— julio 2015 — julio 2015 NOTA DE TAPA NITRÓGENO INCIERTO La falta de información real sobre los niveles de producción que tienen los predios, es preocupante, generalmente se sobreestima la producción anual de las praderas. Una visión de manejo del Nitrógeno en praderas del Sur. L ograr producciones de leche por hectárea a niveles económicamente viables demanda el uso de especies de rápida respuesta de crecimiento, alto valor nutritivo y un aumento en el uso de fertilizantes, especialmente nitrógeno, debido al positivo efecto que éste tiene sobre la productividad de la pradera. Una de las consecuencias de esta intensificación ha sido el elevado contenido de proteína cruda en las praderas. En este artículo se expone de manera concisa el problema y se resume los principales avances del trabajo que viene realizando el Consorcio Lechero en este tema, a través del vínculo permanente con asesores de entidades de investigación. Por otra parte, también se presenta la acción de investigadores y asesores de » 26 lecherías para conocer cuál es su visión y qué están haciendo respecto del tema. Entendiendo el desafío El nitrógeno (N) forma parte de las proteínas, nutriente esencial para la sobrevivencia y productividad de las vacas lecheras. Los requerimientos de proteína se expresan de diversas maneras, siendo la más conocida el término de proteína cruda, el cual se obtiene a partir de la determinación del contenido de N de un alimento multiplicado por un factor (6,25). De este modo, todo el N contenido en un alimento, sea de origen proteico o no proteico se expresa en términos de proteína cruda. “El principal problema del exceso de proteína es la baja eficiencia con que las vacas utilizan el nitrógeno”, señala el Dr, Juan Pablo Keim, académico del Instituto de Producción Animal de la Universidad Austral de Chile. Los requerimientos de proteína cruda en vacas lecheras oscilan entre 14–20% dependiendo del tipo de animal, nivel productivo, etapa de lactancia y sistema de alimentación. Todo el nitrógeno ingerido sobre los requerimientos, es excretado. En condiciones de pastoreo, que son donde se inserta la mayor producción de leche en Chile, sólo entre el 25–27% del N que ingieren las vacas es destinado en la producción de la leche y el restante es eliminado, principalmente por la orina (75% del total ingerido). Esta excreción aumenta de manera lineal en la medida que aumenta el consumo de N. Se ha calculado que la cantidad de N pre- sente en un parche de orina puede ser el equivalente a 800 kg N/ha/año. Nuestros datos muestran que el contenido de proteína cruda puede representar más de un 30% de la materia seca en algunas épocas del año (Ver Cuadro 1). Esto tiene diversas consecuencias que van desde desbalances nutricionales y cambios en la composición de la leche, hasta en casos extremos, la muerte por intoxicación con nitratos. “Conocer qué ocurre bajo nuestras condiciones, es de suma importancia, por las consecuencias que el exceso de proteína tiene sobre la salud y nutrición de las vacas lecheras, afectando la rentabilidad del negocio y, por las especiales condiciones de suelo y clima del Sur de Chile, que determinan una dinámica particular de este nutriente. Es por ello que es importante continuar avanzando en iniciativas como ésta que realizamos en conjunto con la Universidad Austral de Chile con el fin de ofrecer información de calidad y herramientas prácticas de manejo para nuestros agricultores”, resume Pablo Loaiza, jefe de Extensión del Consorcio Lechero. Este tema se enmarca dentro de nuestros desafíos de aumentar el consumo de forraje intrapredial y el aumento de la fertilidad del suelo, ambos priorizados en el Plan de Acción 2014-2017 del Consorcio Lechero, que resume, evalúa y define tareas para la cadena láctea. Las consecuencias Existe una serie de problemas que se generan debido a estos excesos de nitrógeno. Disminución del consumo: Praderas altas en proteína cruda muestran una disminución del consumo e incluso rechazo de pradera por los animales, asociado a una menor palatabilidad debido al bajo contenido de azúcar y exceso de nitrógeno. Por otro lado, se postula que este comportamiento estaría asociado a un mecanismo para prevenir una potencial intoxicación. Aumento de los niveles de urea en leche: el aumento de los niveles de urea en leche sobre los 350 mg/L puede ser indicativo de un consumo excesivo