AÑO 15 N.º 167 OCTUBRE de 2014 editorial contenido contenido 3 Las elecciones de octubre: una primera mirada 8 Elecciones municipales en los distritos rurales Preocupante tendencia... 10 Agricultura familiar: construyendo políticas y medidas 12 Los proyectos agrícolas modernos son menos eficientes que la agricultura familiar Publicación del Centro Peruano de Estudios Sociales Av. Salaverry 818, Jesús María, Lima 11/ Perú Telf. (511) 4336610 Email: [email protected] Web: www.larevistaagraria.org Facebook: /LaRevistaAgraria Twitter: @RevistaAgraria Directora fundadora Bertha Consiglieri (1950-2007) Director Fernando Eguren Comité editorial Laureano del Castillo, Javier Alvarado, Beatriz Salazar, Ricardo Marapi, Pedro Castillo, Jaime Escobedo, Miguel Pintado Corrección/Diagramación Antonio Luya / José Rodríguez Distribución gratuita con La República el último miércoles de cada mes. LICENCIA CREATIVE COMMONS Algunos derechos reservados Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar públicamente esta obra bajo las condiciones siguientes: - Debe reconocer los créditos de la obra - Debe ser usada solo para propósitos no comerciales - No se puede alterar, transformar o generar una obra derivada a partir de esta obra. 2 « Destrabar inversiones afectando el derecho de la propiedad rural Siembra vientos y cosecharás tempestades», reza el dicho. Teniendo en cuenta esta lección de sabiduría popular, diversas organizaciones de la sociedad civil vienen denunciando los riesgos de la aplicación de la Ley 302301, aprobada en julio de este año. Además de las afectaciones al ambiente, otras organizaciones —como el Colectivo por la Seguridad de los Territorios de las Comunidades del Perú— señalan el riesgo que se cierne sobre la propiedad de pequeños propietarios y de comunidades si se aplican las normas de dicha ley, que pretende sanear legalmente tierras en favor de grandes inversiones. Como se ha advertido, no se está en contra de las inversiones; por el contrario, ellas son muy necesarias no solo para continuar la senda del crecimiento de la economía, sino también para cubrir las necesidades que padece una buena parte de nuestra población a lo largo y ancho del territorio. Pero de ahí a pretender retomar el ritmo del crecimiento económico favoreciendo el desarrollo de grandes proyectos en minería, hidrocarburos, vialidad, turismo o biocombustibles, afectando el derecho de propiedad de los ciudadanos peruanos, hay una gran diferencia. El objetivo de la Ley 30230 es crear una serie de procedimientos especiales para el saneamiento en favor de proyectos declarados de interés nacional, a manos de Cofopri, cuando sean predios de particulares o de la Superintendencia de Bienes Nacionales (si se trata de tierras del Estado). Entendámonos bien. La intención de las autoridades no es impulsar un proceso general de saneamiento físico legal de la propiedad rural, que —dicho sea de paso— se viene reclamando al Estado. Lo que buscan con esta ley es reactivar las inversiones levantando, en este caso, trabas, como la de la propiedad informal de pequeños agricultores y campesinos. Y, sí, se trata también de propiedades de particulares, donde se incluye la de las comunidades campesinas y nativas, muchas de las cuales carecen todavía de títulos firmes, pues la gran mayoría de ellos no están georreferenciados. Así las cosas, la norma comentada puede aplicarse a dichas tierras. Ha generado alguna expectativa el anuncio de funcionarios de los ministerios de Agricultura y Riego y de Vivienda, Construcción y Saneamiento, en una reciente reunión pública, acerca de que se estaría trabajando en el reglamento de la Ley 30230 para explicitar —según su interpretación— que esta no se aplicará a tierras comunales. De concretarse ello, se habría avanzado en desactivar una amenaza que podría haber generado muchos conflictos. Pero se mantendría la incertidumbre sobre muchos cientos o, quizá, miles de pequeños agricultores que no forman parte de las comunidades y carecen de títulos o cuentan con títulos imperfectos, acerca de que podrían perder su propiedad. Eso no es admisible en pleno siglo XXI, pues dicha situación puede generar más conflictos en un país que no requiere tener más de ellos. Laureano del Castillo Director ejecutivo del CEPES 1 Ley que establece medidas tributarias, simplificación de procedimientos y permisos para la promoción y dinamización de la inversión en el país. LA REVISTA AGRARIA / 167 Foto Amdina Las elecciones de octubre: una primera mirada El contexto de las elecciones Las elecciones descentralizadas de octubre —más que anteriores procesos— se vieron marcadas por la confluencia de distintos rasgos de la coyuntura nacional, que influyeron de forma significativa en el proceso y en las características que adquirió la campaña electoral, contribuyendo a explicar muchos de los primeros resultados que pueden observarse a partir de la información que proporciona la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Recordemos que los comicios se dieron en un contexto en el que coincidieron la desaceleración del crecimiento económico y la avalancha de medidas puntuales pro inversión desde el gobierno, con una ofensiva de las autoridades nacionales y los principales medios de comunicaOCTUBRE de 2014 ción contra presidentes regionales y alcaldes, responsabilizándolos de la corrupción y la violencia que se observan en el país y tiñendo toda la campaña de denuncias y acusaciones. A estos dos elementos hay que añadir las tribulaciones de un gobierno que desde la convocatoria a los comicios cambió dos veces de gabinete y fue zarandeado en el Congreso de la República en ambas oportunidades, así como la recentralización creciente de recursos, pero también de competencias, de los gobiernos descentralizados, en un marco donde distintos actores políticos buscan explícitamente terminar con la reforma. Como es obvio, estas «novedades» estuvieron acompañadas por las cada vez mayores debilidades y limitaciones de nuestras instituciones y por la larga crisis de nuestro Eduardo Ballón1 sistema de partidos y nuestro sistema de representación, tanto como por la práctica desaparición del partido de gobierno, que se abstuvo de participar en el proceso, aunque termina imponiendo su nombre y su símbolo en tres municipalidades distritales (Andoas, Jeberos y Trompeteros) de dos provincias de Loreto, en las que participó, demostrando que no ha muerto del todo. El proceso electoral En ese marco, la fragmentación política que se observa hace años en el país —más dramáticamente en el interior— se mantuvo. Así, 316 listas fueron habilitadas para participar en los comicios de octubre, frente a las 291 que lo hicieron en 2010. La novedad en esta ocasión fue que los partidos nacionales (163 listas, 3 incluyendo 6 alianzas electorales) tuvieron más listas compitiendo que los movimientos regionales (153), observándose una fragmentación dramática en regiones tradicionalmente divididas, como Tumbes (20) y Áncash (18), pero también en otras que se ven arrastradas por la desarticulación política, como Tacna (19) y Arequipa (17). Catorce regiones tuvieron en competencia más de 12 listas cada una, siendo las menos fragmentadas Loreto (7), San Martín, Moquegua y Cajamarca, con ocho listas cada una. En el proceso intervinieron 17 de los 18 partidos nacionales con «licencia» para hacerlo. Los que tuvieron mayor cantidad de aspirantes regionales, provinciales y