tesisihs19-la-perspectiva-humanista-en-la

1
Instituto Humanista de Sinaloa, A.C.
La perspectiva humanista en la formación de
profesores
Proyecto
que para obtener el grado de
Doctor en Psicoterapia Humanista
Presenta
María Trinidad Cárdenas Ponce
Culiacán Sin., México, septiembre de 2007
2
Agradecimientos
A mis maestros, especialmente a Celedonio Castanedo
Carlos Díaz
y
A mi amigo Miguel Jarquín, quien fue guiando y apoyando el
proceso de elaboración del presente documento.
A mi madre, inspiración y luz que me alienta a seguir adelante.
A Pilar, mi compañero y una presencia muy importante en mi
vida.
A mis hijos Beticia Livier, Melania Yananí, Pilar Fernando y
Alan Arturo quienes siempre han estado conmigo. Gracias por
su apacible espera.
A mis hermanos Rodrigo, Nelly, Hilda, Deida, Pipis y Rufino a
quienes los siento cercanos y sé que están contentos con mi
logro.
A Dios por su compañía.
3
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS
2
PRÓLOGO
Carlos Díaz
Celedonio Castanedo
5
INTRODUCCIÓN
25
CAPÍTULO I
El siglo XX, fracasos y esperanzas
30
1.1
1.2
1.3
1.4
Primeros pasos
Dos visiones en conflicto
La mentira
La esperanza
31
32
37
40
CAPÍTULO II
La verdad, principios y criterios
44
CAPÍTULO III
La persona, presencia significativa
58
3.1 La existencia
3.2 El diálogo
3.3 La persona
59
63
72
CAPÍTULO IV
La psicología del potencial y de la autorrealización
76
4.1 El principio del potencial
4.2 El principio de la autorrealización
82
86
4
CAPÍTULO V
Aprender a ser, la perspectiva pedagógica
91
5.1 Planteamiento
5.2 La educación comunitaria
5.3 ¿Hacia dónde vamos?
92
94
96
CAPÍTULO VI
Propuesta, implementación y desarrollo
99
CONCLUSIONES
123
FUENTES DE INFORMACIÓN
133
5
PRÓLOGO
Constituye un honor para mí, que la generosidad de mi amiga
María Trinidad Cárdenas Ponce me concede, poner unas
palabras proemiales a su libro excepcionalmente trabajado La
perspectiva humanista en la formación de profesores, con el
que ha logrado el doctorado en psicoterapias existenciales. En la
medida en que el personalismo es un existencialismo
reformulado, quisiera añadir tan sólo las palabras siguientes, y
luego desaparecer sigilosamente para dejar paso a las que
realmente tienen valor, las de la doctora María Trinidad Cárdenas
Ponce.
La tarea del personalismo: rectificar la rectificación llevada a
cabo por el existencialismo
Si, como Mounier dijera, el existencialismo es una reacción de la
filosofía del hombre contra los excesos de la filosofía de las ideas
(idealismos desencarnados) y contra los excesos de la filosofía de
las cosas (cientifismo y materialismo), también el personalismo
es una reacción contra lo mismo, con lo cual el existencialismo
viene a ser la asignatura pendiente que el personalismo ha de
superar; dicho de otro modo, el personalismo ha de ser un
existencialismo purificado de los excesos en que el propio
existencialismo incurre al reaccionar contra sus enemigos: esos
excesos que son sus solipsismos, es decir, sus egocentrismos y
narcisismos por un lado, y sus desesperanzas y pesimismos por el
otro. Si el existencialismo es la crítica y rectificación al
materialismo y al determinismo, el personalismo será a su vez la
rectificación de los defectos en que el existencialismo incurre al
criticar a sus enemigos. La Introducción a los existencialismos de
Mounier resulta inequívoca al respecto: el personalismo asume la
concepción dramática de la existencia desarrollada por el
6
existencialismo, pero en lugar de caer en su pesimismo propone
su afrontamiento, que entraña el compromiso militante y la
conversión al otro: «Estrecha solidaridad entre las
preocupaciones
existenciales
y
las
preocupaciones
personalistas». Esta aproximación la encontramos no sólo en
Gabriel Marcel, sino también en Berdiaev: «la filosofía
existencial es una filosofía personalista, pues el sujeto de
conocimiento es la persona humana. El existente humano, en
efecto, se presenta con una estructura que lo constituye en ser
personal frente a la inercia o la impersonalidad de las cosas. Los
pensamientos existencialistas son unánimes en este extremo. Son
ellos los que han dado la señal del despertar personalista en la
reflexión contemporánea. El existencialismo presenta, en general,
una imagen de un personalismo un poco crispado».1
El personalismo, podríamos por tanto resumir, es un
existencialismo purificado, el mismo árbol existencialista
podado y re injertado; preferimos, sin embargo, para no
introducir nuevos equívocos, decir que, una vez purificado, el
existencialismo se convierte en personalismo. La tarea, pues,
del personalismo: rectificar la rectificación llevada a cabo por
el existencialismo. Es otra forma de decir que hay que rehacer
el Renacimiento. Es otra forma de decir que la vida humana
consiste siempre en buscar la superación negando las
negaciones.
El marxista Ernst Topitsch dividió en cuatro las formas
posibles de pensamiento: biomorfo (enfoca lo real bajo el
prisma de lo orgánico), sociomorfo (lo analiza con criterios
sociales), tecnomorfo (lo mira según su complejidad técnica) y
místico (a la luz del misterio). En cierto sentido, y si
despojamos al término «místico» de los falsos misticismos, el
1
Mounier E., Introducción a los existencialismos, Obras, vol.
Sígueme, Salamanca, 1990, p. 127.
III,
Ed.
7
personalismo ¿acaso no sería una forma de pensar y de vivir
misticimorfa, ya que la persona es misterio abierta al Misterio?
Según la clásica taxonomía de Dilthey, que distinguía tres
clases de pensamiento (naturalismo, idealismo de la libertad, e
idealismo objetivo), el naturalismo reduce lo personal a lo natural
y el idealismo de la libertad ignora lo natural, ¿será entonces el
personalismo un idealismo objetivo, si a su vez depuramos al
término «idealismo» de su maleza, en la medida en que el
verdadero idealismo objetivo privilegia el papel del sujeto al
objetivar lo real desde la encarnación, cree en la racionalidad de
lo real, y acepta la existencia de los valores como realidades
trascendentes que fundamentan la inmanencia?
En todo caso, ¿por qué no seguir denominándolo
personalismo comunitario, a pesar de que dicho término
también esté contaminado en el uso habitual, y sea un poco
complicado? Más vale término malo en mano, que ciento
buenos volando.
Si hasta Descartes el personalismo se ha construido desde la
perspectiva cristiana, a partir de Descartes pierde masa
ontológico-teológica para ganar dimensión gnoseológica. Una
inflexión fundamental de esta tradición común aparece en el
siglo XVIII con Emmanuel Kant, que exaltó la persona humana
como „fin en sí‟, valor absoluto y autónomo, desligándola del
orden a Dios, y proclamando así la autonomía moral. Kant,
desde la razón pura práctica, ensancha ese nuevo personalismo
gnoseológico para conferirle una dimensión moral. Este
personalismo autónomo es el que se ha propagado a través de la
fenomenología.
El planteamiento fenomenológico de Husserl, con la
intencionalidad de la conciencia, proporciona a su vez a la
persona un segundo ensanchamiento, al que luego se añade el
8
fenomenológico-axiológico de Max Scheler y filósofos de los
valores, que parten de una decidida afirmación personalista.
De este modo el personalismo se mueve en el cruce
sinérgico de cinco aportaciones básicas: una ontología
cristiana, una moralidad kantiana, una epistemología
huserliana, y una axiología scheleriana, a las que se añade una
quinta aportación, la que se está llevando a cabo en la
actualidad. El árbol del personalismo hunde, pues, sus raíces en
el cristianismo, eleva su tronco por el kantismo, la
fenomenología, y la axiología, y finalmente adquiere diversas
ramificaciones en sus últimas floraciones.
A poco que reparemos, veremos que la historia del
pensamiento filosófico no es sino la historia de un gran bosque
con muchos árboles agrupados por genealogías, aunque el árbol
del personalismo ocupa casi todo el bosque, e incluso cabría
decir que él mismo es un árbol-bosque, pues de él surgen y
surgen nuevas genealogías. El personalismo no es una primavera
entre dos inviernos, cuyo verano no es de este mundo, por eso su
propia historia coincide con la mayor parte de la historia de la
filosofía en general. Por el mismo motivo, resultaría ininteligible
la historia fáctica de la humanidad (o de Occidente al menos) sin
la pregnancia de las ideas y filosofías personalistas y
comunitarias: historia del movimiento obrero, formulación de los
derechos humanos, etc. Es un árbol vivo y en crecimiento, que ha
de agrandarse y multiplicarse enraizándose más y más. Nada que
ver con esos bonsais para estudio de especialistas con manos de
cristal, que dijera Nietzsche, nada de arqueología amarilla. Es el
gran baobab a cuya sombra centenaria y frondosa relata el pueblo
su propia memoria histórica, su traditio, su entrega del relevo,
mientras se va produciendo el reverdecer de nuevas yemas que
han de servir para cada época. Cultivar la tradición no es sino
eso: ser capaces de explicar a nuestros hijos que a nuestra
explicación sigue su implicación, que nuestra identidad se nutre
9
de la de sus abuelos y nutrirá la de sus propios hijos, nuestros
nietos: nunca algo que pasó y no ha sido; si es la historia del
personalismo, no puede ser la historia de la historia, la historia
interminable cada vez más lejos hasta que un día desaparece de
nuestro horizonte vital. Nunca algo que simplemente fue, siempre
algo que nos hace ser. Nada sería, en fin, más falso que encerrar
dentro de un fanal o cercar el árbol del personalismo tratándolo
como el árbol de una escuela o de una doctrina: «Hay quien tiene
la impresión de que el personalismo es un sistema inventado por
Mounier, y nuestro silencio podría hacer creer que escudamos
nuestra pereza o nuestra incapacidad tras un dogma ya superado.
Ahora bien, el personalismo no puede servir de dispensa para
evitarse el rigor de la comprensión o el dolor de la reflexión. Este
servicio, que la mayoría de las doctrinas prestan a sus adeptos,
está absolutamente excluido del personalismo, por razones a la
vez prácticas y teóricas: se trata de hacer que unos seres humanos
existan, de llamarlos a un pensamiento personal y, al mismo
tiempo, de desarrollar una investigación que nunca se acaba. Esta
falta de determinaciones dogmáticas constituye en principio
nuestra debilidad».2
Esencia del personalismo comunitario
Árbol tan frondoso corre el riesgo de que sus ramas se
desgajen por excesivamente cargadas de peso, o el de que en su
selvática riqueza se pierdan las sendas y terminemos por
perdernos; y sobre todo el peligro de que en la maleza que le
rodea se embosquen los enemigos. Claro que también puede
ocurrirnos lo que al barón rampante de Italo Calvino, que
saltando de árbol en árbol y de copa en copa vino a encontrarse
con las más grandes aventuras de su arborescente biografía.
Decimos todo esto, que puede a algunos parecerles hiperbóreo,
porque a la altura de nuestra vida queremos saber ya de una vez
2
Domenach J.M., Dimensiones del personalismo, Ed. Nova Terra, Barcelona,
1969, p. 9.
10
cuál es el núcleo del personalismo, su perímetro y sus fronteras,
qué es lo que promueve y qué es lo que combate. Nos parece que
el personalismo es uno, pero a la vez múltiple, y nos interesa
indagar si prima en él la identidad sobre la diferencia, o la
diferencia sobre la identidad, si su aire de familia viene o no dado
por la forma común de tratar temas comunes y, si ese fuera el
caso, cuáles serían entonces esos temas, o si es que viene dado
por la forma similar de tratar temas distintos, etcétera.
En un sentido genérico cabría decir que personalista es toda
forma de vida que centra el sentido de la realidad en la persona
reivindicando su dignidad absoluta en todos los terrenos.
«Personalista en sentido amplio es toda filosofía que
reivindique la dignidad de la persona en el campo ontológico,
gnoseológico, moral o social, contra las negaciones materialistas
o inmanentistas. En sentido más riguroso, puede llamarse
personalismo o filosofía personalista la doctrina que centra en el
concepto de persona el significado de la realidad».3 Apurando lo
anterior un poco más, podemos adoptar la siguiente metodología:
«Para responder a esta pregunta resulta esencial distinguir
netamente dos cuestiones: 1) que una filosofía valore a la
persona; 2) que una filosofía se estructure en torno a la noción de
persona. Por ejemplo, toda filosofía de inspiración cristiana, si
quiere ser coherente con el cristianismo, debe valorar
necesariamente a la persona porque Cristo amó a cada hombre y
se entregó por cada hombre concreto. Ahora bien, y este es el
punto fundamental, que una filosofía considere que el hombre
singular es importante no significa que ésta sea la categoría
central en torno a la cual se estructure. Puede depender de otras
categorías muy distintas.
Para aclarar más lo que que queremos decir nos referiremos al
tomismo. Como filosofía de inspiración cristiana tiene una
3
Urdanoz T., Historia de la filosofía, vol. VIII, BAC, Madrid, 1998, p. 361.
11
elevada valoración de la persona, hasta el punto de que santo
Tomás llega a decir que „la persona significa lo que es
perfectísimo con respecto a toda la naturaleza‟. Pero lo que santo
Tomás no hace es estructurar su filosofía en torno a la noción de
persona. Para él hay otras categorías más esenciales: la sustancia
y los accidentes, la potencia y el acto, etc... „Valorar‟ a la persona
pueden hacerlo muchas filosofías, „estructurar‟ una filosofía en
torno a la persona, es lo propio del personalismo. Para diferenciar
estos dos planteamientos, algunos autores han dado en distinguir
entre un personalismo en sentido lato o genérico y un
personalismo en sentido estricto. Por personalismo en sentido
lato se entendería toda corriente filosófica que concede
importancia a la persona o al individuo, mientras que el
personalismo en sentido estricto sería la filosofía cuya estructura
técnica depende directamente de esta noción».4
A estos hay que añadir otros rasgos que sin embargo son
básicos en el personalismo: el compromiso personal de la acción,
la lucha contra el desorden establecido o el que trata de
establecerse, la revolución pacífica de las estructuras, la repulsa
al capitalismo y al espíritu burgués, etc. Lo propio del
personalismo es la opción por el sur como lugar del ser (ética
como ontología: el sur del ser como ser del ser), es decir, la
defensa militante del rostro de la viuda, del huérfano y del
extranjero; todo eso no interesa al Norte, que no solamente no
quiere flexibilizar su ontología, sino tampoco abrirse a la ética,
una ética que no sólo es lógica, sino también dialógica, y no sólo
dialógica, sino también profética.5 En resumen: por difícil que
4
Burgos J.M., El personalismo, Ed. Palabra, Madrid, 2000, pp. 159-161. Más
detenidamente ha tratado sobre lo mismo y con el mismo sentido Juan Manuel
Burgos en ¿Es posible definir el personalismo?, en «El primado de la persona en
la moral contemporánea», Universidad de Navarra, Pamplona, 1997, pp. 143152.
5
Cfr. Díaz C., De la razón dialógica a la razón profética, Ed. Madre Tierra,
Madrid, 1991, así como el prólogo al libro de Mariano Moreno El hombre como
persona, Ed. Caparrós, Madrid, 1995.
12
sea definir el personalismo comunitario, más difícil es asumir sus
implicaciones existenciales. Lo complicado no es el dibujo de su
árbol, sino la siembra de las semillas.6
El personalismo como filosofía teorético-práctica
Si lo dicho es verdadero, entonces el personalismo no sólo es
filosofía, sino la única posible, pues lleva a la vida lo que su
pensamiento construye, encarnándolo. «El personalismo es la
filosofía que reintegra al conocimiento el conjunto de la actividad
humana».7 Y, a la inversa, la acción que lleva a la práctica la
convicción filosófica. Teoría y práctica en recíproca implicación
forman una praxis. ¿Filosofía «pura», es decir, meramente
cefalosófica? No, gracias: ese «idealismo de las ideas», que no
sabe, o no puede, o no quiere convertir ideas vitales en ideales
existenciales, es uno de los enemigos a combatir por el
personalismo. La historia de cada persona, como la de todos, no
es solamente un memorial, sino también un memorandum, es
decir, algo que deba ser recordado, y lo definitorio que sus
páginas describen merece ser elevado a definitivo. Como dijera
Zubiri, el hombre no es la conjunción de dos cosas, una realidad
y un ideal, sino al revés: es una realidad que no puede ser real
más que precisamente siendo ideal. El hombre es animal de
ideales por y para ser animal de realidades. El sujeto capaz de
ideales es lo que es „realmente ideal‟. Sin esto, no habría
posibilidad alguna de tener un ideal ni de estar atraído por éste.
El hombre no es una especie de animal de ideales por una especie
de creación romántica de unas idealidades desde un fondo suyo
espiritual, ni por una atracción extrínseca, sino que el hombre es
el animal de ideales precisamente por y para poder ser animal de
realidades.
6
Cfr. Díaz C., En el jardín del Edén, Ed. San Esteban, Salamanca, 1991.
Lacroix J., Marxismo, existencialismo, personalismo, Ed. Fontanella,
Barcelona, 1972, p. 9.
7
13
Ahora bien, hay que ser honestos, digamos por tanto la entera
verdad: convertir ideas vitales en ideales existenciales exige el
rigor del concepto, la maduración de la idea, la reflexión crítica,
el trabajo intelectual. Quien por impaciencia, pereza, o inercia
pretende evitar el lento y penoso ejercicio del pensar, tampoco es
buen personalista, por mucha fe de carbonero que ponga en el
personalismo. El personalismo no es una moda, ni una marca. Es
un símbolo, unas voces, una esperanza, sí; y precisamente por eso
algo no apto para perezosos. Por eso escuecen estas certeras
palabras: «El personalismo ha resultado vago y publicitario hasta
más no poder. Está incluido en una política bien pensante cuyas
intenciones son respetables, pero que nada tienen que ver con una
investigación filosófica. El espíritu de investigación ha muerto en
él: no es nada más que un eslogan. A veces deseo furiosamente
renunciar a una etiqueta tan decepcionante y encontrarme solo, lo
que por otra parte no cambiaría en nada mi situación, pues
siempre me he mantenido un poco al margen de las escuelas, con
las ventajas e inconvenientes que eso puede entrañar».8
En esta tensión interactiva del hacer pensando y del pensar
haciendo («pensar con las manos», decía Mounier) habrá quien
esté más dotado o inclinado a lo uno o a la otro, pero nunca
deberá menospreciar lo-uno-y-lo-otro: «Mounier, más que haber
elaborado una filosofía técnica nueva y original, ha sido quien
mejor ha cobrado conciencia en nuestra generación de la crisis de
civilización y de las condiciones intelectuales, sociales y
religiosas de su solución... Otros, como Maurice Nédoncelle, han
construido una filosofía personalista más técnicamente elaborada,
que no sólo estudia la reciprocidad de las conciencias, sino que
también analiza la travesía de la naturaleza por el hombre, e
incluso propone una profundización del sentido de las categorías
en una óptica personalista».9
8
Nédoncelle M., Personne humaine et nature, Aubier, París, 1963, p. 11.
Jean Lacroix: carta al entonces dogmático comunista Roger Garaudy, que
éste reproduce en su libro Perspectivas del hombre, Ed. Fontanella, Barcelona,
9
14
El compromiso de la acción
Así que, contando con todo lo anterior,
–nada de abandonarse en las manos del destino como en la
tragedia griega lacrimógena, ahora manipulada con el formato de
un publicitario retorno de los brujos y de un reciclado de las
meigas;
– nada de arrojarse a los brazos de la primera sirena que
susurre pringosos cantos de acaramelada novedad excitante o
esotérica, mágica, sectaria, ludopática, o crecepélica
espectacularizadamente televisados por las cámaras y que son
tomaduras de cabello;
– nada de rendirse ante la contingencia, que es cretina cuando
un sujeto cretinizado la asume como solución de sus propios
problemas. El azar no hará crecer un palmo nuestra propia
estatura, de modo que el miedo a crecer asumiendo los propios
pulsos y arrojándonos en los brazos de lo impersonal se traducirá
en enanismo. No es el azar ni la lotería lo que va a enrumbar
ninguna existencia, la vida se hace más intensa y profunda y
humana en quien la trabaja. Cada cual será la imagen de su
propio destino, es decir, de su propio laboreo, la huella de la
labranza de su propio rostro.10 El destino se esculpe, y quien no
1970, pp. 180-184.
10
«Píndaro, dirigiéndose a Hierón de Siracusa le dice. „¡Aprende a hacerte el
que eres!‟ (Pítica, II, verso 131). Es consejo más profundo que el de „conócete a
ti mismo‟ contra el que se resolvía Carlyle diciendo que somos incognocibles
para nosotros mismos, y sustituyéndole con este otro: „¡Conoce tu obra y llévala
a cabo!‟ Cuando uno se haya hecho el que ha de ser para siempre, que pueda
decir como última palabra: „¡Quedo dicho!‟, y no „queda dicho!‟ Quedo dicho
yo» (Unamuno M. De, Aprende a hacerte el que eres, In «Recuerdos e
intimidades», 22-2-1924, Ed. Tebas, Madrid, 1975, p. 519). Esto está bien, pero
sin olvidar –como se verá en capítulos siguientes– que nadie puede decir su
palabra sobre sí mismo sin las demás personas. Y sin olvidar tampoco que «el
pindárico „sé el que eres‟ es el término del camino de vuelta, la meta que el poeta
pretende alcanzar. Mas nadie logrará ser el que es, si antes no logra pensarse
como no es» (Machado A., Abel Martín, Ed. Losada, Madrid, 1980, p. 28).
15
esculpe su destino es escupido por el infortunio. No hay más
destino que el que cada cual asume libre y solidariamente;
– nada de evasiones, cada ser humano, cada generación, cada
pueblo se encuentran perennemente ante la misma alternativa:
huir o buscar. Esperar que el «destino» solucione los problemas
es sentarse a la puerta de la casa hasta que llegue el cortejo
fúnebre;
– nada de mecanismos miticomágicos, amuletos,
metempsícosis, psicofonías, licantropismos, cultos fetichistas
(también el dinero puede ser fetichizante), pues sólo lo que sale
del interior cambia el curso de la historia, sólo la causa que
proviene de nosotros mismos contribuye más a nuestra felicidad
que las que nacen de las cosas exteriores;
– nada de miedos, recordemos la voz del abuelo: «Estás
perdiendo el ánimo; esto no me gusta. Defiéndete contra la
tristeza, pues la tristeza envilece. Tienes que afirmar tu poder
sobre ella. Si no, estás perdido»;11
– nada de fariseísmo ante el compromiso: «El temor de
ensuciarnos al tomar contacto con el contexto de la historia no es
virtud, sino un medio de esquivar la virtud. Algunos parecen
pensar que poner manos a lo real, a este universo concreto de las
cosas y de las relaciones humanas en que el pecado existe y
circula, es ya de por sí contraer pecado, como si el pecado se
contrajera desde fuera y no desde dentro. Esto es purismo
farisaico».12
Así pues, ¡a desalambrar, a construir, a construir como lo
hacen las convicciones fuertes! «Tener convicciones fuertes –
entre las que se ha de contar también la de no imponer nada a
nadie– en una cultura hipotética es el verdadero heroísmo de
nuestro tiempo. Se trata de negarse a derivar las propias
convicciones de los consensos fácticos, de la moda y la opinión
dominante. Un heroísmo así no es incompatible con la
normalidad, es perfectamente democrático: lo único que no
11
12
Wiesel E., Las puertas del bosque, Ed. Aguilar, Madrid, 1971.
Maritain J., El hombre y el Estado, Ed. Encuentro, Madrid, 1983, p. 78.
16
soporta es vivir de prestado, inercialmente, lo que equivaldría a
no tomarse en serio la propia libertad».13
A construir como lo hacen las voluntades de aventura. El
valor de las palabras resulta inversamente proporcional a la
frecuencia de su repetición, a la reiteración de lo trivial y
rutinario, a la continuidad vacía, a la creencia de que nada nuevo
hay bajo el sol, la nostalgia conformada con la tediosa beatitud de
lo pretérito, a la suposición derrotista de que el futuro es una
variante irrelevante de lo sido y la esperanza su recuerdo, sin
azares ni riesgos, a una carrera inmota y sin resistencias: si el
aburrimiento desvaloriza cuanto toca, el amor es una preferencia
afirmativa: «La vida humana en su conjunto puede aparecer
como una aventura sólo para quien recibe la sucesión de los días
y las estaciones como un regalo, para quien descubre y agradece
la diferencia de cada instante, para quien explora las
posibilidades que ofrece el momento presente, sin permitir que su
memoria se estanque en el pasado o su imaginación divague por
un futuro cuya posibilidad no late entre las virtualidades del
ahora».14
El personalismo comunitario está llamado no sólo a una
«ontología combativa» (al final, sólo ideas si no es más que eso),
sino a la acción callejera, porque es conciencia combativa. Las
convicciones filosóficas, por su naturaleza, misma, han de
expresarse en la esfera de la acción callejera. Distinguir
tajantemente entre la actividad de luchador propagandista y la de
filósofo profesional (como lo hiciera Bertrand Russell, por
ejemplo) no es personalista.
