En homenaje a Sergio Carrillo y Benjamín Chau, miembros de La

En homenaje a Sergio Carrillo y Benjamín Chau, miembros de La Corporación de
Socorros Mutuos Bautista Van Shouwen
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EL MUNDO ES NUESTRA PATRIA, DEBE VESTIRSE DE COLORES
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SUMARIO 8
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Notas al paso del caminante I
CHILE
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Luciano Cruz: El hijo del pueblo y líder natural del MIR chileno, a 71 años de su natalicio.
El sembrador del socialismo chileno. Feliz cumpleaños Recabarren.
Recabarren, Lenin y Trotsky. Diálogos de Moscú.
Espionaje y represión política en la Universidad Alberto Hurtado.
Trabajadores y Legislación Laboral
Después de las luchas estudiantiles de 2011: luchas sociales y proceso constituyente.
“Estamos frente a una descomposición institucional, una descomposición del sistema de partidos”.
Capitalismo en Chile: Malos olores y podredumbre.
A 50 años de la fundación del Movimiento de Izquierda revolucionaria, una carta de Hernán Aguiló, ex
dirigente del MIR.
Chile: 50º Aniversario de la fundación del MIR
CONVOCATORIA PARA LA MARCHA DEL “11” A EFECTUARSE EL DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE DE 2015
DINERO Y POLÍTICA EN CHILE: SÍNTOMAS DE UNA UNIÓN ESTRUCTURAL.
LA COYUNTURA DE BAJO CRECIMIENTO ECONÓMICO Y LA CRISIS DE LEGITIMIDAD.
De la Crisis política a la convergencia de las izquierdas en Chile.
Apuntes de la crisis en Chile.
Es primordial llevar a cabo en el menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente".
NUESTRA AMÉRICA
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Entrevista al ex ministro paraguayo Hugo Ruiz Díaz Balbuena: “Paraguay está hoy subordinado a los
intereses de los Estados Unidos” Helena Marchini Pablo Nuño Amoedo. 03/08/2015
García Linera dio a conocer los diez mandamientos del buen dirigente.
Cuba: Qué significa ser dirigente socialista para la Primera Secretaria de la Juventud Comunista.
El desastre de Puerto Rico. La alternativa
La contraofensiva de la contraofensiva de los herederos del neoliberalismo en el Ecuador
La guerra santouribista de Cuarta generación
La presencia militar de Estados Unidos en América Latina.
MEDIO AMBIENTE
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134
207
La lógica capitalista convierte los recursos naturales en mercancía
EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN
Laudato Si es un problema para los políticos que usan la Biblia como escudo contra el cambio climático”.
SIPOINT – SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL
210
219
225
El Buen Vivir: una concepción integral del desarrollo, la democracia, los derechos.
Club Bilderberg. Esta es la verdadera estrategia.
Lo ocurrido en Grecia demuestra que otro capitalismo es imposible
ARTE
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Análisis de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Parte I, II y III
INTERNACIONALISMO
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El pensamiento político de Mario Roberto Santucho: ¿Foquismo?
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Luciano Cruz: El hijo del pueblo y líder natural del MIR chileno,
a 71 años de su natalicio. Radio Villa Francia. Rebelión
Hace 71 años, en un 14 de julio, pero del año 1944, nace uno de los más
destacados dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y sin duda
uno de sus elementos más carismáticos: Luciano Cruz Aguayo. Conocido como “Juan
Carlos”, fue un elemento central en el crecimiento y fortalecimiento que el MIR tuvo
desde el año 67, destacando su cercanía con el pueblo trabajador, lo que lo convirtió, en
palabras de Miguel Enríquez en un verdadero “líder de masas”, profundamente seguido
y respetado por el pueblo.
Desarrolló tanto su trabajo en el ámbito universitario, en donde conoció a Miguel,
a Bautista Van Schouwen,entre otros futuros dirigentes del MIR, y donde además
estuvo al liderazgo de la Federación de Estudiantes de Concepción (FEC) en tiempos de
gran confrontación y combate, en la plena antesala a la reforma estudiantil. Ahí Luciano
destacó con su convicción y combate, siendo por ello firmemente perseguido por el
gobierno de Eduardo Frei Montalva el año 1967, es procesado por la Ley de Seguridad
del Estado, es encarcelado durante semanas y posteriormente constantemente
perseguido y asediado por la policía.
Todo esto coincidirá con su presencia e influencia en un momento clave para el MIR: el
Tercer Congreso Nacional, el cual es donde dicho partido toma decididamente el
camino confrontacional y de lucha armada para realizar la revolución socialista,
adquiriendo un carácter político-militar que lo caracterizará desde ese momento.
Luciano, en dicho Congreso, es nombrado en una amplia votación (128 votos, de 131
3
delegados) como miembro del Comité Central. También es nombrado miembro del
Secretariado Nacional.
“Juan Carlos”, en este periodo fuertemente marcado por la represión que
propinaba el gobierno de la Democracia Cristiana, cumple todos los roles que el partido
le había encomendado. Realiza acciones directas y recuperaciones bancarias, cumple
labores de inteligencia y contrainteligencia siendo capaz de infiltrarse y disfrazarse
para obtener información relevante, genera las condiciones favorables en las fuerzas
armadas para el ingreso de las ideas socialistas y revolucionarias, además -y lo más
destacado- es al mismo tiempo un importante líder de masas capaz de generar que el
pueblo trabajador adhiera y comprenda la necesidad de avanzar por la senda del
socialismo.
En eso último es que Luciano fue incomparable. Fue siempre querido y respetado
por el pueblo, con un carisma ejemplar, con una cercanía que lo convirtió en un
verdadero líder popular. Eso acompañado de una claridad y de una capacidad de
análisis que le permitió siempre traducir de forma simple lo complejo, y de analizar lo
concreto con una facilidad insospechada. Sin ser el más teórico del Comité Central, era
uno de los que era más capaz de bajar las políticas del partido al grueso de la clase
trabajadora.
Sin ser tampoco un escritor ni un teórico de escritorio, su teoría, su pensamiento,
como el de todo gran revolucionario, se tradujo en su praxis, en la forma en qué
traducía su análisis en política, en transformación real de la sociedad.
Luciano Cruz fallece asfixiado producto de un accidente doméstico a lo 27 años, el 14 de
agosto de 1971, siendo su muerte una tremenda pérdida para el Movimiento de
Izquierda Revolucionaria y para el pueblo pobre. Sin embargo, su funeral es la
expresión viva de sus logros y méritos como revolucionario. Se trata del funeral más
masivo que se recuerda en dicha época, y que sintetiza tanto el cariño acumulado que el
pueblo le tenía a Luciano, como los pasos agigantados que había dado su partido en
liderar y dirigir a las masas dispuestas a combatir. Las muestras de cariño fueron
infinitas y la solidaridad de clase que se vivió en dicho momento muestra hasta qué
punto la clase trabajadora había despertado y se había levantado para cambiar y
transformar la sociedad, y de la importancia de luchadores como el mismo Luciano
para lograr ese despertar y ascenso en la conciencia.
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4
El sembrador del socialismo chileno. Feliz
cumpleaños Recabarren. Marco Álvarez. Rebelión
Chile. 09-07-2015.
Luis Emilio Recabaren, Don 'Reca', usted nació en el invierno soplo del puerto de
Valparaíso (Chile) el 6 de julio de 1876. Doña Juana y don José Agustín te bautizaron
como Luis Emilio.
Fuiste protagonista del cambio de siglo. Recorriste cada rincón de nuestro largo
país. Fundaste la prensa obrera. Nunca dejaste de construir desde abajo con tus
bibliotecas populares, conferencias, representaciones artísticas y todo lo que estuviera
a tu alcance para la concientización del proletariado. Aunque era más difícil que hoy,
nunca le regalaste los espacios de representación política a los corruptos de siempre, lo
que te llevó a competir en las urnas muchas veces, incluso saliendo electo en dos
ocasiones como diputado. Militaste en el Partido Demócrata desde muy joven, fundaste
con energías el Partido Obrero Socialista (POS) y el Partido Comunista (PC). Hiciste
tanto por la clase obrera en tus 25 años de militancia.
Don Reca, le cuento que cuando decidiste partir con la primavera del año 24, tu
carta de despedida fue quemada por decisión del comité central de tu partido. El pueblo
y las nuevas generaciones de revolucionarios nunca supimos las razones fidedignas de
tu partida.
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Don Reca, le cuento que con tu partir también se enterró el sindicalismo libre,
dando paso a un sindicalismo legal que vino a conciliar las contradicciones de clases. El
sistema parlamentario al que tanto criticaste pasó a ser presidencial, siendo igual de
malo paro los intereses de las y los trabajadores.
Don Reca, le cuento que un par de años bastaron para que Manuel Hidalgo y Elías
Lafferte dividieran su partido en dos. Trotskistas y stalinistas batallaron por el control
interno, pero éste último como ocurrió igual en todo el mundo, se lo adueñó con las
típicas purgas aprendidas desde el mismo Moscú.
Don Reca, le cuento que las y los legatarios más fieles a tu proyecto socialista, en
el año 1953 fundan la Central Única de Trabajadores (CUT). A la cabeza de esta
multisindical clasista y combativa estuvo Clotario Blest. Don Clota representa lo mejor
de tu herencia, y él junto contigo la mejor de la nuestra.
Don Reca, en el mes de agosto del año 1965 se dio cita la constituyente
revolucionaria. Con tu ejemplo, revolucionarias y revolucionarios de diversas
generaciones e identidades fundan el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
En su declaración de principios “el MIR se considera el auténtico heredero de las
tradiciones revolucionarias chilenas y el continuador de la trayectoria socialista de Luis
Emilio Recabarren, el líder del proletariado chileno”. (1)
Don Reca, le cuento que también ganamos en una primavera (1970), pero ésta
sólo duro mil días. Aunque fueron los días más lindo de nuestra historia. La Unidad
Popular encabezada por el Presidente Salvador Allende fue el proceso histórico más
apasionante del movimiento popular. Por eso días, fue donde más se estudió su obra.
Don Reca, es su natalicio número 100 (1976), la tristeza ya había cubierto el cielo
de la patria hace ya tres años. Ya existían miles de compañeras y compañeros muertos,
exiliados, torturados, exonerados y detenidos por una dictadura gorila al servicio de los
patrones. No fueron años fáciles, pero su ejemplo en tiempos de la resistencia sirvió
para combatir a la maldita dictadura. El partido que usted fundó, estuvo a la altura de
las circunstancias impulsando la política de rebelión popular de masas.
Don Reca, llegó la “democracia” a través de un pacto entre militares, empresarios
y algunos socialistas renovados que dijeron seguir su ejemplo en algún momento. La
verdad es que la democracia nunca llegó y vivimos 20 de un conglomerado llamado
Concertación, quien legitimó y profundizó el sistema neoliberal. Un conglomerado que
nos terminó de quitar lo poco y nada que nos había dejado la dictadura militarempresarial de Pinochet. Pero ahí estuvimos, con nuestros colectivos, con nuestra
rebeldía, en pie de lucha contra la democracia neoliberal.
Don Reca, le cuento que su partido se volvió a equivocar. Mientras todos giramos
a la izquierda, ellos se han volcado a la derecha. Hace poquito pactaron con lo que nos
han apaleado, impuesto leyes injustas y profundizado el capitalismo. Pactaron con la
cara más simpática del poder económico. Pactaron con una cara del duopolio. Pactaron
con la Concertación.
Don Reca, le cuento que todo no es tan malo. Le cuento que desde el 2011 existe
un movimiento estudiantil combativo, una Freirina rebelde, una Patagonia sin represas,
un pueblo que despertó como nunca. Le cuento que nos estamos organizando para
ganar.
6
Don Reca, le cuento que llevo mucho tiempo dialogando con usted. He recorrido
diferentes rincones del mundo buscando los folletitos y libritos que públicó en su época
y que para variar no se encuentran en las bibliotecas nacionales. Le cuento que he
terminado un libro sobre su vida y obra que se llama “El sembrador del socialismo
chileno”, porque eso es usted.
Don Reca, feliz cumpleaños…
(1) Declaración de principios del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Chile. Septiembre de 1965.
Rebelión
Recabarren, Lenin y Trotsky. Diálogos de Moscú. Diapos, Escritos,
Seguridad y Vigilancia — By La Pala on enero 4, 2012 at 09:22. Por Carlos Bassaletti y
Dante Bravo
Si decimos Recabarren… para las nuevas generaciones, ese apellido quizás les
suene poco común o quizás no les evoque nada. Ahora si decimos Lenin, eso ya sonaría
algo más familiar, aún no sabiendo muy bien de quién se trata. Si digo Trotsky, ya
muchos han oído hablar o han escuchado por lo menos hablar del trotskismo. Si
decimos que los itinerarios de vida de estos tres personajes se cruzaron por allá por los
años 20, en la naciente Unión Soviética, todavía sonaría como un hecho banal. Pero si
decimos que los destinos de estos 3 hombres marcarían la historia de sus respectivos
países, la historia del movimiento obrero mundial, y la faz del mundo, eso… eso,
estamos seguros que sonaría un poquito diferente.
¿Cómo fue que sucedió todo esto?
Por esos vuelcos que tiene la vida, estos tres personajes: el dirigente obrero
chileno, el líder de la Revolución bolchevique y el comisario jefe del Ejercito Rojo se
encontraron, intercambiaron, y discutieron en Moscú por allá por el 1923.
He aquí la historia de ese encuentro.
Corrían los años 1910. La oligarquía chilena no terminaba de celebrar “su”
centenario. Desde el exterior llegaban a Chile noticias parcelarias y generalistas de la
revuelta de los pueblos en otros puntos del planeta. Particular atención acaparaba la
organización del movimiento obrero en Europa, en Alemania y en Rusia. Muchos
miraban con atención la evolución del movimiento obrero en Rusia.
En 1917, la noticia cae como una bomba en Chile. Los periódicos chilenos
pertenecientes todos a las clases poderosas titulan: “Los Bolcheviques se toman el
poder en Rusia” o “los rojos asaltan el palacio de invierno”. Para los obreros
comprometidos del mundo eso sonaba como un grito de liberación. Una revolución, un
pueblo armado, un ideal que se estaba construyendo en lejanas latitudes, en tierras de
la antigua Rusia Zarista. El historiador Hernán Ramírez Necochea escribió: “La
Revolución y los dramáticos sucesos que siguieron a la conquista del poder por el
proletariado ruso despertaron la atención de la clase obrera, la conmovieron
profundamente; en la prensa popular y en las reuniones políticas y sindicales, se
expresaba fervorosa admiración por el pueblo soviético y se daban muestras de
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incontenible entusiasmo por el advenimiento del primer Estado que dirigía la clase
trabajadora”.[1][2]
Para los obreros del Norte de Chile todas esas noticias los llenaban de una
esperanza inmensa, los hacían creer que otro mundo era posible. Recabarren dirigente
político, escritor y tribuno chileno, quería ver con sus propios ojos, comprobar
concretamente de qué se trataba ese vuelco mundial que se estaba produciendo en la
historia de la humanidad y cuáles podían ser las posibilidades para la clase obrera
chilena. Con mandato y apoyo de todos los obreros del Norte un día cogió rumbo hacia
el país de los Soviets. Se sentía en el aire un cambio enorme. Recabarren quería respirar
ese aire, sabiendo que Europa –la capitalista y conservadora Europa– se opondría con
todas sus fuerzas a la constitución de una República de consejos obreros.
La guerra de intervención liderada por Francia, Alemania, Inglaterra y Estados
Unidos, daba sus últimos estertores a fines de 1922. Y justo cuando los Soviets se
aprestan a dar la estocada final a los imperialistas europeos, Recabarren con una sobria
maleta y con pasaje de tercera clase, se sube en Buenos Aires, el 9 de octubre de 1922,
al barco alemán Baden que lo llevará hacia tierras lejanas, hacia la Patria de los Soviets.
Iba a participar en calidad de delegado de la Federación Obrera de Chile, FOCH,
en el Segundo Congreso de la Internacional Sindical Roja, y a representar al Partido
Comunista de Chile en el Cuarto Congreso de la Internacional Comunista. Ambos
eventos a efectuarse en Moscú.
Recabarren, en nota escrita en alta mar, de fecha 26 de octubre, explica: “Voy
viajando en el vapor Baden, de firma y construcción alemana, que hace la línea Hamburgo
– Buenos Aires. Por cierto, que dado al alto precio de los pasajes voy en tercera clase y,
muy contento de conocer esta situación, me volveré en las mismas condiciones”.
El viaje por mar duró 26 días. Recabarren escribió dos cartas desde Berlín, el 8 y el 9 de
noviembre, narrando sus actividades en la capital alemana. En la segunda, relata: “Ayer
me he encontrado con una cantidad de delegados franceses que van a Rusia. Iremos
juntos a Moscú y partiremos el domingo 12, temprano, desde un puerto alemán hasta
Petrogrado y desde allí a Moscú en ferrocarril”.
Llega a Moscú en una fría y nevosa mañana de Noviembre (la temperatura
exterior era de 28°C bajo cero). Se aloja con otros delegados internacionales en un hotel
cerca del Kremlin. Con los responsables de la organización moscovita acuerdan una
reunión con el comité central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Se le
veía excitado y nervioso de encontrarse tan lejos de su país pero tan cerca del ideal
revolucionario por el cual había luchado toda su vida. Eran momentos intensos y
profundos cuando, con los delegados de los otros países, salían a recorrer las gélidas
calles de Moscú. Se formaban interminables discusiones cuando, muertos de frío,
entraban a un café para poder sacarse la nieve de encima y recalentarse un poco cerca
de una estufa a leña.
La primera reunión con el Comité Central fue muy formal. Allí llegó a las 9 de la
mañana don Luis Emilio. Llegó como chileno, como pampero del salitre y como
comunista. Quedó sorprendido cuando Lenin con ese vozarrón que lo caracterizaba le
da la bienvenida,
─ Bienvenido camarada Recabarren, ─ le dice levantando la mano y haciendo esfuerzos
para pronunciar bien su apellido─ en nombre de los soviets de obreros, campesinos y
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soldados, le agradecemos fraternalmente su presencia desde tan lejos y de un rincón del
globo que en verdad conocemos demasiado poco.
Desde el fondo de la pieza, con una actitud muy púdica y sin querer sentarse,
Recabarren asienta con la cabeza en señal de dar las gracias.
Trotsky interviene con esa retórica grandilocuente que haría de él uno de los mejores
oradores de la revolución. Levantando el índice derecho a la altura de su hombro le
dice,
─ En todo caso, querido camarada, los revolucionarios del mundo tenemos una sola
patria: ¡la Tierra! y un sólo objetivo: ¡el socialismo!…
Recabarren estaba sorprendido y halagado. Le gustaba la solemnidad y los
grandes discursos graves y majestuosos. Pero tanta pompa era como inusitado para él.
No sabía si mirar a su traductor o a los miembros del C.C. cuando éstos se dirigían a él.
Lenin presentó a casi todo el Comité Central, por lo menos a los que estaban presente.
En esa presentación estaba cuando se produjo un instante de silencio penetrante. Los
grandes silencios hacen aumentar el ambiente anxiógeno [Nota de ELCH: angustioso] .
Todos mirando a Recabarren, esperando una intervención suya, lo miran con caras
expectantes. Recabarren se da cuenta y para desdramatizar ese ambiente tan solemne
dice,
─ Antes de entrar en lo serio les pregunto, ─ y apuntando hacia la ventana que daba a la
Plaza Roja continua ─ ¿cómo ustedes pueden vivir con tanto frío y tanta nieve?
El intérprete no puede impedirse de esbozar una leve sonrisa cuando traduce la
frase de Recabarren, lo que preparó el terreno para que todos estallaran en una risa
general.
Ahí el protocolo desapareció. Muchos se soltaron y Bujarin, tipo amable y
bonachón, muerto de la risa le pregunta,
─ ¿Qué temperatura hace actualmente en Chile camarada?
─ Bueno… Chile es muy largo, ─ responde Recabarren un poco intimidado ─, no tiene
temperaturas uniformes. Podríamos decir que en las ciudades del Norte de Chile, como
Antofagasta por ejemplo, hoy día debe haber unos 30 grados ─ Diciendo esto, hace ese
típico movimiento de mano del chileno cuando quiere expresar el famoso “más o menos”.
Todos hacen un ¡ooh! de admiración moviendo las cabezas, como sorprendidos
de tanta diferencia de temperatura entre ellos y Chile. Zinoviev se da vuelta y les
explica a sus camaradas, en voz baja, que en el hemisferio sur está llegando el verano,
así que no es sorprendente que hagan esas temperaturas.
Recabarren vuelve a tomar la palabra y, a pesar de que el tono aún era muy serio,
ya el ambiente estaba más relajado.
9
─Agradezco, camaradas, en nombre del partido comunista y de los sindicatos chilenos, el
tiempo escaso que ustedes disponen para recibirme tan calurosamente. Agradezco
además que se interesen en mi país, tan austral y tan pequeñito y que comprendan en las
disímiles realidades en las que viven nuestros países.
Bujarín, Kamenev, Zinoviev, Stalin, Trotsky y Lenin, asienten inclinando sus
cabezas para confirmar que entienden lo que Recabarren expresa.
El dialogo continuó y se extendió durante 4O minutos aproximadamente.
Hablaron de todo. Movilizaciones sindicales, rol del partido comunista en Chile, estado
de consciencia de clase del obrero pampino, rol de los aparatos represivos, estrategias
de la oligarquía chilena, etc. De repente entró un asistente a la sala de reunión y
murmuró algo al oído de Lenin. Éste, mirando el gran reloj de la sala del C.C., le dice a
Recabarren que quedaban tan sólo algunos minutos y que, para concluir, le dejaban la
palabra a él.
Recabarren, consciente de la premura, insiste con una última pregunta.
─Camaradas, me gustaría saber sumariamente -al menos- cómo lograron ustedes vencer
tanta oposición y sabotaje violento en contra de los trabajadores rusos, pues sabemos que
combatieron no sólo en contra de los ejércitos zaristas de Kolchak, Denikin y otras bandas
armadas reaccionarias, sino también lograron vencer a varios regimientos polacos,
húngaros, rumanos, franceses, ingleses, etc.
Lenin haciendo un gesto con la mano como diciendo « esto va para largo » se
retiene y le responde,
─Dejaré la palabra al camarada Trotsky, pues él fue el artífice en terreno de las victorias
del pueblo en uniforme.
Trotsky se demora algunos segundos en hablar y dándole mucho peso a sus
palabras se dirige a Recabarren,
─ Camarada Recabarren, estoy sorprendido que Ud. sepa tanto de lo que pasa en mi país y
yo sepa tan poco de lo que pasa en el suyo. Para abreviar, porque nos queda poco tiempo,
le puedo decir que podríamos escribir libros y libros con las proezas y sufrimientos del
Ejército Rojo durante estas campañas, pero lo resumiré en cuatro frases: “1) alto grado de
convicción del objetivo, 2) férrea organización, 3) lealtad entre oficiales y tropas y 4)
compromiso por igual de dirigentes y base.
Bujarin lo interrumpe añadiendo,
─ Un aspecto esencial, camarada, es que la base vea que su dirigente arriesga tanto como
ellos. Hay que predicar con el ejemplo.
Recabarren, sabiendo que si no aprovecha de hablar en ese momento, ya después
le sería muy difícil, insiste con otra pregunta.
10
─ ¿Cuáles son las tareas inmediatas de la Revolución en estos momentos?
Lenin tomo la palabra para responder y al mismo tiempo insistir que debían
concluir la reunión lo más rápidamente posible.
─Las tareas, camarada Recabarren, son muchas y variadas. En un decenio debemos
normalizar la producción para obtener alimentos, vestuario y vivienda para – al menos –
el 90% de nuestros habitantes, trabajar con energías redobladas en la necesaria
electrificación del país y su, más necesaria aún alfabetización, hacer que la educación y
salud sean gratuitas para el total de nuestros habitantes, fomentar decididamente el
deporte y las artes y sostener los esfuerzos reivindicativos de todos los trabajadores del
mundo. Debo haber olvidado muchas cosas más, pero ya nos veremos otro momento y
conversaremos más de todo esto.
Diciendo estas palabras, avanza hacia Recabarren para darle la mano en signo de
saludo y de finalización de la reunión, felicitándolo por tan increíble labor desarrollada
con los obreros y los pobres chilenos y por su enorme sacrificio de casi un mes de viaje
por venir a Moscú. Todos se amontonan al lado de Recabarren y uno a uno se van
despidiendo de él.
La reunión había durado alrededor de 45 minutos, terminándose entre risas
saludos y abrazos fraternales. Recabarren percibió la figura del delegado chino Chou
en Lai, en el umbral de la puerta y se dijo a sí mismo que había que apurar el paso. Fue
así que deja la famosa sala de reuniones del C.C., no sin antes saludar a su amigo Chou
en Lai.
Después de la reunión, se encontró en los pasillos con Zinoviev, que haciéndole
un gesto con las manos “en signo de beber”, lo invita a tomar algo al subsuelo.
Por esos años el Kremlin tenía en el subsuelo una especie de cantina-cafetería donde
comían los soldados y la gente que trabajaba en las distintas dependencias. Allí entre el
humo de los cigarrillos y el vapor de los samovares, descendió Recabarren, una vez
terminada la reunión acompañado de Zinoviev.
Más adelante, conociendo ya el lugar, iría más seguido, sobretodo después de las
reuniones (muy formales) con los con los dirigentes del PCUS ruso. Digo formales
porque muchos dirigentes y soldados tenían, como Lenin tenía, un carácter muy
reservado y muy austero.
Lenin era muy riguroso dentro de la organización. Según él, el tiempo, la
pertinencia y la eficacidad de los encuentros debía ser una preocupación constante de
los dirigentes soviéticos. Esta conducta contrastaba con los otros miembros del Comité
Central Bolchevique a los cuales les encantaba conversar, intercambiar, beber vodka y
fumar mucho.
Los intercambios en la cafetería del Kremlin eran más bien coloquiales y
fraternales. Trotsky, Stalin, Kamenev, Zinoviev, entre otros, acompañaban a veces a
Recabarren y se enfrascaban en discusiones memorables. Stalin y Kamenev eran
fumadores empedernidos e invitaban a Recabarren a fumar esos famosos cigarrillos
negros, que eran muy fuertes para la garganta de un chileno acostumbrado a fumar
tabaco rubio.
Pasaban a veces momentos interminables tratando de entenderse. Hablaban un
poquito en español, otro poco en alemán, en inglés o en ruso. Recabarren conocía
11
algunas palabras rusas que estudió durante su largo viaje a la Unión Soviética. No sabía
pronunciar muy bien, claro está, pero se defendía como podía. Sabía saludar en ruso y
conocía las palabras claves como obrero, trabajo, lucha de clases, etc. Zinoviev había
estudiado un poco de español y con él las conversaciones eran más fluidas. Cuando se
juntaban, fuera de las reuniones sistemáticas y programadas, los intercambios eran
más fraternales. Stalin se interesaba mucho en conocer el alma de los chilenos, cómo
actuaban, qué pensaban. Lenin quería saber más de la geografía chilena y sus recursos
naturales. Kamenev y Trotsky se interesaban indistintamente en las flores, el vino, la
comida, el clima y/o las frutas chilenas. Recabarren les hablaba del desierto, de las
minas, de los ingleses y de la miseria de los mineros del Norte. Todos lo escuchaban en
un silencio religioso. Recabarren tenía el alma de un tribuno. Captaba muy fácilmente la
atención de sus interlocutores.
De regreso a Chile.
Entre diciembre de 1922 y enero de 1923, se llevó a cabo en Chile una campaña
con el fin de reunir fondos para costear el pasaje de regreso de Recabarren desde
Europa. Llegó a Santiago, el 19 de febrero de 1923. Existía gran expectación por el
mensaje que traía. La prensa reaccionaria había especulado que venía desilusionado.
Miles de personas habían desfilado por las calles, cantando himnos
revolucionarios y enarbolando banderas rojas. Coreaban su nombre. La muchedumbre
desbordaba la Plaza de Armas. Cuando se calmó la tempestad de gritos y cantos,
Recabarren se dirigió a la multitud: “Fui a la URSS a ver si los campesinos, obreros y
soldados estaban en el Poder y los vi en el Poder. El Ejército Rojo es el pueblo en uniforme
y el avenir de la Revolución mundial se ve difícil, pero es una gran lucha que vale
emprenderla, ¡el capitalismo es nuestro obstáculo! (…) En Rusia no existe la burguesía
gobernante, en Rusia no existe el capitalismo explotador, en Rusia las fábricas, los
campos, la producción está en poder de los trabajadores…” Aplausos y exclamaciones de
aprobación rubricaron sus palabras. La gente lo llevó en hombros hasta su casa. Ese
mismo mes comenzó a entregar las experiencias recogidas en su viaje a Rusia. La
primera conferencia la dictó en el teatro Esmeralda de la capital.
En marzo de 1923 se publicó en Santiago La Rusia Obrera y Campesina. Algo de lo
visto en su viaje, por Luis Emilio Recabarren. Un folleto de 94 páginas. Explicaba su
autor: “Sobre lo que vi y constaté durante los 43 días que estuve en Moscú, he escrito
algunos artículos, cinco de los cuales se publicaron en ‘La Nación’ de Santiago. Esos
artículos y las conferencias que he dado, después de mi llegada, de regreso de Rusia,
coleccionadas y con agregados que completan las informaciones, son el material que hoy
ofrezco en este modesto folletito, con la intención de llevar a los lectores una información
real de lo que hasta la fecha lleva construido el proletariado que en Rusia tiene hoy en su
poder la suma del poder político y económico; después de haber destruido todo el
mecanismo de la sociedad capitalista explotadora” (…) Se me podrá observar –agregaque 43 días no son suficientes para reconocer e informarse de todo lo necesario en un país
que ha cambiado tan fundamentalmente su régimen social, político y económico. Pero yo
responderé a eso que yo no fui a Rusia a buscar detalles, que para este objetivo no los
necesito, fui solamente a constatar lo más fundamental, con lo cual se construirá el
porvenir. Fui a ver si la clase trabajadora tenía en sus manos efectivamente el poder
político, con el cual garantice la conservación en sus manos del poder económico. Fui a
12
ver si la clase trabajadora tenía en sus manos la dirección del poder económico, con el
cual irá construyendo su bienestar… No fui en busca de menudencias y detalles. Para
recoger lo fundamental me alcanzó el tiempo. Y pude ver con alegría, que los trabajadores
de Rusia, tenían efectivamente en sus manos toda la fuerza del poder político y
económico.”
Vuelvo más convencido que antes.
Escribió Recabarren: “Es de esperar que después de la lectura reposada de este
corto folleto, cada proletario sepa tomar el sitio que le corresponde para encaminar sus
actividades hacia la realización del programa de combate del comunismo que destruya
este sistema capitalista que ya ha probado de sobra su total incapacidad para dar al país
ningún bienestar”.
“He vuelto de Rusia, más convencido que antes, de que urge apresurar la Revolución
Social que ponga en manos del pueblo todos los poderes para la construcción de la
sociedad comunista.
“Continuar con la inactividad o la espera de ilusorias promesas que se renuevan sin
cesar, es prologar el estado de explotación capitalista, que permite a unos pocos hacerse
millonarios en poco tiempo, mientras la mayoría de la población permanece en la más vil
miseria”.
Termina su escrito señalando: “Dar al pueblo los medios para terminar con su
malestar es, entre otros, el objetivo de este folleto”.
Esta obra es un contundente desmentido a la falsa afirmación de la prensa
oligárquica que Recabarren se habría suicidado porque regresó desilusionado de su
viaje a Rusia.
La Cámara de Diputados de Chile rinde homenaje a Lenin
Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) Secretario General del PCUS y dirigente principal
de la revolución Bolchevique, falleció el 21 de enero de 1924. El diputado Luis Emilio
Recabarren, quien sentía gran admiración y afecto por Lenin, y por el hecho de haber
estado con él físicamente, propuso en la sesión del 5 de febrero de 1924, que la Cámara
enviará un mensaje de condolencia al gobierno soviético. Su primer intento resultó
fallido. La mayoría derechista se abocó a un homenaje al ex presidente de Estados
Unidos, Woodrow Wilson.
Al día siguiente Recabarren volvió a la carga. Preguntó a sus honorables colegas si
el rechazo a su proposición se debía a que en Rusia gobernaban los comunistas, los
trabajadores, sin considerar que Lenin era una de las principales figuras de la historia
contemporánea. Recordó que hasta la prensa burguesa le reconocía sus grandes
méritos. Citó el periódico La Nación, del 23 de enero que decía: “El cable ha comunicado
que Nicolai (sic) Lenin murió a las 6,30 horas del martes 21 en su residencia particular
ubicada en Moscú. Acaso no hay en el momento una figura más interesante en el
panorama mundial, que la de este hombre extraordinario. La figura de Lenin es, con todo,
de un relieve único”. Recabarren entregó antecedentes de la obra de Lenin y de sus
camaradas en Rusia. Luego prosiguió, en medio de interrupciones y de las burlas de los
diputados derechistas.
“La personalidad de Lenin se levanta a mucha más altura que la del ex Presidente
de Estados Unidos. El ex presidente Wilson dirigió a su gran nación para embarcarla en la
13
pasada guerra, para aumentar el fuego, para destruir la humanidad, para arrastrarla a
la horrible matanza de la juventud del mundo en que estaba empeñada la clase
capitalista.
Mientras esto hacía Wilson, Lenin, este hombre oscuro y calumniado, esta figura salida de
la nada, este hombre que no tembló siquiera ante la inminencia del patíbulo, trató de
retirar a Rusia de la guerra, y luchó hasta que lo consiguió.”
No se sabe si fue la capacidad discursiva de Recabarren, el humanismo de algunos
o la estupidez de otros, pero la votación fue una sorpresa: 26 votos a favor, 5 en contra
y 7 abstenciones.
Fue así como la Cámara de Diputados de Chile, aprobó el envío de un telegrama
de pésame al gobierno soviético, que en los hechos era un homenaje a Lenin. Fue el
último gesto político y de amistad que cumplió Luis Emilio Recabarren por su
camarada y amigo Lenin. Algunos meses más tarde se suicidaría.
P.S. Todas las citas están sacadas de las obras completas de Luis Emilio Recabarren.
http://www.marxists.org/espanol/recabarren/index.htm
http://www.marxists.org/espanol/recabarren/index.htm
[1] Hernán Ramírez Necochea. Historia del movimiento obrero en Chile. Ediciones
Literatura Americana Reunida, 1986 – 332 páginas
Los Jesuitas en la encrucijada:
Espionaje y represión política en la
Universidad Alberto Hurtado. Andrés Figueroa Cornejo. 23/06/2015
“Benevolencia sin justicia no salvará el abismo entre el patrón y el obrero, entre el
profesor y el alumno, entre marido y mujer.”
Alberto Hurtado, sacerdote jesuita chileno, canonizado en 2005
Desde exorcistas hasta guerrilleros revolucionarios llenan la historia de una de
las congregaciones más complejas y contradictorias de la Iglesia Católica: la Compañía
de Jesús. En diversas partes del mundo y en Chile, los sacerdotes jesuitas (SJ) han sido
acusados de maquiavélicos, la mano tras el trono papal, misioneros izquierdistas,
propagandistas inescrupulosos; defensores del pueblo oprimido que han pagado con su
vida su compromiso político y social; corruptos, intelectuales, hipócritas, cómplices y
estrategas de los poderes establecidos; teólogos brillantes, rebeldes e inteligentes.
Como toda entidad humana, la Compañía de Jesús expresa en su interior la lucha de
clases sociales que marca de modo explícito y radical el devenir, sobre todo, de las
regiones periféricas del capitalismo: América Latina, África, Asia, el sur de Europa y de
incluso amplias zonas de los Estados Unidos de Norteamérica.
Ezzati: La negación de la nueva política del Papa Francisco
Más allá de la Compañía de Jesús, la crisis de credibilidad que atraviesa hace
décadas la Iglesia Católica en el planeta y en el país andino debido a los numerosos
casos de abusos sexuales contra menores de edad y el conservadurismo y
14
distanciamiento de los problemas reales de las mayorías sociales, ha dañado de tal
forma a una de las instituciones más añosas del globo, que las parroquias y templos se
vacían, se han derrumbado las cifras de vocaciones sacerdotales y multiplicado las
renuncias de clérigos. Ello explica en gran medida la vuelta de tuerca que comportó por
necesidad y sobrevivencia histórica la elección del jesuita argentino, hoy Papa
Francisco. Además de su política de ‘Tolerancia Cero’ contra la pedofilia y los abusos
sexuales de los miembros de la Iglesia, la auditoría contable de la administración
económica del Vaticano, el acento manifiesto en los derechos humanos, la crítica dura
contra el capitalismo salvaje, consumista y depredador de la biodiversidad, y el fin del
encapsulamiento de la Curia, el Papa Francisco ha reconocido al Estado Palestino y ha
saludado con entusiasmo la beatificación del cardenal salvadoreño Arnulfo Romero,
asesinado por un grupo de ultraderecha auspiciado por el entonces Estado terrorista de
ese país y pieza de ocupación del imperialismo norteamericano, a causa del
compromiso sin ambigüedades de Romero con los intereses del pueblo salvadoreño y
la lucha por su liberación.
En la reciente publicación de la encíclica Laudato si, el Papa señala que “Hoy
‘cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses
del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta'”. Por otra parte y al mismo
tiempo, el jefe del Vaticano continúa planteando su negativa al aborto legal, el
matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia.
En Chile, los intentos de encubrimiento de los casos de pedofilia en la Iglesia
Católica y la subordinación y fortalecimiento del Estado Mayor de la institución
religiosa a los intereses y territorios más retrógrados de la minoría en el poder a través
del cardenal y mandatario de la entidad, Ricardo Ezzati, niegan abiertamente la nueva
política del Papa Francisco. Hasta ahora, las fuerzas del Opus Dei y de los grupos más
cavernarios y fascistoides del catolicismo en Chile constituyen el principal obstáculo
para la reconstrucción de la autoridad moral que la Iglesia Católica tuvo,
principalmente, durante los años más oscuros de la tiranía pinochetista.
Ezzati en su laberinto
Pero el Papa Francisco, con el objeto de mantener los equilibrios dentro del
laberinto y pugnas intestinas de los grupos de interés en la Iglesia, y a contrapelo de la
comunidad católica de la sureña región de Osorno, nombró como Obispo de esa ciudad
al sacerdote Juan Barros, quien ha recibido hasta golpizas de los feligreses por su
complicidad en los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima
(https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Karadima).
De hecho, al saber de su
designación, uno de los principales denunciantes de los crímenes pedófilos de
Karadima, Juan Carlos Cruz, señaló a la BBC que "Juan Barros estaba parado ahí,
mirando, cuando me abusaban a mí. No me lo contaron, me pasó".
En esa misma línea, el ex arzobispo de Santiago, el archiconservador y derechista
acérrimo, Francisco Javier Errázuriz Ossa, fue nominado por el Papa Francisco como
uno de los poderosos miembros del Consejo de Cardenales, colaboradores directos en
el gobierno del Vaticano. La situación privilegiada de Errázuriz Ossa respalda la
designación del antipopular Obispo de Osorno en Chile y la garantía política requerida
por Ezzati para presentar sus querellas contra los sacerdotes jesuitas del país andino
15
José Aldunate, Mariano Puga y Felipe Berríos, por su condición de ardientes militantes
de la Iglesia de la opción por los pobres y del Cristo de los condenados/as de la Tierra.
Sin embargo, algo está ocurriendo. Las luchas al interior de la nomenclatura
católica chilena cobran cada día superior resonancia. El pasado 17 de junio de 2015,
sorpresivamente una de las manos derechas de Ezzati, el director ejecutivo del Clero,
Rodrigo Tupper, renunció a su cargo con argumentos peregrinos. Tupper fue uno de los
vicarios que defendió ciegamente a Ezzati de las críticas de los denunciantes del caso
Karadima, quienes acusan al primerísimo de la institucionalidad católica chilena de
haber encubierto los abusos sexuales de quien fuera párroco de la iglesia El Bosque.
La crisis y el conflicto están en carrera. Y la Compañía de Jesús en Chile se
encuentra en el centro de la tormenta.
Espionaje y represión en la Universidad jesuita Alberto Hurtado
La privada Universidad jesuita Alberto Hurtado (UAH), como gran parte de las
universidades públicas y privadas del país, se halla movilizada y en toma por el
estudiantado debido a los incumplimientos comprometidos por la bullada “reforma
educacional” del gobierno de Michelle Bachelet. Varias han sido las marchas y protestas
de los jóvenes y de la población que demandan la palabra empeñada por la mandataria,
en el marco de la mayor crisis del sistema de partidos políticos del último cuarto de
siglo suscitada por el financiamiento empresarial a buena parte de funcionarios del
Ejecutivo y del Legislativo. Todos los días nuevos casos de corrupción ocupan los
llamados de portada de la prensa, pese a la Copa América, los infructuosos intentos de
arreglar “por arriba” una crisis de final insospechado y que involucra directamente a
ambos bloques políticos dominantes, Nueva mayoría y Alianza por Chile. Cada encuesta
a la gente hunde todavía más a la presidenta, al gobierno y al conjunto de partidos del
sistema político establecido.
Fuentes provenientes del interior de la casa de estudios superiores de la
Compañía de Jesús, con resguardo de sus identidades ante las posibles medidas de
castigo de las autoridades de la Universidad jesuita Alberto Hurtado, manifestaron que
“el 17 de junio, los estudiantes se encontraban en la toma de las dependencias
universitarias, al igual que muchas universidades privadas que no tendrán gratuidad en
la enseñanza ni participación en sus gobiernos universitarios, en medio de una
asamblea junto a los trabajadores contratados y subcontratados de la institución.
Aproximadamente antes del mediodía, trabajadores/as y estudiantes fueron
informados de que se estaba produciendo un incendio en el entretecho de algunas
salas. Al poco tiempo llegaron los bomberos quienes fueron llamados por los propios
estudiantes. En ningún momento los jóvenes obstaculizaron la labor bomberil. Por el
contrario, incluso los estudiantes colaboraron con su labor. Frente a los hechos, la
comunidad en toma resolvió desalojar las dependencias de la Alberto Hurtado”.
-¿Cuál fue la reacción de las autoridades y dueños de la UAH?
“Desde los inicios de la ocupación pacífica de la universidad (votada por todos
los estudiantes y ratificada por todas las carreras), las autoridades organizaron una
campaña para criminalizar a los jóvenes. Y a propósito del incendio, la nomenclatura
universitaria responsabilizó públicamente a los estudiantes, sin prueba alguna de la
acusación, a través del prorrector Jorge Larraín Ibáñez, segundo luego del rector, el
16
sacerdote jesuita Fernando Montes Matte. Pero fue al revés: los propios bomberos
señalaron la ayuda y facilitación que recibieron de los jóvenes para realizar su tarea y
determinaron que el siniestro fue resultado de un cortocircuito eléctrico.”
-¿Y el rector Fernando Montes?
“Ha intentado mantener un bajo perfil porque hace poco protagonizó un
escándalo contra los trabajadores de la universidad que le valió a él y a toda su
directiva tener que asistir obligatoriamente a un curso dictado por un abogado externo
a la casa de estudios, para “promover el respeto a los derechos fundamentales de sus
trabajadores”. Así lo estableció una resolución dictada por la Unidad de Mediación de la
Dirección Regional de Trabajo de la zona Occidente. La orden a la casa de estudios se
dio luego de que dos empleados denunciaron a la institución por prácticas desleales en
medio de la negociación colectiva de enero pasado.”
Las mismas fuentes indicaron que “la comunidad universitaria está disconforme
con la cantidad excesiva de cámaras de vigilancia de última generación con micrófonos
incorporados, dirigidas a los espacios de reunión de los estudiantes y donde se realizan las
asambleas, foros y debates políticos. Además nos llegaron archivos de fotos (los muestran
al periodista que escribe este artículo), con antecedentes y análisis políticos sobre
estudiantes con el fin de las autoridades de la entidad de luego efectuar montajes y
sumarios contra los jóvenes.”
-¿Qué otro tipo de formas de espionaje y represión usan los jefes de la UAH contra la
comunidad?
“Emplean a guardias para realizar seguimientos a estudiantes. Tienen actas de
control de la entrada y salida de ciertas personas en particular. Todo lo que se mueve
en la universidad es vigilado.”
-¿Desde cuándo existe esta política en la UAH?
“Desde el 2010 con más fuerza, y se intensifica cuando hay períodos de
movilización del estudiantado y la comunidad en general. Por otra parte, la oficina de la
dirección de servicios generales de la UAH (a cargo de Tomás Fuenzalida Risopatrón,
egresado del jesuita colegio San Ignacio de Santiago) tiene las llaves de la sede de la
federación de estudiantes. Son copias secretas de las chapas del local que usa la
organización estudiantil de turno. Eso explica que con frecuencia allanen la sede y
desaparezcan papeles, computadores, información de los estudiantes, actas de
asambleas y documentación política.”
Las fuentes comunican que “también fueron encontrados apuntes con una
caracterización política e información detallada de la discusión democrática estudiantil
sobre el quehacer educacional por el cual transita el país. Los apuntes recopilados por
funcionarios de los servicios generales de la UAH están dirigidos al secretario general
de la entidad, José Miguel Burmeister, y a la dirección.”
-¿Y quiénes aparecen en las fotografías sacadas desde las cámaras de vigilancia que
ahora me enseñan?
“Principalmente los estudiantes movilizados por una mejor educación, más
inclusiva, participativa y gratuita. En este material, por ejemplo, están las órdenes e
17
información enviadas entre la dirección de los servicios generales (Tomás Fuenzalida),
el director jurídico de la universidad, Augusto Wiegand Cruz, y la cara visible de los
servicios generales, Richard Nelson Apablaza Contreras. Como puedes ver, hay fotos del
ex candidato a la presidencia de la federación de estudiantes que cursa el tercer año de
la carrera de Ciencias Políticas, Felipe Sánchez Torrealba, y del estudiante de la misma
carrera, Esteban Reyes Cambiaso. También se hallaron los formatos para hacer los
análisis políticos, muy parecidos a los usados en la dictadura militar contra los
opositores de entonces: fecha y hora de los hechos, estudiantes involucrados con sus
identificaciones “lo más completa posible”, la descripción “lo más detallada posible de
los hechos” y su “contexto”, indicación de los “antecedentes y pruebas que se tengan”,
etc. El objetivo es criminalizar a los estudiantes, por supuesto. Es importante indicar
que el 2011 y el 2012, las autoridades universitarias aplicaron un sistema casi similar
cuando los estudiantes solidarizaron con el movimiento del pueblo mapuche y sus
representantes que viajaron a Santiago a solicitar ayuda. Durante los últimos años han
sido sometidos a sumario alrededor de una veintena de jóvenes y expulsados y
perseguidos de un modo insólito, aproximadamente diez estudiantes. A la UAH han
ingresado las fuerzas policiales incontables veces, apresando incluso a estudiantes
heridos e inconscientes.”
-¿Cómo interpretan estos métodos de represión y persecución política?
“Como una práctica habitual de seguimiento ilegal del sector de los jesuitas que
conduce la universidad y que no tiene nada que ver con el comportamiento de los
sacerdotes jesuitas que acompañan la causa de los oprimidos del país. Al respecto, vale
recordar que el año pasado nada más, el sacerdote Luis García Huidobro decidió
abandonar la Compañía de Jesús para quedarse a vivir en una comunidad mapuche.
Está claro que existen jesuitas que comulgan con los pocos de arriba y otros con los
muchos de abajo. Los jesuitas de la dominación y los jesuitas de la liberación.”
-¿Creen que las autoridades actuales de la UAH tienen algo que ver con la verdadera
revolución y de clara opción por los pobres de la Iglesia Católica que está llevando
adelante el jesuita Papa Francisco?
“No. Si se quiere salvar la Iglesia en Chile, debe volver a lo que fue su defensa
incondicional de los Derechos Humanos, sobre todo durante la dictadura. Hoy ocurre
que irónicamente la oficina donde operan los servicios generales está en el mismo lugar
donde
se
situaba
la
Vicaría
de
la
Solidaridad
(https://es.wikipedia.org/wiki/Vicar%C3%ADa_de_la_Solidaridad) que protegió a
tantos/as perseguidos y víctimas de la tiranía de Pinochet.”
En el directorio de la Universidad jesuita Alberto Hurtado hay ideólogos del capitalismo
de vanguardia chileno, ex gerentes y dirigentes gremiales del empresariado más
poderoso y elitista del país andino y personajes asociados directamente al sistema
financiero, al retailer, a las leyes contra la juventud empobrecida y a agrupaciones de
pensamiento de ultraderecha (http://www.uahurtado.cl/universidad/autoridadesuniversitarias/) .
En virtud de los últimos acontecimientos sucedidos en la casa de estudios
superiores, que lleva el nombre de un sacerdote jesuita convertido en santo por su
18
lucha social y a favor de los sin nada, las autoridades ya están cursando nuevos
sumarios contra los estudiantes. ¿Qué dirá el Santo Padre?
http://www.alainet.org/es/articulo/170616
- See more at: http://www.alainet.org/es/articulo/170616#sthash.qRBm7njW.dpuf
Trabajadores y Legislación Laboral El artículo 161 en Chile (I). Vicente
Mellado. Licenciado en Historia, Universidad de Chile.
[Apuntes ] El actual Código del Trabajo chileno constituye una obra de la
dictadura militar. Redactado por José Piñera en 1979, fue legitimado por los gobiernos
de la Concertación a partir de 1990. Debe quedar claro que contiene una legislación
inclinada en favor de los intereses patronales, en desmedro de los trabajadores. Uno de
sus artículos impuestos a sangre y fuego por el régimen militar, y que la Concertación
apenas modificó fue el artículo 161, el cual señala:
“(…) el empleador podrá poner término al contrato de trabajo invocando como
causal las necesidades de la empresa, establecimiento o servicio, tales como las
derivadas de la racionalización o modernización de los mismos, bajas en la
productividad, cambios en las condiciones del mercado o de la economía, que hagan
necesaria la separación de uno o más trabajadores (…)” (1)
19
En otras palabras, este artículo consagra el despido del trabajador sin
justificación alguna. El empresario (o empleador) no tiene la obligación de acreditar las
causas de la desvinculación. Esta norma es utilizada por los empresarios para despedir
a trabajadores organizados en sindicatos o que quieren organizarse. Pero a su vez tiene
como consecuencia directa para los trabajadores la institucionalización de la
inestabilidad laboral.
Si el trabajador acredita que el despido es improcedente, la legislación no obliga
al empresario a reincorporar al despedido. En la actualidad, la reincorporación por
despido es una excepción, que se justifica acreditando fuero del trabajador, prácticas
anti sindicales o víctima de grave discriminación. Pero esto debe comprobarse y tener
las herramientas judiciales para efectuarlo. Herramientas que la gran mayoría de
trabajadores carece. Teniendo en cuenta estas afirmaciones, nos hacemos la siguiente
pregunta: ¿siempre ha sido así?, ¿alguna vez en la historia de Chile los trabajadores han
podido ser reincorporados por despidos injustificados y arbitrarios por el empresario?
Las leyes que consagraron parcialmente la estabilidad del trabajador
A mediados de la década del 60, el movimiento obrero y campesino chileno
estaba viviendo el mayor impulso de su historia como actores determinantes en la
configuración de la sociedad y la economía chilena. La Central Única de Trabajadores
(CUT) estaba en su mejor momento organizativo, ampliando su fuerza y extendiendo
las redes sindicales.
En 1964, luego del triunfo presidencial del demócrata cristiano Eduardo Frei
Montalva, la CUT levantó su “plataforma de lucha” para 1965. Entre los puntos se
estableció la “(…) inamovilidad en el trabajo de los obreros, empleados particulares,
públicos y campesinos” . (2) Después de la gran huelga general de enero de 1966 —que
terminó con el asesinato de seis obreros y dos mujeres pertenecientes al mineral El
Salvador— y la consiguiente presión de la CUT, el gobierno demócrata cristiano (DC)
publicó el 6 de abril de 1966 la ley 16.455 titulada “normas para la terminación del
contrato de trabajo”. Su artículo 8º señaló:
“(…) Cuando el Juzgado resuelva que la terminación del contrato ha sido
injustificada, ordenará, a petición de parte o de oficio, la inmediata reincorporación del
trabajador a sus labores habituales, con derecho al pago de las remuneraciones
correspondientes al período en que estuvo separado de sus funciones, considerándose
como efectivamente trabajado para todos los efectos legales (…). (3)
De este modo, el trabajador sin fuero sindical, denunciando en tribunales que su
despido era injustificado, podía exigir la reincorporación a su trabajo. La nueva ley
derogó las normativas que permitían al empleador despedir sin justificación alguna. De
este modo, la reincorporación por despido quedó establecida. Esto permitió fortalecer
la organización sindical al mantener a los trabajadores al interior del establecimiento, y
sobre todo, garantizar una mayor estabilidad laboral para el trabajador y sus familias.
Si bien la ley buscaba equilibrar la relación entre empresarios y trabajadores,
constituyó una conquista parcial desde donde los trabajadores pudieron apoyarse para
seguir avanzando en sus demandas sociales y políticas. La ley no fue entregada por la
buena voluntad del gobierno. Que quede claro que fue por la lucha unitaria y
organizada de los trabajadores.
20
Sin embargo, el golpe militar de 1973 suspendió esa ley, derogándola
formalmente en 1981, pasando a regir el actual Código del Trabajo y su famoso artículo
161 (formalizado en 1990).
Queda demostrado que sí es posible derogar el artículo 161 del actual Código del
Trabajo, y establecer una legislación más favorable para el trabajador que termine con
la inestabilidad laboral que sufre la mayoría del pueblo trabajador chileno. Pero para
lograr eso, los trabajadores deben unirse y luchar por sus demandas. Ninguna ley que
favorezca a los trabajadores se conquista sin arrancársela a los empresarios y sus
gobiernos con lucha y movilización.
(1) Código del Trabajo, Noviembre de 2014, Dirección del Trabajo, Gobierno de Chile, p.
87. Negritas nuestras.
(2) Barría, Jorge, Historia de la CUT, Ediciones Prensa Latinoamericana, 1971, p. 120.
(3) Ley 16.455, publicada el 6 de abril de 1966. En www.leychile.cl .
23-06-2015. Entrevista con los historiadores Franck Gaudichaud y Sergio Grez.
Después de las luchas estudiantiles de 2011: luchas sociales y proceso
constituyente. Giulia Willig. SolidaritéS
Traducción del francés para Rebelión por Rocío Gajardo Fica
Hablamos con Sergio Grez, profesor de historia en la Universidad de Chile
(Santiago) y Franck Gaudichaud , profesor de Estudios Latinoamericanos en la
Universidad de Grenoble (y actualmente investigador visitante en la Universidad de
Chile), sobre la situación política y social en ese país a raíz del gran movimiento
estudiantil de 2011.
¿Dónde está el movimiento estudiantil chileno hoy?
Franck Gaudichaud: históricamente, el movimiento de los estudiantes y de los
alumnos de secundaria ha sido siempre un actor social muy importante en Chile,
incluso contra la dictadura. En la democracia "neoliberal" hubo una recomposición de
las luchas estudiantiles, que culminó en 2011 con una movilización masiva respecto de
las demandas por una educación pública, gratuita y de calidad. Hoy en día, el
movimiento está luchando de nuevo, muy activo, con ocupaciones de escuelas y
universidades, después de haber tenido durante un tiempo un poco de dificultad para
enfrentar el nuevo escenario político con la elección de Bachelet, quien recuperó, en
parte, algunas de las grandes reivindicaciones, por ejemplo sobre la reforma educativa,
pero integrándolas a una perspectiva social-liberal que no rompe en lo absoluto con la
democracia neoliberal y la educación de mercado. Después de las luchas de 2011-2012,
muy masivas y radicales, que hicieron temblar el conjunto del sistema político, el año
pasado fue una fase de ajuste, ya que la CONFECH (Confederación de Sindicatos
Estudiantiles) debió enfrentar un escenario en el que el Gobierno propuso "desde
arriba" sus reformas y ya no el movimiento. Los dirigentes del movimiento estudiantil
cayeron, en parte, en la trampa del "diálogo" establecido por el ministerio de
Educación. Por otra parte, algunos líderes del movimiento estudiantil de 2011, como
Camila Vallejo (PC), por ejemplo, están en el parlamento y/o la coalición de Gobierno.
21
Este año, vemos que los sindicatos de estudiantes han retomado el impulso, con una
dinámica de luchas y directrices más claras, y desde el mes de mayo con
manifestaciones masivas de más de cien mil personas...
Otro elemento notable es que – después de 2011 - algunos líderes se integraron
institucionalmente (al Parlamento y/o al ejecutivo), son fuerzas políticas a la izquierda
del Partido Comunista que dominan la CONFECH, por lo tanto, independientes de la
coalición de Gobierno. Entre ellas, la Izquierda Autónoma, el Frente de Estudiantes
Libertario (FEL), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y pequeñas organizaciones
revolucionarias, como el Guachuneit. Así, es la “izquierda de la izquierda” la que tiene
peso en la CONFECH, lo que puede anunciar un año de enfrentamientos más directos
con Bachelet y su programa de reformas. Dicho esto, hay límites a esta aparente
"radicalidad": primero en términos políticos, pero también en términos de
representatividad de las federaciones estudiantiles, debido a que el índice de
abstención en las votaciones estudiantiles es muy alto…
Sergio Grez: el movimiento estudiantil chileno para la educación pública, gratuita y de
calidad para todas y todos, conoce, como todos los movimientos sociales, avances y
retrocesos. Luego de fines del 2011, vivió un cierto reflujo debido a los resultados de las
movilizaciones de ese año. Tuvo la sensación de no haber conseguido ningún resultado
concreto. Sin embargo, el movimiento continuó con mucha fuerza en el año 2012. En
2013 estuvo en calma, en gran parte porque era un año electoral, que por lo general no
es propicio para los movimientos sociales. Luego, en 2014, Bachelet asumió la
presidencia por segunda vez con, hay que destacarlo, sólo el 25% de los votos
potenciales, ya que la tasa de abstención alcanzó el 60%. La nueva coalición
gobernante, la Concertación travestida en "Nueva Mayoría" a la cual se ha integrado el
Partido Comunista (PC), retomó, con un montón de engaños, algunas consignas del
movimiento estudiantil, lo que ha alimentado esperanzas en el movimiento social, con
más razón desde la integración del PC.
El año 2014 estuvo marcado por movilizaciones bastante débiles y por el diálogo
con el ministro de Educación de entonces, Nicolás Eyzaguirre. Exmilitante del PC,
militante del PPD (Partido por la Democracia), es un economista de renombre de
reconocida tendencia neoliberal, antiguo alto funcionario del FMI; también ocupó un
cargo importante en el Canal 13, uno de los principales canales de televisión
pertenecientes al grupo Luksic (primera fortuna de Chile).
Aunque la llegada de Bachelet al poder, y de Eyzaguirre a la educación, sin duda
dio un impulso al movimiento estudiantil, este se ha encontrado, en mi opinión,
atrapado en un diálogo de sordos. Esto no quiere decir que no hubiera protestas, pero
fueron pocas y relativamente menores. El movimiento estudiantil prácticamente no
obtuvo nada en 2014, salvo la derogación de un decreto que hacía la organización de
los estudiantes más difícil. Esta es la única conquista del año anterior. El año 2015 se
anuncia mejor: varias protestas grandes se han desarrollado desde el mes abril,
manifestaciones a las cuales se han unido otros ciudadanos, los que han aprovechado
esta coyuntura para demostrar su desacuerdo fundamental con la política
gubernamental. El pasado 21 de mayo Bachelet pronunciaba un discurso presidencial
ante el Congreso en Valparaíso, mientras una movilización masiva se desarrollaba en
las calles, la cual enfrentaba una fuerte represión. Una joven resultó gravemente herida
22
mientras otro manifestante se encuentra todavía en estado de coma. Esto no deja de
recordarnos la represión policial del Gobierno derechista de Piñera, pero también la del
primer gobierno de Bachelet en contra del movimiento de los "pingüinos" de 2011
(movimiento de los estudiantes de secundaria). El movimiento estudiantil está
empezando a despertar, varias facultades están en huelga y las movilizaciones se
siguen. Creo que el movimiento estudiantil fijará el tono de este año, ya que se niega a
la reforma educativa propuesta por el Gobierno. Se niega a que la gratuidad se obtenga
a través de subvenciones, como desea el Gobierno. Reivindican la gratuidad como un
derecho social universal garantizado por el Estado y consagrado en la Constitución. La
movilización de los estudiantes está, por lo tanto, intrínsecamente ligada a la
reivindicación de un cambio de Constitución.
Hoy el movimiento estudiantil tiene pretensiones más amplias que las
relacionadas con la educación...
FG : no hay verdadera ruptura entre 2011 y hoy en día: los estudiantes continúan
exigiendo una educación gratuita, pública y de calidad, lo que también equivale a
cuestionar la reforma de Bachelet que no afecta el mercado de educación, pero que
cuenta solamente introducir la gratuidad para una parte de los estudiantes,
subvencionando la demanda aún más ampliamente.
Las movilizaciones actuales intentan también profundizar lo que se intentó en
2011: vincular sus demandas concretas con el conjunto de la sociedad, defendiendo,
por ejemplo, la nacionalización de los recursos naturales y del cobre, o una reforma
fiscal redistributiva, bien lejos de la preconizada por Michelle Bachelet, que no toca a la
mayoría de los grandes patrones. Es por esto que se llama a la unificación de las luchas
sociales y populares. En este sentido hay un intento, aún tímido, dentro de la Mesa por
la Educación, con el objetivo de intentar ganar el apoyo de los trabajadores o de los
pobladores (movimiento de los pobres urbanos). Es importante ver la presencia de los
profesores y sus reivindicaciones en las protestas. Son los profes que desde semanas
están liderando huelgas y marchas en torno al proyecto de reforma del estatuto
docente y, más allá, sobre que educación construir en Chile. También es notable los
cortes de rutas y barricadas que realizaron juntos organizaciones estudiantiles,
sindicales y de pobladores en torno al rechazo de la actual reforma laboral. Es un
proceso interesante, incluso si vemos que todavía es difícil de implementar una
unificación más profunda y masiva entre resistencias estudiantiles y de asalariados.
Debemos recordar que nos encontramos en un contexto en que la CUT, la principal
central sindical, está dominada por la Democracia Cristiana (DC) y el PC, al igual que la
dirección del Colegio de Profesores, que no tiene ningún interés en crear dificultades a
"su" Gobierno. Las debilidades o dispersión del movimiento sindical de los trabajadores
también repercuten en la posibilidad de crear un arco de fuerzas más amplio, de clase.
Sin embargo, existen en el movimiento sindical sectores rupturistas, combativos, que se
desarrollan (por ejemplo la Unión Portuaria), y que llaman claramente a dinamizar los
conflictos capital-trabajo, al mismo tiempo que apoyan un cambio en el modelo de
educación, realizan llamados a la nacionalización de los recursos naturales, el fin de las
jubilaciones controladas por los fondos de pensiones, el derecho a la
autodeterminación del pueblo mapuche, etc. Hay que subrayar también la fuerza de las
luchas territoriales y por la vivienda con movimientos como Andha Chile o el MPL (
23
Movimiento de Pobladores en Lucha) o las resistencias en contra de megraproyectos
mineros y energéticos. La demanda que podría federar, en parte, a todos estos sectores
es la reivindicación de una asamblea constituyente, pero que sea popular, desde abajo y
democrática. El camino aún es largo …
SG: Desde 2011, el movimiento estudiantil logró llevar adelante el tema de la
educación, lo que constituye un gran paso adelante. Hasta principios de 2011, nadie en
Chile se atrevía a tratar la educación como un tema político clave. Gracias a los
esfuerzos de unos pocos meses, la situación ha cambiado drásticamente. Hoy en día,
todo el mundo, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, está de acuerdo en
que es un tema fundamental. Al mismo tiempo, el movimiento estudiantil ha logrado
hacer emerger más preguntas sobre el tema de la financiación de la educación. Ellos
han hecho propuestas muy concretas y elaboradas de manera seria, en particular el
proyecto de reforma fiscal y de nacionalización del cobre. Hoy en día, algunos sectores
han llegado a reivindicar una asamblea constituyente. Dicho esto, desde un punto de
vista práctico, hay que reconocer que desde 2011 no ha habido avances notorios en la
construcción de vínculos entre los movimientos sociales. Se han realizado intentos por
parte del movimiento estudiantil para acercarse a otros movimientos sociales, por
ejemplo con los mapuches, con el movimiento de los profesores, por supuesto; y
algunas veces con las luchas de los trabajadores, por ejemplo los de los puertos. Pero,
en mi opinión, estas relaciones son todavía débiles, no hay vínculos estables, orgánicos
y permanentes entre estos movimientos sociales: es algo que aún necesita
desarrollarse.
¿Cuáles son los otros movimientos sociales?
SG : Entre los movimientos más importantes en la actualidad, se encuentra en primer
lugar el de los mapuches, que no es estrictamente social, ya que se trata de una
demanda política nacional por la autonomía y la reconquista de ciertos derechos que
les han negado, en particular el derecho a la tierra y los derechos políticos. También
existe un fuerte movimiento contra el centralismo del Estado. El movimiento de los
trabajadores portuarios es muy interesante. En Chile, el mar ha sido privatizado,
pertenece a siete grandes grupos económicos, mientras se han dejado sólo pequeñas
porciones de la costa para los pescadores artesanales.
El movimiento se ha organizado en los últimos años en torno a los sindicatos
portuarios, que no tienen estatuto legal, pero que reúnen a sindicatos que sí lo tienen.
Este ha conducido importantes huelgas y movilizaciones en 2014. Se trata de un
movimiento notable porque desde un punto de vista político ha logrado poner en
peligro los intereses de los grandes exportadores (frutas, madera). Pero también
porque logró movilizar a los trabajadores a lo largo de la costa, en solidaridad con los
trabajadores del puerto de Mejillones, que pedían una hora para el almuerzo en lugar
de los actuales 30 minutos. Casi todos los puertos de los trabajadores se movilizaron
para apoyarlos. Es un movimiento que ha sabido revivir las tradiciones de solidaridad
entre los trabajadores, rotas por la dictadura y por el modelo neoliberal de la
democracia actual.
24
¿Cuál es el estado actual de las fuerzas de la izquierda radical?
FG: En primer lugar, hay que decir que el estado actual, todavía frágil, de las luchas de
clases es un primer límite para favorecer la recuperación - recomposición de las fuerzas
políticas de las izquierdas anticapitalistas, que permanecen muy dispersas y divididas.
En este contexto es difícil prever una unificación "en frío" de las izquierdas radicales, de
las cuales los contornos aún no se han definido. Por ejemplo, si se habla del movimiento
estudiantil, ha habido intentos, como el Bloque de Conducción, que reagrupaba, hasta
hace poco, a la Izquierda Autónoma, la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y el Frente
de estudiantes libertarios (FEL). Juntos disponían de una hegemonía relativa en la
dirección del movimiento estudiantil. Pero este frente, que puede calificarse como
"antineoliberal amplio", se rompió hace unos meses debido a falta de coherencia
estratégica e interna. En términos más generales, la unificación es también muy difícil
entre muchos pequeños grupos revolucionarios o colectivos de diferentes culturas
políticas que a menudo poseen una influencia limitada a tal o tal sector. Estas fuerzas
son todavía minoritarias, pero algunas han crecido desde 2011, alimentadas por la
reactivación de las luchas sociales.
La cuestión es cómo desarrollar hoy en Chile una izquierda anticapitalista y
autogestionaria, ni dogmática o sectaria, ni tampoco electoralista u oportunista, capaz
de poner en debate en el bajo pueblo de Chile un programa político de ruptura clara, de
transición poscapitalista, y a la vez de ayudar a corto plazo al desarrollo de acciones
unitarias, de frente social y político, útiles al reforzamiento de los movimientos
populares y de conquistas concretas. Esto con el fin de superar las reivindicaciones
sectoriales, pero también el ensimismamiento militante y el repliegue organizacional.
Es difícil, ya que algunas cuestiones estratégicas claves siguen siendo controvertidas:
¿Cómo hacer frente al nuevo ciclo político marcado por el "transformismo" del
gobierno Bachelet, en una perspectiva no solo antineoliberal pero anticapitalista? O:
¿quiénes son los "sujetos" de transformación social por la que estamos luchando en el
Chile actual? Las izquierdas radicales o revolucionarias nacionales tienen también, a
veces, dificultades para incorporar temas fundamentales como la ecología, el
ecosocialismo, el feminismo, el patriarcado o para llevar a cabo un trabajo
internacionalista concreto, lo que dificulta su desarrollo. Si uno quiere presentar en
términos generales el panorama - todavía muy fragmentado - de estas izquierdas
políticas, encontramos organizaciones que provienen de lo que podríamos llamar el
"neomirismo" (y que van desde el centro-izquierda, los antiliberales hasta fuerzas
guevaristas); existente una corriente libertaria muy dinámica y amplia (desde los
anarquistas de “pura cepa” hasta militantes de la Izquierda Libertaria que abogan por
una "ruptura democrática"); están también todas las fuerzas que provienen de diversas
rupturas del movimiento comunista y del "rodriguismo" [nombre del Frente Patriotico
Manuel Rodríguez, NdE] y, finalmente, hay una corriente trotskista (más o menos
originaria del "morenismo") bastante presente y que mira como ejemplo la experiencia
del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) de los hermanos argentinos .
SG: Hay, en mi opinión, una fragmentación excesiva. En Chile, tenemos una izquierda
más social que política. Por supuesto, detrás de la izquierda social, hay grupos políticos
más o menos grandes, pero están muy dispersos y no tienen la capacidad de ponerse de
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acuerdo, incluso aunque haya convergencias sustantivas en muchos temas. Las
elecciones de 2013 son un buen ejemplo de esto: hubo cuatro candidatos
presidenciales de "izquierda" o progresistas, de un total de nueve, todos los cuales
propugnaban la asamblea constituyente, pero no han sido capaces de unirse. Cada uno
prioriza sus intereses de grupo. La izquierda radical no es capaz de ver las cosas con un
poco más de altura, perspicacia y generosidad.
¿Qué análisis se puede hacer del Gobierno Bachelet?
FG : el Gobierno de Bachelet es un Gobierno social-liberal de coalición que va del
centro-derecha (con la DC) al PC y se inscribe en el marco del modelo capitalista
neoliberal semiautoritario instaurado al final de la dictadura. Es por esto que hablo de
un "transformismo social liberal" (1). De cierta manera, el ejecutivo responde a las
luchas y al “susto” de las clases dominantes en 2011, tratando de estabilizar este
modelo a través de reformas parciales sobre temas claves. Este es un punto de polémica
con los análisis que hace el PC (que ve reformas progresivas del modelo).
Hoy en día, el Gobierno se enfrenta a una crisis de legitimidad sin precedentes
desde 1990, con enormes y recurrentes escándalos de corrupción que han afectado a
todo el mundo de la política en los últimos meses. Esto puso de manifiesto el nivel de
connivencia entre las grandes empresas, el capital y 99% del personal político presente
en el Parlamento. Todos recibieron dinero de grandes grupos como Penta, Soquimich,
empresas privatizadas o creadas durante la dictadura. Pero la respuesta de Bachelet ha
consistido principalmente en un cambio de gabinete, dándole una connotación aún más
conservadora que antes a su gobierno: vemos el regreso de los viejos cuadros de la
Concertación [coalición de centroizquierda que nació al final de la dictadura,
antepasada de la actual Nueva Mayoría NdE] a los puestos estratégicos del poder
gubernamental. Algunos sociólogos han visto el gobierno de Bachelet como el signo de
una “apertura”, de una cierta renovación. Si bien, es cierto, un nuevo ciclo político ha
emergido desde abajo - debido a las luchas sociales -, vemos una gran continuidad en
las cúpulas. Por otra parte, los medios patronales y El Mercurio (principal periódico, de
orientación derechista, y antiguo apoyo de Pinochet) no se equivocan cuando elogian al
ministro de Hacienda, al de Economía y al del Interior.
Esto explica por qué Bachelet realizó muy pocos anuncios durante su discurso
presidencial el último 21 de mayo. Todo el mundo se dio cuenta de que no mencionó la
asamblea constituyente, que confirma lo que ya sabíamos: habrá probablemente una
"nueva constitución" de aquí 4 o 5 años, no olvidemos que todavía está vigente la
instaurada por Pinochet en 1981, pero sin una asamblea constituyente como tal.
Probablemente habrá "consultas ciudadanas", participación selectiva, pero la mayor
parte de las decisiones serán tomadas a puertas cerradas en el Parlamento, entre
expertos, antes de ser –tal vez- sometida a un plebiscito. Para el resto se confirman la
mayoría de los puntos negros, sobre la reforma laboral por ejemplo, como se ha
denunciado incluso por una parte de la CUT. En el área de la educación, el objetivo es
alcanzar el 60 o 70% de gratuidad para estudiantes en 2018, pero todavía en el marco
del mercado. El Estado va a subvencionar este “servicio” sin cambiar la estructura de la
educación superior, aunque en un principio excluirá a los estudiantes de las
universidades privadas, lo que es paradojalmente problemático, ya que es allí donde se
encuentra la mayoría de los estudiantes, y a menudo los más pobres.
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SG : Este es un Gobierno reformista que pretende corregir ciertos aspectos del sistema
neoliberal para darle una base social y política más amplia y más estable. Si analizamos
cada una de las reformas, ya sea en relación con la educación, la fiscalidad, el trabajo, el
sistema de pensiones o la salud, se trata de pequeños cambios, pero que no buscan
romper radicalmente con el modelo actual. Por supuesto hay un aumento en los gastos
sociales desde el final de la dictadura, pero son gastos que en última instancia
benefician muy a menudo a los capitalistas. En el caso de la educación, por ejemplo, el
Gobierno propone aumentar las becas, con lo que los estudiantes pueden entonces
hacer su elección en el mercado de la educación. Se trata de subvencionar la demanda
en lugar de reforzar la oferta educacional pública. Hoy el Estado proporciona sólo entre
el 10 y el 15% de los gastos de las universidades públicas, mientras que con Allende la
participación pública ascendía ¡Al 80%! Es lo mismo para la salud: como los hospitales
públicos no pueden responder a todas las necesidades, damos subsidios a los pacientes
para que se traten en clínicas privadas. Finalmente esto aumenta las ganancias de las
instituciones privadas y debilita al sector público. Ese es el modelo neoliberal, y en este
sentido, el Gobierno de Bachelet no es diferente de la derecha. En cuanto al sistema de
pensiones heredado de la dictadura, no es un sistema de seguridad social, sino de
seguros privados basado en la capitalización individual. No hay repartición solidaria.
No obstante, lo que propone Bachelet es que el Estado regule este sistema para
garantizar mejores servicios.
Pero esto no va a cambiar nada en cuanto al fondo. Al contrario, debemos devolver el
dinero a los trabajadores y crear para ello un sistema de pensiones de repartición, justo
y solidario. La derecha también ha comprendido que no tiene mucho que temer del
Gobierno de Bachelet. Sus representantes se oponen a ciertas cosas, pero básicamente,
apoyan su política. En realidad la derecha tradicional está en crisis profunda, no sólo
debido a los repetidos casos de corrupción, sino sobre todo porque la Nueva Mayoría le
está robando su rol de representación de las clases dominantes.
Franck, ¿cuál es la posición del Partido Comunista, que forma parte del gobierno, pero
sigue teniendo una fuerte presencia en los movimientos sociales?
FG : Su posición es bastante compleja. Es el partido más disciplinado en el gobierno de
coalición, que implementa las decisiones y apoya Bachelet, pase lo que pase, con más
claridad que la DC o el Partido Socialista (PS), que han expresado públicamente sus
críticas. Por otra parte, el PC fue recompensado por ello en el nuevo gabinete, ya que
tiene dos ministerios, un hecho inédito desde los años 70. Si bien, no hay disidencia
interna organizada -que el partido no tolera– existen críticas a media voz en la base,
incluidos de cuadros comunales, con respecto a las políticas neoliberales de la coalición
gubernamental y el costo que podría pagar el partido por su participación. Por ejemplo,
sobre la reforma laboral, considerada muy problemática pues valida varios puntos del
plan laboral de 1979, o la ausencia de asamblea constituyente, cuya convocatoria se
pospone indefinidamente, etc. Figuras como Camila Vallejo, que tenía una cierta
autonomía de expresión, aprobaron el discurso presidencial del 21 de mayo sin
pestañear, excepto lamentar que no hubiese un anuncio de asamblea constituyente. La
apuesta PC fue volver al Gobierno, con la idea de que las reformas actuales serian un
primer paso democratizador. De ahí el debate de fondo: ¿es este un primer paso hacia
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una primera democratización del neoliberalismo, como sostiene el PC, o por el
contrario – como lo ve la izquierda radical – se trata de un intento de estabilizar el
sistema heredado de Pinochet y de la Concertación, que se ve amenazado por la
recomposición de las luchas sociales y por una creciente crisis de hegemonía? Por
último, la integración institucional-burocrática del PC es muy importante, ya que
detenta numerosos puestos de funcionarios de gobierno y asesores en el aparato
estatal, como también la vicepresidencia de la Asamblea Nacional y carteras
ministeriales.
Se beneficia, por ejemplo desde el punto de vista financiero, de su participación
en el poder y se ha consolidado como partido institucional “responsable”. Cualquier
ruptura con la coalición, si hubiese ruptura, sería aún más difícil y costosa. Por cierto, el
PC sigue siendo un actor del movimiento social, con una verdadera capacidad de
organización en algunos sectores populares y un gran partido con militantes y cuadros
dentro del panorama de la izquierda. Las Juventudes Comunistas tienen una sólida
presencia en el movimiento estudiantil y de los secundarios; parte del movimiento
sindical está bajo influencia de líderes comunistas (minería del cobre, por ejemplo.) El
partido tiene la presidencia de la CUT y del Colegio de Profesores. De cierta manera, el
PC es la principal fuerza social del Gobierno, la única capaz de canalizar el movimiento
popular. Esto no le impide llamar a movilizaciones, pero estas son a favor del Gobierno
y sus reformas...
La represión de las movilizaciones, especialmente las de los estudiantes, parece
haber aumentado últimamente. Dos jóvenes fueron brutalmente agredidos por las
fuerzas de orden durante una manifestación, otros casi dejados muertos por la policía…
FG : De hecho el clima se vuelve tenso, las prácticas represivas se multiplican. Esto, por
supuesto, no apareció con Bachelet: este es un problema recurrente y una práctica
histórica del Estado chileno. Pero con respecto a la reciente violencia contra los
estudiantes, con un joven militante de la UNE que permaneció entre la vida y la muerte
durante semanas, hay efectivamente una responsabilidad directa del Gobierno, de los
carabineros y del nuevo ministro del Interior. Es también el caso en el sur del país
contra los Mapuches. Por cierto, recientemente un carabinero infiltrado reconoció ante
un tribunal haber provocado incendios criminales, como parte de las actividades
dictadas por los servicios secretos. Un joven mapuche, falsamente inculpado, pasó 11
meses en la cárcel... Y esto es sólo la parte sumergida del iceberg: las prácticas de
infiltración policial, de provocación y de represión violenta son casi cotidianas en todo
el espacio de las luchas sociales y son todavía una pesada herencia autoritaria
prolongada por los gobiernos civiles.
SG : El poder, sea cual sea, el de Piñera o el de Bachelet, juega el juego del palo y la
zanahoria. Por un lado reprime y por otro hace llamados al diálogo. El Gobierno actual
es un especialista en "plataformas de diálogo" sobre diversos temas. Su estrategia
consiste en dialogar largamente, sin llegar realmente a cosas concretas. Y a veces
realiza pequeñas concesiones, sobre todo ahora, con el movimiento estudiantil, donde
dispone de una quinta columna formada por los militantes comunistas. Esto no existía
en el momento de Piñera, en el que el PC era claramente parte de la oposición. Camila
Vallejo, exlíder del movimiento estudiantil, ahora diputada comunista, lo había dicho
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claramente: "tendremos un pie en la calle, el otro en el Gobierno". Ahora bien, podemos
ver las contradicciones que suscita esto hoy en día: no se puede estar tanto de parte de
los estudiantes como del gobierno que los reprime. ¿Quién es el ministro del Interior
que Bachelet acaba de nombrar en su nuevo gabinete? Se trata de Jorge Burgos1, un
Los secretos de la oficina por Juan Cristóbal Peña
Marcelo Schilling, diputado PS, dirigió el organismo que combatió a los grupos subversivos tras el asesinato de Jaime
Guzmán. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Cuando una nueva sentencia por el caso
Guzmán está próxima a dictarse, el hombre de la inteligencia de la transición habla de su papel en los 90 y desarchiva
capítulos desconocidos de La Oficina.
Marcelo Schilling grafica su lugar en la historia en los siguientes términos: -Esto es como en Francia. Si usted le pregunta a
un francés quién es el ministro de Cultura, le va a responder Jack Lang, que fue ministro de Mitterrand hace como 30 años.
Usted aquí pregunta quién es el jefe de la inteligencia y le responden Schilling, Marcelo Schilling.
-¿Y por qué pasa eso, diputado?
-No sé. Tal vez porque yo era al que más nombraban.
1
El que fuera secretario del Consejo Coordinador de Seguridad Pública -que pasó a la historia como La Oficina,
creada en 1991 tras el asesinato del senador Jaime Guzmán- estuvo poco más de un año al frente del organismo de
inteligencia encargado de combatir a los grupos subversivos que siguieron activos tras el retorno a la democracia. Ese año
bastó para desarticular lo que quedaba del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y el Movimiento Juvenil Lautaro
(MJL). Y, de paso, para que Schilling se ganara la odiosidad de ambos extremos políticos.
De un lado lo acusaron de infiltrar a los grupos subversivos, echando mano a antiguos presos políticos y
guerrilleros arrepentidos. Del otro, de transar la desmovilización a cambio de impunidad. Ambas cosas tuvieron costos
para él. Estuvo amenazado de muerte y procesado por obstrucción a la justicia. Y a mediados de los 90, cuando volvió a la
vida política y postuló a la presidencia de su partido, sufrió lo que califica como “una derrota electoral estrepitosa” a
manos de Luis Maira.
Desde el antiguo Congreso Nacional, Marcelo Schilling, 64 años, diputado socialista, dice entre risas:
-Maira representaba todas las virtudes de la izquierda revolucionaria. Y yo, en cambio, era lo peor de la izquierda
reformista y socialdemócrata.
El diputado dice que el haber dirigido La Oficina le cobró la cuenta. Pero ahora, cuando la justicia está próxima a
dictar sentencia en el caso Guzmán, se anima a hablar del tema.
-¿Por qué fue que lo eligieron a usted para dirigir La Oficina?
-Estarían los otros ocupados, no sé… Eso habría que preguntárselo a Enrique Correa, a Ricardo Solari y a Gonzalo Martner,
que son los que me proponen.
-Y a usted le pareció bien.
-No, yo les dije que lo tenía que pensar. Al margen de la información que uno pueda tener por las lecturas y el estudio de la
historia, para estas cosas, aparte de lo que fue mi paso por el GAP y de haber aprendido a disparar rifles en el campo donde
me crié, yo no tenía la más mínima idea de esas cosas.
-¿Me está diciendo que el jefe de la inteligencia de la transición ni siquiera hizo un curso de inteligencia?
-No, nada. Yo había estudiado todo lo que tiene que ver con la historia del movimiento popular, el pensamiento de la
doctrina socialista, los procesos revolucionarios y tararí y tarará, pero así como que me haya dedicado a estos fenómenos
de los grupos armados, no. Es más, yo estaba declarada persona non grata en Cuba por unos artículos que escribí sobre el
movimiento Solidaridad en Polonia, y la única vez que fui a ese país fue porque me invitó el embajador mexicano en Cuba.
Todas las otras son fantasías, invenciones. La verdad de la milanesa es la que le estoy contando ahora.
En marzo de 1971, mientras estudiaba Administración Pública en la Universidad de Chile, Schilling fue uno de los
15 jóvenes socialistas seleccionados para reforzar la guardia civil de Salvador Allende. El Grupo de Amigos Personales
(GAP). Su preparación militar estuvo a cargo de oficiales cubanos que lo instruyeron en defensa personal y prácticas de
tiro. Una preparación rápida, de dos o tres meses, que lo obligó a abandonar la universidad y su nombre completo. Con 21
años, Marcelo Gastón Schilling Rodríguez pasaba a llamarse Gastón, a secas.
El ahora diputado hacía guardia en la casa de Allende de Tomás Moro. Y en algunos casos, en los traslados del
Presidente, oficiaba de “edecán whisquero”, como llamaban al guardaespaldas que acompañaba a Allende en el asiento
trasero del auto y cargaba una petaca de whisky. El hombre conoció la trastienda del poder y algunos de sus secretos.
Como aquel día en que el Congreso nacionalizó el cobre y Allende, de regreso de una ceremonia en La Moneda, le comentó
a su “edecán whisquero”: -¿Sabe usted cuánto le vamos a pagar a los gringos?
Antes de que el joven Schilling abriera la boca, Allende volvió a hablar: -Cero, compañero. Eso le vamos a pagar. Cero.
Schilling fue guardaespaldas de Allende por cerca de un año. Luego ocupó una gerencia en Chuquicamata y el
golpe lo sorprendió en esas funciones. Ya estaba distanciado de su familia, agricultores de Temuco en su mayoría de
derecha. Su padre había muerto y su madre se había establecido en Estados Unidos. El hombre que se exilió en México en
1974, y 11 años después volvió a Chile para sumarse a la oposición y trabajar en el Centro de Estudios Sociales y
Económicos, dice que si bien en su juventud estuvo por los cambios radicales, y en 1985 fue detenido por la CNI, jamás
postuló la vía armada.
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-Escribí artículos en que sostengo la tesis de que la dictadura va a terminar por evolucionar hacia formas de democracia dice-. Eso me valió varios garabatos, porque el año 80, que alguien (de izquierda) planteara algo así, era una herejía.
Al inicio del gobierno de Patricio Aylwin, Schilling fue de los pocos dirigentes socialistas que no asumió algún cargo. El dice
que “por una decisión personal”, pese a que a nombre del partido había negociado designaciones y listas parlamentarias. Yo veía la transición por televisión -dice.
Planeaba una carrera académica cuando recibió el llamado de su amigo de entonces, Gonzalo Martner,
subsecretario de Desarrollo Regional. Jaime Guzmán había sido asesinado días atrás y el gobierno buscaba un dirigente
socialista para integrar un nuevo organismo de inteligencia.
Martner dice hoy que pensó en Schilling por su pasado en el GAP. Y porque tampoco había mucho donde elegir.
Era uno de los pocos dirigentes socialistas de importancia disponibles. Schilling, en tanto, dice que una cosa es estar
disponible y otra, dispuesto: -No estaba muy convencido, la verdad.
-¿Y qué lo convenció?
-Mira, Pinochet había salido con el cuento de Cincinato, este emperador romano que se había ido para el campo y cuando
Roma lo necesitó, volvió. Todo el mundo andaba con la sospecha de que este señor andaba esperando la oportunidad para
volver, cosa que era cierto. Yo no tenía ninguna intención de integrarme al gobierno, ya había cumplido, pero qué iba a
hacer, me tocó bailar con la fea.
-¿Qué cuentas saca ahora?
-Lo concreto hoy en día es que no hay grupos armados, los empresarios andan sin guardaespaldas y la democracia no está
en jaque. Y eso se logró con total respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos. [Nota ELCH: Esta
aseveración de Schilling en la realidad es falsa. Los hechos demuestran los contrario]
Ocupó una oficina en La Moneda, segundo piso, ala oriente, con vista a la Alameda. Ahí compartía secretaria con
Jorge Burgos, jefe de gabinete del ministro Krauss, que asumió la vicepresidencia de La Oficina. Mario Fernández
oficiaba de presidente, pero Schilling era el único dedicado de lleno a eso. La cabeza de un organismo que en principio no
tenía sede ni personal.
Cuenta Schilling que ante la falta de espacio, y la necesidad de instalar un estadístico, Enrique Correa ofreció un
departamento que su ministerio tenía en calle San Antonio, entre Huérfanos y Agustinas. Esa era la verdadera
Oficina.
Allá llegó a trabajar el estadístico. Luego se integró Antonio Ramos, funcionario de La Moneda que oficiaba de
archivero. Y poco después, por recomendación del subsecretario Solari, el analista de inteligencia Oscar Carpenter.
Militante socialista con instrucción militar en países de la órbita socialista, Carpenter conocía a alguno de los
subversivos que se proponía combatir. Incluso, habría oficiado de instructor de algunos. Schilling dice que nunca antes
había conocido a Carpenter. Y que una vez que comenzó a tratarlo, “resultó toda una revelación”.
-¿Cuál fue la contribución de Carpenter?
-Yo creo que él hacía conversar a gente de izquierda con otra gente que podía andar en la frontera, y de ahí sacaba
información. Era súper hábil, se las arreglaba pese a que nunca tuvo los recursos para montar una red de informantes. Los
recursos yo los conocía, y lo poco que había, lo distribuía yo.
-¿Cuántos informantes tuvo La Oficina?
-Uno solo: Agdalín Valenzuela.
-¿Uno? ¿Y Humberto López Candia?
-Ah, no, López Candia era un informante de los militares. Ese tipo llegó (a La Oficina) con el dato de que iba a haber un
traslado de armas. Nosotros actuamos, pero no fuimos más allá con él. Aquí no se trataba de andar reclutando tipos, no;
éramos los que éramos y punto. Uno puede ser aficionado, pero no huevón. Teníamos que construir nuestra propia valla
de contención y de seguridad ante los militares y el FPMR, ¿y cuál era esa valla? Poca gente.
-¿Por qué no protegieron a Agdalín Valenzuela? ¿Qué pasó ahí?
-Yo hace mucho tiempo que no estaba en La Oficina cuando eso ocurrió. Pero puedo decirle que Agdalín es un héroe de la
democracia. Todos deberíamos estar agradecidos de él.
Agdalín Valenzuela era un antiguo frentista que entró al círculo de confianza de los más altos jefes del FPMR. En 1991
comenzó a colaborar con La Oficina y fue identificado como F1. Sus datos permitieron al gobierno descubrir quién era
quién en la cúpula del FPMR y confirmar algo elemental: quienes habían secuestrado a Cristián Edwards eran los mismos
que habían matado a Guzmán.
En 1993 el informante de La Oficina fue detenido junto al jefe frentista Mauricio Hernández. Y dos años después,
fue acusado de traición y ajusticiado por sus compañeros del FPMR.
-¿Cómo reclutan a Agdalín?
-Ocurre que una profesora socialista que era amiga mía me llama y me dice que tiene un sobrino que quiere hablar
conmigo. Que él cree que tiene cosas que me podrían ayudar sobre el lío del asesinato a Guzmán. Viene este joven a hablar
conmigo y me habla de Agdalín Valenzuela.
-¿Usted lo conoció?
-No, nunca físicamente. (Antonio) Ramos toma el contacto con él en la Estación Central, mantiene un tiempo el contacto y
después le pido a Carpenter que se haga cargo.
-¿Cuál fue la motivación de Agdalín para colaborar con La Oficina?
-Yo creo que por la influencia de un militante comunista amigo que le fue diciendo que había que dejar las armas. Y
motivado porque sus amigos no murieran.
-¿No hubo una motivación económica?
30
demócrata cristiano, que fue uno de los jefes de La Oficina en la década de los 90. Este
fue el servicio secreto creado por la Concertación para desmantelar la oposición de
izquierda que había tomado armas durante la dictadura, y se habían negado a dejarlas
en el momento de la transición, desconfiando de la nueva democracia. Estos grupos
fueron infiltrados por sus antiguos compañeros, particularmente bajo las órdenes de
Burgos.
¿Qué más podemos decir sobre la reforma de la Constitución?
SG : Chile ya ha comenzado un proceso constituyente, pero ahora el reto es cómo llevar
a cabo esta reforma. Hay dos formas de hacerlo: una consiste en elaborar una
constitución a través de una comisión nombrada por el poder, hacer que se apruebe en
el parlamento, y solo al fin llamar a votación, en bloque, a través de un plebiscito
popular. La otra forma, es elegir una Asamblea Constituyente. Esta sería un cuerpo libre
y soberano, cuyo trabajo sería limitado en el tiempo y representaría de forma mucho
más democrática a la población. Según las últimas encuestas, el 60% de los chilenos
estaría a favor de un proceso de este tipo. El problema es que hoy no existe un marco
institucional legal que permita instaurar una asamblea constituyente. Para ello sería
necesario encontrar un subterfugio, y esto se puede hacer con una fuerte presión social
-Estas cosas te deben parecer increíbles, pero como yo las viví no me parecen: una vez Carpenter me pidió plata para
comprarle un par de zapatos. Otra vez me pidió re poca plata para ayudarle con unos cajones de abejas que había instalado
en Curanilahue o no sé dónde. Eso fue todo.
-¿Sólo eso?
-Si quieres, me crees. Pero fue así.
Veinte años atrás esta imagen hubiera sido impensada. Marcelo Schilling viajando solo, al volante de su auto. En
ese entonces estaba amenazado de muerte por la directiva del FPMR y el MJL. Por eso, adonde quiera que fuera, viajaba
acompañado de un chofer y dos guardaespaldas. Adelante lo acompañaba otro auto de seguridad seguido de dos
motoristas de civil. Nueve guardias para un solo hombre.
-Tampoco era para tanto -sopesa Schilling-. Una vez nos escapamos con mi hijo, tomamos un micro y nos fuimos a
Providencia a almorzar a El Parrón.
El diputado cuenta esto mientras conduce su Hyundai Veracruz rumbo a una actividad de campaña en Limache.
No tiene chofer y suele conducir entre su distrito y sus departamentos en Viña del Mar y Santiago. Tampoco tiene un
sistema de seguridad especial. Dejó la escolta en 2000, cuando asumió como embajador de Chile en Francia. Y al regreso,
en 2006, dice que comenzó a hacer “una vida normal”.
Ha gastado la mañana en una tediosa ceremonia con autoridades regionales de Valparaíso. Y dedicará la tarde a
actividades sociales en un club deportivo de barrio donde su equipo ofrecerá servicios de veterinaria, peluquería y
asesoría jurídica y espiritual. Esta última, a cargo de una mujer que lee el Tarot, será la más demandada por sus electores
de Limache.
***
El 92 fue un año decisivo para la desarticulación del FPMR. Cristián Edwards fue liberado y sus captores
detenidos. La Oficina vivía su mejor momento cuando Schilling renunció a lo que derivó en la Agencia Nacional de
Inteligencia, ANI.
-¿Por qué se va de La Oficina?
-Porque no es mi vocación… Yo me fui a despedir de Aylwin el 92, en julio o agosto, y le dije: Don Patricio, ya se resolvió, no
hay nada más que hacer, y me fui.
-¿Cómo sabía usted que no había nada más que hacer? Había quedado gente libre que podía volver a operar.
-Estaba todo desarticulado. La fuga había sido general. Además que políticamente ellos se habían arruinado a sí mismos.
Primero matan a Guzmán y no lo reconocen. Después secuestran a Edwards y lo vuelven a ocultar. O sea, es el fin.
-Tenía información, entonces.
-Obvio. Al punto que si le preguntas a Carpenter tal vez él te lo va a negar, pero él una vez me dijo: Hasta nos podemos
tomar la dirección del FPMR.
-¿Y qué le dijo usted?
-Estái más huevón, le dije. Ahí le recordé lo de las Brigadas Rojas en Italia, que siguieron cometiendo actos terroristas
cuando estaban completamente infiltradas por policías. No, le dije, esta huevá se acabó.
http://diario.latercera.com/2013/05/19/01/contenido/la-tercera-el-semanal/34-137162-9-los-secretos-de-laoficina.shtml
31
y política desde la base. Desde 2011, la consigna de una asamblea constituyente posee
un creciente apoyo popular. Actualmente, organizamos una "escuela de los
constituyentes", destinada a cuadros para explicar a la gente el interés de defender esta
idea, para demostrar que es el espacio donde sus intereses podrían ser defendidos.
También se desarrolla una reflexión sobre el medio de llevar a cabo dicho proceso. La
idea sería, por ejemplo, la introducción de un quórum de dos tercios para votar un
cambio constitucional, y si no se alcanza este quórum, proceder a votaciones sobre
cuestiones precisas, en lugar de pronunciarse sólo sobre un paquete final ya
completamente cerrado. Esto garantizaría una verdadera participación democrática, lo
más amplia posible, retomando un antiguo lema de la época de la Unidad Popular:
"¡crear poder popular!".
(1) F. Gaudichaud, Las fisuras del neoliberalismo. Trabajo, “Democracia protegida” y
conflictos
de
clases,
CLACSO,
abril
2015:
http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20150306041124/EnsayoVF.pdf .
Entrevista realizada por Giulia Willig para el periódico SolidaritéS (Suiza /
www.solidarites.ch).
“Estamos frente a una descomposición
institucional, una descomposición del sistema de partidos”. The Clinic
Alfredo
Jocelyn-Holt:
Online 23 Junio, 2015 Tags: ac, Chilean News, crisis, gobierno, Jocelyn Holt, Partidos
Fotos: Agencia Uno
“En situaciones de descomponsición institucional cuesta imaginar una
reinstitucionalización, eso va a venir, pero eso todavía no se percibe”, “estamos en una
especie de ascua”, opinó el historiador.
alfredo
El historiador Alfredo Jocelyn-Holt abordó en Radio Zero la coyuntura política,
asegurando que se vive en un clima de matonaje y “descomposición institucional”.
“Hay matonaje al mismo tiempo que hay unas ansias de justicias. Los politicos han
tenido matonaje también frente a la ciudadanía, pero eso no justifica el trato que están
recibiendo”, opina el académico respecto de los casos de corrupción.
En ese sentido, agrega Jocelyn-Holt, “para llegar a una sentencia se requiere un
poco más de tranquilidad. Hay condenas anticipadas, hay personas que pueden llegar a
ser formalizadas, peor para la opinión publica ya aparecen condenadas”.
“Hay una especie de justicia popular, y eso es complicado porque hay una lógica de ojo
por ojo, eso es completamente contrario a nuestro sistema”, asegura.
En esa línea el panelista del programa “Desde Zero” dice que “esto parece fiesta
de borrachos, o el juego de la verdad (…) o ésta en una fiesta en que esta todo el mundo
borracho y entonces esto no tiene fin”.
“Lo que es muy grave es que vulgarizan las acusaciones”, plantea.
Terminemos con la lesera
32
El historiador fue consultado sobre la frase “Terminemos con la lesera”,
pronunciada por la Jefa de Estado, Michelle Bachelet, la semana pasada cuando fue
requerida acerca de la demora en nombrar al reemplazante de Jorge Insunza en la
titularidad de la Segpres.
“El comentario era como de mamá, reafirma la imagen de ella en ese sentido,
puede haber mucha lesera y puede que nos estemos todos excediendo, pero al gobierno
no le corresponde responde de esta manera. () hay un cierto lenguaje formal, que a
veces es cliché y no le creemos muchos, pero el otro extremo, este lenguaje de la lesera,
termina siendo un boomerang”.
Jocelyn-Holt también se refirió a este nuevo panorama político, donde se advierte
que pudiera existir un nuevo cuadro hacia adelante, sobre después del proceso
constituyente anunciado por Bachelet para el mes de septiembre
“Estamos frente a una descomposición institucional, una descomposición del
sistema de partidos, sin duda, pero en situaciones de descomposición institucional
cuesta imaginar una reinstitucionalización, eso va a venir, pero eso todavía no se
percibe”, “estamos en una especie de ascua”.
El ensayista dijo además que “veo un paralelo del momento actual con la crisis de
los años 20. Y siempre hay salidas de mano dura, en el contexto latinoamericano eso
implica la presencia de militares o populismos fuertes”
18-08-2015. Capitalismo
Reinaldo Troncoso. Rebelión
en Chile: Malos olores y podredumbre.
In memóriam de mí amado hijo Bautista Salvador (el Bauchi)*
DEMAGOGIA, CORRUPCIÓN Y ARREGLINES: LAS OFERTAS DE SIEMPRE
Los títulos que pusieron a las reformas que ofreció la Nueva Mayoría a su
clientela electoral, fueron tan sugestivos, que crearon falsas expectativas a una franja
“ciudadana” muy amplia, que también con seguridad, apoyó y participó de las
movilizaciones que el año 2011, exigían cambios profundos a la educación, al sistema
tributario, al sistema previsional y a la condición laboral de los trabajadores. En
33
definitiva, lo que se encontraba desde hace tiempo en entredicho, era nada menos que
el modelo económico y el efecto negativo de sus políticas en los distintos planos de la
vida social de las mayorías.
“La calle”, como despectivamente llamo el democratacristiano Andrés Zaldívar a
las movilizaciones populares, fueron tan contundentes y masivas, que en un primer
momento, le causan gran preocupación a la gran burguesía y a la elite política que le
sigue de coro, para luego hacerles entrar como clase dominante en su conjunto, en una
situación defensiva y de repliegue ideológico.
El capitalismo en Chile, con la gestión de Piñera y de la Alianza, mostró sin caretas
y disimulo, todas las cartas que los patrones se jugaron para asegurar el máximo de
rentabilidad en sus negocios y de paso, terminar de completar las condiciones
materiales objetivas para agudizar mediante el abuso, la superexplotación, la
corrupción y el descaro político; los antagonismos y contradicciones de una lucha de
clases, que intentaron relativizar con llamados a “la unidad de los chilenos” y el respeto
al “Estado de Derecho”, buscando esconder con estos conceptos y llamados, los
profundos niveles de desigualdad y los verdaderos intereses de clase que están en
juego en el Chile de hoy.
El gobierno de Piñera como un obvio resultado, se apuró para en sus 4 años de
administración, implementar políticas de amarre institucional, con una legislación que
amparara claramente el objetivo de acumulación y concentración de los capitales y la
riqueza, y que no tuviesen vuelta con una nueva gestión, entre estas: las concesiones de
construcción y administración de hospitales, la ley de pesca con coimas y cohecho,
proyectos mineros, hidroeléctricas, la superintendencia de educación, etc. Mientras
mostraban condescendencia pública con las demandas populares, en secreto, tramaban
como no salir lesionados con sus intereses de largo plazo.
Con las movilizaciones y protestas populares, que mostraron niveles importantes de
extensión e influencia, se comienza a operar un cambio político significativo en la
escena nacional, hasta el grado de producir en la realidad del país, un punto de
inflexión en la lucha de clases. No se trataba de un cambio drástico en cuanto a los
niveles de contradicción y antagonismo, no por lo menos de un alcance cualitativo y
que hubiese conducido los enfrentamientos derecha y definitivamente, a un cambio de
periodo en la lucha de clases. Sin embargo, el rasgo sobresaliente en las relaciones de
poder que imperó durante largos años, como una característica importante en las
formas de dominación, queda claramente quebrado y sin posibilidades de ser restituido
al corto o mediano plazo. Se trataba del factor que precisamente selló la derrota
ideológica del Movimiento Obrero y Popular chileno en la década de los 80. Hablamos
de aquella categoría de la superestructura del capitalismo, que en el lenguaje
sociológico clásico conocíamos como la coerción, es decir, la amenaza o presión desde
el Estado a la conducta social de las masas, cuando estas se tornan oposición activa y
radical al poder burgués; y porque precisamente, utilizando la coerción como
mecanismo de control, sabemos que la clase dominante ha impuesto su voluntad e
intereses históricos. En términos más políticos, nos estamos refiriendo a la hegemonía
que impuso transversalmente al conjunto de la sociedad el sector más poderoso de la
burguesía, la fracción Monopólico-financiera.
