AÑO 15 N.º 167 OCTUBRE de 2014 - La Revista Agraria

AÑO 15 N.º 167
OCTUBRE de 2014
editorial
contenido
contenido
3
Las elecciones de
octubre:
una primera mirada
8
Elecciones
municipales en los
distritos rurales
Preocupante
tendencia...
10
Agricultura familiar:
construyendo
políticas y medidas
12
Los proyectos
agrícolas modernos
son menos
eficientes que la
agricultura familiar
Publicación del Centro Peruano de Estudios Sociales
Av. Salaverry 818, Jesús María, Lima 11/ Perú
Telf. (511) 4336610
Email: [email protected]
Web: www.larevistaagraria.org
Facebook: /LaRevistaAgraria
Twitter: @RevistaAgraria
Directora fundadora
Bertha Consiglieri (1950-2007)
Director
Fernando Eguren
Comité editorial
Laureano del Castillo, Javier Alvarado,
Beatriz Salazar, Ricardo Marapi, Pedro Castillo,
Jaime Escobedo, Miguel Pintado
Corrección/Diagramación
Antonio Luya / José Rodríguez
Distribución gratuita con La República el
último miércoles de cada mes.
LICENCIA CREATIVE COMMONS
Algunos derechos reservados
Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar públicamente esta obra bajo las condiciones siguientes:
- Debe reconocer los créditos de la obra
- Debe ser usada solo para propósitos no comerciales
- No se puede alterar, transformar o generar una obra
derivada a partir de esta obra.
2
«
Destrabar inversiones afectando el
derecho de la propiedad rural
Siembra vientos y cosecharás tempestades», reza el dicho. Teniendo
en cuenta esta lección de sabiduría popular, diversas organizaciones
de la sociedad civil vienen denunciando los riesgos de la aplicación de
la Ley 302301, aprobada en julio de este año. Además de las afectaciones
al ambiente, otras organizaciones —como el Colectivo por la Seguridad
de los Territorios de las Comunidades del Perú— señalan el riesgo que se
cierne sobre la propiedad de pequeños propietarios y de comunidades si
se aplican las normas de dicha ley, que pretende sanear legalmente tierras
en favor de grandes inversiones.
Como se ha advertido, no se está en contra de las inversiones; por
el contrario, ellas son muy necesarias no solo para continuar la senda del
crecimiento de la economía, sino también para cubrir las necesidades
que padece una buena parte de nuestra población a lo largo y ancho del
territorio. Pero de ahí a pretender retomar el ritmo del crecimiento económico
favoreciendo el desarrollo de grandes proyectos en minería, hidrocarburos,
vialidad, turismo o biocombustibles, afectando el derecho de propiedad de
los ciudadanos peruanos, hay una gran diferencia. El objetivo de la Ley
30230 es crear una serie de procedimientos especiales para el saneamiento
en favor de proyectos declarados de interés nacional, a manos de Cofopri,
cuando sean predios de particulares o de la Superintendencia de Bienes
Nacionales (si se trata de tierras del Estado).
Entendámonos bien. La intención de las autoridades no es impulsar
un proceso general de saneamiento físico legal de la propiedad rural, que
—dicho sea de paso— se viene reclamando al Estado. Lo que buscan con
esta ley es reactivar las inversiones levantando, en este caso, trabas, como
la de la propiedad informal de pequeños agricultores y campesinos. Y, sí,
se trata también de propiedades de particulares, donde se incluye la de las
comunidades campesinas y nativas, muchas de las cuales carecen todavía
de títulos firmes, pues la gran mayoría de ellos no están georreferenciados.
Así las cosas, la norma comentada puede aplicarse a dichas tierras.
Ha generado alguna expectativa el anuncio de funcionarios de
los ministerios de Agricultura y Riego y de Vivienda, Construcción y
Saneamiento, en una reciente reunión pública, acerca de que se estaría
trabajando en el reglamento de la Ley 30230 para explicitar —según su
interpretación— que esta no se aplicará a tierras comunales. De concretarse
ello, se habría avanzado en desactivar una amenaza que podría haber
generado muchos conflictos. Pero se mantendría la incertidumbre sobre
muchos cientos o, quizá, miles de pequeños agricultores que no forman parte
de las comunidades y carecen de títulos o cuentan con títulos imperfectos,
acerca de que podrían perder su propiedad. Eso no es admisible en pleno
siglo XXI, pues dicha situación puede generar más conflictos en un país
que no requiere tener más de ellos.
Laureano del Castillo
Director ejecutivo del CEPES
1 Ley que establece medidas tributarias, simplificación de procedimientos y permisos
para la promoción y dinamización de la inversión en el país.
LA REVISTA AGRARIA / 167
Foto Amdina
Las elecciones de octubre:
una primera mirada
El contexto de las elecciones
Las elecciones descentralizadas de
octubre —más que anteriores procesos— se vieron marcadas por la
confluencia de distintos rasgos de la
coyuntura nacional, que influyeron
de forma significativa en el proceso
y en las características que adquirió
la campaña electoral, contribuyendo
a explicar muchos de los primeros
resultados que pueden observarse a
partir de la información que proporciona la Oficina Nacional de Procesos
Electorales (ONPE).
Recordemos que los comicios se
dieron en un contexto en el que coincidieron la desaceleración del crecimiento económico y la avalancha
de medidas puntuales pro inversión
desde el gobierno, con una ofensiva
de las autoridades nacionales y los
principales medios de comunicaOCTUBRE de 2014
ción contra presidentes regionales
y alcaldes, responsabilizándolos de
la corrupción y la violencia que se
observan en el país y tiñendo toda la
campaña de denuncias y acusaciones.
A estos dos elementos hay que añadir
las tribulaciones de un gobierno que
desde la convocatoria a los comicios
cambió dos veces de gabinete y
fue zarandeado en el Congreso de
la República en ambas oportunidades, así como la recentralización
creciente de recursos, pero también
de competencias, de los gobiernos
descentralizados, en un marco donde
distintos actores políticos buscan explícitamente terminar con la reforma.
Como es obvio, estas «novedades» estuvieron acompañadas por
las cada vez mayores debilidades y
limitaciones de nuestras instituciones y por la larga crisis de nuestro
Eduardo Ballón1
sistema de partidos y nuestro sistema
de representación, tanto como por la
práctica desaparición del partido de
gobierno, que se abstuvo de participar en el proceso, aunque termina
imponiendo su nombre y su símbolo
en tres municipalidades distritales
(Andoas, Jeberos y Trompeteros) de
dos provincias de Loreto, en las que
participó, demostrando que no ha
muerto del todo.
El proceso electoral
En ese marco, la fragmentación
política que se observa hace años en
el país —más dramáticamente en el
interior— se mantuvo. Así, 316 listas
fueron habilitadas para participar
en los comicios de octubre, frente
a las 291 que lo hicieron en 2010.
La novedad en esta ocasión fue que
los partidos nacionales (163 listas,
3
incluyendo 6 alianzas electorales)
tuvieron más listas compitiendo que
los movimientos regionales (153),
observándose una fragmentación
dramática en regiones tradicionalmente divididas, como Tumbes (20)
y Áncash (18), pero también en otras
que se ven arrastradas por la desarticulación política, como Tacna (19)
y Arequipa (17). Catorce regiones
tuvieron en competencia más de 12
listas cada una, siendo las menos
fragmentadas Loreto (7), San Martín,
Moquegua y Cajamarca, con ocho
listas cada una.
