ASOCIACIÓN MEXICANA DE TANATOLOGÍA A.C. ALCOHOLISMO UN SUICIDIO LENTO Y EL DUELO EN LA FAMILIA TESINA PARA OBTENER EL DIPLOMADO EN TANATOLOGÍA PRESENTA: PAULINA MORFÍN SANCHEZ ASESOR: DR. ERIK GARCÍA MUÑOZ MÉXICO, DF. MARZO 2015 MARZO DE 2015 México, D.F. a marzo de 2015 DR. FELIPE MARTÍNEZ ARRONTE PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA DE TANATOLOGÍA, A.C. PRESENTE Por medio de la presente le informo que revisé y aprobé la tesina que presentó: Paulina Morfín Sánchez DIPLOMADO DE TANATOLOGÍA Generación 2014-2015 TITULO DE LA TESINA ALCOHOLISMO UN SUICIDIO LENTO Y EL DUELO EN LA FAMILIA ATENTAMENTE _________________________________________ DR. ERIK GARCÍA MUÑOZ ASESOR DE LA TESINA INDICE Dedicatoria…………………………………………………………… 1 Justificación…………………………………………………………... 4 Introducción…………………………………………………………… 5 Criterios de Diagnósticos de Investigación para consumo perjudicial del alcohol……………………………………………….. 9 1. El alcohol…………………………………………………………… 10 1.1 El alcohol en la historia…………………………………………. 10 1.2 Dependencia de alcohol en nuestro país……………………… 13 1.3 Panorama Epidemiológico del consumo de alcohol............... 14 2. Resultados Principales del Alcohol……………………………….. 15 2.1 Tendencias de la edad de inicio de Alcohol…………………… 2.2 Búsqueda de ayuda y necesidades de atención 17 en el alcoholismo…………………………………………………….. 18 2.3 Conclusiones de la encuesta Nacional de Adicciones………. 19 Factores predisponentes del alcoholismo…………………………. 20 1. El alcoholismo, un suicidio lento…………………………………. . 23 1.1 Consecuencias Físicas………………………………………….. 23 1.2 Consecuencias Psíquicas……………………………………… 24 1.3 Consecuencias Sociales………………………………………. 25 Alcoholismo una enfermedad…………………………………….. 26 Sufrimiento y autodestrucción de un enfermo de alcoholismo… 27 1. Frente a un suicidio o muerte repentina…………………………. 31 1.1 Suicidio Crónico…………………………………………………… 31 1.2 Suicidio Crónico en el alcoholismo………………………………. 32 1.3 Suicidio Patológico………………………………………………… 33 El alcoholismo en la mujer…………………………………………… 34 1. Alcoholismo una enfermedad de los sentimientos…………….. 36 1.1 Fase Uno………………………………………………………… 36 1.2 Fase Dos………………………………………………………… 36 1.3 Fase Tres………………………………………………………… 37 1.4 Fase Cuatro……………………………………………………… 39 Alcoholismo y la Negación…………………………………………. 41 Un Carrusel llamado Negación…………………………………… 41 Tratamiento de la enfermedad del alcoholismo…………………. 45 Alcohólicos Anónimos, Orígenes………………………………… 48 Alcoholismo Familiar……………………………………………… 49 El alcoholismo desde el punto de vista del sistema familiar…….. 49 La fenomenología del alcoholismo………………………………… 52 La pérdida como parte de la enfermedad familiar del Alcoholismo…………………………………………………………… 55 Síntomas físicos, emocionales y Espirituales del dolor……………57 El carácter recurrente al dolor………………………………………. 58 La convivencia con la enfermedad familiar del alcoholismo………59 Enfermedad de Pérdidas……………………………………………. 60 Prever el dolor………………………………………………………… 62 La pérdida de los Sueños…………………………………………… 63 El duelo en los hijos de padres alcohólicos………………………. 64 La pérdida de la autoconciencia…………………………………… 67 Separación y divorcio a causa del alcoholismo………………….. 68 Frente a un Suicidio o muerte repentina…………………………. 69 Las pérdidas y el proceso del duelo………………………………. 71 Testimonio…………………………………………………………… . 74 . Análisis del testimonio……………………………………………….79 Conclusión…………………………………………………………….80 Bibliografía…………………………………………………………… 84 DEDICATORIA A Dios, mi todo, quien poco a poco me ha ido guiando por este camino que es de ayudar, por darme el regalo de recibir a través del dar, por ser mi guía, mi luz, poner en mi vida el lugar y la persona idónea para seguir creciendo y darme el regalo más grande: La Vida. A Pepe, el amor de mi vida, gracias por impulsarme a lograr mis sueños, por devolver las sonrisas a mí cara, por darme la mano cuando la necesito, por ser quién limpia mis lágrimas y quien ríe conmigo, por apoyarme en esto que tanto me gusta, gracias por ser mi compañero en este increíble viaje llamado vida. Te amo. A mis hijos, Diego, Dany y Pau, mi motivo de vida, sin ustedes no estaría en donde estoy, me impulsan a vencer cualquier obstáculo por más grande que parezca, a ser mejor cada día y demostrarme que si puedo, gracias por creer en mí y ser mis maestros de vida. A mis Padres, gracias a sus valores, ejemplo y entrega hoy soy quien soy, gracias por enseñarme a enfrentar a la vida, por enseñarme lo que es el amor incondicional. A mí estimado asesor de tesis, Dr. Erik García Muñoz, gracias por su paciencia, enseñanzas, disponibilidad, orientación y supervisión para lograr mi objetivo, gracias por no dejarme vencer y hacerme saber que siempre se puede ser mejor, gracias por ayudarme a cerrar círculos en mi vida. 1 Chanita, gracias por esa plática en Acapulco, gracias por adentrarme en un mundo tan desconocido y al mismo tiempo tan conocido, tus consejos, tus explicaciones me fueron de gran ayuda, gracias por haber estado presente en los momentos de más difíciles de mi vida, te admiro y te quiero como no te imaginas. Mariel, gracias por enseñarme que la amistad es el mejor regalo que te da la vida, te quiero hasta el infinito y más allá. A quienes han dejado una huella muy importante en mi vida, tienen un lugar muy importante en mi corazón, mis hermanos, Gabi, mi Llalli, mis cuñados, Chucho, Geor, la Familia Calzada, Huicha, Chasco, Rosario, tanta gente que es muy importante para mí y no acabaría de nombrarlos, gracias a todos y cada uno, los quiero……. A mis profesores y compañeros de AMTAC, sin ustedes no hubiera sido lo mismo, gracias por compartir sus vivencias, comentarios, consejos… no se imaginan como enriquecieron mi vida. Gracias JJ, no sabes lo que significó para mi tu ayuda, te estoy infinitamente agradecida. 2 “AL FINAL COMPRENDI QUE NECESITABA PERMITIRME SENTIR EL DUELO” “DIOS CONCEDEME LA SERENIDAD PARA ACEPTAR LAS COSAS QUE NO PUEDO CAMBIAR, VALOR CAMBIAR AQUELLAS QUE PUEDO, Y SABIDURIA PARA RECONOCER LA DIFERENCIA” 3 JUSTIFICACION Este tema me llamó la atención por la cantidad de pérdidas que se viven ante esta enfermedad, De manera personal, conviví con personas muy cercanas y queridas, quienes vivieron ese infierno que es la enfermedad del alcoholismo y algunos estuvieron incluso, a punto de perder la vida; ellos fueron mi acercamiento al tema. Esta tesina se fundamenta en enseñar que hay dos lados, el del sufrimiento del enfermo y su entorno. Contrario a lo establecido de forma social, en ningún lado existen culpables y ambas partes buscan ser entendidas. Se viven duelos anticipados, se pasa por muchos procesos hasta llegar al desenlace que puede llegar a ser la muerte. .Por el otro lado, en los familiares y amigos, se va perdiendo la dignidad y respeto; en donde su vida se llena de dolor, la convivencia con el enfermo alcohólico les afecta física, emocional y espiritualmente pues se mezclan sentimientos de ira, tristeza. Parece una batalla perdida y se crea el duelo por el enfermo, por la vida y por los sueños perdidos. Esta tesina, también busca ayudar a los familiares y al tanatólogo a entender esta otra parte de la enfermedad. 4 INTRODUCCION Para entender cuáles son los trastornos por uso del alcohol (TUA), primero se debe de definir lo que es el USO, USO: el empleo continuado y habitual de alguien o algo. La Organización Mundial de la Salud OMS en su lexicón sobre términos de alcohol y drogas, lo define como “la autoadministración de una sustancia psicoactiva”. Estas definiciones no permiten delimitar las características del USO, pues tanto una persona que consume alcohol una vez al año, como alguien que lo consume una vez a la semana, usan el alcohol. Por lo tanto se debe agregar otras dimensiones al uso, como son la frecuencia, la cantidad, el daño y las manifestaciones clínicas asociadas al USO. El alcohólico tiene una relación estrecha con la sustancia, es decir ha penetrado en distintas esferas de su vida: la biológica, la psicológica y la social, hace uso consuetudinario o constante del alcohol y generalmente sus emociones pensamientos y conductas giran alrededor de conseguirlo, consumirlo y recuperarse de sus efectos, existe una delgada línea que separa el uso normal o sano del alcohol y el patológico. Existen tres fases para el uso del alcohol. PRIMERA.- Cantidades pequeñas. SEGUNDA.- Cantidades mayores pero sin riesgo. TERCERA.- Por arriba de cierta cantidad, existe riesgo de morir, ya sea por enfermedades relacionadas con el alcohol como es la cirrosis hepática o por lesiones o accidentes. 5 La OMS considera el CONSUMO DE BAJO RIESGO como aquel donde las cantidades y patrones de consumo presentan una baja probabilidad de causar daños a uno mismo o a los demás, menciona la cantidad exacta con la que se ha observado que no aumentan los riesgos. -Dos copas al día y 5 días a la semana. Otra propuesta es la del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA) es que además de las dimensiones de cantidad y frecuencia esta la velocidad con la cual se consume el alcohol. Otra diferencia es que recomiendan unos parámetros para hombres y otros para mujeres. MUJERES -1 copa por hora -3 copas por ocasión -3 veces por semana HOMBRES -1 copa por hora -4 copas por ocasión -4 veces a la semana De esta manera para explicar grosso modo se puede decir que se divide a la población en dos grupos; GRUPO 1.- Los que consumieron más de lo recomendado. GRUPO 2.- Los que bebieron lo aconsejado o menos. 6 Las personas del primer grupo tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones relacionadas con el consumo del alcohol como: enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, coronariopatías, infartos cerebrales, hemorragias cerebrales). Cáncer y síndrome metabólico entre otras. Por lo anterior se puede observar que el USO del alcohol que este por arriba de los parámetros, será considerado como CONSUMO DE RIESGO, sin embargo se debe de aclarar que existen circunstancias en las que cualquier cantidad de alcohol que se consuma puede provocar daño a la persona o a otros, por lo que la OMS considera que el beber etanol en cualquiera de los siguientes casos equivale a un CONSUMO DE RIESGO: -Conducir o manejar maquinaria. -Durante el embarazo o lactancia. -Cuando se toma una medicación que se pueda interaccionar con el alcohol. -Cuando se tiene alguna condición médica que empeore con el alcohol. -Cuando la persona NO puede parar o controlar el consumo de alcohol. Para definir el CONSUMO DE RIESGO se utilizan DOS dimensiones: 1.- La CANTIDAD que se consume. 2.- La FRECUENCIA del consumo. Cuando el USO del alcohol ha producido YA un daño se toman en cuenta también estos dos puntos: 3.- La DURACIÓN de este patrón de consumo. 4.- Las CONSECUENCIAS o el DAÑO psicológico, biológico o social que ha tenido la persona, por su consumo de alcohol. 7 Cuando se habla de eso se define esto como: “Un patrón mal adaptativo de consumo de alcohol que provoca un deterioro o malestar clínicamente significativo” Es decir que la CANTIDAD Y FRECUENCIA con las que se hace USO del alcohol, han tenido una DURACION prolongada o se han mantenido a lo largo del tiempo, convirtiéndose en un patrón de consumo. Con estas CUATRO DIMENSIONES – cantidad, frecuencia, duración y consecuencia- la OMS lo nombra como: CONSUMO PERJUDICIAL y lo define como: Aquel “que conlleva consecuencias para la salud física, mental o social entre los daños causados por el alcohol” 8 CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE INVESTIGACION PARA EL CONSUMO PERJUDICIAL DEL ALCOHOL A.- Evidencia de que el consumo de alcohol ha causado al individuo un daño somático o alteraciones psicológicas incluyendo alteración del juicio o de la conducta, que podrían llevar a la discapacidad o a tener consecuencias para las relaciones interpersonales. B.- La naturaleza del daño debe ser claramente identificable y especificable. C.- La forma del consumo ha persistido durante al menos un mes o se ha presentado reiteradas veces en un periodo de doce meses. D.- El trastorno no satisface criterios para ningún otro trastorno mental o de comportamiento relacionado con la misma droga en el mismo periodo de tiempo (excepto por intoxicación aguda). Los alcohólicos se adaptan al consumo de alcohol, es decir, modifican sus emociones, pensamientos, conductas e interacciones sociales, de tal manera que todas se centran en conseguir, consumir o recuperarse de los efectos del alcohol. Cuando esta adaptación provoca un malestar significativo en la persona o en quienes lo rodean, y puede detectarse por medio de signos o síntomas biológicos, psicológicos o sociales a través de un interrogatorio, la exploración física o un examen mental, es cuando decimos que el individuo tiene una DEPENDENCIA AL ALCOHOL. Los conceptos de abstemio, uso, consumo de bajo riesgo, consumo de riesgo, consumo perjudicial, abuso y dependencia, no son más que parámetros que nos ayudan a comprender un fenómeno tan complejo como es el alcoholismo. 9 1. EL ALCOHOL 1.1 EL ALCOHOL EN LA HISTORIA El alcohol ha estado presente en toda la historia, considerándose la droga más antigua. El uso del alcohol se remota a tiempos muy lejanos y es parte de diversas tradiciones religiosa y culturales. Un ejemplo de esto es La biblia. En el libro de Génesis tras el diluvio, el primer hombre que empieza la repoblación de la tierra se topa con el alcohol: “Y Noé, el cultivador, comenzó plantando la viña. Habiendo bebido del vino se embriago y se desnudó en el interior de su casa De sus tres hijos, uno –Cam- vio la desnudez de su padre y llamó a sus hermanos para que lo contemplasen. Los otros dos – Sem y Jafet- Prefirieron no mirar y cubrirle púdicamente. Al recobrar la sobriedad Noé bendijo a los segundos y maldijo al primero. “ Nada posterior al Génesis sugiere que un patriarca haya mancillado su condición de justo al embriagarse. Sólo queda claro que el vino lleva a hacer tonterías a quién no lo conozca y prescinda de mesura. Filón de Alejandría, erudito bíblico profundamente helenizado piensa y describe la desnudez de Noé como un acto infantil y como un símbolo de la verdad que rasga los disfraces de la virtud y el vicio. Otro ejemplo es el Rito Eucarístico en la historia. 