BIENES DE PROTECCIÓN INTEGRAL Y DE RELEVANCIA LOCAL INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA JORGE JUAN En el Boletín Oficial de la Provincia de Alicante de 14 de agosto de 1845 se publica el decreto fundacional del entonces Instituto provincial de Alicante. El Ayuntamiento acondicionó para tal efecto la Casa Asegurada (en la calle Villavieja, número 9) y en octubre del mismo año se celebró el primer claustro de profesores que daba comienzo al curso. El 1 de noviembre de 1845 se inaugura el centro, en el que había matriculados 90 alumnos. Entonces fue dotado de internado, cerrado en 1852 por falta de fondos. En el siguiente curso se reabrió con la única colaboración del profesorado y ya en 1863 se le dota de una partida presupuestal fija. Un año después cuenta con 40 internos, pero solo funcionó hasta 1868, año en el que se suprime definitivamente. En 1893 el instituto tiene que trasladarse de centro debido a graves problemas estructurales en la Casa Asegurada, declarada, junto con la casa contigua, en ruina total por el arquitecto provincial. Su nueva ubicación es un caserón de la calle Reyes Católicos, hasta que en 1923 las numerosas grietas del edificio tienen que ser remodeladas y sus clases llevadas a diferentes centros educativos de la ciudad. En 1940, el Conde de Casas Rojas dona gratuitamente unos terrenos en el Monte Tossal, para la construcción del que fue el primer instituto de Alicante. El nuevo edificio es inaugurado en junio de 1953, un edificio que mantiene hoy el azulejo de entonces y en el que aún puede verse la marca en la que se levantaba el muro que separaba a chicos y chicas. En 1960 se cambia el nombre por el que hoy tiene, Jorge Juan. TEATRO PRINCIPAL Para responder a las necesidades de ocio del Alicante burgués del siglo XIX, que pasaba su tiempo libre entre teatros, espectáculos musicales y de ópera, un grupo de comerciantes, dos aristócratas y dos familias de propietarios tuvieron la iniciativa de la construcción de un nuevo teatro. El 23 de septiembre de 1845 se reunieron todos con el entonces Gobernador Civil don José Rafael Guerra, que acogió la idea con tal entusiasmo que escribió al Ministro de Gobernación para informar del compromiso de los comerciantes de la ciudad para levantar un teatro en la llamada Plaza de Barranquet (hoy Plaza de Ruperto Chapí), que sería inaugurado en el cumpleaños de la Reina Isabel II. El Ayuntamiento cede los terrenos necesarios el 18 de octubre de 1845. Es entonces cuando el grupo en cuestión encargan el proyecto al arquitecto alicantino Emilio Jover Perrón, el cual proyectó un diseño que concebía el edificio de planta rectangular exento en el centro de una plaza. El 28 de enero del siguiente año comenzaron las obras, que finalizaron solo 20 meses después. Su construcción costó en total 960.000 reales y, tras su conclusión, el 25 de septiembre de 1847, con la obra Guzmán el Bueno, de Antonio Gil y Zárate, representada por la compañía Enrique Arjona, se inaugura el que se llamó Teatro Nuevo (para diferenciarlo del viejo ya existente en la calle Liorna, hoy calle Músico Luis Torregrosa). Un edificio de estilo neoclásico con una fachada principal de gran monumentalidad, que cuenta con seis columnas de estilo dórico que sostienen el frontón triangular carente de decoración. El interior responde a una organización típicamente italiana, dividido en tres zonas: el vestíbulo, la cávea (cuya “herradura” tiene hoy capacidad para 1072 personas) y el escenario. Durante la Guerra Civil fue parcialmente destruido, bombardeado el 28 de febrero de 1939, y tuvo que ser restaurado por Juan Vidal Ramos entre los años 1939 y 1945. Finalmente, en los años 80 se reformará para ampliar la escena y su tramoya, modificando en parte su imagen original, para quedar como lo conocemos hoy, convirtiéndose en el edificio teatral más importante de la ciudad de Alicante, siendo el teatro por excelencia de la misma. MERCADO CENTRAL Hoy es el mercado de abastos