de proteína cruda. Esto ocurre principalmente durante los meses de otoño e inicio de primavera. Baja en la producción de leche: Esto está asociado a el gasto energético que significa para la vaca eliminar el exceso de N de sus sistema mediante la conversión a urea, para ser luego excretada por la orina, pudiendo representar una baja de 1 -2 litros de leche al día. Toxicidad por amonio: Ocurre debido a la CUADRO 1. EL CONTENIDO DE PROTEÍNA AZÚCARES EN LA PRADERA VARÍA A LO LARGO DEL AÑO Estación Otoño (abril-mayo) Proteína cruda Rango Carbohidratos solubles (%MS) (%MS) 21%(16-30) 14% Rango (8-20) Prim. Temporada 24%(17-31) (agosto-septiembre) 10% (7,5-13) Primavera (noviembre) 16% (9,4-21) 18%(12-25) FUENTE: Economía Láctea. CUADRO 2. BALANCE DE NITRÓGENO EN SISTEMAS PASTORILES Balance de nitrógeno Aporte estimado en praderas (kg N ha-1 año-1) Ingresos de N al sistema Mineralización de la materia orgánica del suelo 250-300 Lluvia 3-5 Fijación biológica de N (FBN) 30-90 Fer@lización orgánica o inorgánica 30-250 Suplementos 70-150 Reciclaje (orina, fecas, plantas muertas) 50-150 Total ingresos 433-945 Salidas de N del sistema Requerimiento de las planta (12-14 t MS ha-1)&420-560 Producto animal (leche) 45-62 Lixiviación 5-90* Vola@lización (hasta 30% fer@lización) 2-75 Total salidas 470-787 & Requerimiento máximo en sectores manejados bajo corte * Praderas en pastoreo con altas cargas animales y dosis de fer@lización nitrogenada invernal Fuente: Alfaro y Lobos, 2012 CUADRO 3. PÉRDIDAS DE NITRÓGENO EN PRADERAS FERTILIZADAS EN EL SUR DE CHILE. Vía de pérdida de nitrógeno Pérdida Volatilización de amoniaco desde urea (% N aplicado) Pérdida de N en aplicaciones de 100 kg N ha-1 hasta 30% Lixiviación de N (kg N ha-1) Pradera cortada (aplicaciones de hasta 100 kg N ha-1) 3-5 Sistemas de producción de carne (bajo uso de N, pastoreo intensivo) Hasta 70 Sistemas de producción de leche (100-200 kg N ha-1 año-1) 10-90 Desnitrificación Proporción del N aplicado, urea <0,5% Proporción del N total aplicado, purín 0,5-0,7% Fuente: Alfaro y Lobos, 2012 acumulación de gas amonio en el rumen debido a la incapacidad de los microorganismos de utilizarlo por falta de energía. En ocasiones puede producirse una alcalosis, pudiendo percibirse un olor a amonio en los patios de espera o alimentación. Intoxicación por nitritos: Se registra en casos extremos cuando vacas hambrientas consumen forraje con alta concentración de nitratos (praderas tiernas o cultivos acumuladores como la avena). La muerte del animal se produce debido a que los nitratos se transforman en nitritos en el rumen, transformando la hemoglobina en metahemoglobina, impidiendo así el transporte de oxígeno en la sangre. Nuestros resultados muestran que la acumulación de nitratos aumenta de manera » 27 — julio 2015 — julio 2015 NOTA DE TAPA FIGURA 1. EN OTOÑO E INICIO DE LA PRIMAVERA LOS NITRATOS AUMENTAN DE MANERA SIGNIFICATIVA EN LA PRADERA CON PROTEÍNAS SOBRE EL 25% MS. Fuente: Loaiza et al., (2013) FIGURA 2. DURANTE EL OTOÑO E INICIO DE PRIMAVERA,PASTOREOS MENOS FRECUENTES (3 HOJAS) Y MENORES DOSIS DE NITRÓGENO 1. Disminuyen el contenido proteína cruda y nitratos en la pradera 2. Mejoran el balance carbohidrato - proteína,disminuyendo el riesgo de problemas FIGURA 3. UNA PRADERA CON MAYOR RELACIÓN CARBOHIDRATO: PROTEÍNASIGNIFICA » 28 exponencial en praderas a partir de un 25% de proteína cruda y que rotaciones rápidas en otoño combinadas con altas dosis de nitrogeno promueven niveles tóxicos (0,5- 0,7% MS) de nitratos. (Ver Figura 1). Medidas prácticas para reducir el exceso de proteína en praderas Una de la vía más conocidas y estudiadas para manejar el exceso de proteína, es la suplementación energética. Sin embargo, nuestro estudio mostró que también a partir del manejo de la pradera es posible mejorar la eficiencia de uso del nitrógeno en las vacas lecheras. Reducir la dosis total de nitrógeno: los resultados muestran que la aplicación de dosis de fertilizantes sobre las 150 kg N/ ha/año, no representan un significativo incremento en el rendimiento de materia seca, ni la utilización de la pradera, sin embargo, provocan problemas de exceso de proteína, especialmente en Otoño (Abril- Mayo) y Primavera Temprana (Agosto- Septiembre). A juicio del equipo técnico de Barenbrug Chile, quienes nos compartieron su experiencia en terreno para la realización de este