10 Las ceremonias más antiguas exigían duros ayunos previos y en esas condiciones un vaso de vino poseía la eficacia de una botella, sugiriendo proseguir su consumo después, en el propio templo era una costumbre ancestral. Mahoma prohibió severamente el alcohol, inaugurando el paternalismo represivo en esta materia, se cuenta que al profeta le presentaron a un borracho y que el ordeno que se le aplicasen unos azotes por faltar a sus deberes. Tras la muerte de Mahoma, Abu Bakr debe de intervenir en esa cuestión y pide consejo a Alí, su Dios, que según cuenta la Sauna le dijo: “El que bebe se emborracha, el que se emborracha hace disparates, el que hace disparates forja mentiras y a quien forja mentiras debe aplicársele la pena”. Se consideró al vino una fuente de miseria y tinieblas, algo profundamente mal visto. LEY SECA Y RETORNO A LA LEGALIDAD DEL ALCOHOL El tema más controvertido de periodo 1920-1932 fue la prohibición de la fabricación y venta de bebidas alcohólicas que dio origen a un periodo de violencia cuando bandas organizadas de criminales controlaron la venta ilegal de bebidas alcohólicas. En 1929, una comisión presidencial dictaminó que la puesta en práctica de las leyes antialcohólicas había constituido un fracaso. En 1919 en EE.UU entra en vigor la 18ª. Enmienda de la Constitución a partir de la iniciativa de la Congresista Andrew Volstead por la cual son prohibidas las bebidas alcohólicas, bajo la llamada Ley Seca, la medida que se prolongará hasta 1933 11 tendrá como efecto un espectacular auge de los grupos mafiosos ligados al comercio clandestino del licor. Durante la Ley Seca (1919-1933) Chicago se hizo famosa por el contrabando de licores y por los enfrentamientos entre bandas de gánsters, éntrelos que destacó la figura de Al Capone, protagonista de la matanza de San Valentín de 1929. La peor consecuencia de la prohibición fue estimular el crimen organizado, moviendo cientos de millones de dólares derivad del gigantesco negocio del alcohol. La Ley Seca según el diccionario: denominación popular del conjunto de disposiciones legales que prohíben la manufactura y venta de bebidas alcoholicas. Las leyes y disposiciones prohibicionistas tuvieron particular repercusión en los Estados Unidos y caracterizaron todo un periodo de la historia norteamericana. Hacia 1930, cuando la cruzada contra la bebida cumple una década, las autoridades americanas calculan que de cada 50 litros de alcohol industrial desnaturalizado, cinco se desvían al círculo ilegal para hacer licores. Sólo por intoxicación con alcohol obtenido a partir de madera (metílico) fallese al año un 0,05 por 100 de la población. El 34 por 100 de los PROHIBITIONS AGENTS son sospechosos de aceptar sobornos o permitirse extorciones y otro 10 por 100 ha sido condenado por ello en virtud de sentencia firme. La debilidad de la clase política es el electoralismo. Con tal de no ceder un solo sufragio al competidor, demócratas y republicanos asintieron a una propaganda calculada para excitar los terrores de las masas, y para hacer del derecho del instrumento de una ética sectaria, entregando la decisión a una minoría exigua como el Prohibition Party . 12 Aquí es cuando el alcohol vuelve a ser legal y gran parte de los diputados y senadores pasan a beber tranquilamente en público. 1.2 DEPENDENCIA DE ALCOHOL EN NUESTRO PAIS El abuso de sustancias psicotrópicas, constituye uno de los problemas de salud pública en nuestro época, se presenta tanto a nivel nacional como internacional. Este fenómeno de salud afecta, sin distinción de género, incidiendo principalmente en niños y adolescentes, de cualquier estrato social y de todas las religiones de nuestro país. Los estudios epidemiológicos, tanto nacionales como mundiales nos demuestran que este fenómeno es cambiante y se presenta con mayor frecuencia en jóvenes y con sustancias cada vez más dañinas. Se observa también un aumento en el uso de alcohol en la mujer. Ante este panorama, desde el inicio de esta administración el Gobierno Federal tiene como tarea velar por la salud, el bienestar y la seguridad de la población del país. . En el campo de la demanda se han hecho grandes esfuerzos y acorde con el programa sectorial de salud (2007-2012) se han invertido más de 6 mil 600 millones de pesos en la prevención y tratamiento de las adicciones; con estos recursos se han construido 335 centros de atención primaria llamados “Centros Nueva Vida”, que operan en toda la República, en los municipios de mayor incidencia. En cuanto al control del uso nocivo del alcohol se han propuesto reformas a la Ley General de Salud, que se encuentra en estudio, en la Cámara de Diputados que 13 regulará desde su producción, hasta la venta de este producto, haciendo énfasis en la prohibición de la venta a menores. Se ha apoyado el programa del alcoholímetro y, en general, todos los programas que limiten el consumo excesivo. México ha estado a la vanguardia en la vigilancia epidemiológica de las adicciones, ya que desde 1980, se han estado realizando encuestas nacionales, en 1988, 1993, 1998 2002 ,2008 y 2011; las tres primeras registraban datos urbanos y en las tres últimas se agregan datos del medio rural. Con estos estudios se han logrado tener datos sobre la evolución del problema tanto en el medio urbano como en el rural, a nivel regional y estatal. 1.3 PANORAMA EPIDEMIOLOGICO DEL CONSUMO DE ALCOHOL La ENA (Encuesta Nacional de Adicciones), muestra que el Abuso/dependencia al alcohol incrementó del 4.1% en el 2011 a 5.5%. Por sexo ambos tuvieron Incrementos importantes (8.3% a 9.7% en hombres y de 0.4% a 1.7% en mujeres). 14 2. RESULTADOS PRINCIPALES DEL ALCOHOL 1.-Poblacion General de 12 a 65 años Se observa un crecimiento significativo para el año 2011. Por Patrón de consumo, se observaron variaciones de consumo importantes ya que el consumo diario disminuyó (1.4% a .8%), bebedores consuetudinarios fue similar (5.6% a 5.4%) y el porcentaje de dependencia se incrementó significativamente (4.1% a 6.2%). Es importante señalar que el índice de consumidores altos mantuvo estable entre 2008 y 2011 (32.0% y 32.8%). Por sexo, las tendencias son muy similares la dependencia aumentó en los hombres (8.3% a 10.8%) y en las mujeres se triplicó (0.6% a 1.8%), el consumo consuetudinario en ellos se mantuvo estable (9.7% y 9.6%) y en las mujeres disminuyó (2.3% a 1.4%), mientras que el consumo diario también se redujo significativamente en ambos sexos. 15 el índice de En relación al consumoalto, se observó que en el año 2011 en los hombres aumentó (45% a 47.2%), mientras que en las mujeres se mantuvo igual (19.9% y 19%.3). La cerveza es la bebida alcohólica de preferencia en la población total e incrementó significativamente para el año 2011. La consume más de la mitad de la población masculina (53.6%) y una tercera parte de la población femenina (29.3%). En segundo lugar se encuentran los destilados, este grupo de bebidas ha incrementado su mercado significativamente. Son proporcionalmente más consumidas por las mujeres entre quienes hay 1.4 bebedoras de cerveza por cada una de destilados, mientras que en los hombres la diferencia es mayor con 1.9 por cada uno. Casi una tercera parte de la población consume destilados (23.6%) y también en los adolescentes han ganado el mercado con un aumento significativo de consumidores tanto en mujeres como hombres a la fecha. 16 El tercer lugar de preferencia lo ocupan los vinos de mesa con un mercado relativamente pequeño. Hay 6.2 adultos bebedores de cerveza por cada uno de vino; es la bebida de preferencia del 6.6% de la población, con poca diferencia entre hombres y mujeres. Las bebidas preparadas se consumen poco 4.4%, los fermentados mantienen un nivel bajo de consumo, los aguardientes y el alcohol de 96° consumido como bebida alcohólica ha disminuido significativamente. 2.1 TENDENCIAS DE LA EDAD DE INICIO DE ALCOHOL En el 2008 el 49.1% de las personas que consumieron alcohol, mencionó que lo hizo por primera vez a los 17 años o menos, mientras que en 2011 este porcentaje incrementó a 55,2%. Respecto a otros grupos de edad, el 45.7% en 2008 y el 38.9% en 2011 lo iniciaron entre los 18 y 25 años. Solo el 53% en 2008 y el 59% en 2011 consumieron alcohol por primera vez entre los 25 y 65 años. 17 2.2 BUSQUEDA DE AYUDA Y NECESIDADES DE ATENCIÓN EN EL ALCOHOLISMO En términos generales, se observa que el número de gente que asiste a tratamiento se ha incrementado, cerca de 830 mil personas de los y las consumidores de alcohol, han ido a tratamiento, esto es casi 100 mil personas más que las reportadas en el año 2011; en tanto, al considerar solo a quienes cumplen el criterio de posible dependencia de alcohol, el incremento ha sido de casi cuarenta mil personas. El número de mujeres que ha ido a tratamiento es muy bajo en comparación de los hombres. En general los datos indican que quienes asisten a tratamiento, lo hacen principalmente con especialistas o en grupos de autoayuda o ayuda mutua, esto ha incrementado significativamente en los últimos 3 años, mientras que el tratamiento incompleto o parcial ha disminuido. 18 2.3 CONCLUSIONES DE LA ENCUSTA ADICCIONES El objetivo de la encuesta fue de conocer las tendencias del consumo de alcohol para el año 2011. Por ello se utilizaron como indicadores el consumo de alcohol en el último año que es el referente internacional para definir a los bebedores. Se preguntó sobre el consumo por tipo de bebida, bebida de preferencia a aquella que se ha consumido más. Se evaluó la proporción de la población que bebe diario; aquella que reporta haber tenido por lo menos un episodio de consumo alto, es decir, de grandes cantidades de alcohol por ocasión en el último año que se define a partir de 4 copas en las mujeres y 5 en los hombres. 19 NACIONAL DE FACTORES PREDISPONENTES DEL ALCOHOLISMO El alcoholismo activo, médicamente puede definirse como un padecimiento crónico y progresivo, sin cura existente conocida, que implica que el uso de bebidas alcohólicas y, a veces, tranquilizantes menores, a tal grado que interfiere la vida funcional del individuo, en la familia, trabajo, en su salud, legales y emocionales. Por lo tanto el alcohólico es un enfermo. Sin embargo el padecimiento es controlable y puede detenerse. Se ha demostrado que existe una predisposición genética hacia el alcoholismo, situación que se traduce en una susceptibilidad extrema al alcohol, favoreciendo una tremenda necesidad para ingerirlo y solo de esa manera poder hacerle frente a su sufrimiento. Schuckit y Rayses (1979), reportan haber encontrado diferencias metabólicas del alcohol, entre parientes de alcohólicos y sujetos testigos. En los parientes de alcohólicos encontraron niveles elevados de acetaldehído, posterior a la administración moderada de alcohol etílico, entendiéndose como que la presencia de acetaldehído, podría estimular el estado de intoxicación, lo que hace más vulnerables al daño orgánico, por este metabolismo. Freud (1948), dice que el alcoholismo es la consecuencia de intensas influencias orales en la infancia; encontrando en el alcohol una forma de huir de la realidad, obteniendo una gratificación sin relación a la realidad. Menninger (1972), cree que el fundamental componente del trastorno relacionado con el alcohol es un impulso autodestructivo, por lo que considera al alcoholismo una forma de suicidio indirecto y crónico. El alcohólico tiene rasgos de personalidad muy específicos, adquiridos en las etapas de vida afectiva del menor, como la sobreprotección y la falta de afecto 20 pueden incidir en su personalidad de manera desastrosa en su vida adulta. Al cruzarse la bebida en su camino, como una necesidad sedante la toma para sentirse bien, sobre todo cuando percibe que al ingerirlo logra combatir la timidez, proporcionándole alegría y tranquilidad ficticia, así como seguridad y confianza, su debilidad e inferioridad interior lo empuja a buscar la compensación mediante impulsos inconscientes y bebe el alcohol en busca de gratificaciones que le permitan proyectar su agresividad reprimida o desaparecer inhibiciones y ansiedades. Kolb y Knight (1978) coinciden en que el alcohólico por lo general proviene de una familia integrada por madre sobreprotectora, condescendiente y un padre agresivo, frio y poco afectuoso con ella y con los hijos, este es el prototipo que favorece la estructuración del alcohólico, lo que se traduce en una dependencia con ira reprimida, sentimientos de no ser aceptado y falta de afecto, agudizándose el problema si el niño sufrió la ausencia , por muerte de alguno de los padres o de ambos, de igual manera por separación o divorcio. Dollard y Miller (1939), hablan del aprendizaje, argumentan que la ingesta de alcohol produce una disminución temporal del temor y del conflicto, siguiendo una etapa de catástrofe, al dejar de beber, lo que es malo; la conciencia de esto produce la adicción. El resentimiento hacia los padres les genera un sentimiento de culpa y de inferioridad por su pasividad y dependencia, frente a la situación. El alcohólico sufre por los conflictos de su historia familiar, lo que le impide, en la vida adulta, establecer relaciones afectivas y significativas con sus hijos y con las personas que los rodean, por eso se aísla y le resulta imposible integrarse y formar una familia. Adler (1920) habla como causa de este trastorno a los sentimiento de inferioridad, inseguridad y a la necesidad de huir de la realidad, de cómo el abuso de alcohol le ayuda con la sociedad exigente. 21 Schilder (1936) dice que la inseguridad que le crean desde niños, los castigos corporales y la degradación. El alcohol brinda sensación de seguridad y aceptación social, sentimientos que desaparecen cuando termina el efecto de la bebida. 