más importante de Alicante y el centro vital del núcleo comercial de la ciudad. Proyectado por el arquitecto Enrique Sánchez Sedeño, aunque construido por Juan Vidal Ramos entre los años 1911 y 1921 sobre la antigua muralla del siglo XVIII, es un edificio de estilo ecléctico con elementos decorativos de tipo modernista (el arco de la entrada principal, la mezcla de materiales y los azulejos) y de tipo casticista (pináculos herrerianos y volutas jónicas). Es un mercado de planta rectangular con algunas peculiaridades para resolver la irregularidad de la manzana sobre la que se proyecta. En la calle Capitán Segarra tiene un quiebro en el que se sitúa de manera estratégica uno de los accesos. Otro de sus accesos, situado en la fachada trasera, se hace desde la Plaza del 25 de mayo, plaza con mucha actividad y con numerosos puestos de venta de flores. La fachada más emblemática, la que mira a la avenida central de Alfonso X el Sabio, resuelve el acceso al mercado con una gran escalinata enmarcada por dos cuerpos salientes, y en ella predomina un volumen distinto al principal con una cubierta semiesférica, llamada popularmente la rotonda, que supone otra de las entradas. El edificio consta de una planta semisótano y otra superior, con un sistema estructural organizado en tres naves (esquema tipo basilical) resuelto con un sistema de pilares y cerchas de acero donde se apoyan las cubiertas fraccionadas que dotan a los puestos de venta (situados en manzanas alargadas) de la adecuada iluminación y aireación. Tras el bombardeo sufrido el 25 de mayo de 1938 por parte de la aviación fascista italiana, el Mercado Central fue restaurado para quedar como lo conocemos hoy manteniendo la mayor parte de sus elementos decorativos. LA LONJA DEL PESCADO Este edificio de carácter industrial fue construido a principios del siglo XX (1917-1921) por Próspero Lafarga. Es un edificio con un marcado estilo historicista cargado de elementos magrebíes, tiene planta en E, con una nave longitudinal y varios transversales que dejan entre ellos grandes patios, donde antiguamente se manipulaba el pescado, que dan a la fachada sur. En 1992 fue cedido por la Autoridad Portuaria al Ayuntamiento de Alicante, que lo rehabilitó y lo dedicó al uso que tiene en la actualidad, sala de exposiciones. Desde entonces, se han realizado en él numerosas exposiciones temporales y actividades de carácter sociocultural. MONASTERIO SANTA FAZ En el siglo XV, el cura de San Juan, mosén Pedro Mena, viaja a Roma. Allí le regalan un lienzo con la cara de Cristo que guarda en el fondo de su baúl. Milagrosamente el lienzo aparece siempre en la parte superior. Convencido de su magia, el cura le ruega por falta de lluvia y ve como le brota una lágrima. En ese lugar en el que se encuentra, a ocho kilómetros de la ciudad de Alicante, se decide construir el Monasterio que acogerá la Santa Faz protegida dentro de un camarín tras el altar mayor. El primer Convento e Iglesia de la Santa Verónica se funda entre 1489 y 1490. La fachada del templo, de nave única, se reconstruye entre 1721 y 1738, aunque la mantenida edificación gótica ya presentaba importantes rasgos de desgaste. Tanto es así que en la mitad del siglo se decide demoler el templo por la amenaza de ruina. El nuevo edificio, se termina en 1785. Todo el conjunto arquitectónico está constituido por la iglesia principal, la torre y la edificación adosada a la torre. La estructura de la Iglesia es resultado de diferentes construcciones y reconstrucciones a lo largo de su historia. Su actual aspecto barroco es resultado de la reconstrucción llevada a cabo en el siglo XVIII. Durante la Guerra Civil fue asaltado por milicianos comunistas, la iglesia fue asaltada y el retablo mayor de estilo renacentista quemado, pero el camarín queda a salvo. Una vez acabada la guerra, se restaura el monasterio y se construye un nuevo altar con un nuevo retablo de estilo neobarroco obra del arquitecto Juan Vidal gracias a las