El punto de inflexión entonces, está en que esa hegemonía que blindaba, justificaba y
daba legitimidad a la totalidad del sistema capitalista, quedó debilitada de tal manera,
34
que abrió en el escenario nacional de la lucha de clases, lo que hemos llamado la crisis
de representatividad y legitimidad política. Este sólo hecho, nos brindó los elementos
suficientes para considerar que en el Periodo Actual de las contradicciones de clases, de
un equilibrio inestable en la correlación general de fuerzas, pero de reflujo de los
sectores obreros y populares; se abrió una fase de reactivación social, que se ha
caracterizado por una importante reanimación de franjas sociales, que han levantado
con fuerza sus demandas y que lograron provocar con las protestas y asonadas
populares, esa franca crisis de representación y legitimidad política a la clase
dominante y particularmente a la elite que la expresa en la esfera institucional;
llámense gobierno, parlamento y corporaciones patronales.
Sin embargo, esta reactivación –insistimos- se enmarca aún, dentro de un periodo
de reflujo ya bastante prolongado de los sectores obreros y populares, es decir, un
tiempo, que ha implicado a lo menos tres décadas de un equilibrio inestable en la
correlación general de fuerzas. Este equilibrio inestable se configura: Primero, por el
abandono en el año 86 del Proyecto Socialista por parte de la izquierda tradicional y
también de sectores de la izquierda revolucionaria que reniegan de sus postulados.
Segundo, por la capitulación y la alianza tácita de la izquierda reformista con el
enemigo de clase, al apoyar la salida burguesa a la crisis del capitalismo en el periodo
dictatorial, comprometiendo su participación en la demanda de “elecciones libres”.
Tercero, pero como un elemento contrario, la intransigencia de los revolucionarios en
sostener, a pesar de la derrota, un camino de lucha independiente, mantener
inalterable los valores y principios revolucionarios y socialistas y propiciar una
permanente política de interpelación: uno, a la institucionalidad por los crímenes de
lesa humanidad cometidos por la dictadura; dos, a los robos y saqueo al patrimonio del
Estado por los grupos monopólicos; tres, la demanda de restauración de las conquistas
y derechos de los trabajadores y el pueblo, quitados a sangre y fuego por la dictadura
en nombre de los patrones nacionales y extranjeros; y cuatro, el bregar de manera
continua por revertir el reflujo e intentar retomar la iniciativa estratégica (MIR-EGP,
MAPU Lautaro y FPMR), a pesar de las condiciones absolutamente adversas.
El periodo político abierto a partir del año 89, y que la Concertación nombrará
como de “transición democrática”, es en verdad un periodo de continuidad con el
proyecto dictatorial, pero de otro lado, un proceso de afianzamiento de la derrota
obrera y popular, que progresivamente va aumentando los grados de alienación social y
de mimetización de las mayorías con los valores burgueses que se van imponiendo en
todos los ámbitos del quehacer humano. Sin embargo, lo que hace que la balanza no se
cargue decididamente hacia el lado burgués, y establezca, muy a pesar, de los nuevos
administradores del modelo, un equilibrio inestable en la correlación general de
fuerzas, es la existencia de una franja política y social, que aún en condiciones de
minoría, sostiene con dignidad y con una fuerte y clara autoridad moral, las banderas
de los derechos del pueblo como una advertencia de combate frente a los contubernios
y negociaciones de los poderosos y como prueba de resistencia ideológica a los golpes
del enemigo de clase.
Es más, este equilibrio inestable, que hasta hace unos años operaba como una
condición favorable para imponer y sostener la hegemonía de la burguesía monopólicofinanciera y las transnacionales, dejó de ser el factor suficiente para mantener esta
hegemonía político-ideológica, y sólo le dio margen a esta fracción burguesa, para
35
administrar políticamente la ya evidente crisis estructural del sistema y el colapso del
patrón de acumulación que habían impuesto desde mediados de la década de los 70.
Hoy día este modelo económico está quebrado, lo cual no significa que esté
inmovilizado y sin operar, pero sí podemos decir que las recetas que lo caracterizaron,
no están surtiendo más los efectos esperado de crecimiento económico y de facilitación
para que los esquemas de manejo de la relación capital/trabajo, se mantengan
inalterables ante las presiones que demandan desde el campo popular, políticas
redistributivas, que obviamente, la clase patronal todavía resiste con métodos
mediatizadores de los conflictos sociales y de postergación indefinida de las soluciones
económicas. El modelo sufrió una fuerte fisura, en tanto, el descontento social
acumulado por tantos años, se comenzó a expresar y a transformarse en movilizaciones
y protestas, pero sin que estas, hayan logrado poner en peligro los pilares que sostienen
el actual patrón de acumulación.
Podemos afirmar, que a pesar de la reanimación popular que se expresa en
contra del modelo, la gran burguesía todavía conserva la capacidad de maniobra para
turnar el control del poder dentro de sus esquemas de influencia. La clase dominante,
actualmente resiente, el que su discurso pierda cada vez más peso ideológico y no sea
creíble para amplios sectores de los trabajadores y el pueblo, y esto es precisamente lo
que llamamos la crisis de representación y legitimidad que enfrenta la gran burguesía
en la actual coyuntura. Así y todo, el diagnóstico en cuanto a estos males del
capitalismo, señalan que, en la trinchera obrera y popular, el reflujo que nos acompaña
ya tantos años, no varía en cuanto a las situaciones de fondo y los avances
experimentados sólo tocan lo cuantitativo y es esto precisamente, lo que concede
todavía márgenes de maniobra a la clase dominante para reposicionarse política e
ideológicamente al nivel social. Sin embargo, la fase abierta -por cierto nos señala- que
esos avances cuantitativos del campo popular, de todos modos, tornaron ese equilibrio
hace rato aún más inestable.
Análisis aparte merece el comportamiento de los sectores más reaccionarios de la
Democracia Cristiana y que hoy se encuentran influenciando este partido burgués, pero
que ellos llaman de Centro. A muchos sorprendió la manifiesta oposición “oficial” de la
DC, a los proyectos originales de reforma que ofreció al electorado la Nueva Mayoría. A
nosotros los revolucionarios, que conocemos la trayectoria política de la Falange, no
nos sorprende que en las situaciones clave de expresión de los antagonismos de clase,
cuando producto del descontento acumulado y la transformación de este en masivas
protestas populares y de sectores medios también afectados y empobrecidos por el
modelo económico, la Nueva Mayoría al igual que lo hacía la ex Concertación; hayan
tenido que optar tácticamente por hacer concesiones en teoría a los sectores
movilizados. Sin embargo, la Democracia Cristiana sabe cómo y en qué momento
cambiar de giro, y actuando en consecuencia con su estilo oportunista, retomar su
carácter de partido burgués.
La DC so pretexto de defender derechos y demandas de una “clase media” que no
existe y que nunca ha existido, realizó el intento desesperado de vanguardizar la
oposición a las reformas y a sus aristas progresistas. Bastante claros los demócratas
cristianos, de la lamentable situación de desarme y además con conflictos serios de
decadencia política y moral, en la que se encontraba la derecha, defensora tradicional y
genuina de los intereses capitalistas; dándose cuenta la Democracia Cristiana de que la
36
UDI y RN, habían perdido la capacidad de cuestionar con desplante y comodidad
política, las reformas en sus versiones originales; se ven a sí mismos, como los únicos
representantes de la clase dominante, que podían jugarse por dejar incólume los pilares
del modelo; y sabían también, que podían contar además, con el apoyo y así fue, de los
tecnócratas de derecha que posan siempre de independientes, y que se encuentran
prestos a participar de negociaciones y contubernios para neutralizar cualquiera
ofensiva en curso que pueda afectar las cuestiones esenciales del capitalismo. Y
efectivamente contaron con estos custodios del sistema: Bernardo Fontaine, Nicolás
Ulloa, Sebastian Guerrero cercanos a RN; Carolina Fuensalida, Beatriz Córdoba, María
Teresa Muñoz cercanos a la UDI. En todo caso, las intervenciones de estos derechistas,
se quedaron cortas frentes a las arremetidas de la DC a través de Ignacio Walker,
Andrés Zaldivar y también del tristemente célebre Gutemberg Martinez. Se puede
afirmar que esta ofensiva mediática de la DC, se produce en estrecha relación con el
repliegue de las movilizaciones y la pérdida de la iniciativa de parte de los liderazgos
sociales de izquierda en los años 2013 y 2014.
Como resultado de las debilidades que evidenció la conducción política, por parte
de los Anarquistas y la Izquierda Autónoma, como los nuevos actores que lideraban al
sector estudiantil; la Democracia Cristiana aprovecha esta ventajosa posibilidad y
desarrolla toda una ofensiva política y social que incluyó el apoyo de sectores
pequeños-burgueses de clara aspiración arribista. En paralelo con el repliegue y
retroceso de la movilización popular, la DC afirmándose en parlamentarios de la
derecha, desata una dinámica con un claro tinte reaccionario, que puso en circulación
las añejas y rancias consignas de los viejos y viejas momias de antaño: “libertad” de
trabajo, “libertad” de enseñanza y “libertad” de “elegir” una buena educación para los
hijos.
La DC se envalentonó y abandonó su repliegue político y ayuda a que el conjunto
de la clase dominante deje su posición defensiva en lo ideológico. Al igual que en los
tiempos de la Unidad Popular, asumieron la táctica de levantar organismos sociales
ficticios como la Confepa, apoyada claro está, por los partidos burgueses y por los
“expertos” en educación ligados a la ex Concertación. Realizaron marchas,
concentraciones y actos públicos supuestamente masivos, y medios de prensa no les
faltaron para aparecer como mayorías oprimidas, así lo expresó la editorial del diario
“La Tercera” del domingo 07 de diciembre del 2014, titulada “Amenaza a la libertad de
los ciudadanos”, que en un lenguaje propio del anticomunismo y de la guerra fría nos
decía “Una de las lecciones que nos dejó el siglo XX, dolorosamente aprendida para
muchas sociedades, es que las libertades personales y los derechos políticos no son
meramente formales, sino que son la base del respeto a la persona y de la defensa de
ella ante la amenaza de un Estado totalitario”. Al respecto, nosotros afirmamos con
pleno convencimiento, que el Señor Guillermo Turner Olea Director del diario y el
Señor Víctor Cofré Soto Editor General del mismo, cuando escribieron esta “heroica y
libertaria” reflexión, en ningún minuto estuvieron pensando en la invasión de
Afganistán y sus miles de muertos, en la invasión y ocupación de Irak y sus otros miles
de muertos, en la invasión y desarme de Libia y sus otros miles de muertos, los ataques
y agresiones militares a Siria con sus otros tantos miles de muertos, el golpe de Estado
en Ucrania y sus otros tantos miles de muertos, los planes de golpe y desestabilización
contra Venezuela y sus otros tantos muertos, todas agresiones armadas, atentados
37
terroristas y crímenes de lesa humanidad, orquestados por Estados Unidos, el país más
“democrático” y más “libre” del mundo, en estrecha complicidad con sus aliados
europeos, que actuaron con la más mortífera y siniestra herramienta bélica que poseen:
la OTAN.
En los nombrados hechos, contrarios probadamente al Derecho Internacional al
que ellos mismos apelan, seguramente el diario “La Tercera” con su ceguera ideológica,
no ve ningún tipo de totalitarismo y genocida además. Dada esta campaña coyuntural y
puntual de la reacción burguesa, destinada a neutralizar todo filo de avanzada de las
reformas, lo que a nuestro juicio revistió mayor importancia, es el desesperado objetivo
que se han planteado como clase dominante: la recomposición orgánica, política e
ideológica de un proyecto burgués coherente, que se pretende como de “centro derecha
democrática” o con el matiz de “centro izquierda moderna” buscando dar salida a la
crisis de representatividad y legitimidad que cada vez distancia y divorcia más a la
burguesía, de cualquiera base social de apoyo. [Nota de ELCH: Con el máximo respeto,
que estando de acuerdo con el análisis de este artículo, pensamos que no es una
“campaña coyuntural y puntual de la reacción burguesa”, sino la continuidad, a nivel del
estado chileno, de una estrategia mundial de recuperación de poder, de consolidación y
afianzamiento del poder de las transnacionales, es decir, del imperialismo en el
mundo”. Rogamos remitirse a Notas al paso del caminante 1 de este Boletín]
LA FATIGA DE MATERIALES DEL CAPITALISMO CHILENO
El capitalismo es un sistema que se sustenta en la propiedad privada de los
medios de producción. Es a partir de esta forma de propiedad que se derivan otras
características esenciales del sistema; como el obtener ganancias en base a la
explotación de la fuerza de trabajo que le venden los obreros y otras clases subalternas,
como el campesinado, los trabajadores por cuenta propia, etc. Estas características
esenciales del capitalismo, devienen en una multiplicidad de mecanismos que dentro de
una economía de explotación y mercancías, resultan ser los recursos o instrumentos
complementarios de las transacciones y movimientos del mercado. Algunos de ellos,
son recursos necesarios pero ilegítimos o tramposos. Para aclararnos mencionaremos
algunos de estos mecanismo, que para la propia moral burguesa le son incómodos: la
usura, la especulación, los monopolios, la malversación de fondos, la evasión , el tráfico
de influencias, el fraude, el lavado de dinero, la quiebra fraudulenta, el vaciamiento de
empresas, el contrabando, el soborno, el cohecho y otros, etc. Todos estos mecanismos
conforman la cara perversa del capital, hasta el punto de constituir para la propia
burguesía delitos económicos. Una cara perversa, pero aceptable a la hora de obtener
ganancias.
Lo que ha ocurrido con los bullados casos Cascadas, Penta y SQM, no es otra cosa,
que el segundo gran acto de una trama que comenzó con la Dictadura, y que hoy día
expone y visibiliza la continuación de un argumento de enajenación, robo y saqueo del
patrimonio del Estado chileno; por tanto, un delito de alta monta contra todos los
chilenos. Ni el caso “Cascadas”, ni el caso “SQM” hubiesen existido, si el dictador no
nombra en los años 80 como parte del directorio de SOQUIMICH empresa estatal, a su
entonces yerno Julio Ponce Lerou. (1)
La Nueva Mayoría lo sabe y no lo dice, sabe que los actuales niveles de decadencia
y corrupción de la clase dominante, son los efectos históricos de largo plazo, de la
38
contrarrevolución que se instala a partir del golpe de 1973. Una contrarrevolución que
luego de asestar el más cruento revés estratégico a la clase obrera y al pueblo de
nuestro país, se apodera del territorio nacional y obtiene como un preciado botín de
guerra, todo el patrimonio económico del Estado chileno. Después de este acto de
posesión y de arrebato de nuestra soberanía económica, procedieron bajo las órdenes
de los grandes capitalistas nacionales, al reparto y saqueo arbitrario de las riquezas
nacionales.
Ahora, valiéndose de las vacilaciones y ambigüedades de la Nueva Mayoría,
quisieron como burguesía volver a sacar la voz, hacer retroceder a los de “la calle”.
Habían ganado la mejor posición para entrabar las reformas y restituir “la democracia
de los acuerdos”. Sin embargo, el mismo afán por mantener sus privilegios, por
sostener una institucionalidad favorable al lucro, aprovechándose de derechos que
convirtieron en grandes negociados. Esa ambición desmedida, propia de magnates y
mafiosos, les hace caer de nuevo en una posición de fragilidad política. La burguesía no
sólo sabe hacer negocios, también corrompe sus negocios; precisamente cuando
persigue buena rentabilidad y altas utilidades, se olvida de las propias leyes del
mercado y mucho más, porque en los pasillos de las finanzas sufre amnesia ética y
moral respecto de sus propios valores burgueses. El capitalismo en sus fases de
desarrollo también posee dialécticamente su contrario de decadencia.
La ley del valor siempre se acompaña de un amplio abanico de estímulos
materiales, que finalmente hacen entrar los negocios en el espacio de la corrupción y la
degradación moral. El caso de la Polar, las colusiones con las cadenas de farmacias, con
las empresas productoras de pollo, con las empresas navieras, el caso Cascadas, Penta y
SQM, son la expresión de este “mal cálculo político” o de la excesiva confianza en
estructuras de impunidad que los hacen sentirse amos y señores en esos espacios, pues
las construyeron en función de sus intereses y necesidades de clase. La burguesía es
una clase que siempre ha robado y ha cometido y seguirá cometiendo robos a gran
escala, sin embargo, es una clase que cuida la apariencia: “Nosotros robamos, pero no
deben saber que somos ladrones”. Hoy quedaron al descubierto e intentan tapar el sol
con un dedo. (2)
Otros hechos, como las catástrofes naturales, también han puesto a prueba las
instituciones del Estado. Las respuestas a los incendios estivales, los terremotos, los
aluviones, las erupciones volcánicas, han mostrado las deficiencias y carencias de un
Estado; más preparado para socavar o descomprimir las protestas y movilizaciones
sociales, que para aliviar y resolver los efectos devastadores de un fenómeno natural.
De hecho, existe una orgánica gubernamental con una mejor funcionalidad que la
“famosa” ONEMI y es la poco conocida Oficina de “Análisis Estratégico y Control de
Conflicto” hasta antes del nuevo gabinete, a cargo del Ingeniero civil Flavio Candia y
que se encuentra en Amunátegui # 72, en esta participaba también la Subsecretaria de
Interior Camila Benado y está a cargo del señor Mahmud Aleuy. No solo esta institución,
sino también el “Comité Interministerial de Conflictos” al cual asistían: Subsecretarios
Patricio Silva de la SEGPRES, Rodolfo Baier de la SEGEGOB, un representante de la
Secretaría de Comunicaciones y otro de la Dirección de Presupuesto. Estas dos
instituciones, se suman como políticas concretas de perfeccionamiento al Estado de
Contrainsurgencia que de esta manera, afina la puntería para vigilar, infiltrar, controlar
39
y desmovilizar los movimientos sociales o en su defecto desacreditarlos o
criminalizarlos para cuestionar su legitimidad.
La pérdida de homogeneidad en la burguesía como clase, les hace hoy, para salir
de la entrampada situación en que se encuentra, barajar sin convicciones claras,
distintos y diferentes nombres como supuestos salvavidas del sistema: MEO, José
Miguel Insulsa, Ricardo Lagos, Sebastián Piñera, etc. Podemos decir, que la clase
dominante, está hoy profundamente tensionada entre las catástrofes y los vergonzosos
niveles de corrupción, sumando a ello un serio vacio de liderazgo que compromete
también seriamente la conducción del Estado capitalista.
Se ha llegado al punto de generar una crisis de gobernabilidad que expresa a nivel
político institucional, las contradicciones interburguesas afincadas en los criterios y
modos distintos de abordar las respuestas a las crecientes demandas populares y a los
cuestionamientos que surgen a la práctica político-administrativa desde los poderes del
Estado; particularmente lo que dice relación con el Programa de Gobierno y la
implementación contradictoria y ambigua de las reformas, también las críticas a la
función legislativa y a los acuerdos parlamentarios al margen absoluto del mandato
popular de las mayorías, la crítica al ejercicio de los tribunales de justicia y del
Ministerio Público, dada la no coherencia expresa entre procesos investigativos y
dictámenes de los jueces o ministros de las Cortes. En definitiva, el manoseado Orden
Público como así mismo, el vapuleado Estado de Derecho, no convencen como un
sistema transversal de “beneficio ciudadano”, toda vez que revientan de un lado y de
otro, los casos de corrupción en los que está involucrada gran parte de la elite política y
el mundo de los grandes negocios.
El cambio de gabinete, decisión política ineludible, surge como otro volador de
luces, otro intento de la clase dominante por aparecer enmendando errores, y con ello
crear expectativas en los sectores ilusos, que siempre ven en estos movimientos
correcciones favorables a la corriente progresista. Sin embargo, todo lo dado y andado,
en cuanto a los encuentros y arreglos de pasillos entre la autollamada “centro-derecha”
y la autollamada “centro-izquierda”, no dan para otra cosa que constituir un gabinete
“pro-crecimiento”, es decir, un gabinete al gusto de la patronal.
La frase “dejemos que las instituciones funcionen” se ha vuelto casi una ironía y
escucharlos decirla, suena como a un pillarse la cola. La verdad es que, decir y
reconocer que existe objetivamente una crisis de representatividad y legitimidad, como
así mismo, decir que existe una crisis de gobernabilidad, no debiera sustraernos de las
afirmaciones constantes que como izquierda revolucionaria hemos planteado casi
majaderamente: el actual periodo de la lucha de clases, se caracteriza en lo central por
una CRISIS ESTRUCTURAL DEL CAPITALISMO MUNDIAL y en el caso particular de
Chile le agregamos el ABIERTO COLAPSO DEL MODELO DE ACUMULACIÓN. Por lo
tanto, lo que hoy está instalado en la realidad nacional, no es otra cosa que la forma
particular que asume la crisis señalada. Aquí no ocurre que se estén sobreponiendo
fenómenos políticos, sociales, económicos, culturales-ideológicos u otros de nuevo tipo,
sino, el entender que la clase dominante en nuestro país, no ha podido lidiar de manera
inteligente y apropiada con los efectos nacionales que provoca de manera irresoluble la
crisis capitalista mundial, por los propios desaciertos imperialistas en el contexto de la
lucha de clases en la escena internacional, de la cual los ejemplos más visibles los
encontramos en el conflicto armado de Ucrania y las repúblicas separatistas de Donetsk
40
y Lugansk, ahora conocido como la guerra del Dombás; el alzamiento popular en Yemen
y el derrocamiento del gobierno pro-norteamericano; el triunfo en Grecia de la
Izquierda reformista Syriza que altera el cuadro político de la Unión Europea; la
ofensiva militar contra el Estado Islámico (EI) por parte del Ejército de Siria, las Milicias
Kurdas y el Ejército Iraquí con el apoyo de los Guardianes de la Revolución Iraní; el
apoyo en la pasada Cumbre de América al proceso venezolano ante el decreto
imperialista de Mr. Obama y la reanudación después de más de cinco décadas, de
relaciones políticas y diplomáticas entre los Estados Unidos y el gobierno de Cuba.
Pues bien, atendiendo lo anterior, ¿sobre qué nuevas bases, políticas, económicas,
teóricas, se puede reconfigurar una opción capitalista?. ¿De dónde puede la burguesía,
dotarse de un nuevo arsenal ideológico que no sea, el reivindicar ese liberalismo, que
ya por siglos la civilización lo ha experimentado como un terrible enemigo de la
humanidad?. El ocaso de un sistema y, en cuanto al Modo de Producción Capitalista, no
se puede medir ni esperar en horas o días, ni siquiera en años. Menos aún, si estamos
convencidos de que el final del capitalismo, no se producirá por efecto de sus propias
contradicciones y errores.
No puede haber una postura determinista, que nos resigne a esperar del
capitalismo un final ineluctable y sin dolores de parto. Las clases sociales son el
testimonio más elocuente de la dialéctica histórica, que precisamente nos asoma y nos
expone a esa lucha violenta entre las clases que a la vez destruye y construye sociedad.
Son finalmente las clases sociales las que enfrentándose en una lucha a muerte, atrasan
o adelantan el curso de la historia humana.
Las estructuras corroídas, las maquinarias desvencijadas, las herramientas
melladas, y todos esos malos olores, propios de los estados de ruina y decadencia que
ahora impregnan la atmósfera capitalista; no bastan para que tranquilamente
esperemos el derrumbe de este sistema. Desde esta otra trinchera, no sólo cabe mirar el
espectáculo, que es sin duda, una gran oportunidad histórica para conocer sus flancos
débiles, sino también, para unir y preparar nuestra fuerza, para levantar en alto
nuestros valores socialistas y proletarios y junto con ello luchar por instaurar como
alternativa y opción estratégica al capitalismo y la democracia burguesa, nuestra
propuesta programática revolucionaria.
EQUIVOCADOS TEXTOS SOBRE EL CONTEXTO EN EL CAMPO POPULAR
Los revolucionarios en varias ocasiones, nos hemos brindado espacios de
convergencia para debatir acerca de las condiciones de los trabajadores y sus
organizaciones en el Chile actual. Debate sin duda, necesario y también oportuno, dadas
las distintas coyunturas que nos exponen día a día, a una cantidad importante de
informaciones respecto de temas como la reforma tributaria, de la educación, de la
previsión, de la constitución, de lo laboral, y que tienen que ver directamente con la
vida de los trabajadores y de los sectores populares. Lo necesario y oportuno, lo
decimos porque, a lo menos se espera en torno a un clima fraternal, colocar en la mesa
de discusión, los temas clave del presente y del futuro de nuestra clase, la clase o las
clases dominadas, los oprimidos, los explotados por el capitalismo.
Foros y encuentros realizados estos últimos meses, incluyendo la exitosa
convocatoria del sindicalismo clasista al Día Internacional de los Trabajadores; nos
demuestran a pesar de los avances logrados, el estado orgánico, la situación de
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conciencia y las condiciones de alienación y reflujo en la que aún se mantienen la
mayoría de los trabajadores de nuestro país. También el reconocimiento y aceptación
de que en Chile hoy, la afiliación sindical bordea aproximadamente un 15% de la fuerza
laboral, un porcentaje bastante bajo en relación a la fuerza de trabajo activa, dato que
no deja de ser importante si se sabe que la tasa de sindicalización posee un efecto
inmediato sobre la distribución factorial del ingreso, o sea, sobre la forma en cómo éste
se distribuye entre los trabajadores y los capitalistas. El Plan Laboral de la dictadura,
buscó justamente que la negociación colectiva en ningún caso fuese un mecanismo para
redistribuir los ingresos o riqueza del país. Junto con lo anterior, continúan penando en
la cabeza de los trabajadores, los mecanismos de “despolitización” o de enajenación
política que sería la forma correcta de decirlo: Uno, que era la separación entre el
mundo del trabajo y la política formal, entendidas como las inhabilidades que consagró
el Plan Laboral de José Piñera. Y dos, el atomizar la negociación colectiva y
constreñirlas al nivel de las empresas. Con ello se buscó con éxito, deshacer esquemas
asociativos más amplios, que permitían la unión de los trabajadores como clase y su
representación política en la unidad social, cuestión que la dictadura logró plenamente.
Esto entrega el dato de que las relaciones capital/ trabajo no contienen hoy, en su
contradicción lo que debiera ser el empuje y el acicate a la organización sindical de los
explotados, lo que hace pensar que el factor subjetivo (la organización revolucionaria)
permanece aún ausente o muy débil, en el espacio de las relaciones sociales de
producción.
Aún así, por mucho que la clase burguesa domine sin contrapeso en las relaciones
de poder económico, político, social e ideológico; siempre estas relaciones de poder
estarán expresando de manera objetiva e histórica, las contradicciones y los
antagonismos irreconciliables entre las clases; siempre estas relaciones de poder
estarán expresando la lucha de clases, aún cuando ésta en situaciones de reflujo de los
sectores explotados y dominados, asuma características más veladas. Pero, aún así, no
podríamos afirmar que nos hayamos encontrado en un periodo (1986-2011) de
“estabilización de la lucha de clases”, un concepto así, a nuestro juicio, se contradice con
una mirada materialista dialéctica de la realidad y en cambio si se emparenta con la
visión post-modernista, en su equivocada convicción, de que la administración al
detalle de los individuos y los Estados convierte al poder del gran capital, en una fuerza
omnímoda capaz de paralizar a sus adversarios y restarles su capacidad de ser la
oposición dialéctica que lucha y resiste siempre y permanentemente a sus pretensiones
de “administración total”.
Siguiendo las ideas de Marcuse, uno de los exponentes importantes de la
corriente postmodernista, pudiésemos llegar a la conclusión pesimista de que: “El
mundo tiende a convertirse en la materia de la administración total que absorbe
incluso a sus administradores. La tela de araña de la dominación ha llegado a ser la tela
de araña de la razón misma y esta sociedad es fatalmente enredada en ella” (3). Sin
embargo, la “Ley de la Unidad y Lucha de los Contrarios” no nos muestra ese
comportamiento de la realidad. Por lo tanto, donde existe la unidad de los contrarios
existe también la lucha entre ellos.
Con el reformismo también se opta por producir cambios dentro de los marcos
del sistema, pues se tiene el convencimiento de que fuera o al margen de sus
estructuras de dominación, es imposible cambiar a nuestro favor la correlación de
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fuerzas. De ahí entonces la necesidad de diseñar estrategias de colaboración de clases y
de capitulación política de las posturas independientes de clase. Así y todo, aunque los
sectores reformistas, sean estos de cuño obrero o de cuño pequeño-burgués, pacten con
la burguesía un proyecto de conciliación de clases, como llegó a ocurrir en ciertos
momentos históricos; la sola condición unilateral de estos pactos, los invalidaba para
convertir el escenario de la lucha de clases en cualquier país, en un escenario pacífico,
garantizado por una suerte de armisticio pactado entre los “representantes” de una y
otra clase. Lejos, muy lejos de ser así, las contradicciones y los antagonismos siempre
existentes y siempre dinámicos, en situaciones de menor intensidad de estas
contradicciones, lo menos que pueden expresar en el escenario de la lucha de clases, es
una condición de equilibrio inestable, equilibrio que dependiendo del estado de esas
mismas contradicciones se puede mantener o romper en cualquier momento o
circunstancias determinadas.
En nuestro país, desde la segunda gran derrota sufrida por nuestra clase, el año
86, todos los hechos y acontecimientos importantes que devinieron en la instalación de
la salida burguesa a la crisis de la dominación en Chile, con los gobiernos
concertacionistas; demuestran que la lucha de clases, a pesar de la derrota estratégica
del Movimiento Obrero y Popular y el posterior reflujo que se expresa con los
fenómenos de la atomización orgánica, la fragmentación social y la dispersión
ideológica; nunca llego a remedos siquiera de estabilización. Y porque fue y es además
material e históricamente imposible; la derrota -entendámonos bien- es en sí, una
condición de restitución de la dominación burguesa y de reinstalación de la opresión de
clase por parte del Estado. Por lo tanto, considerar que la retoma de la iniciativa
estratégica por parte de la clase dominante, con la consecuente represión a los sectores
revolucionarios todavía en lucha y resistencia, sumado a todas las políticas de contrainsurgencia post-dictadura, es una condición de estabilización de la lucha de clases, nos
parece un craso error, no sólo intelectual, sino de implicación errónea en lo político, a
menos que el término estabilización se utilice como un grosero eufemismo para
nombrar a la derrota y al nuevo dramático reflujo al que entró el Movimiento Obrero y
Popular en el año 86.
Ahora, fue precisamente el recurrente y manoseado discurso de la falsa
“Transición Democrática”, el que posibilitó como recurso táctico el que esa lucha de
clases, que pudo desde los sectores obreros y populares haber tenido las características
de una “revancha”, a lo menos en los planos político-jurídicos más importantes (DD.HH.
Constitución del 80), no la tuvo y logra el sector de recambio de la burguesía, generar
en nuestro país y en ese escenario de la lucha de clases, la condición de equilibrio
inestable.
A partir del 2011, con las movilizaciones medioambientalistas y con las protestas
estudiantiles, que llegan a tener un nivel inédito y bastante masivo de convocatoria, ese
equilibrio inestable en la lucha de clases, comienza a acrecentar su inestabilidad y a
empujar a la clase dominante a una posición defensiva y de repliegue ideológico, hasta
el grado que se comienzan a expresar públicamente mea culpas políticos y sociales que
aceptan el descrédito y la deslegitimidad de la elite política y la patronal, al punto que
ya no pueden ocultar la fea cara de sus estafas, corrupción y robos descarados. Nos
encontramos ante un hecho, que no podríamos calificar de estallido social espontaneo
del descontento, no es así. Las movilizaciones y protestas son el resultado de un largo
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proceso de acumulación del descontento, frustraciones y estados de impotencia social,
frente a un Estado burgués que le ha imprimido por casi tres décadas a su gestión
política, el parcial tutelaje de los intereses del gran capital monopólico financiero y las
transnacionales. Según el carácter del Estado es la relación lógica e histórica que se
debía esperar.
En un contexto de reflujo de los sectores obreros y populares: derrota política,
social, militar, e ideológica de la clase obrera y el pueblo, su desarme orgánico e incluso
con posteriores grados importantes de descomposición moral. En este contexto, dentro
del cual se han realizado casi por tres décadas esfuerzos de reconstrucción política y
social, de rearme ideológico, de reedificación moral, sin hasta ahora lograrlo y tenerlas
hasta estos días, como las tareas inmediatas y permanentes de una izquierda
revolucionaria, aún atomizada, dividida y con un profundo espíritu de secta, estimulada
por los lamentables liderazgos que la mantienen cautiva en cacicazgos egocentristas y
políticamente mediocres.
En este contexto de reflujo; refiriéndonos a las movilizaciones y protestas, hemos
hablado de reactivación social y esta fase, debemos entenderla como el preámbulo de
comprensión de los verdaderos antagonismos sociales, el momento histórico-material
en el que sectores más amplios y extensos comienzan a ver con una mayor claridad, el
porqué de la explotación, la opresión y el abuso de parte de las clases dominantes y la
razón por la que los sectores de la burguesía imponen con absoluto liberalismo y
arbitrariedad las relaciones de mercado en todos los ámbitos de la vida social. Esta es la
fase donde comienza a quedar claro a los sectores obreros y populares, que todas las
medidas que toma la clase patronal son contrarias y afectan profundamente sus
intereses y barren constantemente con sus derechos. Esta fase expresa a nuestro juicio
–aún valorada como estadio positivo- sólo un desarrollo cuantitativo de la conciencia,
pero, acotado este desarrollo a los sectores que hoy luchan, protestan y se movilizan
por sus demandas.
DE LA CONCIENCIA DE CLASE “EN SI” A LA CONCIENCIA DE CLASE “PARA SI”
No puede ser de otra manera, y no porque nos sorprenda un destino inexorable,
sino porque, la rueda de la historia sigue su curso ineluctable, conteniendo en este
curso temporal sus avances y retrocesos, sus marchas y contramarchas, y cada uno de
esos procesos conducidos por su dialéctica legalidad. Un marco que al margen de
nuestra conciencia, podría encaminar el recorrido de los pueblos hacia su verdadera
liberación, esto, sí sólo sí, de verdad, asumimos el desafió de constituirnos como clase
en sujeto histórico, lo cual significa ganar dominio de la teoría revolucionaria y
convertirnos en el factor subjetivo que imponga la voluntad de cambio.
En estos tres últimos años, la clase dominante ha hecho evidente que posee
consensos básicos y que los hace realizables, precisamente, para no perder capacidad
de administración y dominio de sus intereses, uno de los ejemplos más claro de esto,
son los acuerdo entre gallos y medianoche, de la Reforma Tributaria (la cocina de
Fontaine y Zaldívar), la constitución de la Comisión Engel contra la corrupción política
y la búsqueda de espacios políticos transversales para acordar vías de solución a la
crisis instalada. Sus implementaciones son tan solapadas, que a los sectores sociales les
cuesta percibir las relaciones tácitas de complicidad que se establecen entre los dos
grandes referentes burgueses. El hecho de que la Nueva Mayoría aparezca como una
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coalición pluriclasista, conduce al equívoco de entenderla como un referente de unidad
social transversal y que actúa políticamente en función de esos intereses diversos. La
propia Nueva Mayoría se ha encargado de desmentir esta percepción, en la medida que
se han hecho públicas, opiniones críticas, desacuerdos con las políticas del gobierno y
francos rechazos al conservadurismo de algunos de sus partidos o dirigentes; y esto, de
parte de algunos sectores o tendencias políticas, al interior de la propia coalición y
dentro de los mismos partidos de la Nueva Mayoría que observan el cómo en los
momentos decisivos, se impone siempre la fracción más conservadora de la coalición.
Esto quiere decir, sin temor a equivocarnos, que la postura oficial, la postura que
finalmente va a imponerse en el debate y en la ley, es y será la postura burguesa que
preserva los intereses estratégicos de la clase dominante, y así quedó confirmado una
vez más, con el cambio de Gabinete y con las recientes declaraciones del Gobierno
convertidas en el lema “Realismo Sin Renuncia”, que se constituye en el resultado de las
presiones de la gran burguesía y las corporaciones que la representan, incluso sin que
estas presiones lleguen a ser un acuerdo explícito de estos intereses.
Ahora, sin duda, el nuevo Gabinete significa una suerte de ordenamiento de la
casa capitalista, con una Democracia Cristiana que luce los mejores dividendos políticos
para transformar a la Nueva Mayoría en una importante base de sostenimiento de lo
que la derecha ha llamado un “Gabinete Pro-Crecimiento”, es decir, un equipo de
Gobierno dispuesto a escuchar y obedecer a los patrones antes que a “la calle”. Sin
duda, esto también se debe leer como el que todas las posturas reformistas burguesas y
pequeño-burguesas al interior de la Nueva Mayoría están y estarán subordinadas,
presiones más o presiones menos, a los intereses estratégicos de la burguesía
monopólico-financiera y al imperialismo, y esto en definitiva porque la referencia que
establece el rayado de cancha, ha sido y es el Patrón de Acumulación (modelo
económico) y así lo han demostrado y aceptado estos actores políticos.
Por lo mismo, es sintomático que, los partidos de gobierno y sus principales
líderes, no excluyendo a ninguno de ellos, hablen de reformas “profundas” o
“estructurales” en distintas áreas, y puedan incluso explicitar contenidos populistas
para las mismas, pero hasta ahora, nadie de manera expresa, clara y responsablemente
ha dicho que se quiere y se tiene la voluntad política, de cambiar el Modelo Económico.
O sea, la independencia económica, la soberanía popular y el desarrollo nacional al
servicio de las grandes mayorías, son nociones que están claramente hipotecadas y no
existe conciencia alguna, para situarlas como las demandas más importantes y
centrales de los trabajadores y los sectores populares.
Es un hecho sabido que, la izquierda clásica o tradicional, hace ya muchos años
claudicó en sus postulados y principios. Apenas consumada la derrota de 1986, la
izquierda tradicional capituló y se subordinó a la salida burguesa que el imperialismo y
la oposición burguesa a la dictadura, habían pactado frente a la crisis del sistema. Esta
subordinación que los hace parte del consenso burgués, con el tiempo se profundiza y
esta izquierda en sus propios congresos y eventos resolutivos, afina las tácticas para
tener las menos contradicciones posibles con el modelo institucional vigente y moverse
con más comodidad dentro del sistema capitalista. El mismo Partido Comunista que
navegó en estas aguas con cierta autonomía, hoy día, al hacerse parte de la Nueva
Mayoría, pierde por opción, su relativa independencia y entra derechamente en la
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valoración de la democracia burguesa, jugándose por una participación cada vez más
comprometida con el orden burgués.
Considerando este contexto, a nuestro juicio, se encuentra cancelada
absolutamente, la posibilidad de que desde la izquierda tradicional y reformista, aún
haciendo uso de sus nexos con los sectores sociales, se aliente a una lucha reformista
consecuente contra el sistema. La experiencia histórica ha dado luces de como las
representaciones políticas obreras y populares, que en sus orígenes, levantaron
banderas y plataformas clasistas y revolucionarias, al ser coaptados por la burguesía,
no sólo hicieron abandono de las políticas revolucionarias, sino que además, en corto
tiempo se transformaron en la principal fuerza sostenedora del sistema. En Europa, la
Socialdemocracia, nacida como una representación obrera y revolucionaria, termina
renegando de sus principios y se convierte en una organización pequeño-burguesa y
luego claramente en una opción burguesa, que incluso genera como ideología el
Economicismo, el que a lo largo de los años, sostiene su identidad reformista y la
característica liquidacionista de los cambios sociales.
Lo que queremos instalar como hecho histórico, es que los trabajadores y el
pueblo en nuestro país, fueron abandonados por el reformismo –hoy día pequeñoburgués- del Partido Comunista. El reformismo pequeño-burgués, antaño reformismo
obrero, entró con la Nueva Mayoría a un proceso de distanciamiento ideológico –a
nuestro juicio- sin retorno, con la clase obrera y los sectores del pueblo en nuestro país.
Es más, el Partido Comunista anhela que éste acuerdo, convertido en coalición electoral
y que para partidos como el Demócrata Cristiano, tiene la mera forma de un acuerdo
circunstancial, llegase a tener las características de un pacto más estratégico o de largo
plazo. No siendo así, de todos modos, el reformismo pequeño-burgués, cuida más esa
alianza, que la relación con el mundo social que hasta ahora representa, y eso lo
demuestra también, entrando en contubernios con los sectores derechistas de la Nueva
Mayoría y en las negociaciones tripartitas con el gobierno, la patronal y la burocracia
sindical que hoy encabezan con la CUT para debilitar al máximo los contenidos de la
reforma laboral.
Ahora, más allá de las posiciones sectarias o prejuiciosas que estén ancladas en
sectores revolucionarios o pretendidamente marxistas, la historia mostró que en
nuestro país, el reformismo obrero contribuyó en gran parte del siglo pasado (Siglo
XX), a conformar organizaciones de clase y con una profunda conciencia proletaria, que
no sólo demandaron mejores niveles de vida, sino que siempre reivindicaron
explícitamente el Socialismo como norte estratégico. De no haber sido así, el
surgimiento de la izquierda revolucionaria en Chile, cuyos antecedentes políticos se
encuentran precisamente en el reformismo obrero, habría –estamos segurosdemorado muchos más años su parto. La polémica abierta con el reformismo obrero, en
cuanto a las cuestiones clave, como los problemas del Poder y las visiones sobre las
clases y el Estado, comienza una vez nacida la izquierda revolucionaria, a partir de los
años 60.
En la base de esta importante polémica están los testimonios intelectuales de
historiadores valiosos como Hernán Ramírez Necochea, Fernando Ortiz Letelier, Julio
Cesar Jobet, Marcelo Segall, Jorge Barría, Luis Vitale, entre los más destacados
protagonistas de la historiografía obrera del siglo XX en nuestro país. Considerando tal
vez, limitaciones epistemológicas u opciones metodológicas, que hubiesen a lo más
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rigidizado la investigación y el análisis de la realidad, lo cierto es que tales
historiadores ayudaron a ver con un juicio crítico, lo que la historiografía conservadora
ocultó a propósito a todos los chilenos, incluyendo a sectores de la propia clase
dominante. Este debate y posterior confrontación abierta en los frentes sociales, se
enriquece enormemente con el aporte extraordinario de los intelectuales
revolucionarios de la “teoría del Subdesarrollo”. Tal debate dejó claro que las
diferencias en el campo popular tenían un carácter táctico, pues en lo estratégico los
trabajadores y el pueblo aspiraban sin remilgos al Socialismo. Se trataba hasta allí, del
famoso tema de las vías.
Con el reformismo pequeño-burgués, hoy en día, ya no se trata del tema de las
vías, se trata de una opción que inserta al Partido Comunista en el campo enemigo, que
lo hace parte de la dinámica burguesa por sostener históricamente la “única
alternativa” posible y visible que “queda” después de asumirse como derrotado
estratégico del capitalismo. Por eso, para ellos no existe en el discurso, ni las clases ni la
lucha de clases, y esto ocurre, no porque para la militancia comunista, estos fenómenos
históricos concretos y objetivos se hayan esfumado, sino porque en las relaciones de
triunfo y derrota, el derrotado repliega su bandera y con ello también sus principios y
convicciones. Es lo que a cada rato, la Democracia Cristiana le pide al Partido
Comunista que explicite públicamente como declaración de fe.
Dada esta situación y acordándonos muy de paso del otrora Centrismo de
Izquierda, hoy día investidos de socialdemócratas, con una complaciente autopercepción de progresistas, los “socialistas” , radicales, pepedeistas, izquierdistas
ciudadanos y etc. Diremos que no queda en Chile, un referente político, que desde esta
franja, hoy día gobernando y junto con ello exhibiendo vergonzosos procesos de
descomposición ética y moral, tenga la voluntad expresa o no, de entregar a los
trabajadores y a los sectores del pueblo, herramientas que le den protagonismo social y
político y les permita en paralelo un desarrollo en su conciencia de clase. Por el
contrario, nosotros creemos, que todos los esfuerzos políticos que hará la Nueva
Mayoría, será apartar a los sectores explotados y oprimidos por el capitalismo, de la
tentación de unirse a un proyecto revolucionario, que les signifique a ellos, una
amenaza, al bien cómodo lugar que conquistaron con el apoyo de su clientela electoral
dentro del sistema.
El radicalismo pequeño-burgués (**) también intenta ocupar un importante lugar
en la contingencia política, y para ello despliega sus postulados en una estrecha
relación con el mundo social, no dejando de entender la importancia de los
trabajadores en el antagonismo con el sistema. El anarquismo en sus diversas
variantes, se han vinculado con sectores sociales que en la actual coyuntura tienen un
carácter más dinámico y confrontacional con la burguesía y su institucionalidad; como
son los estudiantes, los trabajadores subcontratados y franjas obreras del área de la
construcción. En estos frentes han obtenido logros importantes de representación
social, que en concreto expresan su legitimidad social y política.
Han desarrollado una táctica que hasta les ha surtido un buen efecto, ser la
conciencia crítica del reformismo y en base a esta crítica, asumirse como la alternativa
de salida a las demandas e intereses de los sectores sociales movilizados. Mientras
disputaron la conducción de los sectores sociales al reformismo pequeño-burgués (PC),
ganaron un importante crédito social, que precisamente los encumbró a ganar la Fech y
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a obtener puestos de liderazgo en varios frentes sociales. Pues bien, superada esta fase
de disputa y conquistado el liderazgo, no fueron capaces de avanzar con su conducción
de claro tinte economicista, más allá de lo que fueron capaces de avanzar sus rivales
reformistas, y así quedó claramente demostrado con las movilizaciones estudiantiles
del 2013 y 2014, como también con las negociaciones obreras que ellos condujeron,
por bonos o platas más o bonos o platas menos. Con el Anarquismo los hechos, hablan
de un déficit de perspectiva estratégica en las luchas contra el sistema, hablan de una
falta de Proyecto o Programa revolucionario, hablan de la ausencia de una Concepción
de sociedad que le de sustento a una lucha más decidida y frontal contra el capitalismo.
Podemos decir lo mismo de otra vertiente del radicalismo pequeño-burgués: El
autonomismo de Izquierda, o Revolución Democrática. Esta vertiente, al igual que el
anarquismo, se asienta en premisas falsas para intervenir en la realidad nacional. Para
ellos la lucha de clases es casi un espejismo. El juicio y la opción política de este sector,
parten desde el plano axiológico, el diagnóstico que hacen de la realidad, no arranca de
la contradicción capital/trabajo, o desde una mirada rigurosamente científica a las
relaciones sociales de producción; el punto de partida ideológico de estos sectores, es la
decadencia valórica del capitalismo y la correspondiente indignación ética que produce
como respuesta y expresión de descontento social. La dicotomía que quisieron
sobreponer a la realidad de los sectores obreros y populares, afirmando una
contradicción entre lo político y lo social, les hace a sí mismos toparse con una falsa e
ineficaz relación con los frentes sociales, que tal cual ocurrió con la SURDA en la década
de los 90, evidencia el idealismo de su visión política y como contraparte, la verdad
objetiva que se expresa en la realidad material; donde el mundo social inorgánico y
amorfo en lo teórico, requiere y demanda formación y conducción política para
entenderse a sí mismo y entender a la vez su realidad circundante.
El Autonomismo siempre han divulgado una imagen idílica de las organizaciones
sociales, equiparándolas muchas veces, con movimientos sociales que poseen
características más masivas, más homogéneas y más orgánicamente centralizados. Les
atribuyen a estas organizaciones, capacidades extraordinarias para sortear y enfrentar
obstáculos. El Autonomismo asume que la lucha social es suficiente para obtener logros
y victorias sin necesitar de los partidos o del factor político. Se apartan de la idea de un
proyecto por el socialismo, y postulan que los oprimidos mediante la lucha y la acción
popular, pueden madurar a solas y espontáneamente una idea de sociedad
anticapitalista. El autonomismo no ha sido capaz de reparar en las limitaciones de sus
postulados y por esa razón idealiza la resistencia popular espontanea. Desvaloriza los
diseños estratégicos, la conciencia y la necesidad de organización, para otorgar
capacidad y posibilidad de triunfo a las clases oprimidas. No se ven a sí mismos, como
antagonistas de los opresores en las contiendas electorales, al mismo tiempo que no
ven las restricciones de la democracia representativa e incluso de la democracia
directa. En esta visión está como razón de fondo, el desconocimiento profundo acerca
de la centralidad del Estado burgués y como correlato la equivocada idea de que el
Poder de la burguesía se encuentra disperso, recurren frecuentemente a la utilización
de categorías políticas y económicas abstractas, que les impide una comprensión exacta
de las funciones y del rol histórico del Estado. En definitiva, se quedan con la romántica
convicción, de que el mundo social puede construir una nueva sociedad, valiéndose del
impulso espontaneo de la protesta y la rebelión.
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LEVANTAR UN DESTACAMENTO DE VANGUARDIA
Acercarnos, dentro de un contexto como el descrito y analizado; a un estadio de
conciencia de clase “para sí”; supone un recorrido cuidadoso, asumido con el máximo
de rigor científico, apostando también por un método y una pedagogía política de gran
lucidez teórica y acompañada de una disciplina revolucionaria inquebrantable. Del
pasado revolucionario, no sólo está el Socialismo Científico como la gran herencia
teórica del proletariado mundial, sino también el alto contenido moral de los combates
obreros, conducidos por un gigantesco compromiso y una férrea disciplina clasista y
revolucionaria. Además de las luchas ejemplares de la Comuna de París en 1871, de la
revolución de octubre de 1917, de la revolución China, la de Cuba y la del Vietnam
heroico; tenemos cercanamente como una síntesis de esta conciencia y como el ethos
más memorable de este honorable compromiso por los cambios revolucionarios, la
vida y obra del “CHE”. Frente a los momentos de decadencia de los valores capitalistasburgueses, se vuelven a alzar como una diáfana interpelación histórica los valores que
encarnará el “CHE” en su lucha junto a los pueblos oprimidos y por transformar
revolucionariamente el mundo. Y cuando hablamos de este referente ético-político, no
nos estamos embarcando en una suerte de religiosidad ideológica, o en una postulación
mística, que nos aparte o nos desvié del propósito materialista enraizado en los
históricos antagonismos de clase, que dan lugar a concepciones de mundo
contrapuestas e irreconciliables. Nos asentamos en los entramados éticos y morales del
Guevarismo, como una concepción de clase que asume el cambio radical de la sociedad
burguesa por otra de carácter socialista en cuyo centro gravitan los perfiles del hombre
nuevo. En la Izquierda Revolucionaria, se expresan de manera clara las debilidades que
tenemos en cuanto a estos grados de conciencia. La claridad no consiste sólo en dar por
sabido “los deber ser” y “los para qué” de una concepción teórico-revolucionaria. La
claridad consiste en que no existe teoría revolucionaria sin práctica revolucionaria. La
claridad consiste en que entre el decir y el hacer sólo transcurre el segundo de la
coherencia, para no convertir en una anfibología [Nota de ELCH: La anfibología es el
empleo de frases o palabras con más de una interpretación] el propósito
revolucionario. Dar al discurso y a la práctica un carácter ambiguo, aparta
categóricamente del sentido revolucionario de un objetivo, y es lo que muchas veces ha
ocurrido con las posiciones del radicalismo o las del reformismo pequeño-burgués.
Entonces, pensamos, el Guevarismo no se puede erguir como la competencia
ideológica eficaz, para sólo ganar la simpatía de la clase obrera y el pueblo. No puede
cumplir el rol de una mera estratagema ni tampoco de una moda, con la cual garantizar
un mejor producto mediático de relación con las masas. El Guevarismo, surge como la
necesaria e histórica responsabilidad política de los revolucionarios, para aportar a los
explotados y oprimidos un compromiso por la superación real y efectiva del
capitalismo como sistema, y de construcción de la fuerza social revolucionaria que
anime y conduzca el camino hacia la realización del Socialismo. El Guevarismo se
yergue para ocupar el espacio de la voluntad histórica (factor subjetivo), ocupar el
lugar de las decisiones que descubran el velo que oculta la lucha de clases y señalar la
verdad por su nombre, tomar su puesto en la primera línea de combate y encabezar la
lucha de los trabajadores y el pueblo por la libertad e igualdad social. El Guevarismo es
el instrumento teórico y práctico, es el marxismo-leninismo inserto en la realidad
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actual latinoamericana. Es la herramienta esperada para dar a la lucha de nuestra clase,
los argumentos que aclaren y definan de manera certera el curso de los
enfrentamientos con nuestro enemigo: la burguesía.
Con esta corriente revolucionaria, se concreta el esperado retorno del marxismo
que da claridad y conduce, que interpreta y otorga direccionalidad al proceso de
acumulación y constitución de fuerzas. Es que no es posible sin una dialéctica
materialista, concebir estrategias eficaces de cambios y transformaciones
revolucionarias. “ Es decir, la dialéctica proclama la inevitable historicidad de todo lo
social y, al hacerlo, condena a las instituciones y prácticas sociales fundamentales de la
sociedad burguesa a su irremisible desaparición, algo que el pensamiento imperialista de
la decadencia, tanto en su vertiente neoconservadora como en su linaje “ex marxista”,
considera totalmente inadmisible. La metodología dialéctica es pues irreconciliable con la
aspiración capitalista de “eternizar” su sociedad y sus instituciones, de hacerlas aparecer,
como diría Francis Fukuyama, como “el fin de la historia” (4)
Aún queda un trecho muy largo por recorrer, estamos ocupando la única rendija
que se ha abierto con la reactivación social, para irle dando forma a la táctica que
posibilitará ganar la mente y el corazón de los trabajadores y los sectores populares.
Sin embargo, nos debe asistir absoluta claridad, de que estamos iniciando este camino y
que en este recorrido de analizar, actuar y cambiar la correlación de fuerzas a nuestro
favor, queda todavía mucha mala hierba por desbrozar. Debemos entender con espíritu
y decisión revolucionaria, que una de las principales herramientas de juicio y avances
en la conciencia del deber revolucionario, es la crítica y la autocrítica, sin esta necesaria
herramienta, la organización revolucionaria sólo cultiva autocomplacencia y
desviaciones de la conciencia y del compromiso, traicionando los imperativos de una
estrategia revolucionaria. La corriente Guevarista se constituye en el hoy por hoy, en
una enorme y valiosa contribución al rearme teórico y a la reedificación moral de
nuestra clase y por lo mismo, no se puede con una visión cortoplacista, distorsionar y
hundir en el fracaso, lo que se levanta con una perspectiva de largo aliento. El
Guevarismo no es una novedad en el mapa mundial ni latinoamericano, es un ya viejo
pero sano discurso que a partir de la década de los 60, llena siempre de un espíritu
nuevo la lucha revolucionaria. Es un discurso del ayer para que las masas lo descubran
en toda su riqueza y puedan con él construir el futuro de su liberación.
Aceptamos y defendemos que el Guevarismo no es un corte, no es un divorcio
teórico y práctico con el marxismo-leninismo, como lo asumen y lo quisieran las
posturas oportunistas y revisionistas, sino la continuidad coherente con la concepción
del Estado, con la concepción de Partido y con el método Materialista Dialéctico e
Histórico que postula el Socialismo Científico, y con esto no nos estamos refiriendo en
absoluto a los “manuales” de ningún tipo ni de ninguna época. El Guevarismo genera en
el plano de las definiciones políticas, la correcta idea de que el “CHE” -muy a pesar de lo
que algunos intelectuales burgueses y pequeño-burgueses desearían- por su humildad
y pudor político, no se ensalzó a sí mismo, como el nuevo mesías o ideólogo del
proletariado mundial, porque sólo le bastó con abrazar de forma explícita y
consecuente, pero sin dogmatismo ni sesgos (de manera torcida), la visión de Marx,
Engels y Lenin; y jamás intentó desmarcarse teóricamente del Socialismo Científico.
El “Che” mejor que nadie supo que, “conciencia para sí” correspondía a un
atributo social y de clase, no podía entenderse como la cualidad personal del militante o
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cuadro revolucionario. Muy por el contrario, el “Che” comprendió que los
revolucionarios debían embarcarse en el enorme desafio de corregir y cambiar con las
armas del socialismo, la gigantesca influencia alienante de la burguesía y del
imperialismo, con la que se domesticaba la conciencia de los sectores explotados y
oprimidos por el capital. El “Che” comprendió que tal desafió, implicaba una ardua
tarea material e ideológica. Que no se trataba sólo de un cambio de ideas o de máximas
teóricas, sino que fundamentalmente el hacer profundas transformaciones que
apuntaban a las bases mismas del sistema y que eso históricamente consistía en
cambiar el Modo de Producción y por ende establecer una nueva manera de producir,
generando relaciones sociales y técnicas de producción radicalmente distintas a las ya
conocidas dentro del capitalismo.
Esos objetivos, propios de una fase superior de luchas y conquistas, debían ser, de
todos modos, la referencia teórica estratégica, para definir los primeros escalones de un
proceso de maduración de la conciencia de las clases explotadas, hasta arribar como
resultado de las experiencias y luchas de las masas, a ese estadio necesario de la
“conciencia para sí”.
Con el “Che” el concepto económico de apropiación, vinculado por Marx en “El
Capital” al concepto de “alienación” y de “la plusvalía”, se desdobla hacia otros ámbitos
y desde lo económico alcanza también una connotación filosófica, axiológica,
sociológica y moral. El proletariado no sólo está obligado a apropiarse de los Medios de
Producción y de la economía, para que erradicando de las relaciones sociales de
producción, el efecto nocivo de la ley del valor, la clase proletaria se realice en el trabajo
bajo la condición de estímulos morales y no materiales como ocurre en el capitalismo.
El proletariado no sólo está destinado a cambiar la historia, sino que en su condición de
Sujeto Histórico, está obligado a apropiarse de la historia y ejercer su protagonismo.
Está obligado a apropiarse de las Ciencias, a ejercer el papel de clase revolucionaria
guardiana del patrimonio científico, para garantizar que éstas estén siempre al servicio
de la humanidad. Está obligado a divorciarse de las “armas melladas del capitalismo” y
construir una nueva moral y sobre nuevos valores apropiarse de lo social para
imprimirle al conjunto de la sociedad un sello revolucionario.
El “Che” es quien llama la atención acerca de qué significa luchar para reformar el
capitalismo y el cómo operan los falsos procesos de decantación de las aristas
perniciosas de abuso y súper-explotación de la clase obrera que nos presenta el sistema
burgués. Como un leninista consecuente, el “Che” nos advierte: “Es peligroso que
llevados por el deseo de mantener durante algún tiempo condiciones más favorables para
la acción revolucionaria mediante el uso de ciertos aspectos de la legalidad burguesa, los
dirigentes de los partidos progresistas confundan los términos, cosa que es muy común en
el curso de la acción, y se olviden del objetivo estratégico: la toma del poder”. (5) Nos
enfrentamos siempre al hecho confesado y oportunista, de que para avanzar,
necesariamente debemos asumir todas las formas de lucha, entendiendo sólo por esto,
que debemos incursionar en los espacios legales de disputa electoral de las masas.
La tentación economicista, como la tentación legalista de la lucha, son las que más
temprano que tarde, terminan desviando el rumbo de los revolucionarios, que dejan
olvidadas en el tablero de ajedrez de la lucha de clases, las otras movidas necesarias
para dar un jaque mate a la clase dominante. El “Che” que conocía estas posturas
vacilantes y conciliadoras, nos pintaba el cuadro exacto al que se verían enfrentados los
51
trabajadores y sectores populares, cuando se les encandila con la disputa electoral y
esta se transforma bajo la conducción reformista en una política unilateral, oportunista
e ilusa: “Luchas electorales de menor cuantía, algún avance electoral, por aquí; dos
diputados, un senador, cuatro alcaldías; una gran manifestación popular que es disuelta a
tiros; una elección que se pierde por menos votos que la anterior; una huelga que se gana,
diez que se pierden; un paso que se avanza, diez que se retrocede; una victoria sectorial
por aquí, diez derrotadas por allá; Y, en el momento preciso, se cambian las reglas del
juego y hay que volver a empezar”. (6)
Es bueno decir, reafirmando nuestro reconocimiento al mérito intelectual del
“Che”, él sabía y lo dijo públicamente, que estas posiciones defensivas básicas que
implementa el reformismo de izquierda, hay que atribuirlas a la inteligencia de los
sectores reaccionarios, que lograron hacer de lo electoral el objetivo fundamental de su
rival de clase.
Junto con lo anterior, al reformismo le interesa que se revalorice la democracia
burguesa, y que ésta se asuma como un objetivo legítimo y necesario para los
trabajadores y el pueblo. Que se entienda la democracia burguesa casi como un sistema
que sustituye al mismo capitalismo, acentuando con ello, el engaño a los sectores
dominados, y el “Che” también sabe de cuál juego se trata y por lo tanto nos aclara: “No
debemos admitir que la palabra democracia, utilizada en forma apologética para
representar la dictadura de las clases explotadoras, pierda su profundidad de concepto y
adquiera el de ciertas libertades más o menos óptimas dadas al ciudadano. Luchar por
conseguir la restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el
problema del poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial
preestablecido por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el
establecimiento de unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el
presidiario”. (7)
Entonces, cuál es la salida a la crisis instalada?
Por lo pronto, ya no se puede hablar de una salida burguesa. Porque cuando nos
planteamos esta pregunta, nos estamos refiriendo a una resolución estratégica de la
crisis y no a un mero ajuste táctico o coyuntural de las formas de dominación. Si
hablamos de salida burguesa a la crisis, nos equivocamos rotundamente, puesto que
nuestro análisis no estaría dando real cuenta de lo que sucede con la lucha de clases y
sus verdaderas contradicciones. No estaríamos entendiendo que las cartas que hoy día
juega la clase dominante, son las cartas constituyentes y propias de esa salida burguesa,
pero, que hoy día muestra signos más que evidentes de agotamiento. Lo anterior,
quiere decir por lo tanto, que a la gran burguesía y al imperialismo, ya no le quedan
más alternativas, que recurrir a viejas recetas que repetirán los ciclos de su fracaso
como clase en el poder.
Sin embargo, no faltan los mesías y que se profesan revolucionarios, que engatusando
con aparentes salidas, pretenden vender a los trabajadores y al pueblo, supuestas
novedades de orden estratégico, ofreciendo la misma democracia burguesa, aunque
esta vez, revestida de adornos como “la diversidad”, “la sustentabilidad”, “la ecología”;
sin cuestionar ni una milésima el dominio del capital sobre la soberanía y las riquezas
nacionales. En estos afanes no sólo se encuentra el reformismo pequeño-burgués (el
Partido Comunista), sino también sectores que ayer se apartaron de la matriz marxista,
52
y ejercitando el revisionismo en el análisis, terminaron empatando con los reformistas
de antaño y de hoy, con el convencimiento de estar combatiendo los fantasmas del
“stalinismo” y del “guerrillerismo”. Enarbolando banderas democráticas, se erigieron
en la conciencia crítica de todo reformismo, ofreciendo como programa un reformismo
“más de avanzada”. En el discurso de estos sectores no quedó ningún pequeño rasgo o
trazo de revolución, incluso se le hizo el quite al concepto de Poder Popular. Sus
intervenciones públicas fueron y continúan siendo meros saludos morales a una ética
política, que no contenía audacia ni perspectiva de transformación revolucionaria para
nuestra sociedad.
LO QUE SE NOS VIENE…
Ya comenzó a cobrar fuerza la lucha de egos por la carrera presidencial, algunos
se muestran francos y no rehúyen ni disimulan su aspiración o ambición por el alto
cargo. Otros, hace ya tiempo que se han profesionalizados con este objetivo y afinan sus
tácticas para hacer exitosa su anticipada campaña. Algunos, con las seguridades que les
otorga el establishment levantan fundaciones, páginas web, o centros de estudios con
los cuales, solapadamente, introducirse en el inconsciente colectivo, con ideas que en el
fondo huelen por todos lados a programas de gobierno. Entre estos, están los que se
muestran democráticos, tolerantes y tremendamente respetuosos de las instituciones
burguesas y sus funciones, aquí se encuentran apostados los Ricardo Lagos Escobar, los
Sebastián Piñera Echeñique, los José Miguel Insulza. De otro lado, se encuentran los
pendencieros, cuyas intervenciones se centran en la descalificación política de sus
rivales, los Andrés Allamand Zavala, los Manuel José Ossandón, los Felipe Kast
Sommrhoff y los Marco Enríquez Ominami, estos son los que insertan mayor polémica a
los temas de la contingencia política.
La izquierda electoral por ahora se mantiene silenciosa y con bajo perfil.
Obviamente que también de por medio están los problemas financieros y de recursos,
pero creemos que en poco tiempo más, más de algún candidato querrá disputar en ese
espacio institucional, la adhesión popular.
Pensamos, que de todos modos, en este mar de aguas turbulentas, la burguesía de
todas maneras tiene asegurada su próxima gestión de gobierno, en tanto la crisis de
legitimidad y representatividad que le afecta, no se contrapesa con una fuerza
alternativa o contraria a su proyecto. No sería improbable que Ricardo Lagos E. o Marco
Enríquez O se levantaran como los candidatos que más consenso posibilitan a la clase
dominante, considerando obviamente negociaciones previas y contubernios para los
cuales ya tienen demasiada experiencia. Creemos que, hasta el momento, todas las
interpelaciones, críticas y cuestionamientos a las conductas decadentes, no han logrado
como ha ocurrido en otros países, acercarlos siquiera a un peligro de descarrilamiento
por la vía que están recorriendo, diríamos que lo están haciendo con preocupación,
pero con mucha tranquilidad y cinismo.
El lema presidencial del “Todos por Chile”, expresa bastante bien, la capacidad de
maniobra que todavía poseen, para enfrentar la crisis. La izquierda continua siendo una
gran espectadora, mientras los patrones recuperan el aliento y se sienten con el
permiso implícito de conducir la actual etapa como lo planteara no hace mucho el
presidente de la SOFOFA: “Como principio fundamental hemos planteado la necesidad
de rectificar aquellos aspectos del proyecto que representa un menoscabo de los
53
derechos individuales de los trabajadores. El resguardo y defensa de la libertad de
afiliación a un sindicato o grupo negociador no puede quedar mermado por incentivos
perversos que busquen una afiliación forzosa; así como el derecho de cada persona de
reincorporarse a su puesto de trabajo una vez iniciada la huelga no puede ser
transferido a la cúpula sindical. Estos casos deben ser corregidos, asegurando las
libertades de todos los chilenos.” (8) Como vemos la patronal una vez más, pretende
resguardar con aplomo y mucho cinismo los derechos de los trabajadores, sus
enemigos de clase. De esta forma, la clase dominante intenta retomar la iniciativa, pero,
contando aún con enormes debilidades ideológicas y políticas, en todo caso, ciertos
también de que por la trinchera rival las cosas no andan mejor.
Lo decimos una vez más, aún los revolucionarios contamos con el mejor de los
momentos, no para triunfar, pero si para avanzar trechos importantes en el proceso de
acumulación de fuerzas, en particular en lo ideológico, lo social y lo político. Sin
embargo, se hace necesario destrabar en lo teórico la comprensión exacta de lo que
estamos enfrentando para instalar las precisas tareas de un nuevo ciclo ofensivo en
función de la convergencia revolucionaria. Es necesario definir un itinerario claro de
acercamiento y diálogo, entre las orgánicas políticas que más certeza y asertividad han
mostrado en la actual fase de reactivación social que está dada. No podemos seguir
demorando, una tarea que estamos en condiciones de realizar con más claridad y
conciencia que ayer, y esto con el objeto de apresurar el urgente decantamiento que
precisan los sectores revolucionarios para deshacernos de los obstáculos y elementos
que impiden la unidad revolucionaria, y entrar definitivamente en un proceso de
construcción de la Dirección Única. En este sentido, el pensamiento y el ejemplo del
“Che”, nos facilitará enormemente esta gran y difícil tarea.
Para finalizar, nuestro más profundo y sentido homenaje a todos quienes hace 50 años,
hicieron surgir en los territorios de la clase obrera y de los pobres del campo y la
ciudad de nuestro Chile, la alternativa revolucionaria y socialista. Nuestro saludo a los
gloriosos 50 años del legado histórico del Movimiento de Izquierda Revolucionaria
(MIR). Nuestro saludo y homenaje a la memoria de sus dirigentes preclaros y
consecuentes, caídos en la lucha: Luciano, Miguel, Bautista, Lumi, Diana y a los cientos
de revolucionarios que dieron su vida por la causa obrera, popular y socialista. Nuestro
saludo a esa estela rojinegra de acción y pensamiento que marca la conciencia de las
nuevas generaciones de jóvenes, ahora dispuestos a mover el mundo y hacer andar la
historia.
A PONERNOS DE PIE Y ALZAR DE NUEVO CON FUERZA, LAS BANDERAS DEL
SOCIALISMO, QUE NUESTROS HEROES Y MARTIRES HONRARON CON SU LUCHA Y
CON SU MUERTE.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
CITAS Y DATOS BIBLIOGRAFICOS
(1) “La orden de venta del 30 por ciento del paquete accionario de SOQUIMICH —
resolución 00219 de CORFO, del 4 de julio de 1923— fue expedida mientras Ponce
Lerou ocupaba la gerencia general de CORFO y desempeñaba la presidencia de
SOQUIMICH, que entonces era del Estado”. (Revista Página Abierta 1990)
54
(2) “ En 1980 entraron a SOQUIMICH Julio Ponce Lerou y Patricio Contesse, Desde 1983
—cuando se transaron en la Bolsa de Comercio de Santiago sus primeras acciones—
hasta 1988, cuando se completó totalmente su privatización, SOQUIMICH fue el centro
de una serie de discutibles operaciones financieras, protagonizadas por Ponce Lerou, su
padre, sus hermanos y sus amigos, primero como funcionarios de gobierno y más tarde
como particulares”. (El Mostrador 26 de septiembre de 2012)
(3) Marcuse H. “El Hombre Unidimensional” versión internet.
(4) Atilio A. Borón. Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales (CLACSO). Clase inaugural: Por el necesario (y demorado) retorno al
marxismo. Pág. 45. Versión internet.
(5) (6) (7) Guevara E. CHE. Revista Verde Olivo, órgano de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Cuba
(8) HernammVon Muhlenbrock. Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril. Columna
diario “La Tercera” 25 julio 2015
(*) Bautista Salvador Troncoso Palleras muere intencionalmente atropellado por un
bus del transantiago el 08 de mayo del 2015. Joven Guevarista de 24 años, seguía el
ejemplo revolucionario de su tío Adolfo Palleras Norambuena, asesinado por la
caravana de la muerte en octubre del 73 a los 26 años de edad y quien fuera dirigente
del MIR en la ciudad de Copiapó.
(**) Partidos, Movimientos o Agrupaciones de izquierda que expresan o proyectan un
discurso revolucionario, pero, que en la práctica representan las posturas de sectores
pequeño-burgueses. Sus postulados filosófico-políticos son en gran parte idealistas o
tienen un carácter utópico.
Rebelión .
A 50 años de la fundación del Movimiento de
Izquierda revolucionaria, una carta de Hernán Aguiló, ex dirigente
del MIR. Progresismo, 'neomirismo' y política revolucionaria. Miguel Urrutia F..
19-08-2015.
Rebelión
Introducción de Miguel Urrutia F. (Militante de Izquierda Libertaria)
En el “Seminario 50 años del MIR”; al que agradecemos haber sido invitados por
la Fundación Miguel Enríquez; nos correspondió exponer en el panel “Neomirismo: la
izquierda transformadora del siglo XXI”. Desde antes de su realización el viernes 14 de
agosto, resultó un panel polémico por la participación anunciada de Marco EnríquezOminami, quien finalmente no participó.
55
El domingo 16 de agosto conocimos una carta de Hernán Aguiló, ex Subsecretario
General del MIR, en la que analiza algunas intenciones del mencionado seminario y
comparte importantes ideas sobre la historia del MIR. Conseguimos entonces la
autorización del compañero Aguiló para publicar dicha carta en nuestra revista
comunista libertaria “Perspectiva Diagonal”.
Consideramos que el interés de la carta de Hernán Aguiló se vincula con la propia
presentación que, a nombre del partido Izquierda Libertaria, nos correspondió realizar
en el mencionado panel. Allí compartimos tribuna con los compañeros Francisco
Figueroa, de Izquierda Autónoma, y Cristian Fuentes, de Izquierda Guevarista. También
intentamos confrontar posiciones con el Vicepresidente de Asuntos Programáticos del
Partido Progresista, Camilo Lagos. Hicimos uso de la palabra para cuestionar la noción
de “neomirismo” y presentar dos aspectos de nuestra línea política. No es del caso
desarrollar dichos aspectos aquí, pero sí la manera en que los vinculamos con el
análisis histórico del MIR al que también alude la carta del compañero Aguiló.
Tanto los balances realizados con intención de relanzar orgánicamente al MIR,
como buena parte de los análisis universitarios sobre su experiencia, han terminado
simplificando la historia de la izquierda revolucionaria chilena y ocultando la riqueza
de alternativas que, particularmente el MIR, exploró en su corta, pero intensa historia.
Así, el llamado neomirismo, no pasa de ser un campo polarizado en el que
fundamentalmente se toman posiciones dicotómicas sobre en qué momento el MIR
debió insistir, o desistir de la lucha armada. Esto se ve reforzado por lo que llamamos
una “mirología académica”, que ha tomado como objeto, tanto al discurso, como a las
demás prácticas orgánicas de este partido [1]. Con esto, la historia de muchas
revolucionarias y revolucionarios de la región chilena, se ha perdido en una especie de
inventario de errores tácticos y estratégicos, sin un análisis a la altura de los datos
abundantemente presentados. Desde cumbres incluso doctorales, se ha terminando
enunciando truismos del tipo: “el MIR no estaba militarmente preparado para afrontar
el golpe cuya inevitabilidad propugnaba”. De ahí comúnmente se ha pasado a enjuiciar,
con la misma falta de profundidad analítica, cuestiones como la política de no asilo, la
operación retorno, las acciones de propaganda armada y su vínculo con los alzamientos
territoriales en los ochenta.
Las intenciones fraternales son la norma de estos trabajos, pero ello no ha
bastado para explicar cuestiones cruciales, como las dos, que solo a modo de ejemplo,
proponemos a continuación:
1. Después del paro patronal de octubre de 1972, se evidenció una clara voluntad de los
órganos de poder popular para articularse con la fuerza instituida e instituyente –débil,
pero real- detentada por el gobierno de Allende. Esto se tradujo orgánicamente en el
apoyo franco que Miguel Enríquez entregó en enero de 1973 a los candidatos del PS y
de la Izquierda Cristiana para las elecciones parlamentarias de marzo. Gaudichaud ha
sido de los pocos intelectuales que ha vinculado la innegable victoria popular en esas
elecciones (parcial sin duda), con la carta que solo seis meses después –y a seis días del
golpe- dirigieron a Allende los Cordones Industriales y otras organizaciones populares
de Santiago. Lo que en esa carta se planteaba –además de desbordar completamente la
orgánica del MIR, alcanzando incluso a sectores del PC- no era una demanda del tipo:
“Compañero Presidente, entréguenos las armas” (exigencia ridícula, incluso para ese
momento), sino un muy sensato llamado a que el Presidente de Chile hiciera valer la
56
legalidad constitucional, aun resguardada frente a la sedición, gracias al resultado
electoral de marzo. Esto implicaba presionar al único sector relevante que aun no podía
operar abiertamente en la ilegalidad, las Fuerzas Armadas, desatando muy
probablemente un enfrentamiento armado a gran escala en el que las organizaciones
del poder popular estaban valientemente dispuestas a compensar la minoría en que
seguramente quedarían las tropas constitucionalistas (la acreditada indecisión del
propio Pinochet, habla al mismo tiempo de la sensatez de estas tesis políticas –terribles
por la encrucijada histórica en que se formularon- y de los riesgos autoritarios
asociados incluso a una eventual victoria popular).
Por falta de espesor analítico, la mirología actual suele callar axiomas empíricos
del tipo recién presentado. Y, quien calla, otorga. En este caso, otorga a la hipótesis
alterna de la evitación del golpe mediante un pacto UP / Democracia Cristiana. Tesis
atesorada por la ciencia política transicional, a pesar que la Democracia Cristiana ha
reconocido la imposibilidad de dicho pacto. Solo la cobardía intelectual de la ‘izquierda’
que ha devenido convecina de la DC, ha salvado a este partido de tener que completar
su argumento con la verdad evidente: no podía pactar con el gobierno de Allende
porque sus cúpulas ya lo habían hecho anteriormente con la CIA y luego con la sedición
oligárquico-restauradora.
La mirología ha contribuido entonces a sostener una imagen en que el fatalismo
histórico habría corrido por cuenta del MIR y sus aliados (la descalza inevitabilidad del
golpe), sin poner en evidencia a los verdaderos fatalistas históricos, que hasta hoy
oponen soberanía popular y “estabilidad democrática”. Legitiman así la fatalidad
histórica de su concertación con un Partido Democratacristiano que ha sido, por demás,
implacable avasallador de todas y cada una de las valientes tendencias populares que
se han desarrollado en su seno.
2. Aunque el liderazgo de Miguel Enríquez no tuvo rasgos particularmente libertarios,
cabe consignar que ante la inminencia del golpe, sus esfuerzos no podían concentrarse
en la deliberación de una política para el repliegue. Es paradójica la reivindicación que
la mirología suele hacer de la conversación de Allende el 11 de septiembre con su hija
Beatriz, cercana al MIR, a quien el Presidente efectivamente le indicó: “dile a Miguel que
ahora le toca a él”. Durante esos últimos meses, Enríquez no había sido el organizador
de ningún aparato militar, sino un dirigente partidario intentando denodadamente
hacer la política realista –abandonada por Allende- de activar clivajes institucionales
para tener a lo menos una opción de confrontar al golpismo. Algunos sectores del MIR
encontraron en esa actividad político-institucional revolucionaria de Enríquez, la
oportunidad para enrostrarle una desviación verticalista y hasta cercana al
personalismo estalino. Otros sectores, más acotados, le criticaron por no abocarse a la
organización de una guerrilla. A partir de dichas críticas, la mirología ha tendido velos
simplificadores que hablan de “dos almas” en el MIR; una militarista y otra “más”
política. Estos velos han ocultado que, por ejemplo, los evidentes errores del llamado
Plan Retorno (elaborado para 1978 por el frente externo del MIR), fueron en parte
subsanados por el partido que pre-existía en Chile. La desarticulación entre prácticas
clandestinas y luchas sociales de masas, no obedeció a una mala perspectiva
estratégica, sino a una superposición irresponsable de dichas perspectivas (algo que es
claramente expresado por Aguiló en su carta que aquí presentamos). Tesis como la
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repolitización a partir de negociaciones sindicales precarias, contempladas en el Plan
laboral (1979) del ex democratacristiano José Piñera, convivían con análisis
sociológicos superestructuralmente muy pobres, que de antemano entrañaban la
conclusión de un debilitamiento del bloque dictatorial en el poder.
Por otra parte, no pocos análisis mirológicos excluyen los evidentes vínculos
históricos entre los crecientes esbozos de insurgencia armada protagonizados por el
MIR y los radicales alzamientos populares conocidos como “jornadas de protesta” entre
1983-1986. Tampoco se ha comprendido la situación de un partido como el MIR, donde
“La Política” se identificaba con una estructura ubicada fuera del país, de manera que el
tráfago de las prácticas “interiores”, pronto llevaba a que la militancia desvalorara la
noción misma de “lo político”, con la subsecuente hipertrofia del “tareismo combativo”.
Este desprecio de la cultura militante por lo político, se profundizó cuando en 1986, la
porpia palabra “Política” fue reclamada faccionalmente por un sector del MIR que, en
vez de destrabar la política real y concreta practicada por la militancia interna, dejó
caer sobre ella una andanada de sociologismos trasnochados (el llamado
“gutierrizmo”), para justificar con ellos la vaguedad del nuevo pacto social al que por
entonces ya era convocado el pueblo de Chile (vaguedad que pronto sería aclarada por
los poderes de la llamada “transición”).
En síntesis, lo que como libertarios tratamos de plantear en el seminario aludido
por Hernán Aguiló, es que, sin la exposición de la Izquierda Revolucionaria a lo que sin
duda fueron profundas derrotas táctico-estratégicas en los setentas y ochentas, el
extremismo neoliberal de la renovada oligarquía chilena, pudo haber extendido su fase
tiránica por harto más de 17 años.
Muchos de quienes en 1988 aun éramos miristas y no votamos en el plebiscito,
actuamos de ese modo, no por seguir algunas de las estériles consignas anti-electorales,
sino porque nuestra práctica política nos permitía saber –en sentido foucaultiano- que
el nuevo pacto suscrito por las clases dominantes nacionales y transnacionales, ya
había decidido un recambio de régimen político. No le inventamos al pueblo el relato de
un combativo voto “NO” que habría que defender en las calles “hasta vencer”, pues
sabíamos que esa era una victoria parcial ya alcanzada por el pueblo. Del mismo modo
sabíamos que si el pueblo no podía sacar el merecido provecho de su victoria en las
urnas, se debía a las previas derrotas táctico-estratégicas de sus orgánicas políticas, en
primer lugar, del MIR.
Para muchos y muchas revolucionarias, se abrió desde entonces un tiempo de
juntar lo nuevo, lo heredado y lo olvidado; al cabo, para nosotros; tiempo de contribuir
a la organización del Comunismo Libertario en la región chilena.
[Carta de Hernán Aguiló] A LOS 50 AÑOS DE LA FUNDACIÓN DEL MIR
La Fundación Miguel Enríquez, organización creada y organizada bajo el alero del
partido Progresista liderado por Marco Enríquez Ominami, ha organizado un seminario
denominado a “A los 50 Años de la Fundación del Mir”.
Recientemente ha sido publicada una carta de Manuel Cabieses, director de la
Revista Punto Final y ex miembro de la Comisión Política del MIR, quien había sido
invitado por Andrés Pascal a participar en dicho Seminario. En su carta entre las
razones que señala para no participar en dicho evento dice lo siguiente: “Rechazo el
aventurerismo político de MEO que ha puesto en evidencia sus vínculos con SQM,
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fuente de recursos de los políticos que sostienen el sistema” y más adelante agrega
“Creo lamentable, además, que esta persona exponga en el seminario sobre
“Neomirismo, la izquierda transformadora del siglo XXI”.
Apoyo plenamente lo señalado por Manuel en su carta a Andrés Pascal. Con Manuel
Cabieses como ex miembro de la Comisión Política del MIR, me tocó compartir tareas
de dirección clandestina en Chile entre los años 1980 y 1986. Por lo mismo, conozco de
su lealtad y su transparencia para expresar claramente sus posiciones políticas. Lo
conozco como ex compañero en la dirección y lo conozco como amigo, independiente
que tanto en el período de la clandestinidad como en la actualidad, hayamos tenido
diferencias respecto a la política nacional e internacional. Pero, no he dudado en darle
mi apoyo.
Aparte de las razones que Manuel señala en su carta deseo expresar lo siguiente
respecto al progresismo y al neomirismo que organiza este Seminario.
La Fundación del MIR, es producto de una necesidad política de conducción
revolucionaria de las masas para liderar un proceso de cambios profundos de la
sociedad chilena, cuya base política y social era la clase obrera y el pueblo. El programa
del MIR, desde su fundación fue un programa anticapitalista, consecuente con el
contenido de clase del mismo. El MIR en su historia, no concibió el proceso de
liberación de los trabajadores y el pueblo a través de alianzas y acuerdos políticos con
sectores de la gran burguesía y menos con grandes grupos económicos trasnacionales.
Es por eso, que el programa político del MIR, conllevaba también un deslinde claro y
categórico con los programas reformistas que durante la década del 60 y desde antes
desarrolló la izquierda tradicional en Chile. Para el MIR, en los trabajadores y el pueblo
estaba la fuerza social y política del cambio y de la liberación, la fuerza social
revolucionaria de la transformación. Eso fue lo que llevó a Miguel Enríquez a liderar el
proceso de fundación del MIR y posteriormente el proceso de crecimiento y
constitución del MIR como Partido al interior de las organizaciones de los trabajadores
y el pueblo.
En este proceso de lucha revolucionaria, el MIR y los sectores revolucionarios que
estaban por desarrollar estos cambios libertarios, sufrieron dos grandes derrotas
táctico-estratégicas, la primera durante los primeros años de la dictadura militar donde
entre otras dolorosas pérdidas, murió en combate Miguel Enríquez. La segunda, se
produce entre los años 81 y 86. Esta segunda derrota táctico-estratégica, coincide con
el inicio del derrumbamiento del socialismo real a nivel mundial y el inicio de la
reinstalación del capitalismo a nivel mundial, favorecido y en muchos casos impulsado
por las propias burocracias del socialismo real.
Independiente de cuales hayan sido las causas tanto de las derrotas tácticoestratégicas del MIR, como las causas del derrumbamiento del socialismo real, hacia el
futuro no es posible algún proceso liberador, si el mismo no es anticapitalista y si no
tiene como sustento político y social a los trabajadores y al pueblo. En esto el programa
fundacional del MIR sigue plenamente vigente.
Por lo anteriormente señalado, es que en el período post dictadura nunca he
apoyado proyectos políticos ligados a la concertación y posteriormente al progresismo
liderado por Marco Enríquez Ominami. El programa político y económico del
progresismo, es una mezcla de social democracia y neoliberalismo, y en su contenido es
59
mucho más retardatario que los programas reformistas de las décadas del 60 y 70 del
siglo pasado, a los cuales Miguel y el MIR nunca adhirieron.
Una de las causas, entre otras que provocó la crisis del MIR en la década de los 80
del siglo pasado, fue el surgimiento en su dirección de posiciones revisionistas que
rebajaba los objetivos políticos del programa democrático, popular y revolucionario
que el MIR venía impulsando hasta fines de la década del 70. A principios de los 80 un
grupo de dirigentes del MIR levantó la Política de Salvación Nacional que en su esencia
subordinaba la política de los revolucionarios a las posiciones de la oposición burguesa
y que no cuestionaba la política institucional ni el modelo económico impuesto por el
régimen militar. Andrés Pascal en un principio apoyó la política de Salvación Nacional y
que un pleno posterior del CC corrigió. Pero ya en la dirección del MIR estaban
instaladas estas posiciones políticas. La segunda derrota táctica estratégica del MIR y el
inicio del derrumbamiento del socialismo real favoreció su fortalecimiento y posterior
desarrollo, a la que hoy adhieren algunos ex dirigentes del MIR en el progresismo o el
llamado neomirismo.
Adherir al progresismo, no es solo adherir a su programa económico neoliberal y
de estrecha alianza con grandes grupos económicos nacionales y trasnacionales. Es
además, avalar tal como lo ha hecho la Concertación hasta ahora, la institucionalidad
contrainsurgente post dictadura. Es avalar el control y represión de la población y sus
movilizaciones sociales, con un sistema institucional contrainsurgente y de inteligencia
más moderno aún que en el tiempo de la dictadura. Es apartarse totalmente de los
trabajadores y el pueblo.
Si se quiere recoger uno de los legados históricos más importantes del MIR a los
50 años de su Fundación, no se puede tampoco tirar al tacho de la basura el concepto
de un desarrollo institucional de los trabajadores y el pueblo desde abajo y alternativo
a las constituciones que en sus distintos momentos históricos han sido impuestas desde
arriba por el gran capital nacional y trasnacional. A mi entender esto también sigue
plenamente vigente, entendiendo que se debe superar y cambiar radicalmente, la
propia experiencia y práctica histórica del MIR al respecto, pero rescatando su esencia,
que la liberación solo será posible a partir de una nueva institucionalidad que se vayan
dando las propias organizaciones de las masas, a partir de su propio empoderamiento
político, social y económico desde abajo.
Solo un proyecto materializado de los trabajadores y el pueblo puede garantizar
los derechos humanos y hacer realizar el “Nunca Más” a la violación de los mismos.
Hernán Aguiló M., Ex Subsecretario General del MIR- Ex Jefe del Movimiento de
Izquierda Revolucionaria en Chile (1976-1986)
[1] No incluimos en esta denominada “mirología”, a los estudios centrados en
movimientos sociales donde el MIR pudo tener importante presencia, sin que por ello
dichos estudios constituyan a la orgánica política del MIR en su objeto de análisis
fundamental.
Rebelión
60
Chile: 50º Aniversario de la fundación del MIR
Pedro Alfonso Valdés Navarro · · · · ·
23/08/15
"Y si la continuidad del MIR estuvo amenazada, si Contreras
dijo en aquel fatídico 5 de octubre de 1974, “el MIR está
muerto”, nosotros hoy respondemos: míranos Contreras,
Pinochet, acá estamos presentes; los enemigos que matasteis
están vivos. Y porque estamos vivos es que no habrá olvido y sí
estamos vivos nuestra lucha fue justa y calamos en lo más
hondo de nuestro pueblo”."
Jécar Neghme (1989)
Desde el 13 de agosto están teniendo lugar en Chile las
conmemoraciones del 50º aniversario de la fundación en
Concepción del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
de Chile. En una serie de actos en Santiago, Valparaíso, Arica,
Concepción y Temuco se ha recordado una de las experiencias
más interesantes, con sus errores y aciertos, de una
organización revolucionaria en América Latina. Los actos
pueden seguirse desde la página del MIR, que también recoge, a
través del Instituto Bautista Van Schouwen, numerosos
documentos históricos de la organización y la época.
El MIR nació en el ascenso de los años 60 que llevaría a Salvador
Allende y a la Unidad Popular chilena al gobierno, fue capaz de
resistir heroicamente al golpe de estado de Pinochet y a la larga
dictadura militar y participar desde los movimientos sociales y
sindicales a la reconstrucción del movimiento obrero y socialista
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chileno.
Pero el momento de su fundación, a mitad de los años 60 del
siglo pasado, comienza a desdibujarse en la memoria y con la
desaparición física de aquella generación de jóvenes
revolucionarios que querían “ser como el che”. Nos ha parecido
que ayudaría a volver a poner las cosas en su sitio, al menos el
que le corresponde en la historia, recoger la introducción y las
conclusiones del que sigue siendo el mejor estudio académico del
nacimiento del MIR: Elementos teóricos en la formación y
desarrollo del MIR durante el periodo 1965-1970, del
historiador chileno Pedro Alfonso Valdés Navarro. SP
“El MIR chileno, fundado en 1967, llegó a ser quizá s el
movimiento má s llamativo a escala internacional (el má s sexy
dijeron algunos, en vista del carisma y el atractivo de los
hombres y mujeres de la juventud dorada de Santiago y
Concepció n que formaban la mayor parte de su dirigencia).
Tambié n se lo puede considerar un movimiento esencialmente
urbano, aunque siempre sostuvo que abarcaba un ala
campesina y marginal urbana” La cita es recogida del
connotado ensayista y político mexicano, Jorge Castañ eda, en
su interesante y controvertido ensayo, “La utopía desarmada”
(pp. 95) y nos muestra una imagen juvenil, nueva y carismá tica
del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Esta imagen es
parcialmente erró nea. No só lo por el añ o en que el autor
mexicano da como fundacional del MIR, 1967, sino tambié n
por la identificació n de este grupo con una historia
generacional nueva. Los sesentas.
Esto contrastado con otras investigaciones nos arrojaban un
panorama diferente. Nos mostraban un MIR nacido, en 1965 y
con una primera dirigencia má s bien madura y no juvenil. Con
un porcentaje no menor de sus militantes pertenecientes a
sindicatos, prueba de ello, a los pocos días de fundado el MIR,
este lleva cerca de 25 delegados sindicales al IV congreso
nacional de la CUT, en Agosto de 1965. Claramente este era
otro MIR, y no la juventud dorada que habla Castañ eda.
¿Podemos decir que existe una imagen correcta y otra errada?.
Si podemos mencionar que el MIR que conoceremos es una
buena interacció n de ambos dibujos. Por una parte un grupo
generacionalmente identificado con los nuevos procesos de
cambios sociales y políticos de la segunda mitad del siglo XX, y
otro dibujo en donde está n presentes cuadros sindicales y que
provienen de militancias desde antes de la segunda guerra
mundial. Entonces, si estas imá genes son complementadas.
¿Có mo llegarían a confluir en el MIR estas edades y visiones de
la política tan diversas? Má s aú n, estas visiones representaban
corrientes del pensamiento revolucionario, pensamiento que
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despué s de las revoluciones china y cubana, de la constante
crítica del trotskismo, y de la crisis entre el Moscú y Pekín,
tenía mú ltiples variantes.
Una de las respuestas las menciona Luis Vitale en sus distintos
estudios sobre el MIR. Pero la otra respuesta todavía estaba
pendiente. Los estudios sobre el MIR durante el período
fundacional son escasos, y los pocos que existen citan al
mismo Vitale y/o a fuentes secundarias. Nos interesaba
recoger estas experiencias y formarnos un panorama que nos
develara cuales eran los elementos teó ricos del MIR durante el
período 1965-1970. Queríamos conocer má s sobre esta
cohabitació n ideoló gica durante los cuatro primeros añ os, y si
esta se había plasmado en un ideario político propio de la
organizació n. Volviendo a lo anterior. Debía ser interesante,
poder recoger cuales eran las influencias teó ricas que jugaron
al interior de la colectividad y como estas se complementaron,
si, lo hicieron. É ramos optimistas frente al desafío ya que cada
tradició n revolucionaria recogía numerosa cantidad de
elementos histó ricos, sociales y teó ricos.
No era menos simbó lico tampoco, que el lugar en donde se
reunirían cerca de un centenar de delegados, fuera la sede del
sindicato del cuero y calzado, dirigido por el anarquista
Ernesto Miranda. Que uno de los convocantes fuera Clotario
Blest, cristiano revolucionario. Y que el Secretario General
haya sido Enrique Sepú lveda, quien recogió entre otros la
influencia de Abelardo Ramos. La historia y la historia política
esta plagada de imá genes simbó licas que nos hablan de
representaciones, ideas y tradiciones. Estas estarían presentes
en los primeros añ os de vida de la organizació n. Por
contrapartida, su crecimiento fue pobre y su influencia social
tambié n.
Dentro de este aná lisis, identificaremos tres momentos en los
cuales las concepciones políticas, tradiciones o corrientes del
pensamiento revolucionario, van a marcar el devenir de la
organizació n.
El primer abarca el período inicial donde la dirigencia recae en
Enrique Sepú lveda, antiguo trotskista, y vinculado a las tesis
nacionalistas revolucionarias. Desde Septiembre de 1965
hasta Diciembre de 1967.
El segundo instante lo comprende desde la dirigencia de
Miguel Enríquez, joven revolucionario, educado bajo la
tradició n trotskista y cercano a posiciones armamentistas.
Hasta el quiebre interno. Desde Diciembre de 1967 hasta Junio
de 1969.
El tercer momento comienza con la divisió n de parte
importante de la dirigencia y un buen porcentaje de la
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militancia, lo que provoca la marginació n de una de las
tradiciones revolucionarias que se mantenía aun en el MIR.
Estos momentos deben estar explicados bajo un profundo
aná lisis de cuales fueron estas tradiciones. Porqué nacieron y
cuales eran sus postulados. Relevante es entonces conocer las
líneas estraté gicas implementada por el PC y el PS, para poder
entender las criticas de estas corrientes, y porqué en
numerosos casos, algunos militantes deciden separarse del PC
o PS, o son expulsados, e integran una de las tantas
experiencias y orgá nicas revolucionaria de fines de los
cincuentas.
**********
“El MIR surge desde un accionar prá ctico completamente
audaz”. Esta frase pareciera condensar lo que generalmente se
conoce de esta organizació n, o por lo menos lo que el resto de
la sociedad comenzaba a entender de este puñ ado de jó venes
bien parecidos, que comenzaba a realizar a fines de 1968 con
propó sitos altruistas.
Este accionar se estructuró primero en base a una gran
asamblea ideoló gica. Similar a como funcionaria la Vanguardia
Revolucionaria Marxista (VRM), y con una amplia posibilidad
de divergir en torno al cará cter de la revolució n. Finalmente
será este punto el que separe aguas a viejos camaradas que
pretendieron iniciar un camino unificado de lucha, en
circunstancias de que mas tarde este anhelo de inclusió n
terminara por mermar la disciplina y la cohesió n política. Así
llegaban a formar partido, llegaban a reunirse en un encuentro
los verdaderos revolucionarios, viejos conocidos de militancia
juvenil, de conversació n y discusió n política. Treinta añ os
despué s volvían a converger Enrique Sepú lveda y Oscar Waiss.
Esta idea de partido, una organizació n amplia y con poca
rigurosidad en el control, se complementaba con el escaso
trabajo que esta misma permitía en torno a la captació n de
nuevos militantes. Mas bien el ingreso de nuevos adherentes
del MIR de 1965-1967, se produciría por los contactos que
tenían en sindicatos, centros de alumnos, y localidades rurales,
los primeros 500 a 1000 militantes de los dos primeros añ os.
Este laisse faire organizativo, tenía como ventaja la posibilidad
de discusió n interna, pero tambié n la de debate con
interminables conversaciones y discusiones que no permitían
muchas veces el generar decisiones políticas inmediatas. Estos
elementos causaron, o fueron una suma de lo mismo, que se
reunieran una gran cantidad de visiones, experiencias,
corrientes de la izquierda revolucionaria, que llegarían los
primeros añ os a concluir en el MIR. Maoístas, diversos tipos de
trotskistas
y
filo
trotskistas,
castro-guevaristas,
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anarcosindicalistas y revolucionarios varios. Esta fue una de
las características má s sobresalientes de este MIR, la instancia
de reunió n revolucionaria má s variada y convergente de la
segunda mitad del siglo XX. Atrá s había quedado el sectarismo
y los individualismos políticos. La lecció n de la derrota del
FRAP, había dado como resultado la unidad revolucionaria,
lograda con el auspicio de conocidos dirigentes como Clotario
Blest, Enrique Sepú lveda, Humberto Valenzuela y Oscar Waiss.
A medida que fue cambiando la direcció n, la estructura
partidaria así lo hizo tambié n. El escaso crecimiento y poco
nivel de influencia en distintos frentes de masas, provocó la
autocrítica y la reflexió n interna en torno a qué modificació n
era relevante realizar. El período revolucionario vivía uno de
sus momentos cruciales y decisivos con la muerte del che
Guevara, y por lo tanto, todas las lecciones que de aquí se
podrían desprender para el futuro de los revolucionarios. Con
la muerte del che no solo que daban hué rfanos los
revolucionarios latinoamericanos, sino tambié n las ideas en
torno a seguir por la revolució n continental. La muerte de
Guevara, debía repercutir y así hacer notar que a partir de
1967, el proceso revolucionario ya no podía ser el mismo.
En ambas etapas aquí estudiadas, el MIR no logró estructurar
un pensamiento acabado y propio. A los teó ricos miristas les
faltó madurez, y mayor capacidad de aná lisis con la valiosa
cantidad de aportes que recibió la organizació n. Esta seria la
segunda característica importante del MIR. Debido al espíritu
libertario que predominó los primeros añ os, y a las tradiciones
revolucionarias que formaban parte de la organizació n, el MIR
se nutrió de mú ltiples elementos ideoló gicos, que estaban
presentes en la é poca. Como criticaba desde su fundació n al PC
y a los partido de la izquierda tradicional, no podía actuar
sesgadamente como lo hacia el primero. Se debía permitir el
libre acceso y circulació n de los textos clá sicos del socialismo,
como así tambié n toda la literatura referente a otras temá ticas
sociales. Estas abarcaban no solamente el campo político sino
tambié n filosó fico, literario, socioló gico, antropoló gico y
econó mico. Fue con este cú mulo de ingredientes, con los
cuales el MIR no alcanzó a estructurar un pensamiento mirista
propiamente tal, para el período estudiado. Quedaría
pendiente una estructura partidaria preocupada de la
educació n y producció n político teó rico que ayudara a
implementar esta plataforma.
De las tradiciones revolucionarias, la que con mayor fuerza se
alzó fue el trotskismo. Este vendría a la formació n del MIR
mejor preparado política y organizativamente. Del trotskismo
el MIR forjará el programa inicial, la declaració n de principios,
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y una buena cantidad de miembros del comité central. Cabe
recordar que la primera estructura político - militar estuvo a
cargo de cuadros trotskistas. Lejana quedaría, por lo menos en
esta experiencia mirista, la idea de un trotskismo sectario y
divisionista, trotskistas de café . Esta imagen no se creo al
interior de las relaciones entre revolucionarios.
En el plano econó mico, la conceptualizació n que tomó el MIR,
provenía de la tradició n trotskista y de la nueva categoría de
aná lisis que por ese entonces comenzaba a ganar adhesió n
sobre todo entre los círculos universitarios. Así la teoría de la
dependencia unía, intercambiaba y mezclaba elementos de
ambas posiciones, el desarrollo de los países dependientes y
su nexo con el desarrollo del mercado mundial, vendrían a
poner en el primer plano de la discusió n el cará cter socialista
de la revolució n. Si los denominados países atrasados, eran
estructuras econó mica y socialmente capitalistas, la
construcció n estraté gica debía pasar por una revolució n
socialista y no democrá tica burguesa como planteaba el
reformismo. Suyas tambié n el MIR haría la ó ptica estructural
de los dependentistas en cuanto a que el subdesarrollo es
parte del mismo desarrollo de otros estados, y para terminar
con la situació n primera, es necesario identificar el punto que
las provoca: el capitalismo. Así se abrirá paso a reformas
estructurales o revoluciones armadas. El MIR optará por la
segunda. Con esta categorizació n, el MIR pudo tener y sumar
una teorizació n econó mico social del periodo. Quedaría la
tarea pendiente para construir un marco propio que condense
estas matrices. Esto entendié ndolo dentro de la misió n
leninista del partido, que concibe, que la funció n de este no es
solamente guiar a las masas hacia la construcció n del
socialismo, sino tambié n elaborar ciertas líneas teó ricas que
ayuden al mejor entendimiento y aná lisis de la realidad.
Lo ú ltimo que queremos recalcar y hacer notar, es la variada y
enriquecedora experiencia de construcció n de partido que
significó el MIR. Esta organizació n y a lo largo de todo el
período en estudio, gozo de cuadros muy bien dotados
teó ricamente y políticamente, con capacidad organizativa y un
alto nivel de oratoria. Militantes capaces de elaborar
interesantes aná lisis, conocer y comprender esquemas
formales y realizar interpretaciones de ellos, estudiantes
avanzados en la formació n de cuadros y muy eficientes en las
tareas políticas, como así tambié n experimentados militantes
que se habían nutrido con lo má s significativo de la militancia
revolucionaria de los añ os cincuenta y sesentas. Interesante es
analizar la entrevista que realizó un joven Miguel Enríquez en
Perú a Hé ctor Bejar, guerrillero peruano del ELN. El contacto
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que estableció Luciano Cruz, con la dirigencia cubana y con
Bertrand Russell. La acogida de un grupo del comité central a
Michel Pablo y otros dirigentes de la IV internacional. El
contacto entre Clotario Blest y Mao Tse Tung, Ho Chi Ming y el
che.
Por esto y por otras razones, aú n cuando el MIR durante los
primeros añ os careciera de un nivel alto de influencia en las
masas obreras, en las poblaciones de las barriadas de las
principales urbes de Chile, y se acercará lentamente a un
poder organizativo y dirigente en las universidades, el rol y la
notoriedad de los primeros dirigentes miristas se venia
gestando con anterioridad a 1965. No eran sus primeros pasos
en la participació n política, tampoco sus actuació n en
asociaciones, federaciones y orgá nicas de la izquierda
revolucionaria. La producció n escrita venia desde antes de El
Rebelde o Estrategia. Las concentraciones no se circunscribían
al mundo universitario, y estaban má s allá de los muros de las
casas de estudios. Así era entendible quienes eran los que
formaron este primer comité central, y lo má s importante,
quienes eran los que idearon esta reunió n de las tradiciones
revolucionarias chilenas, lo que fue el MIR.
Pedro Alfonso Valdés Navarro es historiador
http://www.socialismo-chileno.org/apsjb/2006/21562314Valdes-Navarro-Pedro-Elementos-teoricos-en-el-desarrollodel-MIR-durante-1965-1970-2006.pdf
CONVOCATORIA PARA LA MARCHA DEL “11” A EFECTUARSE EL DOMINGO 6 DE
SEPTIEMBRE DE 2015
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DE LA MEMORIA HACIA LA VICTORIA
¡Hola! Somos un puñado de personas como tú, quienes hace ya mucho tiempo sienten la
necesidad de compartir algunas palabras contigo. Estas expresiones vienen madurando
desde una cierta perspectiva compartida, desde lo cotidiano y al calor de la propia
situación política nacional. Nuestras palabras no están exentas de amargura, pero a su
vez contienen una gran dosis de esperanza. Con este mensaje pretendemos apuntar a
tus convicciones, pero, por sobre todo, apelar a tu voluntad. Si somos capaces de
concretar esta propuesta, pensamos con esperanza, estaremos dando paso a una nueva
coyuntura de unidad y de lucha, la cual permita reagrupar a quienes aspiran a superar
el actual injusto sistema de dominación. La idea es avanzar desde lo simple a lo
complejo, permitiendo que a partir de acciones concretas, en un movimiento
ascendente, se vaya articulando un bloque político generoso en su amplitud, el que
tenga como Sur algunos puntos esenciales, tal como el anticapitalismo.