La dinámica del personalismo comunitario «puede expresarse
gerundialmente: el modo de ser es un modo que „es‟, pero
solamente siendo, es siendo. Sólo es actual aperturalmente. Cada
determinación es una nueva fase de determinación, es decir, una
13
14
Innerarity D., Libertad como pasión, Eunsa, Pamplona, 1993, p. 47.
Ibid, p. 78.
17
modalización progrediente de un ser único. En esta unidad
gerundial ontodinámica es como se va constituyendo el ser
humano. Ser es una ontodinámica gerundial. Más que integración
es una „integrificación‟: el ser humano va constituyéndose en su
integridad. El ser es constitutivamente flexivo. El fundamento de
la flexión temporal es la flexividad del ser. Por eso el dinamismo
en que el ser consiste es una ontodinámica flexiva. La
gerundialidad del ser es flexiva: mi ser „va siendo así dando
muchas vueltas‟, esto es, flexivamente. Las flexiones de mi ser ya
no están determinadas de un modo directo, sino que para
determinarlas nos es necesario dar el „rodeo‟ de ir a „la‟ realidad,
para venir de ella a mí mismo. Ya no es „flexión‟, sino más bien
„circunflexión‟. Y lo que determina mi ser en este rodeo, en esta
circunflexión, es justo la opción. La flexión de mi ser no queda
ahora „naturalmente‟ determinada, sino que se determina por mi
opción».15
Si, como Mounier dijera, el personalismo es «perspectiva,
método y exigencia», algunas preguntas continúan siendo
inevitables para asumir el compromiso de la acción: ¿cuáles son
las mediaciones, los puentes que llevan desde las exigencias
teoréticas a las prácticas, cómo articular discurso y acción para
influir socialmente con un relieve o perfil diferenciado, cómo
hacer a la vez ortodoxia y ortopraxia?
El personalismo, sistema abierto, árbol acogedor
Suele decirse que el personalismo no es un sistema, pues éste
trata de comprender todo, incluso las acciones humanas, como
efectos necesarios de otras causas últimas, excluyendo toda
libertad creadora personal.16 Desde luego, tal sistema sería
determinista, y por tanto incompatible con el personalismo. Pero
15
Zubiri X., Sobre el hombre, Alianza Editorial, Madrid, 1986, pp. 167-180.
Cfr. Domingo A., Un humanismo del siglo XX: el personalismo, Ed. Cincel,
Madrid, 1985.
16
18
el personalismo, que no quiere un sistematismo cuadriculado a
toda costa (y menos aún a costa del existente concreto) no debe
rechazar un discurso riguroso, y cuando decimos riguroso ya
sabemos que estamos hablando de teórico-testimonial a la vez.
Lo que importa, pues, no es si el personalismo es sistemático,
sino si es riguroso. Y, desde mi punto de vista, el personalismo es
una filosofía rigurosa. Por lo demás, ¿qué sistema filosófico
carece de detractores, por muy sistemático y coherente que sea o
se pretenda? Sistematicidad no quiere decir infalibilidad. Por
último, ¿acaso no sirven ciertos manifiestos antisistemáticos (por
muy sistemáticamente antisistemáticos que ellos mismos sean) de
escudo para perezosos y seudohermeneutas?
En su día Jean Lacroix escribió El personalismo como
antiideología, defendiendo el carácter abierto y asistemático (es
decir, noideológico) del personalismo. Aquella posición de
Lacroix se resumía así: «Para sus adversarios, el personalismo no
es más que una ideología; para sus defensores, una filosofía. En
realidad, no es una cosa ni otra. Ciertamente, hay filosofías de
inspiración más directamente personalista. Pero una inspiración
no es una doctrina. ¿Se sigue de aquí que el personalismo no sea
más que una ideología? Nuestra paradoja consiste en sostener
que lejos de ser una ideología es la anti-ideología por
excelencia».17 «El personalismo no es ideología ni filosofía. Para
algunos, la respuesta correcta sería colocarle en la categoría
ambigua de ideologías-antiideológicas en el sentido del
existencialismo sartriano, por ejemplo. Para los marxistas, sería
una mala ideología, una ideología hipócrita y de mala fe, fuente
de lo que Nietzsche hubiera llamado buena conciencia de la mala
conciencia. ¿Será entonces el personalismo una filosofía? Es lo
que generalmente sostiene quien lo defiende. Semejante posición
parece insostenible, cualquiera que sea la idea que se tenga de la
17
Lacroix J., Le personnalisme comme anti-idéologie, PFU, París, 1972, p. 7.
Yo mismo prologué la edición española (Guadiana Editorial). Cito el original
por no disponer de la traducción.
19
filosofía. Desde la perspectiva marxista, el personalismo no
podría ser más que una „metafísica‟, en el sentido en que
metafísica es sinónimo de ideología: no tiene carácter científico,
y además no lo reivindica; no pretende descubrir las leyes
generales de la naturaleza, de la historia, ni del pensamiento,
ninguna ley. No es la „filosofía dominante‟ de nuestro tiempo, no
ha creado un medio cultural idéntico para todos. Desde nuestro
punto de vista, en fin, que es el más tradicional de una filosofía
reflexiva luego aplicada a la existencia, no se la podría tener por
una filosofía. No presenta ninguno de los caracteres esenciales
que definen técnicamente una actitud filosófica, y es conciliable
con pensamientos muy diversos. Hay idealismos personalistas,
como el de Laberthonière, existencialismos personalistas como el
de Gabriel Marcel o de Berdiaev, incluso comunismos, y sobre
todo anarquismos de tendencia personalista. Si se llama
personalista a lo que hay de común en estas doctrinas –y otras–
se llegaría a ese confusionismo integral que se llama
espiritualismo o eclecticismo, y que es la negación de toda
filosofía. Es sin duda esta despreocupación lo que explica el
desprecio en que ha caído el personalismo entre muchos
filósofos. Hay, pues, sólo filosofías de inspiración más
directamente personalista, por cuanto privilegian la persona. Se
las puede englobar a todas bajo el denominador común de
personalistas, para abreviar y a condición de subrayar bien que se
emplea por comodidad. Es lo que hizo Mounier en su „Manifiesto
al servicio del personalismo‟ en 1935».18
Por nuestra parte, no compartimos estas afirmaciones de
nuestro admirado Jean Lacroix, cuyas vacilaciones en este punto
están a la vista cuando él mismo escribe: «el sistema auténtico no
consiste en una reducción de todas las verdades a algunas
fórmulas abstractas susceptibles de ser clasificadas, sino en la
estructuración del conjunto de estas verdades en un todo
18
Ibid, pp. 38-40.
20
coherente».19 Y bien, ¿no está el personalismo estructurado en un
todo coherente? Y, si lo está, ¿por qué no podría ser entendido
como un sistema auténtico? Lacroix añade: «Un sistema
filosófico no está contenido en unos cuantos principios, del
mismo modo que el sistema matemático tampoco lo está en los
postulados, axiomas y definiciones cuya deducción ignora el
aprendiz de matemático. Es la interdependencia de las verdades
lo que las hace sistemáticas, y no su grado de generalidad. El
sistema no puede separarse de la corriente de pensamiento que le
funda, del mismo modo que el cristianismo tampoco puede
separar los medios del fin, el camino del punto de llegada.
Además, la noción de sistema implica unidad y estructuración, y
el sistema es válido no solamente por el grado de unificación
obtenida, sino por la riqueza, la abundancia y el valor de los
elementos estructurados y unificados».20 Ahora bien, si todas
estas dimensiones las tiene o aspira a tenerlas el personalismo
(entrelazado de verdades, máximo grado de generalidad,
corriente de pensamiento subyacente, riqueza y abundancia), ¿por
qué entonces no reclamar para sí o aspirar al grado de
sistematicidad implícito en los presupuestos descritos?
Así las cosas, Lacroix termina cayendo en una contradicción
explícita cuando afirma: «el personalismo conduce a un sistema
abierto, por así decirlo. Y abierto en dos sentidos. Primero: no
pudiendo ningún sistema agotar lo real en tanto que existente, es
legítima la existencia de una multiplicidad que aporta al efecto
perspectivas convergentes. Segundo: nuestro método de
conocimiento no puede consistir en el procedimiento ecléctico de
una yuxtaposición de sistemas diversos, para cuya comprensión
sería necesario un sistema personal, sino que –siendo este sistema
instrumento y no fin– debe siempre complementarse y
19
Lacroix J., Marxismo, existencialismo, personalismo, Ed. Fontanella,
Barcelona, 1972, p. 70.
20
Ibidem.
21
perfeccionarse por una intususpección progresiva de lo real. Este
sistema merece el nombre de creencia».21
¿Anti ideología, sistema abierto, o creencia? Al final, Lacroix
termina llamándolo... ¡filosofía!. «El personalismo es la filosofía
que reintegra el conocimiento al conjunto de la actividad
humana».22 Como lo ha mostrado también Étienne Borne, «la
paradoja del libro de Jean Lacroix es que, habiendo hecho una
meta filosofía, podría haber probado con mucha fuerza que el
personalismo es una filosofía auténtica. La separación es
inevitable, y constata el destino de toda filosofía entre la
intención del personalismo, que es la realización ecuménica y la
presencia universalmente vivificante, y su realidad como discurso
organizado que hace de él una doctrina entre las otras, discutida y
discutidora, signo de contradicción tanto más irritante cuanto que
por la afirmación de estos dos irreductibles –el sujeto personal y
la universalidad humana– el personalismo es hoy la filosofía más
amenazada por las ideologías objetivistas que tiranizan la
inteligencia contemporánea, la más amenazada también por esos
fanatismos, en el fondo escépticos, que reemplazan hoy el
afrontamiento de las ideas por sicoanálisis descalificadores del
otro».23
Muchas gracias, pues, a la doctora María Trinidad Cárdenas
Ponce por permitirme este prólogo, con el que humildemente
deseo para ella mucha prosperidad con perspectiva humanista en
la formación de profesores.
Carlos Díaz
21
Ibid, p. 87.
Ibid, p. 132.
23
Borne E., L'ultrapersonnalisme de Jean Lacroix. In Le Monde, 17/18-XII,
1972.
22
22
INTRODUCCIÓN
...quiero que la compañía de mi
maestro me conduzca a mí mismo,
Para comprender mejor, quién soy yo.
Carlos Díaz
1
Hablar de la formación de profesores desde una perspectiva
humanista, es hablar de una educación que se caracteriza por el
respeto profundo a las personas que aprenden, que reconoce en
ellas una búsqueda particular de significados ante la vida y que
busca, sobre todo, que integren aspectos propios que les
permitan una relación consigo mismos, con sus semejantes y
con el mundo, cada vez más plena y satisfactoria.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la formación de los
docentes en la última década, ha estado principalmente dirigida
a capacitar a los maestros en aspectos técnicos tales como el
manejo de los contenidos, estrategias pedagógicasdidácticas, el uso de los media, entre otros. En síntesis, se ha
privilegiado el aspecto informativo sobre el aspecto formativo, la
tecné sobre la persona.
Los valores a los que han respondido estas acciones de
capacitación han sido, de alguna manera, congruentes con la
concepción que sobre la educación y por ende sobre la persona
1
Díaz Carlos, Diez palabras clave para educar en valores, Editorial
Imdosoc, México, 2000.
23
han prevalecido. La urgencia: preparar muchos maestros
calificados y la gran demanda estudiantil existente, en suma, la
masificación que ha reinado, no ha permitido dirigir las
acciones de formación hacia una concepción más integradora,
más humana, sino que ha llevado a privilegiar lo tecnológico,
pues hace descansar en ello buena parte de la solución que ha
querido darle al problema de la masificación.
No obstante, aunque esta formación tecno-pedagógica, no ha
puesto el énfasis en lo esencialmente humano del proceso de
enseñanza y aprendizaje, sino que ha derivado hacia aspectos
más técnicos, tampoco ha absolutizado el aspecto tecnológico;
ha buscado, más bien, poner el desarrollo de la técnica al
servicio de la mejora del proceso educativo de las masas.
La nueva mirada: el docente como persona
“... la educación ha de contribuir a proteger y consolidar los
valores en la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los
valores en que reposa la ciudadanía democrática proporcionando
perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre
opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas”
2
Desde nuestro punto de vista, el enfoque humanista parte del
reconocimiento de otras dimensiones en la naturaleza del
hombre, que además de considerar el aspecto intelectual,
incluyen la dimensión física, emocional, social y espiritual, es
decir, se orientan a promover su desarrollo desde una visión
integral.
Mi experiencia reciente, desarrollando programas de
formación de profesores orientados por este enfoque, me ha
permitido observar que el maestro, en su primer acercamiento a
2
UNESCO, Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo
visión y acción, ed. Anuies, México, octubre de 1998, p. 17.
XXI,
24
esta manera de concebir la educación y la persona, muestra
ciertas resistencias. Es naturalmente el resultado de descubrir
que lo que ahora está en juego no son ni los medios ni los
aparatos, sino su Ser, su persona, sus proyectos, sus
aspiraciones y la relación que comparte necesariamente con ese
otro significativo llámese alumno, familia, compañero de
trabajo, todos ellos insertos irreductiblemente en un todo social
e histórico en el que fluyen.
Este proceso de formación y de crecimiento, puede parecer
un salto al vacío: a medida que nos alejamos del punto de
partida, nos acercamos a un punto de llegada que todavía no
alcanzamos a ver. Tenemos entonces la sensación de un no
retorno, en el sentido de que lo que estamos dejando atrás, atrás
está quedando (estilos de vida, maneras de relacionarnos con
nosotros mismos y con los demás, creencias y valores sobre
nuestra identidad y nuestro quehacer tradicionales, etc.), y “lo
nuevo”, aún no se vislumbra. En otras palabras, lo viejo no
termina por irse y lo nuevo aún no es evidente, no lo vemos
aparecer. No del todo, al menos.
No aparece porque de ninguna manera esto va a ser
generado desde afuera –como los valores– que traía implícitos
la tecnología. Los nuevos valores sólo surgirán en la
interacción con el otro y se generarán desde lo profundo –lo no
aparente– de la relación del docente consigo mismo, con sus
alumnos, con su familia, con los demás.
El resultado de este tránsito es sorprendente: de pronto la
propia capacidad de valoración es más clara, la sensación de
mayor energía y entusiasmo por lo que se hace es notable y la
sensibilidad por lo que nos ocurre y por lo que ocurre a los
demás es más obvia. También la responsabilidad por las
decisiones y las acciones emprendidas aparece como un
compromiso resignificado.
25
Vista de esta manera, si consideramos que la naturaleza
humana no es del todo inmutable, sino que tiende a la
integración; una educación que
promueva cualquier
metodología rígida y codificada que arranque a la persona de
sus aspectos potenciales estrechando su capacidad para
descubrir lo nuevo, no puede llamarse educación.
La formación de profesores desde la perspectiva humanista
es un proceso transformador que requiere del docente un
compromiso con su estilo de vida, que abarque por igual el
espacio de la escuela, de la pareja, de la familia y de las
interacciones de todo tipo.
Desde este enfoque no existe el mundo escolar ni el mundo
personal como dos mundos separados. En la experiencia de
todos los días están presentes las formas de ser, de sentir, de
pensar del profesor con toda su singularidad como ser humano,
y a ese ser humano único e irrepetible hemos de dirigirnos.
¿De dónde surge mi inquietud por llevar una propuesta de
formación de profesores con un enfoque humanista en la
Universidad Autónoma de Sinaloa?
De mi propia experiencia en esa institución como profesora
e investigadora con 25 años de antigüedad laboral. De
percatarme que existe un vacío en cuanto a temas, enfoque y
método cuyo centro esté inspirado en la persona del docente.
De que era necesario tocar esa veta llena de riquezas
invaluables como es la capacidad de sentir y de expresar
sentimientos. Lo cual, sumado a la preparación académica y a
las habilidades docentes, pudieran potenciar en el maestro su
ser y ser en relación con los demás. “La voluntad es más firme
cuando sé lo que quiero, quiero lo que sé y doy los pasos
proporcionados de lo uno a lo otro”. 3
3
Ibid, p. 27.
26
Todo esto sumado a la experiencia vivida en mi formación
tanto en la Maestría como en el Doctorado en Psicoterapia
Humanista hicieron evidente mi deseo de compartir algo de lo
mucho que yo recibí.
Me anima la idea de que mucho ganaremos los profesores
en la universidad y nuestros estudiantes si entendemos que la
educación no es un entrenamiento para competir contra los
otros sino que es, por el contrario, un espacio favorecedor para
escucharlo. Un espacio propiciador donde el maestro pueda
revisar no sólo su función como docente, sino su misión como
persona. Aún aquellos que siguen enarbolando la bandera de la
esperanza, necesitan espacios favorecedores para re-encontrarse
consigo mismos y tomar distancia para seguir definiendo su
persona y sus proyectos de vida. La Universidad Autónoma de
Sinaloa ha de ser vista a la luz de este siglo que requiere de un
horizonte que ilumine su paso. Ésta es, sin lugar a dudas, una
tarea de renovación y significado.
27
CAPÍTULO I
El siglo veinte, fracasos y esperanzas
El acontecimiento será nuestro maestro interior.
Emmanuel Mounier
28
1.1 Primeros pasos
Aprender a leer lo que está aconteciendo no es tarea fácil.
Sobre todo, si partimos de que el hombre de la postmodernidad,
es el hombre del discurso. El hombre que se la pasa hablando y
culpando a los demás por sus problemas o sus desastres. Para
él, todo son eventos, sucesos que le pasan, como si hubiera un
poder ajeno que le mandara las catástrofes o las bendiciones. El
hombre en el que soñamos, es el hombre que acabe con ese
discursador autocomplaciente, es un hombre comprometido, un
hombre que hace que los sucesos se vuelvan acontecimientos,
es decir colabora para que las circunstancias se vuelvan
favorables a su destino: se hace responsable de su existencia.
Entre esos hombres están los maestros a quienes de manera
especial quiero invitar a que me acompañen en esta reflexión y
en la propuesta nacida de ella.
Así es el mundo, afirma uno de los personajes del filme La
misión, a lo que el narrador contesta: No, así lo hemos hecho.
El camino que deseo seguir al internarme en esta reflexión, está
iluminado por mi afán de hacerme responsable de lo que he
generado en mi vida y descubrir cómo he colaborado a crear el
mundo en el que vivo, con sus fracasos y sus promesas.
A veces me siento sola, en medio de un mundo donde todo
lo sólido pareciera desvanecerse en el aire. Donde aún los más
soberbios muros materiales y arrogantes murallas ideológicas
se han desmoronado como castillos de naipes.
De pronto veo logros y me lleno de satisfacción al observar
que en medio de ese desastre, hay luces que se encienden y me
indican, una vez más, el camino. Son los otros los que me
29
devuelven la fe en mí misma y los que me hacen ver que el
mundo tiene un sentido en cuyo corazón habita la esperanza.
Constato, entonces que las palabras de Carlos Díaz son muy
aleccionadoras: …quien ha hecho de su vida voluntad de
servir, nunca está solo…1
Ser educadora y psicoterapeuta guestalt ha sido un
acontecimiento que constantemente me manifiesta el poder de
las personas que creen en sí mismas y que surgen como figuras
del fondo, a veces opaco de la despersonalización y el
abandono, que frecuentemente me lleva a tocar mi fe, ahí donde
aparentemente había nada más que hacer que solamente
esperar, el milagro se revela de pronto para indicarme que
cuando se trata de la persona y de su potencialidad, lo
imposible aún está por verse. Con estos primeros pensamientos
deseo iniciarme en una revisión que me permita aproximarme a
reconocer el recorrido del siglo XX y cómo es que hemos
llegado a la situación actual, pero sobre todo, para construir mi
propia propuesta, a la luz de este tiempo, que es nuestro tiempo
y me reclama una respuesta en el aquí y ahora de mi
circunstancia concreta.
1.2 Dos visiones en conflicto
Los goznes que sostenían la puerta que cerraba el siglo XIX y
abriría el siglo XX eran, al mismo tiempo, de una profunda
decepción sobre el hombre y de una gran confianza en la ciencia y
la técnica. Sigamos este derrotero para ver cómo caminan estos
dos hijos, cuyo antecedente remoto está en el gran sueño del
renacimiento con su visión humanista y la construcción de las
grandes utopías que buscaron la perfección. Sueños terminados
en pesadillas, construcciones filosóficas totalizadoras que se
convirtieron en fórmulas de exterminio, sembraron el malestar
de la cultura, ensangrentaron el siglo XX y casi borraron toda
1
Díaz Carlos, Diez Miradas sobre el Rostro del Otro, cap. X, 7, p. 217.
30
noción de valores universales compartidos. (Principios éticos
que, sin embargo, dicho sea entre paréntesis, emergieron
después de los holocaustos y han probado su vitalidad. En tales
valores, Isaiah Berlin ve “una ganancia, un progreso moral en la
aceptación de que vivimos en un mundo moral común. En ello
debe residir nuestra esperanza”).2
Friedrich Nietzche, dejó unas líneas contundentes para
entender el clima de esta época:
El verdadero problema de Europa está en que hemos perdido el
amor del hombre y, en realidad, la voluntad hacia el hombre. 3
Karl Marx, contemporáneo de Nietzche, patentiza cómo el
trabajo ha enajenado al hombre y lo mira desde tres aspectos:
1. la relación del trabajador con el producto del trabajo como
objeto ajeno que lo domina; el mundo se vuelve ajeno y
hostil; el hombre se enajena con respecto al producto de su
quehacer.
2. La relación del trabajo con el acto de producción dentro del
trabajo; el quehacer se vuelve amenazante; el hacer enajena
al hombre al arrastrarlo en un río sin conciencia.
3. El hombre es ser genérico al considerarse la especie actual;
es el prototipo del ser libre. Marx toma de Feuerbach esta
idea de ser genérico para decir que el ser humano es el ser
que además de tener conciencia de sí mismo, la tiene de la
especie humana. El hombre se halla en el filo de dos
extremos: la autoenajenación y la libertad. La conclusión del
joven Marx es dolorosa, porque piensa que la actividad se
experimenta
2
Berlin, Isaiah, Árbol que crece torcido, ed. Vuelta, México, 1992, p. 253.
Nietzche Fredrich citado por Kaufmann Walter A., Nietzche, Philosopher,
Psychologist, AntiChrist, p. 140.
3
31
…como algo ajeno y que no le pertenece, la actividad como
sufrimiento (pasividad), la fuerza como debilidad, la creación
como castración.4
Sé que esto pasa en muchos ámbitos de la vida diaria y la
escuela no es la excepción. Una investigación realizada en la
Universidad Autónoma de Sinaloa en 1994 detectó algunos
obstáculos para el desarrollo de la educación en el bachillerato,
entre ellos, la apatía de los maestros para asistir a las
reuniones de trabajo de las academias.5 La apatía traduce las
limitantes de las que habla Marx. La docencia, en la
experiencia de muchos profesores, se torna un quehacer sin
interés.
Este ambiente era denunciado por Kierkegaard. Él inicia su
obra Temor y temblor con una afirmación del talante de las
anteriores:
Nuestra época ha emprendido ein wirklicher Ausverkauft (una
verdadera liquidación), no sólo con el mundo del comercio, sino
también con el de las ideas.6
Los tres grandes profetas del desastre, dan cuenta del
naufragio en que se encontraba el anochecer del siglo XIX. Sin
embargo, ellos mismos están planteando el nuevo camino: la
toma de conciencia. Era encontrar el camino de la fe en el
hombre mismo y saber que contaba con todo el potencial
necesario. Buscar la autenticidad: ésta era la tarea.
Vayamos ahora por el otro rumbo: el humanismo de la
ciencia y la técnica. En 1851 Augusto Comte publica su primer
tomo del Sistema de política positiva, obra en la que plasma su
4
Marx Karl, Manuscritos económico-filosóficos. I. El trabajo enajenado.
p. 109.
5
Arenas, Cárdenas y Pérez, Fundamentación para la propuesta curricular
del Bachillerato UAS, 1994, UAS/DGEP, Culiacán, 1994.
6
Kierkegaard Sören, Temor y temblor, p. 35.
32
pensamiento del positivismo religioso que se convertiría en una
nueva religión de la humanidad y cuyas formas iniciales se
remontan a 1846. En 1855 Comte publica Llamada a los
conservadores en la que incita a preparar la instauración en
nuestro planeta de la religión de la humanidad. La religión, de
religare, equivale a una síntesis que permita regular las
existencias individuales y confirmar la unidad del hombre y de
la sociedad. Será la única religión demostrada, cuyo principio
es amar y servir a la humanidad que es el Gran Ser. Unas
palabras suyas pueden introducirnos en este programa:
Una vez que tales ejercicios preparatorios han comprobado
la inanidad radical de las explicaciones vagas y arbitrarias propias
de la filosofía inicial, sea teológica, sea metafísica, el espíritu
humano renuncia en lo sucesivo a las indagaciones absolutas
que no convenían más que a su infancia, y circunscribe sus
esfuerzos al dominio, a partir de entonces rápidamente
progresivo, de la verdadera observación, única base posible de
los conocimientos verdaderamente accesibles, razonablemente
adaptados a nuestras necesidades reales. 7
Comte resume su credo con las siguientes palabras: el Amor
como principio, el Orden como base y el Progreso como meta.8
Este gran sueño sería traído a México por Don Gabino Barreda:
el 16 de septiembre de 1867 en su Oración cívica, después de
hacer una profunda revisión sobre el derrotero en busca de la
emancipación mexicana, arengó al pueblo con estas palabras:
Conciudadanos: que en lo adelante sea nuestra divisa
la libertad como MEDIO; el orden
como BASE y el progreso como FIN; triple lema simbolizado en
el triple colorido de nuestro hermoso pabellón nacional, de ese
pabellón que en 1821 fue en manos de Guerrero e Iturbide el
emblema santo de nuestra independencia; y que empuñado por
LIBERTAD, ORDEN Y PROGRESO;
7
III,
8
Comte Auguste, Discurso sobre el espíritu positivo, Primera parte, cap. I,
12, p. 39.