donaciones de Manuel Prytz. La torre es el único elemento que se conserva de la primera edificación del siglo XVI. Tiene planta rectangular, con planta baja y tres niveles principales y terraza accesible. El segundo nivel, a su vez, presenta una división en dos niveles. Está rematada por una cornisa clasicista y cuatro pequeñas torretas en cada esquina (como elementos defensivos, junto con troneras al norte y este y los muros de mampostería de piedra). ERMITA DE SAN ROQUE Debido a que los numerosos viajeros que venían a Alicante eran portadores de numerosas enfermedades contagiosas, se celebraba una fiesta en honor a San Roque, pidiendo que protegiera a la ciudad y a los ciudadanos de los males y las epidemias. En 1530 Alicante es asolada por una peste, es entonces cuando se nombra a San Roque copatrono de la ciudad y tres obispos plantean levantarle una ermita en la ladera sur del Benacantil. Se construye en 1549 una pequeña ermita de reducidas dimensiones y de planta basilical, que contaría con una nave central y tres capillas laterales a cada lado, y una gran torre que protegería la ciudad mirando al mar. A causa de los movimientos de tierra, la ermita sufre numerosas reconstrucciones, hasta que en 1869 el Ayuntamiento se dispone a demolerla y encarga a Guardiola Picó el nuevo proyecto de edificación. Entre muchos nuevos elementos, el arquitecto se ve obligado a adosar la ermita a la antigua residencia de las Siervas de Jesús y de la Caridad, y así tuvo que abrir la actual puerta perdiendo la intención canónica de colocar el ábside mirando a Jerusalén. La primitiva Ermita de San Roque, con una planta de nave central, con tres capillas laterales a cada lado, con vistosos arcos de medio punto y con una puerta bajo el campanario enfrentada al ábside, cuya orientación es hacia el este, dejó paso, tras varios siglos de vida, y en el siglo XIX, a un remodelado edificio cuyas obras finalizaron en 1880. La ermita, que constituye hoy uno de los pocos ejemplos que quedan de las muchas ermitas que hubo en la ciudad, dio nombre al barrio donde se ubica. CASA CARBONELL Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Alicante, situado en la Explanada de España, que hoy alberga viviendas particulares de grandes dimensiones y locales de negocios y oficinas. Lo mandó construir el empresario textil alcoyano Enrique Carbonell, que venía a la ciudad en numerosas ocasiones, y responde al enriquecimiento industrial tras la I Guerra Mundial, confiando el proyecto al arquitecto Juan Vidal Ramos. Este mismo, solicita el permiso de construcción al Ayuntamiento el 6 de mayo de 1921, proyectando un edificio de 881 m2 y seis plantas (la última de ellas, un ático rematado por varias torretas y cúpulas), entresuelo y bajo, que se construirá sobre los terrenos que ocupó el mercado de la ciudad en el siglo XIX. Se construyó entre los años 1922 y 1925, y, para su fachada de estilo francés recargada de elementos clásicos, se utilizaron materiales nobles, mármoles, hierro, cristal y pizarra. Su construcción, además, ilustra una de las leyendas más conocidas de Alicante, protagonizada por Enrique Carbonell, aunque desmentida años después por la familia del empresario. Y también su inauguración está protagonizada por un hecho histórico: la colisión de un hidroavión procedente de Argel contra una terraza que provocó el hundimiento de un piso. CASA DE LA ASEGURADA Se trata de la construcción civil más antigua de Alicante, un edificio municipal de 1863, situado en la calle Villavieja con la fachada hacia la Plaza de Santa María, ejemplo de la arquitectura barroca valenciana con un portal de acceso de orden dórico y con balcones abiertos en las plantas superiores. Sus más de 700 m2 iniciales construidos con la piedra de la sierra de San Julián, repartidos en tres plantas simétricas, estaban destinados a granero de la ciudad (almacén de harina en la planta baja, oficinas en el primer piso y granero en el segundo). La estructura general de