PENSAMIENTO AMBIENTAL ESTÉTICO – COMPLEJO A PARTIR DEL CINE COMO MEDIACIÓN Carlos Alberto Chacón Ramírez1 - César Augusto Bustamante Toro2 - Diego Alejandro Botero Herrera3 Escena de la Película Tiempos Modernos-Chaplin (1936) 1 Licenciado en Educación, Área Mayor Biología, Especialista en Educación ambiental, Magister en Educación, Doctor en Educación. Docente de planta Licenciatura en Biología y Educación Ambiental Universidad del Quindío. 2 Licenciado en Biología y Educación Ambiental, Especialista y Magister en Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Docente de planta Licenciatura en Biología y Educación Ambiental Universidad del Quindío. 3 Técnico Profesional en Gestión de Recursos Naturales, Asp. Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del Quindío. RESUMEN Este proceso de Investigación Educativa, tiene el propósito de construir Pensamiento Ambiental EstéticoComplejo en el Programa de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del Quindío, a partir de generar escenarios de interpretación de algunas propuestas cinematográficas, para pensar crítica y reflexivamente los modelos de desarrollo, las formas del habitar la tierra y la crisis de la biodiversidad. La metodología consistió en selección, proyección y análisis de películas con su respectivo soporte literario o guión, así: Sueños de Akira Kurosawa, Los Olvidados de Luis Buñuel, Apaporis de Antonio Dorado, Tiempos Modernos y La Quimera del Oro de Charles Chaplin, Los Colores de la Montaña de Carlos César Arbeláez, Pequeñas Voces de Jairo Carrillo, La lengua de las Mariposas de José Luis Cuerda y La Tierra de Disney Nature. De estas escenas académicas se desprenden relatos de los participantes, a partir de los cuales se construyen tendencias de pensamiento, en la manera de enunciados, tales como: una visión antropocéntrica del mundo como heredad del pensamiento moderno, la monstruosidad en el pensamiento de las relaciones con la naturaleza, la crisis de la ciencia como crisis civilizatoria, la devastación de la naturaleza y la cultura como crisis de sentidos de la vida y repensar las maneras del habitar, en clave de resistencias al crecimiento-progreso desmedidos. Estos enunciados y su amplificación escritural se realiza a partir de autores del campo del pensamiento ambiental contemporáneo y de escritores expertos en torno a la apreciación y análisis cinematográfico, y son considerados como resultados o conclusiones, titulados en este trabajo como emergencias investigativas. PALABRAS CLAVE: apreciación cinematográfica, pensamiento ambiental, crítica al desarrollo, crisis del habitar, crisis de la biodiversidad. 1 AESTHETIC-COMPLEX ENVIRONMENTAL THOUGHT THROUGH CINEMA AS A MEDIATOR ABSTRACT This process of Educational Research aims to build Aesthetic-Complex Environmental Thinking within the B.S. Program in Biology and Environmental Education at the University of Quindío, from generating scenarios of interpretation of some films, in order to think critically and reflexively about development models, ways of inhabiting the land, and the biodiversity crisis. The methodology consisted of selection, projection and analysis of films with their respective literary support or script, namely: Akira Kurosawa's “Dreams,” Luis Buñuel's “The Forgotten Ones,” Antonio Dorado's “Apaporis In Search of One River,” Charlie Chaplin's “Modern Times” and “The Gold Rush”, Carlos César Arbelaez's “The Colors of The Mountain,” Jairo Carrillo's “Small Voices,” José Luis Cuerda's “Butterfly,” and Disneynature's “Earth.” From these academic scenes stories of participants emerge, from which in turn trends of thought are constructed, in the manner of statements, such as: an anthropocentric view of the world as an inheritance of modern thought, the monstrosity within the thinking about relations with nature, the crisis of science as a civilizing crisis, the devastation of nature and culture as a crisis of meaning in life, and rethinking the ways of inhabiting, as keys of resistance against intemperate growth/progress. These statements and their written elaboration are performed taking into account authors in the field of contemporary environmental thought and expert writers on film appreciation and analysis, and are considered findings or conclusions, entitled in this work as investigative emergencies. KEYWORDS: film appreciation, environmental thinking, critique to development, inhabiting crisis, biodiversity crisis. 2 I. INTRODUCCIÓN El cine tiene gran poder de convocatoria; es mediador en el imaginario crítico que el ser humano construye en relación con su realidad. Por lo tanto, los propósitos del cine son más profundos que los intereses de la industria del entretenimiento y su perspectiva escapa a la aridez de lo comercial. El arte cinematográfico dista de ser mercancía, simple objeto de consumo, emerge como pretexto para pensar en complejidad el mundo de la vida. En consecuencia, “el cine favorece el pleno empleo de nuestra subjetividad, por proyección e identificación, nos hace simpatizar y comprender a aquellos que nos serían extraños o antipáticos en un momento cualquiera” (Morin, 2000; p.108). Cuando el cine recrea las humanas pasiones, despierta sentimientos en el espectador que lo vinculan a circunstancias y hechos de la vida cotidiana o de otras realidades, en muchos casos, lejanas y desconocidas. Estos sentimientos se manifiestan a través de juicios, valores, ideas y opiniones. Por otra parte, el Pensamiento Ambiental Estético-Complejo representa una mirada a los tiempos modernos, marcados por la evanescencia, la