miércolES 04 de noviembre de 2015 Montevideo, Uruguay · miércolES 04 de noviembre de 2015 · Nº 43 día del FUTURO · edición especial · Actividad del Día del Futuro en el Liceo Dámaso Antonio Larrañaga. / foto: santiago mazzarovich 1 2 miércolES 04 de noviembre de 2015 Aprendizaje Carl Haglund fue ministro de Defensa, legislador del Parlamento europeo y actualmente preside la Comisión de Futuro del Parlamento finés. Se refirió al impacto del trabajo de la comisión de su país y consideró “muy positivo” que el Poder Legislativo uruguayo haya iniciado una experiencia similar. –¿Qué – impacto tiene el trabajo de la Comisión del Futuro para la población en general y para el diseño de políticas públicas? -Para la mayoría de la gente el Parlamento no es tan importante. Por supuesto, la democracia es importante, pero la gente común no está muy al tanto de lo que pasa en el Parlamento, por lo tanto para nosotros es importante lograr que la prensa se interese en los informes para facilitar la discusión pública. Hay una conexión permanente con el gobierno, con otras comisiones del Parlamento. Algunos de los informes son muy abarcadores, tienen una mirada de largo alcance y, por lo tanto, no son tan fáciles de implementar, pero otros son más concretos, más cercanos a las políticas cotidianas, y entonces es cuando pueden traducirse en acciones políticas concretas. Carl Haglund. / foto: federico gutiérrez El arte de adelantarse La Comisión para el Futuro de Finlandia: una experiencia de intercambios y acuerdos con la política en el centro Su visita pasó casi desapercibida en Uruguay, al menos en los medios. Se alojaron en un hotel en Punta Carretas sin carteles ni distintivos, más allá de la impersonalidad inherente a este tipo de residencias. Los integrantes de la Comisión para el Futuro del Parlamento de Finlandia mantuvieron una agenda intensa, se reunieron con el vicepresidente Raúl Sendic y parlamentarios y visitaron la planta de UPM en Fray Bentos. El miércoles 14 de octubre, en la previa de una recepción organizada por la Embajada de Finlandia, un par de ellos contaron detalles de una experiencia que ha sido exitosa en Europa y que ahora el Parlamento uruguayo planea replicar. “El futuro es permanente”. Con esa frase, los legisladores de Finlandia enfrentaron una oposición desde frentes diversos a la constitución de un ámbito permanente de reflexión en el seno del Parlamento sobre el futuro de su país. Eso pasó hace más de 20 años, cuando los debates sobre el futuro se daban en organismos transitorios. Hoy la Comisión de Futuro de un país señalado como referencia por parte de dirigentes políticos de todos los partidos en Uruguay es referencia en la Unión Europea y ha producido informes sobre “tecnologías radicales”, sobre el sistema de seguridad social, sobre la relación de Finlandia con Rusia, sobre las plantas de celulosa y el crecimiento de los árboles en América del Sur, antes de que UPM construyera su planta en Uruguay. No es una comisión cualquiera en el Parlamento. Lejos de cálculos electorales y coyunturas, legisladores de distintos partidos políticos se entienden mejor que en ninguna otra. Son 17 personas que se reúnen dos veces por semana, los miércoles y viernes. En palabras de su secretaria permanente, Paula Tiihonen, la Comisión tiene el poder de definir su propia agenda: “Un gran poder, no legislativo, no presupuestal, sino de iniciativa, de visión”. “La política todavía está en posición de incidir y de dar forma al futuro, y debe asumir su responsabilidad”, sostiene Tiihonen en un artículo de- nominado “El poder sobre las futuras generaciones”. Allí la pregunta central es quién tiene derecho a decidir por los que vendrán después de nosotros y lo importante no es la respuesta obvia: “Nadie”. La clave está en que la política dispute un poder que hoy está, muchas veces, en manos de los grandes centros financieros y económicos, y que en las pulseadas que surjan sea la democracia la que le baje el brazo del mercado. Tiihonen, doctora en Ciencias de la Administración, trabajó durante 15 años en los ministerios de Economía y de Justicia de su país y más de 20 años en la Comisión de Futuro, y siempre empieza sus discursos afirmando que está orgullosa de ser servidora pública. En su artículo reivindica el rol de la política. Durante la visita que realizó a Uruguay en octubre se abstrajo gustosa de la cena organizada por la Embajada de Finlandia en un hotel de Punta Carretas para conversar los minutos que fueran necesarios sobre la Comisión. Afirmó que es un “think tank” que impulsa cambios no tanto en cuanto a política cotidiana, sino que apunta a modificar “actitudes y valores”. “El resultado no es una ley, son opiniones, son razones”, explicó. Se define una agenda, se realizan intercambios con académicos y expertos y entre los propios políticos se diseñan escenarios posibles y se identifican las opciones a tomar. “Por ejemplo, hace más de diez años se hizo un informe que explicaba por qué las plantas de celulosa debían radicarse en América del Sur, y tomamos el caso uruguayo. En Uruguay los árboles crecen diez veces más rápido que en Finlandia. Delineamos un escenario antes de que hubiera nada. Algunos de ellos se hacen realidad, algunos no”, señala Tiihonen. El informe de la Comisión para el Futuro sobre seguridad social concluyó que, a pesar de que Finlandia tiene “un sistema de bienestar muy bueno”, el envejecimiento de su población es cada vez más acelerado y eso “significa que nuestro sistema de protección social va a estar en problemas en el futuro”, indica Tiihonen. “Además de ser un conflicto económico, hay un problema de cuidados, la soledad es un problema. Las familias son chicas, la sociedad es cada vez más solitaria”, afirma. Y ante esto, pueden definirse escenarios pero no hay soluciones claras. La Comisión trabaja en intercambio constante con la academia, y en la elección de los temas su secretaria permanente entiende que en lugar de distancia debe haber “un involucramiento personal” de los legisladores, “de lo contrario no funciona”. Pone el ejemplo de un ingeniero, integrante de la Comisión, que realizó un informe consistente en un ranking de 100 tecnologías radicales que podrían “cambiar algo en Finlandia”. “Es su lista, desde su punto de vista como político finlandés. Lo importante para él es qué significan esas tecnologías para los valores, para el sistema educativo, para el futuro de los niños, para las condiciones de vida. No es sólo una copia de Stanford o del MIT (Massachusetts Institute of Technology), es algo personal. Lo puso en el contexto finés, ése es el valor, y por eso ha sido tan bueno el informe”, sostiene Tiihonen. Estas instancias para pensar el futuro no sólo generan pensamiento –¿Es – más fácil lograr acuerdos entre distintos partidos cuando se discute sobre temas de futuro que cuando se debate sobre la coyuntura? -Definitivamente. En otras comisiones parlamentarias hay una división muy clara entre el gobierno y la oposición. En nuestra comisión, a partir del trabajo no podés sacar conclusiones sobre quién está en el gobierno y quién en la oposición, trabajamos muy juntos. Hay una gran diferencia. Además, la Comisión es una especie de catalizador donde se mezcla mucho pensamiento proveniente de la academia; somos como una especie de vínculo entre distintos pensamientos. –¿Qué – le parece el proyecto de instalar una comisión de futuro en el Parlamento uruguayo? -Es muy positivo que el Parlamento uruguayo esté empezando a trabajar con una perspectiva orientada al futuro; creo que es un saludable complemento del trabajo habitual del Parlamento. Hablamos con el vicepresidente [de la República, Raúl Sendic] y vamos a estar en contacto e intercambiando ideas. –Si – tuviera que nombrar sólo uno, ¿cuál sería el tema principal de debate en clave de futuro? -En Finlandia estamos muy centrados en la educación. Nuestro estado de bienestar está basado en el alto nivel educativo de la población y somos muy conscientes de que debemos estar constantemente buscando mantener ese nivel. –Si – tuviera que darles un consejo a los legisladores que integrarán la comisión de futuro en Uruguay, ¿cuál sería? -No ser prejuiciosos, tener la mente abierta, porque trabajar en una comisión del futuro es muy diferente a trabajar en una comisión que está focalizada en la legislación o en el presupuesto. Hay que liberarse de los esquemas habituales del trabajo parlamentario. Nuestra comisión es como una especie de think tank interno del Parlamento. Debatimos, escuchamos a expertos, académicos, gente de diferentes ámbitos de la sociedad, llegamos a conclusiones. Es más informal, es más libre, es más espontáneo. –¿Más – parecido al trabajo académico? -Sí, exactamente. estratégico sobre el rumbo del país sino cambios en la forma de hacer política. “Cuando los políticos se reúnen tan seguido a discutir del futuro, a hablar con expertos sobre el futuro, de alguna manera eso influye muy profundamente en la sociedad, se coloca en el medio de la política. Y genera confianza, coordinación, opiniones comunes entre los distintos partidos”, asegura Tiihonen. Natalia Uval miércolES 04 de noviembre de 2015 3 Vamos por más Las tres décadas de la democracia, los liceos del futuro, una buena iniciativa parlamentaria y el compromiso de seguir Decenas de actividades en todo el territorio nacional. Centenares de personas discutiendo el futuro de diversas disciplinas. A 30 años del reestablecimiento de las libertades, decidimos pensar en la democracia del futuro y el resultado fue más que auspicioso. Durante todo setiembre, las actividades del Día del Futuro estuvieron focalizadas, desde distintas perspectivas, en discutir qué modelo de democracia queremos. Uno de los puntos fuertes se registró el 18 de setiembre: en el marco del Día de la Educación Pública se desarrolló la primera edición del Día del Futuro en el Liceo, una actividad que contó con el apoyo del Ministerio de Educación y Cultura y el Consejo de Educación Secundaria. Adolescentes y jóvenes de todo el país debatieron sobre el liceo que quieren y cómo ayudar a