simples líneas no varía a pesar de las distintas utilizaciones del edificio a lo largo de su historia: en 1845 fue Instituto de Segunda Enseñanza; en 1893, Escuela Profesional de Comercio; sede del Ayuntamiento cuando en 1961 quedó destruido el Palacio Consistorial, y después sin uso hasta que en 1966 se propone como sede del Archivo Municipal. Es entonces cuando se decide acondicionarlo, las obras llegan hasta 1976 y es entonces cuando interviene el artista alicantino Eusebio Sempere, que lo considera el mejor emplazamiento para la exhibición de su colección de arte del siglo XX que quería donar a la ciudad. En la actualidad forma, junto con el edificio anexo de reciente construcción, y tras una pequeña restauración, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), inaugurado el 5 de noviembre de 1977 y llega a ocupar más de 4000 m2 repartidos en 3 plantas y dos sótanos. PALACIO MAISONNAVE LLa existencia de documentos de un Archivo Municipal en la ciudad de Alicante se conoce gracias a la mención que se hace de ellos en el estatuto del rey don Juan de Aragón el 23 de abril de 1459. La constancia de construir un archivo en la ciudad se resuelve el 4 de diciembre de 1622, es cuando se recogen los documentos y se instalan en el archivo de la Casa Capitular; años después, durante el bombardeo de la escuadra francesa, el edificio sufre importantes desperfectos y se perdió bastante documentación. Se determina enviarlos en barco a Palma de Mallorca (se sabe, por los inventarios de entonces, que los documentos que salieron en 1691 son los mismos que volvieron en 1749). A su vuelta, se alojan en el segundo piso del Ayuntamiento, hasta mediados del siglo pasado, que pasan a la planta baja hasta 1992. En esa fecha se trasladan al Palacio Maisonnave. Sobre las ruinas de una necrópolis tardo-romana del siglo VI, que hoy se pueden visitar, se construyó en el siglo XVI un edificio con elementos del siglo XV. En el último tercio del siglo XVII, se remodeló, y en el XVIII se dio solución a su portada. Durante los siglos XIX y XX se realizan las reformas y ampliaciones de esta casa de tres plantas, que consta de una planta baja a doble altura, con zaguán, escalera principal y accesos a los entresuelos laterales; y dos plantas organizadas en torno a la caja de la escalera, que les sirve también de patio de iluminación. Las últimas obras para su rehabilitación comenzaron en 1984, fecha en la que el Ayuntamiento adquirió la propiedad del edificio, que había pertenecido a la familia Maisonnave, en la que vivió hasta 1980, antes propiedad de la rica familia de origen irlandés O’Gorman. Es también cuando se adquiere la casa de detrás (del siglo XX), para dar cabida y alojamiento definitivo al Archivo Municipal de Alicante que tantos tumbos ha dado a lo largo de su historia. PALACIO DE LA DIPUTACIÓN Es un palacio de estilo neoclásico, con influencia italiana, filtrado por el barroquismo del palacio borbónico de Madrid, catalogado como “obra cumbre del casticismo”. Fue diseñado por Juan Vidal en 1928, sus obras concluyeron en 1931, y en 1932 fue inaugurado como sede de la Diputación Provincial de Alicante (también, hasta el año 2000, albergó la colección del Museo Arqueológico de la Diputación) y para ello se aprovechó la presencia del Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora, con ocasión de un viaje de varios días a nuestra ciudad. El mismo Juan Vidal lo concluyó definitivamente en 1950 con el zaguán y la escalera principal. Tiene forma de prisma con un cuerpo semicilíndrico en la parte posterior, y ocupa una manzana completa, aunque rodeado por un jardín, por lo que no está alineado con las calles que lo rodean, cerrado mediante una verja de hierro (decorada con algunos escudos de municipios de la provincia de Alicante), conocido como el Jardín de las Celebridades, en el que se exhiben varios monumentos en honor a diferentes celebridades de la cultura alicantina. Es uno de los edificios más conocidos