En homenaje a Sergio Carrillo y Benjamín Chau, miembros de La Corporación de Socorros Mutuos Bautista Van Shouwen © EL MUNDO ES NUESTRA PATRIA, DEBE VESTIRSE DE COLORES 1 SUMARIO 8 01 Notas al paso del caminante I CHILE 03 05 07 14 19 21 32 33 55 61 67 69 73 77 82 88 Luciano Cruz: El hijo del pueblo y líder natural del MIR chileno, a 71 años de su natalicio. El sembrador del socialismo chileno. Feliz cumpleaños Recabarren. Recabarren, Lenin y Trotsky. Diálogos de Moscú. Espionaje y represión política en la Universidad Alberto Hurtado. Trabajadores y Legislación Laboral Después de las luchas estudiantiles de 2011: luchas sociales y proceso constituyente. “Estamos frente a una descomposición institucional, una descomposición del sistema de partidos”. Capitalismo en Chile: Malos olores y podredumbre. A 50 años de la fundación del Movimiento de Izquierda revolucionaria, una carta de Hernán Aguiló, ex dirigente del MIR. Chile: 50º Aniversario de la fundación del MIR CONVOCATORIA PARA LA MARCHA DEL “11” A EFECTUARSE EL DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015 DINERO Y POLÍTICA EN CHILE: SÍNTOMAS DE UNA UNIÓN ESTRUCTURAL. LA COYUNTURA DE BAJO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA CRISIS DE LEGITIMIDAD. De la Crisis política a la convergencia de las izquierdas en Chile. Apuntes de la crisis en Chile. Es primordial llevar a cabo en el menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente". NUESTRA AMÉRICA 90 94 97 100 114 120 123 Entrevista al ex ministro paraguayo Hugo Ruiz Díaz Balbuena: “Paraguay está hoy subordinado a los intereses de los Estados Unidos” Helena Marchini Pablo Nuño Amoedo. 03/08/2015 García Linera dio a conocer los diez mandamientos del buen dirigente. Cuba: Qué significa ser dirigente socialista para la Primera Secretaria de la Juventud Comunista. El desastre de Puerto Rico. La alternativa La contraofensiva de la contraofensiva de los herederos del neoliberalismo en el Ecuador La guerra santouribista de Cuarta generación La presencia militar de Estados Unidos en América Latina. MEDIO AMBIENTE 129 134 207 La lógica capitalista convierte los recursos naturales en mercancía EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN Laudato Si es un problema para los políticos que usan la Biblia como escudo contra el cambio climático”. SIPOINT – SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL 210 219 225 El Buen Vivir: una concepción integral del desarrollo, la democracia, los derechos. Club Bilderberg. Esta es la verdadera estrategia. Lo ocurrido en Grecia demuestra que otro capitalismo es imposible ARTE 229 Análisis de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Parte I, II y III INTERNACIONALISMO 242 El pensamiento político de Mario Roberto Santucho: ¿Foquismo? 2 Luciano Cruz: El hijo del pueblo y líder natural del MIR chileno, a 71 años de su natalicio. Radio Villa Francia. Rebelión Hace 71 años, en un 14 de julio, pero del año 1944, nace uno de los más destacados dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y sin duda uno de sus elementos más carismáticos: Luciano Cruz Aguayo. Conocido como “Juan Carlos”, fue un elemento central en el crecimiento y fortalecimiento que el MIR tuvo desde el año 67, destacando su cercanía con el pueblo trabajador, lo que lo convirtió, en palabras de Miguel Enríquez en un verdadero “líder de masas”, profundamente seguido y respetado por el pueblo. Desarrolló tanto su trabajo en el ámbito universitario, en donde conoció a Miguel, a Bautista Van Schouwen,entre otros futuros dirigentes del MIR, y donde además estuvo al liderazgo de la Federación de Estudiantes de Concepción (FEC) en tiempos de gran confrontación y combate, en la plena antesala a la reforma estudiantil. Ahí Luciano destacó con su convicción y combate, siendo por ello firmemente perseguido por el gobierno de Eduardo Frei Montalva el año 1967, es procesado por la Ley de Seguridad del Estado, es encarcelado durante semanas y posteriormente constantemente perseguido y asediado por la policía. Todo esto coincidirá con su presencia e influencia en un momento clave para el MIR: el Tercer Congreso Nacional, el cual es donde dicho partido toma decididamente el camino confrontacional y de lucha armada para realizar la revolución socialista, adquiriendo un carácter político-militar que lo caracterizará desde ese momento. Luciano, en dicho Congreso, es nombrado en una amplia votación (128 votos, de 131 3 delegados) como miembro del Comité Central. También es nombrado miembro del Secretariado Nacional. “Juan Carlos”, en este periodo fuertemente marcado por la represión que propinaba el gobierno de la Democracia Cristiana, cumple todos los roles que el partido le había encomendado. Realiza acciones directas y recuperaciones bancarias, cumple labores de inteligencia y contrainteligencia siendo capaz de infiltrarse y disfrazarse para obtener información relevante, genera las condiciones favorables en las fuerzas armadas para el ingreso de las ideas socialistas y revolucionarias, además -y lo más destacado- es al mismo tiempo un importante líder de masas capaz de generar que el pueblo trabajador adhiera y comprenda la necesidad de avanzar por la senda del socialismo. En eso último es que Luciano fue incomparable. Fue siempre querido y respetado por el pueblo, con un carisma ejemplar, con una cercanía que lo convirtió en un verdadero líder popular. Eso acompañado de una claridad y de una capacidad de análisis que le permitió siempre traducir de forma simple lo complejo, y de analizar lo concreto con una facilidad insospechada. Sin ser el más teórico del Comité Central, era uno de los que era más capaz de bajar las políticas del partido al grueso de la clase trabajadora. Sin ser tampoco un escritor ni un teórico de escritorio, su teoría, su pensamiento, como el de todo gran revolucionario, se tradujo en su praxis, en la forma en qué traducía su análisis en política, en transformación real de la sociedad. Luciano Cruz fallece asfixiado producto de un accidente doméstico a lo 27 años, el 14 de agosto de 1971, siendo su muerte una tremenda pérdida para el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y para el pueblo pobre. Sin embargo, su funeral es la expresión viva de sus logros y méritos como revolucionario. Se trata del funeral más masivo que se recuerda en dicha época, y que sintetiza tanto el cariño acumulado que el pueblo le tenía a Luciano, como los pasos agigantados que había dado su partido en liderar y dirigir a las masas dispuestas a combatir. Las muestras de cariño fueron infinitas y la solidaridad de clase que se vivió en dicho momento muestra hasta qué punto la clase trabajadora había despertado y se había levantado para cambiar y transformar la sociedad, y de la importancia de luchadores como el mismo Luciano para lograr ese despertar y ascenso en la conciencia. - See more at: http://www.radiovillafrancia.cl/luciano-cruz-el-hijo-del-pueblo-y-lidernatural-del-mir-chileno-a-71-anos-de-su-natalicio#sthash.vUEcBuBB.dpuf 4 El sembrador del socialismo chileno. Feliz cumpleaños Recabarren. Marco Álvarez. Rebelión Chile. 09-07-2015. Luis Emilio Recabaren, Don 'Reca', usted nació en el invierno soplo del puerto de Valparaíso (Chile) el 6 de julio de 1876. Doña Juana y don José Agustín te bautizaron como Luis Emilio. Fuiste protagonista del cambio de siglo. Recorriste cada rincón de nuestro largo país. Fundaste la prensa obrera. Nunca dejaste de construir desde abajo con tus bibliotecas populares, conferencias, representaciones artísticas y todo lo que estuviera a tu alcance para la concientización del proletariado. Aunque era más difícil que hoy, nunca le regalaste los espacios de representación política a los corruptos de siempre, lo que te llevó a competir en las urnas muchas veces, incluso saliendo electo en dos ocasiones como diputado. Militaste en el Partido Demócrata desde muy joven, fundaste con energías el Partido Obrero Socialista (POS) y el Partido Comunista (PC). Hiciste tanto por la clase obrera en tus 25 años de militancia. Don Reca, le cuento que cuando decidiste partir con la primavera del año 24, tu carta de despedida fue quemada por decisión del comité central de tu partido. El pueblo y las nuevas generaciones de revolucionarios nunca supimos las razones fidedignas de tu partida. 5 Don Reca, le cuento que con tu partir también se enterró el sindicalismo libre, dando paso a un sindicalismo legal que vino a conciliar las contradicciones de clases. El sistema parlamentario al que tanto criticaste pasó a ser presidencial, siendo igual de malo paro los intereses de las y los trabajadores. Don Reca, le cuento que un par de años bastaron para que Manuel Hidalgo y Elías Lafferte dividieran su partido en dos. Trotskistas y stalinistas batallaron por el control interno, pero éste último como ocurrió igual en todo el mundo, se lo adueñó con las típicas purgas aprendidas desde el mismo Moscú. Don Reca, le cuento que las y los legatarios más fieles a tu proyecto socialista, en el año 1953 fundan la Central Única de Trabajadores (CUT). A la cabeza de esta multisindical clasista y combativa estuvo Clotario Blest. Don Clota representa lo mejor de tu herencia, y él junto contigo la mejor de la nuestra. Don Reca, en el mes de agosto del año 1965 se dio cita la constituyente revolucionaria. Con tu ejemplo, revolucionarias y revolucionarios de diversas generaciones e identidades fundan el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). En su declaración de principios “el MIR se considera el auténtico heredero de las tradiciones revolucionarias chilenas y el continuador de la trayectoria socialista de Luis Emilio Recabarren, el líder del proletariado chileno”. (1) Don Reca, le cuento que también ganamos en una primavera (1970), pero ésta sólo duro mil días. Aunque fueron los días más lindo de nuestra historia. La Unidad Popular encabezada por el Presidente Salvador Allende fue el proceso histórico más apasionante del movimiento popular. Por eso días, fue donde más se estudió su obra. Don Reca, es su natalicio número 100 (1976), la tristeza ya había cubierto el cielo de la patria hace ya tres años. Ya existían miles de compañeras y compañeros muertos, exiliados, torturados, exonerados y detenidos por una dictadura gorila al servicio de los patrones. No fueron años fáciles, pero su ejemplo en tiempos de la resistencia sirvió para combatir a la maldita dictadura. El partido que usted fundó, estuvo a la altura de las circunstancias impulsando la política de rebelión popular de masas. Don Reca, llegó la “democracia” a través de un pacto entre militares, empresarios y algunos socialistas renovados que dijeron seguir su ejemplo en algún momento. La verdad es que la democracia nunca llegó y vivimos 20 de un conglomerado llamado Concertación, quien legitimó y profundizó el sistema neoliberal. Un conglomerado que nos terminó de quitar lo poco y nada que nos había dejado la dictadura militarempresarial de Pinochet. Pero ahí estuvimos, con nuestros colectivos, con nuestra rebeldía, en pie de lucha contra la democracia neoliberal. Don Reca, le cuento que su partido se volvió a equivocar. Mientras todos giramos a la izquierda, ellos se han volcado a la derecha. Hace poquito pactaron con lo que nos han apaleado, impuesto leyes injustas y profundizado el capitalismo. Pactaron con la cara más simpática del poder económico. Pactaron con una cara del duopolio. Pactaron con la Concertación. Don Reca, le cuento que todo no es tan malo. Le cuento que desde el 2011 existe un movimiento estudiantil combativo, una Freirina rebelde, una Patagonia sin represas, un pueblo que despertó como nunca. Le cuento que nos estamos organizando para ganar. 6 Don Reca, le cuento que llevo mucho tiempo dialogando con usted. He recorrido diferentes rincones del mundo buscando los folletitos y libritos que públicó en su época y que para variar no se encuentran en las bibliotecas nacionales. Le cuento que he terminado un libro sobre su vida y obra que se llama “El sembrador del socialismo chileno”, porque eso es usted. Don Reca, feliz cumpleaños… (1) Declaración de principios del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Chile. Septiembre de 1965. Rebelión Recabarren, Lenin y Trotsky. Diálogos de Moscú. Diapos, Escritos, Seguridad y Vigilancia — By La Pala on enero 4, 2012 at 09:22. Por Carlos Bassaletti y Dante Bravo Si decimos Recabarren… para las nuevas generaciones, ese apellido quizás les suene poco común o quizás no les evoque nada. Ahora si decimos Lenin, eso ya sonaría algo más familiar, aún no sabiendo muy bien de quién se trata. Si digo Trotsky, ya muchos han oído hablar o han escuchado por lo menos hablar del trotskismo. Si decimos que los itinerarios de vida de estos tres personajes se cruzaron por allá por los años 20, en la naciente Unión Soviética, todavía sonaría como un hecho banal. Pero si decimos que los destinos de estos 3 hombres marcarían la historia de sus respectivos países, la historia del movimiento obrero mundial, y la faz del mundo, eso… eso, estamos seguros que sonaría un poquito diferente. ¿Cómo fue que sucedió todo esto? Por esos vuelcos que tiene la vida, estos tres personajes: el dirigente obrero chileno, el líder de la Revolución bolchevique y el comisario jefe del Ejercito Rojo se encontraron, intercambiaron, y discutieron en Moscú por allá por el 1923. He aquí la historia de ese encuentro. Corrían los años 1910. La oligarquía chilena no terminaba de celebrar “su” centenario. Desde el exterior llegaban a Chile noticias parcelarias y generalistas de la revuelta de los pueblos en otros puntos del planeta. Particular atención acaparaba la organización del movimiento obrero en Europa, en Alemania y en Rusia. Muchos miraban con atención la evolución del movimiento obrero en Rusia. En 1917, la noticia cae como una bomba en Chile. Los periódicos chilenos pertenecientes todos a las clases poderosas titulan: “Los Bolcheviques se toman el poder en Rusia” o “los rojos asaltan el palacio de invierno”. Para los obreros comprometidos del mundo eso sonaba como un grito de liberación. Una revolución, un pueblo armado, un ideal que se estaba construyendo en lejanas latitudes, en tierras de la antigua Rusia Zarista. El historiador Hernán Ramírez Necochea escribió: “La Revolución y los dramáticos sucesos que siguieron a la conquista del poder por el proletariado ruso despertaron la atención de la clase obrera, la conmovieron profundamente; en la prensa popular y en las reuniones políticas y sindicales, se expresaba fervorosa admiración por el pueblo soviético y se daban muestras de 7 incontenible entusiasmo por el advenimiento del primer Estado que dirigía la clase trabajadora”.[1][2] Para los obreros del Norte de Chile todas esas noticias los llenaban de una esperanza inmensa, los hacían creer que otro mundo era posible. Recabarren dirigente político, escritor y tribuno chileno, quería ver con sus propios ojos, comprobar concretamente de qué se trataba ese vuelco mundial que se estaba produciendo en la historia de la humanidad y cuáles podían ser las posibilidades para la clase obrera chilena. Con mandato y apoyo de todos los obreros del Norte un día cogió rumbo hacia el país de los Soviets. Se sentía en el aire un cambio enorme. Recabarren quería respirar ese aire, sabiendo que Europa –la capitalista y conservadora Europa– se opondría con todas sus fuerzas a la constitución de una República de consejos obreros. La guerra de intervención liderada por Francia, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, daba sus últimos estertores a fines de 1922. Y justo cuando los Soviets se aprestan a dar la estocada final a los imperialistas europeos, Recabarren con una sobria maleta y con pasaje de tercera clase, se sube en Buenos Aires, el 9 de octubre de 1922, al barco alemán Baden que lo llevará hacia tierras lejanas, hacia la Patria de los Soviets. Iba a participar en calidad de delegado de la Federación Obrera de Chile, FOCH, en el Segundo Congreso de la Internacional Sindical Roja, y a representar al Partido Comunista de Chile en el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Ambos eventos a efectuarse en Moscú. Recabarren, en nota escrita en alta mar, de fecha 26 de octubre, explica: “Voy viajando en el vapor Baden, de firma y construcción alemana, que hace la línea Hamburgo – Buenos Aires. Por cierto, que dado al alto precio de los pasajes voy en tercera clase y, muy contento de conocer esta situación, me volveré en las mismas condiciones”. El viaje por mar duró 26 días. Recabarren escribió dos cartas desde Berlín, el 8 y el 9 de noviembre, narrando sus actividades en la capital alemana. En la segunda, relata: “Ayer me he encontrado con una cantidad de delegados franceses que van a Rusia. Iremos juntos a Moscú y partiremos el domingo 12, temprano, desde un puerto alemán hasta Petrogrado y desde allí a Moscú en ferrocarril”. Llega a Moscú en una fría y nevosa mañana de Noviembre (la temperatura exterior era de 28°C bajo cero). Se aloja con otros delegados internacionales en un hotel cerca del Kremlin. Con los responsables de la organización moscovita acuerdan una reunión con el comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Se le veía excitado y nervioso de encontrarse tan lejos de su país pero tan cerca del ideal revolucionario por el cual había luchado toda su vida. Eran momentos intensos y profundos cuando, con los delegados de los otros países, salían a recorrer las gélidas calles de Moscú. Se formaban interminables discusiones cuando, muertos de frío, entraban a un café para poder sacarse la nieve de encima y recalentarse un poco cerca de una estufa a leña. La primera reunión con el Comité Central fue muy formal. Allí llegó a las 9 de la mañana don Luis Emilio. Llegó como chileno, como pampero del salitre y como comunista. Quedó sorprendido cuando Lenin con ese vozarrón que lo caracterizaba le da la bienvenida, ─ Bienvenido camarada Recabarren, ─ le dice levantando la mano y haciendo esfuerzos para pronunciar bien su apellido─ en nombre de los soviets de obreros, campesinos y 8 soldados, le agradecemos fraternalmente su presencia desde tan lejos y de un rincón del globo que en verdad conocemos demasiado poco. Desde el fondo de la pieza, con una actitud muy púdica y sin querer sentarse, Recabarren asienta con la cabeza en señal de dar las gracias. Trotsky interviene con esa retórica grandilocuente que haría de él uno de los mejores oradores de la revolución. Levantando el índice derecho a la altura de su hombro le dice, ─ En todo caso, querido camarada, los revolucionarios del mundo tenemos una sola patria: ¡la Tierra! y un sólo objetivo: ¡el socialismo!… Recabarren estaba sorprendido y halagado. Le gustaba la solemnidad y los grandes discursos graves y majestuosos. Pero tanta pompa era como inusitado para él. No sabía si mirar a su traductor o a los miembros del C.C. cuando éstos se dirigían a él. Lenin presentó a casi todo el Comité Central, por lo menos a los que estaban presente. En esa presentación estaba cuando se produjo un instante de silencio penetrante. Los grandes silencios hacen aumentar el ambiente anxiógeno [Nota de ELCH: angustioso] . Todos mirando a Recabarren, esperando una intervención suya, lo miran con caras expectantes. Recabarren se da cuenta y para desdramatizar ese ambiente tan solemne dice, ─ Antes de entrar en lo serio les pregunto, ─ y apuntando hacia la ventana que daba a la Plaza Roja continua ─ ¿cómo ustedes pueden vivir con tanto frío y tanta nieve? El intérprete no puede impedirse de esbozar una leve sonrisa cuando traduce la frase de Recabarren, lo que preparó el terreno para que todos estallaran en una risa general. Ahí el protocolo desapareció. Muchos se soltaron y Bujarin, tipo amable y bonachón, muerto de la risa le pregunta, ─ ¿Qué temperatura hace actualmente en Chile camarada? ─ Bueno… Chile es muy largo, ─ responde Recabarren un poco intimidado ─, no tiene temperaturas uniformes. Podríamos decir que en las ciudades del Norte de Chile, como Antofagasta por ejemplo, hoy día debe haber unos 30 grados ─ Diciendo esto, hace ese típico movimiento de mano del chileno cuando quiere expresar el famoso “más o menos”. Todos hacen un ¡ooh! de admiración moviendo las cabezas, como sorprendidos de tanta diferencia de temperatura entre ellos y Chile. Zinoviev se da vuelta y les explica a sus camaradas, en voz baja, que en el hemisferio sur está llegando el verano, así que no es sorprendente que hagan esas temperaturas. Recabarren vuelve a tomar la palabra y, a pesar de que el tono aún era muy serio, ya el ambiente estaba más relajado. 9 ─Agradezco, camaradas, en nombre del partido comunista y de los sindicatos chilenos, el tiempo escaso que ustedes disponen para recibirme tan calurosamente. Agradezco además que se interesen en mi país, tan austral y tan pequeñito y que comprendan en las disímiles realidades en las que viven nuestros países. Bujarín, Kamenev, Zinoviev, Stalin, Trotsky y Lenin, asienten inclinando sus cabezas para confirmar que entienden lo que Recabarren expresa. El dialogo continuó y se extendió durante 4O minutos aproximadamente. Hablaron de todo. Movilizaciones sindicales, rol del partido comunista en Chile, estado de consciencia de clase del obrero pampino, rol de los aparatos represivos, estrategias de la oligarquía chilena, etc. De repente entró un asistente a la sala de reunión y murmuró algo al oído de Lenin. Éste, mirando el gran reloj de la sala del C.C., le dice a Recabarren que quedaban tan sólo algunos minutos y que, para concluir, le dejaban la palabra a él. Recabarren, consciente de la premura, insiste con una última pregunta. ─Camaradas, me gustaría saber sumariamente -al menos- cómo lograron ustedes vencer tanta oposición y sabotaje violento en contra de los trabajadores rusos, pues sabemos que combatieron no sólo en contra de los ejércitos zaristas de Kolchak, Denikin y otras bandas armadas reaccionarias, sino también lograron vencer a varios regimientos polacos, húngaros, rumanos, franceses, ingleses, etc. Lenin haciendo un gesto con la mano como diciendo « esto va para largo » se retiene y le responde, ─Dejaré la palabra al camarada Trotsky, pues él fue el artífice en terreno de las victorias del pueblo en uniforme. Trotsky se demora algunos segundos en hablar y dándole mucho peso a sus palabras se dirige a Recabarren, ─ Camarada Recabarren, estoy sorprendido que Ud. sepa tanto de lo que pasa en mi país y yo sepa tan poco de lo que pasa en el suyo. Para abreviar, porque nos queda poco tiempo, le puedo decir que podríamos escribir libros y libros con las proezas y sufrimientos del Ejército Rojo durante estas campañas, pero lo resumiré en cuatro frases: “1) alto grado de convicción del objetivo, 2) férrea organización, 3) lealtad entre oficiales y tropas y 4) compromiso por igual de dirigentes y base. Bujarin lo interrumpe añadiendo, ─ Un aspecto esencial, camarada, es que la base vea que su dirigente arriesga tanto como ellos. Hay que predicar con el ejemplo. Recabarren, sabiendo que si no aprovecha de hablar en ese momento, ya después le sería muy difícil, insiste con otra pregunta. 10 ─ ¿Cuáles son las tareas inmediatas de la Revolución en estos momentos? Lenin tomo la palabra para responder y al mismo tiempo insistir que debían concluir la reunión lo más rápidamente posible. ─Las tareas, camarada Recabarren, son muchas y variadas. En un decenio debemos normalizar la producción para obtener alimentos, vestuario y vivienda para – al menos – el 90% de nuestros habitantes, trabajar con energías redobladas en la necesaria electrificación del país y su, más necesaria aún alfabetización, hacer que la educación y salud sean gratuitas para el total de nuestros habitantes, fomentar decididamente el deporte y las artes y sostener los esfuerzos reivindicativos de todos los trabajadores del mundo. Debo haber olvidado muchas cosas más, pero ya nos veremos otro momento y conversaremos más de todo esto. Diciendo estas palabras, avanza hacia Recabarren para darle la mano en signo de saludo y de finalización de la reunión, felicitándolo por tan increíble labor desarrollada con los obreros y los pobres chilenos y por su enorme sacrificio de casi un mes de viaje por venir a Moscú. Todos se amontonan al lado de Recabarren y uno a uno se van despidiendo de él. La reunión había durado alrededor de 45 minutos, terminándose entre risas saludos y abrazos fraternales. Recabarren percibió la figura del delegado chino Chou en Lai, en el umbral de la puerta y se dijo a sí mismo que había que apurar el paso. Fue así que deja la famosa sala de reuniones del C.C., no sin antes saludar a su amigo Chou en Lai. Después de la reunión, se encontró en los pasillos con Zinoviev, que haciéndole un gesto con las manos “en signo de beber”, lo invita a tomar algo al subsuelo. Por esos años el Kremlin tenía en el subsuelo una especie de cantina-cafetería donde comían los soldados y la gente que trabajaba en las distintas dependencias. Allí entre el humo de los cigarrillos y el vapor de los samovares, descendió Recabarren, una vez terminada la reunión acompañado de Zinoviev. Más adelante, conociendo ya el lugar, iría más seguido, sobretodo después de las reuniones (muy formales) con los con los dirigentes del PCUS ruso. Digo formales porque muchos dirigentes y soldados tenían, como Lenin tenía, un carácter muy reservado y muy austero. Lenin era muy riguroso dentro de la organización. Según él, el tiempo, la pertinencia y la eficacidad de los encuentros debía ser una preocupación constante de los dirigentes soviéticos. Esta conducta contrastaba con los otros miembros del Comité Central Bolchevique a los cuales les encantaba conversar, intercambiar, beber vodka y fumar mucho. Los intercambios en la cafetería del Kremlin eran más bien coloquiales y fraternales. Trotsky, Stalin, Kamenev, Zinoviev, entre otros, acompañaban a veces a Recabarren y se enfrascaban en discusiones memorables. Stalin y Kamenev eran fumadores empedernidos e invitaban a Recabarren a fumar esos famosos cigarrillos negros, que eran muy fuertes para la garganta de un chileno acostumbrado a fumar tabaco rubio. Pasaban a veces momentos interminables tratando de entenderse. Hablaban un poquito en español, otro poco en alemán, en inglés o en ruso. Recabarren conocía 11 algunas palabras rusas que estudió durante su largo viaje a la Unión Soviética. No sabía pronunciar muy bien, claro está, pero se defendía como podía. Sabía saludar en ruso y conocía las palabras claves como obrero, trabajo, lucha de clases, etc. Zinoviev había estudiado un poco de español y con él las conversaciones eran más fluidas. Cuando se juntaban, fuera de las reuniones sistemáticas y programadas, los intercambios eran más fraternales. Stalin se interesaba mucho en conocer el alma de los chilenos, cómo actuaban, qué pensaban. Lenin quería saber más de la geografía chilena y sus recursos naturales. Kamenev y Trotsky se interesaban indistintamente en las flores, el vino, la comida, el clima y/o las frutas chilenas. Recabarren les hablaba del desierto, de las minas, de los ingleses y de la miseria de los mineros del Norte. Todos lo escuchaban en un silencio religioso. Recabarren tenía el alma de un tribuno. Captaba muy fácilmente la atención de sus interlocutores. De regreso a Chile. Entre diciembre de 1922 y enero de 1923, se llevó a cabo en Chile una campaña con el fin de reunir fondos para costear el pasaje de regreso de Recabarren desde Europa. Llegó a Santiago, el 19 de febrero de 1923. Existía gran expectación por el mensaje que traía. La prensa reaccionaria había especulado que venía desilusionado. Miles de personas habían desfilado por las calles, cantando himnos revolucionarios y enarbolando banderas rojas. Coreaban su nombre. La muchedumbre desbordaba la Plaza de Armas. Cuando se calmó la tempestad de gritos y cantos, Recabarren se dirigió a la multitud: “Fui a la URSS a ver si los campesinos, obreros y soldados estaban en el Poder y los vi en el Poder. El Ejército Rojo es el pueblo en uniforme y el avenir de la Revolución mundial se ve difícil, pero es una gran lucha que vale emprenderla, ¡el capitalismo es nuestro obstáculo! (…) En Rusia no existe la burguesía gobernante, en Rusia no existe el capitalismo explotador, en Rusia las fábricas, los campos, la producción está en poder de los trabajadores…” Aplausos y exclamaciones de aprobación rubricaron sus palabras. La gente lo llevó en hombros hasta su casa. Ese mismo mes comenzó a entregar las experiencias recogidas en su viaje a Rusia. La primera conferencia la dictó en el teatro Esmeralda de la capital. En marzo de 1923 se publicó en Santiago La Rusia Obrera y Campesina. Algo de lo visto en su viaje, por Luis Emilio Recabarren. Un folleto de 94 páginas. Explicaba su autor: “Sobre lo que vi y constaté durante los 43 días que estuve en Moscú, he escrito algunos artículos, cinco de los cuales se publicaron en ‘La Nación’ de Santiago. Esos artículos y las conferencias que he dado, después de mi llegada, de regreso de Rusia, coleccionadas y con agregados que completan las informaciones, son el material que hoy ofrezco en este modesto folletito, con la intención de llevar a los lectores una información real de lo que hasta la fecha lleva construido el proletariado que en Rusia tiene hoy en su poder la suma del poder político y económico; después de haber destruido todo el mecanismo de la sociedad capitalista explotadora” (…) Se me podrá observar –agregaque 43 días no son suficientes para reconocer e informarse de todo lo necesario en un país que ha cambiado tan fundamentalmente su régimen social, político y económico. Pero yo responderé a eso que yo no fui a Rusia a buscar detalles, que para este objetivo no los necesito, fui solamente a constatar lo más fundamental, con lo cual se construirá el porvenir. Fui a ver si la clase trabajadora tenía en sus manos efectivamente el poder político, con el cual garantice la conservación en sus manos del poder económico. Fui a 12 ver si la clase trabajadora tenía en sus manos la dirección del poder económico, con el cual irá construyendo su bienestar… No fui en busca de menudencias y detalles. Para recoger lo fundamental me alcanzó el tiempo. Y pude ver con alegría, que los trabajadores de Rusia, tenían efectivamente en sus manos toda la fuerza del poder político y económico.” Vuelvo más convencido que antes. Escribió Recabarren: “Es de esperar que después de la lectura reposada de este corto folleto, cada proletario sepa tomar el sitio que le corresponde para encaminar sus actividades hacia la realización del programa de combate del comunismo que destruya este sistema capitalista que ya ha probado de sobra su total incapacidad para dar al país ningún bienestar”. “He vuelto de Rusia, más convencido que antes, de que urge apresurar la Revolución Social que ponga en manos del pueblo todos los poderes para la construcción de la sociedad comunista. “Continuar con la inactividad o la espera de ilusorias promesas que se renuevan sin cesar, es prologar el estado de explotación capitalista, que permite a unos pocos hacerse millonarios en poco tiempo, mientras la mayoría de la población permanece en la más vil miseria”. Termina su escrito señalando: “Dar al pueblo los medios para terminar con su malestar es, entre otros, el objetivo de este folleto”. Esta obra es un contundente desmentido a la falsa afirmación de la prensa oligárquica que Recabarren se habría suicidado porque regresó desilusionado de su viaje a Rusia. La Cámara de Diputados de Chile rinde homenaje a Lenin Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) Secretario General del PCUS y dirigente principal de la revolución Bolchevique, falleció el 21 de enero de 1924. El diputado Luis Emilio Recabarren, quien sentía gran admiración y afecto por Lenin, y por el hecho de haber estado con él físicamente, propuso en la sesión del 5 de febrero de 1924, que la Cámara enviará un mensaje de condolencia al gobierno soviético. Su primer intento resultó fallido. La mayoría derechista se abocó a un homenaje al ex presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson. Al día siguiente Recabarren volvió a la carga. Preguntó a sus honorables colegas si el rechazo a su proposición se debía a que en Rusia gobernaban los comunistas, los trabajadores, sin considerar que Lenin era una de las principales figuras de la historia contemporánea. Recordó que hasta la prensa burguesa le reconocía sus grandes méritos. Citó el periódico La Nación, del 23 de enero que decía: “El cable ha comunicado que Nicolai (sic) Lenin murió a las 6,30 horas del martes 21 en su residencia particular ubicada en Moscú. Acaso no hay en el momento una figura más interesante en el panorama mundial, que la de este hombre extraordinario. La figura de Lenin es, con todo, de un relieve único”. Recabarren entregó antecedentes de la obra de Lenin y de sus camaradas en Rusia. Luego prosiguió, en medio de interrupciones y de las burlas de los diputados derechistas. “La personalidad de Lenin se levanta a mucha más altura que la del ex Presidente de Estados Unidos. El ex presidente Wilson dirigió a su gran nación para embarcarla en la 13 pasada guerra, para aumentar el fuego, para destruir la humanidad, para arrastrarla a la horrible matanza de la juventud del mundo en que estaba empeñada la clase capitalista. Mientras esto hacía Wilson, Lenin, este hombre oscuro y calumniado, esta figura salida de la nada, este hombre que no tembló siquiera ante la inminencia del patíbulo, trató de retirar a Rusia de la guerra, y luchó hasta que lo consiguió.” No se sabe si fue la capacidad discursiva de Recabarren, el humanismo de algunos o la estupidez de otros, pero la votación fue una sorpresa: 26 votos a favor, 5 en contra y 7 abstenciones. Fue así como la Cámara de Diputados de Chile, aprobó el envío de un telegrama de pésame al gobierno soviético, que en los hechos era un homenaje a Lenin. Fue el último gesto político y de amistad que cumplió Luis Emilio Recabarren por su camarada y amigo Lenin. Algunos meses más tarde se suicidaría. P.S. Todas las citas están sacadas de las obras completas de Luis Emilio Recabarren. http://www.marxists.org/espanol/recabarren/index.htm http://www.marxists.org/espanol/recabarren/index.htm [1] Hernán Ramírez Necochea. Historia del movimiento obrero en Chile. Ediciones Literatura Americana Reunida, 1986 – 332 páginas Los Jesuitas en la encrucijada: Espionaje y represión política en la Universidad Alberto Hurtado. Andrés Figueroa Cornejo. 23/06/2015 “Benevolencia sin justicia no salvará el abismo entre el patrón y el obrero, entre el profesor y el alumno, entre marido y mujer.” Alberto Hurtado, sacerdote jesuita chileno, canonizado en 2005 Desde exorcistas hasta guerrilleros revolucionarios llenan la historia de una de las congregaciones más complejas y contradictorias de la Iglesia Católica: la Compañía de Jesús. En diversas partes del mundo y en Chile, los sacerdotes jesuitas (SJ) han sido acusados de maquiavélicos, la mano tras el trono papal, misioneros izquierdistas, propagandistas inescrupulosos; defensores del pueblo oprimido que han pagado con su vida su compromiso político y social; corruptos, intelectuales, hipócritas, cómplices y estrategas de los poderes establecidos; teólogos brillantes, rebeldes e inteligentes. Como toda entidad humana, la Compañía de Jesús expresa en su interior la lucha de clases sociales que marca de modo explícito y radical el devenir, sobre todo, de las regiones periféricas del capitalismo: América Latina, África, Asia, el sur de Europa y de incluso amplias zonas de los Estados Unidos de Norteamérica. Ezzati: La negación de la nueva política del Papa Francisco Más allá de la Compañía de Jesús, la crisis de credibilidad que atraviesa hace décadas la Iglesia Católica en el planeta y en el país andino debido a los numerosos casos de abusos sexuales contra menores de edad y el conservadurismo y 14 distanciamiento de los problemas reales de las mayorías sociales, ha dañado de tal forma a una de las instituciones más añosas del globo, que las parroquias y templos se vacían, se han derrumbado las cifras de vocaciones sacerdotales y multiplicado las renuncias de clérigos. Ello explica en gran medida la vuelta de tuerca que comportó por necesidad y sobrevivencia histórica la elección del jesuita argentino, hoy Papa Francisco. Además de su política de ‘Tolerancia Cero’ contra la pedofilia y los abusos sexuales de los miembros de la Iglesia, la auditoría contable de la administración económica del Vaticano, el acento manifiesto en los derechos humanos, la crítica dura contra el capitalismo salvaje, consumista y depredador de la biodiversidad, y el fin del encapsulamiento de la Curia, el Papa Francisco ha reconocido al Estado Palestino y ha saludado con entusiasmo la beatificación del cardenal salvadoreño Arnulfo Romero, asesinado por un grupo de ultraderecha auspiciado por el entonces Estado terrorista de ese país y pieza de ocupación del imperialismo norteamericano, a causa del compromiso sin ambigüedades de Romero con los intereses del pueblo salvadoreño y la lucha por su liberación. En la reciente publicación de la encíclica Laudato si, el Papa señala que “Hoy ‘cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta'”. Por otra parte y al mismo tiempo, el jefe del Vaticano continúa planteando su negativa al aborto legal, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia. En Chile, los intentos de encubrimiento de los casos de pedofilia en la Iglesia Católica y la subordinación y fortalecimiento del Estado Mayor de la institución religiosa a los intereses y territorios más retrógrados de la minoría en el poder a través del cardenal y mandatario de la entidad, Ricardo Ezzati, niegan abiertamente la nueva política del Papa Francisco. Hasta ahora, las fuerzas del Opus Dei y de los grupos más cavernarios y fascistoides del catolicismo en Chile constituyen el principal obstáculo para la reconstrucción de la autoridad moral que la Iglesia Católica tuvo, principalmente, durante los años más oscuros de la tiranía pinochetista. Ezzati en su laberinto Pero el Papa Francisco, con el objeto de mantener los equilibrios dentro del laberinto y pugnas intestinas de los grupos de interés en la Iglesia, y a contrapelo de la comunidad católica de la sureña región de Osorno, nombró como Obispo de esa ciudad al sacerdote Juan Barros, quien ha recibido hasta golpizas de los feligreses por su complicidad en los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima (https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Karadima). De hecho, al saber de su designación, uno de los principales denunciantes de los crímenes pedófilos de Karadima, Juan Carlos Cruz, señaló a la BBC que "Juan Barros estaba parado ahí, mirando, cuando me abusaban a mí. No me lo contaron, me pasó". En esa misma línea, el ex arzobispo de Santiago, el archiconservador y derechista acérrimo, Francisco Javier Errázuriz Ossa, fue nominado por el Papa Francisco como uno de los poderosos miembros del Consejo de Cardenales, colaboradores directos en el gobierno del Vaticano. La situación privilegiada de Errázuriz Ossa respalda la designación del antipopular Obispo de Osorno en Chile y la garantía política requerida por Ezzati para presentar sus querellas contra los sacerdotes jesuitas del país andino 15 José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, por su condición de ardientes militantes de la Iglesia de la opción por los pobres y del Cristo de los condenados/as de la Tierra. Sin embargo, algo está ocurriendo. Las luchas al interior de la nomenclatura católica chilena cobran cada día superior resonancia. El pasado 17 de junio de 2015, sorpresivamente una de las manos derechas de Ezzati, el director ejecutivo del Clero, Rodrigo Tupper, renunció a su cargo con argumentos peregrinos. Tupper fue uno de los vicarios que defendió ciegamente a Ezzati de las críticas de los denunciantes del caso Karadima, quienes acusan al primerísimo de la institucionalidad católica chilena de haber encubierto los abusos sexuales de quien fuera párroco de la iglesia El Bosque. La crisis y el conflicto están en carrera. Y la Compañía de Jesús en Chile se encuentra en el centro de la tormenta. Espionaje y represión en la Universidad jesuita Alberto Hurtado La privada Universidad jesuita Alberto Hurtado (UAH), como gran parte de las universidades públicas y privadas del país, se halla movilizada y en toma por el estudiantado debido a los incumplimientos comprometidos por la bullada “reforma educacional” del gobierno de Michelle Bachelet. Varias han sido las marchas y protestas de los jóvenes y de la población que demandan la palabra empeñada por la mandataria, en el marco de la mayor crisis del sistema de partidos políticos del último cuarto de siglo suscitada por el financiamiento empresarial a buena parte de funcionarios del Ejecutivo y del Legislativo. Todos los días nuevos casos de corrupción ocupan los llamados de portada de la prensa, pese a la Copa América, los infructuosos intentos de arreglar “por arriba” una crisis de final insospechado y que involucra directamente a ambos bloques políticos dominantes, Nueva mayoría y Alianza por Chile. Cada encuesta a la gente hunde todavía más a la presidenta, al gobierno y al conjunto de partidos del sistema político establecido. Fuentes provenientes del interior de la casa de estudios superiores de la Compañía de Jesús, con resguardo de sus identidades ante las posibles medidas de castigo de las autoridades de la Universidad jesuita Alberto Hurtado, manifestaron que “el 17 de junio, los estudiantes se encontraban en la toma de las dependencias universitarias, al igual que muchas universidades privadas que no tendrán gratuidad en la enseñanza ni participación en sus gobiernos universitarios, en medio de una asamblea junto a los trabajadores contratados y subcontratados de la institución. Aproximadamente antes del mediodía, trabajadores/as y estudiantes fueron informados de que se estaba produciendo un incendio en el entretecho de algunas salas. Al poco tiempo llegaron los bomberos quienes fueron llamados por los propios estudiantes. En ningún momento los jóvenes obstaculizaron la labor bomberil. Por el contrario, incluso los estudiantes colaboraron con su labor. Frente a los hechos, la comunidad en toma resolvió desalojar las dependencias de la Alberto Hurtado”. -¿Cuál fue la reacción de las autoridades y dueños de la UAH? “Desde los inicios de la ocupación pacífica de la universidad (votada por todos los estudiantes y ratificada por todas las carreras), las autoridades organizaron una campaña para criminalizar a los jóvenes. Y a propósito del incendio, la nomenclatura universitaria responsabilizó públicamente a los estudiantes, sin prueba alguna de la acusación, a través del prorrector Jorge Larraín Ibáñez, segundo luego del rector, el 16 sacerdote jesuita Fernando Montes Matte. Pero fue al revés: los propios bomberos señalaron la ayuda y facilitación que recibieron de los jóvenes para realizar su tarea y determinaron que el siniestro fue resultado de un cortocircuito eléctrico.” -¿Y el rector Fernando Montes? “Ha intentado mantener un bajo perfil porque hace poco protagonizó un escándalo contra los trabajadores de la universidad que le valió a él y a toda su directiva tener que asistir obligatoriamente a un curso dictado por un abogado externo a la casa de estudios, para “promover el respeto a los derechos fundamentales de sus trabajadores”. Así lo estableció una resolución dictada por la Unidad de Mediación de la Dirección Regional de Trabajo de la zona Occidente. La orden a la casa de estudios se dio luego de que dos empleados denunciaron a la institución por prácticas desleales en medio de la negociación colectiva de enero pasado.” Las mismas fuentes indicaron que “la comunidad universitaria está disconforme con la cantidad excesiva de cámaras de vigilancia de última generación con micrófonos incorporados, dirigidas a los espacios de reunión de los estudiantes y donde se realizan las asambleas, foros y debates políticos. Además nos llegaron archivos de fotos (los muestran al periodista que escribe este artículo), con antecedentes y análisis políticos sobre estudiantes con el fin de las autoridades de la entidad de luego efectuar montajes y sumarios contra los jóvenes.” -¿Qué otro tipo de formas de espionaje y represión usan los jefes de la UAH contra la comunidad? “Emplean a guardias para realizar seguimientos a estudiantes. Tienen actas de control de la entrada y salida de ciertas personas en particular. Todo lo que se mueve en la universidad es vigilado.” -¿Desde cuándo existe esta política en la UAH? “Desde el 2010 con más fuerza, y se intensifica cuando hay períodos de movilización del estudiantado y la comunidad en general. Por otra parte, la oficina de la dirección de servicios generales de la UAH (a cargo de Tomás Fuenzalida Risopatrón, egresado del jesuita colegio San Ignacio de Santiago) tiene las llaves de la sede de la federación de estudiantes. Son copias secretas de las chapas del local que usa la organización estudiantil de turno. Eso explica que con frecuencia allanen la sede y desaparezcan papeles, computadores, información de los estudiantes, actas de asambleas y documentación política.” Las fuentes comunican que “también fueron encontrados apuntes con una caracterización política e información detallada de la discusión democrática estudiantil sobre el quehacer educacional por el cual transita el país. Los apuntes recopilados por funcionarios de los servicios generales de la UAH están dirigidos al secretario general de la entidad, José Miguel Burmeister, y a la dirección.” -¿Y quiénes aparecen en las fotografías sacadas desde las cámaras de vigilancia que ahora me enseñan? “Principalmente los estudiantes movilizados por una mejor educación, más inclusiva, participativa y gratuita. En este material, por ejemplo, están las órdenes e 17 información enviadas entre la dirección de los servicios generales (Tomás Fuenzalida), el director jurídico de la universidad, Augusto Wiegand Cruz, y la cara visible de los servicios generales, Richard Nelson Apablaza Contreras. Como puedes ver, hay fotos del ex candidato a la presidencia de la federación de estudiantes que cursa el tercer año de la carrera de Ciencias Políticas, Felipe Sánchez Torrealba, y del estudiante de la misma carrera, Esteban Reyes Cambiaso. También se hallaron los formatos para hacer los análisis políticos, muy parecidos a los usados en la dictadura militar contra los opositores de entonces: fecha y hora de los hechos, estudiantes involucrados con sus identificaciones “lo más completa posible”, la descripción “lo más detallada posible de los hechos” y su “contexto”, indicación de los “antecedentes y pruebas que se tengan”, etc. El objetivo es criminalizar a los estudiantes, por supuesto. Es importante indicar que el 2011 y el 2012, las autoridades universitarias aplicaron un sistema casi similar cuando los estudiantes solidarizaron con el movimiento del pueblo mapuche y sus representantes que viajaron a Santiago a solicitar ayuda. Durante los últimos años han sido sometidos a sumario alrededor de una veintena de jóvenes y expulsados y perseguidos de un modo insólito, aproximadamente diez estudiantes. A la UAH han ingresado las fuerzas policiales incontables veces, apresando incluso a estudiantes heridos e inconscientes.” -¿Cómo interpretan estos métodos de represión y persecución política? “Como una práctica habitual de seguimiento ilegal del sector de los jesuitas que conduce la universidad y que no tiene nada que ver con el comportamiento de los sacerdotes jesuitas que acompañan la causa de los oprimidos del país. Al respecto, vale recordar que el año pasado nada más, el sacerdote Luis García Huidobro decidió abandonar la Compañía de Jesús para quedarse a vivir en una comunidad mapuche. Está claro que existen jesuitas que comulgan con los pocos de arriba y otros con los muchos de abajo. Los jesuitas de la dominación y los jesuitas de la liberación.” -¿Creen que las autoridades actuales de la UAH tienen algo que ver con la verdadera revolución y de clara opción por los pobres de la Iglesia Católica que está llevando adelante el jesuita Papa Francisco? “No. Si se quiere salvar la Iglesia en Chile, debe volver a lo que fue su defensa incondicional de los Derechos Humanos, sobre todo durante la dictadura. Hoy ocurre que irónicamente la oficina donde operan los servicios generales está en el mismo lugar donde se situaba la Vicaría de la Solidaridad (https://es.wikipedia.org/wiki/Vicar%C3%ADa_de_la_Solidaridad) que protegió a tantos/as perseguidos y víctimas de la tiranía de Pinochet.” En el directorio de la Universidad jesuita Alberto Hurtado hay ideólogos del capitalismo de vanguardia chileno, ex gerentes y dirigentes gremiales del empresariado más poderoso y elitista del país andino y personajes asociados directamente al sistema financiero, al retailer, a las leyes contra la juventud empobrecida y a agrupaciones de pensamiento de ultraderecha (http://www.uahurtado.cl/universidad/autoridadesuniversitarias/) . En virtud de los últimos acontecimientos sucedidos en la casa de estudios superiores, que lleva el nombre de un sacerdote jesuita convertido en santo por su 18 lucha social y a favor de los sin nada, las autoridades ya están cursando nuevos sumarios contra los estudiantes. ¿Qué dirá el Santo Padre? http://www.alainet.org/es/articulo/170616 - See more at: http://www.alainet.org/es/articulo/170616#sthash.qRBm7njW.dpuf Trabajadores y Legislación Laboral El artículo 161 en Chile (I). Vicente Mellado. Licenciado en Historia, Universidad de Chile. [Apuntes ] El actual Código del Trabajo chileno constituye una obra de la dictadura militar. Redactado por José Piñera en 1979, fue legitimado por los gobiernos de la Concertación a partir de 1990. Debe quedar claro que contiene una legislación inclinada en favor de los intereses patronales, en desmedro de los trabajadores. Uno de sus artículos impuestos a sangre y fuego por el régimen militar, y que la Concertación apenas modificó fue el artículo 161, el cual señala: “(…) el empleador podrá poner término al contrato de trabajo invocando como causal las necesidades de la empresa, establecimiento o servicio, tales como las derivadas de la racionalización o modernización de los mismos, bajas en la productividad, cambios en las condiciones del mercado o de la economía, que hagan necesaria la separación de uno o más trabajadores (…)” (1) 19 En otras palabras, este artículo consagra el despido del trabajador sin justificación alguna. El empresario (o empleador) no tiene la obligación de acreditar las causas de la desvinculación. Esta norma es utilizada por los empresarios para despedir a trabajadores organizados en sindicatos o que quieren organizarse. Pero a su vez tiene como consecuencia directa para los trabajadores la institucionalización de la inestabilidad laboral. Si el trabajador acredita que el despido es improcedente, la legislación no obliga al empresario a reincorporar al despedido. En la actualidad, la reincorporación por despido es una excepción, que se justifica acreditando fuero del trabajador, prácticas anti sindicales o víctima de grave discriminación. Pero esto debe comprobarse y tener las herramientas judiciales para efectuarlo. Herramientas que la gran mayoría de trabajadores carece. Teniendo en cuenta estas afirmaciones, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿siempre ha sido así?, ¿alguna vez en la historia de Chile los trabajadores han podido ser reincorporados por despidos injustificados y arbitrarios por el empresario? Las leyes que consagraron parcialmente la estabilidad del trabajador A mediados de la década del 60, el movimiento obrero y campesino chileno estaba viviendo el mayor impulso de su historia como actores determinantes en la configuración de la sociedad y la economía chilena. La Central Única de Trabajadores (CUT) estaba en su mejor momento organizativo, ampliando su fuerza y extendiendo las redes sindicales. En 1964, luego del triunfo presidencial del demócrata cristiano Eduardo Frei Montalva, la CUT levantó su “plataforma de lucha” para 1965. Entre los puntos se estableció la “(…) inamovilidad en el trabajo de los obreros, empleados particulares, públicos y campesinos” . (2) Después de la gran huelga general de enero de 1966 —que terminó con el asesinato de seis obreros y dos mujeres pertenecientes al mineral El Salvador— y la consiguiente presión de la CUT, el gobierno demócrata cristiano (DC) publicó el 6 de abril de 1966 la ley 16.455 titulada “normas para la terminación del contrato de trabajo”. Su artículo 8º señaló: “(…) Cuando el Juzgado resuelva que la terminación del contrato ha sido injustificada, ordenará, a petición de parte o de oficio, la inmediata reincorporación del trabajador a sus labores habituales, con derecho al pago de las remuneraciones correspondientes al período en que estuvo separado de sus funciones, considerándose como efectivamente trabajado para todos los efectos legales (…). (3) De este modo, el trabajador sin fuero sindical, denunciando en tribunales que su despido era injustificado, podía exigir la reincorporación a su trabajo. La nueva ley derogó las normativas que permitían al empleador despedir sin justificación alguna. De este modo, la reincorporación por despido quedó establecida. Esto permitió fortalecer la organización sindical al mantener a los trabajadores al interior del establecimiento, y sobre todo, garantizar una mayor estabilidad laboral para el trabajador y sus familias. Si bien la ley buscaba equilibrar la relación entre empresarios y trabajadores, constituyó una conquista parcial desde donde los trabajadores pudieron apoyarse para seguir avanzando en sus demandas sociales y políticas. La ley no fue entregada por la buena voluntad del gobierno. Que quede claro que fue por la lucha unitaria y organizada de los trabajadores. 20 Sin embargo, el golpe militar de 1973 suspendió esa ley, derogándola formalmente en 1981, pasando a regir el actual Código del Trabajo y su famoso artículo 161 (formalizado en 1990). Queda demostrado que sí es posible derogar el artículo 161 del actual Código del Trabajo, y establecer una legislación más favorable para el trabajador que termine con la inestabilidad laboral que sufre la mayoría del pueblo trabajador chileno. Pero para lograr eso, los trabajadores deben unirse y luchar por sus demandas. Ninguna ley que favorezca a los trabajadores se conquista sin arrancársela a los empresarios y sus gobiernos con lucha y movilización. (1) Código del Trabajo, Noviembre de 2014, Dirección del Trabajo, Gobierno de Chile, p. 87. Negritas nuestras. (2) Barría, Jorge, Historia de la CUT, Ediciones Prensa Latinoamericana, 1971, p. 120. (3) Ley 16.455, publicada el 6 de abril de 1966. En www.leychile.cl . 23-06-2015. Entrevista con los historiadores Franck Gaudichaud y Sergio Grez. Después de las luchas estudiantiles de 2011: luchas sociales y proceso constituyente. Giulia Willig. SolidaritéS Traducción del francés para Rebelión por Rocío Gajardo Fica Hablamos con Sergio Grez, profesor de historia en la Universidad de Chile (Santiago) y Franck Gaudichaud , profesor de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Grenoble (y actualmente investigador visitante en la Universidad de Chile), sobre la situación política y social en ese país a raíz del gran movimiento estudiantil de 2011. ¿Dónde está el movimiento estudiantil chileno hoy? Franck Gaudichaud: históricamente, el movimiento de los estudiantes y de los alumnos de secundaria ha sido siempre un actor social muy importante en Chile, incluso contra la dictadura. En la democracia "neoliberal" hubo una recomposición de las luchas estudiantiles, que culminó en 2011 con una movilización masiva respecto de las demandas por una educación pública, gratuita y de calidad. Hoy en día, el movimiento está luchando de nuevo, muy activo, con ocupaciones de escuelas y universidades, después de haber tenido durante un tiempo un poco de dificultad para enfrentar el nuevo escenario político con la elección de Bachelet, quien recuperó, en parte, algunas de las grandes reivindicaciones, por ejemplo sobre la reforma educativa, pero integrándolas a una perspectiva social-liberal que no rompe en lo absoluto con la democracia neoliberal y la educación de mercado. Después de las luchas de 2011-2012, muy masivas y radicales, que hicieron temblar el conjunto del sistema político, el año pasado fue una fase de ajuste, ya que la CONFECH (Confederación de Sindicatos Estudiantiles) debió enfrentar un escenario en el que el Gobierno propuso "desde arriba" sus reformas y ya no el movimiento. Los dirigentes del movimiento estudiantil cayeron, en parte, en la trampa del "diálogo" establecido por el ministerio de Educación. Por otra parte, algunos líderes del movimiento estudiantil de 2011, como Camila Vallejo (PC), por ejemplo, están en el parlamento y/o la coalición de Gobierno. 21 Este año, vemos que los sindicatos de estudiantes han retomado el impulso, con una dinámica de luchas y directrices más claras, y desde el mes de mayo con manifestaciones masivas de más de cien mil personas... Otro elemento notable es que – después de 2011 - algunos líderes se integraron institucionalmente (al Parlamento y/o al ejecutivo), son fuerzas políticas a la izquierda del Partido Comunista que dominan la CONFECH, por lo tanto, independientes de la coalición de Gobierno. Entre ellas, la Izquierda Autónoma, el Frente de Estudiantes Libertario (FEL), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y pequeñas organizaciones revolucionarias, como el Guachuneit. Así, es la “izquierda de la izquierda” la que tiene peso en la CONFECH, lo que puede anunciar un año de enfrentamientos más directos con Bachelet y su programa de reformas. Dicho esto, hay límites a esta aparente "radicalidad": primero en términos políticos, pero también en términos de representatividad de las federaciones estudiantiles, debido a que el índice de abstención en las votaciones estudiantiles es muy alto… Sergio Grez: el movimiento estudiantil chileno para la educación pública, gratuita y de calidad para todas y todos, conoce, como todos los movimientos sociales, avances y retrocesos. Luego de fines del 2011, vivió un cierto reflujo debido a los resultados de las movilizaciones de ese año. Tuvo la sensación de no haber conseguido ningún resultado concreto. Sin embargo, el movimiento continuó con mucha fuerza en el año 2012. En 2013 estuvo en calma, en gran parte porque era un año electoral, que por lo general no es propicio para los movimientos sociales. Luego, en 2014, Bachelet asumió la presidencia por segunda vez con, hay que destacarlo, sólo el 25% de los votos potenciales, ya que la tasa de abstención alcanzó el 60%. La nueva coalición gobernante, la Concertación travestida en "Nueva Mayoría" a la cual se ha integrado el Partido Comunista (PC), retomó, con un montón de engaños, algunas consignas del movimiento estudiantil, lo que ha alimentado esperanzas en el movimiento social, con más razón desde la integración del PC. El año 2014 estuvo marcado por movilizaciones bastante débiles y por el diálogo con el ministro de Educación de entonces, Nicolás Eyzaguirre. Exmilitante del PC, militante del PPD (Partido por la Democracia), es un economista de renombre de reconocida tendencia neoliberal, antiguo alto funcionario del FMI; también ocupó un cargo importante en el Canal 13, uno de los principales canales de televisión pertenecientes al grupo Luksic (primera fortuna de Chile). Aunque la llegada de Bachelet al poder, y de Eyzaguirre a la educación, sin duda dio un impulso al movimiento estudiantil, este se ha encontrado, en mi opinión, atrapado en un diálogo de sordos. Esto no quiere decir que no hubiera protestas, pero fueron pocas y relativamente menores. El movimiento estudiantil prácticamente no obtuvo nada en 2014, salvo la derogación de un decreto que hacía la organización de los estudiantes más difícil. Esta es la única conquista del año anterior. El año 2015 se anuncia mejor: varias protestas grandes se han desarrollado desde el mes abril, manifestaciones a las cuales se han unido otros ciudadanos, los que han aprovechado esta coyuntura para demostrar su desacuerdo fundamental con la política gubernamental. El pasado 21 de mayo Bachelet pronunciaba un discurso presidencial ante el Congreso en Valparaíso, mientras una movilización masiva se desarrollaba en las calles, la cual enfrentaba una fuerte represión. Una joven resultó gravemente herida 22 mientras otro manifestante se encuentra todavía en estado de coma. Esto no deja de recordarnos la represión policial del Gobierno derechista de Piñera, pero también la del primer gobierno de Bachelet en contra del movimiento de los "pingüinos" de 2011 (movimiento de los estudiantes de secundaria). El movimiento estudiantil está empezando a despertar, varias facultades están en huelga y las movilizaciones se siguen. Creo que el movimiento estudiantil fijará el tono de este año, ya que se niega a la reforma educativa propuesta por el Gobierno. Se niega a que la gratuidad se obtenga a través de subvenciones, como desea el Gobierno. Reivindican la gratuidad como un derecho social universal garantizado por el Estado y consagrado en la Constitución. La movilización de los estudiantes está, por lo tanto, intrínsecamente ligada a la reivindicación de un cambio de Constitución. Hoy el movimiento estudiantil tiene pretensiones más amplias que las relacionadas con la educación... FG : no hay verdadera ruptura entre 2011 y hoy en día: los estudiantes continúan exigiendo una educación gratuita, pública y de calidad, lo que también equivale a cuestionar la reforma de Bachelet que no afecta el mercado de educación, pero que cuenta solamente introducir la gratuidad para una parte de los estudiantes, subvencionando la demanda aún más ampliamente. Las movilizaciones actuales intentan también profundizar lo que se intentó en 2011: vincular sus demandas concretas con el conjunto de la sociedad, defendiendo, por ejemplo, la nacionalización de los recursos naturales y del cobre, o una reforma fiscal redistributiva, bien lejos de la preconizada por Michelle Bachelet, que no toca a la mayoría de los grandes patrones. Es por esto que se llama a la unificación de las luchas sociales y populares. En este sentido hay un intento, aún tímido, dentro de la Mesa por la Educación, con el objetivo de intentar ganar el apoyo de los trabajadores o de los pobladores (movimiento de los pobres urbanos). Es importante ver la presencia de los profesores y sus reivindicaciones en las protestas. Son los profes que desde semanas están liderando huelgas y marchas en torno al proyecto de reforma del estatuto docente y, más allá, sobre que educación construir en Chile. También es notable los cortes de rutas y barricadas que realizaron juntos organizaciones estudiantiles, sindicales y de pobladores en torno al rechazo de la actual reforma laboral. Es un proceso interesante, incluso si vemos que todavía es difícil de implementar una unificación más profunda y masiva entre resistencias estudiantiles y de asalariados. Debemos recordar que nos encontramos en un contexto en que la CUT, la principal central sindical, está dominada por la Democracia Cristiana (DC) y el PC, al igual que la dirección del Colegio de Profesores, que no tiene ningún interés en crear dificultades a "su" Gobierno. Las debilidades o dispersión del movimiento sindical de los trabajadores también repercuten en la posibilidad de crear un arco de fuerzas más amplio, de clase. Sin embargo, existen en el movimiento sindical sectores rupturistas, combativos, que se desarrollan (por ejemplo la Unión Portuaria), y que llaman claramente a dinamizar los conflictos capital-trabajo, al mismo tiempo que apoyan un cambio en el modelo de educación, realizan llamados a la nacionalización de los recursos naturales, el fin de las jubilaciones controladas por los fondos de pensiones, el derecho a la autodeterminación del pueblo mapuche, etc. Hay que subrayar también la fuerza de las luchas territoriales y por la vivienda con movimientos como Andha Chile o el MPL ( 23 Movimiento de Pobladores en Lucha) o las resistencias en contra de megraproyectos mineros y energéticos. La demanda que podría federar, en parte, a todos estos sectores es la reivindicación de una asamblea constituyente, pero que sea popular, desde abajo y democrática. El camino aún es largo … SG: Desde 2011, el movimiento estudiantil logró llevar adelante el tema de la educación, lo que constituye un gran paso adelante. Hasta principios de 2011, nadie en Chile se atrevía a tratar la educación como un tema político clave. Gracias a los esfuerzos de unos pocos meses, la situación ha cambiado drásticamente. Hoy en día, todo el mundo, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, está de acuerdo en que es un tema fundamental. Al mismo tiempo, el movimiento estudiantil ha logrado hacer emerger más preguntas sobre el tema de la financiación de la educación. Ellos han hecho propuestas muy concretas y elaboradas de manera seria, en particular el proyecto de reforma fiscal y de nacionalización del cobre. Hoy en día, algunos sectores han llegado a reivindicar una asamblea constituyente. Dicho esto, desde un punto de vista práctico, hay que reconocer que desde 2011 no ha habido avances notorios en la construcción de vínculos entre los movimientos sociales. Se han realizado intentos por parte del movimiento estudiantil para acercarse a otros movimientos sociales, por ejemplo con los mapuches, con el movimiento de los profesores, por supuesto; y algunas veces con las luchas de los trabajadores, por ejemplo los de los puertos. Pero, en mi opinión, estas relaciones son todavía débiles, no hay vínculos estables, orgánicos y permanentes entre estos movimientos sociales: es algo que aún necesita desarrollarse. ¿Cuáles son los otros movimientos sociales? SG : Entre los movimientos más importantes en la actualidad, se encuentra en primer lugar el de los mapuches, que no es estrictamente social, ya que se trata de una demanda política nacional por la autonomía y la reconquista de ciertos derechos que les han negado, en particular el derecho a la tierra y los derechos políticos. También existe un fuerte movimiento contra el centralismo del Estado. El movimiento de los trabajadores portuarios es muy interesante. En Chile, el mar ha sido privatizado, pertenece a siete grandes grupos económicos, mientras se han dejado sólo pequeñas porciones de la costa para los pescadores artesanales. El movimiento se ha organizado en los últimos años en torno a los sindicatos portuarios, que no tienen estatuto legal, pero que reúnen a sindicatos que sí lo tienen. Este ha conducido importantes huelgas y movilizaciones en 2014. Se trata de un movimiento notable porque desde un punto de vista político ha logrado poner en peligro los intereses de los grandes exportadores (frutas, madera). Pero también porque logró movilizar a los trabajadores a lo largo de la costa, en solidaridad con los trabajadores del puerto de Mejillones, que pedían una hora para el almuerzo en lugar de los actuales 30 minutos. Casi todos los puertos de los trabajadores se movilizaron para apoyarlos. Es un movimiento que ha sabido revivir las tradiciones de solidaridad entre los trabajadores, rotas por la dictadura y por el modelo neoliberal de la democracia actual. 24 ¿Cuál es el estado actual de las fuerzas de la izquierda radical? FG: En primer lugar, hay que decir que el estado actual, todavía frágil, de las luchas de clases es un primer límite para favorecer la recuperación - recomposición de las fuerzas políticas de las izquierdas anticapitalistas, que permanecen muy dispersas y divididas. En este contexto es difícil prever una unificación "en frío" de las izquierdas radicales, de las cuales los contornos aún no se han definido. Por ejemplo, si se habla del movimiento estudiantil, ha habido intentos, como el Bloque de Conducción, que reagrupaba, hasta hace poco, a la Izquierda Autónoma, la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y el Frente de estudiantes libertarios (FEL). Juntos disponían de una hegemonía relativa en la dirección del movimiento estudiantil. Pero este frente, que puede calificarse como "antineoliberal amplio", se rompió hace unos meses debido a falta de coherencia estratégica e interna. En términos más generales, la unificación es también muy difícil entre muchos pequeños grupos revolucionarios o colectivos de diferentes culturas políticas que a menudo poseen una influencia limitada a tal o tal sector. Estas fuerzas son todavía minoritarias, pero algunas han crecido desde 2011, alimentadas por la reactivación de las luchas sociales. La cuestión es cómo desarrollar hoy en Chile una izquierda anticapitalista y autogestionaria, ni dogmática o sectaria, ni tampoco electoralista u oportunista, capaz de poner en debate en el bajo pueblo de Chile un programa político de ruptura clara, de transición poscapitalista, y a la vez de ayudar a corto plazo al desarrollo de acciones unitarias, de frente social y político, útiles al reforzamiento de los movimientos populares y de conquistas concretas. Esto con el fin de superar las reivindicaciones sectoriales, pero también el ensimismamiento militante y el repliegue organizacional. Es difícil, ya que algunas cuestiones estratégicas claves siguen siendo controvertidas: ¿Cómo hacer frente al nuevo ciclo político marcado por el "transformismo" del gobierno Bachelet, en una perspectiva no solo antineoliberal pero anticapitalista? O: ¿quiénes son los "sujetos" de transformación social por la que estamos luchando en el Chile actual? Las izquierdas radicales o revolucionarias nacionales tienen también, a veces, dificultades para incorporar temas fundamentales como la ecología, el ecosocialismo, el feminismo, el patriarcado o para llevar a cabo un trabajo internacionalista concreto, lo que dificulta su desarrollo. Si uno quiere presentar en términos generales el panorama - todavía muy fragmentado - de estas izquierdas políticas, encontramos organizaciones que provienen de lo que podríamos llamar el "neomirismo" (y que van desde el centro-izquierda, los antiliberales hasta fuerzas guevaristas); existente una corriente libertaria muy dinámica y amplia (desde los anarquistas de “pura cepa” hasta militantes de la Izquierda Libertaria que abogan por una "ruptura democrática"); están también todas las fuerzas que provienen de diversas rupturas del movimiento comunista y del "rodriguismo" [nombre del Frente Patriotico Manuel Rodríguez, NdE] y, finalmente, hay una corriente trotskista (más o menos originaria del "morenismo") bastante presente y que mira como ejemplo la experiencia del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) de los hermanos argentinos . SG: Hay, en mi opinión, una fragmentación excesiva. En Chile, tenemos una izquierda más social que política. Por supuesto, detrás de la izquierda social, hay grupos políticos más o menos grandes, pero están muy dispersos y no tienen la capacidad de ponerse de 25 acuerdo, incluso aunque haya convergencias sustantivas en muchos temas. Las elecciones de 2013 son un buen ejemplo de esto: hubo cuatro candidatos presidenciales de "izquierda" o progresistas, de un total de nueve, todos los cuales propugnaban la asamblea constituyente, pero no han sido capaces de unirse. Cada uno prioriza sus intereses de grupo. La izquierda radical no es capaz de ver las cosas con un poco más de altura, perspicacia y generosidad. ¿Qué análisis se puede hacer del Gobierno Bachelet? FG : el Gobierno de Bachelet es un Gobierno social-liberal de coalición que va del centro-derecha (con la DC) al PC y se inscribe en el marco del modelo capitalista neoliberal semiautoritario instaurado al final de la dictadura. Es por esto que hablo de un "transformismo social liberal" (1). De cierta manera, el ejecutivo responde a las luchas y al “susto” de las clases dominantes en 2011, tratando de estabilizar este modelo a través de reformas parciales sobre temas claves. Este es un punto de polémica con los análisis que hace el PC (que ve reformas progresivas del modelo). Hoy en día, el Gobierno se enfrenta a una crisis de legitimidad sin precedentes desde 1990, con enormes y recurrentes escándalos de corrupción que han afectado a todo el mundo de la política en los últimos meses. Esto puso de manifiesto el nivel de connivencia entre las grandes empresas, el capital y 99% del personal político presente en el Parlamento. Todos recibieron dinero de grandes grupos como Penta, Soquimich, empresas privatizadas o creadas durante la dictadura. Pero la respuesta de Bachelet ha consistido principalmente en un cambio de gabinete, dándole una connotación aún más conservadora que antes a su gobierno: vemos el regreso de los viejos cuadros de la Concertación [coalición de centroizquierda que nació al final de la dictadura, antepasada de la actual Nueva Mayoría NdE] a los puestos estratégicos del poder gubernamental. Algunos sociólogos han visto el gobierno de Bachelet como el signo de una “apertura”, de una cierta renovación. Si bien, es cierto, un nuevo ciclo político ha emergido desde abajo - debido a las luchas sociales -, vemos una gran continuidad en las cúpulas. Por otra parte, los medios patronales y El Mercurio (principal periódico, de orientación derechista, y antiguo apoyo de Pinochet) no se equivocan cuando elogian al ministro de Hacienda, al de Economía y al del Interior. Esto explica por qué Bachelet realizó muy pocos anuncios durante su discurso presidencial el último 21 de mayo. Todo el mundo se dio cuenta de que no mencionó la asamblea constituyente, que confirma lo que ya sabíamos: habrá probablemente una "nueva constitución" de aquí 4 o 5 años, no olvidemos que todavía está vigente la instaurada por Pinochet en 1981, pero sin una asamblea constituyente como tal. Probablemente habrá "consultas ciudadanas", participación selectiva, pero la mayor parte de las decisiones serán tomadas a puertas cerradas en el Parlamento, entre expertos, antes de ser –tal vez- sometida a un plebiscito. Para el resto se confirman la mayoría de los puntos negros, sobre la reforma laboral por ejemplo, como se ha denunciado incluso por una parte de la CUT. En el área de la educación, el objetivo es alcanzar el 60 o 70% de gratuidad para estudiantes en 2018, pero todavía en el marco del mercado. El Estado va a subvencionar este “servicio” sin cambiar la estructura de la educación superior, aunque en un principio excluirá a los estudiantes de las universidades privadas, lo que es paradojalmente problemático, ya que es allí donde se encuentra la mayoría de los estudiantes, y a menudo los más pobres. 26 SG : Este es un Gobierno reformista que pretende corregir ciertos aspectos del sistema neoliberal para darle una base social y política más amplia y más estable. Si analizamos cada una de las reformas, ya sea en relación con la educación, la fiscalidad, el trabajo, el sistema de pensiones o la salud, se trata de pequeños cambios, pero que no buscan romper radicalmente con el modelo actual. Por supuesto hay un aumento en los gastos sociales desde el final de la dictadura, pero son gastos que en última instancia benefician muy a menudo a los capitalistas. En el caso de la educación, por ejemplo, el Gobierno propone aumentar las becas, con lo que los estudiantes pueden entonces hacer su elección en el mercado de la educación. Se trata de subvencionar la demanda en lugar de reforzar la oferta educacional pública. Hoy el Estado proporciona sólo entre el 10 y el 15% de los gastos de las universidades públicas, mientras que con Allende la participación pública ascendía ¡Al 80%! Es lo mismo para la salud: como los hospitales públicos no pueden responder a todas las necesidades, damos subsidios a los pacientes para que se traten en clínicas privadas. Finalmente esto aumenta las ganancias de las instituciones privadas y debilita al sector público. Ese es el modelo neoliberal, y en este sentido, el Gobierno de Bachelet no es diferente de la derecha. En cuanto al sistema de pensiones heredado de la dictadura, no es un sistema de seguridad social, sino de seguros privados basado en la capitalización individual. No hay repartición solidaria. No obstante, lo que propone Bachelet es que el Estado regule este sistema para garantizar mejores servicios. Pero esto no va a cambiar nada en cuanto al fondo. Al contrario, debemos devolver el dinero a los trabajadores y crear para ello un sistema de pensiones de repartición, justo y solidario. La derecha también ha comprendido que no tiene mucho que temer del Gobierno de Bachelet. Sus representantes se oponen a ciertas cosas, pero básicamente, apoyan su política. En realidad la derecha tradicional está en crisis profunda, no sólo debido a los repetidos casos de corrupción, sino sobre todo porque la Nueva Mayoría le está robando su rol de representación de las clases dominantes. Franck, ¿cuál es la posición del Partido Comunista, que forma parte del gobierno, pero sigue teniendo una fuerte presencia en los movimientos sociales? FG : Su posición es bastante compleja. Es el partido más disciplinado en el gobierno de coalición, que implementa las decisiones y apoya Bachelet, pase lo que pase, con más claridad que la DC o el Partido Socialista (PS), que han expresado públicamente sus críticas. Por otra parte, el PC fue recompensado por ello en el nuevo gabinete, ya que tiene dos ministerios, un hecho inédito desde los años 70. Si bien, no hay disidencia interna organizada -que el partido no tolera– existen críticas a media voz en la base, incluidos de cuadros comunales, con respecto a las políticas neoliberales de la coalición gubernamental y el costo que podría pagar el partido por su participación. Por ejemplo, sobre la reforma laboral, considerada muy problemática pues valida varios puntos del plan laboral de 1979, o la ausencia de asamblea constituyente, cuya convocatoria se pospone indefinidamente, etc. Figuras como Camila Vallejo, que tenía una cierta autonomía de expresión, aprobaron el discurso presidencial del 21 de mayo sin pestañear, excepto lamentar que no hubiese un anuncio de asamblea constituyente. La apuesta PC fue volver al Gobierno, con la idea de que las reformas actuales serian un primer paso democratizador. De ahí el debate de fondo: ¿es este un primer paso hacia 27 una primera democratización del neoliberalismo, como sostiene el PC, o por el contrario – como lo ve la izquierda radical – se trata de un intento de estabilizar el sistema heredado de Pinochet y de la Concertación, que se ve amenazado por la recomposición de las luchas sociales y por una creciente crisis de hegemonía? Por último, la integración institucional-burocrática del PC es muy importante, ya que detenta numerosos puestos de funcionarios de gobierno y asesores en el aparato estatal, como también la vicepresidencia de la Asamblea Nacional y carteras ministeriales. Se beneficia, por ejemplo desde el punto de vista financiero, de su participación en el poder y se ha consolidado como partido institucional “responsable”. Cualquier ruptura con la coalición, si hubiese ruptura, sería aún más difícil y costosa. Por cierto, el PC sigue siendo un actor del movimiento social, con una verdadera capacidad de organización en algunos sectores populares y un gran partido con militantes y cuadros dentro del panorama de la izquierda. Las Juventudes Comunistas tienen una sólida presencia en el movimiento estudiantil y de los secundarios; parte del movimiento sindical está bajo influencia de líderes comunistas (minería del cobre, por ejemplo.) El partido tiene la presidencia de la CUT y del Colegio de Profesores. De cierta manera, el PC es la principal fuerza social del Gobierno, la única capaz de canalizar el movimiento popular. Esto no le impide llamar a movilizaciones, pero estas son a favor del Gobierno y sus reformas... La represión de las movilizaciones, especialmente las de los estudiantes, parece haber aumentado últimamente. Dos jóvenes fueron brutalmente agredidos por las fuerzas de orden durante una manifestación, otros casi dejados muertos por la policía… FG : De hecho el clima se vuelve tenso, las prácticas represivas se multiplican. Esto, por supuesto, no apareció con Bachelet: este es un problema recurrente y una práctica histórica del Estado chileno. Pero con respecto a la reciente violencia contra los estudiantes, con un joven militante de la UNE que permaneció entre la vida y la muerte durante semanas, hay efectivamente una responsabilidad directa del Gobierno, de los carabineros y del nuevo ministro del Interior. Es también el caso en el sur del país contra los Mapuches. Por cierto, recientemente un carabinero infiltrado reconoció ante un tribunal haber provocado incendios criminales, como parte de las actividades dictadas por los servicios secretos. Un joven mapuche, falsamente inculpado, pasó 11 meses en la cárcel... Y esto es sólo la parte sumergida del iceberg: las prácticas de infiltración policial, de provocación y de represión violenta son casi cotidianas en todo el espacio de las luchas sociales y son todavía una pesada herencia autoritaria prolongada por los gobiernos civiles. SG : El poder, sea cual sea, el de Piñera o el de Bachelet, juega el juego del palo y la zanahoria. Por un lado reprime y por otro hace llamados al diálogo. El Gobierno actual es un especialista en "plataformas de diálogo" sobre diversos temas. Su estrategia consiste en dialogar largamente, sin llegar realmente a cosas concretas. Y a veces realiza pequeñas concesiones, sobre todo ahora, con el movimiento estudiantil, donde dispone de una quinta columna formada por los militantes comunistas. Esto no existía en el momento de Piñera, en el que el PC era claramente parte de la oposición. Camila Vallejo, exlíder del movimiento estudiantil, ahora diputada comunista, lo había dicho 28 claramente: "tendremos un pie en la calle, el otro en el Gobierno". Ahora bien, podemos ver las contradicciones que suscita esto hoy en día: no se puede estar tanto de parte de los estudiantes como del gobierno que los reprime. ¿Quién es el ministro del Interior que Bachelet acaba de nombrar en su nuevo gabinete? Se trata de Jorge Burgos1, un Los secretos de la oficina por Juan Cristóbal Peña Marcelo Schilling, diputado PS, dirigió el organismo que combatió a los grupos subversivos tras el asesinato de Jaime Guzmán. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Cuando una nueva sentencia por el caso Guzmán está próxima a dictarse, el hombre de la inteligencia de la transición habla de su papel en los 90 y desarchiva capítulos desconocidos de La Oficina. Marcelo Schilling grafica su lugar en la historia en los siguientes términos: -Esto es como en Francia. Si usted le pregunta a un francés quién es el ministro de Cultura, le va a responder Jack Lang, que fue ministro de Mitterrand hace como 30 años. Usted aquí pregunta quién es el jefe de la inteligencia y le responden Schilling, Marcelo Schilling. -¿Y por qué pasa eso, diputado? -No sé. Tal vez porque yo era al que más nombraban. 1 El que fuera secretario del Consejo Coordinador de Seguridad Pública -que pasó a la historia como La Oficina, creada en 1991 tras el asesinato del senador Jaime Guzmán- estuvo poco más de un año al frente del organismo de inteligencia encargado de combatir a los grupos subversivos que siguieron activos tras el retorno a la democracia. Ese año bastó para desarticular lo que quedaba del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro (MJL). Y, de paso, para que Schilling se ganara la odiosidad de ambos extremos políticos. De un lado lo acusaron de infiltrar a los grupos subversivos, echando mano a antiguos presos políticos y guerrilleros arrepentidos. Del otro, de transar la desmovilización a cambio de impunidad. Ambas cosas tuvieron costos para él. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Y a mediados de los 90, cuando volvió a la vida política y postuló a la presidencia de su partido, sufrió lo que califica como “una derrota electoral estrepitosa” a manos de Luis Maira. Desde el antiguo Congreso Nacional, Marcelo Schilling, 64 años, diputado socialista, dice entre risas: -Maira representaba todas las virtudes de la izquierda revolucionaria. Y yo, en cambio, era lo peor de la izquierda reformista y socialdemócrata. El diputado dice que el haber dirigido La Oficina le cobró la cuenta. Pero ahora, cuando la justicia está próxima a dictar sentencia en el caso Guzmán, se anima a hablar del tema. -¿Por qué fue que lo eligieron a usted para dirigir La Oficina? -Estarían los otros ocupados, no sé… Eso habría que preguntárselo a Enrique Correa, a Ricardo Solari y a Gonzalo Martner, que son los que me proponen. -Y a usted le pareció bien. -No, yo les dije que lo tenía que pensar. Al margen de la información que uno pueda tener por las lecturas y el estudio de la historia, para estas cosas, aparte de lo que fue mi paso por el GAP y de haber aprendido a disparar rifles en el campo donde me crié, yo no tenía la más mínima idea de esas cosas. -¿Me está diciendo que el jefe de la inteligencia de la transición ni siquiera hizo un curso de inteligencia? -No, nada. Yo había estudiado todo lo que tiene que ver con la historia del movimiento popular, el pensamiento de la doctrina socialista, los procesos revolucionarios y tararí y tarará, pero así como que me haya dedicado a estos fenómenos de los grupos armados, no. Es más, yo estaba declarada persona non grata en Cuba por unos artículos que escribí sobre el movimiento Solidaridad en Polonia, y la única vez que fui a ese país fue porque me invitó el embajador mexicano en Cuba. Todas las otras son fantasías, invenciones. La verdad de la milanesa es la que le estoy contando ahora. En marzo de 1971, mientras estudiaba Administración Pública en la Universidad de Chile, Schilling fue uno de los 15 jóvenes socialistas seleccionados para reforzar la guardia civil de Salvador Allende. El Grupo de Amigos Personales (GAP). Su preparación militar estuvo a cargo de oficiales cubanos que lo instruyeron en defensa personal y prácticas de tiro. Una preparación rápida, de dos o tres meses, que lo obligó a abandonar la universidad y su nombre completo. Con 21 años, Marcelo Gastón Schilling Rodríguez pasaba a llamarse Gastón, a secas. El ahora diputado hacía guardia en la casa de Allende de Tomás Moro. Y en algunos casos, en los traslados del Presidente, oficiaba de “edecán whisquero”, como llamaban al guardaespaldas que acompañaba a Allende en el asiento trasero del auto y cargaba una petaca de whisky. El hombre conoció la trastienda del poder y algunos de sus secretos. Como aquel día en que el Congreso nacionalizó el cobre y Allende, de regreso de una ceremonia en La Moneda, le comentó a su “edecán whisquero”: -¿Sabe usted cuánto le vamos a pagar a los gringos? Antes de que el joven Schilling abriera la boca, Allende volvió a hablar: -Cero, compañero. Eso le vamos a pagar. Cero. Schilling fue guardaespaldas de Allende por cerca de un año. Luego ocupó una gerencia en Chuquicamata y el golpe lo sorprendió en esas funciones. Ya estaba distanciado de su familia, agricultores de Temuco en su mayoría de derecha. Su padre había muerto y su madre se había establecido en Estados Unidos. El hombre que se exilió en México en 1974, y 11 años después volvió a Chile para sumarse a la oposición y trabajar en el Centro de Estudios Sociales y Económicos, dice que si bien en su juventud estuvo por los cambios radicales, y en 1985 fue detenido por la CNI, jamás postuló la vía armada. 29 -Escribí artículos en que sostengo la tesis de que la dictadura va a terminar por evolucionar hacia formas de democracia dice-. Eso me valió varios garabatos, porque el año 80, que alguien (de izquierda) planteara algo así, era una herejía. Al inicio del gobierno de Patricio Aylwin, Schilling fue de los pocos dirigentes socialistas que no asumió algún cargo. El dice que “por una decisión personal”, pese a que a nombre del partido había negociado designaciones y listas parlamentarias. Yo veía la transición por televisión -dice. Planeaba una carrera académica cuando recibió el llamado de su amigo de entonces, Gonzalo Martner, subsecretario de Desarrollo Regional. Jaime Guzmán había sido asesinado días atrás y el gobierno buscaba un dirigente socialista para integrar un nuevo organismo de inteligencia. Martner dice hoy que pensó en Schilling por su pasado en el GAP. Y porque tampoco había mucho donde elegir. Era uno de los pocos dirigentes socialistas de importancia disponibles. Schilling, en tanto, dice que una cosa es estar disponible y otra, dispuesto: -No estaba muy convencido, la verdad. -¿Y qué lo convenció? -Mira, Pinochet había salido con el cuento de Cincinato, este emperador romano que se había ido para el campo y cuando Roma lo necesitó, volvió. Todo el mundo andaba con la sospecha de que este señor andaba esperando la oportunidad para volver, cosa que era cierto. Yo no tenía ninguna intención de integrarme al gobierno, ya había cumplido, pero qué iba a hacer, me tocó bailar con la fea. -¿Qué cuentas saca ahora? -Lo concreto hoy en día es que no hay grupos armados, los empresarios andan sin guardaespaldas y la democracia no está en jaque. Y eso se logró con total respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos. [Nota ELCH: Esta aseveración de Schilling en la realidad es falsa. Los hechos demuestran los contrario] Ocupó una oficina en La Moneda, segundo piso, ala oriente, con vista a la Alameda. Ahí compartía secretaria con Jorge Burgos, jefe de gabinete del ministro Krauss, que asumió la vicepresidencia de La Oficina. Mario Fernández oficiaba de presidente, pero Schilling era el único dedicado de lleno a eso. La cabeza de un organismo que en principio no tenía sede ni personal. Cuenta Schilling que ante la falta de espacio, y la necesidad de instalar un estadístico, Enrique Correa ofreció un departamento que su ministerio tenía en calle San Antonio, entre Huérfanos y Agustinas. Esa era la verdadera Oficina. Allá llegó a trabajar el estadístico. Luego se integró Antonio Ramos, funcionario de La Moneda que oficiaba de archivero. Y poco después, por recomendación del subsecretario Solari, el analista de inteligencia Oscar Carpenter. Militante socialista con instrucción militar en países de la órbita socialista, Carpenter conocía a alguno de los subversivos que se proponía combatir. Incluso, habría oficiado de instructor de algunos. Schilling dice que nunca antes había conocido a Carpenter. Y que una vez que comenzó a tratarlo, “resultó toda una revelación”. -¿Cuál fue la contribución de Carpenter? -Yo creo que él hacía conversar a gente de izquierda con otra gente que podía andar en la frontera, y de ahí sacaba información. Era súper hábil, se las arreglaba pese a que nunca tuvo los recursos para montar una red de informantes. Los recursos yo los conocía, y lo poco que había, lo distribuía yo. -¿Cuántos informantes tuvo La Oficina? -Uno solo: Agdalín Valenzuela. -¿Uno? ¿Y Humberto López Candia? -Ah, no, López Candia era un informante de los militares. Ese tipo llegó (a La Oficina) con el dato de que iba a haber un traslado de armas. Nosotros actuamos, pero no fuimos más allá con él. Aquí no se trataba de andar reclutando tipos, no; éramos los que éramos y punto. Uno puede ser aficionado, pero no huevón. Teníamos que construir nuestra propia valla de contención y de seguridad ante los militares y el FPMR, ¿y cuál era esa valla? Poca gente. -¿Por qué no protegieron a Agdalín Valenzuela? ¿Qué pasó ahí? -Yo hace mucho tiempo que no estaba en La Oficina cuando eso ocurrió. Pero puedo decirle que Agdalín es un héroe de la democracia. Todos deberíamos estar agradecidos de él. Agdalín Valenzuela era un antiguo frentista que entró al círculo de confianza de los más altos jefes del FPMR. En 1991 comenzó a colaborar con La Oficina y fue identificado como F1. Sus datos permitieron al gobierno descubrir quién era quién en la cúpula del FPMR y confirmar algo elemental: quienes habían secuestrado a Cristián Edwards eran los mismos que habían matado a Guzmán. En 1993 el informante de La Oficina fue detenido junto al jefe frentista Mauricio Hernández. Y dos años después, fue acusado de traición y ajusticiado por sus compañeros del FPMR. -¿Cómo reclutan a Agdalín? -Ocurre que una profesora socialista que era amiga mía me llama y me dice que tiene un sobrino que quiere hablar conmigo. Que él cree que tiene cosas que me podrían ayudar sobre el lío del asesinato a Guzmán. Viene este joven a hablar conmigo y me habla de Agdalín Valenzuela. -¿Usted lo conoció? -No, nunca físicamente. (Antonio) Ramos toma el contacto con él en la Estación Central, mantiene un tiempo el contacto y después le pido a Carpenter que se haga cargo. -¿Cuál fue la motivación de Agdalín para colaborar con La Oficina? -Yo creo que por la influencia de un militante comunista amigo que le fue diciendo que había que dejar las armas. Y motivado porque sus amigos no murieran. -¿No hubo una motivación económica? 