distritales fueron Alianza Para el Progreso (APP) (en 23 regiones, incluyendo dos alianzas), Fuerza Popular (FP) (18 regiones, incluyendo dos alianzas) y Acción Popular (AP) (17 regiones). En 12 regiones fueron el principal factor de dispersión, operando, por lo general, como vientres de alquiler. Las campañas —dadas las condiciones en que se realizaron— fueron, en general, mediáticas (a la escala de cada territorio) y «cuchilleras». Los debates programáticos y las propuestas brillaron por su ausencia, a pesar de lo cual los candidatos (la mayoría de ellos), en por lo menos 21 regiones y un número menor de provincias, suscribieron acuerdos de gobernabilidad y/o compromisos para su eventual gestión. Más allá de la fragmentación que se dio, sobre todo, en el nivel regional, y que fue ligeramente menor que en el pasado en los niveles provincial y distrital, la mayoría de candidatos tenían «experiencia previa». En las candidaturas regionales se encontraban expresidentes y consejeros regionales; excongresistas, alcaldes y exalcaldes exitosos, y persistentes candidatos con varios procesos elec- 4 torales a cuestas. En las provinciales abundaron alcaldes y regidores y exalcaldes y exregidores, así como los nuevos notables de siempre. Fue en los distritos, especialmente en los rurales más pequeños, donde aparecieron unas pocas figuras nuevas. En cualquier caso, en ninguna circunscripción los candidatos «fuertes» fueron más de tres. Cabe señalar el protagonismo que adquirieron los jurados electorales especiales y el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Los procesos de impugnación y tacha estuvieron a la orden del día, hasta el extremo de que tres semanas antes de las elecciones, en muchas de las circunscripciones electorales la ciudadanía ignoraba si importantes candidatos en ellas estaban habilitados o no lo estaban. El domicilio del electo presidente de Ucayali fue intervenido por la policía a causa de una acusación de lavado Listas de partidos nacionales* y movimientos regionales por departamento Departamento Partidos nacionales Movimientos regionales Total 2014 2010 2014 2010 2014 2010 Amazonas 2 2 7 6 9 8 Áncash 11 12 7 7 18 19 Apurímac 6 4 4 7 10 11 Arequipa 10 6 7 9 17 15 Ayacucho 5 4 3 7 8 11 Cajamarca 3 5 5 6 8 11 Callao 4 3 8 5 12 8 Cusco 5 7 8 4 13 11 Huancavelica 2 4 7 6 9 10 Huánuco 6 4 7 4 13 8 Ica 9 7 6 8 15 15 Junín 6 6 7 8 13 14 La Libertad 10 7 3 1 13 8 Lambayeque 10 9 3 6 13 15 Lima provincias 9 9 6 7 15 16 Loreto 2 4 5 6 7 10 Madre de Dios 6 3 4 7 10 10 Moquegua 4 4 4 4 8 8 Pasco 6 4 4 4 10 8 Piura 5 5 7 8 12 13 Puno 6 11 10 9 16 20 San Martín 4 4 4 2 8 6 Tacna 11 7 8 9 19 16 Tumbes 11 6 9 7 20 13 Ucayali 3 2 10 5 13 7 163 (51.5 %) 139 (43.9 %) 153 (48.5 %) 152 (56.1 %) 316 291 Total * Incluye alianzas electorales en las que participan los partidos nacionales. Fuente: ONPE. Elaboración propia. LA REVISTA AGRARIA / 167 de activos antes de los comicios, y la participación de uno de los candidatos a la segunda vuelta, en Junín, sigue siendo cuestionada legalmente por otros sectores. La multiplicación de candidatos con sentencias y procesos judiciales en todos los niveles territoriales, pero también las acusaciones de vinculaciones con actividades ilegales (minería ilegal, narcotráfico, lavado de activos, tala ilegal), estuvieron a la orden del día; en muchos casos, con argumentos fundados. Los primeros resultados Aunque están pendientes los resultados oficiales del JNE, los resultados iniciales proporcionados por la ONPE arrojan, ya, indicios importantes. Por lo menos 12 regiones irán a segunda vuelta. De los 13 presidentes electos, dos son de partidos nacionales (APP) y 11 de movimientos regionales. Los partidos nacionales pueden aspirar a ganar cuatro regiones más (Pasco, Ica y San Martín, con Fuerza Popular en los dos primeros, y el APRA o Fuerza Popular, en el tercero; finalmente, Democracia Directa en Madre de Dios), lo que ratifica la precariedad de dichas agrupaciones, destacando la «efectividad» de APP y FP (de ganar esta, por lo menos, una de las regiones en las que compite aún). Los partidos nacionales —ayudados, en muchos casos, por su carácter de vientres de alquiler— obtienen por lo menos 44 alcaldes provinciales (22.5 %) y 470 distritales (28.5 %). Los más efectivos fueron APP (19 provincias y 129 distritos), Fuerza Popular (5 provincias y 70 distritos) y AP (4 provincias y 58 distritos). El APRA logra apenas tres provincias y 45 distritos en todo el país, 22 de los cuales se concentran en La Libertad y Lambayeque. APP se hace «fuerte» en provincias y distritos de ambas regiones, y muestra presencia significativa también en Áncash, Ayacucho OCTUBRE de 2014 y San Martín, registrando presencia provincial y distrital en un total de 16 regiones. Fuerza Popular obtiene sus mejores resultados en San Martín y en algunas provincias de Junín, y también logra distintas municipalidades en 16 regiones. En general, los partidos nacionales están casi ausentes en las provincias y los distritos de Amazonas, Huancavelica, Loreto, Madre de Dios, Moquegua, Tumbes y Ucayali. Adicionalmente, su presencia es poco significativa en Apurímac, Are- « ... la significativa victoria del MAS en Cajamarca, indica un voto en defensa de la dignidad de esa región, una derrota a la política aplicada por el gobierno nacional frente a ella, la ratificación de una condena a una determinada empresa minera y el rechazo persistente al polémico proyecto Conga. » quipa, Cajamarca, Cusco, Ica, Piura y Puno. Entre los grandes perdedores destacan el APRA y las izquierdas. El viejo partido de la avenida Alfonso Ugarte obtiene apenas tres provincias y 45 distritos, 22 de los cuales son de La Libertad y Lambayeque. Las izquierdas, no obstante el éxito del Movimiento de Afirmación Social (MAS) en Cajamarca, obtienen dos provincias y menos de 25 distritos en todo el país. Las agrupaciones regionales —el número de movimientos provinciales y distritales parece haber sido menor en esta ocasión— mejoran sus resultados en esta oportunidad. El 41.8 % de ellas participaron en 2010, y más del 30 % tienen por lo menos dos procesos electorales a cuestas. Algunas, como APU (Cusco), Kallpa (Apurímac), Concertación en la Región (Lima provincias), Ayllu (Huancavelica) y PICO (Puno), aparecen como la primera fuerza regional, provincial y distrital en sus respectivos departamentos, logrando posibles mayorías —relativas algunas, absolutas otras— en sus respectivos consejos regionales. Otras, como Nueva Amazonía, en San Martín, tienen una mala performance en la elección regional, pero obtienen resultados aceptables en provincias y distritos. Lo que es claro, sin embargo, es que no se pueden hacer grandes afirmaciones nacionales ni generalizaciones fáciles, porque en la mayoría de territorios los resultados obedecen a historias particulares y a relaciones igualmente particulares con la dimensión más nacional. De esta manera, por ejemplo, la significativa victoria del MAS en Cajamarca (gobierno regional, con más del 45 %; victoria para consejeros regionales en 12 de 13 provincias; y triunfo en por lo menos cuatro municipalidades provinciales, más una cantidad importante de municipalidades distritales) indica un voto en defensa de la dignidad de esa región, una derrota a la política aplicada por el gobierno nacional frente a ella, la ratificación de una condena a una determinada empresa minera, y el rechazo persistente al polémico proyecto Conga. Otro tanto puede indicarse en el caso de Madre de Dios, donde la votación expresa el rechazo mayoritario a la manera en que las autoridades enfrentan la minería ilegal en esa región, más allá de lo que uno piense de aquella. En Puno2, por su lado, el resultado y la votación de Luque se hace incomprensible si no se entiende la diferenciación entre quechuas y aimaras y el significado del candidato Aduviri. 