Mesa 1: Trabajo y Empleo - Facultad de Ciencias Sociales

7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y empleo
Título: Trayectorias laborales de recuperadores informales de residuos del departamento
Rivadavia, provincia de San Juan.
Autora: Antunez, Mariana 1
Palabras clave: Recuperación informal de residuos, organización laboral, trayectorias
laborales
Resumen:
Las presentes reflexiones se producen al interior del trabajo “Reconversión laboral y social de los ex
recuperadores informales de residuos de La Bebida, San Juan”, el cual fue producto del trabajo de
investigación realizado durante la ejecución de una Beca Interna de Investigación y Creación otorgada
por CICITCA, categoría Estudiante Avanzado, convocatoria 2013.
El objetivo principal del mismo era comprender el proceso de reconversión laboral experimentado por
los recuperadores informales de residuos del vertedero de la localidad de La Bebida en trabajadores
del Parque de Tecnologías Ambientales de la provincia de San Juan y las significaciones que los
propios actores asignan a este proceso. Para lograrlo, analizamos las trayectorias laborales de los
recuperadores informales, intentando comprender las significaciones que los sujetos estudiados tienen
del trabajo con la basura.
Adoptamos una estrategia metodológica de carácter cualitativo recurriendo al enfoque de trayectorias
laborales que permite comprender la sociedad en términos de movimiento posibilitando conocer la
relación que se establece con el pasado y el presente y la proyección hacia el futuro de los
trabajadores, utilizando como metodología para el trabajo de campo la observación y entrevistas en
profundidad.
En esta ponencia se presentarán algunos avances que fueron surgiendo del estudio de los datos
organizados a partir del análisis de las trayectorias laborales de los recuperadores informales de
residuos del vertedero del departamento Rivadavia: ocupaciones laborales previas al cirujeo,
condiciones y circunstancias que intervinieron en el ingreso a la actividad; prácticas y organización
del trabajo.
1
Universidad Nacional de San Juan. Facultad de Ciencias Sociales - Departamento de Sociología.
Correo electrónico: [email protected]
1
Abstract:
These reflections occur within the inquiry “Labor and social conversion of former waste pickers from
La Bebida, San Juan”, which it was the result of a research work carried out during the execution of a
student grant from CICITCA in 2013.
The main objective of the project was to understand the process of retraining experienced by waste
pickers of the landfill of La Bebida into workers of Parque de Tecnologías Ambientales in the
province of San Juan, and the meanings that the actors themselves assigned to this process. To
achieve this, we analyze the labor paths of informal recyclers, trying to understand the meanings
attributed to work with trash.
We adopted a qualitative methodological strategy, using the approach labor paths to understand the
society in terms of enabling, letting know the relationship established with the past and the present and
the future projection of the workers, using fieldwork observation and interviews.
In this paper we present some advances that emerged from the study of organized data from the
analysis of the labor paths of waste pickers: Pre cirujeo occupations, conditions and circumstances
involving income, practices and work organization.
1. Introducción
Las transformaciones estructurales producidas en Argentina desde mediados de la década de los
setenta y profundizadas durante la de los noventa, provocaron un proceso de empobrecimiento e
incremento de las desigualdades sociales.
Durante los años noventa la implementación del modelo neoliberal
trajo consigo políticas que
impulsaron una creciente apertura de la economía junto con la desregulación de los mercados y la
reforma del Estado. Como consecuencia, se produjo una fuerte recesión económica que impactó en
una baja de los salarios y del empleo. El desempleo en cifras increíblemente altas fue la primera y
más llamativa manifestación de un proceso de creciente exclusión laboral. La expulsión de los
trabajadores del mercado laboral a partir de la destrucción de puestos de trabajo o de los ajustes
implementados obligaron a retiros voluntarios y despidos, así como a la cada vez más dificultosa
“reinserción” en el mercado de trabajo (Battistini citado por Busso y Gorbán, 2004).
La actividad económica de recuperar y vender de manera informal materiales hallados entre los
residuos se ha expandido notoriamente en América Latina durante las últimas décadas. A partir de las
transformaciones que acaecieron como consecuencia de las medidas de corte neoliberal mencionadas,
la clase trabajadora se complejiza, se fragmenta y se vuelve más heterogénea, al tiempo que la
pobreza, la desocupación y la desigualdad alcanzan niveles inéditos (Dimarco, 2007: 5).
La crisis económica, política y social de 2001 - 2002, que trajo consigo la fragmentación del mercado
laboral, aumento de la precariedad y la informalidad, le otorgó visibilidad a complejas y múltiples
2
situaciones laborales, entre ellas, la recuperación informal de residuos urbanos, por parte de los
llamados “cirujas” o “cartoneros”.
Es menester destacar que la actividad del cirujeo cobra un sentido particular en el marco de las
sociedades capitalistas en su etapa actual que, con la exigencia de renovación y especialización
constante, tiene una producción de residuos cada vez a más alta escala. Ciertamente, el profundo
proceso de reestructuración del mercado y del Estado, pero fundamentalmente, las transformaciones
acontecidas en el mundo del trabajo, fueron dando lugar a una sociedad crecientemente fragmentada
con amplios sectores de su población devenida, al parecer, población “prescindible” para el mercado
laboral (Dimarco, 2007: 15).
Entre las razones económicas que permiten explicar la forma masiva que alcanzó la actividad del
cirujeo entre mediados de los años noventa y principios del nuevo milenio, encontramos que la
devaluación de la moneda nacional del año 2002 fue clave en el proceso de valorización de ciertos
materiales reciclables y, con ello, al incremento del número de cirujas o cartoneros, especialmente por
encontrarse nuestro país inmerso en una de las crisis de su mercado de trabajo más difíciles que se
hayan atravesado. La profundidad que adquiere esta crisis económica, política y social ha conducido al
crecimiento y consolidación de una actividad laboral que hasta entonces en Argentina había sido
claramente marginal: la recuperación informal de residuos.
No sólo la desocupación y la devaluación monetaria coadyuvaron al crecimiento explosivo del cirujeo.
Se trata de una actividad de fácil acceso ya que no requiere de competencias especiales ni de capital
alguno para llevarla a cabo; además se puede comenzar en cualquier momento (Schamber y Suárez,
2002; Dimarco, 2006). Así, expulsados y desechados del mercado laboral formal, los cirujas deben
reciclarse y reinventarse como trabajadores de la basura y reinsertarse al sistema productivo en una
situación de precariedad (Aimar et al., 2007: 11).
Con este trabajo pretendemos conocer el modo en que el fenómeno mencionado se llevó a cabo en
nuestra provincia, particularmente en el vertedero de la localidad de La Bebida en el departamento
Rivadavia. El predio, de más de setenta hectáreas, fue durante más de ochenta años el lugar donde
familias enteras revolvían diariamente la basura en busca de comida y elementos para vender,
generando así su sustento diario.
En la presente ponencia se presentarán algunos avances que fueron surgiendo del estudio de los datos
organizados a partir del análisis de las trayectorias laborales de los recuperadores informales de
residuos del vertedero del departamento Rivadavia: ocupaciones laborales previas al cirujeo,
condiciones y circunstancias que intervinieron en el ingreso a la actividad; prácticas y organización
del trabajo.
2. Acercándonos a las Trayectorias Laborales
Para este trabajo recurrimos al enfoque de trayectorias, que según Graffigna (2005) permite
comprender la sociedad en términos de movimiento. “Los distintos actores sociales recorren a lo
largo de sus vidas un continuo de experiencias que van trazando itinerarios – a veces más previsibles,
3
a veces más aleatorios – que se construyen simultánea y pluralmente en múltiples dimensiones:
familiar, social, laboral, política, religiosa, cultural” (Bourdieu, 1988).
El estudio de las trayectorias laborales desde la perspectiva del sujeto permite tener una visión integral
no abstraída del contexto social en el que están inmersas, haciendo posible complejizar los diferentes
aspectos y a su vez, nos permite conocer la relación que se establece con el pasado y el presente y la
proyección hacia el futuro de los sujetos estudiados. El análisis estará centrado en cuatro grandes
temas:
1. En las ocupaciones previas a las de recolección informal en el vertedero,
sean estas
remuneradas o no, tomando como punto de referencia la primera actividad laboral;
2. En el contexto histórico-social, más específicamente, en las condiciones y circunstancias que
llevaron a estas personas a realizar la actividad de cirujeo;
3. En las distintas prácticas desplegadas diariamente para conseguir el sustento y;
4. Las formas de organización del trabajo en el vertedero.
2.1 Ocupaciones previas al cirujeo
El análisis de las ocupaciones previas al cirujeo nos remite al análisis de las trayectorias de los actores
estudiados. Las mismas se manifiestan como el producto de un complejo de factores cuyos
antecedentes no comienzan con la inserción al mercado de trabajo, sino que se elaboran antes y por
efecto de otras variables. Aquí haremos referencia al nivel educativo de los entrevistados y a la
ocupación de sus padres.
Con respecto al primer aspecto, los sujetos estudiados poseen nivel educativo primario completo2 y
otros han incursionado en el nivel secundario sin haberlo concluido.
En cuanto a la ocupación de los padres, registramos que la mayoría de las madres no trabajaron fuera
del hogar o lo hicieron como trabajadoras familiares sin remuneración en el sector agrícola. Sólo dos
casos se han desempeñado como empleadas domésticas en casas de familia. En cuanto a las
actividades de los padres, la mayoría se ha dedicado a empleos informales en el ámbito rural –
chacareros, jornaleros – y en la construcción como albañiles. Sin embargo, algunos han tenido
empleos de mayor calificación, tales como: encargados de fincas, encargados de obras, empleados
municipales.
Las trayectorias de los recuperadores muestran que se consolidaron en la informalidad asociada a
empleos en el ámbito rural (principalmente jornaleros), como trabajadores familiares sin
remuneración, en changas en construcción, en servicio doméstico, como empleados en pequeños
comercios barriales y en lugares destinados a la compra y recuperación de materiales. Las mismas
podrían agruparse en:
2
Todas las personas que completaron el nivel primario, lo hicieron por medio del Plan FiNES contemplado en el Plan de
Inclusión Social propuesto por la SEAyDS.
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a. Trayectorias con alguna incursión en el mercado de trabajo formal: podemos ubicar a
quienes se han desempeñado como empleados calificados en el sector formal de la economía:
un encargado de finca (quien además de tener personal a cargo manejaba maquinarias) y un
albañil calificado en empresas constructoras.
b. Trayectorias desarrolladas en su totalidad en el sector informal: donde, a su vez,
encontramos:
-
Trayectorias con ocupaciones previas a la actividad de cirujeo: desarrolladas tanto
en el ámbito urbano como en el rural. Entre las ocupaciones urbanas encontramos el
empleo doméstico, trabajos en recuperadora de materiales y atención al público en
kiosco. En cuanto a los quehaceres en el ámbito rural pudimos observar jornaleros “al
tanto” durante las temporadas de cosechas, que transitaban por diferentes fincas y
lugares – muchas veces fuera de la provincia – para conseguir el sustento, alternando
estas actividades con la recuperación de residuos en el vertedero.
-
Trayectorias que comienzan con el cirujeo, sin ocupaciones previas: ubicamos aquí
la trayectoria de una entrevistada cuya experiencia laboral comienza a los dieciocho
años, tras migrar a nuestra provincia desde su Córdoba natal. Durante toda su vida se
dedicó al cirujeo; primero en el centro de la ciudad de San Juan y luego en el
vertedero de La Bebida.
Pese a esta distinción, el denominador común en todos los casos es la posición de vulnerabilidad y
precariedad en el espacio social. La misma estaba trazada por una trayectoria inestable, cuya marca
está dada por las diferentes “formas particulares de empleo” (Castel, 1999:404). Las inserciones
laborales de estas personas han sido “en negro”, de baja calificación e intermitentes. El recurso de
alternar o combinar el trabajo en las cosechas en épocas de verano y el vertedero en el invierno era
muy utilizado a los fines de poder compensar la falta de ingreso asociada a la estacionalidad de las
labores, procurándose así cierta estabilidad económica.
2.2 El vertedero como fuente de vida y trabajo
Las trayectorias laborales de estas personas confluyen en un mismo lugar, el basural de “campo” de La
Bebida, construyendo una determinada percepción acerca del ser recuperador informal.
Una de las características que distinguen al sector de la población en estudio es el haber estado
inmersos en la pobreza estructural. Se podría afirmar entonces que la identificación del vertedero con
un espacio de inserción laboral de muchas familias de la zona de La Bebida, encontraban en él una
forma de producción y reproducción de su existencia.
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A continuación expondremos las condiciones y circunstancias que llevaron a los entrevistados a
realizar la actividad de cirujeo, teniendo en cuenta el contexto histórico social de los años noventa, el
modo en que aprendieron la actividad y sus percepciones acerca del trabajo con la basura.
2.2.1 Ingreso a la actividad de cirujeo: “Siempre hay que buscar la vida”
Con respecto al momento de ingreso a la actividad, los recuperadores expresaron haber comenzado a
concurrir más asiduamente al vertedero entre los años 1995 y 2001 en su mayoría. Los informantes
más jóvenes lo hacían para ayudar a sus padres en la recuperación de residuos en calidad de
trabajadores familiares o acompañantes, cumpliendo un rol de colaboración y ayuda a la economía
familiar.
En cuanto a los motivos de ingreso a la actividad de recolección informal de residuos, los estudiosos
en la materia coinciden en distinguir dos tipificaciones: los cirujas estructurales y los nuevos cirujas
(Schamber-Suarez, 2007; 2011).
Los primeros son aquellos que contienen en su historia familiar laboral la tradición del cirujeo y
generalmente realizan la actividad desde temprana edad como trabajadores familiares o ayudantes. Al
mismo tiempo, no se dedican exclusivamente al reciclado sino también a juntar cosas de la basura,
como vestimenta, calzado, muebles o chatarra. El elemento que distingue a éstos es que no hay una
ruptura en la trayectoria laboral al ingresar al cirujeo sino que ese ha sido su modo de ingreso
permanente, alternando con otras actividades informales pero nunca dejando la recolección. Algunos
autores consideran que en estos casos existe una naturalización de su condición, donde no se cuestiona
el origen de la actividad (Schamber-Suarez; 2007; 2011; Anguita, 2003; Herrero – Farías, 2013).
Los segundos, en cambio, son personas que comenzaron a recolectar residuos a modo de rebusque o
estrategia de supervivencia, ya que sus trayectorias hacían entender que era algo momentáneo, una
salida de la crisis. Sin embargo, los años de recuperación económica y la disminución de la tasa de
desempleo en nuestro país no lograron que este fenómeno disminuyera significativamente, motivo por
el cual terminaron adoptando las características de los cirujas estructurales, alternando el cirujeo con
trabajos temporarios y changas o simplemente, adoptando la recuperación informal como su única
actividad laboral.
Los entrevistados calificaron a la actividad de recuperación informal como un rebusque, una salida o
alternativa ante la falta de trabajo. La mayoría de ellos coinciden en que al principio recurrían allí de
manera temporal, alternando el cirujeo con changas o trabajos temporarios en las cosechas, hasta que
la imposibilidad de conseguir un trabajo estable y el rédito económico que suponía la recuperación y
venta de materiales, los llevó a quedarse con el trabajo de la basura en lugar de buscar otras
alternativas:
“Porque se quedó sin trabajo (…) Entonces empezaron a trabajar en las chacras y
bueno, se terminó el tema de cosechas, de plantación de tomate y todo lo demás.
Entonces bueno, no les quedó otra porque no conseguían y se vinieron”.
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Asimismo, hemos podido ver que, en algunos casos, había una tradición familiar de asistencia al
vertedero, donde las familias solían concurrir allí ante la falta de trabajo, alternando las temporadas de
actividad agrícola con la recuperación de materiales, adoptando las características propias de los
cirujas estructurales.
Recapitulando, es posible identificar los motivos que llevaron a estas personas a realizar la actividad
de cirujeo en el vertedero donde el predominante es la falta de empleo y el carácter estacional del
trabajo rural. Otra razón a destacar es el rédito económico que generaba esta actividad, resultando
atractiva en ese aspecto. Asimismo, principalmente en las mujeres, los motivos de ingreso a la
actividad, además de los expuestos, están ligados a su condición de género, a la maternidad y a los
arreglos necesarios en la organización familiar para poder trabajar.
2.2.2 “Vamos a la basura”
El vertedero de La Bebida, conocido por los propios actores como “el campo”, representaba para ellos
en el espacio laboral que permitía su subsistencia y la de sus familias.
Expusimos los motivos por los cuales los informantes comenzaron a asistir al vertedero para recolectar
materiales. Ahora bien, resulta interesante saber cómo es que llegan a dicho lugar, con quiénes y
cuáles fueron sus primeras impresiones.
Los entrevistados coincidieron en que fueron introducidos a la actividad por familiares, amigos y/o
vecinos, ya que la mayoría de los habitantes de las zonas aledañas al predio asistía al vertedero a
buscar materiales para vender y, en algunos casos, también concurrían en busca de mercadería y
vestimenta.
La característica que predomina en todos los casos es la llegada al vertedero de la mano de alguien, es
decir, por invitación. A este respecto, creemos oportuno el aporte de Larissa Adler de Lomnitz, en
cuanto a la importancia de las redes parentales y de amigos en las barriadas como un significativo
canal de transmisión de datos y referencias (Adler de Lomnitz, 2003:28).
Estas experiencias realizadas por vecinos y por familiares cercanos, son vivenciadas como una
posibilidad de encontrar en la recuperación de residuos una alternativa de trabajo y también como
forma de garantizar un ingreso superior a los que podrían percibir a través de otras prácticas laborales,
con la característica de la existencia de una trama de redes de solidaridad aún en la pobreza.
2.2.3 Llegada al vertedero y aprendizaje de las tareas de recuperación
Con respecto a la primera vez que asistieron al vertedero, todos los entrevistados calificaron a la
experiencia como desagradable o negativa, que realizaban por mera necesidad.
Registramos diferentes impresiones en los trabajadores: mientras que algunos enfatizaron en aspectos
objetivos, propios del lugar; otros recordaron las sensaciones y sentimientos que les generó llegar al
vertedero, entre las que encontramos la vergüenza y la necesidad de acostumbrarse “a la fuerza” a la
nueva actividad.
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Entre las primeras impresiones que mencionan se encuentran los insectos, la mugre, el olor:
“Vamos a ir al basural, vamos a ir. No, cambié mucho. En el sentido que uno… hay que
ver lo que...hay que ver de todo. Ahí no se esperaba que es lo que venía en los camiones,
muchas veces las moscas, muy muchas moscas, muy mucha mugre”.
Hay personas que enfatizaron las inclemencias del tiempo y la desolación propia del lugar:
“No me gustó...no, porque era...cuando vine...muy mucha calor hace acá y bueno, no
había agua, nada. Tenías que traerte los bidones de agua con hielo… y para el frío
pasabas frío”.
Otros recuerdan la vergüenza ante la realización de dicha actividad y la sensación de no tener otra
alternativa, como así también la consideración de un trabajo no digno:
“Primero a mí me daba como...asco. Pero como digo yo, después al tiempo, me vine a
acostumbrar (…) Me daba un poco...vergüenza, me daba. Pero no había otra”.
Sin embargo, para algunos, la adaptación al contexto y al trabajo con la basura supuso un proceso de
acostumbramiento forzado ante la falta de empleo:
“Y...no, no me gustó nada. Bah, no...Es que uno...yo no estaba acostumbrado a eso. Lo
que pasa es que los primeros días yo....prácticamente venía y...miraba nomás, porque
no...Y bueno, y aquí me fui acostumbrando, acostumbrando, acostumbrando. Sí o sí me
tenía que acostumbrar porque aquí hay un tiempo que no hay trabajo, no hay nada...”
En todos los casos, el flagelo de la falta de trabajo o el carácter estacional del mismo, llevó a estas
personas a acostumbrarse “a la fuerza” a trabajar en un escenario impactante, expuesto a malas
condiciones: temperaturas extremas, falta de agua, malos olores, mugre, insectos, desechos, es decir, a
un contexto que genera vergüenza y asco. Pese a todo esto, tuvieron que adaptarse y aprender a
realizar un trabajo considerado por ellos desagradable, indigno e inapropiado a modo de rebusque o
salida ante la necesidad.
El aprendizaje de la actividad de recolección fue por imitación, mirando y haciendo lo mismo que
hacían los demás. Encontramos, además, que el mismo era transmitido por medio de un saber
experiencial, al igual que los antiguos oficios, donde el conocimiento proviene de la experiencia
práctica con la característica de su permanencia en el tiempo.
Los entrevistados tuvieron que aprender los “movimientos” del vertedero y a buscar en la basura los
materiales reciclables, a seleccionarlos y clasificarlos. También debían saber ubicar cuáles eran los
mejores productos y dónde encontrarlos en ese espacio. Además, ese aprendizaje suponía adaptarse al
ambiente de la basura.
2.3 Proceso de Trabajo con la basura
A partir del análisis de los relatos de los recuperadores de La Bebida en cuanto a la descripción de las
actividades desarrolladas con la basura, intentamos dar cuenta de que la recuperación no convencional
de residuos posee ciertas características específicas en cuanto a su procedimiento, en los recursos
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utilizados para llevarla a cabo, en las modalidades de planificación de la tarea, en el sostenimiento más
o menos estable de un ingreso proporcionado por la misma. Incluso se podría afirmar que requiere de
cierto conocimiento de materiales, de habilidades de negociación de precios, de construcción de
vínculos y demás cuestiones que hace de la misma algo más que un rebusque espontáneo.
En el proceso de trabajo de los recuperadores informales del vertedero de La bebida pudimos
identificar cinco etapas:
1. Apropiación 3 de los residuos;
2. Recolección;
3. Clasificación y selección del material aprovechable;
4. Traslado a la recuperadora;
5. Comercialización.
2.3.1 Apropiación de los residuos
Comprende el traslado hacia un lugar determinado donde los recuperadores, mediante diversas
estrategias, esperaban y contactaban a los camiones recolectores para poder recoger materiales de la
basura que los mismos contenían.
Todos coincidieron en que debían estar entre las cinco y las seis de la mañana en la curva de
intersección de calle 5 y Pellegrini, en la localidad de La Bebida. Llegaban al lugar a pie, en bicicleta,
en moto, en carros. Una vez allí, esperaban a los camiones provenientes de los departamentos del
Gran San Juan - Capital, Rawson, Chimbas, Rivadavia, Santa Lucía -, Pocito, Zonda y Ullum. Para
ingresar al predio, hablaban con los camioneros y subían al camión, es decir, que llegaban
conjuntamente con la basura.
Para “apropiarse” de la basura que los camiones contenían, cada recuperador o grupo articulaba
diferentes estrategias, en el sentido que le da Bourdieu. Es decir, aquellas prácticas de los agentes
dirigidas a defender los intereses de la propia posición en el campo. La estrategia, en este sentido, es
producto de ese “sentido práctico”, del conocimiento del juego y de las posibilidades de innovación
que le plantea la situación (Bourdieu, 2010).
El motor de estas estrategias era conseguir la mayor ganancia posible; ganancia no sólo monetaria,
sino también en objetos considerados de valor, alimentos, vestimenta.
La primera que pudimos observar es el establecimiento de arreglos de los recuperadores con los
camioneros. Según diferentes relatos, algunos ya los conocían y acordaban con ellos que les “guarden”
la carga:
“Yo a las cinco de la mañana, a veces cuatro y media, cinco estaba en la…esperando al
muchacho Montoro que siempre (…) me dejaba el camión. Me decía: ‘te espero aquí.
Vos esperame que yo a tal hora llego, este viaje es tuyo’. Y al otro muchacho de
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Tomar para sí alguna cosa, haciéndose dueña de ella, por lo común de propia autoridad. (Diccionario de la lengua española
RAE – 22° Edición. Versión digital).
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Rivadavia que pasaba a las tres Tabarelli, ese también. Yo los dejaba a esos dos
camiones y con eso tenía pa’ trabajar”.
Otros, en cambio, conocían los días y horarios de llegada de los camiones que contenían objetos de
mayor valor, principalmente los provenientes de la Mina Veladero que llevaba mucha cantidad de
plástico – botellas principalmente – y metales (cobre y aluminio).
Sin embargo, la gran mayoría debía “engancharse” o “colgarse” del camión para poder recoger algo de
la basura que el mismo transportaba. En palabras de una entrevistada:
- “...Todo el día, todo el día corriendo porque tenías que engancharte del camión que
venía entrando.
- Claro, ¿pero qué? ¿Directamente te colgás?
- No, no, no, únicamente agarrarte del fierrito ese. Vos ya tenías tu lugar en la
basura, porque si no te agarrabas de ahí, no podías recolectar en ese lugar, ¿me
entendés? (…) Ese camión te lo perdiste, no viste nada de ese camión”.
Es posible observar que el hecho de tener que correr alude a la carrera por apropiarse del contenido del
camión. Había que ser rápido para “engancharse” o “colgarse”, que no sólo significa ir subido al
camión, sino que tocarlo, en cierta medida, les aseguraba un lugar o ciertos derechos sobre la carga en
relación con la proximidad al vehículo, como una forma de ganarse un lugar en esa basura.
2.3.2 Recolección
Una vez que los camiones con los residuos entraban al predio, se dirigían hasta un lugar donde
descargaban la basura. Al mismo tiempo que las personas revisaban el contenido del camión, una
topadora lo iba esparciendo, mientras que otra máquina hacía pozos donde enterrarlo. Es decir que el
tiempo que tenían los recuperadores para “rescatar” algo de los camiones era escaso,
aproximadamente unos quince minutos.
En ese proceder, los recuperadores buscaban en la basura los materiales de mayor valor para la venta.
Los mismos eran principalmente cartón, plástico, vidrio, chatarra y metales como el cobre o aluminio.
Estos últimos, en ocasiones los obtenían quemando la basura a fin de dejar al descubierto tales metales
provenientes en los cables principalmente.
La labor consistía, entonces, en abrir las bolsas de basura y juntar aquello que les conviniera, para
luego colocarlo en bolsas grandes o bolsones, todo mezclado.
Con respecto a los insumos o herramientas necesarios para realizar el trabajo, encontramos que uno de
los aspectos que facilitaba el desarrollo de las prácticas de cirujeo es, precisamente, el bajo
requerimiento de medios de trabajo: ganchos para romper las bolsas, bolsones donde colocar los
materiales y guantes. Sin embargo, queda en evidencia que la principal herramienta era el propio
cuerpo, ya que los recuperadores debían valerse de la fuerza física, para ganarse un lugar en la basura.
Como es posible observar, la práctica y labor misma de la recolección es una actividad que requiere de
un conocimiento sobre los “movimientos” del vertedero para aprovechar las oportunidades y alejarse
de los riesgos que la misma conllevaba. Al preguntar a los entrevistados acerca de las medidas de
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seguridad o precauciones que tomaban, dijeron que usaban guantes que encontraban en el mismo lugar
y, en algunos casos, se cubrían la cara con remeras, especialmente cuando había humo en el ambiente.
Coincidimos con Dimarco (2007) en que los recuperadores del vertedero de La Bebida estaban
expuestos a riesgos sanitarios y físicos, tanto por la manipulación de elementos que podían
transmitirles enfermedades o infecciones como por la contaminación ambiental del lugar, la
proliferación de insectos y la exposición a sufrir lesiones y accidentes de todo tipo. Los mismos
actores se referían a los peligros a los que se enfrentaban e incluso, hacían referencia a accidentes
ocurridos en el lugar:
“Cuando veníamos al vertedero uno andaba con un cuidado porque, bueno, he visto
compañeros míos que se pinchaban jeringas, se cortaban y lo mismo, el
ambiente...bueno, la basura. Cualquier infección, cualquier cosa podía pasar. Por eso
por ahí uno tiene que andar con un cuidado...pero habiendo tanta gente, capaz que por
manotear una cosa no sabe lo que agarra”.
La cantidad de horas dedicadas a las labores de recuperación dependía de la capacidad de recolección,
que a su vez se encontraba íntimamente relacionada con las formas de organización del trabajo
(individual o familiar), especialmente en la cantidad de personas que participaban en la tarea, como
una estrategia cuyo fin era recolectar la mayor cantidad de material.
Cuando los recuperadores consideraban que tenían suficiente mercadería para vender, finalizaban la
jornada. Según distintos relatos, la misma se extendía desde las cinco o seis de la mañana hasta el
mediodía en algunos casos y en otros, hasta últimas horas de la tarde, cerca de las veinte. Podríamos
decir que un día de trabajo resultaba extenso y de acuerdo a la información obtenida, agotador debido
a la cantidad de horas y al esfuerzo físico requerido para realizarlo.
2.3.3 Clasificación y selección
Esta etapa consistía separar lo recolectado, desechando lo que no servía y amontonando los residuos
según el material (papel, cartón, plástico, vidrio, chatarra, etc.). Esta labor se llevaba a cabo en el
mismo vertedero, en un lugar determinado que cada recuperador o grupo se había asignado.
En cuanto a la selección, encontramos diferencias entre aquellos recuperadores que realizaban la venta
de los materiales en el día y los que lo hacían una vez a la semana. Quienes vendían todos los días,
clasificaban generalmente en un horario en que los camiones dejaban de ingresar al predio, o cuando
su ingreso mermaba en cantidad. En cambio, aquellos que juntaban durante toda la semana para
vender al final de la misma, destinaban un día específico a estas tareas.
Estas decisiones, tenían que ver con la conveniencia económica de tener dinero suficiente para
garantizar la sobrevivencia y manutención de la familia.
Asimismo, es menester considerar que no todos los materiales recolectados tenían como finalidad la
venta, ya que parte de ellos – generalmente ropa, calzado o alimentos – eran destinados al
autoconsumo.
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“Si, zapatillas, ropa. Lo que hallaba ahí, a veces venía del Walmart o del Vea sabían
traer jabones o botes de aceite que estaban nuevos, lo que pasaba es que estaban
aplastados pero nuevos, no estaban vencidos, nada”.
2.3.4 Traslado a la recuperadora
Para trasladar los materiales clasificados hacia la recuperadora, los recolectores conseguían mediante
arreglos, que los mismos camiones que llevaban la basura al vertedero les oficiaran de flete a cambio
de un pago.
Con el fin de abaratar costos, se asociaban entre varios grupos o familias para compartir los gastos de
traslado que implicaba transportar los materiales recolectados hacia los establecimientos donde se
realizaba la venta.
Vemos aparecer aquí que, pese a que cada recuperador trabajaba para su propio beneficio, esos lazos
de solidaridad de los que hablábamos estaban vigentes a lo largo del proceso de trabajo en el
vertedero, dejando entrever un tejido de redes basados en el hecho de compartir la misma condición
de pobreza.
2.3.5 Comercialización
La venta de los materiales recolectados y clasificados se llevaba a cabo en un único establecimiento –
Recuperadora “Don Mariano” –, ubicado en las cercanías del vertedero.
Una vez llegados al lugar, el procedimiento consistía en descargar del camión los bolsones con los
materiales separados según clase y calidad, ya que el valor de los mismos dependía de estas
características y pesarlos, ya que las empresas recuperadoras compran el material por peso. Otro
aspecto interesante, radica en que los materiales más rentables para los cirujas eran los más difíciles de
conseguir, operando también en esta actividad informal las leyes de la oferta y la demanda:
“Lo que te convenía más siempre ha sido el cable, viste, el cobre. Siempre te convenía
más eso, o el aluminio. El cartón, botella. Muchos juntaban más cartón y botellas, la
botella plástica que era lo que más sacabas y lo que más rendía”.
Los recuperadores de La Bebida, para poder obtener el dinero que les asegure el sustento, debían pasar
largas horas diarias recolectando, clasificando y transportando la basura. Por su parte, los
establecimientos dedicados a la compra de los materiales, obtienen una mayor ganancia ya que las
venden a las recicladoras a un precio sustancialmente más alto, evidenciando claras inequidades entre
los agentes que intervienen en el proceso.
2.4 Organización del trabajo
Al profundizar acerca de la forma en que los recuperadores se organizaban para el trabajo con la
basura, encontramos que la misma estaba íntimamente ligada a su historia laboral, fundamentalmente
a las formas de organización que revestía el trabajo agrícola al que estaban acostumbrados.
12
Tal es así que hemos podido observar que las labores se constituían alrededor de la familia,
construyéndose como una verdadera unidad productiva, notando que había apellidos vinculados a la
actividad. A su vez, desde la noción de familia extensa, el trabajar la basura no solo afectaba en su
desempeño a los miembros de la familia nuclear, sino que incorporaba a otros miembros, unidos por
lazos de proximidad y/o parentesco, como ser tíos, cuñados, primos, vecinos y/o amigos.
Se evidenciaban distintas formas de división del trabajo hacia adentro de los grupos familiares según
la etapa del proceso de que se tratase. Por ejemplo, para la recolección, el trabajo se realizaba sin
diferenciación entre sexo y edad, es decir que todos los miembros participaban en la actividad de abrir
bolsas y sacar aquello que pudiera ser útil. En cambio, a la hora de seleccionar y clasificar, las mujeres
tenían un mayor protagonismo. Incluso, cada familia asignaba a algún miembro – generalmente
mujeres, niños o ancianos – para que oficiara de “cuidador” de la mercadería recolectada.
Otra forma de división se ponía de manifiesto en función de la ganancia que podría generar una carga.
En estos casos, si bien cada núcleo familiar trabajaba para sí, se producía una asociación con otros
familiares para poder recolectar mayor cantidad de material del cual, una vez efectuada la venta,
repartían las ganancias.
Analizando estas formas de organización, resulta posible visualizar la existencia de una comunidad en
el sentido que le da Elina Dabas, entendiéndola como una “… construcción socio-histórica, de base
geográfica, una historia compartida, procesos identitarios, representaciones, aspiraciones y
problemas en común…” (Dabas, 2008:2).
Esta conceptualización nos da la pauta de que la idea de comunidad no es un a priori que preexiste a
los sujetos, sino que es una construcción significativa de los sujetos sociales que están ligados por
lazos relacionales estrechos y significados intersubjetivos vinculados a las experiencias, o en términos
de Weber, en la experiencia de un mundo compartido con otros, que se expresa y concretiza en el
pensamiento, en el saber cotidiano, en sí, en la cotidianeidad de las personas.
3. Reflexiones finales
Las trayectorias laborales de los sujetos estudiados muestran que se consolidaron en la informalidad
asociada a empleos en el ámbito rural (principalmente jornaleros), como trabajadores familiares sin
remuneración, en changas en construcción, en servicio doméstico, como empleados en pequeños
comercios barriales y en lugares destinados a la compra y recuperación de materiales. También hubo
dos casos de personas con trayectorias que implicaban incursiones en el mercado formal de empleo,
como así también una persona que durante toda su historia laboral se dedicó al cirujeo.
Estas trayectorias confluyen en un mismo lugar, el vertedero, donde las personas llegaban de la mano
de algún familiar, vecino y/o amigo que, ante la percepción de la falta o estacionalidad del trabajo –
problemática que les afectaba a todos por igual -, veían a la recuperación de materiales para la venta y
autoconsumo un rebusque o salida ante la crisis. En este sentido, hemos podido sacar a la luz una
estructura subyacente de redes de lazos solidarios entre los vecinos de las zonas aledañas al predio que
compartían, además de la condición de pobreza, las mismas problemáticas. De este modo es que,
13
identificándose entre sí, se ayudaban unos a otros desinteresadamente, producto de una
intersubjetividad compartida.
Otro aspecto que pudimos notar en la recuperación informal de residuos, es la presencia un “saber
hacer” proveniente de la experiencia, que implica conocimiento acerca de los movimientos del lugar
de trabajo – días, horarios, procedencia y contenido de los camiones - como así también otras
habilidades, como lo es sacar las bolsas de residuos, abrirlas una por una, fijarse lo que sirve y lo que
no para luego seleccionar aquello que pudiera ser de utilidad, ya sea para la venta o para uso y
consumo familiar. En esta labor, el propio cuerpo es la principal herramienta, ya que se requería de
destreza y fuerza física para “abarcar” más espacio y materiales a fin de garantizar una buena
ganancia.
Incluso se podría afirmar que es una actividad que requiere de cierto conocimiento sobre materiales,
de habilidades de negociación de precios, de construcción de vínculos y demás cuestiones que hace de
la misma algo más que un rebusque espontáneo, puesto que los cirujas hacen de la basura una
mercancía a través de la recolección informal. Es en esta selección que ciertos materiales considerados
como desechos, adquieren valor: un valor de uso presente en los materiales utilizados para equipar sus
casas, para vestirse y alimentarse; y un valor de cambio cuando son vendidos a depósitos que a su vez
venden a uno mayor (especializados); y éstos, a su vez, a la gran industria que los recicla y reutiliza
como materia prima para nuevos productos de consumo masivo.
La actividad de recuperación, ubicaba a estas personas en una situación de vulnerabilidad, al
desarrollar dicho trabajo sin las condiciones mínimas de salubridad y seguridad que este tipo de
actividades requiere. Trabajar bajo lluvia, al sol, las altas o bajas temperaturas, expuestos al contacto
con residuos patológicos/peligrosos, son algunos de los condicionantes que ubican a este sector en la
situación/ posición constante de riesgo socio – sanitario.
