PREVENCIÓN SECUNDARIA DE LA CARDIOPATÍA ISQUÉMICA EN ATENCIÓN PRIMARIA Grupo de trabajo de enfermedades cardiovasculares de la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitaria Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria COORDINADOR Carlos Fluixá Carrascosa AUTORES (por orden alfabético) Asunción Ajenjo Navarro. Médico de familia, Centro de salud Paterna, Departamento 6. Conselleria de Sanitat de Valencia. Alvaro Bonet Plá. Médico de familia, Centro de salud Valencia-Salvador Pau, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. Maria Pilar Botija Yagüe. Médico de familia, Centro de salud ValenciaBenimaclet, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. Carlos Fluixá Carrascosa. Médico de familia, Centro de salud ValenciaBenimaclet, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. Antonio Fornos Garrigós. Médico de Familia, Centro de Salud de Picanya, Departamento 9. Conselleria de Sanitat de Valencia. María Franch Taix. Médico de familia, Centro de salud Valencia-Trinitat, Departamento 7. Conselleria de Sanitat de Valencia. Victoria Gosalbes Soler. Médico de familia, Centro de salud ValenciaSalvador Pau, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. Ana Jiménez Martinez. Médico de familia. Centro de salud Alginet. Departamento 11. Conselleria de Sanitat de Valencia. Antonio Maiques Galán. Médico de familia, Centro de salud Manises, Departamento 23. Conselleria de Sanitat de Valencia. Patricia Montoya Lapuente. Médico de familia del C.S de Teulada- Moraira. Marina Salud. Departamento 13. Conselleria de Sanitat de Valencia. Amparo Picó Casanova. Médico de familia, Centro de salud Onil, Departamento 15. Conselleria de Sanitat de Valencia. Rosa Ana Valero Valero. Médico de Familia, Centro de Salud La Fábrica, Alcoy, Departamento 15. Conselleria de Sanitat de Valencia. Manuela Vicente Cañizares. Médico de familia, Centro de salud Paterna, Departamento 6. Conselleria de Sanitat de Valencia. Salvador Zaragoza Pérez. Médico de Familia. Consultorio Auxiliar Carretera de Artes Valencia. Departamento 10. Conselleria de Sanitat de Valencia. Marzo 2015 ISBN: 978-84-606-7409-2 -1- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria INDICE 1.- PRESENTACIÓN ...................……………………………………………..…………….4 A. Bonet 2.- METODOLOGÍA …………………………………………………………..………………5 V. Gosalbes. 3.- RESUMEN RECOMENDACIONES ...…………………………………..……………..10 4.- MANEJO FARMACOLÓGICO ………………………………………...……………….15 4.1.-ANTIAGREGANTES Y ANTICOAGULANTES …………..………………..15 A. Fornos, P. Montoya, A. Jiménez, A. Bonet. 4.1.1.- Antiagregación y anticoagulación en el Síndrome Coronario Agudo (SCA). 4.1.2.- Doble antiagregación tras intervencionismo coronario percutáneo (ICP). 4.1.3.- Antiagregación tras by-pass coronario. 4.1.4.- Interacción del clopidogrel e inhibidores de bomba de protones 4.2. B-BLOQUEANTES ………………………………………..………………..…21 A, Ajenjo, P. Botija, V. Gosalbes, E. Vicente. 4.3.- INHIBIDORES DE LA ENZIMA CONVERSORA DE ANGIOTENSINA (IECAs) y ARA II ……………………………………………..……………………..23 C. Fluixá, A. Picó, R. Valero, M. Franch. 4.4.- ESTATINAS …………………………………………..……………………….25 A. Maiques, M. Franch, P. Montoya, A. Fornos. 4.5.-OTROS FÁRMACOS ……………………………………………...…………..27 V. Gosalbes, P. Botija. 4.5.1. Otros hipolipemiantes 4.5.2. Eplerenona 4.5.3. Fármacos antianginosos 5.- CONTROL Y SEGUIMIENTO DE LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR ………………………………………………..………………………30 5.1.- HIPERTENSIÓN ARTERIAL ……………………………………...…………31 A. Picó, R. Valero, V. Gosalbes 5.1.1. Betabloqueantes 5.1.2. Bloqueo del sistema renina angiotensina-aldosterona 5.1.3. Antagonistas de los canales de calcio 5.1.4. Diuréticos 5.1.5. Modificaciones del estilo de vida 5.1.6. Riesgos 5.2.- TABAQUISMO ……...…………………………………………………………33 P. Botija, A. Ajenjo 5.3.- DIABETES MELLITUS .............................................................................37 A. Bonet, A. Jiménez, S. Zaragoza, V. Gosalbes 5.4.- OBESIDAD …………………………………...………………………………..39 M. Franch, C. Fluixá, A. Fornos. -2- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 6.- REHABILITACIÓN CARDIACA INTEGRAL …………………...…………………….42 V. Gosalbes, A. Fornos, P. Montoya 6.1.- EJERCICIO FÍSICO …………………………………………………..………42 6.2.- ABORDAJE ASPECTOS PSICOLÓGICOS ……………………………….44 6.3.- OTROS ASPECTOS ……………………………………………...…………..45 6.3.1. REINCORPORACIÓN LABORAL. 6.3.2. RELACIONES SEXUALES. ANEXO: INFORMACIÓN SOBRE LOS AUTORES y DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES ……………………………………………………………...………………47 BIBLIOGRAFÍA ………………………………………………………………..…………….49 -3- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 1.- Presentación La cardiopatía isquémica es una enfermedad muy prevalente y con importantes repercusiones tanto en vida de los pacientes como en el conjunto del sistema sanitario. Tradicionalmente el Síndrome Coronario Agudo ha sido un problema de salud atendido esencialmente por los servicios de Cardiología de los distintos hospitales del país. En momentos pasados, los cardiólogos más innovadores, conscientes de las carencias de los dispositivos asistenciales no hospitalarios, incluso crearon unidades de rehabilitación cardíaca en los que los pacientes realizaban ejercicio físico, se les ayudaba a dejar de fumar y se les motivaba para tomar los tratamientos farmacológicos prescritos. De todo eso hace más de 30 años!!! En este tiempo, el papel de los médicos de familia ha pasado de la repetición de recetas y la realización esporádica de analíticas, a una actuación mucho más compleja que incluye el control de los factores de riesgo, el consejo constante del abandono del tabaco y la ayuda para conseguirlo, la prescripción y el seguimiento de los tratamientos farmacológicos y la compatibilización de los mismos con los otros que el paciente pueda llevar por otras enfermedades concomitantes. Y todo ello junto con la atención a las enfermedades intercurrentes y los demás problemas de salud que los pacientes padecen a lo largo de sus vidas. No pretendo decir que siempre se haga todo lo anterior, pero es lo que se debe hacer y lo que desde la SVMFiC defendemos que se haga. Lo pedimos a nuestros socios, a todos los médicos de familia y también a la administración sanitaria. Para poder cumplir adecuadamente esas tareas, son necesarias medidas de diferente tipo, pero sin duda es imprescindible una adecuada capacitación teórica y esta sólo se logra con documentos de alto nivel científico, y adaptados a las necesidades de los médicos de familia. Con ese objetivo el Grupo de Trabajo de Enfermedades Cardiovasculares de la SVMFiC redactó hace años ya una primera Guía de Prevención Secundaria del Infarto de Miocardio en Atención Primaria, desde entonces se han ido realizando actualizaciones que ahora llegan a la 5ª edición, 3ª para Guiasalud. La Guía actual, denominada “Guía de Prevención Secundaria de la Cardiopatía Isquémica” se ha elaborado con una metodología rigurosa, revisando la bibliografía más relevante sobre el tema y buscando la claridad y la concisión. Es para mí es un orgullo escribir esta nota de presentación de la Guía de Prevención Secundaria de la Cardiopatía Isquémica, en la que aprovecho a agradecer al GdT de ECV su esfuerzo y motivación, y animarles a que vayan preparando una futura 6ª edición . Alvaro Bonet Miembro del Grupo de Enfermedades Cardiovasculares de la SVMFiC Presidente SVMFiC -4- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 2. Metodología V. Gosalbes Actualmente, la implantación de programas de control de los diversos FRCV en el ámbito de la Atención Primaria (AP) destinados a la prevención primaria de la ECV es amplia; sin embargo, no ocurre lo mismo en prevención secundaria. El presente documento ha tratado de actualizar la anterior Guía y reunir las mejores evidencias disponibles hasta el momento. Por lo que hemos realizado una búsqueda de nuevas evidencias desde Enero del 2010 hasta Mayo 2014 Para ello se siguieron los siguientes pasos: 1. Se identificaron aquellas guías de práctica clínica (GPC) nacionales e internacionales accesibles en Internet y que habían seguido una metodología explícita en su elaboración. Utilizándose las siguientes GPC: Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M et al. European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice (version 2012): The Fifth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice. Eur Heart J. 2012. Eur Heart J 2012; 33: 1635-701. Gordon H. Guyatt, Elie A. Akl, Mark Crowther, David D. Gutterman, Holger J. Schuünemann, and for the American College of Chest Physicians Antithrombotic Therapy and Prevention of Thrombosis: Executive Summary: Antithrombotic Therapy and Prevention of Thrombosis, 9th ed: American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines. Chest.2012; 141(2)(suppl):7S-47S. Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN). Antithrombotics: indications and management. Edinburgh: SIGN; 2012. (SIGN publication no. 129). [August 2012]. Available from URL: http://www.sign.ac.uk Wright RS, Anderson JL, Adams CD, Bridges CR, Casey DE, Ettinger SM, et al. ACCF/AHA Focused Update of the Guidelines for the Management of Patients With Unstable Angina/Non-ST-Elevation Myocardial Infarction (Updating the 2007 Guideline): a report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2011;123: 2022-60. Levine GN, Bates ER, Blankenship JC, Bailey SR, Bittl JA, Cercek B, et al. ACCF/AHA/SCAI Guideline for Percutaneous Coronary Intervention: A Report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions. Circulation. 2011;124:e574-651. Hamm CW, Bassand JP, Agewall S, Bax J, Boersma E, Bueno H, et al. ESC Guidelines for the management of acute coronary syndromes in patients presenting without persistent STsegment elevation: The Task Force for the management of acute coronary syndromes (ACS) in patients presenting without persistent ST-segment elevation of the European Society of Cardiology (ESC). Eur Heart J. 2011;32:2999-3054 Smith SC Jr, Benjamin EJ, Bonow RO, Braun LT, Creager MA, Franklin BA, Gibbons RJ, Grundy SM, Hiratzka LF, Jones DW, Lloyd-Jones DM, Minissian M, Mosca L, Peterson ED, Sacco RL, Spertus J, Stein JH, Taubert KA. AHA/ACCF secondary prevention and risk reduction therapy for patients with coronary and other atherosclerotic vascular disease: 2011update: a guideline from the American Heart Association and American College of Cardiology Foundation. Circulation. 2011;124 -5- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Primary and secondary prevention of cardiovascular disease: antithrombotic therapy andprevention of thrombosis, 9th ed: American College of Chest Physicians evidence-basedclinical practice guidelines. Chest 2012. National Collaborating Centre for Primary Care and the Centre for Public Health Excellence Secondary prevention in primary and secondary careor patients following a myocardial infarction. NICE guideline (GC172). En URL: https://www.nice.org.uk/guidance/CG172 O'Gara P, Kushner F, Ascheim D, Casey D, Chung M, de Lemos J et al. ACCF/AHA Guideline for the management of ST Elevation Myocardial Infraction. A report of the American College of Cardyology Foundation/American Heart Assotiation Task Force on Practice Guidelines. J A m Coll Cardiol 2013;61:e78-140,doi:10.1016/j.jacc.2012.11.019 Montalescot G, Sechtem U, Achenbach S, Andreotti F, Arden C, Budaj A, et al. 2013 ESC guidelines on the management of stable coronary artery disease: the Task Force on the management of stable coronary artery disease of the European Society of Cardiology. Eur Heart J. 2013;34(38):2949-3003. Epub 2013/09/03. Stone NJ, Robinson J, Lichtenstein AH, Merz CN, Blum CB, Eckel RH, et al. 2013 ACC/AHA Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atherosclerotic Cardiovascular Risk in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2013. Epub 2013/11/14. Rabar S, Harker M, O'Flynn N, Wierzbicki AS. Lipid modification and cardiovascular risk assessment forthe primary and secondary prevention of cardiovascular disease: summary of updated NICE guidance. BMJ. 2014;349:g4356. Epub 2014/07/19. National Institute for Health and Clinical Excellence. Management of stable angina. NICE Guideline 126. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2011. Available from: http://www.nice.org.uk/guidance/cg126/resources/guidance-management-ofstable-angina-pdf Ryden L, Grant P, Anker S, Berne C, Cosentino F, Danchin N et al. ESC Guidelines on diabetes, pre-diabetes, and cardiovascular diseases developed in collaboration with the EASD. European Heart Journal (2013) 34, 3035–3087 doi:10.1093/eurheartj/eht108 Mancia G, Fagard R, Narkiewicz K, Guía de práctica clínica de la ESH/ESC 2013 para el manejo de la Hipertensión Arterial. Rev Esp Cardiol. 2013;66(10):880.e1-880.e64 Steg G, James S, Atar D, et al. Guía de práctica clínica de la ESC para el manejo de Infarto Agudo de Miocardio en pacientes con elevación del ST. Rev Esp Cardiol. 2013;66(1):53.e1-e46 Jensen MD, Ryan DH, Apovian CM, Loria CM, Ard JD, Millen BE, et al. 2013 AHA/ACC/TOS Guideline for the Management of Overweight and Obesity in Adults, Journal of the American College of Cardiology: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and The Obesity Society. J Am Coll Cardiol 2013, doi: 10.1016/j.jacc.2013.11.004 Fihn SD, Gardin JM, Abrams J, Berra K, Blankenship JC, DallasAP, et al. 2012 ACCF/AHA/ACP/AATS/PCNA/SCAI/STS guideline for the diagnosis and management of patients with stable ischemic heart disease: a report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on, American Association for Thoracic Surgery, Preventive Cardiovascular Nurses Association, Society for Cardiovascular Angiography -6- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria and Interventions, and Society of Thoracic Surgeons. J Am Coll Cardiol 2012; 60:e44 –164. R.J Achttien, J.B Staal, S. van der Voort, H.M.C. Kemps, H. Koers. M.W.A. Jongert, E.J.M Hendricks. Exercise-based cardiac rehabilitation in patientes with coronary heart disease: a practice guideline. Neth Heart J (2013) 21:429438 2. Además se utilizaron los siguientes informes técnicos y fuentes de información: Kang S, Liu Y, Liu XB. Effects of aggressive statin therapy on patients with coronary saphenous vein bypass grafts: a systematic review and meta-analysis of randomized, controlled trials. Clin Ther. 2013;35(8):1125-36. Epub 2013/08/13 National Institute for Health and Clinical Excellence. Ezetimibe for the treatment of primary 19 (heterozygous-familial and non-familial) hypercholesterolaemia. NICE technology appraisal 20 guidance 132. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2007. Available from: http://guidance.nice.org.uk/TA132/Guidance/pdf/English Questions and answers on the review of medicines containing trimetazidine (20 mg tablets, 35 mg modified release tablet and 20 mg/ml oral solution). Available from: http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/Referrals_document/ Trimetazidine_31/WC500 129195.pdf (9 March 2012). Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios AEMPS. Trimetazidina (idaptan®, trimetazidina efg): restricción de indicaciones. 2012. Available from: http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano /seguridad/2012/docs/NI-MUH_FV_11-2012.pdf Barth J, Critchley J, Bengel J. Intervenciones psicosociales para el abandono del hábito de fumar en los pacientes con cardiopatía coronaria (Revisión Cochrane traducida). En : La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 2. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en : http://www.update-software.com Stead LF, Perera R, Bullen C, Mant D, Hartmann-Boyce J, Cahill K, Lancaster T. Nicotine replacement therapy for smoking cessation.Cochrane Database Syst Rev. 2012 Heran BS, Chen JMH, Ebrahim S, Moxham T, Oldridge N, Rees K, Thompson DR; Taylor RS. Exercise-based cardiac rehabilitation for coronary heart disease. Cochrabe Database of Systematic Reviews 2011. Issue 7. Art. No CD001800. DOI: 10.1002/14651858.pub2. Rod S Taylor, Hayes Dalal, Kate Jolly, Tiffany Moxham, Anna Zawada. Rehabilitación cardiaca domiciliaria versus rehabilitación en un centro de atención (Revision Cochrane traducida). Biblioteca Cochrane Plus 2010. Número 1. C. Con el fin de actualizar la bibliografía se realizó una búsqueda bibliográfica primaria en Medline y la Cochrane Library y una búsqueda secundaria de las referencias de los documentos antes citados. 3.- Evaluación de las evidencias y elaboración de las recomendaciones. -7- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Las recomendaciones fueron revisadas y evaluadas según los criterios del SORT 1 . Fuerza de la recomendación Definición A Recomendación basada en evidencias consistentes y de buena calidad, orientadas al paciente* B Recomendación basada en evidencias inconsistentes o de limitada calidad, orientadas al paciente* C Recomendación basada en consensos, práctica habitual, opinión, evidencias orientada a la enfermedad*, o series de casos para estudios de diagnóstico, tratamiento, prevención o cribado (*) Evidencia de los resultados orientados al paciente que son de interés para los pacientes: morbilidad, mortalidad, mejora de la sintomatología, reducción de costes y calidad de vida. Evidencia de los resultados orientados a enfermedades, ya sean intermedias, fisiológicas o estados alternativos, que refleje, o no, mejoras en los resultados de los pacientes (p. ej., presión arterial, análisis bioquímico de la sangre, función fisiológica, hallazgos patológicos). Calidad de los estudios Calidad del estudio Diagnóstico Tratamiento/ prevención/cribado Nivel 1: Reglas de decisión Revisión sistemática evidencias de buena clínica validadas. o metaanálisis de calidad, orientadas Revisión sistemática ensayos clínicos al paciente o metaanálisis de aleatorizados, con excelente calidad. resultados Estudios de cohortes consistentes. de excelente Ensayos clínicos calidad+. aleatorizados de excelente calidad++. Estudio «todo o nada»$. -8- Pronóstico Revisión sistemática o metaanálisis de estudios de cohortes de buena calidad. Estudio de cohortes prospectivo con un buen seguimiento. Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Calidad del estudio Diagnóstico Tratamiento/ prevención/cribado Pronóstico Nivel 2: evidencias de calidad limitada, orientadas al paciente Reglas de decisión clínica no validadas. Revisiones sistemáticas o metaanálisis de baja calidad, o estudios con resultados inconsistentes. Estudios de diagnóstico de cohortes de baja calidad o de casos y controles $. Revisiones sistemáticas o metaanálisis de ensayos clínicos de baja calidad o de estudios con resultados inconsistentes. Ensayos clínicos de baja calidad. Estudios de cohortes. Estudio de casos y controles. Revisiones sistemáticas o metaanálisis de estudios de cohortes de baja calidad o con resultados inconsistentes. Estudio de cohortes retrospectivo o prospectivo con un seguimiento deficiente. Estudios de casos y controles. Serie de casos. Nivel 3: otras evidencias Guías de consenso, extrapolaciones de datos de otras poblaciones, práctica habitual, opinión, evidencias orientadas a enfermedades (sólo resultados intermedios o fisiológicos), o series de casos en estudios de diagnóstico, tratamiento, prevención o cribado. +Estudios de cohortes de diagnóstico de excelente calidad: diseño de cohortes, tamaño muestral adecuado, rango adecuado de pacientes, con enmascaramiento y un estándar de referencia consistente y bien definido. ++Ensayo clínico aleatorizado de excelente calidad: ubicación oculta, con enmascaramiento si es posible, análisis por intención de tratar, poder estadístico adecuado, seguimiento adecuado (superior al 80%). $ En un estudio «todo o nada», el tratamiento origina un cambio importante en los resultados, como los antibióticos para la meningitis o la intervención quirúrgica para la apendicitis, que concluyen prematuramente el ensayo clínico aleatorizado. Consistencia entre estudios Consistente: La mayoría de estudios obtuvieron conclusiones similares o por lo menos coherentes (por coherencia se entiende que las diferencias pueden explicarse), existen revisiones sistemáticas de alta calidad o actualizadas, o metaanálisis, que apoyan la recomendación. Inconsistente: Variación considerable entre los resultados de los estudios y falta de coherencia o si hay revisiones sistemáticas de alta calidad o actualizadas, o metaanálisis, no tienen pruebas consistentes que apoyen la recomendación. -9- Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 3. RESUMEN RECOMENDACIONES 4.1. ANTIAGREGANTES Y ANTICOAGULANTES 4.1.1. Antiagregación y anticoagulación en el síndrome coronario agudo (SCA) FR A NE 1 A 2 A 2 Todos los pacientes con cardiopatía isquémica estable (un año después de haber sufrido un SCA, o con cirugía de by-pass coronario) deben recibir acido acetil-salicílico (AAS) a dosis entre 75 y150 mg/día de forma indefinida Clopidogrel a 75 mg/día es una alternativa efectiva y segura en pacientes alérgicos o intolerantes al AAS. En pacientes que han sufrido un SCA y no se han sometido a intervencionismo coronario se recomienda terapia antiagregante dual (ticagrelor 90 mg / 12 horas o clopidogrel 75 mg / 24 h mas AAS 75 – 100 mg / 24 h) durante 12 meses. 