Comte Auguste, Catecismo positivista, p. 83.
33
Zaragoza el 5 de mayo de 1862, aseguró el porvenir de América
y del mundo, salvando las instituciones republicanas.9
Ante la sociedad ascendente de finales de siglo antepasado
en nuestro país, estas palabras hicieron eco y se convirtieron en
el credo de los nuevos científicos. La revolución mexicana vino
a tratar de instaurar un orden distinto, sin embargo el dardo
estaba clavado y llegó hasta el triunfo definitivo con la creación
de los tecnológicos y toda esta filosofía del utilitarismo y de la
producción de mano de obra que refuerza el sistema industrial.
Voces autorizadas se levantaron en contra de esta visión
tecnocrática del mundo. Su semilla también quedó sembrada,
aunque tendría que ocultarse durante mucho tiempo. Sin
embargo vale la pena recordar algunas de ellas para más tarde
recuperarlas en la propuesta. Don José Vasconcelos, desde el
Ateneo filosófico dice:
Escritores y educadores del viejo tipo científico, expresaron con
frecuencia la opinión de que nuestro pueblo, particularmente el
indio y la clase trabajadora constituían una casta irredimible,… y
afirmaron, asimismo, que toda esta población oprimida era
totalmente incapaz de derrocar el despotismo militar y político de
Porfirio Díaz. Y, sin embargo… la Revolución y la vida misma
burlaron la doctrina positivista según la cual el progreso produce
fatalmente una clase afortunada que, por poseer mejores dotes,
representa la selección de las especies y tiene, por lo mismo, el
derecho casi sagrado de explotar y sostener a su dominio a los
ineptos. 10
Así las cosas, la visión positivista será la óptica desde la
cual se tratará de construir el humanismo de la ciencia y la
técnica. Vendría a salvarnos de la barbarie y la ignorancia. De
ahí, a aceptar movimientos como las metodologías
experimentales al estilo Mc. Guigan o Kerlinger, y la psicología
de la conducta al modo de Skinner o Keller, no habría más que
9
10
Barreda Gabino, Estudios. Oración cívica, p. 109.
Vasconcelos José, Discurso de 1922.
34
unos cuantos años. Nuestro país se sumará a este sueño europeo
que pasará la banderola a Estados Unidos de Norteamérica y
más tarde a Japón. He ahí a los protomodelos del orden, el
progreso y la libertad. En nuestro país, el arte, la historia, la
literatura, la filosofía, tendrán que vivir clandestinamente y
regatear algunas horas en las escuelas preparatorias.
Paradójico: hoy nos quejamos de la crisis de valores en nuestras
escuelas.
La historia, por su lado, se encargó de testimoniar hacia
dónde iba la humanidad: la primera gran guerra es la muestra
de la inhumanidad europea. El plan Schlieffen, un plan
carnicero y voraz para acabar con los franceses y devastar a
Bélgica, no está tan lejos de los campos de concentración nazi,
de los gulags soviéticos y del lanzamiento de la primera bomba
atómica en Hiroshima y Nagasaki en 1945. La ciencia y la
técnica no nos redimieron. La guerra, como instrumento de
poder y visión última del domino técnico, dejó un saldo
impresionante de desastres, bastaría decir que sólo en la última
guerra mundial murieron 50 millones de personas y se
devastaron países enteros.
1.3 La mentira
Una vez más, nuestra encrucijada se agrava por pensar en que
lo pasado fue mejor y que los valores anteriores eran superiores
a los actuales. Esta es una falacia y me encargaré de mostrarla.
Sigamos algunos datos que marquen nuestro camino: la
American Psychological Association en su informe de mayo de
1976 definió el sentimiento que afecta al grupo de jóvenes de
menos de 30 años que acuden en busca de ayuda, como
“ausencia de finalidad”. En la United States International
University, en 1970 Annemarie Von Forstmeyer demostró en
una tesis, que de cada 20 alcohólicos, 18 consideran su
existencia como carente de sentido y desprovista de finalidad.
35
Viktor Frankl nos narra una anécdota sorprendente que dará
realce a lo que vengo haciendo patente: la falta de sentido en la
existencia:
Me presentaron una notable estadística, referida a 60 estudiantes
de la Idaho State University, en la que se les preguntaba con gran
minuciosidad por el motivo que les había empujado al intento de
suicidio. De ella se desprendía que el 85 por ciento de los
encuestados no veían ya ningún sentido en sus vidas. Lo curioso es
que el 93 por ciento gozaban de excelente salud física y psíquica,
tenían buena situación económica, se entendían perfectamente con
su familia, desarrollaban una activa vida social y estaban
11
satisfechos de sus progresos en los estudios.
En una ocasión, estando Frankl en Japón y después de haber
hablado sobre las tradiciones y valores de ese pueblo, le
preguntaron: ¿Cómo podríamos encontrar sentido en esta
época en que se extinguen las tradiciones y los valores?12
Cuarenta mil judíos a veinticinco mil dólares cada uno. Esta
fue la oferta que hizo Hitler en la conferencia de Evian. El quid
de esto, no está en si era mucho o poco. Sino en el hecho: poner
precio a un ser humano. La racionalidad que hizo de la razón el
único medio de conocimiento del mundo y de ahí desprendió su
afán de poder, no es sino una razón irracional. Husserl, en una
conferencia pronunciada en la Asociación de Cultura de Viena
el 7 y el 10 de mayo de 1935, con todos los horrores de la
guerra y su propio sentido de exclusión como judío que era,
pudo decir:
Mas aquí es preciso, para nuestro problema de la crisis, mostrar
cómo es posible que la «Edad Moderna», tan orgullosa durante
siglos de sus éxitos teóricos y prácticos, haya caído finalmente ella
misma en una creciente insatisfacción, y que aún debe
experimentar su situación como situación de penuria. En todas las
ciencias se insinúa esta penuria, en último análisis como penuria
11
12
Frankl Viktor, Ante el vacío existencial, Introducción, p.13.
Cfr. Fabry Joseph B., La búsqueda de significado.
36
del método. Pero nuestra penuria europea, si bien no comprendida
concierne a muchos. 13
La ciencia y la técnica, ciegas a los valores y a la moralidad,
han convertido su despliegue de poder en una terrible matanza
de inocentes. Desde la técnica bélica, hasta la técnica
pedagógica, desde la madre patria, hasta la madre hogareña,
pasando por la madre universidad. No podemos cerrar los ojos:
el fracaso es evidente. ¿Qué valores queremos recuperar? ¿A
qué tipo de mundo queremos regresar? Me parece que sólo los
pensamientos retrógrados, pueden creer que el camino es la
vuelta, el eterno retorno. No aprendemos la lección: la historia
se hace para adelante.
¿Qué pasa con nosotros? Traeré los resultados de una
interesante investigación que realizó el Instituto de
Proposiciones Estratégicas: no es que no haya valores en
México, sino que nuestro actuar es confuso frente a ellos. 14
Formamos seres ambivalentes.
La clave de este mal en nuestro mundo moderno mexicano
la quiero encontrar a partir de unas palabras escritas por Juan
Parent, un fenomenólogo mexicano, que decidió optar por el
personalismo de Mounier como una alternativa de esperanza en
nuestra sociedad y que incansablemente trabaja por lograr una
ética al servicio de los universitarios:
La mediocridad oculta la nobleza, el sueño apaga la vida, la
stultitia aleja la cultura, la masa engulle a la persona. ¿Nos
conformamos con la mediocridad, es decir, lo medianamente
hecho, lo medianamente limpio, lo medianamente probado? Salir
de este medio es una verdadera lucha a la que nos llama una ética
para este tiempo. 15
13
Husserl Edmund, La filosofía en la crisis europea, p. 118.
Cfr. Palomera P. Elvia S., Los valores en la comunidad educativa
mexicana.
15
Parent Juan, Para una ética en la Vida Universitaria, p. 4.
14
37
Mi tiempo en la universidad me permite ver que puedo
traspolar estas palabras a la cotidianidad: maestros cuya labor
está medianamente hecha; aulas, oficinas, servicios sanitarios
medianamente limpios; investigaciones que se quedan en lo
medianamente probado... hemos generado un tipo de hombre
insatisfecho consigo mismo y su labor diaria, discursivo y,
sobre todo, incrédulo, pues duda del poder de la persona. Y
esto, insisto, es responsabilidad nuestra. Me pregunto si
tendremos el valor de generar un hombre diferente. Cuando
menos, no quiero caer en la trampa de regresar, quiero correr el
riesgo de atisbar el porvenir.
1.4 La esperanza
¿Qué puedo aprender del fracaso? Lo primero es saber que
… el fracaso es cosa tan trivial que se precisan razones muy
poderosas para que se imponga a nuestra atención. 16
Aceptar esta realidad es difícil y sobre todo para nuestra
época, inflada de éxitos y avances que esconden el desastre.
Muchos habían hablado en la década de los sesenta, luego en
los setenta y la descalificación para sus palabras era
sospechosa. Ahora que la situación se ha agravado y que ha
tocado a las puertas de nuestras casas, las cosas cambian. Por lo
pronto me niego a formar parte de quienes buscan una solución
para justificar el sistema: apoyar tratados en los que los grandes
países buscan salvarse, como los tratados de comercio
internacional que son tratados de explotación desde lo
internacional. Quiero, en cambio buscar una respuesta que
sume lo mejor de nuestro pensamiento actual, sin perder de
vista nuestro propio modo de ser-en-el-mundo y como dice
16
Andréani Toni, Fracaso en la civilización, p. 223, para la obra conjunta
que dirigió Jean Lacroix, el fracaso ante los hombres.
38
Miguel Jarquín ser-ante-el-mundo. Del ser existencia
remontarnos al ser presencia. Para eso es necesario recordar las
hermosas palabras de Paul Valéry: Es necesario conservar en
nuestros espíritus y en nuestros corazones la voluntad de
lucidez, la nitidez del intelecto, el sentimiento de la grandeza y
el riesgo. Estas palabras pueden iniciar nuestro derrotero. Allá
vamos.
Para que una sociedad pueda cambiar, se requieren algunas
condiciones entre las cuales están:
1. Si sufrimos, darnos cuenta de ello.
2. Tratar de reconocer el origen de nuestro mal, y mejor aún,
reconocer cómo lo usamos.
3. Afirmar que existe una manera de aliviar nuestro malestar.
4. Aceptar que para aliviar nuestro mal, es necesario cambiar
ciertas normas de vida y ciertas conductas.
Nuestra propuesta central va de la mano de las palabras del
mismo Juan Parent a quien ya citamos previamente:
En la Universidad tenemos fe en los recursos de la inteligencia
libre que impulsa un desarrollo social donde la paz, la tolerancia y
la creación son metas a la vez que medios para alcanzarlas. 17
El fracaso puede convertirse en una fuente de aprendizaje si
se le enfrenta adecuadamente; la existencia y la presencia del
potencial humano se halla en cada persona. Sin excepción
alguna el valor de nuestras instituciones como lugares que
guardan y promueven la verdad y la justicia; tienen un reto: ser
congruentes. Los programas de desarrollo educativo de la
universidad pueden ser una herramienta de servicio a la persona
como estudiante, académico, administrativo y demás personal de
apoyo.
17
Parent Juan, ob.cit., p. 2.
39
Para que todo esto tenga validez, ha de estar basado en la
realidad que nos reclama a través del grito desesperado de
nuestros hermanos. Su voz nos dice que para el año 2010,
México tendrá 130 millones de habitantes
Sinaloa tendrá 3 millones de habitantes
la UAS tendrá 170 mil estudiantes.
¿Qué tipo de alumno queremos formar? ¿Qué tipo de
persona queremos que egrese de nuestra universidad? ¿Qué tipo
de profesor necesitamos para cumplir esta tarea? ¿Cómo lo
formaremos?
Mi primera propuesta es que pongamos en el centro de las
actividades a la persona misma del profesor.
Podemos empezar a describir a la persona a la luz de una
fenomenología-hermenéutica como:
1. Es un ser que se nos presenta como necesitado, menesteroso,
abierto desde su origen.
2. Es un ser-con-otro que requiere una respuesta: afrontar la
relación con el otro, por ser otro, implica que este otro se
pregunte. Preguntar es abrirse relacionalmente. Su voz,
también vale y no podemos sujetarlo a que cumpla el
proyecto del sí mismo imperial.
3. Apertura es solicitud, y en eso consiste el avance con
respecto a la filosofía existencial. En Heidegger el ser-en-elmundo es el pastor del ser; en Lévinas, la persona es el
guardián del hermano. Ojalá, señores directivos que cuando
nos pregunten: ¿dónde está tu hermano? Tengamos una
respuesta satisfactoria.
4. En cambio, cuando la persona se cierra, se sujeta, sin más,
se vuelve sordo al llamado del hermano y lo arroja al
40
absurdo, y al ser sordo en el origen, se vuelve verdugo
porque genera víctimas.
Al fin de mi primera aproximación a la persona me gustaría
que nuestra Universidad pueda decir cuando le pregunten por el
hermano desprotegido y excluido: heme aquí para ti.
Espero que las palabras que han sido promesas en las
campañas, sueños en los planes institucionales, puedan hoy
encarnarse en programas ciertos, cuya verdad se construye al
interior de las personas que nos hallamos en el seno de la
Universidad. No quiero ser de los que atacan y promueven el
escepticismo, sino de los que planteen alternativas viables. Mi
apuesta está –parafraseando a Jarquín– con los profesores. En
ese sentido va mi propuesta: La perspectiva humanista en la
formación de profesores, que, a la luz de las filosofías de
inspiración existencial-personalista, de las psicologías
facilitadoras de los potenciales, de las pedagogías que
convierten a la persona en sujeto de su propio desarrollo y de
las metodologías de investigación, que ven en ellas, una forma
de dar testimonio del paso de la persona en el mundo, abran un
espacio donde el profesor pueda mirarse a sí mismo y reconocer
su enorme capacidad para transformarse.
Al llegar aquí, puedo leer con serenidad las palabras de
Husserl sobre la tarea del hombre en su proceso de
humanizarse:
… el hombre, al alcanzar la última comprensión de sí, se descubre
responsable de su propio ser, se comprende como un ser que
consiste en ser llamado a una vida colocada bajo el signo de la
apodicticidad. 18
18
Husserl Edmund, La filosofía como autorreflexión, p. 141.
41
CAPÍTULO II
La verdad, principios y criterios
Es verdadero lo que engendra totalidad
Karl Jaspers
42
Hablar sobre la ciencia y la verdad, parecería un tema ya
trillado, sin embargo, son muchos los que todavía no escuchan
el clarín, por un lado de retirada para los criterios obsoletos, y
por otro, el de quienes han de ir a la vanguardia de las nuevas
propuestas. Seguimos en medio de una guerrilla entre quienes
defienden el método científico, y el de quienes abogan por los
llamados nuevos paradigmas que en realidad son mucho más
antiguos que los anteriores, ahora denominados tradicionales.
No es un problema de novedad, sino de visión. El toque
anuncia la decadencia de occidente y el naufragio de la razón
occidental. Esto parece indiscutible, empero, hay quienes aun
creen que esta visión es la única válida.
Podría tomar diferentes rutas para mostrar esta ruptura
epistemológica, de la que tanto se habla y que hoy en día
escuchamos hasta de ciencias de frontera. Seré más modesta, y
seguiré de manera sintética el camino trazado por el padre de la
fenomenología, Edmund Husserl. Ludovic Robberechts nos lo
presenta con las siguientes palabras:
Husserl… fue un investigador apasionado, siempre crítico hacia
sus propios descubrimientos; siempre en busca de una claridad más
completa.1
Husserl tendría dos caminos a seguir: el primero será
desechado, la vía cartesiana como búsqueda del conocimiento
apodíctico, indubitable, apoyado en la certeza del ego
cartesiano; elegirá el segundo: la vía psicológica, ya que ésta lo
ponía en el tema central de su inquietud: el mundo vivido. Por
eso en sus Investigaciones lógicas, lo primero que hace es
enfrentar al psicologismo. Reyes Mate escribe:
El psicologismo era un reconocido modo de fundamentar la ciencia
apelando a las características psicológicas de la especie humana o,
más exactamente, de la mente humana; vamos, que la
1
Robberechts Ludovic, El pensamiento de Husserl, Introducción, p. 7.
43
fundamentación de las matemáticas se logra analizando la
estructura científica de la mente humana.2
Para esa visión de la ciencia, la mente es cerebro y todo se
resuelve en las leyes psicológicas en funcionamiento material
del mismo cerebro. Todo el hombre lo humano, es facticidad.
Su tarea es ir del psicologismo a la fenomenología
trascendental. ¿Cómo se logrará? Por medio de un método de
purificación llamado epojé o reducción, cuya tarea sería poner
entre paréntesis lo no razonado, ya sea en lo cotidiano o en lo
científico. Era despojarse de todos los juicios de valor. Así se
superarán los engaños de las puras apariencias y a través de un
seguimiento riguroso de lo psíquico puro, nos llevará a una
nueva conciencia o subjetividad trascendental.
Entre sus reflexiones va la distinción de lo precientífico y lo
científico, para poder elaborar la pregunta clave: ¿por qué no
hacemos una medicina científica del mundo del espíritu, pues
Europa está enferma? Con estas palabras nos introduce en la
tradición que había separado a las ciencias de la naturaleza y a
las ciencias del espíritu. Esta ruptura, marca la necesidad de
métodos de investigación diferentes, ya que su objeto es
diferente. En el primero se tiene el método matemático y en el
segundo se requiere un camino de aproximación. Para entonces,
se contaba ya con la hermenéutica.
Dos caminos para dos versiones del mundo. Sin embargo, el
hombre científico, en la búsqueda nuevamente de un lenguaje,
un ojo, que explique y vea todo, genera el proyecto matemático
de la naturaleza, para usar una profunda expresión de Heidegger.
Galileo, en Il Saggiatore afirma que es imposible comprender
lo que está escrito en el libro del mundo sin conocer la lengua
matemática. Podremos entender mejor aquella expresión de
Descartes: la naturaleza obra en todo matemáticamente. Estaba
2
Reyes Mate, Invitación a la fenomenología, Introducción, p. 10.
44
trazado el derrotero que construiría al hombre de la modernidad
y su sueño: la globalidad, recuerdo antiguo de la torre de Babel.
En 1935 Heidegger señala como preocupante lo que él
denomina: el encuentro entre la técnica en su despliegue
planetario y el hombre de la edad moderna. No nos podemos
cegar, la globalización no es más que el desarrollo del lenguaje
único de la tecnocracia con su finalidad capital: la dominación.
Galileo y Descartes piensan, pero su ciencia calcula.
Llegamos a algo grave: la ciencia no piensa, explica. Mejor
aun, calcula, controla. La técnica de hoy oculta su verdadera
esencia pues nos liga al maquinismo. Jean Beaufret responde
para caracterizar este mundo:
El mundo moderno es el mundo en que, para ver claro, basta pulsar
un botón. Si a usted no le parece que así se conmina la luz a que
aparezca, ¿qué más quiere?3
Regresaremos unos pasos, para volvernos a encontrar en el
camino del maestro de Heidegger, Husserl, y encontrar en él la
fuente de estas nuevas referencias. Confiesa Husserl: estoy
convencido de que la crisis europea radica en una aberración
del racionalismo. Esta afirmación es terrible para un mundo
que se llegó a considerar el orientador del sentido de la
humanidad. Sin embargo, su fracaso era patente.
Adorno también insiste en esta idea del exceso de
racionalidad. Después del pienso, luego existo; se llega al
conquisto, luego existo. El plan es desarrollar el imperio para
alimentarse de los corazones jóvenes. Podemos concluir: por
exceso de racionalidad, se llega a un déficit de razón.
El otro gran problema es: la búsqueda de objetividad.
Continuemos el itinerario que lleva a Husserl a la crisis de las
ciencias: 1) parece que este hombre científico se halla en la era
primitiva, ya que piensa que lo que ve, es tal como él lo ve. El
3
Towarnicki Frederic de,
Octava conversación, p. 68.
Jean Beaufret. Al encuentro de Heidegger,
45
sueño del método experimental es creer que porque cuenta con
aparatos de medición más precisos, conoce mejor la realidad; 2)
esta orientación mundana no se pierde, ni en la teoría,
desinteresada y demitificadora. El impacto de lo nuestro en el
mundo es sorprendente; 3) la filosofía distingue entre las
representaciones del mundo sensible y la verdad objetiva. El
pensamiento kantiano había separado el mundo nouménico y el
mundo fenoménico con gran éxito en su epistemología.
Kierkegaard, a su vez, había introducido una nueva relación
entre la verdad y la subjetividad, en aras de la autenticidad. La
ciencia no podía anularlos sin más; 4) esa doble atención, por
una parte la materialidad de la representación y por otra, la
idea, habían llevado a Husserl a plantear: la filosofía empieza
como cosmología y aterriza en lo psicofísico; 5) la filosofía
descubre su tarea refinando el objeto material, dicho de otro
modo, descubre la infinitud. Para la filosofía es familiar la
relación entre la matemática de la naturaleza y las intuiciones
primitivas. Hay que recordar: las ciencias nacen de la filosofía.
Este avance trae la gran pregunta que Reyes Mate enuncia así,
con todo y su respuesta:
…¿qué efectos tuvo el éxito embriagador de este descubrimiento
de la infinitud sobre el enseñoreamiento científico de la esfera del
espíritu? Pues que quiso tratar al espíritu con el mismo método
científico-natural. 4
El planteamiento es: si el espíritu es real, entonces es
encarnado. No se puede llegar a él como espíritu puro; entonces
la filosofía termina en las investigaciones sobre el cerebro. El
otro camino lo marca la mitología y el romanticismo. ¿Cómo
resolver esta cuestión? Descartes lo plantea al pensar que el
método de la razón, es ciencia de la naturaleza. Desde entonces,
los principios del proceder científico son: 1) aceptar sólo lo
claro a la mente; 2) fragmentar las grandes dificultades en
pequeñas; 3) llevar una argumentación de lo sencillo a lo
4
Reyes Mate, ob.cit., p.17.
46
complejo; verificación de lo que se ha conseguido y para ello se
requiere del uso de las matemáticas.
Una vez más estamos en la encrucijada: un rumbo es el de la
ciencia objetivista que no justifica los derechos de lo subjetivo.
Se desentiende de lo subjetivo y convierte en objeto lo
psíquico, confundiendo al cerebro por lo psíquico,
psicologismo. Deja fuera de este tipo de ciencia la Lebenswelt o
mundo de la vida o mundo vivido. También, es lo más grave,
deja fuera a los que hacen la ciencia y sobre lo que se hace la
ciencia: para ellos no hay ciencia donde oír su voz. Por eso no
debe de extrañarnos en nuestro tiempo, la ausencia o confusión
de valores en la que viven nuestros universitarios. Ellos son
hijos de la ciencia sin ética que en realidad es una ciencia
inmoral, es decir, sin los demás. Es esta asfixia la que presiente
Husserl en el texto que transcribo:
…por todas partes se anuncia en nuestro tiempo la candente
necesidad de una comprensión del espíritu, y se ha hecho casi
insoportable la confusión que afecta las relaciones de método y de
contenido entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias del
espíritu.5
El otro rumbo está marcado por la línea del pensamiento que
dice: no puede haber una ciencia objetiva del espíritu. Esto
supone tomar al cerebro por la psique como ya lo hemos visto.
Sin embargo sí podemos empeñarnos en alcanzar un
conocimiento científico del espíritu. Es esforzarnos por una
ciencia del espíritu y no una cosmología del espíritu. El mismo
Husserl nos describe el tema con el que hemos de habérnosla:
El espíritu, y más aún, sólo el espíritu es el que existe en sí mismo
y para sí mismo; sólo el espíritu es autónomo y puede ser tratado
en esta autonomía, y sólo en ésta, en forma verdaderamente
racional, de un modo verdadera y radicalmente científico.6
5
6
Husserl Edmund, La filosofía en la crisis europea, p. 123.
Husserl Edmund, ob. cit., II, p. 123.
47
El punto central es aceptar la autonomía del espíritu. Para
esto se requiere no enfrentar a las ciencias de la naturaleza
contra las ciencias del espíritu. No es procurar la eutanasia de
la ciencia al defender un subjetivismo infame y egoísta que
pretende anular el mundo de afuera, ni el colonialismo del
mundo de la vida por la ciencia, ahora la ciencia dura es la
reina de la casa y puede mandar al calabozo al mundo interior.
