aprendizaje de conductas pro sociales desde la

APRENDIZAJE DE CONDUCTAS PRO SOCIALES DESDE LA PRIMERA
INFANCIA COMO ESTRATEGIA PARA EL MEJORAMIENTO DE LA
CONVIVENCIA ESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DEL “BULLYING”
MARTA SOFIA AGUILAR CARTAGENA
PROYECTO DE INTERVENCIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN NEURO DESARROLLO Y APRENDIZAJE
UNIVERSIDAD CES
MEDELLÍN
2014
1
APRENDIZAJE DE CONDUCTAS PRO SOCIALES DESDE LA PRIMERA
INFANCIA COMO ESTRATEGIA PARA EL MEJORAMIENTO DE LA
CONVIVENCIA ESCOLAR Y LA PREVENCIÓN DEL “BULLYING”
MARTA SOFIA AGUILAR CARTAGENA
PROYECTO DE INTERVENCIÓN PARA OPTAR AL TÍTULO DE
ESPECIALIALISTA EN NEURODESARROLLO
Y APRENDIZAJE
Profesor
JUAN CARLOS JARAMILLO
ESPECIALIZACIÓN EN NEURO DESARROLLO Y APRENDIZAJE
UNIVERSIDAD CES
MEDELLÍN
2014
2
CONTENIDO
1. TEMA
5
2. PROBLEMA
6
3. JUSTIFICACIÓN
8
4. OBJETIVOS
9
4.1 Objetivo General
9
4.2 Objetivos Específicos
9
5. METAS
11
6. MARCO REFERENCIAL
12
6.1 Metodología
23
6.1.1 El Aprendizaje Social y Juego Cooperativo
23
7. MARCO LEGAL
26
7.1 Ley Antibullying
26
8.
31
DESTINATARIOS
8.1 Ubicación y Centros de Influencia
31
9.
32
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
10. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PROYECTO
33
10.1 Recursos Humanos
33
3
10.2 Recursos Monetarios
34
10.3 INGRESOS
34
11. LOS PRODUCTOS
35
12. EVALUACIÒN
36
BIBLIOGRAFÍA
37
CIBERGRAFÍA
38
4
1. TEMA
Promoción de los comportamientos pro sociales para la prevención de la
violencia escolar o bullying.
5
2. PROBLEMA
Es necesario tener en cuenta el carácter temprano en la prevención del
comportamiento agresivo en niños/as, ya que con frecuencia estos problemas se
comienzan a externalizar en la edad preescolar, y teniendo en cuenta que es en
este período en el que se origina la socialización de la agresión; es por esto que
resulta muy conveniente actuar en este ciclo de vida para frenar tempranamente el
desarrollo de una trayectoria hacia la violencia. Además, si se tiene presente que
durante los años preescolares los niños presentan avances significativos en su
desarrollo cognitivo, lingüístico y socioemocional, en este período presentan
condiciones
óptimas
para
emocionales, que sirvan
desarrollar
competencias
sociales,
cognitivas
y
como factores protectores contra el desarrollo o la
continuación de patrones de comportamiento agresivo.
Las situaciones de violencia escolar se presentan significativamente en la edad
escolar y la adolescencias, sin embargo, pueden empezar a manifestarse en la edad
preescolar, siendo necesario intervenir los distintos contextos de socialización de los
niños/as, familia, escuela y pares.
De acuerdo a lo anterior, es necesario intervenir el contexto escolar , así como
proporcionar al equipo de docentes herramientas desde lo conceptual y metodológico
6
que permitan intervenir la agresión y desarrollar los comportamientos pro sociales
enriqueciendo su bagaje y su práctica educativa en el ámbito preescolar, pues va a
favorecer a los niños y las niñas en el desarrollo de competencias y habilidades
sociales como vía efectiva para reducir la violencia y sustituirla por comportamientos
pro sociales que de acuerdo a lo esperado aumentan la solidaridad, el respeto, la
reciprocidad, la calidad en las relaciones interpersonales.