construirlo. Los estudiantes pusieron sobre la mesa temas como el abuso de poder de las autoridades y el bullying, la sexualidad y la investigación local; mientras que los docentes y los coordinadores propusieron, entre otras cosas, concretar la institucionalización de la educación en las cárceles. Luego llegó la actividad central del Día del Futuro, que se desarrolló en la sala Zavala Muniz del teatro Solís, bajo la consigna “Compartimos cinco buenas prácticas en materia de prospectiva”. En esta ocasión, fueron invitados el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García; el presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Sán- Fernando Amado, Raúl Sendic y Alejandro Sánchez en la conferencia “El parlamento del futuro”, en el Palacio Legislativo. / foto: federico gutiérrez chez (Frente Amplio); la estudiante Agustina Cabrera -una de las partcipanes en la actividad “Día del Futuro en los liceos”; el gerente de la multinacional belga que opera en el puerto de Montevideo Katoen Natie, Gerolf Annemans, y Victoria Verrastro, de la organización Proderechos. Los comentaristas fueron Judith Sutz, coordinadora académica de la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad de la República, y Andrés Lalanne, rector del Centro Latinoamericano de Economía Humana. Tres días después, y como parte de las celebraciones “A 30 años, más democracia”, legisladores de los tres partidos más votados firmaron el proyecto de ley que declara Día del Futuro el último lunes de setiembre de cada año. El texto, además, compromete a la Asamblea General a realizar en cada legislatura un “Informe sobre el futuro” que aborde diversas áreas; el Parlamento contará también con una Comisión de Futuro cuyo cometido será “pensar el mejor futuro posible” para el país y elaborar dicho informe. En definitiva, una iniciativa de la diaria que el Parlamento asume como propia y que nos obliga, un poco más, a seguir pensando qué país queremos para los próximos años. opinión Conocimiento y democracia El panorama de la investigación científica en Uruguay a comienzos de la democracia era desolador. La suma de persecución política individualizada, represión institucional y descuido absoluto de las infraestructuras de trabajo eliminó la actividad científica en varias orientaciones disciplinares. La ciencia que se cultivó, tenaz y dificultosamente, en el país en dictadura, se ubicó en más de un sentido en el margen, sea por las condiciones de trabajo en las ciencias experimentales, sea por las temáticas abordadas en las ciencias sociales. Con la democracia vino la fuerte voluntad de mucha gente por recuperar las ciencias para Uruguay. Un amplio proceso de desexilio académico, apoyado por instituciones nuevas como el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (Pedeciba) y por la vuelta de la autonomía universitaria, trajo la recuperación de parte del pasado, pero también situaciones nuevas. Se expandió notablemente la formación de posgrado, se crearon facultades para la enseñanza y la investigación en ciencias hasta entonces alojadas en el seno de facultades profesionales, se incrementó lentamente hasta mediados de la primera década del siglo XXI los recursos destinados a investigación, lo que se aceleró a partir de entonces. La oferta de capacidades de investigación creció a varias puntas: más investigadores, mejor formados, con mejores condiciones de trabajo, más productivos, distribuidos en más instituciones -Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, Instituto Pasteur, Centro Uruguayo de Imagenología Molecular, un renovado Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable-, además del espacio mayor de la Universidad de la República. Este último, fuertemente disminuido por la dictadura, volvió a tener un papel preponderante: al menos las dos terceras partes de la ciencia nacional se producen hoy en la Universidad. Aunque no sean suficientes, las capacidades para producir conocimiento son imprescindibles para avanzar hacia un desarrollo humano y sustentable que afiance la democracia. Por eso, es sin duda una excelente noticia, para el país y para la democracia, que hoy contemos con mayores capacidades de producción de conocimiento. No son tan buenas las noticias, sin embargo, desde la perspectiva de su aprovechamiento. Uruguay tiene buenas capacidades de innovación. No sólo las tiene sino que éstas han demostrado contar con la creatividad necesaria para resolver problemas en las más diversas áreas cuando la importación de tecnología, por razones que van de la inadecuación técnica al precio inaccesible, no ofrece soluciones. Tuvimos telecomunicaciones de punta en los 70 con tecnología propia; se erradicó la aftosa en la década de 1990 con alta participación de vacunas de producción nacional que incorporaron innovaciones locales; el Hospital de Tacuarembó, ya en la primera década del nuevo siglo, incorporó un pasteurizador de leche humana considerado del más alto nivel por expertos internacionales, nuevamente a partir de diseño nacional, cuyo costo es menor a la cuarta parte de similares importados. Los ejemplos pueden multiplicarse, pero no dejan de ser eso, ejemplos. No hemos sido capaces de construir, a partir de la ciencia que tenemos -que presenta carencias, sin duda, pero está mejorando sostenidamente-, y de nuestra creatividad, una sociedad y una economía con sólida base en el conocimiento y en la innovación. ¿Por qué, como país, subutilizamos las capacidades científico-tecnológicas que tenemos? ¿Cómo podemos cambiar la tendencia? Éstas son preguntas clave para el desarrollo y, por tanto, para la democracia. Pero, aclaremos, no sólo para la democracia política. Hay concentración de poder en torno al conocimiento y, como reverso, pueden haber procesos de democratización del conocimiento. Y de esto último se trata, precisamente, si queremos desarrollo y democracia. La democratización del conocimiento tiene en parte que ver con quién accede al conocimiento avanzado por medio del estudio. En esto hay luces y sombras. Se ha incrementado no sólo la matrícula de educación superior y sus egresos sino que más de 50% de esa matrícula en la Universidad corresponde a estudiantes que son los primeros en su familia en llegar a ese nivel. Se cuentan además por muchos miles los que por primera vez estudian en estructuras arraigadas en el interior del país. Por otro lado, el muy bajo egreso de educación media configura quizá el mayor problema que el país enfrenta, en sí mismo y por la fragmentación social que refleja y refuerza. Hacia otra vertiente de esa democratización se avanzará cuando se usen intensivamente las capacidades nacionales de investigación e innovación para resolver los múltiples problemas que afectan a los sectores más desprotegidos de la población. Es aquí que puede darse el necesario cambio de tendencia, pues la acrecentada demanda de conocimiento impulsará una utilización cada vez mayor de las capacidades existentes, promoviendo su renovación. Ojalá logremos construir, también en este sentido, una democracia más fuerte. Judith Sutz 4 miércolES 04 de noviembre de 2015 Autogestión: la alternativa sustentable* “Si el pensamiento único de los economistas neoliberales se ha impuesto por todo el planeta no es tanto por sus éxitos parciales (contener la hiperinflación, aumentar la competitividad de algunas empresas) como por haber logrado quitarle importancia a sus fracasos (aumento del desempleo, de la distancia entre ricos y pobres, de la violencia e inseguridad urbanas)”. Néstor García Canclini** Una andanada de cuestionamientos a los emprendimientos autogestionados por sus trabajadores se descargó desde algunos medios de prensa los primeros meses de este año. Entendemos que el objetivo fue disputar los recursos que ofrecía el Fondes para redirigirlos a empresarios tradicionales. El argumento: los emprendimientos controlados por sus trabajadores serían ineficientes y raramente viables, por lo cual destinarles dinero público aportaría escasamente al desarrollo del país. Trabajadores y trabajadoras discrepamos con esa opinión y consideramos que la opción autogestionaria es auténtica, pudiendo garantizar sustentabilidad social y económica digna de ser promovida por las políticas públicas. ¿Por qué es clave el rol de los emprendimientos autogestionados en el desarrollo? Cooperativa metalúrgica Profuncoop en los antiguos talleres de AFE del barrio Peñarol. / foto: santiago mazzarovich (archivo, enero de 2014) En lo sociopolítico En este plano un aspecto a destacar es que estos emprendimientos involucran acciones de personas que piensan y actúan en colectivo. Son emprendimientos que trascienden la simple suma de voluntades individuales y atraviesan lógicas de transformación a partir de propuestas generadas en grupo. La autogestión supone una herramienta fundamental para el desarrollo creativo de las y los trabajadores. El trabajo autogestionado ayuda a superar la enajenación, habilitando a hacer de la actividad vital de los trabajadores el objeto de su voluntad y conciencia. Este contexto puede otorgar de forma gradual cada vez más libertad desde donde desarrollar plenamente sus capacidades. Otros de los rasgos distintivos de estas experiencias son la persistencia y la solidaridad de sus protagonistas, que otorga capacidad para mantener vivos sus proyectos durante mucho tiempo, resistiendo la adversidad, en espera de una oportunidad. También hacen la opción de repartir ingresos mínimos, sacrificando lo individual, con el fin de mantener al grupo humano. La mayor transparencia es otro aspecto central a destacar en la autogestión. Los procesos colectivos en la toma de decisiones son trabajosos, pero implican respeto, responsabilidad y democracia. No sucede así en otro tipo de empresas, en las que las decisiones se toman unilateralmente, desde lugares de privilegio, concentración del poder y restricción de la información. Los procesos autogestionarios fortalecen los espacios colectivos desde lógicas mayormente horizontales, que se legitiman en el reconocimiento mutuo de los participantes desde principios de