4.1.2. Doble antiagregación tras intervencionismo coronario percutáneo (ICP) FR A NE 1 A 1 A 1 A B A 3 Se recomienda la doble antiagregación plaquetaria con una combinación de aspirina y prasugrel o aspirina y ticagrelor (mas que aspirina y clopidogrel) en pacientes tratados con intervencionismo coronario percutáneo (ICP). Independientemente del stent utilizado, las dosis del inhibidor oral del receptor de adenosindifosfato (ADP) serán: clopidogrel 75 mg al día, prasugrel 10 mg al día, o ticagrelor 90 mg dos veces al día. La duración de la doble antiagregación plaquetaria con aspirina y un inhibidor oral del receptor de ADP (clopidogrel, prasugrel o ticagrelor) debe prolongarse hasta 12 meses con un mínimo de: • 1 mes para pacientes portadores de un stent convencional 2 • 6 meses para pacientes portadores de un stent farmacoactivo 3 Cuando los pacientes necesiten tratamiento antitrombótico triple con combinación de doble antiagregación plaquetaria y anticoagulación oral (p. ej., debido a la colocación de un stent e indicación obligatoria de anticoagulación oral), la duración de la doble antiagregación plaquetaria debe minimizarse para reducir el riesgo de hemorragia - 10 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.1.3. Antiagregación tras by-pass coronario FR A NE 1 A 1 A 2 C 2 Los pacientes sometidos a bypass coronario deben recibir tratamiento con AAS a dosis bajas (75-100 mg) de forma indefinida tras el primer año de la intervención. El inicio de antiagregación con AAS a dosis bajas 6 horas después de la cirugía, reduce la oclusión del injerto con vena safena. En aquellos pacientes que han sido sometidos a by-pass coronario tras un SCA debe considerarse el tratamiento con doble antiagregación (ticagrelor 90 mg dos veces al día y AAS a dosis bajas o Clopidogrel 75 mg una vez al día más AAS a dosis bajas) durante 1 año. En aquellos pacientes sometidos a by-pass coronario que son alérgicos o presentan intolerancia a la AAS debe considerarse el tratamiento con clopidogrel. 4.2. B-BLOQUEANTES FR A 4.3. NE 1 Todas las personas que hayan sufrido un SCACEST deben llevar tratamiento con un betabloqueante durante al menos un año, y probablemente de forma indefinida especialmente en paciente con disfunción ventricular izquierda. INHIBIDORES DE LA ENZIMA CONVERSORA DE ANGIOTENSINA (IECAs). Y ARA II FR A NE 1 A 3 Todos los pacientes que han sufrido un SCA independientemente del estado de su función ventricular izquierda, deben recibir tratamiento con un IECA. En pacientes con intolerancia o en los que están contraindicados los IECAs, los ARA II constituyen una alternativa eficaz y segura a estos. 4.4.- ESTATINAS. FR A NE 1 A 1 Todas las personas que han sufrido un infarto deben recibir tratamiento con estatinas a dosis altas (atorvastatina 40-80 mg, rosuvastatina 20-40 mg) a menos que existan contraindicaciones. En pacientes con CI crónica se recomienda tratamiento con dosis moderadas de estatinas (atorvastatina 10-20 mg, rosuvastatina 5-10 mg, simvastatina 20-40 mg, pravastatina 40-80 mg) - 11 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.5 OTROS FÁRMACOS 4.5.1. Otros fármacos hipolipemiantes FR A NE 1 A 1 C 3 No se recomienda utilizar de manera sistemática: fibratos, resinas, acidos grasos omega 3 o niacina. No se recomienda utilizar la combinación de estatinas con fibratos, resinas, acidos grasos omega 3 o niacina. En pacientes con hipercolesterolemia familiar primaria, debe considerarse el tratamiento con ezetimiba en aquellos pacientes que no alcanzan cifras de control con estatinas o existe CI o intolerancia a las estatinas. 4.5.2. Eplerenona FR A NE 1 Aquellos pacientes con FEVI <40% y síntomas de IC (Insuficiencia cardiaca) o diabetes, deberían recibir eplerenona a dosis inicial de 25 mg al día los pacientes con SCA sin disfunción renal significativa o hiperpotasemia, en adición a IECA/ARA II y betabloqueantes 4.5.3. Fármacos antianginosos FR A NE 1 Los fármacos de primera elección son Beta-bloqueantes y Antagonistas del calcio. La utilización de un fármaco u otro dependerá de la patología concomitante del paciente. En pacientes que no toleran los beta-bloqueantes y antagonistas del calcio o bien si ambos están contraindicados, se pueden utilizar uno de los siguientes fármacos en monoterapia: C B 3 2 • • Nitratos de acción prolongada Ivabradina B C C 2 3 3 • • • Nicorandil Ranolazina Trimetazina FR NE En pacientes con CI o intolerancia a beta-bloqueantes o antagonistas del calcio, cuyos síntomas no se controlen con la opción alternativa, se puede añadir uno de los siguientes fármacos C B 3 2 • • Nitratos de acción prolongada Ivabradina B C C 2 3 3 • • • Nicorandil Ranolazina Trimetazina - 12 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5. CONTROL Y SEGUIMIENTO DE LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR. 5.1 HIPERTENSION ARTERIAL. FR A NE 1 A 1 B 2 B 2 B 2 C 3 C 3 Los Betabloqueantes son los fármacos de elección en el tratamiento de la HTA en pacientes con cardiopatía isquémica Los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio y padecen HTA, con o sin disfunción ventricular deben recibir tratamiento con inhibidores de la ECA. Si existe intolerancia a los mismos se utilizará un bloqueador de los receptores de la angiotensina II. Los calcioantagonistas se pueden utilizar en los pacientes que han sufrido un IM si son necesarios para el tratamiento de la HTA. Como alternativa a los betabloqueantes, en los pacientes hipertensos con cardiopatía isquémica, se pueden utilizar calcioantagonistas como: verapamilo, nifedipino GITS y amlodipino. Los pacientes con angina estable, el tratamiento de elección son los betabloqueantes. Si es necesario, para el control de los síntomas o para alcanzar niveles objetivo de PA se asociará un calcioantagonista dihidropiridínico. El tratamiento con diuréticos, es una alternativa válida, para asociar a otros fármacos y alcanzar objetivos de PA en la cardiopatía isquémica. Las modificaciones de estilo de vida deben estar presentes desde el inicio como parte del tratamiento de los enfermos con cardiopatía isquémica e HTA. 5.2.- TABAQUISMO. FR A NE 1 A 1 A 1 Los pacientes que han sufrido un SCA deben abandonar el hábito tabáquico, ya que se produce una reducción significativa de la mortalidad. A todo paciente que fume se le debe aconsejar que lo abandone y se le ofrecerá asistencia para dejar de fumar con intervenciones breves y programas de abandono del tabaco en atención primaria y otros servicios de salud Si el paciente es incapaz de dejar de fumar, se le ofrecerá apoyo farmacológico, siempre que no haya contraindicaciones y dentro de un programa de intervención global de abandono del tabaco. La terapia sustitutiva con nicotina puede ser recomendada en los fumadores importantes (más de 15 cigarros/día) como estrategia para dejar de fumar - 13 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5.3. DIABETES MELLITUS FR B NE 2 B 2 A 1 A 2 En pacientes con una corta evolución de la diabetes o una gran esperanza de vida sería razonable conseguir una hemoglobina glicada (HbA1c) ≤ 7%. Deben plantearse objetivos menos estrictos de HbA1c para pacientes con historia de hipoglucemia severa, expectativas de vida limitadas, complicaciones micro y macrovasculares avanzadas, o amplias comorbilidades, o en aquellos en los que los objetivos son difíciles de alcanzar a pesar de medidas terapéuticas intensivas Los pacientes con diabetes que han recibido terapia intensiva con insulina tras un IAM en el hospital, deben continuar con terapia intensiva a medio plazo En pacientes con ECV la utilización de rosiglitazona está contraindicada, debiéndose utilizar con precaución la pioglitazona 5.4. OBESIDAD FR A NE 1 A 1 A todos los pacientes que han sufrido un evento coronario se le debe recomendar la “dieta mediterránea” Debe recomendarse la reducción de peso en los pacientes obesos con CI 6. REHABILITACION CARDIACA INTEGRAL 6.1. Ejercicio físico. FR NE A 1 A todos los pacientes que han sufrido un SCA se les debe de ofrecer un programa de rehabilitación cardiaca con un componente de ejercicio A 3 A 3 En estos pacientes, y previa a la prescripción de ejercicio, debe valorarse el riesgo mediante la realización de una prueba de esfuerzo y su historial de actividad física (fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 2). Prueba de esfuerzo limitada por síntomas tras la estabilización. En casos seleccionados prueba de esfuerzo sub-máxima Pacientes con cardiopatía isquémica estable deben realizar ejercicio físico de intensidad moderada a vigorosa al menos 3 dias por semana, y al menos 30 minutos por sesión. A 1 En pacientes con cardiopatía isquémica estable se debe evaluar la capacidad de ejercicio y el umbral de isquemia mediante una prueba de esfuerzo limitada por síntomas. - 14 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4. MANEJO FARMACOLÓGICO 4.1. ANTIAGREGANTES Y ANTICOAGULANTES A. Fornos, P. Montoya, A. Jiménez, A. Bonet 4.1.1. Antiagregación y anticoagulación en el síndrome coronario agudo (SCA) RECOMENDACIONES 1. Todos los pacientes con cardiopatía isquémica estable (un año después de haber sufrido un SCA, o con cirugía de by-pass coronario) deben recibir acido acetil-salicílico (AAS) a dosis entre 75 y150 mg/día de forma indefinida (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 2. Clopidogrel a 75 mg/día es una alternativa efectiva y segura en pacientes alérgicos o intolerantes al AAS. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 2) 3. En pacientes que han sufrido un SCA y no se han sometido a intervencionismo coronario se recomienda terapia antiagregante dual (ticagrelor 90 mg / 12 horas o clopidogrel 75 mg / 24 h mas AAS 75 – 100 mg / 24 h) durante 12 meses. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 2) Está bien establecido que la administración de AAS de forma inmediata en la fase aguda del IM y su mantenimiento diario consigue una reducción del número de reinfartos, mortalidad por causas cardiovasculares y mortalidad global; la dosis óptima a emplear de forma continuada debe oscilar entre 75 y 150 mg/día2. Un metanálisis3 que incluía 16 ensayos clínicos con más de 17.000 pacientes enrolados en los mismos, encontró que el empleo de AAS en prevención secundaria reducía los eventos vasculares mayores (6,7 % anual en los pacientes tratados frente a un 8,2 % anual en el grupo control, p < 0.0001), así como la aparición de nuevos ictus (2.08% por año vs 2,59 %; p = 0,002) y de nuevos eventos coronarios (4.3 % anual vs 5.3 %; p = 0,0001). También reduce de forma significativa la mortalidad total en un 10% (RR = 0,90, IC 95 % 0.82 - 0.99; p = 0,02). Se estima que el tratamiento antiagregante previene 18 infartos no fatales, 5 ictus no mortales y 14 muertes vasculares por cada 1000 personas tratadas durante 2 años4. El clopidogrel reduce los eventos vasculares en un 10 % comparado con el AAS, y es una alternativa tan segura y efectiva (a dosis de 75 mg/día) como el AAS para aquellos pacientes que no lo toleran o en los que está contraindicado el AAS5. Estudios con otros antiagregantes (sulfinpirazona6,7, asociación AAS-dipiridamol8, ticlopidina9, 10, 11) han demostrado beneficio en la prevención secundaria, aunque en ninguno de ellos se supera el del AAS. En el estudio CURE12, ensayo clínico aleatorizado a doble ciego con 12.562 pacientes con SCASEST, la combinación de AAS y clopidogrel comparado con la administración de AAS en monoterapia dio lugar a un descenso estadísticamente significativo de la incidencia en el objetivo primario combinado de mortalidad por causas cardiovasculares, IM no fatal e ictus de 9.3% y 11.4% respectivamente con la consiguiente reducción del riesgo relativo del 20% (IC 95%,10-28, p<0.001) en un seguimiento entre 3-12 meses (media de 8 meses). En el estudio COMMIT13, llevado - 15 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria a cabo en pacientes que habían sufrido un SCACEST, la combinación de clopidogrel mas aspirina demostró una reducción del 9% en la variable principal, formada por la combinación de muerte, reinfarto e ictus (10,1% en el grupo control vs 9,2% en el grupo clopidogrel; OR 0,91 [IC del 95 % 0,86-0,97]; p= 0,02). También se redujo de forma significativa la mortalidad total en un 7% (7,5% vs 8,1%; p= 0,03). Ticagrelor y prasugrel han demostrado ser superiores a clopidogrel cuando se utilizan en combinación con aspirina en pacientes que han sufrido un SCA. La tasa de eventos cardiovasculares mayores se reduce del 11,7 % en el grupo tratado con clopidogrel al 9,8 % en los tratados con ticagrelor (HR 0,84, IC 95% 0.77-0.92, p< 0.001), y del 12.1 % al 9.9 % en el caso del prasugrel (HR 0.81, IC 95% 0.73-0.90, p< 0.001)14. No hubo incremento de en la tasa de hemorragias mayores en el caso del ticagrelor pero si con el empleo de prasugrel15, 16 La anticoagulación oral de baja intensidad con INR (Razón Internacional Normalizada) < 1,5, añadida al AAS no produce ningún beneficio adicional17. Un metanálisis18 en pacientes con enfermedad coronaria sugiere que la anticoagulación intensa o moderada con warfarina combinado con AAS parece ser superior a AAS en monoterapia, pero con un incremento superior al doble en el riesgo de provocar hemorragias clínicamente significativas. Un ensayo clínico19 con 3630 pacientes concluye que la anticoagulación intensa (INR de 2,8 a 4,2) con warfarina sola o la anticoagulación moderada (INR de 2,0 a 2,5) en combinación con AAS (75 mg/día), fue superior a AAS en monoterapia (160 mg/día) en la disminución significativa de la incidencia de reinfarto no fatal y eventos tromboembólicos (no así en la mortalidad total) después de un IAM, pero con un alto riesgo de episodios mayores de sangrado (0,68% y 0,57% respectivamente frente al 0,17% por año del AAS en monoterapia) cuyos resultados no permiten concretar el beneficio de dicha asociación. Sin embargo, aquellos pacientes con IAM establecido y con alto riesgo de embolismo sistémico o pulmonar secundario a grandes infartos anteriores, disfunción ventricular severa, insuficiencia cardiaca congestiva, historia de TEP previo o trombofilia, trombo mural demostrado por ecocardiografia, fibrilación auricular persistente, inmovilización prolongada u obesidad marcada deben de ser anticoagulados con heparina a dosis plenas seguida de anticoagulación oral (INR 2.0 a 3.0) durante tres meses al menos20,21 (recomendación grado A, nivel de evidencia B) RIESGOS El principal riesgo de la terapia con AAS a largo plazo es la hemorragia extracraneal, principalmente digestiva. El empleo de dosis bajas de aspirina por un periodo de tiempo superior a 3 meses multiplica por dos el riego de padecer una hemorragia frente a placebo. La odds-ratio (OR) frente a placebo es de 1.68, con un número necesario de pacientes a tratar para presentar un efecto adverso (NNH) de 248 por año. Existe una mayor probabilidad de producir una hemorragia digestiva con dosis superiores a 200 mg/día22, pero no existen diferencias por debajo de esta cantidad. No existen evidencias de que las formulaciones de liberación modificada reduzcan la incidencia de hemorragia digestiva23. El efecto adverso más importante por mortalidad e incapacidad que produce es la hemorragia intracraneal; sin embargo, el exceso de riesgo absoluto es igual o menor de uno por 1.000 personas y año. Las indicaciones para el antiagregados son las siguientes: • Mayores de 65 años empleo de - 16 - gastroprotección en pacientes Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria • • • Antecedentes de úlcera gastro-duodenal o Hemorragia digestiva alta Uso concomitante de AINE o corticoides. Tratamiento con dos antiagregantes Aquellos pacientes con una historia de hemorragia digestiva inducida por AAS, cuyas úlceras estén ya curadas y tengan test para la detección de Helicobacter Pilory negativos, deben ser tratados con dosis plenas de un inhibidor de la bomba de protones (IBP) y dosis bajas de AAS. También debe emplearse un IBP junto con AAS en pacientes con historia de dispepsia24. La combinación aspirina-clopidogrel tiene una tasa mayor de sangrado que ambos componentes por separado. (NNH relativo a aspirina = 153, NNH relativo a clopidogrel = 63)25 4.1.2. Doble antiagregación tras intervencionismo coronario percutáneo (ICP) RECOMENDACIONES 1. Se recomienda la doble antiagregación plaquetaria con una combinación de aspirina y prasugrel o aspirina y ticagrelor (mas que aspirina y clopidogrel) en pacientes tratados con intervencionismo coronario percutáneo (ICP). (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1). 2. Independientemente del stent utilizado, las dosis del inhibidor oral del receptor de adenosindifosfato (ADP) serán: clopidogrel 75 mg al día, prasugrel 10 mg al día, o ticagrelor 90 mg dos veces al día. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 3. La duración de la doble antiagregación plaquetaria con aspirina y un inhibidor oral del receptor de ADP (clopidogrel, prasugrel o ticagrelor) debe prolongarse hasta 12 meses (Fuerza de la recomendación A, nivel evidencia 1), con un mínimo estricto de: a. 1 mes para pacientes portadores de un stent convencional (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 3) b. 6 meses para pacientes portadores de un stent farmacoactivo (Fuerza de la recomendación B, nivel de evidencia 2) 4. Cuando los pacientes necesiten tratamiento antitrombótico triple con combinación de doble antiagregación plaquetaria y anticoagulación oral (p. ej., debido a la colocación de un stent e indicación obligatoria de anticoagulación oral), la duración de la doble antiagregación plaquetaria debe minimizarse para reducir el riesgo de hemorragia (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 3). Los procedimientos de revascularización coronaria mediante ICP revolucionaron el tratamiento de la cardiopatía isquémica. Actualmente la mayor parte de los procedimientos de ICP se llevan a cabo con la implantación de stents; éstos pueden ser convencionales, hechos únicamente de metal, o fármacoactivos, que son aquellos que además del metal llevan un fármaco que se libera de manera gradual. Uno de los potenciales y graves problemas de los stents es la posibilidad de - 17 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria trombosarse, siendo la causa más importante, la discontinuación del tratamiento antiagregante. Todo paciente que ha sido sometido a procedimientos de ICP debe recibir de forma indefinida tratamiento con AAS a dosis antiagregantes. El estudio MHEART II26, comparó AAS con placebo en pacientes con angina estable tratados con ICP, demostrando una reducción del 5,7 al 1,2 % en la incidencia de IM tras la ICP, y del 41 al 30 % de eventos cardiovasculares en el seguimiento. A pesar de ello el tratamiento sólo con AAS no es suficiente para prevenir la trombosis del stent y precisa combinar otro antiagregante. Después de implantar un stent en un SCA, el tratamiento prolongado con doble antiagregación plaquetaria reduce el riesgo de trombosis intra-stent, reinfarto y mortalidad cardiovascular, como se comprobó en el estudio PCI-CURE27, que incluyó a 2.658 pacientes con SCA sin elevación ST sometidos a intervención coronaria percutánea con colocación de stent. En estos pacientes, el clopidogrel añadido al tratamiento estándar con AAS antes del tratamiento, y continuado 12 meses, consiguió una disminución estadísticamente significativa de la variable combinada (muerte de causa cardiovascular, IAM o revascularización), de 12.6% a 8,8%, comparado con aspirina en monoterapia. Además, la doble antiagregación plaquetaria (DAPT, de sus siglas en inglés) se asocia a mayores beneficios clínicos post-SCA de cualquier tipo15, 16, 28. El estudio CREDO29, que incluyó a 2.116 pacientes que requerían ICP, comparó el tratamiento con AAS, desde 2 horas antes de la intervención y mantenida de forma prolongada, combinado con clopidogrel desde 72 horas antes de la intervención y durante 12 meses, frente a AAS en monoterapia. Tras 12 meses de seguimiento se observó una reducción del 27% en la variable combinada de muerte, IAM o AVC (IC al 95% de 3.9-44.4). La doble antiagregación plaquetaria con AAS y clopidogrel se ha considerado el estándar de tratamiento durante más de una década. Sin embargo, el alto porcentaje de pacientes que continuaba presentando eventos isquémicos llevo al desarrollo de nuevos y más potentes fármacos bloqueadores del receptor de adenosindifosfato (ADP) P2Y, como el prasugrel y el ticagrelor. Actualmente se recomienda la doble antiagregación plaquetaria con una combinación de aspirina y prasugrel o aspirina y ticagrelor en pacientes tratados con ICP, siendo más eficaces que la combinación aspirina y clopidogrel30,31,32,33,34 Como se recoge en la guía europea sobre prevención de la enfermedad cardiovascular en la práctica clínica19, en pacientes con SCA en los que se planifica una intervención invasiva inmediata, el tratamiento antiagregante doble con ticagrelor o prasugrel y aspirina fue superior a clopidogrel y aspirina. Con la administración de ticagrelor durante 12 meses, la variable compuesta de muerte por causas vasculares, infarto de miocardio o ictus fue del 9,8%, comparado con el 11,7% en los pacientes tratados con clopidogrel (HR = 0,84; IC95%, 0,77-0,92; p < 0,001). No se observó una diferencia significativa en la tasa de sangrados graves16. Con prasugrel, el objetivo primario de eficacia ocurrió en el 9,9% de los pacientes, comparado con el 12,1% en los pacientes tratados con clopidogrel (HR = 0,81; IC95%, 0,73-0,90; p < 0,001). El riesgo de sangrados graves fue mayor con prasugrel15. La dosis óptima de AAS ha sido objeto de debate, recomendándose en general el uso de una dosis baja (≤150mg/día) debido al incremento, dependiente de la dosis, del riesgo de sangrado, especialmente gastrointestinal. No se ha evidenciado aumento en la eficacia con el aumento de la dosis 2,35,36. Independientemente del tipo de stent utilizado, la dosis del inhibidor oral del receptor de ADP será de: clopidogrel 75 mg diarios, prasugrel 10 mg al día, o ticagrelor 90 mg dos veces al día. En cuanto a la duración se recomienda la doble antiagregación con aspirina y un inhibidor oral del receptor de ADP (clopidogrel, prasugrel o ticagrelor) hasta 12 meses después de colocar un stent34, con un mínimo estricto de 1 mes para pacientes portadores de un stent convencional y de 6 meses para pacientes portadores de un stent fármacoactivo, según las guías europeas. Las guías americanas amplían este tiempo a, como mínimo, 12 meses tras la implantación de un stent fármacoactivo37. - 18 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Faltan estudios más consistentes y que introduzcan los nuevos antiagregantes ticagrelor y prasugrel, ya que son de primera línea en pacientes revascularizados según las guías y su eficacia puede influir en los tiempos de doble antiagregación. Dada la necesidad de mantener la doble antiagregación durante al menos 12 meses, las actuales guías también recomiendan que en caso de cirugía menor, limpieza bucal o extracciones dentales, éstas se realicen sin suspender el tratamiento antiagregante, ya que el riesgo de hemorragia es mínimo. También se deben retrasar los procedimientos invasivos no urgentes con posibilidad de hemorragia importante, un mes en los pacientes tratados con stents metálicos y de seis a doce meses en los pacientes tratados con stents farmacoactivos38, 39. Un número importante de personas que presentan un SCA ya está tomando un anticoagulante oral (ACO), siendo warfarina en la mayoría de los casos, pero cada vez más, uno de los nuevos anticoagulantes orales. La anticoagulación oral sola se considera insuficiente en la prevención de eventos isquémicos recurrentes en personas con infarto agudo de miocardio, especialmente en aquellos en los que se ha incorporado un stent. La doble terapia antiagregante (DAPT), recomendada en pacientes tratados con IPC, es menos eficaz que la anticoagulación oral en la prevención del ictus en la fibrilación auricular así como para otras condiciones clínicas que necesitan anticoagulación. De esta forma, aquellos pacientes que presenten ambas condiciones, pueden beneficiarse de un tratamiento simultáneo con DAPT y ACO, siendo evidente que recibir ambos tratamientos supone un riesgo elevado de hemorragia y, por tanto, su duración debe ser lo más corta posible40, 41. La controversia que existe actualmente en esta área ha motivado la incorporación de algoritmos para orientar la toma de decisiones en diferentes documentos de consenso42, 43. 4.1.3. Antiagregación tras by-pass coronario RECOMENDACIONES 1. Los pacientes sometidos a bypass coronario deben recibir tratamiento con AAS a dosis bajas (75-100 mg) de forma indefinida tras el primer año de la intervención. (Fuerza de Recomendación A Nivel de evidencia 1) 2. El inicio de antiagregación con AAS a dosis bajas 6 horas después de la cirugía, reduce la oclusión del injerto con vena safena. (Fuerza de Recomendación A Nivel de evidencia 1) 3. En aquellos pacientes que han sido sometidos a by-pass coronario tras un SCA debe considerarse el tratamiento con doble antiagregación (ticagrelor 90 mg dos veces al día y AAS a dosis bajas o Clopidogrel 75 mg una vez al día más AAS a dosis bajas) durante 1 año. (Fuerza Recomendación A Nivel evidencia 2) 4. En aquellos pacientes sometidos a by-pass coronario que son alérgicos o presentan intolerancia a la AAS debe considerarse el tratamiento con clopidogrel. (Fuerza Recomendación C Nivel de evidencia 2) El tratamiento con AAS a dosis bajas tras by-pass coronario se considera una medida ´gold standard’ para prevenir la oclusión del injerto con vena safena, el máximo beneficio se obtiene si se inicia el tratamiento 6 horas después de la cirugía, con mínimo riesgo de sangrado. Las evidencias no son tan concluyentes en cuanto a la prevención de oclusión en injerto arterial, ni en si el tratamiento con doble antiagregación reduce la oclusión de los injertos44 Independientemente de los beneficios que se obtienen a nivel de injerto, el uso de la doble antiagregación en los pacientes que van a ser sometidos a by-pass coronario reduce las complicaciones cardiovasculares tras un SCA. En el estudio PLATO ( que - 19 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria comparaba el uso de ticagrelor vs clopidogrel, asociados a AAS) se observó que en los pacientes que iban a ser intervenidos de by-pass coronario, que recibían de forma pre-operatoria ticagrelor o clopidogrel (interrumpiéndose de 1-3 días antes y 5 días antes de la intervención respectivamente), presentaban una reducción de la mortalidad del 9.7% con ticagrelor y del 4.7% con clopidogrel (HR, 0,49; 95% CI, 0,32-0,77), disminución de la muerte cardiovascular del 7,9% y del 4.1% respectivamente (HR, 0,52; 95% CI, 0,32-0,85) y una reducción de la muerte no cardiovascular del 2% y 0,7%, sin presentar diferencias en tasas de sangrado45. El ticagrelor iniciado antes de la cirugía cardiaca reduce la mortalidad a corto y largo plazo33. El uso de clopidogrel antes de by-pass coronario, según los resultados que se obtuvieron del estudio ACUITY46, redujo la tasa de eventos isquémicos a los 30 días (12,7% vs. 17,3% p< 0,01) sin aumento de las tasas de hemorragia (50,3% vs 50.9%, p= 0.83). Por lo tanto, según las evidencias de las que disponemos actualmente, el uso de ticagrelor 90 mg 2 veces al día asociado a AAS a dosis bajas o el uso de clopidogrel 75mg 1 vez al día asociado a AAS a dosis bajas, utilizados antes de la cirugía cardíaca, reducen las tasa de mortalidad y eventos coronarios sin presentar un aumento del riesgo de hemorragia. Estos antiagregantes deben interrumpirse antes de la cirugía, recomendándose 5 días antes para el clopidogrel y de 1-3 días para el ticagrelor. La doble antiagregación se iniciará tan pronto como se considere seguro tras la cirugía21.Tras el primer año del by-pass coronario, se continuará tratamiento único con AAS a dosis bajas (75-100 mg), de forma indefinida 21, 37. 4.1.4. Interacción del clopidogrel e inhibidores de bomba de protones. Diversos estudios47, 48 sugieren una reducción del efecto antiagregante del clopidogrel cuando se emplea en combinación con inhibidores de la bomba de protones (IBP). En estos estudios retrospectivos se describe un incremento significativo del riesgo de muerte u hospitalización por SCA (OR 1,25 CI 95 % 1,11 – 1,41) en los pacientes que utilizaban la combinación clopidogrel - IBP frente a los pacientes que solo utilizaban clopidogrel. Así, la Agencia Europea del Medicamento desaconseja el uso concomitante de clopidogrel con omeprazol o esomeprazol, excepto cuando se considere estrictamente necesario49. Pocos estudios han comparado directamente los IBP con los antagonistas de los receptores H2 (ARH2) en pacientes con enfermedad cardiovascular en tratamiento antiplaquetario. Sin embargo, los datos sugieren que los IBP pueden ser más efectivos que los ARH2 en la prevención de hemorragia digestiva alta. En una cohorte de 987 pacientes a quienes se prescribió aspirina y clopidogrel, el uso de IBP llevó a una mayor reducción de la hemorragia digestiva alta (odds ratio [OR]: 0,04, IC 95%: 0,002 a 0,21) que en aquellos en los que se utilizó ARH2 (OR: 0,43, IC del 95% IC: 0,18 a 0,91)50. Aún así, los antagonistas de los receptores H2 pueden ser una alternativa adecuada, debiéndose evitar la cimetidina51. - 20 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.2. B-BLOQUEANTES A. Ajenjo, P. Botija. V. Gosalbes, E. Vicente. RECOMENDACIONES 1. Todas las personas que hayan sufrido un SCACEST deben llevar tratamiento con un betabloqueante durante al menos un año, y probablemente de forma indefinida especialmente en paciente con disfunción ventricular izquierda. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) El uso de BB está bien establecido en el manejo del paciente post-infartado a largo plazo reduce la mortalidad total y el reinfarto en pacientes no seleccionados. La mortalidad se reduce en un 23 % de los pacientes tratados con BB frente a placebo, con un número necesario de pacientes a tratar para evitar un evento (NNT) de 84 en un año. No existen diferencias entre BB con o sin cardioselectividad. Los BB con actividad simpaticomimética intrínseca no muestran efectos positivos frente a los BB sin esta actividad52. Igual que los IECAs la duración exacta para continuar con el BB tras un IAM con función del ventrículo izquierdo normal no se ha determinado, además la evidencia no es concluyente sobre cuál es el tiempo óptimo de iniciación del tratamiento con BB después del IAM, ni del tiempo óptimo en que los pacientes después de un IAM deban suspender radicalmente el tratamiento con BB. Las últimas evidencias de calidad entre baja y moderada, tienen como objetivo identificar si el tratamiento con los BB es eficaz en los pacientes sometidos a las actuales terapias de reperfusión percutánea (PCI), y de ser así, cuál es el momento óptimo de inicio, ya que los paciente permanecen menor tiempo ingresados y la duración óptima del tratamiento. En pacientes post-infartados con disfunción sistólica del ventrículo izquierdo el tratamiento con BB reduce la mortalidad cardiovascular y el riesgo de desarrollar una insuficiencia cardiaca53. En pacientes con disfunción sistólica del VI tras un IAM la asociación de carvedilol a los IECAs reduce la mortalidad por todas las causas, también la cardiovascular por IAM no fatal y la combinación de mortalidad global y IAM no fatal 54. La mejor práctica médica es elegir un BB que haya demostrado su efectividad y seguridad en los EC (los BB no tienen efecto clase) y usar las dosis óptimas según los mismos en aquellos pacientes sin contraindicaciones absolutas se recomienda el uso precoz de BB tras un IAM en cuanto la persona esté hemodinámicamente estable55, siendo la dosis a emplear individualizada en cada paciente, de forma que bloquee la taquicardización con ejercicio o por estrés sin provocar efectos adversos. Continuar con un BB durante al menos 12 meses después de un IAM en personas sin disfunción del VI o insuficiencia cardiaca y de forma indefinida en las personas que presenten disfunción ventricular izquierda55. Introducir un BB a toda persona que haya tenido un IAM hace más de 12 meses y presenten disfunción ventricular izquierda estén o no sintomáticas55. - 21 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria RIESGOS Los efectos secundarios de los BB pueden aparecer hasta en un 24% de pacientes52 e incluyen disnea, broncoespasmo, bradicardia, hipotensión, disfunción eréctil, diarrea, astenia, manos y pies fríos, pesadillas, etc. Sin embargo, los efectos adversos importantes son infrecuentes y sólo una pequeña proporción de personas deben abandonar el tratamiento como consecuencia de los mismos56. En pacientes en los que se consideraban clásicamente contraindicados los BB (DM insulino dependiente, EPOC, ancianos, arteriopatía periférica, intervalo P-R hasta 0,24 seg) tras sufrir un IAM, las nuevas evidencias sugieren que los beneficios en la reducción de la mortalidad y reinfartos tendrían más peso que el riesgo de su uso, es decir, se beneficiarían de su utilización en la mayoría de los casos 57, 58. - 22 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.3. INHIBIDORES DE LA ENZIMA CONVERSORA DE ANGIOTENSINA (IECAs). Y ARA II C. Fluixá, A. Picó, R. Valero, M. Franch RECOMENDACIONES 1. Todos los pacientes que han sufrido un SCA independientemente del estado de su función ventricular izquierda, deben recibir tratamiento con un IECA. (Fuerza de Recomendación A, Nivel de evidencia 1) 2. En pacientes con intolerancia o en los que están contraindicados los IECAs, los ARA II constituyen una alternativa eficaz y segura a estos. (Fuerza de Recomendación A Nivel de evidencia 3) Una revisión sistemática y posterior metanálisis analizó de forma conjunta los datos de tres grandes estudios (SAVE, AIRE Y TRACE) que comparaban el empleo de IECA frente a placebo en pacientes que habían sufrido un síndrome coronario y presentaban diversos grados de disfunción ventricular59. El empleo de captopril, ramipril o trandolapril en estos pacientes reducía el riesgo de mortalidad en un 26 % (NNT 17 a 2 años), el de reingreso por insuficiencia cardiaca en un 27 % (NNT 28), y el de reinfarto en un 20 %, (NNT 43). El estudio HOPE60 publicado en el 2000 con 9541 pacientes con RCV elevado o ECV establecida mostró un beneficio significativo con 10 mg/día de ramipril frente a placebo, independientemente de las cifras de TA o de la FE del VI. El grupo de ramipril tuvo una menor incidencia de nuevos episodios de IAM, ictus y muerte y un número menor de casos de desarrollo de insuficiencia cardíaca. El estudio Europa61, realizado con 13.655 pacientes, fue la primera evidencia de la eficacia del empleo de IECA, en este caso perindropil, en pacientes con enfermedad coronaria estable y fracciones de eyección ventricular conservadas. Un posterior metanálisis62 demostró una reducción estadísticamente significativa de la mortalidad total del 14 % (95 % I.C 0.79 -0.93), de la mortalidad cardiovascular del 19 % (95 % I.C 0.73–0.90), de nuevos IAM en un 18% (95 % I.C 0.75 – 0.89) y de nuevos ictus en un 23 % (95 % I.C 0.66 – 0.88) con el empleo de IECAs en pacientes con cardiopatía isquémica estable sin síntomas o signos de insuficiencia cardiaca o disfunción ventricular. Otros estudios no han sido concluyentes si la fracción de eyección está conservada, pero hay consenso en que los IECA están indicados especialmente en el Síndrome Coronario Estable, sobre todo si coexiste hipertensión, fracción de eyección <=40%, DM2 o IRC63. Las dosis a utilizar deben ser las manejadas en los ensayos o las máximas toleradas por los pacientes, iniciando por dosis apropiadas e ir subiendo cada una o dos semanas hasta el máximo tolerado o la dosis objetivo. En prevención secundaria, los beneficios de los IECA son aditivos a los de los BB, debiéndose ofrecer incluso a los que tuvieron un IM hace más de 1 año63, 64. Está indicado asociar también, si no tienen insuficiencia renal significativa o hiperkaliema, un antialdosterónico en caso de tener una fracción de eyección ≤40 % o DM2, y siguen sintomáticos65. En pacientes con SCACEST se deben administrar IECA en las primeras 24 horas en caso de postinfarto de localización anterior, Insuficiencia Cardiaca o fracción de eyección <=40 % excepto contraindicación64 Los resultados de los estudios realizados con Antagonistas de los receptores de la Angiotensina: losartán (estudio Optimaal66), valsartán (estudio Valiant67), no han conseguido mejorar los resultados de los IECAS por lo que, en prevención secundaria, sus indicaciones se limitan a la intolerancia a los IECAS. - 23 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria En los estudios ASCOT68 (perindopril/amlodipino) y ACCOMPLISH69 (Benzenipril/amlodipino), se concluye el mayor beneficio de estas asociaciones en lugar de la monoterapia con IECA. El doble bloqueo del eje renina-angiotensina tampoco ha demostrado mejores resultados clínicos que los IECA solos, y se asocia con una mayor tasa de efectos secundarios, especialmente si además el tratamiento incluye un betabloqueante (ONTARGET70), por lo que no debe ofrecerse a aquellos pacientes que hayan sufrido un infarto excepto si hubiera otras razones para su combinación63. - 24 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.4.- ESTATINAS. A. Maiques, M. Franch, P. Montoya, A. Fornos RECOMENDACIÓNES 1. Todas las personas que han sufrido un infarto deben recibir tratamiento con estatinas a dosis altas (atorvastatina 40-80 mg, rosuvastatina 20-40 mg) a menos que existan contraindicaciones. (Fuerza de recomendación A, grado de evidencia 1). 2. En pacientes con CI crónica se recomienda tratamiento con dosis moderadas de estatinas (atorvastatina 10-20 mg, rosuvastatina 5-10 mg, simvastatina 2040 mg, pravastatina 40-80 mg) (Fuerza de recomendación A, grado de evidencia 1) El tratamiento con estatinas ha demostrado una reducción del riesgo cardiovascular consiguiendo prevenir la aparición de la cardiopatía isquémica, ictus isquémico y reducir la mortalidad total en pacientes que han padecido un infarto agudo de miocardio o, bien, están en la fase de un cardiopatía isquémica crónica y han sufrido un procedimiento de revascularización coronaria71, 72. En cuanto a la magnitud del efecto, las estatinas consiguen una reducción de la enfermedad cardiovascular con una relación lineal entre la reducción proporcional del número de episodios cardiovasculares totales y la reducción absoluta del colesterol LDL. Así, ajustando los resultados a una reducción de 1 mmol/L (38.6 mg/dl) de LDL, las estatinas a dosis estándar frente a placebo consigue una reducción proporcional de los episodios cardiovasculares de aproximadamente un 20% (RR 0,79; IC 95% = 0,77 – 0,81)73, 74, 75 Además, si se consigue reducir aún más el LDL, el riesgo cardiovascular sigue descendiendo. De esta forma, descensos adicionales del 1 mmol/L de colesterol LDL obtenidas en estudios que comparan estatinas a dosis estándar frente a dosis altas llegan a conseguir una reducción del riesgo del 20% (RR de episodios cardiovasculares de un 0,72; IC 95% 0,66 – 0,78). Este descenso del LDL se ha demostrado seguro desde LDL basales de 2,5 mmol/L y hasta reducciones de 0,5 mmol/L73. Los pacientes que han padecido un infarto de miocardio y, en general, los pacientes con cardiopatía isquémica estable o enfermedad cardiovascular son los que más se benefician del tratamiento con estatinas por su mayor riesgo cardiovascular. Además, la evidencia de los estudios que comparan dosis altas con dosis estándares son todos de prevención secundaria que incluyen pacientes con síndrome coronario agudo o de cardiopatía isquémica crónica. Todas las guías de práctica clínica para el tratamiento de la dislipemia clasifican a los pacientes con cardiopatía isquémica o enfermedad cardiovascular como de muy alto riesgo y en ellos de forma obligatoria, sino existen contraindicaciones, estaría indicado el tratamiento con estatinas. Adicionalmente, también todas las guías, recomiendan un tratamiento intensivo con estos fármacos, pero la definición de intensivo varía en las distintas guías: unas establecen un objetivo de reducción del LDL o un porcentaje de reducción del LDL con respecto a los valores basales y otras recomiendan una dosis establecida de estatinas sin tener en cuenta los valores de LDL (tabla 1). 