INFORME CIENTÍFICO CINE Y PENSAMIENTO AMBIENTAL MAYO

PENSAMIENTO AMBIENTAL ESTÉTICO – COMPLEJO A PARTIR
DEL CINE COMO MEDIACIÓN
Carlos Alberto Chacón Ramírez1 - César Augusto Bustamante Toro2 - Diego Alejandro Botero Herrera3
Escena de la Película Tiempos Modernos-Chaplin (1936)
1
Licenciado en Educación, Área Mayor Biología, Especialista en Educación ambiental, Magister en
Educación, Doctor en Educación. Docente de planta Licenciatura en Biología y Educación Ambiental
Universidad del Quindío.
2
Licenciado en Biología y Educación Ambiental, Especialista y Magister en Ingeniería Sanitaria y
Ambiental, Docente de planta Licenciatura en Biología y Educación Ambiental Universidad del Quindío.
3
Técnico Profesional en Gestión de Recursos Naturales, Asp. Licenciatura en Biología y Educación
Ambiental de la Universidad del Quindío.
RESUMEN
Este proceso de Investigación Educativa, tiene el propósito de construir Pensamiento Ambiental EstéticoComplejo en el Programa de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del
Quindío, a partir de generar escenarios de interpretación de algunas propuestas cinematográficas, para
pensar crítica y reflexivamente los modelos de desarrollo, las formas del habitar la tierra y la crisis de la
biodiversidad.
La metodología consistió en selección, proyección y análisis de películas con su respectivo soporte
literario o guión, así: Sueños de Akira Kurosawa, Los Olvidados de Luis Buñuel, Apaporis de Antonio
Dorado, Tiempos Modernos y La Quimera del Oro de Charles Chaplin, Los Colores de la Montaña de
Carlos César Arbeláez, Pequeñas Voces de Jairo Carrillo, La lengua de las Mariposas de José Luis
Cuerda y La Tierra de Disney Nature.
De estas escenas académicas se desprenden relatos de los participantes, a partir de los cuales se
construyen tendencias de pensamiento, en la manera de enunciados, tales como: una visión
antropocéntrica del mundo como heredad del pensamiento moderno, la monstruosidad en el pensamiento
de las relaciones con la naturaleza, la crisis de la ciencia como crisis civilizatoria, la devastación de la
naturaleza y la cultura como crisis de sentidos de la vida y repensar las maneras del habitar, en clave de
resistencias al crecimiento-progreso desmedidos. Estos enunciados y su amplificación escritural se realiza
a partir de autores del campo del pensamiento ambiental contemporáneo y de escritores expertos en torno
a la apreciación y análisis cinematográfico, y son considerados como resultados o conclusiones, titulados
en este trabajo como emergencias investigativas.
PALABRAS CLAVE: apreciación cinematográfica, pensamiento ambiental, crítica al desarrollo, crisis
del habitar, crisis de la biodiversidad.
1
AESTHETIC-COMPLEX ENVIRONMENTAL THOUGHT THROUGH CINEMA AS A
MEDIATOR
ABSTRACT
This process of Educational Research aims to build Aesthetic-Complex Environmental Thinking within
the B.S. Program in Biology and Environmental Education at the University of Quindío, from generating
scenarios of interpretation of some films, in order to think critically and reflexively about development
models, ways of inhabiting the land, and the biodiversity crisis.
The methodology consisted of selection, projection and analysis of films with their respective literary
support or script, namely: Akira Kurosawa's “Dreams,” Luis Buñuel's “The Forgotten Ones,” Antonio
Dorado's “Apaporis In Search of One River,” Charlie Chaplin's “Modern Times” and “The Gold Rush”,
Carlos César Arbelaez's “The Colors of The Mountain,” Jairo Carrillo's “Small Voices,” José Luis
Cuerda's “Butterfly,” and Disneynature's “Earth.”
From these academic scenes stories of participants emerge, from which in turn trends of thought are
constructed, in the manner of statements, such as: an anthropocentric view of the world as an inheritance
of modern thought, the monstrosity within the thinking about relations with nature, the crisis of science as
a civilizing crisis, the devastation of nature and culture as a crisis of meaning in life, and rethinking the
ways of inhabiting, as keys of resistance against intemperate growth/progress. These statements and their
written elaboration are performed taking into account authors in the field of contemporary environmental
thought and expert writers on film appreciation and analysis, and are considered findings or conclusions,
entitled in this work as investigative emergencies.
KEYWORDS: film appreciation, environmental thinking, critique to development, inhabiting crisis,
biodiversity crisis.
2
I.
INTRODUCCIÓN
El cine tiene gran poder de convocatoria; es mediador en el imaginario crítico que el ser
humano construye en relación con su realidad. Por lo tanto, los propósitos del cine son más
profundos que los intereses de la industria del entretenimiento y su perspectiva escapa a la aridez
de lo comercial. El arte cinematográfico dista de ser mercancía, simple objeto de consumo,
emerge como pretexto para pensar en complejidad el mundo de la vida. En consecuencia, “el cine
favorece el pleno empleo de nuestra subjetividad, por proyección e identificación, nos hace
simpatizar y comprender a aquellos que nos serían extraños o antipáticos en un momento
cualquiera” (Morin, 2000; p.108). Cuando el cine recrea las humanas pasiones, despierta
sentimientos en el espectador que lo vinculan a circunstancias y hechos de la vida cotidiana o de
otras realidades, en muchos casos, lejanas y desconocidas. Estos sentimientos se manifiestan a
través de juicios, valores, ideas y opiniones.
