Medicos en la Sierra Maestra

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I
CUADERNOS DE HiSTORIA SANITARIA
14
DR. JULIO MARTINEZ PAEZ
MINISTRO DE SAI.UBRIDAD Y
ASISTENCIA SOCIAL
Medicos en la Sierra Maestra
,
(Apuntes Historicos)
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Ano de la Liberaci6n
,
La Habana
19·59
•
MEDICOS E:\" LA
~IERR.\
:-1:\ESTRo\
DR. MANUEL lJRRVTlA LLEO
Ciudadano Presidenle de la Republica en el Gobierno Re'·olucionario del
1 roo de Enero de 1959.
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'."EDJl:OS E'\ L \ SJERR \ 'I1'\ESTR'\
DR. FIDEL CASTRO RliZ
Comandimte en Jefe de los EjercilOs Rebddes. lider ndlXitllO df la Rno­ luci6n ) Primer l\Jinislro del Gobierno Rn'olucionario.
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IvlEDICOS E:\ LA SIERR.-\ !\L-\ESTRA
COMANDANTE RAUL CASTRO
... Jefc del Segundo Frente Oriental "Frank Pais" y actual Jefc de las
fuerzas Amladas del Gobierno Rc\'oJucionario ..
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~1EDICOS
E!\" L.A, SIERR'\ MAESTRA
11
ROBADO
de 10 Biblioteca del
DR. CARLOS M PINEIRO
INTRODUCCION
Cada uno de los anteriores CUADERNOS DE H1STOR1A SANl­
T AR1.4 contiene un prologo del Minislro de Salubridad r A sistencia
Social. Siguiendo el precedente escribimos eslas ')Teves palabras preli­
minares. y las consideramos como de inlroducc/:on, mejor que pr61ogo,
ra qu.e el autor J' el Ministro somas fa misma pl'Tsona en esle caso.
La pubhcaci6n de esta serie de monografias medicas fue inieiada en
el ano de 1951, para divulgar hechos preteritos de lao evolucion sanitaria
operada por esle Deparlamento al traves de nueslra Historia. AlgUTWS
df' 'los aelos de la primera etapa fueron lali brillanle, y Irascendentes
que en conjunlo merecieron la justa calificaci6n de "Edad de Oro de
la Sanidad Cubana". Abre esla etapa el sabio doctor Carlos J. FinlaJ',
quien conlribuya no solo a la higiene de la Repubhca en sus albores,
con su grandioso descubrimiento cientflieo del agente transmisor de La
fiebre amarilla, sino que en su carlirler de primer ,iefe de Sanidad en
Cuba coloco los cimieni'os y levanta la eslrl/clura de nueslra organizacion
sanilaria. dejando lumilwsas huellas de prestigio, de capacidad eienti/iea,
de paulOS aeerladas T previsoras, de idoneidad ejemplares. que siempre
df'bieron ser normas :y ejemplos de los gobernanles sanilarios que ha­
brian de sueederle.
Es nalural que la sen:e de eSIOs Cuadf>rJlos de Hisloria Sanitaria
correspondienles a la nueva etapa regf'neradora r consl ruc/iva que en
/odos los ordenes de 10. ?;ida naeional >Ibrt' 10 Rerolueinn, se rplrotraiga
a las ac,'iridades de los medicos I'll la Sierra .l1a(,5/ra 1 a los planes J'
pr01eccione., bosquejados allf para el mejor sen'ieio de la Salubridad
cubana mirando al porvenz:r.
CUil/ldo Sl' escriba la his/aria definitiva de la RCl'olucinn en armas
!la!;ru qlle rrlisar es/as no/as para dedicarle algunos capi/ulos a la aetna­
cion de la profesion medica en aquella5 eircuns/ancias eri/icas, angus­
liosu.' )' dificiles de la palria oprimida y a/o;menl-ada luehando por su
lib,>r/od. ~4qllrll05 medicos rebeldrs lul'ieron {!.ral/des respol/sabilidades
..
12
CCADERNOS DE HTSTORL...
SA~JTA.RJA
MEDICOS E:\ L.o\ SJERR\ .\1!\ESTRA
13
J deberes q/le cumplir para anstlr a los herw"s J enfermo.1 comba/ien/es
de sus propias faas y de los prisioneros de guerra. Y tuvieron a su
cargo tam bien la asistenci.a y cuidrulo de la salud de 10 poblacion cam·
pesina siempre tan olt'idada, postergada J abandonada a S/l triste suer/I'.
I gualme nte es justo recordar aqui a los medicos que en la rel.a·
guardia sintleron los rigores de la represion cruel de La dictadura J SU,
frieron muerte, prision, persecuciones r wrturas por sus vincu1acion.es al
nwvimiento de resistencia civica. 0 por 1'1 mero hecho humano de asistir
a algun hen:do rebelde.
Acaso u lo largo del rclaw haya olvidado algullos hechos y algullo.,
Ilombres. Slrvame de excusa 1'1 rudo batallar de aquellos dias duros.
sombrios y gloriosos a la vez. Pero siempre .,;aldra. 1'1 recuento del aspecto
medico de la lueha en la Sierra y en toda la Isla, para comp/etar los
~atos. hechos y prlY)'ecciones COil que los medicos rebeldes se incorporaroll
can grallde:;o, .saerificios y altos propositos de servicios ple7W-I a la R ew·
lucion, a la His/oria de nuestro medl:cina J a 10 Historia de la n1ll'1'a
Cuba.
Dr. Julio Marline: Pal'::,
Ministro de Salubridad y A,istencia Social.
I
POR UNA PATRIA LIBRE
Corda el ano de 1957 en un ambiente angustioso. La dralll:itica
alternati\'a de libertad 0 muerte nos lIevo a muchos a responder a[
lIamamiento patriotico del gran lider doctor Fidel Castro Ruz, para
cumplir con nuestro deber, sin pensar otra cosa que en Ja l11cjor forma
de hacerlo, lIanamente. :'\uestros aportes nos resultaban insuficientes
y desmedidamente pequeiios ante la obra re\'olucionaria, libertaria y
creadora que se iniciara el 26 de Julio de 1953, con el \-aliente ataque
al Cuartel "Moncada" de Santiago de Cuba, pOl' 165 homhre, guiac10s
po:' ideales de redencion plena. Fue aquel cl 11l0mento supremo en
que Fidel Castro entrara en las paginas de la Historia ----como apun­
tara un periodista- a pesar de fracasar en el intento. Habia surgido
el lider, el brazo. la \oluntad y eI genio que com'eniria la dcrrota
en triunfo. I\o imponaba este fracaso. ~o hab;a que desmayar, era
necesario conser\'ar la fe )" con tinuar el camino emprendido. Los re­
\'eses son acicates para los hombres del temple de Fidel Castro. Los
verdaderos directores de hombres y de pueblos -no los falsos apo~to­
les- 10 que en \'erdad arden en el fucgo sagrado de libertad, no se
amilanan ante los obsciculos, los \'encen y cuando no, se repliegan
para intentar de nue\-o la Tucha ha,ta alcanzar e] triunfo.
El ataque al Cuartel "Moncada" fue la primera etapa de la
guerra libertadora de Cuba. Fue la pauta que se trazo un pueblo.
No habia otro camino que la insurreccion. Todo 10 delllas habria de
ser conformismo ante la dictadura.miJitar de Batista y ante sus t{lcticas
maquiavclicas de ganar tiempo para entretener, distraer, agotar y des­
ilusionar la oposicion y di\·idir la, fuerzas con meras prome,a, sm
base, nuevos enga nos y def rauc1aciones para las ansias popu lares.
Los regimenes de fuerza, cuando tienen que sostencrse pOl' medio
de la opresion, de la censura, de la carcel y del crimen, son regimenes
dcbiJes. La sangre inoccntr acaba por ahogarlos.
Cada agresion cruel contra la \,ida hUlllana \. cl dcrecho fue ga­
nando voluntades y juventudes. Cada uno oeupo su puesto_ Se org::J-­
nizaron la, celula., 1'C\olu(ionarias. las dist.intas organiza,iones . los
]4
CC.-\DER:\OS
1)[
HISTORJA SA\Tf.-\RI:\
MEDICOS E:\ LA SI£RR.-\ ~l.-\ESTR.'\
15
\:ariados c:rupos. inclusi\c de tendrncias encontradas, a \'ece, SIn co­
ordinacion alg-una pero guiado:; a un fin tmico: derrocal la dietadura
y Iibertar la patria.
Como dijera Mani: OoEs una gencration yuc
otra gencl'acion \'i\'a respetada, noble y librc".
«>
sanifica porquC'
El pueblo estaba e;piritualll1entc en pic de ~uerra: pero no tenia
armas, carecia de medios para la lucha. Dc un lado IOdm los r('(ursa,
de las fucrzas mercenarias para sostener un regimen corroIllpido y
brutal. Del otro los ideales, el \'alor, la decision. el coraje y la espc­
ranza, pero nada mas. Era natural que la desigual lucha se hiciera
a costa de sacrificios, de inlllolaciones, de dolor y de luto para la
familia cubana; pero habla yue seguir. La Re\olucion comenzaba ya
y no se detemlria,
"E1 Mo\·imienlo 26 de Julio" habia ofrecido por la palabra auto­
rizada y veraz de su maximo lider doctor Fid<:>1 Castro, que antes
de finalizar cl aiio de 1956, comenzaria en Cuha la Re\'0Iuci6n Cjue la
libertaria 0 produciria su Jlluerte en la lucha conrra la tirania. "Hl'­
roes 0 martires
La palabra no fut' una mera prollle;~l. A bordo del pequeno yate
"Gramma": el Lider desembarco en las coslas en los priIllcros dias de!
mes de Diciembre del ano de 19511, iniciandoie la epopeya libertadora
de Cuba.
La Sierra l\1acstra con sus grande, montaiias y sus inmenso, bos­
ques alberg6 al gru]Jo dE' \·alicnte;. Llegaron a qlledar solo doce, como
los Ap6slOlcs, Pero habrian de ser bastanlc, pari! despc'rtar \·oluntadl".
entusiasl!1o y fc cn el pucblo.
I I
VIAJE A LA SIERRA
Actuabamos en Ja ciudad de La Habana incorporados al "Movi­
miento del 26 de Julio" can el doctor Armando Hart Davalos y su
seliora Haydee Santamaria. aSI cOI·no en la "Resislencia Civica". Corn­
paniamos el tiempo en las labores profesionales, atendiendo a los en­
fermos en el Hospital Cni\'ersitario "CaJixto Garcia", en las c1inicas
y consu!tas, con la ace ion re\'olucionaria cJandestina, conspirando y
siguiendo las instrucciolles de los jefes inmedialOs.
La Republica por el ano de 1957, era un foco re\'olucionario
creciente. Los esfuerzos que hacia el Gobierno pOl' sofocar Ja rebeli6n
en la provincia de Oriente eran inutiles, ya gue cada dia aumentaban
las fuerzas del Ejercito Rebelde de Fidel Castro. Ni las suspensiones
de garantias constitucionales, ni la censura previa Cjue amordazo a la
prensa -nuestra gran aliada- ni la persecucion noche y dia, ni la~
drceles, ni las torturas, ni la muerte, siguiendo los sistemas mas ini­
cuos para pro\'ocar delaciones, lograban dislTlinuir la marcha de la
insurreccion ni la labor conspiralOria principal en la ciudad de La
Habana.
De nuestras acti\'idades tl!\·o conocimiento la Policia y fuimos de­
tenidos en varias ocasioncs. registrada nuestra casa y consullorio, vigi­
lado eSlrechamente. Pero ha?ia que continual' la obra hasta su cul­
minacion final: el lriunfo 0 la muerte.
Una de las \'eces fllimos detenidos con el doctor Armando Hart
Da\alos: hoy cOll1pan<:ro del Primer Gabinete del Gobierno Revolu­
cionario: COIllO Minislro de Educacion. La carcel no nos produjo te­
1110r, pOl' el contrario, fortaleci6 nuestro espiritu de lucha, Cuando
abandonamos la prisi6n cOl11cnzamos de nLH'\'O a laborar en los trabajos
conspii·ati\·os. Tenlal110s fe en el triunfo del ideal. Eso era bastante
para sentimos estimulados,
La Habana en aparien(ia eqaba normal. pero los actos de sabo­
taje sc sucedian diariamente en una form .. II otl·a. a pesar de la brutal
represion de los Cllerpoc; policlaco'. EI IIlo\'imienlO re\'olucionario fun­
:-'IEDICOS E:'\ L'\ SIERR \ !l1:\E,s'! R'\
16
CCADERNOS DE H1STORfA S.-\::\ITARl.'\
cionab:l con sus organi/acione<; coordinada, 0 por la libre, para man­
tener el espiritu de rebeJdia en los grandes conglomerados humanos
que silenciosamente sentian los ideale:; pero los ocultaban ante 1<1
amena/a del "chi\'aLO" v df:' los sicarios df:'1 r(~illlen.
En la regIOn oriental. en la Sierra Maestra, se habia establecido
el "Campamento de Cuba Libre", con su maximo jefe el doctor Fidel
Castro. Numerosas batallas y encuentros can las fuerzas del Ejercito
del Gobierno de Batista, sc habian efectuado. EI poderio de la Revo­
lucian a\'anzaba pese a las grandes dificultades de abastecimiento y
de can'cer de armas. Era tanta la moral, tanta la razan y la jl!sticia
de la }{evolucian que diariamenre se sumaban centenares de hombr~s,
tanto de b ciudad como del campo para luchar por una Cuba libre,
EI Ejercito Rebelde no tenia en 13 Sierra otro medico que el
Doctor Ernesto Gue\'ara, ilustre profesional de la medicina nacido en
la Argentina y que se habia unido a Fidel Castro en Mexico, e iden­
tificado con la causa cu bana como \'erdadero enamor ado df:' la liber­
tad de los pueblos cie America, vinculado a todos por los ideales de
Bohar, San Martin,! Marti, y quien desde Diciembrc de 1956, habia
tenido sobre el toda la responsabilidad de asistrncia medica en Ja
Sierra.
L:n dia nos lIega una gran noticia. Fidel Castro nos mandaba a
buscar. Solicitaba nuestra presencia en la Sierra. -I'Jecesitaba un me­
dico eirujano-ortopedico y reclamaba nuestros sen'ieios profesionaJes.
Fue un gran honor. Entre tantos distinguidos y notables medicos
CJue integraban eJ "Movimiento del 26 de .Julio", la selecci6n nos colma
de alegria y de orgullo. Al fin podiamos ser {Hiles a fa causa revolu­
cionaria en plena Sierra Maestra. No pensabamos en los peligros de
la bat:i1la. ni en las dificultades e incom'enientes para lIegar a los
picachos hcroicos donde habia tornado cuerpo la Revoluci6n Cubana,
solo scotiamos la emocion intensa de servirJa y de' luchar y trabajar al
lado ckl Jefe Mflximo. del gran !ider Fidel Castro Ruz,
Era ran to el deseo que teniamos de lJegar a fa Sierra que hu­
bieramos qucrido partir de inmediato. Pero era necesario frenal' las
impaciencias y ajustar los pasos a las instrucciones con cautela. Para
lIe~r a la Sierra habia que' ir a tra\'t's de un secreto camino. conducido
por gulas, extremando las precauciones para no ser detenido' y quc nl
]a polida ni e1 f'jt'rcito. slipicran conw se cmraba \ salia dt, la
1Il0nuo:.l.