22 EL ALCOHOLISMO, UN SUICIDIO LENTO El alcoholismo es la consecuencia del consumo abusivo del alcohol y que produce una dependencia física tan importante que el organismo no es capaz de vivir sin el alcohol. En casos graves, cuando la persona es privada o se detiene en su consumo de forma brusca , puede entrar en un cuadro, llamado delirium tremens, donde se producen alucinaciones y desorientación y puede llegar a morir, además de otras complicaciones como crisis convulsivas. Independientemente de estas graves consecuencias, el síndrome de abstinencia en cualquier variedad puede provocar la muerte. Por ello, es necesaria la atención medica en caso que una persona con adicción deje el alcohol. CONSECUENCIAS FISICAS -Coma etílico: sucede después de haber bebido mucho, la persona llega a perder el conocimiento con el riesgo de vomitar y ahogarse en su propio vómito, por ello cuando suceda se pondrá siempre a la persona de lado. 23 -Problemas cardiovasculares: aumento de tensión arterial y problemas en el corazón. -Polineuritis: Inflamación de los nervios con dolor. -Cirrosis: Degeneración en el hígado en su capacidad de purificador y creador de factores de la coagulación de la sangre, como consecuencia se producen sangrados masivos. -Pancreatitis -Cáncer de estomago -Cáncer de esófago -Úlcera gástrica -Disfunción sexual en los hombres y mujeres --Síndrome de abstinencia en los bebés de madres que beben durante el embarazo y malformaciones fetales -Envejecimiento prematuro CONSECUENCIAS PSIQUICAS -Lagunas de memoria que no se recuperan -Depresiones 24 -Epilepsia -Delirium tremens -Enfermedades mentales graves como la psicosis -Demencia por el alcohol -Suicidio -Celotipia: La persona se vuelve tan insegura que empieza a Desconfiar de su pareja y a tener celos sin un fundamento real. CONSECUENCIAS SOCIALES -Rechazo de los demás -Despidos de trabajos -Soledad -Ruina económica -Mala higiene -Agresiones y violencia -Cárcel -Separaciones -Accidentes con víctimas mortales y minusválidos de por vida -Maltratos físicos y psicológicos -Dolor a la familia y a uno mismo 25 ALCOHOLISMO, UNA ENFERMEDAD El alcoholismo es una enfermedad, una enfermedad progresiva que nunca puede curarse, pero que como otras enfermedades puede ser “detenida”. Se debe encarar el problema honestamente y estar dispuestos a admitir que se es alérgico al alcohol, y que es de buen sentido común el mantenerse alejado de la fuente de esa alergia. Una vez que una persona ha cruzado la línea invisible que separa al bebedor excesivo del bebedor alcohólico compulsivo, siempre seguirá siendo un alcohólico. Nunca habrá una vuelta al beber normal o social. Una vez que se llega a ser alcohólico se sigue siéndolo siempre, y es éste un hecho con el cual se debe acostumbrar a vivir el enfermo. Existen también pocas alternativas para el alcohólico, si continua bebiendo, su problema se volverá progresivamente peor, llegará con seguridad a lo que se llama “un perdido”, irá a parar a hospitales, cárceles o instituciones, o bien a una temprana muerte. La única alternativa es dejar de beber por completo, abstenerse aún de la más pequeña cantidad de alcohol en cualquier forma que sea. La sobriedad forzada en el enfermo no es una experiencia agradable, logran mantenerse abstemios por un periodo de días, semanas o años, pero les es imposible disfrutar de la sobriedad, les es imposible salir sin un grupo de apoyo, se vuelven irritables, mártires, se les hace imposible vivir y trabajar con otras personas, persisten en el momento en que puedan volver a beber. 26 SUFRIMIENTO Y AUTODESTRUCCION DE UN ENFERMO DE ALCOHOLISMO Los hombres y las mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que produce el alcohol. La sensación es tan elusiva que, aunque admiten lo dañino, no pueden después de algún tiempo discernir la diferencia entre lo verdadero y lo falso. Les parece que su vida alcohólica es la única normal. Están inquietos, irritables y descontentos hasta que no vuelven a experimentar la sensación de tranquilidad y bienestar que les produce inmediatamente el apurar unas cuantas copas – copas que ven a otros tomar con impunidad. Después de haber vuelto a sucumbir al deseo imperioso, pasan por las ya conocidas etapas de la borrachera, emergiendo de ésta lleno de remordimientos y con la firme resolución de no volver a beber. Esto se repite una y otra vez, a menos que la persona pueda experimentar un cambio psíquico completo, hay pocas esperanzas de que se recupere. La clasificación de los alcohólicos es sumamente difícil de detallar, existen por ejemplo; -Psicópata mentalmente desequilibrado- constantemente ésta diciendo que va a dejar de beber para siempre, siente un arrepentimiento exagerado y hace muchas resoluciones pero nunca toma una decisión. -Existe el que no está dispuesto a que no puede beber ni una copa; planea distintas maneras de beber y cambia de maca o de lugar. -Está el que cree que después de un periodo sin beber, puede hacerlo sin peligro. -El maniático-depresivo –este es el que menos pueden comprender sus amigosde este se puede escribir un capitulo completo. 27 - El que es enteramente normal en todos los aspectos, excepto en lo que se refiere al efecto del alcohol que se produce en ello, estos son capaces, inteligentes y amigables. Todos los citados tienen un síntoma en común, no pueden dejar de beber sin que se presente en ellos un deseo imperioso, este fenómeno, puede ser la manifestación de una alergia que distingue a esta gente de los demás que la sitúa en un grupo distinto, no ha sido posible erradicar con ninguno método conocido, el único método conocido es la abstinencia completa. Una enfermedad de esta clase afecta a los que los rodean como no lo hace ningún otro padecimiento humano. Si una persona tiene cáncer, todos sienten pena por ella y nadie se enfada ni se siente molesto, pero no así con el enfermo de alcoholismo, con este mal viene la aniquilación de todas las cosas que valen la pena en la vida; involucra a todas aquellas vidas que están relacionadas en alguna forma con la el paciente, acarrea mal entendimiento, resentimiento, inseguridad, vidas torcidas de niños que no son culpables, esposas y otros parientes apesadumbrados, cualquiera puede aumentar esta lista. El verdadero alcohólico empieza como bebedor moderado, puede o no volverse un bebedor consuetudinario, pero en alguna etapa de su carrera como bebedor, empieza a perder todo el control sobre su consumo de alcohol una vez que empieza a beber, haciendo cosas absurdas, increíbles o trágicas mientras esta bebiendo, pueden ser magnificas personas, pero si un día bebe, se vuelve repugnante, y hasta peligrosamente antisocial, teniendo verdadero talento para embriagarse exactamente en el momento más inoportuno, y particularmente cundo tienen una decisión importante que tomar o un compromiso que cumplir. Con frecuencia es perfectamente sensato y bien equilibrado en todo menos en lo que concierne al alcohol; en este aspecto es egoísta y falto de honradez, posee habilidades y aptitudes especiales. 28 A medida que empeora la cosa, empieza a tomar una combinación de sedante potentes y de licor para aplacar sus nervios y poder vivir una vida según ellos, normal. Pueden llegar al punto de acudir al médico para que le dé morfina o algún otro tipo de sedante para intentar cortar la borrachera poco a poco, posiblemente ingresa a un hospital o sanatorio. Una simple copa, puede significar para ellos un desastre con todos los sufrimientos y humillaciones que lo acompañan, no se sabe por qué el alcohólico reacciona en forma diferente a esa copa de la gente normal, una vez llegando a ese punto es poco lo que se puede hacer por él. Se tiene la certeza de que una vez que una vez que es introducido en su sistema cualquier dosis de alcohol, algo sucede, tanto en el sentido físico como en el mental, que hace prácticamente imposible parar de beber. Para la mayoría de los alcohólicos, por razones que se desconocen, cuando se trata de beber, han perdido su capacidad de elegir. Su llamada fuerza de voluntad se vuelve prácticamente inexistente, siendo incapaces de hacer llegar con suficiente impacto a su conciencia el recuerdo del sufrimiento y humillación de apenas unos días antes, volviéndose indefensos ante la primera copa. Si de una vaga manera ocurren estos pensamientos, son fácilmente suplantados por la vieja y usada idea de que esta vez podrá controlarse como lo hacen los demás, siendo este un completo fracaso. Cuando esa manera de pensar se establece plenamente en un individuo con tendencias alcohólicas, se ha colocado fuera del alcance de la ayuda humana y, a menos que se le encierre, puede morirse o volverse loco para siempre, la mayoría se encuentra en estado remiso a admitir que es alcohólico, no les agrada pensar que son física y mentalmente diferente a sus semejantes, la idea de que de alguna forma, algún día llegaran a controlar su 29 manera de beber es su gran obsesión, la persistencia de esta ilusión es sorprendente, incluso la persiguen hasta la puerta de la locura o la muerte. El enfermo de alcoholismo inclusive puede convencerse de que padece una enfermedad progresiva, que después de cierto tiempo empeora y puede no mejorar nunca. Algunos de los métodos utilizados por los bebedores son; beber únicamente cerveza, limitar el número de copas, nunca beber solo, no beber por las mañanas, beber solamente en casa, nunca tener bebida en casa, no beber durante horas de trabajo, beber solamente en fiestas, cambiar licor fuerte por otro, beber solamente vinos naturales, jurar con solemnidad, hacer más ejercicio físico, leer libros conducentes a la inspiración, ir a fincas de salud y sanatorios, aceptar voluntariamente ser internados, etc. Una vez alcohólico, alcohólico para siempre, para estar gravemente afectado no es necesario que haya estado bebiendo durante mucho tiempo, esto es particularmente cierto en las mujeres, las potencialmente alcohólicas a veces se vuelven verdaderamente tales, y en unos cuantos años su caso se encuentra en estado muy avanzado. Ciertas bebedoras que se sentían gravemente ofendidas si se les llamara alcohólicas, se sorprenden de su incapacidad de beber. Para el enfermo de alcoholismo la primera copa es tan absurda e incomprensible como saltar frente a un vehículo a toda velocidad, por muy inteligentes que demuestren ser en otros aspectos, en lo que concierne al alcohol se vuelven extrañamente dementes. 30 1. FRENTE A UN SUICIDIO O MUERTE REPENTINA El suicidio es una realidad trágica del alcoholismo, el dolor de convivir con una adicción puede convertirse en algo intolerable, para los que eligen este camino, la decisión puede parecerles la única salida a su sufrimiento. De la misma manera muchos alcohólicos mueren de repente e inesperadamente por problemas de salud desconocidos o imprevistos, o por accidentes debido al alcohol, para el familiar cargar con una carga de un suicidio representa una carga en particular, se puede vacilar entre culpar al alcohólico o a uno mismo, sin poder dejar de sentir que la muerte del ser querido podía haberse evitado, aunque se trate de analizar el porqué de la muerte del ser querido, no es seguro que se pueda comprender plenamente y seguir afectándoles después de su muerte, llenándoles de remordimiento o resentimiento. 1.1 SUICIDIO CRÓNICO El Dr. Karl Menninger, en su personal clasificación del suicidio, pone varios tipos de conductas auto agresivas a las que llama Suicidio Crónico, llamándole así a los que la idea de matarse les parece repugnante, pero que escogen un estilo de vida de lenta destrucción, niegan la existencia del deseo suicida, afirmando que su conducta autodestructiva se debe únicamente a la necesidad de hacer más tolerable la vida para ellos mismos, siendo el prototipo de la muerte lenta, tiene un estilo de vida que da la impresión que pospone el morir a costa de grandes sufrimientos, que conllevan, necesariamente, el deterioro de muchas funciones vitales, se destruye a sí mismo, en un grado mayor o menor al autoimponerse tantos riesgos en contra de su cuerpo. 31 1.2 SUICIDIO CRÓNICO EN EL ALCOHOLISMO El alcoholismo está considerado como un suicidio crónico, ya que el enfermo atenta contra su vida de una manera indirecta: comienza a beber por placer y termina haciéndolo por compulsión, no lo hace por matarse conscientemente, aunque bien sabe que alcoholizado puede accidentarse de manera fatal, o que simplemente, se está exponiendo a una Muerte social: cárcel por homicidio involuntario, o repudio de la sociedad dentro de la cual vive, pudiendo ser abandonado por su propia familia. Es probable que beba para “poder vivir”, a pesar de todos los problemas que lo agobian, olvidarse de ellos, descansar un poco de las presiones, etc. Se trata de una enfermedad que, por lo menos hasta ahora es incurable, se vive como una compulsión. Un impulso irresistible por el cual el individuo tiene que beber, tiene que intoxicarse con una excesiva ingesta de alcohol, aunque con esto y bien sabido por el enfermo, pierda, o al menos ponga en peligro el perder, su trabajo, su familia, su patrimonio, la vida de otros y más, se trata de una vida sufrida como infortunio y fatalidad, porque todo alcohólico, sobre todos los activos, tarde o temprano se enfrentan a depresiones, culpas, aislamiento, abandono y desesperanza. El alcoholismo es una forma de autodestrucción, eficaz ciertamente, que emplea el adicto para evitar otra conducta más destructiva y que, según Menninger, es fruto de elementos de agresividad, aunado a una búsqueda de castigo por sentimientos de culpa, que nacen por la agresión que vive el alcohólico. La autodestrucción se vive a pesar de y, al mismo tiempo, por medio de, el plan que se emplea para evitar el suicidio. 32 1.3 SUICIDIO PATOLOGICO De igual manera pueden cometer suicidio patológico, el enfermo tiene conductas autodestructivas directas que ponen en peligro la propia vida, con lo que se refiere a que realizan actos con la intención de matarse debido a su estado, como darse un tiro, ahorcarse o arrojarse al vacío, etc. De la misma manera están las conductas Autodestructivas Indirectas que ponen de igual manera en peligro su vida, como manejar un automóvil en estado inconveniente, meterse al mar de la misma manera, entre muchas otras. En las que no se busca la muerte, sino el placer de sentir las sensaciones propias, sabiendo sin embargo el riesgo que está corriendo. El enfermo de alcoholismo al estar alcoholizado siente que sus problemas aumentan y el stress se torna inaguantable, condiciones ambas que los llevan a pensar en el suicidio. Estudios recientes han demostrado que el abuso de sustancias alcohólicas, más si están cursando una depresión profunda, lleva, casi por necesidad, a la autodestrucción total e irreversible. 33 EL ALCOHOLISMO EN LA MUJER La mayoría dela gente relaciona el problema del alcoholismo con concepciones de moral, vicio o de alguna manera con una subcondición que coloca al alcohólico o a la alcohólica ante la crítica y el desprecio implacable de aquéllos que no entienden ni pueden aceptar una manera incontrolable de ingerir alcohol (incluyendo al mismo alcohólico) o ante la lastima, el dolor y la impotencia de aquellos seres que rodean a quienes padecen una enfermedad. Para la mujer, tal problema se complica aún más, porque ser alcohólica según el criterio común es ser una “mujer perdida”, “mujer sin virtudes y sin moral”, “mujer ruin”; situación está que si el varón alcohólico es grave, en la mujer toma dimensiones insospechadas. De acuerdo a la experiencia de muchos alcohólicos, en sobriedad, el alcoholismo tiene entre sus características más desconcertantes, el hecho de que, conforme va avanzando la enfermedad, en la medida que es más difícil aceptar que se está enfermo; se le podrán hacer mil estudios y pruebas y debido a que el alcoholismo es una enfermedad mental, es mucho más probable de que se convenza de que es un alcohólico. La mujer alcohólica no escapa a esta situación, originada por la trampa mental colocada por ella misma, sin embargo, existen otras circunstancias que complican ese cuadro desolador y están a cargo de familiares y allegados a la mujer alcohólica. Por regla general, los familiares tratan a toda consta de ocultar todo indicio que pudiera indicar a la gente de afuera que existe un problema de alcoholismo femenino en la casa. De esta manera, los familiares se vuelven cómplices en el afán, que ya de por si existe como tendencia innata en la alcohólica, de ocultar por todos los medios su adicción por el alcohol. 