Así llegó Husserl a formular la idea de la fenomenología
trascendental como método real para comprender la
intencionalidad en su esencia constituyente del espíritu,
superando el naturalismo y el objetivismo a partir del yo del
filósofo, sobre todo como el
ejecutor de todos los actos dotados de validez y convirtiéndose en
espectador puramente teórico de los mismos. En esta actitud se
consigue construir una ciencia del espíritu absolutamente
autónoma, en el modo de una consecuente comprensión de sí
mismo y comprensión del mundo como obra del espíritu. El yo,
entonces, ya no es una cosa aislada al lado de otras cosas similares
dentro de un mundo dado de antemano; la exterioridad y la
yuxtaposición de los yoes personales desaparecen dando lugar a
una relación íntima entre los seres que son el uno con el otro y el
uno para el otro.7
Husserl propone como solución la fenomenología
trascendental y ve a La filosofía como autorrealización de la
humanidad y se dedica a dar sugerentes informaciones sobre
este sistema cuyo propósito filosófico es alcanzar una ciencia
universal del mundo, un saber de saberes y se pregunta: ¿es
alcanzable este objetivo? Se interroga si la Idea total de verdad
tiene sentido en sí.
El camino de la fenomenología tiene dos linderos que
resguardan el andador: 1) liberación de los prejuicios, en
especial los de la mundanidad. Se requiere de una metanoia
7
Husserl Edmund, ob. cit., p. 125.
48
para alcanzarla y la aduanera es la epojé o reducción; 2)
construcción trascendental: es la construcción de una ciencia
subjetiva del ego trascendental. De aquí se deduce el objetivo
final del esfuerzo husserliano: ampliar la conciencia y fomentar
la responsabilidad universal. En ésta se une verdad y libertad.
Una consecuencia que se sigue es que ahora, la realización
de la razón coincide con la autonomía del sujeto. Esta ciencia
no forma esclavos ni servidores de sus instrumentos, sino
hombres libres al servicio de la humanidad. Aquí se confunde
el destino histórico con el biográfico en el sentido de que
historia o mundo halla su sentido cuando el ego filosofante
recupere su trascendentalidad, esto es, que se descubra como
sujeto racional que subyace al mundo. Esta tarea es la misión
de la racionalidad europea, su peligro, el cansancio. Estos
últimos años nos lo han demostrado: Europa es vieja, la
esperanza está en nuestro continente.
Dos ideas resaltan en el pensamiento de Husserl: 1) el
diagnóstico que realiza: olvido del mundo de la vida; 2) el
quehacer que propone: recuerdo del fundamento humano de la
ciencia. El tema del recuerdo-olvido, será inspirador para los
nuevos pensadores que va desde lo ontológico, hasta lo
personal y lo podemos enunciar así: en Heidegger es el olvido
del ser, en Benjamin es el olvido de las víctimas, en Lévinas el
olvido del otro y en Jarquín es el olvido de sí mismo y de la
relación, la presencia. Dos tradiciones se cruzan: el recordar
griego y el recordar judío. En el Menón de Platón, recordar es
buscar la herencia común, el lenguaje, camino que sigue
Heidegger y otros; mientras que en el caminar judío hay tres
características: 1) recordar autónomo respecto de nuestros
intereses, no depende de nada ni de nadie, es libre, él toma la
iniciativa. Este recordar nos lleva a recorrer junto con el Pueblo
de Abraham el camino de la fe y la espera mesiánica; 2)
inaccesible a la ciencia pero no a la memoria. La fe no tiene
explicación. Es un abandono total de la razón a la promesa.
Abraham, por encima de la duda responde: Dios proveerá y sin
49
ninguna explicación científica, él recuerda que Dios es
Emmanuel, es decir, Dios-en-medio-de-nosotros; 3) recordar es
ver hacia atrás como pasado político porque se recuerda para
cambiar el presente, quedarse mirando hacia atrás es
convertirse en estatua de sal. Pero ni los millones de
asesinados bajo los totalitarismos fascistas y comunistas
pueden ser olvidados.
Europa es hija de estas dos tradiciones, por eso su recuerdo
es metafísico e histórico: es la búsqueda del ser que arranca
desde la temporalidad. México, en cambio, tiene otras
influencias: Nueva España es hija del mundo europeo y el
mundo indígena. Nueva España es mestiza y tuvo tres siglos de
añejamiento en el que fue desde la imposición religiosa que
mata a los judaizantes, hasta la luminaria brillante de las
filosofías políticas y sociales de liberación. Nueva España es el
amalgamiento de nuevos recuerdos: el viejo continente y los
lugares de garzas, en donde los dioses hablan. El mestizaje
empezaba a emerger como figura del fondo de la historia de la
conquista y la palabra. México es hijo del mestizaje y por eso
se convierte en legitimación del nuevo hijo. La raza de bronce
camina ascendiendo hacia la raza cósmica y hay que justificarla
históricamente. Esta tarea navegará entre dos aguas: el
positivismo triunfante de la revolución y el vitalismo optimista
de Vasconcelos. Su mixtura sumará movimientos de izquierda
como el anarquismo y el marxismo que se encarnan en el
muralismo y los maestros misioneros. Era encarnar el recuerdo
de la utopía. Reivindicarse como recuerdo es enfrentar el
presente en nombre de la solidaridad con las víctimas. Este es
el reto del México nuevo: no más matanza de inocentes.
De pronto parece ser que nos hubiéramos perdido. Husserl
no es para pensarse en privado, sino en esa dimensión de
solidaridad que es su humanismo y que podemos decirlo con las
siguientes palabras:
50
Lo que Husserl pierda de rasgos individuales, lo ganará quizás en
importancia en la vida de cada cual y en nuestra construcción de la
civilización de mañana.8
Destacaremos algunas palabras que son claves para transitar
por el camino de la fenomenología, en un atisbo que puede
entenderse como Husserl, según Husserl:
1. La intencionalidad es el punto de partida para comprender a
la conciencia como un estar dirigida-hacia, es decir, toda
conciencia es conciencia de algo:
El giro fenomenológico de la mirada muestra que este estar
dirigido es un rasgo esencial inmanente de las vivencias
correspondientes; ellas son vivencias «intencionales»9
2. La psicología fenomenológica nos aparece como una ciencia
que explora sistemáticamente las configuraciones de las
vivencias intencionales, de sus posibles variantes, de sus
síntesis como nuevas configuraciones, de su edificación
estructural desde intencionalidades elementales y describir
las vivencias en su integridad y
Si este reino de los «fenómenos» se muestra como campo posible
de una disciplina psicológica pura, exclusivamente referida a ellos,
resulta comprensible que esta última se caracterice como
psicología fenomenológica.10
3. La psicología fenomenológica requiere para su edificación:
1. La descripción de las peculiaridades pertenecientes a la
esencia de una vivencia intencional en general, de las cuales
también forma parte la ley universalísima de la síntesis: toda
8
Robberechts Ludovic, ob. cit., Introducción, p. 8.
Husserl Edmund, El artículo «fenomenología» de la Enciclopedia
Británica, I, 2, p. 39.
10
Husserl Edmund, ob. cit., I, 2, p. 38.
9
51
conexión de conciencia con conciencia da por resultado una
conciencia.
2. La exploración de las configuraciones singulares de
vivencias intencionales, que por necesidad esencial tienen
que presentarse o pueden presentarse en un alma en general;
a una con ello, la exploración de la tipología esencial de las
síntesis correspondientes: las síntesis continuas y discretas,
las síntesis finalmente cerradas o las que prosiguen en
infinitud abierta.
3. La exposición y descripción esencial de la configuración
total de una vida anímica en general, es decir, el carácter
esencial de una «corriente de conciencia» universal.
4. El título «yo» (todavía haciendo abstracción del sentido
social de esta palabra) señala una nueva dirección de la
investigación con respecto a las formas esenciales de la
«habitualidad» que le corresponden, es decir, el yo como
sujeto de «convicciones» permanentes (…convicciones
sobre el ser, convicciones sobre el valor; decisiones de la
voluntad, etc.), como sujeto personal de costumbres, de un
saber adquirido, de rasgos de carácter.11
De aquí podemos desprender una serie de tareas para
nuestro trabajo. Una de ellas es luchar por una estructura de la
personalidad desde el enfoque existencial-personalista, del que
ya hay avances estupendos como los trabajos de Phillip Lersch
y Emmanuel Mounier, ambos en sus trabajos de caracterología.
El otro, esforzarnos por configurar una estructura de la
personalidad de nuestra institución educativa, en la que
tengamos muy clara su vivencia como persona de personas
para después aterrizar en un programa de acción en el que los
valores de esta persona sean tan dignos, que otras personas, los
11
Husserl Edmund, ob. cit., p. 48-49.
52
universitarios, decidan empeñar su vida al servicio de una
causa noble, más allá de sí mismos y de intereses partidistas.
4. La fenomenología dinámica o genética es una etapa superior
a la fenomenología estática que se encarga de los problemas
de la génesis y la génesis universal que impera en las leyes
eidéticas:
Ésta se ocupa de la génesis de la pasividad como primera génesis
fundadora, en la cual el yo no participa como yo activo.12
5.
La reducción fenomenológica es la labor principal del
fenomenólogo, ya que por medio de esta epojé o puesta
entre paréntesis, se separan los juicios que tenemos sobre la
realidad y de manera inocente nos acercamos al fenómeno
naciente en su significatividad originaria. Husserl lo
considera fundamental:
Este MÉTODO DE LA «REDUCCIÓN FENOMENOLÓGICA» es, pues, el
método fundamental de la psicología pura, el presupuesto de todos
sus métodos específicamente teóricos.13
6. Función propia de la fenomenología: esta idea nos lleva a
ver la dimensión gigantesca del trabajo husserliano, pues
como hemos dicho, no pretende un método por sí mismo,
sino un método que franquee el camino y aporte una
herramienta adecuada para las ciencias del espíritu y les
permita su expansión y así lo propone:
Se reconoce luego como función del auto examen universal de la
humanidad (trascendental) al servicio de una praxis racional
universal, esto es, al servicio de la aspiración que dicho
descubrimiento pone en libertad: la aspiración a la idea universal,
que yace en lo infinito, de la perfección absoluta o, lo que es lo
mismo, la aspiración a la idea –que yace en lo infinito– de una
12
13
Husserl Edmund, ibid.
Husserl Edmund, ob. cit., p. 42.
53
humanidad que sea y viva de hecho y cabalmente en verdad y en
genuinidad.14
Estamos llegando al final de este capítulo con una agradable
sorpresa: el legado de Husserl es una tarea humanista del
pensamiento al servicio de la persona y sus comunidades. Él es
un hombre que cree en el poder de las ideas. Qué mejor
testimonio que su vida entregada a la labor del pensamiento en
favor de la humanidad que se construye a sí misma, por eso:
… la fenomenología exige de los fenomenólogos que renuncien al
ideal de un sistema filosófico y que, no obstante, vivan como
trabajadores más modestos en comunidad con otros en pro de una
phiolosophia perennis.15
Me detengo antes de terminar y me descubro atrapada en un
signo de admiración. En esta sociedad en la que se nos enseña a
rebasar siempre a los demás, a querer demostrar que lo que
hacemos es la última palabra, este hombre, con su genialidad,
hace que me asombre ante la tarea: sencillez para servir a una
causa superior a mí misma. Reoigo cuando Miguel decía que la
humildad es poner los pies en la tierra y disponerse para
dejarse fecundar. Con razón Husserl pone como lema:
Cultura científica según ideas de la infinitud implica, pues, una
revolución de toda la cultura, una revolución en el modo total de
ser de la humanidad como creadora de cultura. Significa, también,
una revolución de la historicidad, que es ahora historia del dejarde-ser de la humanidad finita para el llegar-a-ser una humanidad de
tareas infinitas.16
Estoy cerrando la puerta del capítulo y la llave que lo
clausura dice: la nueva visión de la ciencia:
14
15
16
Husserl Edmund, ob. cit., p. 69.
Husserl Edmund, ob. cit., p. 73.
Husserl Edmund, La filosofía en la crisis de la humanidad europea, p. 92.
54
como lo he dicho, su función es permitir a la humanidad
desarrollarse hasta el plano de la autonomía personal, de la
autonomía humana de irradiación universal. Ésa es la idea: la idea
que engendra el impulso vital afectado del más alto grado de
humanidad.17
17
Husserl Edmund, La filosofía como autorreflexión de la humanidad, p.
137.
58
CAPÍTULO III
La persona, presencia significativa
Mi persona es en mí la presencia y la unicidad de una
vocación intemporal que me llama a superarme
indefinidamente a mí mismo…
Emmanuel Mounier
59
En el camino que he seguido en mi formación, me encontré con
el impacto que hicieron en mí los principios de la psicoterapia
guestalt, sobre todo, el hacerme responsable de mi existencia.
Al llegar al doctorado, me encontré y reafirmé la presencia de
la filosofía existencial en el enfoque del desarrollo del
potencial humano. Un nuevo camino se abriría a mis ojos: la
filosofía de la persona. Ya en mis lecturas de maestría me había
topado con Emmanuel Mounier, Pierre Teilhard de Chardin y
Martin Buber, entre otros. Sin embargo no tenía idea del
horizonte que podría abrirse para mí y para los lugares donde
yo trabajo, en especial, la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Dos planteamientos surgieron ante mí: la propuesta de
Miguel Jarquín: la filosofía personalista es fruto de la filosofía
de la existencia y fue nutrida por la tradición espiritualista
francesa y la filosofía aristotélico-tomista, sin olvidar el tinte
católico, protestante y judío de este movimiento. Carlos Díaz
propone algo diferente: el personalismo comunitario es hijo del
pensamiento católico y de la tradición espiritualista. Sin entrar
en una discusión, seguiré el primer camino, ya que mi propia
formación me ha llevado por él. No haremos una larga
exposición pues no es el objetivo de esta investigación, de tal
manera que presentaremos las tres líneas básicas que plantea el
mismo Miguel Jarquín: filosofía de la existencia, filosofía del
diálogo y filosofía de la persona o con Carlos Díaz,
personalismo comunitario, para ser fieles a la inspiración de su
fundador, como compromiso encarnado ante los demás, y no
simplemente como reflexión estructural.
3.1 La existencia
El énfasis en el concepto de existencia es fundamental en este
movimiento. En primera instancia aparece como una reacción
contra Hegel a partir de Schelling quien opone a la filosofía de
60
la esencia, la filosofía de la existencia. Años posteriores, Sartre
en una perspectiva ontológico-antropológica escribe:
¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia?
Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en
el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe
el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser
nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues,
no hay naturaleza, porque no hay Dios para concebirla. El hombre
es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él
se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se
quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es
otra cosa que lo que él se hace. Este es el primer principio del
1
existencialismo.
Quiero resaltar el hecho de que en las vertientes de la
filosofía existencial, aunque algunos, como el mismo Sartre se
postulan en contra de la existencia de Dios, hay otros, la
mayoría que sí la aceptan. Sin embargo, este principio no varía,
ya que invariablemente es el hombre quien se construye a sí
mismo.
La existencia no va a significar exactamente lo mismo para
todos. En lo que coinciden es que está ligada a una vivencia de
autenticidad y autorrealización que parte del origen de sí
mismo. Jaspers lo describe de manera inmejorable con las
siguientes palabras:
…nuestro existente nos es confiado como lugar y como cuerpo de
la realización de nuestro surgimiento originario.2
La multitud y la masa son dos atracciones para el hombre
cotidiano que tiene miedo a enfrentarse a su propia verdad,
sobre todo, a esa verdad que significa relación de su
1
2
Sartre Jean-Paul, El existencialismo es un humanismo, p. 17.
Jaspers Karl, Filosofía de la existencia, p. 24.
61
subjetividad con Dios, esto es: ¿qué significa mi relación con
Dios?, y sobre todo, ¿cómo me he transformado a partir de
dicha relación? Estas dos preguntas se desprenden del
pensamiento de Kierkegaard, para quien la relación con Dios es
la clave del camino de la autenticidad.
El enfoque guestalt, heredero de esta tradición, nos enseña a
entrar en nuestro interior y no vivir hacia afuera, cumpliendo el
proyecto de otros. Aprender a escucharnos es una tarea
fundamental. El camino es el abandono de sí mismo por medio
del salto en la fe. Olvidar la razón y entregarse a la credibilidad.
Kierkegaard, uno de los desenmascaradores, avienta al
hipócrita que vive bajo la filosofía de las víctimas unas palabras
fuertes:
Cuando un hombre se moviliza activamente mañana y tarde «por
amor al Bien», vociferando sin descanso al respecto, lanzándose al
momento, como un enfermo que arroja sus ropas, desdeñoso de la
recompensa del mundo; cuando un hombre semejante se hace una
posición entre los demás hombres, las masas piensan lo que él
mismo se imagina, que está inspirado […] desea sacrificarlo todo,
no teme nada, pero no asumirá el sacrificio del olvido cotidiano de
sí mismo. Esto es lo que teme.3
Se puede pensar que ésta es una filosofía del riesgo
personal. Cada hombre compromete en cada momento su
existencia. Su destino es creado por sí mismo. Había que
enfrentar el pensamiento decadente de Europa que había metido
al hombre occidental en un callejón sin salida, como lo vimos
en el capítulo anterior. Tomaré una vez más, unas palabras de
Jaspers que confirmarán mi afirmación: La filosofía existencial
puede ser considerada como el intento de superar el nihilismo.4
3
Kierkegaard Sören, Purity of Heart is to will one thing, p. 101.
Jaspers Karl, Ensayos sobre historia de la filosofía. ¿Qué es el
existencialismo?, p. 436.
4
62
El fin del enfoque existencial es hacer una fenomenología
de la condición humana y por eso estudia al ser-en-situación.
Su búsqueda desconfía de la razón al estilo del idealismo
alemán. La temporalidad salta del matorral de la existencia y
descubre el esfuerzo del hombre que tiene como base su
libertad creadora e individual. Este es el único principio de
descripción. No hay objetos, sólo sujetos irrepetibles e
intransferibles que habitan en el misterio del ser.
Para Sartre, en un extremo de esta mirada, los hombres se
debaten solos, aislados con sus libertades incomunicables y
luchan en un mundo carente de sentido. Sólo vale el instante al
que hay que entregarse en su totalidad. Es cautivante el poder
del aquí y ahora, y el único valor que encarna la libertad
anhelada. En el otro extremo, para Marcel, esta mirada cae
fascinada ante la maravilla de la existencia y descubre el poder
de la esperanza. El hombre vale tanto cuanto afirma al ser que
lo sustenta. La comunicación le da sentido al ser individual y el
amor, que allá era empresa imposible, aquí es el faro que
ilumina el camino del viajero. Fuera de todo sistema, lo
inverificable del ser humano, se nos aparece como un principio
de luz. La filosofía se vuelve dialéctica, construyéndose a sí
misma, en medio de sus contradicciones y sus deseos, es como
dice Lacroix con todo tino: …fuera de toda construcción
particular, es diálogo entre sistema y existencia.5
Aparecen algunas líneas por donde transitan las
psicoterapias con enfoque existencial: con respecto al tiempo,
el aquí y ahora, con referencia al espacio, el contacto y en
atención a la complejidad, el significado. El instante será el
dardo clavado en el encuentro que dará sentido a la existencia.
En la versión de Jaspers, éste existir se realiza en varios modos:
a) en el envolvente que somos nosotros y en la inmanencia:
como ser simplemente, como conciencia y como espíritu; y en
la trascendencia: como existencia; b) en el envolvente que es el
5
Lacroix Jean, Marxismo. Existencialismo. Personalismo, cap. II, p. 88.
63
ser mismo y en la inmanencia, como mundo; y en la
trascendencia, como existencia. Y la razón es el vínculo de
todos los modos del envolvente en nosotros. Estas son las siete
posibilidades a través de los cuales la existencia se autorrealiza.
Son los espacios en donde todo ente se manifiesta de manera
objetiva para más tarde, descubrir su auténtico ser
inobjetivable.
Había que enfrentar el mundo de las abstracciones al estilo
de Hegel, de la inautenticidad al modo de la oración fúnebre del
profesor Martensen ante la tumba del obispo Mynster narrado
por Kierkegaard, o las especulaciones psicoanalíticas
arrastrándose por el diván en el quehacer freudiano. El instante
es la flor que aparece gracias al poder del presente. No es el
razonar el que nos trae esa magia, es la vivencia, tal como lo
expresa Whal: …sólo por la intensidad de mi sentimiento
alcanzaré una existencia verdadera. 6
Dos fuerzas aparecen: el poder de la subjetividad y la
intensidad del sentimiento. La psicoterapia existencial conduce
su vagón sobre estos dos rieles que traduce como el encuentro
consigo mismo, a través de vivirse a sí mismo de manera
auténtica. La angustia ante este transitar inseguro que construye
el hombre día a día, va de la mano con la libertad que lo
impulsa a comprometerse con una causa noble, capaz de
hacerlo ir más allá de sí mismo. Existir es tener una posición
ante el mundo.
3.2 El diálogo
El camino solitario de algunos de los pensadores
existencialistas se vio matizado por un enfoque vigoroso que
sin olvidar la tragedia de las guerras, el arrojo en el mundo, el
6
Whal Jean, Historia del existencialismo, cap. I, p. 10.
64
sufrimiento de los campos, la muerte como límite y en fin, el
recuerdo de las víctimas, descubrió un dato nuevo que
enfrentaría la desesperanza y la desolación: el diálogo como
comunicación existencial.
En torno a Franz Rosenzweig se reunieron un grupo de
autores que renovarían la tradición judía y prestaron atención
principalmente al elemento dialógico, como historia de la
alianza que se abre paso en la cotidianidad de un pueblo que
espera y sabe que su Dios es fiel a la palabra. De aquí surgió la
figura egregia de Martin Buber. Dos autores fuera de esta
tradición me llaman la atención por su convergencia en este
tema: Gabriel Marcel y Karl Jaspers. De nuevo, no puedo
abundar en este poderoso pensamiento, pero seguiré algunas de
sus líneas principales.
El diálogo para Buber es el lugar que facilita el encuentro y
el espacio en donde el nosotros habita, potenciando la
individualidad del yo y el tú. Es en este lugar en donde la
realidad se manifiesta como maravilla del otro como otro
diferente. La madurez de este pensamiento aparece en su obra
Yo y tú de 1923. Antes de llegar aquí, el joven Buber paso por
una etapa místico-existencial en la que su filosofía del sujeto y
el objeto no lo lleva a una filosofía de la identidad, sino a una
filosofía de la realidad como síntesis de algo que actúa, sujeto,
y algo que recibe esta acción, objeto.
Esta filosofía es la búsqueda de un sentido que le sirva al
hombre para orientarse y que fundamente la existencia humana
de cara a los peligros que la amenazan. Este sentido sigue un
rumbo distinto al radical creador de valores en Nietzche. Aquí
es buscar el verdadero fundamento. En 1952 escribe:
El hombre puede aceptar un significado o valor y colocarlo como
guía para la propia vida si lo ha descubierto, es decir, si se le ha
65
manifestado en su encuentro con el Fundamento; no si lo ha
inventado. 7
Podemos notar claramente la influencia que tiene esta idea
en Viktor Frankl, quien decididamente incorpora en su
pensamiento las ideas de Buber en 1958. El sentido no es algo
que se inventa, sino una llamada que se descubre y ante la que
podemos ser responsables: este planteamiento es el corazón de
la logoterapia. Mientras tanto, Buber busca una visión de
conjunto de la realidad que no esté partida entre sujeto y objeto,
teoría y práctica, Dios y hombre. Esta unidad enfrenta la
ruptura que vive el hombre respecto de sí mismo, al verse
partido en sus facultades.
Para llegar a este punto, Buber atraviesa por un período
dedicado a la historia religiosa judía entre 1904 y 1909, en
donde descubre el hasidismo. El hasidismo es un movimiento
místico-espiritual que tiene su origen en las comunidades judías
de Polonia y Rusia en el siglo XVIII. La palabra viene de
hasidut que significa piedad, compasión. Su idea central: existe
una unidad superior que reúne todas las multiplicidades.
La obra de Daniel, de 1913 marca la transición entre su
período místico y el dialógico. Dos actitudes se hacen presentes
en el hombre: una es la de orientarse en ella y la otra es la de
realizarla. En la primera el hombre conoce al mundo desde
fuera. Todo se vuelve instrumento a su servicio y se vuelve
dueño para disponer a su gusto. Cosas y personas son
instrumentos y objetos. Su relación mantiene una distancia
básica que le permite mantenerse intacto y fomentar una
voluntad de apropiación.
La segunda es la actitud de realización que afronta al mundo
con un estatuto ontológico distinto al de objeto, en su dignidad
de otro. Es reconocerle a las cosas y a las personas su propio
ser independiente, singular y provisto de su propia razón de ser.
7
Buber Martin, Eclipse de Dios, p. 65.
66
Realizar es no disponer del otro como una cosa sometida a su
propia voluntad.