63 La guía europea establece como objetivo de tratamiento un LDL < 70 mg/dl o una reducción del LDL con respecto a los valores basales de un 50%, mientras de la - 25 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria guía del ACC/ASC76 o la del NICE77 establecen un tratamiento con estatinas a dosis altas sin tener en cuenta el LDL alcanzado. Tabla 1. Resumen de las recomendaciones de las guías de práctica clínica para el tratamiento de la dislipemia en la enfermedad cardiovascular. Enfermedad cardiovascular Inicio tratamiento LDL (mg/dl) Objetivo tratamiento Porcentaje reducción LDL Dosis estatinas ESC ACC/AHA NICE ≥ 70 Todos Todos < 70 No considerado No considerado > 50% No considerado No considerado No considerado Altas dosis * si ≤ 75 años Moderadas dosis* estatinas si >75 años Atorvastatina 80 mg/día ** *Altas dosis: estatinas que reducen LDL > 50%; Dosis moderadas: reducen LDL entre un 30 50% ** Usar dosis más bajas si existe posibilidad de interacciones con otros fármacos, alto riesgo de efectos adversos o preferencias del paciente 63 ESC: Sociedad Europea de Cardiología ; ACC/AHA: American College of Cardiology/American 76 77 Heart Association ; NICE: National Institute for Health and Care Excellence . - 26 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 4.5 OTROS FÁRMACOS V. Gosalbes, P. Botija 4.5.1. Otros fármacos hipolipemiantes Dentro de otros fármacos hipolipemiantes distintos de las estatinas se incluyen a las resinas, los fibratos, los ácidos grasos omega 3, la ezetimiba y la niacina. 1. No se recomienda utilizar de manera sistemática: fibratos, resinas, acidos grasos omega 3 o niacina78. (Fuerza recomendación A, Nivel de evidencia 1) 2. No se recomienda utilizar la combinación de estatinas con fibratos, resinas, acidos grasos omega 3 o niacina78. (Fuerza recomendación A, Nivel de evidencia 1) 3. En pacientes con hipercolesterolemia familiar primaria, debe considerarse el tratamiento con ezetimiba en aquellos pacientes que no alcanzan cifras de control con estatinas o existe CI o intolerancia a las estatinas79. (Fuerza recomendación C, Nivel de evidencia 3) 4.5.2. Eplerenona 1. Aquellos pacientes con FEVI <40% y síntomas de IC (Insuficiencia cardiaca) o diabetes, deberían recibir eplerenona a dosis inicial de 25 mg al día los pacientes con SCA sin disfunción renal significativa o hiperpotasemia, en adición a IECA/ARA II y betabloqueantes (Fuerza recomendación A, Nivel de evidencia 1)55, 80 La eplerenona es un antagonista selectivo del receptor de la aldosterona. En el estudio EPHESUS65 se comparó el efecto a largo plazo de la eplerenona en 6.632 pacientes con IM y disfunción ventricular sistólica (fracción de eyección del ventrículo izquierdo ≤ 40%) con síntomas de insuficiencia cardiaca o disfunción sistólica aislada en diabéticos. La mortalidad en el grupo asignado a eplerenona fue en el primer año del 11,8%, frente al 13,6% en el grupo asignado a placebo, y al final del estudio (seguimiento medio de 16 meses) del 14,4 y el 16,7% respectivamente, lo que correspondió a una reducción de la mortalidad global del 15% (RR = 0,85; p = 0,008). La reducción de la mortalidad se produjo exclusivamente a expensas de una disminución del 17% en la mortalidad cardiovascular (RR = 0,83; p = 0,005). El beneficio de la administración de eplerenona fue independiente de que el paciente estuviese tratado con IECA/ ARA-II o betabloqueantes. A lo largo del estudio se observó una incidencia aumentada de hiperpotasemia (5,5 % en el grupo tratado con eplerenona y 3.9% en el grupo placebo; p = 0,002), aumentando ese riesgo en aquellos con aclaramiento de creatinina basales más bajos. También se produjo un incremento de los valores de creatinina que fue significativamente superior en el grupo de pacientes tratados con eplerenona (0,02 mg/dl en el grupo de placebo y 0,06 mg/dl en el de eplerenona; p < 0,001). El bloqueo de los receptores de aldosterona es seguro, pero deben realizarse controles frecuentes de las concentraciones de potasio plasmático. Su uso debe contraindicarse en pacientes con creatininas séricas basales > 2,5 mg/dl y/o niveles de potasio sérico basal > 5 mmol/L. 4.5.3. Fármacos antianginosos El uso de estos fármacos estaría indicado en el control de los síntomas anginosos en pacientes con Síndrome Coronario Agudo y cardiopatía isquémica estable. - 27 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Fármacos de primera elección 63, 81 1. Los fármacos de elección son: Beta-bloqueantes Antagonistas de calcio La utilización de un fármaco u otro dependerá de la patología concomitante del paciente. (Fuerza de recomendación A, Nivel de evidencia 1) 2. En el caso de pacientes con síntomas de angina tras un SCA será de elección los beta-bloqueantes, si no control de síntomas se añadirá antagonistas del calcio. Fármacos de segunda elección: 1. En pacientes que no toleran los beta-bloqueantes y antagonistas del calcio o bien si ambos están contraindicados, se pueden utilizar uno de los siguientes fármacos en monoterapia 63, 65 Nitratos de acción prolongada (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Ivabradina (Fuerza recomendación B, Nivel evidencia 2) Nicorandil (Fuerza recomendación B, Nivel evidencia 2) Ranolazina (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Trimetazidina (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Para la elección de un fármaco u otro deberá tenerse en cuenta la patología asociada y la relación coste-beneficio. 2. En pacientes con CI o intolerancia a beta-bloqueantes o antagonistas del calcio, cuyos síntomas no se controlen con la opción alternativa, se puede añadir uno de los siguientes fármacos 63, 65. Nitratos de acción prolongada (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Ivabradina (Fuerza recomendación B, Nivel evidencia 2) Nicorandil (Fuerza recomendación B, Nivel evidencia 2) Ranolazina (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Trimetazidina (Fuerza recomendación C, Nivel evidencia 3) Para la elección de un fármaco u otro deberá tenerse en cuenta la patología asociada y la relación coste-beneficio. Ivabradina es un antianginoso que pertenece a una nueva clase de fármacos que inhibe de manera selectiva y específica la corriente del nódulo sinoauricular. Por consiguiente reduce la frecuencia cardiaca en pacientes con ritmo sinusal, el consumo miocárdico de oxígeno y, en consecuencia, los síntomas anginosos. No tiene efecto sobre la contractilidad miocárdica, la conducción intracardíaca o la repolarización ventricular. En el estudio BEAUTIFUL82 con la participación de un total de 10.917 pacientes con enfermedad coronaria y disfunción ventricular izquierda. El tratamiento con ivabradina no consiguió una reducción significativa del objetivo principal compuesto (mortalidad cardiovascular, ingreso hospitalario por IM e insuficiencia cardiaca). Los acontecimientos adversos más frecuentes obtenidos de los ensayos clínicos fueron los síntomas visuales. Aproximadamente el 15 % presentaron fosfenos, siendo transitorios y motivando con poca frecuencia una interrupción del tratamiento. Nicorandil es un nitrato derivado de la nicotinamida. Tiene un mecanismo de acción doble que da lugar a la relajación del músculo liso vascular. La acción de apertura de los canales de potasio provoca vasodilatación arterial, lo que reduce la poscarga, mientras que el componente de nitrato promueve la relajación venosa y la reducción de la precarga. En el estudio IONA83 se observó una reducción de eventos coronarios en pacientes con angina estable, tratados con nicorandil. Se trata de un estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo. Su objetivo era determinar - 28 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria si el nicorandil podía reducir la frecuencia de los episodios coronarios en hombres y mujeres con angina crónica estable y tratamiento antianginoso estándar. Se siguieron 5126 pacientes durante una media de 1.6 años, observándose una reducción del 14% de los eventos coronarios (RR 0.86) Trimetazidina es un fármaco de acción metabólica a nivel mitocondrial que protege de la isquemia miocárdica aumentando el metabolismo de la glucosa respecto al de los ácidos grasos. En una revisión sistemática Cochrane84 se evaluó el uso de trimetazidina en la angina crónica estable incluyendo 23 estudios (1378 pacientes). La trimetazidina comparada con placebo disminuyó el número de episodios semanales de angina (diferencia de medias -1,44; IC del 95%: -2,1 a -0,79; p<0,0001), el consumo de comprimidos de nitroglicerina (-0,73; IC del 95%: -1,47 a -2,20; p<0,0001) y mejoró el tiempo de ejercicio para la depresión del segmento ST en 1 minuto (p= 0.0002). En la revisión no se obtuvieron datos respecto eventos cardiovasculares mayores ni mortalidad. En 2012 fue revisada por la EMA (European Medicine Agency)85 y la AEMPS (Agencia Española de medicamentos y productos sanitarios)86 estableciendo la contraindicación en pacientes con enfermedad de Parkinson y trastornos del movimiento, debiendo suspenderse en caso de aparición de estos. Ranolazina se trata de un fármaco de mecanismo de acción desconocido. Se han realizado varios ensayos clínicos aleatorizados frente a placebo para determinar la eficacia antianginosa de la ranolazina, pero solo un ensayo estableció su eficacia (estudio CARISA)87 demostró aumento del tiempo de ejercicio comparado con el placebo. No hubo sin embargo, diferencias entre las dos dosis de la ranolazina. El beneficio medio frente a placebo analizando los dos grupos de ranolazina fue de 23,9 segundos (0,40 minutos). Ningún estudio ha demostrado eficacia en resultados de morbimortalidad cardiovascular - 29 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5. CONTROL Y SEGUIMIENTO DE LOS FACTORES DE RIESGO CARDIOVASCULAR. 5.1 HIPERTENSION ARTERIAL. A. Pico, R. Valero, V. Gosalbes RECOMENDACIONES 1. Los Betabloqueantes son los fármacos de elección en el tratamiento de la HTA en pacientes con cardiopatía isquémica (Fuerza de Recomendación A. Nivel de evidencia 1) 2. Los pacientes que han sufrido un infarto agudo de miocardio y padecen HTA, con o sin disfunción ventricular, deben recibir tratamiento con inhibidores de la ECA. Si existe intolerancia a los mismos se utilizará un bloqueador de los receptores de la angiotensina II. (Fuerza de Recomendación A. Nivel de evidencia 1). 3. Los calcioantagonistas se pueden utilizar en los pacientes que han sufrido un IM si son necesarios para el tratamiento de la HTA. (Fuerza de Recomendación B. Nivel de evidencia 2). 4. Como alternativa a los betabloqueantes, en los pacientes hipertensos con cardiopatía isquémica, se pueden utilizar calcioantagonistas como: verapamilo, nifedipino GITS y amlodipino. (Fuerza de Recomendación B. Nivel de evidencia 2). 5. Los pacientes con angina estable, el tratamiento de elección son los betabloqueantes. Si es necesario, para el control de los síntomas o para alcanzar niveles objetivo de PA se asociará un calcioantagonista dihidropiridínico. (Fuerza de Recomendación B. Nivel de evidencia 2). 6. El tratamiento con diuréticos, es una alternativa válida, para asociar a otros fármacos y alcanzar objetivos de PA en la cardiopatía isquémica. (Fuerza de Recomendación C. Nivel de evidencia 3). 7. Las modificaciones de estilo de vida deben estar presentes desde el inicio como parte del tratamiento de los enfermos con cardiopatía isquémica e HTA. (Fuerza de Recomendación C. Nivel de evidencia 3). Los pacientes que han sufrido un IM o padecen una angina inestable, tienen un riesgo de un 5% o más al año, de padecer un nuevo infarto o de muerte por cardiopatía isquémica. Entre los factores de riesgo relacionados con la probabilidad de sufrir un nuevo evento se encuentra la HTA88, 89. El estudio INTERHEART (Effect of Potentially Modifiable Risk Factors associated with Myocardial Infarction in 52 countries) mostró que alrededor del 25% del riesgo de IAM atribuible a la población corresponde a la HTA 90. Los estudios epidemiológicos prospectivos demuestran que la presión arterial (PA) alta es un factor de riesgo de un segundo evento coronario o cardiovascular. Cuando la PA está elevada, al alta hospitalaria después de un infarto, el riesgo de eventos coronarios mortales o no mortales está aumentado91, 92. Según el estudio PROVE-IT-TIMI 22 el objetivo debería ser < 140 mm Hg y no < 110 mm Hg93 . Como fármacos se aconsejan betabloqueante-IECAS o ARA II aunque posiblemente sea necesaria la asociación para alcanzar los objetivos. - 30 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Según la Guía Europea de Prevención en Práctica Clínica de 2012 se considera la Presión de Pulso (TAS-TAD) como mejor predictor del riesgo de eventos cardiovasculares que la TAS o TAD individualmente. Asimismo, en estudios observacionales, se ha objetivado que la mortalidad por causa cardio y cerebrovascular aumenta de manera lineal a partir de cifras mayores de 115-75 mm Hg.14 En varios estudios observacionales, se ha detectado un aumento de los eventos cardiovasculares asociados PA bajas, lo que se conoce como curva en “J” de morbimortalidad relacionada con las cifras de PA. No se ha podido establecer cuál es el nivel inferior de PA, para disminuir los efectos adversos. Estudios realizados en pacientes con cardiopatía isquémica, como el ACTION94 y INVEST95 parecen confirmar un aumento del riesgo ligado a la hipotensión. El estudio ACCORD en hipertensos diabéticos96, y el AASK97, en pacientes de raza negra, con hipertensión y Enfermedad Renal Crónica, no mostraron beneficios en cuanto a reducir eventos cardiovasculares al bajar la TAS < 120 mm Hg comparando con bajarla < 140 mm Hg. También en el estudio INVEST, para los pacientes muy ancianos que han sufrido un IAM, el nivel óptimo de TA no se conoce, aunque podría ser > 140/90 mm Hg.98 Actualmente los estudios, evidencian que en nuestro país, más de la mitad de los pacientes con cardiopatía coronaria presenta HTA99. El grado de control de este factor de riesgo en pacientes con cardiopatía isquémica, está muy lejos de alcanzar niveles óptimos de control de la PA100. 5.1.1 BETABLOQUEANTES. Los betabloqueantes son los fármacos de primera elección en el tratamiento de la HTA en la cardiopatía isquémica. Aunque sólo hay evidencia de que mejoran el pronóstico en los pacientes con disfunción ventricular. Hay una disminución evidente de la morbilidad y mortalidad en pacientes que han sufrido un IM en el tratamiento en su fase aguda101. Se prefiere metoprolol o carvedilol, dado que nebivolol y bisoprolol, por eliminarse en parte por vía renal, deben de manejarse con cautela en la Insuficiencia Renal93. Todas las guías de práctica clínica establecen que los betabloqueantes son el pilar del tratamiento del paciente hipertenso con cardiopatía isquémica, en cualquiera de sus manifestaciones, por lo que se deben de administrar en todos los casos, salvo contraindicación explicita. 5.1.2 BLOQUEO DEL SISTEMA RENINA ANGIOTENSINA-ALDOSTERONA. Los inhibidores de la ECA (IECA) han aportado pruebas en la reducción en una quinta parte del riesgo de reinfarto o muerte súbita, en pacientes con insuficiencia cardiaca o disfunción ventricular izquierda102. Actualmente disponemos de varios ensayos clínicos que compara la eficacia de los IECA con Antagonista de los Receptores de la Angiotensina-II (ARA-II) en prevención secundaria; éstos no han demostrado ser más eficaces que los IECA, en la reducción de las tasas de muerte y otros eventos cardiovasculares adversos, entre los - 31 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria pacientes que habían tenido un IAM. Pueden considerarse una alternativa a los IECA en caso de intolerancia a estos66, 67. El estudio ONTARGET, con un diseño similar al estudio HOPE, no ha demostrado superioridad de telmisartan frente a ramipril70. En el mismo estudio se confirman las evidencias de otros estudios, en los cuales la asociación IECA+ARA-II, no aporta beneficios y si un aumento de los riesgos. Todos los pacientes que han sufrido un episodio coronario deben ser tratados con IECAS de forma progresiva desde el inicio, presenten o no disfunción ventricular asociada a betabloqueantes. En caso de intolerancia los ARA-II, son una alternativa eficaz y segura. 5.1.3 ANTAGONISTAS DE LOS CANALES DEL CALCIO. En prevención primaria se ha demostrado que aportan los beneficios similares a otros fármacos antihipertensivos como los IECA y diuréticos103. Algunos estudios en prevención secundaria de la cardiopatía isquémica demostraron que los antagonistas del calcio de vida media corta aumentan el riesgo de complicaciones cardiovasculares104. Posteriormente se han realizado estudios en formulación retardada que se ha demostrado su eficacia en el tratamiento del enfermo coronario estable. El estudio ACTION (A Coronary Disease Trial Investigating Outcome with Nifedipine GITS) se incluyó a pacientes con angina crónica estable aleatorizados con nifedipino GITS o placebo, asociados a su tratamiento habitual. No se observaron diferencias significativas en el objetivo primario (muerte, infarto agudo, angina refractaria, nueva insuficiencia cardíaca, ictus incapacitante y necesidad de revascularización arterial periférica)94 En los pacientes con angina crónica estable los calcioantagonistas, pueden utilizarse indistintamente como primera línea de tratamiento, junto a los betabloqueantes105. Los calcioantagonista no dihidropiridínicos (verapamilo y diltiazem) han demostrado reducir los eventos cardíacos y la mortalidad en infartados sin insuficiencia cardiaca106. En el estudio INVEST (International Verapamil-Trandolapril Study)95, realizado en hipertensos con cardiopatía isquémica crónica, el verapamilo demuestra ser una buena alternativa terapéutica a los bloqueadores beta, aunque debe tenerse en cuenta que el grupo de antagonistas del calcio recibió una mayor proporción de IECA, lo que podría influir en los resultados. Más reciente, la publicación de los resultados del estudio CAMELOT107, demuestra que amlodipino es más eficaz que enalapril, en enfermos normotensos con enfermedad coronaria estable a expensas de la reducción de la hospitalización por angina y la necesidad de técnicas de revascularización. Actualmente la recomendación es utilizar verapamilo o diltiazem en la cardiopatía crónica estable cuando hay contraindicación de los betabloqueantes. Los calcionatagonistas de vida media larga o de formulación retardada se recomiendan asociados a IECA o betabloqueantes cuando no se consigue el control de las cifras de PA. 5.1.4 DIURÉTICOS La espironolactona a dosis bajas ha demostrado su eficacia en la reducción de la mortalidad y el ingreso hospitalario en los pacientes con IAM complicado con - 32 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria disminución de la función ventricular o insuficiencia cardíaca, asociado al tratamiento con betabloqueantes y IECA108. La eplerenona también ha demostrado un efecto protector en la Insuficiencia Cardíaca65, y se puede usar como alternativa a la espironolactona14. El tratamiento con diuréticos tiazídicos es de primera elección en la mayoría de los hipertensos. En los pacientes con cardiopatía isquémica en los que a pesar del tratamiento con betabloqueantes y IECAS, no se consigue un control de la PA o de los síntomas de insuficiencia cardíaca se puede asociar un diurético dosis bajas de tiazidas en el primer caso o diuréticos de asa en el segundo. 5.1.5 LAS MODIFICACIONES EN EL ESTILO DE VIDA. Todas las guías de práctica clínica recomiendan las modificaciones de estilo de vida como parte esencial del tratamiento antihipertensivo, desde el inicio y junto con el tratamiento farmacológico. Se recomienda: bajar de peso si se padece sobrepeso u obesidad, hasta un IMC de < 25, y un circunferencia de la cintura <102 cm en varones y <88 cm en mujeres; consumir dieta rica en frutas y hortalizas, y productos lácteos bajos en grasa; baja ingesta de sal, menos de 6 gr al día109; ejercicio físico regular aeróbico, caminar media hora la mayor parte de los días de la semana; y realizar un consumo de alcohol moderado de entre 20 y 30 gramos día en los varones y 10-20 gr en las mujeres; todos los fumadores deben abandonar ese hábito90. 