Por otra parte, el Pensamiento Ambiental Estético-Complejo representa una mirada a los tiempos
modernos, marcados por la evanescencia, la trasgresión sistemática de la tierra, la separación
entre la naturaleza y la cultura, y la mercantilización de la vida, amparadas en la supuesta
superioridad de la especie humana. Es un pensamiento de carácter estético, por las maneras de
incorporar el sentir, lo sentido y la sensibilidad como posibilidades de percepción e interpretación
del mundo de la vida. La complejidad se muestra en un pensamiento que enlaza, coliga en las
maneras del significado de la complejidad como un complexus: lo que está tejido junto.
Complejidad, término de origen latino, que proviene de complectere; como lo aclaran Morín E,
Ciurana E, Motta R (2002):
Complectere, cuya raíz plectere significa trenzar, enlazar. Remite al trabajo de la construcción de
cestas que consiste en trazar un círculo uniendo el principio con el final de las ramitas. El
agregado del prefijo com-añade el sentido de la dualidad de dos elementos opuestos que se
enlazan íntimamente, pero sin anular su dualidad. En castellano la palabra complejo aparece en
1625, con su variante complexo, que viene del latín complexus, que significa que abarca,
participio del verbo complector que significa yo abarco, yo abrazo. De complejo se deriva
complejidad y complexión, esta última del latín complexio que significa ensambladura o conjunto
(p.53).
3
En este sentido, el cine es esencial para la construcción de Pensamiento Ambiental EstéticoComplejo; algo clave en el campo educativo. Como lo señalan De la Torre, Pujol & Rajadell
(2005): “el cine induce modos de percibir la realidad, de sentir y compartir, de comunicarse y de
actuar, por ende, el cine utilizado adecuadamente produce cambios personales, grupales y
sociales” (pp.10-11). El cine permite que la ciencia, el arte y el encanto convivan en un mismo
escenario; su rodaje propicia espacios para el despliegue del genio tecno-científico humano, pero
ello no significa el rechazo a las maneras estéticas de contacto con la realidad: música, pintura,
literatura, danza, fotografía, mística, entre otras. El cine en su sentido profundo, acude al
encuentro de los dramas humanos desde el reconocimiento a la divergencia biológica-cultural;
sus modos de decir, generan rutas de crítica al marcado antropocentrismo de la crisis ambiental
moderna.
La posibilidad de construir Pensamiento Ambiental Estético-Complejo a partir del cine, está
fundamentada en su capacidad para provocar pensamientos y sentimientos en torno a una enorme
diversidad temática, representada por igual variedad de géneros cinematográficos. En efecto, el
cine recrea las tragedias ambientales-sociales, los peligros de la economía centrada en la
competencia sin piedad y la degradación de los ecosistemas, pero también, insinúa una realidad
distinta, fraterna y solidaria, fundada en el trato delicado de la trama que sostiene la vida y el
deseo de co-habitar la tierra. El cine pues, ofrece tanto visiones apocalípticas
como
esperanzadoras de la crisis ambiental.
Esta investigación dispone un camino a formas de comprender el mundo, emergentes a través del
encuentro entre el Séptimo Arte y el Pensamiento Ambiental. Su propósito es aportar a la
construcción de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo en el Programa Académico de
Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del Quindío, mediante la
generación de espacios académicos para la interpretación y el análisis de algunas propuestas
fílmicas, en claves de la crítica al desarrollo, la crisis del habitar y la crisis de la biodiversidad.
4
II. METODOLOGÍA
La ruta metodológica del trabajo se adelantó en tres momentos:
Momento I - Selección de películas
Los filmes se seleccionaron después de una cuidadosa reflexión y vista previa, en
consideración del argumento y puesta en escena, cuyo concepto, diálogo, imagen, entre otras
particularidades, permitieran a partir de su interpretación, una relación intensa con el propósito de
pensar lo ambiental estético-complejo. Esto se complementó con lo señalado por Ambros & Breu
(2007) citado por Pérez (2010) respecto a la presentación de las películas, en compañía de la
ficha técnica, artística, sinopsis, escenarios y tiempos.
Siendo así, las películas seleccionadas fueron: La Tierra (2007), Los colores de la montaña
(2011), Sueños (1990), Los olvidados (1950), Documental Apaporis (2012), Tiempos modernos
(1936), Pequeñas voces (2011), La quimera del oro (1925), La lengua de las mariposas (1999).
La ficha técnica de estas piezas cinematográficas se adjunta como anexo (Anexo 7).
Momento II – Interpretación fílmica
Las películas se proyectaron a grupos de interés conformados por estudiantes y profesores
del Programa Académico de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental, y de otros
programas como Trabajo Social, a través de su cátedra de medio ambiente. El número de
participantes fue de 194, distribuidos en 9 sesiones, para un promedio de asistencia de 22
participantes por sesión; las sesiones se desarrollaron durante los dos semestres académicos del
año 2014. En estas sesiones, los participantes generaron los relatos, que como palabra y acción
fueron cruciales, porque a través del relato expresaron su pensamiento en forma narrativa.
En relación con este interés, la palabra relato se abordó en su sentido etimológico, dada su
relación con el verbo relatar cuyo significado es: “volver a” (re) y “llevar” (lat) unos hechos del
5
conocimiento de alguien; en cierta manera equivale a narrar algo describiéndolo vívidamente. De
tal forma los relatos donados se convierten en viático para la investigación, palabra que
etimológicamente viene del latín viaticum, es decir, derivado de “vía o camino”. Entonces, los
relatos son la provisión para el camino de construir las tendencias de Pensamiento Ambiental.