34 Cuando esporádicamente la mujer alcohólica desea hacer un esfuerzo para enfrentar su situación, enseguida es neutralizada, por la gente que la rodea. Otro caso común es aquél en que la familia la rechaza como una degenerada e inclusive se le corre de la casa, sucediendo esto con mayor frecuencia en lo que se llama clase media y baja. En sus estados más avanzados, desciende a beber abiertamente ya sea en centros nocturnos, fiestas, bares, restaurantes, tabernas, automóviles, según la capacidad de sus bolsillos, finalmente pueden llegar a convertirse en lo que se llama “teporochas”. El problema de la mujer alcohólica tiene características especiales. Aún antes de convertirse en alcohólica, se encuentra ya en una posición diferente a la del hombre alcohólico. La Sociedad espera compostura de una mujer; luego si bebe, deberá saber cómo arreglárselas. Frecuentemente se escucha la frase “A nadie le gusta ver una mujer borracha” a nadie le gusta tal espectáculo. Muchas de las mujeres beben en privado, y así proyectan al mundo una imagen acosada de dolores de cabeza y nauseas, que paulatinamente la llevarán a una invalidez crónica. La mujer es víctima de sus propios esfuerzos por engañar a los demás y ello se debe a la actitud mental de ver su enfermedad como un estigma, al negarse a aceptar su enfermedad se busca ellas mismas un amargo final de la locura o de la muerte. 35 1. ALCOHOLISMO UNA ENFERMEDAD DE LOS SENTIMIENTOS La dependencia de bebidas alcohólicas también puede ser llamada “La enfermedad de los sentimientos”. El Dr. Vernon E. Jonson, fundador del Instituto Johnson, ha hecho mucho por explicar la enfermedad en un nivel emocional. La describe en términos de un avance en cuatro fases. 1.1 FASE UNO: A prende los cambios en estado de ánimo Una persona es introducida al alcohol y descubre que tiene el poder de producir un cambio en un estado de ánimo. Este se experimenta como positivo, divertido y remunerador. No hay dolor, costo emocional o consecuencias desagradables asociadas al uso. La persona comienza a confiar en el alcohol. Aprende que es confiable y rápido, funciona siempre, también aprende que es posible controlar el grado de variación del estado de ánimo, dependiendo de la cantidad que se utilice. (“Una bebida me hace sentir bien; entonces dos o tres me harán sentir mejor”). Cuando la euforia se agota, y esto es importante, la persona regresa a sus sentimientos normales. 1.2 FASE DOS: Busca la variación en el estado de ánimo Ahora la persona aplica a las situaciones sociales lo que aprendió de la primera fase: fiestas, entretener a sus amigos, almuerzos de negocios, celebraciones. Ya pasó del aprender cómo utilizar el alcohol y armar una relación con el alcohol. 36 La persona comienza a establecer algunas reglas auto-impuestas para regir el uso de la bebida. Por ejemplo: “sólo beberé dos o tres tragos cada vez”. Durante esta etapa, la persona comienza a pagar un precio por el uso del alcohol: crudas, una cabeza nebulosa, el sentimiento de no estar controlando las cosas. Esto pasa. La persona desea pagar ese precio y repetir la conducta que lleva a él. Comienza a anticipar el uso y quizá desarrolle un ritual regular de uso, (“sólo un trago antes de cenar”). Una vez más, como en la primera fase, la persona puede, y de hecho regresa, a sus sentimientos y vida normales después de que la euforia termina. La mayoría de los llamados bebedores sociales permanecen en la fase dos, al igual que muchos que lo usan mal y abusan. El punto es que aún pueden elegir y controlar el uso. 1.3 FASE TRES: Dependencia dañina Esta fase marca la presencia de la enfermedad de la dependencia al alcohol. Nadie sabe porque unas personas avanzan hacia ella y otras no. Sin embargo, se sabe lo que ocurre cuando lo hacen. La persona comienza a sufrir pérdidas en su vida directamente relacionadas con el uso del alcohol. Estas pérdidas ocurren en todos los niveles: emocional, mental, físico, económico o financiero. Pueden ser observadas en los cambios de conducta que ocurren y en el sistema de engaños que se desarrolla. 37 Los cambios de conducta incluyen una preocupación más intensa por el alcohol; una creciente rigidez en torno a los rituales de uso; un aumento en la tolerancia, una mayor inocencia en la obtención y uso y una violación repetida de las reglas auto-impuestas. El sistema de engaños que desarrolla está compuesto por un conjunto poderoso de defensas psicológicas (negación, racionalización, proyección y reducción al mínimo), más distorsiones de memoria (represión, lagunas mentales y recuerdos eufóricos) que se combinan para impedir que el dependiente de la sustancia experimenta de manera consciente el dolor que está sufriendo. El sistema de defensas es el resultado de los altos costos emocionales que supone el uso durante esta fase: sentimientos dolorosos de remordimiento, culpa, vergüenza, ira, dolor, ansiedad que flota libremente, ira consigo mismo y a la larga desesperación y pensamientos de suicidio. Debido a que nadie desea vivir con tal dolor todos los días, las defensas psicológicas llegan al rescate. Negación (“no tengo problemas con el alcohol”), racionalización (“si me dejas solo dejaré de beber.. es tu culpa”) y minimización (“sólo me tome un par de cervezas). Estas defensas encierran el dolor del interior; el uso continuo de la bebida le mantiene y proporciona el único alivio. Las personas comienzan a experimentar distorsiones de memoria mediante perdidas de conciencia incluidas por la bebida, represión inducida psicológicamente y recuerdos eufóricos (“ ¿Qué quieres decir, que yo estaba borracho anoche? ¡Estaba bien!). Literalmente estas distorsiones de los recuerdos destruyen la capacidad de la persona de recordar lo que ocurrió durante cualquier episodio determinado de la bebida. 38 Por último, los miembros de la familia, amigos y patrones se vuelven permisores que apoyan el sistema de engaños del dependiente de sustancias químicas al reaccionar ante la conducta de la persona en formas que le impiden experimentar su propio dolor. La persona pierde el contacto con la realidad en dos formas. El sistema de engaños le impide reconocer o darse cuenta de lo que está ocurriendo y también lo hacen los permisores que lo rodean. Esta es la etapa media de la adicción. 1.4 FASE CUATRO: Bebe para sentirse normal La persona en la fase cuatro utiliza el alcohol para sentirse normal, lo que él recuerda como normal. El deterioro continúa en todas las áreas de su vida. El alivio, cuando se encuentra, es temporal. El dolor emocional es abrumador. Ocurren pensamientos de suicidio y pudiera haber intentos reales. Esta etapa es la última de la adicción. A menos que haya una intervención, la persona morirá de forma prematura. Se trata de un escenario terrible y horriblemente inevitable. Y no sólo es el adicto quien sufre. Las personas en torno al dependiente, familia, amigos, colaboradores; también son vulnerables a los efectos de la enfermedad. Estar en una relación con un enfermo puede dejar a los de su alrededor furiosos, avergonzados, heridos, temerosos, incierto y solos. 39 Para protegerse de estos sentimientos, se deben de esforzar por lograr la perfección, tratar de controlar el uso que haga esta persona del alcohol o bien encubrir sus sentimientos con apatía y fingiendo no preocuparse. Quizá el familiar esté tan atrapado en la preocupación por el adicto que se olvida de sus necesidades, su autoestima se desplomará. Se deprimirá o desarrollará varias enfermedades relacionadas con el estrés. Quizá comience también a utilizar sustancias como medio de escape. Ciertamente, las personas de su entorno sentirán alguna sensación de culpa, ya sea porque se siente impotente para ayudar o cree que está ahí para culpar, (imagínese la culpa de que los parientes y hermanos sienten cuando un adolescente se suicida). En otras palabras, existen al menos dos personas que pueden beneficiarse en gran medida de que se intervenga con un adolescente que está ingiriendo alcohol, el propio adolescente y su entorno. 40 ALCOHOLISMO Y LA NEGACIÓN ALCOHOLISMO “Un carrusel llamado negación” El alcoholismo es un trágico drama de tres actos en el que toman parte tres personajes: el bebedor y su familia, los amigos, los compañeros de trabajo y hasta los consejeros, son quienes pueden contribuir a mantener girando el carrusel. En el alcoholismo rara vez aparece una persona sin que afecte a otras; es extraño que continúe aislado a los demás. Una persona bebe mucho y se emborracha, los demás reaccionan contra la borrachera y sus consecuencias. El bebedor responde a esta acción y vuelve a beber. Esto establece un carrusel de culpa y negación, semejante a un espiral hacia abajo, lo cual caracteriza al alcoholismo. El alcohólico siente y piensa que nadie puede decirle a él lo que debe o no hacer. Esto hace sumamente difícil a la familia hablar sobre la bebida o los resultados, aun cuando es indiscutible que la bebida está causando serios problemas, el enfermo simplemente no los discutirá. La conversación es como una calle de una sola vía, nadie parece oír lo que los otros están diciendo, Ambas partes dicen una cosa, sin embargo hacen otra. La palabra clave del alcoholismo es la “Negación”, una y otra vez el enfermo no hace lo que dice, o niegan lo que han hecho. La primera parte de la negación es ocultar la cantidad que se bebe, esto demuestra que él sabe que está bebiendo demasiado. Negaciones repetidas como el esconder la botella y el beber sólo, revela cuán importante se ha convertido el alcohol para sentirse mejor. 41 Después de uno o dos tragos ya no puede parar de beber, observándose profundos cambios en el enfermo, revelando una sensación de triunfo, bienestar y autosuficiencia, se siente en la cúspide del mundo, ahora él está en lo cierto y los demás equivocados. En el alcohólico no hay una manera uniforme de actuar cuando está intoxicado, pero cualquiera que sea no es racional ni sensible, sino irresponsable. Ignora todas las reglas de conducta social, a veces hasta un grado criminal, de lo cual un ejemplo claro es manejar un automóvil. Después de un tiempo, el enfermo crea crisis, se mete en problemas y termina en un completo caos, el enfermo es una persona dependiente, que se comporta como si en realidad fuera independiente, siendo que con sus frecuentes borracheras se vuelva más dependiente de los demás. Cuando su auto creada crisis estalla, el enfermo espera que alguien lo saque de su apuro, espera que los demás hagan algo por él. El alcohol que en un principio le dio una sensación de triunfo e independencia, ahora se ha quitado la máscara y revela al niño indefenso y dependiente que es. El propiciador es aquel allegado que impulsado por la culpabilidad y por su propia ansiedad siente el deseo de rescatar a su amigo o familiar enfermo de alcoholismo, desea salvarle de su crisis inmediata y así aliviarle la intolerable tensión creada por su situación. Realmente esta persona puede estar satisfaciendo su auto necesidad más que la del enfermo, aunque no se dé cuenta de ello. El propiciador puede ser un familiar, amigo, un médico, abogado o trabajadores sociales, quiénes han tenido poca o ninguna de las instrucciones científicas sobre alcohol y alcoholismo, lo cual es esencial para esa clase de consejo especializado, esto le impide al enfermo el proceso de aprendizaje por medio de enmendar sus 42 propios errores, y se le acondiciona para hacerle creer que siempre habrá un protector que vendrá en su ayuda, aunque muchas veces estos insisten en que no volverán a ayudar, siempre lo harán de una forma u otra. Estas operaciones de rescate pueden ser tan compulsivas como la bebida. La víctima es la persona que se hace responsable de hacer el trabajo del alcohólico, si este se ausenta o no se encuentra en condiciones de hacerse responsable de sus cosas, de igual manera le ayuda a realizarlas cuando sufre el malestar posterior a las borracheras. La protección humana es una reacción perfectamente normal; siempre existe la esperanza que esta sea la última vez. El enfermo se vuelve completamente dependiente de esta repetida protección y encubrimiento por parte de la víctima; de otra forma no podría continuar bebiendo de esa manera, se vería forzado a dejar la bebida, en este caso la víctima es quien propicia que el enfermo siga bebiendo irresponsablemente. El provocador, casi siempre es el conyugue, el padre, la madre, o la persona con quién el enfermo vive. Por lo general es la esposa o la madre, es la que se siente lastimada y dolida por los repetidos episodios de borracheras, pero mantiene la unidad familiar a pesar de todos los problemas causados por la bebida. En cambio, alimenta con su amargura, resentimiento, temor y dolor la vida conyuga; por consiguiente se convierte en la verdadera fuente de provocación. Controla, trata de forzar los cambios que desea, se sacrifica, se acomoda, nunca desiste de su empeño, nunca cede; pero sobretodo nunca olvida. La actitud del enfermo es que sus fallas deben de ser aceptadas, pero su pareja no debe fallar nunca. El actúa con completa independencia e insiste en que hará lo que le parezca, pero espera que ella haga exactamente lo que él dice que haga, o que no haga. 43 Existe el enfermo de alcoholismo que adquiere la negación adoptando una actitud de absoluto silencio y se rehúsa discutir nada concerniente a su enfermedad, la razón es que les resulta doloroso recordar. El problema verdadero es que el enfermo de alcoholismo está bien consciente de su enfermedad, pero la niega con tanta vehemencia. No hay forma fácil de detener el carrusel ya que puede ser más doloroso el detenerlo que mantenerlo girando. 44 TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DEL ALCOHOLISMO Cuando una persona alcohólica deja de beber, los síntomas de supresión inician dentro de las seis y cuarenta y ocho horas, alcanzando su apogeo cerca de las 24 y 35 horas, después de la última bebida. Durante este periodo la inhibición de la actividad cerebral causada por el alcohol se revierte bruscamente. Se incrementa la producción de las hormonas del estrés, sobrexcitando el sistema nervioso central. Al ser hospitalizados los pacientes deberán ser ampliamente explorados para descartar cualquier afección médica y deberán de ser tratados de cualquier problema como de hipertensión y trastornos cardiacos. Lo primero será tratar de calmar al enfermo, ayudado con ansiolíticos, evitando la presentación de delirio tremens, acompañado de hidratación en cantidades adecuadas. Es aconsejable aplicar por vía intravenosa complejo B con el fin de prevenir el síndrome de Wernicke-Korsakoff, que se presenta por falta de esta vitamina y puede causar daño cerebral en las partes bajas del cerebro, la psicosis de Korsakoff resulta del daño permanente a zonas del cerebro involucradas con la memoria, pudiendo progresar a coma o muerte, deberán estar en observación hasta su recuperación, para determinar la gravedad del caso. En casos de síntomas de supresión leve a moderada, que en general lo presentan el 95% de los enfermos, se manifiestan por agitación, temblores y falta de apetito, un 15 a 20% presentan crisis convulsivas, alucinaciones. Una vez examinado puede ser manejado ambulatoriamente, proporcionándole medicación para continuar su manejo intradomiciliario. Es importante que un familiar cercano se encuentre a su lado durante esta fase etílica. Cerca de un 5% de los pacientes alcohólicos presentan el delirium tremens, mismo que se desarrolla cuatro o cinco días después de la última bebida. 