5 En un escenario de esta naturaleza, es evidente que el voto cruzado que se observa (región, consejo regional, provincia y distrito) en todo el país nos muestra a un electorado que ya aprendió a moverse en un escenario fragmentado, donde es muy fácil encontrar un distrito con 17 listas en competencia, y los dos distritos vecinos, con apenas tres o cuatro. De igual manera, se observan provincias dentro de la misma cuenca, donde en una compiten seis candidatos y en la otra catorce. Lo hacen con pragmatismo, guiados por sus intereses más directos, por el mayor conocimiento que tienen de los candidatos de su circunscripción más inmediata, pero también por su lectura y expectativa mayor o menor del contexto depar- « ... en un escenario de esta naturaleza, es evidente que el voto cruzado que se observa (región, consejo regional, provincia y distrito) en todo el país, nos muestra a un electorado que ya aprendió a moverse en un escenario fragmentado... los poderes fácticos ilegales y con el lavado de activos; otros tantos lo están por historias anteriores de corrupción y comportamientos «non sanctos». Un número importante de tales acusaciones seguramente están fundamentadas y son posiblemente ciertas; a fin de cuentas, la obra pública ha devenido en el país —no solo en los espacios descentralizados— en oportunidad de corrupción y de lavado de activos. Unas palabras sobre los resultados municipales y las municipalidades rurales Los primeros resultados municipales muestran, una vez más, la baja legitimidad de origen de las autoridades ganadoras. Fueron 112 las provincias (57.8 %) que eligieron a su alcalde con una votación que no alcanza al tercio del electorado —con un porcentaje que oscila entre el 15 % y el 30 %—, sorprendiendo, entre ellas, algunas importantes de Lima, como Barranca (17.3 %) y Cañete (17.7 %), o el paraíso de la agroexportación: Ica (18.9 %). En todas ellas, como en El Collao (Puno), que es la que obtiene el peor resultado (11.51 % y 16 listas compitiendo), la proliferación de candidatos es una constante. El 37.6 % de las provincias ha elegido a sus alcaldes con una votación que osciló entre el 31 % y el 45 %, y apenas el 4 % estuvo por encima de ese rango. En lo que respecta a los distritos, la situación no es sustantivamente distinta, aunque los porcentajes son relativamente Una de las regiones con mayor fragmentación política es Puno, donde los debates programáticos brillaron por su ausencia. » tamental, y, finalmente desde allí, de su mirada nacional. Que ese pragmatismo esté sustentado en el descrédito de la política y los políticos, que su resultado afecte la gobernabilidad y debilite la democracia, no es precisamente responsabilidad de los electores. En este marco, muchos de los vencedores en los tres niveles están sindicados de vinculaciones con 6 LA REVISTA AGRARIA / 167 (Áncash y Huánuco) y UPP (Áncash y Apurímac). Son cerca de cuarenta agrupaciones regionales las que registran una presencia mayor, predominando en este tipo de distrito, lo que ciertamente no es un dato nuevo. Habida cuenta de que las autoridades reelectas en los distritos, especialmente en los rurales, son las menos, el desafío para articularlos y contribuir a sus gestiones —que realizan asociaciones como Remurpe— será muy grande. El fracaso en el intento de reelección de varios alcaldes con interesantes experiencias de participación y/o de desarrollo económico local obligará a revisar esos procesos y, más profundamente, a buscar nuevas claves para entender cómo es que el electorado decide su voto. Foto internet mayores. No obstante haber casos dramáticos, como Antauta en Puno (13.6 % de votos, en un escenario con 16 listas) o Mirgas en Áncash (15.3 %, con 14 listas), la mayoría de autoridades muestra porcentajes por encima del 25 %, y un número importante de ellas supera el 30 %. La presencia de los denominados partidos nacionales en las elecciones realizadas en los distritos rurales ha sido poco significativa, a excepción de La Libertad, Lambayeque y Áncash (en menor medida, Ayacucho). Los partidos nacionales que registran alguna presencia en municipalidades rurales son APP (La Libertad, Lambayeque, Áncash, Ayacucho y San Martín), Fuerza Popular (Junín, San Martín y Cajamarca), Somos Perú Para terminar Los primeros resultados, ciertamente, ratifican tendencias y problemas que se arrastran desde hace muchos años, y preanuncian distintos problemas de corto plazo si el Congreso no modifica la ley de revocatorias; pero también advierten, una vez más, de la crisis de nuestros sistemas de representación y de partidos políticos, no obstante las múltiples propuestas existentes. Al parecer, esta crisis parece no interesarles a los representantes políticos, más preocupados por sus cálculos personales inmediatos que por el país. Más profundamente, es claro que la descentralización, pero también la política, sigue debilitándose aún más. Hay que destacar que varias de las autoridades electas expresan lógicas de resistencia a distintos proyectos mineros y energéticos; varias otras, seguramente, tienen vinculaciones con actividades y actores ilegales. Pero ambos datos no son nuevos. Eventualmente, se profundizan. De cara a 2016, en cualquier caso, no hay relación directa, aunque se debe resaltar la aparición de una treintena de posibles aspirantes a candidatos al Congreso, que están esperando las ofertas de los partidos nacionales: son quienes obtuvieron más del 15 % de los votos en regiones o tuvieron votaciones importantes en las provincias con mayor electorado. Escenario muy difícil, en consecuencia, el que tenemos por delante. Notas 1 Antropólogo. Especialista en temas de descentralización, del Grupo Propuesta Ciudadana. 2En Puno pasaron a la segunda vuelta, para la presidencia regional, Juan Luque Mamani, del movimiento político Proyecto de la Integración para la Cooperación (PICO), y el exdirigente aimara Walter Aduviri Calisaya, de Democracia Directa. OCTUBRE de 2014 7 Rómulo Antúnez Antúnez Secretario ejecutivo en Gestión del Territorio y Recursos de Remurpe “Un tema que aún debe esclarecerse es el nivel de militancia de los alcaldes electos en los partidos políticos nacionales: creemos que en la actualidad no hay mucha relación con dichos partidos, ni tampoco con los regionales. Eso se confirma en este proceso, donde muchos movimientos distritales y provinciales han dejado de existir; al parecer, muchos han servido como organizaciones para llevar entre sus filas a corruptos. Nosotros, en Remurpe, conceptualizamos el municipalismo desde lo participativo, lo rural y lo descentralista.” “El segundo tema se refiere al hecho de que la corriente que promovemos está sufriendo un serio cuestionamiento, pues —y es una pena decirlo— nos estamos dando cuenta de que existen muchos personajes con un alto pragmatismo político y mercantil, pisando terrenos al margen de la ley, incluso en la misma campaña. Y, al parecer, les está funcionando. En Remurpe nos preguntamos: ¿cómo actuamos en ese escenario?” “Finalmente, hay que analizar a los nuevos alcaldes electos a partir de dos elementos: su militancia en los partidos y el mismo perfil de los ganadores, que es la base para decidir el tipo de municipalismo que van a promover o construir. Existe una buena cantidad de alcaldes «remurpistas», pero no es suficiente, pues en años anteriores había más. En Remurpe, por ejemplo, debemos readecuar nuestra estrategia de asociativismo municipal y decidir cómo ampliamos nuestra representatividad. ¿Cómo reformulamos esta estrategia? ¿Cuál es el futuro de este asociativismo?” 