5.1.6 RIESGOS Se ha encontrado un aumento de la mortalidad entre aquellas personas con una PA diastólica baja110. Por otra parte en los ensayos clínicos en personas mayores donde se trata la HTA o la insuficiencia cardiaca, no se ha observado evidencia de una asociación en J de la PA diastólica y la mortalidad111. El tratamiento con beta-bloqueantes, puede producir principalmente dificultad respiratoria, broncoespamo, bradicardia y disfunción sexual. Los inhibidores de la ECA pueden producir tos, hipotensión y mareo. También Angioedema. El uso de calcioantagonistas de vida media corta se ha asociado a una mayor mortalidad y recidivas cardiopatía isquémica104. Si bien los ensayos con la formulación GITS en angina estable, no han demostrado estos efectos perniciosos94. Pueden producir cefalea y edemas maleolares, por vasodilatación. Diltiazem y Verapamilo pueden producir reaparición de la insuficiencia cardiaca, y/o bloqueo AV. Las tiazidas más los betabloqueantes son una efectiva combinación para reducir la tensión arterial, pero como ambas pueden aumentar los niveles de glucosa en sangre, esta combinación debe usarse con cuidado en pacientes con riesgo de desarrollar Diabetes Mellitus. Los antialdosterónicos pueden producir ginecomastia y disfunción sexual. Se puede minimizar disminuyendo la dosis de espironolactona o dar eplerenona, más selectiva. La hiperpotasemia IECAs o ARA II.112 también puede producirse, sobre todo si se añaden a - 33 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5.2.- TABAQUISMO. P. Botija, A. Ajenjo RECOMENDACIONES 1. Los pacientes que han sufrido un SCA deben abandonar el hábito tabáquico, ya que se produce una reducción significativa de la mortalidad. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 2. A todo paciente que fume se le debe aconsejar que lo abandone y se le ofrecerá asistencia para dejar de fumar con intervenciones breves y programas de abandono del tabaco en atención primaria y otros servicios de salud (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 3. Si el paciente es incapaz de dejar de fumar, se le ofrecerá apoyo farmacológico, siempre que no haya contraindicaciones y dentro de un programa de intervención global de abandono del tabaco. La terapia sustitutiva con nicotina puede ser recomendada en los fumadores importantes (más de 15 cigarros/día) como estrategia para dejar de fumar. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) Diferentes revisiones sitemáticas han demostrado una reucción de la mortalidad asociada al abanono del hábito tabáquico en pacientes con SCA 113, 114, 115 Los estudios observacionales encontrados demuestran que la mitad de los beneficios se obtienen en el primer año de haber dejado de fumar siguiéndose de una disminución más gradual del riesgo, alcanzando el mismo nivel de riesgo que los no fumadores al cabo de varios años de abstinencia116. El riesgo a los 2-3 años de los pacientes que dejan de fumar se iguala con el de los que nunca han fumado manteniéndose este beneficio en el tiempo117. Los beneficios obtenidos por el abandono del hábito tabáquico, son similares a los que se obtendrían del tratamiento con betabloqueantes en pacientes postinfartados118,119,120. Existe evidencia de que el consejo dado por los médicos, las intervenciones estructuradas de enfermería, así como el consejo (counselling) individual o en grupo resultan intervenciones efectivas para dejar de fumar. El consejo sencillo y breve de un médico para dejar de fumar puede aumentar la probabilidad de abandono del hábito tabáquico (RR =1, 66 ; IC 95%:1,42 a 1,94), en comparación con la no intervención 121. El consejo antitabaco adquiere especial importancia tras el diagnóstico de la enfermedad coronaria o previamente a la práctica de una prueba diagnóstica invasiva. La propia hospitalización se convierte en un estímulo para el paciente. En fumadores con enfermedad coronaria el mejor momento para intervenir es durante el tiempo de hospitalización122. El consejo deberá ser dado durante el programa de rehabilitación cardiaca y posteriormente deberemos reforzarlo desde el equipo de AP, aprovechando las sucesivas consultas123, 124, 55. Aconsejaremos enérgicamente al paciente que deje de fumar, insistiendo en que también lo haga el resto de la familia. Reforzaremos positivamente a aquellos que ya han abandonado el hábito tabáquico y ofreceremos nuestro apoyo, informando de los efectos perjudiciales del mismo a los que manifiesten su deseo de no dejarlo. En una revisión de Cochrane publicada125, se encontraron pruebas que apoyan la eficacia de las intervenciones psicosociales de más de un mes de duración, aunque no fue posible determinar el número de contactos mínimos necesarios. El efecto de las - 34 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria intervenciones psicosociales en el abandono del tabaco en pacientes con cardiopatía coronaria es de un NNT de 9,7, para que una persona logre la abstinencia después de un año. Las intervenciones de apoyo telefónico, terapias conductuales y autoayuda fueron todas eficaces. Las intervenciones más intensivas mostraron mayores tasas de abandono del hábito de fumar (OR 1,98; IC del 95%:1,59 a 2,65). Este mismo grupo realizó un metaánalisis en 2012, en el que concluyen que las intervenciones en las que se combina tratamiento farmacológico e intervención psicosocial aumenta el abandono del tabaco en comparación con una mínima intervención o consejo.(RR1.82,95% CI1.66 a 2.00) con una diferencia significativa moderada126. Según estos autores serían necesarios más estudios que comparen las diferentes estrategias de intervención psicosocial o la combinación de una estrategia psicosocial y un tratamiento farmacológico o el tratamiento farmacológico sólo. A todo paciente que fume y que haya expresado su deseo de abandonar el consumo de tabaco se le debe ofrecer consejo y apoyo intensivo e incluir en un programa de abandono de tabaco. Si el paciente no es capaz de seguir los consejos se le ofrecerá apoyo farmacológico teniendo en cuenta las circunstancias individuales de cada paciente, las contraindicaciones y el ámbito de trabajo del médico. Una revisión sistemática ha mostrado que la terapia sustitutiva con nicotina es efectiva como estrategia para dejar de fumar, sobretodo en los que fuman más de 15 cigarrillos al día. En este estudio se determinó la efectividad para dejar de fumar de los diferentes métodos de terapia sustitutiva con nicotina (chicles, parches, spray nasales, inhaladores y tabletas). Comparando el grupo control con el grupo de terapia sustitutiva con nicotina para el grado de abstinencia se obtuvo un RR de 1,58; IC 95%:(1,50-1,66). Los RR para cada forma de administración de nicotina fueron: 1,43 para el chicle, 1,66 para los parches, 1,90 para el spray nasal, 2 para las tabletas. En el caso de los fumadores con mayor dependencia hubo un beneficio significativo con 4 mg de chicle en comparación con los 2 mg (OR= 2,67, IC 95%=1,69-4,22). Solo se encontró un estudio en el que se comparaba la terapia sustitutiva con nicotina con otros fármacos, encontrándose que el bupropion fue significativamente más efectivo que los parches de nicotina o el placebo127. No hemos encontrado revisiones sistemáticas de bupropion ni de vareniclina utilizados en atención primaria para el abandono del tabaco en prevención secundaria de la cardiopatía isquémica., el bupropion y la vareniclina son opciones terapéuticas para ayudar a dejar de fuma dentro de un programa de abandono del tabaco128. En dos revisiones realizadas por Hughes et al129,130, sobre la evidencia de las diferentes medidas farmacológicas para dejar de fumar en población general, no se encontró evidencia consistente para los ansiolíticos. En esta revisión se encontraron tres ensayos que comparaban bupropion con vareniclina mostrando menores tasas de abandono con bupropion ,OR de 0,60, IC 95%( 0.46-0.78). No se ha mostrado evidencia consistente de los inhibidores de la recaptación de serototina (p.e fluoxetina) para ayudar a dejar de fumar. Se encontró un ensayo realizado con moclobemida y otro con venlafaxina, en ninguno se encontraron diferencias significativas en el abandono del tabaco a los 12 meses. - 35 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria RIESGOS En dos ensayos clínicos no se encontró ninguna evidencia de que la sustitución nicotínica mediante parches transdérmicos en personas con cardiopatía isquémica estable incremente la incidencia de eventos cardiovasculares131, 132, por lo que el uso de parches de nicotina en personas con cardiopatía isquémica parece seguro, tal y como han demostrado también otros estudios133 . - 36 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5.3. DIABETES MELLITUS A. Bonet, A. Jiménez, S. Zaragozá, V. Gosalbes RECOMENDACIONES 1. En pacientes con una corta evolución de la diabetes o una gran esperanza de vida sería razonable conseguir una hemoglobina glicada (HbA1c) ≤ 7%. (Fuerza de la recomendación B, nivel de evidencia 2) 2. Deben plantearse objetivos menos estrictos de HbA1c para pacientes con historia de hipoglucemia severa, expectativas de vida limitadas, complicaciones micro y macrovasculares avanzadas, o amplias comorbilidades, o en aquellos en los que los objetivos son difíciles de alcanzar a pesar de medidas terapéuticas intensivas (Fuerza de la recomendación B, nivel de evidencia 2) 3. Los pacientes con diabetes que han recibido terapia intensiva con insulina tras un IAM en el hospital, deben continuar con terapia intensiva a medio plazo (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 4. En pacientes con ECV la utilización de rosiglitazona está contraindicada, debiéndose utilizar con precaución la pioglitazona (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 2) Aunque estudios observacionales hayan demostrado una relación directa entre la HbA1C y ECV, los beneficios del control intensivo de la glucemia en la reducción de eventos cardiovasculares no se ha podido establecer de manera concluyente, ya que EC de larga duración que comparan los efectos del tratamiento intensivo versus estándar en el control de la glucemia sobre los eventos CV, no han podido establecer beneficios en pacientes de alto riesgo CV134, 135 Por lo cual, aunque la evidencia actual pone de manifiesto que si bien en algunos pacientes con DM de corta evolución y esperanza de vida elevada puede ser razonable establecer objetivos de control de la HbA1C< 7%, en pacientes con historia de hipoglucemia severa, expectativas de vida limitadas, complicaciones micro y macrovasculares avanzadas, o amplias comorbilidades parece razonable asumir un control de la HbA1C entre 7% y 9%136 En el estudio DIGAMI 137, 138 se demostró una disminución de la mortalidad en el grupo que recibió tratamiento intensivo con insulina (una infusión de glucosa insulina durante 24 horas seguida de insulina subcutánea cuatro veces al día durante al menos 3 meses) respecto al grupo con tratamiento estándar (insulina sólo cuando estaba clínicamente indicada); RA 19% vs 26 % a 1 año y 33% vs 44% a una media de 3,4 años; RR 0,72, IC95% 0,55 a 0,92; El NNT a los 3,4 años fue de 9. Esta mejora de la supervivencia fue más evidente en pacientes que no recibían insulina previamente y pertenecían al grupo de bajo riesgo (para ellos el NNT fue de 7 a los 3,4 años). Sin embargo, no queda claro en este estudio si el determinante más importante en la mejoría de la supervivencia de estos pacientes es la infusión precoz de insulina o el tratamiento intensivo de insulina subcutánea. Por otro lado, el estudio está realizado con población hospitalizada en las primeras 24 horas tras un IAM aunque posteriormente se realizó un tratamiento y seguimiento ambulatorio de al menos varios meses. - 37 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria RIESGOS El tratamiento con insulina aumenta el riesgo de hipoglucemia, sin embargo este riesgo fue más bajo que el observado con el tratamiento intensivo en personas con diabetes tipo 1 del DCCT en prevención primaria139. En el estudio UKPDS no se encontró evidencia de que algún tratamiento específico (insulina, sulfonilureas o metformina) aumentara el riesgo global de enfermedad cardiovascular140. En estudios realizados con pioglitazona, ésta parece asociarse con una reducción del riesgo de CI. Sin embargo, teniendo en cuenta el efectos secundario sobre la retención de líquidos y la posibilidad de precipitar una insuficiencia cardiaca el consenso advierte de los riesgos de IC de la pioglitazona135,136,141 - 38 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 5.4. OBESIDAD M. Franch, C. Fluixá, A. Fornos RECOMENDACIONES 1. A todos los pacientes que han sufrido un evento coronario se le debe recomendar la “dieta mediterránea” (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) 2. Debe recomendarse la reducción de peso en los pacientes obesos con CI (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1). En adultos, el sobrepeso se define como un Índice de masa corporal (IMC, peso (Kg)/talla (m2) entre 25 y 29,9 Kg/m2, y obesidad como un IMC ≥ 30Kg/m2. En población general, está bien establecido que individuos con sobrepeso y obesidad presentan un mayor riesgo de enfermedad y muerte de origen cardiovascular 142, 143, 144 . Un estudio realizado en nueve países europeos mostró que obesidad general y abdominal se asocian a un mayor riesgo de muerte145. Al parecer la obesidad es un factor de riesgo aterogénico independiente para la cardiopatía isquémica en los estudios a largo plazo146. Sin embargo, en los estudios realizados en un corto espacio de tiempo, el aumento de riesgo de la CI parece estar mediatizado por la influencia de la obesidad sobre otros factores de riesgo. La obesidad se asocia a un número importante de factores de riesgo cardiovascular sobre los que también tiene una influencia negativa: hipertensión arterial, dislipidemia (nivel sanguíneo elevado de cLDL, c No-HDL, triglicéridos, nivel bajo de c-HDL en sangre), resistencia a la insulina, intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus tipo 214. Por tanto, la reducción de peso, si existe sobrepeso u obesidad es un método para reducir otros factores de riesgo como la hipertensión arterial, la dislipemia o el metabolismo de la glucosa y juega un papel importante en la prevención secundaria cuando existen problemas cardíacos. Existen dos patrones de obesidad en función de la distribución de la grasa, de forma que la obesidad central de predominio abdominal comporta un mayor riesgo cardiovascular que la obesidad periférica147 El perímetro de la cintura (ATP IV148: 102 en varones y 88 cm en mujeres; IDF149 : 94 cm en varones y 80 cm en mujeres) es mejor indicador que la relación cintura/cadera, de la grasa visceral y de sus cambios con la pérdida de peso, así como del riesgo cardiovascular150. Sin embargo, en las últimas recomendaciones europeas, se concluye que no parece existir fuerte evidencia de que la medida del perímetro de cintura u otras medidas directas de la grasa deban sustituir a la medida del IMC en la práctica habitual14. Dada la influencia de la obesidad sobre el resto de factores de riesgo, el consejo dietético, aunque de efecto moderado, por su carácter multifactorial puede tener una repercusión importante sobre el riesgo cardiovascular global. Algunos estudios como el OSLO151, el OXCHECK152 y el British Family Heart Study153 han demostrado el beneficio de la intervención sobre los cambios dietéticos en AP. En un estudio de prevención secundaria (Lyon Diet Heart Study)154 se demostró el beneficio de la dieta mediterránea sobre el riesgo cardiovascular, y recientemente en prevención primaria, en el estudio español PREDIMED se demuestra la reducción de eventos cardiovasculares mayores en pacientes de alto riesgo cardiovascular con esta dieta suplementada con aceite de oliva virgen extra o nueces155. - 39 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Existen pocos estudios randomizados del efecto de la reducción de peso tras un evento coronario, los pacientes con sobrepeso probablemente se beneficiarán de un programa para su reducción. Cumpliendo una dieta y recomendaciones para el estilo de vida, los pacientes pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular de forma sustanciosa. Estas recomendaciones se verán potenciadas con la actividad física aeróbica regular156. En los pacientes con enfermedad coronaria establecida se sugiere la existencia de la llamada paradoja de la obesidad, ya que, si bien en población general la obesidad se asocia con un elevado riesgo de morbimortalidad de origen cardiovascular, en prevención secundaria la evidencia es contradictoria. Revisiones sistemáticas sobre pacientes con enfermedad coronaria establecida o tras intervención coronaria percutánea (IPC) sugieren que la obesidad se comporta como un factor protector frente a un pronóstico adverso. El mecanismo de la paradoja de la obesidad no está claro y se necesitan más estudios 157, 158. El tratamiento con medicación o cirugía bariátrica puede considerarse en pacientes seleccionados que no pueden alcanzar una adecuada disminución del peso con la modificación en los estilos de vida. Respecto a la cirugía, en una revisión se halló que es más efectiva que el tratamiento convencional. Ciertos procedimientos parece que producen mayor pérdida de peso que otros, pero este resultado se basa en un número muy pequeño de ensayos. Las pruebas sobre la seguridad de estos procedimientos comparados entre sí son aún menos claras. La información debe examinarse con cuidado debido a la deficiente calidad y al pequeño número de ensayos que comparan cada par de procedimientos159. Actualmente ningún fármaco o intervención quirúrgica ha demostrado tener un efecto beneficioso sobre la CI en pacientes con obesidad. OBJETIVO Mantener un balance energético apropiado, indicado por un IMC entre 18,5 y 24,9 y un perímetro de cintura menor de 102 cm en varones y de 88 cm en mujeres. INTERVENCIÓN El consejo dietético es una parte esencial en la prevención secundaria de la CI. Los fundamentos del mismo son la información sobre la dieta habitual del paciente y la identificación de errores en la misma. El consejo debe centrarse en la persona (preferencias y necesidades) y suele ser necesario intentar el cambio en toda la familia55. La disminución de la ingesta calórica con un apropiado balance entre la actividad física, el ejercicio estructurado, la ingesta calórica y los programas de cambio del comportamiento si están indicados constituyen la piedra angular del tratamiento. La ingesta energética debería limitarse a la energía necesaria para mantener u obtener un peso saludable (IMC menor de 25 Kg/m2 ). 1. 2. 3. 4. 5. 6. Recomendaciones dietéticas160, 161: Los ácidos grasos saturados deben constituir menos del 10% del total de energía ingerida, siendo reemplazados por ácidos grasos poliinsaturados Ácidos grasos TRANS deben constituir menos del 1% del total de energía ingerida Consumo de sal menor de 5grs/día Consumo de fibra de 30-45 gr por día, procedente de productos integrales, frutas y verduras. Consumo de 200gr de fruta al día (2-3 piezas) Consumo de 200gr de verduras al día (2-3 raciones) - 40 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 7. Consumo de pescado, al menos, dos veces por semana. Uno de ellos debe ser pescado graso. 8. Consumo de alcohol debería ser limitado a 2 unidades por día (20gr/día) en varones y una unidad por día (10gr/día) en mujeres no embarazadas. Este consejo dietético debe reforzarse con consejo sobre actividad física aeróbica regular adaptada a cada paciente: a ser posible un mínimo de 30 minutos de ejercicio aeróbico cada día. Se considera aceptable hasta conseguir el objetivo propuesto, la reducción de 0,51 Kg por semana o bien una disminución del 5-10% del peso original. - 41 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 6. REHABILITACION CARDIACA INTEGRAL V. Gosalbes, A. Fornos, P. Montoya 6.1. EJERCICIO FÍSICO. RECOMENDACIONES 1. A todos los pacientes que han sufrido un SCA se les debe de ofrecer un programa de rehabilitación cardiaca con un componente de ejercicio (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1). 2. En estos pacientes, y previa a la prescripción de ejercicio, debe valorarse el riesgo mediante la realización de una prueba de esfuerzo y su historial de actividad física (fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 2). Prueba de esfuerzo limitada por síntomas tras la estabilización. En casos seleccionados prueba de esfuerzo sub-máxima (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 3). 