No hay que deducir que debe elegirse entre las dos
vertientes, sino que son dos formas diferentes de aproximarse a
la realidad y necesarias, una como la otra. Si nos quedamos en
la primera, todo es cosificado, si nos quedamos en la segunda
todo es lo viviente y creador del propio yo. Años más tarde, en
su Yo y tú ya podrá apuntalar esta idea, apenas esbozada en su
Daniel: … sin el Ello no puede vivir el ser humano. Pero quien
solamente vive con el Ello no es ser humano.8
Podemos afirmar que el principio dialógico es fundamento,
punto de partida y método, como lo fue otrora el cogito en
Descartes. Sólo cuando el hombre se compromete con la
realidad, puede conocerla íntimamente. Es una comprensión
por vinculación, que no es coincidencia como en Bergson, ni
confluencia como explica la guestalt. Un texto tomado de su
obra ¿Qué es el hombre? permite ver esta actitud de
conocimiento:
Sólo puede conocer la totalidad de la persona y, por ella, la
totalidad del hombre, si no deja fuera su subjetividad ni se
mantiene como espectador impasible. Por el contrario, tiene que
tirarse a fondo en el acto de autorreflexión, para poder cerciorarse
por dentro de la totalidad humana. En otras palabras: tendrá que
ejecutar ese acto de adentramiento en una dimensión peculiarísima,
como acto vital, sin ninguna seguridad filosófica previa,
exponiéndose, por lo tanto, a todo lo que a uno le puede ocurrir
cuando vive realmente. 9
La realidad del principio dialógico, sólo es comprensible
cuando el hombre participa en ella y entra en esa relación de
manera significativa. El diálogo es esa participación misma.
8
9
Buber Martin, Yo y tú, Primera parte, p. 37.
Buber Martin, ¿Qué es el hombre?, Primera parte, cap. 1, p. 21.
67
Para lograr esto, es necesario que el hombre entre en relación
con todo su ser. Buber no plantea una teoría, muestra un
camino; no sustenta una hipótesis, inicia un diálogo. Impulsa
una relación que funde una existencia renovadora, creadora y
plena de sentido.
Karl Jaspers ha propuesto una filosofía del diálogo muy rica
y me propongo extraer algunas de sus ideas capitales. Su
primera afirmación es: …la existencia sólo se realiza en
comunicación. Esto es ya un atentado contra los que creyeron
que la filosofía de la existencia era totalmente individualista.
Parece ser que no conocieron las propuestas más amplias de
algunos autores.
Su pensamiento sigue congruentemente a una serie de
llamadas: a) llamada al riesgo de la meditación en soledad
sobre sí mismo y a la autorreflexión independiente: la soledad
es el distanciamiento consciente del mundo circundante. La
soledad es el precio que los hombres pagamos por la
individuación. La soledad no puede ser sustituida, so pena de
perderse en lo institucional. La soledad es condición básica
para hacerse a sí mismo y para lograr una comunicación
existencial. La autorrealización a través de la esta
comunicación promueve la interioridad, el recogimiento
creador, la meditación y la autorreflexión solitaria, y se declara
en contra de las tendencias masificadoras, niveladoras y
despersonalizadoras; b) llamada a la apertura mutua y sin
reservas: se ve aquí presente la influencia de Hegel para quien
la alienación u objetivización está en la esencia del hombre que
debe alienarse para objetivarse mediante una elaboración
creadora de la naturaleza y así poder reconocerse y acreditarse
como razón que cumple con su intención, en el acto. Este
auténtico hacerse a sí mismo, sólo sucede cuando el hombre se
hace patente a los demás hombres y a sí mismo. En Jaspers
encontramos su planteamiento como voluntad de apertura,
voluntad de entrega; c) llamada al compromiso desinteresado
en favor de los otros: sostiene una lucha amorosa y
68
desinteresada, en contra de la lucha egoísta y engañadora en
que se vive. Descubre límites en este nivel: la reserva
calculadora, las máscaras, la creación por anticipado de
seguridades o puntos claros y firmes, los desligamientos a
modo de condiciones; todos ellos, límites que son muros que
me separan de mí y de los otros; d) llamada al reconocimiento
de la igualdad esencial del otro: se puede distinguir el modo de
estar-al-lado de otro y el estar-junto a otro en unidad e
igualdad de condición. Esta es la solidaridad existencial en los
compañeros de la comunicación. No dar más, porque
desacredita al otro, lo vuelve débil. Con esto, se logra un poder
sobre el otro que lo somete y lo torna dependiente.
Para lograr la comunicación existencial se requiere el riesgo
de la apertura que potencia la realización personal. Sus factores
básicos son reciprocidad y amor, elementos de garantía que han
de impedir que la apertura incondicional sea usada para
instrumentalizar al comunicante que se ha donado. Surge el
carácter de exclusividad o insustituibilidad que patentiza la
relación. Sus dos puntales básicos son: la autorreflexión y el
recogimiento en la soledad. Jaspers escribe:
La comunicación tiene lugar entre dos personas que se unen pero
que, al mismo tiempo, deben seguir siendo dos, que se acercan la
una a la otra saliendo de la soledad porque están en comunicación.
No puedo ser yo mismo sin entrar en comunicación, y no puedo
entrar en comunicación sin estar solo. Debo querer la soledad si
tengo el valor de salir de mi propio origen y entrar, por tanto, en la
más profunda comunicación.10
Devenir sí mismo como aspecto de crecimiento es la puerta
que franquea el acceso a la comunicación existencial y vuelve a
la persona total generosidad como lo dice él mismo:
10
Jaspers Karl, Filosofía. p. 61.
69
…Esta voluntad de apertura se arriesga enteramente en la
comunicación, pues solo en ella se puede realizar: esta voluntad se
atreve a entregarse a todo ser así, por que sabe que solo en él llega
a sí mismo su propia existencia.11
La enseñanza se vuelve una comunicación indirecta como
potencial que impulsa el aprendizaje desde sí mismo. En su
Psicología de las concepciones del mundo presenta tres tipos
de maestros: a) maestros de principios como los epicúreos, los
estoicos; b) maestros de los grandes sistemas como Aristóteles,
Hegel; c) los maestros de la comunicación indirecta cuya
misión era sembrar inquietud como Sócrates, Kierkegaard. Los
caminos que han seguido son dos: 1) la mayéutica, por medio
de la cual no se enseña una sabiduría directa, sino que por
medio del diálogo, el interlocutor es quien alcanza su sabiduría,
usando la reflexión y autorreflexión lo más independientemente
posible. 2) Las formas literarias como símbolos y metáforas.
Jasper afirma:
Comunicación indirecta significa que, a despecho de los más
impetuosos de claridad y a pesar de todas las búsquedas de formas
y fórmulas, ninguna expresión es suficiente y el hombre así lo
advierte; significa la convicción de que todo lo comunicado, que
está ahí y es decible, es en definitiva, lo inesencial, si bien, al
propio tiempo, es soporte y portador de lo esencial. 12
Las psicoterapias con enfoque existencial han seguido este
camino, de ahí su visión de promover el potencial de la persona
desde ella misma y no como una imposición desde fuera.
Gabriel Marcel es la figura francesa que toca este tema, al
plantear el camino, hablar del otro en tercera persona, no es
reconocerlo como tal, es cosificarlo. Es un acercamiento como
11
12
Ibid.
Jaspers Karl, Psicología de las concepciones del mundo, p. 378.
70
invocación, como llamado al otro, es decir interpelado como un
tú. Ha de haber una igualdad básica entre el interpelando y el
interpelante. Esta plataforma que en el lenguaje se da en el yo
también he estado ahí, he visto la misma película, he asistido al
mismo concierto, he vivido la misma situación, y hago hincapié
en la palabra misma no porque represente lo mismo para nadie,
sino porque se convierte en un lugar de encuentro: el lugar
donde surge el misterio ontológico del nosotros.
Ataca la intelectualidad como el lugar de encuentro, éste
sólo se da en el saber ser, acto espiritual por excelencia. Marcel
participó en una obra colectiva sobre Buber en 1963 y en su
artículo escribe sobre el entre-los-dos:
…en todas las situaciones, el encuentro no tiene lugar de ningún
modo en el uno o en el otro participante o en una unidad neutra que
los abarca a los dos, sino en el sentido más verdadero, entre-losdos en una dimensión que es accesible sólo a ellos.13
El entre-los-dos es un modo de ser, co-presencia, co-esse, y
el ser sigue siendo la última referencia de sentido. Aquí se
separa de Buber para quien el encuentro habita en el lenguaje;
para Marcel, el nosotros habita en el misterio del ser. De
cualquier manera, toda experiencia termina siendo
conocimiento. Este impulso des-inter-esado sólo halla una
huella, la huella del rostro del otro. El conocer objetivo o
problemático, es parcial, en cambio el conocer meta
problemático nos lleva a la plenitud personal del encuentro.
Así, la estructura del yo-tú es abordada desde la encarnación
del hombre y el misterio ontológico. La postulación del yo-tú,
es la afirmación de una metafísica de la relación.
La encarnación se traduce en el hecho de que el ser está
ligado a un cuerpo. Ser encarnado significa no sólo ser-para-sí,
13
Marcel Gabriel, citado por Emmanuel Lévinas, Fuera del sujeto, p. 37.
71
sino sobre todo, ser-para-otro y por lo tanto, obscuridad. El
corazón de la persona es la sombra. En esta versión, la luz vive
de la sombra. La sombra nutre la luz. He aquí el origen
inagotable del otro, en tanto otro. Es importante decir que para
Marcel, el diálogo no es la última instancia de la comunicación.
Tampoco lo es para los anteriores. Todos ellos llegarán a otras
formas de comunicación existencial como es el amor.
El ser que encontramos como transcendente, es al mismo
tiempo el que nos sostiene y nos ama. Él es el último reducto
del encuentro. El misterio del ser significa: cómo nuestro ser
que va a Dios, pertenece ya a Dios y es el modo como el ser de
Dios sujeta al yo del hombre. Por eso el encuentro no se da en
cualquier lugar, sino en aquél que nos arranca de lo
egocéntrico. El misterio ontológico recibe en el recogimiento a
la humanidad propia, la de la fe, cumbre de la inteligibilidad.
Decir tú, es un modo de revelación.
El tema del reconocimiento es fundamental, ya que el otro
se me aparece a modo de presencia. No es un cualquiera para
mí, sino un otro que significa existencialmente algo para mí y
yo para él. El lema ya no es sum, sino sursum. Es detener la
piedra en su caída, salida de Descartes: pienso, luego existo.
Ahora es somos-en-relación, luego existo. El entre-los-dos, ese
espacio de encuentro será el que potencie y afirme mi
existencia individual. La invocación es el modo de llamar a la
presencia y la invocación es mágica. La presencia que une lo
vital y lo espiritual, nos descubre las condiciones existenciales
de pertenencia al mundo.
El mundo de occidente se la ha pasado tratando de justificar
la existencia del sujeto y además, su soporte en sí mismo. Con
estos autores llegamos al inicio de un nuevo camino: primero
somos y luego soy. Así, si puedo decir te amo, es porque antes
he sido amada. Cerraré este apartado con un texto de Marcel
que junto con Buber y Jaspers, ya nos iniciaron en la filosofía
de la persona: …el único uso totalmente legítimo que puede
72
hacer de su libertad consiste precisamente en reconocer que no
se pertenece.14
3.3 La persona
Jean Lacroix nos introduce a este tema con una idea fulgurante:
El personalismo no puede ser más que una filosofía de la
síntesis y de la totalidad.15
He hablado de la potencia de esta idea, porque ella resume
la propuesta no sólo de un pensamiento filosófico, sino de la
presencia en el mundo como persona. La persona empieza
siendo individuo, indiviso y para afirmarse, lucha por separarse
del grupo, de la masa y utiliza, entre otras cosas, la duda, con la
cual se distingue de los demás y empieza a definir su propio
pensamiento. Así lo hace en otros ámbitos. Su primera tarea es
autoafirmarse y paralelamente darse.
En el personalismo no son dos caminos escalonados que hay
que recorrer, unos tras otro. Van tomados de la mano, como dos
hermanos que acompañan al mismo corazón, centro del
encuentro. El peligro que existe es soltarlos como caballos
desbocados, jalando cada uno por su lado y más aun,
convirtiéndose en dos polos concentrados: el individuo, peligro
de avaricia y disolución; la persona, amenaza de
desencarnación y locura. El movimiento de personalización une
a los dos en tres dimensiones: vocación, encarnación y
comunicación.
La vocación de la persona es ese llamado a ser más que en
nuestra civilización se confunde con el éxito y los logros, y sermás significa autorrealización y ésta no siempre implica éxito.
14
15
Marcel Gabriel, Aproximación al misterio del ser, p. 77.
Lacroix Jean, ob. cit., IV, II, p. 162.
73
Jean Lacroix,
aleccionadoras:
de
nuevo,
tiene
unas
palabras
muy
Quien no ha fracasado nunca no se conoce todavía a sí mismo e
ignora de lo que es capaz [...]. Triunfar sobre el fracaso es crearse
uno a sí mismo, y la alegría es el signo de esta creación, de este
manantial del ser.16
La vocación se escucha como un llamado de la vida que
viene a través del rostro del otro, del reclamo ante la miseria
del otro que exige una donación total, sin reserva. Es
introducirse en el corazón del tiempo para tocar la eternidad, a
la que están convocados todos los seres humanos y para ello
hay que enfrentar esa forma de ser-en-el-tiempo y que sin más,
es un compromiso político, entendido éste, como construcción
de la ciudad que habitamos y soñamos.
La encarnación, siguiendo a Marcel, es esta forma
privilegiada de ser-en-el-mundo hacia la presencia que es serante-el-mundo. Al combinar vocación y encarnación, no es la
lucha por ser el héroe individualista que se publicita por todas
partes, ni el héroe esquizoide de la civilización actual,
escondido en un super, sino como un ser que trabaja
pacientemente en la causa de los demás. Es dar cuerpo a esas
masas informes, tanto de pensamiento como de deseo. Es dar
orientación, sentido. Es mirar hacia el mismo horizonte. Con
palabras de Mounier:
…el mundo del nosotros se entrega por una abnegación consentida
17
y en ocasiones heroica a la causa común.
La comunicación vuelve a jugar un papel importante como
lo fue en la autorrealización existencial, en el encuentro que
vivifica el nosotros, ahora lo será en el proceso de
personalización. Lo primero es salir de sí. El existir es el inicio
16
Lacroix Jean, El fracaso, I y III, p. 22 y 119.
Mounier Emmanuel, I. Obras Completas. Revolución personalista y
comunitaria, I, 3, 1, p. 223.
17
74
de la vida de la individualidad y es ser- arrojado-desde-otro.
Como vimos anteriormente, no puedo empezar a ser yo, si no se
descubre como venido-desde-otro, esto es donado. La
existencia es un señalador en el orden metafísico, la persona es
un indicador en el orden de la relación, es presencia, testimonio.
Lo segundo es comprender y asumir. La persona como
intencionalidad es conciencia de ese mundo en donde vive. Es
ella quien le da sentido. Lo significa. Este proceso, que es
labor, trabajo de una idea en el mundo, lo convierte en morada.
Históricamente, la comunidad se construye en una morada. La
comunidad primitiva, la familia como persona de personas, vive
en su morada, casa familiar. La comunidad política, la nación,
como familia de familias, vive en su morada, patria que se hace
en la ciudad. Encontrarse, es dialogar como denuncia o como
anuncio. En ambos, testimonio profético.
Lo tercero es dar. Salir a la conquista y regresar para
nutrirse con lo obtenido, lleva el riesgo de querer quedarse con
el botín. Es la tentación del recogimiento: encerrarse en sí
mismo y nutrir al misántropo que nos persigue en la filosofía de
la pureza y del creerse mejor que los demás. Es necesario
volver con los otros, los pobres, los de abajo, los marginados,
los que no tienen derecho a la palabra… los otros en su calidad
de otros. Sólo ellos podrán salvar al egoísta de su encierro, de
su repugnante pureza y su asquerosa beatería. Sólo nos
pertenece lo que damos a los demás. El personalismo, como
filosofía del testimonio, es búsqueda de compromiso: El árbol
no tiene miedo de dar frutos, si no es un árbol enfermo.
Carlos Díaz, uno de los personalistas militantes escribe:
…el personalismo no es un club de lectores, sino una escuela de
vida en sentido profundo y preciso.18
18
Díaz Carlos, Diez miradas sobre el rostro del otro, I, 10, p. 34.
75
Seguir los caminos del personalismo-comunitario es correr
el riesgo de un compromiso en el que cada línea de acción y de
pensamiento que se descubra, es un llamado a dar testimonio de
esa realidad de vida. La coherencia de este movimiento no se
mide por su lógica interna, sino por su capacidad de
encarnación. La persona es una propuesta de presencia
testimonial al servicio de los demás. El otro, es el corazón de su
reflexión y su acción. El diálogo es una iluminación en el
horizonte del encuentro. El nosotros, la manifestación de una
metafísica de la relación y su transcendencia, una muestra de la
presencia del Dios del amor que camina junto-al-hombre en su
compromiso de ser-más.
76
CAPÍTULO IV
La psicología del potencial
y de la autorrealización
Estamos aquí para impulsar el proceso de crecimiento y
desarrollar las potencialidades humanas.
Fritz Perls
77
La psicología había tomado dos rumbos primordiales: la vía
analítica y el camino de la conducta. Ambos esfuerzos de la
ciencia no satisfacían las necesidades de algunas personas
dedicadas al campo de la salud, la conducta y la orientación.
Decidieron indagar nuevos caminos y propuestas. Hacia la
década de los años cuarenta, un grupo de profesionales, se
reunieron para plantear una visión diferente: la psicología de la
tercera fuerza. En este grupo destacaban personas como Erich
Fromm, Margaret Mead, Carl Rogers y sobre todo, Abraham
Maslow. Más tarde se unió el movimiento de la psicoterapia
guestalt. Paralelamente en Europa, otro grupo surgió también
con nuevas alternativas: el análisis existencial. En este grupo
estaban personajes de la talla de Ludwig Binswanger, Medard
Boss y Viktor Frankl, quien después cambió el nombre a su
enfoque por el de logoterapia.
Dos movimientos del pensamiento contemporáneo vinieron
a nutrir esta nueva visión: la fenomenología y la filosofía
existencial. Su presencia va a ser muy variada. Lo importante es
que el primero les dio un método adecuado y el segundo les
aportó los temas básicos. La influencia en Europa fue directa,
por así llamarla, y varios de ellos se nutrieron de las fuentes en
su origen, como pasó con Heidegger, quien fue invitado a Suiza
para impartir cursos en las clínicas de Binswanger y Boss.
Jaspers trabajó de primera mano en el campo de la atención e
investigación psiquiátrica. En Estados Unidos de Norteamérica,
el fenómeno fue diferente: algunos, por su propia cuenta, se
habían iniciado en un nuevo derrotero que más tarde se ve
enriquecido por el movimiento existencial y fenomenológico.
La llegada de varios pensadores europeos incitó esta búsqueda,
como Paul Tillich, Erwin Straus y otros.
Corría el año de 1959 y en la Convención Anual de la
Asociación Psicológica Norteamericana, APA, se abrió, en el
mes de septiembre, un espacio para la Conferencia sobre
Psicología Existencial. Las ponencias fueron reunidas y
publicadas bajo la dirección de Rollo May en 1961. La versión
78
que usaré en español data de 1972 y traeré un texto de Maslow
que confirma lo que vengo diciendo párrafos atrás, al hablar del
existencialismo:
… no encontré en él una nueva y total revelación, sino una
acentuación, una confirmación, y un redescubrimiento de diversas
tendencias ya existentes en la psicología norteamericana… la
lectura de los existencialistas constituyó para mí una experiencia
muy interesante, beneficiosa e instructiva.1
Rollo May, en cambio, piensa que el desarrollo del
movimiento existencial tenía ya varios años en Europa, y
apenas, un reciente impulso en América. Seguiré de manera
rápida los tópicos más destacados de la psicología existencial,
según la versión del propio Rollo May.
1. El tema de la verdad, vino a impactar enormemente a un
país cuya visión sobre la verdad estaba centrada en el método
experimental y positivista. Para Kierkeggard la verdad es una
construcción que se realiza en el hacer: La verdad sólo existe
para el individuo cuando la crea en la acción. La verdad no se
mide o se pesa en un laboratorio, se crea en la decisión y el
compromiso personal. Es el acto de fe el que constituye dicha
verdad. Por tal motivo está ligada a la autenticidad: cómo se ve
el hombre ante Dios. Esta noción se vuelve reveladora, ya que
en el enfoque existencial se busca tratar con personas y no con
enfermedades; seres vivos que sufren, actúan y tienen
experiencias en conflicto. Ya no es ir tras ideas claras y
distintas sino captar en el aquí y ahora a esa persona que vive
su dolor:
1
Maslow Abraham, Qué nos ofrece la psicología existencial, para la obra
conjunta Psicología Existencial dirigida por Rollo May, cap. II, p. 59.
79
Este “experienciar inmediato” constituye nuestro ambiente, y nos
brinda tanto la motivación como los datos para nuestra
investigación.2
El enfoque existencial une la psicología y la filosofía como
dos hermanas que caminan de la mano al servicio de la persona,
no como en el siglo XIX. Esta convergencia de la psicología y la
filosofía, toma dos categorías de reflexión: de la psicología: la
experiencia, la ansiedad, y de la filosofía: lo que Tillich llama:
la realidad ontológica. Esto no es resucitar la psicología
filosófica, sino un afortunado encuentro en favor de la persona.
Es un esfuerzo por comprender al hombre en lo que le pasa y en
cómo hace para que le pase.
2. La filosofía existencial toma al hombre como centro, al
hombre como ser total, así como surge y deviene. Toma la
palabra ex-sistir como el estar fuera, surgir, en contra del
esencialismo que le daba ya, una conceptualización acabada e
inamovible. Tomaron el avance paralelo de la física de Bohr y
Heisenberg que pondrían los cimientos para el desarrollo
ulterior de la teoría de la relatividad de Einstein. Con Sartre se
harán eco de su afirmación: Somos lo que elegimos, que se
corresponde con otro de sus planteamientos: no nos
convertimos en lo que somos sino mediante la negación íntima
y radical de lo que han hecho de nosotros. Estas ideas se suman
a una anterior: la verdad sólo existe si la persona participa en
ella. Todas ellas se declaran contra cualquier mecanismo que
ataque la libertad humana o la ponga fuera de juego. No acepta
causas que mitiguen el ejercicio de la libertad. La psicología
existencial será un esfuerzo por comprender la estructura
humana y su experiencia.
3. La ansiedad es otro de los temas capitales. May estuvo
hospitalizado durante un año y medio en un centro para
tuberculosos, mientras escribía su libro The meaning of anxiety,
2
May Rollo, El surgimiento de la psicología existencial, para la obra
conjunta dirigida por él mismo, cap. I, p. 9.
80
tiempo que también aprovechó para leer dos obras sobre la
ansiedad: El problema de la ansiedad de Freud y El concepto
de la angustia de Kierkegaard. Uno tiene posiciones
antagónicas dentro de sí mismo. La ansiedad es el deseo de lo
que uno teme y se vuelve un poder extraño del que uno no
puede librarse. Por tal motivo reprimimos el sentido de ser y se
rompe la imagen de sí mismo como individuo responsable ante
su propia existencia. Jaspers insiste en el peligro del hombre de
perder la conciencia de sí mismo. De esta concepción y otras
paralelas, surgirá la idea de potencial: …se ha de definir al
“ser” como la estructura de las potencialidades del individuo.3
Surgen dos preguntas claves: ¿qué relación hay entre la
persona y sus potencialidades? Y ¿a qué se debe que el
individuo inhiba lo que sabe de sí mismo? Es enfrentar el
miedo ante su potencial y lo que se deriva de ese miedo.
4. Van a utilizar a la fenomenología como intento de
aprehender los fenómenos tal como se presentan, como
esfuerzo disciplinado por purificar la mente de los signos que
hacen ver al paciente como teoría, como esfuerzo por
experienciar los fenómenos en su plena realidad, como
actividad para estar abiertos y listos para escuchar y, como
camino que nos conduce hacia la presencia.
5. Va a servir para revisar los principios propios e influir en el
trabajo terapéutico, tomando en cuenta la finitud humana, que
lo pone en situación, en el sentido de Marcel, histórica
condicional. Es descubrirlo como un ser en el tiempo y el
espacio. Es encontrarse con su ser-dado y su ser-querido.
6. Con todo lo dicho, no se resuelve la relación entre la ciencia
positiva y el enfoque existencial. Es necesario generar un
diálogo más profundo y con mejores estrategias de
reconciliación. No podemos aceptar la ceguera de la visión
científica tradicional, ni tampoco la actitud prepotente de
3
May Rollo, ob. cit., p. 23.
81
algunos fenomenólogos que desprecian todo diálogo. El arte de
vivir sólo se podrá aprender mejor, si sumamos lo que sabemos
hacer de una manera más integral y sobre todo, viendo a la
persona que se sirve, y no a la teoría a la que se pertenece.
7. Hemos de deducir algunos principios de la ciencia con
enfoque existencial para derivarlos al campo de la psicoterapia
como una epistemología propia: 1) la ciencia y su metodología
ha de corresponder a las características de lo que estamos
estudiando: el hombre; 2) la psicología existencial parte de que
lo simple se explica por lo más complejo, como puede
entenderse en el avance de la conciencia, y 3) la unidad
fundamental de estudio ha de ser dos-personas-existentes-enun-mundo, mundo del consultorio del terapeuta, de donde surge
su ser-en-su-mundo.