trasgresión sistemática de la tierra, la separación entre la naturaleza y la cultura, y la mercantilización de la vida, amparadas en la supuesta superioridad de la especie humana. Es un pensamiento de carácter estético, por las maneras de incorporar el sentir, lo sentido y la sensibilidad como posibilidades de percepción e interpretación del mundo de la vida. La complejidad se muestra en un pensamiento que enlaza, coliga en las maneras del significado de la complejidad como un complexus: lo que está tejido junto. Complejidad, término de origen latino, que proviene de complectere; como lo aclaran Morín E, Ciurana E, Motta R (2002): Complectere, cuya raíz plectere significa trenzar, enlazar. Remite al trabajo de la construcción de cestas que consiste en trazar un círculo uniendo el principio con el final de las ramitas. El agregado del prefijo com-añade el sentido de la dualidad de dos elementos opuestos que se enlazan íntimamente, pero sin anular su dualidad. En castellano la palabra complejo aparece en 1625, con su variante complexo, que viene del latín complexus, que significa que abarca, participio del verbo complector que significa yo abarco, yo abrazo. De complejo se deriva complejidad y complexión, esta última del latín complexio que significa ensambladura o conjunto (p.53). 3 En este sentido, el cine es esencial para la construcción de Pensamiento Ambiental EstéticoComplejo; algo clave en el campo educativo. Como lo señalan De la Torre, Pujol & Rajadell (2005): “el cine induce modos de percibir la realidad, de sentir y compartir, de comunicarse y de actuar, por ende, el cine utilizado adecuadamente produce cambios personales, grupales y sociales” (pp.10-11). El cine permite que la ciencia, el arte y el encanto convivan en un mismo escenario; su rodaje propicia espacios para el despliegue del genio tecno-científico humano, pero ello no significa el rechazo a las maneras estéticas de contacto con la realidad: música, pintura, literatura, danza, fotografía, mística, entre otras. El cine en su sentido profundo, acude al encuentro de los dramas humanos desde el reconocimiento a la divergencia biológica-cultural; sus modos de decir, generan rutas de crítica al marcado antropocentrismo de la crisis ambiental moderna. La posibilidad de construir Pensamiento Ambiental Estético-Complejo a partir del cine, está fundamentada en su capacidad para provocar pensamientos y sentimientos en torno a una enorme diversidad temática, representada por igual variedad de géneros cinematográficos. En efecto, el cine recrea las tragedias ambientales-sociales, los peligros de la economía centrada en la competencia sin piedad y la degradación de los ecosistemas, pero también, insinúa una realidad distinta, fraterna y solidaria, fundada en el trato delicado de la trama que sostiene la vida y el deseo de co-habitar la tierra. El cine pues, ofrece tanto visiones apocalípticas como esperanzadoras de la crisis ambiental. Esta investigación dispone un camino a formas de comprender el mundo, emergentes a través del encuentro entre el Séptimo Arte y el Pensamiento Ambiental. Su propósito es aportar a la construcción de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo en el Programa Académico de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del Quindío, mediante la generación de espacios académicos para la interpretación y el análisis de algunas propuestas fílmicas, en claves de la crítica al desarrollo, la crisis del habitar y la crisis de la biodiversidad. 4 II. METODOLOGÍA La ruta metodológica del trabajo se adelantó en tres momentos: Momento I - Selección de películas Los filmes se seleccionaron después de una cuidadosa reflexión y vista previa, en consideración del argumento y puesta en escena, cuyo concepto, diálogo, imagen, entre otras particularidades, permitieran a partir de su interpretación, una relación intensa con el propósito de pensar lo ambiental estético-complejo. Esto se complementó con lo señalado por Ambros & Breu (2007) citado por Pérez (2010) respecto a la presentación de las películas, en compañía de la ficha técnica, artística, sinopsis, escenarios y tiempos. Siendo así, las películas seleccionadas fueron: La Tierra (2007), Los colores de la montaña (2011), Sueños (1990), Los olvidados (1950), Documental Apaporis (2012), Tiempos modernos (1936), Pequeñas voces (2011), La quimera del oro (1925), La lengua de las mariposas (1999). La ficha técnica de estas piezas cinematográficas se adjunta como anexo (Anexo 7). Momento II – Interpretación fílmica Las películas se proyectaron a grupos de interés conformados por estudiantes y profesores del Programa Académico de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental, y de otros programas como Trabajo Social, a través de su cátedra de medio ambiente. El número de participantes fue de 194, distribuidos en 9 sesiones, para un promedio de asistencia de 22 participantes por sesión; las sesiones se desarrollaron durante los dos semestres académicos del año 2014. En estas sesiones, los participantes generaron los relatos, que como palabra y acción fueron cruciales, porque a través del relato expresaron su pensamiento en forma narrativa. En relación con este interés, la palabra relato se abordó en su sentido etimológico, dada su relación con el verbo relatar cuyo significado es: “volver a” (re) y “llevar” (lat) unos hechos del 5 conocimiento de alguien; en cierta manera equivale a narrar algo describiéndolo vívidamente. De tal forma los relatos donados se convierten en viático para la investigación, palabra que etimológicamente viene del latín