Los participantes donaron sus relatos de interpretación cinematográfica, escritos con base en los
preceptos: crítica al desarrollo, crisis del habitar y crisis de la biodiversidad; estos preceptos se
construyeron porque permiten pensar de manera amplia, profunda, tensa y crítica el desarrollo,
que se soporta en la producción, la acumulación, el consumo sin límites de una naturaleza
limitada, así mismo, el habitar la tierra en estos tiempos de hoy de desolación y crisis; y la
biodiversidad de la vida en riesgo dada la explotación exacerbada y evidente por el pensamiento
tecno-maquínico y de desprecio por la vida.
Momento III - Tratamiento y análisis
Se construyeron las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo a partir de
los relatos de interpretación fílmica. Estas tendencias se amplificaron escrituralmente como
emergencias, a manera de discusión de los resultados de la investigación. El sentido de las
tendencias enunciadas, da cuenta de cierta reiteración en lo que dicen los relatos; una
sedimentación de nociones, unas coincidencias e insistencias por lo que anuncian, por lo que
describen, por lo que auguran. Así mismo, por sus vecindades escriturales y semejanzas, las
tendencias no tienen la característica de categorías pues no contienen lo inamovible de esta forma
metodológica; en tanto, si ofrecen la posibilidad de hablar de ellas de manera amplia, no
estructurada, ni clasificatoria, por lo que permitieron calzar en el pensar y el sentir de los
participantes, expresados en las marcas de sus palabras, en claves del Pensamiento Ambiental
Estético-Complejo.
La lectura intensa y extensa de los relatos, proporcionó ciertos hallazgos de reiteración narrativa,
coincidencias e insistencias, que representan cualidades de la semejanza, de la similitud, las que
fueron consideradas en solicitud re-apropiada, convenidas en la cercanía, atraídas entre sí por sus
vecindades, por sus semejanzas; las mismas que se avistaron, en ritualidad de respeto, por las
6
marcas de la palabra, de la escritura, lo que dio la posibilidad de inter-de-venir en ellas. Son así,
“tendencias poiésicas, por la atenta lectura de las escrituras, que se ponen a riesgo de la aventura
interpretativa, en las vías del descubrimiento, y, para encontrar en ellas, los diálogos vivos que
emergen, en el aplomo necesario” (Chacón, 2011; p.90).
En esta investigación, la noción de dato mutó para ser relato. Los relatos construidos por los
participantes, fueron tratados para, desde ellos, elaborar las tendencias de pensamiento de la
manera anteriormente expuesta; esto constituyó el tratamiento de los datos de la investigación.
Las tendencias se amplificaron a partir de autores del campo del Pensamiento Ambiental
Contemporáneo y del Análisis Cinematográfico.
III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo generadas a partir de los relatos se
presentan en la Tabla 2.
Tabla 1:
Tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo.
Preceptos de motivación escritural
Crisis del habitar
Tendencias
1.
2.
3.
La vida en crisis como
escenario estético desde la
apuesta cinematográfica de
la tierra y los cuerpos
desgarrados.
La guerra como contrato
social que devasta el
contrato natural con la tierra.
Artilugios de la ciencia en su
manifestación
tecnomaquínica que
despliegan su arsenal
arrasador para poner en
crisis las conexiones
Crisis de la biodiversidad
Tendencias
Crítica al desarrollo
Tendencias
1. La vida exuberante como
mercancía al tenor de los
designios de la dominación.
1. El desarrollo en crisis
desde sus resultados
nefatos en las
urdimbres – tramas de
la vida.
2. Heredad del pensamiento
occidental del control y la
escisión – fragmentación de
la vida.
3. Vida escindida en la
separación de sus tramas y
sus tejidos.
4. Condición del pensamiento
sujeto – objeto en clave
cartesiana.
2. Resistencias al
desarrollo para pensar
la vida en su trato
considerado.
3. El desgarramiento de
la tierra por la fuerza
extractiva de los
símbolos del
desarrollo.
7
4.
5.
profundas entre los
ecosistemas y las culturas.
5. Cuerpos que se disuelven en
naturaleza.
Repensar las maneras del
habitar en acto estético de
despliegue cinematográfico.
6. El desarraigo – destierro de
la tierra habitada.
Los símbolos de la guerra: el
desplazamiento forzado del
lugar acostumbrado, el
reclutamiento que rompen
las condiciones de intimidad
de los cuerpos.
6.
Desolación de la tierra por
las fuerzas de Ares, agonías
humanas y no humanas de
las voces acalladas.
7.
La tierra desolada es
desolación de la vida misma,
que es escenario terrible de
desobramiento de los
cuerpos.
7. Escenas apocalípticas de
traducción realidad en
Tiempos Modernos.
8. Condiciones de poder en
una biopolítica que
amenaza la vida.
9. Monstruosidad en el
pensamiento de las
relaciones con la naturaleza.
4. Visión antropocéntrica
del mundo como
heredad del
pensamiento moderno.
5. La crisis de la ciencia
como crisis
civilizatoria.
6. Devastación de la
naturaleza y la cultura
como crisis de sentido
de la ciencia.
7. Repensar las maneras
de habitar, en clave de
resistencia al
crecimiento –
desarrollo desmedido.
Nota: Exposición de las tendencias en la manera de enunciados que dan cuenta de una interpretación de los relatos;
dichas tendencias se organizan de acuerdo a los preceptos estudiados que las generaron.