7
3. JUSTIFICACIÓN
Con la inclusión del tema de la pro socialidad, se espera fortalecer las
relaciones más significativas y cotidianas en relación con la primera infancia, para
que encuentren la oportunidad de interactuar de manera constructiva dado que en
esta etapa del desarrollo humano ofrece oportunidades únicas para cambiar el curso
del desarrollo de los niños y las niñas en situación de riesgo; ya que la educación
muestra un progreso en su concepción como educación inicial, la cual se constituye
en una forma de educación basada en el afianzamiento del conocimiento a partir del
diálogo de saberes entre adultos y niños, en el cual todas las dimensiones del ser
humano son medio y expresión del aprendizaje y por otro lado, emprender acciones
para la reducción de los índices de violencia escolar, en el camino hacia la no
repetición de esta problemática y el goce efectivo de los derechos.
8
4. OBJETIVOS
4.1 Objetivo General
Capacitar a los agentes educativos en estrategias pedagógicas orientadas a
intervenir adecuadamente sobre la agresión y a desarrollar comportamientos pro
sociales en los niños de 3 a 5 años en los CDI, que contribuyan a la disminución del
bullying.
4.2 Objetivos Específicos
· Promover los comportamientos pro sociales como estrategia efectiva y eficaz
para la reducción del bullying y/o acoso escolar.
· Desarrollar
capacidades
y
habilidades
para
resolver
conflictos
constructivamente.
· Propiciar un ambiente escolar y familiar que contribuya a la aprehensión y
apropiación de comportamientos pro sociales.
9
· Detectar aquellos niños/as que presenten problemas de comportamientos
agresivos y se encuentren en riesgo.
10
5. METAS
Capacitar 40 agentes educativos en comportamientos pro sociales y prevención
de bullyng o violencia escolar.
Lograr que el 70%
de los agentes educativos participen al menos en seis
actividades de la capacitación programada en el proyecto.
Lograr que el 70% de los participantes hayan adquirido las herramientas
metodológicas para la enseñanza de los comportamientos pro sociales y prevención
del bullyng en el aula.
Conseguir que los agentes educativos realicen un trabajo efectivo en el
desarrollo de comportamientos pro sociales.
11
6. MARCO REFERENCIAL
COMPORTAMIENTOS PRO SOCIALES EN LA PRIMERA INFANCIA:
partiendo
de una perspectiva de ciclo vital que entiende el desarrollo de las
personas como una dinámica multidimensional en la línea del tiempo, mediante la
interacción y el moldeamiento de factores biológicos, psicológicos y psicosociales.
Esto permite mostrar como un mismo hecho o acontecimiento incide de maneras
diversas en un mismo individuo, no sólo en razón de su edad sino de su inscripción
generacional. También implica que un mismo problema puede ser abordado de
modos distintos, no únicamente con la ocurrencia de los factores mencionados, sino
a partir de las perspectivas y la confianza que desarrollan los individuos a partir de la
experiencia acumulada.
El término desarrollo se entiende como un proceso de reconstrucción y
reorganización permanente. Tres aspectos caracterizan la concepción de desarrollo.
En primer lugar el desarrollo cognitivo, lingüístico, social y afectivo de los niños, no
es un proceso lineal, por el contrario, se caracteriza por un funcionamiento regular
de avances y retrocesos.
12
En segundo lugar, el desarrollo no tiene un principio definitivo y claro, es decir,
no inicia desde cero. Y en tercer lugar, el desarrollo no parece tener una etapa final.
En otras palabras, nunca concluye, siempre puede continuar. (Rebeca Puche
Navarro y Cols., 2010)
La primera infancia es la etapa del ciclo vital en las que se establecen las bases
para el desarrollo cognitivo, emocional y social del ser humano. Comprende la franja
poblacional que va de los cero a los seis años de edad” (Código de la Infancia y
Adolescencia. Art. 29 Ley 1098 del 2006). También en el artículo 28 de esta Ley se
habla del derecho de los niños, niñas y adolescentes a una educación de calidad, es
obligación del estado garantizar un año de preescolar y nueve de educación básica.
Todo esto enmarcado dentro del Interés superior de los niños, niñas y adolescentes
como el imperativo que obliga a todas las personas a garantizar la satisfacción
integral y simultanea de todos sus derechos humanos, que son universales,
prevalentes e interdependientes (Código de la Infnacia y Adolescencia, Ley 1098 de
2006., 2014).
Se caracteriza porque durante ella ocurren profundas transformaciones en el
desarrollo del ser humano, por lo cual, las situaciones de contexto influyen de
manera determinante en los niños y niñas en sus ámbitos social, emocional y
cognitivo. En virtud de ello, numerosos estudios demuestran que invertir en este ciclo
de vida redunda en beneficios en términos económicos y de desarrollo humano,
como mayor productividad en la adultez, reducción de la carga de las pérdidas en el
13
desarrollo humano y la contribución a la ruptura de ciclos de pobreza
intergeneracionales.