artículo, el problema más grave relacionado con el exceso de N es la falta de información real sobre los niveles de producción que tienen los predios, donde generalmente se sobreestima la producción anual de las praderas. Por lo tanto, los cálculos de mantención en base a nitrógeno no son las reales, y esto afecta directamente en un exceso de nitrógeno en la pradera, que no es aprovechado. “Hay que considerar una dosis de nitrógeno según las tasas de crecimiento durante los diferentes períodos que presenta una pradera, como por ejemplo la dosis de nitrógeno en activo crecimiento primaveral, no corresponden a la misma que en la época estival, esto debido a que las tasas de crecimiento son menores, por lo tanto el requerimiento de este nutriente es menor”, explicaron. Otro aspecto que destacaron, es que no siempre se toma en consideración es el aporte de nitrógeno vía la aplicación de purines. “Estudios realizados por INIA Remehue entregan valores promedio de nitrógeno total de 2 kg N/1000 litros de purín. Si lo llevamos a un ejemplo, donde aplicamos un volumen de 50.000 litros/ ha, tenemos un aporte de 100 kg N/ha. Aumentar la parcialización: los resulta- dos muestran que 5 a 6 parcializaciones de no más de 30 kg de N/ha, disminuyen del contenido de proteína cruda y aumentan el contenido de azúcares en la planta en el pastoreo siguiente, otorgándole un mejor balance. (Ver Figura). Reducir la frecuencia de pastoreo (rotaciones más largas): Disminuir la frecuencia de pastoreo de 2 a 3 hojas en praderas de ballica perenne disminuye el contenido de proteína y aumenta contenido de azúcares en la pradera, reduciendo el riesgo de problemas en las vacas. (Ver Figura 3) Durante el período de Mayo a Septiembre es conveniente entrar a pastorear con el mayor número de hojas posible, evitando que la pradera se deteriore. En la primavera, la entrada al potrero debiera tender hacia las 3 hojas, teniendo en cuanta que es necesario evitar la pérdida de macollos por efecto del cierre de la canopia. En el caso de que esto ocurra, nunca se debiera entrar a pastorear antes de las dos hojas vivas por macollo. FIGURA 4. DURANTE LA PRIMAVERA, APLICACIONES DE NITRÓGENO EN MENOR DOSIS Y MÁS FRECUENTES MEJORAN EL BALANCE NUTRITIVO DE LA PRADERA EN ELSIGUIENTE PASTOREO » 29 — julio 2015 NOTA DE TAPA Aparte de estas herramientas de manejo, existen otras como: Uso de fertilizantes de liberación lenta: se ha comprobado efectos positivos sobre las pérdidas de N por lixiviación y volatilización, aumentando la eficiencia de uso del N y promoviendo mayores rendimientos de materia seca, que sólo han alcanzado el 10%, por lo cual su uso debe ser evaluado económicamente. Uso de variedades de ballicas altas en azúcar: El mayor contenido de azúcares de estos cultivares mejora balance nutricional de la pradera, sin embargo, no se ha observado diferencias consistentes del contenido de azúcar de estos cultivares, con respecto a un cultivar normal bajo las condiciones ambientales del Sur de Chile. La visión de los investigadores Debido a que la mejora de la eficiencia de uso del N es un trabajo continuo, quisimos conocer qué están haciendo los investigadores respecto de este tema. El rol clave del suelo. “En los suelos del Sur de Chile, el principal aporte de nitrógeno proviene de la mineralización de la materia orgánica”, señala la Dra Marta Alfaro, investigadora de INIA Remehue. En muchos casos, este ingreso representa cerca del 60% del aporte del N total que recibe la pradera. El problema es que este aporte es pocas veces considerado al momento de estimar la fertilización nitrogenada necesaria a aplicar. (Ver Cuadro 2). De esta manera, un sistema de producción de leche desarrollado en suelos sin restricción de fertilidad puede recibir un aporte de N superior al demandado, en especial cuando se considera que en el caso del pastoreo en donde existe un gran reciclaje de N a través de la orina, concluye la Dra. Alfaro. A juicio de la investigadora, otro aspecto importante a considerar son las pérdidas por lixiviación de nitrógeno. “Debido a su naturaleza altamente móvil, el N es uno de los nutrientes con mayor riesgo de pérdida por esta vía, en particular en la forma de nitrato. Este fenómeno ocurre cuando existe disponibilidad de nitrato y exceso de agua en el suelo. A pesar de que en nuestra zona, existe exceso de agua en el suelo desde el mes de Abril