45 Se presentan fiebre,. Taquicardia, hiper o hipotensión, agresividad, alucinaciones y otros síntomas mentales, este cuadro puede acompañarse de crisis convulsivas, que deberán ser controladas inmediatamente con medicamentos. Su manejo es a base de hidratación, ansiolíticos hasta lograr estabilizar su condición física. Estos cuadros se conocen como borrachera seca, situación que no por el hecho de suspender la bebida, habla de un cambio favorable en su actitud o conducta. A pesar de que su vida es una pesadilla, el alcohólico sigue atribuyendo su desgracia acircunstancias ajenas a él, lo que implica un estado de ánimo y comportamiento que no son buenos para el bienestar del enfermo. El síndrome de abstinencia tiene los siguientes síntomas: Conducta de grandiosidad- La manifiesta por falta de percepción interior y una actitud de presunción, que lo llevan a asumir actitudes ridículas y a ser cruel con los que lo rodean. Enjuiciamiento Rígido- Hace juicios de sí mismo y de los demás, esto prueba lo irreal de su conducta que traduce autoestima baja y sentimientos de culpa. Impaciencia- Desea satisfacción inmediata y de no lograrla, reacciona con indignación o depresión. Conductas infantiles- Es común que llegue al aburrimiento, se distrae con facilidad y suele ser desorganizado, tiene cambios de estado de ánimo y suele estar insatisfecho con la vida. Incomodidad- Los malestares de su vida pasada lo acosan y causan incomodidad, tratan de perseverar su autoestima sin éxito, de la misma manera evita encontrar dentro de sí mismo los impulsos que gobiernan su conducta. 46 Negación- El alcohólico niega la realidad de su problema y trata de convencerse a sí mismo que él está en lo correcto, sin embargo no tiene éxito en su autoengaño, porque reconoce en el sentimientos, deseos, impulsos y recuerdos que son inaceptables, provocándole conflictos entre lo que percibe como verdad en sus sentimientos, impulsos y deseos. Es prácticamente imposible que la familia pueda proporcionarle al enfermo una situación en la que sea capaz de lograr una evaluación realista de sí mismo, únicamente la ayuda de grupos de apoyo es recomendable, la mejor opción es Alcohólicos Anónimos. 47 ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS ORIGENES Alcohólicos anónimos tuvo su comienzo en 1935, en Akron Ohio, como resultado de Bill W. agente de bolsa de Nueva York y el Dr. Bob S. un cirujano de esa ciudad. Ambos alcohólicos desahuciados. Sin conocerse, habían tenido contacto con el Grupo Oxford, sociedad compuesta por gente no alcohólica que recalcaba la aplicación de valores espirituales en su vida diaria. Con ellos Bill había logrado su sobriedad, trabajando con alcohólicos, en cambio el Dr. Bob no lo había logrado por falta de apoyo. Cuando se conocen en el año de 1935, se produce un efecto inmediato, encontrarse cara a cara con un compañero que había dejado de beber significó mucho para el Dr. Bill recalcaba que el alcoholismo es una enfermedad de la mente, de las emociones y del cuerpo, esto se lo comunicó al Dr William D. Silkworth, del hospital Towns de Nueva York, en dónde Bill había ingresado varias veces. Las ideas de Bill convencieron a Bob, logrando pronto su sobriedad. Bill y Bob comenzaron a trabajar con alcohólicos confinados en el Hospital Municipal de Akron, con su esfuerzo, un paciente logró la sobriedad. Aunque todavía no se llamaban Alcohólicos Anónimos, estos tres hombres constituyeron el primer grupo de AA. 48 AL-ANON, simultáneamente fue creada en 1952, en la ciudad de Nueva York por Lois W., esposa de uno de los fundadores de AA y Anne B. los grupos de Alateen se organizaron en el año de 1957, grupos independientes a AA, ambos utilizan los DOCE Pasos de AA, para su recuperación y celebran sus encuentros de modo muy similar. SOLO POR HOY ALCOHOLISMO FAMILIAR EL ALCOHOL DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL SISTEMA FAMILIAR El alcohol y sus efectos en la familia han estado presentes en toda la historia de la humanidad, ya sea en celebraciones como fiestas o instrumentos de curación, o cómo generador insano, como instrumento de desintegración familiar y maltrato, violencia o agresión cuando ya el enfermo no puede controlar la bebida. Los familiares que sufren con un alcohólico creen que el exterior del enfermo es tan anormal como su mente, su manera de comportarse como resultado de sus pensamientos negativos. La familia es desprendida de sus propios ideales, de sus sueños y se deja llevar por el sentimiento de culpa, que la conduce a salvar al enfermo alcohólico, en un abnegado papel de redentor, cae en mentiras para proteger a su ser amado, a su familia, su reputación y orgullo, otras veces no les importa herir, huir o caen en crisis de histeria ante la frustración de no poder cambiar su contexto familiar. 49 Desde el punto de vista popular, en un matrimonio en el que uno de los miembros tiene dependencia del alcohol, el cónyuge no alcohólico es solamente víctima y no participa de modo alguno en el proceso del deterioro familiar, dejando la responsabilidad emocional y social al bebedor problema. En contraposición a esta opinión, se sabe de cónyuges de alcohólicos que participan en un grupo de ayuda, quienes son o han sido individuos con algún tipo de alteración emocional, la cual se manifiesta, por un bajo nivel de autoestima, en inseguridad, una necesidad manifiesta de ser protegida (o), o bien como crisis frecuentes de ansiedad y depresión, entre otros estados. De este modo, la condición de salud y estabilidad que el núcleo familiar debería proveer resulta precaria, dado que ninguno de los integrantes de la pareja (es decir, los padres) están en condiciones emocionales de ayudar a los hijos a desarrollarse psicológicamente. Uno por dependencia al alcohol y el otro por las posibles dificultades emocionales mencionadas. En el proceso de estructuración de la familia, independientemente de la etapa en que se encuentre el padecimiento alcohólico, es frecuente que sus integrantes experimenten la necesidad de negar o esconder el hecho de que alguno de sus elementos bebe en exceso y, más aún, de que existen conflictos intrafamiliares agravados por el consumo excesivo de alcohol. Cualquier sistema emocional, (familia, pareja, padre-madre, hijo-hija) sometido a tensión extrema, utiliza la triangulación como mecanismo protector contra la ansiedad. Este tipo de mecanismo es disfuncional porque genera estabilidad a través de la diversificación del conflicto, más que la resolución del mismo. La triangulación puede establecerse en el seno de la organización familiar, o bien con elementos externos como relaciones extramaritales, el trabajo absorbente, la televisión, algún deporte, el uso de drogas, alcohol, etc. 50 Con el tiempo y la repetición del mecanismo triangular, la conducta se convierte en un patrón disfuncional crónico, evitándose de manera permanente la solución de los problemas emocionales. 51 LA FENOMENOLOGIA DEL ALCOHOLISMO Según el criterio popular, el alcohólico es un individuo irresponsable, físicamente deteriorado y sin recursos psicológicos para solucionar de alguna manera sus problemas. Esta concepción es real cuando el sujeto alcanza la fase terminal del padecimiento. El alcoholismo es considerado como un proceso patológico de etiología múltiple, síntomas específicos, curso atípico y pronóstico predecible. La familia puede organizarse alrededor del alcohol. Lo que hace único al sistema familiar alcohólico, no es la gravedad de la problemática psicosociológica o la falta de flexibilidad de esta, sino la oscilación entre un tipo específico de comportamiento (estado de sobriedad-responsabilidad, ternura, cercanía afectiva) y en otro extremo, lo contrario, o sea una conducta, igualmente especifica pero polarizada (estado de ebriedad-irresponsabilidad, agresión, violencia, lejanía afectiva). En algunos casos, sin embargo la persona embriagada es más amable o tierna, y este es el único estado en el que se puede acercar emocionalmente a su pareja o a sus hijos mientras que cuando esta sobria es distante, irritable o violenta. En ambos casos se trata de polaridades en las que el alcohol modifica sustancialmente la conducta de la persona. La idea de que el alcohólico es “vago, bueno para nada”, y su conyugue “inmadura y masoquista”, ha sido descartada ya de la concepción moderna de la dinámica familiar en las familias con un miembro alcohólico. En el sistema familiar alcohólico, la ingesta de etanol se mantiene por el comportamiento de todos los integrantes de la familia, que con frecuencia reflejan patrones conductuales provenientes de las familias de origen de uno o de ambos cónyuges. 52 En el seno de una familia en donde uno o ambos padres beben en exceso, esto es, que periódicamente se manifiestan como sintomáticos, la ingestión de alcohol puede considerarse como un mecanismo estabilizador del sistema. De esta manera, cualquier intento directo de mejorar la comunicación entre los integrantes de la familia acentúa la disfunción y agrava el síntoma-enfermedad. Dentro de la familia del alcohólico no es quien no bebe el que posee el poder, los conyugues establecen una lucha constante y encarnizada por obtener el control, que pasa del victimario, cuando esta alcoholizado, a la víctima cuando esta sobrio. En este tipo de sistema disfuncional, la individualidad está mal diferenciada y solo cuando uno de los integrantes de la pareja decide centrarse en sí mismo y se avoca a resolver sus propios conflictos, puede iniciarse la desactivación del síntoma. En el sistema familia alcohólico es factible desconectar el síntoma, enfocando la terapéutica en el cónyuge no alcohólico y conduciéndolo a centrar su atención en sí mismo. En sistemas donde los limites individuales no estén definidos, es frecuente que el cónyuge no alcohólico presente, por ejemplo, una crisis depresiva de gravedad variable originada por el sentimiento de culpa que nace del “atreverse” a enfrentar las reglas sociales, familiares y religiosas del juego. La reacción depresiva puede interferir con la decisión de centrarse en sí mismo y disminuir el comportamiento reactivo, que fluctúa entre la punición y sobreprotección (punición al hacerle recriminaciones o dejar de hablarle a la persona alcohólica cuando esta está sobria, y sobreprotección cuando esta intoxicada, para tratar de salvarla). El cónyuge no alcohólico experimenta profunda auto devaluación, con necesidad extrema de establecer nexos de dependencia y, al mismo tiempo, con muy pobre impulso vital, a mayor interés del cónyuge no alcohólico en sí mismo, mayor es la posibilidad de que el alcohólico controle la ingesta de bebida y mantenga la 53 sobriedad; y que a mayor interés y esfuerzo del cónyuge por conservar al alcohólico sobrio, mayor la posibilidad de fracaso. Esto confirma que no es solamente el bebedor quién funciona manteniendo el vínculo de dependencia (con el alcohol), sino que el cónyuge no alcohólico experimenta la misma necesidad emocional y conductual. A este fenómeno de eco se le conoce con el nombre de codependencia y, para estar presente en la familia, debe necesariamente existir una relación de intimidad con alguien que padezca un síndrome de dependencia química. 54 LA PERDIDA COMO PARTE DE LA ENFERMEDAD FAMILIAR DEL ALCOHOLISMO. El alcoholismo es una enfermedad que causa muchas pérdidas a los familiares y amigos de los alcohólicos. Estas pérdidas afectan en muchos sentidos y se sufren durante mucho tiempo, convivan o no con un alcohólico activo. Muchas veces el familiar del enfermo dice o piensa “¿Qué he hecho para merecer esto?” Envueltos en una nube de alcoholismo, es fácil perder los sueños de una vida familiar feliz y la esperanza de que el alcohólico se recupere, después de un tiempo, se tiende a perder la perspectiva de como el alcoholismo afecta sus relaciones y su calidad de vida. El dolor que acompaña al alcoholismo tal vez no se vea como algo tan evidente de considerar. Convivir a diario con el alcoholismo afecta su dignidad y el respeto de quien los rodea, el familiar recuerda todos los días que su vida es distinta a lo que esperaba o a la que quería que fuera. Pronto la confianza y la intimidad empieza a erosionarse y se comienza a deteriorar su relación con el alcohólico. A lo largo del tiempo, el cúmulo de pérdidas puede hacerlos pagar un precio muy alto. Los que crecen en hogares alcohólicos lamentan su niñez, sus recuerdos penosos del pasado los agobian de dolor. En la niñez cualquier cambio puede desencadenar sentimientos de pérdida. “Quería que todo siguiera igual, no aceptaba cambios sino que los resentía, Hablaba sobre como solían ser las cosas; anhelaba mis antiguas casas, juguetes, animales y momentos de diversión” 55 Aún los recuerdos de escenas familiares agradables pueden desencadenar tristeza, ya que la consciencia de que no duraran a menudo oscurece dichos momentos. Generalmente sienten una tristeza profunda que con frecuencia no pueden describir. Cuando se comienza a comprender cómo el alcoholismo afecta sus vidas, no siempre se reconocen por completo los sufrimientos de dolor y pérdida, la familia reduce al mínimo o niegan el dolor diciendo “podría estar peor, por lo menos no está muerta”, es cierto que las cosas podrían ser peores peo, sin duda, son suficientemente difíciles tal como son. El familiar empieza a sentir que está en duelo o confuso por un surgimiento repentino de emociones, poder aceptar e identificar sus pérdidas es un primer paso vital para encarar al dolor. Un familiar de un enfermo de alcoholismo comenta lo siguiente, “Antes de ir a un grupo de apoyo y recuperarme solía pensar que sentíamos dolor sólo cuando moría alguien, en el grupo de apoyo aprendí acerca del dolor en relación con el alcoholismo. Todo empezó a adquirir sentido al comprender que gran parte de mi tristeza irá y sentimientos confusos eran señales de dolor. Estaba perdiendo una batalla por controlar al alcohólico que forma parte de mi vida. Al final advertí que estaba en duelo una parte importante de mi vida, sin poder identificarlo. Me pareció que reconocer el dolor me brindaba dignidad. Por fin comprendí lo que me ocurría.” 