Los beneficios a largo plazo de esta inversión se reflejan además en los
ámbitos como la salud y la cohesión social, los cuales aumentan el desarrollo del
individuo, la familia y la comunidad.
Lo sucedido en la primera infancia tiene efectos sobre el comportamiento y
afecta la salud física y emocional de los niños y niñas en cada una de las etapas de
su desarrollo posterior. Ahora bien, cuando un niño no logra aprender a regular su
agresión durante la primera infancia ni en la etapa escolar, y presenta problemas de
comportamiento, infortunadamente el pronóstico que se puede hacer de estos niños
es muy negativo, ya que tienen mayores probabilidades de sufrir más adelante
diversos problemas, dentro de estos se encuentran: un pobre desempeño
académico,
deserción
escolar,
consumo
de
alcohol,
adición
a
sustancias
psicoactivas, precocidad y promiscuidad sexual, infracción de normas de tránsito,
inestabilidad laboral y afectiva, violencia intrafamiliar, delincuencia y criminalidad
adulta (Klevens, J. Bayron, 2000).
Los cinco primeros años de la vida del niño/a son determinantes en su
desarrollo psicosocial, por cuanto en este período ellos viven experiencias
significativas y desafiantes para los padres, cuidadores y maestros. Lo cual significa
14
que en la primera infancia los procesos de aprendizaje deben ser significativos y
funcionales; es decir, tener un sentido para quien lo aprende y que a la vez
represente un beneficio, una utilidad, que le permita a los niños y niñas trascender
del ámbito escolar a otros espacios, es por tales motivos que en la pro socialidad se
busca apropiarse de conocimientos dirigidos a establecer diferentes formas de
interacciones sociales adecuadas que promuevan una sana convivencia en los
diferentes ámbitos de socialización de los niños y niñas (Tremblay, 2002).
Durante los años del Preescolar, se da el período crítico para enseñar a los
niños/as los principios básicos de una interacción social: el compartir, el compromiso,
la cooperación y la comunicación verbal (Ibid.)
Definimos la conducta pro social como toda conducta social positiva, con o sin
motivación altruista (conductas con dar, ayudar, cooperar, compartir, consolar…). Así
mismo, entendemos por situación cooperativa aquella en que los objetivos de los
individuos participantes se relacionan de manera tal, que cada uno pueda alcanzar
su meta y sólo si los otros logran alcanzar la suya, mientras que en una situación
competitiva sería aquella en la que un individuo alcanza su objetivo, si y sólo los
demás no logran alcanzarlo (Garaigordobil Landazábal, s.f.).
La pro socialidad es el resultado de comportamientos positivos y de un gran
beneficio en las relaciones interpersonales, los comportamientos prosociales deben
15
ser enseñados y promovidos desde el interior de la familia por padres y cuidadores
y desde los ambientes educativos toda vez que en dichos ambientes se propicia y
favorece el proceso de formación de los niños y niñas, por lo cual el medio familiar y
el medio escolar se constituyen en modelos positivos y/o negativos, esenciales por
el rol que desempeñan en los procesos de aprendizaje y construcción social en la
primera infancia.
La conducta pro social
depende de multitud de factores interrelacionados,
factores asociados a la cultura, al contexto familiar, al ámbito escolar, así como
otros factores relacionados con el desarrollo personal como son: la edad, el
desarrollo cognitivo y moral, la capacidad de toma de perspectivas, la empatía, el
estado emocional… Es decir, la conducta pro social está mediada o determinada por
numerosos factores situacionales y de personalidad (Garaigordobil Landazábal, s.f.).
Los estudios sobre el desarrollo cerebral confirman que las emociones
provienen del cerebro, y así como se pueden controlar los impulsos sexuales en
contextos determinados, también es posible controlar los impulsos agresivos porque
los niños y niñas van adquiriendo autoconciencia y herramientas, tales como el
lenguaje, para expresar lo que sienten, cuando en el cerebro hay una pobre corteza
cerebral pre frontal, hay predisposición a la agresión y menores habilidades
lingüísticas. Las capacidades del cerebro están influenciadas por la genética y el
entorno modela el cerebro humano, que es muy maleable en las primeras etapas del
desarrollo.