CO!llAl\'DA1\TE ERNESTO "CHE" Gl!EYARA
. . . qUt
VInO
medico en la expedicion del "Gramm:l" y altcrnaba ell
las- laoores de asistcnci". medica y mi!itar .
COJ!lO
17
J8
CL\DER!'iOS DE HISTOR1,\ S'\\"IT.'\RL'\
!vIEDICOS E'\ LA SIERR.'\ Yl'\ESTRA
I9
Despues de unos dias de espera. una Il1aiiana recibimos la orcen
de partida. Era 1"1 primero de junio de 1957. Lo leniamos todo pre­
parado" L1evaba un equipo completo de clrur;ia. con anestesia sufi­
cientt:. Eran las arrnas con que ibamos a luchar en la Sierra.
Espenibarnos la noche para iniciar cl \'laJe a Oriente. Las arde­
nes fueron precisas. Hariarnos 1"1 recorrido en automovil directarneme
de la Habana a Santiago de Cuba. No debial110s tener contacto alguno
en todo eJ camino. Nuestros companeros de \"iaje eran 1"1 joven Ja\'ier
Pazos, hijo del doctor Felipe Pazos, hoy Presidente del Banco Nacional
de Cuba, y uno de los mas grandes economistas del ContinentI" y el
senor Manuel Pineiro, a quien lJamabamos Manolo, capacitado acti­
vista del "Movimiento del 26 de Julio" en la ciudad de Matanzas, hoy
Jefe Militar del Ejercito Re\'olucionario en la pro\'incia de Oriente,
A las doce en punto de la noche emprendimos el viaje y 10 rea­
lizamos felizmente. En distintos lugares fuerzas del ejercito nos detu­
vieron pOI' unos instantes, para preguntarnos de don de veniamos y a
donde ibamos, pero sin mayores consecuencias. Siempre temiamos 10
peor, dada la vigilancia que man tenia 1"1 ejcrcito, a todo 10 largo de la
Carretera Central. L1egal11os a la ciudad de Santiago de Cuba alrededor
de las seis de la tarde. Habiamos procurado llegar a esa hora para
ajustarnos a las instrucciones de aprovechar 1"1 cambio de postas en
que era mas Llcil la entrada en Santiago. Efecti\'amentf' nuestro auto­
movil penetro porIa carretera cen tral a la ciudad sin ser molest ado. Se
notaba poco transito y nos dirigimos al lugar indicado. Nos recibia
Frank PaiS, 1"1 heroe de Ia R:e\oIucion, quien dirigia 1"1 "MO\imiento del
26 de Julio" en esa ciudad. con una magnifica organizacion y en una
constante exposici6n de su propia \ida Ya tenI31110:, preparada3 tres
casas para alojarnos. A nosotros nos correspondi6 hospedarno3 en e 1
hogar de] seiior :\1i!!uel ,'cilia. en 1"1 Reparto de Vista Alegre clon~c
estuvimos unos dias sin sa.lir a la calle, para e\ital delacione3. DeTu:'i,
en autoIllO\"iJ, con un guia ,alimos para Mamanillo dondl' nos e3tZlb2
esperando Celia S~inchcl -\"alit'nte mujcr gut' reprecenta en e:;ta ctapa
la gcncJ'Zlcion de las grandes mambisas del 1868 y 1895-. AlE, en
ManzanilJo, pa,amo, una noche expectante. plena de incertidumbrc.
Esa noche. a pc,ar de la al11abilidad de la familia que. nos acogi6 en
su hogar, no pudimos dormir. Solo ansi;'tballlo:; una C03a: !legal' a la
Sierra, I'\os asaltaba 1"1 tt'JJ1or de can prisiGllCTOS 0 ser mucrtO.i ante,
de poder cllJnplir cl mandato de nucstro lidn
FRANK PAIS
Al otro dia Cll un pisi-coITc. 11l'~alJ1o, a1 Central "Estrada PaiJlJ;l".
A la entrada. ('11 cl baln', no, C']1l';',dXl IIl1 ric C:1l. teniaJJlos neCl",a:i;1­
Heroe y martir de la Revoluci6n, director del "J\fovimiento del 26 de Julio'·
en Oriente, que rccibi6 en Santiago de Cuba, aI Dr. Julio Martinez Paez,
cuando se encaminaba hacia la Sierra Maestra.
..
:'0
Cl'.-\DER:"OS DE H1STORI -\ S.-\:"ITARl.-\
MEDICOS E:'\ L-\ SIERR.'\ M.-\ESTR'\
21
memc que pasar por frente al Cuartel df la Guardia Rural. Nuestra
suerte dependia de la posta. Proseguimos la marTha \' logramos pa­
sarlo sin ser mol("<:tados.
En 1"1 Central "Estrada Palma" se nos uni6 eJ Dr. Felipe Pa/os.
padre. Qu p casualidad
EI viaje de La Habana 10 realizamos con
su hijo. pero este se quedo en la ciudad de Santiago de Cuba. donde
tenia que cumpJir una misi6n. Ahora en la ascensi6n a la Sierra, 'tc­
niamos un i1ustre acornpanante, 1"1 Dr. Felipe Pazos que no s610 se
habia solidarizado con el "1\10\ irnienro del 2G de Julio" sino quI' 10
demostraba incorporindosc a la propla Sierra ~aestra.
Poco tiempo estu\'imos en 1"1 ingenio. continuamos en 1"1 Plsl-corre
haqa el Jugar conocido par "EI Zarzal"' donde hicimos un alto para
cambiar de vehicu10. Ahora iriamos. en un "jeep" que ya nos tenian
prrparado'.>. Todo estaha prf\'isto con magnifica organizaci6n. EI ca­
mino que empezitbamos a recorrer era escarpado y dificil, solamente
se podia realizar en un whiculo de estf' tipo y manf'jado por manos
experta S de quien conoc<:' bien 1"1 terreno. Est<:lbamos en el inicio de
la asccnci6n de la Sierra. Cuando habiamos recorrido algunos kil6metros
en el "jeep" llegamo s a un case rio, donde tm'imos que abandonarlo.
Entonces habia qlle continuar subiendo a cabalJo, 0 a pie, y solamente
habiJ dos hestias para el \·iajc. Como se ~o<, unieron otros compaileros
m:Is en el CentI'al "Estrada Palma" acordamos que los dos caballos
'flleran para los dos de mtls edad. Los j6venes ir~amos a pie. Y em­
p:Tndil1los el via je ascendiendo con '~Tandes dificllitades para qlliene"
no c,t,'thallJos acostllmbrados. AI comien70 todo era una fiesta. Est;,­
bamos pirt6ricos de a]('!2:rla. Ibamos en camino de la Sierra, pero cuancJa
\'3 habial110 s \'E'llCido lin bUfn trecho, los pies adotoridos. el calor \
]a fatiga hac ian mm' dura la jornada. Creiamo'.> no roder continuar.
pero el amor propio \ cl sentido de la responsabilidad y el deber no'
daba nu('\'os aliento<, \. Iuerzas para seguir escalando las cumbres de
J'edenci6n. ~o tenlalJ10s la experiencia ni Ja resistencia de los hombres
de campo para \ence: f'sa' primcras dificultades del camino can tanto
ag'Olamiento fisico.
AproximadaJIlcntl' a las doc(, dc la Dochc. lIe~amos a Ull 11l~~aJ
c!cnOJIlin:..l!n "EI Sa]u·,". l)l'~'o no acampamos. seguimos \·Ia)l'. pue,
IlaiJi,! CjUl"' utili;,\! la nodJ[' para esqui\ ar la \igilancia dr los sokbdo,
l'nl'llliQfl, \' aprc1\('cl!al c] fn·scor.de la tf'Jl1pcratura.
A\ an7amoS \ arios J..iJoll1ctro, y Ileuamo<, a lin bobio. dond.· 't. Il'l'
i'lf":llll) que ]0' "guardia s
Batl>ta" -C0I110 los g'llajiro' call1,,al),,])
c'"
.. ,El Dr. Fidel Castro conferenciando con los Dres. Raul Chibas (a la
izquierda) y Felipe Pazos en la Sierra Maestra. Detr?s el Dr. Julio
Martinez Paez, quien Cue Cirujano Jefc en el Cuartel General del
Comandante Castro.
(Del libra "Fidel Castro",
POI'
Jules Dubois).
:\IEDICOS E1\ LA SIERR.-\ :\1,'\ESTR.'\
Cl".-\DER:'\OS DE HISTORIA SAr\ITARJ'\
22
23
al ejercil0 del gobierno-- hilbian acabado de pasar pOl alii \ nos acon­
sejaban que tU\'ieramos cuidado.
Nos ~nternamos en la manigua y estuvimos escondidos. sin hablar
y sin hacer el menor ruidor hasta las dos de Ja ll1adrugada. qlle no,
I I I
avisaron que el peligro habia pasado. Entonces decidirnos continuar
la marcha, siguiendo el Rio Yara hasta lIegar a Santo Domin,2:o.
EN LA SIERRA
Hicimos una nue\'a pausa para tomar alientos por unos instantes
y siempre a pie, 'llegamos a un, lugar conocido por "EI Naranjo". Ya
estibamos cerca de la meta, pero la fatiga era mucha y el hambre
mayor. Alli nos proporcionaron alimentos antes de reanudar la marcha.
y a las cinco de la tarde a\·istamos a Palma Mocha, donde eSlaba el
Campal1lento de Fidel Castro.
Al fin lIegamos. Que alegria, que honda y profunda emocion. 2\'0,
parecio ",I \'iajc interminable. No creiamos poseer tanta fortale/a
fisica para \TnCU esos caminos preilados de peligros. en una com­
tante preocupacion e inCjuil'tud y alerta a todos los ruidos \. mO\i­
nliento"
N'ue>tra IIc!!;ada al Call1pamento flle una entrada triunfal. nos ClJ­
contrall1OS con un calido rccibimiento por parte del Ejercito J{ebeldc
y all! \·inlos numerosos amigos unos que sabiamos que e3w!J;E'! y
otros que fue una grata sorpresa \TrlOS alii,
Tan pronto penetramos resonoen todo el Campamento un gnto
unanill1e:
-j
"i\'a
Cuba~
Est;'dJ;(l11oS en terri torio de Sierra Libre,
1"3 en el Campamento Rebelde de Palma Mocha, nos encontramos
con d Comandante en Jefe doctor Fidel Castro Ruz. Nos estrecha­
mos en un fuerte abrazo, pleno de emocion, a pesar de nuestro tem­
peramento poco impresionable, pero aquel encuentro en los bosques
montanosos, en la zona libre de Cuba, a\'anzada de la Jibertad de 1a
patria. solo se pod ria expresar asi, silenciosamente.
Fidel Castro, comprensivo y fraternal ali\'ja la tension diciendo:
-~1edico, cte cansaste en el \'iaje?
minado tanto en tu \·ida.
Creo que jamas habias ca­
-Si, fue un buen "training" pues t'spero tt'nt'l' que hacer can1inatas
mayores. como medico y como sold ado.
Fiu",1 tiene frases para los demas compaileros de \'Iaje y dirigien­
dose nueva men te a nosotros, nos dice:
-c No
se encontraron con las tropas de Batista?
-Si -Ie respondimos- 0 mejor dicho, no: no nos encontramos con
ellas, perc pasado "El Saito" nos avisaron unos campesinos -fieIes
ali:ldos de los soldacJos rebeldes- que ancJaba rondando pOl' aquclIa
zona un peloton de los "guardias de Batista".
£1 Jefe de ]a Revolucion rie estrepitosamente. causando nuestro
asombro y un poco de confusion.
--::'\0 eran tropas de Batista -nos dice- elan mielllbrcs del Ejer­
Rebelde, disfrazados con uniforIlleS del ejl~Icito del Gobierno, en
una ll1ision de reconocimiento.
(1l0
esc pcloton ~le dijimos- nos anaso el \'iaIC en mas de
do, hOlas. ticmpo que estU\·il1los escondidos.
-PUl'S
£1 COJllandante en Jefe del Eje-rcito Rebelde telmino la entrcvista
ordcn:mdonos ir a descansar. Plit'S pronto teniamos que inlciar nucs­
tras aui\'iu"des ell la Sierra
.
24
CL"ADERNOS DE HISTORI.... S,'\:\iJTARI.-\
La disciplina del Ejercito Rebeldc es fen'ea, Al dia sigllienlt' n(h
dieron todas las instrucciones, La primera fue mi ingreso en la, [ild';
como simple soldado y comisionado para actual' como IIlCdico,
Hasta nucstra llegada no habia otro medico --dcsde el deselJ1iJarco
del "Gramma"- que el doctor Ernesto Guevara, 1113S conocido PCII
cl "Che" Guevara, hombre extraordinario no s610 por su capacidac1
cientifica y de organizacion, sino por sus conocimientos de Licrica mi­
litar. Como medico atendia hcridos y enfennos y cuenta que el equipo
de cirugia que traia en la expedicion con los inC,identes y simaborl-'s
del desembarco, perseguidos pOl' las fllerzas del ejercito de la dictadllla,
se perdio: encontnindose sin el instrument'll necesario p;:tra !a ::le11­
cion de los casos de urgencia, sin embargo COI1 las pocas pimas y bisturi
que sobrevi\'ieron a la perdida. se atendieron los primeros herido<;,
precisamente no soJdados rebeldt's. sino miembros del Ejcrcito dt'
Batista,
Al lIecJ:ar nosotros a la Sierra el "Chc"
mente a los heridos de la batalla del C vero,
Gue\'ara atend~a prt',isa­
Ahora se Ie rele\'aba de las labores profesionales. aS1ll11iendCl no,·
ot!'os la direccion del servicio de Sanidad Militar del Ejercito H.ebelde,
pues el Comandante "Che" Guevara pasaba a labores militares. exclu·
si\'amente. ya que actuaba como medico y como combatiente.
Asi para honor nuestro nos correspondio ser el primer medico
alistado ell el Ejercito Rebelde, de la Sierra Maestra para sen'ir ill
Illando del Comandante en Jefe doctor Fidel Castro,
No habia hospital fijo. No podia haberlo. Las tropas rcbddt"
operaban en un grupo de 105 hombres de gran movilidad tactic<l,
Donde las circunstancias 10 exigian sr improvisaba el hospital de san~r('
ambulantr. Como habian algunos hombres sin armas disponiamos dc
estos soldados para transportar el eqllipo de cirugia ~' ayudarnos cn
la prt'paracion del hospital donde fllera necesarjo: como en Ii! busCJueda
\' transporte de heridos.
Ala:, \'einticuatro horas de nueSlra incorporacion a! EjPlcito
Rcbplde. cuando aun teniamos 10' pit's doloridos pOl' las lar"as caml·
rl<ltil'. eruprendiclo" la marcha. recorriendo grandt'" dislancia,.
Fidel Castro iba a pie: el prinlPro, sCg'uiclo dpl COlllanclallll' 'Ow"
Cuc\'ara y orros, Su pa,o Iargon, atlflico. 10 hacian malcha; "i('J11j.lIl'
ckblltr. &01lanOO a 1o, demil' a st'!:!uirlc\, Asi la Rr\'oluci6n !\1ili,ar \'
~1EDICOS
E:\ LA SIERRA
~1."'ESTR.'\
25
la Republica constructi\a habrian dl' acolllpa,;ar slelllpl'(' ,u paso al
del ~ran lider.