30 demócrata cristiano, que fue uno de los jefes de La Oficina en la década de los 90. Este fue el servicio secreto creado por la Concertación para desmantelar la oposición de izquierda que había tomado armas durante la dictadura, y se habían negado a dejarlas en el momento de la transición, desconfiando de la nueva democracia. Estos grupos fueron infiltrados por sus antiguos compañeros, particularmente bajo las órdenes de Burgos. ¿Qué más podemos decir sobre la reforma de la Constitución? SG : Chile ya ha comenzado un proceso constituyente, pero ahora el reto es cómo llevar a cabo esta reforma. Hay dos formas de hacerlo: una consiste en elaborar una constitución a través de una comisión nombrada por el poder, hacer que se apruebe en el parlamento, y solo al fin llamar a votación, en bloque, a través de un plebiscito popular. La otra forma, es elegir una Asamblea Constituyente. Esta sería un cuerpo libre y soberano, cuyo trabajo sería limitado en el tiempo y representaría de forma mucho más democrática a la población. Según las últimas encuestas, el 60% de los chilenos estaría a favor de un proceso de este tipo. El problema es que hoy no existe un marco institucional legal que permita instaurar una asamblea constituyente. Para ello sería necesario encontrar un subterfugio, y esto se puede hacer con una fuerte presión social -Estas cosas te deben parecer increíbles, pero como yo las viví no me parecen: una vez Carpenter me pidió plata para comprarle un par de zapatos. Otra vez me pidió re poca plata para ayudarle con unos cajones de abejas que había instalado en Curanilahue o no sé dónde. Eso fue todo. -¿Sólo eso? -Si quieres, me crees. Pero fue así. Veinte años atrás esta imagen hubiera sido impensada. Marcelo Schilling viajando solo, al volante de su auto. En ese entonces estaba amenazado de muerte por la directiva del FPMR y el MJL. Por eso, adonde quiera que fuera, viajaba acompañado de un chofer y dos guardaespaldas. Adelante lo acompañaba otro auto de seguridad seguido de dos motoristas de civil. Nueve guardias para un solo hombre. -Tampoco era para tanto -sopesa Schilling-. Una vez nos escapamos con mi hijo, tomamos un micro y nos fuimos a Providencia a almorzar a El Parrón. El diputado cuenta esto mientras conduce su Hyundai Veracruz rumbo a una actividad de campaña en Limache. No tiene chofer y suele conducir entre su distrito y sus departamentos en Viña del Mar y Santiago. Tampoco tiene un sistema de seguridad especial. Dejó la escolta en 2000, cuando asumió como embajador de Chile en Francia. Y al regreso, en 2006, dice que comenzó a hacer “una vida normal”. Ha gastado la mañana en una tediosa ceremonia con autoridades regionales de Valparaíso. Y dedicará la tarde a actividades sociales en un club deportivo de barrio donde su equipo ofrecerá servicios de veterinaria, peluquería y asesoría jurídica y espiritual. Esta última, a cargo de una mujer que lee el Tarot, será la más demandada por sus electores de Limache. *** El 92 fue un año decisivo para la desarticulación del FPMR. Cristián Edwards fue liberado y sus captores detenidos. La Oficina vivía su mejor momento cuando Schilling renunció a lo que derivó en la Agencia Nacional de Inteligencia, ANI. -¿Por qué se va de La Oficina? -Porque no es mi vocación… Yo me fui a despedir de Aylwin el 92, en julio o agosto, y le dije: Don Patricio, ya se resolvió, no hay nada más que hacer, y me fui. -¿Cómo sabía usted que no había nada más que hacer? Había quedado gente libre que podía volver a operar. -Estaba todo desarticulado. La fuga había sido general. Además que políticamente ellos se habían arruinado a sí mismos. Primero matan a Guzmán y no lo reconocen. Después secuestran a Edwards y lo vuelven a ocultar. O sea, es el fin. -Tenía información, entonces. -Obvio. Al punto que si le preguntas a Carpenter tal vez él te lo va a negar, pero él una vez me dijo: Hasta nos podemos tomar la dirección del FPMR. -¿Y qué le dijo usted? -Estái más huevón, le dije. Ahí le recordé lo de las Brigadas Rojas en Italia, que siguieron cometiendo actos terroristas cuando estaban completamente infiltradas por policías. No, le dije, esta huevá se acabó. http://diario.latercera.com/2013/05/19/01/contenido/la-tercera-el-semanal/34-137162-9-los-secretos-de-laoficina.shtml 31 y política desde la base. Desde 2011, la consigna de una asamblea constituyente posee un creciente apoyo popular. Actualmente, organizamos una "escuela de los constituyentes", destinada a cuadros para explicar a la gente el interés de defender esta idea, para demostrar que es el espacio donde sus intereses podrían ser defendidos. También se desarrolla una reflexión sobre el medio de llevar a cabo dicho proceso. La idea sería, por ejemplo, la introducción de un quórum de dos tercios para votar un cambio constitucional, y si no se alcanza este quórum, proceder a votaciones sobre cuestiones precisas, en lugar de pronunciarse sólo sobre un paquete final ya completamente cerrado. Esto garantizaría una verdadera participación democrática, lo más amplia posible, retomando un antiguo lema de la época de la Unidad Popular: "¡crear poder popular!". (1) F. Gaudichaud, Las fisuras del neoliberalismo. Trabajo, “Democracia protegida” y conflictos de clases, CLACSO, abril 2015: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20150306041124/EnsayoVF.pdf . Entrevista realizada por Giulia Willig para el periódico SolidaritéS (Suiza / www.solidarites.ch). “Estamos frente a una descomposición institucional, una descomposición del sistema de partidos”. The Clinic Alfredo Jocelyn-Holt: Online 23 Junio, 2015 Tags: ac, Chilean News, crisis, gobierno, Jocelyn Holt, Partidos Fotos: Agencia Uno “En situaciones de descomponsición institucional cuesta imaginar una reinstitucionalización, eso va a venir, pero eso todavía no se percibe”, “estamos en una especie de ascua”, opinó el historiador. alfredo El historiador Alfredo Jocelyn-Holt abordó en Radio Zero la coyuntura política, asegurando que se vive en un clima de matonaje y “descomposición institucional”. “Hay matonaje al mismo tiempo que hay unas ansias de justicias. Los politicos han tenido matonaje también frente a la ciudadanía, pero eso no justifica el trato que están recibiendo”, opina el académico respecto de los casos de corrupción. En ese sentido, agrega Jocelyn-Holt, “para llegar a una sentencia se requiere un poco más de tranquilidad. Hay condenas anticipadas, hay personas que pueden llegar a ser formalizadas, peor para la opinión publica ya aparecen condenadas”. “Hay una especie de justicia popular, y eso es complicado porque hay una lógica de ojo por ojo, eso es completamente contrario a nuestro sistema”, asegura. En esa línea el panelista del programa “Desde Zero” dice que “esto parece fiesta de borrachos, o el juego de la verdad (…) o ésta en una fiesta en que esta todo el mundo borracho y entonces esto no tiene fin”. “Lo que es muy grave es que vulgarizan las acusaciones”, plantea. Terminemos con la lesera 32 El historiador fue consultado sobre la frase “Terminemos con la lesera”, pronunciada por la Jefa de Estado, Michelle Bachelet, la semana pasada cuando fue requerida acerca de la demora en nombrar al reemplazante de Jorge Insunza en la titularidad de la Segpres. “El comentario era como de mamá, reafirma la imagen de ella en ese sentido, puede haber mucha lesera y puede que nos estemos todos excediendo, pero al gobierno no le corresponde responde de esta manera. () hay un cierto lenguaje formal, que a veces es cliché y no le creemos muchos, pero el otro extremo, este lenguaje de la lesera, termina siendo un boomerang”. Jocelyn-Holt también se refirió a este nuevo panorama político, donde se advierte que pudiera existir un nuevo cuadro hacia adelante, sobre después del proceso constituyente anunciado por Bachelet para el mes de septiembre “Estamos frente a una descomposición institucional, una descomposición del sistema de partidos, sin duda, pero en situaciones de descomposición institucional cuesta imaginar una reinstitucionalización, eso va a venir, pero eso todavía no se percibe”, “estamos en una especie de ascua”. El ensayista dijo además que “veo un paralelo del momento actual con la crisis de los años 20. Y siempre hay salidas de mano dura, en el contexto latinoamericano eso implica la presencia de militares o populismos fuertes” 18-08-2015. Capitalismo Reinaldo Troncoso. Rebelión en Chile: Malos olores y podredumbre. In memóriam de mí amado hijo Bautista Salvador (el Bauchi)* DEMAGOGIA, CORRUPCIÓN Y ARREGLINES: LAS OFERTAS DE SIEMPRE Los títulos que pusieron a las reformas que ofreció la Nueva Mayoría a su clientela electoral, fueron tan sugestivos, que crearon falsas expectativas a una franja “ciudadana” muy amplia, que también con seguridad, apoyó y participó de las movilizaciones que el año 2011, exigían cambios profundos a la educación, al sistema tributario, al sistema previsional y a la condición laboral de los trabajadores. En 33 definitiva, lo que se encontraba desde hace tiempo en entredicho, era nada menos que el modelo económico y el efecto negativo de sus políticas en los distintos planos de la vida social de las mayorías. “La calle”, como despectivamente llamo el democratacristiano Andrés Zaldívar a las movilizaciones populares, fueron tan contundentes y masivas, que en un primer momento, le causan gran preocupación a la gran burguesía y a la elite política que le sigue de coro, para luego hacerles entrar como clase dominante en su conjunto, en una situación defensiva y de repliegue ideológico. El capitalismo en Chile, con la gestión de Piñera y de la Alianza, mostró sin caretas y disimulo, todas las cartas que los patrones se jugaron para asegurar el máximo de rentabilidad en sus negocios y de paso, terminar de completar las condiciones materiales objetivas para agudizar mediante el abuso, la superexplotación, la corrupción y el descaro político; los antagonismos y contradicciones de una lucha de clases, que intentaron relativizar con llamados a “la unidad de los chilenos” y el respeto al “Estado de Derecho”, buscando esconder con estos conceptos y llamados, los profundos niveles de desigualdad y los verdaderos intereses de clase que están en juego en el Chile de hoy. El gobierno de Piñera como un obvio resultado, se apuró para en sus 4 años de administración, implementar políticas de amarre institucional, con una legislación que amparara claramente el objetivo de acumulación y concentración de los capitales y la riqueza, y que no tuviesen vuelta con una nueva gestión, entre estas: las concesiones de construcción y administración de hospitales, la ley de pesca con coimas y cohecho, proyectos mineros, hidroeléctricas, la superintendencia de educación, etc. Mientras mostraban condescendencia pública con las demandas populares, en secreto, tramaban como no salir lesionados con sus intereses de largo plazo. Con las movilizaciones y protestas populares, que mostraron niveles importantes de extensión e influencia, se comienza a operar un cambio político significativo en la escena nacional, hasta el grado de producir en la realidad del país, un punto de inflexión en la lucha de clases. No se trataba de un cambio drástico en cuanto a los niveles de contradicción y antagonismo, no por lo menos de un alcance cualitativo y que hubiese conducido los enfrentamientos derecha y definitivamente, a un cambio de periodo en la lucha de clases. Sin embargo, el rasgo sobresaliente en las relaciones de poder que imperó durante largos años, como una característica importante en las formas de dominación, queda claramente quebrado y sin posibilidades de ser restituido al corto o mediano plazo. Se trataba del factor que precisamente selló la derrota ideológica del Movimiento Obrero y Popular chileno en la década de los 80. Hablamos de aquella categoría de la superestructura del capitalismo, que en el lenguaje sociológico clásico conocíamos como la coerción, es decir, la amenaza o presión desde el Estado a la conducta social de las masas, cuando estas se tornan oposición activa y radical al poder burgués; y porque precisamente, utilizando la coerción como mecanismo de control, sabemos que la clase dominante ha impuesto su voluntad e intereses históricos. En términos más políticos, nos estamos refiriendo a la hegemonía que impuso transversalmente al conjunto de la sociedad el sector más poderoso de la burguesía, la fracción Monopólico-financiera. El punto de inflexión entonces, está en que esa hegemonía que blindaba, justificaba y daba legitimidad a la totalidad del sistema capitalista, quedó debilitada de tal manera, 34 que abrió en el escenario nacional de la lucha de clases, lo que hemos llamado la crisis de representatividad y legitimidad política. Este sólo hecho, nos brindó los elementos suficientes para considerar que en el Periodo Actual de las contradicciones de clases, de un equilibrio inestable en la correlación general de fuerzas, pero de reflujo de los sectores obreros y populares; se abrió una fase de reactivación social, que se ha caracterizado por una importante reanimación de franjas sociales, que han levantado con fuerza sus demandas y que lograron provocar con las protestas y asonadas populares, esa franca crisis de representación y legitimidad política a la clase dominante y particularmente a la elite que la expresa en la esfera institucional; llámense gobierno, parlamento y corporaciones patronales. Sin embargo, esta reactivación –insistimos- se enmarca aún, dentro de un periodo de reflujo ya bastante prolongado de los sectores obreros y populares, es decir, un tiempo, que ha implicado a lo menos tres décadas de un equilibrio inestable en la correlación general de fuerzas. Este equilibrio inestable se configura: Primero, por el abandono en el año 86 del Proyecto Socialista por parte de la izquierda tradicional y también de sectores de la izquierda revolucionaria que reniegan de sus postulados. Segundo, por la capitulación y la alianza tácita de la izquierda reformista con el enemigo de clase, al apoyar la salida burguesa a la crisis del capitalismo en el periodo dictatorial, comprometiendo su participación en la demanda de “elecciones libres”. Tercero, pero como un elemento contrario, la intransigencia de los revolucionarios en sostener, a pesar de la derrota, un camino de lucha independiente, mantener inalterable los valores y principios revolucionarios y socialistas y propiciar una permanente política de interpelación: uno, a la institucionalidad por los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura; dos, a los robos y saqueo al patrimonio del Estado por los grupos monopólicos; tres, la demanda de restauración de las conquistas y derechos de los trabajadores y el pueblo, quitados a sangre y fuego por la dictadura en nombre de los patrones nacionales y extranjeros; y cuatro, el bregar de manera continua por revertir el reflujo e intentar retomar la iniciativa estratégica (MIR-EGP, MAPU Lautaro y FPMR), a pesar de las condiciones absolutamente adversas. El periodo político abierto a partir del año 89, y que la Concertación nombrará como de “transición democrática”, es en verdad un periodo de continuidad con el proyecto dictatorial, pero de otro lado, un proceso de afianzamiento de la derrota obrera y popular, que progresivamente va aumentando los grados de alienación social y de mimetización de las mayorías con los valores burgueses que se van imponiendo en todos los ámbitos del quehacer humano. Sin embargo, lo que hace que la balanza no se cargue decididamente hacia el lado burgués, y establezca, muy a pesar, de los nuevos administradores del modelo, un equilibrio inestable en la correlación general de fuerzas, es la existencia de una franja política y social, que aún en condiciones de minoría, sostiene con dignidad y con una fuerte y clara autoridad moral, las banderas de los derechos del pueblo como una advertencia de combate frente a los contubernios y negociaciones de los poderosos y como prueba de resistencia ideológica a los golpes del enemigo de clase. Es más, este equilibrio inestable, que hasta hace unos años operaba como una condición favorable para imponer y sostener la hegemonía de la burguesía monopólicofinanciera y las transnacionales, dejó de ser el factor suficiente para mantener esta hegemonía político-ideológica, y sólo le dio margen a esta fracción burguesa, para 35 administrar políticamente la ya evidente crisis estructural del sistema y el colapso del patrón de acumulación que habían impuesto desde mediados de la década de los 70. Hoy día este modelo económico está quebrado, lo cual no significa que esté inmovilizado y sin operar, pero sí podemos decir que las recetas que lo caracterizaron, no están surtiendo más los efectos esperado de crecimiento económico y de facilitación para que los esquemas de manejo de la relación capital/trabajo, se mantengan inalterables ante las presiones que demandan desde el campo popular, políticas redistributivas, que obviamente, la clase patronal todavía resiste con métodos mediatizadores de los conflictos sociales y de postergación indefinida de las soluciones económicas. El modelo sufrió una fuerte fisura, en tanto, el descontento social acumulado por tantos años, se comenzó a expresar y a transformarse en movilizaciones y protestas, pero sin que estas, hayan logrado poner en peligro los pilares que sostienen el actual patrón de acumulación. Podemos afirmar, que a pesar de la reanimación popular que se expresa en contra del modelo, la gran burguesía todavía conserva la capacidad de maniobra para turnar el control del poder dentro de sus esquemas de influencia. La clase dominante, actualmente resiente, el que su discurso pierda cada vez más peso ideológico y no sea creíble para amplios sectores de los trabajadores y el pueblo, y esto es precisamente lo que llamamos la crisis de representación y legitimidad que enfrenta la gran burguesía en la actual coyuntura. Así y todo, el diagnóstico en cuanto a estos males del capitalismo, señalan que, en la trinchera obrera y popular, el reflujo que nos acompaña ya tantos años, no varía en cuanto a las situaciones de fondo y los avances experimentados sólo tocan lo cuantitativo y es esto precisamente, lo que concede todavía márgenes de maniobra a la clase dominante para reposicionarse política e ideológicamente al nivel social. Sin embargo, la fase abierta -por cierto nos señala- que esos avances cuantitativos del campo popular, de todos modos, tornaron ese equilibrio hace rato aún más inestable. Análisis aparte merece el comportamiento de los sectores más reaccionarios de la Democracia Cristiana y que hoy se encuentran influenciando este partido burgués, pero que ellos llaman de Centro. A muchos sorprendió la manifiesta oposición “oficial” de la DC, a los proyectos originales de reforma que ofreció al electorado la Nueva Mayoría. A nosotros los revolucionarios, que conocemos la trayectoria política de la Falange, no nos sorprende que en las situaciones clave de expresión de los antagonismos de clase, cuando producto del descontento acumulado y la transformación de este en masivas protestas populares y de sectores medios también afectados y empobrecidos por el modelo económico, la Nueva Mayoría al igual que lo hacía la ex Concertación; hayan tenido que optar tácticamente por hacer concesiones en teoría a los sectores movilizados. Sin embargo, la Democracia Cristiana sabe cómo y en qué momento cambiar de giro, y actuando en consecuencia con su estilo oportunista, retomar su carácter de partido burgués. La DC so pretexto de defender derechos y demandas de una “clase media” que no existe y que nunca ha existido, realizó el intento desesperado de vanguardizar la oposición a las reformas y a sus aristas progresistas. Bastante claros los demócratas cristianos, de la lamentable situación de desarme y además con conflictos serios de decadencia política y moral, en la que se encontraba la derecha, defensora tradicional y genuina de los intereses capitalistas; dándose cuenta la Democracia Cristiana de que la 36 UDI y RN, habían perdido la capacidad de cuestionar con desplante y comodidad política, las reformas en sus versiones originales; se ven a sí mismos, como los únicos representantes de la clase dominante, que podían jugarse por dejar incólume los pilares del modelo; y sabían también, que podían contar además, con el apoyo y así fue, de los tecnócratas de derecha que posan siempre de independientes, y que se encuentran prestos a participar de negociaciones y contubernios para neutralizar cualquiera ofensiva en curso que pueda afectar las cuestiones esenciales del capitalismo. Y efectivamente contaron con estos custodios del sistema: Bernardo Fontaine, Nicolás Ulloa, Sebastian Guerrero cercanos a RN; Carolina Fuensalida, Beatriz Córdoba, María Teresa Muñoz cercanos a la UDI. En todo caso, las intervenciones de estos derechistas, se quedaron cortas frentes a las arremetidas de la DC a través de Ignacio Walker, Andrés Zaldivar y también del tristemente célebre Gutemberg Martinez. Se puede afirmar que esta ofensiva mediática de la DC, se produce en estrecha relación con el repliegue de las movilizaciones y la pérdida de la iniciativa de parte de los liderazgos sociales de izquierda en los años 2013 y 2014. Como resultado de las debilidades que evidenció la conducción política, por parte de los Anarquistas y la Izquierda Autónoma, como los nuevos actores que lideraban al sector estudiantil; la Democracia Cristiana aprovecha esta ventajosa posibilidad y desarrolla toda una ofensiva política y social que incluyó el apoyo de sectores pequeños-burgueses de clara aspiración arribista. En paralelo con el repliegue y retroceso de la movilización popular, la DC afirmándose en parlamentarios de la derecha, desata una dinámica con un claro tinte reaccionario, que puso en circulación las añejas y rancias consignas de los viejos y viejas momias de antaño: “libertad” de trabajo, “libertad” de enseñanza y “libertad” de “elegir” una buena educación para los hijos. La DC se envalentonó y abandonó su repliegue político y ayuda a que el conjunto de la clase dominante deje su posición defensiva en lo ideológico. Al igual que en los tiempos de la Unidad Popular, asumieron la táctica de levantar organismos sociales ficticios como la Confepa, apoyada claro está, por los partidos burgueses y por los “expertos” en educación ligados a la ex Concertación. Realizaron marchas, concentraciones y actos públicos supuestamente masivos, y medios de prensa no les faltaron para aparecer como mayorías oprimidas, así lo expresó la editorial del diario “La Tercera” del domingo 07 de diciembre del 2014, titulada “Amenaza a la libertad de los ciudadanos”, que en un lenguaje propio del anticomunismo y de la guerra fría nos decía “Una de las lecciones que nos dejó el siglo XX, dolorosamente aprendida para muchas sociedades, es que las libertades personales y los derechos políticos no son meramente formales, sino que son la base del respeto a la persona y de la defensa de ella ante la amenaza de un Estado totalitario”. Al respecto, nosotros afirmamos con pleno convencimiento, que el Señor Guillermo Turner Olea Director del diario y el Señor Víctor Cofré Soto Editor General del mismo, cuando escribieron esta “heroica y libertaria” reflexión, en ningún minuto estuvieron pensando en la invasión de Afganistán y sus miles de muertos, en la invasión y ocupación de Irak y sus otros miles de muertos, en la invasión y desarme de Libia y sus otros miles de muertos, los ataques y agresiones militares a Siria con sus otros tantos miles de muertos, el golpe de Estado en Ucrania y sus otros tantos miles de muertos, los planes de golpe y desestabilización contra Venezuela y sus otros tantos muertos, todas agresiones armadas, atentados 37 terroristas y crímenes de lesa humanidad, orquestados por Estados Unidos, el país más “democrático” y más “libre” del mundo, en estrecha complicidad con sus aliados europeos, que actuaron con la más mortífera y siniestra herramienta bélica que poseen: la OTAN. En los nombrados hechos, contrarios probadamente al Derecho Internacional al que ellos mismos apelan, seguramente el diario “La Tercera” con su ceguera ideológica, no ve ningún tipo de totalitarismo y genocida además. Dada esta campaña coyuntural y puntual de la reacción burguesa, destinada a neutralizar todo filo de avanzada de las reformas, lo que a nuestro juicio revistió mayor importancia, es el desesperado objetivo que se han planteado como clase dominante: la recomposición orgánica, política e ideológica de un proyecto burgués coherente, que se pretende como de “centro derecha democrática” o con el matiz de “centro izquierda moderna” buscando dar salida a la crisis de representatividad y legitimidad que cada vez distancia y divorcia más a la burguesía, de cualquiera base social de apoyo. [Nota de ELCH: Con el máximo respeto, que estando de acuerdo con el análisis de este artículo, pensamos que no es una “campaña coyuntural y puntual de la reacción burguesa”, sino la continuidad, a nivel del estado chileno, de una estrategia mundial de recuperación de poder, de consolidación y afianzamiento del poder de las transnacionales, es decir, del imperialismo en el mundo”. Rogamos remitirse a Notas al paso del caminante 1 de este Boletín] LA FATIGA DE MATERIALES DEL CAPITALISMO CHILENO El capitalismo es un sistema que se sustenta en la propiedad privada de los medios de producción. Es a partir de esta forma de propiedad que se derivan otras características esenciales del sistema; como el obtener ganancias en base a la explotación de la fuerza de trabajo que le venden los obreros y otras clases subalternas, como el campesinado, los trabajadores por cuenta propia, etc. Estas características esenciales del capitalismo, devienen en una multiplicidad de mecanismos que dentro de una economía de explotación y mercancías, resultan ser los recursos o instrumentos complementarios de las transacciones y movimientos del mercado. Algunos de ellos, son recursos necesarios pero ilegítimos o tramposos. Para aclararnos mencionaremos algunos de estos mecanismo, que para la propia moral burguesa le son incómodos: la usura, la especulación, los monopolios, la malversación de fondos, la evasión , el tráfico de influencias, el fraude, el lavado de dinero, la quiebra fraudulenta, el vaciamiento de empresas, el contrabando, el soborno, el cohecho y otros, etc. Todos estos mecanismos conforman la cara perversa del capital, hasta el punto de constituir para la propia burguesía delitos económicos. Una cara perversa, pero aceptable a la hora de obtener ganancias. Lo que ha ocurrido con los bullados casos Cascadas, Penta y SQM, no es otra cosa, que el segundo gran acto de una trama que comenzó con la Dictadura, y que hoy día expone y visibiliza la continuación de un argumento de enajenación, robo y saqueo del patrimonio del Estado chileno; por tanto, un delito de alta monta contra todos los chilenos. Ni el caso “Cascadas”, ni el caso “SQM” hubiesen existido, si el dictador no nombra en los años 80 como parte del directorio de SOQUIMICH empresa estatal, a su entonces yerno Julio Ponce Lerou. (1) La Nueva Mayoría lo sabe y no lo dice, sabe que los actuales niveles de decadencia y corrupción de la clase dominante, son los efectos históricos de largo plazo, de la 38 contrarrevolución que se instala a partir del golpe de 1973. Una contrarrevolución que luego de asestar el más cruento revés estratégico a la clase obrera y al pueblo de nuestro país, se apodera del territorio nacional y obtiene como un preciado botín de guerra, todo el patrimonio económico del Estado chileno. Después de este acto de posesión y de arrebato de nuestra soberanía económica, procedieron bajo las órdenes de los grandes capitalistas nacionales, al reparto y saqueo arbitrario de las riquezas nacionales. Ahora, valiéndose de las vacilaciones y ambigüedades de la Nueva Mayoría, quisieron como burguesía volver a sacar la voz, hacer retroceder a los de “la calle”. Habían ganado la mejor posición para entrabar las reformas y restituir “la democracia de los acuerdos”. Sin embargo, el mismo afán por mantener sus privilegios, por sostener una institucionalidad favorable al lucro, aprovechándose de derechos que convirtieron en grandes negociados. Esa ambición desmedida, propia de magnates y mafiosos, les hace caer de nuevo en una posición de fragilidad política. La burguesía no sólo sabe hacer negocios, también corrompe sus negocios; precisamente cuando persigue buena rentabilidad y altas utilidades, se olvida de las propias leyes del mercado y mucho más, porque en los pasillos de las finanzas sufre amnesia ética y moral respecto de sus propios valores burgueses. El capitalismo en sus fases de desarrollo también posee dialécticamente su contrario de decadencia. La ley del valor siempre se acompaña de un amplio abanico de estímulos materiales, que finalmente hacen entrar los negocios en el espacio de la corrupción y la degradación moral. El caso de la Polar, las colusiones con las cadenas de farmacias, con las empresas productoras de pollo, con las empresas navieras, el caso Cascadas, Penta y SQM, son la expresión de este “mal cálculo político” o de la excesiva confianza en estructuras de impunidad que los hacen sentirse amos y señores en esos espacios, pues las construyeron en función de sus intereses y necesidades de clase. La burguesía es una clase que siempre ha robado y ha cometido y seguirá cometiendo robos a gran escala, sin embargo, es una clase que cuida la apariencia: “Nosotros robamos, pero no deben saber que somos ladrones”. Hoy quedaron al descubierto e intentan tapar el sol con un dedo. (2) Otros hechos, como las catástrofes naturales, también han puesto a prueba las instituciones del Estado. Las respuestas a los incendios estivales, los terremotos, los aluviones, las erupciones volcánicas, han mostrado las deficiencias y carencias de un Estado; más preparado para socavar o descomprimir las protestas y movilizaciones sociales, que para aliviar y resolver los efectos devastadores de un fenómeno natural. De hecho, existe una orgánica gubernamental con una mejor funcionalidad que la “famosa” ONEMI y es la poco conocida Oficina de “Análisis Estratégico y Control de Conflicto” hasta antes del nuevo gabinete, a cargo del Ingeniero civil Flavio Candia y que se encuentra en Amunátegui # 72, en esta participaba también la Subsecretaria de Interior Camila Benado y está a cargo del señor Mahmud Aleuy. No solo esta institución, sino también el “Comité Interministerial de Conflictos” al cual asistían: Subsecretarios Patricio Silva de la SEGPRES, Rodolfo Baier de la SEGEGOB, un representante de la Secretaría de Comunicaciones y otro de la Dirección de Presupuesto. Estas dos instituciones, se suman como políticas concretas de perfeccionamiento al Estado de Contrainsurgencia que de esta manera, afina la puntería para vigilar, infiltrar, controlar 39 y desmovilizar los movimientos sociales o en su defecto desacreditarlos o criminalizarlos para cuestionar su legitimidad. La pérdida de homogeneidad en la burguesía como clase, les hace hoy, para salir de la entrampada situación en que se encuentra, barajar sin convicciones claras, distintos y diferentes nombres como supuestos salvavidas del sistema: MEO, José Miguel Insulsa, Ricardo Lagos, Sebastián Piñera, etc. Podemos decir, que la clase dominante, está hoy profundamente tensionada entre las catástrofes y los vergonzosos niveles de corrupción, sumando a ello un serio vacio de liderazgo que compromete también seriamente la conducción del Estado capitalista. Se ha llegado al punto de generar una crisis de gobernabilidad que expresa a nivel político institucional, las contradicciones interburguesas afincadas en los criterios y modos distintos de abordar las respuestas a las crecientes demandas populares y a los cuestionamientos que surgen a la práctica político-administrativa desde los poderes del Estado; particularmente lo que dice relación con el Programa de Gobierno y la implementación contradictoria y ambigua de las reformas, también las críticas a la función legislativa y a los acuerdos parlamentarios al margen absoluto del mandato popular de las mayorías, la crítica al ejercicio de los tribunales de justicia y del Ministerio Público, dada la no coherencia expresa entre procesos investigativos y dictámenes de los jueces o ministros de las Cortes. En definitiva, el manoseado Orden Público como así mismo, el vapuleado Estado de Derecho, no convencen como un sistema transversal de “beneficio ciudadano”, toda vez que revientan de un lado y de otro, los casos de corrupción en los que está involucrada gran parte de la elite política y el mundo de los grandes negocios. El cambio de gabinete, decisión política ineludible, surge como otro volador de luces, otro intento de la clase dominante por aparecer enmendando errores, y con ello crear expectativas en los sectores ilusos, que siempre ven en estos movimientos correcciones favorables a la corriente progresista. Sin embargo, todo lo dado y andado, en cuanto a los encuentros y arreglos de pasillos entre la autollamada “centro-derecha” y la autollamada “centro-izquierda”, no dan para otra cosa que constituir un gabinete “pro-crecimiento”, es decir, un gabinete al gusto de la patronal. La frase “dejemos que las instituciones funcionen” se ha vuelto casi una ironía y escucharlos decirla, suena como a un pillarse la cola. La verdad es que, decir y reconocer que existe objetivamente una crisis de representatividad y legitimidad, como así mismo, decir que existe una crisis de gobernabilidad, no debiera sustraernos de las afirmaciones constantes que como izquierda revolucionaria hemos planteado casi majaderamente: el actual periodo de la lucha de clases, se caracteriza en lo central por una CRISIS ESTRUCTURAL DEL CAPITALISMO MUNDIAL y en el caso particular de Chile le agregamos el ABIERTO COLAPSO DEL MODELO DE ACUMULACIÓN. Por lo tanto, lo que hoy está instalado en la realidad nacional, no es otra cosa que la forma particular que asume la crisis señalada. Aquí no ocurre que se estén sobreponiendo fenómenos políticos, sociales, económicos, culturales-ideológicos u otros de nuevo tipo, sino, el entender que la clase dominante en nuestro país, no ha podido lidiar de manera inteligente y apropiada con los efectos nacionales que provoca de manera irresoluble la crisis capitalista mundial, por los propios desaciertos imperialistas en el contexto de la lucha de clases en la escena internacional, de la cual los ejemplos más visibles los encontramos en el conflicto armado de Ucrania y las repúblicas separatistas de Donetsk 40 y Lugansk, ahora conocido como la guerra del Dombás; el alzamiento popular en Yemen y el derrocamiento del gobierno pro-norteamericano; el triunfo en Grecia de la Izquierda reformista Syriza que altera el cuadro político de la Unión Europea; la ofensiva militar contra el Estado Islámico (EI) por parte del Ejército de Siria, las Milicias Kurdas y el Ejército Iraquí con el apoyo de los Guardianes de la Revolución Iraní; el apoyo en la pasada Cumbre de América al proceso venezolano ante el decreto imperialista de Mr. Obama y la reanudación después de más de cinco décadas, de relaciones políticas y diplomáticas entre los Estados Unidos y el gobierno de Cuba. Pues bien, atendiendo lo anterior, ¿sobre qué nuevas bases, políticas, económicas, teóricas, se puede reconfigurar una opción capitalista?. ¿De dónde puede la burguesía, dotarse de un nuevo arsenal ideológico que no sea, el reivindicar ese liberalismo, que ya por siglos la civilización lo ha experimentado como un terrible enemigo de la humanidad?. El ocaso de un sistema y, en cuanto al Modo de Producción Capitalista, no se puede medir ni esperar en horas o días, ni siquiera en años. Menos aún, si estamos convencidos de que el final del capitalismo, no se producirá por efecto de sus propias contradicciones y errores. No puede haber una postura determinista, que nos resigne a esperar del capitalismo un final ineluctable y sin dolores de parto. Las clases sociales son el testimonio más elocuente de la dialéctica histórica, que precisamente nos asoma y nos expone a esa lucha violenta entre las clases que a la vez destruye y construye sociedad. Son finalmente las clases sociales las que enfrentándose en una lucha a muerte, atrasan o adelantan el curso de la historia humana. Las estructuras corroídas, las maquinarias desvencijadas, las herramientas melladas, y todos esos malos olores, propios de los estados de ruina y decadencia que ahora impregnan la atmósfera capitalista; no bastan para que tranquilamente esperemos el derrumbe de este sistema. Desde esta otra trinchera, no sólo cabe mirar el espectáculo, que es sin duda, una gran oportunidad histórica para conocer sus flancos débiles, sino también, para unir y preparar nuestra fuerza, para levantar en alto nuestros valores socialistas y proletarios y junto con ello luchar por instaurar como alternativa y opción estratégica al capitalismo y la democracia burguesa, nuestra propuesta programática revolucionaria. EQUIVOCADOS TEXTOS SOBRE EL CONTEXTO EN EL CAMPO POPULAR Los revolucionarios en varias ocasiones, nos hemos brindado espacios de convergencia para debatir acerca de las condiciones de los trabajadores y sus organizaciones en el Chile actual. Debate sin duda, necesario y también oportuno, dadas las distintas coyunturas que nos exponen día a día, a una cantidad importante de informaciones respecto de temas como la reforma tributaria, de la educación, de la previsión, de la constitución, de lo laboral, y que tienen que ver directamente con la vida de los trabajadores y de los sectores populares. Lo necesario y oportuno, lo decimos porque, a lo menos se espera en torno a un clima fraternal, colocar en la mesa de discusión, los temas clave del presente y del futuro de nuestra clase, la clase o las clases dominadas, los oprimidos, los explotados por el capitalismo. Foros y encuentros realizados estos últimos meses, incluyendo la exitosa convocatoria del sindicalismo clasista al Día Internacional de los Trabajadores; nos demuestran a pesar de los avances logrados, el estado orgánico, la situación de 41 conciencia y las condiciones de alienación y reflujo en la que aún se mantienen la mayoría de los trabajadores de nuestro país. También el reconocimiento y aceptación de que en Chile hoy, la afiliación sindical bordea aproximadamente un 15% de la fuerza laboral, un porcentaje bastante bajo en relación a la fuerza de trabajo activa, dato que no deja de ser importante si se sabe que la tasa de sindicalización posee un efecto inmediato sobre la distribución factorial del ingreso, o sea, sobre la forma en cómo éste se distribuye entre los trabajadores y los capitalistas. El Plan Laboral de la dictadura, buscó justamente que la negociación colectiva en ningún caso fuese un mecanismo para redistribuir los ingresos o riqueza del país. Junto con lo anterior, continúan penando en la cabeza de los trabajadores, los mecanismos de “despolitización” o de enajenación política que sería la forma correcta de decirlo: Uno, que era la separación entre el mundo del trabajo y la política formal, entendidas como las inhabilidades que consagró el Plan Laboral de José Piñera. Y dos, el atomizar la negociación colectiva y constreñirlas al nivel de las empresas. Con ello se buscó con éxito, deshacer esquemas asociativos más amplios, que permitían la unión de los trabajadores como clase y su representación política en la unidad social, cuestión que la dictadura logró plenamente. Esto entrega el dato de que las relaciones capital/ trabajo no contienen hoy, en su contradicción lo que debiera ser el empuje y el acicate a la organización sindical de los explotados, lo que hace pensar que el factor subjetivo (la organización revolucionaria) permanece aún ausente o muy débil, en el espacio de las relaciones sociales de producción. Aún así, por mucho que la clase burguesa domine sin contrapeso en las relaciones de poder económico, político, social e ideológico; siempre estas relaciones de poder estarán expresando de manera objetiva e histórica, las contradicciones y los antagonismos irreconciliables entre las clases; siempre estas relaciones de poder estarán expresando la lucha de clases, aún cuando ésta en situaciones de reflujo de los sectores explotados y dominados, asuma características más veladas. Pero, aún así, no podríamos afirmar que nos hayamos encontrado en un periodo (1986-2011) de “estabilización de la lucha de clases”, un concepto así, a nuestro juicio, se contradice con una mirada materialista dialéctica de la realidad y en cambio si se emparenta con la visión post-modernista, en su equivocada convicción, de que la administración al detalle de los individuos y los Estados convierte al poder del gran capital, en una fuerza omnímoda capaz de paralizar a sus adversarios y restarles su capacidad de ser la oposición dialéctica que lucha y resiste siempre y permanentemente a sus pretensiones de “administración total”. Siguiendo las ideas de Marcuse, uno de los exponentes importantes de la corriente postmodernista, pudiésemos llegar a la conclusión pesimista de que: “El mundo tiende a convertirse en la materia de la administración total que absorbe incluso a sus administradores. La tela de araña de la dominación ha llegado a ser la tela de araña de la razón misma y esta sociedad es fatalmente enredada en ella” (3). Sin embargo, la “Ley de la Unidad y Lucha de los Contrarios” no nos muestra ese comportamiento de la realidad. Por lo tanto, donde existe la unidad de los contrarios existe también la lucha entre ellos. Con el reformismo también se opta por producir cambios dentro de los marcos del sistema, pues se tiene el convencimiento de que fuera o al margen de sus estructuras de dominación, es imposible cambiar a nuestro favor la correlación de 42 fuerzas. De ahí entonces la necesidad de diseñar estrategias de colaboración de clases y de capitulación política de las posturas independientes de clase. Así y todo, aunque los sectores reformistas, sean estos de cuño obrero o de cuño pequeño-burgués, pacten con la burguesía un proyecto de conciliación de clases, como llegó a ocurrir en ciertos momentos históricos; la sola condición unilateral de estos pactos, los invalidaba para convertir el escenario de la lucha de clases en cualquier país, en un escenario pacífico, garantizado por una suerte de armisticio pactado entre los “representantes” de una y otra clase. Lejos, muy lejos de ser así, las contradicciones y los antagonismos siempre existentes y siempre dinámicos, en situaciones de menor intensidad de estas contradicciones, lo menos que pueden expresar en el escenario de la lucha de clases, es una condición de equilibrio inestable, equilibrio que dependiendo del estado de esas mismas contradicciones se puede mantener o romper en cualquier momento o circunstancias determinadas. En nuestro país, desde la segunda gran derrota sufrida por nuestra clase, el año 86, todos los hechos y acontecimientos importantes que devinieron en la instalación de la salida burguesa a la crisis de la dominación en Chile, con los gobiernos concertacionistas; demuestran que la lucha de clases, a pesar de la derrota estratégica del Movimiento Obrero y Popular y el posterior reflujo que se expresa con los fenómenos de la atomización orgánica, la fragmentación social y la dispersión ideológica; nunca llego a remedos siquiera de estabilización. Y porque fue y es además material e históricamente imposible; la derrota -entendámonos bien- es en sí, una condición de restitución de la dominación burguesa y de reinstalación de la opresión de clase por parte del Estado. Por lo tanto, considerar que la retoma de la iniciativa estratégica por parte de la clase dominante, con la consecuente represión a los sectores revolucionarios todavía en lucha y resistencia, sumado a todas las políticas de contrainsurgencia post-dictadura, es una condición de estabilización de la lucha de clases, nos parece un craso error, no sólo intelectual, sino de implicación errónea en lo político, a menos que el término estabilización se utilice como un grosero eufemismo para nombrar a la derrota y al nuevo dramático reflujo al que entró el Movimiento Obrero y Popular en el año 86. Ahora, fue precisamente el recurrente y manoseado discurso de la falsa “Transición Democrática”, el que posibilitó como recurso táctico el que esa lucha de clases, que pudo desde los sectores obreros y populares haber tenido las características de una “revancha”, a lo menos en los planos político-jurídicos más importantes (DD.HH. Constitución del 80), no la tuvo y logra el sector de recambio de la burguesía, generar en nuestro país y en ese escenario de la lucha de clases, la condición de equilibrio inestable. A partir del 2011, con las movilizaciones medioambientalistas y con las protestas estudiantiles, que llegan a tener un nivel inédito y bastante masivo de convocatoria, ese equilibrio inestable en la lucha de clases, comienza a acrecentar su inestabilidad y a empujar a la clase dominante a una posición defensiva y de repliegue ideológico, hasta el grado que se comienzan a expresar públicamente mea culpas políticos y sociales que aceptan el descrédito y la deslegitimidad de la elite política y la patronal, al punto que ya no pueden ocultar la fea cara de sus estafas, corrupción y robos descarados. Nos encontramos ante un hecho, que no podríamos calificar de estallido social espontaneo del descontento, no es así. Las movilizaciones y protestas son el resultado de un largo 43 proceso de acumulación del descontento, frustraciones y estados de impotencia social, frente a un Estado burgués que le ha imprimido por casi tres décadas a su gestión política, el parcial tutelaje de los intereses del gran capital monopólico financiero y las transnacionales. Según el carácter del Estado es la relación lógica e histórica que se debía esperar. En un contexto de reflujo de los sectores obreros y populares: derrota política, social, militar, e ideológica de la clase obrera y el pueblo, su desarme orgánico e incluso con posteriores grados importantes de descomposición moral. En este contexto, dentro del cual se han realizado casi por tres décadas esfuerzos de reconstrucción política y social, de rearme ideológico, de reedificación moral, sin hasta ahora lograrlo y tenerlas hasta estos días, como las tareas inmediatas y permanentes de una izquierda revolucionaria, aún atomizada, dividida y con un profundo espíritu de secta, estimulada por los lamentables liderazgos que la mantienen cautiva en cacicazgos egocentristas y políticamente mediocres. En este contexto de reflujo; refiriéndonos a las movilizaciones y protestas, hemos hablado de reactivación social y esta fase, debemos entenderla como el preámbulo de comprensión de los verdaderos antagonismos sociales, el momento histórico-material en el que sectores más amplios y extensos comienzan a ver con una mayor claridad, el porqué de la explotación, la opresión y el abuso de parte de las clases dominantes y la razón por la que los sectores de la burguesía imponen con absoluto liberalismo y arbitrariedad las relaciones de mercado en todos los ámbitos de la vida social. Esta es la fase donde comienza a quedar claro a los sectores obreros y populares, que todas las medidas que toma la clase patronal son contrarias y afectan profundamente sus intereses y barren constantemente con sus derechos. Esta fase expresa a nuestro juicio –aún valorada como estadio positivo- sólo un desarrollo cuantitativo de la conciencia, pero, acotado este desarrollo a los sectores que hoy luchan, protestan y se movilizan por sus demandas. DE LA CONCIENCIA DE CLASE “EN SI” A LA CONCIENCIA DE CLASE “PARA SI” No puede ser de otra manera, y no porque nos sorprenda un destino inexorable, sino porque, la rueda de la historia sigue su curso ineluctable, conteniendo en este curso temporal sus avances y retrocesos, sus marchas y contramarchas, y cada uno de esos procesos conducidos por su dialéctica legalidad. Un marco que al margen de nuestra conciencia, podría encaminar el recorrido de los pueblos hacia su verdadera liberación, esto, sí sólo sí, de verdad, asumimos el desafió de constituirnos como clase en sujeto histórico, lo cual significa ganar dominio de la teoría revolucionaria y convertirnos en el factor subjetivo que imponga la voluntad de cambio. En estos tres últimos años, la clase dominante ha hecho evidente que posee consensos básicos y que los hace realizables, precisamente, para no perder capacidad de administración y dominio de sus intereses, uno de los ejemplos más claro de esto, son los acuerdo entre gallos y medianoche, de la Reforma Tributaria (la cocina de Fontaine y Zaldívar), la constitución de la Comisión Engel contra la corrupción política y la búsqueda de espacios políticos transversales para acordar vías de solución a la crisis instalada. Sus implementaciones son tan solapadas, que a los sectores sociales les cuesta percibir las relaciones tácitas de complicidad que se establecen entre los dos grandes referentes burgueses. El hecho de que la Nueva Mayoría aparezca como una 44 coalición pluriclasista, conduce al equívoco de entenderla como un referente de unidad social transversal y que actúa políticamente en función de esos intereses diversos. La propia Nueva Mayoría se ha encargado de desmentir esta percepción, en la medida que se han hecho públicas, opiniones críticas, desacuerdos con las políticas del gobierno y francos rechazos al conservadurismo de algunos de sus partidos o dirigentes; y esto, de parte de algunos sectores o tendencias políticas, al interior de la propia coalición y dentro de los mismos partidos de la Nueva Mayoría que observan el cómo en los momentos decisivos, se impone siempre la fracción más conservadora de la coalición. Esto quiere decir, sin temor a equivocarnos, que la postura oficial, la postura que finalmente va a imponerse en el debate y en la ley, es y será la postura burguesa que preserva los intereses estratégicos de la clase dominante, y así quedó confirmado una vez más, con el cambio de Gabinete y con las recientes declaraciones del Gobierno convertidas en el lema “Realismo Sin Renuncia”, que se constituye en el resultado de las presiones de la gran burguesía y las corporaciones que la representan, incluso sin que estas presiones lleguen a ser un acuerdo explícito de estos intereses. Ahora, sin duda, el nuevo Gabinete significa una suerte de ordenamiento de la casa capitalista, con una Democracia Cristiana que luce los mejores dividendos políticos para transformar a la Nueva Mayoría en una importante base de sostenimiento de lo que la derecha ha llamado un “Gabinete Pro-Crecimiento”, es decir, un equipo de Gobierno dispuesto a escuchar y obedecer a los patrones antes que a “la calle”. Sin duda, esto también se debe leer como el que todas las posturas reformistas burguesas y pequeño-burguesas al interior de la Nueva Mayoría están y estarán subordinadas, presiones más o presiones menos, a los intereses estratégicos de la burguesía monopólico-financiera y al imperialismo, y esto en definitiva porque la referencia que establece el rayado de cancha, ha sido y es el Patrón de Acumulación (modelo económico) y así lo han demostrado y aceptado estos actores políticos. Por lo mismo, es sintomático que, los partidos de gobierno y sus principales líderes, no excluyendo a ninguno de ellos, hablen de reformas “profundas” o “estructurales” en distintas áreas, y puedan incluso explicitar contenidos populistas para las mismas, pero hasta ahora, nadie de manera expresa, clara y responsablemente ha dicho que se quiere y se tiene la voluntad política, de cambiar el Modelo Económico. O sea, la independencia económica, la soberanía popular y el desarrollo nacional al servicio de las grandes mayorías, son nociones que están claramente hipotecadas y no existe conciencia alguna, para situarlas como las demandas más importantes y centrales de los trabajadores y los sectores populares. Es un hecho sabido que, la izquierda clásica o tradicional, hace ya muchos años claudicó en sus postulados y principios. Apenas consumada la derrota de 1986, la izquierda tradicional capituló y se subordinó a la salida burguesa que el imperialismo y la oposición burguesa a la dictadura, habían pactado frente a la crisis del sistema. Esta subordinación que los hace parte del consenso burgués, con el tiempo se profundiza y esta izquierda en sus propios congresos y eventos resolutivos, afina las tácticas para tener las menos contradicciones posibles con el modelo institucional vigente y moverse con más comodidad dentro del sistema capitalista. El mismo Partido Comunista que navegó en estas aguas con cierta autonomía, hoy día, al hacerse parte de la Nueva Mayoría, pierde por opción, su relativa independencia y entra derechamente en la 45 valoración de la democracia burguesa, jugándose por una participación cada vez más comprometida con el orden burgués. Considerando este contexto, a nuestro juicio, se encuentra cancelada absolutamente, la posibilidad de que desde la izquierda tradicional y reformista, aún haciendo uso de sus nexos con los sectores sociales, se aliente a una lucha reformista consecuente contra el sistema. La experiencia histórica ha dado luces de como las representaciones políticas obreras y populares, que en sus orígenes, levantaron banderas y plataformas clasistas y revolucionarias, al ser coaptados por la burguesía, no sólo hicieron abandono de las políticas revolucionarias, sino que además, en corto tiempo se transformaron en la principal fuerza sostenedora del sistema. En Europa, la Socialdemocracia, nacida como una representación obrera y revolucionaria, termina renegando de sus principios y se convierte en una organización pequeño-burguesa y luego claramente en una opción burguesa, que incluso genera como ideología el Economicismo, el que a lo largo de los años, sostiene su identidad reformista y la característica liquidacionista de los cambios sociales. Lo que queremos instalar como hecho histórico, es que los trabajadores y el pueblo en nuestro país, fueron abandonados por el reformismo –hoy día pequeñoburgués- del Partido Comunista. El reformismo pequeño-burgués, antaño reformismo obrero, entró con la Nueva Mayoría a un proceso de distanciamiento ideológico –a nuestro juicio- sin retorno, con la clase obrera y los sectores del pueblo en nuestro país. Es más, el Partido Comunista anhela que éste acuerdo, convertido en coalición electoral y que para partidos como el Demócrata Cristiano, tiene la mera forma de un acuerdo circunstancial, llegase a tener las características de un pacto más estratégico o de largo plazo. No siendo así, de todos modos, el reformismo pequeño-burgués, cuida más esa alianza, que la relación con el mundo social que hasta ahora representa, y eso lo demuestra también, entrando en contubernios con los sectores derechistas de la Nueva Mayoría y en las negociaciones tripartitas con el gobierno, la patronal y la burocracia sindical que hoy encabezan con la CUT para debilitar al máximo los contenidos de la reforma laboral. Ahora, más allá de las posiciones sectarias o prejuiciosas que estén ancladas en sectores revolucionarios o pretendidamente marxistas, la historia mostró que en nuestro país, el reformismo obrero contribuyó en gran parte del siglo pasado (Siglo XX), a conformar organizaciones de clase y con una profunda conciencia proletaria, que no sólo demandaron mejores niveles de vida, sino que siempre reivindicaron explícitamente el Socialismo como norte estratégico. De no haber sido así, el surgimiento de la izquierda revolucionaria en Chile, cuyos antecedentes políticos se encuentran precisamente en el reformismo obrero, habría –estamos segurosdemorado muchos más años su parto. La polémica abierta con el reformismo obrero, en cuanto a las cuestiones clave, como los problemas del Poder y las visiones sobre las clases y el Estado, comienza una vez nacida la izquierda revolucionaria, a partir de los años 60. En la base de esta importante polémica están los testimonios intelectuales de historiadores valiosos como Hernán Ramírez Necochea, Fernando Ortiz Letelier, Julio Cesar Jobet, Marcelo Segall, Jorge Barría, Luis Vitale, entre los más destacados protagonistas de la historiografía obrera del siglo XX en nuestro país. Considerando tal vez, limitaciones epistemológicas u opciones metodológicas, que hubiesen a lo más 46 rigidizado la investigación y el análisis de la realidad, lo cierto es que tales historiadores ayudaron a ver con un juicio crítico, lo que la historiografía conservadora ocultó a propósito a todos los chilenos, incluyendo a sectores de la propia clase dominante. Este debate y posterior confrontación abierta en los frentes sociales, se enriquece enormemente con el aporte extraordinario de los intelectuales revolucionarios de la “teoría del Subdesarrollo”. Tal debate dejó claro que las diferencias en el campo popular tenían un carácter táctico, pues en lo estratégico los trabajadores y el pueblo aspiraban sin remilgos al Socialismo. Se trataba hasta allí, del famoso tema de las vías. Con el reformismo pequeño-burgués, hoy en día, ya no se trata del tema de las vías, se trata de una opción que inserta al Partido Comunista en el campo enemigo, que lo hace parte de la dinámica burguesa por sostener históricamente la “única alternativa” posible y visible que “queda” después de asumirse como derrotado estratégico del capitalismo. Por eso, para ellos no existe en el discurso, ni las clases ni la lucha de clases, y esto ocurre, no porque para la militancia comunista, estos fenómenos históricos concretos y objetivos se hayan esfumado, sino porque en las relaciones de triunfo y derrota, el derrotado repliega su bandera y con ello también sus principios y convicciones. Es lo que a cada rato, la Democracia Cristiana le pide al Partido Comunista que explicite públicamente como declaración de fe. Dada esta situación y acordándonos muy de paso del otrora Centrismo de Izquierda, hoy día investidos de socialdemócratas, con una complaciente autopercepción de progresistas, los “socialistas” , radicales, pepedeistas, izquierdistas ciudadanos y etc. Diremos que no queda en Chile, un referente político, que desde esta franja, hoy día gobernando y junto con ello exhibiendo vergonzosos procesos de descomposición ética y moral, tenga la voluntad expresa o no, de entregar a los trabajadores y a los sectores del pueblo, herramientas que le den protagonismo social y político y les permita en paralelo un desarrollo en su conciencia de clase. Por el contrario, nosotros creemos, que todos los esfuerzos políticos que hará la Nueva Mayoría, será apartar a los sectores explotados y oprimidos por el capitalismo, de la tentación de unirse a un proyecto revolucionario, que les signifique a ellos, una amenaza, al bien cómodo lugar que conquistaron con el apoyo de su clientela electoral dentro del sistema. El radicalismo pequeño-burgués (**) también intenta ocupar un importante lugar en la contingencia política, y para ello despliega sus postulados en una estrecha relación con el mundo social, no dejando de entender la importancia de los trabajadores en el antagonismo con el sistema. El anarquismo en sus diversas variantes, se han vinculado con sectores sociales que en la actual coyuntura tienen un carácter más dinámico y confrontacional con la burguesía y su institucionalidad; como son los estudiantes, los trabajadores subcontratados y franjas obreras del área de la construcción. En estos frentes han obtenido logros importantes de representación social, que en concreto expresan su legitimidad social y política. Han desarrollado una táctica que hasta les ha surtido un buen efecto, ser la conciencia crítica del reformismo y en base a esta crítica, asumirse como la alternativa de salida a las demandas e intereses de los sectores sociales movilizados. Mientras disputaron la conducción de los sectores sociales al reformismo pequeño-burgués (PC), ganaron un importante crédito social, que precisamente los encumbró a ganar la Fech y 47 a obtener puestos de liderazgo en varios frentes sociales. Pues bien, superada esta fase de disputa y conquistado el liderazgo, no fueron capaces de avanzar con su conducción de claro tinte economicista, más allá de lo que fueron capaces de avanzar sus rivales reformistas, y así quedó claramente demostrado con las movilizaciones estudiantiles del 2013 y 2014, como también con las negociaciones obreras que ellos condujeron, por bonos o platas más o bonos o platas menos. Con el Anarquismo los hechos, hablan de un déficit de perspectiva estratégica en las luchas contra el sistema, hablan de una falta de Proyecto o Programa revolucionario, hablan de la ausencia de una Concepción de sociedad que le de sustento a una lucha más decidida y frontal contra el capitalismo. Podemos decir lo mismo de otra vertiente del radicalismo pequeño-burgués: El autonomismo de Izquierda, o Revolución Democrática. Esta vertiente, al igual que el anarquismo, se asienta en premisas falsas para intervenir en la realidad nacional. Para ellos la lucha de clases es casi un espejismo. El juicio y la opción política de este sector, parten desde el plano axiológico, el diagnóstico que hacen de la realidad, no arranca de la contradicción capital/trabajo, o desde una mirada rigurosamente científica a las relaciones sociales de producción; el punto de partida ideológico de estos sectores, es la decadencia valórica del capitalismo y la correspondiente indignación ética que produce como respuesta y expresión de descontento social. La dicotomía que quisieron sobreponer a la realidad de los sectores obreros y populares, afirmando una contradicción entre lo político y lo social, les hace a sí mismos toparse con una falsa e ineficaz relación con los frentes sociales, que tal cual ocurrió con la SURDA en la década de los 90, evidencia el idealismo de su visión política y como contraparte, la verdad objetiva que se expresa en la realidad material; donde el mundo social inorgánico y amorfo en lo teórico, requiere y demanda formación y conducción política para entenderse a sí mismo y entender a la vez su realidad circundante. El Autonomismo siempre han divulgado una imagen idílica de las organizaciones sociales, equiparándolas muchas veces, con movimientos sociales que poseen características más masivas, más homogéneas y más orgánicamente centralizados. Les atribuyen a estas organizaciones, capacidades extraordinarias para sortear y enfrentar obstáculos. El Autonomismo asume que la lucha social es suficiente para obtener logros y victorias sin necesitar de los partidos o del factor político. Se apartan de la idea de un proyecto por el socialismo, y postulan que los oprimidos mediante la lucha y la acción popular, pueden madurar a solas y espontáneamente una idea de sociedad anticapitalista. El autonomismo no ha sido capaz de reparar en las limitaciones de sus postulados y por esa razón idealiza la resistencia popular espontanea. Desvaloriza los diseños estratégicos, la conciencia y la necesidad de organización, para otorgar capacidad y posibilidad de triunfo a las clases oprimidas. No se ven a sí mismos, como antagonistas de los opresores en las contiendas electorales, al mismo tiempo que no ven las restricciones de la democracia representativa e incluso de la democracia directa. En esta visión está como razón de fondo, el desconocimiento profundo acerca de la centralidad del Estado burgués y como correlato la equivocada idea de que el Poder de la burguesía se encuentra disperso, recurren frecuentemente a la utilización de categorías políticas y económicas abstractas, que les impide una comprensión exacta de las funciones y del rol histórico del Estado. En definitiva, se quedan con la romántica convicción, de que el mundo social puede construir una nueva sociedad, valiéndose del impulso espontaneo de la protesta y la rebelión. 48 LEVANTAR UN DESTACAMENTO DE VANGUARDIA Acercarnos, dentro de un contexto como el descrito y analizado; a un estadio de conciencia de clase “para sí”; supone un recorrido cuidadoso, asumido con el máximo de rigor científico, apostando también por un método y una pedagogía política de gran lucidez teórica y acompañada de una disciplina revolucionaria inquebrantable. Del pasado revolucionario, no sólo está el Socialismo Científico como la gran herencia teórica del proletariado mundial, sino también el alto contenido moral de los combates obreros, conducidos por un gigantesco compromiso y una férrea disciplina clasista y revolucionaria. Además de las luchas ejemplares de la Comuna de París en 1871, de la revolución de octubre de 1917, de la revolución China, la de Cuba y la del Vietnam heroico; tenemos cercanamente como una síntesis de esta conciencia y como el ethos más memorable de este honorable compromiso por los cambios revolucionarios, la vida y obra del “CHE”. Frente a los momentos de decadencia de los valores capitalistasburgueses, se vuelven a alzar como una diáfana interpelación histórica los valores que encarnará el “CHE” en su lucha junto a los pueblos oprimidos y por transformar revolucionariamente el mundo. Y cuando hablamos de este referente ético-político, no nos estamos embarcando en una suerte de religiosidad ideológica, o en una postulación mística, que nos aparte o nos desvié del propósito materialista enraizado en los históricos antagonismos de clase, que dan lugar a concepciones de mundo contrapuestas e irreconciliables. Nos asentamos en los entramados éticos y morales del Guevarismo, como una concepción de clase que asume el cambio radical de la sociedad burguesa por otra de carácter socialista en cuyo centro gravitan los perfiles del hombre nuevo. En la Izquierda Revolucionaria, se expresan de manera clara las debilidades que tenemos en cuanto a estos grados de conciencia. La claridad no consiste sólo en dar por sabido “los deber ser” y “los para qué” de una concepción teórico-revolucionaria. La claridad consiste en que no existe teoría revolucionaria sin práctica revolucionaria. La claridad consiste en que entre el decir y el hacer sólo transcurre el segundo de la coherencia, para no convertir en una anfibología [Nota de ELCH: La anfibología es el empleo de frases o palabras con más de una interpretación] el propósito revolucionario. Dar al discurso y a la práctica un carácter ambiguo, aparta categóricamente del sentido revolucionario de un objetivo, y es lo que muchas veces ha ocurrido con las posiciones del radicalismo o las del reformismo pequeño-burgués. Entonces, pensamos, el Guevarismo no se puede erguir como la competencia ideológica eficaz, para sólo ganar la simpatía de la clase obrera y el pueblo. No puede cumplir el rol de una mera estratagema ni tampoco de una moda, con la cual garantizar un mejor producto mediático de relación con las masas. El Guevarismo, surge como la necesaria e histórica responsabilidad política de los revolucionarios, para aportar a los explotados y oprimidos un compromiso por la superación real y efectiva del capitalismo como sistema, y de construcción de la fuerza social revolucionaria que anime y conduzca el camino hacia la realización del Socialismo. El Guevarismo se yergue para ocupar el espacio de la voluntad histórica (factor subjetivo), ocupar el lugar de las decisiones que descubran el velo que oculta la lucha de clases y señalar la verdad por su nombre, tomar su puesto en la primera línea de combate y encabezar la lucha de los trabajadores y el pueblo por la libertad e igualdad social. El Guevarismo es el instrumento teórico y práctico, es el marxismo-leninismo inserto en la realidad 49 actual latinoamericana. Es la herramienta esperada para dar a la lucha de nuestra clase, los argumentos que aclaren y definan de manera certera el curso de los enfrentamientos con nuestro enemigo: la burguesía. Con esta corriente revolucionaria, se concreta el esperado retorno del marxismo que da claridad y conduce, que interpreta y otorga direccionalidad al proceso de acumulación y constitución de fuerzas. Es que no es posible sin una dialéctica materialista, concebir estrategias eficaces de cambios y transformaciones revolucionarias. “ Es decir, la dialéctica proclama la inevitable historicidad de todo lo social y, al hacerlo, condena a las instituciones y prácticas sociales fundamentales de la sociedad burguesa a su irremisible desaparición, algo que el pensamiento imperialista de la decadencia, tanto en su vertiente neoconservadora como en su linaje “ex marxista”, considera totalmente inadmisible. La metodología dialéctica es pues irreconciliable con la aspiración capitalista de “eternizar” su sociedad y sus instituciones, de hacerlas aparecer, como diría Francis Fukuyama, como “el fin de la historia” (4) Aún queda un trecho muy largo por recorrer, estamos ocupando la única rendija que se ha abierto con la reactivación social, para irle dando forma a la táctica que posibilitará ganar la mente y el corazón de los trabajadores y los sectores populares. Sin embargo, nos debe asistir absoluta claridad, de que estamos iniciando este camino y que en este recorrido de analizar, actuar y cambiar la correlación de fuerzas a nuestro favor, queda todavía mucha mala hierba por desbrozar. Debemos entender con espíritu y decisión revolucionaria, que una de las principales herramientas de juicio y avances en la conciencia del deber revolucionario, es la crítica y la autocrítica, sin esta necesaria herramienta, la organización revolucionaria sólo cultiva autocomplacencia y desviaciones de la conciencia y del compromiso, traicionando los imperativos de una estrategia revolucionaria. La corriente Guevarista se constituye en el hoy por hoy, en una enorme y valiosa contribución al rearme teórico y a la reedificación moral de nuestra clase y por lo mismo, no se puede con una visión cortoplacista, distorsionar y hundir en el fracaso, lo que se levanta con una perspectiva de largo aliento. El Guevarismo no es una novedad en el mapa mundial ni latinoamericano, es un ya viejo pero sano discurso que a partir de la década de los 60, llena siempre de un espíritu nuevo la lucha revolucionaria. Es un discurso del ayer para que las masas lo descubran en toda su riqueza y puedan con él construir el futuro de su liberación. Aceptamos y defendemos que el Guevarismo no es un corte, no es un divorcio teórico y práctico con el marxismo-leninismo, como lo asumen y lo quisieran las posturas oportunistas y revisionistas, sino la continuidad coherente con la concepción del Estado, con la concepción de Partido y con el método Materialista Dialéctico e Histórico que postula el Socialismo Científico, y con esto no nos estamos refiriendo en absoluto a los “manuales” de ningún tipo ni de ninguna época. El Guevarismo genera en el plano de las definiciones políticas, la correcta idea de que el “CHE” -muy a pesar de lo que algunos intelectuales burgueses y pequeño-burgueses desearían- por su humildad y pudor político, no se ensalzó a sí mismo, como el nuevo mesías o ideólogo del proletariado mundial, porque sólo le bastó con abrazar de forma explícita y consecuente, pero sin dogmatismo ni sesgos (de manera torcida), la visión de Marx, Engels y Lenin; y jamás intentó desmarcarse teóricamente del Socialismo Científico. El “Che” mejor que nadie supo que, “conciencia para sí” correspondía a un atributo social y de clase, no podía entenderse como la cualidad personal del militante o 50 cuadro revolucionario. Muy por el contrario, el “Che” comprendió que los revolucionarios debían embarcarse en el enorme desafio de corregir y cambiar con las armas del socialismo, la gigantesca influencia alienante de la burguesía y del imperialismo, con la que se domesticaba la conciencia de los sectores explotados y oprimidos por el capital. El “Che” comprendió que tal desafió, implicaba una ardua tarea material e ideológica. Que no se trataba sólo de un cambio de ideas o de máximas teóricas, sino que fundamentalmente el hacer profundas transformaciones que apuntaban a las bases mismas del sistema y que eso históricamente consistía en cambiar el Modo de Producción y por ende establecer una nueva manera de producir, generando relaciones sociales y técnicas de producción radicalmente distintas a las ya conocidas dentro del capitalismo. Esos objetivos, propios de una fase superior de luchas y conquistas, debían ser, de todos modos, la referencia teórica estratégica, para definir los primeros escalones de un proceso de maduración de la conciencia de las clases explotadas, hasta arribar como resultado de las experiencias y luchas de las masas, a ese estadio necesario de la “conciencia para sí”. Con el “Che” el concepto económico de apropiación, vinculado por Marx en “El Capital” al concepto de “alienación” y de “la plusvalía”, se desdobla hacia otros ámbitos y desde lo económico alcanza también una connotación filosófica, axiológica, sociológica y moral. El proletariado no sólo está obligado a apropiarse de los Medios de Producción y de la economía, para que erradicando de las relaciones sociales de producción, el efecto nocivo de la ley del valor, la clase proletaria se realice en el trabajo bajo la condición de estímulos morales y no materiales como ocurre en el capitalismo. El proletariado no sólo está destinado a cambiar la historia, sino que en su condición de Sujeto Histórico, está obligado a apropiarse de la historia y ejercer su protagonismo. Está obligado a apropiarse de las Ciencias, a ejercer el papel de clase revolucionaria guardiana del patrimonio científico, para garantizar que éstas estén siempre al servicio de la humanidad. Está obligado a divorciarse de las “armas melladas del capitalismo” y construir una nueva moral y sobre nuevos valores apropiarse de lo social para imprimirle al conjunto de la sociedad un sello revolucionario. El “Che” es quien llama la atención acerca de qué significa luchar para reformar el capitalismo y el cómo operan los falsos procesos de decantación de las aristas perniciosas de abuso y súper-explotación de la clase obrera que nos presenta el sistema burgués. Como un leninista consecuente, el “Che” nos advierte: “Es peligroso que llevados por el deseo de mantener durante algún tiempo condiciones más favorables para la acción revolucionaria mediante el uso de ciertos aspectos de la legalidad burguesa, los dirigentes de los partidos progresistas confundan los términos, cosa que es muy común en el curso de la acción, y se olviden del objetivo estratégico: la toma del poder”. (5) Nos enfrentamos siempre al hecho confesado y oportunista, de que para avanzar, necesariamente debemos asumir todas las formas de lucha, entendiendo sólo por esto, que debemos incursionar en los espacios legales de disputa electoral de las masas. La tentación economicista, como la tentación legalista de la lucha, son las que más temprano que tarde, terminan desviando el rumbo de los revolucionarios, que dejan olvidadas en el tablero de ajedrez de la lucha de clases, las otras movidas necesarias para dar un jaque mate a la clase dominante. El “Che” que conocía estas posturas vacilantes y conciliadoras, nos pintaba el cuadro exacto al que se verían enfrentados los 51 trabajadores y sectores populares, cuando se les encandila con la disputa electoral y esta se transforma bajo la conducción reformista en una política unilateral, oportunista e ilusa: “Luchas electorales de menor cuantía, algún avance electoral, por aquí; dos diputados, un senador, cuatro alcaldías; una gran manifestación popular que es disuelta a tiros; una elección que se pierde por menos votos que la anterior; una huelga que se gana, diez que se pierden; un paso que se avanza, diez que se retrocede; una victoria sectorial por aquí, diez derrotadas por allá; Y, en el momento preciso, se cambian las reglas del juego y hay que volver a empezar”. (6) Es bueno decir, reafirmando nuestro reconocimiento al mérito intelectual del “Che”, él sabía y lo dijo públicamente, que estas posiciones defensivas básicas que implementa el reformismo de izquierda, hay que atribuirlas a la inteligencia de los sectores reaccionarios, que lograron hacer de lo electoral el objetivo fundamental de su rival de clase. Junto con lo anterior, al reformismo le interesa que se revalorice la democracia burguesa, y que ésta se asuma como un objetivo legítimo y necesario para los trabajadores y el pueblo. Que se entienda la democracia burguesa casi como un sistema que sustituye al mismo capitalismo, acentuando con ello, el engaño a los sectores dominados, y el “Che” también sabe de cuál juego se trata y por lo tanto nos aclara: “No debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologética para representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y adquiera el de ciertas libertades más o menos óptimas dadas al ciudadano. Luchar por conseguir la restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial preestablecido por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario”. (7) Entonces, cuál es la salida a la crisis instalada? Por lo pronto, ya no se puede hablar de una salida burguesa. Porque cuando nos planteamos esta pregunta, nos estamos refiriendo a una resolución estratégica de la crisis y no a un mero ajuste táctico o coyuntural de las formas de dominación. Si hablamos de salida burguesa a la crisis, nos equivocamos rotundamente, puesto que nuestro análisis no estaría dando real cuenta de lo que sucede con la lucha de clases y sus verdaderas contradicciones. No estaríamos entendiendo que las cartas que hoy día juega la clase dominante, son las cartas constituyentes y propias de esa salida burguesa, pero, que hoy día muestra signos más que evidentes de agotamiento. Lo anterior, quiere decir por lo tanto, que a la gran burguesía y al imperialismo, ya no le quedan más alternativas, que recurrir a viejas recetas que repetirán los ciclos de su fracaso como clase en el poder. Sin embargo, no faltan los mesías y que se profesan revolucionarios, que engatusando con aparentes salidas, pretenden vender a los trabajadores y al pueblo, supuestas novedades de orden estratégico, ofreciendo la misma democracia burguesa, aunque esta vez, revestida de adornos como “la diversidad”, “la sustentabilidad”, “la ecología”; sin cuestionar ni una milésima el dominio del capital sobre la soberanía y las riquezas nacionales. En estos afanes no sólo se encuentra el reformismo pequeño-burgués (el Partido Comunista), sino también sectores que ayer se apartaron de la matriz marxista, 52 y ejercitando el revisionismo en el análisis, terminaron empatando con los reformistas de antaño y de hoy, con el convencimiento de estar combatiendo los fantasmas del “stalinismo” y del “guerrillerismo”. Enarbolando banderas democráticas, se erigieron en la conciencia crítica de todo reformismo, ofreciendo como programa un reformismo “más de avanzada”. En el discurso de estos sectores no quedó ningún pequeño rasgo o trazo de revolución, incluso se le hizo el quite al concepto de Poder Popular. Sus intervenciones públicas fueron y continúan siendo meros saludos morales a una ética política, que no contenía audacia ni perspectiva de transformación revolucionaria para nuestra sociedad. LO QUE SE NOS VIENE… Ya comenzó a cobrar fuerza la lucha de egos por la carrera presidencial, algunos se muestran francos y no rehúyen ni disimulan su aspiración o ambición por el alto cargo. Otros, hace ya tiempo que se han profesionalizados con este objetivo y afinan sus tácticas para hacer exitosa su anticipada campaña. Algunos, con las seguridades que les otorga el establishment levantan fundaciones, páginas web, o centros de estudios con los cuales, solapadamente, introducirse en el inconsciente colectivo, con ideas que en el fondo huelen por todos lados a programas de gobierno. Entre estos, están los que se muestran democráticos, tolerantes y tremendamente respetuosos de las instituciones burguesas y sus funciones, aquí se encuentran apostados los Ricardo Lagos Escobar, los Sebastián Piñera Echeñique, los José Miguel Insulza. De otro lado, se encuentran los pendencieros, cuyas intervenciones se centran en la descalificación política de sus rivales, los Andrés Allamand Zavala, los Manuel José Ossandón, los Felipe Kast Sommrhoff y los Marco Enríquez Ominami, estos son los que insertan mayor polémica a los temas de la contingencia política. La izquierda electoral por ahora se mantiene silenciosa y con bajo perfil. Obviamente que también de por medio están los problemas financieros y de recursos, pero creemos que en poco tiempo más, más de algún candidato querrá disputar en ese espacio institucional, la adhesión popular. Pensamos, que de todos modos, en este mar de aguas turbulentas, la burguesía de todas maneras tiene asegurada su próxima gestión de gobierno, en tanto la crisis de legitimidad y representatividad que le afecta, no se contrapesa con una fuerza alternativa o contraria a su proyecto. No sería improbable que Ricardo Lagos E. o Marco Enríquez O se levantaran como los candidatos que más consenso posibilitan a la clase dominante, considerando obviamente negociaciones previas y contubernios para los cuales ya tienen demasiada experiencia. Creemos que, hasta el momento, todas las interpelaciones, críticas y cuestionamientos a las conductas decadentes, no han logrado como ha ocurrido en otros países, acercarlos siquiera a un peligro de descarrilamiento por la vía que están recorriendo, diríamos que lo están haciendo con preocupación, pero con mucha tranquilidad y cinismo. El lema presidencial del “Todos por Chile”, expresa bastante bien, la capacidad de maniobra que todavía poseen, para enfrentar la crisis. La izquierda continua siendo una gran espectadora, mientras los patrones recuperan el aliento y se sienten con el permiso implícito de conducir la actual etapa como lo planteara no hace mucho el presidente de la SOFOFA: “Como principio fundamental hemos planteado la necesidad de rectificar aquellos aspectos del proyecto que representa un menoscabo de los 53 derechos individuales de los trabajadores. El resguardo y defensa de la libertad de afiliación a un sindicato o grupo negociador no puede quedar mermado por incentivos perversos que busquen una afiliación forzosa; así como el derecho de cada persona de reincorporarse a su puesto de trabajo una vez iniciada la huelga no puede ser transferido a la cúpula sindical. Estos casos deben ser corregidos, asegurando las libertades de todos los chilenos.” (8) Como vemos la patronal una vez más, pretende resguardar con aplomo y mucho cinismo los derechos de los trabajadores, sus enemigos de clase. De esta forma, la clase dominante intenta retomar la iniciativa, pero, contando aún con enormes debilidades ideológicas y políticas, en todo caso, ciertos también de que por la trinchera rival las cosas no andan mejor. Lo decimos una vez más, aún los revolucionarios contamos con el mejor de los momentos, no para triunfar, pero si para avanzar trechos importantes en el proceso de acumulación de fuerzas, en particular en lo ideológico, lo social y lo político. Sin embargo, se hace necesario destrabar en lo teórico la comprensión exacta de lo que estamos enfrentando para instalar las precisas tareas de un nuevo ciclo ofensivo en función de la convergencia revolucionaria. Es necesario definir un itinerario claro de acercamiento y diálogo, entre las orgánicas políticas que más certeza y asertividad han mostrado en la actual fase de reactivación social que está dada. No podemos seguir demorando, una tarea que estamos en condiciones de realizar con más claridad y conciencia que ayer, y esto con el objeto de apresurar el urgente decantamiento que precisan los sectores revolucionarios para deshacernos de los obstáculos y elementos que impiden la unidad revolucionaria, y entrar definitivamente en un proceso de construcción de la Dirección Única. En este sentido, el pensamiento y el ejemplo del “Che”, nos facilitará enormemente esta gran y difícil tarea. Para finalizar, nuestro más profundo y sentido homenaje a todos quienes hace 50 años, hicieron surgir en los territorios de la clase obrera y de los pobres del campo y la ciudad de nuestro Chile, la alternativa revolucionaria y socialista. Nuestro saludo a los gloriosos 50 años del legado histórico del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Nuestro saludo y homenaje a la memoria de sus dirigentes preclaros y consecuentes, caídos en la lucha: Luciano, Miguel, Bautista, Lumi, Diana y a los cientos de revolucionarios que dieron su vida por la causa obrera, popular y socialista. Nuestro saludo a esa estela rojinegra de acción y pensamiento que marca la conciencia de las nuevas generaciones de jóvenes, ahora dispuestos a mover el mundo y hacer andar la historia. A PONERNOS DE PIE Y ALZAR DE NUEVO CON FUERZA, LAS BANDERAS DEL SOCIALISMO, QUE NUESTROS HEROES Y MARTIRES HONRARON CON SU LUCHA Y CON SU MUERTE. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE. CITAS Y DATOS BIBLIOGRAFICOS (1) “La orden de venta del 30 por ciento del paquete accionario de SOQUIMICH — resolución 00219 de CORFO, del 4 de julio de 1923— fue expedida mientras Ponce Lerou ocupaba la gerencia general de CORFO y desempeñaba la presidencia de SOQUIMICH, que entonces era del Estado”. (Revista Página Abierta 1990) 54 (2) “ En 1980 entraron a SOQUIMICH Julio Ponce Lerou y Patricio Contesse, Desde 1983 —cuando se transaron en la Bolsa de Comercio de Santiago sus primeras acciones— hasta 1988, cuando se completó totalmente su privatización, SOQUIMICH fue el centro de una serie de discutibles operaciones financieras, protagonizadas por Ponce Lerou, su padre, sus hermanos y sus amigos, primero como funcionarios de gobierno y más tarde como particulares”. (El Mostrador 26 de septiembre de 2012) (3) Marcuse H. “El Hombre Unidimensional” versión internet. (4) Atilio A. Borón. Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Clase inaugural: Por el necesario (y demorado) retorno al marxismo. Pág. 45. Versión internet. (5) (6) (7) Guevara E. CHE. Revista Verde Olivo, órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (8) HernammVon Muhlenbrock. Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril. Columna diario “La Tercera” 25 julio 2015 (*) Bautista Salvador Troncoso Palleras muere intencionalmente atropellado por un bus del transantiago el 08 de mayo del 2015. Joven Guevarista de 24 años, seguía el ejemplo revolucionario de su tío Adolfo Palleras Norambuena, asesinado por la caravana de la muerte en octubre del 73 a los 26 años de edad y quien fuera dirigente del MIR en la ciudad de Copiapó. (**) Partidos, Movimientos o Agrupaciones de izquierda que expresan o proyectan un discurso revolucionario, pero, que en la práctica representan las posturas de sectores pequeño-burgueses. Sus postulados filosófico-políticos son en gran parte idealistas o tienen un carácter utópico. Rebelión . A 50 años de la fundación del Movimiento de Izquierda revolucionaria, una carta de Hernán Aguiló, ex dirigente del MIR. Progresismo, 'neomirismo' y política revolucionaria. Miguel Urrutia F.. 19-08-2015. Rebelión Introducción de Miguel Urrutia F. (Militante de Izquierda Libertaria) En el “Seminario 50 años del MIR”; al que agradecemos haber sido invitados por la Fundación Miguel Enríquez; nos correspondió exponer en el panel “Neomirismo: la izquierda transformadora del siglo XXI”. Desde antes de su realización el viernes 14 de agosto, resultó un panel polémico por la participación anunciada de Marco EnríquezOminami, quien finalmente no participó. 55 El domingo 16 de agosto conocimos una carta de Hernán Aguiló, ex Subsecretario General del MIR, en la que analiza algunas intenciones del mencionado seminario y comparte importantes ideas sobre la historia del MIR. Conseguimos entonces la autorización del compañero Aguiló para publicar dicha carta en nuestra revista comunista libertaria “Perspectiva Diagonal”. Consideramos que el interés de la carta de Hernán Aguiló se vincula con la propia presentación que, a nombre del partido Izquierda Libertaria, nos correspondió realizar en el mencionado panel. Allí compartimos tribuna con los compañeros Francisco Figueroa, de Izquierda Autónoma, y Cristian Fuentes, de Izquierda Guevarista. También intentamos confrontar posiciones con el Vicepresidente de Asuntos Programáticos del Partido Progresista, Camilo Lagos. Hicimos uso de la palabra para cuestionar la noción de “neomirismo” y presentar dos aspectos de nuestra línea política. No es del caso desarrollar dichos aspectos aquí, pero sí la manera en que los vinculamos con el análisis histórico del MIR al que también alude la carta del compañero Aguiló. Tanto los balances realizados con intención de relanzar orgánicamente al MIR, como buena parte de los análisis universitarios sobre su experiencia, han terminado simplificando la historia de la izquierda revolucionaria chilena y ocultando la riqueza de alternativas que, particularmente el MIR, exploró en su corta, pero intensa historia. Así, el llamado neomirismo, no pasa de ser un campo polarizado en el que fundamentalmente se toman posiciones dicotómicas sobre en qué momento el MIR debió insistir, o desistir de la lucha armada. Esto se ve reforzado por lo que llamamos una “mirología académica”, que ha tomado como objeto, tanto al discurso, como a las demás prácticas orgánicas de este partido [1]. Con esto, la historia de muchas revolucionarias y revolucionarios de la región chilena, se ha perdido en una especie de inventario de errores tácticos y estratégicos, sin un análisis a la altura de los datos abundantemente presentados. Desde cumbres incluso doctorales, se ha terminando enunciando truismos del tipo: “el MIR no estaba militarmente preparado para afrontar el golpe cuya inevitabilidad propugnaba”. De ahí comúnmente se ha pasado a enjuiciar, con la misma falta de profundidad analítica, cuestiones como la política de no asilo, la operación retorno, las acciones de propaganda armada y su vínculo con los alzamientos territoriales en los ochenta. Las intenciones fraternales son la norma de estos trabajos, pero ello no ha bastado para explicar cuestiones cruciales, como las dos, que solo a modo de ejemplo, proponemos a continuación: 1. Después del paro patronal de octubre de 1972, se evidenció una clara voluntad de los órganos de poder popular para articularse con la fuerza instituida e instituyente –débil, pero real- detentada por el gobierno de Allende. Esto se tradujo orgánicamente en el apoyo franco que Miguel Enríquez entregó en enero de 1973 a los candidatos del PS y de la Izquierda Cristiana para las elecciones parlamentarias de marzo. Gaudichaud ha sido de los pocos intelectuales que ha vinculado la innegable victoria popular en esas elecciones (parcial sin duda), con la carta que solo seis meses después –y a seis días del golpe- dirigieron a Allende los Cordones Industriales y otras organizaciones populares de Santiago. Lo que en esa carta se planteaba –además de desbordar completamente la orgánica del MIR, alcanzando incluso a sectores del PC- no era una demanda del tipo: “Compañero Presidente, entréguenos las armas” (exigencia ridícula, incluso para ese momento), sino un muy sensato llamado a que el Presidente de Chile hiciera valer la 56 legalidad constitucional, aun resguardada frente a la sedición, gracias al resultado electoral de marzo. Esto implicaba presionar al único sector relevante que aun no podía operar abiertamente en la ilegalidad, las Fuerzas Armadas, desatando muy probablemente un enfrentamiento armado a gran escala en el que las organizaciones del poder popular estaban valientemente dispuestas a compensar la minoría en que seguramente quedarían las tropas constitucionalistas (la acreditada indecisión del propio Pinochet, habla al mismo tiempo de la sensatez de estas tesis políticas –terribles por la encrucijada histórica en que se formularon- y de los riesgos autoritarios asociados incluso a una eventual victoria popular). Por falta de espesor analítico, la mirología actual suele callar axiomas empíricos del tipo recién presentado. Y, quien calla, otorga. En este caso, otorga a la hipótesis alterna de la evitación del golpe mediante un pacto UP / Democracia Cristiana. Tesis atesorada por la ciencia política transicional, a pesar que la Democracia Cristiana ha reconocido la imposibilidad de dicho pacto. Solo la cobardía intelectual de la ‘izquierda’ que ha devenido convecina de la DC, ha salvado a este partido de tener que completar su argumento con la verdad evidente: no podía pactar con el gobierno de Allende porque sus cúpulas ya lo habían hecho anteriormente con la CIA y luego con la sedición oligárquico-restauradora. La mirología ha contribuido entonces a sostener una imagen en que el fatalismo histórico habría corrido por cuenta del MIR y sus aliados (la descalza inevitabilidad del golpe), sin poner en evidencia a los verdaderos fatalistas históricos, que hasta hoy oponen soberanía popular y “estabilidad democrática”. Legitiman así la fatalidad histórica de su concertación con un Partido Democratacristiano que ha sido, por demás, implacable avasallador de todas y cada una de las valientes tendencias populares que se han desarrollado en su seno. 2. Aunque el liderazgo de Miguel Enríquez no tuvo rasgos particularmente libertarios, cabe consignar que ante la inminencia del golpe, sus esfuerzos no podían concentrarse en la deliberación de una política para el repliegue. Es paradójica la reivindicación que la mirología suele hacer de la conversación de Allende el 11 de septiembre con su hija Beatriz, cercana al MIR, a quien el Presidente efectivamente le indicó: “dile a Miguel que ahora le toca a él”. Durante esos últimos meses, Enríquez no había sido el organizador de ningún aparato militar, sino un dirigente partidario intentando denodadamente hacer la política realista –abandonada por Allende- de activar clivajes institucionales para tener a lo menos una opción de confrontar al golpismo. Algunos sectores del MIR encontraron en esa actividad político-institucional revolucionaria de Enríquez, la oportunidad para enrostrarle una desviación verticalista y hasta cercana al personalismo estalino. Otros sectores, más acotados, le criticaron por no abocarse a la organización de una guerrilla. A partir de dichas críticas, la mirología ha tendido velos simplificadores que hablan de “dos almas” en el MIR; una militarista y otra “más” política. Estos velos han ocultado que, por ejemplo, los evidentes errores del llamado Plan Retorno (elaborado para 1978 por el frente externo del MIR), fueron en parte subsanados por el partido que pre-existía en Chile. La desarticulación entre prácticas clandestinas y luchas sociales de masas, no obedeció a una mala perspectiva estratégica, sino a una superposición irresponsable de dichas perspectivas (algo que es claramente expresado por Aguiló en su carta que aquí presentamos). Tesis como la 57 repolitización a partir de negociaciones sindicales precarias, contempladas en el Plan laboral (1979) del ex democratacristiano José Piñera, convivían con análisis sociológicos superestructuralmente muy pobres, que de antemano entrañaban la conclusión de un debilitamiento del bloque dictatorial en el poder. Por otra parte, no pocos análisis mirológicos excluyen los evidentes vínculos históricos entre los crecientes esbozos de insurgencia armada protagonizados por el MIR y los radicales alzamientos populares conocidos como “jornadas de protesta” entre 1983-1986. Tampoco se ha comprendido la situación de un partido como el MIR, donde “La Política” se identificaba con una estructura ubicada fuera del país, de manera que el tráfago de las prácticas “interiores”, pronto llevaba a que la militancia desvalorara la noción misma de “lo político”, con la subsecuente hipertrofia del “tareismo combativo”. Este desprecio de la cultura militante por lo político, se profundizó cuando en 1986, la porpia palabra “Política” fue reclamada faccionalmente por un sector del MIR que, en vez de destrabar la política real y concreta practicada por la militancia interna, dejó caer sobre ella una andanada de sociologismos trasnochados (el llamado “gutierrizmo”), para justificar con ellos la vaguedad del nuevo pacto social al que por entonces ya era convocado el pueblo de Chile (vaguedad que pronto sería aclarada por los poderes de la llamada “transición”). En síntesis, lo que como libertarios tratamos de plantear en el seminario aludido por Hernán Aguiló, es que, sin la exposición de la Izquierda Revolucionaria a lo que sin duda fueron profundas derrotas táctico-estratégicas en los setentas y ochentas, el extremismo neoliberal de la renovada oligarquía chilena, pudo haber extendido su fase tiránica por harto más de 17 años. Muchos de quienes en 1988 aun éramos miristas y no votamos en el plebiscito, actuamos de ese modo, no por seguir algunas de las estériles consignas anti-electorales, sino porque nuestra práctica política nos permitía saber –en sentido foucaultiano- que el nuevo pacto suscrito por las clases dominantes nacionales y transnacionales, ya había decidido un recambio de régimen político. No le inventamos al pueblo el relato de un combativo voto “NO” que habría que defender en las calles “hasta vencer”, pues sabíamos que esa era una victoria parcial ya alcanzada por el pueblo. Del mismo modo sabíamos que si el pueblo no podía sacar el merecido provecho de su victoria en las urnas, se debía a las previas derrotas táctico-estratégicas de sus orgánicas políticas, en primer lugar, del MIR. Para muchos y muchas revolucionarias, se abrió desde entonces un tiempo de juntar lo nuevo, lo heredado y lo olvidado; al cabo, para nosotros; tiempo de contribuir a la organización del Comunismo Libertario en la región chilena. [Carta de Hernán Aguiló] A LOS 50 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL MIR La Fundación Miguel Enríquez, organización creada y organizada bajo el alero del partido Progresista liderado por Marco Enríquez Ominami, ha organizado un seminario denominado a “A los 50 Años de la Fundación del Mir”. Recientemente ha sido publicada una carta de Manuel Cabieses, director de la Revista Punto Final y ex miembro de la Comisión Política del MIR, quien había sido invitado por Andrés Pascal a participar en dicho Seminario. En su carta entre las razones que señala para no participar en dicho evento dice lo siguiente: “Rechazo el aventurerismo político de MEO que ha puesto en evidencia sus vínculos con SQM, 58 fuente de recursos de los políticos que sostienen el sistema” y más adelante agrega “Creo lamentable, además, que esta persona exponga en el seminario sobre “Neomirismo, la izquierda transformadora del siglo XXI”. Apoyo plenamente lo señalado por Manuel en su carta a Andrés Pascal. Con Manuel Cabieses como ex miembro de la Comisión Política del MIR, me tocó compartir tareas de dirección clandestina en Chile entre los años 1980 y 1986. Por lo mismo, conozco de su lealtad y su transparencia para expresar claramente sus posiciones políticas. Lo conozco como ex compañero en la dirección y lo conozco como amigo, independiente que tanto en el período de la clandestinidad como en la actualidad, hayamos tenido diferencias respecto a la política nacional e internacional. Pero, no he dudado en darle mi apoyo. Aparte de las razones que Manuel señala en su carta deseo expresar lo siguiente respecto al progresismo y al neomirismo que organiza este Seminario. La Fundación del MIR, es producto de una necesidad política de conducción revolucionaria de las masas para liderar un proceso de cambios profundos de la sociedad chilena, cuya base política y social era la clase obrera y el pueblo. El programa del MIR, desde su fundación fue un programa anticapitalista, consecuente con el contenido de clase del mismo. El MIR en su historia, no concibió el proceso de liberación de los trabajadores y el pueblo a través de alianzas y acuerdos políticos con sectores de la gran burguesía y menos con grandes grupos económicos trasnacionales. Es por eso, que el programa político del MIR, conllevaba también un deslinde claro y categórico con los programas reformistas que durante la década del 60 y desde antes desarrolló la izquierda tradicional en Chile. Para el MIR, en los trabajadores y el pueblo estaba la fuerza social y política del cambio y de la liberación, la fuerza social revolucionaria de la transformación. Eso fue lo que llevó a Miguel Enríquez a liderar el proceso de fundación del MIR y posteriormente el proceso de crecimiento y constitución del MIR como Partido al interior de las organizaciones de los trabajadores y el pueblo. En este proceso de lucha revolucionaria, el MIR y los sectores revolucionarios que estaban por desarrollar estos cambios libertarios, sufrieron dos grandes derrotas táctico-estratégicas, la primera durante los primeros años de la dictadura militar donde entre otras dolorosas pérdidas, murió en combate Miguel Enríquez. La segunda, se produce entre los años 81 y 86. Esta segunda derrota táctico-estratégica, coincide con el inicio del derrumbamiento del socialismo real a nivel mundial y el inicio de la reinstalación del capitalismo a nivel mundial, favorecido y en muchos casos impulsado por las propias burocracias del socialismo real. Independiente de cuales hayan sido las causas tanto de las derrotas tácticoestratégicas del MIR, como las causas del derrumbamiento del socialismo real, hacia el futuro no es posible algún proceso liberador, si el mismo no es anticapitalista y si no tiene como sustento político y social a los trabajadores y al pueblo. En esto el programa fundacional del MIR sigue plenamente vigente. Por lo anteriormente señalado, es que en el período post dictadura nunca he apoyado proyectos políticos ligados a la concertación y posteriormente al progresismo liderado por Marco Enríquez Ominami. El programa político y económico del progresismo, es una mezcla de social democracia y neoliberalismo, y en su contenido es 59 mucho más retardatario que los programas reformistas de las décadas del 60 y 70 del siglo pasado, a los cuales Miguel y el MIR nunca adhirieron. Una de las causas, entre otras que provocó la crisis del MIR en la década de los 80 del siglo pasado, fue el surgimiento en su dirección de posiciones revisionistas que rebajaba los objetivos políticos del programa democrático, popular y revolucionario que el MIR venía impulsando hasta fines de la década del 70. A principios de los 80 un grupo de dirigentes del MIR levantó la Política de Salvación Nacional que en su esencia subordinaba la política de los revolucionarios a las posiciones de la oposición burguesa y que no cuestionaba la política institucional ni el modelo económico impuesto por el régimen militar. Andrés Pascal en un principio apoyó la política de Salvación Nacional y que un pleno posterior del CC corrigió. Pero ya en la dirección del MIR estaban instaladas estas posiciones políticas. La segunda derrota táctica estratégica del MIR y el inicio del derrumbamiento del socialismo real favoreció su fortalecimiento y posterior desarrollo, a la que hoy adhieren algunos ex dirigentes del MIR en el progresismo o el llamado neomirismo. Adherir al progresismo, no es solo adherir a su programa económico neoliberal y de estrecha alianza con grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales. Es además, avalar tal como lo ha hecho la Concertación hasta ahora, la institucionalidad contrainsurgente post dictadura. Es avalar el control y represión de la población y sus movilizaciones sociales, con un sistema institucional contrainsurgente y de inteligencia más moderno aún que en el tiempo de la dictadura. Es apartarse totalmente de los trabajadores y el pueblo. Si se quiere recoger uno de los legados históricos más importantes del MIR a los 50 años de su Fundación, no se puede tampoco tirar al tacho de la basura el concepto de un desarrollo institucional de los trabajadores y el pueblo desde abajo y alternativo a las constituciones que en sus distintos momentos históricos han sido impuestas desde arriba por el gran capital nacional y trasnacional. A mi entender esto también sigue plenamente vigente, entendiendo que se debe superar y cambiar radicalmente, la propia experiencia y práctica histórica del MIR al respecto, pero rescatando su esencia, que la liberación solo será posible a partir de una nueva institucionalidad que se vayan dando las propias organizaciones de las masas, a partir de su propio empoderamiento político, social y económico desde abajo. Solo un proyecto materializado de los trabajadores y el pueblo puede garantizar los derechos humanos y hacer realizar el “Nunca Más” a la violación de los mismos. Hernán Aguiló M., Ex Subsecretario General del MIR- Ex Jefe del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Chile (1976-1986) [1] No incluimos en esta denominada “mirología”, a los estudios centrados en movimientos sociales donde el MIR pudo tener importante presencia, sin que por ello dichos estudios constituyan a la orgánica política del MIR en su objeto de análisis fundamental. Rebelión 60 Chile: 50º Aniversario de la fundación del MIR Pedro Alfonso Valdés Navarro · · · · · 23/08/15 "Y si la continuidad del MIR estuvo amenazada, si Contreras dijo en aquel fatídico 5 de octubre de 1974, “el MIR está muerto”, nosotros hoy respondemos: míranos Contreras, Pinochet, acá estamos presentes; los enemigos que matasteis están vivos. Y porque estamos vivos es que no habrá olvido y sí estamos vivos nuestra lucha fue justa y calamos en lo más hondo de nuestro pueblo”." Jécar Neghme (1989) Desde el 13 de agosto están teniendo lugar en Chile las conmemoraciones del 50º aniversario de la fundación en Concepción del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Chile. En una serie de actos en Santiago, Valparaíso, Arica, Concepción y Temuco se ha recordado una de las experiencias más interesantes, con sus errores y aciertos, de una organización revolucionaria en América Latina. Los actos pueden seguirse desde la página del MIR, que también recoge, a través del Instituto Bautista Van Schouwen, numerosos documentos históricos de la organización y la época. El MIR nació en el ascenso de los años 60 que llevaría a Salvador Allende y a la Unidad Popular chilena al gobierno, fue capaz de resistir heroicamente al golpe de estado de Pinochet y a la larga dictadura militar y participar desde los movimientos sociales y sindicales a la reconstrucción del movimiento obrero y socialista 61 chileno. Pero el momento de su fundación, a mitad de los años 60 del siglo pasado, comienza a desdibujarse en la memoria y con la desaparición física de aquella generación de jóvenes revolucionarios que querían “ser como el che”. Nos ha parecido que ayudaría a volver a poner las cosas en su sitio, al menos el que le corresponde en la historia, recoger la introducción y las conclusiones del que sigue siendo el mejor estudio académico del nacimiento del MIR: Elementos teóricos en la formación y desarrollo del MIR durante el periodo 1965-1970, del historiador chileno Pedro Alfonso Valdés Navarro. SP “El MIR chileno, fundado en 1967, llegó a ser quizá s el movimiento má s llamativo a escala internacional (el má s sexy dijeron algunos, en vista del carisma y el atractivo de los hombres y mujeres de la juventud dorada de Santiago y Concepció n que formaban la mayor parte de su dirigencia). Tambié n se lo puede considerar un movimiento esencialmente urbano, aunque siempre sostuvo que abarcaba un ala campesina y marginal urbana” La cita es recogida del connotado ensayista y político mexicano, Jorge Castañ eda, en su interesante y controvertido ensayo, “La utopía desarmada” (pp. 95) y nos muestra una imagen juvenil, nueva y carismá tica del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Esta imagen es parcialmente erró nea. No só lo por el añ o en que el autor mexicano da como fundacional del MIR, 1967, sino tambié n por la identificació n de este grupo con una historia generacional nueva. Los sesentas. Esto contrastado con otras investigaciones nos arrojaban un panorama diferente. Nos mostraban un MIR nacido, en 1965 y con una primera dirigencia má s bien madura y no juvenil. Con un porcentaje no menor de sus militantes pertenecientes a sindicatos, prueba de ello, a los pocos días de fundado el MIR, este lleva cerca de 25 delegados sindicales al IV congreso nacional de la CUT, en Agosto de 1965. Claramente este era otro MIR, y no la juventud dorada que habla Castañ eda. ¿Podemos decir que existe una imagen correcta y otra errada?. Si podemos mencionar que el MIR que conoceremos es una buena interacció n de ambos dibujos. Por una parte un grupo generacionalmente identificado con los nuevos procesos de cambios sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX, y otro dibujo en donde está n presentes cuadros sindicales y que provienen de militancias desde antes de la segunda guerra mundial. Entonces, si estas imá genes son complementadas. ¿Có mo llegarían a confluir en el MIR estas edades y visiones de la política tan diversas? Má s aú n, estas visiones representaban corrientes del pensamiento revolucionario, pensamiento que 62 despué s de las revoluciones china y cubana, de la constante crítica del trotskismo, y de la crisis entre el Moscú y Pekín, tenía mú ltiples variantes. Una de las respuestas las menciona Luis Vitale en sus distintos estudios sobre el MIR. Pero la otra respuesta todavía estaba pendiente. Los estudios sobre el MIR durante el período fundacional son escasos, y los pocos que existen citan al mismo Vitale y/o a fuentes secundarias. Nos interesaba recoger estas experiencias y formarnos un panorama que nos develara cuales eran los elementos teó ricos del MIR durante el período 1965-1970. Queríamos conocer má s sobre esta cohabitació n ideoló gica durante los cuatro primeros añ os, y si esta se había plasmado en un ideario político propio de la organizació n. Volviendo a lo anterior. Debía ser interesante, poder recoger cuales eran las influencias teó ricas que jugaron al interior de la colectividad y como estas se complementaron, si, lo hicieron. É ramos optimistas frente al desafío ya que cada tradició n revolucionaria recogía numerosa cantidad de elementos histó ricos, sociales y teó ricos. No era menos simbó lico tampoco, que el lugar en donde se reunirían cerca de un centenar de delegados, fuera la sede del sindicato del cuero y calzado, dirigido por el anarquista Ernesto Miranda. Que uno de los convocantes fuera Clotario Blest, cristiano revolucionario. Y que el Secretario General haya sido Enrique Sepú lveda, quien recogió entre otros la influencia de Abelardo Ramos. La historia y la historia política esta plagada de imá genes simbó licas que nos hablan de representaciones, ideas y tradiciones. Estas estarían presentes en los primeros añ os de vida de la organizació n. Por contrapartida, su crecimiento fue pobre y su influencia social tambié n. Dentro de este aná lisis, identificaremos tres momentos en los cuales las concepciones políticas, tradiciones o corrientes del pensamiento revolucionario, van a marcar el devenir de la organizació n. El primer abarca el período inicial donde la dirigencia recae en Enrique Sepú lveda, antiguo trotskista, y vinculado a las tesis nacionalistas revolucionarias. Desde Septiembre de 1965 hasta Diciembre de 1967. El segundo instante lo comprende desde la dirigencia de Miguel Enríquez, joven revolucionario, educado bajo la tradició n trotskista y cercano a posiciones armamentistas. Hasta el quiebre interno. Desde Diciembre de 1967 hasta Junio de 1969. El tercer momento comienza con la divisió n de parte importante de la dirigencia y un buen porcentaje de la 63 militancia, lo que provoca la marginació n de una de las tradiciones revolucionarias que se mantenía aun en el MIR. Estos momentos deben estar explicados bajo un profundo aná lisis de cuales fueron estas tradiciones. Porqué nacieron y cuales eran sus postulados. Relevante es entonces conocer las líneas estraté gicas implementada por el PC y el PS, para poder entender las criticas de estas corrientes, y porqué en numerosos casos, algunos militantes deciden separarse del PC o PS, o son expulsados, e integran una de las tantas experiencias y orgá nicas revolucionaria de fines de los cincuentas. ********** “El MIR surge desde un accionar prá ctico completamente audaz”. Esta frase pareciera condensar lo que generalmente se conoce de esta organizació n, o por lo menos lo que el resto de la sociedad comenzaba a entender de este puñ ado de jó venes bien parecidos, que comenzaba a realizar a fines de 1968 con propó sitos altruistas. Este accionar se estructuró primero en base a una gran asamblea ideoló gica. Similar a como funcionaria la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM), y con una amplia posibilidad de divergir en torno al cará cter de la revolució n. Finalmente será este punto el que separe aguas a viejos camaradas que pretendieron iniciar un camino unificado de lucha, en circunstancias de que mas tarde este anhelo de inclusió n terminara por mermar la disciplina y la cohesió n política. Así llegaban a formar partido, llegaban a reunirse en un encuentro los verdaderos revolucionarios, viejos conocidos de militancia juvenil, de conversació n y discusió n política. Treinta añ os despué s volvían a converger Enrique Sepú lveda y Oscar Waiss. Esta idea de partido, una organizació n amplia y con poca rigurosidad en el control, se complementaba con el escaso trabajo que esta misma permitía en torno a la captació n de nuevos militantes. Mas bien el ingreso de nuevos adherentes del MIR de 1965-1967, se produciría por los contactos que tenían en sindicatos, centros de alumnos, y localidades rurales, los primeros 500 a 1000 militantes de los dos primeros añ os. Este laisse faire organizativo, tenía como ventaja la posibilidad de discusió n interna, pero tambié n la de debate con interminables conversaciones y discusiones que no permitían muchas veces el generar decisiones políticas inmediatas. Estos elementos causaron, o fueron una suma de lo mismo, que se reunieran una gran cantidad de visiones, experiencias, corrientes de la izquierda revolucionaria, que llegarían los primeros añ os a concluir en el MIR. Maoístas, diversos tipos de trotskistas y filo trotskistas, castro-guevaristas, 64 anarcosindicalistas y revolucionarios varios. Esta fue una de las características má s sobresalientes de este MIR, la instancia de reunió n revolucionaria má s variada y convergente de la segunda mitad del siglo XX. Atrá s había quedado el sectarismo y los individualismos políticos. La lecció n de la derrota del FRAP, había dado como resultado la unidad revolucionaria, lograda con el auspicio de conocidos dirigentes como Clotario Blest, Enrique Sepú lveda, Humberto Valenzuela y Oscar Waiss. A medida que fue cambiando la direcció n, la estructura partidaria así lo hizo tambié n. El escaso crecimiento y poco nivel de influencia en distintos frentes de masas, provocó la autocrítica y la reflexió n interna en torno a qué modificació n era relevante realizar. El período revolucionario vivía uno de sus momentos cruciales y decisivos con la muerte del che Guevara, y por lo tanto, todas las lecciones que de aquí se podrían desprender para el futuro de los revolucionarios. Con la muerte del che no solo que daban hué rfanos los revolucionarios latinoamericanos, sino tambié n las ideas en torno a seguir por la revolució n continental. La muerte de Guevara, debía repercutir y así hacer notar que a partir de 1967, el proceso revolucionario ya no podía ser el mismo. En ambas etapas aquí estudiadas, el MIR no logró estructurar un pensamiento acabado y propio. A los teó ricos miristas les faltó madurez, y mayor capacidad de aná lisis con la valiosa cantidad de aportes que recibió la organizació n. Esta seria la segunda característica importante del MIR. Debido al espíritu libertario que predominó los primeros añ os, y a las tradiciones revolucionarias que formaban parte de la organizació n, el MIR se nutrió de mú ltiples elementos ideoló gicos, que estaban presentes en la é poca. Como criticaba desde su fundació n al PC y a los partido de la izquierda tradicional, no podía actuar sesgadamente como lo hacia el primero. Se debía permitir el libre acceso y circulació n de los textos clá sicos del socialismo, como así tambié n toda la literatura referente a otras temá ticas sociales. Estas abarcaban no solamente el campo político sino tambié n filosó fico, literario, socioló gico, antropoló gico y econó mico. Fue con este cú mulo de ingredientes, con los cuales el MIR no alcanzó a estructurar un pensamiento mirista propiamente tal, para el período estudiado. Quedaría pendiente una estructura partidaria preocupada de la educació n y producció n político teó rico que ayudara a implementar esta plataforma. De las tradiciones revolucionarias, la que con mayor fuerza se alzó fue el trotskismo. Este vendría a la formació n del MIR mejor preparado política y organizativamente. Del trotskismo el MIR forjará el programa inicial, la declaració n de principios, 65 y una buena cantidad de miembros del comité central. Cabe recordar que la primera estructura político - militar estuvo a cargo de cuadros trotskistas. Lejana quedaría, por lo menos en esta experiencia mirista, la idea de un trotskismo sectario y divisionista, trotskistas de café . Esta imagen no se creo al interior de las relaciones entre revolucionarios. En el plano econó mico, la conceptualizació n que tomó el MIR, provenía de la tradició n trotskista y de la nueva categoría de aná lisis que por ese entonces comenzaba a ganar adhesió n sobre todo entre los círculos universitarios. Así la teoría de la dependencia unía, intercambiaba y mezclaba elementos de ambas posiciones, el desarrollo de los países dependientes y su nexo con el desarrollo del mercado mundial, vendrían a poner en el primer plano de la discusió n el cará cter socialista de la revolució n. Si los denominados países atrasados, eran estructuras econó mica y socialmente capitalistas, la construcció n estraté gica debía pasar por una revolució n socialista y no democrá tica burguesa como planteaba el reformismo. Suyas tambié n el MIR haría la ó ptica estructural de los dependentistas en cuanto a que el subdesarrollo es parte del mismo desarrollo de otros estados, y para terminar con la situació n primera, es necesario identificar el punto que las provoca: el capitalismo. Así se abrirá paso a reformas estructurales o revoluciones armadas. El MIR optará por la segunda. Con esta categorizació n, el MIR pudo tener y sumar una teorizació n econó mico social del periodo. Quedaría la tarea pendiente para construir un marco propio que condense estas matrices. Esto entendié ndolo dentro de la misió n leninista del partido, que concibe, que la funció n de este no es solamente guiar a las masas hacia la construcció n del socialismo, sino tambié n elaborar ciertas líneas teó ricas que ayuden al mejor entendimiento y aná lisis de la realidad. Lo ú ltimo que queremos recalcar y hacer notar, es la variada y enriquecedora experiencia de construcció n de partido que significó el MIR. Esta organizació n y a lo largo de todo el período en estudio, gozo de cuadros muy bien dotados teó ricamente y políticamente, con capacidad organizativa y un alto nivel de oratoria. Militantes capaces de elaborar interesantes aná lisis, conocer y comprender esquemas formales y realizar interpretaciones de ellos, estudiantes avanzados en la formació n de cuadros y muy eficientes en las tareas políticas, como así tambié n experimentados militantes que se habían nutrido con lo má s significativo de la militancia revolucionaria de los añ os cincuenta y sesentas. Interesante es analizar la entrevista que realizó un joven Miguel Enríquez en Perú a Hé ctor Bejar, guerrillero peruano del ELN. El contacto 66 que estableció Luciano Cruz, con la dirigencia cubana y con Bertrand Russell. La acogida de un grupo del comité central a Michel Pablo y otros dirigentes de la IV internacional. El contacto entre Clotario Blest y Mao Tse Tung, Ho Chi Ming y el che. Por esto y por otras razones, aú n cuando el MIR durante los primeros añ os careciera de un nivel alto de influencia en las masas obreras, en las poblaciones de las barriadas de las principales urbes de Chile, y se acercará lentamente a un poder organizativo y dirigente en las universidades, el rol y la notoriedad de los primeros dirigentes miristas se venia gestando con anterioridad a 1965. No eran sus primeros pasos en la participació n política, tampoco sus actuació n en asociaciones, federaciones y orgá nicas de la izquierda revolucionaria. La producció n escrita venia desde antes de El Rebelde o Estrategia. Las concentraciones no se circunscribían al mundo universitario, y estaban má s allá de los muros de las casas de estudios. Así era entendible quienes eran los que formaron este primer comité central, y lo má s importante, quienes eran los que idearon esta reunió n de las tradiciones revolucionarias chilenas, lo que fue el MIR. Pedro Alfonso Valdés Navarro es historiador http://www.socialismo-chileno.org/apsjb/2006/21562314Valdes-Navarro-Pedro-Elementos-teoricos-en-el-desarrollodel-MIR-durante-1965-1970-2006.pdf CONVOCATORIA PARA LA MARCHA DEL “11” A EFECTUARSE EL DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015 67 DE LA MEMORIA HACIA LA VICTORIA ¡Hola! Somos un puñado de personas como tú, quienes hace ya mucho tiempo sienten la necesidad de compartir algunas palabras contigo. Estas expresiones vienen madurando desde una cierta perspectiva compartida, desde lo cotidiano y al calor de la propia situación política nacional. Nuestras palabras no están exentas de amargura, pero a su vez contienen una gran dosis de esperanza. Con este mensaje pretendemos apuntar a tus convicciones, pero, por sobre todo, apelar a tu voluntad. Si somos capaces de concretar esta propuesta, pensamos con esperanza, estaremos dando paso a una nueva coyuntura de unidad y de lucha, la cual permita reagrupar a quienes aspiran a superar el actual injusto sistema de dominación. La idea es avanzar desde lo simple a lo complejo, permitiendo que a partir de acciones concretas, en un movimiento ascendente, se vaya articulando un bloque político generoso en su amplitud, el que tenga como Sur algunos puntos esenciales, tal como el anticapitalismo. Esta propuesta no pasa por realizar múltiples y detalladas reuniones de coordinación, las cuales, las más de las veces, se prolongan hasta lo indecible, diluyéndose en extensos diagnósticos sobre la “realidad presente”; donde se intenta “imponer la línea” a los demás o en que prima el choque de visiones sobre lo que debe hacerse, pero desde una perspectiva teórica estrecha y sobreideologizada. Reiteramos que la propuesta es simple, pero encierra su contrario; es decir, apunta a un hecho complejo. Se requiere del apoyo concreto de Organizaciones y de No Organizados y una vez que pueda ser asumida la presente propuesta, sea ésta difundida y se busquen más apoyos solidarios. Como siempre, se requiere de toda la fuerza, de todas las fuerzas. Seguramente, es éste un ofrecimiento que requeriría de muchos prólogos y de profundas fundamentaciones. Sin embargo, para que tú decisión sea favorable, sólo se necesita del amor a la clase, a los Compañeros y Compañeras que nos precedieron en las actuales luchas, la convicción de que el proyecto revolucionario en Chile es todavía posible y necesario. Es por todo lo anterior, y por mucho más, que convocamos a: Marchar el domingo 6 de Septiembre de 2015, desde el Patio 29 del Cementerio General de Santiago (reuniéndonos desde las 10:00, frente a la tumba de Miguel Enríquez), para marchar a las 11 horas con dirección a La Moneda. Una vez allí, dar lectura a un Pliego de Demandas Sociales y Populares por las cuales convocamos a continuar la lucha. Asimismo, proponemos que otro tanto se realice en las demás ciudades de Chile, marchando desde los cementerios o sitios de conmemoración hasta las plazas principales, realizando en estos últimos actos populares masivos y combativos. Las Organizaciones y No Organizados que quieran sumarse a esta iniciativa les pedimos hacer contacto a través de: [email protected] 68 ¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres! ¡Arriba l@s que luchan y no se rinden! ¡Fin a los pactos de silencio! ¡Paso a las Demandas Sociales y Populares! Adhieren a la Presente Convocatoria: Higinio Espergue. Coordinación Nacional Ex Presos y Presas Políticos del MIR Mercedes Maldonado. Coordinación Nacional Ex Presos y Presas Políticos del MIR Casa de la Memoria José Domingo Cañas Ex Prisioner@s Polític@s de 3 y 4 Alamos Nelson Aramburu. Comisión Ética Contra la Tortura Nelson Aquiles Soto Aguilera. Ex Consejero Nacional de la Federación de Trabajadores del Cobre Luis Soto Pérez. Luchador Social anticapitalista Rulo Cepillo Cortez. Luchador Social anticapitalista Andrés Figueroa Cornejo. Luchador Social anticapitalista Luis Bolbarán Vargas. Ex FTR-MIR Colectivo Acción Directa. CAD T E N D E N C I A N A C I O N A L. DINERO Y POLÍTICA EN CHILE: SÍNTOMAS DE UNA UNIÓN ESTRUCTURAL. Por Andrés Cabrera N º 9/ABRIL2015 Se tenderá a confirmar que los hechos de corrupción no son meros eventos aislados, sino que, por el contrario, representan síntomas que se encuentran concatenados a la reproducción misma del patrón de acumulación neoliberal. En este plano, cabe preguntarse: ¿Qué responsabilidad compete al dualismo político durante el período transicional? No cabe duda de que la crisis de representatividad, que afecta a las principales instituciones y actores político-sociales del país, ha sido la matriz que ha estructurado la discusión pública desarrollada durante los últimos meses. Los diversos delitos atribuidos a los principales actores provenientes del mundo empresarial y político, en el marco de los casos Penta, Caval y Soquimich, han pasado a formar parte de la extensa batería de argumentos utilizados por la ciudadanía para criticar y denunciar este tipo de prácticas. Cuestión que no ha hecho más que expandir el distanciamiento entre el sistema político y el pueblo de Chile. Tanto el “Track Semanal de Opinión Pública” realizado por Plaza Pública Cadem, como la “Encuesta: Evaluación Gestión de Gobierno”, efectuada por GFK ADIMARK, han sido concluyentes al momento de graficar los escasos niveles de representatividad que mantienen las principales dirigencias, organismos e instituciones del país ante la ciudadanía[1] . En un plano menos estadístico, aunque igualmente significativo, se encuentra la innumerable cantidad de comentarios que abarrotan las plataformas virtuales, 69 plasmando sus resonancias en un proceso de impugnación transversal y diversificado que durante estas últimas semanas ha visto emerger algunas iniciativas de protesta ciudadana similares a las manifestaciones regionales que desencadenaron el ascenso del movimiento la social durante el año 2011[2]. En este contexto, dos han sido las lecturas predominantes al momento de explicar el estallido mediático de los casos de corrupción que sacuden al país. Para unos, la larga lista de acusaciones por la que varios empresarios y políticos están siendo procesados y/o investigados, son expresión de conductas desviadas que, aun cuando sean indicadas como faltas graves contra la ética y probidad, constituyen prácticas aisladas, imposibles de extender a las lógicas que sustentan y reproducen la sociedad de mercado. Para otros –situados en las antípodas de la lectura precedente–, las denuncias de cohecho, financiamiento irregular de campañas, corrupción, fraude al fisco, uso de información privilegiada, tráfico de influencias, etc., reflejan idóneamente las características estructurales de un modelo social que favorece sistemáticamente la acumulación de capital y/o poder en manos de una elite político-económica, que se encuentra separada de los innumerables estragos que, en distintas esferas sociales, como trabajo, salud y educación, debe soportar el “ciudadano de a pie”. Consecuentemente, el actual debate político demanda identificar con claridad la residencia en la que efectivamente cohabita el dinero y la política. En este sentido, resulta necesario volver a preguntarse si la morada del cuestionado maridaje radica sólo en la inescrupulosa emisión de boletas ideológicamente falsas, o–más grave aún– el refugio del desacreditado vínculo se encuentra en la estructura misma de las instituciones, forjadas durante el proceso dictatorial y transicional. La corrupción del modelo chileno en retrospectiva Hace casi quince años, la obra de la periodista y Premio Nacional de Periodismo, María Olivia Mönckeberg: “El Saqueo de los Grupos Group Económicos a Estado Chileno” (2001), desclasificó sin eufemismo alguno los nombres de los agentes y grupos económicos que forjaron sus riquezas al amparo de la dictadura militar, iluminando con ello un legado investigativo que interpela la capacidad política de la ciudadanía. Y es que, a pesar del importante develamiento mediático, hoy, tal como en esos años, “nada o muy poco se ha dicho sobre la actividad privada que se oculta en el día a día del mundo de los grandes negocios efectuados a expensas de los chilenos. Hoy, cuando el dominio entre lo público y privado es muy difuso, la actividad privada debe ser parte de este objetivo para transparentar los hechos” [3]. En efecto, los nombres de los gerentes y empresas asociadas a la derecha política que hoy se encuentran en el ‘ojo del huracán’, fueron parte importante del sustento civil que blindaba intelectualmente la instauración neoliberal ejercida por la dictadura militar. Resulta altamente paradójico constatar, que la tradicional crítica lanzada por los círculos de derecha en contra del “exceso de grasa burocrática” acumulada por el Estado, sea un fenómeno característico de estos mismos sectores. Después de todo, fueron los altos funcionarios civiles del régimen militar los que se posicionaron sin escrúpulo alguno a la cabeza del proceso de privatización de las empresas y áreas estratégicas del Estado. 