A los cinco años los niños y niñas tienen más o menos el peso del
16
cerebro de los adultos y realizan actividades muy parecidas a ellos. Pero además el
temperamento es otro factor que incide en la agresión y está determinado por
factores genéticos. El cerebro tiene dos sistemas activos: uno que permite contener
los comportamientos agresivos, crea miedo, control, frena y el otro, acelera los
comportamientos agresivos (Raine, 2007).
Se ha demostrado que determinados factores de crianza, en especial el control,
el afecto, el cariño, son fundamentales para el desarrollo de la conducta prosocial de
los niños y niñas. Se resalta la importancia de la dimensión afectiva, el apoyo
emocional, el refuerzo positivo de los niños. Todo lo anterior se asocia a estilos de
crianza que promuevan los vínculos afectivos, el respeto a la diferencia, la tolerancia,
la solidaridad entre sus integrantes, lo cual contribuye al desarrollo de habilidades
sociales evidenciándose en la capacidad de interactuar de manera constructiva en un
contexto social dado. Por tanto los niños y niñas quienes son socialmente
habilidosos, por lo general
en sus relaciones con los demás, expresan sus
sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y derechos.
De esta forma comportamientos prosociales son aquellos comportamientos
esperados y deseados en donde los niños y niñas encuentran en sus relaciones más
significativas y cotidianas la oportunidad de interactuar de manera constructiva. Se
puede observar en aquellos niños y niñas que ayudan y ofrecen ayuda a otras
personas; comparten, cooperan, trabajan con otros, participan en diferentes juegos,
hacen tareas o actividades; intercambian a menudo sonrisas con las personas que
17
hablan y juegan; fácilmente escuchan y aceptan las sugerencias de los adultos;
felicitan, halagan, agradecen y miran a los ojos; tienen la capacidad de interactuar
con otras personas; expresan verbalmente su satisfacción o desaprobación sobre lo
que hacen los otros, tienen gestos afectuosos con las personas que los rodean.
Generalmente estos niños y niñas afirman sus derechos y hacen solicitudes o
rechazan peticiones sin gritar o amenazar, se cuidan así mismos, pueden proponer
otras soluciones, muestran buen desempeño en sus cuidados personales, son
capaces de expresar lo que sienten, sentimientos positivos y negativos, con respecto
a las personas y situaciones.
La interacción cooperativa estimula la empatía, el descentramiento emocional y
mejora la autoestima. Además el aprendizaje cooperativo incrementa el rendimiento
académico y la memoria, fomentando una percepción más positiva del aprendizaje,
de la tarea, y un incremento de la motivación intrínseca (Garaigordobil Landazábal,
s.f.).
La conexión entre la empatía y la conducta pro social se pone de manifiesto en
numerosos estudios, hasta el punto de concluir que la empatía aparece como el
principal motivador de la conducta pro social, tanto en el componente emocional
preocupación por el otro; como en el cognitivo capacidad de ponerse en el lugar del
otro o toma de perspectiva (Garaigordobil, 2003).
18
De esta forma la empatía y la pro socialidad son consideradas como
principales inhibidores de la agresividad, operando como factores protectores ante el
desarrollo de la inestabilidad emocional y la falta de autocontrol. Es decir, se trata
de mantener comportamientos emocionales estables y la inhibición de conductas
agresivas.
La agresión física disminuye también cuando los niños comienzan a desarrollar
habilidades sociales. Estas habilidades se traducen en comportamientos que
muestran la facilidad que tiene el niño o la niña para acercarse y comprender a los
otros, incluido a los adultos;
este aspecto está relacionado con el compartir, el
ayudar a otros, el respetar los turnos, así como también el cumplir con los
compromisos adquiridos. Los niños y niñas que están desarrollando las habilidades
sociales tratarán de cooperar con otros, buscarán la comprensión y simpatía, y serán
capaces de hacer comentarios sobre las emociones de otros niños como por ejemplo
"Está triste porque su helado se le ha caído". El dominio de estas habilidades ofrece
a los niños otra manera de obtener lo que quieren como una forma de evitar el
conflicto (Tremblay, 2002).
Entre las habilidades sociales más importantes en los niños se encuentran:
• Acercarse a un nuevo compañero o a un grupo de compañeros para jugar.