56 SINTOMAS FISICOS, EMOCIONALES Y ESPIRITUALES DEL DOLOR La convivencia con la enfermedad dela alcoholismo afecta física, emocional y espiritualmente. Se puede describir el sufrimiento del duelo como algo que nunca se ha sentido antes. Pese a que se puede experimentar algún síntoma similar, el dolor afecta de manera distinta. Para algunos la vida se paraliza mientras que otros pueden continuar sus actividades habituales. Un temor que le abruma a los familiares es, sentirse para siempre así y no recuperarse. El dolor agota, hace perder el sueño o dificulta a la persona a levantarse, se olvidan de comer o comen en exceso, posiblemente no le den ganas de bañarse, ni de trabajar, ni de hacer la comida. El dolor es imprevisible, se sienten tristes en un momento dado y de inmediato enfadado o confundidos, en momentos de soledad no pueden dejar de llorar, un día pueden levantarse con cierto sentimiento de alivio y al día siguiente están deprimidos. El temor, la confusión y la falta de concentración pueden acompañarlos durante meses. La depresión y la angustia son también comunes. En momentos como estos las exigencias familiares o laborales pueden ser particularmente pesadas, algunas veces no saben si llegarán al final del día. Si la depresión continua empeorando, si la vida parece demasiado difícil de soportar, o si sienten deseos de darse por vencidos, se necesita solicitar ayuda profesional. 57 El primer paso es entender que se es incapaz ante su pérdida, tal como se es incapaz ante el alcoholismo, que el intentar controlar el dolor sólo ha hecho que su vida se vuelva ingobernable. Se pasa años siendo el responsable, tratando de que todo se mantenga unido en la familia, de manera que se puede encontrar difícil renunciar al control. Si se está acostumbrado a encargarse de todo, le resultará difícil pedir ayuda al comienzo. Sin embargo, cuanto más se trate de controlar su dolor, más se sufre, admitir que se está sufriendo de dolor es admitir que no se tiene el control. EL CARÁCTER RECURRENTE AL DOLOR Cada cambio en la vida es una invitación a que se esté de duelo, generalmente se pasa por alto la invitación al decidir que ese cambio especifico no es gran cosa, o al creer que se puede encarar, a veces la culminación de todos esos pequeños cambios que no se encaran afectan de repente, esto hará que se reaccione de manera excesiva ante una persona o una situación, deprimiéndose o volviéndose irritable. Son estos pequeños cambios los que a uno los toman por sorpresa, parecen surgir de la nada, las decepciones diarias y las promesas rotas derivadas de la convivencia con un alcohólico pueden volverse comunes, hasta que un día se empieza a sentir los efectos de estas “pequeñas” perdidas. Se vive con la idea de que el dolor es algo que se siente cuando se pierde algo material; cuando alguien se ha muero o se ha ido. Con el alcoholismo se aprende que aunque el alcohólico viva, no puede estar completamente presente: emocional. Espiritual o hasta físicamente. 58 Reconocer que no se vive la vida que se había planeado o deseado con la persona que se ama es una perdida que ocurre poco a poco, se pierde un poquito más cada día hasta que lo que queda es únicamente una sombra de la persona o de la vida que se creía conocer. Vivir con un constante dolor de esa clase puede ser excepcionalmente agobiante. LA CONVIVENCIA CON LA ENFERMEDAD FAMILIAR DEL ALCOHOLISMO La convivencia con el alcoholismo puede sentirse como un estado de duelo constante. Se acostumbra el familiar o amigo a vivir con la pérdida, tanto que se sigue adelante sin tomar consciencia de su existencia. Cuando se admite que su vida se ha visto afectada por el alcoholismo de alguien más, se admite también el dolor. Debido a que el alcoholismo es una enfermedad familiar, todos los miembros de la familia son afectados, no sólo el alcohólico. Cada persona reacciona a su manera en respuesta a su entorno alcohólico. Uno puede intentar controlarlo mientras que alguien más hasta puede llegar a negar que haya un problema. Los demás se culpan a sí mismos, se piensa que no se encontraron las palabras correctas para ayudar, el momento preciso, el tono correcto, para que el alcohólico pudiera haber visto las cosas como se esperaba. Desesperados por concretar sus sueños de familia feliz se cree que la respuesta es dedicar toda su energía al problema, no se comprende que en realidad se está contribuyendo al problema cuando se intenta imponer soluciones. Una de las características de estos hogares es que dejan de recibir visitas, por temor a una crisis, los compromisos sociales se reducen, se aíslan, se vive en constante tensión. 59 ENFERMEDAD DE PÉRDIDAS “Mi primer esposo murió de alcoholismo, pero no lamenté su muerte tanto como el fracaso de nuestra relación y de mis sueños de amor, mi felicidad y el “hasta que la muerte nos separe” que nunca se hicieron realidad. Me lamenté con ira, resentimiento y los “porque a mí” durante años, sin comprender que la enfermedad del alcoholismo había sido el verdadero problema. Esta enfermedad puso fin a nuestra relación y vida de mi pareja” Los efectos del alcoholismo penetran en las relaciones y complican el dolor, se está de duelo por uno mismo, por sus familias y por sus sueños, si se tiene hijos pequeños, se puede estar ya sufriendo las consecuencias de criarse en un hogar afectado por el alcoholismo. Aunque los hijos ya no convivan con el enfermo activo, sus vidas seguirán siendo afectadas, se aíslan, se echan la culpa, tienen problemas escolares o se comportan de manera negativa. Los hijos mayores llevan el peso doloroso de la enfermedad familiar hasta la edad adulta. Las mismas características que en una época los ayudan a sobrevivir pueden, posteriormente, provocar problemas en las relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo. Podrá ser que se les haga difícil la toma de decisiones, que tengan que luchar contra el temor y la angustia o que tengan dificultad de mantener relaciones íntimas. A menudo se casan con personas alcohólicas o se convierten en alcohólicos. La convivencia diaria con el alcoholismo perjudica su autoestima. Cuando se vive en medio del alcoholismo activo, a veces la vida pareciera ser nada más una crisis tras otra. De hecho se pueden acostumbrar a vivir en ese entorno de crisis, tanto que se sienten incomodos si no hay crisis a su alrededor. 60 Así como el alcohólico llega a depender del alcohol, la familia o amistades terminan por depender del caos. Es muy doloroso ver que el enfermo siga bebiendo a pesar del caos que origina o de las advertencias de posibles enfermedades o hasta de la muerte, les preocupa a diario su salud y se tiene la impresión de ser testigos de un suicidio lento, se les hace complicado dejar de pensar en el daño que pudiera surgir el día de mañana o en lo que se deberá hacer si el ser querido sufre una enfermedad física. Existe quien haga la promesa de irse de casa si la bebida se volviera insoportable; pero si su ser querido se enferma, pensarán en quedarse o sentirán que no pueden hacerlo. El cuidado constante del alcohólico puede dejar poco tiempo para fomentar las relaciones con los parientes y los amigos, al encarar el inicio de una enfermedad es posible que no sepan a quien recurrir. Como se le presta tanta atención al alcohólico, se olvida de ver por uno mismo, puede hacer que uno se enferme. Sin querer se comienzan a descuidar sus necesidades básicas, si se cuida a un enfermo crónico, a diario, se debe tener presente que también se tiene que ocupar de uno mismo. 61 PREVER EL DOLOR Anticipar la próxima desgracia es bastante común para los que conviven o han convivido con el alcoholismo. Temen recibir una llamada telefónica a mitad de la noche anunciando que su ser querido ha sufrido un accidente de auto o se encuentra en algún problema u hospital, les preocupa un posible ataque de ira del alcohólico al regresar a casa, les pasan cualquier clase de escenas trágicas por la cabeza durante cualquier hora del día, se teme que la bebida continúe, lo que es causa de aflicción y pena para ellos. Vivir con el temor de que pueda pasarle causa problemas emocionales, invade sus mentes y les impide avanzar, es muy probable que vean a su ser querido sufrir una muerte lenta ante sus propios ojos. Aunque el ser querido alcance su sobriedad, tal vez les sorprenda el darse cuenta de que su angustia y temor no los abandona. Sus preocupaciones anteriores son remplazadas por resentimientos no resueltos y nuevos temores de que el alcohólico recaiga. Es muy probable que anticipar posibles desgracias les ayude a sobrevivir a muchos de sus seres queridos. Convivir con la violencia requiere de ayuda profesional o tomar decisiones inmediatas para garantizar su bienestar y la seguridad de la familia, no se debe tolerar por ningún motivo la conducta abusiva. 62 LA PÉRDIDA DE LOS SUEÑOS Al crecer en un entorno carente de cariño rodeado de violencia y caos debido al alcoholismo, se reprime la ira, los resentimientos o los maltratos pueden dividir a la familia y amistades. El alcoholismo roba los sueños y la magnitud de esas pérdidas puede afectar todos los aspectos de sus vidas. Las pérdidas derivadas de la convivencia con el alcoholismo a menudo suceden poco a poco y pueden ser distintas a cualquier otra experiencia del dolor que hayan tenido. Al inicio las pérdidas no se ven con claridad. Con el tiempo se comienzan a construir nuevos sueños. Existe un equilibrio delicado entre evitar el dolor y darse tiempo para encararlo, para la familia del enfermo es importante aferrarse a sus sueños para poder encarar a la vida. 63 El DUELO EN LOS HIJOS DE PADRES ALCOHOLICOS La mayoría de los padres desea que sus hijos crezcan en un hogar tranquilo, enriquecedor y afectuoso, al vivir en un ambiente de alcoholismo esto es casi imposible, no se puede impedir que los hijos sean afectados por la enfermedad. Generalmente se trata de ser padre y madre a la vez para compensar el desinterés del alcohólico o su incapacidad de estar emocional o físicamente presente en la vida de sus hijos, se crea un sentimiento de culpa y remordimiento por la incapacidad de protegerlos del alcohólico. Las peleas, la violencia y la inestabilidad en los hogares alcohólicos pueden afectar a los hijos a lo largo de toda su vida, suelen presenciar situaciones muy dolorosas, inclusive existen adultos que dependen de sus hijos para obtener el apoyo emocional y el consuelo que anhelan del cónyuge alcohólico. El estado de ánimo del alcohólico a menudo se convierte en el centro de sus vidas, al grado de determinar si tienen o no un buen día. Los hijos van creando mecanismos de defensa diferentes, algunos tratan de ser el mejor hijo que se pueda, creyendo que así impedirán que el alcohólico beba, aunque sea por una noche. Otros optan por la rebeldía o por un mal comportamiento, porque creen que es la única forma de llamar la atención, aunque esta sea negativa. Como el alcoholismo es una enfermedad familiar, los hijos pueden ser afectados por el padre, la madre, hermanos o por los parientes no alcohólicos. Algunos se crían con padres ausentes emocional o físicamente, mientras que otros crecen en medio de violencia física y maltrato verbal, abuso sexual o posiblemente hasta se convierten en guardianes de sus padres, acostumbrándose 64 a vivir de esta manera que ni siquiera se dan cuenta que algo está mal o como llamarlo. A menudo los mecanismos de defensa que se adquieren en la niñez con el fin de sobrevivir interfieren en el desarrollo de relaciones significativas y confiables como adultos, y el ciclo de maltratos puede continuar por generaciones. Como resultado, los hijos quedarán como barcos a la deriva fuera de un hogar, empezarán a encontrarse con personas con el mismo denominador común, desintegración familiar, a consecuencia del alcoholismo, no es generalizado pero en ocasiones el hijo termina repitiendo patrones conductuales. Muchas investigaciones científicas han demostrado que los factores genéticos tienen influencia sobre el alcoholismo, estos descubrimientos demuestran, que los hijos de padres alcohólicos, son cuatro veces más propensos a desarrollar problemas con el alcohol que el resto de la población general., sin embargo el alcoholismo no se determina solamente por la composición genética heredada. De hecho, más de la mitad de los hijos de padres alcohólicos no llegan a serlo. Existen estudios que demuestran que muchos factores influyen sobre el riesgo de desarrollar alcoholismo. Los investigadores creen que el riesgo de una persona incrementa cuando existen en la familia las siguientes dificultades: -Cuando ambos padres abusan del alcohol. -El abuso del alcohol por parte de los padres es severo -Los conflictos llevan a agresión y violencia en la familia. -Cuando un padre alcohólico sufre depresión o algún problema psicológico. Muchos de los hijos de padres alcohólicos, aun aquellos que provienen de las familias más perturbadas, no siempre desarrollan problemas con las bebidas alcohólicas. 65 Así como la historia del alcoholismo en la familia no garantiza que una persona será alcohólica, tampoco garantiza que el ser criado en una familia con muchos problemas, con padres alcohólicos, el riesgo es mayor, pero no siempre tiene que ocurrir. Los hijos adultos de padres alcohólicos son fuertes; el hecho de sobrevivir a ese trauma en su infancia lo corrobora, pero no basta con sobrevivir, necesitan aprender nuevos conceptos tocantes a las relaciones familiares, se deberá dar atención a sentimientos de culpa, ira y falta de amor propio. La sobrevivencia, a veces no es la manera adecuada, e muchas ocasiones el hijo de una pareja disfuncional, evade su dolor, busca llenar sus vacíos existenciales con la bebida u otras sustancias, con relaciones destructivas, buscan constante agresión, utilizando mecanismos de defensa, para no encontrarse con su verdadero yo, no se atreve a tocar su dolor, disfraza su confusión, tratarán de probarle al mundo y a si mismos que no pasa nada, habrá casos en que se vuelven extremadamente limpios y ordenados, sin embargo su interior está aterrado, sintiéndose solos aun cuando están acompañados. Para los hijos es desbastador ver cómo se comporta su ser amado, eso hará que terminen destruyéndose a sí mismos, se sienten atrapados en un mundo incierto, confuso, conciben medios extraordinarios de adaptación. En este caso es cuando niegan la existencia de cualquier cosa inusual recordando solamente aquello que le es agradable, creando realidades alternativas viviendo en un mundo imaginario. 