Esta propuesta no pasa por realizar múltiples y detalladas reuniones de
coordinación, las cuales, las más de las veces, se prolongan hasta lo indecible,
diluyéndose en extensos diagnósticos sobre la “realidad presente”; donde se intenta
“imponer la línea” a los demás o en que prima el choque de visiones sobre lo que debe
hacerse, pero desde una perspectiva teórica estrecha y sobreideologizada. Reiteramos
que la propuesta es simple, pero encierra su contrario; es decir, apunta a un hecho
complejo.
Se requiere del apoyo concreto de Organizaciones y de No Organizados y una vez
que pueda ser asumida la presente propuesta, sea ésta difundida y se busquen más
apoyos solidarios. Como siempre, se requiere de toda la fuerza, de todas las fuerzas.
Seguramente, es éste un ofrecimiento que requeriría de muchos prólogos y de
profundas fundamentaciones. Sin embargo, para que tú decisión sea favorable, sólo se
necesita del amor a la clase, a los Compañeros y Compañeras que nos precedieron en
las actuales luchas, la convicción de que el proyecto revolucionario en Chile es todavía
posible y necesario.
Es por todo lo anterior, y por mucho más, que convocamos a:
Marchar el domingo 6 de Septiembre de 2015, desde el Patio 29 del Cementerio
General de Santiago (reuniéndonos desde las 10:00, frente a la tumba de Miguel
Enríquez), para marchar a las 11 horas con dirección a La Moneda. Una vez allí, dar
lectura a un Pliego de Demandas Sociales y Populares por las cuales convocamos a
continuar la lucha. Asimismo, proponemos que otro tanto se realice en las demás
ciudades de Chile, marchando desde los cementerios o sitios de conmemoración hasta
las plazas principales, realizando en estos últimos actos populares masivos y
combativos.
Las Organizaciones y No Organizados que quieran sumarse a esta iniciativa les pedimos
hacer contacto a través de: [email protected]
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¡Sólo la lucha y la unidad nos harán libres!
¡Arriba l@s que luchan y no se rinden!
¡Fin a los pactos de silencio!
¡Paso a las Demandas Sociales y Populares!
Adhieren a la Presente Convocatoria:
Higinio Espergue. Coordinación Nacional Ex Presos y Presas Políticos del MIR
Mercedes Maldonado. Coordinación Nacional Ex Presos y Presas Políticos del MIR
Casa de la Memoria José Domingo Cañas
Ex Prisioner@s Polític@s de 3 y 4 Alamos
Nelson Aramburu. Comisión Ética Contra la Tortura
Nelson Aquiles Soto Aguilera. Ex Consejero Nacional de la Federación de Trabajadores
del Cobre
Luis Soto Pérez. Luchador Social anticapitalista
Rulo Cepillo Cortez. Luchador Social anticapitalista
Andrés Figueroa Cornejo. Luchador Social anticapitalista
Luis Bolbarán Vargas. Ex FTR-MIR
Colectivo Acción Directa. CAD
T E N D E N C I A N A C I O N A L.
DINERO Y POLÍTICA EN CHILE:
SÍNTOMAS DE UNA UNIÓN ESTRUCTURAL. Por Andrés Cabrera N º
9/ABRIL2015
Se tenderá a confirmar que los hechos de corrupción no son meros eventos
aislados, sino que, por el contrario, representan síntomas que se encuentran
concatenados a la reproducción misma del patrón de acumulación neoliberal. En este
plano, cabe preguntarse: ¿Qué responsabilidad compete al dualismo político durante el
período transicional?
No cabe duda de que la crisis de representatividad, que afecta a las principales
instituciones y actores político-sociales del país, ha sido la matriz que ha estructurado
la discusión pública desarrollada durante los últimos meses.
Los diversos delitos atribuidos a los principales actores provenientes del mundo
empresarial y político, en el marco de los casos Penta, Caval y Soquimich, han pasado a
formar parte de la extensa batería de argumentos utilizados por la ciudadanía para
criticar y denunciar este tipo de prácticas. Cuestión que no ha hecho más que expandir
el distanciamiento entre el sistema político y el pueblo de Chile.
Tanto el “Track Semanal de Opinión Pública” realizado por Plaza Pública Cadem,
como la “Encuesta: Evaluación Gestión de Gobierno”, efectuada por GFK ADIMARK, han
sido concluyentes al momento de graficar los escasos niveles de representatividad que
mantienen las principales dirigencias, organismos e instituciones del país ante la
ciudadanía[1] .
En un plano menos estadístico, aunque igualmente significativo, se encuentra la
innumerable cantidad de comentarios que abarrotan las plataformas virtuales,
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plasmando sus resonancias en un proceso de impugnación transversal y diversificado
que durante estas últimas semanas ha visto emerger algunas iniciativas de protesta
ciudadana similares a las manifestaciones regionales que desencadenaron el ascenso
del movimiento la social durante el año 2011[2].
En este contexto, dos han sido las lecturas predominantes al momento de
explicar el estallido mediático de los casos de corrupción que sacuden al país. Para
unos, la larga lista de acusaciones por la que varios empresarios y políticos están
siendo procesados y/o investigados, son expresión de conductas desviadas que, aun
cuando sean indicadas como faltas graves contra la ética y probidad, constituyen
prácticas aisladas, imposibles de extender a las lógicas que sustentan y reproducen la
sociedad de mercado.
Para otros –situados en las antípodas de la lectura precedente–, las denuncias de
cohecho, financiamiento irregular de campañas, corrupción, fraude al fisco, uso de
información privilegiada, tráfico de influencias, etc., reflejan idóneamente las
características estructurales de un modelo social que favorece sistemáticamente la
acumulación de capital y/o poder en manos de una elite político-económica, que se
encuentra separada de los innumerables estragos que, en distintas esferas sociales,
como trabajo, salud y educación, debe soportar el “ciudadano de a pie”.
Consecuentemente, el actual debate político demanda identificar con claridad la
residencia en la que efectivamente cohabita el dinero y la política. En este sentido,
resulta necesario volver a preguntarse si la morada del cuestionado maridaje radica
sólo en la inescrupulosa emisión de boletas ideológicamente falsas, o–más grave aún–
el refugio del desacreditado vínculo se encuentra en la estructura misma de las
instituciones, forjadas durante el proceso dictatorial y transicional.
La corrupción del modelo chileno en retrospectiva
Hace casi quince años, la obra de la periodista y Premio Nacional de Periodismo,
María Olivia Mönckeberg: “El Saqueo de los Grupos Group Económicos a Estado Chileno”
(2001), desclasificó sin eufemismo alguno los nombres de los agentes y grupos
económicos que forjaron sus riquezas al amparo de la dictadura militar, iluminando con
ello un legado investigativo que interpela la capacidad política de la ciudadanía. Y es
que, a pesar del importante develamiento mediático, hoy, tal como en esos años, “nada
o muy poco se ha dicho sobre la actividad privada que se oculta en el día a día del
mundo de los grandes negocios efectuados a expensas de los chilenos. Hoy, cuando el
dominio entre lo público y privado es muy difuso, la actividad privada debe ser parte de
este objetivo para transparentar los hechos” [3].
En efecto, los nombres de los gerentes y empresas asociadas a la derecha política
que hoy se encuentran en el ‘ojo del huracán’, fueron parte importante del sustento civil
que blindaba intelectualmente la instauración neoliberal ejercida por la dictadura
militar. Resulta altamente paradójico constatar, que la tradicional crítica lanzada por
los círculos de derecha en contra del “exceso de grasa burocrática” acumulada por el
Estado, sea un fenómeno característico de estos mismos sectores. Después de todo,
fueron los altos funcionarios civiles del régimen militar los que se posicionaron sin
escrúpulo alguno a la cabeza del proceso de privatización de las empresas y áreas
estratégicas del Estado.
70
El origen del grupo Penta es sintomático al respecto, ya que forma parte de la
segunda oleada privatizadora desarrollada bajo la conducción del ex ministro de
Hacienda del régimen militar, Hernán Büchi, durante la segunda mitad de la década de
1980.[4] El grupo liderado por Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín,[5] se
formó a través de las privatizaciones en el sector de los seguros, sumando a ello, la
apropiación del Instituto de Seguros del Estado. Ya en la década de los noventa, el
grupo comenzaría a participar en el negocio de la educación universitaria (ligado a la
Universidad del Desarrollo), ingresando también al negocio de las AFP a través de la
Cuprum,[6] la que fue vendida en 2012, a la compañía estadounidense Principal
Financial , por más de mil quinientos millones de dólares.[7]
Por su parte, Soquimich, el “imperio de Ponce Lerou”, [8] reviste especial interés.
Tal como destaca la Premio Nacional de Periodismo, “no sólo por lo que el salitre, el
yodo y el litio significan como recursos, sino por el papel determinante que en la
gestión y posterior privatización de la empresa y de esos recursos ha jugado el ex yerno
del general (R) Pinochet, el ingeniero forestal, Julio Ponce Lerou como Presidente de su
Directorio y cabeza del holding de empresas que ha creado con la colaboración estrecha
de su colega y amigo Patricio Contesse y en el que están también incorporados sus
hermanos. La Empresa Química y Minera de Chile, Soquimich, productora de salitre y
yodo, era totalmente estatal al 11 de septiembre de 1973. Desde 1988 está
enteramente en manos privadas” [9]. Sólo para graficar lo problemático del asunto,
valga mencionar que la estimación atribuida a la pérdida patrimonial el Estado en el
proceso de privatización de Soquimich “implicó 261,9 millones de dólares menos que el
valor real”. [10]
En este último sentido, ante el estallido noticioso que ha puesto al desnudo el
modus operandi con el que ambos holding han acumulado su riqueza, se vuelve un
imperativo recordar los datos entregados por la Primera y segunda Comisión
Investigadora de la Cámara de Diputados (1991 y 2005-2006, respectivamente), cuyo
objeto era evaluar la pérdida patrimonial del Estado de Chile producto del proceso
privatizador.
En efecto, la primera comisión señaló que el proceso de privatización ejecutado
en Chile entre 1985 y 1987 “significó la venta de 32 empresas pertenecientes a CORFO,
con una pérdida patrimonial de 2.209 millones de dólares en 1989. A ello se agrega
que CORFO asumió los pasivos de las empresas enajenadas, aumentando sus deudas en
131% en relación a 1984”. Por su parte, la segunda comisión, basándose en los datos
proporcionados por la Contraloría General de la República, establece que “sólo por la
venta de 30 empresas enajenadas durante el período comprendido entre 1978 y 1990,
el país perdió US$ 2.223.163.439,98 lo que a 1990 correspondía al 6,4% del PIB”. [11]
Estos antecedentes demuestran que los casos de corrupción develados, son mucho más
amplios e intensos de lo que suponen las interpretaciones de los defensores del
modelo. Es un hecho que, de prosperar el avance de los procesos e investigaciones en
curso (ya sea a través de sus ramificaciones judiciales, periodísticas o cívicas), se
tenderá a confirmar que los hechos de corrupción no son meros eventos aislados, sino
que, por el contrario, representan síntomas que se encuentran concatenados a la
reproducción misma del patrón de acumulación neoliberal. En este plano, cabe
preguntarse: ¿Qué responsabilidad compete al dualismo político durante el período
transicional?
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Un buen punto de partida para abordar interrogante, se encuentra en la
interpretación otorgada por Claudio Fuentes en torno al Poder, Constitución y Prácticas
Políticas desarrolladas en Chile, durante el período 1990-2010. En su obra El Pacto
(2012), Fuentes es claro en señalar que la crisis de representatividad que afecta al
sistema político chileno durante los últimos años, se debe a que “las elites que
condujeron la transición actuaron basándose en el principio de representación: como el
pueblo los había elegido, entonces tenían la potestad para diseñar los destinos de la
nación. El principio de representación –la delegación del poder en manos de unos
pocos– fue alejando a esta elite de las aspiraciones y los deseos de la ciudadanía, y el
debate constitucional poco a poco se fue convirtiendo en una serie de complejas
negociaciones entre los que tenían el poder. De este modo, el ciclo político 1990-2010
se caracteriza precisamente por la ausencia de la ciudadanía” [12].
Ciertamente, este abismo que separa a una elite política cerrada sobre sí misma
de una ciudadanía que comienza a transitar desde la apatía a la crítica, concluyó por
transformarse en el espacio apropiado para que se reprodujera, sin tapujos de ningún
tipo, el maridaje entre el dinero y la política. La gravedad intrínseca de este asunto, no
debiese subvalorar los constantes registros de corrupción que han emergido en las
décadas previas.
La recopilación investigativa desarrollada por el Centro de Derechos Humanos
asociado a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile [13], incorpora un
sinnúmero de casos de corrupción que, nuevamente, comienzan a aflorar en la
memoria de la ciudadanía. El crudo registro del perjuicio fiscal ocasionado por el caso
MOP-Gate (avaluado en $1.253.352.295 de pesos, sólo en la causa principal), no sólo es
emblemático por los ilícitos cometidos, sino también, lo es por la tregua política gestada
entre el presidente de ese entonces, Ricardo Lagos, y el ex senador de la Unión
Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira: ¿Estará esta vez la ciudadanía
dispuesta a aceptar una nueva reedición de la deslegitimada “política de los acuerdos”?
En la actualidad, y en consideración de los antecedentes retrospectivos retratados, los
hechos de corrupción develados por la opinión pública proveen una lección difícil de
contrarrestar: La única opción de levantar una “muralla China” entre el dinero y la
política es transformando sustancialmente las instituciones del modelo neoliberal.
Cuestión que equivale a demoler el reducto donde cohabitaba dicho maridaje: ¿Podrá la
activación política de la ciudadanía y los movimientos sociales demoler la morada que
cobija en estrecho vínculo al dinero y la política? No cabe duda que el devenir del año
2015 otorgará más de una respuesta a tan menuda interrogante.
1 La encuesta Plaza Pública Cadem publicada el 23 de marzo pasado es sintomática al
respecto. Según los encuestados, las tres instituciones donde más se extiende la
corrupción son: 1. Los partidos políticos, 2. El Congreso y 3. Las grandes empresas
privadas. Sin “derecho a podio”, pero en un expectante cuarto lugar, se encuentra: 4. El
Gobierno.
Véase:
http://www.elmostrador.cl/media/2015/03/cadem_23marzo_2015.pdf
2 El levantamiento del pueblo de Caimanes en contra de la Minera Los Pelambres
perteneciente al grupo Luksic; la “Macha de los Indignados” que reunió a más de 4 mil
personas de Alto Hospicio e Iquique en el centro de la ciudad tarapaqueña el pasado
viernes 20 de marzo e incluso las protestas efectuadas por los pescadores artesanales
72
en Talcahuano, Lota y Coronel, a lo que se suman recientes llamamientos contra la
corrupción como el realizado el lunes 23 de marzo con la demanda central por
plebiscito y asamblea constituyente, son algunos de los conflictos latentes que no han
dejado de ser
monitoreados por el Ministerio del Interior.
3 Mönckeberg, M. O. (2001). El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado Chileno.
Ediciones B, Santiago, pp. 13.
4 Véase: http://www.elmostrador.cl/pais/2015/01/21/el-origen-del-grupo-penta-enlas-oscuras-privatizaciones-de-la-dictadura-militar/
5 Durante el régimen militar, el primero ofició de “Asesor del Ministerio de Salud”,
mientras que el segundo, tuvo a su cargo la “Superintendencia de Seguros”, además de
la presidencia del “Consorcio Nacional de Seguros”.
6 Véase: http://www.theclinic.cl/2014/08/28/maria-olivia-monckeberg-desgrana-elchoclo-y-explica-como-ha-operado-el-largo-brazo-de-penta/
7
Véase:http://www.emol.com/noticias/economia/2012/10/08/563744/principalacuerda-con-penta-la-compra-de-afp-cuprum-por-unos-us-1500millones.html
8 Durante la dictadura militar, Julio Ponce Lerou ocupó el cargo de “Gerente General de
CORFO”.
10 Mönckeberg, M. O. (2001). El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado Chileno.
Ediciones B, Santiago, pp. 86-87. Complementariamente, resulta ilustrativo observar la
actual composición del Directorio y Administración de Soquimich, la cual incluye
dentro de su plana al ya mencionado Julio Ponce Lerou, Wolf von Appen, Hernán Büchi
y Patricio de Solminihac, entre otros. Véase: http://www.sqm.com/eses/acercadesqm/directorioyadministracion.aspx
11
Véase:
http://www.archivochile.com/Chile_actual/21_est_ide/chact_estidea0001.pdf
12 Fuentes, C. (2012). El Pacto. Poder, Constitución y Prácticas Políticas en Chile
(1990-2010). Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago, pp. 16-17.
13 Véase: http://www.cdh.uchile.cl/corrupcion/
TENDENCIA NACIONAL. LA
COYUNTURA DE BAJO CRECIMIENTO
ECONÓMICO Y LA CRISIS DE LEGITIMIDAD. Por Iván Vitta. NÚMERO
12 • JULIO 2015
Desde el año pasado el bajo crecimiento económico se ha convertido en un tema
político de alta relevancia. Desde la oposición de derecha –tanto política como
empresarial– se acusa al gobierno de frenar el crecimiento con la implementación de
sus reformas. El gobierno ha respondido indicando que el bajo crecimiento se debe a
factores fundamentalmente internacionales, más no a la ejecución del proceso de
reformas en sus betas tributaria y laboral. Cuando el ex ministro de Hacienda Alberto
Arenas abandonó su cargo, llevaba más de medio año anunciando “puntos de inflexión”
y “brotes verdes” que nunca llegaron. La publicación del Indicador Mensual de
Actividad Económica (IMACEC) correspondiente al mes de abril de 2015 alcanzó un
73
1,7%, lo cual vino a confirmar un bajo rendimiento del crecimiento de la economía
chilena.
La trayectoria del bajo crecimiento
En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central indicó que
“los indicadores de marzo y abril —ventas del comercio, importaciones de bienes de
consumo, expectativas de empresas y consumidores, entre otros— y el bajo dinamismo
de otras partidas del gasto —como la inversión en maquinaria y equipos y el consumo
de bienes durables—, sugieren que la recuperación del crecimiento en lo que resta del
año será algo más lenta que lo previsto”.[1] El día 5 de Junio, dos días después de
presentar este informe ante el Senado, el Banco Central dio a conocer la variación
interanual del IMACEC [2] correspondiente al mes de abril de 2015: un 1,7%. Esta cifra
se ubicó en el rango bajo de las expectativas de los agentes económicos, que esperaban
un variación de entre el 1,5% y el 2,5%.[3] El guarismo corrigió a la baja las
expectativas que habían generado las cifras correspondientes a enero y febrero y que
llevaron al entonces ministro de Hacienda a anunciar que al fin habían llegado los
“brotes verdes”. El IPoM de junio recogió dicho ajuste.
La economía chilena inició su curso descendente a fines del año 2012. En
diciembre de ese año, el promedio móvil sobre tres últimos meses de la variación del
IMACEC fue de 5,4%; en diciembre de 2013 alcanzó un 2,8% y en diciembre pasado
llegó sólo un 1,8%. En febrero de este año alcanzó 2,8%, sin embargo volvió a caer en
abril a un 1,9%.[4]
Se trata de una tendencia propia del ciclo de negocios de una economía
capitalista, que coincide además con desaceleraciones similares que se observan en el
resto de Latinoamérica. Aún cuando es posible que las decisiones políticas del gobierno
y en particular las reformas realizadas hasta ahora puedan haber tenido cierto nivel de
impacto –del que no existe ninguna cuantificación seria–, los componentes económicos
cíclicos de la desaceleración son claros.
Los distintos analistas, partiendo por el propio Banco Central en su IPoM, han
señalado estos componentes económicos, partiendo por la debilidad de la inversión. Al
respecto, el Banco Central señala en su último IPoM: “La prolongada debilidad de la
inversión ha sido uno de los elementos más llamativos del último ciclo. Luego de crecer
a tasas récord y llegar a 26,6% del PIB en el 2012, su variación anual ha sido negativa
por más de seis trimestres, uno de los peores registros de las últimas tres décadas” .[5]
El economista Hugo Fazio, ex presidente del Banco Central bajo el gobierno de la
Unidad Popular y actual director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo
Alternativo (CENDA), también ha apuntado a la debilidad de la inversión: “La
importación de bienes de capital, que en 2013 y 2014 experimenta cifras negativas,
respectivamente de 7,9% y 19,8%, en el primer trimestre volvió a registrar números
rojos (-9,7%), descenso que se moderó en abril, para descender fuertemente en mayo” .
[6] Para Fazio, la situación es de estancamiento.
Este escenario ha afectado en particular a la minería, lo que tendrá un alto
impacto en el aporte fiscal que brinda esta rama productiva. Codelco prevé una
contracción de sus excedentes hasta el año 2018; este año, su excedente se reducirá a
1.700 millones de dólares, muy por debajo de la meta de 2.142 millones de dólares que
tenía en la formulación de ley de presupuestos .[7] Por el lado privado, la SONAMI
74
espera un aporte a las arcas fiscales para el año 2015 del orden de 4 mil millones de
dólares; las cuales se sitúan también por debajo de las estimaciones iniciales de
alrededor de 5 mil millones de la de misma moneda.[ 8]
Los posicionamientos políticos en torno del crecimiento: la “priorización” del
programa.
Dos son los ejes discursivos principales que han decantado respecto del bajo
crecimiento de la economía. Por un lado: continuar las críticas que surgieron desde el
empresariado el año pasado, promoviendo un “clima de confianza” que mejore las
expectativas de los agentes privados y –a través de ésta vía– aumentar la inversión. Por
el otro: avanzar hacia una “morigeración el programa” a fin de adaptarlo a un contexto
en que el bajo crecimiento impediría concretizar la totalidad de las medidas
contempladas.
En términos comparativos a los registros discursivos registrados durante el
primer año de gobierno de la Nueva Mayoría, la idea de moderar y ajustar el programa
presenta la novedad, sobre todo, debido a que sectores importantes de la Nueva
Mayoría se están sumando a la posición de “priorizar ” las reformas y adecuarlas al
contexto económico. Si el año pasado la de la DC era una voz solitaria, aunque
determinante en el curso que adoptaron las reformas, este año se ha sumado el PS, cuya
nueva presidenta, Isabel Allende, le ganó la elección a Camilo Escalona precisamente
defendiendo “el programa” del gobierno. En este sentido, la propia conducción
gubernamental ha confirmado la necesidad de “ajustes” y “priorización” de las
reformas, por medio del vocero Marcelo Díaz (PS). Los sectores más conservadores de
la coalición, por su lado, han pasado a una actitud más ofensiva. [9]
Como señalamos en el número anterior de Tendencia Nacional, el programa de
gobierno –una extensa colección de ambigüedades posible de ser llenada virtualmente
por cualquiera de los integrantes de la Nueva Mayoría con sus propios contenidos– se
redujo a un arma arrojadiza dentro de las luchas por el poder al interior de la coalición
y de sus partidos. El cambio de Isabel Allende de defensora acérrima del programa a
adalid de los ajustes es una muestra de ello.
En este plano y tal como se ha sostenido en otras oportunidades, la tarea central
de la Nueva Mayoría y el gobierno de Bachelet es la de restaurar la gobernabilidad del
capitalismo neoliberal. [10].
El cambio en la situación política del país producto de la crisis de legitimidad
detonada por los casos de corrupción ha obligado a un ajuste mayor en la táctica de la
coalición, que ha tenido una de sus máximas expresiones en el cambio de gabinete. Si el
programa era la llave que permitía abordar la amenaza principal tras el ciclo de
movilizaciones 2011-2012 (esto es: la posibilidad de un desborde por la izquierda
desde el movimiento social) la moderación del programa es en la actualidad funcional a
la amenaza que representa la crisis de legitimidad del sistema político, pues despeja el
escenario para buscar un acuerdo con la oposición de derecha y el empresariado en el
contexto de un gobierno debilitado.
La situación económica y la crisis de legitimidad
75
La apuesta del gobierno y de la Nueva Mayoría es que un gran acuerdo político
permita afrontar la crisis de legitimidad. La recuperación del crecimiento económico,
recurriendo a las viejas recetas neoliberales de incentivos al sector privado y
contención del gasto fiscal, se ha transformado en un componente central para lograr
atraer al empresariado y a la oposición de derecha a este acuerdo.
No obstante, hay factores de orden estructural en el escenario económico que
dificultan llevar adelante el propósito de recuperar el crecimiento. Por un lado, hay un
agotamiento de los factores que permitieron las altas tasas de crecimiento de los años
90’ en la economía chilena.[11] Segundo, el escenario de depresión de la economía
internacional acota las posibilidades de un crecimiento sostenido, como ha puesto en
evidencia lo irregular y pobre de la recuperación económica tras la crisis de 2008.[12]
Ya conocemos muy bien los resultados de las recetas neoliberales: concentración del
ingreso, aumento de la desigualdad, empobrecimiento relativo y carestía de la vida para
la mayoría de la población. Se trata de las causas basales del descontento social y la
falta de legitimidad del sistema político. Si ya el menos que moderado programa de
gobierno no ofrecía solución a las causas estructurales del malestar social, su
“moderación” y el retorno a la ortodoxia constituye una huida hacia adelante en la crisis
de legitimidad.
Pero la elite no está en condiciones de ver esta situación y ensaya las mismas
recetas de los años 90’. Una política distinta sólo puede venir de actores sociales
distintos, en primer lugar los trabajadores. El movimiento social es una fuerza aún muy
incipiente, pero su fortalecimiento es el único camino para una alternativa de cambio
efectiva y consistente.
1. Banco Central de Chile, “Informe de Política Monetaria Junio 2015”, p. 7. El informe
fue aprobado el 27 de mayo de 2015 por el Consejo del Banco Central.
Disponible en: http://www.bcentral.cl/publicaciones/politicas/pdf/ipm062015.pdf.
2. El IMACEC es un índice de actividad económica usado para realizar un seguimiento
mensual de la actividad económica. La principal cifra que entrega el Banco Central, y
que concita la atención de los agentes económicos y la prensa, es la variación del valor
de este índice entre un mes y el mismo mes del año anterior. El valor de 1,7% para abril
significa que entre abril de 2014 y abril de 2015, dicho índice subió un 1,7%. Para una
explicación más detallada del IMACEC, ver Antonio Escandón, Patricio Gajardo y José
Venegas, “Indicador Mensual de Actividad Económica. Imacec base 1996. Nota
Metodológica”, Santiago, Octubre 2005, Banco Central de Chile. Disponible en http://
www.bcentral.cl/estudios/estudios-economicos/pdf/serieestudios48.pdf.
3. El Mercurio On Line: “Mercado ve con cautela próximo Imacec pese a sorpresivo
resultado
de
marzo”,
martes
5
de
mayo
de
2015,
en
http://www.emol.com/noticias/economia/2015/05/05/715560/mercado-ve-concautela-proximo-imacec-por-catastrofes-naturales-y-debiles-datoseconomicos.html.
4. Datos extraídos de: http://www.bcentral.cl/estadisticas-economicas/seriesindicadores/xls/Imacec.xls
5. Banco Central de Chile, “Informe de Política Monetaria Junio 2015”, p. 35.
6. Hugo Fazio, “La actividad económica se encuentra estancada”, publicado en distintos
medios nacionales. Disponible en: http://www.factor-c.cl/archivo/29-analisiseconomico/277-la-actividad-economica-se-encuentra-estancada
76
7. La Tercera, “Nelson Pizarro: <<El escenario de excedentes en Codelco se ve complejo
y esa situación se va a mantener>>”, domingo 31 de mayo de 2015, Cuerpo Negocios,
pp. 4. Disponible en: http://www.latercera.com/noticia/negocios/2015/05/655632075-9-nelson-pizarro-el-escenario-de-excedentes-en-codelco-se-ve-complejo-yesa.shtml
Cabe destacar que Nelson Pizarro es el presidente ejecutivo de Codelco.
8. La Tercera: “Aporte de la minería al Fisco en 2015 será el más bajo de los últimos 10
años”,
5
de
junio
de
2015,
pp.
30.
Disponible
en:
http://www.latercera.com/noticia/negocios/2015/06/655-632836-9-aporte-de-la
mineria-al-fisco-en-2015-sera-el-mas-bajo-de-los-ultimos-10-anos.shtml
9. Véase, por ejemplo, Aylwin, M. “Bajar expectativas: más vale tarde”. La Segunda,
martes 23 de junio de 2015, pp. 9. Disponible en: http://impresa.lasegunda.
De la Crisis política a la convergencia de las izquierdas en Chile.
Roberto Vargas Muñoz Rebelión
“Chile está en crisis”. El último término de esta afirmación puede dar muchísimo
al indagar en su sentido etimológico, pues crisis (Krisis) del verbo krinein significa, a la
vez, “análisis” y “ruptura”. Podríamos decir que crisis es una relación, pero no
cualquiera, es una relación que se rompe y por las consecuencias de la ruptura, deviene
la necesidad de un análisis que la explique pero que además la supere.
De ahí el término crítica que entre sus acepciones alberga la acción de juzgar,
decidir, hacer. En definitiva las crisis nos obligan a pensar, incentivan la reflexión pero
además la intervención [3] .
La crisis política chilena podría expresarse en una sola palabra: inestabilidad. La
pregunta es quién o quiénes reconstituyen la estabilidad ausente, y si acaso, esta crisis
puede abrir espacios para avanzar en la construcción de una nueva fuerza política bajo
el prisma de un nuevo sujeto político-social. Ciertamente no es posible avanzar en
respuestas tentativas sin antes fijar el lugar de la crisis, delimitar su ubicación.
Podríamos decir que estamos frente a una multiplicidad [4] de crisis de la política
que analíticamente es posible abordar desde, al menos, dos ángulos.
Crisis de la política como crisis de la ficción democrática
Por un lado, es una crisis de legitimidad del sistema político y sus instituciones,
de su incapacidad para representar y procesar las demandas ciudadanas y sus
intereses, estamos ante una ruptura del vínculo “representantes-representados”. Dicho
de otra manera, es una crisis política porque se ha puesto en evidencia y cuestión el
interés particular por sobre el interés general en las prácticas de los políticos de la elite
(corrupción y enriquecimiento ilícito) como en el diseño de las políticas públicas
(reducidas ante la privatización de los derechos sociales en beneficio de privados),
además de la vía clásica de salida ante los conflictos: la lógica de los acuerdos, vía
consenso.
Pero no es sólo una crisis de legitimidad de la elite política y los “mecanismos
democráticos” bajo los cuales fueron electos, estamos entrando, a la vez, en una crisis
de la ficción democrática (misma), de la probidad de la democracia y del modelo que la
77
sustenta. Es decir, hay crisis, en otras palabras, porque se ha puesto en evidencia la
ficticia identidad entre Estado y sociedad [5] (el clásico de los movimientos sociales
actuales: ¡No nos representan!), pero además, está en entredicho la credibilidad y
sentido del modelo económico impuesto por la dictadura, cuestionándose, el mercado
como única vía de acceso y expresión de la plena libertad para la elección de los bienes,
que además, ubica en un mismo plano, por ejemplo, el acceso a educación, la elección
de un representante y un teléfono móvil, en Chile el modelo neoliberal subsumió la
sociedad en todos sus niveles: mercantilizó la vida. Pero esta subsunción toco techo, se
fracturó y con él, el consenso del modelo económico y político neoliberal y su elite
política dirigente.
Crisis de la política como crisis del sentido común
Por otro lado, estamos frente a una crisis del sentido común. Si solo hubiese una
crisis institucional (por arriba), la tesis “que se vayan todos” sería una salida. No
obstante, que se vayan todos sólo asegura que se vayan los actores pero no el escenario
ni el teatro. Nada asegura que los nuevos actores elijan otro escenario ni mucho menos
otro teatro, ya que los actores (en sociedad) personifican determinadas relaciones
sociales e intereses.
En ese sentido, para nuestras transformaciones necesitamos (re)construir otro
espacio, otro lugar: el lugar de los comunes. Sin embargo, aquel lugar alguna vez
instituido, fue derrotado, extirpado por la dictadura y sustituido por el modelo
económico neoliberal promoviendo en lo social la naturalización de la desafección y la
apatía. Es fácil demostrar esto si seguimos el proceso de despolitización que
experimentó la juventud chilena. Mientras que en la década de los años 60’ y 70’ [6]
encontramos una juventud involucrada políticamente, ya sea en partidos de izquierda
como de centro o derecha, una juventud que participa activamente de la dinámica
política, (de hecho la izquierda aumenta su votación del 60´ en adelante) y que está
dispuesta a defender las grandes transformaciones históricas; en los 80’ por el
contrario, rápidamente, se hace carne el impacto de la Revolución Capitalista, la desindustrialización y la tercerización de la economía golpea fuertemente a un sector
importante de la juventud fomentando su precarización, y dejando, a la vez, a este
sector fuertemente marginalizado de la política, y a las fuerzas políticas de izquierda
casi completamente desarticuladas. En los 90’ con la aplicación de las políticas
neoliberales del Consenso de Washington [7] no sólo entramos a una década que trajo
consigo la exclusión social y la injusticia distributiva, incentivando el creciente
individualismo, y por lo tanto, la pérdida del imaginario colectivo que debilita los
tejidos sociales, además, y por consecuencia, estamos frente al desapego y privatización
de la política -para dejarla en manos de los “expertos”- que va de la mano con la
imposibilidad de levantar alternativas políticas de izquierda por las propias
condiciones construidas en la “nueva institucionalidad democrática”.
Esta reproducción de la desafección por vía de la “suspensión” de la política,
como cualquier proceso de reproducción social, ha encontrado sus propios límites. En
ningún caso ha finalizado, no obstante se ha fisurado no sólo por la de la propia crisis
de legitimidad sino que también por la emergencia de los nuevos movimientos y
actores sociales. Del malestar –expresado en las altas tasas de suicidios, los
incrementos de la depresión, la recepción pasiva de los conflictos- es posible identificar
78
y caracterizar fenómenos de indignación. Tales fenómenos van de la mano con el grado
de politización en el que ha entrado la sociedad chilena, con movimientos sociales
emergentes y altamente legitimados.
Ubicamos el incremento de esta politización en la llamada “movilización
pingüina”, proceso que ocurrió el 2006 y que se profundizó el 2011 con el “movimiento
social por la educación”, los movimientos regionalistas (Aysén, Calama, Punta Arenas),
los movimientos territoriales y socio-ambientales, las demandas históricas del pueblo
mapuche, las demandas de género, o el actual movimiento por la Asamblea
Constituyente, etc. Pero sin duda fue el movimiento social por la educación el actor que
potenció la politización automática de los chilenos, en tanto que empujó la formación
de opiniones respecto al conflicto educacional derivando en la verbalización de la
consigna “no al lucro en educación!”, cuestionando, de esta manera, la educación como
un bien de consumo transable en el mercado. El movimiento estudiantil, que a
comienzos del nuevo siglo instaló la demanda por el “pase escolar”, hoy no sólo exige
una educación como derecho social, además, ha madurado hacia la demanda (junto con
otros movimientos sociales) por una nueva constitución bajo una asamblea
constituyente promoviendo un debate público y tensionando al bloque dominante a
otorgar respuesta a estas demandas.
Mientras los nuevos movimientos y actores sociales empujan hacia una discusión
sobre lo público, sobre lo común, re-politizando el sentido de lo social, la subjetividad
neoliberal se fisura ante la evidencia de un modelo que superpone lo individual a lo
colectivo. De esta manera, una verdad evidente aparece en escena: el sentido común no
sólo está crisis, por sobre todo está en disputa. Pero es una disputa abierta, que no
termina con el posible “orden” por arriba que la institucionalidad vigente pueda
construir como salida a una crisis -con un cambio de actores (la llamada “vieja guardia”,
etc.) y/o por el proceso de reformas- ya que el malestar e indignación va en “relación
directamente proporcional” con los límites del modelo económico y político y el
descrédito potenciable de la elite. Es decir, aún con las reformas aprobadas, el
descontento social tensionara las bulladas leyes, fomentando la movilización social y la
construcción de nuevas fuerzas políticas.
¿Convergencia o unidad de las izquierdas?: De actores sociales y fuerzas políticas a la
construcción de un sujeto político-social
Las demandas y cuestionamientos de los movimientos regionalistas, socioambientalistas, las luchas sindicales, el movimiento social por la educación, etc., hoy por
hoy, -sobre todo de este último- tienen respetables niveles de legitimación.
Los movimientos sociales podrían ser caracterizados en algunas de sus acciones u
objetivos, por profundas motivaciones de cambios (en tanto que demandan cambios
estructurales) como también, expresión de una indignación sistémica (en tanto que
demandan reformas parciales). Pero, si bien no todos los movimientos sociales
direccionan sus demandas hacia cambios estructurales, en un sentido amplio, sí han
demostrado ir en contra de las políticas que expresan los gobiernos neoliberales de
turno. Lo medular de los movimientos sociales actuales es que más que una suma de
individuos –y/o consumidores- funcionan como un gran actor colectivo que demanda
necesidades colectivas [8] .
79
Ahora bien, no sólo la literatura sino que la realidad misma ha puesto en
evidencia que si bien los movimientos sociales emergentes han sido fundamentalmente
eficientes en la instalación de demandas al empujar hacia un nuevo sentido común, son
insuficientes para impulsar y dirigir grandes trasformaciones por su prescindencia de
la política y de los partidos políticos. Por otro lado, la izquierda tradicional vacía de
contenido social, exclusivamente partidaria o bajo un uso exclusivamente instrumental
de lo social sólo ha construido representaciones vacías de movimiento social.
Una relación heterodoxa entre lo social y lo político, entre los movimientos sociales,
actores y fuerzas políticas, nos remite -en la actualidad, para un proyecto de izquierdasal debate acerca del carácter del sujeto, otrora llamado “sujeto histórico-estratégico”.
No sólo antes, también hoy, las diversas manifestaciones sociales a lo largo del mundo,
entre otros el 15-M español, el movimiento Occupy Wall Street, los indignados de la
plaza Taksim en Turquía, las manifestaciones en Túnez, Libia y Egipto conocidas bajo el
nombre de Primavera Árabe o el movimiento social por la educación en Chile y otros
ejemplos también latinoamericanos como los movimientos indígenas o por la vivienda,
etc., han puesto este debate teórico-estratégico en perspectiva: ¿sigue siendo la clase
trabajadora industrial aquel sujeto llamado a dirigir y liderar los grandes cambios
sociales? ¿Qué rol cumplen las nuevas movilizaciones emergentes agrupadas bajo el
rótulo “movimientos sociales o ciudadanos”?
Efectivamente, Marx anunciaba en el siglo XIX cómo a través de la división del
trabajo y la industrialización, el capitalismo construyó las bases materiales para su
propia existencia. Este proceso derivó en el nacimiento de la clase trabajadora como
sujeto histórico a partir de la contradicción capital-trabajo. Siguiendo a Houtart [9] la
clase trabajadora “…se transformó en sujeto histórico cuando se construyó en el seno
mismo de las luchas, pasando del estatuto de ‘una clase en sí a una clase para sí’. No era
el único sujeto, pero sí el sujeto histórico, es decir, el instrumento privilegiado de la
lucha de emancipación de la humanidad, en función del papel jugado por el
capitalismo”.
Con el avance del capitalismo y las nuevas búsquedas de acumulación del capital
productivo como financiero se ha ampliado sin excepción la apropiación de valor, pero
también bajo el paraguas neoliberal se ha incrementado la desposesión de ciertos
bienes garantizados como conquista de las luchas sociales del Siglo XX, cuestión que ha
diversificado las luchas sociales, por cierto, pero no su horizonte. De esta manera, y
siguiendo a algunos intelectuales latinoamericanos, nos preguntamos: ¿cómo construir
un sujeto (colectivo) capaz de avanzar desde la impugnación a la organización? Pues
bien, pensar otra sociedad, otra democracia, exige pensar aquellos actores que
dinamizan la política desde la contingencia, a partir de las heterogéneas luchas sociales
desatadas por las múltiples formas de opresión y dominación capitalista tales como la
explotación, el patriarcado, la discriminación, el sexismo, racismo y ecocidio, etc.
El sujeto político-social es “asociatividad movilizada” [10] , flexible articulación
contingente, de esta manera, no tiene un carácter a priori (sujetos fijados de
antemano), es el conjunto de los partidos, actores políticos y movimientos sociales que
coordinada y diferenciadamente construyen y emergen como tal en coyunturas
políticas determinadas, condicionadas a la vez por fuerzas políticas y por su capacidad
80
de convertir dichas coyunturas políticas en conflictos políticos. La tarea es construir ese
sujeto, lograr que simbólica y estratégicamente exprese demandas colectivas,
generales, que deje de ser una parte para representar un todo, pero no como suma de
luchas sino como un algo más, aquel interés general de una nueva perspectiva clasista.
El presente escenario acelera las discusiones entre los nuevos actores sociales y
políticos que impulsan la necesidad de transformaciones estructurales del Chile
neoliberal. La actual inestabilidad política que está acompañada de un aparente vacío
de poder, nos exige proyectar la convergencia de las nuevas fuerzas políticas
anticapitalistas. Pero la convergencia no es unidad orgánica es articulación para
construir, mantener y profundizar el antagonismo entre los movimientos sociales y
políticos frente a la elite política y económica. Es converger en la producción de un
nuevo sentido común bajo el ideal emancipatorio como idea regulatoria pero bajo la
acción concreta de un nuevo proyecto para Chile.
Avanzar en el contenido de la convergencia como en la forma discursiva de cara a
lo público, apostar por disputar una nueva institucionalidad además de profundizar y
amplificar los niveles de articulación social –que no son términos excluyentes ni mucho
menos causales- son tareas indispensables, además de avanzar hacia una política
programática de carácter multisectorial. No obstante el norte sigue siendo el mismo: la
disputa por el sentido común pero ahora profundizando en la ruptura del consenso
neoliberal.
Santiago, 2015
Texto presentado en el seminario “Crisis política y la izquierda en Chile. Estrategias,
tácticas y convergencia de la izquierda anticapitalista”, 29 de mayo, Sindicato SINATE,
Santiago de Chile.
El autor es Director de Fundación CREA www.fundacioncrea.cl y de Manifiesto XXI.
Revista de Crítica Política.
[3] Resulta interesante subrayar que Marx consideraba que una verdadera crítica
profundiza en la génesis interna de los fenómenos, no se contenta con presentar las
contradicciones, además, las explica develando su necesidad lógica, la característica de
cada objeto para disolverlo en sus partes constituyentes y a la vez, revolucionarlo en la
raíz misma de sus determinaciones internas (Cfr. Castillo, Carlos (2009-2010)
Introducción a la Crítica de la Economía Política, Universidad Complutense de Madrid,
Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales). Marx denominó a ese proyecto
crítica de la economía política, usando crítica, como un cuestionamiento de la ideología
y una práctica revolucionaria, en su caso, no cualquier práctica, significaba impulsar
una revolución que removiera la estructura del sistema basado en la explotación.
[4] Los llamados PiñeraGate, MOPGate, PentaGate, NueraGate , SoquimichGate, etc. Ver:
Cabrera,
Andrés:
http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2015/02/19/chilegate/
[5] Marx en 1843 critica lo que Hegel llama “Libertad concreta”, es decir la identidad
entre el interés particular (familia y sociedad civil) y el interés general (el Estado). Para
Hegel cuando no hay tal identidad, lo que está roto es el vínculo ético. El
descubrimiento marxiano consiste en pensar la propuesta hegeliana como una
mistificación de la relación del Estado y Sociedad Civil, relación desgarrada por el
imperio de la propiedad privada. Para Marx el Estado en la sociedad moderna aparece
81
separado de la sociedad civil, de la política, adquiriendo un carácter negativo, asociado
a la enajenación del hombre real, y por tanto ajena sino opuesta a la emancipación
humana. En tal sentido, para Marx, a diferencia de su maestro, nunca hubo tal vínculo
ético, siempre estuvo roto. (Ver: Sánchez Vásquez, A. (1989) “La cuestión del poder en
Marx”, En Entre la realidad y la utopía. Ensayos sobre política, moral y socialismo,
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006).
[6] Esta participación militante es diversa va de la Democracia Cristiana, Izquierda
Cristiana, el MAPU hasta el Partido Comunista. Ver la entrevista a Pedro Rosas. VVAA.
“Diálogos con Pedro Rosas. El origen de los movimientos sociales y su acción colectiva. Su
componente juvenil en Chile, la relación con el Estado y los mecanismos de
disciplinamiento y control social”. En El nuevo amanecer de los movimientos sociales. La
revolución de los jóvenes, Editorial Quimantú, Santiago de Chile, 2014, p. 18.
[7] Cfr. Boron, Atilio, Aristóteles en Macondo. Notas sobre democracia, poder y
revolución en América Latina, Editorial América en Movimiento, Santiago de Chile,
2015.
[8] Cfr. Ibíd. El nuevo amanecer de los movimientos sociales…
[9] Houtart, Francois, “Los Movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto
histórico”. En La Teoría Marxista Hoy. Problemas y Perspectivas. (Atilio Boron, Javier
Amadeo, Sabrina González [compiladores]). CLACSO, Buenos Aires, 2006, p. 436.
[10] García Linera prefiere utilizar la “forma multitud” para denominar aquella
articulación social, que bajo un núcleo dirigente constituido en la emergencia de la
movilización y contingencia, construye la convergencia a partir de las identidades
territoriales locales vinculadas a las condiciones de vida. Ver García Linera, Álvaro
“Nueve tesis sobre el capitalismo y la comunidad universal”. En Comunidad, socialismo y
estado plurinacional, Ed. El Buen Aire, Santiago de Chile, 2015, p. 19.
Rebelión
16-07-2015. Apuntes de la crisis en Chile. Andrés Figueroa Cornejo.
Rebelión
1. No tiene casi ninguna importancia que la Presidenta Bachelet se precipite
inexorablemente cuesta abajo en las encuestas (68% de desaprobación según la
consulta Adimark, mes de junio 2015). Ni que el sistema de partidos políticos
dominante, Nueva Mayoría y Alianza por Chile, sea aprobado en su gestión apenas por
un 15% de los consultados por la misma encuesta y en el mismo mes. ¿Por qué? Porque
en la presente fase de la mundialización capitalista, de sus crisis y contradicciones
82
internas, la democracia burguesa y liberal, como se conoció hasta los años 60 y 70 del
siglo XX, ya no existe. De hecho, la corrupción generalizada del capitalismo y del
sistema de partidos políticos chileno, en particular, es apenas una de las
manifestaciones del ocaso de la democracia liberal, por una, y del control del gran
capital sobre las viejas formas de representación electoral en cualquiera de sus niveles,
por otra. Lo nuevo es que las grandes mayorías ya lo saben, independientemente de la
incapacidad del movimiento popular descoyuntado de hacerle frente de manera
políticamente eficiente.
Lo único que existe son, por un lado, grandes polos capitalistas centrales,
concentrados y en disputa, fuerzas e intereses, desplegándose y replegándose en la
totalidad del sistema-mundo, y economías periféricas y dependientes por el otro. El
movimiento real del capitalismo se resuelve en su propia condición dictatorial. No por
placer, sino que por necesidad histórica. Ni siquiera las formas de la antigua
socialdemocracia tienen sitio en la guerra del capital hacia la configuración de
monopolios condensados, como lo demostró la eventual restructuración de la deuda
griega con más austeridad para el pueblo helénico.
2. Chile, México, Colombia, Perú y otras economías por venir, son los enclaves
dependientes de la ofensiva geopolítica del imperialismo norteamericano en el
continente y que por ahora se llama Alianza del Pacífico. Se nombra como ‘ofensiva’ del
imperialismo norteamericano no porque el imperio haya estado a la defensiva alguna
vez. Sucede que la gran ola de insubordinación popular y autoconsciente de los pueblos
de América Latina entre los 50 y comienzo de los 70 del siglo pasado ralentizó y llenó
de obstáculos la mencionada ofensiva.
Sin embargo, en la ‘integración conflictiva’ capitalista entre China y Usamérica, y
sus respectivas órbitas, Chile, al mismo tiempo, resume en un solo momento, los
intereses del Estado del capitalismo burocrático chino y los intereses del Estado
corporativo norteamericano.
De manera simultánea, la Eurozona está pronta a consagrar el Tratado de Libre
Comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) con EE.UU. Tanto la Alianza del Pacífico como
el TTIP, forman parte de una sola estrategia de la Casa Blanca de aseguramiento de
mercados, poder y hegemonía sobre sus subordinados históricos luego de la Segunda
Guerra Mundial. Dentro de la misma dinámica de integración conflictiva entre China y
EE.UU., la Eurozona (aprovechando el abaratamiento en tiempo y costos generales
devenidos del transporte ferroviario euro-asiático) y la propia economía
norteamericana son las principales importadoras de mercancías chinas, sin contar la
propiedad de China de la deuda de EE.UU. en la forma de la tenencia de una cantidad
sustantiva de sus bonos del Tesoro.
3. (Bachelet es al sistema político de Chile, lo que Obama al sistema político
norteamericano. Con la única diferencia respecto del Partido Demócrata de Obama, de
que la Nueva Mayoría de Chile contiene al Partido Demócrata Cristiano en su seno. Es
como si el Partido Demócrata de Obama tuviera en su interior a una costilla del Partido
Republicano. Por ello, por ejemplo, en cuanto se aprobó el matrimonio igualitario entre
personas del mismo género en EE.UU., a los pocos días el Ejecutivo chileno presentó un
proyecto similar al Legislativo. Empero y de inmediato, el Partido Democristiano se
negó a su tratamiento, al igual que ocurrió con el proyecto de aborto legal. En resumen,
y sobre los derechos civiles de carácter liberal, la Nueva Mayoría está a la derecha del
83
Partido Demócrata de Obama. Pese a que Bachelet y buena parte de sus mentores,
como el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar y el ex secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, han sido y son representantes leales de los intereses del Pentágono en
la silla donde se sienten. Aquí es preciso considerar la forma y condiciones nacionales
que originaron la coalición político-partidista que participó en el pacto interburgués
hacia fines de los 80 del siglo que pasó y que abrió el actual período de gobiernos
civiles. Al respecto, en el presente es un despropósito propagandístico del borde
izquierdo de la Nueva Mayoría intentar hacer creer a la opinión pública de que esa
componenda se trata de una suerte de Frente Popular del siglo XXI. No es la cuota
progresista de la Nueva Mayoría la que la hegemoniza. Por el contrario. Ahora mismo es
la Nueva Mayoría la que subsume-derechizando a su costado progresista. Y sin entrar
siquiera al debate sobre la imposibilidad histórica de reeditar sin contexto el nacionaldesarrollismo que marcó la economía del país entre fines de los años 30 hasta el
gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende.)
4. ¿Cómo se expresa la integración conflictiva entre China y Estados Unidos en Chile? El
25 de mayo de 2015, el primer ministro chino Li Kegiang, cerró su viaje oficial de
objetivos geoeconómicos por Brasil, Colombia y Perú, precisamente en Chile, y con un
giro distinto y no contradictorio con el Tratado de Libre Comercio en vigencia desde el
2006 (firmado el 2005 por el Presidente Ricardo Lagos y realizado durante el primer
gobierno de Bachelet). La mandataria chilena y la autoridad del gigante asiático
anunciaron el establecimiento en Chile del primer banco de liquidación en Renminbi
(RMB o yuan) en América Latina a través del banco chino de Construcción, uno de los
principales de esa potencia. En la ocasión, el actual ministro de Relaciones Exteriores
andino, Heraldo Muñoz, señaló que “La idea es que haya una globalización de la
moneda china y la globalización de la moneda china requiere de ciertas plataformas (…)
Chile se va a transformar en un centro financiero para China para la liquidación de sus
monedas”.
Anteriormente, los Bancos Centrales de Chile y China rubricaron un acuerdo
sobre el uso de swap (transacciones de moneda a futuro) de sus monedas locales, que
contempló un monto máximo de 22.000 millones de yuanes o (unos 3.600 millones de
dólares). Además, China anunció un aporte de 50.000 millones de yuanes (USD 8.000
millones) para que inversionistas institucionales extranjeros puedan invertir
directamente en el mercado de valores chileno.
Si China invierte bajo la lógica de las ventajas comparativas y la deslocalización
productiva en la industria y los commodities en Brasil; en Chile, desde igual paradigma,
invierte en el ámbito financiero. Simplemente, China intensifica y aprovecha la ya
instalada división internacional del trabajo de acuerdo a las distintas regiones del
mundo en donde establece sus negocios.
Lo anterior da cuenta de los modos complementarios a través de los cuales se
desenvuelve la repartición en tiempo real de los mercados entre los capitales
combinados de los centros neurálgicos del devenir capitalista. A este tipo de fenómenos
algunos expertos lo han denominado “cambio de época”, “multipolaridad”, etc. Sin
embargo, es imprescindible recordar que China, Rusia, EE.UU., Japón, India, Alemania,
Francia, por numerar a algunos, son Estados capitalistas que sostienen su influencia en
su armadura nuclear. En este sentido, la nueva época se parece mucho más a un
complejo en tránsito e inestable, de dentelladas gananciales y de distribución del botín-
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mundo en términos geográficos, económicos y político-militares, que a una
modificación que redunde por algún lado en beneficio para la humanidad. La
multipolaridad se manifiesta como una serie de combates intercapitalistas e
interimperialistas donde los pueblos del mundo todavía no logran conquistar la calidad
de actores protagónicos. Allí está Medio Oriente, África, Ucrania, la lucha por controlar
la zona comercial del Pacífico, Grecia. He aquí los campos provisionales de la barbarie
capitalista en medio del rediseño planetario del mapa de la sobreexplotación, la
esclavitud, la expoliación, la destrucción de la naturaleza, el extractivismo, el
narcicismo lumpen-burgués y el fetiche de la ganancia a cualquier costo por parte de la
minoría dominante.
5. Debido a la mundialización capitalista, a la celeridad vertiginosa producida, entre
otros factores, por la revolución de la industria informática, no existe posibilidad de
intentar explicar los fenómenos económicos y la crisis integral del capitalismo sino de
manera extraordinariamente provisoria. Así como los mercados bursátiles se
caracterizan por su volatibilidad multicausal, así también cualquier análisis en general,
y en Chile, en particular, es eminentemente transitorio. El propio sistema lingüístico,
con su linealidad forzosa, limita tanto la interpretación de la realidad de estratos
dimensionales complejos, como el establecimiento de tendencias. En este sentido, el
pensamiento emancipador, la constelación de saberes en busca de una aproximación
frágil a la verdad desde los intereses del pueblo trabajador y la mayoría social, impone
al anticapitalismo un esfuerzo superlativo. Lo que llaman “aportes multidisciplinarios”,
no es más que la exigencia a los intelectuales orgánicos de los dominados/as a
plantearse el desafío sin final de acercarse a la totalidad del conocimiento
históricamente acumulado.
Si la actual fase del capitalismo y el estado de la lucha de clases en Chile y en el
mundo (o relaciones de fuerza locales y planetarias), marcada primero por la condición
chilena de economía dependiente, se caracteriza por la hegemonía del capital financiero
sobre el conjunto de momentos que hacen la reproducción capitalista, ella sólo puede
intervincularse con la tendencia a la baja de la tasa de ganancia del capital. Y la
tendencia a la baja de la rentabilidad está asociada a largos ciclos donde el capital
constante (tecnología de punta, robótica y maquinaria) tiende a eliminar el trabajo
humano (capital variable), el artífice de la producción de valor y, por ende, de plusvalor
o excedente socialmente producido que es apropiado de manera privada por el
capitalista.
¿Pero quiénes son capaces de invertir en la adquisición de la tecnología de punta
si no las grandes transnacionales oligopólicas de los capitalismos centrales?
En este sentido, los países periféricos funcionan como contra-fuerzas de la
tendencia a la baja de la tasa de la ganancia mediante las deudas públicas y privadas
impagables a los organismos globales del crédito y sus condicionamientos políticos y
económicos; la súper-explotación del trabajo humano; la flexibilidad laboral; el saqueo
extractivista y la destrucción de biodiversidad y recursos naturales finitos; el
intercambio asimétrico de mercancías, servicios y capitales. Del mismo modo, los
países dependientes se tornan mercados para consumir la sobreproducción del capital
concentrado y tutelar. Históricamente, ha sido la densidad de la lucha de clases la que
ha obligado a procesos de mayor redistribución del plusvalor. Sin conflicto consistente
y de alta frecuencia desde los trabajadores/as y los pueblos y en contra del gran capital,
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en un continuo dinámico de avances y retrocesos, así como en su politización
premeditada (o la franca lucha por el poder político), entonces la totalidad sistémica, su
recuperación y ampliación, solamente tiene como frontera a sus reyertas “por arriba”.
Las inversiones del gran capital en Chile (con o sin fachada “nacional”) no ofrecen
más empleo. De hecho, replican con superior barbarismo la destrucción y depreciación
del trabajo debido a las leyes propias del aperturismo económico dependiente y la
obsecuencia del rentismo de importantes fracciones del empresariado local. Esas
inversiones, en concreto, desplazan comunidades, consumen el agua que posibilita la
vida humana y ecosistémica, desforestan y castigan en especial, y con respaldo del
Estado chileno (fuerzas policiales y militares, leyes y burocracia), junto a las bandas
fascistas de origen paramilitar y a pago por el latifundismo, a la humanidad y al
territorio mapuche en resistencia.
Otro caso es el de los grandes grupos económicos y de capitales combinados y
diversificados chilenos (como los Luksic, Matte, Angelini, Claro, Piñera, Saieh) que
operan no sólo disputando el mercado interno, sino que expanden sus intereses en el
resto del continente y más allá, vía inversiones directas, participaciones accionarias y
reciclando sus beneficios en el campo bursátil.
Lo cierto, es que las crisis en los nudos cardinales del capital mundial se viralizan
con mayor daño e impacto en las economías periféricas, como la chilena.
6. El 6 de julio de 2015, el ministro de Hacienda Rodrigo Valdés señaló que el
crecimiento del país a fin de año, a diferencia del proyectado 3.6%, sólo alcanzaría al
2.5%. De acuerdo a estimaciones de analistas del empresariado, el Indicador Mensual
de la Actividad Económica anualizado (Imacec), el crecimiento se promediaría a la baja
del anunciado por Valdés. Es preciso recordar que en el último cambio de gabinete de la
administración de la Nueva Mayoría, los nombres que marcaron con indiscutible
claridad la determinación de Bachelet de fortalecer sus puntales más liberales en
materia económica fueron las nominaciones del DC Jorge Burgos (ultraconservador y
anticomunista acérrimo) en la cartera del Interior y del ex funcionario del FMI y
tecnócrata, Rodrigo Valdés en Hacienda. Este último es uno de los precandidatos
presidenciales aún no proclamados oficialmente por los intereses empresariales, pero
paulatinamente propagandizado por sus medios de comunicación, como el Diario
Financiero y El Mercurio, entre otros. En el enrarecido panorama del sistema político
dominante debido al escándalo de la corrupción, ya se lucen en el mismo sentido varios
ex presidentes (Lagos, Piñera, Frei Ruiz-Tagle), el ex secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y uno que otro
peregrino cuyas eventuales promesas también riman con el continuismo.
El cambio de gabinete de Bachelet tuvo dos objetivos inmediatos: ofrecer las
garantías de que no existiría ninguna modificación en “las reglas del juego” para el
capitalismo de vanguardia en Chile y que, por tanto, no habría ni siquiera reformas
bonsái ni políticas redistributivas que mellaran alguna fracción de sus ganancias; y que
formalmente estaba dispuesta a cambiar ministros y miembros del Ejecutivo ligados a
la corrupción (menos a ella misma, por cierto). Ambas finalidades se han perfeccionado
y extendido desde las rotaciones ministeriales del 11 de mayo de 2015. La
administración Bachelet ya mutó y/o desplazó hacia el tiempo del nunca jamás las
reformas comprometidas en su programa presidencial. De hecho, el ministro de
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Hacienda, Rodrigo Valdés, declaró al Financial Times que "Sin crecimiento será
imposible implementar programa de reformas".
Y en la actualidad, ante la crisis de la baja estructural de las inversiones privadas,
pobremente compensadas con un fuerte programa de apalancamiento e inversión de
capital estatal sobre todo en la gran minería y en programas de obras públicas, ya se
reestablecieron las clásicas medidas para tentar a la inversión capitalista bajo sus
condiciones antipopulares conocidas en el país desde mediados de los 70 del siglo XX.
Sin embargo, la inversión del gran capital concentrado en temporada de crisis, por una
parte se recoge, fusiona y refugia en las bolsas del casino especulativo mientras pasa la
mala racha, y por otro lado, busca economías periféricas más baratas todavía y que le
otorga réditos más inmediatos. Como se enunció en este mismo artículo, quienes
mandan en la actual fase del capitalismo no son los gobiernos de turno de un país en
particular, sino que las grandes corporaciones transnacionales que hasta el momento
controlan el sistema-mundo.
En el mapa de las expresiones de la crisis en Chile, durante el trimestre móvil
marzo-mayo de este año, el desempleo se incrementó en 0.5 puntos, según el Instituto
Nacional de Estadísticas (INE), el cual mide la cesantía mediante encuestas engañosas,
sin importarle la calidad del trabajo, su frecuencia, relaciones contractuales y
condiciones laborales. Las cifras arrojaron un desempleo de un 6.6%, donde los
hombres alcanzaron un 5.7% y las mujeres casi un 8%, confirmando, una vez más, la
feminización de la pobreza. Naturalmente que los guarismos del INE son dibujados
desde arriba y sobre la base de metodologías mañosas y subordinadas a los intereses
de clase que representa la componenda en el Ejecutivo. Lo cierto es que todos los días
se multiplican los despidos en todas las industrias y áreas del país, siendo las más
graves las de la gran minería pública y privada, el retailer o grandes cadenas
comerciales de venta al detalle, y la industria manufacturera. Los modos de la
polifuncionalidad y flexibilidad laboral hegemónicas obran como contenedores de un
desempleo desbocado. Sin embargo lo anterior, se sufre una ampliación creciente del
trabajo a cuenta propia y ciertos grifos crediticios que colaboran con su
desenvolvimiento. Se trata de la proliferación de diminutas unidades de trabajo donde
gobierna la autoexplotación, la subcontratación y el empleo precario. Una suerte de
economía de subsistencia y subsidiada por la deuda que, desde hace décadas, forma
parte necesaria del encadenamiento en la producción de valor y utilidades para los
capitales gigantes que se mueven a sus anchas en Chile.
Como si fuera poco, a la consabida baja general de los precios de los commodities
o materias primas demandadas por la órbita de las economías vertebrales del planeta
(que en el país golpea duro al cobre y sus minerales asociados, a la madera, la fruta y el
pescado), la llamada “desaceleración económica” chilena padece de un nuevo garrotazo
mundial: la caída en curso de las principales bolsas chinas. Hasta el momento, el
apalancamiento del Estado chino, junto a una batería de medidas, parece amainar sus
efectos transitoriamente. No obstante, la mundialización capitalista se caracteriza por
la contaminación acelerada de la totalidad del movimiento del capital. Hasta ahora, la
única certeza es que China ya no crecerá este año al 7% proyectado. Ello, junto al
fortalecimiento del dólar, significa una renovada debacle en los precios de los
commodities en Chile, fundamento de una economía basada en la exportación de bienes
y servicios, el extractivismo, y en una nueva burguesía chilena súper concentrada que
87
obtiene sus mayores rentas en su deslocalización, la especulación con los ahorros
forzosos de las Administradoras de Fondos de Pensiones privadas (AFP), la industria de
la deuda y en la gestión financiera, como destacó hace unas semanas el secretario
ejecutivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),
Ángel Gurría, el mismo que apuntó a Chile como al país con la peor distribución del
ingreso de los 34 Estados que componen esa institución regentada por el imperialismo
norteamericano, Alemania y Francia.
Materiales de futuros artículos serán las relaciones de fuerza mundiales y
nacionales entre el movimiento popular planetario y chileno (o situación de la lucha de
clases) y el capital transnacional; la negación de la cúpula de la iglesia chilena de
acuerdo a los paradigmas instalados por el papa Francisco en su encíclica Laudato si
respecto de la crisis cierta de sobrevivencia para la humanidad que comportan el
cambio climático, la falta de agua y de soberanía alimentaria, la ecología y el papel del
capital financiero; las formas de la alienación y del fetichismo en Chile; y la ejecución
concreta de prácticas cada vez más recurrentes de criminalización y represión contra
los jóvenes y trabajadores/as en lucha, al ambientalismo consecuente y contra la
resistencia mapuche por parte del capitalista Estado chileno.
Rebelión
"Es primordial llevar a
cabo en el menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente".
21-07-2015. Carta abierta al directorio nacional.
Movimiento por la Unidad Docente. Rebelión
CARTA ABIERTA AL DIRECTORIO NACIONAL ANTE LOS SUCESOS DE LA ÚLTIMA
ASAMBLEA NACIONAL
A 47 días de iniciada nuestra movilización nacional caracterizada como Paro
Indefinido en demanda por el Retiro del proyecto de carrera docente presentado por el
gobierno, nos dirigimos a ustedes para expresar nuestra gran preocupación frente a los
acontecimientos vividos en la última Asamblea Nacional realizada este día viernes 17
de Julio del presente año.
La gran movilización nacional que hasta la fecha hemos impulsado a lo largo y
ancho del territorio nacional, ha tenido como grandes protagonistas principalmente a la
encomiable actitud de dignidad y coraje expresada por las decenas de miles de
profesores y profesoras que por todo Chile hemos demostrado que ni los descuentos, ni
88
las amenazas de despidos, ni el silencio de los medios de comunicación, son más fuertes
que el orgullo que sentimos de ser docentes.
Como contraparte hemos encontrado a un gobierno que majaderamente insiste en
impulsar este proyecto, creado a nuestras espaldas, completamente contrario a
nuestros intereses y necesidades reales, y que en nada resuelve los graves problemas
de agobio laboral que día a día debemos soportar en el desarrollo de nuestras funciones
profesionales.
Cada una de las respuestas ofrecidas por el gobierno, incluyendo la carta que nos
enviase la presidenta Michelle Bachelet, han sido literalmente arrancadas por medio de
la propia presión generada por nuestra movilización, y hasta la fecha, tras un mes de
Paro Indefinido, todas ellas han sido consideradas insuficientes por parte de nuestro
gremio, pues salvo modificaciones de forma, ninguna asegura erradicar los pilares
mercantiles que sostienen este proyecto neoliberal, certificador y medidor de
competencias.
Es por lo anterior que veíamos con esperanza que en esta Asamblea Nacional,
tras cumplir 47 días de paralización indefinida, nuestra dirigencia resolviera
desarrollar un nuevo proceso de Consulta Nacional universal donde cada uno de
nosotros manifestáramos nuestra opinión de rechazo o aprobación a la última oferta
del gobierno bajo la modalidad “un profesor un voto”.
Por estas razones y conociendo la voluntad mayoritaria de nuestros asambleístas
por trasladar la aceptación o rechazo a la propuesta del gobierno desde la Asamblea
Nacional a las bases, es que hemos recibido con extrema preocupación la noticia de la
suspensión de la misma por una supuesta “falta de acuerdos”.
Reiteramos que las inéditas características logradas por la presente movilización
docente, no han sido como algunos han señalado por ahí el resultado de las presiones
ejercidas por algunas “fuerzas o grupos políticos emergentes”, sino que ha sido el
resultado del coraje y el tesón que las propias bases del profesorado nacional han
manifestado en cada una de sus asambleas y consejos gremiales, y en cada una de las
acciones de movilización impulsadas por todos los rincones del país.
Es por respeto a esta realidad incuestionable, y por la necesidad imperiosa de
resguardar el colegio de profesores del impulso oportunista de sectores que solo
buscan la división de nuestras filas, que asuman su rol como miembros del directorio
nacional de nuestro gremio, se pongan a la altura de las circunstancias y actúen en
consecuencia a dicho mandato. Es primordial que en un gesto unitario, de gran
concepción democrática y con altura de miras, asuman la tarea de llevar a cabo en el
menor plazo posible una nueva Consulta Nacional Docente donde seamos las y los
profesores de Chile, y no el gobierno ni sus presiones indebidas, los que sobre nuestra
carrera tengamos la última palabra.
Fraternalmente
Profesores y profesoras de Chile
Movimiento por la Unidad Docente
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NUESTRA AMÉRICA
“Paraguay
está hoy subordinado a los intereses de los Estados Unidos” Helena
Entrevista al ex ministro paraguayo Hugo Ruiz Díaz Balbuena:
Marchini Pablo Nuño Amoedo. 03/08/2015
El abogado y ex ministro de relaciones internacionales del gobierno de Fernando
Lugo, Hugo Ruiz Díaz Balbuena, analiza la política económica implementada por el
actual presidente Horacio Cartes, su posicionamiento ante el Mercosur, la presencia de
tropas norteamericanas en territorio paraguayo y las perspectivas para una mayor
integración regional. En relación a este tema destaca que “El desafío que se presenta a
los movimientos progresistas y sociales es que ante una situación de crisis (con un
fuerte apoyo de Estados Unidos y de ciertos sectores de la iglesia católica) se trate de
buscar una salida para abrir la posibilidad de retorno a gobiernos progresistas”.
En agosto se cumplen dos años de la asunción de Horacio Cartes a la presidencia de
Paraguay ¿Cuál ha sido la política económica implementada en estos meses que lleva en
el poder?
Después del golpe de Estado en junio de 2012 se instaura en el poder Horacio
Cartes, que es un empresario que fue apoyado por el Partido Colorado para su
candidatura. Desde el primer momento tuvo la intención de implementar una política
de derecha y tenía la concentración del poder en sus manos: primero en materia fiscal,
segundo en la cuestión económica financiera (en especial en las inversiones y otros
campos) y en tercer lugar un poder político concentrado en las fuerzas armadas de
quien tiene el mando prácticamente absoluto.
Es decir él empezó su gobierno con una fuerte concentración de poder que pasó
primero por lo que se llama la alianza pública-privada, que sabemos y conocemos que
es una variante nominal-formal del famoso Programa del Consenso de Washington (con
el consiguiente achicamiento del Estado, su sometimiento a las leyes del mercado y las
privatizaciones). Esa es la línea fundamental implementada en materia de alianza
público-privada.
En materia fiscal, los sectores predominantes (principalmente los productores de
soja y terratenientes) no son objeto de impuesto alguno. El tercer punto consiste en la
militarización, pues utilizó este poder para aplicar una política de criminalización
efectiva de las luchas y los dirigentes sociales. Por ejemplo, en el norte del país hay más
de ciento noventa imputados por oponerse a las violaciones a la propiedad privada o a
la fumigación con agrotóxicos.
Sin embargo, a pesar de tener un claro apoyo de los sectores oligárquicos
(principalmente los exportadores de carne, los agrosojeros y las empresas de capital
transnacional como Monsanto y Cargill) este proyecto no ha podido ser implementado
en su totalidad en materia político-económica debido a dos razones fundamentales: la
primera, que Horacio Cartes representa al capital transnacional asociado a las grandes
corporaciones opuesto al otro proyecto representado por el Partido Colorado. En este
último, las empresas públicas tienen que jugar un rol importante para mantener la
clientela política y la fuente de sustento político, económico e ideológico para este
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proyecto de derecha. El segundo factor que se generó en este contexto fueron las
grandes movilizaciones contra las privatizaciones y también las manifestaciones
campesinas (la última en junio pasado, donde lograron movilizar aproximadamente 30
mil personas).
Detrás de esta intención de intentar “modernizar a través del capital financiero
transnacional”, hoy podemos hablar que esa política económica se encuentra
obstaculizada y de difícil aplicación en la práctica. Se dio como una contraposición a la
política económica implementada por Fernando Lugo, que tuvo una clara intención de
privilegiar a sectores sociales marginados. Como esta última fue una política que en un
primer momento desconcertó a la oligarquía, y en un segundo momento desde la
oligarquía ya reagrupada se dio una respuesta política.
Durante el gobierno de Lugo, dentro de su estructuración económica se
intentaron dar respuestas concretas a las necesidades del campesinado y de los
sectores sociales marginados, con proyectos de vivienda y de contenido social (como
subsidios a desempleados, la gratuidad en escuelas, meriendas y útiles, entre otros). No
fueron reformas del sistema económico que tuvo que gestionar, pero representó una
variante cualitativa social dentro del gobierno.
También se da una confrontación por la ineficacia y la incompetencia del
gobierno de Cartes (agravado por el tema de la división que da dentro de la derecha
misma que se ve desplazada). Además, sectores tradicionales del empresariado están
pidiendo su destitución o juicio político.
Eso implica que evidentemente en Paraguay se está viviendo una situación en
donde el proyecto que se inicia en junio de 2012 está alcanzando una especia de
paroxismo. El reclamo y las movilizaciones son generalizadas, y los que conocen
Paraguay saben que el debate hoy es si vuelve o no el Frente Guazú. Aunque no entre
dentro de la categoría de mi análisis, es un hecho sugestivo que el 62% de la población
reclame el regreso de Fernando Lugo. Esto se debe no sólo a que se hicieron unas
pequeñas cosas sino, sobre todo a que (pese a los errores y las limitaciones) marcó la
historia Paraguaya y estableció paradigmas distintos a los que hoy implementa este
gobierno precedido por el gobierno golpista de Federico Franco.
Recientemente se designó a Paraguay la presidencia pro-tempore del Mercosur. Al
respecto queríamos preguntarle cómo se posiciona el país en este bloque y en miras a
una integración regional.
Lo que le interesa a Horacio Cartes en esa línea de inserción de Paraguay en la
región, que es convertirlo en un punto geoestratégico que sirva como pivote o como
elemento de desestabilización, también se ve extremadamente dificultado. Por un lado
por la continuidad de algunos gobiernos democráticos, por otro por el fracaso de los
intentos de desestabilización en otros países, y sobre todo porque a nivel regional y
subregional están surgiendo movimientos sociales de solidaridad con Paraguay. A tal
punto que en la última Cumbre que se realizó en Brasilia, las posiciones asumidas por
algunos presidentes durante sus intervenciones y por los movimientos sociales fueron
bastante duras con respecto al gobierno actual de Cartes.
Todas estas situaciones hacen que el rol que iba a jugar su gobierno, de
desestructuración de los proyectos de integración y de inclinación de la balanza hacia
otra iniciativa político-económico-comercial-financiera (como la Alianza del Pacífico y
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el Acuerdo Transpacífico con los Estados Unidos), tenga que desempeñarse con mucha
prudencia. Esto no obsta que en Paraguay estén presentes tropas del Mossad y
norteamericanas, un comando que si bien no realiza operaciones en el territorio es un
peligro mortal para todos los procesos; y que la criminalización de los movimientos
sociales continúe siendo una política implementada por su gobierno.
¿Podría profundizar un poco más sobre este tema de la inserción de las tropas
norteamericanas en territorio paraguayo?
El tema es polémico, porque vino un batallón por medio de un acuerdo que no fue
discutido a nivel público. Se entiende que es una prolongación de un acuerdo que
estaba firmado en 1971, el mismo que habíamos rechazado durante el gobierno de
Fernando Lugo. Es decir, a través de un acuerdo complementario se permitió la
presencia de estas tropas que aunque no son muy numerosas constituyen parte de un
proceso en donde este gobierno está intentando fortalecerse con el apoyo directo de los
Estados Unidos.
También se da una situación interestatal peculiar porque estas tropas desfilaron
ante el comandante en jefe, que en teoría es Horacio Cartes pero en la práctica son los
empresarios los que están manejando las Fuerzas Armadas paraguayas. Lo cierto y lo
concreto es que están desplegadas y realizarían operaciones de inteligencia, colecta de
información, procesamiento de esa información, seguimientos, fichajes, y también
podrían realizar operaciones clandestinas. Además están operando en el país con todas
las cláusulas de impunidad en materia penal, civil, comercial, financiera, de
responsabilidad por daños, no pueden ser juzgados por tribunales paraguayos, tienen
impunidad ante la Corte Penal Internacional, entre otras. Con esa serie de categorías se
tiene un poco la dimensión de la importancia que tienen las tropas acá en nuestro país.
Además pueden entrar con armas sin pasar por aduana y sin siquiera ser identificados
con cédula, pasaporte o grado militar.
¿Con qué argumento se justifica la presencia de las tropas militares norteamericanas?
Para la lucha contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) y el terrorismo en el
país. Siempre hay pretextos de este tipo. En realidad hoy sigue operando el EPP pero
nadie sabe de qué se trata eso. Hay opiniones divididas: algunos piensan que es el brazo
derecho de la oligarquía que actúa en momento críticos para dar oxigenación a los
gobiernos oligárquicos; otros dicen que está ligado al narcotráfico; y yo sostengo que
hay elementos de ambas partes. Lo cierto es que el EPP es hoy el argumento ideal para
la presencia de estas tropas norteamericanas, de tropas de inteligencia colombiana
(que también están desplegadas en nuestro territorio) y de operaciones del Mossad.
El objetivo de fondo es recuperar un espacio geoestratégico donde se pueda actuar más
libremente que lo que se podría hacer en otros Estados (que difícilmente aceptarían
esta presencia). En estos días también se reabrieron las embajadas de Israel y de
Inglaterra (cuidado con las Malvinas); y también militares ingleses vinieron a entrenar
a las elites de las Fuerzas Armadas paraguayas.
Estamos en una situación bastante contradictoria. Por un lado el desgaste de un
gobierno y de un proyecto; y por otro la crisis de legitimidad y de gobernabilidad que se
profundiza (hay una desestabilización prácticamente irreversible). Estamos
discutiendo si llegamos o no al 2018 y ese es un debate que está hoy sobre el tapete. Lo
92
cierto es que al mismo tiempo está recibiendo apoyo de Estado Unidos y no puede dar
garantía a largo plazo de un proyecto que desbarate con armas (no sólo con los medios
de comunicación sino también con otras) los procesos de integración regional o llegara
a derrocar gobiernos. En esa situación nos encontramos hoy.
Lo cierto es que Paraguay asume la presidencia pro-tempore del Mercosur y tiene
la de la Unasur. Algo raro es que el gobierno se presenta como que tiene los brazos
abiertos a los movimientos sociales, pero evidentemente allí hay una táctica que tiene
que ser evaluada. Estamos en una especie de pendiente peligrosa en donde todo puede
pasar.
En relación al Mercosur ¿Cuáles son los desafíos que se le presentan a Paraguay?
Paraguay está presente con un perfil muy bajo. En la última Cumbre el canciller
planteó que Paraguay iba a proponer el retorno del Mercosur a sus orígenes; y creo que
conocemos cuáles son, que han sido superados y que fueron fortalecidos por proyectos
de integración de bloques. Pero la presentación del presidente ha sido bastante cauta
en este tema y no se habló de este retorno, lo cual indica una serie de limitaciones para
actuar como pivote de otros proyectos (como la Alianza del Pacífico) y limitar este
proceso.
Otro elemento importante es que Paraguay se mantiene en los reclamos
tradicionales concernientes a superar las asimetrías (sobre todo económicas) que
generan un desequilibrio en el poder de decisiones en el seno de este bloque. Algo que
llama poderosamente la atención y desconcierta es que el gobierno de Cartes estuvo
intentando coordinar con movimientos sociales para que tengan presencia efectiva
dentro de la Cumbre del Mercosur.
Otro punto relevante es que Paraguay posee la presidencia del Mercosur y no está
haciendo prácticamente nada para parar todo eso. Tampoco hace mucho para
alimentarlo pero no cumple su “deber” para comenzar a resquebrajar y a debilitar estos
procesos. Cuando hablo de Paraguay lógicamente me estoy refiriendo no sólo al
gobierno de facto sino también a las fuerzas transnacionales dominantes que tienen el
objetivo de reestructurar estos procesos y que consideran a estos gobiernos como los
elementos oportunos para jugarse estas cartas. Sin embargo, el gobierno no ha dado
ningún paso claro desde el punto de vista político para esta tarea (por ejemplo no va a
la Alianza del Pacífico). Paraguay firmó el tratado de TISA pero esas negociaciones ya
habían empezado con el anterior gobierno golpista de Federico Franco y, además, esta
firma no le da mayor relevancia. Sin embargo son signos evidentes de que Paraguay
está hoy subordinado a los intereses de los Estados Unidos.
Entre octubre y noviembre Paraguay organizará Cumbres simultáneas del
Mercosur y de Unasur, y allí veremos si el gobierno sigue en pie y cuál es el grado de
movilización de sindicatos, campesinos y en los barrios. En noviembre tenemos
elecciones, y en ese marco es que el gobierno de Cartes no se sale del rol tradicional de
reclamar las asimetrías, y algunas que otras concesiones. Pero en ningún caso se podría
decir que en su política exterior esté resquebrajando a estos bloques de integración
regional, incluso teniendo el apoyo directo de los Estados Unidos.
¿Ante esta fuerte presencia de los Estados Unidos cuáles podrían ser los desafíos para
que efectivamente se alcance una mayor integración regional?
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El desafío inmediato es cuál es la actitud que van a tomar los movimientos
sociales, campesinos y el Frente Guazú ante este gobierno. Desde abajo se está
apostando al mil por ciento a esta fuerza de integración.
Estamos en una situación bastante incierta y no definida. El desafío que se
presenta a los movimientos progresistas y sociales es que ante una situación de crisis
(con un fuerte apoyo de Estados Unidos y de ciertos sectores de la iglesia católica) se
trate de buscar una salida para abrir la posibilidad de retorno a gobiernos progresistas.
En eso estamos hoy en Paraguay, en una confrontación paradigmática directa de dos
modelos: el del gobierno de Fernando Lugo con el Frente Guazú y, por otro lado, un
proyecto oligárquico que quiere continuar con la restauración de los privilegios de un
cierto sector del empresariado. Este último, en este momento se encuentra no sólo en
pérdida de velocidad (en la aplicación de determinados proyectos) sino también con la
resistencia de ciertos movimientos campesinos, sociales y sindicales; y por otro lado
con una limitación seria que es la crisis de gobernabilidad en la que se encuentra el
gobierno de Cartes.
- Helena Marchini y Pablo Nuño Amoedo, Licenciados en Ciencias de la Comunicación
http://www.alainet.org/es/articulo/171510
García Linera dio a conocer los diez mandamientos del buen
dirigente. Viernes 17 de julio de 2015
(VILLA TUNARI-COCHABAMBA).- El presidente en ejercicio del Estado, Álvaro García
Linera, dio, hoy, diez consejos a las y los dirigentes presentes en la inauguración del VIII
Congreso Ordinario de la Federación de Mujeres de Yungas Tradicionales y Chapare,
que se desarrolla en Villa Tunari.
“No me he inventado, he aprendido estos años, sobre el comportamiento de un buen
dirigente, lo veo en el presidente, yo les surgieron a las hermanas ejecutivas y a los
hermanos ejecutivos practicar estos consejos”, afirmó.
El primero, el dirigente está para servir al pueblo no para servirse del pueblo. Esto
significa que los dirigentes deben entregar todo por las bases, “si es necesario su vida
por fortalecer y mejorar la vida del pueblo, de la base, de su sindicato, de su federación
y de su confederación”, afirmó García.
“La dirección sindical no es para enriquecerse, es para empobrecerse, para perder, para
hipotecarse, para hacerse prestar dinero, para no tener bienes; sino para gastar todo lo
que tiene en beneficio del pueblo”, complementó.
El segundo, el dirigente no busca cargo público, ni pega, ni comisiones, ni contratos
para beneficio personal. “El presidente Evo dice: uno no tiene que buscar al cargo, el
cargo lo busca a uno”, dijo el mandatario de Estado.
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El tercer mandamiento del dirigente es que siempre se sacrifica por los demás, “entrega
su tiempo, entrega su trabajo, entrega sus recursos para beneficiar a las bases y a su
pueblo”, complementó.
“Un dirigente es dirigente porque se sacrifica, porque es el más esforzado, porque cuando
hay problemas, los soluciona y pone todo su empeño en ello”, agregó.
Además, el presidente en ejercicio señaló que un “dirigente, de alguna manera, sigue los
pasos de Cristo, un dirigente se sacrifica por los demás, si hay que ir a enfrentarse, va el
dirigente; si hay que ir a la cárcel, va el dirigente; si es por una causa justa; si hay que dar
la cara por la base, va el dirigente. El dirigente está para perder individualmente, pero
para ganar colectivamente”.
El cuarto dice que ser dirigente es ser el primero en la lucha, el primero en el sacrificio
y esfuerzo y es quien no recibe ningún beneficio por lo que hace.
“Uno no es dirigente para tener un beneficio, quien busca beneficio no es un buen
dirigente. Se es dirigente para luchar, representar, enseñar, coordinar, educar, para
mejorar la vida de la base y dice: para mí nada, para el pueblo todo”, aseveró.
El quinto mandamiento dice que un dirigente revolucionario educa políticamente a sus
bases, conoce y explica la lucha de los antepasados, conoce y explica los logros del
Proceso de Cambio y siempre tiene algo que informar.
“Un dirigente siempre está preocupado por orientar a la base, viene con un periódico, la
siguiente vez, viene con un documento, con un libro o con una información, pero siempre
educando sobre nuestra historia, nuestra lucha, de los antepasados y sobre el presidente
Evo”, añadió.
El sexto afirma que un dirigente siempre tiene que ser respetuoso de la democracia
sindical y comunitaria, “todo con la base, si esta orienta hacia un lado tiene que
obedecer, pero para tomar una decisión siempre con la base”, explicó.
“Un dirigente no es una persona autoritaria que hace su capricho, siempre debe consultar
para la toma de las decisiones, porque la base es la base de la democracia comunitaria”,
añadió.
El séptimo mandamiento es que el dirigente nunca abandona su base social y siempre
consulta respecto a lo que la base piensa y siempre lo plantea en los niveles superiores
de la organización.
El octavo sugiere que el dirigente nunca antepone su beneficio personal o familiar al
beneficio comunitario o del pueblo.
El noveno mandamiento dice que el dirigente practica el “ama sua, ama quella y ama
llulla”, “estas tres leyes que nuestro presidente ha llevado hasta las Naciones Unidas,
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aquí tiene que ser parte de nuestra orientación permanente: no mentir, no robar y no
ser flojo. Así vivieron nuestros antepasados, así tenemos que volver a vivir no solo en
Bolivia, sino en el mundo entero”.
El décimo mandamiento dice que el buen dirigente debe ser leal y entregar su vida por
el Proceso de Cambio, por su gobierno revolucionario y por los pueblos del mundo.
“Un buen dirigente, una buena dirigente entrega su tiempo, su esfuerzo, su dedicación, su
preocupación y su capacidad por el Proceso de Cambio, por potenciar el proceso de
cambio, por fortalecerlo, avance y se radicalice mucho más, ese es un buen dirigente”,
afirmó.
Por otro lado, el mandatario de Estado aseguró que el pueblo organizado es el dueño de
este gobierno y, por eso, el presidente y vicepresidente tienen que estar siempre con las
organizaciones sociales, así se alcanzó la estabilidad política, el crecimiento económico
y el reconocimiento del país en el ámbito internacional.
“En tiempos neoliberales era gobierno de empresas extranjeras y los presidentes y
ministros iban a dar informe al extranjero y a la embajada norteamericana. En tiempos
plurinacionales, nuestra obligación es dar informe a las organizaciones sociales. Ustedes
son los dueños de este gobierno, el pueblo organizado son los verdaderos propietarios de
este proceso”, enfatizó la autoridad.
Finalmente, destacó que el debate ayuda a crecer intelectualmente y les pidió que se
garantice la unidad, la lealtad al Proceso de Cambio y “garanticemos el
acompañamiento a nuestro presidente Evo. Si eso logramos, nos va a ir muy bien y este
núcleo se va a mantener unido, si las federaciones están unidas, el departamento está
unido; y e si el departamento está unido, Bolivia está unida, y si Bolivia está unida, todo
el mundo nos respeta”, concluyó.
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Cuba: Qué significa ser dirigente socialista para la Primera
Secretaria de la Juventud Comunista. De Iroel Sánchez Yuniasky Crespo
Baquero (izq.), Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Publicado
el 19 julio, 2015. . La pupila insomne
En 2014, (número 78, abril-junio), la revista Temas conversó con una variada
muestra de políticos y estudiosos de lo político cubanos y extranjeros sobre liderazgo,
ingeniería del consenso, el significado del disentimiento, la supuesta tendencia a la
despolitización, la dimensión de género en la gestión política, entre otros aspectos
claves a tener en cuenta en función de concebir y materializar un modelo socialista
avanzado. Entre los dirigentes entrevistados estaba Yuniasky Crespo Baquero, Primera
Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas. A propósito del X Congreso de la UJC,
Temas retoma sus respuestas en su espacio digital y de allí la traemos a La pupila
insomne.
¿Qué distingue a un dirigente político socialista? ¿Su capacidad técnica, administrativa,
de hacer que se cumpla lo establecido, su autoridad para decidir? ¿Qué lo define?
Yuniasky Crespo: El dirigente socialista es parte del propio pueblo; nace de él.
Lo distingue su compromiso con el proceso de construcción social, su sensibilidad
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humana, su capacidad para captar e incidir en la transformación de los fenómenos
sociales, sus habilidades para dialogar y persuadir, pero sobre todo —como un
revolucionario verdadero y siguiendo el precepto guevariano— debe estar guiado por
grandes sentimientos de amor, los cuales se hacen patentes en su apego al pueblo, sin
descuidar por ello las habilidades técnico-profesionales necesarias para conducir y
guiar las tareas organizativas y de la administración de los bienes del Estado.
En este empeño es preciso no obviar algo certeramente definido por Frei Betto:
«los nacidos en una sociedad socialista no son necesariamente socialistas». De ahí que
en el sistema que construimos, los que ocupemos algún cargo directivo debamos estar
siempre ante el escrutinio del pueblo que es quien identifica y acepta el liderazgo de
sus dirigentes cuando estos son auténticos y poseen la moral suficiente que emana del
ejemplo y la modestia, cualidades con las que nuestro pueblo es muy exigente, por
haberlas apreciado cotidianamente en sus líderes históricos.
¿Cuáles son los mecanismos que pueden asegurar la comunicación entre dirigentes y
dirigidos?
Yuniasky Crespo: Antes que todo el contacto directo, el diálogo personal y la
capacidad de escuchar. Muchas veces oímos a Fidel hablar de la labor hombre a
hombre, de la necesidad de entender que en ocasiones es imposible persuadir o
convencer a todo el mundo con un solo argumento, sin tomar en cuenta que dentro de
los que escuchan existen formas de pensar, niveles intelectuales o culturales muy
diversos. Sin conocer lo que ellos tienen que decir es muy probable que estemos
gastando tiempo y energía en vano, y lo que es peor, que perdamos credibilidad;
entonces aquellos a quienes queremos dirigir terminan por caer en la apatía.
Lógicamente, a veces es imposible, desde los niveles superiores de dirección, conversar
con todo el mundo, pero para ello existen los dirigentes de base, que son los más
importantes. Sin embargo, no los preparamos lo suficiente para esa comunicación, y ese
eslabón débil impide que la retroalimentación fluya y la gente se sienta escuchada.
En la práctica política real del dirigente socialista, ¿qué peso tiene y qué significa
construir el consenso?
Yuniasky Crespo: Nuestra sociedad se encuentra en un proceso de construcción
constante, en el que la conciencia individual y colectiva desempeña un gran papel. Por
ello es tan necesaria una participación efectiva y sistemática de todos los ciudadanos,
que permita desarrollar un consenso amplio e inclusivo. Ahora bien, ese concepto no es
más que el acuerdo entre dos o más personas sobre un tema determinado, y ello no
implica el consentimiento activo de cada parte, ni su negación. En nuestro país hay
innumerables ejemplos de consenso en el ámbito político. Por otra parte, se ha dado en
llamar disenso a las acciones contrarrevolucionarias de algunos individuos orientados
y financiados desde el exterior. En mi criterio, no son parte del disenso, porque su
agenda es impuesta desde un acuerdo mercenario. En la medida en que utilicemos con
más efectividad los resortes participativos existentes, desarrollaremos una democracia
más socialista, como expresó el presidente Raúl Castro en la clausura de la Primera
Conferencia del PCC:
“Si hemos escogido soberanamente, con la participación y respaldo del pueblo, la
opción martiana del partido único, lo que nos corresponde es promover la mayor
98
democracia en nuestra sociedad, empezando por dar el ejemplo dentro de las filas del
Partido, lo que presupone fomentar un clima de máxima confianza y la creación de las
condiciones requeridas en todos los niveles para el más amplio y sincero intercambio
de opiniones.”
Ello está en consonancia con las ideas que la UJC tiene en relación con propiciar
un mayor diálogo con los jóvenes, sean o no militantes: escucharlos, tenerlos en cuenta,
aun cuando puedan diferir con respeto a algunas de nuestras formas de organizar la
labor juvenil.
¿En qué medida la expresión del disentimiento es necesaria para una política
democrática? ¿Es deseable, por ejemplo, que un sistema socialista dé cabida a una
«oposición leal» (definida por su propósito de mejorar el sistema, no de liquidarlo)?
Yuniasky Crespo: El disenso es lo opuesto al consenso. Un disenso entre
revolucionarios es muy necesario pues se convierte en la base para el desarrollo. En
Cuba pareciera que nunca lo hubo, lo cual no es real, y abundan los ejemplos. En
relación con si existe «oposición leal» en el socialismo, es importante clarificar primero
ciertos términos. En la actualidad, la palabra oposición es utilizada para definir a un
grupo que, con un programa político, y estructura organizativa, bajo la legalidad de un
país, se propone tomar el poder mediante un proceso eleccionario. Este grupo también
comparte el poder mediante otras estructuras como parlamentos, asambleas,
ministerios, etc. Entonces, ¿existe en algún lugar la «oposición leal»? No creo que el
término encuentre ejemplos donde sustentarse. Es fácil apreciar que en Cuba todavía
no conocemos esa oposición, porque, como mencionaba antes, las personas financiadas
por un gobierno extranjero para derrocar la Revolución no pueden llamarse sino
mercenarios. No creo tampoco que hayamos alcanzado la democracia ideal; aún faltan
muchos recursos por explotar para desarrollar este complejo proceso. No descarto
ninguna fórmula que se lleve a cabo para más socialismo; la dialéctica propia del
proceso conducirá necesariamente al perfeccionamiento de nuestro sistema.
Se habla insistentemente de la despolitización, en particular, de la juventud. Si es así,
¿en qué consiste? ¿Y cómo asegurar la participación de los ciudadanos, sobre todo de
los más jóvenes, en el proceso político?
Yuniasky Crespo: Sobre este tema, con motivo del reciente aniversario de la UJC, el 4
de abril, expresé en Juventud Rebelde que la apatía política y la falta de compromiso
son tal vez las armas a las que más apuesta el enemigo y no me refiero solo al enemigo
de la Revolución cubana, sino al de las fuerzas progresistas en el mundo. A este le
conviene que los jóvenes no se comprometan con la amarga realidad de nuestro
mundo, le interesa tenerlos al margen, sumergidos en sus asuntos personales,
hipnotizados con la pseudocultura, presos del mercado o de las drogas. No creo que, en
nuestro país, la despolitización sea un fenómeno afianzado en la juventud como sector
social, porque los elevados niveles de instrucción que hoy tenemos han potenciado la
existencia de una cultura política que es real, tangible, y que se aprecia en nuestras
universidades, en los debates que se generan entre los más jóvenes, en diferentes
niveles. Es nuestra responsabilidad que las nuevas generaciones se entusiasmen y
formen parte, no como espectadores, sino como protagonistas del proyecto nacional.
Para eso tienen que estar dotados de argumentos que no pueden ser formales ni
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aprendidos de memoria; conocer la realidad del mundo, y nuestra historia, no como
sucesión cronológica de hechos, sino con todas sus aristas, logros y errores.
¿Existe una dimensión de género en el quehacer político de dirigentes y dirigidos?
¿Cuál es su importancia práctica en el ejercicio de una política socialista?
Yuniasky Crespo: En materia de género, creo que es una de las cosas en las que más se
ha avanzado, sin que aún estemos satisfechos. Si se compara la situación actual con la
existente hace solo unas décadas será posible constatar que el salto es significativo, que
los tabúes van desapareciendo, que se va haciendo más común la presencia femenina,
con sus rasgos y su estilo, en los diferentes niveles de dirección del país. Por solo citar
dos ejemplos, de los miembros del Consejo de Estado, 41% son mujeres, y en la propia
UJC, en más de noventa municipios del país son mujeres las primeras secretarias. A mi
entender, esos son pasos consolidados y en ascenso.
El desastre de Puerto Rico. La alternativa,
análisis del escritor y
catedrático panameño Nils Castro, en el que evalúa en clave histórica las causas
principales de la crisis económica que afecta a la isla caribeña, resaltando
particularmente el papel de EEUU en la misma. puerto-rico-libre.15 julio, 2015
A mediados del siglo XX, el gobierno de Washington exhibía a Puerto Rico como
“la Vitrina del Caribe”, el modelo soñado para los países mesoamericanos y unos
decenios después igualmente lo hicieron los predicadores neoliberales y los apologistas
de los TLC. Sin embargo, hace ya un par de décadas la economía de la isla se congeló y
desde hace 10 años constituye una catástrofe cuyas crecientes calamidades atormentan
el empleo, la alimentación, la seguridad social, la salud, la criminalidad y la estructura
demográfica de la población. Ahora una deuda pública impagable dio pie a que The
Economist califique a la isla como “la Grecia del Caribe” y más de la mitad de los
puertorriqueños señala que la principal causa del desastre es el estatus político que
aquellos pregoneros encomiaban: el Estado Libre Asociado.
Por una sentencia que la Corte Suprema estadunidense dictó en 1901 (tres años
después de que la armada de su país le quitara esa posesión a España), Puerto Rico
“pertenece a” pero “no es parte de” Estados Unidos, y su soberanía corresponde al
Congreso norteamericano. En otras palabras, no es un Estado de la Unión sino un
“territorio” o, como eso se llama en el resto del mundo, una colonia. Aunque en 1952
Washington le concedió a la isla un estatus que les permite a sus pobladores elegir
gobierno local, ellos carecen de soberanía y, por consiguiente, no pueden decidir su
propia política económica ni aspirar a auxilios del Banco Mundial, el BID, el Banco de
Desarrollo de América Latina (CAF) ni otras agencias multilaterales. Porque Puerto
Rico no puede siquiera decidir qué barcos autoriza a atracar en sus muelles.
Durante más de medio siglo, la isla tuvo interés geoestratégico y albergó bases de
la armada estadunidense. Aunque la ocupación norteamericana implantó un modelo de
urbanización y de economía que arrasaron la agricultura que antes la sostuvo, el valor
militar de su ubicación geográfica justificaba los subsidios que eso costaba. Pero desde
los años 80 del siglo pasado ese valor decayó, mientras la resistencia puertorriqueña a
100
las bases militares crecía, y desde hace más de 10 años en Puerto Rico ya no queda
ninguna de ellas.
No obstante, el gasto en subsidios prosigue. Dado que el control norteamericano
quebró la economía puertorriqueña y la hizo insostenible, ahora el Tesoro federal
estadunidense eroga más de US$ 6,000 millones anuales en asistencia a sus pobladores
en empleo, nutrición, vivienda, salud y educación. Según el Departamento de
Agricultura de EEUU, en 2012 el 37% de los puertorriqueños residentes en la isla
recibió asistencia alimentaria, por un total de US$ 2,000 millones. Sin contar que, por
efecto del estatus colonial, ellos pueden emigrar libremente a Estados Unidos, lo que
disfraza las cifras tanto de los subsidios federales como de las víctimas de la crisis que
azota a Puerto Rico.
La crisis se acelera
¿Por qué en el último decenio esa crisis se agravó con tanta rapidez? A mediados
del siglo pasado la ocupación estadunidense implantó el estilo de urbanización típico
de las afueras de las ciudades norteamericanas, y dirigió la economía puertorriqueña,
mediante subsidios, hacia la industria ligera, la química, la electrónica y los servicios,
con ruinosas consecuencias para la agricultura y sus derivados. Pero en los años 70 la
crisis petrolera mundial hizo fracasar la refinería construida en la isla y los negocios
asociados a ella. Washington apeló entonces a legislar incentivos fiscales que atrajeran
industrias farmacéuticas a Puerto Rico.
Sin embargo, desde los años 90 Estados Unidos procuró tratados de libre
comercio con países del continente, y al cabo México, República Dominicana y
Centroamérica pasaron a ser más atractivos para fabricar manufacturas destinadas al
mercado norteamericano. Para colmo, en 2006 concluyeron los incentivos para
mantener compañías farmacéuticas en la isla y un creciente número de ellas abandonó
el país, disparando una mayor crisis del empleo. La cesantía rápidamente sobrepasó el
13%, más del doble que en Estados Unidos.
Por ese tipo de motivos miles de centroamericanos y mexicanos intentan cada
año migrar al Norte, y Estados Unidos se los obstaculiza por medio de los cuerpos de
seguridad de sus propios países y de la “migra” norteamericana, y deporta a gran parte
de quienes logran cruzar. Si bien entre los puertorriqueños la crisis provoca la misma
tendencia, ellos arriban con pasaporte estadunidense y las autoridades de la potencia
colonial no tienen más remedio que dejarlos entrar. Por esa vía, en los últimos años
Puerto Rico perdió 144,000 habitantes, una caída cercana al 3% de su gente. El 40% de
las familias que sigue en la isla está bajo la línea de la pobreza y el 42% de quienes se
van lo hacen en busca de empleo.
Esto no implica que esos migrantes consiguen mejor vida. La mayor parte ‑‑que
ahora va más a la Florida central que a la saturada Nueva York‑‑ pasa a sobrevivir con
dramáticas carencias. Entre las dificultades para superar la barrera del idioma y los
prejuicios raciales, se hacinan en albergues temporales y demoran en retener empleos
marginales, en un país agobiado por su propia crisis.
Dicha sangría incluye tanto a profesionales y técnicos como a trabajadores no
calificados; hace envejecer la edad promedio de la población isleña, reduce la población
productiva y agrega daños adicionales a la economía. Al disminuir la población activa,
contrae la demanda, achica la oferta trabajo y los salarios, y al cabo más gente se va.
101
Ahora en la isla quedan 3.7 millones de habitantes y en Estados Unidos hay 4.7 millones
de puertorriqueños. Se calcula que entre 2006 y 2011 una cuarta parte del PIB se
perdió en este éxodo.
En el corto plazo, uno de sus efectos es la crisis fiscal y presupuestaria que ya
quiebra al gobierno isleño y amenaza la gobernabilidad del país. A cuenta de las
facilidades que antes el estatus de “territorio” le permitió a los gobiernos locales, estos
se endeudaron mucho más de lo admisible. Y ahora, bajo la presión de los acreedores, al
no ser un país independiente Puerto Rico carece de los medios que una nación
soberana usaría para enfrentar el problema. Y al tampoco ser un Estado de la Unión,
está impedida de solicitar las ayudas que la legislación norteamericana prevé para las
entidades que sí forman parte de su federación.
Según el Centro para una Nueva Economía (CNE), entidad independiente
puertorriqueña, en 2013 la deuda del país ya ascendía a US$ 70,000 millones (unos US$
19,000 por habitante), lo que representa un 102% del PIB y no se corresponde con lo
que la isla produce. En otras palabras, Puerto Rico es estructuralmente insolvente. Su
debacle presupuestaria viene de que por más de 20 años nunca generó ingresos
suficientes para pagar sus gastos de operación, y en su lugar tomaba préstamos del
mercado de bonos, donde multiplicó su endeudamiento hasta llegar al punto donde ya
carece de crédito.