70 El origen del grupo Penta es sintomático al respecto, ya que forma parte de la segunda oleada privatizadora desarrollada bajo la conducción del ex ministro de Hacienda del régimen militar, Hernán Büchi, durante la segunda mitad de la década de 1980.[4] El grupo liderado por Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín,[5] se formó a través de las privatizaciones en el sector de los seguros, sumando a ello, la apropiación del Instituto de Seguros del Estado. Ya en la década de los noventa, el grupo comenzaría a participar en el negocio de la educación universitaria (ligado a la Universidad del Desarrollo), ingresando también al negocio de las AFP a través de la Cuprum,[6] la que fue vendida en 2012, a la compañía estadounidense Principal Financial , por más de mil quinientos millones de dólares.[7] Por su parte, Soquimich, el “imperio de Ponce Lerou”, [8] reviste especial interés. Tal como destaca la Premio Nacional de Periodismo, “no sólo por lo que el salitre, el yodo y el litio significan como recursos, sino por el papel determinante que en la gestión y posterior privatización de la empresa y de esos recursos ha jugado el ex yerno del general (R) Pinochet, el ingeniero forestal, Julio Ponce Lerou como Presidente de su Directorio y cabeza del holding de empresas que ha creado con la colaboración estrecha de su colega y amigo Patricio Contesse y en el que están también incorporados sus hermanos. La Empresa Química y Minera de Chile, Soquimich, productora de salitre y yodo, era totalmente estatal al 11 de septiembre de 1973. Desde 1988 está enteramente en manos privadas” [9]. Sólo para graficar lo problemático del asunto, valga mencionar que la estimación atribuida a la pérdida patrimonial el Estado en el proceso de privatización de Soquimich “implicó 261,9 millones de dólares menos que el valor real”. [10] En este último sentido, ante el estallido noticioso que ha puesto al desnudo el modus operandi con el que ambos holding han acumulado su riqueza, se vuelve un imperativo recordar los datos entregados por la Primera y segunda Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados (1991 y 2005-2006, respectivamente), cuyo objeto era evaluar la pérdida patrimonial del Estado de Chile producto del proceso privatizador. En efecto, la primera comisión señaló que el proceso de privatización ejecutado en Chile entre 1985 y 1987 “significó la venta de 32 empresas pertenecientes a CORFO, con una pérdida patrimonial de 2.209 millones de dólares en 1989. A ello se agrega que CORFO asumió los pasivos de las empresas enajenadas, aumentando sus deudas en 131% en relación a 1984”. Por su parte, la segunda comisión, basándose en los datos proporcionados por la Contraloría General de la República, establece que “sólo por la venta de 30 empresas enajenadas durante el período comprendido entre 1978 y 1990, el país perdió US$ 2.223.163.439,98 lo que a 1990 correspondía al 6,4% del PIB”. [11] Estos antecedentes demuestran que los casos de corrupción develados, son mucho más amplios e intensos de lo que suponen las interpretaciones de los defensores del modelo. Es un hecho que, de prosperar el avance de los procesos e investigaciones en curso (ya sea a través de sus ramificaciones judiciales, periodísticas o cívicas), se tenderá a confirmar que los hechos de corrupción no son meros eventos aislados, sino que, por el contrario, representan síntomas que se encuentran concatenados a la reproducción misma del patrón de acumulación neoliberal. En este plano, cabe preguntarse: ¿Qué responsabilidad compete al dualismo político durante el período transicional? 71 Un buen punto de partida para abordar interrogante, se encuentra en la interpretación otorgada por Claudio Fuentes en torno al Poder, Constitución y Prácticas Políticas desarrolladas en Chile, durante el período 1990-2010. En su obra El Pacto (2012), Fuentes es claro en señalar que la crisis de representatividad que afecta al sistema político chileno durante los últimos años, se debe a que “las elites que condujeron la transición actuaron basándose en el principio de representación: como el pueblo los había elegido, entonces tenían la potestad para diseñar los destinos de la nación. El principio de representación –la delegación del poder en manos de unos pocos– fue alejando a esta elite de las aspiraciones y los deseos de la ciudadanía, y el debate constitucional poco a poco se fue convirtiendo en una serie de complejas negociaciones entre los que tenían el poder. De este modo, el ciclo político 1990-2010 se caracteriza precisamente por la ausencia de la ciudadanía” [12]. Ciertamente, este abismo que separa a una elite política cerrada sobre sí misma de una ciudadanía que comienza a transitar desde la apatía a la crítica, concluyó por transformarse en el espacio apropiado para que se reprodujera, sin tapujos de ningún tipo, el maridaje entre el dinero y la política. La gravedad intrínseca de este asunto, no debiese subvalorar los constantes registros de corrupción que han emergido en las décadas previas. La recopilación investigativa desarrollada por el Centro de Derechos Humanos asociado a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile [13], incorpora un sinnúmero de casos de corrupción que, nuevamente, comienzan a aflorar en la memoria de la ciudadanía. El crudo registro del perjuicio fiscal ocasionado por el caso MOP-Gate (avaluado en $1.253.352.295 de pesos, sólo en la causa principal), no sólo es emblemático por los ilícitos cometidos, sino también, lo es por la tregua política gestada entre el presidente de ese entonces, Ricardo Lagos, y el ex senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira: ¿Estará esta vez la ciudadanía dispuesta a aceptar una nueva reedición de la deslegitimada “política de los acuerdos”? En la actualidad, y en consideración de los antecedentes retrospectivos retratados, los hechos de corrupción develados por la opinión pública proveen una lección difícil de contrarrestar: La única opción de levantar una “muralla China” entre el dinero y la política es transformando sustancialmente las instituciones del modelo neoliberal. Cuestión que equivale a demoler el reducto donde cohabitaba dicho maridaje: ¿Podrá la activación política de la ciudadanía y los movimientos sociales demoler la morada que cobija en estrecho vínculo al dinero y la política? No cabe duda que el devenir del año 2015 otorgará más de una respuesta a tan menuda interrogante. 1 La encuesta Plaza Pública Cadem publicada el 23 de marzo pasado es sintomática al respecto. Según los encuestados, las tres instituciones donde más se extiende la corrupción son: 1. Los partidos políticos, 2. El Congreso y 3. Las grandes empresas privadas. Sin “derecho a podio”, pero en un expectante cuarto lugar, se encuentra: 4. El Gobierno. Véase: http://www.elmostrador.cl/media/2015/03/cadem_23marzo_2015.pdf 2 El levantamiento del pueblo de Caimanes en contra de la Minera Los Pelambres perteneciente al grupo Luksic; la “Macha de los Indignados” que reunió a más de 4 mil personas de Alto Hospicio e Iquique en el centro de la ciudad tarapaqueña el pasado viernes 20 de marzo e incluso las protestas efectuadas por los pescadores artesanales 72 en Talcahuano, Lota y Coronel, a lo que se suman recientes llamamientos contra la corrupción como el realizado el lunes 23 de marzo con la demanda central por plebiscito y asamblea constituyente, son algunos de los conflictos latentes que no han dejado de ser monitoreados por el Ministerio del Interior. 3 Mönckeberg, M. O. (2001). El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado Chileno. Ediciones B, Santiago, pp. 13. 4 Véase: http://www.elmostrador.cl/pais/2015/01/21/el-origen-del-grupo-penta-enlas-oscuras-privatizaciones-de-la-dictadura-militar/ 5 Durante el régimen militar, el primero ofició de “Asesor del Ministerio de Salud”, mientras que el segundo, tuvo a su cargo la “Superintendencia de Seguros”, además de la presidencia del “Consorcio Nacional de Seguros”. 6 Véase: http://www.theclinic.cl/2014/08/28/maria-olivia-monckeberg-desgrana-elchoclo-y-explica-como-ha-operado-el-largo-brazo-de-penta/ 7 Véase:http://www.emol.com/noticias/economia/2012/10/08/563744/principalacuerda-con-penta-la-compra-de-afp-cuprum-por-unos-us-1500millones.html 8 Durante la dictadura militar, Julio Ponce Lerou ocupó el cargo de “Gerente General de CORFO”. 10 Mönckeberg, M. O. (2001). El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado Chileno. Ediciones B, Santiago, pp. 86-87. Complementariamente, resulta ilustrativo observar la actual composición del Directorio y Administración de Soquimich, la cual incluye dentro de su plana al ya mencionado Julio Ponce Lerou, Wolf von Appen, Hernán Büchi y Patricio de Solminihac, entre otros. Véase: http://www.sqm.com/eses/acercadesqm/directorioyadministracion.aspx 11 Véase: http://www.archivochile.com/Chile_actual/21_est_ide/chact_estidea0001.pdf 12 Fuentes, C. (2012). El Pacto. Poder, Constitución y Prácticas Políticas en Chile (1990-2010). Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago, pp. 16-17. 13 Véase: http://www.cdh.uchile.cl/corrupcion/ TENDENCIA NACIONAL. LA COYUNTURA DE BAJO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA CRISIS DE LEGITIMIDAD. Por Iván Vitta. NÚMERO 12 • JULIO 2015 Desde el año pasado el bajo crecimiento económico se ha convertido en un tema político de alta relevancia. Desde la oposición de derecha –tanto política como empresarial– se acusa al gobierno de frenar el crecimiento con la implementación de sus reformas. El gobierno ha respondido indicando que el bajo crecimiento se debe a factores fundamentalmente internacionales, más no a la ejecución del proceso de reformas en sus betas tributaria y laboral. Cuando el ex ministro de Hacienda Alberto Arenas abandonó su cargo, llevaba más de medio año anunciando “puntos de inflexión” y “brotes verdes” que nunca llegaron. La publicación del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC) correspondiente al mes de abril de 2015 alcanzó un 73 1,7%, lo cual vino a confirmar un bajo rendimiento del crecimiento de la economía chilena. La trayectoria del bajo crecimiento En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central indicó que “los indicadores de marzo y abril —ventas del comercio, importaciones de bienes de consumo, expectativas de empresas y consumidores, entre otros— y el bajo dinamismo de otras partidas del gasto —como la inversión en maquinaria y equipos y el consumo de bienes durables—, sugieren que la recuperación del crecimiento en lo que resta del año será algo más lenta que lo previsto”.[1] El día 5 de Junio, dos días después de presentar este informe ante el Senado, el Banco Central dio a conocer la variación interanual del IMACEC [2] correspondiente al mes de abril de 2015: un 1,7%. Esta cifra se ubicó en el rango bajo de las expectativas de los agentes económicos, que esperaban un variación de entre el 1,5% y el 2,5%.[3] El guarismo corrigió a la baja las expectativas que habían generado las cifras correspondientes a enero y febrero y que llevaron al entonces ministro de Hacienda a anunciar que al fin habían llegado los “brotes verdes”. El IPoM de junio recogió dicho ajuste. La economía chilena inició su curso descendente a fines del año 2012. En diciembre de ese año, el promedio móvil sobre tres últimos meses de la variación del IMACEC fue de 5,4%; en diciembre de 2013 alcanzó un 2,8% y en diciembre pasado llegó sólo un 1,8%. En febrero de este año alcanzó 2,8%, sin embargo volvió a caer en abril a un 1,9%.[4] Se trata de una tendencia propia del ciclo de negocios de una economía capitalista, que coincide además con desaceleraciones similares que se observan en el resto de Latinoamérica. Aún cuando es posible que las decisiones políticas del gobierno y en particular las reformas realizadas hasta ahora puedan haber tenido cierto nivel de impacto –del que no existe ninguna cuantificación seria–, los componentes económicos cíclicos de la desaceleración son claros. Los distintos analistas, partiendo por el propio Banco Central en su IPoM, han señalado estos componentes económicos, partiendo por la debilidad de la inversión. Al respecto, el Banco Central señala en su último IPoM: “La prolongada debilidad de la inversión ha sido uno de los elementos más llamativos del último ciclo. Luego de crecer a tasas récord y llegar a 26,6% del PIB en el 2012, su variación anual ha sido negativa por más de seis trimestres, uno de los peores registros de las últimas tres décadas” .[5] El economista Hugo Fazio, ex presidente del Banco Central bajo el gobierno de la Unidad Popular y actual director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), también ha apuntado a la debilidad de la inversión: “La importación de bienes de capital, que en 2013 y 2014 experimenta cifras negativas, respectivamente de 7,9% y 19,8%, en el primer trimestre volvió a registrar números rojos (-9,7%), descenso que se moderó en abril, para descender fuertemente en mayo” . [6] Para Fazio, la situación es de estancamiento. Este escenario ha afectado en particular a la minería, lo que tendrá un alto impacto en el aporte fiscal que brinda esta rama productiva. Codelco prevé una contracción de sus excedentes hasta el año 2018; este año, su excedente se reducirá a 1.700 millones de dólares, muy por debajo de la meta de 2.142 millones de dólares que tenía en la formulación de ley de presupuestos .[7] Por el lado privado, la SONAMI 74 espera un aporte a las arcas fiscales para el año 2015 del orden de 4 mil millones de dólares; las cuales se sitúan también por debajo de las estimaciones iniciales de alrededor de 5 mil millones de la de misma moneda.[ 8] Los posicionamientos políticos en torno del crecimiento: la “priorización” del programa. Dos son los ejes discursivos principales que han decantado respecto del bajo crecimiento de la economía. Por un lado: continuar las críticas que surgieron desde el empresariado el año pasado, promoviendo un “clima de confianza” que mejore las expectativas de los agentes privados y –a través de ésta vía– aumentar la inversión. Por el otro: avanzar hacia una “morigeración el programa” a fin de adaptarlo a un contexto en que el bajo crecimiento impediría concretizar la totalidad de las medidas contempladas. En términos comparativos a los registros discursivos registrados durante el primer año de gobierno de la Nueva Mayoría, la idea de moderar y ajustar el programa presenta la novedad, sobre todo, debido a que sectores importantes de la Nueva Mayoría se están sumando a la posición de “priorizar ” las reformas y adecuarlas al contexto económico. Si el año pasado la de la DC era una voz solitaria, aunque determinante en el curso que adoptaron las reformas, este año se ha sumado el PS, cuya nueva presidenta, Isabel Allende, le ganó la elección a Camilo Escalona precisamente defendiendo “el programa” del gobierno. En este sentido, la propia conducción gubernamental ha confirmado la necesidad de “ajustes” y “priorización” de las reformas, por medio del vocero Marcelo Díaz (PS). Los sectores más conservadores de la coalición, por su lado, han pasado a una actitud más ofensiva. [9] Como señalamos en el número anterior de Tendencia Nacional, el programa de gobierno –una extensa colección de ambigüedades posible de ser llenada virtualmente por cualquiera de los integrantes de la Nueva Mayoría con sus propios contenidos– se redujo a un arma arrojadiza dentro de las luchas por el poder al interior de la coalición y de sus partidos. El cambio de Isabel Allende de defensora acérrima del programa a adalid de los ajustes es una muestra de ello. En este plano y tal como se ha sostenido en otras oportunidades, la tarea central de la Nueva Mayoría y el gobierno de Bachelet es la de restaurar la gobernabilidad del capitalismo neoliberal. [10]. El cambio en la situación política del país producto de la crisis de legitimidad detonada por los casos de corrupción ha obligado a un ajuste mayor en la táctica de la coalición, que ha tenido una de sus máximas expresiones en el cambio de gabinete. Si el programa era la llave que permitía abordar la amenaza principal tras el ciclo de movilizaciones 2011-2012 (esto es: la posibilidad de un desborde por la izquierda desde el movimiento social) la moderación del programa es en la actualidad funcional a la amenaza que representa la crisis de legitimidad del sistema político, pues despeja el escenario para buscar un acuerdo con la oposición de derecha y el empresariado en el contexto de un gobierno debilitado. La situación económica y la crisis de legitimidad 75 La apuesta del gobierno y de la Nueva Mayoría es que un gran acuerdo político permita afrontar la crisis de legitimidad. La recuperación del crecimiento económico, recurriendo a las viejas recetas neoliberales de incentivos al sector privado y contención del gasto fiscal, se ha transformado en un componente central para lograr atraer al empresariado y a la oposición de derecha a este acuerdo. No obstante, hay factores de orden estructural en el escenario económico que dificultan llevar adelante el propósito de recuperar el crecimiento. Por un lado, hay un agotamiento de los factores que permitieron las altas tasas de crecimiento de los años 90’ en la economía chilena.[11] Segundo, el escenario de depresión de la economía internacional acota las posibilidades de un crecimiento sostenido, como ha puesto en evidencia lo irregular y pobre de la recuperación económica tras la crisis de 2008.[12] Ya conocemos muy bien los resultados de las recetas neoliberales: concentración del ingreso, aumento de la desigualdad, empobrecimiento relativo y carestía de la vida para la mayoría de la población. Se trata de las causas basales del descontento social y la falta de legitimidad del sistema político. Si ya el menos que moderado programa de gobierno no ofrecía solución a las causas estructurales del malestar social, su “moderación” y el retorno a la ortodoxia constituye una huida hacia adelante en la crisis de legitimidad. Pero la elite no está en condiciones de ver esta situación y ensaya las mismas recetas de los años 90’. Una política distinta sólo puede venir de actores sociales distintos, en primer lugar los trabajadores. El movimiento social es una fuerza aún muy incipiente, pero su fortalecimiento es el único camino para una alternativa de cambio efectiva y consistente. 1. Banco Central de Chile, “Informe de Política Monetaria Junio 2015”, p. 7. El informe fue aprobado el 27 de mayo de 2015 por el Consejo del Banco Central. Disponible en: http://www.bcentral.cl/publicaciones/politicas/pdf/ipm062015.pdf. 2. El IMACEC es un índice de actividad económica usado para realizar un seguimiento mensual de la actividad económica. La principal cifra que entrega el Banco Central, y que concita la atención de los agentes económicos y la prensa, es la variación del valor de este índice entre un mes y el mismo mes del año anterior. El valor de 1,7% para abril significa que entre abril de 2014 y abril de 2015, dicho índice subió un 1,7%. Para una explicación más detallada del IMACEC, ver Antonio Escandón, Patricio Gajardo y José Venegas, “Indicador Mensual de Actividad Económica. Imacec base 1996. Nota Metodológica”, Santiago, Octubre 2005, Banco Central de Chile. Disponible en http:// www.bcentral.cl/estudios/estudios-economicos/pdf/serieestudios48.pdf. 3. El Mercurio On Line: “Mercado ve con cautela próximo Imacec pese a sorpresivo resultado de marzo”, martes 5 de mayo de 2015, en http://www.emol.com/noticias/economia/2015/05/05/715560/mercado-ve-concautela-proximo-imacec-por-catastrofes-naturales-y-debiles-datoseconomicos.html. 4. Datos extraídos de: http://www.bcentral.cl/estadisticas-economicas/seriesindicadores/xls/Imacec.xls 5. Banco Central de Chile, “Informe de Política Monetaria Junio 2015”, p. 35. 6. Hugo Fazio, “La actividad económica se encuentra estancada”, publicado en distintos medios nacionales. Disponible en: http://www.factor-c.cl/archivo/29-analisiseconomico/277-la-actividad-economica-se-encuentra-estancada 76 7. La Tercera, “Nelson Pizarro: <<El escenario de excedentes en Codelco se ve complejo y esa situación se va a mantener>>”, domingo 31 de mayo de 2015, Cuerpo Negocios, pp. 4. Disponible en: http://www.latercera.com/noticia/negocios/2015/05/655632075-9-nelson-pizarro-el-escenario-de-excedentes-en-codelco-se-ve-complejo-yesa.shtml Cabe destacar que Nelson Pizarro es el presidente ejecutivo de Codelco. 8. La Tercera: “Aporte de la minería al Fisco en 2015 será el más bajo de los últimos 10 años”, 5 de junio de 2015, pp. 30. Disponible en: http://www.latercera.com/noticia/negocios/2015/06/655-632836-9-aporte-de-la mineria-al-fisco-en-2015-sera-el-mas-bajo-de-los-ultimos-10-anos.shtml 9. Véase, por ejemplo, Aylwin, M. “Bajar expectativas: más vale tarde”. La Segunda, martes 23 de junio de 2015, pp. 9. Disponible en: http://impresa.lasegunda. De la Crisis política a la convergencia de las izquierdas en Chile. Roberto Vargas Muñoz Rebelión “Chile está en crisis”. El último término de esta afirmación puede dar muchísimo al indagar en su sentido etimológico, pues crisis (Krisis) del verbo krinein significa, a la vez, “análisis” y “ruptura”. Podríamos decir que crisis es una relación, pero no cualquiera, es una relación que se rompe y por las consecuencias de la ruptura, deviene la necesidad de un análisis que la explique pero que además la supere. De ahí el término crítica que entre sus acepciones alberga la acción de juzgar, decidir, hacer. En definitiva las crisis nos obligan a pensar, incentivan la reflexión pero además la intervención [3] . La crisis política chilena podría expresarse en una sola palabra: inestabilidad. La pregunta es quién o quiénes reconstituyen la estabilidad ausente, y si acaso, esta crisis puede abrir espacios para avanzar en la construcción de una nueva fuerza política bajo el prisma de un nuevo sujeto político-social. Ciertamente no es posible avanzar en respuestas tentativas sin antes fijar el lugar de la crisis, delimitar su ubicación. Podríamos decir que estamos frente a una multiplicidad [4] de crisis de la política que analíticamente es posible abordar desde, al menos, dos ángulos. Crisis de la política como crisis de la ficción democrática Por un lado, es una crisis de legitimidad del sistema político y sus instituciones, de su incapacidad para representar y procesar las demandas ciudadanas y sus intereses, estamos ante una ruptura del vínculo “representantes-representados”. Dicho de otra manera, es una crisis política porque se ha puesto en evidencia y cuestión el interés particular por sobre el interés general en las prácticas de los políticos de la elite (corrupción y enriquecimiento ilícito) como en el diseño de las políticas públicas (reducidas ante la privatización de los derechos sociales en beneficio de privados), además de la vía clásica de salida ante los conflictos: la lógica de los acuerdos, vía consenso. Pero no es sólo una crisis de legitimidad de la elite política y los “mecanismos democráticos” bajo los cuales fueron electos, estamos entrando, a la vez, en una crisis de la ficción democrática (misma), de la probidad de la democracia y del modelo que la 77 sustenta. Es decir, hay crisis, en otras palabras, porque se ha puesto en evidencia la ficticia identidad entre Estado y sociedad [5] (el clásico de los movimientos sociales actuales: ¡No nos representan!), pero además, está en entredicho la credibilidad y sentido del modelo económico impuesto por la dictadura, cuestionándose, el mercado como única vía de acceso y expresión de la plena libertad para la elección de los bienes, que además, ubica en un mismo plano, por ejemplo, el acceso a educación, la elección de un representante y un teléfono móvil, en Chile el modelo neoliberal subsumió la sociedad en todos sus niveles: mercantilizó la vida. Pero esta subsunción toco techo, se fracturó y con él, el consenso del modelo económico y político neoliberal y su elite política dirigente. Crisis de la política como crisis del sentido común Por otro lado, estamos frente a una crisis del sentido común. Si solo hubiese una crisis institucional (por arriba), la tesis “que se vayan todos” sería una salida. No obstante, que se vayan todos sólo asegura que se vayan los actores pero no el escenario ni el teatro. Nada asegura que los nuevos actores elijan otro escenario ni mucho menos otro teatro, ya que los actores (en sociedad) personifican determinadas relaciones sociales e intereses. En ese sentido, para nuestras transformaciones necesitamos (re)construir otro espacio, otro lugar: el lugar de los comunes. Sin embargo, aquel lugar alguna vez instituido, fue derrotado, extirpado por la dictadura y sustituido por el modelo económico neoliberal promoviendo en lo social la naturalización de la desafección y la apatía. Es fácil demostrar esto si seguimos el proceso de despolitización que experimentó la juventud chilena. Mientras que en la década de los años 60’ y 70’ [6] encontramos una juventud involucrada políticamente, ya sea en partidos de izquierda como de centro o derecha, una juventud que participa activamente de la dinámica política, (de hecho la izquierda aumenta su votación del 60´ en adelante) y que está dispuesta a defender las grandes transformaciones históricas; en los 80’ por el contrario, rápidamente, se hace carne el impacto de la Revolución Capitalista, la desindustrialización y la tercerización de la economía golpea fuertemente a un sector importante de la juventud fomentando su precarización, y dejando, a la vez, a este sector fuertemente marginalizado de la política, y a las fuerzas políticas de izquierda casi completamente desarticuladas. En los 90’ con la aplicación de las políticas neoliberales del Consenso de Washington [7] no sólo entramos a una década que trajo consigo la exclusión social y la injusticia distributiva, incentivando el creciente individualismo, y por lo tanto, la pérdida del imaginario colectivo que debilita los tejidos sociales, además, y por consecuencia, estamos frente al desapego y privatización de la política -para dejarla en manos de los “expertos”- que va de la mano con la imposibilidad de levantar alternativas políticas de izquierda por las propias condiciones construidas en la “nueva institucionalidad democrática”. Esta reproducción de la desafección por vía de la “suspensión” de la política, como cualquier proceso de reproducción social, ha encontrado sus propios límites. En ningún caso ha finalizado, no obstante se ha fisurado no sólo por la de la propia crisis de legitimidad sino que también por la emergencia de los nuevos movimientos y actores sociales. Del malestar –expresado en las altas tasas de suicidios, los incrementos de la depresión, la recepción pasiva de los conflictos- es posible identificar 78 y caracterizar fenómenos de indignación. Tales fenómenos van de la mano con el grado de politización en el que ha entrado la sociedad chilena, con movimientos sociales emergentes y altamente legitimados. Ubicamos el incremento de esta politización en la llamada “movilización pingüina”, proceso que ocurrió el 2006 y que se profundizó el 2011 con el “movimiento social por la educación”, los movimientos regionalistas (Aysén, Calama, Punta Arenas), los movimientos territoriales y socio-ambientales, las demandas históricas del pueblo mapuche, las demandas de género, o el actual movimiento por la Asamblea Constituyente, etc. Pero sin duda fue el movimiento social por la educación el actor que potenció la politización automática de los chilenos, en tanto que empujó la formación de opiniones respecto al conflicto educacional derivando en la verbalización de la consigna “no al lucro en educación!”, cuestionando, de esta manera, la educación como un bien de consumo transable en el mercado. El movimiento estudiantil, que a comienzos del nuevo siglo instaló la demanda por el “pase escolar”, hoy no sólo exige una educación como derecho social, además, ha madurado hacia la demanda (junto con otros movimientos sociales) por una nueva constitución bajo una asamblea constituyente promoviendo un debate público y tensionando al bloque dominante a otorgar respuesta a estas demandas. Mientras los nuevos movimientos y actores sociales empujan hacia una discusión sobre lo público, sobre lo común, re-politizando el sentido de lo social, la subjetividad neoliberal se fisura ante la evidencia de un modelo que superpone lo individual a lo colectivo. De esta manera, una verdad evidente aparece en escena: el sentido común no sólo está crisis, por sobre todo está en disputa. Pero es una disputa abierta, que no termina con el posible “orden” por arriba que la institucionalidad vigente pueda construir como salida a una crisis -con un cambio de actores (la llamada “vieja guardia”, etc.) y/o por el proceso de reformas- ya que el malestar e indignación va en “relación directamente proporcional” con los límites del modelo económico y político y el descrédito potenciable de la elite. Es decir, aún con las reformas aprobadas, el descontento social tensionara las bulladas leyes, fomentando la movilización social y la construcción de nuevas fuerzas políticas. ¿Convergencia o unidad de las izquierdas?: De actores sociales y fuerzas políticas a la construcción de un sujeto político-social Las demandas y cuestionamientos de los movimientos regionalistas, socioambientalistas, las luchas sindicales, el movimiento social por la educación, etc., hoy por hoy, -sobre todo de este último- tienen respetables niveles de legitimación. Los movimientos sociales podrían ser caracterizados en algunas de sus acciones u objetivos, por profundas motivaciones de cambios (en tanto que demandan cambios estructurales) como también, expresión de una indignación sistémica (en tanto que demandan reformas parciales). Pero, si bien no todos los movimientos sociales direccionan sus demandas hacia cambios estructurales, en un sentido amplio, sí han demostrado ir en contra de las políticas que expresan los gobiernos neoliberales de turno. Lo medular de los movimientos sociales actuales es que más que una suma de individuos –y/o consumidores- funcionan como un gran actor colectivo que demanda necesidades colectivas [8] . 79 Ahora bien, no sólo la literatura sino que la realidad misma ha puesto en evidencia que si bien los movimientos sociales emergentes han sido fundamentalmente eficientes en la instalación de demandas al empujar hacia un nuevo sentido común, son insuficientes para impulsar y dirigir grandes trasformaciones por su prescindencia de la política y de los partidos políticos. Por otro lado, la izquierda tradicional vacía de contenido social, exclusivamente partidaria o bajo un uso exclusivamente instrumental de lo social sólo ha construido representaciones vacías de movimiento social. Una relación heterodoxa entre lo social y lo político, entre los movimientos sociales, actores y fuerzas políticas, nos remite -en la actualidad, para un proyecto de izquierdasal debate acerca del carácter del sujeto, otrora llamado “sujeto histórico-estratégico”. No sólo antes, también hoy, las diversas manifestaciones sociales a lo largo del mundo, entre otros el 15-M español, el movimiento Occupy Wall Street, los indignados de la plaza Taksim en Turquía, las manifestaciones en Túnez, Libia y Egipto conocidas bajo el nombre de Primavera Árabe o el movimiento social por la educación en Chile y otros ejemplos también latinoamericanos como los movimientos indígenas o por la vivienda, etc., han puesto este debate teórico-estratégico en perspectiva: ¿sigue siendo la clase trabajadora industrial aquel sujeto llamado a dirigir y liderar los grandes cambios sociales? ¿Qué rol cumplen las nuevas movilizaciones emergentes agrupadas bajo el rótulo “movimientos sociales o ciudadanos”? Efectivamente, Marx anunciaba en el siglo XIX cómo a través de la división del trabajo y la industrialización, el capitalismo construyó las bases materiales para su propia existencia. Este proceso derivó en el nacimiento de la clase trabajadora como sujeto histórico a partir de la contradicción capital-trabajo. Siguiendo a Houtart [9] la clase trabajadora “…se transformó en sujeto histórico cuando se construyó en el seno mismo de las luchas, pasando del estatuto de ‘una clase en sí a una clase para sí’. No era el único sujeto, pero sí el sujeto histórico, es decir, el instrumento privilegiado de la lucha de emancipación de la humanidad, en función del papel jugado por el capitalismo”. Con el avance del capitalismo y las nuevas búsquedas de acumulación del capital productivo como financiero se ha ampliado sin excepción la apropiación de valor, pero también bajo el paraguas neoliberal se ha incrementado la desposesión de ciertos bienes garantizados como conquista de las luchas sociales del Siglo XX, cuestión que ha diversificado las luchas sociales, por cierto, pero no su horizonte. De esta manera, y siguiendo a algunos intelectuales latinoamericanos, nos preguntamos: ¿cómo construir un sujeto (colectivo) capaz de avanzar desde la impugnación a la organización? Pues bien, pensar otra sociedad, otra democracia, exige pensar aquellos actores que dinamizan la política desde la contingencia, a partir de las heterogéneas luchas sociales desatadas por las múltiples formas de opresión y dominación capitalista tales como la explotación, el patriarcado, la discriminación, el sexismo, racismo y ecocidio, etc. El sujeto político-social es “asociatividad movilizada” [10] , flexible articulación contingente, de esta manera, no tiene un carácter a priori (sujetos fijados de antemano), es el conjunto de los partidos, actores políticos y movimientos sociales que coordinada y diferenciadamente construyen y emergen como tal en coyunturas políticas determinadas, condicionadas a la vez por fuerzas políticas y por su capacidad 80 de convertir dichas coyunturas políticas en conflictos políticos. La tarea es construir ese sujeto, lograr que simbólica y estratégicamente exprese demandas colectivas, generales, que deje de ser una parte para representar un todo, pero no como suma de luchas sino como un algo más, aquel interés general de una nueva perspectiva clasista. El presente escenario acelera las discusiones entre los nuevos actores sociales y políticos que impulsan la necesidad de transformaciones estructurales del Chile neoliberal. La actual inestabilidad política que está acompañada de un aparente vacío de poder, nos exige proyectar la convergencia de las nuevas fuerzas políticas anticapitalistas. Pero la convergencia no es unidad orgánica es articulación para construir, mantener y profundizar el antagonismo entre los movimientos sociales y políticos frente a la elite política y económica. Es converger en la producción de un nuevo sentido común bajo el ideal emancipatorio como idea regulatoria pero bajo la acción concreta de un nuevo proyecto para Chile. Avanzar en el contenido de la convergencia como en la forma discursiva de cara a lo público, apostar por disputar una nueva institucionalidad además de profundizar y amplificar los niveles de articulación social –que no son términos excluyentes ni mucho menos causales- son tareas indispensables, además de avanzar hacia una política programática de carácter multisectorial. No obstante el norte sigue siendo el mismo: la disputa por el sentido común pero ahora profundizando en la ruptura del consenso neoliberal. Santiago, 2015 Texto presentado en el seminario “Crisis política y la izquierda en Chile. Estrategias, tácticas y convergencia de la izquierda anticapitalista”, 29 de mayo, Sindicato SINATE, Santiago de Chile. El autor es Director de Fundación CREA www.fundacioncrea.cl y de Manifiesto XXI. Revista de Crítica Política. [3] Resulta interesante subrayar que Marx consideraba que una verdadera crítica profundiza en la génesis interna de los fenómenos, no se contenta con presentar las contradicciones, además, las explica develando su necesidad lógica, la característica de cada objeto para disolverlo en sus partes constituyentes y a la vez, revolucionarlo en la raíz misma de sus determinaciones internas (Cfr. Castillo, Carlos (2009-2010) Introducción a la Crítica de la Economía Política, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales). Marx denominó a ese proyecto crítica de la economía política, usando crítica, como un cuestionamiento de la ideología y una práctica revolucionaria, en su caso, no cualquier práctica, significaba impulsar una revolución que removiera la estructura del sistema basado en la explotación. [4] Los llamados PiñeraGate, MOPGate, PentaGate, NueraGate , SoquimichGate, etc. Ver: Cabrera, Andrés: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2015/02/19/chilegate/ [5] Marx en 1843 critica lo que Hegel llama “Libertad concreta”, es decir la identidad entre el interés particular (familia y sociedad civil) y el interés general (el Estado). Para Hegel cuando no hay tal identidad, lo que está roto es el vínculo ético. El descubrimiento marxiano consiste en pensar la propuesta hegeliana como una mistificación de la relación del Estado y Sociedad Civil, relación desgarrada por el imperio de la propiedad privada. Para Marx el Estado en la sociedad moderna aparece 81 separado de la sociedad civil, de la política, adquiriendo un carácter negativo, asociado a la enajenación del hombre real, y por tanto ajena sino opuesta a la emancipación humana. En tal sentido, para Marx, a diferencia de su maestro, nunca hubo tal vínculo ético, siempre estuvo roto. (Ver: Sánchez Vásquez, A. (1989) “La cuestión del poder en Marx”, En Entre la realidad y la utopía. Ensayos sobre política, moral y socialismo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006). [6] Esta participación militante es diversa va de la Democracia Cristiana, Izquierda Cristiana, el MAPU hasta el Partido Comunista. Ver la entrevista a Pedro Rosas. VVAA. “Diálogos con Pedro Rosas. El origen de los movimientos sociales y su acción colectiva. Su componente juvenil en Chile, la relación con el Estado y los mecanismos de disciplinamiento y control social”. En El nuevo amanecer de los movimientos sociales. La revolución de los jóvenes, Editorial Quimantú, Santiago de Chile, 2014, p. 18. [7] Cfr. Boron, Atilio, Aristóteles en Macondo. Notas sobre democracia, poder y revolución en América Latina, Editorial América en Movimiento, Santiago de Chile, 2015. [8] Cfr. Ibíd. El nuevo amanecer de los movimientos sociales… [9] Houtart, Francois, “Los Movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico”. En La Teoría Marxista Hoy. Problemas y Perspectivas. (Atilio Boron, Javier Amadeo, Sabrina González [compiladores]). CLACSO, Buenos Aires, 2006, p. 436. [10] García Linera prefiere utilizar la “forma multitud” para denominar aquella articulación social, que bajo un núcleo dirigente constituido en la emergencia de la movilización y contingencia, construye la convergencia a partir de las identidades territoriales locales vinculadas a las condiciones de vida. Ver García Linera, Álvaro “Nueve tesis sobre el capitalismo y la comunidad universal”. En Comunidad, socialismo y estado plurinacional, Ed. El Buen Aire, Santiago de Chile, 2015, p. 19. Rebelión 16-07-2015. Apuntes de la crisis en Chile. Andrés Figueroa Cornejo. Rebelión 1. No tiene casi ninguna importancia que la Presidenta Bachelet se precipite inexorablemente cuesta abajo en las encuestas (68% de desaprobación según la consulta Adimark, mes de junio 2015). Ni que el sistema de partidos políticos dominante, Nueva Mayoría y Alianza por Chile, sea aprobado en su gestión apenas por un 15% de los consultados por la misma encuesta y en el mismo mes. ¿Por qué? Porque en la presente fase de la mundialización capitalista, de sus crisis y contradicciones 82 internas, la democracia burguesa y liberal, como se conoció hasta los años 60 y 70 del siglo XX, ya no existe. De hecho, la corrupción generalizada del capitalismo y del sistema de partidos políticos chileno, en particular, es apenas una de las manifestaciones del ocaso de la democracia liberal, por una, y del control del gran capital sobre las viejas formas de representación electoral en cualquiera de sus niveles, por otra. Lo nuevo es que las grandes mayorías ya lo saben, independientemente de la incapacidad del movimiento popular descoyuntado de hacerle frente de manera políticamente eficiente. Lo único que existe son, por un lado, grandes polos capitalistas centrales, concentrados y en disputa, fuerzas e intereses, desplegándose y replegándose en la totalidad del sistema-mundo, y economías periféricas y dependientes por el otro. El movimiento real del capitalismo se resuelve en su propia condición dictatorial. No por placer, sino que por necesidad histórica. Ni siquiera las formas de la antigua socialdemocracia tienen sitio en la guerra del capital hacia la configuración de monopolios condensados, como lo demostró la eventual restructuración de la deuda griega con más austeridad para el pueblo helénico. 2. Chile, México, Colombia, Perú y otras economías por venir, son los enclaves dependientes de la ofensiva geopolítica del imperialismo norteamericano en el continente y que por ahora se llama Alianza del Pacífico. Se nombra como ‘ofensiva’ del imperialismo norteamericano no porque el imperio haya estado a la defensiva alguna vez. Sucede que la gran ola de insubordinación popular y autoconsciente de los pueblos de América Latina entre los 50 y comienzo de los 70 del siglo pasado ralentizó y llenó de obstáculos la mencionada ofensiva. Sin embargo, en la ‘integración conflictiva’ capitalista entre China y Usamérica, y sus respectivas órbitas, Chile, al mismo tiempo, resume en un solo momento, los intereses del Estado del capitalismo burocrático chino y los intereses del Estado corporativo norteamericano. De manera simultánea, la Eurozona está pronta a consagrar el Tratado de Libre Comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) con EE.UU. Tanto la Alianza del Pacífico como el TTIP, forman parte de una sola estrategia de la Casa Blanca de aseguramiento de mercados, poder y hegemonía sobre sus subordinados históricos luego de la Segunda Guerra Mundial. Dentro de la misma dinámica de integración conflictiva entre China y EE.UU., la Eurozona (aprovechando el abaratamiento en tiempo y costos generales devenidos del transporte ferroviario euro-asiático) y la propia economía norteamericana son las principales importadoras de mercancías chinas, sin contar la propiedad de China de la deuda de EE.UU. en la forma de la tenencia de una cantidad sustantiva de sus bonos del Tesoro. 3. (Bachelet es al sistema político de Chile, lo que Obama al sistema político norteamericano. Con la única diferencia respecto del Partido Demócrata de Obama, de que la Nueva Mayoría de Chile contiene al Partido Demócrata Cristiano en su seno. Es como si el Partido Demócrata de Obama tuviera en su interior a una costilla del Partido Republicano. Por ello, por ejemplo, en cuanto se aprobó el matrimonio igualitario entre personas del mismo género en EE.UU., a los pocos días el Ejecutivo chileno presentó un proyecto similar al Legislativo. Empero y de inmediato, el Partido Democristiano se negó a su tratamiento, al igual que ocurrió con el proyecto de aborto legal. En resumen, y sobre los derechos civiles de carácter liberal, la Nueva Mayoría está a la derecha del 83 Partido Demócrata de Obama. Pese a que Bachelet y buena parte de sus mentores, como el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar y el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, han sido y son representantes leales de los intereses del Pentágono en la silla donde se sienten. Aquí es preciso considerar la forma y condiciones nacionales que originaron la coalición político-partidista que participó en el pacto interburgués hacia fines de los 80 del siglo que pasó y que abrió el actual período de gobiernos civiles. Al respecto, en el presente es un despropósito propagandístico del borde izquierdo de la Nueva Mayoría intentar hacer creer a la opinión pública de que esa componenda se trata de una suerte de Frente Popular del siglo XXI. No es la cuota progresista de la Nueva Mayoría la que la hegemoniza. Por el contrario. Ahora mismo es la Nueva Mayoría la que subsume-derechizando a su costado progresista. Y sin entrar siquiera al debate sobre la imposibilidad histórica de reeditar sin contexto el nacionaldesarrollismo que marcó la economía del país entre fines de los años 30 hasta el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende.) 4. ¿Cómo se expresa la integración conflictiva entre China y Estados Unidos en Chile? El 25 de mayo de 2015, el primer ministro chino Li Kegiang, cerró su viaje oficial de objetivos geoeconómicos por Brasil, Colombia y Perú, precisamente en Chile, y con un giro distinto y no contradictorio con el Tratado de Libre Comercio en vigencia desde el 2006 (firmado el 2005 por el Presidente Ricardo Lagos y realizado durante el primer gobierno de Bachelet). La mandataria chilena y la autoridad del gigante asiático anunciaron el establecimiento en Chile del primer banco de liquidación en Renminbi (RMB o yuan) en América Latina a través del banco chino de Construcción, uno de los principales de esa potencia. En la ocasión, el actual ministro de Relaciones Exteriores andino, Heraldo Muñoz, señaló que “La idea es que haya una globalización de la moneda china y la globalización de la moneda china requiere de ciertas plataformas (…) Chile se va a transformar en un centro financiero para China para la liquidación de sus monedas”. Anteriormente, los Bancos Centrales de Chile y China rubricaron un acuerdo sobre el uso de swap (transacciones de moneda a futuro) de sus monedas locales, que contempló un monto máximo de 22.000 millones de yuanes o (unos 3.600 millones de dólares). Además, China anunció un aporte de 50.000 millones de yuanes (USD 8.000 millones) para que inversionistas institucionales extranjeros puedan invertir directamente en el mercado de valores chileno. Si China invierte bajo la lógica de las ventajas comparativas y la deslocalización productiva en la industria y los commodities en Brasil; en Chile, desde igual paradigma, invierte en el ámbito financiero. Simplemente, China intensifica y aprovecha la ya instalada división internacional del trabajo de acuerdo a las distintas regiones del mundo en donde establece sus negocios. Lo anterior da cuenta de los modos complementarios a través de los cuales se desenvuelve la repartición en tiempo real de los mercados entre los capitales combinados de los centros neurálgicos del devenir capitalista. A este tipo de fenómenos algunos expertos lo han denominado “cambio de época”, “multipolaridad”, etc. Sin embargo, es imprescindible recordar que China, Rusia, EE.UU., Japón, India, Alemania, Francia, por numerar a algunos, son Estados capitalistas que sostienen su influencia en su armadura nuclear. En este sentido, la nueva época se parece mucho más a un complejo en tránsito e inestable, de dentelladas gananciales y de distribución del botín- 84 mundo en términos geográficos, económicos y político-militares, que a una modificación que redunde por algún lado en beneficio para la humanidad. La multipolaridad se manifiesta como una serie de combates intercapitalistas e interimperialistas donde los pueblos del mundo todavía no logran conquistar la calidad de actores protagónicos. Allí está Medio Oriente, África, Ucrania, la lucha por controlar la zona comercial del Pacífico, Grecia. He aquí los campos provisionales de la barbarie capitalista en medio del rediseño planetario del mapa de la sobreexplotación, la esclavitud, la expoliación, la destrucción de la naturaleza, el extractivismo, el narcicismo lumpen-burgués y el fetiche de la ganancia a cualquier costo por parte de la minoría dominante. 5. Debido a la mundialización capitalista, a la celeridad vertiginosa producida, entre otros factores, por la revolución de la industria informática, no existe posibilidad de intentar explicar los fenómenos económicos y la crisis integral del capitalismo sino de manera extraordinariamente provisoria. Así como los mercados bursátiles se caracterizan por su volatibilidad multicausal, así también cualquier análisis en general, y en Chile, en particular, es eminentemente transitorio. El propio sistema lingüístico, con su linealidad forzosa, limita tanto la interpretación de la realidad de estratos dimensionales complejos, como el establecimiento de tendencias. En este sentido, el pensamiento emancipador, la constelación de saberes en busca de una aproximación frágil a la verdad desde los intereses del pueblo trabajador y la mayoría social, impone al anticapitalismo un esfuerzo superlativo. Lo que llaman “aportes multidisciplinarios”, no es más que la exigencia a los intelectuales orgánicos de los dominados/as a plantearse el desafío sin final de acercarse a la totalidad del conocimiento históricamente acumulado. Si la actual fase del capitalismo y el estado de la lucha de clases en Chile y en el mundo (o relaciones de fuerza locales y planetarias), marcada primero por la condición chilena de economía dependiente, se caracteriza por la hegemonía del capital financiero sobre el conjunto de momentos que hacen la reproducción capitalista, ella sólo puede intervincularse con la tendencia a la baja de la tasa de ganancia del capital. Y la tendencia a la baja de la rentabilidad está asociada a largos ciclos donde el capital constante (tecnología de punta, robótica y maquinaria) tiende a eliminar el trabajo humano (capital variable), el artífice de la producción de valor y, por ende, de plusvalor o excedente socialmente producido que es apropiado de manera privada por el capitalista. ¿Pero quiénes son capaces de invertir en la adquisición de la tecnología de punta si no las grandes transnacionales oligopólicas de los capitalismos centrales? En este sentido, los países periféricos funcionan como contra-fuerzas de la tendencia a la baja de la tasa de la ganancia mediante las deudas públicas y privadas impagables a los organismos globales del crédito y sus condicionamientos políticos y económicos; la súper-explotación del trabajo humano; la flexibilidad laboral; el saqueo extractivista y la destrucción de biodiversidad y recursos naturales finitos; el intercambio asimétrico de mercancías, servicios y capitales. Del mismo modo, los países dependientes se tornan mercados para consumir la sobreproducción del capital concentrado y tutelar. Históricamente, ha sido la densidad de la lucha de clases la que ha obligado a procesos de mayor redistribución del plusvalor. Sin conflicto consistente y de alta frecuencia desde los trabajadores/as y los pueblos y en contra del gran capital, 85 en un continuo dinámico de avances y retrocesos, así como en su politización premeditada (o la franca lucha por el poder político), entonces la totalidad sistémica, su recuperación y ampliación, solamente tiene como frontera a sus reyertas “por arriba”. Las inversiones del gran capital en Chile (con o sin fachada “nacional”) no ofrecen más empleo. De hecho, replican con superior barbarismo la destrucción y depreciación del trabajo debido a las leyes propias del aperturismo económico dependiente y la obsecuencia del rentismo de importantes fracciones del empresariado local. Esas inversiones, en concreto, desplazan comunidades, consumen el agua que posibilita la vida humana y ecosistémica, desforestan y castigan en especial, y con respaldo del Estado chileno (fuerzas policiales y militares, leyes y burocracia), junto a las bandas fascistas de origen paramilitar y a pago por el latifundismo, a la humanidad y al territorio mapuche en resistencia. Otro caso es el de los grandes grupos económicos y de capitales combinados y diversificados chilenos (como los Luksic, Matte, Angelini, Claro, Piñera, Saieh) que operan no sólo disputando el mercado interno, sino que expanden sus intereses en el resto del continente y más allá, vía inversiones directas, participaciones accionarias y reciclando sus beneficios en el campo bursátil. Lo cierto, es que las crisis en los nudos cardinales del capital mundial se viralizan con mayor daño e impacto en las economías periféricas, como la chilena. 6. El 6 de julio de 2015, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés señaló que el crecimiento del país a fin de año, a diferencia del proyectado 3.6%, sólo alcanzaría al 2.5%. De acuerdo a estimaciones de analistas del empresariado, el Indicador Mensual de la Actividad Económica anualizado (Imacec), el crecimiento se promediaría a la baja del anunciado por Valdés. Es preciso recordar que en el último cambio de gabinete de la administración de la Nueva Mayoría, los nombres que marcaron con indiscutible claridad la determinación de Bachelet de fortalecer sus puntales más liberales en materia económica fueron las nominaciones del DC Jorge Burgos (ultraconservador y anticomunista acérrimo) en la cartera del Interior y del ex funcionario del FMI y tecnócrata, Rodrigo Valdés en Hacienda. Este último es uno de los precandidatos presidenciales aún no proclamados oficialmente por los intereses empresariales, pero paulatinamente propagandizado por sus medios de comunicación, como el Diario Financiero y El Mercurio, entre otros. En el enrarecido panorama del sistema político dominante debido al escándalo de la corrupción, ya se lucen en el mismo sentido varios ex presidentes (Lagos, Piñera, Frei Ruiz-Tagle), el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y uno que otro peregrino cuyas eventuales promesas también riman con el continuismo. El cambio de gabinete de Bachelet tuvo dos objetivos inmediatos: ofrecer las garantías de que no existiría ninguna modificación en “las reglas del juego” para el capitalismo de vanguardia en Chile y que, por tanto, no habría ni siquiera reformas bonsái ni políticas redistributivas que mellaran alguna fracción de sus ganancias; y que formalmente estaba dispuesta a cambiar ministros y miembros del Ejecutivo ligados a la corrupción (menos a ella misma, por cierto). Ambas finalidades se han perfeccionado y extendido desde las rotaciones ministeriales del 11 de mayo de 2015. La administración Bachelet ya mutó y/o desplazó hacia el tiempo del nunca jamás las reformas comprometidas en su programa presidencial. De hecho, el ministro de 86 Hacienda, Rodrigo Valdés, declaró al Financial Times que "Sin crecimiento será imposible implementar programa de reformas". Y en la actualidad, ante la crisis de la baja estructural de las inversiones privadas, pobremente compensadas con un fuerte programa de apalancamiento e inversión de capital estatal sobre todo en la gran minería y en programas de obras públicas, ya se reestablecieron las clásicas medidas para tentar a la inversión capitalista bajo sus condiciones antipopulares conocidas en el país desde mediados de los 70 del siglo XX. Sin embargo, la inversión del gran capital concentrado en temporada de crisis, por una parte se recoge, fusiona y refugia en las bolsas del casino especulativo mientras pasa la mala racha, y por otro lado, busca economías periféricas más baratas todavía y que le otorga réditos más inmediatos. Como se enunció en este mismo artículo, quienes mandan en la actual fase del capitalismo no son los gobiernos de turno de un país en particular, sino que las grandes corporaciones transnacionales que hasta el momento controlan el sistema-mundo. En el mapa de las expresiones de la crisis en Chile, durante el trimestre móvil marzo-mayo de este año, el desempleo se incrementó en 0.5 puntos, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el cual mide la cesantía mediante encuestas engañosas, sin importarle la calidad del trabajo, su frecuencia, relaciones contractuales y condiciones laborales. Las cifras arrojaron un desempleo de un 6.6%, donde los hombres alcanzaron un 5.7% y las mujeres casi un 8%, confirmando, una vez más, la feminización de la pobreza. Naturalmente que los guarismos del INE son dibujados desde arriba y sobre la base de metodologías mañosas y subordinadas a los intereses de clase que representa la componenda en el Ejecutivo. Lo cierto es que todos los días se multiplican los despidos en todas las industrias y áreas del país, siendo las más graves las de la gran minería pública y privada, el retailer o grandes cadenas comerciales de venta al detalle, y la industria manufacturera. Los modos de la polifuncionalidad y flexibilidad laboral hegemónicas obran como contenedores de un desempleo desbocado. Sin embargo lo anterior, se sufre una ampliación creciente del trabajo a cuenta propia y ciertos grifos crediticios que colaboran con su desenvolvimiento. Se trata de la proliferación de diminutas unidades de trabajo donde gobierna la autoexplotación, la subcontratación y el empleo precario. Una suerte de economía de subsistencia y subsidiada por la deuda que, desde hace décadas, forma parte necesaria del encadenamiento en la producción de valor y utilidades para los capitales gigantes que se mueven a sus anchas en Chile. Como si fuera poco, a la consabida baja general de los precios de los commodities o materias primas demandadas por la órbita de las economías vertebrales del planeta (que en el país golpea duro al cobre y sus minerales asociados, a la madera, la fruta y el pescado), la llamada “desaceleración económica” chilena padece de un nuevo garrotazo mundial: la caída en curso de las principales bolsas chinas. Hasta el momento, el apalancamiento del Estado chino, junto a una batería de medidas, parece amainar sus efectos transitoriamente. No obstante, la mundialización capitalista se caracteriza por la contaminación acelerada de la totalidad del movimiento del capital. Hasta ahora, la única certeza es que China ya no crecerá este año al 7% proyectado. Ello, junto al fortalecimiento del dólar, significa una renovada debacle en los precios de los commodities en Chile, fundamento de una economía basada en la exportación de bienes y servicios, el extractivismo, y en una nueva burguesía chilena súper concentrada que 87 obtiene sus mayores rentas en su deslocalización, la especulación con los ahorros forzosos de las Administradoras de Fondos de Pensiones privadas (AFP), la industria de la deuda y en la gestión financiera, como destacó hace unas semanas el secretario ejecutivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, el mismo que apuntó a Chile como al país con la peor distribución del ingreso de los 34 Estados que componen esa institución regentada por el imperialismo norteamericano, Alemania y Francia. Materiales de futuros artículos serán las relaciones de fuerza mundiales y nacionales entre el movimiento popular planetario y chileno (o situación de la lucha de clases) y el capital transnacional; la negación de la cúpula de la iglesia chilena de acuerdo a los paradigmas instalados por el papa Francisco en su encíclica Laudato si respecto de la crisis cierta de sobrevivencia para la humanidad que comportan el cambio climático, la falta de agua y de soberanía alimentaria, la ecología y el papel del capital financiero; las formas de la alienación y del fetichismo en Chile; y la ejecución concreta de prácticas cada vez más recurrentes de criminalización y represión contra los jóvenes y trabajadores/as en lucha, al ambientalismo consecuente y contra la resistencia mapuche por parte del capitalista Estado chileno. Rebelión "Es primordial llevar a cabo en el menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente". 21-07-2015. Carta abierta al directorio nacional. Movimiento por la Unidad Docente. Rebelión CARTA ABIERTA AL DIRECTORIO NACIONAL ANTE LOS SUCESOS DE LA ÚLTIMA ASAMBLEA NACIONAL A 47 días de iniciada nuestra movilización nacional caracterizada como Paro Indefinido en demanda por el Retiro del proyecto de carrera docente presentado por el gobierno, nos dirigimos a ustedes para expresar nuestra gran preocupación frente a los acontecimientos vividos en la última Asamblea Nacional realizada este día viernes 17 de Julio del presente año. La gran movilización nacional que hasta la fecha hemos impulsado a lo largo y ancho del territorio nacional, ha tenido como grandes protagonistas principalmente a la encomiable actitud de dignidad y coraje expresada por las decenas de miles de profesores y profesoras que por todo Chile hemos demostrado que ni los descuentos, ni 88 las amenazas de despidos, ni el silencio de los medios de comunicación, son más fuertes que el orgullo que sentimos de ser docentes. Como contraparte hemos encontrado a un gobierno que majaderamente insiste en impulsar este proyecto, creado a nuestras espaldas, completamente contrario a nuestros intereses y necesidades reales, y que en nada resuelve los graves problemas de agobio laboral que día a día debemos soportar en el desarrollo de nuestras funciones profesionales. Cada una de las respuestas ofrecidas por el gobierno, incluyendo la carta que nos enviase la presidenta Michelle Bachelet, han sido literalmente arrancadas por medio de la propia presión generada por nuestra movilización, y hasta la fecha, tras un mes de Paro Indefinido, todas ellas han sido consideradas insuficientes por parte de nuestro gremio, pues salvo modificaciones de forma, ninguna asegura erradicar los pilares mercantiles que sostienen este proyecto neoliberal, certificador y medidor de competencias. Es por lo anterior que veíamos con esperanza que en esta Asamblea Nacional, tras cumplir 47 días de paralización indefinida, nuestra dirigencia resolviera desarrollar un nuevo proceso de Consulta Nacional universal donde cada uno de nosotros manifestáramos nuestra opinión de rechazo o aprobación a la última oferta del gobierno bajo la modalidad “un profesor un voto”. Por estas razones y conociendo la voluntad mayoritaria de nuestros asambleístas por trasladar la aceptación o rechazo a la propuesta del gobierno desde la Asamblea Nacional a las bases, es que hemos recibido con extrema preocupación la noticia de la suspensión de la misma por una supuesta “falta de acuerdos”. Reiteramos que las inéditas características logradas por la presente movilización docente, no han sido como algunos han señalado por ahí el resultado de las presiones ejercidas por algunas “fuerzas o grupos políticos emergentes”, sino que ha sido el resultado del coraje y el tesón que las propias bases del profesorado nacional han manifestado en cada una de sus asambleas y consejos gremiales, y en cada una de las acciones de movilización impulsadas por todos los rincones del país. Es por respeto a esta realidad incuestionable, y por la necesidad imperiosa de resguardar el colegio de profesores del impulso oportunista de sectores que solo buscan la división de nuestras filas, que asuman su rol como miembros del directorio nacional de nuestro gremio, se pongan a la altura de las circunstancias y actúen en consecuencia a dicho mandato. Es primordial que en un gesto unitario, de gran concepción democrática y con altura de miras, asuman la tarea de llevar a cabo en el menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente donde seamos las y los profesores de Chile, y no el gobierno ni sus presiones indebidas, los que sobre nuestra carrera tengamos la última palabra. Fraternalmente Profesores y profesoras de Chile Movimiento por la Unidad Docente 89 NUESTRA AMÉRICA “Paraguay está hoy subordinado a los intereses de los Estados Unidos” Helena Entrevista al ex ministro paraguayo Hugo Ruiz Díaz Balbuena: Marchini Pablo Nuño Amoedo. 03/08/2015 El abogado y ex ministro de relaciones internacionales del gobierno de Fernando Lugo, Hugo Ruiz Díaz Balbuena, analiza la política económica implementada por el actual presidente Horacio Cartes, su posicionamiento ante el Mercosur, la presencia de tropas norteamericanas en territorio paraguayo y las perspectivas para una mayor integración regional. En relación a este tema destaca que “El desafío que se presenta a los movimientos progresistas y sociales es que ante una situación de crisis (con un fuerte apoyo de Estados Unidos y de ciertos sectores de la iglesia católica) se trate de buscar una salida para abrir la posibilidad de retorno a gobiernos progresistas”. En agosto se cumplen dos años de la asunción de Horacio Cartes a la presidencia de Paraguay ¿Cuál ha sido la política económica implementada en estos meses que lleva en el poder? Después del golpe de Estado en junio de 2012 se instaura en el poder Horacio Cartes, que es un empresario que fue apoyado por el Partido Colorado para su candidatura. Desde el primer momento tuvo la intención de implementar una política de derecha y tenía la concentración del poder en sus manos: primero en materia fiscal, segundo en la cuestión económica financiera (en especial en las inversiones y otros campos) y en tercer lugar un poder político concentrado en las fuerzas armadas de quien tiene el mando prácticamente absoluto. Es decir él empezó su gobierno con una fuerte concentración de poder que pasó primero por lo que se llama la alianza pública-privada, que sabemos y conocemos que es una variante nominal-formal del famoso Programa del Consenso de Washington (con el consiguiente achicamiento del Estado, su sometimiento a las leyes del mercado y las privatizaciones). Esa es la línea fundamental implementada en materia de alianza público-privada. En materia fiscal, los sectores predominantes (principalmente los productores de soja y terratenientes) no son objeto de impuesto alguno. El tercer punto consiste en la militarización, pues utilizó este poder para aplicar una política de criminalización efectiva de las luchas y los dirigentes sociales. Por ejemplo, en el norte del país hay más de ciento noventa imputados por oponerse a las violaciones a la propiedad privada o a la fumigación con agrotóxicos. Sin embargo, a pesar de tener un claro apoyo de los sectores oligárquicos (principalmente los exportadores de carne, los agrosojeros y las empresas de capital transnacional como Monsanto y Cargill) este proyecto no ha podido ser implementado en su totalidad en materia político-económica debido a dos razones fundamentales: la primera, que Horacio Cartes representa al capital transnacional asociado a las grandes corporaciones opuesto al otro proyecto representado por el Partido Colorado. En este último, las empresas públicas tienen que jugar un rol importante para mantener la clientela política y la fuente de sustento político, económico e ideológico para este 90 proyecto de derecha. El segundo factor que se generó en este contexto fueron las grandes movilizaciones contra las privatizaciones y también las manifestaciones campesinas (la última en junio pasado, donde lograron movilizar aproximadamente 30 mil personas). Detrás de esta intención de intentar “modernizar a través del capital financiero transnacional”, hoy podemos hablar que esa política económica se encuentra obstaculizada y de difícil aplicación en la práctica. Se dio como una contraposición a la política económica implementada por Fernando Lugo, que tuvo una clara intención de privilegiar a sectores sociales marginados. Como esta última fue una política que en un primer momento desconcertó a la oligarquía, y en un segundo momento desde la oligarquía ya reagrupada se dio una respuesta política. Durante el gobierno de Lugo, dentro de su estructuración económica se intentaron dar respuestas concretas a las necesidades del campesinado y de los sectores sociales marginados, con proyectos de vivienda y de contenido social (como subsidios a desempleados, la gratuidad en escuelas, meriendas y útiles, entre otros). No fueron reformas del sistema económico que tuvo que gestionar, pero representó una variante cualitativa social dentro del gobierno. También se da una confrontación por la ineficacia y la incompetencia del gobierno de Cartes (agravado por el tema de la división que da dentro de la derecha misma que se ve desplazada). Además, sectores tradicionales del empresariado están pidiendo su destitución o juicio político. Eso implica que evidentemente en Paraguay se está viviendo una situación en donde el proyecto que se inicia en junio de 2012 está alcanzando una especia de paroxismo. El reclamo y las movilizaciones son generalizadas, y los que conocen Paraguay saben que el debate hoy es si vuelve o no el Frente Guazú. Aunque no entre dentro de la categoría de mi análisis, es un hecho sugestivo que el 62% de la población reclame el regreso de Fernando Lugo. Esto se debe no sólo a que se hicieron unas pequeñas cosas sino, sobre todo a que (pese a los errores y las limitaciones) marcó la historia Paraguaya y estableció paradigmas distintos a los que hoy implementa este gobierno precedido por el gobierno golpista de Federico Franco. Recientemente se designó a Paraguay la presidencia pro-tempore del Mercosur. Al respecto queríamos preguntarle cómo se posiciona el país en este bloque y en miras a una integración regional. Lo que le interesa a Horacio Cartes en esa línea de inserción de Paraguay en la región, que es convertirlo en un punto geoestratégico que sirva como pivote o como elemento de desestabilización, también se ve extremadamente dificultado. Por un lado por la continuidad de algunos gobiernos democráticos, por otro por el fracaso de los intentos de desestabilización en otros países, y sobre todo porque a nivel regional y subregional están surgiendo movimientos sociales de solidaridad con Paraguay. A tal punto que en la última Cumbre que se realizó en Brasilia, las posiciones asumidas por algunos presidentes durante sus intervenciones y por los movimientos sociales fueron bastante duras con respecto al gobierno actual de Cartes. Todas estas situaciones hacen que el rol que iba a jugar su gobierno, de desestructuración de los proyectos de integración y de inclinación de la balanza hacia otra iniciativa político-económico-comercial-financiera (como la Alianza del Pacífico y 91 el Acuerdo Transpacífico con los Estados Unidos), tenga que desempeñarse con mucha prudencia. Esto no obsta que en Paraguay estén presentes tropas del Mossad y norteamericanas, un comando que si bien no realiza operaciones en el territorio es un peligro mortal para todos los procesos; y que la criminalización de los movimientos sociales continúe siendo una política implementada por su gobierno. ¿Podría profundizar un poco más sobre este tema de la inserción de las tropas norteamericanas en territorio paraguayo? El tema es polémico, porque vino un batallón por medio de un acuerdo que no fue discutido a nivel público. Se entiende que es una prolongación de un acuerdo que estaba firmado en 1971, el mismo que habíamos rechazado durante el gobierno de Fernando Lugo. Es decir, a través de un acuerdo complementario se permitió la presencia de estas tropas que aunque no son muy numerosas constituyen parte de un proceso en donde este gobierno está intentando fortalecerse con el apoyo directo de los Estados Unidos. También se da una situación interestatal peculiar porque estas tropas desfilaron ante el comandante en jefe, que en teoría es Horacio Cartes pero en la práctica son los empresarios los que están manejando las Fuerzas Armadas paraguayas. Lo cierto y lo concreto es que están desplegadas y realizarían operaciones de inteligencia, colecta de información, procesamiento de esa información, seguimientos, fichajes, y también podrían realizar operaciones clandestinas. Además están operando en el país con todas las cláusulas de impunidad en materia penal, civil, comercial, financiera, de responsabilidad por daños, no pueden ser juzgados por tribunales paraguayos, tienen impunidad ante la Corte Penal Internacional, entre otras. Con esa serie de categorías se tiene un poco la dimensión de la importancia que tienen las tropas acá en nuestro país. Además pueden entrar con armas sin pasar por aduana y sin siquiera ser identificados con cédula, pasaporte o grado militar. ¿Con qué argumento se justifica la presencia de las tropas militares norteamericanas? Para la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y el terrorismo en el país. Siempre hay pretextos de este tipo. En realidad hoy sigue operando el EPP pero nadie sabe de qué se trata eso. Hay opiniones divididas: algunos piensan que es el brazo derecho de la oligarquía que actúa en momento críticos para dar oxigenación a los gobiernos oligárquicos; otros dicen que está ligado al narcotráfico; y yo sostengo que hay elementos de ambas partes. Lo cierto es que el EPP es hoy el argumento ideal para la presencia de estas tropas norteamericanas, de tropas de inteligencia colombiana (que también están desplegadas en nuestro territorio) y de operaciones del Mossad. El objetivo de fondo es recuperar un espacio geoestratégico donde se pueda actuar más libremente que lo que se podría hacer en otros Estados (que difícilmente aceptarían esta presencia). En estos días también se reabrieron las embajadas de Israel y de Inglaterra (cuidado con las Malvinas); y también militares ingleses vinieron a entrenar a las elites de las Fuerzas Armadas paraguayas. Estamos en una situación bastante contradictoria. Por un lado el desgaste de un gobierno y de un proyecto; y por otro la crisis de legitimidad y de gobernabilidad que se profundiza (hay una desestabilización prácticamente irreversible). Estamos discutiendo si llegamos o no al 2018 y ese es un debate que está hoy sobre el tapete. Lo 92 cierto es que al mismo tiempo está recibiendo apoyo de Estado Unidos y no puede dar garantía a largo plazo de un proyecto que desbarate con armas (no sólo con los medios de comunicación sino también con otras) los procesos de integración regional o llegara a derrocar gobiernos. En esa situación nos encontramos hoy. Lo cierto es que Paraguay asume la presidencia pro-tempore del Mercosur y tiene la de la Unasur. Algo raro es que el gobierno se presenta como que tiene los brazos abiertos a los movimientos sociales, pero evidentemente allí hay una táctica que tiene que ser evaluada. Estamos en una especie de pendiente peligrosa en donde todo puede pasar. En relación al Mercosur ¿Cuáles son los desafíos que se le presentan a Paraguay? Paraguay está presente con un perfil muy bajo. En la última Cumbre el canciller planteó que Paraguay iba a proponer el retorno del Mercosur a sus orígenes; y creo que conocemos cuáles son, que han sido superados y que fueron fortalecidos por proyectos de integración de bloques. Pero la presentación del presidente ha sido bastante cauta en este tema y no se habló de este retorno, lo cual indica una serie de limitaciones para actuar como pivote de otros proyectos (como la Alianza del Pacífico) y limitar este proceso. Otro elemento importante es que Paraguay se mantiene en los reclamos tradicionales concernientes a superar las asimetrías (sobre todo económicas) que generan un desequilibrio en el poder de decisiones en el seno de este bloque. Algo que llama poderosamente la atención y desconcierta es que el gobierno de Cartes estuvo intentando coordinar con movimientos sociales para que tengan presencia efectiva dentro de la Cumbre del Mercosur. Otro punto relevante es que Paraguay posee la presidencia del Mercosur y no está haciendo prácticamente nada para parar todo eso. Tampoco hace mucho para alimentarlo pero no cumple su “deber” para comenzar a resquebrajar y a debilitar estos procesos. Cuando hablo de Paraguay lógicamente me estoy refiriendo no sólo al gobierno de facto sino también a las fuerzas transnacionales dominantes que tienen el objetivo de reestructurar estos procesos y que consideran a estos gobiernos como los elementos oportunos para jugarse estas cartas. Sin embargo, el gobierno no ha dado ningún paso claro desde el punto de vista político para esta tarea (por ejemplo no va a la Alianza del Pacífico). Paraguay firmó el tratado de TISA pero esas negociaciones ya habían empezado con el anterior gobierno golpista de Federico Franco y, además, esta firma no le da mayor relevancia. Sin embargo son signos evidentes de que Paraguay está hoy subordinado a los intereses de los Estados Unidos. Entre octubre y noviembre Paraguay organizará Cumbres simultáneas del Mercosur y de Unasur, y allí veremos si el gobierno sigue en pie y cuál es el grado de movilización de sindicatos, campesinos y en los barrios. En noviembre tenemos elecciones, y en ese marco es que el gobierno de Cartes no se sale del rol tradicional de reclamar las asimetrías, y algunas que otras concesiones. Pero en ningún caso se podría decir que en su política exterior esté resquebrajando a estos bloques de integración regional, incluso teniendo el apoyo directo de los Estados Unidos. ¿Ante esta fuerte presencia de los Estados Unidos cuáles podrían ser los desafíos para que efectivamente se alcance una mayor integración regional? 93 El desafío inmediato es cuál es la actitud que van a tomar los movimientos sociales, campesinos y el Frente Guazú ante este gobierno. Desde abajo se está apostando al mil por ciento a esta fuerza de integración. Estamos en una situación bastante incierta y no definida. El desafío que se presenta a los movimientos progresistas y sociales es que ante una situación de crisis (con un fuerte apoyo de Estados Unidos y de ciertos sectores de la iglesia católica) se trate de buscar una salida para abrir la posibilidad de retorno a gobiernos progresistas. En eso estamos hoy en Paraguay, en una confrontación paradigmática directa de dos modelos: el del gobierno de Fernando Lugo con el Frente Guazú y, por otro lado, un proyecto oligárquico que quiere continuar con la restauración de los privilegios de un cierto sector del empresariado. Este último, en este momento se encuentra no sólo en pérdida de velocidad (en la aplicación de determinados proyectos) sino también con la resistencia de ciertos movimientos campesinos, sociales y sindicales; y por otro lado con una limitación seria que es la crisis de gobernabilidad en la que se encuentra el gobierno de Cartes. - Helena Marchini y Pablo Nuño Amoedo, Licenciados en Ciencias de la Comunicación http://www.alainet.org/es/articulo/171510 García Linera dio a conocer los diez mandamientos del buen dirigente. Viernes 17 de julio de 2015 (VILLA TUNARI-COCHABAMBA).- El presidente en ejercicio del Estado, Álvaro García Linera, dio, hoy, diez consejos a las y los dirigentes presentes en la inauguración del VIII Congreso Ordinario de la Federación de Mujeres de Yungas Tradicionales y Chapare, que se desarrolla en Villa Tunari. “No me he inventado, he aprendido estos años, sobre el comportamiento de un buen dirigente, lo veo en el presidente, yo les surgieron a las hermanas ejecutivas y a los hermanos ejecutivos practicar estos consejos”, afirmó. El primero, el dirigente está para servir al pueblo no para servirse del pueblo. Esto significa que los dirigentes deben entregar todo por las bases, “si es necesario su vida por fortalecer y mejorar la vida del pueblo, de la base, de su sindicato, de su federación y de su confederación”, afirmó García. “La dirección sindical no es para enriquecerse, es para empobrecerse, para perder, para hipotecarse, para hacerse prestar dinero, para no tener bienes; sino para gastar todo lo que tiene en beneficio del pueblo”, complementó. El segundo, el dirigente no busca cargo público, ni pega, ni comisiones, ni contratos para beneficio personal. “El presidente Evo dice: uno no tiene que buscar al cargo, el cargo lo busca a uno”, dijo el mandatario de Estado. 94 El tercer mandamiento del dirigente es que siempre se sacrifica por los demás, “entrega su tiempo, entrega su trabajo, entrega sus recursos para beneficiar a las bases y a su pueblo”, complementó. “Un dirigente es dirigente porque se sacrifica, porque es el más esforzado, porque cuando hay problemas, los soluciona y pone todo su empeño en ello”, agregó. Además, el presidente en ejercicio señaló que un “dirigente, de alguna manera, sigue los pasos de Cristo, un dirigente se sacrifica por los demás, si hay que ir a enfrentarse, va el dirigente; si hay que ir a la cárcel, va el dirigente; si es por una causa justa; si hay que dar la cara por la base, va el dirigente. El dirigente está para perder individualmente, pero para ganar colectivamente”. El cuarto dice que ser dirigente es ser el primero en la lucha, el primero en el sacrificio y esfuerzo y es quien no recibe ningún beneficio por lo que hace. “Uno no es dirigente para tener un beneficio, quien busca beneficio no es un buen dirigente. Se es dirigente para luchar, representar, enseñar, coordinar, educar, para mejorar la vida de la base y dice: para mí nada, para el pueblo todo”, aseveró. El quinto mandamiento dice que un dirigente revolucionario educa políticamente a sus bases, conoce y explica la lucha de los antepasados, conoce y explica los logros del Proceso de Cambio y siempre tiene algo que informar. “Un dirigente siempre está preocupado por orientar a la base, viene con un periódico, la siguiente vez, viene con un documento, con un libro o con una información, pero siempre educando sobre nuestra historia, nuestra lucha, de los antepasados y sobre el presidente Evo”, añadió. El sexto afirma que un dirigente siempre tiene que ser respetuoso de la democracia sindical y comunitaria, “todo con la base, si esta orienta hacia un lado tiene que obedecer, pero para tomar una decisión siempre con la base”, explicó. “Un dirigente no es una persona autoritaria que hace su capricho, siempre debe consultar para la toma de las decisiones, porque la base es la base de la democracia comunitaria”, añadió. El séptimo mandamiento es que el dirigente nunca abandona su base social y siempre consulta respecto a lo que la base piensa y siempre lo plantea en los niveles superiores de la organización. El octavo sugiere que el dirigente nunca antepone su beneficio personal o familiar al beneficio comunitario o del pueblo. El noveno mandamiento dice que el dirigente practica el “ama sua, ama quella y ama llulla”, “estas tres leyes que nuestro presidente ha llevado hasta las Naciones Unidas, 95 aquí tiene que ser parte de nuestra orientación permanente: no mentir, no robar y no ser flojo. Así vivieron nuestros antepasados, así tenemos que volver a vivir no solo en Bolivia, sino en el mundo entero”. El décimo mandamiento dice que el buen dirigente debe ser leal y entregar su vida por el Proceso de Cambio, por su gobierno revolucionario y por los pueblos del mundo. “Un buen dirigente, una buena dirigente entrega su tiempo, su esfuerzo, su dedicación, su preocupación y su capacidad por el Proceso de Cambio, por potenciar el proceso de cambio, por fortalecerlo, avance y se radicalice mucho más, ese es un buen dirigente”, afirmó. Por otro lado, el mandatario de Estado aseguró que el pueblo organizado es el dueño de este gobierno y, por eso, el presidente y vicepresidente tienen que estar siempre con las organizaciones sociales, así se alcanzó la estabilidad política, el crecimiento económico y el reconocimiento del país en el ámbito internacional. “En tiempos neoliberales era gobierno de empresas extranjeras y los presidentes y ministros iban a dar informe al extranjero y a la embajada norteamericana. En tiempos plurinacionales, nuestra obligación es dar informe a las organizaciones sociales. Ustedes son los dueños de este gobierno, el pueblo organizado son los verdaderos propietarios de este proceso”, enfatizó la autoridad. Finalmente, destacó que el debate ayuda a crecer intelectualmente y les pidió que se garantice la unidad, la lealtad al Proceso de Cambio y “garanticemos el acompañamiento a nuestro presidente Evo. Si eso logramos, nos va a ir muy bien y este núcleo se va a mantener unido, si las federaciones están unidas, el departamento está unido; y e si el departamento está unido, Bolivia está unida, y si Bolivia está unida, todo el mundo nos respeta”, concluyó. 96 Cuba: Qué significa ser dirigente socialista para la Primera Secretaria de la Juventud Comunista. De Iroel Sánchez Yuniasky Crespo Baquero (izq.), Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Publicado el 19 julio, 2015. . La pupila insomne En 2014, (número 78, abril-junio), la revista Temas conversó con una variada muestra de políticos y estudiosos de lo político cubanos y extranjeros sobre liderazgo, ingeniería del consenso, el significado del disentimiento, la supuesta tendencia a la despolitización, la dimensión de género en la gestión política, entre otros aspectos claves a tener en cuenta en función de concebir y materializar un modelo socialista avanzado. Entre los dirigentes entrevistados estaba Yuniasky Crespo Baquero, Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas. A propósito del X Congreso de la UJC, Temas retoma sus respuestas en su espacio digital y de allí la traemos a La pupila insomne. ¿Qué distingue a un dirigente político socialista? ¿Su capacidad técnica, administrativa, de hacer que se cumpla lo establecido, su autoridad para decidir? ¿Qué lo define? Yuniasky Crespo: El dirigente socialista es parte del propio pueblo; nace de él. Lo distingue su compromiso con el proceso de construcción social, su sensibilidad 97 humana, su capacidad para captar e incidir en la transformación de los fenómenos sociales, sus habilidades para dialogar y persuadir, pero sobre todo —como un revolucionario verdadero y siguiendo el precepto guevariano— debe estar guiado por grandes sentimientos de amor, los cuales se hacen patentes en su apego al pueblo, sin descuidar por ello las habilidades técnico-profesionales necesarias para conducir y guiar las tareas organizativas y de la administración de los bienes del Estado. En este empeño es preciso no obviar algo certeramente definido por Frei Betto: «los nacidos en una sociedad socialista no son necesariamente socialistas». De ahí que en el sistema que construimos, los que ocupemos algún cargo directivo debamos estar siempre ante el escrutinio del pueblo que es quien identifica y acepta el liderazgo de sus dirigentes cuando estos son auténticos y poseen la moral suficiente que emana del ejemplo y la modestia, cualidades con las que nuestro pueblo es muy exigente, por haberlas apreciado cotidianamente en sus líderes históricos. ¿Cuáles son los mecanismos que pueden asegurar la comunicación entre dirigentes y dirigidos? Yuniasky Crespo: Antes que todo el contacto directo, el diálogo personal y la capacidad de escuchar. Muchas veces oímos a Fidel hablar de la labor hombre a hombre, de la necesidad de entender que en ocasiones es imposible persuadir o convencer a todo el mundo con un solo argumento, sin tomar en cuenta que dentro de los que escuchan existen formas de pensar, niveles intelectuales o culturales muy diversos. Sin conocer lo que ellos tienen que decir es muy probable que estemos gastando tiempo y energía en vano, y lo que es peor, que perdamos credibilidad; entonces aquellos a quienes queremos dirigir terminan por caer en la apatía. Lógicamente, a veces es imposible, desde los niveles superiores de dirección, conversar con todo el mundo, pero para ello existen los dirigentes de base, que son los más importantes. Sin embargo, no los preparamos lo suficiente para esa comunicación, y ese eslabón débil impide que la retroalimentación fluya y la gente se sienta escuchada. En la práctica política real del dirigente socialista, ¿qué peso tiene y qué significa construir el consenso? Yuniasky Crespo: Nuestra sociedad se encuentra en un proceso de construcción constante, en el que la conciencia individual y colectiva desempeña un gran papel. Por ello es tan necesaria una participación efectiva y sistemática de todos los ciudadanos, que permita desarrollar un consenso amplio e inclusivo. Ahora bien, ese concepto no es más que el acuerdo entre dos o más personas sobre un tema determinado, y ello no implica el consentimiento activo de cada parte, ni su negación. En nuestro país hay innumerables ejemplos de consenso en el ámbito político. Por otra parte, se ha dado en llamar disenso a las acciones contrarrevolucionarias de algunos individuos orientados y financiados desde el exterior. En mi criterio, no son parte del disenso, porque su agenda es impuesta desde un acuerdo mercenario. En la medida en que utilicemos con más efectividad los resortes participativos existentes, desarrollaremos una democracia más socialista, como expresó el presidente Raúl Castro en la clausura de la Primera Conferencia del PCC: “Si hemos escogido soberanamente, con la participación y respaldo del pueblo, la opción martiana del partido único, lo que nos corresponde es promover la mayor 98 democracia en nuestra sociedad, empezando por dar el ejemplo dentro de las filas del Partido, lo que presupone fomentar un clima de máxima confianza y la creación de las condiciones requeridas en todos los niveles para el más amplio y sincero intercambio de opiniones.” Ello está en consonancia con las ideas que la UJC tiene en relación con propiciar un mayor diálogo con los jóvenes, sean o no militantes: escucharlos, tenerlos en cuenta, aun cuando puedan diferir con respeto a algunas de nuestras formas de organizar la labor juvenil. ¿En qué medida la expresión del disentimiento es necesaria para una política democrática? ¿Es deseable, por ejemplo, que un sistema socialista dé cabida a una «oposición leal» (definida por su propósito de mejorar el sistema, no de liquidarlo)? Yuniasky Crespo: El disenso es lo opuesto al consenso. Un disenso entre revolucionarios es muy necesario pues se convierte en la base para el desarrollo. En Cuba pareciera que nunca lo hubo, lo cual no es real, y abundan los ejemplos. En relación con si existe «oposición leal» en el socialismo, es importante clarificar primero ciertos términos. En la actualidad, la palabra oposición es utilizada para definir a un grupo que, con un programa político, y estructura organizativa, bajo la legalidad de un país, se propone tomar el poder mediante un proceso eleccionario. Este grupo también comparte el poder mediante otras estructuras como parlamentos, asambleas, ministerios, etc. Entonces, ¿existe en algún lugar la «oposición leal»? No creo que el término encuentre ejemplos donde sustentarse. Es fácil apreciar que en Cuba todavía no conocemos esa oposición, porque, como mencionaba antes, las personas financiadas por un gobierno extranjero para derrocar la Revolución no pueden llamarse sino mercenarios. No creo tampoco que hayamos alcanzado la democracia ideal; aún faltan muchos recursos por explotar para desarrollar este complejo proceso. No descarto ninguna fórmula que se lleve a cabo para más socialismo; la dialéctica propia del proceso conducirá necesariamente al perfeccionamiento de nuestro sistema. Se habla insistentemente de la despolitización, en particular, de la juventud. Si es así, ¿en qué consiste? ¿Y cómo asegurar la participación de los ciudadanos, sobre todo de los más jóvenes, en el proceso político? Yuniasky Crespo: Sobre este tema, con motivo del reciente aniversario de la UJC, el 4 de abril, expresé en Juventud Rebelde que la apatía política y la falta de compromiso son tal vez las armas a las que más apuesta el enemigo y no me refiero solo al enemigo de la Revolución cubana, sino al de las fuerzas progresistas en el mundo. A este le conviene que los jóvenes no se comprometan con la amarga realidad de nuestro mundo, le interesa tenerlos al margen, sumergidos en sus asuntos personales, hipnotizados con la pseudocultura, presos del mercado o de las drogas. No creo que, en nuestro país, la despolitización sea un fenómeno afianzado en la juventud como sector social, porque los elevados niveles de instrucción que hoy tenemos han potenciado la existencia de una cultura política que es real, tangible, y que se aprecia en nuestras universidades, en los debates que se generan entre los más jóvenes, en diferentes niveles. Es nuestra responsabilidad que las nuevas generaciones se entusiasmen y formen parte, no como espectadores, sino como protagonistas del proyecto nacional. Para eso tienen que estar dotados de argumentos que no pueden ser formales ni 99 aprendidos de memoria; conocer la realidad del mundo, y nuestra historia, no como sucesión cronológica de hechos, sino con todas sus aristas, logros y errores. ¿Existe una dimensión de género en el quehacer político de dirigentes y dirigidos? ¿Cuál es su importancia práctica en el ejercicio de una política socialista? Yuniasky Crespo: En materia de género, creo que es una de las cosas en las que más se ha avanzado, sin que aún estemos satisfechos. Si se compara la situación actual con la existente hace solo unas décadas será posible constatar que el salto es significativo, que los tabúes van desapareciendo, que se va haciendo más común la presencia femenina, con sus rasgos y su estilo, en los diferentes niveles de dirección del país. Por solo citar dos ejemplos, de los miembros del Consejo de Estado, 41% son mujeres, y en la propia UJC, en más de noventa municipios del país son mujeres las primeras secretarias. A mi entender, esos son pasos consolidados y en ascenso. El desastre de Puerto Rico. La alternativa, análisis del escritor y catedrático panameño Nils Castro, en el que evalúa en clave histórica las causas principales de la crisis económica que afecta a la isla caribeña, resaltando particularmente el papel de EEUU en la misma. puerto-rico-libre.15 julio, 2015 A mediados del siglo XX, el gobierno de Washington exhibía a Puerto Rico como “la Vitrina del Caribe”, el modelo soñado para los países mesoamericanos y unos decenios después igualmente lo hicieron los predicadores neoliberales y los apologistas de los TLC. Sin embargo, hace ya un par de décadas la economía de la isla se congeló y desde hace 10 años constituye una catástrofe cuyas crecientes calamidades atormentan el empleo, la alimentación, la seguridad social, la salud, la criminalidad y la estructura demográfica de la población. Ahora una deuda pública impagable dio pie a que The Economist califique a la isla como “la Grecia del Caribe” y más de la mitad de los puertorriqueños señala que la principal causa del desastre es el estatus político que aquellos pregoneros encomiaban: el Estado Libre Asociado. Por una sentencia que la Corte Suprema estadunidense dictó en 1901 (tres años después de que la armada de su país le quitara esa posesión a España), Puerto Rico “pertenece a” pero “no es parte de” Estados Unidos, y su soberanía corresponde al Congreso norteamericano. En otras palabras, no es un Estado de la Unión sino un “territorio” o, como eso se llama en el resto del mundo, una colonia. Aunque en 1952 Washington le concedió a la isla un estatus que les permite a sus pobladores elegir gobierno local, ellos carecen de soberanía y, por consiguiente, no pueden decidir su propia política económica ni aspirar a auxilios del Banco Mundial, el BID, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ni otras agencias multilaterales. Porque Puerto Rico no puede siquiera decidir qué barcos autoriza a atracar en sus muelles. Durante más de medio siglo, la isla tuvo interés geoestratégico y albergó bases de la armada estadunidense. Aunque la ocupación norteamericana implantó un modelo de urbanización y de economía que arrasaron la agricultura que antes la sostuvo, el valor militar de su ubicación geográfica justificaba los subsidios que eso costaba. Pero desde los años 80 del siglo pasado ese valor decayó, mientras la resistencia puertorriqueña a 100 las bases militares crecía, y desde hace más de 10 años en Puerto Rico ya no queda ninguna de ellas. No obstante, el gasto en subsidios prosigue. Dado que el control norteamericano quebró la economía puertorriqueña y la hizo insostenible, ahora el Tesoro federal estadunidense eroga más de US$ 6,000 millones anuales en asistencia a sus pobladores en empleo, nutrición, vivienda, salud y educación. Según el Departamento de Agricultura de EEUU, en 2012 el 37% de los puertorriqueños residentes en la isla recibió asistencia alimentaria, por un total de US$ 2,000 millones. Sin contar que, por efecto del estatus colonial, ellos pueden emigrar libremente a Estados Unidos, lo que disfraza las cifras tanto de los subsidios federales como de las víctimas de la crisis que azota a Puerto Rico. La crisis se acelera ¿Por qué en el último decenio esa crisis se agravó con tanta rapidez? A mediados del siglo pasado la ocupación estadunidense implantó el estilo de urbanización típico de las afueras de las ciudades norteamericanas, y dirigió la economía puertorriqueña, mediante subsidios, hacia la industria ligera, la química, la electrónica y los servicios, con ruinosas consecuencias para la agricultura y sus derivados. Pero en los años 70 la crisis petrolera mundial hizo fracasar la refinería construida en la isla y los negocios asociados a ella. Washington apeló entonces a legislar incentivos fiscales que atrajeran industrias farmacéuticas a Puerto Rico. Sin embargo, desde los años 90 Estados Unidos procuró tratados de libre comercio con países del continente, y al cabo México, República Dominicana y Centroamérica pasaron a ser más atractivos para fabricar manufacturas destinadas al mercado norteamericano. Para colmo, en 2006 concluyeron los incentivos para mantener compañías farmacéuticas en la isla y un creciente número de ellas abandonó el país, disparando una mayor crisis del empleo. La cesantía rápidamente sobrepasó el 13%, más del doble que en Estados Unidos. Por ese tipo de motivos miles de centroamericanos y mexicanos intentan cada año migrar al Norte, y Estados Unidos se los obstaculiza por medio de los cuerpos de seguridad de sus propios países y de la “migra” norteamericana, y deporta a gran parte de quienes logran cruzar. Si bien entre los puertorriqueños la crisis provoca la misma tendencia, ellos arriban con pasaporte estadunidense y las autoridades de la potencia colonial no tienen más remedio que dejarlos entrar. Por esa vía, en los últimos años Puerto Rico perdió 144,000 habitantes, una caída cercana al 3% de su gente. El 40% de las familias que sigue en la isla está bajo la línea de la pobreza y el 42% de quienes se van lo hacen en busca de empleo. Esto no implica que esos migrantes consiguen mejor vida. La mayor parte ‑‑que ahora va más a la Florida central que a la saturada Nueva York‑‑ pasa a sobrevivir con dramáticas carencias. Entre las dificultades para superar la barrera del idioma y los prejuicios raciales, se hacinan en albergues temporales y demoran en retener empleos marginales, en un país agobiado por su propia crisis. Dicha sangría incluye tanto a profesionales y técnicos como a trabajadores no calificados; hace envejecer la edad promedio de la población isleña, reduce la población productiva y agrega daños adicionales a la economía. Al disminuir la población activa, contrae la demanda, achica la oferta trabajo y los salarios, y al cabo más gente se va. 101 Ahora en la isla quedan 3.7 millones de habitantes y en Estados Unidos hay 4.7 millones de puertorriqueños. Se calcula que entre 2006 y 2011 una cuarta parte del PIB se perdió en este éxodo. En el corto plazo, uno de sus efectos es la crisis fiscal y presupuestaria que ya quiebra al gobierno isleño y amenaza la gobernabilidad del país. A cuenta de las facilidades que antes el estatus de “territorio” le permitió a los gobiernos locales, estos se endeudaron mucho más de lo admisible. Y ahora, bajo la presión de los acreedores, al no ser un país independiente Puerto Rico carece de los medios que una nación soberana usaría para enfrentar el problema. Y al tampoco ser un Estado de la Unión, está impedida de solicitar las ayudas que la legislación norteamericana prevé para las entidades que sí forman parte de su federación. Según el Centro para una Nueva Economía (CNE), entidad independiente puertorriqueña, en 2013 la deuda del país ya ascendía a US$ 70,000 millones (unos US$ 19,000 por habitante), lo que representa un 102% del PIB y no se corresponde con lo que la isla produce. En otras palabras, Puerto Rico es estructuralmente insolvente. Su debacle presupuestaria viene de que por más de 20 años nunca generó ingresos suficientes para pagar sus gastos de operación, y en su lugar tomaba préstamos del mercado de bonos, donde multiplicó su endeudamiento hasta llegar al punto donde ya carece de crédito. Amargo fruto de esta acumulación, en febrero pasado la calificadora Standard and Poor’s degradó la deuda de Puerto Rico hasta la categoría de bonos basura, decisión que días después fue seguida por su homóloga Moody’s. En ambos casos, señalando las dificultades de ese país para financiar un déficit de US$ 2,200 millones, y que todas sus obligaciones están en riesgo. Hoy el gobierno local declara que su deuda es impagable, padece una insuficiencia fiscal que monta US$ 2,400 millones y, a la vez, está impedido de recurrir a nuevos préstamos en términos “normales”, puesto que no tiene cómo amortizar una deuda de casi US$ 73,000 millones con los bonistas de Wall Street. Ello, sin contar que esa insuficiencia no incluye los US$ 400 millones que faltan en cuentas atrasadas del Banco Gubernamental de Fomento (BGF), ni los US$ 500 millones que el gobierno adeuda a los contribuyentes que han tributado en exceso. Cuando en marzo pasado el gobierno local intentaba armar su presupuesto de ingresos y gastos para el año 2015‑16 ya había un déficit estructural de US$ 651 millones. Como el nuevo presupuesto costará unos US$ 9,800 millones, concretarlo va a imponer dolorosos recortes. En Puerto Rico varios servicios son prestados por empresas estatales y el gobierno intenta armar un presupuesto que minimice el despido de empleados públicos. Pero no es capaz de idear una reforma tributaria aceptable y su única propuesta ha sido aumentar el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU), que buscó elevar del 7 al 16% y extenderlo a servicios que antes no tributaban, opción electoralmente peligrosa que no logró el apoyo ni de los legisladores del partido gobernante. Al cabo transó por un 11.5%, anunciando que buscará añadir un Impuesto al Valor Agregado (IVA), que el Congreso ya antes ha rechazado. La senadora independentista María de Lourdes Santiago denunció que el incremento del IVA es un golpe adicional a los trabajadores y a los pobres, en “uno de los países que exhibe una de las mayores brechas de desigualdad en el planeta”. Pero, 102 lejos de ocuparse de mitigarla, el gobierno agota sus pocas facultades buscando “cuadrar” las cuentas entre ingresos fiscales y gastos corrientes, sin siquiera imaginar por sí mismo otra política económica. Sitiados por el estatus Ello agrava un conjunto de consecuencias socioeconómicas y humanitarias. Puerto Rico continúa perdiendo seguridad alimentaria y se encamina a una crisis de la atención sanitaria. Luego de que desde los años 50 relegó la agricultura, importa el 87% de los alimentos de consumo diario. Un reportaje del periódico El Nuevo Día el 24 de septiembre de 2014 informó que el déficit de la seguridad alimentaria se debe a que “no estamos organizados como país”, y que “si nos cierran los muelles, nos morimos de hambre”. Esto alude a que, desde 1920, el Congreso norteamericano sometió a la isla a las leyes de cabotaje de Estados Unidos, por lo cual ella solo puede utilizar buques de fabricación, propiedad y tripulación norteamericanas, la flota más cara del mundo. Además de las restricciones que eso le impone a la viabilidad de su economía, le impide a la isla adquirir alimentos frescos. Al propio tiempo, según el mismo diario relató el 20 de mayo de 2015, la situación fiscal hace disminuir el número de pacientes que acuden a los hospitales, por la reducción de los proveedores de servicios e insumos médicos. Se paralizan las cirugías electivas por los problemas económicos del Plan de Salud del Gobierno. Distintos servicios hospitalarios se interrumpen por el despido de empleados y la sobrecarga de los que quedan para atender a los pacientes. Y se reduce la contratación de especialistas, así como las autorizaciones de hospitalización y de cirugías. Como el ex gobernador Aníbal Acevedo lo reflejó en unas amargas declaraciones el pasado 24 de junio, mientras Puerto Rico le produjo azúcar y soldados, y mientras ofrecía sus tierras para entrenamiento militar y una economía abierta donde sus empresas prosperaron, Estados Unidos le dijo al mundo que trabajaba junto a la isla; pero ahora que Puerto Rico ha quedado en una profunda crisis que amenaza sus servicios esenciales, Washington se pone a distancia. Todo eso descarta al viejo cliché de la ideología colonialista según la cual “si no fuera por los americanos aquí estaríamos como en Santo Domingo”. De hecho, pese a sus conocidas dificultades, hoy la economía dominicana anda mejor que la puertorriqueña. En otras palabras, el gobierno de Puerto Rico está atrapado sin salida, en tanto tiene las manos atadas por el mismo problema que paraliza y agobia a las demás instancias de la economía y la sociedad del país: el dominio colonial que Washington ejerce en la isla desde 1898. Aunque el Estado Libre Asociado ‑‑el ELA‑‑ le permite una limitada administración interna, el gobierno puertorriqueño no está autorizado ni para declararse en bancarrota. Sin capacidad para concebir otra cosa, el gobierno contrató a una ex jefa de economistas del Banco Mundial, Anne Krugger, para que establezca la hoja de ruta que saque al país del atascadero. El informe Krugger empezó por reconocer que el problema no viene del flujo de efectivo sino del largo atasco del crecimiento, pero de allí derivó el conocido paquete neoliberal de recomendaciones, que enseguida despertó el rechazo de sus víctimas. Entre otras cosas demandó rebajar el salario mínimo, exigir más horas de labor para pagar horas extras, eliminar el Bono de Navidad, disminuir a la 103 mitad las vacaciones pagadas, alargar el período de prueba de nuevos trabajadores (hasta ahora de seis meses) a dos años, facilitar el despido de trabajadores sin consecuencias para el patrono, elevar diversos impuestos, eliminar las amnistías contributivas, cesar parte de los maestros de la enseñanza pública y reducir el salario de los restantes (ya que al disminuir la población bajó la matricula), recortarle el subsidio a la Universidad de Puerto Rico, etc. Inmediatamente la Unión General de Trabajadores (UGT) denunció que tales políticas no figuran en el plan de gobierno por el que se votó en las pasadas elecciones, ni en el plan de ningún otro partido, y reclamó que las medidas que el grupo de trabajo designado por el gobierno decida adoptar se sometan a referendo, para que el pueblo decida si las avala o repudia. Con lo cual crece una perspectiva similar a la de Grecia, ya no por el volumen de la deuda sino por el rechazo de la población a los nuevos sacrificios que el gobierno pretenda imponerle para apaciguar a los acreedores. Por lo contrario ¿qué alternativas pudieran implementarse si Puerto Rico no estuviera sometida al estatus colonial, para poder volverse una economía sostenible y con adecuadas perspectivas de crecimiento y desarrollo? De hecho, la isla dispone de buenas infraestructuras ‑‑carreteras, tendido eléctrico y de comunicaciones, acueductos y drenajes, instalaciones escolares y hospitalarias, puerto y aeropuerto‑‑, pero carece de permiso para gestionarlas en su propio interés. Como hemos dicho, para financiar un mejor aprovechamiento de esas facilidades, bajo esa camisa de fuerza el país no puede negociar apoyos de la banca multilateral de desarrollo, como las demás naciones latinoamericanas y caribeñas. Tampoco puede solicitar la colaboración de los organismos internacionales apropiados para reanimar la actividad agropecuaria y agroindustrial, y mejorar la producción alimentaria, o para reanimar la industria ligera y el turismo, como la FAO, el PNUD, la ONUDI y la OMT. Ni de los organismos regionales de integración y cooperación, ya que en las condiciones de ese estatus Puerto Rico no pude ser miembro pleno ni asociado del Caricom, de la Asociación de Estados del Caribe, ni de Petrocaribe, como sus vecinas Jamaica y República Dominicana. Como tampoco serlo de la Celac y ni aun de la OEA. Pese a estar en medio del Caribe la isla no ha podido desarrollarse como centro de enlaces y servicios marítimos regionales, al encontrarse reducida a ser cliente menor de la marina norteamericana de cabotaje. Sitiada por el ELA, tampoco puede reorganizar en su propio interés sus relaciones económicas, comerciales y financieras con Estados Unidos a través de la negociación de un tratado comercial, como los países centroamericanos y la mayor parte de los estados ribereños de la cuenca del Caribe. Ni decidir su esquema de relaciones con los países europeos o del Pacífico asiático. En resumen, Puerto Rico es una nación aislada e inmovilizada por su estatus territorial, que la mantiene al margen tanto de los flujos de la cooperación y la solidaridad regionales como de la competitividad global. ¿Necesita Washington otro dolor de cabeza? 