Las tendencias de pensamiento ambiental o resultados de la investigación, reflejan la percepción
de los espectadores sobre la crisis ambiental moderna, a partir de la interpretación
cinematográfica. Estas percepciones presentaron como rasgo reiterativo, un conjunto de
cuestionamientos y críticas al modelo económico-político mundial basado en un desarrollo tecnocientífico que amenaza el entramado complejo de conexiones que soporta la vida. Estos
cuestionamientos discuten a profundidad las relaciones de utilitarismo, sometimiento y
explotación desmedida de la naturaleza; además, simbolizan una posición de resistencia a la
condición antropocéntrica reductiva de la vida, propia del hombre moderno. Así mismo, las
tendencias permiten la aproximación al sentir y a una sensibilidad que cuestiona al ser humano
como justa medida de todas las cosas; de aquí emerge la cercanía con los intereses del
Pensamiento Ambiental Estético-Complejo.
8
No obstante, los cuestionamientos y las críticas hallados en los relatos y expresados en las
tendencias, más que constituir una posición de rechazo inamovible frente al antropocentrismo, lo
que sería una actitud absolutista similar a la heredada del pensamiento cartesiano e implicaría
seguir el mismo camino que condujo a la crisis, son una alternativa para poner en tensión los
discursos omniabarcantes del desarrollo, el desgarramiento en las maneras de habitar la tierra y
la biodiversidad expoliada por el afán de usufructo, como rasgos característicos del mundo
paradójico construido por el inagotable genio humano. De ahí que, las tendencias llaman a
consideración el viraje, desde un antropocentrismo arrojadamente escindido de la vida, a un
antropocentrismo fundado en la estrecha comunión entre las formas de vida humanas y no
humanas.
Este antropocentrismo, soportado en el respeto de la naturaleza, abre posibilidades de
aproximación a un sistema ético-ambiental biocéntrico, que no simboliza el abandono del
antropocentrismo, pero sí la transformación de sus maneras. Este cambio podría partir de
principios esenciales como: los humanos hacen parte de la comunidad biótica de la Tierra, son un
organismo más entre tantos otros; los ecosistemas son una basta y compleja red de
interconexiones; los organismos individuales son centros teleológicos que buscan el bien propio a
su manera y la superioridad humana es una tesis sin fundamento (Taylor, 2005).
Derivas de pensamiento ambiental con el cine como pretexto
El sentido de las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo, se presenta
amplificado escrituralmente a continuación; la amplificación se generó a partir de los preceptos
que agrupan dichas tendencias (Tabla 1).

Crisis del habitar
La crisis ambiental moderna, es una crisis profundamente antropocéntrica, resultado del
desgarramiento de la diversa trama que sostiene la vida, por cuenta de la búsqueda insaciable y el
afán suicida del lucro; expresiones de la dominación y el saqueo de la tierra con la coartada de la
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ciencia y la tecnología. Inagotable genio tecno-científico que modela un habitar basado en el
sometimiento y la explotación, para satisfacer los egos del hombre contemporáneo. Como lo
afirma Noguera (2003):
El cimiento del desarrollo sin límites de la ciencia y la tecnología fue la profunda escisión entre
cultura y naturaleza, (…) la cultura moderna se consolidó gracias a la creencia de que la
naturaleza era ilimitada y estaba disponible como recurso para la racionalidad tecnocientífica
infinita del ser humano (p.29).
Habitar la tierra es un hecho en crisis; el deterioro de los ecosistemas y la miseria obligada de la
mayor parte de la población mundial, son dos ejemplos evidentes; así lo advierte la tendencia:
“Artilugios de la ciencia en su manifestación tecnomaquínica, que despliegan su arsenal
arrasador para poner en crisis las conexiones entre los ecosistemas y las culturas”, que no
pretende
rechazar
el
desarrollo
tecno-científico,
sino
debatir
lo
peligroso
de
las
desproporcionadas relaciones de poder a las que dio lugar, y el nexo que guardan con la crisis del
habitar.
La obra del maestro Akira Kurosawa recrea en algunas de sus escenas, consecuencia de la tozuda
escisión entre los ecosistemas y las culturas, la tragedia inminente para todas las formas de vida
en medio de esta crisis. En Sueños (1990), evoca los riesgos que acarrea confinar la vida al papel
de mercancía, en función de los designios del desarrollo tecno-científico sin límites;
especialmente en <<el Monte Fuji en rojo>>, uno de los sueños, donde un apocalipsis nuclear
condena a muerte a todos en Japón cuando el hombre pierde el control de esta fuerza, en su
momento domesticada por la economía de mercado. Ser humano condenado por sí mismo en
atención a su sed de capital y poder. Escenas vinculadas a la tendencia: “La vida en crisis como
escenario estético desde la apuesta cinematográfica de la tierra y los cuerpos desgarrados”;
como lo señalado por Commoner (1973):
Hemos roto el círculo vital, convirtiendo sus infinitos ciclos en una serie de hechos lineales,
producidos por el hombre: el petróleo es extraído del suelo, destilado en carburante, quemado en
un motor y convertido, aquí, en humos nocivos, que son expulsados al aire. (…) De los ciclos de
la ecosfera vomitan sustancias químicas tóxicas, basura, montañas de desperdicio, que son
testimonio de nuestro poder de desgarrar el tejido ecológico que, durante millones de años,
alimentó la vida del planeta (p.17).
