1 Instituto Humanista de Sinaloa, A.C. La perspectiva humanista en la formación de profesores Proyecto que para obtener el grado de Doctor en Psicoterapia Humanista Presenta María Trinidad Cárdenas Ponce Culiacán Sin., México, septiembre de 2007 2 Agradecimientos A mis maestros, especialmente a Celedonio Castanedo Carlos Díaz y A mi amigo Miguel Jarquín, quien fue guiando y apoyando el proceso de elaboración del presente documento. A mi madre, inspiración y luz que me alienta a seguir adelante. A Pilar, mi compañero y una presencia muy importante en mi vida. A mis hijos Beticia Livier, Melania Yananí, Pilar Fernando y Alan Arturo quienes siempre han estado conmigo. Gracias por su apacible espera. A mis hermanos Rodrigo, Nelly, Hilda, Deida, Pipis y Rufino a quienes los siento cercanos y sé que están contentos con mi logro. A Dios por su compañía. 3 ÍNDICE AGRADECIMIENTOS 2 PRÓLOGO Carlos Díaz Celedonio Castanedo 5 INTRODUCCIÓN 25 CAPÍTULO I El siglo XX, fracasos y esperanzas 30 1.1 1.2 1.3 1.4 Primeros pasos Dos visiones en conflicto La mentira La esperanza 31 32 37 40 CAPÍTULO II La verdad, principios y criterios 44 CAPÍTULO III La persona, presencia significativa 58 3.1 La existencia 3.2 El diálogo 3.3 La persona 59 63 72 CAPÍTULO IV La psicología del potencial y de la autorrealización 76 4.1 El principio del potencial 4.2 El principio de la autorrealización 82 86 4 CAPÍTULO V Aprender a ser, la perspectiva pedagógica 91 5.1 Planteamiento 5.2 La educación comunitaria 5.3 ¿Hacia dónde vamos? 92 94 96 CAPÍTULO VI Propuesta, implementación y desarrollo 99 CONCLUSIONES 123 FUENTES DE INFORMACIÓN 133 5 PRÓLOGO Constituye un honor para mí, que la generosidad de mi amiga María Trinidad Cárdenas Ponce me concede, poner unas palabras proemiales a su libro excepcionalmente trabajado La perspectiva humanista en la formación de profesores, con el que ha logrado el doctorado en psicoterapias existenciales. En la medida en que el personalismo es un existencialismo reformulado, quisiera añadir tan sólo las palabras siguientes, y luego desaparecer sigilosamente para dejar paso a las que realmente tienen valor, las de la doctora María Trinidad Cárdenas Ponce. La tarea del personalismo: rectificar la rectificación llevada a cabo por el existencialismo Si, como Mounier dijera, el existencialismo es una reacción de la filosofía del hombre contra los excesos de la filosofía de las ideas (idealismos desencarnados) y contra los excesos de la filosofía de las cosas (cientifismo y materialismo), también el personalismo es una reacción contra lo mismo, con lo cual el existencialismo viene a ser la asignatura pendiente que el personalismo ha de superar; dicho de otro modo, el personalismo ha de ser un existencialismo purificado de los excesos en que el propio existencialismo incurre al reaccionar contra sus enemigos: esos excesos que son sus solipsismos, es decir, sus egocentrismos y narcisismos por un lado, y sus desesperanzas y pesimismos por el otro. Si el existencialismo es la crítica y rectificación al materialismo y al determinismo, el personalismo será a su vez la rectificación de los defectos en que el existencialismo incurre al criticar a sus enemigos. La Introducción a los existencialismos de Mounier resulta inequívoca al respecto: el personalismo asume la concepción dramática de la existencia desarrollada por el 6 existencialismo, pero en lugar de caer en su pesimismo propone su afrontamiento, que entraña el compromiso militante y la conversión al otro: «Estrecha solidaridad entre las preocupaciones existenciales y las preocupaciones personalistas». Esta aproximación la encontramos no sólo en Gabriel Marcel, sino también en Berdiaev: «la filosofía existencial es una filosofía personalista, pues el sujeto de conocimiento es la persona humana. El existente humano, en efecto, se presenta con una estructura que lo constituye en ser personal frente a la inercia o la impersonalidad de las cosas. Los pensamientos existencialistas son unánimes en este extremo. Son ellos los que han dado la señal del despertar personalista en la reflexión contemporánea. El existencialismo presenta, en general, una imagen de un personalismo un poco crispado».1 