Destino Comarcal
(Comarca de Guadix- Comarca de Baza- Comarca de Huéscar”. Se debe llegar a un
consenso real; frenar eternas discusiones que limitan y contravienen el interés común. Es
necesario consensuar de forma clara y fortalecer la frágil línea que separa: destinoproducto/s-identidad, no excluyentes, sino complementarios.
Sobre el conocimiento. Tras la aplicación de métodos de gobernanza territorial en
planificación turística se ha extraído un excelente diagnóstico de la situación del sector en
la comarca, todo reflejado en un Árbol de problemas. Así, como raíz última del problema
se encuentra la ausencia de liderazgos público/privados para superar las barreras del
localismo, la escasa organización y formación, la visión de corto plazo y la primacía del
interés particular frente al general, lo que conlleva como última consecuencia que “el
sector turístico del Altiplano no genera la riqueza y empleo que debiera” (GDR, 2014).
Además, son de reseñar también las creativas e imaginativas propuestas planteadas (Tabla
4).
Sobre la oferta y demanda. Necesidad de diferenciación y segmentación. En el Foro, se
expone lo evidente de generar un producto en torno a la vivienda-cueva, y de dirigirse
hacia los siguientes mercados: familias, estudiantes, parejas y grupo de 1 día. También se
expone como necesario fomentar el turismo residencial, importante en algunos municipios,
y demandado por población de avanzada edad, sobre todo de procedencia inglesa.
Tabla 4. Conclusiones Primer Foro Turismo Altiplano
Problemas
Falta de autoestima y
concienciación
Ausencia de Marca,
identidad territorial no
definida
Marketing. Debilidades
en
promoción
y
comercialización
Falta de gobernanza y
desorganización
Dispersión
en
las
acciones de planificación
Descripción
Falta de creencia en nuestros recursos como atractivo y un desconocimiento de la
ciudadanía y de los agentes turísticos sobre los mismos. Falta de iniciativa para
emprender o desarrollar productos novedosos y no disponer de una cultura
turística madura entre los agentes implicados.
No se ha sabido proyectar una imagen diferenciadora. La diversidad de
proyectos, fuentes financiadoras, promotores, iniciativas, etc., que han actuado
desde el inicio han provocado que los esfuerzos se dispersen sin un objetivo
consensuado por las partes.
Desconexión de las acciones de promoción a nivel empresarial y público. Estas
acciones se dispersan y no tienen continuidad. Falta de articulación de productos
diferenciados y la no definición de canales de distribución y venta.
Descoordinación y desorganización tanto a nivel público como privado, así como
una falta de liderazgo capaz de movilizar a los agentes implicados en una misma
dirección, fijando las bases para una participación real.
Dispersión de fuerzas, provenientes de distintas organizaciones que disgregan las
acciones de planificación y por ende desvirtúan la posibilidad de caminar en un
mismo sentido, generando acciones inconexas y propiciando, cada vez más, que
la identidad territorial se diluya.
Propuestas
Conocer los recursos, Puesta en valor, Definir lo que nos diferencia. Sistematización de visitas entre
la población local (escolares, población en general, emprendedores turísticos); Información de los
recursos y productos; Difusión (opinión de los que nos visitan y formación y conocimiento de los
agentes turísticos).
Identificación del territorio con un/os producto/os clave y singular: cuevas, en torno al que giren
otros: primeros pobladores, patrimonio, gastronomía, paisajes.
Definición de producto, aunar esfuerzos, análisis datos y concreción acciones, promoción,
comercialización (individual y canales específicos), concretar destinatarios.
Creación de un ente supramunicipal gestor que acuerde y desarrolle un plan integrado con
participación efectiva de todos los agentes sociales, por encima de la estructura del GDR y otros
organismos similares del territorio.
La planificación territorial ha de basarse en un respeto, cuidado y potenciamiento de los rasgos
identitarios, en lo referente a arquitectura vernácula, paisaje limpio de elementos distorsionantes,
control de vertidos, recuperación de usos tradicionales, esmero en la atención a los clientes, cuidada
estética urbana, señalización unificada, etc. El visitante perciba el Altiplano como Unidad
Geográfica.
Acercar la formación. Existe la Escuela de Turismo Rural en Guadix pero es necesario establecer
una formación más cercana. Dirigida a todos los agentes con incidencia en el sector: técnicos,
empresarios, profesionales y personal de empresas. Formación reglada: desempleados, población en
general, falta de un plan de estudios (formación profesores IES), escuela hostelería, centro de
iniciativas turísticas, concienciación. Otros: cursos, jornadas, debates, conferencias. Formación
específica.
Puntos de Información Turística: desarrollar una estrategia de información entre todos los agentes
(desde los responsables de las oficinas turísticas hasta el ciudadano de a pie, pasando por las
empresas turísticas, comercios, museos, etc.); puesta en valor y mantenimiento del patrimonio;
mejorar señalización; limpieza.
Escasa cualificación y
formación del personal
del sector
Carencia formativa de calidad por parte del sector, tanto a nivel empresarial
como público barrera para la efectiva cualificación y profesionalización. Se
valora como positivo la oportunidad ahora existente en nuestros municipios a
través del regreso de jóvenes titulados y formados que apoyándoles en
formaciones específicas adaptadas pueden suponer una ventaja competitiva.
Deficiencias
en
infraestructuras,
accesibilidad
señalización
3 aspectos: comunicación del territorio con los principales núcleos emisores de
turistas; la comunicación interna en el territorio (accesos, transporte público,
etc.); y la señalización tanto a recursos turísticos como de información a servicios
básicos (dispersión en señalización consecuencia de multitud de planes y
actores).
Hasta el momento se ha contado con una aportación de financiación pública por GDR y otras fuentes de financiación públicas; patrocinio; colaboración y financiación conjunta;
diferentes fuentes. El escenario actual requiere nuevas fórmulas y cambiar de optimización de recursos existentes.
modelo cuyo objetivo es: la rentabilidad de las inversiones.
Segmentación (oferta y demanda) para la desestacionalización. Familias, grupos con intereses específicos, estudiantes superiores, escolares y grupos de un día, parejas.
las
y
Escasa financiación
Segmentos a los que
dirigirnos
Primera visión Altiplano
2025
Gobernanza turística en el Altiplano 2025; Turistas: del montón a la segmentación (planificación, diseño productos innovadores, promoción diferenciada y original); empresario/a de
turismo del Altiplano 2025 (formado, conectado, creativo, constante empático, colaborador, dinámico políglota); Altiplano Turístico 2025: “Conectados”: servicios, hoteles,
ayuntamiento, restaurantes, … ; Premio Europa Nostra 2025.
Fuente: GDR Altiplano (2014): Documento de Síntesis del Primer Foro de Turismo del Altiplano de Granada. Elaboración propia.
Sobre planificación. La necesidad de sustituir promoción por planificación, y basarla en:
un diagnóstico acertado, visión estratégica a largo plazo, liderazgo y masa crítica,
colaboración público-privada, y participación ciudadana.
Sobre la gobernanza. Uno de los hechos clave que se explicitó en el proceso participativo
de planificación es la importancia que tienen los actores turísticos del territorio en el
conocimiento sobre el terreno de las características de la oferta y demanda turística. Este
conocimiento, permitirá una mayor imaginación y creatividad en el diseño de la
planificación turística. La administración regional competente en planificación turística
debe asumirlo y compartir tal función con los actores locales de cada microdestino,
mediante estrategias con enfoque participativo.
Por otra parte, también se evidenció el papel facilitador, e incluso de liderazgo del GDR, el
cual, posee los conocimientos sobre la situación del sector en el territorio, además de los
saberes técnicos, metodológicos y procedimentales, e incluso la disponibilidad de fondos;
para impulsar el proceso de planificación turística ascendente. El GDR, junto con los
gobiernos locales, tejido asociativo local/comarcal y agentes clave tanto territoriales como
foráneos, deben asumir el papel de liderazgo en la coordinación y articulación del
microdestino, siempre en conexión con lo regional-nacional-internacional, e intentar
fomentar la implicación, asesoramiento y acompañamiento de los actores privados
(pequeñas empresas con escasa orientación estratégica).
En lo que respecta a la participación, será necesario una mayor implicación de
determinados colectivos que no lo hicieron o que lo hicieron de forma reducida (población
anfitriona, agricultores, autoridades religiosas, parques naturales, …). Probablemente, se
requiere de un mayor interés por parte de éstos, además de un tiempo de aprendizaje y
adaptación.
Además, se estableció también la necesidad de crear un ente encargado de la planificación,
e incluso gestión turística estratégica, a escala del microdestino (Consorcio, Fundación,
Asociación…).
Y por último, y atendiendo a otros casos exitosos en materia de gobernanza turística sería
necesario refrendar mediante referéndum la Estrategia Turística. Así, se otorga a ésta de
mayor representatividad, corresponsabilidad y consenso.
CONCLUSIONES
Por tanto, el mayor conocimiento del terreno, de las peculiares circunstancias del sector
turístico en el área, por parte de los stakeholders locales (ciudadanía, empresariado
turístico y administración pública) permite concluir que la gobernanza territorial es el
enfoque más adecuado en planificación turística a escala local. Aún así, todavía
encontramos este enfoque en las etapas iniciales de aplicación en destinos turísticos, y más
en microdestinos rurales, pero donde se ha desarrollado ha obtenido un gran éxito tanto en
su carácter planificador como en la participación.
Por otra parte, este enfoque requiere un tiempo de pedagogía especial y continúa, de
adaptación y madurez, para obtener también una mayor participación, implicación, y por
consiguiente, representatividad, sobre todo en lo que respecta a la población anfitriona.
Ahora bien, también es necesario que éstos entiendan su territorio como destino turístico,
que adquieran consciencia de tal.
En los espacios rurales son los gobiernos locales, junto con los GDRs, los entes encargados
de asumir el rol de liderazgo y facilitador en planificación y gestión turística.
Y por último, advertir que en futuros estudios sobre esta temática, sería interesante
profundizar en la aplicación de la gobernanza en otros destinos turísticos, y tratar de
destacar buenas prácticas en esta materia, además de realizar un análisis final sobre el
proceso de planificación turística ascendente que se está culminando en la comarca objeto
de estudio.
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Planes
Agenda 21 Local de Calviá: www.calvia.com/
Plan Estratégico Conil 2012: www.conildelafrontera.es/
Plan Qualifica: www.qualifica.org/
Plan de Desarrollo Turístico Ruta del Tempranillo: www.rutadeltempranillo.es/
i
Fórmula jurídica de derecho público con personalidad jurídica propia resultado del acuerdo entre una o varias administraciones y/o
entidades privadas sin ánimo de lucro para un fin de interés público. Es una estructura muy flexible, que puede participar en sociedades
mercantiles y que tiene capacidad de financiarse como ente público pero también como ente privado a través de acciones comerciales.
(…). Su contabilidad es la propia de las administraciones públicas y permite una clara interacción, representación paritaria e
intervención del sector privado (VERA et al., 2011: 357).
ii
Figura jurídica sometida al derecho privado que permite realizar actividades mercantiles aunque sus fines sean de interés gen eral.
Puede tener sociedades participadas y pone a disposición de sus patrones la posibilidad de tener incentivos fiscales por su participación.
Es adecuada en los casos en que existe un sector privado maduro y sólido ya que implica, desde el principio, su compromiso en la
conformación de los recursos iniciales que deben asegurar su viabilidad (VERA et al., 2011: 358).
iii
Hay que mencionar también los siguientes planes: Plan Estratégico para el Desarrollo del Turismo en el Altiplano de Granada
basado en los recursos patrimoniale elaborado por el GDR para la comarca de Baza-Huéscar, año 2001, para el periodo 2000-2006.
Plan de desarrollo turístico de la Comarca de Guadix y Plan de desarrollo turístico Marquesado de Zenete. Ambos en la subcomarca
de Guadix. Programa de Turismo Sostenible Villas Termales de Andalucía (Zújar) 2008; e Iniciativa de Turismo Sostenible Conjuntos
históricos de Andalucía (Castril) 2007.
TURISTAS Y RODAJES EN UNA ANDALUCÍA DE OPERETA:
REFLEJOS ACTUALES DE LA IMAGEN PROYECTADA EN
“EL DESEO Y EL AMOR” Y “LA BELLA DE CÁDIZ”
María del Carmen Puche Ruiz
Departamento de Geografía Física y AGR de la Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Sevilla
[email protected]
RESUMEN
El presente artículo pretende poner de relieve la imagen de Andalucía proyectada por el
cine francés de los primeros años ’50 y cómo esta imagen, heredada del movimiento
romántico, ha perdurado hasta nuestros días y es demandada por el turista actual.
Para ello, se procederá al análisis de dos películas que juegan con el recurso de mostrar
“el cine dentro del cine”, convirtiendo a sus actores protagonistas en insólitos viajeros y
observadores de la realidad idealizada de la época. De este modo, entrarán en contacto
con nativos estereotipados y convertirán a la región en el epítome turístico de España.
Los filmes elegidos para dicho análisis son las coproducciones hispano-francesas “Le
désir et l’amour” (Henri Decoin, Luis María Delgado, 1951) y “La Belle de Cadix”
(Raymond Bernard, Eusebio Fernández Ardavín, 1953). Ambas utilizan la excusa del
rodaje en España para sustraer a los intérpretes de su mundo cotidiano y presentar el
tipismo español más exportable para el público galo.
Este artículo establecerá las oportunas conexiones entre el imaginario andaluz
(definiendo sus rasgos característicos y vinculándolo a su nacimiento en el siglo XIX), y
su promoción cinematográfica previa al turismo de masas, así como las posibilidades de
aprovechamiento actuales de esta imagen, fruto de dos siglos de controvertida
construcción dinámica.
Palabras clave: imagen turística, Andalucía, turismo, cine
ABSTRACT
The aim of this article is to highlight the image of Andalusia showed by French cinema
during the 50’s. This tourist image was inherited from the romantic imaginary of the
nineteenth century, which is still demanded today.
In order to achieve our purpose, we are going to analyse two films which tell the inside
the cinema experience in Spain, when the leading actors turn into unusual travellers. This
way, they will get in touch with an idealized reality, dealing with stereotyped natives and
confusing the region with the whole country.
“Desire and Love” (Henri Decoin, Luis Maria Delgado, 1951) and “The beautiful girl
from Cadiz” (Raymond Bernard, Eusebio Fernández Ardavín, 1953) are the films chosen
to complete our analysis. In both of them, the shooting in Spain is the ideal “macguffing”
to take the actors out of their routines in France and display the most exportable local
colour to pleasure the French audience.
This article will try to set the link up between the romantic imaginary of Andalusia and his
promotion in films before standardised tourism in the region was popularised. At the same
time, we are going to consider the best ways of exploitation of this image, which is the
product of two centuries’ dynamic construction.
Key words: tourist image, Andalusia, tourism, cinema
INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
Andalucía se erige como uno de los primeros destinos receptores del “turismo de la
experiencia”, asimilando éste al practicado por los viajeros románticos en el siglo XIX,
cuando la región reinaba en su condición de juguete extravagante y a la moda, aún por
explotar. Se trata de la proliferación del “viaje del hombre moderno, que busca aventura,
la tragedia y la emoción” (MÉNDEZ RODRÍGUEZ, 2010:372).
La posición de privilegio de Andalucía, entre oriente y occidente, la colocaba en una
periferia lo bastante exótica para atraer a estos cruzados de lo subjetivo y alejarla, al
mismo tiempo, de las connotaciones negativas y el peligro que suponía viajar a los países
árabes. De este modo, los viajeros disfrutaban haciéndola escenario de tramas literarias
inverosímiles, donde cualquier parecido con la realidad era pura coincidencia. Porque “los
aficionados a lo romántico, lo poético, lo sentimental, lo artístico, lo arcaico, lo clásico, en
una palabra, a las líneas bellas y sublimes, encontrarán tanto en el pasado como en el
presente de España bastantes asuntos al recorrer con lápiz y cuaderno esta nación singular
suspendida entre Europa y África, entre la civilización y la barbarie” (FORD, 1846:210).
La sucesión de guerras en el país, el absolutismo cerril, la brutalidad atribuida a sus
gentes, el estancamiento comercial, la ausencia de medios de comunicación e
infraestructuras eficaces, así como la ineptitud de sus gobernantes, la habían hecho
acreedora de una imagen foránea llevada siempre a los extremos, donde lo imprevisible
convivía a diario con lo salvaje, según el mismo Ford.
Marginada del “Grand Tour” europeo (al igual que el resto de España i), jalonada de
edificios ruinosos tras la Guerra de la Independencia, su identidad prototurística se
sostenía gracias a las visiones parciales de los todavía escasos viajeros ilustrados de la
segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX (Jardine, Twiss, Swinburne, Laborde,
Ponz), que coincidían en resaltar los aspectos negativos de una región inculta y sometida a
la arbitrariedad de sus dirigentes y el clero. Habría que esperar a que sonaran los primeros
compases del siglo XIX para que el gusto romántico comenzara a apreciar la idiosincrasia
española (en su reducción andaluza) y la pusiera en la balanza romántica, inclinándola
hacia el lado de los sentimientos, dando lugar a una imagen estereotipada que, fruto del
llamado “empecinamiento romántico”ii, ha llegado hasta hoy.
En la tardía promoción de dicha imagen se inscriben los dos films hispano-franceses
objeto de nuestro análisis; películas que, sin embargo, transcurren fuera de los límites del
triángulo patrimonial al uso (Sevilla-Córdoba-Granada). Mientras que “El deseo y el
amor” trata de reflejar fielmente cómo era la sosegada vida en un pueblo de pescadores en
un momento previo al boom de masas turístico en la Costa del Sol, “La Bella de Cádiz”
utiliza el tópico más recurrente y construye una Andalucía de cartón piedra a caballo entre
los estudios franceses y la plaza mayor de Chinchón (Madrid). Las dos películas
seleccionadas para su análisis cualitativo poseen la singularidad, además, de reflejar la
figura del turista prefordista en la región andaluza, convirtiéndolo en un personaje clave
desde el punto de vista de la narración cinematográfica; aspecto que se refuerza en sus
tramas con el recurso de la re(creación) de Andalucía para la gran pantalla. Sus directores
encarnan las dos posturas europeas de la época frente al mito romántico andaluz: su puesta
al día con tintes neorrealistas y la estilización contemporánea y colorida de una Andalucía
de ensueño.
Con el fin de conocer el aprovechamiento actual del imaginario turístico de la región, se
ha efectuado una sintética revisión bibliográfica de su evolución, así como el análisis
cinematográfico de estos dos films (semiótico y de contenido); análisis que, aparte de
incluir los aspectos más relevantes de la producción de la película, destaca otros, tales
como su simbología turística (características principales del periodo turístico) e identitaria,
o los espacios de representación (marcadores patrimoniales y turísticos) que aparecen en el
film, prestando especial atención a los contenidos paisajísticos, como expresión
audiovisual de los distintos territorios imaginados.