8 Elecciones municipales en los Preocupante fragmentación y La Revista Agraria reunió recientemente a un y municipalidades, para realizar una primera regional, provincial y distrital del pasado 5 de extractos de sus principales reflexiones. Un dato nivel de dispersión y fragmentación política en Javier Torres Seoane Antropólogo (Servicios Educativos Rurales, SER) “Analizando los resultados en la región Cajamarca, lo primero que uno encuentra es que el Movimiento de Afirmación Social (MAS) gana en muchos distritos rurales, pero prácticamente empata con Cajamarca Siempre Verde (de Absalón Vásquez), y que Fuerza Popular, la segunda fuerza regional, queda sexta en número de distritos al ganar solamente seis. Lo segundo es que, por más que uno trata de hallar cierta lógica regional, casi no se la halla: cada provincia es una especie de isla, donde uno puede ver que hay un movimiento que gana en casi todos los distritos de esa provincia, pero en la vecina gana otro movimiento (es decir, no son movimientos regionales en todo el sentido del término). Una cosa que impresiona es que en varios distritos, estos movimientos ganan ampliamente varias alcaldías, pero en otros solo obtiene un 3 % (o sea, una mínima votación).” “Otro dato importante es que solo en dos distritos ganan listas independientes de la misma localidad; en el resto ganan los movimientos regionales. Tenemos, entonces, una región Cajamarca en donde la cuarta parte de las municipalidades rurales está en manos del MAS, la otra cuarta parte en las de Absalón y el resto está disgregado en todos los demás grupos.” “Cuando uno se va a Ayacucho, la situación es parecida. Los dos movimientos más importantes son los que pelearon la presidencia regional: Alianza Renace Ayacucho, del presidente regional Wilfredo Oscorima, que gana alrededor de 30 municipalidades (32 % del total), y Alianza para el Progreso, con el general Edwin Donayre, que saca 23 (25 %). Luego vienen el resto de agrupaciones políticas regionales. Los partidos políticos prácticamente no aparecen.” “A diferencia de Cajamarca, en Ayacucho sí se aprecia con claridad el arrastre de los dos principales candidatos que lideraron la presidencia de la región: Oscorima y DoLA REVISTA AGRARIA / 167 distritos rurales tendencia a la dispersión Carlos López Jiménez Secretario ejecutivo nacional de la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales (Remurpe) grupo de expertos en temas de descentralización mirada a los resultados del proceso electoral octubre. En el presente artículo brindamos resaltante de este análisis fue combrobar el alto una buena parte de los distritos rurales. nayre. Por ejemplo, conversando con una dirigente ayacuchana, ella comentaba que una de las razones del voto por Oscorima en las localidades era que «el presidente ha llegado a mi distrito, a mi comunidad».” “La situación en la región Puno es mucho más dispersa que en las anteriores. El movimiento Proyecto de la Integración para la Cooperación (PICO) es el que gana más alcaldías, alrededor del 18 %; luego viene el movimiento Confía, que obtiene 13, y después Democracia Directa, que lleva a Aduviri como candidato a la presidencia regional. Queda claro que Aduviri no tiene arrastre en la votación y que parte del voto aimara se divide en dos en los distritos. La dispersión distrital en Puno también se observa entre los partidos políticos nacionales, que existen menos que en las otras regiones, pues obtienen muy pocos distritos. Por ejemplo, un dato importante es constatar que el Apra y Fuerza Popular no existen en la región.” “Lo que se aprecia es una mayor dispersión, que tiene mucho que ver con el mayor número de candidatos. Al hacer una comparación constatamos que en regiones como Cajamarca solo se presentaron ocho listas regionales; es decir, el voto está más concentrado. En Puno existieron 15 listas regionales, y en algunos distritos hubo hasta 20 listas, lo que provocó una mayor dispersión.” OCTUBRE de 2014 “En el tema de los partidos políticos en las localidades, existen aquellos que no tienen una conexión nacional, pero se mantienen porque los dirigentes tienen una relación de amistad con los líderes nacionales de dichos partidos.” Por ejemplo, en Piura, es una pena para Remurpe que en el último proceso electoral se haya perdido a varios alcaldes que presentaron la mejor gestión en materia de desarrollo económico y que tuvieron una experiencia exitosa. Los suyos han sido municipios-escuela. En varios casos su derrota electoral se debe a que entre los otros candidatos políticos se ha afianzado un estilo de gobernar basado en repartir la municipalidad para conseguir votos (incluso, repartieron jabón, sal, botas, etc.); entonces, los alcaldes con la mejor gestión han sido víctimas de este estilo. Hay que resaltar que, en Piura, luego de este reciente proceso, varios exalcaldes han regresado y pueden ayudar a desarrollar una mejor gestión y a oxigenar la red de municipalidades.” En general, si comparamos con las anteriores elecciones, en este momento tenemos entre seis a siete alcaldes provinciales «remurpistas», empezando por el alcalde electo de Puno, Iván Flores (del movimiento político Confía), quien en una anterior gestión promovió el tema de la educación indígena. Una de sus propuestas es aglutinar a diferentes municipios para presentar alternativas que ayuden a lograr una legislación dirigida a las municipalidades rurales, conforme a su realidad, y para contar con mayores recursos, pues dichas municipalidades solo viven con dinero del Foncomun. Esta también es una idea de Remurpe.” 9 Foto Andina Análisis al reciente informe de la FAO y a uno de los proyectos de ley del Congreso Agricultura familiar: construyendo políticas y medidas Fernando Eguren1 Anualmente, la FAO 2 publica un esperado informe, titulado Estado mundial de la agricultura y la alimentación3. Cada edición analiza un tema específico, y la de este año está dedicada a la innovación en la agricultura familiar (AF). La relevancia del tema reside en el hecho de que en el mundo y en cada país la seguridad alimentaria está sustentada, en buena medida, en la agricultura familiar. Ante un crecimiento incesante de la demanda, la agricultura familiar debe responder aumentando sus niveles de producción y de rendimientos. Para ello se requiere innovación, la cual reposa 10 en la investigación y la difusión de conocimientos y tecnologías. Investigaciones en distintas partes del mundo demuestran que los rendimientos físicos (toneladas por hectárea) de la agricultura familiar son, en general, superiores a los de las explotaciones no familiares (incluidas las grandes explotaciones modernas), gracias a un uso intensivo de mano de obra. Pero los rendimientos por trabajador (valor producido por cada uno) son bastante más bajos que los de las explotaciones no familiares; esta es una de las principales