asociación mexicana de tanatología ac alcoholismo un suicidio

ASOCIACIÓN MEXICANA DE TANATOLOGÍA A.C.
ALCOHOLISMO UN SUICIDIO LENTO Y EL DUELO
EN LA FAMILIA
TESINA
PARA OBTENER EL DIPLOMADO EN
TANATOLOGÍA
PRESENTA:
PAULINA MORFÍN SANCHEZ
ASESOR: DR. ERIK GARCÍA MUÑOZ
MÉXICO, DF. MARZO 2015
MARZO DE 2015
México, D.F. a marzo de 2015
DR. FELIPE MARTÍNEZ ARRONTE
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN
MEXICANA DE TANATOLOGÍA, A.C.
PRESENTE
Por medio de la presente le informo que revisé y aprobé la tesina que presentó:
Paulina Morfín Sánchez
DIPLOMADO DE TANATOLOGÍA
Generación 2014-2015
TITULO DE LA TESINA
ALCOHOLISMO UN SUICIDIO LENTO Y EL DUELO EN LA FAMILIA
ATENTAMENTE
_________________________________________
DR. ERIK GARCÍA MUÑOZ
ASESOR DE LA TESINA
INDICE

Dedicatoria……………………………………………………………
1

Justificación…………………………………………………………...
4

Introducción……………………………………………………………
5

Criterios de Diagnósticos de Investigación para consumo

perjudicial del alcohol………………………………………………..
9

1. El alcohol……………………………………………………………
10
1.1 El alcohol en la historia………………………………………….
10
1.2 Dependencia de alcohol en nuestro país………………………
13
1.3 Panorama Epidemiológico del consumo de alcohol...............
14

2. Resultados Principales del Alcohol……………………………….. 15

2.1 Tendencias de la edad de inicio de Alcohol……………………

2.2 Búsqueda de ayuda y necesidades de atención
17
en el alcoholismo……………………………………………………..
18
2.3 Conclusiones de la encuesta Nacional de Adicciones……….
19

Factores predisponentes del alcoholismo………………………….
20

1. El alcoholismo, un suicidio lento…………………………………. . 23

1.1 Consecuencias Físicas…………………………………………..
23

1.2 Consecuencias Psíquicas………………………………………
24

1.3 Consecuencias Sociales……………………………………….
25

Alcoholismo una enfermedad……………………………………..
26

Sufrimiento y autodestrucción de un enfermo de alcoholismo…
27

1. Frente a un suicidio o muerte repentina………………………….
31

1.1 Suicidio Crónico……………………………………………………
31

1.2 Suicidio Crónico en el alcoholismo………………………………. 32

1.3 Suicidio Patológico………………………………………………… 33

El alcoholismo en la mujer……………………………………………
34

1. Alcoholismo una enfermedad de los sentimientos……………..
36

1.1 Fase Uno…………………………………………………………
36

1.2 Fase Dos…………………………………………………………
36

1.3 Fase Tres………………………………………………………… 37

1.4 Fase Cuatro……………………………………………………… 39

Alcoholismo y la Negación………………………………………….
41

Un Carrusel llamado Negación……………………………………
41

Tratamiento de la enfermedad del alcoholismo………………….
45

Alcohólicos Anónimos, Orígenes…………………………………
48

Alcoholismo Familiar………………………………………………
49

El alcoholismo desde el punto de vista del sistema familiar…….. 49

La fenomenología del alcoholismo………………………………… 52

La pérdida como parte de la enfermedad familiar del
Alcoholismo…………………………………………………………… 55

Síntomas físicos, emocionales y Espirituales del dolor……………57

El carácter recurrente al dolor………………………………………. 58

La convivencia con la enfermedad familiar del alcoholismo………59

Enfermedad de Pérdidas……………………………………………. 60

Prever el dolor………………………………………………………… 62

La pérdida de los Sueños…………………………………………… 63

El duelo en los hijos de padres alcohólicos………………………. 64

La pérdida de la autoconciencia…………………………………… 67

Separación y divorcio a causa del alcoholismo………………….. 68

Frente a un Suicidio o muerte repentina…………………………. 69

Las pérdidas y el proceso del duelo………………………………. 71

Testimonio…………………………………………………………… . 74
.

Análisis del testimonio……………………………………………….79

Conclusión…………………………………………………………….80

Bibliografía…………………………………………………………… 84
DEDICATORIA

A Dios, mi todo, quien poco a poco me ha ido guiando por este camino que
es de ayudar, por darme el regalo de recibir a través del dar, por ser mi
guía, mi luz, poner en mi vida el lugar y la persona idónea para seguir
creciendo y darme el regalo más grande: La Vida.

A Pepe, el amor de mi vida, gracias por impulsarme a lograr mis sueños,
por devolver las sonrisas a mí cara, por darme la mano cuando la necesito,
por ser quién limpia mis lágrimas y quien ríe conmigo, por apoyarme en
esto que tanto me gusta, gracias por ser mi compañero en este increíble
viaje llamado vida. Te amo.

A mis hijos, Diego, Dany y Pau, mi motivo de vida, sin ustedes no estaría en
donde estoy, me impulsan a vencer cualquier obstáculo por más grande
que parezca, a ser mejor cada día y demostrarme que si puedo, gracias por
creer en mí y ser mis maestros de vida.

A mis Padres, gracias a sus valores, ejemplo y entrega hoy soy quien soy,
gracias por enseñarme a enfrentar a la vida, por enseñarme lo que es el
amor incondicional.

A mí estimado asesor de tesis, Dr. Erik García Muñoz, gracias por su
paciencia, enseñanzas, disponibilidad, orientación y supervisión para lograr
mi objetivo, gracias por no dejarme vencer y hacerme saber que siempre se
puede ser mejor, gracias por ayudarme a cerrar círculos en mi vida.
1

Chanita, gracias por esa plática en Acapulco, gracias por adentrarme en un
mundo tan desconocido y al mismo tiempo tan conocido, tus consejos, tus
explicaciones me fueron de gran ayuda, gracias por haber estado presente
en los momentos de más difíciles de mi vida, te admiro y te quiero como no
te imaginas.

Mariel, gracias por enseñarme que la amistad es el mejor regalo que te da
la vida, te quiero hasta el infinito y más allá.

A quienes han dejado una huella muy importante en mi vida, tienen un lugar
muy importante en mi corazón, mis hermanos, Gabi, mi Llalli, mis cuñados,
Chucho, Geor, la Familia Calzada, Huicha, Chasco, Rosario, tanta gente
que es muy importante para mí y no acabaría de nombrarlos, gracias a
todos y cada uno, los quiero…….

A mis profesores y compañeros de AMTAC, sin ustedes no hubiera sido lo
mismo, gracias por compartir sus vivencias, comentarios, consejos… no se
imaginan como enriquecieron mi vida.