LA IDENTIDAD TURÍSTICA DE
“EMPECINAMIENTO ROMÁNTICO”
ANDALUCÍA.
EVOLUCIÓN
DEL
La “España experiencial” del siglo XIX en su reducción andaluza prometía “emociones
fuertes”: ataques de bandoleros en encrucijadas, caminos polvorientos, fondas infectas,
guitarras, castañuelas, gitanas y “escenas improvisadas” de cante y baile, amores secretos,
misterios y romance. España se convierte entonces en un destino estrella, “mejor dicho,
precisamente por eso, porque todos esos rasgos, cuanto más acentuados mejor, constituyen
el horizonte y la pasión del viajero romántico”, ya que “tanta fuerza tiene la determinación
romántica que si la España que sale de su pluma no se parece a la España real… ¡peor para
ella! Como esos personajes públicos que cada vez se parecen más a sus caricaturas, una
parte de España y de los españoles, en especial Andalucía, terminan convergiendo o
asimilándose al retrato que los viajeros románticos trazan de ella” (NÚÑEZ FLORENCIO,
2001:76-77).
Sin embargo, tras cinco décadas de construcción mítica se produce la inevitable pérdida de
frescura del tópico andaluz y la experiencia romántica. El saqueo costumbrista de
Andalucía, así como el inicio del consumo turístico y la vulgarización, eran ya moneda
corriente de cambio en tiempos del “Viaje por España” del barón de Davillier y Gustave
Doré (1862). Lo cierto es que, a finales del siglo XIX, Andalucía ya no era una región lo
suficientemente oriental para la esperanza secular de los viajeros árabes, ni lo
suficientemente moderna para el gusto europeo y, para colmo, se había encasillado en
torno a una imagen cuya decadencia empezaba a dejar patente la miseria real de la
verdadera estampa española y le pasaba la factura de su impostura romántica.
Es entonces cuando, de golpe, parece que el español es consciente de que está
representado en el extranjero “por el bandolero folclórico, taimado, salvaje y cruel que
roba, pisotea y tortura a sus víctimas. España es el torero vanidoso y engolado que,
provisto de un puñal asesino, se dirige hacia el abismo acompañado tan solo por el otro
gran „enfermo‟ de Europa, el Turco sanguinario: las atrocidades que cometen uno y otro
no solo hermana a ambos pueblos, sino que los condena a una próxima extinción”
(NÚÑEZ FLORENCIO, 2001:246). Somerset Maugham se atreve a afirmar en su
Andalusia. Sketches and Impressions (publicado por primera vez en 1930) que “la muerte
de un torero famoso es más trágica y lamentada que la pérdida de una posesión colonial”
(2005:141-142). Este autor evoca sus viajes de finales del siglo XIX a una región soñada
(Ronda, Córdoba, Sevilla y alrededores, Écija, Jerez de la Frontera, Cádiz y Granada) que
se sigue confundiendo con España.
El Regeneracionismo de principios del siglo veinte da brevemente la espalda a la
reducción andaluza de España. El bandolero deja paso al hidalgo, al pícaro y al majo. Las
recién estrenadas autoridades turísticas (Comisaría Regia de Turismo, Patronato Nacional
del Turismo) perciben que es imprescindible la mejora de las comunicaciones, así como
potenciar un hospedaje digno de los nuevos turistas en España. Oriente en Occidente, una
tierra semiafricana de aridez incomparable y el lujo asimilable a Europa, ya sea en bellas
fotografías de calidad o a través de modernos y estilizados carteles. Una nueva
sensibilidad acompaña al viajero del siglo veinte, que no se limita a visitar los lugares
(re)conocidos en los relatos de viajes del XIX, sino que le lleva a buscar la pureza, la vida
incontaminada de una España no descubierta, incluso en la ya tópica Andalucía (Gerald
Brenan), adentrándose en territorios no explorados por los turistas y que revelan no solo la
faz sonriente de este país, sino también sus miserias, realidades y contrastes.
Sin embargo, el empecinamiento global en torno a su imagen costumbrista se perpetuará
en la gran pantalla, porque el cine extranjero, cada vez que trate de imaginar Andalucía (y
España, como amplificación romántica) “construirá inevitablemente el decorado de una
plaza de toros, una covacha con tablao flamenco o un desfiladero con bandidos. La
española será una morena de pelo largo y ojos profundos y sensuales, y el español, un
híbrido entre toreador y gitano con patillas de hacha” (NÚÑEZ FLORENCIO, 2001:279).
Ejemplo de ello es el film de 1937 The firefly, basado en la opereta del mismo nombre,
que trasladó expresamente su acción a España (Guerra de la Independencia) e hizo bailar a
Jeannette McDonald en Madrid convertida en un compendio de las “cármenes”
cinematográficas de los años ‟20 y la imagen de Tórtola Valencia para el perfume “Maja”
de Myrurgia (1921). Resulta demostrativo el retrato que se hace del paisaje vasco,
emparentado con Sierra Morena y al amparo del cual Allan Jones estrenó la famosa
“Donkey Song”, que luego popularizaría aún más el tenor Mario Lanza.
En esa misma línea, la película del tándem Dietrich-Sternberg, The devil is a woman
(versión Hollywood de “La femme et le pantin”, de Pierre Louÿs, 1935), ofrece la imagen
de una Andalucía de cartón piedra, luminosa pero irreconocible, barroca, mezcla de
opereta vienesa, carnaval veneciano y un estilizadísimo modernismo cinematográfico
lleno de lentejuelas entre old spanish melodies. Según Virginia Guarinos (2009:36) “esa
Andalucía exótica y feliz es representada de este modo solo en películas extranjeras. Lejos
de ello, en nuestro cine la representación de la Andalucía alegre es una caricatura para
provocar risa y la Andalucía triste para mostrar la España profunda”.
Figuras 1, 2 y 3: Stills de “The firefly” y “The devil is a woman” e imagen de Carmen
Tórtola Valencia
El controvertido eslogan “Spain is „different‟” fue acuñado por el Patronato Nacional del
Turismo a finales de los años ‟20, con la voluntad de mostrar un país diverso y singular a
través de sus tradiciones y manifestaciones artísticas; sin embargo, obtuvo su mayor
popularidad en los años ‟50-‟60 del siglo veinte, cuando los turistas del bajo coste español
empezaron a reclamar no solo unas bonitas y homogéneas playas, sino que este producto
se apoyara también en el color local de sus habitantes.
Se despojó entonces al eslogan de sus comillas aclaratorias, al tiempo que el ministro
Manuel Fraga arengaba a las masas, confesando que no había nada de malo,
efectivamente, en ser diferente. Las capas superpuestas de la reducción romántica de
España en Andalucía comenzaron a “hacer el agosto” en pleno siglo veinte. Y es que se
habían convertido ya en una construcción cultural con vida propia y evolución aparte al
sentir del propio español, un cliché experiencial que seguirá apareciendo a lo largo del
turismo de todo el siglo veinte.
De esta manera, los turoperadores internacionales vendieron masivamente playas, pero
también folclore presuntamente español, una mezcla de toros y sol. Estos aspectos, sin
embargo, se demostraron más seductores para el foráneo que para los propios españoles…
cuya percepción de sí mismos continuaba evolucionando frente a la imagen costumbrista
detenida de “lo andaluz” que se ofrecía de ellos para el turismo.
Impagable es, en este sentido, la propuesta de un funcionario de la Dirección General de
Turismo en 1953, que defiende la promoción de la “diferencia” española en el mismo
momento en que se ruedan los dos films objeto de estudio: “Es indudable que el viajero
que viene a España busca lo pintoresco, algo que contraste con su vivir cotidiano. No son
para el americano precisamente los rascacielos ni las calles tiradas a cordel (…) el turista
busca comodidades y facilidad en sus viajes, confort en las instalaciones hoteleras, buenas
comidas en el restaurante, mejor vino y españoladas: toros, baile, flamenco, cante, gitanos
(…) Sevilla, Córdoba, Granada (…) Hemos de resignarnos turísticamente a ser un país de
pandereta, puesto que el día que perdamos la pandereta habremos perdido al noventa por
ciento de nuestros motivos de atracción turística” (PACK, 2009:116-117).
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
UNA ANDALUCÍA INOCENTE Y NEORREALISTA: “LE DÉSIR ET L’AMOUR”
(HENRI DECOIN, LUIS MARÍA DELGADO, 1951)
El film que nos ocupa supone una extraordinaria rareza dentro del cine francés de temática
española, no solo por su premisa de partida (el rodaje de una película más allá de los
circuitos tradicionales andaluces, ya que su trama transcurre en un pequeño pueblo de la
costa de Málaga que todavía no conoce el turismo), sino también por el tratamiento
deliberadamente neorrealista que se da al argumento y su adscripción sin pudor a esta
vanguardia cinematográfica de moda.
La acción se inicia con una pantomima previa a los títulos de crédito (que recuerda a la
presentación de personajes del film “Nuits Andalouses”, de Maurice Cloche). En ella, los
protagonistas franceses son entrevistados para el NO-DO a escasos minutos de salir su tren
de la Estación de Austerlitz rumbo a Madrid. Este preludio cómico, que trata de dotar de
veracidad al film, es protagonizado por Adèle (la encargada de sastrería del film que va a
rodarse: una veterana Parisys) y Françoise (la jovencísima script protagonizada por la casi
debutante Françoise Arnoul). Esta última se muestra singularmente emocionada a raíz de
su viaje a España: “¿Estás contenta de ir a España?”; “Tú verás. Al fin voy a ver una
corrida de toros. No hago más que pensar en eso. ¿A ti no te gustan los toros?”; “Eso sí
que no –responde la encargada-. Yo soy vegetariana: las matanzas de bichos me repelen”.
Este inicio da idea del tono general del film, que asume voluntariamente su condición de
prototipo según los cánones neorrealistas, pero no logra sustraerse a los tópicos españoles
más reconocidos por la demanda turística del país galo, logrando crear una mezcla
inclasificable de géneros y estilos cinematográficos: farsa francesa, neorrealismo,
costumbrismo y drama. De esta manera, el entrevistador desea a la comitiva “que tengan
sol” durante su estancia en España, aludiendo a una de las bazas turísticas naturales del
país.
Françoise Arnoul se sumerge de lleno en su papel de pequeña ingenua de gran corazón,
trastornada por la fascinación que ejerce sobre ella el imaginario romántico andaluz. Así,
en plena Estación de Atocha, no hará otra cosa sino preguntar al mozo, casi a tiempo real:
“Oiga, ¿dónde están los toros, por favor? Vamos, deje ahora las maletas. Le estoy
preguntando por los toros”, provocando el desconcierto de su interlocutor, que sin duda se
encuentra hastiado de requerimientos similares por parte de turistas internacionales.
Conviene destacar que el viaje hasta la costa de Málaga será realizado en un vistoso
autocar que va delatando por las carreteras de Andalucía la labor de los cineastas y que
resonará gracias a un jubiloso e improvisado “Toréador” de la ópera “Carmen”, con el que
los franceses resumen su imagen colectiva previa a la estancia en la región.
Como se ha dicho, el rodaje se localiza en un pueblecito pesquero de la costa malagueña
anterior al boom turístico de finales de los cincuenta, ofreciendo un impagable retrato de la
vida y las costumbres de sus habitantes a tan solo unos años de perder la inocencia
turística. Es de señalar que, pese a su sugerente decoración árabe, ni siquiera el hotel más
reputado y lujoso de la localidad, en el que la comitiva de cineastas se aloja, posee agua
caliente de manera regular. Este contratiempo provoca la indignación de Gérard, la
impertinente estrella masculina del film, y da cuenta del estado de la industria turística a la
fecha de su filmación. Llegados al pueblo en medio de las fiestas locales, el director
advierte que esta celebración “puede servir para la película. Es folclórica”, lo que indica
también su influencia neorrealista. Esta actitud contrasta con la de la mencionada estrella
masculina, que afirma sin empacho que “sus costumbres le importan un bledo”.
El equipo español del film se ha desplazado con anterioridad para buscar localizaciones
específicas, de modo que el regidor pone al día de sus pesquisas al realizador francés:
“Como verá, esto es de lo más pintoresco que hay”; “Esto es formidable. Aquí hay mucho
que hacer” –percibe el director, exultante; “Estas cosas no están nunca en los guiones. Ya
sabía que le iba a gustar mucho”. A lo que la estrella femenina (la maravillosa pin up
Martine Carole), inquiere, airada: “¿Qué van a hacer? ¿Un documental?”. Sin embargo, el
regidor español no desaprovechará la oportunidad de congraciarse con la estrella glosando
la incontaminación de la localidad elegida y, de paso, exaltando sus tópicos: “Esto es un
pueblo muy sencillo, claro, de pescadores. La gente es muy cordial. Nada, que nos ha
tratado muy bien. Lo pasará usted muy bien… ¡comerá una de chanquetes, de boquerones!
(…). Sí, porque la gracia andaluza. El otro día me contaron un chiste…”.
En plena verbena se nos presentan los personajes españoles: el joven matrimonio
compuesto por Lola y Antonio, que personifican el carácter andaluz y, por ende
metonímica, la idiosincrasia española. Antonio (interpretado por el infravalorado actor
Antonio Vilar) viene a representar la impulsividad y la gallardía españolas, mientras que
Lola (Carmen Sevilla) es una mujer juiciosa, pero de armas tomar, que no se arredra ante
las dificultades y a la que ni siquiera le falta el típico caracolillo en la frente a lo largo de
todo el metraje del film. Mientras que el esposo, inocentemente, no tardará en
deslumbrarse con las fulgurantes luces del mundo del cine y sus estrellas, en la
caracterización de la esposa se nota la intención de los guionistas de dignificar al arquetipo
francés de la mujer andaluza de la navaja en la liga, dotándolo de mayor enjundia
interpretativa y un alto sentimiento religioso.
La vocación neorrealista del film se hace patente durante las primeras jornadas de rodaje.
Cuando se descubre que Gérard no sabe nadar y ni siquiera lo ha comunicado al director
(tampoco se ha leído el guión), el equipo de rodaje busca a un lugareño capaz de doblar
una de las escenas más importantes del film. La elección de Antonio como doble de la
estrella francesa no se hará esperar, como tampoco la fulminante destitución de este
último, que ha agotado la paciencia del realizador con sus desplantes y su actitud de divo.
Es entonces cuando se hace mención a la piedra angular del movimiento neorrealista y el
director decide continuar el rodaje con actores no profesionales, que darán mayor
verosimilitud al film, utilizando como modelo a “Ladri di biciclette” de Vittorio de Sica
(que se menciona explícitamente), lo que corrobora tanto la popularidad de este film como
la tendencia cinematográfica de la época en que se enmarca “El deseo y el amor”.
Antonio se introduce torpemente en el “star system” francés, pensando en los beneficios
económicos que le reportará, sin darlo a conocer a su esposa y con vergüenza, pero pronto
será tanto la envidia de todos los hombres del pueblo como la comidilla de todos los
corrillos femeninos, que se encargarán de informar maliciosamente a Lola de sus andanzas
cinematográficas. La escena que Antonio ha de doblar se inscribe poderosamente en el
realismo cinematográfico: el salvamento de la protagonista cuando está a punto de morir
ahogada en el agua. Se trata de una secuencia altamente sugerente, en la que la
exuberancia física de ambos protagonistas será determinante y todo un desafío a la tijera
censuradora de la época. Debido a su entrega a la película, Antonio dejará de lado tanto su
respeto por el trabajo cotidiano como la pasión por su esposa. El coraje de esta la llevará a
sustituir a Antonio faenando para traer pescado que vender en el mercado local, lo que
demuestra las agallas de la protagonista en una escena que, descontextualizada, podría
atribuirse perfectamente al primer Visconti (“La terra trema”, 1948) o al Rossellini de
“Stromboli, Terra di Dio” (1950), siempre dentro de las limitaciones lógicas del film.
La película realiza también un homenaje a la magia del cine, a ese tema tan recurrente y
que tan bien explotaría Gene Kelly en “Singin‟ in the rain” (concretamente, en su número
musical “You were meant for me”), cuando recrea un maravilloso decorado de película
para Debbie Reynolds con la ayuda de focos y tramoya cinematográfica. Un momento de
similar intensidad tiene lugar en “El deseo y el amor”, cuando los protagonistas del film
deben marcharse a los estudios madrileños para terminar de rodar algunas escenas,
viviendo unos días de ensueño, al margen de la realidad. No olvidemos que el personaje de
Antonio cumple una de las fantasías más comunes del español medio de la época:
mantener un idilio con una estrella de cine… y, además, una estrella de la proyección
mediática de Martine Carole (aquí llamada Mirèille), que se sentirá atraída por este
prototipo de hombre español: “Ahora ya sé por qué „Don Juan‟ era español”, llega a
confesar la estrella en un momento de arrobo.
Figuras 4, 5 y 6: El equipo de rodaje de “El deseo y el amor” con Luis M. Delgado y
posters de la producción
Ni qué decir tiene que el sueño será breve. Con el regreso de Antonio a Málaga, los
reproches se suceden, así como el sentimiento de culpa, que se verá acrecentado por su
participación en la Semana Santa malagueña. Asistimos entonces a otro de los grandes
momentos neorrealistas del film, en el que se reconoce la influencia rosselliniana que más
tarde se haría patente en “Viaggio in Italia” (1954). Recordemos que en esta última los
protagonistas (los magníficos George Sanders e Ingrid Bergman), un matrimonio inglés
mal avenido, proceden a reconciliarse en medio del tumulto exaltado de una procesión
religiosa en Nápoles. Del mismo modo, Lola y Antonio se reconciliarán en medio de la
Semana Santa malagueña, después que ella entone una emocionante saeta y la despechada
estrella francesa musite, llena de rabia: “Antonio, eres un ser encantador, pero primitivo.
Te emocionas por nada. Yo no puedo entender que se rece a gritos”, en clara alusión a las
diferencias culturales entre ambos países. Conviene destacar que este “milagro”, que
conduce al obligado y moralizante final feliz para la pareja casada, tiene lugar en el
transcurso de la celebración del evento andaluz menos promocionado oficialmente por la
industria turística, pero con más amplia tradición en el imaginario colectivo. Igualmente,
hay que reseñar que el citado film de Rossellini es posterior al estreno de “El deseo y el
amor” (cuyo lanzamiento data de 1951), con lo que cabe preguntarse, de conocerlo, la
influencia que pudo ejercer este final para la conclusión del film del maestro italiano.
Pero no nos olvidemos de nuestra adorable script girl Françoise, que seguirá empecinada
durante todo el metraje en asistir a una corrida de toros, incapaz de asimilar los preceptos
neorrealistas de su director (en la realidad y en la ficción que se rueda), estallando: “No
comprendo cómo en esta película no hay corridas de toros. Nunca he visto cosa igual:
rodar un film en España sin corrida de toros. ¡Vaya un disparate! Al guionista debe faltarle
un tornillo”. Sintomática exclamación del imaginario colectivo del turista medio de la
época.