viaticum, es decir, derivado de “vía o camino”. Entonces, los relatos son la provisión para el camino de construir las tendencias de Pensamiento Ambiental. Los participantes donaron sus relatos de interpretación cinematográfica, escritos con base en los preceptos: crítica al desarrollo, crisis del habitar y crisis de la biodiversidad; estos preceptos se construyeron porque permiten pensar de manera amplia, profunda, tensa y crítica el desarrollo, que se soporta en la producción, la acumulación, el consumo sin límites de una naturaleza limitada, así mismo, el habitar la tierra en estos tiempos de hoy de desolación y crisis; y la biodiversidad de la vida en riesgo dada la explotación exacerbada y evidente por el pensamiento tecno-maquínico y de desprecio por la vida. Momento III - Tratamiento y análisis Se construyeron las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo a partir de los relatos de interpretación fílmica. Estas tendencias se amplificaron escrituralmente como emergencias, a manera de discusión de los resultados de la investigación. El sentido de las tendencias enunciadas, da cuenta de cierta reiteración en lo que dicen los relatos; una sedimentación de nociones, unas coincidencias e insistencias por lo que anuncian, por lo que describen, por lo que auguran. Así mismo, por sus vecindades escriturales y semejanzas, las tendencias no tienen la característica de categorías pues no contienen lo inamovible de esta forma metodológica; en tanto, si ofrecen la posibilidad de hablar de ellas de manera amplia, no estructurada, ni clasificatoria, por lo que permitieron calzar en el pensar y el sentir de los participantes, expresados en las marcas de sus palabras, en claves del Pensamiento Ambiental Estético-Complejo. La lectura intensa y extensa de los relatos, proporcionó ciertos hallazgos de reiteración narrativa, coincidencias e insistencias, que representan cualidades de la semejanza, de la similitud, las que fueron consideradas en solicitud re-apropiada, convenidas en la cercanía, atraídas entre sí por sus vecindades, por sus semejanzas; las mismas que se avistaron, en ritualidad de respeto, por las 6 marcas de la palabra, de la escritura, lo que dio la posibilidad de inter-de-venir en ellas. Son así, “tendencias poiésicas, por la atenta lectura de las escrituras, que se ponen a riesgo de la aventura interpretativa, en las vías del descubrimiento, y, para encontrar en ellas, los diálogos vivos que emergen, en el aplomo necesario” (Chacón, 2011; p.90). En esta investigación, la noción de dato mutó para ser relato. Los relatos construidos por los participantes, fueron tratados para, desde ellos, elaborar las tendencias de pensamiento de la manera anteriormente expuesta; esto constituyó el tratamiento de los datos de la investigación. Las tendencias se amplificaron a partir de autores del campo del Pensamiento Ambiental Contemporáneo y del Análisis Cinematográfico. III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo generadas a partir de los relatos se presentan en la Tabla 2. Tabla 1: Tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo. Preceptos de motivación escritural Crisis del habitar Tendencias 1. 2. 3. La vida en crisis como escenario estético desde la apuesta cinematográfica de la tierra y los cuerpos desgarrados. La guerra como contrato social que devasta el contrato natural con la tierra. Artilugios de la ciencia en su manifestación tecnomaquínica que despliegan su arsenal arrasador para poner en crisis las conexiones Crisis de la biodiversidad Tendencias Crítica al desarrollo Tendencias 1. La vida exuberante como mercancía al tenor de los designios de la dominación. 1. El desarrollo en crisis desde sus resultados nefatos en las urdimbres – tramas de la vida. 2. Heredad del pensamiento occidental del control y la escisión – fragmentación de la vida. 3. Vida escindida en la separación de sus tramas y sus tejidos. 4. Condición del pensamiento sujeto – objeto en clave cartesiana. 2. Resistencias al desarrollo para pensar la vida en su trato considerado. 3. El desgarramiento de la tierra por la fuerza extractiva de los símbolos del desarrollo. 7 4. 5. profundas entre los ecosistemas y las culturas. 5. Cuerpos que se disuelven en naturaleza. Repensar las maneras del habitar en acto estético de despliegue cinematográfico. 6. El desarraigo – destierro de la tierra habitada. Los símbolos de la guerra: el desplazamiento forzado del lugar acostumbrado, el reclutamiento que rompen las condiciones de intimidad de los cuerpos. 6. Desolación de la tierra por las fuerzas de Ares, agonías humanas y no humanas de las voces acalladas. 7. La tierra desolada es desolación de la vida misma, que es escenario terrible de desobramiento de los cuerpos. 7. Escenas apocalípticas de traducción realidad en Tiempos Modernos. 8. Condiciones de poder en una biopolítica que amenaza la vida. 9. Monstruosidad en el pensamiento de las relaciones con la naturaleza. 4. Visión antropocéntrica del mundo como heredad del pensamiento moderno. 5. La crisis de la ciencia como crisis civilizatoria. 6. Devastación de la naturaleza y la cultura como crisis de sentido de la ciencia. 