Asimismo, el vertedero se convierte en un espacio público que es apropiado. Esta ocupación y
apropiación se iba produciendo y afianzando en cada una de las etapas del proceso de trabajo, donde
las actividades llevadas a cabo por los grupos de familiares - principalmente la cantidad de territorio
susceptible de abarcar -, eran el medio por el cual se ganaban e identificaban los lugares que cada
grupo se asignaba cuya legitimidad estaba dada por el propio colectivo. Sin embargo, en ese espacio
regían leyes no escritas que “regulaban” la forma de trabajar y estaban legitimadas por la costumbre.
La más visible es la denominada “ley del más fuerte”, que estaba presente más claramente en las dos
primeras etapas del proceso de trabajo en la basura. La misma planteaba una lucha de supervivencia
donde el más fuerte era el que abarcaba más lugar y juntaba más material, cuestión que no invalidaba
los lazos solidarios, ya que durante todo el proceso primaban dichas actitudes de ayuda mutua y
colaboración.
Con respecto a las significaciones acerca del trabajo con la basura, fue posible observar que las
personas entrevistadas comparten los marcos de sentido frente a los que articulan sus experiencias.
Ante la necesidad y la pobreza en la que estaban inmersos, preferían ir a recolectar materiales de la
basura antes que salir a robar. Es decir que pese al desempleo, las malas condiciones ambientales, el
14
sufrimiento y la vergüenza que generaba la actividad, eligieron autoemplearse generando trabajo de lo
que otros descartan, evidenciando la internalización de una cultura del trabajo y no del delito.
Teniendo en cuenta los sentidos que los sujetos estudiados ponen en juego para definir y definirse en
sus prácticas laborales a partir de la puesta en perspectiva con las sus trayectorias, consideramos que la
información analizada nos permite inscribir estas experiencias en el proceso de construcción de un
'oficio', donde la experiencia con la basura les sirvió en cuanto ‘habitus’ internalizado, constituyéndose
como el factor que les generó mayor confianza al momento de trabajar en la planta de separación.
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15
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16
7ºEncuentro de Investigadores/as de Ciencias Sociales de la Región Centro-Oeste
de Argentina y IV Región de Chile
Mesa 1: Trabajo y Empleo
Título: “Condiciones del Empleo Rural de los Trabajadores de los Diferimientos
Impositivos, en los Departamentos Sanjuaninos de Ullum y Zonda”
Autores:
CLARA DE
LA VEGA 1,
VALENTINA
SORIA 2,
MARIA P.
ALBARRACÍN 3, ENZO ACIAR 4, MARTÍN RIVEROS 5, FLORENCIA CAIF 6,
Palabras Clave: empleo rural, diferimientos impositivos, normativa, beneficios sociales
Resumen:
Los Diferimientos Impositivos han provocado cambios en la región, y la introducción de nuevos
modos de producción. Esto lleva a una modificación de la relación laboral del empleo rural en los
diferimientos.
El proyecto pretende averiguar cambios producidos en el empleo rural de ambos departamentos,
a partir de la instalación de Diferimientos en San Juan. La ponencia enmarcada dentro de este analiza,
entre otros, la cantidad de empleados permanentes y temporarios en relación a la superficie cultivada, a
fin de observar si una mayor extensión de tierra cultivada implica mayor cantidad de mano de obra
empleada.
A partir de la década del noventa se reglamentaron las condiciones laborales del empleado rural
y su el ejercicio. Así se sancionaron una serie de normas que protegen al trabajador rural. Pero se hace
necesario observar en qué medida se respeta su aplicación en los diferimientos que se encuentran en
mejores condiciones de hacerlo que los pequeños productores.
Las condiciones del empleo de los trabajadores en sus formas asociativas, registración,
beneficios sociales, su calificación, mejores sueldos, resultan difíciles de ser cumplidos en las PEAPS
(Pequeñas Explotaciones Agropecuarias) con cierta tradición.
1
Clara de la Vega: V Varas 5888 Rivadavia SJ.mail: [email protected]
Valentina Soria: Lic en Geografía, IISE, FACSO, UNSJ.Mail: valentinasoria@yahoo,com.ar
3
María Paula Albarracín: Lic. en Ciencias Políticas, IISE, FACSO,UNSJ.Mail:
[email protected]
4
Enzo Aciar: Lic en Ciencias Políticas IISE, FACSO, UNSJ.Mail: [email protected]
5
Martín Riveros: Diseñador Industrial, IISE, FACSO,UNSJ. Mail:[email protected]
6
Florencia Caif: Técnica Universitaria en Administración Pública IISE, FACSO, UNSJ.
Mail: [email protected]
2
Teórico - Metodológico:
Las características del mercado de trabajo rural se analizan en el marco de las profundas
transformaciones que viene experimentado el sector agropecuario argentino desde la década del setenta.
(Baudron y Gerardi, Neiman y Quaranta)
La investigación se realizará en dos fases: una primera exploratorio–descriptiva, y una segunda
cualitativa. Esta ponencia se concentrará en la primera, implementada mediante una estrategia
cuantitativa en base a datos secundarios, obtenidos del material normativo, registros públicos y privados.
Palabras Clave: empleo rural, diferimientos impositivos, normativa, beneficios sociales
Abstract:
The Tax Deferrals have caused changes in the region, and the introduction of new production modes. This
leads to a change of the working relationship of rural employment in deferrals.
The project intends to find out changes in rural employment in both locations, starting from the
installation of Deferrals in San Juan. The paper framed within this analyzes, among others, the amount of
permanent and temporary employees in relation to the cultivated surface in order to observe if a larger
area of cultivated land implies greater amount of labor employed.
From the nineties decade the working conditions of rural employee and its exercise were
regulated. So a set of rules that protect the rural workers were enacted. But it is necessary to observe the
extent to which their application is respected in the Deferrals that are in a better position to do so that
smallholders.
The conditions of employment of workers in their associative forms, registration, social benefits,
its rating, better wages, are difficult to be met in SAG (Smallholder Agriculture) with certain tradition.
Theoretical - Methodological:
The characteristics of rural labor market are analyzed in the context of the profound changes that the
Argentine agricultural sector are experiencing since the seventies. (Baudron and Gerardi, Neiman and
Quaranta). This research will be performed in two phases: a first exploratory-descriptive and a second
qualitative phase. This paper will focus on the first, implemented through a quantitative strategy based on
secondary data obtained from the normative material, public and private records.
Keywords: rural employment, tax deferrals, regulations, social benefits
1-Introducción:
Las características del mercado de trabajo rural deben analizarse en el marco de las
profundas transformaciones que viene experimentado el sector agropecuario argentino
desde la década del setenta, transformaciones que se consolidaron durante los noventa y
que, entre otras, incluyen: la desaparición de los organismos de regulación, la
globalización de los mercados de consumo y producción, la conformación del
MERCOSUR, el ingreso de nuevos actores al sector (como las multinacionales
agroalimentarias), los procesos de concentración y reestructuración de las unidades de
producción, la creciente incorporación tecnológica y de exigencias de calidad, el
incremento del endeudamiento sectorial, las nuevas demandas y usos alternativos del
medio rural, etc. Todas estas transformaciones inciden y determinan directamente las
condiciones laborales del trabajador rural. (Baudron y Gerardi, 2003:7)
Determinaciones estatales tan importantes como la reestructuración espacial de
producción y sus modos, acompañados por cambios de política fiscal y de modalidades
de exportación requieren echar luz sobre el contexto en que se producen. Estos están
referidos a las etapas históricas en el sistema nacional e internacional vinculadas a
procesos estructurales, relaciones de poder y sistemas decisionales.
En la Provincia de San Juan la implementación del régimen de promoción
económica tuvo gran impacto sobre el trabajador rural. Este régimen tuvo como
objetivo incentivar la radicación de inversiones a través de mecanismos como los
diferimientos impositivos, que implicaban exención impositiva a grandes capitalistas
que se radicaron en la provincia.
Es así que la provincia fue beneficiada con el régimen de franquicias tributaria a
través de la ley 22.973 sancionada en el año 1983, que extendió a ésta los beneficios
establecidos originariamente para La Rioja, San Luis y Catamarca. Pero recién en 1990
el estado asignó cupo en el presupuesto nacional para los proyectos agropecuarios de
San Juan.La autoridad de aplicación fue el Poder Ejecutivo Provincial, encargado de
verificar el plan de inversiones y de producción, los plazos y condiciones establecidos
en el beneficio otorgado, como así también de imponer sanciones ante el
incumplimiento de las obligaciones establecidas por la norma.
La ley de diferimientos impositivos representó en San Juan la implementación del
modelo neoliberal, que tiene su auge y máxima expresión en nuestro país, en la década
del 90.
En éste sentido la implementación de nuevas tecnologías (Capital Constante) al
elevar la composición orgánica del capital produce el abaratamiento progresivo de los
productos y la eliminación de puestos de trabajo, lo que es funcional para lograr el
objetivo fundamental del capitalismo: maximizar la ganancia en el menor tiempo
posible. Para compensar la caída de la tasa media de ganancia, el capitalismo se ve
obligado a incrementar las tasas de explotación de la mercancía trabajo, tanto en forma
absoluta (incrementando el tiempo de trabajo), como en su forma relativa (incremento
de la productividad).(Toledo, 2000:3)
Sumado a ello la Ley de Flexibilización Laboral de la década del ´90 tenía como
principal objeto disciplinar la fuerza de trabajo para reducir los costos de producción.
Aparecen nuevas formas de contratación de mano de obra en manos de empresas y
cooperativas que terciarizan el mercado laboral con objeto de reducir el riesgo de la
empresa productora, fenómeno consecuente con el marco legal vigente. (Toledo,
2000:1-2)
Toda éste cuadro de situación ahonda las desigualdades hacia adentro de las
regiones, en lugar de mejorar su situación económica y hacerla más competitiva. Es por
ello que uno de los principales impactos sociales que tuvieron los proyectos de
diferimientos fue sobre la estructura laboral de la provincia. En éste sentido están “los
defensores de la ley que aseguraban que produciría un importante beneficio en la
captación de mano de obra desocupada. En los Valles de Tulum, Ullum y Zonda que fue
la zona donde se localizaron un mayor número de proyectos, generaron un aumento del
volumen de empleo, situación que revitalizó la deteriorada economía local… “El otro
tema que quedó pendiente es “las condiciones” de esos empleos generados al amparo de
la ley porque si bien hubo zonas en las que el impacto fue claramente perceptible no
podemos dejar de reconocer que una importante porción de los trabajadores empleados
en los proyectos era mano de obra “en negro”. (Tinto y Lirussi, s/a: 19)
2 - Marco Normativo del Empleo Rural Nacional y Provincial
Comparación del Marco Jurídico anterior con el vigente
En el presente apartado se pretende realizar un análisis del marco normativo que
contempla a los trabajadores rurales en nuestra provincia, para ello indagaremos, en
primera instancia sobre la ley del régimen agrario época 80 y 90, contexto en cual
aparecen los diferimientos impositivos, comparándola con la ley vigente, destacando las
principales diferencias.
Hay una diferencia central con la nueva ley; bajo la anterior legislación, no existía para
los peones rurales la posibilidad de
contratación por temporada, figura que si se
encuentra presente en Ley de Contrato de Trabajo. Esta última introduce algún grado de
estabilidad en la relación laboral, al establecer, que si bien el trabajador en algunos
periodos no posee empleo, se le garantiza que en épocas de tarea va ser convocado. Ello
genera la estabilidad de la relación laboral, aunque persista la precariedad de los
ingresos por la intermitencia de los periodos de trabajo. Mientras que antes solo existían
las categorías permanentes y no permanentes ahora se incorporan los conceptos de
trabajador de temporada y de trabajo familiar.
“El tema que el temporario éste, al no tener ningún tipo…, no tenía relación jurídica
con el empleador, se precarizaba la relación. La ley 26.727 lo que quiere hacer es
cambiar eso, y lo que plantea es: si ese temporario repite una estacionalidad, repite la
estacionalidad con el mismo empleador, deja de ser un temporario y se convierte en un
permanente discontinuo, acá aparece la figura del permanente discontinuo, y acá
viene… Nosotros tratamos de hacer pie en esa figura porque nos parece que es lo que,
por lo menos intenta la ley como herramienta para resolver esta precariedad laboral,
porque lo que intentamos es que ese trabajo rural genere una relación con ese
empleador, y al repetir las estacionalidades genere estabilidad. Digo, si yo vengo a
cosechar a olivos de Baena todos los febreros, y me voy todos los julios, olivos de
Baena a partir de la segunda cosecha que me repite a mí, Marcelo Giordano, tiene que
convocarme,está
obligado a convocarme. Entonces por eso se llama permanente
discontinuo es permanente el vínculo laboral, lo que se discontinua es la prestación”
Entrevista Marcelo Giordano-RENATEA.
En el artículo n°18 de la ley 26.727 se incorpora la nueva figura del trabajador
temporario discontinuo equiparando derechos con el permanente:
ARTICULO 18. — Trabajador permanente discontinuo. Cuando un trabajador
temporario es contratado por un mismo empleador en más de una ocasión de manera
consecutiva, para la realización de tareas de carácter cíclico o estacional o demás
supuestos previstos en el primer párrafo del artículo 17, será considerado a todos sus
efectos como un trabajador permanente discontinuo. Este tendrá iguales derechos que
los trabajadores permanentes ajustados a las características discontinuas de sus
prestaciones, salvo aquellos expresamente excluidos en la presente ley.
El trabajador adquirirá los derechos que otorgue la antigüedad en esta ley a los
trabajadores permanentes de prestación continua, a partir de su primera contratación,
si ello respondiera a necesidades también permanentes de la empresa o explotación.
Cambios en las Normas y la Producción
Siguiendo esta línea de análisis, debemos acotar que
no solo hubo cambios
sustanciales en lo normativo, y el trabajo del empleado de los Diferimientos Impositivos
en San Juan, sino también nos encontramos con una diversificación productiva, que
vino de la mano con la implementación de los diferimientos. Proceso que afecto por un
lado particularmente a las condiciones de ocupación, a los tipos de trabajadores
involucrados, a las relaciones laborales, y a las modalidades de reclutamiento de los
trabajadores.
Con un escenario, donde se redefinen las características de los mercados de trabajo en
la agricultura sanjuanina, partiendo de la base que la profundización del desarrollo del
capitalismo, promovió la utilización de trabajadores temporarios en lugar de
permanentes, al permitir relaciones de trabajo de mayor flexibilidad, en perjuicio de los
trabajadores, al no reconocer sus derechos (década del 80 y 90 -ley 22.248).
Hoy ha cambiado, este panorama, se visualiza en los departamentos de estudio, otra
realidad; presencia de producciones con mayor valor agregado. En producciones de
difícil mecanización y altas exigencias de calidad, como es el caso de los productos
frescos de exportación, en los que el cambio tecnológico se vincula principalmente a
tecnologías de manejo, éste genera mayores requerimientos de mano de obra, no sólo
referidas a tareas de cosecha, sino también a tareas de mantenimiento de los cultivos,
como la poda y el raleo, acentuándose en estas situaciones la presencia de trabajadores
transitorios, actualmente con beneficios y derechos adquiridos (ley 26.727/11
.trabajador discontinuo permanente).
La ley 26.727 y los Convenios
Parece ir de la mano, por un lado un marco normativo modificado según las
circunstancias y las prioridades para el gobierno de turno, y por otro lado lo netamente
relacionado con lo productivo; cambios radicales en algunos de ellos, que
inevitablemente necesitan de legislación para el desarrollo de la actividad agrícola. Esta
profunda reconversión productiva ha sido también estimulada por ventajas impositivas
(ley Nacional 22.023), entre las actividades productivas encaradas se destacan la
olivicultura y la viticultura, tanto de uvas frescas, de exportación como las destinadas a
elaboración de vinos finos. Con empleo de profesionales para supervisar y organizar los
planes de implante y cuidados de las nuevas plantaciones.
También se tendió a la mecanización de muchas tareas (siembra, riego), pero esta
tecnificación es más limitada cuando se trata de uva de mesa, pues tanto la poda como
la cosecha requieren habilidades manuales. Como resultado de estos procesos, se ha
producido una importante concentración empresarial, con la desaparición de pequeños y
medianos productores, a la vez que desapareció la figura del “contratista de viña”,
vigente para actividad vitivinícola, regida en el Convenio 154/1991, trabajador a
porcentaje que residía con su familia en la explotación de vid. Este Convenio
comprende a los trabajadores de empresas viñateras, incluso aquellas que dentro del
establecimiento también posean olivares y frutales, siempre y cuando la actividad
vitícola sea la principal. Este convenio y otros, tienen reconocimiento por la ley agraria,
desde el momento que son considerados fuentes de regulación de las relaciones de
trabajo rural, reconocido por aquella en su artículo n°2 inciso c;
Artículo 2º — Fuentes de regulación. El contrato de trabajo agrario y la relación
emergente del mismo se regirán:
c) Por los convenios y acuerdos colectivos, celebrados de conformidad con lo previsto
por las leyes 14.250 (t.o. 2004) y 23.546 (t.o. 2004), y por los laudos con fuerza de
tales;
Y los actores involucrados como sindicatos, gremios,
amparados en los distintos
convenios, discutirán por sus representados, llegando incluso a instancias judiciales de
interpretación de fondo, de todas las normas que contemplan la actividad agrícola
nacional, provincial y consecuentemente departamental.
“Es solidariamente responsable el dueño de la finca, lo que pasa es que ahí, donde
nosotros tenemos la pelea de encuadramiento legal del gremio de empaque, porque en
realidad el gremio de empaque, en realidad lo que paso en el 2008, en realidad tiene
una explicación jurídica pero también tiene una explicación política, en realidad en
2008 cuando se genera el conflicto entre RENATRE y Gobierno; digo, se produce un
bache político. Y por supuesto, el bache político es que algunos gremios avanzan sobre
esta cuestión, y uno de los gremios que avanza es el gremio de empaque, que tiene dos
convenios el 319 y 320, uno para hortalizas y otro para frutas, intentando avanzar en
esto. Osea, lo que sea cosecha y empaque de frutas es mío, cuando en realidad la
Comisión Nacional Agraria ya había dictaminado algunas resoluciones, donde por
ejemplo la cosecha de la uva de mesa estaba dentro de la ley agraria. Después se hace
una resolución que es la 43 que se incorpora el trabajo en verde, que es el raleo, tiene
una continuidad biológica, se generaba todo un conflicto con los productores de uva de
mesa. De ahí tenemos una discusión porque nosotros entendemos que lo que sea la
cosecha y empaque de frutos agrarios propios, es de la ley agraria no de empaque, si lo
que se cosecha no es propio, es ajeno ahí estaremos dentro del convenio 320 o 319, que
se aplica subsidiariamente la ley 20.744. En realidad tenemos,… problemas, no
problemas digo, discusiones de competencia, que no es menor, discutir el
encuadramiento legal. A veces hace a la diferencia si tenés una multa o no tenés una
multa, o si das una licencia parental o no la das, si das la licencia por maternidad o no
la das, en una indemnización que tiene dos años mínimos. Esto no se lo pagas, digamos
esto es lo importante” (Entrevista a Marcelo Giordano-RENATEA).
En nuestro caso debemos poner nuestra mirada analítica, en cómo se desenvuelve este
complejo tema de competencias, en los departamentos de Zonda y Ullum en referencia a
los diferimientos, hoy grandes productores.
Nuevas Modalidades de Trabajo, Nuevas Exigencias y Situaciones Problemáticas a
Enfrentar
Los cambios producidos, traen aparejado otros temas vinculados al régimen
jurídico del trabajador rural. Por ejemplo, un volumen elevado de trabajadores debe ser
movilizado durante períodos de tiempo de duración variable (que en el punto de
máxima demanda pueden oscilar, dependiendo de las producciones, de uno a cuatro
meses). También se debe garantizar un control permanente del ritmo y de la calidad de
las tareas realizadas en función de los requerimientos de la industria y/o de la calidad
requerida por los mercados para el producto final. Ello implica muchas veces el
desarrollo de un dispositivo específico en la misma empresa o la tercerización a través
de la contratación de un servicio como la utilización de cuadrillas con ese propósito.
Debe considerarse además que ello no ocurre necesaria y exclusivamente en las tareas
de cosecha, ya que puede abarcar también, por ejemplo, a las estratégicas tareas de poda
o de raleo de frutos (depende del cultivo).
Por otra parte, se ha venido desarrollando un conflicto por el encuadramiento sindical
de esos trabajadores, entre la UATRE y el Sindicato de Obreros y Empleados
Vitivinícolas de la Argentina (SOEVA), que ha derivado en presentaciones judiciales.
Una situación similar aunque de menor intensidad, ocurre con los trabajadores de la
recolección de la fruta, con la intervención en este caso también de la UATRE, con el
Sindicato de Recolectores y Empacadores de Frutas y Hortalizas.
Accedimos
a la entrevista de personal del RENATEA, Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios, anteriormente funcionaba como RENATRE, en
manos de las cámaras de empleadores y el sindicato UATRE (Unión Argentina de
Trabajadores Rurales y Estibadores) delegación en San Juan particularmente charlamos
con Dr. Marcelo Giordano del área de capacitación de la institución, que nos comentó
las funciones de la institución. Entre las atribuciones más importantes que tiene el
organismo está la de expedir la Libreta del Trabajador Rural, de administrar el Sistema
Integral de Prestaciones por Desempleo y de fiscalizar el cumplimiento de la ley
vigente, facultada para realizar actas de infracción (Poder de Policía), la cual tiende a
evitar el desarrollo del trabajo rural en negro;
A demás nos ilustraba que si bien existe un “Marco Normativo” para el trabajo rural
en San Juan, el tema es muy complejo y por lo señalado en la práctica diaria, revisten
importancia los Convenios colectivos, los acuerdos, y los veredictos judiciales, ante las
interpretaciones de normas, de los conflictos sobre jornales y las condiciones de trabajo.
Los Convenios de Corresponsabilidad; son acuerdos suscriptos entre asociaciones de
trabajadores con personería gremial y empresarios de la actividad rural, que tienen por
finalidad el acceso a la cobertura de los diferentes subsistemas de la seguridad social
para
el
trabajador
y
su
familia.
El empleador reemplaza el pago mensual de aportes y contribuciones, destinados al
sistema de la seguridad social por un pago diferido, englobado dentro de la denominada
“tarifa sustitutiva”, que se realiza en el momento más adecuado del proceso productivo,
a través de un agente de retención definido por las partes en el convenio (Fuente
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social).
Fundamentalmente dependerá la aplicación de leyes, resoluciones y convenios, de cual
sea la actividad productiva principal, por lo tanto, para aproximarnos al marco jurídico
de los diferimientos de Zonda y Ullum, deberemos determinar la actividad
predominante en ellos, ejemplo la olivicultura o la vitivinicultura, y de ahí en más el
encuadre legal correspondiente. El aspecto social: Jubilación, seguro de desempleo,
planes sociales, etc.
La Legislación Propiamente Dicha en el caso de los Diferimientos de Zonda Y Ullum:
Para avanzar en lo particular de cada diferimiento, deberemos
contemplar lo que
produce y las características del empleo en los mismos, para poder realizar un análisis
en relación al marco normativo vigente tanto nacional como provincial.
En primer instancia, reconocer cuales son los derechos en términos generales a asegurar
por estos diferimientos, por ejemplo asegurar a los trabajadores un ambiente sano, la
preservación de la salud, una vivienda digna, la asistencia sanitaria y descanso
adecuado, entre otros, están determinados normativamente, y de manera taxativa a
efectos de garantizar su goce efectivo por todos los trabajadores, con independencia de
la tarea o actividad que realicen y la modalidad contractual que revistan. Para ello
vemos conveniente citar algunos artículos de la ley vigente, y de manera que luego en el
respectivo trabajo de campo se pueda constatar el deber ser y la realidad misma del
trabajador rural en los departamentos en estudio.
De lo citado precedentemente, también debemos afirmar, que si bien no analizamos,
existen otros lineamientos importantes, en el articulado de la mencionada ley(26.727),
referidos al régimen jubilatorio, licencias por accidentes, maternidad, asignaciones
familiares, y otros aspectos que hacen a la seguridad social y protección de los derechos
sociales, del trabajador. Volcamos nuestro análisis en este caso, a lo que sucede con la
asignación universal por hijos, planes sociales, que afectan la oferta de trabajo, debido
a que cuando el trabajador o cónyuge tiene este tipo de beneficio, automáticamente una
vez registrado como trabajador temporario, se le da de baja del sistema de ANSES y no
puede seguir cobrando el mismo. Esta situación se da en general en diferimientos, y no
diferimientos que ven disminuida su mano de obra, ya que muchos trabajadores optan
por mantener el ingreso que les provee el Estado con este tipo de ayuda social. Si bien
se ha ido evolucionando en convenios de corresponsabilidad para que lo trabajadores
con este tipo de planes pueda trabajar sin correr el riesgo de perderlo, el mecanismo ha
sido parsimonioso, donde el ANSES tuvo que emitir circular para el encuadre de dichas
situaciones como así también la AFIP, y de esa manera que se contemple una baja
momentánea de la Asignación Universal por Hijo, con posibilidad de restitución de sus
haberes.
3-Cantidad de “personal” que trabaja en los Diferimientos Impositivos.
Desde el punto de vista de la cantidad de personal que trabaja en los Diferimientos
Impositivos, se analizaron los datos proporcionados por la Dirección de Regímenes
Promocionales, dependiente del Ministerio de la Producción de la Provincia de San
Juan, actualizados al año 2014.
El objetivo es reconocer la influencia de los diferimientos en el requerimiento de la
mano de obra, tratando de inferir el comportamiento y las fluctuaciones de la cantidad
de personal que trabaja en estos establecimientos.
Zonda
Para el caso específico de cantidad total de personal incorporado por rubro (Gráfico Nº
1) se observa que aquellos que precisan mayor mano de obra corresponden a olivo-uva
fina, uva fina-fruta de carozo y uva de mesa.
Si bien el rubro fruta de carozo es el que menos manos de obra aporta, corresponde solo
a un diferimiento presente en el departamento.
Por último los rubros olivo, uva fina y fruta seca-uva fina corresponden a los
diferimientos con una cantidad intermedia de personal contratado.
Gráfico Nº 1
Personal total incorporado por rubro
Por último se realizó un diagrama compuesto donde se relaciona la cantidad de personal
incorporado (eje “y” derecho) con la superficie implantada en el diferimiento (eje “y”
izquierdo) (Gráfico Nº 2).
Gráfico Nº 2
Se puede observar claramente que el rubro relacionado con la vid, ya sea uva de mesa,
pero sobre todo uva fina, es el que requiere mayor cantidad de personal. En
contraposición el caso del olivo es el que menos personal incorpora en relación a la
cantidad de superficie implantada, un caso claro lo da uno de los establecimientos Santa
Silvia S.A. con 157 ha. implantadas y solo diez personas incorporadas en el personal.
Esta relación muestra que el tipo de producción y las actividades agrícolas propias que
se deben realizar para llevarla a cabo, influyen directamente en la cantidad de personal
que incorporan efectivamente en el diferimiento.
Ullum
El análisis de los datos aportados para el departamento Ullum presentó dificultades, ya
que en el caso del personal incorporado existen ocho diferimientos, de un total de 28,
que no cuentan con la información necesaria, en su mayoría porque no se pudo hacer el
relevamiento por parte de la Dirección de Promoción Agrícola. Esto genera un análisis
parcial, solo con los datos informados.
Respecto al personal incorporado por rubro del análisis del Gráfico Nº 3, se pueden
distinguir dos grandes rubros, aquellos que corresponden al olivo y olivo-plurianuales
que corresponden a 117 empleados incorporados y por otro lado aquellos que
contemplan la uva que son en total 146 empleados incorporados.
Gráfico Nº 3
Personal total incorporado por rubro
Para el caso del departamento Ullum también se observa que el rubro uva, en todas
variedades es el que mayor cantidad de mano de obra requiere.
Los rubros que corresponden a fruta de carozo, son los que menos cantidad de personal
incorporado poseen.
Por último se realizó un diagrama compuesto donde se relaciona la cantidad de personal
incorporado (eje “y” derecho) con la superficie implantada en el diferimiento (eje “y”
izquierdo) (Gráfico Nº 4).
En éste análisis se puede ver que el rubro Olivo ocupa muchos obreros en una sola
firma San Juan de los Olivos, con poca extensión de tierras cultivadas, lo que se
relaciona con el hecho de que éstos obreros son utilizados en la otra firma San Juan de
los Olivos, en la que no hay relevamiento.
En el caso de la vid, la superficie total implantada está repartida en varias firmas y la
relación obrero/diferimiento es menor, sin embargo la cantidad total de personal
incorporado es mayor que el personal incorporado para la actividad olivícola.
En el caso del establecimiento Don Yaco (ex viñas Don Luis) comparte sus empleados
con establecimiento Don Yaco que inicialmente se instala en el departamento.
En ocho de los diferimientos que no se pudo recabar información, siete de ellos
corresponden a diferimientos con menos superficie implantada, mientras que San Juan
de los Olivos es el diferimientos con mayor superficie del departamento.
Gráfico Nº 4
Relación entre la cantidad de personal incorporado y la superficie implantada
La comparación entre los departamentos (Tabla Nº 1 y Nº 2) indica una mayor
diversificación de rubros para Ullum.
Con respecto a la cantidad de personal incorporado en los diferimientos, Ullum presenta
un poco más del doble que Zonda.
Estas dos variables, mayor diversificación y más cantidad de personal incorporado,
pueden estar relacionados a que el departamento ullunero posee un poco más del doble
de superficie implantada, lo que genera una mayor necesidad de mano de obra.
Tabla Nº 1
ZONDA
Personal
Superficie
Rubro
Incorporado
Implantada
OLIVO - UVA FINA
22
273
UVA MESA / FRUTA CAROZO
32
241
UVA MESA
35
761
FRUTA CAROZO
4
40
OLIVO
10
157
UVA FINA
14
102
FRUTO SECO - UVA FINA
16
148
Total
133
1722
Ullum
Personal
Superficie
Rubro
Incorporado
Implantada
UVA MESA - FRUTA CAROZO MIX
68
576
UVA
3
104
UVA MESA - FRUTA PEPITA
s/d
15
OLIVO - FORESTAL
30
206
FRUTA CAROZO
16
126
UVA FINA
5
33,5
UVA FINA - FRUTA CAROZO MIX
11
80
UVA MESA
31
454
OLIVO – PLURIANUALES
24
550
OLIVO
93
1.492,00
Total
281
3636,5
Tabla Nº 2
UVA FINA - FRUTA DE CAROZO -
4-CONCLUSIONES:
Conclusiones sobre el Marco Normativo
 Luego de una análisis de las normas existentes hasta diciembre del año 2011 (ley
22.248) y actual en vigencia (ley 26.727) podemos decir que normativamente se
han superado, las injustificadas diferencias existentes entre los derechos
reconocidos a los trabajadores agrarios, con respecto a los restantes trabajadores
del sector privado.Ello se ha logrado mediantederechos reconocidos de forma
explícita, que por ejemplo son, el régimen jubilatorio, capacitación, licencias,
carácter de temporarios-permanente, límites a la jornada, seguridad social, entre
otros.
 El progreso en los derechos de los trabajadores rurales se enmarca dentro de las
numerosas reformas legislativas producidas, nuevas instituciones como el
RENATEA, participación más activa de gremios, que contribuyen al fin de la
flexibilización en la legislación laboral producida durante la década de los
noventa, y la recuperación e incluso el avance de muchos de los derechos
cercenados durante la última dictadura militar.
 La reconversión de las variedades utilizadas en el agro sanjuanino, ha
significado grandes inversiones de capital en nuevos cultivos,
las nuevas
variedades se adaptan a las demandas de los mercados mundiales. Han sido
implantadas por grandes productores o por agroindustrias de capitales
internacionales, que se aprovecharon de la flexibilidad del régimen impositivo
en los 90, y hoy requieren mayor complejidad de las labores, nuevas demandas
de calificación para las tareas, tanto en el cultivo como en la cosecha. La
capacitación será el instrumento necesario a afianzar, tanto para privados como
para el Estado, para que lo trabajadores se adapten a cambios profundos,
poniéndose en juego; normas de calidad, normas de higiene y seguridad, y
normas de seguridad social. Es puesta también en tela de juicio por todos los
sindicatos que intervienen en la actividad, defendiendo cada cual lo que cree
pertinente representar en cada etapa de este proceso productivo.
 No menos importante resulta nombrar otro aspecto que se visualiza en nuestras
primeras aproximaciones al análisis normativo, como lo es el identificar la
actuación
de
trasfondos
políticos
institucionales
como
parámetros
interpretativos, de las normas que rigen el trabajo rural. De ahí en más se
generan disputas por el encuadramiento sindical de los trabajadores, lucha
incansable contra el trabajo en negro, reconociendo la precariedad del
trabajador temporario, con un nuevo régimen que trata de acotar la brecha
normativa entre un permanente y un temporario, evitando los negociados en el
sector, en donde persisten muchos intereses de los actores involucrados.
 Del análisis sobre el marco normativo, surgen diversas interpretaciones, que
dependerán en cada caso del tipo de cultivo de los diferimientos Impositivos, del
régimen que encuadra a sus trabajadores, pudiendo ser normas nacionales,
convenios o acuerdos sobre Corresponsabilidad Gremial. Y de ahí en más la
necesidad para nuestro estudio de contraponer el “deber ser”; los derechos de
los trabajadores, inscriptos en nuestra constitución madre en primer instancia,
luego leyes y convenios, con la realidad de los trabajadores de los departamentos
de Zonda y Ullum.
Conclusiones sobre la cantidad de personal en los diferimientos:
 El análisis de la cantidad de población que trabaja en los diferimientos revela
que corresponden en su mayoría a personas locales. En función a ello el
porcentaje de personas ocupadas en los diferimientos con respecto al total
departamental presenta valores muy bajos y corresponden al 5,75% en Ullum y
2,73% para Zonda. Con respecto a la cantidad de personas ocupadas por
departamento, el 16,8% es incorporado en los diferimientos del departamento
Ullum, mientras que el 6,8% es captado en los diferimientos de Zonda.
 Los rubros más representativos son aquellos que se refieren al cultivo del olivo y
la uva en todas sus variantes. En este sentido desde el punto de vista cualitativo
el rubro olivo es el más representativo del departamento Ullum, mientas que el
cultivo de la uva lo es en Zonda.
 El rubro en que se agrupan la uva posee mayor cantidad de personal incorporado
que en los demás rubros, esto se relaciona a la cantidad de personal que se
necesita en el ciclo productivo anual de ésta fruta, que puede resumirse en los
siguiente: preparación de a tierra, poda, desbrote y atado, descole, cosecha,
embazado y empaque.
 La cantidad total de personal incorporado en las actividades olivícolas es menor
en Zonda con respecto a Ullum. Para el caso del cultivo de la uva, esta actividad
requiere de mayor cantidad de personal incorporado en Ullum que en Zonda.
 Se estima que la cantidad total de personal incorporado por departamento está
relacionado con la superficie total implantada en el mismo. Por ésta razón Ullum
presenta mayor cantidad de personal incorporado por que presenta el doble de
superficie implantada que Zonda.
 La cantidad de empleados reales por hectárea cultivada varía según el tipo de
cultivo, la época del año y las labores requeridas, la tecnología utilizada y el
grado de mecanización de la producción.
 Por ello para el análisis de la cantidad de persona que trabajan por hectárea en
los diferimientos se tomaron solo aquellos rubros que poseen monocultivo,
reconociendo tres grandes rubros, el de la uva, el del olivo y el de la fruta de
carozo.
 En función de los datos proporcionados se pueden identificar que el
comportamiento es muy variado y dispar, reconociendo que el rubro uva
requiere más cantidad de mano de obra ya que cada persona maneja un
promedio de 4 a diez hectáreas. Por otro lado el olivo necesita
 menos cantidad de mano de obra, y que por persona maneja entre 9 a 16
hectáreas. Por último la fruta de carozo presenta una variación entre 2 a 10
hectáreas por persona.
BIBLIOGRAFÍA:
 -Baudron, Silvia y Gerardi, Alejandro (2003).Los asalariados agropecuarios
en argentina: aportes para el conocimiento de su problemática. PROINDER
Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios. Ministerio de
Economía y Producción, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentos, Dirección de Desarrollo Agropecuario. Argentina
 -Fumagalli Silvana y otros (2011).Condiciones y medio ambiente de trabajo de
los trabajadores temporarios migrantes del cultivo de semilla de papa.
Ministerio de Trabajo, Provincia de Buenos Aires.
 -Tinto, Tinto y Lirussi, María Gabriela Lirussi (s/a). Los diferimientos
impositivos: ¿una esperanza para las economías regionales?. FACSO,
Universidad Nacional de San Juan.
 -Toledo, Nora (2000).Impacto del programa de diferimientos impositivos
agropecuarios sobre el empleo rural en la provincia de San Juan. Pontificia
Universidad Javeriana. Seminario Internacional, Bogotá, Colombia. Disponible
en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/rjave/mesa2/toledo.pdf
 -Leyes 22.248 y actual en vigencia Ley Nacional 26.377 de Corresponsabilidad
Gremial
 - Extracto de Diario de Cuyo, 27 de Marzo del año 2014
 -Convenios Colectivos de Trabajo: Convenio de Empaque Hortícola N°319 y
Convenio Frutícola n°320.