Amargo fruto de esta acumulación, en febrero pasado la calificadora Standard
and Poor’s degradó la deuda de Puerto Rico hasta la categoría de bonos basura,
decisión que días después fue seguida por su homóloga Moody’s. En ambos casos,
señalando las dificultades de ese país para financiar un déficit de US$ 2,200 millones, y
que todas sus obligaciones están en riesgo.
Hoy el gobierno local declara que su deuda es impagable, padece una
insuficiencia fiscal que monta US$ 2,400 millones y, a la vez, está impedido de recurrir a
nuevos préstamos en términos “normales”, puesto que no tiene cómo amortizar una
deuda de casi US$ 73,000 millones con los bonistas de Wall Street. Ello, sin contar que
esa insuficiencia no incluye los US$ 400 millones que faltan en cuentas atrasadas del
Banco Gubernamental de Fomento (BGF), ni los US$ 500 millones que el gobierno
adeuda a los contribuyentes que han tributado en exceso.
Cuando en marzo pasado el gobierno local intentaba armar su presupuesto de
ingresos y gastos para el año 2015‑16 ya había un déficit estructural de US$ 651
millones. Como el nuevo presupuesto costará unos US$ 9,800 millones, concretarlo va a
imponer dolorosos recortes.
En Puerto Rico varios servicios son prestados por empresas estatales y el
gobierno intenta armar un presupuesto que minimice el despido de empleados
públicos. Pero no es capaz de idear una reforma tributaria aceptable y su única
propuesta ha sido aumentar el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU), que buscó elevar del
7 al 16% y extenderlo a servicios que antes no tributaban, opción electoralmente
peligrosa que no logró el apoyo ni de los legisladores del partido gobernante. Al cabo
transó por un 11.5%, anunciando que buscará añadir un Impuesto al Valor Agregado
(IVA), que el Congreso ya antes ha rechazado.
La senadora independentista María de Lourdes Santiago denunció que el
incremento del IVA es un golpe adicional a los trabajadores y a los pobres, en “uno de
los países que exhibe una de las mayores brechas de desigualdad en el planeta”. Pero,
102
lejos de ocuparse de mitigarla, el gobierno agota sus pocas facultades buscando
“cuadrar” las cuentas entre ingresos fiscales y gastos corrientes, sin siquiera imaginar
por sí mismo otra política económica.
Sitiados por el estatus
Ello agrava un conjunto de consecuencias socioeconómicas y humanitarias.
Puerto Rico continúa perdiendo seguridad alimentaria y se encamina a una crisis de la
atención sanitaria. Luego de que desde los años 50 relegó la agricultura, importa el
87% de los alimentos de consumo diario. Un reportaje del periódico El Nuevo Día el 24
de septiembre de 2014 informó que el déficit de la seguridad alimentaria se debe a que
“no estamos organizados como país”, y que “si nos cierran los muelles, nos morimos de
hambre”. Esto alude a que, desde 1920, el Congreso norteamericano sometió a la isla a
las leyes de cabotaje de Estados Unidos, por lo cual ella solo puede utilizar buques de
fabricación, propiedad y tripulación norteamericanas, la flota más cara del mundo.
Además de las restricciones que eso le impone a la viabilidad de su economía, le impide
a la isla adquirir alimentos frescos.
Al propio tiempo, según el mismo diario relató el 20 de mayo de 2015, la
situación fiscal hace disminuir el número de pacientes que acuden a los hospitales, por
la reducción de los proveedores de servicios e insumos médicos. Se paralizan las
cirugías electivas por los problemas económicos del Plan de Salud del Gobierno.
Distintos servicios hospitalarios se interrumpen por el despido de empleados y la
sobrecarga de los que quedan para atender a los pacientes. Y se reduce la contratación
de especialistas, así como las autorizaciones de hospitalización y de cirugías.
Como el ex gobernador Aníbal Acevedo lo reflejó en unas amargas declaraciones
el pasado 24 de junio, mientras Puerto Rico le produjo azúcar y soldados, y mientras
ofrecía sus tierras para entrenamiento militar y una economía abierta donde sus
empresas prosperaron, Estados Unidos le dijo al mundo que trabajaba junto a la isla;
pero ahora que Puerto Rico ha quedado en una profunda crisis que amenaza sus
servicios esenciales, Washington se pone a distancia.
Todo eso descarta al viejo cliché de la ideología colonialista según la cual “si no
fuera por los americanos aquí estaríamos como en Santo Domingo”. De hecho, pese a
sus conocidas dificultades, hoy la economía dominicana anda mejor que la
puertorriqueña.
En otras palabras, el gobierno de Puerto Rico está atrapado sin salida, en tanto tiene las
manos atadas por el mismo problema que paraliza y agobia a las demás instancias de la
economía y la sociedad del país: el dominio colonial que Washington ejerce en la isla
desde 1898. Aunque el Estado Libre Asociado ‑‑el ELA‑‑ le permite una limitada
administración interna, el gobierno puertorriqueño no está autorizado ni para
declararse en bancarrota.
Sin capacidad para concebir otra cosa, el gobierno contrató a una ex jefa de
economistas del Banco Mundial, Anne Krugger, para que establezca la hoja de ruta que
saque al país del atascadero. El informe Krugger empezó por reconocer que el
problema no viene del flujo de efectivo sino del largo atasco del crecimiento, pero de
allí derivó el conocido paquete neoliberal de recomendaciones, que enseguida despertó
el rechazo de sus víctimas. Entre otras cosas demandó rebajar el salario mínimo, exigir
más horas de labor para pagar horas extras, eliminar el Bono de Navidad, disminuir a la
103
mitad las vacaciones pagadas, alargar el período de prueba de nuevos trabajadores
(hasta ahora de seis meses) a dos años, facilitar el despido de trabajadores sin
consecuencias para el patrono, elevar diversos impuestos, eliminar las amnistías
contributivas, cesar parte de los maestros de la enseñanza pública y reducir el salario
de los restantes (ya que al disminuir la población bajó la matricula), recortarle el
subsidio a la Universidad de Puerto Rico, etc.
Inmediatamente la Unión General de Trabajadores (UGT) denunció que tales
políticas no figuran en el plan de gobierno por el que se votó en las pasadas elecciones,
ni en el plan de ningún otro partido, y reclamó que las medidas que el grupo de trabajo
designado por el gobierno decida adoptar se sometan a referendo, para que el pueblo
decida si las avala o repudia. Con lo cual crece una perspectiva similar a la de Grecia, ya
no por el volumen de la deuda sino por el rechazo de la población a los nuevos
sacrificios que el gobierno pretenda imponerle para apaciguar a los acreedores.
Por lo contrario ¿qué alternativas pudieran implementarse si Puerto Rico no
estuviera sometida al estatus colonial, para poder volverse una economía sostenible y
con adecuadas perspectivas de crecimiento y desarrollo? De hecho, la isla dispone de
buenas infraestructuras ‑‑carreteras, tendido eléctrico y de comunicaciones,
acueductos y drenajes, instalaciones escolares y hospitalarias, puerto y aeropuerto‑‑,
pero carece de permiso para gestionarlas en su propio interés. Como hemos dicho, para
financiar un mejor aprovechamiento de esas facilidades, bajo esa camisa de fuerza el
país no puede negociar apoyos de la banca multilateral de desarrollo, como las demás
naciones latinoamericanas y caribeñas.
Tampoco puede solicitar la colaboración de los organismos internacionales
apropiados para reanimar la actividad agropecuaria y agroindustrial, y mejorar la
producción alimentaria, o para reanimar la industria ligera y el turismo, como la FAO, el
PNUD, la ONUDI y la OMT. Ni de los organismos regionales de integración y
cooperación, ya que en las condiciones de ese estatus Puerto Rico no pude ser miembro
pleno ni asociado del Caricom, de la Asociación de Estados del Caribe, ni de Petrocaribe,
como sus vecinas Jamaica y República Dominicana. Como tampoco serlo de la Celac y ni
aun de la OEA.
Pese a estar en medio del Caribe la isla no ha podido desarrollarse como centro
de enlaces y servicios marítimos regionales, al encontrarse reducida a ser cliente
menor de la marina norteamericana de cabotaje.
Sitiada por el ELA, tampoco puede reorganizar en su propio interés sus relaciones
económicas, comerciales y financieras con Estados Unidos a través de la negociación de
un tratado comercial, como los países centroamericanos y la mayor parte de los estados
ribereños de la cuenca del Caribe. Ni decidir su esquema de relaciones con los países
europeos o del Pacífico asiático.
En resumen, Puerto Rico es una nación aislada e inmovilizada por su estatus
territorial, que la mantiene al margen tanto de los flujos de la cooperación y la
solidaridad regionales como de la competitividad global.
¿Necesita Washington otro dolor de cabeza?
104
El ELA2 (ESTADO LIBRE ASOCIADO) constituye, pues, el peor obstáculo al
desarrollo de la isla y de esa parte de Hispanoamérica y el Caribe, a la vez que se ha
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27 de Octubre de 2009 EL CASO DE PUERTO RICO: De Colonia a Estado Libre Asociado
La importancia de Puerto Rico en el plano militar más que en el económico, en la concepción defensiva de Estados
Unidos ante un eventual ataque europeo, fue determinante en la política de dominación norteamericana sobre la isla.
Puerto Rico fue absorbido por Estados Unidos no por previa secesión y posterior anexión, ni ocupado
parcialmente por vía de alguna “enmienda” como el caso cubano, sino por la figura de “Estado Libre Asociado”, forma
intermedia que encontraron los yanquis para su total dominación sobre esta hermana antillana.
Al igual que en Cuba, en Puerto Rico se venía luchando por la independencia, adquiriendo gran virulencia esa
resistencia en 1868. En dicho año se produjo la revolución por la liberación nacional conocida como el “estallido de Lares”,
uno de cuyos inspiradores e impulsores fue Ramón Emeterio Betancés, quien junto a Eugenio María de Hostos fueron los
adalides de la lucha patriótica en esos años. Si bien el estallido de Lares fue derrotado, las condiciones creadas llevaron a
que España se viera obligada a abolir la esclavitud en marzo de 1873.
En 1898, en el marco de la guerra contra España por la independencia, Estados Unidos se introduce, para su
propio provecho. Con el pretexto de la voladura del “Maine” ya comentada, bombardean la capital portorriqueña desde
una escuadra al mando del almirante Sampson. En el mes de julio de dicho año las tropas yanquis toman posesión
territorial y emiten una proclama dirigida al pueblo por medio de la cual le aseguran que venían “no para hacer la guerra
sino para traer las bendiciones de la libertad”. En agosto se llega al armisticio previo al Tratado de París y en octubre de
1898 se efectúa la ceremonia oficial de transferencia de soberanía por medio de la cual el presidente de los EE.UU. nombra
un Gobernador Militar para la isla. A partir de allí la economía puertorriqueña pasó a depender de Norteamérica.
El artículo II del Tratado de Paz entre España y Estados Unidos de América, firmado en París el 10 de diciembre de
1898, determinaba que España cedía a EE.UU. “la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las
Indias Occidentales…”. A partir de allí, Puerto Rico, como colonia de los EE.UU., sirvió como punta de lanza en el sistema
defensivo-ofensivo militar del imperialismo en la cuenca del Caribe. La isla se transforma en centro de adiestramiento de
la Marina, Ejército y Aviación Naval yanquis.
En 1900 el Senado de los EE.UU. aprueba una ley denominada “Ley Orgánica Foraker” por el nombre del Senador
Joseph Foraker que la propuso, por medio de la cual, y en medio de una oleada de resistencia popular en Puerto Rico, se
reemplazaba la intervención militar por un gobierno civil; pero dicho gobierno sería restringido y dependería del de los
Estados Unidos. La dominación económica y política norteamericana se evidencia en los artículos de dicha ley:
2
Art. 2. (Derechos sobre importaciones extranjeras)
A partir de la fecha de la aprobación de esta Ley, las mismas tarifas y derechos de aduana serán impuestos,
cobrados y pagados sobre todo artículo importado en Puerto Rico, de puertos no pertenecientes a los Estados Unidos, que
la ley dispone sean cobrados sobre artículos de procedencia extranjera importados en los Estados Unidos… Disponiéndose
además, que todo libro y folleto impreso en idioma inglés será admitido libre de derechos en Puerto Rico cuando se
importe de los Estados Unidos.
Art. 3. (Intercambio de mercancías con los Estados Unidos)
A partir de la fecha…, toda mercancía que entre en los Estados Unidos, procedente de Puerto Rico, y entre en
Puerto Rico, procedente de los Estados Unidos, será admitida en los respectivos puertos de entrada, al pagarse un quince
por ciento de los derechos arancelarios que devengan sus similares procedentes de países extranjeros…”
El Senado de EE.UU. determina cuál será la capital de Puerto Rico y la protección sobre sus nuevos “súbditos”: Art. 6.
(Capital de Puerto Rico)
La capital de Puerto Rico será la ciudad de San Juan, manteniéndose allí el asiento del Gobierno.
Art. 7. (Ciudadanos de Puerto Rico; creación de un cuerpo político bajo el nombre de El Pueblo de Puerto Rico)
Todos los habitantes que continúen residiendo allí… serán tenidos por ciudadanos de Puerto Rico, y como tales
con derecho a la protección de los Estados Unidos…
Otro artículo determina que las leyes de Puerto Rico, actualmente en vigor, continuarán vigentes siempre “que las
mismas no resulten incompatibles, o en conflicto con las leyes estatutarias de los Estados Unidos…”. Se plantea también en
un artículo el canje de la moneda puertorriqueña por moneda del cuño de los Estados Unidos.
El artículo 17 (Gobernador) dice:
El título oficial del jefe ejecutivo de la isla será ‘El Gobernador de Puerto Rico’. Será nombrado por el Presidente
(de los Estados Unidos), mediante el concurso y consentimiento del Senado… tendrá todas las atribuciones de
Gobernadores de Territorios de los Estados Unidos… y anualmente y cada vez que se le ordene, informará oficialmente…
por conducto del Secretario de Estado, al Presidente de los Estados Unidos….
O sea que Puerto Rico pasaba directamente de ser colonia de España a colonia de los Estados Unidos, aunque
oficialmente se le denominara “territorio”.
De los “Sucesos Históricos” difundidos por el llamado Partido Nacionalista de Puerto Rico tomamos los siguientes
datos: El 2 de mayo de 1917 el presidente (de los Estados Unidos) Woodrow Wilson firmó el acta Jones-Shafroth…
105
convirtiéndola en ley. Se le impuso a los boricuas la ciudadanía yanqui. El 17 de junio de 1917 Wilson proclamó el registro
y reclutamiento de los habitantes de Puerto Rico entre las edades de 21 y 31 años. La orden aplicaba a los que habían
aceptado la ciudadanía americana como a los que la habían rechazado y, siendo despojados de todos los derechos políticos,
los que vivían como extranjeros en su propia patria.
La ley Jones establecía una Legislatura de dos Cámaras elegidas por sufragio universal masculino… El presidente
de yanquilandia y el Gobernador nombrado por él retenían el poder del veto…
No hay precedentes en el mundo de imperios reclutando a sus colonos para que los defiendan en el campo de batalla…[1];
[2]
Durante la década del 30 hubo grandes convulsiones sociales en Puerto Rico y represiones violentas contra el
pueblo. A fines de esa década y con la guerra mundial en ciernes, Estados Unidos convierte a Puerto Rico en una inmensa
instalación militar: …se estableció en el Área Noroeste de la Isla una instalación aérea que eventualmente vendría a ocupar
la sede del Comando Aéreo Estratégico del Atlántico; en el área norte, central y sur de la Isla, se desarrollaron varios
importantes campamentos de entrenamiento para el Ejército (Fuerte Buchanan, el Campamento Tortuguero, Henry
Barracks y lo que hoy se conoce como Campamento Santiago, sede de la Guardia nacional); en el área norte, se estableció la
Base Naval de Isla Grande desde donde operaba también un aeródromo y otras instalaciones navales en el área de la Bahía
de San Juan.
En la costa Norte, además, se estableció la Instalación Naval de Sabana Seca, un importante centro de comunicaciones
desde donde se vigilan, interceptan y monitorean, aún al presente, comunicaciones de regiones tan distantes como el Cono
Sur. Se ha indicado que fue desde estas instalaciones que durante la Guerra de las Malvinas Estados Unidos logró acceso y
pudo decodificar las comunicaciones militares de las fuerzas armadas de Argentina, las cuales fueron entregadas a
Inglaterra.
En el área Este de la isla, se construyó la principal base naval de la Flota del Atlántico fuera del territorio
continental estadounidense, la Base Naval de Roosevelt Roads.[3]
En julio de 1950 el Congreso estadounidense aprobó la llamada Ley 600, que daba paso a la Constitución para
Puerto Rico y a la figura de Estado Libre Asociado. La ley dejaba vigente el art. 1º de la ley Jones de 1917 por medio de la
cual se mantenía a la isla como posesión de los Estados Unidos.
El descontento seguía y en octubre de 1950 se produjo un levantamiento armado. El 30 de dicho mes numerosos
combatientes nacionalistas se lanzaron a la lucha armada insurreccional; hubo varios focos revolucionarios, y en el que se
desató en el pueblo de Jayuya se declaró la República de Puerto Rico y se izó la bandera nacional, prohibida ya en esos
años. La insurrección fue derrotada y se encarceló a más de mil personas sospechosas de ser nacionalistas o comunistas. El
líder independentista Albizu Campos fue enviado a prisión. Aunque el levantamiento no triunfó, sirvió para que en el
mundo se conociera mejor la causa de los patriotas puertorriqueños y su valor sin límites en aras de ser independientes.
Durante 1951 se realizaron, primero, un referéndum para legalizar la propuesta de la Ley 600, en el cual se
abstuvo el 56% de la población electoral y, luego, las elecciones coloniales para elegir la Asamblea Constituyente, con una
abstención del 62,5%. Los colonialistas siguieron adelante y, una vez aprobada la Constitución por la Asamblea, se realizó
un nuevo referéndum para instaurarla, en el cual la abstención llegó al 67% de la población electoral. Obviamente los
Estados Unidos y sus títeres locales hicieron caso omiso a semejante abstención. La Constitución entró en vigor en julio de
1952, cincuenta y cuatro años después de la invasión militar.
La Constitución dice en su Preámbulo:
Nosotros, el pueblo de Puerto Rico… ordenamos y establecemos esta Constitución para el estado libre asociado
que en el ejercicio de nuestro derecho natural ahora creamos dentro de nuestra unión con los Estados Unidos de América.
Al hacerlo así declaramos: (…)
Que consideramos factores determinantes en nuestra vida la ciudadanía de los Estados Unidos de América y la
aspiración a… la convivencia en Puerto Rico de las dos grandes culturas del hemisferio americano…
Artículo I. DEL ESTADO LIBRE ASOCIADO.
Sección I.- Se constituye el Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Su poder político emana del pueblo y se ejercerá con
arreglo a su voluntad, dentro de los términos del convenio acordado entre el pueblo de Puerto Rico y los Estados Unidos
de América. [Nota ELCH: Este artículo es un chiste macabro]
La Sección 5 del Artículo III dice:
Ninguna persona podrá ser miembro de la Asamblea Legislativa a menos que sepa leer y escribir cualquiera de los
dos idiomas, español o inglés; sea ciudadano de los Estados Unidos y de Puerto Rico y haya residido en Puerto Rico por lo
menos durante los dos años precedentes a la fecha de la elección o nombramiento…
En el Artículo IV, sobre el PODER EJECUTIVO se lee:
Sección 1.- El Poder Ejecutivo se ejercerá por un Gobernador…
Sección 3.- Nadie podrá ser Gobernador a menos que, a la fecha de la elección, haya cumplido treinta y cinco años de edad,
y sea y haya sido durante los cinco años precedentes ciudadano de los Estados Unidos de América y ciudadano y residente
‘bona fide’ de Puerto Rico.
Las mismas condiciones para los demás cargos importantes.
El Artículo VI, sobre DISPOSICIONES GENERALES, en su Sección 16 determina que todos los funcionarios deben prestar
juramento de fidelidad “a la Constitución de los Estados Unidos de América y a la Constitución y a las leyes del Estado
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vuelto un foco de dolores de cabeza ‑‑y de costos sin retribución‑‑ para Estados Unidos;
hecho que, al cabo, también empieza a percibirse desde el punto de vista de la
metrópoli colonial.
Así, el 7 de noviembre de 2013 el Washington Post reconoció que la crisis
económica puertorriqueña está fundamentada en la estructura de sus estatus político.
“Los problemas económicos y financieros de Puerto Rico son estructurales –trazables,
en última instancia, a su confusa condición política”, la cual no se ha resuelto a pesar
“de décadas de tediosas disputas políticas”. El periódico descartó cualquier posibilidad
de que el Congreso apruebe darle asistencia económica especial a la isla y advirtió que
eso no va a ocurrir, dado que “el Congreso es hostil a los rescates […] y no se tiene claro
cómo esa solución puede encajar en el marco legal y constitucional único que vincula a
Puerto Rico y Estados Unidos”.
El Post observó que desde 2004 la economía puertorriqueña ha decrecido un
16% y atribuyó la recesión iniciada en 2006 a la finalización de la normativa que le
otorgaba privilegios fiscales a las corporaciones estadunidenses que se establecieran en
la Isla. Con lo cual concluyó que son muchos los villanos culpables de la crisis
económica de la isla, recalcando la ironía de que Puerto Rico solo llama la atención de
Estados Unidos cuando está en serios problemas.
Esos comentarios del principal diario de Washington DC reflejaron dos cambios
que la cuestión puertorriqueña últimamente ha experimentado. El primero, que el
Libre Asociado de Puerto Rico”. Termina la Carta con la Sección 10 del Artículo IX titulado DISPOSICIONES
TRANSITORIAS: “Esta Constitución comenzará a regir cuando el Gobernador así lo proclame, pero no más tarde de sesenta
días después de su ratificación por el Congreso de los Estados Unidos.”[4]
En un trabajo del independentista Norberto Cintrón Fiallo, titulado “Puerto Rico: colonialismo y globalización”,
leemos: Hace más de cien años, Estados Unidos, por medio de un tratado en el cual nosotros nada tuvimos que tratar, el
llamado tratado de París de 1898, nos impusieron situaciones que mucho se asemejan a las que hoy pretenden imponer,
mediante el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) a toda América Latina. Podría hasta parecer curioso nuestro
caso, pues, para el decenio de 1930, el intelectual puertorriqueño Antonio S. Pedreira, decía, ante la teoría de los
defensores del colonialismo, quienes señalaban que Puerto Rico representaba el puente entre dos culturas, que nos
declaraban ‘puente’ para que todo el mundo nos pasara por encima. En la actualidad, aquellos empresarios neoliberales y
globalizadores que impulsan a San Juan como sede del ALCA también utilizan la metáfora del puente para defender
nuestra supuesta capacidad para servir como cabecera de playa del neocolonialismo neoliberalizador…
Hablamos pues, desde nuestra singularidad colonial, la que nos obliga año tras año a incluir, dentro de las
resoluciones que se presentan ante la ONU, un párrafo que exprese nuestra identidad latinoamericana y caribeña. Es como
si las circunstancias geográficas, históricas y culturales no bastaran para declarar nuestra identidad a menos que se
pronuncie y se apruebe el discurso que las devuelva a su verdadera realidad. No hay peor tragedia existencial que aquella
causada por el colonialismo en la geografía mental del puertorriqueño. Nueva York o Los Ángeles se encuentran más cerca
que la República Dominicana o Haití.
El colonialismo norteamericano ha pretendido sacarnos de nuestro entorno antillano, caribeño y latinoamericano.
No hay prueba más dramática que las prohibiciones que nos imponen para relacionarnos con los hermanos cubanos. Se
trata de todos los impedimentos, de todas las sanciones y re-sanciones inventadas periódicamente por el gobierno de
Estados Unidos contra la Revolución Cubana. Últimamente, Venezuela, hasta hace poco destino turístico para muchos
puertorriqueños de clase trabajadora, ha desaparecido de nuestra geografía aérea.[5]
Tragedia existencial, identidad reprimida, aislamiento de los verdaderos hermanos, tales las lacras causadas por el
colonialismo. Puerto Rico y Cuba tienen una historia en común –más allá de sus fuertes lazos identitarios- en su lucha por
la independencia.
Horacio A. López
[1] Partido Nacionalista de Puerto Rico. www.nacionypatria.com
[2] Durante la Segunda Guerra Mundial 65.034 puertorriqueños fueron llamados al servicio activo; 43.434, cuando el
conflicto de Corea, y 72.000 durante la guerra en Vietnam (Datos tomados del trabajo citado de Alejandro Torres Rivera).
[3] Alejandro Torres Rivera, Op. Cit., p. 4.
[4] Constitución de Puerto Rico de 1952. Versión impresa.
[5] Norberto Cintrón Fiallo, Primera Hora, Panorama, 18 de septiembre de 2006, Prensa Asociada. Fuente: Argenpress.
http://www.centrocultural.coop/blogs/nuestramericanos/etiquetas/estado-libre-asociado/
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estatus colonial ya no es solo un problema de los puertorriqueños, sino que se ha vuelto
un incómodo fastidio norteamericano. Mientras una parte del establishment no sabe
cómo afrontarlo o se hace la zonza, otra busca la forma y la coyuntura políticamente
más airosas para resolverlo o, dicho más crudamente, para deshacerse del mismo.
El segundo, que la cuestión puertorriqueña finalmente se ha liberado de la
irradiación de los antiguos temas de la Guerra Fría, que por más de medio siglo la
complicaron. Vale recordar que hasta los años 40 del siglo pasado las andanzas
nacionalistas de don Pedro Albizu Campos eran seguidas con simpatía por los pueblos
hispánicos y hasta algunas autoridades latinoamericanas, sin que se calificase de
comunista a ese apasionado patriota progresista. Pero más tarde, cogido entre el fragor
del antimperialismo y la histeria macartista, el fondo del asunto resultó desfigurado,
dando pretextos a una pertinaz persecución a los independentistas puertorriqueños, a
la tergiversación de sus razones, y al arbitrario encarcelamiento que sepultó en vida a
Don Pedro.
Pero ahora los ciudadanos y políticos estadunidenses pueden ver el problema a la
luz de su propia lógica, sin las distorsiones de aquel talón de fondo. Y lo primero que
salta a la vista es lo más obvio: que los puertorriqueños son un pueblo y una cultura
diferentes, y que la isla ‑‑hoy sin valor militar y turísticamente superada por varios
competidores‑‑ ya nada le aporta a Estados Unidos, mientras que subsidiar el estatus le
cuesta cada vez más a los contribuyentes norteamericanos. Y que ella, además, es una
fuente imparable de inmigrantes latinos, que para gran parte de los anglosajones no
son más simpáticos que los llegan de México, Centroamérica y otros orígenes.
Con el inconveniente adicional de que tan pronto arriban pueden ejercer derechos
ciudadanos y engrosan un grupo que acumula creciente peso electoral, sin que se los
pueda descartar como inmigrantes deportables.
Al propio tiempo, el ELA ‑‑la extraña relación que aún persiste entre Estados
Unidos y “su” territorio de Puerto Rico‑‑ hace mucho dejó de encajar entre las criaturas
políticas, jurídicas y morales que nuestra época halla admisibles. Circunstancia que año
tras año da lugar a que el Comité de Descolonización de la ONU ponga a Washington en
el incómodo banquillo de las potencias colonialistas y le dé tribuna a una larga lista de
voceros latinoamericanos ‑‑tanto gubernamentales como de organizaciones sociales‑‑
que reivindican los derechos del pueblo puertorriqueño a su independencia y
soberanía.
Así, una y otra vez Naciones Unidas declara que Puerto Rico constituye una
nación latinoamericana y caribeña, y confirma el derecho de su pueblo a la soberanía e
independencia. Y cada año reitera que la cuestión del estatus de la isla debe discutirse
en la Asamblea General de la ONU, donde Estados Unidos difícilmente podrá encontrar
unas pocas voces que lo secunden, ninguna gratuitamente.
Desde el punto de vista norteamericano ¿a quién sirve prolongar tantos
inconvenientes? Solo los clichés de una trasnochada inercia, o una retrasada
concepción del orgullo nacional demoran su finalización. La legislación estadunidense
asigna las determinaciones sobre Puerto Rico al Congreso y, periódicamente, algún
Subcomité de la Cámara de Representantes le da mantenimiento a esa potestad citando
a hablar sobre el asunto, sin por eso tomar decisiones al respecto, y elude que más
querellas le complique la agenda. Este año, enseguida de que el Comité de
Descolonización de la ONU examinó el caso, en Washington dos subcomités de la
108
Cámara le echaron una ojeada al tema: el de Recursos Naturales y el de Asuntos
Insulares.
La oportunidad le permitió al gobernador García Padilla exponer el catastrófico
estado financiero de la isla y rogar, otra vez, que se le permita a las empresas públicas
puertorriqueñas declararse en bancarrota al cobijo de la Ley federal de Quiebras, y así
lapidar la posibilidad de independencia de su nación. Y, a su turno, que el portavoz
anexionista Pedro Pierluise repitiera la solicitud de celebrar un refrendo que consulte
si los ciudadanos de la isla quieren o no que esta se vuelva un estado de la federación
norteamericana.
Por su parte el líder del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén
Berríos, tras recordarles que la quiebra de la economía de la isla es un hecho innegable,
y que una clara mayoría de los puertorriqueños repudia el ELA, emplazó a los
congresistas norteamericanos: “Por años se ha discutido el asunto en el Congreso
‑‑dijo‑‑, y muchos nos preguntamos si estas vistas de este Subcomité sirven algún
propósito legítimo o son meramente un quid pro quo partidista”. A lo que luego agregó:
“Decir que Puerto Rico debe decidir lo que quiere antes de enfrentar el problema, como
ha propuesto el Presidente [Obama] es una excusa de Estados Unidos para no cumplir
sus obligaciones legales como país colonial”, pues si “el colonialismo es el problema, no
puede ser la solución”.
Cultura vigorosa atrapada en callejón sin salida
Ahora bien, ¿cuál es la opinión de los puertorriqueños y qué alternativas tiene? La
propaganda colonialista escabulle la realidad consolándose con el cansino argumento
de que en los comicios puertorriqueños la mayoría de los votos se reparten entre las
dos organizaciones electorales del status quo, el anexionista Partido Nuevo Progresista
(PNP), que aboga por una ilusoria conversión de Puerto Rico en Estado de la Unión, y el
autonomista Partido Popular Democrático (PPD) que pese a la catástrofe en curso aún
justifica el modelo colonial del ELA.
La superficialidad de esa interpretación oculta varias cosas. Para empezar, que en
las elecciones puertorriqueñas no se dirime el estatus político ni la soberanía de la isla,
sino a quiénes se elige para administrar los asuntos corrientes: limpieza y ornato,
bacheo, mantenimiento de las instalaciones escolares, seguridad policial, etc. La
elección de gobernador, legisladores y alcaldes poco tiene que ver con las preferencias
ciudadanas sobre el colonialismo o la independencia, que en esos eventos no se
dirimen.
La discusión del estatus pasa por consideraciones ajenas a esas preferencias. El
régimen del ELA le concede a cada nativo de la isla pasaporte estadunidense y la
posibilidad de emigrar legalmente a Estados Unidos. Igualmente, acceso a subsidios
federales con los cuales mitigar sus carencias de empleo o alimentos, y algunos
servicios de salud y educación. No son pocos los latinoamericanos pobres y de clase
media que desearían tener prerrogativas similares, lo que no significa que ellos
renunciarían a su identidad nacional. Y bajo la crisis en curso ningún puertorriqueño
desearía perder estas prerrogativas, por mucho que le desagrade el régimen colonial.
Pero eso no debilita la cultura puertorriqueña ni el fuerte sentimiento nacional
que caracteriza a su pueblo. Lo demuestra a diario su obstinado apego al idioma
castellano con su distintiva modalidad dialectal y gesticular, a las costumbres y formas
109
cotidianas de convivencia y confraternización, asociadas a sus propios gustos
culinarios, musicales y artísticos ‑‑afines a los de toda la familia hispano‑caribeña‑‑ tan
característicos de quienes viven en la isla como de los millones de emigrados
nostálgicos que comparten la añoranza de su sol y su mar nativos entre los rigores del
invierno norteamericano.
A contrapelo de esta clara evidencia, “durante décadas los proyectos de
perpetuación de la colonia del PPD, y de promoción de la anexión del PNP, se han
fundado en el principio perverso de promover la dependencia y la pobreza”, acusa
María de Lourdes Santiago. La senadora independentista recuerda que, precisamente,
ambos partidos del sistema imperante coinciden en fomentar que la gente no trabaje,
no produzca, a la vez que “abonan el cultivo rastrero al culto a los intereses extranjeros
con la entronización de la mediocridad en las posiciones más altas del gobierno” local.
En lo que se refiere al PPD, justificador del estatus vigente, los resultados de la
última década desnudan el callejón sin salida que ha entrampado a la isla. Pero sobre el
PNP ‑‑el otro lado de la mancuerna política reinante‑‑ no cabe decir menos, pues sus
pasadas estadías en el gobierno han sido parte del mismo proceso destructor de la
viabilidad del país. A lo que se agrega que su propuesta se basa en una falacia, ya que la
opción de convertir la isla en un Estado adicional a los 50 que integran Estados Unidos
es palmariamente irrealizable. No apenas porque falten puertorriqueños enajenados
por la cultura colonial que puedan votar por ella, sino porque no hay estadunidenses
dispuestos a aceptarlo.
“Sin duda existen poderosas razones económicas, sociales, políticas y culturales
para estar contra la estadidad desde las perspectivas tanto de Puerto Rico como de
Estados Unidos”, advierte Rubén Berríos. Por lo que toca a la parte norteamericana,
recuerda Berríos, tras el fracaso del ELA el impacto económico de la llegada de un
nuevo Estado mucho más pobre que el Estado más pobre de la Unión ‑‑y por añadidura
racialmente mixto y hablador de otro idioma‑‑ con un número de representantes en el
Congreso superior al de muchos de los demás Estados, no sería poca cosa al disputar la
repartición del pastel presupuestario federal.
Por lo tanto, concluye Berríos, “la opción estadista es el beso de la muerte de cualquier
plebiscito auspiciado por el gobierno federal sencillamente porque la estadidad va
contra los intereses nacionales de Estados Unidos”. Y su criterio es compartido por los
senadores norteamericanos que se han ocupado del tema.
Las uvas están más maduras de lo que parece
En lo que toca al pueblo residente en Puerto Rico, las opiniones volvieron a
medirse el 6 de noviembre de 2012, en un plebiscito sobre el estatus reinante. El
evento, por supuesto, se realizó según condiciones determinadas por las autoridades
estadunidenses y conforme a su legislación, estableciéndose de antemano que sus
resultados no serían vinculantes para esas autoridades. Tuvo la forma de dos consultas
sucesivas votadas en el mismo acto plebiscitario y poco más del 78 por ciento de los
ciudadanos de la isla acudió a sufragar.
La primera de esas dos consultas preguntó: “¿Está de acuerdo con mantener la
condición política territorial actual (Estado Libre Asociado)?” El rechazo al estatus
vigente fue evidente: el 54 por ciento de los electores votó contra la continuación del
ELA.
110
La segunda consulta tuvo un resultado menos claro. Pidió a los electores
contestar, al margen de sus respuestas a la pregunta anterior, cuál opción preferían: ser
un Estado Libre Asociado, ser un Estado de Estados Unidos o ser un país independiente.
A simple vista, pasar a ser un Estado de Estados Unidos alcanzó el 61.13 por ciento de
los votos; mantener el ELA obtuvo un 33.32 por ciento, y la independencia un 5.54 por
ciento. No obstante, en el plebiscito intervino un factor que exige mejor análisis de ese
resultado.
Ciertamente, la opción de ser un estado prácticamente duplicó a la de mantener
el ELA, el cual así quedó rotundamente rechazado. Sin embargo, durante la campaña
previa el PPD, así como algunos grupos independentistas, llamaron a no contestar la
segunda pregunta ‑‑la relativa a cuál de las tres opciones escoger‑‑, con el efecto de que
esta registró un 26.4 por ciento de votos en blanco. Si se descuenta esa fracción, el voto
favorable a la estadidad se reduce a un 43.6 por ciento. Esto es, la anexión a Estados
Unidos supera al ELA pero no llega al 50 por ciento de la votación emitida.
Por lo que toca a la votación independentista, ese 5.54 ‑‑que continúa un gradual
crecimiento respecto a anteriores plebiscitos‑‑ deja de reflejar el hecho de que una
parte significativa de quienes votan por el ELA lo hacen para rechazar la anexión, no
para mantener el estatus. Si la estadidad es descartada preferirán la independencia, al
aclararse que los poderes políticos y mediáticos estadunidenses no estarán dispuestos
a aceptar a Puerto Rico como Estado de la Unión. Tras el desastre desatado en la isla, no
faltan indicios de que en la disyuntiva de escoger entre las opciones restantes, muchos
de quienes aceptaban el ELA se sumarán al independentismo.
Esto depende del modo de entender la opción independentista. ¿Cómo se explica
que esta alternativa debe construirse en las presentes condiciones del siglo XXI? ¿Cómo
conflicto o cómo proceso? Esto envuelve dos modos de asumirlo. Desde el punto de
vista de las tradiciones antimperialistas latinoamericanas ‑‑intensificadas al fragor de la
Guerra Fría y de los empeños revolucionarios que caracterizaron a la región‑‑ en el
tratamiento del tema puertorriqueño lo principal era desenmascarar al imperialismo
denunciando la dimensión colonialista de la política norteamericana.
En ese contexto la cuestión práctica de cómo lograr la independencia de la isla
quedó indeterminada, tras el brío del discurso acusatorio y la falta de opciones que
pudieran realizarse a corto o mediano plazos. Sin embargo, desde el punto de vista de la
busca de alternativas prácticas para que esta generación pueda lograr la
independencia, en los últimos lustros la situación cambió. Ante el hecho de que el ELA
es un irremediable fiasco generador de problemas adicionales, y de que el
establishment estadunidense en ningún caso estará dispuestos a aceptar a Puerto Rico
como estado de la Unión ‑‑a la vez que Latinoamérica y el Caribe asumen el tema como
un importante issue de las relaciones interamericanas‑‑, la cuestión ha entrado en otra
etapa.
Esto hace visible que una importante porción del asunto deberá madurarse en el
campo subjetivo, donde hay importantes condiciones ideológico‑culturales y políticas
por esclarecer. Ni la parte norteamericana puede desprenderse inmediatamente de los
estereotipos y pretextos con que por más de un siglo ella vistió su política colonial, ni
nuestras izquierdas pueden rápidamente superar con nuevas propuestas su curtido
discurso de la pasada etapa. Ahora, lograr la conversión de Puerto Rico en una
república independiente y soberana es una meta alcanzable para esta generación, pero
111
implementarla requiere una toma de conciencia y un sentido práctico cuya inmediatez
no estaba prevista en el pasado discurso independentista.
Una situación parecida se vivió en Panamá a mediados de los años 70 al abrirse la
posibilidad de avanzar de la brava arenga denunciadora del enclave colonial usurpado
por Estados Unidos, a la negociación de opciones factibles para recuperar ese territorio
nacional, desmantelar las bases militares extranjeras y asumir la propiedad y control
efectivo del canal interoceánico. Incluso una fracción de la izquierda que por medio
siglo fue parte de la lucha patriótica por la integridad nacional tuvo dificultades
subjetivas para asimilar la nueva situación, que permitía saltar de la resistencia heroica
al proceso conducente a concretar la victoria.
Omar Torrijos supo combinar, en el momento oportuno, la suma de una amplia
movilización nacional y una creciente solidaridad internacional para negociar un
proceso de transición. En este sentido la experiencia panameña es un ejemplo de
referencia para repensar esta oportunidad puertorriqueña e idear métodos
encaminados a construir sus propias soluciones. Pero, como veremos, eso exige que las
partes definan sus respectivas posiciones.
Es hora de movilizar la emancipación
Puerto Rico reúne las principales condiciones materiales necesarias para
convertirse en una exitosa república independiente: buena ubicación geográfica,
infraestructura física apropiada, disponibilidad de tierras fértiles, población capacitada,
fuerte cultura nacional. No obstante, por demasiado tiempo ha padecido un régimen
político ineficiente, descapitalizador y orientado al parasitismo, por lo cual constituir la
república independiente demanda una refundación del Estado. Esto es, demanda un
proceso de transición.
Hoy está claro que el problema fundamental de Puerto Rico es depender de los
subsidios norteamericanos hasta caer en el estancamiento y retracción económica. El
régimen establecido resultó perjudicial para la subsistencia de su pueblo y la
gobernabilidad del país. En cambio, como dice Rubén Berríos, la independencia
“liberaría completamente la energía de un país cuya autoestima ha sido pisoteada [y]
abriría el camino hacia una sociedad moderna, con visión de futuro, receptiva a todas
las influencias culturales sin someterse a ninguna y orgullosa de la propia”.
En estos momentos, en el contexto latinoamericano y caribeño, eso puede
conseguirse mejor si se logra a los menores costos posibles. En la América hispánica del
siglo XIX ello se obtuvo gloriosamente, aunque al precio de grandes y prolongados
sacrificios humanos y daños materiales. En las Antillas eso no pudo conseguirse en
aquel entonces y, dos siglos después ese tampoco tiene que ser el modo de lograrlo.
Más que el relámpago de un grito de independencia con inmediata ruptura de todo
vínculo con la metrópoli, hoy existe la posibilidad de concertar con ella un programa de
descolonización. Esto es, de negociar un cronograma de sucesivas transferencias de
atribuciones, responsabilidades y recursos de las autoridades coloniales a las instancias
republicanas.
La cuestión no es destacarse como enemigo de la superpotencia norteamericana,
sino que a Puerto Rico se le haga justicia y se respeten la soberanía, la
autodeterminación y los derechos de la nueva república. Y al mismo tiempo, constituir
una república sostenible, capaz de construir su propio desarrollo y asegurar el
112
bienestar de su pueblo. Esto exige disponer de recursos y formar cuadros, y será menos
difícil lograrlo con la cooperación que con la hostilidad de dicha superpotencia. Al cabo,
la cuestión no es erizar el problema sino resolverlo. [Nota de ELCH: Una salida de estas
características debe contar con condiciones históricas diferentes a las que actualmente
se viven, por lo que pensamos, este plan es irrealizable, desgraciadamente]
En su época, un equivalente a eso fue lo resuelto en el caso del Canal de Panamá y
de sus instalaciones y áreas aledañas, para alcanzar el objetivo de establecer allí un
sistema no solo nacional sino eficaz y sostenible. Los plazos del cronograma
descolonizador permitieron no solo prever las acciones legislativas adecuadas y las
nuevas estructuras administrativas del Canal, sino formar al personal técnico requerido
y una nueva cultura organizacional. Y eso también facilitó reconvertir los empleados
panameños antes formados para servir al enclave colonial en funcionarios con
propósito de servicio a la nación. Con lo cual en poco tiempo la vía acuática pasó a ser
más eficiente, segura y rentable de lo que era bajo administración estadunidense.[Nota
ELCH: la situación de las características político, social y militar de Panamá bajo los
últimos gobiernos de derecha neoliberal desmienten una afirmación como la que se
hace previamente. Es verdad que la administración mejoró, el problema es ¿a quién
beneficia esta mejora?]
En Puerto Rico, esa transición no tiene que ser tan prolongada como en Panamá
donde, en tiempos de la Guerra Fría, Washington tuvo que reacomodar grandes medios
de su sistema estratégico. Esas complicaciones ya no existen respecto a la isla.
Por otra parte, como en el caso de las naciones europeas que hace algunos años
concertaron acuerdos de cooperación con varias de sus antiguas colonias del Caribe, lo
concertado en las negociaciones entre Panamá y Estados Unidos no se enfiló a
enfrentar a ambos países sino a cambiar su género de relaciones al resolver las
anteriores causas de conflicto.
Esto no supone que la naturaleza del imperialismo ha cambiado ni que negociar
esa alternativa pueda ser fácil. Pero sí implica entender que la coyuntura varió y la
cuestión de Puerto Rico ya no puede tratarse como expresión local de una contienda
global entre las superpotencias que rivalizaban por el predominio planetario, como en
la Guerra Fría, o en los tiempos cuando controlar la isla aseguraba una ventaja
estratégica. En el actual contexto aquellas circunstancias pasaron y esto exige volver a
preguntarse cuál debe ser el objetivo del pueblo puertorriqueño ante la metrópoli
imperial: ¿confrontar indefinidamente o independizarse ya? Y, en consecuencia, cuál es
el método para lograrlo. En otros casos sostener una guerra prolongada finalmente
permitió negociar un acuerdo, pero ¿es aplicable ese ejemplo a una isla pequeña?
Para resolver el problema de fondo el gobierno de Washington debe dejar claro
qué opciones estará dispuesto a considerar y bajo qué condiciones. En Puerto Rico se
plantean tres alternativas: mantener el régimen del ELA, anexionarse a Estados Unidos
o emanciparse como una república independiente. El Partido Independentista propone
convocar una Asamblea de Estatus en la que cada alternativa esté proporcionalmente
representada y formule su respectiva propuesta. Al final, solo opciones realistas, no
coloniales ni territoriales, y susceptibles de negociarse con Washington, serían
sometidas a los electores puertorriqueños.
Una iniciativa similar debe tener lugar en el Congreso norteamericano, en
coordinación con la Casa Blanca, para que los representantes de las diferentes visiones
113
presenten sus opciones descolonizadoras y las condiciones en que estarían dispuestos a
admitirlas. Con esto el pueblo de Puerto Rico quedaría debidamente informado para
escoger entre las alternativas no coloniales ni territoriales efectivamente disponibles.
Si el Congreso no hace lo que debe y el ELA continúa exasperando al país eso atizará al
voto anexionista y un aciago día Washington podrá toparse con una petición de
estadidad salida de un referendo basado en la ficción de que esto solucionaría todas las
necesidades de la isla. Esa opción inadmisible metería al gobierno de Estados Unidos en
un embrollo político de consecuencias harto indeseables. El modo de evitarlo a tiempo
sería emprender lo que el PIP propone como un proceso colaborativo de libre
determinación para Puerto Rico. Y el tiempo para hacerlo ya llegó.
Como hace más de 35 años ocurrió en Panamá, el objetivo de la emancipación de
Puerto Rico ‑‑donde una vez más un país chico deberá negociar frente a una gran
potencia‑‑ solo podrá alcanzarse concitando una continua movilización nacional y una
poderosa solidaridad continental y mundial. Sobre todo, en América Latina, en el Caribe
y en sectores significativos de la opinión pública estadunidense. En difíciles tiempos de
la Guerra Fría, Omar Torrijos demostró que esto es factible. Y al construir esa
conjunción de fuerzas, coronó con éxito aquel objetivo nacional. Alai
La contraofensiva de la contraofensiva de los herederos del
neoliberalismo en el Ecuador: Por Dax Toscano Segovia
1. Los actores del golpe: EE.UU. y sus agencias de inteligencia comandadas por la CIA.
La administración estadounidense ha expresado su malestar frente al gobierno
del presidente Rafael Correa. Varias son las razones por las cuales Correa es una piedra
en el zapato del imperialismo: la política soberana a nivel internacional que ha
permitido mantener al Ecuador relaciones con diversos países como China e Irán, por
ejemplo, así como expresar una política solidaria con los pueblos del mundo como con
Palestina, Cuba, Venezuela, Honduras, entre otros.
La cercanía con Cuba es muy fastidiosa para el gobierno gringo, así como la
amistad con Fidel y Rául Castro. En este sentido, también disgusta al gobierno de
EE.UU. los lazos de amistad profunda entre el gobierno ecuatoriano y el de la República
Bolivariana de Venezuela.
Por otro lado, cabe recordar que el gobierno del presidente Rafael Correa no ha
permitido la injerencia de funcionarios gringos en los asuntos internos del país. No se
debe perder de vista que Correa expulsó a la embajadora gringa en Ecuador Heather
Hodges, a la vez que solicitó un informe sobre la penetración de la CIA en la policía
ecuatoriana, una de las causas por las que se dio la intentona golpista del 30 de
septiembre de 2010.
De igual manera, el gobierno de Correa llamó la atención al embajador Adam
Namm por entrometerse en asuntos internos del país, al amparo de los medios
privados de comunicación.
114
Las ONG’s gringas, léase CIA, como USAID, NED, realizan tareas
desestabilizadoras con el financiamiento a organizaciones vinculadas al campo de la
comunicación como Fundamedios para acusar al gobierno ecuatoriano de atentar
contra la libertad de expresión.
La SIP, al servicio de los EE.UU. y de los empresarios de los periódicos
latinoamericanos,cumple igual papel.
La pequeño-burguesía o la clase media con aspiraciones burguesas:
En las principales ciudades del país, la clase media, que durante los años de
mandato de Rafael Correa ha aumentado su capacidad de consumo, ha expresado su
rechazo a las políticas del gobierno en materia tributaria, lo cual se hizo evidente con el
establecimiento de las salvaguardias arancelarias a un listado de productos de
importación.
El malestar ya se evidenciaba desde antes con las medidas tomadas respecto de la
importación de celulares, el aumento en el costo de los vehículos y de algunos
productos que, con estas medidas arancelarias, subieron nuevamente de precio.
Cuáles son estos productos de importación: licores como whisky, vinos, tequila o
vodka, jamones, electrodomésticos, entre otros. Como podrá apreciarse son productos
que no son de consumo permanente, ni fundamentales para la gente. Sin embargo, la
clase media, acostumbrada a tener formas de vida cada vez más aburguesadas, siente
que la están golpeando al no poder acceder a bajos precios a esos productos. Por otro
lado, este sector importante de la población evidencia su individualismo, su egoísmo
como clase y su falta de entendimiento de la realidad nacional y mundial.
Las medidas tomadas responden a la crisis internacional que derivó en la caída
del precio del petróleo. Son medidas que no afectan la economía real de la población.
Se puede apreciar el traslado de gente de clase media de diversos lugares del país a la
frontera colombiana, a la zona de Ipiales, para comprar más barato todo lo que pueden,
en los centros comerciales de esa ciudad colombiana, lo cual evidencia que si tienen
poder adquisitivo.
Dentro de los sectores de la clase media se encuentran profesionales de diversas
ramas, molestos por las razones expuestas. La burocracia que ha visto congelados sus
sueldos también está irritada con el gobierno de Correa.
De igual manera, la juventud perteneciente a esa clase media, expresa su rechazo,
no por razones de peso, sino por cuestiones muchas veces de carácter formal.
Pese a que se hizo una reestructuración del sistema universitario, con el propósito de
lograr su mejoramiento (proceso no exento de terribles fallas), hay un malestar en los
jóvenes por lo que pasa en la Universidad. Aquí ha jugado un papel fundamental el
extinto MPD, molesto por haber perdido su espacio para su accionar político dentro de
la Universidad.
Asimismo, dentro de la Universidad pública, han jugado un papel contrario al
gobierno, agrupaciones recicladas o aparentemente nuevas que se autodenominan de
izquierda, las mismas que han llegado sin ningún criterio político válido a calificar a
Rafael Correa de fascista y hasta de agente de la CIA, como son UJIR, Mariátegui, ligadas
a miembros del MIR y de Pachacutik y la CONAIE respectivamente.
Muchos jóvenes universitarios consultados han señalado que su molestia con el
gobierno y con Correa es por su “actitud prepotente”, “porque ataca mucho a los
115
medios”, “porque quiere imponer cosas, como las cocinas de inducción”, etc. lo cual
demuestra su falta de análisis de los problemas reales del país. Muchas veces Correa es
visto como un victimario de los medios y los periodistas y no como víctima permanente
de desprestigio y ataque.
La izquierda extremista, dogmática y la de la academia y cafetín:
Molestos con el gobierno porque han señalado que ha sido el régimen de Correa
el que los ha dividido y que afectado sus intereses.
Hay que partir del hecho de que si existe una organización política fuerte, el
trabajo divisionista no habría podido darse o habría sido mínimo.
La llamada “izquierda” ecuatoriana se ha caracterizado por sus estructuras
verticales, burocráticas y dogmáticas, poco críticas y reflexivas frente a los problemas
nacionales y mundiales. Su nivel de teorización y producción intelectual, también es
mínimo, al punto de categorizar muchas veces al gobierno de Correa como fascista o,
simple y llanamente, de populista. En los últimos tiempos, para descalificarlo, se lo ha
señalado de extractivista, lo cual tiene como propósito el de acusarle de atentar contra
el medio ambiente, la naturaleza.
Figuras como las del eterno rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, el
historiador Enrique Ayala Mora, lanzan desde la academia universitaria sus ataques
contra Correa. Es notorio en las aulas universitarias, tanto en las de las instituciones
privadas como públicas, encontrar docentes de diversas ramas expresar sus ataques
furibundos contra el gobierno.
Más allá de las reflexiones teóricas que son válidas dentro del espacio
universitario (favorables o en contra), lo que se hace es emitir mensajes sueltos,
ofensivos contra Correa, lo cual no contribuye al estudiantado a comprender la
problemática nacional. El caso notorio es el de un profesor en la Facultad de
Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador, que dentro de las aulas
universitarias señaló ante sus alumnos que “Correa es un homosexual y que le gusta
vestirse de mujer y hacer sus fiestas”.
El académico de la Universidad Andina Simón Bolívar, César Montúfar, quien
fuera fundador de Participación Ciudadana, agrupación que recibió dineros de la
USAID, hoy miembro de Concertación Democrática, es otro de los cabezas de la
oposición a Correa.
EI movimiento Pachacutik, en el que destaca la figura de la Asambleísta Lourdes
Tibán, se exhibe como de izquierda y no ha hecho más que representar posturas
propias de la derecha al atacar a la Venezuela Bolivariana de Nicolás Maduro, al
defender a los medios de comunicación de la oligarquía ecuatoriana y de, incluso, pedir
la intervención de los EE.UU. como lo hizo Fernando Villavicencio, asesor del ex
asambleísta Cléver Jiménez, ambos de esta agrupación política.
No hay que perder de vista que dentro del movimiento indígena hay una lucha
ideológica entre diversos sectores y que, además, como organización, no ha estado
exenta de presiones contra sus miembros como en las marchas realizadas en las que se
cobran multas por no asistir o se les amenaza de quitarles el servicio de agua a las
comunidades. De igual manera, tampoco ha estado libre de actos de corrupción entre
sus dirigentes que gozan de privilegios, tal como se ha evidenciado en las marchas
cuando esos dirigentes han estado tomados o se han hospedado en buenos hoteles,
116
mientras las bases han quedado en los parques y caminando y ellos en camionetas de
lujo.
La oligarquía corrupta, la partidocracia y sus medios:
Comandada por el banquero Lasso que tiene aspiraciones presidencialistas. De
igual manera están detrás de estas intentonas golpistas los banqueros prófugos, aliados
de la derecha extrema estadounidense, como los Isaías involucrados en el intento de
golpe del 30 de septiembre de 2010. Otra cabeza visible de los sectores oligárquicos es
Blasco Peñaherrera Solah, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, hijo del ex
vicepresidente Blasco Peñaherrera, otro asiduo adversario del régimen de Correa. Otro
enemigo, aunque de capa caída, es el empresario, evasor de impuestos, Álvaro Noboa.
De la misma forma están los representantes de la Cámara de Comercio de Guayaquil,
comandados por Pablo Arosemena.
Otra cabeza visible de esta burguesía rancia es el abogado Juan Carlos Solines, ex
candidato a la vicepresidencia con Guillermo Lasso.
A nivel de la partidocracia, pero también formando parte de esa oligarquía
corrupta y pelucona, están Lucio Gutiérrez, el mejor amigo de EE.UU. y Uribe, Cynthia
Viteri ex socialcristiana ahora Madera de Guerrero, Andrés Páez ex ID hoy partidario de
Creo y, fundamentalmente, los alcaldes de Quito y Guayaquil, Mauricio Rodas y Jaime
Nebot respectivamente.
Nebot convocó para el 25 de junio de 2015 a una marcha contra el gobierno en la
que, una vez más, expresó sus posturas machistas, violentas y de defensa de los
sectores pudientes del país. Correa quiere dividir al país y habla de lucha de clases dijo,
como si eso fuera una invención del presidente ecuatoriano y no una realidad evidente
en un país en el que unos pocos continúan gozando de la riqueza fundamental a costilla
del trabajo de otros o de la corrupción y el pillaje. De igual manera, Nebot lanzó sus
ataques contra Venezuela lo cual evidencia las posturas comunes de la oligarquía
latinoamericana contra los proyectos progresistas en la región. No podía faltar en el
discurso de Nebot su referencia a los cojones, para demostrar que es un macho cabrío.
Lo preocupante son los niveles de influencia del burgomaestre guayaquileño en
diversos sectores de la población de la ciudad porteña, con escaso nivel de preparación
política y muy susceptible al griterío, a la bravuconada. El nacionalismo extremo juega
un rol fundamental. Todo esto ha sido canalizado por Nebot, quien en entrevista a CNN
reconoció, sin ningún empacho, que él era uno de esos personajes que forman parte de
ese 2% opulento que, de darse la Ley de Herencias y la de Plusvalía, le tocaría pagar
altos impuestos.
Por otra parte, el llamado subrepticio a la violencia en la arenga de Nebot fue
evidente, al responsabilizar al gobierno de cualquier cosa que pueda suceder si no hace
caso a lo que, según él, le pide el pueblo. Nebot encubre su discurso elitista, en defensa
de los ricos, con palabras como Patria, Unidad, Pueblo, a la vez que habla de Libertad,
Democracia. La defensa del patrimonio de unos pocos, es la defensa de la Patria, tal
como lo expresa Nebot, a la vez que acude a la idea de familia, como el resto de
oligarcas, para crear una sicosis colectiva al manipular a la gente haciéndole creer que
se atenta contra los hijos, puesto que lo que los padres han hecho a la largo de su vida,
supuestamente Correa se los quiere quitar.
117
Para la oligarquía, el problema de la pobreza o de la riqueza es solo una cuestión
de emprendimiento, y así lo presentan.
Entre los representantes de medios o que se presentan como comunicadores
sociales o periodistas están Carlos Vera, ex presentador de televisión y Jorge Ortiz.
Vera, en entrevista con Jorge Lanata hace unos años atrás, decía que su mejor amiga era
su pistola y que su aspiración era ser dictador del Ecuador. Ortiz es un anticomunista
declarado y sus mentiras sobre lo que sucede en Venezuela y Cuba son constantes.
Gonzalo Rosero de Radio Democracia, EXA FM, Janeth Hinostroza, Teresa Arboleda de
Schotel, Bernardo Abad, Gisella Bayona, Alfonso Espinosa de los Monteros, Alfredo
Pinargote, Diego Oquendo de Radio Visión, diaria y permanentemente lanzan sus
ataques contra Correa.
La organización dirigida por César Ricaurte, Fundamedios es otra de las que ha
desatado las campañas acusatorias a nivel nacional e internacional contra el gobierno
del presidente Rafael Correa, culpándole fundamentalmente de violar la libertad de
expresión y el derecho a informar.
Las revistas Vistazo, Plan V también forman parte de los medios que atacan las
políticas de Correa, así como a la figura del mandatario.
A nivel internacional sobresale el periodista Jaime Bayly, personaje que felicitara
al ex mandatario colombiano, el jefe del paramilitarismo en ese país, Álvaro Uribe
Vélez, por el bombardeo a Angostura en el que fue asesinado el Comandante Raúl Reyes
de las FARC-EP. No podía faltar en esta lista la cadena estadounidense CNN, así como
los diarios gringos El Nuevo Herald, el Miami Herald, así como El Diario de las
Américas.
2. Campañas mediáticas desestabilizadoras y el golpe suave con violencia:
Varias han sido las campañas emprendidas por la propaganda de la oligarquía
ecuatoriana y sus medios contra el régimen del presidente Rafael Correa.
Lamentablemente, muchos sectores que se autodenominan de izquierda, también se
han hecho eco de las mismas.
Algunas para recordar son las siguientes:
a. Correa quiere convertir al Ecuador en otra Cuba y pretende dividir las viviendas para
meter varias familias en las mismas.
b. El Gobierno quiere formar Comités de Defensa de la Revolución, como los de Cuba,
para vigilar a la gente. En este sentido también se señaló que el gobierno ecuatoriano
estaba propiciando el ingreso de agentes del régimen cubano para llevar adelante estas
tareas de vigilancia y espionaje.
c. Correa se relaciona con países que auspician el terrorismo como Irán.
d. El régimen de Correa está vinculado al “narcoterrorismo” (supuestos aportes de las
FARC-EP a su campaña, el caso de la narcovalija en Italia).
d. El gobierno es responsable de que miles de estudiantes se queden sin estudiar por el
cierre de un sinnúmero de universidades privadas que no cumplían requisitos mínimos
para funcionar.
e. El gobierno de Correa atenta contra la libertad de expresión (Ley de Comunicación).
f. Correa mantiene atemorizada a la población.
118
[Nota ELCH: Esta campaña del terror contra el gobierno de Ecuador tiene semejanza
con la que instrumentalizó el Mercurio, apoyado finan ieramente por la CIA
estadounidense, previo al golpe de Estado de 1973. A este ataque ideológico contra el
gobierno popular también se sumó la Democracia Cristiana]
Finalmente, los medios crearon una sicosis colectiva a partir de la Ley de
Redistribución de la Riqueza y Plusvalía, señalando que con éstas el gobierno pretendía
quitarle a la población su patrimonio, la herencia que los padres por derecho podían
dejar a sus hijos.
El presidente ha sido claro al señalar que lo que se trata es de lograr una mayor
equidad en el país a través de una mejor redistribución de la riqueza, y que la ley solo
afectará al 2% de la población que usufructúa el 90% de la riqueza del país.
El error del gobierno radicó en el hecho de no haber socializado las leyes antes de
ponerlas en consideración de la Asamblea Nacional. Esto sirvió para que la oligarquía
ecuatoriana, que se vería afectada por dichas leyes, lanzara una poderosa campaña de
desinformación alrededor de ellas. Las movilizaciones se sucedieron y grupos de
ciudadanos fundamentalmente de clase media, muchos confundidos, más los ricos
“pelucones”, salieran a las calles a manifestarse en contra de estas leyes.
Las acciones llevadas a cabo no son resultado, como se ha dicho, de la
espontaneidad de la gente. Detrás de ello hay una planificación adecuada. Las
movilizaciones responden a los mismos esquemas de las manifestaciones contra el
Gobierno Bolivariano de Venezuela e incluso tienen el respaldo de esos mismos
sectores golpistas, así como de la oligarquía colombiana.
Lo que se está llevando adelante es un golpe blando contra el gobierno de Correa.
Blando en teoría, porque en realidad implica la ejecución de actos violentos o la
provocación de los mismos.
Sectores de extrema derecha al interior del ejército y la policía ecuatoriana,
forman parte de la intentona golpista. Ni la policía, ni el ejército han cambiado de
mentalidad en el Ecuador.
Siguen respondiendo a la misma Doctrina de Seguridad Nacional represiva y su
vocación es abiertamente anticomunista, proimperialista. Estarán relativamente en paz,
mientras se satisfagan sus demandas económicas. El llamado en las redes sociales a la
intervención militar-policial no se ha hecho esperar.
El escenario que se prevé es el de mayores movilizaciones en las principales
ciudades del país, cada vez con tintes más violentos. Esto se intensificará antes de la
llegada del Papa Francisco. Ya circulan carteles de bienvenida al Pontífice, con mensajes
contrarios al gobierno. Ya la oposición ha señalado que aprovecharán la visita del Papa
para atacar a Correa. El país está de luto, dicen.
No es verdad que quieran esperar a una salida democrática para el año 2017,
cuando se den las elecciones para la presidencia de la República. La oposición quiere
sacar del poder a Correa antes de ese año. Para ello van a encender las calles y su
principal soporte van a ser los medios de comunicación privados.
El gobierno debe cambiar su estrategia propagandística. No se debe pelear en el
escenario en el cual la oposición desea hacerlo. Hay que trabajar más la parte política y
eso implica apuntar a la concienciación de la población sobre los problemas
119
fundamentales del país y el mundo. En las sabatinas se debe tener en cuenta este
aspecto.
Por otro lado, el presidente Rafael Correa debe llevar adelante una mayor
profundización del proceso. No solo se debe plantear la redistribución de la riqueza.
Hay que ir más al fondo y eso implica un estudio de cómo se han adquirido las fortunas
en el país para saber si han sido el resultado de procesos legales o fraudulentos, de
actos de corrupción y, más que todo, resultado de la explotación del trabajo obrero y
campesino. Esto permitiría tener los argumentos suficientes para que esa riqueza mal
habida, pero sobre todo la propiedad de los medios de producción, pase a los colectivos
de trabajadores.
El escenario de las calles tampoco puede descuidarse y mucho menos el
mediático.
No cabe duda, la oligarquía pelucona y la clase media con aspiraciones burguesas,
amparadas en sus medios, quieren retornar al pasado y hay que detenerlos con mucha
inteligencia y valentía.
Quito, 27 de junio de 2017
Colombia.
16-06-2015.
La
guerra
santouribista
de
Cuarta
generación. Horacio Duque. Rebelión
Santos huye hacia adelante ante la crisis sistemica que afecta su régimen y
enloquecido dispara la guerra de Cuarta generacion contra la resistencia campesina
revolucionaria. El Papa Francisco ha dicho que estamos en la Tercera Guerra Mundial,
la que se hace por tramos, y la de Santos es parte de la misma. Seguramente el Santo
Padre se lo dira en su visita de hoy.
De nuevo Colombia está inmersa en otro feroz ciclo de guerra orquestado desde
los principales mandos del Estado, el régimen político oligárquico y los nodos
prevalentes de la geopolítica global.
La cruenta guerra civil nacional que se prolonga desde mediados del siglo XX, ha
registrado en su existencia, varios ciclos violentos, organizados desde el gobierno y
ejecutado por un sinnúmero de dispositivos armados, legales e ilegales/paramilitares,
que han significado una feroz arremetida contra la población campesina provocando
muertes en masa, desaparecidos, torturas y millones de desplazados. Menciono
algunos. La violencia terrateniente de los años 50; las operaciones contra Rio Chiquito y
Marquetalia, con la movilización de casi 20 mil miembros del Ejército, para aniquilar a
Pedro Antonio Marín y su pequeño núcleo de la resistencia agraria en el Sur del Tolima;
la represión de las protestas populares contra el fraude electoral que impuso a
Pastrana como Presidente; la violencia contra el Paro cívico de septiembre de 1977; el
Estatuto de Seguridad turbayista y el cogobierno del general fascista Camacho Leyva; el
exterminio iniciado por Belisario Betancur y prolongado por Virgilio Barco, en asocio
con el narco paramilitarismo, contra la Unión Patriótica y el asesinato de Galán, Pardo
Leal, Jaramillo y Pizarro; el asalto a la Uribe para asesinar el Secretariado de las Farc,
ordenado por Gaviria y Rafael Pardo; el Plan Colombia de Pastrana y los gringos; el
Estado paramilitar de Uribe Vélez; y ahora la guerra santouribista de Cuarta
120
Generación (La "Guerra Contraterrorista" y la "Guerra Psicológica", conforman las dos
columnas estratégicas que sostienen a la Guerra de Cuarta Generación, con los medios
de comunicación convertidos en los nuevos ejércitos de conquista)[1] para exterminar
cualquier manifestación de la histórica resistencia agraria.
La nueva etapa que despega con las masacres aéreas, en la segunda semana de
mayo 2015, de Guapi, Segovia y Riosucio (Chocó), con docenas de muertos y cientos de
desplazados, presenta las siguientes características:
Primera. Diálogos de paz en La Habana en medio del conflicto como reflejo de la teoría
liberal de conversar en Cuba ignorando la guerra en Colombia y hacer la guerra sin
importar los consensos alcanzados en la mesa (tierra, democracia ampliada, coca y
desminado) para la superación del conflicto. El objetivo principal de esta artimaña es la
rendición de la insurgencia revolucionaria mediante su exterminio. Santos se ha
lanzado así en una catastrófica fuga militar hacia adelante metiéndonos en la plena
guerra civil interna con consecuencias muy graves e irreversibles para el país en los
próximos años. En los últimos días todo ocurre como si la dinámica de la guerra se
hubiera autonomizado pero empleando por el oficialismo un discurso enmarañado y
humanitario.
Las actuales elites neoliberales se han convertido en camarillas completamente
degeneradas y enloquecidas, que cada vez más solo pueden acudir a la fuerza bruta, a la
lógica de la guerra. No se trata que el componente militar sea independiente sino más
bien que las elites se militarizaron mas, endiosando la Fuerza Aérea[2]; ya no seducen
con ofertas de prosperidad más algunas dosis de violencia, ahora propagan solo el
miedo, amenazan con sus armas aéreas y tecnologías satelitales y las utilizan a fondo.
Los diálogos de Santos son realmente una fachada para relanzar el militarismo y
destruir a la oposición. Mientras el gobierno de Santos está simulando conversaciones
en La Habana, ordena a su Fuerza Aérea atacar con toda su capacidad a los
campamentos guerrilleros, matando a más de cuarenta combatientes en dos días de
ataques. Incluso a varios integrantes de La Mesa de diálogos.
Esto revela en menor escala, lo que tiene proyectado Santos para el período
posterior. Muestra la parte más complicada de las negociaciones, porque si ahora
matan, violando el cese al fuego unilateral de las Farc que duro 5 meses, se puede desde
ya imaginar si se pacta un acuerdo entre las partes lo que vendrá.
Santos no tiene ninguna intención de desmilitarizar, democratizar, integrar a los
combatientes y grupos sociales en condiciones de respeto. El ataque unilateral de
Santos, el asesinato y la nueva ofensiva realmente muestran su doble política. Es decir:
las conversaciones son una táctica para lanzar una ofensiva militar, eliminar a los
guerrilleros y eliminar los derechos del pueblo a manifestarse en reclamo de cambios
sociales.
Las negociaciones sirven sólo como fachada para relanzar más agresivamente la
parte militar del régimen y destruir a la insurgencia combatiente.
Santos y su régimen siguen con su agenda militar, y eso simplemente son tácticas
para desmovilizar a las Farc y el Eln, pues la lógica oficialista, la política práctica es la
misma de siempre: buscar más guerra para destruir los movimientos protagonistas de
cambios estructurales.
En ese sentido, los bombardeos del gobierno colombiano son una señal de lo que
se puede esperar en el futuro. Firmar acuerdos y violarlos en el mismo momento. Los
121
tres puntos que firmaron entre las FARC y el gobierno, no tienen ningún sentido en el
contexto de la ofensiva militar de Santos.
Lo cierto es que acciones militares, asesinatos y violaciones de cese al fuego no
son el camino para conseguir la paz.
Segunda. Amplia crisis económica y fiscal causada por la caída de los precios del
petróleo y el despojo de las regalías mediante el carrusel de la mermelada de las
bancadas parlamentarias del oficialismo santista. Las manifestaciones de la decadencia
económica se expresan de múltiples maneras en el día a día entre ellas la volatilidad de
los precios de las materias primas como el petróleo y el carbón. Agréguele la fiebre
incontenible de ganancias que engendra paquetes tecnológicos depredadores como la
minería a cielo abierto, la fractura hidráulica o la agricultura en base a transgénicos
acompañados por operaciones políticas y comunicacionales que degradan, desarticulan
sistemas sociales buscando convertirlos en espacios indefensos ante los saqueos.
Así que la salvación de la economía capitalista no llegará, como lo promete Cárdenas,
desde la producción condenada a sufrir recesiones o crecimientos insignificantes,
mejor no hablar demasiado de esos tristes temas. La guerra sube al primer plano, las
acciones militares ocupan el centro del terreno, cada día nos ofrecen alguna masacre
protagonizada por tropas regulares o paramilitares, algún bombardeo criminal.
Tercero. Pérdida de legitimidad del gobierno y del régimen político la cual se intenta
contrarrestar con una seudo reforma de poderes cuyo objetivo central es maquillar la
decadente democracia liberal imperante en el Estado. La gobernabilidad de Santos está
hecha añicos y quien llena el vacío es la facción ultraderechista de Uribe Vélez volcada
en la captura del mayor número de alcaldías y gobernaciones en las votaciones del 25
de octubre mediante el fraude y el chantaje de los grupos paramilitares organizados
desde las brigadas y batallones militares cercanos a AUV.
Cuarto. Aprobación de un Plan de desarrollo neoliberal que reúne las directrices de la
OCDE para avanzar con los proyectos de la megaminería, la agro industria y la
competitividad de las dobles calzadas 4G. Dicho Plan da vía libre a la destrucción de los
páramos y de las comunidades indígenas y afrodescendientes.
Con ese Plan el núcleo duro agro-minero exportador-financiero y los grupos
exportadores más concentrados serán más ricos que nunca mientras la injerencia
gringa se profundiza.
Con un neoliberalismo más descompuesto se le da forma a un panorama de
pérdida de legitimidad del poder político, avances de grupos económicos saqueadores e
injerencia yanqui cada vez más fuerte.
Quinto. Participación de la Casa de Nariño y del Presidente, en las estrategias
norteamericanas de destrucción de las conquistas populares de la revolución
bolivariana, mediante la ampliación de las bases militares del Comando sur en el
territorio colombiano, el apoyo al golpe suave contra el Presidente Maduro, el auspicio
de la injerencia de la derecha española y la consolidación de la integración colonial de
los países de la llamada Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile).
Sexto. Avances de la movilización social y la unidad popular con un nuevo
protagonismo del Polo democrático alternativo en la defensa de la paz y el impulso de
plataformas de acción popular en defensa de los derechos humanos de millones de
colombianos, que incluye una importante demanda contra el plan de Desarrollo en la
Corte Constitucional.
122
Al negativo panorama de la muerte es necesario sumar aspectos esperanzadores
sin los cuales no podríamos entender lo que está sucediendo. Por debajo de las
jugarretas políticas santistas, los negocios rápidos y las histerias ultraderechistas
aparecen las protestas populares multitudinarias, la persistencia de las izquierdas no
cooptadas por el sistema y la activa presencia de la poderosa e histórica insurgencia
campesina.
En este contexto el cerebro oligárquico no logrará superar la ruina de su
envejecida y enferma humanidad, por eso los delirios se reproducen, las fugas hacia
adelante se multiplican, evidentemente nos encontramos en un momento histórico
estratégico que demanda la mayor paciencia y lucidez de la dirigencia revolucionaria.
Nada de veleidades y concesiones a la podredumbre burguesa y pequeñoburguesa con
ínfulas de eminencia gris.
[1] Sobre la Guerra de Cuarta Generación que adelanta el señor Juan Manuel Santos
desde que era Ministro de Guerra de Uribe Vélez, época en que planifico campañas de
exterminio bélico en los Montes de Maria, en el Oriente de Caldas, en el Catatumbo, en
Chaparral, en el Cauca, en Caquetá, en Putumayo, en Nariño, en el Meta y en Arauca, ver
el importante estudio de Manuel Freytas en el siguiente enlace electrónico
http://bit.ly/1IUDjFZ.
Con esa misma Guerra de Cuarta Generación Santos bombardeo los campamentos
de Raul Reyes, Acacio Jorge Briceño, y monto la operación para asesinar en condiciones
de indefensión a Alfonso Cano.
[2] Sobre el endiosamiento de las Fuerzas Aéreas y las tristezas que eso produce
recomiendo leer el brillante texto de uno de los mejores historiadores de la Segunda
Guerra Mundial, Anthony Beevor, La batalla de Stalingrado, en el siguiente enlace
http://bit.ly/1Bfufsw
Hitler mando un millón de soldados al sur de la URSS, con miles de aviones para
destruirla pero ese descomunal Ejército fue derrotado por expertos francotiradores y
pequeñas unidades guerrilleras (de 5 integrantes) que actuaron en la retaguardia hasta
desbaratar el enemigo nazi.
Rebelión
LA PRESENCIA MILITAR DE ESTADOS UNIDOS EN
AMÉRICA LATINA. POR TELMA LUZZANI
Nuestra región es decisiva para el imperio. Contiene reservas de recursos
naturales renovables y no renovables, es un área vital de seguridad militar y también
una plataforma fundamental para la proyección de poder. Sin embargo, al ser una zona
de paz y sin armamento nuclear, nada justifica la presencia del ejército más poderoso
de la tierra; por eso es necesario exigir el cierre definitivo de todas las bases militares
estadounidenses en nuestros países.
El presidente norteamericano Barack Obama propuso, una vez más, el diálogo y
abrir una nueva etapa de acercamiento entre nuestros países durante la VII Cumbre de
las Américas llevada a cabo en Panamá, en abril de 2015. Como él mismo recordó, esto
123
ya lo había planteado en la V Cumbre (Trinidad y Tobago, abril de 2009) donde, con
palabras casi calcadas, aseguró: "No vine aquí a discutir el pasado sino a pensar en el
futuro. Estados Unidos quiere buscar con el resto de América una alianza entre iguales".
Lamentablemente, esas bellas palabras duraron poco. En la madrugada del 28 de junio
de aquel año, el presidente hondureño Manuel Zelaya fue sacado de la cama por un
comando militar y llevado a Costa Rica, pero antes el avión había hecho escala en la
base José Soto Cano, en Palmerola (Honduras), donde se encuentra estacionada la
Fuerza de Tarea Conjunta Bravo ( JointTaskForce Bravo o JTF-B) del Comando Sur,
compuesta por unidades militares rotativas del ejército, la aeronáutica, las fuerzas de
seguridad conjuntas y el primer batallón-regimiento número 228 de la aviación
estadounidense. Resulta imposible pensar que el Pentágono no estaba al tanto del golpe
de Estado.
Días después -en julio de 2009-, el presidente colombiano Álvaro Uribe admitió
que las versiones periodísticas que hablaban de un acuerdo con Estados Unidos para
instalar siete bases militares en Colombia eran ciertas. Esto se sumaba a la noticia en el
mundo- el reservorio de recursos naturales renovables y no renovables (agua, petróleo,
minerales estratégicos, biodiversidad, alimentos, etc.) sino que además es un área vital
de seguridad militar (la frontera sur, su punto más vulnerable) y también una
plataforma fundamental para la proyección de poder. Si bien el proceso de
militarización de Estados Unidos tiene su gran impulso en los inicios de la Guerra Fría,
una vez desaparecida la Unión Soviética, en 1991, la carrera no se detuvo. Por el
contrario, en 2014 el presupuesto militar norteamericano fue equivalente al 48 por
ciento del total mundial. Según las cifras del Instituto de Investigación para la Paz
Internacional de Estocolmo, el presupuesto militar norteamericano de 2014 fue de
640.000 millones de dólares, mientras que el de las ocho potencias que le siguen en
poderío (en orden: China, Rusia, Arabia Saudita, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón
e India) todas juntas, gastaron 607.000 millones de dólares.
Tanto en la primera etapa post soviética -la
del
"Proyecto
para
un
Nuevo
Siglo
Norteamericano", que proponía para el siglo XXI,
desde una perspectiva wilsoniana conservadora, el
uso del poder militar para la expansión global y la
imposición de los valores estadounidenses en todo
el planeta-, como en la actualidad, cuando el gigante
norteamericano se siente amenazado por potencias
emergentes, siempre la opción prioritaria fue la
militar. El Informe Cuadrienal de Defensa 2014 así
lo certifica. Dice: "La efectividad de otras
herramientas, como la diplomacia y la asistencia
económica, para la influencia global de EE.UU. está
absolutamente entrelazada y depende totalmente
de la percepción que el mundo tenga de la fuerza, la
presencia y el poder de nuestras fuerzas armadas".
124
En esta propuesta la instalación de bases militares en todo el planeta fue y es
decisiva. Los documentos oficiales del Pentágono distinguen dos tipos. Las bases de
operaciones tradicionales (aquellas donde hay personal permanente y una fuerte
infraestructura como la base de Ramstein en Alemania) y los sitios de operaciones
avanzadas, con un número muy limitado de tropas que, si fuera necesario, puede llegar
a expandirse.
Estas bases, conocidas en la jerga militar como "lilypads" o por sus siglas en
inglés FOL (FowardOperatingLocation), están ubicadas en todo el mundo, en lugares
considerados estratégicos o peligrosos para la seguridad de Estados Unidos y que
pueden convertirse en puntos de partida para situaciones de crisis o guerras.
En América del Sur y Central, los FOL jugaron un papel fundamental al despuntar
el siglo XXI tras el desalojo del Comando Sur de la estratégica base militar en Panamá,
en 1999 (acuerdo Torrijos-Carter), y en el marco de la readecuación de la política
exterior y de defensa que Washington había decidido adoptar para el nuevo escenario
internacional post Guerra Fría, contenida en la "Estrategia Nacional para la Nueva Era"
(1997).
El Pentágono hace esta distinción entre dos tipos de bases militares porque en el
caso de las primeras se trata de acuerdos formales entre dos gobiernos. Las funciones
primordiales de estas instalaciones son el control de zonas estratégicas delmundo;
vigilar y garantizar la libre circulación de mercaderías (u obstaculizar la circulación del
enemigo); el reabastecimiento y la proyección de poder. Las bases de segundo tipo, los
FOL, según explica el analista Michael T. Klare, nacen de pactos no siempre
transparentes (muchas veces a espaldas de los Congresos e incluso de los Poderes
Ejecutivos ya que son arreglos entre las fuerzas armadas y el Departamento de Defensa
de Estados Unidos), y por lo tanto "buscan no dar la impresión de que EE.UU. está
buscando una ocupación permanente, del tipo colonialista, en el país en el que quiere
ubicar una de esas instalaciones".
En las declaraciones a la prensa, tanto el Pentágono como los gobiernos de los
países anfitriones suelen negar que los FOL sean bases militares amparándose en el
hecho de que tienen escaso personal (en muchos casos son mercenarios o
"contratistas") y que están alojadas en un perímetro acotado, en puertos o aeropuertos,
que el país anfitrión "alquila" o cede temporalmente a Estados Unidos.
La antropóloga Catherine Lutz, de la Universidad de Brown, en su excelente libro Bases,
imperio y respuesta global, cita las palabras de Robert Kaplan, asesor del Pentágono
durante la gestión de Robert Gates (2006-2011) quien deja bien claro el tema. Dice
Kaplan: "En general, el rol administrativo de un FOL lo cumple un contratista privado,
casi siempre un oficial norteamericano retirado que alquila estas instalaciones al país
anfitrión y luego les cobra una tarifa a los pilotos de la fuerza aérea norteamericana que
pasan por esa base. Oficialmente es un hombre de negocios que trabaja para sí mismo,
algo que a los países anfitriones les gusta porque pueden decir (a sus ciudadanos) que
no están realmente trabajando con militares norteamericanos. Es una relación indirecta
con las fuerzas armadas norteamericanas que evita tensiones".
La realidad es que son bases militares de nuevo diseño que funcionan como
plataformas portátiles, adonde el Pentágono tiene posibilidad de acceso permanente
pero las autoridades del país anfitrión tienen prohibido entrar. Un ejemplo conocido
fue la base de Manta en Ecuador. Hasta que el presidente Rafael Correa la cerró en
125
2009, el Comando Sur operaba allí con total libertad pero nunca nadie pudo saber qué
hacían los aviones estadounidenses cuando despegaban de allí, qué instalaciones
poseían en los hangares, qué monitoreaban sus radares o qué material almacenaban.
Los FOL de nuestra región forman parte a su vez de una red global gigantesca
interconectada, en simultáneo, entre sí y con su núcleo central, ubicado en el centro de
experimentación de vigilancia y guerra espacial (SpaceWarfare Center) en la Base de la
Fuerza Aérea Schriever (Colorado Springs, EE.UU.) donde se almacena la formidable
masa de datos que se envía permanentemente desde ellas. Regionalmente, la
información de inteligencia que se recoge en los FOL de América del Sur también se
procesa en el Centro Sur de Operaciones Conjuntas de Vigilancia y Reconocimiento
(JSSROC) del Comando Sur. Como prueba del enorme valor geoestratégico que tiene
nuestra región para Washington y de la creciente importancia de nuestros recursos
naturales, vale la pena leer las advertencias que hacía al Pentágono, en 1998, un alto
oficial de la Fuerza Aérea: "Si dejamos de prestar atención militar a nuestro vital
interés, en el futuro vamos a lamentar la ausencia de bases de avanzada (FOL) en el
teatro de operaciones del Comando Sur. Los comandos regionales deben ser proactivos
desde ahora en el establecimiento de nuevas bases. Es urgente la selección y el
desarrollo de cuatro o cinco bases centrales con al menos una infraestructura mínima
que sea el primer paso para asegurarse un acceso de avanzada".
VIGILANCIA DE AMPLIO ESPECTRO
Como quedó comprobado tras la revelaciones del estadounidense Edward
Snowden, el ex agente de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés) que dio a
conocer parte de los documentos secretos del espionaje norteamericano, la mayoría de
los datos recolectados en los FOL y enviados para su procesamiento al centro
experimental Schriever incluía escuchas telefónicas, correos electrónicos e información
sobre las reuniones de funcionarios de gobiernos, integrantes de partidos políticos y
otros organismos sudamericanos.
Las operaciones de espionaje son numerosísimas. Vale la pena reproducir dos
ejemplos publicados en el diario británico TheGuardian en 2013. El Plan Colombia,
según las revelaciones de Snowden, esconde una de las mayores operaciones
encubiertas de inteligencia desarrolladas por Estados Unidos. La tecnología de
espionaje está instalada en aviones estadounidenses que vuelan en el espacio aéreo
colombiano, localizando y decodificando planes rebeldes. Estos aviones despegan de
bases de EE.UU. en territorio colombiano pero están en capacidad de captar
información también más allá de las fronteras colombianas. En el marco del Plan
Colombia, está confirmado que la NSA y la CIA fueron claves para el asesinato del
número dos de las FARC, Raúl Reyes, en marzo de 2008, y de otros líderes guerrilleros.
El segundo ejemplo es Venezuela. Los FOL de Aruba y Curazao, a 50 kilómetros de la
costa venezolana, aportan información y operan sobre ese país que se encuentra -según
un memorándum oficial recopilado por Snowden- entre los seis "objetivos prioritarios
a largo plazo" de la NSA. Los otros países son China, Rusia, Corea del Norte, Irán e Irak.
Entre los objetivos figuran: evitar que Venezuela alcance un liderazgo regional; impedir
que persiga políticas que impacten negativamente en los interesesglobales de EE.UU.;
controlar la política energética; monitorear la amplitud y profundidad de las relaciones
126
con Cuba, Rusia, China e Irán e, incluso, rastrear "los mensajes privados de funcionarios
en busca de chismes que pudieran proporcionar una pequeña ventaja política".
Queda claro entonces que aunque el discurso oficial niegue la existencia de bases o
admita cierta presencia militar supuestamente con el fin de combatir el tráfico de
droga, el crimen organizado y los desastres naturales, lo cierto es que los FOL
estuvieron y siguen estando directamente involucrados en la recolección de datos de
inteligencia humana (HUMINT), de señales (SIGINT, ELINT, para datos electrónicos), de
imágenes (IMINT) o de medición (MASINT). En síntesis, los objetivos de los FOL son
múltiples y entre otros son:
1) Control del negocio de la droga (producción y transporte).
2) Combate al terrorismo.
3) Espionaje, tareas de inteligencia y almacenamiento de información.
4) Control sobre los cambios políticos y económicos de la región.
5) Control de las migraciones.
6) Acceso a los recursos naturales (entre ellos la zona amazónica, esta región es la que
se encuentra más cercada de bases norteamericanas) y fuentes energéticas.
7) Protección de las empresas privadas de petróleo norteamericanas o británicas.
8) Plataforma para eventuales intervenciones (asesinato de Raúl Reyes) y/o
operaciones militares (hacia África, por ejemplo, a través de la base de Palanquero, en
Colombia).
9) Programas vinculados con la preparación de tropas en condiciones especiales.
EL CIERRE DE LAS BASES EXTRANJERAS
La propuesta de dejar atrás el pasado y mirar el futuro que hizo el presidente
Obama durante la VII Cumbre de las Américas en Panamá debe incluir por lo tanto el
cierre de todos los FOL en el Caribe, América del Sur y Central. Es necesario repetir que
nuestra región es zona de paz y sin armamento nuclear. Nada justifica la presencia del
ejército más poderoso de la Tierra en nuestras bases militares, puertos y aeropuertos.
Lamentablemente, si observamos los movimientos militares de los últimos meses
veremos que tanto en Perú como
en Paraguay hay un aumento de
la presencia del Pentágono.
Conviene retener dos nombres:
John F. Kelly, sucesor de Douglas
Fraser como jefe del Comando
Sur, y almirante George W.
Ballance, jefe de la Fuerza Naval
del Comando Sur y de la IV Flota,
designado como responsable de
la planificación, programación y
sincronización de las actividades
militares que involucren el
Caribe, Sur y Centro América.
Según el portal informativo
de la Alianza Bolivariana para los
Pueblos de Nuestra América
127
(www.portalalba.org) "de modo extraoficial, existen en Perú alrededor de nueve FOL
como parte de la red de bases militares que mantiene EE.UU. en Nuestra América.
Además, Perú le ha otorgado a la IV Flota tres puertos para el reabastecimiento y
apostadero de sus naves". Es el único país de la región que lo ha hecho.
El 31 de agosto de 2014 el puerto del Callao recibió el flamante Buque de Asalto
Anfibio de la Marina, el USS America (LHA 6), para realizar operaciones navales como
parte del recorrido que realiza el Comando Sur y la IV Flota en la región. Se encontraba
presente el jefe del Comando Sur general John F. Kelly y el almirante George Ballance.
Dos días antes Perú había aceptado una "donación" de Estados Unidos conteniendo
repuestos para la fuerza aérea y el ejército y había firmado "un acuerdo de cooperación
para la construcción y uso (por parte del Pentágono) de un hangar para el
almacenamiento de una aeronave Beechcraft 1900D (en la parte noroeste del
perímetro de la base aérea del Callao), además de oficinas administrativas y otro
hangar para aeronaves de la Dirección de Aerofotografía.
En febrero de 2015 -continúa la información del portal del ALBA- fue aprobado
por el Congreso peruano un incremento en la cantidad de militares del Cuerpo Sur de
los Marines norteamericanos que realizarán ejercicios en la zona del Valle de los Ríos
Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde, según el periódico Marine Corps Times, se
está trabajando para incrementar el tamaño de su fuerza de 3.500 a 6.000 hombres, con
el fin de aumentar el tiempo de permanencia de sus tropas entre las misiones.
En esa misma fecha, el Comando Sur firmaba acuerdos con el gobierno de Horacio
Cartes para profundizar su presencia en Paraguay. El 18 de febrero de 2015 la agregada
del Pentágono y jefa de Asuntos de Defensa de la Embajada de EE.UU. en Asunción,
BarbaraFicks, confirmó el financiamiento de un "programa de becas" a personal militar
paraguayo, para entrenamientos y cursos en EE.UU.
El día 20 el ministro de Defensa de Paraguay, general Bernardino Soto
Estigarribia (aliado muy próximo del Pentágono que llegó incluso a desempeñarse
como instructor de la Escuela de las Américas, semillero de genocidas
latinoamericanos), se reunió con el almirante Ballance para reconfirmar los "programas
de desarrollo" que cuentan con una financiación de 25 millones de dólares.
El día 22 de febrero de 2015, en el marco de la misma visita, el almirante Ballance
junto al embajador norteamericano en Paraguay, James H. Thessin, estuvieron
inaugurando en Santa Rosa del Aguaray (Departamento de San Pedro) un Centro de
Operaciones de Emergencias (COE) y de un Depósito de Suministros para Emergencias,
nombres con los que se suelen encubrir los FOL. Como siempre, oficialmente no se dijo
que se trata de una base militar sino de una sede para "ayudar a la población paraguaya
ante eventos de emergencias o desastres naturales que se pudieran presentar en el
territorio".
Finalmente, no se debe olvidar que en nuestro territorio, en las islas Malvinas, se
encuentra una de las más importantes bases militares de la OTAN (cuyo país líder es
EE.UU.). Malvinas es un punto estratégico no sólo por sus recursos naturales sino por
su proyección sobre la Antártida, América del Sur, África del Sur y los océanos Pacífico
Sur, Atlántico Sur e Índico. Es fundamental que se instale de forma permanente en las
agendas sudamericanas el cierre definitivo de todas las bases militares
extrarregionales. Revista Voces en el Fénix No. 44, Buenos Aires, junio de 2015.
128
MEDIO AMBIENTE
"LA LÓGICA CAPITALISTA CONVIERTE
NATURALES EN MERCANCÍA". Mónica
MÓNICA BRUCKMANN:
LOS
RECURSOS
Bruckmann . POR LAILA SAAB
Procesos brutales de devastación ambiental y de expulsión de poblaciones locales, que
son fundamentalmente indígenas y campesinas en el caso de América Latina, es lo que
ha generado la lógica del sistema capitalista que privatiza la naturaleza y convierte los
recursos naturales en "commodities", en un proceso de financiarización que viene
generando crecientes conflictos socio ambientales en toda la región.
Así lo indicó la socióloga peruana, científica política y profesora de la Universidad
Federal de Río de Janeiro, Mónica Bruckmann, quien estuvo como invitada en el
Congreso Internacional "Inventar la Democracia del Siglo XXI", que se efectuó
recientemente en Caracas.
Bruckman destacó que como prioridad tienen que colocarse los intereses
nacionales, que implican un desarrollo tecnológico importante para poder romper con
la inserción dependiente y primario exportadora de la región en el sistema mundial.
"Es importante que las poblaciones participen de las decisiones en relación a los recursos
que se encuentran en los territorios donde ellas viven y, también, la gestión ambiental",
afirmó la socióloga, residente en Brasil hace 14 años y directora de investigación de la
Cátedra de la Unesco sobre Economía Global y Desarrollo Sustentable.
¿Cuál cree debe ser la postura de la región latinoamericana frente a la de los llamados
países desarrollados que priorizan la industrialización por encima de los recursos
naturales?
Creo que nuestra región históricamente se insertó en el sistema mundial como
una región exportadora de materia prima sin valor agregado, de manera dependiente y
subordinada a los intereses más dinámicos de la economía mundial y hoy tenemos una
oportunidad de grandes avances, de procesos y proyectos de integración regional. En
varios países están luchando intensamente por construir políticas de soberanía en
relación a estos recursos naturales, de tal manera que ellos estén dirigidos
fundamentalmente a atender las necesidades de sus pueblos y las de desarrollo
integral, que significa no solamente procesos de industrialización para atender sus
mercados internos, el mercado interno regional, sino sobre todo una agenda ambiental
que es fundamental en este momento.
Por ejemplo, según datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina
y el Caribe) gran parte de los conflictos sociales que se produjeron en los últimos cinco
años tienen que ver con la minería, la actividad extractiva, y de éstos 35% tienen que
ver con la minería de oro, que es la que se produce a cielo abierto, devasta el paisaje,
contamina los recursos hídricos, expulsa poblaciones campesinas retirándoles la
posibilidad de reproducción, inclusive de subsistencia, y esto ha generado procesos de
gran conflictividad.
En segundo lugar, está como responsable de conflictos sociales, por 23%, la
minería de plata y, luego, la de cobre por alrededor de 17%. Después vienen los otros
129
minerales que se producen en la región. Por lo que la agenda ambiental es fundamental,
no tiene que ver solo con la posibilidad de desarrollos tecnológicos que permitan
disminuir al menor nivel posible el impacto ambiental. Hay tecnologías de extracción
que deberían ser erradicadas, como esta minería a cielo abierto por su capacidad
destructiva y devastadora pero, al mismo tiempo, esta extracción tiene que estar de
acuerdo a intereses nacionales, a intereses de las poblaciones donde los recursos se
encuentran. De lo contrario, estamos avanzando a un proceso de recolonización en el
mundo a través del cual nuestros países están entregando a precios irrisorios los
recursos naturales que no son renovables. Gran parte de los países de la región han
abdicado de las llamadas regalías, que es el derecho legítimo de los Estados de
apropiarse de la renta minera por la apropiación de un recurso natural no renovable,
entonces solo se aplican los impuestos a la ganancia de las empresas sin considerar que
la regalía es un impuesto que depende del lucro de la empresa y del giro del negocio,
eso es un concepto que no tiene nada de revolucionario y que viene del pensamiento
económico neoclásico, pero eso se está tratando de erradicar y con esto los Estados
pierden la posibilidad de recaudación económica que puede ser dirigida a sectores
fundamentales de la sociedad como es el caso de Venezuela. Venezuela es el único país
que tiene una regalía en torno al 33%, además de otros impuestos, y que ha permitido
que el Estado venezolano se apropie de la renta petrolera que estuvo en manos de la
oligarquía venezolana por tantas décadas.
¿El primer paso para que la región haga frente a estos desafíos es tener una agenda
ambiental común?
Creo que ya se han venido dando estos primeros pasos. De hecho, cuando el
doctor Alí Rodríguez Araque asumió la Secretaría General de la Unasur (Unión
Suramericana de Naciones) la primera propuesta que él tuvo, inclusive fue presentada
a la Cumbre de Presidentes en Lima en el 2012, fue empezar a trabajar para construir
una visión y una estrategia común regional para aprovechar los recursos naturales de
los países en pro del desarrollo integral de la región y de nuestros pueblos. Esta
propuesta fue acogida por los jefes de Estado y se convirtió en un mandato para iniciar
reuniones y debates que permitan profundizar sobre este tema en América del Sur e
iniciar un conjunto de investigaciones, que se hicieron durante la gestión del doctor
Araque en la Secretaría General del organismo de integración.
¿Los mecanismos de integración regional han contribuido al desarrollo de estos temas?
Se han dado los primeros pasos pero todavía estamos muy lejos de tener una
estrategia común y no necesitamos tener una estrategia consensual pero, por lo menos,
algunos puntos centrales en relación a los cuales podamos desarrollar una política de
bloque, una política continental que nos permita tener una presencia en mejores
condiciones en ese proceso de reconfiguración del orden económico y geopolítico
mundial. Creo que hay un proceso de profundos cambios en este momento y la región
no puede quedar al margen. La región tiene condiciones de participar activamente en la
definición de estos cambios desde los intereses locales, nacionales, regionales y
continentales, pero para esto hay que avanzar en un proceso de darle contenido a esta
visión y, luego, ir a la formulación de estrategias regionales que es lo mismo que hace
Europa, lo mismo que está haciendo África en estos momentos. Los países africanos
130
están preocupados en empezar a desarrollar una estrategia común de gestión de los
recursos naturales que es lo que hizo China, nación que tiene una política muy concreta
en relación a esto, es decir, nosotros tenemos mucho que hacer en este campo, es
nuestro gran déficit diría yo.
¿Qué elementos diferencian esta integración sur-sur que surgió con el impulso que dio
el Comandante Chávez?
Definitivamente el impulso que Chávez le dio a la integración regional fue
fundamental. Esa visión tan clara que tuvo de la unidad de los pueblos inspirado en el
pensamiento, en la obra política de Simón Bolívar fue definitiva y él plantea esto con el
inicio del siglo y, también, en un momento en que gobiernos progresistas van
consolidándose en la región que es el caso de Brasil, de Argentina, posteriormente
Bolivia, Ecuador y luego Uruguay. Hay todo un avance de las fuerzas progresistas en la
región, hay un cambio de color del voto, inclusive porque muchas poblaciones que
estuvieron históricamente excluidas comienzan a ejercer el voto a través de sistemas
de ejercicio electoral más inclusivos que permitían que, por ejemplo, poblaciones
campesinas y analfabetas pudieran votar aun sin saber leer ni escribir. Después esto
cambia rápidamente porque una de las políticas que desarrolla el gobierno de Evo
Morales (Bolivia) y que se hizo aquí en Venezuela fue trabajar intensamente por
erradicar el analfabetismo y esto significó un gran salto para la posibilidad de
concientización de esos pueblos. En todo caso, la actuación de Chávez fue muy
definitiva para que este proceso se abriese como un gran campo de actuación
continental. Fue Chávez quien inventó esta idea fantástica de la Unasur, fue Chávez
quien impulsó la creación de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños) que son dos instrumentos de este siglo, fundamentales para repensar no
solamente la integración entre nuestros pueblos sino la posibilidad de avanzar hacia la
unidad.
El Comandante Chávez hablaba de la consolidación de la Zona Económica de la Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). ¿Qué importancia tiene que
se consolide ese objetivo?
Es que nosotros estamos pasando por cambios muy importantes: de considerar a
nuestro vecino un potencial enemigo para considerarlo un aliado con el cual se pueden
desarrollar relaciones de cooperación y, además, esto da la posibilidad de comenzar a
pensar en intereses comunes. Por ejemplo, si pensamos la relación entre Chile y Bolivia,
que es compleja por los problemas históricos de guerra inclusive entre los países que
ocasionaron la pérdida de la salida de Bolivia al mar, pero que sin embargo tienen
complementariedades económicas muy importantes. Imaginemos que Chile llegue a un
acuerdo con Bolivia para abastecer de energía a través del gas boliviano a la región
norte de Chile, así se evitaría que se atraviese el territorio chileno de sur a norte con
líneas de conducción de energía y esto tiene un impacto ambiental que podría reducirse
drásticamente si se pensase en una estrategia energética de Chile a partir de una
alianza con Bolivia. Son cuestiones que tienen que estar en el centro de la agenda, el
cómo pensamos la complementariedad económica que tenemos, de manera que
podamos potenciar los recursos disponibles, disminuir el impacto ambiental y tener
una política más eficiente para conseguir los objetivos comunes.
131
¿Cómo ve el escenario internacional con la caída de los precios del petróleo?
El fracking es un tema que tiene que ser estudiado en profundidad. De hecho, es
en el 2005 que se inicia la producción de hidrocarburos no convencionales a través de
la tecnología del fracking y esto causa, por sustitución, una caída muy drástica del
precio internacional del petróleo. Estados Unidos comienza a autoabastecerse de
petróleo pero no deja de importar, eso es un dato muy importante. En todo este período
no solamente no dejó de importar petróleo sino que elevó un poco su importación, lo
que nos lleva a pensar que se está haciendo una reserva estratégica importante. Pero el
fracking es una aventura muy peligrosa porque las perforaciones a tres mil metros de
profundidad necesitan volúmenes enormes de agua, además, demanda una inyección
de, según los cálculos que hemos hecho, dos cisternas de gran porte de ácidos y es un
coctel de ácidos que la sociedad estadounidense está exigiendo que las empresas sean
transparentes en relación al contenido de estos ácidos. Con eso se está contaminando
las reservas de agua, se está impactando geológicamente la capa freática y, la verdad es
que nunca antes la humanidad tuvo una capacidad tan grave de impactarla a través de
estas perforaciones. Tenemos ya procesos muy claros de inducción al sismo que van de
3,5 a 5 grados en la escala de Richter producto del fracking. La vida útil de un pozo de
fracking es entre seis y doce meses, por lo tanto, esto duplica la necesidad de
perforaciones con todos los efectos medio ambientales que esto significa, incluyendo la
contaminación del agua, de la cual solo 20% retorna a la superficie, lo que quiere decir
que esta contaminación y estos ácidos que diariamente se inyectan van a permear hacia
el territorio y van a tener un potencial de contaminación todavía mayor. Sin embargo,
hay una cuestión más grave y es que Estados Unidos tiene un estrés hídrico muy grande
y procesos muy acelerados de desertificación. Por lo tanto, el agua destinada a ser agua
potable va para la industria del fracking y esto está generando problemas de
morbilidad humana y protestas sociales crecientes. El estado de Nueva York, por
ejemplo, después de haber solicitado un informe sobre los efectos del fracking en la
salud pública que fue entregado en diciembre de 2014 decidió, hace pocos meses,
prohibir esa práctica y es probable que esto se expanda hasta otros estados. Es decir, el
costo político, social y ambiental de Estados Unidos a través del fracking es muy alto, lo
que nos lleva a pensar que es insustentable. Además, la caída del precio del petróleo no
podría ser debajo de los 35 dólares que es el precio límite para que el fracking sea
viable y hemos visto que los primeros meses de este año el petróleo comenzó
sistemáticamente una recuperación del precio internacional. Desde mi punto de vista, y
considerando que era imposible que una institución con tanta información como lo es
el servicio geológico de ese país no fuese capaz de prever las consecuencias del
fracking, lo que se desarrolló fue una estrategia para producir una caída abrupta de los
precios del petróleo y resolver tres grandes problemas en la región. En primer lugar,
desestructurar la OPEP, que tiene que ver con el mercado mundial energético y que fue
una cosa que no consiguió, en segundo lugar, la caída del Gobierno Bolivariano en
Venezuela, que es la primera reserva de petróleo, y en tercer lugar, la privatización de
las reservas de presal (rocas en la costa brasileña que tienen potencial para la
generación y acumulación de petróleo) en Brasil, lo que es una gran disputa en estos
momentos.