causas de los bajos ingresos y la pobreza de la población rural. La innovación debería permitir, justamen- te, incrementar tanto los rendimientos físicos como los laborales. El diagnóstico de la situación de la AF en el mundo, hecho por la FAO, refleja bien lo que ocurre en el Perú. Pero la prioridad que la FAO le da a la innovación para el desarrollo de la AF contrasta con el escaso interés de las autoridades de nuestro país por la investigación y la difusión de conocimientos, en general, y, en particular, para el sector agrario. Avances en el proyecto de ley de agricultura familiar En el Congreso de la República hay más de un proyecto de ley de promoLA REVISTA AGRARIA / 167 ción de la agricultura familiar; el más desarrollado es el promocionado por el congresista Modesto Julca, que ya ha sido puesto en debate en varios eventos públicos, pero sobre el cual aún no ha recaído un dictamen de la Comisión de Agricultura que permita su pase al pleno del Congreso. A continuación analizamos algunos de los aspectos más importantes de ese proyecto. ¿Cómo define el proyecto a la «agricultura familiar»? Según el artículo 2, la AF es «la actividad productiva que utiliza principalmente la fuerza de trabajo familiar en el desarrollo de actividades agrícolas, pecuarias, forestales de pequeña escala y agroforestales, de agroindustrias rurales, y de pesca artesanal y acuícolas de recursos limitados». Esta definición: a) da un llevan un registro de los ingresos y egresos. Los montos y las fuentes, por lo demás, pueden variar de año en año. Esto hace que sea una tarea casi imposible —y de una cuestionable utilidad— crear un Registro Nacional de Unidades Agrícolas Familiares (Renuaf), como plantea el proyecto de ley en su artículo 9. La determinación de una extensión del predio es, también, una tarea compleja. Fijar un límite de tamaño tendrá, siempre, un nivel de arbitrariedad; pero fijarlo puede ser, finalmente, inevitable, pues es un criterio que puede verificarse empíricamente, lo cual puede resultar necesario en el momento de delimitar quiénes deben ser incluidos en programas de fomento y quiénes quedarán fuera. Lo que no se puede Coeficientes de estandarización de tierras Terrenos con riego Coeficiente Terreno de secano y forestales Costa Sierra Ceja de selva Sierra Ceja de selva 1 1.2 1.6 4.0 3.4 sentido amplio al término agricultura e incluye otras actividades rurales; b) establece la preeminencia de la fuerza de trabajo familiar, mas no excluye a la fuerza de trabajo contratada; y c) reconoce que la AF tiene limitado acceso a los recursos, sean estos la tierra, el agua, el capital o los servicios. Al precisarse, en el mismo artículo, qué es una unidad agrícola familiar (UAF), se introducen dos nuevos elementos: que la principal fuente de ingresos de la familia provenga de la explotación agrícola y que el tamaño del predio no exceda las diez hectáreas. Confirmar estos elementos puede ser una tarea muy compleja. En el Perú y en gran número de países es característico que la AF tenga varias fuentes de ingresos, además de aquella que proviene del propio predio. Por lo general, las UAF no OCTUBRE de 2014 Pastos naturales 97.2 hacer es fijar un límite de superficie igual para todo tipo de terrenos, pues estos tienen diferente significado económico. Así, las diez hectáreas que el proyecto de ley plantea como límite deberían referirse a tierras de cultivo bajo riego (TCR), pero el tamaño del área debería variar para otros tipos de suelo. Por ejemplo, Caballero y Chávez4 establecieron unos coeficientes de conversión de tierras sobre la base del promedio del valor bruto de la producción (VBP) para 1967 y 1972, los cuales pueden observarse en el cuadro que acompaña este artículo. Según esos coeficientes, 10 hectáreas de TCR en costa equivaldrían, por ejemplo, a 40 hectáreas de tierras de cultivo de secano en sierra, a 34 de secano en ceja de selva y a 972 hectáreas de pastos naturales no ma- nejados. Estos coeficientes deberían ser actualizados sobre la base de los VBP más recientes de las tierras. Prioridades: titulación, innovación, costos de transacción Un aspecto del proyecto de ley que podría verse como positivo, pero que al final puede ser un problema, es su ambición: el artículo 4 enumera 17 políticas de protección y promoción a la AG, pero no se establecen prioridades. Además, el proyecto plantea el concurso de varios ministerios, lo cual es, al mismo tiempo, necesario pero poco realista, dada la comprobada poca disposición de los sectores de actuar de manera coordinada y complementaria. De aprobarse la ley como está, correría el riesgo de ser una declaración de buenas intenciones, pero con escasas posibilidades de llevarse a la práctica. Más realista sería centrarse en pocas pero esenciales medidas: a) la titulación de los derechos de propiedad sobre la tierra; b) la reducción de los costos de transacción, mejorando carreteras y el acceso a la información e impulsando la asociatividad; c) la innovación tecnológica, de la gestión y de las prácticas culturales, siguiendo las recomendaciones planteadas por la FAO en el citado informe. Estas tres líneas de acción son indispensables para promover y desarrollar la AF. Notas 1 Sociólogo, director de La Revista Agraria y presidente del Cepes. 2 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, conocida como FAO por las siglas de su denominación en inglés: Food and Agriculture Organization. 3 Puede descargarse el resumen en español en <http://www.fao.org/3/a-i4036s.pdf>. 4 Apéndice I. J.M. Caballero y Arturo Chávez. «Metodología para el cálculo de los coeficientes de estandarización de tierras», p. 119. En J.M. Caballero y Elena Álvarez. Aspectos cuantitativos de la reforma agraria 1969-1979. Lima: IEP, 1980. <http://bit.ly/1wnfIVr>. 11 Un análisis a la producción de agrocombustibles en el departamento de Piura Los proyectos agrícolas modernos son menos eficientes que la agricultura familiar Averill Roy1 En las postrimerías de los años sesenta, el Perú adoptó una de las reformas agrarias más radicales de América del Sur. Posteriormente, la mayoría de las cooperativas, debilitadas por las crisis de los años setenta y las disfunciones internas, se desmantelaron y las tierras se distribuyeron entre sus miembros, lo que dio lugar a una cantidad importante de pequeñas explotaciones agrícolas. A partir de finales de los años ochenta, numerosos observadores identificaron la costa peruana como una región rentable para la inversión. Las restricciones jurídicas a la llegada de nuevos capitales privados fueron suprimidas poco a poco por los diversos gobiernos, con el objetivo de desarrollar una economía de mercado y acelerar la comercialización de los derechos sobre la tierra. Cabe citar el caso de la región Piura, que desde 2008 empezó a captar la atención de la inversión nacional e internacional con miras a la ejecución de proyectos agrícolas de caña de azúcar encaminados a producir bioetanol. La región reúne unas condiciones agrícolas excelentes debido a la abundante insolación y al caudal del río Chira, que irriga de forma constante las parcelas. Por ejemplo, la productividad de la caña de azúcar prácticamente duplica la del Brasil o la de Estados Unidos. Dichos proyectos, que recurren a los últimos adelantos en materia de técnicas de producción, son señalados como una agricultura moderna e impulsora del crecimiento en la región. En la actualidad, Piura concentra