 -Régimen Nacional de Trabajo Agrario, aprobado por la ley de facto 22.248
7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y empleo.
Título: CARACTERIZACIÓN DE LA PROBLEMÁTICA DE INGRESO AL MUNDO
DEL TRABAJO: CIRCUITOS LABORALES DEL EGRESADO EN CIENCIAS DE LA
EDUCACION
Autores: MARÍA I. DÍAZ ALONSO 1, ANA A. CABRERA e INÉS E. TEJADA,
Palabras clave: - Trayectorias Laborales. Ciencias de la Educación. Universidad
Resumen:
Este artículo pretende describir las trayectorias laborales de graduados en las carreras de Ciencias
de la Educación de la FFHA-UNSJ, durante los últimos 10 años. Nos interesa abordar el proceso de
inserción
al mundo del trabajo a fin de describirlas características que asume este periodo
indagando sobre el acceso de los graduados a puestos laborales afines a su formación y sus
expectativas de inserción, dado las múltiples transformaciones sufridas en los escenarios laborales
durante los últimos años en relación con el diseño de políticas en materia de educación y las ofertas
laborales que fueron cambiando, a través del tiempo. El referente teórico metodológico se sustenta
en la sociología de Pierre Bourdieu, quien concibe las trayectorias escolares como “una serie de
posiciones sucesivamente ocupadas por un mismo agente en un espacio en sí mismo en movimiento
y sometido a incesantes transformaciones, dando por supuesto que solo en la estructura del campo,
se define el sentido de estas posiciones sucesivas”. Para ellose emplean técnicas de recolección de
datos como entrevistas, encuestas y redes sociales. El referente empírico, lo constituyen graduados
de las carreras mencionadas, a partir de la construcción de una muestra por conveniencia.
1
IDICE, FFHA, UNSJ Dirección postal, [email protected],
Palabras clave: - Trayectorias Universitarias. Trayectorias Laborales. Ciencias de la Educación.
Abstract:
This investigation pretends to describe the university path of the Education Sciences students from
the FFHA-UNSJ, and the graduates work trajectory in the last years. We are interested in addressing
the educational path of undergraduate education and analizingthe career length to describe the
characteristics of this period and to enquire about the access to job opportunities associated to their
formation and employment expectations due to the multiple changes that have taken place in the
working occupational environmentlately as the result of the design of educational policies and the
job opportunities.
The theoretical and methodological referent is based on Pierre Bourdieu´s sociology who conceives
the educational path as “a series of positions successively occupied by a same agent in a place in
itself in movement and submitted to continuous transformations, assuming that just in the setting
structure, the sense of these successive positions is defined”. We use qualitative methodology by
means of interviews and surveys. The empirical referent, is constituted by the students and the
graduates of the previous mentioned degrees, from the construction of a convenience sample.
Key words: university path - work trajectory - Education Sciences - University.
Introducción
La ponencia representa un avance de una de las líneas de investigación en curso, en el marco del
proyecto de investigación “La educación superior pública en San Juan: Universidad e institutos
superiores. Caracterización de los circuitos de formación” del Programa: Aportes para el
Mejoramiento Curricular. El mismo está evaluado y subsidiado por la UNSJ mediante código F953,
Resolución Nº 03/98 - CD-FFHA; perteneciente al Instituto de Investigaciones en Ciencias de la
Educación (I.D.I.C.E)
Se aspira a describir las trayectorias laborales de los graduados de las Carreras Profesorado y
Licenciatura en Ciencias de la Educación de la FFHA-UNSJ, en un periodo que comprende los
últimos 15 años transcurridos.
Asimismo, indagamos respecto al acceso de los graduados a puestos laborales afines a su formación
y sobre las expectativas de inserción, dado que los escenarios laborales en los últimos 15 años, han
sufrido múltiples transformaciones en relación a dos modelos de estado con características
diferenciadas, sobre todo en relación con el diseño de políticas en materia de educación y las ofertas
laborales que fueron cambiando para nuestros graduados, a través del tiempo. Nos referimos al
modelo Neoliberal, que impactó fuertemente en el plano social, cultural, económico y educativo. Es
indudable que el quiebre producido al aparato productivo durante los ´90 generando un desempleo
generalizado, también impactó en las posibilidades de inserción profesional docente y que aún en la
actualidad es difícil de revertir. Ante la complejidad de inserción laboral de los egresados al
desempleo se suma la subutilización de su formación, incorporándose en puestos de trabajo para los
que están sobrecalificados y de esta manera aprovechando en un mínimo la preparación que les
llevó años de formación. Por otro lado, en el modelo actual que algunos autores denominan Neokeynesiano, se puede observar un cambio sustancial, sobre todo en lo concerniente a políticas
socio-educativas.
Al respecto, proponemos un análisis comparativo de las condiciones de inserción laboral de los
graduados comprendido en el periodo que presenta la investigación.
Fundamentos teórico- metodológicos
El presente trabajo se fundamenta desde la perspectiva de Bourdieu, quien afirma que la relación
que se establece entre los agentes singulares, sus hábitus y las fuerzas del campo, se objetiva en una
trayectoria.
Bourdieu P. (1997) describe la noción de trayectoria como “una serie de posiciones sucesivamente
ocupadas por un mismo agente (o un mismo grupo) en un espacio en sí mismo en movimiento y
sometido a incesantes transformaciones, dando por supuesto que solo en la estructura del campo,
relacionalmente hablando, se define el sentido de estas posiciones sucesivas. Los acontecimientos
biográficos se definen como desplazamientos en el espacio social, es decir, en los diferentes estados
sucesivos de la estructura de la distribución de las diferentes especies de capital que están en juego
en el campo considerado”.
En este sentido, para una mejor comprensión de la noción de Trayectoria, es necesario conocer y
analizar las nociones que elabora el autor sobre campo y capitales, conceptos fundamentales en su
teoría.
Bourdieu explicita los campos sociales como “espacios de juego históricamente constituidos con
sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias”. Desde esta perspectiva, los
campos se definen por los intereses que están en juego y la distribución histórica de los mismos. Su
estructura es producto de las relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones involucradas,
destinadas a conservar o transformar ese campo de fuerza en función de sus intereses. Asimismo, se
producen definiciones y re-definiciones de dichas relaciones y de los límites de cada campo en
relación a los demás.
Por consiguiente, cada campo se distingue de los demás por el tipo de capital que se encuentra en
juego. Es decir, que el objeto de las luchas de fuerza, y de intereses de cada campo está dado por
algún tipo diferente de capital. Siguiendo a Bourdieu, Capital puede caracterizarse como “Conjunto
de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden”
El autor sostiene que “el sentido de los movimientos que llevan de una posición a otra se
define, en la relación objetiva mediante el sentido en el momento considerado de estas
posiciones dentro de un espacio orientado. Lo que significa que sólo cabe comprender una
trayectoria (es decir el envejecimiento social que, aunque inevitablemente lo acompaña, es
independiente del envejecimiento biológico) a condición de haber elaborado previamente los
estados sucesivos del campo en el que ésta se ha desarrollado, por lo tanto el conjunto de
las relaciones objetivas que han unido al agente considerado —por lo menos, en un
determinado número de estados pertinentes del campo— al conjunto de los demás agentes
comprometidos en el mismo campo y, enfrentados al mismo espacio de posibilidades”.
Teniendo en cuenta estos aportes teóricos, podemos inferir que en el campo laboral de los Cientistas
de la Educación confluyen luchas de poder por apropiarse de las ofertas laborales que demanden
más estabilidad en el campo. Sin embargo los profesionales de la educación luego de su egreso,
continúan su trayectoria educativa en la búsqueda de diversas ofertas educativas para aumentar el
capital cultural y de esta manera aumentar el espacio de posibilidades laborales.
Teniendo en cuenta el interés por la inserción laboral de nuestros graduados, apelamos a los aportes
de María Teresa Sirvent (2006) “a partir de una concepción integral de lo educativo, se destaca la
relación e interacción entre los universos de la escuela y de la educación más allá de la escuela y
se incluye la totalidad de los estímulos de enseñanza y de aprendizaje existentes en una sociedad”.
La autora, parte de considerar “un continuo de grados de formalización en el que las experiencias
educativas se distribuyen según las variaciones en sus características, desde un polo o extremo de
mayor formalización hasta otro extremo de menor o mínima formalización. La noción de “grados
de formalización” permite captar la complejidad del fenómeno educativo y, en particular, de estas
experiencias educativas más allá de la escuela. El grado de formalización (mayor o menor) que
tenga una experiencia en cada aspecto o dimensión, no es negativo ni positivo en sí mismo.
Precisamente, la identificación de los grados de formalización puede aplicarse como instrumento
para analizar en qué condiciones facilitan y en qué condiciones obturan el desarrollo de una
experiencia educativa, de acuerdo a sus objetivos, las características de los participantes, las
circunstancias en las que tenga lugar. Sobre esta base, también es posible evaluar si es necesario
intervenir intencionalmente, aumentando o disminuyendo el grado de formalización a fin de
producir una mejora cualitativa”.
En la actualidad, las primeras experiencias educativas se dan en espacios de menor formalización,
donde a través de planes y programas implementados por la presente política pública educativa se
ejerce un rol activo y participativo en el ambiente laboral del egresado en Ciencias de la Educación.
Por otra parte, consideramos que muchas veces estas experiencias educativas de menor grado de
formalización aportan al recién egresado, diversas herramientas formativas que puede o no poner en
práctica en un posterior ejerciciodocente de mayor grado de formalización.
Por otro lado es importante advertir que la Ley de Educación Nacional sancionada en nuestro país
en 2006 en el Título IX “Educación No Formal” Art. 112 promueve:
_
Desarrollar programas y acciones educativas que den respuesta a los requerimientos y
necesidades de capacitación y reconversión productiva y laboral, la promoción comunitaria,
la animación sociocultural y el mejoramiento de las condiciones de vida.
_
Organizar centros culturales para niños/as y jóvenes con la finalidad de desarrollar
capacidades expresivas, lúdicas y de investigación mediante programas no escolarizados de
actividades vinculadas con el arte, la cultura, la ciencia, la tecnología y el deporte.
_
Coordinar acciones con instituciones públicas o privadas y organizaciones no
gubernamentales, comunitarias y sociales para desarrollar actividades formativas
complementarias de educación formal.
_
Lograr el máximo aprovechamiento de las capacidades y recursos educativos de la
comunidad en los planos de la cultura, el arte, el deporte, la investigación científica y
tecnológica.
Como líneas de acción que permiten implementar los objetivos expresados en la Ley de Educación
Nacional, estimamos que las estrategias de inclusión propuestas a través de diversos programas
nacionales, son la oportunidad para que los egresados comiencen a insertarse en el mundo laboral.
Entre otras, algunas de dichas oportunidades son:
_
Centros de Actividades Juveniles propuestos como una de las líneas de acción del Programa
Nacional de extensión Educativa “Abrir la Escuela” (PNEE), desarrollado a través de la
Dirección
Nacional
de
Políticas
Socioeducativas.
Son proyectos de extensión educativa que tienen por objeto promover nuevas formas de
estar y de aprender en la escuela en un espacio no formal y a través de la participación de
los jóvenes en diferentes acciones organizadas en tiempos y espacios complementarios y
alternativos a la jornada escolar.
_
A partir del año 2010 se comenzaron a implementar Planes de Mejora Institucional a los
fines de realizar claros diagnósticos sobre problemas, establecer metas y objetivos y
disponer de recursos para la realización de iniciativas pedagógicas que fortalezcan las
capacidades de las escuelas para solucionar las problemáticas que se plantean. Los recursos
permiten disponer de horas institucionales, para contar con adultos que acompañen
experiencias formativas, acciones tutoriales y disponer de fondos para la compra de
insumos que permitan llevar adelante las acciones planificadas.
_
Programa Nacional de Formación Permanente (PNFP) cuyas tareas básicas, entre otras,
consisten en instalar una cultura de la formación permanente y de la evaluación
participativa,
fortalecer y jerarquizar la autoridad ética, política y pedagógica de las
escuelas y los docentes, impulsar el trabajo institucional y colaborativo de los docentes que
implique reflexión y transformación de prácticas institucionales y de enseñanza, apoyar la
creación de redes de maestros y profesores desde la unidad escolar y la integración de
nuevos sectores del campo socio-educativo, etc.
_
Conectar Igualdad: El Programa Conectar Igualdad fue creado en abril de 2010 a través del
Decreto Nº 459/10 con el fin de proporcionar una computadora a cada alumna, alumno de
educación secundaria, de educación especial y de Institutos de Formación Docente. Este
Programa nace como respuesta a estos requerimientos tecnológico-sociales por los que
atraviesa nuestra juventud. El objetivo principal del mismo es favorecer el desarrollo las
competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las
Tecnologías de la Información y de la Comunicación. El lugar que ocupa dentro del
programa un cientista de la educación se llama ETT (Equipo Técnico Territorial) quien está
a cargo de un ETJ (Equipo Técnico Jurisdiccional) que a su vez cumple con las líneas de
acción que propone el Coordinador Jurisdiccional del Programa.
Estas oportunidades además de concretar políticas de igualdad e inclusión para quienes transitan sus
trayectorias como estudiantes, permiten el ejercicio en el ámbito profesional de jóvenes formados
con idoneidad para su desempeño laboral. Sobre todo, se valora en estos proyectos que plantea la
Política Educativa Nacional y Provincial, las cualidades formativas de los graduados en Ciencias de
la Educación en relación a la formulación de proyectos pedagógicos, capacidades para planificar el
acto educativo, la mirada generalista que éstos aportan en el planeamiento y ejecución de ofertas
formativas (en lo relativo a cursos, jornadas, talleres); una visión amplia de las dimensiones del
sistema educativo, la orientación y manejo de grupos, la capacidadde trabajarcon la demanda y el
emergente, entre otras.
Descripción de la carrera
Según el Plan de Estudios de la carrera Profesorado y Licenciatura en Ciencias de la Educación, la
formación académica de los profesionales en Ciencias de la Educación constituye un caso singular
respecto a otras profesiones.
En la formación de Licenciados y Profesores de otras áreas del conocimiento se advierte una
marcada diferencia entre el objeto disciplinar que orienta el diseño curricular de la Licenciatura, y
el objeto de la formación docente que define la línea curricular del Profesorado. Para la licenciatura
es sustancial lo disciplinar como eje epistemológico; para el profesorado, por el contrario, la
docencia es el eje estructurante de su formación.
En el caso particular de la Licenciatura y Profesorado en Ciencias de la Educación la diferencia
señalada no existe de modo evidente dado que el objeto de estudio en uno y otro caso es idéntico:
“las prácticas educativas”. La única diferencia radica en el modo en que el profesional de las
ciencias de la educación se relaciona con ese objeto en el ejercicio de su práctica profesional. El
licenciado a través del método científico se ocupa del conjunto de la problemática educativa, en
cambio la formación del profesor supone un recorte metodológico del objeto
orientado al
tratamiento de la problemática de enseñanza- aprendizaje en los aspectos didácticos a nivel áulico,
institucional y sistémico.
La diferencia mencionada es la que justifica en el presente plan, la distinción en el nivel de las
prácticas profesionales y en el peso de la formación que el área didáctica adquiere para el profesor
y el área investigación para el Licenciado.
Metodología
Como se explicitó oportunamente este trabajo se fundamenta en el enfoque teórico metodológico
propuesto por Bourdieu, utilizando por su pertinencia entre las técnicas de recolección de datos,
entrevistas en profundidad y encuestase información obtenida a través de las redes sociales. El
referente empírico, lo constituyen graduados de las carreras mencionadas, a partir de la
construcción de una muestra intencional, por conveniencia.
Avances preliminares
Este trabajo es un avance de unade las líneas de investigación en curso, en el marco del proyecto de
investigación mencionado. En este momento el equipo se encuentra abocado a la organización de la
información y primeros análisis de la misma.
Una primeraaproximación a la información nos permite destacar que:
_
Advirtiendo que se mantiene la proporción de profesionales egresados de las carreras de
Ciencias de la Educacióny que esta condición no es acompañada por ofertas laborales que
guarden esa proporción frente a los nuevos graduados, se puede inferir a través de la
información obtenida, que los mismos continúan su formación en estudios de posgrado a
la espera de la tan ansiada inserción laboral con carácter estable.
_
Aproximadamente el 50% de los egresados informantes trabajan en el Nivel Secundario,
aunque algunos de ellos informan estabilidad escasa, ya que cumplirían sus funciones
docentes como suplentes.
_
En la misma proporción, la inserción laboral se registra en funciones compartidas entre
Nivel Secundario, IFD, Programas Nacionales e Instituciones privadas.
_
No obstante se detecta el impacto de los programas nacionales en el ámbito de las políticas
educativas actuales, que permiten advertir una incorporación al mundo laboral afín a su
formación, aun con la inestabilidad que esta posibilidad laboral implica.
Entre los programas nacionales que generan mayor inserción de nuestros graduados,
podemos considerar al Plan de Mejora Institucional en su rol de Asistente Técnico
Territorial, Referente Institucional y Tutor de acompañamiento. En relación al programa
Conectar Igualdad, los egresados en Ciencias de la Educación se insertan en las funciones
de Equipo Técnico Territorial. Otro programa que genera posibilidades laborales para
nuestros egresados son los Centros de Actividades Juveniles, cumpliendo la función de
coordinador institucionaly a través de la incorporación reciente en la jurisdicción del Plan
Nacional de Formación Permanente, el perfil de los docentes y licenciados en Ciencias de
la Educación ha sido tenido en cuenta para desempeñarse en la función de tutor de
acompañamiento.
_
La inserción laboral en planes y programas nacionales y/o jurisdiccionales, aún con su
incierta continuidad, representauna opción compensatoria dado que, según lo expresado en
las encuestas, a los profesionales en Ciencias de la Educación, esta posibilidad les permite
la inserción en el sistema educativo formal, incluyendo en este horas cátedras en el nivel
secundario y superior que representan mayor estabilidad laboral y económica.
Consideraciones Finales:
En relación con las primeras inferencias y análisis construidos, consideramos que en cuanto a la
inserción laboral de los egresados, es importante continuar recabando datos que nos permitan
profundizar el análisis sobre su desempeño en el ámbito de trabajo, las características de la
formación que más se valora en tales espacios de trabajo y el reconocimiento que como
profesionales reciben.
Estimamos que los resultados de este trabajo redundaran en un aporte a un espacio vacante en
cuanto al conocimiento de la problemática de incorporación al mundo laboral de los egresados en
Ciencias de la Educación y que permitirá adoptar decisiones sobre todo al momento del análisis
crítico de los Planes de Estudio y su correspondencia con los requerimientos actuales en el campo
de la educación.
Referencias bibliográficas
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BOURDIEU, P. (1997) La ilusión biográfica, en Razones prácticas. Sobre la teoría de la
acción,Anagrama, Barcelona.
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del concepto de Educación No Formal, en Cuadernos de Cátedra de Educación No Formal OPFYL; Facultad de Filosofía y Letras UBA, Buenos Aires.
_
http://www.sanjuan.edu.ar/mesj/
7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y Empleo.
Trayectorias laborales: hacia un abordaje comprensivo de las realidades y vivencias
juveniles en torno al empleo
Sofía Elizabeth Galiana Varela 1
Palabras clave: trayectorias laborales, jóvenes, empleo.
Resumen
En Argentina, la década del ´70 marca el inicio de la crisis del Estado Benefactor, crisis que se
agudiza en los ´90 con la instauración de un
modelo de liberalización, apertura económica y
privatizaciones. La aplicación de las políticas neoliberales en la década del ‘90, impulsadas por el
Consenso de Washington, generó pobreza, exclusión social, caída de los salarios, elevados índices de
desempleo y aumento de la precarización laboral. Esta situación devino en un mercado de trabajo
segmentado y excluyente. La crisis social, política y económica del 2001 produjo una rearticulación de
fuerzas entre el capital y el trabajo e implicó una profunda transformación en las relaciones sociales.
Sin embargo, a pesar de la recuperación económica de la post-convertibilidad, el empleo de los
jóvenes es de peor calidad.
El presente trabajo propone una profundización del marco referencial de mi tesis doctoral, titulada
“Trayectorias laborales de jóvenes empleados en el sector comercio y servicios del Gran San Juan”,
que se encuentra en una etapa inicial de investigación. A continuación se explicitan los interrogantes
que orientaran el desarrollo del trabajo: ¿Cuáles son los distintos enfoques que definen la juventud?
¿Qué lugar ocupa el empleo en la sociedad actual? ¿Cuáles son las transformaciones en el mundo del
trabajo que afectan las trayectorias de los jóvenes?
1
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San
Juan. CONICET.
[email protected]
Labour trajectories: towards a comprehensive approach of youth employment realities
and experiences.
Key words: labour trajectories, youth, employement.
Summary
In Argentina, the decade of ' 70 marks the beginning of the Welfare state crisis, which sharpens in the
' 90 with the restoration of a model of liberalization, economic opening and privatizations. The
application of the neoliberal policies in the decade of ' 90 stimulated by the Consensus of Washington,
generated poverty, social exclusion, fallen of the wages, high indexes of unemployment and increase
labor precariousness. This situation developed on a segmented and exclusive labor market. The social,
political and economic crisis of 2001 produced a rejoint of forces between capital and work and
involved a deep transformation in the social relations. Nevertheless, in spite of the economic recovery
of the post-convertibility, youth employment is of worse quality.
The present work proposes to develop the referential frame of my doctoral thesis " Young people´s
labour trajectories in the trade and services sector in Gran San Juan", that is in an initial stage of
investigation. The following questions guide this presentation: which are the different approaches that
define youth? What place does employment takes in current society? Which are the transformations in
the world of work that affects labour trayectories of young persons?
1.
Introducción
En Argentina, la década del ´70 marca el inicio de la crisis del Estado Benefactor, crisis que
se agudiza en los ´90 con la instauración de un modelo de liberalización, apertura económica
y privatizaciones. Se transita desde un modelo sustitutivo de importaciones con énfasis en el
mercado interno y un fuerte rol estatal en la dirección del desarrollo, a un debilitamiento
radical del Estado. La aplicación de las políticas neoliberales en la década del ‘90, impulsadas
por el Consenso de Washington, generó pobreza, exclusión social, caída de los salarios,
elevados índices de desempleo y aumento de la precarización laboral. Esta situación devino
en un mercado de trabajo segmentado y excluyente. En opinión de Fawcett y Tokman, es a
partir de la década de los 90´ en nuestro país que los jóvenes comienzan a desasociarse
fuertemente del mercado de trabajo. En un contexto de alta flexibilidad laboral y marcado
desempleo, el impacto de la informalidad, terciarización y precarización es más intenso en
este grupo y especialmente en quienes se desempeñan en el sector terciario. (Benigni,
Schteingart, 2011).
La crisis social, política y económica del 2001 produjo una rearticulación de fuerzas entre el
capital y el trabajo e implicó una profunda transformación en las relaciones sociales. Como
salida a esta gran crisis se instrumenta un nuevo modelo sustentado en la valorización
productiva y el crecimiento del trabajo. “Luego de años de vigencia de un modelo de
acumulación centrado en un tipo de cambio fijo, especulación financiera y apertura externa,
en el 2003 comenzó una nueva etapa a partir de la cual se postuló la existencia de un nuevo
modelo de industrialización que, a partir del crecimiento del mercado interno, revertiría los
niveles de desocupación y la baja productividad de la industria”. (Adamini, Longo, 2011:3)
Sin embargo, diversos estudios sostienen que a pesar de la recuperación económica de la
post-convertibilidad, el empleo de los jóvenes es de peor calidad. Mientras que entre 1996 y
1998, el 42,5 por ciento de los jóvenes de 19 a 24 años tenía un trabajo precario, entre el
2004 y el 2006, el 63,4 por ciento trabajaba en forma no registrada. (Benigni, Schteingart,
2011). En este sentido Neffa afirma: “La experiencia argentina pone en evidencia que
elevados porcentajes de empleos no registrados, informales y precarios pueden coexistir con
el crecimiento económico y la creación de nuevos empleos, pero su permanencia en el tiempo
constituyen una asignatura pendiente y un desafío pues atentan contra la calidad del empleo y
las condiciones y medio ambiente de trabajo”. (Neffa, 2010:50)
2.
Desarrollo
2.1 La juventud: un concepto polisémico
Existe actualmente un profundo debate en torno a la conceptualización del fenómeno juvenil
ya que el término juventud presenta una multiplicidad de significados. El surgimiento del
sujeto juventud, en tanto sector de población con características propias, es el resultado
histórico del desarrollo de las fuerzas productivas en Occidente, consecuencia de la necesidad
de la sociedad burguesa emergente de preparar a los individuos para su integración efectiva a
la vida productiva y social. (Balardini, 2000).
En la modernidad la juventud fue identificada bajo una visión de progreso en la que al joven
habría que conducirlo bajo los canales de la superación y el logro individual, en búsqueda de
prestigio y realización social. Si salía de ese canon era considerado causante de violencia ante
la ausencia de valores que le brindaran una identidad acorde a las reglas establecidas.
(Pedroza y Villalobos, 2006)
Desde la posmodernidad, se ha llegado a considerar a la juventud como un valor en sí mismo:
“lo que posee un gran porvenir”, “el porvenir de la sociedad”, es decir que se proyecta el
futuro en los jóvenes. En este sentido se distinguen dos perspectivas en dicha proyección:
como sujeto de cambio y como problema social. La primera mirada concibe la juventud desde
la trasgresión social y la rebeldía; encargándose de dirigir las transformaciones sociales y la
modernización. La segunda visualiza la juventud como un problema social donde existen
dificultades que conllevan a la delincuencia, la anarquía, la drogadicción, el fracaso escolar,
etcétera. Se contempla, así el fenómeno juvenil como un estado de suspensión entre la niñez y
la vida adulta. (Fonseca y Quintero, 2006)
Pedroza y Villalobos sintetizan el tránsito de la juventud como construcción social desde la
modernidad a la posmodernidad bajo disímiles distinciones: “en los siglos XVIII y XIX,
como la capa social que gozaba de privilegios en un período de permisividad entre la madurez
biológica y la madurez social (Margulis, 1998); en el siglo XX, se convierte en un concepto
negativo, la juventud es vista como sinónimo de problemas y malestares sociales, es marcada
la criminalización de su figura social (Martín-Barbero: 1998); y en el siglo XXI, tiende a
florecer la tribalización de la juvenilización (Margulis, 1998; Maffesoli, 1990)”. (Pedroza y
Villalobos, 2006)
Otra versión de la juventud sostiene una concepción de carácter biologista, que establece
como criterio de demarcación de la juventud la edad cronológica del individuo. Esta
definición presenta debilidades ya que deja de lado el tiempo y el espacio concreto donde los
jóvenes conforman su identidad. Negar que la juventud sea un momento “en sí” y verla como
una “transición” que sale de la niñez y debe avanzar hacia la adultez implica abandonar el
estudio de las especificidades de la diversidad juvenil existente, ya que la juventud no es un
todo homogéneo. En este sentido, es posible vislumbrar distintos modos de ser joven, una
multiplicidad juvenil en la que se distinguen esencialmente variables como la clase, el género,
lugar de residencia (campo- ciudad), la organización tecnológica y productiva de determinada
sociedad en la que el joven se desarrolla.
Es por ello que Brito Lemos (1998) entiende a la juventud como un producto social
delimitado por dos procesos: uno biológico, que diferencia al joven del niño, y otro social,
que lo diferencia del adulto. Desde la perspectiva social, el fenómeno se inscribe dentro de
los procesos de reproducción social de la sociedad.
La idea de juventud responde a un contexto sociohistórico determinado, es decir, que los
contenidos y las prácticas sociales asociados a la juventud son indisociables de un tiempo y
un espacio social concreto. Por lo tanto, la juventud no tiene la misma duración en el campo
que en la ciudad, en las clases altas y en las medias que en los sectores marginados; en las
sociedades modernas que en las tradicionales; incluso en ambos géneros. (Brito Lemos,
1998).
El trabajo sigue siendo una actividad fundamental en la vida social y humana pues en el ciclo
vital de las personas el paso de la juventud a la adultez implica una progresiva disminución de
la dependencia económica familiar y un proceso de gradual autonomización que se logra
mediante el acceso al trabajo. De las múltiples acepciones del concepto juventud, aquella que
paradójicamente mejor contribuye a su definición es justo la que tiende a poner punto final a
ese período, condición que se consigue mediante el acceso y la estabilidad en un empleo.
La juventud es una etapa de aprendizaje para la vida adulta, los contenidos, modelos y
prácticas del que se nutre tal aprendizaje son distintos según el género. “La categoría de joven
no puede definirse de manera asexuada.” (Carrasquer, 1997: 60)
Casal y otros (2006) resumen las aportaciones de los sociólogos a la sociología de la juventud
en tres enfoques o paradigmas. En primer lugar, la perspectiva funcionalista del ciclo vital,
que propone la existencia de cuatro grandes etapas (infancia, juventud, vida adulta y vejez) en
un vínculo estrecho con la psicología evolutiva. Aparece en esta concepción la idea de
moratoria social, la juventud es así un tiempo vacío o de espera sólo evaluable en función de
la asunción de roles propiamente del adulto. El desajuste de logros y responsabilidades en el
tiempo sería la razón de fondo del descontento de los jóvenes, y las tensiones entre jóvenes y
adultos, denominada crisis generacional. En segundo lugar, la perspectiva conflictualista de la
generación, donde los jóvenes representan los valores asimilados al cambio social y el
progreso en detrimento de los adultos y ancianos que representarían los valores asimilados a
la tradición y la identidad étnica y geográfica. Finalmente, el tercer enfoque define a la
juventud como tramo biográfico de jóvenes en transición, es decir, la realidad juvenil como
construcción sociohistórica. En la perspectiva biográfica, la juventud se entiende como un
tramo dentro de la biografía que abarca desde la pubertad hasta la emancipación familiar
plena, que incluye tanto una transición profesional como familiar. La metodología de este
enfoque propone un enfoque biográfico y longitudinal que contribuya a una mejor
comprensión de los itinerarios de transición y trayectorias sociales.
Asimismo Bendit (2013), propone un enfoque combinado para conceptualizar la “condición
juvenil” que tiene en cuenta la edad y el efecto de generación como las características
transicionales y permanentes de la juventud. Por un lado, definir la juventud en términos de
edad es una postura que viene siendo la habitual en el ámbito político, aunque los límites de
edad suelen variar. Esta situación lleva consigo que, sociológicamente hablando, la edad ya
no sea vista como un factor determinante para definir la juventud. Al concepto de juventud se
le han ido agregando subconceptos como “adultos jóvenes” o “jóvenes adultos”, llevando
consigo a que en la definición de juventud, en algunos casos se haya alargado este tramo de
edad hasta los 35 años, este alargamiento acarrea un retraso en la emancipación de la familia
de origen. Por otro lado, el concepto de generación se refiere a las circunstancias históricas
del hecho de ser joven, como la extensión del periodo educativo o las distintas ofertas en el
mercado inmobiliario con que se encuentran las distintas generaciones. Definir la juventud
como una fase de transición, enfatiza la adquisición de capacidades y derechos asociados a la
edad adulta. Actualmente el proceso de transición a la vida adulta presenta características más
complejas debido a la extensión de la educación secundaria y superior, acompañada por la
diversificación y la individualización de la vida social, es decir, que los procesos de transición
se han convertido en más heterogéneos y marcados por discontinuidades y rupturas.
2.2. Transformaciones del mundo del trabajo
Después de la Segunda Guerra Mundial el trabajo se ha vuelto empleo, es decir, un estado
dotado de un estatuto que incluye garantías no mercantiles como el derecho a un salario
mínimo, las protecciones del derecho laboral, la cobertura por accidentes, por enfermedad, el
derecho a la jubilación o retiro, etc. En la “Sociedad salarial” la mayoría de la población
activa es asalariada y accede a la ciudadanía social en primer lugar a partir de la consolidación
del estatuto del trabajo. El Estado en su rol social opera esencialmente como un reductor de
riesgos sociales. La sociedad salarial es desigualitaria pero al mismo tiempo fuertemente
protectora. No es una sociedad de iguales (igualdad de hecho de las condiciones sociales) sino
el de una sociedad de semejantes. El carácter irreductible de la oposición propietario/ no
propietario queda superado así gracias a la propiedad social, que asegura a los no propietarios
las condiciones de su protección. Este modelo fue posible por el crecimiento experimentado
entre 1953 y 1970, se triplicaron la productividad, el consumo y los ingresos. (Castels, 2004)
En el estado de bienestar, las instituciones extensivas de protección social contra los riesgos,
que constituyen el exacto complemento de la subordinación del status salarial, y que se
desarrollan a la par de él, van a reemplazar y sistematizar el carácter cronológico y
segmentado del trayecto impulsado por la esfera del trabajo. Nace “la institución tripartita del
curso de vida, con sus tres edades sucesivas de vida, cuyas funciones están bien diferenciadas
–formación, trabajo, jubilación- y sus divisiones cronológicas claramente delimitadas. A partir
de ese momento, la edad se impone como marcador cronológico del curso irreversible de la
vida.” (Oddone, 2013: 4)
Las transformaciones del modelo industrial salarial de fines del siglo XX han implicado
fuertes cambios en la organización del curso de la vida. Se desdibuja el modelo trietápico al
que aludimos anteriormente en dirección a la des-institucionalización, des-cronologización e
individuación de las trayectorias vitales.
Beck vislumbra la “desestandarización del trabajo” la individualización de las tareas impone
la movilidad, la adaptabilidad, la disponibilidad de los operadores. Las trayectorias
profesionales se vuelven móviles. “Una carrera se desarrolla cada vez menos en el marco de
una misma empresa, siguiendo etapas pautadas hasta la jubilación, se trata de la promoción de
un “modelo biográfico”: cada individuo debe afrontar por su cuenta las contingencias de su
recorrido profesional devenido discontinuo, debe hacer elecciones, emprender a tiempo las
reconversiones necesarias.” (Beck, citado en Castels, 2004:59)
En este contexto, el marco normativo del trayecto de las edades pierde pertinencia. Se observa
una des-institucionalización del curso de la vida. Las regulaciones de los sistemas de
protección social continúan operando según los principios que consideran que las trayectorias
son lineales y que las edades están compartimentadas. Aun cuando los itinerarios de vida se
han des-estandarizado, continúan apoyándose en categorías uniformes y universales como la
edad. Se ponen en marcha nuevos programas sociales intermedios, a menudo ad hoc, para
responder a las dificultades de empleo y a las nuevas formas de precariedad que aparecen
cuestionan el vínculo que, en el status salarial, unía al empleo con la protección social. El
creciente aumento del dominio individual sobre el tiempo conduce a trayectorias biográficas
cada vez más negociadas y en consecuencia, más diversas. El retroceso de la preparación
normativa del curso de vida y su des-institucionalización está, inevitablemente, acompañado
por una des-estandarización de las trayectorias individuales, que al ser cada vez más
inestables se tornar difíciles de prever. (Odonne, 2013)
2.3. Trayectorias laborales
El concepto de trayectorias laborales, hace referencia a la historia laboral común a una
porción de la fuerza de trabajo: “Una trayectoria laboral u ocupacional podría definirse como
el particular trazo o recorrido que hace un individuo en el espacio sociolaboral, que describe
las sucesivas posiciones que ha ocupado a lo largo del tiempo, desde su inserción en el
mercado laboral hasta un momento en particular (trayectoria parcial), o hasta el momento en
que se desmercantilizó voluntaria o involuntariamente (trayectoria total).” (Orejuela Gómez y
Correa García, 2007: 64)
Bendit (2013) realiza una distinción conceptual entre el concepto de transiciones y el de
trayectoria. Mientras el primero se refiere a las transformaciones de status que se dan para que
el individuo durante su paso de una fase a la otra y en correspondencia con ello durante su
paso por diversas instituciones, el segundo se refiere fundamentalmente a aquellas rutas de
vida que siguen los sujetos en el curso de su desarrollo biográfico y que se hallan
principalmente determinadas por las estructuras sociales y de mercado de trabajo
e
institucionalizadas a través de la educación, la formación profesional y las políticas públicas.
Jacinto y Chitarroni (2011) advierten que la transición laboral juvenil se caracteriza por la
diversidad, la inestabilidad y la precariedad de las experiencias laborales, y está influida no
sólo por la inestabilidad estructural del mercado de empleo, sino por la naturaleza exploratoria
de las formas de “ser joven”. Por lo tanto el análisis de los cambios en los procesos de
inserción o sea los pasajes por situaciones de empleo, de desempleo o de inactividad,
requieren la adopción de perspectivas que consideren el tiempo, la duración y el carácter no
lineal de los procesos.
Según Orejuela Gomez y Correa García (2007) la configuración de una trayectoria particular,
y el mismo proceso de inserción laboral, va a estar fuertemente determinada no solo por el
capital escolar sino por otros “capitales” como el social, el cultural y el laboral. Este último
hace referencia al conjunto de experiencias y competencias valiosas acumuladas que hacen
más competitivo y empleable a un individuo.