EI primer combate en que participalllos fue eJ de "Palma Mocha";
despues eJ de "Pino del Agua", donde tU\'imo, cinco hcridos y cuatro
l1luertos. Estc combate empezo a las dos de la Illadrugada y termino a
las cinco de la mailana, causandoles muchas bajas al enemigo, Los
heridos fueron curados en el mismo lugar de la accion. transport~ll1­
dolos despues a \'a rios kil6met ros de distancia: alojandolos. en un bohio
donde reaJizamos algunas curaciones e inte[\'encioflPs, AllI pennane­
cieron para su seguridad durante algunas hora;. pc;'o lOn rrO!1to tCI­
mino el combate, los retiramos de ese lugar. pues era tactica del ejer­
cito de Batista, el1\:iar a\·iones al terminar un encuentro para bom­
bardear las zonas. donde operaron nuestras tropas, Si 110 retiral110s
pronto los hcridos del bohio que fungia de hospital de Sangre, hubieran
perecido: plies el bombardeo aereo destruvo totalmente aql.lella pobrp
vivienda.
Fidel Castro se antlclpa siempre a los Illo\imiento, del encmigo,
conoccdor de la ru tinaria mentalidad y sus crueles sistemas, Por eso
puclo burlarlo casi siempre, \' \'encerlo finalmente. pese a su inlllensa
suprr;o;'idad numerica en soJdados y en rccursos militares.
Muchos de los heridos q,ue 'acabamos de inten'enir consideraban
violent;! la decision del traslado: preferian quedarse, pero las ordenes
ell' Ia Sierra s(' cumplian sin discutirlas y fueron e\'acuados a tiempo,
Asi las pre\'isiones sah'aron SllS \'idas de una lI1uerte segura,
Las troras del ejercito de Batista tan pronto conocian que nos­
otro, habiamos estado en un poblado y 10 abandon3bamo" ellos 10
ocupaban despues para quemar'las casas de la zona. pOl'que estimaban
que los campesinos ayudaban a los rebel de, y asi se vengaban en
\lctimas inocentes, Con conocimientos de e,tos hecho;, Fidel Castro
preparo una eSlratagema que Ie dio mu\' bupnos resultados. En hor"s
de la tarde: al [rente de su tropa lIegamos a uno de aquellos caserios.
cOlllpro las existencias necesarias de la tienda mixta. adquirio Hna
vaca para alimentar a sus soldados y acampo en est' lugar durante la
noche, fonnando una gran algarabia y haci('ndo qu(' la noticia IJeg-ara
a la Guardia Rural, la gue sabia no darla batalla.
AI otro dia al amancccr. abandono dicilO poblado y ,illlc) ellli)O'.C2­
en todos los alredcdores, A los scis db" 11cg-:Hon cinco C31!liol1f's
ccndllciendo [m:r/,a;; dc-I cjtrcilO v p!'misione') \' arJl13111l'nlo; como para
dal Iln:1 ~ran b<llalb En la prilliera enlbo"cad~\ ("'.\'0 e1 camion dond('
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:RJ?l!.!)O
ae 10 EY:.,......,...,
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Cl'.'\OERNOS DE H (STORrA S.'\:'\TJARlA
iban soldados produciendo la baja tOlal de los rnismos. d segundo
cami6n cargado de armas y el tercero de pro'isiones; fueron igualrnente
ocupados. Los dos camiones restantes huyeron al1le Ja gran masacre.
Aquel botin de guerra fue trasladado a lugar seguro y qut'mados los
camiones. pues en aquella zona no podiamo, lle,·arnoslos ni elnplearlos.
Estas armas fueron utilizadas para fonnar la tropa del Coma.. ­
dante "Che" Guevara, integrandola con numerosos combatientes entre­
nados y ,alientes pero que no tenian armamen to alguno.
TaJ1lbicn en esta misma zona de "Pino del Agua" se desarrollo
un hecho donde Fidel Castro demostro su pasmosa serenidad y su capa­
cidad de mando. Fue en cierta ocasion que un grupo numeroso de
los ll?lmauos "Tigres de Masferrer" -tropa mercenaria privada- es­
taba azolJ.ndo y saqueando al poblado. Fidel dejo el Campamento al
mando del "Che" Guevara y con un grupo reducido de sus hombres
se dirigi6 al encuentro de aquellos pistoleros sanguinarios. No estaban
alli. Habian huido. Pero el Ejercito, enterado de la presencia de Fidel
con pocos hombres en ese lugar, trato de coparlo, y con un fuerte
destacamento desplegado en una accion ra.pida extendi6 una trocha de
:'{ortc a Sur, para aislar las tropas rebcldes e impedir que Fidel pudiera
unirse al fuerte de su columna que habia quedado al otro extremo. l..'n
mensajero del "Che" Guevara llego con la noticia. Efectivamente la
accion de la Guardia Rural era peligrosa, pero Fidel Castro, con pleno
dominio de la situaci6n no mostro Ja m{ls minima alarma. Permanecio
en el mismo sitio hasta gue llego la noche. SilUO las avanzadas en los
lugares OJ!Or!unos y se dispuso a pasar la trocha tendida por el ejercito
de Ba tisL.!. ordenando:
-Ik uno en fondo, a treinla metros de distancia y sin hacer e]
menor nlido.
De,dt' la siete de la noche hasta las dos de la madru,-,ada duro
la operaci6n. Pasaron !Odos los soldados ,in disparar un solo tiro.
:\osotr05 pasamos de los prill1eros. Fidel fue de los ultimo".
MEDICOS E:\ L.A SIERR-\
:\l.~ESTRA
27
IV
HOSPITAL AMBllLANTE
Ya hemos dicho como tU\·imos que impro'isar nuestro inicial se,·­
,.icio de Sanidad Milirar sobre la marcha. EI auxilio a los heridos sc
hacia en el lugar del combale donde fuera posible a tenderlo.
M u­
chas veces apro,·echanlOs algun bohio cercano y de mesa de opera­
ciones nos servia 1a propia mesa de comer.
La Sanidad del Ejcrcito Rebel de tenia Cjue actuar asi; en 1110\·1­
lidad inccsame y con la menor impedimenta posibJc. El personal auxi­
liar del senicio estaba integrado por un wldado sin annas. que con­
dueia el instru!1H'ntal quin'lrgico. las 111edicinas , a la 'C' <lyudaba.
desputs de recibir UIla practica qlle oportuna111entc Il' ofrecill1os.
En Illllchas ocasioncs. la m{IS de las ,·en's, actuabamos en pleno
campo, utilizando C01110 techo un nylon amarrado a las ramas '': tron­
cos de los arboles pOl' las cuatro esquina", dcbajo de esla tit>nda rudi­
mcntaria hicimos muehas intenenciones quin'trgicas. Y de nochc a b
lUI de una linterna 0 de una lampara de luz brillante v como estel-ili­
zadora una olla 0 un -re'·erbero.
Despues, con los nue'·os elementos que sc incorporaron a la Re~·o­
lucian; pudimos obtener los sen·ieios de un enfermero ,. otras facilidades.
de las que careciall10s al principia.
Recordamos que en el c01l1bate de ··'El SaIto" lu,·i1110,; dos hcridos,
uno de ellos le,·e. pero el OtlO gra,·e y habia que operarlo ur.g;enre­
mente. Se realiz6 la intenencion a poca distancia del lugar del com­
bate y en el hagar de los disparos. Ambos heridos curalon y '·ol\·ieron
a sus puesros de solclados del EjCrcito Rebelde.
En el combale de ··\·e~uitas" se regi'>lraron cinco heridos gue que­
daron rezagados en la lucha en un Jugar distantc Personalmente, con
'un soldado fuinlOs a recogcrlos. De 10 conrrario llloririan sin asistencia
medica. Al iniciar la busyueda nos dimos cuenta qUE' habia que pasar
a corta distancia del campalllcnto de la Guardia Rural que mandaba
el tristemente celebre' Tcniente Corom'l S~inchcl ?\10squela. Pcro no
habia otra alterIiati'a que' dejar nlOrir aque]]os eompaneros 0 ir a Sll
2:-:
Cl"ADER:\'OS DE
HISTORl.~
SA:\ITARJA
:-'1EDICOS E'\ L\
SIERR~ l\J.'\ESTR~
rescate corriendo los riesgos que nos amenazaban. Caminalllos sigilosa­
mente durante trechos largos, arrastrandonos y ocultandonos entre las
malezas y el follaje. asi logramos lIegar y practicar las primeras curas,
entre elias ligar heridas para contener \'asos. Quedaba ahora por rea­
lizar, la tarea mas dificil: el regreso con los heridos. Como a uno
habia que opcrarlo urgentemente, logramos lIe\'arlo a un bohio y alii
le hicimos la inten'enci6n quirurgica, Siempre teniamos el temor de
la posible llegada de las tropas de Batista que estaba muy cerca, pero
la vida de un herido es sagrada y se realizo la operacion con toda
felicidad. De madrugada logramos eondueir los heridos restantes al
Campamento Rebelde, para el operado utilizamos una camilla de ya­
guas que habiamos improvisado, amard.ndoJo bien para e\'iral' quC' lIll
mal mO\'imiento hieiera peligrar su \ida.
Pmteriormente supimos que el propio Teniente Coronrl S[mehez,
Mosquera habia llegado al bohio, por una delaeion. a sorpn'nder el
hospital de sangre, y aI no eneontrarnos, orden6 su destrueeioll por el
fuego.
En el segundo eombate de "Pino del Agua" aeudimos con cl pJello
de la nopa de Fidel Castro, quien ataco al Cuartel, no para tomarlo,
sino para provoear que pidieran refuerzos y como habiamos eoloeado
emboseada a todo 10 largo del camino se esperaba un gran eombate,
Efectivamente, el cuarte] pidi6 auxilio y lIegaron los refuerzos. EI
primero en acudir fue un peloton de diez y siete soldados, de los que
cayeron quince. uno fue prisionero y otro logro huir.
Fuimos a atender a los soldados del eJercito de Batista. rno fllC'
inutil. las elllboscadas extinguieron quince vidas de hombres quC' lu­
chaban por sostener el dictador. En esta aecion fur prisionero c)
Tcnicnte Laferte. quien despues se incorporo a las fueJ7as rebeld!:''> del
"}'fo\'imiento del 26 de Julio".
Terminado el combate, rendido eJ cuarteL se le quitaroll las anna'
a los soldados ll111ertos, dejandole su dinero y sus joyas, puC's hahia
una orden terminante del Comandante en Jde, de no despojar a 10'
l11uertus de joyas ni dinero bajo pena de fusilall1icnto. Era Lp\' ell'
la Sierra. Solo se permiria quirade la' anllas y las balas, pUC'< ('ntle
Ilosottm eseascaban \' las nccf~itabamo;;, eno pOl' lIno de 10'; cad,'lIen"
fllCWll reeonoeidos pOl' no'orros. Tr,n[lhalllos de \'er Sl al!!lllln lenJ,1
un h:lliln de \iela para hacC'! C'I c,fUl'rzo v sah'arlo de lJ 11111('11(', 1)('\(1
la haial'J fil<' c1e,i<i\';1. :'\0 SOhIT\,i\'i6 nin~lIn()
COI\IA'\DAI'iTE CAMILO CIE!\'Fl3EGOS
Fue herido en Ja batalla de "Pin a del Agua" )' atendrdo par los Dres.
Sergio del Valle y Julio Martinez P:lCZ,
29
~IJ
CL\DER\'OS DE HISTORI''\
:vIEDIC05 E:" L-\ SIERRA MAESTRA
S,A,~IT.A,RL-\
En uno de los conlbalt~s de "Pino del Agua" fue herido el Co­
mandante Camilo Cimfuegos, ljll;en en Ja batalla con singular arrojo \
\'alentia se precipitaba para dar frent/:' al t'nernigo. EI Dr. Sergio de!
Valle v nosctros 10 atendimos, obs('I"'ando que t'ra una ht'rida pt'nc­
trante en el \ientrl' langenical al perit6nt'o cuyo balalO pt'netr6. A
pesar de SlI eSlado y demoslrando un corail' de homhre indOll1able; fue
caminando hasta el hospital dt' sangre, Alii sc It' obligo a acostarse,
pues qtlf'ria contin uar la j ucha.
31
v
ATENCIOI\' A LOS PRISIONEROS HERIDOS
Va hemos apuntado, pero hay que hacerlo resaltar, que en el
Ejercito Rebt'lde los prisioneros heridos 0 enfermos ten ian la misma
atenci6n medica que nuestros hombres. J amas dejamos sin atenci6n un
herido enemigo en nuestro campamento. Muchas operaciones quirur­
gicas hubimos de hacerJc ?ara salvarlcs la vida y tu\·imos la sue/'te de
q LIe gracias a e5tas intt'I'Yenciones se recuperaran ra pidamente.
El medico del Ejerciw Rebelde sicmpre vi6 en esos herjdos s610
seres humanos que necesitaba el auxilio de la ciencia, y cllrnpli6 con
el sagrado deber que impone nuestra profesi6n.
Adem;'lS, e] Comandante en Jefe Doctor Fidel Castro, tenia espe­
cial in teres en que Ie presraramos la deb ida atenci6n a los pnslOneros
hcridoc. en contrasle con el trato dado por el ejhcito de Batista a los
prisionnos rebekle5 heridos, que morian todos. EI prisionero es un
~('r indcfenso y hay que respctarle la vida. En el combate peleabamos
para matar \' para morir, mas terminada la lucha hubiera sido criminal
3lenLll'. pOI' acri6n u ·omisi6n contra la vida 0 la integridad de lin
pnSlOncro,
La c3mpalla que Sl: hacia por los \'oceros del regl!llCn, y muy
c,pecialmentt' porIa, partes del Estado 2\1avor del Gobierno, eran
J110lhtrLJOSanwnte falsos, al aludir sicmpre al Ejcrcitci Rebelde C0l110
"foragidos' quc tonuraban y sacrificaban los prisioneros. Y podel11os
asc£urar que el propio Fidel Castro, como todos los oficialcs y soJdados
rebeldt's cuidaba dc Ja \ ida de los prisionnos como de ]a propia
JaJl1:ls se maltrat6 a nin0,llJ1o. T\adie fuc torturado para que habl<tra
dclatara a sus ronlpal-leros,
°
EI Comandantc en Jell' sicmprc decia:
--E50' soldados laJl1bi,:'n son cubanos. (.:lsi todos est,1n engzlIiados
a cCjui\ocado;,. \ luchan porqul' se 10 mandan y po/quc les pagan. Hay
ljue lenCI rie(bc1 \. comidc!LlCion con cllos. Que scpan que en ('I campo
rdJl'ldf' (!c- Cuh:1 Lib!(' no Sl' Lltl'nlil conlra la \'iela hUIllana dt'l adu'J­
,'­
",)
CL.'\DER:"'OS DE HISTORIA SA'\"IT,'\RIA
sano. Aqui se respetan las Jt'n'~ de la Cruz Roja. cosa que no lii/o
nunca el ejercito de Batista.
En eiena ocasion: en que estabamos tratando algunos pnsJOneros
heridos, y que padecian de trastornos nen'iosos a causa de las lesiones
sufridas y la psicosis de guerra. Fidel se preocupo y todos los dias no"
preguntaba pOl' el estado de los enfermos.
Cuando la aJimentacion escaseaba, muchos dras nosotros cOlllialllos
maJanga y un poco de arroz frio. Empero a los heridos prisioneros se
les trataba igual quc a nuestros heridos, con preferencia en la alimcn­
tacion para ellos,
Recordamo:i una anecdota: No habia earnc, No querialllos robar
reses, Eso estaba en pugna con los principios de la Revolucion. )'
entoncl's nuestro ej(rcito firma contralos con los ganaderos para quc
sUlllinistl'aran Jas reses necesarias haciendo constar uue se les abonaria
al precio seiiaJado 5i tl'iunfaba la Rnolucion. Pero en caso de fracasar
la deueJ:1 se extinguiria, pues en nuestro Ejercilo Rebelde no qlleclaria
nadie con \id~. haciendo honor al lema del Movimiento: Iibertad 0
lI1ucrte.