66 LA PÉRDIDA DE LA AUTOCONSCIENCIA La pérdida de la autoconsciencia es una de las más trágicas que se sufre como resultado de la convivencia con el alcoholismo, se centra tanto la atención en el alcohólico que le queda poco tiempo y energía para conocerse a sí mismo, viven años reprimiendo, reduciendo al mínimo o pasando por alto sus sentimientos. Con regularidad al expresar sus necesidades, se les hace pensar que son egoístas. Los que han vivido bajo amenaza de maltrato verbal, emocional o físico suelen acostumbrarse a no expresarse debido al temor por su seguridad o la de sus hijos. A medida que pasa el tiempo, su identidad queda enterrada debajo de años de negación, negligencia y maltrato, culparse por el comportamiento del alcohólico puede debilitar su autoestima y hacerlos creer que todos los conflictos se originan por su culpa. La negación la culpa y la falta de respeto a uno mismo pueden mantener a la familia en una relación enfermiza o abusiva con el alcohólico durante años, pasando por momentos de remordimientos por pensar en poner fin a la relación, suelen recordar los buenos momentos compartidos centrando demasiado la atención en los atributos positivos de la otra persona, les es útil recordar que el remordimiento es a menudo una parte del dolor y la pérdida. 67 SEPARACION Y DIVORCIO A CAUSA DEL ALCOHOLISMO El alcoholismo roba la intimidad emocional, física y sexual que es esencial en un matrimonio o una pareja sana, la mayoría intenta todo por lograr que el alcohólico deje de beber, oran, lloran, amenazan con irse, ruegan y piden que soliciten ayuda. Acompañan a su cónyuge o ser querido alcohólico a muchas borracheras y a lo largo de maltrato verbal, emocional o físico, a pesar que sea han dedicado devotamente a la relación, la enfermedad hace que el alcohólico no se encuentre disponible ni emocional ni físicamente.. Aceptar que la relación que una vez tuvieron ya no existe es devastador, sin embargo es muy probable que se haya empezado el duelo por la pérdida de la relación con el alcohólico mucho tiempo antes de que esta finalizara oficialmente, algunos toman la decisión con rapidez, mientras que otros pueden luchar durante años por tomarla, mientras que respetar al pie de la letra consejos de otras personas los lleva a muchos a culparse por la disolución de la familia, en lugar de reconocer que la enfermedad del alcoholismo es la culpable. La decisión de divorciarse o de separarse a menudo puede ser una decisión de decirle sí a la vida, significa ser libre, más libre de lo que nunca se fue durante su vida juntos. 68 FRENTE A UN SUICIDIO O MUERTE REPENTINA El suicidio es una realidad trágica del alcoholismo que lamentablemente muchos tienen que afrontar, el dolor de vivir con una adicción puede convertirse en algo intolerable. Para los que eligen este camino, la decisión de suicidarse puede parecerles la única salida a su sufrimiento. Enterarse de un suicidio provoca un gran sufrimiento a los familiares. Después de la consternación inicial, suelen culparse por no ver las señales de advertencia, se sienten responsables de algún modo al creer que pudieron haber hecho algo para impedirlo. De la misma manera muchos alcohólicos mueren de repente e inesperadamente por problemas de salud desconocidos o imprevistos, o por accidentes debidos al alcohol. Ante un suicidio o una muerte repentina representa una carga particular. El familiar vacila entre culpar al alcohólico o culparse a sí mismo, no puede dejar de sentir que la muerte del ser querido podía haberse evitado, aunque tratarán de analizar o encontrarle sentido a la muerte del ser querido, no es seguro que puedan llegar a comprenderla plenamente. La enfermedad del alcoholismo puede seguir afectando a la familia incluso después de la muerte del alcohólico, a pesar de que algunas personas encuentran libertad para examinar con mayor franqueza algunas cuestiones que no pudieron resolver cuando el ser querido aún vivía. El dolor no es un proceso ordenado, no es lógico, no tiene reglas y perturba la vida, cuando el dolor atenaza es difícil imaginar un sentimiento diferente del que se experimenta en ese momento. 69 LAS PÉRDIDAS Y EL PROCESO DEL DUELO La vida es una sucesión de pérdidas. Desde que nacemos nos enfrentamos a una serie infinita de pérdidas y desprendimientos: el abandono del vientre materno, la sección del cordón umbilical, el destete, la crisis de la adolescencia (que involucra en sí misma muchas otras pérdidas como el reconocimiento de que los padres no son omnipotentes, el abandono del cuerpo infantil), la muerte de seres significativos, separaciones, cambios, etc. Para los especialistas en adicciones es de fundamental importancia tomar en cuenta los principios planteados por AA, puesto que de lo contrario, la recuperación sería mucho más difícil. Durante el tratamiento, deben reconocerse y procesarse los duelos causados por pérdidas y abandonos. Hablar sobre estos aspectos hace posible que se incremente la motivación y disposición por parte del paciente, sobre todo si consideramos que el alcohol cumple la función de ansiolítico para mantener anestesiados los sentimientos dolorosos, el alcohol sirve también para llenar (temporalmente9 espacios vacíos provocados por pérdidas y duelos no elaborados, el psicoanalista norteamericano Sandor Rado señaló que las drogas se emplean como una coraza a el dolor. El alcohol ofrece ayuda y gratificación a quién lo consume, de lo cual se desprende su efecto analgésico (sedante, hipnótico) o estimulante (productor de euforia). Es en ese sentido que puede decirse que el alcohol es anestésico, pues libera del malestar en sí mismo y crea la supresión del dolor, una supresión o cancelación tóxica al dolor, no por nada Freud (1930) lo asigna con el nombre de “quitapenas”. El enfermo que inicia un proceso de recuperación se enfrenta ante la dificultad de elaborar numerosos duelos. 70 Debe tenerse en cuenta que la primera etapa del duelo es la negación, que a la vez constituye la defensa primaria ante cualquier enfermedad. Aquí el terapeuta debe mantener el delicado equilibrio entre ayudar al paciente a manejar la negación como parte de cualquier experiencia de duelo y, al mismo tiempo, confrontar la negación con las que evade las consecuencias derivadas de su consumo. Recordemos que el adicto niega que existe un problema, y, a medida que éste aumenta, se hace cada vez más difícil de aceptar que la bebida es capaz de generar graves consecuencias. Negar que se ha perdido el control, significa, literalmente, haber perdido todo marco de realidad. La negación tiene múltiples variantes: minimización (empequeñecer el problema), evasión (desviar la atención a otro tema), proyección (culpar a otros), racionalización (justificar el consumo), autoengaño (eludir ciertas verdades desagradables difíciles de afrontar), distorsión de la realidad (alterar o modificar los acontecimientos no deseados, etcétera. Una vez alcanzado EL PRIMERE PASO, que requiere la admisión de la impotencia ante la bebida y la ingobernabilidad de la propia vida, se está en condiciones de superar la negación. Asumir la derrota implica deponer las armas ante el adversario y aceptar que éste es demasiado fuerte para ser vencido. Ante el hecho inevitable, es mejor rendirse. Este reconocimiento no se da tan fácilmente, pronto se desata la ira que surge como respuesta natural ante la aceptación de la impotencia. La ira es, por cierto, la segunda fase del proceso del duelo,. Esta fase es de mucho enojo, cólera y coraje, ya que el enfermo cobra conciencia de su enfermedad, que deberá tratar toda la vida, tendrá que aprender a lidiar con sentimientos de culpa, miedo, frustración y estará lleno de resentimientos, sentirá un gran enojo hacia el mismo, el enojo y la vergüenza se vuelven reacciones que no podrá controlar. 71 En este punto aparece la negociación, es cuando el adicto se enfrenta ante la posibilidad de someterse a un proceso de recuperación y que deberá cambiar su situación actual, mostrando una actitud ambivalente, misma que constituye uno de los aspectos más difíciles de la enfermedad. Este es otro aspecto en el que el tanatólogo o terapeuta deberán estar por delante del enfermo. La capacidad del enfermo por negociar sobre su tratamiento es de suma importancia, ya que sentirá miedo por abandonar la bebida, sentirá que pierde su identidad y cambiará su manera de vivir, se darán también los juramentos y las promesas, existe también el riesgo de que el enfermo se despida de la bebida, lo cual deberá de manejarse con sumo cuidado, ya que sufre el riesgo de una congestión alcohólica. Es de suma importancia el compromiso del paciente con un programa de Doce Pasos, de igual manera el tanatólogo o terapeuta deberá de estar familiarizado con la filosofía de AA, En el cual el convencimiento de que existe un Poder Superior, tal como cada uno lo conciba, es capaz de regresarle el sano juicio (Segundo Paso), resulta indispensable. Cuando el enfermo cobra conciencia de lo que la mayoría de lo que ha perdido es irrecuperable, le sobreviene una fuerte depresión, entonces le seguramente sentirá arrepentimiento y derrota y se sumergirá en la enfermedad. La depresión se deberá a que el enfermo ha tenido que abandonar la bebida y renunciar al estilo de vida que llevaba cuando dependía de ella. Mantener la FE en el Poder Superior le permitirá salir delante de ese embotamiento que le atormenta. Al depositar su vida y su voluntad al cuidado de su Poder Superior (Tercer Paso), el enfermo se percata que lo que le afecta debido a su adicción puede ser removido. Su búsqueda y encuentro con Su Poder Superior le permiten darse cuenta que existe una salida, que existe otro camino, aceptará ayuda de fuentes externas le ayudará a vencer sus miedos para enfrentar la vida sin la bebida. De esta manera el enfermo logra salir de su crisis depresiva y pasará a la fase de la aceptación. 72 Esta fase no se presenta de manera casual, ACEPTACIÓN no es un sinónimo de resignación, mucho menos de estar de acuerdo, simplemente implica asumir una realidad y generar nuevos patrones de conducta. Es el inicio del cambio para alcanzar un estado de sobriedad permanente. En este camino a la recuperación que implicará superar la negación y del mismo modo buscar su autoconocimiento, será necesario que el enfermo realice un inventario de sus fortalezas y debilidades (Cuarto Paso). El enfermo deberá estar dispuesto para discutir y confiar sus resultados de su inventario con otra persona. Admitir sus faltas ante uno mismo y ante los demás ( Quinto Paso); el enfermo deberá de reconocer su necesidad de cambiar y mostrar disposición para hacerlo solicitando al Poder Superior, alejar las actitudes que bloquean la práctica de la verdadera humanidad; Permitir que ese Poder Superior quite los defectos de carácter (Sexto Paso); mirar de frente sus defectos y estar dispuesto a ser despojado de ellos, (Séptimo Paso); el enfermo deberá identificar a quién le hizo daño (Octavo Paso); reparar en la medida que le sea posible el daño causado (Noveno Paso); dejar atrás el pasado evitando resbalar (Decimo Paso); mejorar su contacto con el Poder Superior, cumpliendo y conociendo su voluntad (Onceavo Paso); mantenerse en el camino y transmitir el mensaje de recuperación y de esperanza a otras personas adictas que padezcan el mismo dolor (Doceavo Paso). Esto es parte del Programa de acción encaminado a tener una plena recuperación y un despertar espiritual. 73 SUFRIENDO CON EL ALCOHOLISMO TESTIMONIO Es difícil determinar cuándo, cómo, donde me convertí, dicen que trabajando tu historia te das cuenta o vas discerniendo o dándote cuenta de cómo, cuándo y dónde, el chiste es que ya una vez que uno está en esta etapa de auto descubrimiento, de donde empezó el problema, es un avance enorme, pues quiere decir que me he vencido y dado cuenta y aceptado que soy un alcohólico, tras pasar muchas veces por los mismos problemas sin darme cuenta, caía en los mismos errores, yendo de relación en relación, rompiendo vidas, muchas, pero sobre todo la mía, podría contar de cómo terminé mi vida familiar y cómo eran esos días, pero mejor les explico cómo era YO, porque al final del camino todo se trata de mí, de curarme yo, y a mi manera que me vaya curando, podré a veces curar a otros a quién dañé y otras veces sólo aceptar que no podré y tendré que ser fuerte para perdonarme a mí mismo. El día de hoy, despertarme de buen humor, hacer el trabajo que me gusta, viendo a mis hijos reír todos los días y si, digo TODOS los días! Es gracias por haber aceptado que estaba mal y que había vivido toda mi vida mal, más bien, no sabía quién había vivido mi vida, sólo saber que había vivido mi vida “un monstro”….. Hoy, solo hay momentos buenos, momentos malos y lo que hace la gente no me lo hace a mí, solo lo hace y no me lo tomo a manera personal, hoy puedo decir que soy otra persona, una que empecé a conocer hasta hace unos pocos años que ingresé por primera vez a un grupo de AA, digo que me empecé a conocer porque cada día descubo más cosas de esta persona y me gusta lo que veo, me hace estar en paz y así vivir en paz. 74 En el año de 2001, ingresé por primera vez a un grupo de AA después de que mi ex esposa (en ese entonces aún estábamos juntos), que es extranjera, me dijo que ella ya no podía más, que se regresaba a su país y se llevaba a nuestros hijos, fue tan solo a unos días de tener a nuestro segundo hijo, nuestra hija mayor tenía apenas dos años y yo había llegado a las 6 de la mañana de “una junta de trabajo”, fui por la amenaza, pero no entendía el “porque”… A ella que le quitaba que me tomara unos “drinks” con mis amigos? Que equivocado podía estar… estuve yendo por cerca de tres meses todos los días sin falta, como me dijeron que fuera por 90 días y luego decidiera si era alcohólico o no. Como era yo un ser patético y soberbio acepté pero me dije “a los 90 días me voy porque esto no es para mí”. Escuche durante esos tres meses los testimonios más fuertes, aterradores y ridículos que alguien pudiera imaginar en su vida, la verdad pensé que, “esas estupideces yo no las había hecho”, que no estaba loco para hacerlas, aunque, en cada una de esas situaciones, en cada una de esas vivencias, encontraba similitud con mi vida y debo reconocer que me llamó la atención, como me podía identificar con esas historias “si yo no era como ellos”. Pasaron los 90 días y dije, “ya entendí, no voy a beber para no convertirme en uno de esos locos, yo no quiero hacer esas cosas. Logré estar cerca de un año y medio sin tomar una sola gota de alcohol, hasta dejé de fumar, bajé de peso, todo iba excelente en mi vida, pero no, no me sentía feliz, a pesar de que estaba todo bien, era una persona irritable, iracunda, le gritaba a mi esposa, a mis hijos, me tenían miedo, no les di una infancia muy linda, sin embargo, no me daba cuenta de eso, pensé que era normal, que era parte de ser papá o marido, en fin, un día se fueron de vacaciones mi esposa y mis hijos, me encontraba sólo en mi casa, me sentí sólo y de alguna manera, ¿cómo?, ¿de dónde?, no sé, pero me vino una idea a la cabeza; “estoy sólo, ¿a quién puedo dañar?” 