104 El ELA2 (ESTADO LIBRE ASOCIADO) constituye, pues, el peor obstáculo al desarrollo de la isla y de esa parte de Hispanoamérica y el Caribe, a la vez que se ha Este artículo ha sido incorporado por ELCH de la página Web Los Nuestros Americanos. 27 de Octubre de 2009 EL CASO DE PUERTO RICO: De Colonia a Estado Libre Asociado La importancia de Puerto Rico en el plano militar más que en el económico, en la concepción defensiva de Estados Unidos ante un eventual ataque europeo, fue determinante en la política de dominación norteamericana sobre la isla. Puerto Rico fue absorbido por Estados Unidos no por previa secesión y posterior anexión, ni ocupado parcialmente por vía de alguna “enmienda” como el caso cubano, sino por la figura de “Estado Libre Asociado”, forma intermedia que encontraron los yanquis para su total dominación sobre esta hermana antillana. Al igual que en Cuba, en Puerto Rico se venía luchando por la independencia, adquiriendo gran virulencia esa resistencia en 1868. En dicho año se produjo la revolución por la liberación nacional conocida como el “estallido de Lares”, uno de cuyos inspiradores e impulsores fue Ramón Emeterio Betancés, quien junto a Eugenio María de Hostos fueron los adalides de la lucha patriótica en esos años. Si bien el estallido de Lares fue derrotado, las condiciones creadas llevaron a que España se viera obligada a abolir la esclavitud en marzo de 1873. En 1898, en el marco de la guerra contra España por la independencia, Estados Unidos se introduce, para su propio provecho. Con el pretexto de la voladura del “Maine” ya comentada, bombardean la capital portorriqueña desde una escuadra al mando del almirante Sampson. En el mes de julio de dicho año las tropas yanquis toman posesión territorial y emiten una proclama dirigida al pueblo por medio de la cual le aseguran que venían “no para hacer la guerra sino para traer las bendiciones de la libertad”. En agosto se llega al armisticio previo al Tratado de París y en octubre de 1898 se efectúa la ceremonia oficial de transferencia de soberanía por medio de la cual el presidente de los EE.UU. nombra un Gobernador Militar para la isla. A partir de allí la economía puertorriqueña pasó a depender de Norteamérica. El artículo II del Tratado de Paz entre España y Estados Unidos de América, firmado en París el 10 de diciembre de 1898, determinaba que España cedía a EE.UU. “la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales…”. A partir de allí, Puerto Rico, como colonia de los EE.UU., sirvió como punta de lanza en el sistema defensivo-ofensivo militar del imperialismo en la cuenca del Caribe. La isla se transforma en centro de adiestramiento de la Marina, Ejército y Aviación Naval yanquis. En 1900 el Senado de los EE.UU. aprueba una ley denominada “Ley Orgánica Foraker” por el nombre del Senador Joseph Foraker que la propuso, por medio de la cual, y en medio de una oleada de resistencia popular en Puerto Rico, se reemplazaba la intervención militar por un gobierno civil; pero dicho gobierno sería restringido y dependería del de los Estados Unidos. La dominación económica y política norteamericana se evidencia en los artículos de dicha ley: 2 Art. 2. (Derechos sobre importaciones extranjeras) A partir de la fecha de la aprobación de esta Ley, las mismas tarifas y derechos de aduana serán impuestos, cobrados y pagados sobre todo artículo importado en Puerto Rico, de puertos no pertenecientes a los Estados Unidos, que la ley dispone sean cobrados sobre artículos de procedencia extranjera importados en los Estados Unidos… Disponiéndose además, que todo libro y folleto impreso en idioma inglés será admitido libre de derechos en Puerto Rico cuando se importe de los Estados Unidos. Art. 3. (Intercambio de mercancías con los Estados Unidos) A partir de la fecha…, toda mercancía que entre en los Estados Unidos, procedente de Puerto Rico, y entre en Puerto Rico, procedente de los Estados Unidos, será admitida en los respectivos puertos de entrada, al pagarse un quince por ciento de los derechos arancelarios que devengan sus similares procedentes de países extranjeros…” El Senado de EE.UU. determina cuál será la capital de Puerto Rico y la protección sobre sus nuevos “súbditos”: Art. 6. (Capital de Puerto Rico) La capital de Puerto Rico será la ciudad de San Juan, manteniéndose allí el asiento del Gobierno. Art. 7. (Ciudadanos de Puerto Rico; creación de un cuerpo político bajo el nombre de El Pueblo de Puerto Rico) Todos los habitantes que continúen residiendo allí… serán tenidos por ciudadanos de Puerto Rico, y como tales con derecho a la protección de los Estados Unidos… Otro artículo determina que las leyes de Puerto Rico, actualmente en vigor, continuarán vigentes siempre “que las mismas no resulten incompatibles, o en conflicto con las leyes estatutarias de los Estados Unidos…”. Se plantea también en un artículo el canje de la moneda puertorriqueña por moneda del cuño de los Estados Unidos. El artículo 17 (Gobernador) dice: El título oficial del jefe ejecutivo de la isla será ‘El Gobernador de Puerto Rico’. Será nombrado por el Presidente (de los Estados Unidos), mediante el concurso y consentimiento del Senado… tendrá todas las atribuciones de Gobernadores de Territorios de los Estados Unidos… y anualmente y cada vez que se le ordene, informará oficialmente… por conducto del Secretario de Estado, al Presidente de los Estados Unidos…. O sea que Puerto Rico pasaba directamente de ser colonia de España a colonia de los Estados Unidos, aunque oficialmente se le denominara “territorio”. De los “Sucesos Históricos” difundidos por el llamado Partido Nacionalista de Puerto Rico tomamos los siguientes datos: El 2 de mayo de 1917 el presidente (de los Estados Unidos) Woodrow Wilson firmó el acta Jones-Shafroth… 105 convirtiéndola en ley. Se le impuso a los boricuas la ciudadanía yanqui. El 17 de junio de 1917 Wilson proclamó el registro y reclutamiento de los habitantes de Puerto Rico entre las edades de 21 y 31 años. La orden aplicaba a los que habían aceptado la ciudadanía americana como a los que la habían rechazado y, siendo despojados de todos los derechos políticos, los que vivían como extranjeros en su propia patria. La ley Jones establecía una Legislatura de dos Cámaras elegidas por sufragio universal masculino… El presidente de yanquilandia y el Gobernador nombrado por él retenían el poder del veto… No hay precedentes en el mundo de imperios reclutando a sus colonos para que los defiendan en el campo de batalla…[1]; [2] Durante la década del 30 hubo grandes convulsiones sociales en Puerto Rico y represiones violentas contra el pueblo. A fines de esa década y con la guerra mundial en ciernes, Estados Unidos convierte a Puerto Rico en una inmensa instalación militar: …se estableció en el Área Noroeste de la Isla una instalación aérea que eventualmente vendría a ocupar la sede del Comando Aéreo Estratégico del Atlántico; en el área norte, central y sur de la Isla, se desarrollaron varios importantes campamentos de entrenamiento para el Ejército (Fuerte Buchanan, el Campamento Tortuguero, Henry Barracks y lo que hoy se conoce como Campamento Santiago, sede de la Guardia nacional); en el área norte, se estableció la Base Naval de Isla Grande desde donde operaba también un aeródromo y otras instalaciones navales en el área de la Bahía de San Juan. En la costa Norte, además, se estableció la Instalación Naval de Sabana Seca, un importante centro de comunicaciones desde donde se vigilan, interceptan y monitorean, aún al presente, comunicaciones de regiones tan distantes como el Cono Sur. Se ha indicado que fue desde estas instalaciones que durante la Guerra de las Malvinas Estados Unidos logró acceso y pudo decodificar las comunicaciones militares de las fuerzas armadas de Argentina, las cuales fueron entregadas a Inglaterra. En el área Este de la isla, se construyó la principal base naval de la Flota del Atlántico fuera del territorio continental estadounidense, la Base Naval de Roosevelt Roads.[3] En julio de 1950 el Congreso estadounidense aprobó la llamada Ley 600, que daba paso a la Constitución para Puerto Rico y a la figura de Estado Libre Asociado. La ley dejaba vigente el art. 1º de la ley Jones de 1917 por medio de la cual se mantenía a la isla como posesión de los Estados Unidos. El descontento seguía y en octubre de 1950 se produjo un levantamiento armado. El 30 de dicho mes numerosos combatientes nacionalistas se lanzaron a la lucha armada insurreccional; hubo varios focos revolucionarios, y en el que se desató en el pueblo de Jayuya se declaró la República de Puerto Rico y se izó la bandera nacional, prohibida ya en esos años. La insurrección fue derrotada y se encarceló a más de mil personas sospechosas de ser nacionalistas o comunistas. El líder independentista Albizu Campos fue enviado a prisión. Aunque el levantamiento no triunfó, sirvió para que en el mundo se conociera mejor la causa de los patriotas puertorriqueños y su valor sin límites en aras de ser independientes. Durante 1951 se realizaron, primero, un referéndum para legalizar la propuesta de la Ley 600, en el cual se abstuvo el 56% de la población electoral y, luego, las elecciones coloniales para elegir la Asamblea Constituyente, con una abstención del 62,5%. Los colonialistas siguieron adelante y, una vez aprobada la Constitución por la Asamblea, se realizó un nuevo referéndum para instaurarla, en el cual la abstención llegó al 67% de la población electoral. Obviamente los Estados Unidos y sus títeres locales hicieron caso omiso a semejante abstención. La Constitución entró en vigor en julio de 1952, cincuenta y cuatro años después de la invasión militar. La Constitución dice en su Preámbulo: Nosotros, el pueblo de Puerto Rico… ordenamos y establecemos esta Constitución para el estado libre asociado que en el ejercicio de nuestro derecho natural ahora creamos dentro de nuestra unión con los Estados Unidos de América. Al hacerlo así declaramos: (…) Que consideramos factores determinantes en nuestra vida la ciudadanía de los Estados Unidos de América y la aspiración a… la convivencia en Puerto Rico de las dos grandes culturas del hemisferio americano… Artículo I. DEL ESTADO LIBRE ASOCIADO. Sección I.- Se constituye el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Su poder político emana del pueblo y se ejercerá con arreglo a su voluntad, dentro de los términos del convenio acordado entre el pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos de América. [Nota ELCH: Este artículo es un chiste macabro] La Sección 5 del Artículo III dice: Ninguna persona podrá ser miembro de la Asamblea Legislativa a menos que sepa leer y escribir cualquiera de los dos idiomas, español o inglés; sea ciudadano de los Estados Unidos y de Puerto Rico y haya residido en Puerto Rico por lo menos durante los dos años precedentes a la fecha de la elección o nombramiento… En el Artículo IV, sobre el PODER EJECUTIVO se lee: Sección 1.- El Poder Ejecutivo se ejercerá por un Gobernador… Sección 3.- Nadie podrá ser Gobernador a menos que, a la fecha de la elección, haya cumplido treinta y cinco años de edad, y sea y haya sido durante los cinco años precedentes ciudadano de los Estados Unidos de América y ciudadano y residente ‘bona fide’ de Puerto Rico. Las mismas condiciones para los demás cargos importantes. El Artículo VI, sobre DISPOSICIONES GENERALES, en su Sección 16 determina que todos los funcionarios deben prestar juramento de fidelidad “a la Constitución de los Estados Unidos de América y a la Constitución y a las leyes del Estado 106 vuelto un foco de dolores de cabeza ‑‑y de costos sin retribución‑‑ para Estados Unidos; hecho que, al cabo, también empieza a percibirse desde el punto de vista de la metrópoli colonial. Así, el 7 de noviembre de 2013 el Washington Post reconoció que la crisis económica puertorriqueña está fundamentada en la estructura de sus estatus político. “Los problemas económicos y financieros de Puerto Rico son estructurales –trazables, en última instancia, a su confusa condición política”, la cual no se ha resuelto a pesar “de décadas de tediosas disputas políticas”. El periódico descartó cualquier posibilidad de que el Congreso apruebe darle asistencia económica especial a la isla y advirtió que eso no va a ocurrir, dado que “el Congreso es hostil a los rescates […] y no se tiene claro cómo esa solución puede encajar en el marco legal y constitucional único que vincula a Puerto Rico y Estados Unidos”. El Post observó que desde 2004 la economía puertorriqueña ha decrecido un 16% y atribuyó la recesión iniciada en 2006 a la finalización de la normativa que le otorgaba privilegios fiscales a las corporaciones estadunidenses que se establecieran en la Isla. Con lo cual concluyó que son muchos los villanos culpables de la crisis económica de la isla, recalcando la ironía de que Puerto Rico solo llama la atención de Estados Unidos cuando está en serios problemas. Esos comentarios del principal diario de Washington DC reflejaron dos cambios que la cuestión puertorriqueña últimamente ha experimentado. El primero, que el Libre Asociado de Puerto Rico”. Termina la Carta con la Sección 10 del Artículo IX titulado DISPOSICIONES TRANSITORIAS: “Esta Constitución comenzará a regir cuando el Gobernador así lo proclame, pero no más tarde de sesenta días después de su ratificación por el Congreso de los Estados Unidos.”[4] En un trabajo del independentista Norberto Cintrón Fiallo, titulado “Puerto Rico: colonialismo y globalización”, leemos: Hace más de cien años, Estados Unidos, por medio de un tratado en el cual nosotros nada tuvimos que tratar, el llamado tratado de París de 1898, nos impusieron situaciones que mucho se asemejan a las que hoy pretenden imponer, mediante el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a toda América Latina. Podría hasta parecer curioso nuestro caso, pues, para el decenio de 1930, el intelectual puertorriqueño Antonio S. Pedreira, decía, ante la teoría de los defensores del colonialismo, quienes señalaban que Puerto Rico representaba el puente entre dos culturas, que nos declaraban ‘puente’ para que todo el mundo nos pasara por encima. En la actualidad, aquellos empresarios neoliberales y globalizadores que impulsan a San Juan como sede del ALCA también utilizan la metáfora del puente para defender nuestra supuesta capacidad para servir como cabecera de playa del neocolonialismo neoliberalizador… Hablamos pues, desde nuestra singularidad colonial, la que nos obliga año tras año a incluir, dentro de las resoluciones que se presentan ante la ONU, un párrafo que exprese nuestra identidad latinoamericana y caribeña. Es como si las circunstancias geográficas, históricas y culturales no bastaran para declarar nuestra identidad a menos que se pronuncie y se apruebe el discurso que las devuelva a su verdadera realidad. No hay peor tragedia existencial que aquella causada por el colonialismo en la geografía mental del puertorriqueño. Nueva York o Los Ángeles se encuentran más cerca que la República Dominicana o Haití. El colonialismo norteamericano ha pretendido sacarnos de nuestro entorno antillano, caribeño y latinoamericano. No hay prueba más dramática que las prohibiciones que nos imponen para relacionarnos con los hermanos cubanos. Se trata de todos los impedimentos, de todas las sanciones y re-sanciones inventadas periódicamente por el gobierno de Estados Unidos contra la Revolución Cubana. Últimamente, Venezuela, hasta hace poco destino turístico para muchos puertorriqueños de clase trabajadora, ha desaparecido de nuestra geografía aérea.[5] Tragedia existencial, identidad reprimida, aislamiento de los verdaderos hermanos, tales las lacras causadas por el colonialismo. Puerto Rico y Cuba tienen una historia en común –más allá de sus fuertes lazos identitarios- en su lucha por la independencia. Horacio A. López [1] Partido Nacionalista de Puerto Rico. www.nacionypatria.com [2] Durante la Segunda Guerra Mundial 65.034 puertorriqueños fueron llamados al servicio activo; 43.434, cuando el conflicto de Corea, y 72.000 durante la guerra en Vietnam (Datos tomados del trabajo citado de Alejandro Torres Rivera). [3] Alejandro Torres Rivera, Op. Cit., p. 4. [4] Constitución de Puerto Rico de 1952. Versión impresa. [5] Norberto Cintrón Fiallo, Primera Hora, Panorama, 18 de septiembre de 2006, Prensa Asociada. Fuente: Argenpress. http://www.centrocultural.coop/blogs/nuestramericanos/etiquetas/estado-libre-asociado/ 107 estatus colonial ya no es solo un problema de los puertorriqueños, sino que se ha vuelto un incómodo fastidio norteamericano. Mientras una parte del establishment no sabe cómo afrontarlo o se hace la zonza, otra busca la forma y la coyuntura políticamente más airosas para resolverlo o, dicho más crudamente, para deshacerse del mismo. El segundo, que la cuestión puertorriqueña finalmente se ha liberado de la irradiación de los antiguos temas de la Guerra Fría, que por más de medio siglo la complicaron. Vale recordar que hasta los años 40 del siglo pasado las andanzas nacionalistas de don Pedro Albizu Campos eran seguidas con simpatía por los pueblos hispánicos y hasta algunas autoridades latinoamericanas, sin que se calificase de comunista a ese apasionado patriota progresista. Pero más tarde, cogido entre el fragor del antimperialismo y la histeria macartista, el fondo del asunto resultó desfigurado, dando pretextos a una pertinaz persecución a los independentistas puertorriqueños, a la tergiversación de sus razones, y al arbitrario encarcelamiento que sepultó en vida a Don Pedro. Pero ahora los ciudadanos y políticos estadunidenses pueden ver el problema a la luz de su propia lógica, sin las distorsiones de aquel talón de fondo. Y lo primero que salta a la vista es lo más obvio: que los puertorriqueños son un pueblo y una cultura diferentes, y que la isla ‑‑hoy sin valor militar y turísticamente superada por varios competidores‑‑ ya nada le aporta a Estados Unidos, mientras que subsidiar el estatus le cuesta cada vez más a los contribuyentes norteamericanos. Y que ella, además, es una fuente imparable de inmigrantes latinos, que para gran parte de los anglosajones no son más simpáticos que los llegan de México, Centroamérica y otros orígenes. Con el inconveniente adicional de que tan pronto arriban pueden ejercer derechos ciudadanos y engrosan un grupo que acumula creciente peso electoral, sin que se los pueda descartar como inmigrantes deportables. Al propio tiempo, el ELA ‑‑la extraña relación que aún persiste entre Estados Unidos y “su” territorio de Puerto Rico‑‑ hace mucho dejó de encajar entre las criaturas políticas, jurídicas y morales que nuestra época halla admisibles. Circunstancia que año tras año da lugar a que el Comité de Descolonización de la ONU ponga a Washington en el incómodo banquillo de las potencias colonialistas y le dé tribuna a una larga lista de voceros latinoamericanos ‑‑tanto gubernamentales como de organizaciones sociales‑‑ que reivindican los derechos del pueblo puertorriqueño a su independencia y soberanía. Así, una y otra vez Naciones Unidas declara que Puerto Rico constituye una nación latinoamericana y caribeña, y confirma el derecho de su pueblo a la soberanía e independencia. Y cada año reitera que la cuestión del estatus de la isla debe discutirse en la Asamblea General de la ONU, donde Estados Unidos difícilmente podrá encontrar unas pocas voces que lo secunden, ninguna gratuitamente. Desde el punto de vista norteamericano ¿a quién sirve prolongar tantos inconvenientes? Solo los clichés de una trasnochada inercia, o una retrasada concepción del orgullo nacional demoran su finalización. La legislación estadunidense asigna las determinaciones sobre Puerto Rico al Congreso y, periódicamente, algún Subcomité de la Cámara de Representantes le da mantenimiento a esa potestad citando a hablar sobre el asunto, sin por eso tomar decisiones al respecto, y elude que más querellas le complique la agenda. Este año, enseguida de que el Comité de Descolonización de la ONU examinó el caso, en Washington dos subcomités de la 108 Cámara le echaron una ojeada al tema: el de Recursos Naturales y el de Asuntos Insulares. La oportunidad le permitió al gobernador García Padilla exponer el catastrófico estado financiero de la isla y rogar, otra vez, que se le permita a las empresas públicas puertorriqueñas declararse en bancarrota al cobijo de la Ley federal de Quiebras, y así lapidar la posibilidad de independencia de su nación. Y, a su turno, que el portavoz anexionista Pedro Pierluise repitiera la solicitud de celebrar un refrendo que consulte si los ciudadanos de la isla quieren o no que esta se vuelva un estado de la federación norteamericana. Por su parte el líder del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos, tras recordarles que la quiebra de la economía de la isla es un hecho innegable, y que una clara mayoría de los puertorriqueños repudia el ELA, emplazó a los congresistas norteamericanos: “Por años se ha discutido el asunto en el Congreso ‑‑dijo‑‑, y muchos nos preguntamos si estas vistas de este Subcomité sirven algún propósito legítimo o son meramente un quid pro quo partidista”. A lo que luego agregó: “Decir que Puerto Rico debe decidir lo que quiere antes de enfrentar el problema, como ha propuesto el Presidente [Obama] es una excusa de Estados Unidos para no cumplir sus obligaciones legales como país colonial”, pues si “el colonialismo es el problema, no puede ser la solución”. Cultura vigorosa atrapada en callejón sin salida Ahora bien, ¿cuál es la opinión de los puertorriqueños y qué alternativas tiene? La propaganda colonialista escabulle la realidad consolándose con el cansino argumento de que en los comicios puertorriqueños la mayoría de los votos se reparten entre las dos organizaciones electorales del status quo, el anexionista Partido Nuevo Progresista (PNP), que aboga por una ilusoria conversión de Puerto Rico en Estado de la Unión, y el autonomista Partido Popular Democrático (PPD) que pese a la catástrofe en curso aún justifica el modelo colonial del ELA. La superficialidad de esa interpretación oculta varias cosas. Para empezar, que en las elecciones puertorriqueñas no se dirime el estatus político ni la soberanía de la isla, sino a quiénes se elige para administrar los asuntos corrientes: limpieza y ornato, bacheo, mantenimiento de las instalaciones escolares, seguridad policial, etc. La elección de gobernador, legisladores y alcaldes poco tiene que ver con las preferencias ciudadanas sobre el colonialismo o la independencia, que en esos eventos no se dirimen. La discusión del estatus pasa por consideraciones ajenas a esas preferencias. El régimen del ELA le concede a cada nativo de la isla pasaporte estadunidense y la posibilidad de emigrar legalmente a Estados Unidos. Igualmente, acceso a subsidios federales con los cuales mitigar sus carencias de empleo o alimentos, y algunos servicios de salud y educación. No son pocos los latinoamericanos pobres y de clase media que desearían tener prerrogativas similares, lo que no significa que ellos renunciarían a su identidad nacional. Y bajo la crisis en curso ningún puertorriqueño desearía perder estas prerrogativas, por mucho que le desagrade el régimen colonial. Pero eso no debilita la cultura puertorriqueña ni el fuerte sentimiento nacional que caracteriza a su pueblo. Lo demuestra a diario su obstinado apego al idioma castellano con su distintiva modalidad dialectal y gesticular, a las costumbres y formas 109 cotidianas de convivencia y confraternización, asociadas a sus propios gustos culinarios, musicales y artísticos ‑‑afines a los de toda la familia hispano‑caribeña‑‑ tan característicos de quienes viven en la isla como de los millones de emigrados nostálgicos que comparten la añoranza de su sol y su mar nativos entre los rigores del invierno norteamericano. A contrapelo de esta clara evidencia, “durante décadas los proyectos de perpetuación de la colonia del PPD, y de promoción de la anexión del PNP, se han fundado en el principio perverso de promover la dependencia y la pobreza”, acusa María de Lourdes Santiago. La senadora independentista recuerda que, precisamente, ambos partidos del sistema imperante coinciden en fomentar que la gente no trabaje, no produzca, a la vez que “abonan el cultivo rastrero al culto a los intereses extranjeros con la entronización de la mediocridad en las posiciones más altas del gobierno” local. En lo que se refiere al PPD, justificador del estatus vigente, los resultados de la última década desnudan el callejón sin salida que ha entrampado a la isla. Pero sobre el PNP ‑‑el otro lado de la mancuerna política reinante‑‑ no cabe decir menos, pues sus pasadas estadías en el gobierno han sido parte del mismo proceso destructor de la viabilidad del país. A lo que se agrega que su propuesta se basa en una falacia, ya que la opción de convertir la isla en un Estado adicional a los 50 que integran Estados Unidos es palmariamente irrealizable. No apenas porque falten puertorriqueños enajenados por la cultura colonial que puedan votar por ella, sino porque no hay estadunidenses dispuestos a aceptarlo. “Sin duda existen poderosas razones económicas, sociales, políticas y culturales para estar contra la estadidad desde las perspectivas tanto de Puerto Rico como de Estados Unidos”, advierte Rubén Berríos. Por lo que toca a la parte norteamericana, recuerda Berríos, tras el fracaso del ELA el impacto económico de la llegada de un nuevo Estado mucho más pobre que el Estado más pobre de la Unión ‑‑y por añadidura racialmente mixto y hablador de otro idioma‑‑ con un número de representantes en el Congreso superior al de muchos de los demás Estados, no sería poca cosa al disputar la repartición del pastel presupuestario federal. Por lo tanto, concluye Berríos, “la opción estadista es el beso de la muerte de cualquier plebiscito auspiciado por el gobierno federal sencillamente porque la estadidad va contra los intereses nacionales de Estados Unidos”. Y su criterio es compartido por los senadores norteamericanos que se han ocupado del tema. Las uvas están más maduras de lo que parece En lo que toca al pueblo residente en Puerto Rico, las opiniones volvieron a medirse el 6 de noviembre de 2012, en un plebiscito sobre el estatus reinante. El evento, por supuesto, se realizó según condiciones determinadas por las autoridades estadunidenses y conforme a su legislación, estableciéndose de antemano que sus resultados no serían vinculantes para esas autoridades. Tuvo la forma de dos consultas sucesivas votadas en el mismo acto plebiscitario y poco más del 78 por ciento de los ciudadanos de la isla acudió a sufragar. La primera de esas dos consultas preguntó: “¿Está de acuerdo con mantener la condición política territorial actual (Estado Libre Asociado)?” El rechazo al estatus vigente fue evidente: el 54 por ciento de los electores votó contra la continuación del ELA. 110 La segunda consulta tuvo un resultado menos claro. Pidió a los electores contestar, al margen de sus respuestas a la pregunta anterior, cuál opción preferían: ser un Estado Libre Asociado, ser un Estado de Estados Unidos o ser un país independiente. A simple vista, pasar a ser un Estado de Estados Unidos alcanzó el 61.13 por ciento de los votos; mantener el ELA obtuvo un 33.32 por ciento, y la independencia un 5.54 por ciento. No obstante, en el plebiscito intervino un factor que exige mejor análisis de ese resultado. Ciertamente, la opción de ser un estado prácticamente duplicó a la de mantener el ELA, el cual así quedó rotundamente rechazado. Sin embargo, durante la campaña previa el PPD, así como algunos grupos independentistas, llamaron a no contestar la segunda pregunta ‑‑la relativa a cuál de las tres opciones escoger‑‑, con el efecto de que esta registró un 26.4 por ciento de votos en blanco. Si se descuenta esa fracción, el voto favorable a la estadidad se reduce a un 43.6 por ciento. Esto es, la anexión a Estados Unidos supera al ELA pero no llega al 50 por ciento de la votación emitida. Por lo que toca a la votación independentista, ese 5.54 ‑‑que continúa un gradual crecimiento respecto a anteriores plebiscitos‑‑ deja de reflejar el hecho de que una parte significativa de quienes votan por el ELA lo hacen para rechazar la anexión, no para mantener el estatus. Si la estadidad es descartada preferirán la independencia, al aclararse que los poderes políticos y mediáticos estadunidenses no estarán dispuestos a aceptar a Puerto Rico como Estado de la Unión. Tras el desastre desatado en la isla, no faltan indicios de que en la disyuntiva de escoger entre las opciones restantes, muchos de quienes aceptaban el ELA se sumarán al independentismo. Esto depende del modo de entender la opción independentista. ¿Cómo se explica que esta alternativa debe construirse en las presentes condiciones del siglo XXI? ¿Cómo conflicto o cómo proceso? Esto envuelve dos modos de asumirlo. Desde el punto de vista de las tradiciones antimperialistas latinoamericanas ‑‑intensificadas al fragor de la Guerra Fría y de los empeños revolucionarios que caracterizaron a la región‑‑ en el tratamiento del tema puertorriqueño lo principal era desenmascarar al imperialismo denunciando la dimensión colonialista de la política norteamericana. En ese contexto la cuestión práctica de cómo lograr la independencia de la isla quedó indeterminada, tras el brío del discurso acusatorio y la falta de opciones que pudieran realizarse a corto o mediano plazos. Sin embargo, desde el punto de vista de la busca de alternativas prácticas para que esta generación pueda lograr la independencia, en los últimos lustros la situación cambió. Ante el hecho de que el ELA es un irremediable fiasco generador de problemas adicionales, y de que el establishment estadunidense en ningún caso estará dispuestos a aceptar a Puerto Rico como estado de la Unión ‑‑a la vez que Latinoamérica y el Caribe asumen el tema como un importante issue de las relaciones interamericanas‑‑, la cuestión ha entrado en otra etapa. Esto hace visible que una importante porción del asunto deberá madurarse en el campo subjetivo, donde hay importantes condiciones ideológico‑culturales y políticas por esclarecer. Ni la parte norteamericana puede desprenderse inmediatamente de los estereotipos y pretextos con que por más de un siglo ella vistió su política colonial, ni nuestras izquierdas pueden rápidamente superar con nuevas propuestas su curtido discurso de la pasada etapa. Ahora, lograr la conversión de Puerto Rico en una república independiente y soberana es una meta alcanzable para esta generación, pero 111 implementarla requiere una toma de conciencia y un sentido práctico cuya inmediatez no estaba prevista en el pasado discurso independentista. Una situación parecida se vivió en Panamá a mediados de los años 70 al abrirse la posibilidad de avanzar de la brava arenga denunciadora del enclave colonial usurpado por Estados Unidos, a la negociación de opciones factibles para recuperar ese territorio nacional, desmantelar las bases militares extranjeras y asumir la propiedad y control efectivo del canal interoceánico. Incluso una fracción de la izquierda que por medio siglo fue parte de la lucha patriótica por la integridad nacional tuvo dificultades subjetivas para asimilar la nueva situación, que permitía saltar de la resistencia heroica al proceso conducente a concretar la victoria. Omar Torrijos supo combinar, en el momento oportuno, la suma de una amplia movilización nacional y una creciente solidaridad internacional para negociar un proceso de transición. En este sentido la experiencia panameña es un ejemplo de referencia para repensar esta oportunidad puertorriqueña e idear métodos encaminados a construir sus propias soluciones. Pero, como veremos, eso exige que las partes definan sus respectivas posiciones. Es hora de movilizar la emancipación Puerto Rico reúne las principales condiciones materiales necesarias para convertirse en una exitosa república independiente: buena ubicación geográfica, infraestructura física apropiada, disponibilidad de tierras fértiles, población capacitada, fuerte cultura nacional. No obstante, por demasiado tiempo ha padecido un régimen político ineficiente, descapitalizador y orientado al parasitismo, por lo cual constituir la república independiente demanda una refundación del Estado. Esto es, demanda un proceso de transición. Hoy está claro que el problema fundamental de Puerto Rico es depender de los subsidios norteamericanos hasta caer en el estancamiento y retracción económica. El régimen establecido resultó perjudicial para la subsistencia de su pueblo y la gobernabilidad del país. En cambio, como dice Rubén Berríos, la independencia “liberaría completamente la energía de un país cuya autoestima ha sido pisoteada [y] abriría el camino hacia una sociedad moderna, con visión de futuro, receptiva a todas las influencias culturales sin someterse a ninguna y orgullosa de la propia”. En estos momentos, en el contexto latinoamericano y caribeño, eso puede conseguirse mejor si se logra a los menores costos posibles. En la América hispánica del siglo XIX ello se obtuvo gloriosamente, aunque al precio de grandes y prolongados sacrificios humanos y daños materiales. En las Antillas eso no pudo conseguirse en aquel entonces y, dos siglos después ese tampoco tiene que ser el modo de lograrlo. Más que el relámpago de un grito de independencia con inmediata ruptura de todo vínculo con la metrópoli, hoy existe la posibilidad de concertar con ella un programa de descolonización. Esto es, de negociar un cronograma de sucesivas transferencias de atribuciones, responsabilidades y recursos de las autoridades coloniales a las instancias republicanas. La cuestión no es destacarse como enemigo de la superpotencia norteamericana, sino que a Puerto Rico se le haga justicia y se respeten la soberanía, la autodeterminación y los derechos de la nueva república. Y al mismo tiempo, constituir una república sostenible, capaz de construir su propio desarrollo y asegurar el 112 bienestar de su pueblo. Esto exige disponer de recursos y formar cuadros, y será menos difícil lograrlo con la cooperación que con la hostilidad de dicha superpotencia. Al cabo, la cuestión no es erizar el problema sino resolverlo. [Nota de ELCH: Una salida de estas características debe contar con condiciones históricas diferentes a las que actualmente se viven, por lo que pensamos, este plan es irrealizable, desgraciadamente] En su época, un equivalente a eso fue lo resuelto en el caso del Canal de Panamá y de sus instalaciones y áreas aledañas, para alcanzar el objetivo de establecer allí un sistema no solo nacional sino eficaz y sostenible. Los plazos del cronograma descolonizador permitieron no solo prever las acciones legislativas adecuadas y las nuevas estructuras administrativas del Canal, sino formar al personal técnico requerido y una nueva cultura organizacional. Y eso también facilitó reconvertir los empleados panameños antes formados para servir al enclave colonial en funcionarios con propósito de servicio a la nación. Con lo cual en poco tiempo la vía acuática pasó a ser más eficiente, segura y rentable de lo que era bajo administración estadunidense.[Nota ELCH: la situación de las características político, social y militar de Panamá bajo los últimos gobiernos de derecha neoliberal desmienten una afirmación como la que se hace previamente. Es verdad que la administración mejoró, el problema es ¿a quién beneficia esta mejora?] En Puerto Rico, esa transición no tiene que ser tan prolongada como en Panamá donde, en tiempos de la Guerra Fría, Washington tuvo que reacomodar grandes medios de su sistema estratégico. Esas complicaciones ya no existen respecto a la isla. Por otra parte, como en el caso de las naciones europeas que hace algunos años concertaron acuerdos de cooperación con varias de sus antiguas colonias del Caribe, lo concertado en las negociaciones entre Panamá y Estados Unidos no se enfiló a enfrentar a ambos países sino a cambiar su género de relaciones al resolver las anteriores causas de conflicto. Esto no supone que la naturaleza del imperialismo ha cambiado ni que negociar esa alternativa pueda ser fácil. Pero sí implica entender que la coyuntura varió y la cuestión de Puerto Rico ya no puede tratarse como expresión local de una contienda global entre las superpotencias que rivalizaban por el predominio planetario, como en la Guerra Fría, o en los tiempos cuando controlar la isla aseguraba una ventaja estratégica. En el actual contexto aquellas circunstancias pasaron y esto exige volver a preguntarse cuál debe ser el objetivo del pueblo puertorriqueño ante la metrópoli imperial: ¿confrontar indefinidamente o independizarse ya? Y, en consecuencia, cuál es el método para lograrlo. En otros casos sostener una guerra prolongada finalmente permitió negociar un acuerdo, pero ¿es aplicable ese ejemplo a una isla pequeña? Para resolver el problema de fondo el gobierno de Washington debe dejar claro qué opciones estará dispuesto a considerar y bajo qué condiciones. En Puerto Rico se plantean tres alternativas: mantener el régimen del ELA, anexionarse a Estados Unidos o emanciparse como una república independiente. El Partido Independentista propone convocar una Asamblea de Estatus en la que cada alternativa esté proporcionalmente representada y formule su respectiva propuesta. Al final, solo opciones realistas, no coloniales ni territoriales, y susceptibles de negociarse con Washington, serían sometidas a los electores puertorriqueños. Una iniciativa similar debe tener lugar en el Congreso norteamericano, en coordinación con la Casa Blanca, para que los representantes de las diferentes visiones 113 presenten sus opciones descolonizadoras y las condiciones en que estarían dispuestos a admitirlas. Con esto el pueblo de Puerto Rico quedaría debidamente informado para escoger entre las alternativas no coloniales ni territoriales efectivamente disponibles. Si el Congreso no hace lo que debe y el ELA continúa exasperando al país eso atizará al voto anexionista y un aciago día Washington podrá toparse con una petición de estadidad salida de un referendo basado en la ficción de que esto solucionaría todas las necesidades de la isla. Esa opción inadmisible metería al gobierno de Estados Unidos en un embrollo político de consecuencias harto indeseables. El modo de evitarlo a tiempo sería emprender lo que el PIP propone como un proceso colaborativo de libre determinación para Puerto Rico. Y el tiempo para hacerlo ya llegó. Como hace más de 35 años ocurrió en Panamá, el objetivo de la emancipación de Puerto Rico ‑‑donde una vez más un país chico deberá negociar frente a una gran potencia‑‑ solo podrá alcanzarse concitando una continua movilización nacional y una poderosa solidaridad continental y mundial. Sobre todo, en América Latina, en el Caribe y en sectores significativos de la opinión pública estadunidense. En difíciles tiempos de la Guerra Fría, Omar Torrijos demostró que esto es factible. Y al construir esa conjunción de fuerzas, coronó con éxito aquel objetivo nacional. Alai La contraofensiva de la contraofensiva de los herederos del neoliberalismo en el Ecuador: Por Dax Toscano Segovia 1. Los actores del golpe: EE.UU. y sus agencias de inteligencia comandadas por la CIA. La administración estadounidense ha expresado su malestar frente al gobierno del presidente Rafael Correa. Varias son las razones por las cuales Correa es una piedra en el zapato del imperialismo: la política soberana a nivel internacional que ha permitido mantener al Ecuador relaciones con diversos países como China e Irán, por ejemplo, así como expresar una política solidaria con los pueblos del mundo como con Palestina, Cuba, Venezuela, Honduras, entre otros. La cercanía con Cuba es muy fastidiosa para el gobierno gringo, así como la amistad con Fidel y Rául Castro. En este sentido, también disgusta al gobierno de EE.UU. los lazos de amistad profunda entre el gobierno ecuatoriano y el de la República Bolivariana de Venezuela. Por otro lado, cabe recordar que el gobierno del presidente Rafael Correa no ha permitido la injerencia de funcionarios gringos en los asuntos internos del país. No se debe perder de vista que Correa expulsó a la embajadora gringa en Ecuador Heather Hodges, a la vez que solicitó un informe sobre la penetración de la CIA en la policía ecuatoriana, una de las causas por las que se dio la intentona golpista del 30 de septiembre de 2010. De igual manera, el gobierno de Correa llamó la atención al embajador Adam Namm por entrometerse en asuntos internos del país, al amparo de los medios privados de comunicación. 114 Las ONG’s gringas, léase CIA, como USAID, NED, realizan tareas desestabilizadoras con el financiamiento a organizaciones vinculadas al campo de la comunicación como Fundamedios para acusar al gobierno ecuatoriano de atentar contra la libertad de expresión. La SIP, al servicio de los EE.UU. y de los empresarios de los periódicos latinoamericanos,cumple igual papel. La pequeño-burguesía o la clase media con aspiraciones burguesas: En las principales ciudades del país, la clase media, que durante los años de mandato de Rafael Correa ha aumentado su capacidad de consumo, ha expresado su rechazo a las políticas del gobierno en materia tributaria, lo cual se hizo evidente con el establecimiento de las salvaguardias arancelarias a un listado de productos de importación. El malestar ya se evidenciaba desde antes con las medidas tomadas respecto de la importación de celulares, el aumento en el costo de los vehículos y de algunos productos que, con estas medidas arancelarias, subieron nuevamente de precio. Cuáles son estos productos de importación: licores como whisky, vinos, tequila o vodka, jamones, electrodomésticos, entre otros. Como podrá apreciarse son productos que no son de consumo permanente, ni fundamentales para la gente. Sin embargo, la clase media, acostumbrada a tener formas de vida cada vez más aburguesadas, siente que la están golpeando al no poder acceder a bajos precios a esos productos. Por otro lado, este sector importante de la población evidencia su individualismo, su egoísmo como clase y su falta de entendimiento de la realidad nacional y mundial. Las medidas tomadas responden a la crisis internacional que derivó en la caída del precio del petróleo. Son medidas que no afectan la economía real de la población. Se puede apreciar el traslado de gente de clase media de diversos lugares del país a la frontera colombiana, a la zona de Ipiales, para comprar más barato todo lo que pueden, en los centros comerciales de esa ciudad colombiana, lo cual evidencia que si tienen poder adquisitivo. Dentro de los sectores de la clase media se encuentran profesionales de diversas ramas, molestos por las razones expuestas. La burocracia que ha visto congelados sus sueldos también está irritada con el gobierno de Correa. De igual manera, la juventud perteneciente a esa clase media, expresa su rechazo, no por razones de peso, sino por cuestiones muchas veces de carácter formal. Pese a que se hizo una reestructuración del sistema universitario, con el propósito de lograr su mejoramiento (proceso no exento de terribles fallas), hay un malestar en los jóvenes por lo que pasa en la Universidad. Aquí ha jugado un papel fundamental el extinto MPD, molesto por haber perdido su espacio para su accionar político dentro de la Universidad. Asimismo, dentro de la Universidad pública, han jugado un papel contrario al gobierno, agrupaciones recicladas o aparentemente nuevas que se autodenominan de izquierda, las mismas que han llegado sin ningún criterio político válido a calificar a Rafael Correa de fascista y hasta de agente de la CIA, como son UJIR, Mariátegui, ligadas a miembros del MIR y de Pachacutik y la CONAIE respectivamente. Muchos jóvenes universitarios consultados han señalado que su molestia con el gobierno y con Correa es por su “actitud prepotente”, “porque ataca mucho a los 115 medios”, “porque quiere imponer cosas, como las cocinas de inducción”, etc. lo cual demuestra su falta de análisis de los problemas reales del país. Muchas veces Correa es visto como un victimario de los medios y los periodistas y no como víctima permanente de desprestigio y ataque. La izquierda extremista, dogmática y la de la academia y cafetín: Molestos con el gobierno porque han señalado que ha sido el régimen de Correa el que los ha dividido y que afectado sus intereses. Hay que partir del hecho de que si existe una organización política fuerte, el trabajo divisionista no habría podido darse o habría sido mínimo. La llamada “izquierda” ecuatoriana se ha caracterizado por sus estructuras verticales, burocráticas y dogmáticas, poco críticas y reflexivas frente a los problemas nacionales y mundiales. Su nivel de teorización y producción intelectual, también es mínimo, al punto de categorizar muchas veces al gobierno de Correa como fascista o, simple y llanamente, de populista. En los últimos tiempos, para descalificarlo, se lo ha señalado de extractivista, lo cual tiene como propósito el de acusarle de atentar contra el medio ambiente, la naturaleza. Figuras como las del eterno rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, el historiador Enrique Ayala Mora, lanzan desde la academia universitaria sus ataques contra Correa. Es notorio en las aulas universitarias, tanto en las de las instituciones privadas como públicas, encontrar docentes de diversas ramas expresar sus ataques furibundos contra el gobierno. Más allá de las reflexiones teóricas que son válidas dentro del espacio universitario (favorables o en contra), lo que se hace es emitir mensajes sueltos, ofensivos contra Correa, lo cual no contribuye al estudiantado a comprender la problemática nacional. El caso notorio es el de un profesor en la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, que dentro de las aulas universitarias señaló ante sus alumnos que “Correa es un homosexual y que le gusta vestirse de mujer y hacer sus fiestas”. El académico de la Universidad Andina Simón Bolívar, César Montúfar, quien fuera fundador de Participación Ciudadana, agrupación que recibió dineros de la USAID, hoy miembro de Concertación Democrática, es otro de los cabezas de la oposición a Correa. EI movimiento Pachacutik, en el que destaca la figura de la Asambleísta Lourdes Tibán, se exhibe como de izquierda y no ha hecho más que representar posturas propias de la derecha al atacar a la Venezuela Bolivariana de Nicolás Maduro, al defender a los medios de comunicación de la oligarquía ecuatoriana y de, incluso, pedir la intervención de los EE.UU. como lo hizo Fernando Villavicencio, asesor del ex asambleísta Cléver Jiménez, ambos de esta agrupación política. No hay que perder de vista que dentro del movimiento indígena hay una lucha ideológica entre diversos sectores y que, además, como organización, no ha estado exenta de presiones contra sus miembros como en las marchas realizadas en las que se cobran multas por no asistir o se les amenaza de quitarles el servicio de agua a las comunidades. De igual manera, tampoco ha estado libre de actos de corrupción entre sus dirigentes que gozan de privilegios, tal como se ha evidenciado en las marchas cuando esos dirigentes han estado tomados o se han hospedado en buenos hoteles, 116 mientras las bases han quedado en los parques y caminando y ellos en camionetas de lujo. La oligarquía corrupta, la partidocracia y sus medios: Comandada por el banquero Lasso que tiene aspiraciones presidencialistas. De igual manera están detrás de estas intentonas golpistas los banqueros prófugos, aliados de la derecha extrema estadounidense, como los Isaías involucrados en el intento de golpe del 30 de septiembre de 2010. Otra cabeza visible de los sectores oligárquicos es Blasco Peñaherrera Solah, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, hijo del ex vicepresidente Blasco Peñaherrera, otro asiduo adversario del régimen de Correa. Otro enemigo, aunque de capa caída, es el empresario, evasor de impuestos, Álvaro Noboa. De la misma forma están los representantes de la Cámara de Comercio de Guayaquil, comandados por Pablo Arosemena. Otra cabeza visible de esta burguesía rancia es el abogado Juan Carlos Solines, ex candidato a la vicepresidencia con Guillermo Lasso. A nivel de la partidocracia, pero también formando parte de esa oligarquía corrupta y pelucona, están Lucio Gutiérrez, el mejor amigo de EE.UU. y Uribe, Cynthia Viteri ex socialcristiana ahora Madera de Guerrero, Andrés Páez ex ID hoy partidario de Creo y, fundamentalmente, los alcaldes de Quito y Guayaquil, Mauricio Rodas y Jaime Nebot respectivamente. Nebot convocó para el 25 de junio de 2015 a una marcha contra el gobierno en la que, una vez más, expresó sus posturas machistas, violentas y de defensa de los sectores pudientes del país. Correa quiere dividir al país y habla de lucha de clases dijo, como si eso fuera una invención del presidente ecuatoriano y no una realidad evidente en un país en el que unos pocos continúan gozando de la riqueza fundamental a costilla del trabajo de otros o de la corrupción y el pillaje. De igual manera, Nebot lanzó sus ataques contra Venezuela lo cual evidencia las posturas comunes de la oligarquía latinoamericana contra los proyectos progresistas en la región. No podía faltar en el discurso de Nebot su referencia a los cojones, para demostrar que es un macho cabrío. Lo preocupante son los niveles de influencia del burgomaestre guayaquileño en diversos sectores de la población de la ciudad porteña, con escaso nivel de preparación política y muy susceptible al griterío, a la bravuconada. El nacionalismo extremo juega un rol fundamental. Todo esto ha sido canalizado por Nebot, quien en entrevista a CNN reconoció, sin ningún empacho, que él era uno de esos personajes que forman parte de ese 2% opulento que, de darse la Ley de Herencias y la de Plusvalía, le tocaría pagar altos impuestos. Por otra parte, el llamado subrepticio a la violencia en la arenga de Nebot fue evidente, al responsabilizar al gobierno de cualquier cosa que pueda suceder si no hace caso a lo que, según él, le pide el pueblo. Nebot encubre su discurso elitista, en defensa de los ricos, con palabras como Patria, Unidad, Pueblo, a la vez que habla de Libertad, Democracia. La defensa del patrimonio de unos pocos, es la defensa de la Patria, tal como lo expresa Nebot, a la vez que acude a la idea de familia, como el resto de oligarcas, para crear una sicosis colectiva al manipular a la gente haciéndole creer que se atenta contra los hijos, puesto que lo que los padres han hecho a la largo de su vida, supuestamente Correa se los quiere quitar. 117 Para la oligarquía, el problema de la pobreza o de la riqueza es solo una cuestión de emprendimiento, y así lo presentan. Entre los representantes de medios o que se presentan como comunicadores sociales o periodistas están Carlos Vera, ex presentador de televisión y Jorge Ortiz. Vera, en entrevista con Jorge Lanata hace unos años atrás, decía que su mejor amiga era su pistola y que su aspiración era ser dictador del Ecuador. Ortiz es un anticomunista declarado y sus mentiras sobre lo que sucede en Venezuela y Cuba son constantes. Gonzalo Rosero de Radio Democracia, EXA FM, Janeth Hinostroza, Teresa Arboleda de Schotel, Bernardo Abad, Gisella Bayona, Alfonso Espinosa de los Monteros, Alfredo Pinargote, Diego Oquendo de Radio Visión, diaria y permanentemente lanzan sus ataques contra Correa. La organización dirigida por César Ricaurte, Fundamedios es otra de las que ha desatado las campañas acusatorias a nivel nacional e internacional contra el gobierno del presidente Rafael Correa, culpándole fundamentalmente de violar la libertad de expresión y el derecho a informar. Las revistas Vistazo, Plan V también forman parte de los medios que atacan las políticas de Correa, así como a la figura del mandatario. A nivel internacional sobresale el periodista Jaime Bayly, personaje que felicitara al ex mandatario colombiano, el jefe del paramilitarismo en ese país, Álvaro Uribe Vélez, por el bombardeo a Angostura en el que fue asesinado el Comandante Raúl Reyes de las FARC-EP. No podía faltar en esta lista la cadena estadounidense CNN, así como los diarios gringos El Nuevo Herald, el Miami Herald, así como El Diario de las Américas. 2. Campañas mediáticas desestabilizadoras y el golpe suave con violencia: Varias han sido las campañas emprendidas por la propaganda de la oligarquía ecuatoriana y sus medios contra el régimen del presidente Rafael Correa. Lamentablemente, muchos sectores que se autodenominan de izquierda, también se han hecho eco de las mismas. Algunas para recordar son las siguientes: a. Correa quiere convertir al Ecuador en otra Cuba y pretende dividir las viviendas para meter varias familias en las mismas. b. El Gobierno quiere formar Comités de Defensa de la Revolución, como los de Cuba, para vigilar a la gente. En este sentido también se señaló que el gobierno ecuatoriano estaba propiciando el ingreso de agentes del régimen cubano para llevar adelante estas tareas de vigilancia y espionaje. c. Correa se relaciona con países que auspician el terrorismo como Irán. d. El régimen de Correa está vinculado al “narcoterrorismo” (supuestos aportes de las FARC-EP a su campaña, el caso de la narcovalija en Italia). d. El gobierno es responsable de que miles de estudiantes se queden sin estudiar por el cierre de un sinnúmero de universidades privadas que no cumplían requisitos mínimos para funcionar. e. El gobierno de Correa atenta contra la libertad de expresión (Ley de Comunicación). f. Correa mantiene atemorizada a la población. 118 [Nota ELCH: Esta campaña del terror contra el gobierno de Ecuador tiene semejanza con la que instrumentalizó el Mercurio, apoyado finan ieramente por la CIA estadounidense, previo al golpe de Estado de 1973. A este ataque ideológico contra el gobierno popular también se sumó la Democracia Cristiana] Finalmente, los medios crearon una sicosis colectiva a partir de la Ley de Redistribución de la Riqueza y Plusvalía, señalando que con éstas el gobierno pretendía quitarle a la población su patrimonio, la herencia que los padres por derecho podían dejar a sus hijos. El presidente ha sido claro al señalar que lo que se trata es de lograr una mayor equidad en el país a través de una mejor redistribución de la riqueza, y que la ley solo afectará al 2% de la población que usufructúa el 90% de la riqueza del país. El error del gobierno radicó en el hecho de no haber socializado las leyes antes de ponerlas en consideración de la Asamblea Nacional. Esto sirvió para que la oligarquía ecuatoriana, que se vería afectada por dichas leyes, lanzara una poderosa campaña de desinformación alrededor de ellas. Las movilizaciones se sucedieron y grupos de ciudadanos fundamentalmente de clase media, muchos confundidos, más los ricos “pelucones”, salieran a las calles a manifestarse en contra de estas leyes. Las acciones llevadas a cabo no son resultado, como se ha dicho, de la espontaneidad de la gente. Detrás de ello hay una planificación adecuada. Las movilizaciones responden a los mismos esquemas de las manifestaciones contra el Gobierno Bolivariano de Venezuela e incluso tienen el respaldo de esos mismos sectores golpistas, así como de la oligarquía colombiana. Lo que se está llevando adelante es un golpe blando contra el gobierno de Correa. Blando en teoría, porque en realidad implica la ejecución de actos violentos o la provocación de los mismos. Sectores de extrema derecha al interior del ejército y la policía ecuatoriana, forman parte de la intentona golpista. Ni la policía, ni el ejército han cambiado de mentalidad en el Ecuador. Siguen respondiendo a la misma Doctrina de Seguridad Nacional represiva y su vocación es abiertamente anticomunista, proimperialista. Estarán relativamente en paz, mientras se satisfagan sus demandas económicas. El llamado en las redes sociales a la intervención militar-policial no se ha hecho esperar. El escenario que se prevé es el de mayores movilizaciones en las principales ciudades del país, cada vez con tintes más violentos. Esto se intensificará antes de la llegada del Papa Francisco. Ya circulan carteles de bienvenida al Pontífice, con mensajes contrarios al gobierno. Ya la oposición ha señalado que aprovecharán la visita del Papa para atacar a Correa. El país está de luto, dicen. No es verdad que quieran esperar a una salida democrática para el año 2017, cuando se den las elecciones para la presidencia de la República. La oposición quiere sacar del poder a Correa antes de ese año. Para ello van a encender las calles y su principal soporte van a ser los medios de comunicación privados. El gobierno debe cambiar su estrategia propagandística. No se debe pelear en el escenario en el cual la oposición desea hacerlo. Hay que trabajar más la parte política y eso implica apuntar a la concienciación de la población sobre los problemas 119 fundamentales del país y el mundo. En las sabatinas se debe tener en cuenta este aspecto. Por otro lado, el presidente Rafael Correa debe llevar adelante una mayor profundización del proceso. No solo se debe plantear la redistribución de la riqueza. Hay que ir más al fondo y eso implica un estudio de cómo se han adquirido las fortunas en el país para saber si han sido el resultado de procesos legales o fraudulentos, de actos de corrupción y, más que todo, resultado de la explotación del trabajo obrero y campesino. Esto permitiría tener los argumentos suficientes para que esa riqueza mal habida, pero sobre todo la propiedad de los medios de producción, pase a los colectivos de trabajadores. El escenario de las calles tampoco puede descuidarse y mucho menos el mediático. No cabe duda, la oligarquía pelucona y la clase media con aspiraciones burguesas, amparadas en sus medios, quieren retornar al pasado y hay que detenerlos con mucha inteligencia y valentía. Quito, 27 de junio de 2017 Colombia. 16-06-2015. La guerra santouribista de Cuarta generación. Horacio Duque. Rebelión Santos huye hacia adelante ante la crisis sistemica que afecta su régimen y enloquecido dispara la guerra de Cuarta generacion contra la resistencia campesina revolucionaria. El Papa Francisco ha dicho que estamos en la Tercera Guerra Mundial, la que se hace por tramos, y la de Santos es parte de la misma. Seguramente el Santo Padre se lo dira en su visita de hoy. De nuevo Colombia está inmersa en otro feroz ciclo de guerra orquestado desde los principales mandos del Estado, el régimen político oligárquico y los nodos prevalentes de la geopolítica global. La cruenta guerra civil nacional que se prolonga desde mediados del siglo XX, ha registrado en su existencia, varios ciclos violentos, organizados desde el gobierno y ejecutado por un sinnúmero de dispositivos armados, legales e ilegales/paramilitares, que han significado una feroz arremetida contra la población campesina provocando muertes en masa, desaparecidos, torturas y millones de desplazados. Menciono algunos. La violencia terrateniente de los años 50; las operaciones contra Rio Chiquito y Marquetalia, con la movilización de casi 20 mil miembros del Ejército, para aniquilar a Pedro Antonio Marín y su pequeño núcleo de la resistencia agraria en el Sur del Tolima; la represión de las protestas populares contra el fraude electoral que impuso a Pastrana como Presidente; la violencia contra el Paro cívico de septiembre de 1977; el Estatuto de Seguridad turbayista y el cogobierno del general fascista Camacho Leyva; el exterminio iniciado por Belisario Betancur y prolongado por Virgilio Barco, en asocio con el narco paramilitarismo, contra la Unión Patriótica y el asesinato de Galán, Pardo Leal, Jaramillo y Pizarro; el asalto a la Uribe para asesinar el Secretariado de las Farc, ordenado por Gaviria y Rafael Pardo; el Plan Colombia de Pastrana y los gringos; el Estado paramilitar de Uribe Vélez; y ahora la guerra santouribista de Cuarta 120 Generación (La "Guerra Contraterrorista" y la "Guerra Psicológica", conforman las dos columnas estratégicas que sostienen a la Guerra de Cuarta Generación, con los medios de comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista)[1] para exterminar cualquier manifestación de la histórica resistencia agraria. La nueva etapa que despega con las masacres aéreas, en la segunda semana de mayo 2015, de Guapi, Segovia y Riosucio (Chocó), con docenas de muertos y cientos de desplazados, presenta las siguientes características: Primera. Diálogos de paz en La Habana en medio del conflicto como reflejo de la teoría liberal de conversar en Cuba ignorando la guerra en Colombia y hacer la guerra sin importar los consensos alcanzados en la mesa (tierra, democracia ampliada, coca y desminado) para la superación del conflicto. El objetivo principal de esta artimaña es la rendición de la insurgencia revolucionaria mediante su exterminio. Santos se ha lanzado así en una catastrófica fuga militar hacia adelante metiéndonos en la plena guerra civil interna con consecuencias muy graves e irreversibles para el país en los próximos años. En los últimos días todo ocurre como si la dinámica de la guerra se hubiera autonomizado pero empleando por el oficialismo un discurso enmarañado y humanitario. Las actuales elites neoliberales se han convertido en camarillas completamente degeneradas y enloquecidas, que cada vez más solo pueden acudir a la fuerza bruta, a la lógica de la guerra. No se trata que el componente militar sea independiente sino más bien que las elites se militarizaron mas, endiosando la Fuerza Aérea[2]; ya no seducen con ofertas de prosperidad más algunas dosis de violencia, ahora propagan solo el miedo, amenazan con sus armas aéreas y tecnologías satelitales y las utilizan a fondo. Los diálogos de Santos son realmente una fachada para relanzar el militarismo y destruir a la oposición. Mientras el gobierno de Santos está simulando conversaciones en La Habana, ordena a su Fuerza Aérea atacar con toda su capacidad a los campamentos guerrilleros, matando a más de cuarenta combatientes en dos días de ataques. Incluso a varios integrantes de La Mesa de diálogos. Esto revela en menor escala, lo que tiene proyectado Santos para el período posterior. Muestra la parte más complicada de las negociaciones, porque si ahora matan, violando el cese al fuego unilateral de las Farc que duro 5 meses, se puede desde ya imaginar si se pacta un acuerdo entre las partes lo que vendrá. Santos no tiene ninguna intención de desmilitarizar, democratizar, integrar a los combatientes y grupos sociales en condiciones de respeto. El ataque unilateral de Santos, el asesinato y la nueva ofensiva realmente muestran su doble política. Es decir: las conversaciones son una táctica para lanzar una ofensiva militar, eliminar a los guerrilleros y eliminar los derechos del pueblo a manifestarse en reclamo de cambios sociales. Las negociaciones sirven sólo como fachada para relanzar más agresivamente la parte militar del régimen y destruir a la insurgencia combatiente. Santos y su régimen siguen con su agenda militar, y eso simplemente son tácticas para desmovilizar a las Farc y el Eln, pues la lógica oficialista, la política práctica es la misma de siempre: buscar más guerra para destruir los movimientos protagonistas de cambios estructurales. En ese sentido, los bombardeos del gobierno colombiano son una señal de lo que se puede esperar en el futuro. Firmar acuerdos y violarlos en el mismo momento. Los 121 tres puntos que firmaron entre las FARC y el gobierno, no tienen ningún sentido en el contexto de la ofensiva militar de Santos. Lo cierto es que acciones militares, asesinatos y violaciones de cese al fuego no son el camino para conseguir la paz. Segunda. Amplia crisis económica y fiscal causada por la caída de los precios del petróleo y el despojo de las regalías mediante el carrusel de la mermelada de las bancadas parlamentarias del oficialismo santista. Las manifestaciones de la decadencia económica se expresan de múltiples maneras en el día a día entre ellas la volatilidad de los precios de las materias primas como el petróleo y el carbón. Agréguele la fiebre incontenible de ganancias que engendra paquetes tecnológicos depredadores como la minería a cielo abierto, la fractura hidráulica o la agricultura en base a transgénicos acompañados por operaciones políticas y comunicacionales que degradan, desarticulan sistemas sociales buscando convertirlos en espacios indefensos ante los saqueos. Así que la salvación de la economía capitalista no llegará, como lo promete Cárdenas, desde la producción condenada a sufrir recesiones o crecimientos insignificantes, mejor no hablar demasiado de esos tristes temas. La guerra sube al primer plano, las acciones militares ocupan el centro del terreno, cada día nos ofrecen alguna masacre protagonizada por tropas regulares o paramilitares, algún bombardeo criminal. Tercero. Pérdida de legitimidad del gobierno y del régimen político la cual se intenta contrarrestar con una seudo reforma de poderes cuyo objetivo central es maquillar la decadente democracia liberal imperante en el Estado. La gobernabilidad de Santos está hecha añicos y quien llena el vacío es la facción ultraderechista de Uribe Vélez volcada en la captura del mayor número de alcaldías y gobernaciones en las votaciones del 25 de octubre mediante el fraude y el chantaje de los grupos paramilitares organizados desde las brigadas y batallones militares cercanos a AUV. Cuarto. Aprobación de un Plan de desarrollo neoliberal que reúne las directrices de la OCDE para avanzar con los proyectos de la megaminería, la agro industria y la competitividad de las dobles calzadas 4G. Dicho Plan da vía libre a la destrucción de los páramos y de las comunidades indígenas y afrodescendientes. Con ese Plan el núcleo duro agro-minero exportador-financiero y los grupos exportadores más concentrados serán más ricos que nunca mientras la injerencia gringa se profundiza. Con un neoliberalismo más descompuesto se le da forma a un panorama de pérdida de legitimidad del poder político, avances de grupos económicos saqueadores e injerencia yanqui cada vez más fuerte. Quinto. Participación de la Casa de Nariño y del Presidente, en las estrategias norteamericanas de destrucción de las conquistas populares de la revolución bolivariana, mediante la ampliación de las bases militares del Comando sur en el territorio colombiano, el apoyo al golpe suave contra el Presidente Maduro, el auspicio de la injerencia de la derecha española y la consolidación de la integración colonial de los países de la llamada Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile). Sexto. Avances de la movilización social y la unidad popular con un nuevo protagonismo del Polo democrático alternativo en la defensa de la paz y el impulso de plataformas de acción popular en defensa de los derechos humanos de millones de colombianos, que incluye una importante demanda contra el plan de Desarrollo en la Corte Constitucional. 122 Al negativo panorama de la muerte es necesario sumar aspectos esperanzadores sin los cuales no podríamos entender lo que está sucediendo. Por debajo de las jugarretas políticas santistas, los negocios rápidos y las histerias ultraderechistas aparecen las protestas populares multitudinarias, la persistencia de las izquierdas no cooptadas por el sistema y la activa presencia de la poderosa e histórica insurgencia campesina. En este contexto el cerebro oligárquico no logrará superar la ruina de su envejecida y enferma humanidad, por eso los delirios se reproducen, las fugas hacia adelante se multiplican, evidentemente nos encontramos en un momento histórico estratégico que demanda la mayor paciencia y lucidez de la dirigencia revolucionaria. Nada de veleidades y concesiones a la podredumbre burguesa y pequeñoburguesa con ínfulas de eminencia gris. [1] Sobre la Guerra de Cuarta Generación que adelanta el señor Juan Manuel Santos desde que era Ministro de Guerra de Uribe Vélez, época en que planifico campañas de exterminio bélico en los Montes de Maria, en el Oriente de Caldas, en el Catatumbo, en Chaparral, en el Cauca, en Caquetá, en Putumayo, en Nariño, en el Meta y en Arauca, ver el importante estudio de Manuel Freytas en el siguiente enlace electrónico http://bit.ly/1IUDjFZ. Con esa misma Guerra de Cuarta Generación Santos bombardeo los campamentos de Raul Reyes, Acacio Jorge Briceño, y monto la operación para asesinar en condiciones de indefensión a Alfonso Cano. [2] Sobre el endiosamiento de las Fuerzas Aéreas y las tristezas que eso produce recomiendo leer el brillante texto de uno de los mejores historiadores de la Segunda Guerra Mundial, Anthony Beevor, La batalla de Stalingrado, en el siguiente enlace http://bit.ly/1Bfufsw Hitler mando un millón de soldados al sur de la URSS, con miles de aviones para destruirla pero ese descomunal Ejército fue derrotado por expertos francotiradores y pequeñas unidades guerrilleras (de 5 integrantes) que actuaron en la retaguardia hasta desbaratar el enemigo nazi. Rebelión LA PRESENCIA MILITAR DE ESTADOS UNIDOS EN AMÉRICA LATINA. POR TELMA LUZZANI Nuestra región es decisiva para el imperio. Contiene reservas de recursos naturales renovables y no renovables, es un área vital de seguridad militar y también una plataforma fundamental para la proyección de poder. Sin embargo, al ser una zona de paz y sin armamento nuclear, nada justifica la presencia del ejército más poderoso de la tierra; por eso es necesario exigir el cierre definitivo de todas las bases militares estadounidenses en nuestros países. El presidente norteamericano Barack Obama propuso, una vez más, el diálogo y abrir una nueva etapa de acercamiento entre nuestros países durante la VII Cumbre de las Américas llevada a cabo en Panamá, en abril de 2015. Como él mismo recordó, esto 123 ya lo había planteado en la V Cumbre (Trinidad y Tobago, abril de 2009) donde, con palabras casi calcadas, aseguró: "No vine aquí a discutir el pasado sino a pensar en el futuro. Estados Unidos quiere buscar con el resto de América una alianza entre iguales". Lamentablemente, esas bellas palabras duraron poco. En la madrugada del 28 de junio de aquel año, el presidente hondureño Manuel Zelaya fue sacado de la cama por un comando militar y llevado a Costa Rica, pero antes el avión había hecho escala en la base José Soto Cano, en Palmerola (Honduras), donde se encuentra estacionada la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo ( JointTaskForce Bravo o JTF-B) del Comando Sur, compuesta por unidades militares rotativas del ejército, la aeronáutica, las fuerzas de seguridad conjuntas y el primer batallón-regimiento número 228 de la aviación estadounidense. Resulta imposible pensar que el Pentágono no estaba al tanto del golpe de Estado. Días después -en julio de 2009-, el presidente colombiano Álvaro Uribe admitió que las versiones periodísticas que hablaban de un acuerdo con Estados Unidos para instalar siete bases militares en Colombia eran ciertas. Esto se sumaba a la noticia en el mundo- el reservorio de recursos naturales renovables y no renovables (agua, petróleo, minerales estratégicos, biodiversidad, alimentos, etc.) sino que además es un área vital de seguridad militar (la frontera sur, su punto más vulnerable) y también una plataforma fundamental para la proyección de poder. Si bien el proceso de militarización de Estados Unidos tiene su gran impulso en los inicios de la Guerra Fría, una vez desaparecida la Unión Soviética, en 1991, la carrera no se detuvo. Por el contrario, en 2014 el presupuesto militar norteamericano fue equivalente al 48 por ciento del total mundial. Según las cifras del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo, el presupuesto militar norteamericano de 2014 fue de 640.000 millones de dólares, mientras que el de las ocho potencias que le siguen en poderío (en orden: China, Rusia, Arabia Saudita, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón e India) todas juntas, gastaron 607.000 millones de dólares. Tanto en la primera etapa post soviética -la del "Proyecto para un Nuevo Siglo Norteamericano", que proponía para el siglo XXI, desde una perspectiva wilsoniana conservadora, el uso del poder militar para la expansión global y la imposición de los valores estadounidenses en todo el planeta-, como en la actualidad, cuando el gigante norteamericano se siente amenazado por potencias emergentes, siempre la opción prioritaria fue la militar. El Informe Cuadrienal de Defensa 2014 así lo certifica. Dice: "La efectividad de otras herramientas, como la diplomacia y la asistencia económica, para la influencia global de EE.UU. está absolutamente entrelazada y depende totalmente de la percepción que el mundo tenga de la fuerza, la presencia y el poder de nuestras fuerzas armadas". 124 En esta propuesta la instalación de bases militares en todo el planeta fue y es decisiva. Los documentos oficiales del Pentágono distinguen dos tipos. Las bases de operaciones tradicionales (aquellas donde hay personal permanente y una fuerte infraestructura como la base de Ramstein en Alemania) y los sitios de operaciones avanzadas, con un número muy limitado de tropas que, si fuera necesario, puede llegar a expandirse. Estas bases, conocidas en la jerga militar como "lilypads" o por sus siglas en inglés FOL (FowardOperatingLocation), están ubicadas en todo el mundo, en lugares considerados estratégicos o peligrosos para la seguridad de Estados Unidos y que pueden convertirse en puntos de partida para situaciones de crisis o guerras. En América del Sur y Central, los FOL jugaron un papel fundamental al despuntar el siglo XXI tras el desalojo del Comando Sur de la estratégica base militar en Panamá, en 1999 (acuerdo Torrijos-Carter), y en el marco de la readecuación de la política exterior y de defensa que Washington había decidido adoptar para el nuevo escenario internacional post Guerra Fría, contenida en la "Estrategia Nacional para la Nueva Era" (1997). El Pentágono hace esta distinción entre dos tipos de bases militares porque en el caso de las primeras se trata de acuerdos formales entre dos gobiernos. Las funciones primordiales de estas instalaciones son el control de zonas estratégicas delmundo; vigilar y garantizar la libre circulación de mercaderías (u obstaculizar la circulación del enemigo); el reabastecimiento y la proyección de poder. Las bases de segundo tipo, los FOL, según explica el analista Michael T. Klare, nacen de pactos no siempre transparentes (muchas veces a espaldas de los Congresos e incluso de los Poderes Ejecutivos ya que son arreglos entre las fuerzas armadas y el Departamento de Defensa de Estados Unidos), y por lo tanto "buscan no dar la impresión de que EE.UU. está buscando una ocupación permanente, del tipo colonialista, en el país en el que quiere ubicar una de esas instalaciones". En las declaraciones a la prensa, tanto el Pentágono como los gobiernos de los países anfitriones suelen negar que los FOL sean bases militares amparándose en el hecho de que tienen escaso personal (en muchos casos son mercenarios o "contratistas") y que están alojadas en un perímetro acotado, en puertos o aeropuertos, que el país anfitrión "alquila" o cede temporalmente a Estados Unidos. La antropóloga Catherine Lutz, de la Universidad de Brown, en su excelente libro Bases, imperio y respuesta global, cita las palabras de Robert Kaplan, asesor del Pentágono durante la gestión de Robert Gates (2006-2011) quien deja bien claro el tema. Dice Kaplan: "En general, el rol administrativo de un FOL lo cumple un contratista privado, casi siempre un oficial norteamericano retirado que alquila estas instalaciones al país anfitrión y luego les cobra una tarifa a los pilotos de la fuerza aérea norteamericana que pasan por esa base. Oficialmente es un hombre de negocios que trabaja para sí mismo, algo que a los países anfitriones les gusta porque pueden decir (a sus ciudadanos) que no están realmente trabajando con militares norteamericanos. Es una relación indirecta con las fuerzas armadas norteamericanas que evita tensiones". La realidad es que son bases militares de nuevo diseño que funcionan como plataformas portátiles, adonde el Pentágono tiene posibilidad de acceso permanente pero las autoridades del país anfitrión tienen prohibido entrar. Un ejemplo conocido fue la base de Manta en Ecuador. Hasta que el presidente Rafael Correa la cerró en 125 2009, el Comando Sur operaba allí con total libertad pero nunca nadie pudo saber qué hacían los aviones estadounidenses cuando despegaban de allí, qué instalaciones poseían en los hangares, qué monitoreaban sus radares o qué material almacenaban. Los FOL de nuestra región forman parte a su vez de una red global gigantesca interconectada, en simultáneo, entre sí y con su núcleo central, ubicado en el centro de experimentación de vigilancia y guerra espacial (SpaceWarfare Center) en la Base de la Fuerza Aérea Schriever (Colorado Springs, EE.UU.) donde se almacena la formidable masa de datos que se envía permanentemente desde ellas. Regionalmente, la información de inteligencia que se recoge en los FOL de América del Sur también se procesa en el Centro Sur de Operaciones Conjuntas de Vigilancia y Reconocimiento (JSSROC) del Comando Sur. Como prueba del enorme valor geoestratégico que tiene nuestra región para Washington y de la creciente importancia de nuestros recursos naturales, vale la pena leer las advertencias que hacía al Pentágono, en 1998, un alto oficial de la Fuerza Aérea: "Si dejamos de prestar atención militar a nuestro vital interés, en el futuro vamos a lamentar la ausencia de bases de avanzada (FOL) en el teatro de operaciones del Comando Sur. Los comandos regionales deben ser proactivos desde ahora en el establecimiento de nuevas bases. Es urgente la selección y el desarrollo de cuatro o cinco bases centrales con al menos una infraestructura mínima que sea el primer paso para asegurarse un acceso de avanzada". VIGILANCIA DE AMPLIO ESPECTRO Como quedó comprobado tras la revelaciones del estadounidense Edward Snowden, el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) que dio a conocer parte de los documentos secretos del espionaje norteamericano, la mayoría de los datos recolectados en los FOL y enviados para su procesamiento al centro experimental Schriever incluía escuchas telefónicas, correos electrónicos e información sobre las reuniones de funcionarios de gobiernos, integrantes de partidos políticos y otros organismos sudamericanos. Las operaciones de espionaje son numerosísimas. Vale la pena reproducir dos ejemplos publicados en el diario británico TheGuardian en 2013. El Plan Colombia, según las revelaciones de Snowden, esconde una de las mayores operaciones encubiertas de inteligencia desarrolladas por Estados Unidos. La tecnología de espionaje está instalada en aviones estadounidenses que vuelan en el espacio aéreo colombiano, localizando y decodificando planes rebeldes. Estos aviones despegan de bases de EE.UU. en territorio colombiano pero están en capacidad de captar información también más allá de las fronteras colombianas. En el marco del Plan Colombia, está confirmado que la NSA y la CIA fueron claves para el asesinato del número dos de las FARC, Raúl Reyes, en marzo de 2008, y de otros líderes guerrilleros. El segundo ejemplo es Venezuela. Los FOL de Aruba y Curazao, a 50 kilómetros de la costa venezolana, aportan información y operan sobre ese país que se encuentra -según un memorándum oficial recopilado por Snowden- entre los seis "objetivos prioritarios a largo plazo" de la NSA. Los otros países son China, Rusia, Corea del Norte, Irán e Irak. Entre los objetivos figuran: evitar que Venezuela alcance un liderazgo regional; impedir que persiga políticas que impacten negativamente en los interesesglobales de EE.UU.; controlar la política energética; monitorear la amplitud y profundidad de las relaciones 126 con Cuba, Rusia, China e Irán e, incluso, rastrear "los mensajes privados de funcionarios en busca de chismes que pudieran proporcionar una pequeña ventaja política". Queda claro entonces que aunque el discurso oficial niegue la existencia de bases o admita cierta presencia militar supuestamente con el fin de combatir el tráfico de droga, el crimen organizado y los desastres naturales, lo cierto es que los FOL estuvieron y siguen estando directamente involucrados en la recolección de datos de inteligencia humana (HUMINT), de señales (SIGINT, ELINT, para datos electrónicos), de imágenes (IMINT) o de medición (MASINT). En síntesis, los objetivos de los FOL son múltiples y entre otros son: 1) Control del negocio de la droga (producción y transporte). 2) Combate al terrorismo. 3) Espionaje, tareas de inteligencia y almacenamiento de información. 4) Control sobre los cambios políticos y económicos de la región. 5) Control de las migraciones. 6) Acceso a los recursos naturales (entre ellos la zona amazónica, esta región es la que se encuentra más cercada de bases norteamericanas) y fuentes energéticas. 7) Protección de las empresas privadas de petróleo norteamericanas o británicas. 8) Plataforma para eventuales intervenciones (asesinato de Raúl Reyes) y/o operaciones militares (hacia África, por ejemplo, a través de la base de Palanquero, en Colombia). 9) Programas vinculados con la preparación de tropas en condiciones especiales. EL CIERRE DE LAS BASES EXTRANJERAS La propuesta de dejar atrás el pasado y mirar el futuro que hizo el presidente Obama durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá debe incluir por lo tanto el cierre de todos los FOL en el Caribe, América del Sur y Central. Es necesario repetir que nuestra región es zona de paz y sin armamento nuclear. Nada justifica la presencia del ejército más poderoso de la Tierra en nuestras bases militares, puertos y aeropuertos. Lamentablemente, si observamos los movimientos militares de los últimos meses veremos que tanto en Perú como en Paraguay hay un aumento de la presencia del Pentágono. Conviene retener dos nombres: John F. Kelly, sucesor de Douglas Fraser como jefe del Comando Sur, y almirante George W. Ballance, jefe de la Fuerza Naval del Comando Sur y de la IV Flota, designado como responsable de la planificación, programación y sincronización de las actividades militares que involucren el Caribe, Sur y Centro América. Según el portal informativo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América 127 (www.portalalba.org) "de modo extraoficial, existen en Perú alrededor de nueve FOL como parte de la red de bases militares que mantiene EE.UU. en Nuestra América. Además, Perú le ha otorgado a la IV Flota tres puertos para el reabastecimiento y apostadero de sus naves". Es el único país de la región que lo ha hecho. El 31 de agosto de 2014 el puerto del Callao recibió el flamante Buque de Asalto Anfibio de la Marina, el USS America (LHA 6), para realizar operaciones navales como parte del recorrido que realiza el Comando Sur y la IV Flota en la región. Se encontraba presente el jefe del Comando Sur general John F. Kelly y el almirante George Ballance. Dos días antes Perú había aceptado una "donación" de Estados Unidos conteniendo repuestos para la fuerza aérea y el ejército y había firmado "un acuerdo de cooperación para la construcción y uso (por parte del Pentágono) de un hangar para el almacenamiento de una aeronave Beechcraft 1900D (en la parte noroeste del perímetro de la base aérea del Callao), además de oficinas administrativas y otro hangar para aeronaves de la Dirección de Aerofotografía. En febrero de 2015 -continúa la información del portal del ALBA- fue aprobado por el Congreso peruano un incremento en la cantidad de militares del Cuerpo Sur de los Marines norteamericanos que realizarán ejercicios en la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde, según el periódico Marine Corps Times, se está trabajando para incrementar el tamaño de su fuerza de 3.500 a 6.000 hombres, con el fin de aumentar el tiempo de permanencia de sus tropas entre las misiones. En esa misma fecha, el Comando Sur firmaba acuerdos con el gobierno de Horacio Cartes para profundizar su presencia en Paraguay. El 18 de febrero de 2015 la agregada del Pentágono y jefa de Asuntos de Defensa de la Embajada de EE.UU. en Asunción, BarbaraFicks, confirmó el financiamiento de un "programa de becas" a personal militar paraguayo, para entrenamientos y cursos en EE.UU. El día 20 el ministro de Defensa de Paraguay, general Bernardino Soto Estigarribia (aliado muy próximo del Pentágono que llegó incluso a desempeñarse como instructor de la Escuela de las Américas, semillero de genocidas latinoamericanos), se reunió con el almirante Ballance para reconfirmar los "programas de desarrollo" que cuentan con una financiación de 25 millones de dólares. El día 22 de febrero de 2015, en el marco de la misma visita, el almirante Ballance junto al embajador norteamericano en Paraguay, James H. Thessin, estuvieron inaugurando en Santa Rosa del Aguaray (Departamento de San Pedro) un Centro de Operaciones de Emergencias (COE) y de un Depósito de Suministros para Emergencias, nombres con los que se suelen encubrir los FOL. Como siempre, oficialmente no se dijo que se trata de una base militar sino de una sede para "ayudar a la población paraguaya ante eventos de emergencias o desastres naturales que se pudieran presentar en el territorio". Finalmente, no se debe olvidar que en nuestro territorio, en las islas Malvinas, se encuentra una de las más importantes bases militares de la OTAN (cuyo país líder es EE.UU.). Malvinas es un punto estratégico no sólo por sus recursos naturales sino por su proyección sobre la Antártida, América del Sur, África del Sur y los océanos Pacífico Sur, Atlántico Sur e Índico. Es fundamental que se instale de forma permanente en las agendas sudamericanas el cierre definitivo de todas las bases militares extrarregionales. Revista Voces en el Fénix No. 44, Buenos Aires, junio de 2015. 128 MEDIO AMBIENTE "LA LÓGICA CAPITALISTA CONVIERTE NATURALES EN MERCANCÍA". Mónica MÓNICA BRUCKMANN: LOS RECURSOS Bruckmann . POR LAILA SAAB Procesos brutales de devastación ambiental y de expulsión de poblaciones locales, que son fundamentalmente indígenas y campesinas en el caso de América Latina, es lo que ha generado la lógica del sistema capitalista que privatiza la naturaleza y convierte los recursos naturales en "commodities", en un proceso de financiarización que viene generando crecientes conflictos socio ambientales en toda la región. Así lo indicó la socióloga peruana, científica política y profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Mónica Bruckmann, quien estuvo como invitada en el Congreso Internacional "Inventar la Democracia del Siglo XXI", que se efectuó recientemente en Caracas. Bruckman destacó que como prioridad tienen que colocarse los intereses nacionales, que implican un desarrollo tecnológico importante para poder romper con la inserción dependiente y primario exportadora de la región en el sistema mundial. "Es importante que las poblaciones participen de las decisiones en relación a los recursos que se encuentran en los territorios donde ellas viven y, también, la gestión ambiental", afirmó la socióloga, residente en Brasil hace 14 años y directora de investigación de la Cátedra de la Unesco sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable. ¿Cuál cree debe ser la postura de la región latinoamericana frente a la de los llamados países desarrollados que priorizan la industrialización por encima de los recursos naturales? Creo que nuestra región históricamente se insertó en el sistema mundial como una región exportadora de materia prima sin valor agregado, de manera dependiente y subordinada a los intereses más dinámicos de la economía mundial y hoy tenemos una oportunidad de grandes avances, de procesos y proyectos de integración regional. En varios países están luchando intensamente por construir políticas de soberanía en relación a estos recursos naturales, de tal manera que ellos estén dirigidos fundamentalmente a atender las necesidades de sus pueblos y las de desarrollo integral, que significa no solamente procesos de industrialización para atender sus mercados internos, el mercado interno regional, sino sobre todo una agenda ambiental que es fundamental en este momento. Por ejemplo, según datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) gran parte de los conflictos sociales que se produjeron en los últimos cinco años tienen que ver con la minería, la actividad extractiva, y de éstos 35% tienen que ver con la minería de oro, que es la que se produce a cielo abierto, devasta el paisaje, contamina los recursos hídricos, expulsa poblaciones campesinas retirándoles la posibilidad de reproducción, inclusive de subsistencia, y esto ha generado procesos de gran conflictividad. En segundo lugar, está como responsable de conflictos sociales, por 23%, la minería de plata y, luego, la de cobre por alrededor de 17%. Después vienen los otros 129 minerales que se producen en la región. Por lo que la agenda ambiental es fundamental, no tiene que ver solo con la posibilidad de desarrollos tecnológicos que permitan disminuir al menor nivel posible el impacto ambiental. Hay tecnologías de extracción que deberían ser erradicadas, como esta minería a cielo abierto por su capacidad destructiva y devastadora pero, al mismo tiempo, esta extracción tiene que estar de acuerdo a intereses nacionales, a intereses de las poblaciones donde los recursos se encuentran. De lo contrario, estamos avanzando a un proceso de recolonización en el mundo a través del cual nuestros países están entregando a precios irrisorios los recursos naturales que no son renovables. Gran parte de los países de la región han abdicado de las llamadas regalías, que es el derecho legítimo de los Estados de apropiarse de la renta minera por la apropiación de un recurso natural no renovable, entonces solo se aplican los impuestos a la ganancia de las empresas sin considerar que la regalía es un impuesto que depende del lucro de la empresa y del giro del negocio, eso es un concepto que no tiene nada de revolucionario y que viene del pensamiento económico neoclásico, pero eso se está tratando de erradicar y con esto los Estados pierden la posibilidad de recaudación económica que puede ser dirigida a sectores fundamentales de la sociedad como es el caso de Venezuela. Venezuela es el único país que tiene una regalía en torno al 33%, además de otros impuestos, y que ha permitido que el Estado venezolano se apropie de la renta petrolera que estuvo en manos de la oligarquía venezolana por tantas décadas. ¿El primer paso para que la región haga frente a estos desafíos es tener una agenda ambiental común? Creo que ya se han venido dando estos primeros pasos. De hecho, cuando el doctor Alí Rodríguez Araque asumió la Secretaría General de la Unasur (Unión Suramericana de Naciones) la primera propuesta que él tuvo, inclusive fue presentada a la Cumbre de Presidentes en Lima en el 2012, fue empezar a trabajar para construir una visión y una estrategia común regional para aprovechar los recursos naturales de los países en pro del desarrollo integral de la región y de nuestros pueblos. Esta propuesta fue acogida por los jefes de Estado y se convirtió en un mandato para iniciar reuniones y debates que permitan profundizar sobre este tema en América del Sur e iniciar un conjunto de investigaciones, que se hicieron durante la gestión del doctor Araque en la Secretaría General del organismo de integración. ¿Los mecanismos de integración regional han contribuido al desarrollo de estos temas? Se han dado los primeros pasos pero todavía estamos muy lejos de tener una estrategia común y no necesitamos tener una estrategia consensual pero, por lo menos, algunos puntos centrales en relación a los cuales podamos desarrollar una política de bloque, una política continental que nos permita tener una presencia en mejores condiciones en ese proceso de reconfiguración del orden económico y geopolítico mundial. Creo que hay un proceso de profundos cambios en este momento y la región no puede quedar al margen. La región tiene condiciones de participar activamente en la definición de estos cambios desde los intereses locales, nacionales, regionales y continentales, pero para esto hay que avanzar en un proceso de darle contenido a esta visión y, luego, ir a la formulación de estrategias regionales que es lo mismo que hace Europa, lo mismo que está haciendo África en estos momentos. Los países africanos 130 están preocupados en empezar a desarrollar una estrategia común de gestión de los recursos naturales que es lo que hizo China, nación que tiene una política muy concreta en relación a esto, es decir, nosotros tenemos mucho que hacer en este campo, es nuestro gran déficit diría yo. ¿Qué elementos diferencian esta integración sur-sur que surgió con el impulso que dio el Comandante Chávez? Definitivamente el impulso que Chávez le dio a la integración regional fue fundamental. Esa visión tan clara que tuvo de la unidad de los pueblos inspirado en el pensamiento, en la obra política de Simón Bolívar fue definitiva y él plantea esto con el inicio del siglo y, también, en un momento en que gobiernos progresistas van consolidándose en la región que es el caso de Brasil, de Argentina, posteriormente Bolivia, Ecuador y luego Uruguay. Hay todo un avance de las fuerzas progresistas en la región, hay un cambio de color del voto, inclusive porque muchas poblaciones que estuvieron históricamente excluidas comienzan a ejercer el voto a través de sistemas de ejercicio electoral más inclusivos que permitían que, por ejemplo, poblaciones campesinas y analfabetas pudieran votar aun sin saber leer ni escribir. Después esto cambia rápidamente porque una de las políticas que desarrolla el gobierno de Evo Morales (Bolivia) y que se hizo aquí en Venezuela fue trabajar intensamente por erradicar el analfabetismo y esto significó un gran salto para la posibilidad de concientización de esos pueblos. En todo caso, la actuación de Chávez fue muy definitiva para que este proceso se abriese como un gran campo de actuación continental. Fue Chávez quien inventó esta idea fantástica de la Unasur, fue Chávez quien impulsó la creación de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) que son dos instrumentos de este siglo, fundamentales para repensar no solamente la integración entre nuestros pueblos sino la posibilidad de avanzar hacia la unidad. El Comandante Chávez hablaba de la consolidación de la Zona Económica de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). ¿Qué importancia tiene que se consolide ese objetivo? Es que nosotros estamos pasando por cambios muy importantes: de considerar a nuestro vecino un potencial enemigo para considerarlo un aliado con el cual se pueden desarrollar relaciones de cooperación y, además, esto da la posibilidad de comenzar a pensar en intereses comunes. Por ejemplo, si pensamos la relación entre Chile y Bolivia, que es compleja por los problemas históricos de guerra inclusive entre los países que ocasionaron la pérdida de la salida de Bolivia al mar, pero que sin embargo tienen complementariedades económicas muy importantes. Imaginemos que Chile llegue a un acuerdo con Bolivia para abastecer de energía a través del gas boliviano a la región norte de Chile, así se evitaría que se atraviese el territorio chileno de sur a norte con líneas de conducción de energía y esto tiene un impacto ambiental que podría reducirse drásticamente si se pensase en una estrategia energética de Chile a partir de una alianza con Bolivia. Son cuestiones que tienen que estar en el centro de la agenda, el cómo pensamos la complementariedad económica que tenemos, de manera que podamos potenciar los recursos disponibles, disminuir el impacto ambiental y tener una política más eficiente para conseguir los objetivos comunes. 131 ¿Cómo ve el escenario internacional con la caída de los precios del petróleo? El fracking es un tema que tiene que ser estudiado en profundidad. De hecho, es en el 2005 que se inicia la producción de hidrocarburos no convencionales a través de la tecnología del fracking y esto causa, por sustitución, una caída muy drástica del precio internacional del petróleo. Estados Unidos comienza a autoabastecerse de petróleo pero no deja de importar, eso es un dato muy importante. En todo este período no solamente no dejó de importar petróleo sino que elevó un poco su importación, lo que nos lleva a pensar que se está haciendo una reserva estratégica importante. Pero el fracking es una aventura muy peligrosa porque las perforaciones a tres mil metros de profundidad necesitan volúmenes enormes de agua, además, demanda una inyección de, según los cálculos que hemos hecho, dos cisternas de gran porte de ácidos y es un coctel de ácidos que la sociedad estadounidense está exigiendo que las empresas sean transparentes en relación al contenido de estos ácidos. Con eso se está contaminando las reservas de agua, se está impactando geológicamente la capa freática y, la verdad es que nunca antes la humanidad tuvo una capacidad tan grave de impactarla a través de estas perforaciones. Tenemos ya procesos muy claros de inducción al sismo que van de 3,5 a 5 grados en la escala de Richter producto del fracking. La vida útil de un pozo de fracking es entre seis y doce meses, por lo tanto, esto duplica la necesidad de perforaciones con todos los efectos medio ambientales que esto significa, incluyendo la contaminación del agua, de la cual solo 20% retorna a la superficie, lo que quiere decir que esta contaminación y estos ácidos que diariamente se inyectan van a permear hacia el territorio y van a tener un potencial de contaminación todavía mayor. Sin embargo, hay una cuestión más grave y es que Estados Unidos tiene un estrés hídrico muy grande y procesos muy acelerados de desertificación. Por lo tanto, el agua destinada a ser agua potable va para la industria del fracking y esto está generando problemas de morbilidad humana y protestas sociales crecientes. El estado de Nueva York, por ejemplo, después de haber solicitado un informe sobre los efectos del fracking en la salud pública que fue entregado en diciembre de 2014 decidió, hace pocos meses, prohibir esa práctica y es probable que esto se expanda hasta otros estados. Es decir, el costo político, social y ambiental de Estados Unidos a través del fracking es muy alto, lo que nos lleva a pensar que es insustentable. Además, la caída del precio del petróleo no podría ser debajo de los 35 dólares que es el precio límite para que el fracking sea viable y hemos visto que los primeros meses de este año el petróleo comenzó sistemáticamente una recuperación del precio internacional. Desde mi punto de vista, y considerando que era imposible que una institución con tanta información como lo es el servicio geológico de ese país no fuese capaz de prever las consecuencias del fracking, lo que se desarrolló fue una estrategia para producir una caída abrupta de los precios del petróleo y resolver tres grandes problemas en la región. En primer lugar, desestructurar la OPEP, que tiene que ver con el mercado mundial energético y que fue una cosa que no consiguió, en segundo lugar, la caída del Gobierno Bolivariano en Venezuela, que es la primera reserva de petróleo, y en tercer lugar, la privatización de las reservas de presal (rocas en la costa brasileña que tienen potencial para la generación y acumulación de petróleo) en Brasil, lo que es una gran disputa en estos momentos. 