Los :;anaclerQs suministraron el ganado nece5ario y la primera carne
cntregada fue para los prisioneros heridos.
C1I1l1plimos los acuerdos de la Cruz Roja Internacicnal en toda,
partes. De ello puede sentirsl' orgullosa ]a RC\'olucion del "Movimil'l1l0
del 26 de Julio" y pueden dar fe los propio'i dirigentcs de esa institu­
ci6n inlemacional. (1)
Nfuchos pnslOneros fueron entregadcs, Ellos son el mejor te-t 1­
monio sobre el buen trato que- recibierol1 de! Dr. Fidel Castro en 1)('1­
sona. asi co'fno de todos los inlegrantes del Ejercito Rebelc1e.
Cuando se escriba la Historia de la Revolucion Cuba de 1956-.')ij.
lcnddn que seiialar,:c estos !]("cho; para Stl gloria, honor v justiciil
(I)
Vel' en el Apendice las declar<1ciones afici"tlc< de la, delt'fuldas de '"
Raja InternacianaL pag Na 63
(rl:/
Mf..DlCOS E:\ LA SlERRA
MAESTR~\
:i3
VI
TRES HOSPITALES EN LA PLATA
£1 primer hospital de Sangre de la Sierra Maestra fliP creado por
-el Comandante Ernesto "Che" Guevara. habilitandolo 10 mejor que
pudo: debido a las grandes dificultades del momento y la carencia
absoluta de medias. Sin embargo fue dotado dentl·o de 10 posible y
prestaba el servicio adecuado, no solo a los heridas sino tam bien a los
enfermos tanto soIdados como campesinos que habitaban en los alre­
<1edores.
Despues, segun las circunstancias, fueron creados nuevos hospitales
" lIbicados estrategicamente de acuerdo con la topografia del terreno
y las exigencias del mO\'imiento del Ejercito Rebeldc, que no estaba
'l:stable en una sola zona.
Ante el anuncio de la gra,n ofensh-a de Batista. nos refugiamos en
La Plata, lugar abrupto; montanoso, donde la frondosa vegetaci6n ser­
"ia de protecci6n para ocultarnos de los aviones enemigos que cons­
tanlemente nos acosaban con sus incesantes bombardeos, aUI1l;Jue con
Illuy mala intencion y peor punteria, A falta de los objeti"05 militares
'gllc atacar, demolian la, "'i,'iendas de los pobres campesinos indefensos
-0 ametrallaban mujeres. ancianos y ninos, las infinitas vlctimas de la
vesania de un dictador que queria mantenerse en el poder contra la
"ollintad del pueblo.
Alii fue insta!ado el Campamento y se establecieron tres hospitales
'df sangre. Ya se habian ineorporado al Ejercito Rebelde numerosos
mfdicos y el trabajo profesional fue distribuido com'enientemente. Nos
.a\·lIdabamos en las inten'enciones, en las curas y en las 1l1archas.
1.'-no de' los hosoita!es fuc ubicado en el sitio dcnominado "Pozo
Awl", cerca del Central "Estrada Palma", a cargo del doctor Rene
Vallejo: otro se inslal6 en "Jigue". a nuestro cargo, y otro en el lugar
llanIado "Cabezas dE' b Plata" y fllr creado porIa ,'aliosa v \'alicnle
lc'ollicionaria Srta Celia Sanchez Mandu1cy. qlle de-brn1os calificarla
conlo la HrroinJ de la )-Ze\'ollicion en la qlle fllc no solo cOlllbatientc
11:1C";('ndo "ida de callipaiia. sino gur fll(, un3 hrrm:llla p:1ra todo,,- 10<
34
CCADERKOS DE HISTORIA SA!\'ITARJA
MEDICOS EN LA SIERRA MAESTRA
soldados rebeJdes y una preocupada de los heridos y de los enfeTlnos
a los que atendia con verdadero cariilo; estimuL§.ndolos con sus mul­
tiples atenciones y sus palabras de aliento y de fe. EJla fue Ja creadora
del Hospital de Sangre instalado en "Cabezas de la PlaIa". que aten­
dimos con los Dres. Raul Trillo y Eduardo Bernabe Ordaz.
A cierta distancia de este Hospital se instalo la caseta con la letrina;
fabricada rusticamente, pero cumpliendo los eJementales requisitos sa­
nitarios. EI camino que se construyo bajo el follaje entre el hospital
y la letrina, fue bautizado por Ia agilidad mental y humorista del cubano
con el nombre de "Via fecal".
EJ Hospital de Sangre que con caracter permanente establecimos
en eJ "Jigue" se construyo en la ladera de una montana. bajo cuatro
frondosos arboles, totalmente cubiertos por el espeso follaje. que 10
ocultaba de la visibilidad de los aviadores. Organizamos" dotamos el
hospital tlentro de los recursos que teniamos, para ofrecer a los heridos
y enfell1lOS Ia mejor atencion y las mayores comodidades posibles.
NUl" tros botiquines en esta etapa estaban bien replclOs de medica­
mentos. Al comienw de la campana se carecia de Jo mas indispensable,
pero desjJues fueron Jlegando los cargamentos de medic ina, especi·ai­
mente de peniciJina y otros antibioticos que teniamos en abundancia.
AI fin llego la anunciada ofens iva de Batista. Fueron reforzados
los efecti"os militares del Gobierno y sO' abrio el fuego por cuatro
Irentes dt' combate: uno por Vegas, al Oeste; otro, por Palma Mocha,
en la descmbocadura del rio, al Sur; con tropas al mando del Coman­
dante Quevedo, el otro; por Santo Domingo. con soldados del feroz
Tenientf' Coronel Sanchez Mosquera, y el ultimo por '"Las Mercedes'.
EI Comandante en Jefe del Ejercito Rebelde, doctor Fidel Castro.
que es lID genio natural de la guerra, elaboraba sus planes" los des­
arro!laba con admirable precision y conocimientos de 1a mentalidad,
sistemas t;1cticos y reacciones del enemigo en cad a caso. Situo sm tropas
en cuatro lugares distintos, en puntos mas e1e\ados que las posiciones
de los atacantes y protegidos detras de trincheras camuflagt'adas.
S;inchez Mosquera entro por Santo Domingo. pero no pudo a\'an­
zar. puc" se encontro que en una loma habia un mortero que Ie cerro
el paso vomitando metralla sin cesar, ocasion3ndole en el primer in­
lemo 27 baja,. EI combate se generaJizo y nuestra: tropas por las
posie-jones en que lograron situarse dominaban a )os gubernaJllcntaJes
que se rcor.L!;anizaron en una meseta. que nuestras tropas atacaron con
CELIA SANCHEZ MANDi..;LEY
... ·.aliente n1ujer que representa en esta etapa la generacion de las grandes
mambi!o-aS del 1868 y 1895 ...
35
%
U": <\DER'\OS DE HISTORI \ S-\'\IL\RL\
MEDICOS E1\ l.A SIERRA MAESTRA
37
fuegos cruzados por los cuatro costados. Muchas v muy nUlllerosas fut'­
ron las bajas. Muchos muertos v heridos quedaron reza~ados en ('I
campo de bataIJa.
Nos ordeno el Comandante Fidel Castro que atendieramos aquc­
Ilos heridos, y tanto los doclores Vallejo, Trillo, Ordaz, de la 0 y
nosotros nos dedicamos :: la urgente atencion de los heridos. todos
enemigos, y los tratamos como a los nuestros, como siempre. Los
hospi tales dr sangre presta ron un eficiente servicio de asistencia me­
dica que honra nuestra clase y honra a la Revolucion. Lo expresalllo,
con orgullo del deber cumpJido con alto sentido humano y profeslonal.
Es m:ls, tuvimos en esa ocasion que caminar y trepar por aqudJos
montes unas tres horas consecutivas para atender a unos soldados del
ejercito de Batista que estaban tan mal heridos algunos, que lll\II!lOS
que operarJos urgentemente, logrando sah"arles la vida.
Los heridos, despues de curados en los hospitales rebeldes ingresa­
ban juntos con los dem5.s prisioneros en la carcel conocida por no'­
otros con el nombre de "Puerto Malanga" en replica ironica a la
dlrcel de Santiago de Cuba dcnominacl q "'Puerto Boniato".
En esta batalla estuvieron cercados durante once dias ('I (ol1l:1n­
danle Quevedo V sus tropas, a las que dirigio rei'erados llH'maje' eI
propio Fidel Castro, pidiendoles la renrlicion, ya que no tcn::Jn sus
hombres escapatoria posible y queria evilar derramamientos ric sangre
innecesarios. La rendicion se efectuo y los soldados en un nllmero de
160 fueron inlernados en los hospitalcs de sangre, pues muchos e«ilbZln
heridos y los restantes, tras el asedio de once dias. sin alimemos ni :J!..:UZl.
veianse totalmente extenuados. '
DurZlntc la estancia de aquellos hombres en nuestros hospitak s .
el pro!-,io Fidel Castro 10 visitaba con frecuencia y conwrsaba can los
soldados de BatistZl.
-Este es un hombre extraordinario --nos clccia un soldildo con
ojos de asornbro--. No me explico porquenos trata tan bien. cuando
debia odiarnos. Y eso que dccian que ll1ataba a todos los prisioncrm.
Le respondimos nOSOlros:
-No es cierto. Aqui jarn6s se ha mat ado ni torturado ZI ningllfl
prisionero. En el combate se peJca a muerte, pero despues hay qU('
\erlos s610 como a un ser humano. como a lin cubano cn desgracia.
al que hay que atenclcr. La dt:IJ1{\S e~ propaganda de ]a c1i,cL:dm:l.
f;J Isa \. engail0,a como torlas.
. .. En plena Sierra l'vIaestra eI Comandante en Jere Dr. fidel Castro, con la Sra.
Haydee Santamaria de Hart, el Dr. Julio Martinez Paez y la Srta. Celia Sanchez
Manduley ...
(Cortesia de "Revolucion")
Cl"ADER:"OS DE HISTOR1A S6,,\ITARIA
·'"
Dcspues que los heridos y enfenllos se r(·qabkcieron. futron COI1­
ducidos hasta 'Las Vega"". para entrE'garlos a la Crul Roja \' que
fueran dC\'ueltos a sus hogares 0 a sus cuarll,lfs. EI dl'talk IllaS curioso
fue que estos soldados prisioneros solicitaron aut6t!:rafos de Fidel Castro,
para gllardarlos COIllO recuerdo de su gesto generoso y humano.
Otra bataJla que record amos fue Ja de "Las Vegas", donde el
Capitan Lara, del Ejercito Rebelde, cay6 herido grave, y el resto de
nuestra tropa se desmoraliz6, moment os que apro\'ech6 el ejercito de
Batista. para tomar la posic,ion, registra.ndose numerosos mue'nos y
heridos, Pero de inmediato las tropas de los Comandantes Fidel Castro
y Juan Almeida, toman la ofensiva y se recrudece de nuevo la batalla.
EI fragor del combate es incesante. La lucha es dura. Nuestros hombres
no cedell. y avanzan sin temor. Los soldados del dictador resisten,
pero el cmpuje del Ejercito Rebelde contintla sin cesar hasta recuperar
totalmel1lE' la posicion perdida.
Entonces entramos en acci6n los medicos y comenzaron las aten­
ciones ;1 los heridos. Los casos mas graves tenian preferencia. 111l11edia­
tameJll" se iniciaron las intervenciones quirurgicas. Habia heridos de
\.ienrre que habia que operaI' de inmediato. Los doctores Vallejo, Fa­
jardo, Ordaz, Trillo y nosotros nos distribuimos la labor a realizar y
comenzamos a actuar con toda rapidez que los casos requerian.
Como no habia tiempo para lIe\ar los heridos al hospital, seleccio­
namos conjuntamente con el doctor Raul Trillo, un gran medico y
habil cirujano, hoy Director del Hospital Militar ·'Dr. Carlos J Fin­
lay", l'1 lune! del refugio antiareo para realizar en elias las inH.:n'en­
ciones \. asi nos protegiamos de la a\'iacion de Batista que bombar­
deaba i ucla la zona sin cesar. Acondicionamos nlpidamente est' lugar
valli 'c practicaron distintas intel'\-enciones en que actuo COJlj() anes­
ll'siqa l'! d(xtor Ordaz. gran amigo v gran m~dico.
l'T1a \'el que se habia retirado la a\ iaClon \ aparcntementc no S('
\'isllll1lbraba que pudicran regrcsar va que habian descargado una "ran
canticlild de bOlnbas v tiros de 2nlC'tralladoras, nos encontramos cOD un
ca,o ,l!la\e. un herido ell' bala de \ientre que- habia que inten'enil de
inlllcdi3to. y preparalllos el caso para condllcido al tuncl que <>ra el
nwjor lli~ar para realizar la inlPJ'\ encion, pero eSlaba un poco distanlc
v cntnnrcs el doctor Trillu -quc C's sielllpre un gran optimista-- acon­
scj:1 (l[Wrar en lin bohio cercano. alei!ando que ya los bOll1bardco s
IJabi:1n ('<'sado
;\1C!;()
rcrl'los0, It- sU;2:C'rIlI10S al Dr Trillo:
MEDICOS E;\ L\ SIERRA MAESTR.6,
-:\1ira, \'amos ;:; 18 se'~uro \' operemas en el tunel.
es muy traicionera y pued r: \'vl, er.
39
La aviaci6n
-No, esos aviones no regresan -nos dijo el doctor Trillo.
L1evamos al herido al bohio y se inicio I·a operacion. Cuando el
doctor Trillo habia abierto el vientre del herido y se iba a iniciar la
exploracion interna, retorno la aviaeiol: de Batista y comenzo el b9!l1­
bardeo de nuevo. Nosotros continuam05 !,llestra labor con toda sere­
nidad, escuchando las bombas como explota~)an en las cercanias )' las
rafagas de las ametralladoras. Esperabamos 10 pc:)r, nero sin alterar­
nos continuamos la intervencion, sin que por suerte' las bombas ni las
balas alcanzaran aquel bohio, don de nos afan;\bamos pOI s,1h-ar una
vida hllmana con riesgo de Ia propia,
Desde luego esta flle la ultima intervencion que se hizc en un
bohio, las otras se realizaron en el tunel donde estabamos a cubierto
de los bombardeos aereos.
La batalla termino con un triunfo de las tropas rcheldes, haciendo
llluchos prisioneros que ingresaron en la ca.rcel de ,. Puerto :!\1alanga"
hasta su devolucion por medio de la Cruz Roja.
Nos lIeg6 una temporada de descanso. EI ejercito de Batista no
peleaba despues del fracaso de su decantada ofensiva, EI campamento
era muy visitado por periodistas extranjeros, y nosotros, en los hospita­
. les, nos dedicamos a atender casos de paludismo y disenteria q-ue habia'
muchos, heridos muy pocos.
Se hicieron despues los preparati\'os para la ofensiva de '·Guisa".
Para esa zona partio el Comandante en Jefe doctor Fidel Castro, lle­
vando 'como medicos de su columna a los doctores Trillo y Ordaz, no.s­
orros nos quedamos en La Plata, al frente de! Hospital, pero pocos
rlias despues nos mandaron a buscar, a causa de Ia fractura gra \'e de
una pierna que sufrio uno de los soldados mas valientes de la columna,
entonces nos incorporamos de nue\'o a las fuerzas en operaciones.