En el proceso intervinieron 17 de
los 18 partidos nacionales con «licencia» para hacerlo. Los que tuvieron
mayor cantidad de aspirantes regionales, provinciales y distritales fueron Alianza Para el Progreso (APP)
(en 23 regiones, incluyendo dos
alianzas), Fuerza Popular (FP) (18
regiones, incluyendo dos alianzas) y
Acción Popular (AP) (17 regiones).
En 12 regiones fueron el principal
factor de dispersión, operando, por
lo general, como vientres de alquiler.
Las campañas —dadas las condiciones en que se realizaron— fueron,
en general, mediáticas (a la escala
de cada territorio) y «cuchilleras».
Los debates programáticos y las
propuestas brillaron por su ausencia,
a pesar de lo cual los candidatos (la
mayoría de ellos), en por lo menos
21 regiones y un número menor de
provincias, suscribieron acuerdos
de gobernabilidad y/o compromisos para su eventual gestión. Más
allá de la fragmentación que se dio,
sobre todo, en el nivel regional, y
que fue ligeramente menor que en
el pasado en los niveles provincial
y distrital, la mayoría de candidatos
tenían «experiencia previa». En las
candidaturas regionales se encontraban expresidentes y consejeros
regionales; excongresistas, alcaldes
y exalcaldes exitosos, y persistentes
candidatos con varios procesos elec-
4
torales a cuestas. En las provinciales
abundaron alcaldes y regidores y
exalcaldes y exregidores, así como
los nuevos notables de siempre. Fue
en los distritos, especialmente en los
rurales más pequeños, donde aparecieron unas pocas figuras nuevas. En
cualquier caso, en ninguna circunscripción los candidatos «fuertes»
fueron más de tres.
Cabe señalar el protagonismo que
adquirieron los jurados electorales
especiales y el Jurado Nacional de
Elecciones (JNE). Los procesos de
impugnación y tacha estuvieron a la
orden del día, hasta el extremo de que
tres semanas antes de las elecciones,
en muchas de las circunscripciones
electorales la ciudadanía ignoraba
si importantes candidatos en ellas
estaban habilitados o no lo estaban.
El domicilio del electo presidente de
Ucayali fue intervenido por la policía
a causa de una acusación de lavado
Listas de partidos nacionales* y movimientos regionales por departamento
Departamento
Partidos nacionales
Movimientos
regionales
Total
2014
2010
2014
2010
2014
2010
Amazonas
2
2
7
6
9
8
Áncash
11
12
7
7
18
19
Apurímac
6
4
4
7
10
11
Arequipa
10
6
7
9
17
15
Ayacucho
5
4
3
7
8
11
Cajamarca
3
5
5
6
8
11
Callao
4
3
8
5
12
8
Cusco
5
7
8
4
13
11
Huancavelica
2
4
7
6
9
10
Huánuco
6
4
7
4
13
8
Ica
9
7
6
8
15
15
Junín
6
6
7
8
13
14
La Libertad
10
7
3
1
13
8
Lambayeque
10
9
3
6
13
15
Lima provincias
9
9
6
7
15
16
Loreto
2
4
5
6
7
10
Madre de Dios
6
3
4
7
10
10
Moquegua
4
4
4
4
8
8
Pasco
6
4
4
4
10
8
Piura
5
5
7
8
12
13
Puno
6
11
10
9
16
20
San Martín
4
4
4
2
8
6
Tacna
11
7
8
9
19
16
Tumbes
11
6
9
7
20
13
Ucayali
3
2
10
5
13
7
163
(51.5 %)
139
(43.9 %)
153
(48.5 %)
152
(56.1 %)
316
291
Total
* Incluye alianzas electorales en las que participan los partidos nacionales.
Fuente: ONPE. Elaboración propia.
LA REVISTA AGRARIA / 167
de activos antes de los comicios, y
la participación de uno de los candidatos a la segunda vuelta, en Junín,
sigue siendo cuestionada legalmente
por otros sectores. La multiplicación de candidatos con sentencias
y procesos judiciales en todos los
niveles territoriales, pero también
las acusaciones de vinculaciones con
actividades ilegales (minería ilegal,
narcotráfico, lavado de activos, tala
ilegal), estuvieron a la orden del día;
en muchos casos, con argumentos
fundados.
Los primeros resultados
Aunque están pendientes los resultados oficiales del JNE, los resultados
iniciales proporcionados por la ONPE
arrojan, ya, indicios importantes. Por
lo menos 12 regiones irán a segunda
vuelta. De los 13 presidentes electos,
dos son de partidos nacionales (APP)
y 11 de movimientos regionales. Los
partidos nacionales pueden aspirar a
ganar cuatro regiones más (Pasco, Ica
y San Martín, con Fuerza Popular en
los dos primeros, y el APRA o Fuerza
Popular, en el tercero; finalmente,
Democracia Directa en Madre de
Dios), lo que ratifica la precariedad
de dichas agrupaciones, destacando
la «efectividad» de APP y FP (de
ganar esta, por lo menos, una de las
regiones en las que compite aún).
Los partidos nacionales —ayudados, en muchos casos, por su carácter
de vientres de alquiler— obtienen por
lo menos 44 alcaldes provinciales
(22.5 %) y 470 distritales (28.5 %).
Los más efectivos fueron APP (19
provincias y 129 distritos), Fuerza
Popular (5 provincias y 70 distritos)
y AP (4 provincias y 58 distritos). El
APRA logra apenas tres provincias y
45 distritos en todo el país, 22 de los
cuales se concentran en La Libertad
y Lambayeque. APP se hace «fuerte»
en provincias y distritos de ambas
regiones, y muestra presencia significativa también en Áncash, Ayacucho
OCTUBRE de 2014
y San Martín, registrando presencia
provincial y distrital en un total de
16 regiones. Fuerza Popular obtiene
sus mejores resultados en San Martín
y en algunas provincias de Junín, y
también logra distintas municipalidades en 16 regiones. En general, los
partidos nacionales están casi ausentes en las provincias y los distritos de
Amazonas, Huancavelica, Loreto,
Madre de Dios, Moquegua, Tumbes
y Ucayali.
Adicionalmente, su presencia es
poco significativa en Apurímac, Are-
«
... la significativa victoria
del MAS en Cajamarca,
indica un voto en defensa de la dignidad de esa
región, una derrota a la
política aplicada por el
gobierno nacional frente
a ella, la ratificación de
una condena a una determinada empresa minera
y el rechazo persistente al polémico proyecto
Conga.
»
quipa, Cajamarca, Cusco, Ica, Piura
y Puno. Entre los grandes perdedores
destacan el APRA y las izquierdas. El
viejo partido de la avenida Alfonso
Ugarte obtiene apenas tres provincias
y 45 distritos, 22 de los cuales son
de La Libertad y Lambayeque. Las
izquierdas, no obstante el éxito del
Movimiento de Afirmación Social
(MAS) en Cajamarca, obtienen dos
provincias y menos de 25 distritos
en todo el país.
Las agrupaciones regionales —el
número de movimientos provinciales
y distritales parece haber sido menor
en esta ocasión— mejoran sus resultados en esta oportunidad. El 41.8 %
de ellas participaron en 2010, y más
del 30 % tienen por lo menos dos procesos electorales a cuestas. Algunas,
como APU (Cusco), Kallpa (Apurímac), Concertación en la Región
(Lima provincias), Ayllu (Huancavelica) y PICO (Puno), aparecen como
la primera fuerza regional, provincial
y distrital en sus respectivos departamentos, logrando posibles mayorías —relativas algunas, absolutas
otras— en sus respectivos consejos
regionales. Otras, como Nueva Amazonía, en San Martín, tienen una mala
performance en la elección regional,
pero obtienen resultados aceptables
en provincias y distritos.