19
• Identificar sus emociones y las de los otros.
•
Mostrarse cooperativos con los adultos y con otros niños.
•
Expresar sus emociones en lugar de vivir una rabieta.
• Emplear la negociación con otros para compartir y cooperar con el propósito
de alcanzar una meta (Tremblay, 2002).
Las habilidades sociales tienen también valor para reducir el uso de agresión
física entre los niños. Estas habilidades darán al niño alternativas de agresión como
un medio para satisfacer sus necesidades. La falta de habilidades sociales en el
niño se traduce en aislamiento y afecta al desarrollo, lo cual provoca un mayor
aislamiento. Los niños agresivos físicamente carecen con frecuencia de habilidades
sociales, tal vez porque no aprendieron de manera natural a utilizarlas, porque no se
les enseñó adecuadamente y/o porque cualquiera que haya sido la intervención que
tuvo lugar con ellos no fue la adecuada.
El vivir en una sociedad requiere que las personas aprendan a utilizar de
manera pacífica las formas socialmente aceptadas para alcanzar las metas. Y todas
estas lecciones tan importantes no pueden tardar en aparecer desde muy temprana
edad. De hecho, es durante la etapa de educación infantil y/o Preescolar cuando se
20
da el momento fundamental para que los niños y niñas aprendan a sustituir las
estrategias de agresión por estrategias socialmente apropiadas que sustituyan la
agresión física, verbal e indirecta.
La aproximación más eficaz pone de manifiesto la necesidad de intervenir en
diversos frentes, comenzando desde el ambiente al que está expuesto el niño aún
antes del nacimiento. Por ejemplo, un ambiente prenatal saludable y una
alimentación postnatal saludable contribuyen directamente al crecimiento de
estructuras cerebrales saludables.
Ambas son condiciones necesarias para el desarrollo de las habilidades que se
requieren para manejar mejor el temperamento, los impulsos y el comportamiento y
así como a expresar las necesidades y frustraciones del niño o la niña de una
manera socialmente aceptada.
Desde el vientre, los niños necesitan cariño, comprensión, estimulación e
interacción. Durante sus primeros tres años de vida, el afecto físico, el cuidado y
juego, incluyendo “jugar a pelear”, son fundamentales para el desarrollo adecuado
de las áreas del cerebro que controlan la socialización.
Entre los tipos de agresión se encuentran:
21
· Agresión física: golpear, abofetear, patear, morder, empujar, arrebatar,
entre otros.
· Agresión verbal: el uso de palabras hostiles para insultar, amenazar,
enfadar o intimidar; por lo general acompañadas con gestos de amenaza y con
frecuencia es seguida por una agresión física.
· Agresión indirecta: es una forma de agresión más compleja que incluye el
perjuicio al hacer correr rumores, al tratar de degradar o humillar, o incluso al excluir
a un individuo de un grupo.
· Agresión proactiva: actos agresivos sin provocación.
· Agresión reactiva: se le conoce como agresión reactiva a la agresión física
que ocurre como resultado al percibir una amenaza o provocación (ya sea accidental
o no). Por ejemplo, si un niño está jugando con su juguete favorito y pega a otro niño
porque se le está acercando demasiado y teme que le quite su juguete. O bien,
puede no reaccione hasta que otro niño le haya arrebatado el juguete. La reacción
reactiva tiende a ocurrir con mayor frecuencia cuando los niños se enfrentan con
múltiples fuentes de frustración y enfado (Tremblay, 2002).
22
6.1 Metodología
6.1.1 El Aprendizaje Social y Juego Cooperativo
Los programas de juego cooperativo y creativo, tienen dos grandes objetivos
generales. En primer lugar, pretenden potencial el desarrollo integral de los niños y
niñas que no presente dificultades en su crecimiento, incidiendo especialmente en
diversos aspectos socioemocionales y en el desarrollo de la creatividad.
En segundo lugar, estos programas tienen una función terapéutica, ya que con
estas experiencias de juego se intenta integrar socialmente a niños y niñas que
presentan dificultades en interacción con sus compañeros y/o dificultades en otros
aspectos de su desarrollo (Garaigordobil Landazábal, s.f.).