El nivel socioeconómico de los jóvenes condiciona las trayectorias los jóvenes, quienes
poseen mayor nivel socioeconómico pueden elegir trayectorias individuales acordes a sus
propios intereses, mientras que los jóvenes con menores recursos económicos tienden a
desarrollar trayectorias atípicas y están restringidos a tomar decisiones adaptativas de modo
tal que puedan hacer frente a los procesos de exclusión o marginalización a los que se ven
expuestos. (Bendit, 2013)
Ante la actual devaluación de credenciales educativas, se ve limitada la movilidad ascendente
que otorgaba la educación en otros contextos históricos como en el Estado de Bienestar. Para
avanzar en la construcción de sociedades más igualitarias es necesario profundizar políticas
públicas a largo plazo que contemplen el papel fundamental que juega la educación en
términos de igualdad de oportunidades en mercados segmentados, formando individuos más o
menos empleables, en palabras de Filmus y Calcar (2013) delineando “trayectorias de
exclusión/inclusión”.
3.
Reflexiones finales
Como ya se ha señalado, estudiar las trayectorias de los jóvenes cobra importancia en la
actualidad a la luz de las transformaciones que se han presentado en el mundo del trabajo en
los últimos años. Asistimos a un cambio de roll del Estado, en donde la vida ya no se organiza
en función del modelo tripartito de la sociedad industrial. Sin embargo, el trabajo es
fundamental en la vida de las personas, tiene que ver con a la integración social de los
individuos y su identidad, es el instrumento clave para lograr la inclusión social.
Bendit advierte que los cambios en las condiciones de vida de los individuos y las
transformaciones en la transición de los jóvenes hacia la adultez vuelven necesaria la revisión
del concepto mismo de juventud, en dirección a nuevas aproximaciones metodológicas, tanto
cuantitativas como cualitativas. Cabe preguntarse, entonces, ¿cuáles son los aportes de
investigar las trayectorias laborales al estudio de la realidad juvenil en el mundo del trabajo?
¿Cómo operan las transformaciones del mundo del trabajo en las significaciones en torno al
empleo que construyen los jóvenes? ¿Cómo repercuten los cambios de la sociedad
contemporánea en el plano de las políticas públicas?
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7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTRO-OESTE
DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Nombre de la mesa: Trabajo y Empleo
Título de la ponencia: Trayectorias laborales y experiencias formativas: La tecnificación
progresiva del agro desde la mirada de jóvenes chacareros de Médano de Oro, San Juan.
Autores: Lic. y Prof. Valeria Gili Diez 1
Palabras claves: juventud rural – trayectorias laborales – experiencias formativas – tecnificación
del agro
Resumen
Este trabajo representa un avance de la tesis doctoral de quien suscribe en la que apuntamos a reconstruir
las prácticas y sentidos referentes a los procesos de transición a la vida adulta de jóvenes chacareros de la
localidad de Médano de Oro; que se configuran en relación al contexto socio histórico en el que
transcurren sus itinerarios: contexto familiar, educativo, laboral, prácticas de organización doméstica,
migratorias y relativas a la herencia.
Aquí nos centraremos en las trayectorias laborales y las experiencias formativas relacionadas al proceso
de incorporación tecnológica al proceso productivo. Para ello, partimos del reconocimiento del nuevo
escenario rural latinoamericano; fuertemente imbricado por la intensificación del dominio del capital
trasnacional que a través de la tecnificación progresiva del agro genera nuevas dinámicas productivas.
Diversos trabajos señalan a la juventud como un actor estratégico para alcanzar el desarrollo. En el
espacio social rural ha significado la capacitación de la juventud y la dotación de recursos técnicos con el
objetivo de aumentar la efectividad de los procesos agrícolas. Los jóvenes son los encargados de
1
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (IISE).
Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). [email protected]
1
promover la transferencia tecnológica al tiempo que actúan de “mediador intergeneracional” entre las
prácticas productivas “tradicionales” y las prácticas productivas “innovadoras”.
Nuestro estudio responde al encuadre socioantropológico crítico en el que los actores son visualizados
como productores de prácticas y sentidos. Nos encontramos desarrollando el trabajo de campo en los
espacios laborales y domésticos y la estrategia de recolección de datos son entrevistas en profundidad a
los jóvenes chacareros y a informantes claves.
Abstract:
This work represents an advancement of the doctoral thesis of the undersigned in which we aim to
reconstruct the practices and meanings related to the processes of transition to adulthood of young
chacareros of the town of Médano de Oro; that are set up in relation to socio historical context in which
elapsed their itineraries: family, education, employment, domestic organization practices, migratory and
concerning inheritance context.
Here we will focus on labor trajectories and formative experiences associated to the process of
incorporating technology into the production process. To do this, we start from recognition of the new
Latin American rural scene; strongly imbricated by the intensification of the domain of transnational
capital that through the progressive technification of agriculture generates new productive dynamics.
Several studies point to the youth as a strategic actor to achieve development. In rural social space has
meant the training of youth and manning of technical resources in order to increase the effectiveness of the
agricultural processes. Young people are responsible for promoting technology transfer while acts of
"intergenerational mediator" between the "traditional" productive practices and "innovative" productive
practices.
Our study responds to critical socio anthropological focus where the actors are seen as producers of
practices and meanings. We are developing the fieldwork in labor and domestic spaces and the data
collection strategy are in-depth interviews to young chacareros and key informants.
2
1. “El futuro llegó hace rato” 2: Juventudes y desarrollo rural, un debate vigente
Partimos del reconocimiento de la multiplicidad de abordajes teóricos acerca del concepto juventud,
tornándolo polisémico y complejo. La perspectiva relacional, desde la cual trabajamos, permite reconocer
como la juventud se constituye diferencialmente según el contexto socio histórico, la trayectoria de clase
de la familia, sino también relacionalmente al interior de la familia.
Los aportes de Bourdieu (2002) iluminan las discusiones referentes al concepto juventud; en cuanto a
remite a una caracterización etárea construida social e históricamente. La misma no constituye una unidad
sino que “la edad es un dato biológico socialmente manipulado y manipulable” (Bourdieu, 2002). Una
categoría que supone posiciones que no pueden verse sino relacionalmente con otra etapa etárea “la
adultez” y que implica límites que son de carácter político porque son divisiones que esconden un orden
social y una forma de imposición, en este caso de los adultos hacia los jóvenes. En palabras del Bourdieu
(2002) “la juventud y la vejez no están dadas, sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes
y viejos”
La juventud, como construcción sociocultural, es una invención de la sociedad industrial y comenzó a
consolidarse en el siglo XX en las sociedades industrializadas. La complejización de la dinámica
productiva - laboral colocó en el tapete a la juventud como una fase distintiva del ciclo de la vida de los
sujetos.
Con la industrialización “tardía” de los países latinoamericanos y la correlativa modernización de su
agricultura, la idea de juventud rural se insertó en los discursos y prácticas de las instituciones
desarrollistas (Bevilaqua, 2009:619). De la mano de la expansión de las relaciones capitalistas de
producción, el Estado junto al poder privado se concentraron en la formación de las poblaciones rurales y
la difusión de nuevos conocimientos y tecnologías de perfeccionamiento de los procesos de producción
agrícola. La escuela cumplió aquí un rol trascendental ya que era necesario aumentar la cualificación de la
población para poder acompañar el inminente “progreso” científico – técnico. El sujeto destinatario de
este ideario fueron las generaciones juveniles constituyéndose, con el devenir de los años, en el “motor del
desarrollo” por excelencia.
2
La cursiva y el entrecomillado responden a que la frase es una metáfora que proviene de una canción de la banda de rock
nacional Los Redondos de Ricota y no de nuestra autoría.
3
Las expectativas puestas por diversos actores e instituciones en las juventudes son inmensas, tiende a
sostenerse que el futuro de las sociedades nunca antes ha dependido tanto de una sola generación. Los
retos a los que los jóvenes son enfrentan son de gran envergadura; sumado a ello la desigualdad
distribución de oportunidades en términos de acceso a la educación, trabajo, atención a la salud, etc.; es
diferencial según sexo, edad, nacionalidad, entre otros innumerables factores.
Nuestro problema de investigación se enmarca en el nuevo escenario rural latinoamericano; fuertemente
imbricado por la intensificación del dominio del capital trasnacional que traza los límites de actuación de
las poblaciones rurales. La emergencia de las juventudes rurales como actor social y sujeto identitario se
relaciona con los “cambios radicales que ha experimentado la sociedad rural latinoamericana en estos
últimos veinte años, donde en un escenario deseado o impuesto, constatado o prescrito, de una “nueva
ruralidad”, las y los jóvenes rurales aparecen como agentes protagónicos”. (Yanko González Cangas;
2003:2)
2. El espacio social rural de Médano de Oro. Una breve caracterización.
Resulta importante caracterizar brevemente el espacio social rural de Médano de Oro en donde transcurre
la cotidianeidad de estos jóvenes ya que consideramos que un trabajo sobre trayectorias y experiencias
formativas requiere comprender la estructura del mundo social en donde las mismas tienen lugar.
Los jóvenes chacareros del Médano de Oro no están aislados de este imaginario que coloca en el centro de
las miradas a las juventudes rurales. En esta oportunidad, nos interesa profundizar en las implicancias que
ha tenido la incorporación de innovación tecnológica en el proceso productivo y cómo ello imprime
ciertas características a las trayectorias laborales y las experiencias formativas de estos jóvenes.
La localidad de Médano de Oro se sitúa hacia el sur de la provincia de San Juan en el departamento
Rawson. “Esta es una localidad agroproductiva que se desarrolla a partir de principios del siglo XX,
gracias al impulso de obras hídricas que habilitaron tierras hasta ese momento improductivas debido a su
anegamiento constante. Se dispusieron terrenos de entre 5 y 10 has. a un valor muy bajo que permitió a los
colonos, en su mayoría españoles y criollos, asentarse y desarrollar actividades agroproductivas”.
(Dacuña, 2013)
Como afirman Servetto y Castilla (2001) la historia de ocupación Médano de Oro se asocia por una parte,
a factores de orden geográficos como por ejemplo la puesta a disposición de tierras aptas para el cultivo a
4
través de obras de desecación; y por otra, a factores sociopolíticos tales como las políticas inmigratorias y
proyectos de colonización agraria como medio de atraer y radicar población, con el fin de expandir la
frontera agrícola.
La actividad productiva se basa en una diversificación de cultivos hortícolas estacionales orientados al
mercado local. La aptitud de su suelo ha permitido el desarrollo de una agricultura de alta productividad,
principal actividad económica, que se ve favorecida por una red de riego de canales que conducen el agua
desde el río San Juan (Gili, 2010).
Estos chacareros realizan su trabajo en un contexto caracterizado por innumerables restricciones de tipo
económico y natural, que van desde dificultades de acceso a maquinarias y herramientas agrícolas, alto
costo de los insumos, inconvenientes para alcanzar los requerimientos de mercados cada vez más
competitivos, hasta limitaciones generadas por factores de escaso control humano; como los problemas
climáticos, las pestes, plagas y malezas, etc.
Las familias chacareras, de las que provienen estos jóvenes medaneros, poseen la propiedad de la tierra y
de los medios de producción. La chacra es, al mismo tiempo, unidad de residencia y de producción;
facilitando que el grupo doméstico se involucre en las tareas agrícolas. Estas familias utilizan
principalmente mano de obra familiar aunque recurren en épocas de trabajo intensivo a la contratación de
obreros. “Estas particularidades han hecho de esta localidad un espacio poblado mayormente por
pequeños y medianos productores, y por trabajadores rurales con un alto nivel de estabilidad laboral en la
zona”. (Dacuña, 2013)
3. Trayectorias laborales y experiencias formativas: La tecnificación progresiva del agro desde la mirada
de jóvenes chacareros de Médano de Oro
Desde su conformación como sujeto social, la juventud ha sido visualizada como un actor estratégico para
alcanzar el desarrollo. En el espacio social rural ha significado la capacitación de la juventud y la dotación
de recursos técnicos con el objetivo de aumentar la efectividad de los procesos agrícolas.
El medio rural adquiere nuevas y diversas características, la realidad se presenta como heterogénea, en
palabras de Giarracca (2001) coexisten grandes empresas agroindustriales con alta complejidad
tecnológica, empresas dedicadas al agroturismo, con la presencia de pequeños productores, campesinos y
asalariados que son parte integrante de estos mundos”.
5
Es bien sabido que en nuestro país, como en otros de Latinoamérica, el proceso de modernización del agro
no tuvo como corolario mayores niveles de desarrollo rural, es decir, crecimiento agrícola no implica
unilateralmente desarrollo rural. La intensificación del dominio del capital trasnacional exige alcanzar
determinados estándares de producción, caso contrario, la pequeña y mediana producción está condenada
a replegarse o desaparecer.
Teubal (1995) señala que el empeño de los agrobussnies ha sido promover la proliferación, expansión y
consolidación de las explotaciones agrícolas a gran escala, de alta rentabilidad o con expectativas
prometedoras en ese sentido. Ello ha implicado, para algunas regiones o subsectores, el estancamiento
económico y un incremento de las desigualdades. Sólo algunos productores familiares capitalizados
pudieron adoptar nuevas tecnologías y reunir los requisitos del nuevo régimen agroalimentario. (Tapella,
2008)
Schmucler (1995) afirma que el pensar técnico, en nuestros días, no necesita máscaras: se ha vuelto, él
mismo, ideología dominante. Si el pensamiento técnico es hegemónico, entonces ¿cuáles son las
implicancias de la tecnificación del agro en las trayectorias laborales y las experiencias formativas de
jóvenes rurales del Médano de Oro?
El eje es la pregunta por los procesos que emergen a partir de la incorporación de tecnología agropecuaria
en áreas rurales y las tensiones que se generan en las prácticas sociales y en la adjudicación de sentidos en
la unidad doméstica. La incorporación de tecnología al proceso productivo es una práctica social
conflictiva en sí misma ya que implica la disputa por los principios de división social del espacio social
desde las cuales se definen constantemente las posiciones laborales hacia el interior de dicho espacio.
Elisa Cragnolino (2011) en un trabajo sobre espacios formativos de habilitación para el trabajo y la vida
campesina en el norte de Córdoba, sostiene que “el mantenimiento diario y la reproducción generacional
implican procesos de construcción y apropiación de conocimientos que se realizan dentro y fuera de la
unidad doméstica y productiva, a los que el grupo asigna ciertos sentidos, aplica esfuerzos y dedica tiempo
y recursos”.
En nuestro caso, los jóvenes son los encargados de apropiarse de las innovaciones técnicas aplicadas al
agro para luego promover la transferencia tecnológica. Aparecen entonces como “mediadores
intergeneracionales” entre las prácticas productivas “tradicionales” y las prácticas productivas
6
“innovadoras”. Sólo a fines analíticos hablamos de tradicional e innovador ya que buscamos no dualizar
las prácticas que tienen lugar hacia el interior de la unidad domestica.
La reconstrucción de las trayectorias implica necesariamente una mirada integral de las posiciones
ocupadas y transitadas por los agentes en función de la estructura y volumen de los diferentes capitales
disponibles. Entendemos las trayectorias como una “serie de las posiciones sucesivamente ocupadas por
un mismo agente (o un mismo grupo) en un espacio en sí mismo en movimiento y sometido a incesantes
transformaciones” (Bourdieu, 1997: 82).
Durante su vida, los actores sociales recorren, un continuo de experiencias que van trazando itinerarios -a
veces más previsibles, a veces más aleatorios (Bourdieu, 1988)- que se construyen, simultánea y
pluralmente, en múltiples dimensiones: familiar, social, laboral, política, religiosa, cultural. (Graffigna,
2005: 2)
Nuestra mirada se orienta a comprender los procesos vitales formados por hitos significativos, socialmente
definidos y en continua disputa, en la historia de vida de los jóvenes. Pensamos que la incorporación de
tecnología al agro ha significado un hito significativo en las trayectorias laborales de estos jóvenes,
habilitando o inhabilitando opciones en sus itinerarios de vida. No buscamos señalar una a una las etapas o
hechos en la biografía de los jóvenes, nos interesa más bien captar sus singularidades en el marco de
relaciones locales e históricas más amplias.
Los saberes que supone la incorporación de tecnología al proceso productivo tienen lugar en el marco de
la unidad doméstica, la cual entendemos como una experiencia formativa en sí misma. “La unidad
doméstica como espacio formativo, asume un valor fundamental en la eficacia de las estrategias
reproductivas del campesinado y en los procesos de identificación laboral de sus agentes, ya que a partir
de ella se definen una serie de aspectos constitutivos del espacio social rural como son: el tipo de
vinculación con la tierra, la producción de la fuerza de trabajo necesaria, la circulación de los saberes
necesarios, de los instrumentos de trabajo, etc.” (Dacuña, 2013:20)
Asimismo, recuperamos la dimensión formativa de la incorporación de tecnología al proceso productivo,
haciendo énfasis en los espacios no escolarizados. Esta distinción es central en nuestro trabajo, ya que
estamos pensando en prácticas que, “sin desarrollarse exclusivamente en la escuela, educan y que, por
consiguiente, reclaman una categoría más amplia que dé cuenta de lo educativo como dimensión que
atraviesa las prácticas sociales y políticas” (Decándido, 2010)
7
Reconocemos la hegemonía de la institución escolar, pero nuestras preocupaciones tienen que ver más con
el aprendizaje en el contexto de la unidad doméstica procurando romper con “aquellas perspectivas que
definen los procesos de formación como simples actos de apropiación de saberes, en donde los agentes
son simple aprendices acopiadores de conocimientos, ya sea “descubierto” o “transmitido por otros, o
“experimentado en interacción” ” (Lave y Wenger, 1991)
Hacemos énfasis entonces en el imbricamiento entre el lo laboral - formativo, el universo de lo doméstico
y el productivo, y cómo la dinámica de sus relaciones incide en los procesos de clasificación social de los
agentes que pueblan el espacio social rural. Las experiencias formativas en la unidad doméstica refuerzan
el sistema de clasificación inscripto en el espacio social rural que define la posición de los jóvenes
productores en la división social (y sexual) del trabajo rural.
Los jóvenes productores del Médano de Oro se incorporan al trabajo a muy temprana edad a través de la
incorporación de un habitus agricultor que se da de la mano de las generaciones pasadas, de “estar” en el
campo, y de la incorporación de saberes prácticos y teóricos. Bourdieu plantea que “el habitus como
estructura estructurante o estructurada, introduce en las prácticas y pensamientos los esquemas prácticos
derivados de la incorporación (mediante el proceso histórico de socialización…) de estructuras sociales
resultantes del trabajo histórico de generaciones…” (Bourdieu, 1991: 85)
En los jóvenes productores del Médano de Oro la incorporación de los saberes del mundo del trabajo, que
permean sus trayectorias laborales y que les permitirá en un futuro desarrollar sus prácticas productivas,
forma parte de la socialización primaria, en otros términos, el mundo del trabajo forma parte del mundo
infantil.
Tratando de apartarnos de una mirada funcionalista, nuestras preguntas refieren al conjunto de experiencias
formativas, analizadas estas como parte del proceso de socialización. “La participación de los niños en la
producción familiar doméstica puede ser entendida como una experiencia formativa si los procesos de
socialización son concebidos como contextualmente situados, de manera que el aprendizaje se produce
mediante comunidades de práctica y participación periférica” (Padawer, 2009: 317). A diferencia del
concepto de socialización, internalización o transmisión, el concepto de participación periférica nos
permite entender la apropiación del aprendizaje como una práctica social de naturaleza conflictiva y
creativa, alejándonos de este modo de las miradas lineales y estereotipadas sobre la constitución de las
subjetividades.
8
Al desarrollar una actividad productiva que se comporta como el motor de la cotidianeidad, el trabajo
agrícola es naturalizado por los jóvenes, presentándose como su realidad por excelencia. En este contexto,
el aprendizaje de los saberes agrícolas en la unidad doméstica es práctico, no abstracto, ya que el mismo
se constituye en la misma experiencia de estar en el campo desde temprana edad, en un contacto cotidiano
con la producción agrícola, con sus labores culturales, con el proceso de trabajo y sus herramientas.
Coincidimos con Cragnolino cuando platea que “(…) los aprendices no son sujetos pasivos de una
inculcación sino más bien participantes activos
(lo cual no quiere decir que sean necesariamente
conscientes), ya que se apropian diferencialmente de los conocimientos necesarios para el manejo
predial”. (Cragnolino; 2011: 22)
En los primeros años de vida, el aprendizaje del oficio de chacarero se da como un “juego”, como
actividad lúdica, un entretenimiento, que implica un estar, un ver, una presencia corporal en el espacio que
involucra a los sentidos y sentimientos de los niños. En ese “juego” infantil es central el desempeño de las
prácticas vinculadas a las laborales agrícolas.
“Sí, yo he trabajado de chico, (…) iba a la finca, (…) con mis viejos, porque mis viejos han trabajado
toda la vida en el campo (…) y uno va aprendiendo como juego, pero uno va aprendiendo las distintas
tareas (…)” (Leonardo, 26 años)
El juego es una actividad social históricamente asociada a la niñez que luego se ha incorporado desde la
pedagogía como una estrategia educativa. Reconociendo los derechos universales de la infancia y la condena
social al trabajo infantil entendemos que, como explica Padawer (2009), la participación de los niños en la
producción familiar doméstica constituye una experiencia formativa si se la entiende como parte de procesos
de socialización donde el conocimiento proviene de la acción y reflexión en procesos contextualmente
situados.
Nos interesa hacer una distinción central entre la participación de los niños en las actividades productivas de
la unidad doméstica y el trabajo infantil. “La primera es condición para la transmisión de un patrimonio de
saberes y la construcción de sucesores en la actividad desarrollado por los adultos del grupo doméstico, y se
vincula con las expectativas de formación para la vida laboral de las unidades familiares, el segundo implica
la venta de la fuerza de trabajo y la consecuente extracción de un plusvalor por parte del adulto, situaciones de
riesgo y escasas o nulas situaciones de aprendizaje de un oficio o habilidades” (Padawer, 2010)
9
En la organización familiar del trabajo, los jóvenes llevan a cabo un conjunto de tareas que son estipuladas
por el jefe de familia, quien es el encargado de dirigir y organizar todo el proceso productivo. Los jóvenes
reconocen la posición que ocupa el padre en la conducción del predio familiar.
“(…) todos los productores jóvenes que vienen todos han sido porque han seguido la continuidad del
padre” (Elías, 25 años)
“Me dedico, en realidad, a lo que hace mi papá, en el campo.” (Juan Pablo, 22 años)
Con el inicio de cada jornada laboral el padre de familia distribuye las tareas del día en función del
momento del ciclo productivo en el que se encuentren. Las actividades efectuadas por los jóvenes son las
que se realizan cotidianamente en la chacra como son el riego, la cosecha, cargar y pesar la producción,
manejar del tractor, clasificar la mercadería, comprar los insumos, supervisar la mano de obra contratada,
asistir a reuniones, comercializar, entre otros.
En realidad en planificación no me da bola. Yo le digo che mira el año que viene hagamos así, así y así y
no me da bola. Es como que a él le gusta manejar sus cosas, a su manera ¿viste? En las cosas de
proyectarse a largo plazo, no me da mucha bola. (Alejandro, 26 años)
El jefe de familia es quien toma las decisiones sobre qué, cuándo y cómo producir, donde comercializar,
cuando y cuanto dinero invertir en insumos, a qué precio vender la producción. Los jóvenes se encargan
de tareas más bien operativas y con un menor grado de responsabilidad, es decir, son los ejecutores de las
directivas que cotidianamente reciben del jefe de familia.
Los aspectos que convierten al padre y/o abuelo en referente son principalmente todos aquellos que
refieren al “saber hacer agrícola”, es decir, a la experiencia y conocimientos que éstos conservan.
Alejandro, ingeniero agrónomo y productor en relación a los saberes agrícolas de su padre “(…) por la
propia experiencia. Ellos se fundamentan mucho en lo que les ha pasado, entonces por ahí hay cosas para
hacer para adelante y te dicen no, pero si a mí no me funcionó hace un tiempo y capaz que ese hace un
tiempo fue hace veinte años con otra economía, con otra visión, con otro punto de vista (…)” (Alejandro,
26 años)
La participación de los miembros en la división familiar del trabajo es diferencial según el sexo y la edad.
Los hombres generalmente asumen el rol protagónico en la conducción de las labores agrícolas y en el
ámbito comercial, mientras que las mujeres (esposas e hijas) cumplen un rol eminentemente reproductivo
10
que se desarrolla en el ámbito privado del hogar, colaborando, en épocas de trabajo intensivo, en las tareas
agrícolas.
Los jóvenes incorporan en la práctica laboral cotidiana una visión del trabajo agrícola como una actividad
netamente masculina. Este oficio se transmite por la vía masculina, (abuelo, padre, hijo) del que las
mujeres son excluidas.
“Y ya mi hermana digamos que… como que nació y como era mujer no iba mucho al trabajo del
campo…Si es distinto, ella más que nada se quedaba en la casa, toda la familia decidió que ella no
siguiera trabajando en el campo”(Jesús, 23 años)
El papel de la mujer responde a concepciones culturales y a las tradiciones propias del medio rural.
Arteaga Aguirre explica que “el concepto de división sexual del trabajo junto al desarrollo de la categoría
de género dan cuenta de las maneras en que las labores se asignan por sexo tanto a nivel familiar como
laboral. Esta distribución no es aleatoria, sino que responde a concepciones culturales que existen acerca
del deber ser del hombre y de la mujer. Esta situación se refleja en desigualdades a la hora de asignar
labores a los sexos, proceso en el cual generalmente las mujeres se encuentran en una posición
subordinada en cuanto se ubican en tareas que implican menor manejo de tecnología, menos cuota de
poder…” (Arteaga Aguirre citada por Servetto y Castilla, 2000: 24)
La vía de incorporación de tecnología a la unidad familiar es realizada por el joven ya que el padre delega
en su hijo las tareas de adquisición de nuevos conocimientos y técnicas productivas. Los jóvenes son los
que reconocen la necesidad de incorporar innovación tecnológica al trabajo en la chacra, lo que les
permite insertarse y adaptarse a las nuevas exigencias del mercado.
“Es re común, no soy yo nomás. Yo creo que es un tema de la experiencia personal… Por un lado, es
como la arrogancia de que ellos son más grandes, vienen como de una cultura más bien así, el más
grande siempre es el que ha mandado, el padre siempre ha mandado a los hijos, y como que en los
últimos años se ve esa revolución acá de que el hijo toma decisiones, el hijo quiere crecer, el hijo
quiere… antes era como que el papá mandaba y los hijos sí papá y justo estamos ahora en la revolución
de no, yo quiero hacer esto, yo quiero aplicar esto... la tecnología se hace sentir” (Alejandro, 26 años)
En la incorporación de tecnología aplicada a la producción es quizá donde se visualiza más claramente las
disputas entre generaciones por definir la posición en el espacio social rural. Como sostiene Rockwell
11
(2007), las dinámicas históricas de la cultura en espacios educativos como en otros dominios -parentesco,
asentamiento, trabajo, celebración, autoridad-, están sujetas a juegos y tramas de poder -legitimación,
dominación, resistencia, coerción-, e involucran tanto continuidades como rupturas a lo largo del tiempo.
“(…)Ellos se fundamentan mucho en lo que les ha pasado, entonces por ahí hay cosas para hacer para
adelante y te dicen no, pero si a mí no me funcionó hace un tiempo y capaz que ese hace un tiempo fue
hace veinte años con otra economía, con otra visión, con otro punto de vista y por ahí también nosotros
los pendejos pecamos de inexpertos, o sea, queremos cambiar demasiadas cosas rápido y no nos
adaptamos a que los cambios van siendo graduales”(Juan Pablo, 22)
La incorporación de prácticas innovadoras vinculadas a la producción agrícola se presenta como un
desafío en el sentido de que requiere el aprendizaje de nuevas destrezas que son conjugadas con los
saberes que son tradicionales en cada unidad doméstica. “(…) la apropiación y la participación periférica
permiten entender el proceso de aprendizaje compartiendo la naturaleza conflictiva de las prácticas
sociales, de manera que las relaciones entre aprendices y veteranos son partes de transformación social
acaecidos a nivel cotidiano” (Padawer, 2010)
“Sí, también por un tema de que la tecnología los ha pasado por arriba. Antes los tipos decían tengo una
enfermedad de planta y decían o no hacemos nada o llama al ingeniero para que vea y que se yo. Ahora
ves una enfermedad de planta y es che hijo ¿qué es esto? ¿y qué producto se aplica? Y apliquemos este
producto. Entonces hay gente grande que se está adaptando acompañándose con los hijos y gente que no,
que se pelea con los hijos, que se lleva mal, que les cuesta.” (Alejandro, 26 años)
En un trabajo sobre experiencias formativas en la infancia rural mbyá – guaraní, Padawer (2010) señala en
relación a la incorporación de nuevas prácticas productivas que no se trata solamente de ser capaz de
involucrarse en nuevas actividades, desarrollar nuevas tareas, dominar nuevos conocimientos, sino poder
establecer nuevas relaciones habilitadas por ese dominio, por las cuales el sujeto participa en la
producción y reproducción de las estructuras de las comunidades de prácticas en las que se ve
involucrado.
Los jóvenes productores brindan una mirada más innovadora a la actividad agrícola por lo que aparece
como una bisagra, como un agente intermediario entre lo tradicional (representado en la figura del padre)
y la innovación tecnológica. La incorporación de tecnología al agro y una administración empresarial de la
producción es el camino para ser competitivos y mantener sus productos en el mercado.
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“Encarar todas las fincas como empresas. Hay muy poca gente que te encara una finca como una
empresa… lo que le falta, administrar la plata de una manera más inteligente… las fincas… si fueran
empresas agropecuarias sería distinto. Las fincas tienen muchas falencias en la administración de la
finca…. Si vos lo encaras como una empresa podes crecer y te puede ir bien, pero en el mercado
capitalista. La Cristina quiere hacer que todos seamos socialistas pero no, nuestro país es capitalista, y
yo creo que es fuertemente capitalista y ahí jugamos nosotros” (Alejandro, 26 años)
4. Reflexiones Finales:
En esta ponencia reflejamos algunas inquietudes que se desprenden de nuestro trabajo de tesis doctoral.
En esta oportunidad nos centramos en las trayectorias laborales y las experiencias formativas de jóvenes
productores del Médano de Oro y su vinculación con la incorporación de tecnología al proceso
productivo.
Indagar las implicancias de la incorporación tecnológica al proceso productivo en las trayectorias
laborales y experiencias formativas tiene que ver con recuperar los sentidos y las prácticas relativas al
aprendizaje y a la dimensión laboral de la vida cotidiana de estos jóvenes en el marco de una historia
social y regional que las implica y que configura de una manera particular las estrategias de reproducción
y reconversión social.
La participación en las labores agrícolas desde temprana edad constituye una experiencia formativa si se la
entiende como parte de procesos de socialización donde los saberes apropiados provienen de la práctica en
procesos de aprendizaje contextualmente situados. La participación en la producción familiar es requisito
indispensable para asegurar la presencia de sucesores. La transmisión de un legado de saberes habilita la
reproducción de la unidad doméstica en el tiempo y se vincula con las expectativas de formación que
brindaran características específicas a las trayectorias laborales de estos jóvenes productores.
En el marco del nuevo escenario rural latinoamericano; fuertemente imbricado por la intensificación del
dominio del capital trasnacional, los jóvenes son visualizados como un actor estratégico para alcanzar el
“desarrollo”. La tecnificación progresiva del agro genera nuevas dinámicas productivas lo que se traduce
en la capacitación creciente de las juventudes rurales y la dotación de recursos técnicos con el objetivo de
aumentar la efectividad de los procesos agrícolas.
13
En el conjunto de prácticas desplegadas en la unidad doméstica, los jóvenes ocupan un rol preeminente en
la incorporación de tecnología; son los encargados de incorporar lo nuevo y así van otorgándole nuevos
matices a la actividad agrícola, sin desechar las prácticas productivas que son tradicionales a su familia.
Este proceso involucra continuidades y rupturas – reproducción y reconversión - ya que en la
incorporación de tecnología es quizá donde se visualiza más claramente las disputas entre generaciones
por definir la posición en el espacio social rural. En términos bourdianos, al interior del espacio social
rural de Médano de Oro, los procesos incorporación tecnológica a la producción se definen a partir de las
estructuras de relaciones de fuerza inscriptas en el espacio social global.
La incorporación de tecnología implica la presencia de disputas generacionales desde las cuales se
configuran los sistemas de clasificación, que definen y legitiman, en este caso, los ciclos biográficos de los
agentes y su posición en el espacio social rural. Los jóvenes medaneros visualizan la introducción
tecnológica como un valor específico que les otorga un capital especial que les permite mantenerse
competitivos dentro del marco de las exigencias que imprime el mercado global.
Los saberes técnicos forman parte del repertorio de destrezas que las nuevas generaciones de productores
deben incorporar. La incorporación de tecnología incide en la habilitación o no de los posibles itinerarios
de vida de jóvenes. Asimismo, la incorporación de tecnología posee eficiencia simbólica en sí misma al
permear las representaciones que estos jóvenes poseen sobre el futuro del espacio rural del Médano de
Oro y su posición en dicho espacio.
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15
7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTRO-OESTE
DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y Empleo
Título: “Expectativas laborales de jóvenes que reciben formación musical”.
Autores: Lic. Giménez Herrero Susana Shirley 1
Palabras Claves: trabajo - jóvenes – música – orquestas
Resumen
La presente ponencia forma parte del trabajo de investigación de una tesis de Maestría en
Psicología Social; en dicho estudio se indaga las expectativas laborales de los jóvenes que
poseen una formación musical de más de cinco años. Se busca conocer los modos de acceder a un
trabajo y más aún, en un sentido más profundo, captar cuáles son sus proyectos profesionales y
los factores que intervienen en el proceso de inserción laboral, ya que se reconoce el papel que
cumple el trabajo y la adquisición de competencias en el proceso de formación de una identidad
adulta. Las concepciones sobre el futuro laboral se desarrollan en un contexto socio histórico y
están influidas por las experiencias laborales propias y ajenas.
Las significaciones sobre las aspiraciones y expectativas juveniles futuras, se obtuvieron de 6
grupos focales realizados en Febrero del 2015. Las provincias argentinas representadas en la
muestra fueron: Jujuy, Salta, Chaco, Tucumán, Catamarca, Misiones, Corrientes, Entre Ríos,
Santa Fé, Córdoba, Buenos Aires y Chubut.
La importancia de analizar las percepciones acerca del futuro laboral es que éstas, en gran
medida, orientan las acciones y tomas de decisiones. En la proyección hacia su futuro laboral, los
1
Instituto de Investigaciones socioeconómicas (IISE) Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan (UNSJ)
susgimenezahoo.com.ar
jóvenes músicos manifiestan deseos de trabajar en y para la música. Esta actividad laboral se
caracteriza por una alta competencia y con trabajos desvalorizados. A pesar de esto, se proyectan
en el futuro con expectativas de continuar perfeccionándose en el ámbito de la música.
Reconocen que esta actividad les lleva muchos años de formación y advierten la distancia entre
la deseabilidad y la factibilidad para conseguir un buen trabajo en el ámbito de la música.
Working expectancies of youngsters who receive musical education.
This exposition is part of the thesis of investigation in Master of Social Psychology; in this study
we look into working experiences in youngsters who have had musical education for more than
five years. We want to know how they get a job; moreover, in a deeper sense we want to capture
which their professional projects are and the factors that are involved in the process of laboral
insertion.
The concepts about the working future are developed in a socio historical context and are
influenced by their own and other people´s working experiences. The meanings of youngsters
future expectations were obtained from six focus groups in February 2015. The Argentine
provinces represented in this sample were: Jujuy, Salta, Chaco, Tucumán, Catamarca, Misiones,
Corrientes, Entre Ríos, Santa Fé, Córdoba, Buenos Aires y Chubut. The importance of analyzing
the perceptions about the working future is that these guide youngsters actions and decisions.
When they project towards a working future, young musicians show they are eager to work in
and for music. This working activity is characterized by a high competition and poor value jobs.
Even though they project themselves in the future with a feeling of going on improving in music.
They recognize that this activity takes them many years of studies and they see a lot of distance
between what they want and what it really is at the moment of getting a good job in music.
Ponencia
La presente ponencia, surge de un trabajo de tesis de Maestría en Psicología Social 2. En ella, se
indaga las expectativas laborales de los jóvenes que poseen una formación musical de más de
cinco años. Se busca conocer los modos de acceder a un trabajo y más aún, en un sentido más
2
Tesis de Maestría en Psicología Social, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional de Cuyo. 2015 Tema: “La inserción
laboral de jóvenes formados en el Sistema de Orquestas Juveniles Argentina y sus expectativas laborales”.
profundo, captar cuáles son sus proyectos profesionales y los factores que intervienen en el
proceso de inserción laboral. Se toma la categoría “juventud” como objeto de análisis teniendo en
cuenta tres dimensiones: la juventud como una etapa de maduración, la etaria, y la juventud como
categoría social - cultural, considerando que no son categorías excluyentes.