UNA ANDALUCÍA DE ESTUDIO ENTRE PARÍS Y CHINCHÓN: “LA BELLE DE
CADIX” (RAYMOND BERNARD, EUSEBIO FERNÁNDEZ ARDAVÍN, 1953)
Nos encontramos ante un film perteneciente a la serie de operetas que el compositor
Francis López ofreció al lucimiento del cantante Luis Mariano, entre las que podemos
destacar las de temática española o evocación de la misma: “Fandango”, “El cantor de
México”, Violetas imperiales”, “El sueño de Andalucía” o “Cita en Granada”. Se trata de
un film en Gevacolor dirigido en su versión española por un artesano familiarizado con las
primeras coproducciones mudas de los estudios de Joinville-le-Pont (Fdez. Ardavín). Su
inicio, con número musical incluido, recuerda extrañamente a un coro zarzuelero postizo y
con escaso sabor español, recreando el deambular de una caravana de gitanos, acampada
junto a un supuesto pueblo blanco de Cádiz. La sensación de una Andalucía de cartón
piedra se incrementa por el hecho de haber sido rodada completamente fuera de las
fronteras andaluzas (el arranque del film se filmó en la localidad madrileña de Chinchón).
Es por esto que la opereta sitúa la acción en una Andalucía mítica que ni existe
geográficamente ni ha existido jamás, poniéndola en relación con el mundo castellano (así,
la letra de su canción principal afirma: “Les caballeros sont là, si, dans la posada; on
apprend qu‟elle danse. Et pour ces jolis yeux noirs les hidalgos le soir viennent tanter la
chance”). La presentación del personaje de Luis Mariano (el actor español Carlos Molina),
resulta tragicómica en grado sumo debido a su indumentaria: un bizarro traje corto de
opereta, un rocambolesco híbrido entre el tipo andaluz y el majo. La mitificación
romántica de la Serranía gaditana y malagueña, así como la prosperidad de una ciudad de
influencia colonial como Cádiz o los ecos artísticos del pasado instalados en el imaginario
francés (“Les filles de Cadix, de Léo Délibes, por poner solo un ejemplo), tienen mucho
que ver en la composición de una imagen de España vinculada a los tópicos más
recalcitrantes del costumbrismo español.
Desde primera hora, la película nos ofrece un retrato estereotipado e indolente del cineasta
francés que ha viajado hasta la Península Ibérica para rodar “La Belle de Cadix”. Al
contrario de lo que veíamos en el film anterior, esta muestra de “cine dentro del cine” sirve
para caricaturizar y desmitificar a sus estrellas y sus hábitos de rodaje. De igual modo se
actúa con el teatro, puesto que la novia de Carlos (Alexandrine Dupont) se revela como un
personaje repelente con el que el espectador establece escasa empatía, pues gran parte de
su papel se sostiene en la declamación de textos clásicos que la actriz (Claire Maurier) va
desgranando con el fin de epatar al equipo y al novio de la gitanilla Maria-Luisa.
El director francés (un desternillante Jean Tissier, doblado al castellano por la voz clásica
de “El Mago de Oz”, José Casín) busca con este film “retratar a la mujer enamorada en el
arte español” y para ello realiza un “casting” entre las muchachas del pueblo para
encontrar a su “bella de Cádiz” (un concepto tan mítico como la propia Andalucía, que se
encarga de evocar el imaginario en torno a las serranías andaluzas: bandoleros, gitanos y
hermosas hembras de fuerte carácter). Este “casting” es un elemento de guión que la
relaciona con el film anterior (la búsqueda del verismo a través de actores no
profesionales), pero pronto veremos que el tono de opereta prima sobre cualquier atisbo de
encontrar verdad reclutando a actores desconocidos. En un recurso harto manido, la
elección acaba recayendo en una joven que había acudido a proteger a su cándida hermana
de las garras de la “gente del cine”. Lo cierto es que la familia gitana de la joven ve con
reticencia (y a la vez, con avaricia) la incursión de la muchacha en el mundo del celuloide.
Figuras 7, 8 y 9: Fotograma de “La Bella de Cádiz” y posters de la producción
Carlos Molina (Luis Mariano) es un actor español de larga trayectoria en el país vecino,
pero con gran nostalgia de España y, sobre todo, de Andalucía. Este aspecto se ve
reforzado por su diálogo con el grupo de figurantes gitanos del campamento, que le
reprochan la inverosimilitud de la ambientación y la trama del film francés que se rueda:
“¿Te gustan nuestros cantes y nuestros bailes?”; “Sí, me traen tantos recuerdos…”;
“¿Recuerdos? Tú no eres de los nuestros ni „chanegas nuestra vía‟”; “Pero soy español.
De chico he vivido por aquí y me siento casi gitano”; “¿Tú? ¿Con ese vestido que te han
puesto los del cine?” (ríe). Como ya se ha dicho, cabe destacar que en esos momentos
Carlos Molina lleva un traje extravagante más adecuado para representar “El cantor de
México” en el Châtelet de París que para interpretar a un joven andaluz de pura cepa.
Pero, como se echa de ver, Carlos expresa su nostalgia desde el tópico: “¡Es tan fácil
cantar con ellos!” (por los gitanos). “Saben traducir tan bien sus sentimientos…”. El
equipo francés, con el director Legrand a la cabeza, va a tener que lidiar con todas las
dificultades de un rodaje en España (naturalmente, exageradas por el tono de farsa): sol,
cerros escarpados y localizaciones espectaculares, que harán que el melifluo director del
film se desespere e invoque a sus musas entre sudores mortales y tumbado en una hamaca.
A resaltar, asimismo, el episodio de la búsqueda de un rey gitano adecuado para la
celebrar la boda que todos verán en el film, en una cueva llena de tópicos asociados al
mito romántico español: “Esto es para el rodaje de mañana. Véalo: el cántaro, los pasteles,
los pestiños y la vieja”; “¿Y el rey gitano?”; “Está en el bote. Creo que Adolfo nos lo hará
de primera: con un par de anillos en las orejas parecerá un rey auténtico”; “Pero, ¿qué
dices, Manillon? Yo trabajo siempre con la verdad, la verdad desnuda”; “¿Quiere sacar a
Adolfo en paños menores?”; “¡No me sirve Adolfo! Necesito un rey gitano. El único, el
que reine, ¡y que se traiga su corona!”.
Precisamente, esa falsa búsqueda de la verdad por parte del director francés será la que
provoque las escenas más hilarantes: “¡Maquilladores! El señor es rey… (…). Empezad
perfilándole las cejas, dadle una cierta grandiosidad a la cabellera (…). Necesito una
barba… una barba real, una barba estilo Carlomagno o… Carlos V… una barba que ponga
los pelos de punta al más pintado”. En cuanto a la ambientación, queda patente la imagen
desvirtuada que poseían en el país vecino en cuanto a la autenticidad española, adaptada,
claro está, a la sensibilidad artística de un director de pro: “¡(Es) mejor que lo auténtico!
Estilizado, como yo lo imaginé. Está todo en orden, en su sitio: el vaso de plomo, el
brasero andaluz y… ¿qué es esto?”; “Es el rey gitano, maestro”; (…) “No es exactamente
lo que yo quería, pero puede pasar. Majestad, tenéis todo el porte de un soberano”; “Reino
desde hace catorce años”; “Pues seguid reinando. Voz fea, habrá que doblarle”.
La película que rueda el equipo francés, como se puede comprobar, está trufada de tópicos
españoles: escenas costumbristas de guitarras y patios pretendidamente andaluces, ruinas
moras, fuentes rumorosas y señoras de respeto. Los gitanos, como hemos visto, también
aparecen como un pueblo lleno de clichés. De este modo, la protagonista Maria-Luisa, en
uno de sus numerosos rifirrafes con Carlos, afirmará, dolida porque su novio Rafael “ha
perdido las buenas costumbres por culpa del cine”, pues lo han contratado como guitarrista
en el film: “El que trabaja es que no sabe hacer otra cosa y los gitanos aprovechamos el
tiempo”. Pero incluso plagados de estereotipos, los propios gitanos se dan cuenta de la
falsedad del rodaje francés y, en general, de la falsa realidad que crea la cinematografía.
Carlos Moreno y Maria-Luisa (los dos protagonistas del film) mantendrán una acalorada
discusión en torno a este fenómeno, en la que el actor tratará de convencerla de las
bondades cinematográficas: “(…) Entre ustedes se canta y se baila, pero no es de verdad.
¿Usted cree que yo podría cantar con un tío enfrente que me esté diciendo lo que tengo
que hacer? „Niña, ese ojo pa‟ la derecha. La cabeza pa‟ la izquierda. Ese jipío como si
fueran gárgaras. Esas soleares las bailas mirando al señorito. Ah, y ante todo, mucha
naturalidad‟. Ea, ¡que no!”. La misma letra de “La Belle de Cadix” se vuelve a revelar
como un festival del tópico costumbrista desde la óptica francesa: “La Belle de Cadix a
des yeux de velours, la Belle de Cadix vous invite à l‟amour (…). Mais malgré son sourire
et son air engageant, la Belle de Cadix n‟a jamais eu d‟amant (…). La Belle de Cadix a
des yeux langoureux, la Belle de Cadix a beaucoup d‟amoureux ».
Durante el rodaje de la boda gitana (que incluirá una hechicera, el indispensable cántaro
que romper y, cómo no, el rey gitano ataviado para la ocasión) se producirá el incidente
que hará que los dos protagonistas, que hasta ese momento se han llevado como el perro y
el gato, reflexionen en torno a su relación. Creyéndose casada por un verdadero rey gitano,
Maria-Luisa siente que ha echado a perder su vida casándose de veras con un hombre al
que detesta, viéndose obligada a pasar la noche de bodas con Carlos, por el revuelo
armado en el campamento, como si fueran una pareja feliz. La ambientación del hotel en
el que les aloja el equipo francés no tiene desperdicio: una casa particular decorada a la
morisca, con grabados románticos de la Alhambra, tinajas moras, mantas granadinas y
arcones. Ambos verán la oportunidad de demostrarse finalmente su cariño en el transcurso
del rodaje del número musical final, recreado en una estilización de la Alhambra (“Adiós,
Granada”), remitiéndonos nuevamente al aire de vodevil natural de esta opereta, que no
podemos dejar de relacionar con el film “Nuits Andalouses” (a destacar la pareja cómica
formada por el ayudante de dirección Manillon y la decrépita Blanche, equivalentes del
Armand y “La Terremoto”, en el film de Maurice Cloche, también de 1953).
Mientras tanto, la antigua novia esnob de Carlos, presa de celos, se ha apasionado por
Rafael y se pasea con él por los decorados de los jardines árabes bajo una sombrilla,
recordándonos las conquistas de Ava Gardner sobre pillos ingenuos: “Eres el tipo de
español con el que había soñado siempre”; “Ah, eso sí, a mí a español no me gana nadie”;
“Ah, te pareces al Cid Campeador…”; “¿Quién, algún novio que ha dejado usted en París?
(…). De chico quería ser torero”; “Ah, los toros… A ti te gusta la tragedia”; “A mí la que
me va gustando es usted”. El preceptivo final feliz dejará un regusto agridulce para una
película en la que, extrañamente, no se percibe la química del tándem Luis MarianoCarmen Sevilla, que tan bien funcionó en otras producciones similares.
DISCUSIÓN,
CONCLUSIONES
Y
PROPUESTAS:
CONTEMPORÁNEA DE LA ANDALUCÍA MÍTICA Y
EXPERIENCIAL
PROMOCIÓN
EL TURISMO
En los últimos años, y atendiendo a su reiterada orientación turística hacia la experiencia,
Andalucía no solo ha proyectado en su promoción un mayor número de bienes
patrimoniales y de manifestaciones folclóricas, sino que ha aprendido a incluir al turista y
a crear un nuevo tipo turístico audiovisual y de aspecto neutro. A través de una
“publicidad hiperdiferenciada” (que la conecta con las imágenes del pasado que encarnan
estos films, al tiempo que las adapta a la óptica actual), se explotan sus nuevos recursos
fuerza: “Sensibilidad” (dominio de lo femenino deserotizado), “Bienestar” (luz y agua),
“Cultura” (Patrimonio), “Naturaleza” y “Salud”.
Se confirma, por tanto, que la mirada actual sobre el patrimonio andaluz no ha realizado
un espectacular salto al vacío, sino que continúa muy condicionada por las imágenes
universales del mito andaluz que se han analizado en “El deseo y el amor” y “La bella de
Cádiz”. Sin embargo, la oportunidad de la propuesta reside en que sus tópicos se
incorporan, no ya desde la perspectiva costumbrista, sino experiencial, pagando el peaje de
la modernidad y la influencia de las nuevas tendencias publicitarias en turismo.
El primer ejemplo lo hallamos en Turespaña, que ha posicionado el país como destino
turístico promocionando su componente emocional, muy basada en la imagen mítica de la
región. Ya en 1996, se recurrió a la imagen de Andalucía para su campaña “Passion for
life”, caracterizada por un regreso al tópico y a la reducción andaluza del país. Nuestro
turismo internacional se libró de complejos con “Spain Marks” (2003), una controvertida
muestra de la nueva España diferente y orgullosa de serlo, con creatividades muy
celebradas, como las de Sevilla (la joven extranjera que se ha rizado un caracolillo en la
frente y reivindica el tópico desde la modernidad, emparentando su imagen con la de
Carmen Sevilla en “El deseo y el amor”), Madrid (el joven japonés fascinado por el
flamenco y sus tablaos, disfrutables por el turista en toda España) y la Semana Santa
andaluza (la joven envuelta en lágrimas que considera que no es necesario ser creyente
para vivir la Pasión en España y emocionarse con esta manifestación del sentir popular).
Sin embargo, este primer intento de autoafirmación sin prejuicios pronto se vio
desplazado por “Smile, you are in Spain” que nos retrotrajo a la España más tópica,
conjugada bajo el verbo de la modernidad globalizante. “Smile, you are in Andalucía”
quedaba reducida a la Andalucía mítica de “La Bella de Cádiz”: paseos en coche de
caballos, pueblos blancos, tapeo, caballos en Sanlúcar y la Mezquita de Córdoba. La
campaña actual de promoción del Instituto de Turismo de España (“I need Spain”), por el
contrario, nos devuelve el gusto por la España romántica dentro de los cánones de lo
“experiencial”. Y es que ya en 2008 se concibió un adelanto de esta nueva imagen con
“España a tu medida”, el primer intento de hacer del país el rey de las “tailor-made
experiences”. Todo ello, a pesar de que el arranque del audiovisual remitía a su tradición
flamenca y la primera idea fuerza con la que se asociaba al país era la del “duende”
andaluz, tan rentable cinematográficamente hablando y que mantiene aún su atractivo.
En el ámbito regional, a finales de los años ‟90 surgió también la campaña “Andalucía
solo hay una: la tuya” y en 2003 se acuñó el eslogan, todavía vigente, “Andalucía te
quiere”, origen de diferentes lanzamientos promocionales. Ambas campañas han
proporcionado una comunicación emocional con el receptor-turista que incide en la
promoción del turismo de la experiencia en Andalucía; aspecto que se corrobora por el
objetivo de “implicación emocional” de la segunda, donde si bien no existe el relato visual
y los eslóganes tienden a acortarse, se produce la inmersión directa del espectador a través
de cuadros dulcificados del modo de vida andaluz y audiovisuales al ritmo de moda de
“Déjate llevar por las sensaciones…” (Chambao) o “I love you, baby” (Alba Molina).
Porque la Andalucía experiencial del siglo veintiuno de las campañas turísticas es una
mujer recién llegada a la treintena, que con acento español normalizado afirma: “Me
conoces. Has oído hablar de mí. Pero nunca me has oído hablar a mí y quiero que te llegue
mi energía, mi alegría, mi fuerza, mi calor, que sientas que Andalucía te quiere”. Se
potencia la sensación de unicidad del momento y la experiencia turística en la narración:
“¿Tienes un segundo? ¿Una hora? ¿Un día? ¿Un puente? ¿Un fin de semana? ¿Unas
vacaciones? Perfecto. Cualquier instante en Andalucía vale para toda tu vida”. Opinión
que comparte la producción noruega “La joven de las naranjas” (“Appelsinpiken”, Eva
Dahr, 2009), en la que el encuentro de los protagonistas en Sevilla permanecerá en su
recuerdo de por vida. Los poco más de quince minutos rodados en la ciudad emergen
como un recorrido audiovisual que remite a la promoción turística típicamente
experiencial: colores sugerentes, impulsividad, pasión y encuentros prohibidos en la
Catedral, los Reales Alcázares y el Barrio de Santa Cruz. Así, los paisajes culturales y la
idiosincrasia andaluza se reinventan, ofreciendo una mirada nueva, pero tradicional y
dramatizada, sobre unos paisajes fosilizados en el tiempo, acordes con la imagen mítica de
la región.
El “empecinamiento romántico” es explotado como un reducto mágico ante la crisis, si
bien acaramelado, transformando la violencia atribuida a sus gentes en autenticidad “chillout”, emociones y experiencias, escenificando su aprovechamiento turístico en un entorno
globalizado. Paradójicamente, en la promoción de la experiencia turística andaluza, se
advierte un descenso en la representación de los nativos, derivada del menor número de
imágenes etnográficas aisladas y la mayor dignidad concedida a la cultura local. Pero no
estamos muy lejos de proyectar una metaimagen reinventada de Andalucía, mezcla del
presunto realismo y sorpresa de “El deseo y el amor” (campaña “Mira Málaga”) y la farsa
más absoluta de “La Bella de Cádiz” (“Ronda romántica 2014”, su “Museo del
Bandolero” y las rutas de la Andalucía romántica por la Sierra de Cádiz). Por ello, y pese a
la involucración emocional del turista, se empieza a hablar ya del retorno a los esquemas
fordistas, y la banalización del turismo experiencial ha comenzado a ponerse sobre la
palestra.
También desde esta perspectiva romántica, por ejemplo, Sevilla invoca a sus mitos
musicales a través del producto turístico “Sevilla, Ciudad de Ópera”. Desde finales del
siglo XVIII, la ciudad fue la localización ideal para composiciones operísticas en las que
se sugerían desafíos al Antiguo Régimen (“Il barbiere di Siviglia”, “Le nozze di Figaro”),
a las convenciones sociales (“Don Giovanni”) o el surgimiento de un canto a la libertad
romántica (“Fidelio”). La capital andaluza, más que un escenario real, quiere mostrarse en
el imaginario colectivo como un ingrediente exótico que hay que experimentar, una rica
ruina romántica tras su esplendor comercial con las Indias. Rutas guiadas, señalética de
calidad, gastronomía, “tablaos de ópera” y emprendedurismo quieren hoy dotar de voz y
piel a fantasmas anquilosados de siglos atrás que siguen poblando la ciudad.