igualdad, limitando asimetrías de conocimiento y poder. La autogestión es una herramienta que puede convertirse en una ex- presión de la ciudadanía para crear riqueza, no sólo económica sino también social, política y espiritual. Ante un contexto signado por la desconfianza y el egoísmo, los principios cooperativos y autogestionarios fortalecen la convivencia entre trabajadores, alcanzando mediante la participación y la toma de decisiones colectiva oportunidades de desarrollar sus capacidades con otros. El debate y los mecanismos creados para decidir colectivamente -tanto en el consenso como en el disensopresentan así un gran potencial en la cimentación de relaciones de reciprocidad y confianza, entramado esencial en la construcción de subjetividades que estimulen una ciudadanía implicada y participativa. En lo económico productivo Los trabajadores y trabajadoras priorizan el componente humano sobre la búsqueda de mayor rentabilidad del capital. Sus lazos mayormente territoriales, construidos desde su lugar de vida, otorgan a los emprendimientos autogestionados una lógica arraigada frente a la volatilidad de las inversiones del capital. Por lo tanto, reducen las fugas, riesgos e inestabilidades, limitando las prácticas especulativas. En contextos de crisis, resisten mejor las condiciones adversas que las empresas tradicionales. Este desarrollo en clave territorial tiene además la ventaja de ser sostenido por fuertes lazos comunitarios y de habilitar una relación con la naturaleza más cuidadosa que las lógicas extractivistas. Se trata de dar sustentabilidad a los recursos de nuestras propias familias. Evaluación de emprendimientos Los mecanismos de evaluación y seguimiento tienen que adecuarse a la naturaleza de lo que evalúan. Del mismo modo en que no puede apreciarse un espectáculo artístico con los criterios con que se juzga un partido de fútbol, tampoco pueden evaluarse las empresas autogestionadas con la racionalidad de las tradicionales. Los criterios de evaluación deberían también ser capaces de incorporar los factores de sostenibilidad, reciprocidad, redistribución, planificación y administración doméstica. Aplicar únicamente la métrica de la rentabilidad económica mercantil es dejar de lado la riqueza y la complejidad de las actividades autogestionadas en su capacidad de construir redes y entramados que se complementan y retroalimentan. Las evaluaciones deberían impulsar y reconocer el despliegue de estrategias productivas/comerciales centradas en la intercooperación, la redistribución y el desarrollo territorial. Debemos superar el reduccionismo de la viabilidad acotada a la maximización de las ganancias monetarias. Cuando finalmente el acceso a la financiación se concretaba, el apoyo resultaba marginal, fragmentado y a destiempo. Los trabajadores en algunos casos debieron hacer frente a situaciones críticas con un monto devaluado, comprometido con deudas adquiridas para la supervivencia y con oportunidades de negocios caducas. Políticas públicas: evaluación y función Los emprendimientos autogestionarios ameritan procesos de formación y generación de conocimientos acordes a sus realidades específicas. Las herramientas públicas necesitan partir de enfoques integrales que logren coordinar estrategias de promoción, fortalecimiento y financiación. Es crucial tomar en cuenta las dimensiones políticas, tecnológicas, sociales y económicas, sin agotarse únicamente en lo económico. Las evaluaciones que tanto ruido hacen en los medios siguen esta visión reduccionista cuando mencionan casos de emprendimientos en problemas e ignoran -por supuesto- los casos exitosos, considerados así aun con su propia lógica. Una mayor producción y sostén al comienzo que permita pasajes acumulativos debe asegurar un acompañamiento auténtico que garantice el fortalecimiento y permita una autonomía real. Pero yendo a los casos problemáticos: falta considerar las deficiencias de los sistemas públicos de apoyo. Acceder a los préstamos concedidos por el Fondes ha sido una novedosa oportunidad para muchos emprendimientos autogestionados, pero ha significado a veces un trayecto agónico. Pensar prácticas autogestionarias exige de compromiso y colaboración colectiva que involucre propuestas decisivas, reales y realizables. Es un gran desafío, pero es sin duda la oportunidad que queremos para nuestra propuesta creativa y sustentable. Cuando desde los medios se acusa a los emprendimientos autogestionarios de lentitud en sus decisiones, ineficiencia y utopismo, lo que falla no son las empresas colectivas: falla la evaluación. *Este trabajo es de autoría colectiva. Fue debatido y redactado en el marco de las actividades del Centro de Formación y Documentación en Autogestión en el curso de tres talleres en los que participaron 90 personas entre trabajadores autogestionados, estudiantes y docentes de la Universidad de la República. **García Canclini, Néstor. “Definiciones en transición”. En Cultura, política y sociedad. Perspectivas latinoamericanas. Daniel Mato. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. 2005. 69-81. miércolES 04 de noviembre de 2015 5 No soy lo que dicen de mí Talleres de debate sobre autogestión buscaron generar un discurso alternativo sobre el rol e importancia de estos emprendimientos Tres encuentros en café la diaria que nuclearon a trabajadores de empresas autogestionadas, estudiantes y docentes universitarios fueron la base para la redacción de un documento que habla de la autogestión. Pero habla desde adentro, desde la experiencia de vivirla cotidianamente, y no con los conceptos que habitualmente se usan para nombrarla y caracterizarla desde la “prensa tradicional”. El Centro de Formación y Documentación sobre Autogestión se propuso desde su conformación, en 2014, trabajar sobre los imaginarios y la dimensión cultural de la autogestión. “En Argentina, por ejemplo, hay un imaginario mucho más positivo sobre las empresas recuperadas a nivel societario”, señala Anabel Rieiro, socióloga y docente universitaria especializada en procesos autogestionarios, e integrante del Centro de Formación. “También puede ser que las empresas recuperadas argentinas emergieron con la crisis, con muchos movimientos sociales a la vez, fue un proceso mucho más fuerte que en Uruguay. Acá fue más hacia adentro, más silencioso, no generó esa legitimación en la sociedad. En Argentina capaz que no hay políticas públicas tan fuertes, pero la sociedad sí legitima la experiencia”, añade. En estos y otros imaginarios, “la prensa tiene mucha incidencia”, advierte Rieiro. “Veíamos que en el último período, por la constitución del Fondes (Fondo de Desarrollo), salieron bastantes artículos, y en la prensa más tradicional se hablaba de autogestión casi como sinónimo de inviabilidad. Había una interpelación sobre ‘cómo se van a “tirar” los recursos públicos a estos emprendimientos que no aportan nada al desarrollo’. Otros argumentos ponían en discusión estos supuestos. Pero en todos estos discursos estaba ausente qué decían y qué pensaban los trabajadores frente a esas interpelaciones que se hacían”, explica la investigadora. Eso llevó al diseño de tres talleres de discusión: el primero, para conversar sobre los argumentos que se manejan públicamente sobre la autogestión; el segundo, para pensar por qué y en qué sentido la política UNESCO: 70 años en la construcción de sociedades del conocimiento más sostenibles, democráticas e inclusivas Con agenda El Centro de Formación y Documentación sobre Autogestión inició sus actividades en 2014 con base en tres ejes: la realización de talleres-debate, que se concretaron en setiembre de este año, la elaboración de una serie de librillos sobre autogestión que sistematicen lo elaborado sobre el tema a nivel de investigación y formación -iniciativa en proceso- y la realización de jornadas de cine-foro sobre el tema, que se hicieron en octubre de este año en la Facultad de Artes, y en las que participaron también emprendimientos autogestionados de la región. pública debería apoyar las iniciativas autogestionarias como política de desarrollo, y generar argumentos que pusieran en discusión los conceptos manejados a nivel público; y el tercero, para “sintetizar ideas” y trabajar sobre un borrador que resumiera las discusiones (ver documento en esta página). Los debates sirvieron también para vincular la agenda política con la teoría y con las vivencias cotidianas de cada emprendimiento y “funcionó bien”, evalúa Rieiro. ¿Qué emprendimientos? ¿Para qué desarrollo? Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura Un desarrollo deseable es para nosotros el que genera cambios favorables en la vida de las personas, colocando a mujeres y hombres en el centro, cuidando de atender las necesidades de todos. Es el que persigue una distribución equitativa de la riqueza, cuida el medio ambiente y se orienta a la estabilidad y la sustentabilidad. El “desarrollo” que han promovido históricamente las empresas tradicionales se mide en términos de rentabilidad, prioriza la acumulación de la riqueza, genera especulación, una inequitativa atención de las necesidades de las personas, el daño al medio ambiente y ciclos periódicos de crisis. En este marco, se concibe a las organizaciones autogestionarias como ocasionales compensadoras/ correctoras de desequilibrios. Nosotros, por el contrario, proponemos asignarles un lugar relevante en la transformación social, reconociendo la diversidad de situaciones y contradicciones, pero apostando al desenvolvimiento de sus potencialidades y fortalezas. Oficina Regional de Ciencias para América Latina y el Caribe Un desarrollo sostenible hacia un futuro más equitativo y justo La UNESCO tiene un papel único en la promoción del desarrollo sostenible a través de la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información. Históricamente, UNESCO ha sido, dentro de la Organización de las Naciones Unidas, una de las pioneras en la creación del concepto de desarrollo sostenible, que trabaja desde la década de 1970 en iniciativas científicas como el “Programa el Hombre y la Biosfera -MAB” y el “Programa Hidrológico Internacional -PHI”. Ha sido, además, el organismo coordinador del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2015). De hecho, desde el momento de su creación, la UNESCO se ha esforzado continuamente para promover el desarrollo sostenible, pacífico y equitativo del mundo. Y actualmente impulsa el desarrollo sostenible y equitativo de sus Estados miembros, a través de la consecución de los objetivos de la ONU en todo el sistema de desarrollo sostenible (ODS) en 2030. La Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe, con sede en Montevideo, es la primera y más antigua oficina de campo de la organización. Durante sus 66 años de existencia, UNESCO Montevidero ha realizado importantes aportes en el área de las ciencias y el desarrollo y, como actor regional clave, está dispuesta a contribuir a la aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y la nueva agenda 2030 en la región. UNESCO Montevideo tiene un mandato institucional rico y complejo, que involucra los niveles regionales, subregionales y nacionales. En todos ellos, cubre las cinco funciones básicas de la UNESCO: laboratorio de ideas, organismo normativo, centro de intercambio, constructor de capacidades y catalizador de la cooperación internacional. Aprovechando sus múltiples niveles geográficos y su carácter intersectorial e interdisciplinario inherente, la Oficina Regional de Ciencias se propone abordar los complejos problemas científicos y ambientales que enfrenta la región de manera integral, incorporando su experiencia y potencial en todos los campos de acción de la UNESCO. Con esta meta, UNESCO Montevideo busca contribuir a que América Latina y el Caribe sea capaz de utilizar sus conocimientos y capacidades en las ciencias para empoderar a sus sociedades y para lograr el desarrollo sostenible. Para ello, UNESCO Montevideo apoya el desarrollo sostenible de los Estados miembros de la región a través de la creación de capacidades, el intercambio de conocimientos y asesoramiento sobre políticas en las ciencias y su relación con otras políticas públicas. Esto lo hace enfatizando los valores de excelencia, innovación, integración y multi-sectorialidad, respeto por la diversidad, colaboración regional e internacional, complementariedad y sinergias, la transparencia y la rendición de cuentas y diálogo entre las partes. La Oficina Regional de Ciencias agrega valor a la región mediante el apoyo que brinda a los gobiernos para desarrollar políticas públicas en las áreas de competencia de la UNESCO. Proporciona asesoramiento técnico e identifica, formula y ejecuta proyectos y programas en los planos regional, subregional y nacional, en coordinación con las demás oficinas de la región. También ayuda a los Estados miembros a crear capacidad en sus áreas de especialización y a desarrollar herramientas y metodologías para asegurar que las mejores prácticas en el desarrollo de capacidades se compartan y amplíen para garantizar un mayor impacto. La Oficina Regional juega un papel importante en el fortalecimiento de la interfaz entre la ciencia, la política y la sociedad, contribuyendo a que las políticas de ciencia, tecnología e innovación sean conductoras del desarrollo sostenible. Esta interfaz, una vez desarrollada, puede crear un círculo virtuoso entre las prioridades de la sociedad y los enfoques de los programas de investigación científica. La Oficina también fomenta la paz y el desarrollo sostenible en la región a través de la diplomacia científica en múltiples campos de la ciencia (el agua, la biodiversidad, el cambio climático, la reducción del riesgo de desastres y la cooperación científica) y trabaja con los Estados miembros para mejorar la cooperación en la gestión sostenible de los recursos naturales transfronterizos. UNESCO Montevideo crea espacios para que los ciudadanos participen en la producción de conocimiento y la innovación, al mismo tiempo que fortalece los mecanismos de asesoramiento científico de la región. Además impulsa la cooperación regional creando puentes con el conocimiento y experiencia de otras regiones del mundo, conectando instituciones dentro y fuera de América Latina y el Caribe y promoviendo la cooperación Sur-Sur y la cooperación SurNorte-Sur como una manera de mejorar y acelerar el crecimiento científico regional. Para la UNESCO, la igualdad de género es un derecho humano fundamental, un elemento clave en la construcción de la justicia social y una necesidad económica. La Oficina Regional de Montevideo apoya el desarrollo de políticas que promueven la igualdad de género y el acceso a puestos de toma de decisiones y que creen conciencia entre la comunidad científica, los tomadores de decisiones, y el público en general sobre las desigualdades de género en el campo de la ciencia, ingeniería y tecnología en la región. Finalmente, como parte integral del sistema de la ONU en la región y su mandato especializado. la UNESCO y su Oficina Regional de Ciencias apoyan a los Estados Miembros de la UNESCO en su trabajo hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030. Lidia Brito, directora de la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe 6 miércolES 04 de noviembre de 2015 Mirando lejos La Facultad de Ciencias y su mirada para los próximos 25 años La actividad se llevó a cabo el martes 29 de setiembre en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República. La institución universitaria aprovechó la celebración de sus 25 años para plantear otra pregunta, más prospectiva: ¿cómo serán las ciencias en Uruguay dentro de 25 años? Estuvieron Lucía Pittaluga, de la Dirección de Planificación Estratégica de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (ver su columna en página 8); Cecilia Alonso, egresada de la Facultad de Ciencias y docente del Centro Universitario Regional Este; Rodolfo Gambini, presidente de la Academia de Ciencia; Juan Cristina, decano de la Facultad de Ciencias, y Ana Denicola, investigadora y docente de la Facultad de Ciencias, que moderó la charla. Cristina empezó hablando de los cálculos, frecuentes en algunas notas de prensa, sobre los costos monetarios de la formación de los estudiantes de la Universidad de la República. “En ellos se intuye, si ésa es la intención, que los estudiantes de ciencias salen caros. Si bien no sé si estoy de acuerdo con esos cálculos, porque incluso podría pensar que son mayores, la verdad que formar científicos no es barato, ni aquí ni en Alemania, Estados Unidos o Japón”. El decano señaló, de todas maneras, que esa eventual crítica apenas demuestra que se trata del camino correcto, entre otras cosas porque los principales Estados modernos destinan cuantiosos fondos públicos para la formación de sus científicos. “Hay una diferencia significativa entre gasto (que parecería ser el concepto que domina nuestras culturas latinas) e inversión, que es el concepto que dominan los países del primer mundo”, comparó. Cristina habló, basada en lo que plantean algunos economistas, de tres tipos de países: aquellos que sólo producen algunas materias primas (PIB realmente bajo y sin posibilidades de crecer), los que especializan algún sector exportador (PIB mayor que el anterior, pero insuficiente para dar un salto cualitativo definitorio), y los que incorporan conocimiento, que llegan a PIB mayores. “Éste es el siglo XXI. Invertir en incorporación de conocimiento resulta fundamental; ya no basta simplemente con tener materias primas o ser una plaza financiera. Entender el futuro de la ciencia es entender el futuro del país en el siglo XXI”, manifestó. El que quiere celeste Después puso ejemplos concretos: recordó que Estados Unidos, en la década del 90, invirtió 3.000 millones de dólares en el proyecto genoma humano, y ahora, cuando todavía se sienten las consecuencias de la crisis inmobiliaria, destinará una suma similar para otro proyecto científico: “The Brain Initiative”, la iniciativa del cerebro. “Lo hacen porque nuevamente están convencidos que el ‘driving’ industrial del siglo XXI es por medio de la ciencia. ¿Es lógico que Europa gaste 1.700 millones de euros en la construcción de un gran colisionador de hadrones, cuyo coste anual de funcionamiento, en cifras de 2012, es de 220 millones de euros, y que sólo en electricidad gasta 18 millones de euros por año? ¿Porque invierten estas cifras en un período de crisis?”, preguntó Cristina. La respuesta no se hizo esperar: invierten porque es- Juan Cristina. / foto: udelar s/d de autor tán convencidos de que el futuro de la ciencia es el futuro en el siglo XXI. Después pasó al plano nacional con cifras. Recordó que la Universidad produce 80% del conocimiento original de Uruguay y tiene 77% de las unidades de investigación; también recalcó que las tecnologías de los instrumentos científicos que se utilizan en los laboratorios cambian cada diez años. “En los últimos cinco hemos comprado muy poco, y si no compramos nada en los próximos cinco años, debemos ser conscientes que no vamos en el mismo sentido que el mundo desarrollado”, señaló. Un paseo por las aulas En materia educativa, Cristina trazó algunas comparaciones: en 1963 ingresaron a la Universidad menos de 4.000 estudiantes, mientras que en 2015 lo hicieron más de 22.000. En 1960 la matrícula era de 13.791 estudiantes y en 2009 esa matrícula ya ascendía a 97.881. “¿Es ésta la situación de un país ajeno al mundo actual? ¿Es esto nuevo en el mundo? Por supuesto que no. Hace 100 años sólo 8,5% de los ciudadanos estadounidenses de 17 años tenía un diploma de enseñanza secundaria y sólo 2% de ellos tenía un título universitario a los 23”, comparó. En Uruguay apenas 40% de los estudiantes que debería ser la población objetivo para continuar estudios terciarios termina la enseñanza secundaria; de éstos, en esa bisagra entre la enseñanza secundaria y el primer año de la universidad, existe una desvinculación de otro al menos 35%. Y continuó con más datos: las sociedades más desarrolladas tienen 2% de la población económicamente activa dedicada a investigación y desarrollo (I+D), pero Uruguay, contando todo el Sistema Nacional de