132 Ninguno de estos objetivos se consiguió y ya el tiempo, el ciclo del fracking se ha terminado. Ahora vemos que estamos en un proceso de recuperación y las consecuencias y la factura política que el gobierno de Obama, y quien suceda en la presidencia, va a tener que pagar son muy altas. ¿Y esa gran reserva que está preparando EEUU tiene algún objetivo político particular? Reservas estratégicas que permitan garantizar una soberanía energética por un cierto tiempo son fundamentales. En el caso del fracking, por ejemplo, hay un gran nivel de exportación de carbón porque Estados Unidos está produciendo más carbón y China y Europa están comprando cantidades importantes. Entonces, los países se preocupan en generar estas reservas sobre todo cuando el precio está tan bajo, ahí hay una oportunidad que fue creada a partir del propio fracking y que genera la posibilidad de que Estados Unidos tenga un abastecimiento de este mineral fundamental para la economía, durante un periodo más largo. ¿Esta contingencia con los precios del petróleo va a permitir a los países de la región avanzar en el área agrícola, productiva? Sí, definitivamente creo que son temas muy urgentes que se tienen que poner en la agenda, en la medida en que la región consolide los instrumentos diplomáticos, de elaboración de políticas regionales. En el caso de Unasur, por ejemplo, existen 12 consejos ministeriales que están en plena actuación. Se dan avances y retrocesos pero son los espacios donde se están produciendo las políticas regionales y es necesario una discusión estratégica que sea capaz de enmarcar todos estos avances y estas políticas a partir de una visión estratégica común que es lo que le va a dar sentido, mayor dinamismo y la posibilidad de avanzar rápidamente en torno a objetivos comunes para conducir las negociaciones que la región tiene que tener en estos momentos con China, a partir de la participación de algunos países en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y con la Unión Europea. Ir a estos espacios de negociación sin mínimos acuerdos estratégicos entre los países de la región puede ser y, de hecho es un gran problema. ¿La integración latinoamericana no tiene retroceso? Los retrocesos siempre son posibles sobre todo cuando los avances se realizan, como es en el caso de la integración suramericana y latinoamericana, a partir de los Gobiernos, pero es muy importante pensar que a este proceso de integración de los Gobiernos, de los Estados, debe acompañarlo un proceso de integración de los pueblos, un proceso de mutuo reconocimiento, de intercambio cultural, de crear una identidad común y en la medida que avancemos en la incorporación de los pueblos y los movimientos sociales seguramente serán mucho más difíciles los retrocesos. CiudadCCS, Caracas, Venezuela, junio de 2015. 133 La Santa Sede. CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN 1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba» [1]. 2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura. Nada de este mundo nos resulta indiferente 3. Hace más de cincuenta años, cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis nuclear, el santo Papa Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz. Dirigió su mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los hombres de buena voluntad ». Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero dirigirme a cada persona que habita este planeta. En mi exhortación Evangelii gaudium, escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma misionera todavía pendiente. En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común. 4. Ocho años después de Pacem in terris, en 1971, el beato Papa Pablo VI se refirió a la problemática ecológica, presentándola como una crisis, que es « una consecuencia dramática » de la actividad descontrolada del ser humano: « Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación » [2]. También habló a la FAO sobre la posibilidad de una «catástrofe ecológica bajo el efecto de la explosión de la civilización industrial», subrayando la «urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad», porque «los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre» [3]. 5. San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo» [4]. Sucesivamente llamó a una conversión ecológica global [5]. Pero al mismo tiempo hizo notar que se pone poco empeño para «salvaguardar las condiciones 134 morales de una auténtica ecología humana»[6]. La destrucción del ambiente humano es algo muy serio, porque Dios no sólo le encomendó el mundo al ser humano, sino que su propia vida es un don que debe ser protegido de diversas formas de degradación. Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en «los estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad» [7]. El auténtico desarrollo humano posee un carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe prestar atención al mundo natural y «tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado» [8]. Por lo tanto, la capacidad de transformar la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación originaria de las cosas por parte de Dios [9]. 6. Mi predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente» [10] . Recordó que el mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones sociales, etc. Por consiguiente, «la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana» [11]. El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero todas ellas se deben en el fondo al mismo mal, es decir, a la idea de que no existen verdades indiscutibles que guíen nuestras vidas, por lo cual la libertad humana no tiene límites. Se olvida que «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza» [12]. Con paternal preocupación, nos invitó a tomar conciencia de que la creación se ve perjudicada «donde nosotros mismos somos las últimas instancias, donde el conjunto es simplemente una propiedad nuestra y el consumo es sólo para nosotros mismos. El derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por encima de nosotros, sino que sólo nos vemos a nosotros mismos» [13]. Unidos por una misma preocupación 7. Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones. Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos. Para poner sólo un ejemplo destacable, quiero recoger brevemente parte del aporte del querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el que compartimos la esperanza de la comunión eclesial plena. 8. El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, «en la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación» [14]. Sobre este punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante, 135 invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: «Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados» [15]. Porque «un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios» [16]. 9. Al mismo tiempo, Bartolomé llamó la atención sobre las raíces éticas y espirituales de los problemas ambientales, que nos invitan a encontrar soluciones no sólo en la técnica sino en un cambio del ser humano, porque de otro modo afrontaríamos sólo los síntomas. Nos propuso pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que «significa aprender a dar, y no simplemente renunciar. Es un modo de amar, de pasar poco a poco de lo que yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios. Es liberación del miedo, de la avidez, de la dependencia» [17]. Los cristianos, además, estamos llamados a « aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global. Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta » [18]. San Francisco de Asís 10. No quiero desarrollar esta encíclica sin acudir a un modelo bello que puede motivarnos. Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi elección como Obispo de Roma. Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos. Él manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior. 11. Su testimonio nos muestra también que una ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos conectan con la esencia de lo humano. Así como sucede cuando nos enamoramos de una persona, cada vez que él miraba el sol, la luna o los más pequeños animales, su reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las demás criaturas. Él entraba en comunicación con todo lo creado, y hasta predicaba a las flores «invitándolas a alabar al Señor, como si gozaran del don de la razón» [19]. Su reacción era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo económico, porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe. Su discípulo san Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el dulce nombre de hermanas» 136 [20]. Esta convicción no puede ser despreciada como un romanticismo irracional, porque tiene consecuencias en las opciones que determinan nuestro comportamiento. Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos. En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la austeridad de san Francisco no eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio. 12. Por otra parte, san Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza [21]. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza. Mi llamado 13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos. 14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a 137 la creación de Dios» [22] . Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades. 15. Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta. En primer lugar, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación. A partir de esa mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente. Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas. Así podremos proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea. A la luz de esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional. Finalmente, puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana. 16. Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su vez retoma desde una nueva óptica cuestiones importantes abordadas en los capítulos anteriores. Esto ocurre especialmente con algunos ejes que atraviesan toda la encíclica. Por ejemplo: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida. Estos temas no se cierran ni abandonan, sino que son constantemente replanteados y enriquecidos. CAPÍTULO PRIMERO LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA 17. Las reflexiones teológicas o filosóficas sobre la situación de la humanidad y del mundo pueden sonar a mensaje repetido y abstracto si no se presentan nuevamente a partir de una confrontación con el contexto actual, en lo que tiene de inédito para la historia de la humanidad. Por eso, antes de reconocer cómo la fe aporta nuevas motivaciones y exigencias frente al mundo del cual formamos parte, propongo detenernos brevemente a considerar lo que le está pasando a nuestra casa común. 18. A la continua aceleración de los cambios de la humanidad y del planeta se une hoy la intensificación de ritmos de vida y de trabajo, en eso que algunos llaman «rapidación». Si bien el cambio es parte de la dinámica de los sistemas complejos, la velocidad que las acciones humanas le imponen hoy contrasta con la natural lentitud de 138 la evolución biológica. A esto se suma el problema de que los objetivos de ese cambio veloz y constante no necesariamente se orientan al bien común y a un desarrollo humano, sostenible e integral. El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la humanidad. 19. Después de un tiempo de confianza irracional en el progreso y en la capacidad humana, una parte de la sociedad está entrando en una etapa de mayor conciencia. Se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta. Hagamos un recorrido, que será ciertamente incompleto, por aquellas cuestiones que hoy nos provocan inquietud y que ya no podemos esconder debajo de la alfombra. El objetivo no es recoger información o saciar nuestra curiosidad, sino tomar dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar. I. Contaminación y cambio climático. Contaminación, basura y cultura del descarte 20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general. La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples relaciones que existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros. 21. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como los productos químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de las personas. 22. Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura. Advirtamos, por ejemplo, que la mayor parte del papel que se produce se desperdicia y no se recicla. Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los 139 herbívoros; estos a su vez alimentan a los seres carnívoros, que proporcionan importantes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan lugar a una nueva generación de vegetales. En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar residuos y desechos. Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar. Abordar esta cuestión sería un modo de contrarrestar la cultura del descarte, que termina afectando al planeta entero, pero observamos que los avances en este sentido son todavía muy escasos. El clima como bien común 23. El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. En las últimas décadas, este calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada fenómeno particular. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio. Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura. 24. A su vez, el calentamiento tiene efectos sobre el ciclo del carbono. Crea un círculo vicioso que agrava aún más la situación, y que afectará la disponibilidad de recursos imprescindibles como el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas más cálidas, y provocará la extinción de parte de la biodiversidad del planeta. El derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada podría acentuar todavía más la emanación de anhídrido carbónico. A su vez, la pérdida de selvas tropicales empeora las cosas, ya que ayudan a mitigar el cambio climático. La contaminación que produce el anhídrido carbónico aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina. Si la actual tendencia continúa, este siglo podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros. El crecimiento del nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones de extrema gravedad si se tiene en 140 cuenta que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él, y la mayor parte de las megaciudades están situadas en zonas costeras. 25. El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad. Los peores impactos probablemente recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo. Muchos pobres viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales. No tienen otras actividades financieras y otros recursos que les permitan adaptarse a los impactos climáticos o hacer frente a situaciones catastróficas, y poseen poco acceso a servicios sociales y a protección. Por ejemplo, los cambios del clima originan migraciones de animales y vegetales que no siempre pueden adaptarse, y esto a su vez afecta los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos. Es trágico el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa alguna. Lamentablemente, hay una general indiferencia ante estas tragedias, que suceden ahora mismo en distintas partes del mundo. La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil. 26. Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas, tratando sólo de reducir algunos impactos negativos del cambio climático. Pero muchos síntomas indican que esos efectos podrán ser cada vez peores si continuamos con los actuales modelos de producción y de consumo. Por eso se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable. En el mundo hay un nivel exiguo de acceso a energías limpias y renovables. Todavía es necesario desarrollar tecnologías adecuadas de acumulación. Sin embargo, en algunos países se han dado avances que comienzan a ser significativos, aunque estén lejos de lograr una proporción importante. También ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte que consumen menos energía y requieren menos cantidad de materia prima, así como en formas de construcción o de saneamiento de edificios para mejorar su eficiencia energética. Pero estas buenas prácticas están lejos de generalizarse. II. La cuestión del agua 27. Otros indicadores de la situación actual tienen que ver con el agotamiento de los recursos naturales. Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza. 141 28. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada gobernanza y con imparcialidad. La pobreza del agua social se da especialmente en África, donde grandes sectores de la población no acceden al agua potable segura, o padecen sequías que dificultan la producción de alimentos. En algunos países hay regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez. 29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil. Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en los vertidos de las fábricas. Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares. 30. Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran inequidad. 31. Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo [23]. III. Pérdida de biodiversidad 142 32. Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva. La pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios. Las diversas especies contienen genes que pueden ser recursos claves para resolver en el futuro alguna necesidad humana o para regular algún problema ambiental. 33. Pero no basta pensar en las distintas especies sólo como eventuales « recursos » explotables, olvidando que tienen un valor en sí mismas. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho. 34. Posiblemente nos inquieta saber de la extinción de un mamífero o de un ave, por su mayor visibilidad. Pero para el buen funcionamiento de los ecosistemas también son necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la innumerable variedad de microorganismos. Algunas especies poco numerosas, que suelen pasar desapercibidas, juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un lugar. Es verdad que el ser humano debe intervenir cuando un geosistema entra en estado crítico, pero hoy el nivel de intervención humana en una realidad tan compleja como la naturaleza es tal, que los constantes desastres que el ser humano ocasiona provocan una nueva intervención suya, de tal modo que la actividad humana se hace omnipresente, con todos los riesgos que esto implica. Suele crearse un círculo vicioso donde la intervención del ser humano para resolver una dificultad muchas veces agrava más la situación. Por ejemplo, muchos pájaros e insectos que desaparecen a causa de los agrotóxicos creados por la tecnología son útiles a la misma agricultura, y su desaparición deberá ser sustituida con otra intervención tecnológica, que posiblemente traerá nuevos efectos nocivos. Son loables y a veces admirables los esfuerzos de científicos y técnicos que tratan de aportar soluciones a los problemas creados por el ser humano. Pero mirando el mundo advertimos que este nivel de intervención humana, frecuentemente al servicio de las finanzas y del consumismo, hace que la tierra en que vivimos en realidad se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris, mientras al mismo tiempo el desarrollo de la tecnología y de las ofertas de consumo sigue avanzando sin límite. De este modo, parece que pretendiéramos sustituir una belleza irreemplazable e irrecuperable, por otra creada por nosotros. 35. Cuando se analiza el impacto ambiental de algún emprendimiento, se suele atender a los efectos en el suelo, en el agua y en el aire, pero no siempre se incluye un estudio cuidadoso sobre el impacto en la biodiversidad, como si la pérdida de algunas especies o de grupos animales o vegetales fuera algo de poca relevancia. Las carreteras, los nuevos cultivos, los alambrados, los embalses y otras construcciones van tomando posesión de los hábitats y a veces los fragmentan de tal manera que las poblaciones de animales ya no pueden migrar ni desplazarse libremente, de modo que algunas especies entran en riesgo de extinción. Existen alternativas que al menos mitigan el impacto de estas obras, como la creación de corredores biológicos, pero en pocos países 143 se advierte este cuidado y esta previsión. Cuando se explotan comercialmente algunas especies, no siempre se estudia su forma de crecimiento para evitar su disminución excesiva con el consiguiente desequilibrio del ecosistema. 36. El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener. En el caso de la pérdida o el daño grave de algunas especies, estamos hablando de valores que exceden todo cálculo. Por eso, podemos ser testigos mudos de gravísimas inequidades cuando se pretende obtener importantes beneficios haciendo pagar al resto de la humanidad, presente y futura, los altísimos costos de la degradación ambiental. 37. Algunos países han avanzado en la preservación eficaz de ciertos lugares y zonas – en la tierra y en los océanos– donde se prohíbe toda intervención humana que pueda modificar su fisonomía o alterar su constitución original. En el cuidado de la biodiversidad, los especialistas insisten en la necesidad de poner especial atención a las zonas más ricas en variedad de especies, en especies endémicas, poco frecuentes o con menor grado de protección efectiva. Hay lugares que requieren un cuidado particular por su enorme importancia para el ecosistema mundial, o que constituyen importantes reservas de agua y así aseguran otras formas de vida. 38. Mencionemos, por ejemplo, esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad que son la Amazonia y la cuenca fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y los glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad. Los ecosistemas de las selvas tropicales tienen una biodiversidad con una enorme complejidad, casi imposible de reconocer integralmente, pero cuando esas selvas son quemadas o arrasadas para desarrollar cultivos, en pocos años se pierden innumerables especies, cuando no se convierten en áridos desiertos. Sin embargo, un delicado equilibrio se impone a la hora de hablar sobre estos lugares, porque tampoco se pueden ignorar los enormes intereses económicos internacionales que, bajo el pretexto de cuidarlos, pueden atentar contra las soberanías nacionales. De hecho, existen «propuestas de internacionalización de la Amazonia, que sólo sirven a los intereses económicos de las corporaciones transnacionales» [24]. Es loable la tarea de organismos internacionales y de organizaciones de la sociedad civil que sensibilizan a las poblaciones y cooperan críticamente, también utilizando legítimos mecanismos de presión, para que cada gobierno cumpla con su propio e indelegable deber de preservar el ambiente y los recursos naturales de su país, sin venderse a intereses espurios locales o internacionales. 39. El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan. También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la enorme biodiversidad que acogían. En algunas zonas costeras, es preocupante la desaparición de los ecosistemas constituidos por manglares. 144 40. Los océanos no sólo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos todavía desconocidos para nosotros y amenazados por diversas causas. Por otra parte, la vida en los ríos, lagos, mares y océanos, que alimenta a gran parte de la población mundial, se ve afectada por el descontrol en la extracción de los recursos pesqueros, que provoca disminuciones drásticas de algunas especies. Todavía siguen desarrollándose formas selectivas de pesca que desperdician gran parte de las especies recogidas. Están especialmente amenazados organismos marinos que no tenemos en cuenta, como ciertas formas de plancton que constituyen un componente muy importante en la cadena alimentaria marina, y de las cuales dependen, en definitiva, especies que utilizamos para alimentarnos. 41. Adentrándonos en los mares tropicales y subtropicales, encontramos las barreras de coral, que equivalen a las grandes selvas de la tierra, porque hospedan aproximadamente un millón de especies, incluyendo peces, cangrejos, moluscos, esponjas, algas, etc. Muchas de las barreras de coral del mundo hoy ya son estériles o están en un continuo estado de declinación: «¿Quién ha convertido el maravilloso mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color?» [25] . Este fenómeno se debe en gran parte a la contaminación que llega al mar como resultado de la deforestación, de los monocultivos agrícolas, de los vertidos industriales y de métodos destructivos de pesca, especialmente los que utilizan cianuro y dinamita. Se agrava por el aumento de la temperatura de los océanos. Todo esto nos ayuda a darnos cuenta de que cualquier acción sobre la naturaleza puede tener consecuencias que no advertimos a simple vista, y que ciertas formas de explotación de recursos se hacen a costa de una degradación que finalmente llega hasta el fondo de los océanos. 42. Es necesario invertir mucho más en investigación para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres nos necesitamos unos a otros. Cada territorio tiene una responsabilidad en el cuidado de esta familia, por lo cual debería hacer un cuidadoso inventario de las especies que alberga en orden a desarrollar programas y estrategias de protección, cuidando con especial preocupación a las especies en vías de extinción. IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social 43. Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo, que tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima, no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas. 44. Hoy advertimos, por ejemplo, el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades que se han hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la contaminación originada por las emisiones tóxicas, sino también al caos urbano, a los problemas del transporte y a la contaminación visual y acústica. Muchas ciudades son grandes estructuras ineficientes que gastan energía y agua en exceso. Hay barrios que, aunque hayan sido construidos recientemente, están congestionados y desordenados, sin espacios verdes suficientes. No es propio de habitantes de este planeta vivir cada 145 vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico con la naturaleza. 45. En algunos lugares, rurales y urbanos, la privatización de los espacios ha hecho que el acceso de los ciudadanos a zonas de particular belleza se vuelva difícil. En otros, se crean urbanizaciones «ecológicas» sólo al servicio de unos pocos, donde se procura evitar que otros entren a molestar una tranquilidad artificial. Suele encontrarse una ciudad bella y llena de espacios verdes bien cuidados en algunas áreas « seguras », pero no tanto en zonas menos visibles, donde viven los descartables de la sociedad. 46. Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de identidad. Son signos, entre otros, que muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida. Algunos de estos signos son al mismo tiempo síntomas de una verdadera degradación social, de una silenciosa ruptura de los lazos de integración y de comunión social. 47. A esto se agregan las dinámicas de los medios del mundo digital que, cuando se convierten en omnipresentes, no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir sabiamente, de pensar en profundidad, de amar con generosidad. Los grandes sabios del pasado, en este contexto, correrían el riesgo de apagar su sabiduría en medio del ruido dispersivo de la información. Esto nos exige un esfuerzo para que esos medios se traduzcan en un nuevo desarrollo cultural de la humanidad y no en un deterioro de su riqueza más profunda. La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación mental. Al mismo tiempo, tienden a reemplazarse las relaciones reales con los demás, con todos los desafíos que implican, por un tipo de comunicación mediada por internet. Esto permite seleccionar o eliminar las relaciones según nuestro arbitrio, y así suele generarse un nuevo tipo de emociones artificiales, que tienen que ver más con dispositivos y pantallas que con las personas y la naturaleza. Los medios actuales permiten que nos comuniquemos y que compartamos conocimientos y afectos. Sin embargo, a veces también nos impiden tomar contacto directo con la angustia, con el temblor, con la alegría del otro y con la complejidad de su experiencia personal. Por eso no debería llamar la atención que, junto con la abrumadora oferta de estos productos, se desarrolle una profunda y melancólica insatisfacción en las relaciones interpersonales, o un dañino aislamiento. V. Inequidad planetaria 48. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta: «Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la 146 gente más pobre» [26]. Por ejemplo, el agotamiento de las reservas ictícolas perjudica especialmente a quienes viven de la pesca artesanal y no tienen cómo reemplazarla, la contaminación del agua afecta particularmente a los más pobres que no tienen posibilidad de comprar agua envasada, y la elevación del nivel del mar afecta principalmente a las poblaciones costeras empobrecidas que no tienen a dónde trasladarse. El impacto de los desajustes actuales se manifiesta también en la muerte prematura de muchos pobres, en los conflictos generados por falta de recursos y en tantos otros problemas que no tienen espacio suficiente en las agendas del mundo [27]. 49. Quisiera advertir que no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera periférica, si es que no se los considera un mero daño colateral. De hecho, a la hora de la actuación concreta, quedan frecuentemente en el último lugar. Ello se debe en parte a que muchos profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto directo con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial. Esta falta de contacto físico y de encuentro, a veces favorecida por la desintegración de nuestras ciudades, ayuda a cauterizar la conciencia y a ignorar parte de la realidad en análisis sesgados. Esto a veces convive con un discurso «verde». Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social , que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres. 50. En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad. No faltan presiones internacionales a los países en desarrollo, condicionando ayudas económicas a ciertas políticas de «salud reproductiva». Pero, «si bien es cierto que la desigual distribución de la población y de los recursos disponibles crean obstáculos al desarrollo y al uso sostenible del ambiente, debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario» [28]. Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas. Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante consumo. Además, sabemos que se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos que se producen, y «el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre» [29]. De cualquier manera, es cierto que hay que prestar atención al desequilibrio en la distribución de la población sobre el territorio, tanto en el nivel nacional como en el global, porque el aumento del consumo llevaría a situaciones regionales complejas, por las combinaciones de problemas ligados a la contaminación ambiental, al transporte, al tratamiento de residuos, a la pérdida de recursos, a la calidad de vida. 51. La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales. Porque hay una verdadera « deuda 147 ecológica », particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos países. Las exportaciones de algunas materias primas para satisfacer los mercados en el Norte industrializado han producido daños locales, como la contaminación con mercurio en la minería del oro o con dióxido de azufre en la del cobre. Especialmente hay que computar el uso del espacio ambiental de todo el planeta para depositar residuos gaseosos que se han ido acumulando durante dos siglos y han generado una situación que ahora afecta a todos los países del mundo. El calentamiento originado por el enorme consumo de algunos países ricos tiene repercusiones en los lugares más pobres de la tierra, especialmente en África, donde el aumento de la temperatura unido a la sequía hace estragos en el rendimiento de los cultivos. A esto se agregan los daños causados por la exportación hacia los países en desarrollo de residuos sólidos y líquidos tóxicos, y por la actividad contaminante de empresas que hacen en los países menos desarrollados lo que no pueden hacer en los países que les aportan capital: «Constatamos que con frecuencia las empresas que obran así son multinacionales, que hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados o del llamado primer mundo. Generalmente, al cesar sus actividades y al retirarse, dejan grandes pasivos humanos y ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres, cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden sostener» [30] . 52. La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. De diversas maneras, los pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes reservas de la biosfera, siguen alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su presente y de su futuro. La tierra de los pobres del Sur es rica y poco contaminada, pero el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satisfacer sus necesidades vitales les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad estructuralmente perverso. Es necesario que los países desarrollados contribuyan a resolver esta deuda limitando de manera importante el consumo de energía no renovable y aportando recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y programas de desarrollo sostenible. Las regiones y los países más pobres tienen menos posibilidades de adoptar nuevos modelos en orden a reducir el impacto ambiental, porque no tienen la capacitación para desarrollar los procesos necesarios y no pueden cubrir los costos. Por eso, hay que mantener con claridad la conciencia de que en el cambio climático hay responsabilidades diversificadas y, como dijeron los Obispos de Estados Unidos, corresponde enfocarse «especialmente en las necesidades de los pobres, débiles y vulnerables, en un debate a menudo dominado por intereses más poderosos» [31]. Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia. VI. La debilidad de las reacciones 53. Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo. Nunca hemos 148 maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Pero estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud. El problema es que no disponemos todavía de la cultura necesaria para enfrentar esta crisis y hace falta construir liderazgos que marquen caminos, buscando atender las necesidades de las generaciones actuales incluyendo a todos, sin perjudicar a las generaciones futuras. Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia. 54. Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos. En esta línea, el Documento de Aparecida reclama que «en las intervenciones sobre los recursos naturales no predominen los intereses de grupos económicos que arrasan irracionalmente las fuentes de vida» [32]. La alianza entre la economía y la tecnología termina dejando afuera lo que no forme parte de sus intereses inmediatos. Así sólo podrían esperarse algunas declamaciones superficiales, acciones filantrópicas aisladas, y aun esfuerzos por mostrar sensibilidad hacia el medio ambiente, cuando en la realidad cualquier intento de las organizaciones sociales por modificar las cosas será visto como una molestia provocada por ilusos románticos o como un obstáculo a sortear. 55. Poco a poco algunos países pueden mostrar avances importantes, el desarrollo de controles más eficientes y una lucha más sincera contra la corrupción. Hay más sensibilidad ecológica en las poblaciones, aunque no alcanza para modificar los hábitos dañinos de consumo, que no parecen ceder sino que se amplían y desarrollan. Es lo que sucede, para dar sólo un sencillo ejemplo, con el creciente aumento del uso y de la intensidad de los acondicionadores de aire. Los mercados, procurando un beneficio inmediato, estimulan todavía más la demanda. Si alguien observara desde afuera la sociedad planetaria, se asombraría ante semejante comportamiento que a veces parece suicida. 56. Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente. Así se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas. Muchos dirán que no tienen conciencia de realizar acciones inmorales, porque la distracción constante nos quita la valentía de advertir la realidad de un mundo limitado y finito. Por eso, hoy «cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta» [33]. 57. Es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones. La guerra siempre produce daños graves al medio ambiente y a la riqueza cultural de las poblaciones, y los riesgos se agigantan cuando se piensa en las armas nucleares y en las armas biológicas. Porque, «a pesar de que determinados acuerdos internacionales 149 prohíban la guerra química, bacteriológica y biológica, de hecho en los laboratorios se sigue investigando para el desarrollo de nuevas armas ofensivas, capaces de alterar los equilibrios naturales» [34]. Se requiere de la política una mayor atención para prevenir y resolver las causas que puedan originar nuevos conflictos. Pero el poder conectado con las finanzas es el que más se resiste a este esfuerzo, y los diseños políticos no suelen tener amplitud de miras. ¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo? 58. En algunos países hay ejemplos positivos de logros en la mejora del ambiente, como la purificación de algunos ríos que han estado contaminados durante muchas décadas, o la recuperación de bosques autóctonos, o el embellecimiento de paisajes con obras de saneamiento ambiental, o proyectos edilicios de gran valor estético, o avances en la producción de energía no contaminante, en la mejora del transporte público. Estas acciones no resuelven los problemas globales, pero confirman que el ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado. 59. Al mismo tiempo, crece una ecología superficial o aparente que consolida un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad. Como suele suceder en épocas de profundas crisis, que requieren decisiones valientes, tenemos la tentación de pensar que lo que está ocurriendo no es cierto. Si miramos la superficie, más allá de algunos signos visibles de contaminación y de degradación, parece que las cosas no fueran tan graves y que el planeta podría persistir por mucho tiempo en las actuales condiciones. Este comportamiento evasivo nos sirve para seguir con nuestros estilos de vida, de producción y de consumo. Es el modo como el ser humano se las arregla para alimentar todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos, luchando para no reconocerlos, postergando las decisiones importantes, actuando como si nada ocurriera. VII. Diversidad de opiniones 60. Finalmente, reconozcamos que se han desarrollado diversas visiones y líneas de pensamiento acerca de la situación y de las posibles soluciones. En un extremo, algunos sostienen a toda costa el mito del progreso y afirman que los problemas ecológicos se resolverán simplemente con nuevas aplicaciones técnicas, sin consideraciones éticas ni cambios de fondo. En el otro extremo, otros entienden que el ser humano, con cualquiera de sus intervenciones, sólo puede ser una amenaza y perjudicar al ecosistema mundial, por lo cual conviene reducir su presencia en el planeta e impedirle todo tipo de intervención. Entre estos extremos, la reflexión debería identificar posibles escenarios futuros, porque no hay un solo camino de solución. Esto daría lugar a diversos aportes que podrían entrar en diálogo hacia respuestas integrales. 61. Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los científicos, respetando la diversidad de opiniones. Pero basta mirar la realidad con sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común. La esperanza nos invita a reconocer que siempre hay una salida, que siempre podemos reorientar el rumbo, que siempre podemos hacer algo para resolver los problemas. Sin embargo, parecen advertirse síntomas de un punto de quiebre, a causa de la gran velocidad de los cambios y de la degradación, que se manifiestan tanto en catástrofes naturales regionales como en crisis sociales o incluso financieras, dado que los problemas del 150 mundo no pueden analizarse ni explicarse de forma aislada. Hay regiones que ya están especialmente en riesgo y, más allá de cualquier predicción catastrófica, lo cierto es que el actual sistema mundial es insostenible desde diversos puntos de vista, porque hemos dejado de pensar en los fines de la acción humana: «Si la mirada recorre las regiones de nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las expectativas divinas» [35]. CAPÍTULO SEGUNDO. EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN 62. ¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las personas de buena voluntad, un capítulo referido a convicciones creyentes? No ignoro que, en el campo de la política y del pensamiento, algunos rechazan con fuerza la idea de un Creador, o la consideran irrelevante, hasta el punto de relegar al ámbito de lo irracional la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para un desarrollo pleno de la humanidad. Otras veces se supone que constituyen una subcultura que simplemente debe ser tolerada. Sin embargo, la ciencia y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un diálogo intenso y productivo para ambas. I. La luz que ofrece la fe 63. Si tenemos en cuenta la complejidad de la crisis ecológica y sus múltiples causas, deberíamos reconocer que las soluciones no pueden llegar desde un único modo de interpretar y transformar la realidad. También es necesario acudir a las diversas riquezas culturales de los pueblos, al arte y a la poesía, a la vida interior y a la espiritualidad. Si de verdad queremos construir una ecología que nos permita sanar todo lo que hemos destruido, entonces ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría puede ser dejada de lado, tampoco la religiosa con su propio lenguaje. Además, la Iglesia Católica está abierta al diálogo con el pensamiento filosófico, y eso le permite producir diversas síntesis entre la fe y la razón. En lo que respecta a las cuestiones sociales, esto se puede constatar en el desarrollo de la doctrina social de la Iglesia, que está llamada a enriquecerse cada vez más a partir de los nuevos desafíos. 64. Por otra parte, si bien esta encíclica se abre a un diálogo con todos, para buscar juntos caminos de liberación, quiero mostrar desde el comienzo cómo las convicciones de la fe ofrecen a los cristianos, y en parte también a otros creyentes, grandes motivaciones para el cuidado de la naturaleza y de los hermanos y hermanas más frágiles. Si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a cuidar el ambiente del cual forman parte, «los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe» [36]. Por eso, es un bien para la humanidad y para el mundo que los creyentes reconozcamos mejor los compromisos ecológicos que brotan de nuestras convicciones. II. La sabiduría de los relatos bíblicos 65. Sin repetir aquí la entera teología de la creación, nos preguntamos qué nos dicen los grandes relatos bíblicos acerca de la relación del ser humano con el mundo. En la primera narración de la obra creadora en el libro del Génesis, el plan de Dios incluye la creación de la humanidad. Luego de la creación del ser humano, se dice que «Dios vio todo lo que había hecho y era muy bueno» (Gn 1,31). La Biblia enseña que cada ser 151 humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26). Esta afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que «no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas» [37]. San Juan Pablo II recordó que el amor especialísimo que el Creador tiene por cada ser humano le confiere una dignidad infinita [38]. Quienes se empeñan en la defensa de la dignidad de las personas pueden encontrar en la fe cristiana los argumentos más profundos para ese compromiso. ¡Qué maravillosa certeza es que la vida de cada persona no se pierde en un desesperante caos, en un mundo regido por la pura casualidad o por ciclos que se repiten sin sentido! El Creador puede decir a cada uno de nosotros: «Antes que te formaras en el seno de tu madre, yo te conocía» (Jr 1,5). Fuimos concebidos en el corazón de Dios, y por eso «cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario» [39]. 66. Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico y narrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica. Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas. Este hecho desnaturalizó también el mandato de « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28) y de «labrarla y cuidarla» (cf. Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). Por eso es significativo que la armonía que vivía san Francisco de Asís con todas las criaturas haya sido interpretada como una sanación de aquella ruptura. Decía san Buenaventura que, por la reconciliación universal con todas las criaturas, de algún modo Francisco retornaba al estado de inocencia primitiva [40]. Lejos de ese modelo, hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, las diversas formas de violencia y maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques a la naturaleza. 67. No somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada. Esto permite responder a una acusación lanzada al pensamiento judío-cristiano: se ha dicho que, desde el relato del Génesis que invita a « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28), se favorecería la explotación salvaje de la naturaleza presentando una imagen del ser humano como dominante y destructivo. Esta no es una correcta interpretación de la Biblia como la entiende la Iglesia. Si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas. Es importante leer los textos bíblicos en su contexto, con una hermenéutica adecuada, y recordar que nos invitan a «labrar y cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Mientras «labrar» significa cultivar, arar o trabajar, «cuidar» significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar. Esto implica una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza. Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las generaciones futuras. Porque, en definitiva, «la tierra es del 152 Señor » (Sal 24,1), a él pertenece « la tierra y cuanto hay en ella » (Dt 10,14). Por eso, Dios niega toda pretensión de propiedad absoluta: « La tierra no puede venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía, y vosotros sois forasteros y huéspedes en mi tierra » (Lv 25,23). 68. Esta responsabilidad ante una tierra que es de Dios implica que el ser humano, dotado de inteligencia, respete las leyes de la naturaleza y los delicados equilibrios entre los seres de este mundo, porque « él lo ordenó y fueron creados, él los fijó por siempre, por los siglos, y les dio una ley que nunca pasará » (Sal 148,5b-6). De ahí que la legislación bíblica se detenga a proponer al ser humano varias normas, no sólo en relación con los demás seres humanos, sino también en relación con los demás seres vivos: « Si ves caído en el camino el asno o el buey de tu hermano, no te desentenderás de ellos [...] Cuando encuentres en el camino un nido de ave en un árbol o sobre la tierra, y esté la madre echada sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre con los hijos » (Dt 22,4.6). En esta línea, el descanso del séptimo día no se propone sólo para el ser humano, sino también « para que reposen tu buey y tu asno » (Ex 23,12). De este modo advertimos que la Biblia no da lugar a un antropocentrismo despótico que se desentienda de las demás criaturas. 69. A la vez que podemos hacer un uso responsable de las cosas, estamos llamados a reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios y, «por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria» [41], porque el Señor se regocija en sus obras (cf. Sal 104,31). Precisamente por su dignidad única y por estar dotado de inteligencia, el ser humano está llamado a respetar lo creado con sus leyes internas, ya que «por la sabiduría el Señor fundó la tierra» (Pr 3,19). Hoy la Iglesia no dice simplemente que las demás criaturas están completamente subordinadas al bien del ser humano, como si no tuvieran un valor en sí mismas y nosotros pudiéramos disponer de ellas a voluntad. Por eso los Obispos de Alemania enseñaron que en las demás criaturas «se podría hablar de la prioridad del ser sobre el ser útiles» [42]. El Catecismo cuestiona de manera muy directa e insistente lo que sería un antropocentrismo desviado: «Toda criatura posee su bondad y su perfección propias [...] Las distintas criaturas, queridas en su ser propio, reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios. Por esto, el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso desordenado de las cosas» [43]. 70. En la narración sobre Caín y Abel, vemos que los celos condujeron a Caín a cometer la injusticia extrema con su hermano. Esto a su vez provocó una ruptura de la relación entre Caín y Dios y entre Caín y la tierra, de la cual fue exiliado. Este pasaje se resume en la dramática conversación de Dios con Caín. Dios pregunta: «¿Dónde está Abel, tu hermano?». Caín responde que no lo sabe y Dios le insiste: «¿Qué hiciste? ¡La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde el suelo! Ahora serás maldito y te alejarás de esta tierra» (Gn 4,9-11). El descuido en el empeño de cultivar y mantener una relación adecuada con el vecino, hacia el cual tengo el deber del cuidado y de la custodia, destruye mi relación interior conmigo mismo, con los demás, con Dios y con la tierra. Cuando todas estas relaciones son descuidadas, cuando la justicia ya no habita en la tierra, la Biblia nos dice que toda la vida está en peligro. Esto es lo que nos enseña la narración sobre Noé, cuando Dios amenaza con exterminar la humanidad por su constante incapacidad de vivir a la altura de las exigencias de la justicia y de la paz: « He 153 decidido acabar con todos los seres humanos, porque la tierra, a causa de ellos, está llena de violencia» (Gn 6,13). En estos relatos tan antiguos, cargados de profundo simbolismo, ya estaba contenida una convicción actual: que todo está relacionado, y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás. 71. Aunque «la maldad se extendía sobre la faz de la tierra» (Gn 6,5) y a Dios «le pesó haber creado al hombre en la tierra» (Gn 6,6), sin embargo, a través de Noé, que todavía se conservaba íntegro y justo, decidió abrir un camino de salvación. Así dio a la humanidad la posibilidad de un nuevo comienzo. ¡Basta un hombre bueno para que haya esperanza! La tradición bíblica establece claramente que esta rehabilitación implica el redescubrimiento y el respeto de los ritmos inscritos en la naturaleza por la mano del Creador. Esto se muestra, por ejemplo, en la ley del Shabbath. El séptimo día, Dios descansó de todas sus obras. Dios ordenó a Israel que cada séptimo día debía celebrarse como un día de descanso, un Shabbath (cf. Gn 2,2-3; Ex 16,23; 20,10). Por otra parte, también se instauró un año sabático para Israel y su tierra, cada siete años (cf. Lv 25,1-4), durante el cual se daba un completo descanso a la tierra, no se sembraba y sólo se cosechaba lo indispensable para subsistir y brindar hospitalidad (cf. Lv 25,4-6). Finalmente, pasadas siete semanas de años, es decir, cuarenta y nueve años, se celebraba el Jubileo, año de perdón universal y «de liberación para todos los habitantes» (Lv 25,10). El desarrollo de esta legislación trató de asegurar el equilibrio y la equidad en las relaciones del ser humano con los demás y con la tierra donde vivía y trabajaba. Pero al mismo tiempo era un reconocimiento de que el regalo de la tierra con sus frutos pertenece a todo el pueblo. Aquellos que cultivaban y custodiaban el territorio tenían que compartir sus frutos, especialmente con los pobres, las viudas, los huérfanos y los extranjeros: «Cuando coseches la tierra, no llegues hasta la última orilla de tu campo, ni trates de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el forastero» (Lv 19,9-10). 72. Los Salmos con frecuencia invitan al ser humano a alabar a Dios creador: «Al que asentó la tierra sobre las aguas, porque es eterno su amor» (Sal 136,6). Pero también invitan a las demás criaturas a alabarlo: «¡Alabadlo, sol y luna, alabadlo, estrellas lucientes, alabadlo, cielos de los cielos, aguas que estáis sobre los cielos! Alaben ellos el nombre del Señor, porque él lo ordenó y fueron creados» (Sal 148,3-5). Existimos no sólo por el poder de Dios, sino frente a él y junto a él. Por eso lo adoramos. 73. Los escritos de los profetas invitan a recobrar la fortaleza en los momentos difíciles contemplando al Dios poderoso que creó el universo. El poder infinito de Dios no nos lleva a escapar de su ternura paterna, porque en él se conjugan el cariño y el vigor. De hecho, toda sana espiritualidad implica al mismo tiempo acoger el amor divino y adorar con confianza al Señor por su infinito poder. En la Biblia, el Dios que libera y salva es el mismo que creó el universo, y esos dos modos divinos de actuar están íntima e inseparablemente conectados: «¡Ay, mi Señor! Tú eres quien hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y tenso brazo. Nada es extraordinario para ti [...] Y sacaste a tu pueblo Israel de Egipto con señales y prodigios» (Jr 32,17.21). «El Señor es un Dios eterno, creador de la tierra hasta sus bordes, no se cansa ni fatiga. Es imposible escrutar su inteligencia. Al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas le acrecienta la energía» (Is 40,28b-29). 154 74. La experiencia de la cautividad en Babilonia engendró una crisis espiritual que provocó una profundización de la fe en Dios, explicitando su omnipotencia creadora, para exhortar al pueblo a recuperar la esperanza en medio de su situación desdichada. Siglos después, en otro momento de prueba y persecución, cuando el Imperio Romano buscaba imponer un dominio absoluto, los fieles volvían a encontrar consuelo y esperanza acrecentando su confianza en el Dios todopoderoso, y cantaban: «¡Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos!» (Ap 15,3). Si pudo crear el universo de la nada, puede también intervenir en este mundo y vencer cualquier forma de mal. Entonces, la injusticia no es invencible. 75. No podemos sostener una espiritualidad que olvide al Dios todopoderoso y creador. De ese modo, terminaríamos adorando otros poderes del mundo, o nos colocaríamos en el lugar del Señor, hasta pretender pisotear la realidad creada por él sin conocer límites. La mejor manera de poner en su lugar al ser humano, y de acabar con su pretensión de ser un dominador absoluto de la tierra, es volver a proponer la figura de un Padre creador y único dueño del mundo, porque de otro modo el ser humano tenderá siempre a querer imponer a la realidad sus propias leyes e intereses. III. El misterio del universo 76. Para la tradición judío-cristiana, decir « creación » es más que decir naturaleza, porque tiene que ver con un proyecto del amor de Dios donde cada criatura tiene un valor y un significado. La naturaleza suele entenderse como un sistema que se analiza, comprende y gestiona, pero la creación sólo puede ser entendida como un don que surge de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor que nos convoca a una comunión universal. 77. «Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos» (Sal 33,6). Así se nos indica que el mundo procedió de una decisión, no del caos o la casualidad, lo cual lo enaltece todavía más. Hay una opción libre expresada en la palabra creadora. El universo no surgió como resultado de una omnipotencia arbitraria, de una demostración de fuerza o de un deseo de autoafirmación. La creación es del orden del amor. El amor de Dios es el móvil fundamental de todo lo creado: «Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste, porque, si algo odiaras, no lo habrías creado» (Sb 11,24). Entonces, cada criatura es objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo. Hasta la vida efímera del ser más insignificante es objeto de su amor y, en esos pocos segundos de existencia, él lo rodea con su cariño. Decía san Basilio Magno que el Creador es también «la bondad sin envidia» [44], y Dante Alighieri hablaba del « amor que mueve el sol y las estrellas » [45]. Por eso, de las obras creadas se asciende «hasta su misericordia amorosa » [46] 78. Al mismo tiempo, el pensamiento judío-cristiano desmitificó la naturaleza. Sin dejar de admirarla por su esplendor y su inmensidad, ya no le atribuyó un carácter divino. De esa manera se destaca todavía más nuestro compromiso ante ella. Un retorno a la naturaleza no puede ser a costa de la libertad y la responsabilidad del ser humano, que es parte del mundo con el deber de cultivar sus propias capacidades para protegerlo y desarrollar sus potencialidades. Si reconocemos el valor y la fragilidad de la naturaleza, y al mismo tiempo las capacidades que el Creador nos otorgó, esto nos permite terminar hoy con el mito moderno del progreso material sin límites. Un mundo frágil, 155 con un ser humano a quien Dios le confía su cuidado, interpela nuestra inteligencia para reconocer cómo deberíamos orientar, cultivar y limitar nuestro poder. 79. En este universo, conformado por sistemas abiertos que entran en comunicación unos con otros, podemos descubrir innumerables formas de relación y participación. Esto lleva a pensar también al conjunto como abierto a la trascendencia de Dios, dentro de la cual se desarrolla. La fe nos permite interpretar el sentido y la belleza misteriosa de lo que acontece. La libertad humana puede hacer su aporte inteligente hacia una evolución positiva, pero también puede agregar nuevos males, nuevas causas de sufrimiento y verdaderos retrocesos. Esto da lugar a la apasionante y dramática historia humana, capaz de convertirse en un despliegue de liberación, crecimiento, salvación y amor, o en un camino de decadencia y de mutua destrucción. Por eso, la acción de la Iglesia no sólo intenta recordar el deber de cuidar la naturaleza, sino que al mismo tiempo «debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo» [47]. 80. No obstante, Dios, que quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación, también es capaz de sacar algún bien de los males que nosotros realizamos, porque «el Espíritu Santo posee una inventiva infinita, propia de la mente divina, que provee a desatar los nudos de los sucesos humanos, incluso los más complejos e impenetrables» [48]. Él, de algún modo, quiso limitarse a sí mismo al crear un mundo necesitado de desarrollo, donde muchas cosas que nosotros consideramos males, peligros o fuentes de sufrimiento, en realidad son parte de los dolores de parto que nos estimulan a colaborar con el Creador[49]. Él está presente en lo más íntimo de cada cosa sin condicionar la autonomía de su criatura, y esto también da lugar a la legítima autonomía de las realidades terrenas [50]. Esa presencia divina, que asegura la permanencia y el desarrollo de cada ser, «es la continuación de la acción creadora» [51]. El Espíritu de Dios llenó el universo con virtualidades que permiten que del seno mismo de las cosas pueda brotar siempre algo nuevo: «La naturaleza no es otra cosa sino la razón de cierto arte, concretamente el arte divino, inscrito en las cosas, por el cual las cosas mismas se mueven hacia un fin determinado. Como si el maestro constructor de barcos pudiera otorgar a la madera que pudiera moverse a sí misma para tomar la forma del barco» [52]. 81. El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos, implica una novedad no explicable plenamente por la evolución de otros sistemas abiertos. Cada uno de nosotros tiene en sí una identidad personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y con el mismo Dios. La capacidad de reflexión, la argumentación, la creatividad, la interpretación, la elaboración artística y otras capacidades inéditas muestran una singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico. La novedad cualitativa que implica el surgimiento de un ser personal dentro del universo material supone una acción directa de Dios, un llamado peculiar a la vida y a la relación de un Tú a otro tú. A partir de los relatos bíblicos, consideramos al ser humano como sujeto, que nunca puede ser reducido a la categoría de objeto. 82. Pero también sería equivocado pensar que los demás seres vivos deban ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana. Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y de interés, esto también tiene serias consecuencias en la sociedad. La visión que consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades, 156 injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad, porque los recursos pasan a ser del primero que llega o del que tiene más poder: el ganador se lleva todo. El ideal de armonía, de justicia, de fraternidad y de paz que propone Jesús está en las antípodas de semejante modelo, y así lo expresaba con respecto a los poderes de su época: «Los poderosos de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Que no sea así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande sea el servidor » (Mt 20,25-26). 83. El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada por Cristo resucitado, eje de la maduración universal [53]. Así agregamos un argumento más para rechazar todo dominio despótico e irresponsable del ser humano sobre las demás criaturas. El fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios, en una plenitud trascendente donde Cristo resucitado abraza e ilumina todo. Porque el ser humano, dotado de inteligencia y de amor, y atraído por la plenitud de Cristo, está llamado a reconducir todas las criaturas a su Creador. IV. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado 84. Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios. La historia de la propia amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico que se convierte en un signo personalísimo, y cada uno de nosotros guarda en la memoria lugares cuyo recuerdo le hace mucho bien. Quien ha crecido entre los montes, o quien de niño se sentaba junto al arroyo a beber, o quien jugaba en una plaza de su barrio, cuando vuelve a esos lugares, se siente llamado a recuperar su propia identidad. 85. Dios ha escrito un libro precioso, «cuyas letras son la multitud de criaturas presentes en el universo» [54]. Bien expresaron los Obispos de Canadá que ninguna criatura queda fuera de esta manifestación de Dios: «Desde los panoramas más amplios a la forma de vida más ínfima, la naturaleza es un continuo manantial de maravilla y de temor. Ella es, además, una continua revelación de lo divino» [55]. Los Obispos de Japón, por su parte, dijeron algo muy sugestivo: «Percibir a cada criatura cantando el himno de su existencia es vivir gozosamente en el amor de Dios y en la esperanza» [56]. Esta contemplación de lo creado nos permite descubrir a través de cada cosa alguna enseñanza que Dios nos quiere transmitir, porque «para el creyente contemplar lo creado es también escuchar un mensaje, oír una voz paradójica y silenciosa»[57]. Podemos decir que, «junto a la Revelación propiamente dicha, contenida en la sagrada Escritura, se da una manifestación divina cuando brilla el sol y cuando cae la noche» [58]. Prestando atención a esa manifestación, el ser humano aprende a reconocerse a sí mismo en la relación con las demás criaturas: «Yo me autoexpreso al expresar el mundo; yo exploro mi propia sacralidad al intentar descifrar la del mundo» [59]. 86. El conjunto del universo, con sus múltiples relaciones, muestra mejor la inagotable riqueza de Dios. Santo Tomás de Aquino remarcaba sabiamente que la multiplicidad y la variedad provienen «de la intención del primer agente», que quiso que «lo que falta a cada cosa para representar la bondad divina fuera suplido por las otras» [60], porque su bondad «no puede ser representada convenientemente por una sola criatura» [61]. 157 Por eso, nosotros necesitamos captar la variedad de las cosas en sus múltiples relaciones [62]. Entonces, se entiende mejor la importancia y el sentido de cualquier criatura si se la contempla en el conjunto del proyecto de Dios. Así lo enseña el Catecismo: «La interdependencia de las criaturas es querida por Dios. El sol y la luna, el cedro y la florecilla, el águila y el gorrión, las innumerables diversidades y desigualdades significan que ninguna criatura se basta a sí misma, que no existen sino en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente» [63]. 87. Cuando tomamos conciencia del reflejo de Dios que hay en todo lo que existe, el corazón experimenta el deseo de adorar al Señor por todas sus criaturas y junto con ellas, como se expresa en el precioso himno de san Francisco de Asís: «Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente el hermano sol, por quien nos das el día y nos iluminas. Y es bello y radiante con gran esplendor, de ti, Altísimo, lleva significación. Alabado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas, en el cielo las formaste claras y preciosas, y bellas. Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento y por el aire, y la nube y el cielo sereno, y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento. Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy humilde, y preciosa y casta. Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche,y es bello, y alegre y vigoroso, y fuerte» [64]. 88. Los Obispos de Brasil han remarcado que toda la naturaleza, además de manifestar a Dios, es lugar de su presencia. En cada criatura habita su Espíritu vivificante que nos llama a una relación con él [65]. El descubrimiento de esta presencia estimula en nosotros el desarrollo de las «virtudes ecológicas» [66]. Pero cuando decimos esto, no olvidamos que también existe una distancia infinita, que las cosas de este mundo no poseen la plenitud de Dios. De otro modo, tampoco haríamos un bien a las criaturas, porque no reconoceríamos su propio y verdadero lugar, y terminaríamos exigiéndoles indebidamente lo que en su pequeñez no nos pueden dar. V. Una comunión universal 89. Las criaturas de este mundo no pueden ser consideradas un bien sin dueño: «Son tuyas, Señor, que amas la vida» (Sb 11,26). Esto provoca la convicción de que, siendo creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde. Quiero recordar que «Dios nos ha unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es 158 como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie como si fuera una mutilación» [67]. 90. Esto no significa igualar a todos los seres vivos y quitarle al ser humano ese valor peculiar que implica al mismo tiempo una tremenda responsabilidad. Tampoco supone una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a proteger su fragilidad. Estas concepciones terminarían creando nuevos desequilibrios por escapar de la realidad que nos interpela [68]. A veces se advierte una obsesión por negar toda preeminencia a la persona humana, y se lleva adelante una lucha por otras especies que no desarrollamos para defender la igual dignidad entre los seres humanos. Es verdad que debe preocuparnos que otros seres vivos no sean tratados irresponsablemente. Pero especialmente deberían exasperarnos las enormes inequidades que existen entre nosotros, porque seguimos tolerando que unos se consideren más dignos que otros. Dejamos de advertir que algunos se arrastran en una degradante miseria, sin posibilidades reales de superación, mientras otros ni siquiera saben qué hacer con lo que poseen, ostentan vanidosamente una supuesta superioridad y dejan tras de sí un nivel de desperdicio que sería imposible generalizar sin destrozar el planeta. Seguimos admitiendo en la práctica que unos se sientan más humanos que otros, como si hubieran nacido con mayores derechos. 91. No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos. Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada. Esto pone en riesgo el sentido de la lucha por el ambiente. No es casual que, en el himno donde san Francisco alaba a Dios por las criaturas, añada lo siguiente: «Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor». Todo está conectado. Por eso se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad. 92. Por otra parte, cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión universal, nada ni nadie está excluido de esa fraternidad. Por consiguiente, también es verdad que la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en la relación con las demás personas. Todo ensañamiento con cualquier criatura «es contrario a la dignidad humana» [69]. No podemos considerarnos grandes amantes si excluimos de nuestros intereses alguna parte de la realidad: «Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente so pena de caer nuevamente en el reduccionismo» [70]. Todo está relacionado, y todos los seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y que nos une también, con tierno cariño, al hermano sol, a la hermana luna, al hermano río y a la madre tierra. VI. Destino común de los bienes 159 93. Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para todos. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados. El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por tanto, el derecho universal a su uso es una «regla de oro» del comportamiento social y el «primer principio de todo el ordenamiento ético-social» [71 . La tradición cristiana nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó la función social de cualquier forma de propiedad privada. San Juan Pablo II recordó con mucho énfasis esta doctrina, diciendo que «Dios ha dado la tierra a todo el género humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a ninguno» [72]. Son palabras densas y fuertes. Remarcó que «no sería verdaderamente digno del hombre un tipo de desarrollo que no respetara y promoviera los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los pueblos» [73]. Con toda claridad explicó que «la Iglesia defiende, sí, el legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menor claridad que sobre toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan a la destinación general que Dios les ha dado» [74]. Por lo tanto afirmó que «no es conforme con el designio de Dios usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a unos pocos» [75]. Esto cuestiona seriamente los hábitos injustos de una parte de la humanidad [76]. 94. El rico y el pobre tienen igual dignidad, porque «a los dos los hizo el Señor» (Pr 22,2); «Él mismo hizo a pequeños y a grandes» (Sb 6,7) y «hace salir su sol sobre malos y buenos» (Mt 5,45). Esto tiene consecuencias prácticas, como las que enunciaron los Obispos de Paraguay: «Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del título de propiedad, el campesino debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización» [77]. 95. El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de todos. Si no lo hacemos, cargamos sobre la conciencia el peso de negar la existencia de los otros. Por eso, los Obispos de Nueva Zelanda se preguntaron qué significa el mandamiento «no matarás» cuando «un veinte por ciento de la población mundial consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras generaciones lo que necesitan para sobrevivir» [78]. VII. La mirada de Jesús 96. Jesús asume la fe bíblica en el Dios creador y destaca un dato fundamental: Dios es Padre (cf. Mt 11,25). En los diálogos con sus discípulos, Jesús los invitaba a reconocer la relación paterna que Dios tiene con todas las criaturas, y les recordaba con una conmovedora ternura cómo cada una de ellas es importante a sus ojos: «¿No se venden cinco pajarillos por dos monedas? Pues bien, ninguno de ellos está olvidado ante Dios» (Lc 12,6). 160 «Mirad las aves del cielo, que no siembran ni cosechan, y no tienen graneros. Pero el Padre celestial las alimenta» (Mt 6,26). 97. El Señor podía invitar a otros a estar atentos a la belleza que hay en el mundo porque él mismo estaba en contacto permanente con la naturaleza y le prestaba una atención llena de cariño y asombro. Cuando recorría cada rincón de su tierra se detenía a contemplar la hermosura sembrada por su Padre, e invitaba a sus discípulos a reconocer en las cosas un mensaje divino: «Levantad los ojos y mirad los campos, que ya están listos para la cosecha» (Jn 4,35). «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace un árbol» (Mt 13,31-32). 98. Jesús vivía en armonía plena con la creación, y los demás se asombraban: «¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Mt 8,27). No aparecía como un asceta separado del mundo o enemigo de las cosas agradables de la vida. Refiriéndose a sí mismo expresaba: «Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es un comilón y borracho» (Mt 11,19). Estaba lejos de las filosofías que despreciaban el cuerpo, la materia y las cosas de este mundo. Sin embargo, esos dualismos malsanos llegaron a tener una importante influencia en algunos pensadores cristianos a lo largo de la historia y desfiguraron el Evangelio. Jesús trabajaba con sus manos, tomando contacto cotidiano con la materia creada por Dios para darle forma con su habilidad de artesano. Llama la atención que la mayor parte de su vida fue consagrada a esa tarea, en una existencia sencilla que no despertaba admiración alguna: «¿No es este el carpintero, el hijo de María?» (Mc 6,3). Así santificó el trabajo y le otorgó un peculiar valor para nuestra maduración. San Juan Pablo II enseñaba que, «soportando la fatiga del trabajo en unión con Cristo crucificado por nosotros, el hombre colabora en cierto modo con el Hijo de Dios en la redención de la humanidad» [79]. 99. Para la comprensión cristiana de la realidad, el destino de toda la creación pasa por el misterio de Cristo, que está presente desde el origen de todas las cosas: «Todo fue creado por él y para él » (Col 1,16) [80]. El prólogo del Evangelio de Juan (1,1-18) muestra la actividad creadora de Cristo como Palabra divina (Logos). Pero este prólogo sorprende por su afirmación de que esta Palabra «se hizo carne» (Jn 1,14). Una Persona de la Trinidad se insertó en el cosmos creado, corriendo su suerte con él hasta la cruz. Desde el inicio del mundo, pero de modo peculiar a partir de la encarnación, el misterio de Cristo opera de manera oculta en el conjunto de la realidad natural, sin por ello afectar su autonomía. 100. El Nuevo Testamento no sólo nos habla del Jesús terreno y de su relación tan concreta y amable con todo el mundo. También lo muestra como resucitado y glorioso, presente en toda la creación con su señorío universal: «Dios quiso que en él residiera toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz» (Col 1,19-20). Esto nos proyecta al final de los tiempos, cuando el Hijo entregue al Padre todas las cosas y «Dios sea todo en todos» (1 Co 15,28). De ese modo, las criaturas de este mundo ya no se nos presentan como una realidad meramente natural, porque el Resucitado las envuelve misteriosamente y las orienta a un destino de plenitud. Las mismas flores del campo y las aves que él contempló admirado con sus ojos humanos, ahora están llenas de su presencia luminosa. 161 CAPÍTULO TERCERO. RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA 101. No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a pensarlo? En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo. I. La tecnología: creatividad y poder 102. La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio: el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil, el avión, las industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más recientemente, la revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las nanotecnologías. Es justo alegrarse ante estos avances, y entusiasmarse frente a las amplias posibilidades que nos abren estas constantes novedades, porque «la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios» [81]. La modificación de la naturaleza con fines útiles es una característica de la humanidad desde sus inicios, y así la técnica «expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de ciertos condicionamientos materiales» [82]. La tecnología ha remediado innumerables males que dañaban y limitaban al ser humano. No podemos dejar de valorar y de agradecer el progreso técnico, especialmente en la medicina, la ingeniería y las comunicaciones. ¿Y cómo no reconocer todos los esfuerzos de muchos científicos y técnicos, que han aportado alternativas para un desarrollo sostenible? 103. La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde objetos domésticos útiles hasta grandes medios de transporte, puentes, edificios, lugares públicos. También es capaz de producir lo bello y de hacer « saltar » al ser humano inmerso en el mundo material al ámbito de la belleza. ¿Se puede negar la belleza de un avión, o de algunos rascacielos? Hay preciosas obras pictóricas y musicales logradas con la utilización de nuevos instrumentos técnicos. Así, en la intención de belleza del productor técnico y en el contemplador de tal belleza, se da el salto a una cierta plenitud propiamente humana. 104. Pero no podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo. Basta recordar las bombas atómicas lanzadas en pleno siglo XX, como el gran despliegue tecnológico ostentado por el nazismo, por el comunismo [Nota de ELCH: No podemos dejar de afirmar que esta referencia esta ligada a la concepción stalinista del socialismo llevada acabo bajo Josef Stalin y llamada Comunismo] y por otros regímenes totalitarios al servicio de la matanza de millones de personas, sin olvidar que hoy la guerra posee un instrumental cada vez más mortífero. ¿En manos de quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida en una pequeña parte de la humanidad. 162 105. Se tiende a creer «que todo incremento del poder constituye sin más un progreso, un aumento de seguridad, de utilidad, de bienestar, de energía vital, de plenitud de los valores» [83], como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del mismo poder tecnológico y económico. El hecho es que «el hombre moderno no está preparado para utilizar el poder con acierto» [84], porque el inmenso crecimiento tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en responsabilidad, valores, conciencia. Cada época tiende a desarrollar una escasa autoconciencia de sus propios límites. Por eso es posible que hoy la humanidad no advierta la seriedad de los desafíos que se presentan, y «la posibilidad de que el hombre utilice mal el poder crece constantemente » cuando no está « sometido a norma alguna reguladora de la libertad, sino únicamente a los supuestos imperativos de la utilidad y de la seguridad» [85]. El ser humano no es plenamente autónomo. Su libertad se enferma cuando se entrega a las fuerzas ciegas del inconsciente, de las necesidades inmediatas, del egoísmo, de la violencia. En ese sentido, está desnudo y expuesto frente a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta una ética sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una lúcida abnegación. II. Globalización del paradigma tecnocrático 106. El problema fundamental es otro más profundo todavía: el modo como la humanidad de hecho ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma homogéneo y unidimensional. En él se destaca un concepto del sujeto que progresivamente, en el proceso lógico-racional, abarca y así posee el objeto que se halla afuera. Ese sujeto se despliega en el establecimiento del método científico con su experimentación, que ya es explícitamente técnica de posesión, dominio y transformación. Es como si el sujeto se hallara frente a lo informe totalmente disponible para su manipulación. La intervención humana en la naturaleza siempre ha acontecido, pero durante mucho tiempo tuvo la característica de acompañar, de plegarse a las posibilidades que ofrecen las cosas mismas. Se trataba de recibir lo que la realidad natural de suyo permite, como tendiendo la mano. En cambio ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma de lo que tiene delante. Por eso, el ser humano y las cosas han dejado de tenderse amigablemente la mano para pasar a estar enfrentados. De aquí se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito o ilimitado, que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos. Supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta, que lleva a «estrujarlo» hasta el límite y más allá del límite. Es el presupuesto falso de que «existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser fácilmente absorbidos» [86]. 107. Podemos decir entonces que, en el origen de muchas dificultades del mundo actual, está ante todo la tendencia, no siempre consciente, a constituir la metodología y los objetivos de la tecnociencia en un paradigma de comprensión que condiciona la vida de las personas y el funcionamiento de la sociedad. Los efectos de la aplicación de este molde a toda la realidad, humana y social, se constatan en la degradación del ambiente, 163 pero este es solamente un signo del reduccionismo que afecta a la vida humana y a la sociedad en todas sus dimensiones. Hay que reconocer que los objetos producto de la técnica no son neutros, porque crean un entramado que termina condicionando los estilos de vida y orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de determinados grupos de poder. Ciertas elecciones, que parecen puramente instrumentales, en realidad son elecciones acerca de la vida social que se quiere desarrollar. 108. No puede pensarse que sea posible sostener otro paradigma cultural y servirse de la técnica como de un mero instrumento, porque hoy el paradigma tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica. Se volvió contracultural elegir un estilo de vida con objetivos que puedan ser al menos en parte independientes de la técnica, de sus costos y de su poder globalizador y masificador. De hecho, la técnica tiene una inclinación a buscar que nada quede fuera de su férrea lógica, y «el hombre que posee la técnica sabe que, en el fondo, esta no se dirige ni a la utilidad ni al bienestar, sino al dominio; el dominio, en el sentido más extremo de la palabra» [87]. Por eso «intenta controlar tanto los elementos de la naturaleza como los de la existencia humana» [88]. La capacidad de decisión, la libertad más genuina y el espacio para la creatividad alternativa de los individuos se ven reducidos. 109. El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental. En algunos círculos se sostiene que la economía actual y la tecnología resolverán todos los problemas ambientales, del mismo modo que se afirma, con lenguajes no académicos, que los problemas del hambre y la miseria en el mundo simplemente se resolverán con el crecimiento del mercado. No es una cuestión de teorías económicas, que quizás nadie se atreve hoy a defender, sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía. Quienes no lo afirman con palabras lo sostienen con los hechos, cuando no parece preocuparles una justa dimensión de la producción, una mejor distribución de la riqueza, un cuidado responsable del ambiente o los derechos de las generaciones futuras. Con sus comportamientos expresan que el objetivo de maximizar los beneficios es suficiente. Pero el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social [89]. Mientras tanto, tenemos un «superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora» [90], y no se elaboran con suficiente celeridad instituciones económicas y cauces sociales que permitan a los más pobres acceder de manera regular a los recursos básicos. No se termina de advertir cuáles son las raíces más profundas de los actuales desajustes, que tienen que ver con la orientación, los fines, el sentido y el contexto social del crecimiento tecnológico y económico. 110. La especialización propia de la tecnología implica una gran dificultad para mirar el conjunto. La fragmentación de los saberes cumple su función a la hora de lograr aplicaciones concretas, pero suele llevar a perder el sentido de la totalidad, de las 164 relaciones que existen entre las cosas, del horizonte amplio, que se vuelve irrelevante. Esto mismo impide encontrar caminos adecuados para resolver los problemas más complejos del mundo actual, sobre todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden abordar desde una sola mirada o desde un solo tipo de intereses. Una ciencia que pretenda ofrecer soluciones a los grandes asuntos, necesariamente debería sumar todo lo que ha generado el conocimiento en las demás áreas del saber, incluyendo la filosofía y la ética social. Pero este es un hábito difícil de desarrollar hoy. Por eso tampoco pueden reconocerse verdaderos horizontes éticos de referencia. La vida pasa a ser un abandonarse a las circunstancias condicionadas por la técnica, entendida como el principal recurso para interpretar la existencia. En la realidad concreta que nos interpela, aparecen diversos síntomas que muestran el error, como la degradación del ambiente, la angustia, la pérdida del sentido de la vida y de la convivencia. Así se muestra una vez más que «la realidad es superior a la idea» [91]. 111. La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático. De otro modo, aun las mejores iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica globalizada. Buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial. 112. Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral. La liberación del paradigma tecnocrático reinante se produce de hecho en algunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comunidades de pequeños productores optan por sistemas de producción menos contaminantes, sosteniendo un modelo de vida, de gozo y de convivencia no consumista. O cuando la técnica se orienta prioritariamente a resolver los problemas concretos de los demás, con la pasión de ayudar a otros a vivir con más dignidad y menos sufrimiento. También cuando la intención creadora de lo bello y su contemplación logran superar el poder objetivante en una suerte de salvación que acontece en lo bello y en la persona que lo contempla. La auténtica humanidad, que invita a una nueva síntesis, parece habitar en medio de la civilización tecnológica, casi imperceptiblemente, como la niebla que se filtra bajo la puerta cerrada. ¿Será una promesa permanente, a pesar de todo, brotando como una empecinada resistencia de lo auténtico? 113. Por otra parte, la gente ya no parece creer en un futuro feliz, no confía ciegamente en un mañana mejor a partir de las condiciones actuales del mundo y de las capacidades técnicas. Toma conciencia de que el avance de la ciencia y de la técnica no equivale al avance de la humanidad y de la historia, y vislumbra que son otros los caminos fundamentales para un futuro feliz. No obstante, tampoco se imagina renunciando a las posibilidades que ofrece la tecnología. La humanidad se ha modificado profundamente, y la sumatoria de constantes novedades consagra una fugacidad que nos arrastra por la superficie, en una única dirección. Se hace difícil detenernos para recuperar la profundidad de la vida. Si la 165 arquitectura refleja el espíritu de una época, las megaestructuras y las casas en serie expresan el espíritu de la técnica globalizada, donde la permanente novedad de los productos se une a un pesado aburrimiento. No nos resignemos a ello y no renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo legitimaremos la situación vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el vacío. 114. Lo que está ocurriendo nos pone ante la urgencia de avanzar en una valiente revolución cultural. La ciencia y la tecnología no son neutrales, sino que pueden implicar desde el comienzo hasta el final de un proceso diversas intenciones o posibilidades, y pueden configurarse de distintas maneras. Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno 115. El antropocentrismo moderno, paradójicamente, ha terminado colocando la razón técnica sobre la realidad, porque este ser humano «ni siente la naturaleza como norma válida, ni menos aún como refugio viviente. La ve sin hacer hipótesis, prácticamente, como lugar y objeto de una tarea en la que se encierra todo, siéndole indiferente lo que con ello suceda» [92]. De ese modo, se debilita el valor que tiene el mundo en sí mismo. Pero si el ser humano no redescubre su verdadero lugar, se entiende mal a sí mismo y termina contradiciendo su propia realidad: «No sólo la tierra ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la intención originaria de que es un bien, según la cual le ha sido dada; incluso el hombre es para sí mismo un don de Dios y, por tanto, debe respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado» [93]. 116. En la modernidad hubo una gran desmesura antropocéntrica que, con otro ropaje, hoy sigue dañando toda referencia común y todo intento por fortalecer los lazos sociales. Por eso ha llegado el momento de volver a prestar atención a la realidad con los límites que ella impone, que a su vez son la posibilidad de un desarrollo humano y social más sano y fecundo. Una presentación inadecuada de la antropología cristiana pudo llegar a respaldar una concepción equivocada sobre la relación del ser humano con el mundo. Se transmitió muchas veces un sueño prometeico de dominio sobre el mundo que provocó la impresión de que el cuidado de la naturaleza es cosa de débiles. En cambio, la forma correcta de interpretar el concepto del ser humano como « señor » del universo consiste en entenderlo como administrador responsable [94]. 117. La falta de preocupación por medir el daño a la naturaleza y el impacto ambiental de las decisiones es sólo el reflejo muy visible de un desinterés por reconocer el mensaje que la naturaleza lleva inscrito en sus mismas estructuras. Cuando no se reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado. Si el ser humano se declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base de su existencia se desmorona, porque, «en vez de desempeñar su papel de colaborador de Dios en la obra de la creación, el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión de la naturaleza» [95]. 166 118. Esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la humanidad. No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano. No hay ecología sin una adecuada antropología. Cuando la persona humana es considerada sólo un ser más entre otros, que procede de los juegos del azar o de un determinismo físico, «se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la responsabilidad» [96]. Un antropocentrismo desviado no necesariamente debe dar paso a un «biocentrismo», porque eso implicaría incorporar un nuevo desajuste que no sólo no resolverá los problemas sino que añadirá otros. No puede exigirse al ser humano un compromiso con respecto al mundo si no se reconocen y valoran al mismo tiempo sus capacidades peculiares de conocimiento, voluntad, libertad y responsabilidad. 119. La crítica al antropocentrismo desviado tampoco debería colocar en un segundo plano el valor de las relaciones entre las personas. Si la crisis ecológica es una eclosión o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad, no podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar todas las relaciones básicas del ser humano. Cuando el pensamiento cristiano reclama un valor peculiar para el ser humano por encima de las demás criaturas, da lugar a la valoración de cada persona humana, y así provoca el reconocimiento del otro. La apertura a un «tú» capaz de conocer, amar y dialogar sigue siendo la gran nobleza de la persona humana. Por eso, para una adecuada relación con el mundo creado no hace falta debilitar la dimensión social del ser humano y tampoco su dimensión trascendente, su apertura al «Tú» divino. Porque no se puede proponer una relación con el ambiente aislada de la relación con las demás personas y con Dios. Sería un individualismo romántico disfrazado de belleza ecológica y un asfixiante encierro en la inmanencia. 120. Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades: «Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social» [97] . 121. Está pendiente el desarrollo de una nueva síntesis que supere falsas dialécticas de los últimos siglos. El mismo cristianismo, manteniéndose fiel a su identidad y al tesoro de verdad que recibió de Jesucristo, siempre se repiensa y se reexpresa en el diálogo con las nuevas situaciones históricas, dejando brotar así su eterna novedad [98]. El relativismo práctico 122. Un antropocentrismo desviado da lugar a un estilo de vida desviado. En la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium me referí al relativismo práctico que caracteriza nuestra época, y que es «todavía más peligroso que el doctrinal» [99]. Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo. Por eso no debería llamar la atención que, junto con la omnipresencia del paradigma tecnocrático y la adoración del poder humano sin límites, se desarrolle en los sujetos 167 este relativismo donde todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses inmediatos. Hay en esto una lógica que permite comprender cómo se alimentan mutuamente diversas actitudes que provocan al mismo tiempo la degradación ambiental y la degradación social. 123. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: « Dejemos que las fuerzas invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre la naturaleza son daños inevitables ». Si no hay verdades objetivas ni principios sólidos, fuera de la satisfacción de los propios proyectos y de las necesidades inmediatas, ¿qué límites pueden tener la trata de seres humanos, la criminalidad organizada, el narcotráfico, el comercio de diamantes ensangrentados y de pieles de animales en vías de extinción? ¿No es la misma lógica relativista la que justifica la compra de órganos a los pobres con el fin de venderlos o de utilizarlos para experimentación, o el descarte de niños porque no responden al deseo de sus padres? Es la misma lógica del «usa y tira», que genera tantos residuos sólo por el deseo desordenado de consumir más de lo que realmente se necesita. Entonces no podemos pensar que los proyectos políticos o la fuerza de la ley serán suficientes para evitar los comportamientos que afectan al ambiente, porque, cuando es la cultura la que se corrompe y ya no se reconoce alguna verdad objetiva o unos principios universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar. Necesidad de preservar el trabajo 124. En cualquier planteo sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo, tan sabiamente desarrollado por san Juan Pablo II en su encíclica Laborem exercens. Recordemos que, según el relato bíblico de la creación, Dios colocó al ser humano en el jardín recién creado (cf.Gn 2,15) no sólo para preservar lo existente (cuidar), sino para trabajar sobre ello de manera que produzca frutos (labrar). Así, los obreros y artesanos «aseguran la creación eterna» (Si 38,34). En realidad, la intervención humana que procura el prudente desarrollo de lo creado es la forma más adecuada de cuidarlo, porque implica situarse como instrumento de Dios para ayudar a brotar las potencialidades que él mismo colocó en las cosas: «Dios puso en la tierra medicinas y el hombre prudente no las desprecia» (Si 38,4). 125. Si intentamos pensar cuáles son las relaciones adecuadas del ser humano con el mundo que lo rodea, emerge la necesidad de una correcta concepción del trabajo porque, si hablamos sobre la relación del ser humano con las cosas, aparece la pregunta por el sentido y la finalidad de la acción humana sobre la realidad. No hablamos sólo del trabajo manual o del trabajo con la tierra, sino de cualquier actividad que implique alguna transformación de lo existente, desde la elaboración de un informe social hasta el diseño de un desarrollo tecnológico. Cualquier forma de trabajo tiene detrás una idea sobre la relación que el ser humano puede o debe establecer con lo otro de sí. La espiritualidad cristiana, junto con la admiración contemplativa de las criaturas que encontramos en san Francisco de Asís, ha desarrollado también una rica y sana 168 comprensión sobre el trabajo, como podemos encontrar, por ejemplo, en la vida del beato Carlos de Foucauld y sus discípulos. 126. Recojamos también algo de la larga tradición del monacato. Al comienzo favorecía en cierto modo la fuga del mundo, intentando escapar de la decadencia urbana. Por eso, los monjes buscaban el desierto, convencidos de que era el lugar adecuado para reconocer la presencia de Dios. Posteriormente, san Benito de Nursia propuso que sus monjes vivieran en comunidad combinando la oración y la lectura con el trabajo manual (ora et labora). Esta introducción del trabajo manual impregnado de sentido espiritual fue revolucionaria. Se aprendió a buscar la maduración y la santificación en la compenetración entre el recogimiento y el trabajo. Esa manera de vivir el trabajo nos vuelve más cuidadosos y respetuosos del ambiente, impregna de sana sobriedad nuestra relación con el mundo. 127. Decimos que «el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económicosocial» [100]. No obstante, cuando en el ser humano se daña la capacidad de contemplar y de respetar, se crean las condiciones para que el sentido del trabajo se desfigure [101]. Conviene recordar siempre que el ser humano es «capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual» [102]. El trabajo debería ser el ámbito de este múltiple desarrollo personal, donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la comunicación con los demás, una actitud de adoración. Por eso, en la actual realidad social mundial, más allá de los intereses limitados de las empresas y de una cuestionable racionalidad económica, es necesario que «se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos» [103]. 128. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal. En este sentido, ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una solución provisoria para resolver urgencias. El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo. Pero la orientación de la economía ha propiciado un tipo de avance tecnológico para reducir costos de producción en razón de la disminución de los puestos de trabajo, que se reemplazan por máquinas. Es un modo más como la acción del ser humano puede volverse en contra de él mismo. La disminución de los puestos de trabajo «tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del “capital social”, es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad, y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil» [104]. En definitiva, «Los costes humanos son siempre también costes económicos y las disfunciones económicas comportan igualmente costes humanos» [105]. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad. 129. Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. Por ejemplo, hay una gran variedad de sistemas alimentarios campesinos y de pequeña escala que sigue alimentando a la mayor parte de la población mundial, utilizando una baja proporción del territorio y del agua, y produciendo menos residuos, sea en pequeñas parcelas 169 agrícolas, huertas, caza y recolección silvestre o pesca artesanal. Las economías de escala, especialmente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales. Los intentos de algunos de ellos por avanzar en otras formas de producción más diversificadas terminan siendo inútiles por la dificultad de conectarse con los mercados regionales y globales o porque la infraestructura de venta y de transporte está al servicio de las grandes empresas. Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva. Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder financiero. Una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al trabajo, se convierte en un discurso contradictorio que deshonra a la política. La actividad empresarial, que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, puede ser una manera muy fecunda de promover la región donde instala sus emprendimientos, sobre todo si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común. Innovación biológica a partir de la investigación 130. En la visión filosófica y teológica de la creación que he tratado de proponer, queda claro que la persona humana, con la peculiaridad de su razón y de su ciencia, no es un factor externo que deba ser totalmente excluido. No obstante, si bien el ser humano puede intervenir en vegetales y animales, y hacer uso de ellos cuando es necesario para su vida, el Catecismo enseña que las experimentaciones con animales sólo son legítimas «si se mantienen en límites razonables y contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas» [106]. Recuerda con firmeza que el poder humano tiene límites y que «es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas» [107]. Todo uso y experimentación «exige un respeto religioso de la integridad de la creación» [108]. 131. Quiero recoger aquí la equilibrada posición de san Juan Pablo II, quien resaltaba los beneficios de los adelantos científicos y tecnológicos, que «manifiestan cuán noble es la vocación del hombre a participar responsablemente en la acción creadora de Dios», pero al mismo tiempo recordaba que «toda intervención en un área del ecosistema debe considerar sus consecuencias en otras áreas» [109]. Expresaba que la Iglesia valora el aporte «del estudio y de las aplicaciones de la biología molecular, completada con otras disciplinas, como la genética, y su aplicación tecnológica en la agricultura y en la industria» [110], aunque también decía que esto no debe dar lugar a una «indiscriminada manipulación genética» [111] que ignore los efectos negativos de estas intervenciones. No es posible frenar la creatividad humana. Si no se puede prohibir a un artista el despliegue de su capacidad creadora, tampoco se puede inhabilitar a quienes tienen especiales dones para el desarrollo científico y tecnológico, cuyas capacidades han sido donadas por Dios para el servicio a los demás. Al mismo tiempo, no pueden dejar de replantearse los objetivos, los efectos, el contexto y los límites éticos de esa actividad humana que es una forma de poder con altos riesgos. 132. En este marco debería situarse cualquier reflexión acerca de la intervención humana sobre los vegetales y animales, que hoy implica mutaciones genéticas 170 generadas por la biotecnología, en orden a aprovechar las posibilidades presentes en la realidad material. El respeto de la fe a la razón implica prestar atención a lo que la misma ciencia biológica, desarrollada de manera independiente con respecto a los intereses económicos, puede enseñar acerca de las estructuras biológicas y de sus posibilidades y mutaciones. En todo caso, una intervención legítima es aquella que actúa en la naturaleza «para ayudarla a desarrollarse en su línea, la de la creación, la querida por Dios» [112]. 133. Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones. Por otra parte, los riesgos no siempre se atribuyen a la técnica misma sino a su aplicación inadecuada o excesiva. En realidad, las mutaciones genéticas muchas veces fueron y son producidas por la misma naturaleza. Ni siquiera aquellas provocadas por la intervención humana son un fenómeno moderno. La domesticación de animales, el cruzamiento de especies y otras prácticas antiguas y universalmente aceptadas pueden incluirse en estas consideraciones. Cabe recordar que el inicio de los desarrollos científicos de cereales transgénicos estuvo en la observación de una bacteria que natural y espontáneamente producía una modificación en el genoma de un vegetal. Pero en la naturaleza estos procesos tienen un ritmo lento, que no se compara con la velocidad que imponen los avances tecnológicos actuales, aun cuando estos avances tengan detrás un desarrollo científico de varios siglos. 134. Si bien no hay comprobación contundente acerca del daño que podrían causar los cereales transgénicos a los seres humanos, y en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas. En muchos lugares, tras la introducción de estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos debido a «la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la producción directa» [113]. Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las ciudades. La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente y el futuro de las economías regionales. En varios países se advierte una tendencia al desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas productoras. 135. Sin duda hace falta una atención constante, que lleve a considerar todos los aspectos éticos implicados. Para eso hay que asegurar una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre. A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos. Esto vuelve difícil desarrollar un juicio equilibrado y prudente sobre las diversas cuestiones, considerando todas las variables atinentes. Es preciso contar con espacios de discusión donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente 171 afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendientes al bien común presente y futuro. Es una cuestión ambiental de carácter complejo, por lo cual su tratamiento exige una mirada integral de todos sus aspectos, y esto requeriría al menos un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz. 136. Por otra parte, es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana. Se suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se experimenta con embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va más allá del grado de su desarrollo. De ese modo, cuando la técnica desconoce los grandes principios éticos, termina considerando legítima cualquier práctica. Como vimos en este capítulo, la técnica separada de la ética difícilmente será capaz de autolimitar su poder. CAPÍTULO CUARTO. UNA ECOLOGÍA INTEGRAL 137. Dado que todo está íntimamente relacionado, y que los problemas actuales requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial, propongo que nos detengamos ahora a pensar en los distintos aspectos de una ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales. I. Ecología ambiental, económica y social 138. La ecología estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente donde se desarrollan. También exige sentarse a pensar y a discutir acerca de las condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad, con la honestidad para poner en duda modelos de desarrollo, producción y consumo. No está de más insistir en que todo está conectado. El tiempo y el espacio no son independientes entre sí, y ni siquiera los átomos o las partículas subatómicas se pueden considerar por separado. Así como los distintos componentes del planeta –físicos, químicos y biológicos– están relacionados entre sí, también las especies vivas conforman una red que nunca terminamos de reconocer y comprender. Buena parte de nuestra información genética se comparte con muchos seres vivos. Por eso, los conocimientos fragmentarios y aislados pueden convertirse en una forma de ignorancia si se resisten a integrarse en una visión más amplia de la realidad. 139. Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una relación, la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados. Las razones por las cuales un lugar se contamina exigen un análisis del funcionamiento de la sociedad, de su economía, de su comportamiento, de sus maneras de entender la realidad. Dada la magnitud de los cambios, ya no es posible encontrar una respuesta específica e independiente para cada parte del problema. Es fundamental buscar soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, 172 sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza. 140. Debido a la cantidad y variedad de elementos a tener en cuenta, a la hora de determinar el impacto ambiental de un emprendimiento concreto, se vuelve indispensable dar a los investigadores un lugar preponderante y facilitar su interacción, con amplia libertad académica. Esta investigación constante debería permitir reconocer también cómo las distintas criaturas se relacionan conformando esas unidades mayores que hoy llamamos «ecosistemas». No los tenemos en cuenta sólo para determinar cuál es su uso racional, sino porque poseen un valor intrínseco independiente de ese uso. Así como cada organismo es bueno y admirable en sí mismo por ser una criatura de Dios, lo mismo ocurre con el conjunto armonioso de organismos en un espacio determinado, funcionando como un sistema. Aunque no tengamos conciencia de ello, dependemos de ese conjunto para nuestra propia existencia. Cabe recordar que los ecosistemas intervienen en el secuestro de anhídrido carbónico, en la purificación del agua, en el control de enfermedades y plagas, en la formación del suelo, en la descomposición de residuos y en muchísimos otros servicios que olvidamos o ignoramos. Cuando advierten esto, muchas personas vuelven a tomar conciencia de que vivimos y actuamos a partir de una realidad que nos ha sido previamente regalada, que es anterior a nuestras capacidades y a nuestra existencia. Por eso, cuando se habla de «uso sostenible», siempre hay que incorporar una consideración sobre la capacidad de regeneración de cada ecosistema en sus diversas áreas y aspectos. 