132
Ninguno de estos objetivos se consiguió y ya el tiempo, el ciclo del fracking se ha
terminado. Ahora vemos que estamos en un proceso de recuperación y las
consecuencias y la factura política que el gobierno de Obama, y quien suceda en la
presidencia, va a tener que pagar son muy altas.
¿Y esa gran reserva que está preparando EEUU tiene algún objetivo político particular?
Reservas estratégicas que permitan garantizar una soberanía energética por un
cierto tiempo son fundamentales. En el caso del fracking, por ejemplo, hay un gran nivel
de exportación de carbón porque Estados Unidos está produciendo más carbón y China
y Europa están comprando cantidades importantes. Entonces, los países se preocupan
en generar estas reservas sobre todo cuando el precio está tan bajo, ahí hay una
oportunidad que fue creada a partir del propio fracking y que genera la posibilidad de
que Estados Unidos tenga un abastecimiento de este mineral fundamental para la
economía, durante un periodo más largo.
¿Esta contingencia con los precios del petróleo va a permitir a los países de la región
avanzar en el área agrícola, productiva?
Sí, definitivamente creo que son temas muy urgentes que se tienen que poner en
la agenda, en la medida en que la región consolide los instrumentos diplomáticos, de
elaboración de políticas regionales. En el caso de Unasur, por ejemplo, existen 12
consejos ministeriales que están en plena actuación. Se dan avances y retrocesos pero
son los espacios donde se están produciendo las políticas regionales y es necesario una
discusión estratégica que sea capaz de enmarcar todos estos avances y estas políticas a
partir de una visión estratégica común que es lo que le va a dar sentido, mayor
dinamismo y la posibilidad de avanzar rápidamente en torno a objetivos comunes para
conducir las negociaciones que la región tiene que tener en estos momentos con China,
a partir de la participación de algunos países en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica) y con la Unión Europea. Ir a estos espacios de negociación sin mínimos
acuerdos estratégicos entre los países de la región puede ser y, de hecho es un gran
problema.
¿La integración latinoamericana no tiene retroceso?
Los retrocesos siempre son posibles sobre todo cuando los avances se realizan,
como es en el caso de la integración suramericana y latinoamericana, a partir de los
Gobiernos, pero es muy importante pensar que a este proceso de integración de los
Gobiernos, de los Estados, debe acompañarlo un proceso de integración de los pueblos,
un proceso de mutuo reconocimiento, de intercambio cultural, de crear una identidad
común y en la medida que avancemos en la incorporación de los pueblos y los
movimientos sociales seguramente serán mucho más difíciles los retrocesos.
CiudadCCS, Caracas, Venezuela, junio de 2015.
133
La Santa Sede. CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ DEL SANTO PADRE FRANCISCO
SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN
1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís.
En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una
hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge
entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual
nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba» [1].
2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y
del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que
éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay
en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de
enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.
Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y
devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que
nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por
los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y
restaura.
Nada de este mundo nos resulta indiferente
3. Hace más de cincuenta años, cuando el mundo estaba vacilando al filo de una crisis
nuclear, el santo Papa Juan XXIII escribió una encíclica en la cual no se conformaba con
rechazar una guerra, sino que quiso transmitir una propuesta de paz. Dirigió su
mensaje Pacem in terris a todo el «mundo católico », pero agregaba «y a todos los
hombres de buena voluntad ». Ahora, frente al deterioro ambiental global, quiero
dirigirme a cada persona que habita este planeta. En mi exhortación Evangelii gaudium,
escribí a los miembros de la Iglesia en orden a movilizar un proceso de reforma
misionera todavía pendiente. En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo
con todos acerca de nuestra casa común.
4. Ocho años después de Pacem in terris, en 1971, el beato Papa Pablo VI se refirió a la
problemática ecológica, presentándola como una crisis, que es « una consecuencia
dramática » de la actividad descontrolada del ser humano: « Debido a una explotación
inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a
su vez víctima de esta degradación » [2]. También habló a la FAO sobre la posibilidad de
una «catástrofe ecológica bajo el efecto de la explosión de la civilización industrial»,
subrayando la «urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de
la humanidad», porque «los progresos científicos más extraordinarios, las proezas
técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van
acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra
el hombre» [3].
5. San Juan Pablo II se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera
encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su
ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y
consumo» [4].
Sucesivamente llamó a una conversión ecológica global [5]. Pero al mismo
tiempo hizo notar que se pone poco empeño para «salvaguardar las condiciones
134
morales de una auténtica ecología humana»[6]. La destrucción del ambiente humano
es algo muy serio, porque Dios no sólo le encomendó el mundo al ser humano, sino que
su propia vida es un don que debe ser protegido de diversas formas de degradación.
Toda pretensión de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en «los
estilos de vida, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas
de poder que rigen hoy la sociedad» [7]. El auténtico desarrollo humano posee un
carácter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero también debe
prestar atención al mundo natural y «tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su
mutua conexión en un sistema ordenado» [8]. Por lo tanto, la capacidad de transformar
la realidad que tiene el ser humano debe desarrollarse sobre la base de la donación
originaria de las cosas por parte de Dios [9].
6. Mi predecesor Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las causas estructurales
de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que
parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente» [10] . Recordó que el
mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la
naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia,
las relaciones sociales, etc.
Por consiguiente, «la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la
cultura que modela la convivencia humana» [11]. El Papa Benedicto nos propuso
reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro
comportamiento irresponsable. También el ambiente social tiene sus heridas. Pero
todas ellas se deben en el fondo al mismo mal, es decir, a la idea de que no existen
verdades indiscutibles que guíen nuestras vidas, por lo cual la libertad humana no tiene
límites. Se olvida que «el hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo.
El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza» [12].
Con paternal preocupación, nos invitó a tomar conciencia de que la creación se ve
perjudicada «donde nosotros mismos somos las últimas instancias, donde el conjunto
es simplemente una propiedad nuestra y el consumo es sólo para nosotros mismos. El
derroche de la creación comienza donde no reconocemos ya ninguna instancia por
encima de nosotros, sino que sólo nos vemos a nosotros mismos» [13].
Unidos por una misma preocupación
7. Estos aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos,
teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre
estas cuestiones.
Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y
Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una amplia
preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos.
Para poner sólo un ejemplo destacable, quiero recoger brevemente parte del aporte del
querido Patriarca Ecuménico Bartolomé, con el que compartimos la esperanza de la
comunión eclesial plena.
8. El Patriarca Bartolomé se ha referido particularmente a la necesidad de que cada uno
se arrepienta de sus propias maneras de dañar el planeta, porque, «en la medida en que
todos generamos pequeños daños ecológicos», estamos llamados a reconocer «nuestra
contribución –pequeña o grande– a la desfiguración y destrucción de la creación» [14].
Sobre este punto él se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante,
135
invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: «Que los seres humanos
destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos
degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la
tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres
humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados» [15]. Porque
«un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado
contra Dios» [16].
9. Al mismo tiempo, Bartolomé llamó la atención sobre las raíces éticas y espirituales de
los problemas ambientales, que nos invitan a encontrar soluciones no sólo en la técnica
sino en un cambio del ser humano, porque de otro modo afrontaríamos sólo los
síntomas. Nos propuso pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad,
del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que «significa aprender a
dar, y no simplemente renunciar. Es un modo de amar, de pasar poco a poco de lo que
yo quiero a lo que necesita el mundo de Dios. Es liberación del miedo, de la avidez, de la
dependencia» [17]. Los cristianos, además, estamos llamados a « aceptar el mundo
como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en
una escala global. Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se
encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la
creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta » [18].
San Francisco de Asís
10. No quiero desarrollar esta encíclica sin acudir a un modelo bello que puede
motivarnos. Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi
elección como Obispo de Roma.
Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y
de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos
los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no
son cristianos. Él manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los
más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su
corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una
maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se
advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia
con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.
11. Su testimonio nos muestra también que una ecología integral requiere apertura
hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la biología y nos
conectan con la esencia de lo humano. Así como sucede cuando nos enamoramos de
una persona, cada vez que él miraba el sol, la luna o los más pequeños animales, su
reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las demás criaturas. Él entraba en
comunicación con todo lo creado, y hasta predicaba a las flores «invitándolas a alabar al
Señor, como si gozaran del don de la razón» [19].
Su reacción era mucho más que una valoración intelectual o un cálculo
económico, porque para él cualquier criatura era una hermana, unida a él con lazos de
cariño. Por eso se sentía llamado a cuidar todo lo que existe. Su discípulo san
Buenaventura decía de él que, «lleno de la mayor ternura al considerar el origen común
de todas las cosas, daba a todas las criaturas, por más despreciables que parecieran, el
dulce nombre de hermanas»
136
[20]. Esta convicción no puede ser despreciada como un romanticismo irracional,
porque tiene consecuencias en las opciones que determinan nuestro comportamiento.
Si nos acercamos a la naturaleza y al ambiente sin esta apertura al estupor y a la
maravilla, si ya no hablamos el lenguaje de la fraternidad y de la belleza en nuestra
relación con el mundo, nuestras actitudes serán las del dominador, del consumidor o
del mero explotador de recursos, incapaz de poner un límite a sus intereses inmediatos.
En cambio, si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe, la sobriedad y el
cuidado brotarán de modo espontáneo. La pobreza y la austeridad de san Francisco no
eran un ascetismo meramente exterior, sino algo más radical: una renuncia a convertir
la realidad en mero objeto de uso y de dominio.
12. Por otra parte, san Francisco, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la
naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su
hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se
conoce por analogía al autor» (Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen
visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm
1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin
cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes las admiraran
pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza [21]. El mundo es algo
más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa
alabanza.
Mi llamado
13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir
a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues
sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo
marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La
humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común.
Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores
de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que
compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las
consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres
del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible
que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los
sufrimientos de los excluidos.
14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos
construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos,
porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos
impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico
camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la
concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas
a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino
también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos
de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia,
la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una
solidaridad universal nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan los
talentos y la implicación de todos para reparar el daño causado por el abuso humano a
137
la creación de Dios» [22] . Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el
cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus
capacidades.
15. Espero que esta Carta encíclica, que se agrega al Magisterio social de la Iglesia, nos
ayude a reconocer la grandeza, la urgencia y la hermosura del desafío que se nos
presenta. En primer lugar, haré un breve recorrido por distintos aspectos de la actual
crisis ecológica, con el fin de asumir los mejores frutos de la investigación científica
actualmente disponible, dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base
concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación. A partir de esa
mirada, retomaré algunas razones que se desprenden de la tradición judío-cristiana, a
fin de procurar una mayor coherencia en nuestro compromiso con el ambiente.
Luego intentaré llegar a las raíces de la actual situación, de manera que no
miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas. Así podremos
proponer una ecología que, entre sus distintas dimensiones, incorpore el lugar peculiar
del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea. A la luz de
esa reflexión quisiera avanzar en algunas líneas amplias de diálogo y de acción que
involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional. Finalmente,
puesto que estoy convencido de que todo cambio necesita motivaciones y un camino
educativo, propondré algunas líneas de maduración humana inspiradas en el tesoro de
la experiencia espiritual cristiana.
16. Si bien cada capítulo posee su temática propia y una metodología específica, a su
vez retoma desde una nueva óptica cuestiones importantes abordadas en los capítulos
anteriores. Esto ocurre especialmente con algunos ejes que atraviesan toda la encíclica.
Por ejemplo: la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción
de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de
poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la
economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la
ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la
política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo
de vida. Estos temas no se cierran ni abandonan, sino que son constantemente
replanteados y enriquecidos.
CAPÍTULO PRIMERO
LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA
17. Las reflexiones teológicas o filosóficas sobre la situación de la humanidad y del
mundo pueden sonar a mensaje repetido y abstracto si no se presentan nuevamente a
partir de una confrontación con el contexto actual, en lo que tiene de inédito para la
historia de la humanidad.
Por eso, antes de reconocer cómo la fe aporta nuevas motivaciones y exigencias
frente al mundo del cual formamos parte, propongo detenernos brevemente a
considerar lo que le está pasando a nuestra casa común.
18. A la continua aceleración de los cambios de la humanidad y del planeta se une hoy
la intensificación de ritmos de vida y de trabajo, en eso que algunos llaman
«rapidación». Si bien el cambio es parte de la dinámica de los sistemas complejos, la
velocidad que las acciones humanas le imponen hoy contrasta con la natural lentitud de
138
la evolución biológica. A esto se suma el problema de que los objetivos de ese cambio
veloz y constante no necesariamente se orientan al bien común y a un desarrollo
humano, sostenible e integral. El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante
cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de gran parte de la
humanidad.
19. Después de un tiempo de confianza irracional en el progreso y en la capacidad
humana, una parte de la sociedad está entrando en una etapa de mayor conciencia. Se
advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la
naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con
nuestro planeta. Hagamos un recorrido, que será ciertamente incompleto, por aquellas
cuestiones que hoy nos provocan inquietud y que ya no podemos esconder debajo de la
alfombra. El objetivo no es recoger información o saciar nuestra curiosidad, sino tomar
dolorosa conciencia, atrevernos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al
mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar.
I. Contaminación y cambio climático. Contaminación, basura y cultura del descarte
20. Existen formas de contaminación que afectan cotidianamente a las personas. La
exposición a los contaminantes atmosféricos produce un amplio espectro de efectos
sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes
prematuras. Se enferman, por ejemplo, a causa de la inhalación de elevados niveles de
humo que procede de los combustibles que utilizan para cocinar o para calentarse. A
ello se suma la contaminación que afecta a todos, debida al transporte, al humo de la
industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del
agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos
en general. La tecnología que, ligada a las finanzas, pretende ser la única solución de los
problemas, de hecho suele ser incapaz de ver el misterio de las múltiples relaciones que
existen entre las cosas, y por eso a veces resuelve un problema creando otros.
21. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos,
incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen
cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no
biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos
clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra,
nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. En
muchos lugares del planeta, los ancianos añoran los paisajes de otros tiempos, que
ahora se ven inundados de basura. Tanto los residuos industriales como los productos
químicos utilizados en las ciudades y en el agro pueden producir un efecto de
bioacumulación en los organismos de los pobladores de zonas cercanas, que ocurre aun
cuando el nivel de presencia de un elemento tóxico en un lugar sea bajo. Muchas veces
se toman medidas sólo cuando se han producido efectos irreversibles para la salud de
las personas.
22. Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta
tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en
basura.
Advirtamos, por ejemplo, que la mayor parte del papel que se produce se
desperdicia y no se recicla. Nos cuesta reconocer que el funcionamiento de los
ecosistemas naturales es ejemplar: las plantas sintetizan nutrientes que alimentan a los
139
herbívoros; estos a su vez alimentan a los seres carnívoros, que proporcionan
importantes cantidades de residuos orgánicos, los cuales dan lugar a una nueva
generación de vegetales. En cambio, el sistema industrial, al final del ciclo de
producción y de consumo, no ha desarrollado la capacidad de absorber y reutilizar
residuos y desechos. Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de
producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que
supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo,
maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar. Abordar esta
cuestión sería un modo de contrarrestar la cultura del descarte, que termina afectando
al planeta entero, pero observamos que los avances en este sentido son todavía muy
escasos.
El clima como bien común
23. El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema
complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un
consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un
preocupante calentamiento del sistema climático. En las últimas décadas, este
calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y
además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos,
más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada
fenómeno particular. La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de
realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este
calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad
que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la
Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte
del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de
gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros)
emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera,
impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el
espacio. Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el
uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético
mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo,
principalmente la deforestación para agricultura.
24. A su vez, el calentamiento tiene efectos sobre el ciclo del carbono. Crea un círculo
vicioso que agrava aún más la situación, y que afectará la disponibilidad de recursos
imprescindibles como el agua potable, la energía y la producción agrícola de las zonas
más cálidas, y provocará la extinción de parte de la biodiversidad del planeta. El
derretimiento de los hielos polares y de planicies de altura amenaza con una liberación
de alto riesgo de gas metano, y la descomposición de la materia orgánica congelada
podría acentuar todavía más la emanación de anhídrido carbónico. A su vez, la pérdida
de selvas tropicales empeora las cosas, ya que ayudan a mitigar el cambio climático. La
contaminación que produce el anhídrido carbónico aumenta la acidez de los océanos y
compromete la cadena alimentaria marina. Si la actual tendencia continúa, este siglo
podría ser testigo de cambios climáticos inauditos y de una destrucción sin precedentes
de los ecosistemas, con graves consecuencias para todos nosotros. El crecimiento del
nivel del mar, por ejemplo, puede crear situaciones de extrema gravedad si se tiene en
140
cuenta que la cuarta parte de la población mundial vive junto al mar o muy cerca de él,
y la mayor parte de las megaciudades están situadas en zonas costeras.
25. El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales,
sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos
actuales para la humanidad. Los peores impactos probablemente recaerán en las
próximas décadas sobre los países en desarrollo. Muchos pobres viven en lugares
particularmente afectados por fenómenos relacionados con el calentamiento, y sus
medios de subsistencia dependen fuertemente de las reservas naturales y de los
servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y los recursos forestales. No
tienen otras actividades financieras y otros recursos que les permitan adaptarse a los
impactos climáticos o hacer frente a situaciones catastróficas, y poseen poco acceso a
servicios sociales y a protección. Por ejemplo, los cambios del clima originan
migraciones de animales y vegetales que no siempre pueden adaptarse, y esto a su vez
afecta los recursos productivos de los más pobres, quienes también se ven obligados a
migrar con gran incertidumbre por el futuro de sus vidas y de sus hijos. Es trágico el
aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación
ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones
internacionales y llevan el peso de sus vidas abandonadas sin protección normativa
alguna. Lamentablemente, hay una general indiferencia ante estas tragedias, que
suceden ahora mismo en distintas partes del mundo. La falta de reacciones ante estos
dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido
de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil.
26. Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen
concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas,
tratando sólo de reducir algunos impactos negativos del cambio climático. Pero muchos
síntomas indican que esos efectos podrán ser cada vez peores si continuamos con los
actuales modelos de producción y de consumo. Por eso se ha vuelto urgente e
imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de
anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida
drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y
desarrollando fuentes de energía renovable. En el mundo hay un nivel exiguo de acceso
a energías limpias y renovables. Todavía es necesario desarrollar tecnologías
adecuadas de acumulación. Sin embargo, en algunos países se han dado avances que
comienzan a ser significativos, aunque estén lejos de lograr una proporción importante.
También ha habido algunas inversiones en formas de producción y de transporte que
consumen menos energía y requieren menos cantidad de materia prima, así como en
formas de construcción o de saneamiento de edificios para mejorar su eficiencia
energética. Pero estas buenas prácticas están lejos de generalizarse.
II. La cuestión del agua
27. Otros indicadores de la situación actual tienen que ver con el agotamiento de los
recursos naturales. Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de
consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades,
donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos
límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la
pobreza.
141
28. El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es
indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y
acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e
industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho
tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con
graves consecuencias a corto y largo término. Grandes ciudades que dependen de un
importante nivel de almacenamiento de agua, sufren períodos de disminución del
recurso, que en los momentos críticos no se administra siempre con una adecuada
gobernanza y con imparcialidad. La pobreza del agua social se da especialmente en
África, donde grandes sectores de la población no acceden al agua potable segura, o
padecen sequías que dificultan la producción de alimentos. En algunos países hay
regiones con abundante agua y al mismo tiempo otras que padecen grave escasez.
29. Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los
pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes
enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y
por sustancias químicas.
La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de
agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil.
Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que
producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países
donde no hay una reglamentación y controles suficientes. No pensemos solamente en
los vertidos de las fábricas.
Los detergentes y productos químicos que utiliza la población en muchos lugares
del mundo siguen derramándose en ríos, lagos y mares.
30. Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos
lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía
que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura
es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la
sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás
derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no
tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en
su dignidad inalienable. Esa deuda se salda en parte con más aportes económicos para
proveer de agua limpia y saneamiento a los pueblos más pobres. Pero se advierte un
derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos
desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es
en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de
estas conductas en un contexto de gran inequidad.
31. Una mayor escasez de agua provocará el aumento del costo de los alimentos y de
distintos productos que dependen de su uso. Algunos estudios han alertado sobre la
posibilidad de sufrir una escasez aguda de agua dentro de pocas décadas si no se actúa
con urgencia. Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de
personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas
mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo [23].
III. Pérdida de biodiversidad
142
32. Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas
inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva. La pérdida
de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían
significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación,
sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios. Las diversas
especies contienen genes que pueden ser recursos claves para resolver en el futuro
alguna necesidad humana o para regular algún problema ambiental.
33. Pero no basta pensar en las distintas especies sólo como eventuales « recursos »
explotables, olvidando que tienen un valor en sí mismas. Cada año desaparecen miles
de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no
podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que
tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no
darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No
tenemos derecho.
34. Posiblemente nos inquieta saber de la extinción de un mamífero o de un ave, por su
mayor visibilidad. Pero para el buen funcionamiento de los ecosistemas también son
necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la innumerable
variedad de microorganismos. Algunas especies poco numerosas, que suelen pasar
desapercibidas, juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un
lugar. Es verdad que el ser humano debe intervenir cuando un geosistema entra en
estado crítico, pero hoy el nivel de intervención humana en una realidad tan compleja
como la naturaleza es tal, que los constantes desastres que el ser humano ocasiona
provocan una nueva intervención suya, de tal modo que la actividad humana se hace
omnipresente, con todos los riesgos que esto implica. Suele crearse un círculo vicioso
donde la intervención del ser humano para resolver una dificultad muchas veces agrava
más la situación. Por ejemplo, muchos pájaros e insectos que desaparecen a causa de
los agrotóxicos creados por la tecnología son útiles a la misma agricultura, y su
desaparición deberá ser sustituida con otra intervención tecnológica, que posiblemente
traerá nuevos efectos nocivos.
Son loables y a veces admirables los esfuerzos de científicos y técnicos que tratan
de aportar soluciones a los problemas creados por el ser humano. Pero mirando el
mundo advertimos que este nivel de intervención humana, frecuentemente al servicio
de las finanzas y del consumismo, hace que la tierra en que vivimos en realidad se
vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris, mientras al mismo tiempo el
desarrollo de la tecnología y de las ofertas de consumo sigue avanzando sin límite. De
este modo, parece que pretendiéramos sustituir una belleza irreemplazable e
irrecuperable, por otra creada por nosotros.
35. Cuando se analiza el impacto ambiental de algún emprendimiento, se suele atender
a los efectos en el suelo, en el agua y en el aire, pero no siempre se incluye un estudio
cuidadoso sobre el impacto en la biodiversidad, como si la pérdida de algunas especies
o de grupos animales o vegetales fuera algo de poca relevancia. Las carreteras, los
nuevos cultivos, los alambrados, los embalses y otras construcciones van tomando
posesión de los hábitats y a veces los fragmentan de tal manera que las poblaciones de
animales ya no pueden migrar ni desplazarse libremente, de modo que algunas
especies entran en riesgo de extinción. Existen alternativas que al menos mitigan el
impacto de estas obras, como la creación de corredores biológicos, pero en pocos países
143
se advierte este cuidado y esta previsión. Cuando se explotan comercialmente algunas
especies, no siempre se estudia su forma de crecimiento para evitar su disminución
excesiva con el consiguiente desequilibrio del ecosistema.
36. El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato,
porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa
realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido
egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener. En el
caso de la pérdida o el daño grave de algunas especies, estamos hablando de valores
que exceden todo cálculo. Por eso, podemos ser testigos mudos de gravísimas
inequidades cuando se pretende obtener importantes beneficios haciendo pagar al
resto de la humanidad, presente y futura, los altísimos costos de la degradación
ambiental.
37. Algunos países han avanzado en la preservación eficaz de ciertos lugares y zonas –
en la tierra y en los océanos– donde se prohíbe toda intervención humana que pueda
modificar su fisonomía o alterar su constitución original. En el cuidado de la
biodiversidad, los especialistas insisten en la necesidad de poner especial atención a las
zonas más ricas en variedad de especies, en especies endémicas, poco frecuentes o con
menor grado de protección efectiva.
Hay lugares que requieren un cuidado particular por su enorme importancia para
el ecosistema mundial, o que constituyen importantes reservas de agua y así aseguran
otras formas de vida.
38. Mencionemos, por ejemplo, esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad
que son la Amazonia y la cuenca fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y los
glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y
para el futuro de la humanidad. Los ecosistemas de las selvas tropicales tienen una
biodiversidad con una enorme complejidad, casi imposible de reconocer integralmente,
pero cuando esas selvas son quemadas o arrasadas para desarrollar cultivos, en pocos
años se pierden innumerables especies, cuando no se convierten en áridos desiertos.
Sin embargo, un delicado equilibrio se impone a la hora de hablar sobre estos lugares,
porque tampoco se pueden ignorar los enormes intereses económicos internacionales
que, bajo el pretexto de cuidarlos, pueden atentar contra las soberanías nacionales. De
hecho, existen «propuestas de internacionalización de la Amazonia, que sólo sirven a
los intereses económicos de las corporaciones transnacionales» [24]. Es loable la tarea
de organismos internacionales y de organizaciones de la sociedad civil que sensibilizan
a las poblaciones y cooperan críticamente, también utilizando legítimos mecanismos de
presión, para que cada gobierno cumpla con su propio e indelegable deber de preservar
el ambiente y los recursos naturales de su país, sin venderse a intereses espurios
locales o internacionales.
39. El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que
generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis.
Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las
nuevas especies que se implantan.
También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la
enorme biodiversidad que acogían. En algunas zonas costeras, es preocupante la
desaparición de los ecosistemas constituidos por manglares.
144
40. Los océanos no sólo contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la
mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos todavía
desconocidos para nosotros y amenazados por diversas causas. Por otra parte, la vida
en los ríos, lagos, mares y océanos, que alimenta a gran parte de la población mundial,
se ve afectada por el descontrol en la extracción de los recursos pesqueros, que provoca
disminuciones drásticas de algunas especies. Todavía siguen desarrollándose formas
selectivas de pesca que desperdician gran parte de las especies recogidas. Están
especialmente amenazados organismos marinos que no tenemos en cuenta, como
ciertas formas de plancton que constituyen un componente muy importante en la
cadena alimentaria marina, y de las cuales dependen, en definitiva, especies que
utilizamos para alimentarnos.
41. Adentrándonos en los mares tropicales y subtropicales, encontramos las barreras
de coral, que equivalen a las grandes selvas de la tierra, porque hospedan
aproximadamente un millón de especies, incluyendo peces, cangrejos, moluscos,
esponjas, algas, etc. Muchas de las barreras de coral del mundo hoy ya son estériles o
están en un continuo estado de declinación: «¿Quién ha convertido el maravilloso
mundo marino en cementerios subacuáticos despojados de vida y de color?» [25] . Este
fenómeno se debe en gran parte a la contaminación que llega al mar como resultado de
la deforestación, de los monocultivos agrícolas, de los vertidos industriales y de
métodos destructivos de pesca, especialmente los que utilizan cianuro y dinamita. Se
agrava por el aumento de la temperatura de los océanos. Todo esto nos ayuda a darnos
cuenta de que cualquier acción sobre la naturaleza puede tener consecuencias que no
advertimos a simple vista, y que ciertas formas de explotación de recursos se hacen a
costa de una degradación que finalmente llega hasta el fondo de los océanos.
42. Es necesario invertir mucho más en investigación para entender mejor el
comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de
impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Porque todas las criaturas
están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres
nos necesitamos unos a otros. Cada territorio tiene una responsabilidad en el cuidado
de esta familia, por lo cual debería hacer un cuidadoso inventario de las especies que
alberga en orden a desarrollar programas y estrategias de protección, cuidando con
especial preocupación a las especies en vías de extinción.
IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y degradación social
43. Si tenemos en cuenta que el ser humano también es una criatura de este mundo,
que tiene derecho a vivir y a ser feliz, y que además tiene una dignidad especialísima,
no podemos dejar de considerar los efectos de la degradación ambiental, del actual
modelo de desarrollo y de la cultura del descarte en la vida de las personas.
44. Hoy advertimos, por ejemplo, el crecimiento desmedido y desordenado de muchas
ciudades que se han hecho insalubres para vivir, debido no solamente a la
contaminación originada por las emisiones tóxicas, sino también al caos urbano, a los
problemas del transporte y a la contaminación visual y acústica. Muchas ciudades son
grandes estructuras ineficientes que gastan energía y agua en exceso. Hay barrios que,
aunque hayan sido construidos recientemente, están congestionados y desordenados,
sin espacios verdes suficientes. No es propio de habitantes de este planeta vivir cada
145
vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados del contacto físico
con la naturaleza.
45. En algunos lugares, rurales y urbanos, la privatización de los espacios ha hecho que
el acceso de los ciudadanos a zonas de particular belleza se vuelva difícil. En otros, se
crean urbanizaciones «ecológicas» sólo al servicio de unos pocos, donde se procura
evitar que otros entren a molestar una tranquilidad artificial. Suele encontrarse una
ciudad bella y llena de espacios verdes bien cuidados en algunas áreas « seguras », pero
no tanto en zonas menos visibles, donde viven los descartables de la sociedad.
46. Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales
de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la
disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el
crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el
narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de
identidad. Son signos, entre otros, que muestran que el crecimiento de los últimos dos
siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una
mejora de la calidad de vida. Algunos de estos signos son al mismo tiempo síntomas de
una verdadera degradación social, de una silenciosa ruptura de los lazos de integración
y de comunión social.
47. A esto se agregan las dinámicas de los medios del mundo digital que, cuando se
convierten en omnipresentes, no favorecen el desarrollo de una capacidad de vivir
sabiamente, de pensar en profundidad, de amar con generosidad. Los grandes sabios
del pasado, en este contexto, correrían el riesgo de apagar su sabiduría en medio del
ruido dispersivo de la información. Esto nos exige un esfuerzo para que esos medios se
traduzcan en un nuevo desarrollo cultural de la humanidad y no en un deterioro de su
riqueza más profunda. La verdadera sabiduría, producto de la reflexión, del diálogo y
del encuentro generoso entre las personas, no se consigue con una mera acumulación
de datos que termina saturando y obnubilando, en una especie de contaminación
mental. Al mismo tiempo, tienden a reemplazarse las relaciones reales con los demás,
con todos los desafíos que implican, por un tipo de comunicación mediada por internet.
Esto permite seleccionar o eliminar las relaciones según nuestro arbitrio, y así suele
generarse un nuevo tipo de emociones artificiales, que tienen que ver más con
dispositivos y pantallas que con las personas y la naturaleza. Los medios actuales
permiten que nos comuniquemos y que compartamos conocimientos y afectos. Sin
embargo, a veces también nos impiden tomar contacto directo con la angustia, con el
temblor, con la alegría del otro y con la complejidad de su experiencia personal. Por eso
no debería llamar la atención que, junto con la abrumadora oferta de estos productos,
se desarrolle una profunda y melancólica insatisfacción en las relaciones
interpersonales, o un dañino aislamiento.
V. Inequidad planetaria
48. El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos
afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas
que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del
ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta:
«Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica
demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la
146
gente más pobre» [26]. Por ejemplo, el agotamiento de las reservas ictícolas perjudica
especialmente a quienes viven de la pesca artesanal y no tienen cómo reemplazarla, la
contaminación del agua afecta particularmente a los más pobres que no tienen
posibilidad de comprar agua envasada, y la elevación del nivel del mar afecta
principalmente a las poblaciones costeras empobrecidas que no tienen a dónde
trasladarse. El impacto de los desajustes actuales se manifiesta también en la muerte
prematura de muchos pobres, en los conflictos generados por falta de recursos y en
tantos otros problemas que no tienen espacio suficiente en las agendas del mundo [27].
49. Quisiera advertir que no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan
particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones
de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos
internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un
apéndice, como una cuestión que se añade casi por obligación o de manera periférica, si
es que no se los considera un mero daño colateral. De hecho, a la hora de la actuación
concreta, quedan frecuentemente en el último lugar. Ello se debe en parte a que muchos
profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder
están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto directo con
sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una
calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial. Esta falta
de contacto físico y de encuentro, a veces favorecida por la desintegración de nuestras
ciudades, ayuda a cauterizar la conciencia y a ignorar parte de la realidad en análisis
sesgados. Esto a veces convive con un discurso «verde». Pero hoy no podemos dejar de
reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo
social , que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar
tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres.
50. En lugar de resolver los problemas de los pobres y de pensar en un mundo
diferente, algunos atinan sólo a proponer una reducción de la natalidad. No faltan
presiones internacionales a los países en desarrollo, condicionando ayudas económicas
a ciertas políticas de «salud reproductiva». Pero, «si bien es cierto que la desigual
distribución de la población y de los recursos disponibles crean obstáculos al desarrollo
y al uso sostenible del ambiente, debe reconocerse que el crecimiento demográfico es
plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario» [28]. Culpar al aumento
de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no
enfrentar los problemas. Se pretende legitimar así el modelo distributivo actual, donde
una minoría se cree con el derecho de consumir en una proporción que sería imposible
generalizar, porque el planeta no podría ni siquiera contener los residuos de semejante
consumo. Además, sabemos que se desperdicia aproximadamente un tercio de los
alimentos que se producen, y «el alimento que se desecha es como si se robara de la
mesa del pobre» [29]. De cualquier manera, es cierto que hay que prestar atención al
desequilibrio en la distribución de la población sobre el territorio, tanto en el nivel
nacional como en el global, porque el aumento del consumo llevaría a situaciones
regionales complejas, por las combinaciones de problemas ligados a la contaminación
ambiental, al transporte, al tratamiento de residuos, a la pérdida de recursos, a la
calidad de vida.
51. La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en
una ética de las relaciones internacionales. Porque hay una verdadera « deuda
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ecológica », particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios
comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso
desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos
países. Las exportaciones de algunas materias primas para satisfacer los mercados en
el Norte industrializado han producido daños locales, como la contaminación con
mercurio en la minería del oro o con dióxido de azufre en la del cobre. Especialmente
hay que computar el uso del espacio ambiental de todo el planeta para depositar
residuos gaseosos que se han ido acumulando durante dos siglos y han generado una
situación que ahora afecta a todos los países del mundo. El calentamiento originado por
el enorme consumo de algunos países ricos tiene repercusiones en los lugares más
pobres de la tierra, especialmente en África, donde el aumento de la temperatura unido
a la sequía hace estragos en el rendimiento de los cultivos. A esto se agregan los daños
causados por la exportación hacia los países en desarrollo de residuos sólidos y
líquidos tóxicos, y por la actividad contaminante de empresas que hacen en los países
menos desarrollados lo que no pueden hacer en los países que les aportan capital:
«Constatamos que con frecuencia las empresas que obran así son multinacionales, que
hacen aquí lo que no se les permite en países desarrollados o del llamado primer mundo.
Generalmente, al cesar sus actividades y al retirarse, dejan grandes pasivos humanos y
ambientales, como la desocupación, pueblos sin vida, agotamiento de algunas reservas
naturales, deforestación, empobrecimiento de la agricultura y ganadería local, cráteres,
cerros triturados, ríos contaminados y algunas pocas obras sociales que ya no se pueden
sostener» [30] .
52. La deuda externa de los países pobres se ha convertido en un instrumento de
control, pero no ocurre lo mismo con la deuda ecológica. De diversas maneras, los
pueblos en vías de desarrollo, donde se encuentran las más importantes reservas de la
biosfera, siguen alimentando el desarrollo de los países más ricos a costa de su
presente y de su futuro. La tierra de los pobres del Sur es rica y poco contaminada, pero
el acceso a la propiedad de los bienes y recursos para satisfacer sus necesidades vitales
les está vedado por un sistema de relaciones comerciales y de propiedad
estructuralmente perverso. Es necesario que los países desarrollados contribuyan a
resolver esta deuda limitando de manera importante el consumo de energía no
renovable y aportando recursos a los países más necesitados para apoyar políticas y
programas de desarrollo sostenible. Las regiones y los países más pobres tienen menos
posibilidades de adoptar nuevos modelos en orden a reducir el impacto ambiental,
porque no tienen la capacitación para desarrollar los procesos necesarios y no pueden
cubrir los costos. Por eso, hay que mantener con claridad la conciencia de que en el
cambio climático hay responsabilidades diversificadas y, como dijeron los Obispos de
Estados Unidos, corresponde enfocarse «especialmente en las necesidades de los pobres,
débiles y vulnerables, en un debate a menudo dominado por intereses más poderosos»
[31]. Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana. No
hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso
mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia.
VI. La debilidad de las reacciones
53. Estas situaciones provocan el gemido de la hermana tierra, que se une al gemido de
los abandonados del mundo, con un clamor que nos reclama otro rumbo. Nunca hemos
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maltratado y lastimado nuestra casa común como en los últimos dos siglos. Pero
estamos llamados a ser los instrumentos del Padre Dios para que nuestro planeta sea lo
que él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud. El problema
es que no disponemos todavía de la cultura necesaria para enfrentar esta crisis y hace
falta construir liderazgos que marquen caminos, buscando atender las necesidades de
las generaciones actuales incluyendo a todos, sin perjudicar a las generaciones futuras.
Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables
y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder
derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política
sino también con la libertad y la justicia.
54. Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento
de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres
mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy
fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la
información para no ver afectados sus proyectos. En esta línea, el Documento de
Aparecida reclama que «en las intervenciones sobre los recursos naturales no
predominen los intereses de grupos económicos que arrasan irracionalmente las fuentes
de vida» [32]. La alianza entre la economía y la tecnología termina dejando afuera lo
que no forme parte de sus intereses inmediatos. Así sólo podrían esperarse algunas
declamaciones superficiales, acciones filantrópicas aisladas, y aun esfuerzos por
mostrar sensibilidad hacia el medio ambiente, cuando en la realidad cualquier intento
de las organizaciones sociales por modificar las cosas será visto como una molestia
provocada por ilusos románticos o como un obstáculo a sortear.
55. Poco a poco algunos países pueden mostrar avances importantes, el desarrollo de
controles más eficientes y una lucha más sincera contra la corrupción. Hay más
sensibilidad ecológica en las poblaciones, aunque no alcanza para modificar los hábitos
dañinos de consumo, que no parecen ceder sino que se amplían y desarrollan. Es lo que
sucede, para dar sólo un sencillo ejemplo, con el creciente aumento del uso y de la
intensidad de los acondicionadores de aire. Los mercados, procurando un beneficio
inmediato, estimulan todavía más la demanda. Si alguien observara desde afuera la
sociedad planetaria, se asombraría ante semejante comportamiento que a veces parece
suicida.
56. Mientras tanto, los poderes económicos continúan justificando el actual sistema
mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que
tienden a ignorar todo contexto y los efectos sobre la dignidad humana y el medio
ambiente. Así se manifiesta que la degradación ambiental y la degradación humana y
ética están íntimamente unidas. Muchos dirán que no tienen conciencia de realizar
acciones inmorales, porque la distracción constante nos quita la valentía de advertir la
realidad de un mundo limitado y finito. Por eso, hoy «cualquier cosa que sea frágil,
como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado,
convertidos en regla absoluta» [33].
57. Es previsible que, ante el agotamiento de algunos recursos, se vaya creando un
escenario favorable para nuevas guerras, disfrazadas detrás de nobles reivindicaciones.
La guerra siempre produce daños graves al medio ambiente y a la riqueza cultural de
las poblaciones, y los riesgos se agigantan cuando se piensa en las armas nucleares y en
las armas biológicas. Porque, «a pesar de que determinados acuerdos internacionales
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prohíban la guerra química, bacteriológica y biológica, de hecho en los laboratorios se
sigue investigando para el desarrollo de nuevas armas ofensivas, capaces de alterar los
equilibrios naturales» [34]. Se requiere de la política una mayor atención para prevenir
y resolver las causas que puedan originar nuevos conflictos. Pero el poder conectado
con las finanzas es el que más se resiste a este esfuerzo, y los diseños políticos no
suelen tener amplitud de miras. ¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será
recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo?
58. En algunos países hay ejemplos positivos de logros en la mejora del ambiente, como
la purificación de algunos ríos que han estado contaminados durante muchas décadas,
o la recuperación de bosques autóctonos, o el embellecimiento de paisajes con obras de
saneamiento ambiental, o proyectos edilicios de gran valor estético, o avances en la
producción de energía no contaminante, en la mejora del transporte público. Estas
acciones no resuelven los problemas globales, pero confirman que el ser humano
todavía es capaz de intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en medio
de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado.
59. Al mismo tiempo, crece una ecología superficial o aparente que consolida un cierto
adormecimiento y una alegre irresponsabilidad. Como suele suceder en épocas de
profundas crisis, que requieren decisiones valientes, tenemos la tentación de pensar
que lo que está ocurriendo no es cierto. Si miramos la superficie, más allá de algunos
signos visibles de contaminación y de degradación, parece que las cosas no fueran tan
graves y que el planeta podría persistir por mucho tiempo en las actuales condiciones.
Este comportamiento evasivo nos sirve para seguir con nuestros estilos de vida, de
producción y de consumo. Es el modo como el ser humano se las arregla para alimentar
todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos, luchando para no reconocerlos,
postergando las decisiones importantes, actuando como si nada ocurriera.
VII. Diversidad de opiniones
60. Finalmente, reconozcamos que se han desarrollado diversas visiones y líneas de
pensamiento acerca de la situación y de las posibles soluciones. En un extremo, algunos
sostienen a toda costa el mito del progreso y afirman que los problemas ecológicos se
resolverán simplemente con nuevas aplicaciones técnicas, sin consideraciones éticas ni
cambios de fondo. En el otro extremo, otros entienden que el ser humano, con
cualquiera de sus intervenciones, sólo puede ser una amenaza y perjudicar al
ecosistema mundial, por lo cual conviene reducir su presencia en el planeta e impedirle
todo tipo de intervención. Entre estos extremos, la reflexión debería identificar posibles
escenarios futuros, porque no hay un solo camino de solución. Esto daría lugar a
diversos aportes que podrían entrar en diálogo hacia respuestas integrales.
61. Sobre muchas cuestiones concretas la Iglesia no tiene por qué proponer una palabra
definitiva y entiende que debe escuchar y promover el debate honesto entre los
científicos, respetando la diversidad de opiniones. Pero basta mirar la realidad con
sinceridad para ver que hay un gran deterioro de nuestra casa común. La esperanza nos
invita a reconocer que siempre hay una salida, que siempre podemos reorientar el
rumbo, que siempre podemos hacer algo para resolver los problemas. Sin embargo,
parecen advertirse síntomas de un punto de quiebre, a causa de la gran velocidad de los
cambios y de la degradación, que se manifiestan tanto en catástrofes naturales
regionales como en crisis sociales o incluso financieras, dado que los problemas del
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mundo no pueden analizarse ni explicarse de forma aislada. Hay regiones que ya están
especialmente en riesgo y, más allá de cualquier predicción catastrófica, lo cierto es que
el actual sistema mundial es insostenible desde diversos puntos de vista, porque hemos
dejado de pensar en los fines de la acción humana: «Si la mirada recorre las regiones de
nuestro planeta, enseguida nos damos cuenta de que la humanidad ha defraudado las
expectativas divinas» [35].
CAPÍTULO SEGUNDO. EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN
62. ¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las personas de buena
voluntad, un capítulo referido a convicciones creyentes? No ignoro que, en el campo de
la política y del pensamiento, algunos rechazan con fuerza la idea de un Creador, o la
consideran irrelevante, hasta el punto de relegar al ámbito de lo irracional la riqueza
que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para un desarrollo pleno
de la humanidad. Otras veces se supone que constituyen una subcultura que
simplemente debe ser tolerada. Sin embargo, la ciencia y la religión, que aportan
diferentes aproximaciones a la realidad, pueden entrar en un diálogo intenso y
productivo para ambas.
I. La luz que ofrece la fe
63. Si tenemos en cuenta la complejidad de la crisis ecológica y sus múltiples causas,
deberíamos reconocer que las soluciones no pueden llegar desde un único modo de
interpretar y transformar la realidad. También es necesario acudir a las diversas
riquezas culturales de los pueblos, al arte y a la poesía, a la vida interior y a la
espiritualidad. Si de verdad queremos construir una ecología que nos permita sanar
todo lo que hemos destruido, entonces ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de
sabiduría puede ser dejada de lado, tampoco la religiosa con su propio lenguaje.
Además, la Iglesia Católica está abierta al diálogo con el pensamiento filosófico, y eso le
permite producir diversas síntesis entre la fe y la razón. En lo que respecta a las
cuestiones sociales, esto se puede constatar en el desarrollo de la doctrina social de la
Iglesia, que está llamada a enriquecerse cada vez más a partir de los nuevos desafíos.
64. Por otra parte, si bien esta encíclica se abre a un diálogo con todos, para buscar
juntos caminos de liberación, quiero mostrar desde el comienzo cómo las convicciones
de la fe ofrecen a los cristianos, y en parte también a otros creyentes, grandes
motivaciones para el cuidado de la naturaleza y de los hermanos y hermanas más
frágiles. Si el solo hecho de ser humanos mueve a las personas a cuidar el ambiente del
cual forman parte, «los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de
la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe»
[36]. Por eso, es un bien para la humanidad y para el mundo que los creyentes
reconozcamos mejor los compromisos ecológicos que brotan de nuestras convicciones.
II. La sabiduría de los relatos bíblicos
65. Sin repetir aquí la entera teología de la creación, nos preguntamos qué nos dicen los
grandes relatos bíblicos acerca de la relación del ser humano con el mundo. En la
primera narración de la obra creadora en el libro del Génesis, el plan de Dios incluye la
creación de la humanidad. Luego de la creación del ser humano, se dice que «Dios vio
todo lo que había hecho y era muy bueno» (Gn 1,31). La Biblia enseña que cada ser
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humano es creado por amor, hecho a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26). Esta
afirmación nos muestra la inmensa dignidad de cada persona humana, que «no es
solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente
y entrar en comunión con otras personas» [37]. San Juan Pablo II recordó que el amor
especialísimo que el Creador tiene por cada ser humano le confiere una dignidad
infinita [38]. Quienes se empeñan en la defensa de la dignidad de las personas pueden
encontrar en la fe cristiana los argumentos más profundos para ese compromiso. ¡Qué
maravillosa certeza es que la vida de cada persona no se pierde en un desesperante
caos, en un mundo regido por la pura casualidad o por ciclos que se repiten sin sentido!
El Creador puede decir a cada uno de nosotros: «Antes que te formaras en el seno de tu
madre, yo te conocía» (Jr 1,5). Fuimos concebidos en el corazón de Dios, y por eso «cada
uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es
querido, cada uno es amado, cada uno es necesario» [39].
66. Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico
y narrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica.
Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones
fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la
tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino
también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la
humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de
Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas. Este hecho desnaturalizó
también el mandato de « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28) y de «labrarla y cuidarla» (cf.
Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa entre el ser humano y
la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). Por eso es significativo que
la armonía que vivía san Francisco de Asís con todas las criaturas haya sido
interpretada como una sanación de aquella ruptura. Decía san Buenaventura que, por la
reconciliación universal con todas las criaturas, de algún modo Francisco retornaba al
estado de inocencia primitiva [40]. Lejos de ese modelo, hoy el pecado se manifiesta
con toda su fuerza de destrucción en las guerras, las diversas formas de violencia y
maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques a la naturaleza.
67. No somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada. Esto permite responder a
una acusación lanzada al pensamiento judío-cristiano: se ha dicho que, desde el relato
del Génesis que invita a « dominar » la tierra (cf. Gn 1,28), se favorecería la explotación
salvaje de la naturaleza presentando una imagen del ser humano como dominante y
destructivo. Esta no es una correcta interpretación de la Biblia como la entiende la
Iglesia. Si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado
incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser
creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio
absoluto sobre las demás criaturas. Es importante leer los textos bíblicos en su
contexto, con una hermenéutica adecuada, y recordar que nos invitan a «labrar y
cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Mientras «labrar» significa cultivar, arar o
trabajar, «cuidar» significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar. Esto implica
una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza. Cada
comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su
supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad
de su fertilidad para las generaciones futuras. Porque, en definitiva, «la tierra es del
152
Señor » (Sal 24,1), a él pertenece « la tierra y cuanto hay en ella » (Dt 10,14). Por eso,
Dios niega toda pretensión de propiedad absoluta: « La tierra no puede venderse a
perpetuidad, porque la tierra es mía, y vosotros sois forasteros y huéspedes en mi
tierra » (Lv 25,23).
68. Esta responsabilidad ante una tierra que es de Dios implica que el ser humano,
dotado de inteligencia, respete las leyes de la naturaleza y los delicados equilibrios
entre los seres de este mundo, porque « él lo ordenó y fueron creados, él los fijó por
siempre, por los siglos, y les dio una ley que nunca pasará » (Sal 148,5b-6). De ahí que la
legislación bíblica se detenga a proponer al ser humano varias normas, no sólo en
relación con los demás seres humanos, sino también en relación con los demás seres
vivos: « Si ves caído en el camino el asno o el buey de tu hermano, no te desentenderás de
ellos [...] Cuando encuentres en el camino un nido de ave en un árbol o sobre la tierra, y
esté la madre echada sobre los pichones o sobre los huevos, no tomarás a la madre con los
hijos » (Dt 22,4.6). En esta línea, el descanso del séptimo día no se propone sólo para el
ser humano, sino también « para que reposen tu buey y tu asno » (Ex 23,12). De este
modo advertimos que la Biblia no da lugar a un antropocentrismo despótico que se
desentienda de las demás criaturas.
69. A la vez que podemos hacer un uso responsable de las cosas, estamos llamados a
reconocer que los demás seres vivos tienen un valor propio ante Dios y, «por su simple
existencia, lo bendicen y le dan gloria» [41], porque el Señor se regocija en sus obras
(cf. Sal 104,31).
Precisamente por su dignidad única y por estar dotado de inteligencia, el ser
humano está llamado a respetar lo creado con sus leyes internas, ya que «por la
sabiduría el Señor fundó la tierra» (Pr 3,19). Hoy la Iglesia no dice simplemente que las
demás criaturas están completamente subordinadas al bien del ser humano, como si no
tuvieran un valor en sí mismas y nosotros pudiéramos disponer de ellas a voluntad. Por
eso los Obispos de Alemania enseñaron que en las demás criaturas «se podría hablar de
la prioridad del ser sobre el ser útiles» [42]. El Catecismo cuestiona de manera muy
directa e insistente lo que sería un antropocentrismo desviado: «Toda criatura posee su
bondad y su perfección propias [...] Las distintas criaturas, queridas en su ser propio,
reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios.
Por esto, el hombre debe respetar la bondad propia de cada criatura para evitar un uso
desordenado de las cosas» [43].
70. En la narración sobre Caín y Abel, vemos que los celos condujeron a Caín a cometer
la injusticia extrema con su hermano. Esto a su vez provocó una ruptura de la relación
entre Caín y Dios y entre Caín y la tierra, de la cual fue exiliado. Este pasaje se resume
en la dramática conversación de Dios con Caín. Dios pregunta: «¿Dónde está Abel, tu
hermano?». Caín responde que no lo sabe y Dios le insiste: «¿Qué hiciste? ¡La voz de la
sangre de tu hermano clama a mí desde el suelo! Ahora serás maldito y te alejarás de
esta tierra» (Gn 4,9-11). El descuido en el empeño de cultivar y mantener una relación
adecuada con el vecino, hacia el cual tengo el deber del cuidado y de la custodia,
destruye mi relación interior conmigo mismo, con los demás, con Dios y con la tierra.
Cuando todas estas relaciones son descuidadas, cuando la justicia ya no habita en la
tierra, la Biblia nos dice que toda la vida está en peligro. Esto es lo que nos enseña la
narración sobre Noé, cuando Dios amenaza con exterminar la humanidad por su
constante incapacidad de vivir a la altura de las exigencias de la justicia y de la paz: « He
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decidido acabar con todos los seres humanos, porque la tierra, a causa de ellos, está llena
de violencia» (Gn 6,13). En estos relatos tan antiguos, cargados de profundo
simbolismo, ya estaba contenida una convicción actual: que todo está relacionado, y
que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la
naturaleza es inseparable de la fraternidad, la justicia y la fidelidad a los demás.
71. Aunque «la maldad se extendía sobre la faz de la tierra» (Gn 6,5) y a Dios «le pesó
haber creado al hombre en la tierra» (Gn 6,6), sin embargo, a través de Noé, que todavía
se conservaba íntegro y justo, decidió abrir un camino de salvación. Así dio a la
humanidad la posibilidad de un nuevo comienzo. ¡Basta un hombre bueno para que
haya esperanza! La tradición bíblica establece claramente que esta rehabilitación
implica el redescubrimiento y el respeto de los ritmos inscritos en la naturaleza por la
mano del Creador. Esto se muestra, por ejemplo, en la ley del Shabbath.
El séptimo día, Dios descansó de todas sus obras. Dios ordenó a Israel que cada
séptimo día debía celebrarse como un día de descanso, un Shabbath (cf. Gn 2,2-3; Ex
16,23; 20,10). Por otra parte, también se instauró un año sabático para Israel y su
tierra, cada siete años (cf. Lv 25,1-4), durante el cual se daba un completo descanso a la
tierra, no se sembraba y sólo se cosechaba lo indispensable para subsistir y brindar
hospitalidad (cf. Lv 25,4-6). Finalmente, pasadas siete semanas de años, es decir,
cuarenta y nueve años, se celebraba el Jubileo, año de perdón universal y «de liberación
para todos los habitantes» (Lv 25,10). El desarrollo de esta legislación trató de asegurar
el equilibrio y la equidad en las relaciones del ser humano con los demás y con la tierra
donde vivía y trabajaba. Pero al mismo tiempo era un reconocimiento de que el regalo
de la tierra con sus frutos pertenece a todo el pueblo. Aquellos que cultivaban y
custodiaban el territorio tenían que compartir sus frutos, especialmente con los pobres,
las viudas, los huérfanos y los extranjeros: «Cuando coseches la tierra, no llegues hasta
la última orilla de tu campo, ni trates de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques
en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el
forastero» (Lv 19,9-10).
72. Los Salmos con frecuencia invitan al ser humano a alabar a Dios creador: «Al que
asentó la tierra sobre las aguas, porque es eterno su amor» (Sal 136,6). Pero también
invitan a las demás criaturas a alabarlo: «¡Alabadlo, sol y luna, alabadlo, estrellas
lucientes, alabadlo, cielos de los cielos, aguas que estáis sobre los cielos! Alaben ellos el
nombre del Señor, porque él lo ordenó y fueron creados» (Sal 148,3-5). Existimos no sólo
por el poder de Dios, sino frente a él y junto a él. Por eso lo adoramos.
73. Los escritos de los profetas invitan a recobrar la fortaleza en los momentos difíciles
contemplando al Dios poderoso que creó el universo. El poder infinito de Dios no nos
lleva a escapar de su ternura paterna, porque en él se conjugan el cariño y el vigor. De
hecho, toda sana espiritualidad implica al mismo tiempo acoger el amor divino y adorar
con confianza al Señor por su infinito poder. En la Biblia, el Dios que libera y salva es el
mismo que creó el universo, y esos dos modos divinos de actuar están íntima e
inseparablemente conectados: «¡Ay, mi Señor! Tú eres quien hiciste los cielos y la tierra
con tu gran poder y tenso brazo. Nada es extraordinario para ti [...] Y sacaste a tu
pueblo Israel de Egipto con señales y prodigios» (Jr 32,17.21). «El Señor es un Dios
eterno, creador de la tierra hasta sus bordes, no se cansa ni fatiga. Es imposible escrutar
su inteligencia. Al cansado da vigor, y al que no tiene fuerzas le acrecienta la energía»
(Is 40,28b-29).
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74. La experiencia de la cautividad en Babilonia engendró una crisis espiritual que
provocó una profundización de la fe en Dios, explicitando su omnipotencia creadora,
para exhortar al pueblo a recuperar la esperanza en medio de su situación desdichada.
Siglos después, en otro momento de prueba y persecución, cuando el Imperio Romano
buscaba imponer un dominio absoluto, los fieles volvían a encontrar consuelo y
esperanza acrecentando su confianza en el Dios todopoderoso, y cantaban: «¡Grandes y
maravillosas son tus obras, Señor Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos!»
(Ap 15,3). Si pudo crear el universo de la nada, puede también intervenir en este
mundo y vencer cualquier forma de mal. Entonces, la injusticia no es invencible.
75. No podemos sostener una espiritualidad que olvide al Dios todopoderoso y creador.
De ese modo, terminaríamos adorando otros poderes del mundo, o nos colocaríamos en
el lugar del Señor, hasta pretender pisotear la realidad creada por él sin conocer
límites. La mejor manera de poner en su lugar al ser humano, y de acabar con su
pretensión de ser un dominador absoluto de la tierra, es volver a proponer la figura de
un Padre creador y único dueño del mundo, porque de otro modo el ser humano
tenderá siempre a querer imponer a la realidad sus propias leyes e intereses.
III. El misterio del universo
76. Para la tradición judío-cristiana, decir « creación » es más que decir naturaleza,
porque tiene que ver con un proyecto del amor de Dios donde cada criatura tiene un
valor y un significado. La naturaleza suele entenderse como un sistema que se analiza,
comprende y gestiona, pero la creación sólo puede ser entendida como un don que
surge de la mano abierta del Padre de todos, como una realidad iluminada por el amor
que nos convoca a una comunión universal.
77. «Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos» (Sal 33,6). Así se nos indica que
el mundo procedió de una decisión, no del caos o la casualidad, lo cual lo enaltece
todavía más.
Hay una opción libre expresada en la palabra creadora. El universo no surgió
como resultado de una omnipotencia arbitraria, de una demostración de fuerza o de un
deseo de autoafirmación. La creación es del orden del amor. El amor de Dios es el móvil
fundamental de todo lo creado: «Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que
hiciste, porque, si algo odiaras, no lo habrías creado» (Sb 11,24). Entonces, cada
criatura es objeto de la ternura del Padre, que le da un lugar en el mundo. Hasta la vida
efímera del ser más insignificante es objeto de su amor y, en esos pocos segundos de
existencia, él lo rodea con su cariño. Decía san Basilio Magno que el Creador es también
«la bondad sin envidia» [44], y Dante Alighieri hablaba del « amor que mueve el sol y
las estrellas » [45]. Por eso, de las obras creadas se asciende «hasta su misericordia
amorosa » [46]
78. Al mismo tiempo, el pensamiento judío-cristiano desmitificó la naturaleza. Sin dejar
de admirarla por su esplendor y su inmensidad, ya no le atribuyó un carácter divino. De
esa manera se destaca todavía más nuestro compromiso ante ella. Un retorno a la
naturaleza no puede ser a costa de la libertad y la responsabilidad del ser humano, que
es parte del mundo con el deber de cultivar sus propias capacidades para protegerlo y
desarrollar sus potencialidades. Si reconocemos el valor y la fragilidad de la naturaleza,
y al mismo tiempo las capacidades que el Creador nos otorgó, esto nos permite
terminar hoy con el mito moderno del progreso material sin límites. Un mundo frágil,
155
con un ser humano a quien Dios le confía su cuidado, interpela nuestra inteligencia para
reconocer cómo deberíamos orientar, cultivar y limitar nuestro poder.
79. En este universo, conformado por sistemas abiertos que entran en comunicación
unos con otros, podemos descubrir innumerables formas de relación y participación.
Esto lleva a pensar también al conjunto como abierto a la trascendencia de Dios, dentro
de la cual se desarrolla. La fe nos permite interpretar el sentido y la belleza misteriosa
de lo que acontece. La libertad humana puede hacer su aporte inteligente hacia una
evolución positiva, pero también puede agregar nuevos males, nuevas causas de
sufrimiento y verdaderos retrocesos. Esto da lugar a la apasionante y dramática
historia humana, capaz de convertirse en un despliegue de liberación, crecimiento,
salvación y amor, o en un camino de decadencia y de mutua destrucción. Por eso, la
acción de la Iglesia no sólo intenta recordar el deber de cuidar la naturaleza, sino que al
mismo tiempo «debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo»
[47].
80. No obstante, Dios, que quiere actuar con nosotros y contar con nuestra cooperación,
también es capaz de sacar algún bien de los males que nosotros realizamos, porque «el
Espíritu Santo posee una inventiva infinita, propia de la mente divina, que provee a
desatar los nudos de los sucesos humanos, incluso los más complejos e impenetrables»
[48]. Él, de algún modo, quiso limitarse a sí mismo al crear un mundo necesitado de
desarrollo, donde muchas cosas que nosotros consideramos males, peligros o fuentes
de sufrimiento, en realidad son parte de los dolores de parto que nos estimulan a
colaborar con el Creador[49]. Él está presente en lo más íntimo de cada cosa sin
condicionar la autonomía de su criatura, y esto también da lugar a la legítima
autonomía de las realidades terrenas [50]. Esa presencia divina, que asegura la
permanencia y el desarrollo de cada ser, «es la continuación de la acción creadora»
[51]. El Espíritu de Dios llenó el universo con virtualidades que permiten que del seno
mismo de las cosas pueda brotar siempre algo nuevo: «La naturaleza no es otra cosa
sino la razón de cierto arte, concretamente el arte divino, inscrito en las cosas, por el
cual las cosas mismas se mueven hacia un fin determinado. Como si el maestro
constructor de barcos pudiera otorgar a la madera que pudiera moverse a sí misma
para tomar la forma del barco» [52].
81. El ser humano, si bien supone también procesos evolutivos, implica una novedad no
explicable plenamente por la evolución de otros sistemas abiertos. Cada uno de
nosotros tiene en sí una identidad personal, capaz de entrar en diálogo con los demás y
con el mismo Dios. La capacidad de reflexión, la argumentación, la creatividad, la
interpretación, la elaboración artística y otras capacidades inéditas muestran una
singularidad que trasciende el ámbito físico y biológico. La novedad cualitativa que
implica el surgimiento de un ser personal dentro del universo material supone una
acción directa de Dios, un llamado peculiar a la vida y a la relación de un Tú a otro tú. A
partir de los relatos bíblicos, consideramos al ser humano como sujeto, que nunca
puede ser reducido a la categoría de objeto.
82. Pero también sería equivocado pensar que los demás seres vivos deban ser
considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana.
Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y
de interés, esto también tiene serias consecuencias en la sociedad. La visión que
consolida la arbitrariedad del más fuerte ha propiciado inmensas desigualdades,
156
injusticias y violencia para la mayoría de la humanidad, porque los recursos pasan a ser
del primero que llega o del que tiene más poder: el ganador se lleva todo. El ideal de
armonía, de justicia, de fraternidad y de paz que propone Jesús está en las antípodas de
semejante modelo, y así lo expresaba con respecto a los poderes de su época: «Los
poderosos de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder. Que no sea así entre vosotros, sino que el que quiera ser grande
sea el servidor » (Mt 20,25-26).
83. El fin de la marcha del universo está en la plenitud de Dios, que ya ha sido alcanzada
por Cristo resucitado, eje de la maduración universal [53]. Así agregamos un
argumento más para rechazar todo dominio despótico e irresponsable del ser humano
sobre las demás criaturas. El fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero
todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que
es Dios, en una plenitud trascendente donde Cristo resucitado abraza e ilumina todo.
Porque el ser humano, dotado de inteligencia y de amor, y atraído por la plenitud de
Cristo, está llamado a reconducir todas las criaturas a su Creador.
IV. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado
84. Cuando insistimos en decir que el ser humano es imagen de Dios, eso no debería
llevarnos a olvidar que cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el
universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia
nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios. La historia de la propia
amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico que se convierte en un
signo personalísimo, y cada uno de nosotros guarda en la memoria lugares cuyo
recuerdo le hace mucho bien. Quien ha crecido entre los montes, o quien de niño se
sentaba junto al arroyo a beber, o quien jugaba en una plaza de su barrio, cuando
vuelve a esos lugares, se siente llamado a recuperar su propia identidad.
85. Dios ha escrito un libro precioso, «cuyas letras son la multitud de criaturas
presentes en el universo» [54]. Bien expresaron los Obispos de Canadá que ninguna
criatura queda fuera de esta manifestación de Dios: «Desde los panoramas más amplios
a la forma de vida más ínfima, la naturaleza es un continuo manantial de maravilla y de
temor. Ella es, además, una continua revelación de lo divino» [55]. Los Obispos de
Japón, por su parte, dijeron algo muy sugestivo: «Percibir a cada criatura cantando el
himno de su existencia es vivir gozosamente en el amor de Dios y en la esperanza» [56].
Esta contemplación de lo creado nos permite descubrir a través de cada cosa alguna
enseñanza que Dios nos quiere transmitir, porque «para el creyente contemplar lo
creado es también escuchar un mensaje, oír una voz paradójica y silenciosa»[57].
Podemos decir que, «junto a la Revelación propiamente dicha, contenida en la sagrada
Escritura, se da una manifestación divina cuando brilla el sol y cuando cae la noche»
[58]. Prestando atención a esa manifestación, el ser humano aprende a reconocerse a sí
mismo en la relación con las demás criaturas: «Yo me autoexpreso al expresar el
mundo; yo exploro mi propia sacralidad al intentar descifrar la del mundo» [59].
86. El conjunto del universo, con sus múltiples relaciones, muestra mejor la inagotable
riqueza de Dios. Santo Tomás de Aquino remarcaba sabiamente que la multiplicidad y
la variedad provienen «de la intención del primer agente», que quiso que «lo que falta a
cada cosa para representar la bondad divina fuera suplido por las otras» [60], porque
su bondad «no puede ser representada convenientemente por una sola criatura» [61].
157
Por eso, nosotros necesitamos captar la variedad de las cosas en sus múltiples
relaciones [62]. Entonces, se entiende mejor la importancia y el sentido de cualquier
criatura si se la contempla en el conjunto del proyecto de Dios. Así lo enseña el
Catecismo: «La interdependencia de las criaturas es querida por Dios. El sol y la luna, el
cedro y la florecilla, el águila y el gorrión, las innumerables diversidades y
desigualdades significan que ninguna criatura se basta a sí misma, que no existen sino
en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente» [63].
87. Cuando tomamos conciencia del reflejo de Dios que hay en todo lo que existe, el
corazón experimenta el deseo de adorar al Señor por todas sus criaturas y junto con
ellas, como se expresa en el precioso himno de san Francisco de Asís:
«Alabado seas, mi Señor,
con todas tus criaturas,
especialmente el hermano sol,
por quien nos das el día y nos iluminas.
Y es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Alabado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las formaste claras y preciosas, y bellas.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano viento
y por el aire, y la nube y el cielo sereno,
y todo tiempo,
por todos ellos a tus criaturas das sustento.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy humilde, y preciosa y casta.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual iluminas la noche,y es bello, y alegre y vigoroso, y fuerte» [64].
88. Los Obispos de Brasil han remarcado que toda la naturaleza, además de manifestar
a Dios, es lugar de su presencia. En cada criatura habita su Espíritu vivificante que nos
llama a una relación con él [65]. El descubrimiento de esta presencia estimula en
nosotros el desarrollo de las «virtudes ecológicas» [66]. Pero cuando decimos esto, no
olvidamos que también existe una distancia infinita, que las cosas de este mundo no
poseen la plenitud de Dios. De otro modo, tampoco haríamos un bien a las criaturas,
porque no reconoceríamos su propio y verdadero lugar, y terminaríamos exigiéndoles
indebidamente lo que en su pequeñez no nos pueden dar.
V. Una comunión universal
89. Las criaturas de este mundo no pueden ser consideradas un bien sin dueño: «Son
tuyas, Señor, que amas la vida» (Sb 11,26). Esto provoca la convicción de que, siendo
creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos
invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que
nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde. Quiero recordar que «Dios nos ha
unido tan estrechamente al mundo que nos rodea, que la desertificación del suelo es
158
como una enfermedad para cada uno, y podemos lamentar la extinción de una especie
como si fuera una mutilación» [67].
90. Esto no significa igualar a todos los seres vivos y quitarle al ser humano ese valor
peculiar que implica al mismo tiempo una tremenda responsabilidad. Tampoco supone
una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a
proteger su fragilidad. Estas concepciones terminarían creando nuevos desequilibrios
por escapar de la realidad que nos interpela [68]. A veces se advierte una obsesión por
negar toda preeminencia a la persona humana, y se lleva adelante una lucha por otras
especies que no desarrollamos para defender la igual dignidad entre los seres humanos.
Es verdad que debe preocuparnos que otros seres vivos no sean tratados
irresponsablemente. Pero especialmente deberían exasperarnos las enormes
inequidades que existen entre nosotros, porque seguimos tolerando que unos se
consideren más dignos que otros. Dejamos de advertir que algunos se arrastran en una
degradante miseria, sin posibilidades reales de superación, mientras otros ni siquiera
saben qué hacer con lo que poseen, ostentan vanidosamente una supuesta superioridad
y dejan tras de sí un nivel de desperdicio que sería imposible generalizar sin destrozar
el planeta. Seguimos admitiendo en la práctica que unos se sientan más humanos que
otros, como si hubieran nacido con mayores derechos.
91. No puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la
naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación
por los seres humanos.
Es evidente la incoherencia de quien lucha contra el tráfico de animales en riesgo
de extinción, pero permanece completamente indiferente ante la trata de personas, se
desentiende de los pobres o se empeña en destruir a otro ser humano que le desagrada.
Esto pone en riesgo el sentido de la lucha por el ambiente. No es casual que, en el himno
donde san Francisco alaba a Dios por las criaturas, añada lo siguiente: «Alabado seas,
mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor». Todo está conectado. Por eso se
requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres
humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad.
92. Por otra parte, cuando el corazón está auténticamente abierto a una comunión
universal, nada ni nadie está excluido de esa fraternidad. Por consiguiente, también es
verdad que la indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo
siempre terminan trasladándose de algún modo al trato que damos a otros seres
humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal
no tarda en manifestarse en la relación con las demás personas.
Todo ensañamiento con cualquier criatura «es contrario a la dignidad humana»
[69]. No podemos considerarnos grandes amantes si excluimos de nuestros intereses
alguna parte de la realidad: «Paz, justicia y conservación de la creación son tres temas
absolutamente ligados, que no podrán apartarse para ser tratados individualmente so
pena de caer nuevamente en el reduccionismo» [70]. Todo está relacionado, y todos los
seres humanos estamos juntos como hermanos y hermanas en una maravillosa
peregrinación, entrelazados por el amor que Dios tiene a cada una de sus criaturas y
que nos une también, con tierno cariño, al hermano sol, a la hermana luna, al hermano
río y a la madre tierra.
VI. Destino común de los bienes
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93. Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente
una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se
convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para
todos. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social
que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados. El principio
de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes y, por
tanto, el derecho universal a su uso es una «regla de oro» del comportamiento social y
el «primer principio de todo el ordenamiento ético-social» [71 . La tradición cristiana
nunca reconoció como absoluto o intocable el derecho a la propiedad privada y subrayó
la función social de cualquier forma de propiedad privada. San Juan Pablo II recordó
con mucho énfasis esta doctrina, diciendo que «Dios ha dado la tierra a todo el género
humano para que ella sustente a todos sus habitantes, sin excluir a nadie ni privilegiar a
ninguno» [72]. Son palabras densas y fuertes. Remarcó que «no sería verdaderamente
digno del hombre un tipo de desarrollo que no respetara y promoviera los derechos
humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las
naciones y de los pueblos» [73]. Con toda claridad explicó que «la Iglesia defiende, sí, el
legítimo derecho a la propiedad privada, pero enseña con no menor claridad que sobre
toda propiedad privada grava siempre una hipoteca social, para que los bienes sirvan a la
destinación general que Dios les ha dado» [74]. Por lo tanto afirmó que «no es conforme
con el designio de Dios usar este don de modo tal que sus beneficios favorezcan sólo a
unos pocos» [75]. Esto cuestiona seriamente los hábitos injustos de una parte de la
humanidad [76].
94. El rico y el pobre tienen igual dignidad, porque «a los dos los hizo el Señor» (Pr
22,2); «Él mismo hizo a pequeños y a grandes» (Sb 6,7) y «hace salir su sol sobre malos
y buenos» (Mt 5,45). Esto tiene consecuencias prácticas, como las que enunciaron los
Obispos de Paraguay: «Todo campesino tiene derecho natural a poseer un lote racional
de tierra donde pueda establecer su hogar, trabajar para la subsistencia de su familia y
tener seguridad existencial. Este derecho debe estar garantizado para que su ejercicio no
sea ilusorio sino real. Lo cual significa que, además del título de propiedad, el campesino
debe contar con medios de educación técnica, créditos, seguros y comercialización» [77].
95. El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y
responsabilidad de todos. Quien se apropia algo es sólo para administrarlo en bien de
todos. Si no lo hacemos, cargamos sobre la conciencia el peso de negar la existencia de
los otros. Por eso, los Obispos de Nueva Zelanda se preguntaron qué significa el
mandamiento «no matarás» cuando «un veinte por ciento de la población mundial
consume recursos en tal medida que roba a las naciones pobres y a las futuras
generaciones lo que necesitan para sobrevivir» [78].
VII. La mirada de Jesús
96. Jesús asume la fe bíblica en el Dios creador y destaca un dato fundamental: Dios es
Padre (cf. Mt 11,25). En los diálogos con sus discípulos, Jesús los invitaba a reconocer la
relación paterna que Dios tiene con todas las criaturas, y les recordaba con una
conmovedora ternura cómo cada una de ellas es importante a sus ojos: «¿No se venden
cinco pajarillos por dos monedas? Pues bien, ninguno de ellos está olvidado ante Dios»
(Lc 12,6).
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«Mirad las aves del cielo, que no siembran ni cosechan, y no tienen graneros. Pero el
Padre celestial las alimenta» (Mt 6,26).
97. El Señor podía invitar a otros a estar atentos a la belleza que hay en el mundo
porque él mismo estaba en contacto permanente con la naturaleza y le prestaba una
atención llena de cariño y asombro. Cuando recorría cada rincón de su tierra se detenía
a contemplar la hermosura sembrada por su Padre, e invitaba a sus discípulos a
reconocer en las cosas un mensaje divino: «Levantad los ojos y mirad los campos, que
ya están listos para la cosecha» (Jn 4,35). «El reino de los cielos es como una semilla de
mostaza que un hombre siembra en su campo. Es más pequeña que cualquier semilla,
pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace un árbol» (Mt 13,31-32).
98. Jesús vivía en armonía plena con la creación, y los demás se asombraban: «¿Quién
es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?» (Mt 8,27). No aparecía como un
asceta separado del mundo o enemigo de las cosas agradables de la vida. Refiriéndose a
sí mismo expresaba: «Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es un
comilón y borracho» (Mt 11,19). Estaba lejos de las filosofías que despreciaban el
cuerpo, la materia y las cosas de este mundo. Sin embargo, esos dualismos malsanos
llegaron a tener una importante influencia en algunos pensadores cristianos a lo largo
de la historia y desfiguraron el Evangelio. Jesús trabajaba con sus manos, tomando
contacto cotidiano con la materia creada por Dios para darle forma con su habilidad de
artesano. Llama la atención que la mayor parte de su vida fue consagrada a esa tarea, en
una existencia sencilla que no despertaba admiración alguna: «¿No es este el
carpintero, el hijo de María?» (Mc 6,3). Así santificó el trabajo y le otorgó un peculiar
valor para nuestra maduración. San Juan Pablo II enseñaba que, «soportando la fatiga
del trabajo en unión con Cristo crucificado por nosotros, el hombre colabora en cierto
modo con el Hijo de Dios en la redención de la humanidad» [79].
99. Para la comprensión cristiana de la realidad, el destino de toda la creación pasa por
el misterio de Cristo, que está presente desde el origen de todas las cosas: «Todo fue
creado por él y para él » (Col 1,16) [80]. El prólogo del Evangelio de Juan (1,1-18)
muestra la actividad creadora de Cristo como Palabra divina (Logos). Pero este prólogo
sorprende por su afirmación de que esta Palabra «se hizo carne» (Jn 1,14). Una Persona
de la Trinidad se insertó en el cosmos creado, corriendo su suerte con él hasta la cruz.
Desde el inicio del mundo, pero de modo peculiar a partir de la encarnación, el misterio
de Cristo opera de manera oculta en el conjunto de la realidad natural, sin por ello
afectar su autonomía.
100. El Nuevo Testamento no sólo nos habla del Jesús terreno y de su relación tan
concreta y amable con todo el mundo. También lo muestra como resucitado y glorioso,
presente en toda la creación con su señorío universal: «Dios quiso que en él residiera
toda la Plenitud. Por él quiso reconciliar consigo todo lo que existe en la tierra y en el
cielo, restableciendo la paz por la sangre de su cruz» (Col 1,19-20). Esto nos proyecta al
final de los tiempos, cuando el Hijo entregue al Padre todas las cosas y «Dios sea todo
en todos» (1 Co 15,28). De ese modo, las criaturas de este mundo ya no se nos
presentan como una realidad meramente natural, porque el Resucitado las envuelve
misteriosamente y las orienta a un destino de plenitud. Las mismas flores del campo y
las aves que él contempló admirado con sus ojos humanos, ahora están llenas de su
presencia luminosa.
161
CAPÍTULO TERCERO. RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA
101. No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz humana de la
crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción humana que se ha
desviado y que contradice la realidad hasta dañarla. ¿Por qué no podemos detenernos a
pensarlo? En esta reflexión propongo que nos concentremos en el paradigma
tecnocrático dominante y en el lugar del ser humano y de su acción en el mundo.
I. La tecnología: creatividad y poder
102. La humanidad ha ingresado en una nueva era en la que el poderío tecnológico nos
pone en una encrucijada. Somos los herederos de dos siglos de enormes olas de cambio:
el motor a vapor, el ferrocarril, el telégrafo, la electricidad, el automóvil, el avión, las
industrias químicas, la medicina moderna, la informática y, más recientemente, la
revolución digital, la robótica, las biotecnologías y las nanotecnologías. Es justo
alegrarse ante estos avances, y entusiasmarse frente a las amplias posibilidades que
nos abren estas constantes novedades, porque «la ciencia y la tecnología son un
maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios» [81]. La modificación
de la naturaleza con fines útiles es una característica de la humanidad desde sus inicios,
y así la técnica «expresa la tensión del ánimo humano hacia la superación gradual de
ciertos condicionamientos materiales» [82]. La tecnología ha remediado innumerables
males que dañaban y limitaban al ser humano. No podemos dejar de valorar y de
agradecer el progreso técnico, especialmente en la medicina, la ingeniería y las
comunicaciones. ¿Y cómo no reconocer todos los esfuerzos de muchos científicos y
técnicos, que han aportado alternativas para un desarrollo sostenible?
103. La tecnociencia bien orientada no sólo puede producir cosas realmente valiosas
para mejorar la calidad de vida del ser humano, desde objetos domésticos útiles hasta
grandes medios de transporte, puentes, edificios, lugares públicos. También es capaz de
producir lo bello y de hacer « saltar » al ser humano inmerso en el mundo material al
ámbito de la belleza. ¿Se puede negar la belleza de un avión, o de algunos rascacielos?
Hay preciosas obras pictóricas y musicales logradas con la utilización de nuevos
instrumentos técnicos. Así, en la intención de belleza del productor técnico y en el
contemplador de tal belleza, se da el salto a una cierta plenitud propiamente humana.
104. Pero no podemos ignorar que la energía nuclear, la biotecnología, la informática, el
conocimiento de nuestro propio ADN y otras capacidades que hemos adquirido nos dan
un tremendo poder. Mejor dicho, dan a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el
poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la
humanidad y del mundo entero. Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y
nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo
está haciendo. Basta recordar las bombas atómicas lanzadas en pleno siglo XX, como el
gran despliegue tecnológico ostentado por el nazismo, por el comunismo [Nota de
ELCH: No podemos dejar de afirmar que esta referencia esta ligada a la concepción
stalinista del socialismo llevada acabo bajo Josef Stalin y llamada Comunismo] y por
otros regímenes totalitarios al servicio de la matanza de millones de personas, sin
olvidar que hoy la guerra posee un instrumental cada vez más mortífero. ¿En manos de
quiénes está y puede llegar a estar tanto poder? Es tremendamente riesgoso que resida
en una pequeña parte de la humanidad.
162
105. Se tiende a creer «que todo incremento del poder constituye sin más un progreso,
un aumento de seguridad, de utilidad, de bienestar, de energía vital, de plenitud de los
valores» [83], como si la realidad, el bien y la verdad brotaran espontáneamente del
mismo poder tecnológico y económico. El hecho es que «el hombre moderno no está
preparado para utilizar el poder con acierto» [84], porque el inmenso crecimiento
tecnológico no estuvo acompañado de un desarrollo del ser humano en
responsabilidad, valores, conciencia. Cada época tiende a desarrollar una escasa
autoconciencia de sus propios límites. Por eso es posible que hoy la humanidad no
advierta la seriedad de los desafíos que se presentan, y «la posibilidad de que el
hombre utilice mal el poder crece constantemente » cuando no está « sometido a norma
alguna reguladora de la libertad, sino únicamente a los supuestos imperativos de la
utilidad y de la seguridad» [85]. El ser humano no es plenamente autónomo. Su libertad
se enferma cuando se entrega a las fuerzas ciegas del inconsciente, de las necesidades
inmediatas, del egoísmo, de la violencia. En ese sentido, está desnudo y expuesto frente
a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo. Puede
disponer de mecanismos superficiales, pero podemos sostener que le falta una ética
sólida, una cultura y una espiritualidad que realmente lo limiten y lo contengan en una
lúcida abnegación.
II. Globalización del paradigma tecnocrático
106. El problema fundamental es otro más profundo todavía: el modo como la
humanidad de hecho ha asumido la tecnología y su desarrollo junto con un paradigma
homogéneo y unidimensional. En él se destaca un concepto del sujeto que
progresivamente, en el proceso lógico-racional, abarca y así posee el objeto que se halla
afuera. Ese sujeto se despliega en el establecimiento del método científico con su
experimentación, que ya es explícitamente técnica de posesión, dominio y
transformación. Es como si el sujeto se hallara frente a lo informe totalmente
disponible para su manipulación. La intervención humana en la naturaleza siempre ha
acontecido, pero durante mucho tiempo tuvo la característica de acompañar, de
plegarse a las posibilidades que ofrecen las cosas mismas. Se trataba de recibir lo que la
realidad natural de suyo permite, como tendiendo la mano. En cambio ahora lo que
interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de la mano humana,
que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma de lo que tiene delante. Por eso, el ser
humano y las cosas han dejado de tenderse amigablemente la mano para pasar a estar
enfrentados. De aquí se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito o ilimitado,
que ha entusiasmado tanto a economistas, financistas y tecnólogos. Supone la mentira
de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta, que lleva a «estrujarlo» hasta el
límite y más allá del límite. Es el presupuesto falso de que «existe una cantidad
ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible
y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser
fácilmente absorbidos» [86].
107. Podemos decir entonces que, en el origen de muchas dificultades del mundo
actual, está ante todo la tendencia, no siempre consciente, a constituir la metodología y
los objetivos de la tecnociencia en un paradigma de comprensión que condiciona la vida
de las personas y el funcionamiento de la sociedad. Los efectos de la aplicación de este
molde a toda la realidad, humana y social, se constatan en la degradación del ambiente,
163
pero este es solamente un signo del reduccionismo que afecta a la vida humana y a la
sociedad en todas sus dimensiones. Hay que reconocer que los objetos producto de la
técnica no son neutros, porque crean un entramado que termina condicionando los
estilos de vida y orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de
determinados grupos de poder. Ciertas elecciones, que parecen puramente
instrumentales, en realidad son elecciones acerca de la vida social que se quiere
desarrollar.
108. No puede pensarse que sea posible sostener otro paradigma cultural y servirse de
la técnica como de un mero instrumento, porque hoy el paradigma tecnocrático se ha
vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus recursos, y más difícil todavía
es utilizarlos sin ser dominados por su lógica. Se volvió contracultural elegir un estilo
de vida con objetivos que puedan ser al menos en parte independientes de la técnica, de
sus costos y de su poder globalizador y masificador. De hecho, la técnica tiene una
inclinación a buscar que nada quede fuera de su férrea lógica, y «el hombre que posee la
técnica sabe que, en el fondo, esta no se dirige ni a la utilidad ni al bienestar, sino al
dominio; el dominio, en el sentido más extremo de la palabra» [87].
Por eso «intenta controlar tanto los elementos de la naturaleza como los de la existencia
humana» [88]. La capacidad de decisión, la libertad más genuina y el espacio para la
creatividad alternativa de los individuos se ven reducidos.
109. El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía
y la política. La economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin
prestar atención a eventuales consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas
ahogan a la economía real. No se aprendieron las lecciones de la crisis financiera
mundial y con mucha lentitud se aprenden las lecciones del deterioro ambiental. En
algunos círculos se sostiene que la economía actual y la tecnología resolverán todos los
problemas ambientales, del mismo modo que se afirma, con lenguajes no académicos,
que los problemas del hambre y la miseria en el mundo simplemente se resolverán con
el crecimiento del mercado. No es una cuestión de teorías económicas, que quizás nadie
se atreve hoy a defender, sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía.
Quienes no lo afirman con palabras lo sostienen con los hechos, cuando no parece
preocuparles una justa dimensión de la producción, una mejor distribución de la
riqueza, un cuidado responsable del ambiente o los derechos de las generaciones
futuras. Con sus comportamientos expresan que el objetivo de maximizar los beneficios
es suficiente. Pero el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral
y la inclusión social [89].
Mientras tanto, tenemos un «superdesarrollo derrochador y consumista, que contrasta
de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora» [90], y
no se elaboran con suficiente celeridad instituciones económicas y cauces sociales que
permitan a los más pobres acceder de manera regular a los recursos básicos. No se
termina de advertir cuáles son las raíces más profundas de los actuales desajustes, que
tienen que ver con la orientación, los fines, el sentido y el contexto social del
crecimiento tecnológico y económico.
110. La especialización propia de la tecnología implica una gran dificultad para mirar el
conjunto.
La fragmentación de los saberes cumple su función a la hora de lograr
aplicaciones concretas, pero suele llevar a perder el sentido de la totalidad, de las
164
relaciones que existen entre las cosas, del horizonte amplio, que se vuelve irrelevante.
Esto mismo impide encontrar caminos adecuados para resolver los problemas más
complejos del mundo actual, sobre todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden
abordar desde una sola mirada o desde un solo tipo de intereses. Una ciencia que
pretenda ofrecer soluciones a los grandes asuntos, necesariamente debería sumar todo
lo que ha generado el conocimiento en las demás áreas del saber, incluyendo la filosofía
y la ética social. Pero este es un hábito difícil de desarrollar hoy. Por eso tampoco
pueden reconocerse verdaderos horizontes éticos de referencia. La vida pasa a ser un
abandonarse a las circunstancias condicionadas por la técnica, entendida como el
principal recurso para interpretar la existencia. En la realidad concreta que nos
interpela, aparecen diversos síntomas que muestran el error, como la degradación del
ambiente, la angustia, la pérdida del sentido de la vida y de la convivencia. Así se
muestra una vez más que «la realidad es superior a la idea» [91].
111. La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y
parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente,
al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada
distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una
espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma
tecnocrático. De otro modo, aun las mejores iniciativas ecologistas pueden terminar
encerradas en la misma lógica globalizada. Buscar sólo un remedio técnico a cada
problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas y
esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial.
112. Sin embargo, es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz
de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más
sano, más humano, más social, más integral. La liberación del paradigma tecnocrático
reinante se produce de hecho en algunas ocasiones. Por ejemplo, cuando comunidades
de pequeños productores optan por sistemas de producción menos contaminantes,
sosteniendo un modelo de vida, de gozo y de convivencia no consumista. O cuando la
técnica se orienta prioritariamente a resolver los problemas concretos de los demás,
con la pasión de ayudar a otros a vivir con más dignidad y menos sufrimiento. También
cuando la intención creadora de lo bello y su contemplación logran superar el poder
objetivante en una suerte de salvación que acontece en lo bello y en la persona que lo
contempla. La auténtica humanidad, que invita a una nueva síntesis, parece habitar en
medio de la civilización tecnológica, casi imperceptiblemente, como la niebla que se
filtra bajo la puerta cerrada. ¿Será una promesa permanente, a pesar de todo, brotando
como una empecinada resistencia de lo auténtico?
113. Por otra parte, la gente ya no parece creer en un futuro feliz, no confía ciegamente
en un mañana mejor a partir de las condiciones actuales del mundo y de las
capacidades técnicas.
Toma conciencia de que el avance de la ciencia y de la técnica no equivale al
avance de la humanidad y de la historia, y vislumbra que son otros los caminos
fundamentales para un futuro feliz. No obstante, tampoco se imagina renunciando a las
posibilidades que ofrece la tecnología.
La humanidad se ha modificado profundamente, y la sumatoria de constantes
novedades consagra una fugacidad que nos arrastra por la superficie, en una única
dirección. Se hace difícil detenernos para recuperar la profundidad de la vida. Si la
165
arquitectura refleja el espíritu de una época, las megaestructuras y las casas en serie
expresan el espíritu de la técnica globalizada, donde la permanente novedad de los
productos se une a un pesado aburrimiento. No nos resignemos a ello y no
renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo
legitimaremos la situación vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el
vacío.
114. Lo que está ocurriendo nos pone ante la urgencia de avanzar en una valiente
revolución cultural. La ciencia y la tecnología no son neutrales, sino que pueden
implicar desde el comienzo hasta el final de un proceso diversas intenciones o
posibilidades, y pueden configurarse de distintas maneras. Nadie pretende volver a la
época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la
realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez
recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano.
Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno
115. El antropocentrismo moderno, paradójicamente, ha terminado colocando la razón
técnica sobre la realidad, porque este ser humano «ni siente la naturaleza como norma
válida, ni menos aún como refugio viviente. La ve sin hacer hipótesis, prácticamente,
como lugar y objeto de una tarea en la que se encierra todo, siéndole indiferente lo que
con ello suceda» [92]. De ese modo, se debilita el valor que tiene el mundo en sí mismo.
Pero si el ser humano no redescubre su verdadero lugar, se entiende mal a sí mismo y
termina contradiciendo su propia realidad: «No sólo la tierra ha sido dada por Dios al
hombre, el cual debe usarla respetando la intención originaria de que es un bien, según la
cual le ha sido dada; incluso el hombre es para sí mismo un don de Dios y, por tanto, debe
respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado» [93].
116. En la modernidad hubo una gran desmesura antropocéntrica que, con otro ropaje,
hoy sigue dañando toda referencia común y todo intento por fortalecer los lazos
sociales. Por eso ha llegado el momento de volver a prestar atención a la realidad con
los límites que ella impone, que a su vez son la posibilidad de un desarrollo humano y
social más sano y fecundo. Una presentación inadecuada de la antropología cristiana
pudo llegar a respaldar una concepción equivocada sobre la relación del ser humano
con el mundo. Se transmitió muchas veces un sueño prometeico de dominio sobre el
mundo que provocó la impresión de que el cuidado de la naturaleza es cosa de débiles.
En cambio, la forma correcta de interpretar el concepto del ser humano como « señor »
del universo consiste en entenderlo como administrador responsable [94].
117. La falta de preocupación por medir el daño a la naturaleza y el impacto ambiental
de las decisiones es sólo el reflejo muy visible de un desinterés por reconocer el
mensaje que la naturaleza lleva inscrito en sus mismas estructuras. Cuando no se
reconoce en la realidad misma el valor de un pobre, de un embrión humano, de una
persona con discapacidad –por poner sólo algunos ejemplos–, difícilmente se
escucharán los gritos de la misma naturaleza. Todo está conectado. Si el ser humano se
declara autónomo de la realidad y se constituye en dominador absoluto, la misma base
de su existencia se desmorona, porque, «en vez de desempeñar su papel de colaborador
de Dios en la obra de la creación, el hombre suplanta a Dios y con ello provoca la rebelión
de la naturaleza» [95].
166
118. Esta situación nos lleva a una constante esquizofrenia, que va de la exaltación
tecnocrática que no reconoce a los demás seres un valor propio, hasta la reacción de
negar todo valor peculiar al ser humano. Pero no se puede prescindir de la humanidad.
No habrá una nueva relación con la naturaleza sin un nuevo ser humano. No hay
ecología sin una adecuada antropología. Cuando la persona humana es considerada
sólo un ser más entre otros, que procede de los juegos del azar o de un determinismo
físico, «se corre el riesgo de que disminuya en las personas la conciencia de la
responsabilidad» [96]. Un antropocentrismo desviado no necesariamente debe dar
paso a un «biocentrismo», porque eso implicaría incorporar un nuevo desajuste que no
sólo no resolverá los problemas sino que añadirá otros. No puede exigirse al ser
humano un compromiso con respecto al mundo si no se reconocen y valoran al mismo
tiempo sus capacidades peculiares de conocimiento, voluntad, libertad y
responsabilidad.
119. La crítica al antropocentrismo desviado tampoco debería colocar en un segundo
plano el valor de las relaciones entre las personas. Si la crisis ecológica es una eclosión
o una manifestación externa de la crisis ética, cultural y espiritual de la modernidad, no
podemos pretender sanar nuestra relación con la naturaleza y el ambiente sin sanar
todas las relaciones básicas del ser humano. Cuando el pensamiento cristiano reclama
un valor peculiar para el ser humano por encima de las demás criaturas, da lugar a la
valoración de cada persona humana, y así provoca el reconocimiento del otro. La
apertura a un «tú» capaz de conocer, amar y dialogar sigue siendo la gran nobleza de la
persona humana. Por eso, para una adecuada relación con el mundo creado no hace
falta debilitar la dimensión social del ser humano y tampoco su dimensión
trascendente, su apertura al «Tú» divino. Porque no se puede proponer una relación
con el ambiente aislada de la relación con las demás personas y con Dios. Sería un
individualismo romántico disfrazado de belleza ecológica y un asfixiante encierro en la
inmanencia.
120. Dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza
con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los
seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege
a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades: «Si se
pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se
marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social» [97] .
121. Está pendiente el desarrollo de una nueva síntesis que supere falsas dialécticas de
los últimos siglos. El mismo cristianismo, manteniéndose fiel a su identidad y al tesoro
de verdad que recibió de Jesucristo, siempre se repiensa y se reexpresa en el diálogo
con las nuevas situaciones históricas, dejando brotar así su eterna novedad [98].
El relativismo práctico
122. Un antropocentrismo desviado da lugar a un estilo de vida desviado. En la
Exhortación Apostólica Evangelii gaudium me referí al relativismo práctico que
caracteriza nuestra época, y que es «todavía más peligroso que el doctrinal» [99].
Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad
absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo. Por
eso no debería llamar la atención que, junto con la omnipresencia del paradigma
tecnocrático y la adoración del poder humano sin límites, se desarrolle en los sujetos
167
este relativismo donde todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses
inmediatos. Hay en esto una lógica que permite comprender cómo se alimentan
mutuamente diversas actitudes que provocan al mismo tiempo la degradación
ambiental y la degradación social.
123. La cultura del relativismo es la misma patología que empuja a una persona a
aprovecharse de otra y a tratarla como mero objeto, obligándola a trabajos forzados, o
convirtiéndola en esclava a causa de una deuda. Es la misma lógica que lleva a la
explotación sexual de los niños, o al abandono de los ancianos que no sirven para los
propios intereses. Es también la lógica interna de quien dice: « Dejemos que las fuerzas
invisibles del mercado regulen la economía, porque sus impactos sobre la sociedad y sobre
la naturaleza son daños inevitables ». Si no hay verdades objetivas ni principios sólidos,
fuera de la satisfacción de los propios proyectos y de las necesidades inmediatas, ¿qué
límites pueden tener la trata de seres humanos, la criminalidad organizada, el
narcotráfico, el comercio de diamantes ensangrentados y de pieles de animales en vías
de extinción? ¿No es la misma lógica relativista la que justifica la compra de órganos a
los pobres con el fin de venderlos o de utilizarlos para experimentación, o el descarte
de niños porque no responden al deseo de sus padres? Es la misma lógica del «usa y
tira», que genera tantos residuos sólo por el deseo desordenado de consumir más de lo
que realmente se necesita.
Entonces no podemos pensar que los proyectos políticos o la fuerza de la ley
serán suficientes para evitar los comportamientos que afectan al ambiente, porque,
cuando es la cultura la que se corrompe y ya no se reconoce alguna verdad objetiva o
unos principios universalmente válidos, las leyes sólo se entenderán como
imposiciones arbitrarias y como obstáculos a evitar.
Necesidad de preservar el trabajo
124. En cualquier planteo sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es
indispensable incorporar el valor del trabajo, tan sabiamente desarrollado por san Juan
Pablo II en su encíclica Laborem exercens. Recordemos que, según el relato bíblico de la
creación, Dios colocó al ser humano en el jardín recién creado (cf.Gn 2,15) no sólo para
preservar lo existente (cuidar), sino para trabajar sobre ello de manera que produzca
frutos (labrar). Así, los obreros y artesanos «aseguran la creación eterna» (Si 38,34). En
realidad, la intervención humana que procura el prudente desarrollo de lo creado es la
forma más adecuada de cuidarlo, porque implica situarse como instrumento de Dios
para ayudar a brotar las potencialidades que él mismo colocó en las cosas: «Dios puso
en la tierra medicinas y el hombre prudente no las desprecia» (Si 38,4).
125. Si intentamos pensar cuáles son las relaciones adecuadas del ser humano con el
mundo que lo rodea, emerge la necesidad de una correcta concepción del trabajo
porque, si hablamos sobre la relación del ser humano con las cosas, aparece la pregunta
por el sentido y la finalidad de la acción humana sobre la realidad. No hablamos sólo del
trabajo manual o del trabajo con la tierra, sino de cualquier actividad que implique
alguna transformación de lo existente, desde la elaboración de un informe social hasta
el diseño de un desarrollo tecnológico. Cualquier forma de trabajo tiene detrás una idea
sobre la relación que el ser humano puede o debe establecer con lo otro de sí. La
espiritualidad cristiana, junto con la admiración contemplativa de las criaturas que
encontramos en san Francisco de Asís, ha desarrollado también una rica y sana
168
comprensión sobre el trabajo, como podemos encontrar, por ejemplo, en la vida del
beato Carlos de Foucauld y sus discípulos.
126. Recojamos también algo de la larga tradición del monacato. Al comienzo favorecía
en cierto modo la fuga del mundo, intentando escapar de la decadencia urbana. Por eso,
los monjes buscaban el desierto, convencidos de que era el lugar adecuado para
reconocer la presencia de Dios. Posteriormente, san Benito de Nursia propuso que sus
monjes vivieran en comunidad combinando la oración y la lectura con el trabajo
manual (ora et labora). Esta introducción del trabajo manual impregnado de sentido
espiritual fue revolucionaria. Se aprendió a buscar la maduración y la santificación en la
compenetración entre el recogimiento y el trabajo. Esa manera de vivir el trabajo nos
vuelve más cuidadosos y respetuosos del ambiente, impregna de sana sobriedad
nuestra relación con el mundo.
127. Decimos que «el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económicosocial» [100]. No obstante, cuando en el ser humano se daña la capacidad de
contemplar y de respetar, se crean las condiciones para que el sentido del trabajo se
desfigure [101]. Conviene recordar siempre que el ser humano es «capaz de ser por sí
mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su
desarrollo espiritual» [102]. El trabajo debería ser el ámbito de este múltiple desarrollo
personal, donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la
proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la
comunicación con los demás, una actitud de adoración. Por eso, en la actual realidad
social mundial, más allá de los intereses limitados de las empresas y de una
cuestionable racionalidad económica, es necesario que «se siga buscando como
prioridad el objetivo del acceso al trabajo por parte de todos» [103].
128. Estamos llamados al trabajo desde nuestra creación. No debe buscarse que el
progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la
humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la
vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización
personal. En este sentido, ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre una
solución provisoria para resolver urgencias. El gran objetivo debería ser siempre
permitirles una vida digna a través del trabajo. Pero la orientación de la economía ha
propiciado un tipo de avance tecnológico para reducir costos de producción en razón
de la disminución de los puestos de trabajo, que se reemplazan por máquinas. Es un
modo más como la acción del ser humano puede volverse en contra de él mismo. La
disminución de los puestos de trabajo «tiene también un impacto negativo en el plano
económico por el progresivo desgaste del “capital social”, es decir, del conjunto de
relaciones de confianza, fiabilidad, y respeto de las normas, que son indispensables en
toda convivencia civil» [104]. En definitiva, «Los costes humanos son siempre también
costes económicos y las disfunciones económicas comportan igualmente costes humanos»
[105]. Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy
mal negocio para la sociedad.
129. Para que siga siendo posible dar empleo, es imperioso promover una economía
que favorezca la diversidad productiva y la creatividad empresarial. Por ejemplo, hay
una gran variedad de sistemas alimentarios campesinos y de pequeña escala que sigue
alimentando a la mayor parte de la población mundial, utilizando una baja proporción
del territorio y del agua, y produciendo menos residuos, sea en pequeñas parcelas
169
agrícolas, huertas, caza y recolección silvestre o pesca artesanal. Las economías de
escala, especialmente en el sector agrícola, terminan forzando a los pequeños
agricultores a vender sus tierras o a abandonar sus cultivos tradicionales. Los intentos
de algunos de ellos por avanzar en otras formas de producción más diversificadas
terminan siendo inútiles por la dificultad de conectarse con los mercados regionales y
globales o porque la infraestructura de venta y de transporte está al servicio de las
grandes empresas. Las autoridades tienen el derecho y la responsabilidad de tomar
medidas de claro y firme apoyo a los pequeños productores y a la variedad productiva.
Para que haya una libertad económica de la que todos efectivamente se beneficien, a
veces puede ser necesario poner límites a quienes tienen mayores recursos y poder
financiero. Una libertad económica sólo declamada, pero donde las condiciones reales
impiden que muchos puedan acceder realmente a ella, y donde se deteriora el acceso al
trabajo, se convierte en un discurso contradictorio que deshonra a la política. La
actividad empresarial, que es una noble vocación orientada a producir riqueza y a
mejorar el mundo para todos, puede ser una manera muy fecunda de promover la
región donde instala sus emprendimientos, sobre todo si entiende que la creación de
puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común.
Innovación biológica a partir de la investigación
130. En la visión filosófica y teológica de la creación que he tratado de proponer, queda
claro que la persona humana, con la peculiaridad de su razón y de su ciencia, no es un
factor externo que deba ser totalmente excluido. No obstante, si bien el ser humano
puede intervenir en vegetales y animales, y hacer uso de ellos cuando es necesario para
su vida, el Catecismo enseña que las experimentaciones con animales sólo son legítimas
«si se mantienen en límites razonables y contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas»
[106]. Recuerda con firmeza que el poder humano tiene límites y que «es contrario a la
dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus
vidas» [107]. Todo uso y experimentación «exige un respeto religioso de la integridad
de la creación» [108].