8. Podemos enunciar algunas dimensiones que han de tomarse
en cuenta en estos estudios: el análisis existencial sobre la
voluntad y la decisión, el tema del yo, las funciones
constructivas de la ansiedad y la culpa, el concepto y la
experiencia de ser-en-el-mundo, y el significado del tiempo.
Un punto primordial es entender que esta psicología se
enfrenta contra la visión deficitaria que se venía sosteniendo en
el campo clínico y propone una psicología del desarrollo. Ya no
se fija en lo que la persona ha fallado o no ha hecho, sino al
contrario, en los logros que ha tenido. La visión deficitaria se
viene por tierra y la nueva visión es la del desarrollo.
La otra tarea primordial es dotar de un lenguaje propio a
esta visión y sacarla del marco de referencia médico, al que
pertenecía. Esta labor encuentra en Maslow y Rogers a dos de
sus grandes contendientes, sin embargo, a futuro, la tarea casi
fracasa, ya que el modelo médico es muy fuerte e
institucionalmente exige un apego a su terminología. Por otro
lado, el DSM en sus diferentes versiones, describe la nosología
con un cuadro internacional que ha sido aceptado
82
incondicionalmente. Las descripciones fenomenológicas que se
han logrado, no son suficientemente estudiadas, ni se forma a
los estudiantes para usar esta metodología de manera seria y
relevante.
De cualquier manera, hay que seguir con la tarea.
4.1 El principio del potencial
Durante diversas épocas, el hombre ha centrado su poder en sí
mismo. También, le ha sucedido que lo ha puesto fuera de sí.
Cuando camina por esta segunda vía, el ser humano se vuelve
esclavo de todo y fomenta la filosofía de la redención y las
víctimas. Con ella, justifica el ser arrastrado por los demás o
mejor dicho, su dejarse arrastrar. Nada depende de él, todo le
sucede. Sin embargo, cuando toma el primer camino, busca
dentro de sí y encuentra su maravilloso poder. Nada fácil, pero
puede ir tras él. Nikos Kazantzakis nos dice cómo en un
hermoso poema:
Una orden resuena dentro de mí:
“¡Escarba! ¿Qué es lo que ves?”.
“Hombres y pájaros, agua y piedras”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“¡Ideas y sueños, fantasías y relámpagos!”.
“¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”.
“¡No veo nada! Una noche muda, tan espesa como la muerte”.
“¡Escarba más profundo!”.
“¡Ah! ¡No puedo penetrar la división más obscura!
Escucho voces y llanto, escucho el revoloteo de alas en la otra orilla”.
“¡No llores! ¡No llores! ¡No están en la otra orilla…
las voces, el llanto y el aleteo son tu propio corazón”.
La nueva búsqueda nos lleva dentro de nosotros mismos, en
ese espacio donde habita nuestra fuerza. Nuestro quehacer está
basado en el poder que lo fundamenta. Cada ser humano tiene
83
su propia potencia. La clave está en saber utilizarla. La terapia
tiene como meta, el alimentar dicho poder, tal como lo expresa
Perls: Nuestra meta como terapeutas, es incrementar el
potencial humano a través del proceso de integración.4
De este texto podemos deducir que la capacidad de
integración es un elemento de nuestro potencial y consiste
precisamente en irnos configurando como el ser que queremos
ser. La falsificación de nuestra existencia es una forma de
debilitar nuestro poder. Ser auténtico, es un modo de
incrementarlo. La verdad que surge como figura, es la potencia
que se desprende del fondo del ser. Hacerme verdadera es mi
tarea y no podrá suceder, si no vengo desde mi propio centro,
desde mi propio fondo, desde mi propio ser.
Este vaivén figura-fondo y fondo-figura es un modo creativo
de la naturaleza humana en su capacidad de configuración y
resolución de necesidades. La figura es una llamada que surge
desde el fondo que espera respuesta. Cuando una figura es
resuelta adecuadamente, se convierte en una fuerza que se
resguarda en el fondo, y se potencia para nutrir el mismo fondo.
La angustia patológica surge de las situaciones inconclusas. Sin
embargo, ellas no pierden su poder, sólo que ahora, en lugar de
ser un potencial nutritivo, se vuelven un potencial destructor
que aliena y arrebata el dominio de ese poder. Es un modo de
perderse a sí mismo. No se pierde el poder, sino la capacidad de
usarlo en favor de uno.
La angustia nos paraliza, nos saca del tiempo, como por arte
de magia nos mete en un remolino de ideas y pensamientos
catastróficos que nos pierden. El poder está en el presente y en
el lugar en donde estamos, es decir en la vivencia, estar en el
aquí y ahora. Sólo la vivencia nos pone en contacto con lo real.
Lo demás es ilusión.
4
Perls Fritz, Terapia Guestáltica y las Potencialidades Humanas, para la
obra conjunta de John O. Stevens, Esto es guestalt, p. 13.
84
Este poder de hacer contacto en la realidad conmigo, con los
otros y con lo otro, me potencia para aprender, como Wilson
Van Dusen lo expresa: Mis hallazgos surgen a partir de mí
mismo y de las personas que conozco.5
El aprendizaje, como acto de autodescubrimiento se vuelve
otro modo de expresar nuestro potencial. Cada descubrimiento
nos franquea nuevos caminos y nuevas formas de abordar el
mundo. La creatividad es la flor que aparece enraizada en el
aprendizaje. Casi me atrevo a decir, que a mayor capacidad de
aprendizaje, mayor posibilidad de creación.
Este camino desemboca en el poder de la experiencia
mística. Cuando el hombre se ha entregado a la fuerza de su
poder, y generosamente se dona a los demás, este poder lo
arrebata y como regalo, lo transporta a la tierra prometida. Por
un instante, el tiempo se trasciende y el hombre embelesado
desea continuar por aquel camino de iluminación. Sin embargo,
el carro de fuego se detiene y lo regresa a la tierra,
transformado y con el anhelo de volver al mundo de promisión.
El ser humano se vuelve ahora un punto entre el tiempo y lo
eterno. Este punto es el instante. Cada momento se torna un
momento bendito. Cada tiempo tiene su gracia y para cada
gracia hay un tiempo. Todo es cuestión de dejar que florezca.
El ser único que lo abarca todo, se manifiesta en cada individuo
y lo llena de gloria.
Lo más interesante es que no hemos de luchar por ascender,
sino por descender; el esfuerzo no es ir a las alturas, sino bajar
a nuestras profundidades; no volar en el firmamento, sino cavar
en nuestras arenas; el aire menos respirable está en las alturas,
el más respirable viaja cercano a la tierra. Lejos de temer
nuestra profundidad, hemos de ir a ella, puesto que ella es
5
Dusen Wilson Van, La profundidad natural del hombre, cap. I, p. 22.
85
nuestro hogar, es el lugar de nuestro alimento, es ser fieles a la
tierra:
…a lo largo de todo el descenso aparece una tendencia cardinal.
Lo interno saldrá, se expresará a sí mismo. De hecho, aquello que
es más esencial en la persona se pondrá de manifiesto. 6
Este fondo lleno de poder, nos aterra y muchas veces preferimos
callarlo y ahogarlo. Wilson Van Dusen le llama el Otro Yo y en
pocas palabras nos dice que es la sabiduría misma. Lo citaré para
que con sus palabras nos diga lo que él ha visto:
a) Vive y hace cosas.
b) Existe en una especie de relación polar al ego o la conciencia
del sí mismo. Mientras menos conciencia de sí mismo, más
aparente se hace la actividad del Otro Yo.
c) Tiene una intimidad total con el individuo.
d) Tiene una preocupación central con la calidad de la vida.
e) Sabe muchísimo más que el individuo. Hay indicaciones de que
incluso sabe más de historia y puede ser capaz de ver el futuro.
f) Conoce tanto la realidad interna como la externa, y tiende a
tomarlas como una sola.
g) Su modalidad natural es una representación o simbolización, en
la cual algo más elevado y más interno es ilustrado empleando la
forma de un drama, en el cual se usan elementos provenientes de
un nivel inferior… Estos procesos internos de la mente, tienden a
ser simbólicos porque emanan de un mundo en que todas las cosas
se comprenden como relacionadas entre sí. Este es un tipo de
pensamiento superior y más rico que aquel al que estamos
acostumbrados.7
La nueva tarea de la psicología fenomenológica-existencial
es recuperar el valor de este fondo siempre presente y
convertirlo en el hermano mayor que acompaña a la persona y
nunca lo abandona. En esta relación fraterna se descubrirán
como amigos y no como enemigos, tal como lo hizo la
6
7
Dusen Wilson Van, ob. cit., cap. 12, p. 177.
Dusen Wilson Van, ob. cit., p. 181.
86
psicología deficitaria. Sin embargo, no se puede pasar por alto,
el hecho de que cuando este poder se oculta o se pretende
olvidar, despierta como un volcán, y rompe la paz del valle. Se
vuelve un emisario incontrolable y aparece el fenómeno de la
locura, entendida como un proceso que arranca a la persona de
sí misma y la convierte en un esclavo de sus propias potencias.
Ésta es una de las metas del análisis existencial.
4.2 El principio de la autorrealización
La vivencia de autorrealización se ha convertido en uno de los
tópicos más queridos por el enfoque existencial. Éste se declara
en contra del racionalismo y del idealismo alemán que dice: el
hombre es pensamiento, y en contra de la técnica que reduce al
ser humano a una tuerca o a una función. La filosofía
existencial se declara en favor de ver al hombre como un-serque-se-hace, esto es, que hay un núcleo interno, el cual se
desarrolla potenciándose. Los aspectos éticos no son leyes o
normas establecidas que marcan a la persona, sino principios
que norman al verdadero o genuino ser sí mismo y ser
humano, en ese camino de construirse. Su ética es orientadora
en su ser como posibilidad, de ahí la importancia de la
autorreflexión que lleva a hacerse patente a si mismo. Este
hacerse sólo se alcanza en la decisión incondicional y la
sinceridad frente a sí mismo, de ahí la importancia de la
subjetividad: la misión del pensamiento subjetivo consiste en
entenderse a sí mismo en la existencia.8 Es asumir su ilimitada
posibilidad
de
libre
autodeterminación
y
de
autorresponsabilidad.
Ferdinand Ebner retoma una idea de Kierkegaard y piensa
que sólo la fe en Dios nos pone en el camino de la
8
Kierkegaard Sören, La enfermedad mortal, p. 8.
87
autorrealización y descubre el verdadero tú del hombre. Marcel
ve que la autorrealización se da en el encuentro yo-tú, paralelo
al encuentro con Dios. Camus, en El Mito de Sísifo plantea que
hay que aceptar con plena conciencia la situación trágica y
absurda de la vida, despreciando y rechazando la insensatez del
mundo como único medio de que el hombre pueda preservar su
dignidad. Más tarde insiste en La Peste en el hecho de que el
hombre se afirma a sí mismo al hacer frente y rechazar
heroicamente la insensatez de toda vida. Al rebelarse contra
toda situación absurda de la vida, realiza su auténtico ser
humano. Finalmente, en El hombre rebelde, manifiesta la
negativa del hombre a dejarse instrumentalizar por ideologías
que pretenden para sí, una misión histórica.
Me permití citar a algunos autores del enfoque, sin abundar,
por supuesto, ni presentar la variedad de cada uno de ellos, sino
simplemente para resaltar cómo esta idea de autorrealización
está presente, aún en quien pudiéramos pensar que no existe,
como es el caso de Camus. Huelga recordar que para lograr esta
visión, es necesario recordar que al hombre hay que
comprenderlo como un proceso y no como un ser acabado, de
tal manera que hablar de la autorrealización, es hablar de un
proceso de autorrealización y no de un ser ya autorrealizado.
El principio de autorrealización le permite al ser humano
percibirse como una línea en continuidad, un hacerse constante
en la misma dirección, con un destino, con un fin. Laing lo dice
con las siguientes palabras:
Un hombre puede poseer el sentido de su presencia en el mundo
como un todo real vivo y, en un sentido temporal, como una
persona continua. En cuanto tal, puede vivir en el mundo y tratar
con los otros. Un mundo y unos otros experimentados como
igualmente reales, vivos, enteros y continuos. 9
9
Laing R.D., El yo dividido. Un estudio sobre la salud y la enfermedad,
cap. III, p. 35.
88
Esta persona percibe su propia realidad e identidad, al igual
que la de otras personas y sale al encuentro del mundo con ella.
Sin embargo hay personas que no cuentan con esta percepción a
la que llamaremos seguridad ontológica primaria. Los que sí la
poseen, cada vez la afirman más y avanzan en la vida cobijados
por este clima que les empuja a una existencia autorrealizante,
ya que se atreven a correr riesgos y vivir aventuras que les
permiten ser-más.
Abraham Maslow, orientado por la idea de cómo facilitar a
las personas la posibilidad de vivir en un proceso de
autorrealización, descubrió las siguientes conductas como
conducentes a dicho proceso:
1. Experimentar plena, vívida y personalmente una total
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
concentración y abstracción para alcanzar el abandono;
autoconciencia contra autocontrol.
Experienciar esta vivencia como un proceso progresivo.
Aprender a escuchar nuestro yo, escucharnos a nosotros
mismos.
“Ante duda”, no asumir poses o no ser sinceros, sino asumir
nuestra responsabilidad propia.
Autoconciencia de tomar la alternativa del autodesarrollo.
Comprender que la autorrealización no es estado final, es
proceso de realización.
Las experiencias cumbre son momentos pasajeros de éxtasis
y uno puede ser sorprendido por la dicha. Es necesario
preparar condiciones adecuadas para vivirlas.
Descubrir quién es uno y abrirse a uno mismo.
Si podemos facilitar el que advenga este nuevo hombre, es
preciso dar algunas de las características de este individuo:
1. La persona está centrada en sí misma, por lo que todo lo que
lo descentre, es un atentado contra su existencia auténtica.
89
Éste estar centrado en sí mismo, no significa ser egoísta,
sino escuchar desde sí mismo el llamado del otro. Poder
tomar distancia es fundamental para poder escuchar
existencialmente al otro.
2. La persona descubrirá sus capacidades de autoafirmación,
de la necesidad de preservar su centro. Paul Tillich hermana
a la autoafirmación con el coraje de ser. La voluntad, la
decisión, la elección juegan un papel de primer orden para el
proceso de autorrealización. No basta con decir, hay que
hacer.
3. La persona encuentra que tiene la posibilidad de abrir su
centro para participar con otros seres. Sabe que abrirse
significa un riesgo, porque es perderse. Sólo si se da en su
totalidad, sin ser una copia del otro, es decir, se dona
existencialmente en el encuentro, se recupera. Sólo nos
pertenece lo que damos a los demás, decía Mounier. En el
encuentro, la persona no se siente amenazada por el otro,
sino reconciliada.
4. La percatación, awereness, es la manifestación subjetiva de
poseer un centro. Nos pone en estado de vigilia, vigilancia,
alerta; pero también puede llevarnos a un estado de angustia
patológica: todo lo nuevo es malo. En lugar de ver en el
porvenir, un sentido en el proceso de personalización del
tiempo y del espacio.
5. La forma propia de percatación en el ser humano es la
autoconciencia. La conciencia no sólo es focalizar el hecho
de que estoy amenazado, sino de que yo soy el amenazado.
Es descubrir la experiencia de mí mismo como la de un serque-tengo-un-mundo. Aquí hay un cambio en la percepción,
al comprender de manera nueva la totalidad, me lleva a
comprenderme de manera diferente y así, a todo lo que me
90
rodea. Aumenta la complejidad. No sólo es percatarse, sino
es convertir ese percatarse en conciencia.
6. La angustia es el estado del ser humano al enfrentar lo que
puede destruir su ser. Es, por tanto, una experiencia
profundamente ontológica. Es situarse entre el ser y el noser. Es enfrentar su propia potencialidad. La conciencia
marca la posibilidad de revertirse en contra de sí mismo, de
traicionarse. También entraña la tentación de meterse en sí
mismo y ahí perderse.
Podemos concluir que destacar la tragedia humana no es
algo negativo, al contrario, es estar en el lugar en donde
verdaderamente aparecerá el fenómeno humano. Esta psicología
pretende no destruir al ser humano al estudiarlo. Es un esfuerzo
por comprenderlo, en el sentido fenomenológico-hermenéutico
de Ricoeur, en su totalidad. La psicología fenomenológica,
tiene una ardua tarea para empatarse como una psicología
existencial-personalista.
91
CAPÍTULO V
Aprender a ser, la perspectiva pedagógica
Todas las victorias y todos los progresos humanos
reposan en la fuerza interior
María Monstessori
92
5.1 Planteamiento
De pronto pareciera que estuviéramos en una esfera irreal, en
medio de un lenguaje de bruma y encerrados en un claustro de
bondad. Sin embargo, sin ningún aviso, la realidad nos grita
con su miseria y desolación. Emmanuel Lévinas, filósofo del
diálogo y la persona nos despierta con unas palabras que no
pueden menos que conmovernos:
Rostro: desnudez humana que puede adoptar una apariencia, pero
siempre a punto de despojarse de las mentiras y de las formas;
debilidad, petición, ya mendicidad, pero también una extraña
autoridad, desarmada pero imperativa, que me interpela a mí
responsable de esta miseria. Y que, eventualmente, me ordena
ponerme, identidad pura e impasible, al servicio de lo verdadero.1
El mundo de la pobreza, el abandono, la enfermedad y el
sufrimiento, son parcelas del reino del ser que no podemos
olvidar. La filosofía de la existencia en su descubrimiento del
hombre como ser-en-el-mundo; la filosofía del diálogo en su
alimento a la vida del encuentro y la filosofía de la persona en
su impulso por comprenderla como presencia dirigida al mundo
no pasan por alto que la culminación de la persona en su
civilidad, es acción política, esto es, filosofía práctica. El
personalismo lanza su apuesta y cree en la construcción de las
utopías. Buber puntualiza cómo hemos de concebir este camino
del hombre en su construcción:
Las utopías que figuran en la historia espiritual de la humanidad
revelan a primera vista lo que tienen de común: son cuadros, y, por
cierto, cuadros de algo que no existe, que es solamente
2
imaginario.
1
2
Lévinas Emmanuel, Fuera del sujeto. p. 17.
Buber Martin, Caminos de utopía, cap. II. p. 17.
93
La lucha es un esfuerzo considerable para avanzar como
humanidad. De ahí que el humanismo sea la tarea de hacer al
hombre más humano, esto es, dentro de su esencia y no
inhumano en la versión de Heidegger. Los sistemas injustos nos
rebelan y enfurecen para levantarnos buscando la ética del otro
hombre en una expresión de Lévinas.
Buber nos acerca al potencial del sufrimiento de manera
muy significativa:
El sufrimiento que nos causa un orden absurdo prepara al alma
para la visión, y lo que en éste ve robustece y ahonda la
comprensión que tiene de lo equivocado. El afán de que se realice
lo contemplado configura la imagen.3
El sufrimiento del otro es una voz que no podemos callar. Y
nuestras aulas, con sus discursos brillantes no pueden apagar el
estruendo reclamo del dolor que habita en el suburbio. Es
potencia incontenible.
En este siglo, las filosofías aristócratas nos han llevado a
pensar en la persona como un ser espiritual que es ario, léase
salvador del mundo; o es religioso y entonces es puro; o es
universitario y ahora es un pedante prepotente. ¡Basta! No hay
discurso universitario válido, si no tiene como centro al otro, al
que está más allá de sus muros y desde su pobreza, lo mantiene.
Es necesario volver al suburbio, gritaba Mounier y por eso, su
énfasis en lo comunitario.
Una vez más podemos volver a leer en la propuesta de
evaluación del desempeño del profesor las líneas que lo orientan:
1.
2.
3.
4.
Responsabilidad.
Organización de la clase.
Motivación para la enseñanza-aprendizaje.
Preparación para la clase.
3
Buber Martin, ob. cit., cap. II, p. 18.
94
5.
6.
7.
8.
9.
Capacidad para transmitir conocimientos.
Dinámica pedagógica.
Recursos didácticos.
Evaluación del aprendizaje.
Relaciones profesor-estudiante.
Salta a la vista que no hay ningún criterio que evalúe la
facilitación o promoción de habilidades básicas al servicio de la
comunidad, ni a la formación de la persona como orientación
primordial. Es una propuesta que fomenta el egoísmo y la
sensación egocéntrica de los universitarios que creen que todo
debe girar en torno de ellos y tenemos como resultado:
saturación de profesionales en los centros urbanos y abandono
en las comunidades marginales. Me parece que los resultados
son muy congruentes con la visión con que se les forma: yo,
madre universidad, te digo: escúchate a ti mismo, no oigas a los
que pretenden apartarte del camino y menos a los pobres, a los
excluidos, a los miserables, con ellos no te harás rico y lo mejor
que puedes hacer es no ser uno de ellos.
5.2 La educación comunitaria
En este siglo, también la psicología ha hecho aportaciones
relevantes a la pedagogía: Freud en la teoría educativa del niño;
Piaget en los estudios del conocimiento, Gessell en su
propuesta sobre los caminos de maduración del niño; la escuela
de la conducta al enfatizar en las estrategias de aprendizaje; la
psicología de la tercera fuerza con su orientación central en
favorecer el desarrollo de los potenciales; la psicoterapia
guestalt en su enseñanza sobre el aquí y ahora, y el contacto;
Bigovzki en su cambio hacia la dimensión social, sin perder la
parte neurológica.
Sin embargo a veces se ha olvidado un diálogo nutritivo con
los educadores. Ya Montessori en el amanecer de la pasada
centuria habló del potencial del niño; Freinet mostró la
95
capacidad de la autogestión que puede favorecer la escuela en
el niño; Makarenko implementó un programa didáctico de tipo
comunitario.
Sin embargo, a pesar de tanto avance, el individualismo ha
contaminado la educación, la institucionalización a la escuela,
la técnica a la persona y la política económica a la política
educativa.
En 1972 la UNESCO publicó el informe de Edgar Faure y sus
colaboradores, con un título muy sugestivo: Aprender a ser con
un subtítulo no menos sugerente: la educación del futuro. En
esta investigación descubrieron tres fenómenos nuevos: 1) la
educación precede:
…por primera vez sin duda en la historia de la humanidad, el
desarrollo de la educación considerado a escala planetaria tiende a
4
preceder al nivel del desarrollo económico.
el 2) la educación prevé:
…por primera vez en la historia la educación se emplea
conscientemente en preparar a los hombres para tipos de
sociedades que todavía no existen; 5
y el 3) la sociedad rechaza los productos de la educación:
Por primera vez en la historia diversas sociedades comienzan a rechazar
un gran número de productos ofrecidos por la educación
6
institucionalizada.
Es necesario recordar que la universidad nació como un espacio
para propiciar una reflexión sobre la verdad y la educación
4
Faure Edgar y cols., Aprender a ser. La educación del futuro, 1ª parte,
cap. I, p. 61.
5
Faure Edgar y cols., ob. cit. 1ª parte, cap. I, p. 62.
6
Ibid.
96
como el medio a través del cual una generación transmite a otra
su peculiar forma de ser. Es un testimonio de la humanidad en
marcha: de sus crímenes y sus proezas.
5.3 ¿Hacia dónde vamos?
Casi un cuarto de siglo después, una vez más la UNESCO
encarga un nuevo informe y corresponde a Jacques Delors
presidirla. Su nombre: La educación guarda un tesoro y
escribe:
Frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación
constituye un instrumento indispensable para que la humanidad
pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia
social…, una vía ciertamente entre otras pero más que otras, al
servicio de un desarrollo humano más armonioso, más genuino,
para hacer retroceder la pobreza, la exclusión, las
incomprensiones, las opresiones, las guerras, etc.7
Si pretendemos que nuestra Universidad no se quede
estancada en el discurso, con una vida demagógica que duerme
a su gente, es necesario sumarse a la vanguardia y pensar las
propuestas que el mismo Jacques Delors hace y que ahora
presento:
La universidad podría contribuir a esta reforma
diversificando su oferta:

como lugar de ciencia y fuente de conocimiento que lleva a la
investigación teórica o aplicada, o a la formación de profesores.

como medio de adquirir calificaciones profesionales conforme
a unos estudios universitarios y unos contenidos adaptados
constantemente a las necesidades de la economía, en los que se
aúnen los conocimientos teóricos y prácticos a un alto nivel.
7
Delors Jacques y cols., La educación guarda un tesoro, p. 9.
97

como plataforma privilegiada de la educación durante toda la
vida, al abrir sus puertas a los adultos que quieran reanudar los
estudios, adaptar y enriquecer sus conocimientos, o satisfacer sus
ansias de aprender en todos los ámbitos de la vida cultural.

como interlocutor privilegiado en una cooperación
internacional que permita el intercambio de profesores y
estudiantes, y facilite la difusión de la mejor enseñanza mediante
cátedras internacionales.8
Necesitamos una educación al servicio de la personacomunitaria, una investigación que se vuelva transdisciplinaria,
una didáctica que no sólo sea potenciadora sino que sea
facilitadora también y una pedagogía que significativamente se
asuma como ciencia de la educación.
Nuestra propuesta se centra en la creación de un programa
para formación de profesores desde una perspectiva humanista,
con énfasis en el desarrollo de sus potencialidades.