7. Repensar las maneras de habitar, en clave de resistencia al crecimiento – desarrollo desmedido. Nota: Exposición de las tendencias en la manera de enunciados que dan cuenta de una interpretación de los relatos; dichas tendencias se organizan de acuerdo a los preceptos estudiados que las generaron. Las tendencias de pensamiento ambiental o resultados de la investigación, reflejan la percepción de los espectadores sobre la crisis ambiental moderna, a partir de la interpretación cinematográfica. Estas percepciones presentaron como rasgo reiterativo, un conjunto de cuestionamientos y críticas al modelo económico-político mundial basado en un desarrollo tecnocientífico que amenaza el entramado complejo de conexiones que soporta la vida. Estos cuestionamientos discuten a profundidad las relaciones de utilitarismo, sometimiento y explotación desmedida de la naturaleza; además, simbolizan una posición de resistencia a la condición antropocéntrica reductiva de la vida, propia del hombre moderno. Así mismo, las tendencias permiten la aproximación al sentir y a una sensibilidad que cuestiona al ser humano como justa medida de todas las cosas; de aquí emerge la cercanía con los intereses del Pensamiento Ambiental Estético-Complejo. 8 No obstante, los cuestionamientos y las críticas hallados en los relatos y expresados en las tendencias, más que constituir una posición de rechazo inamovible frente al antropocentrismo, lo que sería una actitud absolutista similar a la heredada del pensamiento cartesiano e implicaría seguir el mismo camino que condujo a la crisis, son una alternativa para poner en tensión los discursos omniabarcantes del desarrollo, el desgarramiento en las maneras de habitar la tierra y la biodiversidad expoliada por el afán de usufructo, como rasgos característicos del mundo paradójico construido por el inagotable genio humano. De ahí que, las tendencias llaman a consideración el viraje, desde un antropocentrismo arrojadamente escindido de la vida, a un antropocentrismo fundado en la estrecha comunión entre las formas de vida humanas y no humanas. Este antropocentrismo, soportado en el respeto de la naturaleza, abre posibilidades de aproximación a un sistema ético-ambiental biocéntrico, que no simboliza el abandono del antropocentrismo, pero sí la transformación de sus maneras. Este cambio podría partir de principios esenciales como: los humanos hacen parte de la comunidad biótica de la Tierra, son un organismo más entre tantos otros; los ecosistemas son una basta y compleja red de interconexiones; los organismos individuales son centros teleológicos que buscan el bien propio a su manera y la superioridad humana es una tesis sin fundamento (Taylor, 2005). Derivas de pensamiento ambiental con el cine como pretexto El sentido de las tendencias de Pensamiento Ambiental Estético-Complejo, se presenta amplificado escrituralmente a continuación; la amplificación se generó a partir de los preceptos que agrupan dichas tendencias (Tabla 1). Crisis del habitar La crisis ambiental moderna, es una crisis profundamente antropocéntrica, resultado del desgarramiento de la diversa trama que sostiene la vida, por cuenta de la búsqueda insaciable y el afán suicida del lucro; expresiones de la dominación y el saqueo de la tierra con la coartada de la 9 ciencia y la tecnología. Inagotable genio tecno-científico que modela un habitar basado en el sometimiento y la explotación, para satisfacer los egos del hombre contemporáneo. Como lo afirma Noguera (2003): El cimiento del desarrollo sin límites de la ciencia y la tecnología fue la profunda escisión entre cultura y naturaleza, (…) la cultura moderna se consolidó gracias a la creencia de que la naturaleza era ilimitada y estaba disponible como recurso para la racionalidad tecnocientífica infinita del ser humano (p.29). Habitar la tierra es un hecho en crisis; el deterioro de los ecosistemas y la miseria obligada de la mayor parte de la población mundial, son dos ejemplos evidentes; así lo advierte la tendencia: “Artilugios de la ciencia en su manifestación tecnomaquínica, que despliegan su arsenal arrasador para poner en crisis las conexiones entre los ecosistemas y las culturas”, que no pretende rechazar el desarrollo tecno-científico, sino debatir lo peligroso de las desproporcionadas relaciones de poder a las que dio lugar, y el nexo que guardan con la crisis del habitar. La obra del maestro Akira Kurosawa recrea en algunas de sus escenas, consecuencia de la tozuda escisión entre los ecosistemas y las culturas, la tragedia inminente para todas las formas de vida en medio de esta crisis. En Sueños (1990), evoca los riesgos que acarrea confinar la vida al papel de mercancía, en función de los designios del desarrollo tecno-científico sin límites; especialmente en <<el Monte Fuji en rojo>>, uno de los sueños, donde un apocalipsis nuclear condena a muerte a todos en Japón cuando el hombre pierde el control de esta fuerza, en su momento domesticada por la economía de mercado. Ser humano condenado por sí mismo en atención a su sed de capital y poder. Escenas vinculadas a la tendencia: “La vida en crisis como escenario estético desde la apuesta cinematográfica de la tierra y los cuerpos desgarrados”; como lo señalado por Commoner (1973): Hemos roto el círculo vital, convirtiendo sus infinitos ciclos en una serie de hechos lineales, producidos por el hombre: el petróleo es extraído del suelo, destilado en carburante, quemado en un motor y convertido, aquí, en humos nocivos, que son expulsados al aire. (…) De los ciclos de la ecosfera vomitan sustancias químicas tóxicas, basura, montañas de desperdicio, que son testimonio de nuestro poder de desgarrar el tejido ecológico que, durante millones de años, alimentó la vida del planeta (p.17). 