Gracias JJ, no sabes lo que significó para mi tu ayuda, te estoy
infinitamente agradecida.
2
“AL FINAL COMPRENDI QUE NECESITABA PERMITIRME
SENTIR EL DUELO”
“DIOS CONCEDEME LA SERENIDAD PARA ACEPTAR LAS
COSAS QUE NO PUEDO CAMBIAR, VALOR CAMBIAR AQUELLAS
QUE PUEDO, Y SABIDURIA PARA RECONOCER LA
DIFERENCIA”
3
JUSTIFICACION
Este tema me llamó la atención por la cantidad de pérdidas que se viven ante esta
enfermedad,
De manera personal, conviví con personas muy cercanas y queridas, quienes
vivieron ese infierno que es la enfermedad del alcoholismo y algunos estuvieron
incluso, a punto de perder la vida; ellos fueron mi acercamiento al tema.
Esta tesina se fundamenta en enseñar que hay dos lados, el del sufrimiento del
enfermo y su entorno.
Contrario a lo establecido de forma social, en ningún lado existen culpables y
ambas partes buscan ser entendidas.
Se viven duelos anticipados, se pasa por muchos procesos hasta llegar al
desenlace que puede llegar a ser la muerte.
.Por el otro lado, en los familiares y amigos, se va perdiendo la dignidad y
respeto; en donde su vida se llena de dolor, la convivencia con el enfermo
alcohólico les afecta física, emocional y espiritualmente pues se mezclan
sentimientos de ira, tristeza.
Parece una batalla perdida y se crea el duelo por el enfermo, por la vida y por los
sueños perdidos.
Esta tesina, también busca ayudar a los familiares y al tanatólogo a entender esta
otra parte de la enfermedad.
4
INTRODUCCION
Para entender cuáles son los trastornos por uso del alcohol (TUA), primero se
debe de definir lo que es el USO,
USO: el empleo continuado y habitual de alguien o algo.
La Organización Mundial de la Salud OMS en su lexicón sobre términos de alcohol
y drogas, lo define como “la autoadministración de una sustancia psicoactiva”.
Estas definiciones no permiten delimitar las características del USO, pues tanto
una persona que consume alcohol una vez al año, como alguien que lo consume
una vez a la semana, usan el alcohol. Por lo tanto se debe agregar otras
dimensiones al uso, como son la frecuencia, la cantidad, el daño y las
manifestaciones clínicas asociadas al USO.
El alcohólico tiene una relación estrecha con la sustancia, es decir ha penetrado
en distintas esferas de su vida: la biológica, la psicológica y la social, hace uso
consuetudinario o constante del alcohol y generalmente sus emociones
pensamientos y conductas giran alrededor de conseguirlo, consumirlo y
recuperarse de sus efectos, existe una delgada línea que separa el uso normal o
sano del alcohol y el patológico.
Existen tres fases para el uso del alcohol.
PRIMERA.- Cantidades pequeñas.
SEGUNDA.- Cantidades mayores pero sin riesgo.
TERCERA.- Por arriba de cierta cantidad, existe riesgo de morir, ya sea por
enfermedades relacionadas con el alcohol como es la cirrosis hepática o por
lesiones o accidentes.
5
La OMS considera el CONSUMO DE BAJO RIESGO como aquel donde las
cantidades y patrones de consumo presentan una baja probabilidad de causar
daños a uno mismo o a los demás, menciona la cantidad exacta con la que se ha
observado que no aumentan los riesgos.
-Dos copas al día y 5 días a la semana.
Otra propuesta es la del Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el
Alcoholismo (NIAAA) es que además de las dimensiones de cantidad y frecuencia
esta la velocidad con la cual se consume el alcohol.
Otra diferencia es que recomiendan unos parámetros para hombres y otros para
mujeres.
MUJERES
-1 copa por hora
-3 copas por ocasión
-3 veces por semana
HOMBRES
-1 copa por hora
-4 copas por ocasión
-4 veces a la semana
De esta manera para explicar grosso modo se puede decir que se divide a la
población en dos grupos;
GRUPO 1.- Los que consumieron más de lo recomendado.
GRUPO 2.- Los que bebieron lo aconsejado o menos.
6
Las personas del primer grupo tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones
relacionadas con el consumo del alcohol como: enfermedades cardiovasculares
(hipertensión arterial, coronariopatías, infartos cerebrales, hemorragias
cerebrales). Cáncer y síndrome metabólico entre otras.
Por lo anterior se puede observar que el USO del alcohol que este por arriba de
los parámetros, será considerado como CONSUMO DE RIESGO, sin embargo se
debe de aclarar que existen circunstancias en las que cualquier cantidad de
alcohol que se consuma puede provocar daño a la persona o a otros, por lo que la
OMS considera que el beber etanol en cualquiera de los siguientes casos equivale
a un CONSUMO DE RIESGO:
-Conducir o manejar maquinaria.
-Durante el embarazo o lactancia.
-Cuando se toma una medicación que se pueda interaccionar con el alcohol.
-Cuando se tiene alguna condición médica que empeore con el alcohol.
-Cuando la persona NO puede parar o controlar el consumo de alcohol.
Para definir el CONSUMO DE RIESGO se utilizan DOS dimensiones:
1.- La CANTIDAD que se consume.
2.- La FRECUENCIA del consumo.
Cuando el USO del alcohol ha producido YA un daño se toman en cuenta también
estos dos puntos:
3.- La DURACIÓN de este patrón de consumo.
4.- Las CONSECUENCIAS o el DAÑO psicológico, biológico o social que ha
tenido la persona, por su consumo de alcohol.
7
Cuando se habla de eso se define esto como:
“Un patrón mal adaptativo de consumo de alcohol que provoca un deterioro o
malestar clínicamente significativo”
Es decir que la CANTIDAD Y FRECUENCIA con las que se hace USO del alcohol,
han tenido una DURACION prolongada o se han mantenido a lo largo del tiempo,
convirtiéndose en un patrón de consumo.
Con estas CUATRO DIMENSIONES – cantidad, frecuencia, duración y
consecuencia- la OMS lo nombra como: CONSUMO PERJUDICIAL y lo define
como:
Aquel “que conlleva consecuencias para la salud física, mental o social entre los
daños causados por el alcohol”
8
CRITERIOS DIAGNOSTICOS DE INVESTIGACION PARA EL
CONSUMO PERJUDICIAL DEL ALCOHOL
A.- Evidencia de que el consumo de alcohol ha causado al individuo un daño
somático o alteraciones psicológicas incluyendo alteración del juicio o de la
conducta, que podrían llevar a la discapacidad o a tener consecuencias para las
relaciones interpersonales.
B.- La naturaleza del daño debe ser claramente identificable y especificable.
C.- La forma del consumo ha persistido durante al menos un mes o se ha
presentado reiteradas veces en un periodo de doce meses.
D.- El trastorno no satisface criterios para ningún otro trastorno mental o de
comportamiento relacionado con la misma droga en el mismo periodo de tiempo
(excepto por intoxicación aguda).
Los alcohólicos se adaptan al consumo de alcohol, es decir, modifican sus
emociones, pensamientos, conductas e interacciones sociales, de tal manera que
todas se centran en conseguir, consumir o recuperarse de los efectos del alcohol.
Cuando esta adaptación provoca un malestar significativo en la persona o en
quienes lo rodean, y puede detectarse por medio de signos o síntomas biológicos,
psicológicos o sociales a través de un interrogatorio, la exploración física o un
examen mental, es cuando decimos que el individuo tiene una DEPENDENCIA AL
ALCOHOL.
Los conceptos de abstemio, uso, consumo de bajo riesgo, consumo de riesgo,
consumo perjudicial, abuso y dependencia, no son más que parámetros que nos
ayudan a comprender un fenómeno tan complejo como es el alcoholismo.
9
1. EL ALCOHOL
1.1 EL ALCOHOL EN LA HISTORIA
El alcohol ha estado presente en toda la historia, considerándose la droga más
antigua.
El uso del alcohol se remota a tiempos muy lejanos y es parte de diversas
tradiciones religiosa y culturales. Un ejemplo de esto es La biblia. En el libro de
Génesis tras el diluvio, el primer hombre que empieza la repoblación de la tierra se
topa con el alcohol:
“Y Noé, el cultivador, comenzó plantando la viña. Habiendo bebido del vino se
embriago y se desnudó en el interior de su casa De sus tres hijos, uno –Cam- vio
la desnudez de su padre y llamó a sus hermanos para que lo contemplasen. Los
otros dos – Sem y Jafet- Prefirieron no mirar y cubrirle púdicamente. Al recobrar la
sobriedad Noé bendijo a los segundos y maldijo al primero. “
Nada posterior al Génesis sugiere que un patriarca haya mancillado su condición
de justo al embriagarse. Sólo queda claro que el vino lleva a hacer tonterías a
quién no lo conozca y prescinda de mesura.
Filón de Alejandría, erudito bíblico profundamente helenizado piensa y describe la
desnudez de Noé como un acto infantil y como un símbolo de la verdad que rasga
los disfraces de la virtud y el vicio.
Otro ejemplo es el Rito Eucarístico en la historia.
10
Las ceremonias más antiguas exigían duros ayunos previos y en esas condiciones
un vaso de vino poseía la eficacia de una botella, sugiriendo proseguir su
consumo después, en el propio
templo era una costumbre ancestral.
Mahoma prohibió severamente el alcohol, inaugurando el paternalismo represivo
en esta materia, se cuenta que al profeta le presentaron a un borracho y que el
ordeno que se le aplicasen unos azotes por faltar a sus deberes. Tras la muerte de
Mahoma, Abu Bakr debe de intervenir en esa cuestión y pide consejo a Alí, su
Dios, que según cuenta la Sauna le dijo: “El que bebe se emborracha, el que se
emborracha hace disparates, el que hace disparates forja mentiras y a quien forja
mentiras debe aplicársele la pena”. Se consideró al vino una fuente de miseria y
tinieblas, algo profundamente mal visto.
LEY SECA Y RETORNO A LA LEGALIDAD DEL ALCOHOL
El tema más controvertido de periodo 1920-1932 fue la prohibición de la
fabricación y venta de bebidas alcohólicas que dio origen a un periodo de violencia
cuando bandas organizadas de criminales controlaron la venta ilegal de bebidas
alcohólicas. En 1929, una comisión presidencial dictaminó que la puesta en
práctica de las leyes antialcohólicas había constituido un fracaso.
En 1919 en EE.UU entra en vigor la 18ª. Enmienda de la Constitución a partir de la
iniciativa de la Congresista Andrew Volstead por la cual son prohibidas las bebidas
alcohólicas, bajo la llamada Ley Seca, la medida que se prolongará hasta 1933
11
tendrá como efecto un espectacular auge de los grupos mafiosos ligados al
comercio clandestino del licor.
Durante la Ley Seca (1919-1933) Chicago se hizo famosa por el contrabando de
licores y por los enfrentamientos entre bandas de gánsters, éntrelos que destacó
la figura de Al Capone, protagonista de la matanza de San Valentín de 1929.
La peor consecuencia de la prohibición fue estimular el crimen organizado,
moviendo cientos de millones de dólares derivad del gigantesco negocio del
alcohol.
La Ley Seca según el diccionario: denominación popular del conjunto de
disposiciones legales que prohíben la manufactura y venta de bebidas alcoholicas.
Las leyes y disposiciones prohibicionistas tuvieron particular repercusión en los
Estados Unidos y caracterizaron todo un periodo de la historia norteamericana.
Hacia 1930, cuando la cruzada contra la bebida cumple una década, las
autoridades americanas calculan que de cada 50 litros de alcohol industrial
desnaturalizado, cinco se desvían al círculo ilegal para hacer licores. Sólo por
intoxicación con alcohol obtenido a partir de madera (metílico) fallese al año un
0,05 por 100 de la población. El 34 por 100 de los PROHIBITIONS AGENTS son
sospechosos de aceptar sobornos o permitirse extorciones y otro 10 por 100 ha
sido condenado por ello en virtud de sentencia firme.
La debilidad de la clase política es el electoralismo. Con tal de no ceder un solo
sufragio al competidor, demócratas y republicanos asintieron a una propaganda
calculada para excitar los terrores de las masas, y para hacer del derecho del
instrumento de una ética sectaria, entregando la decisión a una minoría exigua
como el Prohibition Party .
12
Aquí es cuando el alcohol vuelve a ser legal y gran parte de los diputados y
senadores pasan a beber tranquilamente en público.
1.2 DEPENDENCIA DE ALCOHOL EN NUESTRO PAIS
El abuso de sustancias psicotrópicas, constituye uno de los problemas de salud
pública en nuestro época, se presenta tanto a nivel nacional como internacional.
Este fenómeno de salud afecta, sin distinción de género, incidiendo principalmente
en niños y adolescentes, de cualquier estrato social y de todas las religiones de
nuestro país.
Los estudios epidemiológicos, tanto nacionales como mundiales nos demuestran
que este fenómeno es cambiante y se presenta con mayor frecuencia en jóvenes y
con sustancias cada vez más dañinas. Se observa también un aumento en el uso
de alcohol en la mujer.
Ante este panorama, desde el inicio de esta administración el Gobierno Federal
tiene como tarea velar por la salud, el bienestar y la seguridad de la población del
país. .
En el campo de la demanda se han hecho grandes esfuerzos y acorde con el
programa sectorial de salud (2007-2012) se han invertido más de 6 mil 600
millones de pesos en la prevención y tratamiento de las adicciones; con estos
recursos se han construido 335 centros de atención primaria llamados “Centros
Nueva Vida”, que operan en toda la República, en los municipios de mayor
incidencia.
En cuanto al control del uso nocivo del alcohol se han propuesto reformas a la Ley
General de Salud, que se encuentra en estudio, en la Cámara de Diputados que
13
regulará desde su producción, hasta la venta de este producto, haciendo énfasis
en la prohibición de la venta a menores. Se ha apoyado el programa del
alcoholímetro y, en general, todos los programas que limiten el consumo excesivo.
México ha estado a la vanguardia en la vigilancia epidemiológica de las adicciones,
ya que desde 1980, se han estado realizando encuestas nacionales, en 1988,
1993, 1998 2002 ,2008 y 2011; las tres primeras registraban datos urbanos y en las
tres últimas se agregan datos del medio rural. Con estos estudios se han logrado
tener datos sobre la evolución del problema tanto en el medio urbano como en el
rural, a nivel regional y estatal.
1.3 PANORAMA EPIDEMIOLOGICO DEL CONSUMO DE ALCOHOL
La ENA (Encuesta Nacional de Adicciones), muestra que el
Abuso/dependencia al alcohol incrementó del 4.1% en el
2011 a 5.5%. Por sexo ambos tuvieron
Incrementos importantes (8.3% a 9.7% en hombres y de
0.4% a 1.7% en mujeres).
14
2. RESULTADOS PRINCIPALES DEL ALCOHOL
1.-Poblacion General de 12 a 65 años
Se observa un crecimiento significativo para el año 2011. Por
Patrón de consumo, se observaron variaciones de consumo
importantes ya que el consumo diario disminuyó (1.4% a .8%),
bebedores
consuetudinarios fue similar (5.6% a 5.4%) y el porcentaje de
dependencia se incrementó significativamente (4.1% a
6.2%). Es importante señalar que el índice de consumidores
altos mantuvo estable entre 2008 y 2011 (32.0% y 32.8%).
Por sexo, las tendencias son muy similares
la dependencia aumentó en los hombres (8.3% a
10.8%) y en las mujeres se triplicó (0.6% a 1.8%),
el consumo consuetudinario en ellos se mantuvo estable
(9.7% y 9.6%) y en las mujeres disminuyó (2.3% a 1.4%),
mientras que el consumo diario también se redujo
significativamente en ambos sexos.
15
el índice de
En relación al consumoalto, se observó que en el año 2011 en los hombres
aumentó (45% a 47.2%), mientras que en las mujeres se
mantuvo igual (19.9% y 19%.3).
La cerveza es la bebida alcohólica de preferencia en la
población total e incrementó significativamente para el año
2011. La consume más de la mitad de la población masculina (53.6%) y una
tercera parte
de la población femenina (29.3%).
En segundo lugar se encuentran los destilados, este grupo
de bebidas ha incrementado su mercado significativamente.
Son proporcionalmente más consumidas
por las mujeres entre quienes hay 1.4 bebedoras de cerveza
por cada una de destilados, mientras que en los hombres la
diferencia es mayor con 1.9 por cada uno. Casi una tercera
parte de la población consume destilados (23.6%) y también
en los adolescentes han ganado el mercado con un aumento
significativo de consumidores tanto en mujeres como
hombres a la fecha.
16
El tercer lugar de preferencia lo ocupan los vinos de mesa
con un mercado relativamente pequeño. Hay 6.2 adultos
bebedores de cerveza por cada uno de vino; es la bebida de
preferencia del 6.6% de la población, con poca diferencia
entre hombres y mujeres.
Las bebidas preparadas se consumen poco 4.4%, los
fermentados mantienen un nivel bajo de consumo,
los aguardientes y el alcohol de 96° consumido como bebida
alcohólica ha disminuido significativamente.
2.1 TENDENCIAS DE LA EDAD DE INICIO DE ALCOHOL
En el 2008 el 49.1% de las personas que consumieron
alcohol, mencionó que lo hizo por primera vez a los 17 años
o menos, mientras que en 2011 este porcentaje incrementó a
55,2%. Respecto a otros grupos de edad, el 45.7% en 2008
y el 38.9% en 2011 lo iniciaron entre los 18 y 25 años. Solo
el 53% en 2008 y el 59% en 2011 consumieron alcohol por
primera vez entre los 25 y 65 años.
17
2.2 BUSQUEDA DE AYUDA Y NECESIDADES DE ATENCIÓN EN
EL ALCOHOLISMO
En términos generales, se observa que el número de gente
que asiste a tratamiento se ha incrementado, cerca de 830
mil personas de los y las consumidores de alcohol, han ido a
tratamiento, esto es casi 100 mil personas más que las
reportadas en el año 2011; en tanto, al considerar solo a
quienes cumplen el criterio de posible dependencia de
alcohol, el incremento ha sido de casi cuarenta mil personas.
El número de mujeres que ha ido a tratamiento es muy bajo
en comparación de los hombres.
En general los datos indican que quienes asisten a
tratamiento, lo hacen principalmente con especialistas o en
grupos de autoayuda o ayuda mutua, esto ha incrementado
significativamente en los últimos 3 años, mientras que el
tratamiento incompleto o parcial ha disminuido.
18
2.3
CONCLUSIONES
DE
LA
ENCUSTA
ADICCIONES
El objetivo de la encuesta fue de conocer las tendencias del
consumo de alcohol para el año 2011. Por ello se utilizaron
como indicadores el consumo de alcohol en el último año
que es el referente internacional para definir a los bebedores.
Se preguntó sobre el consumo por tipo de bebida, bebida de
preferencia a aquella que se ha consumido más. Se evaluó la
proporción de la población que bebe diario; aquella que
reporta haber tenido por lo menos un episodio de consumo
alto, es decir, de grandes cantidades de alcohol por ocasión
en el último año que se define a partir de 4 copas en las
mujeres y 5 en los hombres.
19
NACIONAL
DE
FACTORES PREDISPONENTES DEL ALCOHOLISMO
El alcoholismo activo, médicamente puede definirse como un padecimiento
crónico y progresivo, sin cura existente conocida, que implica que el uso de
bebidas alcohólicas y, a veces, tranquilizantes menores, a tal grado que interfiere