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El desprecio y la desolación de la tierra habitada, desintegran el tejido diverso de la vida; la
zozobra y la tragedia no se hacen esperar. Otro sueño de Kurosawa, <<el Demonio Lastimero>>,
muestra las consecuencias de un holocausto nuclear, que significó aberraciones irreparables a la
naturaleza y la mutación de seres humanos debido a la radiación. Esta tragedia es contada en
posteridad y voz reflexiva por el ogro (demonio), quien es uno de aquellos desventurados
hombres. Estas escenas conducen a otra de las tendencias: “La guerra como contrato social que
devasta el contrato natural con la tierra”, que pone en juicio la guerra, como uno de los actos
humanos sobre la naturaleza, más degradantes y característicos del pensamiento moderno. A
propósito, escribe Serres (1991): “el dominio cartesiano exige la violencia objetiva de la ciencia
y la estrategia bien regulada. Nuestra relación fundamental con los objetos se resume en la guerra
y la propiedad” (Serres, 1991, p.87).
La guerra, escena trágica y condición infame de la crisis del habitar, es mostrada en Los Colores
de la Montaña de Carlos César Arbeláez (2011) y Pequeñas Voces de Jairo Eduardo Carrillo y
Oscar Andrade (2011); filmes ligados a la “Desolación de la tierra por las fuerzas de Ares;
agonías humanas y no humanas de las voces acalladas”, tendencia que incita a pensar el
territorio bajo el influjo de las fuerzas en pugna, como lugar de extrañamiento, hábitat de cuerpos
desobrados y atados a la desdicha forzada. Realidad de familias y comunidades desarraigadas por
la terrible geo-política de la tenencia de la tierra, fraguada en el egoísmo y la fiereza de las armas,
abanderada de los fatídicos efectos del desarrollo. No en vano escribe Ospina (1993):
Pareciera que el hombre es incapaz de respetar lo que no le oponga resistencia y lo que no ejerza
violencia. (…) el hombre, que ha podido dominar el mundo y sojuzgar a sus semejantes, no parece
tener poder sobre sí mismo, y esta es la hora en que sus inventos han tomado un impulso
irresistible y no parecen ya ser gobernados por la voluntad de su creador (p.43).
Sin-sentido de un conflicto, perpetrado por fuerzas bélicas fuera de control, que descargan todo su rigor
sobre los cuerpos clausurados y exiliados, en una tierra desangrada, mancillada e irrespetada, convertida
en campo de contienda. Guerra, como destino trágico cotidiano en relación con la tendencia: “La tierra
desolada es desolación de la vida misma, que es escenario terrible del desobramiento de los cuerpos”;
manifestación de los cuerpos de tragedias humanas y no humanas; voces calladas por los trenos del
combate, que reclaman justicia y resistencia al olvido; petición silente y arrojada que bulle desde el dolor
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de una madre, la angustia de un padre, el miedo de un hijo. Plegaria del río nostálgico manchado de sangre
inocente, del camino borrado, del pájaro sin su trino ritornelo, del árbol derribado por la detonación, del
aire contaminado por las explosiones, del alba teñida de muerte y el ocaso vestido de incertidumbre, de la
noche convertida en velorio de estrellas, de las montañas y los bosques deshabitados.
En la escuela eclipsada por las hostilidades, la guerra invade los espacios, se mete en los estrechos, la
estridencia de los disparos desplaza las voces de niños y maestros, destruye sus sueños, silencia sus voces.
Sucesos y escenas reveladas en La Lengua de las Mariposas, de José Luis Cuerda (1999), liadas a “Los
símbolos de la guerra: desplazamiento forzado del lugar acostumbrado, el reclutamiento que rompen las
condiciones de intimidad de los cuerpos”; reflejo de las condiciones del lugar escolar en regencia de las
armas y sus señores, que descomponen los vínculos afectivos, para instituir el caos, el desencanto y el
individualismo. El oficio del maestro y la condición del estudiante, se desgastan confinados por la
intolerancia de los bandos en contienda, que imposibilitan la vida cotidiana y la educación sin presiones
jerárquicas; todo un aparato del miedo y el adiestramiento puesto en marcha por quienes inventan las
batallas, que a su paso arrasador solo deja, como lo expresaran Noguera & Pineda (2011): “Angustia,
hastío, náusea de la existencia en un mundo desencantado… enajenado de lo sagrado, escindido del mito,
dolorosamente fracturado, reducido a objeto; soledad absoluta del Hombre (…)” (p.150). Trágica
desolación expresada en la cara frustrada de Don Gregorio, cuando va camino al fusilamiento y su alumno
Moncho le lanza piedras, envenenado por odios que ni comprende, ni son propios. Se trata de la
manipulación macabra que agita la realidad de los cuerpos acostumbrados a la lentitud de la vida pacífica,
pero avocados a sufrir los caprichos de los alquimistas militares-políticos, expertos en trasmutar amistades
y apegos en rencor, sin gran esfuerzo.
Sin embargo, antes de los cambios acentuados por el inicio de la Guerra Civil Española, la película recrea
una lúdica dramática en un contexto de dificultad, atada a la vida cotidiana. Una educación sin lo
ordenado por el poder educativo, sino en un entre-nodos que lía la naturaleza a la cultura como alternativa
a los contenidos estructurantes, en cabeza de un maestro del sentir y de la sensibilidad. Símbolo de la
resistencia pacífica a las relaciones con la naturaleza como relaciones de motor automático. Tejido geodramático y político en el que discurre la historia de un maestro vinculado a la realidad socio-histórica de
su comunidad, pero ajeno a las aduanas del conocimiento, a los retenes del saber que impiden la viva
interpretación del mundo de la vida. Aquí emerge una relación con la tendencia: “Repensar las maneras
del habitar en acto estético de despliegue cinematográfico”, que insinúa replantear las maneras de ser
basadas en la dominación, a través del cine como ignición de los primeros pasos.