131. Quiero recoger aquí la equilibrada posición de san Juan Pablo II, quien resaltaba
los beneficios de los adelantos científicos y tecnológicos, que «manifiestan cuán noble
es la vocación del hombre a participar responsablemente en la acción creadora de
Dios», pero al mismo tiempo recordaba que «toda intervención en un área del
ecosistema debe considerar sus consecuencias en otras áreas» [109]. Expresaba que la
Iglesia valora el aporte «del estudio y de las aplicaciones de la biología molecular,
completada con otras disciplinas, como la genética, y su aplicación tecnológica en la
agricultura y en la industria» [110], aunque también decía que esto no debe dar lugar a
una «indiscriminada manipulación genética» [111] que ignore los efectos negativos de
estas intervenciones. No es posible frenar la creatividad humana. Si no se puede
prohibir a un artista el despliegue de su capacidad creadora, tampoco se puede
inhabilitar a quienes tienen especiales dones para el desarrollo científico y tecnológico,
cuyas capacidades han sido donadas por Dios para el servicio a los demás. Al mismo
tiempo, no pueden dejar de replantearse los objetivos, los efectos, el contexto y los
límites éticos de esa actividad humana que es una forma de poder con altos riesgos.
132. En este marco debería situarse cualquier reflexión acerca de la intervención
humana sobre los vegetales y animales, que hoy implica mutaciones genéticas
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generadas por la biotecnología, en orden a aprovechar las posibilidades presentes en la
realidad material. El respeto de la fe a la razón implica prestar atención a lo que la
misma ciencia biológica, desarrollada de manera independiente con respecto a los
intereses económicos, puede enseñar acerca de las estructuras biológicas y de sus
posibilidades y mutaciones. En todo caso, una intervención legítima es aquella que
actúa en la naturaleza «para ayudarla a desarrollarse en su línea, la de la creación, la
querida por Dios» [112].
133. Es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente
modificados (OMG), vegetales o animales, médicos o agropecuarios, ya que pueden ser
muy diversos entre sí y requerir distintas consideraciones. Por otra parte, los riesgos
no siempre se atribuyen a la técnica misma sino a su aplicación inadecuada o excesiva.
En realidad, las mutaciones genéticas muchas veces fueron y son producidas por la
misma naturaleza. Ni siquiera aquellas provocadas por la intervención humana son un
fenómeno moderno. La domesticación de animales, el cruzamiento de especies y otras
prácticas antiguas y universalmente aceptadas pueden incluirse en estas
consideraciones. Cabe recordar que el inicio de los desarrollos científicos de cereales
transgénicos estuvo en la observación de una bacteria que natural y espontáneamente
producía una modificación en el genoma de un vegetal. Pero en la naturaleza estos
procesos tienen un ritmo lento, que no se compara con la velocidad que imponen los
avances tecnológicos actuales, aun cuando estos avances tengan detrás un desarrollo
científico de varios siglos.
134. Si bien no hay comprobación contundente acerca del daño que podrían causar los
cereales transgénicos a los seres humanos, y en algunas regiones su utilización ha
provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades
importantes que no deben ser relativizadas. En muchos lugares, tras la introducción de
estos cultivos, se constata una concentración de tierras productivas en manos de pocos
debido a «la progresiva desaparición de pequeños productores que, como consecuencia
de la pérdida de las tierras explotadas, se han visto obligados a retirarse de la
producción directa» [113]. Los más frágiles se convierten en trabajadores precarios, y
muchos empleados rurales terminan migrando a miserables asentamientos de las
ciudades. La expansión de la frontera de estos cultivos arrasa con el complejo
entramado de los ecosistemas, disminuye la diversidad productiva y afecta el presente
y el futuro de las economías regionales. En varios países se advierte una tendencia al
desarrollo de oligopolios en la producción de granos y de otros productos necesarios
para su cultivo, y la dependencia se agrava si se piensa en la producción de granos
estériles que terminaría obligando a los campesinos a comprarlos a las empresas
productoras.
135. Sin duda hace falta una atención constante, que lleve a considerar todos los
aspectos éticos implicados. Para eso hay que asegurar una discusión científica y social
que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de
llamar a las cosas por su nombre.
A veces no se pone sobre la mesa la totalidad de la información, que se selecciona
de acuerdo con los propios intereses, sean políticos, económicos o ideológicos. Esto
vuelve difícil desarrollar un juicio equilibrado y prudente sobre las diversas cuestiones,
considerando todas las variables atinentes. Es preciso contar con espacios de discusión
donde todos aquellos que de algún modo se pudieran ver directa o indirectamente
171
afectados (agricultores, consumidores, autoridades, científicos, semilleras, poblaciones
vecinas a los campos fumigados y otros) puedan exponer sus problemáticas o acceder a
información amplia y fidedigna para tomar decisiones tendientes al bien común
presente y futuro. Es una cuestión ambiental de carácter complejo, por lo cual su
tratamiento exige una mirada integral de todos sus aspectos, y esto requeriría al menos
un mayor esfuerzo para financiar diversas líneas de investigación libre e
interdisciplinaria que puedan aportar nueva luz.
136. Por otra parte, es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas
defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la
investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida humana. Se
suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se experimenta con
embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de un ser humano va más
allá del grado de su desarrollo. De ese modo, cuando la técnica desconoce los grandes
principios éticos, termina considerando legítima cualquier práctica.
Como vimos en este capítulo, la técnica separada de la ética difícilmente será capaz de
autolimitar su poder.
CAPÍTULO CUARTO. UNA ECOLOGÍA INTEGRAL
137. Dado que todo está íntimamente relacionado, y que los problemas actuales
requieren una mirada que tenga en cuenta todos los factores de la crisis mundial,
propongo que nos detengamos ahora a pensar en los distintos aspectos de una ecología
integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales.
I. Ecología ambiental, económica y social
138. La ecología estudia las relaciones entre los organismos vivientes y el ambiente
donde se desarrollan. También exige sentarse a pensar y a discutir acerca de las
condiciones de vida y de supervivencia de una sociedad, con la honestidad para poner
en duda modelos de desarrollo, producción y consumo. No está de más insistir en que
todo está conectado. El tiempo y el espacio no son independientes entre sí, y ni siquiera
los átomos o las partículas subatómicas se pueden considerar por separado. Así como
los distintos componentes del planeta –físicos, químicos y biológicos– están
relacionados entre sí, también las especies vivas conforman una red que nunca
terminamos de reconocer y comprender. Buena parte de nuestra información genética
se comparte con muchos seres vivos. Por eso, los conocimientos fragmentarios y
aislados pueden convertirse en una forma de ignorancia si se resisten a integrarse en
una visión más amplia de la realidad.
139. Cuando se habla de «medio ambiente», se indica particularmente una relación, la
que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide entender la
naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida.
Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados. Las razones
por las cuales un lugar se contamina exigen un análisis del funcionamiento de la
sociedad, de su economía, de su comportamiento, de sus maneras de entender la
realidad. Dada la magnitud de los cambios, ya no es posible encontrar una respuesta
específica e independiente para cada parte del problema. Es fundamental buscar
soluciones integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre
sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social,
172
sino una sola y compleja crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren
una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los
excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza.
140. Debido a la cantidad y variedad de elementos a tener en cuenta, a la hora de
determinar el impacto ambiental de un emprendimiento concreto, se vuelve
indispensable dar a los investigadores un lugar preponderante y facilitar su interacción,
con amplia libertad académica.
Esta investigación constante debería permitir reconocer también cómo las distintas
criaturas se relacionan conformando esas unidades mayores que hoy llamamos
«ecosistemas». No los tenemos en cuenta sólo para determinar cuál es su uso racional,
sino porque poseen un valor intrínseco independiente de ese uso. Así como cada
organismo es bueno y admirable en sí mismo por ser una criatura de Dios, lo mismo
ocurre con el conjunto armonioso de organismos en un espacio determinado,
funcionando como un sistema. Aunque no tengamos conciencia de ello, dependemos de
ese conjunto para nuestra propia existencia. Cabe recordar que los ecosistemas
intervienen en el secuestro de anhídrido carbónico, en la purificación del agua, en el
control de enfermedades y plagas, en la formación del suelo, en la descomposición de
residuos y en muchísimos otros servicios que olvidamos o ignoramos. Cuando
advierten esto, muchas personas vuelven a tomar conciencia de que vivimos y
actuamos a partir de una realidad que nos ha sido previamente regalada, que es
anterior a nuestras capacidades y a nuestra existencia. Por eso, cuando se habla de «uso
sostenible», siempre hay que incorporar una consideración sobre la capacidad de
regeneración de cada ecosistema en sus diversas áreas y aspectos.
141. Por otra parte, el crecimiento económico tiende a producir automatismos y a
homogeneizar, en orden a simplificar procedimientos y a reducir costos. Por eso es
necesaria una ecología económica, capaz de obligar a considerar la realidad de manera
más amplia. Porque «la protección del medio ambiente deberá constituir parte
integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada» [114].
Pero al mismo tiempo se vuelve actual la necesidad imperiosa del humanismo, que de
por sí convoca a los distintos saberes, también al económico, hacia una mirada más
integral e integradora. Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable del
análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de
cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los
demás y con el ambiente. Hay una interacción entre los ecosistemas y entre los diversos
mundos de referencia social, y así se muestra una vez más que «el todo es superior a la
parte» [115].
142. Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad
tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana: «Cualquier
menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales» [116]. En ese
sentido, la ecología social es necesariamente institucional, y alcanza progresivamente
las distintas dimensiones que van desde el grupo social primario, la familia, pasando
por la comunidad local y la nación, hasta la vida internacional. Dentro de cada uno de
los niveles sociales y entre ellos, se desarrollan las instituciones que regulan las
relaciones humanas. Todo lo que las dañe entraña efectos nocivos, como la perdida de
la libertad, la injusticia y la violencia. Varios países se rigen con un nivel institucional
precario, a costa del sufrimiento de las poblaciones y en beneficio de quienes se lucran
173
con ese estado de cosas. Tanto en la administración del Estado, como en las distintas
expresiones de la sociedad civil, o en las relaciones de los habitantes entre sí, se
registran con excesiva frecuencia conductas alejadas de las leyes. Estas pueden ser
dictadas en forma correcta, pero suelen quedar como letra muerta. ¿Puede esperarse
entonces que la legislación y las normas relacionadas con el medio ambiente sean
realmente eficaces? Sabemos, por ejemplo, que países poseedores de una legislación
clara para la protección de bosques siguen siendo testigos mudos de la frecuente
violación de estas leyes. Además, lo que sucede en una región ejerce, directa o
indirectamente, influencias en las demás regiones. Así, por ejemplo, el consumo de
narcóticos en las sociedades opulentas provoca una constante y creciente demanda de
productos originados en regiones empobrecidas, donde se corrompen conductas, se
destruyen vidas y se termina degradando el ambiente.
II. Ecología cultural
143. Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural,
igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para
construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades
supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir. Hace falta
incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su
identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas
culturales de la humanidad en su sentido más amplio. De manera más directa, reclama
prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones relacionadas con
el medio ambiente, poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje
popular. Es la cultura no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino
especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo, que no puede excluirse a la
hora de repensar la relación del ser humano con el ambiente.
144. La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual
economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa
variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad. Por eso, pretender resolver todas
las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a
desatender la complejidad de las problemáticas locales, que requieren la intervención
activa de los habitantes. Los nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden
ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la
misma cultura local. Así como la vida y el mundo son dinámicos, el cuidado del mundo
debe ser flexible y dinámico. Las soluciones meramente técnicas corren el riesgo de
atender a síntomas que no responden a las problemáticas más profundas. Hace falta
incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender
que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto
cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde
su propia cultura. Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que
debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo
humano.
145. Muchas formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio
ambiente no sólo pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también
con capacidades sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho
tiempo ha otorgado identidad cultural y un sentido de la existencia y de la convivencia.
174
La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una
especie animal o vegetal. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un
modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas.
146. En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades
aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino
que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar
en grandes proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien
económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio
sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores.
Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los
cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que
abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y
agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura.
III. Ecología de la vida cotidiana.
147. Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se
produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el
espacio donde transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean
influyen en nuestro modo de ver la vida, de sentir y de actuar. A la vez, en nuestra
habitación, en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo y en nuestro barrio, usamos el
ambiente para expresar nuestra identidad.
Nos esforzamos para adaptarnos al medio y, cuando un ambiente es desordenado,
caótico o cargado de contaminación visual y acústica, el exceso de estímulos nos desafía
a intentar configurar una identidad integrada y feliz.
148. Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces
de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los
condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la
precariedad. Por ejemplo, en algunos lugares, donde las fachadas de los edificios están
muy deterioradas, hay personas que cuidan con mucha dignidad el interior de sus
viviendas, o se sienten cómodas por la cordialidad y la amistad de la gente. La vida
social positiva y benéfica de los habitantes derrama luz sobre un ambiente
aparentemente desfavorable. A veces es encomiable la ecología humana que pueden
desarrollar los pobres en medio de tantas limitaciones. La sensación de asfixia
producida por la aglomeración en residencias y espacios con alta densidad poblacional
se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas, si se crean
comunidades, si los límites del ambiente se compensan en el interior de cada persona,
que se siente contenida por una red de comunión y de pertenencia. De ese modo,
cualquier lugar deja de ser un infierno y se convierte en el contexto de una vida digna.
149. También es cierto que la carencia extrema que se vive en algunos ambientes que
no poseen armonía, amplitud y posibilidades de integración facilita la aparición de
comportamientos inhumanos y la manipulación de las personas por parte de
organizaciones criminales. Para los habitantes de barrios muy precarios, el paso
cotidiano del hacinamiento al anonimato social que se vive en las grandes ciudades
puede provocar una sensación de desarraigo que favorece las conductas antisociales y
la violencia. Sin embargo, quiero insistir en que el amor puede más.
175
Muchas personas en estas condiciones son capaces de tejer lazos de pertenencia y
de convivencia que convierten el hacinamiento en una experiencia comunitaria donde
se rompen las paredes del yo y se superan las barreras del egoísmo. Esta experiencia de
salvación comunitaria es lo que suele provocar reacciones creativas para mejorar un
edificio o un barrio [117].
150. Dada la interrelación entre el espacio y la conducta humana, quienes diseñan
edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan del aporte de diversas
disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y los comportamientos
de las personas. No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso
todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al
ambiente, el encuentro y la ayuda mutua.
También por eso es tan importante que las perspectivas de los pobladores siempre
completen el análisis del planeamiento urbano.
151. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que
acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro
sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. Es
importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los
habitantes puedan tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio
privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio compartido con los demás.
Toda intervención en el paisaje urbano o rural debería considerar cómo los distintos
elementos del lugar conforman un todo que es percibido por los habitantes como un
cuadro coherente con su riqueza de significados. Así los otros dejan de ser extraños, y
se los puede sentir como parte de un «nosotros» que construimos juntos. Por esta
misma razón, tanto en el ambiente urbano como en el rural, conviene preservar
algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen
constantemente.
152. La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas
rurales como en las grandes ciudades, porque los presupuestos estatales sólo suelen
cubrir una pequeña parte de la demanda. No sólo los pobres, sino una gran parte de la
sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia. La posesión de
una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de
las familias. Es una cuestión central de la ecología humana. Si en un lugar ya se han
desarrollado conglomerados caóticos de casas precarias, se trata sobre todo de
urbanizar esos barrios, no de erradicar y expulsar. Cuando los pobres viven en
suburbios contaminados o en conglomerados peligrosos, «en el caso que se deba
proceder a su traslado, y para no añadir más sufrimiento al que ya padecen, es
necesario proporcionar una información adecuada y previa, ofrecer alternativas de
alojamientos dignos e implicar directamente a los interesados» [118]. Al mismo tiempo,
la creatividad debería llevar a integrar los barrios precarios en una ciudad acogedora:
«¡Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los
diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son
las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan,
relacionan, favorecen el reconocimiento del otro! [119]».
153. La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele
ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes. En las ciudades circulan muchos
automóviles utilizados por una o dos personas, con lo cual el tránsito se hace
176
complicado, el nivel de contaminación es alto, se consumen cantidades enormes de
energía no renovable y se vuelve necesaria la construcción de más autopistas y lugares
de estacionamiento que perjudican la trama urbana. Muchos especialistas coinciden en
la necesidad de priorizar el transporte público.
Pero algunas medidas necesarias difícilmente serán pacíficamente aceptadas por la
sociedad sin una mejora sustancial de ese transporte, que en muchas ciudades significa
un trato indigno a las personas debido a la aglomeración, a la incomodidad o a la baja
frecuencia de los servicios y a la inseguridad.
154. El reconocimiento de la dignidad peculiar del ser humano muchas veces contrasta
con la vida caótica que deben llevar las personas en nuestras ciudades. Pero esto no
debería hacer perder de vista el estado de abandono y olvido que sufren también
algunos habitantes de zonas rurales, donde no llegan los servicios esenciales, y hay
trabajadores reducidos a situaciones de esclavitud, sin derechos ni expectativas de una
vida más digna.
155. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la
vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para
poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del
hombre» porque «también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no
puede manipular a su antojo» [120].
En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación
directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio
cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como
regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo
se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a
recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una
verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad
o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el
diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de
la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana
una actitud que pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse
con la misma» [121].
IV. El principio del bien común
156. La ecología humana es inseparable de la noción de bien común, un principio que
cumple un rol central y unificador en la ética social. Es «el conjunto de condiciones de la
vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro
más pleno y más fácil de la propia perfección» [122].
157. El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con
derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el
bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el
principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la
célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir,
la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención
particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia. Toda la
sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y
promover el bien común.
177
158. En las condiciones actuales de la sociedad mundial, donde hay tantas inequidades
y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos,
el principio del bien común se convierte inmediatamente, como lógica e ineludible
consecuencia, en un llamado a la solidaridad y en una opción preferencial por los más
pobres. Esta opción implica sacar las consecuencias del destino común de los bienes de
la tierra, pero, como he intentado expresar en la Exhortación apostólica Evangelii
gaudium [123], exige contemplar ante todo la inmensa dignidad del pobre a la luz de las
más hondas convicciones creyentes. Basta mirar la realidad para entender que esta
opción hoy es una exigencia ética fundamental para la realización efectiva del bien
común.
V. Justicia entre las generaciones
159. La noción de bien común incorpora también a las generaciones futuras. Las crisis
económicas internacionales han mostrado con crudeza los efectos dañinos que trae
aparejado el desconocimiento de un destino común, del cual no pueden ser excluidos
quienes vienen detrás de nosotros. Ya no puede hablarse de desarrollo sostenible sin
una solidaridad intergeneracional.
Cuando pensamos en la situación en que se deja el planeta a las generaciones
futuras, entramos en otra lógica, la del don gratuito que recibimos y comunicamos. Si la
tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de
eficiencia y productividad para el beneficio individual. No estamos hablando de una
actitud opcional, sino de una cuestión básica de justicia, ya que la tierra que recibimos
pertenece también a los que vendrán. Los Obispos de Portugal han exhortado a asumir
este deber de justicia: «El ambiente se sitúa en la lógica de la recepción. Es un préstamo
que cada generación recibe y debe transmitir a la generación siguiente» [124]. Una
ecología integral posee esa mirada amplia.
160. ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están
creciendo? Esta pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se
puede plantear la cuestión de modo fragmentario. Cuando nos interrogamos por el
mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido,
sus valores. Si no está latiendo esta pregunta de fondo, no creo que nuestras
preocupaciones ecológicas puedan lograr efectos importantes. Pero si esta pregunta se
plantea con valentía, nos lleva inexorablemente a otros cuestionamientos muy directos:
¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué
trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra? Por eso, ya no basta decir
que debemos preocuparnos por las futuras generaciones. Se requiere advertir que lo
que está en juego es nuestra propia dignidad. Somos nosotros los primeros interesados
en dejar un planeta habitable para la humanidad que nos sucederá. Es un drama para
nosotros mismos, porque esto pone en crisis el sentido del propio paso por esta tierra.
161. Las predicciones catastróficas ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía. A
las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y
suciedad. El ritmo de consumo, de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha
superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual, por
ser insostenible, sólo puede terminar en catástrofes, como de hecho ya está ocurriendo
periódicamente en diversas regiones. La atenuación de los efectos del actual
178
desequilibrio depende de lo que hagamos ahora mismo, sobre todo si pensamos en la
responsabilidad que nos atribuirán los que deberán soportar las peores consecuencias.
162. La dificultad para tomar en serio este desafío tiene que ver con un deterioro ético
y cultural, que acompaña al deterioro ecológico. El hombre y la mujer del mundo
posmoderno corren el riesgo permanente de volverse profundamente individualistas, y
muchos problemas sociales se relacionan con el inmediatismo egoísta actual, con las
crisis de los lazos familiares y sociales, con las dificultades para el reconocimiento del
otro. Muchas veces hay un consumo inmediatista y excesivo de los padres que afecta a
los propios hijos, quienes tienen cada vez más dificultades para adquirir una casa
propia y fundar una familia. Además, nuestra incapacidad para pensar seriamente en
las futuras generaciones está ligada a nuestra incapacidad para ampliar los intereses
actuales y pensar en quienes quedan excluidos del desarrollo. No imaginemos
solamente a los pobres del futuro, basta que recordemos a los pobres de hoy, que
tienen pocos años de vida en esta tierra y no pueden seguir esperando. Por eso,
«además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad
moral de una renovada solidaridad intrageneracional» [125].
CAPÍTULO QUINTO. ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN Y ACCIÓN
163. He intentado analizar la situación actual de la humanidad, tanto en las grietas que
se observan en el planeta que habitamos, como en las causas más profundamente
humanas de la degradación ambiental. Si bien esa contemplación de la realidad en sí
misma ya nos indica la necesidad de un cambio de rumbo y nos sugiere algunas
acciones, intentemos ahora delinear grandes caminos de diálogo que nos ayuden a salir
de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo.
I. Diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional
164. Desde mediados del siglo pasado, y superando muchas dificultades, se ha ido
afirmando la tendencia a concebir el planeta como patria y la humanidad como pueblo
que habita una casa de todos. Un mundo interdependiente no significa únicamente
entender que las consecuencias perjudiciales de los estilos de vida, producción y
consumo afectan a todos, sino principalmente procurar que las soluciones se
propongan desde una perspectiva global y no sólo en defensa de los intereses de
algunos países. La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un
proyecto común.
Pero la misma inteligencia que se utilizó para un enorme desarrollo tecnológico
no logra encontrar formas eficientes de gestión internacional en orden a resolver las
graves dificultades ambientales y sociales. Para afrontar los problemas de fondo, que
no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso
mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada,
a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una
mayor eficiencia energética, a promover una gestión más adecuada de los recursos
forestales y marinos, a asegurar a todos el acceso al agua potable.
165. Sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes –
sobre todo el carbón, pero aun el petróleo y, en menor medida, el gas– necesita ser
reemplazada progresivamente y sin demora. Mientras no haya un amplio desarrollo de
energías renovables, que debería estar ya en marcha, es legítimo optar por lo menos
179
malo o acudir a soluciones transitorias. Sin embargo, en la comunidad internacional no
se logran acuerdos suficientes sobre la responsabilidad de quienes deben soportar los
costos de la transición energética. En las últimas décadas, las cuestiones ambientales
han generado un gran debate público que ha hecho crecer en la sociedad civil espacios
de mucho compromiso y de entrega generosa. La política y la empresa reaccionan con
lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales. En este sentido se puede
decir que, mientras la humanidad del período post-industrial quizás sea recordada
como una de las más irresponsables de la historia, es de esperar que la humanidad de
comienzos del siglo XXI pueda ser recordada por haber asumido con generosidad sus
graves responsabilidades.
166. El movimiento ecológico mundial ha hecho ya un largo recorrido, enriquecido por
el esfuerzo de muchas organizaciones de la sociedad civil. No sería posible aquí
mencionarlas a todas ni recorrer la historia de sus aportes. Pero, gracias a tanta
entrega, las cuestiones ambientales han estado cada vez más presentes en la agenda
pública y se han convertido en una invitación constante a pensar a largo plazo. No
obstante, las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no
respondieron a las expectativas porque, por falta de decisión política, no alcanzaron
acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces.
167. Cabe destacar la Cumbre de la Tierra, celebrada en 1992 en Río de Janeiro. Allí se
proclamó que «los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
relacionadas con el desarrollo sostenible» [126]. Retomando contenidos de la
Declaración de Estocolmo (1972), consagró la cooperación internacional para cuidar el
ecosistema de toda la tierra, la obligación por parte de quien contamina de hacerse
cargo económicamente de ello, el deber de evaluar el impacto ambiental de toda obra o
proyecto. Propuso el objetivo de estabilizar las concentraciones de gases de efecto
invernadero en la atmósfera para revertir el calentamiento global. También elaboró
una agenda con un programa de acción y un convenio sobre diversidad biológica,
declaró principios en materia forestal. Si bien aquella cumbre fue verdaderamente
superadora y profética para su época, los acuerdos han tenido un bajo nivel de
implementación porque no se establecieron adecuados mecanismos de control, de
revisión periódica y de sanción de los incumplimientos. Los principios enunciados
siguen reclamando caminos eficaces y ágiles de ejecución práctica.
168. Como experiencias positivas se pueden mencionar, por ejemplo, el Convenio de
Basilea sobre los desechos peligrosos, con un sistema de notificación, estándares y
controles; también la Convención vinculante que regula el comercio internacional de
especies amenazadas de fauna y flora silvestre, que incluye misiones de verificación del
cumplimiento efectivo. Gracias a la Convención de Viena para la protección de la capa
de ozono y a su implementación mediante el Protocolo de Montreal y sus enmiendas, el
problema del adelgazamiento de esa capa parece haber entrado en una fase de
solución.
169. En el cuidado de la diversidad biológica y en lo relacionado con la desertificación,
los avances han sido mucho menos significativos. En lo relacionado con el cambio
climático, los avances son lamentablemente muy escasos. La reducción de gases de
efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los
países más poderosos y más contaminantes. La Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el desarrollo sostenible denominada Rio+20 (Río de Janeiro 2012) emitió una
180
extensa e ineficaz Declaración final. Las negociaciones internacionales no pueden
avanzar significativamente por las posiciones de los países que privilegian sus intereses
nacionales sobre el bien común global. Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros
intentamos disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad.
Mientras se elaboraba esta Encíclica, el debate ha adquirido una particular intensidad.
Los creyentes no podemos dejar de pedirle a Dios por el avance positivo en las
discusiones actuales, de manera que las generaciones futuras no sufran las
consecuencias de imprudentes retardos.
170. Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la
internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países
de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a
los de los países más industrializados. La imposición de estas medidas perjudica a los
países más necesitados de desarrollo. De este modo, se agrega una nueva injusticia
envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente. Como siempre, el hilo se corta por lo
más débil. Dado que los efectos del cambio climático se harán sentir durante mucho
tiempo, aun cuando ahora se tomen medidas estrictas, algunos países con escasos
recursos necesitarán ayuda para adaptarse a efectos que ya se están produciendo y que
afectan sus economías. Sigue siendo cierto que hay responsabilidades comunes pero
diferenciadas, sencillamente porque, como han dicho los Obispos de Bolivia, «los países
que se han beneficiado por un alto grado de industrialización, a costa de una enorme
emisión de gases invernaderos, tienen mayor responsabilidad en aportar a la solución de
los problemas que han causado» [127].
171. La estrategia de compraventa de «bonos de carbono» puede dar lugar a una nueva
forma de especulación, y no servir para reducir la emisión global de gases
contaminantes. Este sistema parece ser una solución rápida y fácil, con la apariencia de
cierto compromiso con el medio ambiente, pero que de ninguna manera implica un
cambio radical a la altura de las circunstancias.
Más bien puede convertirse en un recurso diversivo que permita sostener el
sobreconsumo de algunos países y sectores.
172. Los países pobres necesitan tener como prioridad la erradicación de la miseria y el
desarrollo social de sus habitantes, aunque deban analizar el nivel escandaloso de
consumo de algunos sectores privilegiados de su población y controlar mejor la
corrupción. También es verdad que deben desarrollar formas menos contaminantes de
producción de energía, pero para ello requieren contar con la ayuda de los países que
han crecido mucho a costa de la contaminación actual del planeta. El aprovechamiento
directo de la abundante energía solar requiere que se establezcan mecanismos y
subsidios de modo que los países en desarrollo puedan acceder a transferencia de
tecnologías, asistencia técnica y recursos financieros, pero siempre prestando atención
a las condiciones concretas, ya que «no siempre es adecuadamente evaluada la
compatibilidad de los sistemas con el contexto para el cual fueron diseñados» [128]. Los
costos serían bajos si se los compara con los riesgos del cambio climático. De todos
modos, es ante todo una decisión ética, fundada en la solidaridad de todos los pueblos.
173. Urgen acuerdos internacionales que se cumplan, dada la fragilidad de las
instancias locales para intervenir de modo eficaz. Las relaciones entre Estados deben
resguardar la soberanía de cada uno, pero también establecer caminos consensuados
para evitar catástrofes locales que terminarían afectando a todos. Hacen falta marcos
181
regulatorios globales que impongan obligaciones y que impidan acciones intolerables,
como el hecho de que países poderosos expulsen a otros países residuos e industrias
altamente contaminantes.
174. Mencionemos también el sistema de gobernanza de los océanos. Pues, si bien hubo
diversas convenciones internacionales y regionales, la fragmentación y la ausencia de
severos mecanismos de reglamentación, control y sanción terminan minando todos los
esfuerzos. El creciente problema de los residuos marinos y la protección de las áreas
marinas más allá de las fronteras nacionales continúa planteando un desafío especial.
En definitiva, necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza para toda la
gama de los llamados «bienes comunes globales».
175. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para invertir la tendencia
al calentamiento global es la que no permite cumplir con el objetivo de erradicar la
pobreza.
Necesitamos una reacción global más responsable, que implica encarar al mismo
tiempo la reducción de la contaminación y el desarrollo de los países y regiones pobres.
El siglo XXI, mientras mantiene un sistema de gobernanza propio de épocas pasadas, es
escenario de un debilitamiento de poder de los Estados nacionales, sobre todo porque
la dimensión económico-financiera, de características transnacionales, tiende a
predominar sobre la política. En este contexto, se vuelve indispensable la maduración
de instituciones internacionales más fuertes y eficazmente organizadas, con
autoridades designadas equitativamente por acuerdo entre los gobiernos nacionales, y
dotadas de poder para sancionar. Como afirmaba Benedicto XVI en la línea ya
desarrollada por la doctrina social de la Iglesia, «para gobernar la economía mundial,
para sanear las economías afectadas por la crisis, para prevenir su empeoramiento y
mayores desequilibrios consiguientes, para lograr un oportuno desarme integral, la
seguridad alimenticia y la paz, para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los
flujos migratorios, urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial, como
fue ya esbozada por mi Predecesor, [san] Juan XXIII» [129]. En esta perspectiva, la
diplomacia adquiere una importancia inédita, en orden a promover estrategias
internacionales que se anticipen a los problemas más graves que terminan afectando a
todos. [Nota de ELCH: La distancia entre las voluntades populares y los funcionarios de
los organismos internacionales provoca que las resoluciones se tomen prescindiendo
de las voces de la mayoría del planeta, son resoluciones elitistas alejadas de una
verdadera preocupación por el ser humano]
II. Diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales
176. No sólo hay ganadores y perdedores entre los países, sino también dentro de los
países pobres, donde deben identificarse diversas responsabilidades. Por eso, las
cuestiones relacionadas con el ambiente y con el desarrollo económico ya no se pueden
plantear sólo desde las diferencias entre los países, sino que requieren prestar atención
a las políticas nacionales y locales.
177. Ante la posibilidad de una utilización irresponsable de las capacidades humanas,
son funciones impostergables de cada Estado planificar, coordinar, vigilar y sancionar
dentro de su propio territorio. La sociedad, ¿cómo ordena y custodia su devenir en un
contexto de constantes innovaciones tecnológicas? Un factor que actúa como
moderador ejecutivo es el derecho, que establece las reglas para las conductas
182
admitidas a la luz del bien común. Los límites que debe imponer una sociedad sana,
madura y soberana se asocian con: previsión y precaución, regulaciones adecuadas,
vigilancia de la aplicación de las normas, control de la corrupción, acciones de control
operativo sobre los efectos emergentes no deseados de los procesos productivos, e
intervención oportuna ante riesgos inciertos o potenciales. Hay una creciente
jurisprudencia orientada a disminuir los efectos contaminantes de los
emprendimientos empresariales. Pero el marco político e institucional no existe sólo
para evitar malas prácticas, sino también para alentar las mejores prácticas, para
estimular la creatividad que busca nuevos caminos, para facilitar las iniciativas
personales y colectivas.
178. El drama del inmediatismo político, sostenido también por poblaciones
consumistas, provoca la necesidad de producir crecimiento a corto plazo.
Respondiendo a intereses electorales, los gobiernos no se exponen fácilmente a irritar a
la población con medidas que puedan afectar al nivel de consumo o poner en riesgo
inversiones extranjeras. La miopía de la construcción de poder detiene la integración
de la agenda ambiental con mirada amplia en la agenda pública de los gobiernos. Se
olvida así que «el tiempo es superior al espacio» [130], que siempre somos más
fecundos cuando nos preocupamos por generar procesos más que por dominar
espacios de poder. La grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se
obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo. Al poder
político le cuesta mucho asumir este deber en un proyecto de nación.
179. En algunos lugares, se están desarrollando cooperativas para la explotación de
energías renovables que permiten el autoabastecimiento local e incluso la venta de
excedentes. Este sencillo ejemplo indica que, mientras el orden mundial existente se
muestra impotente para asumir responsabilidades, la instancia local puede hacer una
diferencia. Pues allí se puede generar una mayor responsabilidad, un fuerte sentido
comunitario, una especial capacidad de cuidado y una creatividad más generosa, un
entrañable amor a la propia tierra, así como se piensa en lo que se deja a los hijos y a
los nietos. Estos valores tienen un arraigo muy hondo en las poblaciones aborígenes.
Dado que el derecho a veces se muestra insuficiente debido a la corrupción, se requiere
una decisión política presionada por la población. La sociedad, a través de organismos
no gubernamentales y asociaciones intermedias, debe obligar a los gobiernos a
desarrollar normativas, procedimientos y controles más rigurosos. Si los ciudadanos no
controlan al poder político –nacional, regional y municipal–, tampoco es posible un
control de los daños ambientales. Por otra parte, las legislaciones de los municipios
pueden ser más eficaces si hay acuerdos entre poblaciones vecinas para sostener las
mismas políticas ambientales.
180. No se puede pensar en recetas uniformes, porque hay problemas y límites
específicos de cada país o región. También es verdad que el realismo político puede
exigir medidas y tecnologías de transición, siempre que estén acompañadas del diseño
y la aceptación de compromisos graduales vinculantes. Pero en los ámbitos nacionales
y locales siempre hay mucho por hacer, como promover las formas de ahorro de
energía. Esto implica favorecer formas de producción industrial con máxima eficiencia
energética y menos cantidad de materia prima, quitando del mercado los productos que
son poco eficaces desde el punto de vista energético o que son más contaminantes.
También podemos mencionar una buena gestión del transporte o formas de
183
construcción y de saneamiento de edificios que reduzcan su consumo energético y su
nivel de contaminación. Por otra parte, la acción política local puede orientarse a la
modificación del consumo, al desarrollo de una economía de residuos y de reciclaje, a la
protección de especies y a la programación de una agricultura diversificada con
rotación de cultivos. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres
mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local
o nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles. Se
pueden facilitar formas de cooperación o de organización comunitaria que defiendan
los intereses de los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales de la
depredación. ¡Es tanto lo que sí se puede hacer! generosa.
III. Diálogo y transparencia en los procesos decisionales
182. La previsión del impacto ambiental de los emprendimientos y proyectos requiere
procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que
esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele
llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente.
183. Un estudio del impacto ambiental no debería ser posterior a la elaboración de un
proyecto productivo o de cualquier política, plan o programa a desarrollarse. Tiene que
insertarse desde el principio y elaborarse de modo interdisciplinario, transparente e
independiente de toda presión económica o política. Debe conectarse con el análisis de
las condiciones de trabajo y de los posibles efectos en la salud física y mental de las
personas, en la economía local, en la seguridad. Los resultados económicos podrán así
deducirse de manera más realista, teniendo en cuenta los escenarios posibles y
eventualmente previendo la necesidad de una inversión mayor para resolver efectos
indeseables que puedan ser corregidos. Siempre es necesario alcanzar consensos entre
los distintos actores sociales, que pueden aportar diferentes perspectivas, soluciones y
alternativas. Pero en la mesa de discusión deben tener un lugar privilegiado los
habitantes locales, quienes se preguntan por lo que quieren para ellos y para sus hijos,
y pueden considerar los fines que trascienden el interés económico inmediato. Hay que
dejar de pensar en «intervenciones» sobre el ambiente para dar lugar a políticas
pensadas y discutidas por todas las partes interesadas. La participación requiere que
todos sean adecuadamente informados de los diversos aspectos y de los diferentes
riesgos y posibilidades, y no se reduce a la decisión inicial sobre un proyecto, sino que
implica también acciones de seguimiento o monitorización constante.
Hace falta sinceridad y verdad en las discusiones científicas y políticas, sin reducirse a
considerar qué está permitido o no por la legislación.
184. Cuando aparecen eventuales riesgos para el ambiente que afecten al bien común
presente y futuro, esta situación exige «que las decisiones se basen en una comparación
entre los riesgos y los beneficios hipotéticos que comporta cada decisión alternativa
posible» [131]. Esto vale sobre todo si un proyecto puede producir un incremento de
utilización de recursos naturales, de emisiones o vertidos, de generación de residuos, o
una modificación significativa en el paisaje, en el hábitat de especies protegidas o en un
espacio público. Algunos proyectos, no suficientemente analizados, pueden afectar
profundamente la calidad de vida de un lugar debido a cuestiones tan diversas entre sí
como una contaminación acústica no prevista, la reducción de la amplitud visual, la
pérdida de valores culturales, los efectos del uso de energía nuclear. La cultura
184
consumista, que da prioridad al corto plazo y al interés privado, puede alentar trámites
demasiado rápidos o consentir el ocultamiento de información.
185. En toda discusión acerca de un emprendimiento, una serie de preguntas deberían
plantearse en orden a discernir si aportará a un verdadero desarrollo integral: ¿Para
qué? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿De qué manera? ¿Para quién? ¿Cuáles son los
riesgos? ¿A qué costo? ¿Quién paga los costos y cómo lo hará? En este examen hay
cuestiones que deben tener prioridad. Por ejemplo, sabemos que el agua es un recurso
escaso e indispensable y es un derecho fundamental que condiciona el ejercicio de
otros derechos humanos. Eso es indudable y supera todo análisis de impacto ambiental
de una región.
186. En la Declaración de Río de 1992, se sostiene que, «cuando haya peligro de daño
grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas eficaces» [132] que impidan la
degradación del medio ambiente. Este principio precautorio permite la protección de
los más débiles, que disponen de pocos medios para defenderse y para aportar pruebas
irrefutables. Si la información objetiva lleva a prever un daño grave e irreversible,
aunque no haya una comprobación indiscutible, cualquier proyecto debería detenerse o
modificarse. Así se invierte el peso de la prueba, ya que en estos casos hay que aportar
una demostración objetiva y contundente de que la actividad propuesta no va a generar
daños graves al ambiente o a quienes lo habitan.
187. Esto no implica oponerse a cualquier innovación tecnológica que permita mejorar
la calidad de vida de una población. Pero en todo caso debe quedar en pie que la
rentabilidad no puede ser el único criterio a tener en cuenta y que, en el momento en
que aparezcan nuevos elementos de juicio a partir de la evolución de la información,
debería haber una nueva evaluación con participación de todas las partes interesadas.
El resultado de la discusión podría ser la decisión de no avanzar en un proyecto, pero
también podría ser su modificación o el desarrollo de propuestas alternativas.
188. Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente donde es difícil
alcanzar consensos. Una vez más expreso que la Iglesia no pretende definir las
cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero invito a un debate honesto y
transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien
común.
IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana
189. La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los
dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien
común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se
coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La
salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la
firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de
las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una
larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión
para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una
nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no
hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al
mundo. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables
185
económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso
lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto
ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales
[133]. La burbuja financiera también suele ser una burbuja productiva. En definitiva, lo
que no se afronta con energía es el problema de la economía real, la que hace posible
que se diversifique y mejore la producción, que las empresas funcionen
adecuadamente, que las pequeñas y medianas empresas se desarrollen y creen empleo.
190. En este contexto, siempre hay que recordar que «la protección ambiental no puede
asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. El ambiente es uno de
esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover
adecuadamente» [134]. Una vez más, conviene evitar una concepción mágica del
mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento
de los beneficios de las empresas o de los individuos. ¿Es realista esperar que quien se
obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que
dejará a las próximas generaciones? Dentro del esquema del rédito no hay lugar para
pensar en los ritmos de la naturaleza, en sus tiempos de degradación y de regeneración,
y en la complejidad de los ecosistemas, que pueden ser gravemente alterados por la
intervención humana. Además, cuando se habla de biodiversidad, a lo sumo se piensa
en ella como un depósito de recursos económicos que podría ser explotado, pero no se
considera seriamente el valor real de las cosas, su
significado para las personas y las culturas, los intereses y necesidades de los pobres.
191. Cuando se plantean estas cuestiones, algunos reaccionan acusando a los demás de
pretender detener irracionalmente el progreso y el desarrollo humano. Pero tenemos
que convencernos de que desacelerar un determinado ritmo de producción y de
consumo puede dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo. Los esfuerzos para un
uso sostenible de los recursos naturales no son un gasto inútil, sino una inversión que
podrá ofrecer otros beneficios económicos a medio plazo. Si no tenemos estrechez de
miras, podemos descubrir que la diversificación de una producción más innovativa y
con menor impacto ambiental, puede ser muy rentable. Se trata de abrir camino a
oportunidades diferentes, que no implican detener la creatividad humana y su sueño de
progreso, sino orientar esa energía con cauces nuevos.
192. Por ejemplo, un camino de desarrollo productivo más creativo y mejor orientado
podría corregir el hecho de que haya una inversión tecnológica excesiva para el
consumo y poca para resolver problemas pendientes de la humanidad; podría generar
formas inteligentes y rentables de reutilización, refuncionalización y reciclado; podría
mejorar la eficiencia energética de las ciudades. La diversificación productiva da
amplísimas posibilidades a la inteligencia humana para crear e innovar, a la vez que
protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo. Esta sería una creatividad capaz de
hacer florecer nuevamente la nobleza del ser humano, porque es más digno usar la
inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo
sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de
vida. En cambio, es más indigno, superficial y menos creativo insistir en crear formas de
expolio de la naturaleza sólo para ofrecer nuevas posibilidades de consumo y de rédito
inmediato.
193. De todos modos, si en algunos casos el desarrollo sostenible implicará nuevas
formas de crecer, en otros casos, frente al crecimiento voraz e irresponsable que se
186
produjo durante muchas décadas, hay que pensar también en detener un poco la
marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás antes que sea
tarde. Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y
destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su
dignidad humana. Por eso ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas
partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras
partes. Decía Benedicto XVI que «es necesario que las sociedades tecnológicamente
avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la
sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de
su uso» [135].
194. Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos «cambiar el modelo de
desarrollo global» [136], lo cual implica reflexionar responsablemente «sobre el sentido
de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones» [137] . No
basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera,
o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son
sólo una pequeña demora en el derrumbe. Simplemente se trata de redefinir el
progreso. Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una
calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso. Por otra parte,
muchas veces la calidad real de la vida de las personas disminuye –por el deterioro del
ambiente, la baja calidad de los mismos productos alimenticios o el agotamiento de
algunos recursos– en el contexto de un crecimiento de la economía. En este marco, el
discurso del crecimiento sostenible suele convertirse en un recurso diversivo y
exculpatorio que absorbe valores del discurso ecologista dentro de la lógica de las
finanzas y de la tecnocracia, y la responsabilidad social y ambiental de las empresas
suele reducirse a una serie de acciones de marketing e imagen.
195. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra
consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción,
interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del
ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la
pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la
contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una
parte ínfima de los costos. Sólo podría considerarse ético un comportamiento en el cual
«los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales
comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por
aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones» [138] .La
racionalidad instrumental, que sólo aporta un análisis estático de la realidad en función
de necesidades actuales, está presente tanto cuando quien asigna los recursos es el
mercado como cuando lo hace un Estado planificador.
196. ¿Qué ocurre con la política? Recordemos el principio de subsidiariedad, que otorga
libertad para el desarrollo de las capacidades presentes en todos los niveles, pero al
mismo tiempo exige más responsabilidad por el bien común a quien tiene más poder.
Es verdad que hoy algunos sectores económicos ejercen más poder que los mismos
Estados. Pero no se puede justificar una economía sin política, que sería incapaz de
propiciar otra lógica que rija los diversos aspectos de la crisis actual. La lógica que no
permite prever una preocupación sincera por el ambiente es la misma que vuelve
imprevisible una preocupación por integrar a los más frágiles, porque «en el vigente
187
modelo “exitista” y “privatista” no parece tener sentido invertir para que los lentos,
débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida» [139].
197. Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un
replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos
de la crisis. Muchas veces la misma política es responsable de su propio descrédito, por
la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas. Si el Estado no cumple su rol en
una región, algunos grupos económicos pueden aparecer como benefactores y detentar
el poder real, sintiéndose autorizados a no cumplir ciertas normas, hasta dar lugar a
diversas formas de criminalidad organizada, trata de personas, narcotráfico y violencia
muy difíciles de erradicar. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y
también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los
grandes problemas de la humanidad. Una estrategia de cambio real exige repensar la
totalidad de los procesos, ya que no basta con incluir consideraciones ecológicas
superficiales mientras no se cuestione la lógica subyacente en la cultura actual. Una
sana política debería ser capaz de asumir este desafío.
198. La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la
pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus
propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. Mientras
unos se desesperan sólo por el rédito económico y otros se obsesionan sólo por
conservar o acrecentar el poder, lo que tenemos son guerras o acuerdos espurios donde
lo que menos interesa a las dos partes es preservar el ambiente y cuidar a los más
débiles. Aquí también vale que «la unidad es superior al conflicto» [140].
V. Las religiones en el diálogo con las ciencias
199. No se puede sostener que las ciencias empíricas explican completamente la vida, el
entramado de todas las criaturas y el conjunto de la realidad. Eso sería sobrepasar
indebidamente sus confines metodológicos limitados. Si se reflexiona con ese marco
cerrado, desaparecen la sensibilidad estética, la poesía, y aun la capacidad de la razón
para percibir el sentido y la finalidad de las cosas [141]. Quiero recordar que «los textos
religiosos clásicos pueden ofrecer un significado para todas las épocas, tienen una
fuerza motivadora que abre siempre nuevos horizontes [...] ¿Es razonable y culto
relegarlos a la oscuridad, sólo por haber surgido en el contexto de una creencia
religiosa?» [142]. En realidad, es ingenuo pensar que los principios éticos puedan
presentarse de un modo puramente abstracto, desligados de todo contexto, y el hecho
de que aparezcan con un lenguaje religioso no les quita valor alguno en el debate
público. Los principios éticos que la razón es capaz de percibir pueden reaparecer
siempre bajo distintos ropajes y expresados con lenguajes diversos, incluso religiosos.
200. Por otra parte, cualquier solución técnica que pretendan aportar las ciencias será
impotente para resolver los graves problemas del mundo si la humanidad pierde su
rumbo, si se olvidan las grandes motivaciones que hacen posible la convivencia, el
sacrificio, la bondad. En todo caso, habrá que interpelar a los creyentes a ser coherentes
con su propia fe y a no contradecirla con sus acciones, habrá que reclamarles que
vuelvan a abrirse a la gracia de Dios y a beber en lo más hondo de sus propias
convicciones sobre el amor, la justicia y la paz. Si una mala comprensión de nuestros
propios principios a veces nos ha llevado a justificar el maltrato a la naturaleza o el
dominio despótico del ser humano sobre lo creado o las guerras, la injusticia y la
188
violencia, los creyentes podemos reconocer que de esa manera hemos sido infieles al
tesoro de sabiduría que debíamos custodiar. Muchas veces los límites culturales de
diversas épocas han condicionado esa conciencia del propio acervo ético y espiritual,
pero es precisamente el regreso a sus fuentes lo que permite a las religiones responder
mejor a las necesidades actuales.
201. La mayor parte de los habitantes del planeta se declaran creyentes, y esto debería
provocar a las religiones a entrar en un diálogo entre ellas orientado al cuidado de la
naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y de
fraternidad. Es imperioso también un diálogo entre las ciencias mismas, porque cada
una suele encerrarse en los límites de su propio lenguaje, y la especialización tiende a
convertirse en aislamiento y en absolutización del propio saber. Esto impide afrontar
adecuadamente los problemas del medio ambiente. También se vuelve necesario un
diálogo abierto y amable entre los diferentes movimientos ecologistas, donde no faltan
las luchas ideológicas. La gravedad de la crisis ecológica nos exige a todos pensar en el
bien común y avanzar en un camino de diálogo que requiere paciencia, ascesis [Nota de
ELCH: Conjunto de reglas y prácticas encaminadas a la liberación del espíritu y al logro
de la virtud] y generosidad, recordando siempre que «la realidad es superior a la idea»
[143].
CAPÍTULO SEXTO. EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA
202. Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad
necesita cambiar. Hace falta la conciencia de un origen común, de una pertenencia
mutua y de un futuro compartido por todos. Esta conciencia básica permitiría el
desarrollo de nuevas convicciones, actitudes y formas de vida. Se destaca así un gran
desafío cultural, espiritual y educativo que supondrá largos procesos de regeneración.
I. Apostar por otro estilo de vida
203. Dado que el mercado tiende a crear un mecanismo consumista compulsivo para
colocar sus productos, las personas terminan sumergidas en la vorágine de las compras
y los gastos innecesarios. El consumismo obsesivo es el reflejo subjetivo del paradigma
tecnoeconómico.
Ocurre lo que ya señalaba Romano Guardini: el ser humano «acepta los objetos y las
formas de vida, tal como le son impuestos por la planificación y por los productos
fabricados en serie y, después de todo, actúa así con el sentimiento de que eso es lo
racional y lo acertado» [144]. Tal paradigma hace creer a todos que son libres mientras
tengan una supuesta libertad para consumir, cuando quienes en realidad poseen la
libertad son los que integran la minoría que detenta el poder económico y financiero.
En esta confusión, la humanidad posmoderna no encontró una nueva comprensión de
sí misma que pueda orientarla, y esta falta de identidad se vive con angustia. Tenemos
demasiados medios para unos escasos y raquíticos fines.
204. La situación actual del mundo «provoca una sensación de inestabilidad e
inseguridad que a su vez favorece formas de egoísmo colectivo» [145]. Cuando las
personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su propia conciencia, acrecientan
su voracidad. Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos
para comprar, poseer y consumir. En este contexto, no parece posible que alguien
acepte que la realidad le marque límites. Tampoco existe en ese horizonte un verdadero
189
bien común. Si tal tipo de sujeto es el que tiende a predominar en una sociedad, las
normas sólo serán respetadas en la medida en que no contradigan las propias
necesidades. Por eso, no pensemos sólo en la posibilidad de terribles fenómenos
climáticos o en grandes desastres naturales, sino también en catástrofes derivadas de
crisis sociales, porque la obsesión por un estilo de vida consumista, sobre todo cuando
sólo unos pocos puedan sostenerlo, sólo podrá provocar violencia y destrucción
recíproca.
205. Sin embargo, no todo está perdido, porque los seres humanos, capaces de
degradarse hasta el extremo, también pueden sobreponerse, volver a optar por el bien
y regenerarse, más allá de todos los condicionamientos mentales y sociales que les
impongan. Son capaces de mirarse a sí mismos con honestidad, de sacar a la luz su
propio hastío y de iniciar caminos nuevos hacia la verdadera libertad. No hay sistemas
que anulen por completo la apertura al bien, a la verdad y a la belleza, ni la capacidad
de reacción que Dios sigue alentando desde lo profundo de los corazones humanos. A
cada persona de este mundo le pido que no olvide esa dignidad suya que nadie tiene
derecho a quitarle.
206. Un cambio en los estilos de vida podría llegar a ejercer una sana presión sobre los
que tienen poder político, económico y social. Es lo que ocurre cuando los movimientos
de consumidores logran que dejen de adquirirse ciertos productos y así se vuelven
efectivos para modificar el comportamiento de las empresas, forzándolas a considerar
el impacto ambiental y los patrones de producción. Es un hecho que, cuando los hábitos
de la sociedad afectan el rédito de las empresas, estas se ven presionadas a producir de
otra manera. Ello nos recuerda la responsabilidad social de los consumidores.
«Comprar es siempre un acto moral, y no sólo económico» [146]. Por eso, hoy «el tema
del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros»
[147].
207. La Carta de la Tierra nos invitaba a todos a dejar atrás una etapa de
autodestrucción y a comenzar de nuevo, pero todavía no hemos desarrollado una
conciencia universal que lo haga posible. Por eso me atrevo a proponer nuevamente
aquel precioso desafío: «Como nunca antes en la historia, el destino común nos hace un
llamado a buscar un nuevo comienzo [...] Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde
por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar
la sostenibilidad; por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre
celebración de la vida» [148].
208. Siempre es posible volver a desarrollar la capacidad de salir de sí hacia el otro. Sin
ella no se reconoce a las demás criaturas en su propio valor, no interesa cuidar algo
para los demás, no hay capacidad de ponerse límites para evitar el sufrimiento o el
deterioro de lo que nos rodea. La actitud básica de autotrascenderse, rompiendo la
conciencia aislada y la autorreferencialidad, es la raíz que hace posible todo cuidado de
los demás y del medio ambiente, y que hace brotar la reacción moral de considerar el
impacto que provoca cada acción y cada decisión personal fuera de uno mismo. Cuando
somos capaces de superar el individualismo, realmente se puede desarrollar un estilo
de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad.
II. Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente
190
209. La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en
nuevos hábitos. Muchos saben que el progreso actual y la mera sumatoria de objetos o
placeres no bastan para darle sentido y gozo al corazón humano, pero no se sienten
capaces de renunciar a lo que el mercado les ofrece. En los países que deberían
producir los mayores cambios de hábitos de consumo, los jóvenes tienen una nueva
sensibilidad ecológica y un espíritu generoso, y algunos de ellos luchan
admirablemente por la defensa del ambiente, pero han crecido en un contexto de
altísimo consumo y bienestar que vuelve difícil el desarrollo de otros hábitos. Por eso
estamos ante un desafío educativo.
210. La educación ambiental ha ido ampliando sus objetivos. Si al comienzo estaba muy
centrada en la información científica y en la concientización y prevención de riesgos
ambientales, ahora tiende a incluir una crítica de los «mitos» de la modernidad basados
en la razón instrumental (individualismo, progreso indefinido, competencia,
consumismo, mercado sin reglas) y también a recuperar los distintos niveles del
equilibrio ecológico: el interno con uno mismo, el solidario con los demás, el natural
con todos los seres vivos, el espiritual con Dios. La educación ambiental debería
disponernos a dar ese salto hacia el Misterio, desde donde una ética ecológica adquiere
su sentido más hondo. Por otra parte, hay educadores capaces de replantear los
itinerarios pedagógicos de una ética ecológica, de manera que ayuden efectivamente a
crecer en la solidaridad, la responsabilidad y el cuidado basado en la compasión.
211. Sin embargo, esta educación, llamada a crear una «ciudadanía ecológica», a veces
se limita a informar y no logra desarrollar hábitos. La existencia de leyes y normas no
es suficiente a largo plazo para limitar los malos comportamientos, aun cuando exista
un control efectivo. Para que la norma jurídica produzca efectos importantes y
duraderos, es necesario que la mayor parte de los miembros de la sociedad la haya
aceptado a partir de motivaciones adecuadas, y que reaccione desde una
transformación personal. Sólo a partir del cultivo de sólidas virtudes es posible la
donación de sí en un compromiso ecológico. Si una persona, aunque la propia economía
le permita consumir y gastar más, habitualmente se abriga un poco en lugar de
encender la calefacción, se supone que ha incorporado convicciones y sentimientos
favorables al cuidado del ambiente. Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación
con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de
motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad
ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e
importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico y de
papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que
razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar
transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar
árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna
creatividad, que muestra lo mejor del ser humano. El hecho de reutilizar algo en lugar
de desecharlo rápidamente, a partir de profundas motivaciones, puede ser un acto de
amor que exprese nuestra propia dignidad.
212. No hay que pensar que esos esfuerzos no van a cambiar el mundo. Esas acciones
derraman un bien en la sociedad que siempre produce frutos más allá de lo que se
pueda constatar, porque provocan en el seno de esta tierra un bien que siempre tiende
a difundirse, a veces invisiblemente. Además, el desarrollo de estos comportamientos
191
nos devuelve el sentimiento de la propia dignidad, nos lleva a una mayor profundidad
vital, nos permite experimentar que vale la pena pasar por este mundo.
213. Los ámbitos educativos son diversos: la escuela, la familia, los medios de
comunicación, la catequesis, etc. Una buena educación escolar en la temprana edad
coloca semillas que pueden producir efectos a lo largo de toda una vida. Pero quiero
destacar la importancia central de la familia, porque «es el ámbito donde la vida, don de
Dios, puede ser acogida y protegida de manera adecuada contra los múltiples ataques a
que está expuesta, y puede desarrollarse según las exigencias de un auténtico
crecimiento humano. Contra la llamada cultura de la muerte, la familia constituye la
sede de la cultura de la vida» [149]. En la familia se cultivan los primeros hábitos de
amor y cuidado de la vida, como por ejemplo el uso correcto de las cosas, el orden y la
limpieza, el respeto al ecosistema local y la protección de todos los seres creados. La
familia es el lugar de la formación integral, donde se desenvuelven los distintos
aspectos, íntimamente relacionados entre sí, de la maduración personal. En la familia se
aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir « gracias » como expresión de una
sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad,
y a pedir perdón cuando hacemos algún daño.
Estos pequeños gestos de sincera cortesía ayudan a construir una cultura de la vida
compartida y del respeto a lo que nos rodea.
214. A la política y a las diversas asociaciones les compete un esfuerzo de
concientización de la población. También a la Iglesia. Todas las comunidades cristianas
tienen un rol importante que cumplir en esta educación. Espero también que en
nuestros seminarios y casas religiosas de formación se eduque para una austeridad
responsable, para la contemplación agradecida del mundo, para el cuidado de la
fragilidad de los pobres y del ambiente. Dado que es mucho lo que está en juego, así
como se necesitan instituciones dotadas de poder para sancionar los ataques al medio
ambiente, también necesitamos controlarnos y educarnos unos a otros.
215. En este contexto, «no debe descuidarse la relación que hay entre una adecuada
educación estética y la preservación de un ambiente sano» [150]. Prestar atención a la
belleza y amarla nos ayuda a salir del pragmatismo utilitarista. Cuando alguien no
aprende a detenerse para percibir y valorar lo bello, no es extraño que todo se
convierta para él en objeto de uso y abuso inescrupuloso. Al mismo tiempo, si se quiere
conseguir cambios profundos, hay que tener presente que los paradigmas de
pensamiento realmente influyen en los comportamientos. La educación será ineficaz y
sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma
acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza. De otro modo,
seguirá avanzando el paradigma consumista que se transmite por los medios de
comunicación y a través de los eficaces engranajes del mercado.
III. Conversión ecológica
216. La gran riqueza de la espiritualidad cristiana, generada por veinte siglos de
experiencias personales y comunitarias, ofrece un bello aporte al intento de renovar la
humanidad. Quiero proponer a los cristianos algunas líneas de espiritualidad ecológica
que nacen de las convicciones de nuestra fe, porque lo que el Evangelio nos enseña
tiene consecuencias en nuestra forma de pensar, sentir y vivir. No se trata de hablar
tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para
192
alimentar una pasión por el cuidado del mundo. Porque no será posible comprometerse
en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles
interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y
comunitaria» [151]. Tenemos que reconocer que no siempre los cristianos hemos
recogido y desarrollado las riquezas que Dios ha dado a la Iglesia, donde la
espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo ni de la naturaleza o de las
realidades de este mundo, sino que se vive con ellas y en ellas, en comunión con todo lo
que nos rodea.
217. Si «los desiertos exteriores se multiplican en el mundo porque se han extendido
los desiertos interiores» [152], la crisis ecológica es un llamado a una profunda
conversión interior. Pero también tenemos que reconocer que algunos cristianos
comprometidos y orantes, bajo una excusa de realismo y pragmatismo, suelen burlarse
de las preocupaciones por el medio ambiente.
Otros son pasivos, no se deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes. Les
hace falta entonces una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las
consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los
rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una
existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la
experiencia cristiana.
218. Recordemos el modelo de san Francisco de Asís, para proponer una sana relación
con lo creado como una dimensión de la conversión íntegra de la persona. Esto implica
también reconocer los propios errores, pecados, vicios o negligencias, y arrepentirse de
corazón, cambiar desde adentro. Los Obispos australianos supieron expresar la
conversión en términos de reconciliación con la creación: «Para realizar esta
reconciliación debemos examinar nuestras vidas y reconocer de qué modo ofendemos a
la creación de Dios con nuestras acciones y nuestra incapacidad de actuar. Debemos
hacer la experiencia de una conversión, de un cambio del corazón» [153].
219. Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver una situación tan
compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos aislados pueden perder
su capacidad y su libertad para superar la lógica de la razón instrumental y terminan a
merced de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental. A problemas
sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes
individuales: «Las exigencias de esta tarea van a ser tan enormes, que no hay forma de
satisfacerlas con las posibilidades de la iniciativa individual y de la unión de
particulares formados en el individualismo. Se requerirán una reunión de fuerzas y una
unidad de realización» [154]. La conversión ecológica que se requiere para crear un
dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria.
220. Esta conversión supone diversas actitudes que se conjugan para movilizar un
cuidado generoso y lleno de ternura. En primer lugar implica gratitud y gratuidad, es
decir, un reconocimiento del mundo como un don recibido del amor del Padre, que
provoca como consecuencia actitudes gratuitas de renuncia y gestos generosos aunque
nadie los vea o los reconozca: «Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha
[...] y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará» (Mt 6,3-4). También implica la
amorosa conciencia de no estar desconectados de las demás criaturas, de formar con
los demás seres del universo una preciosa comunión universal. Para el creyente, el
mundo no se contempla desde fuera sino desde dentro, reconociendo los lazos con los
193
que el Padre nos ha unido a todos los seres. Además, haciendo crecer las capacidades
peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su
creatividad y su entusiasmo, para resolver los dramas del mundo, ofreciéndose a Dios
«como un sacrificio vivo, santo y agradable» (Rm 12,1). No entiende su superioridad
como motivo de gloria personal o de dominio irresponsable, sino como una capacidad
diferente, que a su vez le impone una grave responsabilidad que brota de su fe.
221. Diversas convicciones de nuestra fe, desarrolladas al comienzo de esta Encíclica,
ayudan a enriquecer el sentido de esta conversión, como la conciencia de que cada
criatura refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos, o la seguridad de que
Cristo ha asumido en sí este mundo material y ahora, resucitado, habita en lo íntimo de
cada ser, rodeándolo con su cariño y penetrándolo con su luz. También el
reconocimiento de que Dios ha creado el mundo inscribiendo en él un orden y un
dinamismo que el ser humano no tiene derecho a ignorar. Cuando uno lee en el
Evangelio que Jesús habla de los pájaros, y dice que « ninguno de ellos está olvidado
ante Dios » (Lc 12,6), ¿será capaz de maltratarlos o de hacerles daño? Invito a todos los
cristianos a explicitar esta dimensión de su conversión, permitiendo que la fuerza y la
luz de la gracia recibida se explayen también en su relación con las demás criaturas y
con el mundo que los rodea, y provoque esa sublime fraternidad con todo lo creado que
tan luminosamente vivió san Francisco de Asís.
IV. Gozo y paz
222. La espiritualidad cristiana propone un modo alternativo de entender la calidad de
vida, y alienta un estilo de vida profético y contemplativo, capaz de gozar
profundamente sin obsesionarse por el consumo. Es importante incorporar una vieja
enseñanza, presente en diversas tradiciones religiosas, y también en la Biblia. Se trata
de la convicción de que « menos es más ». La constante acumulación de posibilidades
para consumir distrae el corazón e impide valorar cada cosa y cada momento. En
cambio, el hacerse presente serenamente ante cada realidad, por pequeña que sea, nos
abre muchas más posibilidades de comprensión y de realización personal. La
espiritualidad cristiana propone un crecimiento con sobriedad y una capacidad de
gozar con poco. Es un retorno a la simplicidad que nos permite detenernos a valorar lo
pequeño, agradecer las posibilidades que ofrece la vida sin apegarnos a lo que tenemos
ni entristecernos por lo que no poseemos. Esto supone evitar la dinámica del dominio y
de la mera acumulación de placeres.
223. La sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora. No es menos vida,
no es una baja intensidad sino todo lo contrario. En realidad, quienes disfrutan más y
viven mejor cada momento son los que dejan de picotear aquí y allá, buscando siempre
lo que no tienen, y experimentan lo que es valorar cada persona y cada cosa, aprenden
a tomar contacto y saben gozar con lo más simple. Así son capaces de disminuir las
necesidades insatisfechas y reducen el cansancio y la obsesión. Se puede necesitar poco
y vivir mucho, sobre todo cuando se es capaz de desarrollar otros placeres y se
encuentra satisfacción en los encuentros fraternos, en el servicio, en el despliegue de
los carismas, en la música y el arte, en el contacto con la naturaleza, en la oración. La
felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así
disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida.
194
224. La sobriedad y la humildad no han gozado de una valoración positiva en el último
siglo. Pero cuando se debilita de manera generalizada el ejercicio de alguna virtud en la
vida personal y social, ello termina provocando múltiples desequilibrios, también
ambientales. Por eso, ya no basta hablar sólo de la integridad de los ecosistemas. Hay
que atreverse a hablar de la integridad de la vida humana, de la necesidad de alentar y
conjugar todos los grandes valores. La desaparición de la humildad, en un ser humano
desaforadamente entusiasmado con la posibilidad de dominarlo todo sin límite alguno,
sólo puede terminar dañando a la sociedad y al ambiente. No es fácil desarrollar esta
sana humildad y una feliz sobriedad si nos volvemos autónomos, si excluimos de
nuestra vida a Dios y nuestro yo ocupa su lugar, si creemos que es nuestra propia
subjetividad la que determina lo que está bien o lo que está mal.
225. Por otro lado, ninguna persona puede madurar en una feliz sobriedad si no está en
paz consigo mismo. Parte de una adecuada comprensión de la espiritualidad consiste
en ampliar lo que entendemos por paz, que es mucho más que la ausencia de guerra. La
paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el
bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado
unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida. La
naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio
del ruido constante, de la distracción permanente y ansiosa, o del culto a la apariencia?
Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las
cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en una prisa constante que a su vez las
lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. Esto tiene un impacto en el modo
como se trata al ambiente. Una ecología integral implica dedicar algo de tiempo para
recuperar la serena armonía con la creación, para reflexionar acerca de nuestro estilo
de vida y nuestros ideales, para contemplar al Creador, que vive entre nosotros y en lo
que nos rodea, cuya presencia «no debe ser fabricada sino descubierta, develada»
[155].
226. Estamos hablando de una actitud del corazón, que vive todo con serena atención,
que sabe estar plenamente presente ante alguien sin estar pensando en lo que viene
después, que se entrega a cada momento como don divino que debe ser plenamente
vivido. Jesús nos enseñaba esta actitud cuando nos invitaba a mirar los lirios del campo
y las aves del cielo, o cuando, ante la presencia de un hombre inquieto, « detuvo en él su
mirada, y lo amó » (Mc 10,21). Él sí que estaba plenamente presente ante cada ser
humano y ante cada criatura, y así nos mostró un camino para superar la ansiedad
enfermiza que nos vuelve superficiales, agresivos y consumistas desenfrenados.
227. Una expresión de esta actitud es detenerse a dar gracias a Dios antes y después de
las comidas. Propongo a los creyentes que retomen este valioso hábito y lo vivan con
profundidad.
Ese momento de la bendición, aunque sea muy breve, nos recuerda nuestra
dependencia de Dios para la vida, fortalece nuestro sentido de gratitud por los dones de
la creación, reconoce a aquellos que con su trabajo proporcionan estos bienes y
refuerza la solidaridad con los más necesitados.
Amor civil y político
228. El cuidado de la naturaleza es parte de un estilo de vida que implica capacidad de
195
convivencia y de comunión. Jesús nos recordó que tenemos a Dios como nuestro Padre
común y que eso nos hace hermanos. El amor fraterno sólo puede ser gratuito, nunca
puede ser un pago por lo que otro realice ni un anticipo por lo que esperamos que haga.
Por eso es posible amar a los enemigos. Esta misma gratuidad nos lleva a amar y
aceptar el viento, el sol o las nubes, aunque no se sometan a nuestro control. Por eso
podemos hablar de una fraternidad universal.
229. Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una
responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos.
Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la
bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre
superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo fundamento de la vida
social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses,
provoca el surgimiento de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo
de una verdadera cultura del cuidado del ambiente.
230. El ejemplo de santa Teresa de Lisieux nos invita a la práctica del pequeño camino
del amor, a no perder la oportunidad de una palabra amable, de una sonrisa, de
cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad. Una ecología integral también está
hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del
aprovechamiento, del egoísmo. Mientras tanto, el mundo del consumo exacerbado es al
mismo tiempo el mundo del maltrato de la vida en todas sus formas.
231. El amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y
se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. El amor a
la sociedad y el compromiso por el bien común son una forma excelente de la caridad,
que no sólo afecta a las relaciones entre los individuos, sino a «las macro-relaciones,
como las relaciones sociales, económicas y políticas» [156] . Por eso, la Iglesia propuso
al mundo el ideal de una «civilización del amor» [157] . El amor social es la clave de un
auténtico desarrollo: «Para plasmar una sociedad más humana, más digna de la
persona, es necesario revalorizar el amor en la vida social –a nivel político, económico,
cultural–, haciéndolo la norma constante y suprema de la acción» [158] . En este marco,
junto con la importancia de los pequeños gestos cotidianos, el amor social nos mueve a
pensar en grandes estrategias que detengan eficazmente la degradación ambiental y
alienten una cultura del cuidado que impregne toda la sociedad. Cuando alguien
reconoce el llamado de Dios a intervenir junto con los demás en estas dinámicas
sociales, debe recordar que eso es parte de su espiritualidad, que es ejercicio de la
caridad y que de ese modo madura y se santifica.
232. No todos están llamados a trabajar de manera directa en la política, pero en el
seno de la sociedad germina una innumerable variedad de asociaciones que intervienen
a favor del bien común preservando el ambiente natural y urbano. Por ejemplo, se
preocupan por un lugar común (un edificio, una fuente, un monumento abandonado, un
paisaje, una plaza), para proteger, sanear, mejorar o embellecer algo que es de todos. A
su alrededor se desarrollan o se recuperan vínculos y surge un nuevo tejido social local.
Así una comunidad se libera de la indiferencia consumista. Esto incluye el cultivo de
una identidad común, de una historia que se conserva y se transmite. De esa manera se
cuida el mundo y la calidad de vida de los más pobres, con un sentido solidario que es al
mismo tiempo conciencia de habitar una casa común que Dios nos ha prestado. Estas
196
acciones comunitarias, cuando expresan un amor que se entrega, pueden convertirse
en intensas experiencias espirituales.
VI. Signos sacramentales y descanso celebrativo
233. El universo se desarrolla en Dios, que lo llena todo. Entonces hay mística en una
hoja, en un camino, en el rocío, en el rostro del pobre [159] . El ideal no es sólo pasar de
lo exterior a lo interior para descubrir la acción de Dios en el alma, sino también llegar
a encontrarlo en todas las cosas, como enseñaba san Buenaventura: «La contemplación
es tanto más eminente cuanto más siente en sí el hombre el efecto de la divina gracia o
también cuanto mejor sabe encontrar a Dios en las criaturas exteriores» [160].
234. San Juan de la Cruz enseñaba que todo lo bueno que hay en las cosas y
experiencias del mundo «está en Dios eminentemente en infinita manera, o, por mejor
decir, cada una de estas grandezas que se dicen es Dios» [161]. No es porque las cosas
limitadas del mundo sean realmente divinas, sino porque el místico experimenta la
íntima conexión que hay entre Dios y todos los seres, y así «siente ser todas las cosas
Dios» [162]. Si le admira la grandeza de una montaña, no puede separar eso de Dios, y
percibe que esa admiración interior que él vive debe depositarse en el Señor: «Las
montañas tienen alturas, son abundantes, anchas, y hermosas, o graciosas, floridas y
olorosas. Estas montañas es mi Amado para mí. Los valles solitarios son quietos,
amenos, frescos, umbrosos, de dulces aguas llenos, y en la variedad de sus arboledas y
en el suave canto de aves hacen gran recreación y deleite al sentido, dan refrigerio y
descanso en su soledad y silencio. Estos valles es mi Amado para mí» [163].
235. Los Sacramentos son un modo privilegiado de cómo la naturaleza es asumida por
Dios y se convierte en mediación de la vida sobrenatural. A través del culto somos
invitados a abrazar el mundo en un nivel distinto. El agua, el aceite, el fuego y los
colores son asumidos con toda su fuerza simbólica y se incorporan en la alabanza. La
mano que bendice es instrumento del amor de Dios y reflejo de la cercanía de Jesucristo
que vino a acompañarnos en el camino de la vida.
El agua que se derrama sobre el cuerpo del niño que se bautiza es signo de vida
nueva. No escapamos del mundo ni negamos la naturaleza cuando queremos
encontrarnos con Dios. Esto se puede percibir particularmente en la espiritualidad
cristiana oriental: «La belleza, que en Oriente es uno de los nombres con que más
frecuentemente se suele expresar la divina armonía y el modelo de la humanidad
transfigurada, se muestra por doquier: en las formas del templo, en los sonidos, en los
colores, en las luces y en los perfumes» [164]. Para la experiencia cristiana, todas las
criaturas del universo material encuentran su verdadero sentido en el Verbo
encarnado, porque el Hijo de Dios ha incorporado en su persona parte del universo
material, donde ha introducido un germen de transformación definitiva: «el
Cristianismo no rechaza la materia, la corporeidad; al contrario, la valoriza plenamente
en el acto litúrgico, en el que el cuerpo humano muestra su naturaleza íntima de templo
del Espíritu y llega a unirse al Señor Jesús, hecho también él cuerpo para la salvación
del mundo» [165].
236. En la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación. La gracia, que tiende a
manifestarse de modo sensible, logra una expresión asombrosa cuando Dios mismo,
hecho hombre, llega a hacerse comer por su criatura. El Señor, en el colmo del misterio
de la Encarnación, quiso llegar a nuestra intimidad a través de un pedazo de materia.
197
No desde arriba, sino desde adentro, para que en nuestro propio mundo pudiéramos
encontrarlo a él. En la Eucaristía ya está realizada la plenitud, y es el centro vital del
universo, el foco desbordante de amor y de vida inagotable. Unido al Hijo encarnado,
presente en la Eucaristía, todo el cosmos da gracias a Dios. En efecto, la Eucaristía es de
por sí un acto de amor cósmico: «¡Sí, cósmico!
Porque también cuando se celebra sobre el pequeño altar de una iglesia en el
campo, la Eucaristía se celebra, en cierto sentido, sobre el altar del mundo» [166]. La
Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado. El mundo que salió de
las manos de Dios vuelve a él en feliz y plena adoración. En el Pan eucarístico, «la
creación está orientada hacia la divinización, hacia las santas bodas, hacia la unificación
con el Creador mismo» [167]. Por eso, la Eucaristía es también fuente de luz y de
motivación para nuestras preocupaciones por el ambiente, y nos orienta a ser custodios
de todo lo creado.
237. El domingo, la participación en la Eucaristía tiene una importancia especial. Ese
día, así como el sábado judío, se ofrece como día de la sanación de las relaciones del ser
humano con Dios, consigo mismo, con los demás y con el mundo. El domingo es el día
de la Resurrección, el «primer día» de la nueva creación, cuya primicia es la humanidad
resucitada del Señor, garantía de la transfiguración final de toda la realidad creada.
Además, ese día anuncia «el descanso eterno del hombre en Dios» [168]. De este modo,
la espiritualidad cristiana incorpora el valor del descanso y de la fiesta. El ser humano
tiende a reducir el descanso contemplativo al ámbito de lo infecundo o innecesario,
olvidando que así se quita a la obra que se realiza lo más importante: su sentido.
Estamos llamados a incluir en nuestro obrar una dimensión receptiva y gratuita, que es
algo diferente de un mero no hacer. Se trata de otra manera de obrar que forma parte
de nuestra esencia. De ese modo, la acción humana es preservada no únicamente del
activismo vacío, sino también del desenfreno voraz y de la conciencia aislada que lleva
a perseguir sólo el beneficio personal. La ley del descanso semanal imponía abstenerse
del trabajo el séptimo día «para que reposen tu buey y tu asno y puedan respirar el hijo
de tu esclava y el emigrante» (Ex 23,12). El descanso es una ampliación de la mirada
que permite volver a reconocer los derechos de los demás. Así, el día de descanso, cuyo
centro es la Eucaristía, derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a
incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres.
242. Junto con ella, en la familia santa de Nazaret, se destaca la figura de san José. Él
cuidó y defendió a María y a Jesús con su trabajo y su presencia generosa, y los liberó de
la violencia de los injustos llevándolos a Egipto. En el Evangelio aparece como un
hombre justo, trabajador, fuerte. Pero de su figura emerge también una gran ternura,
que no es propia de los débiles sino de los verdaderamente fuertes, atentos a la
realidad para amar y servir humildemente. Por eso fue declarado custodio de la Iglesia
universal. Él también puede enseñarnos a cuidar, puede motivarnos a trabajar con
generosidad y ternura para proteger este mundo que Dios nos ha confiado.
IX. Más allá del sol
243. Al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios (cf. 1 Co
13,12) y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo, que participará
con nosotros de la plenitud sin fin. Sí, estamos viajando hacia el sábado de la eternidad,
hacia la nueva Jerusalén, hacia la casa común del cielo. Jesús nos dice: «Yo hago nuevas
198
todas las cosas» (Ap 21,5). La vida eterna será un asombro compartido, donde cada
criatura, luminosamente transformada, ocupará su lugar y tendrá algo para aportar a
los pobres definitivamente liberados.
244. Mientras tanto, nos unimos para hacernos cargo de esta casa que se nos confió,
sabiendo que todo lo bueno que hay en ella será asumido en la fiesta celestial. Junto con
todas las criaturas, caminamos por esta tierra buscando a Dios, porque, «si el mundo
tiene un principio y ha sido creado, busca al que lo ha creado, busca al que le ha dado
inicio, al que es su Creador» [172]. Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra
preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza.
245. Dios, que nos convoca a la entrega generosa y a darlo todo, nos ofrece las fuerzas y
la luz que necesitamos para salir adelante. En el corazón de este mundo sigue presente
el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se
ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar
nuevos caminos.
Alabado sea.
***
246. Después de esta prolongada reflexión, gozosa y dramática a la vez, propongo dos
oraciones, una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador
omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la
creación que nos plantea el Evangelio de Jesús.
Oración por nuestra tierra
Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
199
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.
Oración cristiana con la creación
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
200
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el 24 de mayo, Solemnidad de Pentecostés, del año
2015, tercero de mi Pontificado.
Franciscus
[1] Cántico de las criaturas: Fonti Francescane (FF) 263.
[2] Carta ap. Octogesima adveniens (14 mayo 1971), 21:AAS 63 (1971), 416-417
[3] Discurso a la FAO en su 25 aniversario (16 noviembre 1970):AAS 62 (1970), 833.
[4] Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 15:AAS 71 (1979), 287.
[5] Cf. Catequesis (17 enero 2001), 4:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua
española (19 enero 2001), p. 12.
[6] Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 38: AAS 83 (1991), 841.
[7] Ibíd., 58, p. 863.
[8] Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei sociales (30 diciembre 1987), 34: AAS 80
(1988), 559.
[9] Cf. Id., Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840.
[10] Discurso al Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede (8 enero 2007): AAS
99 (2007), 73.
[11] Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51: AAS 101 (2009), 687
[12] Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín (22 septiembre 2011): AAS 103 (2011),
664.
[13] Discurso al clero de la Diócesis de Bolzano-Bressanone (6 agosto 2008): AAS 100
(2008), 634. 77
[14] Mensaje para el día de oración por la protección de la creación (1 septiembre
2012).
[15] Discurso en Santa Bárbara, California (8 noviembre 1997); cf. John Chryssavgis, On
Earth as in Heaven: Ecological Vision and Initiatives of Ecumenical Patriarch
Bartholomew, Bronx, New York 2012.
[16] Ibíd. 9.
[17] Conferencia en el Monasterio de Utstein, Noruega (23 junio 2003).
[18] Discurso «Global Responsibility and Ecological Sustainability: Closing Remarks», I
Vértice de Halki, Estambul (20 junio 2012).
[19] Tomás de Celano, Vida primera de San Francisco, XXIX, 81: FF 460.
[20] Legenda maior, VIII, 6: FF 1145.
[21] Cf. Tomás de Celano, Vida segunda de San Francisco, CXXIV, 165: FF 750.
[22] Conferencia de los Obispos Católicos del Sur de África, Pastoral Statement on the
Environmental Crisis (5 septiembre 1999).
[23] Cf. Saludo al personal de la FAO (20 noviembre 2014): AAS 106 (2014), 985.
[24] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento
de Aparecida (29 junio 2007), 86.
[25] Conferencia de los Obispos Católicos de Filipinas, Carta pastoral What is
Happening to our Beautiful Land? (29 enero 1988).
201
[26] Conferencia Episcopal Boliviana, Carta pastoral sobre medio ambiente y desarrollo
humano en Bolivia El universo, don de Dios para la vida (2012), 17.
[27] Cf. Conferencia Episcopal Alemana. Comisión para Asuntos Sociales, Der
Klimawandel: Brennpunkt globaler, intergenerationeller und ökologischer
Gerechtigkeit (septiembre 2006), 28-30.
[28] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 483.
[29] Catequesis (5 junio 2013): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española
(7 junio 2013), p. 12. 78
[30] Obispos de la región de Patagonia-Comahue (Argentina), Mensaje de Navidad
(diciembre 2009), 2.
[31] Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos, Global Climate Change:
A Plea for Dialogue, Prudence and the Common Good (15 junio 2001).
[32] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento
de Aparecida (29 junio 2007), 471.
[33] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 56: AAS 105 (2013), 1043.
[34] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 , 12: AAS 82 (1990),
154.
[35]
Id., Catequesis (17 enero 2001), 3: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua
española (19 enero 2001), p. 12.
[36] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 15: AAS 82 (1990),
156.
[37] Catecismo de la Iglesia Católica, 357.
[38] Cf. Angelus (16 noviembre 1980): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua
española (23 noviembre 1980), p. 9.
[39] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril 2005):
AAS 97 (2005), 711.
[40] Cf. Legenda maior, VIII, 1: FF 1134.
[41] Catecismo de la Iglesia Católica, 2416.
[42] Conferencia Episcopal Alemana, Zukunft der Schöpfung – Zukunft der Menschheit.
Erklärung der Deutschen Bischofskonferenz zu Fragen der Umwelt und der
Energieversorgung (1980), II, 2.
[43] Catecismo de la Iglesia Católica , 339.
[44] Hom. in Hexaemeron, 1, 2, 10:PG 29, 9.
[45] Divina Comedia. Paraíso, Canto XXXIII, 145.
[46] Benedicto XVI, Catequesis (9 noviembre 2005), 3:L’Osservatore Romano, ed.
semanal en lengua española (11 noviembre 2005), p. 20.
[47] Id., Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51:AAS 101 (2009), 687.
[48] Juan Pablo II, Catequesis (24 abril 1991), 6:L’Osservatore Romano, ed. semanal en
lengua española (26 abril 1991), p. 6.
[49] El Catecismo explica que Dios quiso crear un mundo en camino hacia su perfección
última y que esto implica la presencia de la imperfección ydel mal físico; cf. Catecismo
de la Iglesia Católica , 310.
[50] Cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes , sobre la Iglesia en el mundo
actual, 36.
[51] Tomás de Aquino, Summa Theologiae I, q. 104, art. 1, ad 4.
202
[52] Id., In octo libros Physicorum Aristotelis expositio, lib. II, lectio 14.
[53] En esta perspectiva se sitúa la aportación del P. Teilhard de Chardin; cf. Pablo VI,
Discurso en un establecimiento químico-farmacéutico (24 febrero 1966):Insegnamenti
4 (1966), 992-993; Juan Pablo II, Carta al reverendo P. George V. Coyne (1 junio
1988):Insegnamenti 5/2 (2009), 60; Benedicto XVI, Homilía para la celebración de las
Vísperas en Aosta (24 julio 2009):L’Osservatore romano, ed. semanal en lengua
española (31 julio 2009), p. 3s.
[54] Juan Pablo II, Catequesis (30 enero 2002), 6:L’Osservatore Romano, ed. semanal en
lengua española (1 febrero 2002), p. 12.
[55] Conferencia de los Obispos Católicos de Canadá. Comisión para los Ąsuntos
Sociales, Carta pastoral You love all that exists... all things are yours, God, Lover of Life
(4 octubre 2003), 1.
[56] Conferencia de los Obispos Católicos de Japón, Reverence for Life. A Message for
the Twenty-First Century (1 enero 2001), n. 89.
[57] Juan Pablo II, Catequesis (26 enero 2000), 5:L’Osservatore Romano, ed. semanal en
lengua española (28 enero 2000), p. 3.
[58] Id., Catequesis (2 agosto 2000), 3:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua
española (4 agosto 2000), p. 8.
[59] Paul Ricoeur, Philosophie de la volonté II. Finitude et culpabilité, Paris 2009, 2016
(ed. esp.:Finitud y culpabilidad, Madrid 1967, 249).
[60] Summa Theologiae I, q. 47, art. 1.
[61] Ibíd.
[62] Cf. ibíd., art. 2, ad 1; art. 3.
[63] Catecismo de la Iglesia Católica, 340.
[64] Cántico de las criaturas: FF 263.
[65] Cf. Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, A Igreja e a questão ecológica
(1992), 53-54.
[66] Ibíd., 61.
[67] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 215:AAS 105 (2013), 1109.
[68] Cf. Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 14:AAS 101
(2009), 650.
[69] Catecismo de la Iglesia Católica, 2418.
[70] Conferencia del Episcopado Dominicano, Carta pastoral Sobre la relación del
hombre con la naturaleza (21 enero1987).
[71] Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens (14 septiembre 1981), 19:AAS 73
(1981), 626.
[72] Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 31:AAS 83 (1991), 831.
[73] Carta enc. Sollicitudo rei sociales (30 diciembre 1987), 33:AAS 80 (1988), 557.
[74] Discurso a los indígenas y campesinos de México, Cuilapán (29 enero 1979), 6:AAS
71 (1979), 209.
[75] Homilía durante la Misa celebrada para los agricultores en Recife, Brasil (7 julio
1980), 4: AAS 72 (1980), 926.
[76] Cf. Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 8: AAS 82 (1990), 152.
[77] Conferencia Episcopal Paraguaya, Carta pastoral El campesino paraguayo y la
tierra (12 junio 1983), 2, 4, d.
203
[78] Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, Statement on Environmental Issues,
Wellington (1 septiembre 2006).
[79] Carta enc. Laborem exercens (14 septiembre 1981), 27: AAS 73 (1981), 645.
[80] Por eso san Justino podía hablar de «semillas del Verbo» en el mundo; cf. II
Apología 8, 1-2; 13, 3-6: PG 6, 457-458; 467.
[81] Juan Pablo II, Discurso a los representantes de la ciencia, de la cultura y de los altos
estudios en la Universidad de las Naciones Unidas, Hiroshima (25 febrero 1981), 3: AAS
73 (1981), 422.
[82] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 69: AAS 101 (2009),
702.
[83] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, Würzburg 1965 9, 87 (ed. esp.: El ocaso
de la Edad Moderna, Madrid 1958, 111-112).
[84] Ibíd. (ed. esp.: 112).
[85] Ibíd., 87-88 (ed. esp.: 112).
[86] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 462.
[87] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 63s (ed. esp.: El ocaso de la Edad
Moderna, 83- 84).
[88] Ibíd., 64 (ed. esp.: 84).
[89] Cf. Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 35: AAS 101
(2009), 671.
[90] Ibíd., 22: p. 657.
[91] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 231: AAS 105 (2013), 1114.
[92] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 63 (ed. esp.: El ocaso de la Edad Moderna,
83).
[93] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 38: AAS 83 (1991), 841.
[94] Cf. Declaración Love for Creation. An Asian Response to the Ecological Crisis,
Coloquio promovido por la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia
(Tagaytay 31 enero – 5 febrero 1993), 3.3.2.
[95] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991), 840.
[96] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 2: AAS 102 (2010),
41. 82
[97] Id., Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 28: AAS 101 (2009), 663.
[98] Cf. Vicente de Lerins, Commonitorium primum, cap. 23: PL 50, 668 : « Ut annis
scilicet consolidetur, dilatetur tempore, sublimetur aetate ».
[99] N. 80: AAS 105 (2013), 1053.
[100] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo
actual, 63.
[101] Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 37: AAS 83 (1991),
840.
[102] Pablo VI, Carta enc. Populorum progressio (26 marzo 1967), 34: AAS 59 (1967),
274.
[103] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 32: AAS 101 (2009),
666.
[104] Ibíd.
[105] Ibíd. 101.
[106] Catecismo de la Iglesia Católica, 2417.
204
[107] Ibíd., 2418.
[108] Ibíd., 2415.
[109] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990 , 6: AAS 82 (1990), 150.
[110] Discurso a la Pontificia Academia de las Ciencias (3 octubre 1981), 3:
L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (8 noviembre 1981), p. 7.
[111] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 7: AAS 82 (1990), 151.
[112] Juan Pablo II, Discurso a la 35 Asamblea General de la Asociación Médica Mundial
(29 octubre 1983), 6: AAS 76 (1984), 394.
[113] Comisión Episcopal de Pastoral social de Argentina, Una tierra para todos (junio
2005), 19.
[114] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992),
Principio 4.
[115] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 237: AAS 105 (2013), 1116.
[116] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 51: AAS 101 (2009),
687. 83
[117] Algunos autores han mostrado los valores que suelen vivirse, por ejemplo, en las
« villas », chabolas o favelas de América Latina: cf. Juan Carlos Scannone, S.J., «La
irrupción del pobre y la lógica de la gratuidad», en Juan Carlos Scannone y Marcelo
Perine (eds.), Irrupción del pobre y quehacer filosófico. Hacia una nueva racionalidad,
Buenos Aires 1993, 225-230.
[118] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
482.
[119] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 210: AAS 105 (2013), 1107.
[120] Discurso al Deutscher Bundestag, Berlín (22 septiembre 2011): AAS 103 (2011),
668.
[121] Catequesis (15 abril 2015): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua
española (17 abril 2015), p. 2.
[122] Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia en el mundo
actual, 26.
[123] Cf. n. 186-201: AAS 105 (2013), 1098-1105.
[124] Conferencia Episcopal Portuguesa, Carta pastoral Responsabilidade solidária pelo
bem Comum (15 septiembre 2003), 20.
[125] Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 8: AAS 102
(2010), 45.
[126] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992),
Principio 1.
[127] Conferencia Episcopal Boliviana, Carta pastoral sobre medio ambiente y
desarrollo humano en Bolivia El universo, don de Dios para la vida (2012), 86.
[128] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Energía, justicia y paz, IV, 1, Ciudad del Vaticano
2013, 57.
[129] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 67: AAS 101 (2009),
700.
[130]
Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 222: AAS 105 (2013), 1111.
[131] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
469.
205
[132] Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992),
Principio 15.
[133] Cf. Conferencia del Episcopado Mexicano. Comisión Episcopal para la Pastoral
Social,
Jesucristo, vida y esperanza de los indígenas y campesinos (14 enero 2008). 84
[134] Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
470.
[135] Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 9:AAS 102 (2010), 46.
[136] Ibíd.
[137] Ibíd. , 5: p. 43.
[138] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 50:AAS 101 (2009),
686.
[139] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 209:AAS 105 (2013), 1107.
[140] Ibíd., 228: p. 1113.
[141] Cf. Carta enc. Lumen fidei (29 junio 2013), 34:AAS 105 (2013), 577: «La luz de la
fe, unida a la verdad del amor, no es ajena al mundo material, porque el amor se vive
siempre en cuerpo y alma; la luz de la fe es una luz encarnada, que procede de la vida
luminosa de Jesús. Ilumina incluso la materia, confía en su ordenamiento, sabe que en
ella se abre un camino de armonía y de comprensión cada vez más amplio. La mirada
de la ciencia se beneficia así de la fe: esta invita al científico a estar abierto a la realidad,
en toda su riqueza inagotable. La fe despierta el sentido crítico, en cuanto que no
permite que la investigación se conforme con sus fórmulas y la ayuda a darse cuenta de
que la naturaleza no se reduce a ellas. Invitando a maravillarse ante el misterio de la
creación, la fe ensancha los horizontes de la razón para iluminar mejor el mundo que se
presenta a los estudios de la ciencia».
[142] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 256: AAS 105 (2013), 1123.
[143] Ibíd., 231: p. 1114.
[144] Das Ende der Neuzeit, Würzburg 19659, 66-67 (ed. esp.: El ocaso de la Edad
Moderna, Madrid 1958, 87).
[145] Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 1: AAS 82 (1990),
147.
[146] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 66: AAS 101 (2009),
699.
[147] Id., Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2010, 11: AAS 102 (2010), 48.
[148] Carta de la Tierra, La Haya (29 junio 2000).
[149] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus (1 mayo 1991), 39: AAS 83 (1991),
842. 85
[150] Id., Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1990, 14: AAS 82 (1990), 155.
[151] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 261: AAS
105 (2013), 1124.
[152] Benedicto XVI, Homilía en el solemne inicio del ministerio petrino (24 abril
2005): AAS 97 (2005), 710.
[153] Conferencia de los Obispos católicos de Australia, A New Earth – The
Environmental Challenge (2002).
[154] Romano Guardini, Das Ende der Neuzeit, 72 (ed. esp.: El ocaso de la Edad
Moderna, 93).
206
[155] Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 71: AAS 105 (2013), 1050.
[156] Benedicto XVI, Carta enc. Caritas in veritate (29 junio 2009), 2: AAS 101 (2009),
642.
[157] Pablo VI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 1977: AAS 68 (1976), 709.
[158]Consejo Pontificio Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia,
582.
[159] Un maestro espiritual, Ali Al-Kawwas, desde su propia experiencia, también
destacaba la necesidad de no separar demasiado las criaturas del mundo de la
experiencia de Dios en el interior. Decía: «No hace falta criticar prejuiciosamente a los
que buscan el éxtasis en la música o en la poesía. Hay un secreto sutil en cada uno de los
movimientos y sonidos de este mundo. Los iniciados llegan a captar lo que dicen el
viento que sopla, los árboles que se doblan, el agua que corre, las moscas que zumban,
las puertas que crujen, el canto de los pájaros, el sonido de las cuerdas o las flautas, el
suspiro de los enfermos, el gemido de los afligidos...» (Eva De Vitray-Meyerovitch [ed.],
Anthologie du soufisme, Paris 1978, 200).
[160] In II Sent., 23, 2, 3.
[161] Cántico espiritual, XIV-XV, 5.
[162] Ibíd.
[163] Ibíd., XIV-XV, 6-7.
[164] Juan Pablo II, Carta ap. Orientale lumen (2 mayo 1995), 11: AAS 87 (1995), 757.
[165] Ibíd.
[166] Id., Carta enc. Ecclesia de Eucharistia (17 abril 2003), 8: AAS 95 (2003), 438. 86
[167] Benedicto XVI, Homilía en la Misa del Corpus Christi (15 junio 2006): AAS 98
(2006), 513.
[168] Catecismo de la Iglesia Católica, 2175.
[169] Juan Pablo II, Catequesis (2 agosto 2000), 4: L’Osservatore Romano, ed. semanal
en lengua española (4 agosto 2000), p. 8.
[170] Quaest. disp. de Myst. Trinitatis, 1, 2, concl.
[171] Cf. Tomás de Aquino, Summa Theologiae I, q. 11, art. 3; q. 21, art. 1, ad 3; q. 47,
art. 3.
[172] Basilio Magno, Hom. in Hexaemeron, 1, 2, 6: PG 29, 8.
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“Laudato Si es un problema para los políticos que
usan la Biblia como escudo contra el cambio climático”. 06/07/2015
Naomi Klein:
Naomi Klein: “Laudato Si es un problema para los políticos que usan la Biblia como
escudo contra el cambio climático”
Debate: Primera encíclica del Papa Francisco, “Laudato si”, sobre los riesgos planetarios
de la contaminación y el calentamiento global.
Ciudad del Vaticano, 1 de julio de 2015.- La escritora y activista medioambiental
canadiense, Naomi Klein, autora del best seller “No Logo”, apoyó en el Vaticano la
207
publicación de la encíclica papal “Laudato si’” y criticó a los “expertos económicos” que
priorizan “proteger los beneficios de las corporaciones” por sobre “el valor de la vida”.
“El papa Francisco escribe que ´Laudato si´ no está dirigida sólo a los católicos, sino a
todas las personas que habitan el planeta. Y puedo decir, como una feminista secular
judía, que también me habla a mí”, aseguró Klein durante presentación de la conferencia
“Las personas y el planeta en primer lugar: la necesidad de cambiar el rumbo”,
organizada por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz.
La periodista aseguró que “muchas cosas cambiarán con la publicación de esta
encíclica”, lo que “puede ser un problema real para los políticos de Estados Unidos que
contaban con usar la Biblia como su escudo para esconder su oposición a actuar contra el
cambio climático”.
En esa línea, expresó durante su presentación en la sala Juan Pablo II de la Sala
Stampa vaticana que el viaje que el sumo pontífice emprenderá a Estados Unidos en
septiembre de 2015 “no podría haberse dado en un tiempo más apropiado”.
Crítica a los tecnócratas
“Hemos llegado a esta peligrosa situación en parte por muchos de esos expertos
económicos que empuñaron sus poderosas herramientas tecnocráticas sin sabiduría”,
aseguró la autora del también premiado libro “La doctrina del shock”.
Al igual que el papa Francisco en la encíclica, Klein criticó a los tecnócratas por
“producir modelos que escandalosamente dieron pequeña importancia al valor de la
vida humana, especialmente de los más pobres, mientras que priorizaron la protección
de los beneficios de las corporaciones y el crecimiento económico”.
“En un mundo en el que los beneficios son constantemente puestos delante de la
gente y del planeta, la economía del clima está relacionada con la ética y la moral. Y si
coincidimos en que poner en riesgo la vida en la tierra es una crisis moral, entonces nos
incumbe a todos actuar”, agregó.
“Como bien señala la encíclica, la negación toma muchas formas distintas”, criticó
Klein y en referencia a los críticos del texto papal explicó: “Muchos en el espectro
político alrededor del mundo aceptan la ciencia, pero rechazan sus difíciles
implicaciones”.
“Son los que dicen que el Papa Francisco puede tener razón sobre la ciencia, e incluso
sobre los temas de moral, pero que piden que deje la economía y la política a los expertos.
Son los que saben sobre privatizaciones de agua, por ejemplo, y cómo el mercado puede
resolver todo”, señaló con ironía.
La Conferencia “Las personas y el planeta en primer lugar: el imperativo de
cambiar de rumbo”, fue organizada por el Consejo Pontificio Justicia y Paz y CIDSE, red
internacional de ONG’s católicas para el desarrollo.
Junto a Naomi Klein intervinieron también el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson,
presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz; Ottmar Edenhofer, co presidente del
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC); y Bernd
Nilles, secretario general de la Alianza Internacional de Organizaciones de Desarrollo
católicas (CIDSE).
“Esta creciente comprensión es la causa de algunas alianzas sorprendentes e
incluso inverosímiles. Como, por ejemplo, yo en el Vaticano. Al igual que los sindicatos,
los indígenas, los fieles de diversos grupos y los ecologistas trabajando más en contacto
208
que nunca. Dentro de estas coaliciones, no estamos de acuerdo en todo”, subrayó
Naomi Klein.
“Lo que siempre debemos recordar -subrayó Naomi Klein- es que no es
demasiado tarde para desviarse del camino peligroso que nos está llevando hacia 4
grados de calentamiento. De hecho aún podríamos mantener el calentamiento por
debajo de 1,5 grados si lo consideramos nuestra principal prioridad colectiva. Sería
difícil, sin duda. Tan difícil como el racionamiento y las reconversiones industriales que
una vez que se hicieron en tiempos de guerra”.
“Como los programas ambiciosos de lucha contra la pobreza y obras públicas a
raíz de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Pero difícil no es lo mismo que
imposible. Y renunciar a una tarea que podría salvar incontables vidas y evitar tanto
sufrimiento, simplemente porque es difícil, costoso y requiere sacrificio de los que
pueden permitirse vivir con menos no es pragmatismo. Es una rendición de lo más
cobarde. Y no hay análisis de costos y beneficios en el mundo capaz de justificarlo”,
concluyó la escritora canadiense.
Un bien común
El cardenal Turkson subrayó que el título de la conferencia indica claramente el
objetivo que se persigue: la gente y el planeta, no uno a expensas del otro. Recordó que
en su encíclica Laudato si’, el Papa propone una ecología integral que respete la
dimensión humana y social y evidencia que el cambio climático es uno de los
principales desafíos que enfrenta la humanidad, señalando además que el clima es un
bien común, que pertenece a todos y es significativo para todos.
“Sin embargo, los costos del cambio climático repercuten sobre todo en los que son
menos responsables y menos capaces de adaptarse a él, a los pobres”, señaló el
purpurado. Añadió que el cambio climático “es un problema global con un espectro de
consecuencias graves: ambientales, sociales, económicas y políticas”.
En ‘Laudato si’ el Papa Francisco lamenta el fracaso de las últimas cumbres
mundiales sobre el medio ambiente y lanza un llamado urgente para que se logren
acuerdos internacionales vinculantes para detener el cambio climático.
A este respecto, como observó el cardenal Turkson, la conferencia COP21 (a
realizarse en París, entre el 30 de noviembre y el 11 diciembre de 2015) será crucial en
la identificación de soluciones fuertes para el problema del cambio climático.
Objetivos hacia 2030
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030) también son relevantes en
este contexto y coinciden en diversos aspectos con cuanto afirma el Papa en su
encíclica.
“Por ejemplo, en el punto 13 dedicado al imperativo de tomar medidas urgentes
para combatir el cambio climático y sus repercusiones, las propuestas incluyen la
construcción de ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y
sostenibles; el establecimiento de patrones de consumo y producción sostenibles; la
defensa del mar y el uso sostenible de sus recursos marinos para el desarrollo; la
protección, la restauración y la promoción del uso sostenible de los ecosistemas terrestres;
la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertificación; y revertir la
degradación del suelo y la pérdida de biodiversidad”, según expuso el cardenal Turkson.
209
“Estos objetivos, de forma similar a los puntos importantes en ‘Laudato si’,
dependen del compromiso y de la voluntad de toda la comunidad mundial durante la
70 Asamblea General de la ONU, a partir de mediados de septiembre de 2015. Sin
embargo -el mayor obstáculo para el “imperativo de cambiar de rumbo” no es
económico, científico o incluso tecnológico, sino que se anida, más bien, en nuestras
mentes y corazones. La misma lógica que dificulta tomar decisiones drásticas para
invertir la tendencia al calentamiento global es la que no permite cumplir con el
objetivo de erradicar la pobreza. La dimensión política necesita retomar el control
sobre la economía y las finanzas, es decir, sobre las decisiones básicas de las sociedades
humanas. Este es el camino que recorre la entera familia humana, el que pasa de Nueva
York a París y más allá”, finalizó el prelado.
SIPOINT – SITUACIÓN POLÍTICA INTERNACIONAL
El Buen Vivir: una concepción integral del desarrollo,
la democracia, los derechos. Isabel Rauber. Red de Educación y Economía Social y
25-06-2015.