Para promover una formación de este tipo, es necesario
formar la persona de los profesores, no sólo dar teoría, técnica
o herramientas, sino formar en su dignidad de persona. De las
líneas que revisamos páginas anteriores, se deduce la ausencia
total de formación en esta área, pues no se contempla una
evaluación sobre ella.
De nuevo la congruencia saltará a la vista pues en un
documento oficial de la UAS leemos: La formación de
profesores constituye una política de carácter permanente que
garantiza la concresión del currículum.9 Demos una mirada a
los programas que se han desarrollado en este terreno:
8
Delors Jacques, ob. cit., p. 21.
Varios, Programa para la formación de profesores del Bachillerato de la
UAS, p. 7, Profeba-UAS, Culiacán Rosales, 1996.
9
98
DIPLOMADOS
1.
2.
3.
4.
5.
Enseñanza del Inglés.
Didáctica de la Lengua y Literatura.
Enseñanza de las Ciencias Naturales.
Enseñanza de Metodología de la Investigación.
Enseñanza de las Ciencias Sociales y Humanidades.
ESPECIALIDAD
1. Metodología de la Enseñanza de la Matemática.
CURSOS
1. Micro computadoras y Calculadoras en la clase de
Matemáticas.
2. El método Experimental en la Enseñanza de la Física.
3. Didáctica de la Física.
4. Metodología de la Enseñanza de la Física Aplicada a la
Mecánica.
5. Química y Sociedad.
6. Didáctica de la Biología.
7. Análisis histórico y social de México.
8. Introducción a la Lógica.
9. Metodología de la Investigación.
10. Didáctica de la Enseñanza de la Computación.
11. La orientación Educativa en el Nivel Medio Superior.
¡Ninguna estrategia dirigida al docente como ser humano!
Sólo dos materias tienen en un cariz que se antoja de corte
sociológico. No existe tampoco una filosofía de la educación,
ni axiología, ni el sentido de la educación.
Nuestra propuesta va dirigida precisamente a despertar
personas y aparece en el siguiente capítulo.
99
CAPÍTULO VI
Propuesta, implementación y desarrollo
Hacer es pasar de la alabanza y la gratitud
simplemente afectivas a la alabanza y la gratitud activas...
es pasar del reino de la posibilidad al reino de la efectividad,
y en consecuencia la prueba de la verdad.1
1
Díaz Carlos, Diez palabras clave para educar en valores, Editorial
Imdosoc, México, 2000, p. 89.
100
JUSTIFICACIÓN
a. Contexto internacional
Hablar de la formación de profesores desde una perspectiva
humanista, es hablar de una educación que se caracteriza por el
respeto profundo a las personas que aprenden, que reconoce en
ellas una búsqueda particular de significados ante la vida y que
busca, sobre todo, que integren a su formación disciplinar,
aspectos propios que les permitan una relación consigo mismos,
con sus semejantes y con el mundo, cada vez más plena y
satisfactoria.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la formación de los
docentes en la última década, ha retomado cada vez más esta
línea de formación que ha sido reconocida desde la UNESCO
en el informe que en mayo de 1972, el Sr. Edgar Faure,
presidente de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de
la Educación presentó a este organismo y que resumía los
cuatro postulados centrales que dirigieron su investigación:
“1) la existencia de una comunidad internacional que, a pesar
de las diversidad de naciones y de culturas, de opciones
políticas y de grados de desarrollo, se expresa por la comunidad
de aspiraciones, de problemas y de tendencias y por la
convergencia hacia un mismo destino;
2) la creencia en la democracia, concebida como el derecho de
cada uno de los hombres a realizarse plenamente y a participar
en la construcción de su propio porvenir. La clave de una
democracia así concebida es la educación, no sólo ampliamente
impartida, sino repensada tanto en su objeto como en su
gestión;
101
3) el desarrollo tiene por objeto la complejidad de sus
expresiones y de sus compromisos: individuo, miembro de una
familia y de una colectividad, ciudadano y productor, inventor
de técnicas y creador de sueños;
4) la educación, para formar a este hombre completo cuyo
advenimiento se hace más necesario (...) sólo puede ser global y
permanente”.
Este informe llevó por nombre Aprender a ser y se subtituló La
educación del futuro.
Años más tarde, en 1997, Jakques Delors presentó una
propuesta contundente:
“...Para cumplir el conjunto de las misiones que le son propias,
la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes
fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada
persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento:




aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos
de la comprensión
aprender a hacer, para poder influir sobre el propio
entorno
aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con
los demás en todas las actividades humanas
aprender a ser, un proceso fundamental que recoge
elementos de los tres anteriores ...”24
Entre sus pistas y recomendaciones Delors (1997), propone:
“La utopía orientadora que debe guiar nuestros pasos consiste
en lograr que el mundo converja hacia un mayor entendimiento
mutuo, hacia un mayor sentido de la responsabilidad y hacia
24
Delors, J (1997). La educación encierra un tesoro. Los cuatro pilares
de la educación. México: Correo de la UNESCO, 1997, pp. 91-103
102
una mayor solidaridad, sobre la base de la aceptación de
nuestras diferencias espirituales y culturales. Al permitir a
todos el acceso al conocimiento, la educación tiene un papel
muy concreto que desempeñar en la relación de esta tarea
universal: ayudar a comprender el mundo y a comprender a los
demás, para comprenderse a sí mismo”.
Nuestra Universidad también se ha sumado a esta propuesta y
lo ha declarado en el Plan Buelna de Desarrollo Institucional
2005-2009 y sabe que la nueva meta para alcanzar de verdad
una sociedad y una comunidad universitaria solidaria, es una
educación que incluya tanto los contenidos disciplinares,
pedagógico didácticos como el desarrollo de la persona.
Es ampliamente reconocido que el siglo XXI, ofrecerá recursos
sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de
informaciones como a la comunicación y, que esto planteará a
la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede
parecer casi contradictoria:
 La educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un
volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y
técnicos evolutivos, adaptados a la civilización
cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del
futuro
 Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que
permitan no dejarse sumergir por las corrientes de
informaciones más o menos efímeras que invaden los
espacios públicos y privados y conservar el rumbo en
proyectos de desarrollo individuales y colectivos
Esta tarea es imposible de atender si se responde de manera
puramente cuantitativa, es decir, si se piensa que lo importante
103
a la hora de educar es que cada individuo acumule en su vida
una cantidad de conocimientos sino que debe, sobre todo, estar
en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida
cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y
enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en
permanente cambio.
La visión de educación: el ser humano bio-psico-socialespiritual
Una reflexión que se desprende de los hallazgos y
declaraciones anteriores es que la tarea de la educación ha de
ser pensada desde una perspectiva que integre, en lugar de
mutilar; que una educación que
promueva cualquier
metodología rígida y codificada, que arranque a la persona de
sus aspectos potenciales estrechando su capacidad para
descubrir lo nuevo, no puede llamarse educación. Tampoco
puede llamarse integral a una forma de concebir la educación
que propicia crecimientos desiguales en aspectos que deberían
estar en armonía.
“ Una nueva concepción más amplia de la educación
debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e
incrementar sus posibilidades creativas, actualizando
así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual
supone trascender una visión puramente instrumental
de la educación, percibido como la vía obligada para
obtener determinados resultados (experiencia práctica,
adquisición de capacidades diversas
104
fines de carácter económico), para considerar su
función en toda su plenitud, a saber, la realización de la
persona que, toda ella, aprende a ser25
Esto quiere decir que la educación va más allá de la trasmisión
de conocimientos y entra en el mundo de las habilidades para
hacer y pensar, y de los valores para decidir y vivir.
“... la educación ha de contribuir a proteger y consolidar los
valores en la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los
valores en que reposa la ciudadanía democrática
proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de
propiciar el debate sobre opciones estratégicas y el
fortalecimiento de enfoques humanistas”26
Desde nuestro punto de vista, el enfoque humanista visualiza a
la persona como el centro del quehacer dentro de un proceso de
formación, ésta es un agente capaz de autorrealizarse y de
generar estrategias que permitan el desarrollo de su entorno.
Este ser humano está integrado por varios elementos de índole
bio-psico-social-espiritual, los cuales se entrelazan y trabajan
conjuntamente, de tal manera que la formación va dirigida a
desarrollar cada una de estas partes mediante una formación
integral (holística).
Nuestra experiencia profesional, desarrollando programas de
formación de profesores orientados por este enfoque, ha
permitido observar que el maestro, en su primer acercamiento a
esta manera de concebir la educación y la persona, muestra
ciertas resistencias. Es naturalmente el resultado de descubrir
que lo que ahora está en juego no son ni los medios, ni los
4. Idid. p.
26
UNESCO, Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo
visión y acción, ed. Anuies, México, octubre de 1998, p. 17
XXI,
105
contenidos ni los aparatos, sino su ser, su persona, sus
proyectos, la forma en que se relaciona, la manera en que se
compromete, sus aspiraciones y la relación que comparte
necesariamente con ese otro significativo llámese alumno,
familia, compañero de trabajo, todos ellos insertos
irreductiblemente en un todo social e histórico en el que fluyen.
Este proceso de transformación, y de crecimiento, puede
parecer como un salto al vacío: a medida que nos alejamos del
punto de partida, de nuestra zona de seguridad conocida, nos
acercamos a un punto de llegada incierta, que todavía no
alcanzamos a ver con claridad. Estamos confrontando y
dejando atrás,
estilos de vida indiferentes,
maneras
inadecuadas de relacionarnos con nosotros mismos y con los
demás, creencias y valores limitantes sobre nuestra identidad y
nuestro quehacer como personas, entre otros, y “lo nuevo”,
apenas se vislumbra.
No aparece, porque de ninguna manera este proceso se genera
desde afuera –como los valores– implícitos en la tecnología.
Los nuevos valores sólo surgirán en la interacción con el otro y
se generarán desde lo profundo –lo no aparente– de la relación
del docente consigo mismo, con sus alumnos, con su familia,
con los demás significativos en su vida, con su entorno.
La nueva búsqueda lleva al hombre hacia dentro de sí
mismo, en ese espacio donde habita su fuerza. Su
quehacer está basado en el poder que lo fundamenta
como ser humano27
El resultado de este tránsito es sorprendente: de pronto la
conciencia sobre la propia capacidad de valoración es más
clara, la sensación de mayor energía y entusiasmo por lo que
27
Maslow, Abraham. Existential psychology –what’s in it for us?,
para la obra conjunta Existential psychology dirigida por Rollo May.
Cap. II, pp. 49 y 50.
106
se hace es notable y la sensibilidad por lo que nos ocurre y por
lo que ocurre a los demás es más obvia. También la
responsabilidad por las decisiones y las acciones emprendidas
aparece como un compromiso resignificado.
La formación de profesores desde la perspectiva humanista es
un proceso transformador que requiere del docente un
compromiso con su estilo de vida, que abarque por igual el
espacio de la escuela, de la pareja, de la familia y de las
interacciones de todo tipo.
Desde este enfoque no existe el mundo escolar ni el mundo
personal como dos mundos separados. En la experiencia de
todos los días están presentes las formas de ser, de sentir, de
pensar del profesor con toda su singularidad como ser humano.
Se busca una formación cuya misión se circunscriba no solo a
preparar a los profesores para una función, sino para madurarle
y armarle lo mejor posible para el descubrimiento de esa
vocación que constituye su mismo ser y el centro de sus
responsabilidades como docente, en su compromiso de formar
personas. Esta formación ha de orientarse por los siguientes
principios:
1. Despertar personas capaces de vivir y comprometerse.
2. Asuma como tarea preparar progresivamente al docente para
usar su libertad y su responsabilidad.
3. Se interese por la persona como totalidad, en toda su
concepción y su actitud ante la vida.
4. Prepare a los docentes para vivir y no solo a acumular
conocimientos y habilidades.
5. Se oriente a crear un estilo de docencia cuya visión se
sustente en el compromiso y el servicio.
107
Esto quiere decir que la educación no es un entrenamiento
para competir uno contra el otro sino que es, por el
contrario, un espacio favorecedor para escucharlo. Un
espacio propiciador donde el maestro pueda revisar no sólo
su función como docente, sino su misión como persona.
b. Contexto institucional
.
La presente propuesta ha sido pensada y reflexionada a la luz
de las orientaciones que el Plan Buelna de Desarrollo
Institucional 2005-2009 nos ofrece cuando habla del Entorno
de la educación superior en las sociedades contemporáneas, de
la cual desprende un subtitulado llamado La razón de ser de la
Universidad y que retomo textualmente:
“... a la Universidad, por tradición y por
vocación, le corresponde participar en la
recuperación de los valores perdidos y en la
construcción de los que demandan los
tiempos; lo cual exige absoluta claridad
respecto de que esto sólo puede hacerse si
asume tal tarea desde una racionalidad ética
de tipo humanista....”28
Como puede apreciarse, hay explícitamente un reconocimiento
del carácter sustentable y humanista que deberá orientar las
políticas de desarrollo educativo. Al respecto, se señala lo
siguiente:
Esa encomienda social que sostiene a la
Universidad, hoy es asumida por ésta en
28
Plan Buelna de Desarrollo Institucional 2005-2009. Universidad
Autónoma de Sinaloa.
108
condiciones de cambios vertiginosos y
profundos, donde el reto se presenta como la
oportunidad
de
liberar
al
hombre
condicionado socialmente, para convertirlo
en un sujeto capaz de encargarse de su propio
desarrollo a partir de sí mismo, a fuerza de
reconocer su naturaleza y potencialidades,
comprendiendo la realidad actual. El reto
consiste, pues, en la creación de un hombre
capacitado para adaptarse y transformar el
mundo que lo rodea.
Sin duda, resulta deseable que la UAS se comprometa a
mantener el poder de la razón en la construcción de un mundo
mejor; su contribución al respecto resultará factible si pone en
el centro la formación de las nuevas generaciones una
conciencia ecológica y una conciencia social: la primera deberá
orientar parte de nuestros esfuerzos a la preservación de la vida
en general, y la segunda guiará el logro de la dignidad y el
bienestar del género humano.
También se reconoce que la UAS, como institución pública,
debe ser depositaria de los siguientes valores:
Intelecto/conocimiento. La educación integral del estudiante
debe sustentarse en la conjunción armónica de las funciones
universitarias, por lo cual debe hacer énfasis en el desarrollo de
habilidades del pensamiento, en el conocimiento científico y
tecnológico, y en un amplio conocimiento sobre sí mismo y del
entorno natural y social.
Social/comunitario. Debe existir el interés por formar
profesionistas comprometidos con el desarrollo social y natural,
capaces de involucrarse en acciones comunitarias para dar
soluciones benéficas en lo individual y colectivo. El primer
paso para ello consiste en generar un ambiente de trabajo
109
estable, así como un clima de cordialidad, confianza y respeto
que garantice la convivencia pacífica de estudiantes,
académicos y trabajadores.
Ético/moral. El universitario debe ser, cada vez de manera más
íntegra en todas las situaciones, congruente entre el decir y el
hacer, comportarse con rectitud, honorabilidad, solidaridad y
sentido de justicia, y ejercitar el servicio profesional con
transparencia, eficiencia, solidaridad, legalidad y equidad.
Físico/biológico. Deben impulsarse las actividades físicas y
deportivas, la alimentación saludable y otros programas que
promuevan la salud como medios importantes para lograr un
desarrollo armónico entre mente, cuerpo y emociones.
Estético/belleza. Debe ser parte esencial del esfuerzo educativo
desarrollar la imaginación, la intuición, la sensibilidad, la
creatividad y la vocación por el arte en todas sus
manifestaciones. Para ello, debe impulsarse la enseñanza y la
práctica de actividades artísticas que fortalezcan la cultura local
y universal.
Económico/bienes materiales. El desarrollo institucional debe
basarse en el principio de mejora continua, expresado en el
fortalecimiento de la cultura de la gestión y administración de
los recursos y patrimonio universitarios, en beneficio propio y
de las nuevas generaciones.
Afectivo/amistad. Las actividades diarias han de constituirse en
una oportunidad para conocernos, cultivar el compañerismo y
aprender a colaborar en equipo, por lo que deben contribuir a
mejorar el clima laboral y social de la comunidad universitaria.
Espiritual/trascendente. Debe ser una aspiración el trascender
lo humanamente posible en el campo del saber ser, del saber
110
convivir y del saber hacer, de manera que podamos sentir
genuina satisfacción por nuestro legado a las nuevas
generaciones.
Aunque con una paráfrasis distinta, es evidente el paralelismo
axiológico entre los valores universitarios enunciados en el
Plan Buelna y la estructura de valores presentes en esta
propuesta de formación que, en distinto orden, busca promover:

El diálogo como la relación por excelencia que afirma
la existencia del nosotros.
 La justicia como el medio que defiende en el tiempo la
dignidad de la persona.
 La ética centrada en la vida.
 La creatividad para transformar la naturaleza
imprimiéndole forma humana
 La libertad, que fundamentada en valores, oriente las
decisiones de cada persona
 La solidaridad con los demás seres humanos
 Trascendencia como la tendencia de la persona a dejar
una aportación a su entorno
En resumen, la presente es una propuesta que considera la
naturaleza integral de la persona y reconoce en ella su
dimensión física, social, intelectual, emocional y espiritual.
111
PROSPECTIVA DEL PROGRAMA
VISIÓN
Los universitarios descubren y acrecientan su potencial, a
través del auto-descubrimiento y de la adecuada motivación y
orientación de su dinamismo que los conlleva a la consecución
de un crecimiento personal que transita de lo intrapersonal
hacia lo interpersonal favoreciendo su relación con los demás.
Es un programa institucional que cuenta con el apoyo y la
colaboración de todas las autoridades en las distintas zonas
académicas de la universidad; se reconoce el valor de la
persona y fomenta entre otros, la convivencia, el liderazgo, la
creatividad y los valores en vistas a lograr la formación y
desarrollo integral de los universitarios.
MISIÓN DEL PROGRAMA
Impulsar a la participación activa y comprometida de los
universitarios, en el que desarrollen capacidades de
comunicación, de relación interpersonal, de creatividad,
iniciativa e innovación, que favorezcan la formación
profesional competitiva académica y laboralmente, que es el
propósito de nuestra universidad.
112
Ser un evento académico formativo para la comunidad
universitaria, que por su naturaleza y fines impacten
positivamente en el desarrollo integral de la comunidad
universitaria.
Estos enunciados son notablemente congruentes con la Misión
que establece el Plan Buelna de Desarrollo Institucional y que
se presenta a continuación:
MISIÓN
La Universidad Autónoma de Sinaloa es una institución de
educación pública de nivel medio superior y superior
comprometida con los grandes intereses de la sociedad
sinaloense, cuya misión es formar profesionales de calidad, con
prestigio y reconocimiento social, dispuestos a contribuir en la
promoción de un desarrollo humano sustentable, capacitados
para contribuir en la definición de políticas y formulación de
estrategias para disminuir las desigualdades económicas,
sociales y culturales del estado de Sinaloa, en el marco del
fortalecimiento de la nación.
De la visión general a lo particular.
Por el hacer, el formar se convierte en un
transformar cuando el saber desemboca en
el hacer.2
De la visión general sobre la formación de profesores se han
desprendido acciones particulares como el programa de
2
Ibid., p. 89.
113
Diplomado en Desarrollo del Potencial Humano para
Universitarios que busca movilizar el enorme potencial de los
docentes hacia horizontes que hagan de lo educativo un ejercicio de
formación integral de personas.
En el proceso educativo, el profesor acompaña al estudiante
a que pase de ese mundo de la indiferencia y de la soledad, al
universo de lo humano y de lo social, en donde podrá
encontrarse con otros hombres. Martin Buber describe este
encuentro prodigioso entre los seres humanos y traeremos sus
propias palabras:
El encuentro del hombre consigo mismo, sólo posible y, al
mismo tiempo, inevitable, una vez acabado el reinado de la
imaginación y de la ilusión, no podrá verificarse sino como
encuentro del individuo con sus compañeros, y tendrá que
realizarse así. Únicamente cuando el individuo reconozca al
otro en toda su alteridad como se reconoce a sí mismo, como
hombre, y marche desde este reconocimiento a penetrar en el
otro, habrá quebrantado su soledad en un encuentro riguroso y
transformador.5
¿Cómo se da este suceso que después será el acontecimiento
por excelencia? Aparece el rostro: La presencia del rostro
significa, así, una orden irrefutable –un mandamiento– que
detiene la disponibilidad de la conciencia. La conciencia es
puesta en cuestión por el rostro.6
Un ejemplo de este estilo educativo es el enfoque
centrado en la persona, con inspiración en los trabajos de Carl
Rogers, la psicología de la actualización de Abraham Maslow,
y la psicoterapia guestalt de Fritz Perls, cuyos principios
podemos enunciar y resumir así:
5
6
Buber Martin, ¿Qué es el hombre?, segunda parte, IV, p. 145.
Lévinas Emmanuel, La huella del otro, cap. 4, p. 62.
114
1. El ser humano posee una tendencia natural a la
autoactualización.
2. El ser humano tiene una potencia natural para aprender.
3. No se enseña, sólo se facilita el aprendizaje.
4. La persona descubre, aprende, sólo lo que le es significativo
para su vida y su desarrollo.
5. Cada nueva configuración en el amor a sí mismo, se vuelve
amenazante y la persona lo vive ambivalentemente: huye y
se entrega a él.
6. Facilitar es favorecer los ambientes de aprendizaje.
7. El aprendizaje se adquiere en el hacer.
8. El aprendizaje se da, cuando el aprendiz participa
activamente en su hacer-se.
9. Este aprendizaje favorece una visión holista, tanto en el
descubrir, como en el tratarse a sí mismo como una
totalidad.
10. La independencia, la creatividad y la confianza en sí
mismo se favorecen cuando el centro de evaluación está en
uno mismo y no en los otros.
11. Aprender a aprender significa, esforzarse como proceso en
llegar-a-ser el ser que quiere-ser, basado en el poder que lo
fundamenta, en una expresión de Kierkegaard.
12. La espiral creadora visualiza el poder de cierre en las
situaciones inconclusas.
13. El ser se encarna en la voluntad de existir.
115
14. La libertad es la condición básica de la responsabilidad en
el existir.
Como puede verse, este modelo educativo abre posibilidades
sorprendentes y deja la tarea de buscar creativamente las
metodologías didácticas que permitan su aplicación. Esta
tendencia ha sido conocida en México como movimiento de
desarrollo humano. Salvador Moreno, uno de los divulgadores
de este énfasis educacional, plantea su logro educativo:
…promueve el desarrollo de la comprensión de sí mismos en la
mayor parte de los estudiantes…8
Esta actitud de la psicología humanista está apoyada por la
teoría de la transubjetividad que desarrolla Miguel Jarquín, de
la cual presentamos aquí, algunos de sus principios esenciales:
1. No voy a hablar de mí, pero sí desde-mí.
2. Mi verdad no es la verdad, pero sé que participo de ella.
3. No puedo obligar a que otros vean mi verdad.
4. Nadie me puede obligar a ver su verdad.9
Como podemos apreciar, una mano se sostiene en el enfoque
epistemológico y la otra, en la metodología didáctica. Algunos
de sus planteamientos básicos son:
1. Es un aprendizaje vivencial: se hace énfasis en la vivencia
propia y no tanto en la teoría o la memorización sin sentido
8
Moreno Salvadore, La efectificad del enfoque centrado en la persona,
parte VII, cap. 22, p. 315, para la compilación de Lafarga y Gómez, Desarrollo
del Potencial Humano III. Aportaciones de una psicología humanista.
9
Jarquín Miguel, Una propuesta epistemológica: la transubjetividad,
primera parte, cap. III, pp. 43-45, para la obra compilada por el mismo autor.
La verdad desde sí mismo. Tres paradigmas en la investigación cualitativa.
116
de contenidos. Se fundamenta el hecho de que la experiencia
tiene un referente desde el cual puede explicarse: la
conciencia que aprende de sí misma, cuando sale de sí (ex),
se mira desde su alrededor (peri) y adquiere un
conocimiento (encia). Aquí se engarza epistemología y
didáctica, es una fenomenología de la educación.
2. Es un aprendizaje emocional: favorece el aparecer de las
emociones dentro del aula y no las descalifican, ni las
inhibe.
3. Es un aprendizaje incidental: aprovecha el incidente como
detonador de los aprendizajes y a veces, pone en él, el
corazón de los descubrimientos vivenciales. Busca, además,
que el incidente sea actual, para alimentar la vida en el
presente, como síntesis del pasado y semilla del porvenir.
4. Es un aprendizaje horizontal: privilegia el aprendizaje que
se nutre de las vivencias de los integrantes del grupo en
forma horizontal, más que de la forma vertical y autoritaria
que a veces ha predominado. Se cree, firmemente en el lema
de Freire: nadie enseña a nadie, todos aprenden de todos.
5. Promueve el desarrollo de los potenciales: considera que la
persona está llena de potenciales y que es necesario un
espacio favorecedor para que los mismos surjan.
6. Es un aprendizaje en el presente: valora el presente como el
tiempo actual en el que el entre-los-dos, alimenta la relación
por excelencia: el nosotros.
7. Es un aprendizaje holístico: considera a la persona, un ser
que se relaciona con el mundo a partir de totalidades
significativas y sólo así, se configura a sí mismo y sus
saberes.