Lo que es claro, sin embargo, es
que no se pueden hacer grandes afirmaciones nacionales ni generalizaciones fáciles, porque en la mayoría
de territorios los resultados obedecen
a historias particulares y a relaciones
igualmente particulares con la dimensión más nacional. De esta manera,
por ejemplo, la significativa victoria
del MAS en Cajamarca (gobierno
regional, con más del 45 %; victoria
para consejeros regionales en 12 de
13 provincias; y triunfo en por lo menos cuatro municipalidades provinciales, más una cantidad importante
de municipalidades distritales) indica
un voto en defensa de la dignidad de
esa región, una derrota a la política
aplicada por el gobierno nacional
frente a ella, la ratificación de una
condena a una determinada empresa
minera, y el rechazo persistente al
polémico proyecto Conga. Otro tanto
puede indicarse en el caso de Madre
de Dios, donde la votación expresa el
rechazo mayoritario a la manera en
que las autoridades enfrentan la minería ilegal en esa región, más allá de lo
que uno piense de aquella. En Puno2,
por su lado, el resultado y la votación
de Luque se hace incomprensible si
no se entiende la diferenciación entre
quechuas y aimaras y el significado
del candidato Aduviri.
5
En un escenario de esta naturaleza,
es evidente que el voto cruzado que
se observa (región, consejo regional,
provincia y distrito) en todo el país
nos muestra a un electorado que ya
aprendió a moverse en un escenario
fragmentado, donde es muy fácil
encontrar un distrito con 17 listas
en competencia, y los dos distritos
vecinos, con apenas tres o cuatro. De
igual manera, se observan provincias
dentro de la misma cuenca, donde en
una compiten seis candidatos y en la
otra catorce. Lo hacen con pragmatismo, guiados por sus intereses más
directos, por el mayor conocimiento
que tienen de los candidatos de su
circunscripción más inmediata, pero
también por su lectura y expectativa
mayor o menor del contexto depar-
«
... en un escenario de esta
naturaleza, es evidente
que el voto cruzado que
se observa (región, consejo regional, provincia y
distrito) en todo el país,
nos muestra a un electorado que ya aprendió a
moverse en un escenario
fragmentado...
los poderes fácticos ilegales y con
el lavado de activos; otros tantos
lo están por historias anteriores de
corrupción y comportamientos «non
sanctos». Un número importante de
tales acusaciones seguramente están
fundamentadas y son posiblemente
ciertas; a fin de cuentas, la obra pública ha devenido en el país —no solo
en los espacios descentralizados— en
oportunidad de corrupción y de lavado de activos.
Unas palabras sobre los
resultados municipales y las
municipalidades rurales
Los primeros resultados municipales muestran, una vez más, la baja legitimidad de origen de las autoridades
ganadoras. Fueron 112 las provincias
(57.8 %) que eligieron a su alcalde
con una votación que no alcanza al
tercio del electorado —con un porcentaje que oscila entre el 15 % y el
30 %—, sorprendiendo, entre ellas,
algunas importantes de Lima, como
Barranca (17.3 %) y Cañete (17.7 %),
o el paraíso de la agroexportación: Ica
(18.9 %). En todas ellas, como en El
Collao (Puno), que es la que obtiene
el peor resultado (11.51 % y 16 listas
compitiendo), la proliferación de candidatos es una constante. El 37.6 % de
las provincias ha elegido a sus alcaldes
con una votación que osciló entre el
31 % y el 45 %, y apenas el 4 % estuvo
por encima de ese rango. En lo que
respecta a los distritos, la situación
no es sustantivamente distinta, aunque los porcentajes son relativamente
Una de las regiones con mayor fragmentación política es Puno, donde los debates
programáticos brillaron por su ausencia.
»
tamental, y, finalmente desde allí, de
su mirada nacional. Que ese pragmatismo esté sustentado en el descrédito
de la política y los políticos, que su
resultado afecte la gobernabilidad
y debilite la democracia, no es precisamente responsabilidad de los
electores.
En este marco, muchos de los
vencedores en los tres niveles están
sindicados de vinculaciones con
6
LA REVISTA AGRARIA / 167
(Áncash y Huánuco) y UPP (Áncash
y Apurímac). Son cerca de cuarenta
agrupaciones regionales las que
registran una presencia mayor, predominando en este tipo de distrito, lo
que ciertamente no es un dato nuevo.
Habida cuenta de que las autoridades reelectas en los distritos, especialmente en los rurales, son las menos,
el desafío para articularlos y contribuir a sus gestiones —que realizan
asociaciones como Remurpe— será
muy grande. El fracaso en el intento
de reelección de varios alcaldes con
interesantes experiencias de participación y/o de desarrollo económico
local obligará a revisar esos procesos
y, más profundamente, a buscar nuevas claves para entender cómo es que
el electorado decide su voto.
Foto internet
mayores. No obstante haber casos
dramáticos, como Antauta en Puno
(13.6 % de votos, en un escenario con
16 listas) o Mirgas en Áncash (15.3 %,
con 14 listas), la mayoría de autoridades muestra porcentajes por encima
del 25 %, y un número importante de
ellas supera el 30 %.
La presencia de los denominados
partidos nacionales en las elecciones
realizadas en los distritos rurales ha
sido poco significativa, a excepción
de La Libertad, Lambayeque y Áncash (en menor medida, Ayacucho).
Los partidos nacionales que registran
alguna presencia en municipalidades
rurales son APP (La Libertad, Lambayeque, Áncash, Ayacucho y San
Martín), Fuerza Popular (Junín, San
Martín y Cajamarca), Somos Perú
Para terminar
Los primeros resultados, ciertamente, ratifican tendencias y problemas que se arrastran desde hace
muchos años, y preanuncian distintos problemas de corto plazo si
el Congreso no modifica la ley de
revocatorias; pero también advierten,
una vez más, de la crisis de nuestros
sistemas de representación y de
partidos políticos, no obstante las
múltiples propuestas existentes. Al
parecer, esta crisis parece no interesarles a los representantes políticos,
más preocupados por sus cálculos
personales inmediatos que por el país.
Más profundamente, es claro que la
descentralización, pero también la
política, sigue debilitándose aún más.
Hay que destacar que varias de las
autoridades electas expresan lógicas
de resistencia a distintos proyectos
mineros y energéticos; varias otras,
seguramente, tienen vinculaciones con
actividades y actores ilegales. Pero ambos datos no son nuevos. Eventualmente, se profundizan. De cara a 2016, en
cualquier caso, no hay relación directa,
aunque se debe resaltar la aparición de
una treintena de posibles aspirantes
a candidatos al Congreso, que están
esperando las ofertas de los partidos
nacionales: son quienes obtuvieron
más del 15 % de los votos en regiones
o tuvieron votaciones importantes en
las provincias con mayor electorado.
Escenario muy difícil, en consecuencia, el que tenemos por delante.
Notas
1 Antropólogo. Especialista en
temas de descentralización, del
Grupo Propuesta Ciudadana.
2En Puno pasaron a la segunda
vuelta, para la presidencia regional, Juan Luque Mamani, del
movimiento político Proyecto de
la Integración para la Cooperación (PICO), y el exdirigente
aimara Walter Aduviri Calisaya,
de Democracia Directa.
OCTUBRE de 2014
7
Rómulo Antúnez Antúnez
Secretario ejecutivo en Gestión del
Territorio y Recursos de Remurpe
“Un tema que aún debe esclarecerse es el nivel de militancia de los alcaldes electos en los partidos políticos
nacionales: creemos que en la actualidad no hay mucha
relación con dichos partidos, ni tampoco con los regionales. Eso se confirma en este proceso, donde muchos movimientos distritales y provinciales han dejado de existir;
al parecer, muchos han servido como organizaciones para
llevar entre sus filas a corruptos. Nosotros, en Remurpe,
conceptualizamos
el municipalismo
desde lo participativo, lo rural y lo
descentralista.”