3. En pacientes con cardiopatía isquémica estable se debe evaluar la capacidad de ejercicio y el umbral de isquemia mediante una prueba de esfuerzo limitada por síntomas. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 3). 4. Pacientes con cardiopatía isquémica estable deben realizar ejercicio físico de intensidad moderada a vigorosa al menos 3 dias por semana, y al menos 30 minutos por sesión. (Fuerza de la recomendación A, nivel de evidencia 1) El ejercicio físico es una faceta fundamental en los Programas de Rehabilitación Cardiaca Integral, no sólo como recuperación del deterioro producido tras un IAM, sino porque el ejercicio regular protege frente a nuevos eventos cardiovasculares 162, 163. Una revisión Cochrane164 en la que se incluían 10.794 pacientes comparaba los beneficios de la rehabilitación cardiaca (RC) frente al cuidado habitual. A largo y medio plazo (más de 12 meses de seguimiento) la RC disminuía la mortalidad total (RR 0.87, (IC 95 % 0.75 – 0.99), la mortalidad cardiovascular (RR 0.74, IC 95 % 0.63 – 0.87) y a corto plazo (menos de12 meses de seguimiento) los nuevos ingresos hospitalarios (RR 0.69, IC 95 % 0.51 – 0.93). Paradójicamente la RC no reducía el riesgo de nuevos infartos de miocardio, by-pass o ICP. RIESGOS La incidencia de eventos coronarios en los programas de rehabilitación cardiaca es baja, así la incidencia de parada cardiaca se estima en 1/112.000 pacientes-hora, los eventos cardiovasculares mayores entre 1/ 50.000 y 1/120.000 pacientes-hora, la de IAM no fatal en 1/294.000 pacientes-hora y la mortalidad entre 1/350.000 y 1/784.000 pacientes/hora165,166. CARACTERÍSTICAS La rehabilitación cardiaca realizada en el hogar o en la comunidad puede ser tan efectiva como la rehabilitación cardiaca realizada en el hospital. Una revisión Cochrane167 comparó la efectividad de programas de rehabilitación cardiaca domiciliaria frente a la realizada en centros especializados. Se analizaron los datos de 12 ensayos clínicos que incluían casi 12.000 pacientes, la mayoría de ellos varones y de bajo riesgo después de haber sufrido un infarto de miocardio. No se encontraron diferencias significativas en el cociente de riesgo de mortalidad, eventos cardiacos, - 42 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria capacidad de ejercicio o en el control de los factores de riesgo cardiovascular modificables. La rehabilitación realizada a nivel domiciliario puede tener una relación coste-efectividad tan favorable como la realizada en el hospital168. Se recomiendan ejercicios aeróbicos: caminar, bicicleta, jogging, natación, etc,169. También podemos incluir también actividades de la vida diaria como andar enérgicamente, subir escaleras, jardinería y otras actividades recreativas. Una actividad física de intensidad moderada se define en términos relativos como aquella que se realiza entre 40 y el 59 % de la frecuencia cardiaca de reserva (FCR), o a un nivel 5 -6 de la escala CR 10 de Borg (Tabla 1). La FCR se define como la diferencia entre la frecuencia cardiaca en reposo y la frecuencia cardiaca máxima de un sujeto. La intensidad vigorosa es aquella que se realiza entre el 60 – 85 % de la FCR o a un índice de esfuerzo percibido de 7 -8 en la escala CR 10 de Borg. (Tabla 1) Recientemente se ha propugnado también la práctica de ejercicios de potencia 2 – 3 veces por semana, empleando 8 – 10 ejercicios de grande grupos musculares contra resistencia. Las dos primeras semanas la resistencia no debe superar el 30 – 40 % del one-repetition máximum (1RM). Posteriormente se va incrementado este porcentaje paulatinamente hasta alcanzar el 70 -80%170. Tabla 1: Escala de intensidad percibida de ejercicio 10 9 7 -8 4- 6 2 -3 1 ESCALA DE BORG CR10 Máximo esfuerzo Sientes que es imposible continuar Sin aliento, no puedes hablar. Actividad muy intensa Muy difícil mantener la intensidad del ejerció Apenas puede mantener la respiración y decir una palabra Actividad intensa A punto de empezar a ser molesta Comienza a faltar la respiración, puedes decir una frase Actividad moderada Sientes que puedes realizar ejercicio durante horas Respiración pesada, puedes mantenter una conversación corta Actividad ligera Te sientes que puedes mantenerla durante horas Sin problemas para respirar o mantener una conversación Actividad muy ligera Ver televisión, dormir, conducir - 43 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Tabla 2: Criterios para actividad gradual después del alta hospitalaria. Primera semana (2-3 Mets) Segunda semana ( 4 mets) - Actividades ligeras a realizar sentado. - Incremento de la actividad social. - Andar 3-5 Km/h. en terreno llano. - Andar 1-3 Km/h. en terreno llano. - Bicicleta estática a velocidad lenta, sin - Bicicleta estática a velocidad moderada, resistencia. sin resistencia. - Trabajo de casa ligero. - Incremento del trabajo doméstico. - Higiene personal. Tercera semana (5 Mets) Cuarta semana (6 mets) - Conducir acompañado de otro - Conducir solo conductor - Jardinería ligera - Incremento del trabajo doméstico. - Incremento de la actividad social y del - Relaciones sexuales. hogar. - Incremento de las relaciones sociales - Andar 6 Km/h. - Andar 5 Km/h. - Bicicleta estática a velocidad moderada - Bicicleta estática, velocidad moderada con resistencia moderada. con resistencia leve. - Jugar al golf, tenis (dobles). - Levantar pesos (hasta 4-5 Kg.) Tomado de Tratamiento de la Cardiopatía Isquémica por el Médico General. Programa Andreu de Actualización en Cardiología. 6.2. ABORDAJE ASPECTOS PSICOLÓGICOS 1. Debe realizarse una intervención multifactorial conductual que incluya una educación sanitaria integrada, ejercicio físico y terapia psicológica para abordar los factores de riesgo psicosociales y el afrontamiento de la enfermedad a los pacientes que han padecido un IAM. (Fuerza recomendación A, Nivel de evidencia 1) 2. Tras un IAM, en pacientes diagnosticados de depresión debe iniciarse tratamiento farmacológico cuando esté indicado, con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina de forma segura y efectiva, porque a pesar de que no existen resultados concluyentes respecto a la reducción de las tasas de morbi/mortalidad a nivel cardiovascular, presentan un beneficio clínico para el paciente. (Fuerza de Recomendación A, Nivel de evidencia 2) 3. Debe descartarse ansiedad y/o depresión, utilizando los test adecuados en todos los pacientes que presenten cardiopatía isquémica. (Fuerza Recomendación B, Nivel de evidencia 2) La depresión es una causa importante de discapacidad en los países desarrollados y aparece de forma frecuente en los pacientes que han sufrido un IAM. Varios estudios observacionales han demostrado la asociación entre la depresión y los eventos cardiovasculares. En un metaanálisis171 se demostró un 81% más de incidencia de eventos isquémicos entre los pacientes que presentaban síntomas depresivos. Estimándose que aproximadamente un 20% de los pacientes con enfermedad coronaria demostrada mediante angiografía y un porcentaje similar de pacientes que se han recuperado de un IAM reciente presentan depresión como comorbilidad172, por ello es importante realizar un test de cribado durante la consulta, realizando las preguntas necesarias que nos permitan detectar la presencia de estos trastornos para iniciar el tratamiento adecuado. - 44 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria A pesar de la asociación que existe entre la depresión y los eventos cardiovasculares, ningún ensayo clínico ha podido establecer una reducción del riesgo cardiovascular en aquellos pacientes que han sufrido un IAM y que reciben tratamiento psicológico o farmacológico. El estudio ENRICHD173 (Enhancing Recovery in Coronary Heart Disease) realizado con inhibidores de la recaptación de la serotonina demostró una mejoría de los síntomas depresivos, sin mejorar la supervivencia libre de eventos cardiovasculares tras 24 meses de seguimiento. Mientras llegan resultados concluyentes que demuestren que el tratamiento de la depresión supone una mejoría del pronóstico de la enfermedad cardiovascular, es importante ofrecer a los pacientes que han sufrido un IAM, tratamiento tanto psicológico como farmacológico, cuando esté indicado, ya que presenta varios beneficios clínicos, como la mejora de la calidad de vida, mejora de los síntomas ansiosos y/o depresivos, además de mejorar la adherencia al tratamiento, entre otros. 6.3. OTROS ASPECTOS. 6.3.1. Reincorporación laboral Los datos de reincorporación laboral (RL) tras un infarto de miocardio (IM), varían mucho de unos países a otros e incluso dentro de un mismo país pueden variar entre las diferentes comunidades, sin duda por la influencia de factores socioeconómicos. La mayoría de los pacientes de bajo y medio riesgo podrían reincorporarse a las 10 semanas del Infarto de miocardio, mientras que los de alto riesgo cardiológico precisan evaluación más específica por si no fuera compatible con la actividad laboral del paciente174. Los periodos recomendados para la vuelta al trabajo son: Post Angioplastia y colocación de Stent, a las 3-4 semanas. Post cirugía coronaria, a los 3 ó 4 meses. Post-trasplante cardíaco de 6 a 12 meses. Por lo cual es importante insistir y animar al paciente en este sentido, para que excepto aquellos pacientes que realicen trabajos físicos muy pesados o actividades con riesgo para terceros, se reincorporen a su trabajo habitual entre los 3 y los 6 meses del episodio agudo, teniendo en cuenta los requerimientos energéticos de cada profesión (Tabla 6). Idealmente en los casos en los que el trabajo del paciente suponga una sobrecarga física o psíquica se recomienda un cambio en el puesto de trabajo; cuestión en la que la empresa, sindicatos y Administración juegan un papel fundamental. Tabla 6: Requerimientos energéticos según profesiones. PROFESIÓN Recepcionista Profesional activo Operario fábrica Minero METs PROFESIÓN 1.0-2.5 Administrativo 1.5-4.0 Ama de casa de 3.5-5.5 Granjero 4.0-9.0 Trabajador fundición METs PROFESIÓN 1.5-3.0 Profesional sedentario 1.5-4.5 Cartero METs 1.5-3.5 3.5-7.5 Albañil 4.0-8.5 de 4.0-9.0 MET: Equivalente metabólico igual a 3,5 ml O2/kg/min - 45 - 2.5-5.0 Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 6.3.2. Relaciones sexuales. Con respecto a las relaciones sexuales, se ha estimado que la incidencia de alteraciones sexuales en pacientes que han padecido un IAM es del 50-75%175 y a menudo estos no son explicitados por el paciente, por lo cual el médico, si el paciente no lo hace, debe abordar el tema e indicar que puede reiniciar la actividad sexual después de la 4ª semana del evento coronario, aconsejando que se realice con su pareja habitual y nunca después de una comida copiosa. En muchas ocasiones la demostración objetiva de que, durante el entrenamiento, son capaces de realizar ejercicios con gastos energéticos superiores al acto sexual, facilita recuperar la vida sexual al sentirse el paciente más seguro. Es importante ofrecer esta información también a la pareja, que con frecuencia es quien más miedo tiene a que se desencadene una nueva crisis durante la actividad sexual. A este respecto, la presencia de la pareja, durante el entrenamiento, puede eliminar los temores que pudiera tener a que ocurra algún accidente durante el acto sexual. También se debe informar de los posibles efectos secundarios de los fármacos sobre la actividad sexual (BB y diuréticos). Finalmente debe descartarse una disfunción eréctil y ofrecer tratamiento adecuado si se diagnostica55, 176. Respecto al uso del sildenafilo en RECOMENDACIONES respecto a su uso55,177: pacientes, existen las siguientes 1. El sildenafilo está completamente contraindicado en pacientes en tratamiento con nitratos de acción lenta o utilización de nitratos de acción corta debido al riesgo de desarrollar hipotensiones graves. 2. En pacientes con enfermedad coronaria estable, cuya única contraindicación sea el posible uso de nitratos de acción corta y cuyo uso no sea previsible, el médico y el paciente deben valorar cuidadosamente los riesgos y beneficios del tratamiento con sildenafilo. En aquellos pacientes que requieran nitratos de acción corta para la realización de ejercicios de moderada intensidad, el sildenafilo no debería utilizarse. 3. Todos los pacientes en tratamiento con nitratos deberán ser informados sobre las interacciones con sildenafilo. 4. Los pacientes deben ser advertidos de la contraindicación de tomar sildenafilo en las 24h tras la toma de un nitrato, incluida la nitroglicerina sublingual. 5. Los pacientes con tratamiento múltiple antihipertensivo, deberán ser advertidos de la posible hipotensión inducida por el sildenafilo. La monitorización de la TA previa al uso del sildenafilo podría identificar a aquellos pacientes susceptibles de reacciones hipotensivas. - 46 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria INFORMACIÓN SOBRE LOS AUTORES y DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES: Todos los participantes en el desarrollo de esta GPC han declarado la ausencia de conflicto de intereses en esta guía. Los conflictos de los últimos 5 años son: Mª Asunción Ajenjo Navarro, médico de familia, Centro de salud Paterna. Departamento 6. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en cursos para la EVES, he impartido talleres en congresos nacionales, y colaborado en trabajos de investigación financiados por Sociedades e Instituciones Científicas (SEMFyC) Alvaro Bonet Plá, médico de familia, Centro de salud Valencia-Salvador Pau, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en cursos, presentado ponencias y colaborado en trabajos de investigación financiados por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana, Sociedades e Instituciones Científicas, Colegios de Médicos y por la Industria Farmacéutica (MSD, Novartis, Lilly). Mª Pilar Botija Yagüe, Médico de familia, Centro de salud Valencia- Benimaclet, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. He recibido ayuda para asistencia a Curso actualización de Diabetes (Barcelona 2013, Novartis). Carlos Fluixá Carrascosa, médico de familia, Centro de salud Valencia- Benimaclet, Departamento 5. Consellería de Sanidad de Valencia. He participado como docente en cursos y presentado ponencias financiados por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana, Sociedades e Instituciones Científicas y Colegios de Médicos. He participado en trabajos de investigación financiados por la industria farmacéutica (Estudio PAULA –Bayer-, Estudio AGORA –Pfizer-). Antonio Fornos Garrigós, Médico de Familia, Centro de Salud de Picanya, Departamento 9. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en cursos, presentado ponencias y colaborado en trabajos de investigación financiados por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana, Sociedades e Instituciones Científicas, Colegios de Médicos y por la Industria Farmacéutica (MSD, Pfzzer, Novartis, Boheringer-Ingelheim, B.M.S., G.S.K., Novo Nordisk) María Franch Taix, médico de familia, Centro de salud Valencia-Trinitat, Departamento 7. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en cursos y presentado ponencias financiadas por la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana, Sociedades e instituciones científicas. He colaborado en trabajos de investigación financiados por la industria farmacéutica (Boheringer.Ingelheim). He recibido ayuda de la industria farmacéutica para la asistencia a congresos (Novartis, Grünenthal, Almirall) Victoria Gosalbes Soler, médico de familia, Centro de salud Valencia- Salvador Pau, Departamento 5. Conselleria de Sanitat de Valencia. He recibido ayudas para asistencia a Congresos de Novartis (Jornadas Pneumólogicas-2013) y Almirall (Congreso Comunicación-2014) Ana Jiménez Martinez. Médico de familia. Centro de salud Alginet. Departamento 11. Conselleria de Sanitat de Valencia. No tengo conflictos de interés que declarar. Antonio Maiques Galán, médico de familia, Centro de salud Manises, Departamento 23. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como ponente en una actividad financiada por Astra y he colaborado en la elaboración de “Aspectos prácticos de la aplicación de la guía europea” (MSD) - 47 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Patricia Montoya Lapuente, Médico de familia del C.S de Teulada- Moraira. Marina Salud. Departamento 13. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en Talleres organizados por Sociedades Científicas. Amparo Picó Casanova, Médico de familia, Centro de salud Onil, Departamento 15. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado como docente en cursos, presentado ponencias y colaborado en trabajos de investigación, así como asistido a congresos financiados por la Conselleria de Sanitat de Valencia, Sociedades e Instituciones Científicas y por la Industria Farmacéutica (MSD, Sankio, Novartis, Pfizzer, Esteve, Sanofi y Astra Zeneca). Rosa Ana Valero Valero, Médico de Familia, Centro de Salud La Fábrica, Alcoy, Departamento 15, Agencia Valenciana de Salut, Conselleria de Sanitat de Valencia. He colaborado en trabajos de investigación financiados por la Conselleria de Sanitat de Valencia, y por la Industria Farmacéutica (Pfizer, Daiichi Sankyo, Nutricia). Manuela Vicente Cañizares, médico de familia, Centro de salud Paterna, Departamento 6. Conselleria de Sanitat de Valencia. No tengo conflicto de interés. Salvador Zaragoza Pérez. Médico de Familia. Consultorio Auxiliar Carretera de Artes Valencia. Departamento 10. Conselleria de Sanitat de Valencia. He participado en trabajos de investigación financiados por la industria farmacéutica (Estudio Paula – Bayer-). - 48 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 1 Ebell MH, Siwek BD, Weiss BD, Wolff SH, Susman J, Ewigman B, et al. Strength of Recommendation taxonomy (SORT): a patient-centered approach to grading evidence in the medical literature. Am Fam Physician. 2004;69:548-56. 2 Collaborative meta-analysis of randomised trials of antiplatelet therapy for prevention of death, myocardial infarction, and stroke in high risk patients. BMJ 2002;324:71 3 Baigent C, Blackwell L, Collins R et al. Aspirin in the primary and secondary prevention of vascular disease: collaborative meta-analysis of individual participant data from randomised trials. Lancet 2009; 373: 1849-60 4 Pignone M, Rihal C, Ltd B. Secondary prevention of ischaemic cardiac events. En: Clin Evid 2003; 10: 188-230. 5 CAPRIE Steering Committee. A randomised, blinded, trial of clopidogrel versus aspirin in patients at risk of ischaemic events (CAPRIE). Lancet. 1996;348:1329 –1339. 6 The Anturane Reinfarction Trial Research group. Sulfinpyrazone in the prevention of cardiac death after myocardial infarction: The Anturane Reinfarction Trial. N Engl J Med 1978; 289-300. 7 Report from the The Anturane Reinfarction Italian Study. Sulfinpirazine in post myocardial infarction. Lancet 1982; 1: 237-48. 8 Klimt CR, Knatterud GL, Stamler J, Meier P. Persantine-Aspirin Reinfarction Study. Part II: Secondary coronary prevention with persantine and aspirin. J Am Coll Cardiol 1986; 7: 251-69. 9 Gent M, Blakely JA, Easton JD, Ellis DJ, Hachinski VC, Harbison JW et al. The Canadian American Ticlopidine Study (CATS) in thromboembolic stroke. Lancet 1989; 1: 1215-20. 10 Hass WK, Easton JD, Adams HP, Prysephillips W, Molony BA, Anderson S et al. Randomized trial comparing ticlopidine hydrichloride with aspirin for the presentation of stroke in high risk patients. N Engl J Med 1989; 321- 501-7. 11 Janzon L, Bergqvist D, Boberg J, Boberg M, Eriksson I, Lindgärde F et al. Prevention of myocardial infarction and stroke in patients with intermitent claudication; effects of ticlopidine: Results from STIMS, the Swedish Ticlopidine Multicenter Study. J Intern Med 1990; 227: 301-8. 12 Yusuf S, Zhao F, Mehta SR, Chrolavicius S, Tognoni G, Fox KK et al. Effects of clopidogrel in addition to aspirin in patients with acute coronary syndromes without ST-segment elevation..N Engl J Med 2001; 345:494-502 13 Chen ZM, Jiang LX, Chen YP, Xie JX, Pan HC, Peto R, Collins R, Liu LS. Addition of clopidogrel to aspirin in 45,852 patients with acute myocardial infarction: randomised placebocontrolled trial. Lancet 2005;366:1607–1621. 14 Perk J, De Backer G, Gohlke H, Graham I, Reiner Z, Verschuren M et al. European Guidelines on cardiovascular disease prevention in clinical practice (version 2012): The Fifth Joint Task Force of the European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease Prevention in Clinical Practice. Eur Heart J 2012; 33: 1635-701. 