10 El desprecio y la desolación de la tierra habitada, desintegran el tejido diverso de la vida; la zozobra y la tragedia no se hacen esperar. Otro sueño de Kurosawa, <<el Demonio Lastimero>>, muestra las consecuencias de un holocausto nuclear, que significó aberraciones irreparables a la naturaleza y la mutación de seres humanos debido a la radiación. Esta tragedia es contada en posteridad y voz reflexiva por el ogro (demonio), quien es uno de aquellos desventurados hombres. Estas escenas conducen a otra de las tendencias: “La guerra como contrato social que devasta el contrato natural con la tierra”, que pone en juicio la guerra, como uno de los actos humanos sobre la naturaleza, más degradantes y característicos del pensamiento moderno. A propósito, escribe Serres (1991): “el dominio cartesiano exige la violencia objetiva de la ciencia y la estrategia bien regulada. Nuestra relación fundamental con los objetos se resume en la guerra y la propiedad” (Serres, 1991, p.87). La guerra, escena trágica y condición infame de la crisis del habitar, es mostrada en Los Colores de la Montaña de Carlos César Arbeláez (2011) y Pequeñas Voces de Jairo Eduardo Carrillo y Oscar Andrade (2011); filmes ligados a la “Desolación de la tierra por las fuerzas de Ares; agonías humanas y no humanas de las voces acalladas”, tendencia que incita a pensar el territorio bajo el influjo de las fuerzas en pugna, como lugar de extrañamiento, hábitat de cuerpos desobrados y atados a la desdicha forzada. Realidad de familias y comunidades desarraigadas por la terrible geo-política de la tenencia de la tierra, fraguada en el egoísmo y la fiereza de las armas, abanderada de los fatídicos efectos del desarrollo. No en vano escribe Ospina (1993): Pareciera que el hombre es incapaz de respetar lo que no le oponga resistencia y lo que no ejerza violencia. (…) el hombre, que ha podido dominar el mundo y sojuzgar a sus semejantes, no parece tener poder sobre sí mismo, y esta es la hora en que sus inventos han tomado un impulso irresistible y no parecen ya ser gobernados por la voluntad de su creador (p.43). Sin-sentido de un conflicto, perpetrado por fuerzas bélicas fuera de control, que descargan todo su rigor sobre los cuerpos clausurados y exiliados, en una tierra desangrada, mancillada e irrespetada, convertida en campo de contienda. Guerra, como destino trágico cotidiano en relación con la tendencia: “La tierra desolada es desolación de la vida misma, que es escenario terrible del desobramiento de los cuerpos”; manifestación de los cuerpos de tragedias humanas y no humanas; voces calladas por los trenos del combate, que reclaman justicia y resistencia al olvido; petición silente y arrojada que bulle desde el dolor 11 de una madre, la angustia de un padre, el miedo de un hijo. Plegaria del río nostálgico manchado de sangre inocente, del camino borrado, del pájaro sin su trino ritornelo, del árbol derribado por la detonación, del aire contaminado por las explosiones, del alba teñida de muerte y el ocaso vestido de incertidumbre, de la noche convertida en velorio de estrellas, de las montañas y los bosques deshabitados. En la escuela eclipsada por las hostilidades, la guerra invade los espacios, se mete en los estrechos, la estridencia de los disparos desplaza las voces de niños y maestros, destruye sus sueños, silencia sus voces. Sucesos y escenas reveladas en La Lengua de las Mariposas, de José Luis Cuerda (1999), liadas a “Los símbolos de la guerra: desplazamiento forzado del lugar acostumbrado, el reclutamiento que rompen las condiciones de intimidad de los cuerpos”; reflejo de las condiciones del lugar escolar en regencia de las armas y sus señores, que descomponen los vínculos afectivos, para instituir el caos, el desencanto y el individualismo. El oficio del maestro y la condición del estudiante, se desgastan confinados por la intolerancia de los bandos en contienda, que imposibilitan la vida cotidiana y la educación sin presiones jerárquicas; todo un aparato del miedo y el adiestramiento puesto en marcha por quienes inventan las batallas, que a su paso arrasador solo deja, como lo expresaran Noguera & Pineda (2011): “Angustia, hastío, náusea de la existencia en un mundo desencantado… enajenado de lo sagrado, escindido del mito, dolorosamente fracturado, reducido a objeto; soledad absoluta del Hombre (…)” (p.150). Trágica desolación expresada en la cara frustrada de Don Gregorio, cuando va camino al fusilamiento y su alumno Moncho le lanza piedras, envenenado por odios que ni comprende, ni son propios. Se trata de la manipulación macabra que agita la realidad de los cuerpos acostumbrados a la lentitud de la vida pacífica, pero avocados a sufrir los caprichos de los alquimistas militares-políticos, expertos en trasmutar amistades y apegos en rencor, sin gran esfuerzo. Sin embargo, antes de los cambios acentuados por el inicio de la Guerra Civil Española, la película recrea una lúdica dramática en un contexto de dificultad, atada a la vida cotidiana. Una educación sin lo ordenado por el poder educativo, sino en un entre-nodos que lía la naturaleza a la cultura como alternativa a los contenidos estructurantes, en cabeza de un maestro del sentir y de la sensibilidad. Símbolo de la resistencia pacífica a las relaciones con la naturaleza como relaciones de motor automático. Tejido geodramático y político en el que discurre la historia de un maestro vinculado a la realidad socio-histórica de su comunidad, pero ajeno a las aduanas del conocimiento, a los retenes del saber que impiden la viva interpretación del mundo de la vida. Aquí emerge una relación con la tendencia: “Repensar las maneras del habitar en acto estético de despliegue cinematográfico”, que insinúa replantear las maneras de ser basadas en la dominación, a través del cine como ignición de los primeros pasos. 