Solidaria
Ponencia presentada en el “I Congreso Internacional Inventar la Democracia del
Siglo XXI. Derechos Humanos, Cultura y Vivir Bien”, Caracas, 28 al 30 de mayo de 2015
Las reflexiones que aquí comparto no se referencian ni se explican a partir de los
paradigmas del pensamiento de izquierda predominante en el siglo XX. Nutriéndose de
ellos, las propuestas, conceptos y miradas que sostengo se inscriben en una concepción
que procura contribuir a una visión actualizada del sistema mundo regido por el capital
en tiempos de la globalización de su hegemonía [globocolonización, al decir de Frei
Beto]. Y esto tiene que ver tanto con la crítica analítica del mundo en el presente, como
con las reflexiones acerca de la posibilidad de superar el capitalismo en favor de la vida.
La crisis y decadencia global del capitalismo actual no responde a una casualidad, ni es
consecuencia de “errores” o deficiencias en la aplicación del modelo neoliberal de
funcionamiento del mercado: es lo que el neoliberalismo buscó y sembró; es lo que está
en su naturaleza, es la perversión del sistema regido por la creciente e inagotable
voracidad de las grandes corporaciones financieras, que se expresan a través de la
banca mundial y marcan hoy la escalada de un nuevo saqueo para un nuevo ciclo de
acumulación y colonización del capital a escala planetaria. Depredador de la naturaleza
y de los seres humanos, el capitalismo carece de posibilidades para resolver el
problema que genera, por el contrario, solo puede agravarlo. [Nota ELCH: Remitirse a la
Editorial]
Las fuerzas para resistir la embestida del capital y su avasallante pensamiento
único que pretende afirmar (imponer) que este es el único mundo posible, emergen de
las resistencias, de las creaciones y construcciones alternativas de los pueblos. En sus
prácticas cotidianas ellos buscan y crean nuevos modos de producir y reproducir la
vida, adelantando elementos de lo que un día será –integralmente‑ una nueva
civilización, anclada en el buen vivir y convivir entre todos y todas, viviendo en
comunidad en reencuentro con la naturaleza, en aras de hacer realidad –emancipación
del mercado mediante‑, la plenitud y felicidad colectiva e individual de la humanidad.
210
La expresión Buen Vivir o Vivir Bien, propia de los pueblos originarios de Bolivia,
Ecuador, Perú... significa, en primer término, “Vivir bien entre nosotros”. Propugna una
convivencia comunitaria con interculturalidad y sin asimetrías de poder. Como afirmó
Evo Morales: “No se puede Vivir Bien si los demás viven mal”. Y esta expresión
condensa lo central del planteamiento solidario: Se trata de vivir como parte de la
comunidad, con protección de ella y protegiéndola, en armonía con la naturaleza. “Vivir
en equilibrio con lo que nos rodea” y también “bien contigo y conmigo”; es diferente del
‘bienestar’ individualista promovido por el mercado, erigido de espaldas o en contra de
“los demás”, y separado de la naturaleza a la que considera su “objeto”.
El Buen Vivir incluye la afectividad, el reconocimiento y el prestigio social; se
corresponde con una concepción integral de la sociedad que articula desarrollo y
democratización, en la que desarrollo y democracia se basan y proyectan una opción
civilizatoria en la que late con fuerza la posibilidad de vida .
El Buen Vivir resume y proyecta principios claves para la construcción de la
nueva civilización anclados en la solidaridad, el equilibrio y la complementariedad de
las diferencias, el respeto de la naturaleza como fuente de identidad humana, que
reubica a la vida como un don indivisible del ser en la naturaleza y la sociedad. No se
trata de un compendio de dogmas que haya que seguir; no es un nuevo tipo de
fundamentalismo, sino una fuente de energía civilizatoria que tiene su eje en la vida, a
ella se debe, la defiende y en torno a ella proyecta su desarrollo. Por ello, se trata de una
propuesta abierta a la creatividad de las generaciones humanas.
Una concepción integral del desarrollo, la democracia, los derechos…
El respeto a los derechos humanos y colectivos, el sentido de pertenencia, la
seguridad, el respeto a las formas de organización social y los derechos de las minorías
y mayorías constituyen parte del núcleo central del Buen Vivir. Estas razones, entre
otras, hacen del debate del desarrollo un debate político, social, cultural y ético, además
de económico , concepción que -en nuestras tierras- se articula directamente con el
debate de la pobreza y la riqueza, de la propiedad de los recursos energéticos, del
acceso a los servicios, del goce de los derechos, es decir, con la democracia. [1]
Atender a todos esos problemas, buscar soluciones estables para ellos, es
apuntalar procesos de desarrollo que son, a la vez, de democratización intercultural, y
viceversa. Desarrollo, democracia, interculturalidad y descolonización guardan en esta
concepción del mundo una relación directa biunívoca, incompatible con la
esquizofrenia capitalista que contrapone economía y sociedad, sociedad y política,
humanidad y naturaleza, lo público y lo privado, lo macro y lo micro. Los viejos
paradigmas sobre civilización, desarrollo, bienestar y progreso social basados en el
consumismo, el derroche y el uso abusivo de la naturaleza, se revelan hoy más que
nunca antes en su irracionalidad y resultan insostenibles.
La naturaleza en el centro de la vida
La concepción mercantil-cuantitativa del desarrollo considera a la naturaleza
como un objeto que la humanidad puede y debe conquistar, dominar y explotar en aras
de su “bienestar”. El capitalismo transformó a la naturaleza en “objeto-mercancía”, en
un territorio que, mediante su loteo y apropiación privados, puede ser vendido,
comprado, expropiado, saqueado, vaciado, bombardeado, enajenado, etcétera. Se
211
consideró a la naturaleza como una especie de barril sin fondo y sin capacidad de
reacción hasta que dio claras muestras de lo contrario: el creciente agujero en la capa
de ozono, los tsunamis y terremotos, el agotamiento de los recursos energéticos, las
sequías o las inundaciones, las contaminaciones… han sido parte del lenguaje y el
mensaje de la naturaleza.
Hoy está claro (y se reconoce) que la biosfera no solo es fuente generadora de
vida, de recursos energéticos, sino también reguladora del equilibrio global del sistema.
Y esto coincide plenamente con lo que los pueblos andinos llaman, desde hace siglos, la
Pachamama (Madre tierra, madre agua, madre selva). Desde esta perspectiva, la
naturaleza no solo es vista como fuente de recursos y materias primas sino como
responsable de importantes equilibrios indispensables para mantener el patrimonio de
biodiversidad para las futuras generaciones.
En esta dimensión ecológica de la realidad, los seres humanos nos reconocemos
como parte intrínseca e indivisible de la naturaleza. Tal es la perspectiva cosmocéntrica que posibilita pensar en el futuro humano con un sentido y concepción
diferentes del progreso y bienestar. Esto se resume en el Vivir Bien, raizalmente
defensor-promotor de lo humano en armonía con la naturaleza. En tal sentido, resulta
claro que las cuestiones ecológicas o referidas a la naturaleza no pueden ser analizadas
de modo aislado, como tampoco lo relativo a pobreza, desarrollo, democracia… Es
indispensable el enfoque integral sistémico (economía, política, cultura, modo de
vida…) de la vida en las realidades sociales en cada momento.
Sacudirse las anteojeras culturales del pasado
Sacudirse las anteojeras culturales propias de otros tiempos y desarrollar las
capacidades para hacer frente a las nuevas realidades, situaciones y problemáticas,
resulta también parte del corazón de las transformaciones políticas de los procesos de
democratización y justicia social que se desarrollan en países de Latinoamérica.
En este sentido, el problema central no se plantea –al decir de Laclau (2004)‑, con
los valores de la democracia liberal: Libertad, igualdad fraternidad, sino con el sistema
de poder que redefine y limita en cada momento la operación de esos valores. Por eso,
en tiempos de disputa de poder como ocurre hoy en los procesos de Venezuela, Bolivia,
Ecuador… florecen las luchas de pueblos: en las comunas y consejos comunales, en las
comunidades indígenas, de campesinos/as y en diversos sectores sociales interesados
en participar plenamente en la democracia, es decir, ampliándola, luchando para hacer
extensivos los principios de igualdad y libertad en sus relaciones sociales, económicas,
culturales y políticas.
Se trata de una transformación raizal de la democracia que se propone
profundizar-cambiar las herramientas que ella misma ofrece en aras de poner fin a las
relaciones de poder instauradas por la democracia excluyente y elitista del capital,
adentrándose en procesos de construcción ‑desde abajo‑ de otra democracia, otro
poder, otro Estado, otra relación Estado-sociedad-ciudadanía, otra hegemonía: la de los
pueblos en defensa de la vida. Hay que estar atentos para evitar la trampa del
paradigma neoliberal que considera a la democracia (y el Estado) como un ámbito
abstracto, un terreno carente de conflictos, un espacio neutral de competencia de
intereses.
212
La construcción desde abajo de una nueva hegemonía, de un nuevo poder, de un
nuevo Estado para el Buen Vivir y Convivir, requiere de un tipo de organización y
conducción políticas raizalmente diferentes de las modalidades y los métodos de
trabajo, de organización y de gestión, particularmente en el ámbito de lo público. Se
trata de una lógica que busca articular y construir protagonismo y conciencia colectivos
como sustrato del poder popular, basado en la solidaridad y el encuentro, en el
reconocimiento y la aceptación de las diferencias sin pretender su eliminación,
entendiéndolas como factores enriquecedores y no como “defecto”. Esta lógica no
puede basarse en la antagonización ‑y exclusión‑ de lo diferente, sino en la búsqueda de
espacios donde la diversidad sea cada vez más naturalmente incorporada, propiciando
el trabajo interarticulado, intercultural, de lo diverso.
Recuperar la dimensión sistémica de la categoría “modo de producción”
Los debates acerca del desarrollo, la democratización, la participación ciudadana,
la educación, la jurisprudencia, la ecología, etc., son parte de los actuales procesos de
búsqueda, creación y construcción de alternativas civilizatorias (prácticas y
epistemológicas) superadoras de la civilización capitalista. En ellas destaca un nuevo
principio rearticulador de la civilización: la indivisible interrelación naturalezasociedad, parte de las claves para la defensa integral de la vida.
Este anclaje epistemológico-cosmovisivo es fundamental, pues resume las bases
conceptuales de partida para la creación de un nuevo modo de producción y
reproducción de la vida social, es decir, de un nuevo modo de vida, anclado en la
indivisibilidad de la vida humana y la naturaleza. En tal sentido, este principio
cosmovisivo constituye parte del nuevo horizonte civilizatorio. Marx lo descubrió al
analizar la genealogía del capital y las claves sociales de su reproducción:
El modo de producir los medios de vida de los hombres depende, ante todo de la
naturaleza misma de los medios de vida con que se encuentran y que hay que
reproducir.
Este modo de producción no debe considerarse solamente en el sentido de la
reproducción de la existencia física de los individuos. Es ya, más bien, un determinado
modo de la actividad de estos individuos, un determinado modo de manifestar su vida,
un determinado modo de vida. Lo que son coincide, por consiguiente, con su
producción, tanto con lo que producen como con el modo de cómo producen . Lo que
los individuos son depende, por tanto, de las condiciones materiales de su producción.
[2] [Engels, F. y Marx, C., 1976 (I): 16]
En su crítica al capitalismo Marx articuló producción económica con
reproducción social y puso al descubierto que las condiciones de producción
constituyen a la vez las de reproducción. En tanto la reproducción social forma parte de
la reproducción económica, garantiza ‑en el capitalismo‑ la reiteración ampliada del
sistema de clases sociales que le es propio, afianzando-profundizando en cada ciclo la
condición de vendibilidad de la mano de obra y también de la naturaleza (transformada
por el mercado en objeto, en materia prima, etc.), y ampliando la acción materialespiritual de los mecanismos del mercado (hegemonía).
Vendibilidad y enajenación, claves de la hegemonía del capital
213
El capitalismo tardío generó un sistema perverso anclado en la muerte. Siembra
guerras interminables como mecanismo de dominación de estados‑naciones
transformándolos en ingobernables. Paralelamente promueve como nunca antes el
consumismo desenfrenado, la ansiedad por los objetos, la cosificación de la alegría y la
felicidad, la cosificación de la vida toda… Esto indica que el mercado capitalista ha
logrado un alto poder de naturalización de lo que fue originariamente coacción: la
vendibilidad de los seres humanos en el mercado convertidos en “fuerza de trabajo”, en
mercancía. Así, la humanidad fragmentada y enajenada, redujo su condición de “ser
humano” a la función de su vendibilidad. Por eso, para adentrarse en los mecanismos
de la hegemonía del capital, la categoría vendibilidad es clave.
Vendibilidad es la capacidad de transformar cualquier ente en objeto vendible. Y
esta es la lógica del mercado: transformar todo lo existente en objetos vendibles, en
mercancías. Lo que no se puede comprar y vender no existe para el mercado, carece de
sentido y, peor, no merece existir.
El concepto vendibilidad está en la analítica de las claves fundamentales de la
estructuración del capital, y tiene un alto valor para los estudios actuales acerca de la
lógica del dominio del capital en el mundo. El capital, definió Marx, no es solamente una
forma económica de existencia, abarca todas las esferas y las dimensiones de la vida
social, colectiva e individual.
Ni el dinero ni la mercancía son de por sí capital, como no lo son tampoco los
medios de producción ni los artículos de consumo. Necesitan convertirse en capital. Y
para ello han de concurrir una serie de circunstancias concretas, que pueden resumirse
así: han de enfrentarse y entrar en contacto dos clases, muy diversas de poseedores de
mercancías; de una parte, los propietarios de dinero, medios de producción y artículos
de consumo, deseosos de valorizar la suma de valor de su propiedad mediante la
compra de fuerza ajena de trabajo; de otra parte, los obreros libres, vendedores de su
propia fuerza de trabajo y, por tanto, de su trabajo. [Marx, 1973: 655 Cursivas del autor.
Negritas mías.]
En el feudalismo el siervo no podía vender nada sin el consentimiento del señor, y
el burgués no podía tampoco ejercer el comercio sin permiso del rey. El supremo ideal
de entonces, era que cada quien pudiera enajenar libremente lo que le pertenecía,
incluyéndose uno mismo en la oferta. Obviamente, primero hubo que crear –ex profeso,
las condiciones para esa vendibilidad: la expulsión de las tierras de los campesinos, la
persecución y el castigo de la mendicidad, la obligatoriedad de emplearse (a cambio de
monedas) o quedar expuesto a la muerte. Así, la vendibilidad de la fuerza de trabajo fue
de la mano con la disponibilidad del burgués para contratar “libremente”. Todo
regulado por el mercado: el hambre, la expulsión de las tierras, la conversión del
esclavo en ciudadano “libre”, obligado por el terror a autoenajenarse en la mercancía
“fuerza de trabajo”, para venderse en el mercado de trabajo o morir. El modo de
producción cambiaba, de feudal a burgués, pero no se modificó el carácter privado de
los medios de producción. Así, resumidamente, vendibilidad, enajenación y
autoenajenación del trabajo se anudan en un núcleo: el mercado capitalista. Tal la
mistificación exaltada de la libertad del burgués.
La identificación entre enajenación y cosificación (reificación), es parte del
proceso de formación del mercado capitalista, el fundamento constituyente de la
sociedad capitalista.
214
El centro del mecanismo de funcionamiento del capital radica en que los seres
humanos son cosificados a través del mercado, es decir, convertidos en objetos, en
cosas. Una vez convertidos en cosas, son vendibles, ¿dónde?, en el mercado. ¿En calidad
de qué?, de fuerza de trabajo. Eso en primer lugar.
La vendibilidad no conoce de límites ni barreras. A lo largo de siglos el mercado
ha ido perfeccionando las condiciones para la cosificación humana y su vendibilidad: en
la era de la globalización del mercado capitalista todo es factible de ser vendido y de ser
comprado. La transformación del sujeto en objeto que vive para el mercado, es parte
del proceso de hegemonía global del capital. Tal la dimensión destructiva y
deshumanizadora de la civilización del capital. Y tales las claves materiales, ideológicas
y culturales a tener en cuenta para buscar caminos para su superación a favor de la
vida.
La disputa de la subjetividad
En el debate político acerca de las alternativas de nuestra época, la disputa de la
subjetividad es clave, pues se encamina a la construcción de subjetividades ajenas a la
hegemonía destructiva del mercado, es decir, subjetividades alterhegemónicas.
En el ámbito de la subjetividad está la conciencia. La conciencia no es solamente
lo conciente racional, es todo lo que hace que uno tenga una determinada concepción
del mundo y de su lugar en el mundo. Por eso abocarse a cambiar la subjetividad
construida por el mercado capitalista no es “perder el tiempo” con necedades, ni
confundir (nuevamente) subjetividad con “lo subjetivo”.
El debate de la subjetividad es ante todo la pelea contra la cosificación y
vendibilidad de los sujetos, dando la batalla ideológica y cultural para que los sectores
populares descubran en sus realidades, en sus modos de vida, cómo el capital los va
transformado cada vez más en objetos que viven para el mercado, convenciéndolos de
que la felicidad radica en el consumo.
En este sentido hay que volver a discutir la revolución, la reconstrucción del
sujeto, la construcción del poder popular en pos de la liberación.
La extensión universal de la vendibilidad, o sea, la transformación de todas las cosas (y
seres humanos) en mercancías, implica la cosificación de las relaciones humanas. Por
eso, según Marx, el mercado cosifica en relaciones mercantiles lo que ha construido a
partir de las relaciones humanas enajenadas y cosificadas. La fragmentación del cuerpo
social en individuos aislados que persiguen objetivos particulares entregados por la
servidumbre de la necesidad egoísta, hace una virtud de ese egoísmo en el culto de la
vida privada (egoísta).
De ahí se deduce que si alguien trata de liberarse solamente de una cara de la
oposición, su solución resultará ficticia y enajenada. Y esto, por supuesto, se aplica a
ambas caras tomadas separadamente. La simple abolición de lo ‘privado’ es tan
artificial y enajenada como la ‘fragmentación’, ‘atomización’, ‘privatización’ de lo
‘público’. La absolutización de cualquiera de los dos lados significa o que el hombre está
privado de su individualidad y convertido en un productor público abstracto, o que,
privado de su sociabilidad, se transforma en un ‘consumidor privado’ igualmente
abstracto. Ambos son ‘hombres mercancía’, con la diferencia de que mientras uno
define su propia esencia como ‘productor de mercancías’, el otro encuentra su
215
autoconfirmación en ser un ‘consumidor de mercancías’ autocontenido. [Mészáros,
1978: 172-173]
La vendibilidad, en realidad lo que esta expresando, es cómo se produce la
enajenación en el capitalismo, cómo se produce la transformación de los sujetos en
objetos, como se produce el acto de cosificación, la conversión de los seres humanos en
cosas para el mercado y del mercado. Porque el mercado, en tanto y en cuanto decide
quien puede comer y quien no, se transforma en el determinante de la vida. Ese ha sido
su objetivo, ese ha sido su logro, la clave de su hegemonía. Y hasta ahí hay que llegar en
la analítica crítica en búsqueda de caminos para la superación de la enajenación.
En tal sentido, el concepto vendibilidad resulta insoslayable para comprender el
mundo en su integralidad objetivo-sujetiva; un planteamiento dialéctico materialista
fundamental que ha sido prácticamente ocultado o negado por el dogmatismo marxista
mecanicista que, incapaz de aprehender la naturaleza dialéctica del movimiento social,
pretendió ser “científico” separando lo objetivo de lo subjetivo. Así, su “ciencia social”
construyó realidades enfrentadas: una “realidad objetiva”, y una “realidad subjetiva”,
como si fueran mundos diferentes, paralelos. En virtud de ello consideró ‑y aun
considera‑, que en la sociedad existen –separadamente-, “condiciones objetivas”, y
“condiciones subjetivas”. Existe una abrumadora literatura marxista del siglo XX, donde
pueden leerse tesis acerca de la existencia de “condiciones objetivas maduras”
enfrentadas a “condiciones subjetivas inmaduras” o rezagadas a las que, para resumir,
se identificó como “factor subjetivo” o el estado de la “conciencia” social. El peor
desenlace de ese presupuesto marxista-kantiano, ocurrió cuando las autoproclamadas
vanguardias políticas consideraron que ellas eran las únicas que tenían conciencia
plena (verdadera) de las condiciones objetivas, diferenciándose de los trabajadores y el
pueblo todo, a quiénes consideraron “enajenados” por el capitalismo y, por tanto,
“retrasados” en el desarrollo de su conciencia.
Superar la civilización del capital, implica cambiar su modo de pro...
La superación de la civilización signada por el capital implica cambiar la raíz de
su vertiente existencial: su modo de producción y reproducción de la vida social y de
interrelación con la naturaleza. No habrá nueva civilización, ni liberación, ni vida
posible, si los cambios se limitan a sustituir a los patrones de los centros del poder de
mando del capital, pero dejan intactos sus mecanismos de funcionamiento, que son los
de su producción y reproducción.
Esta hipótesis perfila uno de los grandes desafíos culturales, económicos,
políticos y sociales del proceso de sustitución-superación del capitalismo: transformar
de raíz el modo de producción económico-social. Y esto conlleva un proceso históricocultural de creación-aprendizaje de la humanidad, orientada en su quehacer hacia un
nuevo horizonte histórico, anclado en los principios del buen vivir y convivir entre
nosotros y con la naturaleza. No es equiparable, por tanto, con proyectos coyunturales
que, por ejemplo, se proponen cambiar la “matriz productiva”. A pesar de las buenas
intenciones, estos cambios apuntalan la modernización del modo de producción
capitalista.
Hacerse cargo de este desafío histórico-cultural implica apostar a desarrollar
integralmente, desde abajo, la capacidad económica productiva-reproductiva de los
pueblos, únicos capaces de buscar, crear y construir un metabolismo social superador
216
al actualmente conocido, inspirado en los principios del buen vivir y convivir, es decir,
que no esté sometido a la regulación de los mecanismos del mercado.
Pero como señaló el Presidente Nicolás Maduro recientemente [3]: El proyecto
socialista está avanzado en lo político, en lo social, pero rezagado en lo económico. Esto
es: sujetado al mercado capitalista y su lógica de funcionamiento depredadora,
jerárquica, subordinante y excluyente. Y ello constituye una de las mayores limitaciones
y desafíos para el florecimiento de alternativas socialistas renovadas.
Encarar con fuerza la búsqueda y construcción de alternativas para un nuevo
modo de producción y reproducción, fundamento para un modo de vida superador del
impuesto por el capitalismo, se torna pues entre las primeras tareas políticas y
culturales del proyecto civilizatorio socialista de emancipación. Y en Latinoamérica,
constituye una de las vertientes del debate teórico práctico que hoy llevan a delante los
pueblos, en sus comunas y comunidades, en sus campos, en sus barrios, en las
universidades…
Vivimos un tiempo de búsqueda, creación y alumbramiento de lo nuevo. Esto
habla de un tiempo de transición, transición que caracteriza a los actuales procesos
revolucionarios descolonizadores que tienen lugar en tierras de Nuestra América.
El cambio cultural (social, económico, político) está en curso. Con el
protagonismo de sectores históricamente discriminados y marginados, hoy
(auto)reivindicados como ciudadanos de pleno derecho, va surgiendo ‑desde las
prácticas‑, una nueva mentalidad, un nuevo mundo.
No hay garantías de éxito, pero está claro que la esperanza late en la terquedad de los
pueblos que sin doblegarse se atreven a crear lo nuevo y a experimentar los sinuosos –
y no pocas veces dolorosos‑, caminos de su búsqueda.
La centralidad de los/as sujetos/as
La transformación social supone –como todo lo social‑ un caminar abierto, lleno
de incertidumbres y obstáculos, pero tiene una trinchera clave para avanzar en aras de
la nueva civilización: la (auto)construcción permanente del sujeto político
revolucionario colectivo.
Si de superación raizal del poder‑saber colonial se trata, toda construcción‑apropiación
de poder por parte de sectores populares está mediada por la destrucción/superación
del viejo poder‑saber colonial del capital y sus tentáculos hegemónicos,
simultáneamente con la construcción de un poder nuevo, popular, raizalmente
diferente, revolucionario, descolonizado e intercultural. Esto abre cauces a procesos de
empoderamiento colectivos (y a la vez particularizados) de los actores sociopolíticos.
La transformación de las relaciones hegemónicas preexistentes y la construcción de la
nueva hegemonía popular revolucionaria, resulta clave. Esto es así porque en la disputa
anticolonial se produce una interpenetración dialéctica constante entre poder
preexistente, poder apropiado y nuevo poder propio construido. En ese sentido afirmo
que se toma lo que se construye. Porque no se trata de “tomar el poder” que existe, sino
de ocuparlo temporalmente para transformarlo desde la raíz. En esto radica,
precisamente, uno de los grandes desafíos de los actuales gobiernos que impulsan
procesos democrático‑revolucionarios en Latinoamérica.
La interdialéctica poder propio construido‑‑poder apropiado es liberadora y
abona el camino de liberación si es resultante y síntesis del empoderamiento pleno
217
(multifacético) y protagónico de los actores sociales y políticos que lo construyen.
Implica la conformación de un complejo proceso colectivo social, cultural, ideológico y
político, articulado y orientado a la superación del sistema colonial del capital y sus
instituciones, sobre la base de una (nueva) ética y una (nueva) lógica del metabolismo
social construida desde abajo por los diversos actores articulados en cada momento
acorde con las tareas y demandas sobre la base de la descolonización e
interculturalidad que también –como el proceso revolucionario transformador‑, irán
desarrollándose históricamente.
Esto es así porque la ideología del cambio ‑como sus definiciones estratégicas‑,
son parte del proceso social vivo, de sus dinámicas y contradicciones. No es un dogma
establecido desde fuera de las luchas de los pueblos por la vanguardia de algún partido
de izquierda, que “los demás” solo tendrían que “asimilar”.
La ideología, que es parte de la conciencia política, se forja y crece en los procesos
de resistencia, lucha y construcción de alternativas por parte de los sujetos. Las
definiciones, como los rumbos y objetivos estratégicos, las van construyendo (y
modificando) los sujetos a partir de sus modos de vida y sus experiencias de lucha y
sobrevivencia, que son diversos en cada sociedad, en cada comunidad.
En el tiempo político abierto por los gobiernos populares el debate estratégico
está abierto. Y se manifiesta particularmente en las luchas político-sociales
protagonizadas por los sujetos del cambio, que se organizan y construyen alternativas
buscando avanzar en las definiciones, la implementación, el perfeccionamiento o la
profundización raizal de los cambios logrados en de cada proceso. Esto, a la vez que van
construyendo simultáneamente caminos que cuestionan integralmente el actual
sistema‑mundo y lo van rediseñando determinados a ir “más allá del dominio del
capital” [Mészáros].
En este empeño, resulta central articular los procesos de construcción de poder
popular desde abajo con los procesos político‑pedagógicos contenidos en las prácticas
cotidianas de los sujetos en sus territorios. Ellas son democratizadoras y
descolonizadoras y constituyen un pilar fundamental de la formación/fortalecimiento
de la fuerza social y política de liberación.
Son las pedagogías de la esperanza. Aquellas con que los sujetos oprimidos
transforman día a día sus realidades de exclusión y discriminación, abonando al
proceso colectivo de construcción de los intersticios interculturales claves para
transformar la sociedad actual, creando y adelantando en sus prácticas elementos de la
nueva civilización, fortaleciendo lazos solidarios, relaciones de equidad entre etnias,
géneros y clases diversos en búsqueda de su equiparación en el único calificativo
universalmente pleno: el “género humano”.
En tal sentido, pedagogías de la esperanza son todas aquellas que alimentan y
cultivan la conciencia y creatividad colectivas, las que se construyen y fortalecen a
partir de la confianza en la vitalidad epistemológica, política y cultural de los pueblos,
con voluntad y fe en que es posible cambiar el mundo abriéndolo a la justicia, la
equidad, la convivencia solidaria en diversidad, la complementariedad, la armonía, la
paz y la felicidad.
Lo central, el nudo gordiano de la nueva civilización y la vitalidad y proyección
estratégica que puedan alcanzar las luchas y creaciones colectivas en el presente, reside
en los hombres y las mujeres del pueblo. Ellos resisten los embates del capital y van
218
creando lo nuevo. Y haciendo realidad los cambios se autoconstituyen sujetos de su
historia.
En revolución, los pueblos construyen su democracia cotidianamente, la
democracia del pan, de la vivienda, del trabajo, de la educación y la cultura, de la
igualdad, de la justicia, de la solidaridad y el reencuentro con la naturaleza, en resumen,
del Buen Vivir.
Notas:
[1] “La clave del desarrollo radica en suprimir la estructura de dominación cultural y de
discriminación racial vigente e instituir una práctica de diálogo, cooperación,
complementación, reciprocidad y entendimiento. De esta manera el crecimiento
económico se concibe como el proceso de consolidación, fortalecimiento e interacción
de identidades, como la articulación de redes de intercambio e interculturalidad.” PND
(2006: 16).
[2] Nótese que el concepto producción no se refiere a lo estrictamente económico, sino
a todas las interrelaciones de la vida social y espiritual de los seres humanos entre sí y
con la naturaleza.
[3]
Entrevista
con
Tarik
Alí,
24
de
julio
de
2014.
En
http://multimedia.telesurtv.net/web/telesur/#
!en/video/special-interview-withpresident-nicolas-maduro.
Bibliografía citada:
‑ Engels, F. y Marx, C., 1976. Obras Escogidas en 3 Tomos, Tomo I. Ed. Progreso, Moscú.
- Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal. 2004. Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una
radicalización de la democracia. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires.
‑ Maduro, Nicolás. Entrevista con Tarik Alí, 24 de julio de 2014.
http://multimedia.telesurtv.net/web/telesur/#
!en/video/special-interview-withpresident-nicolas-maduro
‑ Marx, Carlos. 1973. El Capital. Ciencias Sociales. La Habana.
‑ Mészáros István. 2001. Más allá del capital. Vadell. Caracas.
-------------------------1978. La teoría de la enajenación en Marx. Era. México
‑ Plan Nacional de Desarrollo (PND). 2006. Ministerio de Planificación. La Paz.
‑ Rauber, Isabel. 1994. Construyendo poder desde abajo. Cipros, Santo Domingo.
-----------------------2000. La construcción de poder desde abajo. Claves para una nueva
estrategia. Cipros, Santo Domingo.
-----------------------2012. Revoluciones desde abajo. Continente-Peña Lillo. Buenos Aires.
Fuente:
http://educacionyeconomiasocial.ning.com/forum/topics/isabel-rauber-elbuen-vivir-una-concepci-n-integral-del
24-06-2015. Club Bilderberg. Esta es la verdadera estrategia. Carlos
Santamaria. RT
La Fiscalía alemana informó recientemente que ha abandonado la investigación
sobre las escuchas de la Inteligencia estadounidense al teléfono móvil de la canciller
germana, Angela Merkel, alegando “falta de pruebas”, pese a los documentos aportados
219
por el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Edward Snowden, sobre el
programa de espionaje masivo de telefonía celular a escala mundial desde 2002. El
fiscal Harald Range ha restado importancia a que Washington vigilase a la máxima
dirigente coincidiendo con un portavoz de la canciller, Steffen Seibert, quien se ha
rehusado a responder preguntas de la prensa minimizando el peligroso asunto al decir:
“la cuestión no ha sido en ningún momento el teléfono móvil de ella, sino los de todos
los ciudadanos“.
Ante tamaña respuesta cuya lógica es que no hay que preocuparse porque todos
los ciudadanos germanos fueron espiados y no únicamente Merkel, las consideraciones
sobre su retardo comprensivo no se hace esperar pues lo que responde es aún más
grave de lo que le es preguntado. Eso hace creer que los cerebros del Club tienen serios
problemas con sus miembros, simpatizantes, jornaleros o asociados en lo que respecta
a política, ciencia y realidad.
Por el contrario, lo primero que hay que aclarar es que a esta reunión asisten en
general seleccionados peones de la élite mundial corporativa, quienes son lo que
representan a personajes de alto poder que no aparecen en las revistas económicas ni
de farándula puesto que su interés es disfrutar sus fortunas en la más total privacidad,
donde se pueda regir el mundo desde una secreta estancia en un bosque frondoso o en
un yate sofisticado.
Entre los participantes figuran presidentes de aerolíneas como Ryanair, de la
petrolera Shell, del consorcio aeronáutico Airbus y Lockheed Martin, altos cargos de
Google, el Secretario General de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), Jens Stoltenberg, el expresidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao
Barroso, y banqueros con la obvia presencia de la presidenta de Banco Santander, Ana
Patricia Botín. Fueron invitados el presidente de Austria, Heinz Fischer, los primeros
ministros de Holanda, Mark Rutte, y de Bélgica, Charles Michel. Naturalmente se harán
notar representantes de petroleras como Chevron, Exxon Mobil, BP, como
transnacionales de la comunicación (AT&T, Bell-South). Es de analizar la misiva
enviada al secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro
Sánchez. Este último, neoliberal a ultranza y candidato a la presidencia de España, el
que contaría con el apoyo del Club supuestamente.
Con estos diversos personajes se deshace la idea según la cual para pensar se
requiere un estudio silencioso donde estén los cerebros alucinando y sistematizando.
No, estos operarios de altos ingresos también hacen parte de equipos a los cuales les
ordenan la tarea de organizar el mapa mundial acorde a los factores que les entregan y
prever lo que puede suceder en un tiempo presente, presente próximo, futuro cercano
o de más largo plazo.
Lo que sí se sabe con certeza es que no se encontraron para servir a la
Humanidad. Es decir, no harán que abdiquen las monarquías, no se opondrán al uso de
armas prohibidas, no globalizarán salarios dignos a la gente, no se opondrán a más
guerras, no detendrán el narcotráfico, no reorganizarán los modelos neoliberales, no
estudiarán fórmulas de redistribución equitativa de la riqueza, no se comprometerán a
detener el hambre en el mundo, no postergarán los estudios científicos sobre armas
químicas y nucleares, no cooperarán en detener el cambio climático inmisericorde, ni
siquiera se concentrarán para reconocer que el orbe merece respeto y sus habitantes
también.
220
Su cita ha sido para planificar esta década y las que continúan, soportado en
estudios correctos, o imprecisos incluso, sobre geopoder (1) en la vida material, social,
política y espiritual. Ello, con el fin de continuar su tránsito por el mundo, manejando la
fuerza en toda su dimensión y previniendo atentados a sus riquezas. No es otro el
objetivo.
Sin embargo, este 2015 es diferente a años anteriores puesto que varias naciones
y pueblos potentes se han opuesto a los designios de las megacorporaciones de élite,
provocando tanto una merma económica junto con temor, como una aceptación
objetiva que la realidad anterior no les pertenece unilateralmente ya que está
cambiando en su detrimento.
¿Por qué se informa de su reunión?
Naturalmente porque sería imposible disimular u ocultarlo debido a los
asistentes. No obstante, cualquier comunicador medianamente serio dudaría de los
informes dados por los medios sobre el desarrollo y temario del evento ya que su
control omnímodo les permite publicar verdades, mentiras a medias, falsedades,
cuando lo deseen y para ser creído por la opinión pública.
Es posible afirmar que no son ciertos los temas que se tratarán en profundidad,
sino que son referentes para despistar o es factible que se trate en reunión abierta por
las filtraciones probables, aunque lo esencial es en otro nivel. Los temas centrales
tendrán que ver con geopoder, como se ha señalado.
Hay tres razones más para informar del evento: una, dar la impresión de
privacidad aunque no tan secreta que no se pueda saber nada… es la dosis de
hermetismo que les da poder a quienes aún creen en lo oculto y su energía global,
mítica; dos, para demostrar que una gran parte de estos personajes, “filántropos” y
poderosos de las empresas transnacionales, están unidos, lo cual es cierto e infunde
pavor; tres, confirmar que sus reglas continúan vigentes y quien se opone a tan alto
grado de fuerza puede resultar lesionado aunque no se diga. Naturalmente las figuras
que asisten no son la fuente primigenia del Club.
Los temas tratados en la agenda oculta.
Hay que recordar que a esta reunión llegan expertos con información clave, que
incluso puede ser equivocada pues la inteligencia no es siempre tan preclara como se
comprobó en Ucrania, aunque siempre se saca partido… o en Siria donde hubo que
retroceder pese a la invasión proyectada.
En efecto, se trataron seis temas:
Uno, el grado de cohesión de la élite, o sea, establecer cuán sólida es la conjunción de
intereses, las personalidades que asistieron y su importancia, confrontar a los aliados
con dudas y establecer nuevos contactos que demuestren una fortaleza inexpugnable.
Este es un tópico fundamental.
Dos, estudiar si los objetivos propuestos en el Nuevo Orden Mundial (NOM) están
asegurados y, por tanto, garantizada la continuidad de seguir percibiendo sus riquezas
sin sobresaltos a través del desarrollo de ganancias y poder geoestratégico. La creación
de un mundo pluripolar que paulatinamente va creando una legislación nacional e
internacional para cortar de raíz las extraordinarias ganancias de dichas
221
megacorporaciones, como por ejemplo la ley de impuesto a la herencia de Correa, que
ha sido apoyada por la burguesía ecuatoriana, es considerada síntoma preocupante y
que debe ser “sujetada” prontamente. El hermético “Acuerdo TIIP” será continuado con
ahínco por ser un emblema de la legislación extraterritorial que le da potestad y
jurisdicción sobre las naciones.
Tres, definir qué actores serán protagonistas, peones, gobiernos sirvientes, para
establecer las funciones que tendrán que jugar en este plan ya programado delimitando
el alcance y magnitud de su participación, evaluando la concentración de poderes
político-militares y aquellos que han mermado la capacidad de participación crítica a
una amplia mayoría, y por ende, si se ha tergiversado el propósito mismo para lo que
estas estructuras fueron creadas. El caso Mistral tiene a Hollande, presidente francés,
como un referente clásico de subordinación.
Cuatro, identificar obstáculos y su grado de fuerza. Un objetivo no transable es
investigar los mecanismos más adecuados en esta época para eliminar los países y
dirigentes con concepciones divergentes; líderes y naciones como Putin, Maduro, Irán,
China, serán blancos. Es preciso confirmar que en este Club no se sobrevalora su
fortaleza ni se minimiza el poder del enemigo ya que sí entienden, independientemente
de las herramientas que poseen, que existen obstáculos difíciles de sortear y deben ser
eliminados de algún modo. No es descabellado, entonces, los más de seiscientos
intentos de asesinato a Fidel Castro y la muerte de Hugo Chávez por un “cáncer”
fulminante.
Cinco, planificar las próximas acciones y nodos de conflicto entre las cuales estará Siria
a la que se intentará invadir a través del Estado Islámico y la preparación del Ejército
Libre Sirio-facción “moderada”, el debilitamiento del ejército iraquí para provocar una
“nueva Libia”, las amenazas a Irán con el objetivo de quebrar su influencia global, la
cruda destrucción de Yemen para permitir un nuevo asentamiento de al Qaeda, la
intensificación de la guerra en Ucrania, el ataque descarnado del FMI-BCE a Grecia y su
gobierno de izquierda, la fuerte presión mediática y denuncias a Podemos en España, el
inocuo ataque de la coalición contra el terrorismo liderado por Estados Unidos, la
intervención con nuevo impulso en América Latina, entre otros, sin descuidar África en
colisiones y Asia en expansión.
Seis, establecer nuevas metodologías de acción política armada o “pacífica” y la
evaluación permanente para ver cómo se concreta el proyecto.
Es seguro que se tomen decisiones que luego sean reflexionadas mientras marchan los
eventos y acorde con las nuevas circunstancias que ocurren o la información que
aportan.
Conclusiones prospectivas.
De la reunión se desprenden las siguientes consideraciones:
– Al informar al mundo de su reunión están confirmando que poseen poder alto y que
lo ocuparán. En este contexto cobra notoria certeza la afirmación de Vladímir Putin
sobre el rumbo que tomaron estas megapotencias después del colapso de la Unión
Soviética, pues al sentir que no había nadie opuesto a su camino comenzaron a
colonizar nuevos territorios en vez de dedicar su “afán de libertad” a la construcción de
relaciones con los nuevos países. Lo concreto es que se han congregado para evaluar lo
desarrollado y luego enviar las conclusiones básicas a un grupo de poder que no
222
necesita al Club Bilderberg sino sólo como símbolo o mesa de peones para estudio, pues
las decisiones se toman en otras instancias y dominios. Es un proceso reflexivo
acucioso como lo requiere toda dirección corporativa en tanto cónclave para reestudiar
decisiones y planes ya preestablecidos, coordinar acciones, ejecutar instrucciones y
servir de fachada.
– Con alta probabilidad se ha decidido continuar con el objetivo de vulnerar a los países
soberanistas concentrando su esfuerzo, en el caso de América Latina, en Venezuela,
Ecuador, Bolivia y Argentina, con el fin de desestabilizar la región. Brasil es objeto de
un estudio particular pues de sus cambios puede provenir la supuesta debacle de los
países independentistas. Chile, Perú, Colombia y México, continúan siendo los aliados
más poderosos del continente -exceptuando la relación paternal con Canadá-. En
Centroamérica ya se comienza a establecer el Plan de exterminio opositor y violencia
ejemplarizante a través de la legislación permisiva, bases militares y “ayuda” táctica. No
sin razón se entiende que en Guatemala se suspenda el antejuicio contra el presidente
Otto Pérez Molina, leal menestral de Washington.
En esta línea, se evitará conflictivar a Chile, en crisis por el nivel de corrupción
que sale a la luz pública, pues es un puntal importante para la funcionalidad neoliberal.
Colombia, sin proceso de paz con grandes logros efectivos, es conveniente en estas
circunstancias pues las fuerzas democráticas no pueden avanzar. Perú, en un caos
general, está bien coordinado y México seguirá en la escalada violenta hasta tanto un
proyecto electoral o de organización masiva pueda conducirlo por una senda de paz.
– Se incentivará la ayuda al Estado Islámico o Daesh por medio de las más refinadas
formas, especialmente con armamento, logística, financiación. Francia apoyará estas
organizaciones delictivas gracias al compromiso asumido por Hollande de contribuir a
la crisis de la izquierda auténtica en el mundo. Naturalmente, la Coalición anti EI
continuará su rol “neutral” impidiendo en lo posible el avance de las fuerzas
liberadoras en Siria e Irak. Obstaculizará, en la medida de lo posible, la formación de un
gobierno en Libia, fomentando la dispersión con el fin de lograr un fortalecimiento de
los grupos takfiríes. La alianza con los países que favorecen el terrorismo será aún más
estrecha ya que, pese a las supuestas fricciones graves, el cerrojo con Arabia Saudita,
Turquía y Catar se cimentará más.
– En cuanto a los procesos eleccionarios, como el caso de Estados Unidos, establecerá
una pantalla que impida ver las sombras detrás de las candidaturas y se dará un apoyo
a Hillary Clinton como marioneta, a través de pactos ya adquiridos. No obstante,
también jugarán a dos bandas como siempre se realiza “racionalmente”. En toda
situación eleccionaria extenderán sus redes integrales para manejar con seguridad la
“fidelidad” de los probables ganadores.
– Según analistas serios, el Club Bilderberg tendrá como rol la organización del
desorden controlado para continuar usufructuando del poder… lo que es coherente con
su propósito fundamentalista. Así, las formas contemporáneas de lucha serán
incrementadas, aprobando las experimentadas y renovando pues el planeta ha
cambiado. En esta dirección se entiende la declaración de Philippa Malmgren (ex
funcionaria de la Casa Blanca), al confirmar en diciembre pasado que el Pentágono ya
está en una guerra con China y Rusia… “en el ciberespacio”, olvidando que las sanciones
a Rusia u otros países son verdaderos actos de guerra económica. No se puede olvidar
que el Club Bilderberg fue fundado por el príncipe Bernhard en 1957 (miembro
223
holandés del partido nazi), junto a John Foster Dulles, estadounidense quien trabajó
activamente para devolver a jerarcas nazis empresas confiscadas. Son responsables de
la creación de la Unión Europea y su extensión a 28 países, rompiendo todos los
acuerdos de paz vigentes con Rusia. Es un centro teórico de acción concreta en el juego
geopolítico mundial, representando a la élite internacional. Por tanto, sus principios
están centrados en el negocio de la guerra, el comercio, la explotación y el dominio
territorial del orbe.
– Pese a este incalculable poder, las Megacorporaciones tendrán que tomar en cuenta la
realidad actual: mientras sepan que una guerra se extendería de inmediato a Estados
Unidos, como principal blanco, aun cuando Europa esté comprometida, la discusión
cambiará abruptamente pues la seguridad nacional y familiar estará en juego
efectivamente; la existencia de una firme determinación y valentía por parte de
numerosos pueblos y naciones crea una detente preocupante para intereses expansivos
y la derrota está en las posibilidades de quien intente determinadas agresiones; el
cambio de relaciones de poder indica que el mundo pluripolar es ya un hecho y
determina los términos de los acuerdos o desacuerdos, forzando la diplomacia. [Nota
de ELCH: ¿??!]
– Cabe afirmar que existe todavía un gran dominio globalizado de las
Megacorporaciones, aunque acorde al tiempo en que las guerras del Oriente Medio
estén zanjadas en gran parte (por lo menos en Siria e Irak), se hará potente una nueva
situación pues obligaría a un replanteamiento geográfico de las organizaciones
terroristas las que tendrían como blanco a Europa misma. La Unión Europea puede
fracturarse comenzando con Grecia, España, y los movimientos nacionalistas, lo que no
asegura la continuidad del proceso. Si se une al boomerang desatado en Arabia Saudita,
por su última agresión a países de la región como lo es Yemen, pues comienza a
incrementarse la oposición a la monarquía, es dable creer que las intervenciones
siempre traen graves consecuencias para el invasor modificando territorios y
provocando fracturas.
– Entre las probabilidades, los diálogos de Rusia con Arabia Saudita y Turquía pueden
agregar notas de incertidumbre a las alianzas sobreentendidas como inalterables, y las
posibilidades de acuerdos como el Turkish Stream sobre el Trans-Adriático son golpes
certeros de impacto internacional … lo que podría ser un aliciente para la misma Unión
Europea sometida al dictamen externo. En la medida que el gobierno germano
comprenda que la guerra puede afectar a su territorio y a gran parte de Europa
primero, y cuán lejos están quienes la proponen (Estados Unidos, Australia, Canadá,
Nueva Zelanda), la unidad se irá fragmentando y es esa una tarea de los medios
alternativos.
– La creación de un mercado independiente de las mega corporaciones, como ya se está
diseñando con el intercambio binacional, con monedas locales o nuevas que no
dependan de la manipulación artificial en los precios, como el caso del petróleo o la
potestad de los bancos (2), provista de una robusta política de confianza y estimulante
del verdadero desarrollo de los pueblos, debilitaría enormemente las tendencias
colonialistas y de guerra a la vez que traería un periodo de tranquilidad social con
esperanza en el presente.
Finalmente, conocer la realidad que implica el Club posibilita tener un prisma para
tomar decisiones en el presente con carácter futuro, dada la argumentación aportada.
224
La historia de este globo terráqueo continuará su evolución dialéctica y permitirá
contrastar estas definiciones y su grado de acercamiento a la verdad. La oportunidad de
edificar una arquitectura planetaria al servicio del hombre humanizado se hace
cercana.
Notas
(1) Geopoder es una categoría de la Humanología que toma en consideración la visión
del poder como una estructura que comprende la vida material, social, política y
espiritual en un todo interconectado que, además, considera lo geopolítico como una
parte de esa estrategia globalizada.
(2) http://www.politika.cl/2015/02/12/bancos-fraude-fiscal-e-hipocresia/
Consistente artículo de Luis Casado sobre las conexiones bancarias, paraísos fiscales,
evasión, estrategias de impunidad y sanciones, de países y gobiernos que poseen una
estructura de poder que presta servicio a la corrupción y posibilita control pleno. Sin
olvidar, claro, el rescate de los bancos por los gobiernos -2008- alterando
negativamente los presupuestos para el bienestar social.
Fuente: RT
20/07/2015 :: Europa, Angeles Maestro, Pensamiento. Lo
ocurrido en Grecia
demuestra que otro capitalismo es imposible x Ángeles Maestro
Lo que ocurre en Grecia es un gran laboratorio, tanto para el capital, como para el resto
de los pueblos de Europa. Syriza es un experimento amortizado.
¿Lo ocurrido en Grecia es un varapalo para los que defienden el "Sí se puede" dentro del
marco capitalista?
Es una demostración más de que otro capitalismo es imposible [1]. Dentro de la
estructura de poder y las relaciones sociales capitalistas no hay espacio alguno, no ya
para recuperar lo perdido y volver al Estado del Bienestar como defienden tanto
Podemos, como IU y sus satélites de “Ahora en común”, sino ni siquiera para detener las
interminables vueltas de tuerca hacia el abismo, como se ha demostrado en Grecia.
El pago de la Deuda, como lo fue en América Latina, África y Asia, es el mecanismo de
extorsión por excelencia para imponer a los gobiernos las políticas que necesitan las
clases dominantes; máxime en una situación de profunda crisis general del capitalismo
sin salida previsible.
Sin asumir la anulación unilateral del pago de la Deuda y la consecuente salida del
Euro y de la UE, no hay otra opción que el espectáculo lamentable de Syriza: doblar la
rodilla ante las imposiciones ilimitadas de la troika y llevar al país a la debacle segura.
Red Roja lo viene planteando desde hace dos años: el pago de la Deuda es el final de
cualquier soberanía y de los derechos sociales y laborales[2]. No es que tuviéramos una
bola de cristal que nos permitiera saber lo que finalmente ha ocurrido en Grecia,
simplemente hicimos análisis rigurosos sin las anteojeras del oportunismo
electoralista.
225
¿Por qué fracasa el "buenísmo" reformista de Syriza?
En primer lugar, como he dicho, porque plantea políticas imposibles. El reformismo es
un delirio de ilusos que mucha gente acepta - contra toda evidencia – porque es más
cómodo y menos peligroso conseguir lo que se necesita introduciendo un voto en una
urna y sin tocar los intereses de las clases dominantes. ... si ello fuera posible.
Que gentes más o menos ignorantes lo crean no es raro. La estafa viene de
quienes enarbolan opciones irrealizables a sabiendas que lo son. El criterio mínimo
imprescindible de legitimidad debiera ser decir la verdad al pueblo. Y tanto IU, como
Podemos, como cualesquiera de las nuevas coaliciones lo saben y callan.
En segundo lugar, Tsipras en nombre de Syriza ha llevado a la práctica por enésima vez
la función de la socialdemocracia en la historia. En momentos cruciales, de gran
debilidad de las clases dominantes, traiciona al pueblo trabajador - cuyos intereses
debía representar - para asegurar el poder de la burguesía. Los ejemplos son
innumerables; desde la votación de los presupuestos de guerra en Alemania en 1914
hasta su participación directa en el asesinato de Rosa Luxemburg y de Karl Liebnecht
en 1918, al papel de Kerenski desde marzo a octubre de 1917 o al del PSOE y el PCE en
la Transición.
Lo que Tsipras ha hecho es lo que yo he visto en la dirección de IU una vez tras
otra. Mientras no hay presiones, se mantiene la coherencia; pero cuando el poder ejerce
su capacidad de chantaje y de amenaza – cuando de verdad hay que demostrar dónde
se está, se traga con lo que haga falta. A velocidades de vértigo se impone lo
“políticamente correcto”, es decir, lo que las clases dominantes exigen.
Y no es sólo IU, obviamente[3].
El asunto es que el dilema “reforma o revolución”, que pudiera ser sólo un debate
más o menos interesante en otras épocas, hoy es acuciante. Y el problema de fondo, que
hoy como en otros periodos históricos de crisis delimita campos irreconciliables, es si
se “vende” (nunca mejor dicho) ante el pueblo la idea de que la democracia burguesa
permite opciones políticas que cuestionen el derecho a la propiedad privada de los
medios de producción, o se prepara al pueblo para enfrentar ese poder.
Y quien no hable de eso, como ha hecho la Syriza de Tsipras, o como hace Podemos o IU,
lo que prepara es la escenificación de la próxima traición.
¿Lo ocurrido confirma lo que venían sosteniendo los comunistas griegos del KKE?
En lo fundamental, si.
Ante el gran revulsivo que fue la convocatoria del Referéndum – y los ataques de
la UE al gobierno de Syriza por haber llamado al pueblo a opinar – era difícil entender
que el KKE (partido Comunista) llamara al voto nulo. Pocos se detuvieron a analizar el
contenido concreto de la pregunta que en ningún momento cuestionaba la pertenencia
de Grecia a la Eurozona y a la UE. Mientras el pueblo construía su gran NO, Tsipras
sacaba el conejo de la chistera y decía que lo incuestionable era la permanencia de
Grecia en el Euro y en la UE, a costa de lo que fuera.
Las lágrimas de cocodrilo ante la brutal imposición de la troika no sirven. ¿Acaso
no sabían los Syrizas de allí y de aquí frente a quién estaban? ¿Creían que era un pulso
entre demócratas y no una extorsión de criminales? Es inaceptable alegar ignorancia,
226
después de todas las enseñanzas de la historia, cuando lo que se trata es de justificar
una descomunal cobardía y un crimen contra el pueblo.
Es evidente que el KKE tenía razón. Muchos analistas, James Petras entre ellos, lo
han reconocido. No sería de recibo que en momentos tan críticos como los actuales,
prevaleciera – al menos entre las gentes de buena fe - un anticomunismo primario ante
la evidente necesidad de unir fuerzas de izquierda frente a un órdago como el que
enfrenta la clase obrera y el pueblo griego.
Lo que ocurre en Grecia es un gran laboratorio, tanto para el capital, como para el
resto de los pueblos de Europa. Syriza es un experimento amortizado. Tras él se está
erigiendo la gran confrontación que delimitará los campos en el futuro y que no
ofrecerá muchas opciones.
Una de las más importantes para la clase obrera y para todos los pueblos del sur
de Europa es confluir, coordinar políticas y presentar alternativas políticas, económicas
y sociales convergentes capaces de enfrentar al enemigo común.
¿Qué otra salida tenía el pueblo griego tras el referéndum?
La única posibilidad de evitar lo que ha ocurrido era haber depuesto a Syriza con la
lucha obrera y popular. Obviamente, aún no estaban las condiciones dadas.
El único camino serio que se abre es el de la resistencia frente a todas y cada una de las
medidas que la alianza de Syriza con los partidos de la burguesía pretenda imponer al
pueblo trabajador griego y que acentuarán el empobrecimiento masivo en el que ya
vive. Es preciso fortalecer el poder de la clase obrera y construir una alternativa a
Syriza desde la izquierda que inevitablemente tendrá como pilar al Partido Comunista y
como programa suspender el pago de la Deuda, nacionalizar la banca y las grandes
empresas monopolistas y salir del Euro y la UE.
Esa única opción de futuro desde la izquierda debe construirse también en el
resto de los países de la UE, pero sobre todo en los del sur. Como lo están señalando
muchas voces, es preciso aprovechar las contradicciones internas en el seno de la UE y
entre Alemania y EE.UU., pero sobre todo marcar un rumbo claro y firme.
Red Roja lo ha planteado hace tiempo: romper con la extorsión de la Deuda tiene
carácter de línea de demarcación. Pone de manifiesto ante el pueblo el eje político
principal que sostiene en este momento todo el engranaje del poder y del que éste no
puede prescindir. En ese sentido, No pagar la Deuda equivale a la exigencia de Paz, Pan
y Tierra de los bolcheviques.
Trasladando lo ocurrido a España recordemos que IU, Podemos e incluso Amaiur
fueron a Atenas a apoyar a Syriza en las elecciones....
El panorama que los nuevos gobiernos elegidos se han encontrado tras elecciones
es pavoroso. Once CC.AA. (Comunidades Autónomas) están incumpliendo los objetivos
de déficit y de deuda. Y la amenaza de intervención de ellas y de cientos de
ayuntamientos está sobre la mesa. Por ejemplo en el País Valenciá, donde ya se habla
abiertamente de Valenexit, el nuevo Consell se ha encontrado ante “una Generalitat
Valenciana intervenida de facto, que antes de que llegara ya tenía todos los parámetros
que debían haber conducido a la intervención de iure que Europa puede exigir en
cualquier momento”[4]. Lo curioso es que, no sólo nadie habla de no pagar la Deuda,
sino que en la pasada reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera lo único que
cuestionaron las autonomías no gobernadas por el PP fueron las cifras concretas
227
propuestas por Montoro de disminución del déficit y de % de reducción de la deuda, no
la necesidad de reducir ambos indicadores.
Lo que sorprende es ese espeso muro de silencio de los nuevos gobiernos de
izquierdas. Si no se le está explicando al pueblo que tienen las manos atadas si aceptan
los objetivos del Tratado de Estabilidad de la Zona Euro y de las leyes que aquí lo
desarrollan, como la Ley 2/2012, es porque no se plantean otro horizonte que acatar
ese marco normativo. En otras palabras, jugar el mismo papel de esbirro que está
jugando Tsipras.
¿Cómo resolver la dicotomía reforma/revolución en este momento, en este país?
El agotamiento, la inutilidad de las opciones reformistas, va a suceder pronto.
Rajoy miente como un miserable, pero también engañan quienes ocultan que tras las
elecciones generales – la misma troika, los mismos “hombres de negro”de Grecia van a
exigir nuevas contrarreformas laborales y de las pensiones, más privatizaciones y
mayores reducciones del gasto público. Y lo van a hacer, como en Grecia, con más
ensañamiento si hay un gobierno de “izquierdas”, precisamente para demostrar que no
hay ninguna esperanza de soberanía y de democracia, que sólo cabe bajar la cabeza
para encajar el yugo.
La ilusión depositada en las elecciones generales va a estallar como una pompa
de jabón. Muy pronto. Por eso el trabajo oscuro de organización desde cada barrio,
desde cada pueblo, las explicaciones pacientes acerca de la necesidad de prepararse
para lo que se avecina y de no confiar en ilusiones sin fundamento alguno.
Por si cupiera alguna duda de la vacuidad abismal de los discursos de los nuevos
“referentes”, léase el artículo de Pablo Iglesias que lleva un título tan sugerente como
“Podemos: Una nueva Transición”[5]. Si no estuvieran jugando con las vidas de tanta
gente, podría hablarse de una antología del absurdo.
¿Cómo se encuentra de salud la izquierda no reformista?
La confirmación de la justeza de los análisis – con el último ejemplo de lo
ocurrido en Grecia con Syriza – es muy importante. Tanto como el silencio actual de
quienes se daban codazos en Atenas para parecer al lado de Tsipras.
La realidad es tozuda y se impone a las brumas de los sueños o los delirios. Por
muy sugerentes que sean. Y el pueblo la ve.
La construcción del puente entre el descrédito de las falsas ilusiones – que como
en Grecia puede ser rápido y brutal – exige confluencias que partan del trabajo codo a
codo con quienes más están percibiendo la necesidad de organización y de lucha: los
sectores más explotados del movimiento obrero y los barrios populares.
La izquierda revolucionaria es la única capaz de ofrecer una alternativa al callejón
sin salida de los nuevos señuelos electorales. A condición de que sepa estar bien cerca
del pueblo trabajador, para que su mensaje sea escuchado cuando se vea que “el rey
está desnudo”.
Ese trabajo de explicación paciente, que a algunos impacientes desespera, es el
único fecundo. Como decía Red Roja en su último Comunicado[6], “la ambigüedad solo
sirve a la desmoralización y a la derrota. Se está confirmando que es mucho menos útil
que hablar claro y que nos hace perder un tiempo precioso. La victoria solo podrá venir de
conjugar una línea revolucionaria y la máxima solidaridad internacionalista. Y hay que
228
prepararla desde ya. ¿Acaso Ítaca no es tanto aquella isla “a lo lejos” como su propia
singladura?”
________________
Notas
[1] http://redroja.net/index.php/comunicados/831-el-mito-de-la-vuelta-al-estado-delbienestar-otro-capitalismo-es-imposible
[2] http://redroja.net/in dex.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/1910-informede-red-roja-sobre-la-ley-organica-22012-el-final-de-cualquier-soberania-y-el-arma-dedestruccion-masiva-de-los-servicios-publicos
[3] En el caso de la alemana Die Linke (La Izquierda) la presiones se recrudecieron ante
la posibilidad de que su ascenso electoral le permitiera gobernar en determinados
länders con el SPD y se concretaron en necesidad de eliminar su apoyo a la causa
palestina para pasar a apoyar el “derecho de Israel a defenderse” y evitar así ser
acusada de “antisemita”. En un comunicado de 2011 la organización citada afirmaba:
“No participaremos en iniciativas sobre el conflicto de Oriente Medio que hacen
llamamientos por la solución de un Estado para Palestina e Israel, o por la
implementación de boicots contra productos israelíes, o incluso, en la Flotilla de este
año hacia Gaza". http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/2789-lastareas-de-la-izquierda-revolucionaria-ante-podemos-y-otras-opciones-electorales
[4] http://www.annanoticies.com/wp-content/uploads/valenexit2.gif
[5] http://elpais.com/elpais/2015/07/18/opinion/1437241765_050702.html
[6] http://redroja.net/index.php/comunicados/3539-el-pueblo-griego-necesita-un-nopero-doble
www.redroja.net
Texto completo en: http://www.lahaine.org/lo-ocurrido-en-grecia-demuestra
ARTE
ARTE, POLÍTICA Y RESISTENCIA: Análisis
de la formación y actuación
de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Publicado en
28/05/2015 por Editor en Todos los ojos. Instituto-Pombas-Urbanas. Por Valéria
Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulian
PARTE I
[Se] exploran, desde los Estudios Culturales y la teoría crítica latinoamericana, el
proceso de formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad,
buscando comprender las formas de articulación y resistencia de los grupos que
integran esta red, así como las prácticas y discursos estéticos adoptados en sus trabajos
artísticos, y los impactos de estas articulaciones para los políticas púiblicas en cultura y
los procesos de integración regional. Para tal efecto, fueron analizados los trabajos de
dos colectivos que componen la Red: Pombas Urbanas de Brasil y la Corporación
Cultural Nuestra Gente de Colombia.
Introducción
229
Con la reconfiguración de poderes en el sistema mundo colonial moderno,
especialmente a partir de la profundización de procesos relacionados con la
globalización y la imposición de una nueva lógica de colonialidad global[1], los cuales
tienen como resultado el aumento de la desigualdad y exclusión económica y social,
muchos países latinoamericanos vieron emerger en este principio de siglo movimientos
de lucha y resistencia liderados por grupos sociales, étnicos y culturales históricamente
marginalizados.
Al organizarse en torno a la llamada globalización contra-hegemónica, estos
movimientos contribuyeron para el fortalecimiento de la sociedad civil en las últimas
décadas, influyendo significativamente en las agendas políticas y presionando por
mayor participación social, por el reconocimiento de derechos y por la construcción de
instituciones que posibilitaran la emancipación y la valorización de la diversidad
cultural de los pueblos latinoamericanos. De este modo, estas luchas han impactado
radicalmente no sólo las instituciones y estructuras de poder, sino también las
prácticas y referencias simbólicas y culturales en el continente.
Es en este escenario donde se multiplican grupos y colectivos artísticos que
buscan, mediante una reflexión acerca de sus realidades y condiciones
socioeconómicas, construir nuevas formas de hacer arte y abrir espacios para el
establecimiento de nuevas expresiones, éticas y consciencias, llevando a la construcción
de prácticas innovadoras, a la reivindicación de identidades y a la mayor participación
política. Entre las expresiones que se fortalecen en este contexto, destacamos en este
artículo el Teatro en Comunidad, el cual mediante el empoderamiento y el trabajo en
red, ha logrado restaurar lazos comunitarios e interferir en las agendas políticas
públicas nacionales e internacionales.
Con el objetivo de reflexionar acerca de la formación y actuación de la Red
Latinoamericana de Teatro en Comunidad, partimos del análisis del trabajo
desarrollado por dos colectivos teatrales: la Corporación Cultural Nuestra Gente, de
Colombia, y el Pombas Urbanas, de Brasil. Ambos grupos han contribuido para la
construcción del Teatro en Comunidad en América Latina, así como para la formación y
consolidación de la Red. Exploramos, a partir de los Estudios Culturales y de la teoría
crítica latino-americana, las formas de articulación y resistencia de los grupos y
colectivos que integran la Red, así como sus prácticas y discursos estéticos.
Pretendemos así contribuir con el debate acerca de las prácticas y de las
experiencias comunitarias desarrolladas por grupos y colectivos artísticos y culturales,
así como sobre la actuación y el protagonismo de estos movimientos en el contexto
político regional, buscando comprender su contribución para el fortalecimiento de las
luchas transformadores y emancipadores que caracterizan actualmente a América
Latina y, de este modo, para la reflexión sobre las posibilidades de superación de la
dominación colonial y de la construcción de nuevas formas de pensar y de vivir.
Globalización, colonialidad del poder y resistencia en América Latina
Considerando que la colonialidad del poder sigue definiendo en América Latina,
aún hoy, las estructuras de poder y las relaciones de explotación y dominación a partir
del pensamiento eurocéntrico, los movimientos sociales organizados “desde abajo”
pasan a cuestionar la legitimidad del Estado-nación y a reivindicar transformaciones en
230
busca de posibilidades alternativas de vida y de constitución del Estado, con base en
realidades, valores, prácticas y saberes diversos y plurales.
En este sentido, es necesario recordar que la consolidación de los Estados
modernos en América Latina a partir de ese modelo eurocéntrico de Estado-nación
dependió de la construcción de identidades nacionales basadas en la homogeneización
cultural, exterminio de poblaciones y exclusiones de grupos étnicos y culturales. Así, la
colonialidad del poder implicaba entonces, y aun hoy fundamentalmente, la
invisibilidad sociológica de los no-europeos, “indios”, “negros” y sus “mestizos”, o sea,
de la aplastante mayoría de la población de América y sobre todo de América Latina,
con relación a la producción de subjetividad, de memoria histórica, de conocimiento
“racional”. Luego, de identidad (QUIJANO, 2005, p. 24).
De esta forma, Woodward (2012) concluye que la globalización produce
resultados diversos en términos de identidad: la homogeneidad cultural producida por
los mercados globales puede llevar tanto al distanciamiento de la identidad con
relación a lo “local” así como a la resistencia y la reafirmación de identidades o el
surgimiento de nuevas identidades. La globalización resulta, entonces, en aumento de
la homogeneización cultural, desintegrando identidades nacionales, al mismo tiempo
que refuerza identidades nacionales a partir de la resistencia a tal proceso y también
lleva al descentramiento y al dislocamiento de identidades, haciendo surgir nuevas
identidades, híbridas[2]. Para Hall (2006), en el mundo contemporáneo tal tensión
entre lo “global” y lo “local” se constituye en base para las transformaciones
identitarias. No se puede olvidar, además, que el proceso de globalización es desigual y
tiene su propia “geometría del poder”, lo que hace con que sea encarado de formas
diversas por las sociedades y resulte en procesos bastante heterogéneos en términos
de identidades.
Es a partir de ese contexto de imposición histórica de América Latina a la
colonialidad del poder y de su reconfiguración en el ámbito actual del sistema de
explotación y dominación global, así como de sus impactos sobre las cuestiones
políticas, económicas, sociales y culturales, que emergen en la región movimientos en
pos de transformaciones radicales en la estructura del Estado, en la sociedad y en las
formas de vida. El fortalecimiento de los movimientos sociales en torno a cuestiones
como democracia participativa, reconocimiento de derechos, autonomía indígena y
emancipación social resultan en disputas y transformaciones que impactan
profundamente no sólo en las instituciones y estructuras de poder, sino también en
prácticas y referencias simbólicas y culturales.
De este modo, se puede afirmar que tanto el fortalecimiento de la lucha de grupos
subalternizados y sus articulaciones en redes en las últimas décadas, así como la
profundización y la multiplicación de procesos de integración regional protagonizados
por los gobiernos llamados pos-neoliberales, los cuales ascendieron con el apoyo y la
amplia movilización popular, representan estrategias de resistencia a los impactos más
devastadores de la actual globalización, o de la inserción de América Latina en el
sistema de globalidad imperial/colonialidad global[3].
Por eso, para Santos (2010), América Latina protagoniza hoy avanzadas luchas
anticapitalistas y anticoloniales en el escenario mundial de la llamada globalización
contra-hegemónica. Él cree que a partir esa globalización alternativa y de la
confrontación con la globalización neoliberal deberán ser construidos los nuevos
231
caminos de la emancipación social. El autor afirma también que este embate tiende a
ser particularmente intenso en los países semiperiféricos y que, por ese motivo, es
también ahí donde “las potencialidades y los límites de reinvención de la emancipación
social se revelan con mayor claridad” (SANTOS, 2010, p. 14). Él nos recuerda además
que tan importante cuanto pensar la globalización contra-hegemónica es pensar la
localización contra-hegemónica, ya que lo global siempre ocurre localmente, es decir,
representa siempre la globalización de determinado localismo. Para ello, es necesario
desarrollar “una teoría de la traducción que permita crear inteligibilidad recíproca
entre las diferentes luchas sociales, y profundizar lo que tienen en común de modo a
promover el interés en alianzas translocales” (SANTOS, 2011, p. 74).
Precisamente en el intento de crear espacios de diálogo intercultural y consolidar
alianzas translocales, con el objetivo de identificar intereses comunes y fortalecer sus
luchas, es que han surgido, en las últimas décadas, innúmeras redes compuestas por
movimientos sociales, los cuales se organizan en diferentes niveles – nacional, regional
y global – y a partir de temáticas diversas, en torno a la llamada globalización contrahegemónica.
[1] En referencia a la noción propuesta por Walter Mignolo, que desarrolló a partir del
concepto de colonialidad del poder de Aníbal Quijano.
[2] Esto según lo propuesto por Stuart Hall (2006).
[3] Categoría de análisis propuesta por Escobar (2005).
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Links:
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PLATAFORMA PUENTE. Disponível em: http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobrecvc/. Acesso em: 10 de outubro de 2014.
- See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/05/28/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-i/#sthash.8CXGg7xr.dpuf
(Parte II) Por Valéria Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulian (Traducción de
Damián Cabrera).
De las prácticas comunitarias a la red: el (re)conocimiento de sí y del otro
A partir del contexto abordado anteriormente, de profundización de procesos de
globalización y del consecuente aumento de las luchas contra-hegemónicas,
movimientos artísticos y culturales compuestos por grupos sociales históricamente
marginalizados ganaron fuerza y proyección en las últimas décadas en América Latina;
los mismos buscaban, a través de prácticas innovadoras, el empoderamiento y el
trabajo en red, reivindicar identidades, ampliar capacidades y restaurar lazos
comunitarios, así como participar de manera activa de diversos procesos sociopolíticos
nacionales y de los movimientos internacionales de resistencia a la globalización
neoliberal. De esta forma, se multiplicaron, especialmente en las periferias de las
ciudades, importantes debates y reflexiones sobre las prácticas culturales y simbólicas
de esos grupos y colectivos, lo que llevó al desarrollo de nuevas formas y contenidos
para la producción artística, y también a la construcción de nuevas posturas éticas y
políticas.
En ese sentido, tales movimientos han conseguido ampliar sus espacios de
influencia más allá de las periferias y participar activamente en la definición de agendas
políticas, especialmente en el campo de la cultura –pero no sólo en él-. Y es también a
partir de esa postura renovada que gana cada vez más proyección en América Latina el
Teatro en Comunidad, propiciando la creación y el fortalecimiento de diversos grupos y
colectivos teatrales que trabajan a partir de esa perspectiva en diversos países e,
inclusive, significativas articulaciones en el ámbito internacional.
Entre los grupos que surgieron en este escenario y que pasaron a dedicarse al
Teatro en Comunidad, se destacan la Corporación Cultural Nuestra Gente, de Colombia, y
el Pombas Urbanas, de Brasil, los cuales analizamos en este trabajo. Ambos grupos
utilizan esa forma-teatro en sus comunidades, realizando sus trabajos a partir de la
comunidad y para la comunidad, con el objetivo de construir un nuevo sentido de
pertenencia para el sujeto social, que sea capaz de transformar, sensible a todas las
233
formas de conflictos, y que produzca respuestas objetivas para la transformación
humana. Además, estos dos grupos tuvieron un papel fundamental en la formación de
la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad. Según Nogueira (2012), el Teatro en
Comunidad se desarrolla a partir de la existencia de un contexto común, en el cual la
comunidad interactúa, identifica intereses comunes y produce conocimientos. La
autora identifica tres formas diferentes de hacer Teatro en Comunidad: el teatro “para”,
“con” y “por” la comunidad. En ese sentido, Jorge Blandón (2012, p. 6), director de la
Corporación Cultural Nuestra Gente enfatiza:
El Teatro en Comunidad y sus prefijos por, con y para son taxonomías [Nota de
ELCH: Ciencia que se ocupa de los principios,métodos y fines de la clasificación.] para
clarificar una acción colectiva en red, expresada a partir de un territorio que busca
mostrar lo simbólico y lo identitario. Esto hace que ese teatro sea altamente político,
incidiendo en las políticas sectoriales del arte y de la cultura. Se trata de una afirmación
de la población que, entre prácticas de inclusión y exclusión, establece un ejercicio
democrático en perspectiva de creación, en el cual se propicia un espacio de juicio y
gusto como práctica comunitaria, que posibilita siempre un acceso al desarrollo
humano.
Es decir, en esta concepción no hay sólo una percepción estética de la obra y la
consecutiva separación del otro en el proceso de fruición [Nota del ELCH: Gozo, placer
intenso], sino una correlación profunda, una interconexión entre artistas y
espectadores. De este modo, el Teatro en Comunidad se constituye en herramienta
importante de articulación y afirmación de identidades culturales periféricas,
oprimidas y marginalizadas. Representa, aún, un importante factor de articulación y
movilización político-social y una forma de resistencia cultural a lo hegemónico que
masifica, estandariza y fragmenta todavía más las subjetividades.
Según Williams (2011, p. 172), “no se puede entender un proyecto intelectual o
artístico sin que se entienda también su formación; la relación entre un proyecto y su
formación es siempre decisiva”. A partir de este presupuesto, describimos brevemente
los procesos de formación de los grupos Corporación Cultural Nuestra Gente y Pombas
Urbanas, buscando comprender su actuación y formas de articulación y resistencia.
La Corporación cultural Nuestra Gente nació a finales de 1986, en medio de una
situación política y económica inestable, en un país donde la vida era medida por el
número de masacres, terror y miseria, cuando los miembros de la comunidad del barrio
Santa Cruz, en Medellín, Colombia, resolvieron hacer arte como instrumento de paz y
de manera comprometida con la comunidad. Así, la Corporación nació como un espacio
cultural, social y comunitario, con el objetivo de protagonizar su propia historia. La
resistencia, persistencia y la insistencia hizo con que los miembros del grupo ocupasen
un antiguo prostíbulo, la Casa Amarilla, a partir de 1993, e instaurasen allí la sede del
colectivo que hoy cuenta con más de 30 artistas multiplicadores y múltiples talleres de
arte, entre ellos, de teatro, música y circo con el objetivo de “construir artistas para la
vida” (BLANDÓN, 2012) y transponer las barreras territoriales impuestas por el
narcotráfico, formando sujetos capaces de interferir en la esfera sociopolítica a través
de la autonomía y el protagonismo.
De este modo, el grupo no busca apenas formar artistas, sino seres humanos
sensibles estéticamente y comprometidos con su realidad, a partir del principio de
alteridad, de interacción con el otro que posibilita el reconocimiento de sí en el otro y
234
en la diferencia. Por lo tanto, propicia el desarrollo constante de un espacio de reflexión
y la construcción de herramientas que posibiliten la deconstrucción de lenguajes
hostiles del día a día a través de la experiencia estética. Además, parten de la
comprensión de que las políticas y prácticas comunitarias tienen el poder de
reverberar en el conjunto de las políticas públicas, pues desarrollan en el sujeto la
capacidad de realizar por sí mismo y con el apoyo de los otros los cambios necesarios
para la evolución y el fortalecimiento de la comunidad, es decir, el empoderamiento.
El colectivo ha montado diversas piezas a lo largo de los años. Se destaca la
organización, desde 1987, del Encuentro Nacional Comunitario de Teatro Joven, el cual
posibilitó al colectivo ampliar sus contactos y expandir su red de trabajo y
colaboración. Sea con los demás grupos de Colombia, a partir de la fundación de la Red
Colombiana de Teatro en Comunidad –que consta de más de 40 grupos-, sea a partir de
la participación en la organización y fundación de la Red Latinoamericana de Teatro en
Comunidad, Nuestra Gente cree que el arte se construye con amor y con esperanza y
con el trabajo de las comunidades que entrega sus recursos para construir días más
esperanzadores.
Ya en Brasil, según García (2004) el llamado teatro popular de la periferia surge a
partir de mediados de la década de 1970. La autora destaca que existe “un consenso en
el sentido de ir a buscar al público (…) en los barrios periféricos más alejados, y de
producir un teatro que (…) se corresponda con la realidad de estas poblaciones”
(GARCÍA, 2004, p. 126). Por lo tanto, en la ciudad de Sao Paulo, por ejemplo, este
dislocamiento del centro hacia regiones periféricas ocurrió no sólo por la falta de
opciones y espacios adecuados para las varias expresiones artísticas que convivían en
las áreas más centrales, pero también con el objetivo de discutir las reales condiciones
sociales y los problemas específicos de la periferia.
Pombas Urbanas fue creado en 1989, en el Barrio Sao Miguel Paulista, Zona Este
de Sao Paulo, en el marco del taller cultural Luiz Gonzaga y a partir del proyecto
“Semear Asas” (Sembrar Alas), desarrollado por el actor y director peruano Lino Rojas
(1945-2005) con el objetivo inicial de formar actores jóvenes y técnicos para el teatro.
El grupo posee una trayectoria bastante peculiar: en un primer momento, el colectivo
se traslada hacia el gran centro, pero se afirma en el extremo Este de la ciudad, en el
barrio de la ciudad Tiradentes, en 2004, luego de 15 años de ruta. Desde el montaje de
“Os Tronconenses”, texto de Lino Rojas, al más reciente espectáculo “Era uma vez um
rei…”, del chileno Oscar Castro, la producción teatral del colectivo se caracteriza por el
estudio continuo de la comunidad y sus habitantes, que por fin resultan en el quehacer
teatral. Aun así, es a partir de 2004, con la participación en el VIII Encuentro Nacional
Comunitario de Teatro Joven de Medellín, Colombia, y, en especial, con el contacto con
la Corporación Cultural Nuestra Gente, cuando una profunda transformación en la
trayectoria del grupo se produce y se comienza a enfatizar el Teatro en Comunidad.
A partir de ese vínculo, el colectivo Pombas Urbanas pasa a realizar innúmeros
encuentros con la comunidad y para la comunidad, siguiendo la premisa dictada por
Lino Rojas y su forma-teatro: “el principio de trabajar el ser para la comunidad y la
comunidad para el ser” (Silvestre, 2009). El “Café Memória” es un buen ejemplo de la
característica de este colectivo, ya que abre la posibilidad para que la comunidad local
vaya a la sede del grupo, el Centro Cultural Arte em Construção, y cuente historias, las
cuales alimentan los futuros espectáculos y la revista del grupo, titulada “Semar Asas”.
235
Además de ese evento, que ocurre regularmente, Pombas Urbanas realiza una serie de
talleres artístico-culturales en la región y coopera en la formación de nuevos grupos de
teatro que se articulan a partir del centro cultural y en diversos puntos de la
comunidad.
Una característica fuerte de Pombas Urbanas es el pensamiento en conjunto, el
ser y estar colectivo. Para aquellos jóvenes de periferia, el grupo se volvió un espacio de
reflexión y descubrimiento, y el teatro un modo de recrear sus historias, repensar la
vida y entenderla, saber cada vez más de sí mismos; además de tantas cosas
compartidas por vivir siempre juntos (Silvestre, 2009, p. 39).
El trabajo del grupo puede ser resumido como un “caminar por el espacio”, frase
recurrente de Lino, según Silvestre (2009, p. 21). Es decir, en un ritmo colectivo, en un
tiempo necesario para descubrirse y experimentar lo que se hace, buscando producir
un tipo de conocimiento para la vida –un teatro que ocurre en la práctica de
comunidad-.
Es necesario resaltar que, a pesar de haberse consolidado como importantes
grupos teatrales y a pesar de haber ganado proyección nacional e internacional, ambos
grupos siguen enfrentando la dura realidad de la periferia, marcada por la violencia y
por problemas sociales diversos, por la ausencia de políticas públicas permanentes y
por la constante dificultad de encontrar financiación para sus trabajos. Así, las luchas
continúan y han contribuido para la movilización y la organización de los grupos y
colectivos en distintos niveles. Fue en torno a una de tales luchas, así como de los
intercambios y conexiones que lograron establecer a lo largo de los años, que la
Corporación Cultural Nuestra Gente y Pombas Urbanas contribuyeron para la
formación y consolidación de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, la cual
analizaremos en el próximo apartado.
REFERENCIAS
BLANDÓN, Jorge. Teatro é Comunidade. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 2, p. 42-46,
mar. 2012.
_______________. Entre a representação e o aplauso. Revista Semear Asas, São Paulo, n. 3, p.
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Disponível em:
http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobre-cvc/
- See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/06/10/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-ii/#sthash.CWnxBDyP.dpuf
Análisis de la formación y actuación de la Red Latinoamericana de Teatro en
Comunidad (Parte III). Publicado en 24/06/2015 por Editor en Todos los ojos
EL QUIJOTE. Los colectivos cubanos Teatro de los Elementos (Cienfuegos), Teatro
Andante y QuintoTeatro, junto a otras diez agrupaciones del continente, participaron
en el montaje de la obra El Quijote Latinoamericano, cuya presentación acaba de
efectuarse en Sao Paulo, Brasil, como parte del Congreso Iberoamericano de Cultura.
FUENTE: José Oriol González. Por Valéria Teixeira Graziano y Eduardo Salles Ulián[1]
(Traducción de Damián Cabrera)
En esta serie publicamos el trabajo de Valéria Graziano y Eduardo Ulian de la
Universidad de Sao Paulo en el que exploran, desde los Estudios Culturales y la teoría
crítica latinoamericana, el proceso de formación y actuación de la Red Latinoamericana
de Teatro en Comunidad, buscando comprender las formas de articulación y resistencia
de los grupos que integran esta red, así como las prácticas y discursos estéticos
adoptados en sus trabajos artísticos, y los impactos de estas articulaciones para los
políticas púiblicas en cultura y los procesos de integración regional. Para tal efecto,
fueron analizados los trabajos de dos colectivos que componen la Red: Pombas Urbanas
de Brasil y la Corporación Cultural Nuestra Gente de Colombia.
El Quijote, un acuerdo fraterno: creación y actuación de la Red Latinoamericana de
Teatro en Comunidad
237
La mezcla de colores y lenguas no podría haberse puesto en escena de mejor
manera para contar la historia del caballero de la triste figura, El Quijote, y concretar el
lanzamiento oficial de la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, en el año 2009.
En escena, once Quijotes y once Sanchos, representando 16 grupos de América Latina –
entre ellos Pombas Urbanas (Brasil) y la Corporación Cultural Nuesra Gente (Colombia)encadenan doce escenas escritas por el director colombiano Santiago García, del Teatro
La Candelaria. Luego de quince días de ensayos y una producción con indumentaria y
escenarios pluriétnicos, El Quijote salió a escena para efectivizar una iniciativa del
colectivo Quinto Teatro, de Cuba, vinculado al dramaturgo Rolando Hernández Jaime, de
la Habana; de la Corporación Cultural Nuestra Gente (Medellín); y de Pombas Urbanas
(Brasil). Tenían como premisa realizar el sueño de Lino Rojas de formar una Patria del
Teatro y fortalecer los lazos y el intercambio entre los colectivos que actúan y
desarrollan proyectos culturales volcados a la comunidad.
Nace entonces, a partir de esa experiencia artística y estética colectiva, la Red
Latinoamericana de Teatro en Comunidad, cuyo resultado final fue presentado a los
participantes del II Congreso Ibero-Americano de Cultura – Cultura y Transformación
Social, realizado en Sao Paulo, en setiembre de 2009. Considerando que la Red tiene
como objetivo construir no sólo un espacio de intercambio artístico, sino también crear
un diálogo y una agenda propositiva en temas como educación, políticas públicas y
cultura, es muy significativo que la misma haya nacido durante ese Congreso, que
además de tener como tema central la cultura para la transformación social, propició
un espacio de amplia articulación entre Estado y sociedad, donde estuvieron presentes
ministros y autoridades de cultura, intelectuales y artistas de 22 países
iberoamericanos, además de participantes de países caribeños y africanos.
Con el lema “nuestra patria es nuestro teatro” y contando con más de 40 grupos,
la Red estableció como objetivos iniciales la promoción de apoyo mutuo, la creación de
mecanismos para intercambio de informaciones, la interrelación del teatro con la
comunidad, además de la creación de programas de educación y formación, tomando la
cultura como medio de transformación social. Sin embargo, los impactos y resultados
de la actuación de la Red han ido mucho más allá de sus propuestas iniciales. En sus
más de cinco años de actuación, los miembros de la Red realizaron importantes
articulaciones, las cuales resultaron, por ejemplo, en espectáculos conjuntos,
residencias artísticas e intercambios de profesionales, pero también tuvieron un
importante protagonismo en lo que se refiere a avances de las políticas públicas en
cultura nacionales y regionales, así como el fortalecimiento de procesos de integración
regional, cuyos impactos van mucho más allá del campo del teatro.
De ese modo, se puede concluir que, como representantes de movimientos
contra-hegemónicos que emergen en América Latina en este inicio de siglo, los grupos
colectivos teatrales que integran la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad
desempeñan un importante papel de intervención en lo real, a partir no sólo de la
resistencia a los procesos de homogeneización cultural, pero también de lucha por la
ruptura con la situación de dominación y explotación colonial, mediante la construcción
de diálogos plurales y de soluciones políticas innovadoras.
Entre estas soluciones, se destaca la creación de la Plataforma Puente Cultura
Vida Comunitaria, un espacio virtual constituido por diversas organizaciones y
movimientos sociales con el objetivo de impulsar la construcción de un tejido cultural
238
comunitario capaz de realizar transformaciones a largo plazo en el continente,
reconociendo la cultura como dimensión central para la construcción de una ética y una
estética de solidaridad, de sostenibilidad, de libertad, de democracia, de equidad y de
igualdad. Como miembro de esta Plataforma, la Red integra un conjunto de
experiencias populares que “nacen de la resistencia y de la búsqueda de superación de
las exclusiones y dominaciones de todo tipo presentes en nuestros países y de la
reivindicación de lo propio como punto a partir del cual se puede contribuir para la
construcción de lo colectivo”[2].
Además, la Red ha tenido un papel relevante en lo que se refiere a las
articulaciones para la realización o actuación en eventos políticos, artísticos y
culturales, tales como la organización del I Congreso Latinoamericano de Cultura Viva
Comunitaria, que se realizó en La Paz, Bolivia, en 2013. Durante el encuentro, los
grupos y redes participantes definieron como “Cultura Viva Comunitaria” un
movimiento continental de raíz comunitaria que asume las culturas y sus
manifestaciones como un bien universal y pilar efectivo de desarrollo humano y una
lucha por la construcción de políticas públicas construidas desde abajo.
Se destaca la participación de la Red en el Festival Iberoamericano de Teatro de
Bogotá, reconocido como el mayor festival de teatro del mundo. Integra, además, un
conjunto de grupos y movimientos que lanzaron, en 2012, una campaña regional que
exige la destinación de por lo menos 1% del presupuesto nacional de cultura y el 0,1%
para la cultura comunitaria, lo que contribuyó a generar intensos debates nacionales en
torno la necesidad de fortalecimiento de políticas culturales y la creación de nuevas
legislaciones, con el objetivo de garantizar el pleno ejercicio de los derechos culturales
y de los valores defendidos por los grupos que luchan por la llamada Cultura Viva
Comunitaria.
En Brasil, esos procesos de movilización social y reivindicaciones resultaron, por
ejemplo, en la aprobación por parte del Congreso Nacional, en julio de 2014, de la Ley
Cultura Viva, la cual transforma el Programa Nacional de Promoción de la Ciudadanía y
de la Diversidad “Cultura Viva” en una política de Estado, garantizando así la
perennidad de las acciones del programa, independientemente de las alternancias de
gestión en la administración pública. Se recuerda que la creación del Programa Cultura
Viva por parte del Ministerio de Cultura en 2004, que tuvo como uno de sus principales
instrumentos el apoyo a la creación y el mantenimiento de puntos de culturas –
entidades culturales sin fines de lucro que desarrollan acciones culturales continuas en
comunidades locales o redes regionales y temáticas-, se constituye en una importante
referencia para los debates en el continente y para el desarrollo de políticas nacionales
y regionales.
Como ejemplo, se destaca la creación del Programa Iberoamericano de Fomento a
la Política Cultural de Base Comunitaria, conocido como Ibercultura Viva, que fue
establecido en 2013 con base en la experiencia brasileña y tiene como objetivo
fomentar el desarrollo cultural, económico y social y las políticas culturales de base
comunitaria, así como fortalecer la cooperación y la integración cultural en el espacio
iberoamericano. A pesar de que su creación haya sido aprobada por ministros de
cultura en 2009, durante el II Congreso Iberoamericano de Cultura, el mismo sólo fue
establecido en 2013, a partir de la intensa articulación entre gobiernos de l región, pero
239
también gracias al protagonismo ejercido por los movimientos y grupos culturales en lo
que se refiere al tema de la cultura viva comunitaria en el espacio regional.
En 2014, durante el VI Congreso Iberoamericano de Cultura – Cultura Viva
Comunitaria, realizado en Costa Rica, por primera vez la sociedad civil que actúa en el
ámbito del tema Cultura Viva Comunitaria participó oficialmente en un evento
realizado por el organismo multilateral. Además, considerando el tema de esta edición
del Congreso, Turino[3] nos recuerda que “por primera vez un organismo internacional
de Estado discute una poítica pública creada de abajo para arriba”. Más que adoptar un
tema como central, el Congreso propició un importante espacio de diálogo entre las
redes y los gobiernos. Sobre el evento, Jorge Blandon[4], articulador de la Plataforma
Puente en Medellín, Colombia, afirmó:
Andamos mucho para llegar hasta aquí. Este viaje con tanta gente alrededor de
cada pequeño grupo es muy valioso. Cada uno de ellos es la colectividad del otro. Con
nuestro amigo Obregón (en referencia al Ministro de Cultura de Costa Rica),
encontramos el mejor escenario para el diálogo afectuoso, franco y sincero. Vamos a
seguir por Iberoamérica, cruzando la América del Sur y Central, para quién sabe llegar
al África y otros continentes con países lusófonos e hispánicos. Vamos a aprovechar
este espacio de cultura viva Comunitaria.
En este sentido, se puede afirmar que los movimientos y grupos culturales
organizados a partir del establecimiento de redes, tales como la Red Latinoamericana
de Teatro en Comunidad, han tenido un importante papel no sólo para repensar el
quehacer teatral y para renovar las prácticas artísticas, creando nuevas éticas y
estéticas, pero también para las cuestiones políticas, sociales y culturales y para el
enfrentamiento de los principales desafíos que marcan actualmente la América Latina.
Conclusión
Como vimos, los movimientos sociales protagonizan en América Latina importantes
procesos regionales e influyen en agendas políticas en diferentes niveles. Es a partir de
su protagonismo, de su toma de posición y de la afirmativa de que los cambios son
parte de sí, pero que también residen en el otro, que vemos hoy en América Latina
esbozos de una nueva perspectiva y de una nueva mirada que lleva en consideración la
propia realidad. Ser de la periferia es estar inmerso en un guión donde cada unidad de
acción conduce al protagonista a un objetivo nada afable. Hay tragedia e no hay catarsis
y, el espectador sólo aparece después del final, pues tiene miedo de la trama. Pero no es
en el escenario donde la acción ocurre, pues el teatro tiene la capacidad de mirar en los
ojos de la realidad y enfrentarla. En él aún reside la inmensa dimensión humana, su
capacidad de soñar y de tener esperanza.
Es en este escenario en el que la cultura periférica y marginalizada encuentra en las
lagunas expuestas por el artificio de la globalización espacio para resistir y afirmarse.
En ese proceso, esas nuevas identidades dislocadas de sus ejes buscan en un
movimiento contra-hegemónico formas de aprehensión de sí y del otro para ponerse al
mundo colonial. En lo que se refiere específicamente a las luchas emprendidas por
grupos y colectivos artísticos y a la actuación de los mismos mediante la Red
Latinoamericana de Teatro en Comunidad, se destaque que han logrado, con éxito,
colocar el tema de la cultura viva comunitaria y del fortalecimiento de las políticas
240
públicas en cultura en el centro de incontables debates gubernamentales y de luchas
por transformaciones radicales en las sociedades latinoamericanas.
La construcción de nuevos caminos con dirección a la emancipación de los pueblos
latinoamericanos será aún bastante largo y seguramente estará marcado por intensas
disputas y conflictos, ya que visan transformar radicalmente las estructuras del Estado
y las relaciones sociales, condición necesaria para enfrentar la colonialidad del poder y
romper con las relaciones coloniales y capitalistas de explotación y dominación. De
todos modos, es necesario reconocer la importancia de esos movimientos, construidos
“desde abajo” y a partir de perspectivas inclusivas y democráticas. Solamente a partir
de ellos será posible pensar modos alternativos de vida, que reconozcan y valoren la
pluralidad de saberes, valores y prácticas y, así, acabar con los procesos de exclusiones
y exterminios de pueblos y de su diversidad que históricamente caracterizan a América
Latina.
NOTAS
[1] Integrantes del programa de postgrado en Estudios Culturales de la Universidad de
Sao Paulo.
[2] Según informaciones de la propia Plataforma Puente, disponible en
http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobre-cvc/
Visitada el: 10 de octubre de 2014.
[3] Disponible en: http://www.nina.org.br/2014/04/14/cultura-viva-comunitariaabre-novo-ciclo-pos-congresso-ibero-americano/. Acceso el: 02 de octubre de 2014.
[4] Ibid.
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PLATAFORMA PUENTE. Disponível em: http://culturavivacomunitaria.org/cv/sobrecvc/. Acesso em: 10 de outubro de 2014.
- See more at: http://www.vientofuerte.com/news/2015/06/24/arte-politica-yresistencia-analisis-de-la-formacion-y-actuacion-de-la-red-latinoamericana-de-teatroen-comunidad-parte-iii/#sthash.zndcu3i6.dpuf
INTERNACIONALISMO
EN HOMENAGE A MARIO ROBERTO SANTUCHO
El pensamiento político de Mario Roberto Santucho: ¿Foquismo? (A propósito de
la tradición guevarista3 ) Néstor Kohan (Cátedra Che Guevara)
3
El siguiente texto fue elaborado en su primera versión a partir de una clase pública de homenaje a Mario Roberto
Santucho, realizada la noche del 19 de julio de 2002 en la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, a 26 años de su
asesinato. Es un texto anterior al gobierno de Néstor Kirchner y a todos los debates que tuvieron lugar en Argentina
durante la última década en torno al populismo, el neodesarrollismo, a la hegemonía al interior de la izquierda de algunas
242
“Sería un contrasentido subordinar el punto de vista político al militar, ya que la política
engendra la guerra; ella es la inteligencia y la guerra no es más que su instrumento, y no
a la inversa…
La subordinación del punto de vista militar al político, es la única posibilidad que queda”.
[La política ha dado nacimiento a la guerra] Extractos y anotaciones de Lenin [1915] a
De la guerra de Carl von Klausewitz
“Toda lucha política tiene siempre un sustrato militar”
Antonio Gramsci: Cuaderno de la cárcel N°1 [1929-1930]
Ni «dementes» ni «irracionales»
Hay compañeros que, aunque ya no están, siguen presentes. Recordarlos no es
sólo hacer memoria. Es, también, una manera de marcar una continuidad histórica.
Recuperar sus luchas resulta imprescindible para no permitir que nos fracturen y
nos quiebren en nuestra subjetividad. Para que cada nueva generación no tenga que
comenzar de cero, desconcertada, arrodillada y mirando sumisamente el suelo, sino de
pie y apoyada en las experiencias y los hombros de las generaciones que nos
precedieron.
Con la clase de hoy, queremos expresar nuestro emocionado homenaje a Mario
Roberto Santucho (1936-1976), cuando se cumplen 26 años de su asesinato4.
Trataremos de reconstruir las fuentes ideológicas que marcaron sus lecturas
teóricas y su pensamiento político, relacionando ambos con el pensamiento del Che
Guevara.
Intentamos hacer este análisis para no quedarnos en un mito. Porque así como la
derecha intenta convertir a nuestros mejores compañeros en mitos –como
pretendieron hacerlo con el Che-, con Santucho sucede algo análogo. Aunque
seguramente no del mismo modo que con el Che, porque nadie usaría remeras con la
cara de Robi [sobrenombre de Santucho]... ya que Santucho sigue siendo un personaje
“endemoniado” para la sociedad oficial argentina. Pero, a su modo, la derecha ha
construido el mito de Santucho..., el “tira-tiros”..., el “tira-bombas”... Entonces a veces
corrientes electorales e institucionales con inspiración trotskista, etc. Este texto fue luego incluido en nuestro libro
Ernesto Che Guevara: El sujeto y el poder (2005). Una versión posterior, ampliada (donde Santucho es analizado junto a
Miguel Enríquez, Roque Dalton y muchos otros militantes guevaristas de Nuestra América), fue incorporada en nuestro
libro En la selva (Los estudios desconocidos del Che Guevara. A propósito de sus «Cuadernos de lectura de Bolivia»)
(2013). Lo publicamos ahora (19 de julio de 2015) en su primera versión porque allí nos concentramos específicamente
en el pensamiento político de Santucho, a quien queremos rendirle merecido homenaje.
El lunes 19 de julio de 1976, en tiempos de la sangrienta dictadura del general Videla, una patrulla del
Ejército argentino al mando del capitán Juan Carlos Leonetti irrumpe en el departamento del barrio de Villa
Martelli [Capital Federal] donde se encuentra escondida parte de la dirección de la insurgencia argentina: Mario
4
Roberto Santucho, Liliana Delfino (compañera de Santucho), Ana María Lanzillotto (compañera de Domingo Menna,
embarazada de ocho meses), Benito Urteaga y su hijo José, de dos años. Ante la súbita irrupción del Ejército, Santucho se
defiende disparando y logra ultimar a Leonetti. A pesar de eso, los dirigentes guevaristas argentinos son capturados y
asesinados (hasta el momento no se conoce qué sucedió con los cuerpos, aunque se presume que los cadáveres fueron
enterrados clandestinamente en el cuartel militar de Campo de Mayo [provincia de Buenos Aires], donde funcionaba uno
de los campos de concentración de la dictadura). Las dos mujeres son secuestradas, trasladadas a ese campo de
concentración, torturadas y asesinadas. Esa misma noche Santucho iba a viajar hacia La Habana. El hijo de Urteaga fue
entregado a la familia paterna. Jamás se supo el destino del bebé que esperaba Ana Lanzillotto.
243
los sectores populares, para contrarrestar y responder a esa visión macartista y oficial,
terminan aceptando y reivindicando esa misma imagen de Santucho, aunque invertida,
sin atender al conjunto de su obra, su pensamiento político y su personalidad. Para la
cultura oficial argentina, durante décadas, el sólo hecho de mencionar o escribir el
nombre de Santucho constituyó un “pecado” imperdonable. En los labios del poder
Santucho fue el sinónimo de todo aquello que, en tiempos del general Videla, se
pretendió aniquilar y, durante las dos décadas siguientes, extirpar de la memoria
popular.
En los relatos ensayísticos y periodísticos, posteriores a la dictadura militar, su
corriente política fue estigmatizada como un demonio y satanizada hasta el hastío.
Aunque esa demonización de la izquierda revolucionaria apuntaba contra el conjunto
de la generación de los ’60 y ’70, los ideólogos del poder se ensañaron con la figura de
Santucho. Se lo convirtió en un fantasma monstruoso y maldito.
Sometiendo a discusión esos relatos apologéticos y oficiales, no podemos
analizar su pensamiento sin antes dejar bien en claro que esa generación, la generación
de Robi Santucho y sus compañeros y compañeras, no se lanzó a la insurgencia y a la
lucha armada ni arriesgó su vida porque le surgió repentinamente un “delirio
mesiánico” -como nos dice hoy toda la derecha-, ni tampoco porque era “foquista” –
como nos sugiere alguna parte de la izquierda-, sino porque había realizado un
meditado análisis previo de la historia social del continente y de sus condiciones
políticas. La lucha político-militar de la corriente de Santucho no fue “irracional”, ni
“demencial”, ni respondía a un deseo de “adrenalina”. No eran “jóvenes dementes y
aventureros”, ansiosos por vivir peripecias extrañas o extravagantes. Existía en ellos y
ellas un tipo de análisis específicamente político, sustentado en una elaborada
reflexión sociológica e historiográfica sobre las contradicciones del capitalismo
argentino y la impotencia histórica de sus clases sociales dirigentes y dominantes para
emancipar el país.
A contramano de lo que sugieren los relatos del poder y los politicólogos
adscriptos a la teoría socialdemócrata de “la transición a la democracia” (que
satanizaron a la insurgencia guevarista responsabilizándola, incluso, por el golpe de
1976), en la tradición marxista la lucha político-militar, en la que Santucho entregó su
vida, ha sido siempre prolongación de un pensamiento político y de una lucha política,
y no al revés. Robi lo tenía muy presente.
Luego de años y años de propaganda burguesa, que intentó demonizar a estos
revolucionarios, remarcar ese tipo de pensamiento específicamente político resulta
hoy impostergable.
Esta es la razón por la que, en las líneas que siguen, nos interesa analizar las
categorías políticas que estructuraron la visión social del mundo de Robi y cómo éstas
fueron transformándose a lo largo del tiempo... Porque nadie nace marxista, ni
socialista, ni comunista, ni revolucionario, sino que se va construyendo como tal. Por
eso nos interesa discutir la conformación del pensamiento real de Santucho.
Antes de abordar directamente nuestro tema, conviene realizar una mínima
aclaración. La relación de Santucho con el guevarismo en general, y con Ernesto
Guevara en particular, no es una relación directa, en el sentido que Santucho nunca
conoció personalmente al Che.
244
Nosotros ponemos el énfasis en una relación política y en la continuidad de una
línea ideológica, no en la cuestión biográfica de si conversó o tomó café con el Che.
Porque en el mismo sentido, Lenin no lo vio nunca a Marx. Gramsci tampoco. Jamás se
sentaron a tomar cerveza con Marx, ni con Engels. Fidel Castro nunca compartió una
velada con José Martí.
Sin embargo, pocos pondrían en discusión que entre ellos existe una estrecha
ligazón. En el caso de la relación de Santucho con el Che sucede lo mismo. A nivel
biográfico quizás nunca se cruzaron pero hay una trayectoria político-ideológica
marcadamente común...
Un hijo del marxismo latinoamericano
Una de las hipótesis de trabajo que se podrían plantear es que Santucho forma
parte sustancial y central del marxismo latinoamericano. Es parte de su historia, de
una historia que no nace en los años ’60 sino que es muy anterior. Eso se nota en la
primera formación ideológica de Robi.
Entre los muchos hermanos de la familia Santucho, uno de ellos, Amílcar, era del
Partido Comunista (PCA) argentino. Otro, que tuvo mucha más influencia sobre
Roberto, Francisco René, era indigenista, “aprista”, seguidor del APRA [Alianza Popular
Revolucionaria Americana, organización política peruana surgida en la década de 1920
que sigue existiendo en la actualidad].
Francisco René dirigía una librería en la provincia de Santiago del Estero y
publicaba una revista llamada Dimensión. En sus comienzos, este hermano de Robi
estaba muy influido por la ideología de Víctor Raúl Haya de La Torre [1895-1979].
Según los parámetros de esta cosmovisión inicial, compartida por Mario Roberto
y Francisco René, que luego entra en crisis a partir del cruce con la organización
Palabra Obrera, nuestro continente es denominado “Indoamérica” y no Latinoamérica.