Los aportes teóricos sobre el concepto de trabajo, giran alrededor de la centralidad o no de éste,
las capacidades y aptitudes necesarias para acceder a un trabajo, las formas no mercantiles de
trabajo, el trabajo asalariado y las consecuencias de esos cambios. Se toma para este estudio,
especialmente los aportes de Julio Neffa (2003) para quién el trabajo es una actividad coordinada
de hombres y mujeres, orientada hacia una finalidad específica: la producción de bienes y
servicios con una utilidad social. En este caso, es un servicio que posee un fin estético y de
esparcimiento. Para realizarlo se requiere la movilización del ser humano, es decir de su fuerza
física, de sus capacidades psíquicas (afectivas y relacionales) y cognitivas, así como la puesta en
práctica de las calificaciones, competencias profesionales y experiencias.
Resulta de interés el trabajo de los jóvenes músicos, ya que al revisar el estado del arte, se
advierte el impacto del modelo neoliberal también en este ámbito. Las transformaciones en el
ámbito laboral de los últimos 25 años, afectaron negativamente a los jóvenes más que a otros
grupos sociales (Abdala, 2002; Jacinto, 2005; Salvia, 2004). Son los jóvenes los que participan
con mayor intensidad de las nuevas reglas de juego, al momento de insertarse laboralmente. Se
sabe que este modelo impactó fuertemente en el plano social, cultural, económico y educativo,
generando dificultades al momento de inserción profesional, en este caso, de los músicos jóvenes.
La OIT dedica un apartado especial para analizar la participación juvenil en el mercado laboral y
en éste menciona que: “Los jóvenes continúan integrando el grupo etario con mayores problemas
de empleo, tanto por sus altos niveles de desempleo, que superan en 2.25 veces la tasa de
desempleo total y en 3.18 veces la tasa de desempleo de los adultos, como porque una parte
importante de ellos se encuentran en el empleo informal. Además, un período de desempleo
prolongado para los jóvenes puede conducir al desaliento con los consiguientes efectos negativos
en sus competencias y experiencia laboral. En los países donde aumentó el desempleo de los
jóvenes y de los adultos (Argentina, República Dominicana y Uruguay), se aprecia que la
desocupación juvenil se incrementó en mayor medida que la adulta” 3
3
Panorama laboral 2013 OIT América Latina y el Caribe Pág. 30
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/documents/publication/wcms_232760.pdf
Se indaga sobre las expectativas y aspiraciones laborales a partir del análisis cualitativo de 6
grupos focales realizados en Febrero del 2015 en el marco de un festival en el que se convocaron
más de 150 jóvenes músicos de Argentina para recibir capacitaciones instrumentales y orquestales,
durante 10 días en la ciudad de Chascomús. Las provincias argentinas representadas en la muestra
fueron: Jujuy, Salta, Chaco, Tucumán, Catamarca, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Santa Fé,
Córdoba, Buenos Aires y Chubut. En una primera instancia fue necesario el conocimiento del
grupo de jóvenes, conocer su espacio físico, sus hábitos y sus actividades cotidianas, esto facilitó el
diálogo y la apertura necesaria para posteriormente realizar el relevamiento de datos.
La técnica de los grupos focales, se encontró como la más indicada ya que permitió captar el
fenómeno de estudio en forma global, teniendo la posibilidad de investigar las respuestas
recurrentes y las atípicas, comprender las interacciones entre los individuos y familiarizarse con
el contexto. La muestra, (Angurra, 1995) se escogió intencionalmente y sin pretender generalizar
sus resultados. Se privilegió el uso de esta técnica ya que resultó fundamental para la
comprensión cualitativa de lo estudiado desde las narrativas de los actores sociales.
Perfil de la muestra
Variables
Edad
Nivel Educativo
de 15 a 19
18
de 20 a 30
18
Secundario
8
incompleto
Secundario
13
completo
Terciario
incompleto
Terciario
completo
1
Universitario
13
incompleto
Universitario
1
completo
Trabajan actualmente
Sexo
Si
18
No
15
N/C
3
Mujeres
14
Varones
22
Se aborda a partir del análisis de lo expresado en los grupos focales, los diversos significados
que los jóvenes construyen en relación al trabajo, al trabajo como músico y al trabajo deseado.
Estas significaciones, se modifican o se refuerzan a partir de las experiencias propias y ajenas,
tanto presentes como pasadas. Estas concepciones sobre el futuro laboral se desarrollan en un
contexto socio histórico determinado y están influidas por sus marcos ideológicos y valorativos,
que dan contenido a sus ideales y proyectos. Significaciones que se encuentran en correlación con
sus intereses personales y con las características del mercado laboral en el que se encuentran
inmersos. Así, la concepciones sobre un futuro posible, se inscriben dentro de sus trayectorias
académicas, se nutren de sus propias experiencias laborales y la de aquellas personas
significativas que comparten su espacio social, en una claro encadenamiento de tiempos entre
experiencias pasadas, presentes y proyecciones futuras. La importancia de analizar sus
significaciones acerca del futuro laboral es que éstas, en gran medida, orientan las acciones y
tomas de decisiones. Se analiza lo expresado por los jóvenes en término de tensiones, que dan
lugar a dilemas que resolver. En ocasiones los jóvenes, encuentran los mecanismos para disipar
estos términos que se presentan como antagónicos, en otros casos, se visualizan como
excluyentes.
Tensión 1: exclusividad en la música o plan B.
Se toma en consideración que estos jóvenes posean una formación musical formal o informal de
más de 5 años y se parte del supuesto que por este motivo, estos jóvenes tienen un proyecto de
vida medianamente definido. Es posible que su formación musical facilite la elaboración de una
toma de conciencia de sus posibilidades, aptitudes y el descubrimiento de valores que les gustaría
desarrollar. Es probable también que cuanto más alto es el nivel de formación y de aptitudes
musicales, mayor es la probabilidad de que prefiera escoger aquella ocupación como proyecto de
vida, debido a que se sienten más motivados.
Es entre los 15 y 21 años aproximadamente, (Bohoslavky, 1977) cuando surgen los interrogantes
frente a la elección profesional-laboral, se delinean de forma más clara las preguntas relacionadas
al acceso al mundo adulto en términos ocupacionales. El estudio y el trabajo son entendidos
como medio y forma de acceder a papeles sociales de adulto, y cuando esto ocurre, se dice desde
una perspectiva psicológica, que el individuo alcanzó su identidad ocupacional.
Siguiendo a Bohoslavky, la identidad ocupacional es la auto-percepción, por un periodo de
tiempo, de papeles ocupacionales. La profesión es el conjunto de expectativas que están
depositadas en ese rol y la elección de ésta no se definirá a partir de “dentro” ni de “fuera”, sino a
través de su interacción. A partir de esto, se espera que los jóvenes que tienen una fuerte
motivación por el estudio de la música tengan también una identidad ocupacional ligada a esa
formación y que por esto pretendan una inserción laboral en ese ámbito.
Todos los que estamos en una orquesta queremos dedicarnos a eso. (Focus 3: A: mujer,
Corrientes, 18 años).
Y básicamente, por suerte yo ya estoy tratando de encaminarme en esa dirección, tocar para
vivir y vivir para tocar. (Focus 4: A: mujer, Santa Fé, 24 años).
Yo también tengo un título terciario en el conservatorio y pienso trabajar en eso. (Focus 5: D,
mujer, Tandil, 25 años).
Pensé otras carreras pero te lleva mucho tiempo la música por ahora me gustaría trabajar en la
música. Empecé a los 9 años y tengo 24. Hice toda mi secundaria, toda mi vida fue basada en la
música. (Focus 5: G, mujer, La Plata, 20 años).
Para mí la música siempre fue un hobby que se salió de control y no estoy seguro la verdad
como voy a seguir. Pero me imagino que si sigo otra carrera igual voy a seguir con el violín al
lado mío. Siempre me gustaron los aviones, la aeronáutica. El futuro es estudiar mucho, ser muy
bueno y que se te dé la oportunidad, prefiero tener un plan B. (Focus 1, varón B, Chaco, 16 años)
Yo que estoy en el último año de mi colegio, siempre tengo un plan B por si las dudas, por
ejemplo estudiar ingeniería en sistema o una cosa así por si no me va bien. (Focus 4: B, varón,
Chaco, 17 años).
Yo estoy inscripto en comunicación social, estoy cursando esa carrera, siempre como plan B, por
si el tema de la música no llega a funcionar. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Si podemos trabajar en y con la música mejor. (Focus 5: C, mujer, Berisso, 20 años).
Yo me quedé pensando en el Plan B. Yo creo que la música hay que pensarla como un único
plan, porque si estás pensando que te va a ir mal lo más probable es que fracases, entonces hay
que dedicarse enteramente a esto. (Focus 5: F, varón, La Plata, 31 años).
En la música más que nada, darle el mayor tiempo posible. (Focus 6: C, varón, Misiones, 15
años).
Tensión 2: desvalorización de la tarea del músico y mucha exigencia en su formación.
Los jóvenes reciben influencias y expectativas de sus familias, amigos y de los medios de
comunicación que, por momentos, influyen en sus elecciones ocupacionales. La inserción laboral,
entendida como proceso y más tarde el trabajo como actividad, es una fuente de identidad y
reconocimiento social, tiene un importante carácter simbólico como principio legitimador para
los jóvenes. Influye significativamente en la definición de sí mismo. De esto dan cuenta las
siguientes frases.
Cuando elegí música, lo primero que dijo toda mi familia es: - “te vas a morir de hambre”. Fue
el primer comentario siempre - “te vas a morir de hambre”. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Y que para los demás no sea: - Qué estudias? Música. - Ah y qué más? Como que no es nada lo
que estudiás. (Focus 4: A: mujer, Santa Fé, 24 años).
Como que se desvaloriza mucho la carrera por ser meramente artística cuando en realidad,
justamente por ser artística, si bien tiene una parte que es muy libre o de otra índole que las
carreras tradicionales, lo que tiene justamente es la misma cantidad de trabajo duro por detrás.
(Focus 4: C, mujer, Chaco, 18 años).
Lo que sería como una utopía es eliminar el prejuicio este justamente…, porque muchos dicen: Ahh, ustedes no trabajan, cobran para no hacer nada …Y no, son años de estudio, años de
sacrificio y de trabajo duro para lograr la tarea. (Focus 4: A: mujer, Santa Fé, 24 años).
Yo creo que lo que la Argentina tiene que hacer, es valorar a sus músicos. Hay muchos grandes
músicos internacionales, mundialmente conocidos, argentinos que han sido valorados en Europa
o en EE UU, por ejemplo tenemos a Sol Gabetta, cordobesa, una de las mejores violonchelistas
del mundo y no puede volver a la Argentina porque -con qué va a vivir?, no puede darse el lujo
de vivir con la música. Y yo creo que muchos de nosotros nos planteamos eso, si el día de
mañana tenemos la oportunidad de ir a trabajar a otro país, si realmente volveríamos o no.
(Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Tensión 3: trabajar como músico, entre lo deseado y lo posible. Perspectiva de resolución:
políticas culturales en Argentina
En la proyección hacia su futuro laboral, los jóvenes evidencian una relación entre lo imaginado
y los caminos para hacerlo posible, en términos de recursos y condiciones objetivas. En este
sentido, la deseabilidad y la factibilidad encuentran difíciles caminos de encuentro, cuando no
situaciones de franca contradicción.
Allá en Misiones, por ejemplo, hay gente que viene desde Iguazú, que es una ciudad muy lejos
de Capital, y vienen de lunes a viernes y luego se van porque no hay trabajo en el lugar de donde
ellos son. (Focus 6: C, varón, Misiones, 15 años).
Yo me siento una afortunada de a poco ir consiguiendo poder trabajar en esto. Pero conozco
muchísimos amigos que son tremendos músicos, tremendas personas, pero no logran encontrar
trabajo en esto. (Focus 4: C, mujer, Chaco, 18 años).
Hay que ser realista, uno puede ser un gran flautista u oboísta pero lamentablemente en
Argentina no hay un nivel cultural artístico que se valore. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Poder tener una vida musical y mejorar la cultura, la cultura de la Argentina, la cultura musical
argentina para que todos los músicos podamos tener un trabajo digno. (Focus 4: D, varón, Salta,
20 años).
Tensión 4: dificultad para estudiar y trabajar. Perspectiva de resolución: necesidad de
moratoria.
Se considera a la inserción sociolaboral, la obtención de un trabajo, como unos de los momentos
más destacados para que el joven comience su tránsito hacia la adultez. Si bien, para muchos se
abre un compás de espera cada vez más amplio producto del alargamiento del proceso de
escolarización y del desempleo, para otros este tiempo de “moratoria social”, no siempre se da.
Para ellos es imperiosa la necesidad de aporte económico en su grupo familiar.
Creo que en mi provincia es por ahí es un poco limitado el trabajo, no hay mucho trabajo para
estudiantes sobre todo, es escaso. U ocho horas o nada, son trabajos que no te permiten
trabajar y estudiar. (Focus 3: C: varón, Corrientes, 20 años).
Yo pienso que llevar a cabo para un estudiante el estudio y el trabajo no es una tarea fácil. Si
bien existen los casos en que los papás los mantienen a los chicos mientras trabajan y estudian,
que sería lo ideal y que no ha todos nos pasa, pero sí podes tener alternativas siempre que
tengas una base de un estudio o sepas hacer algo bien, podés administrar tu tiempo para
estudiar y trabajar al mismo tiempo. (Focus 3: F: varón, Corrientes, 22 años).
Yo cuando sea grande no voy a vivir de tocar en casamientos. Por eso yo no trabajo y no me
metería a trabajar en nada ahora porque quiero seguir estudiando. Una vez que yo empiece a
trabajar, de alguna manera me estoy estancando también. (Focus 3: B: mujer, Corrientes, 18
años).
Yo trabajé un año en una orquesta. Fui contratado y la experiencia estuvo buena. Es un trabajo,
tenés que cumplir con los horarios, los ensayos, los conciertos que son por temporadas pero es
muy difícil tener un tiempo para vos, para dedicarte a mejorar con tu instrumento. Ya no tenés
tiempo porque tenés que cumplir horarios o enseñar de vez en cuando… (Focus 3: C: varón,
Corrientes, 20 años).
Yo tengo la suerte de que mis padres pueden mantenerme y que me apoyan en esto que me gusta.
Obviamente no todos los chicos tienen esa suerte pero justamente por eso, quiero aprovechar y
avanzar. (Focus 3: A: mujer, Corrientes, 18 años).
Tensión 5: la realización personal y el dinero.
La posibilidad de dar lugar a la gratificación personal y la necesidad de un sustento para vivir,
articulan una de las tensiones subjetivas más notorias. La duda se produce porque a la actividad
que se hace por gusto, le falta el otro componente que es básico en la definición del trabajo: su
función como medio de reproducción y supervivencia.
Para Dominique Méda (1995) el trabajo, además de ser un medio para aportar un ingreso, ordena
la vida de las personas, permite la conformación de redes sociales fuera de la familia, y
proporciona una identidad social.
La actividad laboral, para la mayoría de estos jóvenes, no necesariamente consiste en una
actividad exclusivamente instrumental, sino que puede tener en ella misma, su propio fin.
Aquí en Argentina yo por experiencia de mis profesores y de gente que conozco, para poder
vivir un músico y para poder mantener a su familia, tiene que tener tres trabajos. Tocar en una
orquesta, ser profesor aquí y ser profesor en otro lado. Y cuando uno mucho abarca, poco
aprieta. Se cansan de trabajar aquí y allá y no rinden. (Focus 4: B, varón, Chaco, 17 años).
Yo pienso que al margen de la retribución económica, creo que tiene que haber una retribución
más personal. Yo prefiero hacer lo que me gusta porque creo que gano más, al margen de lo
económico. Ponele que no gane tanto económicamente como haciendo otra cosa, pero gano más
para mí. (Focus 3: C: varón, Corrientes, 20 años).
Para mí ambas cosas. Uno busca un trabajo para solucionar cuestiones económicas pero
también sería lo ideal hacer lo que te gusta. (Focus 3: F: varón, Corrientes, 22 años).
Y si tenés la oportunidad de trabajar en lo que te gusta y vivir de eso y encima crecer como
persona y estar en el ámbito que te gusta, sería el trabajo ideal. (Focus 3: D: varón, Chubut, 19
años).
Es claramente la autorealización y la gratificación personal, lo que prevalece en sus expresiones:
“satisfacción”, “sentirse bien”, “me gusta”, “placer”, “disfrute”. Se inscribe en una
temporalidad: “toda tu vida”, “todos los días”, “pasan los días”, “futuro”.
En este sentido, desempeñar un trabajo proporcionaría a los jóvenes satisfacción personal,
bienestar, independencia, libertad, posibilidad de capacitación, progreso, dignidad; condiciones
que contribuyen a gestar la autorrealización del joven.
Un buen trabajo, sea en la música o no, pero te tiene que gustar y estar cómodo porque es algo
que vas a hacer toda tu vida, no es un pasatiempo nomás. (Focus 1, varón A, Chaco, 16 años)
Algo que no sea tedioso de hacer, es algo que tenés que hacer todos los días, no tiene sentido
simplemente pasar los días soportando algo. (Focus1, mujer D Tucumán, 17 años)
Algo que no sea una obligación sino que a mí me guste. (Focus 1, mujer F, Tucumán, Yerba
Buena, 20 años)
Hay una frase que me dijo una vez un maestro: “Trabaja en lo que te guste y no trabajarás
nunca más” Para mí el trabajo tiene que ser algo que te apasione sino vas a ser un esclavo.
(Focus 2: H: Varón, Misiones, 19 años).
Un lugar donde te sientas cómoda haciendo algo que te gusta, me parece. Por eso creo que elegí
la música, por el hecho de que mi trabajo sería estar en una orquesta y tocar, que es lo que me
gusta. Espero que se dé. (Focus 3: A: mujer, Corrientes, 18 años).
Es saber qué es lo que te gusta y encaminarte a eso. No es lindo trabajar en algo que no te
gusta. (Focus 5: I, varón, Berisso, 22 años).
Tensión 6: como músico, mucha competencia y poca oferta laboral.
Se suma a la poca oferta de puestos de trabajo, la subutilización de su formación ya que acceden
a trabajos para los que están sobrecalificados. Ya se ha mencionado que es en el grupo de jóvenes
el sector donde han impactado con mayor fuerza la desocupación, subocupación y los trabajos
precarios.
Me gustaría tener un trabajo fijo, pienso que ser violinista y trabajar de eso es difícil porque hay
muchísimos y hay que ser muy bueno. (Focus 1, varón B, Chaco, 16 años)
Somos muchos, hay mucha competencia y es un trabajo muy duro. Yo considero que es una de
las carreras más difíciles. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Por ahí aspirar a conseguir un trabajo en una orquesta profesional es más complicado porque
cada vez hay más nivel, se va avanzando en las técnicas y demás. Para ciertos puestos de trabajo
es más difícil. Por ejemplo para trabajar tocando. Por lo menos en algunos instrumentos como el
violonchelo… el último concurso que hubo en el teatro argentino, fueron 30 personas para 5
puestos. (Focus 5: B, varón, La Plata, 23 años).
En violín también lo mismo. En diciembre había 28 para 8 puestos. Sí, hay mucha competencia.
(Focus 5: A, mujer, Capital, 18 años).
Tensión 7: las oportunidades laborales para los músicos en argentina, ¿pocas o muchas?
En mi lugar, en Santa Fé, no hay muchos proyectos de orquesta. (Focus 4: A: mujer, Santa Fé,
24 años).
Pero en Argentina, el gobierno tendría que empezar a ayudar y no dejar que los músicos se
vayan. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Yo creo que ahora hay más, con todo esto de las escuelas orquestas me parece que hay más.
(Focus 5: C, mujer, Berisso, 20 años).
Yo creo que cada vez hay menos. Yo creo que al contrario. Veo más complicado el trabajo ahora
para varios. (Focus 5: G, mujer, La Plata, 20 años).
Yo creo que depende mucho de las provincias. Hay lugares donde hay más lugar para trabajar
pero hay más competencia. Y por ejemplo en el caso de las orquestas escuelas, que además son
una fuente de trabajo, hay lugares donde no están. Por ejemplo en la provincia de Bs As, la cosa
funciona. (Focus 5: F, varón, La Plata, 31 años).
Por ejemplo en Tandil no hay. Yo tomo clases particulares y con eso armé un ensamble, por eso
creo que las oportunidades están también en cuánto uno busque. (Focus 5: D, mujer, Tandil, 25
años).
Yo pienso que Argentina tiene buenas convocatorias musicales, tiene Iguazú en concierto, en el
Luna Park también se juntan una vez al año muchos chicos a tocar y Soijar (red) que está
promocionando todo esto y es un buen apoyo para todos. También el IUNA está haciendo un
convenio para en dos años sacar el título de viola, son cinco materias nomás y eso nos facilita la
vida a muchos. (Focus 1, varón B, Chaco, 16 años)
Yo creo que eso se hace de a poco….Argentina va creciendo de a poco. Cuando yo era chico no
había orquestas sinfónicas y ni se sabía. Y en mi provincia actualmente hay una orquesta
sinfónica y tenemos 10 orquestas infantiles. Es un orgullo poder decir que va creciendo de
apoco. Estaría bueno que vaya creciendo un poquito más. (Focus 4: D, varón, Salta, 20 años).
Yo pienso que han aumentado las posibilidades en los últimos tiempos, yo lo pienso así, sobre
todo yo que soy del interior, de Catamarca, pero como dice José que hay oportunidades y hay
que tener responsabilidad ciudadana, nadie te va a regalar nada. (Focus 2: C: Varón, Catamarca
28 años).
Igual yo veo ahora mayor fomento en lo que hace a la cultura y a la educación musical. En los
últimos años es increíble como vos vas a un lugar y tiene su orquestita. (Focus 4: A: mujer, Santa
Fé, 24 años).
A modo de síntesis: En ocasiones no se reconoce la falta de oportunidades laborales para los
jóvenes, la precarización de sus trabajos e incluso se los señala como únicos responsables de su
formación y posterior inserción laboral. Escuchar sus voces y sus significaciones sobre estos
temas, permite desde sus propias miradas, comprender sus desafíos, sus luchas, sus expectativas.
En este contexto de alta competencia, poca oferta laboral y precariedad, ellos manifiestan
observar fuertes diferencias regionales en cuanto a la posibilidad de oferta laboral en el ámbito de
la música y resulta menos amenazante en tanto y en cuanto, puedan acceder a mejor formación,
adquisición de habilidades y las destrezas necesarias para enfrentarlo.
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7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa Nº 1 Trabajo y empleo
Trayectorias laborales juveniles: experiencia de abordaje metodológico
Autoras: Landini, María Luisa Castilla, Alejandra María 1
Palabras claves: Jóvenes sanjuaninos– Trayectorias Laborales – Abordaje metodológico
Resumen
En esta ponencia nos proponemos presentar la metodología utilizada en el estudio de las trayectorias
laborales de jóvenes urbanos y rurales, de entre 18 y 30 años de sectores populares, de la provincia de
San Juan, desarrollada en el período 2011 - 2013. Planteamos la investigación articulando los
conceptos de juventud y trayectorias laborales y aplicando una estrategia metodológica cuanticualitativa. En una primera instancia realizamos un estudio de tipo cuantitativo con una muestra
casual integrada por 569 casos. El tratamiento de los datos obtenidos mediante una encuesta fue
realizado con el programa informático SPSS. El análisis de las trayectorias juveniles se realizó
mediante la construcción de Clusters, tomando en cuenta la cantidad de trabajos o empleos que habían
d tenido los jóvenes desde la primera inserción al mercado laboral, las ramas de actividad y las
condiciones laborales que poseían los jóvenes en cada uno de sus trabajo o empleos. En una segunda
instancia adoptamos una estrategia cualitativa, que nos permitiría captar la heterogeneidad presente en
el proceso de inserción de los jóvenes sanjuaninos y de sus recorridos laborales. En esta instancia
construimos una muestra intencional, seleccionamos casos de cada uno de los clusters. Buscamos a
su vez recoger y analizar información acerca del contexto, el pasado, la situación actual y las
proyecciones de los entrevistados a futuro.
1
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas - Facultad de Ciencias Sociales-Universidad
Nacional de San [email protected] - [email protected]
7th Meeting of Social Sciences of the West-Center Region and 4th interational with the
4th Region of the Republic of Chile.
Group N° 1: Work and employment.
Youngsters working experiences: methodological approach.
Landini, María Luisa; Castilla Alejandra María.i
In this lecture we present the methodology used in the study of urban and rural youngsters working
experiences, between 18 and 30 years old from popular areas, in San Juan between ii2011-2013.
We propose an investigation linking the concepts of youth and working experiences, applying a
qualitative –quantitative methodological strategy. In the first instance we did a quantitative study with
a casual sample made up by 569 cases. The treatment of the data obtained through a poll, was done
through a computer program called SPSS. The analysis of the youngsters experiences was done
through the construction of clusters, taking into account the amount of jobs or employments
people have had since they had their first job, the branches of activity and the working conditions they
had in each of the jobs or employments. In the second instance we adopted a qualitative strategy,
which let us see the heterogeneity present in the process of insertion of youngsters from San Juan and
their working experiences. In this instance we built an intentional sample and selected cases from each
of the clusters. We also looked for and analyzed information from the context, the past, the present
situation and the interviewed future expectancies.
Ponencia
La inserción laboral de los jóvenes en nuestro país ha resultado ser desde hace dos décadas una
problemática interesante de abordar. Como resultado de las transformaciones ocurridas en el país a
partir de la década del 70 y de la aplicación del modelo político económico neoliberal en los 90, se
han profundizado las mutaciones en el ámbito laboral. La crisis político-económica de los años 20002001 impactó en forma dramática en el conjunto de la estructura social, afectando especialmente a las
clases medias y bajas y, dentro de ellas, al sector juvenil. Desde entonces y paradójicamente para los
jóvenes la búsqueda de un empleo se ha transformado en “un trabajo”. No obstante la recuperación
económica de la post-convertibilidad y el incremento de la actividad económica en la última década,
la realidad laboral de los jóvenes trabajadores sigue siendo crítica dada su precariedad.
Aquellos tradicionales modos de ingresar al mercado laboral a través del pasaje de la educación al
empleo, han sido reemplazados por una proliferación de transiciones, de pasajes del empleo al
desempleo, y viceversa, del empleo a la inactividad, y aún de un empleo a otro empleo en diferentes
condiciones y niveles de precariedad. La inserción laboral juvenil no remite ya a un “estado”, a un
“momento”, sino a “un largo y complejo proceso hacia un empleo estable, si es que finalmente éste
llega” (Jacinto, 2007).
En los estudios sobre juventud y trabajo, el concepto de trayectoria laboral resulta ser una interesante
categoría teórica-metodológica. La potencia de la noción de trayectoria radica en que permite la
interpretación de los fenómenos socio-laborales a lo largo del tiempo y los efectos que tales procesos
generan sobre las relaciones laborales y las condiciones de vida individuales. A su vez este concepto
remite a la articulación interdependiente entre condiciones estructurales y decisiones individuales.
(Frassa y Muñiz Terra, 2004).
El análisis de trayectorias nos impone necesariamente una mirada diacrónica de la problemática
laboral juvenil pues como sostiene Milton Santos (2000) “lo que hoy parece un resultado, también es
un proceso; y actualmente un resultado es, así mismo, un proceso que mañana se convertirá en
situación. El proceso es un devenir permanente. Sólo si pudiéramos detener la historia podríamos
estar en un estado, en una situación permanente. Toda situación es, desde el punto de vista estático,
un resultado, y desde el punto de vista dinámico, un proceso. En cambio, en una situación de
movimiento, los actores no tienen el mismo ritmo. Por lo tanto si tomamos apenas un momento,
perdemos la noción de totalidad del movimiento”.
A su vez el estudio de trayectorias laborales implica un proceso que por la simultaneidad de factores
en juego, tales como aspectos individuales y del entorno familiar del sujeto, dimensiones relacionadas
al contexto socio-histórico e institucional, y la temporalidad que permea todos los acontecimientos y
situaciones, exige dosis de creatividad y complementariedad de metodologías; todo ello con vistas a
superar las limitaciones de una imagen “instantánea de la realidad”.
En esta presentación nos proponemos dar cuenta de las estrategias metodológicas empleadas en el
estudio de las trayectorias laborales de jóvenes sanjuaninos, de sectores populares de 18 a 30 años de
edad, residentes en zonas urbanas y rurales.Como equipo venimos desarrollando esta línea de
investigación desde el año 2008 hasta la actualidad, a través de los proyectos: “Los jóvenes del
campo y la ciudad: sus prácticas y trayectorias laborales”; “Transición a la vida adulta: las trayectorias
laborales de jóvenes sanjuaninos”; y “Representaciones y significaciones sobre el trabajo desde la
perspectiva de jóvenes sanjuaninos”.
En una primera instancia realizamos una aproximación a la problemática, mediante la descripción de
la situación laboral de los jóvenes y de sus itinerarios, los que se extienden desde sus primeras
inserciones en el mercado laboral hasta el momento de realización del trabajo de campo. En el
segundo proyecto nos centramos específicamente en estudio de las trayectorias laborales juveniles. En
el proyecto actual abordamos la dimensión subjetiva del trabajo con vistas a comprender las miradas y
significaciones que los jóvenes construyen acerca de sus experiencias e historias laborales.
Los supuestos epistemológicos presentes en nuestras investigaciones y que sustentan el abordaje
metodológico utilizado pueden sintetizarse de la siguiente manera: nos posicionamos en el paradigma
interpretativo lo que implica reconocer una estrecha vinculación entre aquello que se conoce y el
modo de conocer; entender que el conocimiento resulta de una coproducción entre el investigador y
los sujetos investigados; pensar que ambos son productores del sentido que orientan sus acciones.
El primer proyecto
Para alcanzar el objetivo general que nos planteamos en el proyecto inicial, esto es “conocer la
relación de los jóvenes, urbanos y rurales, con el mundo del trabajo a partir del análisis de sus
prácticas y trayectorias laborales”, adoptamos una estrategia de investigación cualitativa ya que la
misma nos permitiría vincularnos más estrechamente con el mundo juvenil al acceder a la
comprensión de sus contextos específicos y globales, y a sus historias personales. A su vez nos
posibilitaba apreciar la diversidad existente al interior de este sector.
Bajo el supuesto de que el lugar de residencia marca profundamente la experiencia de los jóvenes,
incluimos en nuestra unidad espacial, contextos urbanos y rurales, incluyendo entre los primeros al
Gran San Juan y entre los segundos a departamentos con diferentes perfiles productivos.
La
población bajo estudio estuvo conformada por jóvenes, de ambos sexos, insertos en el mercado de
trabajo y desocupados.
No obstante haber planteado, en principio, una estrategia eminentemente cualitativa, la misma se
modificó, a pocos meses de iniciada la investigación, girando hacia una de tipo cuanti-cualitativo.
Dicha decisión estuvo impulsada por la oportunidad de aplicar una encuesta a jóvenes de ambos
sexos, oriundos de diferentes departamentos de la Provincia, que confluyeron en la ciudad capital
convocados por la Dirección de la Juventud del Gobierno de la Provincia para la realización de un
curso de capacitación política. Este giro metodológico nos permitiría caracterizar extensivamente la
realidad laboral de los jóvenes.
En un primer momento se encuestaron a 300 jóvenes, muestra intencional y casual. Luego, con el
propósito de alcanzar una mayor representatividad por departamentos de residencia, sexo e intervalos
de edad, se realizaron nuevas encuestas hasta alcanzar una muestra de 569, al igual que en la
anteriores esta nueva muestra fue de tipo intencional y casual.
La encuesta se realizó mediante un cuestionario estructurado, con cincuenta y dos preguntas cerradas y
dos preguntas abiertas. Las principales variables fueron: datos de base, nivel educativo y situación
laboral de los padres, nivel educativo alcanzado y situación laboral actual de los jóvenes; número de
trabajos desempeñados desde sus inicios en el mercado laboral hasta el momento de la encuesta;
características de las diferentes ocupaciones: calificación, jerarquía, condición laboral, duración de los
empleos; periodos de inactividad laboral. Finalmente, a través de las preguntas abiertas se realizó una
primera aproximación al estudio de las percepciones de los jóvenes respecto a sus experiencias
laborales, indagando acerca de las ideas o imágenes que asociaban al concepto “trabajo” y “buen
trabajo.
El abordaje cuantitativo nos permitió caracterizar extensivamente
la situación ocupacional que
presentaban los jóvenes al momento de la encuesta; conocer su distribución por edad, sexo, nivel de
instrucción, nivel educativo y ocupación de los padres, edad del primer trabajo, cantidad de trabajos
que habían desarrollado desde el momento de su ingreso al mercado laboral hasta el momento de la
encuesta, rama de actividad, características y condiciones laborales. Luego procedimos a efectuar
algunos cruces entre las variables de base y aquellas referidas exclusivamente al trabajo.
Posteriormente procedimos a realizar un análisis de tipo longitudinal tomando como unidades de
análisis a las trayectorias laborales de los jóvenes, las cuales caracterizamos por cantidad de trabajos o
empleos y por sus principales características: rama de actividad, jerarquía ocupacional, calificación y
condición laboral. El tratamiento de los recorridos laborales y la revisión de las variables se efectuó
a partir de la utilización del sistema estadístico SPSS (Statistical Package for Social Science),
resultado tres agrupaciones o clusters, identificados como A, B y C.
El cluster A agrupaba a 228 jóvenes que habían tenido de cuatro a diez trabajos y que se encontraban
insertos en el mercado; el cluster B comprendía a 62 jóvenes que habían desempeñado cuatro
ocupaciones y que no trabajaban en ese momento; el cluster C reunía a 56 casos que habían tenido
hasta tres empleos y estaban trabajando al momento de ser encuestados. Los itinerarios del grupo A,
fueron denominados “trayectorias densas” y los dos grupos restantes, “Trayectorias fluidas”.
El examen posterior se focalizó en las trayectorias densas, resultando de ello itinerarios: en los que
predominaban ocupaciones en servicios varios y actividades agropecuarias, por un lado; e itinerarios
con prevalencia del sector comercio, por otro. Con relación a la condición laboral, encontramos un
predominio de trayectorias conformadas por trabajos no registrados, “empleos en negro”.
En relación a la calificación ocupacional -referida a la complejidad de las acciones desplegadas en el
proceso de trabajo-, se perfilaron dos pautas en los recorridos: aquella que combinaba trabajos con
calificación operativa, y no calificados; y otra conformada íntegramente por trabajos no calificados.
El análisis de la información obtenida a partir de las preguntas abiertas contenidas en la encuesta nos
permitió una aproximación a las imágenes, opiniones, creencias y valoraciones de los jóvenes sobre el
significado del concepto de “trabajo” y “buen trabajo”.
El segundo proyecto
En el segundo proyecto nos centramos en el estudio en profundidad de las trayectorias laborales
juveniles buscando captar la heterogeneidad presente en el proceso de inserción y en sus recorridos; la
incidencia del contexto, el pasado laboral, la situación actual y las proyecciones de los entrevistados a
futuro.
En esta instancia, las unidades de observación fueron jóvenes urbanos, mujeres y varones de 25 a 30
años, residentes en el Gran San Juan e insertos en el sector comercio y servicios varios. Las
características de la muestra respondieron a criterios “teóricos” y el tamaño de la misma se estableció
por saturación de categorías, de acuerdo a la perspectiva de Glasser y Strauss (1967).
La recolección de información se realizó mediante entrevistasen profundidad y relatos de vida
focalizadas en la historia laboral de los jóvenes, y en el contexto socio-histórico en el
que
desenvuelven sus vidas ya que cada momento impone limitaciones y ofrece márgenes de libertad a las
diferentes cohortes.
Buscamos identificar mediante el análisis aquellos “puntos de viraje o de inflexión”, “momentos
bisagra”, referidos a circunstancias vitales identificadas por los propios sujetos como encrucijadas a
partir de las cuales sus itinerarios toman rumbos distintos o dan inicio a una nueva etapa. Se trata de
acontecimientos tanto individuales como estructurales, de carácter familiar, residencial, educativo,
político, económico, etc. que permean y organizan la vida laboral de los jóvenes.
Entre los factores estructurales, detectamos que la crisis económica de los años 2001-2002 impactó
intensamente en el seno de las familias de estos jóvenes, provocando el desempleo del jefe de familia,
lo que sumado a situaciones biográficas individuales (enfermedades, fallecimientos, separaciones
conyugales), representaron importantes rupturas que forzaron a los jóvenes a abandonar sus estudios,
secundarios o universitarios, urgidos por la necesidad de trabajar.
Reconocimos además los
principales factores que tensionan el ingreso y mantenimiento de los jóvenes en el mercado de trabajo
tales como la
educación, las responsabilidades familiares, la complicidad con el empleador y el
disfrute de la moratoria social.
Analizamos también, el modo en que los jóvenes forjan su futuro laboral y la vinculación de estos
proyectos con sus trayectorias. En algunos jóvenes la visión de futuro está anclada en una trayectoria
laboral hostil, de trabajos desgastantes, fuertemente desvalorizados, con condiciones laborales
tendientes a la reproducción de una situación de pobreza, que opera inhibiendo toda perspectiva de
cambio. Otros, que transitaron en mejores condiciones de trabajo, se proyectan en el futuro con la
expectativa de concluir sus estudios y
mejorar su situación laboral,
aún conscientes de sus
limitaciones. Finalmente están aquellos que logran insertarse en un trabajo estable y registrado, en
medianas y mega empresas cuyos empleos están
vinculados a lo formal, lo tecnológico y lo
profesional.