la vida funcional del individuo, en la familia, trabajo, en su salud, legales y
emocionales. Por lo tanto el alcohólico es un enfermo. Sin embargo el
padecimiento es controlable y puede detenerse.
Se ha demostrado que existe una predisposición genética hacia el alcoholismo,
situación que se traduce en una susceptibilidad extrema al alcohol, favoreciendo
una tremenda necesidad para ingerirlo y solo de esa manera poder hacerle frente
a su sufrimiento.
Schuckit y Rayses (1979), reportan haber encontrado diferencias metabólicas del
alcohol, entre parientes de alcohólicos y sujetos testigos. En los parientes de
alcohólicos encontraron niveles elevados de acetaldehído, posterior a la
administración moderada de alcohol etílico, entendiéndose como que la presencia
de acetaldehído, podría estimular el estado de intoxicación, lo que hace más
vulnerables al daño orgánico, por este metabolismo.
Freud (1948), dice que el alcoholismo es la consecuencia de intensas influencias
orales en la infancia; encontrando en el alcohol una forma de huir de la realidad,
obteniendo una gratificación sin relación a la realidad.
Menninger (1972), cree que el fundamental componente del trastorno relacionado
con el alcohol es un impulso autodestructivo, por lo que considera al alcoholismo
una forma de suicidio indirecto y crónico.
El alcohólico tiene rasgos de personalidad muy específicos, adquiridos en las
etapas de vida afectiva del menor, como la sobreprotección y la falta de afecto
20
pueden incidir en su personalidad de manera desastrosa en su vida adulta.
Al cruzarse la bebida en su camino, como una necesidad sedante la toma para
sentirse bien, sobre todo cuando percibe que al ingerirlo logra combatir la timidez,
proporcionándole alegría y tranquilidad ficticia, así como seguridad y confianza, su
debilidad e inferioridad interior lo empuja a buscar la compensación mediante
impulsos inconscientes y bebe el alcohol en busca de gratificaciones que le
permitan proyectar su agresividad reprimida o desaparecer inhibiciones y
ansiedades.
Kolb y Knight (1978) coinciden en que el alcohólico por lo general proviene de una
familia integrada por madre sobreprotectora, condescendiente y un padre
agresivo, frio y poco afectuoso con ella y con los hijos, este es el prototipo que
favorece la estructuración del alcohólico, lo que se traduce en una dependencia
con ira reprimida, sentimientos de no ser aceptado y falta de afecto, agudizándose
el problema si el niño sufrió la ausencia , por muerte de alguno de los padres o de
ambos, de igual manera por separación o divorcio.
Dollard y Miller (1939), hablan del aprendizaje, argumentan que la ingesta de
alcohol produce una disminución temporal del temor y del conflicto, siguiendo una
etapa de catástrofe, al dejar de beber, lo que es malo; la conciencia de esto
produce la adicción. El resentimiento hacia los padres les genera un sentimiento
de culpa y de inferioridad por su pasividad y dependencia, frente a la situación.
El alcohólico sufre por los conflictos de su historia familiar, lo que le impide, en la
vida adulta, establecer relaciones afectivas y significativas con sus hijos y con las
personas que los rodean, por eso se aísla y le resulta imposible integrarse y
formar una familia.
Adler (1920) habla como causa de este trastorno a los sentimiento de inferioridad,
inseguridad y a la necesidad de huir de la realidad, de cómo el abuso de alcohol le
ayuda con la sociedad exigente.
21
Schilder (1936) dice que la inseguridad que le crean desde niños, los castigos
corporales y la degradación. El alcohol brinda sensación de seguridad y
aceptación social, sentimientos que desaparecen cuando termina el efecto de la
bebida.
22
EL ALCOHOLISMO, UN SUICIDIO LENTO
El alcoholismo es la consecuencia del consumo abusivo del
alcohol y que produce una dependencia física tan importante
que el organismo no es capaz de vivir sin el alcohol.
En casos graves, cuando la persona es privada o se detiene en su
consumo de forma brusca , puede entrar en un cuadro,
llamado delirium tremens, donde se producen alucinaciones y
desorientación y puede llegar a morir, además de otras
complicaciones como crisis convulsivas. Independientemente
de estas graves consecuencias, el síndrome de abstinencia
en cualquier variedad puede provocar la muerte. Por ello, es
necesaria la atención medica en caso que una persona con
adicción deje el alcohol.
CONSECUENCIAS FISICAS
-Coma etílico: sucede después de haber bebido mucho, la
persona llega a perder el conocimiento con el riesgo de
vomitar y ahogarse en su propio vómito, por ello cuando
suceda se pondrá siempre a la persona de lado.
23
-Problemas cardiovasculares: aumento de tensión arterial y
problemas en el corazón.
-Polineuritis: Inflamación de los nervios con dolor.
-Cirrosis: Degeneración en el hígado en su capacidad de
purificador y creador de factores de la coagulación de la
sangre, como consecuencia se producen sangrados
masivos.
-Pancreatitis
-Cáncer de estomago
-Cáncer de esófago
-Úlcera gástrica
-Disfunción sexual en los hombres y mujeres
--Síndrome de abstinencia en los bebés de madres que
beben durante el embarazo y malformaciones fetales
-Envejecimiento prematuro
CONSECUENCIAS PSIQUICAS
-Lagunas de memoria que no se recuperan
-Depresiones
24
-Epilepsia
-Delirium tremens
-Enfermedades mentales graves como la psicosis
-Demencia por el alcohol
-Suicidio
-Celotipia: La persona se vuelve tan insegura que empieza a
Desconfiar de su pareja y a tener celos sin un fundamento
real.
CONSECUENCIAS SOCIALES
-Rechazo de los demás
-Despidos de trabajos
-Soledad
-Ruina económica
-Mala higiene
-Agresiones y violencia
-Cárcel
-Separaciones
-Accidentes con víctimas mortales y minusválidos de por vida
-Maltratos físicos y psicológicos
-Dolor a la familia y a uno mismo
25
ALCOHOLISMO, UNA ENFERMEDAD
El alcoholismo es una enfermedad, una enfermedad progresiva que nunca puede
curarse, pero que como otras enfermedades puede ser “detenida”.
Se debe encarar el problema honestamente y estar dispuestos a admitir que se es
alérgico al alcohol, y que es de buen sentido común el mantenerse alejado de la
fuente de esa alergia.
Una vez que una persona ha cruzado la línea invisible que separa al bebedor
excesivo del bebedor alcohólico compulsivo, siempre seguirá siendo un alcohólico.
Nunca habrá una vuelta al beber normal o social. Una vez que se llega a ser
alcohólico se sigue siéndolo siempre, y es éste un hecho con el cual se debe
acostumbrar a vivir el enfermo.
Existen también pocas alternativas para el alcohólico, si continua bebiendo, su
problema se volverá progresivamente peor, llegará con seguridad a lo que se
llama “un perdido”, irá a parar a hospitales, cárceles o instituciones, o bien a una
temprana muerte.
La única alternativa es dejar de beber por completo, abstenerse aún de la más
pequeña cantidad de alcohol en cualquier forma que sea.
La sobriedad forzada en el enfermo no es una experiencia agradable, logran
mantenerse abstemios por un periodo de días, semanas o años, pero les es
imposible disfrutar de la sobriedad, les es imposible salir sin un grupo de apoyo, se
vuelven irritables, mártires, se les hace imposible vivir y trabajar con otras
personas, persisten en el momento en que puedan volver a beber.
26
SUFRIMIENTO Y AUTODESTRUCCION DE UN ENFERMO DE
ALCOHOLISMO
Los hombres y las mujeres beben, esencialmente, porque les gusta el efecto que
produce el alcohol. La sensación es tan elusiva que, aunque admiten lo dañino, no
pueden después de algún tiempo discernir la diferencia entre lo verdadero y lo
falso. Les parece que su vida alcohólica es la única normal. Están inquietos,
irritables y descontentos hasta que no vuelven a experimentar la sensación de
tranquilidad y bienestar que les produce inmediatamente el apurar unas cuantas
copas – copas que ven a otros tomar con impunidad. Después de haber vuelto a
sucumbir al deseo imperioso, pasan por las ya conocidas etapas de la borrachera,
emergiendo de ésta lleno de remordimientos y con la firme resolución de no volver
a beber. Esto se repite una y otra vez, a menos que la persona pueda
experimentar un cambio psíquico completo, hay pocas esperanzas de que se
recupere.
La clasificación de los alcohólicos es sumamente difícil de detallar, existen por
ejemplo;
-Psicópata mentalmente desequilibrado- constantemente ésta diciendo que va a
dejar de beber para siempre, siente un arrepentimiento exagerado y hace muchas
resoluciones pero nunca toma una decisión.
-Existe el que no está dispuesto a que no puede beber ni una copa; planea
distintas maneras de beber y cambia de maca o de lugar.
-Está el que cree que después de un periodo sin beber, puede hacerlo sin peligro.
-El maniático-depresivo –este es el que menos pueden comprender sus amigosde este se puede escribir un capitulo completo.
27
- El que es enteramente normal en todos los aspectos, excepto en lo que se
refiere al efecto del alcohol que se produce en ello, estos son capaces, inteligentes
y amigables.
Todos los citados tienen un síntoma en común, no pueden dejar de beber sin que
se presente en ellos un deseo imperioso, este fenómeno, puede ser la
manifestación de una alergia que distingue a esta gente de los demás que la sitúa
en un grupo distinto, no ha sido posible erradicar con ninguno método conocido, el
único método conocido es la abstinencia completa.
Una enfermedad de esta clase afecta a los que los rodean como no lo hace ningún
otro padecimiento humano. Si una persona tiene cáncer, todos sienten pena por
ella y nadie se enfada ni se siente molesto, pero no así con el enfermo de
alcoholismo, con este mal viene la aniquilación de todas las cosas que valen la
pena en la vida; involucra a todas aquellas vidas que están relacionadas en alguna
forma con la el paciente, acarrea mal entendimiento, resentimiento, inseguridad,
vidas torcidas de niños que no son culpables, esposas y otros parientes
apesadumbrados, cualquiera puede aumentar esta lista.
El verdadero alcohólico empieza como bebedor moderado, puede o no volverse
un bebedor consuetudinario, pero en alguna etapa de su carrera como bebedor,
empieza a perder todo el control sobre su consumo de alcohol una vez que
empieza a beber, haciendo cosas absurdas, increíbles o trágicas mientras esta
bebiendo, pueden ser magnificas personas, pero si un día bebe, se vuelve
repugnante, y hasta peligrosamente antisocial, teniendo verdadero talento para
embriagarse exactamente en el momento más inoportuno, y particularmente
cundo tienen una decisión importante que tomar o un compromiso que cumplir.
Con frecuencia es perfectamente sensato y bien equilibrado en todo menos en lo
que concierne al alcohol; en este aspecto es egoísta y falto de honradez, posee
habilidades y aptitudes especiales.
28
A medida que empeora la cosa, empieza a tomar una combinación de sedante
potentes y de licor para aplacar sus nervios y poder vivir una vida según ellos,
normal.
Pueden llegar al punto de acudir al médico para que le dé morfina o algún otro tipo
de sedante para intentar cortar la borrachera poco a poco, posiblemente ingresa a
un hospital o sanatorio.
Una simple copa, puede significar para ellos un desastre con todos los
sufrimientos y humillaciones que lo acompañan, no se sabe por qué el alcohólico
reacciona en forma diferente a esa copa de la gente normal, una vez llegando a
ese punto es poco lo que se puede hacer por él.
Se tiene la certeza de que una vez que una vez que es introducido en su sistema
cualquier dosis de alcohol, algo sucede, tanto en el sentido físico como en el
mental, que hace prácticamente imposible parar de beber.
Para la mayoría de los alcohólicos, por razones que se desconocen, cuando se
trata de beber, han perdido su capacidad de elegir. Su llamada fuerza de voluntad
se vuelve prácticamente inexistente, siendo incapaces de hacer llegar con
suficiente impacto a su conciencia el recuerdo del sufrimiento y humillación de
apenas unos días antes, volviéndose indefensos ante la primera copa. Si de una
vaga manera ocurren estos pensamientos, son fácilmente suplantados por la vieja
y usada idea de que esta vez podrá controlarse como lo hacen los demás, siendo
este un completo fracaso. Cuando esa manera de pensar se establece
plenamente en un individuo con tendencias alcohólicas, se ha colocado fuera del
alcance de la ayuda humana y, a menos que se le encierre, puede morirse o
volverse loco para siempre, la mayoría se encuentra en estado remiso a admitir
que es alcohólico, no les agrada pensar que son física y mentalmente diferente a
sus semejantes, la idea de que de alguna forma, algún día llegaran a controlar su
29
manera de beber es su gran obsesión, la persistencia de esta ilusión es
sorprendente, incluso la persiguen hasta la puerta de la locura o la muerte.
El enfermo de alcoholismo inclusive puede convencerse de que padece una
enfermedad progresiva, que después de cierto tiempo empeora y puede no
mejorar nunca.
Algunos de los métodos utilizados por los bebedores son; beber únicamente
cerveza, limitar el número de copas, nunca beber solo, no beber por las mañanas,
beber solamente en casa, nunca tener bebida en casa, no beber durante horas de
trabajo, beber solamente en fiestas, cambiar licor fuerte por otro, beber solamente
vinos naturales, jurar con solemnidad, hacer más ejercicio físico, leer libros
conducentes a la inspiración, ir a fincas de salud y sanatorios, aceptar
voluntariamente ser internados, etc.
Una vez alcohólico, alcohólico para siempre, para estar gravemente afectado no
es necesario que haya estado bebiendo durante mucho tiempo, esto es
particularmente cierto en las mujeres, las potencialmente alcohólicas a veces se
vuelven verdaderamente tales, y en unos cuantos años su caso se encuentra en
estado muy avanzado. Ciertas bebedoras que se sentían gravemente ofendidas si
se les llamara alcohólicas, se sorprenden de su incapacidad de beber.
Para el enfermo de alcoholismo la primera copa es tan absurda e incomprensible
como saltar frente a un vehículo a toda velocidad, por muy inteligentes que
demuestren ser en otros aspectos, en lo que concierne al alcohol se vuelven
extrañamente dementes.
30
1. FRENTE A UN SUICIDIO O MUERTE REPENTINA
El suicidio es una realidad trágica del alcoholismo, el dolor de convivir con una
adicción puede convertirse en algo intolerable, para los que eligen este camino, la
decisión puede parecerles la única salida a su sufrimiento. De la misma manera
muchos alcohólicos mueren de repente e inesperadamente por problemas de
salud desconocidos o imprevistos, o por accidentes debido al alcohol, para el
familiar cargar con una carga de un suicidio representa una carga en particular, se
puede vacilar entre culpar al alcohólico o a uno mismo, sin poder dejar de sentir
que la muerte del ser querido podía haberse evitado, aunque se trate de analizar
el porqué de la muerte del ser querido, no es seguro que se pueda comprender
plenamente y seguir afectándoles después de su muerte, llenándoles de
remordimiento o resentimiento.
1.1 SUICIDIO CRÓNICO
El Dr. Karl Menninger, en su personal clasificación del suicidio, pone varios tipos
de conductas auto agresivas a las que llama Suicidio Crónico, llamándole así a los
que la idea de matarse les parece repugnante, pero que escogen un estilo de vida
de lenta destrucción, niegan la existencia del deseo suicida, afirmando que su
conducta autodestructiva se debe únicamente a la necesidad de hacer más
tolerable la vida para ellos mismos, siendo el prototipo de la muerte lenta, tiene un
estilo de vida que da la impresión que pospone el morir a costa de grandes
sufrimientos, que conllevan, necesariamente, el deterioro de muchas funciones
vitales, se destruye a sí mismo, en un grado mayor o menor al autoimponerse
tantos riesgos en contra de su cuerpo.
31
1.2 SUICIDIO CRÓNICO EN EL ALCOHOLISMO
El alcoholismo está considerado como un suicidio crónico, ya que el enfermo
atenta contra su vida de una manera indirecta: comienza a beber por placer y
termina haciéndolo por compulsión, no lo hace por matarse conscientemente,
aunque bien sabe que alcoholizado puede accidentarse de manera fatal, o que
simplemente, se está exponiendo a una Muerte social: cárcel por homicidio
involuntario, o repudio de la sociedad dentro de la cual vive, pudiendo ser
abandonado por su propia familia.
Es probable que beba para “poder vivir”, a pesar de todos los problemas que lo
agobian, olvidarse de ellos, descansar un poco de las presiones, etc.
Se trata de una enfermedad que, por lo menos hasta ahora es incurable, se vive
como una compulsión.
Un impulso irresistible por el cual el individuo tiene que beber, tiene que
intoxicarse con una excesiva ingesta de alcohol, aunque con esto y bien sabido
por el enfermo, pierda, o al menos ponga en peligro el perder, su trabajo, su
familia, su patrimonio, la vida de otros y más, se trata de una vida sufrida como
infortunio y fatalidad, porque todo alcohólico, sobre todos los activos, tarde o
temprano se enfrentan
a depresiones, culpas, aislamiento, abandono y
desesperanza.
El alcoholismo es una forma de autodestrucción, eficaz ciertamente, que emplea el
adicto para evitar otra conducta más destructiva y que, según Menninger, es fruto
de elementos de agresividad, aunado a una búsqueda de castigo por sentimientos
de culpa, que nacen por la agresión que vive el alcohólico.
La autodestrucción se vive a pesar de y, al mismo tiempo, por medio de, el plan
que se emplea para evitar el suicidio.
32
1.3 SUICIDIO PATOLOGICO
De igual manera pueden cometer suicidio patológico, el enfermo tiene conductas
autodestructivas directas que ponen en peligro la propia vida, con lo que se refiere
a que realizan actos con la intención de matarse debido a su estado, como darse
un tiro, ahorcarse o arrojarse al vacío, etc.
De la misma manera están las conductas Autodestructivas Indirectas que ponen
de igual manera en peligro su vida, como manejar un automóvil en estado
inconveniente, meterse al mar de la misma manera, entre muchas otras. En las
que no se busca la muerte, sino el placer de sentir las sensaciones propias,
sabiendo sin embargo el riesgo que está corriendo.
El enfermo de alcoholismo al estar alcoholizado siente que sus problemas
aumentan y el stress se torna inaguantable, condiciones ambas que los llevan a
pensar en el suicidio.
Estudios recientes han demostrado que el abuso de sustancias alcohólicas, más si
están cursando una depresión profunda, lleva, casi por necesidad, a la
autodestrucción total e irreversible.
33
EL ALCOHOLISMO EN LA MUJER
La mayoría dela gente relaciona el problema del alcoholismo con concepciones de