En una aclaración al pie, que figura en un texto de 1959 titulado Integración de
América Latina, Francisco René señala que: “Preferimos
indoamericano a
latinoamericano o hispanoamericano, por las mismas razones aducidas por los apristas
peruanos generalizadores del término. Creemos como ellos que así se define mejor una
peculiaridad que hoy se da en el hemisferio5” .
De este modo, el primer guía intelectual de Mario Roberto Santucho sigue casi al
pie de la letra a los discípulos de Haya de La Torre. Su razonamiento es el siguiente: el
componente fundamental de este continente es indígena, por lo tanto vamos a
referirnos siempre a Indoamérica. De ahí que la primera organización política en la que
participan estos hermanos (Francisco René y Mario Roberto) se llame Frente
Revolucionario Indoamericanista Popular (FRIP). Francisco René es el hermano que
más influencia tiene sobre Roberto.
Esta tradición de pensamiento indoamericanista también está presente en otros
revolucionarios latinoamericanos de aquella época. A la hora de explicarse la propia
historia de nuestra América, como la llamaba José Martí, el indoamericanismo se
planteó principalmente, en el ámbito historiográfico.
Tratando de ver qué herramientas empleaban a nivel historiográfico para
explicarse la historia de Indoamérica, encontramos que, además de los textos de Haya
5
Cfr. Francisco René Santucho: Integración de América Latina. Santiago del Estero, Cuadernos Dimensión, 1959.
245
de La Torre, también utilizaban los libros de Juan José Hernández Arregui [19121974], un escritor nacionalista del interior de nuestro país. Un hombre muy erudito.
Hernández Arregui tenía una hipótesis muy fuerte: era muy crítico de la ciudad
de Buenos Aires. Sostenía que la capital de la Argentina, era una “ciudad- puerto de
espaldas al país y de cara a Europa”. En cambio, el interior era explotado, pues... era
Indoamérica. Buenos Aires pertenece a Europa. Aunque, a diferencia de Haya de la
Torre, Hernández Arregui era muy hispanista. Por oposición a la historiografía liberal,
que era más anglófila, él defendía mucho la herencia española en nuestra historia (esa
era una diferencia importante con los indoamericanistas...).
En los orígenes del FRIP encontramos esta idea de que Buenos Aires está de
espaldas al país. No se dice que es “una ciudad burguesa” pero se tiende a pensar de
este modo... Y también nos encontramos con la idea que la vanguardia revolucionaria
de la clase trabajadora se encuentra en el noroeste Argentino.
En esos primeros documentos del FRIP de inicios de los ’60 y en esa primera
formación ideológica también se utilizaban categorías de Silvio Frondizi [1907-1974],
un sociólogo e historiador que, al igual que el anterior, era crítico del tipo de desarrollo
del capitalismo argentino. Pero a diferencia de Hernández Arregui, Silvio Frondizi no
era peronista ni nacionalista. Cuestionaba muy duramente la supuesta “progresividad”
de la burguesía nacional y en consecuencia del peronismo.
A los ojos de estos jóvenes con inquietudes revolucionarias y contestatarias,
Silvio Frondizi6 no sólo aportaba sus análisis sociológicos. También les proporcionaba
una pista importante para descifrar la revolución cubana, a la cual Frondizi adhería en
forma entusiasta ya que la había conocido de primera mano.
Las tratativas para que Silvio Frondizi pudiera viajar a Cuba estuvieron a cargo
de Ricardo Napurí (militante de origen peruano, radicado en Argentina, del grupo
Movimiento de Izquierda Revolucionaria-MIR Praxis, liderado por Silvio Frondizi). En
Buenos Aires, Napurí venía formando parte del Comité de apoyo al Movimiento 26 de
julio que se gestó en 1956. Cuando triunfa la revolución, viaja inmediatamente a La
Habana (8 de enero de 1959), junto a la madre del Che, y a numerosos residentes
cubanos en la Argentina. Según el testimonio posterior de Napurí, en esos meses
Guevara plantea que se necesitan intelectuales para discutir con el movimiento
estudiantil cubano. Napurí sugiere el nombre de Silvio Frondizi. Éste viaja a La Habana
invitado por el Che y tiene con él varias entrevistas, tras las cuales Guevara le sugiere
que permanezca en Cuba trabajando en la esfera de la cultura y la ideología. Silvio
Frondizi decide volver para Argentina pero ofrece su colaboración proponiendo una
editorial, vinculada a la revolución cubana, con sede en Montevideo.
A su regreso, redacta y publica en Uruguay La revolución cubana. Su significación
histórica (diciembre de 1960). En este texto, Silvio Frondizi propone una
interpretación del proceso revolucionario cubano sumamente diferente al que luego
consagrarán los partidos comunistas latinoamericanos, vinculados a la Unión Soviética.
6
Conviene no confundir a Silvio Frondizi, marxista revolucionario, con su hermano Arturo Frondizi, presidente argentino (19581962) y hombre de derecha, proimperialista, defensor de los capitales norteamericanos en la Argentina, que culminó su carrera
política defendiendo a los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas. Tampoco con su otro hermano, el académico
Risieri Frondizi, rector de la Universidad de Buenos Aires y célebre filósofo –especializado en la teoría axiológica de los valores-,
que no tuvo una gran participación política como sus otros dos hermanos.
246
Su libro se abre planteando que “La revolución cubana ha destruido definitivamente el
esquema reformista y, más concretamente, el esquema reaccionario del determinismo,
casi fatalismo geopolítico [...]”. Se cierra sosteniendo la misma idea: “La revolución
cubana tiene como significación histórica
fundamental, la de haber roto
definitivamente «con el esquema reformista, y en particular con el estúpido
determinismo, casi fatalismo geopolítico»”. Al mismo tiempo, en este balance inicial de
la revolución, Frondizi formula uno de los primeros diagnósticos (antes que Fidel
declarara públicamente el carácter socialista de la revolución) del proceso cubano en
términos de revolución ininterrumpida y permanente: “Empezó, como ya lo dijimos,
con caracteres pequeño-burgueses de frente nacional, sin discriminaciones de ninguna
clase; su meta fue al comienzo el derrocamiento de la dictadura de Batista. Bien pronto
se transformó en una lucha antimperialista, con un frente más restringido, para
concluir en una acción en profundidad en contra de determinados sectores de la
burguesía nacional; es decir empieza a colocarse en los umbrales del socialismo7” . En
ese mismo libro, Frondizi vaticina que, en el orden interno, se plantea una disyuntiva:
la revolución cubana se industrializa o se detiene (abriéndose, entonces, el peligro para
su burocratización). De igual manera, propone que el mejor modo de frenar la ofensiva
imperialista consiste en internacionalizar la revolución cubana. Todo este tipo de
observaciones y sugerencias giran en torno a la polémica del autor frente a las
posiciones de los partidos comunistas tradicionales, a los que califica de “reformistas”
y “etapistas” y, por eso mismo, opositores a la internacionalización de la revolución
cubana.
El balance de Frondizi no era ingenuo ni improvisado. Se asentaba en un extenso
estudio previo sobre las condiciones del capitalismo latinoamericano, en tiempos de
integración mundial imperialista, bajo la hegemonía del imperialismo norteamericano.
Esa investigación previa la había publicado pocos años antes en La realidad argentina.
Ensayo de interpretación sociológica (en dos tomos, Tomo I: 1955 y Tomo II: 1956).
Allí formulaba la hipótesis del agotamiento histórico del intento de las burguesías
nacionales latinoamericanas por desarrollar un “capitalismo autónomo”. Como ejemplo
puntual, en este texto Frondizi analiza el fenómeno peronista, ensayo frustrado de
realizar –bajo una forma política bonapartista- la revolución democrático-burguesa en
Argentina. De allí, Silvio Frondizi infería que el carácter de la revolución argentina y
latinoamericana no podía ser otro que el de una revolución antimperialista y socialista
(como fases de un mismo proceso ininterrumpido). Es por ello que, cuando viaja a
Cuba, se encuentra con la confirmación del diagnóstico que él mismo había vaticinado
y propuesto pocos años antes. Probablemente, ésa sea una de las razones principales
por las que Frondizi defiende con tanto ahínco la revolución cubana en su libro de
1960.
Habría que esforzarse demasiado para no detectar y no reconocer la presencia
de todo este cúmulo de lecturas en el pensamiento político maduro de Robi Santucho y
en el modo como él y sus compañeros visualizaban la estrategia continental de la
revolución cubana, de la que se sentían vitalmente parte.
7
Cfr.Silvio Frondizi: La revolución cubana. Su significación histórica. Montevideo, Editorial Ciencias Políticas, 1960. Los
párrafos citados en pp.16 y 149. El testimonio de Ricardo Napurí sobre el viaje de Frondizi a La Habana, en entrevista a
Napurí realizada y publicada por Herramienta N°4, Buenos Aires, 1997.
247
El pensamiento de Santucho nunca se detuvo. Iba indagando y reexaminando sus
ideas permanentemente. Aquella juvenil constelación ideológica, en gran medida
impregnada por el nacionalismo cultural, experimentará, al paso del tiempo, un cambio
notable.
La sombra de León Trotsky
En el invierno de 1963 se forma un acuerdo de frente único entre Palabra Obrera
(organización trotskista, acaudillada por Nahuel Moreno [seudónimo de Hugo Miguel
Bressano [1924-1987]) y el FRIP (representado por cinco de sus miembros).
Poco tiempo después, el FRIP se unifica con Palabra Obrera. Esta agrupación
pertenecía a la Cuarta Internacional. Así nace como organización el PRT [Partido
Revolucionario de los Trabajadores]. La Cuarta Internacional tenía en aquella época
como principal dirigente y teórico a Ernest Mandel, el célebre economista belga que
había participado en la polémica cubana de 1963-64, apoyando las posiciones del Che.
En aquellos momentos, Moreno estaba unido con Mandel, después rompen entre sí en
una dura polémica.
Entonces, a la hora de explicarse cómo ha sido nuestro continente, cómo ha sido
la Argentina, cómo ha funcionado el capitalismo en nuestra sociedad, también se
produce un cambio en los escritos y en la ideología de Santucho. Aparece la presencia
de otro historiador, que había sido un militante orgánico de Palabra Obrera vinculado
a Moreno: Milcíades Peña [1933-1965].
Cuando produjo su obra historiográfica, Peña era muy joven (se suicidó cuando
tenía tan sólo 32 años). La mayor parte de sus trabajos –que en su conjunto
conformaban una Historia del pueblo argentino— fue publicada póstumamente. Su
producción resulta muy distinta de la historiografía tradicional. Tanto de la corriente
liberal burguesa (Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López) como también de la
historiografía oficial del Partido Comunista (Leonardo Paso), del peronismo de
izquierda (Rodolfo Puiggrós [1906-1980]) y de la izquierda nacional (Abelardo Ramos
[1921-1991]). En los escritos teóricos de Peña, la revolución cubana jugaba un papel
importante. Operaba como una corroboración empírica, pues le resultaba útil para
cuestionar aquel etapismo historiográfico que se esforzaba por inventar en sus relatos
del pasado una supuesta América Latina colonial –bajo dominio español y portuguésde tipo “feudal” para, de este modo, rechazar en el futuro la pertinencia de la
revolución socialista. En este sentido, Peña señalaba: “Baste decir que la conocida
teoría sobre el carácter «feudal» de la colonización sirvió durante largo tiempo a los
moscovitas criollos como telón de fondo para afirmar que la Argentina “muestra aún
hoy en su estructura rasgos inconfundiblemente «feudales»” [Puiggrós, Colonia, 23] y
para enrollar la madeja de una fantasmagórica revolución «antifeudal» que abriría el
camino a una supuesta «etapa» capitalista. Atados a sus dogmas y compromisos
políticos y frenados por su propia incapacidad, los teóricos comunistas posteriores a
Puiggrós usan su definición de la colonia como sociedad feudal sólo para oponerse al
socialismo en la Argentina de hoy, puesto que significaría «proponernos hoy tareas
históricas inexistentes» [Paso, Colonia, 9] [...]”. Resulta más que sugerente prestar
248
atención al cierre que Peña utiliza para toda esta impugnación. Allí remata sosteniendo
que: “¡Y esto fue escrito cuatro años después de la revolución cubana!”8 .
Si bien se formó políticamente al lado de Nahuel Moreno, Peña rompe con la
organización morenista entre 1958 y 1959. En su posterior distanciamiento ideológico
con la táctica del “entrismo” en el peronismo, propugnada por Moreno, la revolución
cubana jugará un lugar central. Puede corroborarse la profundidad de esa ruptura en
sus “16 tesis sobre Cuba” 9. A los ojos de Peña, la revolución cubana había hecho
pedazos el dogma stalinista de la revolución por etapas junto con la doctrina de que
ciertos países –especialmente los latinoamericanos- estaban “inmaduros” para el
socialismo. Al mismo tiempo, Peña concluía que las enseñanzas de la revolución
cubana exigían dar una batalla ideológica por la conciencia socialista de los
trabajadores argentinos, dada la impotencia política de la denominada “burguesía
nacional” para emancipar a los pueblos latinoamericanos. De allí Peña deducía la
inviabilidad tanto del “entrismo” (línea política de Moreno) como del seguidismo al
peronismo (línea política de Puiggrós). No se podía identificar de manera mecánica y
ahistórica al castrismo y al guevarismo con... el peronismo.
A partir de las tesis historiográficas de Milcíades Peña y apoyándose en los
análisis sociológicos de Silvio Frondizi, Santucho comienza a plantear que la “burguesía
nacional” argentina no puede encabezar los cambios necesarios para emancipar
nuestro país.
Ese tipo de caracterización se basaba en la teoría del desarrollo desigual de Lenin
y en la teoría del desarrollo desigual y combinado de Trotsky. Pero, cuando hacía
referencia a la “seudoindustrialización” de nuestro país, Santucho le agregaba un matiz
específico referido a la Argentina. ¿De dónde adopta esa visión tan crítica de los
industriales argentinos? Nuevamente, de las tesis sociológicas de Silvio Frondizi y de
las historiográficas de Milcíades Peña.
Ya en tiempos del FRIP (antes del cruce con Moreno), combinando la teoría del
imperialismo de Lenin con la visión de Frondizi y Peña, las tesis políticas del grupo
liderado por los hermanos Francisco René y Mario Roberto Santucho sostenían que “La
República Argentina es un país semicolonial seudoindustrializado”. Esta era
justamente la opinión de Frondizi y Peña.
En el capítulo “Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional”, de su
libro La realidad argentina, Silvio Frondizi afirma que: “[...] lo que caracteriza al
imperialismo actual es la exportación de capitales para la industrialización o mejor
dicho seudoindustrialización de los países atrasados”. Lo fundamenta del siguiente
modo: “Mientras la industria ligera necesitaba mercados para la producción de
artículos de consumo, la industria pesada necesita también mercados, pero para su
producción de herramientas. Estos mercados reemplazan a los de artículos de
consumo”. A contramano del esquema etapista de la izquierda tradicional que
cuestionaba al imperialismo y a los propietarios terratenientes locales, para defender
8
Cfr. Milcíades Peña: Antes de mayo. Formas sociales del transplante español al nuevo mundo. Buenos Aires, Fichas,
1973.p.45. La primera versión de este texto data probablemente de la segunda mitad de la década del ’50. Aunque nunca
llegó a preparar sus textos de Historia del pueblo argentino para su edición definitiva (pues se suicidó en diciembre de
1965), Peña volvió sobre aquellos manuscritos durante los ’60. La referencia a la revolución cubana pertenece a este
período.
9
Cfr.José Golán [seudónimo de Milcíades Peña]: “16 tesis sobre Cuba”. En Revista de Liberación N°3, 1964.
249
una supuesta progresividad de los propietarios industriales, de este análisis Frondizi
deduce la “unidad, no identidad, entre imperialismo y burguesía nacional y entre
burguesía nacional y terrateniente”.
Al publicar en 1956 La realidad argentina, Silvio Frondizi aclaraba: “En la
redacción de este capítulo [“Expansión industrial, imperialismo y burguesía nacional”]
hemos recibido valiosa ayuda de Milcíades Peña, que prepara un volumen sobre el
problema”.
Fue precisamente Peña quien más desarrolló la teoría de “la
seudoindustrialización argentina”. Si bien venía trabajando en esa hipótesis desde la
década del ’50, en un artículo de su revista Fichas de 1964 aclara que: “Denominamos
al fenómeno seudoindustrialización, parodia o caricatura de industrialización [...] Por
sobre todo, se realiza sin modificar sustancialmente la estructura social del país, y los
desplazamientos a que da lugar dejan en pie las antiguas relaciones de propiedad y
entre las clases. La seudoindustrialización no subvierte la vieja estructura sino que se
inserta en ella”10 . Entre las características de la seudoindustrialización, Peña incluye:
(a) No aumenta la composición técnica del capital social, sólo la mano de obra, (b) No
se desarrollan las industrias básicas que producen medios de producción, ni las
fuentes de energía ni los transportes, (c) No aumenta la productividad del trabajo, (d)
El incremento de la producción de artículos de consumo sobrepasa el incremento de la
producción de medios de producción y (e) La agricultura permanece estancada y no se
tecnifica. De estas características, Peña infiere que tanto los propietarios burgueses
terratenientes como los industriales argentinos, comparten con el capital financiero el
mismo interés en la perpetuación del atraso del país. Estos sectores sólo permiten el
transplante o el injerto de islotes industriales en unas cuantas fábricas, manteniendo y
reproduciendo la estructura
social de conjunto atrasada y subordinada al
imperialismo.
Robi Santucho supo deducir de este tipo de análisis historiográfico y sociológico
una consecuencia política inequívoca: era inviable luchar en Argentina por la
“liberación nacional” o por una “revolución democrático-burguesa, agraria y
antimperialista”, apoyándose en un “frente nacional”, liderado políticamente por la
burguesía local y su brazo armado, las Fuerzas Armadas. En otros términos: sólo se
podía llegar a alcanzar la liberación nacional de la Argentina y su independencia frente
al imperialismo si se lucha al mismo tiempo por la revolución socialista, cuestionando
el orden burgués y sus aparatos de dominación y coerción. Al igual que José Carlos
Mariátegui [1894-1930], Julio Antonio Mella [1903-1929] y el Che Guevara, Santucho
piensa que antimperialismo y socialismo deben marchar unidos como dos facetas de
una misma lucha, no como etapas separadas en el tiempo.
Aunque para esa época Silvio Frondizi se había convertido en un intelectual
independiente11 y Milcíades Peña ya había roto amarras con el grupo morenista, el
acercamiento con Moreno le permitió a Santucho incursionar y estudiar atentamente
10
Cfr. Víctor Testa [seudónimo de Milcíades Peña]: “Industrialización, seudoindustrialización y desarrollo combinado”. En
Fichas de investigación económica y social, Año I, N°1, abril de 1964. p.33-44. Este artículo fue recopilado póstumamente
en Milcíades Peña: Industrialización y clases sociales en la Argentina. Bs.As., Hyspamérica, 1986. p.65 y ss.
11
El viejo Silvio Frondizi, cuyos escritos sociológicos tuvieron tanta influencia en el pensamiento político de Santucho y
sus compañeros, termina durante su vejez (primera mitad de los años ’70) militando, codo a codo, junto a los jóvenes
guevaristas. Aún en la época más sangrienta y represiva de la Argentina. Por eso no sólo dirige Nuevo Hombre, el
periódico del Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS), vinculado al PRT, sino que también defiende como abogado a
250
toda esta literatura política de la nueva izquierda y empaparse de los debates políticos
que la acompañaban.
¿Qué diferencia había entre los escritos de Roberto Santucho y los de Milcíades
Peña? Principalmente que este último – Peña – mantenía un planteo totalmente
impregnado por el antiperonismo, ya que proponía la tesis de que “Perón era un agente
inglés”.
El PRT adopta cierto tipo de explicaciones de Peña, pero no acepta
completamente esa visión, ya que en un folleto del PRT -El peronismo, ayer y hoy
[Ediciones El Combatiente, agosto de 1971]- se plantea que se incorpora la tesis de
Peña, pero sin caer... “en el gorilismo de izquierda”.
La herencia de San Martín
En los escritos del PRT también emerge la presencia de otra historiografía. Esto
sí llama poderosamente la atención. Es la historiografía liberal de Bartolomé Mitre.
¿Por qué llama la atención? Pues porque la óptica de Mitre constituye la versión oficial
de la historia argentina, la que todavía hoy se enseña en las escuelas. Pero ¿qué
adoptaban los militantes guevaristas de esta historiografía tradicional?
Algo que, paradójicamente, resulta muy interesante: cómo estos historiadores
burgueses reaccionarios (principalmente Mitre, aunque también deberíamos agregar a
Vicente Fidel López, en el siglo XIX y Ricardo Levene en la primera mitad del siglo XX)
describen la campaña del Ejército de San Martín. Fundamentalmente, cómo describen...
la guerra de guerrillas. Ese relato resulta hasta muy entusiasmante.
Cuando ellos hablan del Ejército de los Andes, cuando San Martín envía a
organizar una guerra de guerrillas en la retaguardia española en el Perú, era muy
“atractivo” para esta izquierda revolucionaria que se planteaba continuar la lucha
inicial de San Martín y Bolívar..., y sobre todo el papel jugado en la lucha guerrillera
contra los colonialistas españoles por Martín Miguel de Güemes, Juana Azurduy y otros
revolucionarios nuestros de principios del siglo XIX. Seguramente estos historiadores
burgueses, de tradición liberal, todavía en el siglo XIX se podían dar el lujo de alabar
aquellas campañas militares independientistas, porque la tarea por delante que esta
burguesía tenía entonces – segunda mitad del siglo XIX - era legitimar la construcción
de un Estado-nación y construir los relatos fundantes de un origen heroico. Luego, en
el siglo XX, sobre todo en su segunda mitad, ante le emergencia de una izquierda
revolucionaria que se planteaba en primera instancia la lucha por el poder, ya no
podían darse ese lujo...
Pero Santucho y los guevaristas argentinos supieron leer bien, leer entre líneas,
en esa historiografía burguesa, en esa historiografía tradicional y reaccionaria y
encontrar los relatos de aquel primer Ejército continental de San Martín y sus
compañeros.
Según recuerda Pombo [Harry Villegas Tamayo], combatiente cubano que luchó
junto al Che en Cuba, en el Congo y en Bolivia, Guevara también le daba para leer a sus
compañeros, a sus combatientes internacionalistas de Bolivia, los relatos de las guerras
los presos políticos y a los guerrilleros. Todo eso le vale el odio sanguinario de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple
A), organización terrorista paramilitar de extrema derecha que lo secuestra y lo asesina por la espalda en 1974
acusándolo de “comunista y bolchevique, fundador del ERP e infiltrador de ideas comunistas en nuestra juventud”.
251
independientistas sobre Juana Azurduy y sus guerrilleros. También en esta opción
historiográfica, Santucho fue un guevarista consecuente.
Lenin y América Latina
Otra fuente ideológica de la que se nutrió Santucho fue Lenin. Como era obvio,
habiendo cortado amarras definitivamente con Haya de La Torre, Santucho empieza a
ensayar una lectura mucho más leninista, más “clásica”, si se quiere, sobre el papel de
América Latina. La crítica explícita contra Haya de la Torre ya la formula Francisco
René Santucho en su trabajo “Lucha de los pueblos indoamericanos”12 . Allí se plantea
que los aciertos iniciales del APRA: “se ven traicionados ahora por la debilidad de su
propio líder que ha entrado en compromisos con regímenes reformistas cómplices del
imperialismo”. A partir de esa ruptura con el populismo aprista, se abre en el horizonte
ideológico de Robi la posibilidad de apropiarse de la tradición teórico-política de Lenin.
Lenin escribió en 1916 El imperialismo, etapa superior del capitalismo, una obra hoy
considerada clásica en la materia. Allí escribe sobre nosotros, sobre la Argentina. Dice
textualmente: “No sólo existen los dos grupos fundamentales de países – los que
poseen colonias y las colonias --, sino también, es característico de la época, las formas
variadas de países dependientes que, desde un punto de vista formal, son
políticamente independientes, pero que en realidad se hallan envueltos en las redes de
la dependencia financiera y diplomática. A una de estas formas de dependencia, la
semicolonia, ya nos hemos referido. Un ejemplo de otra forma lo proporciona la
Argentina [...] No es difícil imaginar qué sólidos vínculos establece el capital financiero
– y su fiel «amiga», la diplomacia – de Inglaterra con la burguesía argentina, con los
círculos que controlan toda la vida económica y política de ese país”.
¿En qué se basaba Lenin para proporcionar semejante descripción y explicación de la
Argentina? Pues una de sus tesis principales sostenía que el desarrollo del capitalismo
mundial nunca es chato, ni plano, ni liso, ni homogéneo.
Los países y sociedades capitalistas no están en el mismo rango ni son
equiparables entre sí; como hoy sostiene erróneamente Toni Negri, por ejemplo,
cuando en su Imperio plantea que entre Estados Unidos y Brasil, la India e Inglaterra...
“sólo hay diferencias de grado”. Por el contrario, Lenin tenía la hipótesis de que el
capitalismo a nivel mundial se expandía en forma asimétrica, según un desarrollo
desigual que generaba países y sociedades metropolitanas y dependientes, cuyas
diferencias no sólo son de grado –es decir: cuantitativas, mayor o menor cantidad de
capitalismo y desarrollo— sino que son diferencias cualitativas.
Santucho adopta esta tesis de Lenin, y plantea que el desarrollo interno del
capitalismo argentino también es notoriamente desigual y origina zonas
metropolitanas y zonas periféricas y/o dependientes. O sea que no es lo mismo el
desarrollo del capitalismo en la Mesopotamia que en el Noroeste. Así, por ejemplo, en
el folleto “El proletariado rural detonante de la revolución argentina”13 se sostiene que:
“El imperialismo, al introducirse como factor estructural en el desarrollo de la
economía argentina promoviendo la seudoindustrialización, ha acentuado los
12
Cfr. Francisco René Santucho: “Lucha de los pueblos indoamericanos”. En Norte Argentino, 1963.
Tesis políticas del FRIP, editadas en 1964 en el periódico Norte Argentino. La mayoría de los textos del PRT citados han
sido consultados de la excelente antología realizada por Daniel De Santis: A vencer o morir. PRT-ERP Documentos. Bs.As.,
EUDEBA, 1998 (tomo I) y 2000 (Tomo II).
13
252
desniveles regionales, al desarrollar unilateralmente la zona portuaria en detrimento
del Interior”.
Obviamente, este tipo de caracterización se basaba en la teoría del desarrollo
desigual de Lenin.
Así como Lenin defendía la tesis de que la explosión iba a surgir en “el eslabón más
débil de la cadena imperialista”, Santucho planteaba, por analogía, que en la revolución
argentina el factor detonante era el proletariado azucarero. En su análisis, el
capitalismo del noroeste era, de alguna manera, “el eslabón más débil” dentro del
capitalismo argentino.
Y también, junto a las categorías clásicas de Lenin, en el PRT se adoptaron en
determinado momento categorías de León Trotsky quien, en su Historia de la
Revolución Rusa, plantea una hipótesis que denomina “ley del desarrollo desigual y
combinado”. ¿En qué consiste? Pues en que nunca existen países y sociedades
capitalistas absolutamente homogéneas, compactas, con un solo modo de producción.
En realidad hay relaciones sociales de distintos modos de producción, que están
combinadas entre sí. Algunas predominan sobre otras, pero están combinadas.
Puntualmente, Trotsky sostiene que: “Azotados por el látigo de las necesidades
materiales, los países atrasados vense obligados a avanzar a saltos. De esta ley
universal del desarrollo desigual de la cultura se deriva otra que, a falta de nombre más
adecuado, calificaremos de ley del desarrollo desigual y combinado, aludiendo a la
aproximación de las distintas etapas del camino y a la confusión de distintas fases, a la
amalgama de formas arcaicas y modernas”. Trotsky la denomina “ley” pero en realidad
–pensamos nosotros– habría que denominarla teoría del desarrollo desigual y
combinado, ya que conjuga diversas hipótesis sobre el desarrollo histórico.
Entonces,– una vez superado el atractivo del APRA y el indigenismo, a los que
habría que agregar la influencia inicial de la Reforma Universitaria y de varios
intelectuales que realizan conferencias en la librería de Santiago del Estero, dirigida
por Francisco René – en el pensamiento político de la dirección del PRT en general, y
de Mario Roberto Santucho en particular, se conjugan las categorías sociológicas de
Silvio Frondizi, las historiográficas de Milcíades Peña, la teoría del marxismo
revolucionario clásico de Lenin y Trotsky y, por supuesto, la enorme influencia de la
revolución cubana y la revolución vietnamita.
A todas estas influencias las tamizó, en el caso del PRT argentino, el guevarismo y
el castrismo, así como también el pensamiento político de Ho Chi Minh y Giap.
La ruptura con Nahuel Moreno
Para poder amalgamar y tratar de fusionar lecturas tan diversas (desde las
enseñanzas de Lenin y Trotsky en Rusia hasta las de Fidel y el Che en Cuba, pasando
por la de Mao en China, Ho Chi Minh y Giap en Vietnam), Santucho tuvo que romper
amarras con su principal socio en la fundación del PRT: Nahuel Moreno. Éste
condensaba un arco iris ideológico, habitual en la izquierda tradicional: la trágica
conjunción de retórica presuntuosa e inflamada, pretendida ortodoxia doctrinaria y
reformismo práctico y mundano.
En el caso de Moreno, ese cóctel estaba condimentado por un oportunismo
extremo que lo llevó a reivindicarse desde “peronista” (en su época de entrismo en el
peronismo) hasta exactamente lo opuesto: profundamente antiperonista. Todo en
253
solución de continuidad, sin que mediara, jamás, entre un extremo y otro, la más
mínima autocrítica o explicación a sus militantes de semejantes zigzagueos y bandazos.
Lo que legitimaba y daba “coherencia” a semejante oscilación permanente, era una
concepción política estratégica sustentada en: (a) la absolutización de la lucha sindical
(aquella que Lenin impugnaba por su economicismo), (b) la obsesión por no quedar al
margen de ninguna participación electoral –incluso cuando ésta estuviera
deslegitimada ante las masas populares— y, a largo plazo, (c) la perspectiva del
espontaneísmo insurreccionalista.
La ruptura entre Santucho y Moreno se produce en febrero de 1968, en vísperas
del IV Congreso del PRT. Formalmente, responde a la inasistencia de Moreno al IV
Congreso del partido, al ser consciente de que sus posiciones políticas habían quedado
en minoría frente a las de Santucho, tanto en las regionales de la organización como en
su comité central. Pero, en realidad, la razón de fondo que explica esa ausencia se
origina en la negativa de Moreno a llevar a la práctica el discurso que prometía iniciar
la lucha armada en la Argentina.
A partir de ese quiebre, Moreno comienza a editar el periódico La Verdad, que le
otorga el nombre a la nueva organización denominada PRT-La Verdad; mientras
Santucho edita El Combatiente. El pensamiento mayoritario dentro de la organización
(desde la fusión FRIP-Palabra Obrera de 1965), afín a las posiciones de Santucho, se
expresa en el IV Congreso del PRT-El Combatiente.
Uno de los documentos teóricos capitales, no sólo de la historia “interna” del PRT
sino también del conjunto del guevarismo en la Argentina, donde se encuentra la
particular síntesis e interpretación de los clásicos del marxismo ensayada por esta
corriente, es El único camino hacia el poder obrero y el socialismo [marzo de 1968],
conocido entre los militantes como “el librito rojo” por el color de sus tapas y,
probablemente, por una analogía con el famoso texto de Mao Tse Tung.
Todo es ilusión, menos el poder
Este trabajo, eje de aquel IV Congreso posterior a la ruptura con Moreno, tiene
como autores a tres miembros de la organización, entre los cuales se encuentra
Santucho. Resulta más que plausible que la mayoría de sus ideas principales
pertenezcan a Robi.
El primer capítulo, titulado “El marxismo y la cuestión del poder”, ubica en el
centro de la discusión aquella cuestión que estuvo ausente en las distintas corrientes
de la izquierda tradicional argentina, por lo menos desde los levantamientos
anarquistas –sangrientamente reprimidos— de principios de siglo. Junto a la cuestión
del poder, allí se analiza el problema de la estrategia revolucionaria en los clásicos del
marxismo.
La reflexión se abre con una toma de posición metodológica. En el análisis del
país y su sociedad se debe partir de la categoría dialéctica más omnicomprensiva: la
situación del capitalismo mundial y la lucha revolucionaria internacional para, a partir
de allí, avanzar hacia el estudio de la relación de fuerzas entre las clases sociales, tanto
a nivel nacional como internacional. Ésa era la recomendación de Marx en sus
borradores de El Capital (los Grundrisse), cuando afirma que la categoría dialéctica
más concreta (porque encierra en su seno la mayor cantidad de determinaciones) es el
254
mercado mundial. (Aunque en la exposición lógico dialéctica de Marx esta categoría
resulta el punto de llegada, en toda investigación sobre el capitalismo debería
constituir el punto de partida, ya que el capitalismo conforma un sistema mundial).
No otra era la posición de Antonio Gramsci, cuando en el N°13 de sus Cuadernos
de la cárcel proponía –siguiendo puntualmente a Lenin— estudiar el análisis de las
situaciones políticas y las relaciones de fuerzas sociales, partiendo de la situación
internacional.
Ese mismo problema metodológico reaparecerá posteriormente, en la discusión
de 1970-1971 entre el PRT y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). La posición
de las FAR, defendida por Carlos Olmedo [1944-1971], quien seguía al pie de la letra la
teoría nacionalista de las “causas internas” de Rodolfo Puiggrós (éste la había
desarrollado en la Introducción de 1965 a su célebre Historia crítica de los partidos
políticos argentinos), reclamaba comenzar el análisis por la Argentina para luego
remontarse hacia lo internacional. La posición del PRT, que prolongaba el análisis del
Che en su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, proponía
una mirada global sobre el conflicto con el imperialismo. La lucha nacional, país por
país, era parte de una batalla mayor, de carácter antimperialista e internacional. De
este modo, el PRT le respondía a Olmedo –cabe aclarar que Santucho mantenía por
Olmedo un gran aprecio personal, según le confiesa en una carta enviada desde la
cárcel a su primera compañera Ana Villarreal— que el marxismo no es sólo un
instrumento metodológico, sino también una ideología política y una concepción del
mundo. En tanto método, ideología política y concepción del mundo, tiene como meta
la revolución mundial y, por ello, debe analizar el capitalismo como un sistema a una
escala que supere la estrechez reduccionista del discurso nacional-populista.
Después de sentar posición metodológica, el documento sobre el marxismo y la
cuestión del poder del IV Congreso pasa a discutir el problema de la estrategia políticomilitar, núcleo de fuego de la izquierda revolucionaria.
Para hacerlo, recorre la herencia de los clásicos. Comienza por Marx y sus
escritos sobre la lucha de clases en la Europa urbana del siglo XIX. Principalmente,
sobre las barricadas de París, tanto en 1848 como en 1871. La estrategia de Marx
apostaba a una acción insurreccional de la clase obrera, rápida y violenta, en las
grandes ciudades, teniendo como meta el derrocamiento del Estado.
Luego, se analiza la Introducción de Engels de 1895 a Las luchas de clases en
Francia de 1848 a 1850. Introducción que ha sido considerada, habitualmente, como
“el testamento político” de Engels. En ese texto, el compañero de Marx dejaba sentado
que la barricada urbana y la lucha de calles habían perdido efectividad frente a los
avances de la técnica militar y las reformas urbanísticas (el trazado de las grandes
avenidas, por ejemplo, por donde podía desplazarse rápidamente el ejército).
La socialdemocracia internacional censuró ese documento de Engels. En 1895,
G.Liebknecht publicó en el periódico Vorwärts [Adelante], órgano central del Partido
Socialdemócrata alemán, varios fragmentos entrecortados donde Engels aparecía,
según el autor del documento le confesó a Paul Lafargue en una carta, “como un
pacífico adorador de la legalidad a toda costa”. A pesar de la censura del partido
alemán y de la posterior queja de Engels, los principales ideólogos de la
socialdemocracia adoptaron este texto como caballito de batalla para insistir con el
parlamentarismo. Engels señalaba, acertadamente, el problema que se abría para el
255
movimiento obrero. Pero no aportaba una solución. Casi inmediatamente después de
escribirlo (y de quejarse por la censura de la que fue víctima) Engels se muere, dejando
sin respuesta estratégica al movimiento obrero mundial.
A contramano de la socialdemocracia alemana y de todo el reformismo que tenía
a esta última como faro y luz, en Italia Antonio Gramsci utilizó ese mismo texto de
Engels para pensar la revolución pasiva en Europa Occidental. El gran cerebro italiano,
partiendo del “testamento” de Engels, intenta desentrañar las modernizaciones “desde
arriba”, desarrolladas en Alemania por Bismarck y en Francia por Luis Bonaparte. En
estas “revoluciones desde arriba”, impulsadas por el Estado burgués, que cambia algo
para que nada cambie, neutralizando de este modo la rebelión popular y apropiándose
de los reclamos y reivindicaciones “de abajo”, Gramsci visualiza un problema
extremadamente difícil de resolver. Para poder enfrentar eficazmente y derrotar estas
“revoluciones pasivas”, en sus Cuadernos de la cárcel Gramsci propone cambiar la
estrategia revolucionaria de la clase obrera: pasar de la revolución permanente y la
guerra de maniobra a la guerra de posiciones14. Esto para las sociedades capitalistas de
[Nota puesta por ELCH] Guerra de trincheras y estrategia electoral. Pablo Iglesias. 03 may 2015 En
los párrafos más legendarios de sus Quaderni del carcere, Antonio Gramsci reflexionaba sobre las estrategias de
guerra de la I Guerra Mundial, posición y maniobra, para entender la política en Occidente. En la política
occidental la guerra de maniobra (el asalto) perdería relevancia frente a una compleja guerra de posición en la
que el Estado no sería más que la trinchera avanzada del conjunto de fortificaciones de la sociedad civil. La
política de la guerra de trincheras es la lucha por la hegemonía. A diferencia de lo que muchos piensan,
Gramsci no ideó el concepto de hegemonía, que ya estaba presente en las reflexiones de socialistas rusos que
Gramsci conoció, e incluso en algunos textos de la Komintern. Sin embargo, Gramsci fue el primero en entender
la hegemonía no como la necesidad de las organizaciones socialistas de liderar a sectores subalternos distintos
a la clase obrera o de aliarse con sectores de la burguesía, sino como el conjunto de mecanismos
supraestructurales, sobretodo en un sentido cultural, sobre los que descansa el orden político en las sociedades
avanzadas. Gramsci volvió a Maquiavelo, el padre de la política como ciencia del poder, para entender la
importancia del consentimiento. Y es que el poder en las sociedades avanzadas no sólo se expresa a través de
mecanismos coercitivos, sino predominantemente a través del consentimiento y el consenso.
14
Si por algo las reflexiones de Gramsci han envejecido tan bien, convirtiéndose en referencia de todas las izquierdas
e incluso de ciertas derechas cultivadas, es porque la política occidental, una vez se consolidaron y desarrollaron los
sistemas democráticos y sus Estados, es básicamente la política hegemónica. La hegemonía es la capacidad orgánica de
los sectores dominantes para convencer a las mayorías sociales de los relatos que justifican y explican el orden político.
Los dispositivos de convencimiento son básicamente culturales (la escuela y la Iglesia son los ejemplos clásicos y los
medios de comunicación el ejemplo de nuestro tiempo) y sirven para asentar las claves de los relatos hegemónicos. Ganar
en la política hegemónica es básicamente convencer del propio relato.
En los periodos de estabilidad política (generalmente asociados a la estabilidad económica) los relatos
hegemónicos son casi inexpugnables, pero cuando se producen crisis orgánicas, se abre la oportunidad de cuestionar,
mediante la guerra de trincheras o de maniobra, los relatos dominantes y de que se produzcan cambios políticos. El 15M
señaló la existencia de una crisis orgánica en España, cuestionando los relatos políticos oficiales y representando
la mejor expresión social de la crisis. Podemos ha sido hasta ahora la mejor expresión política de esa crisis, logrando
imponer nuevas interpretaciones de la situación y nuevas posibilidades de transformación mediante el protagonismo de
los sectores subalternos (el pueblo). La imposición en el lenguaje político español de la palabra casta para señalar a las
élites políticas y económicas es un buen ejemplo de la política hegemónica de Podemos; la política por un nuevo relato de
la crisis y por la forma de superarla. La lucha por ocupar la centralidad del tablero es, precisamente, la lucha por
determinar donde se halla la centralidad del tablero. Como decíamos en un artículo anterior, si logramos situar la
centralidad en la necesidad de democratizar la economía Podemos podrá ganar. Por el contrario, si la centralidad se sitúa
en otros parámetros (la mera regeneración o el recambio de élites) los sectores dominantes habrán demostrado su
capacidad de resistencia.
En los momentos de crisis orgánica, las campañas electorales son una guerra de trincheras simplificada. Las
campañas representan el momento de la gloria o del fracaso de los estrategas políticos que pelean por imponer su relato
sobre la base de consensos cambiantes, en el dificilísimo entorno de los medios de comunicación que son en sí mismos
operadores políticos no neutrales.
Esta campaña que comienza ahora es una guerra de trincheras por la imposición de un relato político; de cómo se
imponga uno u otro dependerán en buena medida los resultados finales, toda vez que casi la mitad de los electores aún no
256
Europa occidental. ¿Y en las capitalistas periféricas, que forman parte del Tercer
Mundo? ¿Y en las capitalistas coloniales, semicoloniales y dependientes? ¿Y en las de
América Latina? Aunque en sus Cuadernos de la cárcel realiza algunas breves
observaciones sobre la estrategia política de la guerra de guerrillas en sociedades
agrarias y atrasadas (tomando como ejemplo a los combatientes irregulares balcánicos
o los grupos irlandeses, etc), Gramsci deja abierto el problema e irresueltos sus
interrogantes.
Santucho y sus compañeros parten de este problema central que atraviesa el
núcleo político de la teoría revolucionaria. Al igual que Gramsci, comienzan por el
desafío que Engels les deja pendiente a los revolucionarios del siglo XX. De igual modo
que el italiano, no se resignan a dar por sepultado el fin de las revoluciones, para
abrazar alegremente el Parlamento. Pero, como Santucho forma parte del marxismo
latinoamericano, y el terreno social en el que se mueve su corriente guevarista es el
Tecer Mundo, se esfuerza por resolver la incógnita del viejo Engels desde un ángulo
distinto al predominante en Europa Occidental.
Por eso Santucho y sus compañeros fijan su atención en una serie de textos de
Lenin, habitualmente desatendidos, soslayados, u “olvidados” por las distintas
corrientes de la izquierda tradicional. El principal de todos es “La guerra de
guerrillas”15.
han decidido su voto. ¿Qué debemos hacer nosotros? La primera tarea, antes de correr tras el adversario, es observar sus
movimientos. ¿Qué relato tratarán de imponer ellos? Dirán que Podemos se desinfla en las encuestas, que ya hay
básicamente cuatro aspirantes a la Moncloa, que el problema fundamental de estos comicios son los pactos postelectorales
en un escenario multipartidista inestable, que España es un país de clases medias y que las mayorías sociales son
moderadas. Basta echar la vista atrás para comprobar que el éxito político y social del régimen del 78 descansó en un
relato muy parecido que se tradujo en el estrepitoso fracaso del posibilismo eurocomunista y en la moderación de un
Partido Socialista que, una vez a los mandos del Estado, pudo haber llegado mucho más lejos.
Hoy el relato de nuestros adversarios dirá que Podemos fue el protagonista de la ruptura pero que no será el
protagonista del cambio. Algunos humoristas gráficos lo han expresado con la lucidez propia de los cazadores y creadores
de relatos.
¿Qué debemos decir en esta campaña entonces? En primer lugar que Podemos nació para ganar las elecciones
generales y que ninguna batalla previa, por importante que sea, nos va a distraer de la principal. Debemos decir que no
habrá cambio sin ruptura y que, por tanto, quien quiera pactar con nosotros, deberá romper con las políticas que nos
llevaron al desastre. En estas elecciones no hay cuatro opciones, hay dos: cambiar o seguir con lo de siempre. Podemos no
está sólo en el cambio; en la ciudad de Madrid el cambio se llama Manuela Carmena, en Barcelona Ada Colau y nuestra
mano está tendida a todos los que estén por el cambio, que significa defender lo público y los derechos sociales. Por eso
Podemos defiende la unidad popular y es un instrumento para la unidad popular. Hay que decir que hoy 13 millones de
españoles están en riesgo de pobreza, que un tercio de los asalariados apenas cobra 645 euros al mes, que casi la mitad de
los parados no recibe ninguna prestación. Las mayorías sociales no aspiran a una segunda vivienda o a tener tres coches
en el garaje, aspiran a disfrutar de escuelas públicas y hospitales públicos, aspiran a una vivienda digna, a no hipotecarse
de por vida y a un salario decente. En España no hay una mayoría social moderada, hay un pueblo al que se ha querido
humillar y que tiene muy claro quienes son sus enemigos; las élites políticas y económicas que les han robado y se han
enriquecido a su costa. Debemos explicar que nuestro programa es el programa del cambio, precisamente porque se
centra en rescatar a los ciudadanos, en transformar el modelo productivo, en favorecer el empleo de calidad y con
derechos, en promover la innovación tecnológica y en crear instituciones que protejan la democracia de la corrupción y del
saqueo de lo público.
Empieza la guerra de trincheras y el adversario nos quiere siguiendo sus movimientos. Debemos obligarles a que
sigan los nuestros haciendo lo que mejor sabemos hacer; decir sin ambages las verdades que otros no se atreven a decir,
por incómodas que resulten para las élites. No ganaremos pareciéndonos al adversario, sino siendo nosotros mismos.
15
“La guerra de guerrillas” fue escrito por Lenin después de la insurrección rusa de 1905. Fue publicado por primera vez
en Proletari N°5, el 13/X/1906. En Argentina, este texto curiosamente “olvidado” por los apresurados impugnadores del
supuesto “foquismo”, vio la luz –es probable que por primera vez— en 1945. Véase la antología La lucha de guerrillas a la
luz de los clásicos del marxismo-leninismo. Bs.As., Lautaro, septiembre de 1945. pp.71-86. Esta edición del Partido
Comunista argentino, seguramente respondía a la euforia que vivió esta corriente ante la victoria soviética (guerrillas
incluidas…) sobre los nazis. Sin embargo, a pesar de haberlo publicado, nunca se tomó como eje de lo que se consideraba
oficialmente como sinónimo de “leninismo”. Más tarde, esta misma corriente traduce del ruso y publica las Obras
257
En estos textos “malditos”, Lenin afirma que: “La cuestión de las operaciones de
guerrillas interesa vivamente a nuestro Partido y a la masa obrera. […] La lucha de
guerrillas es una forma inevitable de lucha en un momento en que el movimiento de
masas ha llegado ya realmente a la insurrección y en que se producen intervalos más o
menos considerables entre «grandes batallas» de la guerra civil. […] Es completamente
natural e inevitable que la insurrección tome las formas más elevadas y complejas de
una guerra civil prolongada, abarcando a todo el país, es decir, de una lucha armada
entre dos partes del pueblo”. Más adelante, agrega: “La socialdemocracia [Lenin utiliza
en esos años –1906— el término “socialdemocracia” para referirse al partido
revolucionario. Nota de N.K.] debe, en la época en que la lucha de clases se exacerba
hasta el punto de convertirse en guerra civil, proponerse no solamente tomar parte en
esta guerra civil [subrayado de Lenin], sino también desempeñar la función dirigente.
La socialdemocracia debe educar y preparar a sus organizaciones de suerte que obren
como una parte beligerante [subrayado de Lenin], no dejando pasar ninguna ocasión
de asestar un golpe a las fuerzas del adversario”. En el mismo registro, sostiene que:
“El marxista se coloca en el terreno de la lucha de clases y no en el de la paz social. En
ciertas épocas de crisis económicas y políticas agudas, la lucha de clases, al
desenvolverse, se transforma en guerra civil abierta, es decir en lucha armada entre
dos partes del pueblo. En tales períodos, el marxista está obligado [subrayado de
Lenin] a colocarse en el terreno de la guerra civil. Toda condenación moral de ésta es
completamente inadmisible desde el punto de vista del marxismo. En una época de
guerra civil, el ideal del Partido del proletariado es el Partido de combate [subrayado y
mayúscula de Lenin]”.
Después de recorrer estos pasajes (que constituyen apenas una pequeña parte de
su reflexión sobre este tema), a un lector desprejuiciado le surgen los siguientes
interrogantes: ¿acaso será Lenin un ingenuo apologista del “foquismo”…? ¿Quizás un
guevarista avant la lettre…?
Todos estos papeles y trabajos políticos de Lenin abundan en idénticas
reflexiones. Son duros, contundentes, taxativos. No dan pie para la ambigüedad. No
utilizan el marxismo como un recetario decorativo, sino como un instrumento de
análisis para intervenir en la lucha de clases, desarrollar la guerra civil y, en ella,
encaminar a los sectores populares hacia la victoria.
¿Qué conclusión extrajeron Santucho y sus compañeros de estos trabajos
políticos de Lenin? Ellos destacaron que es el máximo dirigente bolchevique quien le
encuentra resolución al problema abierto y planteado por el último Engels. En la
lectura e interpretación de Santucho, la respuesta de Lenin saca al movimiento
revolucionario del callejón sin salida donde lo había puesto la socialdemocracia. En su
óptica, Lenin tiene la virtud de haber descubierto las vías para una nueva estrategia
Completas de Lenin. Con el tomo N°11 de estas últimas (volumen que incluye los textos sobre la guerra de guerrillas,
posteriormente analizados por Santucho) sucede algo singular. Con esos materiales, los editores del comunismo argentino
toman la decisión de publicar, al mismo tiempo, dos libros distintos. Por un lado, publican el mencionado tomo N°11,
como parte de las Obras Completas, con el mismo formato y la misma tapa (fondo naranja, con la fotografía de Lenin en
gris) que el resto de la colección. Por otro lado editan, al mismo tiempo, en un volumen separado: Lenin: Las enseñanzas
de la insurrección y la guerra de guerrillas. Bs.As., Ediciones Estudio, 1960 [Se trata de la reproducción exacta del tomo
N°11 de las Obras Completas, impreso el mismo día y en la misma imprenta, pero editado al mismo tiempo con otro título
y otro sello editorial]. Exceptuando algunos pocos trabajos económicos suyos sobre el imperialismo, esta operación
editorial no se volvió a repetir nunca en Argentina con ningún otro escrito de Lenin.
258
política. Ésta permitiría superar los obstáculos y dificultades, presentados a toda
insurrección urbana rápida, por los avances de las nuevas tecnologías militares
empleadas por las fuerzas represivas de la burguesía y sus nuevas reformas
urbanísticas. Esa nueva estrategia política, descubierta por Lenin a partir de las
enseñanzas de la insurrección de 1905, consiste en: la guerra civil prolongada, la lucha
entre dos partes del pueblo, la construcción de un partido y un ejército
revolucionarios, templados ambos en las grandes batallas y los pequeños encuentros.
“El marxismo y la cuestión del poder” resume su atenta y detallada lectura sobre
estos materiales teóricos del máximo dirigente bolchevique, del siguiente modo: “Lenin
es el descubridor y el propulsor de la guerrilla urbana”.
A continuación, el documento base del IV Congreso hace un balance y un
beneficio de inventario de los aportes de León Trotsky y Mao Tse Tung a la teoría
revolucionaria.
Aunque le reprochan a Trotsky “la ausencia de una clara estrategia de poder”
para los países atrasados, “agrarios, coloniales y semicoloniales”, destacan aquellos
pasajes del Programa de transición donde Trotsky reclama y promueve “el armamento
del proletariado”.
En cuanto a Mao, resaltan su concepción de la “lucha armada permanente
dirigida por el partido, la guerra civil prolongada y guerra de guerrillas”.
De igual manera, evalúan que “tanto Mao como los vietnamitas distinguen
cuidadosamente, como lo hiciera Lenin, lucha armada de insurrección general”.
En conjunto, Santucho y sus compañeros tratan de romper la dicotomía y el
enfrentamiento habitual de trotskistas y maoístas. Por eso, advierten que “para
nosotros, desde la muerte de Lenin y posterior consolidación del stalinismo, no hubo
una sola corriente que mantuvo vivas las tradiciones y concepciones marxistasleninistas, sino dos. No fue sólo Trotsky y el trotskismo quien conservó y desarrolló el
marxismo revolucionario frente a la degeneración stalinista. […] Similar rol jugó Mao
Tse Tung y el maoísmo”.
El balance concluye planteando, heréticamente, que: “Hoy, la tarea teórica
principal de los marxistas revolucionarios, es fusionar los aportes del trotskismo y el
maoísmo en una unidad superior que significará un retorno pleno al leninismo”.
En la última parte de esta recorrida histórica por los clásicos, el documento del PRT se
centra en el núcleo duro de su identidad política latinoamericana: el castrismoguevarismo. En esta cuestión, Santucho aclara, presuroso, que “no hacemos distinción
alguna entre castrismo y guevarismo, porque la distinción es falsa”.
Polemizando, una vez más, con Moreno, Santucho intenta sintetizar la estrategia
de la revolución cubana. Ésta no consistía, como pensaba el morenismo, en una visión
empírica hecha sobre la marcha, sino en una perspectiva de alcance mundial. Para
Santucho, esa estrategia mundial está resumida en el “Mensaje a los pueblos del mundo
a través de la Tricontinental” del Che. Lo fundamental de dicha estrategia residiría en
“la revolución socialista y antimperialista en los territorios dependientes”. Una
perspectiva que, en aquellos años, emanaba de la OLAS (Organización Latinoamericana
de Solidaridad, reunida en La Habana en 1967).
Santucho aprovecha esta elucidación para recalcar que “el castrismo otorga
mayor importancia que el maoísmo a la lucha urbana”. A eso se agregaría –siempre
desde su interpretación del castrismo- la necesidad de desarrollar una revolución
259
continental a partir de revoluciones nacionales y regionales, mediante la guerra
prolongada. Finalmente, destaca que allí donde no existan fuertes partidos
revolucionarios habrá que crearlos como fuerzas militares desde el comienzo, ligando
todo el tiempo la lucha política y la lucha político-militar.
Después de haber comenzado con el punto de vista metodológico y de haber ido
analizando las experiencias del pasado, desmenuzando el itinerario de la estrategia de
poder en Marx, Engels, Lenin, Trotsky, Mao, Ho Chi Minh, Fidel y el Che Guevara,
Santucho y sus compañeros del PRT se abocan al debate específico sobre la estrategia
de poder en la Argentina. Ésa era, centralmente, la finalidad de este largo recorrido: el
análisis concreto de la realidad concreta.
Su estrategia política de poder caracteriza a nuestro país como una sociedad
capitalista semicolonial y dependiente. A partir de este diagnóstico sociológico y
económico, infiere que la revolución pendiente debe ser socialista y antimperialista, al
mismo tiempo, entendiendo ambas como tareas y fases de un proceso permanente e
ininterrumpido. El documento concluye analizando las bases sociales en los que se
apoyaba la estrategia de guerra revolucionaria prolongada: primero civil, al estar
determinada por el enfrentamiento entre dos partes del propio pueblo argentino, y
luego nacional-antimperialista, ante la previsible invasión norteamericana.
Apenas un año después del IV Congreso, se producen el Cordobazo, el Rosariazo
y otros “azos”. El pueblo argentino se pone de pie contra la dictadura del general
Onganía. El PRT acompaña y promueve ese proceso, realizando su V Congreso en
1970, donde se funda y nace el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo). Entre un
congreso y otro (el IV y el V), en el partido termina por consolidarse la corriente
liderada por Santucho (denominada “tendencia leninista”), por sobre otras dos: la
“tendencia proletaria” (morenista) y la “tendencia comunista” (neo-morenista), ambas,
con mayores afinidades y empatías con la estrategia espontaneísta, insurreccionalista
y, en última instancia, sindicalista de Nahuel Moreno.
La política y la guerra
Leído todo este proceso político desde una óptica actual, desde nuestros días, y
desde la remanida polémica sobre el supuesto “foquismo” de la izquierda
revolucionaria guevarista, resulta sugerente prestarle atención al documento teórico
de la fundación del ERP. Las posiciones políticas de este documento se nutren de toda
la tradición clásica del marxismo, que a su vez provienen de Clausewitz y Maquiavelo.
Porque, a principios del siglo XVI, el teórico florentino Nicolás Maquiavelo sostenía en
El príncipe y en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio que para unificar
Italia como una nación moderna, había que derrotar el predominio de Roma – El
Vaticano – y también había que terminar con la proliferación de bandas armadas
locales, los célebres condottieri [combatientes mercenarios]. Maquiavelo propone la
formación de una fuerza militar republicana completamente subordinada al príncipe,
es decir, al poder político. ¡Es la política, según Maquiavelo, la que manda sobre lo
militar y no al revés!. Más tarde, a inicios del siglo XIX, el teórico prusiano Karl von
Clausewitz vuelve a prolongar aquel pensamiento defendiendo que “la guerra es la
continuación de la política por otros medios” (en su libro De la guerra). A inicios del
siglo XX, más precisamente en su exilio suizo durante la primera guerra mundial (entre
260
1915 y 1916) Lenin, mientras estudia la Ciencia de la Lógica de Hegel, lee y anota
detenidamente De la guerra de K.v.Clausewitz.
El principal líder de la revolución rusa no es el único marxista en este sentido.
Antonio Gramsci, en sus Cuadernos de la cárcel, más precisamente a inicios de la
década de 1930, redacta el ya mencionado “Análisis de situación y relaciones de fuerza”.
Allí sostiene que la lucha político-militar y la guerra constituyen un momento superior
de las relaciones de fuerzas políticas, que enfrentan en una situación revolucionaria a
las clases y fuerzas sociales. [Nota ELCH: Esta afirmación es válida para la elaboración
de una estrategia de las fuerzas reaccionarias como de las revolucionarias. El golpe de
estado en Chile es un ejemplo de escuela. En esta “situación revolucionaria” la
correlación de fuerzas político-militar era favorable a los golpistas tanto desde el punto
de vista estratégico como de la coyuntura. Esto no niega la posibilidad estratégica de
cambio en la correlación de fuerzas.]
Exactamente lo mismo podría plantearse del pensamiento de Mao Tse Tung,
León Trotsky, Ho Chi Minh, Vo Nguyen Giap y, desde luego, Fidel y el Che.
Por lo tanto, en toda esta extendida tradición de pensamiento político, que se
remonta a la herencia republicana de Maquiavelo y, a través de la reflexión de
Clausewitz, es adoptada por los clásicos del marxismo, la lucha político-militar es la
prolongación de la política, ¡no al revés!.
De manera análoga podría recorrerse el extenso itinerario del pensamiento
político y militar de nuestras guerras de independencia y liberación latinoamericanas.
Desde San Martín, Bolívar y Artigas hasta José Martí, Emiliano Zapata, Augusto César
Sandino y Farabundo Martí.
Pues bien, en los documentos de la fundación del ERP también aparece en primer
plano un análisis político de donde se deduce la necesidad de la lucha político-militar y
no al revés...
Después de años y años de propaganda burguesa y del intento de demonización
de todo este pensamiento político, resulta imperioso volver a insistir en esta
problemática.
Para poder desmontar la estrategia de descalificación de esa generación (a la que
se le puso un cartelito que decía más o menos así: “Demonios subversivos” o también
“Demonios terroristas”), tenemos que volver a pensar, detenidamente, estas
cuestiones.
Por ello resulta interesante centrar la atención en una parte de esos documentos
históricos de fundación del ERP. Porque los que no vivimos aquella época nos
sorprendemos cuando encontramos allí algo completamente inesperado...
En esos documentos políticos aparece una crítica muy fuerte y explícita contra el
foquismo... y contra Régis Debray.
La crítica a Debray y al foquismo
¿Quién es Régis Debray? Debray era un joven estudiante francés, discípulo del
filósofo Louis Althusser, que vino a Latinoamérica y después escribió un artículo muy
largo, en la famosa revista Les Temps Modernes de Jean Paul Sartre: “El Castrismo: la
larga marcha de América Latina”. Este artículo les gustó mucho a los cubanos. Lo
invitaron a Cuba, y ahí, en la isla, escribe después un texto que pretende ser algo así
como la “síntesis teórica” de la revolución cubana. En realidad era una versión
261
manualizada, codificada y simplificada hasta el extremo. Un texto que hoy en día se
utiliza para criticar a la revolución cubana y para denostar todo lo que esté asociado al
Che Guevara.
El texto de Debray se titula: ¿Revolución en la Revolución?. Allí realiza una
versión totalmente parcial y unilateral de la revolución cubana. Sostiene, entre otras
cosas, que en Cuba no hubo casi lucha urbana, que solamente hubo lucha rural, que la
ciudad era burguesa mientras que la montaña era proletaria y que, por lo tanto, la
revolución surge de un foco, de un pequeño núcleo aislado. Así, de este modo, Debray
hace la canonización y la codificación de la revolución cubana en una receta muy
esquemática que se conoce como “la teoría del foco”. Esta versión de Debray de la
revolución cubana es muy utilizada hoy en día para ridiculizar y fustigar la teoría
política del guevarismo... aún cuando el mismo Debray ya no tiene nada que ver con
esta tradición, pues pasó a las filas de la socialdemocracia – en el mejor de los casos y
siendo indulgentes con él... -.
Es cierto que la temática del “foco” está presente en los escritos del Che pero de
una manera muy diferente a la receta simplificada que construye Debray. Nosotros
creemos que en el Che los términos “foco” y “catalizador” –con los que el Che hace
referencia a la lucha político-militar de la guerrilla–, tienen un origen metafórico
proveniente de la medicina (la profesión original del Che). El “foco” remite al... foco
infeccioso que se expande en un cuerpo humano. El “catalizador”, en la química, es el
nombre de un cuerpo capaz de motivar un cambio, la transformación catalítica.
Pero, más allá de su origen metafórico, está muy claro que en el pensamiento
político de Guevara la concepción de la guerrilla está siempre vinculada a la lucha de
masas. Concretamente, el Che sostiene que: “Es importante destacar que la lucha
guerrillera es una lucha de masas, es una lucha del pueblo [...] Su gran fuerza radica en
la masa de la población”16 . Más tarde, el Che vuelve a insistir con este planteo cuando
reitera: “La guerra de guerrillas es una guerra del pueblo, es una lucha de masas”17 .
Pero Guevara no se detiene allí. Comentando el libro del célebre estratega
vietnamita Giap, Guerra del pueblo, ejército del pueblo, el Che destaca una y otra vez
un elemento fundamental para la victoria del pueblo vietnamita: “las grandes
experiencias del partido en la dirección de la lucha armada y la organización de las
fuerzas armadas revolucionarias [...] Nos narra también el compañero Vo Nguyen Giap,
la estrecha relación que existe entre el partido y el ejército, cómo, en esta lucha, el
ejército no es sino una parte del partido dirigente de la lucha”.
De este modo, a diferencia de Debray, el Che le otorga un lugar central a la lucha
política, de la cual la lucha armada no es sino su prolongación sobre otro terreno. Allí,
siempre comentando a Giap, Guevara vuelve a insistir, casi con obsesividad, en que: “La
lucha de masas fue utilizada durante todo el transcurso de la guerra por el partido
vietnamita. Fue utilizada, en primer lugar, porque la guerra de guerrillas no es sino una
expresión de la lucha de masas y no se puede pensar en ella cuando está aislada de su
medio natural, que es el pueblo”.
¿De qué modo Debray pudo eludir este tipo de razonamientos centrales y
determinantes del pensamiento político del Che? Pues construyendo un relato de la
16
Cfr.Ernesto Che Guevara: La guerra de guerrillas (1960). En E.Guevara. Obras. Obra citada.
Cfr.Ernesto Che Guevara: “La guerra de guerrillas: un método”, artículo publicado en Cuba Socialista, septiembre de
1963.
17
262
revolución cubana donde desaparecen, como por arte de magia, las tradiciones
políticas previas y toda la lucha política anterior de Fidel Castro y sus compañeros.
Si se vuelven a leer los textos “foquistas” de Debray treinta años después, el
lector no encontrará, inexplicablemente, ninguna referencia a la historia política
cubana anterior ni a la lucha política previa, que derivan en el inicio de la lucha armada
contra Batista. Pareciera que para Debray, observador europeo proveniente del PC
francés, recién llegado a América latina –en aquella época fascinado con Cuba y las
guerrillas, luego con la socialdemocracia y hoy vaya uno a saber con qué— la invasión
del Granma y el Ejército Rebelde nacen ex nihilo, no como fruto de la radicalización
política de un sector juvenil proveniente del nacionalismo radical y antimperialista
latinoamericano y de la propia historia política cubana.
Además, cuando Debray pretende esquematizar y teorizar la lucha
revolucionaria cubana defendiendo a rajatabla la tesis de “la inexistencia del partido”
tiene en mente y está pensando en la ausencia, dentro de la primera dirección
guerrillera, del viejo Partido Socialista Popular (el antiguo PC cubano, símil del PC
francés en el que se formó Debray). Un lector actual de los escritos de Debray no
puede dejar de preguntarse: ¿pero acaso el Movimiento 26 de julio –quien dirigía la
lucha armada— no constituía un partido? ¿Acaso Fidel Castro y los asaltantes del
Moncada no provenían de la lucha política?
Para Debray las advertencias del Che sobre las luchas de masas y la relevancia de
la organización política eran sólo... detalles insignificantes. No les dio ninguna
importancia. Por eso construyó una visión caricaturesca de la lucha armada que,
lamentable y trágicamente, fue posteriormente atribuida –post mortem- al Che...
Según recuerda el ya mencionado Pombo [Harry Villegas Tamayo] al Che
Guevara no le gustó ¿Revolución en la Revolución? de Debray. Lo leyó cuando estaba
en Bolivia (pues se publicó en 1967) y le hizo comentarios críticos a su autor.
Aún cuando nunca sepamos qué le criticó puntualmente Guevara al intelectual
francés, ya en aquella época dos militantes cubanos salieron públicamente a criticar la
caricatura “foquista” de Debray18. Estos dos compañeros cubanos le critican
abiertamente a Debray -¡no ahora, en el siglo XXI, sino en 1968!- el haber simplificado
la revolución cubana, el haberla convertido en una simple teoría del “foco” y el no
haber visto en ella que junto a la guerrilla, en las ciudades luchaba la juventud, el
movimiento obrero, el movimiento estudiantil, etc. En suma, le cuestionaban -en
particular- el total desconocimiento de la lucha urbana y -en general- la total
subestimación de la lucha política, base de sustentación de toda lucha político militar.
Esta es la principal crítica a la teoría del “foco” realizada en aquella época por los
propios cubanos.
Por supuesto que, en la derecha, nadie se toma el trabajo de reconstruir todas
esas críticas. Simplemente, se “entierra” y se sepulta, rápidamente, a los
revolucionarios por ser “foquistas”...
En el nacimiento del ERP en la Argentina, encontramos una crítica muy
inteligente y muy sugerente a Régis Debray y al “foquismo”, a la errónea subordinación
de la lucha política a la lucha militar. Esta crítica de Santucho pasó desapercibida.
18
Simón Torres y Julio Aronde (posiblemente dos seudónimos de colaboradores del comandante Manuel Piñeiro Losada,
alias “Barbarroja”): “Debray y la experiencia cubana”. En Monthly Review N° 55, año V, octubre de 1968. pp.1-21.
263
Todavía hoy, se le atribuyen “foquismo” y/o “militarismo”. Como si la decisión de
desarrollar en Argentina una lucha político-militar y una confrontación radical contra
la dictadura militar, hubiese sido en la mente de Santucho y sus compañeros un delirio
irracional y mesiánico y una subestimación del análisis específicamente político.
Tanto al Che Guevara como a Santucho simpre se los acusó de lo mismo:
“bienintencionados, idealistas y abnegados” pero... “foquistas” y “militaristas”. Sin
embargo, en la propia fundación del ERP se hace una crítica muy dura al foquismo y se
genera una crítica inteligente al militarismo. Porque una de las tesis centrales de Régis
Debray consiste en que no hace falta formar una organización política, un partido
revolucionario. Solamente -plantea Debray-, hay que instalar un foco guerrillero... No
hace falta, previamente, la lucha política ni la lucha ideológica, sino tan sólo la lucha
militar... Eso es el foquismo, eso es el militarismo.
En 1970, cuando se funda el Ejército Revolucionario del Pueblo19 , vuelve a
plantearse que el eje prioritario debe ser siempre construir una organización política y,
desde ahí, plantearse la lucha político-militar. Pero el eje debe ser la política. No puede
haber confrontación político-militar ni lucha político-militar si no es a partir de un
análisis específicamente político. Esta es la tradición de los clásicos del marxismo que
se remonta a Clausewitz y, todavía más atrás, a los escritos de Nicolás Maquiavelo.
En los documentos de aquella fundación, defendiéndose de la acusación de
“foquismo” que le habían dirigido los “neomorenistas” dentro del PRT, Santucho
plantea lo siguiente: “En cuanto a lo de la determinación de foquismo por el tamaño de
la unidad con que se empieza a combatir, es francamente ridículo. La cuestión del
foquismo o guerra revolucionaria es un problema de política, no de número de
combatientes. Si se pretende iniciar la lucha basada únicamente en la geografía, se
evita el contacto con la población y se pretende enfrentar al enemigo con sólo la fuerza
militar con que se cuenta; si se ignoran las necesidades del Partido Revolucionario,
estamos en presencia de una desviación foquista. Si en cambio se comprende
claramente que la fuerza fundamental de la guerrilla es el apoyo de la población y la
geografía sólo un auxiliar; si se permanece lo más ligado posible a las masas; si se
cuenta con una política de masas correcta; si se orienta la actividad militar con un
punto de vista de masas; si se comprende que lo principal es el Partido, se garantiza su
dirección de la guerrilla y se trabaja firmemente por construirlo y desarrollarlo,
estamos en presencia de una línea leninista de guerra revolucionaria”.
Desde este ángulo, Santucho le critica a Debray la supuesta primacía que el
francés atribuye al “factor geográfico”20 . Pensar que de la geografía se deduce una
estrategia política... constituye un enorme error. En realidad no es así..., ni fue así la
revolución cubana, ni ninguna revolución latinoamericana. La geografía no determina
la lucha política. Cuando se encuentra escrita esta afirmación no sucede nada, pero en
política ese tipo de errores cuesta la vida de mucha gente, de muchos compañeros
valiosos, de muchos revolucionarios.
19
“Resoluciones del V Congreso del PRT. Fundación del ERP” (29 y 30 de julio de 1970).
En cuanto al tema del foquismo, cinco años más tarde, en julio de 1975, durante la reunión del Comité Central ampliado
del PRT –que, como evocación, se denominó “Vietnam liberado”— Santucho continuaba polemizando, obsesivamente,
contra él. En esa oportunidad, lo calificaba como movimiento “inmaduro, alejado del leninismo. Los esfuerzos [del
foquismo] se realizan en la lucha armada, aislada del movimiento general de las masas”. En Argentina, esos eran
precisamente los tiempos de las grandes huelgas de las coordinadoras clasistas de masas.
20
264
Las elecciones y la disputa por la herencia teórica de Lenin
Desde su nacimiento de 1970 en adelante, a pesar de la represión feroz que
eliminó muchos de sus cuadros y militantes, el PRT-ERP creció en forma vertiginosa.
Paralelamente, se produjo el “viborazo” [levantamiento popular en Córdoba, en 1971,
contra la dictadura militar], lo cual dio mayor impulso a la radicalización del conjunto
de la izquierda argentina. Un año después, ocurrió la masacre de Trelew [asesinato de
casi veinte guerrilleros desarmados que, al no haber podido escapar desde el penal de
Rawson a Chile, fueron recapturados y fusilados a sangre fría].
A fines de ese año, en 1972, la dictadura de Lanusse (uno de sus generales más
lúcidos) intenta frenar el creciente avance de las fuerzas populares, las organizaciones
armadas de la izquierda revolucionaria y del peronismo combativo, mediante la
convocatoria a elecciones21 .
El PRT decide abstenerse, ya que ve obstaculizada la posibilidad de participar en
las elecciones, llevando a Agustín Tosco, líder indiscutido del Cordobazo (y amigo
personal de Santucho), como candidato independiente de la clase trabajadora y los
sectores populares combativos.
Esa compleja decisión política no fue precipitada. Constituyó el punto de llegada
de una extendida serie de razonamientos y pronunciamientos, todos ellos sustentados
en un previo análisis político. Análisis que fue realizado mucho antes de que se
conozcan las memorias, donde Lanusse reconocería, en forma explícita y sin
ambigüedades, sus verdaderas intenciones. A contramano de otros sectores de la
izquierda argentina, el PRT ponía en duda el proceso electoral. En su óptica, éste no
garantizaría la libre expresión popular, sino que frenaría, dividiría y neutralizaría al
movimiento revolucionario, aislándolo de las masas para poder aplastarlo (como
finalmente ocurrió).
Ese analisis político lo encontramos, por ejemplo, en las resoluciones del comité
ejecutivo de la organización, de abril de 1971. Antes de los anuncios oficiales de la
dictadura, allí se sostiene que: “Es indudable, por algunos hechos concretos, como la
rehabilitación de los partidos políticos, el nombramiento de Mor Roig [político de
origen radical], las declaraciones de los políticos que los han entrevistado por
invitación del gobierno, que se prepara una farsa electoral. La dictadura, consciente de
su desprestigio y expresando su temor ante el avance de la guerra revolucionaria, se ve
obligada a pactar con los políticos que hasta ayer repudiaba, a intentar junto con ellos
la salida de las elecciones, para poner un freno a las movilizaciones de las masas y
aislar de éstas a la vanguardia armada”.
Más tarde, en las resoluciones del comité central del PRT, de diciembre de 1972,
se afirma que: “Si la táctica votada por el Comité Central logra concretarse, nuestra
intervención electoral podrá ser muy amplia, si ello no es así lo más probable es que
debamos ir al boicot, aunque con pocas perspectivas. De todas maneras en todos estos
21
Haciendo un balance retrospectivo sobre aquel llamado a elecciones (que diversas fracciones burguesas, como era de
esperar a su ideología, confundieron con el regreso a un modo de vida “normal” de la política argentina), el mismo
Lanusse reconoció que esa maniobra era parte de una estrategia contra los revolucionarios (“la subversión”, en su
lenguaje fascista). Recordaba Lanusse: “Debíamos, además, ser coherentes con nuestro razonamiento. Queríamos
restaurar la democracia, quitar todo argumento a la subversión”. Véase General Agustín A.Lanusse: Mi testimonio. Bs.As.,
Laserre editores, 1977. p.231.
265
meses, hasta la farsa electoral y más allá de ella, debemos intensificar el trabajo legal
con la línea de los C. de Base, ampliar de esa manera nuestra relación con las masas,
combinar este trabajo con la propaganda armada, obtener centenares y miles de
contactos, colaboradores, simpatizantes, amigos, principalmente en las barriadas
pobres de las ciudades, zonas suburbanas y el campo”. En esta formulación queda
sumamente claro que el PRT, al mismo tiempo que cuestionaba el proceso electoral
pactado entre la cúpula militar y la gran burguesía argentina, se proponía desarrollar
un trabajo político de masas, incluso en el terreno legal (a pesar de ser una
organización política guerrillera). Además, allí se reconoce, abiertamente, que el
camino del boicot no gozará de grandes perspectivas.
En cuanto a la caracterización de las elecciones, en la carta enviada a las Fuerzas
Armadas Revolucionarias (FAR, con quienes ya se había polemizado en 1970-71), el
PRT plantea que: “el conjunto de la burguesía pretende volver al régimen
parlamentario y de esa manera ampliar considerablemente la base social de su
dominación, reducida estrictamente a las FFAA durante el onganiato, aislar a la
vanguardia clasista y a la guerrilla, para intentar su aplastamiento militar. La ambición
de la burguesía es detener y desviar a las fuerzas revolucionarias y progresistas en su
avance, y llegar a una estabilización paralela del capitalismo argentino”22 .
En marzo de 1973, el mes de las elecciones que le dieron amplia victoria al
FREJULI (un frente político apoyado tanto por grupos guerrilleros peronistas como por
sectores de la gran burguesía empresarial, pasando por un amplio espectro político
intermedio, que incluía desde el desarrollismo de Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio
hasta un vicepresidente del Partido Conservador), el PRT realiza el siguiente análisis:
“Los puntos de vista del Comité Central sobre las elecciones ya han sido explicitados en
los últimos editoriales de «El Combatiente». Recibidos los informes de las regionales
sobre el estado de ánimo de las masas y las perspectivas electorales, se analizó la
posición que debía adoptar el Partido en esta ocasión balanceándose entre el voto en
blanco y la abstención. Al evaluarse la posición votoblanquista, se vio que no es
consistente, en cuanto no hay sectores amplios de las masas que se orienten en esa
posición, por lo que no logra constituirse en una opción clara para instrumentar el
repudio a la farsa electoral al propio tiempo que como no ofrece envergadura,
masividad, resulta sumamente peligroso en cuanto puede dar la falsa impresión de que
las fuerzas revolucionarias y anti-acuerdistas son muy minoritarias y que amplios
sectores prefieren el parlamentarismo. Estas condiciones llevaron al Comité Central a
decidir la abstención, como posición del Partido, complementada con el lanzamiento
por el ERP de un volante denunciando la farsa electoral y que puede ser colocado en el
sobre como voto. El Comité Central hace la salvedad y reconoce que la posición de
abstención adoptada no es la más correcta, si no la opción a que la organización se vio
obligada por el déficit en el trabajo legal que impidió se lograra la activa línea
intervencionista que hubiera sido más eficiente para dificultar las maniobras del
enemigo y lograr el máximo aprovechamiento de los resquicios legales. […] El Comité
Central reivindica finalmente la posición adoptada como marxista-leninista, en cuanto
se adecua a la situación concreta, pues si bien las enseñanzas bolcheviques indican que
22
Véase PRT: “Carta a las FAR”. En Boletín Interno Nº 36, 24 de enero de 1973. (Agradecemos a Daniel De Santis que nos
haya facilitado éste y otros documentos internos de la organización).
266
ante un proceso electoral sólo caben las tácticas de boicot activo o participación, ello
debe entenderse como las herramientas tácticas a esgrimir para convertir la elección
burguesa en un pilar más de una estrategia de poder revolucionaria. Más, cuando no se
han logrado como en este caso tales herramientas, lo que hace imposible una táctica
correcta que se compagine con la estrategia de poder, es legítima la adopción de una
línea abstencionista y propagandista como la nuestra, aferrada a las concepciones
estratégicas y reconocedora de los déficits y errores tácticos cometidos. Intervenir
siempre y por principio en toda elección para “no perder el voto” o “apoyar el mal
menor”, son puntos de vista oportunistas, ajenos al marxismo-leninismo […]”23 .
En estas reflexiones se condensa la conciencia que los dirigentes del PRT tenían
de las serias limitaciones que implicaba el punto de vista abstencionista. Se lo
reconocía abiertamente como una necesidad, no como una virtud. Se atribuía tal
posición a un gesto de debilidad y no de fortaleza. Se lo explicaba por las dificultades y
los errores de la corriente en el trabajo legal. Pero, al mismo tiempo, se sostenía dicha
posición frente al morenismo, que se inclinaba por “intervenir siempre en toda
elección”, sea del tipo que sea; también frente a la perspectiva del PC que apostaba a
“no perder el voto” y participar, cueste lo que cueste, buscando la quimera de una
alianza con algún sector “progresista” de la burguesía. Esa doble disputa también
llevaba al PRT a cuestionar a las organizaciones armadas peronistas, por dejarse
institucionalizar tras el liderazgo burgués de un militar como Perón.
Muchos consideraron que esa decisión abstencionista equivalía a “quedarse sin
política”. Desde la izquierda tradicional (tanto del viejo Partido Comunista como desde
el trotskismo morenista y otros grupos similares), se le replicó a Santucho que Lenin,
en El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo, combatía el abstencionismo de
izquierda. Sin embargo, para rechazar esas impugnaciones doctrinarias –que,
inevitablemente, se hacían en nombre de la “ortodoxia del marxismo”— el máximo
dirigente del PRT apelaba a otros escritos teóricos del líder
bolchevique,
habitualmente raleados de lo que se consideraba como sinónimo de “leninismo”.
Del mismo tomo N° 11 de las Obras Completas, de donde había extraído en 1968
los escritos de Lenin sobre la guerra de guerrillas, Santucho destacó dos reflexiones
críticas acerca de las elecciones y la inconveniencia de la participación, cuando
aquellas están completamente maniatadas o pergeñadas para neutralizar a los
revolucionarios. En ambas (realizadas al año siguiente de la insurrección de 1905, y en
medio de un proceso electoral, convocado por la dictadura zarista para legitimarse),
Lenin polemizaba con su ex maestro Jorge Plejanov y con los mencheviques.
Argumentaba porqué los revolucionarios no debían participar en el aparato
institucional parlamentario24 .
Junto a la apelación a los textos políticos de Lenin (que, a pesar de ser clásicos,
habían entrado en el “olvido”, incluyendo en esa desmemoria a los que se autodefinían
como leninistas), Santucho también se apoyaba en determinados análisis económicos.
Para fundamentar sus evaluaciones críticas sobre el proceso electoral en
23
Véase El Combatiente Nº 76, segunda quincena de marzo de 1973: Resoluciones del Comité Central del Partido
Revolucionario de los Trabajadores. Particularmente: “Sobre las elecciones”.
24
Véase Lenin: “El triunfo de los kadetes [burguesía liberal rusa] y las tareas del partido obrero” [6/IV/1906] y “La
Socialdemocracia y los acuerdos electorales” [octubre de 1906]. Ambos editados como libro unitario: Bs.As., La Rosa
Blindada, noviembre de 1973.
267
ciernes y su rechazo a encolumnarse bajo el liderazgo del general Perón –como harían,
por ejemplo, Montoneros, las FAR o incluso un desprendimiento del PRT-ERP,
denominado “ERP 22 de agosto”— Robi recurría a estudios sobre la vida económica,
bajo la dictadura de Onganía-Lanusse. De todos los trabajos que manejaba, merece
destacarse la investigación Crisis de una burguesía dependiente. Balance económico de
la Revolución argentina 1966-1971 de Carlos Ramil Cepeda.
Este autor, además de estudiar los ciclos de crisis y recuperación del capitalismo
dependiente en Argentina y de analizar el proceso de estancamiento productivo y
ascenso inflacionario de la economía bajo la dictadura, termina su trabajo realizando
un análisis político. Lo que más le atrajo a Santucho del libro fue la incapacidad que
Ramil Cepeda encontraba en las distintas fracciones de la burguesía argentina para
terminar con la dependencia. Junto a ello, el máximo dirigente guevarista veía
confirmado su análisis político cuando, en el libro, leía las razones de “la impotencia
del nacionalismo burgués”, ya sea reformista o radical, para encabezar un proceso de
cambios duraderos y sustanciales, con vistas a “la toma del poder” y a “la liquidación
de la dependencia y del capitalismo, simultáneamente”25 .
De modo que, se comparta o no la justeza de aquella posición adoptada ante la
coyuntura electoral de 1973, no puede dejarse de reconocer que la decisión de la
abstención respondía a un meditado análisis político de la dirección guevarista,
enfocado tanto a partir de la situación local y nacional, como a la luz de los escritos
clásicos del marxismo en la materia.
¿Cómo domina la clase dominante?
Entre los numerosos trabajos teóricos que esta corriente guevarista produce en
los años ’70 merecen citarse otros dos. Uno se titula Poder burgués, poder
revolucionario26 , redactado por Santucho. El otro es “A los pueblos de América
Latina”27, un documento colectivo firmado por el PRT-ERP en Argentina, los
Tupamaros en Uruguay, el MIR chileno y el ELN boliviano.
¿Que observamos en estos documentos a nivel teórico? Nuevamente, aún a riesgo
de repetir..., nos encontramos con un análisis centralmente político. A partir de ahí se
plantea la lucha revolucionaria continental..., ¡no eran “tira-tiros” irracionales ni “locos
aventureros”!. En ellos, se sugiere un conjunto de hipótesis sobre cómo funciona el
sistema de dominación política de las clases opresoras en América Latina. Se analiza
también qué sucede en el seno del campo popular, focalizando la mirada, sobre todo, en
la conciencia política de las clases subalternas y explotadas.
El análisis político condensado en Poder burgués, poder revolucionario se
estructura a partir de una metáfora espacial que dibuja lo que pasa “arriba” y lo que
25
Véase Carlos Ramil Cepeda [seudónimo]: Crisis de una burguesía dependiente. Balance económico de la Revolución
argentina 1966-1971. Bs.As., La Rosa Blindada, agosto de 1972. El autor, en su primera juventud proveniente del Partido
Comunista argentino y, luego, con crecientes simpatías hacia las posiciones prochinas, trabajó durante la década del ’60 en
Cuba, como asesor en el área del Ministerio de Industrias (allí mantuvo opiniones divergentes a las promovidas por el Che
Guevara). De regreso a la Argentina, luego de publicar Crisis de una burguesía dependiente, es convocado por Santucho para
discutir las tesis del libro. En ese encuentro, según su testimonio posterior, le planteó a Santucho fuertes críticas sobre las
posiciones políticas del PRT. A pesar de ello, el dirigente guevarista encontraba en dicho texto la confirmación de muchos
de sus análisis, sobre los dilemas irresueltos, a largo plazo, del capitalismo argentino y sus clases dominantes.
26
Ediciones El Combatiente, 23 de agosto de 1974.
27
Publicado en Che Guevara N°1, Revista de la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974.
268
sucede, mientras tanto, “abajo”. La reflexión de Santucho gira alrededor de un análisis
político del arriba y del abajo o, en otros términos, de las clases dominantes y las clases
subalternas.
Para estudiar las clases dominantes, en los escritos de Santucho aparece la
categoría de “bonapartismo”. Esta es una tesis suya muy fuerte. Según él, la historia
argentina se mueve con un movimiento pendular entre dos formas políticas de
dominación burguesa: la república parlamentaria o el bonapartismo militar.
No casualmente, diez años antes que Santucho, en Guerra de guerrillas: un método
(1963), el Che Guevara había planteado que: “Hoy por hoy, se ve en América un estado
de equilibrio inestable entre la dictadura oligárquica y la presión popular. La
denominamos con la palabra oligárquica pretendiendo definir la alianza reaccionaria
entre las burguesías de cada país y sus clases de terratenientes [...] Hay que violentar el
equilibrio dictadura oligárquica-presión popular”.
Cabe aclarar que cuando el Che emplea la expresión “dictadura oligárquica”,
como él mismo afirma, no está pensando en una dictadura de los terratenientes y
propietarios agrarios tradicionales a la que habría que oponer una lucha “democrática”
o un “frente nacional” modernizador, incluyendo dentro del mismo no sólo a los
obreros, campesinos y capas medias empobrecidas, sino también a la denominada
“burguesía nacional”. De ningún modo. El Che es bien claro. Lo que existe en América
Latina es una alianza objetiva entre los terratenientes “tradicionales” y las burguesías
“modernizadoras”. La alternativa no pasa entonces por oponer artificialmente tradición
versus modernidad, terratenientes versus burguesía industrial, oligarquía versus frente
nacional. Su planteo es muy claro: “No hay más cambios que hacer; o revolución
socialista o caricatura de revolución”.
En el pensamiento político del Che, la república parlamentaria, aunque fruto
arrancado a las dictaduras militares como resultado de la lucha y la presión popular,
sigue siendo una forma de dominación burguesa.
El Che atribuye tanta importancia al análisis del equilibrio inestable entre ambos
polos pendulares (la dictadura oligárquica, basada en la alianza de terratenientes y
burgueses “nacionales”, por un lado, y la presión popular, por el otro) como Santucho al
estudio de las dos formas políticas alternativas de dominación de la burguesía
argentina.
Ni Guevara ni Santucho plantean como alternativa ni como consigna:
“democracia o dictadura”. La alternativa consiste en continuar bajo dominación
burguesa en sus diferentes formas o la revolución socialista. Por ello, en Guerra de
guerrillas: un método, el Che alertaba que: “No debemos admitir que la palabra
democracia, utilizada en forma apologética para representar la dictadura de las clases
explotadoras, pierda su profundidad de concepto y adquiera el de ciertas libertades
más o menos óptimas dadas al ciudadano. Luchar solamente por conseguir la
restauración de cierta legalidad burguesa sin plantearse, en cambio, el problema del
poder revolucionario, es luchar por retornar a cierto orden dictatorial preestablecido
por las clases sociales dominantes: es, en todo caso, luchar por el establecimiento de
unos grilletes que tengan en su punta una bola menos pesada para el presidiario”.
Intentando ser consecuente con este tipo de planteos radicales, cuando Santucho
se propone explicar las diversas formas políticas de dominación que, en forma
pendular, emplea la clase dominante argentina, su formulación específica es: o
269
república parlamentaria (que no equivale a democracia..., como aclara el Che) o
bonapartismo militar.
¿En dónde se inspiró Santucho para formular esta hipótesis? Obviamente su
inspiración inmediata es el Che Guevara. Ahora bien, su formulación más general, la
extrae de un libro de Carlos Marx. Éste escribió, entre diciembre de 1851 y marzo de
1852, El 18 Brumario de Luis Bonaparte.
Allí Marx propone una hipótesis política: en Francia, luego de la derrota de la
revolución de 1848, un dictador encabeza un golpe de Estado y permanece dos
décadas al frente del gobierno francés. Este dictador era un personaje secundario,
rodeado de lúmpenes, que gracias al liderazgo del Ejército se convierte en determinado
momento de Francia en una especie de “árbitro” de los conflictos sociales. Una especie
de “juez equidistante”, que viene a solucionar y a moderar los conflictos. Entonces,
como este personaje – que Marx detestaba – se llamaba Luis Bonaparte (sobrino de
Napoleón) la tradición marxista, empezando por Marx y de ahí en adelante, convirtió en
categoría teórica ese análisis político y lo transformó en el concepto de “bonapartismo”.
En su análisis de Luis Bonaparte y de la situación francesa de aquel período, Marx
plantea elementos fundamentales de su teoría política. Allí sugiere que la lucha de
clases nunca se produce entre clases homogéneas, como por momentos sugiere El
Manifiesto del Partido Comunista (1848). En realidad, en una formación social
concreta, las clases se fraccionan en la lucha, se realizan alianzas entre ellas y se
establecen formas de representación política cambiantes según la coyuntura.
Por otra parte, en El 18 Brumario Marx plantea que la mejor forma de
dominación política de la burguesía, la más eficaz, es “la república parlamentaria”.
Para Marx república parlamentaria no es sinónimo de democracia, como sugiere
la filosofía política del liberalismo. La república parlamentaria no garantiza “la libertad”
sino que constituye una forma de dominación. A diferencia de la monarquía o de la
dictadura militar (donde un solo sector de la burguesía domina) en la república
parlamentaria es el conjunto de la burguesía el que ejerce su dominio a través del
Estado y sus instituciones “representativas”. Según Marx, la república parlamentaria
licúa los intereses particulares de las distintas fracciones de la burguesía, alcanzando
una especie de “promedio” de todos los intereses de la clase dominante en su conjunto
y, de este modo, logra una dominación política general, esto es: anónima, impersonal y
burocrática.
En El 18 Brumario Marx también agrega que, cuando la situación política “se
desborda” por la indisciplina y la rebelión popular, la vieja maquinaria republicana (con
sus partidos, su Parlamento, sus jueces, su prensa “independiente”; en suma: con todas
sus instituciones) ya no alcanza para mantener la dominación. En esos momentos de
crisis aguda, los viejos partidos políticos de la burguesía ya no representan a esa clase
social. Quedan como “flotando en el aire” y girando en el vacío. Entonces, emerge otro
tipo de liderazgo político para representar a la clase dominante: la burguesía deja de
estar representada por los liberales, los constitucionalistas o los republicanos y pasa a
estar representada por el Ejército y las Fuerzas Armadas que, de este modo, se
constituyen en “El Partido del Orden”. El Ejército, entonces, aparece en la arena política
como si... fuera a equilibrar la situación catastrófica, pero en realidad... viene a
garantizar la reproducción de la dominación política de la burguesía.
270
Mario Roberto Santucho se apropia lúcidamente de este análisis político de Marx y trata
de utilizarlo para comprender la compleja historia política de nuestro país y también la
situación argentina de los años ‘70.
Conviene destacar el modo cómo Santucho analiza a las Fuerzas Armadas, ese
gran protagonista de nuestra historia política. ¿Cómo visualiza Robi a las Fuerzas
Armadas? Pues sostiene que son un Partido Militar. Esto resulta sumamente
importante. En ningún momento Santucho sostiene que son simplemente un grupo de
“bandoleros adictos a las balas” o mercenarios sin ideología. De ninguna manera. En la
óptica del PRT, las Fuerzas Armadas son... un partido político. Un partido que viene a
reemplazar al clásico -por definición- partido político burgués. Esta es una hipótesis
sociológica e historiográfica sumamente importante para comprender la óptica política
de Santucho.
Roberto Santucho se hace cargo de esa hipótesis y plantea que, en Argentina, las
Fuerzas Armadas vienen a reemplazar ese partido burgués ausente, porque el partido
burgués en Argentina no puede dar cuenta de la situación política. Entonces, Robi –que
inicialmente está pensando en el papel jugado por la dictadura militar del general
Onganía [dictador que lidera el golpe de Estado de 1966] - prolonga el alcance de esa
hipótesis y también analiza al peronismo como “bonapartismo”.
Peronismo y bonapartismo
Hay que reflexionar detenidamente sobre esta diferencia: sostener que el
peronismo es una subespecie de bonapartismo es algo muy diferente a lo que
planteaba, por ejemplo, Victorio Codovilla [líder histórico del Partido Comunista
Argentino desde 1928 hasta su muerte en 1970]. Codovilla, en un folleto famoso del
año 1946 titulado “Batir al Nazi-Peronismo”, sostenía que: “el peronismo es fascismo”.
Robi Santucho tiene una visión un poco distinta, mucho más matizada. Por eso no cae
en ese “gorilismo de izquierda”. Pero... tampoco acepta las posiciones de Rodolfo
Puiggrós [historiador comunista que, en la segunda mitad de los años ’40, se hace
peronista y, durante los ’60 y ’70, se convierte en uno de los principales intelectuales de
la izquierda peronista], de Abelardo Ramos [uno de los principales intelectuales -de
origen trotskista- que adhieren al peronismo, constituyendo la corriente política e
historiográfica autobautizada como “izquierda nacional”], o de otros. ¿Qué decían
Puiggrós, Ramos, Hernández Arregui y otros ensayistas peronistas? Pues que “el
peronismo es «LA Revolución» (con mayúsculas) en la Argentina”.
Según el análisis de Santucho... el peronismo no es ni revolución, ni nazismo, sino...
bonapartismo. Es decir: está liderado por una figura militar fuerte, que aparece como
“árbitro” entre las clases sociales y viene a “poner orden”... aunque, siempre en última
instancia, termina poniendo orden... para el mismo lado. Para la derecha, para la
burguesía, para el statu quo.
Antonio Gramsci, para explicar los mismos fenómenos de crisis económica y
política (englobados bajo el concepto de crisis orgánica), pensando en situaciones
donde las clases sociales se separan de sus viejos partidos políticos y la burguesía
comienza a ser representada por el Partido Militar, utiliza una categoría emparentada
con la de “bonapartismo”. Gramsci emplea el concepto de “cesarismo”.
271
En Marx, la categoría de “bonapartismo” siempre tiene un contenido negativo.
Para Gramsci, en cambio, puede haber un “cesarismo” progresivo o regresivo, según
contribuya a hacer avanzar, o no, a los sectores populares en las relaciones de fuerzas.
A diferencia de Marx, León Trotsky, en su exilio mexicano de fines de los años ‘30,
utiliza en el mismo horizonte de Antonio Gramsci esta visión donde puede haber un
“bonapartismo progresivo” o “regresivo”, según contribuya, o no, a la lucha de clases.
Explícitamente, Trotsky utiliza la categoría de “bonapartismo progresivo” para
referirse al gobierno populista de Lázaro Cárdenas, ya que, a pesar de ser un gobierno
burgués, para enfrentar al imperialismo y nacionalizar el petróleo mexicano, Cárdenas
se apoya en los sectores populares y en la clase obrera mexicana. Abelardo Ramos apela
a este análisis de Trotsky para caracterizar como “bonapartismo” al peronismo, en un
sentido positivo y apologético; mientras que Silvio Frondizi –mucho más afín al análisis
de Marx– emplea el término en su significado negativo, para cuestionar el carácter
supuestamente “progresista” de la burguesía nacional argentina y del peronismo.
Mario Roberto Santucho utiliza la categoría de “bonapartismo” en la misma
perspectiva de Silvio Frondizi, con un fuerte contenido crítico, y recurriendo a un tipo
de análisis político que bebe directamente en las fuentes de El 18 Brumario. Pero no
sólo lo emplea para explicar la aparición del peronismo histórico –el del primer
peronismo de la década del ’40– sino también para describir la emergencia recurrente
de los militares argentinos a lo largo de toda nuestra historia como el “Partido del
Orden”, en tanto Partido Militar. Es decir, en tanto auténtico partido político orgánico
de la burguesía argentina.
Todo esto, en cuanto al análisis de Santucho sobre qué sucede con el bloque
político y social de “los de arriba”, de las clases dominantes y sus formas de
dominación...
El desafío de la unidad de «los de abajo»
Ahora bien, ¿qué ocurre con “los de abajo”? Al observar el capitalismo argentino
“desde abajo”, desde sus clases explotadas, Robi recorre la historia de los trabajadores
y plantea los orígenes del movimiento obrero clasista en nuestro país.
Identifica tres corrientes: (a) el anarquismo, que inicialmente fue la más importante,
(b) el socialismo y (c) el comunismo. Santucho y el PRT se hacen cargo de la tradición
comunista. Se sienten parte constitutiva de una continuidad. Es decir, que Robi
reivindica al comunismo hasta un determinado período de la historia. A partir de ahí, el
comunismo pierde la hegemonía sobre el movimiento obrero local, desdibuja su
política revolucionaria, diluye su clasismo y aparece en el seno de las clases
subalternas, el peronismo.
Entonces, a partir de ese análisis retrospectivo, Santucho sostiene cuáles serían
los dos principales desafíos presentes y futuros del movimiento popular: a) Por un
lado, el populismo. Santucho también lo denomina “nacionalismo burgués”, ideología
que consiste en confundir a toda la Nación como si fuera parte del pueblo, incorporar a
la burguesía nacional como parte del pueblo, pensando, erróneamente, que el enemigo
está solo fuera del país. El principal exponente del populismo, dentro del campo
popular y progresista, era en su opinión de los años ‘70, la corriente de Montoneros. b)
Por otro lado, el reformismo. Esta ideología y esta práctica política consiste en
plantearse reformas progresistas, incluso muy profundas y avanzadas, sin cuestionar a
272
fondo y sin plantearse como tarea central el problema del poder y del régimen de
dominación política. Robi lo encuentra y lo identifica principalmente en el Partido
Comunista.
En su opinión, el debate ideológico del guevarismo del PRT debería apuntar,
cuestionando el populismo y el reformismo, a acercar a peronistas revolucionarios y a
comunistas hacia una perspectiva de unidad y acción común, antimperialista y por el
socialismo.
Este tipo de análisis no queda reducido a una radiografía fija de la sociedad
argentina. No es una tesis académica, sino la base de sustentación de la actividad
militante de una corriente política.
Luego de las rupturas, primero con la corriente de Nahuel Moreno, a continuación
con las tendencias “neo-morenistas”, más tarde con la IV Internacional y finalmente,
con las corrientes más afines al camporismo, Santucho intenta profundizar su
perspectiva política guevarista.
En su “Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental”, el Che
Guevara había reclamado: “Es el camino de Vietnam, es el camino que deben seguir los
pueblos, es el camino que seguirá América, con la característica especial de que los
grupos en armas pudieran formar algo así como Juntas de Coordinación para hacer más
difícil la tarea represiva del imperialismo yanqui y facilitar la propia causa”. Siguiendo
puntualmente ese consejo político del Che, a fines de 1973 el PRT-ERP de la Argentina,
el MIR de Chile, el ELN de Bolivia y el MLN-Tupamaros de Uruguay comienzan a
trabajar en una organización común que los agrupe. A comienzos de 1974, lanzan
públicamente la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), nucleamiento guevarista
internacionalista del Cono sur latinoamericano que se propone luchar por la revolución
continental.
Ya desde su nacimiento, nos encontramos con el planteo político según el cual
estas cuatro organizaciones sostienen que “nos une la comprensión de que no hay otra
estrategia viable en América latina que la estrategia de la guerra revolucionaria. Que
esa guerra revolucionaria es un completo proceso de luchas de masas, armado y no
armado, pacífico y violento, donde todas las formas de lucha se desarrollan
armónicamente convergiendo en torno al eje de la lucha armada”.
En el primer documento conjunto que publican, las cuatro organizaciones trazan
una breve y apretada síntesis histórica de las luchas populares y del marxismo en
América Latina28 . En ella señalan que el comunismo, el socialismo y el anarquismo de
las primeras décadas del siglo XX, junto con las luchas antimperialistas, como la de
Sandino en Nicaragua y la insurrección del Partido Comunista de El Salvador de 1932,
conformaron “un formidable auge de masas que puso en jaque la dominación
neocolonial homogeneizada por el imperialismo yanqui, enemigo número uno de todos
los pueblos del mundo”.
Durante las décadas siguientes, según este relato, en la mayoría de los partidos
comunistas latinoamericanos terminó predominando el reformismo mientras las
burguesías nacionales apelaban ideológicamente al nacionalismo burgués, para
estabilizar el sistema neutralizando el descontento de las masas. A lo largo de todo ese
28
Cfr. “A los pueblos de América Latina”. Publicado en Che Guevara N°1, Revista de la Junta de Coordinación
Revolucionaria (JCR), noviembre de 1974.
273
período, los sectores populares perdieron fuerza e iniciativa en la lucha de clases
continental, hasta que, a partir de la revolución cubana, “los pueblos del continente
vieron fortalecida su fe revolucionaria e iniciaron una nueva y profunda movilización
de conjunto”.
En este tipo de lectura de la historia de América Latina, el peronismo es analizado
críticamente. Las razones de ese cuestionamiento residen en la combinación peronista
de antimperialismo verbal (en alguna medida, heredero del APRA), de la famosa
“tercera posición” (ni capitalismo ni socialismo) y del “truco de presentarse como
bomberos del incendio revolucionario” (una obvia alusión al papel asumido por el
general Perón, a su regreso del exilio español, en tanto freno de la insurgencia y de la
radicalización masiva de la juventud argentina). En semejante evaluación se deja
escuchar el eco del pensamiento político que Santucho venía promoviendo al interior
de la izquierda de nuestro país.
La convergencia de estas cuatro organizaciones hermanas de Chile, Bolivia,
Uruguay y Argentina expresa, hasta qué punto, el ejemplo de la revolución cubana
penetra en el corazón de la juventud de América Latina.
De todas las corrientes políticas argentinas que vibraron con ese ejemplo
continental, la nueva izquierda guevarista, liderada por Mario Roberto Santucho,
representa uno de los intentos más radicales y profundos por actualizar la tradición
latinoamericana del marxismo revolucionario, representado en los años ’20 por
Mariátegui y Mella y en los ’60 por el Che Guevara.
A casi cuatro décadas de la muerte de Santucho y cuando muchos de sus
compañeros y compañeras se encuentran desaparecidos, poner fin a su demonización
resulta impostergable.
Debemos vencer el miedo que nos han inculcado desde la infancia. Para
comenzar a dialogar y a recuperar la herencia de aquellos que nos precedieron,
debemos intentar conocer y estudiar seriamente esta tradición de pensamiento
político. Ése es el único camino para que las nuevas luchas no tengan que crecer de
cero, desnudas y huérfanas. Para que empecemos a preguntarnos, de una buena vez, de
dónde venimos, quiénes somos y, sobre todo, porque es lo que más interesa, hacia
dónde queremos ir.
BERNA
Y LA SOLIDARIDAD DE
274