Finalmente construimos una tipología de trayectorias, identificando tres tipos:
a) Trayectorias estancadas que presentan una frágil vinculación con el mercado de trabajo, una
elevada movilidad y gran precariedad laboral. Con el paso del tiempo los jóvenes no logran
modificar sus condiciones laborales transformándose las mismas en una situación de
precariedad estructural. Los jóvenes que transitan estas trayectorias poseen un bajo nivel
educativo, primario completo y en pocos casos secundario incompleto.
b) Trayectorias contingentes en las que se advierte una transición desde situaciones laborales de
elevada precariedad a condiciones de mayor estabilidad ocupacional y registro legal. A
medida que transcurre la trayectoria se incrementa el tiempo de permanencia en los empleos,
probablemente
asociado a las mejores condiciones que revisten los últimos empleos
alcanzados y los compromisos familiares asumidos que estimula la permanencia en estos. En
estos casos los jóvenes han accedido al nivel educativo secundario.
c) Trayectorias previsibles son aquellas en la que los jóvenes han accedido, en el último tramo
de las mismas, a trabajos en ámbitos institucionales y grandes empresas, mediante contratos y
empleos registrados. Estos recorridos
corresponden a jóvenes con mayores créditos
educativos, en su mayoría han transitado algunos años de universidad. Haber alcanzado estos
empleos alimenta en ellos la ilusión de que hay otras posibilidades laborales más estables y
con oportunidades de crecimiento personal.
El proyecto actual
El propósito que nos orienta en la investigación que recién iniciamos, es conocer la manera en que los
jóvenes construyen y significan sus propias experiencias en torno al trabajo en el marco de sus
trayectorias laborales.
No obstante reconocer que los elementos estructurales conforman la matriz de relaciones objetivas en
la que se insertan los individuos, adherimos al pensamiento de Elder que sostiene que los mismos no
alcanzan a explicar en su totalidad las particularidades de cada itinerario. (Elder citado por Jacinto,
2005). Es por ello que consideramos relevante profundizar el estudio del fenómeno laboral juvenil
incorporando al análisis de las trayectorias, la dimensión subjetiva. Prestaremos en esta instancia
especial atención al modo en que los jóvenes construyen el sentido de sus acciones y de sus
contextos, buscando comprender la dimensión simbólica de sus realidades.
El abordaje de las significaciones y valoraciones que los jóvenes hacen del trabajo en general y de
sus empleos en particular, impone la adopción de una metodología cualitativa ya que esta permite
comprender a las personas, sus prácticas y perspectivas dentro de sus marcos de referencia. La
entrevista en profundidad, nos acerca a través del relato de los entrevistados a la visión de la propia
historia laboral y a los sentidos y valoraciones asignadas.
Por otro lado recurrimos a la información recabada mediante dos preguntas abiertas,
referidas al
concepto de trabajo y buen trabajo, contenidas en la encuesta aplicada a los 569 jóvenes en el primer
proyecto. Las respuestas obtenidas fueron agrupadas por semejanzas y diferencias, lo que permitió la
elaboración de categorías. En relación al concepto de Trabajo surgieron las siguientes categorías:
“Trabajo como ordenador”, comprende actitudes, aptitudes, comportamientos que el trabajo impone
al trabajador, como socializador y disciplinador de prácticas; “Trabajo como medio de vida”, refiere
al valor instrumental del trabajo; “Trabajo como realización personal”, autorealización y desarrollo
personal; “Trabajo como referente social identitario”; Concepto de trabajo que se refiere al “Medio
ambiente laboral”; “Trabajo referido a las características del Mercado laboral hoy”, este refiere a
las dificultades para conseguir un empleo y al tipo de trabajo que se encuentra. Con referencia al
concepto de Buen trabajo: a las categorías anteriores se le agrega la categoría: de “trabajo deseado”,
que se expresa a través de los nichos del mercado de trabajo donde el joven aspira a insertarse, esto es,
empresas, fábricas, instituciones y reparticiones del Estado y el desempeñarse en la profesión en la
cual se están formando.
Esta información fue procesada mediante el sistema estadístico SPSS (Statistical Package for Social
Science), en la asociación de los diferentes conceptos de trabajo y buen trabajo con los tipos de
trayectorias laborales, estancadas, contingentes y previsibles identificadas en las encuestas.
A modo de reflexión
A lo largo de nuestras investigaciones sobre la problemática laboral de jóvenes sanjuaninos y a partir
de los distintos recortes ensayados para nuestro objeto de estudio, hemos podido apreciar la necesidad
y las ventajas de combinar distintas metodologías. La caracterización extensiva obtenida a través de
la aplicación de encuestas
nos proporcionó en un primer momento un diagnóstico de la situación
laboral de los jóvenes y una aproximación a sus trayectorias laborales. Diagnóstico que fue posible
dada la oportunidad de aplicar una encuesta a una muestra de 569 jóvenes, tomando en cuenta las
grandes dificultades que se nos presentan al momento de solicitar datos e información a los
organismos públicos que entienden en la cuestión.
La utilización en esta instancia cuantitativa de un sistema estadístico, como el SPSS (Statistical
Package fro Social Science) nos proporcionó las herramientas para realizar no solo cálculos de
frecuencias, analizar asociación entre variables y la presentación de gráficos, sino también efectuar un
análisis longitudinal de las trayectorias, tomando en cuenta distintas variables para cada empleo o
trabajo en diferentes momentos del tiempo.
La implementación de una estrategia cualitativa en la que utilizamos métodos de tipo biográfico nos
aportó la información que necesitábamos para profundizar en los análisis de las trayectorias laborales
juveniles, con la intención de captar la heterogeneidad presente en el proceso de inserción de los
jóvenes en el mercado laboral local y en sus recorridos; la incidencia del contexto, el pasado laboral, la
situación actual y las proyecciones a futuro.
Esta experiencia de varios años en el estudio de la problemática que involucra a la juventud y al
trabajo nos ha permitido entender vivencialmente la riqueza que proporciona la convergencia
metodológica. La triangulación entendida como un plan de acción permite al sociólogo, en palabras
de Irene Vasilachis (1993) superar los sesgos propios de una metodología.
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i
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas - Facultad de Ciencias Sociales-Universidad
Nacional de San Juan-
[email protected] - [email protected]
7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y empleo
Título: La construcción de identidades laborales en jóvenes empleados en el sector público de
la Provincia de San Juan.
Autora: Lucía Belén Pérez 1
Resumen
Los ajustes neoliberales consolidados en la década del ’90 en Argentina causaron la reorganización del
conjunto de relaciones laborales: crecieron los puestos de trabajo en servicios; se difundió el empleo
no regulado y se expandió el cambio de ocupación y de empleador a lo largo de la vida. Asimismo el
Estado operó fuertes cambios en su rol como empleador. No obstante, después de la crisis económica
y social de los años 2001 y 2002 se evidencia una recuperación del papel del Estado que comienza a
incorporar
personal, especialmente jóvenes, pero bajo particulares modalidades de contratación
(pasantías, contratos por tiempo determinado, etc.). Es por ello que nos preguntamos acerca del papel
del empleo en el sector público en la construcción de sus identidades. Entendemos a las identidades
laborales como procesos subjetivos a partir de los cuales los sujetos significan sus acciones, logran un
cierto sentido de distinción, singularidad y continuidad de su experiencia, al mismo tiempo que
construyen un sentimiento de pertenencia, semejanza e integración social.
Este estudio se apoya en el concepto de identidades laborales presentado por Claude Dubar. Además,
toma en cuenta para sus análisis dos modelos teóricos: el Nuevo Gerencialismo Público y la
perspectiva de Merton sobre el modelo de burocracia weberiano.
Se adopta en función de los objetivos planteados, un diseño de investigación descriptivo-comprensivo
y una estrategia metodológica eminentemente cualitativa.
1
Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (IISE). Facultad de Ciencias Sociales. Universidad
Nacional de San Juan. Correo electrónico: [email protected]
Palabras Claves: identidades laborales, empleo público, jóvenes.
Title: The construction of labour identities on young employees belonging to the public sector
in San Juan province.
Abstract
Neoliberal adjustments consolidated in the 90’s decade in Argentina caused the reorganization
of the group of labour relations: government related jobs increased in number, non-regulated
employment spread itself and the fact of changing occupation and employeer expanded
throughout life. Moreover, the State produced firm changes in its role as an employeer.
However, after the economic and social crisis in the years 2001 and 2002, a recovery of the
role of the State is evidenced. They started to incorporate personnel, specially young people,
under particular forms of hiring (internships, contracts for a specific period of time, etc.). That
is the reason why we ask about the role of public employment in the construction of the
identities of young people. We understand labour identities as subjective processes from
which the subjects give meaning to their actions, achieve certain sense of distinction,
singularity, resemblance and social integration.
This study is based in the concept of labour identities presented by Claude Dubar. In addition,
it takes into account for its analyses two theoretical models: the New Public Management and
the perspective of Merton about the Weberian bureaucracy model.
A descriptive-comprehensive design of investigation and a methodologic strategy eminently
qualitative are adopted in this study according to the goals formulated in the first place.
Key Words: labour identities, government employment, youngsters.
1. INTRODUCCION
En el mundo moderno, el trabajo asalariado se constituye en un mecanismo de integración social
donde se construye la sociabilidad, donde el sujeto ve garantizado un lugar en la sociedad, y es
especialmente, en el Estado de Bienestar donde, se asienta más fuertemente la idea de sociedad
integrada capaz de construir una identidad colectiva ligada al empleo. (Cortazzo, 2000).
Sin embargo, existen voces que presagian que el modelo de organización social del trabajo asalariado
se resquebraja y por ende el trabajo-empleo está perdiendo centralidad (Bell, 1977; Offe, 1985; Gorz,
1991, entre otros). La ética en la cual se sustentaba y se regulaba ha perdido toda legitimación social a
partir de las transformaciones en el mercado de trabajo merced a las medidas neoliberales
implementadas en las últimas décadas.
La aplicación de estas medidas supuso la reorganización de las relaciones laborales: crecieron los
puestos de trabajo en servicios; se difundió el empleo no regulado y se expandió el cambio de
ocupación y empleador a lo largo de la vida (Gallart, 2000). Esta erosión de la relación laboral se
expresa al menos de tres formas: una creciente heterogeneidad de las formas de empleo dependiente;
la pérdida de estabilidad del empleo, lo que da lugar a trayectorias laborales discontinuas,
diversificadas y desestabilizadas; y un marcado debilitamiento de la fuerza reguladora y protectora del
sistema normativo, porque las condiciones del trabajo tienen cada vez más un carácter excepcional
respecto a esas normas (Dombois, Todaro y Yáñez en Agulló Tomás, 1998). Como consecuencia
cayeron los salarios y los ingresos familiares, producto de un mercado de trabajo más segmentado y
excluyente con elevados índices de desempleo, precarización laboral y exclusión social.
Por su parte, Argentina adoptó las recetas neoliberales reformando el Estado que vio reducida
drásticamente su injerencia en la esfera económica y social a través de la privatización de sus
funciones claves, de la transferencia de las empresas públicas a manos privadas, y de la desregulación
y descentralización. (Oszlak citado por Diana Menéndez, 2009). Asimismo operaron fuertes cambios
al interior del Estado en su rol como empleador, siendo “…el fundamento “oficial” central para llevar
a cabo la reducción del empleo público, y la incorporación de modalidades precarias y veladas de
contratación…” la reducción de la crisis fiscal del Estado. (Diana Menéndez, 2009)
La tendencia declinante a la absorción de personal por parte del sector público nacional y el
empeoramiento de los salarios y de las condiciones de trabajo produjeron la decadencia de aquel
"Estado empleador", promoviendo la transición hacia un "Estado contratista" o "subsidiador".
(Orlansky, 2006)
Luego de la crisis económica y social que atravesó el país en los años 2001 y 2002 se evidencia una
recuperación y reemergencia de la figura del Estado que comienza a incorporar personal pero bajo
particulares modalidades de contratación tales como, pasantías, contratos por tiempo determinado,
contratos de locación de servicios y de obra.
La administración pública como ámbito de trabajo, impone una dinámica particular a la gestión de sus
trabajadores. El Estado empleador articula la gestión de su fuerza laboral, limitado por las
restricciones y características del entorno institucional y político. (Ojeda, 2009). Las decisiones en
materia laboral se han establecido históricamente desde los estamentos superiores, reservados para la
línea política de la gestión, razón que dificulta y entorpece el acceso al empleo público.
Abdala (2002) afirma que es el grupo juvenil el que participa con mayor intensidad de las nuevas
reglas de juego, al momento de insertarse laboralmente. Su inserción laboral se constriñe a un sector
de alta informalidad, inestabilidad, bajos salarios y menor protección social. A su vez, el mercado de
trabajo les exige para los mejores empleos,
altos niveles de escolaridad y competencias de
pensamiento lógico- analítico, interactivas y sociales (Jacinto, 1997).
A pesar de este escenario, Agulló Tomás (1998) señala que el trabajo sigue ocupando una posición
central en la gran mayoría de las sociedades. Así mismo,
continúa ejerciendo el papel de eje
vertebrador de creencias, actitudes e identidades. Se nos prepara y se nos forma para el trabajo, se nos
identifica con la actividad laboral realizada; merced al trabajo, pues, logramos un estatus, jugamos
unos roles y nos construimos una identidad (Agulló Tomás, 1998).
Autores como Claude Dubar (2000) han descrito al presente momento como una “crisis social y
simbólica”, pues lo que está mudando es el “modo de identificación de los individuos”. Según esta
tesis, los procesos de flexibilización y precarización laboral llevados a cabo durante las últimas
décadas han impactado no solo en las condiciones laborales, sino también en las identidades sociales,
hoy cada vez más individualizadas (Beck & Beck-Gernsheim, 2003). Sin embargo, estas
transformaciones no han sido lineales. Como lo han mostrado las investigaciones en Latinoamérica
(Battistini, 2009), los procesos de individualización asociados a las nuevas formas de trabajo están
plenos de fracturas, desarrollándose composiciones identitarias mucho más heterogéneas.
El interés cognitivo de esta investigación se centra en la construcción de las identidades laborales en
jóvenes insertos en el sector público de la Provincia de San Juan, entendiéndolas como procesos
subjetivos a partir de los cuales las personas significan sus acciones, logran un cierto sentido de
distinción, singularidad y continuidad de su experiencia, al mismo tiempo que construyen un
sentimiento de pertenencia, semejanza e integración social. (Sisto, 2009; Thompson, 1998 citados por
Stecher, 2012).
La investigación es de tipo descriptivo – comprensivo; descriptivo en relación a la caracterización de
los modos de inserción laboral juvenil en el sector público; y comprensivo en la instancia de análisis
de los procesos de construcción de las identidades laborales y de las significaciones que los jóvenes
poseen respecto a sus empleos.
La estrategia metodológica empleada es cualitativa, puesto que se corresponde con la naturaleza de
nuestro objeto de estudio, esto es, las identidades laborales entendidas como narrativas identitarias a
partir de las cuales un trabajador interpreta y da sentido a su experiencia laboral. A través de dichas
narrativas los trabajadores articulan un sentido de sí mismos, una particular modalidad de autointerpretación de lo que son, de lo que han llegado a ser, de lo que aspiran ser y de lo que son para los
otros (Lawler, 2002).
Este estudio comprende a 16 jóvenes, entre 21 y 30 años de edad, empleados actualmente en
instituciones del Estado provincial: Ministerio de Gobierno y Ministerio de Desarrollo Humano y
Promoción Social de la Provincia de San Juan.
2. Las identidades laborales de los jóvenes empleados: la dimensión biográfica y
diacrónica.
Las identidades laborales no son esencias ancladas en la persona de los trabajadores ni derivados
mecánicos de las posiciones que estos ocupan en un determinado organigrama o en una categorización
socio-ocupacional. Son construcciones
simbólicas que les permiten, en particulares escenarios
laborales, hacer significativas sus acciones, lograr un cierto sentido de distinción, singularidad y
continuidad de la experiencia, al mismo tiempo que construir un sentimiento de pertenencia,
semejanza e integración social. (Sisto, 2009)
El proceso de identificación supone una construcción en la que los individuos se van definiendo a sí
mismos en estrecha interacción simbólica con otras personas. Es así como las identidades son siempre
relacionales, intersubjetivas y contrastivas, lo que implica una distinción con valores, características y
modos de vida del otro. Se exageran las diferencias con los de fuera y el proceso de diferenciación se
transforma, a veces, en un proceso de abierta oposición y hostilidad al otro (Larraín, 2003).
Es por eso que todo proceso de identificación cumple una doble función: auto-reconocernos y heteroreconocernos. Es decir, definir, destacar, singularizar a un conjunto de personas en función de ciertos
atributos o características; a la vez que delimitar excluyendo del grupo, a otras personas a quienes se
percibe como no poseedoras de las mismas condiciones. Nosotros frente a los otros (Montero citado
por Mestre y otros, 1999). De esta manera, los trabajadores articulan un sentido de sí mismos, una
particular modalidad de auto- interpretación de lo que son, de lo que han llegado a ser, de lo que
aspiran ser y de lo que son para los otros (Lawler citado en Stecher, 2012).
Nos apoyamos para organizar nuestro
análisis, en Claude Dubar (2001), quien asume que las
narrativas identitarias de los trabajadores resultan de la confluencia, muchas veces problemática y
tensional, de dos dimensiones: (a) una biográfica y diacrónica, que da cuenta de la imagen de sí
mismo como trabajador que el sujeto ha ido construyendo a lo largo de su historia laboral y de vida
(identidad para sí) y (b) una relacional y sincrónica, centrada en las modalidades en que el trabajador
es reconocido y categorizado en ciertos roles y posiciones por la empresa, las jefaturas e incluso los
clientes y compañeros en un escenario laboral específico (identidad para otros).
Para estudiar la dimensión biográfica y diacrónica se realiza el análisis en dos niveles: uno fáctico y
otro simbólico. En el primero, el fáctico, hacemos foco en las trayectorias laborales de nuestros
jóvenes, cuyos comienzos remiten a sus primeras incursiones en el mercado de trabajo, y cuya
finalización coincide con el actual empleo en el sector público. En el segundo nivel, el simbólico,
abordamos el estudio de los significados y sentidos que los jóvenes trabajadores construyen respecto
al trabajo como actividad humana, y al empleo público como trabajo particular, tomando en cuenta
además, los factores de satisfacción e insatisfacción con dicho empleo.
A) Nivel Fáctico: Las trayectorias de los jóvenes
-
Formación educativa de los jóvenes entrevistados
En nuestro estudio y para el caso particular de nuestros entrevistados, observamos un elevado nivel
educativo: diez del total de jóvenes (16) han cursado el nivel universitario, aunque la mayoría (8) aún
no lo ha finalizado. Con nivel terciario encontramos cuatro jóvenes. Un caso, con secundario
completo, y otro, el de menor nivel educativo, incompleto.
Los jóvenes con nivel universitario, cursan o cursaron carreras humanísticas y sociales, tales como
Sociología, Psicología, Filosofía, Trabajo Social, Ciencias Políticas, Abogacía, Tecnicatura en
Administración Pública y de Empresas; mientras que aquellos que alcanzaron un nivel terciario, lo
hicieron en especialidades disímiles e incluso algunas desvinculadas de sus funciones actuales en el
empleo público: Técnico en Producción Agropecuaria,
Protesista dental, Analista en Recursos
Humanos, y Técnico Informático.
En general, el Estado, como ámbito laboral, privilegia el ingreso de jóvenes con elevada calificación
en virtud de su elevado nivel educativo, de sus experiencias y conocimientos académicos o adquiridos
mediante prácticas políticas militantes. En consecuencia, podemos suponer que el ámbito público no
aparece como un espacio laboral abierto y democrático sino restringido a jóvenes con capital cultural y
social que les permitió acceder y mantenerse en este campo.
-
Trayectorias laborales de los jóvenes entrevistados
Las trayectorias laborales de los jóvenes presentan una duración promedio de tres a cinco años,
conformadas por uno a tres empleos en el caso de las mujeres, ya que inician la vida laboral más
tardíamente que los varones,
quienes han desempeñado una mayor cantidad de trabajos al
incorporarse más tempranamente al mundo del trabajo.
Las primeras inserciones laborales de estos jóvenes se realizan en sector comercio y servicios, con
alto grado de precariedad: sin registro legal, con bajas remuneraciones, en trabajos ocasionales o de
media jornada.
-
Canales y requisitos de acceso al empleo
Han ingresado al ámbito público por una vía informal, a través de contactos, por
militancia en el
partido político gobernante, o por vínculos personales con algún funcionario o empleado de alto
rango.
Los requisitos de ingreso remiten a un elevado nivel educativo y al manejo de tecnología informática.
-
Prácticas desarrolladas por los jóvenes en su rutina laboral
En este ámbito laboral los jóvenes realizan múltiples funciones, relacionadas a la atención al público, a
la asistencia social, y a tareas técnicas y administrativas. Algunas acordes con el perfil y la
formación del joven y otras totalmente alejadas de sus disposiciones y gustos personales.
-
Condiciones laborales
Los jóvenes encuentran diferentes condiciones laborales dependiendo de la repartición y de los canales
de ingreso: en unas existe la posibilidad de ingresar a planta permanente, como empleado efectivo; y
en otras, trabajan bajo la figura de contratados o ingresan como becados, lo que los priva de los
beneficios sociales que representa un empleo registrado.
Los jóvenes aceptan resignadamente las precarias condiciones contractuales ya sea porque sus
expectativas laborales se proyectan en un futuro profesional en el ámbito privado o por haber
naturalizado que trabajar en negro es el “derecho de piso” que debe pagar todo trabajador para
alcanzar luego la efectividad.
B) Nivel simbólico: Sentidos y Significaciones sobre el trabajo y el empleo público
Nuestros entrevistados significan al trabajo en general como “fuente de ingresos”, como “ordenador de
rutinas” y como “soporte identitario”, lo cual induce a pensar que el trabajo sigue ocupando un lugar
importante en sus vidas pues es lo que les brinda seguridad y estabilidad, no solo económica sino
que también social.
Las valoraciones positivas del empleo público se expresan en la satisfacción con el horario de trabajo,
la expectativa de estabilidad, la posibilidad de aprender y adquirir experiencias y
las tareas
desempeñadas en el caso de los jóvenes cuyas funciones corresponden a sus perfiles formativos.
Las evaluaciones negativas remiten a las rutinas monótonas y repetitivas desvinculadas de la vocación
personal, que sumen a los jóvenes en la apatía y la desmotivación. Son factores de insatisfacción las
bajas remuneraciones, la incertidumbre que provoca la falta de registro legal y los “manejos políticos”
y tratos discrecionales de parte de los superiores.
La identificación positiva con el empleo en el sector público pasa por la posibilidad de ejercer en este
ámbito la propia profesión, es así como esta identificación con el trabajo será más fuerte cuanto más
se acerque a la vocación o a los gustos del joven.
3. Las identidades laborales de los jóvenes empleados: dimensión relacional y sincrónica.
A) Autoimagen: ¿Cómo los jóvenes empleados se ven a sí mismos?
Al mirarse a sí mismos los jóvenes identifican valores tales como responsabilidad, dinamismo,
predisposición, efectividad y solidaridad, rasgos identitarios que son demandados por un modelo de
administración pública encauzado hacia la flexibilidad, eficiencia y rapidez.
A su vez los jóvenes creen ser valorados por su dinamismo, predisposición, y adaptabilidad a las
nuevas tecnologías y formas de gestión.
B) Heteroimagen: ¿Quiénes y cómo son los “otros”?
Diferenciación, identificación y reconocimiento son momentos inseparables y articulables del proceso
de construcción identitaria, y están situados en el seno de la experiencia conflictual y social de las
relaciones humanas (Sanselieu, 1988). De este modo los jóvenes se identifican, se diferencian, a la
vez que categorizan a los compañeros de trabajo.
Los “otros” más nítidos para los jóvenes son los empleados más antiguos en la repartición y por lo
tanto los adultos o los “viejos”. Desde la mirada de los jóvenes, los “planta viejo”, o los empleados
de la “vieja escuela” como los denominan, pertenecen a una generación socializada en un modo de
trabajar distinto,
asimilable al modelo presentado por Robert Merton en relación a las
disfuncionalidades del tipo de “burocracia” de Max Weber.
Si bien el modelo planteado por Weber resalta la eficacia técnica, al apego estricto a las reglas, la
valoración de la precisión, la rapidez, el control experto, la continuidad y la discreción, Merton por
su parte señala especialmente los aspectos negativos del burócrata, a los que denomina “incapacidad
adiestrada”, a consecuencia de sus rutinas cotidianas, por las que adquiere preferencias, antipatías,
discriminaciones, que pueden resultar reacciones inadecuadas en
circunstancias nuevas. Merton
señala además que la adhesión a las reglas, concebidas originariamente como medios, se convierten
en un
fin en sí mismo. El interés e importancia puesta en la
disciplina produce rigideces e
incapacidad para una rápida adaptación. Un producto extremo de este proceso de desplazamiento de
las metas es el virtuoso burócrata, que no olvida nunca ni una sola regla de las que rigen su actuación
y en consecuencia es incapaz de atender a muchos de sus clientes (Merton, 1995).
No obstante manifestar una fervorosa adhesión a las normas que reglamentan sus tareas y funciones,
el antiguo y profundo conocimiento de
las mismas es utilizado frecuentemente como ardid o
mecanismo de encubrimiento de aquellas prácticas cotidianas que se alejan significativamente de lo
reglamentario. Es así como conciben a este grupo de empleados tildándolos de lentos, holgazanes,
ritualistas, poco aspirantes y del mal trato.
-
Relaciones laborales: ¿Cómo se vinculan y relacionan los jóvenes con sus compañeros de
trabajo, jefes y usuarios?
La construcción de la identidad se lleva a cabo en el crisol de las interacciones cotidianas dentro del
trabajo y de la movilización de los recursos simbólicos (referenciales identitarios) presentes en el
escenario laboral (Battistini, 2004).
Por ello, presentamos una descripción de las relaciones que se establecen en el ámbito laboral y a
partir de allí analizamos cómo nuestros entrevistados se diferencian con o se reconocen en las
personas que componen su entorno.
La relación que los jóvenes establecen con sus jefes influye en sus procesos identificatorios al
constituirse en referentes para sus subalternos. En casi todos los casos, la relación de jerarquía es
descripta como cordial, en virtud de la corta brecha etaria entre el personal jerárquico y el personal
joven, lo que favorece la afinidad entre ambos.
Las relaciones laborales entre pares generacionales se perciben positivamente
en términos de
compañerismo y solidaridad, por compartir códigos y similares estilos de trabajo.
No obstante, este ámbito laboral como cualquier otro, no está exento de conflictos. Los “otros” para
estos jóvenes son los empleados más antiguos de la repartición, a los que se refieren peyorativamente
como los “planta viejo”, o los de la “vieja escuela”, a los que califican como ritualistas, holgazanes,
conformistas, malhumorados. La competencia, el egoísmo y la envidia son para los jóvenes las
principales razones de problemas con los empleados de la “vieja escuela”, enfrentamientos que
entorpecen la labor cotidiana, el rendimiento en el trabajo y lesiona la autoestima y el ánimo de los
empleados.
Es importante señalar como el trabajo en general, como actividad humana, es apreciado por los
jóvenes en términos de reconocimiento social y de autovaloración así como también por la calidad y
la cantidad de las relaciones que se establecen dentro de ese marco. El reconocimiento es tanto un
punto de partida como de llegada en la experiencia relacional de todo sujeto. Es una manera de
afirmación de sí mismo a partir de la mirada de los demás. El sentirse valorado, reconocido es
primordial en la construcción de las identidades laborales.
C) Exoimagen: ¿Cómo creemos ser vistos por los otros?
Nuestros jóvenes creen recibir de los demás compañeros de trabajo y de sus jefes un reconocimiento
social positivo: creen ser vistos como responsables, cordiales y colaboradores. La mirada de los
superiores resulta esencial para la construcción del sí mismo en el trabajo ya que permite aprender,
sentirse útiles y tener confianza.
En relación a las miradas que los jóvenes creen recibir del imaginario colectivo ajeno al ámbito
público, éstas están teñidas de prejuicios estigmatizantes, resumidas en la siguiente expresión: “los
empleados públicos toman mate y no hacen nada”…Imagen estereotipada y descalificante en la que
los jóvenes no se reconocen a sí mismos, pero sí a los “otros”.
4. CONCLUSIONES
Si bien muchos estudiosos de la problemática laboral advierten que las profundas transformaciones
del mundo del trabajo, sintetizadas en conceptos tales como flexibilidad, precariedad y fluidez, han
implicado una pérdida de significatividad de los vínculos laborales y una mengua de los tradicionales
espacios de identificación y de reconocimiento para los sujetos, en nuestro estudio advertimos distintas
situaciones. Los jóvenes construyen en un permanente proceso de negociación consigo mismo y con
los demás distintas posiciones identitarias.
A partir de los ejes de análisis mencionados, esbozamos una tipología de perfiles identitarios de los
jóvenes desde sus propias narrativas, convencidos de que se trata de una herramienta teórica y
metodológica útil para comprender los vínculos de los jóvenes con el mundo sociolaboral. Con ello
no pretendemos esencializar las identidades de los jóvenes empleados públicos sanjuaninos, sino solo
establecer pautas que den cuenta de la heterogeneidad que existe entre ellos y diferenciarlos en función
de ciertos atributos y condiciones.
Para ello reconstruimos sus trayectos y experiencias laborales pasadas y presentes, indagamos en sus
anhelos futuros, y consideramos el particular contexto organizacional en que se encuentran insertos.
Intervinieron en la configuración de la tipología, el nivel educativo de los jóvenes, las trayectorias
laborales, las condiciones contractuales de su actual empleo, las relaciones laborales, el contenido de
las tareas a cargo y finalmente sus s expectativas y aspiraciones en materia laboral. Delineamos así
tres tipos identitarios: “identidades implicadas”, “identidades instrumentales”, e “identidades
desligadas”.
 Identidades implicadas: a este grupo pertenecen jóvenes estudiantes universitarios o
profesionales de las Ciencias Sociales y/o militantes políticos que poseen inquietudes y
sensibilidad frente a la problemática social.
En cuanto a sus trayectorias, generalmente son cortas en cuanto a duración y con escasa
experiencia laboral previa debido a la prioridad otorgada a su formación universitaria. Para
algunos de ellos, el empleo actual en el Estado, es el primero.
Algunos han alcanzado la efectividad, pertenecen a planta permanente, y dada esta condición
intentan establecer vínculos más estrechos y duraderos con sus pares y jerarquías. En general,
el clima de trabajo con sus superiores y compañeros es cordial aunque suelen presentarse
diferencias y conflictos con los antiguos empleados, los de la “vieja escuela”, a quienes
imputan desgano y negligencia.
Estos jóvenes encuentran en el ámbito estatal y en estas reparticiones en particular, el
escenario donde desplegar y hacer realidad sus vocaciones y disposiciones personales, por lo
que se sienten a gusto con la posibilidad de aprender y adquirir experiencia. En consecuencia,
manifiestan entusiasmo, satisfacción
y un gran compromiso con sus tareas, y con las
problemáticas que se les presentan cotidianamente. Estos jóvenes se identifican y vinculan
estrechamente con lo que hacen, encuentran la felicidad en su empleo en el sector público y
así, logran implicarse. Ellos se “han puesto la camiseta” del ministerio al que pertenecen y
buscan mejorar sus prácticas como trabajadores.
El trabajo es significado por ellos como “ordenador de rutinas” y “soporte identitario”, ocupa
un lugar central en sus vidas. Es lo que les ordena la vida, les crea rutinas y les brinda
seguridad y confianza, devolviéndoles una imagen positiva de sí mismos.
Sus aspiraciones futuras están encauzadas a ejercer sus profesiones en el Estado, progresar
laboralmente en este ámbito y optimizar los servicios prestados.
 Identidades instrumentales: En este tipo encontramos jóvenes con estudios secundarios
completos y la mayoría posee un título terciario con orientaciones desvinculadas de las
funciones y tareas que cumplen en el empleo estatal.
Presentan trayectorias con pocos empleos, aunque más extensas en el tiempo.
La mayoría de los casos corresponden al Ministerio de Gobierno, y generalmente sus
funciones no implican urgencias o compromiso social, a diferencia del tipo anterior, sino más
bien tareas administrativas.
Estos jóvenes no son parte de la planta permanente, sino que revisten la condición de becados,
pasantes, o contratados. No obstante, encontramos excepcionalmente algunos efectivos que
aspiran, por razones económicas, a un cargo de mayor jerarquía.
En cuanto a las relaciones laborales, vivencian los conflictos con los empleados de la “vieja
escuela” de la misma manera que en el tipo anterior, aunque muchos de ellos evitan los
enfrentamientos como estrategia de convivencia.
Son temerosos a los riesgos que implican el desempleo y las circunstancias del actual
mercado laboral, por lo que perciben al empleo en el sector privado de manera negativa por
condiciones informales de contratación, los prolongados horarios de trabajo, la inestabilidad e
incertidumbre, y la ausencia de beneficios sociales.
Para ellos el trabajo es fundamentalmente una fuente de ingresos. Es decir, enfatizan el valor
utilitario e instrumental del mismo, la posibilidad de alcanzar una mayor autonomía del grupo
familiar y de acceder al mundo del consumo.
Sus aspiraciones están orientadas a lograr la efectividad en el empleo público para obtener
seguridad económica.
 Identidades desligadas: este grupo posee trayectorias de larga duración, con pocos empleos
anteriores. Si bien, casi todos los jóvenes ingresaron al actual empleo a través de contactos
personales y políticos, el acceso al cargo no fue fruto de una búsqueda activa sino de un
ofrecimiento u oportunidad.
Los integrantes de este grupo se encuentran cursando una carrera universitaria cuyo perfil no
guarda relación con ninguna de las funciones que desempeñan en el empleo público,
generalmente de tipo administrativas. Experimentan una gran desazón en sus rutinas laborales
al considerar a las tareas, repetitivas, rutinarias y monótonas. Consideran que sus capacidades
exceden ampliamente los requerimientos de las funciones a cargo.
Al tedio del quehacer diario se suman precarias condiciones contractuales ya que no se
encuentran registrados formalmente y por lo tanto no perciben beneficio social alguno.
Vivencian el ambiente laboral como hostil, y ante los problemas y conflictos despliegan
estrategias adaptativas: evitar enfrentamientos amoldándose a los ritmos y modalidades de la
“vieja escuela”. Estos jóvenes sienten que “están de pasada”, resisten o aguantan en pos de
obtener un ingreso. Sus empleos son significados como un “mientras tanto” ya que tienen la
expectativa de graduarse y ejercer una profesión fuera de la administración pública, o bien
combinar este empleo que les garantiza estabilidad con el trabajo profesional.
Ahora bien, más allá de las diferencias señaladas en cada tipo, percibimos en todos ellos una
impronta común, un “modo de ser” y de “hacer” en el trabajo, vinculado a la proximidad etaria
que los conforma como un “nosotros, los de la nueva escuela”, frente a los “otros”, los de la
vieja escuela”.
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7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN
CENTRO-OESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
Mesa 1: Trabajo y Empleo.
Título: “Las estrategias de inserción y mantenimiento en el mercado de trabajo de los/as
jóvenes huarpe sawa y su contexto como condicionante”
Autora: Gabriela Paola Tomsig 1.
Palabras clave: Juventud, trabajo, género, pueblos originarios.
Resumen
En Argentina existen 30 pueblos originarios, preexistentes al Estado Nación, según manifiesta la ECPI
(2004). En San Juan se encuentra el pueblo huarpe sawa (entre otras comunidades), residente en las
Lagunas de Huanacache, departamento Sarmiento. Esta comunidad habita un contexto geográfico con
condiciones adversas para su desarrollo y sobrevivencia, ya que es una zona carente de todos los
servicios básicos y a este escenario se le suma la inexistencia de registros estadísticos oficiales acerca
de su estructura poblacional y aspectos sociales, económicos, culturales, entre otros y una educación
formal ajena a su identidad. Esta situación los ubica en un lugar de marginación, inequidad y pobreza.
Así, la escasa preparación para el mundo laboral limita sus posibilidades de lograr un empleo estable y
no precario, por lo que la reproducción de sus vulnerables condiciones de vida es inevitable. El trabajo
rural se les presenta como única oportunidad al momento de ingresar al mundo laboral. La obtención
de un trabajo, el tipo de trabajo, las condiciones de contratación y las posibilidades de preservarlo son
las tensiones que los atraviesan y se convierten en preocupaciones centrales. Esto incide en el modo en
el que estos jóvenes se desenvuelven en el mundo del trabajo, desplegando una serie de estrategias que
les permitan insertarse y/o mantenerse empleados.
De aquí que se pretende conocer y analizar las estrategias que desarrollan los/as jóvenes
huarpe sawa de 18 a 30 años, residentes en las Lagunas de Huanacache, para insertarse y mantenerse
en el mercado laboral, haciendo hincapié en la relación de éstas con su condición de pueblo originario
y su contexto geográfico, social y económico.
Abstract
1
Ex alumna de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Juan.