moral, vicio o de alguna manera con una subcondición que coloca al alcohólico o a
la alcohólica ante la crítica y el desprecio implacable de aquéllos que no entienden
ni pueden aceptar una manera incontrolable de ingerir alcohol (incluyendo al
mismo alcohólico) o ante la lastima, el dolor y la impotencia de aquellos seres que
rodean a quienes padecen una enfermedad.
Para la mujer, tal problema se complica aún más, porque ser alcohólica según el
criterio común es ser una “mujer perdida”, “mujer sin virtudes y sin moral”, “mujer
ruin”; situación está que si el varón alcohólico es grave, en la mujer toma
dimensiones insospechadas.
De acuerdo a la experiencia de muchos alcohólicos, en sobriedad, el alcoholismo
tiene entre sus características más desconcertantes, el hecho de que, conforme va
avanzando la enfermedad, en la medida que es más difícil aceptar que se está
enfermo; se le podrán hacer mil estudios y pruebas y debido a que el alcoholismo
es una enfermedad mental, es mucho más probable de que se convenza de que
es un alcohólico.
La mujer alcohólica no escapa a esta situación, originada por la trampa mental
colocada por ella misma, sin embargo, existen otras circunstancias que complican
ese cuadro desolador y están a cargo de familiares y allegados a la mujer
alcohólica. Por regla general, los familiares tratan a toda consta de ocultar todo
indicio que pudiera indicar a la gente de afuera que existe un problema de
alcoholismo femenino en la casa. De esta manera, los familiares se vuelven
cómplices en el afán, que ya de por si existe como tendencia innata en la
alcohólica, de ocultar por todos los medios su adicción por el alcohol.
34
Cuando esporádicamente la mujer alcohólica desea hacer un esfuerzo para
enfrentar su situación, enseguida es neutralizada, por la gente que la rodea.
Otro caso común es aquél en que la familia la rechaza como una degenerada e
inclusive se le corre de la casa, sucediendo esto con mayor frecuencia en lo que
se llama clase media y baja.
En sus estados más avanzados, desciende a beber abiertamente ya sea en
centros nocturnos, fiestas, bares, restaurantes, tabernas, automóviles, según la
capacidad de sus bolsillos, finalmente pueden llegar a convertirse en lo que se
llama “teporochas”.
El problema de la mujer alcohólica tiene características especiales. Aún antes de
convertirse en alcohólica, se encuentra ya en una posición diferente a la del
hombre alcohólico. La Sociedad espera compostura de una mujer; luego si bebe,
deberá saber cómo arreglárselas. Frecuentemente se escucha la frase “A nadie le
gusta ver una mujer borracha” a nadie le gusta tal espectáculo. Muchas de las
mujeres beben en privado, y así proyectan al mundo una imagen acosada de
dolores de cabeza y nauseas, que paulatinamente la llevarán a una invalidez
crónica.
La mujer es víctima de sus propios esfuerzos por engañar a los demás y ello se
debe a la actitud mental de ver su enfermedad como un estigma, al negarse a
aceptar su enfermedad se busca ellas mismas un amargo final de la locura o de la
muerte.
35
1. ALCOHOLISMO
UNA
ENFERMEDAD
DE
LOS
SENTIMIENTOS
La dependencia de bebidas alcohólicas también puede ser llamada “La
enfermedad de los sentimientos”. El Dr. Vernon E. Jonson, fundador del Instituto
Johnson, ha hecho mucho por explicar la enfermedad en un nivel emocional. La
describe en términos de un avance en cuatro fases.
1.1 FASE UNO: A prende los cambios en estado de ánimo
Una persona es introducida al alcohol y descubre que tiene el poder de producir
un cambio en un estado de ánimo. Este se experimenta como positivo, divertido y
remunerador. No hay dolor, costo emocional o consecuencias desagradables
asociadas al uso.
La persona comienza a confiar en el alcohol. Aprende que es confiable y rápido,
funciona siempre, también aprende que es posible controlar el grado de variación
del estado de ánimo, dependiendo de la cantidad que se utilice. (“Una bebida me
hace sentir bien; entonces dos o tres me harán sentir mejor”).
Cuando la euforia se agota, y esto es importante, la persona regresa a sus
sentimientos normales.
1.2 FASE DOS: Busca la variación en el estado de ánimo
Ahora la persona aplica a las situaciones sociales lo que aprendió de la primera
fase: fiestas, entretener a sus amigos, almuerzos de negocios, celebraciones. Ya
pasó del aprender cómo utilizar el alcohol y armar una relación con el alcohol.
36
La persona comienza a establecer algunas reglas auto-impuestas para regir el
uso de la bebida. Por ejemplo: “sólo beberé dos o tres tragos cada vez”.
Durante esta etapa, la persona comienza a pagar un precio por el uso del alcohol:
crudas, una cabeza nebulosa, el sentimiento de no estar controlando las cosas.
Esto pasa. La persona desea pagar ese precio y repetir la conducta que lleva a él.
Comienza a anticipar el uso y quizá desarrolle un ritual regular de uso, (“sólo un
trago antes de cenar”).
Una vez más, como en la primera fase, la persona puede, y de hecho regresa, a
sus sentimientos y vida normales después de que la euforia termina.
La mayoría de los llamados bebedores sociales permanecen en la fase dos, al
igual que muchos que lo usan mal y abusan. El punto es que aún pueden elegir y
controlar el uso.
1.3 FASE TRES: Dependencia dañina
Esta fase marca la presencia de la enfermedad de la dependencia al alcohol.
Nadie sabe porque unas personas avanzan hacia ella y otras no. Sin embargo, se
sabe lo que ocurre cuando lo hacen.
La persona comienza a sufrir pérdidas en su vida directamente relacionadas con el
uso del alcohol. Estas pérdidas ocurren en todos los niveles: emocional, mental,
físico, económico o financiero. Pueden ser observadas en los cambios de
conducta que ocurren y en el sistema de engaños que se desarrolla.
37
Los cambios de conducta incluyen una preocupación más intensa por el alcohol;
una creciente rigidez en torno a los rituales de uso; un aumento en la tolerancia,
una mayor inocencia en la obtención y uso y una violación repetida de las reglas
auto-impuestas.
El sistema de engaños que desarrolla está compuesto por un conjunto poderoso
de defensas psicológicas (negación, racionalización, proyección y reducción al
mínimo), más distorsiones de memoria (represión, lagunas mentales y recuerdos
eufóricos) que se combinan para impedir que el dependiente de la sustancia
experimenta de manera consciente el dolor que está sufriendo.
El sistema de defensas es el resultado de los altos costos emocionales que
supone el uso durante esta fase: sentimientos dolorosos de remordimiento, culpa,
vergüenza, ira, dolor, ansiedad que flota libremente, ira consigo mismo y a la larga
desesperación y pensamientos de suicidio. Debido a que nadie desea vivir con tal
dolor todos los días, las defensas psicológicas llegan al rescate. Negación (“no
tengo problemas con el alcohol”), racionalización (“si me dejas solo dejaré de
beber.. es tu culpa”) y minimización (“sólo me tome un par de cervezas).
Estas defensas encierran el dolor del interior; el uso continuo de la bebida le
mantiene y proporciona el único alivio.
Las personas comienzan a experimentar distorsiones de memoria mediante
perdidas
de
conciencia
incluidas
por
la
bebida,
represión
inducida
psicológicamente y recuerdos eufóricos (“ ¿Qué quieres decir, que yo estaba
borracho anoche? ¡Estaba bien!). Literalmente estas distorsiones de los recuerdos
destruyen la capacidad de la persona de recordar lo que ocurrió durante cualquier
episodio determinado de la bebida.
38
Por último, los miembros de la familia, amigos y patrones se vuelven permisores
que apoyan el sistema de engaños del dependiente de sustancias químicas al
reaccionar ante la conducta de la persona en formas que le impiden experimentar
su propio dolor.
La persona pierde el contacto con la realidad en dos formas. El sistema de
engaños le impide reconocer o darse cuenta de lo que está ocurriendo y también
lo hacen los permisores que lo rodean.
Esta es la etapa media de la adicción.
1.4 FASE CUATRO: Bebe para sentirse normal
La persona en la fase cuatro utiliza el alcohol para sentirse normal, lo que él
recuerda como normal. El deterioro continúa en todas las áreas de su vida. El
alivio, cuando se encuentra, es temporal. El dolor emocional es abrumador.
Ocurren pensamientos de suicidio y pudiera haber intentos reales.
Esta etapa es la última de la adicción. A menos que haya una intervención, la
persona morirá de forma prematura.
Se trata de un escenario terrible y horriblemente inevitable. Y no sólo es el adicto
quien sufre. Las personas en torno al dependiente, familia, amigos, colaboradores;
también son vulnerables a los efectos de la enfermedad.
Estar en una relación con un enfermo puede dejar a los de su alrededor furiosos,
avergonzados, heridos, temerosos, incierto y solos.
39
Para protegerse de estos sentimientos, se deben de esforzar por lograr la
perfección, tratar de controlar el uso que haga esta persona del alcohol o bien
encubrir sus sentimientos con apatía y fingiendo no preocuparse.
Quizá el familiar esté tan atrapado en la preocupación por el adicto que se olvida
de sus necesidades, su autoestima se desplomará. Se deprimirá o desarrollará
varias enfermedades relacionadas con el estrés. Quizá comience también a utilizar
sustancias como medio de escape.
Ciertamente, las personas de su entorno sentirán alguna sensación de culpa, ya
sea porque se siente impotente para ayudar o cree que está ahí para culpar,
(imagínese la culpa de que los parientes y hermanos sienten cuando un
adolescente se suicida).
En otras palabras, existen al menos dos personas que pueden beneficiarse en
gran medida de que se intervenga con un adolescente que está ingiriendo alcohol,
el propio adolescente y su entorno.
40
ALCOHOLISMO Y LA NEGACIÓN
ALCOHOLISMO “Un carrusel llamado negación”
El alcoholismo es un trágico drama de tres actos en el que toman parte tres
personajes: el bebedor y su familia, los amigos, los compañeros de trabajo y hasta
los consejeros, son quienes pueden contribuir a mantener girando el carrusel.
En el alcoholismo rara vez aparece una persona sin que afecte a otras; es extraño
que continúe aislado a los demás.
Una persona bebe mucho y se emborracha, los demás reaccionan contra la
borrachera y sus consecuencias. El bebedor responde a esta acción y vuelve a
beber. Esto establece un carrusel de culpa y negación, semejante a un espiral
hacia abajo, lo cual caracteriza al alcoholismo.
El alcohólico siente y piensa que nadie puede decirle a él lo que debe o no hacer.
Esto hace sumamente difícil a la familia hablar sobre la bebida o los resultados,
aun cuando es indiscutible que la bebida está causando serios problemas, el
enfermo simplemente no los discutirá. La conversación es como una calle de una
sola vía, nadie parece oír lo que los otros están diciendo, Ambas partes dicen una
cosa, sin embargo hacen otra.
La palabra clave del alcoholismo es la “Negación”, una y otra vez el enfermo no
hace lo que dice, o niegan lo que han hecho.
La primera parte de la negación es ocultar la cantidad que se bebe, esto
demuestra que él sabe que está bebiendo demasiado.
Negaciones repetidas como el esconder la botella y el beber sólo, revela cuán
importante se ha convertido el alcohol para sentirse mejor.
41
Después de uno o dos tragos ya no puede parar de beber, observándose
profundos cambios en el enfermo, revelando una sensación de triunfo, bienestar y
autosuficiencia, se siente en la cúspide del mundo, ahora él está en lo cierto y los
demás equivocados.
En el alcohólico no hay una manera uniforme de actuar cuando está intoxicado,
pero cualquiera que sea no es racional ni sensible, sino irresponsable. Ignora
todas las reglas de conducta social, a veces hasta un grado criminal, de lo cual un
ejemplo claro es manejar un automóvil.
Después de un tiempo, el enfermo crea crisis, se mete en problemas y termina en
un completo caos, el enfermo es una persona dependiente, que se comporta como
si en realidad fuera independiente, siendo que con sus frecuentes borracheras se
vuelva más dependiente de los demás. Cuando su auto creada crisis estalla, el
enfermo espera que alguien lo saque de su apuro, espera que los demás hagan
algo por él.
El alcohol que en un principio le dio una sensación de triunfo e independencia,
ahora se ha quitado la máscara y revela al niño indefenso y dependiente que es.
El propiciador es aquel allegado que impulsado por la culpabilidad y por su propia
ansiedad siente el deseo de rescatar a su amigo o familiar enfermo de
alcoholismo, desea salvarle de su crisis inmediata y así aliviarle la intolerable
tensión creada por su situación. Realmente esta persona puede estar
satisfaciendo su auto necesidad más que la del enfermo, aunque no se dé cuenta
de ello.
El propiciador puede ser un familiar, amigo, un médico, abogado o trabajadores
sociales, quiénes han tenido poca o ninguna de las instrucciones científicas sobre
alcohol y alcoholismo, lo cual es esencial para esa clase de consejo especializado,
esto le impide al enfermo el proceso de aprendizaje por medio de enmendar sus
42
propios errores, y se le acondiciona para hacerle creer que siempre habrá un
protector que vendrá en su ayuda, aunque muchas veces estos insisten en que no
volverán a ayudar, siempre lo harán de una forma u otra. Estas operaciones de
rescate pueden ser tan compulsivas como la bebida.
La víctima es la persona que se hace responsable de hacer el trabajo del
alcohólico, si este se ausenta o no se encuentra en condiciones de hacerse
responsable de sus cosas, de igual manera le ayuda a realizarlas cuando sufre el
malestar posterior a las borracheras. La protección humana es una reacción
perfectamente normal; siempre existe la esperanza que esta sea la última vez. El
enfermo se vuelve completamente dependiente de esta repetida protección y
encubrimiento por parte de la víctima; de otra forma no podría continuar bebiendo
de esa manera, se vería forzado a dejar la bebida, en este caso la víctima es
quien propicia que el enfermo siga bebiendo irresponsablemente.
El provocador, casi siempre es el conyugue, el padre, la madre, o la persona con
quién el enfermo vive. Por lo general es la esposa o la madre, es la que se siente
lastimada y dolida por los repetidos episodios de borracheras, pero mantiene la
unidad familiar a pesar de todos los problemas causados por la bebida. En
cambio, alimenta con su amargura, resentimiento, temor y dolor la vida conyuga;
por consiguiente se convierte en la verdadera fuente de provocación. Controla,
trata de forzar los cambios que desea, se sacrifica, se acomoda, nunca desiste de
su empeño, nunca cede; pero sobretodo nunca olvida.
La actitud del enfermo es que sus fallas deben de ser aceptadas, pero su pareja
no debe fallar nunca. El actúa con completa independencia e insiste en que hará
lo que le parezca, pero espera que ella haga exactamente lo que él dice que haga,
o que no haga.
43
Existe el enfermo de alcoholismo que adquiere la negación adoptando una actitud
de absoluto silencio y se rehúsa discutir nada concerniente a su enfermedad, la
razón es que les resulta doloroso recordar.
El problema verdadero es que el enfermo de alcoholismo está bien consciente de
su enfermedad, pero la niega con tanta vehemencia.
No hay forma fácil de detener el carrusel ya que puede ser más doloroso el
detenerlo que mantenerlo girando.
44
TRATAMIENTO DE LA ENFERMEDAD DEL ALCOHOLISMO
Cuando una persona alcohólica deja de beber, los síntomas de supresión inician
dentro de las seis y cuarenta y ocho horas, alcanzando su apogeo cerca de las 24
y 35 horas, después de la última bebida. Durante este periodo la inhibición de la
actividad cerebral causada por el alcohol se revierte bruscamente. Se incrementa
la producción de las hormonas del estrés, sobrexcitando el sistema nervioso
central. Al ser hospitalizados los pacientes deberán ser ampliamente explorados
para descartar cualquier afección médica y deberán de ser tratados de cualquier
problema como de hipertensión y trastornos cardiacos. Lo primero será tratar de
calmar al enfermo, ayudado con ansiolíticos, evitando la presentación de delirio
tremens, acompañado de hidratación en cantidades adecuadas. Es aconsejable
aplicar por vía intravenosa complejo B con el fin de prevenir el síndrome de
Wernicke-Korsakoff, que se presenta por falta de esta vitamina y puede causar
daño cerebral en las partes bajas del cerebro, la psicosis de Korsakoff resulta del
daño permanente a zonas del cerebro involucradas con la memoria, pudiendo
progresar a coma o muerte, deberán estar en observación hasta su recuperación,
para determinar la gravedad del caso.
En casos de síntomas de supresión leve a moderada, que en general lo presentan
el 95% de los enfermos, se manifiestan por agitación, temblores y falta de apetito,
un 15 a 20% presentan crisis convulsivas, alucinaciones. Una vez examinado
puede ser manejado ambulatoriamente, proporcionándole medicación para
continuar su manejo intradomiciliario. Es importante que un familiar cercano se
encuentre a su lado durante esta fase etílica.
Cerca de un 5% de los pacientes alcohólicos presentan el delirium tremens,
mismo que se desarrolla cuatro o cinco días después de la última bebida.
45
Se presentan fiebre,. Taquicardia, hiper o hipotensión, agresividad, alucinaciones
y otros síntomas mentales, este cuadro puede acompañarse de crisis convulsivas,
que deberán ser controladas inmediatamente con medicamentos. Su manejo es a
base de hidratación, ansiolíticos hasta lograr estabilizar su condición física.
Estos cuadros se conocen como borrachera seca, situación que no por el hecho
de suspender la bebida, habla de un cambio favorable en su actitud o conducta. A
pesar de que su vida es una pesadilla, el alcohólico sigue atribuyendo su
desgracia acircunstancias ajenas a él, lo que implica un estado de ánimo y
comportamiento que no son buenos para el bienestar del enfermo.
El síndrome de abstinencia tiene los siguientes síntomas:
Conducta de grandiosidad- La manifiesta por falta de percepción interior y una
actitud de presunción, que lo llevan a asumir actitudes ridículas y a ser cruel con
los que lo rodean.
Enjuiciamiento Rígido- Hace juicios de sí mismo y de los demás, esto prueba lo
irreal de su conducta que traduce autoestima baja y sentimientos de culpa.
Impaciencia- Desea satisfacción inmediata y de no lograrla, reacciona con
indignación o depresión.
Conductas infantiles-
Es común que llegue al aburrimiento, se distrae con
facilidad y suele ser desorganizado, tiene cambios de estado de ánimo y suele
estar insatisfecho con la vida.