141. Por otra parte, el crecimiento económico tiende a producir automatismos y a homogeneizar, en orden a simplificar procedimientos y a reducir costos. Por eso es necesaria una ecología económica, capaz de obligar a considerar la realidad de manera más amplia. Porque «la protección del medio ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada» [114]. Pero al mismo tiempo se vuelve actual la necesidad imperiosa del humanismo, que de por sí convoca a los distintos saberes, también al económico, hacia una mirada más integral e integradora. Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente. Hay una interacción entre los ecosistemas y entre los diversos mundos de referencia social, y así se muestra una vez más que «el todo es superior a la parte» [115]. 142. Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana: «Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales» [116]. En ese sentido, la ecología social es necesariamente institucional, y alcanza progresivamente las distintas dimensiones que van desde el grupo social primario, la familia, pasando por la comunidad local y la nación, hasta la vida internacional. Dentro de cada uno de los niveles sociales y entre ellos, se desarrollan las instituciones que regulan las relaciones humanas. Todo lo que las dañe entraña efectos nocivos, como la perdida de la libertad, la injusticia y la violencia. Varios países se rigen con un nivel institucional precario, a costa del sufrimiento de las poblaciones y en beneficio de quienes se lucran 173 con ese estado de cosas. Tanto en la administración del Estado, como en las distintas expresiones de la sociedad civil, o en las relaciones de los habitantes entre sí, se registran con excesiva frecuencia conductas alejadas de las leyes. Estas pueden ser dictadas en forma correcta, pero suelen quedar como letra muerta. ¿Puede esperarse entonces que la legislación y las normas relacionadas con el medio ambiente sean realmente eficaces? Sabemos, por ejemplo, que países poseedores de una legislación clara para la protección de bosques siguen siendo testigos mudos de la frecuente violación de estas leyes. Además, lo que sucede en una región ejerce, directa o indirectamente, influencias en las demás regiones. Así, por ejemplo, el consumo de narcóticos en las sociedades opulentas provoca una constante y creciente demanda de productos originados en regiones empobrecidas, donde se corrompen conductas, se destruyen vidas y se termina degradando el ambiente. II. Ecología cultural 143. Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad en su sentido más amplio. De manera más directa, reclama prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular. Es la cultura no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo, que no puede excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con el ambiente. 144. La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad. Por eso, pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las problemáticas locales, que requieren la intervención activa de los habitantes. Los nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la misma cultura local. Así como la vida y el mundo son dinámicos, el cuidado del mundo debe ser flexible y dinámico. Las soluciones meramente técnicas corren el riesgo de atender a síntomas que no responden a las problemáticas más profundas. Hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura. Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo humano. 145. Muchas formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio ambiente no sólo pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también con capacidades sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho tiempo ha otorgado identidad cultural y un sentido de la existencia y de la convivencia. 174 La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas. 146. En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores. Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura. III. Ecología de la vida cotidiana. 147. Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean influyen en nuestro modo de ver la vida, de sentir y de actuar. A la vez, en nuestra habitación, en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo y en nuestro barrio, usamos el ambiente para expresar nuestra identidad. Nos esforzamos para adaptarnos al medio y, cuando un ambiente es desordenado, caótico o cargado de contaminación visual y acústica, el exceso de estímulos nos desafía a intentar configurar una identidad integrada y feliz. 148. Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad. Por ejemplo, en algunos lugares, donde las fachadas de los edificios están muy deterioradas, hay personas que cuidan con mucha dignidad el interior de sus viviendas, o se sienten cómodas por la cordialidad y la amistad de la gente. La vida social positiva y benéfica de los habitantes derrama luz sobre un ambiente aparentemente desfavorable. A veces es encomiable la ecología humana que pueden desarrollar los pobres en medio de tantas limitaciones. La sensación de asfixia producida por la aglomeración en residencias y espacios con alta densidad poblacional se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas, si se crean comunidades, si los límites del ambiente se compensan en el interior de cada persona, que se siente contenida por una red de comunión y de pertenencia. De ese modo, cualquier lugar deja de ser un infierno y se convierte en el contexto de una vida digna. 149. También es cierto que la carencia extrema que se vive en algunos ambientes que no poseen armonía, amplitud y posibilidades de integración facilita la aparición de comportamientos inhumanos y la manipulación de las personas por parte de organizaciones criminales. Para los habitantes de barrios muy precarios, el paso cotidiano del hacinamiento al anonimato social que se vive en las grandes ciudades puede provocar una sensación de desarraigo que favorece las conductas antisociales y la violencia. Sin embargo, quiero insistir en que el amor puede más. 175 Muchas personas en estas condiciones son capaces de tejer lazos de pertenencia y de convivencia que convierten el hacinamiento en una experiencia comunitaria donde se rompen las paredes del yo y se superan las barreras del egoísmo. Esta experiencia de salvación comunitaria es lo que suele provocar reacciones creativas para mejorar un edificio o un barrio [117]. 150. Dada la interrelación entre el espacio y la conducta humana, quienes diseñan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan del aporte de diversas disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y los comportamientos de las personas. No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua. También por eso es tan importante que las perspectivas de los pobladores siempre completen el análisis del planeamiento urbano. 151. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. Es importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio compartido con los demás. Toda intervención en el paisaje urbano o rural debería considerar cómo los distintos elementos del lugar conforman un todo que es percibido por los habitantes como un cuadro coherente con su riqueza de significados. Así los otros dejan de ser extraños, y se los puede sentir como parte de un «nosotros» que construimos juntos. Por esta misma razón, tanto en el ambiente urbano como en el rural, conviene preservar algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen constantemente. 152. La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas rurales como en las grandes ciudades, porque los presupuestos estatales sólo suelen cubrir una pequeña parte de la demanda. No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia. La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias. Es una cuestión central de la ecología humana. Si en un lugar ya se han desarrollado conglomerados caóticos de casas precarias, se trata sobre todo de urbanizar esos barrios, no de erradicar y expulsar. Cuando los pobres viven en suburbios contaminados o en conglomerados peligrosos, «en el caso que se deba proceder a su traslado, y para no añadir más sufrimiento al que ya padecen, es necesario proporcionar una información adecuada y previa, ofrecer alternativas de alojamientos dignos e implicar directamente a los interesados» [118]. Al mismo tiempo, la creatividad debería llevar a integrar los barrios precarios en una ciudad acogedora: «¡Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro! [119]». 153. La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes. En las ciudades circulan muchos automóviles utilizados por una o dos personas, con lo cual el tránsito se hace 176 complicado, el nivel de contaminación es alto, se consumen cantidades enormes de energía no renovable y se vuelve necesaria la construcción de más autopistas y lugares de estacionamiento que perjudican la trama urbana. Muchos especialistas coinciden en la necesidad de priorizar el transporte público. Pero algunas medidas necesarias difícilmente serán pacíficamente aceptadas por la sociedad sin una mejora sustancial de ese transporte, que en muchas ciudades significa un trato indigno a las personas debido a la aglomeración, a la incomodidad o a la baja frecuencia de los servicios y a la inseguridad. 154. El reconocimiento de la dignidad peculiar del ser humano muchas veces contrasta con la vida caótica que deben llevar las personas en nuestras ciudades. Pero esto no debería hacer perder de vista el estado de abandono y olvido que sufren también algunos habitantes de zonas rurales, donde no llegan los servicios esenciales, y hay trabajadores reducidos a situaciones de esclavitud, sin derechos ni expectativas de una vida más digna. 155. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del hombre» porque «también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo» [120]. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana una actitud que pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma» [121]. IV. El principio del bien común 156. La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que cumple un rol central y unificador en la ética social. Es «el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección» [122]. 157. El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia. Toda la sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y promover el bien común. 177 158. En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos, el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más pobres. Esta opción implica sacar las consecuencias del destino común de los bienes de la tierra, pero, como he intentado expresar en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium [123], exige contemplar ante todo la inmensa dignidad del pobre a la luz de las más hondas convicciones creyentes. Basta mirar la realidad para entender que esta opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien común. V. Justicia entre las generaciones 159. La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser excluidos quienes vienen detrás de nosotros. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin una solidaridad intergeneracional. Cuando pensamos en la situación en que se deja el planeta a las generaciones futuras, entramos en otra lógica, la del don gratuito que recibimos y comunicamos. Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual. No estamos hablando de una actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán. Los Obispos de Portugal han exhortado a asumir este deber de justicia: «El ambiente se sitúa en la lógica de la recepción. Es un préstamo que cada generación recibe y debe transmitir a la generación siguiente» [124]. Una ecología integral posee esa mirada amplia. 160. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? Esta pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario. Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores. Si no está latiendo esta pregunta de fondo, no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan lograr efectos importantes. Pero si esta pregunta se plantea con valentía, nos lleva inexorablemente a otros cuestionamientos muy directos: ¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra? Por eso, ya no basta decir que debemos preocuparnos por las futuras generaciones. Se requiere advertir que lo que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá. Es un drama para nosotros mismos, porque esto pone en crisis el sentido del propio paso por esta tierra. 161. Las predicciones catastróficas ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía. A las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y suciedad. El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo periódicamente en diversas regiones. La atenuación de los efectos del actual 178 desequilibrio depende de lo que hagamos ahora mismo, sobre todo si pensamos en la responsabilidad que nos atribuirán los que deberán soportar las peores consecuencias. 162. La dificultad para tomar en serio este desafío tiene que ver con un deterioro ético y cultural, que acompaña al deterioro ecológico. El hombre y la mujer del mundo posmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualistas, y muchos problemas sociales se relacionan con el inmediatismo egoísta actual, con las crisis de los lazos familiares y sociales, con las dificultades para el reconocimiento del otro. Muchas veces hay un consumo inmediatista y excesivo de los padres que afecta a los propios hijos, quienes tienen cada vez más dificultades para adquirir una casa propia y fundar una familia. Además, nuestra incapacidad para pensar seriamente en las futuras generaciones está ligada a nuestra incapacidad para ampliar los intereses actuales y pensar en quienes quedan excluidos del desarrollo. No imaginemos solamente a los pobres del futuro, basta que recordemos a los pobres de hoy, que tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando. Por eso, «además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional» [125]. CAPÍTULO QUINTO. ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN Y ACCIÓN 163. He intentado analizar la situación actual de la humanidad, tanto en las grietas que se observan en el planeta que habitamos, como en las causas más profundamente humanas de la degradación ambiental. Si bien esa contemplación de la realidad en sí misma ya nos indica la necesidad de un cambio de rumbo y nos sugiere algunas acciones, intentemos ahora delinear grandes caminos de diálogo que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo. I. Diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional 164. Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo que habita una casa de todos. Un mundo interdependiente no significa únicamente entender que las consecuencias perjudiciales de los estilos de vida, producción y consumo afectan a todos, sino principalmente procurar que las soluciones se propongan desde una perspectiva global y no sólo en defensa de los intereses de algunos países. La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común. Pero la misma inteligencia que se utilizó para un enorme desarrollo tecnológico no logra encontrar formas eficientes de gestión internacional en orden a resolver las graves dificultades ambientales y sociales. Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos forestales y marinos, a asegurar a todos el acceso al agua potable. 165. Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes – sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas– necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora. Mientras no haya un amplio desarrollo de energías renovables, que debería estar ya en marcha, es legítimo optar por lo menos 179 malo o acudir a soluciones transitorias. Sin embargo, en la comunidad internacional no se logran acuerdos suficientes sobre la responsabilidad de quienes deben soportar los costos de la transición energética. En las últimas décadas, las cuestiones ambientales han generado un gran debate público que ha hecho crecer en la sociedad civil espacios de mucho compromiso y de entrega generosa. La política y la empresa reaccionan con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales. En este sentido se puede decir que, mientras la humanidad del período post-industrial quizás sea recordada como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus graves responsabilidades. 166. El movimiento ecológico mundial ha hecho ya un largo recorrido, enriquecido por el esfuerzo de muchas organizaciones de la sociedad civil. No sería posible aquí mencionarlas a todas ni recorrer la historia de sus aportes. Pero, gracias a tanta entrega, las cuestiones ambientales han estado cada vez más presentes en la agenda pública y se han convertido en una invitación constante a pensar a largo plazo. No obstante, las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas porque, por falta de decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces. 167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Allí se proclamó que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible» [126]. Retomando contenidos de la Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el ecosistema de toda la tierra, la obligación por parte de quien contamina de hacerse cargo económicamente de ello, el deber de evaluar el impacto ambiental de toda obra o proyecto. Propuso el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera para revertir el calentamiento global. También elaboró una agenda con un programa de acción y un convenio sobre diversidad biológica, declaró principios en materia forestal. Si bien aquella cumbre fue verdaderamente superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de revisión periódica y de sanción de los incumplimientos. Los principios enunciados siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica. 168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de Basilea sobre los desechos peligrosos, con un sistema de notificación, estándares y controles; también la Convención vinculante que regula el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre, que incluye misiones de verificación del cumplimiento efectivo. Gracias a la Convención de Viena para la protección de la capa de ozono y a su implementación mediante el Protocolo de Montreal y sus enmiendas, el problema del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de solución. 169. En el cuidado de la diversidad biológica y en lo relacionado con la desertificación, los avances han sido mucho menos significativos. En lo relacionado con el cambio climático, los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una 180 extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad. Mientras se elaboraba esta Encíclica, el debate ha adquirido una particular intensidad. Los creyentes no podemos dejar de pedirle a Dios por el avance positivo en las discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las consecuencias de imprudentes retardos. 170. Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. La imposición de estas medidas perjudica a los países más necesitados de desarrollo. De este modo, se agrega una nueva injusticia envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente. Como siempre, el hilo se corta por lo más débil. Dado que los efectos del cambio climático se harán sentir durante mucho tiempo, aun cuando ahora se tomen medidas estrictas, algunos países con escasos recursos necesitarán ayuda para adaptarse a efectos que ya se están produciendo y que afectan sus economías. Sigue siendo cierto que hay responsabilidades comunes pero diferenciadas, sencillamente porque, como han dicho los Obispos de Bolivia, «los países que se han beneficiado por un alto grado de industrialización, a costa de una enorme emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad en aportar a la solución de los problemas que han causado» [127]. 171. La estrategia de compraventa de «bonos de carbono» puede dar lugar a una nueva forma de especulación, y no servir para reducir la emisión global de gases contaminantes. Este sistema parece ser una solución rápida y fácil, con la apariencia de cierto compromiso con el medio ambiente, pero que de ninguna manera implica un cambio radical a la altura de las circunstancias. Más bien puede convertirse en un recurso diversivo que permita sostener el sobreconsumo de algunos países y sectores. 172. Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la corrupción. También es verdad que deben desarrollar formas menos contaminantes de producción de energía, pero para ello requieren contar con la ayuda de los países que han crecido mucho a costa de la contaminación actual del planeta. El aprovechamiento directo de la abundante energía solar requiere que se establezcan mecanismos y subsidios de modo que los países en desarrollo puedan acceder a transferencia de tecnologías, asistencia técnica y recursos financieros, pero siempre prestando atención a las condiciones concretas, ya que «no siempre es adecuadamente evaluada la compatibilidad de los sistemas con el contexto para el cual fueron diseñados» [128]. Los costos serían bajos si se los compara con los riesgos del cambio climático. De todos modos, es ante todo una decisión ética, fundada en la solidaridad de todos los pueblos. 173. Urgen acuerdos internacionales que se cumplan, dada la fragilidad de las instancias locales para intervenir de modo eficaz. Las relaciones entre Estados deben resguardar la soberanía de cada uno, pero también establecer caminos consensuados para evitar catástrofes locales que terminarían afectando a todos. Hacen falta marcos 181 regulatorios globales que impongan obligaciones y que impidan acciones intolerables, como el hecho de que países poderosos expulsen a otros países residuos e industrias altamente contaminantes. 174. Mencionemos también el sistema de gobernanza de los océanos. Pues, si bien hubo diversas convenciones internacionales y regionales, la fragmentación y la ausencia de severos mecanismos de reglamentación, control y sanción terminan minando todos los esfuerzos. El creciente problema de los residuos marinos y la protección de las áreas marinas más allá de las fronteras nacionales continúa planteando un desafío especial. En definitiva, necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza para toda la gama de los llamados «bienes comunes globales». 175. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza. Necesitamos una reacción global más responsable, que implica encarar al mismo tiempo la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones pobres. El siglo XXI, mientras mantiene un sistema de gobernanza propio de épocas pasadas, es escenario de un debilitamiento de poder de los Estados nacionales, sobre todo porque la dimensión económico-financiera, de características transnacionales, tiende a predominar sobre la política. En este contexto, se vuelve indispensable la maduración de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y dotadas de poder para sancionar. Como afirmaba Benedicto XVI en la línea ya desarrollada por la doctrina social de la Iglesia, «para gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, [san] Juan XXIII» [129]. En esta perspectiva, la diplomacia adquiere una importancia inédita, en orden a promover estrategias internacionales que se anticipen a los problemas más graves que terminan afectando a todos. [Nota de ELCH: La distancia entre las voluntades populares y los funcionarios de los organismos internacionales provoca que las resoluciones se tomen prescindiendo de las voces de la mayoría del planeta, son resoluciones elitistas alejadas de una verdadera preocupación por el ser humano] II. Diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales 176. No sólo hay ganadores y perdedores entre los países, sino también dentro de los países pobres, donde deben identificarse diversas responsabilidades. Por eso, las cuestiones relacionadas con el ambiente y con el desarrollo económico ya no se pueden plantear sólo desde las diferencias entre los países, sino que requieren prestar atención a las políticas nacionales y locales. 177. Ante la posibilidad de una utilización irresponsable de las capacidades humanas, son funciones impostergables de cada Estado planificar, coordinar, vigilar y sancionar dentro de su propio territorio. La sociedad, ¿cómo ordena y custodia su devenir en un contexto de constantes innovaciones tecnológicas? Un factor que actúa como moderador ejecutivo es el derecho, que establece las reglas para las conductas 182 admitidas a la luz del bien común. Los límites que debe imponer una sociedad sana, madura y soberana se asocian con: previsión y precaución, regulaciones adecuadas, vigilancia de la aplicación de las normas, control de la corrupción, acciones de control operativo sobre los efectos emergentes no deseados de los procesos productivos, e intervención oportuna ante riesgos inciertos o potenciales. Hay una creciente jurisprudencia orientada a disminuir los efectos contaminantes de los emprendimientos empresariales. Pero el marco político e institucional no existe sólo para evitar malas prácticas, sino también para alentar las mejores prácticas, para estimular la creatividad que busca nuevos caminos, para facilitar las iniciativas personales y colectivas. 178. El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones consumistas, provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo. Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no se exponen fácilmente a irritar a la población con medidas que puedan afectar al nivel de consumo o poner en riesgo inversiones extranjeras. La miopía de la construcción de poder detiene la integración de la agenda ambiental con mirada amplia en la agenda pública de los gobiernos. Se olvida así que «el tiempo es superior al espacio» [130], que siempre somos más fecundos cuando nos preocupamos por generar procesos más que por dominar espacios de poder. La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación. 179. En algunos lugares, se están desarrollando cooperativas para la explotación de energías renovables que permiten el autoabastecimiento local e incluso la venta de excedentes. Este sencillo ejemplo indica que, mientras el orden mundial existente se muestra impotente para asumir responsabilidades, la instancia local puede hacer una diferencia. Pues allí se puede generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido comunitario, una especial capacidad de cuidado y una creatividad más generosa, un entrañable amor a la propia tierra, así como se piensa en lo que se deja a los hijos y a los nietos. Estos valores tienen un arraigo muy hondo en las poblaciones aborígenes. Dado que el derecho a veces se muestra insuficiente debido a la corrupción, se requiere una decisión política presionada por la población. La sociedad, a través de organismos no gubernamentales y asociaciones intermedias, debe obligar a los gobiernos a desarrollar normativas, procedimientos y controles más rigurosos. Si los ciudadanos no controlan al poder político –nacional, regional y municipal–, tampoco es posible un control de los daños ambientales. Por otra parte, las legislaciones de los municipios pueden ser más eficaces si hay acuerdos entre poblaciones vecinas para sostener las mismas políticas ambientales. 180. No se puede pensar en recetas uniformes, porque hay problemas y límites específicos de cada país o región. También es verdad que el realismo político puede exigir medidas y tecnologías de transición, siempre que estén acompañadas del diseño y la aceptación de compromisos graduales vinculantes. Pero en los ámbitos nacionales y locales siempre hay mucho por hacer, como promover las formas de ahorro de energía. Esto implica favorecer formas de producción industrial con máxima eficiencia energética y menos cantidad de materia prima, quitando del mercado los productos que son poco eficaces desde el punto de vista energético o que son más contaminantes. También podemos mencionar una buena gestión del transporte o formas de 183 construcción y de saneamiento de edificios que reduzcan su consumo energético y su nivel de contaminación. Por otra parte, la acción política local puede orientarse a la modificación del consumo, al desarrollo de una economía de residuos y de reciclaje, a la protección de especies y a la programación de una agricultura diversificada con rotación de cultivos. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles. Se pueden facilitar formas de cooperación o de organización comunitaria que defiendan los intereses de los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales de la depredación. ¡Es tanto lo que sí se puede hacer! generosa. III. Diálogo y transparencia en los procesos decisionales 182. La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente. 183. Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse. Tiene que insertarse desde el principio y elaborarse de modo interdisciplinario, transparente e independiente de toda presión económica o política. Debe conectarse con el análisis de las condiciones de trabajo y de los posibles efectos en la salud física y mental de las personas, en la economía local, en la seguridad. Los resultados económicos podrán así deducirse de manera más realista, teniendo en cuenta los escenarios posibles y eventualmente previendo la necesidad de una inversión mayor para resolver efectos indeseables que puedan ser corregidos. Siempre es necesario alcanzar consensos entre los distintos actores sociales, que pueden aportar diferentes perspectivas, soluciones y alternativas. Pero en la mesa de discusión deben tener un lugar privilegiado los habitantes locales, quienes se preguntan por lo que quieren para ellos y para sus hijos, y pueden considerar los fines que trascienden el interés económico inmediato. Hay que dejar de pensar en «intervenciones» sobre el ambiente para dar lugar a políticas pensadas y discutidas por todas las partes interesadas. La participación requiere que todos sean adecuadamente informados de los diversos aspectos y de los diferentes riesgos y posibilidades, y no se reduce a la decisión inicial sobre un proyecto, sino que implica también acciones de seguimiento o monitorización constante. Hace falta sinceridad y verdad en las discusiones científicas y políticas, sin reducirse a considerar qué está permitido o no por la legislación. 184. Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente que afecten al bien común presente y futuro, esta situación exige «que las decisiones se basen en una comparación entre los riesgos y los beneficios hipotéticos que comporta cada decisión alternativa posible» [131]. Esto vale sobre todo si un proyecto puede producir un incremento de utilización de recursos naturales, de emisiones o vertidos, de generación de residuos, o una modificación significativa en el paisaje, en el hábitat de especies protegidas o en un espacio público. Algunos proyectos, no suficientemente analizados, pueden afectar profundamente la calidad de vida de un lugar debido a cuestiones tan diversas entre sí como una contaminación acústica no prevista, la reducción de la amplitud visual, la pérdida de valores culturales, los efectos del uso de energía nuclear. La cultura 184 consumista, que da prioridad al corto plazo y al interés privado, puede alentar trámites demasiado rápidos o consentir el ocultamiento de información. 185. En toda discusión acerca de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían plantearse en orden a discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral: ¿Para qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los riesgos? ¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo lo hará? En este examen hay cuestiones que deben tener prioridad. Por ejemplo, sabemos que el agua es un recurso escaso e indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el ejercicio de otros derechos humanos. Eso es indudable y supera todo análisis de impacto ambiental de una región. 186. En la Declaración de Río de 1992, se sostiene que, «cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces» [132] que impidan la degradación del medio ambiente. Este principio precautorio permite la protección de los más débiles, que disponen de pocos medios para defenderse y para aportar pruebas irrefutables. Si la información objetiva lleva a prever un daño grave e irreversible, aunque no haya una comprobación indiscutible, cualquier proyecto debería detenerse o modificarse. Así se invierte el peso de la prueba, ya que en estos casos hay que aportar una demostración objetiva y contundente de que la actividad propuesta no va a generar daños graves al ambiente o a quienes lo habitan. 187. Esto no implica oponerse a cualquier innovación tecnológica que permita mejorar la calidad de vida de una población. Pero en todo caso debe quedar en pie que la rentabilidad no puede ser el único criterio a tener en cuenta y que, en el momento en que aparezcan nuevos elementos de juicio a partir de la evolución de la información, debería haber una nueva evaluación con participación de todas las partes interesadas. El resultado de la discusión podría ser la decisión de no avanzar en un proyecto, pero también podría ser su modificación o el desarrollo de propuestas alternativas. 188. Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente donde es difícil alcanzar consensos. Una vez más expreso que la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero invito a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común. IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana 189. La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables 185 económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales [133]. La burbuja financiera también suele ser una burbuja productiva. En definitiva, lo que no se afronta con energía es el problema de la economía real, la que hace posible que se diversifique y mejore la producción, que las empresas funcionen adecuadamente, que las pequeñas y medianas empresas se desarrollen y creen empleo. 190. En este contexto, siempre hay que recordar que «la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. El ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente» [134]. Una vez más, conviene evitar una concepción mágica del mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los individuos. ¿Es realista esperar que quien se obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que dejará a las próximas generaciones? Dentro del esquema del rédito no hay lugar para pensar en los ritmos de la naturaleza, en sus tiempos de degradación y de regeneración, y en la complejidad de los ecosistemas, que pueden ser gravemente alterados por la intervención humana. Además, cuando se habla de biodiversidad, a lo sumo se piensa en ella como un depósito de recursos económicos que podría ser explotado, pero no se considera seriamente el valor real de las cosas, su significado para las personas y las culturas, los intereses y necesidades de los pobres. 191. Cuando se plantean estas cuestiones, algunos reaccionan acusando a los demás de pretender detener irracionalmente el progreso y el desarrollo humano. Pero tenemos que convencernos de que desacelerar un determinado ritmo de producción y de consumo puede dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo. Los esfuerzos para un uso sostenible de los recursos naturales no son un gasto inútil, sino una inversión que podrá ofrecer otros beneficios económicos a medio plazo. Si no tenemos estrechez de miras, podemos descubrir que la diversificación de una producción más innovativa y con menor impacto ambiental, puede ser muy rentable. Se trata de abrir camino a oportunidades diferentes, que no implican detener la creatividad humana y su sueño de progreso, sino orientar esa energía con cauces nuevos. 192. Por ejemplo, un camino de desarrollo productivo más creativo y mejor orientado podría corregir el hecho de que haya una inversión tecnológica excesiva para el consumo y poca para resolver problemas pendientes de la humanidad; podría generar formas inteligentes y rentables de reutilización, refuncionalización y reciclado; podría mejorar la eficiencia energética de las ciudades. La diversificación productiva da amplísimas posibilidades a la inteligencia humana para crear e innovar, a la vez que protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo. Esta sería una creatividad capaz de hacer florecer nuevamente la nobleza del ser humano, porque es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de vida. En cambio, es más indigno, superficial y menos creativo insistir en crear formas de expolio de la naturaleza sólo para ofrecer nuevas posibilidades de consumo y de rédito inmediato. 193. De todos modos, si en algunos casos el desarrollo sostenible implicará nuevas formas de crecer, en otros casos, frente al crecimiento voraz e irresponsable que se 186 produjo durante muchas décadas, hay que pensar también en detener un poco la marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás antes que sea tarde. Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana. Por eso ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes. Decía Benedicto XVI que «es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso» [135]. 194. Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos «cambiar el modelo de desarrollo global» [136], lo cual implica reflexionar responsablemente «sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones» [137] . No basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña demora en el derrumbe. Simplemente se trata de redefinir el progreso. Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso. Por otra parte, muchas veces la calidad real de la vida de las personas disminuye –por el deterioro del ambiente, la baja calidad de los mismos productos alimenticios o el agotamiento de algunos recursos– en el contexto de un crecimiento de la economía. En este marco, el discurso del crecimiento sostenible suele convertirse en un recurso diversivo y exculpatorio que absorbe valores del discurso ecologista dentro de la lógica de las finanzas y de la tecnocracia, y la responsabilidad social y ambiental de las empresas suele reducirse a una serie de acciones de marketing e imagen. 195. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos. Sólo podría considerarse ético un comportamiento en el cual «los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones» [138] .La racionalidad instrumental, que sólo aporta un análisis estático de la realidad en función de necesidades actuales, está presente tanto cuando quien asigna los recursos es el mercado como cuando lo hace un Estado planificador. 196. ¿Qué ocurre con la política? Recordemos el principio de subsidiariedad, que otorga libertad para el desarrollo de las capacidades presentes en todos los niveles, pero al mismo tiempo exige más responsabilidad por el bien común a quien tiene más poder. Es verdad que hoy algunos sectores económicos ejercen más poder que los mismos Estados. Pero no se puede justificar una economía sin política, que sería incapaz de propiciar otra lógica que rija los diversos aspectos de la crisis actual. La lógica que no permite prever una preocupación sincera por el ambiente es la misma que vuelve imprevisible una preocupación por integrar a los más frágiles, porque «en el vigente 187 modelo “exitista” y “privatista” no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida» [139]. 197. Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis. Muchas veces la misma política es responsable de su propio descrédito, por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas. Si el Estado no cumple su rol en una región, algunos grupos económicos pueden aparecer como benefactores y detentar el poder real, sintiéndose autorizados a no cumplir ciertas normas, hasta dar lugar a diversas formas de criminalidad organizada, trata de personas, narcotráfico y violencia muy difíciles de erradicar. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad. Una estrategia de cambio real exige repensar la totalidad de los procesos, ya que no basta con incluir consideraciones ecológicas superficiales mientras no se cuestione la lógica subyacente en la cultura actual. Una sana política debería ser capaz de asumir este desafío. 198. La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. Mientras unos se desesperan sólo por el rédito económico y otros se obsesionan sólo por conservar o acrecentar el poder, lo que tenemos son guerras o acuerdos espurios donde lo que menos interesa a las dos partes es preservar el ambiente y cuidar a los más débiles. Aquí también vale que «la unidad es superior al conflicto» [140]. V. Las religiones en el diálogo con las ciencias 199. No se puede sostener que las ciencias empíricas explican completamente la vida, el entramado de todas las criaturas y el conjunto de la realidad. Eso sería sobrepasar indebidamente sus confines metodológicos limitados. Si se reflexiona con ese marco cerrado, desaparecen la sensibilidad estética, la poesía, y aun la capacidad de la razón para percibir el sentido y la finalidad de las cosas [141]. Quiero recordar que «los textos religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas, tienen una fuerza motivadora que abre siempre nuevos horizontes [...] ¿Es razonable y culto relegarlos a la oscuridad, sólo por haber surgido en el contexto de una creencia religiosa?» [142]. En realidad, es ingenuo pensar que los principios éticos puedan presentarse de un modo puramente abstracto, desligados de todo contexto, y el hecho de que aparezcan con un lenguaje religioso no les quita valor alguno en el debate público. Los principios éticos que la razón es capaz de percibir pueden reaparecer siempre bajo distintos ropajes y expresados con lenguajes diversos, incluso religiosos. 200. Por otra parte, cualquier solución técnica que pretendan aportar las ciencias será impotente para resolver los graves problemas del mundo si la humanidad pierde su rumbo, si se olvidan las grandes motivaciones que hacen posible la convivencia, el sacrificio, la bondad. En todo caso, habrá que interpelar a los creyentes a ser coherentes con su propia fe y a no contradecirla con sus acciones, habrá que reclamarles que vuelvan a abrirse a la gracia de Dios y a beber en lo más hondo de sus propias convicciones sobre el amor, la justicia y la paz. Si una mala comprensión de nuestros propios principios a veces nos ha llevado a justificar el maltrato a la naturaleza o el dominio despótico del ser humano sobre lo creado o las guerras, la injusticia y la 188 violencia, los creyentes podemos reconocer que de esa manera hemos sido infieles al tesoro de sabiduría que debíamos custodiar. Muchas veces los límites culturales de diversas épocas han condicionado esa conciencia del propio acervo ético y espiritual, pero es precisamente el regreso a sus fuentes lo que permite a las religiones responder mejor a las necesidades actuales. 201. La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de fraternidad. Es imperioso también un diálogo entre las ciencias mismas, porque cada una suele encerrarse en los límites de su propio lenguaje, y la especialización tiende a convertirse en aislamiento y en absolutización del propio saber. Esto impide afrontar adecuadamente los problemas del medio ambiente. También se vuelve necesario un diálogo abierto y amable entre los diferentes movimientos ecologistas, donde no faltan las luchas ideológicas. La gravedad de la crisis ecológica nos exige a todos pensar en el bien común y avanzar en un camino de diálogo que requiere paciencia, ascesis [Nota de ELCH: Conjunto de reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y al logro de la virtud] y generosidad, recordando siempre que «la realidad es superior a la idea» [143]. CAPÍTULO SEXTO. EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA 202. Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia mutua y de un futuro compartido por todos. Esta conciencia básica permitiría el desarrollo de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida. Se destaca así un gran desafío cultural, espiritual y educativo que supondrá largos procesos de regeneración. I. Apostar por otro estilo de vida 203. Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma tecnoeconómico. Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano «acepta los objetos y las formas de vida, tal como le son impuestos por la planificación y por los productos fabricados en serie y, después de todo, actúa así con el sentimiento de que eso es lo racional y lo acertado» [144]. Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero. En esta confusión, la humanidad posmoderna no encontró una nueva comprensión de sí misma que pueda orientarla, y esta falta de identidad se vive con angustia. Tenemos demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines. 204. La situación actual del mundo «provoca una sensación de inestabilidad e inseguridad que a su vez favorece formas de egoísmo colectivo» [145]. Cuando las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su propia conciencia, acrecientan su voracidad. Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir. En este contexto, no parece posible que alguien acepte que la realidad le marque límites. Tampoco existe en ese horizonte un verdadero 189 bien común. Si tal tipo de sujeto es el que tiende a predominar en una sociedad, las normas sólo serán respetadas en la medida en que no contradigan las propias necesidades. Por eso, no pensemos sólo en la posibilidad de terribles fenómenos climáticos o en grandes desastres naturales, sino también en catástrofes derivadas de crisis sociales, porque la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción recíproca. 205. Sin embargo, no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les impongan. Son capaces de mirarse a sí mismos con honestidad, de sacar a la luz su propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad. No hay sistemas que anulen por completo la apertura al bien, a la verdad y a la belleza, ni la capacidad de reacción que Dios sigue alentando desde lo profundo de los corazones humanos. A cada persona de este mundo le pido que no olvide esa dignidad suya que nadie tiene derecho a quitarle. 206. Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven efectivos para modificar el comportamiento de las empresas, forzándolas a considerar el impacto ambiental y los patrones de producción. Es un hecho que, cuando los hábitos de la sociedad afectan el rédito de las empresas, estas se ven presionadas a producir de otra manera. Ello nos recuerda la responsabilidad social de los consumidores. «Comprar es siempre un acto moral, y no sólo económico» [146]. Por eso, hoy «el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros» [147]. 207. La Carta de la Tierra nos invitaba a todos a dejar atrás una etapa de autodestrucción y a comenzar de nuevo, pero todavía no hemos desarrollado una conciencia universal que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente aquel precioso desafío: «Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un llamado a buscar un nuevo comienzo [...] Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida» [148]. 208. Siempre es posible volver a desarrollar la capacidad de salir de sí hacia el otro. Sin ella no se reconoce a las demás criaturas en su propio valor, no interesa cuidar algo para los demás, no hay capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o el deterioro de lo que nos rodea. La actitud básica de autotrascenderse, rompiendo la conciencia aislada y la autorreferencialidad, es la raíz que hace posible todo cuidado de los demás y del medio ambiente, y que hace brotar la reacción moral de considerar el impacto que provoca cada acción y cada decisión personal fuera de uno mismo. Cuando somos capaces de superar el individualismo, realmente se puede desarrollar un estilo de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad. II. Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente 190 209. La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Muchos saben que el progreso actual y la mera sumatoria de objetos o placeres no bastan para darle sentido y gozo al corazón humano, pero no se sienten capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece. En los países que deberían producir los mayores cambios de hábitos de consumo, los jóvenes tienen una nueva sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso estamos ante un desafío educativo. 210. La educación ambiental ha ido ampliando sus objetivos. Si al comienzo estaba muy centrada en la información científica y en la concientización y prevención de riesgos ambientales, ahora tiende a incluir una crítica de los «mitos» de la modernidad basados en la razón instrumental (individualismo, progreso indefinido, competencia, consumismo, mercado sin reglas) y también a recuperar los distintos niveles del equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural con todos los seres vivos, el espiritual con Dios. La educación ambiental debería disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde donde una ética ecológica adquiere su sentido más hondo. Por otra parte, hay educadores capaces de replantear los itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión. 211. Sin embargo, esta educación, llamada a crear una «ciudadanía ecológica», a veces se limita a informar y no logra desarrollar hábitos. La existencia de leyes y normas no es suficiente a largo plazo para limitar los malos comportamientos, aun cuando exista un control efectivo. Para que la norma jurídica produzca efectos importantes y duraderos, es necesario que la mayor parte de los miembros de la sociedad la haya aceptado a partir de motivaciones adecuadas, y que reaccione desde una transformación personal. Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es posible la donación de sí en un compromiso ecológico. Si una persona, aunque la propia economía le permita consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco en lugar de encender la calefacción, se supone que ha incorporado convicciones y sentimientos favorables al cuidado del ambiente. Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar de desecharlo rápidamente, a partir de profundas motivaciones, puede ser un acto de amor que exprese nuestra propia dignidad. 212. No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende a difundirse, a veces invisiblemente. Además, el desarrollo de estos comportamientos 191 nos devuelve el sentimiento de la propia dignidad, nos lleva a una mayor profundidad vital, nos permite experimentar que vale la pena pasar por este mundo. 213. Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis, etc. Una buena educación escolar en la temprana edad coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero quiero destacar la importancia central de la familia, porque «es el ámbito donde la vida, don de Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico crecimiento humano. Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la sede de la cultura de la vida» [149]. En la familia se cultivan los primeros hábitos de amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados. La familia es el lugar de la formación integral, donde se desenvuelven los distintos aspectos, íntimamente relacionados entre sí, de la maduración personal. En la familia se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir « gracias » como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño. Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida compartida y del respeto a lo que nos rodea. 214. A la política y a las diversas asociaciones les compete un esfuerzo de concientización de la población. También a la Iglesia. Todas las comunidades cristianas tienen un rol importante que cumplir en esta educación. Espero también que en nuestros seminarios y casas religiosas de formación se eduque para una austeridad responsable, para la contemplación agradecida del mundo, para el cuidado de la fragilidad de los pobres y del ambiente. Dado que es mucho lo que está en juego, así como se necesitan instituciones dotadas de poder para sancionar los ataques al medio ambiente, también necesitamos controlarnos y educarnos unos a otros. 215. En este contexto, «no debe descuidarse la relación que hay entre una adecuada educación estética y la preservación de un ambiente sano» [150]. Prestar atención a la belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista. Cuando alguien no aprende a detenerse para percibir y valorar lo bello, no es extraño que todo se convierta para él en objeto de uso y abuso inescrupuloso. Al mismo tiempo, si se quiere conseguir cambios profundos, hay que tener presente que los paradigmas de pensamiento realmente influyen en los comportamientos. La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza. De otro modo, seguirá avanzando el paradigma consumista que se transmite por los medios de comunicación y a través de los eficaces engranajes del mercado. III. Conversión ecológica 216. La gran riqueza de la espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de experiencias personales y comunitarias, ofrece un bello aporte al intento de renovar la humanidad. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica que nacen de las convicciones de nuestra fe, porque lo que el Evangelio nos enseña tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir. No se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para 192 alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria» [151]. Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo que nos rodea. 217. Si «los desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido los desiertos interiores» [152], la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Pero también tenemos que reconocer que algunos cristianos comprometidos y orantes, bajo una excusa de realismo y pragmatismo, suelen burlarse de las preocupaciones por el medio ambiente. Otros son pasivos, no se deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes. Les hace falta entonces una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. 218. Recordemos el modelo de san Francisco de Asís, para proponer una sana relación con lo creado como una dimensión de la conversión íntegra de la persona. Esto implica también reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de corazón, cambiar desde adentro. Los Obispos australianos supieron expresar la conversión en términos de reconciliación con la creación: «Para realizar esta reconciliación debemos examinar nuestras vidas y reconocer de qué modo ofendemos a la creación de Dios con nuestras acciones y nuestra incapacidad de actuar. Debemos hacer la experiencia de una conversión, de un cambio del corazón» [153]. 219. Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver una situación tan compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos aislados pueden perder su capacidad y su libertad para superar la lógica de la razón instrumental y terminan a merced de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental. A problemas sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes individuales: «Las exigencias de esta tarea van a ser tan enormes, que no hay forma de satisfacerlas con las posibilidades de la iniciativa individual y de la unión de particulares formados en el individualismo. Se requerirán una reunión de fuerzas y una unidad de realización» [154]. La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria. 220. Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un cuidado generoso y lleno de ternura. En primer lugar implica gratitud y gratuidad, es decir, un reconocimiento del mundo como un don recibido del amor del Padre, que provoca como consecuencia actitudes gratuitas de renuncia y gestos generosos aunque nadie los vea o los reconozca: «Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha [...] y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará» (Mt 6,3-4). También implica la amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal. Para el creyente, el mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los 193 que el Padre nos ha unido a todos los seres. Además, haciendo crecer las capacidades peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo, para resolver los dramas del mundo, ofreciéndose a Dios «como un sacrificio vivo, santo y agradable» (Rm 12,1). No entiende su superioridad como motivo de gloria personal o de dominio irresponsable, sino como una capacidad diferente, que a su vez le impone una grave responsabilidad que brota de su fe. 221. Diversas convicciones de nuestra fe, desarrolladas al comienzo de esta Encíclica, ayudan a enriquecer el sentido de esta conversión, como la conciencia de que cada criatura refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos, o la seguridad de que Cristo ha asumido en sí este mundo material y ahora, resucitado, habita en lo íntimo de cada ser, rodeándolo con su cariño y penetrándolo con su luz. También el reconocimiento de que Dios ha creado el mundo inscribiendo en él un orden y un dinamismo que el ser humano no tiene derecho a ignorar. Cuando uno lee en el Evangelio que Jesús habla de los pájaros, y dice que « ninguno de ellos está olvidado ante Dios » (Lc 12,6), ¿será capaz de maltratarlos o de hacerles daño? Invito a todos los cristianos a explicitar esta dimensión de su conversión, permitiendo que la fuerza y la luz de la gracia recibida se explayen también en su relación con las demás criaturas y con el mundo que los rodea, y provoque esa sublime fraternidad con todo lo creado que tan luminosamente vivió san Francisco de Asís. IV. Gozo y paz 222. La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo. Es importante incorporar una vieja enseñanza, presente en diversas tradiciones religiosas, y también en la Biblia. Se trata de la convicción de que « menos es más ». La constante acumulación de posibilidades para consumir distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento. En cambio, el hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que sea, nos abre muchas más posibilidades de comprensión y de realización personal. La espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de gozar con poco. Es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a valorar lo pequeño, agradecer las posibilidades que ofrece la vida sin apegarnos a lo que tenemos ni entristecernos por lo que no poseemos. Esto supone evitar la dinámica del dominio y de la mera acumulación de placeres. 223. La sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora. No es menos vida, no es una baja intensidad sino todo lo contrario. En realidad, quienes disfrutan más y viven mejor cada momento son los que dejan de picotear aquí y allá, buscando siempre lo que no tienen, y experimentan lo que es valorar cada persona y cada cosa, aprenden a tomar contacto y saben gozar con lo más simple. Así son capaces de disminuir las necesidades insatisfechas y reducen el cansancio y la obsesión. Se puede necesitar poco y vivir mucho, sobre todo cuando se es capaz de desarrollar otros placeres y se encuentra satisfacción en los encuentros fraternos, en el servicio, en el despliegue de los carismas, en la música y el arte, en el contacto con la naturaleza, en la oración. La felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida. 194 224. La sobriedad y la humildad no han gozado de una valoración positiva en el último siglo. Pero cuando se debilita de manera generalizada el ejercicio de alguna virtud en la vida personal y social, ello termina provocando múltiples desequilibrios, también ambientales. Por eso, ya no basta hablar sólo de la integridad de los ecosistemas. Hay que atreverse a hablar de la integridad de la vida humana, de la necesidad de alentar y conjugar todos los grandes valores. La desaparición de la humildad, en un ser humano desaforadamente entusiasmado con la posibilidad de dominarlo todo sin límite alguno, sólo puede terminar dañando a la sociedad y al ambiente. No es fácil desarrollar esta sana humildad y una feliz sobriedad si nos volvemos autónomos, si excluimos de nuestra vida a Dios y nuestro yo ocupa su lugar, si creemos que es nuestra propia subjetividad la que determina lo que está bien o lo que está mal. 225. Por otro lado, ninguna persona puede madurar en una feliz sobriedad si no está en paz consigo mismo. Parte de una adecuada comprensión de la espiritualidad consiste en ampliar lo que entendemos por paz, que es mucho más que la ausencia de guerra. La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida. La naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio del ruido constante, de la distracción permanente y ansiosa, o del culto a la apariencia? Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en una prisa constante que a su vez las lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. Esto tiene un impacto en el modo como se trata al ambiente. Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo de vida y nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo que nos rodea, cuya presencia «no debe ser fabricada sino descubierta, develada» [155]. 226. Estamos hablando de una actitud del corazón, que vive todo con serena atención, que sabe estar plenamente presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene después, que se entrega a cada momento como don divino que debe ser plenamente vivido. Jesús nos enseñaba esta actitud cuando nos invitaba a mirar los lirios del campo y las aves del cielo, o cuando, ante la presencia de un hombre inquieto, « detuvo en él su mirada, y lo amó » (Mc 10,21). Él sí que estaba plenamente presente ante cada ser humano y ante cada criatura, y así nos mostró un camino para superar la ansiedad enfermiza que nos vuelve superficiales, agresivos y consumistas desenfrenados. 227. Una expresión de esta actitud es detenerse a dar gracias a Dios antes y después de las comidas. Propongo a los creyentes que retomen este valioso hábito y lo vivan con profundidad. Ese momento de la bendición, aunque sea muy breve, nos recuerda nuestra dependencia de Dios para la vida, fortalece nuestro sentido de gratitud por los dones de la creación, reconoce a aquellos que con su trabajo proporcionan estos bienes y refuerza la solidaridad con los más necesitados. Amor civil y político 228. El cuidado de la naturaleza es parte de un estilo de vida que implica capacidad de 195 convivencia y de comunión. Jesús nos recordó que tenemos a Dios como nuestro Padre común y que eso nos hace hermanos. El amor fraterno sólo puede ser gratuito, nunca puede ser un pago por lo que otro realice ni un anticipo por lo que esperamos que haga. Por eso es posible amar a los enemigos. Esta misma gratuidad nos lleva a amar y aceptar el viento, el sol o las nubes, aunque no se sometan a nuestro control. Por eso podemos hablar de una fraternidad universal. 229. Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses, provoca el surgimiento de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del cuidado del ambiente. 230. El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo. Mientras tanto, el mundo del consumo exacerbado es al mismo tiempo el mundo del maltrato de la vida en todas sus formas. 231. El amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. El amor a la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de la caridad, que no sólo afecta a las relaciones entre los individuos, sino a «las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas» [156] . Por eso, la Iglesia propuso al mundo el ideal de una «civilización del amor» [157] . El amor social es la clave de un auténtico desarrollo: «Para plasmar una sociedad más humana, más digna de la persona, es necesario revalorizar el amor en la vida social –a nivel político, económico, cultural–, haciéndolo la norma constante y suprema de la acción» [158] . En este marco, junto con la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social nos mueve a pensar en grandes estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y alienten una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad. Cuando alguien reconoce el llamado de Dios a intervenir junto con los demás en estas dinámicas sociales, debe recordar que eso es parte de su espiritualidad, que es ejercicio de la caridad y que de ese modo madura y se santifica. 232. No todos están llamados a trabajar de manera directa en la política, pero en el seno de la sociedad germina una innumerable variedad de asociaciones que intervienen a favor del bien común preservando el ambiente natural y urbano. Por ejemplo, se preocupan por un lugar común (un edificio, una fuente, un monumento abandonado, un paisaje, una plaza), para proteger, sanear, mejorar o embellecer algo que es de todos. A su alrededor se desarrollan o se recuperan vínculos y surge un nuevo tejido social local. Así una comunidad se libera de la indiferencia consumista. Esto incluye el cultivo de una identidad común, de una historia que se conserva y se transmite. De esa manera se cuida el mundo y la calidad de vida de los más pobres, con un sentido solidario que es al mismo tiempo conciencia de habitar una casa común que Dios nos ha prestado. Estas 196 acciones comunitarias, cuando expresan un amor que se entrega, pueden convertirse en intensas experiencias espirituales. VI. Signos sacramentales y descanso celebrativo 233. El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre [159] . El ideal no es sólo pasar de lo exterior a lo interior para descubrir la acción de Dios en el alma, sino también llegar a encontrarlo en todas las cosas, como enseñaba san Buenaventura: «La contemplación es tanto más eminente cuanto más siente en sí el hombre el efecto de la divina gracia o también cuanto mejor sabe encontrar a Dios en las criaturas exteriores» [160]. 234. San Juan de la Cruz enseñaba que todo lo bueno que hay en las cosas y experiencias del mundo «está en Dios eminentemente en infinita manera, o, por mejor decir, cada una de estas grandezas que se dicen es Dios» [161]. No es porque las cosas limitadas del mundo sean realmente divinas, sino porque el místico experimenta la íntima conexión que hay entre Dios y todos los seres, y así «siente ser todas las cosas Dios» [162]. Si le admira la grandeza de una montaña, no puede separar eso de Dios, y percibe que esa admiración interior que él vive debe depositarse en el Señor: «Las montañas tienen alturas, son abundantes, anchas, y hermosas, o graciosas, floridas y olorosas. Estas montañas es mi Amado para mí. Los valles solitarios son quietos, amenos, frescos, umbrosos, de dulces aguas llenos, y en la variedad de sus arboledas y en el suave canto de aves hacen gran recreación y deleite al sentido, dan refrigerio y descanso en su soledad y silencio. Estos valles es mi Amado para mí» [163]. 235. Los Sacramentos son un modo privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural. A través del culto somos invitados a abrazar el mundo en un nivel distinto. El agua, el aceite, el fuego y los colores son asumidos con toda su fuerza simbólica y se incorporan en la alabanza. La mano que bendice es instrumento del amor de Dios y reflejo de la cercanía de Jesucristo que vino a acompañarnos en el camino de la vida. El agua que se derrama sobre el cuerpo del niño que se bautiza es signo de vida nueva. No escapamos del mundo ni negamos la naturaleza cuando queremos encontrarnos con Dios. Esto se puede percibir particularmente en la espiritualidad cristiana oriental: «La belleza, que en Oriente es uno de los nombres con que más frecuentemente se suele expresar la divina armonía y el modelo de la humanidad transfigurada, se muestra por doquier: en las formas del templo, en los sonidos, en los colores, en las luces y en los perfumes» [164]. Para la experiencia cristiana, todas las criaturas del universo material encuentran su verdadero sentido en el Verbo encarnado, porque el Hijo de Dios ha incorporado en su persona parte del universo material, donde ha introducido un germen de transformación definitiva: «el Cristianismo no rechaza la materia, la corporeidad; al contrario, la valoriza plenamente en el acto litúrgico, en el que el cuerpo humano muestra su naturaleza íntima de templo del Espíritu y llega a unirse al Señor Jesús, hecho también él cuerpo para la salvación del mundo» [165]. 236. En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. La gracia, que tiende a manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo, hecho hombre, llega a hacerse comer por su criatura. El Señor, en el colmo del misterio de la Encarnación, quiso llegar a nuestra intimidad a través de un pedazo de materia. 197 No desde arriba, sino desde adentro, para que en nuestro propio mundo pudiéramos encontrarlo a él. En la Eucaristía ya está realizada la plenitud, y es el centro vital del universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable. Unido al Hijo encarnado, presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. En efecto, la Eucaristía es de por sí un acto de amor cósmico: «¡Sí, cósmico! Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo» [166]. La Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado. El mundo que salió de las manos de Dios vuelve a él en feliz y plena adoración. En el Pan eucarístico, «la creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación con el Creador mismo» [167]. Por eso, la Eucaristía es también fuente de luz y de motivación para nuestras preocupaciones por el ambiente, y nos orienta a ser custodios de todo lo creado. 237. El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. Ese día, así como el sábado judío, se ofrece como día de la sanación de las relaciones del ser humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con el mundo. El domingo es el día de la Resurrección, el «primer día» de la nueva creación, cuya primicia es la humanidad resucitada del Señor, garantía de la transfiguración final de toda la realidad creada. Además, ese día anuncia «el descanso eterno del hombre en Dios» [168]. De este modo, la espiritualidad cristiana incorpora el valor del descanso y de la fiesta. El ser humano tiende a reducir el descanso contemplativo al ámbito de lo infecundo o innecesario, olvidando que así se quita a la obra que se realiza lo más importante: su sentido. Estamos llamados a incluir en nuestro obrar una dimensión receptiva y gratuita, que es algo diferente de un mero no hacer. Se trata de otra manera de obrar que forma parte de nuestra esencia. De ese modo, la acción humana es preservada no únicamente del activismo vacío, sino también del desenfreno voraz y de la conciencia aislada que lleva a perseguir sólo el beneficio personal. La ley del descanso semanal imponía abstenerse del trabajo el séptimo día «para que reposen tu buey y tu asno y puedan respirar el hijo de tu esclava y el emigrante» (Ex 23,12). El descanso es una ampliación de la mirada que permite volver a reconocer los derechos de los demás. Así, el día de descanso, cuyo centro es la Eucaristía, derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres. 242. Junto con ella, en la familia santa de Nazaret, se destaca la figura de san José. Él cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de la violencia de los injustos llevándolos a Egipto. En el Evangelio aparece como un hombre justo, trabajador, fuerte. Pero de su figura emerge también una gran ternura, que no es propia de los débiles sino de los verdaderamente fuertes, atentos a la realidad para amar y servir humildemente. Por eso fue declarado custodio de la Iglesia universal. Él también puede enseñarnos a cuidar, puede motivarnos a trabajar con generosidad y ternura para proteger este mundo que Dios nos ha confiado. IX. Más allá del sol 243. Al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios (cf. 1 Co 13,12) y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo, que participará con nosotros de la plenitud sin fin. Sí, estamos viajando hacia el sábado de la eternidad, hacia la nueva Jerusalén, hacia la casa común del cielo. Jesús nos dice: «Yo hago nuevas 198 todas las cosas» (Ap 21,5). La vida eterna será un asombro compartido, donde cada criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar y tendrá algo para aportar a los pobres definitivamente liberados. 244. Mientras tanto, nos unimos para hacernos cargo de esta casa que se nos confió, sabiendo que todo lo bueno que hay en ella será asumido en la fiesta celestial. Junto con todas las criaturas, caminamos por esta tierra buscando a Dios, porque, «si el mundo tiene un principio y ha sido creado, busca al que lo ha creado, busca al que le ha dado inicio, al que es su Creador» [172]. Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza. 245. Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos. Alabado sea. *** 246. Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús. Oración por nuestra tierra Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza. Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie. Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos. Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra. Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos 199 con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita. Gracias porque estás con nosotros todos los días. Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. Oración cristiana con la creación Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas, que salieron de tu mano poderosa. Son tuyas, y están llenas de tu presencia y de tu ternura. Alabado seas. Hijo de Dios, Jesús, por ti fueron creadas todas las cosas. Te formaste en el seno materno de María, te hiciste parte de esta tierra, y miraste este mundo con ojos humanos. Hoy estás vivo en cada criatura con tu gloria de resucitado. Alabado seas. Espíritu Santo, que con tu luz orientas este mundo hacia el amor del Padre y acompañas el gemido de la creación, tú vives también en nuestros corazones para impulsarnos al bien. Alabado seas. Señor Uno y Trino, comunidad preciosa de amor infinito, enséñanos a contemplarte en la belleza del universo, donde todo nos habla de ti. Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud por cada ser que has creado. Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos con todo lo que existe. Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo como instrumentos de tu cariño por todos los seres de esta tierra, porque ninguno de ellos está olvidado ante ti. Ilumina a los dueños del poder y del dinero para que se guarden del pecado de la indiferencia, amen el bien común, promuevan a los débiles, y cuiden este mundo que habitamos. Los pobres y la tierra están clamando: Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz, para proteger toda vida, 200 para preparar un futuro mejor, para que venga tu Reino de justicia, de paz, de amor y de hermosura. Alabado seas. Amén. Dado en Roma, junto a San Pedro, el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, del año 2015, tercero de mi Pontificado. Franciscus [1] Cántico de las criaturas: Fonti Francescane (FF) 263. [2] Carta ap. Octogesima adveniens (14 mayo 1971), 21:AAS 63 (1971), 416-417 [3] Discurso a la FAO en su 25 aniversario (16 noviembre 1970):AAS 62 (1970), 833. [4] Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 15:AAS 71 (1979), 287. [5] Cf. Catequesis (17 enero 2001), 4:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (19 enero 2001), p. 12. [6] Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 38: AAS 83 (1991), 841. [7] Ibíd., 58, p. 863. [8] Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei sociales (30 diciembre 1987), 34: AAS 80 (1988), 559. [9] Cf. Id., Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840. [10] Discurso al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (8 enero 2007): AAS 99 (2007), 73. [11] Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51: AAS 101 (2009), 687 [12] Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín (22 septiembre 2011): AAS 103 (2011), 664. [13] Discurso al clero de la Diócesis de Bolzano-Bressanone (6 agosto 2008): AAS 100 (2008), 634. 77 [14] Mensaje para el día de oración por la protección de la creación (1 septiembre 2012). [15] Discurso en Santa Bárbara, California (8 noviembre 1997); cf. John Chryssavgis, On Earth as in Heaven: Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch Bartholomew, Bronx, New York 2012. [16] Ibíd. 9. [17] Conferencia en el Monasterio de Utstein, Noruega (23 junio 2003). [18] Discurso «Global Responsibility and Ecological Sustainability: Closing Remarks», I Vértice de Halki, Estambul (20 junio 2012). [19] Tomás de Celano, Vida primera de San Francisco, XXIX, 81: FF 460. [20] Legenda maior, VIII, 6: FF 1145. [21] Cf. Tomás de Celano, Vida segunda de San Francisco, CXXIV, 165: FF 750. [22] Conferencia de los Obispos Católicos del Sur de África, Pastoral Statement on the Environmental Crisis (5 septiembre 1999). [23] Cf. Saludo al personal de la FAO (20 noviembre 2014): AAS 106 (2014), 985. [24] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida (29 junio 2007), 86. [25] Conferencia de los Obispos Católicos de Filipinas, Carta pastoral What is Happening to our Beautiful Land? (29 enero 1988). 201 [26] Conferencia Episcopal Boliviana, Carta pastoral sobre medio ambiente y desarrollo humano en Bolivia El universo, don de Dios para la vida (2012), 17. [27] Cf. Conferencia Episcopal Alemana. Comisión para Asuntos Sociales, Der Klimawandel: Brennpunkt globaler, intergenerationeller und ökologischer Gerechtigkeit (septiembre 2006), 28-30. [28] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 483. [29] Catequesis (5 junio 2013): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (7 junio 2013), p. 12. 78 [30] Obispos de la región de Patagonia-Comahue (Argentina), Mensaje de Navidad (diciembre 2009), 2. [31] Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, Global Climate Change: A Plea for Dialogue, Prudence and the Common Good (15 junio 2001). [32] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento de Aparecida (29 junio 2007), 471. [33] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 56: AAS 105 (2013), 1043. [34] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 , 12: AAS 82 (1990), 154. [35] Id., Catequesis (17 enero 2001), 3: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (19 enero 2001), p. 12. [36] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 15: AAS 82 (1990), 156. [37] Catecismo de la Iglesia Católica, 357. [38] Cf. Angelus (16 noviembre 1980): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (23 noviembre 1980), p. 9. [39] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril 2005): AAS 97 (2005), 711. [40] Cf. Legenda maior, VIII, 1: FF 1134. [41] Catecismo de la Iglesia Católica, 2416. [42] Conferencia Episcopal Alemana, Zukunft der Schöpfung – Zukunft der Menschheit. Erklärung der Deutschen Bischofskonferenz zu Fragen der Umwelt und der Energieversorgung (1980), II, 2. [43] Catecismo de la Iglesia Católica , 339. [44] Hom. in Hexaemeron, 1, 2, 10:PG 29, 9. [45] Divina Comedia. Paraíso, Canto XXXIII, 145. [46] Benedicto XVI, Catequesis (9 noviembre 2005), 3:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (11 noviembre 2005), p. 20. [47] Id., Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51:AAS 101 (2009), 687. [48] Juan Pablo II, Catequesis (24 abril 1991), 6:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (26 abril 1991), p. 6. [49] El Catecismo explica que Dios quiso crear un mundo en camino hacia su perfección última y que esto implica la presencia de la imperfección ydel mal físico; cf. Catecismo de la Iglesia Católica , 310. [50] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes , sobre la Iglesia en el mundo actual, 36. [51] Tomás de Aquino, Summa Theologiae I, q. 104, art. 1, ad 4. 202 [52] Id., In octo libros Physicorum Aristotelis expositio, lib. II, lectio 14. [53] En esta perspectiva se sitúa la aportación del P. Teilhard de Chardin; cf. Pablo VI, Discurso en un establecimiento químico-farmacéutico (24 febrero 1966):Insegnamenti 4 (1966), 992-993; Juan Pablo II, Carta al reverendo P. George V. Coyne (1 junio 1988):Insegnamenti 5/2 (2009), 60; Benedicto XVI, Homilía para la celebración de las Vísperas en Aosta (24 julio 2009):L’Osservatore romano, ed. semanal en lengua española (31 julio 2009), p. 3s. [54] Juan Pablo II, Catequesis (30 enero 2002), 6:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (1 febrero 2002), p. 12. [55] Conferencia de los Obispos Católicos de Canadá. Comisión para los Ąsuntos Sociales, Carta pastoral You love all that exists... all things are yours, God, Lover of Life (4 octubre 2003), 1. [56] Conferencia de los Obispos Católicos de Japón, Reverence for Life. A Message for the Twenty-First Century (1 enero 2001), n. 89. [57] Juan Pablo II, Catequesis (26 enero 2000), 5:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (28 enero 2000), p. 3. [58] Id., Catequesis (2 agosto 2000), 3:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (4 agosto 2000), p. 8. [59] Paul Ricoeur, Philosophie de la volonté II. Finitude et culpabilité, Paris 2009, 2016 (ed. esp.:Finitud y culpabilidad, Madrid 1967, 249). [60] Summa Theologiae I, q. 47, art. 1. [61] Ibíd. [62] Cf. ibíd., art. 2, ad 1; art. 3. [63] Catecismo de la Iglesia Católica, 340. [64] Cántico de las criaturas: FF 263. [65] Cf. Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, A Igreja e a questão ecológica (1992), 53-54. [66] Ibíd., 61. [67] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 215:AAS 105 (2013), 1109. [68] Cf. Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 14:AAS 101 (2009), 650. [69] Catecismo de la Iglesia Católica, 2418. [70] Conferencia del Episcopado Dominicano, Carta pastoral Sobre la relación del hombre con la naturaleza (21 enero1987). [71] Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens (14 septiembre 1981), 19:AAS 73 (1981), 626. [72] Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 31:AAS 83 (1991), 831. [73] Carta enc. Sollicitudo rei sociales (30 diciembre 1987), 33:AAS 80 (1988), 557. [74] Discurso a los indígenas y campesinos de México, Cuilapán (29 enero 1979), 6:AAS 71 (1979), 209. [75] Homilía durante la Misa celebrada para los agricultores en Recife, Brasil (7 julio 1980), 4: AAS 72 (1980), 926. [76] Cf. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 8: AAS 82 (1990), 152. [77] Conferencia Episcopal Paraguaya, Carta pastoral El campesino paraguayo y la tierra (12 junio 1983), 2, 4, d. 203 [78] Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, Statement on Environmental Issues, Wellington (1 septiembre 2006). [79] Carta enc. Laborem exercens (14 septiembre 1981), 27: AAS 73 (1981), 645. [80] Por eso san Justino podía hablar de «semillas del Verbo» en el mundo; cf. II Apología 8, 1-2; 13, 3-6: PG 6, 457-458; 467. [81] Juan Pablo II, Discurso a los representantes de la ciencia, de la cultura y de los altos estudios en la Universidad de las Naciones Unidas, Hiroshima (25 febrero 1981), 3: AAS 73 (1981), 422. [82] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 69: AAS 101 (2009), 702. [83] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, Würzburg 1965 9, 87 (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna, Madrid 1958, 111-112). [84] Ibíd. (ed. esp.: 112). [85] Ibíd., 87-88 (ed. esp.: 112). [86] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 462. [87] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 63s (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna, 83- 84). [88] Ibíd., 64 (ed. esp.: 84). [89] Cf. Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 35: AAS 101 (2009), 671. [90] Ibíd., 22: p. 657. [91] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 231: AAS 105 (2013), 1114. [92] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 63 (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna, 83). [93] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 38: AAS 83 (1991), 841. [94] Cf. Declaración Love for Creation. An Asian Response to the Ecological Crisis, Coloquio promovido por la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (Tagaytay 31 enero – 5 febrero 1993), 3.3.2. [95] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840. [96] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 2: AAS 102 (2010), 41. 82 [97] Id., Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 28: AAS 101 (2009), 663. [98] Cf. Vicente de Lerins, Commonitorium primum, cap. 23: PL 50, 668 : « Ut annis scilicet consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate ». [99] N. 80: AAS 105 (2013), 1053. [100] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 63. [101] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840. [102] Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 34: AAS 59 (1967), 274. [103] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 32: AAS 101 (2009), 666. [104] Ibíd. [105] Ibíd. 101. [106] Catecismo de la Iglesia Católica, 2417. 204 [107] Ibíd., 2418. [108] Ibíd., 2415. [109] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 , 6: AAS 82 (1990), 150. [110] Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias (3 octubre 1981), 3: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (8 noviembre 1981), p. 7. [111] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 7: AAS 82 (1990), 151. [112] Juan Pablo II, Discurso a la 35 Asamblea General de la Asociación Médica Mundial (29 octubre 1983), 6: AAS 76 (1984), 394. [113] Comisión Episcopal de Pastoral social de Argentina, Una tierra para todos (junio 2005), 19. [114] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992), Principio 4. [115] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 237: AAS 105 (2013), 1116. [116] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51: AAS 101 (2009), 687. 83 [117] Algunos autores han mostrado los valores que suelen vivirse, por ejemplo, en las « villas », chabolas o favelas de América Latina: cf. Juan Carlos Scannone, S.J., «La irrupción del pobre y la lógica de la gratuidad», en Juan Carlos Scannone y Marcelo Perine (eds.), Irrupción del pobre y quehacer filosófico. Hacia una nueva racionalidad, Buenos Aires 1993, 225-230. [118] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 482. [119] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 210: AAS 105 (2013), 1107. [120] Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín (22 septiembre 2011): AAS 103 (2011), 668. [121] Catequesis (15 abril 2015): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (17 abril 2015), p. 2. [122] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, 26. [123] Cf. n. 186-201: AAS 105 (2013), 1098-1105. [124] Conferencia Episcopal Portuguesa, Carta pastoral Responsabilidade solidária pelo bem Comum (15 septiembre 2003), 20. [125] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 8: AAS 102 (2010), 45. [126] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992), Principio 1. [127] Conferencia Episcopal Boliviana, Carta pastoral sobre medio ambiente y desarrollo humano en Bolivia El universo, don de Dios para la vida (2012), 86. [128] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Energía, justicia y paz, IV, 1, Ciudad del Vaticano 2013, 57. [129] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 67: AAS 101 (2009), 700. [130] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 222: AAS 105 (2013), 1111. [131] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 469. 205 [132] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992), Principio 15. [133] Cf. Conferencia del Episcopado Mexicano. Comisión Episcopal para la Pastoral Social, Jesucristo, vida y esperanza de los indígenas y campesinos (14 enero 2008). 84 [134] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 470. [135] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 9:AAS 102 (2010), 46. [136] Ibíd. [137] Ibíd. , 5: p. 43. [138] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 50:AAS 101 (2009), 686. [139] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 209:AAS 105 (2013), 1107. [140] Ibíd., 228: p. 1113. [141] Cf. Carta enc. Lumen fidei (29 junio 2013), 34:AAS 105 (2013), 577: «La luz de la fe, unida a la verdad del amor, no es ajena al mundo material, porque el amor se vive siempre en cuerpo y alma; la luz de la fe es una luz encarnada, que procede de la vida luminosa de Jesús. Ilumina incluso la materia, confía en su ordenamiento, sabe que en ella se abre un camino de armonía y de comprensión cada vez más amplio. La mirada de la ciencia se beneficia así de la fe: esta invita al científico a estar abierto a la realidad, en toda su riqueza inagotable. La fe despierta el sentido crítico, en cuanto que no permite que la investigación se conforme con sus fórmulas y la ayuda a darse cuenta de que la naturaleza no se reduce a ellas. Invitando a maravillarse ante el misterio de la creación, la fe ensancha los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se presenta a los estudios de la ciencia». [142] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 256: AAS 105 (2013), 1123. [143] Ibíd., 231: p. 1114. [144] Das Ende der Neuzeit, Würzburg 19659, 66-67 (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna, Madrid 1958, 87). [145] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 1: AAS 82 (1990), 147. [146] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 66: AAS 101 (2009), 699. [147] Id., Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 11: AAS 102 (2010), 48. [148] Carta de la Tierra, La Haya (29 junio 2000). [149] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 39: AAS 83 (1991), 842. 85 [150] Id., Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 14: AAS 82 (1990), 155. [151] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 261: AAS 105 (2013), 1124. [152] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril 2005): AAS 97 (2005), 710. [153] Conferencia de los Obispos católicos de Australia, A New Earth – The Environmental Challenge (2002). [154] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 72 (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna, 93). 206 [155] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 71: AAS 105 (2013), 1050. [156] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 2: AAS 101 (2009), 642. [157] Pablo VI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1977: AAS 68 (1976), 709. [158]Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 582. [159] Un maestro espiritual, Ali Al-Kawwas, desde su propia experiencia, también destacaba la necesidad de no separar demasiado las criaturas del mundo de la experiencia de Dios en el interior. Decía: «No hace falta criticar prejuiciosamente a los que buscan el éxtasis en la música o en la poesía. Hay un secreto sutil en cada uno de los movimientos y sonidos de este mundo. Los iniciados llegan a captar lo que dicen el viento que sopla, los árboles que se doblan, el agua que corre, las moscas que zumban, las puertas que crujen, el canto de los pájaros, el sonido de las cuerdas o las flautas, el suspiro de los enfermos, el gemido de los afligidos...» (Eva De Vitray-Meyerovitch [ed.], Anthologie du soufisme, Paris 1978, 200). [160] In II Sent., 23, 2, 3. [161] Cántico espiritual, XIV-XV, 5. [162] Ibíd. [163] Ibíd., XIV-XV, 6-7. [164] Juan Pablo II, Carta ap. Orientale lumen (2 mayo 1995), 11: AAS 87 (1995), 757. [165] Ibíd. [166] Id., Carta enc. Ecclesia de Eucharistia (17 abril 2003), 8: AAS 95 (2003), 438. 86 [167] Benedicto XVI, Homilía en la Misa del Corpus Christi (15 junio 2006): AAS 98 (2006), 513. [168] Catecismo de la Iglesia Católica, 2175. [169] Juan Pablo II, Catequesis (2 agosto 2000), 4: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (4 agosto 2000), p. 8. [170] Quaest. disp. de Myst. Trinitatis, 1, 2, concl. [171] Cf. Tomás de Aquino, Summa Theologiae I, q. 11, art. 3; q. 21, art. 1, ad 3; q. 47, art. 3. [172] Basilio Magno, Hom. in Hexaemeron, 1, 2, 6: PG 29, 8. © Copyright - Libreria Editrice Vaticana “Laudato Si es un problema para los políticos que usan la Biblia como escudo contra el cambio climático”. 06/07/2015 Naomi Klein: Naomi Klein: “Laudato Si es un problema para los políticos que usan la Biblia como escudo contra el cambio climático” Debate: Primera encíclica del Papa Francisco, “Laudato si”, sobre los riesgos planetarios de la contaminación y el calentamiento global. Ciudad del Vaticano, 1 de julio de 2015.- La escritora y activista medioambiental canadiense, Naomi Klein, autora del best seller “No Logo”, apoyó en el Vaticano la 207 publicación de la encíclica papal “Laudato si’” y criticó a los “expertos económicos” que priorizan “proteger los beneficios de las corporaciones” por sobre “el valor de la vida”. “El papa Francisco escribe que ´Laudato si´ no está dirigida sólo a los católicos, sino a todas las personas que habitan el planeta. Y puedo decir, como una feminista secular judía, que también me habla a mí”, aseguró Klein durante presentación de la conferencia “Las personas y el planeta en primer lugar: la necesidad de cambiar el rumbo”, organizada por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz. La periodista aseguró que “muchas cosas cambiarán con la publicación de esta encíclica”, lo que “puede ser un problema real para los políticos de Estados Unidos que contaban con usar la Biblia como su escudo para esconder su oposición a actuar contra el cambio climático”. En esa línea, expresó durante su presentación en la sala Juan Pablo II de la Sala Stampa vaticana que el viaje que el sumo pontífice emprenderá a Estados Unidos en septiembre de 2015 “no podría haberse dado en un tiempo más apropiado”. Crítica a los tecnócratas “Hemos llegado a esta peligrosa situación en parte por muchos de esos expertos económicos que empuñaron sus poderosas herramientas tecnocráticas sin sabiduría”, aseguró la autora del también premiado libro “La doctrina del shock”. Al igual que el papa Francisco en la encíclica, Klein criticó a los tecnócratas por “producir modelos que escandalosamente dieron pequeña importancia al valor de la vida humana, especialmente de los más pobres, mientras que priorizaron la protección de los beneficios de las corporaciones y el crecimiento económico”. “En un mundo en el que los beneficios son constantemente puestos delante de la gente y del planeta, la economía del clima está relacionada con la ética y la moral. Y si coincidimos en que poner en riesgo la vida en la tierra es una crisis moral, entonces nos incumbe a todos actuar”, agregó. “Como bien señala la encíclica, la negación toma muchas formas distintas”, criticó Klein y en referencia a los críticos del texto papal explicó: “Muchos en el espectro político alrededor del mundo aceptan la ciencia, pero rechazan sus difíciles implicaciones”. “Son los que dicen que el Papa Francisco puede tener razón sobre la ciencia, e incluso sobre los temas de moral, pero que piden que deje la economía y la política a los expertos. Son los que saben sobre privatizaciones de agua, por ejemplo, y cómo el mercado puede resolver todo”, señaló con ironía. La Conferencia “Las personas y el planeta en primer lugar: el imperativo de cambiar de rumbo”, fue organizada por el Consejo Pontificio Justicia y Paz y CIDSE, red internacional de ONG’s católicas para el desarrollo. Junto a Naomi Klein intervinieron también el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz; Ottmar Edenhofer, co presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC); y Bernd Nilles, secretario general de la Alianza Internacional de Organizaciones de Desarrollo católicas (CIDSE). “Esta creciente comprensión es la causa de algunas alianzas sorprendentes e incluso inverosímiles. Como, por ejemplo, yo en el Vaticano. Al igual que los sindicatos, los indígenas, los fieles de diversos grupos y los ecologistas trabajando más en contacto 208 que nunca. Dentro de estas coaliciones, no estamos de acuerdo en todo”, subrayó Naomi Klein. “Lo que siempre debemos recordar -subrayó Naomi Klein- es que no es demasiado tarde para desviarse del camino peligroso que nos está llevando hacia 4 grados de calentamiento. De hecho aún podríamos mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados si lo consideramos nuestra principal prioridad colectiva. Sería difícil, sin duda. Tan difícil como el racionamiento y las reconversiones industriales que una vez que se hicieron en tiempos de guerra”. “Como los programas ambiciosos de lucha contra la pobreza y obras públicas a raíz de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Pero difícil no es lo mismo que imposible. Y renunciar a una tarea que podría salvar incontables vidas y evitar tanto sufrimiento, simplemente porque es difícil, costoso y requiere sacrificio de los que pueden permitirse vivir con menos no es pragmatismo. Es una rendición de lo más cobarde. Y no hay análisis de costos y beneficios en el mundo capaz de justificarlo”, concluyó la escritora canadiense. Un bien común El cardenal Turkson subrayó que el título de la conferencia indica claramente el objetivo que se persigue: la gente y el planeta, no uno a expensas del otro. Recordó que en su encíclica Laudato si’, el Papa propone una ecología integral que respete la dimensión humana y social y evidencia que el cambio climático es uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad, señalando además que el clima es un bien común, que pertenece a todos y es significativo para todos. “Sin embargo, los costos del cambio climático repercuten sobre todo en los que son menos responsables y menos capaces de adaptarse a él, a los pobres”, señaló el purpurado. Añadió que el cambio climático “es un problema global con un espectro de consecuencias graves: ambientales, sociales, económicas y políticas”. En ‘Laudato si’ el Papa Francisco lamenta el fracaso de las últimas cumbres mundiales sobre el medio ambiente y lanza un llamado urgente para que se logren acuerdos internacionales vinculantes para detener el cambio climático. A este respecto, como observó el cardenal Turkson, la conferencia COP21 (a realizarse en París, entre el 30 de noviembre y el 11 diciembre de 2015) será crucial en la identificación de soluciones fuertes para el problema del cambio climático. Objetivos hacia 2030 Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030) también son relevantes en este contexto y coinciden en diversos aspectos con cuanto afirma el Papa en su encíclica. “Por ejemplo, en el punto 13 dedicado al imperativo de tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus repercusiones, las propuestas incluyen la construcción de ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; el establecimiento de patrones de consumo y producción sostenibles; la defensa del mar y el uso sostenible de sus recursos marinos para el desarrollo; la protección, la restauración y la promoción del uso sostenible de los ecosistemas terrestres; la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación; y revertir la degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad”, según expuso el cardenal Turkson. 209 “Estos objetivos, de forma similar a los puntos importantes en ‘Laudato si’, dependen del compromiso y de la voluntad de toda la comunidad mundial durante la 70 Asamblea General de la ONU, a partir de mediados de septiembre de 2015. Sin embargo -el mayor obstáculo para el “imperativo de cambiar de rumbo” no es económico, científico o incluso tecnológico, sino que se anida, más bien, en nuestras mentes y corazones. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la pobreza. La dimensión política necesita retomar el control sobre la economía y las finanzas, es decir, sobre las decisiones básicas de las sociedades humanas. Este es el camino que recorre la entera familia humana, el que pasa de Nueva York a París y más allá”, finalizó el prelado. SIPOINT – SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL El Buen Vivir: una concepción integral del desarrollo, la democracia, los derechos. Isabel Rauber. Red de Educación y Economía Social y 25-06-2015. Solidaria Ponencia presentada en el “I Congreso Internacional Inventar la Democracia del Siglo XXI. Derechos Humanos, Cultura y Vivir Bien”, Caracas, 28 al 30 de mayo de 2015 Las reflexiones que aquí comparto no se referencian ni se explican a partir de los paradigmas del pensamiento de izquierda predominante en el siglo XX. Nutriéndose de ellos, las propuestas, conceptos y miradas que sostengo se inscriben en una concepción que procura contribuir a una visión actualizada del sistema mundo regido por el capital en tiempos de la globalización de su hegemonía [globocolonización, al decir de Frei Beto]. Y esto tiene que ver tanto con la crítica analítica del mundo en el presente, como con las reflexiones acerca de la posibilidad de superar el capitalismo en favor de la vida. La crisis y decadencia global del capitalismo actual no responde a una casualidad, ni es consecuencia de “errores” o deficiencias en la aplicación del modelo neoliberal de funcionamiento del mercado: es lo que el neoliberalismo buscó y sembró; es lo que está en su naturaleza, es la perversión del sistema regido por la creciente e inagotable voracidad de las grandes corporaciones financieras, que se expresan a través de la banca mundial y marcan hoy la escalada de un nuevo saqueo para un nuevo ciclo de acumulación y colonización del capital a escala planetaria. Depredador de la naturaleza y de los seres humanos, el capitalismo carece de posibilidades para resolver el problema que genera, por el contrario, solo puede agravarlo. [Nota ELCH: Remitirse a la Editorial] Las fuerzas para resistir la embestida del capital y su avasallante pensamiento único que pretende afirmar (imponer) que este es el único mundo posible, emergen de las resistencias, de las creaciones y construcciones alternativas de los pueblos. En sus prácticas cotidianas ellos buscan y crean nuevos modos de producir y reproducir la vida, adelantando elementos de lo que un día será –integralmente‑ una nueva civilización, anclada en el buen vivir y convivir entre todos y todas, viviendo en comunidad en reencuentro con la naturaleza, en aras de hacer realidad –emancipación del mercado mediante‑, la plenitud y felicidad colectiva e individual de la humanidad. 210 La expresión Buen Vivir o Vivir Bien, propia de los pueblos originarios de Bolivia, Ecuador, Perú... significa, en primer término, “Vivir bien entre nosotros”. Propugna una convivencia comunitaria con interculturalidad y sin asimetrías de poder. Como afirmó Evo Morales: “No se puede Vivir Bien si los demás viven mal”. Y esta expresión condensa lo central del planteamiento solidario: Se trata de vivir como parte de la comunidad, con protección de ella y protegiéndola, en armonía con la naturaleza. “Vivir en equilibrio con lo que nos rodea” y también “bien contigo y conmigo”; es diferente del ‘bienestar’ individualista promovido por el mercado, erigido de espaldas o en contra de “los demás”, y separado de la naturaleza a la que considera su “objeto”. El Buen Vivir incluye la afectividad, el reconocimiento y el prestigio social; se corresponde con una concepción integral de la sociedad que articula desarrollo y democratización, en la que desarrollo y democracia se basan y proyectan una opción civilizatoria en la que late con fuerza la posibilidad de vida . El Buen Vivir resume y proyecta principios claves para la construcción de la nueva civilización anclados en la solidaridad, el equilibrio y la complementariedad de las diferencias, el respeto de la naturaleza como fuente de identidad humana, que reubica a la vida como un don indivisible del ser en la naturaleza y la sociedad. No se trata de un compendio de dogmas que haya que seguir; no es un nuevo tipo de fundamentalismo, sino una fuente de energía civilizatoria que tiene su eje en la vida, a ella se debe, la defiende y en torno a ella proyecta su desarrollo. Por ello, se trata de una propuesta abierta a la creatividad de las generaciones humanas. Una concepción integral del desarrollo, la democracia, los derechos… El respeto a los derechos humanos y colectivos, el sentido de pertenencia, la seguridad, el respeto a las formas de organización social y los derechos de las minorías y mayorías constituyen parte del núcleo central del Buen Vivir. Estas razones, entre otras, hacen del debate del desarrollo un debate político, social, cultural y ético, además de económico , concepción que -en nuestras tierras- se articula directamente con el debate de la pobreza y la riqueza, de la propiedad de los recursos energéticos, del acceso a los servicios, del goce de los derechos, es decir, con la democracia. [1] Atender a todos esos problemas, buscar soluciones estables para ellos, es apuntalar procesos de desarrollo que son, a la vez, de democratización intercultural, y viceversa. Desarrollo, democracia, interculturalidad y descolonización guardan en esta concepción del mundo una relación directa biunívoca, incompatible con la esquizofrenia capitalista que contrapone economía y sociedad, sociedad y política, humanidad y naturaleza, lo público y lo privado, lo macro y lo micro. Los viejos paradigmas sobre civilización, desarrollo, bienestar y progreso social basados en el consumismo, el derroche y el uso abusivo de la naturaleza, se revelan hoy más que nunca antes en su irracionalidad y resultan insostenibles. La naturaleza en el centro de la vida La concepción mercantil-cuantitativa del desarrollo considera a la naturaleza como un objeto que la humanidad puede y debe conquistar, dominar y explotar en aras de su “bienestar”. El capitalismo transformó a la naturaleza en “objeto-mercancía”, en un territorio que, mediante su loteo y apropiación privados, puede ser vendido, comprado, expropiado, saqueado, vaciado, bombardeado, enajenado, etcétera. Se 211 consideró a la naturaleza como una especie de barril sin fondo y sin capacidad de reacción hasta que dio claras muestras de lo contrario: el creciente agujero en la capa de ozono, los tsunamis y terremotos, el agotamiento de los recursos energéticos, las sequías o las inundaciones, las contaminaciones… han sido parte del lenguaje y el mensaje de la naturaleza. Hoy está claro (y se reconoce) que la biosfera no solo es fuente generadora de vida, de recursos energéticos, sino también reguladora del equilibrio global del sistema. Y esto coincide plenamente con lo que los pueblos andinos llaman, desde hace siglos, la Pachamama (Madre tierra, madre agua, madre selva). Desde esta perspectiva, la naturaleza no solo es vista como fuente de recursos y materias primas sino como responsable de importantes equilibrios indispensables para mantener el patrimonio de biodiversidad para las futuras generaciones. En esta dimensión ecológica de la realidad, los seres humanos nos reconocemos como parte intrínseca e indivisible de la naturaleza. Tal es la perspectiva cosmocéntrica que posibilita pensar en el futuro humano con un sentido y concepción diferentes del progreso y bienestar. Esto se resume en el Vivir Bien, raizalmente defensor-promotor de lo humano en armonía con la naturaleza. En tal sentido, resulta claro que las cuestiones ecológicas o referidas a la naturaleza no pueden ser analizadas de modo aislado, como tampoco lo relativo a pobreza, desarrollo, democracia… Es indispensable el enfoque integral sistémico (economía, política, cultura, modo de vida…) de la vida en las realidades sociales en cada momento. Sacudirse las anteojeras culturales del pasado Sacudirse las anteojeras culturales propias de otros tiempos y desarrollar las capacidades para hacer frente a las nuevas realidades, situaciones y problemáticas, resulta también parte del corazón de las transformaciones políticas de los procesos de democratización y justicia social que se desarrollan en países de Latinoamérica. En este sentido, el problema central no se plantea –al decir de Laclau (2004)‑, con los valores de la democracia liberal: Libertad, igualdad fraternidad, sino con el sistema de poder que redefine y limita en cada momento la operación de esos valores. Por eso, en tiempos de disputa de poder como ocurre hoy en los procesos de Venezuela, Bolivia, Ecuador… florecen las luchas de pueblos: en las comunas y consejos comunales, en las comunidades indígenas, de campesinos/as y en diversos sectores sociales interesados en participar plenamente en la democracia, es decir, ampliándola, luchando para hacer extensivos los principios de igualdad y libertad en sus relaciones sociales, económicas, culturales y políticas. Se trata de una transformación raizal de la democracia que se propone profundizar-cambiar las herramientas que ella misma ofrece en aras de poner fin a las relaciones de poder instauradas por la democracia excluyente y elitista del capital, adentrándose en procesos de construcción ‑desde abajo‑ de otra democracia, otro poder, otro Estado, otra relación Estado-sociedad-ciudadanía, otra hegemonía: la de los pueblos en defensa de la vida. Hay que estar atentos para evitar la trampa del paradigma neoliberal que considera a la democracia (y el Estado) como un ámbito abstracto, un terreno carente de conflictos, un espacio neutral de competencia de intereses. 