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
Crisis de la biodiversidad
Para el hombre moderno, la tierra no es el hogar, sino la fuente de todas las materias primas;
combustible dócil para el orden económico mundial. Mirada del utilitarismo que no reconoce la
diversidad de la vida y garantiza las lógicas de un mercado insaciable, en cercanía a lo señalado
por la tendencia: “La vida exuberante como mercancía al tenor de los designios de la
dominación”, que sugiere una verdad universal amparada en el menosprecio por la vida, sólo
admisible en los lenguajes del comercio y la rentabilidad; y sólo posible en las maneras del
desarrollo científico-técnico, experto en separar al ser humano de la naturaleza y el
sojuzgamiento de esta última. Noguera & Pineda (2011) lo advierten:
(…) el paradigma de la razón universal seguía imponiéndose en clave de la escisión del mundo de
la vida. Colocar al hombre por fuera de la naturaleza, era poder colocar a la naturaleza bajo la
dominación del hombre; pero ese hombre (…) era el hombre europeo y de una Europa
imperialista. Era el hombre-centro, punto de partida de llegada de toda ciencia, de todo
conocimiento, de toda manera de la vida. (p.149)
Esta es la ambiciosa pretensión de la modernidad, que justifica la supuesta superioridad del
hombre declarado al margen de las leyes que rigen el funcionamiento de la vida. Se trata del
hombre como centralidad; la justa medida de todas las cosas, el fin último de una ciencia y una
tecnología pensadas en claves del individualismo. Sólo en él y para él, la explotación de la tierra
y de sus semejantes tiene una explicación. Rasgo potente, “Heredad del pensamiento occidental
del control y la escisión-fragmentación de la vida”, como tendencia que alude a los peligros de la
noción occidental-cartesiana del mundo, impuesta culturalmente como verdad universal
irrefutable, que agudiza aún más la escisión entre la naturaleza y la cultura, y se mantiene como
institución de la colonialidad, que desmonta la cosmovisión de los pueblos originarios, parte
inseparable de la biodiversidad, para abrirle paso al progreso. En Apaporis (2012) de Antonio
Dorado, son recreadas escenas magníficas de la comunión sagrada entre los ecosistemas y las
culturas de los pueblos nativos de la Selva Amazónica, como pretexto para pensar en
desconfianza y alerta, ante la inminente llegada del omniabarcante imperialismo cultural de
occidente. Concepción indígena de la naturaleza desde el arraigo afectivo y místico a un
territorio, como entidad de múltiples dimensiones y nexos complejos, manifestada en forma de
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símbolos, rituales, imaginarios, prácticas y relaciones sociales, en todo caso, distintas a las del
capitalismo y su economía de mercado a gran escala (Escobar, 2000). Escenario de la vida plétora
en diversidad, conectada a los “Cuerpos que se funden en naturaleza”; tendencia que anuncia la
posibilidad de otra realidad, trazada en la coexistencia y el trato considerado de las formas de
vida humanas y no humanas; realidad encantada de la cual podría aprender mucho el hombre
moderno.
La obra de Antonio Dorado, también se mueve hacia el difuso juego de responsabilidades en
torno a las amenazas que se ciñen sobre la biodiversidad; nexo directo con la tendencia:
“Condiciones de poder en una biopolítica que amenaza la vida”, en los sentidos y sentires de
una historia que evidencia como la culpa no es propiedad exclusiva del hombre que vive con lo
necesario, sino del modelo de riqueza y acumulación de capital que mueve al mundo moderno.
Los tecnócratas ambientales insisten en que la culpa es de todos los hombres y mujeres por igual;
los discursos políticos que tienen más de económicos y comerciales lo ratifican, sin embargo, las
culpas en comunidad se pierden, el velo de la ambigüedad obvia a los verdaderos responsables,
como lo declara Galeano (1994): “ La salud del mundo está hecha un asco. <<Somos todos
responsables>>, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos
todos responsables, nadie es” (p.9), así crece la impunidad necesaria para que las grandes
multinacionales, vestidas con atuendos <<verdes y ecologicistas>> sigan sometiendo la vidadiversa como mercancía. Al respecto Ángel (1997) expresa: “(…) por lo general, lo que causa la
extinción de las especies no son las comunidades, sino las fuerzas económicas que presionan
sobre ellas para extraer rápidas ganancias ocasionales y cubrir mercados más amplios” (p.10).