Incomodidad- Los malestares de su vida pasada lo acosan y causan incomodidad,
tratan de perseverar su autoestima sin éxito, de la misma manera evita encontrar
dentro de sí mismo los impulsos que gobiernan su conducta.
46
Negación- El alcohólico niega la realidad de su problema y trata de convencerse a
sí mismo que él está en lo correcto, sin embargo no tiene éxito en su autoengaño,
porque reconoce en el sentimientos, deseos, impulsos y recuerdos que son
inaceptables, provocándole conflictos entre lo que percibe como verdad en sus
sentimientos, impulsos y deseos.
Es prácticamente imposible que la familia pueda proporcionarle al enfermo una
situación en la que sea capaz de lograr una evaluación realista de sí mismo,
únicamente la ayuda de grupos de apoyo es recomendable, la mejor opción es
Alcohólicos Anónimos.
47
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS
ORIGENES
Alcohólicos anónimos tuvo su comienzo en 1935, en Akron Ohio, como resultado
de Bill W. agente de bolsa de Nueva York y el Dr. Bob S. un cirujano de esa
ciudad. Ambos alcohólicos desahuciados. Sin conocerse, habían tenido contacto
con el Grupo Oxford, sociedad compuesta por gente no alcohólica que recalcaba
la aplicación de valores espirituales en su vida diaria. Con ellos Bill había logrado
su sobriedad, trabajando con alcohólicos, en cambio el Dr. Bob no lo había
logrado por falta de apoyo.
Cuando se conocen en el año de 1935, se produce un efecto inmediato,
encontrarse cara a cara con un compañero que había dejado de beber significó
mucho para el Dr.
Bill recalcaba que el alcoholismo es una enfermedad de la mente, de las
emociones y del cuerpo, esto se lo comunicó al Dr William D. Silkworth, del
hospital Towns de Nueva York, en dónde Bill había ingresado varias veces. Las
ideas de Bill convencieron a Bob, logrando pronto su sobriedad.
Bill y Bob comenzaron a trabajar con alcohólicos confinados en el Hospital
Municipal de Akron, con su esfuerzo, un paciente logró la sobriedad. Aunque
todavía no se llamaban Alcohólicos Anónimos, estos tres hombres constituyeron el
primer grupo de AA.
48
AL-ANON, simultáneamente fue creada en 1952, en la ciudad de Nueva York por
Lois W., esposa de uno de los fundadores de AA y Anne B. los grupos de Alateen
se organizaron en el año de 1957, grupos independientes a AA, ambos utilizan los
DOCE Pasos de AA, para su recuperación y celebran sus encuentros de modo
muy similar.
SOLO POR HOY
ALCOHOLISMO FAMILIAR
EL ALCOHOL DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL SISTEMA
FAMILIAR
El alcohol y sus efectos en la familia han estado presentes en toda la historia de la
humanidad, ya sea en celebraciones como fiestas o instrumentos de curación, o
cómo generador insano, como instrumento de desintegración familiar y maltrato,
violencia o agresión cuando ya el enfermo no puede controlar la bebida.
Los familiares que sufren con un alcohólico creen que el exterior del enfermo es
tan anormal como su mente, su manera de comportarse como resultado de sus
pensamientos negativos.
La familia es desprendida de sus propios ideales, de sus sueños y se deja llevar
por el sentimiento de culpa, que la conduce a salvar al enfermo alcohólico, en un
abnegado papel de redentor, cae en mentiras para proteger a su ser amado, a su
familia, su reputación y orgullo, otras veces no les importa herir, huir o caen en
crisis de histeria ante la frustración de no poder cambiar su contexto familiar.
49
Desde el punto de vista popular, en un matrimonio en el que uno de los miembros
tiene dependencia del alcohol, el cónyuge no alcohólico es solamente víctima y no
participa de modo alguno en el proceso del deterioro familiar, dejando la
responsabilidad emocional y social al bebedor problema.
En contraposición a esta opinión, se sabe de cónyuges de alcohólicos que
participan en un grupo de ayuda, quienes son o han sido individuos con algún tipo
de alteración emocional, la cual se manifiesta, por un bajo nivel de autoestima, en
inseguridad, una necesidad manifiesta de ser protegida (o), o bien como crisis
frecuentes de ansiedad y depresión, entre otros estados.
De este modo, la
condición de salud y estabilidad que el núcleo familiar debería proveer resulta
precaria, dado que ninguno de los integrantes de la pareja (es decir, los padres)
están en condiciones emocionales de ayudar a los hijos a desarrollarse
psicológicamente. Uno por dependencia al alcohol y el otro por las posibles
dificultades emocionales mencionadas.
En el proceso de estructuración de la familia, independientemente de la etapa en
que se encuentre el padecimiento alcohólico, es frecuente que sus integrantes
experimenten la necesidad de negar o esconder el hecho de que alguno de sus
elementos bebe en exceso y, más aún, de que existen conflictos intrafamiliares
agravados por el consumo excesivo de alcohol.
Cualquier sistema emocional, (familia, pareja, padre-madre, hijo-hija) sometido a
tensión extrema, utiliza la triangulación como mecanismo protector contra la
ansiedad. Este tipo de mecanismo es disfuncional porque genera estabilidad a
través de la diversificación del conflicto, más que la resolución del mismo. La
triangulación puede establecerse en el seno de la organización familiar, o bien con
elementos externos como relaciones extramaritales, el trabajo absorbente, la
televisión, algún deporte, el uso de drogas, alcohol, etc.
50
Con el tiempo y la repetición del mecanismo triangular, la conducta se convierte en
un patrón disfuncional crónico, evitándose de manera permanente la solución de
los problemas emocionales.
51
LA FENOMENOLOGIA DEL ALCOHOLISMO
Según el criterio popular, el alcohólico es un individuo irresponsable, físicamente
deteriorado y sin recursos psicológicos para solucionar de alguna manera sus
problemas. Esta concepción es real cuando el sujeto alcanza la fase terminal del
padecimiento.
El alcoholismo es considerado como un proceso patológico de etiología múltiple,
síntomas específicos, curso atípico y pronóstico predecible.
La familia puede organizarse alrededor del alcohol. Lo que hace único al sistema
familiar alcohólico, no es la gravedad de la problemática psicosociológica o la falta
de flexibilidad de esta, sino la oscilación entre un tipo específico de
comportamiento (estado de sobriedad-responsabilidad, ternura, cercanía afectiva)
y en otro extremo, lo contrario, o sea una conducta, igualmente especifica pero
polarizada (estado de ebriedad-irresponsabilidad, agresión, violencia, lejanía
afectiva). En algunos casos, sin embargo la persona embriagada es más amable o
tierna, y este es el único estado en el que se puede acercar emocionalmente a su
pareja o a sus hijos mientras que cuando esta sobria es distante, irritable o
violenta. En ambos casos se trata de polaridades en las que el alcohol modifica
sustancialmente la conducta de la persona.
La idea de que el alcohólico es “vago, bueno para nada”, y su conyugue “inmadura
y masoquista”, ha sido descartada ya de la concepción moderna de la dinámica
familiar en las familias con un miembro alcohólico. En el sistema familiar
alcohólico, la ingesta de etanol se mantiene por el comportamiento de todos los
integrantes de la familia, que con frecuencia reflejan patrones conductuales
provenientes de las familias de origen de uno o de ambos cónyuges.
52
En el seno de una familia en donde uno o ambos padres beben en exceso, esto
es, que periódicamente se manifiestan como sintomáticos, la ingestión de alcohol
puede considerarse como un mecanismo estabilizador del sistema.
De esta manera, cualquier intento directo de mejorar la comunicación entre los
integrantes de la familia acentúa la disfunción y agrava el síntoma-enfermedad.
Dentro de la familia del alcohólico no es quien no bebe el que posee el poder, los
conyugues establecen una lucha constante y encarnizada por obtener el control,
que pasa del victimario, cuando esta alcoholizado, a la víctima cuando esta sobrio.
En este tipo de sistema disfuncional, la individualidad está mal diferenciada y solo
cuando uno de los integrantes de la pareja decide centrarse en sí mismo y se
avoca a resolver sus propios conflictos, puede iniciarse la desactivación del
síntoma. En el sistema familia alcohólico es factible desconectar el síntoma,
enfocando la terapéutica en el cónyuge no alcohólico y conduciéndolo a centrar su
atención en sí mismo.
En sistemas donde los limites individuales no estén definidos, es frecuente que el
cónyuge no alcohólico presente, por ejemplo, una crisis depresiva de gravedad
variable originada por el sentimiento de culpa que nace del “atreverse” a enfrentar
las reglas sociales, familiares y religiosas del juego. La reacción depresiva puede
interferir con la decisión de centrarse en sí mismo y disminuir el comportamiento
reactivo, que fluctúa entre la punición y sobreprotección (punición al hacerle
recriminaciones o dejar de hablarle a la persona alcohólica cuando esta está
sobria, y sobreprotección cuando esta intoxicada, para tratar de salvarla). El
cónyuge no alcohólico experimenta profunda auto devaluación, con necesidad
extrema de establecer nexos de dependencia y, al mismo tiempo, con muy pobre
impulso vital, a mayor interés del cónyuge no alcohólico en sí mismo, mayor es la
posibilidad de que el alcohólico controle la ingesta de bebida y mantenga la
53
sobriedad; y que a mayor interés y esfuerzo del cónyuge por conservar al
alcohólico sobrio, mayor la posibilidad de fracaso.
Esto confirma que no es solamente el bebedor quién funciona manteniendo el
vínculo de dependencia (con el alcohol), sino que el cónyuge no alcohólico
experimenta la misma necesidad emocional y conductual. A este fenómeno de eco
se le conoce con el nombre de codependencia y, para estar presente en la familia,
debe necesariamente existir una relación de intimidad con alguien que padezca un
síndrome de dependencia química.
54
LA PERDIDA COMO PARTE DE LA ENFERMEDAD FAMILIAR DEL
ALCOHOLISMO.
El alcoholismo es una enfermedad que causa muchas pérdidas a los familiares y
amigos de los alcohólicos. Estas pérdidas afectan en muchos sentidos y se sufren
durante mucho tiempo, convivan o no con un alcohólico activo.
Muchas veces el familiar del enfermo dice o piensa “¿Qué he hecho para merecer
esto?” Envueltos en una nube de alcoholismo, es fácil perder los sueños de una
vida familiar feliz y la esperanza de que el alcohólico se recupere, después de un
tiempo, se tiende a perder la perspectiva de como el alcoholismo afecta sus
relaciones y su calidad de vida.
El dolor que acompaña al alcoholismo tal vez no se vea como algo tan evidente de
considerar.
Convivir a diario con el alcoholismo afecta su dignidad y el respeto de quien los
rodea, el familiar recuerda todos los días que su vida es distinta a lo que esperaba
o a la que quería que fuera. Pronto la confianza y la intimidad empieza a
erosionarse y se comienza a deteriorar su relación con el alcohólico. A lo largo del
tiempo, el cúmulo de pérdidas puede hacerlos pagar un precio muy alto.
Los que crecen en hogares alcohólicos lamentan su niñez, sus recuerdos penosos
del pasado los agobian de dolor. En la niñez cualquier cambio puede
desencadenar sentimientos de pérdida.
“Quería que todo siguiera igual, no aceptaba cambios sino que los resentía,
Hablaba sobre como solían ser las cosas; anhelaba mis antiguas casas, juguetes,
animales y momentos de diversión”
55
Aún los recuerdos de escenas familiares agradables pueden desencadenar
tristeza, ya que la consciencia de que no duraran a menudo oscurece dichos
momentos. Generalmente sienten una tristeza profunda que con frecuencia no
pueden describir.
Cuando se comienza a comprender cómo el alcoholismo afecta sus vidas, no
siempre se reconocen por completo los sufrimientos de dolor y pérdida, la familia
reduce al mínimo o niegan el dolor diciendo “podría estar peor, por lo menos no
está muerta”, es cierto que las cosas podrían ser peores peo, sin duda, son
suficientemente difíciles tal como son.
El familiar empieza a sentir que está en duelo o confuso por un surgimiento
repentino de emociones, poder aceptar e identificar sus pérdidas es un primer
paso vital para encarar al dolor.
Un familiar de un enfermo de alcoholismo comenta lo siguiente, “Antes de ir a un
grupo de apoyo y recuperarme solía pensar que sentíamos dolor sólo cuando
moría alguien, en el grupo de apoyo aprendí acerca del dolor en relación con el
alcoholismo. Todo empezó a adquirir sentido al comprender que gran parte de mi
tristeza irá y sentimientos confusos eran señales de dolor. Estaba perdiendo una
batalla por controlar al alcohólico que forma parte de mi vida. Al final advertí que
estaba en duelo una parte importante de mi vida, sin poder identificarlo. Me
pareció que reconocer el dolor me brindaba dignidad. Por fin comprendí lo que me
ocurría.”
56
SINTOMAS FISICOS, EMOCIONALES Y ESPIRITUALES DEL
DOLOR
La convivencia con la enfermedad dela alcoholismo afecta física, emocional y
espiritualmente. Se puede describir el sufrimiento del duelo como algo que nunca
se ha sentido antes. Pese a que se puede experimentar algún síntoma similar, el
dolor afecta de manera distinta. Para algunos la vida se paraliza mientras que
otros pueden continuar sus actividades habituales.
Un temor que le abruma a los familiares es, sentirse para siempre así y no
recuperarse.
El dolor agota, hace perder el sueño o dificulta a la persona a levantarse, se
olvidan de comer o comen en exceso, posiblemente no le den ganas de bañarse,
ni de trabajar, ni de hacer la comida. El dolor es imprevisible, se sienten tristes en
un momento dado y de inmediato enfadado o confundidos, en momentos de
soledad no pueden dejar de llorar, un día pueden levantarse con cierto sentimiento
de alivio y al día siguiente están deprimidos.
El temor, la confusión y la falta de concentración pueden acompañarlos durante
meses. La depresión y la angustia son también comunes. En momentos como
estos las exigencias familiares o laborales pueden ser particularmente pesadas,
algunas veces no saben si llegarán al final del día.
Si la depresión continua empeorando, si la vida parece demasiado difícil de
soportar, o si sienten deseos de darse por vencidos, se necesita solicitar ayuda
profesional.
57
El primer paso es entender que se es incapaz ante su pérdida, tal como se es
incapaz ante el alcoholismo, que el intentar controlar el dolor sólo ha hecho que su
vida se vuelva ingobernable.
Se pasa años siendo el responsable, tratando de que todo se mantenga unido en
la familia, de manera que se puede encontrar difícil renunciar al control. Si se está
acostumbrado a encargarse de todo, le resultará difícil pedir ayuda al comienzo.
Sin embargo, cuanto más se trate de controlar su dolor, más se sufre, admitir que
se está sufriendo de dolor es admitir que no se tiene el control.
EL CARÁCTER RECURRENTE AL DOLOR
Cada cambio en la vida es una invitación a que se esté de duelo, generalmente se
pasa por alto la invitación al decidir que ese cambio especifico no es gran cosa, o
al creer que se puede encarar, a veces la culminación de todos esos pequeños
cambios que no se encaran afectan de repente, esto hará que se reaccione de
manera excesiva ante una persona o una situación, deprimiéndose o volviéndose
irritable.
Son estos pequeños cambios los que a uno los toman por sorpresa, parecen
surgir de la nada, las decepciones diarias y las promesas rotas derivadas de la
convivencia con un alcohólico pueden volverse comunes, hasta que un día se
empieza a sentir los efectos de estas “pequeñas” perdidas.
Se vive con la idea de que el dolor es algo que se siente cuando se pierde algo
material; cuando alguien se ha muero o se ha ido. Con el alcoholismo se aprende
que aunque el alcohólico viva, no puede estar completamente presente:
emocional. Espiritual o hasta físicamente.
58
Reconocer que no se vive la vida que se había planeado o deseado con la
persona que se ama es una perdida que ocurre poco a poco, se pierde un poquito
más cada día hasta que lo que queda es únicamente una sombra de la persona o
de la vida que se creía conocer. Vivir con un constante dolor de esa clase puede
ser excepcionalmente agobiante.
LA CONVIVENCIA CON LA ENFERMEDAD FAMILIAR DEL
ALCOHOLISMO
La convivencia con el alcoholismo puede sentirse como un estado de duelo
constante. Se acostumbra el familiar o amigo a vivir con la pérdida, tanto que se
sigue adelante sin tomar consciencia de su existencia. Cuando se admite que su
vida se ha visto afectada por el alcoholismo de alguien más, se admite también el
dolor. Debido a que el alcoholismo es una enfermedad familiar, todos los
miembros de la familia son afectados, no sólo el alcohólico. Cada persona
reacciona a su manera en respuesta a su entorno alcohólico. Uno puede intentar
controlarlo mientras que alguien más hasta puede llegar a negar que haya un
problema. Los demás se culpan a sí mismos, se piensa que no se encontraron las
palabras correctas para ayudar, el momento preciso, el tono correcto, para que el
alcohólico pudiera haber visto las cosas como se esperaba. Desesperados por
concretar sus sueños de familia feliz se cree que la respuesta es dedicar toda su
energía al problema, no se comprende que en realidad se está contribuyendo al
problema cuando se intenta imponer soluciones.
Una de las características de estos hogares es que dejan de recibir visitas, por
temor a una crisis, los compromisos sociales se reducen, se aíslan, se vive en
constante tensión.
59
ENFERMEDAD DE PÉRDIDAS
“Mi primer esposo murió de alcoholismo, pero no lamenté su muerte tanto como el
fracaso de nuestra relación y de mis sueños de amor, mi felicidad y el “hasta que
la muerte nos separe” que nunca se hicieron realidad. Me lamenté con ira,
resentimiento y los “porque a mí” durante años, sin comprender que la enfermedad
del alcoholismo había sido el verdadero problema. Esta enfermedad puso fin a
nuestra relación y vida de mi pareja”
Los efectos del alcoholismo penetran en las relaciones y complican el dolor, se
está de duelo por uno mismo, por sus familias y por sus sueños, si se tiene hijos
pequeños, se puede estar ya sufriendo las consecuencias de criarse en un hogar
afectado por el alcoholismo. Aunque los hijos ya no convivan con el enfermo
activo, sus vidas seguirán siendo afectadas, se aíslan, se echan la culpa, tienen
problemas escolares o se comportan de manera negativa. Los hijos mayores
llevan el peso doloroso de la enfermedad familiar hasta la edad adulta. Las
mismas características que en una época los ayudan a sobrevivir pueden,
posteriormente, provocar problemas en las relaciones con familiares, amigos y