“El segundo tema
se refiere al hecho
de que la corriente
que promovemos
está sufriendo un serio cuestionamiento,
pues —y es una pena
decirlo— nos estamos dando cuenta de
que existen muchos
personajes con un
alto pragmatismo
político y mercantil,
pisando terrenos al
margen de la ley,
incluso en la misma
campaña. Y, al parecer, les está funcionando. En Remurpe nos preguntamos:
¿cómo actuamos en ese escenario?”
“Finalmente, hay que analizar a los nuevos alcaldes
electos a partir de dos elementos: su militancia en los
partidos y el mismo perfil de los ganadores, que es la
base para decidir el tipo de municipalismo que van a
promover o construir. Existe una buena cantidad de alcaldes «remurpistas», pero no es suficiente, pues en años
anteriores había más. En Remurpe, por ejemplo, debemos
readecuar nuestra estrategia de asociativismo municipal
y decidir cómo ampliamos nuestra representatividad.
¿Cómo reformulamos esta estrategia? ¿Cuál es el futuro
de este asociativismo?”
8
Elecciones municipales en los
Preocupante
fragmentación y
La Revista Agraria reunió recientemente a un
y municipalidades, para realizar una primera
regional, provincial y distrital del pasado 5 de
extractos de sus principales reflexiones. Un dato
nivel de dispersión y fragmentación política en
Javier Torres Seoane
Antropólogo (Servicios Educativos Rurales, SER)
“Analizando los resultados en la región Cajamarca, lo
primero que uno encuentra es que el Movimiento de Afirmación Social (MAS) gana en muchos distritos rurales,
pero prácticamente empata con Cajamarca Siempre Verde
(de Absalón Vásquez), y que Fuerza Popular, la segunda
fuerza regional, queda sexta en número de distritos al ganar
solamente seis. Lo segundo es que, por más que uno trata
de hallar cierta lógica regional, casi no se la halla: cada
provincia es una especie de isla, donde uno puede ver que
hay un movimiento que gana en casi todos los distritos de
esa provincia, pero en la vecina gana otro movimiento (es
decir, no son movimientos regionales en todo el sentido
del término). Una cosa que impresiona es que en varios
distritos, estos movimientos ganan ampliamente varias
alcaldías, pero en otros solo obtiene un 3 % (o sea, una
mínima votación).”
“Otro dato importante es que solo en dos distritos ganan
listas independientes de la misma localidad; en el resto
ganan los movimientos regionales. Tenemos, entonces,
una región Cajamarca en donde la cuarta parte de las
municipalidades rurales está en manos del MAS, la otra
cuarta parte en las de Absalón y el resto está disgregado
en todos los demás grupos.”
“Cuando uno se va a Ayacucho, la situación es parecida.
Los dos movimientos más importantes son los que pelearon
la presidencia regional: Alianza Renace Ayacucho, del
presidente regional Wilfredo Oscorima, que gana alrededor
de 30 municipalidades (32 % del total), y Alianza para el
Progreso, con el general Edwin Donayre, que saca 23 (25 %).
Luego vienen el resto de agrupaciones políticas regionales.
Los partidos políticos prácticamente no aparecen.”
“A diferencia de Cajamarca, en Ayacucho sí se aprecia
con claridad el arrastre de los dos principales candidatos
que lideraron la presidencia de la región: Oscorima y DoLA REVISTA AGRARIA / 167
distritos rurales
tendencia a la
dispersión
Carlos López Jiménez
Secretario ejecutivo nacional de la Red de
Municipalidades Urbanas y Rurales (Remurpe)
grupo de expertos en temas de descentralización
mirada a los resultados del proceso electoral
octubre. En el presente artículo brindamos
resaltante de este análisis fue combrobar el alto
una buena parte de los distritos rurales.
nayre. Por ejemplo,
conversando con una
dirigente ayacuchana,
ella comentaba que
una de las razones del
voto por Oscorima
en las localidades era
que «el presidente ha
llegado a mi distrito, a
mi comunidad».”
“La situación en la
región Puno es mucho más dispersa que
en las anteriores. El
movimiento Proyecto de la Integración
para la Cooperación (PICO) es el que gana más alcaldías,
alrededor del 18 %; luego viene el movimiento Confía,
que obtiene 13, y después Democracia Directa, que lleva
a Aduviri como candidato a la presidencia regional. Queda
claro que Aduviri no tiene arrastre en la votación y que
parte del voto aimara se divide en dos en los distritos. La
dispersión distrital en Puno también se observa entre los
partidos políticos nacionales, que existen menos que en
las otras regiones, pues obtienen muy pocos distritos. Por
ejemplo, un dato importante es constatar que el Apra y
Fuerza Popular no existen en la región.”
“Lo que se aprecia es una mayor dispersión, que tiene
mucho que ver con el mayor número de candidatos. Al
hacer una comparación constatamos que en regiones como
Cajamarca solo se presentaron ocho listas regionales; es
decir, el voto está más concentrado. En Puno existieron
15 listas regionales, y en algunos distritos hubo hasta 20
listas, lo que provocó una mayor dispersión.”
OCTUBRE de 2014
“En el tema de los partidos políticos en las localidades,
existen aquellos que no tienen una conexión nacional,
pero se mantienen porque los dirigentes tienen una relación de amistad con los líderes nacionales de dichos
partidos.”
Por ejemplo, en Piura, es una pena para Remurpe que
en el último proceso electoral se haya perdido a varios
alcaldes que presentaron la mejor gestión en materia de
desarrollo económico y que tuvieron una experiencia
exitosa. Los suyos han sido municipios-escuela. En
varios casos su derrota electoral se debe a que entre
los otros candidatos políticos se ha afianzado un estilo
de gobernar basado en repartir la municipalidad para
conseguir votos (incluso, repartieron jabón, sal, botas,
etc.); entonces, los alcaldes con la mejor gestión han
sido víctimas de este estilo. Hay que resaltar que, en
Piura, luego de este reciente proceso, varios exalcaldes
han regresado y pueden ayudar a desarrollar una mejor
gestión y a oxigenar la red de municipalidades.”
En general, si comparamos con las anteriores elecciones, en este momento tenemos entre seis a siete alcaldes
provinciales «remurpistas», empezando por el alcalde
electo de Puno, Iván Flores (del movimiento político
Confía), quien en una anterior gestión promovió el
tema de la educación indígena. Una de sus propuestas
es aglutinar a diferentes municipios para presentar alternativas que ayuden a lograr una legislación dirigida
a las municipalidades rurales, conforme a su realidad,
y para contar con mayores recursos, pues dichas municipalidades solo viven con dinero del Foncomun. Esta
también es una idea de Remurpe.”
9
Foto Andina
Análisis al reciente informe de la FAO y a uno de los proyectos de ley del Congreso
Agricultura familiar:
construyendo políticas y medidas
Fernando Eguren1
Anualmente, la FAO 2 publica un
esperado informe, titulado Estado
mundial de la agricultura y la alimentación3. Cada edición analiza
un tema específico, y la de este año
está dedicada a la innovación en la
agricultura familiar (AF).
La relevancia del tema reside en
el hecho de que en el mundo y en
cada país la seguridad alimentaria
está sustentada, en buena medida,
en la agricultura familiar. Ante un
crecimiento incesante de la demanda,
la agricultura familiar debe responder
aumentando sus niveles de producción y de rendimientos. Para ello se
requiere innovación, la cual reposa
10
en la investigación y la difusión de
conocimientos y tecnologías.