y emblemáticos de la ciudad que ha sufrido muy pocas reformas interiores y alguna reparación exterior. Las fachadas están ordenadas en dos franjas horizontales, con decoración barroca, y con torres y semicolumnas que le dan cierta verticalidad. De la fachada principal sobresale una balconada sobre la que se eleva un gran frontón. En su interior, una escalera divide en dos tramos y ocupa toda la altura del cuerpo central, creando dos patios y una estructura central de la que salen todas las estancias y salones. La elección de este lugar para su construcción, fuera del centro histórico, supuso trasladar el centro representativo hacia la ciudad burguesa, formando parte hoy en día del centro comercial y administrativo de la ciudad. BIENES DE INTERÉS TURÍSTICO BASÍLICA DE SANTA MARIA La actual Basílica de Santa María, categoría alcanzada en 2007 tras la solicitud del Ayuntamiento de Alicante a la Santa Sede, está construida sobre la mezquita mayor de la ciudad musulmana. Es la iglesia más antigua de la ciudad, del primer tercio del siglo XIII, sencilla, fachada lisa, con poca decoración, de estilo gótico, con una torre que hacía las veces de torre vigía, de defensa e, incluso, de faro marítimo. Tras el incendio de 1484 y los importantes daños sufridos (y la completa destrucción del coro, el órgano y el presbiterio) fue totalmente restaurada, terminando las obras en 1535. A partir de entonces sufre los desperfectos propios de bombardeos y guerras, de hecho, durante la Guerra Civil sufre un asalto y es usada como almacén militar. En 1713 se planificó la construcción de la segunda torre, la de la izquierda, con reloj, y en 1721 comenzó a construir la portada barroca que podemos contemplar en nuestros días cuyo conjunto escultórico es obra de Juan Bautista Borja. El Arcángel San Miguel coronaba el conjunto (ahora desaparecido). Su interior destaca por contar con una sola nave central sin crucero a la que fueron adosándosele las salas a lo largo del tiempo y fueron haciéndose transformaciones para darle mayor amplitud: a finales del siglo XVI la capilla de la Inmaculada Concepción o de la Purísima; a principios del siglo XVII, las capillas abiertas en el lado de la calle Villavieja; en el siglo XVIII se comunicaron las capillas perforando los contrafuertes y se hizo la pseudo-girola alrededor del altar; en el mismo siglo se construyó la capilla de la Comunión, la Sacristía nueva, una sala capitular y las capillas abiertas al otro lado. En cuanto a las obras de arte que guarda en su interior, destacan la imagen gótica en piedra que representa a Santa María, la talla de los Santos Juanes realizada por Rodrigo de Osuna, incunables del siglo XIII, el altar mayor rococó del siglo XVIII, el órgano barroco valenciano de 1653 y la pila bautismal de mármol de Carrara, atribuido a la escuela de Miguel Ángel. CONVENTO CANÓNIGAS DE SAN AGUSTÍN Hi havia en l'antiguitat una ermita a l'actual carrer de Maldonado que feia de capella on els condemnats a la forca passaven les seues últimes hores i en la qual la noblesa havia establit una confraria titulada de la Puríssima Sang de Crist. Una altra ermita, la de la Mare de Déu de l'Esperança, situada al mateix carrer, que pertanyia a l'orde dels Jesuïtes, estava acompanyada d'una fàbrica. El 1725, els Jesuïtes van establir el seu col·legi en eixa fàbrica. Eixe és l'origen del monestir de la Puríssima Sang de Crist, també conegut com a convent de les Monges de Sant Agustí, o més popularment com a convent de les Monges de la Sang. És un edifici de planta rectangular, amb façanes amb traçat rococó, amb finestres enreixades (més a la part superior) i grans dimensions, es tracta d'un sobri conjunt arquitectònic situat al barri antic de la ciutat d'estil modern contemporani. Es va començar a construir el 1725 i mai va arribar a concloure's el disseny inicial, que a més el projectava exempt. Només es va construir una de les seues ales, la paral·lela al carrer de Sant Agustí, i té una