Se ha efectuado un esfuerzo notable por situar al país y la región bajo esa nueva imagen,
acorde con los nuevos turistas, pero, tal y como se desprende del “merchandising”
diseñado para el foráneo, España sigue siendo el país de la experiencia… y de su
reducción andaluza más convencional. Esa Andalucía mítica que se potencia, hecha de
“hedonismo, sensación, magia...”, de la que surge “tu mejor tú”, como la imagen opuesta
al pragmatismo y la lógica razonada, no sabe de ningún tipo de realidad social manifestada
en su territorio espectacularizado ni del entorno de crisis económica en que se mueven la
región y el país… Sin embargo, ¿qué campaña de promoción o película turística
potenciaría cualquiera de estos aspectos? Porque la industria turística, ¿vende la
experiencia… o la ilusión de la experiencia?
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i
ii
Beneficiada, sin embargo, por el desgaje colonial de Gibraltar, que atrajo a numerosos viajeros ingleses
Término acuñado por Javier Hernández Ramírez (2008).
PAISAJE Y PLANIFICACIÓN TURÍSTICA EN ANDALUCÍA EN
TIEMPOS DE CRISIS: LA CONSIDERACIÓN Y EL TRATAMIENTO
DEL PAISAJE EN LOS PROGRAMAS DE TURISMO SOSTENIBLE
DE ANDALUCÍA
Enrique L. Santos Pavón, Alfonso Fernández Tabales
Departamento de Geografía Física y AGR de la Universidad de Sevilla, [email protected]
Olga Muñoz Yules
Centro de Estudios de Paisaje y Territorio, [email protected]
RESUMEN
La presente comunicación tiene como objetivo analizar la consideración y el tratamiento
que se hace del paisaje en buena parte de los instrumentos de planificación turística
formulados en Andalucía en los últimos años. A tal efecto se esboza la metodología
empleada en la investigación, se describe el objeto de estudio elegido –los Programas de
Turismo Sostenible o planes turísticos derivados de la aplicación de la Estrategia de
Turismo Sostenible de Andalucía entre los años 2007 y 2011- y se exponen los principales
resultados parciales obtenidos hasta el momento, tanto en lo relativo a la consideración
del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los planes, como en lo
referido al tratamiento del paisaje en las propuestas y la programación financiera de los
instrumentos analizados.
PALABRAS CLAVE
Paisaje, turismo, planificación turística, Programas de Turismo Sostenible, Estrategia
de Turismo Sostenible de Andalucía.
ABSTRACT
The aim of this paper is to analyze how the landscape is considered and addressed in the
tourism planning instruments that have been put forward in Andalusia in recent years.
For this purpose, the methodology used in the research is outlined; the object of study
chosen – Sustainable Tourism Programs or tourism plans resulting from the
implementation of the Strategy for Sustainable Tourism of Andalusia – is described; the
main partial results so far obtained in relation to how the landscape is regarded in the
information and diagnostic paragraphs of the plans are presented; as well as the results of
the evaluation of how the landscape is regarded in the proposals paragraph and the
financial programs of the analyzed documents.
KEY WORDS
Landscape, tourism, tourism planning, Programs for Sustainable Tourism,
Sustainable Tourism Strategy of Andalusia.
INTRODUCCIÓN:
INVESTIGACIÓN
OBJETIVOS,
OBJETO
Y
METODOLOGÍA
DE
LA
Esta comunicación es parte de un trabajo más extenso y profundo que se está realizando en
el marco del Proyecto de Investigación “Gobernanza territorial y conformación espacial de
destinos turísticos. Discursos, procesos y dialécticas en diferentes escenarios turísticos”i, y
por lo tanto constituye un documento de avance en el que se exponen los rudimentos
metodológicos empleados en dicho trabajo y algunos de los resultados y conclusiones
obtenidos hasta el momento.
Como podrá comprobarse en las siguientes páginas, se trata de una comunicación centrada
especialmente en la parte analítica de la investigación desarrollada y en los resultados
parciales obtenidos hasta la fecha, pasando muy de puntillas por los aspectos teóricos y
epistemológicos, que serán incorporados y adecuadamente tratados en posteriores trabajos
más elaborados y destinados a su publicación en revistas científicas.
El punto de partida de la comunicación que aquí se presenta es la interrelación entre
paisaje y turismo, y más concretamente entre paisaje y planificación turística, una
perspectiva esta última apenas abordada en el ámbito científico, frente a la tradición y a la
proliferación de investigaciones y trabajos centrados en otras dimensiones de la relación
entre paisaje y turismo, como por ejemplo:
- La apreciación y el disfrute del paisaje como fundamento de la motivación
turística (BARDÓN, 1991; NOGUÉ, 1992; REQUEJO, 2007; DE ARANZABAL,
SCHMITZ et al., 2009).
- El carácter conflictivo de las relaciones entre turismo y paisaje (GÓMEZ
AGUILERA, 2001; GONZÁLEZ PÉREZ, 2003; DIENER, 2007; Córdoba, 2009;
RAMÓN y CANOS, 2010; GOTTDIENER, SIMPSON y SCHMID, 2010; ANTÓN, 2010;
Hernández Ramírez, 2011).
- La necesidad de establecer instrumentos de planificación y gestión para evitar o
reducir los impactos negativos del desarrollo turístico sobre el territorio y el paisaje (DOS
SANTOS PIRES, 2011; VERA, LÓPEZ PALOMEQUE, MARCHENA y ANTÓN, 2011).
Partiendo del núcleo central señalado para nuestro trabajo, el objetivo principal de la
investigación se orienta a analizar la consideración y el tratamiento que se hace del paisaje
en buena parte de los instrumentos de planificación turística formulados en Andalucía en
los últimos años. Este objetivo principal se desglosa en otros de carácter secundario, cuales
son:
- Esbozar una metodología inicial para abordar cómo se está incorporando el
paisaje a la planificación turística, metodología que habrá de desarrollarse y enriquecerse
en el futuro.
- Analizar el tratamiento del paisaje en los apartados de información y diagnóstico
de los documentos sobre los que se ha trabajado.
- Analizar la consideración del paisaje en el apartado propositivo de los planes y,
particularmente, en la programación financiera de los mismos (recursos financieros
destinados a acciones y proyectos paisajísticos).
- Y, finalmente, evaluar el grado de asimilación de las recientes políticas de paisaje
por parte de los agentes locales y los equipos redactores responsables de la elaboración de
las iniciativas analizadas.
Para alcanzar dichos objetivos, el objeto de investigación elegido han sido los Programas
de Turismo Sostenible aprobados e implementados en Andalucía en los últimos años
(período 2007-2011), los cuales derivan de la aplicación de la denominada Estrategia de
Turismo Sostenible de Andalucía. Dichos instrumentos representan la experiencia de
planificación de destinos turísticos más relevante en cuanto a extensión territorial,
movilización de recursos financieros e implicación de agentes públicos y privados, de las
aplicadas en Andalucía en la última década, y sin duda una de las más significativas a nivel
estatal (Merinero et al., 2013), si bien no es materia de este texto profundizar en su
significado y sus resultados globales.
Figura 1. Programas de Turismo Sostenible aprobados
AÑO
TÍTULO PROGRAMA
PROVINCIAS IMPLICADAS
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2007
2008
2009
2009
2009
2009
2009
2009
2009
2009
2009
2009
2010
2010
2010
2010
2010
Comarca de Baza
Conjuntos Históricos Andalucía
Faja Pirítica Suroeste Penins.
Litoral de La Janda
Los Alcornocales
Poniente Granadino
Ruta del Tempranillo
Sierra de Cádiz
Sierra de las Nieves
Sierra Mágina
Sierra Morena
Sierra Sur de Jaén
Subbética Cordobesa
Turismo Naútico Bahía Cádiz
Vega del Guadalquivir
Valle del Guadalquivir
Altipl. Gran. Paisajes Troglodit.
Campiña de Jerez
Ciudades Medias Centro And.
Costa Occidental de Huelva
Guadalquivir a Caballo
La Axarquía
Los Pedroches
Paisajes Mineros de Jaén
Poniente de Almería
Villas Termales de Andalucía
Andalucía en tus Manos
Costa Tropical de Granada
Doñana
Úbeda y Baeza
Vía Verde de la Sierra
Granada
Almería, Córdoba, Huelva y Jaén
Huelva y Sevilla
Cádiz
Cádiz
Granada
Córdoba, Sevilla y Málaga
Cádiz
Málaga
Jaén
Jaén, Córdoba, Sevilla y Huelva
Jaén
Córdoba
Cádiz
Sevilla
Córdoba
Granada
Cádiz
Córdoba, Granada, Jaén, Mál. y Sev.
Huelva
Córdoba, Sevilla y Cádiz
Málaga
Córdoba
Jaén
Almería
Jaén, Almería, Cádiz, Gran. y Mál.
Sevilla
Granada
Huelva, Sevilla y Cádiz
Jaén
Cádiz y Sevilla
Fuente: Elaboración propia a partir de los documentos analizados.
DOTACIÓN
ECONÓMICA (€)
10.793.000
14.516.000
42.000.000
15.925.000
16.620.000
9.632.000
12.000.000
7.707.000
8.125.000
11.330.000
17.323.000
4.900.000
23.800.000
10.500.000
35.000.000
14.171.000
23.158.000
10.021.000
24.450.000
16.032.000
16.877.000
168.807.000
18.023.000
5.000.000
42.377.000
128.530.000
11.417.427
120.100.000
21.961.000
56.258.000
2.450.000
En total se trata de un conjunto de 31 iniciativas de planificación turística, en las que están
implicados más de 400 municipios y con una inversión total de 919,8 millones de euros, de
los que la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía financia hasta un 60% del
presupuesto de cada una de las iniciativas. Los Programas de Turismo Sostenible
analizados para esta comunicación, con su año de aprobación, su ámbito territorial y su
dotación presupuestaria son los que se recogen en la figura 1.
Con respecto a la metodología utilizada para extraer y analizar los contenidos paisajísticos
de los documentos señalados, se han seguido las siguientes fases:
- En primer lugar se realizó un análisis detallado de cada uno de los Programas de
Turismo Sostenible, cumplimentando para cada documento una ficha inicial que recogía
contenidos muy diversos: agentes promotores, delimitación y caracterización general del
ámbito, presupuesto global del Programa, aspectos metodológicos reseñables, contenidos
paisajísticos en los distintos apartados del documento (memoria informativa, apartado de
diagnóstico, propuestas de actuación), etc.
- Posteriormente, esa información fue nuevamente tratada con el fin de simplificarla
y homogeneizarla, haciendo uso para ello de una segunda ficha más específica, que se
ofrece en la figura 2.
Figura 2. Apartados que componen la ficha final (resumida) elaborada para cada
Programa analizado
Ficha final de síntesis de la información extraída de los PTS
Apartados
ASPECTOS GENERALES DEL DOCUMENTO
1. Promotor
2. Ámbito de actuación
3. Presupuesto total
TRATAMIENTO DEL PAISAJE EN EL DOCUMENTO
3. Consideración del paisaje en los apartados de información y diagnóstico
4. Consideración del paisaje en el apartado propositivo e inversión dedicada a
acciones y proyectos vinculados al paisaje
OTROS ASPECTOS DE INTERÉS DEL DOCUMENTO
Fuente: Elaboración propia.
- Tras este trabajo de levantamiento de información, ordenación y análisis de la
misma, se procedió a proponer una categorización de los Programas en función de los
niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los apartados de información y
diagnóstico de los mismos, clasificándolos en tres categorías (véase posteriormente figura
4). Y se propuso igualmente una clasificación temática de los contenidos paisajísticos más
habituales en los citados apartados, estableciéndose seis ámbitos temáticos diferenciados
(véase posteriormente figura 5).
- A continuación se evaluó la atención y la dedicación “real” prestada al paisaje en
los documentos, a través del análisis de las propuestas concretas formuladas en los planes
y, sobre todo, de la asignación financiera a las acciones vinculadas al paisaje. Para ello, de
entre las distintas acciones establecidas por la Estrategia de Turismo Sostenible de
Andalucía como subvencionables, fueron consideradas sólo aquellas con una incidencia
clara y directa sobre el paisaje y que se recogen en la figura 3. El resultado fue el
establecimiento de una jerarquización de los Programas y de los distintos tipos de acción
vinculadas al paisaje, en función de la dedicación financiera a estas últimas (véanse
posteriormente las figuras 6 y 7).
- Finalmente se procedió al establecimiento de los resultados de la investigación y
la redacción de las conclusiones finales de la comunicación.
Figura 3. Acciones específicas de los Programas de Turismo Sostenible vinculadas
directamente al paisaje
Acciones específicas vinculadas al paisaje
a) Creación de producto turístico o mejora del existente.
a.3. Implantación de rutas turísticas.
a.5. Puesta en valor de vías verdes.
c) Creación, mantenimiento y mejora del espacio turístico:
c.1. Embellecimiento de los entornos y accesos a los recursos incluyendo eliminación
de cableado, recuperación de elementos de la arquitectura tradicional, embellecimiento
de vías en cascos históricos así como el soterramiento de contenedores de residuos.
c.2. Establecimiento y mejora de los sistemas de señalización turística.
c.4. Creación y recuperación de miradores paisajísticos.
c.5. Recuperación y tratamiento paisajístico.
Fuente: elaboración propia a partir de la Orden de 9 de noviembre de 2006, por la que se articula la Estrategia de Turismo
Sostenible de Andalucía.
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
La consideración del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de los
documentos analizados
El análisis pormenorizado de los 31 Programas de Turismo Sostenible que conforman el
objeto de esta investigación ofrece una serie de resultados de interés sobre la consideración
y el tratamiento que se realiza del paisaje en los apartados de información y diagnóstico de
dichos instrumentos de planificación turística.
Lo primero que habría que destacar es que no se observa una tendencia clara, y menos aún
un escenario homogéneo, en lo relativo a la consideración y el tratamiento del paisaje en
los documentos analizados, sino que por el contrario se puede constatar la existencia de
diferentes niveles de atención a los aspectos paisajísticos, que van desde el escaso interés y
la práctica ausencia de contenidos de paisajísticos en algunos Programas, hasta la presencia
de conceptualizaciones elaboradas sobre el paisaje y el análisis detallado y complejo del
mismo en otros.
En el sentido indicado, existe un destacable número de documentos de planificación
turística (casi un tercio de los analizados) que ofrecen escasas referencias y contenidos
paisajísticos. En estos documentos la conceptualización y la teorización sobre el paisaje es
inexistente, mientras que el propio término paisaje aparece explícitamente en pocas
ocasiones, cuando no se intuye de manera implícita tras descripciones muy generales y
obvias del territorio.
En un segundo nivel de atención o de interés por los aspectos paisajísticos se encuentran
aquellos Programas cuyos contenidos de esa naturaleza se reducen a un enfoque o
tratamiento descriptivo del paisaje. La mitad de los instrumentos analizados presentan
contenidos paisajísticos en un sentido fundamentalmente descriptivo, o dicho de otra
forma, sus referencias paisajísticas se centran básicamente en la descripción del paisaje de
la zona objeto del plan.
Sólo en contadas ocasiones se observa una consideración y un tratamiento más profundo
del paisaje, ya sea a través del análisis detallado del mismo (realización de estudios de
paisaje), ya sea a través de una conceptualización elaborada sobre el mismo próxima a los
planteamientos de la Convención Europea del Paisaje (formulada en el año 2000 y
ratificada por España en 2008).
Figura 4. Niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los documentos de
planificación turística analizados
1º Nivel
Planes con inexistentes o escasas referencias y contenidos paisajísticos
Villas Termales Andalucía, Turismo Náutico Bahía de Cádiz, Poniente
Almeriense, Sierra Sur de Jaén, Altiplano de Granada, Ciudades Medias
Centro de Andalucía
2º Nivel
Planes con un enfoque o tratamiento principalmente descriptivo del
paisaje
Sierra Morena, Sierra Mágina, Alcornocales, Sierra de Cádiz, Axarquía,
Comarca de Baza, Poniente Granadino
3º Nivel
Planes con una consideración y tratamiento más profundo del paisaje:
caracterización paisajística detallada/ conceptualización elaborada
sobre el paisaje
Andalucía en Tus Manos, Sierra de las Nieves, Litoral de la Janda, Campiña
de Jerez
Fuente: elaboración propia.
Una vez señalados los diferentes niveles de consideración y tratamiento del paisaje en los
documentos de planificación turística analizados, conviene hacer referencia a los
contenidos paisajísticos que aparecen más habitualmente en los mismos y que constituyen,
si se permite la expresión, el “bagaje paisajístico” de buena parte de los instrumentos de
planificación turística formulados en Andalucía en los últimos años.
1) En primer lugar, y comenzando desde lo más general, en casi la mitad de los
Programas analizados (12 documentos) se destaca el carácter singular, especial o incluso
excepcional del propio paisaje, es decir, del paisaje o los paisajes característicos de la zona
objeto del plan. La importancia de esta consideración va más allá del reconocimiento o la
estima de los valores, las especificidades y el carácter del propio paisaje, para engarzar con
el concepto de “diferenciación” (concepto clave y omnipresente, por cierto, en el Plan
General de Turismo Sostenible de Andalucía, todavía vigente). Así, en múltiples
ocasiones, a las expresiones “paisaje singular”, “especial” o “excepcional”, se une el
término “diferente”, recalcándose que el paisaje es un factor de diferenciación tanto desde
el punto de vista territorial como, más específicamente, desde el punto de vista turístico.
2) Otros contenidos que guardan una estrecha relación entre sí y que aparecen de
forma repetida en muchos de los documentos analizados son las referencias a los “valores
paisajísticos” y a la “riqueza y la diversidad paisajísticas” de los ámbitos territoriales
abordados. En la mitad de los Programas se señala que estos aspectos constituyen un
recurso fundamental del territorio y un elemento clave de atracción del mismo, pudiendo
erigirse en auténticos factores de dinamización socioeconómica a través del desarrollo de
nuevas actividades productivas, en especial las vinculadas a los aprovechamientos
turísticos y recreativos.
3) Profundizando en la última cuestión señalada, algo común a la mayoría de los
Programas es la consideración del paisaje como un recurso turístico y como la base de
determinadas tipologías turísticas que están presentes o que pueden desarrollarse en el
territorio en cuestión. En este sentido, en un buen número de planes la concepción del
paisaje como recurso turístico alcanza cotas muy elevadas, al ser considerado como uno de
los principales valores del territorio de cara a su desarrollo turístico, cuando no el más
importante.
Esos planteamientos se concretan en un buen número de Programas (15 documentos) en la
identificación de recursos o el establecimiento de inventarios (en su mayoría de
equipamientos de uso público) que permitan el disfrute y/o la interpretación del paisaje:
caso de los miradores para la observación y la “lectura” del paisaje, o caso de los senderos,
las vías verdes y otro tipo de caminos como base para la creación de rutas, por señalar los
elementos con mayor presencia en los documentos analizados.