EI doctor RatJl Trillo fue destinado a atendcr el Hospital de
"Charco Redondo" y Eduardo Bernabe Ordaz y nosotros fuimos con
Fidel al frente de batalla, donde recogimos los heridos, Ilcd,ndolos al
hospital, donde junto con los companeros Trillo y Orda!, comenzamos
a intervenir los muchos heridos que se produjeron en csta batalla en­
tablada en la zona de Charco Redondo, donde se )ieleo fuertc e in­
tensamente. En esta zona que cOlllprende Charco Redondo. Maffo.
Baire y otras poblaciones habitadas por nUlllerosos rampesinos. fIle
MEDlCOS £\' LA Sl£RR,.1, :--1A£STRA
411
CL\DERNOS DE HISTORL\ SA:'\ITARIA
destruid:l por Ja a\'iacion una considerable cantidad de \'i\'icndas,
pied ad y sin consideracion ;. sin objeti\'o militar alguno,
Sin
Es de significar los trabajos que se pasaban en la Sierra para las
inten'enciones quirurgicas: que en una ocasion en qu€' el doctor Trillo
operaba un caso, secundado pOl' nosotros, no habia instrumental sufi­
cientc y est[\bamos '€ n plena manigua: a poca distancia d€' donde se
combatia y "los s€'paradores"
que se utilizaron en dicha operacion
fueron las propias manos del doctor Ordaz,
En la Sierra el Ejfrcito Rebdde tenia los siguientes Hospitales de
Sangre: '€ I primero creado pOl' el "Ch€ ' '' Guevara; despues los tres
hospitalcs establecidos en La PIa ta, incluyendo el de "Jigiie": el hos­
pital ubicado en "Las Piedras", a cargo del doctor Eduardo Snrria:
el hospital de ''La Lata": dirigido pOl' €'I doctor Alberto h'ietalorre­
mendia y otros sit uado en un lugar conocido pOl' "La Cajita'·.
Va en esa epoca contabamos con los servicios de una enfermera,
1a Srta, Aida Modesta Diaz, que actuo en el Hospital "26 d€' Jlllio"
de La Plata. con el Dr. Vallejo, la que trabajaba en el Ho,pital de
Maternidad Municipal y en la Clinica "Ace ion Medica" y abandono
sus trabajos para incorporarse al Cuerpo Facultativo del Ejercito Re­
belde el dia 15 de marzo de 1958, Tambien tenlamos los servicios de
un enfermero, el Sr. Luis Albistur Soto, que se incorporo a la Sierra
el 15 de Abril de 1958, siendo dest inado a prestaI' sen'icios en el
"Segundo Frente Frank Pais.... con los doctores Jose Ramon Ma­
chado (I) y Enrique Creahg (2). EI enfermero Albistur, como hemos
sci'ialado ya, es hoy Jefe del Negociado de Enfermeros de la Direccion
de Asistencia Social del Ministerio de Salubridad,
(1 \
EI Dr JOSf- Ramon ~LI('h;ldo. E"S :,('(\I:l!I1iE"nte Jere de 1o, S(';,\';C;l" ~'d:'di,'o"
\1\lnicipales,
1:21
EJ Dr Enriqu(' C:r('ah.~ c, ci Dirc('lor dt'l llospi\:t1 d,­
j;,
Pc,", :",
41
VII
CUERPO FACULTATI\'O DEL EJERCITO REBELDE
El Cuerpo F,acultativo del Ejercito Rcbelde se inicio con el VlaJe
de! "Gramma" desde Mexico, teniendo pOl' unico medico al Dr. Er­
nesto Guevara, a quien nosotros sustituimos, para que el valioso "Che"
Gu('vara se diera pOl' entero a las funciones militares,
Poco despues que actuamos como unico medico del Ejercito Re­
belde, con el grade de soldado, fue incorporado el doctor Sergio del
Valle, \alioso colaborador, quien pas6 a prestaI' sen'jcios con la tropa
de "ehe" Gue\'ara, y nosotros seguimos con las de Fidel Castro,
A esto sigui6 la Ilegada de los Dres, Vi.cente de la 0 y Manuel
Fajardo Rivera, los que fueron destinados a trabajar con nosotros,
En diciembre del ano 1957 se incorpor6 el doctor Jose Ramon
Machado, quien pas6 a prestaI' servicios can las fuerzas del comandante Raul Castro,
SC,L'uian entonces las incorporaciones de
ina)' cuando lIegaron los doctores Rene C.
Mel. h'ieta Torremendia, Eduardo Bernabe
'unos otros, fueron destil1ados a los distintos
,
l
profesionales de Ja medi- ...,­
Vallejo, Oscar Fernandez
Orda?, Raul Trillo \' al­
cuerpos del Ejercito,
EI doctor I vieta Torremendia. fue destacado a las I'uerzas que man­
daba el Comandante Juan Almeida,
Otro medico que era figura sobresalient<: '~n el Ejercito Rebelde­
fue el Dr. Faustino Perez, hoy Ministro de ReCllperacion de 'Bien€'s,
·u.no de los que \'ino a Cuba en el "Gramma" sicndo uno de los com­
batie-mes de la Sierra, y destinado despues pOl' el Comandante en Jefe,
Dr. Fidel Castro, para que regresara a La Habana y asumiera la
direcci6n de la resistencia revolucionaria en b Capital, donde penna­
ncei6 hasta despues,de la huelga de Abril. en que volvi6 a retornar a la
Sierra, p('ro no ejcrci6 su profesion de ml"dico, sino que actuaba en
la poblaci6n civil del territorio libre,
El e-<;\udiantC' de medicina, el \'alienlC' jO\Tn Onlar Fel'll:',nd€'l-,
Capit;'1I1 del Ejheito .R..ebeldr, fue otra de- las incorporaciones de b
Sierra, pero antiC) conlo cOll1hat[('nl(' diri!!jrndo una cscuadra en La
Plata,
MEDICOS E:'\ L\ SJERR\ \1.\ESTR\
42
43
CL"ADER:\OS DE HISTORIA SANITARIA
DR, FAt;STli\O PEREZ
... que no aetna como medico en Ja
Si"rra sino que estaba en la Coman­ d;lIlci" y otras misiones, hoy J\.linistro
dt Rccupcra,·jan de Bienes ...
DR. SERGIO DEL VALLE
... uno de los medie:ils que aetua en
la Sierra, hoy Jefe de la Sanidad
Militar del Ejercito RevolucioDario.
o
DR. MANUEL FAJARDO RIVERO
... medico que aetua en el Hospital
instalado en "Cabeza de la Plata".
creado pOl' Celia Sanchl"z Mandull"Y .. :
DR. REl\E C. VALLEJO ORTIZ
... medico que actua en la Sierra y
tuvo a su cargo el hospital de sangre
ubicado en "Pow Azul", cerca del
Central "Estrada Palma" ..
44
CT.'\DER:\"OS DE HlSTORJ.'\ SA".'ITARlA
\fEDICOS £.'\ L\ SJERR\ \l\ESTRA
45
Los equipos medicos de cirugia de los hospitales, partl' del cual
10 Ile\'amos nosotros cuando salimos de La Habana, asi como una
gran cantidad de anestesia y antibi6ticos que se fueron agotando segun
pasaban los dias, eran utilizados no solamente por nosotros. sino por
todos los medicos que actuabamos en los distintos cuerpos dd Ej(TCito
Rebelde.
De La Habana se nos em·i6 un equipo intrumental de ortopedia.
Este magnifico hlstrumental tiene su historia y nosotros Ja vamos a
relatar: con noticias del envio estabamos ansiosos de que Jlegara. pues
hacia mucha falta para la alenci6n de los lesionados de guerra. Las
cODJunicaciones entre la Sierra y La Habana no tardaban nunca menos
de quince dias, desde luego utilizando los canales y los guias del "1\'10­
\'imicnto del 26 de Julio", que eran unos "correos" magnificos. 1\0
obstante, trancurri6 mas de un mes sin que Jlegara a nuestro roder el
instrumental.
Cn dla nos enteramos que en la Armeria de la Sierra, habia un
equipo similar al que esper<lbamos. Comenzamos las investigaciones y
e1 armero crey6 que eran instrumentos de med.nica y los trat6 de
utilizar en los distintos trabajos que realizaba. Aclarado el hecho. Ie
pedimos que enviara al hospital el instrumental en cuesti6n y cumplio
nuestra orden, pero faltaba un "taladro" entre las piezas. :i'1ueva re­
c1amaci6n al armero, y nada. La respuesta fue que 10 necesitaba como
herramienta pues era muv (ltil. sin darse cuenta de que ese instrumento
era para taladrar huesos.
La situacion se puso tirante y dimos cuenta al Jefe de Auditoria.
COIllandante Humberto Sori Marin, quien cumpliendo las leyes de
la Sierra. orden6 el arresto del annero y se inicio la correspondiente
in\'estigaci6n, De\'uelto el taJadro ortopedico al Hospital, sc liquiclo el
incidente.
Los grados entre el Cuerpo Facultativo fueron pocos. En el Ejrr­
cito Rebelde habia que ingresar de soldado y los ascensos eran por
meritos de guerra, por las actuaciones desarrolladas y los servicios pres­
tados. La prueba de estos merecimientos para ascender 10 dernuestra
el casu personal de nosotros, que tu\·jmos necesidad de senir un ano
justo de simple soldado, participando en. 1a mayoria de 10, combates
quc se registraron, haciendo ,grandes marchas, pues en aqueJla etapa
el lIIedico jamas estaba eSlacionado. sino en pleno movimiento.
Al final de uno de los combales de "Pino del Agua". estando aC<lIlI­
paclos en el lugar denominaclo "La Jeringa". fue cuando ('1 COlllan­
ebnl" f:n Jefe Doctor Fidel C3'lro. nos a~(endi6 al !!rac!r) elr' (:;)pil.in
£1 Comandante en Jefe de los Ejercitos Rebeldes, Dr. Fidel Castro. en
union del Dr. Julio Martinez Paez, en plena Sierra Maestra.
M;J~ tarde cuanclo se termino 1a ofensi\'a de La Plata. proll10vlQ
a Capitancs a los doctores Eduardo Bernabe Ordaz, Rat'd Trillo y Rene
C. Vallejo y a nosotros nos ascendio nue\amente elevandonos al grado
de Comandante. Fl;e un alto honor para nosotros esa distincion. Era
cl grado mas alto del Ejercito R~belde.
Mantcinamos por 6rdencs superiores la direccion de la Sanidad
Mililar del Ejercito Rebelde en la Sierra, pudiendo como tal hacer re­
saltar la brillante labor que los medicos realilaron durante su actua­
cion en toda la campana. No los rindio la fatiga. siempre estaban pres­
los al servicio, y en mas de una ocasion mllchos de ellos quisieron
hacer practicas militares. pero se les prohibio. Ellos eran medicos sola­
mente. Recordamos el casu del doctor Machado. que con mucha \'e­
hemencia y pasion, picli6 ser combatiente y luciJo en \arios combates;
sin f'lllbargo, se Ie ordeno que actuara solo COIlIO medico. Se aJeg6
que habia muchos solclados y pocos medicos.
En lIno de los t'JltilllOS 11l0\il1lienlo~ dt' Ilu'·dico, l'1l los distintos
Cuerpos del Ejercito Rebrlde. sc dcstino al doctor Seqzio del Valle,
que pasara ;) pn"I"r scn'icios coJ! la' trop;), del Comandante Camilo
Cienfuego, \ al doctor \bciJJdo con la' elel (:ollianclanle Rat'd Castro.
46
CL>.DER:,\OS DE HISTORJ" s",,:'\n -\RJ >.
:-'!EDICOS E:\ L.-\ SJERR-\ \1 .l..ESTR·\
47
,-c,'
VIII
PLANES DE SALUBRIDAD
En horas dE' descanso. cuando el doctor Fidel Castro nos habbba
de sus provecciones fUlUras, para cuando la Re\'oluci6n triunfara '\' se
pudiera establecer en Ja Republica el siqcllJa de gobierno ljUc requiere
el pueblo. nos e,bozaba sus planes.
DR, EDUARDO SARRIA VIDAL
.. que IU\,O a su cargo
de Sangre ubicado en el
cido pOl' "Las Piedras" y
medicos que aCluo en
cl Hospital
Jugal' cono­
uno de los
la Sierra
--:\0 es posibJe -decia e] Dr Fidel Casuo-- que eSla polJlaci6n
campesina. a]Illa pura de nuestra tierra. continut' abandonada. ham­
brienta, sin asisrencia medica. sin educaci6n. dcstruidos sus organismos
pOl' los par;'lsitos 0 pOI' el paludi'll1o. Ha:' ljue traer la Salubridad al
campo. ha\' que sanear estas rnonraiias COIllO todas las zonas I'llraJcs,
Tl'neJl]O" ljliC pensar que SOIl tan cubanos COIllO 10' dc la ciudad
Sc Ie \Cia abrW11ado pOl el peso de ranta ll1juslicia qlle an;,iaba
reparar, y aiiadia:
-,-Esos ninos ., Hay que hacer que esos ninos tengan asisleneia,
lengan alimentos. ren,gan educaci6n, tengan juguetes y esperanzas en
lin futllro mejor. Esa es Ja idea, el fundamento de la Re\'0Iuci6n. Hay
quc dades vi\'iendas, pero higicnicas, hay que acabar con esos bohios
con pisos de tierra, donde los niiios \,i\ en en prosmicuidad, a veees
con animales, y siernpre en riesgo dt, contraer Illuchas enfermedades
C\'ilable", El porcen ta je de niiio.> qUl' muere' en esto, cam pas de
Cuba es rnuy grande, el porcenraje seria incol1lparablcrnente ll1enor si
hllbiera higiene, si hubiera adecllada alil1H'111aci6n. si huhiera asistencia
llledica para los mismos.
Fum3 :I\'idamente Sll tabaco \' esparn' eI hun10 a Sll alrf'dedor
llIientras prosiglle':
DR, ALBERTO IVIETA
TORREMEl\DIA
... fue destinado al Tercer Frenle con
las f ucrzas del COl1landante Juan
Almeida ...
--Hay mucho que hact'!.
Despues del trillnfo SlT:l lllayor f'! tra­
bajo Ll reali/ar. :-\0 p~demo, defraud'll' la confiLln/a quc cl pueblo de
Cuba, ha puesto en nosotros. Ha: quc estabh-ccl. ') ttl de eso sabes
mas que )'0, porljLw eres mfdico. Il1cdida, a fondo pilra darlt ll1as
hiencstar y salud al putbJ(). :\0 hay que' e'plTal quc la, enferT1lccbdes
lIeguen con SlI allienaza t(-[rica. hay quc plT\Tnil ];)',. ha\' qlle n-itarlas.
De!'-de ahor'l ha\ gue ir elJhorando 1o, plane' ~""lnilario', rOlllO l(l~
48
Cl"."'DER~OS
.\IEDJCOS E!\' L'\ SIERRA .\1:\ ESTR\
DE HISTORIA SAl\ITARIA
49
economico" los sociaJes y educacionales. v coordinarlos todos con efi­
cacia funcional reim·idicadora.
Y asi pasaba el doctor Fidel Castro, del tema sanitario al econo­
mico. a la proteccion del agro, hasta obtener una reforma agraria de
manera integral, quc e\·itc el latifundio, eJ monopolio, la explotacion
del caJl1pesino.