una gran parte de la producción de bioetanol del Perú gracias a estos casos de la agricultura moderna es- 12 tablecidos en la zona costera. Pero las recientes inversiones agrícolas se están instalando en una región en la que predomina la agricultura familiar. ¿Son la mejor opción para el desarrollo agrícola de la región? Proyectos agroindustriales que se presentan como generadores de empleo Esas inversiones se establecen en un valle dominado por la pequeña explotación agrícola. En el valle del Chira, cerca del 95 % de los predios disponen de menos de 10 hectáreas (Cenagro, 2012). El acceso de esas pequeñas explotaciones (esencialmente familiares) al crédito, la formación y la asistencia técnica es limitado. La producción agrícola en el valle del Chira es diversificada, a saber: arroz, banano orgánico con certificación de comercio justo, limones, mangos, aguacates y otras frutas y verduras. Asimismo, hay algunos criadores de ganado ovino y bovino. Pero entre las explotaciones familiares predomina la producción de arroz, banano y limones en las márgenes del río y los canales de riego. En cambio, las grandes empresas recientemente instaladas utilizan las tecnologías más avanzadas para la producción agrícola, entre otras: máquinas teledirigidas por GPS, que funcionan las 24 horas; control del ciclo de producción y la fertilización gracias a sistemas de riego por goteo que permiten ahorrar agua; laboratorios biológicos y climatológicos que miden los valores de insolación y la calidad del suelo a fin de ajustar la cantidad de insumos necesarios; etc. Además, se les han concedido certificaciones que avalan sus prác- ticas agrícolas ecológicas (no uso de pesticidas; control biológico de las plagas por medio de la cría de insectos depredadores; sustitución de las prácticas de quema de hojas por el enterrado manual; reciclaje de los subproductos derivados de la producción de etanol; etc.)2. Las tecnologías de punta a las que recurren forman parte del discurso que pretende defender que esas empresas son un ejemplo de modernidad: respetan el medio ambiente y los derechos laborales, crean empleo y promueven el desarrollo económico y social a través de las actividades de RSE (responsabilidad social de las empresas). Se presentan a sí mismas como un modelo opuesto al de la agricultura que predominaba hasta entonces en el valle. Por tanto, los responsables de elaborar políticas consideran que la llegada de esos proyectos es una oportunidad para crear nuevos puestos de trabajo en zonas rurales poco desarrolladas, y una fuente de ingresos fiscales para los gobiernos regionales3. Boom de los agrocombustibles: favorecido por la apropiación de la tierra y el agua Las condiciones del valle del río Piura resultaban favorables para que las empresas que disponían de capitales y acceso a los mercados internacionales tomaran el control de los recursos. Esas empresas, con el beneplácito del Estado, consiguieron apoderarse de los recursos hídricos y las tierras necesarios para la explotación agrícola de un cultivo (la caña de azúcar), así como de un proceso industrial (la transformación LA REVISTA AGRARIA / 167 en etanol), actividades que requieren un alto consumo de agua. En parte, dichas producciones se instalaron gracias al Proyecto Especial de Irrigación Chira-Piura, puesto que la última fase dio lugar a un avance de la frontera agrícola en las tierras áridas de cerca de 24,000 hectáreas. El Gobierno nacional vendió tierras a un precio muy favorable, a condición de que las empresas desarrollaran su propia red de infraestructuras de riego. Debido a que carecían de un acceso directo a la red de canales de riego, instalaron un sistema de bombas eléctricas y depósitos que extraen el agua del río o los canales principales que bordean el río Chira. Tras el desarrollo de esos proyectos, los pequeños agricultores próximos han observado una disminución sensible de la cantidad de agua disponible, lo que ha dado lugar a una situación que puede agravarse de manera considerable en los próximos años4. Cuadro 1. Superficies de cultivo de las principales grandes explotaciones del valle del Chira Superficies cultivadas (ha) Empresas Junio de 2012 Comisa Previsiones 2020 15,000 Maple 7,356 13,936 Caña Brava 6,344 8,000 Camposol 2,800 2,800 Dio Latina Total 10,000 16,500 49,736 en manos de Maple, Caña Brava y una tercera empresa, Camposol (2,800 hectáreas), que produce esencialmente frutas y especias destinadas a la exportación (ver cuadro 1). Si el establecimiento y la expansión de los cultivos de caña de azúcar continúa como hasta ahora, ¡en 2020, solo cinco empresas poseerán cerca del 60 % de la superficie de regadío del valle! (ver cuadro 2). Cuadro 2. Concentración de la propiedad de la tierra en el valle del Chira Hectáreas En % de superficies regadío total Superficie agrícola utilizada por grandes explotaciones (junio de 2012) 16,500 20 % Superficies agrícolas utilizadas por grandes explotaciones (estimación 2020) 49,736 59 % Superficies de regadío en el valle (estimación) 84,286 100 % Por el momento, dos proyectos agroindustriales de bioetanol se encuentran en fase de producción (empresas Maple y Caña Brava). Pronto, un tercer proyecto iniciará la plantación de caña de azúcar (Comisa), y otras empresas han presentado solicitudes de compra de tierras al Gobierno Regional de Piura. Entre esas empresas figura una que se propone sembrar 10,000 hectáreas (Dio Latina). Actualmente, cerca del 35 % de la superficie de regadío se agrupa OCTUBRE de 2014 Subestiman el potencial económico de la agricultura familiar Las pequeñas explotaciones agrícolas —infracapitalizadas y con escaso apoyo por parte de las políticas agrarias— suelen considerarse poco productivas y abocadas a hundirse en la pobreza. En general, se tiende a calificar que su producción es marginal y que su desaparición es inminente, propiciada por el establecimiento de explotaciones agrícolas modernas y más eficientes. Ese es uno de los principales argumentos a favor de la promoción de las inversiones agrícolas a gran escala. No obstante, la investigación realizada en dos empresas que producen bioetanol (Caña Brava y Maple), así como entre los diferentes productores del valle del Chira, desmiente esas afirmaciones y pone de manifiesto el verdadero potencial de la agricultura familiar. Los pequeños agricultores, que recurren en mayor medida a la mano de obra que a la maquinaria agrícola, contratados para la producción de caña de azúcar alcanzan un rendimiento promedio de 140 toneladas por hectárea 5 , equivalente al de las grandes explotaciones. Por otro lado, las grandes empresas industriales y las pequeñas explotaciones de caña de azúcar y limón generan un valor añadido6 por hectárea comparable (alrededor de S/.10,000, es decir, US$3,704). Como se indica en el cuadro 3, las pequeñas explotaciones generan un volumen de negocios (producción bruta) considerable7, puesto que giran en torno a los S/.12,000 (US$4,445) en el caso de la caña de azúcar y el limón, y superan el doble en el caso del banano orgánico con certificación de comercio justo. Por tanto, las grandes empresas Maple y Caña Brava generan menos riqueza (valor añadido) por hectárea que las explotaciones familiares próximas. Pero la gran diferencia entre las grandes empresas y las unidades de producción agrícolas se encuentra en el ámbito del empleo. La comparación de los puestos de empleo creados por ambos tipos de