Investigadores, apenas llega al 2 por 1.000. “La educación debe estar centrada en el futuro, en nuestra capacidad de anticiparnos a los problemas y de proyectarla a lo que estimamos posible. Los temas educativos son complejos y sus logros no se ven a corto plazo. Mirar hacia atrás, reducir el problema a buscar culpables, no nos permitirá trabajar con docentes y estudiantes en encontrar nuestros caminos de futuro. Ésta es una importante meta, y trabajando juntos podemos lograrla. Como decía Joaquín Torres García: ‘Ya no basta tener aquella formación sólida y más o menos repetir lo que hicimos, es mucho más lo que tenemos que hacer’”, concluyó el decano de Ciencias. Gambini, en tanto, planteó que uno de los mayores desafíos que enfrenta la ciencia en el futuro tiene que ver con la necesidad de incrementar la demanda e incorporación de ciencia, tecnología e innovación en todos los niveles de la actividad nacional. Puso ejemplos exitosos de generación de capacidades en áreas que eran muy débiles o inexistentes hace algunas décadas, como la oceanografía biológica y los recursos pesqueros, la informática, la climatología, la energía, el desarrollo de políticas de uso y protección de suelos, la sociología y economía de la pobreza, o el fortalecimiento de la base científica de temáticas asociadas al sector agropecuario. Sin embargo, según Gambini, Uruguay “no logra tener una institucionalidad científica medianamente funcional” y si bien el actual gobierno empezó con “anuncios muy auspiciosos”, esas expectativas se vieron “defraudadas” por la propuesta institucional incluida en el proyecto de ley del Sistema Nacional de Competitividad. Este proyecto, según dijo, implícitamente incluía a la ciencia y la tecnología como “meras herramientas” para alcanzar un objetivo economico “muy restrictivo”. Además, Gambini planteó que aun no se han establecido “políticas consistentes y deliberadas” para incorporar ciencia y tecnología en las múltiples actividades del Estado, y que los niveles “sistemáticamente insuficientes de inversión en en sector no están a la altura de las necesidades”. Otra carencia marcada por el especialista: es necesario que el Estado impulse la incorporación en su matriz productiva de nuevos productos y procesos con alto valor agregado. En el territorio Pittaluga, por su parte, habló de la prospectiva como una herramienta que permite generar “alianzas para la acción” mediante la interacción organizada con expertos, redes y comunidades. “No queremos estar en un escritorio en la Torre Ejecutiva pensando qué futuros posibles se abren, sino que queremos construir esos futuros con los actores relevantes. No basta solamente con la reflexión, se necesita que sea un instrumento para la acción, y en el caso del Estado, un instrumento para la gestión pública”, graficó. Según la especialista, la prospectiva “no es sentarse a charlar”, sino aplicar y explorar metodologías. “En América Latina hay una escuela muy fuerte de la prospectiva. Colombia es un ejemplo muy interesante”, continuó. Pittaluga habló además de la planificación prospectiva como una herramienta para “construir futuros deseables y probables”. “Pero una cosa es lo deseable y otra lo probable. Uno puede querer otro país y otro futuro, pero quizá hay poca probabilidad de que eso suceda”, agregó. Además, señaló tres desafíos productivos concretos que enfrenta el país: generar derrames en el territorio, apoderarse y distribuir la renta, y controlar la presión ambiental sobre los recursos naturales. Alonso, por su parte, focalizó su intervención en los aportes de la Facultad de Ciencias a la diversificación de la oferta académica de la Universidad y a su proceso de descentralización, mediante centros universitarios regionales. Además de los aspectos cuantitativos, que reflejan una fuerte presencia de docentes egresados de Ciencias en el interior del país, la profesora enumeró aspectos cualitativos: se trata en su mayoría de docentes jóvenes; representan la diversidad de carreras de la Facultad de Ciencias; integran los diversos órganos de cogobierno, cargos directivos y de coordinación de carrera; y muchos de ellos cuentan con formación de posgrado. miércolES 04 de noviembre de 2015 7 8 miércolES 04 de noviembre de 2015 opinión Creer y crear futuros Mucho hablamos sobre el futuro en estos días. Hemos reflexionado, imaginado, prospectado, especulado acerca de lo que el futuro será. Pero, ¿qué es el futuro? ¿Cómo lo usamos en el presente? Una constante en los estudios de campo sobre el uso que hacemos del futuro ha sido el creciente interés y mención de la importancia de éste en los diversos colectivos y, al mismo tiempo, la casi nula atención consciente a cómo es utilizado en la práctica cotidiana. Frente a la pregunta, las respuestas son vagas, muy generales o denotan perplejidad al percibirse como obvio aunque difícil de explicitar. Para muchos, el futuro no tiene “tangibilidad” (aún no existe), aparece como algo no concreto, muy abstracto, difícil de aprehender, lejano o en un “más allá de hoy” que siempre se está alejando. En cambio, para otros, se puede alcanzar con un plan bien establecido. En él se proyectan esperanzas y deseos (o los peores temores). En su amplia generalidad no hay conocimiento explícito y sistemático sobre cómo mejor usar el futuro en el presente. Las personas usamos el futuro todos los días y lo hacemos de acuerdo al sentido en que se desarrollan y despliegan nuestros supuestos de anticipación, tan simples como si hoy lloverá para llevar paraguas o lo que espero de un título universitario, para lo cual tomé la decisión de estudiar. Los supuestos que están en nuestras ideas sobre el futuro -supuestos de anticipación- orientan nuestras decisiones en el presente. Y a su vez, estas decisiones son las que nos abren o cierran futuros potenciales. Creer futuros tiene una correlación muy fuerte con crear futuros. La casuística estudiada nos ha revelado que los imaginarios de futuros están más cargados de pasado y de pensamientos únicos que de futuros nuevos, disponibles, alternativos y abiertos. Lo primero evidente es la tendencia a reproducir un “más de lo mismo” con base en premisas pasadas. Por lo tanto, interesa hacer foco-iluminar-conocer cómo el futuro es descubierto, imaginado y “usado” en nuestro “hacer” en el presente. La anticipación consciente no es el único factor que influye en nuestra formación de sentido y en la toma de decisiones en el presente; sin embargo, demuestra serlo muy a menudo. El pensamiento y enfoque de anticipación es esencial para la sustentabilidad social, económica y ambiental. Generar y fortalecer las nuevas destrezas y competencias que se requieren en estos tiempos de transformaciones radicales va más allá del análisis de tendencias, ejercicios de visualizaciones y definiciones de escenarios. Implica desarrollar protocolos experimentales que abarquen y resignifiquen: (i) la pre-visión (horizontes de mediano y largo plazo); (ii) el reconocimiento y acción frente a lo nuevo y lo inesperado emergente; (iii) la exploración de nuevas formas dentro de un espectro amplio de potencialidades en espacios y contextos de incertidumbre, ambigüedad y permanente cambio. No se trata únicamente de pensamiento “exclusivo” para expertos (y que la mayoría de las veces son externos a la organización). Tiene que pasar a ser una cultura no sólo organizacional sino social. Para ello es necesario que permee los ambientes institucionales. Flacso Uruguay, en su Laboratorio de Futuros, trabaja con programas de aprendizaje y cocreación de conocimiento (inteligencia colectiva), de acuerdo a rigurosos protocolos de investigación y aplicación, basados en la experimentación (experiencial y experimental) del uso que hacemos del futuro. Son espacios prácticos en los que los participantes, al tiempo que revisan y aprenden acerca del uso que hacen del futuro, van encontrando de manera colectiva respuestas y nuevas preguntas para las temáticas de interés que son el tópico específico en torno al cual se centra el diseño de cada laboratorio. Están basados en el trabajo de investigación y en los desarrollos de la disciplina de anticipación. Se nutre de los antecedentes en las investigaciones y experiencia de profesionales internacionales del área de Estudios de Futuros que trabajan junto a la División Foresight de UNESCO y la Cátedra UNESCO1 en Sistemas Anticipatorios.2 Un programa en alfabetización en futuros se entiende como altamente pertinente y efectivo para generar un medio ambiente organizacional abierto al cambio, a procesos continuos de aprendizaje activo, a la creación colaborativa de conocimiento y a actitudes y destrezas creativas aplicadas a resolver temáticas y/o problemáticas específicas. Se trabaja en los niveles tanto metacognitivos como cognitivos -blandos y duros- para usar de manera más efectiva el futuro a partir de fortalecer las capacidades y competencias en sistemas de anticipación. Todo ello contribuye a que personas, organizaciones, instituciones y sociedades sean más creativas, innovadoras y resilientes. 1. Riel Miller, director de la división Foresight, UNESCO. 