De otro lado, las intrincadas conexiones del mundo ecosistémico son el escenario de La Tierra
(2009), documental de Walt Disney Picture, motivo para pensar la biodiversidad plena en sus
manifestaciones, su fragilidad, sus tramas, sus flujos y cuerpos. Película cuyas imágenes son un
llamado de contrariedad, una alerta a la “Monstruosidad en el pensamiento de las relaciones con
la naturaleza”; tendencia que muestra un pensamiento frecuente y de vieja data en las relaciones
que conminan el mundo de la vida; lo oscuro, lo ajeno y extraño, produce miedo y este miedo
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otorga el derecho de destruir la diversidad, como luminoso acto de la razón tecno-científica. El
filme es un aviso evidente, ya expresado por Ángel (2003) cuando escribe:
La pérdida de la diversidad ecosistémica, biológica y genética es quizás uno de los mayores
riesgos que enfrenta la crisis ambiental del mundo moderno. La tendencia hacia procesos cada vez
más homogeneizantes propia de la plataforma tecnológica incorporada a los procesos evolutivos,
contrasta con la tendencia propia de la evolución biológica hacia el fortalecimiento de la
heterogeneidad de los nichos ecológicos (…). Esta tendencia se ha visto fortalecida ampliamente,
no solo por el desarrollo tecnológico moderno, sino igualmente por la búsqueda de una mayor
rentabilidad a través de economías de escala. (p.196)
Trágica supremacía que a través de la barbarie se impone para obtener el control de los ciclos y el
lenguaje de la naturaleza, que en tanto descifra dispone a su servicio; exhibición de una actitud de
desprecio sin límites, agenciada por un narcisismo patológico. En consecuencia “Condición del
pensamiento sujeto-objeto en clave cartesiana”; tendencia que declara una insensata linealidad
en el pensamiento reduccionista del entramado diverso de la vida, y cuyos “ciclos ecológicos son
difíciles de adaptar a la experiencia humana en la era tecnológica, donde la máquina “A” fabrica
siempre el producto “B”, y el producto “B” es arrojado una vez utilizado” (Commoner, 1973,
p.16).
El documental de Disney, convoca a considerar la vida en libertad, lejos del gobierno humano;
vida en complejidad sostenida por ciclos quedos e infinitas conexiones, hoy por hoy condenados
a desaparecer, por una “Vida escindida en la separación de sus tramas y sus tejidos”; tendencia
que exhorta cuestionamientos imposibles de evadir, sobre la crisis de la biodiversidad señalados
por Ángel (1997) cuando manifiesta:
Se podrá preguntar cuál es el costo que se está pagando por la pérdida de la biodiversidad. Es
difícil de estimar en cifras económicas, pero el costo puede ser la vida misma. Esta es una trama
que se sostiene gracias a la biodiversidad. Sin embargo, la subsistencia y el desarrollo del hombre
solo ocupan una franja mínima de esa biodiversidad. Lo demás no entra en sus cálculos
económicos. (p. 5)
El utilitarismo instaurado por la economía, niega la diversidad, le incomoda; este es
probablemente el mayor peligro que la rodea. Exuberancia que se borra en el discurso del
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crecimiento sin límites. Mundo fragmentado, traducido en recursos naturales, y como simples
objetos de consumo; encantos y misterios velados en un tema para la arqueología.
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Crítica al desarrollo
El desarrollo impuso el ruidoso tiempo de la máquina y la vertiginosa fluidez del consumo, sobre
la sabia lentitud autopoiésica de la urdimbre-tejida de la vida. Gracias a la potencia de las
máquinas, el hombre multiplica su fuerza extraordinariamente, pero entrega en sacrificio las
vidas humanas y no humanas, al tenor del gigante sistema de explotación que él mismo ideó. El
ritmo de los mecanismos marca un camino, trasegado con obediencia fatal, hacia la edificación
de un orden confortable, efigie cúspide de la modernidad, acentuada en la tragedia evidente.
Insensible automatización, relacionada con la tendencia: “El desgarramiento de la tierra por la
fuerza extractiva de los símbolos del desarrollo”; y en palabras de Durán (2009) cuando expresa:
Vivimos en el tiempo de la máquina, subordinados a su ritmo, como si esta fuera la esencia de los
tiempos modernos. La modernidad puso la fe en las nociones de desarrollo, evolución, progreso e
historia, imponiéndonos a su vez una vertiginosa aceleración del ritmo de la vida, haciéndonos
esclavos del tiempo mecánico con la promesa de alcanzar prontamente el futuro ideal y perfecto.
(p.15)
El indudable éxito de los artilugios en la epoca reciente, ya por la década de los 30, fue
vaticinado por Tiempos Modernos (1936), película donde Charles Chaplin muestra las paradojas
de un mundo bajo la gerencia de automatismos y engranajes. Mundo concebido de acuerdo a los
caprichos de la producción y el consumo, que en tanto procesos industriales de precisión, omiten
las manifestaciones de calidez, sensibilidad y contacto afectivo. Delirante capricho de centro
exclusivamente humano, y que choca con las leyes de la naturaleza, en una “Visión
antropocéntrica del mundo como heredad del pensamiento moderno”; tendencia propia y
propicia de una época cimentada en predicciones matemáticas, maquinarias y circuitos, que
desplazan inclusive a su propio creador. Es el afán de la “automatización de la producción
capitalista más genocidio de la masa humana excedente desprovista de función económica”
(Subirats, 201, p.72). En este aspecto, el filme de Chaplin se adelanta a los anuncios de la crisis
ambiental, desde la desgracia humana ocasionada por una economía sin piedad, cuyo poder,
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reafirmado en la máquina, determina la vida de mujeres y hombres que no pertenecen a las
selectas élites dueñas del mundo; cuerpos omitidos por el tono avasallador en el discurso del
desarrollo y las promesas incumplidas de un <<progreso para todos>>.
Demostración de un orden mundial totalmente organizado en torno a los intereses de la industria
y la dominación, que se corresponde con la tendencia: “El desarrollo en crisis desde sus
resultados nefastos en las urdimbres-tramas de la vida”, como heraldo de los cuestionables
efectos del desarrollo sobre las relaciones entre la naturaleza y la cultura, que desataron una crisis
civilizatoria, tal vez sin precedente; la miseria, la infelicidad y las tragedias ecosistémicas así lo
revelan. La obra maestra de Luis Buñuel, Los Olvidados (1950) representa esta condición de la
modernidad, a través de una historia envuelta en dramaturgia, trastornada por el sonar estrepitoso
de la gran urbe y las máquinas indiferentes, sin noción del descanso de los cuerpos que las
padecen condenados a la periferia; lugar de rechazo donde lo cotidiano es una verdadera odisea
de la supervivencia para los protagonistas. Realidad habitual del modelo contemporáneo de
ciudad fundado por occidente; incluso en aquellas metrópolis emplazadas en las más
desarrolladas sociedades de consumo.