117
8. Es un aprendizaje presencial: considera a la persona ese ser
que está aquí y ahora así contigo y en ese poder de presencia
fundamenta el valor a la luz de la ética del otro hombre.
9. Considera a la persona el centro de toda su acción y a sus
comunidades, el ser que es persona de personas, y que
avanzan en un movimiento continuo de relación.
Con este breve recorrido, se puede avizorar que el enfoque de
desarrollo humano, ya sea en su vertiente de la psicología
experiencial, de la psicoterapia guestalt o de la logoterapia,
tiene mucho que aportar a la educación.
EL MAESTRO
El maestro juega un papel fundamental en la creación de la
utopía. Y aquí vale recordar a George Kerschensteiner, maestro
rural nacido en Munich en 1854, quien contestó a la pregunta
de quién debe ser el maestro de la escuela con estas palabras:
...solamente aquél que siente constantemente la felicidad de
participar en la formación espiritual e intelectual de los demás, que
hace vivir en sí la fe imperturbable en el poder supremo de los
valores del género humano, que ha llegado a experimentar en sí,
que mientras enseña a los jóvenes, evoca en una lección una vida
espiritual en común...
Se habla mucho del eros pedagógico, ese modo de amar
peculiar del docente que se entrega generosamente a su labor, y
al mirar que su alumno aprende, se alegra con él. Su triunfo, es
el éxito de su alumno. Hay que recordar el entusiasmo del
profesor de primaria cuando su grupo aprende a leer..
Cuando avanza un niño, un joven, un adulto o un viejo en la
escuela, no camina en soledad, sino en solidaridad con la
especie humana. La vida humana se desarrolla en comunidad,
la educación es diálogo, espacio abierto al encuentro;
118
preparación para caminar-en-común; es un canto a la vida, una
búsqueda interminable de ser-uno-mismo.
¿Qué tarea? ¿se encontrará algún maestro así? Esta
propuesta pretende propiciar espacios en donde los docentes, a
la luz de sus potenciales, avancen en su propio desarrollo
humano y se responsabilicen a vivir los valores con que se han
comprometido.
119
Propuesta
Existir... es elegirse
Kierkegaard
Uno de los retos del siglo veintiuno ha de ser contrarrestar el
avance de la celeridad y privilegiar la dimensión comunitaria de
la persona. El siglo que termina fue el de la existencia; el
venidero ha de ser el de la presencia. A la luz de estas
consideraciones en la Universidad Autónoma de Sinaloa
deseamos sumarnos a la concepción que se declara al servicio
de los potenciales del ser humano y apoyar un proyecto
educativo cuyo centro sea la persona comunitaria como
presencia dirigida al mundo.
Misión, visión y objetivo del diplomado
A la luz de estos principios, a través de la UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DE SINALOA, se presenta la siguiente propuesta,
que busca cooperar en el logro de los principios mencionados.
Visión: maestros universitarios interesados por la persona
como totalidad, capaces de experimentar su vida y de crear un
estilo de docencia cuya visión se sustente en el compromiso y
en su anhelo de ser y ser-con-los-demás.
Misión: despertar personas capaces de vivir y comprometerse
con su vida y su quehacer en la Universidad y prepararse
progresivamente para usar su libertad y su responsabilidad.
Objetivo: Facilitar un espacio donde el profesor universitario
pueda reflexionarse, redescubrirse como persona y utilizar el
enorme potencial humano que posee para ponerlo al servicio de
su vida y de la comunidad universitaria en la que participa.
120
1. Identifique los principios filosófico-antropológicos en que
se fundamenta el enfoque.
2. Vivencie en sí mismo, las formas de aprendizaje creativo
iluminado desde la visión de desarrollo humano.
3. Fundamente una jerarquía de valores centrada en la ética del
otro hombre.
4. Aprecie los estilos de vida que ponen en la libertad y la
responsabilidad los dos pilares del compromiso social y
docente.
5. Fortalezca su amor a la familia, al sostener que la Patria es
una familia de familias, y desde ahí, luchar por fundar el
proyecto de Nación que queremos los mexicanos.
PERFIL DEL ASPIRANTE:
– Ser profesor universitario
– Disposición para el aprendizaje horizontal (alumno-alumno)
PERFIL DE EGRESO
Conocimientos:
Elementos filosóficos del existencialismo comunitario
Nociones para propiciar el desarrollo del potencial
Bases del autoconocimiento
Pedagogía de inspiración humanista
Metodologías cualitativas de investigación educativa
121
Habilidades:
Comunicación personal funcional
Estrategias educativas a favor de la persona
Coordinación de grupos de aprendizaje
Intervenir en el mejoramiento de la relación docente-alumno
Actitudes:
Participación
Tolerancia e integración de diferencias
Apertura
Liderazgo creativo
Espontaneidad
Auto aceptación
REQUISITOS DE EGRESO:
Cursar y aprobar todos los módulos
Presentar un documento descriptivo de su experiencia en el
diplomado.
Elaboración de proyecto de aplicación en la práctica docente o
en su actividad académica-directiva que viene realizando, con
características de publicable.
122
LÍNEAS DE BÚSQUEDA:
Módulo I:
La persona: un proceso de creación.
Módulo II:
Educación y humanismo.
Módulo III:
Reflexión de la práctica docente en la UAS.
Módulo IV:
Crecimiento personal y de grupo.
Módulo V:
La investigación de la práctica docente, un
testimonio creativo de construcción
Módulo VI:
Hacia dónde vamos, retos y compromisos.
EJE FILOSOFICO-ANTROPOLOGICO
Módulo I: La persona: proceso de creación
Guardémonos de quienes muestran más fervor por los
sistemas, que amor e interés por los hombres
C. Díaz
OBJETIVO:
Fomenta el anhelo del ser humano a colaborar en el proceso de
despertar personas como el camino de nos-realización y
colabora en el desarrollo de sus comunidades como el lugar en
donde se accede a esa condición de persona. Propicia un
espacio de reflexión en el que a partir de ejercicios vivenciales,
las personas participantes se acerquen a los temas y personajes
capitales de las filosofías de inspiración existencialpersonalista.
123
TEMAS
a.
b.
c.
d.
e.
La existencia: el valor de ser como uno mismo.
La literatura como compromiso
La existencia auténtica
Misterio y esperanza
La filosofía de la realización
EJE EDUCATIVO
Módulo II: Educación y humanismo
OBJETIVO:
Cuestiona las formas adormecedoras de la educación buscando
un significado nuevo que orienten la práctica docente, en una
visión cuyo centro sea la persona creativa y comprometida,
examina las alternativas pedagógicas y reconoce los caminos
que abrirán la posibilidad de hallar un nuevo sentido a la labor
docente, en el que el maestro sea considerado como una
persona en formación.
TEMAS
1.
2.
3.
4.
La educación a revisión
La pedagogía del lenguaje total, una propuesta integradora
La educación centrada en la persona
Nuevos rumbos desde una pedagogía humanista
124
Modulo III: Reflexión de la práctica docente en la UAS
Este módulo pone especial atención a la reflexión de la
practica docente desde dos posibilidades:
–
La conformación de equipos de trabajo a partir del tipo de
relaciones que se establecen entre sus miembros,
destacando los problemas que le son comunes y que se
pueden compartir mediante la clarificación de sus
experiencias.
–
Poner en practica el desacuerdo productivo como una
estrategia pedagógica que permita reconocer y construir
problemas y soluciones, fundamentalmente, en el contexto
de la practica docente.
TEMAS
1.
2.
3.
4.
Cooperación y equipos de trabajo
El desacuerdo productivo como opción de reflexión.
El cambio en la practica docente.
Alternativas desde el quehacer docente cotidiano.
EJE PSICOLOGICO-ORIENTADOR
MODULO IV: Crecimiento personal y de grupo
OBJETIVO:
Este módulo aporta la orientación de la ciencia psicológica que
sirve de contexto para reflexionar sobre la vida de cada docente
como construcción personal y la forma cómo traslada la
representación de su autoconcepto en su trabajo docente.
Impulsa el proceso de crecimiento tanto individual como
grupal, de las potencialidades humanas de los docentes en su
camino por ser mejor.
125
TEMAS
1. Desarrollo humano
2. Reconocimiento de la historia personal.
3. Comunicación humana. Aportes de Programación
Neurolingüística.
4. Integración personal y sentido de vida.
5. La potencialidad de los grupos.
EJE METODOLÓGICO-DOCENTE
MODULO V: La investigación de la práctica docente, un
testimonio creativo de construcción
OBJETIVO:
Este módulo revisa los nuevos enfoques en la investigación que
permiten el estudio de las situaciones vividas por los docentes
en el ambiente educativo. Reconoce la fenomenología como un
método que nace en la psicología como ciencia de las
experiencias significativas y, por tanto, como un camino
confiable para la investigación de la cotidianeidad del quehacer
docente. Pone énfasis en la creatividad como cualidad
primordial del ejercicio docente y como premisa para mejorar
su labor.
TEMAS
1.
2.
3.
4.
Nuevo paradigma científico
El método hermenéutico-dialéctico
El método etnográfico
Creatividad y práctica docente
126
MODULO VI:
compromisos
Hacia
dónde
vamos,
propuestas
y
OBJETIVO:
Propone un camino a través del cual podamos reconocernos y
encontrarnos con el otro en nuestra dimensión de persona
comunitaria. Recupera la
práctica docente a través de
investigar cualitativamente las vivencias del profesor en el aula
como fenómenos significativos de su historia personal laboral
TEMAS
1. Hacia dónde vamos: la visión personalista y comunitaria
2. La recuperación de la práctica docente a través de la
investigación cualitativa.
3. Proyecto personal e institucional
4. Alternativas y compromisos
METODOLOGÍA
La metodología con la cual se desarrolla este diplomado está
inspirada en el enfoque existencial personalista que pone
especial atención en la persona como realidad y potencialidad;
proceso que toca diferentes momentos: aprendizaje, solución de
problemas, encuentro y de exploración de toda la gama de
aspiraciones hacia la transformación que tiene como base la
experiencia personal:
Como encuentro: Que propicia el contacto con la realidad
personal, respetando la integridad humana.
127
Como resolución de problemas: Que parte de considerar que
el ser humano no reacciona frente a la realidad, sino conforme a
la representación que tiene en su mente de la realidad y lo que
percibe no es lo que existe sino lo que ha aprendido a percibir.
Como aprendizaje: Que explora la propia fuerza y todas las
posibilidades de Ser y reinventar la propia existencia
Como proyección: Que implica un diálogo con el propio
simismo, que luego se concreta, como compromiso consciente,
en un contexto particular, en este caso, el educativo.
Como una experiencia trascendente: Que pone de
manifiesto la presencia de uno mismo en el mundo, con los
demás y con lo demás, sin perder el sentido de la propia
identidad y de los propios límites.
CARACTERÍSTICAS DEL PROGRAMA:
El diplomado está desarrollado en seis módulos de 30 horas
cada uno (16 presenciales y 14 de lecturas previas) para hacer
un total de 180 horas clase.
SISTEMA GENERAL DE EVALUACIÓN:
Para que el participante acredite satisfactoriamente el programa
se tomarán en cuenta los siguientes elementos:
1. ACREDITACIÓN DEL DIPLOMADO:
– Asistencia y participación activa al 100% de las sesiones
que conforman el total de los módulos.
– Entrega puntual de reportes de lecturas, ensayos y otras
tareas que los facilitadores consideren necesarias
128
– Presentar un documento descriptivo de su experiencia en el
diplomado.
– Elaboración de proyecto de aplicación en la práctica docente
con características de publicable.
1. PROCESO DE EVALUACIÓN DEL PROGRAMA:
Para la evaluación final de todo el programa, se tomarán en
cuenta los siguientes elementos:
–
Autoevaluación del alumno.
–
Evaluación del grupo.
–
Evaluación del profesor
PROCESO DE FORMACIÓN DE FORMADORES:
Con el propósito de poner en común las ideas centrales del
proyecto de formación de profesores y la estrategia general de
implementación, y considerando que el equipo convocado a
facilitar los distintos módulos del diplomado tiene ya formación
profesional dentro del campo humanista, se llevó a cabo un
seminario-taller durante los días 23, 24 y 25 de enero del
presente año. Un mes después el programa de diplomado estaba
desarrollándose en todas las sedes académicas de la
Universidad en el Estado.
129
Conclusiones
Entre la presentación de este proyecto a mi universidad y la
concreción del mismo, transcurrió un tiempo que considero es
importante relatar.
Por esta razón presento las conclusiones en tres apartados
que corresponden a tres momentos diferentes de mi experiencia
en relación al programa de referencia.
Primer momento:
Al concluir el documento de este Proyecto de formación de
profesores con perspectiva humanista, me queda claro que:
1. No basta ser motivado a implementar un proyecto sino que
es necesario fundamentarlo y darle coherencia. En la
formación del doctorado, me impactó el tema de la persona,
pero nunca me imaginé todo lo que descubriría, ni el
enorme panorama que se abriría ante mis ojos.
2. Este enfoque lucha por defender la dignidad de la persona.
3. Es una aportación relevante ya que traslada una visión
nacida del campo de la psicología humanista al campo
educativo.
4. En la UAS es la primera propuesta que lleve esta
orientación que atiende fundamentalmente la persona del
profesor lo que puede favorecer que los docentes hallen
otra inspiración a su labor.
5. El Plan Buelna de Desarrollo Institucional de la
Universidad encontrará en esta propuesta, un extra a su
contenido original y puede ver en esta filosofía una luz
nueva que nutra su propio proyecto.
130
6. Internarnos en esta orientación puede cooperar a dotar al
magisterio universitario de una misión y quehacer más
coherentes y una militancia más comprometida.
7. Con esta propuesta podemos unirnos a aquellos que
enfrentan el problema de la deshumanización de la ciencia,
la docencia, el trabajo universitario, tan comunes en
nuestro tiempo en tantas instituciones educativas.
Segundo momento:
Muchas cosas han pasado desde que presenté en junio de 2006
a la Universidad Autónoma de Sinaloa la propuesta de
formación docente derivado de las ideas centrales de esta tesis,
de tal manera que al releer las conclusiones –que en ese
momento eran solo hipótesis de trabajo no exentas de fantasías
llenas todas ellas de una gran fuerza– éstas han sido rebasadas
ampliamente por una realidad muy reveladora.
Mi experiencia en el Doctorado en Psicoterapia Humanista me
inspiró la idea de trasladar este enfoque al campo educativo
especialmente a la formación de profesores.
Sin embargo creo importante develar este proceso interno, dejar
al descubierto todos estos sueños con la claridad y certeza, y
con la fuerza que fueron generándose articulándose una a uno
hasta formar un todo significativo con la fuerza suficiente como
para abrir nuevas rutas en la formación de profesores en mi
universidad.
Mis imágenes creaban y recreaban escenas donde un grupo de
maestros universitarios tomaban el riesgo de asomarse a su
propia experiencia, discutían, descubrían, se alegraban, se
entristecían y resurgían con más fuerza y mayor afán en esa
búsqueda común, apoyándose unos a los otros, enriqueciendo
con su experiencia la experiencia del otro, formando una
131
especie de red vibrante, una red lo suficientemente fuerte y
cálida como para recibir y sostener amorosamente esos
pequeños encuentros que como logro se iban entretejiendo en la
vida de cada docente y del grupo mismo.
Imaginaba también que esos pequeños aprendizajes logrados
en el grupo se iban enriqueciendo cuando el maestro se diera la
oportunidad de llevarlos a la práctica, ya sea consigo mismo, en
su familia o con sus alumnos y descubriera que, aunque era
poco fácil, cuando se asumía un compromiso de cambio la tarea
resultaba estimulante, ya que ponía de nuevo en la conciencia
del profesor su propia conducta, su actitud, sus valores
subyacentes, la manera como se implicaba y una serie de
preguntas que al reflexionarlas y confrontarlas con su propia
existencia, hicieran que el maestro fuera rehaciendo su propio
camino
También imaginé que, dado que el desarrollo humano es un
proceso, los logros, por tanto, o bien los tropiezos, iban a ser
diferentes para cada profesor. Algunos –me decía a mí misma–,
rápido van a comprender las ideas centrales que nutren la
propuesta y establecerán un vínculo entre éstas y su propia
vida, de tal manera que cada vez tendrán mayores elementos
para ir perfilándose y eligiendo la persona que quieren ser.
Otros en cambio, quizás tengan algunas dificultades para
asumir como propio esta enfoque y traducirlo en su vida,
aunque anidaba la esperanza de que fueran avanzando poco a
poco.
Y habrá otros que se pregunten con sorpresa y tal vez con
escepticismo ¿qué es lo que está pasando aquí? Por qué mis
compañeros dicen que están sucediendo cosas interesantes en
su vida a partir de lo que se aborda en este programa y yo no
veo nada para mi?
132
En fin, las imágenes fueron muchas, los sonidos, y voces
internas abundantes y mis sentimientos con relación a lo
anterior fueron desbordantes. Casi creo que hice una especie
de viaje alucinante.
Son muchos los aprendizajes que he tenido derivados de la
experiencia de un procesos que nació, se desarrolló y sigue
alimentándose con los nuevos hallazgos de la realidad.
1º. Creo que entre las cosas más importantes está el haber
tocado la humildad, el descubrir que la arrogancia me separa de
mi centro si asumo que esta mirada a la educación sea “la
mirada única y absoluta”. Aprender a dialogar con otros
enfoques vino a enriquecer no solamente el programa de
formación de profesores sino mi propia perspectiva.
2º. He comprendido que las decisiones, en la vida de las
instituciones educativas no siempre son fáciles. Existen en su
interior diversos intereses, grupos académicos, políticos que las
autoridades tienen que atender a fin de darle una relativa
estabilidad a su administración. Mi propuesta no representaba a
un grupo de poder dentro de la institución.
3º. Que algunos grupos, pertenecientes a generaciones de
mucha tradición en la administración universitaria siguen
haciendo un esfuerzo por conservarse dentro del grupo que
toma decisiones en la universidad. Mi propuesta no los
representa, por el contrario, resultaba amenazante toda vez que
se dirigía a lo universitarios a cuya cabeza no aparecían como
protagonistas principales.
4º. Constaté que, aún hoy en día, algunos universitarios
dentro de la administración conservan prejuicios relacionados
133
con ciertas disciplinas del saber. La filosofía, el enfoque teórico
y el método, fueron muy cuestionados en mi propuesta. “La
terapia es para enfermos” decían.
5º. Me doy cuenta que viene una generación de
universitarios que habiéndose formado académicamente hoy
están ausentes de las instancias de decisión dentro de la
universidad. Mi propuesta viene de ese grupo.
Sin embargo, creo que casi siempre encontraremos
posibilidades en la realidad, si se está dispuesto a asumir el
riesgo y sus consecuencias.
En lo personal tengo muy presente la frase “...Dios
proveerá...”, que le escuché a Miguel Jarquín refiriéndose a la
respuesta que Abraham, por encima de la duda, responde a su
hijo primogénito cuando él, internamente sabe que debe
ofrecerlo en sacrificio.
Aprender a vivir con una fe esperanzada ha sido uno de los
mejores regalos. Poder despojarme de expectativas íntimamente
acariciadas para dejar que surja en ellas mismas algo más
profundo, comprehensivo y renovado y al mismo tiempo estar
más dispuesta a aceptar que lo que es, sea.
¿Qué significado tuvo la implementación de este proyecto
educativo entre los profesores participantes y cómo impactó en
su vida personal y en su trabajo docente?
134
Tercer momento:
Lo que sucedió fue todo un acontecimiento. Abrir al
profesor universitario a la presencia de si mismo, fue algo
desconcertante y al mismo tiempo sorprendente en la
experiencia de muchos de ellos acostumbrados a una flota de
palabras sin vida.
Insistir en que al participar hablaran en primera persona y se
responsabilizaran por ello, cuidar de que reconocieran sus
sentimientos y sus emociones al reflexionar sobre temas tanto
personales como de nuestra comunidad educativa, fue un reto.
Había que colgar de una percha la ciencia, la información,
despojarse de la túnica académica, decir adiós a su cuarto de
estudio lleno de datos, de enciclopedias y echar a andar por el
grupo con corazón humano.
Al principio el profesor se reveló con cierta resistencia y
hostilidad: nada había que discutir, contradecir, o argumentar,
pues lo que estaba en el centro no eran las teorías, sino su
propia persona.
Elementos irracionales de búsqueda, multiplicados a medida
que avanzaban, bruscos rechazos de los acontecimientos, de las
opacidades, de las cóleras invisibles, fueron en un inicio algo
palpable en los profesores.
El primer paso fue la toma de conciencia de nuestra vida
anónima, de nuestra vida indiferente. Indiferente a los otros.
La idea central que intentamos desarrollar es que el
crecimiento y la evolución de una persona son un proceso, que
en un primer momento tiene que ver con construir fronteras en
135
su conciencia, a fin de afianzar un yo fuerte, bien integrado
una identidad y un sentido de sus límites, claros. Y, en un
segundo momento, tirar abajo las fronteras para, de manera
paulatina, descubrir una conciencia de comunidad
Fuerza y delicadeza se fueron uniendo y progresaron en el
profesor dentro de sus propias contradicciones a medida que
caminaban, para ir descubriendo que la persona no se realiza
como persona sino en el momento que se entrega a los valores
que lo llevan más allá de sí mismo. Empieza a ver a los demás
como personas y comienza a tratarlos como tal. Es el
aprendizaje del prójimo como persona en relación con su
propia persona.
Pudiera comentar muchas cosas que sucedieron, sin
embargo, quiero ceder la palabra a los propios profesores para
que den testimonio de su experiencia:
“El diplomado ha sido una experiencia que me ha llevado a
percibir más allá del mundo que percibo de manera habitual
con mis cinco sentidos. Representa sentimientos encantados
que conocía de niño, un acercamiento a mi yo más profundo
que me ha permitido ver a aquél que realmente soy y poder
entender a quienes conviven conmigo. Creo que lo que es real
no desaparece. La verdad no deja de serlo simplemente porque
no estemos mirándola”.
“Esta experiencia se acerca mucho a la que conocí hace
mucho tiempo cuando todavía estaba conectado con mi ternura,
con mi inocencia, con mi confianza. En realidad es el mismo
mundo que veo ahora, pero configurado por el amor y la
esperanza.”
“Es fácil encaminarse hacia quien realmente queremos ser,
ya que la manera cómo percibimos la realidad es una opción.
136
Podemos ver a nuestros alumnos y nuestro trabajo en blanco y
negro, pero también podemos verlos en colores. Las nieblas se
desvanecen cuando creemos que detrás de ellas está la luz.”
“El diplomado ha sido una experiencia muy completa y una
de las mejores cosas que me ha pasado, me siento orgulloso de
haber participado, mis relaciones personales, familiares y
particularmente con mis alumnos han mejorado mucho, pero
los mejor: he mejorado la relación conmigo mismo”.
“Me siento más comprometida a ser mejor cada día a
concluir lo que inicio, dándome tiempo, planeando mi vida,
Hoy me siento más libre de pensamiento prejuiciosos, y se que
tengo la libertad de elegir la manera como yo quiero vivir.”
“La rutina me había envuelto y había hecho de mi vida algo
plana, ahora me doy cuenta que había dejado de lado lo más
importante: a mí misma, mi familia y a mi capacidad de
experimentar el amor por los que me rodean.”
Las satisfacciones por el proceso vivido junto con los
alumnos han sido muchas y muy plenas. Aquello que imaginé
allá y entonces, ha sido aquí y ahora una realidad. En este
proceso reconozco el esfuerzo del equipo de trabajo que dio
vida a los planteamientos e ideas inspiradoras ya mencionadas:
Dr. Miguel Jarquín, Dr. Ramón Mascareño, Dr. Fidencio López,
Mtro. Otoniel Bueno y Mtro. José Pilar Guzmán quienes junto
conmigo tomaron la responsabilidad de desarrollar un módulo
dentro del diplomado y estar atentos al proceso que cada grupo
seguía.
También fue decisiva la participación de los maestrosalumnos, ya que con su interés, apertura y disposición
colaboraron a crear un clima de seguridad psicológica necesario
137
para que floreciera lo que en cierto sentido estaba latente ya en
el corazón de cada alumno. Lo que une tiene poder curativo.
Pudiera seguir describiendo mi experiencia con los
profesores de la universidad. Señalar cómo, por efecto del
proceso generado en el interior del grupo y a medida que
avanzaba, podía apreciarse gradualmente cómo el profesor se
iba transformando, la manera de ir creciendo en la confianza, la
comprensión, la cohesión, el apoyo, donde la bandera de
pertenencia a ciertos grupos políticos que regularmente es un
obstáculo que impide la cercanía genuina fue desapareciendo
para dar paso a la persona verdadera. Notar la forma cómo
incluso, los rostros de los profesores fueron perdiendo rigidez y
su relación se tornó más abierta y solidaria con los compañeros
de grupo.
Sin embargo, es tiempo de concluir, no sin antes cerrar este
capítulo con la siguiente reflexión:
No es despojándonos de la lástima o la pena del que
supuestamente está peor que uno para poder estar con el otro.
Es abrirnos a una realidad donde los demás no son ajenos ni
lejanos, sino partícipes de la vida que entre todos expresamos,
revelamos y celebramos.
138
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