Investigaciones en distintas partes
del mundo demuestran que los rendimientos físicos (toneladas por hectárea)
de la agricultura familiar son, en general, superiores a los de las explotaciones
no familiares (incluidas las grandes
explotaciones modernas), gracias a un
uso intensivo de mano de obra. Pero
los rendimientos por trabajador (valor
producido por cada uno) son bastante
más bajos que los de las explotaciones
no familiares; esta es una de las principales causas de los bajos ingresos y
la pobreza de la población rural. La
innovación debería permitir, justamen-
te, incrementar tanto los rendimientos
físicos como los laborales.
El diagnóstico de la situación de la
AF en el mundo, hecho por la FAO,
refleja bien lo que ocurre en el Perú.
Pero la prioridad que la FAO le da a
la innovación para el desarrollo de la
AF contrasta con el escaso interés de
las autoridades de nuestro país por la
investigación y la difusión de conocimientos, en general, y, en particular,
para el sector agrario.
Avances en el proyecto de ley de
agricultura familiar
En el Congreso de la República hay
más de un proyecto de ley de promoLA REVISTA AGRARIA / 167
ción de la agricultura familiar; el más
desarrollado es el promocionado por
el congresista Modesto Julca, que ya
ha sido puesto en debate en varios
eventos públicos, pero sobre el cual
aún no ha recaído un dictamen de la
Comisión de Agricultura que permita su pase al pleno del Congreso. A
continuación analizamos algunos de
los aspectos más importantes de ese
proyecto.
¿Cómo define el proyecto a la «agricultura familiar»? Según el artículo
2, la AF es «la actividad productiva
que utiliza principalmente la fuerza
de trabajo familiar en el desarrollo
de actividades agrícolas, pecuarias,
forestales de pequeña escala y agroforestales, de agroindustrias rurales, y de
pesca artesanal y acuícolas de recursos
limitados». Esta definición: a) da un
llevan un registro de los ingresos y
egresos. Los montos y las fuentes,
por lo demás, pueden variar de año en
año. Esto hace que sea una tarea casi
imposible —y de una cuestionable
utilidad— crear un Registro Nacional
de Unidades Agrícolas Familiares
(Renuaf), como plantea el proyecto
de ley en su artículo 9.
La determinación de una extensión del predio es, también, una
tarea compleja. Fijar un límite de
tamaño tendrá, siempre, un nivel de
arbitrariedad; pero fijarlo puede ser,
finalmente, inevitable, pues es un
criterio que puede verificarse empíricamente, lo cual puede resultar
necesario en el momento de delimitar quiénes deben ser incluidos
en programas de fomento y quiénes
quedarán fuera. Lo que no se puede
Coeficientes de estandarización de tierras
Terrenos con riego
Coeficiente
Terreno de secano y
forestales
Costa
Sierra
Ceja de selva
Sierra
Ceja de selva
1
1.2
1.6
4.0
3.4
sentido amplio al término agricultura
e incluye otras actividades rurales; b)
establece la preeminencia de la fuerza
de trabajo familiar, mas no excluye a la
fuerza de trabajo contratada; y c) reconoce que la AF tiene limitado acceso
a los recursos, sean estos la tierra, el
agua, el capital o los servicios.
Al precisarse, en el mismo artículo,
qué es una unidad agrícola familiar
(UAF), se introducen dos nuevos
elementos: que la principal fuente
de ingresos de la familia provenga
de la explotación agrícola y que el
tamaño del predio no exceda las diez
hectáreas. Confirmar estos elementos
puede ser una tarea muy compleja. En
el Perú y en gran número de países
es característico que la AF tenga
varias fuentes de ingresos, además
de aquella que proviene del propio
predio. Por lo general, las UAF no
OCTUBRE de 2014
Pastos
naturales
97.2
hacer es fijar un límite de superficie
igual para todo tipo de terrenos, pues
estos tienen diferente significado
económico. Así, las diez hectáreas
que el proyecto de ley plantea como
límite deberían referirse a tierras de
cultivo bajo riego (TCR), pero el
tamaño del área debería variar para
otros tipos de suelo. Por ejemplo,
Caballero y Chávez4 establecieron
unos coeficientes de conversión de
tierras sobre la base del promedio
del valor bruto de la producción
(VBP) para 1967 y 1972, los cuales
pueden observarse en el cuadro que
acompaña este artículo.
Según esos coeficientes, 10 hectáreas de TCR en costa equivaldrían,
por ejemplo, a 40 hectáreas de tierras
de cultivo de secano en sierra, a 34
de secano en ceja de selva y a 972
hectáreas de pastos naturales no ma-
nejados. Estos coeficientes deberían
ser actualizados sobre la base de los
VBP más recientes de las tierras.
Prioridades: titulación,
innovación, costos de
transacción
Un aspecto del proyecto de ley que
podría verse como positivo, pero que
al final puede ser un problema, es su
ambición: el artículo 4 enumera 17
políticas de protección y promoción
a la AG, pero no se establecen prioridades. Además, el proyecto plantea
el concurso de varios ministerios, lo
cual es, al mismo tiempo, necesario
pero poco realista, dada la comprobada poca disposición de los sectores
de actuar de manera coordinada y
complementaria. De aprobarse la ley
como está, correría el riesgo de ser
una declaración de buenas intenciones, pero con escasas posibilidades
de llevarse a la práctica.
Más realista sería centrarse en
pocas pero esenciales medidas: a) la
titulación de los derechos de propiedad sobre la tierra; b) la reducción de
los costos de transacción, mejorando
carreteras y el acceso a la información
e impulsando la asociatividad; c) la
innovación tecnológica, de la gestión
y de las prácticas culturales, siguiendo
las recomendaciones planteadas por la
FAO en el citado informe. Estas tres
líneas de acción son indispensables
para promover y desarrollar la AF.
Notas
1 Sociólogo, director de La Revista Agraria
y presidente del Cepes.
2 Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura, conocida
como FAO por las siglas de su denominación en inglés: Food and Agriculture
Organization.
3 Puede descargarse el resumen en español
en <http://www.fao.org/3/a-i4036s.pdf>.
4 Apéndice I. J.M. Caballero y Arturo
Chávez. «Metodología para el cálculo
de los coeficientes de estandarización
de tierras», p. 119. En J.M. Caballero y
Elena Álvarez. Aspectos cuantitativos de
la reforma agraria 1969-1979. Lima: IEP,
1980. <http://bit.ly/1wnfIVr>.
11
Un análisis a la producción de agrocombustibles en el departamento de Piura
Los proyectos agrícolas modernos son menos
eficientes que la agricultura familiar
Averill Roy1
En las postrimerías de los años sesenta, el Perú adoptó una de las reformas
agrarias más radicales de América
del Sur. Posteriormente, la mayoría
de las cooperativas, debilitadas por
las crisis de los años setenta y las
disfunciones internas, se desmantelaron y las tierras se distribuyeron
entre sus miembros, lo que dio lugar a
una cantidad importante de pequeñas
explotaciones agrícolas.
A partir de finales de los años
ochenta, numerosos observadores
identificaron la costa peruana como
una región rentable para la inversión.
Las restricciones jurídicas a la llegada
de nuevos capitales privados fueron
suprimidas poco a poco por los diversos gobiernos, con el objetivo de
desarrollar una economía de mercado
y acelerar la comercialización de los
derechos sobre la tierra.