especial disposició a causa del seu pendent (amb semisoterrani a la cota major que és planta baixa a la inferior). El convent s'organitza entorn del pati de planta quadrada del qual només va arribar a construir-se una galeria amb columnes toscanes. La porta principal es troba en la façana sud al carrer de les Monges, rematada l'última planta amb una arcuació incompleta de finestres consecutives de mig punt. L'església posseïx un ingrés independent a l'est, s'hi venera la imatge de la Mare de Déu de la Soledat, la més antiga de la Setmana Santa alacantina. L'edifici es remata amb una potent cornisa, per damunt de la qual sobreïx la cúpula de doble nervadura, que s'eleva sobre un tambor de forma octogonal. COCATEDRAL DE SANT NICOLAS LEl infante cristiano, Alfonso el Sabio, llegó y conquistó la medina a mediados del siglo XIII, el 6 de diciembre, día de San Nicolás. La ciudad entonces, dominada por el castillo musulmán, tenía dos mezquitas, una, la Mayor, protegida por las murallas de Alicante, y otra a las afueras, junto al cementerio. Veinte años después de la conquista, sobre esta última se erigió un templo consagrado al que desde la entrada a la ciudad se consideró el patrón de la misma, San Nicolás de Bari. La pequeña iglesia, sencilla, de estilo gótico, ocupaba la mitad del espacio que ocupa hoy la Concatedral. Esta se construyó en la segunda mitad del siglo XVII, aunque su claustro data del siglo XV, en el que se conservan testimonios del templo anterior. Se llevó a cabo la reforma de la pequeña iglesia, haciéndola más grande, para responder a la necesidad de la creciente ciudad. Los trabajos se llevaron a cabo por Agustín Bernardino, discípulo de Juan de Herrera. El templo, de estilo renacentista y barroco, se caracteriza por su sobriedad, líneas rectas y grandes volúmenes. Dentro, una sola nave con planta de cruz latina con brazos poco acusados y capillas laterales que se comunican entre sí. En la cubierta domina una cúpula en negativo que deja pasar la luz, y que arranca con un balcón circular que se resuelve en el exterior con un cubo del que parece emerger la semiesfera alcanzando los 45 metros de altura. La decoración interior es de la primera mitad del siglo XVIII, destaca el mármol y su órgano, que es el más antiguo de la Comunidad Valenciana y uno de los más antiguos de España. En el siglo XVIII se construyó la Capilla de la Comunión, considerada una de las más bellas muestras de nuestro barroco local, y que se configura como un pequeño templo independiente. No es hasta el siglo XX que se construye la plaza que le sirve de entrada, la plaza del Abad Penalva, para solucionar la estrechez resultante de la alineación con la calle Labradores. Gracias a esta apertura, puede verse la figura de la Virgen del Remedio, a cuya advocación también está consagrada la Concatedral. Es una de las sedes catedralicias, compartida con la Santa Iglesia Catedral del Salvador de Orihuela, de la diócesis de Orihuela-Alicante desde 1959. PALACIO GRAVINA Palacio construido entre el fin del siglo XVIII y comienzos del XIX en el Barrio de la Vila Vella de Alicante. Propiedad del Conde de Lumiares, el interior fue utilizado como almacén para las mercancías que se comercializaban en el puerto de la ciudad y, posteriormente, fue sede del Archivo provincial. Hoy alberga el Museo de Bellas Artes, para ello, la Diputación de Alicante llevó a cabo las obras de restauración, añadiendo una edificación de similar estilo. Es de planta rectangular, ligeramente trapezoidal, con tres entradas (la central es la más decorada, con pórtico dintelado con pilastras de capiteles compuestos por una fila única de acantos), consta de tres plantas más un sótano: la primera planta decorada con arcos de medio punto, la planta noble con balcones que asoman a la calle y la última planta con el mismo número de ventanas que de balcones. El gran zaguán, que sirve además de patio, deja paso a la escalera principal, que, aunque desplazada, organiza