15 Wiviott SD, Braunwald E, McCabe CH, Montalescot G, Ruzyllo W, Gottlieb S, Neumann FJ, Ardissino D, De Servi S, Murphy SA, Riesmeyer J, Weerakkody G, Gibson CM, Antman EM. Prasugrel versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes. N Engl J Med 2007;357:2001–2015. 16 Wallentin L, Becker RC, Budaj A, Cannon CP, Emanuelsson H, Held C, et al for the PLATO investigators. Ticagrelor versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes. N Engl J Med 2009;361:1045–1057 17 Fiore LD, Ezekowitz MD, Brophy MT, Lu D, Sacco J, Peduzzi P et al, for the Combination Hemotherapy and Mortality Prevention (CHAMP) Study Group. Department of Veterans Affairs Cooperative Studies Program clinical trial comparing combined warfarin and aspirin with aspirin alone in survivors of acute myocardial infarction. Primary results of the CHAMP study. Circulation 2002; 105-: 557-63. 18 Annad SS, Yusuf S. Oral anticoagulation therapy in patients with coronary artery disease: a meta-analisis. JAMA 1999;282: 2058-67. 19 Hurlen M, Abdelnoor M, Smith, P, Erikssen J, Arnesen, H. Warfarin, Aspirin, or Both after Myocardial Infarction. N. Engl J. Med, Vol 347 (13). September 26, 2002. 969-74. 20 Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN). Prophylaxis of venous thromboembolism. Edinburg: SIGN; 2002. (SIGN publication nº 62). - 49 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 21 Guyatt GH, Akl EA, Crowther M, Gutterman DD, Schuünemann HJ for the American College of Chest Physicians Antithrombotic Therapy and Prevention of Thrombosis Panel: Executive Summary: Antithrombotic Therapy and Prevention of Thrombosis, 9th ed: American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines. Chest.2012;141(2)(suppl):7S47S. 22 Serebruany VL, Steinhubl SR, Berger PB, Malinin AI, Baggish JS, Bhatt DL, et al. Analysis of risk of bleeding complications after different doses of aspirin in 192,036 patients enrolled in 31 randomized controlled trials. Am J Cardiol 2005;95(10):1218-22. 23 Derry S, Loke YK. Risk of gastrointestinal hemorrhage with long-term use of aspirin: metaanalysis. BMJ 2000;321:1183-7. 24 Dyspepsia: Management of dyspepsia in adults in primary care. NICE clinical guidance 17 (2004). www.nice.org.uk/CG017. 25 Scottish Intercollegiate Guidelines Network (SIGN). Antithrombotics: indications and management.Edinburgh: SIGN; 2012. (SIGN publication no. 129). [August 2012]. Available from URL: http://www.sign.ac.uk 26 Savage MP, Goldberg S, Bove AA, Deutsch E, Vetrovec G, Macdonald RG, Bass T, Margolis JR, Whitworth HB, Taussig A. Effect of thromboxane A2 blockade on clinical outcome and restenosis after successful coronary angioplasty. Multi-Hospital Eastern Atlantic Restenosis Trial (M-HEART II). Circulation 1995 Dec 1;92:3194-200 27 Shamir R Mehta MD, Salim Yusuf DPhil,Ron JG Peters MD,Michel E Bertrand,Basil S Lewis MD,Madhu K Natarajan MD,Klas Malmberg MD,Prof Hans-Jürgen Rupprecht MD,Feng Zhao MSc,Susan Chrolavicius BA,Ingrid Copland,Prof Keith AA Fox MBChB,for the Clopidogrel in Unstable angina to prevent Recurrent Events trial (CURE) Investigators Effects of pretreatment with clopidogrel and aspirin followed by long-term therapy in patients undergoing percutaneous coronary intervention: the PCI-CURE study. The Lancet 2001;358: 527-533 28 James SK, Roe MT, Cannon CP, Cornel JH, Horrow J, Husted S, Katus H, Morais J, Steg PG, Storey RF, Stevens S, Wallentin L, Harrington RA. Ticagrelor versus clopidogrel in patients with acute coronary syndromes intended for noninvasive management: substudy from prospective randomised PLATelet inhibition and patient Outcomes (PLATO) trial. Br Med J. 2011;342:d3527. 29 Steven R. Steinhubl, MD; Peter B. Berger, MD; J. Tift Mann III, MD; Edward T. A. Fry, MD; Augustin DeLago, MD; Charles Wilmer, MD; Eric J. Topol, MD; for the CREDO Investigators. Early and Sustained Dual Oral Antiplatelet Therapy Following Percutaneous Coronary InterventionA Randomized Controlled Trial. JAMA. 2002;288(19):2411-2420. doi:10.1001/jama.288.19.2411. 30 Angiolillo DJ, Ferreiro JL. Inhibición del receptor plaquetario P2Y12 de adenosina difosfato plaquetario: efectos beneficiosos y limitaciones de las estrategias terapéuticas actuales y perspectivas futuras. Rev Esp Cardiol. 2010;63:60-76. 31 Wright RS, Anderson JL, Adams CD, Bridges CR, Casey DE, Ettinger SM, et al. 2011 ACCF/AHA Focused Update of the Guidelines for the Management of Patients With Unstable Angina/Non-ST-Elevation Myocardial Infarction (Updating the 2007 Guideline): a report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2011;123:2022-60. 32 Levine GN, Bates ER, Blankenship JC, Bailey SR, Bittl JA, Cercek B, et al. 2011 ACCF/AHA/SCAI Guideline for Percutaneous Coronary Intervention: A Report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and the Society for Cardiovascular Angiography and Interventions. Circulation. 2011;124:e574-651. 33 Hamm CW, Bassand JP, Agewall S, Bax J, Boersma E, Bueno H, et al. ESC Guidelines for the management of acute coronary syndromes in patients presenting without persistent STsegment elevation: The Task Force for the management of acute coronary syndromes (ACS) in patients presenting without persistent ST-segment elevation of the European Society of Cardiology (ESC). Eur Heart J. 2011;32:2999-3054 34 Wijns W, Kolh P, Danchin N, Di Mario C, Falk V, Folliguet T, et al. Guidelines on myocardial revascularization. Eur Heart J. 2010;31:2501-55 35 Peters RJ, Mehta SR, Fox KA, Zhao F, Lewis BS, Kopecky SL, et al, Clopidogrel in Unstable angina to prevent Recurrent Events (CURE) Trial Investigators. Effects of aspirin dose when - 50 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria used alone or in combination with clopidogrel in patients with acute coronary syndromes: observations from the Clopidogrel in Unstable angina to prevent Recurrent Events (CURE) study. Circulation. 2003;108:1682-7 36 Jolly SS, Pogue J, Haladyn K, Peters RJ, Fox KA, Avezum A, et al. Effects of aspirin dose on ischaemic events and bleeding after percutaneous coronary intervention: insights from the PCICURE study. Eur Heart J. 2009;30:900-7 37 Smith SC Jr, Benjamin EJ, Bonow RO, Braun LT, Creager MA, Franklin BA, et al. AHA/ACCF secondary prevention and risk reduction therapy for patients with coronary and other atherosclerotic vascular disease: 2011update: a guideline from the American Heart Association and American College of Cardiology Foundation. Circulation. 2011;124: 38 King SB 3rd, Smith SC Jr, Hirshfeld JW Jr, Jacobs AK, Morrison DA, Williams D, et al. 2007 Focused Update of the ACC/AHA/SCAI 2005 Guideline Update for Percutaneous Coronary Intervention. JACC 2008;51;172-209. 39 Grines CL, Bonow RO, Casey DE Jr., Gardner TJ, Lockhart PB, Moliterno DJ, et al. Prevention of premature discontinuation of dual antiplatelet therapy in patients with coronary artery stents: a science advisory from the American Heart Association, American College of Cardiology, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, American College of Surgeons, and American Dental Association, with representation from the American College of Physicians. J Am Coll Cardiol 2007;49:734 –9. 40 Hansen ML, Sorensen R, Clausen MT, Fog-Petersen ML, J. R, Gadsboll N, Gislason GH, et al. Risk of bleeding with single, dual, or triple therapy with warfarin, aspirin, and clopidogrel in patients with atrial fibrillation. Arch Intern Med. 2010;170:1433-41. 41 Lip GY, Huber K, Andreotti F, Arnesen H, Airaksinen JK, Cuisset T, Kirchhof P, Marin F. Antithrombotic management of atrial fibrillation patients presenting with acute coronary syndrome and/or undergoing coronary stenting: executive summary-a Consensus Document of the European Society of Cardiology Working Group on Thrombosis, endorsed by the European Heart Rhythm Association (EHRA) and the European Association of Percutaneous Cardiovascular Interventions (EAPCI). Eur Heart J. 2010;31:1311-8. 42 Faxon DP, Eikelboom JW, Berger PB, Holmes DR Jr., Bhatt DL, Moliterno DJ, et al. Antithrombotic therapy in patients with atrial fibrillation undergoing coronary stenting: a North American perspective: executive summary. Circ Cardiovasc Interv. 2011;4:522-34. 43 Rubboli A, Halperin JL, Airaksinen KE, Buerke M, Eeckhout E, Freedman SB, et al. Antithrombotic therapy in patients treated with oral anticoagulation undergoing coronary artery stenting. An expert consensus document with focus on atrial fibrillation. Ann Med.2008;40:428-3 44 Focused 2012 Update of the Canadian Cardiovascular Society Guidelines for the Use of Antiplatelet Therapy. 45 Held C, Asenblad N, Bassand JP et al. TIcagrelor versus Clopidogrel in patients with acute coronary syndromes undergoing coronary artery bypass surgery: results from the PLATO (Platelet inhibition and Patient Outcomes) trial. J AM COLL Cardiol 2011; 57:672-84 46 Ebrahimi R, Dyke C, Mehran R, Manoukian SV, Feit F, Cox DA, Gersh BJ, Ohman EM, White HD, Moses JW,Ware JH, Lincoff AM, Stone GW. Outcomes following pre-operative clopidogrel administration in patients with acute coronary syndromes undergoing coronary artery bypass surgery: the ACUITY (Acute Catheterization and Urgent Intervention Triage strategY) Trial. J Am Coll Cardiol 2009;53:1965–1972. 47 Juurlink D, Gomes T, Ko D, Szmitko P, Austin P, Tu J, et al. A population-based study of the drug interaction between proton pump inhibitors and clopidogrel. Can. Med. Assoc. J., Jan 2009; doi:10.1503/cmaj.082001 48 Ho PM, Maddox T, Wang L, Fihn, SD, Jesse RL Peterson ED, et al. Risk of adverse outcomes associated with concommitant use of clopidogrel and proton pump inhibitors following acute coronary syndrome. JAMA 2009; 301 (9): 937-944 49 European Medicines Agency. Interaction between clopidogrel and proton-pump inhibitors. CHMP updates warning for clopidogrel-containing medicines. 2010. Available from http://www.ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/Public_statement/2010/03/ WC500076346.pdf. 50 Ng FH, Lam KF, Wong S y, Chang CM, Lau y K, y uen WC, et al. Upper gastrointestinal bleeding in patients with aspirin and clopidogrel co-therapy. Digestion 2008;77(3-4):173-7. 51 Abraham NS, Hlatky MA, Antman EM, Bhatt DL, Bjorkman DJ, Clark CB, et al. ACCF/ACG/AHA 2010 expert consensus document on the concomitant use of proton pump - 51 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria inhibitors and thienopyridines: A focused update of the ACCF/ACG/AHA 2008 expert consensus document on reducing the gastrointestinal risks of antiplatelet therapy and NSAID use: A report of the american college of cardiology foundation task force on expert consensus documents. Circulation 2010;122(24):2619-33. 52 Freemantle J, Cleland J, Young P, Mason J, Harrison J. B-Blockade after myocardial infarction: systematic review and meta-regression analysis. BMJ 1999; 318: 1730-7. 53 Houghton T, Freemantle N, Cleland JG. Are beta-blockers effective in patients who develop heart failure soon after myocardial infarction: a meta-regression analysis of randomised trials. Eur J Heart Fail 2000; 2(3):333-340. 54 Dargie HJ. Effect of carvedilol on outcome after myocardial infarction in patients with leftventricular dysfunction: the CAPRICORN randomised trial. Lancet 2001; 357(9266):1385-1390. 55 National Institute for Clinical Excellence (NICE) clinical guideline 172. Secondary prevention in primary and secondary care for patients following a myocardial infarction. 2013 56 Ko DT, Hebert PR, Coffey CS, Sedrakyan A, Curtis JP, Krumholz HM. Beta-blocker therapy and symptoms of depression, fatigue, and sexual dysfunction. JAMA 2002; 288(3):351-357. 57 Gottlieb SS, McCarter RJ, Vogel RA. Effect of beta-blockade on mortality among high-risk and low-risk patients after myocardial infarction.N Engl J Med 1998;339(8):489-98. 58 Gottlieb SS, McCarter RJ. Comparative effects of three beta blockers (atenolol, metoprolol, and propranolol) on survival after acute myocardial infarction. Am J Cardiol 2001; 87(7):823826. 59 Flather MD, Yusuf S, Kober L, Pfeffer M, Hall A, Murray et al. Long-term ACE-inhibitor therapy in patients with heart failure or left-ventricular dysfunction: a systematic overview of data from individual patients. Ace-Inhibitor Myocardial Infarction Collaborative Group. Lancet 2000; 335 (6):1575-81. 60 The Heart Outcomes Prevention Evaluation Study Investigators. Effects of an angiotensinconverting-enzyme inhibitor, ramipril, on cardiovascular events in high-risk patients. N Engl J Med 2000; 342: 145-53. 61 The European Trial On Reduction of Cardiac Events with Perindopril in Stable Coronary Artery Disease investigators. Efficacy of perindopril in reduction of cardiovascular events among patients with stable coronary artery disease: randomised, double-blind, placebo-controlled, multicentre trial (the EUROPA study). Lancet 2003; 362: 782-8. 62 Danchin N, Cuchera MT, Thuillez C, Durand E, Kadri Z, Steg Ph G. Angiotensin-converting enzyme inhibitors in patientes with coronary artery disease and absence of heart failure or left ventricular dysfunction. An overview of long-term randomized controlled trials. Arch Intern Med 2006; 166: 787-96. 63 Montalescot G, Sechtem U, Achenbach S, Andreotti F, Arden C, Budaj A, et al. 2013 ESC guidelines on the management of stable coronary artery disease: the Task Force on the management of stable coronary artery disease of the European Society of Cardiology. Eur Heart J. 2013;34(38):2949-3003. Epub 2013/09/03. 64 2013 ACCF/AHA Guideline for the management of ST Elevation Myocardial Infraction. A report of the American College of Cardyology Foundation/American Heart Assotiation Task Force on Practice Guidelines. J A m Coll Cardiol 2013;61:e78140,doi:10.1016/j.jacc.2012.11.019 65 Pitt B. Remme W, Zannad F, Neaton J, Martinez F, Roniker B, et al. Eplerenone, a selective aldosterone blocker, in patients with left ventricular dysfunction after myocardial infarction. N Engl J Med 2003. 348 (14): 1309-21. 66 Dickstein K,Kjekshus J. and the OPTIMAAL Steering Committee for the OPTIMAAL Study Group. Effects of losartan and captopril on mortality and morbidity in high-risk patients after acute myocardical infartaction: the OPTIMAAL randomized trial. Lancet 2002; 360,752-760. 67 Pfeffer MA, McMurray JJ. Velazquez EJ, Rouleau J, Kober L, Magioni AP et al. Valsartan, captopril or both in myocardial infarction complicated by heart failure, left ventricular dysfunction, or both. N. Engl. J. Med 2003; 349 (20), 1893-1906. 68 Sever PS, Dahlöf B, Poulter NR, Wedel H, Beevers G, Caulfield M, et al. Prevention of coronary and stroke events with atorvastatin in hypertensive patients who have average or lower-than-average cholesterol concentrations, in the Anglo-Scandinavian Cardiac Outcomes Trial-Lipid Lowering Arm (ASCOT-LLA): a multicentre randomised controlled trial. Lancet 2003;361:1149-58 - 52 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 69 Jamerson K , Weber M , Bakris GL, Dahlöf B, Pitt B, Shi V, et al. ACCOMPLIS trial Invesligators, Benazepril plus amlodipineo or hydrochlorothiazide for Hypertension in high risk patients. N Engl J Med 2008; 359:2417-2428 70 ONTARGET Investigators. Telmisartan, ramipril, or both in patients at high risk for vascular events. N Engl J Med 2008; 358:1547–59. 71 Baigent C, Keech A, Kearney PM, Blackwell L, Buck G, Pollicino C, et al. Efficacy and safety of cholesterol-lowering treatment: prospective meta-analysis of data from 90,056 participants in 14 randomised trials of statins. Lancet. 2005;366(9493):1267-78. 72 Kang S, Liu Y, Liu XB. Effects of aggressive statin therapy on patients with coronary saphenous vein bypass grafts: a systematic review and meta-analysis of randomized, controlled trials. Clin Ther. 2013;35(8):1125-36. Epub 2013/08/13. 73 Cholesterol Treatment Trialists C, Baigent C, Blackwell L, Emberson J, Holland LE, Reith C, et al. Efficacy and safety of more intensive lowering of LDL cholesterol: a meta-analysis of data from 170,000 participants in 26 randomised trials. Lancet. 2010;376(9753):1670-81. Epub 2010/11/12. 74 Ribeiro RA, Ziegelmann PK, Duncan BB, Stella SF, da Costa Vieira JL, Restelatto LM, et al. Impact of statin dose on major cardiovascular events: a mixed treatment comparison metaanalysis involving more than 175,000 patients. International journal of cardiology. 2013;166(2):431-9. 75 Mills EJ, O'Regan C, Eyawo O, Wu P, Mills F, Berwanger O, et al. Intensive statin therapy compared with moderate dosing for prevention of cardiovascular events: a meta-analysis of >40 000 patients. Eur Heart J. 2011;32(11):1409-15. Epub 2011/03/10. 76 Stone NJ, Robinson J, Lichtenstein AH, Merz CN, Blum CB, Eckel RH, et al. 2013 ACC/AHA Guideline on the Treatment of Blood Cholesterol to Reduce Atherosclerotic Cardiovascular Risk in Adults: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. Circulation. 2013. Epub 2013/11/14. 77 Rabar S, Harker M, O'Flynn N, Wierzbicki AS. Lipid modification and cardiovascular risk assessment for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease: summary of updated NICE guidance. BMJ. 2014;349:g4356. Epub 2014/07/19. 78 National Institute for Health and Clinical Excellence. Lipid modification: cardiovascular risk assessment and the modification of blood lipids for the primary and secondary prevention of cardiovascular disease. NICE Guideline 181. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2014. Available from: http://www.nice.org.uk/guidance/cg181/resources/guidancelipid-modification-cardiovascular-risk-assessment-and-the-modification-of-blood-lipids-for-theprimary-and-secondary-prevention-of-cardiovascular-disease-pdf 79 National Institute for Health and Clinical Excellence. Ezetimibe for the treatment of primary 19 (heterozygous-familial and non-familial) hypercholesterolaemia. NICE technology appraisal 20 guidance 132. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2007. Available from: http://guidance.nice.org.uk/TA132/Guidance/pdf/English 80 O'Gara PT, Kushner FG, Ascheim DD, Casey D, Chung M, de Lemos J et al. 2013 ACCF/AHA Guideline for the Management of ST-Elevation Myocardial Infarction: Executive Summary: A Report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol. 2013;61(4):485-510. doi:10.1016/j.jacc.2012.11.018. 81 National Institute for Health and Clinical Excellence. Management of stable angina. NICE Guideline 126. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2011. Available from: http://www.nice.org.uk/guidance/cg126/resources/guidance-management-of-stableangina-pdf. 82 Fox K, Ford I, Steg PG, Tendera M, Ferrari R. Ivabradine for patients with stable coronary artery disease and left-ventricular systolic dysfunction (BEAUTIFUL): a randomised, doubleblind, placebo-controlled trial. Lancet. 2008; Sep 6;372(9641):807-16. 83 Izumiya Y, Kojima S, Kojima S, Araki S, Usuku H, Matsubara J, Sakamoto K, Tsujita K, Nagayoshi Y, Kaikita K, Sugiyama S, Ogawa H. Long-term use of oral nicorandil stabilizes coronary plaque in patients with stable angina pectoris. Atherosclerosis 2011; 214:415–421. 84 Ciapponi A, Pizarro R, Harrison Jeff. Trimetazidine for stable angina. Cochrane Database of Systematic Reviews 2005. Issue 4.. DOI: 10.1002/14651858.CD003614.pub2. Available from: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/14651858.CD003614.pub2/abstract - 53 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 85 Questions and answers on the review of medicines containing trimetazidine (20 mg tablets, 35 mg modified release tablet and 20 mg/ml oral solution). Available from: http://www. ema.europa.eu/docs/en_GB/document_library/Referrals_document/Trimetazidine_31/WC50012 9195.pdf (9 Marzo 2012). 86 Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios AEMPS. Trimetazidina (idaptan®, trimetazidina efg): restricción de indicaciones. 2012. Available from: http://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/seguridad/201 2/docs/NI-MUH_FV_11-2012.pdf 87 Effects of Ranolazine with atenolol, amlodipine, or diltiazem on exercice tolerance and angina frequency in patients with severe chronic angina. A randomized controlled trial. Chaitman BR et al. for the combination assessment of ranolazine in stable angina (CARISA) investigators. JAMA 2004; 291 (3):309-16 88 Chobanian A, Bakis G, Black H, Cushman W. Green L, Izzo J, Jones D et al. The Seventh Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation and Treatment of High Blood pressure (JNC VII). JAMA 2003; 289: 2560. 89 Kannel WB. Risk stratification in hypertension: new insights from the Framingham Study. Am J Hypertens. 