[email protected]
In Argentina there are 30 ethnic groups, as shows the ECPI (2004). In San Juan the people is huarpe
sawa (between other communities), resident in the Lagoons of Huanacache, Sarmiento´s town. This
community inhabits a geographical context with adverse conditions for its development and survival,
there is an area lacking in all the basic services there isn´t existence an official statistical records about
its population structure and social, economic, cultural aspects, between others and a formal education.
This situation locates them in a discrimination and in a poverty place. This way, there are not a good
preparation for the labor world, so it limits its possibilities of achieving a stable and not precarious
employment, therefore the reproduction of its vulnerable living conditions is inevitable. The rural
work appears as the only opportunity at the moment of entering to the labor world. The securing of a
work, the type of work, the conditions of hiring and the possibilities of preserving it are the tensions
that cross them and turn into central worries. This affects in the way in which this young people is
unrolled in the work world, opening a series of strategies that allow them to be inserted and to be
employed.
From here, tries to know each other, and analyze the strategies that develop young people huarpe sawa
from 18 to 30 years old, to be inserted and to be supported on the labor market, emphasizing the
relation of these with its condition of original people and its geographical, social and economic
context.
1. Introducción
El trabajo ocupa un lugar preponderante en el proceso de transición de la etapa de la juventud a la vida
adulta, la obtención de un empleo implica para los jóvenes una certificación de inclusión social, a la
vez que permite la consolidación de su identidad y autoestima. En la actualidad, los jóvenes ven cada
vez más restringidas sus posibilidades de acceso al mercado laboral, y si logran acceder a él, se les
plantea el dilema de cómo mantenerse en éste. La obtención de un trabajo, el tipo de trabajo, las
condiciones de contratación, las posibilidades de preservarlo, son las tensiones que los atraviesan y se
convierten en preocupaciones centrales para muchos jóvenes.
Este contexto se vuelve aún más complejo si se considera que los jóvenes no constituyen un grupo
social homogéneo. No es lo mismo ser joven en el campo que en la ciudad, en las clases medias y altas
que en los sectores marginados, en las sociedades modernas que en la tradicionales, incluso no es lo
mismo ser mujer joven que varón joven, y menos aún ser joven indígena.
En el caso de las/los jóvenes sanjuaninos originarios residentes de las Lagunas de Huanacache, poseen
además de sus particularidades como pueblos originarios, las de ser joven aborigen y desempeñarse
laboralmente en actividades rurales; estos rasgos van definiendo su identidad. Al momento de
realizarse esta investigación, no se registraban estadísticas oficiales acerca de su estructura poblacional
y sobre otros aspectos socioeconómicos.
Asimismo, el contexto geográfico les presenta condiciones adversas para su desarrollo y
sobrevivencia, ya que es una zona carente de servicios básicos como agua, electricidad y gas natural;
los centros de salud e instituciones educativas se encuentran en zonas alejadas, con el agravante de no
contar con vías de comunicación adecuadas. A este escenario se le suma que, de acceder a una
educación formal, ésta es ajena a su identidad. Esta situación los ubica en un lugar de marginación,
inequidad y pobreza. De la misma forma, la escasa preparación para el mundo laboral limita sus
posibilidades de lograr un empleo estable y no precario, por lo que la reproducción de sus vulnerables
condiciones de vida es inevitable. El trabajo rural se les presenta como única oportunidad al momento
de ingresar al mundo laboral. Asimismo, cuando logran acceder a un empleo se les plantea el dilema
de cómo mantenerse en él. La obtención de un trabajo, el tipo de trabajo, las condiciones de
contratación y las posibilidades de preservarlo son las tensiones que los atraviesan y se convierten en
preocupaciones centrales para muchos/as jóvenes. Este tipo de incertidumbre incide en el modo en el
que estos/as jóvenes se desenvuelven en el mundo del trabajo, desplegando una serie de estrategias
que les permitan insertarse y/o mantenerse en un trabajo.
Desde este contexto, la presente investigación se propuso analizar las estrategias que desarrollan los/as
jóvenes huarpe sawa, residentes en las Lagunas de Huanacache para insertarse y mantenerse en el
mercado laboral, la relación de éstas con su contexto geográfico, social y económico, y con su
condición de pueblo originario. Para lo cual se describieron las trayectorias laborales de estos/as
jóvenes; se identificaron las estrategias que desarrollan estos para insertarse y mantenerse en el
mercado de trabajo y, finalmente, se estudió la relación entre las estrategias que desarrollan y su
situación geográfica, social y económica.
Esto se llevó a cabo mediante un diseño descriptivo – comprensivo y se apeló a la triangulación
metodológica para abordar el objeto de estudio. Se recurrió a entrevistas a informantes y a la
observación directa simple para conocer las características generales de las condiciones geográficas,
sociales y económicas del pueblo huarpe sawa. Posteriormente, y para ahondar en el conocimiento de
la situación social actual de los/as jóvenes en cuestión, se les aplicó una encuesta, con el propósito de
indagar acerca de la composición y distribución de la población, salud, educación, características
habitacionales, así como las trayectorias laborales de los/as jóvenes huarpe sawa, las estrategias que
desarrollan para insertarse y mantenerse en el mercado de trabajo, se indaga acerca de todos sus
trabajos, las características de estos y del actual.
También se hizo uso de entrevista a informantes para estudiar la relación entre las estrategias que
desarrollan los/as jóvenes bajo estudio y su situación geográfica, social y económica y la percepción
que tienen respecto a su situación de pueblo originario y su espacio en el mercado de trabajo.
2. La población huarpe sawa residente en la localidad Lagunas de Huanacache
Las Lagunas de Huanacache, conocidas también (desde el s. XX) como Bañados de Huanacache, se
ubican en el noreste de Mendoza, al sudeste de San Juan, y al noroeste de San Luis, en el centro de la
región Cuyo. La zona era un sistema de lagunas y bañados encadenados, alimentados por los ríos
Mendoza y San Juan. Originalmente eran en total 25 lagunas intercomunicadas y con abundantes islas,
estas lagunas se encontraban rodeadas de tierra fértil y abarcaban un área de unos 2.500 km². Desde
fines de siglo XIX, y en la actualidad, debido a la sobreexplotación de las aguas de los ríos
Desaguadero, Mendoza y San Juan, se han ido secando, apareciendo sólo en temporadas de grandes
deshielos que acrecientan el caudal de los ríos que la alimentan. Las Lagunas de Huanacache
representa históricamente uno de los humedales más extensos de la región, fue declarado en 1999
como Sitio Ramsar, con el objetivo de preservar su biodiversidad y sus valores históricos y culturales.
Dentro de este humedal existen diferentes “puestos”, que albergan a la comunidad huarpe sawa. Estos
son el Puesto Alto de Hornilla, La Isla Conjume, Puesto El Salto, Puesto San Carlos, Puesto Vicente
González, Puesto El Salto Nº2, Puesto La Tormenta y el Puesto El Tamarindo. Respecto a la población
lagunera, tanto el intendente del departamento Sarmiento, como el líder de la comunidad no saben
precisar la cantidad exacta de laguneros.
.
3. Primeros pasos en el mercado de trabajo: la situación económica como principal impulsor
Benigni y Schteingart (2010) indican que el capital humano y el capital social inciden en la inserción
laboral precaria de los/as jóvenes. El primero expresa la correlación que existe entre educación y
precariedad (teniendo en cuenta que en el sector de baja productividad son más probables las
condiciones precarias). En tanto, el capital social implica que los jóvenes se insertan en el mercado
laboral a través de una trama de confianza y cooperación desarrollada a niveles familiares, de vecindad
y membrecía a grupos sociales. El capital social funciona como recurso sujeto a atributos sociales
adquiridos y heredados.
El ingreso al mundo del trabajo por parte de estos/as jóvenes se da en un contexto adverso, y en sus
condiciones de vulnerabilidad social, cultural y económica. Además, la carencia de servicios de
transporte público y/o de medios particulares implica que no puedan acceder a empleos diferentes a
los rurales. Entre los trabajos que desarrollan se hallan los relacionados al cultivo de la vid y/o de
melón, zapallo, zanahoria, tomate, sandía, entre otros, así como destroncar, cortar totora plantación de
plantines, etc.
De los 30 jóvenes encuestados/as, 27 han trabajado alguna vez. Todos los varones manifiestan haber
trabajado alguna vez; y las 3 personas que no han trabajado nunca son mujeres. Algunos/as de los/as
jóvenes no consideran trabajo aquel realizado junto a sus padres en el predio en el que residen. Para
ellos/as, el primer trabajo es cuando se emplean en la actividad agrícola, en fincas alejadas de su zona
de residencia. Las familias huarpe sawa son puesteros, dedicados a la cría de cabras para la venta en el
mercado local. Sin embargo, esta actividad no suele ser rentable por las distancias a los lugares de
venta, la falta de agua, alimentos y condiciones para la cría de estos animales. Esto los lleva a tener
que emplearse en la actividad rural para complementar los ingresos o bien, para contar con un salario;
esto se refleja en lo que cuentan dos jóvenes: “En las fincas a los 16 años. De más chico trabajaba
también, porque acá el tema del puesto empezó a andar mal, no había ganancias, no había apoyos
municipales ni gubernamentales, empezó a escasear el agua, no teníamos agua para tomar, el tema de
los caminos no entraban negociantes, no entraban chivateros y eso. Empezó a andar a los tumbos
uno, y tuvo que salir de pequeño a buscar una fuente de vida más efectiva…”. (José, informante clave
de 31 años).
En el análisis de las edades de inicio de la actividad laboral se puede observar que 7 encuestadas/os
empezaron a trabajar entre los 5 y los 9 años, ayudando a sus familias en los puestos de cría de
cabras/chivos, encargándose de los cuidados básicos, tales como la alimentación y la provisión de
agua, así como de mantenerlos alejados del impacto directo del sol para evitar la deshidratación de los
animales.
Asimismo, 14 comenzaron a trabajar entre los 10 y 14 años. En estos casos además de colaborar con la
cría de los animales, también se incorporan al trabajo en temporada de cosecha en las fincas junto a los
miembros de la familia. Los/as niños/as suelen acompañar y ayudar a sus padres en la cosecha de la
vid. Así, 21 jóvenes se iniciaron en la actividad laboral siendo aún niñas/os. Finalmente, 5 personas
tuvieron su primer trabajo entre los 15 y 19 años, y sólo 1 empezó a trabajar cuando tenía más de 20.
La situación de vulnerabilidad social, económica y cultural en la que se encuentra la población huarpe
llevó a los/as jóvenes a trabajar a muy temprana edad en la cría de animales; actividad realizada y
percibida como una ayuda o colaboración a la familia. En la adolescencia estos/as jóvenes inician una
búsqueda activa de trabajo fuera del hogar, en actividades que les suministre algún tipo de ingresos, no
sólo para colaborar con el ingreso de familiar sino además para sus gastos personales.
Tanto para las mujeres como para los varones, el proceso de socialización primaria -atravesado por un
inicio laboral a temprana edad- les permite adquirir experiencias y desarrollar habilidades en labores
vinculadas a tareas rurales. Esto posibilita luego la obtención de empleos en diferentes fincas y su
desempeño en las tareas vinculadas a la agricultura, lo que a lo largo de sus trayectorias se transforma
en sus ocupaciones principales. Es decir, estos/as jóvenes transitan un proceso de inserción en el
mercado de trabajo, que comienza con un periodo de aprendizaje de conocimientos transmitidos de
generación en generación, y que su aprehensión y desarrollo son “inherentes” a su infancia, a su
educación. Existe una naturalización del trabajo a temprana edad. El desarrollo de la actividad agrícola
implica que las tareas son sencillas de realizar, que no requieren calificación y no existe un control de
las edades de ingreso. Estos trabajos son temporarios, estacionales y posibles de realizar desde
tempranas edades. Por otro lado, las fincas donde buscaron/can trabajo son aledañas a sus lugares de
residencia, lo cual les evita el problema del traslado.
4. Cantidad de trabajos y condiciones de empleabilidad: la linealidad de la inestabilidad y la
precariedad
Las edades tempranas con las cuales estas/os jóvenes ingresaron al mercado del trabajo hace que sus
trayectorias laborales sean, en algunos casos, “densas” 2. Del total de jóvenes, 21 encuestados/as han
tenido entre uno y seis empleos, desempeñados en el sector agrícola. Otros 5 manifiestan que desde
sus comienzos laborales han tenido entre siete y nueve empleos (4) o entre diez y más trabajos (1), no
superando más de los doce en promedio.
Una vez que se ha logrado la inserción en el mercado de trabajo, sus próximos trabajos no varían en
características y condiciones respecto al primero. Muchas/os continuaron empleados dentro de las
mismas fincas, convocados para trabajos temporarios en épocas de labores culturales, o fueron rotando
en diferentes empresas de la misma rama de actividad. Algunos varones pudieron acceder a otros
trabajos en albañilería, carpintería o en jardinería dentro del departamento Sarmiento, pero estos casos
son muy pocos en relación a quienes se mantuvieron dentro su ocupación en la agricultura. Sus
trabajos se caracterizan por ser precarios.
Al respecto, Rubinstein y Suarez (1996) sostienen que la pertenencia a hogares en situación de
pobreza aumenta la probabilidad de los jóvenes ocupados en establecimientos pequeños, sin
protección social, de realizar tareas no calificadas y de tener menor permanencia en el trabajo.
Entonces los segmentos más dinámicos del mercado laboral se vuelven "cerrados" para los/as jóvenes
más desfavorecidos/as, y sólo consiguen integrarse, en los casos en que lo consiguen, en los segmentos
ocupacionales más marginales y precarios de la fuerza de trabajo, donde acceden a empleos “no
calificantes”, ya que en ellos las posibilidades de aprendizaje en el trabajo son escasas (Gallart,
Jacinto, Suarez, 1996).
Como señala Cynthia Pok (1992), la condición de precariedad laboral puede manifestarse en la
dimensión temporal, donde los trabajos son inestables, denominadas “inserciones laborales endebles”;
en las condiciones de trabajo: en lo que respecta al trabajo registrado o no; y la dimensión subjetiva: al
ser trabajos significados negativamente como muy sacrificados y sin gratificaciones. Las expresiones
de las/os jóvenes dan cuenta de la precariedad de los diferentes trabajos que han desempeñado en sus
trayectorias: “En lo rural, las personas como nosotros somos contratados de 3 meses, 2 meses. No
estamos nunca en blanco”. (Varón de 25 años).
“No es que seamos pobres por flojos, no vale, no le sacamos la ganancia a la producción que
realmente necesitás, porque son siete meses que uno tiene para ver una moneda. No es fácil criar un
chivato. Nosotros trabajamos porque somos esclavos”. (Varón de 30 años).
En este punto, Jacinto (2011) afirma que la valoración que el joven tenga de su propio trabajo depende
de la calidad y el contenido del mismo y de los “márgenes de libertad” con que cuenta según las
condiciones familiares y socioeconómicas en las que vive, y de sus expectativas iniciales. Los/as
jóvenes provenientes de hogares con menores oportunidades, aunque hayan accedido a más años de
2
Alejandra M. Castilla y otros. Los jóvenes del campo y la ciudad: sus prácticas y trayectorias laborales. IISE.
FACSO. UNSJ. 2010. Trayectorias Laborales Densas: son aquellas en las cuales se han desarrollado de 5 o más
trabajos a lo largo del itinerario laboral.
escolaridad que sus progenitores, suelen padecer gran insatisfacción y penurias ante oportunidades
laborales escasas, precarias y de bajos salarios.
De la población joven que ha trabajado, quienes han tenido menor cantidad de trabajos son las
mujeres. De total de ellas, aquellas que se encuentran en el intervalo de 14 a 19 años, 5 tuvieron entre
uno y tres trabajos, y 1 entre cuatro y seis. Entre las jóvenes de 26 a 31 años, tuvieron entre uno y tres
trabajos 3; y entre cuatro y seis 2. Mientras que las que se encuentran en el intervalo de 20 a 25 años
manifiestan haber tenido una trayectoria densa, así 2 de ellas ha desarrollado entre siete a nueve
trabajos, y 4, entre una a seis actividades. Esta situación puede estar asociada a que algunas mujeres
comienzan a ser madres y sus trayectorias comienzan a reflejar flujos de entradas y salidas constantes;
en algunos casos no continuaron con actividades extraprediales y otras alternan entre las actividades
del hogar- cuidado de los hermanas/os menores, limpieza, cocina, lavado y demás- y la cría de cabras
con otros trabajos fuera del hogar.
Los varones son quienes han tenido el mayor número de trabajos. Los varones de 20 a 25 años tienen
trayectorias densas, ya que 2 han desarrollado entre siete y más de 10. En el caso de los jóvenes que
tienen entre 26 a 31 años, la mayoría también manifiesta tener una trayectoria densa, dado 5 han
tenido entre cuatro y nueve trabajos. Desde las percepciones de estos jóvenes, a partir de determinada
edad se inicia de la búsqueda de una estabilidad laboral y económica, lo cual los conduce a alternar
entre los trabajos en fincas y la cría de sus cabras –actividad económica de sus ancestros-, para luego
ir dejando los trabajos temporarios y concentrarse en el cuentapropismo.
Respecto a las condiciones laborales de los jóvenes a lo largo de sus trayectorias, se puede observar
que de aquellos que se han desempeñado en relación de dependencia en algunos de sus trabajos, 25
manifiestan nunca haber estado registrados como empleado, lo que significa que han desarrollado una
trayectoria de trabajos “en negro”, sin aportes jubilatorios, cobertura de salud ni protección laboral.
Sólo 2 sostienen haber estado registrados/as en algunos de sus empleos. En sus de trayectorias
desarrollan los mimos tipos de tareas, de manera intermitente, convirtiéndose en un círculo
caracterizado por periodos de empleo precario, desempleo y trabajo familiar.
Sus itinerarios laborales son precarios, donde el vínculo con el mercado laboral es débil, dada la
intermitencia de las prácticas laborales, la informalidad de las relaciones laborales; no obstante el
denominador común que es la precariedad. Sin embargo algunos jóvenes han tenido experiencias
laborales formales. En términos de Cynthia Pok, son inserciones laborales endebles o trayectorias
ocupacionales muy inestables, pasan de un puesto precario de corta duración a un episodio breve de
desempleo y de allí a otro puesto precario y así sucesivamente (Pok en Jacinto, 2002).
La necesidad de un trabajo lleva a estos/as jóvenes a aceptar las condiciones de precariedad que
encuentran en el mercado. Asimismo la inexperiencia, el desconocimiento sobre sus derechos hacen
que acepten que no se les respeten, además ciertos tipos maltratos. Las dificultades que les traen
aparejadas este tipo de contrataciones les repercuten en su presente, en los servicios básicos, como la
salud, el acceso a créditos, entre otras cosas.
El hecho de que los/as jóvenes se desempeñaron/ñan en trabajos estacionales en época de cosecha los
lleva a una rotación laboral permanente. De ese modo, y según las/os jóvenes, 18 han permanecido en
la mayoría de sus trabajos de uno a seis meses, debido al carácter de empleo en el que estuvieron, que
generalmente son estacionarios y su duración es de uno a tres meses promedio.
En tanto, 2 jóvenes sostienen haber permanecido generalmente entre siete y doce meses. Finalmente 7
jóvenes han tenido trabajos de más de 2 años de duración. Entre quienes se han desempeñado en sus
empleos durante uno y seis meses se observan 13 mujeres y 5 varones. Entre quienes han permanecido
empleados hasta un año se observa sólo 2 varones. Y en el caso de quienes han superado los 18 meses
en un empleo, 3 son mujeres y 3 hombres. Estos datos se corresponden con quienes han decidido optar
por la cría de animales en sus predios y dejar de lado las contrataciones temporarias en fincas. Las
mujeres se focalizan en las actividades domésticas del hogar y ayudando en las actividades
concernientes a la cría de las cabras. Sólo una mujer ha permanecido más de un año en un trabajo.
5. Estrategias para obtener un trabajo
De acuerdo a lo que manifiestan las/os jóvenes, 18 han conseguido la mayoría de sus trabajos por su
propia cuenta, es decir, se presentaron personalmente en las fincas donde requerían personal cuando se
aproximaban las fechas de contratación de cuadrillas. En tanto, 7 accedieron a sus empleos gracias a la
recomendación de parientes o amigos. Otros casos no tan frecuentes (2) se dan en las/os jóvenes que
obtuvieron sus trabajos en tanto que ya eran conocidos dentro de los circuitos de trabajos rurales.
Según Padilla Trejo y Arrieta Urday (2011), las estrategias de inserción laboral que emplean los
jóvenes se encuentran vinculadas al nivel de instrucción y capacitación de los mismos. Entre las
estrategias empleadas por los/as jóvenes huarpe sawa es frecuente el acudir a familiares, amistades y/o
conocidos a fin de obtener información sobre alguna oportunidad laboral y/o que los recomienden para
un trabajo.
Las redes de amistades, conocidos y parientes constituyen vínculos que les permiten a los jóvenes
tener referentes a la hora de solicitar empleo. Estas redes los acercan a las posibilidades de un empleo,
y se consolidan e incrementan a medida que las trayectorias laborales se van haciendo cada vez más
densas. La recomendación es una estrategia tanto de los varones como de las mujeres. La referencia,
asimismo, les servirá como aval de eficiencia, experiencia y honestidad. Las frases recurrentes dan
cuenta de esto: “Entré por parte de la madre de una compañera mía. Ella me lo ofreció porque se
enteró ella estaba buscando trabajo y justo estaba en casa de ella y ahí me dijo de trabajar”. (Mujer
de 25 años).
Los/as jóvenes tienen una conducta pasiva en la búsqueda de sus trabajos, los contactos son los
canales más cercanos al momento de buscar empleo; el hecho de tener que movilizarse a zonas
aledañas en busca de un trabajo implica esfuerzo y un costo monetario, que las/os jóvenes no pueden
realizar dadas sus condiciones económicas y la falta de medios de transporte público en su lugar de
residencia; por lo tanto, el recurrir al círculo de relaciones más cercano se torna en una alternativa
válida y segura para acceder a un empleo.
6. Los motivos para cambiar de trabajo
Las razones que aducen los/as jóvenes frente a la movilidad laboral son diversas. De acuerdo a los/as
jóvenes, 6 expresan que los principales motivos que los llevaron a cambiar de trabajo se relacionan la
baja remuneración percibida, lo cual no se corresponde con las tareas y la cantidad de horas de trabajo.
Mientras, que 2 alegan como motivo el maltrato por parte de sus jefes. Y 13 de los/as jóvenes han
cambiado de trabajo al concluir sus empleos. Otro de los motivos frecuentes son las distancias hasta
sus puestos de trabajo. Entre los/as jóvenes, 3 lo exponen como una razón importante; asimismo, 3 lo
hicieron para colaborar con el emprendimientos familiares, lo cual se da en las mujeres.
Si diferenciamos por sexo, de quienes cambiaron de trabajo por mejoras salariales se observan 2
mujeres y 4 varones. Los malos tratos por parte de los jefes hicieron que 2 varones optaran por dejar
un empleo. Quienes cambian de trabajo por la finalización de éste son 9 mujeres y 4 varones. Esto se
da así dada la temporalidad de las actividades rurales, específicamente de cosecha. Asimismo, otra
razón de peso para cesar un trabajo es el tener que ayudar en el trabajo familiar.
Las características de las trayectorias laborales antes descriptas y los motivos que los llevan a cambiar
de empleo implican preguntarse sobre la estabilidad laboral. Como plantea Sánchez Moreno (2006),
“tradicionalmente, la forma de contratación constituía una referencia a partir de la cual valorar la
estabilidad o inestabilidad de un empleo concreto. Dicho de otra manera, el contrato configuraba un
sustrato a partir del cual estructurar las expectativas laborales.
Para los/as huarpe sawa, la estabilidad en sus trayectorias laborales se definen a partir de una
inestabilidad estructural: “Y… el tiempo de los trabajos en el verano es de 3 a 4 meses, lo mismo viene
a ser en el invierno, o sea que lo que más dura el trabajo, por ejemplo en el lugar mío es eso…
porque se acababa la cosecha”. (Varón de 30 años).
La estacionalidad de los trabajos rurales define la naturaleza precaria de las trayectorias laborales de
todos/as los/as encuestados/as y la precariedad de estos trabajos. El haber tenido sólo empleos
temporarios, sin contratos formales, sumados a las condiciones de contratación, las distancias a sus
empleos, el tener que colaborar en las tareas del hogar y en la cría de animales -en el caso especifico
de las mujeres- permiten ver que la inestabilidad atraviesa la vida social y económica de los/as
jóvenes. Uno de los graves inconvenientes que tienen estos jóvenes son las largas distancias que deben
recorrer para trasladarse a otras localidades, a esto debe sumarse la falta de transporte público y sus
condiciones económicas que les impide movilizarse por su propia cuenta, conllevando al abandono del
trabajo.
Otro de los elementos que permiten definir la precariedad de las trayectorias laborales de los/as
jóvenes se refiere al salario percibido. Como sostiene Sánchez Moreno (2006), “la cuantía del salario
es un elemento básico para describir un trabajo como precario. En términos generales, se percibe como
una retribución no equitativa. Existe una falta de correspondencia entre la actividad desarrollada y la
retribución obtenida a cambio. Además, los individuos están en condiciones de comparar las diferentes
retribuciones obtenidas en distintos empleos. A partir de dicha comparación, los sujetos concluyen que
uno de los aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de valorar la bondad de un empleo es,
precisamente, el salario. “Y… dos semanas, duró menos, lo dejamos por el motivo de lo que pagaba…
pagaban poco”. (Mujer de 17 años).
La necesidad económica de estos/as jóvenes los lleva a acepten las condiciones que se les presentan.
Así, la precariedad se van transformando en parte de su rutina laboral y definiendo estilos de
relacionamiento, donde los/as jóvenes se acostumbran a los malos tratos, condiciones de contratación
ilegales, demasiadas horas de trabajos, entre otros. De este modo se da una naturalización de la
informalidad en las relaciones y se reproduce situaciones de precariedad laboral. Igualmente, aceptan
otras condiciones como los malos tratos de sus superiores en pos de no perder ese trabajo. Esto da
cuenta de la vulnerabilidad a la se exponen los/as jóvenes ante las estacionalidad de estos trabajos.
Ahora bien, ¿cuáles son las estrategias que adoptan estos jóvenes ante tal situación?
Aceptar, acatar lo impuesto, callar, tolerar, sumisión que se plantea como respuesta y estrategia
necesarias al momento de preservar sus fuentes de trabajo, aún siendo empleos temporales, ya que si
se manifiestan en contra de los que se les está ordenando se quedan sin trabajo, bajo la excusa de que
“afuera hay muchos que quisieran ese trabajo”. Esto se ve reflejado en sus palabras: “He trabajado en
varias fincas. En dos oportunidades estuve efectivo pero renuncié a los trabajos porque no me sentía
cómodo… No me sentía bien. Todo ha sido problema de patronal, nunca me llegaron a respetar como
un obrero, siempre me sentía negreado en el tema de los requisitos. Siempre he trabajado más de 12
horas, era regador, a parte trabajaba como maquinista, siempre hacía bastantes laburos a la misma
vez y me sentía explotado y me sentía mal porque yo no me lo merecía por mi responsabilidad, pero
nunca me trataron como corresponde los patrones”. José, informante clave de 30 años.
Entre los/as huarpe sawa, las condiciones laborales a los que son expuestos en sus trabajos hacen que
éstas sean homologadas a formas de esclavitud, con el cual se refieren tanto a los tratos recibidos y los
modos de relacionamiento con sus superiores, así como a las condiciones bajo las cuales se encuentran
empleados. Con ese término engloban las características generales de sus trayectorias laborales,
marcadas por la precariedad y una naturalización de ésta. “Por naturalización de la precariedad
entendemos los procesos actitudinales y experienciales que llevan a incorporar la precariedad como un
rasgo distintivo, esencial, natural, de la experiencia laboral en el seno de este colectivo. La precariedad
es una compañera persistente, y podríamos decir que “natural” e “inevitable”, en el viaje de las
personas en el mapa laboral” (Sánchez Moreno, 2006).
Así,” aguantar” implica callar y dejar que las pautas impuestas sigan su curso ya que muchas veces, el
reclamar por lo que corresponde como derechos significaría poner en juego el puesto de trabajo. A lo
largo de las trayectorias de cada joven estas acciones se reproducen y acentúan. Y, ante la falta de
alternativas laborales, más se naturalizan estas estrategias de sumisión y de silencio. El quedarse
callados ante las condiciones que sus jefes les imponen se acentúan con el tiempo, es decir, el silenciar
lo que les pasa realmente tiene diferentes etapas. En una primera instancia, mujeres y varones cuentan
haberse “tragado” lo que pensaban por el hecho de cuidar sus empleos; pero luego han decidió
terminar esa situación y optaron por cambiar de trabajo o dedicarse al trabajo familiar.
Según Tizziani (2011), en estas relaciones laborales informales se da un acuerdo personalizado que
“se enmarca en una relación de poder entre actores en posiciones profundamente desiguales. Por ello
la debilidad del trabajador que se enfrenta a la necesidad vital de vender su fuerza de trabajo repercute
sobre el nivel de salario, la jornada de trabajo y la delimitación de las tareas. Se presenta el
incumplimiento de un marco regulatorio, en una relación profundamente asimétrica entre empleado –
empleador”.
En síntesis, la ocupación de estos/as jóvenes no es producto de una elección voluntaria sino que se
presenta como una ocupación predeterminada por los límites que le imponen los condicionantes de su
adscripción de clase y etnia, entre los que se destacan los bajos créditos educativos, las condiciones
culturales y sociales de su grupo de pertenencia etc. (Ávila en Tizziani, 2011).
7. Situación laboral actual de las/os jóvenes huarpe sawa
En la actualidad, 24 jóvenes huarpe sawa manifestaron estar trabajando al momento de la aplicación
de la encuesta. Si se distingue por sexo la situación ocupacional actual se observa que trabajan 9
varones y 15 mujeres. En cuanto a las mujeres que sostienen que no trabajan, esto se debe a que
estaban estudiando o por algún otro motivo. Para los varones se corresponde con quienes se
encuentran inactivos. De las/os jóvenes declaran ser trabajadores familiares; es decir, desarrollan
tareas dentro del emprendimiento familiar en la cría de cabras. Esto no implica que dichas actividades
sean remuneradas.
En tanto, 7 personas afirman ser dueños de pequeños emprendimientos familiares, es decir, en los
casos analizados, trabajan en la cría y venta de cabras. Finalmente, sólo 4 es empleado en alguna finca,
usualmente, ubicadas dentro del departamento donde se encuentra la localidad Lagunas de
Huanacache.
De acuerdo al sexo y la edad de las/os encuestados, entre quienes declaran ser trabajadores/as
familiares se encuentra 6 mujeres y 1 varón de 14 a 19 años; así como también, 2 mujeres de entre 20
y 25 años y 1 varón. Finalmente, se observan 3 mujeres de 26 a 31 años y ningún varón de esa misma
edad. Es decir, estos/as jóvenes desarrollan entre sus tareas, la alimentación de las cabras, la limpieza
de los corrales y demás, pero no son los/as responsables del emprendimiento, ya que o bien son
hijas/os o pareja del emprendedor/a. Su tarea es sólo colaborar como miembro de la familia. En este
tipo de trabajo, los/as jóvenes no perciben remuneración por el trabajo en los puestos de sus familias,
esta actividad forma parte de la estrategias para la subsistencia familiar. “Mi mamá no me paga por la
ayuda pero siempre me ha dado cosas así que… Lo que yo necesitaba ella siempre me daba. Me
compraba cosas…”. (Mujer de 25 años).
En la categoría ocupacional Cuentapropista se hallan quienes se manifiestan como los responsables del
trabajo familiar, y a veces también jefe/a de familia. Estos casos corresponden a 2 mujeres de 20 a 25
años y 1 de 26 a 31 años. En tanto, 3 varones de 26 a 31 años son cuentapropistas, correspondiéndose
con quienes son casados o viven en pareja, tienen hijas/os.
El ingreso que perciben las/os jóvenes por sus trabajos no es fijo, ya que se hallan condicionados por
una serie de factores que van determinando la frecuencia, el modo de cobro y la cantidad, en función
de la venta de los animales; pero generalmente no perciben sueldo. Esto, al mismo tiempo, se ve
influenciado por las dificultades para la venta de los animales, los porcentajes que deben pagar a un
mediero para la comercialización de los productos y la carencia de vehículos y el estado de los
caminos para realizar la venta de manera directa.
Asimismo, la falta de condiciones para la cría de estos animales (agua, pasturas, vacunación, etc)
hacen que estos proyectos económicos, legado de sus ancestros, ya no pueda seguir siendo una fuente
de ingreso, aun cuando estos/as jóvenes pretendan permanecer en esta actividad. Y si bien algunos/as
no dependen ya de los ingresos provenientes de otros trabajos precarios, su situación económica no se
ha modificado sustancialmente.
Entre quienes indican trabajar en relación de dependencia se halla 1 mujer y 1 varón de 20 a 25 años,
así como también 2 varones de 26 a 31 años. Sus empleos actuales, como en los anteriores, son
trabajos no registrados; lo que indica que persiste su situación de precariedad.
A la situación de precariedad dada por el no registro laboral, se suma la precariedad salarial; los
ingresos que tienen las/os jóvenes y el modo en que perciben sus haberes, de las personas que declaran
ser empleadas, el 67% percibía a 2011 entre $500 y $900 y de manera mensual. Mientras que el 33%
cobraba entre $1.000 y $1.400 semanalmente.
8. Acceso al trabajo actual: distancias y medios de transporte
Las distancias hacia los lugares de trabajo son importantes condicionantes y hasta determinantes para
el desarrollo de las condiciones de vida, y también de sus trabajos actuales o pasados. Las/os jóvenes
deben trasladarse a grandes distancias para trabajar, por lo que muchos deciden optar por trabajar
como cuentapropistas en los terrenos de sus viviendas, como criadores de cabras, comúnmente
conocidos como puesteros. Quienes buscan desempeñarse en otras tareas fuera del predio tuvieron que
abandonar esos trabajos y regresar o comenzar en estas actividades. Esto se ve reflejado en 23 de
los/as jóvenes, mientras que sólo 2 deben trasladarse de 1 a 10 kilómetros para llegar a sus empleos, lo
cual hacen en moto o a lomo de caballo.
9. Estrategias para acceder al trabajo actual
La llegada al trabajo actual es un camino sin variantes sustanciales respecto a los trabajos anteriores.
Nuevamente, las estrategias que desarrollaron para el acceso a sus empleos actuales no variaron a las
puestas en práctica con anterioridad. Solamente que esta vez, la búsqueda contó con cierta experiencia,
adquirida gracias al tránsito dentro del circuito de empleos en las fincas de la zona. El haber estado
empleados en algunas temporadas les posibilitó hacerse conocidos. A medida que los jóvenes van
desempeñándose laboralmente en estas empresas, van formando una imagen de sí mismos positiva o
negativa de acuerdo a cómo se han desempeñado en otros empleos. Hablar de comportamiento hace
alusión al “no generar problemas”, a “no ser un problema”. La capacidad de sumisión y aceptación son
puntos positivos al momento de obtener un empleo.
La mayoría de los/as jóvenes que se desempeñan en fincas llegaron a su trabajo actual por sus propios
medios. Como son conocedoras/es de las épocas en las cuales se contrata mano de obra para las
diferentes temporadas de cosechas, se presentan por sí mismos y se postulan para el trabajo. Esto se
efectiviza si el/la joven es conocido por su trabajo o cuenta con la venia de algún conocido, sea éste
pariente o amigo. Quienes recién se están insertando recurrieron a la consulta a parientes, amigos o a
aquellas personas que les sirvieron de canal conductor para llegar al trabajo actual.
Al analizar las estrategias por sexo se observa que 8 mujeres y 8 varones acuden a sus redes
familiares, amigos o conocidos. En tanto, entre quienes obtuvieron sus empleos por su propia cuenta
se hallan 3 mujeres y 3 varones. De quienes ingresaron a trabajo actual por recomendación de amigos
o parientes, se ve distingue solamente casos de varones.
10. Reflexiones finales
En el desarrollo de esta investigación se dio cuenta de ciertos puntos que ayudan a conocer las
características y especificidades de la comunidad huarpe sawa y de estos jóvenes indígenas,
específicamente, además de su situación social, económica y cultural actual; cómo éstas se relacionan
con las estrategias que desarrollan para insertarse y mantenerse en el mercado de trabajo y en las
características de sus trayectorias laborales.
La actividad económica de esta comunidad es la ganadera, específicamente la cría de cabras. Ésta es
un legado de sus ancestros, dedicados a la cría de animales. Asimismo, por las condiciones
desfavorables para el sustento de la producción caprina, tanto los/as jóvenes como los adultos huarpe
sawa deben también emplearse en otros trabajos. Esto es en la actividad rural, en fincas aledañas
dedicadas a la vitivinicultura, especialmente.
En cuanto al mundo del trabajo, la incorporación a corta edad se vincula a la necesidad de colaborar
con los ingresos familiares. De aquí que se empleen en trabajos rurales en épocas específicas de
cosecha o labores culturales, de manera temporal y sin registración legal; además de colaborar desde
niños/as con el trabajo familiar, que implica la cría del ganado caprino.