2. Roberto Poli, titular de la cátedra UNESCO en Sistemas Anticipatorios. Ver http:// www.projectanticipation.org. Lydia Garrido Luzardo. Flacso Uruguay, Laboratorio de Futuros, Millennium Project, Global Futures Studies & Research opinión ¿Qué oportunidades abrirá la bioeconomía para el desarrollo territorial? La creciente aplicación de la biotecnología en la producción primaria, la salud y la industria está dando lugar a la emergencia de la bioeconomía, que probablemente se consolidará como una actividad de gran relevancia en un futuro no tan lejano. La bioeconomía comprende el conjunto de actividades económicas que obtienen productos y servicios utilizando como materia prima recursos de origen biológico. Incluye a los sectores que desarrollan, producen o usan plantas, animales o microorganismos, como la agricultura, ganadería, pesca, productos forestales y alimentos, así como productos químicos, farmacéuticos y energía. Un lugar central en el desarrollo de la bioeconomía lo ocupa la generación de conocimientos científicos. Se trata de aprovechar y fomentar la convergencia de la biología molecular, la ingeniería genética, la genómica, la química, las ciencias de los materiales y las ciencias de la información, para lograr una mejor utilización de los recursos biológicos. En 2009, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya preveía que en 2030 la biotecnología contribuirá a una parte importante del producto económico mundial. Para la OCDE, la bioeconomía involucra tres elementos centrales: el conocimiento biotecnológico, la biomasa renovable y la ubicuidad de sus aplicaciones a lo largo y ancho de la matriz productiva Hoy se está tendiendo hacia una definición más abarcativa, para incluir, además de lo anterior, dimensiones medio ambientales y sociales. La bioeconomía permitirá dar respuesta a desafíos centrales del futuro a nivel global: garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial y hacer frente a las nuevas demandas asociadas con la sustitución de los combustibles fósiles por otras fuentes de energía. La satisfacción de éstas y otras demandas adicionales requerirá un incremento extraordinario de la producción de biomasa, algo que muy probablemente traerá aparejados conflictos sobre el uso del suelo y el agua y cambios sociales considerables vinculados al desarrollo de nuevas formas de organización productiva. Un ejemplo es el debate ya planteado sobre las posibles disyuntivas entre la producción de alimentos y la de bioproductos industriales (como los biocombustibles actualmente) a partir de cultivos alimentarios. La geopolítica de este nuevo paradigma productivo está constituida por diferentes perfiles de países que combinan fortalezas y debilidades en los siguientes cuatro factores imprescindibles para su desarrollo: disponibilidad de biomasa; capacidades de infraestructura (industrial, científica, logística, etcétera); investigación científica biológica y disciplinas convergentes; y recursos financieros para la inversión productiva. La bioeconomía se constituye así como una opción para diversificar la matriz productiva de los países con disponibilidad de biomasa con base en productos y servicios de alto valor agregado (por ejemplo, biopolímeros, compuestos químicos intermediarios, biofármacos, nutracéuticos o alimentos funcionales). En este panorama, la biomasa pasará a ser un recurso estratégico global. No obstante, no está asegurada la capacidad de desarrollo de los países más pobres, concentradores de la mayor proporción de recursos primarios. Si éstos se transforman en meros proveedores de biomasa, probablemente se reproducirá el viejo esquema centro-periferia dentro de este nuevo paradigma. Uruguay tiene la ventaja de contar con una amplia disponibilidad de biomasa. Existen, además, otras fortalezas en el país, como una institucionalidad pública y privada de larga trayec- toria vinculada al sector agropecuario y agroindustrial, y capacidad científica en las disciplinas en las que se sustentan los nuevos desarrollos. A esto se agrega que el sector forestal, muy potente en Uruguay, es un candidato ideal de la bioeconomía, ya que produce biomasa no alimentaria (este tipo de biomasa forestal se dice que es de segunda generación y está aún en fase de despliegue). Esta realidad parece señalar que Uruguay tiene oportunidades para beneficiarse de la bioeconomía. Aunque los desafíos para su desarrollo son tremendos, uno de los más apremiantes es el desarrollo local inclusivo de los territorios en los cuales está localizada la biomasa. Al consolidarse el paradigma de la bioeconomía, las inversiones productivas se localizarán cada vez más en los territorios buscando explotar las ventajas de cercanía a la biomasa. ¿Cómo generar capacidades locales para capturar los beneficios ocasionados por estos emprendimientos productivos? Las políticas públicas nacionales y departamentales son centrales para asegurar la generación de derrames en el territorio, para apoderarse localmente de una parte de la renta y distribuirla, así como para controlar la presión ambiental sobre los recursos naturales locales. En los últimos años se han logrado generar capacidades locales en algunos territorios del país. Las agencias de desarrollo departamentales son herramientas esenciales para estos procesos. Además, la distribución del conocimiento en los territorios es otro factor esencial. Lo ya logrado por el proceso de descentralización de la Universidad de la República (principalmente la Facultad de Ciencias, con fuerte presencia en los tres centros regionales), así como el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, la Universidad Tecnológica, algunas universidades privadas y la Universidad del Trabajo del Uruguay, son avances significativos. No obstante, falta mucho todavía por lograr. Sin la generación de estas capacidades locales los territorios seguirán “viendo pasar” las inversiones productivas sin que éstas generen un desarrollo local inclusivo. 1. Este tercer elemento se asemeja a la transversalidad de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) al tener aplicaciones en todos los sectores productivos de la economía. Lucía Pittaluga Fonseca, dirección de Planificación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto miércolES 04 de noviembre de 2015 9 10 miércolES 04 de noviembre de 2015 Como en botica Un repaso por actividades de la edición 2015 del Día del Futuro Paysandú-Logística El Polo Educativo Tecnológico de Paysandú y la Dirección Nacional de Planificación y Logística del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (Dinaplo, MTOP) realizaron una actividad orientada a la implementación de la logística, así como su enseñanza, para avanzar en el proyecto de Uruguay como Polo Logístico. Las potencialidades de Paysandú en este aspecto y la incidencia de la tecnicatura que se desarrolla en el litoral fueron algunos de los temas que se discutieron en el encuentro. También se subrayaron los cometidos de la Dinaplo, como capacitación, formación y profesionalización en logística, al igual que promoción y desarrollo de estas actividades en el país. Preguntas por la Tierra Así se denominó el evento organizado por el Preuniversitario Ciudad de San Felipe, que se desarrolló en el marco del Año Internacional de los Suelos y se centró en la reflexión de profesionales en torno al uso y cuidado de la Tierra. La diseñadora Lucía Arobba abordó el concepto de fast fashion y describió cómo impacta en los suelos la rapidez de la moda y la producción indiscriminada de prendas de vestir. Por su parte, el diseñador industrial Aldo Ferré se refirió a las aplicaciones de la permacultura en la vida cotidiana, mientras que Walter Morroni, integrante del proyecto del parque de Punta Yeguas, habló del alcance de esta iniciativa en el Oeste de la ciudad. Este proyecto apunta a recuperar el espacio público mediante una planificación participativa. Por otro lado, con el documental Esclavas de la tierra, el periodista Álvaro Carballo abordó la explotación laboral de trabajadoras rurales en el interior del país. Otras imágenes en el imaginario, Urbano “¿Bailarías un tango con alguien de la calle?”, relata una de las escenas del documental sobre personas en situación de calle, que se está realizando en el Taller de Cine de Urbano, centro cultural del Área Ciudadanía y Territorio de la Dirección Nacional de Cultura. A partir de extractos de este audiovisual, se llevó adelante una actividad de Teatro del Oprimido, denominada “Otras imágenes para el imaginario”. En ésta, el documental jugó con esa pregunta inicial, mientras los integrantes de Urbano respondían lo que imaginaban que había respondido cada persona. De esta forma, según contaron los organizadores del evento, “el prejuicio de uno sobre el prejuicio del otro permite romper con ambas caras del imaginario”. Urbano está conformado por poetas, actores y actrices, cantantes y artistas en general, de los cua- Río Santa Lucía en parador Tajes. / foto: iván franco (archivo, febrero de 2015) Agua - Santa Lucía La Asamblea por el Agua del Río Santa Lucía se llevó adelante mediante el colectivo Espika y vecinos de la zona, y como su nombre lo indica, se orientó al análisis de los recursos hídricos, por medio de una charla con referentes. Sin embargo, aunque se invitaron actores de la Dirección Nacional de Medio Ambiente y de la Dirección Nacional de Agua, desde el gobierles muchos son usuarios del Programa de Atención en Situación de Calle del Ministerio de Desarrollo Social, por lo tanto, duermen en refugios de la ciudad. “Pichi. Sucio. Ladrón”, son algunas de las palabras que surgen al inicio del documental y que están usualmente asociadas al imaginario colectivo imperante sobre alguien en situación de calle, según el equipo de Urbano. El documental, que está en proceso de construcción, se estrenará el martes 24 de noviembre en el Centro Cultural de España como cierre de un ciclo de cine organizado entre Urbano y la Usina Cultural del Comcar. Futura Smart, nuevas configuraciones de hombre Un nuevo tipo de hombre en el que la tecnología, literalmente, se introduzca en los cerebros fue uno de los conceptos que se maneja- no sólo OSE participó, reclamó Marcos Umpiérrez, organizador del evento. “Todavía no se está haciendo lo que se debe hacer al respecto”, señaló Umpiérrez, y añadió que los gobiernos tratan de articular entre la economía y el medio ambiente, ya que el sistema neoliberalista lleva a que existan intereses de grandes empresas que “minan el derecho al agua potable”. El integrante de Espika añadió que el vertido de agrotóxicos y la forma en que se tratan los recursos es preocupante, ya que los “controles son muy tímidos y no se ve un compromiso del gobierno”. Umpiérrez realizó un paralelismo entre Latinoamérica y África, ya que ambos estarían al mismo nivel de negligencia ambiental. El vecino advirtió que si se siguen descuidando los recursos hídricos, en el futuro no habrá territorio para las plantaciones. “A veces tratamos nuestro en- ron en la actividad denominada “Futura Smart- Hybrid