Este enfoque reconoce que los comportamientos son el resultado del
aprendizaje, si alguien se comporta de cierta forma, es porque aprendió este
comportamiento. O mejor aún, porque ni aprendió otros comportamientos que
podrían ser más apropiados. Las dificultades en los niños y niñas son vistas como
la ausencia de comportamientos apropiados que dan lugar a la presencia de
comportamientos inapropiados. Del mismo modo, así como los comportamientos
son aprendidos, también pueden ser desaprendidos por un nuevo comportamiento
que lo sustituya (Bandura, Albert, 2012).
23
El aprendizaje social identifica dos tipos de mecanismos que influyen en el
comportamiento de los niños y niñas: la imitación y el refuerzo. La imitación se refiere
a la repetición de comportamientos observados en otros y que le sirven de modelos,
o también la práctica de comportamientos que le han sido enseñados, no todos los
comportamientos de imitan depende de que esa persona sea con la que el niño se
identifica.
El aprendizaje social reconoce que cuando los comportamientos son reforzados
hay una alta probabilidad de que estas manifestaciones se repitan, especialmente
cuando las consecuencias de estos comportamientos han tenido los efectos
deseados por medio de aprobaciones y ganancias. Es entonces cuando se
presentan cadenas de interacciones sociales que tienen un antecedente, una
respuesta y una consecuencia, de modo que permite ver y saber no solamente cómo
los comportamientos se aprenden, sino
también cómo son mantenidos por las
respuestas del medio (Bandura, Albert, 2012). .
De acuerdo con los resultados del aprendizaje social fomenta el desarrollo de
comportamientos prosociales en la primera infancia, además de disminuir las
conductas agresivas, también mejora el auto concepto y la estabilidad emocional,
aumentando la inteligencia y a creatividad. Se asocia al aprendizaje social la idea de
aceptarse, cooperar, compartir, tomar decisiones, negociar, escuchar, dialogar.
24
La evidencia empírica ha puesto de relieve que el juego le permite al niño
desarrollar su pensamiento, satisfacer necesidades, explorar y descubrir, el goce de
crear, elaborar experiencias, expresar y controlar emociones, ampliar los horizontes
de sí mismo, aprender a cooperar… por lo que se puede afirmar que estimular la
actividad lúdica positiva, simbólica, constructiva y cooperativa en contextos escolares
es sinónimo de potenciar el desarrollo infantil (Garaigordobil Landazábal, s.f.).
Los juegos cooperativos eliminan el miedo y la angustia, con la participación de
todos fortalecen la capacidad de comunicación de forma asertiva, promoviendo la
interacción amistosa, multidireccional, entre los miembros del grupo, lo cual permite
potenciar progresivamente y estimular la dinámica relacional, los juegos de
comunicación, además aumentan la cohesión grupal; es decir, la capacidad de
trabajar en equipo, todo esto contribuye al desarrollo de conductas prosociales,
subyaciendo a ello la idea de aceptarse, cooperar y contribuir a fines comunes
(Garaigordobil Landazábal, s.f.).
25
7. MARCO LEGAL
7.1 Ley Antibullying
La Ley 1620 de 2013 tiene por objeto contribuir a la formación de ciudadanos
activos que aporten a la construcción de una sociedad democrática, participativa,
pluralista e intercultural, en concordancia con el Mandato Constitucional y la Ley
General de Educación –Ley 115 de 1994–,
mediante la creación del Sistema
Nacional de Convivencia Escolar y Formación para los Derechos Humanos, la
Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar,
que promueva y fortalezca la formación ciudadana y el ejercicio de los derechos
humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes, de los niveles educativos de
Preescolar, Básica y Media y prevenga y mitigue la violencia escolar y el embarazo
en la adolescencia (República de Colombia , 2013)
La ley trae la definición de acoso escolar o bullying: Conducta negativa,
intencional
metódica
y
sistemática
de
agresión,
intimidación,
humillación,
ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a
la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o por medios
electrónicos contra un niño, niña, o adolescente, por parte de un estudiante o varios
26
de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se
presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado.
También puede ocurrir por parte de docentes contra estudiantes, o por parte de
estudiantes contra docentes, ante la indiferencia o complicidad de su entorno. El
acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el
rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima
escolar del establecimiento educativo.
Además trae la definición de Ciberbullying o ciberacoso escolar: forma de
intimidación con uso deliberado de tecnologías de información (Internet, redes
sociales virtuales, telefonía móvil y videojuegos online) para ejercer maltrato
psicológico y continuado.