explotación revela que las grandes empresas no crean prácticamente empleo. Para una superficie de 46 hectáreas de plantación, se contrata una sola persona a tiempo completo. En cambio, en las explotaciones familiares, por una misma superficie de 13 46 hectáreas se generan cerca de 100 empleos en el sector agrícola. ¡La diferencia entre los argumentos defendidos por esas grandes empresas y la realidad es considerable respecto de la eficiencia y la contribución al desarrollo económico de la zona! Distribución del valor añadido: un elemento esencial para entender las decisiones económicas Por su naturaleza y funcionamiento, y siempre que reciban un mínimo apoyo, las estructuras agrícolas familiares son capaces de potenciar el recurso a la mano de obra, al tiempo que presentan una productividad agrícola importante. Generan empleo, así como un mayor valor añadido que se destina esencialmente a retribuir a los trabajadores (agricultores y ganaderos familiares, así como trabajadores agrícolas, en su caso). Las empresas generan un alto Cuadro 3. Resultados económicos, en nuevos soles, de las explotaciones (promedio anual y por hectárea) Tipos de explotación y de cultivo Producción bruta Grandes empresas productoras de caña de azúcar para la venta de bioetanol (7,000 hectáreas cultivadas)8 Sistema agroindustrial 28,427 11,869 Sistema agrícola 11,518 115 Pequeñas producciones agrícolas (entre 0.5 y 10 hectáreas cultivadas)9 Productores de caña de azúcar subcontratados 12,420 9,746 Productores de limón 13,128 11,768 Productores de banano orgánico 26,964 23,739 principalmente a la retribución de los accionistas y dirigentes y al pago de los intereses bancarios que financian las inversiones. A diferencia de lo que ocurre en el contexto de la agricultura familiar, el valor añadido se destina, ante todo, a los agentes que poseen el capital. Cuadro 4. Comparación del número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en las explotaciones Cantidad de hectáreas trabajadas 1 46 Personal activo en las grandes explotaciones de caña de azúcar 0.02 1 Personal activo en las pequeñas explotaciones10 1.95 97.5 valor añadido en el conjunto de sus explotaciones (alrededor de US$31 millones al año), aunque en términos generales ese valor es bajo si se tiene en cuenta la hectárea. Además, el valor añadido que generan se destina El trabajo agrícola no es un coste de producción en el marco de una unidad de producción agrícola, ya que les permite a los miembros de la familia obtener ingresos e invertirlos en los años ulteriores. Es comple- Los dos gráficos que figuran a continuación reflejan esa diferencia fundamental entre ambas formas de producción. 1. Distribución del valor añadido por las pequeñas explotaciones 2. Distribución del valor añadido en las grandes explotaciones de producción de etanol* 3% Trabajo (3 %) Trabajo Capital (intereses) 97 % Capital (intereses) 41 % Impuestos 56 % RSE (0.004 %) * Los datos del gráfico 2 se refieren a la empresa agroindustrial en su conjunto. RSE representa los gastos asociados a las actividades de responsabilidad social de las empresas. 14 Valor añadido tamente diferente en el marco de las empresas basadas en el trabajo asalariado. Para esas empresas, el objetivo es maximizar las ganancias y la retribución de las inversiones, así que el trabajo constituye un coste de producción. Cuando los dirigentes de un país deciden atraer la inversión agrícola a gran escala, se decantan por las actividades económicas que no crean empleos por unidad de superficie y cuya riqueza económica se destina especialmente a un grupo reducido de personas, los agentes que poseen el capital, y no a los agricultores y trabajadores agrícolas. En teoría, los impuestos que gravan las ganancias de esas empresas deberían contribuir al desarrollo de los servicios públicos, de los que carece ampliamente el valle (servicios sanitarios, educativos, acceso al agua potable, carreteras, etc.), pero aunque Maple abona cada año al menos US$500,000 al Gobierno Regional de Piura, no se observan cambios considerables para las poblaciones rurales circundantes. Tales modalidades de distribución del valor añadido refuerzan en gran medida las desigualdades económicas entre las personas. LA REVISTA AGRARIA / 167 Elaborar políticas que apoyen un desarrollo que cree empleo y sea más eficiente y justo Sin duda, el establecimiento de las empresas ha dado lugar a la creación de nuevos empleos, agrícolas e industriales, en zonas que anteriormente eran desérticas. ¿Pero es esa realmente la mejor opción posible? ¿Brindan esas empresas una oportunidad al proceso de desarrollo regional? Los datos que figuran más arriba muestran la contribución social de las explotaciones agrícolas a gran escala y a pequeña escala, por separado. Así pues, la cuestión no es analizar la situación previa y posterior a la llegada de esas nuevas empresas al territorio, tal como se hace habitualmente, sino examinar diferentes opciones posibles y medir el interés que tiene para la región la captación de ese tipo de grandes inversiones en materia de desarrollo económico. Es notoria la dificultad que existe para que las grandes empresas proporcionen datos económicos fiables y claros. Los nuevos empleos que crean siguen siendo absolutamente insignificantes en comparación con los que podrían crearse si se consolidaran las unidades de producción campesinas ya presentes en el valle. A tales efectos, los pequeños productores tendrían que poder beneficiarse, al igual que las grandes empresas, de acceso a la tierra, los mercados y el crédito, así como de la posibilidad de organizarse para gestionar sus recursos. El ejemplo de los productores de banano con certificación de comercio justo en el ámbito de la reforma agraria del valle del río Piura pone de manifiesto que ello es perfectamente posible y que el recurso de capitales externos no tiene por qué constituir la única alternativa posible11. Es primordial exigir a las empresas y al Estado una verdadera transparencia en la utilización de los recursos y los fondos públicos, con miras a que cada ciudadano sea capaz de valorar OCTUBRE de 2014 por sí mismo el interés de dichos proyectos agroindustriales. Asimismo, debe fortalecerse la capacidad de las organizaciones de la sociedad civil y las universidades, de modo que puedan realizar análisis necesarios para comprender la evolución y escojan la mejor opción de desarrollo que beneficie a un mayor número de personas y a las generaciones futuras. En la práctica, el desarrollo reciente de los grandes proyectos agroindustriales de producción de bioetanol se refleja hoy en día en una intensificación de la competencia por los recursos hídricos y la tierra, que pone en peligro las explotaciones familiares próximas —incluso las más interesantes para la sociedad en su conjunto— y contribuye de forma insignificante al desarrollo económico de la zona. Por ende, las políticas agrícolas deberían apoyar ampliamente las estructuras agrarias más eficientes, mediante la adopción de políticas firmes de apoyo a la agricultura familiar. En la región Piura —y, sin duda, de forma general, en el conjunto de las regiones costeras del Perú—, las políticas de acceso a la tierra ganada al desierto deberían facilitar el acceso a pequeños productores y no a dichos proyectos. Notas 1 Consultora especialista en la gobernanza de los recursos naturales. Miembro de aGter, una asociación para contribuir a mejorar la Gobernanza de la Tierra, del Agua y de los Recursos Naturales. [email protected] http://www.agter.asso.fr 2 Dichas empresas destacan los esfuerzos desplegados en materia de reciclaje de los subproductos derivados de la producción de etanol (vinaza, bagazo y agua de lavado) y de las aguas residuales, así como su autonomía en la producción de energía generada por la fábrica de transformación. 