212 La construcción desde abajo de una nueva hegemonía, de un nuevo poder, de un nuevo Estado para el Buen Vivir y Convivir, requiere de un tipo de organización y conducción políticas raizalmente diferentes de las modalidades y los métodos de trabajo, de organización y de gestión, particularmente en el ámbito de lo público. Se trata de una lógica que busca articular y construir protagonismo y conciencia colectivos como sustrato del poder popular, basado en la solidaridad y el encuentro, en el reconocimiento y la aceptación de las diferencias sin pretender su eliminación, entendiéndolas como factores enriquecedores y no como “defecto”. Esta lógica no puede basarse en la antagonización ‑y exclusión‑ de lo diferente, sino en la búsqueda de espacios donde la diversidad sea cada vez más naturalmente incorporada, propiciando el trabajo interarticulado, intercultural, de lo diverso. Recuperar la dimensión sistémica de la categoría “modo de producción” Los debates acerca del desarrollo, la democratización, la participación ciudadana, la educación, la jurisprudencia, la ecología, etc., son parte de los actuales procesos de búsqueda, creación y construcción de alternativas civilizatorias (prácticas y epistemológicas) superadoras de la civilización capitalista. En ellas destaca un nuevo principio rearticulador de la civilización: la indivisible interrelación naturalezasociedad, parte de las claves para la defensa integral de la vida. Este anclaje epistemológico-cosmovisivo es fundamental, pues resume las bases conceptuales de partida para la creación de un nuevo modo de producción y reproducción de la vida social, es decir, de un nuevo modo de vida, anclado en la indivisibilidad de la vida humana y la naturaleza. En tal sentido, este principio cosmovisivo constituye parte del nuevo horizonte civilizatorio. Marx lo descubrió al analizar la genealogía del capital y las claves sociales de su reproducción: El modo de producir los medios de vida de los hombres depende, ante todo de la naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que hay que reproducir. Este modo de producción no debe considerarse solamente en el sentido de la reproducción de la existencia física de los individuos. Es ya, más bien, un determinado modo de la actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida, un determinado modo de vida. Lo que son coincide, por consiguiente, con su producción, tanto con lo que producen como con el modo de cómo producen . Lo que los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su producción. [2] [Engels, F. y Marx, C., 1976 (I): 16] En su crítica al capitalismo Marx articuló producción económica con reproducción social y puso al descubierto que las condiciones de producción constituyen a la vez las de reproducción. En tanto la reproducción social forma parte de la reproducción económica, garantiza ‑en el capitalismo‑ la reiteración ampliada del sistema de clases sociales que le es propio, afianzando-profundizando en cada ciclo la condición de vendibilidad de la mano de obra y también de la naturaleza (transformada por el mercado en objeto, en materia prima, etc.), y ampliando la acción materialespiritual de los mecanismos del mercado (hegemonía). Vendibilidad y enajenación, claves de la hegemonía del capital 213 El capitalismo tardío generó un sistema perverso anclado en la muerte. Siembra guerras interminables como mecanismo de dominación de estados‑naciones transformándolos en ingobernables. Paralelamente promueve como nunca antes el consumismo desenfrenado, la ansiedad por los objetos, la cosificación de la alegría y la felicidad, la cosificación de la vida toda… Esto indica que el mercado capitalista ha logrado un alto poder de naturalización de lo que fue originariamente coacción: la vendibilidad de los seres humanos en el mercado convertidos en “fuerza de trabajo”, en mercancía. Así, la humanidad fragmentada y enajenada, redujo su condición de “ser humano” a la función de su vendibilidad. Por eso, para adentrarse en los mecanismos de la hegemonía del capital, la categoría vendibilidad es clave. Vendibilidad es la capacidad de transformar cualquier ente en objeto vendible. Y esta es la lógica del mercado: transformar todo lo existente en objetos vendibles, en mercancías. Lo que no se puede comprar y vender no existe para el mercado, carece de sentido y, peor, no merece existir. El concepto vendibilidad está en la analítica de las claves fundamentales de la estructuración del capital, y tiene un alto valor para los estudios actuales acerca de la lógica del dominio del capital en el mundo. El capital, definió Marx, no es solamente una forma económica de existencia, abarca todas las esferas y las dimensiones de la vida social, colectiva e individual. Ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, como no lo son tampoco los medios de producción ni los artículos de consumo. Necesitan convertirse en capital. Y para ello han de concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse así: han de enfrentarse y entrar en contacto dos clases, muy diversas de poseedores de mercancías; de una parte, los propietarios de dinero, medios de producción y artículos de consumo, deseosos de valorizar la suma de valor de su propiedad mediante la compra de fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los obreros libres, vendedores de su propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo. [Marx, 1973: 655 Cursivas del autor. Negritas mías.] En el feudalismo el siervo no podía vender nada sin el consentimiento del señor, y el burgués no podía tampoco ejercer el comercio sin permiso del rey. El supremo ideal de entonces, era que cada quien pudiera enajenar libremente lo que le pertenecía, incluyéndose uno mismo en la oferta. Obviamente, primero hubo que crear –ex profeso, las condiciones para esa vendibilidad: la expulsión de las tierras de los campesinos, la persecución y el castigo de la mendicidad, la obligatoriedad de emplearse (a cambio de monedas) o quedar expuesto a la muerte. Así, la vendibilidad de la fuerza de trabajo fue de la mano con la disponibilidad del burgués para contratar “libremente”. Todo regulado por el mercado: el hambre, la expulsión de las tierras, la conversión del esclavo en ciudadano “libre”, obligado por el terror a autoenajenarse en la mercancía “fuerza de trabajo”, para venderse en el mercado de trabajo o morir. El modo de producción cambiaba, de feudal a burgués, pero no se modificó el carácter privado de los medios de producción. Así, resumidamente, vendibilidad, enajenación y autoenajenación del trabajo se anudan en un núcleo: el mercado capitalista. Tal la mistificación exaltada de la libertad del burgués. La identificación entre enajenación y cosificación (reificación), es parte del proceso de formación del mercado capitalista, el fundamento constituyente de la sociedad capitalista. 214 El centro del mecanismo de funcionamiento del capital radica en que los seres humanos son cosificados a través del mercado, es decir, convertidos en objetos, en cosas. Una vez convertidos en cosas, son vendibles, ¿dónde?, en el mercado. ¿En calidad de qué?, de fuerza de trabajo. Eso en primer lugar. La vendibilidad no conoce de límites ni barreras. A lo largo de siglos el mercado ha ido perfeccionando las condiciones para la cosificación humana y su vendibilidad: en la era de la globalización del mercado capitalista todo es factible de ser vendido y de ser comprado. La transformación del sujeto en objeto que vive para el mercado, es parte del proceso de hegemonía global del capital. Tal la dimensión destructiva y deshumanizadora de la civilización del capital. Y tales las claves materiales, ideológicas y culturales a tener en cuenta para buscar caminos para su superación a favor de la vida. La disputa de la subjetividad En el debate político acerca de las alternativas de nuestra época, la disputa de la subjetividad es clave, pues se encamina a la construcción de subjetividades ajenas a la hegemonía destructiva del mercado, es decir, subjetividades alterhegemónicas. En el ámbito de la subjetividad está la conciencia. La conciencia no es solamente lo conciente racional, es todo lo que hace que uno tenga una determinada concepción del mundo y de su lugar en el mundo. Por eso abocarse a cambiar la subjetividad construida por el mercado capitalista no es “perder el tiempo” con necedades, ni confundir (nuevamente) subjetividad con “lo subjetivo”. El debate de la subjetividad es ante todo la pelea contra la cosificación y vendibilidad de los sujetos, dando la batalla ideológica y cultural para que los sectores populares descubran en sus realidades, en sus modos de vida, cómo el capital los va transformado cada vez más en objetos que viven para el mercado, convenciéndolos de que la felicidad radica en el consumo. En este sentido hay que volver a discutir la revolución, la reconstrucción del sujeto, la construcción del poder popular en pos de la liberación. La extensión universal de la vendibilidad, o sea, la transformación de todas las cosas (y seres humanos) en mercancías, implica la cosificación de las relaciones humanas. Por eso, según Marx, el mercado cosifica en relaciones mercantiles lo que ha construido a partir de las relaciones humanas enajenadas y cosificadas. La fragmentación del cuerpo social en individuos aislados que persiguen objetivos particulares entregados por la servidumbre de la necesidad egoísta, hace una virtud de ese egoísmo en el culto de la vida privada (egoísta). De ahí se deduce que si alguien trata de liberarse solamente de una cara de la oposición, su solución resultará ficticia y enajenada. Y esto, por supuesto, se aplica a ambas caras tomadas separadamente. La simple abolición de lo ‘privado’ es tan artificial y enajenada como la ‘fragmentación’, ‘atomización’, ‘privatización’ de lo ‘público’. La absolutización de cualquiera de los dos lados significa o que el hombre está privado de su individualidad y convertido en un productor público abstracto, o que, privado de su sociabilidad, se transforma en un ‘consumidor privado’ igualmente abstracto. Ambos son ‘hombres mercancía’, con la diferencia de que mientras uno define su propia esencia como ‘productor de mercancías’, el otro encuentra su 215 autoconfirmación en ser un ‘consumidor de mercancías’ autocontenido. [Mészáros, 1978: 172-173] La vendibilidad, en realidad lo que esta expresando, es cómo se produce la enajenación en el capitalismo, cómo se produce la transformación de los sujetos en objetos, como se produce el acto de cosificación, la conversión de los seres humanos en cosas para el mercado y del mercado. Porque el mercado, en tanto y en cuanto decide quien puede comer y quien no, se transforma en el determinante de la vida. Ese ha sido su objetivo, ese ha sido su logro, la clave de su hegemonía. Y hasta ahí hay que llegar en la analítica crítica en búsqueda de caminos para la superación de la enajenación. En tal sentido, el concepto vendibilidad resulta insoslayable para comprender el mundo en su integralidad objetivo-sujetiva; un planteamiento dialéctico materialista fundamental que ha sido prácticamente ocultado o negado por el dogmatismo marxista mecanicista que, incapaz de aprehender la naturaleza dialéctica del movimiento social, pretendió ser “científico” separando lo objetivo de lo subjetivo. Así, su “ciencia social” construyó realidades enfrentadas: una “realidad objetiva”, y una “realidad subjetiva”, como si fueran mundos diferentes, paralelos. En virtud de ello consideró ‑y aun considera‑, que en la sociedad existen –separadamente-, “condiciones objetivas”, y “condiciones subjetivas”. Existe una abrumadora literatura marxista del siglo XX, donde pueden leerse tesis acerca de la existencia de “condiciones objetivas maduras” enfrentadas a “condiciones subjetivas inmaduras” o rezagadas a las que, para resumir, se identificó como “factor subjetivo” o el estado de la “conciencia” social. El peor desenlace de ese presupuesto marxista-kantiano, ocurrió cuando las autoproclamadas vanguardias políticas consideraron que ellas eran las únicas que tenían conciencia plena (verdadera) de las condiciones objetivas, diferenciándose de los trabajadores y el pueblo todo, a quiénes consideraron “enajenados” por el capitalismo y, por tanto, “retrasados” en el desarrollo de su conciencia. Superar la civilización del capital, implica cambiar su modo de pro... La superación de la civilización signada por el capital implica cambiar la raíz de su vertiente existencial: su modo de producción y reproducción de la vida social y de interrelación con la naturaleza. No habrá nueva civilización, ni liberación, ni vida posible, si los cambios se limitan a sustituir a los patrones de los centros del poder de mando del capital, pero dejan intactos sus mecanismos de funcionamiento, que son los de su producción y reproducción. Esta hipótesis perfila uno de los grandes desafíos culturales, económicos, políticos y sociales del proceso de sustitución-superación del capitalismo: transformar de raíz el modo de producción económico-social. Y esto conlleva un proceso históricocultural de creación-aprendizaje de la humanidad, orientada en su quehacer hacia un nuevo horizonte histórico, anclado en los principios del buen vivir y convivir entre nosotros y con la naturaleza. No es equiparable, por tanto, con proyectos coyunturales que, por ejemplo, se proponen cambiar la “matriz productiva”. A pesar de las buenas intenciones, estos cambios apuntalan la modernización del modo de producción capitalista. Hacerse cargo de este desafío histórico-cultural implica apostar a desarrollar integralmente, desde abajo, la capacidad económica productiva-reproductiva de los pueblos, únicos capaces de buscar, crear y construir un metabolismo social superador 216 al actualmente conocido, inspirado en los principios del buen vivir y convivir, es decir, que no esté sometido a la regulación de los mecanismos del mercado. Pero como señaló el Presidente Nicolás Maduro recientemente [3]: El proyecto socialista está avanzado en lo político, en lo social, pero rezagado en lo económico. Esto es: sujetado al mercado capitalista y su lógica de funcionamiento depredadora, jerárquica, subordinante y excluyente. Y ello constituye una de las mayores limitaciones y desafíos para el florecimiento de alternativas socialistas renovadas. Encarar con fuerza la búsqueda y construcción de alternativas para un nuevo modo de producción y reproducción, fundamento para un modo de vida superador del impuesto por el capitalismo, se torna pues entre las primeras tareas políticas y culturales del proyecto civilizatorio socialista de emancipación. Y en Latinoamérica, constituye una de las vertientes del debate teórico práctico que hoy llevan a delante los pueblos, en sus comunas y comunidades, en sus campos, en sus barrios, en las universidades… Vivimos un tiempo de búsqueda, creación y alumbramiento de lo nuevo. Esto habla de un tiempo de transición, transición que caracteriza a los actuales procesos revolucionarios descolonizadores que tienen lugar en tierras de Nuestra América. El cambio cultural (social, económico, político) está en curso. Con el protagonismo de sectores históricamente discriminados y marginados, hoy (auto)reivindicados como ciudadanos de pleno derecho, va surgiendo ‑desde las prácticas‑, una nueva mentalidad, un nuevo mundo. No hay garantías de éxito, pero está claro que la esperanza late en la terquedad de los pueblos que sin doblegarse se atreven a crear lo nuevo y a experimentar los sinuosos – y no pocas veces dolorosos‑, caminos de su búsqueda. La centralidad de los/as sujetos/as La transformación social supone –como todo lo social‑ un caminar abierto, lleno de incertidumbres y obstáculos, pero tiene una trinchera clave para avanzar en aras de la nueva civilización: la (auto)construcción permanente del sujeto político revolucionario colectivo. Si de superación raizal del poder‑saber colonial se trata, toda construcción‑apropiación de poder por parte de sectores populares está mediada por la destrucción/superación del viejo poder‑saber colonial del capital y sus tentáculos hegemónicos, simultáneamente con la construcción de un poder nuevo, popular, raizalmente diferente, revolucionario, descolonizado e intercultural. Esto abre cauces a procesos de empoderamiento colectivos (y a la vez particularizados) de los actores sociopolíticos. La transformación de las relaciones hegemónicas preexistentes y la construcción de la nueva hegemonía popular revolucionaria, resulta clave. Esto es así porque en la disputa anticolonial se produce una interpenetración dialéctica constante entre poder preexistente, poder apropiado y nuevo poder propio construido. En ese sentido afirmo que se toma lo que se construye. Porque no se trata de “tomar el poder” que existe, sino de ocuparlo temporalmente para transformarlo desde la raíz. En esto radica, precisamente, uno de los grandes desafíos de los actuales gobiernos que impulsan procesos democrático‑revolucionarios en Latinoamérica. La interdialéctica poder propio construido‑‑poder apropiado es liberadora y abona el camino de liberación si es resultante y síntesis del empoderamiento pleno 217 (multifacético) y protagónico de los actores sociales y políticos que lo construyen. Implica la conformación de un complejo proceso colectivo social, cultural, ideológico y político, articulado y orientado a la superación del sistema colonial del capital y sus instituciones, sobre la base de una (nueva) ética y una (nueva) lógica del metabolismo social construida desde abajo por los diversos actores articulados en cada momento acorde con las tareas y demandas sobre la base de la descolonización e interculturalidad que también –como el proceso revolucionario transformador‑, irán desarrollándose históricamente. Esto es así porque la ideología del cambio ‑como sus definiciones estratégicas‑, son parte del proceso social vivo, de sus dinámicas y contradicciones. No es un dogma establecido desde fuera de las luchas de los pueblos por la vanguardia de algún partido de izquierda, que “los demás” solo tendrían que “asimilar”. La ideología, que es parte de la conciencia política, se forja y crece en los procesos de resistencia, lucha y construcción de alternativas por parte de los sujetos. Las definiciones, como los rumbos y objetivos estratégicos, las van construyendo (y modificando) los sujetos a partir de sus modos de vida y sus experiencias de lucha y sobrevivencia, que son diversos en cada sociedad, en cada comunidad. En el tiempo político abierto por los gobiernos populares el debate estratégico está abierto. Y se manifiesta particularmente en las luchas político-sociales protagonizadas por los sujetos del cambio, que se organizan y construyen alternativas buscando avanzar en las definiciones, la implementación, el perfeccionamiento o la profundización raizal de los cambios logrados en de cada proceso. Esto, a la vez que van construyendo simultáneamente caminos que cuestionan integralmente el actual sistema‑mundo y lo van rediseñando determinados a ir “más allá del dominio del capital” [Mészáros]. En este empeño, resulta central articular los procesos de construcción de poder popular desde abajo con los procesos político‑pedagógicos contenidos en las prácticas cotidianas de los sujetos en sus territorios. Ellas son democratizadoras y descolonizadoras y constituyen un pilar fundamental de la formación/fortalecimiento de la fuerza social y política de liberación. Son las pedagogías de la esperanza. Aquellas con que los sujetos oprimidos transforman día a día sus realidades de exclusión y discriminación, abonando al proceso colectivo de construcción de los intersticios interculturales claves para transformar la sociedad actual, creando y adelantando en sus prácticas elementos de la nueva civilización, fortaleciendo lazos solidarios, relaciones de equidad entre etnias, géneros y clases diversos en búsqueda de su equiparación en el único calificativo universalmente pleno: el “género humano”. En tal sentido, pedagogías de la esperanza son todas aquellas que alimentan y cultivan la conciencia y creatividad colectivas, las que se construyen y fortalecen a partir de la confianza en la vitalidad epistemológica, política y cultural de los pueblos, con voluntad y fe en que es posible cambiar el mundo abriéndolo a la justicia, la equidad, la convivencia solidaria en diversidad, la complementariedad, la armonía, la paz y la felicidad. Lo central, el nudo gordiano de la nueva civilización y la vitalidad y proyección estratégica que puedan alcanzar las luchas y creaciones colectivas en el presente, reside en los hombres y las mujeres del pueblo. Ellos resisten los embates del capital y van 218 creando lo nuevo. Y haciendo realidad los cambios se autoconstituyen sujetos de su historia. En revolución, los pueblos construyen su democracia cotidianamente, la democracia del pan, de la vivienda, del trabajo, de la educación y la cultura, de la igualdad, de la justicia, de la solidaridad y el reencuentro con la naturaleza, en resumen, del Buen Vivir. Notas: [1] “La clave del desarrollo radica en suprimir la estructura de dominación cultural y de discriminación racial vigente e instituir una práctica de diálogo, cooperación, complementación, reciprocidad y entendimiento. De esta manera el crecimiento económico se concibe como el proceso de consolidación, fortalecimiento e interacción de identidades, como la articulación de redes de intercambio e interculturalidad.” PND (2006: 16). [2] Nótese que el concepto producción no se refiere a lo estrictamente económico, sino a todas las interrelaciones de la vida social y espiritual de los seres humanos entre sí y con la naturaleza. [3] Entrevista con Tarik Alí, 24 de julio de 2014. En http://multimedia.telesurtv.net/web/telesur/# !en/video/special-interview-withpresident-nicolas-maduro. Bibliografía citada: ‑ Engels, F. y Marx, C., 1976. Obras Escogidas en 3 Tomos, Tomo I. Ed. Progreso, Moscú. - Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal. 2004. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. ‑ Maduro, Nicolás. Entrevista con Tarik Alí, 24 de julio de 2014. http://multimedia.telesurtv.net/web/telesur/# !en/video/special-interview-withpresident-nicolas-maduro ‑ Marx, Carlos. 1973. El Capital. Ciencias Sociales. La Habana. ‑ Mészáros István. 2001. Más allá del capital. Vadell. Caracas. -------------------------1978. La teoría de la enajenación en Marx. Era. México ‑ Plan Nacional de Desarrollo (PND). 2006. Ministerio de Planificación. La Paz. ‑ Rauber, Isabel. 1994. Construyendo poder desde abajo. Cipros, Santo Domingo. -----------------------2000. La construcción de poder desde abajo. Claves para una nueva estrategia. Cipros, Santo Domingo. -----------------------2012. Revoluciones desde abajo. Continente-Peña Lillo. Buenos Aires. Fuente: http://educacionyeconomiasocial.ning.com/forum/topics/isabel-rauber-elbuen-vivir-una-concepci-n-integral-del 24-06-2015. Club Bilderberg. Esta es la verdadera estrategia. Carlos Santamaria. RT La Fiscalía alemana informó recientemente que ha abandonado la investigación sobre las escuchas de la Inteligencia estadounidense al teléfono móvil de la canciller germana, Angela Merkel, alegando “falta de pruebas”, pese a los documentos aportados 219 por el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, sobre el programa de espionaje masivo de telefonía celular a escala mundial desde 2002. El fiscal Harald Range ha restado importancia a que Washington vigilase a la máxima dirigente coincidiendo con un portavoz de la canciller, Steffen Seibert, quien se ha rehusado a responder preguntas de la prensa minimizando el peligroso asunto al decir: “la cuestión no ha sido en ningún momento el teléfono móvil de ella, sino los de todos los ciudadanos“. Ante tamaña respuesta cuya lógica es que no hay que preocuparse porque todos los ciudadanos germanos fueron espiados y no únicamente Merkel, las consideraciones sobre su retardo comprensivo no se hace esperar pues lo que responde es aún más grave de lo que le es preguntado. Eso hace creer que los cerebros del Club tienen serios problemas con sus miembros, simpatizantes, jornaleros o asociados en lo que respecta a política, ciencia y realidad. Por el contrario, lo primero que hay que aclarar es que a esta reunión asisten en general seleccionados peones de la élite mundial corporativa, quienes son lo que representan a personajes de alto poder que no aparecen en las revistas económicas ni de farándula puesto que su interés es disfrutar sus fortunas en la más total privacidad, donde se pueda regir el mundo desde una secreta estancia en un bosque frondoso o en un yate sofisticado. Entre los participantes figuran presidentes de aerolíneas como Ryanair, de la petrolera Shell, del consorcio aeronáutico Airbus y Lockheed Martin, altos cargos de Google, el Secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, el expresidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y banqueros con la obvia presencia de la presidenta de Banco Santander, Ana Patricia Botín. Fueron invitados el presidente de Austria, Heinz Fischer, los primeros ministros de Holanda, Mark Rutte, y de Bélgica, Charles Michel. Naturalmente se harán notar representantes de petroleras como Chevron, Exxon Mobil, BP, como transnacionales de la comunicación (AT&T, Bell-South). Es de analizar la misiva enviada al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez. Este último, neoliberal a ultranza y candidato a la presidencia de España, el que contaría con el apoyo del Club supuestamente. Con estos diversos personajes se deshace la idea según la cual para pensar se requiere un estudio silencioso donde estén los cerebros alucinando y sistematizando. No, estos operarios de altos ingresos también hacen parte de equipos a los cuales les ordenan la tarea de organizar el mapa mundial acorde a los factores que les entregan y prever lo que puede suceder en un tiempo presente, presente próximo, futuro cercano o de más largo plazo. Lo que sí se sabe con certeza es que no se encontraron para servir a la Humanidad. Es decir, no harán que abdiquen las monarquías, no se opondrán al uso de armas prohibidas, no globalizarán salarios dignos a la gente, no se opondrán a más guerras, no detendrán el narcotráfico, no reorganizarán los modelos neoliberales, no estudiarán fórmulas de redistribución equitativa de la riqueza, no se comprometerán a detener el hambre en el mundo, no postergarán los estudios científicos sobre armas químicas y nucleares, no cooperarán en detener el cambio climático inmisericorde, ni siquiera se concentrarán para reconocer que el orbe merece respeto y sus habitantes también. 220 Su cita ha sido para planificar esta década y las que continúan, soportado en estudios correctos, o imprecisos incluso, sobre geopoder (1) en la vida material, social, política y espiritual. Ello, con el fin de continuar su tránsito por el mundo, manejando la fuerza en toda su dimensión y previniendo atentados a sus riquezas. No es otro el objetivo. Sin embargo, este 2015 es diferente a años anteriores puesto que varias naciones y pueblos potentes se han opuesto a los designios de las megacorporaciones de élite, provocando tanto una merma económica junto con temor, como una aceptación objetiva que la realidad anterior no les pertenece unilateralmente ya que está cambiando en su detrimento. ¿Por qué se informa de su reunión? Naturalmente porque sería imposible disimular u ocultarlo debido a los asistentes. No obstante, cualquier comunicador medianamente serio dudaría de los informes dados por los medios sobre el desarrollo y temario del evento ya que su control omnímodo les permite publicar verdades, mentiras a medias, falsedades, cuando lo deseen y para ser creído por la opinión pública. Es posible afirmar que no son ciertos los temas que se tratarán en profundidad, sino que son referentes para despistar o es factible que se trate en reunión abierta por las filtraciones probables, aunque lo esencial es en otro nivel. Los temas centrales tendrán que ver con geopoder, como se ha señalado. Hay tres razones más para informar del evento: una, dar la impresión de privacidad aunque no tan secreta que no se pueda saber nada… es la dosis de hermetismo que les da poder a quienes aún creen en lo oculto y su energía global, mítica; dos, para demostrar que una gran parte de estos personajes, “filántropos” y poderosos de las empresas transnacionales, están unidos, lo cual es cierto e infunde pavor; tres, confirmar que sus reglas continúan vigentes y quien se opone a tan alto grado de fuerza puede resultar lesionado aunque no se diga. Naturalmente las figuras que asisten no son la fuente primigenia del Club. Los temas tratados en la agenda oculta. Hay que recordar que a esta reunión llegan expertos con información clave, que incluso puede ser equivocada pues la inteligencia no es siempre tan preclara como se comprobó en Ucrania, aunque siempre se saca partido… o en Siria donde hubo que retroceder pese a la invasión proyectada. En efecto, se trataron seis temas: Uno, el grado de cohesión de la élite, o sea, establecer cuán sólida es la conjunción de intereses, las personalidades que asistieron y su importancia, confrontar a los aliados con dudas y establecer nuevos contactos que demuestren una fortaleza inexpugnable. Este es un tópico fundamental. Dos, estudiar si los objetivos propuestos en el Nuevo Orden Mundial (NOM) están asegurados y, por tanto, garantizada la continuidad de seguir percibiendo sus riquezas sin sobresaltos a través del desarrollo de ganancias y poder geoestratégico. La creación de un mundo pluripolar que paulatinamente va creando una legislación nacional e internacional para cortar de raíz las extraordinarias ganancias de dichas 221 megacorporaciones, como por ejemplo la ley de impuesto a la herencia de Correa, que ha sido apoyada por la burguesía ecuatoriana, es considerada síntoma preocupante y que debe ser “sujetada” prontamente. El hermético “Acuerdo TIIP” será continuado con ahínco por ser un emblema de la legislación extraterritorial que le da potestad y jurisdicción sobre las naciones. Tres, definir qué actores serán protagonistas, peones, gobiernos sirvientes, para establecer las funciones que tendrán que jugar en este plan ya programado delimitando el alcance y magnitud de su participación, evaluando la concentración de poderes político-militares y aquellos que han mermado la capacidad de participación crítica a una amplia mayoría, y por ende, si se ha tergiversado el propósito mismo para lo que estas estructuras fueron creadas. El caso Mistral tiene a Hollande, presidente francés, como un referente clásico de subordinación. Cuatro, identificar obstáculos y su grado de fuerza. Un objetivo no transable es investigar los mecanismos más adecuados en esta época para eliminar los países y dirigentes con concepciones divergentes; líderes y naciones como Putin, Maduro, Irán, China, serán blancos. Es preciso confirmar que en este Club no se sobrevalora su fortaleza ni se minimiza el poder del enemigo ya que sí entienden, independientemente de las herramientas que poseen, que existen obstáculos difíciles de sortear y deben ser eliminados de algún modo. No es descabellado, entonces, los más de seiscientos intentos de asesinato a Fidel Castro y la muerte de Hugo Chávez por un “cáncer” fulminante. Cinco, planificar las próximas acciones y nodos de conflicto entre las cuales estará Siria a la que se intentará invadir a través del Estado Islámico y la preparación del Ejército Libre Sirio-facción “moderada”, el debilitamiento del ejército iraquí para provocar una “nueva Libia”, las amenazas a Irán con el objetivo de quebrar su influencia global, la cruda destrucción de Yemen para permitir un nuevo asentamiento de al Qaeda, la intensificación de la guerra en Ucrania, el ataque descarnado del FMI-BCE a Grecia y su gobierno de izquierda, la fuerte presión mediática y denuncias a Podemos en España, el inocuo ataque de la coalición contra el terrorismo liderado por Estados Unidos, la intervención con nuevo impulso en América Latina, entre otros, sin descuidar África en colisiones y Asia en expansión. Seis, establecer nuevas metodologías de acción política armada o “pacífica” y la evaluación permanente para ver cómo se concreta el proyecto. Es seguro que se tomen decisiones que luego sean reflexionadas mientras marchan los eventos y acorde con las nuevas circunstancias que ocurren o la información que aportan. Conclusiones prospectivas. De la reunión se desprenden las siguientes consideraciones: – Al informar al mundo de su reunión están confirmando que poseen poder alto y que lo ocuparán. En este contexto cobra notoria certeza la afirmación de Vladímir Putin sobre el rumbo que tomaron estas megapotencias después del colapso de la Unión Soviética, pues al sentir que no había nadie opuesto a su camino comenzaron a colonizar nuevos territorios en vez de dedicar su “afán de libertad” a la construcción de relaciones con los nuevos países. Lo concreto es que se han congregado para evaluar lo desarrollado y luego enviar las conclusiones básicas a un grupo de poder que no 222 necesita al Club Bilderberg sino sólo como símbolo o mesa de peones para estudio, pues las decisiones se toman en otras instancias y dominios. Es un proceso reflexivo acucioso como lo requiere toda dirección corporativa en tanto cónclave para reestudiar decisiones y planes ya preestablecidos, coordinar acciones, ejecutar instrucciones y servir de fachada. – Con alta probabilidad se ha decidido continuar con el objetivo de vulnerar a los países soberanistas concentrando su esfuerzo, en el caso de América Latina, en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, con el fin de desestabilizar la región. Brasil es objeto de un estudio particular pues de sus cambios puede provenir la supuesta debacle de los países independentistas. Chile, Perú, Colombia y México, continúan siendo los aliados más poderosos del continente -exceptuando la relación paternal con Canadá-. En Centroamérica ya se comienza a establecer el Plan de exterminio opositor y violencia ejemplarizante a través de la legislación permisiva, bases militares y “ayuda” táctica. No sin razón se entiende que en Guatemala se suspenda el antejuicio contra el presidente Otto Pérez Molina, leal menestral de Washington. En esta línea, se evitará conflictivar a Chile, en crisis por el nivel de corrupción que sale a la luz pública, pues es un puntal importante para la funcionalidad neoliberal. Colombia, sin proceso de paz con grandes logros efectivos, es conveniente en estas circunstancias pues las fuerzas democráticas no pueden avanzar. Perú, en un caos general, está bien coordinado y México seguirá en la escalada violenta hasta tanto un proyecto electoral o de organización masiva pueda conducirlo por una senda de paz. – Se incentivará la ayuda al Estado Islámico o Daesh por medio de las más refinadas formas, especialmente con armamento, logística, financiación. Francia apoyará estas organizaciones delictivas gracias al compromiso asumido por Hollande de contribuir a la crisis de la izquierda auténtica en el mundo. Naturalmente, la Coalición anti EI continuará su rol “neutral” impidiendo en lo posible el avance de las fuerzas liberadoras en Siria e Irak. Obstaculizará, en la medida de lo posible, la formación de un gobierno en Libia, fomentando la dispersión con el fin de lograr un fortalecimiento de los grupos takfiríes. La alianza con los países que favorecen el terrorismo será aún más estrecha ya que, pese a las supuestas fricciones graves, el cerrojo con Arabia Saudita, Turquía y Catar se cimentará más. – En cuanto a los procesos eleccionarios, como el caso de Estados Unidos, establecerá una pantalla que impida ver las sombras detrás de las candidaturas y se dará un apoyo a Hillary Clinton como marioneta, a través de pactos ya adquiridos. No obstante, también jugarán a dos bandas como siempre se realiza “racionalmente”. En toda situación eleccionaria extenderán sus redes integrales para manejar con seguridad la “fidelidad” de los probables ganadores. – Según analistas serios, el Club Bilderberg tendrá como rol la organización del desorden controlado para continuar usufructuando del poder… lo que es coherente con su propósito fundamentalista. Así, las formas contemporáneas de lucha serán incrementadas, aprobando las experimentadas y renovando pues el planeta ha cambiado. En esta dirección se entiende la declaración de Philippa Malmgren (ex funcionaria de la Casa Blanca), al confirmar en diciembre pasado que el Pentágono ya está en una guerra con China y Rusia… “en el ciberespacio”, olvidando que las sanciones a Rusia u otros países son verdaderos actos de guerra económica. No se puede olvidar que el Club Bilderberg fue fundado por el príncipe Bernhard en 1957 (miembro 223 holandés del partido nazi), junto a John Foster Dulles, estadounidense quien trabajó activamente para devolver a jerarcas nazis empresas confiscadas. Son responsables de la creación de la Unión Europea y su extensión a 28 países, rompiendo todos los acuerdos de paz vigentes con Rusia. Es un centro teórico de acción concreta en el juego geopolítico mundial, representando a la élite internacional. Por tanto, sus principios están centrados en el negocio de la guerra, el comercio, la explotación y el dominio territorial del orbe. – Pese a este incalculable poder, las Megacorporaciones tendrán que tomar en cuenta la realidad actual: mientras sepan que una guerra se extendería de inmediato a Estados Unidos, como principal blanco, aun cuando Europa esté comprometida, la discusión cambiará abruptamente pues la seguridad nacional y familiar estará en juego efectivamente; la existencia de una firme determinación y valentía por parte de numerosos pueblos y naciones crea una detente preocupante para intereses expansivos y la derrota está en las posibilidades de quien intente determinadas agresiones; el cambio de relaciones de poder indica que el mundo pluripolar es ya un hecho y determina los términos de los acuerdos o desacuerdos, forzando la diplomacia. [Nota de ELCH: ¿??!] – Cabe afirmar que existe todavía un gran dominio globalizado de las Megacorporaciones, aunque acorde al tiempo en que las guerras del Oriente Medio estén zanjadas en gran parte (por lo menos en Siria e Irak), se hará potente una nueva situación pues obligaría a un replanteamiento geográfico de las organizaciones terroristas las que tendrían como blanco a Europa misma. La Unión Europea puede fracturarse comenzando con Grecia, España, y los movimientos nacionalistas, lo que no asegura la continuidad del proceso. Si se une al boomerang desatado en Arabia Saudita, por su última agresión a países de la región como lo es Yemen, pues comienza a incrementarse la oposición a la monarquía, es dable creer que las intervenciones siempre traen graves consecuencias para el invasor modificando territorios y provocando fracturas. – Entre las probabilidades, los diálogos de Rusia con Arabia Saudita y Turquía pueden agregar notas de incertidumbre a las alianzas sobreentendidas como inalterables, y las posibilidades de acuerdos como el Turkish Stream sobre el Trans-Adriático son golpes certeros de impacto internacional … lo que podría ser un aliciente para la misma Unión Europea sometida al dictamen externo. En la medida que el gobierno germano comprenda que la guerra puede afectar a su territorio y a gran parte de Europa primero, y cuán lejos están quienes la proponen (Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda), la unidad se irá fragmentando y es esa una tarea de los medios alternativos. – La creación de un mercado independiente de las mega corporaciones, como ya se está diseñando con el intercambio binacional, con monedas locales o nuevas que no dependan de la manipulación artificial en los precios, como el caso del petróleo o la potestad de los bancos (2), provista de una robusta política de confianza y estimulante del verdadero desarrollo de los pueblos, debilitaría enormemente las tendencias colonialistas y de guerra a la vez que traería un periodo de tranquilidad social con esperanza en el presente. Finalmente, conocer la realidad que implica el Club posibilita tener un prisma para tomar decisiones en el presente con carácter futuro, dada la argumentación aportada. 224 La historia de este globo terráqueo continuará su evolución dialéctica y permitirá contrastar estas definiciones y su grado de acercamiento a la verdad. La oportunidad de edificar una arquitectura planetaria al servicio del hombre humanizado se hace cercana. Notas (1) Geopoder es una categoría de la Humanología que toma en consideración la visión del poder como una estructura que comprende la vida material, social, política y espiritual en un todo interconectado que, además, considera lo geopolítico como una parte de esa estrategia globalizada. (2) http://www.politika.cl/2015/02/12/bancos-fraude-fiscal-e-hipocresia/ Consistente artículo de Luis Casado sobre las conexiones bancarias, paraísos fiscales, evasión, estrategias de impunidad y sanciones, de países y gobiernos que poseen una estructura de poder que presta servicio a la corrupción y posibilita control pleno. Sin olvidar, claro, el rescate de los bancos por los gobiernos -2008- alterando negativamente los presupuestos para el bienestar social. Fuente: RT 20/07/2015 :: Europa, Angeles Maestro, Pensamiento. Lo ocurrido en Grecia demuestra que otro capitalismo es imposible x Ángeles Maestro Lo que ocurre en Grecia es un gran laboratorio, tanto para el capital, como para el resto de los pueblos de Europa. Syriza es un experimento amortizado. ¿Lo ocurrido en Grecia es un varapalo para los que defienden el "Sí se puede" dentro del marco capitalista? Es una demostración más de que otro capitalismo es imposible [1]. Dentro de la estructura de poder y las relaciones sociales capitalistas no hay espacio alguno, no ya para recuperar lo perdido y volver al Estado del Bienestar como defienden tanto Podemos, como IU y sus satélites de “Ahora en común”, sino ni siquiera para detener las interminables vueltas de tuerca hacia el abismo, como se ha demostrado en Grecia. El pago de la Deuda, como lo fue en América Latina, África y Asia, es el mecanismo de extorsión por excelencia para imponer a los gobiernos las políticas que necesitan las clases dominantes; máxime en una situación de profunda crisis general del capitalismo sin salida previsible. Sin asumir la anulación unilateral del pago de la Deuda y la consecuente salida del Euro y de la UE, no hay otra opción que el espectáculo lamentable de Syriza: doblar la rodilla ante las imposiciones ilimitadas de la troika y llevar al país a la debacle segura. Red Roja lo viene planteando desde hace dos años: el pago de la Deuda es el final de cualquier soberanía y de los derechos sociales y laborales[2]. No es que tuviéramos una bola de cristal que nos permitiera saber lo que finalmente ha ocurrido en Grecia, simplemente hicimos análisis rigurosos sin las anteojeras del oportunismo electoralista. 225 ¿Por qué fracasa el "buenísmo" reformista de Syriza? En primer lugar, como he dicho, porque plantea políticas imposibles. El reformismo es un delirio de ilusos que mucha gente acepta - contra toda evidencia – porque es más cómodo y menos peligroso conseguir lo que se necesita introduciendo un voto en una urna y sin tocar los intereses de las clases dominantes. ... si ello fuera posible. Que gentes más o menos ignorantes lo crean no es raro. La estafa viene de quienes enarbolan opciones irrealizables a sabiendas que lo son. El criterio mínimo imprescindible de legitimidad debiera ser decir la verdad al pueblo. Y tanto IU, como Podemos, como cualesquiera de las nuevas coaliciones lo saben y callan. En segundo lugar, Tsipras en nombre de Syriza ha llevado a la práctica por enésima vez la función de la socialdemocracia en la historia. En momentos cruciales, de gran debilidad de las clases dominantes, traiciona al pueblo trabajador - cuyos intereses debía representar - para asegurar el poder de la burguesía. Los ejemplos son innumerables; desde la votación de los presupuestos de guerra en Alemania en 1914 hasta su participación directa en el asesinato de Rosa Luxemburg y de Karl Liebnecht en 1918, al papel de Kerenski desde marzo a octubre de 1917 o al del PSOE y el PCE en la Transición. Lo que Tsipras ha hecho es lo que yo he visto en la dirección de IU una vez tras otra. Mientras no hay presiones, se mantiene la coherencia; pero cuando el poder ejerce su capacidad de chantaje y de amenaza – cuando de verdad hay que demostrar dónde se está, se traga con lo que haga falta. A velocidades de vértigo se impone lo “políticamente correcto”, es decir, lo que las clases dominantes exigen. Y no es sólo IU, obviamente[3]. El asunto es que el dilema “reforma o revolución”, que pudiera ser sólo un debate más o menos interesante en otras épocas, hoy es acuciante. Y el problema de fondo, que hoy como en otros periodos históricos de crisis delimita campos irreconciliables, es si se “vende” (nunca mejor dicho) ante el pueblo la idea de que la democracia burguesa permite opciones políticas que cuestionen el derecho a la propiedad privada de los medios de producción, o se prepara al pueblo para enfrentar ese poder. Y quien no hable de eso, como ha hecho la Syriza de Tsipras, o como hace Podemos o IU, lo que prepara es la escenificación de la próxima traición. ¿Lo ocurrido confirma lo que venían sosteniendo los comunistas griegos del KKE? En lo fundamental, si. Ante el gran revulsivo que fue la convocatoria del Referéndum – y los ataques de la UE al gobierno de Syriza por haber llamado al pueblo a opinar – era difícil entender que el KKE (partido Comunista) llamara al voto nulo. Pocos se detuvieron a analizar el contenido concreto de la pregunta que en ningún momento cuestionaba la pertenencia de Grecia a la Eurozona y a la UE. Mientras el pueblo construía su gran NO, Tsipras sacaba el conejo de la chistera y decía que lo incuestionable era la permanencia de Grecia en el Euro y en la UE, a costa de lo que fuera. Las lágrimas de cocodrilo ante la brutal imposición de la troika no sirven. ¿Acaso no sabían los Syrizas de allí y de aquí frente a quién estaban? ¿Creían que era un pulso entre demócratas y no una extorsión de criminales? Es inaceptable alegar ignorancia, 226 después de todas las enseñanzas de la historia, cuando lo que se trata es de justificar una descomunal cobardía y un crimen contra el pueblo. Es evidente que el KKE tenía razón. Muchos analistas, James Petras entre ellos, lo han reconocido. No sería de recibo que en momentos tan críticos como los actuales, prevaleciera – al menos entre las gentes de buena fe - un anticomunismo primario ante la evidente necesidad de unir fuerzas de izquierda frente a un órdago como el que enfrenta la clase obrera y el pueblo griego. Lo que ocurre en Grecia es un gran laboratorio, tanto para el capital, como para el resto de los pueblos de Europa. Syriza es un experimento amortizado. Tras él se está erigiendo la gran confrontación que delimitará los campos en el futuro y que no ofrecerá muchas opciones. Una de las más importantes para la clase obrera y para todos los pueblos del sur de Europa es confluir, coordinar políticas y presentar alternativas políticas, económicas y sociales convergentes capaces de enfrentar al enemigo común. ¿Qué otra salida tenía el pueblo griego tras el referéndum? La única posibilidad de evitar lo que ha ocurrido era haber depuesto a Syriza con la lucha obrera y popular. Obviamente, aún no estaban las condiciones dadas. El único camino serio que se abre es el de la resistencia frente a todas y cada una de las medidas que la alianza de Syriza con los partidos de la burguesía pretenda imponer al pueblo trabajador griego y que acentuarán el empobrecimiento masivo en el que ya vive. Es preciso fortalecer el poder de la clase obrera y construir una alternativa a Syriza desde la izquierda que inevitablemente tendrá como pilar al Partido Comunista y como programa suspender el pago de la Deuda, nacionalizar la banca y las grandes empresas monopolistas y salir del Euro y la UE. Esa única opción de futuro desde la izquierda debe construirse también en el resto de los países de la UE, pero sobre todo en los del sur. Como lo están señalando muchas voces, es preciso aprovechar las contradicciones internas en el seno de la UE y entre Alemania y EE.UU., pero sobre todo marcar un rumbo claro y firme. Red Roja lo ha planteado hace tiempo: romper con la extorsión de la Deuda tiene carácter de línea de demarcación. Pone de manifiesto ante el pueblo el eje político principal que sostiene en este momento todo el engranaje del poder y del que éste no puede prescindir. En ese sentido, No pagar la Deuda equivale a la exigencia de Paz, Pan y Tierra de los bolcheviques. Trasladando lo ocurrido a España recordemos que IU, Podemos e incluso Amaiur fueron a Atenas a apoyar a Syriza en las elecciones.... El panorama que los nuevos gobiernos elegidos se han encontrado tras elecciones es pavoroso. Once CC.AA. (Comunidades Autónomas) están incumpliendo los objetivos de déficit y de deuda. Y la amenaza de intervención de ellas y de cientos de ayuntamientos está sobre la mesa. Por ejemplo en el País Valenciá, donde ya se habla abiertamente de Valenexit, el nuevo Consell se ha encontrado ante “una Generalitat Valenciana intervenida de facto, que antes de que llegara ya tenía todos los parámetros que debían haber conducido a la intervención de iure que Europa puede exigir en cualquier momento”[4]. Lo curioso es que, no sólo nadie habla de no pagar la Deuda, sino que en la pasada reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera lo único que cuestionaron las autonomías no gobernadas por el PP fueron las cifras concretas 227 propuestas por Montoro de disminución del déficit y de % de reducción de la deuda, no la necesidad de reducir ambos indicadores. Lo que sorprende es ese espeso muro de silencio de los nuevos gobiernos de izquierdas. Si no se le está explicando al pueblo que tienen las manos atadas si aceptan los objetivos del Tratado de Estabilidad de la Zona Euro y de las leyes que aquí lo desarrollan, como la Ley 2/2012, es porque no se plantean otro horizonte que acatar ese marco normativo. En otras palabras, jugar el mismo papel de esbirro que está jugando Tsipras. ¿Cómo resolver la dicotomía reforma/revolución en este momento, en este país? El agotamiento, la inutilidad de las opciones reformistas, va a suceder pronto. Rajoy miente como un miserable, pero también engañan quienes ocultan que tras las elecciones generales – la misma troika, los mismos “hombres de negro”de Grecia van a exigir nuevas contrarreformas laborales y de las pensiones, más privatizaciones y mayores reducciones del gasto público. Y lo van a hacer, como en Grecia, con más ensañamiento si hay un gobierno de “izquierdas”, precisamente para demostrar que no hay ninguna esperanza de soberanía y de democracia, que sólo cabe bajar la cabeza para encajar el yugo. La ilusión depositada en las elecciones generales va a estallar como una pompa de jabón. Muy pronto. Por eso el trabajo oscuro de organización desde cada barrio, desde cada pueblo, las explicaciones pacientes acerca de la necesidad de prepararse para lo que se avecina y de no confiar en ilusiones sin fundamento alguno. Por si cupiera alguna duda de la vacuidad abismal de los discursos de los nuevos “referentes”, léase el artículo de Pablo Iglesias que lleva un título tan sugerente como “Podemos: Una nueva Transición”[5]. Si no estuvieran jugando con las vidas de tanta gente, podría hablarse de una antología del absurdo. ¿Cómo se encuentra de salud la izquierda no reformista? La confirmación de la justeza de los análisis – con el último ejemplo de lo ocurrido en Grecia con Syriza – es muy importante. Tanto como el silencio actual de quienes se daban codazos en Atenas para parecer al lado de Tsipras. La realidad es tozuda y se impone a las brumas de los sueños o los delirios. Por muy sugerentes que sean. Y el pueblo la ve. La construcción del puente entre el descrédito de las falsas ilusiones – que como en Grecia puede ser rápido y brutal – exige confluencias que partan del trabajo codo a codo con quienes más están percibiendo la necesidad de organización y de lucha: los sectores más explotados del movimiento obrero y los barrios populares. La izquierda revolucionaria es la única capaz de ofrecer una alternativa al callejón sin salida de los nuevos señuelos electorales. A condición de que sepa estar bien cerca del pueblo trabajador, para que su mensaje sea escuchado cuando se vea que “el rey está desnudo”. Ese trabajo de explicación paciente, que a algunos impacientes desespera, es el único fecundo. Como decía Red Roja en su último Comunicado[6], “la ambigüedad solo sirve a la desmoralización y a la derrota. Se está confirmando que es mucho menos útil que hablar claro y que nos hace perder un tiempo precioso. La victoria solo podrá venir de conjugar una línea revolucionaria y la máxima solidaridad internacionalista. Y hay que 228 prepararla desde ya. ¿Acaso Ítaca no es tanto aquella isla “a lo lejos” como su propia singladura?” ________________ Notas [1] http://redroja.net/index.php/comunicados/831-el-mito-de-la-vuelta-al-estado-delbienestar-otro-capitalismo-es-imposible [2] http://redroja.net/in dex.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/1910-informede-red-roja-sobre-la-ley-organica-22012-el-final-de-cualquier-soberania-y-el-arma-dedestruccion-masiva-de-los-servicios-publicos [3] En el caso de la alemana Die Linke (La Izquierda) la presiones se recrudecieron ante la posibilidad de que su ascenso electoral le permitiera gobernar en determinados länders con el SPD y se concretaron en necesidad de eliminar su apoyo a la causa palestina para pasar a apoyar el “derecho de Israel a defenderse” y evitar así ser acusada de “antisemita”. En un comunicado de 2011 la organización citada afirmaba: “No participaremos en iniciativas sobre el conflicto de Oriente Medio que hacen llamamientos por la solución de un Estado para Palestina e Israel, o por la implementación de boicots contra productos israelíes, o incluso, en la Flotilla de este año hacia Gaza". http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/2789-lastareas-de-la-izquierda-revolucionaria-ante-podemos-y-otras-opciones-electorales [4] http://www.annanoticies.com/wp-content/uploads/valenexit2.gif [5] http://elpais.com/elpais/2015/07/18/opinion/1437241765_050702.html [6] http://redroja.net/index.php/comunicados/3539-el-pueblo-griego-necesita-un-nopero-doble www.redroja.net Texto completo en: http://www.lahaine.org/lo-ocurrido-en-grecia-demuestra ARTE ARTE, POLÍTICA Y RESISTENCIA: Análisis de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Publicado en 28/05/2015 por Editor en Todos los ojos. Instituto-Pombas-Urbanas. Por Valéria Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulian PARTE I [Se] exploran, desde los Estudios Culturales y la teoría crítica latinoamericana, el proceso de formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, buscando comprender las formas de articulación y resistencia de los grupos que integran esta red, así como las prácticas y discursos estéticos adoptados en sus trabajos artísticos, y los impactos de estas articulaciones para los políticas púiblicas en cultura y los procesos de integración regional. Para tal efecto, fueron analizados los trabajos de dos colectivos que componen la Red: Pombas Urbanas de Brasil y la Corporación Cultural Nuestra Gente de Colombia. Introducción 229 Con la reconfiguración de poderes en el sistema mundo colonial moderno, especialmente a partir de la profundización de procesos relacionados con la globalización y la imposición de una nueva lógica de colonialidad global[1], los cuales tienen como resultado el aumento de la desigualdad y exclusión económica y social, muchos países latinoamericanos vieron emerger en este principio de siglo movimientos de lucha y resistencia liderados por grupos sociales, étnicos y culturales históricamente marginalizados. Al organizarse en torno a la llamada globalización contra-hegemónica, estos movimientos contribuyeron para el fortalecimiento de la sociedad civil en las últimas décadas, influyendo significativamente en las agendas políticas y presionando por mayor participación social, por el reconocimiento de derechos y por la construcción de instituciones que posibilitaran la emancipación y la valorización de la diversidad cultural de los pueblos latinoamericanos. De este modo, estas luchas han impactado radicalmente no sólo las instituciones y estructuras de poder, sino también las prácticas y referencias simbólicas y culturales en el continente. Es en este escenario donde se multiplican grupos y colectivos artísticos que buscan, mediante una reflexión acerca de sus realidades y condiciones socioeconómicas, construir nuevas formas de hacer arte y abrir espacios para el establecimiento de nuevas expresiones, éticas y consciencias, llevando a la construcción de prácticas innovadoras, a la reivindicación de identidades y a la mayor participación política. Entre las expresiones que se fortalecen en este contexto, destacamos en este artículo el Teatro en Comunidad, el cual mediante el empoderamiento y el trabajo en red, ha logrado restaurar lazos comunitarios e interferir en las agendas políticas públicas nacionales e internacionales. Con el objetivo de reflexionar acerca de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, partimos del análisis del trabajo desarrollado por dos colectivos teatrales: la Corporación Cultural Nuestra Gente, de Colombia, y el Pombas Urbanas, de Brasil. Ambos grupos han contribuido para la construcción del Teatro en Comunidad en América Latina, así como para la formación y consolidación de la Red. Exploramos, a partir de los Estudios Culturales y de la teoría crítica latino-americana, las formas de articulación y resistencia de los grupos y colectivos que integran la Red, así como sus prácticas y discursos estéticos. Pretendemos así contribuir con el debate acerca de las prácticas y de las experiencias comunitarias desarrolladas por grupos y colectivos artísticos y culturales, así como sobre la actuación y el protagonismo de estos movimientos en el contexto político regional, buscando comprender su contribución para el fortalecimiento de las luchas transformadores y emancipadores que caracterizan actualmente a América Latina y, de este modo, para la reflexión sobre las posibilidades de superación de la dominación colonial y de la construcción de nuevas formas de pensar y de vivir. Globalización, colonialidad del poder y resistencia en América Latina Considerando que la colonialidad del poder sigue definiendo en América Latina, aún hoy, las estructuras de poder y las relaciones de explotación y dominación a partir del pensamiento eurocéntrico, los movimientos sociales organizados “desde abajo” pasan a cuestionar la legitimidad del Estado-nación y a reivindicar transformaciones en 230 busca de posibilidades alternativas de vida y de constitución del Estado, con base en realidades, valores, prácticas y saberes diversos y plurales. En este sentido, es necesario recordar que la consolidación de los Estados modernos en América Latina a partir de ese modelo eurocéntrico de Estado-nación dependió de la construcción de identidades nacionales basadas en la homogeneización cultural, exterminio de poblaciones y exclusiones de grupos étnicos y culturales. Así, la colonialidad del poder implicaba entonces, y aun hoy fundamentalmente, la invisibilidad sociológica de los no-europeos, “indios”, “negros” y sus “mestizos”, o sea, de la aplastante mayoría de la población de América y sobre todo de América Latina, con relación a la producción de subjetividad, de memoria histórica, de conocimiento “racional”. Luego, de identidad (QUIJANO, 2005, p. 24). De esta forma, Woodward (2012) concluye que la globalización produce resultados diversos en términos de identidad: la homogeneidad cultural producida por los mercados globales puede llevar tanto al distanciamiento de la identidad con relación a lo “local” así como a la resistencia y la reafirmación de identidades o el surgimiento de nuevas identidades. La globalización resulta, entonces, en aumento de la homogeneización cultural, desintegrando identidades nacionales, al mismo tiempo que refuerza identidades nacionales a partir de la resistencia a tal proceso y también lleva al descentramiento y al dislocamiento de identidades, haciendo surgir nuevas identidades, híbridas[2]. Para Hall (2006), en el mundo contemporáneo tal tensión entre lo “global” y lo “local” se constituye en base para las transformaciones identitarias. No se puede olvidar, además, que el proceso de globalización es desigual y tiene su propia “geometría del poder”, lo que hace con que sea encarado de formas diversas por las sociedades y resulte en procesos bastante heterogéneos en términos de identidades. Es a partir de ese contexto de imposición histórica de América Latina a la colonialidad del poder y de su reconfiguración en el ámbito actual del sistema de explotación y dominación global, así como de sus impactos sobre las cuestiones políticas, económicas, sociales y culturales, que emergen en la región movimientos en pos de transformaciones radicales en la estructura del Estado, en la sociedad y en las formas de vida. El fortalecimiento de los movimientos sociales en torno a cuestiones como democracia participativa, reconocimiento de derechos, autonomía indígena y emancipación social resultan en disputas y transformaciones que impactan profundamente no sólo en las instituciones y estructuras de poder, sino también en prácticas y referencias simbólicas y culturales. De este modo, se puede afirmar que tanto el fortalecimiento de la lucha de grupos subalternizados y sus articulaciones en redes en las últimas décadas, así como la profundización y la multiplicación de procesos de integración regional protagonizados por los gobiernos llamados pos-neoliberales, los cuales ascendieron con el apoyo y la amplia movilización popular, representan estrategias de resistencia a los impactos más devastadores de la actual globalización, o de la inserción de América Latina en el sistema de globalidad imperial/colonialidad global[3]. Por eso, para Santos (2010), América Latina protagoniza hoy avanzadas luchas anticapitalistas y anticoloniales en el escenario mundial de la llamada globalización contra-hegemónica. Él cree que a partir esa globalización alternativa y de la confrontación con la globalización neoliberal deberán ser construidos los nuevos 231 caminos de la emancipación social. El autor afirma también que este embate tiende a ser particularmente intenso en los países semiperiféricos y que, por ese motivo, es también ahí donde “las potencialidades y los límites de reinvención de la emancipación social se revelan con mayor claridad” (SANTOS, 2010, p. 14). Él nos recuerda además que tan importante cuanto pensar la globalización contra-hegemónica es pensar la localización contra-hegemónica, ya que lo global siempre ocurre localmente, es decir, representa siempre la globalización de determinado localismo. Para ello, es necesario desarrollar “una teoría de la traducción que permita crear inteligibilidad recíproca entre las diferentes luchas sociales, y profundizar lo que tienen en común de modo a promover el interés en alianzas translocales” (SANTOS, 2011, p. 74). Precisamente en el intento de crear espacios de diálogo intercultural y consolidar alianzas translocales, con el objetivo de identificar intereses comunes y fortalecer sus luchas, es que han surgido, en las últimas décadas, innúmeras redes compuestas por movimientos sociales, los cuales se organizan en diferentes niveles – nacional, regional y global – y a partir de temáticas diversas, en torno a la llamada globalización contrahegemónica. [1] En referencia a la noción propuesta por Walter Mignolo, que desarrolló a partir del concepto de colonialidad del poder de Aníbal Quijano. [2] Esto según lo propuesto por Stuart Hall (2006). [3] Categoría de análisis propuesta por Escobar (2005). REFERENCIAS BLANDÓN, Jorge. Teatro é Comunidade. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 2, p. 42-46, mar. 2012. _______________. Entre a representação e o aplauso. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 3, p. 10-13, mar. 2013. _______________. Las redes de teatro, un tejido hecho de alegre rebeldia. Paso de Gato. México, n. 58, p. 27-29, Jul./Set. 2014. ESCOBAR, Arturo.Más allá del Tercer Mundo: Globalización y Diferencia. Bogotá: Imprenta Nacional, 2005. GARCIA, Silvana. Teatro da militância. 2. ed. São Paulo: Perspectiva, 2004. HALL, Stuart. A identidade cultural na pós-modernidade. 11ed. Tradução: Tomaz Tadeu da Silva, Guaracira Lopes Louro. Rio de Janeiro: DP&A, 2006. ____________. Quem precisa de identidade? In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. NOGUEIRA, Márcia Pompeo. Teatro e Comunidade. Revista Semear Asas. São Paulo: Pombas Urbanas, n. 2, mar. 2012. QUIJANO, Aníbal. Dom Quixote e os moinhos de vento na América Latina. In: Dossiê América Latina, Revista Estudos Avançados, nº55, 2005. SANTOS, Boaventura de Sousa (org). A globalização e as ciências sociais. 4ª ed. São Paulo: Cortez, 2011. _____________________________. Reconhecer para libertar: os caminhos do cosmopolitismo multicultural. 2ª ed. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2010. SILVESTRE, Neomisia. Esumbaú, Pombas Urbanas: 20 anos de uma prática de teatro e vida. São Paulo: Pombas Urbanas, 2009. WILLIAMS, Raymond. Cultura. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1992. 232 ___________________. Cultura e Materialismo. São Paulo: Ed. Unesp, 2011. WOODWARD, Kathryn. Identidade e diferença: uma introdução teórica e conceitual. In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. Links: Núcleo Interdisciplinar de Narradores Orais e Agentes Culturais. Disponível em: http://www.nina.org.br/2014/04/14/cultura-viva-comunitaria-abre-novo-ciclo-poscongresso-ibero-americano/. Acesso em: 02 de outubro de 2014. PLATAFORMA PUENTE. Disponível em: http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobrecvc/. Acesso em: 10 de outubro de 2014. - See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/05/28/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-i/#sthash.8CXGg7xr.dpuf (Parte II) Por Valéria Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulian (Traducción de Damián Cabrera). De las prácticas comunitarias a la red: el (re)conocimiento de sí y del otro A partir del contexto abordado anteriormente, de profundización de procesos de globalización y del consecuente aumento de las luchas contra-hegemónicas, movimientos artísticos y culturales compuestos por grupos sociales históricamente marginalizados ganaron fuerza y proyección en las últimas décadas en América Latina; los mismos buscaban, a través de prácticas innovadoras, el empoderamiento y el trabajo en red, reivindicar identidades, ampliar capacidades y restaurar lazos comunitarios, así como participar de manera activa de diversos procesos sociopolíticos nacionales y de los movimientos internacionales de resistencia a la globalización neoliberal. De esta forma, se multiplicaron, especialmente en las periferias de las ciudades, importantes debates y reflexiones sobre las prácticas culturales y simbólicas de esos grupos y colectivos, lo que llevó al desarrollo de nuevas formas y contenidos para la producción artística, y también a la construcción de nuevas posturas éticas y políticas. En ese sentido, tales movimientos han conseguido ampliar sus espacios de influencia más allá de las periferias y participar activamente en la definición de agendas políticas, especialmente en el campo de la cultura –pero no sólo en él-. Y es también a partir de esa postura renovada que gana cada vez más proyección en América Latina el Teatro en Comunidad, propiciando la creación y el fortalecimiento de diversos grupos y colectivos teatrales que trabajan a partir de esa perspectiva en diversos países e, inclusive, significativas articulaciones en el ámbito internacional. Entre los grupos que surgieron en este escenario y que pasaron a dedicarse al Teatro en Comunidad, se destacan la Corporación Cultural Nuestra Gente, de Colombia, y el Pombas Urbanas, de Brasil, los cuales analizamos en este trabajo. Ambos grupos utilizan esa forma-teatro en sus comunidades, realizando sus trabajos a partir de la comunidad y para la comunidad, con el objetivo de construir un nuevo sentido de pertenencia para el sujeto social, que sea capaz de transformar, sensible a todas las 233 formas de conflictos, y que produzca respuestas objetivas para la transformación humana. Además, estos dos grupos tuvieron un papel fundamental en la formación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Según Nogueira (2012), el Teatro en Comunidad se desarrolla a partir de la existencia de un contexto común, en el cual la comunidad interactúa, identifica intereses comunes y produce conocimientos. La autora identifica tres formas diferentes de hacer Teatro en Comunidad: el teatro “para”, “con” y “por” la comunidad. En ese sentido, Jorge Blandón (2012, p. 6), director de la Corporación Cultural Nuestra Gente enfatiza: El Teatro en Comunidad y sus prefijos por, con y para son taxonomías [Nota de ELCH: Ciencia que se ocupa de los principios,métodos y fines de la clasificación.] para clarificar una acción colectiva en red, expresada a partir de un territorio que busca mostrar lo simbólico y lo identitario. Esto hace que ese teatro sea altamente político, incidiendo en las políticas sectoriales del arte y de la cultura. Se trata de una afirmación de la población que, entre prácticas de inclusión y exclusión, establece un ejercicio democrático en perspectiva de creación, en el cual se propicia un espacio de juicio y gusto como práctica comunitaria, que posibilita siempre un acceso al desarrollo humano. Es decir, en esta concepción no hay sólo una percepción estética de la obra y la consecutiva separación del otro en el proceso de fruición [Nota del ELCH: Gozo, placer intenso], sino una correlación profunda, una interconexión entre artistas y espectadores. De este modo, el Teatro en Comunidad se constituye en herramienta importante de articulación y afirmación de identidades culturales periféricas, oprimidas y marginalizadas. Representa, aún, un importante factor de articulación y movilización político-social y una forma de resistencia cultural a lo hegemónico que masifica, estandariza y fragmenta todavía más las subjetividades. Según Williams (2011, p. 172), “no se puede entender un proyecto intelectual o artístico sin que se entienda también su formación; la relación entre un proyecto y su formación es siempre decisiva”. A partir de este presupuesto, describimos brevemente los procesos de formación de los grupos Corporación Cultural Nuestra Gente y Pombas Urbanas, buscando comprender su actuación y formas de articulación y resistencia. La Corporación cultural Nuestra Gente nació a finales de 1986, en medio de una situación política y económica inestable, en un país donde la vida era medida por el número de masacres, terror y miseria, cuando los miembros de la comunidad del barrio Santa Cruz, en Medellín, Colombia, resolvieron hacer arte como instrumento de paz y de manera comprometida con la comunidad. Así, la Corporación nació como un espacio cultural, social y comunitario, con el objetivo de protagonizar su propia historia. La resistencia, persistencia y la insistencia hizo con que los miembros del grupo ocupasen un antiguo prostíbulo, la Casa Amarilla, a partir de 1993, e instaurasen allí la sede del colectivo que hoy cuenta con más de 30 artistas multiplicadores y múltiples talleres de arte, entre ellos, de teatro, música y circo con el objetivo de “construir artistas para la vida” (BLANDÓN, 2012) y transponer las barreras territoriales impuestas por el narcotráfico, formando sujetos capaces de interferir en la esfera sociopolítica a través de la autonomía y el protagonismo. De este modo, el grupo no busca apenas formar artistas, sino seres humanos sensibles estéticamente y comprometidos con su realidad, a partir del principio de alteridad, de interacción con el otro que posibilita el reconocimiento de sí en el otro y 234 en la diferencia. Por lo tanto, propicia el desarrollo constante de un espacio de reflexión y la construcción de herramientas que posibiliten la deconstrucción de lenguajes hostiles del día a día a través de la experiencia estética. Además, parten de la comprensión de que las políticas y prácticas comunitarias tienen el poder de reverberar en el conjunto de las políticas públicas, pues desarrollan en el sujeto la capacidad de realizar por sí mismo y con el apoyo de los otros los cambios necesarios para la evolución y el fortalecimiento de la comunidad, es decir, el empoderamiento. El colectivo ha montado diversas piezas a lo largo de los años. Se destaca la organización, desde 1987, del Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven, el cual posibilitó al colectivo ampliar sus contactos y expandir su red de trabajo y colaboración. Sea con los demás grupos de Colombia, a partir de la fundación de la Red Colombiana de Teatro en Comunidad –que consta de más de 40 grupos-, sea a partir de la participación en la organización y fundación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, Nuestra Gente cree que el arte se construye con amor y con esperanza y con el trabajo de las comunidades que entrega sus recursos para construir días más esperanzadores. Ya en Brasil, según García (2004) el llamado teatro popular de la periferia surge a partir de mediados de la década de 1970. La autora destaca que existe “un consenso en el sentido de ir a buscar al público (…) en los barrios periféricos más alejados, y de producir un teatro que (…) se corresponda con la realidad de estas poblaciones” (GARCÍA, 2004, p. 126). Por lo tanto, en la ciudad de Sao Paulo, por ejemplo, este dislocamiento del centro hacia regiones periféricas ocurrió no sólo por la falta de opciones y espacios adecuados para las varias expresiones artísticas que convivían en las áreas más centrales, pero también con el objetivo de discutir las reales condiciones sociales y los problemas específicos de la periferia. Pombas Urbanas fue creado en 1989, en el Barrio Sao Miguel Paulista, Zona Este de Sao Paulo, en el marco del taller cultural Luiz Gonzaga y a partir del proyecto “Semear Asas” (Sembrar Alas), desarrollado por el actor y director peruano Lino Rojas (1945-2005) con el objetivo inicial de formar actores jóvenes y técnicos para el teatro. El grupo posee una trayectoria bastante peculiar: en un primer momento, el colectivo se traslada hacia el gran centro, pero se afirma en el extremo Este de la ciudad, en el barrio de la ciudad Tiradentes, en 2004, luego de 15 años de ruta. Desde el montaje de “Os Tronconenses”, texto de Lino Rojas, al más reciente espectáculo “Era uma vez um rei…”, del chileno Oscar Castro, la producción teatral del colectivo se caracteriza por el estudio continuo de la comunidad y sus habitantes, que por fin resultan en el quehacer teatral. Aun así, es a partir de 2004, con la participación en el VIII Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven de Medellín, Colombia, y, en especial, con el contacto con la Corporación Cultural Nuestra Gente, cuando una profunda transformación en la trayectoria del grupo se produce y se comienza a enfatizar el Teatro en Comunidad. A partir de ese vínculo, el colectivo Pombas Urbanas pasa a realizar innúmeros encuentros con la comunidad y para la comunidad, siguiendo la premisa dictada por Lino Rojas y su forma-teatro: “el principio de trabajar el ser para la comunidad y la comunidad para el ser” (Silvestre, 2009). El “Café Memória” es un buen ejemplo de la característica de este colectivo, ya que abre la posibilidad para que la comunidad local vaya a la sede del grupo, el Centro Cultural Arte em Construção, y cuente historias, las cuales alimentan los futuros espectáculos y la revista del grupo, titulada “Semar Asas”. 235 Además de ese evento, que ocurre regularmente, Pombas Urbanas realiza una serie de talleres artístico-culturales en la región y coopera en la formación de nuevos grupos de teatro que se articulan a partir del centro cultural y en diversos puntos de la comunidad. Una característica fuerte de Pombas Urbanas es el pensamiento en conjunto, el ser y estar colectivo. Para aquellos jóvenes de periferia, el grupo se volvió un espacio de reflexión y descubrimiento, y el teatro un modo de recrear sus historias, repensar la vida y entenderla, saber cada vez más de sí mismos; además de tantas cosas compartidas por vivir siempre juntos (Silvestre, 2009, p. 39). El trabajo del grupo puede ser resumido como un “caminar por el espacio”, frase recurrente de Lino, según Silvestre (2009, p. 21). Es decir, en un ritmo colectivo, en un tiempo necesario para descubrirse y experimentar lo que se hace, buscando producir un tipo de conocimiento para la vida –un teatro que ocurre en la práctica de comunidad-. Es necesario resaltar que, a pesar de haberse consolidado como importantes grupos teatrales y a pesar de haber ganado proyección nacional e internacional, ambos grupos siguen enfrentando la dura realidad de la periferia, marcada por la violencia y por problemas sociales diversos, por la ausencia de políticas públicas permanentes y por la constante dificultad de encontrar financiación para sus trabajos. Así, las luchas continúan y han contribuido para la movilización y la organización de los grupos y colectivos en distintos niveles. Fue en torno a una de tales luchas, así como de los intercambios y conexiones que lograron establecer a lo largo de los años, que la Corporación Cultural Nuestra Gente y Pombas Urbanas contribuyeron para la formación y consolidación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, la cual analizaremos en el próximo apartado. REFERENCIAS BLANDÓN, Jorge. Teatro é Comunidade. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 2, p. 42-46, mar. 2012. _______________. Entre a representação e o aplauso. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 3, p. 10-13, mar. 2013. _______________. Las redes de teatro, un tejido hecho de alegre rebeldia. Paso de Gato. México, n. 58, p. 27-29, Jul./Set. 2014. ESCOBAR, Arturo.Más allá del Tercer Mundo: Globalización y Diferencia. Bogotá: Imprenta Nacional, 2005. GARCIA, Silvana. Teatro da militância. 2. ed. São Paulo: Perspectiva, 2004. HALL, Stuart. A identidade cultural na pós-modernidade. 11ed. Tradução: Tomaz Tadeu da Silva, Guaracira Lopes Louro. Rio de Janeiro: DP&A, 2006. ____________. Quem precisa de identidade? In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. NOGUEIRA, Márcia Pompeo. Teatro e Comunidade. Revista Semear Asas. São Paulo: Pombas Urbanas, n. 2, mar. 2012. QUIJANO, Aníbal. Dom Quixote e os moinhos de vento na América Latina. In: Dossiê América Latina, Revista Estudos Avançados, nº55, 2005. SANTOS, Boaventura de Sousa (org). A globalização e as ciências sociais. 4ª ed. São Paulo: Cortez, 2011. 236 _____________________________. Reconhecer para libertar: os caminhos do cosmopolitismo multicultural. 2ª ed. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2010. SILVESTRE, Neomisia. Esumbaú, Pombas Urbanas: 20 anos de uma prática de teatro e vida. São Paulo: Pombas Urbanas, 2009. WILLIAMS, Raymond. Cultura. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1992. ___________________. Cultura e Materialismo. São Paulo: Ed. Unesp, 2011. WOODWARD, Kathryn. Identidade e diferença: uma introdução teórica e conceitual. In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. SITIOS WEB: Núcleo Interdisciplinar de Narradores Orais e Agentes Culturais. Disponível em: http://www.nina.org.br/2014/04/14/cultura-viva-comunitaria-abre-novo-ciclo-poscongresso-ibero-americano/ Acesso em: 02 de outubro de 2014. PLATAFORMA PUENTE. Disponível em: http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobre-cvc/ - See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/06/10/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-ii/#sthash.CWnxBDyP.dpuf Análisis de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad (Parte III). Publicado en 24/06/2015 por Editor en Todos los ojos EL QUIJOTE. Los colectivos cubanos Teatro de los Elementos (Cienfuegos), Teatro Andante y QuintoTeatro, junto a otras diez agrupaciones del continente, participaron en el montaje de la obra El Quijote Latinoamericano, cuya presentación acaba de efectuarse en Sao Paulo, Brasil, como parte del Congreso Iberoamericano de Cultura. FUENTE: José Oriol González. Por Valéria Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulián[1] (Traducción de Damián Cabrera) En esta serie publicamos el trabajo de Valéria Graziano y Eduardo Ulian de la Universidad de Sao Paulo en el que exploran, desde los Estudios Culturales y la teoría crítica latinoamericana, el proceso de formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, buscando comprender las formas de articulación y resistencia de los grupos que integran esta red, así como las prácticas y discursos estéticos adoptados en sus trabajos artísticos, y los impactos de estas articulaciones para los políticas púiblicas en cultura y los procesos de integración regional. Para tal efecto, fueron analizados los trabajos de dos colectivos que componen la Red: Pombas Urbanas de Brasil y la Corporación Cultural Nuestra Gente de Colombia. El Quijote, un acuerdo fraterno: creación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad 237 La mezcla de colores y lenguas no podría haberse puesto en escena de mejor manera para contar la historia del caballero de la triste figura, El Quijote, y concretar el lanzamiento oficial de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, en el año 2009. En escena, once Quijotes y once Sanchos, representando 16 grupos de América Latina – entre ellos Pombas Urbanas (Brasil) y la Corporación Cultural Nuesra Gente (Colombia)encadenan doce escenas escritas por el director colombiano Santiago García, del Teatro La Candelaria. Luego de quince días de ensayos y una producción con indumentaria y escenarios pluriétnicos, El Quijote salió a escena para efectivizar una iniciativa del colectivo Quinto Teatro, de Cuba, vinculado al dramaturgo Rolando Hernández Jaime, de la Habana; de la Corporación Cultural Nuestra Gente (Medellín); y de Pombas Urbanas (Brasil). Tenían como premisa realizar el sueño de Lino Rojas de formar una Patria del Teatro y fortalecer los lazos y el intercambio entre los colectivos que actúan y desarrollan proyectos culturales volcados a la comunidad. Nace entonces, a partir de esa experiencia artística y estética colectiva, la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, cuyo resultado final fue presentado a los participantes del II Congreso Ibero-Americano de Cultura – Cultura y Transformación Social, realizado en Sao Paulo, en setiembre de 2009. Considerando que la Red tiene como objetivo construir no sólo un espacio de intercambio artístico, sino también crear un diálogo y una agenda propositiva en temas como educación, políticas públicas y cultura, es muy significativo que la misma haya nacido durante ese Congreso, que además de tener como tema central la cultura para la transformación social, propició un espacio de amplia articulación entre Estado y sociedad, donde estuvieron presentes ministros y autoridades de cultura, intelectuales y artistas de 22 países iberoamericanos, además de participantes de países caribeños y africanos. Con el lema “nuestra patria es nuestro teatro” y contando con más de 40 grupos, la Red estableció como objetivos iniciales la promoción de apoyo mutuo, la creación de mecanismos para intercambio de informaciones, la interrelación del teatro con la comunidad, además de la creación de programas de educación y formación, tomando la cultura como medio de transformación social. Sin embargo, los impactos y resultados de la actuación de la Red han ido mucho más allá de sus propuestas iniciales. En sus más de cinco años de actuación, los miembros de la Red realizaron importantes articulaciones, las cuales resultaron, por ejemplo, en espectáculos conjuntos, residencias artísticas e intercambios de profesionales, pero también tuvieron un importante protagonismo en lo que se refiere a avances de las políticas públicas en cultura nacionales y regionales, así como el fortalecimiento de procesos de integración regional, cuyos impactos van mucho más allá del campo del teatro. De ese modo, se puede concluir que, como representantes de movimientos contra-hegemónicos que emergen en América Latina en este inicio de siglo, los grupos colectivos teatrales que integran la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad desempeñan un importante papel de intervención en lo real, a partir no sólo de la resistencia a los procesos de homogeneización cultural, pero también de lucha por la ruptura con la situación de dominación y explotación colonial, mediante la construcción de diálogos plurales y de soluciones políticas innovadoras. Entre estas soluciones, se destaca la creación de la Plataforma Puente Cultura Vida Comunitaria, un espacio virtual constituido por diversas organizaciones y movimientos sociales con el objetivo de impulsar la construcción de un tejido cultural 238 comunitario capaz de realizar transformaciones a largo plazo en el continente, reconociendo la cultura como dimensión central para la construcción de una ética y una estética de solidaridad, de sostenibilidad, de libertad, de democracia, de equidad y de igualdad. Como miembro de esta Plataforma, la Red integra un conjunto de experiencias populares que “nacen de la resistencia y de la búsqueda de superación de las exclusiones y dominaciones de todo tipo presentes en nuestros países y de la reivindicación de lo propio como punto a partir del cual se puede contribuir para la construcción de lo colectivo”[2]. Además, la Red ha tenido un papel relevante en lo que se refiere a las articulaciones para la realización o actuación en eventos políticos, artísticos y culturales, tales como la organización del I Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria, que se realizó en La Paz, Bolivia, en 2013. Durante el encuentro, los grupos y redes participantes definieron como “Cultura Viva Comunitaria” un movimiento continental de raíz comunitaria que asume las culturas y sus manifestaciones como un bien universal y pilar efectivo de desarrollo humano y una lucha por la construcción de políticas públicas construidas desde abajo. Se destaca la participación de la Red en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, reconocido como el mayor festival de teatro del mundo. Integra, además, un conjunto de grupos y movimientos que lanzaron, en 2012, una campaña regional que exige la destinación de por lo menos 1% del presupuesto nacional de cultura y el 0,1% para la cultura comunitaria, lo que contribuyó a generar intensos debates nacionales en torno la necesidad de fortalecimiento de políticas culturales y la creación de nuevas legislaciones, con el objetivo de garantizar el pleno ejercicio de los derechos culturales y de los valores defendidos por los grupos que luchan por la llamada Cultura Viva Comunitaria. En Brasil, esos procesos de movilización social y reivindicaciones resultaron, por ejemplo, en la aprobación por parte del Congreso Nacional, en julio de 2014, de la Ley Cultura Viva, la cual transforma el Programa Nacional de Promoción de la Ciudadanía y de la Diversidad “Cultura Viva” en una política de Estado, garantizando así la perennidad de las acciones del programa, independientemente de las alternancias de gestión en la administración pública. Se recuerda que la creación del Programa Cultura Viva por parte del Ministerio de Cultura en 2004, que tuvo como uno de sus principales instrumentos el apoyo a la creación y el mantenimiento de puntos de culturas – entidades culturales sin fines de lucro que desarrollan acciones culturales continuas en comunidades locales o redes regionales y temáticas-, se constituye en una importante referencia para los debates en el continente y para el desarrollo de políticas nacionales y regionales. Como ejemplo, se destaca la creación del Programa Iberoamericano de Fomento a la Política Cultural de Base Comunitaria, conocido como Ibercultura Viva, que fue establecido en 2013 con base en la experiencia brasileña y tiene como objetivo fomentar el desarrollo cultural, económico y social y las políticas culturales de base comunitaria, así como fortalecer la cooperación y la integración cultural en el espacio iberoamericano. A pesar de que su creación haya sido aprobada por ministros de cultura en 2009, durante el II Congreso Iberoamericano de Cultura, el mismo sólo fue establecido en 2013, a partir de la intensa articulación entre gobiernos de l región, pero 239 también gracias al protagonismo ejercido por los movimientos y grupos culturales en lo que se refiere al tema de la cultura viva comunitaria en el espacio regional. En 2014, durante el VI Congreso Iberoamericano de Cultura – Cultura Viva Comunitaria, realizado en Costa Rica, por primera vez la sociedad civil que actúa en el ámbito del tema Cultura Viva Comunitaria participó oficialmente en un evento realizado por el organismo multilateral. Además, considerando el tema de esta edición del Congreso, Turino[3] nos recuerda que “por primera vez un organismo internacional de Estado discute una poítica pública creada de abajo para arriba”. Más que adoptar un tema como central, el Congreso propició un importante espacio de diálogo entre las redes y los gobiernos. Sobre el evento, Jorge Blandon[4], articulador de la Plataforma Puente en Medellín, Colombia, afirmó: Andamos mucho para llegar hasta aquí. Este viaje con tanta gente alrededor de cada pequeño grupo es muy valioso. Cada uno de ellos es la colectividad del otro. Con nuestro amigo Obregón (en referencia al Ministro de Cultura de Costa Rica), encontramos el mejor escenario para el diálogo afectuoso, franco y sincero. Vamos a seguir por Iberoamérica, cruzando la América del Sur y Central, para quién sabe llegar al África y otros continentes con países lusófonos e hispánicos. Vamos a aprovechar este espacio de cultura viva Comunitaria. En este sentido, se puede afirmar que los movimientos y grupos culturales organizados a partir del establecimiento de redes, tales como la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, han tenido un importante papel no sólo para repensar el quehacer teatral y para renovar las prácticas artísticas, creando nuevas éticas y estéticas, pero también para las cuestiones políticas, sociales y culturales y para el enfrentamiento de los principales desafíos que marcan actualmente la América Latina. Conclusión Como vimos, los movimientos sociales protagonizan en América Latina importantes procesos regionales e influyen en agendas políticas en diferentes niveles. Es a partir de su protagonismo, de su toma de posición y de la afirmativa de que los cambios son parte de sí, pero que también residen en el otro, que vemos hoy en América Latina esbozos de una nueva perspectiva y de una nueva mirada que lleva en consideración la propia realidad. Ser de la periferia es estar inmerso en un guión donde cada unidad de acción conduce al protagonista a un objetivo nada afable. Hay tragedia e no hay catarsis y, el espectador sólo aparece después del final, pues tiene miedo de la trama. Pero no es en el escenario donde la acción ocurre, pues el teatro tiene la capacidad de mirar en los ojos de la realidad y enfrentarla. En él aún reside la inmensa dimensión humana, su capacidad de soñar y de tener esperanza. Es en este escenario en el que la cultura periférica y marginalizada encuentra en las lagunas expuestas por el artificio de la globalización espacio para resistir y afirmarse. En ese proceso, esas nuevas identidades dislocadas de sus ejes buscan en un movimiento contra-hegemónico formas de aprehensión de sí y del otro para ponerse al mundo colonial. En lo que se refiere específicamente a las luchas emprendidas por grupos y colectivos artísticos y a la actuación de los mismos mediante la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, se destaque que han logrado, con éxito, colocar el tema de la cultura viva comunitaria y del fortalecimiento de las políticas 240 públicas en cultura en el centro de incontables debates gubernamentales y de luchas por transformaciones radicales en las sociedades latinoamericanas. La construcción de nuevos caminos con dirección a la emancipación de los pueblos latinoamericanos será aún bastante largo y seguramente estará marcado por intensas disputas y conflictos, ya que visan transformar radicalmente las estructuras del Estado y las relaciones sociales, condición necesaria para enfrentar la colonialidad del poder y romper con las relaciones coloniales y capitalistas de explotación y dominación. De todos modos, es necesario reconocer la importancia de esos movimientos, construidos “desde abajo” y a partir de perspectivas inclusivas y democráticas. Solamente a partir de ellos será posible pensar modos alternativos de vida, que reconozcan y valoren la pluralidad de saberes, valores y prácticas y, así, acabar con los procesos de exclusiones y exterminios de pueblos y de su diversidad que históricamente caracterizan a América Latina. NOTAS [1] Integrantes del programa de postgrado en Estudios Culturales de la Universidad de Sao Paulo. [2] Según informaciones de la propia Plataforma Puente, disponible en http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobre-cvc/ Visitada el: 10 de octubre de 2014. [3] Disponible en: http://www.nina.org.br/2014/04/14/cultura-viva-comunitariaabre-novo-ciclo-pos-congresso-ibero-americano/. Acceso el: 02 de octubre de 2014. [4] Ibid. REFERENCIAS BLANDÓN, Jorge. Teatro é Comunidade. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 2, p. 42-46, mar. 2012. _______________. Entre a representação e o aplauso. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 3, p. 10-13, mar. 2013. _______________. Las redes de teatro, un tejido hecho de alegre rebeldia. Paso de Gato. México, n. 58, p. 27-29, Jul./Set. 2014. ESCOBAR, Arturo. Más allá del Tercer Mundo: Globalización y Diferencia. Bogotá: Imprenta Nacional, 2005. GARCIA, Silvana. Teatro da militância. 2. ed. São Paulo: Perspectiva, 2004. HALL, Stuart. A identidade cultural na pós-modernidade. 11ed. Tradução: Tomaz Tadeu da Silva, Guaracira Lopes Louro. Rio de Janeiro: DP&A, 2006. ____________. Quem precisa de identidade? In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. NOGUEIRA, Márcia Pompeo. Teatro e Comunidade. Revista Semear Asas. São Paulo: Pombas Urbanas, n. 2, mar. 2012. QUIJANO, Aníbal. Dom Quixote e os moinhos de vento na América Latina. In: Dossiê América Latina, Revista Estudos Avançados, nº55, 2005. SANTOS, Boaventura de Sousa (org). A globalização e as ciências sociais. 4ª ed. São Paulo: Cortez, 2011. 241 _____________________________. Reconhecer para libertar: os caminhos do cosmopolitismo multicultural. 2ª ed. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2010. SILVESTRE, Neomisia. Esumbaú, Pombas Urbanas: 20 anos de uma prática de teatro e vida. São Paulo: Pombas Urbanas, 2009. WILLIAMS, Raymond. Cultura. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1992. ___________________. Cultura e Materialismo. São Paulo: Ed. Unesp, 2011. WOODWARD, Kathryn. Identidade e diferença: uma introdução teórica e conceitual. In: SILVA, Tomaz Tadeu da (org.). Identidade e diferença: a perspectiva dos estudos culturais. 12. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2012. Sitios Web: Núcleo Interdisciplinar de Narradores Orais e Agentes Culturais. Disponível em: http://www.nina.org.br/2014/04/14/cultura-viva-comunitaria-abre-novo-ciclo-poscongresso-ibero-americano/. Acesso em: 02 de outubro de 2014. PLATAFORMA PUENTE. Disponível em: http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobrecvc/. Acesso em: 10 de outubro de 2014. - See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/06/24/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-iii/#sthash.zndcu3i6.dpuf INTERNACIONALISMO EN HOMENAGE A MARIO ROBERTO SANTUCHO El pensamiento político de Mario Roberto Santucho: ¿Foquismo? (A propósito de la tradición guevarista3 ) Néstor Kohan (Cátedra Che Guevara) 3 El siguiente texto fue elaborado en su primera versión a partir de una clase pública de homenaje a Mario Roberto Santucho, realizada la noche del 19 de julio de 2002 en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, a 26 años de su asesinato. Es un texto anterior al gobierno de Néstor Kirchner y a todos los debates que tuvieron lugar en Argentina durante la última década en torno al populismo, el neodesarrollismo, a la hegemonía al interior de la izquierda de algunas 242 “Sería un contrasentido subordinar el punto de vista político al militar, ya que la política engendra la guerra; ella es la inteligencia y la guerra no es más que su instrumento, y no a la inversa… La subordinación del punto de vista militar al político, es la única posibilidad que queda”. [La política ha dado nacimiento a la guerra] Extractos y anotaciones de Lenin [1915] a De la guerra de Carl von Klausewitz “Toda lucha política tiene siempre un sustrato militar” Antonio Gramsci: Cuaderno de la cárcel N°1 [1929-1930] Ni «dementes» ni «irracionales» Hay compañeros que, aunque ya no están, siguen presentes. Recordarlos no es sólo hacer memoria. Es, también, una manera de marcar una continuidad histórica. Recuperar sus luchas resulta imprescindible para no permitir que nos fracturen y nos quiebren en nuestra subjetividad. Para que cada nueva generación no tenga que comenzar de cero, desconcertada, arrodillada y mirando sumisamente el suelo, sino de pie y apoyada en las experiencias y los hombros de las generaciones que nos precedieron. Con la clase de hoy, queremos expresar nuestro emocionado homenaje a Mario Roberto Santucho (1936-1976), cuando se cumplen 26 años de su asesinato4. Trataremos de reconstruir las fuentes ideológicas que marcaron sus lecturas teóricas y su pensamiento político, relacionando ambos con el pensamiento del Che Guevara. Intentamos hacer este análisis para no quedarnos en un mito. Porque así como la derecha intenta convertir a nuestros mejores compañeros en mitos –como pretendieron hacerlo con el Che-, con Santucho sucede algo análogo. Aunque seguramente no del mismo modo que con el Che, porque nadie usaría remeras con la cara de Robi [sobrenombre de Santucho]... ya que Santucho sigue siendo un personaje “endemoniado” para la sociedad oficial argentina. Pero, a su modo, la derecha ha construido el mito de Santucho..., el “tira-tiros”..., el “tira-bombas”... Entonces a veces corrientes electorales e institucionales con inspiración trotskista, etc. Este texto fue luego incluido en nuestro libro Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder (2005). Una versión posterior, ampliada (donde Santucho es analizado junto a Miguel Enríquez, Roque Dalton y muchos otros militantes guevaristas de Nuestra América), fue incorporada en nuestro libro En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus «Cuadernos de lectura de Bolivia») (2013). Lo publicamos ahora (19 de julio de 2015) en su primera versión porque allí nos concentramos específicamente en el pensamiento político de Santucho, a quien queremos rendirle merecido homenaje. El lunes 19 de julio de 1976, en tiempos de la sangrienta dictadura del general Videla, una patrulla del Ejército argentino al mando del capitán Juan Carlos Leonetti irrumpe en el departamento del barrio de Villa Martelli [Capital Federal] donde se encuentra escondida parte de la dirección de la insurgencia argentina: Mario 4 Roberto Santucho, Liliana Delfino (compañera de Santucho), Ana María Lanzillotto (compañera de Domingo Menna, embarazada de ocho meses), Benito Urteaga y su hijo José, de dos años. Ante la súbita irrupción del Ejército, Santucho se defiende disparando y logra ultimar a Leonetti. A pesar de eso, los dirigentes guevaristas argentinos son capturados y asesinados (hasta el momento no se conoce qué sucedió con los cuerpos, aunque se presume que los cadáveres fueron enterrados clandestinamente en el cuartel militar de Campo de Mayo [provincia de Buenos Aires], donde funcionaba uno de los campos de concentración de la dictadura). Las dos mujeres son secuestradas, trasladadas a ese campo de concentración, torturadas y asesinadas. Esa misma noche Santucho iba a viajar hacia La Habana. El hijo de Urteaga fue entregado a la familia paterna. Jamás se supo el destino del bebé que esperaba Ana Lanzillotto. 243 los sectores populares, para contrarrestar y responder a esa visión macartista y oficial, terminan aceptando y reivindicando esa misma imagen de Santucho, aunque invertida, sin atender al conjunto de su obra, su pensamiento político y su personalidad. Para la cultura oficial argentina, durante décadas, el sólo hecho de mencionar o escribir el nombre de Santucho constituyó un “pecado” imperdonable. En los labios del poder Santucho fue el sinónimo de todo aquello que, en tiempos del general Videla, se pretendió aniquilar y, durante las dos décadas siguientes, extirpar de la memoria popular. En los relatos ensayísticos y periodísticos, posteriores a la dictadura militar, su corriente política fue estigmatizada como un demonio y satanizada hasta el hastío. Aunque esa demonización de la izquierda revolucionaria apuntaba contra el conjunto de la generación de los ’60 y ’70, los ideólogos del poder se ensañaron con la figura de Santucho. Se lo convirtió en un fantasma monstruoso y maldito. Sometiendo a discusión esos relatos apologéticos y oficiales, no podemos analizar su pensamiento sin antes dejar bien en claro que esa generación, la generación de Robi Santucho y sus compañeros y compañeras, no se lanzó a la insurgencia y a la lucha armada ni arriesgó su vida porque le surgió repentinamente un “delirio mesiánico” -como nos dice hoy toda la derecha-, ni tampoco porque era “foquista” – como nos sugiere alguna parte de la izquierda-, sino porque había realizado un meditado análisis previo de la historia social del continente y de sus condiciones políticas. La lucha político-militar de la corriente de Santucho no fue “irracional”, ni “demencial”, ni respondía a un deseo de “adrenalina”. No eran “jóvenes dementes y aventureros”, ansiosos por vivir peripecias extrañas o extravagantes. Existía en ellos y ellas un tipo de análisis específicamente político, sustentado en una elaborada reflexión sociológica e historiográfica sobre las contradicciones del capitalismo argentino y la impotencia histórica de sus clases sociales dirigentes y dominantes para emancipar el país. A contramano de lo que sugieren los relatos del poder y los politicólogos adscriptos a la teoría socialdemócrata de “la transición a la democracia” (que satanizaron a la insurgencia guevarista responsabilizándola, incluso, por el golpe de 1976), en la tradición marxista la lucha político-militar, en la que Santucho entregó su vida, ha sido siempre prolongación de un pensamiento político y de una lucha política, y no al revés. Robi lo tenía muy presente. Luego de años y años de propaganda burguesa, que intentó demonizar a estos revolucionarios, remarcar ese tipo de pensamiento específicamente político resulta hoy impostergable. Esta es la razón por la que, en las líneas que siguen, nos interesa analizar las categorías políticas que estructuraron la visión social del mundo de Robi y cómo éstas fueron transformándose a lo largo del tiempo... Porque nadie nace marxista, ni socialista, ni comunista, ni revolucionario, sino que se va construyendo como tal. Por eso nos interesa discutir la conformación del pensamiento real de Santucho. Antes de abordar directamente nuestro tema, conviene realizar una mínima aclaración. La relación de Santucho con el guevarismo en general, y con Ernesto Guevara en particular, no es una relación directa, en el sentido que Santucho nunca conoció personalmente al Che. 244 Nosotros ponemos el énfasis en una relación política y en la continuidad de una línea ideológica, no en la cuestión biográfica de si conversó o tomó café con el Che. Porque en el mismo sentido, Lenin no lo vio nunca a Marx. Gramsci tampoco. Jamás se sentaron a tomar cerveza con Marx, ni con Engels. Fidel Castro nunca compartió una velada con José Martí. Sin embargo, pocos pondrían en discusión que entre ellos existe una estrecha ligazón. En el caso de la relación de Santucho con el Che sucede lo mismo. A nivel biográfico quizás nunca se cruzaron pero hay una trayectoria político-ideológica marcadamente común... Un hijo del marxismo latinoamericano Una de las hipótesis de trabajo que se podrían plantear es que Santucho forma parte sustancial y central del marxismo latinoamericano. Es parte de su historia, de una historia que no nace en los años ’60 sino que es muy anterior. Eso se nota en la primera formación ideológica de Robi. Entre los muchos hermanos de la familia Santucho, uno de ellos, Amílcar, era del Partido Comunista (PCA) argentino. Otro, que tuvo mucha más influencia sobre Roberto, Francisco René, era indigenista, “aprista”, seguidor del APRA [Alianza Popular Revolucionaria Americana, organización política peruana surgida en la década de 1920 que sigue existiendo en la actualidad]. Francisco René dirigía una librería en la provincia de Santiago del Estero y publicaba una revista llamada Dimensión. En sus comienzos, este hermano de Robi estaba muy influido por la ideología de Víctor Raúl Haya de La Torre [1895-1979]. Según los parámetros de esta cosmovisión inicial, compartida por Mario Roberto y Francisco René, que luego entra en crisis a partir del cruce con la organización Palabra Obrera, nuestro continente es denominado “Indoamérica” y no Latinoamérica. En una aclaración al pie, que figura en un texto de 1959 titulado Integración de América Latina, Francisco René señala que: “Preferimos indoamericano a latinoamericano o hispanoamericano, por las mismas razones aducidas por los apristas peruanos generalizadores del término. Creemos como ellos que así se define mejor una peculiaridad que hoy se da en el hemisferio5” . De este modo, el primer guía intelectual de Mario Roberto Santucho sigue casi al pie de la letra a los discípulos de Haya de La Torre. Su razonamiento es el siguiente: el componente fundamental de este continente es indígena, por lo tanto vamos a referirnos siempre a Indoamérica. De ahí que la primera organización política en la que participan estos hermanos (Francisco René y Mario Roberto) se llame Frente Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP). Francisco René es el hermano que más influencia tiene sobre Roberto. Esta tradición de pensamiento indoamericanista también está presente en otros revolucionarios latinoamericanos de aquella época. A la hora de explicarse la propia historia de nuestra América, como la llamaba José Martí, el indoamericanismo se planteó principalmente, en el ámbito historiográfico. Tratando de ver qué herramientas empleaban a nivel historiográfico para explicarse la historia de Indoamérica, encontramos que, además de los textos de Haya 5 Cfr. Francisco René Santucho: Integración de América Latina. Santiago del Estero, Cuadernos Dimensión, 1959. 