compañeros de trabajo. Podrá ser que se les haga difícil la toma de decisiones,
que tengan que luchar contra el temor y la angustia o que tengan dificultad de
mantener relaciones íntimas. A menudo se casan con personas alcohólicas o se
convierten en alcohólicos.
La convivencia diaria con el alcoholismo perjudica su autoestima.
Cuando se vive en medio del alcoholismo activo, a veces la vida pareciera ser
nada más una crisis tras otra. De hecho se pueden acostumbrar a vivir en ese
entorno de crisis, tanto que se sienten incomodos si no hay crisis a su alrededor.
60
Así como el alcohólico llega a depender del alcohol, la familia o amistades
terminan por depender del caos.
Es muy doloroso ver que el enfermo siga bebiendo a pesar del caos que origina o
de las advertencias de posibles enfermedades o hasta de la muerte, les preocupa
a diario su salud y se tiene la impresión de ser testigos de un suicidio lento, se les
hace complicado dejar de pensar en el daño que pudiera surgir el día de mañana
o en lo que se deberá hacer si el ser querido sufre una enfermedad física. Existe
quien haga la promesa de irse de casa si la bebida se volviera insoportable; pero
si su ser querido se enferma, pensarán en quedarse o sentirán que no pueden
hacerlo.
El cuidado constante del alcohólico puede dejar poco tiempo para fomentar las
relaciones con los parientes y los amigos, al encarar el inicio de una enfermedad
es posible que no sepan a quien recurrir. Como se le presta tanta atención al
alcohólico, se olvida de ver por uno mismo, puede hacer que uno se enferme. Sin
querer se comienzan a descuidar sus necesidades básicas, si se cuida a un
enfermo crónico, a diario, se debe tener presente que también se tiene que ocupar
de uno mismo.
61
PREVER EL DOLOR
Anticipar la próxima desgracia es bastante común para los que conviven o han
convivido con el alcoholismo. Temen recibir una llamada telefónica a mitad de la
noche anunciando que su ser querido ha sufrido un accidente de auto o se
encuentra en algún problema u hospital, les preocupa un posible ataque de ira del
alcohólico al regresar a casa, les pasan cualquier clase de escenas trágicas por la
cabeza durante cualquier hora del día, se teme que la bebida continúe, lo que es
causa de aflicción y pena para ellos.
Vivir con el temor de que pueda pasarle causa problemas emocionales, invade sus
mentes y les impide avanzar, es muy probable que vean a su ser querido sufrir
una muerte lenta ante sus propios ojos. Aunque el ser querido alcance su
sobriedad, tal vez les sorprenda el darse cuenta de que su angustia y temor no los
abandona. Sus preocupaciones anteriores son remplazadas por resentimientos no
resueltos y nuevos temores de que el alcohólico recaiga. Es muy probable que
anticipar posibles desgracias les ayude a sobrevivir a muchos de sus seres
queridos.
Convivir con la violencia requiere de ayuda profesional o tomar decisiones
inmediatas para garantizar su bienestar y la seguridad de la familia, no se debe
tolerar por ningún motivo la conducta abusiva.
62
LA PÉRDIDA DE LOS SUEÑOS
Al crecer en un entorno carente de cariño rodeado de violencia y caos debido al
alcoholismo, se reprime la ira, los resentimientos o los maltratos pueden dividir a la
familia y amistades. El alcoholismo roba los sueños y la magnitud de esas
pérdidas puede afectar todos los aspectos de sus vidas.
Las pérdidas derivadas de la convivencia con el alcoholismo a menudo suceden
poco a poco y pueden ser distintas a cualquier otra experiencia del dolor que
hayan tenido. Al inicio las pérdidas no se ven con claridad.
Con el tiempo se comienzan a construir nuevos sueños.
Existe un equilibrio delicado entre evitar el dolor y darse tiempo para encararlo,
para la familia del enfermo es importante aferrarse a sus sueños para poder
encarar a la vida.
63
El DUELO EN LOS HIJOS DE PADRES ALCOHOLICOS
La mayoría de los padres desea que sus hijos crezcan en un hogar tranquilo,
enriquecedor y afectuoso, al vivir en un ambiente de alcoholismo esto es casi
imposible, no se puede impedir que los hijos sean afectados por la enfermedad.
Generalmente se trata de ser padre y madre a la vez para compensar el
desinterés del alcohólico o su incapacidad de estar emocional o físicamente
presente en la vida de sus hijos, se crea un sentimiento de culpa y remordimiento
por la incapacidad de protegerlos del alcohólico.
Las peleas, la violencia y la inestabilidad en los hogares alcohólicos pueden
afectar a los hijos a lo largo de toda su vida, suelen presenciar situaciones muy
dolorosas, inclusive existen adultos que dependen de sus hijos para obtener el
apoyo emocional y el consuelo que anhelan del cónyuge alcohólico.
El estado de ánimo del alcohólico a menudo se convierte en el centro de sus
vidas, al grado de determinar si tienen o no un buen día.
Los hijos van creando mecanismos de defensa diferentes, algunos tratan de ser el
mejor hijo que se pueda, creyendo que así impedirán que el alcohólico beba,
aunque sea por una noche. Otros optan por la rebeldía o por un mal
comportamiento, porque creen que es la única forma de llamar la atención,
aunque esta sea negativa.
Como el alcoholismo es una enfermedad familiar, los hijos pueden ser afectados
por el padre, la madre, hermanos o por los parientes no alcohólicos.
Algunos se crían con padres ausentes emocional o físicamente, mientras que
otros crecen en medio de violencia física y maltrato verbal, abuso sexual o
posiblemente hasta se convierten en guardianes de sus padres, acostumbrándose
64
a vivir de esta manera que ni siquiera se dan cuenta que algo está mal o como
llamarlo.
A menudo los mecanismos de defensa que se adquieren en la niñez con el fin de
sobrevivir interfieren en el desarrollo de relaciones significativas y confiables como
adultos, y el ciclo de maltratos puede continuar por generaciones.
Como resultado, los hijos quedarán como barcos a la deriva fuera de un hogar,
empezarán a encontrarse con personas con el mismo denominador común,
desintegración familiar, a consecuencia del alcoholismo, no es generalizado pero
en ocasiones el hijo termina repitiendo patrones conductuales.
Muchas investigaciones científicas han demostrado que los factores genéticos
tienen influencia sobre el alcoholismo, estos descubrimientos demuestran, que los
hijos de padres alcohólicos, son cuatro veces más propensos a desarrollar
problemas con el alcohol que el resto de la población general., sin embargo el
alcoholismo no se determina solamente por la composición genética heredada. De
hecho, más de la mitad de los hijos de padres alcohólicos no llegan a serlo.
Existen estudios que demuestran que muchos factores influyen sobre el riesgo de
desarrollar alcoholismo. Los investigadores creen que el riesgo de una persona
incrementa cuando existen en la familia las siguientes dificultades:
-Cuando ambos padres abusan del alcohol.
-El abuso del alcohol por parte de los padres es severo
-Los conflictos llevan a agresión y violencia en la familia.
-Cuando un padre alcohólico sufre depresión o algún problema psicológico.
Muchos de los hijos de padres alcohólicos, aun aquellos que provienen de las
familias más perturbadas, no siempre desarrollan problemas con las bebidas
alcohólicas.
65
Así como la historia del alcoholismo en la familia no garantiza que una persona
será alcohólica, tampoco garantiza que el ser criado en una familia con muchos
problemas, con padres alcohólicos, el riesgo es mayor, pero no siempre tiene que
ocurrir.
Los hijos adultos de padres alcohólicos son fuertes; el hecho de sobrevivir a ese
trauma en su infancia lo corrobora, pero no basta con sobrevivir, necesitan
aprender nuevos conceptos tocantes a las relaciones familiares, se deberá dar
atención a sentimientos de culpa, ira y falta de amor propio.
La sobrevivencia, a veces no es la manera adecuada, e muchas ocasiones el hijo
de una pareja disfuncional, evade su dolor, busca llenar sus vacíos existenciales
con la bebida u otras sustancias, con relaciones destructivas, buscan constante
agresión, utilizando mecanismos de defensa, para no encontrarse con su
verdadero yo, no se atreve a tocar su dolor, disfraza su confusión, tratarán de
probarle al mundo y a si mismos que no pasa nada, habrá casos en que se
vuelven extremadamente limpios y ordenados, sin embargo su interior está
aterrado, sintiéndose solos aun cuando están acompañados.
Para los hijos es desbastador ver cómo se comporta su ser amado, eso hará que
terminen destruyéndose a sí mismos, se sienten atrapados en un mundo incierto,
confuso, conciben medios extraordinarios de adaptación. En este caso es cuando
niegan la existencia de cualquier cosa inusual recordando solamente aquello que
le es agradable, creando realidades alternativas viviendo en un mundo imaginario.
66
LA PÉRDIDA DE LA AUTOCONSCIENCIA
La pérdida de la autoconsciencia es una de las más trágicas que se sufre como
resultado de la convivencia con el alcoholismo, se centra tanto la atención en el
alcohólico que le queda poco tiempo y energía para conocerse a sí mismo, viven
años reprimiendo, reduciendo al mínimo o pasando por alto sus sentimientos. Con
regularidad al expresar sus necesidades, se les hace pensar que son egoístas.
Los que han vivido bajo amenaza de maltrato verbal, emocional o físico suelen
acostumbrarse a no expresarse debido al temor por su seguridad o la de sus hijos.
A medida que pasa el tiempo, su identidad queda enterrada debajo de años de
negación, negligencia y maltrato, culparse por el comportamiento del alcohólico
puede debilitar su autoestima y hacerlos creer que todos los conflictos se originan
por su culpa.
La negación la culpa y la falta de respeto a uno mismo pueden mantener a la
familia en una relación enfermiza o abusiva con el alcohólico durante años,
pasando por momentos de remordimientos por pensar en poner fin a la relación,
suelen recordar los buenos momentos compartidos centrando demasiado la
atención en los atributos positivos de la otra persona, les es útil recordar que el
remordimiento es a menudo una parte del dolor y la pérdida.
67
SEPARACION Y DIVORCIO A CAUSA DEL ALCOHOLISMO
El alcoholismo roba la intimidad emocional, física y sexual que es esencial en un
matrimonio o una pareja sana, la mayoría intenta todo por lograr que el alcohólico
deje de beber, oran, lloran, amenazan con irse, ruegan y piden que soliciten
ayuda. Acompañan a su cónyuge o ser querido alcohólico a muchas borracheras
y a lo largo de maltrato verbal, emocional o físico, a pesar que sea han dedicado
devotamente a la relación, la enfermedad hace que el alcohólico no se encuentre
disponible ni emocional ni físicamente..
Aceptar que la relación que una vez tuvieron ya no existe es devastador, sin
embargo es muy probable que se haya empezado el duelo por la pérdida de la
relación con el alcohólico mucho tiempo antes de que esta finalizara oficialmente,
algunos toman la decisión con rapidez, mientras que otros pueden luchar durante
años por tomarla, mientras que respetar al pie de la letra consejos de otras
personas los lleva a muchos a culparse por la disolución de la familia, en lugar de
reconocer que la enfermedad del alcoholismo es la culpable.
La decisión de divorciarse o de separarse a menudo puede ser una decisión de
decirle sí a la vida, significa ser libre, más libre de lo que nunca se fue durante su
vida juntos.
68
FRENTE A UN SUICIDIO O MUERTE REPENTINA
El suicidio es una realidad trágica del alcoholismo que lamentablemente muchos
tienen que afrontar, el dolor de vivir con una adicción puede convertirse en algo
intolerable. Para los que eligen este camino, la decisión de suicidarse puede
parecerles la única salida a su sufrimiento. Enterarse de un suicidio provoca un
gran sufrimiento a los familiares. Después de la consternación inicial, suelen
culparse por no ver las señales de advertencia, se sienten responsables de algún
modo al creer que pudieron haber hecho algo para impedirlo.
De la misma manera muchos alcohólicos mueren de repente e inesperadamente
por problemas de salud desconocidos o imprevistos, o por accidentes debidos al
alcohol. Ante un suicidio o una muerte repentina representa una carga particular.
El familiar vacila entre culpar al alcohólico o culparse a sí mismo, no puede dejar
de sentir que la muerte del ser querido podía haberse evitado, aunque tratarán de
analizar o encontrarle sentido a la muerte del ser querido, no es seguro que
puedan llegar a comprenderla plenamente.
La enfermedad del alcoholismo puede seguir afectando a la familia
incluso
después de la muerte del alcohólico, a pesar de que algunas personas encuentran
libertad para examinar con mayor franqueza algunas cuestiones que no pudieron
resolver cuando el ser querido aún vivía.
El dolor no es un proceso ordenado, no es lógico, no tiene reglas y perturba la
vida, cuando el dolor atenaza es difícil imaginar un sentimiento diferente del que
se experimenta en ese momento.
69
LAS PÉRDIDAS Y EL PROCESO DEL DUELO
La vida es una sucesión de pérdidas. Desde que nacemos nos enfrentamos a una
serie infinita de pérdidas y desprendimientos: el abandono del vientre materno, la
sección del cordón umbilical, el destete, la crisis de la adolescencia (que involucra
en sí misma muchas otras pérdidas como el reconocimiento de que los padres no
son omnipotentes, el abandono del cuerpo infantil), la muerte de seres
significativos, separaciones, cambios, etc.
Para los especialistas en adicciones es de fundamental importancia tomar en
cuenta los principios planteados por AA, puesto que de lo contrario, la
recuperación sería mucho más difícil. Durante el tratamiento, deben reconocerse y
procesarse los duelos causados por pérdidas y abandonos. Hablar sobre estos
aspectos hace posible que se incremente la motivación y disposición por parte del
paciente, sobre todo si consideramos que el alcohol cumple la función de
ansiolítico para mantener anestesiados los sentimientos dolorosos, el alcohol sirve
también para llenar (temporalmente9 espacios vacíos provocados por pérdidas y
duelos no elaborados, el psicoanalista norteamericano Sandor Rado señaló que
las drogas se emplean como una coraza a el dolor.
El alcohol ofrece ayuda y gratificación a quién lo consume, de lo cual se
desprende su efecto analgésico (sedante, hipnótico) o estimulante (productor de
euforia). Es en ese sentido que puede decirse que el alcohol es anestésico, pues
libera del malestar en sí mismo y crea la supresión del dolor, una supresión o
cancelación tóxica al dolor, no por nada Freud (1930) lo asigna con el nombre de
“quitapenas”. El enfermo que inicia un proceso de recuperación se enfrenta ante la
dificultad de elaborar numerosos duelos.
70
Debe tenerse en cuenta que la primera etapa del duelo es la negación, que a la
vez constituye la defensa primaria ante cualquier enfermedad.
Aquí el terapeuta debe mantener el delicado equilibrio entre ayudar al paciente a
manejar la negación como parte de cualquier experiencia de duelo y, al mismo
tiempo, confrontar la negación con las que evade las consecuencias derivadas de
su consumo.
Recordemos que el adicto niega que existe un problema, y, a medida que éste
aumenta, se hace cada vez más difícil de aceptar que la bebida es capaz de
generar graves consecuencias.
Negar que se ha perdido el control, significa,
literalmente, haber perdido todo marco de realidad. La negación tiene múltiples
variantes: minimización (empequeñecer el problema), evasión (desviar la atención
a otro tema), proyección (culpar a otros), racionalización (justificar el consumo),
autoengaño (eludir ciertas verdades desagradables difíciles de afrontar), distorsión
de la realidad (alterar o modificar los acontecimientos no deseados, etcétera.
Una vez alcanzado EL PRIMERE PASO, que requiere la admisión de la
impotencia ante la bebida y la ingobernabilidad de la propia vida, se está en
condiciones de superar la negación. Asumir la derrota implica deponer las armas
ante el adversario y aceptar que éste es demasiado fuerte para ser vencido. Ante
el hecho inevitable, es mejor rendirse. Este reconocimiento no se da tan
fácilmente, pronto se desata la ira que surge como respuesta natural ante la
aceptación de la impotencia. La ira es, por cierto, la segunda fase del proceso del
duelo,. Esta fase es de mucho enojo, cólera y coraje, ya que el enfermo cobra
conciencia de su enfermedad, que deberá tratar toda la vida, tendrá que aprender
a lidiar con sentimientos de culpa, miedo, frustración y estará lleno de
resentimientos, sentirá un gran enojo hacia el mismo, el enojo y la vergüenza se
vuelven reacciones que no podrá controlar.
71
En este punto aparece la negociación, es cuando el adicto se enfrenta ante la
posibilidad de someterse a un proceso de recuperación y que deberá cambiar su
situación actual, mostrando una actitud ambivalente, misma que constituye uno de
los aspectos más difíciles de la enfermedad. Este es otro aspecto en el que el
tanatólogo o terapeuta deberán estar por delante del enfermo. La capacidad del
enfermo por negociar sobre su tratamiento es de suma importancia, ya que sentirá
miedo por abandonar la bebida, sentirá que pierde su identidad y cambiará su
manera de vivir, se darán también los juramentos y las promesas, existe también
el riesgo de que el enfermo se despida de la bebida, lo cual deberá de manejarse
con sumo cuidado, ya que sufre el riesgo de una congestión alcohólica.
Es de suma importancia el compromiso del paciente con un programa de Doce
Pasos, de igual manera el tanatólogo o terapeuta deberá de estar familiarizado
con la filosofía de AA, En el cual el convencimiento de que existe un Poder
Superior, tal como cada uno lo conciba, es capaz de regresarle el sano juicio
(Segundo Paso), resulta indispensable. Cuando el enfermo cobra conciencia de
lo que la mayoría de lo que ha perdido es irrecuperable, le sobreviene una fuerte
depresión, entonces le seguramente sentirá arrepentimiento y derrota y se
sumergirá en la enfermedad. La depresión se deberá a que el enfermo ha tenido
que abandonar la bebida y renunciar al estilo de vida que llevaba cuando
dependía de ella. Mantener la FE en el Poder Superior le permitirá salir delante de
ese embotamiento que le atormenta. Al depositar su vida y su voluntad al cuidado
de su Poder Superior (Tercer Paso), el enfermo se percata que lo que le afecta
debido a su adicción puede ser removido. Su búsqueda y encuentro con Su Poder
Superior le permiten darse cuenta que existe una salida, que existe otro camino,
aceptará ayuda de fuentes externas le ayudará a vencer sus miedos para
enfrentar la vida sin la bebida. De esta manera el enfermo logra salir de su crisis