Cabe citar el caso de la región Piura, que desde 2008 empezó a captar
la atención de la inversión nacional
e internacional con miras a la ejecución de proyectos agrícolas de caña
de azúcar encaminados a producir
bioetanol. La región reúne unas condiciones agrícolas excelentes debido
a la abundante insolación y al caudal
del río Chira, que irriga de forma
constante las parcelas. Por ejemplo,
la productividad de la caña de azúcar
prácticamente duplica la del Brasil o
la de Estados Unidos. Dichos proyectos, que recurren a los últimos
adelantos en materia de técnicas de
producción, son señalados como una
agricultura moderna e impulsora del
crecimiento en la región.
En la actualidad, Piura concentra
una gran parte de la producción de
bioetanol del Perú gracias a estos
casos de la agricultura moderna es-
12
tablecidos en la zona costera. Pero
las recientes inversiones agrícolas
se están instalando en una región
en la que predomina la agricultura
familiar. ¿Son la mejor opción para
el desarrollo agrícola de la región?
Proyectos agroindustriales que
se presentan como generadores
de empleo
Esas inversiones se establecen en
un valle dominado por la pequeña
explotación agrícola. En el valle del
Chira, cerca del 95 % de los predios
disponen de menos de 10 hectáreas
(Cenagro, 2012). El acceso de esas
pequeñas explotaciones (esencialmente familiares) al crédito, la
formación y la asistencia técnica es
limitado. La producción agrícola en
el valle del Chira es diversificada, a
saber: arroz, banano orgánico con
certificación de comercio justo, limones, mangos, aguacates y otras frutas
y verduras. Asimismo, hay algunos
criadores de ganado ovino y bovino.
Pero entre las explotaciones familiares predomina la producción de arroz,
banano y limones en las márgenes del
río y los canales de riego.
En cambio, las grandes empresas
recientemente instaladas utilizan
las tecnologías más avanzadas para
la producción agrícola, entre otras:
máquinas teledirigidas por GPS, que
funcionan las 24 horas; control del
ciclo de producción y la fertilización
gracias a sistemas de riego por goteo
que permiten ahorrar agua; laboratorios biológicos y climatológicos que
miden los valores de insolación y la
calidad del suelo a fin de ajustar la
cantidad de insumos necesarios; etc.
Además, se les han concedido
certificaciones que avalan sus prác-
ticas agrícolas ecológicas (no uso
de pesticidas; control biológico de
las plagas por medio de la cría de
insectos depredadores; sustitución
de las prácticas de quema de hojas
por el enterrado manual; reciclaje
de los subproductos derivados de
la producción de etanol; etc.)2. Las
tecnologías de punta a las que recurren forman parte del discurso que
pretende defender que esas empresas son un ejemplo de modernidad:
respetan el medio ambiente y los
derechos laborales, crean empleo y
promueven el desarrollo económico
y social a través de las actividades de
RSE (responsabilidad social de las
empresas). Se presentan a sí mismas
como un modelo opuesto al de la
agricultura que predominaba hasta
entonces en el valle.
Por tanto, los responsables de
elaborar políticas consideran que
la llegada de esos proyectos es
una oportunidad para crear nuevos
puestos de trabajo en zonas rurales
poco desarrolladas, y una fuente de
ingresos fiscales para los gobiernos
regionales3.
Boom de los agrocombustibles:
favorecido por la apropiación de
la tierra y el agua
Las condiciones del valle del río
Piura resultaban favorables para
que las empresas que disponían de
capitales y acceso a los mercados
internacionales tomaran el control
de los recursos. Esas empresas, con
el beneplácito del Estado, consiguieron apoderarse de los recursos
hídricos y las tierras necesarios para
la explotación agrícola de un cultivo
(la caña de azúcar), así como de un
proceso industrial (la transformación
LA REVISTA AGRARIA / 167
en etanol), actividades que requieren
un alto consumo de agua.
En parte, dichas producciones se
instalaron gracias al Proyecto Especial de Irrigación Chira-Piura, puesto
que la última fase dio lugar a un avance de la frontera agrícola en las tierras
áridas de cerca de 24,000 hectáreas.
El Gobierno nacional vendió tierras a
un precio muy favorable, a condición
de que las empresas desarrollaran
su propia red de infraestructuras de
riego. Debido a que carecían de un
acceso directo a la red de canales
de riego, instalaron un sistema de
bombas eléctricas y depósitos que
extraen el agua del río o los canales
principales que bordean el río Chira.
Tras el desarrollo de esos proyectos, los pequeños agricultores
próximos han observado una disminución sensible de la cantidad de
agua disponible, lo que ha dado lugar
a una situación que puede agravarse
de manera considerable en los próximos años4.
Cuadro 1. Superficies de cultivo de las
principales grandes explotaciones del
valle del Chira
Superficies cultivadas (ha)
Empresas
Junio de
2012
Comisa
Previsiones
2020
15,000
Maple
7,356
13,936
Caña Brava
6,344
8,000
Camposol
2,800
2,800
Dio Latina
Total
10,000
16,500
49,736
en manos de Maple, Caña Brava
y una tercera empresa, Camposol
(2,800 hectáreas), que produce esencialmente frutas y especias destinadas
a la exportación (ver cuadro 1). Si el
establecimiento y la expansión de los
cultivos de caña de azúcar continúa
como hasta ahora, ¡en 2020, solo
cinco empresas poseerán cerca del
60 % de la superficie de regadío del
valle! (ver cuadro 2).
Cuadro 2. Concentración de la propiedad de la tierra en el valle del Chira
Hectáreas
En % de superficies
regadío total
Superficie agrícola utilizada por grandes explotaciones (junio de 2012)
16,500
20 %
Superficies agrícolas utilizadas por grandes explotaciones (estimación 2020)
49,736
59 %
Superficies de regadío en el valle (estimación)
84,286
100 %
Por el momento, dos proyectos
agroindustriales de bioetanol se
encuentran en fase de producción
(empresas Maple y Caña Brava).
Pronto, un tercer proyecto iniciará la
plantación de caña de azúcar (Comisa), y otras empresas han presentado
solicitudes de compra de tierras al
Gobierno Regional de Piura. Entre
esas empresas figura una que se propone sembrar 10,000 hectáreas (Dio
Latina). Actualmente, cerca del 35 %
de la superficie de regadío se agrupa
OCTUBRE de 2014
Subestiman el potencial
económico de la agricultura
familiar
Las pequeñas explotaciones agrícolas —infracapitalizadas y con escaso apoyo por parte de las políticas
agrarias— suelen considerarse poco
productivas y abocadas a hundirse en
la pobreza. En general, se tiende a calificar que su producción es marginal
y que su desaparición es inminente,
propiciada por el establecimiento de
explotaciones agrícolas modernas
y más eficientes. Ese es uno de los
principales argumentos a favor de la
promoción de las inversiones agrícolas a gran escala.
No obstante, la investigación realizada en dos empresas que producen
bioetanol (Caña Brava y Maple), así
como entre los diferentes productores del valle del Chira, desmiente
esas afirmaciones y pone de manifiesto el verdadero potencial de la
agricultura familiar. Los pequeños
agricultores, que recurren en mayor
medida a la mano de obra que a la
maquinaria agrícola, contratados
para la producción de caña de azúcar
alcanzan un rendimiento promedio
de 140 toneladas por hectárea 5 ,
equivalente al de las grandes explotaciones. Por otro lado, las grandes
empresas industriales y las pequeñas
explotaciones de caña de azúcar y
limón generan un valor añadido6
por hectárea comparable (alrededor
de S/.10,000, es decir, US$3,704).
Como se indica en el cuadro 3, las
pequeñas explotaciones generan un
volumen de negocios (producción
bruta) considerable7, puesto que giran
en torno a los S/.12,000 (US$4,445)
en el caso de la caña de azúcar y el
limón, y superan el doble en el caso
del banano orgánico con certificación
de comercio justo.