Concept”. Esta idea se vincula al pensamiento híbrido propuesto por el científico estadounidense Raymond Kurzweil, que plantea la conexión entre el cerebro e internet. Concretamente, este tipo de tecnología propone la posibilidad de recibir información directamente al cerebro por medio de un dispositivo instalado en el neocórtex. Según Pablo Tiscornia, quien trabaja en arte y robótica, el pensamiento híbrido ya se está implementando en empresas como Google. La teoría que Tiscornia está elaborando, con el diseñador industrial Gastón Rodríguez, también se emparenta al concepto de superhombre, del pensador alemán Friedrich Nietzsche, ya que se espera llegar a ese nivel. En diciembre, en el marco del evento Art Futura, se realizará otra presentación sobre las nuevas configuraciones de hombre. Futuro de la izquierda Adaptation 2015 “¿Qué democracia? ¿Para qué política de izquierda?”, éstas fueron las preguntas disparadoras del evento realizado por el Comité 28 de Noviembre de 1971, que participó por segunda vez en el Día del Futuro. En el debate habló el politólogo Daniel Buquet, quien aportó su visión acerca de la democracia dentro del Frente Amplio (FA). El politólogo señaló que hay tres grupos en esta fuerza política: los gobernantes, los dirigentes y los militantes. “Muchos de nosotros discrepamos”, expresó Gabriel Márquez, organizador de la actividad, a la vez que añadió que el FA tiene una lógica interna inclusiva. De esta forma, apareció el concepto de “democracia deliberativa”, es decir, que se abre la discusión y se dan espacios dialógicos, en los que los integrantes están en condiciones de igualdad, ilustró Márquez. Esta actividad se realizó en el marco del workshop “Adaptation”, desarrollado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, y se enfocó en explorar el espacio urbano, así como trabajar en las intersecciones entre la arquitectura, el urbanismo y el arte contemporáneo. Concretamente, la idea se basó en una intervención temporal con herramientas digitales y convencionales. Se trató del rediseño y reconstrucción del vacío de la cúpula colapsada en la esquina de Buenos Aires y Misiones (Ciudad Vieja), elaborada por el arquitecto alemán Karl Trambauer. La instalación, además de restaurar el mensaje, “lo enriqueció con una nueva visión”, aseguró el arquitecto Federico Lagomarsino, director del proyecto. Es, además, un diseño abierto a la interpretación del barrio, construido en madera, que será monitoreado y mantenido por los interventores. torno como si no fuera nuestro”, reflexionó. Además, el vecino comentó que este verano ya no llevará a sus hijos al Santa Lucía: “Uno que conoce el río desde chico se da cuenta de que no está bien”. Para él, “sin agua no vivimos ni 24 horas”, por eso, todos los ciudadanos deberían manifestarse al respecto. No obstante, “la gente elige ignorar, porque si no es difícil seguir adelante con esta vida”, sentenció. miércolES 04 de noviembre de 2015 11 Trabajadoras domésticas El Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas realizó una actividad para reflexionar sobre los avances que han tenido en diez años de agrupación y visualizar su proyección. Además de trabajadoras domésticas, en la actividad participaron actores vinculados a las Ciencias Sociales y a la Psicología. Cristina Silvera, integrante del sindicato, expresó que una de las metas más próximas es obtener una sede en el Centro, así podrán desarrollar su militancia en mejores condiciones. Entre los desafíos hacia el futuro, se encuentra la división del salario por categorías. “Hay compañeras que hacen todo en una casa y cobran lo mismo que otras que no”, aseguró Silvera, y añadió que están trabajando para presentar entre siete y ocho categorías. El fuero sindical es otro de los reclamos, ya que la mayoría de las trabajadoras domésticas tiene horarios extendidos y eso perjudica su asistencia a las actividades del sindicato, así como a los eventos que se realizan, contó Silvera. No obstante, la trabajadora subrayó los avances alcanzados, entre ellos, la ley No 18.065 y los convenios de 2008, 2010 y 2013, que se ubican como hitos, además de que Uruguay ratificó el convenio de la Organización Internacional del Trabajo. “Cuando salimos al exterior nos dicen lo que hemos logrado”, señaló. Bullying El liceo No 55 Prof. Luis Hierro Gambardella participó en el Día del Futuro con una actividad enfocada al bullying en el ámbito educativo. Si bien hubo una “riquísima participación”, el profesor Rodolfo Schultze, organizador de la actividad con un grupo de estudiantes, esperaba una concurrencia mayor, lo cual muestra, para él, que hay una indiferencia para analizar esta problemática. Schultze ha desarrollado un espacio de participación con los estudiantes para conversar de diversos temas de interés. El docente aseguró que por medio de estas instancias se han descubierto intentos de suicidio por parte de sus alumnos: “Hay que hilar muy fino para percatarse de eso”. En la actividad los jóvenes contaron sus experiencias y algunos de ellos que cursan sexto de liceo aseguraron que sufren maltrato de otros compañeros cuando manifiestan una opinión diferente. No obstante, para Schultze, los interesados en esta problemática siempre son los mismos y aún no se ha logrado poner el tema en la agenda pública. A pesar de esto, la experiencia de los jóvenes del 55 se ha extendido a otros centros educativos, ya que se realizaron exposiciones en un liceo de La Teja y en otro de Paso Molino, contó el profesor. “Hay un deseo de no mirar, de no meterse con eso”, aseguró Schultze, y añadió que hay que borrar el resentimiento que queda en los estudiantes después de padecer maltrato, porque se trata de un “monstruo dormido”. Radio Vilardevoz. / foto: santiago mazzarovich (archivo, noviembre de 2014) Locura en Lavalleja Centros MEC Lavalleja realizó la actividad “Arte y salud en clave de futuro”, con la participación de la radio Vilardevoz y el equipo del centro cultural Urbano, que hicieron una emisión radiofónica callejera. El evento surgió a partir de la promoción de derechos humanos en la que trabajan los Centros MEC Lavalleja, que además apoyan la la- Uruguay Alternativo en Paysandú En el marco del mes de Artigas, a partir del bicentenario del campamento de Purificación, el colectivo Uruguay Alternativo y la División de Turismo de la Intendencia de Paysandú realizaron una mesa de debate vinculada al patrimonio como parte del futuro. De esta forma, el coordinador de museos departamentales, Alejandro Mesa, hizo una exposición revisionista en torno a la figura e íconos de Artigas. A su vez, Juan Andrés Pardo, integrante de Uruguay Alternativo y subdirector de Turismo de Paysandú, presentó el caminatour, un recorrido guiado que surgió en 2014, que se desarrolla en los sitios de interés patrimonial de la ciudad, mientras se cuenta la historia de la defensa de la ciudad, tanto a estudiantes liceales como a turistas. Por su parte, Alberto Eguluz, integrante de la Comisión de Amigos del Patrimonio de Salto, realizó una presentación sobre la Meseta de Artigas. Data Cargografías es un mapa de las diferentes carreras transitadas por los políticos, que surgió en el grupo bor del Patronato del Psicópata. El objetivo de la jornada fue reflexionar acerca de “la locura” en el departamento y se subrayó la importancia del arte en la rehabilitación de los pacientes psiquiátricos. Además, el debate se dio en el marco del trabajo de varios colectivos que están enfocados en elaborar una nueva ley de salud mental y cambiar así el paradigma de esta problemática. “Es un diálogo difícil”, de Hack/Hackers Argentina y que actualmente se está adaptando a la realidad política uruguaya. DATA, Hack/Hackers Uruguay y Uycheck, que trabajan en el acceso de la información pública y los datos abiertos, son los colectivos que están llevando adelante la propuesta. La herramienta comenzó a reunir datos de los senadores, y el paso siguiente será buscar la información de presidentes y ex presidentes, intendentes y diputados. Los datos para construir este mapa se están obteniendo del sitio web del Parlamento, pero además Uycheck armó un formulario para que los propios políticos completen, contó Victoria Esteves, integrante de DATA. Básicamente, la iniciativa se trata de una plataforma de manejo interactivo, siguiendo la lógica de otros proyectos de DATA como Por mi barrio y A tu servicio, que apuntan a la participación y el empoderamiento ciudadano. Al respecto, hace unos días, la plataforma A tu servicio, que releva información sobre centros de salud de todo el país y los compara entre sí, obtuvo el primer lugar en la Cumbre Global de Alianza para el Gobierno Abierto, del Open Government Paternship, por la categoría “Mejorando los servicios públicos para sentenció Carla González, de Centros MEC Lavalleja, ya que hay cuestionamiento de metodologías, como el uso del electrochoque, por el que no hay consenso. “Es una discusión que cuesta darla en el interior”, reflexionó, a la vez que agregó la necesidad de democratizar el diálogo y de “dar a conocer lo que se está haciendo”, porque generalmente la gente se queda con lo negativo. el gobierno abierto”, en la que se presentaron más de 30 proyectos. Además del trabajo de los colectivos, el desarrollo de la plataforma Cargografías se está llevando adelante con la participación de la comunidad y se proyecta su lanzamiento para fin de año, señaló Esteves. Aún hay tiempo para sumarse a la propuesta; sólo hay que enviar un correo a contacto@ datauy.org. Cotidiano Mujer La actividad “Paridad-Renovación: Horizontes aún lejanos” fue organizada por los colectivos Cotidiano Mujer y Ciudadanías en Red, así como el Área de Género de Ciencia Política de la Universidad de la República, con el fin de promover la necesidad de una nueva ley que garantice la paridad entre hombres y mujeres para elecciones futuras y así desmontar obstáculos para la representación política de las mujeres. En la jornada, la politóloga Verónica Pérez presentó la publicación La participación política de las mujeres en el nivel subnacional en Uruguay, que realiza un