todo el espacio y divide claramente la planta noble de la planta de servicio. Todo el edificio se construyó con piedra de la Sierra de San Julián, destacando la fachada principal MUSEO ARQUEOLÓGICO Construido en el barrio del Bon Repós, a las afueras de la ciudad y a los pies del Castillo de Santa Bárbara, por Juan Vidal Ramos entre los años 1926 y 1929, tras el encargo del presidente de la Diputación Juan Grau, el Hospital Provincial San Juan de Dios, que ocupa unos 20.000 metros cuadrados, fue de los mejores hospitales de España, en funcionamiento hasta la década de los 90. El edificio, que sigue un esquema simétrico, con ocho pabellones y dos cabezas en los extremos, una en la entrada principal y otra en la parte trasera, que alberga las cajas de escalera, genera volúmenes de una o dos alturas a partir de pasillos longitudinales que sirven de eje central. La simetría del mismo es la protagonista de toda la construcción, así como el repertorio clásico y moderno a la par propio del arquitecto en esta época. El edificio fue pintado en su mayor parte por Hermanos Losa. Hoy es el Museo Arqueológico Provincial de Alicante, función que adquiere de manera definitiva en el año 2000, museo que, como tal, fue inaugurado en 1932 por el presidente de la República en la planta baja del Palacio de la Diputación en el centro de la ciudad. CASTILLO DE SAN FERNANDO El proyecto para construir el Castillo de San Fernando en la ciudad, encargado al ingeniero militar Pedro Ordobás, respondía al riesgo que sufría Alicante de un ataque de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia. Serviría también como prisión y refuerzo de defensa que ya ejercía el Castillo de Santa Bárbara, y fue sufragado por la población alicantina. Su nombre se debe al santo que daba nombre al Rey para cuya defensa fue construido y su trazado es bastante irregular, ya que se intentó adaptar a las condiciones del terreno del Monte Tossal, y es por ello que el acceso original era una rampa que terminaba en un puente y una puerta coronada por dos leones de piedra (que hoy se duda si corresponden a la obra de entonces). Cuenta con un baluarte poligonal y otro redondeado, unidos por cortinas de trazado quebrado, y además dos medios baluartes y otro de reducidas dimensiones situados en los frentes más vulnerables del monte. En el interior podemos ver las dependencias para las tropas, pabellones, almacenes y aljibes. Aunque estaba dotado de cañones y un escuadrón de guardia, nunca llegó a usarse, ya que casi en la ciudad las tropas de Napoleón, se vieron obligadas a desviar su camino hacia Valencia para reforzar las allí presentes y así se evitó que la plaza de Alicante fuera ocupada por los franceses. Las obras se hicieron rápido y mal, y al poco tiempo empezó a mostrar deficiencias, además de hacerse evidente el alto coste y su inutilidad militar. Esto provocó las quejas de los alicantinos, que vieron tiempo después cómo un nuevo proyecto de construcción (un parque temático en el monte) tenía que ser abandonado debido a las características del terreno, dando lugar al actual Parque Monte Tossal. Tiempo después, el evidente estado de abandono del castillo hizo que el castillo sufriera algunas reformas para tratar de embellecerlo y así convertirlo en espacio de ocio, aunque tampoco esas reformas llegaron a buen fin. CASTILLO DE SANTA BÁRBARA El Castillo de Santa Bárbara, que hoy vigila imponente la ciudad desde la cima del Monte Benacantil, a 166 metros de altura, no solo fue construido para la vigilancia y el control de las costas, sino también para provocar, aunque quizá inconscientemente, el nacimiento de la ciudad tal y como la conocemos hoy, cuyo origen hay que buscarlo en la época en la que los musulmanes dominaban la Península. La fortaleza, con un enorme valor estratégico y una clara y fundamental función militar, se verá modificada en varias ocasiones por diferentes monarcas. A pesar de ello, hoy puede verse que el castillo está compuesto