IX
LA HUlDA DEL TIRANO
,-Soiiamos con una Cuba nueva, pero efectivamente nue\'a: no
de palabras sino de realidades -nos decia el Jefe de la Revolucion
en los picachos de la Sierra. cuando aun se peleaba contra la dictadura
de Batista-. Era tanta la fe que tenia en el triunfo, que por su
mente pasaban todos los planes que concebia para forjar la Republica
que hast;} ahara el pueblo cubano no se habia podido dar asi mismo.
ahogado pOl' los intereses creados y la poli;iqueria.
El problema campesino, las cuestiones agricolas, el trabajo del
guajiro. 1a \'i\'ienda rural, la qlimentacion, la higiene, la educacion.
el trabajo para todos eran sus preocupaciones permanentes, tanto es
as!. Cluc de manera afirmati\'a nos dice:
-Hay que acabar can los VICJOS procedimientos que tanto han
perjudicado a la Republica, haciendo de nuestro pueblo un pueblo
descreido. Lo mismo gue hemos levantado su entusiasmo y hemos
conquistado su fe para la insurrecci6n armada y poder llevar a cabo
esta RC\'olucion Libcrtadora, tenemos que levantar en la paz ese
nUSJ1l0 entusiasmo y esa misma fe para emprender en gran escala la
recon,stnlcci6n general de 1a Republica, y muy especialmente en 10 que
Sf' reficre a la Reforma Agraria en el ampJio sentido que encierran
esas dos palabras.
DCSput'S en un tono un poco sentimental, exclamo:
-Lastima grande que estemos derramando tanta sangre cubana,
no IIlC rcfiero a la nuestra solamente, sino tam bien a la de los ad\'er­
sari05. Tanto hombre util perdido en est-a lucha contra un tirano em­
pecinado en sostenerse en el poder cuando el pueblo no 10 quiere.
cuando nadie 10 secunda. Pero triunfaremos y podremos decir entonces
que esa sangre no se ha den'amado en vano. Nuestra obra de mariana
ha de ]C\antarse sobre los sufrimicntos \. dolores de hoy. para hacerIa
hermc";\ \' perdurable. v que nunca Jl1<1S los cubanos tenf:?·an que dc­
rr:mlar sanc:re de hermanm.
Los ultimos dias del ano el Comandante en Jefe doctor Fidel
Castro, estaba preocupado. Sus fuerzas habian intensificado el ataque
en la provincia de Las Villas y Pinal' del Rio y casi teniamos domi­
nada lOda 1a region oriental. La caida de Santiago de Cuba era in­
minente. Pero ie preocupaba eJ viaje del General Eulogio Cantillo a
La Habana. Presentia algo, no 10 confesaba, pre\'eia que algo sub­
terra.neo se estaba incubando.
EI dia primero de aiio estabarnos en el Central "America", y nos
halJabamos reunidos con eJ Dr. Fidel Castro, la Srta. Celia Sanchez,
los doctores Ordaz, Trillo y nosotros, cuando nos a\'isaron:
--Batista huy-o a Santo Domingo.
En ese momento que pareeia que iba a ser de alegria, de grandes
cxplosiones de entusiasrno con la huida del odiado dictador, eL rostro
de Fidel se transfiguro en un rictus amargo.
Sf'
Acto segl.lido ernpezaron a llegar las distintas informaciones que
captaban pOI' la rad~o, diciendo:
-EI General Cantillo asumio eJ mando del Ejercito y se design6
un Gobierno PrO\'isional con el Magistrado del Tribunal Supremo doc­
(or Carlos M. Piedra de Presiden te ...
Nuevo rictus de amargura y de preocupacio.n en el lider de Ia
Rc\oluci6n. No hiw un comentario, pero en el acto ordeno iniciar ]a
lI\archa para la toma de Santiago de Cuba.
--La Rc\'olucion no ha terminado --dijo de manera rotunda y
scca-, ha habido traici6n y ,no podemos dejar que la sangre de los
,aidos sea esteriJ para los principios basic os del mO\'imiento.
Inmediatamente como tenia por costuI1lbrc antes de iniciar cual­
quilT batalla comenzo a dictar disposicioncs generales:
(f,.
-Preparen los tanques y los morteros, \,al1los a tomar a
Santia.i;o
Cuba. Hay yuc intensificar ahora Ja acci6n de guerra. No
podemos
CL'\DER:\OS DE HISTORIA SA.\"ITARJ-\
jO
dejar que 1.1 RtTolucion se nos \'a\'a de: entre las 111ano, a tra\'~< de un
Gobierno Provisional mediatizado po' juntas ?\1ilitares de Batista.
MEDICOS E.'\ L\ SIERR\ \l-\ESTR.\
Seguidal1lente se encerro solo para redaCtar una proc!ama. Poco
rato clc;'j>ucs se hizo circular 1.1 declaracion a todos los mandos y fuer­
Zil' rcbelcles y se die:ron orde:nes a 1.1 Radio Rebelde que 1.1 circulara
por toda 1.1 nacion para conocil1liento general de todas las celulas del
"M0\iJIliellto del 26 de julio" \' que iniciaran 1.1 correspondiente
labor de resistencia a fin de obstaculizar todo proposito gue no fuera
eJ triunfo total de Ja Revolucion inieiada en 1.1 Sierra Maestra.
Sf' nos ordf'no quedarnos en Palma Soriano y esperar ordenes
RccibilllO' esta disposicion del C:omanclante en Jefe. con cierto de,­
ag-r;,,](). aunqut> no Jo expresam0.'>. Las ordenes se Clltnplrn y jam;}s Sl'
diSCll1t'll. \' villlos marchar .11 Ej{Tcito IZebcldt> rurllbo a Santiago con lin
poco cit' tristezil por quedarnos: hubi~ra!llos querido participar de esa
accion de guerra. pues soSpt>cb:lbamos que \.1 s('ria lIna d(' las l'dti!ll'1'
de cst;] campaiia.
H;l\';llno no Sf' hah!a rendido a las fllerza< rebeldes \. se esperaba
qu(' of,('cier:t una fUf'rte resistcncia. Habia concentrado en esa pobla­
ci6n !.;r;,nd('s niicleos del Ejcrcito de Balista. Se inicio 1.1 marcha hacia
alIi. Sil'lldo el primero en ir .11 frente de las tropas eJ propio Coman­
dante en jefe Dr. Fidel Castro. Pero la ciudad se rindio a las fuerz,}:;
de Ia Sierra, sin lucha. Cn a\·iso l1landandonos a buscar nos trac
Ja graw nue\'a para emprender \'iaje inmediato bacia Ba\'al11o \. poco
<!espll(~.< ('st:lbamos todos reunidos entre sus muros.
\":1
S('
con06an los acontt'cimienlOs de La Habana v otras pro­
\ il1ci:b.
C01110 CI regl111Cn d(' Ba tista se ha bia desllJ()ronado. el em llSlaSlliO
popillar se desbordaba no solo en Ja ciudad .de La Habana, sino en
lOdas bs poblaciont's de Ja 1Zepublica que hasta bC instante habial1
'iufridp una d(' las dictadura< mas f{orreas :que se conocen. Pero eso
era 10 extETno. EI COl1landante en .Tt'fe doctor Fidel Castro lZlII.
que no IJierde la sercnidad nunca ni en los momento> m:;s dificilcs. ni
en las alegrias, cOl11emo a actuar \. dictar una serie: dc disposiciones
para sah ar el triunfo de Ja He\oluci6n primero: ordpno a t'odos los
lllando> del Mo\imiento dt'l 26 de Julio. cspt'ciahneme a 1.1 "Scccion
Proklaria"", para que se decretara sin exception ni contemplation al­
[!.una una Huelga General RE'\'o]ucionariil en toda 1.1 narion. con e!
fill d(' ('\·itar CjuP por cualCjuin causa se plldina fru<tral la Rc\·olu.cion
... EJ Dr. Julio ]\-Iartinez Paez, en campania de los Comandantes Fidel
y Raul Castro, en una de las marchas que se realizaron par la Sierra
Maestra. "
que tanta sangre y tantos sacrificios habia cosiado; segundo: continual'
la lucha baciendo que los CuarteJe.s de 1.1 Guardia 1\ural se rindieran
y entrcgaran sus armas y '\'ehiculos motorizados; tercero: ordenes a los
COlIlandantes CamiJo Cienfucgos \. ;'Cbe" Guevara, para que a\'an­
z.aran con sus tropas sobre la ciudad de La Habana \' tomaran, el
primero el Campamento de Columbia y el Segundo ]a Fortale;ca de
1.1 Cabaila, Cll>'OS mandos estaban a cargo de los oficiales que se en­
contraban presos en eJ Presidio Modelo de Isla de Pinos y libertados el
dla primero.
'fodo salio bien. como sospech;jbamos. )\'0 hubo resistencia alg-una
y ambos Campamemos l1a\es, cm'eron en manos del Ejercito Rebelck.
po: 1:::/J
'de lu B:~,>' ·...,· .. u d0;
DR CAL~S I"I l-;.~E:R0
51
Cl.\])£R"OS DE HISTORI \ SA:\IT-\Rl.\
52
:vtEDJCOS E.\' L \ SIERR:\ ;vI.'\ESTR.\
53
AIDA l\lODESTA DIAZ
. enf erlUera que actuo en el Hospi.
wi "26 de Julio" de La Plata, con
el Comandante-Mcdico Dr. Rene
Vallcjo ...
TEl\'IENTE .JOSE \lILIAN
LLOREl\'S
- " Ofieial del EjercilO Rebelde que
CD la batalla de "Guisa" fue herido
en una pierna y operado pOI' el Co­
Itlandallle l\Udico Dr. Julio Martinez
Paez y como aDestesisla el Capitan
~1N:lico Dr. Eduardo Bernabe Ordaz...
!
\
.\
LUIS ALBISTUR SOTO
enfcrmero que anuo en ia Sierra
prCSf\;lndo sen'ieio en el "Segundo
Frrme "Frank Pa;s", con 10; Orcs.
Jo." Ra,non \1aehado ) Lnriqut'
Crnhg
CAPITAi\' FELIX \1E~DOZ~
SOTO
. el Dr. Martinez Pacz me enla­
biiJlo el brazo. Reg-resc y pan ieipc­
del alaQu~ d~ Hoh,uin. 'firab:l fOil
la mana jzquierd:l
CAPITAN ORLANDO LARA
Orieia! del Ejcrcito Rebelde que fUl
herido gravel1lenle y opera do par eI
COlllandanlr 1\Icdico Dr. Julio
Martinez P;'iez.
:~
MEDICO'; E:'\ LA SIERR.'I :'vlAESTR.-\
54
55
CLADER:\OS DE HISTJRIA S-\'\ITARl"'.
x
CONSTITUCION DEL NUEVO GOBIERNO
DE LA REPUBLICA; NOMBRADO MINISTRO
DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA SOCIAL
::\05 encontrahal11os en Bayalllo, tierra cubana de tantos hereos
dllli1I1lC las epopeyas de 1868 y 1895 Y que tambien en esta ultima
,guerra porIa liberacion de la patria ofrecio la noble sangrt' de sus
hijos. \ isitando las casas de Carlos Manuel de Cespedes y Don Tom;:!s
Estr<lc!:l Palma, cuando nos Ilego Ja noticia de que en la ciudad de
Santii1~() de Cuba. se habia constituido el nue\o Gobierno Re\'olucio­
nario de la Republica Libre, bajo la presidencia del doctor Manuel
l'rl'llli;l LJeo ~el recto e integro magistrado que supo l11antenel' la
di!!nidad de su toga sin doblegarse a la tirania dt' Batista.
C:ontinu,lbal11os]a visita pOI' los lugares historicos de aquella ciudad,
que csculpio tantas pilginas de gloria en Ja Bistoria de Cuba, cuando
rccibimos un a\·iso del Cilidadano Presidentt'o doctor 'Crrutia Lle6, in­
forl1l:ll1donos de nue<tra. designacion C0l110 :\1inistro de Salubridad y
Asiqencia Social.
DR. EDUARDO BERNABE ORDAZ
... medico-anestesista que actuo en I,..
Sierra y en eI Gobierno Revoluciona·
rio, Director del Hospital de Dementes
de Cuba ...
Profunda emocion senti con la honrosa noticia. Similar emOClOn
cuando Fidel Castro me ascendio a Comandante :Medico
del Ej(.rcito RebeldE' en pleno campo de batalla. La responsabilidad
que sc nos encornendaba era grande.. Babia oido hablar al Jefe de
Ia Re\'0Iuci6n de sus proyecciones en el orden de la Salubridad y de
la asistencia hospitalaria. Babia que transfonnarlo todo. Cuando creia­
mas que nos retir{tbamos a nuestra casa, a nueSlra cOll'ulta. a nuestros
f'ilfermos. despues de haber conlribuido modC'stanwnte con nuestro C's­
fWT/(, a la Re\'oJuci6n. de nue\'o nos ]Jaman a Olra clase de lucha d"
tant~l 0 mayor responsabilidad gut' pn la gucrra .
e~pl'ril1lC'nte
DR. RAUL TRILLO
. . . medico-cirujano que actuo en la
Sierra; en el Gobierno Revolucionario
Director del Hospital Milita r "Dr.
Carlos J. Finlay" del Campamento
"Lib~rtad" ...
Iniciamos la marcha rumbo a Sal1liago de Cuba. s('de PW\'lSlO­
ual' del Gobierno. y lomamcy, poscsi6n dl'! cargo elf' Ministro de
~aJlIhridad \' Asi<tencia Social. a]J; misl11o. en a.C]uC'lla ciudad, en la
56
\!EDICOS E!'\ L.'\ SIERRA \1AESTRA
CL.... DERNOS DE HISTORL.... SA"ITARJA
Cnfyersidad de Orientf'", donde se celebro la priJ11t:ra sesion ckl
srjo de Ministros, quc duro desdc Ja noche al amaneccr
57
COIl­
Despues acompaiial11os a[ Ciudadano Presidente de ]a !-ZC':){lhlic;l
durante su viaje de Oriente a La Haballa. \" no, incorporamo' de in­
APENDICE
mediato a las labores del Ministerio.
As! terminamos est amos cuartillas como un mero recuredo cit' hi
yida de los medicos en la Sierra Maestra.
I.-Can to 3 Ia Sierra Maestra, pOI' el Dr. Julio Marti nez Pae~, (romado dt'l
Ilbro "Libenad y Reyoluci6n"' (Moncada-Gramma-Sierra Maeslra), pOI'
Rene Ray.
2.-Autobiografia
"Bohemi3··.
del
Dr
Ernesto "Chc"
Cuel'ara,
tomada
de Ja
ReI iSla
:>.--Enlrevisla con el delegado de la Cruz Roja Internacional publicada
peri6dico "Avilnce" de la Habana, pOI' el Prof Octal·io de Ja Suaree.
€Ii1
el
,-):
Cl'ADER:\OS DE HISTORfA S.'\:\ITARIA
YlEDICOS E:\' L.-'. SIERRA \,!.-\ESTR\
59
IMPRESIONES
Par el Dr. Julio Martinez Paez
Sierra Maestra, belleza accidentada del terrcno sin igua], mas
digna de una estacion de turismo que de campo de batalla
Pero
a trucque del encanto indescriptible de tus espesos bosques, el destino
implacable te condena a beber la preciosa sangre jO\'f'n de tllS Illcjorc>
hijCK
QUiZ;'IS pOl' eso seas mas bella, tal \'ez a ello se debe la atraccion
Ljue pOl' ti sien tc q uien a ti lIega y te conoce,
Tus manantiales en profusion: )' en cOlnpC'tencia a cu;'t! mil' het­
Inoso, son indescriptibks, Lucc imposible ,'er COlltO dcsdc 10 alto de
la montana, el agua purisima fluye a raudales descb la l'Oea, Y con
asombro los contclliplo y digio: 2No se agolar;in algun dia? 2 Que
lliago habit a en el interior de la montana, que hace su caudal in­
agotabJe?