Figura 5. Principales contenidos paisajísticos de los documentos analizados
Fuente: elaboración propia.
4) Por otra parte, no debe olvidarse la referencia expresa que aparece en muchos
Programas (al menos en 9) a la necesidad de fomentar tipologías turísticas concretas que
tienen su base de forma más o menos directa en los valores paisajísticos del territorio, caso
del turismo de naturaleza, el turismo rural, el turismo minero o el turismo activo
(senderismo, cicloturismo, turismo ecuestre, etc.). En definitiva, lo que se quiere transmitir
es que el paisaje es elemento imprescindible para el diseño de nuevos productos turísticos,
algunos de ellos todavía no implantados en muchos de los ámbitos analizados y para los
que el paisaje se erige en el principal factor de generación de los mismos.
5) Otro aspecto que merece especial atención y que aparece de forma expresa en
algunos documentos es la concepción del paisaje como un factor de calidad del destino
turístico y que incide claramente sobre la competitividad del mismo. Con ello se da un
paso más en la consideración del paisaje en relación con la actividad turística, al atribuirle
un papel clave en la experiencia turística y en la satisfacción de los visitantes.
En este sentido, en muchos documentos se señala que el paisaje constituye una importante
motivación para los visitantes, tanto turistas como excursionistas, llegando en algunos
casos a ser la motivación más relevante para la elección del destino. Esta afirmación suele
acompañarse de datos estadísticos y otro tipo de valoraciones derivadas de la realización
de encuestas a visitantes, en las que el paisaje aparece como uno de los elementos más
apreciados de los diferentes destinos.
6) Hasta el momento, el grueso de las referencias y los contenidos paisajísticos a
los que se ha hecho alusión en este epígrafe están relacionados con los paisajes de
dominante natural, rural o minero, mayoritarios en los ámbitos abordados por los
documentos analizados. Pero esto no significa que no existan referencias a otro tipo de
paisajes, como por ejemplo los urbanos, aunque aparezcan de una forma menos
generalizada. En este sentido, las referencias al paisaje urbano se centran principalmente en
la necesidad de respetar y proteger los valores paisajísticos de los hitos y los conjuntos
monumentales, además de los de la arquitectura y el urbanismo tradicionales, frente a los
impactos que pudieran producir las nuevas actuaciones y desarrollos urbanísticos.
La atención al paisaje en el apartado propositivo de los documentos: la dedicación
financiera a acciones vinculadas al paisaje
Tras analizar la consideración y el tratamiento que se hace del paisaje en los apartados de
información y diagnóstico de los Programas analizados, procede ahora evaluar la atención
y la dedicación real prestada a los aspectos paisajísticos en los mismos, lo cual se deducirá
de las propuestas concretas que se formulen en los documentos y, sobre todo, de la
asignación financiera a los distintos tipos de acción y sus proyectos asociados.
Para ello, se va a tomar como punto de partida el peso económico que tiene el conjunto de
acciones y proyectos relacionados directamente con el paisaje en los distintos Programas
analizados (figura 6), para continuar después con el análisis diferenciado de los diversos
tipos de acción de carácter paisajístico a las que se dedican recursos financieros por parte
de los planes (figura 7).
De los datos que se exponen en la figura 6 se extrae, como primera evidencia, que una
elevada proporción de Programas dedica una importante asignación financiera a acciones y
proyectos relacionados directamente con el paisaje, tal y como se deduce del hecho de que
18 documentos (casi el 60% de los mismos) destine más del 20% de su presupuesto a este
tipo de acciones (por encima del 17,6% empleado por el conjunto total de los planes).
Figura 6. Significación económica de las acciones y proyectos relacionados
directamente con el paisaje en los documentos analizados
Programa
Vía Verde de la Sierra
Sierra de Cádiz
Altiplano Granada. Pais. Trogl.
Sierra Morena
Poniente Almeriense
Poniente Granadino
Conjuntos Históricos Andalucía
Comarca de Baza
Los Alcornocales
Vega del Guadalquivir
Subbética Cordobesa
Costa Occidental de Huelva
Sierra de las Nieves
Litoral de la Janda
Úbeda y Baeza
Campiña de Jerez
Ruta del Tempranillo
Sierra Mágina
La Axarquía
Ciudades Medias Centro Andal.
Faja Pirítica Suroeste Penins.
Valle del Guadalquivir
Doñana
Sierra Sur de Jaén
Costa Tropical Granada
Los Pedroches
Paisajes Mineros de Jaén
Andalucía en Tus Manos
Villas Termales Andalucía
Guadalquivir a Caballo
Turismo Náutico Bahía Cádiz
Total
Presupuesto total
del Programa
(euros)
Presupuesto dedicado
a acciones y proyectos
paisajísticos (euros)
2.450.000
7.707.000
23.158.000
17.323.000
42.377.000
9.632.000
14.516.000
10.793.000
16.620.000
35.000.000
23.800.000
16.032.000
8.125.000
15.925.000
56.258.000
10.021.000
12.000.000
11.330.000
168.807.000
24.450.000
42.000.000
14.171.000
21.961.000
4.900.000
120.100.000
18.023.000
5.000.000
11.417.427
128.530.000
16.877.000
10.500.000
919.803.427
1.800.000
4.045.717
11.692.820
7.431.501
16.991.972
3.597.000
5.041.000
2.987.340
4.333.334
8.625.115
5.836.267
3.872.000
1.925.000
3.650.000
11.813.000
2.100.000
2.450.000
2.298.000
33.535.438
3.955.000
6.486.476
1.795.273
2.672.000
448.000
10.856.000
1.061.021
125.000
113.000
300.000
0
0
161.837.274
% sobre el
presupuesto
total
73,47
52,49
50,49
42,90
40,10
37,34
34,73
27,68
26,07
24,64
24,52
24,15
23,69
22,92
21,00
20,96
20,42
20,28
19,87
16,18
15,44
12,67
12,17
9,14
9,04
5,89
2,50
0,99
0,23
0,00
0,00
17,59
Fuente: elaboración propia a partir de los Programas analizados.
En muchos de esos casos se pone de relieve que la dedicación financiera a acciones y
proyectos paisajísticos supera a la consideración y el tratamiento otorgado al paisaje en los
apartados de información y diagnóstico, detectándose un importante desajuste entre el
tratamiento teórico y analítico del paisaje en los documentos (escaso) y el nivel de la
asignación financiera a las propuestas de carácter paisajístico (elevado).
En el extremo opuesto al que acaba de señalarse estarían los Programas que a pesar de
contar con una conceptualización rica en relación con el paisaje, con una caracterización
detallada del mismo o con un reconocimiento de sus valores singulares, dedican escasos
recursos financieros a acciones paisajísticas. En estos casos resulta evidente que, a pesar
del discurso existente en los documentos, el compromiso real con el paisaje es bastante
escaso (con asignaciones financieras por debajo del 15%).
Por último, en una situación intermedia, se encontrarían los Programas en los que la
dedicación financiera a acciones paisajísticas resulta acorde con el tratamiento que se hace
del paisaje en los capítulos de información y diagnóstico del documento. Tal es el caso de
los Programas en los que el tratamiento teórico del paisaje adopta un enfoque que combina
la descripción y el reconocimiento de los principales valores paisajísticos del ámbito (nivel
medio de consideración, véase figura 4), mientras que la dedicación financiera a acciones
directamente relacionadas con el paisaje se sitúa entre el 20 y el 25% del total del
presupuesto del Programa (nivel medio de inversión, véase figura 6).
En lo relativo al análisis pormenorizado de los distintos tipos de acción vinculadas al
paisaje a las que se dedican recursos financieros por parte de los Programas (figura 7), se
pueden extraer las siguientes consideraciones:
1) En primer lugar se observa cómo la acción y los proyectos de índole paisajístico
a los que se dedican mayores recursos financieros en los Programas son los que se orientan
al “embellecimiento de los entornos y los accesos a los recursos de interés turístico”
(acción c.1. según la normativa reguladora de la Estrategia de Turismo Sostenible de
Andalucía, que es la que determina los tipos de acciones subvencionables para los
Programas analizados). Dicho capítulo acapara más del 50% del montante económico
dedicado a acciones paisajísticas y casi un 10% del presupuesto total del conjunto de los
Programas.
El epígrafe señalado incluye actuaciones y proyectos diversos que van desde el
acondicionamiento y la mejora de las vías de acceso e interiores de los núcleos, hasta la
recuperación de elementos propios de la arquitectura y el urbanismo tradicional, pasando
por la iluminación de edificios y entornos urbanos, la eliminación de cableado o el
soterramiento de contenedores.
2) En segundo lugar, por orden de importancia financiera, habría que hacer
referencia al capítulo dedicado a la “implantación de rutas turísticas” (acción a.3. según la
normativa antes referida), con un montante global superior a los 25 millones de euros (el
16% del presupuesto destinado a acciones directamente relacionadas con el paisaje).
Se trata de un tipo de acción dirigida a la creación de productos turísticos
consistentes en itinerarios que se articulan en torno a recursos de interés natural, histórico,
cultural o de otro tipo, y que en general conllevan la lectura o interpretación del paisaje en
el que se insertan, ya sea éste de carácter natural, rural o urbano. Casi todos los Programas
dedican recursos financieros al diseño, implantación y puesta en valor de rutas turísticas en
mayor o menor medida.
Figura 7. Significación económica de los tipos de acción relacionados directamente
con el paisaje y financiables por la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía
Tipo de acción
Embellecimiento de los
entornos y accesos a los
recursos de interés turístico
Implantación de rutas
turísticas
Recuperación y tratamiento
paisajístico
Creación y recuperación de
miradores paisajísticos
Puesta en valor de vías
verdes
Establecimiento y mejora de
los sistemas de señalización
turística
Total
Inversión total
en euros
Participación en el
presupuesto dedicado a
acciones paisajísticas (%)
Participación en el
presupuesto total de los
planes (%)
87.372.994
53,99
9,50
25.668.037
15,86
2,79
16.832.125
10,40
1,83
11.612.421
7,18
1,26
11.590.542
7,16
1,26
8.761.155
5,41
0,95
161.837.274
100,00
17,59
Fuente: elaboración propia a partir de los planes analizados.
3) El tercer tipo de acción relacionada directamente con el paisaje a la que se
dedican mayores recursos financieros en el apartado propositivo de los Programas es la
denominada “recuperación y tratamiento paisajístico” (acción c.5), una de las dos que
incluye expresamente en su título el término paisaje. En total se destina a ello casi 17
millones de euros, más del 10% del total dedicado a acciones paisajísticas en los planes.
Se trata de la acción que presenta una delimitación menos precisa de las 6
relacionadas directamente con el paisaje (véase figura 7), ya que bajo el título señalado
cabe un sinfín de actuaciones muy diversas, en definitiva cualquier proyecto de carácter
paisajístico que no encaje o que no esté contemplado en el resto de acciones, las cuales
están más claramente definidas en cuanto a sus contenidos.
Del análisis de los Programas se deduce un panorama muy heterogéneo en cuanto a
los tipos de proyectos propuestos en el marco de esta acción, contemplándose actuaciones
muy variadas dirigidas a la creación o la mejora de áreas recreativas y de ocio, parques
periurbanos, anillos y corredores verdes, jardines y parques urbanos, paseos marítimos,
paseos fluviales, áreas degradadas en el entorno de espacios naturales o núcleos urbanos,
etc.
4) Otro tipo de acción a la que se dedica una cuota importante de los recursos
financieros destinados a actuaciones vinculadas al paisaje es la orientada a la “creación y
recuperación de miradores paisajísticos” (acción c.4), con un volumen de inversión global
cercano a los 12 millones de euros (el 7,2% del presupuesto total dedicado a acciones
paisajísticas).
El objetivo de esta línea de actuación está claramente definido en su propia
denominación y se dirige tanto a la creación de nuevos miradores paisajísticos, como a la
recuperación, adecuación y mejora de los ya existentes. La mayoría de los Programas
analizados contempla alguna propuesta de este tipo.
5) La acción denominada “puesta en valor de vías verdes” (acción a.5) es otra de las
que tiene unas implicaciones paisajísticas más claras, ya que supone la recuperación y el
acondicionamiento de los antiguos trazados de ferrocarril (y de otro tipo de caminos) de
cara a su reaprovechamiento a través de usos deportivos, recreativos, didácticos y
turísticos. En total se dedican 11,6 millones de euros a esta acción en los documentos
analizados, el 7,2% del presupuesto empleado en acciones paisajísticas.
6) Finalmente, el último tipo de acción destacable en virtud de su importancia
financiera es la que se orienta al “establecimiento y mejora del sistema de señalización
turística” (acción c.2), a la que se dedican 8,8 millones de euros, el 5,4 del total de
presupuesto destinado a acciones relacionadas con el paisaje. Casi todos los Programas
dedican recursos económicos a este capítulo, al observarse problemas comunes en la
mayoría de los ámbitos objeto de planificación, como la señalización inexistente o
insuficiente, la falta de homogeneidad en términos de diseño, la existencia de una
señalización que induce a confusión, el impacto visual de la misma, etc.
CONCLUSIONES
Las principales conclusiones obtenidas tras la realización de la investigación han sido las
siguientes:
- Desde el punto de vista metodológico, se constata que, pese a las dificultades
inherentes a la escasa concreción con la que el concepto de paisaje es aún utilizado en el
ámbito de la planificación, con una metodología como la aquí utilizada es posible llegar a
conclusiones de interés acerca de cómo está siendo incorporado el paisaje en las distintas
fases de la planificación turística: niveles de tratamiento, enfoques empleados, contenidos
temáticos preferentes, entidad de los recursos financieros dedicados, y tipología de las
acciones concretas propuestas.
- Así, en lo que respecta al tratamiento del paisaje en los apartados de información
y diagnóstico de los documentos analizados, se observa cómo existen tres tipos de planes
en función del nivel de consideración del paisaje: los que prestan una escasa atención al
paisaje o que incluso no lo contemplan en sus contenidos (un grupo significativo de los
Programas); los que tienen un enfoque principalmente descriptivo del paisaje (la mayoría);
y los que incorporan una conceptualización y/o una caracterización detallada del paisaje
(una minoría).
- Además, también se observa la existencia de unos contenidos temáticos
preferentes o que se repiten de manera habitual en los documentos, cuales son: la
identificación de los principales valores paisajísticos del territorio; el reconocimiento del
carácter singular o diferencial de determinados paisajes; la concepción del paisaje como
recurso turístico, con la consecuente realización de inventarios y la identificación de
tipologías y productos turísticos a fomentar; la consideración del paisaje como factor de
calidad y competitividad del destino; y la existencia habitual de referencias específicas al
paisaje urbano.
- En lo relativo a los contenidos propositivos de los documentos, se extrae como
primera conclusión que buena parte de los Programas dedica una elevada proporción de su
presupuesto a acciones y proyectos vinculados con el paisaje (más del 20% del presupuesto
en el caso de 18 planes), lo cual en muchos casos está por encima de la consideración
otorgada al paisaje en sus apartados de información y diagnóstico.
Esto puede deberse a la existencia de una atención no consciente o no reflexionada
sobre el paisaje, es decir, no basada en elaboraciones teóricas ni en la asunción de políticas
recientes como la de paisaje, sino que se explicaría por la inercia derivada de la aplicación
de políticas de larga tradición y muy consolidadas, como por ejemplo la de rehabilitación
urbana (que históricamente ha incluido actuaciones de recuperación, adecentamiento,
reequipamiento, iluminación, etc., con una clarísima incidencia paisajística).
- Como muestra de lo que acaba de señalarse, y en lo que se refiere a las acciones
concretas vinculadas al paisaje a las que se dedican mayores recursos financieros en los
planes, destaca por encima de todas la orientada al “embellecimiento de entornos y accesos
a los recursos de interés turístico” (con más del 50% del presupuesto dedicado a acciones
de carácter paisajístico), seguida de la “implantación de rutas turísticas”, “la recuperación y
el tratamiento paisajístico”, “la creación y recuperación de miradores paisajísticos”, “la
puesta en valor de Vías Verdes” y, finalmente, la acción dedicada al “establecimiento o
mejora de la señalización turística”.
Todas ellas acciones preestablecidas por la administración regional y consideradas
como subvencionables en el marco de la Estrategia de Turismo Sostenible de Andalucía, lo
cual limita las posibilidades de evaluar hasta qué punto existe o no una intencionalidad en
tratar el paisaje y el grado de dicha intencionalidad por parte de los promotores y los
equipos redactores de los Programas.
- Por último, y como conclusión de cara al futuro, parece innegable que la
incorporación del paisaje en la planificación turística es una tendencia irreversible a mediolargo plazo, y ello no sólo por el desarrollo legislativo al que se han comprometido los
estados europeos, sino por la propia necesidad intrínseca del sector turístico, que no puede
ignorar la trascendencia de la calidad paisajística como factor de competitividad de los
destinos en un escenario de creciente competencia entre los mismos.
Esta realidad abre una ventana de oportunidad a la utilización del turismo, en tanto que
demostrado sector generador de rentas y empleos, como gran soporte argumental, junto a
los propios valores patrimoniales, estéticos e identitarios del paisaje, para la adopción de
políticas públicas que promuevan la conservación y mejora de la calidad paisajística de los
territorios.
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El Proyecto de Investigación “Gobernanza territorial y conformación espacial de destinos turísticos.
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financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, en el marco del Plan Nacional de I+D+i 2008-2011.
APROXIMACIÓN A LA DIMENSIÓN TURÍSTICA DEL PAISAJE
DEL OLIVAR EN EL SISTEMA TERRITORIAL ESPAÑOL
Libertad Troitiño Torralba
Departamento de Geografía Humana
Universidad Complutense de Madrid
[email protected]
RESUMEN
La dinámica económica y los cambios estructurales de los territorios han perfilado a lo largo
de la historia diferentes unidades de paisaje. Cada una de ellas, responde a unos valores y
criterios de autenticidad y singularidad específicos, reflejo de la huella de actividades
económicas tradicionales, que en la actualidad están actuando como referentes simbólicos
y culturales para las sociedades locales actuales (Convenio Europeo del Paisaje, 2000).En
este sentido, el paisaje del olivar en nuestro país, es uno de los más representativos, no
sólo por su extensión sino también por sus repercusiones culturales y socioeconómicas. El
cultivo y la gestión de los Paisajes de los Olivos es la principal fuente de empleo y
actividad económica de muchas de nuestras regiones. La decadencia de las actividades
agropecuarias clásicas ha derivado en la inclusión de otro tipo de usos y
aprovechamientos, como es el turístico, que contribuyen a complementar y a reimpulsar
las economías locales, con las complejidades, problemáticas y oportunidades que ello
conlleva.
La presente comunicación tiene como objetivo evidenciar la necesidad de considerar el
paisaje del olivar como pieza clave del sistema turístico territorial en nuestro país[1],
planteándose una serie de reflexiones y puntos de partida que contribuyan a definir una
metodología aplicada que permita valorar la dimensión turística del paisaje del olivar.