75 Tomé el coche y me fui a un bar, empecé por unas margaritas, hacía calor, el bar muy agradable, música tranquila, una terraza viendo al mar, porque no? Mañana descanso… y bueno, comencé a tomar otra vez, yo no sabía que por lo que yo había pasado era simplemente “una borrachera seca”, me mantenía sobrio pero vivía rebotando de un sentimiento a otro, recaí y eso era un hecho, mis problemas se incrementaron cuando me hice de una amante, también casada, después de dos años de relación con ella, mi esposa me corrió de la casa, de ahí todo fue peor en mi vida, al principio pensé que era bueno pues ahora podría hacer lo que quisiera, mientras no le faltara techo a mis hijos, según yo estaba cumpliendo y como estábamos “enamorados” estaba seguro que si invitaba a mi amante a dejaría a su familia, en el momento que se lo propuse, cambió su cara de amor y se limitó a decirme, “lo siento pero me casé para toda la vida”, fue un golpe doblemente duro para mí. Las drogas las había yo probado de joven y aunque había tenido un episodio de cocaína antes de conocer a mi esposa, las había dejado, el que me hubiera dejado mi amante o más bien rechazado, fue el pretexto, otros lo llamarían detonante para empezar a utilizar la cocaína nuevamente, tenía un trabajo excelente, me encantaba lo que hacía y lo hacía muy bien, pero cuando salía de mi trabajo me transformaba, pasaba a comprar dos o tres botellas de vino, una botella de whisky y le llamaba al dealer, me llevaba mi dosis de dos o tres gramos de cocaína y pasaba una noche de completa autodestrucción, esta ruina era todas las noches, tenía yo una amante pero prefería yo las drogas y el alcohol, tuve varias sobredosis, una en el hospital, terminé perdiendo mi trabajo y aun así no podía ver la raíz de mi problema… pasé cerca de año y medio desempleado, en depresión total, viviendo a mis treinta y tantos años con mi mamá y luego con mi papá, sin darles paz. 76 Veía a mis hijos, los recogía en la escuela, les daba de comer y dormía, pensaba esos días que no tenía nada, que lo había perdido todo, ¿cómo podía estar tan ciego? Cuando TODO lo tenía y lo tenía frente a mí, mis hijos, mis papás, mi hermana, seguía vivo!!! Un día pasé a visitar a un amigo, dueño de un taller mecánico y me recibió con una botella de tequila, eran las tres de la tarde, cerró su taller y hasta el día de hoy, sólo recuerdo hasta la tercera paloma (de un litro cada una), desperté en mi casa, vestido en mi cama, boca abajo, con una cruda impresionante, lo primero que pensé fue ¿cómo llegué aquí?, me preocupé porque mi papá vive en las afueras de la ciudad, por lo tanto tuve que haber manejado carretera y no recordaba nada…el coche, lo único que me queda!!!, salí corriendo al garaje y ahí estaba mi coche, sin un solo rasguño, regresé adentro de la casa donde al pasar por el antecomedor vi a mi papá, ya estaba ahí antes pero no lo había visto por haber pasado corriendo, el sólo me dijo sin voltear a verme “hijo, ¿Qué vas a hacer de tu vida? Fue ahí, fue como me lo dijo, como si me estuviera muriendo, como si mi vida dependiera de mi respuesta, y tenía razón, mi vida estaba en peligro, la mía y la de mucha gente a mi alrededor, familiares, conocidos y extraños… me senté y dije “Me quiero internar en una clínica de recuperación”, mi padre me dijo, ¿con qué dinero? Yo no tengo, tu desempleado, menos, entonces le contesté; “méteme hoy a una clínica, vende mi coche” en ese momento yo no lo sabía, en ese momento con la cruda moral y física que sentía pensaba que era la única salida, me paré, le endosé la factura y le di las llaves, me di un baño, él ya había localizado una clínica en la ciudad, me dio la lista de las cosas que permitían llevar, empaqué y nos fuimos, llegué a la clínica, la vimos, todavía me preguntó si estaba seguro, la zona donde se encontraba es de alto índice delictivo, lo abracé me di la media vuelta y entre, cumplí mis tres meses adentro. 77 Estar en una clínica es realmente fácil, no puedes hacer mucho ahí adentro, no puedes salir, pero, fue justo ahí que empecé a darme cuenta de muchas cosas, mis hijos se encontraban en casa de su abuela extranjera, era verano y realmente estar sobrio y asistiendo a 6 juntas diarias, leyendo literatura el resto del día, me hizo darme cuenta de lo que me pasaba, de mi enfermedad, aunque estaba encerrado en ese lugar, no me sentía encerrado, me sentía cada vez más libre y más ligero, me sentía bien, pero tenía miedo, sabía que afuera no era lo mismo, afuera podía pasar por cualquier tienda y comprarme una cerveza, “¿cómo iba a hacerle?” , el día de mi salida llegó y tenía miedo, no de volver a tomar, tenía miedo de volver a sentir lo que sentía en “actividad”, ese mismo miedo fue y es lo que al día de hoy me mantiene lejos del alcohol y las drogas, una de las cosas que aprendí en AA es ser honesto al decir que si me gustaría tomar una copa, con una carne asada en la tarde y terminar viendo las estrellas, pero no me gustan sus consecuencias, por eso no lo hago, “SOLO POR HOY”, llevo ya tres años sobrio, sin estar en borrachera seca, asisto un par de veces a la semana a un grupo de AA, a veces más, a veces menos, he aprendido a observarme y ya conozco a esta persona, ya no me enojo, con mis hijos he hecho un trabajo fuerte, me tienen confianza, no les he ocultado nada, de porque era así cuando eran chiquitos y es me ha resultado, me he ganado su cariño, respeto y confianza, son dos adolescentes responsables y felices, hoy soy una persona feliz, recuperé a mi familia, tengo un trabajo que amo y lo más importante, me tengo a MI. JJ 78 ANALISIS DEL TESTIMONIO En el caso de JJ se puede observar un claro ejemplo de porque se le puede llamar al alcoholismo “un suicidio lento”, se observa la inestabilidad que tenía en su matrimonio y su trabajo, como la bebida llego a rebasar sus límites y poco a poco fue perdiéndolo todo, en un principio el no aceptaba su enfermedad y dependencia al alcohol, intentó dejar de beber y con su alcoholismo seco se volvió una persona mal humorada, su familia vivió el sufrimiento de abuso psicológico, vivió un duelo anticipado, la pérdida de la relación de pareja, de la imagen paterna. rompió con su esquema familiar, al regresar a la bebida su problema se agravó y progreso de una manera significativa, llego al punto en que como lo habíamos explicado anteriormente se vuelve una persona perdida que llegó hasta a parar en hospitales, JJ comenzó a atentar contra su vida al ingerir grandes cantidades de alcohol y cocaína, tuvo varias sobredosis que pudieron haberle causado la muerte, de la misma manera que manejar en ese estado alcoholizado por carretera pudo haber ocasionado un accidente atentado contra su vida o la de otras personas. Su autodestrucción era una manera de evadir su realidad, de no poder reconocer su valor como persona y producto de la terrible depresión que presentaba debido a sus pérdidas, tanto como de pareja, de sus hijos, de la amante y laboral, no sabía cómo enfrentar esas pérdidas por lo que para él, el camino más fácil era el beber, lo sentía ya todo perdido. El valor que tuvo JJ de buscar ayuda, internarse y reconocer su enfermedad es de admirarse, hoy les puedo decir que es una persona que disfruta la vida, que acude a sus juntas y que vive el día a día al máximo, consciente de su enfermedad y que tendrá que luchar contra ella toda la vida, ha aprendido que el “SOLO POR HOY” es su forma de vida. 79 CONCLUSION El alcoholismo es una enfermedad en la cual el enfermo vive una autodestrucción que presencia la familia día a día, por tal motivo se inicia un duelo anticipatorio, el enfermo involucra de muchas maneras a la familia a enfrentar las múltiples pérdidas que la enfermedad implica y los mantiene en un duelo que crece con el avance de la enfermedad pudiendo culminar con su muerte, la familia del alcohólico sufre mucho. La muerte del enfermo de alcoholismo no tiene plazo, no se sabe cuándo ocurrirá, simplemente sabemos que está presente, se palpa y puede ocurrir en cualquier momento, ya sea por enfermedad crónica o por accidente. Vivir con un enfermo de alcoholismo es de gran peso, con ayuda tanatológica se puede acompañar a vivir su duelo anticipado, se ayuda a vivir con las pérdidas que se van presentando, elaborando un duelo en familia, curando el dolor, ayudando a recuperar su energía emocional y ayudar a restablecer un proyecto de vida, las esperanzas, utilizando los instrumentos que nos da la tanatología, para entablar un proceso de duelo se deberá descubrir de dónde nace tanto dolor y ayudar a al familiar a entender que debe vivir la vida a pesar de lo que el enfermo haga o deje de hacer, que tenga vida propia, él es dueño de sus decisiones y no el enfermo, ya que él es un ser único e irrepetible. Para la familia, la perdida empieza por la pérdida de sueños, por el abandono y si llega a terminar en muerte se lamentará la ausencia del ser amado, con el dolor de pensar que su amor no fue suficiente para evita el suicidio lento que lleva la enfermedad, 80 En el alcoholismo se añora la paz y la armonía, se siente truncada la vida, los familiares sentirán estar muertos en vida, con ayuda de grupos de apoyo y un tanatólogo, se podrán generar herramientas y condiciones propicias para salir adelante, se le brindará ayuda para sanar heridas emocionales causadas por las pérdidas de sus sueños y del ser amado, se les ayudará a fortalecerse, a comprender que la muerte del ser amado no implica el final de una relación afectiva, a reencontrar su sentido a la vida. El enfermo vive su alcoholismo como un grito desesperado a un vacío existencial del cual le es difícil salir, de la misma manera que es complicado para su familia, salir de la necesidad de controlar, sentir frustración ante tanto intento fallido y de reprimir sus sentimientos. La tanatología puede ayudar a la familia de un alcohólico a recobrar el sentido a la vida, a recuperarse de las pérdidas y a vivir el duelo sin culpas y en paz. El tanatólogo se vuelve importante en el alcoholismo, por su presencia y tiempo disponible para la familia del enfermo, apoyando en momentos difíciles al estar viviendo la muerte lenta de su familiar y la desesperanza, su papel es importante ya que se depositará en el la confianza para exteriorizar sus problemas y dolor, el tanatólogo está preparado para una adecuada intervención, diferente a un grupo de ayuda, el paciente sabrá que cuenta incondicionalmente con su tanatólogo. De la misma manera es importante recalcar que habrá situaciones en las cuales el tanatólogo, no está capacitado para ayudar, como puede ser el caso en personas con problemas psicóticos o trastornos de conducta, el tanatólogo, con atención y delicadeza deberá orientar a estas personas a buscar una atención profesional adecuada. 81 El enfermo de alcoholismo no busca la muerte, pero la necesita sentir cerca, la necesita para sentirse vivo, el tanatólogo podrá estar cerca para ayudar a convencer al enfermo a buscar ayuda, a alertar a los familiares sobre un posible suicidio, ya sea por la depresión del enfermo como de estar al tanto de que no conduzca en estado inconveniente, el enfermo sufre múltiples perdidas por lo que con un buen acompañamiento tanatólogico se podrá ayudar a sobrellevar sus emociones, encaminándolo a pedir ayuda a un grupo lo más pronto posible. El adicto que asume su condición de enfermo y emprende su camino a la recuperación (practicando activamente y apegándose al programa de los doce pasos de AA) atraviesa por las cinco fases descritas por la doctora Elisabeth Kubler-Ross (1972) para dar cuenta alos mecanismos de reacción que entran en funcionamiento durante una enfermedad mortal, como puede verse, este proceso no es exclusivo del paciente terminal; cualquier persona a la que se le diagnostique una enfermedad cuyo tratamiento durará toda la vida, es susceptible a sufrir un duelo por sí misma, así es el alcoholismo, el tanatólogo podrá ayudar a vivir ese duelo, en este transcurso el enfermo se enfrentará a un duelo que incluye el miedo a abandonar la sustancia, el estilo de vida, la identidad, el duelo podrá ser dinámico y fluctuante, las fases no tienen secuencia fija, ni tendrá que transitar por todas necesariamente. En el campo de las adicciones se lleva un trabajo tanatológico, es decir que el trabajo que el terapeuta realiza en adicciones es un trabajo con la enfermedad y con la muerte misma, en ese sentido puede decirse incluso que se trata de un trabajo insalubre, de ahí la importancia que tiene para el tanatólogo el hecho de contar con espacios que brinden la oportunidad de intercambiar experiencias, supervisar casos, recibir contención emocional, se recomienda que los tanatólogos se sometan a procesos psicoterapéuticos personales o en su caso acudan a grupos de ayuda mutua, pues estarán expuestos a contraer el síndrome de desgaste terapéutico o de agotamiento profesional, el cual incluye los siguientes 82 factores: agotamiento emocional, despersonalización y baja la realización personal, la tarea del tanatólogo será la de facilitar la tramitación y resolución de conflictos que se presentarán en el paciente de los duelos que se le irán presentando. 83 BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE INFORMACIÓN. 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Wolin y D.Reiss (1987) La Familia Alcohólica Ed. Gedisa S.A. Barcelona España. Luz de Lourdes Eguiluz (2010) Que podemos hacer para evitar el suicidio Ed. Pax México D.F. Berruecos L. (1944) La Investigación Etnográfica de las Adicciones, Capitulo II Curso básico sobre las adicciones. México D.F. Centro contra las Adicciones. 84 Bill, W. (1981) El Sendero de Vida, Como lo ve Bill, México D.F. Servicios Mundiales de A.A. Black, Claudia (1992) No hablar, no confiar, no sentir. Los efectos del alcoholismo sobre los hijos y como superarlos. México D.F. Ed. Árbol. Eduardo L. Menendez (1991) Antropología del alcoholismo en México, los limites culturales de la economía política (1930_1979) Ed. Ciesas México D.F. Gerardo Aznar Rivera El alcoholismo psicología-online.com Goodwin,D. (1988) Is Alcoholism Hereditary? Nueva York Ballantine Books:98-115 María del Carmen Castro González (2013) Tanatología, la Inteligencia Emocional Y el Proceso de Duelo Ed. Trillas México D.F. 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