SR. OMAR FERNANDEZ
. , ,alwnno de la Escuela de Medi­
('ina y Presidente de la Asocincion de
Estudiantes de Medicina de Ia l!ni­
"ersidad de Ja Habaua, que actuo en
la Sierra como combatieme alcanzan­
do el grado de Capitan.
COMANDANTE
MANUEL PI;\,EIRO
uno d~' los dirigentes del "!\fo'i­
l1liento del 26 de Julio" en Matanzas,
Que realizo el \'iaie de La Habana ;)
la Sierra, junto con eI Dr. !\fan:J1ez
Paez y actualmente desempeiia la Je­
fatura del Eiercito Re\'olucionario en
la pro,·jncia de Oriente, ..
Los rios: cuyo lecho alberga mas piedras que agua, son rnuy poco
clLIclaJosos, de poca anchura y rnuy tortuosos: \'an siempre en plano
inclinado abricndose paso entre Jas montaiias a las cuales \'an bOl'­
deando como enorme sierpe liquida, que a "eces Sf' quiebra al intl"rpo­
ncrs(' a su paso alguna gran piedra, junto a la cual se transforma' f'n
un hilo que cae a un plano inferior y sigue sicmpre descendienclo v
descendiendo, como Ja temperatura de un cadii\'er. has[;) lIegar a Sll
meta: el mar.
Los accidentf's del teneno. Jas sinuosidacles del callce y Ia di\er­
sicl3cl cn las dill1ensiones, asi como la canticlacl de piedras de esos rios.
hacc que sus aguas produzcan una gama de sonidos de timbre mu­
sical. Son las aguas "camarinas" de los poetas y cuando llegan las
IIU\ias, aqucllos rios, y arroyos pLlcidos e insignificantcs. se com'ietten
en torrentes illlpetuosos, cuyo canto argentino SC' tran,fonlla en tnlc-nc
l"nsordecedor.
Montaii3s giganlescas cubinlas de ;irbolcs gigantes, m;1S pOl' 'u
altll1'<t que pOl' el grosor de sus Ironco,. Gallla interJnin31)lt, de \ ('rdes
hll
CL'\DER:\OS DE HISTORIc'. SA:\'ITARIA
!\IED!COS E:\ LA SIERR\ \1\ESTR-\
61
que \a desde eJ esmeralda azul de la lejania hasta el wrde brillantc
del primer plano. siempre cambiantes a cada momento dd dia
AJ interior de la jungla nunca llega el sol, la frondosa b6\'eda \'erdf'
illlpide \'erlo: a cualquier hora del dia, siempre hay la misrna penumbra.
pues del interior, jamas se ve ni sahe donde esta el sol, a tal extremo.
que para orientarnos es precise hacer uso de Ja brujula.
Y que decir de la sinfonia de tantos y tantos ruisenores que' 51:"
ocultan en la fronda para em'iarnos eJ regalo espiritual de su di\·ino
canto?
Pard lllirarte, montana, es precise extender al maxImo el cuello
y llc\'ar la cabeza hacia arriba y atras hasta causal' vertigo, para que
entonces la vista pueda lJegar hasta tu ele\'ada cima casi siempre en­
,,"uella cn nubes.
La Sierra es bella y de belleza unica en todo momenlo. C na
noche a.l cruzar el rio Yara, me detu\"e absorto ante el espectaculo
mara\"illoso que formaban sus aguas de plata corriendo pOl' esa region
abrupta entre sierras gigantescas, cubiertas de \'egetacion lujuriante,
cuvos [\rbo)co; mas cercanos a las m[lrgenes del rio se incJinaban exa­
g-eradamcnte como para rnirarse en el espejo liquido, y como fondo
lllaglJifico un cielo azul oscuro intenso y la gran pupila dorada del
gigantc im'isible de las noches claras: la luna. Y para aumentar la
~randc7.a de la noche en esta seha tropical, miles y miles de lucier­
llagas::llternati\'amente encendian y apagaban sus luces; dando la
nota imponente y macabra al paisaje. digno escenario para representar
la escena de las ''''ill is.
1Jn3. noche de luna. despues de la gran batalJa de 5to. Domingo.
Zlqllf'] gig-ant.e im'isible de las noches claras, cerro su ojo dorado, para
11"
\'f'r tenidas de TO jo las aguas del rio ...
.-n:TOBIOGRAFIA SINTETICA DEL
DR. ERNESTO "CHE" CUE\,ARA
Al recihirme de rrH~dico en la ciudad de Buenos Aires, fui llamado
a las filas del Ejercito con el grado de TenientE' Medico. POl' una
paradoja del dest.ino Ille dieron ese mismo grade en el Ejercit.o Rebelde
al desrmbarcar en Cuba. Hice mi carrera bajo el gobierno de Peron.
Fuc un dictador pOl' perversion administrati\'a \ ribf'tf's positi\'os al
pllncipio. Fui opositor pasi\"o de
SLl
regin1f'n.
En la prill1era eleccion miJite en la 'Tnion Democr[ltica" En sus
cuadros ju\·eniles. La Union fue un congloll1erado dE' partidos que
sc opr'nia J.! pnonismo. Despu{'s me iu! de la Argentina. He viajado
pcn IOcb Ja AmCrica. Fui a Guatemala. ~k gll5to el E'xperilllento del
gohil'lno de Arbem y me quedc alli. Tratt· de conseguir un trabajo
en Guatcmala pero me exigian la re\':ilida del titulo y seis meses dE'
tr3bajo en un hospital. Tu\"e que reaJizar' toda clase dc trabajos para
subsistir ~uataquear: cargador de bananas en cI puerto Mosc"s de la
Cnited Fruit Co A la caida de Arbenz. prestc sen"lCIOS en un hospital
ck 'an~lC a los !leridos de amctrallamiento \. bombardeo.
Dc GuatClllala fui a Mfxico. Con los contactos conoci a Fidel.
.'\0 tt'ni~111 :\1cdico y 111e propllso (01 pucsto de mfclico milila' cn i;I
c:\pcciici6n df'l Gramma
Sierra 1\1aestra: tu tragico destino hizo que fueses escenano mag­
nifico para el drama politico que lle\"o la muerte al Padre de la patria
pn Fcbrero de 1874.
H{l\' alherg-as en la inmensidad de tLlS cadenas de montanas a un
grupo de cubanos ansiosos de libertad. que luchan desdr la jun~la ha­
fl;nsa pm' un cambio de sistema. pOl' una \erdadera re\-olucion. Todos
~l\illla<kJs df' los lll;lS puros ic.lealcs \. a cuya cabeza est.'; el predestinado:
l.'S decil. esa fig-ura atra\'entl' y alllf'oJada de gloria de un hOlllbrc
(!J and!' de Clwrpo \. dt' alm3 <jue Sf' Ii<lm~
Fidel Ca<;(ro
e] GiC!;))ll,'
tit' Ia \!onUJ-lil.
!
Del libru "Libcrt"d \
Rl'\'olu( i,"ll" tI,· R,·,,,·· R.'\·
(ToJ1);ld~ d,,1 tr"h:,jo "Los prinH'ros pcrjodislas '·Ub.ll:05 en
la Sierra !\!:Jestra"'. por Ag'UIlill Alles Soberr\n y C:l!l1;lr;t (1<.
Eduardo Hernand€'? «(;U;l\,O)
:\0 8.
Febrero 22 de 19:)9'.'
Rc\ iSI~ "Bohmli,,"
:\ii".J I
:\lEDICOS E:\ L.-\ SlERRA \l-\ESTR.-\
63
EL EJERCITO REBELDE FUE UN MODELO APLICANDO
LAS LEYES DE LA GUERRA, DICE LA CRUZ ROJA
INTERNACIONAL.
POl' Octavia de la Suaree.
Con notlclas de que el Comite Internacional de la Cruz Roja y la
Cruz Roja Cubana habian ··decido extender su identificacion y su soli­
daridad desde los campos de batalla de Cuba Libre a los estatutos de
la sociedad filial nacional, para reorganizarla totalmente, solicitamos del
coronel Oscar Cossio del Pi no, Yiejo amigo nuestro, que tiene entre sus
manes ahara los destinos de la benemerita instituci6n, una entrevista a
fin de informal' al lector de actualidad tan irnportante. Siempre atento,
can amplio espiritu corporativo. el Delegado del Gobierno Revolucio­
nario en ]a Cruz Roja Cubana accedi6 a este inte-rcs de "AYance"
siempre que el intercambio se efectuase en presencia y con Ja colabo­
raci6n del Delegado del C.I.C.R.; monsieur Pierre Jequier, quien por
su actuaci6n anterior meritisimD. ha entrada, por derecho humanitario,
("n b aC'luaJ historia de Cuba
-EI tiene la palabra, comienza ofreeiendonos el coronel Cassia del
Pino. cUD.ndo nos reunimos estamanana los tres en su despacho oficial
del edifieio de Ja calle de Zulueta.
Como inten'ino en Cuba la Cruz Raja Internacional.
-Fue a fines de J unio de 1958 cUD.ndo el Comite Internacional
de' la Cruz Roja, que es el organismo fundador de ella en todo el
lllundo -empieza informando Jequier- recibi6 un cablegrD.ma del
.Ie-fe Rebelde. Dr. Fidel Castro. pidiendo su inten'enci6n para entre­
~ark un contingente de heridos \' prisioneros del Ejcrcito Cubano que
te'nia en su poder \' a los cuales no podia atender como human ita ria­
Illente se debe pOl' impedirlo Jo accidentado de la lucha. la falta de
rl'cursos \' la peculiaridad de la topografia de los campos de batalla.
- Y can anterioridad, ya habian tenidos noticias ustedes en Gi­
lll'bra de la guerra ei\il cubana? -indagamos.
-Si; senor -responde nuestro entre\·istado. Sabiamos inelusiYe de
algun esfuerzo hecho hasta entonee:; porIa Cruz R,oja Cuban2 PZ\I'Z)
actual' pero sin resu]tado.
Tramitan en Ginebra el historico cablegram a ge Fidel.
-"\" que pas6 despues del reeibo del cabkgrama del Udcr del
26 de Julio?
.. .
(;L~nERNOS
6+
DE HISTORIA SAl\ITAR1A
MEDICOS El\ LA SIERR,-\ MAESTR".
65
- Ver<'!, nos dice monsieur Jequier. E1 C.I,C,R. cablegrafi6 a su
\'ez a la Cruz Roja Cu bana da-ndole cuenta de esc mensaJe y of I e­
ciendo el envio inmediato de un Delegado a La Habana, Las con­
testaciones recibidas en Ginebra - y hablo en plural porque se ofre­
ci6 mucha resistencia- no fucron satisfactorias pues la Cruz Eoj<l
Cubana daba muchas e\'asi\,as, Entonces el Comite Internacional re­
sol\'i6 que 10 mejor era enviar un representante a Cuba. , ,
- Y 10 envi6 -apunta ahora Cossio del Pino-: era el propio
senor Jequier.
-Yo Jlegue a La Habana -continua diciendo este- a prinClpIOs
de Julio, estableciendo contacto enseguida con la Cruz Roja Cuban a
para tramitar sobre el terreno 1.':1. peticion del Jefe de la Revolucion.
pero trope('(; conque los dirigentes de aquella entendian que 10 repor­
tado pOI' Fidel Castro no merecia una intervenci6n internacional, ya
que esta cllesti6n podia ser resuelta interiormente poria Cruz Roja
Cubana. Sin embargo, habiendo insistido como Delegado del C.I.C.R,
en planear la correspondiente acci6n humanitaria, el Presidente de la
filial cubana prepar6 una entrevista con el entonces Jefe del Estado:
que se celebr6 poco despues y en la que expuse a Batista los deseos ell'
lIe\'arla a cabo con el acuerdo y la cooperacion del Gobierno Cuba no.
Le explique que la pretensi6n del C.I.C.R., estaba basad a en la apli­
caci6n del articulo 3 .de los con\'enios de Ginebra que penniten al
Comite Internacional ofrecer su mediacion benefic a en caso de conflicto
interno en un pais cualquiera, y que siendo Cuba. signataria de esos
instrumentos estabamos en el caso de proceder a su apJicacion -en el
territorio nacionaJ. EI Presidente Batista al principia discuti6 la tesis,
oponiendo otras y quitandole toda trascendencia a la gesti6n del doctor
Castro, mas ante mi insistencia se a\"ino a que se implantara una tregua
en Ia Sierra Maestra, durante la cual serian entregados a la Cruz Roja
InternacionaJ los heridos y prisioneros mencionados en el cablegrama
del segundo,
Entrega eI Ejercito Rebelde 254 prisioneros al C.I.R.C.
Nuestro interlocutor hace una pausa y anade con un espano) mu\'
[Illido, como que 10 aprendi6 de muchacho en Espana:
-Ya con esa autorizacion del Gobierno cubano, informe tc\erc,­
nicamente de todo a la sede central en Ginebra para que los funcio­
narios de esta y pOl' intermedio y cooperacion de Ja Estaci6n Suiza ell'
Onda Corta sc cOJl1unicaran con los servicios de radio del Ejrrcito
H,('b(:·ldl' en la Sierra Maestra. para acordar detalJes. Cltimado t()(h
EI Delegado del Comite Internacional de la Cruz Roja de
Ginebra, monsieur Pierre Jequier, hacc el elogio de la
actuacion de las Bri~adas Cubanas y el Ejercito Rebeide,
durante los ultimos mes~s en 1a zona de comba.e en San­
tiago de Cuba, al periodista Profesor Octavio de la Suaree,
lIlas tarde, y acompallado de dirigentes y brigadas de Ja Cruz Roja
Cubana mas los elementos y utiles necesarios, IDe traslade a Bayamo y
alii organizamos la expedicion a las Vegas de Jibacoa donde debla
tener Jugal' el acto de la entrega de los heridos y prisioneros. Al efecto,
entre el 23 y el 24 de Julio se practico la tregua y ya con la col abo­
raci6n de miembros del Ejercito Cubano, faciJitada pOl' el general
Eulogio Cantillo, sr procedio a la entrega y recepcion de 25+ soldados.
entre ellos 57 heridos, hecha pOl' una representacion de la tropa rebelde
qlle JSUIDieron los Cornandantes "Che" Gue\'ara y Faustino Perez,
el periodista Carlos FranC]ui y la senorita Teresa Puebla, quien fue,
par fieno el primer emisario que n03 lIego del campo insurrecto para
inic iJr ]a opcracion, Los hrridos fueron colocados pOl' las brigadas
sobre ca III il bs \' trasl adado, II rgen [('Illcnte, en dos he Iicopteros q llC C I
Ej{>rcito puso a nurstra di.sposici6n. hacia B;]\'3J1l0 \ cl hospital Jnilitar
d(' La Habana.
...
\1EDICOS E:'\ L\ SIERR.-\ 'vlAESTR'-\
CT'-\DER'\OS DE HISTORIA SA:\'ITARIA
h(i
!\in~ull pri~ionero fonnul6 quejas contra el Ejercito Rebelde.
lnterrogamos a la sazon a) senor Delegado suizo sobre si una \·el
bajo la proteccion de la Crm Roja Internacional y lejos par tanto df'
Ja presencia de los rebeldes, algunos de los heridos 0 prisioncros habia
producido queja 0 reclamacion, y nos responde que no.