Los resultados contemplados son los primeros avances obtenidos en una primera fase del
“Estudio temático comparativo para el Plan Nacional de Paisaje: Los Paisajes del Olivo
en España”, impulsado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España.
Palabras clave: Territorio, Paisaje, Olivar, Patrimonio, Turismo, funcionalidad.
ABSTRACT
Economic dynamics and structural changes of the territories defined throughout history
different landscapes. Each responds to values and specific criteria of authenticity and
uniqueness, reflecting the imprint of traditional economic activities, which are currently
acting as symbolic and cultural references for current local societies (European
Landscape Convention, 2000). In this sense, the landscape of olive groves in Spain, is one
of the most representative, not only for its size but also for its cultural and socioeconomic
impacts. Farming and Landscape Management of Olives is the main source of employment
and economic activity in many of our regions. However, in others, the decline of the
traditional agricultural activities has led to the inclusion of uses and other uses, such as
tourism, which contribute to complement and reinvigorate local economies. This
communication aims to highlight the need to consider the landscape of olive groves as a
key territorial tourism system in our country, considering a number of ideas and starting
points to help define an applied methodology to assess the tourism dimension of landscape
olive. The results are first referred to progress made in the first phase of "comparative
thematic study for the National Plan of Landscape: The Landscape of the Olive in Spain",
promoted by the Institute of Cultural Heritage of Spain.
Keywords: Territory, Landscape, Olive, Heritage, Functionality, Tourism.
PAISAJES
CULTURALES:
PIEZAS
SINGULARES
DEL
SISTEMA
PATRIMONIAL TERRITORIAL
La lectura e interpretación del paisaje es clave para conocer las transformaciones que ha
ido experimentando el territorio a lo largo de la historia. Las huellas de actividades
económicas tradicionales asociadas a la agricultura, a la ganadería, o a la explotación
maderera, han modelado estos escenarios físicos, que hoy en día, actúan como referentes
simbólicos y culturales para las sociedades locales.
El Convenio Europeo del Paisaje (CEP), firmado en Florencia en el año 2000 por el
Consejo de Europa, y ratificado por nuestro país en 2007, recoge que “el paisaje
desempeña un papel importante de interés general en los campos cultural, ecológico,
medioambiental y social, y que constituye un recurso favorable para la actividad
económica”…“es un elemento importante de la calidad de vida de las poblaciones en todas
partes: en los medios urbanos y rurales, en las zonas degradadas y de gran calidad, en los
espacios de reconocida belleza excepcional y en los más cotidianos”. Sin duda, los
paisajes, en sus diversas tipologías y manifestaciones, se están enfrentando a profundos
cambios sociales y funcionales, que implican a su vez la conformación de realidades
territoriales complejas, donde conviven viejas y nuevas funciones (TROITIÑO VINUESA;
TROITIÑO TORRALBA, 2010).
Tomando de referencia el CEP, en España se demanda la puesta en marcha de un
instrumento que salvaguarde los valores paisajísticos de nuestra geografía. El Plan
Nacional de Paisaje Cultural, elaborado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España,
dependiente de la Dirección de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte indica en su memoria, “la diversidad y los muchos valores
culturales que albergan los paisajes de España, la demanda social en aumento de paisajes
de calidad y la creciente incorporación del patrimonio paisajístico a las estrategias de
desarrollo turístico y territorial, junto a la propia complejidad de gestión del paisaje, y a la
vulnerabilidad y amenazas a las que algunos están sometidos justifican un Plan Nacional
de Paisaje Cultural que arbitre mecanismos apropiados para su salvaguarda y
transformación coherente, con todas las cautelas que su fragilidad y valores requieran”.
Uno de los objetivos prioritarios de este tipo de documento, debe encaminarse hacia el
diseño de una estrategia innovadora en materia de conservación y gestión activa del
paisaje, dónde se tengan muy presentes los aspectos funcionales, pues el buen uso del
patrimonio es clave para su preservación.
Cuadro 1. Acciones contempladas por el Plan Nacional de Paisajes Culturales
La elaboración y puesta en marcha del Plan Nacional de Paisajes Culturales responde al
compromiso de una política activa en materia de paisaje y, en definitiva puede contribuir a:
 Una mejor y mayor consideración de los valores naturales, ecológicos, ambientales,
culturales y económicos de los paisajes españoles, al identificar los paisajes culturales,
así como su relación con los usos del territorio.
 Al reconocimiento del carácter jurídico del paisaje, tanto como derecho como deber,
como base para implicar a los distintos niveles de la administración, a los sectores de
actividad y a los grupos sociales en la valoración, mantenimiento y mejora de los paisajes
culturales.
 La introducción de los paisajes culturales en la educación y la formación de expertos y
técnicos.
 La sensibilización de la población y la participación pública en relación con los valores
colectivos del territorio y del paisaje cultural; así como la concertación social y
económica. Todo ello desde la oportunidad para una mejor gestión del territorio más
integrada y con mayor participación social.
 La concertación administrativa.
 La incorporación y tratamiento de los paisajes culturales a las políticas sectoriales.
 La cooperación europea e internacional en la materia.
Fuente: Plan Nacional de Paisajes Culturales. IPCE. Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. Ministerio de
Cultura, Educación y Deporte. 2002
Es evidente la revalorización cultural y simbólica que ha experimentado en las últimas dos
décadas el paisaje; este actúa como el rostro del territorio, mostrando sus cualidades y
potencialidades, lo cual ha propiciado su conversión en un foco de atracción desde una
perspectiva turística, asumiendo así el paisaje su condición de recurso productivo
(TROITIÑO VINUESA; TROITIÑO TORRALBA, 2010).
Los paisajes de interés cultural acumulan no solo valores históricos, también de otras
magnitudes, tales como estéticos, ambientales, sociales y también económicos. Respecto a
los cuatro primeros, su percepción es más evidente, sin embargo, ¿cómo cuantificamos o
identificamos el valor económico de un paisaje? En este sentido, el Observatorio del
Paisaje de Cataluña definía a éste último, como “la capacidad de un paisaje para
proporcionar beneficios económicos, convirtiendo sus elementos en recursos productivos”.
Por lo tanto, podríamos hablar de Paisaje Cultural, como aquella unidad territorial, de
singular relevancia, acorde a sus valores patrimoniales materiales o inmateriales, ya sean
de índole histórica, estética, religiosa y simbólica, sociocultural, económica o productiva,
resultado de la interrelación del hombre y la naturaleza.
Además, el paisaje debe entenderse, no como una pieza inerte sino como un resultado
dinámico, impregnado del carácter de la sociedad que lo habita, que a lo largo de los años,
lo ha ido dotando de identidad propia. Por lo tanto, la conservación de las características
esenciales debe asegurarse mediante una gestión adaptada a la contemporaneidad que, por
un lado, contribuya al desarrollo local, y de otro, favorezca el reconocimiento de la
capacidad del paisaje para proporcionar beneficios económicos (TROITIÑO, 2003).
Los paisajes culturales tienen que prepararse para integrar funcionalidades emergentes, sean
agrarias, turísticas o culturales, siendo necesario evaluar el impacto de iniciativas o
proyectos novedosos. Su conservación y gestión, más allá de los necesarios instrumentos
de protección, requiere establecer estrechas conexiones entre las dimensiones
constructivas, medioambientales, funcionales y sociales. La recuperación y reutilización
productiva del paisaje, en el marco del reforzamiento de su papel en la calidad de vida, tal
como propugna el Convenio Europeo del Paisaje (Florencia, 2000), o como recurso turístico,
requiere superar los enfoques patrimoniales estáticos.
El concepto de paisaje de interés cultural, bien instrumentado, contribuye en la definición de
planteamientos y metodologías de conservación más eficaces, ya que las medidas enfocadas
al aislamiento o a la protección física pasiva no están resultando exitosas. Se abre la
oportunidad de plantear con perspectivas más amplias y complejas la cuestión de las
interdependencias, tanto funcionales como paisajísticas, entre las distintas piezas de los
tejidos urbanos y territoriales. En cualquier caso, será necesario, en el marco de una
perspectiva dinámica, no sólo considerar las características definidoras, valores, autenticidad,
etc., de las diversas tipologías de paisajes, sino también identificar sus atractivos y niveles de
funcionalidad turística.
La inserción equilibrada del turismo requiere asumir la singularidad física, simbólica y
funcional de los diferentes paisajes y, en el momento de adecuarlos para las nuevas funciones,
no pedir más de los estos pueden y deben dar, pues se trata de recursos frágiles y que por sus
valores y reconocido interés cultural están bajo la tutela pública o colectiva. Los paisajes de
interés cultural, con atractivo cultural y turístico, son un recurso escaso y frágil que hay que
manejar con precaución.
La función turística tiene cada día mayor presencia en nuestros paisajes y ello, si bien plantea
nuevos problemas, como se evidencia al recorrer nuestro país, también ofrece oportunidades
de desarrollo. Las potencialidades que brinda el paisaje en clave de recurso turístico,
permitirán el enriquecimiento de la lectura territorial que el visitante obtiene en la actualidad,
habitualmente bastante superficial, promoviendo experiencias dinámicas y positivas que
contribuyan a la difusión y reconocimiento social de los valores intrínsecos del territorio, tal
como se propugna en Carta de Turismo Cultural de ICOMOS (1999). Lograr estos preceptos,
requiere de una integración plena de la dimensión turística en las prácticas técnicas y
administrativas de protección, conservación y gestión del paisaje.
Los cambios funcionales, sociales y culturales se manifiestan en el paisaje con intervenciones
de signo diverso. Su interpretación requiere de una visión dinámica y global, pero sin olvidar
las especificidades de cada tipología de paisaje (bien sea centro histórico, paisaje rural,
yacimiento arqueológico…) pues ahí radica uno de los pilares de su valor excepcional y una
de las claves de la autenticidad, así como también de su atractivo turístico. La singularidad y
el atractivo son aspectos fundamentales a la hora de integrar los paisajes en el marco de
destinos o proyectos culturales.
Las intervenciones en el paisaje deberían considerar, de forma interrelacionada, estudios
previos de funcionalidad y de integración paisajística. La intervención, en el caso de ser
necesaria, nunca puede olvidar que se desarrolla en lugares cuyos valores e identidades están
relacionados con modelos históricos de configuración y evolución creativos. Tal como se
resalta en la Estrategia Territorial Europea (1999), tan importante es la protección como
controlar o guiar de manera inteligente los procesos de cambio; es más, sin este control
realmente es imposible una conservación realmente efectiva.
Hacer frente a los riesgos de la turistización, requiere apostar por la multifuncionalidad e
impulsar medidas orientadas a impedir los monocultivos, ya sean turísticos o culturales, así
como a frenar intervenciones urbanísticas o infraestructurales que, impulsadas por intereses
económicos, puedan poner en marcha desajustes funcionales, sociales y paisajísticos. Los
paisajes tienen que ser atractivos, primero para habitar y, en segundo lugar, para visitar.
Para que las intervenciones físicas y funcionales sirvan realmente para mejorar la calidad de
vida, adaptando los usos sin comprometer los valores de las tramas paisajísticas, se requiere
superar la protección visual del paisaje y abordar la rehabilitación y gestión integrada de las
dimensiones físicas, funcionales y sociales. Esto requiere superar los no pocos desencuentros
entre las políticas y modelos de gestión urbanísticos, patrimoniales y turísticos. La toma de
decisiones relativas a las acciones en el paisaje requiere tener muy presente, además de los
aspectos históricos y culturales, las cuestiones funcionales y las diversas realidades sociales
donde se insertan. Para una adecuada interpretación de las dinámicas es fundamental
comprender el sentido y el carácter de los paisajes, sometidos éstos a cambios constantes a lo
largo del tiempo. En este sentido, tener una visión integrada y territorial del paisaje será clave
para superar los problemas relacionados con las metodologías de aislamiento y situarlo,
coherentemente, dentro de los sistemas patrimoniales territoriales. Esta integración en el
marco de proyectos territoriales ayudará a afrontar las cuestiones relacionadas con la presión
y la congestión turística. La visión dinámica de los paisajes, así como la integración de
pasado, presente y futuro (VITALI, 1999), abren un marco de reflexión y debate que permite
el diálogo entre los diversos agentes implicados en la conservación y la gestión de los
paisajes.
El paisaje, hoy en día, se ha convertido en un recurso turístico (ESPEJO, 2011), un capital y
un activo territorial que puede utilizarse responsablemente como factor de desarrollo local y
social. Las intervenciones, cuando sean necesarias, deben estar al servicio de un proyecto
territorial construido alrededor de los valores e identidades del paisaje. Esto no debería
impedir la modernización y, en su caso, la integración de los paisajes y herencias del pasado
en los territorios del presente.
Las intervenciones en el paisaje requieren de procesos de planificación que incorporen
estudios que evalúen los posibles impactos que puedan inferir sobre el territorio, sean
culturales, visuales, funcionales, o sociales. En esta línea, es necesario impulsar estudios de
capacidad de acogida (física, social, económica) que, mediante medidas directas o indirectas,
puedan poner límites al desarrollo turístico en las unidades paisajísticas. Como ocurre con los
elementos monumentales, no todos, son susceptibles de asumir el proceso de transformación
de recurso a producto turístico; la asunción de una nueva actividad, como es la turística, por
parte del territorio, debe contemplarse evitando la puesta en riesgo de los valores, el
equilibrio, la autenticidad y singularidad, que han actuados como polos o focos de atracción o
de interés para el visitante. La estimación de unos umbrales de presión turística, la
consideración de una serie de variables en el tiempo y, aplicables a los paisajes, permitirá
evaluar cuando los costes de la conservación podrían ser superiores a los beneficios que el
turismo pudiera aportar.
La integración del turismo en las políticas de conservación y gestión del paisajes, ya sea en
catálogos, directrices, cartas y planes de gestión de paisajes, permitirá enriquecerlas y
cualificarlas. Sin embargo, hay que ser conscientes que la integración del turismo en los
planes de gestión es un desafío complejo que requerirá de la elaboración de directrices
específicas en cada tipología de paisajes.
LA INSERCIÓN DE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA EN EL PAISAJE DEL OLIVAR
ESPAÑOL
En la dinámica económica y en los cambios estructurales de los paisajes hay que resaltar el
protagonismo reforzado que está adquiriendo el turismo, con efectos de signo diverso a nivel
morfológico, funcional, social y paisajístico. Esta realidad es también perceptible en los
paisajes del olivar. Las actividades tradicionales asociadas al cultivo y explotación olivarera
se vienen complementando en los últimos años con la actividad turística (MOLINA;
QUESADA; RUIZ, 2011). Esta nueva función ofrece una serie de oportunidades de cara, no
solo al desarrollo económico-social, si no también orientadas a la conservación de las
instalaciones e infraestructuras vinculadas a las explotaciones más longevas, ya en desuso.
Cuadro 2. Efectos derivados de la actividad turística en el paisaje del olivar español
Debilidades
Amenazas
 Estacionalidad de la campaña de recolección.
 Deterioro de las instalaciones de las
cooperativas almazaras por excesivo tráfico
 Aumento de precio del producto.
humano.
 Costes de oportunidad debidos a la asignación

Deficiencias en la diversificación de la oferta
de recursos al turismo.
turística en la cooperativa almazara.
 Distorsión o debilitamiento de actividades
tradicionales en el proceso productivo del  Mercantilización de las manifestaciones
culturales locales.
aceite de oliva.
 Conflicto de intereses entre los productores  Pérdida del significado de los valores locales
y cambios irreversibles en la forma de vida.
y los turistas.
 Incremento de gastos en las cooperativas
almazaras en mantenimiento.
Fortalezas
Oportunidades
 Conservación de infraestructuras y puesta en  Enriquecimiento por el intercambio cultural
valor del patrimonio histórico-cultural del
entre productores directos y visitantes.
aceite de oliva.
 Crecimiento de la renta media en la localidad.
 Revitalización de formas de arte tradicional:  Incremento de la inversión pública en
Artesanía.
infraestructuras.
 Reactivación y desarrollo de tradiciones  Mayor recaudación de impuestos locales.
locales, fiestas etnográficas basadas en el  Estímulo de emprendimiento empresarial en el
patrimonio olivarero.
ámbito turístico.
 Beneficios indirectos para los productores de 
Reinversión de beneficios en
aceite de oliva y para el resto pobladores
otros sectores para complementar la oferta.
locales.
Fuente: Molina; Quesada; Ruiz, 2011
El turismo, sin duda, se ha convertido en un fenómeno en expansión en nuestro país, con
notables incidencias a nivel territorial en dos direcciones, como motor de desarrollo y a su
vez como vector de impacto. El turismo es hoy en día un elemento fundamental en la vida
y en la economía de los destinos, y por lo tanto, requiere de toda un serie de medidas y
estrategias de control e intervención, así como de una adecuada gestión, tanto por parte de
los agentes públicos como de los privados.
El patrimonio en sus múltiples dimensiones, entre la que se encuentra la paisajística, actúa
como reclamo turístico. La puesta en valor del paisaje del olivar favorece el intercambio
cultural y posibilita experiencias vitales tanto para el visitante como para el propietario.
Los esfuerzos por convertirse en producto turístico, deben entenderse, además de una
fórmula complementaria de negocio, como una fuerza positiva para la conservación y un
factor de desarrollo. El recurso paisajístico del olivar en España, se distribuye en una
superficie del orden de los dos millones y medio de hectáreas, equivalente al 25% de la
superficie mundial. La distribución territorial es desigual, Andalucía concentra el 61,1%,
seguida de la Región Centro 13,7%, Extremadura 11%, Zona del Ebro 7,4% y Zona de
Levante 6,8% (MILLÁN; AGUDO; MORALES, 2011). La clave y el reto, desde el punto
de vista turístico, está en conocer o medir cuál es la función turística que puede asumir este
paisaje.
La Carta de Turismo Cultural de ICOMOS (1999) señala el derecho y la responsabilidad,
individual y colectiva de comprender, respetar, valorar y conservar de forma activa el
patrimonio cultural, resaltando al mismo tiempo la interacción dinámica entre turismo y
patrimonio cultural. El paisaje del olivar es, sin duda, un atractivo turístico y, por medio
del turismo, debe aportar beneficios a la comunidad receptora de visitantes. En base a los
criterios establecidos en dicha carta se podrían resaltar seis principios fundamentales que
serían fácilmente trasladables a la realidad patrimonial que nos compete en la presente
investigación (TROITIÑO, 2005):
1º. El turismo es un vehículo de intercambio cultural que brinda oportunidades para la mejor
comprensión de la cultura y el patrimonio de las comunidades anfitrionas asociadas a la
tradición olivarera.
2º. La relación entre los sitios de patrimonio (natural, arquitectónico, etnográfico,
paisajístico…) y el turismo es de naturaleza dinámica y puede implicar valoraciones
encontradas. En función de ello, debe gestionarse de modo sostenible para la actual y para las
futuras generaciones.