Consumo exacerbado, que deja a su paso territorios desolados, ciudades embriagadas en delirio y
opulencia, cuerpos olvidados y marginados por las fronteras divisorias de la pobreza; unido con
“La crisis de la ciencia como crisis civilizatoria”; tendencia que delata la instauración de un
sistema, ante todo extractivo, agenciado por maniobras geo-políticas donde ciertas latitudes y
personajes ganan, mientras la mayoría de la población mundial permanece en la penuria.
Injusticia desatada por el consumismo, de la que Bauman (2006) escribe:
“el síndrome consumista” ha degradado a la duración y ha ascendido a la fugacidad. Ha situado el
valor de la novedad por encima del de lo perdurable. Ha acortado considerablemente no solo el
lapso temporal que separa el querer del obtener (…), sino también el que media entre el
nacimiento de la necesidad y su desaparición. (…) ha estrechado el intervalo transcurrido entre el
momento en que una posesión o pertenencia resulta útil y deseable y aquel otro en el que se
vuelve inútil y es motivo de rechazo. (p.113)
Este orden global maquinado por el desarrollo; ideal y estupendo según los augurios del
progreso, dio rienda suelta a las humanas pasiones. Las máquinas y la publicidad, hacen lo propio
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para acelerar la satisfacción de los deseos; las necesidades nacen y desaparecen con una
fugacidad impresionante, y esta evanescencia mantiene en firme las economías de mercado. Así
lo muestra la tendencia: “Devastación de la naturaleza y la cultura como crisis de sentido de la
ciencia”; despliegue de racionalidad, en la medida que se superpone a los vínculos naturalezacultura. Síntoma de una ciencia sin rumbo, ciencia con conciencia del daño sobre los cuerpos de
la vida, ciencia no ingenua que perdió el control de sí misma; en palabras de Debord (2006):
“Una ciencia semejante no puede hacer otra cosa que acompañar en su camino hacia la
destrucción al mundo que la ha producido y a cuyo servicio está” (p.77). En este sinsentido, los
sueños y la dignidad les son prohibidos a quienes pagan con su desgracia los atropellos
cometidos por el avance científico y tecnológico; condena necesaria, según los expertos en
pobreza, para mantener el equilibrio del desequilibrio mundial.
En otro filme de Charles Chaplin, La Quimera del oro (1925), se anuncia una realidad que con el
tiempo terminó por imponerse como norma de organización de la civilización occidental, en
pleno siglo de la razón. Las escenas exhiben el sufrimiento humano generado por la búsqueda
insaciable de riqueza; manifestación de las condiciones del progreso, ideadas por el materialismo
extremo. Devastación de una felicidad en función del estatus social, otorgado por las maneras de
acumulación y consumo, fundamentales para la estructura de las sociedades modernas.
Utilitarismo como noción de bienestar, que pone en entredicho los destinos del mundo de la vida,
motivo de la tendencia: “Repensar las maneras del habitar; en clave de resistencia al
crecimiento-desarrollo desmedido”, bellamente dialogada desde la obra del maestro Kurosawa
en el sueño <<el pueblo de los molinos de agua>> de Sueños (1990), donde una conversación
entre el viajero y el anciano sabio, devela una vida lenta, liada a la naturaleza, contrario a lo que
enseña el pensamiento moderno. Así lo señala Ángel (2003) cuando expresa:
La crisis ambiental plantea no solo un “no” al desarrollo ciego. Sino un “si” alternativo. Un sí
a la biodiversidad y la heterogeneidad de la cultura. Un sí al goce sencillo que no necesita
para su satisfacción llenar los baúles de la opulencia. Un sí definitivo a la igualdad, que
supone un “no” a los procesos de acumulación y de saqueo. (p. 43).
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Sencillez de una respuesta a la vida líquida y superficial, en claves de un modo de ser en el
mundo que no precisa la explotación de los hijos de la tierra. Alternativa al materialismo, en
vecindad respetuosa con los vínculos entre la naturaleza y la cultura.
IV. CONCLUSIONES
Este proyecto de investigación permitió avanzar en la construcción de pensamiento
ambiental en la Comunidad Académica del Programa de Licenciatura en Biología y Educación
Ambiental de la Universidad del Quindío, favoreció la consolidación del Grupo de Investigación
BIOEDUQ (Biodiversidad y Educación Ambiental) y del GES: pensambiental-UQ (Grupo de
estudio en Pensamiento Ambiental de la Universidad del Quindío), además de propiciar eventos
académicos, formulación de electivas y semilleros de investigación.
Además, de manera fundamental, permitió mostrar al cine como una muy importante
mediación para estudiar el pensamiento ambiental, clave en la formación de Maestros y
Estudiantes de la Universidad. En este sentido, la investigación coadyuva a encontrar caminos
para la reforma y complemento del pensar en clave de lo ambiental estético-complejo, que por
supuesto es una andadura tensa, crítica, desencantada, pero también gozosa y encantada de la
vida. Esta visión de la investigación, no es una ilusa pretensión de cambio una vez concluida,
sino una provocación, una invitación y si se desea, una oportunidad bios-epistémica-filosóficaestética-política para emprender esta ruta.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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