12 Crisis de la biodiversidad Para el hombre moderno, la tierra no es el hogar, sino la fuente de todas las materias primas; combustible dócil para el orden económico mundial. Mirada del utilitarismo que no reconoce la diversidad de la vida y garantiza las lógicas de un mercado insaciable, en cercanía a lo señalado por la tendencia: “La vida exuberante como mercancía al tenor de los designios de la dominación”, que sugiere una verdad universal amparada en el menosprecio por la vida, sólo admisible en los lenguajes del comercio y la rentabilidad; y sólo posible en las maneras del desarrollo científico-técnico, experto en separar al ser humano de la naturaleza y el sojuzgamiento de esta última. Noguera & Pineda (2011) lo advierten: (…) el paradigma de la razón universal seguía imponiéndose en clave de la escisión del mundo de la vida. Colocar al hombre por fuera de la naturaleza, era poder colocar a la naturaleza bajo la dominación del hombre; pero ese hombre (…) era el hombre europeo y de una Europa imperialista. Era el hombre-centro, punto de partida de llegada de toda ciencia, de todo conocimiento, de toda manera de la vida. (p.149) Esta es la ambiciosa pretensión de la modernidad, que justifica la supuesta superioridad del hombre declarado al margen de las leyes que rigen el funcionamiento de la vida. Se trata del hombre como centralidad; la justa medida de todas las cosas, el fin último de una ciencia y una tecnología pensadas en claves del individualismo. Sólo en él y para él, la explotación de la tierra y de sus semejantes tiene una explicación. Rasgo potente, “Heredad del pensamiento occidental del control y la escisión-fragmentación de la vida”, como tendencia que alude a los peligros de la noción occidental-cartesiana del mundo, impuesta culturalmente como verdad universal irrefutable, que agudiza aún más la escisión entre la naturaleza y la cultura, y se mantiene como institución de la colonialidad, que desmonta la cosmovisión de los pueblos originarios, parte inseparable de la biodiversidad, para abrirle paso al progreso. En Apaporis (2012) de Antonio Dorado, son recreadas escenas magníficas de la comunión sagrada entre los ecosistemas y las culturas de los pueblos nativos de la Selva Amazónica, como pretexto para pensar en desconfianza y alerta, ante la inminente llegada del omniabarcante imperialismo cultural de occidente. Concepción indígena de la naturaleza desde el arraigo afectivo y místico a un territorio, como entidad de múltiples dimensiones y nexos complejos, manifestada en forma de 13 símbolos, rituales, imaginarios, prácticas y relaciones sociales, en todo caso, distintas a las del capitalismo y su economía de mercado a gran escala (Escobar, 2000). Escenario de la vida plétora en diversidad, conectada a los “Cuerpos que se funden en naturaleza”; tendencia que anuncia la posibilidad de otra realidad, trazada en la coexistencia y el trato considerado de las formas de vida humanas y no humanas; realidad encantada de la cual podría aprender mucho el hombre moderno. La obra de Antonio Dorado, también se mueve hacia el difuso juego de responsabilidades en torno a las amenazas que se ciñen sobre la biodiversidad; nexo directo con la tendencia: “Condiciones de poder en una biopolítica que amenaza la vida”, en los sentidos y sentires de una historia que evidencia como la culpa no es propiedad exclusiva del hombre que vive con lo necesario, sino del modelo de riqueza y acumulación de capital que mueve al mundo moderno. Los tecnócratas ambientales insisten en que la culpa es de todos los hombres y mujeres por igual; los discursos políticos que tienen más de económicos y comerciales lo ratifican, sin embargo, las culpas en comunidad se pierden, el velo de la ambigüedad obvia a los verdaderos responsables, como lo declara Galeano (1994): “ La salud del mundo está hecha un asco. <<Somos todos responsables>>, claman las voces de la alarma universal, y la generalización absuelve: si somos todos responsables, nadie es” (p.9), así crece la impunidad necesaria para que las grandes multinacionales, vestidas con atuendos <<verdes y ecologicistas>> sigan sometiendo la vidadiversa como mercancía. Al respecto Ángel (1997) expresa: “(…) por lo general, lo que causa la extinción de las especies no son las comunidades, sino las fuerzas económicas que presionan sobre ellas para extraer rápidas ganancias ocasionales y cubrir mercados más amplios” (p.10). De otro lado, las intrincadas conexiones del mundo ecosistémico son el escenario de La Tierra (2009), documental de Walt Disney Picture, motivo para pensar la biodiversidad plena en sus manifestaciones, su fragilidad, sus tramas, sus flujos y cuerpos. Película cuyas imágenes son un llamado de contrariedad, una alerta a la “Monstruosidad en el pensamiento de las relaciones con la naturaleza”; tendencia que muestra un pensamiento frecuente y de vieja data en las relaciones que conminan el mundo de la vida; lo oscuro, lo ajeno y extraño, produce miedo y este miedo 14 otorga el derecho de destruir la diversidad, como luminoso acto de la razón tecno-científica. El filme es un aviso evidente, ya expresado por Ángel (2003) cuando escribe: La pérdida de la diversidad ecosistémica, biológica y genética es quizás uno de los mayores riesgos que enfrenta la crisis ambiental del mundo moderno. La tendencia hacia procesos cada vez más homogeneizantes propia de la plataforma tecnológica incorporada a los procesos evolutivos, contrasta con la tendencia propia de la evolución biológica hacia el fortalecimiento de la heterogeneidad de los nichos