3 El Gobierno Regional de Piura firmó un convenio con la empresa Maple obligándola a abonar anualmente US$500,000 durante veinte años. 4 Un estudio realizado por el Proyecto sobre bioenergía y seguridad alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revela que la disponibilidad de los recursos hídricos se encuentra amenazada por el aumento de la superficie de cultivo de la caña de azúcar en el valle del Chira. Ramos Taipe, C. L. (2010). Metodología aplicada en el análisis de los efectos de la producción de cultivos bioenergéticos sobre la disponibilidad de recursos hídricos: el caso del sistema Chira, Bioenergía y seguridad alimentaria en el Perú. Roma: FAO. 5 Véase el informe «Agriculture contractuelle pour la production d’agrocarburants dans le nord-Pérou: un modèle de développement pour l’agriculture familiale?». A. Roy, 2013. 6 El «valor añadido» se obtiene deduciendo del rendimiento bruto (producto comercializado o para consumo propio), por un lado, el conjunto de insumos intermedios empleados durante un año y, por otro lado, la amortización económica del capital fijo utilizado en el proceso productivo, cuya depreciación abarca varios años (H. Cochet y M. Merlet. Accaparement des terres agricoles et répartition de la valeur ajoutée: la captation de la rente foncière revisitée. Comunicación dirigida a la conferencia internacional Global Land Grabbing celebrada en Brighton. Institute of Development Studies. 6-8 abril de 2011. Disponible en inglés y francés). 7 Los datos se han extraído de un modelo financiero elaborado a partir de los datos proporcionados por las empresas Maple y Caña Brava, así como del estudio realizado en las explotaciones bananeras de la zona de Huangalá y entre los productores de limón de la zona de Cieneguillo. 8 A efectos de realizar la comparación, se ha diferenciado el sistema de producción agrícola del sistema de producción agroindustrial global. En consecuencia, la caña de azúcar consumida por el sistema agroindustrial se ajusta al precio necesario para cubrir los costes de producción, lo que equivale aproximadamente a S/.82.30 por tonelada. Los resultados se corresponden con un promedio anual calculado sobre la totalidad de la duración del proyecto (20 años). En el sistema agroindustrial, la producción es el etanol, evaluada en litros por hectárea. En el caso de los productores de caña subcontratados, el precio de compra de la caña es de S/.86 por tonelada. 9 Los resultados relativos a las pequeñas explotaciones engloban el conjunto de los recursos generados por la explotación. A efectos del presente estudio, las explotaciones se distribuyen en función del cultivo destinado a la venta que predomina en las parcelas. 10Se trata de promedios para el conjunto de las pequeñas empresas sometidas a estudio. 11Véase «La production de banane biologique et équitable dans la vallée du Chira: un modèle de réussite pour le maintien de l’agriculture familiale?». A. Roy, 2013. 15 Orlando Plaza: una partida que deja un profundo vacío El día 29 de setiembre falleció Orlando Plaza Jibaja, sociólogo y conocedor — como pocos— del mundo rural peruano, pero, sobre todo, gran persona, gran amigo y maestro de varias generaciones. Desde las aulas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), su alma mater —y a la que dedicó largos años de su vida—, suscitó en sus alumnos el interés por los campesinos, esos ciudadanos que, lejos de las urbes, protegen los recursos naturales, producen los alimentos que todos consumimos y recrean nuestra cultura ancestral. En la PUCP, Orlando comenzó, a inicios de la década de 1970, su carrera como jefe de práctica: nunca más se desligó de ella ni de su vocación de maestro. Paralelamente, fue investigador en Desco y en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), y presidió el Seminario Permanente de Investigación Agraria (Sepia). Sus múltiples publicaciones dieron luces e influyeron en nuestra visión sobre el mundo campesino y el desarrollo rural. Orlando deja un profundo vacío no solo como intelectual, sino también como amigo entrañable y generoso. Su partida nos entristece. Fernando Eguren Director cionespublicacionespublicacionespublicacionespublicacionespubli Producción campesina lechera en los países andinos: dinámicas de articulación a los mercados. Aubron, Claire; Hernández, Mónica; Mafla, Hugo; Lacroix, Pierril y Verónica Proaño (eds.). Lima: Sistema de Investigación sobre la Problemática Agraria en el Ecuador (Sipae) y Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), 2013. La publicación tiene como objetivo aportar reflexiones y respuestas en torno a la ganadería lechera como vía de desarrollo para los campesinos andinos. Analiza bajo qué condiciones se desarrolla la producción lechera, cuáles son las condiciones del mercado para el producto y cuáles son las mejores articulaciones al mercado para los campesinos andinos. El texto busca profundizar en las potencialidades, los riesgos y las alternativas de las diversas formas de articulación para el sector lechero en el mercado. Puede descargarse de <http://bit.ly/1wpvazq>. La leyenda de los tumbabosques. Lima: Programa de Ciudadanía y Asuntos Socioambientales, Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), 2014. Primera entrega de la serie de historietas que publicará la SPDA sobre temas ligados al medio ambiente. Con este texto se busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y el poder que tenemos todos los ciudadanos para actuar ante las amenazas que ellos afrontan, bien a través de la promoción de actividades sostenibles, bien poniendo freno a actividades ilegales. La historieta se enfoca en uno de los principales problemas que enfrentan nuestros bosques: la tala ilegal. Puede descargarse de <http://bit.ly/1zl7SjV>. América Latina hacia la inclusión social. Avances, aprendizajes y desafíos. Muriel Hernández, Beatriz; Fernández Moscoso, Miguel; Yapu, Mario; Romero Romay, Daniela; Rocha Portugal, Pablo; Damonte, Gerardo; Glave, Manuel; Sanabria Arias, José Carlos; Coyoy Erick y Edmundo Urrutia. Ciudad de Guatemala: Asociación de Investigación y Estudios Sociales, 2014. El texto presenta estudios dentro de cuatro áreas temáticas que la Iniciativa Latinoamericana de Investigación para las Políticas Públicas (Ilaipp) decidió promover por estar vinculadas en niveles y proporciones diferentes a la inclusión social como eje principal que desarrollar. Estas áreas temáticas están referidas a las experiencias exitosas (o buenas prácticas) de inclusión social de grupos vulnerables; la institucionalidad de las políticas sociales para promover la inclusión social; la importancia del capital social en el marco de los procesos de inclusión social en América Latina; la multiculturalidad y la inclusión social, y el debate sobre la fiscalidad en América Latina. El libro puede descargarse de <http:// www.grade.org.pe/wp-content/ uploads/ILAIPP_2014.pdf>. Visite: www.larevistaagraria.org 16 LA REVISTA AGRARIA / 167
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