-NinL';uno, repitio. Todos eran a ensalzar y agradecer el espiritu
ltulllanisimo v caballeroso y el cabal conocimiento y respeto de las leye<
h\llllanas de la Guerra de los miembros del Ejercito Rebelde. Por eso
'c les felicito, asi COIllO a las brigadas de la Cruz Roja por S\l pa­
l riot ico y humani tario cOlJ1port.amiento.
-Si, La Suaree -interrumpe ahora Cossio del Pino-. Fut \Ill
1I10delo el Ejercito Rebelde respetando \. aplicando el codig-o moral de
la gueITa.
~10nsieur
Jequier asiente.
La Re\"0luci6n devol via prisioneros: Batista los asesinaba.
Hacel1lo~
a la sazon un eomentario:
_ Y durante esa operacion no se reclam6, ya por los propio'> re\ (1­
lucionarios que media ran en ella, ya por Ud. como Dclegado lnter­
n:\cional. la aplicacion de la c!<lusula de reciprocidad)
--SI. senor -admite nuestro informante. Pero el Gobirrno (Ie­
Batista ale.go que no tenia en su poder ni prisioneros ni hrridos re­
brIdes.
!\osotro> saltamos de indignacion.
--Claro -comenlamos. Como que los asesinaban a IOdos.
lin segundo Delegado envi6 a Cuba la Cruz Roja de Ginebra.
-En eSlas circunstancias, eontinlla exponiendonos Jequier, las au­
loridades cubanas y la direccion nacional de la Cruz Roja consideraron
If"l11linada la mision del Comite Internacional pero no fue as! aunquC'
YO \·01\ I a Ginebra, pues en Agosto y en Septiembre Sf' reeibieran nue­
\·as apelaciones del doctor Fidel Castro para entregar mas heridos y
prisioneros v entollces file em·jado a Cuba ono de.Je~ado, ?\10nsieur
ThudichuJlI. can el proposilO de quedar pennanentemente en el pal<
pt'l"O no obt u\·o la eoJaboracion ni del Gobiern? dc Batista ni de las
alilOridade< de la C. R. nacionaJ, pOl' 10 quc se retir6 no sin anles
geslionar en \·ano que st' imitara por el regimen caido cl priJl1cro de
('[Iero {titilllo la condllcta hUlllanitaria de los rebcldes devolvienoo
herido!> y pri!'ionnos. Y
ahora es ('! Carone! Cossio del Pino
qllicn liene la palabra.
67
De como la Cruz Raja Cuban a sigui6 eI ejemplo de la Internacional.
-r-,·lurha!> gracias, monsieur ]equief, dice el allidido. Y entrando
en
111 a teria.
expone:
-Como se \·e. el delegado de la Cruz Roja Inlernacional asunllO
en esa ,ragica circunstaneia la funei6n que correspondia al Ejecutivo
:\acional de la Cruz Roja Cubana y con esa actitud el Gobierno de
Batista se vio obligado a permitir Ja posterior acci6n de las Brigadas
de la Cruz Roja Nacional que actuaron desde entonces sin mas ins­
trucciones que las' locales y sin auxilios ni recursos bastantes. Yo era
el delegado del Ejecuti\·o de la Cruz Roja en 10 que se lIamo "Zona
de Operaciones de Oriente" y dirigl esa obra humanitaria soportando
inclllSi\·e muchas presiones en contra pOl' parte de autoridades que
('slaban obligadas pur el contra rio a prestar Sll apo\'o como las del
Podt'r Ejecuti\o y del Estado Mavor del Ejercito. Y quicro declal'ar
a eSle respecto que la actitud de franco respaldo del general Eulogio
Cantillo hizo posibles que lIed.ramo.s a cabo 10 que hicill1os.
Rechaza Batista a un grupo de heridos y prisioneros en batalla.
A continuaci6n inquirimos sobr"e los resultados logrados \. el co­
HlI1el Cossio del Pino dice:
-Solamente la Brigada dG Santiago de Cuba, que estaba m,ls
clircctall1ente a las ordenes mias, en cillco semanas, traslado desde la
zona de combate y en ambulancias
los hospitales 246 heridos mili­
tares: hubo otra entrega de heridos procedentes de la batalla de Imias,
en la puerta norte de la base Na\·al, -que se trasladaron porIa fraga ta
'·Maximo GomeZ'". desde Boqueron, que sumaban 26: y en la regi6n
de Estrada Palma, ~n la segunda expedici6n de la Sierra Maestra, 0
sea despu<?s de la de Monsieur Jequier, se nos entregaron por los
rebel des 23 heridos y 266 prisioneros. Ademas vo misll10 recibi en Puert0
Boniato, 31 heridos y 165 prisioneros de la batalla de La Maya. Y
pOl' negati\·a del EstaQo Mayor del Ejcrcito de Batista, que se opuso
a reeibir m~ls prisioneros, dej6 la Cruz Roja Cuban a de entregar al­
lededor de 550 que el mando re\'olucionario qlleria que pasaran la
:\a \-idad v Ano 1\lle\·o en sus casas.
a
Desmoralizaba a la Dictadura el espeetro de la derrota.
Semejante conducta nos asombra \. pOl' eso indagamos:
--Yen que se fundamenlaba tal nega li\:a. coronel:>
-Pues en que desmoralizaban la retaguardia con su presencia p,"i­
mero, por el testimonio fisico dc la derrota; y segunda, con la propa-.
ganda que haclan indirectamente de la humanidad de la Re\·0Iuci6n
..
MEDICOS E:\ LA SJERR-\ !\L;,ESTRA
CLADER:"OS DE HISTOR1A
61\
SA~JTARJA
CjUf' le<; pcrdonaba la \'ida, Esos 550 militares debieron entre,garsf' antc~
del 20 de Dicicmbre y ya vo habla concertado con el comandantt' Ra{d
Castro Ja forma para ir a rec0gerlos, La mayor parte de ellos procedia
de la derrotada g'uarnicion de Songo, Pero ya ve: la Dictadura temJ;,
al espeetro \'i\'o de su derrota,
Inspiro la actitud moral rebel de a la Cruz Raja Cubana
l'.'uestro amigo se entusiasma seguidamente haciendo el elo!:;io de
los miembros de' las Brigadas de la Cruz Roja, de su arrojo, de su
decision. de ~u valentia, ya que todos expusieron la \'ida y no pocos
Ja pcrdieron,
-Pero \Odos, elllpezando por mi, nos senti amos inspirados v akn­
tados en nuestra mision hurnanitaria, agrega, por la disposicion gcnc­
rosa \ ci\'ilizada del Mando Rebelde para cumplir y hacer cumplir las
ley(" de 1a f!uerra: su trato respetuoso de la humanidad, su conCl'pto
de la psicolo,l!;ia del \"Cncido: su compostura siempre correcta para el
ad\'ersario, herido 0 prisionero, constituian un estimulo para que la
Cruz Roja Sf' superara en su cooperacion, Todos los hombres tjuc no,
fueron entregados 10 eran sin condicion pre\'ia. sin requisito, sin "lI1ar­
chandage" de ninguna c1ase, Desdc Fidel y Raul Castro todo,;. pej()
todos sus colaboradores actuaban rno\'idos par los altos principios ci­
vilizados, C0l110 los cOlllandantes Hubert Matos, Jeje de la Columna
9, Rent· de los Santos, Almeida, Luzon, Anibal Castilla, hoy jde de
la plaza de Santiago de Cuba, qut' no solo respondia con ello a la,
directrices del Cornandante en Jefe sino que tenian que rcsoker --I'
10 haeian con altura- problemas locales urgentes, en losquc n0 cabia
coosulta, en la forma rnas caba!lerosa. Esos jefes rebel des y otro, eran
los que m:'ts estrecha actuacion tenian sobre la zona de combat!:' \'
gracias a Stl espiritu humanitario, puclil110~ desplegar. paralcla a la
;ccion pro hericJos y prisioneros, otra encall1inada a socorrer a la
poblacion ci\'il sufrientc con Inedicinas, ropas. alimcntels, \'jtllalla'
di\Trsas. etc.. a tender a los campesinos viejos Cnfel1110S en eslado cri­
tico. a las partllrientas, a los ninos accidentaclos, a las nUlllerosa~
\'letimas dt' "shocks" de guerra, a los enajenados. rtc., etc, Tal11bicn
t'enlal11os a nllestro cargo la atencion cle los Hospita1cs, como el "Am­
brosio Grillo" y cl. leprosorio "San Luis de J agua", en dondc se aloj:t­
ron no pocos con\'o)"(:5. de heridos v darnnificados. sin e:'\cluir. por ra/(1l1
Por la reestructuraci6n hacia una Cruz Roja Cubana grande.
en reloj vecino anuncia la hora, y COJl,O por Cossio del Pi no
esperan muchas personas y hasta Ia presidencia oe una junta, nosotros
concretarnos y abordamos la ultima faceta de Ia entre\'ista: la inmi­
nente reestructurcion de la Cruz Roja NacionaL
EI Coronel mira un instante a :Monsieur Jequier \' nos infornlo:
-En un orden personal y ante todo, vo quiero agradecer publica­
mente la confianza depositada ,en mi tanto por el Gobierno RevOlucio­
nario de! Presidentc Urrutia Lleo como por el Cornandante en Jefe,
doclor Fidel Castro Ruz, otorgandome la delegacion qlle osten to en
esta institucion, Estoy resuelto a no c1efraudar tal confianz3 y pol' eso
mi primera accion en la Cruz Roja se encarnina a hocer las depura­
ciones de aquellos mie1l1bros que, pOl' accion u omision, no cumplieron
con su deber como dirigentes cruz-rojas, y a proceder a la reforma del
Reglamen to, que a traves de los ultimos anos, fue amanandose en
forma tal que una institucion que tiene que integrarse en forma cor­
porati"a, se convirtio en unipersonal sobre la clla! el Gohierno tenia
un contlol absoluto,
EJ entre\'istado enciende un pitillo y expone:
-~o, La Cruz Roja debe ser y sera en Cuba, un organislllo de
toda la na'cion, donde esten representadas todas las instituciones filan­
tropicas y c1\'icas del 'Pais y del propio Gobierno como responsable de
los pactos internacionales suscritos de nacion a nacion pero ajena total­
mente a la influencia oficial 0 politica, Corno Delegado del Gobierno
RE'\olllcionario y al asumir la presidencia de nllestra Asamblea Su­
prema, la unica instruccion que he recibido del Honorable Seilor Pre­
sidente Urrutia Lleo como del Comandante en Jefe, Doctor Fidel
Castro Ruz, es la de que haga una Cruz Roja Cubana, dig~a y grande,
ofreciendoserne en ese empciio ampJia Iibertad dE' accion \' el respaldo
que fuere necesario,
Y con esta afirmaci6n que es todo
clu\"(' nuestra entre\'ista,
Ull
pro,(.(rama alentador. COIl­
\a apul1iada, l'l dc Malf'rnidad,
_ \ -alllo' - -in tCIT1ll11pilIlOS---", \'amos. que despll('$ de 10 hecl1(1 Il"l
d CClm;t:· InllTll3Cional. 10 (:rw Roja Cubana hiw su parte
__ Y
lllll)
di~JlanJ('nll', apllnt'l Cossi0 del Pino,
69
(Publicado en "A,ance" eJ dia 29 de Enero de 19j91.
.""
Cl'ADfR:\OS DE HISTORl:\ SA:\IT.-\RIA
MEDICOS E.'\' LA SIERRA M .... ESTR.\
71
MINISTERIO DE SALUBRIDAD Y ASISTENCIA
SOCIAL
MI:\'ISTRO:
DR. JULIO MARTINEZ PAEZ
SCB-SECRETARIO ADMINISTRATIVO:
DR. ANTONIO L. BUCH SANTOS
DIRECTOR GENER .... L
INDICE
DE
ADMINISTRACIO:"l:
SR. JORGE MESTAS PUJOL
ClIADERNOS DE HISTORIA SANITARIA
II
I nlroducci"ll1
POl'
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una P;ttria Libre
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.\'(,l1ci6" " I,,' pri~ioneros heridos
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lie, hospit<lk, (n La Pbla
........
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S~luhridad
.
47
49
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(.onstiILlci6n dcl nuno Gobierno de la Republira:
\Iinistro de S:llllbrid~d y Asistencia Social
nombrado
55
5/
. . pel1dice ..
J ,npresiones
3:1
41
('uprpo f;,rult;lli\'o del EjtTCito Rebc:lcJc
1.:1 huida del tir;,no
CUADER:-;OS Pl:BLICADOS
J)
lil Sit"T"
Pl:lI1es de
Dirigidos por el SR. CESAR RODRIGl'EZ EXPOSITO
Hisloriador de S;,lunridad y Asistenri;, Social.
................................ .
.·\tllobiograf';, del "Chc"
Guevara
.
. . . . . . ..
... . . ...
r-ntre\ iSla con ('\ DrJegado de la Cruz Roja Internarional
59
61
63
I '-"EL PROTOMEDICA TO DE LA HAB .... :\'A·'.
pOI'
('I Dr
Etlle-tnio
S. Santovenia (agotado).
:!"--CENTENARIO DEL l"ACI\lIENTO DEL DR JL''':'{ GL:ITER.\S
GE:'{ER, (agotado)
1". -EL PRIMER HOSPITA,L DE LA HABANA, pOI' ('I Dr. Cuillcrmo
Lage (agotado) .
..j"-ORACION A FINLAY. pOI' el Dr. Enriqul"
(agolado).
Sabdrig:l~ y
Zay,ls
5"··-EPIDEMIOLOGIA, por el Dr. Jose A. M"rtinez Fortun y Foyo.
6"-HISTORIA DE LOS HOSPITALES Y ASILOS DE PUERTO
PRINCIPE 0 CAMAGUEY (Periodo Colonial), por Rene loanl"z
Varona (agolado).
7\'-LA OBRA Y LA GLORI.... DE FINLAY RECONOCIDAS Ei\." EL
XIV CONGRESO INTER:\ACIONAL DE HISTORIA DE LA
MEDICIN'A, por Felix Hurtado, HOr<lCio Ab~s('~1 y Cesar Rodriguez
Exposito.
B"-l\·fEDICOS EN LA VIDA, DE M:\RTI, pOl' Ce·,,,r Rodrigu(·z Ex­
posito.
9"-RESE~A
HISTORICA Y SINONIMI.4. DE LA PEL.-\C.;R.-\ Y
LA FRAMBUESA, por eJ Dr. Horacio .... basc::l!.
DE
LA GR.4.DLTACION DEL DR. CARLOS J
FINLAY EN EL JEFfERSOi'\ MEDICAL COLLECE. pOl' Cesi'lr
Rodriguez Exposito.
I O"-CENTE~ARIO DE
11',,·PER\I.-\NENCIA DE L.-\ DOCTRIN.... DE nSL\Y A:\'1'[
XV C01\GRESO INTER!\ACJO:\'AL DE L\ !\1EDICIN.'\"
('I Dr. Horacio Ab;,scal y el Sr. C~sar Rodriguez Exp6sito.
I.!'
VIDA ESTOIC.A, DEI. PROF
Dr. Salurnino Pic::lz;,.
WILHELM
EL
por
HOFF\l.\:\!\'. por e]
1:1' ·CARLOS.J. FJ j\.L.... Y. pOl' rJ Sr Sol Bloom.
J·r· ·\1I':DIC:OS E:'\ 1..\ SIERR.-\ ld.-\ESTR.\.
Pan.
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Dr Julio .\1:trtlJ1CZ