3º. La planificación de la conservación y del desarrollo turístico de los paisajes olivareros
debe garantizar que la experiencia del visitante sea satisfactoria y enriquecedora. Hay que
apostar por la calidad y la autenticidad en la presentación de los contenidos y conseguir la
actitud respetuosa del visitante, especialmente en los sitios con significación espiritual.
4º. Las comunidades receptoras deberían implicarse en la planificación y en la gestión tanto
del recurso paisajístico como del turismo. Los deseos y las necesidades de las comunidades
locales son fundamentales a la hora de evaluar las potencialidades y límites en la utilización
turística del patrimonio cultural.
5º. Las actividades turísticas y la conservación del patrimonio deben plantearse de forma que
proporcionen beneficios a la comunidad anfitriona. En este sentido, hay que lograr que una
parte de las rentas que el turismo genera se dediquen a la conservación y a la presentación del
patrimonio.
6º. Los programas de promoción del turismo deben ayudar a proteger y poner en valor las
características del patrimonio vinculado al paisaje del olivar. Esto implica una promoción
realista, orientada a lo auténtico y preocupada por el control y la gestión de los flujos de
visitantes.
En los últimos años hemos asistido a la aparición y creación de nuevas modalidades
turísticas, determinadas no solo por las necesidades y motivaciones de la demanda, sino
también generadas por las propias singularidades y excepcionalidades que ofrecen los
territorios. Desde los términos más genéricos como el turismo cultural, turismo de
naturaleza, turismo rural, a las prácticas más específicas asociadas a un producto concreto,
agroturismo, ecoturismo, enoturismo, micoturismo, orniturismo, y en la última década se
acuña el término “oleoturismo”. Un nuevo concepto manejado para referirse al turismo de
actividades relacionadas con el Aceite de Oliva. Se trata de una alternativa al turismo
tradicional en la que las actividades, visitas, alojamiento, restauración, compras, rutas,
senderismo, relax y en definitiva la difusión de información y cultura gira en torno a un
producto de consumo, el Aceite de Oliva (http://www.esenciadeolivo.es/oleoturismo/).
Numerosas son las experiencias a nivel nacional que están surgiendo entorno a este nuevo
producto, Andalucía, Aragón, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña…Sin embargo,
a pesar la heterogeneidad paisajística que presentan cada una de estas áreas geográficas de
nuestro país y, los cultivos y especies olivareras que en ellas se dan, podría decirse que en
la práctica totalidad de los proyectos convergen una serie de aspectos comunes:
Figura 1. Componentes del sistema turístico territorial- paisaje del olivar
Fuente: Elaboración propia a partir de Fernández Zamora, A. (2005) El olivo y el aceite como base para un producto
turístico.
Cada una de las piezas conforma el paisaje cultural del olivar y, soportan a su vez, el
complejo sistema turístico territorial. El paisaje cultural, por tanto, sirve para identificar y
diferenciar los territorios, al constituir el espacio del pasado y, en gran medida también, la
memoria colectiva de nuestra sociedad. En suma, se trata de un producto histórico/cultural
que contribuye a diferenciar un determinado territorio de otro. Pero, además de referencia
simbólica y cultural, es también una realidad funcional diversa donde el turismo está más o
menos presente.
Uno de los rasgos que otorga identidad y diversidad al paisaje del olivar es su
multifuncionalidad. Su mantenimiento es un reto fundamental para su pervivencia como
realidad social viva, contribuyendo a evitar su conversión en mero decorado. Los paisajes
culturales y, en su caso el del olivar, sin descuidar la protección, tienen que afrontar la
reutilización funcional de su rico y diversificado patrimonio (almazaras, aperos de labranza,
caminos, métodos de cultivo y cosecha, fiestas, folclore, artesanías…)
En la pervivencia de la multifuncionalidad tienen un papel decisivo, por un lado, el
mantenimiento de los usos y actividades tradicionales y, por otro, la inserción de las nuevas
actividades o usos, como es el caso de las culturales, recreativas o turísticas. En este sentido,
las experiencias asociadas al oleoturismo parecen una buena alternativa, como ya lo resultaran
en otros ámbitos geográficos las relacionadas con el enoturismo. Sin embargo, hay que tener
cierta cautela en los procesos de ajuste entre las realidades paisajísticas y las sociofuncionales, pues podrían generarse conflictos de naturaleza diversa:
 Las funciones terciarias amplían su presencia de forma significativa.
 Las agropecuarios, fabriles y artesanales van perdiendo protagonismo.
 La residencial vive situaciones de signo diverso, abandono de núcleos tradicionales y
presión de la residencia secundaria.
 La función turística, si bien impulsa procesos de recuperación, también plantea
desajustes funcionales y sociales;
 La proliferación de equipamientos no siempre se corresponde con las demandas y
necesidades reales de los ciudadanos o de los turistas.
La consideración de la conservación y gestión del paisaje como fuente de riqueza y empleo
abren nuevas vías de actuación donde es necesario trabajar. Su recuperación y reutilización
productiva, en el marco del reforzamiento de las centralidades turísticas, simbólicas y
culturales, requiere, por tanto, de enfoques innovadores.
LA DIMENSIÓN TURÍSTICA DEL PAISAJE DEL OLIVAR ESPAÑOL
Uno de los grandes desafíos que los paisajes olivareros tendrán que afrontar en los próximos
años, será el de prepararse para integrar las emergentes funcionalidades turística,
medioambiental y cultural, que ya incipientemente están apareciendo. Las infraestructuras,
tanto turísticas como culturales, deben dimensionarse de forma correcta para que realmente
sirvan para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y ofrezcan espacios atractivos a los
visitantes.
La valorización del patrimonio y del paisaje constituye una vía de acción tradicional donde se
apuesta por la recuperación de elementos singulares de la cultura material de los pueblos
(yacimientos arqueológicos, haciendas, cortijos, castillos, palacios, monumentos históricos o
edificios singulares, red de caminos, asentamientos, cultivos, etc.) para la ubicación de
infraestructuras o equipamientos culturales, en unos casos, o para sede de nuevos usos, en
otros. Los campos más exitosos han sido, sin duda, la hostelería y los equipamientos
culturales, sin embargo en el campo de los paisajes culturales sigue abierto un amplio campo
para la innovación (viveros de empresas, laboratorios tecnológicos, centros interpretativos,
cooperativas de artesanos...)
Sin duda, hay una fuerte apuesta por la función turística de los campos olivareros. Sin
embargo, su puesta en valor y conversión en producto turístico, no es algo inmediato, sino que
requiere de análisis previos, que definan las estrategias de valorización que los paisajes del
olivar pueden asumir. Proyectos tales como, Oleoturismo 2003-2007 (financiado con fondos
FEDER), o el Programa Europeo de Promoción del Aceite de Oliva 2009-2012
(Organización interprofesional del Aceite de Oliva español; Ministerio de Medio Ambiente
y Medio Rural y Marino; Comisión Europea), definían como uno de sus ejes prioritarios de
actuación, la práctica del oleoturismo, apoyándose en la difusión de los secretos del
ingrediente clave “el aceite” y sus bonanzas. Para ello, se planificaron toda una serie de
actividades culturales, que fueron diseñadas y organizadas por los cerca de 100 museos
dedicados al aceite de oliva que existen en España (http://www.gio.cat).
Cuadro 4.- RUTA MEDITERRÁNEA DEL OLIVAR: Algunas propuestas de actuación.
 Almazaras abiertas, Viejos molinos aceiteros
 Oleotecas y tiendas especializadas, museos del Aceite y Olivo
 Cortijos o viviendas rurales
 Paisajes olivareros singulares
 Olivares ecológicos, Olivos centenarios…
 Fiestas del Aceite, tradiciones populares
 Zonas gastronómicas, denominaciones de Origen, restaurantes con carta de aceites
 Monumentos al olivo y/o aceite
 Ferias comerciales de Aceite de Oliva
 Yacimientos arqueológicos
 Otras industrias relacionadas (cosmética, conserveras, artesanía de maderas….)
Fuente: Proyecto Oleoturismo. Una red europea para la promoción de la cultura del olivo. Aybar León, R. (2005)
A escala nacional, llama la atención, que mientras que el producto turístico sustentado en los
viñedos y vinos españoles, enoturismo, es reconocido como uno de los ejes estratégicos de
actuación del Plan Nacional e Integral del Turismo (http://www.tourspain.es), no se registra
cita alguna del potencial asociado al oleoturismo. Siendo por tanto necesario, seguir
indagando e investigando en las fortalezas y oportunidades que ofrece esta línea novedosa de
producto, más aún, cuando nuestro país es uno de los mayores productores a nivel mundial.
Mayor relevancia adquiere si descendemos a nivel autonómico, provincial e incluso local,
especialmente en aquellos ámbitos donde el olivo es clave en la economía y en el desarrollo
local.
Figura
2:
Portal
web
promocional del producto
basado en el oleoturismo en la
provincia de Jaén. Fuente:
http://www.oleotourjaen.es/
Figura 3: Ejemplo promocional del oleoturismo en Castilla y León.
Fuente: http://destinocastillayleon.es/index/oleoturismo-en-castilla-leon/
No cabe duda que las expectativas que el turismo despierta son muchas, sin embargo hay que
ser conscientes, por un lado, que en la utilización turística del paisaje cultural no todo sirve y,
por otro, que la dinamización económica a partir del turismo no siempre es posible,
especialmente cuando se puedan poner en peligro valores o experiencias de las comunidades
de acogida. Tampoco se puede olvidar que hay paisajes de gran valor y significado cultural
que, sin embargo, no tienen atractivo o funcionalidad turística. En este sentido será necesario,
como paso previo al impulso de estrategias de desarrollo turístico, realizar inventarios que
permitan conocer de forma riguroso el nivel de funcionalidad turística actual o potencial de
las diversas tipologías o categorías de paisajes.
El éxito de un paisaje como destino turístico dependerá tanto de la coordinación de políticas
sectoriales (medioambiente, urbanismo, infraestructuras, ordenación del territorio, cultura,
paisaje, turismo, etc.) como de la formulación explícita de políticas turísticas o culturales. Los
paisajes de interés cultural se enfrentan al reto de aprovechar las oportunidades que el turismo
les brinda para poner en movimiento, de forma responsable, sus recursos y contribuir a
configurar nuevos modelos de desarrollo. Para ello es imprescindible trabajar en varios frentes
y buscar alianzas para incorporar el turismo a la causa de la conservación, algo que implica,
sin duda, un importante cambio cultural y social.
La dimensión turística debe tener un tratamiento diferenciado en el proceso de
identificación, planificación y gestión de los paisajes culturales. Para ello es necesario
dotarse, por un lado, de inventarios de funcionalidad turística y, por otro, disponer siempre
que sea posible de variables que permitan tener un conocimiento real de la situación y
dinámica de las unidades de paisaje definidas. Las expectativas que el turismo y la cultura
despiertan son muchas, sin embargo hay que ser conscientes, por un lado, que no todo el
territorio y patrimonio tiene dimensión turística y, por otro, que la dinamización a partir del
turismo y de los equipamientos o infraestructuras culturales también tiene límites
importantes. Es imprescindible interpretar el turismo en el marco de la dinámica actual de
los territorios y de sus destinos, así como del papel que estos espacios desempeñan en el
marco de las estructuras territoriales del siglo XXI.
Puntos de partida para el análisis integrado de los paisajes del olivar como piezas
claves del sistema turístico territorial
A la hora de analizar la dimensión turística que asume o podría asumir el paisaje del olivar
en nuestro país, es preciso considerar los siguientes puntos de partida y criterios (Grupo de
Investigación “Turismo, Patrimonio y Desarrollo”):
1º El desarrollo turístico sostenible como oportunidad. El desarrollo turístico sostenible
ofrece caminos para conciliar la conservación patrimonial (natural y cultural) con las
nuevas perspectivas económicas y sociales que abre el turismo. Los destinos turísticos, en
sus múltiples tipologías, tienen que lograr la plena integración del turismo en la
economía, en la sociedad y en el territorio, en el marco de modelos que permitan conciliar
la conservación y la recuperación funcional.
2º Naturaleza transversal del turismo y múltiples implicaciones. Los destinos y recursos
patrimoniales se encuentran estrechamente asociados al turismo. Se trata de una relación
compleja que les plantea retos nuevos en relación con la gestión, el equilibrio funcional,
el control de los flujos de visitantes, la conservación, la movilidad o los cambios
funcionales. El turismo, sea de motivación cultural o de masas, se está convirtiendo en un
protagonista fundamental en las dinámicas territoriales, así como en una oportunidad para
introducir mejoras y nuevas fórmulas de aprovechamiento y beneficios económicos. Las
relaciones entre territorio y funcionalidad turística son cada día más evidentes, aunque no
siempre se han entendido o se entienden de forma correcta.
3º Dinámica territorial y desarrollo turístico. El turismo apunta a consolidarse como una
de las principales industrias del mundo, con posibilidades de crecimiento en los diferentes
tipos de destinos, aunque en los países desarrollados y en los destinos maduros, no queda
exento de las fluctuaciones asociadas a la coyuntura económica del momento. La
aplicación de la “teoría del ciclo vital” de los destinos turísticos, así como el análisis
comparativo de los costes y beneficios que genera el turismo, junto con los estudios de
capacidad de acogida, permiten dar contenido y operatividad al concepto de
sostenibilidad. El desarrollo sostenible del sector turístico es una estrategia necesaria para
insertar esta poderosa actividad en el medio ambiente, la sociedad y la economía.
4º Impactos económicos, funcionales, culturales y sociales de naturaleza diversa. El
turista es un gran consumidor de bienes y servicios, su presencia dinamiza diversos
sectores de la actividad económica, genera riqueza, empleo e introduce nuevos hábitos y
modos de vida. El turismo puede y debe significar una revitalización económica de
determinados espacios y territorios, así como de algunas de las piezas que los componen,
como es el caso de los paisajes. La influencia cultural del turismo debe revertir
positivamente sobre los residentes y sobre la conservación del patrimonio, propiciando la
reutilización de recursos infrautilizados. También el turismo tiene un abanico de efectos
positivos y negativos sobre el cuerpo social de un territorio que la planificación y la
gestión del patrimonio cultural deben tomar en consideración.
5º Los flujos turísticos y la capacidad de acogida. Resulta clave el diseño de políticas
turísticas donde el crecimiento en el número de visitantes vaya en relación con la
capacidad de acogida del recurso. Hay que asumir que la capacidad de acogida del
patrimonio es limitada, en términos físicos, económicos, sociales y culturales.
6º Turismo, cultura y multifuncionalidad. Los territorios se enfrentan a una nueva
realidad funcional. Hay que lograr que se consoliden nuevas estructuras funcionales y
sociales donde los huecos dejados por funciones o actividades del pasado, agropecuaria,
fabril, comercial, residencial, etc., sean ocupados, de forma equilibrada, por otras nuevas
como la cultural, la educativa o la turística. Se trata, en suma, de apostar por estrategias
de multifuncionalidad que contribuyan a la conservación de los espacios manteniendo su
vitalidad funcional, social y económica.
7º. Una necesaria y urgente definición de estrategias turísticas, estrategias patrimoniales y
territoriales. Existe una tendencia hacia la búsqueda de modelos de gestión más
sostenibles. En este sentido, preocupa tanto preparar bien el territorio para los habitantes
como adecuarlo y no supeditarlo a las estrictas demandas turísticas, en el marco de
políticas activas de recuperación patrimonial y de cualificación turística. Resulta urgente
tender puentes claros de comunicación entre las políticas territoriales, las turísticas y las
de patrimonio cultural. Se trata de una cuestión compleja que requiere de liderazgo
institucional, implicación empresarial y participación social.
Planteamiento y diseño de Inventarios de funcionalidad turística
La medición de los aspectos turísticos persigue, responder, por un lado, a las demandas y
necesidades del sector turístico del territorio asociado al paisaje del olivar y, de otro,
conocer la dimensión turística del patrimonio cultural vinculado al aprovechamiento del
olivar. Los objetivos específicos turísticos dentro del “Estudio temático para el Plan
Nacional de Paisaje: Los Paisajes Del Olivo En España”, teniendo en cuenta los recursos
disponibles, son los siguientes:
1º Profundizar en la realidad y funcionalidad turística del paisaje del olivar español,
abordando tanto el patrimonio material como el inmaterial.
2º Proporcionar una visión integrada y cualitativa de la situación turística del
patrimonio cultural.
3º Analizar e interpretar los diversos componentes relacionados con el uso turístico
del patrimonio, tanto desde el punto de vista de la oferta como de la demanda
(efectos y repercusión del oleoturismo).
5º Identificar, con la mayor claridad posible, los puntos débiles y fuertes, así como
las potencialidades del uso turístico del paisaje del olivar.
6º Identificar las demandas y necesidades turísticas en relación con la puesta en
valor turístico del patrimonio cultural vinculado a las explotaciones olivareras.
Una adecuada interpretación de la dimensión turística del patrimonio cultural, así como de
sus diferentes grados de funcionalidad, resulta fundamental para propiciar un turismo
cultural de calidad y complementar otras tipologías de turismo (rural, de naturaleza, de
negocios, urbano, etc.), así como para contribuir a impulsar procesos de recuperación
urbana. La finalidad de la recopilación de los aspectos turísticos, se centra en el
establecimiento de conexiones entre la función turística y las estructuras paisajísticas y
territoriales. En función de ello, con un enfoque cualitativo, se analizarán los aspectos
relacionados con la adecuación del patrimonio para la visita pública, la articulación y
organización turística del patrimonio, la complementariedad de recursos, etc.
El paisaje es una dimensión más a considerar dentro de los recursos patrimoniales
existentes en los destinos turísticos. Para abordar la dimensión turística actual, así como la
que en un futuro podría asumir, se han considerado una serie de variables tales como:
 Aspectos de adecuación turística: se atiende a los siguientes criterios, existencia de hitos
patrimoniales de referencia, la existencia de rutas o senderos que permitan acceder a
este ámbito, la disponibilidad de señalización turística, el tipo de acceso (peatonal,
rodado…), así como si hay miradores o acondicionamientos que faciliten la
contemplación y si hay o no habilitadas áreas para el aparcamiento; disponibilidad de
centros de interpretación, museos etnográficos o museo interactivos; existencia de
infraestructuras de alojamiento…
 Valoración paisajística: bloque en el que se recoge información vinculada a las
cualidades paisajísticas, tales como la intervisibilidad, la legibilidad de los referentes y
relaciones paisajísticas y la delimitación de los bordes urbanos. Es importante, también,
considerar la existencia de impactos negativos en las unidades de paisaje consideradas y
si es posible, especificar cuáles y por último, señalar si existiera algún tipo de amenaza
a la singularidad del paisaje (edificaciones, trazados viarios, uso industrial…)
 Grado de atracción turística: De acuerdo a una escala de valoración, poco
interesante/interesante/ muy interesante/ visita obligada, se pretende plasmar el peso
turístico de la unidad de paisaje considerada (actividades turísticas de referencia,
existencia de hitos patrimoniales simbólicos, significativo número de visitantes, buena
accesibilidad, etc.) Asociado al desarrollo de una posterior estrategia de actuación, no
solo se contempla la realidad actual, sino que es también interesante ver la
potencialidad, es decir, considera que iniciativas se pueden llevar a cabo para incorporar
la función turística de una manera lo menos agresiva posible en esa unidad de paisaje,
de tal manera, que suponga una vía de desarrollo económico y social complementaria.