y hasta el mes de Septiembre, existe una baja disponibilidad de N en el suelo, por lo cual los resultados de trabajos realizados por INIA Remehue indican que cuando el manejo de fertilización » 30 nitrogenada se realiza adecuadamente, las pérdidas por esta vía son bajas (Cuadro 3). Por otro lado, cuando se realizan fertilizaciones tempranas en primavera -cuando ésta es lluviosa (Agosto-Septiembre)- resultan en una mayor pérdida de lixiviación en relación a años con primaveras normales, debido a la pérdida no sólo del N aplicado como fertilizante sino también a aquél aportado vía mineralización del suelo. Así, las pérdidas de este periodo pueden alcanzar al 60% del total de un año. Actualmente, la Dra. Marta Alfaro con el apoyo del Fondo para la Innovación y Competitividad (FIC) de la Región de Los Lagos, lidera un grupo de investigación que se encuentra trabajando en una herramienta que permita estimar el aporte del N del suelo en praderas permanentes. “Esto permitiría a los agricultores en el futuro contar con una herramienta práctica con la finalidad de focalizar y acotar la aplicación de fertilizantes externos.”, cuenta. Combinando especies forrajeras Otra arista para resolver el problema es liderada por el Dr. Juan Keim, en donde buscan mejorar la eficiencia de uso del N a través de la combinación de distintas especies forrajeras. “Evaluamos praderas con distinta composición botánica. Los resultados nos muestran que, bajo nuestras condiciones todas las praderas evaluadas resultaron con elevados contenidos de proteína de alta degradabilidad, sin embargo, cuando las sometimos a las condiciones del rumen simuladas en el laboratorio, vimos que hay algunas praderas en que las bacterias del rumen podían capturar más nitrógeno como proteína microbiana, lo cual fue asociado a mayor concentración de azúcares o carbohidratos solubles en estas especies lo cual mejora el balance nutricional de la pradera A juicio del investigador, desde un punto de vista de sistema productivo, el principal problema del exceso de nitrógeno se relaciona con el impacto sobre el medio ambiente: “Todo el nitrógeno que no aprovecha el animal, lo elimina por la orina. Esta se evapora como gas efecto invernadero o a los cursos de agua, contaminando las napas freáticas”. Mirando el problema con cautela “Si bien es cierto que existe una serie de otros problemas asociados, pienso que a veces se le atribuye muchas cosas al exceso de nitrógeno, que no están claramente demostradas, por lo que pueden como no pueden ser”, explica. Un ejemplo de esto es la visión sobre si ciertos problemas reproductivos en Chile pudieran atribuirse al alto contenido de nitrógeno en la dieta, pero no se sabe si es por eso o debido a otros factores como por ejemplo la condición corporal de las vacas al momento del parto; manejos adecuado de preparto; una mala detección de celo, dietas inapropiados a inicios de lactancia, entre otros. O los altos niveles de urea en leche, que tienen como factor principal el contenido de proteína en la dieta, pero que también se ha demostrado que no es el único factor que está afectando este parámetro, por lo cual sin quitarle la importancia que tiene, hace un llamado a mirar las cosas con cautela y no generar una sobrealarma en torno al tema. La idea en síntesis El alto contenido de proteína de praderas en determinadas épocas del año tiene consecuencias negativas sobre la nutrición, y salud de las vacas lecheras en pastoreo, además de negativos efectos sobre el ambiente. La reducción de la frecuencia de pastoreo (rotaciones más largas), en combinación con disminuir de la dosis de fertilizante nitrogenado y un aumento en la parcialización, son medidas de manejo efectivas que logran reducir el contenido de proteína y aumentar el contenido de azúcares mejorando el balance nutricional de la pradera y mejorando la eficiencia de uso del nitrógeno en vacas lecheras. La magnitud de esta mejora dependerá de la época del año. Ninguna herramienta ni dato estadístico reemplaza al monitoreo semanal de la pradera. Contar con datos confiables de tasa de crecimiento, realizar análisis de calidad nutritiva y registrar el comportamiento de la pradera, nos permitirá tomar mejores decisiones y ser más eficientes. Pablo Loaiza Ingeniero Agrónomo Dr. Cs. Agr, Departamento de extensión Consorcio Lechero
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