Esta carencia de capital económico los/as coloca en tensión con el sistema educativo, por lo que
terminan abandonando la escuela. Así, los escasos créditos educativo los/as lleva a una inserción
precaria, en zonas rurales y bajo pautas de contratación desfavorables, lo cual implica una
reproducción de sus condiciones marginales de vida.
De lo antes expuesto se puede observar cómo el capital económico atraviesa y condiciona el desarrollo
laboral de los jóvenes. Cuando éste no es favorable, las estrategias que adoptan se relacionan con
tolerar las desventajosas condiciones de contratación de en las fincas donde los emplean, siempre bajo
la ilegalidad, la desprotección laboral y social correspondientes.
Ante esto, a lo largo de sus trayectorias laborales, las/os jóvenes optan por aceptar lo que se les plantea
en el empleo en el que están, y a lo largo de sus trayectoria se observa cómo se van “acomodando” y
acostumbrando a estas situaciones, desarrollando estrategias que les permitan hacer más llevaderas las
situaciones y ser nuevamente contratados. Así planteadas las condiciones laborales, los/as jóvenes
poco a poco van naturalizando las pautas ilegales y precarias de trabajo.
Planteadas así estas condiciones, los/as jóvenes huarpe sawa se ven dentro de un círculo vicioso, en
tensión entre su situación social, económica y cultural. De aquí que muchas/os dejen de buscar
trabajos fuera del negocio familiar y elijan volver a la cría de cabras, ya que es un negocio propio y no
se someten a condiciones de “esclavitud”. Sin embargo, algunas/os jóvenes continúan reproduciendo
este círculo ante la desazón de no poder cambiar esto a menos que sea migrando de sus tierras, sus
raíces.
Quienes retornan al trabajo familiar, también se ven incididos por las largas distancias, medios de
transporte inadecuados para la compra de alimentos y el traslado de la producción. No obstante, tratan
de adquirir ejemplares para criarlos y venderlos, tratando de que sobrevivan a las inclemencias
climáticas, geográficas y a la falta de agua y pasturas -lo cual condiciona y hasta determina la calidad
de la producción-; lo cual en ocasiones significa que el agua que reciben de los camiones cisterna que
los asisten se destine a los animales. Asimismo, tampoco les es redituable la utilización de un
intermediario (chivatero) como estrategia para la comercialización de sus animales, ya que estos
terminan ganado más que las/os criadoras/es.
Pero todos los esfuerzos que realizan, la mayoría de las veces, resultan pocos ya que su producción
caprina se pierde o porque fallecen los animales ante la falta de alimentos, agua y remedios o porque
no pueden ser vendidos y en ciertas oportunidades eligen no comercializarlos para no “regalar su
dinero”. Igualmente, empleados o cuentapropistas tampoco cuentan con condiciones legales, es decir
no están registrados o inscriptos en AFIP, lo cual sumando a lo anteriormente expuesto los convierte
en mano de obra invisibilizada.
De este modo, el trabajo se constituye en uno de los indicadores fundamentales para la definición de la
juventud indígena. El trabajo, en el caso de esta investigación, se asocia directamente con el desarrollo
de actividades rurales. Por un lado, actividades ganaderas, donde las/os jóvenes indígenas son parte
fundamental, ya que su desempeño hace que el “negocio” familiar pueda “prosperar” o al menos dar
las posibilidades mínimas de supervivencia. Y, paralelamente, el desempeño en trabajos en fincas,
vinculados también a las necesidades económicas.
Asimismo este círculo vicioso comienza por el desconocimiento acerca de este pueblo, sus vivencias,
su cultura, su realidad, además de sus expectativas, percepciones y propuestas. Desconocimiento que
traspasa el reconocimiento de la identidad de este pueblo -cuestionada ampliamente desde las esferas
gubernamentales- sino que abarca derechos básicos de todo individuo.
Este círculo es ampliamente producido por factores exógenos y endógenos. Respecto a los primeros,
las estructuras sociales, políticas y económicas los invisibilizan de manera tal que su (re)conocimiento
es casi inexistente. Aún existen importantes brechas que superar, dadas las condiciones de
vulnerabilidad educativa, social, económica y cultural a la que están expuestas/os todas/os las/os
jóvenes. Esto se encuentra en la ausencia de decisiones políticas en torno a todo el pueblo huarpe sawa
residente en las Lagunas de Huanacache. Decisiones que impliquen el respeto de sus derechos como
personas, ciudadanos y como pueblo originario de esas tierras, así como también que signifiquen la
contemplación de sus características particulares como jóvenes mujeres y varones huarpe sawa; de sus
voces y expectativas; de su cultura, fundamentalmente y el respeto a de ésta y de sus particularidades.
Por lo antes descripto y como se ha expuesto en los capítulos anteriores, se observa que la situación
social, económica, política y cultural de la comunidad huarpe sawa de las Lagunas de Huanacache se
asemeja la realidad de los pueblos originarios de América Latina, donde sus derechos fundamentales
se ven vulnerados, planteándoseles así un contexto de exclusión, marginación y pobreza. El
comprender la naturaleza de lo indígena debe entenderse asociada a la historia profunda de estas
comunidades y de su dinámica actual, donde esta población vive y se reproduce en condiciones
determinadas. Por esto, todo abordaje (científico o político, por ejemplo) de una comunidad originaria
debe comenzar por el (re)conocimiento y la contemplación de sus particularidades para alcanzar el
objetivo de la interculturalidad, donde se implique no un mero contacto, sino, más bien, un
intercambio basado en el respeto, un proceso dinámico y permanente de comunicación y aprendizaje
entre culturas en condiciones de legitimidad mutua e igualdad.
11. Bibliografía
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jóvenes en Argentina (2003-2010). 10º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo – ASET. ISBN
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 http://www.ramsar.org/cda/es/ramsar-home/main/ramsar
7º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES/AS DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTROOESTE DE ARGENTINA Y LA IV REGIÓN DE CHILE
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES. UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN
27, 28 Y 29 DE MAYO DE 2015
MESA 1: Trabajo y Empleo
PONENCIA: DEBATES, TENSIONES Y DESAFÍOS EN ORIENTACIÓN LABORAL.
UNA EXPERIENCIA CON JÓVENES DE TUCUMÁN
AUTORES: UGARTE 1; ARUE 2; CORDOBA 3; LOPEZ GARCÍA 4; TORRES STÖCKL5
PALABRAS
sociales.
CLAVES:
Jóvenes - Orientación laboral – Trabajo - Representaciones - Prácticas
RESUMEN
En el contexto actual, el mundo del trabajo se caracteriza por precariedad, flexibilidad, inestabilidad,
desempleo y elevadas exigencias, lo que impacta dramáticamente en jóvenes que se encuentran en
situación de riesgo social, con escasa o nula calificación laboral y bajo capital social, afectando
especialmente su ingreso al mercado de trabajo. Frente a la complejidad de este fenómeno, desde el
proyecto de voluntariado universitario “Orientación Laboral: nuevas prácticas sociales en tiempos de
crisis" -que combinó la investigación-acción-, se realizó una intervención con jóvenes estudiantes de
una escuela para adultos de zona urbana y otra escuela para jóvenes de zona rural, que consistió en
talleres de orientación laboral, donde se trabajaron habilidades y recursos personales que, desde
nuestra perspectiva, les permitirían afrontar la búsqueda de empleo con mayor éxito, fortaleciendo sus
propias estrategias de inserción a través del desarrollo de un proyecto ocupacional.
A partir de esta experiencia, en el presente trabajo se analizarán críticamente los dispositivos de
formación para la inserción laboral, ya que en ocasiones entran en tensiones ético-políticas a partir de
demandas que pueden presentarse como contradictorias, y que coexisten. Se juegan, por un lado, los
requerimientos del mercado laboral que solicita el adiestramiento en competencias o la reconversión
1
UGARTE ALICIA Magister en Ciencias Sociales. Pertenencia institucional: Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos.
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Mail: [email protected].
2
ARUÉ RAUL LUIS Magister en Sociología Aplicada. Pertenencia institucional: Instituto de Historia y Pensamiento
Argentinos. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Mail: [email protected]
3
CORDOBA, MARIA GABRIELA Psicóloga UNT. Pertenencia institucional: Instituto de Historia y Pensamiento
Argentinos. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Mail:[email protected]
4
LÓPEZ GARCÍA MARIA JULIA. Psicóloga. Pertenencia institucional: Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos.
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Mail: [email protected]
5
TORRES STOCKL, CYNTHIA. Psicóloga UNT.Pertenencia institucional: Instituto de Historia y Pensamiento Argentinos.
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán. Mail: [email protected]
1
de saberes para cubrir áreas de vacancia en industrias o empresas; mientras que por otro lado, se
presentan estas instancias como espacios de desarrollo personal a partir de la construcción dialógica.
Por lo tanto, se examinarán los vínculos de estos jóvenes con el trabajo y las estrategias respecto de
sus procesos de inserción, para observar en qué medida la participación en dispositivos de formación
permite disminuir las múltiples inequidades a las que se enfrentan de cara al mundo laboral.
ABSTRACT:
In the current context, the world of work is characterized by precariousness, flexibility, instability,
unemployment and high demands, which dramatically impacts on young people who are at social risk,
with little or no job skills and low social capital, affecting especially its entry into the labor market.
Given the complexity of this phenomenon, from the university volunteer project "Career Guidance:
new social practices in times of crisis" -which combined research-action-, an intervention with young
students of a school for adults in urban areas and another school for young rural area was conducted,
which consisted of career guidance workshops where skills and personal resources were worked, that
from our perspective, would allow them face job search more successfully, strengthening their own
insertion strategies through the development of an occupational project.
From this experience, in this presentation we critically analyze training devices for job placement, as
sometimes come into ethical-political tensions from claims that may be presented as contradictory and
coexisting. They play on the one hand, the labor market requirements applying competency training or
retraining of knowledge to cover vacant areas in industries or companies; while on the other hand,
these instances as areas of personal development are presented from the dialogical construction.
Therefore, the links of these youth with work and strategies regarding integration processes will be
examined, to observe the extent of participation in training devices can reduce the multiple inequities
to which they face in the workplace.
1. La nueva lógica de la cultura del trabajo
El trabajo se ha constituido como una actividad orientada a garantizar la supervivencia de la especie y
de las diversas sociedades humana, la cual ha experimentado muchas variaciones a lo largo del
tiempo. En la modernidad, era condición y fundamento del progreso social, de modo que la
integración al mundo laboral era una importante fuente de dignificación personal. Pero eso cambió
ante las nuevas reglas de juego promovidas por la modernidad tardía, que complejizaron las
posibilidades de desempeño de acceso al empleo.
La apertura progresiva de la economía impuso la lógica de la competitividad y la flexibilidad como
respuestas a los reacomodamientos en el sistema productivo, lo que dificultó la inclusión en la esfera
del trabajo, pues las nuevas tecnologías productivas y de gestión invitaron a optimizar los procesos prescindiendo de cierta cantidad de operarios y captando sólo a los más competentes para el
2
procesamiento de información y resolución de problemas críticos-; a lo que se le sumó la crisis
económica que afectó a nuestro país, potenciando así la desocupación, la informalidad laboral y la
subocupación.
Si bien los modelos productivos actuales respecto al mundo del trabajo se plantean globalmente,
atravesando los estados, los sectores productivos y las empresas, van más allá de ellos, teniendo
efectos tanto en los grupos poblacionales como en los sujetos, conjugándose con la cultura y
pertenencia social de cada grupo. Resulta así que América Latina se ha caracterizado por grandes
dificultades para sostener la actualización tecnológica y por el deterioro de los términos del comercio
internacional, particularmente por la declinación general de los precios de sus productos, el
empeoramiento de la balanza de pagos causados por el alza de los intereses de préstamos y créditos
gubernamentales y empresariales, así como por la repatriación de las inversiones extranjeras y la fuga
de los capitales nacionales hacia el extranjero. Argentina no se encuentra ajena a éstos procesos, pues
en ella también se implementaron reformas político-económicas para fomentar la liberalización del
comercio y una mayor competencia.
Nuestro país ha pasado por un largo proceso de transformaciones en lo laboral, que comenzaron con
un proceso de desindustrialización en los años setenta, y que se agudizaron con el modelo político
económico neoliberal de los noventa, a partir de los severos cambios en la organización del trabajo y
en el debilitamiento de los derechos sociales del trabajador, a lo que se sumaron elevadas tasas de
desempleo y precariedad. La crisis político-económica de los años 2000-2001 impactó severamente en
toda la estructura social, y afectó especialmente a las clases medias y bajas. La pobreza y la exclusión
en la sociedad llegaron a niveles inéditos, configurando una nueva realidad social basada en la
degradación del empleo formal como componente central. Resulta entonces un aumento alarmante de
las desigualdades sociales, con procesos de empobrecimiento y multiplicación de formas de vida
precarias.
2. Desempleo, desigualdad social y juventud
La década de 2000 se cerró con un problema insoslayable, el desempleo, que se fue agravando al
encontrarnos con un mercado de trabajo con una creciente selectividad y cada vez más dimensionado
por la incorporación de mujeres y jóvenes como demandantes de trabajo. Pero este problema tiene una
magnitud diferente si nos situamos en
las distintas zonas del país y entre distintos grupos de
población: la desocupación es más alta en los conglomerados urbanos, entre quienes tienen menor
nivel de instrucción y en los jóvenes, pues su inserción en el mundo laboral presenta gran indefinición
y enormes obstáculos en el lapso comprendido entre los 15 y los 21 años.
Un nuevo escenario se abrió en la última década -con un modelo inclusivo y una política económica
con fuerte peso en el crecimiento con generación de empleo-, que habilitó una fuerte baja de la
desocupación y el crecimiento de la demanda en puestos de nivel de calificación técnica. Ello mejoró
sustantivamente los indicadores laborales de los jóvenes, pero pese a ello, el mundo de trabajo juvenil
3
sigue generando interrogantes por las condiciones precarias de las ocupaciones, las formas de
inserción y las incertidumbres presentes y a futuro. (Otero, 2012)
Según datos de la Encuesta Permanente de Hogares 2011, la tasa de desocupación para los jóvenes
entre 15 y 24 años casi cuadriplica a la de los mayores de 25 años; y la carencia de prestaciones
asociadas al trabajo registrado sigue afectando a más de la mitad de sus empleos. La inestabilidad, la
rotación laboral y los bajos ingresos afectan con mayor intensidad a los de menor nivel educativo y a
los provenientes de hogares más pobres.
Jacinto (2013) considera que la principal problemática de la juventud respecto de la actividad laboral
agrícola e industrial no es el acceso al mercado de trabajo, sino su carácter precario: se trata de
relaciones laborales informales, inestables, de insuficiente remuneración, con incertidumbre ante
vicisitudes climáticas o decisiones productivas, y con niveles de exigencia física elevados, que
compiten con la educación obligatoria de los jóvenes. Por lo tanto, al siempre complejo vínculo entre
el mundo de la educación y el mundo del trabajo, se le agrega hoy un panorama de inestabilidad y
precariedad laboral, de mayor desempleo juvenil, o con inserción en el sector informal de la economía.
Ahora bien, se entiende comúnmente por “juventud” a la etapa de tránsito entre la niñez y la adultez,
con la preparación para la asunción de roles adultos, en especial para una vida activa desde el punto de
vista laboral, pues pautas como el empleo permanente y formal alimentaron -al margen de su relativa
concreción en la realidad de nuestro país- la imagen de un joven que, por vías formales y no formales
se preparaba para la vida activa dentro de un mercado laboral que le aguardaba al cabo del trayecto.
Si bien sabemos que el concepto de juventud es relativo y, a la vez, resultado de construcciones
históricas -atravesadas o influenciadas por factores de índole social, económica y cultural-, creemos
que ese modo de ser comprendido debería ser cuestionado o, al menos, relativizado para distintos
momentos históricos y para los diversos contextos sociales, en tanto se corresponden con un mundo
del trabajo que también ha sufrido profundas transformaciones.
En la actualidad, los jóvenes son expuestos intensamente a las variaciones de la estructura laboral,
configurando trayectorias laborales erráticas, y más inciertas y riesgosas que antaño (Biggar, et. al
2008). La mayor parte de los empleos disponibles y por tanto las experiencias típicas destinadas a esta
población se caracterizan por su escasa continuidad y sin posibilidades de aprendizaje, generándoles
interrogantes respecto a cómo transcurrirá su ciclo vital activo, y qué impacto tendrá en términos
subjetivos.
Esta situación se complejiza en el caso de los jóvenes que se encuentran en situación de riesgo social,
con escasa o nula calificación laboral y bajo capital social, pues sufren un dramático impacto en su
intento de ingreso al mercado de trabajo, al enfrentarse a una notable contradicción: por un lado el
papel del trabajo como ámbito de dignificación personal y, por el otro, la profunda precarización de las
condiciones en el ejercicio del trabajo. Es en este escenario y con esta población de jóvenes con la que
desarrollamos nuestra tarea de Orientación Laboral, tal como veremos a continuación.
4
3. Sobre los destinatarios del proyecto de OL. Prácticas sociales, representaciones y trabajo
Desde el proyecto “Orientación Laboral: nuevas prácticas sociales en tiempos de crisis”, -ganador
de la primera convocatoria de la SPU – MECyT del año 2009-
6
focalizamos nuestra atención en
jóvenes tucumanos de sectores no favorecidos de la estructura social y que cuentan con un capital
escolar deficitario que no supera las acreditaciones propias del nivel medio. Son de ambos sexos, de
edades entre 14 y 24 años, y provenientes de hogares con necesidades básicas insatisfechas y en
situación de riesgo social. Abandonaron tempranamente el sistema educativo porque necesitaban
trabajar y ahora insisten en las posibilidades de reinserción escolar.
Además, la escasa o nula calificación laboral de estos jóvenes, así como su pertenencia a hogares y
comunidades que difícilmente los proveen de los valores y las estrategias de trabajo requeridas
actualmente, más la ausencia de redes sociales que les faciliten el ingreso a empleos atractivos desde
el punto de vista salarial o de calificación, complejizan aún más el panorama.
La mayoría de los jóvenes con los que trabajamos, se desempeñan en trabajos precarios e inestables
(lavado de autos, changarines, cosecha de frutillas o arándanos, etc.), o con subempleos. Son nichos
ocupacionales que no implican precisamente buenas condiciones laborales, pues se trata de horarios
extendidos y vinculaciones precarias, con exigua continuidad. Si bien buscan tempranamente una
inserción laboral, generalmente ésta es de baja calidad y demanda escasa calificación. Esto coincide
con lo planteado por Otero (2011a, 2011b), quien observa que entre los jóvenes de sectores sociales
bajos hay una mayor presencia de tramos vinculados con múltiples ocupaciones y “rebusques” de
escasa calificación, así como una mayor rotación y una frecuente alternancia de períodos en trabajos
precarios e informales. Los jóvenes de estas clases menos favorecidas se vuelcan al mercado de
trabajo para lograr la supervivencia del grupo familiar a pesar de no contar con las calificaciones
6
A partir de una visión conjunta como equipo de docentes- investigadores comprometidos en la realidad social de Tucumán,
se decidió participar de una convocatoria de la Secretaría de Políticas Universitarias –dependiente del Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación-, denominada Programa Nacional de Voluntariado Universitario, con el
propósito de profundizar la vinculación de la Universidad Nacional de Tucumán con las necesidades de la comunidad que
integra, incentivando además el compromiso social de los estudiantes. El Programa de Voluntariado Universitario se inscribe
dentro de una política estatal orientada a profundizar la función social de la Universidad, integrando el conocimiento teórico
y práctico aprendido en sus claustros con las problemáticas más urgentes de nuestro país. Entendemos que se trata de
actividades de transmisión de conocimientos y de experticia (organizacionales, didácticas y curriculares) que impactan en la
educación y en la cultura de la población. Sostenemos que el esfuerzo conjunto de docentes y alumnos universitarios por
ejecutar actividades de transferencia fomenta prácticas innovadoras y nuevos enfoques educativos. Además, consideramos
que este tipo de proyectos constituyen una vía regia para que los estudiantes universitarios articulen su formación técnica
específica con la formación en competencias claves para resolver con autonomía y reflexión las cuestiones atinentes a la
planificación y organización de las diversas actividades que implica una actividad de este tipo. El equipo autor de este
proyecto estuvo constituido por cinco docentes universitarios, que convocaron a quince estudiantes de las carreras de
Ciencias de la Comunicación y Psicología de la UNT con el fin de trabajar voluntariamente atendiendo una problemática
vigente y actual en nuestra provincia: el desempleo juvenil.
5
demandadas para obtener empleos de calidad. Por lo tanto, desarrollan actividades de muy baja
calificación, donde predominan los trabajos informales con poca estabilidad, situándose de ese modo
en una posición de vulnerabilidad, con bajas expectativas de crecimiento y proyección.
Pero además de ser un medio para aportar dinero al hogar de origen, el trabajo funciona como un
elemento necesario para la continuidad de sus estudios del nivel secundario, pues se constituye en el
medio a través del cual financian los gastos que estos le generan, con todo el esfuerzo que significa
estudiar y trabajar a la vez. Esto nos lleva a sostener que la acentuada exclusión de los jóvenes del
mercado laboral tiene como más afectados a los de menor capital educativo y a los que cuentan con
menores ingresos.
Longo (2004:206) considera que las representaciones sociales 7 que giran en torno al trabajo son
relevantes para la construcción de una identidad. A nivel individual y colectivo, la representación de
uno mismo como “trabajador” supone una centralidad muy fuerte en comparación con otras
determinaciones sociales. Las representaciones en torno al trabajo son centrales en la constitución de
las intenciones de futuro y en las preferencias laborales, incidiendo en el desarrollo de las identidades
personales a lo largo de la vida. Estas representaciones son el resultado de procesos psicológicos en
interacción con inserciones sociales, en las que se integran fenómenos cognitivos, valorativos y
actitudinales que orientarán las conductas. No se debe dejar de lado además el peso del contexto social
en estas mismas representaciones, en especial la importancia de variables tales como el origen sociocultural, género, nivel de escolaridad y experiencias sociales cotidianas, en la medida en que estos
aspectos tienen un impacto a nivel subjetivo, generando expectativas, actitudes, motivaciones, valores
y concepción diferentes; es decir, universos representacionales diferentes. (Aisenson, et.al, 2009,
2011a, Aisenson, 2011b)
En el caso de los jóvenes, las representaciones en torno al trabajo cobran particular relevancia por su
importante papel en la construcción de trayectorias educativas, laborales y sociales, y por su
categórico rol en la constitución y consolidación de la identidad. Sintéticamente, podemos decir que la
representación del trabajo que predomina en estos jóvenes es una idea instrumental, se prioriza la
visión del mismo como un medio para la subsistencia o para el acceso a bienes materiales. Asimismo,
hacen atribuciones de orden situacional sobre sus dificultades de inserción laboral: “son las
condiciones del mercado de trabajo, es debido a la escasez de puestos o por discriminación -por falta
de experiencia o por apariencia física-”, enfatizando procesos de victimización. Otros, los menos,
agregan que el trabajo contribuye a su desarrollo personal y acrecienta su autonomía. En este sentido,
7
Las representaciones sociales son el “conocimiento socialmente elaborado y compartido, orientado hacia la práctica y que
concurre a la construcción de una realidad común a un conjunto social” (Jodelet, 1989: 36). El mundo de las
representaciones opera como factor condicionante de la conducta, y expresa las normas, los estereotipos y los prejuicios de la
colectividad de la cual son producto, constituyéndose en principios generadores de prácticas sociales.
6
el cuestionar mediante la información y la reflexión estas ideas, puede permitir a los jóvenes proyectar
su futuro ocupacional de una manera más centrada en las posibilidades.
Resulta interesante destacar que el origen socio-económico de los jóvenes opera con más fuerza como
condicionante de sus representaciones que el tipo de formación recibida en la escuela. Su pertenencia a
hogares con problemas económicos importantes, caracterizados por la inestabilidad y un historial de
desempleo, complejiza en ellos la adquisición de estrategias de trabajo.
A pesar de esa realidad, este grupo de jóvenes tucumanos ven como necesaria la cualificación
profesional para la mejora de sus opciones laborales, aunque no saben genuinamente cómo alcanzarla.
Consideran que el diploma que acredita su educación secundaria favorecería una situación de mayor
bienestar. El título secundario es visto como una credencial simbólica y un requisito externo al sujeto,
que permitiría ingresar al mundo laboral, aunque perciben fuertes dificultades para el acceso al trabajo.
Esto coincide con la mirada de Busso et. al. (2014), quien considera que hoy el diploma ya no ofrece
una garantía de acceder a un empleo estable, sino que otorga mayores posibilidades relativas de
inserción laboral.
Observamos cómo las representaciones que los jóvenes han construido del trabajo impactan en la
manera en que proyectan su ingreso al mundo laboral, así como en la autopercepción de sus
posibilidades al momento de buscar empleo.
A pesar de su realidad social, la inserción laboral continúa teniendo un importante carácter simbólico
como principio legitimador y como fuente de identidad y reconocimiento social para estos sujetos. De
acuerdo a Dubar (2000a, 2000b), el trabajo es una de las actividades que históricamente permitió la
definición de sí mismo por sí mismo (identidad individual) y la definición de sí por parte de otros
(identidad colectiva). La identidad personal es una subjetividad permanentemente en devenir: se
construye y desarrolla en y por relaciones con los otros. Es por esto que vale considerar que, si bien
existen los valores propios del grupo familiar en relación al trabajo, también es posible que estos
significados se revisen y reconstruyan en el encuentro con otros en espacios sociales diferentes, como
los talleres de Orientación laboral.
4. Algunas consideraciones en relación a la Orientación Laboral
La crisis y la posterior reconfiguración del mercado laboral, junto al aumento de las desigualdades, ha
dado lugar a que los jóvenes no recorran un camino lineal desde la educación al empleo, sino que
queden inmersos en un largo proceso de transición laboral. Esta transición se complejiza en aquellos
jóvenes con menores niveles educativos formales y en situación de pobreza, quienes suelen abandonar
la educación formal antes de haber adquirido competencias básicas que los habiliten a acceder a
empleos de un cierto nivel de calificación. Resulta entonces que ingresar al mercado de trabajo se
vuelve un largo y complejo proceso hacia un empleo estable, si es que finalmente éste llega (Jacinto,
2009). En los casos en que consiguen integrarse al mundo laboral, lo hacen en los espacios
ocupacionales más precarios del mercado, que son en los que el aprendizaje en el trabajo y el valor de
7
la experiencia es menor. Esta reconfiguración deja así a nuevas generaciones en situaciones de
vulnerabilidad en relación al mercado de trabajo.
Aparece con claridad la necesidad de formar para el trabajo a estos jóvenes, con el fin de mejorar sus
condiciones de empleabilidad y sus posibilidades de inserción en sociedades que tienden a excluir a
amplios sectores. Frente a esta realidad, nuestra propuesta implicó ofrecer a jóvenes un espacio para
ayudarlos a obtener herramientas que les permitiesen desenvolverse en el mercado laboral, intentando
mejorar así sus posibilidades de inserción.
Desde el proyecto de voluntariado universitario “Orientación Laboral: nuevas prácticas sociales en
tiempos de crisis" -que combinó la investigación-acción-, se realizó con jóvenes estudiantes de una
escuela de zona urbana y otra escuela de zona rural, una intervención que consistió en talleres grupales
de Orientación Laboral (OL), donde se trabajaron habilidades y recursos personales que, desde nuestra
perspectiva, les permitirían afrontar la búsqueda de empleo con mayor éxito, fortaleciendo sus propias
estrategias de inserción a través del desarrollo de un proyecto ocupacional, aportando además juicios
realistas sobre el mercado laboral actual que clarificasen el panorama a la hora de su inserción laboral.
Los talleres con estudiantes de las escuelas medias seleccionadas se llevaron a cabo con el objetivo
general de contribuir a su integración social, procurando que elaborasen sus propias estrategias de
inserción social y laboral. La propuesta de OL suponía una serie de actividades pensadas en función de
que los participantes lograsen:
•
Reconocer y comprender las transformaciones producidas en el mercado laboral, su situación
actual y sus tendencias.
•
Identificar competencias personales valoradas en el mercado de trabajo.
•
Definir un plan de acción laboral con el objeto de prepararse mejor para la búsqueda de empleo,
punto considerado central desde el proyecto.
•
Mejorar su capacidad individual para la búsqueda de empleo, maximizando sus posibilidades de
inserción laboral, a través de de realización de curriculum vitae, lectura comprensiva de avisos
clasificados, role playing de entrevistas laborales.
•
Trabajar las habilidades socio-laborales necesarias para la incorporaciónal mercado de trabajo,
reduciendo sus temores y desánimos.
La idea era, tal como plantea Jacinto (2012), la de apoyar al joven en el desarrollo de su propia
estrategia en las etapas iniciales de la inserción laboral, promoviendo el despliegue de la autonomía
individual y mitigando la incertidumbre y los riesgos ante la falta de soportes protectores.
Los talleres se ejecutaron en cada una de las escuelas en ocho encuentros de dos horas de duración, y
con una frecuencia semanal, con temáticas tales como el mercado laboral actual; la historia laboral
familiar; la identificación de competencias laborales y personales valoradas en el mercado de trabajo y
la creación de un plan de acción con el objeto de prepararse mejor para la búsqueda de empleo.
Es importante sostener que en estos jóvenes, las oportunidades y las posibilidades de elección que
tienen están fuertemente condicionadas por las posiciones ocupadas en la estructura social, lo que
8
restringe su
posibilidad de desplegar estrategias personales, lo que afecta fuertemente sus
subjetividades y por lo tanto, la construcción de una identidad valorada (Aisenson, et.al., 2011a). Con
la implementación de estos talleres, los jóvenes participantes intercambiaron perspectivas e
información de manera colaborativa, lo que permitiría extender las propias estrategias, así como el
trabajo y la reflexión en grupo operarían como contenedores y reforzadores de sentimientos de
seguridad en sí mismos.
De este modo, los jóvenes destinatarios lograron trabajar sobre sus habilidades y recursos personales,
centrados en juicios realistas de la realidad laboral actual. Si bien se registraron algunos obstáculos
para que los participantes pudieran introducirse en la temática del trabajo y reconocer el amplio
panorama que lo caracteriza, a lo largo de los talleres se notó en los mismos un mayor compromiso
con las actividades; lo que finalizó con participantes que otorgaban valor a aquellos saberes,
experiencias y actitudes que constituyen herramientas necesarias e importantes para el ingreso al
mundo del trabajo, y que son parte de una posición activa frente a la búsqueda de empleo, que
involucra reconocer la propia capacidad de elección y su responsabilidad por la misma.
Es por esto que revalorizamos los espacios de Orientación Laboral, cuando permiten que los jóvenes
se confronten con sus propias representaciones y prácticas, en tanto estas pueden funcionar como
obstaculizadoras.
5. Una mirada crítica a los dispositivos de formación para la inserción laboral
A partir de lo reflexionado, nos preguntamos ¿en qué medida la participación en dispositivos de
formación permite disminuir las múltiples inequidades a las que los jóvenes se enfrentan de cara al
mundo laboral? Estos espacios de formación para la inserción laboral en ocasiones entran en tensiones
ético-políticas a partir de demandas que pueden presentarse como contradictorias, y que coexisten. Se
juegan, por un lado, los requerimientos del mercado laboral que solicita el adiestramiento en
competencias o la reconversión de saberes para cubrir áreas de vacancia en industrias o empresas;
mientras que por otro lado, se presentan estas instancias como espacios de desarrollo personal a partir
de la construcción dialógica.
Jacinto (2013) desarrolla críticamente los planteos de dos corrientes o perspectivas entre las que se
pueden incluir las acciones de orientación laboral. Una de ellas, llamada “adecuacionismo”, plantea
que las diversas acciones formativas deben intentar responder a las demandas del mercado laboral,
“adecuándose” a sus exigencias, desarrollando la empleabilidad y buscando la adaptación de ese joven
a las exigencias del entorno laboral. Se observan aquí, prácticas en la que se ve naturalizada una lógica
de mercado competitiva e individualista o la sumisión y adaptación pasiva como vías para lograr la
inserción laboral. La formación o entrenamiento en competencias, desarrollada ampliamente en los
’90, se incluye en esta perspectiva. Es tentador que los espacios de OL respondan a la demanda de los
jóvenes, cuando por ejemplo, solicitan “aprender a hacer un curriculum, o a contestar lo ‘correcto’
en una entrevista de trabajo”.
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La segunda corriente, de pensamiento crítico o de la formación en “saberes del trabajo”, conceptualiza
al mundo del trabajo de un modo amplio y complejo. Propone que la formación incluya una mirada
más amplia, propiciando el análisis del significado del trabajo en toda su extensión y no solo de sus
rasgos “técnicos” u “organizativos”, sino desde sus bases epistemológicas hasta sus aplicaciones
prácticas. Construyen y sistematizan el conocimiento de los cambios que han tenido los procesos de
trabajo a lo largo de la historia o en diferentes países, incorporando el estudio de las relaciones
sociales, diferencias y desigualdades sociales creadas a su alrededor y relacionan el desempeño laboral
con la existencia de legislaciones laborales. Cuando se apunta a la reflexión crítica y recursos para la
inserción laboral y educativa aparecen con fuerza los saberes vinculados a la gestión de la propia
biografía. La perspectiva biográfica de los procesos de formación implica que lo que se aprende es
siempre puesto en articulación con las experiencias ya vividas y, por lo tanto, es siempre
subjetivamente asimilado en el marco de una historia individual concreta. Pero, además, estos
“aprendizajes biográficos” resultan una condición de la construcción de trayectorias individuales
futuras, en tanto permiten al sujeto la organización reflexiva de las propias experiencias de vida, la
posibilidad de darse a sí mismo una coherencia personal y una identidad, desarrollar capacidades de
comunicación, de relación con el contexto social y de conducción de la acción (Alheit y Dausien,
2008). Esta perspectiva crítica implica también un posicionamiento ético sobre el significado del
trabajo y sobre las concepciones acerca del “trabajo de calidad”, tanto desde el punto de vista de los
sujetos como desde el punto de vista de la sociedad. Implica develar los procesos socio-históricos
vinculados al trabajo y las diversas concepciones ético-políticas con las que se han definido los lugares
del Estado, de los trabajadores y de los empleadores en diferentes períodos. Formar en estos “saberes”
del trabajo”, entonces, es mucho más complejo que la formación en competencias operativas,
mediante las cuales simplemente se adoptan conductas requeridas por un puesto de trabajo.
La idea es que la formación para el trabajo sea encuadrada en una visión integral del desarrollo y de
aprendizaje para toda la vida. La perspectiva de integración a políticas de acompañamiento a la
transición laboral de los jóvenes implicaría una renovación sustantiva en el abordaje de estas
problemáticas en vistas a la construcción de un nuevo paradigma que tome en cuenta un fenómeno, a
la vez, estructural y subjetivo.
Reflexionando críticamente, la dificultad para evaluar a largo plazo el impacto o efectos de los
dispositivos de la OL, constituye a su vez su límite y su desafío. A nivel operativo, mantener un
seguimiento con los participantes de los talleres resulta difícil de sostener. Por otro lado, los devenires
laborales de los jóvenes están complejizados por múltiples experiencias y recursos personales y
sociales, en los que los talleres de OL son solo uno de tantas variables.
Otro desafío a continuar trabajando es la articulación y trabajo en redes entre los diferentes actores
implicados en el desarrollo del trabajo: educación, sectores productivos, comunitarios, instituciones
varias, etc, así como una mirada que integre tanto perspectivas subjetivas como estructurales para la
construcción de empleo decente.
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Por otro lado, como muchas de estas experiencias de OL se están desarrollando en diferentes
contextos, es una oportunidad para gestionar el conocimiento pedagógico y didáctico sobre los
mejores formatos y acciones para desarrollar estos saberes.
6. A modo de conclusión
En este trabajo hemos hecho un breve recorrido por las características del mundo del trabajo en estos
días y por cómo éstas afectan particularmente a los jóvenes vulnerables, ya que la precariedad, la
inestabilidad y la falta de oportunidades operan en detrimento de la posibilidad de la construcción de
proyectos laborales.
En este sentido, los espacios de Orientación Laboral -tal es la experiencia que aquí presentamos, pero
que sabemos, se replican como estrategia en diferentes sitios y niveles-, son una oportunidad clave
para reflexionar junto a los jóvenes las representaciones que han construido sobre el trabajo. Creemos
que posibilitan revisar los significados y valores -tanto propios como los que circulan en el grupo
familiar-en relación al trabajo, reconstruyendo el gran impacto que las representaciones tienen en la
manera en que proyectan su ingreso al mundo laboral, así como en la autopercepción de sus
posibilidades al momento de buscar empleo.
De acuerdo a lo evaluado con los participantes de los talleres, la oportunidad de pensarse como
trabajadores y explicitar sus temores ante las exigencias del mercado laboral, así como recibir
información, los ha fortalecido y motivado.
Creemos que estos dispositivos de OL son una instancia a seguir reformulando y construyendo, para
que permitan la mirada crítica, la confrontación de los participantes con sus propias representaciones y
prácticas -en tanto éstas pueden funcionar como obstaculizadoras-, para favorecer un posterior
despliegue del potencial subjetivo, y no simplemente sean un espacio para “adecuarse a lo requerido
por el mercado”.
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