ecológicos (…). Esta tendencia se ha visto fortalecida ampliamente, no solo por el desarrollo tecnológico moderno, sino igualmente por la búsqueda de una mayor rentabilidad a través de economías de escala. (p.196) Trágica supremacía que a través de la barbarie se impone para obtener el control de los ciclos y el lenguaje de la naturaleza, que en tanto descifra dispone a su servicio; exhibición de una actitud de desprecio sin límites, agenciada por un narcisismo patológico. En consecuencia “Condición del pensamiento sujeto-objeto en clave cartesiana”; tendencia que declara una insensata linealidad en el pensamiento reduccionista del entramado diverso de la vida, y cuyos “ciclos ecológicos son difíciles de adaptar a la experiencia humana en la era tecnológica, donde la máquina “A” fabrica siempre el producto “B”, y el producto “B” es arrojado una vez utilizado” (Commoner, 1973, p.16). El documental de Disney, convoca a considerar la vida en libertad, lejos del gobierno humano; vida en complejidad sostenida por ciclos quedos e infinitas conexiones, hoy por hoy condenados a desaparecer, por una “Vida escindida en la separación de sus tramas y sus tejidos”; tendencia que exhorta cuestionamientos imposibles de evadir, sobre la crisis de la biodiversidad señalados por Ángel (1997) cuando manifiesta: Se podrá preguntar cuál es el costo que se está pagando por la pérdida de la biodiversidad. Es difícil de estimar en cifras económicas, pero el costo puede ser la vida misma. Esta es una trama que se sostiene gracias a la biodiversidad. Sin embargo, la subsistencia y el desarrollo del hombre solo ocupan una franja mínima de esa biodiversidad. Lo demás no entra en sus cálculos económicos. (p. 5) El utilitarismo instaurado por la economía, niega la diversidad, le incomoda; este es probablemente el mayor peligro que la rodea. Exuberancia que se borra en el discurso del 15 crecimiento sin límites. Mundo fragmentado, traducido en recursos naturales, y como simples objetos de consumo; encantos y misterios velados en un tema para la arqueología. Crítica al desarrollo El desarrollo impuso el ruidoso tiempo de la máquina y la vertiginosa fluidez del consumo, sobre la sabia lentitud autopoiésica de la urdimbre-tejida de la vida. Gracias a la potencia de las máquinas, el hombre multiplica su fuerza extraordinariamente, pero entrega en sacrificio las vidas humanas y no humanas, al tenor del gigante sistema de explotación que él mismo ideó. El ritmo de los mecanismos marca un camino, trasegado con obediencia fatal, hacia la edificación de un orden confortable, efigie cúspide de la modernidad, acentuada en la tragedia evidente. Insensible automatización, relacionada con la tendencia: “El desgarramiento de la tierra por la fuerza extractiva de los símbolos del desarrollo”; y en palabras de Durán (2009) cuando expresa: Vivimos en el tiempo de la máquina, subordinados a su ritmo, como si esta fuera la esencia de los tiempos modernos. La modernidad puso la fe en las nociones de desarrollo, evolución, progreso e historia, imponiéndonos a su vez una vertiginosa aceleración del ritmo de la vida, haciéndonos esclavos del tiempo mecánico con la promesa de alcanzar prontamente el futuro ideal y perfecto. (p.15) El indudable éxito de los artilugios en la epoca reciente, ya por la década de los 30, fue vaticinado por Tiempos Modernos (1936), película donde Charles Chaplin muestra las paradojas de un mundo bajo la gerencia de automatismos y engranajes. Mundo concebido de acuerdo a los caprichos de la producción y el consumo, que en tanto procesos industriales de precisión, omiten las manifestaciones de calidez, sensibilidad y contacto afectivo. Delirante capricho de centro exclusivamente humano, y que choca con las leyes de la naturaleza, en una “Visión antropocéntrica del mundo como heredad del pensamiento moderno”; tendencia propia y propicia de una época cimentada en predicciones matemáticas, maquinarias y circuitos, que desplazan inclusive a su propio creador. Es el afán de la “automatización de la producción capitalista más genocidio de la masa humana excedente desprovista de función económica” (Subirats, 201, p.72). En este aspecto, el filme de Chaplin se adelanta a los anuncios de la crisis ambiental, desde la desgracia humana ocasionada por una economía sin piedad, cuyo poder, 16 reafirmado en la máquina, determina la vida de mujeres y hombres que no pertenecen a las selectas élites dueñas del mundo; cuerpos omitidos por el tono avasallador en el discurso del desarrollo y las promesas incumplidas de un <<progreso para todos>>. Demostración de un orden mundial totalmente organizado en torno a los intereses de la industria y la dominación, que se corresponde con la tendencia: “El desarrollo en crisis desde sus resultados nefastos en las urdimbres-tramas de la vida”, como heraldo de los cuestionables efectos del desarrollo sobre las relaciones entre la naturaleza y la cultura, que desataron una crisis civilizatoria, tal vez sin precedente; la miseria, la infelicidad y las tragedias ecosistémicas así lo revelan. La obra maestra de Luis Buñuel, Los Olvidados (1950) representa esta condición de la modernidad, a través de una historia envuelta en dramaturgia, trastornada por el sonar estrepitoso de la gran urbe y las máquinas indiferentes, sin noción del descanso de los cuerpos que las padecen condenados a la periferia; lugar de rechazo donde lo cotidiano es una verdadera odisea de la supervivencia para los protagonistas. Realidad habitual del modelo contemporáneo de ciudad fundado por occidente; incluso en aquellas metrópolis