análisis de las elecciones departamentales y municipales de 2015; la conciliación de la vida laboral, familiar y política, así como la creciente im- Pero esto no fue todo lo que ocurrió en Lavalleja. Centros MEC y el Centro Cultural Casa Encantada llevaron adelante una muestra fotográfica sobre la reapertura democrática, realizada por fotógrafos del Museo de la Memoria. En esa oportunidad, entre otras cosas, se homenajeó a dos desaparecidos en este departamento: Eduardo Mondello y Margaret Burgueño. portancia de las edilas para la visibilización de la agenda de mujeres por su cercanía a la ciudadanía. La edila añadió, además, que este rol es cada vez más valorado y deseado por los varones, ya que en muchos casos es el paso previo a cargos públicos de más notoriedad y sueldo. Por su parte, Margarita Percovich presentó las bases para una ley de paridad, mientras que la diputada del Partido Colorado Susana Montaner habló de la importancia de la paridad y expresó su temor a perder cinco años por la presentación de un proyecto “demasiado exigente”, planteando la posibilidad de extender la ley de cuotas con algunos cambios en el armado de listas que permitan mayores certezas al electorado cuando quieren votar mujeres. Al respecto, la abogada Mariella Demarco, asesora de la bancada parlamentaria del Partido Independiente, expuso sobre el funcionamiento del armado de listas y suplencias, evidenciando las posibles “trampas”. En este sentido, la socióloga Romina Napilotti, legisladora suplente por la lista 329 del FA, fundamentó la necesidad de la paridad política y ejemplificó con los casos de las agrupaciones Casa Grande, IR y Partido Socialista, en las que se están aplicando medidas al respecto. 12 miércolES 04 de noviembre de 2015 Democracia y futuro. Casa de los Escritores “No hay futuro sin democracia, porque no puede haber equilibrio productivo, ecológico, ni equilibrio social”, expresó el académico Ricardo Pallares en el evento “La democracia siempre necesita futuro”, organizado por la Casa de los Escritores. Para él, tanto la democracia como el futuro requieren de las premisas de inclusión, participación deliberativa, orden jurídico, paz y ética universalizable. En su postulado Pallares señaló que la democracia del futuro necesita una educación “plenamente alfabetizadora” y que también brindará una “cultura general letrada”, en la que el aprendizaje digital sea crítico y funcional. Además, otro requerimiento es que la integración social propiciara el respeto, ya que reconoce, permite y legitima en otra persona lo que puede ser ajeno a cada sujeto. De esta forma, se podrían acortar las brechas entre las diferentes culturas y haría posible, según Pallares, una conciencia activa y autocontrol. Además de la educación, la democracia del futuro tendría que reconfigurar a los organismos internacionales “para que recuperen las potestades reguladoras y limitadoras”. En este sentido, “no puede haber democracia en un mundo en guerra, despedazado por los centros de poder, por las luchas hegemónicas, por las luchas económicas y por la llamada guerra portátil que se la lleva a donde sea necesario”. Para Pallares, Estados Unidos y la Unión Europea llevan la guerra al lugar que ellos quieren controlar y dominar: “Hay una tercera guerra global continua de carácter focal”. En este sentido, el académico llamó a una reflexión que aporte “no una democracia de palabras, sino de hechos”. Comité solidario con los pueblos de Kurdistán Pensar en otra democracia posible y conocer la experiencia de Kurdistán y Chiapas fue la actividad organizada por el Comité Solidario con los Pueblos de Kurdistán y el colectivo Alfaguara. En la exposición se presentó el confederalismo democrático, una forma de gobierno que tratan de llevar adelante los kurdos, comentó Eva Taberne, una de las organizadoras del evento, a la vez que agregó que hay paralelismo con los zapatistas. Los puntos en común entre los pueblos son que ambos tienen tradiciones comunales, se organizan mediante asambleas y a partir de ahí eligen a sus representantes. En el caso de los kurdos, “no quieren llegar al poder, el poder se distribuye”, dijo Taberne. Además, el pueblo kurdo tiene una organización anticapitalista que se sostiene con base en la actividad agrícola y se preocupa por el cuidado del medio ambiente. Sumado a esto, el rol de la mujer es primordial en la cultura kurda día del FUTURO Lanzamiento de la Plataforma Robótica Butiá Detí en la Facultad de Ingeniería. / foto: facultad de ingeniería s/d de autor Butiá 3.0 El proyecto de robótica Butiá llegó a su versión 3.0, que comprende un avance tanto de hardware como de software. Esta nueva versión, desarrollada con el apoyo de Antel, busca trabajar con diferentes play hay una necesidad de destruir el patriarcado. Para Taberne, si bien otra democracia es posible, sólo puede darse fuera del capitalismo, por eso “hay que repensar las estructuras de participación y el contexto”. Edúcate Uruguay, Florida “¿Qué pasa cuando se le da una herramienta nueva a un niño? Un mundo de posibilidades se abre y, cuando el mundo del niño cambia, toda su comunidad lo hace”, expresó Cecilia Davies, integrante de la Fundación Edúcate Uruguay, que busca brindar las mismas oportunidades para los niños que viven en comunidades aisladas del país, para ampliar sus capacidades y nivel académico. La forma de lograrlo es acercar a los estudiantes a la educación y la tecnología. Para Edúcate, los maestros y niños del medio rural viven una realidad diferente a los de las escuelas urbanas. Por eso, desde 2009, la fundación trabaja en escuelas rurales de varios departamentos del país. El desafío de 2015 fue el curso “Ver para aprender 2”, orientado a llevar las tecnologías y el conocimiento audiovisual a las zonas taformas tecnológicas introducidas mediante tablets y celulares. A su vez, la propuesta no busca remplazar a Butiá 2.0, sino generar un ecosistema que permita trabajar en los nuevos contextos. Desde 2009, el proyecto Butiá, vinculado a la robótica educarurales de Uruguay. Para implementarlo se recibió el apoyo del Plan Ceibal con equipos para que los niños pudieran realizar los productos audiovisuales. Además, se desarrolló una línea pedagógica en comunicación basada en talleres sobre guion, producción, realización y edición para los docentes. También se trabajó en cómo implementar estos conocimientos en la didáctica educacional. De esta forma, en Florida y Durazno se realizaron los festivales de cortometrajes que reunieron a más de 500 personas. En esas jornadas los niños presentaron sus historias sobre su comunidad, su entorno, el país y ser niño, entre otras temáticas, contó Davies. Para ella, compartir e intercambiar sus experiencias es parte del enriquecimiento para el aprendizaje. Los audiovisuales están disponibles en el canal de Youtube /educateuruguay. Además de “Ver para aprender 2”, Edúcate realiza otros proyectos como “Ver para aprender 1”, una biblioteca audiovisual pensada para el aula multigrado; “Zona de exploración”, que genera un espacio de búsqueda constructiva en el salón de clase; y “Leer es un viaje”, una biblioteca móvil comunitaria que tiva, se consolidó como un espacio de formación integral, ya que brinda capacitación en robótica para ingenieros, así como investigación en esta área. El énfasis en materia educativa permitió mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, permite el acceso a recursos básicos para el aprendizaje y desarrollo. Primer Congreso Latinoamericano de Salud Adolescente en Uruguay Más de 120 adolescentes y jóvenes de todo el país, y algunos provenientes de Argentina y Colombia, se reunieron en la jornada “Desempolvando un derecho: jóvenes discutiendo la salud”, que tuvo lugar en el marco del Primer Congreso Latinoamericano de Salud Adolescente en Uruguay. La iniciativa fue organizada por el Ministerio de Salud Pública, el Instituto Nacional de la Juventud, la Red de Juventudes y el Fondo de Población de Naciones Unidas. Las preguntas disparadoras del debate se centraron en cuáles son los problemas de los adolescentes y jóvenes en materia de salud, en la incidencia de su participación en las políticas de salud y cuáles son sus principales retos, contó Alexandra Lizbona, asesora técnica de la Unidad de Estudios del INJU, Mides. Las actividades giraron en torno a los ejes temáticos: discapacidad, consumo de sustancias, salud sexual y reproductiva, con cursos y talleres, así como el diseño de productos y software específico para la utilización de docentes. De esta forma, una de las principales temáticas abordadas en el workshop de Butiá fue discutir la robótica aplicada a la educación. salud mental, salud integral y relaciones intergeneracionales, diversidad sexual, violencia, discriminación, medio ambiente y salud, y participación desde la perspectiva de la salud. Santiago Soto, coordinador del INJU, expresó que una de las misiones del organismo es aportar al cambio cultural desde la participación: “Es una de nuestras líneas estratégicas lograr espacios de intercambio permanentes en salud”. Yo, robot, actividad en Casa del Arbol En el espacio de expresión artística La Casa del Árbol alrededor de diez niños fueron recibidos por un robot, que fue creado en uno de los talleres, a partir de la tecnología del proyecto Butiá. Se le dio forma humanoide con cartón y los niños pudieron conversar con él, contó Álvaro Adib, director del centro. Los niños también vieron un cortometraje sobre “la historia de vida del robot”, en el que se muestra que “cuando lo vieron muy inteligente, lo dejaron monótono”. Además de los niños, los padres participaron en la actividad y se generaron reflexiones sobre las distintas formas de inteligencia. Redactor responsable: Lucas Silva / Diseño y armado: Martín Tarallo / Edición gráfica: Iván Franco / Textos: Natalia Calvello, Natalia Uval / Fotos: Iván Franco, Federico Gutiérrez, Santiago Mazzarovich / Corrección: Magdalena Sagarra / Coordinación: Lucía Pardo / Secretaría: Lucila Rosas / Publicidad: Damián Osta, Pablo Tate
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