Por tanto, las grandes empresas
Maple y Caña Brava generan menos
riqueza (valor añadido) por hectárea
que las explotaciones familiares
próximas. Pero la gran diferencia
entre las grandes empresas y las
unidades de producción agrícolas se
encuentra en el ámbito del empleo.
La comparación de los puestos de
empleo creados por ambos tipos de
explotación revela que las grandes
empresas no crean prácticamente
empleo. Para una superficie de 46
hectáreas de plantación, se contrata
una sola persona a tiempo completo.
En cambio, en las explotaciones familiares, por una misma superficie de
13
46 hectáreas se generan cerca de 100
empleos en el sector agrícola.
¡La diferencia entre los argumentos
defendidos por esas grandes empresas
y la realidad es considerable respecto
de la eficiencia y la contribución al
desarrollo económico de la zona!
Distribución del valor
añadido: un elemento esencial
para entender las decisiones
económicas
Por su naturaleza y funcionamiento,
y siempre que reciban un mínimo apoyo, las estructuras agrícolas familiares
son capaces de potenciar el recurso a la
mano de obra, al tiempo que presentan
una productividad agrícola importante.
Generan empleo, así como un mayor
valor añadido que se destina esencialmente a retribuir a los trabajadores
(agricultores y ganaderos familiares,
así como trabajadores agrícolas, en su
caso). Las empresas generan un alto
Cuadro 3. Resultados económicos, en nuevos soles, de las explotaciones
(promedio anual y por hectárea)
Tipos de explotación y de cultivo
Producción bruta
Grandes empresas productoras de caña de azúcar para la venta de
bioetanol (7,000 hectáreas cultivadas)8
Sistema agroindustrial
28,427
11,869
Sistema agrícola
11,518
115
Pequeñas producciones agrícolas (entre 0.5 y 10 hectáreas cultivadas)9
Productores de caña de azúcar subcontratados
12,420
9,746
Productores de limón
13,128
11,768
Productores de banano orgánico
26,964
23,739
principalmente a la retribución de los
accionistas y dirigentes y al pago de los
intereses bancarios que financian las inversiones. A diferencia de lo que ocurre
en el contexto de la agricultura familiar,
el valor añadido se destina, ante todo, a
los agentes que poseen el capital.
Cuadro 4. Comparación del número de puestos de trabajo equivalentes a tiempo
completo en las explotaciones
Cantidad de hectáreas trabajadas
1
46
Personal activo en las grandes explotaciones de caña de azúcar
0.02
1
Personal activo en las pequeñas explotaciones10
1.95
97.5
valor añadido en el conjunto de sus
explotaciones (alrededor de US$31
millones al año), aunque en términos
generales ese valor es bajo si se tiene
en cuenta la hectárea. Además, el
valor añadido que generan se destina
El trabajo agrícola no es un coste
de producción en el marco de una
unidad de producción agrícola, ya
que les permite a los miembros de la
familia obtener ingresos e invertirlos
en los años ulteriores. Es comple-
Los dos gráficos que figuran a continuación reflejan esa diferencia fundamental
entre ambas formas de producción.
1. Distribución del valor añadido
por las pequeñas explotaciones
2. Distribución del valor añadido
en las grandes explotaciones de
producción de etanol*
3%
Trabajo (3 %)
Trabajo
Capital
(intereses)
97 %
Capital
(intereses)
41 %
Impuestos
56 %
RSE (0.004 %)
* Los datos del gráfico 2 se refieren a la empresa agroindustrial en su conjunto. RSE representa
los gastos asociados a las actividades de responsabilidad social de las empresas.
14
Valor añadido
tamente diferente en el marco de
las empresas basadas en el trabajo
asalariado. Para esas empresas, el
objetivo es maximizar las ganancias
y la retribución de las inversiones,
así que el trabajo constituye un coste
de producción.
Cuando los dirigentes de un país
deciden atraer la inversión agrícola
a gran escala, se decantan por las
actividades económicas que no crean
empleos por unidad de superficie y
cuya riqueza económica se destina
especialmente a un grupo reducido
de personas, los agentes que poseen
el capital, y no a los agricultores y
trabajadores agrícolas. En teoría, los
impuestos que gravan las ganancias
de esas empresas deberían contribuir al desarrollo de los servicios
públicos, de los que carece ampliamente el valle (servicios sanitarios,
educativos, acceso al agua potable, carreteras, etc.), pero aunque
Maple abona cada año al menos
US$500,000 al Gobierno Regional
de Piura, no se observan cambios
considerables para las poblaciones
rurales circundantes.
Tales modalidades de distribución
del valor añadido refuerzan en gran
medida las desigualdades económicas entre las personas.
LA REVISTA AGRARIA / 167
Elaborar políticas que apoyen
un desarrollo que cree empleo y
sea más eficiente y justo
Sin duda, el establecimiento de las
empresas ha dado lugar a la creación
de nuevos empleos, agrícolas e industriales, en zonas que anteriormente
eran desérticas. ¿Pero es esa realmente la mejor opción posible? ¿Brindan
esas empresas una oportunidad al
proceso de desarrollo regional?
Los datos que figuran más arriba
muestran la contribución social de las
explotaciones agrícolas a gran escala
y a pequeña escala, por separado. Así
pues, la cuestión no es analizar la situación previa y posterior a la llegada
de esas nuevas empresas al territorio,
tal como se hace habitualmente, sino
examinar diferentes opciones posibles y medir el interés que tiene para
la región la captación de ese tipo de
grandes inversiones en materia de
desarrollo económico.
Es notoria la dificultad que existe
para que las grandes empresas proporcionen datos económicos fiables y
claros. Los nuevos empleos que crean
siguen siendo absolutamente insignificantes en comparación con los que
podrían crearse si se consolidaran las
unidades de producción campesinas ya
presentes en el valle. A tales efectos,
los pequeños productores tendrían
que poder beneficiarse, al igual que las
grandes empresas, de acceso a la tierra,
los mercados y el crédito, así como
de la posibilidad de organizarse para
gestionar sus recursos. El ejemplo de
los productores de banano con certificación de comercio justo en el ámbito
de la reforma agraria del valle del río
Piura pone de manifiesto que ello es
perfectamente posible y que el recurso
de capitales externos no tiene por qué
constituir la única alternativa posible11.
Es primordial exigir a las empresas
y al Estado una verdadera transparencia en la utilización de los recursos y
los fondos públicos, con miras a que
cada ciudadano sea capaz de valorar
OCTUBRE de 2014
por sí mismo el interés de dichos
proyectos agroindustriales. Asimismo, debe fortalecerse la capacidad
de las organizaciones de la sociedad
civil y las universidades, de modo
que puedan realizar análisis necesarios para comprender la evolución y
escojan la mejor opción de desarrollo
que beneficie a un mayor número de
personas y a las generaciones futuras.
En la práctica, el desarrollo reciente
de los grandes proyectos agroindustriales de producción de bioetanol
se refleja hoy en día en una intensificación de la competencia por los
recursos hídricos y la tierra, que pone
en peligro las explotaciones familiares
próximas —incluso las más interesantes para la sociedad en su conjunto— y
contribuye de forma insignificante al
desarrollo económico de la zona.
Por ende, las políticas agrícolas
deberían apoyar ampliamente las estructuras agrarias más eficientes, mediante la adopción de políticas firmes
de apoyo a la agricultura familiar. En
la región Piura —y, sin duda, de forma
general, en el conjunto de las regiones
costeras del Perú—, las políticas de
acceso a la tierra ganada al desierto
deberían facilitar el acceso a pequeños
productores y no a dichos proyectos.