 Grado de dificultad de puesta en valor turístico, en función de los resultados obtenidos
en el apartado de adecuación turística, es posible delimitar la dificultad de puesta en
valor de cada espacio. Se valora como alta, siempre y cuando existan visibles conflictos
para el uso turístico, por ejemplo, problemas de accesibilidad, problemas con la
propiedad…; media, cuando realizadas ciertas mejoras en cuanto a la adecuación
turística, la unidad de paisaje, puede convertirse como recurso verdaderamente turístico;
y, por último, baja, aquellos que requieren de actuaciones mínimas para su puesta en
valor, por ejemplo, apenas unas mejoras en materia de señalización.
 Niveles de funcionalidad turística: La consideración global de todos los aspectos
anteriormente expuestos conlleva a la definición de los niveles de funcionalidad
turística actual y potencial, en caso de plantear estrategias a corto-medio y largo plazo:
 Principal: ámbito de referencia turística en el área rural.
 Secundaria: ámbito localizado en áreas de paso hacia espacios de funcionalidad
turística principal o con un nivel de atracción turística menor.

Incidental: son aquellos espacios que quedan prácticamente al margen de las rutas
turísticas de la zona, puesto que los atractivos no se encuentran puestos en valor, o no
sean de una entidad patrimonial tal, que contribuya a generar flujos turísticos.
Avanzar en la construcción de un sistema de indicadores turísticos útiles en la gestión de
los paisajes es una tarea bastante compleja y requiere de aproximaciones sucesivas. En
primer lugar, resulta imprescindible la elaboración de un banco de datos
turístico/patrimonial, tarea laboriosa y compleja por la disparidad y en ocasiones
inexistencia de fuentes y estadísticas. La recopilación y explotación de la información de
las fuentes documentales existentes es sólo un punto de partida, luego hay que diseñar e
implementar operaciones específicas de producción de datos (encuestas, registros,
inventarios…) y lograr así, la posterior elaboración de indicadores que cubran las
necesidades informacionales requeridas para la elaboración del estudio.
UNA APROXIMACIÓN A LA REALIDAD TURÍSTICA ACTUAL DE LOS
PAISAJES DEL OLIVAR
El turismo, es un fenómeno de interdependencias y sus relaciones con el paisaje responden a
efectos de naturaleza diversa, positivos y negativos. En cualquier caso, tiene un destacado
protagonismo funcional, económico y social, y ello plantea un importante desafío: superar la
fase meramente promocional de la gestión turística y afrontar el reto de ordenar y gestionar el
turismo en los destinos, utilizándolo como un importante instrumento de recuperación y
renovación funcional. En una primera toma de contacto con la realidad turística del paisaje del
olivar, existen una serie de aspectos, que evidencian una serie de debilidades sobre las que
serán necesarios profundizar y abordar en las fases posteriores de actuación y puesta en valor:
1ª. Las realidades son tremendamente dispares pues son solo una pieza, más o
menos relevante, dentro sistema patrimonial territorial.
2ª. Un buen número de paisajes carecen herramientas de conocimiento e
infraestructuras de gestión acordes con su potencial patrimonial y turístico.
3ª. Los procedimientos de captura de información y tratamiento de la misma varían
profundamente de un lugar a otro y, con frecuencia, dificultan las comparaciones.
4ª. En general, no existen procedimientos sistematizados para seguir o evaluar las
políticas instrumentalizadas.
5ª. El conocimiento turístico raramente está conectado con las políticas y las
estrategias de gestión.
6ª. A corto y medio plazo, no será fácil ni la recopilación sistemática de
información ni la identificación de variables representativas.
7ª. Existen limitadas conexiones entre las dimensiones turística, patrimonial,
cultural y paisajística.
Por tanto, la revalorización y utilización turística del paisaje requeriría de un proyecto cultural
integrador, en el conjunto de las políticas territoriales y paisajísticas, capaz de compatibilizar
la preservación, así como la diversificación y la generación de nuevos recursos económicos.
(TROITIÑO, M. A; PRATS, F., 1998).
La experiencia de los conjuntos turísticos, eventos turístico/culturales, grandes
exposiciones, fórum, centenarios, etc. evidencian que los destinos patrimoniales, incluso
los que están mejor posicionados, ya no se pueden apoyar sólo en los grandes hitos
monumentales y museos. Esta realidad sienta precedente en los destinos turísticos
emergentes, obligándoles en cierto modo, a ser imaginativos tanto en la oferta, como en la
forma y el lugar de presentarla. En este sentido, hay que derrochar originalidad y trabajar
para captar nichos de mercado diferenciados, así como rentabilizar las singularidades
patrimoniales y paisajísticas.
El sector turístico, además de sus demandas y necesidades específicas, tiene que estar
apoyado desde el sector urbanístico, el patrimonial, medioambiental, accesibilidad,
movilidad, etc. La imbricación de estrategias de actuación en cada uno de estos ámbitos,
contribuirá a la conformación y el buen funcionamiento del destino/producto turístico
generado. En el diseño de una estrategia de actuación turística aplicada a los paisajes del
olivar podrían considerarse algunos de los siguientes aspectos:
1. Los paisajes del olivar tienen que lograr diferenciarse, trabajando en el marco de
estrategias de complementariedad con otros recursos.
2. Apostar por diversificar la oferta turística y de ocio, en este sentido las perspectivas
del turismo rural, patrimonial y de paisaje son favorables.
3. Prever suelos o propiciar la utilización de edificios y espacios infrautilizados para
usos hosteleros y de restauración, aprovechando las oportunidades que brindan
tanto para articular estructuras territoriales, especialmente en zonas de borde
urbanas, como para recuperar patrimonio cultural.
4. Adecuar las normativas y ordenanza urbanísticas para propiciar la integración de
las actividades turísticas en la vida de los paisajes (hostales, restaurantes, comercio
turístico, empresas de servicios, etc.).
5. Propiciar iniciativas de signo diverso (urbanísticas, culturales, promoción, etc.,)
orientadas tanto a alargar la duración de la estancia de los turistas [2]i como a
propiciar un incremento de los visitantes, tanto turistas como excursionistas.
6. Impulsar iniciativas de promoción y comercialización orientadas a penetrar en
nuevos mercados, así como a captar nuevos segmentos de demanda que, aún siendo
poco importantes en número, resultan muy interesantes en términos económicos.
7. Apoyar iniciativas orientadas hacia la calidad, ya sean desde la esfera pública como
desde la privada, en la línea del Sistema Integral de Calidad Turística.
8. Apostar por imágenes de marca diferenciada, renovando los logos turísticos y, en
su caso, la señalización, tanto informativa como direccional, y el material
promocional.
9. Reforzamiento de los servicios de atención al visitante. En este sentido es tan
importante la mejora de los servicios y oficinas de información como impulsar
medidas orientadas a mejorar el trato y atención que se presta a los visitantes, bien
sea en los municipios, o en las propias explotaciones olivareras.
10. Reforzar y apoyar económicamente a los servicios de planificación y gestión del
turismo, con independencia de impulsar, en su caso, infraestructuras de gestión de
nuevo cuño y naturaleza mixta.
11. Trabajar con la iniciativa privada para impulsar un sector de comercio y artesanía
turística, sector importante en la economía y que necesita adecuarse a las nuevas
demandas.
A grandes rasgos, el análisis de la dimensión turística del paisaje del olivar refleja una gran
heterogeneidad en términos de tipologías, situación jurídica, temáticas patrimoniales,
titularidad, estado de conservación y niveles de funcionalidad turística. Hay una limitada
utilización de las potencialidades existentes y, en función de esta realidad compleja, hay
que establecer prioridades. Tomando de referencia la “Estrategia de paisaje de Andalucía.
Una herramienta para la gobernanza del territorio” (2010), el paisaje se reconoce como un
valioso capital territorial para el desarrollo de Andalucía y se plantea la necesidad de
integrarlo en las políticas públicas. A nivel específico se resalta:

La identificación, protección y valorización de los paisajes de interés cultural, así
como la preservación de la calidad paisajística de los entornos de los B.I.C.

El paisaje se considera como “materia prima del turismo” contemplándose, en
consonancia con el Plan General de Turismo Sostenible de Andalucía, “acciones
semilla de paisaje” y “programas paisajísticos” en la cualificación de destinos.

El programa interdepartamental del Plan de Ordenación del Territorio de
Andalucía contempla: protección y mejora de los paisajes rurales, recuperación
paisajística del Valle del Guadalquivir y una red de miradores de Andalucía.
Ahora bien, ¿podría trasladarse este esquema al resto del paisaje olivarero nacional? Parece
obvio considerar las características específicas de cada una de las unidades de paisaje con
cierto interés turístico-cultural de cara a impulsar una estrategia de actuación orientada a:
1. Valorizar el paisaje como recurso y capital territorial para el desarrollo. En este
sentido, sobre la base de las unidades paisajísticas diferenciadas, hay que trabajar,
tomando como base la red de caminos rurales y vías pecuarias existentes, para
articular los diferentes recursos del patrimonio y darles legibilidad y visibilidad.
2. Impulsar un programa paisajístico de cualificación de los destinos.
3. Desarrollar “acciones semilla en paisaje”, en las cornisas e hitos de referencia
paisajística.
4. Poner en marcha redes de miradores, orientada tanto a reforzar la dimensión
turística del paisaje como a articular recursos patrimoniales de naturaleza diversa.
5. Impulsar actuaciones orientadas a reforzar la funcionalidad turística del paisaje,
hoy secundaria o incidental en buena parte de los paisajes de interés cultural.
6. Poner en valor y articular los recursos paisajísticos y patrimoniales del paisaje.
Estas actuaciones propiciarían la difusión territorial de la actividad turística.
7. Propiciar acciones y actuaciones paisajísticas que permitan miradas cruzadas
entre diversas tipologías de paisaje, evidenciando, que la singularidad paisajística
deriva de la imbricación a lo largo de los siglos entre lo rural y lo urbano.
La naturaleza transversal del paisaje y del turismo llevan aparejadas múltiples
implicaciones y de ahí deriva la necesidad de introducir cambios en los modelos de
gestión, siendo aconsejable superar, por un lado, los enfoques sectoriales y, por otro, dar
entrada a la participación del sector privado y de la ciudadanía. Los modelos de gestión
para ser eficaces tienen, por un lado, que estar bien enraizados en las realidades locales y,
por otro, disponer de recursos humanos y económicos, acordes con las características del
paisaje y del peso que la actividad turística tiene en la economía y en la sociedad.
La experiencia acumulada en estos últimos años (planes de dinamización y excelencia
turística, consorcios, cooperativas, fundaciones, etc.) evidencian las ventajas de superar
planteamientos sectoriales y de dotarse de instrumentos de coordinación orientados a
conformar nuevos modelos de relaciones interadministrativas y sociales. Sin cambios
profundos en el modelo de gestión resulta muy difícil avanzar en el sentido que estas
orientaciones han tratado de perfilar.
CONCLUSIONES
Los planteamientos más innovadores a la hora de abordar las cuestiones del desarrollo
territorial, tanto desde la esfera del mundo del patrimonio como desde el del turismo, se
plantean la necesidad de una estrecha coordinación y complementariedad entre estrategias
patrimoniales y turísticas. Para avanzar en este campo es necesario concretar, definiendo
estrategias de colaboración e instrumentos de actuación. A título indicativo se pueden
establecer las siguientes líneas de actuación:
1ª Identificación de los paisajes culturales (activos culturales) de mayor interés desde el
punto de vista turístico. Los Inventario de la Funcionalidad Turísticas de los Paisajes
Culturales, cruzando el conocimiento patrimonial y el conocimiento turístico, son
instrumentos adecuados para avanzar en esta dirección.
2ª Elaboración conjunta de programas orientados a la difusión, interpretación y
señalización de los recursos paisajísticos. Se trata de incorporar el conocimiento
patrimonial a la acción turística y dotarse de herramientas de difusión eficaces y de
calidad, en este sentido pueden plantearse la puesta en marcha de Centros de Interpretación
del Paisaje a diferentes escalas.
3ª Elaboración de directrices y condiciones de uso turístico de los principales recursos/
activos paisajísticos, considerando las demandas y necesidades, tanto de naturaleza
patrimonial como turística.
4ª Apostar por la difusión territorial del turismo, con acciones demostración y proyectos
piloto, en las diversas tipologías de paisajes. En el marco de una interpretación del paisaje
en clave de Sistema Territorial Patrimonial, se trata de perfilar estrategias de
complementariedad entre recursos e identificar nuevos nichos de mercado. Una vía de
acción puede ser la diferencia, de forma concertada, acciones/ proyectos de tipo piloto y
actuar conjuntamente.
5ª Impulsar la elaboración de una oferta paisajística con dimensión turística, articulando la
presentación de las diversas dimensiones del paisaje utilizando para ello paisajes de
referencia: La Alcarria Conquense, La Ribera de Navarra, El Oeste Salmantino, La
Axarquía Malagueña, El Guadajoz y Campiña Este de Córdoba, La Sierra de Cazorla, Las
Sierras de Salamanca, Mallorca Rural. (Proyecto de Cooperación Interterritorial
“OLIVAR, una Nueva Cultura del Olivo”, 2012)
6ª Elaboración compartida de Estrategias Paisajístico /Turísticas. En base al conocimiento
que aportan los Inventarios de Funcionalidad Turística del Paisaje, es factible perfilar
estrategias de actuación concertadas entre la administración urbanístico-territorial, la
cultural y la turística que se oriente, en su caso, a posicionar turísticamente los paisajes de
interés cultural.
España tiene que seguir trabajando para posicionarse con claridad en el competitivo
mercado de los destinos patrimoniales europeos y, más aún, en el reconocimiento y puesta
en valor de los paisajes culturales. Los documentos y cartas internacionales (UNESCO,
ICOMOS, Unión Europea, O.M.T. Asociación de Ciudades Patrimonio de la Humanidad,
Consejo de Europa, Agendas 21, Convenio Europeo del Paisaje, etc.) apuestan por
modelos de desarrollo donde el patrimonio esté plenamente integrado en la economía y la
sociedad local. A estos efectos, resulta fundamental asumir una interpretación transversal
del paisaje, que contemple tanto las problemáticas de su inserción territorial y urbanística
como las relacionadas con su funcionalidad turística.
Hay todo un conjunto de circunstancias, tanto internas como externas, que aconsejan
plantear la estrategia paisajística desde una perspectiva transversal. Nuestro país ha
conocido transformaciones territoriales y funcionales de fuerte impacto en el paisaje y, a
corto plazo, se avecinan cambios relacionados con la accesibilidad y movilidad, así como
con infraestructuras y equipamientos que, sin duda, introducirán modificaciones en el
papel del paisaje y de turismo.
La progresiva incorporación del paisaje cultural al turismo de masas, de forma directa o
indirecta, explicita la necesidad de una estrecha coordinación y complementariedad entre
políticas urbanísticas, patrimoniales y turísticas. Los cambios en las demandas y las nuevas
prácticas turísticas exigen apostar, de forma decidida, por la cualificación y diversificación
geográfica de la oferta paisajística, algo que requiere coordinación y concertación de
actuaciones. Solo así se configurará una alianza estratégica entre territorio, urbanismo,
patrimonio y turismo que permitirá avanzar hacia modelos de desarrollo territorial
sostenibles.
El paisaje cultural del olivar es una pieza relevante de la calidad y del atractivo de nuestra
geografía, de ahí que cultura, patrimonio y turismo tengan que manejarse de forma
complementaria, a la hora de perfilar proyectos de desarrollo territorial. El paisaje tiene
dimensiones de naturaleza muy diversa, culturales, sociales, simbólicas, etc., siendo la
turística una de las que mejor evidencia la de naturaleza económica. Hay que asumir, por
tanto, la necesidad de adecuar los recursos y sus entornos y hacerlo en un nuevo contexto, el
del turismo de masas, pues afortunadamente, aunque esto implique problemas de gestión, los
monumentos, conjuntos arqueológicos, conjuntos históricos y paisajes culturales han
incrementado el número de visitantes y, seguramente, una vez se remonte la profunda crisis
económica actual, lo seguirán haciendo.
El turismo, al igual que ha tenido un papel destacado en el desarrollo económico y en las
transformaciones territoriales y urbanas, también ha contribuido a valorar, conservar y
adecuar para la visita pública el patrimonio cultural. Todo ello a pesar de los frecuentes
desencuentros entre la gestión patrimonial y los impulsores del desarrollo turístico. Los
primeros, con frecuencia, han estado temerosos ante los riesgos de un flujo de visitantes que
en ocasiones les desbordaba, y los segundos, no han sido demasiado proclives, al menos hasta
fechas recientes, a asumir que el patrimonio no puede ponerse, sin más, a los pies del potente
caballo turístico.
En la lectura y entendimiento del paisaje cultural del olivar como recurso-producto primario
del sistema turístico, deben superarse las dificultades que se están encontrando para
racionalizar la inserción de las funciones turísticas y la planificación turística. Quizás no se
estén manejando correctamente las oportunidades que el paisaje ofrece para diversificar y
cualificar los destinos contenedores de estos valores. La conservación activa del paisaje
requiere de su plena incorporación al desarrollo territorial, dado que las razones que justifican
su protección- su valor cultural, singularidad y autenticidad- son las mismas por las cuales
quieren ser visitados. Para, realmente, incorporar el turismo a la causa de la conservación es
necesario poner a punto una planificación y una gestión paisajística adaptadas a la capacidad
de acogida de los diferentes recursos y destinos.
Notas
[1] “Estudio temático comparativo para el Plan Nacional de Paisaje: Los Paisajes del Olivo en
España” (2013). Dirigido por la Dra. Dª Ana Luengo Añón, socia fundadora de CITEREA.
[2] Para el área geográfica que abarca la DO. de Andalucía, el 63% de los visitantes, declaró no
pernoctar en este ámbito territorial, debido a la escasa infraestructura hotelera existente.
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Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las Sierras de Salamanca
Asociación para el Desarrollo de la Zona Oeste de Salamanca
Ceder Alcarria Conquense
Centro de Desarrollo Rural de la Axarquía
Consorcio para las Estrategias de Desarrollo de la Ribera de Navarra
Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Cazorla
Grup D’acció Local – Associació Mallorca Rural
Idolive
Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino
Olearum
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181-202, julio-diciembre 2011. En este artículo, se señala, que para el área geográfica que abarca la DO de Andalucía, el
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