245 de La Torre, también utilizaban los libros de Juan José Hernández Arregui [19121974], un escritor nacionalista del interior de nuestro país. Un hombre muy erudito. Hernández Arregui tenía una hipótesis muy fuerte: era muy crítico de la ciudad de Buenos Aires. Sostenía que la capital de la Argentina, era una “ciudad- puerto de espaldas al país y de cara a Europa”. En cambio, el interior era explotado, pues... era Indoamérica. Buenos Aires pertenece a Europa. Aunque, a diferencia de Haya de la Torre, Hernández Arregui era muy hispanista. Por oposición a la historiografía liberal, que era más anglófila, él defendía mucho la herencia española en nuestra historia (esa era una diferencia importante con los indoamericanistas...). En los orígenes del FRIP encontramos esta idea de que Buenos Aires está de espaldas al país. No se dice que es “una ciudad burguesa” pero se tiende a pensar de este modo... Y también nos encontramos con la idea que la vanguardia revolucionaria de la clase trabajadora se encuentra en el noroeste Argentino. En esos primeros documentos del FRIP de inicios de los ’60 y en esa primera formación ideológica también se utilizaban categorías de Silvio Frondizi [1907-1974], un sociólogo e historiador que, al igual que el anterior, era crítico del tipo de desarrollo del capitalismo argentino. Pero a diferencia de Hernández Arregui, Silvio Frondizi no era peronista ni nacionalista. Cuestionaba muy duramente la supuesta “progresividad” de la burguesía nacional y en consecuencia del peronismo. A los ojos de estos jóvenes con inquietudes revolucionarias y contestatarias, Silvio Frondizi6 no sólo aportaba sus análisis sociológicos. También les proporcionaba una pista importante para descifrar la revolución cubana, a la cual Frondizi adhería en forma entusiasta ya que la había conocido de primera mano. Las tratativas para que Silvio Frondizi pudiera viajar a Cuba estuvieron a cargo de Ricardo Napurí (militante de origen peruano, radicado en Argentina, del grupo Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR Praxis, liderado por Silvio Frondizi). En Buenos Aires, Napurí venía formando parte del Comité de apoyo al Movimiento 26 de julio que se gestó en 1956. Cuando triunfa la revolución, viaja inmediatamente a La Habana (8 de enero de 1959), junto a la madre del Che, y a numerosos residentes cubanos en la Argentina. Según el testimonio posterior de Napurí, en esos meses Guevara plantea que se necesitan intelectuales para discutir con el movimiento estudiantil cubano. Napurí sugiere el nombre de Silvio Frondizi. Éste viaja a La Habana invitado por el Che y tiene con él varias entrevistas, tras las cuales Guevara le sugiere que permanezca en Cuba trabajando en la esfera de la cultura y la ideología. Silvio Frondizi decide volver para Argentina pero ofrece su colaboración proponiendo una editorial, vinculada a la revolución cubana, con sede en Montevideo. A su regreso, redacta y publica en Uruguay La revolución cubana. Su significación histórica (diciembre de 1960). En este texto, Silvio Frondizi propone una interpretación del proceso revolucionario cubano sumamente diferente al que luego consagrarán los partidos comunistas latinoamericanos, vinculados a la Unión Soviética. 6 Conviene no confundir a Silvio Frondizi, marxista revolucionario, con su hermano Arturo Frondizi, presidente argentino (19581962) y hombre de derecha, proimperialista, defensor de los capitales norteamericanos en la Argentina, que culminó su carrera política defendiendo a los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas. Tampoco con su otro hermano, el académico Risieri Frondizi, rector de la Universidad de Buenos Aires y célebre filósofo –especializado en la teoría axiológica de los valores-, que no tuvo una gran participación política como sus otros dos hermanos. 246 Su libro se abre planteando que “La revolución cubana ha destruido definitivamente el esquema reformista y, más concretamente, el esquema reaccionario del determinismo, casi fatalismo geopolítico [...]”. Se cierra sosteniendo la misma idea: “La revolución cubana tiene como significación histórica fundamental, la de haber roto definitivamente «con el esquema reformista, y en particular con el estúpido determinismo, casi fatalismo geopolítico»”. Al mismo tiempo, en este balance inicial de la revolución, Frondizi formula uno de los primeros diagnósticos (antes que Fidel declarara públicamente el carácter socialista de la revolución) del proceso cubano en términos de revolución ininterrumpida y permanente: “Empezó, como ya lo dijimos, con caracteres pequeño-burgueses de frente nacional, sin discriminaciones de ninguna clase; su meta fue al comienzo el derrocamiento de la dictadura de Batista. Bien pronto se transformó en una lucha antimperialista, con un frente más restringido, para concluir en una acción en profundidad en contra de determinados sectores de la burguesía nacional; es decir empieza a colocarse en los umbrales del socialismo7” . En ese mismo libro, Frondizi vaticina que, en el orden interno, se plantea una disyuntiva: la revolución cubana se industrializa o se detiene (abriéndose, entonces, el peligro para su burocratización). De igual manera, propone que el mejor modo de frenar la ofensiva imperialista consiste en internacionalizar la revolución cubana. Todo este tipo de observaciones y sugerencias giran en torno a la polémica del autor frente a las posiciones de los partidos comunistas tradicionales, a los que califica de “reformistas” y “etapistas” y, por eso mismo, opositores a la internacionalización de la revolución cubana. El balance de Frondizi no era ingenuo ni improvisado. Se asentaba en un extenso estudio previo sobre las condiciones del capitalismo latinoamericano, en tiempos de integración mundial imperialista, bajo la hegemonía del imperialismo norteamericano. Esa investigación previa la había publicado pocos años antes en La realidad argentina. Ensayo de interpretación sociológica (en dos tomos, Tomo I: 1955 y Tomo II: 1956). Allí formulaba la hipótesis del agotamiento histórico del intento de las burguesías nacionales latinoamericanas por desarrollar un “capitalismo autónomo”. Como ejemplo puntual, en este texto Frondizi analiza el fenómeno peronista, ensayo frustrado de realizar –bajo una forma política bonapartista- la revolución democrático-burguesa en Argentina. De allí, Silvio Frondizi infería que el carácter de la revolución argentina y latinoamericana no podía ser otro que el de una revolución antimperialista y socialista (como fases de un mismo proceso ininterrumpido). Es por ello que, cuando viaja a Cuba, se encuentra con la confirmación del diagnóstico que él mismo había vaticinado y propuesto pocos años antes. Probablemente, ésa sea una de las razones principales por las que Frondizi defiende con tanto ahínco la revolución cubana en su libro de 1960. Habría que esforzarse demasiado para no detectar y no reconocer la presencia de todo este cúmulo de lecturas en el pensamiento político maduro de Robi Santucho y en el modo como él y sus compañeros visualizaban la estrategia continental de la revolución cubana, de la que se sentían vitalmente parte. 7 Cfr.Silvio Frondizi: La revolución cubana. Su significación histórica. Montevideo, Editorial Ciencias Políticas, 1960. Los párrafos citados en pp.16 y 149. El testimonio de Ricardo Napurí sobre el viaje de Frondizi a La Habana, en entrevista a Napurí realizada y publicada por Herramienta N°4, Buenos Aires, 1997. 247 El pensamiento de Santucho nunca se detuvo. Iba indagando y reexaminando sus ideas permanentemente. Aquella juvenil constelación ideológica, en gran medida impregnada por el nacionalismo cultural, experimentará, al paso del tiempo, un cambio notable. La sombra de León Trotsky En el invierno de 1963 se forma un acuerdo de frente único entre Palabra Obrera (organización trotskista, acaudillada por Nahuel Moreno [seudónimo de Hugo Miguel Bressano [1924-1987]) y el FRIP (representado por cinco de sus miembros). Poco tiempo después, el FRIP se unifica con Palabra Obrera. Esta agrupación pertenecía a la Cuarta Internacional. Así nace como organización el PRT [Partido Revolucionario de los Trabajadores]. La Cuarta Internacional tenía en aquella época como principal dirigente y teórico a Ernest Mandel, el célebre economista belga que había participado en la polémica cubana de 1963-64, apoyando las posiciones del Che. En aquellos momentos, Moreno estaba unido con Mandel, después rompen entre sí en una dura polémica. Entonces, a la hora de explicarse cómo ha sido nuestro continente, cómo ha sido la Argentina, cómo ha funcionado el capitalismo en nuestra sociedad, también se produce un cambio en los escritos y en la ideología de Santucho. Aparece la presencia de otro historiador, que había sido un militante orgánico de Palabra Obrera vinculado a Moreno: Milcíades Peña [1933-1965]. Cuando produjo su obra historiográfica, Peña era muy joven (se suicidó cuando tenía tan sólo 32 años). La mayor parte de sus trabajos –que en su conjunto conformaban una Historia del pueblo argentino— fue publicada póstumamente. Su producción resulta muy distinta de la historiografía tradicional. Tanto de la corriente liberal burguesa (Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López) como también de la historiografía oficial del Partido Comunista (Leonardo Paso), del peronismo de izquierda (Rodolfo Puiggrós [1906-1980]) y de la izquierda nacional (Abelardo Ramos [1921-1991]). En los escritos teóricos de Peña, la revolución cubana jugaba un papel importante. Operaba como una corroboración empírica, pues le resultaba útil para cuestionar aquel etapismo historiográfico que se esforzaba por inventar en sus relatos del pasado una supuesta América Latina colonial –bajo dominio español y portuguésde tipo “feudal” para, de este modo, rechazar en el futuro la pertinencia de la revolución socialista. En este sentido, Peña señalaba: “Baste decir que la conocida teoría sobre el carácter «feudal» de la colonización sirvió durante largo tiempo a los moscovitas criollos como telón de fondo para afirmar que la Argentina “muestra aún hoy en su estructura rasgos inconfundiblemente «feudales»” [Puiggrós, Colonia, 23] y para enrollar la madeja de una fantasmagórica revolución «antifeudal» que abriría el camino a una supuesta «etapa» capitalista. Atados a sus dogmas y compromisos políticos y frenados por su propia incapacidad, los teóricos comunistas posteriores a Puiggrós usan su definición de la colonia como sociedad feudal sólo para oponerse al socialismo en la Argentina de hoy, puesto que significaría «proponernos hoy tareas históricas inexistentes» [Paso, Colonia, 9] [...]”. Resulta más que sugerente prestar 248 atención al cierre que Peña utiliza para toda esta impugnación. Allí remata sosteniendo que: “¡Y esto fue escrito cuatro años después de la revolución cubana!”8 . Si bien se formó políticamente al lado de Nahuel Moreno, Peña rompe con la organización morenista entre 1958 y 1959. En su posterior distanciamiento ideológico con la táctica del “entrismo” en el peronismo, propugnada por Moreno, la revolución cubana jugará un lugar central. Puede corroborarse la profundidad de esa ruptura en sus “16 tesis sobre Cuba” 9. A los ojos de Peña, la revolución cubana había hecho pedazos el dogma stalinista de la revolución por etapas junto con la doctrina de que ciertos países –especialmente los latinoamericanos- estaban “inmaduros” para el socialismo. Al mismo tiempo, Peña concluía que las enseñanzas de la revolución cubana exigían dar una batalla ideológica por la conciencia socialista de los trabajadores argentinos, dada la impotencia política de la denominada “burguesía nacional” para emancipar a los pueblos latinoamericanos. De allí Peña deducía la inviabilidad tanto del “entrismo” (línea política de Moreno) como del seguidismo al peronismo (línea política de Puiggrós). No se podía identificar de manera mecánica y ahistórica al castrismo y al guevarismo con... el peronismo. A partir de las tesis historiográficas de Milcíades Peña y apoyándose en los análisis sociológicos de Silvio Frondizi, Santucho comienza a plantear que la “burguesía nacional” argentina no puede encabezar los cambios necesarios para emancipar nuestro país. Ese tipo de caracterización se basaba en la teoría del desarrollo desigual de Lenin y en la teoría del desarrollo desigual y combinado de Trotsky. Pero, cuando hacía referencia a la “seudoindustrialización” de nuestro país, Santucho le agregaba un matiz específico referido a la Argentina. ¿De dónde adopta esa visión tan crítica de los industriales argentinos? Nuevamente, de las tesis sociológicas de Silvio Frondizi y de las historiográficas de Milcíades Peña. Ya en tiempos del FRIP (antes del cruce con Moreno), combinando la teoría del imperialismo de Lenin con la visión de Frondizi y Peña, las tesis políticas del grupo liderado por los hermanos Francisco René y Mario Roberto Santucho sostenían que “La República Argentina es un país semicolonial seudoindustrializado”. Esta era justamente la opinión de Frondizi y Peña. En el capítulo “Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional”, de su libro La realidad argentina, Silvio Frondizi afirma que: “[...] lo que caracteriza al imperialismo actual es la exportación de capitales para la industrialización o mejor dicho seudoindustrialización de los países atrasados”. Lo fundamenta del siguiente modo: “Mientras la industria ligera necesitaba mercados para la producción de artículos de consumo, la industria pesada necesita también mercados, pero para su producción de herramientas. Estos mercados reemplazan a los de artículos de consumo”. A contramano del esquema etapista de la izquierda tradicional que cuestionaba al imperialismo y a los propietarios terratenientes locales, para defender 8 Cfr. Milcíades Peña: Antes de mayo. Formas sociales del transplante español al nuevo mundo. Buenos Aires, Fichas, 1973.p.45. La primera versión de este texto data probablemente de la segunda mitad de la década del ’50. Aunque nunca llegó a preparar sus textos de Historia del pueblo argentino para su edición definitiva (pues se suicidó en diciembre de 1965), Peña volvió sobre aquellos manuscritos durante los ’60. La referencia a la revolución cubana pertenece a este período. 9 Cfr.José Golán [seudónimo de Milcíades Peña]: “16 tesis sobre Cuba”. En Revista de Liberación N°3, 1964. 249 una supuesta progresividad de los propietarios industriales, de este análisis Frondizi deduce la “unidad, no identidad, entre imperialismo y burguesía nacional y entre burguesía nacional y terrateniente”. Al publicar en 1956 La realidad argentina, Silvio Frondizi aclaraba: “En la redacción de este capítulo [“Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional”] hemos recibido valiosa ayuda de Milcíades Peña, que prepara un volumen sobre el problema”. Fue precisamente Peña quien más desarrolló la teoría de “la seudoindustrialización argentina”. Si bien venía trabajando en esa hipótesis desde la década del ’50, en un artículo de su revista Fichas de 1964 aclara que: “Denominamos al fenómeno seudoindustrialización, parodia o caricatura de industrialización [...] Por sobre todo, se realiza sin modificar sustancialmente la estructura social del país, y los desplazamientos a que da lugar dejan en pie las antiguas relaciones de propiedad y entre las clases. La seudoindustrialización no subvierte la vieja estructura sino que se inserta en ella”10 . Entre las características de la seudoindustrialización, Peña incluye: (a) No aumenta la composición técnica del capital social, sólo la mano de obra, (b) No se desarrollan las industrias básicas que producen medios de producción, ni las fuentes de energía ni los transportes, (c) No aumenta la productividad del trabajo, (d) El incremento de la producción de artículos de consumo sobrepasa el incremento de la producción de medios de producción y (e) La agricultura permanece estancada y no se tecnifica. De estas características, Peña infiere que tanto los propietarios burgueses terratenientes como los industriales argentinos, comparten con el capital financiero el mismo interés en la perpetuación del atraso del país. Estos sectores sólo permiten el transplante o el injerto de islotes industriales en unas cuantas fábricas, manteniendo y reproduciendo la estructura social de conjunto atrasada y subordinada al imperialismo. Robi Santucho supo deducir de este tipo de análisis historiográfico y sociológico una consecuencia política inequívoca: era inviable luchar en Argentina por la “liberación nacional” o por una “revolución democrático-burguesa, agraria y antimperialista”, apoyándose en un “frente nacional”, liderado políticamente por la burguesía local y su brazo armado, las Fuerzas Armadas. En otros términos: sólo se podía llegar a alcanzar la liberación nacional de la Argentina y su independencia frente al imperialismo si se lucha al mismo tiempo por la revolución socialista, cuestionando el orden burgués y sus aparatos de dominación y coerción. Al igual que José Carlos Mariátegui [1894-1930], Julio Antonio Mella [1903-1929] y el Che Guevara, Santucho piensa que antimperialismo y socialismo deben marchar unidos como dos facetas de una misma lucha, no como etapas separadas en el tiempo. Aunque para esa época Silvio Frondizi se había convertido en un intelectual independiente11 y Milcíades Peña ya había roto amarras con el grupo morenista, el acercamiento con Moreno le permitió a Santucho incursionar y estudiar atentamente 10 Cfr. Víctor Testa [seudónimo de Milcíades Peña]: “Industrialización, seudoindustrialización y desarrollo combinado”. En Fichas de investigación económica y social, Año I, N°1, abril de 1964. p.33-44. Este artículo fue recopilado póstumamente en Milcíades Peña: Industrialización y clases sociales en la Argentina. Bs.As., Hyspamérica, 1986. p.65 y ss. 11 El viejo Silvio Frondizi, cuyos escritos sociológicos tuvieron tanta influencia en el pensamiento político de Santucho y sus compañeros, termina durante su vejez (primera mitad de los años ’70) militando, codo a codo, junto a los jóvenes guevaristas. Aún en la época más sangrienta y represiva de la Argentina. Por eso no sólo dirige Nuevo Hombre, el periódico del Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS), vinculado al PRT, sino que también defiende como abogado a 250 toda esta literatura política de la nueva izquierda y empaparse de los debates políticos que la acompañaban. ¿Qué diferencia había entre los escritos de Roberto Santucho y los de Milcíades Peña? Principalmente que este último – Peña – mantenía un planteo totalmente impregnado por el antiperonismo, ya que proponía la tesis de que “Perón era un agente inglés”. El PRT adopta cierto tipo de explicaciones de Peña, pero no acepta completamente esa visión, ya que en un folleto del PRT -El peronismo, ayer y hoy [Ediciones El Combatiente, agosto de 1971]- se plantea que se incorpora la tesis de Peña, pero sin caer... “en el gorilismo de izquierda”. La herencia de San Martín En los escritos del PRT también emerge la presencia de otra historiografía. Esto sí llama poderosamente la atención. Es la historiografía liberal de Bartolomé Mitre. ¿Por qué llama la atención? Pues porque la óptica de Mitre constituye la versión oficial de la historia argentina, la que todavía hoy se enseña en las escuelas. Pero ¿qué adoptaban los militantes guevaristas de esta historiografía tradicional? Algo que, paradójicamente, resulta muy interesante: cómo estos historiadores burgueses reaccionarios (principalmente Mitre, aunque también deberíamos agregar a Vicente Fidel López, en el siglo XIX y Ricardo Levene en la primera mitad del siglo XX) describen la campaña del Ejército de San Martín. Fundamentalmente, cómo describen... la guerra de guerrillas. Ese relato resulta hasta muy entusiasmante. Cuando ellos hablan del Ejército de los Andes, cuando San Martín envía a organizar una guerra de guerrillas en la retaguardia española en el Perú, era muy “atractivo” para esta izquierda revolucionaria que se planteaba continuar la lucha inicial de San Martín y Bolívar..., y sobre todo el papel jugado en la lucha guerrillera contra los colonialistas españoles por Martín Miguel de Güemes, Juana Azurduy y otros revolucionarios nuestros de principios del siglo XIX. Seguramente estos historiadores burgueses, de tradición liberal, todavía en el siglo XIX se podían dar el lujo de alabar aquellas campañas militares independientistas, porque la tarea por delante que esta burguesía tenía entonces – segunda mitad del siglo XIX - era legitimar la construcción de un Estado-nación y construir los relatos fundantes de un origen heroico. Luego, en el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, ante le emergencia de una izquierda revolucionaria que se planteaba en primera instancia la lucha por el poder, ya no podían darse ese lujo... Pero Santucho y los guevaristas argentinos supieron leer bien, leer entre líneas, en esa historiografía burguesa, en esa historiografía tradicional y reaccionaria y encontrar los relatos de aquel primer Ejército continental de San Martín y sus compañeros. Según recuerda Pombo [Harry Villegas Tamayo], combatiente cubano que luchó junto al Che en Cuba, en el Congo y en Bolivia, Guevara también le daba para leer a sus compañeros, a sus combatientes internacionalistas de Bolivia, los relatos de las guerras los presos políticos y a los guerrilleros. Todo eso le vale el odio sanguinario de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), organización terrorista paramilitar de extrema derecha que lo secuestra y lo asesina por la espalda en 1974 acusándolo de “comunista y bolchevique, fundador del ERP e infiltrador de ideas comunistas en nuestra juventud”. 251 independientistas sobre Juana Azurduy y sus guerrilleros. También en esta opción historiográfica, Santucho fue un guevarista consecuente. Lenin y América Latina Otra fuente ideológica de la que se nutrió Santucho fue Lenin. Como era obvio, habiendo cortado amarras definitivamente con Haya de La Torre, Santucho empieza a ensayar una lectura mucho más leninista, más “clásica”, si se quiere, sobre el papel de América Latina. La crítica explícita contra Haya de la Torre ya la formula Francisco René Santucho en su trabajo “Lucha de los pueblos indoamericanos”12 . Allí se plantea que los aciertos iniciales del APRA: “se ven traicionados ahora por la debilidad de su propio líder que ha entrado en compromisos con regímenes reformistas cómplices del imperialismo”. A partir de esa ruptura con el populismo aprista, se abre en el horizonte ideológico de Robi la posibilidad de apropiarse de la tradición teórico-política de Lenin. Lenin escribió en 1916 El imperialismo, etapa superior del capitalismo, una obra hoy considerada clásica en la materia. Allí escribe sobre nosotros, sobre la Argentina. Dice textualmente: “No sólo existen los dos grupos fundamentales de países – los que poseen colonias y las colonias --, sino también, es característico de la época, las formas variadas de países dependientes que, desde un punto de vista formal, son políticamente independientes, pero que en realidad se hallan envueltos en las redes de la dependencia financiera y diplomática. A una de estas formas de dependencia, la semicolonia, ya nos hemos referido. Un ejemplo de otra forma lo proporciona la Argentina [...] No es difícil imaginar qué sólidos vínculos establece el capital financiero – y su fiel «amiga», la diplomacia – de Inglaterra con la burguesía argentina, con los círculos que controlan toda la vida económica y política de ese país”. ¿En qué se basaba Lenin para proporcionar semejante descripción y explicación de la Argentina? Pues una de sus tesis principales sostenía que el desarrollo del capitalismo mundial nunca es chato, ni plano, ni liso, ni homogéneo. Los países y sociedades capitalistas no están en el mismo rango ni son equiparables entre sí; como hoy sostiene erróneamente Toni Negri, por ejemplo, cuando en su Imperio plantea que entre Estados Unidos y Brasil, la India e Inglaterra... “sólo hay diferencias de grado”. Por el contrario, Lenin tenía la hipótesis de que el capitalismo a nivel mundial se expandía en forma asimétrica, según un desarrollo desigual que generaba países y sociedades metropolitanas y dependientes, cuyas diferencias no sólo son de grado –es decir: cuantitativas, mayor o menor cantidad de capitalismo y desarrollo— sino que son diferencias cualitativas. Santucho adopta esta tesis de Lenin, y plantea que el desarrollo interno del capitalismo argentino también es notoriamente desigual y origina zonas metropolitanas y zonas periféricas y/o dependientes. O sea que no es lo mismo el desarrollo del capitalismo en la Mesopotamia que en el Noroeste. Así, por ejemplo, en el folleto “El proletariado rural detonante de la revolución argentina”13 se sostiene que: “El imperialismo, al introducirse como factor estructural en el desarrollo de la economía argentina promoviendo la seudoindustrialización, ha acentuado los 12 Cfr. Francisco René Santucho: “Lucha de los pueblos indoamericanos”. En Norte Argentino, 1963. Tesis políticas del FRIP, editadas en 1964 en el periódico Norte Argentino. La mayoría de los textos del PRT citados han sido consultados de la excelente antología realizada por Daniel De Santis: A vencer o morir. PRT-ERP Documentos. Bs.As., EUDEBA, 1998 (tomo I) y 2000 (Tomo II). 13 252 desniveles regionales, al desarrollar unilateralmente la zona portuaria en detrimento del Interior”. Obviamente, este tipo de caracterización se basaba en la teoría del desarrollo desigual de Lenin. Así como Lenin defendía la tesis de que la explosión iba a surgir en “el eslabón más débil de la cadena imperialista”, Santucho planteaba, por analogía, que en la revolución argentina el factor detonante era el proletariado azucarero. En su análisis, el capitalismo del noroeste era, de alguna manera, “el eslabón más débil” dentro del capitalismo argentino. Y también, junto a las categorías clásicas de Lenin, en el PRT se adoptaron en determinado momento categorías de León Trotsky quien, en su Historia de la Revolución Rusa, plantea una hipótesis que denomina “ley del desarrollo desigual y combinado”. ¿En qué consiste? Pues en que nunca existen países y sociedades capitalistas absolutamente homogéneas, compactas, con un solo modo de producción. En realidad hay relaciones sociales de distintos modos de producción, que están combinadas entre sí. Algunas predominan sobre otras, pero están combinadas. Puntualmente, Trotsky sostiene que: “Azotados por el látigo de las necesidades materiales, los países atrasados vense obligados a avanzar a saltos. De esta ley universal del desarrollo desigual de la cultura se deriva otra que, a falta de nombre más adecuado, calificaremos de ley del desarrollo desigual y combinado, aludiendo a la aproximación de las distintas etapas del camino y a la confusión de distintas fases, a la amalgama de formas arcaicas y modernas”. Trotsky la denomina “ley” pero en realidad –pensamos nosotros– habría que denominarla teoría del desarrollo desigual y combinado, ya que conjuga diversas hipótesis sobre el desarrollo histórico. Entonces,– una vez superado el atractivo del APRA y el indigenismo, a los que habría que agregar la influencia inicial de la Reforma Universitaria y de varios intelectuales que realizan conferencias en la librería de Santiago del Estero, dirigida por Francisco René – en el pensamiento político de la dirección del PRT en general, y de Mario Roberto Santucho en particular, se conjugan las categorías sociológicas de Silvio Frondizi, las historiográficas de Milcíades Peña, la teoría del marxismo revolucionario clásico de Lenin y Trotsky y, por supuesto, la enorme influencia de la revolución cubana y la revolución vietnamita. A todas estas influencias las tamizó, en el caso del PRT argentino, el guevarismo y el castrismo, así como también el pensamiento político de Ho Chi Minh y Giap. La ruptura con Nahuel Moreno Para poder amalgamar y tratar de fusionar lecturas tan diversas (desde las enseñanzas de Lenin y Trotsky en Rusia hasta las de Fidel y el Che en Cuba, pasando por la de Mao en China, Ho Chi Minh y Giap en Vietnam), Santucho tuvo que romper amarras con su principal socio en la fundación del PRT: Nahuel Moreno. Éste condensaba un arco iris ideológico, habitual en la izquierda tradicional: la trágica conjunción de retórica presuntuosa e inflamada, pretendida ortodoxia doctrinaria y reformismo práctico y mundano. En el caso de Moreno, ese cóctel estaba condimentado por un oportunismo extremo que lo llevó a reivindicarse desde “peronista” (en su época de entrismo en el peronismo) hasta exactamente lo opuesto: profundamente antiperonista. Todo en 253 solución de continuidad, sin que mediara, jamás, entre un extremo y otro, la más mínima autocrítica o explicación a sus militantes de semejantes zigzagueos y bandazos. Lo que legitimaba y daba “coherencia” a semejante oscilación permanente, era una concepción política estratégica sustentada en: (a) la absolutización de la lucha sindical (aquella que Lenin impugnaba por su economicismo), (b) la obsesión por no quedar al margen de ninguna participación electoral –incluso cuando ésta estuviera deslegitimada ante las masas populares— y, a largo plazo, (c) la perspectiva del espontaneísmo insurreccionalista. La ruptura entre Santucho y Moreno se produce en febrero de 1968, en vísperas del IV Congreso del PRT. Formalmente, responde a la inasistencia de Moreno al IV Congreso del partido, al ser consciente de que sus posiciones políticas habían quedado en minoría frente a las de Santucho, tanto en las regionales de la organización como en su comité central. Pero, en realidad, la razón de fondo que explica esa ausencia se origina en la negativa de Moreno a llevar a la práctica el discurso que prometía iniciar la lucha armada en la Argentina. A partir de ese quiebre, Moreno comienza a editar el periódico La Verdad, que le otorga el nombre a la nueva organización denominada PRT-La Verdad; mientras Santucho edita El Combatiente. El pensamiento mayoritario dentro de la organización (desde la fusión FRIP-Palabra Obrera de 1965), afín a las posiciones de Santucho, se expresa en el IV Congreso del PRT-El Combatiente. Uno de los documentos teóricos capitales, no sólo de la historia “interna” del PRT sino también del conjunto del guevarismo en la Argentina, donde se encuentra la particular síntesis e interpretación de los clásicos del marxismo ensayada por esta corriente, es El único camino hacia el poder obrero y el socialismo [marzo de 1968], conocido entre los militantes como “el librito rojo” por el color de sus tapas y, probablemente, por una analogía con el famoso texto de Mao Tse Tung. Todo es ilusión, menos el poder Este trabajo, eje de aquel IV Congreso posterior a la ruptura con Moreno, tiene como autores a tres miembros de la organización, entre los cuales se encuentra Santucho. Resulta más que plausible que la mayoría de sus ideas principales pertenezcan a Robi. El primer capítulo, titulado “El marxismo y la cuestión del poder”, ubica en el centro de la discusión aquella cuestión que estuvo ausente en las distintas corrientes de la izquierda tradicional argentina, por lo menos desde los levantamientos anarquistas –sangrientamente reprimidos— de principios de siglo. Junto a la cuestión del poder, allí se analiza el problema de la estrategia revolucionaria en los clásicos del marxismo. La reflexión se abre con una toma de posición metodológica. En el análisis del país y su sociedad se debe partir de la categoría dialéctica más omnicomprensiva: la situación del capitalismo mundial y la lucha revolucionaria internacional para, a partir de allí, avanzar hacia el estudio de la relación de fuerzas entre las clases sociales, tanto a nivel nacional como internacional. Ésa era la recomendación de Marx en sus borradores de El Capital (los Grundrisse), cuando afirma que la categoría dialéctica más concreta (porque encierra en su seno la mayor cantidad de determinaciones) es el 254 mercado mundial. (Aunque en la exposición lógico dialéctica de Marx esta categoría resulta el punto de llegada, en toda investigación sobre el capitalismo debería constituir el punto de partida, ya que el capitalismo conforma un sistema mundial). No otra era la posición de Antonio Gramsci, cuando en el N°13 de sus Cuadernos de la cárcel proponía –siguiendo puntualmente a Lenin— estudiar el análisis de las situaciones políticas y las relaciones de fuerzas sociales, partiendo de la situación internacional. Ese mismo problema metodológico reaparecerá posteriormente, en la discusión de 1970-1971 entre el PRT y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). La posición de las FAR, defendida por Carlos Olmedo [1944-1971], quien seguía al pie de la letra la teoría nacionalista de las “causas internas” de Rodolfo Puiggrós (éste la había desarrollado en la Introducción de 1965 a su célebre Historia crítica de los partidos políticos argentinos), reclamaba comenzar el análisis por la Argentina para luego remontarse hacia lo internacional. La posición del PRT, que prolongaba el análisis del Che en su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, proponía una mirada global sobre el conflicto con el imperialismo. La lucha nacional, país por país, era parte de una batalla mayor, de carácter antimperialista e internacional. De este modo, el PRT le respondía a Olmedo –cabe aclarar que Santucho mantenía por Olmedo un gran aprecio personal, según le confiesa en una carta enviada desde la cárcel a su primera compañera Ana Villarreal— que el marxismo no es sólo un instrumento metodológico, sino también una ideología política y una concepción del mundo. En tanto método, ideología política y concepción del mundo, tiene como meta la revolución mundial y, por ello, debe analizar el capitalismo como un sistema a una escala que supere la estrechez reduccionista del discurso nacional-populista. Después de sentar posición metodológica, el documento sobre el marxismo y la cuestión del poder del IV Congreso pasa a discutir el problema de la estrategia políticomilitar, núcleo de fuego de la izquierda revolucionaria. Para hacerlo, recorre la herencia de los clásicos. Comienza por Marx y sus escritos sobre la lucha de clases en la Europa urbana del siglo XIX. Principalmente, sobre las barricadas de París, tanto en 1848 como en 1871. La estrategia de Marx apostaba a una acción insurreccional de la clase obrera, rápida y violenta, en las grandes ciudades, teniendo como meta el derrocamiento del Estado. Luego, se analiza la Introducción de Engels de 1895 a Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850. Introducción que ha sido considerada, habitualmente, como “el testamento político” de Engels. En ese texto, el compañero de Marx dejaba sentado que la barricada urbana y la lucha de calles habían perdido efectividad frente a los avances de la técnica militar y las reformas urbanísticas (el trazado de las grandes avenidas, por ejemplo, por donde podía desplazarse rápidamente el ejército). La socialdemocracia internacional censuró ese documento de Engels. En 1895, G.Liebknecht publicó en el periódico Vorwärts [Adelante], órgano central del Partido Socialdemócrata alemán, varios fragmentos entrecortados donde Engels aparecía, según el autor del documento le confesó a Paul Lafargue en una carta, “como un pacífico adorador de la legalidad a toda costa”. A pesar de la censura del partido alemán y de la posterior queja de Engels, los principales ideólogos de la socialdemocracia adoptaron este texto como caballito de batalla para insistir con el parlamentarismo. Engels señalaba, acertadamente, el problema que se abría para el 255 movimiento obrero. Pero no aportaba una solución. Casi inmediatamente después de escribirlo (y de quejarse por la censura de la que fue víctima) Engels se muere, dejando sin respuesta estratégica al movimiento obrero mundial. A contramano de la socialdemocracia alemana y de todo el reformismo que tenía a esta última como faro y luz, en Italia Antonio Gramsci utilizó ese mismo texto de Engels para pensar la revolución pasiva en Europa Occidental. El gran cerebro italiano, partiendo del “testamento” de Engels, intenta desentrañar las modernizaciones “desde arriba”, desarrolladas en Alemania por Bismarck y en Francia por Luis Bonaparte. En estas “revoluciones desde arriba”, impulsadas por el Estado burgués, que cambia algo para que nada cambie, neutralizando de este modo la rebelión popular y apropiándose de los reclamos y reivindicaciones “de abajo”, Gramsci visualiza un problema extremadamente difícil de resolver. Para poder enfrentar eficazmente y derrotar estas “revoluciones pasivas”, en sus Cuadernos de la cárcel Gramsci propone cambiar la estrategia revolucionaria de la clase obrera: pasar de la revolución permanente y la guerra de maniobra a la guerra de posiciones14. Esto para las sociedades capitalistas de [Nota puesta por ELCH] Guerra de trincheras y estrategia electoral. Pablo Iglesias. 03 may 2015 En los párrafos más legendarios de sus Quaderni del carcere, Antonio Gramsci reflexionaba sobre las estrategias de guerra de la I Guerra Mundial, posición y maniobra, para entender la política en Occidente. En la política occidental la guerra de maniobra (el asalto) perdería relevancia frente a una compleja guerra de posición en la que el Estado no sería más que la trinchera avanzada del conjunto de fortificaciones de la sociedad civil. La política de la guerra de trincheras es la lucha por la hegemonía. A diferencia de lo que muchos piensan, Gramsci no ideó el concepto de hegemonía, que ya estaba presente en las reflexiones de socialistas rusos que Gramsci conoció, e incluso en algunos textos de la Komintern. Sin embargo, Gramsci fue el primero en entender la hegemonía no como la necesidad de las organizaciones socialistas de liderar a sectores subalternos distintos a la clase obrera o de aliarse con sectores de la burguesía, sino como el conjunto de mecanismos supraestructurales, sobretodo en un sentido cultural, sobre los que descansa el orden político en las sociedades avanzadas. Gramsci volvió a Maquiavelo, el padre de la política como ciencia del poder, para entender la importancia del consentimiento. Y es que el poder en las sociedades avanzadas no sólo se expresa a través de mecanismos coercitivos, sino predominantemente a través del consentimiento y el consenso. 14 Si por algo las reflexiones de Gramsci han envejecido tan bien, convirtiéndose en referencia de todas las izquierdas e incluso de ciertas derechas cultivadas, es porque la política occidental, una vez se consolidaron y desarrollaron los sistemas democráticos y sus Estados, es básicamente la política hegemónica. La hegemonía es la capacidad orgánica de los sectores dominantes para convencer a las mayorías sociales de los relatos que justifican y explican el orden político. Los dispositivos de convencimiento son básicamente culturales (la escuela y la Iglesia son los ejemplos clásicos y los medios de comunicación el ejemplo de nuestro tiempo) y sirven para asentar las claves de los relatos hegemónicos. Ganar en la política hegemónica es básicamente convencer del propio relato. En los periodos de estabilidad política (generalmente asociados a la estabilidad económica) los relatos hegemónicos son casi inexpugnables, pero cuando se producen crisis orgánicas, se abre la oportunidad de cuestionar, mediante la guerra de trincheras o de maniobra, los relatos dominantes y de que se produzcan cambios políticos. El 15M señaló la existencia de una crisis orgánica en España, cuestionando los relatos políticos oficiales y representando la mejor expresión social de la crisis. Podemos ha sido hasta ahora la mejor expresión política de esa crisis, logrando imponer nuevas interpretaciones de la situación y nuevas posibilidades de transformación mediante el protagonismo de los sectores subalternos (el pueblo). La imposición en el lenguaje político español de la palabra casta para señalar a las élites políticas y económicas es un buen ejemplo de la política hegemónica de Podemos; la política por un nuevo relato de la crisis y por la forma de superarla. La lucha por ocupar la centralidad del tablero es, precisamente, la lucha por determinar donde se halla la centralidad del tablero. Como decíamos en un artículo anterior, si logramos situar la centralidad en la necesidad de democratizar la economía Podemos podrá ganar. Por el contrario, si la centralidad se sitúa en otros parámetros (la mera regeneración o el recambio de élites) los sectores dominantes habrán demostrado su capacidad de resistencia. En los momentos de crisis orgánica, las campañas electorales son una guerra de trincheras simplificada. Las campañas representan el momento de la gloria o del fracaso de los estrategas políticos que pelean por imponer su relato sobre la base de consensos cambiantes, en el dificilísimo entorno de los medios de comunicación que son en sí mismos operadores políticos no neutrales. Esta campaña que comienza ahora es una guerra de trincheras por la imposición de un relato político; de cómo se imponga uno u otro dependerán en buena medida los resultados finales, toda vez que casi la mitad de los electores aún no 256 Europa occidental. ¿Y en las capitalistas periféricas, que forman parte del Tercer Mundo? ¿Y en las capitalistas coloniales, semicoloniales y dependientes? ¿Y en las de América Latina? Aunque en sus Cuadernos de la cárcel realiza algunas breves observaciones sobre la estrategia política de la guerra de guerrillas en sociedades agrarias y atrasadas (tomando como ejemplo a los combatientes irregulares balcánicos o los grupos irlandeses, etc), Gramsci deja abierto el problema e irresueltos sus interrogantes. Santucho y sus compañeros parten de este problema central que atraviesa el núcleo político de la teoría revolucionaria. Al igual que Gramsci, comienzan por el desafío que Engels les deja pendiente a los revolucionarios del siglo XX. De igual modo que el italiano, no se resignan a dar por sepultado el fin de las revoluciones, para abrazar alegremente el Parlamento. Pero, como Santucho forma parte del marxismo latinoamericano, y el terreno social en el que se mueve su corriente guevarista es el Tecer Mundo, se esfuerza por resolver la incógnita del viejo Engels desde un ángulo distinto al predominante en Europa Occidental. Por eso Santucho y sus compañeros fijan su atención en una serie de textos de Lenin, habitualmente desatendidos, soslayados, u “olvidados” por las distintas corrientes de la izquierda tradicional. El principal de todos es “La guerra de guerrillas”15. han decidido su voto. ¿Qué debemos hacer nosotros? La primera tarea, antes de correr tras el adversario, es observar sus movimientos. ¿Qué relato tratarán de imponer ellos? Dirán que Podemos se desinfla en las encuestas, que ya hay básicamente cuatro aspirantes a la Moncloa, que el problema fundamental de estos comicios son los pactos postelectorales en un escenario multipartidista inestable, que España es un país de clases medias y que las mayorías sociales son moderadas. Basta echar la vista atrás para comprobar que el éxito político y social del régimen del 78 descansó en un relato muy parecido que se tradujo en el estrepitoso fracaso del posibilismo eurocomunista y en la moderación de un Partido Socialista que, una vez a los mandos del Estado, pudo haber llegado mucho más lejos. Hoy el relato de nuestros adversarios dirá que Podemos fue el protagonista de la ruptura pero que no será el protagonista del cambio. Algunos humoristas gráficos lo han expresado con la lucidez propia de los cazadores y creadores de relatos. ¿Qué debemos decir en esta campaña entonces? En primer lugar que Podemos nació para ganar las elecciones generales y que ninguna batalla previa, por importante que sea, nos va a distraer de la principal. Debemos decir que no habrá cambio sin ruptura y que, por tanto, quien quiera pactar con nosotros, deberá romper con las políticas que nos llevaron al desastre. En estas elecciones no hay cuatro opciones, hay dos: cambiar o seguir con lo de siempre. Podemos no está sólo en el cambio; en la ciudad de Madrid el cambio se llama Manuela Carmena, en Barcelona Ada Colau y nuestra mano está tendida a todos los que estén por el cambio, que significa defender lo público y los derechos sociales. Por eso Podemos defiende la unidad popular y es un instrumento para la unidad popular. Hay que decir que hoy 13 millones de españoles están en riesgo de pobreza, que un tercio de los asalariados apenas cobra 645 euros al mes, que casi la mitad de los parados no recibe ninguna prestación. Las mayorías sociales no aspiran a una segunda vivienda o a tener tres coches en el garaje, aspiran a disfrutar de escuelas públicas y hospitales públicos, aspiran a una vivienda digna, a no hipotecarse de por vida y a un salario decente. En España no hay una mayoría social moderada, hay un pueblo al que se ha querido humillar y que tiene muy claro quienes son sus enemigos; las élites políticas y económicas que les han robado y se han enriquecido a su costa. Debemos explicar que nuestro programa es el programa del cambio, precisamente porque se centra en rescatar a los ciudadanos, en transformar el modelo productivo, en favorecer el empleo de calidad y con derechos, en promover la innovación tecnológica y en crear instituciones que protejan la democracia de la corrupción y del saqueo de lo público. Empieza la guerra de trincheras y el adversario nos quiere siguiendo sus movimientos. Debemos obligarles a que sigan los nuestros haciendo lo que mejor sabemos hacer; decir sin ambages las verdades que otros no se atreven a decir, por incómodas que resulten para las élites. No ganaremos pareciéndonos al adversario, sino siendo nosotros mismos. 15 “La guerra de guerrillas” fue escrito por Lenin después de la insurrección rusa de 1905. Fue publicado por primera vez en Proletari N°5, el 13/X/1906. En Argentina, este texto curiosamente “olvidado” por los apresurados impugnadores del supuesto “foquismo”, vio la luz –es probable que por primera vez— en 1945. Véase la antología La lucha de guerrillas a la luz de los clásicos del marxismo-leninismo. Bs.As., Lautaro, septiembre de 1945. pp.71-86. Esta edición del Partido Comunista argentino, seguramente respondía a la euforia que vivió esta corriente ante la victoria soviética (guerrillas incluidas…) sobre los nazis. Sin embargo, a pesar de haberlo publicado, nunca se tomó como eje de lo que se consideraba oficialmente como sinónimo de “leninismo”. Más tarde, esta misma corriente traduce del ruso y publica las Obras 257 En estos textos “malditos”, Lenin afirma que: “La cuestión de las operaciones de guerrillas interesa vivamente a nuestro Partido y a la masa obrera. […] La lucha de guerrillas es una forma inevitable de lucha en un momento en que el movimiento de masas ha llegado ya realmente a la insurrección y en que se producen intervalos más o menos considerables entre «grandes batallas» de la guerra civil. […] Es completamente natural e inevitable que la insurrección tome las formas más elevadas y complejas de una guerra civil prolongada, abarcando a todo el país, es decir, de una lucha armada entre dos partes del pueblo”. Más adelante, agrega: “La socialdemocracia [Lenin utiliza en esos años –1906— el término “socialdemocracia” para referirse al partido revolucionario. Nota de N.K.] debe, en la época en que la lucha de clases se exacerba hasta el punto de convertirse en guerra civil, proponerse no solamente tomar parte en esta guerra civil [subrayado de Lenin], sino también desempeñar la función dirigente. La socialdemocracia debe educar y preparar a sus organizaciones de suerte que obren como una parte beligerante [subrayado de Lenin], no dejando pasar ninguna ocasión de asestar un golpe a las fuerzas del adversario”. En el mismo registro, sostiene que: “El marxista se coloca en el terreno de la lucha de clases y no en el de la paz social. En ciertas épocas de crisis económicas y políticas agudas, la lucha de clases, al desenvolverse, se transforma en guerra civil abierta, es decir en lucha armada entre dos partes del pueblo. En tales períodos, el marxista está obligado [subrayado de Lenin] a colocarse en el terreno de la guerra civil. Toda condenación moral de ésta es completamente inadmisible desde el punto de vista del marxismo. En una época de guerra civil, el ideal del Partido del proletariado es el Partido de combate [subrayado y mayúscula de Lenin]”. Después de recorrer estos pasajes (que constituyen apenas una pequeña parte de su reflexión sobre este tema), a un lector desprejuiciado le surgen los siguientes interrogantes: ¿acaso será Lenin un ingenuo apologista del “foquismo”…? ¿Quizás un guevarista avant la lettre…? Todos estos papeles y trabajos políticos de Lenin abundan en idénticas reflexiones. Son duros, contundentes, taxativos. No dan pie para la ambigüedad. No utilizan el marxismo como un recetario decorativo, sino como un instrumento de análisis para intervenir en la lucha de clases, desarrollar la guerra civil y, en ella, encaminar a los sectores populares hacia la victoria. ¿Qué conclusión extrajeron Santucho y sus compañeros de estos trabajos políticos de Lenin? Ellos destacaron que es el máximo dirigente bolchevique quien le encuentra resolución al problema abierto y planteado por el último Engels. En la lectura e interpretación de Santucho, la respuesta de Lenin saca al movimiento revolucionario del callejón sin salida donde lo había puesto la socialdemocracia. En su óptica, Lenin tiene la virtud de haber descubierto las vías para una nueva estrategia Completas de Lenin. Con el tomo N°11 de estas últimas (volumen que incluye los textos sobre la guerra de guerrillas, posteriormente analizados por Santucho) sucede algo singular. Con esos materiales, los editores del comunismo argentino toman la decisión de publicar, al mismo tiempo, dos libros distintos. Por un lado, publican el mencionado tomo N°11, como parte de las Obras Completas, con el mismo formato y la misma tapa (fondo naranja, con la fotografía de Lenin en gris) que el resto de la colección. Por otro lado editan, al mismo tiempo, en un volumen separado: Lenin: Las enseñanzas de la insurrección y la guerra de guerrillas. Bs.As., Ediciones Estudio, 1960 [Se trata de la reproducción exacta del tomo N°11 de las Obras Completas, impreso el mismo día y en la misma imprenta, pero editado al mismo tiempo con otro título y otro sello editorial]. Exceptuando algunos pocos trabajos económicos suyos sobre el imperialismo, esta operación editorial no se volvió a repetir nunca en Argentina con ningún otro escrito de Lenin. 258 política. Ésta permitiría superar los obstáculos y dificultades, presentados a toda insurrección urbana rápida, por los avances de las nuevas tecnologías militares empleadas por las fuerzas represivas de la burguesía y sus nuevas reformas urbanísticas. Esa nueva estrategia política, descubierta por Lenin a partir de las enseñanzas de la insurrección de 1905, consiste en: la guerra civil prolongada, la lucha entre dos partes del pueblo, la construcción de un partido y un ejército revolucionarios, templados ambos en las grandes batallas y los pequeños encuentros. “El marxismo y la cuestión del poder” resume su atenta y detallada lectura sobre estos materiales teóricos del máximo dirigente bolchevique, del siguiente modo: “Lenin es el descubridor y el propulsor de la guerrilla urbana”. A continuación, el documento base del IV Congreso hace un balance y un beneficio de inventario de los aportes de León Trotsky y Mao Tse Tung a la teoría revolucionaria. Aunque le reprochan a Trotsky “la ausencia de una clara estrategia de poder” para los países atrasados, “agrarios, coloniales y semicoloniales”, destacan aquellos pasajes del Programa de transición donde Trotsky reclama y promueve “el armamento del proletariado”. En cuanto a Mao, resaltan su concepción de la “lucha armada permanente dirigida por el partido, la guerra civil prolongada y guerra de guerrillas”. De igual manera, evalúan que “tanto Mao como los vietnamitas distinguen cuidadosamente, como lo hiciera Lenin, lucha armada de insurrección general”. En conjunto, Santucho y sus compañeros tratan de romper la dicotomía y el enfrentamiento habitual de trotskistas y maoístas. Por eso, advierten que “para nosotros, desde la muerte de Lenin y posterior consolidación del stalinismo, no hubo una sola corriente que mantuvo vivas las tradiciones y concepciones marxistasleninistas, sino dos. No fue sólo Trotsky y el trotskismo quien conservó y desarrolló el marxismo revolucionario frente a la degeneración stalinista. […] Similar rol jugó Mao Tse Tung y el maoísmo”. El balance concluye planteando, heréticamente, que: “Hoy, la tarea teórica principal de los marxistas revolucionarios, es fusionar los aportes del trotskismo y el maoísmo en una unidad superior que significará un retorno pleno al leninismo”. En la última parte de esta recorrida histórica por los clásicos, el documento del PRT se centra en el núcleo duro de su identidad política latinoamericana: el castrismoguevarismo. En esta cuestión, Santucho aclara, presuroso, que “no hacemos distinción alguna entre castrismo y guevarismo, porque la distinción es falsa”. Polemizando, una vez más, con Moreno, Santucho intenta sintetizar la estrategia de la revolución cubana. Ésta no consistía, como pensaba el morenismo, en una visión empírica hecha sobre la marcha, sino en una perspectiva de alcance mundial. Para Santucho, esa estrategia mundial está resumida en el “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental” del Che. Lo fundamental de dicha estrategia residiría en “la revolución socialista y antimperialista en los territorios dependientes”. Una perspectiva que, en aquellos años, emanaba de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad, reunida en La Habana en 1967). Santucho aprovecha esta elucidación para recalcar que “el castrismo otorga mayor importancia que el maoísmo a la lucha urbana”. A eso se agregaría –siempre desde su interpretación del castrismo- la necesidad de desarrollar una revolución 259 continental a partir de revoluciones nacionales y regionales, mediante la guerra prolongada. Finalmente, destaca que allí donde no existan fuertes partidos revolucionarios habrá que crearlos como fuerzas militares desde el comienzo, ligando todo el tiempo la lucha política y la lucha político-militar. Después de haber comenzado con el punto de vista metodológico y de haber ido analizando las experiencias del pasado, desmenuzando el itinerario de la estrategia de poder en Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Mao, Ho Chi Minh, Fidel y el Che Guevara, Santucho y sus compañeros del PRT se abocan al debate específico sobre la estrategia de poder en la Argentina. Ésa era, centralmente, la finalidad de este largo recorrido: el análisis concreto de la realidad concreta. Su estrategia política de poder caracteriza a nuestro país como una sociedad capitalista semicolonial y dependiente. A partir de este diagnóstico sociológico y económico, infiere que la revolución pendiente debe ser socialista y antimperialista, al mismo tiempo, entendiendo ambas como tareas y fases de un proceso permanente e ininterrumpido. El documento concluye analizando las bases sociales en los que se apoyaba la estrategia de guerra revolucionaria prolongada: primero civil, al estar determinada por el enfrentamiento entre dos partes del propio pueblo argentino, y luego nacional-antimperialista, ante la previsible invasión norteamericana. Apenas un año después del IV Congreso, se producen el Cordobazo, el Rosariazo y otros “azos”. El pueblo argentino se pone de pie contra la dictadura del general Onganía. El PRT acompaña y promueve ese proceso, realizando su V Congreso en 1970, donde se funda y nace el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Entre un congreso y otro (el IV y el V), en el partido termina por consolidarse la corriente liderada por Santucho (denominada “tendencia leninista”), por sobre otras dos: la “tendencia proletaria” (morenista) y la “tendencia comunista” (neo-morenista), ambas, con mayores afinidades y empatías con la estrategia espontaneísta, insurreccionalista y, en última instancia, sindicalista de Nahuel Moreno. La política y la guerra Leído todo este proceso político desde una óptica actual, desde nuestros días, y desde la remanida polémica sobre el supuesto “foquismo” de la izquierda revolucionaria guevarista, resulta sugerente prestarle atención al documento teórico de la fundación del ERP. Las posiciones políticas de este documento se nutren de toda la tradición clásica del marxismo, que a su vez provienen de Clausewitz y Maquiavelo. Porque, a principios del siglo XVI, el teórico florentino Nicolás Maquiavelo sostenía en El príncipe y en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio que para unificar Italia como una nación moderna, había que derrotar el predominio de Roma – El Vaticano – y también había que terminar con la proliferación de bandas armadas locales, los célebres condottieri [combatientes mercenarios]. Maquiavelo propone la formación de una fuerza militar republicana completamente subordinada al príncipe, es decir, al poder político. ¡Es la política, según Maquiavelo, la que manda sobre lo militar y no al revés!. Más tarde, a inicios del siglo XIX, el teórico prusiano Karl von Clausewitz vuelve a prolongar aquel pensamiento defendiendo que “la guerra es la continuación de la política por otros medios” (en su libro De la guerra). A inicios del siglo XX, más precisamente en su exilio suizo durante la primera guerra mundial (entre 260 1915 y 1916) Lenin, mientras estudia la Ciencia de la Lógica de Hegel, lee y anota detenidamente De la guerra de K.v.Clausewitz. El principal líder de la revolución rusa no es el único marxista en este sentido. Antonio Gramsci, en sus Cuadernos de la cárcel, más precisamente a inicios de la década de 1930, redacta el ya mencionado “Análisis de situación y relaciones de fuerza”. Allí sostiene que la lucha político-militar y la guerra constituyen un momento superior de las relaciones de fuerzas políticas, que enfrentan en una situación revolucionaria a las clases y fuerzas sociales. [Nota ELCH: Esta afirmación es válida para la elaboración de una estrategia de las fuerzas reaccionarias como de las revolucionarias. El golpe de estado en Chile es un ejemplo de escuela. En esta “situación revolucionaria” la correlación de fuerzas político-militar era favorable a los golpistas tanto desde el punto de vista estratégico como de la coyuntura. Esto no niega la posibilidad estratégica de cambio en la correlación de fuerzas.] Exactamente lo mismo podría plantearse del pensamiento de Mao Tse Tung, León Trotsky, Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap y, desde luego, Fidel y el Che. Por lo tanto, en toda esta extendida tradición de pensamiento político, que se remonta a la herencia republicana de Maquiavelo y, a través de la reflexión de Clausewitz, es adoptada por los clásicos del marxismo, la lucha político-militar es la prolongación de la política, ¡no al revés!. De manera análoga podría recorrerse el extenso itinerario del pensamiento político y militar de nuestras guerras de independencia y liberación latinoamericanas. Desde San Martín, Bolívar y Artigas hasta José Martí, Emiliano Zapata, Augusto César Sandino y Farabundo Martí. Pues bien, en los documentos de la fundación del ERP también aparece en primer plano un análisis político de donde se deduce la necesidad de la lucha político-militar y no al revés... Después de años y años de propaganda burguesa y del intento de demonización de todo este pensamiento político, resulta imperioso volver a insistir en esta problemática. Para poder desmontar la estrategia de descalificación de esa generación (a la que se le puso un cartelito que decía más o menos así: “Demonios subversivos” o también “Demonios terroristas”), tenemos que volver a pensar, detenidamente, estas cuestiones. Por ello resulta interesante centrar la atención en una parte de esos documentos históricos de fundación del ERP. Porque los que no vivimos aquella época nos sorprendemos cuando encontramos allí algo completamente inesperado... En esos documentos políticos aparece una crítica muy fuerte y explícita contra el foquismo... y contra Régis Debray. La crítica a Debray y al foquismo ¿Quién es Régis Debray? Debray era un joven estudiante francés, discípulo del filósofo Louis Althusser, que vino a Latinoamérica y después escribió un artículo muy largo, en la famosa revista Les Temps Modernes de Jean Paul Sartre: “El Castrismo: la larga marcha de América Latina”. Este artículo les gustó mucho a los cubanos. Lo invitaron a Cuba, y ahí, en la isla, escribe después un texto que pretende ser algo así como la “síntesis teórica” de la revolución cubana. En realidad era una versión 261 manualizada, codificada y simplificada hasta el extremo. Un texto que hoy en día se utiliza para criticar a la revolución cubana y para denostar todo lo que esté asociado al Che Guevara. El texto de Debray se titula: ¿Revolución en la Revolución?. Allí realiza una versión totalmente parcial y unilateral de la revolución cubana. Sostiene, entre otras cosas, que en Cuba no hubo casi lucha urbana, que solamente hubo lucha rural, que la ciudad era burguesa mientras que la montaña era proletaria y que, por lo tanto, la revolución surge de un foco, de un pequeño núcleo aislado. Así, de este modo, Debray hace la canonización y la codificación de la revolución cubana en una receta muy esquemática que se conoce como “la teoría del foco”. Esta versión de Debray de la revolución cubana es muy utilizada hoy en día para ridiculizar y fustigar la teoría política del guevarismo... aún cuando el mismo Debray ya no tiene nada que ver con esta tradición, pues pasó a las filas de la socialdemocracia – en el mejor de los casos y siendo indulgentes con él... -. Es cierto que la temática del “foco” está presente en los escritos del Che pero de una manera muy diferente a la receta simplificada que construye Debray. Nosotros creemos que en el Che los términos “foco” y “catalizador” –con los que el Che hace referencia a la lucha político-militar de la guerrilla–, tienen un origen metafórico proveniente de la medicina (la profesión original del Che). El “foco” remite al... foco infeccioso que se expande en un cuerpo humano. El “catalizador”, en la química, es el nombre de un cuerpo capaz de motivar un cambio, la transformación catalítica. Pero, más allá de su origen metafórico, está muy claro que en el pensamiento político de Guevara la concepción de la guerrilla está siempre vinculada a la lucha de masas. Concretamente, el Che sostiene que: “Es importante destacar que la lucha guerrillera es una lucha de masas, es una lucha del pueblo [...] Su gran fuerza radica en la masa de la población”16 . Más tarde, el Che vuelve a insistir con este planteo cuando reitera: “La guerra de guerrillas es una guerra del pueblo, es una lucha de masas”17 . Pero Guevara no se detiene allí. Comentando el libro del célebre estratega vietnamita Giap, Guerra del pueblo, ejército del pueblo, el Che destaca una y otra vez un elemento fundamental para la victoria del pueblo vietnamita: “las grandes experiencias del partido en la dirección de la lucha armada y la organización de las fuerzas armadas revolucionarias [...] Nos narra también el compañero Vo Nguyen Giap, la estrecha relación que existe entre el partido y el ejército, cómo, en esta lucha, el ejército no es sino una parte del partido dirigente de la lucha”. De este modo, a diferencia de Debray, el Che le otorga un lugar central a la lucha política, de la cual la lucha armada no es sino su prolongación sobre otro terreno. Allí, siempre comentando a Giap, Guevara vuelve a insistir, casi con obsesividad, en que: “La lucha de masas fue utilizada durante todo el transcurso de la guerra por el partido vietnamita. Fue utilizada, en primer lugar, porque la guerra de guerrillas no es sino una expresión de la lucha de masas y no se puede pensar en ella cuando está aislada de su medio natural, que es el pueblo”. ¿De qué modo Debray pudo eludir este tipo de razonamientos centrales y determinantes del pensamiento político del Che? Pues construyendo un relato de la 16 Cfr.Ernesto Che Guevara: La guerra de guerrillas (1960). En E.Guevara. Obras. Obra citada. Cfr.Ernesto Che Guevara: “La guerra de guerrillas: un método”, artículo publicado en Cuba Socialista, septiembre de 1963. 17 262 revolución cubana donde desaparecen, como por arte de magia, las tradiciones políticas previas y toda la lucha política anterior de Fidel Castro y sus compañeros. Si se vuelven a leer los textos “foquistas” de Debray treinta años después, el lector no encontrará, inexplicablemente, ninguna referencia a la historia política cubana anterior ni a la lucha política previa, que derivan en el inicio de la lucha armada contra Batista. Pareciera que para Debray, observador europeo proveniente del PC francés, recién llegado a América latina –en aquella época fascinado con Cuba y las guerrillas, luego con la socialdemocracia y hoy vaya uno a saber con qué— la invasión del Granma y el Ejército Rebelde nacen ex nihilo, no como fruto de la radicalización política de un sector juvenil proveniente del nacionalismo radical y antimperialista latinoamericano y de la propia historia política cubana. Además, cuando Debray pretende esquematizar y teorizar la lucha revolucionaria cubana defendiendo a rajatabla la tesis de “la inexistencia del partido” tiene en mente y está pensando en la ausencia, dentro de la primera dirección guerrillera, del viejo Partido Socialista Popular (el antiguo PC cubano, símil del PC francés en el que se formó Debray). Un lector actual de los escritos de Debray no puede dejar de preguntarse: ¿pero acaso el Movimiento 26 de julio –quien dirigía la lucha armada— no constituía un partido? ¿Acaso Fidel Castro y los asaltantes del Moncada no provenían de la lucha política? Para Debray las advertencias del Che sobre las luchas de masas y la relevancia de la organización política eran sólo... detalles insignificantes. No les dio ninguna importancia. Por eso construyó una visión caricaturesca de la lucha armada que, lamentable y trágicamente, fue posteriormente atribuida –post mortem- al Che... Según recuerda el ya mencionado Pombo [Harry Villegas Tamayo] al Che Guevara no le gustó ¿Revolución en la Revolución? de Debray. Lo leyó cuando estaba en Bolivia (pues se publicó en 1967) y le hizo comentarios críticos a su autor. Aún cuando nunca sepamos qué le criticó puntualmente Guevara al intelectual francés, ya en aquella época dos militantes cubanos salieron públicamente a criticar la caricatura “foquista” de Debray18. Estos dos compañeros cubanos le critican abiertamente a Debray -¡no ahora, en el siglo XXI, sino en 1968!- el haber simplificado la revolución cubana, el haberla convertido en una simple teoría del “foco” y el no haber visto en ella que junto a la guerrilla, en las ciudades luchaba la juventud, el movimiento obrero, el movimiento estudiantil, etc. En suma, le cuestionaban -en particular- el total desconocimiento de la lucha urbana y -en general- la total subestimación de la lucha política, base de sustentación de toda lucha político militar. Esta es la principal crítica a la teoría del “foco” realizada en aquella época por los propios cubanos. Por supuesto que, en la derecha, nadie se toma el trabajo de reconstruir todas esas críticas. Simplemente, se “entierra” y se sepulta, rápidamente, a los revolucionarios por ser “foquistas”... En el nacimiento del ERP en la Argentina, encontramos una crítica muy inteligente y muy sugerente a Régis Debray y al “foquismo”, a la errónea subordinación de la lucha política a la lucha militar. Esta crítica de Santucho pasó desapercibida. 18 Simón Torres y Julio Aronde (posiblemente dos seudónimos de colaboradores del comandante Manuel Piñeiro Losada, alias “Barbarroja”): “Debray y la experiencia cubana”. En Monthly Review N° 55, año V, octubre de 1968. pp.1-21. 263 Todavía hoy, se le atribuyen “foquismo” y/o “militarismo”. Como si la decisión de desarrollar en Argentina una lucha político-militar y una confrontación radical contra la dictadura militar, hubiese sido en la mente de Santucho y sus compañeros un delirio irracional y mesiánico y una subestimación del análisis específicamente político. Tanto al Che Guevara como a Santucho simpre se los acusó de lo mismo: “bienintencionados, idealistas y abnegados” pero... “foquistas” y “militaristas”. Sin embargo, en la propia fundación del ERP se hace una crítica muy dura al foquismo y se genera una crítica inteligente al militarismo. Porque una de las tesis centrales de Régis Debray consiste en que no hace falta formar una organización política, un partido revolucionario. Solamente -plantea Debray-, hay que instalar un foco guerrillero... No hace falta, previamente, la lucha política ni la lucha ideológica, sino tan sólo la lucha militar... Eso es el foquismo, eso es el militarismo. En 1970, cuando se funda el Ejército Revolucionario del Pueblo19 , vuelve a plantearse que el eje prioritario debe ser siempre construir una organización política y, desde ahí, plantearse la lucha político-militar. Pero el eje debe ser la política. No puede haber confrontación político-militar ni lucha político-militar si no es a partir de un análisis específicamente político. Esta es la tradición de los clásicos del marxismo que se remonta a Clausewitz y, todavía más atrás, a los escritos de Nicolás Maquiavelo. En los documentos de aquella fundación, defendiéndose de la acusación de “foquismo” que le habían dirigido los “neomorenistas” dentro del PRT, Santucho plantea lo siguiente: “En cuanto a lo de la determinación de foquismo por el tamaño de la unidad con que se empieza a combatir, es francamente ridículo. La cuestión del foquismo o guerra revolucionaria es un problema de política, no de número de combatientes. Si se pretende iniciar la lucha basada únicamente en la geografía, se evita el contacto con la población y se pretende enfrentar al enemigo con sólo la fuerza militar con que se cuenta; si se ignoran las necesidades del Partido Revolucionario, estamos en presencia de una desviación foquista. Si en cambio se comprende claramente que la fuerza fundamental de la guerrilla es el apoyo de la población y la geografía sólo un auxiliar; si se permanece lo más ligado posible a las masas; si se cuenta con una política de masas correcta; si se orienta la actividad militar con un punto de vista de masas; si se comprende que lo principal es el Partido, se garantiza su dirección de la guerrilla y se trabaja firmemente por construirlo y desarrollarlo, estamos en presencia de una línea leninista de guerra revolucionaria”. Desde este ángulo, Santucho le critica a Debray la supuesta primacía que el francés atribuye al “factor geográfico”20 . Pensar que de la geografía se deduce una estrategia política... constituye un enorme error. En realidad no es así..., ni fue así la revolución cubana, ni ninguna revolución latinoamericana. La geografía no determina la lucha política. Cuando se encuentra escrita esta afirmación no sucede nada, pero en política ese tipo de errores cuesta la vida de mucha gente, de muchos compañeros valiosos, de muchos revolucionarios. 19 “Resoluciones del V Congreso del PRT. Fundación del ERP” (29 y 30 de julio de 1970). En cuanto al tema del foquismo, cinco años más tarde, en julio de 1975, durante la reunión del Comité Central ampliado del PRT –que, como evocación, se denominó “Vietnam liberado”— Santucho continuaba polemizando, obsesivamente, contra él. En esa oportunidad, lo calificaba como movimiento “inmaduro, alejado del leninismo. Los esfuerzos [del foquismo] se realizan en la lucha armada, aislada del movimiento general de las masas”. En Argentina, esos eran precisamente los tiempos de las grandes huelgas de las coordinadoras clasistas de masas. 20 264 Las elecciones y la disputa por la herencia teórica de Lenin Desde su nacimiento de 1970 en adelante, a pesar de la represión feroz que eliminó muchos de sus cuadros y militantes, el PRT-ERP creció en forma vertiginosa. Paralelamente, se produjo el “viborazo” [levantamiento popular en Córdoba, en 1971, contra la dictadura militar], lo cual dio mayor impulso a la radicalización del conjunto de la izquierda argentina. Un año después, ocurrió la masacre de Trelew [asesinato de casi veinte guerrilleros desarmados que, al no haber podido escapar desde el penal de Rawson a Chile, fueron recapturados y fusilados a sangre fría]. A fines de ese año, en 1972, la dictadura de Lanusse (uno de sus generales más lúcidos) intenta frenar el creciente avance de las fuerzas populares, las organizaciones armadas de la izquierda revolucionaria y del peronismo combativo, mediante la convocatoria a elecciones21 . El PRT decide abstenerse, ya que ve obstaculizada la posibilidad de participar en las elecciones, llevando a Agustín Tosco, líder indiscutido del Cordobazo (y amigo personal de Santucho), como candidato independiente de la clase trabajadora y los sectores populares combativos. Esa compleja decisión política no fue precipitada. Constituyó el punto de llegada de una extendida serie de razonamientos y pronunciamientos, todos ellos sustentados en un previo análisis político. Análisis que fue realizado mucho antes de que se conozcan las memorias, donde Lanusse reconocería, en forma explícita y sin ambigüedades, sus verdaderas intenciones. A contramano de otros sectores de la izquierda argentina, el PRT ponía en duda el proceso electoral. En su óptica, éste no garantizaría la libre expresión popular, sino que frenaría, dividiría y neutralizaría al movimiento revolucionario, aislándolo de las masas para poder aplastarlo (como finalmente ocurrió). Ese analisis político lo encontramos, por ejemplo, en las resoluciones del comité ejecutivo de la organización, de abril de 1971. Antes de los anuncios oficiales de la dictadura, allí se sostiene que: “Es indudable, por algunos hechos concretos, como la rehabilitación de los partidos políticos, el nombramiento de Mor Roig [político de origen radical], las declaraciones de los políticos que los han entrevistado por invitación del gobierno, que se prepara una farsa electoral. La dictadura, consciente de su desprestigio y expresando su temor ante el avance de la guerra revolucionaria, se ve obligada a pactar con los políticos que hasta ayer repudiaba, a intentar junto con ellos la salida de las elecciones, para poner un freno a las movilizaciones de las masas y aislar de éstas a la vanguardia armada”. Más tarde, en las resoluciones del comité central del PRT, de diciembre de 1972, se afirma que: “Si la táctica votada por el Comité Central logra concretarse, nuestra intervención electoral podrá ser muy amplia, si ello no es así lo más probable es que debamos ir al boicot, aunque con pocas perspectivas. De todas maneras en todos estos 21 Haciendo un balance retrospectivo sobre aquel llamado a elecciones (que diversas fracciones burguesas, como era de esperar a su ideología, confundieron con el regreso a un modo de vida “normal” de la política argentina), el mismo Lanusse reconoció que esa maniobra era parte de una estrategia contra los revolucionarios (“la subversión”, en su lenguaje fascista). Recordaba Lanusse: “Debíamos, además, ser coherentes con nuestro razonamiento. Queríamos restaurar la democracia, quitar todo argumento a la subversión”. Véase General Agustín A.Lanusse: Mi testimonio. Bs.As., Laserre editores, 1977. p.231. 265 meses, hasta la farsa electoral y más allá de ella, debemos intensificar el trabajo legal con la línea de los C. de Base, ampliar de esa manera nuestra relación con las masas, combinar este trabajo con la propaganda armada, obtener centenares y miles de contactos, colaboradores, simpatizantes, amigos, principalmente en las barriadas pobres de las ciudades, zonas suburbanas y el campo”. En esta formulación queda sumamente claro que el PRT, al mismo tiempo que cuestionaba el proceso electoral pactado entre la cúpula militar y la gran burguesía argentina, se proponía desarrollar un trabajo político de masas, incluso en el terreno legal (a pesar de ser una organización política guerrillera). Además, allí se reconoce, abiertamente, que el camino del boicot no gozará de grandes perspectivas. En cuanto a la caracterización de las elecciones, en la carta enviada a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR, con quienes ya se había polemizado en 1970-71), el PRT plantea que: “el conjunto de la burguesía pretende volver al régimen parlamentario y de esa manera ampliar considerablemente la base social de su dominación, reducida estrictamente a las FFAA durante el onganiato, aislar a la vanguardia clasista y a la guerrilla, para intentar su aplastamiento militar. La ambición de la burguesía es detener y desviar a las fuerzas revolucionarias y progresistas en su avance, y llegar a una estabilización paralela del capitalismo argentino”22 . En marzo de 1973, el mes de las elecciones que le dieron amplia victoria al FREJULI (un frente político apoyado tanto por grupos guerrilleros peronistas como por sectores de la gran burguesía empresarial, pasando por un amplio espectro político intermedio, que incluía desde el desarrollismo de Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio hasta un vicepresidente del Partido Conservador), el PRT realiza el siguiente análisis: “Los puntos de vista del Comité Central sobre las elecciones ya han sido explicitados en los últimos editoriales de «El Combatiente». Recibidos los informes de las regionales sobre el estado de ánimo de las masas y las perspectivas electorales, se analizó la posición que debía adoptar el Partido en esta ocasión balanceándose entre el voto en blanco y la abstención. Al evaluarse la posición votoblanquista, se vio que no es consistente, en cuanto no hay sectores amplios de las masas que se orienten en esa posición, por lo que no logra constituirse en una opción clara para instrumentar el repudio a la farsa electoral al propio tiempo que como no ofrece envergadura, masividad, resulta sumamente peligroso en cuanto puede dar la falsa impresión de que las fuerzas revolucionarias y anti-acuerdistas son muy minoritarias y que amplios sectores prefieren el parlamentarismo. Estas condiciones llevaron al Comité Central a decidir la abstención, como posición del Partido, complementada con el lanzamiento por el ERP de un volante denunciando la farsa electoral y que puede ser colocado en el sobre como voto. El Comité Central hace la salvedad y reconoce que la posición de abstención adoptada no es la más correcta, si no la opción a que la organización se vio obligada por el déficit en el trabajo legal que impidió se lograra la activa línea intervencionista que hubiera sido más eficiente para dificultar las maniobras del enemigo y lograr el máximo aprovechamiento de los resquicios legales. […] El Comité Central reivindica finalmente la posición adoptada como marxista-leninista, en cuanto se adecua a la situación concreta, pues si bien las enseñanzas bolcheviques indican que 22 Véase PRT: “Carta a las FAR”. En Boletín Interno Nº 36, 24 de enero de 1973. (Agradecemos a Daniel De Santis que nos haya facilitado éste y otros documentos internos de la organización). 266 ante un proceso electoral sólo caben las tácticas de boicot activo o participación, ello debe entenderse como las herramientas tácticas a esgrimir para convertir la elección burguesa en un pilar más de una estrategia de poder revolucionaria. Más, cuando no se han logrado como en este caso tales herramientas, lo que hace imposible una táctica correcta que se compagine con la estrategia de poder, es legítima la adopción de una línea abstencionista y propagandista como la nuestra, aferrada a las concepciones estratégicas y reconocedora de los déficits y errores tácticos cometidos. Intervenir siempre y por principio en toda elección para “no perder el voto” o “apoyar el mal menor”, son puntos de vista oportunistas, ajenos al marxismo-leninismo […]”23 . En estas reflexiones se condensa la conciencia que los dirigentes del PRT tenían de las serias limitaciones que implicaba el punto de vista abstencionista. Se lo reconocía abiertamente como una necesidad, no como una virtud. Se atribuía tal posición a un gesto de debilidad y no de fortaleza. Se lo explicaba por las dificultades y los errores de la corriente en el trabajo legal. Pero, al mismo tiempo, se sostenía dicha posición frente al morenismo, que se inclinaba por “intervenir siempre en toda elección”, sea del tipo que sea; también frente a la perspectiva del PC que apostaba a “no perder el voto” y participar, cueste lo que cueste, buscando la quimera de una alianza con algún sector “progresista” de la burguesía. Esa doble disputa también llevaba al PRT a cuestionar a las organizaciones armadas peronistas, por dejarse institucionalizar tras el liderazgo burgués de un militar como Perón. Muchos consideraron que esa decisión abstencionista equivalía a “quedarse sin política”. Desde la izquierda tradicional (tanto del viejo Partido Comunista como desde el trotskismo morenista y otros grupos similares), se le replicó a Santucho que Lenin, en El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, combatía el abstencionismo de izquierda. Sin embargo, para rechazar esas impugnaciones doctrinarias –que, inevitablemente, se hacían en nombre de la “ortodoxia del marxismo”— el máximo dirigente del PRT apelaba a otros escritos teóricos del líder bolchevique, habitualmente raleados de lo que se consideraba como sinónimo de “leninismo”. Del mismo tomo N° 11 de las Obras Completas, de donde había extraído en 1968 los escritos de Lenin sobre la guerra de guerrillas, Santucho destacó dos reflexiones críticas acerca de las elecciones y la inconveniencia de la participación, cuando aquellas están completamente maniatadas o pergeñadas para neutralizar a los revolucionarios. En ambas (realizadas al año siguiente de la insurrección de 1905, y en medio de un proceso electoral, convocado por la dictadura zarista para legitimarse), Lenin polemizaba con su ex maestro Jorge Plejanov y con los mencheviques. Argumentaba porqué los revolucionarios no debían participar en el aparato institucional parlamentario24 . Junto a la apelación a los textos políticos de Lenin (que, a pesar de ser clásicos, habían entrado en el “olvido”, incluyendo en esa desmemoria a los que se autodefinían como leninistas), Santucho también se apoyaba en determinados análisis económicos. Para fundamentar sus evaluaciones críticas sobre el proceso electoral en 23 Véase El Combatiente Nº 76, segunda quincena de marzo de 1973: Resoluciones del Comité Central del Partido Revolucionario de los Trabajadores. Particularmente: “Sobre las elecciones”. 24 Véase Lenin: “El triunfo de los kadetes [burguesía liberal rusa] y las tareas del partido obrero” [6/IV/1906] y “La Socialdemocracia y los acuerdos electorales” [octubre de 1906]. Ambos editados como libro unitario: Bs.As., La Rosa Blindada, noviembre de 1973. 267 ciernes y su rechazo a encolumnarse bajo el liderazgo del general Perón –como harían, por ejemplo, Montoneros, las FAR o incluso un desprendimiento del PRT-ERP, denominado “ERP 22 de agosto”— Robi recurría a estudios sobre la vida económica, bajo la dictadura de Onganía-Lanusse. De todos los trabajos que manejaba, merece destacarse la investigación Crisis de una burguesía dependiente. Balance económico de la Revolución argentina 1966-1971 de Carlos Ramil Cepeda. Este autor, además de estudiar los ciclos de crisis y recuperación del capitalismo dependiente en Argentina y de analizar el proceso de estancamiento productivo y ascenso inflacionario de la economía bajo la dictadura, termina su trabajo realizando un análisis político. Lo que más le atrajo a Santucho del libro fue la incapacidad que Ramil Cepeda encontraba en las distintas fracciones de la burguesía argentina para terminar con la dependencia. Junto a ello, el máximo dirigente guevarista veía confirmado su análisis político cuando, en el libro, leía las razones de “la impotencia del nacionalismo burgués”, ya sea reformista o radical, para encabezar un proceso de cambios duraderos y sustanciales, con vistas a “la toma del poder” y a “la liquidación de la dependencia y del capitalismo, simultáneamente”25 . De modo que, se comparta o no la justeza de aquella posición adoptada ante la coyuntura electoral de 1973, no puede dejarse de reconocer que la decisión de la abstención respondía a un meditado análisis político de la dirección guevarista, enfocado tanto a partir de la situación local y nacional, como a la luz de los escritos clásicos del marxismo en la materia. ¿Cómo domina la clase dominante? Entre los numerosos trabajos teóricos que esta corriente guevarista produce en los años ’70 merecen citarse otros dos. Uno se titula Poder burgués, poder revolucionario26 , redactado por Santucho. El otro es “A los pueblos de América Latina”27, un documento colectivo firmado por el PRT-ERP en Argentina, los Tupamaros en Uruguay, el MIR chileno y el ELN boliviano. ¿Que observamos en estos documentos a nivel teórico? Nuevamente, aún a riesgo de repetir..., nos encontramos con un análisis centralmente político. A partir de ahí se plantea la lucha revolucionaria continental..., ¡no eran “tira-tiros” irracionales ni “locos aventureros”!. En ellos, se sugiere un conjunto de hipótesis sobre cómo funciona el sistema de dominación política de las clases opresoras en América Latina. Se analiza también qué sucede en el seno del campo popular, focalizando la mirada, sobre todo, en la conciencia política de las clases subalternas y explotadas. El análisis político condensado en Poder burgués, poder revolucionario se estructura a partir de una metáfora espacial que dibuja lo que pasa “arriba” y lo que 25 Véase Carlos Ramil Cepeda [seudónimo]: Crisis de una burguesía dependiente. Balance económico de la Revolución argentina 1966-1971. Bs.As., La Rosa Blindada, agosto de 1972. El autor, en su primera juventud proveniente del Partido Comunista argentino y, luego, con crecientes simpatías hacia las posiciones prochinas, trabajó durante la década del ’60 en Cuba, como asesor en el área del Ministerio de Industrias (allí mantuvo opiniones divergentes a las promovidas por el Che Guevara). De regreso a la Argentina, luego de publicar Crisis de una burguesía dependiente, es convocado por Santucho para discutir las tesis del libro. En ese encuentro, según su testimonio posterior, le planteó a Santucho fuertes críticas sobre las posiciones políticas del PRT. A pesar de ello, el dirigente guevarista encontraba en dicho texto la confirmación de muchos de sus análisis, sobre los dilemas irresueltos, a largo plazo, del capitalismo argentino y sus clases dominantes. 26 Ediciones El Combatiente, 23 de agosto de 1974. 27 Publicado en Che Guevara N°1, Revista de la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974. 268 sucede, mientras tanto, “abajo”. La reflexión de Santucho gira alrededor de un análisis político del arriba y del abajo o, en otros términos, de las clases dominantes y las clases subalternas. Para estudiar las clases dominantes, en los escritos de Santucho aparece la categoría de “bonapartismo”. Esta es una tesis suya muy fuerte. Según él, la historia argentina se mueve con un movimiento pendular entre dos formas políticas de dominación burguesa: la república parlamentaria o el bonapartismo militar. No casualmente, diez años antes que Santucho, en Guerra de guerrillas: un método (1963), el Che Guevara había planteado que: “Hoy por hoy, se ve en América un estado de equilibrio inestable entre la dictadura oligárquica y la presión popular. La denominamos con la palabra oligárquica pretendiendo definir la alianza reaccionaria entre las burguesías de cada país y sus clases de terratenientes [...] Hay que violentar el equilibrio dictadura oligárquica-presión popular”. Cabe aclarar que cuando el Che emplea la expresión “dictadura oligárquica”, como él mismo afirma, no está pensando en una dictadura de los terratenientes y propietarios agrarios tradicionales a la que habría que oponer una lucha “democrática” o un “frente nacional” modernizador, incluyendo dentro del mismo no sólo a los obreros, campesinos y capas medias empobrecidas, sino también a la denominada “burguesía nacional”. De ningún modo. El Che es bien claro. Lo que existe en América Latina es una alianza objetiva entre los terratenientes “tradicionales” y las burguesías “modernizadoras”. La alternativa no pasa entonces por oponer artificialmente tradición versus modernidad, terratenientes versus burguesía industrial, oligarquía versus frente nacional. Su planteo es muy claro: “No hay más cambios que hacer; o revolución socialista o caricatura de revolución”. En el pensamiento político del Che, la república parlamentaria, aunque fruto arrancado a las dictaduras militares como resultado de la lucha y la presión popular, sigue siendo una forma de dominación burguesa. El Che atribuye tanta importancia al análisis del equilibrio inestable entre ambos polos pendulares (la dictadura oligárquica, basada en la alianza de terratenientes y burgueses “nacionales”, por un lado, y la presión popular, por el otro) como Santucho al estudio de las dos formas políticas alternativas de dominación de la burguesía argentina. Ni Guevara ni Santucho plantean como alternativa ni como consigna: “democracia o dictadura”. La alternativa consiste en continuar bajo dominación burguesa en sus diferentes formas o la revolución socialista. Por ello, en Guerra de guerrillas: un método, el Che alertaba que: “No debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologética para representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y adquiera el de ciertas libertades más o menos óptimas dadas al ciudadano. Luchar solamente por conseguir la restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial preestablecido por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario”. Intentando ser consecuente con este tipo de planteos radicales, cuando Santucho se propone explicar las diversas formas políticas de dominación que, en forma pendular, emplea la clase dominante argentina, su formulación específica es: o 269 república parlamentaria (que no equivale a democracia..., como aclara el Che) o bonapartismo militar. ¿En dónde se inspiró Santucho para formular esta hipótesis? Obviamente su inspiración inmediata es el Che Guevara. Ahora bien, su formulación más general, la extrae de un libro de Carlos Marx. Éste escribió, entre diciembre de 1851 y marzo de 1852, El 18 Brumario de Luis Bonaparte. Allí Marx propone una hipótesis política: en Francia, luego de la derrota de la revolución de 1848, un dictador encabeza un golpe de Estado y permanece dos décadas al frente del gobierno francés. Este dictador era un personaje secundario, rodeado de lúmpenes, que gracias al liderazgo del Ejército se convierte en determinado momento de Francia en una especie de “árbitro” de los conflictos sociales. Una especie de “juez equidistante”, que viene a solucionar y a moderar los conflictos. Entonces, como este personaje – que Marx detestaba – se llamaba Luis Bonaparte (sobrino de Napoleón) la tradición marxista, empezando por Marx y de ahí en adelante, convirtió en categoría teórica ese análisis político y lo transformó en el concepto de “bonapartismo”. En su análisis de Luis Bonaparte y de la situación francesa de aquel período, Marx plantea elementos fundamentales de su teoría política. Allí sugiere que la lucha de clases nunca se produce entre clases homogéneas, como por momentos sugiere El Manifiesto del Partido Comunista (1848). En realidad, en una formación social concreta, las clases se fraccionan en la lucha, se realizan alianzas entre ellas y se establecen formas de representación política cambiantes según la coyuntura. Por otra parte, en El 18 Brumario Marx plantea que la mejor forma de dominación política de la burguesía, la más eficaz, es “la república parlamentaria”. Para Marx república parlamentaria no es sinónimo de democracia, como sugiere la filosofía política del liberalismo. La república parlamentaria no garantiza “la libertad” sino que constituye una forma de dominación. A diferencia de la monarquía o de la dictadura militar (donde un solo sector de la burguesía domina) en la república parlamentaria es el conjunto de la burguesía el que ejerce su dominio a través del Estado y sus instituciones “representativas”. Según Marx, la república parlamentaria licúa los intereses particulares de las distintas fracciones de la burguesía, alcanzando una especie de “promedio” de todos los intereses de la clase dominante en su conjunto y, de este modo, logra una dominación política general, esto es: anónima, impersonal y burocrática. En El 18 Brumario Marx también agrega que, cuando la situación política “se desborda” por la indisciplina y la rebelión popular, la vieja maquinaria republicana (con sus partidos, su Parlamento, sus jueces, su prensa “independiente”; en suma: con todas sus instituciones) ya no alcanza para mantener la dominación. En esos momentos de crisis aguda, los viejos partidos políticos de la burguesía ya no representan a esa clase social. Quedan como “flotando en el aire” y girando en el vacío. Entonces, emerge otro tipo de liderazgo político para representar a la clase dominante: la burguesía deja de estar representada por los liberales, los constitucionalistas o los republicanos y pasa a estar representada por el Ejército y las Fuerzas Armadas que, de este modo, se constituyen en “El Partido del Orden”. El Ejército, entonces, aparece en la arena política como si... fuera a equilibrar la situación catastrófica, pero en realidad... viene a garantizar la reproducción de la dominación política de la burguesía. 270 Mario Roberto Santucho se apropia lúcidamente de este análisis político de Marx y trata de utilizarlo para comprender la compleja historia política de nuestro país y también la situación argentina de los años ‘70. Conviene destacar el modo cómo Santucho analiza a las Fuerzas Armadas, ese gran protagonista de nuestra historia política. ¿Cómo visualiza Robi a las Fuerzas Armadas? Pues sostiene que son un Partido Militar. Esto resulta sumamente importante. En ningún momento Santucho sostiene que son simplemente un grupo de “bandoleros adictos a las balas” o mercenarios sin ideología. De ninguna manera. En la óptica del PRT, las Fuerzas Armadas son... un partido político. Un partido que viene a reemplazar al clásico -por definición- partido político burgués. Esta es una hipótesis sociológica e historiográfica sumamente importante para comprender la óptica política de Santucho. Roberto Santucho se hace cargo de esa hipótesis y plantea que, en Argentina, las Fuerzas Armadas vienen a reemplazar ese partido burgués ausente, porque el partido burgués en Argentina no puede dar cuenta de la situación política. Entonces, Robi –que inicialmente está pensando en el papel jugado por la dictadura militar del general Onganía [dictador que lidera el golpe de Estado de 1966] - prolonga el alcance de esa hipótesis y también analiza al peronismo como “bonapartismo”. Peronismo y bonapartismo Hay que reflexionar detenidamente sobre esta diferencia: sostener que el peronismo es una subespecie de bonapartismo es algo muy diferente a lo que planteaba, por ejemplo, Victorio Codovilla [líder histórico del Partido Comunista Argentino desde 1928 hasta su muerte en 1970]. Codovilla, en un folleto famoso del año 1946 titulado “Batir al Nazi-Peronismo”, sostenía que: “el peronismo es fascismo”. Robi Santucho tiene una visión un poco distinta, mucho más matizada. Por eso no cae en ese “gorilismo de izquierda”. Pero... tampoco acepta las posiciones de Rodolfo Puiggrós [historiador comunista que, en la segunda mitad de los años ’40, se hace peronista y, durante los ’60 y ’70, se convierte en uno de los principales intelectuales de la izquierda peronista], de Abelardo Ramos [uno de los principales intelectuales -de origen trotskista- que adhieren al peronismo, constituyendo la corriente política e historiográfica autobautizada como “izquierda nacional”], o de otros. ¿Qué decían Puiggrós, Ramos, Hernández Arregui y otros ensayistas peronistas? Pues que “el peronismo es «LA Revolución» (con mayúsculas) en la Argentina”. Según el análisis de Santucho... el peronismo no es ni revolución, ni nazismo, sino... bonapartismo. Es decir: está liderado por una figura militar fuerte, que aparece como “árbitro” entre las clases sociales y viene a “poner orden”... aunque, siempre en última instancia, termina poniendo orden... para el mismo lado. Para la derecha, para la burguesía, para el statu quo. Antonio Gramsci, para explicar los mismos fenómenos de crisis económica y política (englobados bajo el concepto de crisis orgánica), pensando en situaciones donde las clases sociales se separan de sus viejos partidos políticos y la burguesía comienza a ser representada por el Partido Militar, utiliza una categoría emparentada con la de “bonapartismo”. Gramsci emplea el concepto de “cesarismo”. 271 En Marx, la categoría de “bonapartismo” siempre tiene un contenido negativo. Para Gramsci, en cambio, puede haber un “cesarismo” progresivo o regresivo, según contribuya a hacer avanzar, o no, a los sectores populares en las relaciones de fuerzas. A diferencia de Marx, León Trotsky, en su exilio mexicano de fines de los años ‘30, utiliza en el mismo horizonte de Antonio Gramsci esta visión donde puede haber un “bonapartismo progresivo” o “regresivo”, según contribuya, o no, a la lucha de clases. Explícitamente, Trotsky utiliza la categoría de “bonapartismo progresivo” para referirse al gobierno populista de Lázaro Cárdenas, ya que, a pesar de ser un gobierno burgués, para enfrentar al imperialismo y nacionalizar el petróleo mexicano, Cárdenas se apoya en los sectores populares y en la clase obrera mexicana. Abelardo Ramos apela a este análisis de Trotsky para caracterizar como “bonapartismo” al peronismo, en un sentido positivo y apologético; mientras que Silvio Frondizi –mucho más afín al análisis de Marx– emplea el término en su significado negativo, para cuestionar el carácter supuestamente “progresista” de la burguesía nacional argentina y del peronismo. Mario Roberto Santucho utiliza la categoría de “bonapartismo” en la misma perspectiva de Silvio Frondizi, con un fuerte contenido crítico, y recurriendo a un tipo de análisis político que bebe directamente en las fuentes de El 18 Brumario. Pero no sólo lo emplea para explicar la aparición del peronismo histórico –el del primer peronismo de la década del ’40– sino también para describir la emergencia recurrente de los militares argentinos a lo largo de toda nuestra historia como el “Partido del Orden”, en tanto Partido Militar. Es decir, en tanto auténtico partido político orgánico de la burguesía argentina. Todo esto, en cuanto al análisis de Santucho sobre qué sucede con el bloque político y social de “los de arriba”, de las clases dominantes y sus formas de dominación... El desafío de la unidad de «los de abajo» Ahora bien, ¿qué ocurre con “los de abajo”? Al observar el capitalismo argentino “desde abajo”, desde sus clases explotadas, Robi recorre la historia de los trabajadores y plantea los orígenes del movimiento obrero clasista en nuestro país. Identifica tres corrientes: (a) el anarquismo, que inicialmente fue la más importante, (b) el socialismo y (c) el comunismo. Santucho y el PRT se hacen cargo de la tradición comunista. Se sienten parte constitutiva de una continuidad. Es decir, que Robi reivindica al comunismo hasta un determinado período de la historia. A partir de ahí, el comunismo pierde la hegemonía sobre el movimiento obrero local, desdibuja su política revolucionaria, diluye su clasismo y aparece en el seno de las clases subalternas, el peronismo. Entonces, a partir de ese análisis retrospectivo, Santucho sostiene cuáles serían los dos principales desafíos presentes y futuros del movimiento popular: a) Por un lado, el populismo. Santucho también lo denomina “nacionalismo burgués”, ideología que consiste en confundir a toda la Nación como si fuera parte del pueblo, incorporar a la burguesía nacional como parte del pueblo, pensando, erróneamente, que el enemigo está solo fuera del país. El principal exponente del populismo, dentro del campo popular y progresista, era en su opinión de los años ‘70, la corriente de Montoneros. b) Por otro lado, el reformismo. Esta ideología y esta práctica política consiste en plantearse reformas progresistas, incluso muy profundas y avanzadas, sin cuestionar a 272 fondo y sin plantearse como tarea central el problema del poder y del régimen de dominación política. Robi lo encuentra y lo identifica principalmente en el Partido Comunista. En su opinión, el debate ideológico del guevarismo del PRT debería apuntar, cuestionando el populismo y el reformismo, a acercar a peronistas revolucionarios y a comunistas hacia una perspectiva de unidad y acción común, antimperialista y por el socialismo. Este tipo de análisis no queda reducido a una radiografía fija de la sociedad argentina. No es una tesis académica, sino la base de sustentación de la actividad militante de una corriente política. Luego de las rupturas, primero con la corriente de Nahuel Moreno, a continuación con las tendencias “neo-morenistas”, más tarde con la IV Internacional y finalmente, con las corrientes más afines al camporismo, Santucho intenta profundizar su perspectiva política guevarista. En su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, el Che Guevara había reclamado: “Es el camino de Vietnam, es el camino que deben seguir los pueblos, es el camino que seguirá América, con la característica especial de que los grupos en armas pudieran formar algo así como Juntas de Coordinación para hacer más difícil la tarea represiva del imperialismo yanqui y facilitar la propia causa”. Siguiendo puntualmente ese consejo político del Che, a fines de 1973 el PRT-ERP de la Argentina, el MIR de Chile, el ELN de Bolivia y el MLN-Tupamaros de Uruguay comienzan a trabajar en una organización común que los agrupe. A comienzos de 1974, lanzan públicamente la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), nucleamiento guevarista internacionalista del Cono sur latinoamericano que se propone luchar por la revolución continental. Ya desde su nacimiento, nos encontramos con el planteo político según el cual estas cuatro organizaciones sostienen que “nos une la comprensión de que no hay otra estrategia viable en América latina que la estrategia de la guerra revolucionaria. Que esa guerra revolucionaria es un completo proceso de luchas de masas, armado y no armado, pacífico y violento, donde todas las formas de lucha se desarrollan armónicamente convergiendo en torno al eje de la lucha armada”. En el primer documento conjunto que publican, las cuatro organizaciones trazan una breve y apretada síntesis histórica de las luchas populares y del marxismo en América Latina28 . En ella señalan que el comunismo, el socialismo y el anarquismo de las primeras décadas del siglo XX, junto con las luchas antimperialistas, como la de Sandino en Nicaragua y la insurrección del Partido Comunista de El Salvador de 1932, conformaron “un formidable auge de masas que puso en jaque la dominación neocolonial homogeneizada por el imperialismo yanqui, enemigo número uno de todos los pueblos del mundo”. Durante las décadas siguientes, según este relato, en la mayoría de los partidos comunistas latinoamericanos terminó predominando el reformismo mientras las burguesías nacionales apelaban ideológicamente al nacionalismo burgués, para estabilizar el sistema neutralizando el descontento de las masas. A lo largo de todo ese 28 Cfr. “A los pueblos de América Latina”. Publicado en Che Guevara N°1, Revista de la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974. 273 período, los sectores populares perdieron fuerza e iniciativa en la lucha de clases continental, hasta que, a partir de la revolución cubana, “los pueblos del continente vieron fortalecida su fe revolucionaria e iniciaron una nueva y profunda movilización de conjunto”. En este tipo de lectura de la historia de América Latina, el peronismo es analizado críticamente. Las razones de ese cuestionamiento residen en la combinación peronista de antimperialismo verbal (en alguna medida, heredero del APRA), de la famosa “tercera posición” (ni capitalismo ni socialismo) y del “truco de presentarse como bomberos del incendio revolucionario” (una obvia alusión al papel asumido por el general Perón, a su regreso del exilio español, en tanto freno de la insurgencia y de la radicalización masiva de la juventud argentina). En semejante evaluación se deja escuchar el eco del pensamiento político que Santucho venía promoviendo al interior de la izquierda de nuestro país. La convergencia de estas cuatro organizaciones hermanas de Chile, Bolivia, Uruguay y Argentina expresa, hasta qué punto, el ejemplo de la revolución cubana penetra en el corazón de la juventud de América Latina. De todas las corrientes políticas argentinas que vibraron con ese ejemplo continental, la nueva izquierda guevarista, liderada por Mario Roberto Santucho, representa uno de los intentos más radicales y profundos por actualizar la tradición latinoamericana del marxismo revolucionario, representado en los años ’20 por Mariátegui y Mella y en los ’60 por el Che Guevara. A casi cuatro décadas de la muerte de Santucho y cuando muchos de sus compañeros y compañeras se encuentran desaparecidos, poner fin a su demonización resulta impostergable. Debemos vencer el miedo que nos han inculcado desde la infancia. Para comenzar a dialogar y a recuperar la herencia de aquellos que nos precedieron, debemos intentar conocer y estudiar seriamente esta tradición de pensamiento político. Ése es el único camino para que las nuevas luchas no tengan que crecer de cero, desnudas y huérfanas. Para que empecemos a preguntarnos, de una buena vez, de dónde venimos, quiénes somos y, sobre todo, porque es lo que más interesa, hacia dónde queremos ir. BERNA Y LA SOLIDARIDAD DE 274
© Copyright 2024