Notas
1 Consultora especialista en la gobernanza
de los recursos naturales. Miembro de
aGter, una asociación para contribuir a
mejorar la Gobernanza de la Tierra, del
Agua y de los Recursos Naturales.
[email protected]
http://www.agter.asso.fr​
2 Dichas empresas destacan los esfuerzos
desplegados en materia de reciclaje de
los subproductos derivados de la producción de etanol (vinaza, bagazo y agua de
lavado) y de las aguas residuales, así como
su autonomía en la producción de energía
generada por la fábrica de transformación.
3 El Gobierno Regional de Piura firmó un
convenio con la empresa Maple obligándola a abonar anualmente US$500,000
durante veinte años.
4 Un estudio realizado por el Proyecto sobre
bioenergía y seguridad alimentaria de la
Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO)
revela que la disponibilidad de los recursos
hídricos se encuentra amenazada por el
aumento de la superficie de cultivo de la
caña de azúcar en el valle del Chira. Ramos
Taipe, C. L. (2010). Metodología aplicada
en el análisis de los efectos de la producción de cultivos bioenergéticos sobre la
disponibilidad de recursos hídricos: el caso
del sistema Chira, Bioenergía y seguridad
alimentaria en el Perú. Roma: FAO.
5 Véase el informe «Agriculture contractuelle
pour la production d’agrocarburants dans
le nord-Pérou: un modèle de développement pour l’agriculture familiale?». A. Roy,
2013.
6 El «valor añadido» se obtiene deduciendo
del rendimiento bruto (producto comercializado o para consumo propio), por un
lado, el conjunto de insumos intermedios
empleados durante un año y, por otro lado,
la amortización económica del capital
fijo utilizado en el proceso productivo,
cuya depreciación abarca varios años (H.
Cochet y M. Merlet. Accaparement des
terres agricoles et répartition de la valeur
ajoutée: la captation de la rente foncière
revisitée. Comunicación dirigida a la
conferencia internacional Global Land
Grabbing celebrada en Brighton. Institute
of Development Studies. 6-8 abril de 2011.
Disponible en inglés y francés).
7 Los datos se han extraído de un modelo
financiero elaborado a partir de los datos
proporcionados por las empresas Maple y
Caña Brava, así como del estudio realizado
en las explotaciones bananeras de la zona
de Huangalá y entre los productores de
limón de la zona de Cieneguillo.
8 A efectos de realizar la comparación, se
ha diferenciado el sistema de producción agrícola del sistema de producción
agroindustrial global. En consecuencia, la
caña de azúcar consumida por el sistema
agroindustrial se ajusta al precio necesario
para cubrir los costes de producción, lo que
equivale aproximadamente a S/.82.30 por
tonelada. Los resultados se corresponden
con un promedio anual calculado sobre la
totalidad de la duración del proyecto (20
años). En el sistema agroindustrial, la producción es el etanol, evaluada en litros por
hectárea. En el caso de los productores de
caña subcontratados, el precio de compra
de la caña es de S/.86 por tonelada.
9 Los resultados relativos a las pequeñas
explotaciones engloban el conjunto de los
recursos generados por la explotación. A
efectos del presente estudio, las explotaciones
se distribuyen en función del cultivo destinado
a la venta que predomina en las parcelas.
10Se trata de promedios para el conjunto de
las pequeñas empresas sometidas a estudio.
11Véase «La production de banane biologique
et équitable dans la vallée du Chira: un
modèle de réussite pour le maintien de
l’agriculture familiale?». A. Roy, 2013.
15
Orlando Plaza: una partida que deja un profundo vacío
El día 29 de setiembre falleció Orlando
Plaza Jibaja, sociólogo y conocedor —
como pocos— del mundo rural peruano,
pero, sobre todo, gran persona, gran
amigo y maestro de varias generaciones.
Desde las aulas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), su alma
mater —y a la que dedicó largos años de
su vida—, suscitó en sus alumnos el interés por los campesinos, esos ciudadanos
que, lejos de las urbes, protegen los recursos naturales, producen los alimentos
que todos consumimos y recrean nuestra
cultura ancestral. En la PUCP, Orlando
comenzó, a inicios de la década de 1970,
su carrera como jefe de práctica: nunca
más se desligó de ella ni de su vocación de
maestro. Paralelamente, fue investigador
en Desco y en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA), y presidió el Seminario Permanente de Investigación Agraria (Sepia).
Sus múltiples publicaciones dieron luces
e influyeron en nuestra visión sobre el
mundo campesino y el desarrollo rural.
Orlando deja un profundo vacío no solo
como intelectual, sino también como
amigo entrañable y generoso. Su partida
nos entristece.
Fernando Eguren
Director
cionespublicacionespublicacionespublicacionespublicacionespubli
Producción campesina lechera en los países andinos:
dinámicas de articulación a
los mercados. Aubron, Claire;
Hernández, Mónica; Mafla,
Hugo; Lacroix, Pierril y Verónica Proaño (eds.). Lima: Sistema de Investigación sobre
la Problemática Agraria en
el Ecuador (Sipae) y Centro
Peruano de Estudios Sociales
(Cepes), 2013.
La publicación tiene como objetivo
aportar reflexiones y respuestas en
torno a la ganadería lechera como
vía de desarrollo para los campesinos andinos. Analiza bajo qué condiciones se desarrolla la producción
lechera, cuáles son las condiciones del mercado para el producto y cuáles
son las mejores articulaciones al mercado para los campesinos andinos. El
texto busca profundizar en las potencialidades, los riesgos y las alternativas de
las diversas formas de articulación para
el sector lechero en el mercado. Puede
descargarse de <http://bit.ly/1wpvazq>.
La leyenda de los tumbabosques.
Lima: Programa de Ciudadanía
y Asuntos Socioambientales,
Sociedad Peruana de Derecho
Ambiental (SPDA), 2014.
Primera entrega de la serie de historietas
que publicará la SPDA sobre temas ligados al medio ambiente. Con este texto se
busca generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestros ecosistemas y el poder que tenemos todos los ciudadanos para actuar ante las
amenazas que ellos afrontan, bien a través de la promoción de actividades
sostenibles, bien poniendo freno a actividades ilegales. La historieta se
enfoca en uno de los principales problemas que enfrentan nuestros bosques:
la tala ilegal. Puede descargarse de <http://bit.ly/1zl7SjV>.
América Latina hacia la inclusión social. Avances, aprendizajes y desafíos. Muriel Hernández, Beatriz; Fernández
Moscoso, Miguel; Yapu, Mario; Romero Romay, Daniela;
Rocha Portugal, Pablo; Damonte, Gerardo; Glave, Manuel;
Sanabria Arias, José Carlos; Coyoy Erick y Edmundo Urrutia. Ciudad de Guatemala: Asociación de Investigación y
Estudios Sociales, 2014.
El texto presenta estudios dentro de cuatro áreas temáticas que la
Iniciativa Latinoamericana de Investigación para las Políticas Públicas
(Ilaipp) decidió promover por estar vinculadas en niveles y proporciones diferentes a la inclusión social como eje principal que desarrollar.
Estas áreas temáticas están referidas a las experiencias exitosas
(o buenas prácticas) de inclusión
social de grupos vulnerables; la
institucionalidad de las políticas
sociales para promover la inclusión
social; la importancia del capital
social en el marco de los procesos
de inclusión social en América
Latina; la multiculturalidad y la
inclusión social, y el debate sobre
la fiscalidad en América Latina. El
libro puede descargarse de <http://
www.grade.org.pe/wp-content/
uploads/ILAIPP_2014.pdf>.
Visite: www.larevistaagraria.org
16
LA REVISTA AGRARIA / 167