2000 Jan;13(1 Pt 2):3S-10S. 90 Mancia G, Fagard R, Narkiewicz K, Redón J, Zanchetti A, Böhm M et al. Guía de práctica clínica de la ESH/ESC 2013 para el manejo de la Hipertensión Arterial. Rev Esp Cardiol. 2013;66(10):880.e1-880.e64 91 Yap YG, Duong T, Bland JM, Malik M, Torp-Pederson C, Køber L, et al. Prognostic value of blood pressure measured during hospitalization after acute myocardial infarction: an insight from survival trials. Lancet. 2002 Sep 7;360(9335):752-60. 92 Flack J, Neaton J, Grimm R, Shih J, Culter J, Ensrud K, et al for the Multiple Risk Factor Intervention Trial Research Group. Blood pressure and mortality among men with prior myocardial infarction. Circulation 1995;92:2437-2445. 93 Guía de práctica clínica de la ESC para el manejo de Infarto Agudo de Miocardio en pacientes con elevación del ST. Rev Esp Cardiol. 2013;66(1):53.e1-e46 94 Poole-Wilson PA, Lubsen J, Kirwan B-A, Van Dalen FJ, Wagener G, Danchin N et al. Effect of long-acting nifedipine on mortality and cardiovascular morbidity in patients with stable angina requiring treatment (ACTION trial): randomised controlled trial. Lancet 2004; 364: 849-857. 95 Pepine CJ, Handberg EM, Cooper-DeHoff RM, Marks RG, Kowey P, Messerli FH, et al.. A calcium antagonist vs a non-calcium antagonist hypertension treatment strategy for patients with coronary artery disease. The International Verapamil-Trandolapril Study (INVEST): a randomized controlled trial. JAMA. 2003;290:2805-16. 96 The ACCORD Study Group. Effects of Intensive Blood-Pressure Control in Type 2 Diabetes Mellitus. N Engl J Med 2010; 362:1575-1585. 97 Wright JW, Bakris G, Greene T, Agodoa LY, Appel LJ, Charleston J, et al, for the AASK Collaborative Research Group. Effect of blood pressure lowering and antihypertensive class on progression of hypertensive kidney disease: results from the AASK trial. JAMA 2002;288:242131. 98 Aronow W, Fleg J, Pepine C, Artinian N, Bakris G, Brown A. et al. ACCF/AHA 2011 Expert Consensus Documento n Hipertension in the Elderly: A Report of the American College of Cardiology Foundation Task Force on Clinical Expert Consensus Documents. Circulation 2011;123;2434-2506 99 González-Juanatey JR, Alegría E, Lozano JV, Llisterri JL, García JM, González I. Impacto de la hipertensión en las cardiopatías en España. Estudio Cardiotens 1999. Rev Esp Cardiol. 2001;54:139-49. 100 EUROASPIRE II Study Group. Lifestyle and risk factor management and use of drug therapies in coronary patients from 15 countries; principal results from EUROASPIRE II Euro Heart Survey Programme.EUROASPIRE II Study Group. Eur Heart J. 2001 Apr;22(7):554-72. 101 Law R, Morris JK. Use of blood pressure lowering drugs in the prevention of cardiovascular disease: meta-analysis of 147 randomised trials in the context of expectations from prospective epidemiological studies. BMJ 2009;338:b1665 102 Flather M, Kober L, Pfeffe MA. Metaanalysis of individual patient data from trials of long-term ACE-inhibitor treatment after acute myocardial infarction (SAVE, AIRE, and TRACE studies). Circulation 1997;96(suppl 1;abs 3957):I- 706. - 54 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 103 ALLHAT Officers and Coordinators for the ALLHAT Collaborative Research Group. The Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial. Major outcomes in high-risk hypertensive patients randomized toangiotensin-converting enzyme inhibitor or calcium channel blocker vs diuretic: The Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial (ALLHAT). JAMA. 2002 Dec 18;288(23):2981-97. 104 Furberg CD, Psaty Bm, Meyer JV. Nifedipine: dose-related increase in mortality in patients with coronary heart disease. Circulation 1995; 92:1326-1331. 105 Grupo de Trabajo de la SEC para la guía de la ESC 2013 sobre diagnóstico y tratamiento de la cardiopatía isquémica estable, revisores expertos para la guía de la ESC 2013 sobre diagnóstico y tratamiento de la cardiopatía isquémica estable, Comité de Guías de la SEC. . Comentarios a la Guía de Práctica Clínica de la ESC 2013 sobre Diagnóstico y Tratamiento de la Cardiopatía Isquémica estable. Rev Esp Cardiol. 2014;67(2):80-86 106 Gibson RS, Boden WE. Calcium channel antagonists: friend or foe in postinfarction patients? Am J Hypertens 1996; 172S-176S. 107 Nissen SE, Tuzcu EM, Libby P, Thompson PD, Ghali M, Garza D, et al; CAMELOT Investigators. Effect of antihypertensive agents on cardiovascular events in patients with coronary disease and normal blood pressure: the CAMELOT study: a randomized controlled trial. JAMA. 2004 Nov 10;292(18):2217-25. 108 Pitt B, Zannad F, Remme WJ, Cody R, Castaigne A, Perez A, et al. The effect of spironolactone on morbidity and mortality in patients with severe heart failure. Randomized Aldactone Evaluation Study Investigators. N Engl J Med. 1999 Sep 2;341(10):709-17. 109 TheNew England Journal of Medicine. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet. N Engl J Med 2013;368:1279-90.DOI:10.1056/NEJMoa1200303. 110 D´Agostini RB, Belanger AJ, Kannel WB, Cruickshank JM. Relationship of low diastolic blood pressure to coronary heart disease death in presence of myocardial infarction: The Framingham study. BMJ 1991; 303:385-389. 111 Pfeffer MA, Braunwald E, Moye LA, Basta L, Brown EJ, Cuddy TE, et al, on behalf of the SAVE investigators. Effect of captopril on mortality in patients with left ventricular dysfunction after myocardial infarction: results of the survival and ventricular enlargement trial. N Engl J Med 1992;327:669-677. 112 Weber MA, Schiffrin EL, White WB, Mann S, Lindholm LH, Kenerson JG et al. Clinical Practice Guidelines for the Management of Hipertension in the Community. A Satement by the American Society of Hipertension and the International Society oh Hipertension. The Journal of Clinical Hipertension 2014, 16:14-20. doi: 10.1111/jch.12237. 113 Critchley J, Simon C. Mortality Risk Reduction Associated with smoking cessation in patients with coronary heart disease: A systematic review. JAMA 2003; 290 (1): 86-97. 114 Critchley J, Capewell S.Smoking cessation for the secondary prevention of coronary Herat disease. Cochrane Database of Systematic Reviews 2003, Issue 4. Art. Nº.:CD00341.DOI:10.1002/14651858.CD003041.pub2. 115 Lancaster T, Stead L, Sigaly C,Sowden A, West R. Cochrane Tobbaco Addiction Group. In URL: http://www.dphpc.ox.ac.uk/cochrane_tobacco/reviews.html (visitada 6-09-2014) 116 US Department of Health and Human Services. The health benefits of smoking cessation: a report of the surgeon general. Bethesda, Maryland :US DHSS; 1990. 117 Daly E, Mulcahy R. Long term effect on mortality of stopping smoking after unstable angina or myocardial infarction. BMJ 1983;286-324. 118 Mulcahy R. Influence of cigarette smoking on morbidity and mortality after myocardial infarction. Brit Heart J 1983;49: 410. 119 Aberg A, Bergstrand R, Johansson S, Ulcenstom G, Vedin A, Wedel H et al. Cessation of smoking after myocardial infarction. Effects on mortality after 10 years. Brit Heart J 1983:49:416-422. 120 Salonen J. Smoking and long term mortality after acute myocardial infarction. Brit Heart J 1980; 43:463. 121 Stead LF, Bergson G, Lancaster T. Physician advice for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2008, Issue 2. Art. No.: CD000165. DOI: 10.1002/14651858.CD000165.pub3. 122 Reid RD, Quinlan B, Riley DL , Pipe AL. Smoking cessation: lessons learned from clinical trial evidence. Curr Opin Cardiol 2007 ; 22(4):280-5. - 55 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 123 Kottke TE, Battista RN, DeFriese GH, Brekke ML. Attributes of successful smoking cessation interventions in medical practice. A meta-analysis of 39 controlled trials. JAMA 1988;259:2883-9. 124 Scottisch Intercollegiate Guidelines Network (SIGN). Lifestyle modification following MI. Guideline 41 section 3. Edinburg SIGN; 2000. www.sign.ac.uk/guidelines/fulltex/41/section3.html. 125 Barth J, Critchley J, Bengel J. Intervenciones psicosociales para el abandono del hábito de fumar en los pacientes con cardiopatía coronaria (Revisión Cochrane traducida). En : La Biblioteca Cochrane Plus, 2008 Número 2. Oxford: Update Software Ltd. Disponible en : http://www.update-software.com 126 Steal LF, Lancaster T. combined pharmacotherapy and behavioural interventions for smoking cessation. Cochrane Tobacco Addiction Group. Oct 2012 127 Stead LF, Perera R, Bullen C, Mant D, Hartmann-Boyce J, Cahill K, Lancaster T. Nicotine replacement therapy for smoking cessation.Cochrane Database Syst Rev. 2012 128 National Institute for Health and Clinical Excellence. Smoking cessation services. NICE public health guidance 10. London. National Institute for Health and Clinical Excellence, 2008. Available from: http://guidance.nice.org.uk/PH10 129 Hughes JR, Stead LF, Lancaster T. Anxiolytics for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2000, Issue 4. Art. No.: CD002849. DOI: 10.1002/14651858.CD00849. 130 Hughes JR, Stead LF, Lancaster T. Antidepressants for smoking cessation. Cochrane Database of Systematic Reviews 2007, Issue 1. Art. No.: CD000031. DOI: 10.1002/14651858.CD000031.pub3. 131 Working Group for de Study of Transdermal Nicotine in Patiens with coronary Artery Disease. Nicotine replacement therapy for patients with coronary artery disease. Arch Intern Med 1994;154:989-95. 132 Joseph AM, Norman SM, Ferry LH, Prochazka AV, Westman EC, Steele BG et al. The safety of transdermal nicotine as an aid to smoking cessation in patiens with cardiac disease. N Engl J Med 1996; 335:1792-8. 133 Kevin J et al. Effect of Nicotine Replacement Therapy on Cardiovascular Outcomes Acute Coronary Sundromes. Am J Cardiol 2012 ;110:968-970. 134 Hemmingsen B, Lund SS, Gluud C, Vaag A, Almdal T, Hemmingsen C,et al. Intensive glycaemic control for patients with type 2 diabetes: systematic reviewwith meta-analysis and trial sequential analysis of randomised clinical trials. BMJ 2011; 343:d6898. 135 Ryden L, Grant P, Anker S, Berne C, Cosentino F, Danchin N et al. ESC Guidelines on diabetes, pre-diabetes, and cardiovascular diseases developed in collaboration with the EASD. European Heart Journal (2013) 34, 3035–3087 doi:10.1093/eurheartj/eht108 136 Fihn SD, Gardin JM, Abrams J, Berra K, Blankenship JC, Dallas AP, et al. 2012 ACCF/AHA/ACP/AATS/PCNA/SCAI/STS guideline for the diagnosis and management of patients with stable ischemic heart disease. J Am Coll Cardiol. 2012 Dec 18;60(24):e44-e164 137 Malmberg K, Rydén L, Efendic S, Herlitz J, Nicol P, Waldenström A, et al. Randomized trial of insulin-glucose infusion followed by subcutaneous insulin treatment in diabetic patients with acute myocardial infarction (DIGAMI study): effects on mortality at 1 year. J Am Coll Cardiol. 1995 Jul;26(1):57-65 138 Malmberg K. Prospective randomised study of intensive insulin treatment on long term survival after acute myocardial infarction in patients with diabetes mellitus. DIGAMI (Diabetes Mellitus, Insulin Glucose Infusion in Acute Myocardial Infarction) Study Group. BMJ. 1997 May 24;314(7093):1512-5. 139 The absence of a glycemic threshold for the development of long-term complications: the perspective of the Diabetes Control and Complications Trial. Diabetes1996;45:1289-1298. 140 Stratton IM, Adler AI, Neil HA, Matthews DR, Manley SE, Cull CA, Hadden D, Turner RC, Hol man RR. Association of glycaemia with macrovascular and microvascular complications of type 2 diabetes (UKPDS 35): prospective observational study. BMJ 2000; 321:405-412. 141 Qaseem A, Fihn SD, Dallas P, Williams S, Owens DK, Shekelle P, Clinical Guidelines Committee of the American College of Physicians. Management of stable ischemic heart disease: summary of a clinical practice guideline from the American College of Physicians/American College of Cardiology Foundation/American Heart Association/American Association for Thoracic Surgery [trunc]. Ann Intern Med. 2012 Nov 20;157(10):735-743. - 56 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria 142 Whitlock G, Lewington S, Sherliker P, Clarke R, Emberson J, Halsey J, et al. Body-mass index and cause-specific mortality in 900 000 adults: collaborative analyses of 57 prospective studies. Lancet 2009; 373: 1083–96. 143 Berrington de Gonzalez A, Hartge P, Cerhan JR, Flint AJ, Hannan L, MacInnis RJ, et al. Body-mass index and mortality among 1.46 million white adults. N Engl J Med 2010; 363: 2211–19. 144 Zheng W, McLerran DF, Rolland B, Zhang X, Inoue M, Matsuo K, et al. Association between body-mass index and risk of death in more than 1 million Asians. N Engl J Med 2011; 364: 719– 29. 145 Pischon T, Boeing H, Hoffmann K, Bergmann M, Schulze M.B., Overvad K., et al. General and Abdominal Adiposity and Risk of Death in EuropeN Engl J Med 2008; 359:2105-20 146 Hubert HB, Feinleib M, McNamara PM, Castelli WP. Obesity as an independent risk factor for cardiovascular disease: a 26-year follow-up of participants in the Framingham Heart Study. Circulation. 1983; 67: 968–77. 147 Jensen MD, Ryan DH, Apovian CM, Loria CM, Ard JD, Millen BE, et al. 2013 AHA/ACC/TOS Guideline for the Management of Overweight and Obesity in Adults, Journal of the American College of Cardiology: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guidelines and The Obesity Society. J Am Coll Cardiol 2013, doi: 10.1016/j.jacc.2013.11.004 148 Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of HighBlood Cholesterol in Adults. Executive Summary of TheThird Report of The National Cholesterol Education Program(NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, And Treatmentof High Blood Cholesterol In Adults (Adult Treatment Panel III). JAMA 2001; 285: 2486-97 149 The IDF consensus worldwide definition of the metabolic syndrome. Disponible en: http://www.idf.org/webdata/docs/MetS_def_update2006.pdf 150 Onat A, Avci GS, Barlan MM, Uyarel H, Uzunlar B, Sansoy V. Measures of abdominal obesity assessed for visceral adiposity and relation to coronary risk. Int J Obes Relat Metab Disord 2004; 28: 1018-25. 151 Hjermann I, Velve Byre K, Holme I, Leren P. Effects of Diet and Smoking intervention on the incidence of coronary heart disease. Report from the Oslo Study Group of a randomised trial in healthy men. Lancet 1981; 2: 1303-10. 152 Imperial Cancer Research Fund Oxcheck Study Group. Effectiveness ofhealth checks conducted by nurses in primary care: final results of the OXCHECK study. BMJ 1995; 310; 1099-104. 153 Wood D A, Kinmonth A L, Davies G A, Yarwood J, Thomson SG, Pyke SDM, et al. Family Heart Study group. Randomised controlled trial evaluating cardiovascular screening and intervention in general practice: Principal results of British Family Heart Study. BMJ 1994; 308; 312-20. 154 de Lorgeril M, Salen P, Martin JL,Monjaud I, Delaye J, Mamelle N. Mediterranean diet, traditional risk factors, and the rate of cardiovascular complications after myocardial infarction: final report of the Lyon Diet Heart Study. Circulation1999; 99: 779-85. 155 Estruch R, Ros E, Salas-Salvadó J, Covas MI, Corella D, Arós F, et al. Primary prevention of cardiovascular disease with a Mediterranean diet. N Engl J Med 2013; 368: 1279-90 156 Fihn SD, Gardin JM, Abrams J, Berra K, Blankenship JC, DallasAP, et al. 2012 ACCF/AHA/ACP/AATS/PCNA/SCAI/STS guideline for the diagnosis and management of patients with stable ischemic heart disease: a report of the American College of Cardiology Foundation/American Heart Association Task Force on, American Association for Thoracic Surgery, Preventive Cardiovascular Nurses Association, Society for Cardiovascular Angiography and Interventions, and Society of Thoracic Surgeons. J Am Coll Cardiol 2012; 60: e44 –164. 157 Hastie CE, Padmanabhan S, Slack R, Pell AC, Oldroyd KG, Flapan AD, et al. Obesity paradox in a cohort of 4880 consecutive patients undergoing percutaneous coronary intervention. Eur Heart J 2010; 31: 222–6. 158 Park D-W, Kim Y-H, Yun S-C, Ahn J-M, Lee J-Y, Kim W-J, et al. Association of Body Mass Index With Major Cardiovascular Events and With Mortality After Percutaneous Coronary Intervention Circulation: Cardiovascular Interventions. 2013; 6: 146-53 159 Colquitt JL, Picot J, Loveman E, Clegg AJ. Cirugía para la obesidad (Revisión Cochrane traducida). En: Biblioteca Cochrane Plus 2009 Número 3. Oxford: Update Software Ltd. - 57 - Prevención secundaria de la Cardiopatía Isquémica en Atención Primaria Disponible en :http://www.update-software.com. (Traducida de The Cochrane Library, 2009 Issue 2 Art no.CD003641. Chichester, Uk: John Wiley & Sons, Ltd). 160 Krauss RM, Eckel RH, Howard B, Appel LJ, Daniels SR, Deckelbaum RJ et al. AHA dietary guidelines: revision 2000: a statement for healthcare professionals from the Nutrition Committee of the American Heart Association. Circulation. 2000;102: 2284-99. 161 Kromhout D, MenottiA, Kesteloot H, Sans S. Prevention of Coronary Heart Disease by Diet and Lifestyle: Evidence From Prospective Cross-Cultural, Cohort, and Intervention Studies. Circulation. 2002;105: 893-98 162 Physical activity an cardiovascular health. National Institute of Health. Consensus Development Panel on Physical Activity and Cardiovascular Health. JAMA 1996; 276: 241-46. 163 Sesso HD, Paffenbager RS, Lee I-M. Physical activity and coronary heart disease in men. The Harvard Alumni Health Study. Circulation 2000: 975-80. 164 Heran BS, Chen JMH, Ebrahim S, Moxham T, Oldridge N, Rees K, Thompson DR; Taylor RS. Exercise-based cardiac rehabilitation for coronary heart disease. Cochrabe Database of Systematic Reviews 2011. Issue 7. Art. No CD001800. DOI: 10.1002/14651858.pub2. 165 Ades PhA. Medical progress: cardiac rehabilitation and secondary prevention of coronary heart disease. N Engl J Med 2001; 345: 892-902. 166 Scheinowitz M, Harpaz D. Safety of cardiac rehabilitation in a medically supervised, community-based program. Cardiology 2005;103:113–117. 167 Rod S Taylor, Hayes Dalal, Kate Jolly, Tiffany Moxham, Anna Zawada. Rehabilitación cardiaca domiciliaria versus rehabilitación en un centro de atención (Revision Cochrane traducida). Biblioteca Cochrane Plus 2010. Número 1. 168 García Pérez L, Pedrosa Guerra AI, Linertová R, Serrano Aguilar P. Efectividad y costeefectividad de la rehabilitación cardiaca en pacientes con cardiopatía isquémica en el ámbito extra-hospitalario. Madrid: Plan Nacional para el SNS del MSC. Servicio de Evaluación del Servicio Canario de la Salud; 2006. Informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias: SESCS Nº 2006/12. 169 Fletcher GF, Baldy G, Froelicher VF, Hartley LH, Haskell WL, Pollock ML. Exercises standards. A statement for healthcare professionals from the American Heart Association Writing group. Circulation 1995; 91: 580-615. 170 R.J Achttien, J.B Staal, S. van der Voort, H.M.C. Kemps, H. Koers. M.W.A. Jongert, E.J.M Hendricks. Exercise-based cardiac rehabilitation in patientes with coronary heart disease: a practice guideline. Neth Heart J (2013) 21:429-438. 171 Nicholson A, Kuper H. Hemingway H.Depression as an aetiologic and prognosis factor in coronary heart disease: a meta-analysis of 6362 events among 146538 participans in 54 observacional studies. Eur Heart J. 2006;27:2763-74 172 Fihn SD, Gardin JM, Abrams J, Berran K, Blankenship J, Dallas A et al. 2012 ACCF/AHA/ACP/AATS/PCNA/SCAI/STS Guideline for the Diagnosis and Management of Patients With Stable Ischemic Heart Disease: Executive Summary. J Am Coll Cardiol.2012;60(24):2564-2603. doi:10.1016/j.jacc.2012.07.012. 173 Writing Committee for the ENRICHD Investigators. Effects of Treating Depression and Low Perceived Social Support on Clinical Events After Myocardial Infarction: The Enhancing Recovery in Coronary Heart Disease Patients (ENRICHD) Randomized Trial. JAMA. 2003;289(23):3106-3116. doi:10.1001/jama.289.23.3106 174 De Pablo C. “Reincorporación laboral” .En:Rehabilitación cardíaca Maroto JM, De Pablo C, Artigao R y Morales MD. Olalla Ediciones Barcelona 1999, 536-546. 175 Friedman S. Cardiac disease, anxiety, and sexual functioning. Am J Cardiol 2000; 86 (suppl): 46F-50F. 176 NZGG and the National Heart Foundation of New Zealand. Best practice evidence based guideline: cardiac rehabilitation. New Zealand Guideline Group 2002. [acceso 10 de enero de 2009]. Disponible en: http://www.nzgg.org.nz/guidelines/0001/cardiac_rehabilitation.pdf. 177 Cheitlin MD, Hutter AM, Brindis RG, Ganz P, Kaul S, Rusell RO, et al. Use of sildenafil (Viagra) in patients with cardiovascular disease. J Am Coll Cardiol 1999; 33: 273-82. - 58 -
© Copyright 2024