La Ley contra el matoneo escolar es una serie de políticas y normas que
buscan proteger, atender y castigar ante las autoridades pertinentes, el acoso y la
violencia juvenil que en la actualidad afecta a un gran número de jóvenes. Para esto
se conformó el Sistema Nacional de Convivencia escolar en el que los colegios, la
familia, la sociedad y el Estado, velarán por la protección de los derechos de esta
población (República de Colombia , 2013).
27
La norma permitirá que casos como burlas crueles, ataques, golpes, chantajes,
presiones, ya no queden en el anonimato y sean debidamente atendidos y
castigados. Desde la activación de ésta el estudiante podrá acudir a los Comités de
Convivencia en los que podrá exponer su caso donde se activarán todos los
protocolos para procesar el caso. Conocido el hecho, se informará tanto a directivas
del colegio, docentes, estudiantes involucrados y padres de familia, tanto del agresor
como de la víctima. Posteriormente se buscarán las alternativas de solución frente a
los hechos presentados, procurando encontrar espacios de conciliación que
garanticen la atención integral y el seguimiento pertinente para cada caso.
Las situaciones que no puedan ser resueltas por las vías que establece el
Manual de Convivencia y que requieran de la intervención de otras entidades o
instancias, serán trasladadas según corresponda al Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF), a la Comisaría de Familia, a la Personería Municipal o
Distrital o la Policía de Infancia y Adolescencia.
En el caso que cualquiera de los actores del sistema no cumplan con su misión
por omisión, incumplimiento o retraso, se sancionarán de acuerdo con lo establecido
en el Código General y de Procedimiento Penal, el Código Único Disciplinario y el
Código de la Infancia y la Adolescencia. Las penalidades irán desde amonestación
hasta cancelación de la licencia.
28
La norma también sanciona el matoneo de profesores contra estudiantes o por
parte de estudiantes contra docentes, ante la indiferencia o complicidad de su
entorno.
El acoso escolar tiene consecuencias sobre la salud, el bienestar emocional y el
rendimiento escolar de los estudiantes y sobre el ambiente de aprendizaje y el clima
escolar del establecimiento educativo. El bullying puede generar aislamiento social.
En la vida adulta dificultades para relacionarse, inseguridad, baja autoestima,
nerviosismo, ansiedad, agresividad, apatía, síntomas depresivos o fobias.
Se crea un “Sistema de información unificado” con el que se identificarán,
registrarán y seguirán los casos de violencia escolar, acoso y vulneración de
derechos sexuales y reproductivos que afecten a los estudiantes. Esa información
servirá de base para la toma de decisiones y la reorientación de estrategias y
programas que fomenten un adecuado clima escolar.
El Comité Nacional de Convivencia Escolar estará conformado, entre otros, por
los Ministerios de Educación, Cultura, Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones y de Salud y Protección Social, el ICBF, la Defensoría del Pueblo y
las dos instituciones educativas -una pública y una privada- con los mayores puntajes
en las pruebas Saber 11 del año inmediatamente anterior.
29
A nivel territorial se crearán comités departamentales, municipales y distritales
de convivencia escolar. Y en los establecimientos educativos se integrará un Comité
de Convivencia.
Por medio de este proyecto se pretende articular la Ley en lo concerniente a la
intervención del bullying en la parte de la prevención, que es fomentar el
mejoramiento de la convivencia y el clima escolar con el fin de generar un entorno
favorable para el ejercicio real y efectivo de los derechos de los niños y niñas.
30
8. DESTINATARIOS
Perfil. Agentes Educativos mayores de 25 años.
Procedencia: Agentes Educativos de los Centros de Desarrollo Integral del
Municipio de Yolombó, Departamento de Antioquia.
Número y cobertura:
Reales
: 60
Potenciales :120
Cobertura del 50% sobre el total de potenciales.
Fuentes de los datos: fuentes de los mismos Centros de Desarrollo Infantil.
8.1 Ubicación y Centros de Influencia
Sede Principal del Centro de Desarrollo Infantil Sonrisitas, ubicado en la
calle principal de Barrio La Beneficencia.
Zona de Influencia: Municipio de Yolombó, Zona Urbana y Rural.