emplazadas en las más desarrolladas sociedades de consumo. Consumo exacerbado, que deja a su paso territorios desolados, ciudades embriagadas en delirio y opulencia, cuerpos olvidados y marginados por las fronteras divisorias de la pobreza; unido con “La crisis de la ciencia como crisis civilizatoria”; tendencia que delata la instauración de un sistema, ante todo extractivo, agenciado por maniobras geo-políticas donde ciertas latitudes y personajes ganan, mientras la mayoría de la población mundial permanece en la penuria. Injusticia desatada por el consumismo, de la que Bauman (2006) escribe: “el síndrome consumista” ha degradado a la duración y ha ascendido a la fugacidad. Ha situado el valor de la novedad por encima del de lo perdurable. Ha acortado considerablemente no solo el lapso temporal que separa el querer del obtener (…), sino también el que media entre el nacimiento de la necesidad y su desaparición. (…) ha estrechado el intervalo transcurrido entre el momento en que una posesión o pertenencia resulta útil y deseable y aquel otro en el que se vuelve inútil y es motivo de rechazo. (p.113) Este orden global maquinado por el desarrollo; ideal y estupendo según los augurios del progreso, dio rienda suelta a las humanas pasiones. Las máquinas y la publicidad, hacen lo propio 17 para acelerar la satisfacción de los deseos; las necesidades nacen y desaparecen con una fugacidad impresionante, y esta evanescencia mantiene en firme las economías de mercado. Así lo muestra la tendencia: “Devastación de la naturaleza y la cultura como crisis de sentido de la ciencia”; despliegue de racionalidad, en la medida que se superpone a los vínculos naturalezacultura. Síntoma de una ciencia sin rumbo, ciencia con conciencia del daño sobre los cuerpos de la vida, ciencia no ingenua que perdió el control de sí misma; en palabras de Debord (2006): “Una ciencia semejante no puede hacer otra cosa que acompañar en su camino hacia la destrucción al mundo que la ha producido y a cuyo servicio está” (p.77). En este sinsentido, los sueños y la dignidad les son prohibidos a quienes pagan con su desgracia los atropellos cometidos por el avance científico y tecnológico; condena necesaria, según los expertos en pobreza, para mantener el equilibrio del desequilibrio mundial. En otro filme de Charles Chaplin, La Quimera del oro (1925), se anuncia una realidad que con el tiempo terminó por imponerse como norma de organización de la civilización occidental, en pleno siglo de la razón. Las escenas exhiben el sufrimiento humano generado por la búsqueda insaciable de riqueza; manifestación de las condiciones del progreso, ideadas por el materialismo extremo. Devastación de una felicidad en función del estatus social, otorgado por las maneras de acumulación y consumo, fundamentales para la estructura de las sociedades modernas. Utilitarismo como noción de bienestar, que pone en entredicho los destinos del mundo de la vida, motivo de la tendencia: “Repensar las maneras del habitar; en clave de resistencia al crecimiento-desarrollo desmedido”, bellamente dialogada desde la obra del maestro Kurosawa en el sueño <<el pueblo de los molinos de agua>> de Sueños (1990), donde una conversación entre el viajero y el anciano sabio, devela una vida lenta, liada a la naturaleza, contrario a lo que enseña el pensamiento moderno. Así lo señala Ángel (2003) cuando expresa: La crisis ambiental plantea no solo un “no” al desarrollo ciego. Sino un “si” alternativo. Un sí a la biodiversidad y la heterogeneidad de la cultura. Un sí al goce sencillo que no necesita para su satisfacción llenar los baúles de la opulencia. Un sí definitivo a la igualdad, que supone un “no” a los procesos de acumulación y de saqueo. (p. 43). 18 Sencillez de una respuesta a la vida líquida y superficial, en claves de un modo de ser en el mundo que no precisa la explotación de los hijos de la tierra. Alternativa al materialismo, en vecindad respetuosa con los vínculos entre la naturaleza y la cultura. IV. CONCLUSIONES Este proyecto de investigación permitió avanzar en la construcción de pensamiento ambiental en la Comunidad Académica del Programa de Licenciatura en Biología y Educación Ambiental de la Universidad del Quindío, favoreció la consolidación del Grupo de Investigación BIOEDUQ (Biodiversidad y Educación Ambiental) y del GES: pensambiental-UQ (Grupo de estudio en Pensamiento Ambiental de la Universidad del Quindío), además de propiciar eventos académicos, formulación de electivas y semilleros de investigación. Además, de manera fundamental, permitió mostrar al cine como una muy importante mediación para estudiar el pensamiento ambiental, clave en la formación de Maestros y Estudiantes de la Universidad. En este sentido, la investigación coadyuva a encontrar caminos para la reforma y complemento del pensar en clave de lo ambiental estético-complejo, que por supuesto es una andadura tensa, crítica, desencantada, pero también gozosa y encantada de la vida. Esta visión de la investigación, no es una ilusa pretensión de cambio una vez concluida, sino una provocación, una invitación y si se desea, una oportunidad bios-epistémica-filosóficaestética-política para emprender esta ruta. V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Ángel, A. (1997). Desarrollo sostenible o cambio cultural. Cali, Colombia: Corp. Universitaria Autónoma de Occidente. Ángel, A. (2003). La diosa Némesis: desarrollo sostenible o cambio cultural. Cali, Colombia: Universidad Autónoma de Occidente. 19 Ambros, A. y Breu, R. (2007). 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