depresiva y pasará a la fase de la aceptación.
72
Esta fase no se presenta de manera casual, ACEPTACIÓN no es un sinónimo de
resignación, mucho menos de estar de acuerdo, simplemente implica asumir una
realidad y generar nuevos patrones de conducta. Es el inicio del cambio para
alcanzar un estado de sobriedad permanente. En este camino a la recuperación
que implicará superar la negación y del mismo modo buscar su autoconocimiento,
será necesario que el enfermo realice un inventario de sus fortalezas y debilidades
(Cuarto Paso). El enfermo deberá estar dispuesto para discutir y confiar sus
resultados de su inventario con otra persona.
Admitir sus faltas ante uno mismo y ante los demás ( Quinto Paso); el enfermo
deberá de reconocer su necesidad de cambiar y mostrar disposición para hacerlo
solicitando al Poder Superior, alejar las actitudes que bloquean la práctica de la
verdadera humanidad; Permitir que ese Poder Superior quite los defectos de
carácter
(Sexto Paso); mirar de frente sus defectos y estar dispuesto a ser
despojado de ellos, (Séptimo Paso); el enfermo deberá identificar a quién le hizo
daño (Octavo Paso); reparar en la medida que le sea posible el daño causado
(Noveno Paso); dejar atrás el pasado evitando resbalar (Decimo Paso); mejorar
su contacto con el Poder Superior, cumpliendo y conociendo su voluntad
(Onceavo Paso); mantenerse en el camino y transmitir el mensaje de
recuperación y de esperanza a otras personas adictas que padezcan el mismo
dolor (Doceavo Paso). Esto es parte del Programa de acción encaminado a tener
una plena recuperación y un despertar espiritual.
73
SUFRIENDO CON EL ALCOHOLISMO
TESTIMONIO
Es difícil determinar cuándo, cómo, donde me convertí, dicen que trabajando tu
historia te das cuenta o vas discerniendo o dándote cuenta de cómo, cuándo y
dónde, el chiste es que ya una vez que uno está en esta etapa de auto
descubrimiento, de donde empezó el problema, es un avance enorme, pues quiere
decir que me he vencido y dado cuenta y aceptado que soy un alcohólico, tras
pasar muchas veces por los mismos problemas sin darme cuenta, caía en los
mismos errores, yendo de relación en relación, rompiendo vidas, muchas, pero
sobre todo la mía, podría contar de cómo terminé mi vida familiar y cómo eran
esos días, pero mejor les explico cómo era YO, porque al final del camino todo se
trata de mí, de curarme yo, y a mi manera que me vaya curando, podré a veces
curar a otros a quién dañé y otras veces sólo aceptar que no podré y tendré que
ser fuerte para perdonarme a mí mismo.
El día de hoy, despertarme de buen humor, hacer el trabajo que me gusta, viendo
a mis hijos reír todos los días y si, digo TODOS los días! Es gracias por haber
aceptado que estaba mal y que había vivido toda mi vida mal, más bien, no sabía
quién había vivido mi vida, sólo saber que había vivido mi vida “un monstro”…..
Hoy, solo hay momentos buenos, momentos malos y lo que hace la gente no me
lo hace a mí, solo lo hace y no me lo tomo a manera personal, hoy puedo decir
que soy otra persona, una que empecé a conocer hasta hace unos pocos años
que ingresé por primera vez a un grupo de AA, digo que me empecé a conocer
porque cada día descubo más cosas de esta persona y me gusta lo que veo, me
hace estar en paz y así vivir en paz.
74
En el año de 2001, ingresé por primera vez a un grupo de AA después de que mi
ex esposa (en ese entonces aún estábamos juntos), que es extranjera, me dijo
que ella ya no podía más, que se regresaba a su país y se llevaba a nuestros
hijos, fue tan solo a unos días de tener a nuestro segundo hijo, nuestra hija mayor
tenía apenas dos años y yo había llegado a las 6 de la mañana de “una junta de
trabajo”, fui por la amenaza, pero no entendía el “porque”… A ella que le quitaba
que me tomara unos “drinks” con mis amigos? Que equivocado podía estar…
estuve yendo por cerca de tres meses todos los días sin falta, como me dijeron
que fuera por 90 días y luego decidiera si era alcohólico o no. Como era yo un ser
patético y soberbio acepté pero me dije “a los 90 días me voy porque esto no es
para mí”.
Escuche durante esos tres meses los testimonios más fuertes, aterradores y
ridículos que alguien pudiera imaginar en su vida, la verdad pensé que, “esas
estupideces yo no las había hecho”, que no estaba loco para hacerlas, aunque, en
cada una de esas situaciones, en cada una de esas vivencias, encontraba
similitud con mi vida y debo reconocer que me llamó la atención, como me podía
identificar con esas historias “si yo no era como ellos”.
Pasaron los 90 días y dije, “ya entendí, no voy a beber para no convertirme en uno
de esos locos, yo no quiero hacer esas cosas. Logré estar cerca de un año y
medio sin tomar una sola gota de alcohol, hasta dejé de fumar, bajé de peso, todo
iba excelente en mi vida, pero no, no me sentía feliz, a pesar de que estaba todo
bien, era una persona irritable, iracunda, le gritaba a mi esposa, a mis hijos, me
tenían miedo, no les di una infancia muy linda, sin embargo, no me daba cuenta
de eso, pensé que era normal, que era parte de ser papá o marido, en fin, un día
se fueron de vacaciones mi esposa y mis hijos, me encontraba sólo en mi casa,
me sentí sólo y de alguna manera, ¿cómo?, ¿de dónde?, no sé, pero me vino una
idea a la cabeza; “estoy sólo, ¿a quién puedo dañar?”
75
Tomé el coche y me fui a un bar, empecé por unas margaritas, hacía calor, el bar
muy agradable, música tranquila, una terraza viendo al mar, porque no? Mañana
descanso…
y bueno, comencé a tomar otra vez, yo no sabía que por lo que yo había pasado
era simplemente “una borrachera seca”, me mantenía sobrio pero vivía rebotando
de un sentimiento a otro, recaí y eso era un hecho, mis problemas se
incrementaron cuando me hice de una amante, también casada, después de dos
años de relación con ella, mi esposa me corrió de la casa, de ahí todo fue peor en
mi vida, al principio pensé que era bueno pues ahora podría hacer lo que quisiera,
mientras no le faltara techo a mis hijos, según yo estaba cumpliendo y como
estábamos “enamorados” estaba seguro que si invitaba a mi amante a dejaría a su
familia, en el momento que se lo propuse, cambió su cara de amor y se limitó a
decirme, “lo siento pero me casé para toda la vida”, fue un golpe doblemente duro
para mí.
Las drogas las había yo probado de joven y aunque había tenido un episodio de
cocaína antes de conocer a mi esposa, las había dejado, el que me hubiera
dejado mi amante o más bien rechazado, fue el pretexto, otros lo llamarían
detonante para empezar a utilizar la cocaína nuevamente, tenía un trabajo
excelente, me encantaba lo que hacía y lo hacía muy bien, pero cuando salía de
mi trabajo me transformaba, pasaba a comprar dos o tres botellas de vino, una
botella de whisky y le llamaba al dealer, me llevaba mi dosis de dos o tres gramos
de cocaína y pasaba una noche de completa autodestrucción, esta ruina era todas
las noches, tenía yo una amante pero prefería yo las drogas y el alcohol, tuve
varias sobredosis, una en el hospital, terminé perdiendo mi trabajo y aun así no
podía ver la raíz de mi problema… pasé cerca de año y medio desempleado, en
depresión total, viviendo a mis treinta y tantos años con mi mamá y luego con mi
papá, sin darles paz.
76
Veía a mis hijos, los recogía en la escuela, les daba de comer y dormía, pensaba
esos días que no tenía nada, que lo había perdido todo, ¿cómo podía estar tan
ciego? Cuando TODO lo tenía y lo tenía frente a mí, mis hijos, mis papás, mi
hermana, seguía vivo!!!
Un día pasé a visitar a un amigo, dueño de un taller mecánico y me recibió con
una botella de tequila, eran las tres de la tarde, cerró su taller y hasta el día de
hoy, sólo recuerdo hasta la tercera paloma (de un litro cada una), desperté en mi
casa, vestido en mi cama, boca abajo, con una cruda impresionante, lo primero
que pensé fue ¿cómo llegué aquí?, me preocupé porque mi papá vive en las
afueras de la ciudad, por lo tanto tuve que haber manejado carretera y no
recordaba nada…el coche, lo único que me queda!!!, salí corriendo al garaje y ahí
estaba mi coche, sin un solo rasguño, regresé adentro de la casa donde al pasar
por el antecomedor vi a mi papá, ya estaba ahí antes pero no lo había visto por
haber pasado corriendo, el sólo me dijo sin voltear a verme “hijo, ¿Qué vas a
hacer de tu vida? Fue ahí, fue como me lo dijo, como si me estuviera muriendo,
como si mi vida dependiera de mi respuesta, y tenía razón, mi vida estaba en
peligro, la mía y la de mucha gente a mi alrededor, familiares, conocidos y
extraños… me senté y dije “Me quiero internar en una clínica de recuperación”, mi
padre me dijo, ¿con qué dinero? Yo no tengo, tu desempleado, menos, entonces
le contesté; “méteme hoy a una clínica, vende mi coche” en ese momento yo no lo
sabía, en ese momento con la cruda moral y física que sentía pensaba que era la
única salida, me paré, le endosé la factura y le di las llaves, me di un baño, él ya
había localizado una clínica en la ciudad, me dio la lista de las cosas que
permitían llevar, empaqué y nos fuimos, llegué a la clínica, la vimos, todavía me
preguntó si estaba seguro, la zona donde se encontraba es de alto índice delictivo,
lo abracé me di la media vuelta y entre, cumplí mis tres meses adentro.
77
Estar en una clínica es realmente fácil, no puedes hacer mucho ahí adentro, no
puedes salir, pero, fue justo ahí que empecé a darme cuenta de muchas cosas,
mis hijos se encontraban en casa de su abuela extranjera, era verano y realmente
estar sobrio y asistiendo a 6 juntas diarias, leyendo literatura el resto del día, me
hizo darme cuenta de lo que me pasaba, de mi enfermedad, aunque estaba
encerrado en ese lugar, no me sentía encerrado, me sentía cada vez más libre y
más ligero, me sentía bien, pero tenía miedo, sabía que afuera no era lo mismo,
afuera podía pasar por cualquier tienda y comprarme una cerveza, “¿cómo iba a
hacerle?” , el día de mi salida llegó y tenía miedo, no de volver a tomar, tenía
miedo de volver a sentir lo que sentía en “actividad”, ese mismo miedo fue y es lo
que al día de hoy me mantiene lejos del alcohol y las drogas, una de las cosas que
aprendí en AA es ser honesto al decir que si me gustaría tomar una copa, con una
carne asada en la tarde y terminar viendo las estrellas, pero no me gustan sus
consecuencias, por eso no lo hago, “SOLO POR HOY”, llevo ya tres años sobrio,
sin estar en borrachera seca, asisto un par de veces a la semana a un grupo de
AA, a veces más, a veces menos, he aprendido a observarme y ya conozco a esta
persona, ya no me enojo, con mis hijos he hecho un trabajo fuerte, me tienen
confianza, no les he ocultado nada, de porque era así cuando eran chiquitos y es
me ha resultado, me he ganado su cariño, respeto y confianza, son dos
adolescentes responsables y felices, hoy soy una persona feliz, recuperé a mi
familia, tengo un trabajo que amo y lo más importante, me tengo a MI.
JJ
78
ANALISIS DEL TESTIMONIO
En el caso de JJ se puede observar un claro ejemplo de porque se le puede llamar
al alcoholismo “un suicidio lento”, se observa la inestabilidad que tenía en su
matrimonio y su trabajo, como la bebida llego a rebasar sus límites y poco a poco
fue perdiéndolo todo, en un principio el no aceptaba su enfermedad y dependencia
al alcohol, intentó dejar de beber y con su alcoholismo seco se volvió una persona
mal humorada, su familia vivió el sufrimiento de abuso psicológico, vivió un duelo
anticipado, la pérdida de la relación de pareja, de la imagen paterna. rompió con
su esquema familiar, al regresar a la bebida su problema se agravó y progreso de
una manera
significativa, llego al punto en que como lo habíamos explicado
anteriormente se vuelve una persona perdida que llegó hasta a parar en
hospitales, JJ comenzó a atentar contra su vida al ingerir grandes cantidades de
alcohol y cocaína, tuvo varias sobredosis que pudieron haberle causado la muerte,
de la misma manera que manejar en ese estado alcoholizado por carretera pudo
haber ocasionado un accidente atentado contra su vida o la de otras personas.
Su autodestrucción era una manera de evadir su realidad, de no poder reconocer
su valor como persona y producto de la terrible depresión que presentaba debido
a sus pérdidas, tanto como de pareja, de sus hijos, de la amante y laboral, no
sabía cómo enfrentar esas pérdidas por lo que para él, el camino más fácil era el
beber, lo sentía ya todo perdido.
El valor que tuvo JJ de buscar ayuda, internarse y reconocer su enfermedad es de
admirarse, hoy les puedo decir que es una persona que disfruta la vida, que acude
a sus juntas y que vive el día a día al máximo, consciente de su enfermedad y que
tendrá que luchar contra ella toda la vida, ha aprendido que el “SOLO POR HOY”
es su forma de vida.
79
CONCLUSION
El alcoholismo es una enfermedad en la cual el enfermo vive una autodestrucción
que presencia la familia día a día, por tal motivo se inicia un duelo anticipatorio, el
enfermo involucra de muchas maneras a la familia a enfrentar las múltiples
pérdidas que la enfermedad implica y los mantiene en un duelo que crece con el
avance de la enfermedad pudiendo culminar con su muerte, la familia del
alcohólico sufre mucho.
La muerte del enfermo de alcoholismo no tiene plazo, no se sabe cuándo ocurrirá,
simplemente sabemos que está presente, se palpa y puede ocurrir en cualquier
momento, ya sea por enfermedad crónica o por accidente.
Vivir con un enfermo de alcoholismo es de gran peso, con ayuda tanatológica se
puede acompañar a vivir su duelo anticipado, se ayuda a vivir con las pérdidas
que se van presentando, elaborando un duelo en familia, curando el dolor,
ayudando a recuperar su energía emocional y ayudar a restablecer un proyecto de
vida, las esperanzas, utilizando los instrumentos que nos da la tanatología, para
entablar un proceso de duelo se deberá descubrir de dónde nace tanto dolor y
ayudar a al familiar a entender que debe vivir la vida a pesar de lo que el enfermo
haga o deje de hacer, que tenga vida propia, él es dueño de sus decisiones y no el
enfermo, ya que él es un ser único e irrepetible.
Para la familia, la perdida empieza por la pérdida de sueños, por el abandono y si
llega a terminar en muerte se lamentará la ausencia del ser amado, con el dolor
de pensar que su amor no fue suficiente para evita el suicidio lento que lleva la
enfermedad,
80
En el alcoholismo se añora la paz y la armonía, se siente truncada la vida, los
familiares sentirán estar muertos en vida, con ayuda de grupos de apoyo y un
tanatólogo, se podrán generar herramientas y condiciones propicias para salir
adelante, se le brindará ayuda para sanar heridas emocionales causadas por las
pérdidas de sus sueños y del ser amado, se les ayudará a fortalecerse, a
comprender que la muerte del ser amado no
implica el final de una relación
afectiva, a reencontrar su sentido a la vida.
El enfermo vive su alcoholismo como un grito desesperado a un vacío existencial
del cual le es difícil salir, de la misma manera que es complicado para su familia,
salir de la necesidad de controlar, sentir frustración ante tanto intento fallido y de
reprimir sus sentimientos.
La tanatología puede ayudar a la familia de un alcohólico a recobrar el sentido a la
vida, a recuperarse de las pérdidas y a vivir el duelo sin culpas y en paz.
El tanatólogo se vuelve importante en el alcoholismo, por su presencia y tiempo
disponible para la familia del enfermo, apoyando en momentos difíciles al estar
viviendo la muerte lenta de su familiar y la desesperanza, su papel es importante
ya que se depositará en el la confianza para exteriorizar sus problemas y dolor, el
tanatólogo está preparado para una adecuada intervención, diferente a un grupo
de ayuda, el paciente sabrá que cuenta incondicionalmente con su tanatólogo.
De la misma manera es importante recalcar que habrá situaciones en las cuales el
tanatólogo, no está capacitado para ayudar, como puede ser el caso en personas
con problemas psicóticos o trastornos de conducta, el tanatólogo, con atención y
delicadeza deberá orientar a estas personas a buscar una atención profesional
adecuada.
81
El enfermo de alcoholismo no busca la muerte, pero la necesita sentir cerca, la
necesita para sentirse vivo, el tanatólogo podrá estar cerca para ayudar a
convencer al enfermo a buscar ayuda, a alertar a los familiares sobre un posible
suicidio, ya sea por la depresión del enfermo como de estar al tanto de que no
conduzca en estado inconveniente, el enfermo sufre múltiples perdidas por lo que
con un buen acompañamiento tanatólogico se podrá ayudar a sobrellevar sus
emociones, encaminándolo a pedir ayuda a un grupo lo más pronto posible.
El adicto que asume su condición de enfermo y emprende su camino a la
recuperación (practicando activamente y apegándose al programa de los doce
pasos de AA) atraviesa por las cinco fases descritas por la doctora Elisabeth
Kubler-Ross (1972) para dar cuenta alos mecanismos de reacción que entran en
funcionamiento durante una enfermedad mortal, como puede verse, este proceso
no es exclusivo del paciente terminal; cualquier persona a la que se le
diagnostique una enfermedad cuyo tratamiento durará toda la vida, es susceptible
a sufrir un duelo por sí misma, así es el alcoholismo, el tanatólogo podrá ayudar a
vivir ese duelo, en este transcurso el enfermo se enfrentará a un duelo que incluye
el miedo a abandonar la sustancia, el estilo de vida, la identidad, el duelo podrá
ser dinámico y fluctuante, las fases no tienen secuencia fija, ni tendrá que transitar
por todas necesariamente.
En el campo de las adicciones se lleva un trabajo tanatológico, es decir que el
trabajo que el terapeuta realiza en adicciones es un trabajo con la enfermedad y
con la muerte misma, en ese sentido puede decirse incluso que se trata de un
trabajo insalubre, de ahí la importancia que tiene para el tanatólogo el hecho de
contar con espacios que brinden la oportunidad de intercambiar experiencias,
supervisar casos, recibir contención emocional, se recomienda que los tanatólogos
se sometan a procesos psicoterapéuticos personales o en su caso acudan a
grupos de ayuda mutua, pues estarán expuestos a contraer el síndrome de
desgaste terapéutico o de agotamiento profesional, el cual incluye los siguientes
82
factores: agotamiento emocional, despersonalización y baja la realización
personal, la tarea del tanatólogo será la de facilitar la tramitación y resolución de
conflictos que se presentarán en el paciente de los duelos que se le irán
presentando.
83
BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES DE INFORMACIÓN.