de tres niveles: el más bajo es el más reciente y de menor tamaño, pertenece a la época borbónica (siglo XVIII); el del medio es del siglo XVI, de estilo renacentista italiano, de la época de los Austrias; y la parte superior alberga el recinto más antiguo y más amplio, con construcciones de diversas épocas, sobre todo medievales y de los Austrias (desde el siglo IX), que acoge la explanada más elevada conocida por macho del castillo. El Castillo va a ser restaurado en diversas ocasiones, eso hace que la presencia de restos arquitectónicos de diferentes momentos históricos dificulte la reconstrucción de su pasado más remoto (el musulmán y el medieval), sin embargo es evidente su destacado e importante papel social y político desde finales del siglo XIII. Su nombre se debe a que el castillo fue tomado a los árabes por el infante Alfonso de Castilla (futuro Alfonso X el Sabio) el 4 de diciembre de 1248, el día de la festividad de Santa Bárbara. En 1296 pasa a manos de la corona de Aragón, su rey, Jaime II, ordena su remodelación. No es hasta el siglo XVI que el Castillo se fortifica y se amplia, de la mano de Carlos I. La gran reforma se produce en el reinado de Felipe II, pero después sufriría numerosos daños y desperfectos por las continuas acciones bélicas en su contra. Fue utilizado como prisión durante la Guerra Civil Española, hoy podemos ver los grafitis que hacían los presos. Durante un largo tiempo después, atravesaría una situación de abandono hasta que se abriera al público en 1963, año en que se inauguraron los ascensores dentro de la montaña. En él hoy se puede visitar el Museo de Alicante, que ofrece un recorrido por la historia de la ciudad (con diez salas de exposición permanente) y en el que se pueden ver materiales arqueológicos de las distintas épocas históricas y audiovisuales que muestran cómo vivían y qué hechos más destacados vivieron las poblaciones que habitaron la ciudad desde la Prehistoria hasta nuestros días. Es, en su conjunto, seguramente, el monumento más visitado, más importante y la imagen que mejor se asocia a la ciudad de Alicante. AJUNTAMENTO DE ALICANTE El edificio del Ayuntamiento de Alicante es un palacio barroco del siglo XVIII, construido en casi 100 años a partir del proyecto de Soler sobre la antigua Casa de la ciudad (obra del arquitecto Lorenzo Chápuli), con torres en los extremos de 35 metros de altura cada una y dividido en altura en tres plantas que rematan en una balaustrada, con tres cuerpos muy bien definidos en la fachada. Destaca la puerta principal, situada en la Plaza del Ayuntamiento, flanqueada por dos grandes columnas salomónicas decoradas con guirnaldas y seis vueltas, y el escudo de Alicante esculpido en mármol blanco en su parte superior. La puerta está además acompañada por otras cuatro puertas más. En el segundo piso pueden verse doce balcones decorados con una trabajada herrería, parejas de las 12 ventanas de estilo rococó de la tercera planta. En la parte posterior, en la plaza de la Santa Faz, puede admirarse una de las puertas más significativas del barroco alicantino. Y en su interior, una elegante escalinata, cuyo pilar de inicio acoge la cota cero, punto de referencia desde el que se mide la altura sobre el nivel del mar de todos los puntos de España. La escalera nos conduce a las dependencias municipales, importantes salas decoradas muchas de ellas con interesantes obras de Padilla, Cabrera, Amorós y Gastón Castelló, como por ejemplo el Salón Azul, o la Cámara Real de Isabel II, o una capilla en la que se puede celebrar misa (desde 1775) con retablo barroco. En el primer rellano descansa la lápida de mármol blanco que reproduce la cédula por la que Fernando el Católico concedió a Alicante el título de ciudad en 1490. También son importantes los restos arqueológicos que pueden visitarse en los bajos del anexo construido a su lado con el nombre de Alicante, la ciudad descubierta.
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