31
9. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
32
10. ORGANIZACIÓN Y
FUNCIONAMIENTO DEL PROYECTO
10.1 Recursos Humanos
Nº
PERSONAL VINCULADO AL PROYECTO
1
Responsable del Proyecto
1
Trabajador Social
1
Psicólogo
2
Pedagogos
1
Coordinadora Educativa
2
Trabajadoras para Servicios de Alimentación
1
Tesorero responsable del manejo del Presupuesto
1
Representante Legal
Asuinfancia
Operador del Centro de
Desarrollo Infantil quién hará el aporte económico para operar el
programa.
Secretario de Gobierno Municipal de Yolombó, quien hará un aporte
para ayudar a operar el programa.
1
33
10.2 Recursos Monetarios
RECURSOS
1. MATERIALES
ADSCRITOS AL PROYECTO
PROYECTO
Infraestructura y Equipo-Medios y materiales
técnicos
Cámara Filmadora y de Viden
Internet
Gastos de Desplazamiento y Comunicación
Materiales de Consumo (cartulinas, lápices de
colores, marcadores, reglas, papel Bond, revistas,
borradores, Colbón y cinta de enmascar)
Hula-hula y lazos
Tableros borrables
1. HUMANOS
COSTO $
3.500.000
1.500.000
500.000
500.000
Servicios de alimentación (refrigerios)
1. Psicólogo
1 Trabajador Social
2 Pedagogos
1 Recreacionista
IMPREVISTOS
SUMAN
3.000.000
1.300.000
1.300.000
1.300.000
1.000.000
1.100.000
15.000.000
10.3 INGRESOS
La aportación económica provendrá de la Secretaría de Gobierno de Yolombò
quien asignará
la suma de $9.000.000
$7.000.000 para la realización del proyecto.
34
y
el Operador Asuinfancia aportará
11. LOS PRODUCTOS
Se realizarán:
4 Encuestas
2 Entrevistas a los agentes educativos
10 Sesiones de capacitación distribuidas así: seis seminarios de formación
y cuatro talleres lúdicos.
35
12. EVALUACIÒN
Para la evaluación se tendrán en cuenta los siguientes indicadores:
• Número de participantes.
• Número de asistentes a todas las sesiones.
• Asistentes que han faltado hasta cuatro sesiones
• Nivel de satisfacción de los participantes en el aprendizaje de contentos:
Muy satisfechos [ ]
•
relación
Satisfechos [ ] y Nada satisfechos [
]
Se realizará una prueba pre test y post test, para realizar un sondeo en
a las siguientes variables: incremento de conductas sociales positivas:
liderazgo, sensibilidad social, jovialidad, respeto, autocontrol y conductas sociales
negativas: agresividad, terquedad, apatía, retraimiento, ansiedad y timidez.
36
BIBLIOGRAFÍA
Garaigordobil Landazábal, M. (s.f.). Una propuesta de Educación para la Paz y la
Convivencia. Facultad de Psicologìa. Universidad del País Vasco-España. p.8.
Garaigordobil, M. (2003). Intervención psicológica para desarrollar la personalidad
infantil: juego, conducta prosocial y creatividad . Madrid : Pirámide.
Ibid. (s.f.).
Klevens, J. Bayron. (2000). Estrategias para la prevención temprana de la violencia
en niños. . En Programa de Convivencia Ciudadana. (pág. 319). Medellín:
Secretaría de Educación y Cultura.
Raine, D. A. (2007). Promoción de comportamientos prosociales con las familias.
Philadelphia.
37
Rebeca Puche Navarro y Cols. (2010). Desarrollo Infantil y Competencias en la
Primera Infancia . En M. d.-R. Colombia. Bogotá, D.E.: Taller Creativo de
Aleida Sánchez B. Ltda.
CIBERGRAFÍA
Bandura, Albert. (Agosto de 2012). Teoría del Aprendizaje Social. Recuperado el
Mayo de 2014, de www.suagm.edu/umet/.../Albert_%20Bandura
Código de la Infnacia y Adolescencia, Ley 1098 de 2006. (2014). http://www.
arismasa.com/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=28&Item
id=51. Recuperado el junio de 2014
República de Colombia . (2013). Ley 1620. Recuperado el Mayo de 2014, de
www.mineducacion.gov.co › ... › Proyectos Calida
Tremblay, R. E. (2002). Prevenir la violencia a través del aprendizaje en la primera
infancia. En El Desarrollo de la Primera Infancia (pág. 6).
Tremblay, R. E., Ibid.
38