Anónimos, A. (1986) Texto Básico de Alcohólicos Anónimos
Servicios
Generales de A.A. México D.F.

Al-Anon F. (1971) El dilema del matrimonio con un alcohólico México D.F.
Central Mexicana.

Al-Anon F. (1995) Cómo ayuda Al-Anon a familiares y amigos de
alcohólicos. México D.F. Central Mexicana.

Al-Anon F. (1997)
Senderos de Recuperación. México D.F. Central
Mexicana

Al-Anon F.(1990) ….En Todas Nuestras Acciones, Sacando Provecho de
las Crisis. México D.F. Central Mexicana.

Anónimos, A, (2012) Diez Mujeres en Alcohólicos Anónimos México D.F.
Central Mexicana.

Al-Anon F. (1969) Un Carrusel Llamado Negación. México D.F. Central
Mexicana.

Al- Anon F. (2007) Abramos el Corazón, transformemos nuestras pérdidas
México D.F. Central Mexicana.

Al-Anon F. (1995) Cómo ayuda Al-Anón a familiares y amigos de
alcohólicos. México D.F. Central Mexicana.

Antonio Escohotado (1998) Historia General de las Drogas. Ed. Espasa
Calpe, S.A. Madrid

Steinglass, L.A. Bennett, S.J. Wolin y D.Reiss (1987) La Familia Alcohólica
Ed. Gedisa S.A. Barcelona España.

Luz de Lourdes Eguiluz (2010) Que podemos hacer para evitar el suicidio
Ed. Pax México D.F.

Berruecos L. (1944) La Investigación Etnográfica de las Adicciones,
Capitulo II Curso básico sobre las adicciones. México D.F. Centro contra las
Adicciones.
84

Bill, W. (1981) El Sendero de Vida, Como lo ve Bill, México D.F. Servicios
Mundiales de A.A.

Black, Claudia (1992) No hablar, no confiar, no sentir. Los efectos del
alcoholismo sobre los hijos y como superarlos. México D.F. Ed. Árbol.

Eduardo L. Menendez (1991) Antropología del alcoholismo en México, los
limites culturales de la economía política (1930_1979) Ed. Ciesas México
D.F.

Gerardo Aznar Rivera El alcoholismo psicología-online.com

Goodwin,D. (1988) Is Alcoholism Hereditary? Nueva York Ballantine
Books:98-115

María del Carmen Castro González (2013) Tanatología, la Inteligencia
Emocional Y el Proceso de Duelo Ed. Trillas México D.F.

Organización Mundial de La Salud, (2004) Departamento de la Salud
Mental y Abuso De Sustancias. http//:www.who.int/mental_health.
85