El personalismo, podríamos por tanto resumir, es un existencialismo purificado, el mismo árbol existencialista podado y re injertado; preferimos, sin embargo, para no introducir nuevos equívocos, decir que, una vez purificado, el existencialismo se convierte en personalismo. La tarea, pues, del personalismo: rectificar la rectificación llevada a cabo por el existencialismo. Es otra forma de decir que hay que rehacer el Renacimiento. Es otra forma de decir que la vida humana consiste siempre en buscar la superación negando las negaciones. El marxista Ernst Topitsch dividió en cuatro las formas posibles de pensamiento: biomorfo (enfoca lo real bajo el prisma de lo orgánico), sociomorfo (lo analiza con criterios sociales), tecnomorfo (lo mira según su complejidad técnica) y místico (a la luz del misterio). En cierto sentido, y si despojamos al término «místico» de los falsos misticismos, el 1 Mounier E., Introducción a los existencialismos, Obras, vol. Sígueme, Salamanca, 1990, p. 127. III, Ed. 7 personalismo ¿acaso no sería una forma de pensar y de vivir misticimorfa, ya que la persona es misterio abierta al Misterio? Según la clásica taxonomía de Dilthey, que distinguía tres clases de pensamiento (naturalismo, idealismo de la libertad, e idealismo objetivo), el naturalismo reduce lo personal a lo natural y el idealismo de la libertad ignora lo natural, ¿será entonces el personalismo un idealismo objetivo, si a su vez depuramos al término «idealismo» de su maleza, en la medida en que el verdadero idealismo objetivo privilegia el papel del sujeto al objetivar lo real desde la encarnación, cree en la racionalidad de lo real, y acepta la existencia de los valores como realidades trascendentes que fundamentan la inmanencia? En todo caso, ¿por qué no seguir denominándolo personalismo comunitario, a pesar de que dicho término también esté contaminado en el uso habitual, y sea un poco complicado? Más vale término malo en mano, que ciento buenos volando. Si hasta Descartes el personalismo se ha construido desde la perspectiva cristiana, a partir de Descartes pierde masa ontológico-teológica para ganar dimensión gnoseológica. Una inflexión fundamental de esta tradición común aparece en el siglo XVIII con Emmanuel Kant, que exaltó la persona humana como „fin en sí‟, valor absoluto y autónomo, desligándola del orden a Dios, y proclamando así la autonomía moral. Kant, desde la razón pura práctica, ensancha ese nuevo personalismo gnoseológico para conferirle una dimensión moral. Este personalismo autónomo es el que se ha propagado a través de la fenomenología. El planteamiento fenomenológico de Husserl, con la intencionalidad de la conciencia, proporciona a su vez a la persona un segundo ensanchamiento, al que luego se añade el 8 fenomenológico-axiológico de Max Scheler y filósofos de los valores, que parten de una decidida afirmación personalista. De este modo el personalismo se mueve en el cruce sinérgico de cinco aportaciones básicas: una ontología cristiana, una moralidad kantiana, una epistemología huserliana, y una axiología scheleriana, a las que se añade una quinta aportación, la que se está llevando a cabo en la actualidad. El árbol del personalismo hunde, pues, sus raíces en el cristianismo, eleva su tronco por el kantismo, la fenomenología, y la axiología, y finalmente adquiere diversas ramificaciones en sus últimas floraciones. A poco que reparemos, veremos que la historia del pensamiento filosófico no es sino la historia de un gran bosque con muchos árboles agrupados por genealogías, aunque el árbol del personalismo ocupa casi todo el bosque, e incluso cabría decir que él mismo es un árbol-bosque, pues de él surgen y surgen nuevas genealogías. El personalismo no es una primavera entre dos inviernos, cuyo verano no es de este mundo, por eso su propia historia coincide con la mayor parte de la historia de la filosofía en general. Por el mismo motivo, resultaría ininteligible la historia fáctica de la humanidad (o de Occidente al menos) sin la pregnancia de las ideas y filosofías personalistas y comunitarias: historia del movimiento obrero, formulación de los derechos humanos, etc. Es un árbol vivo y en crecimiento, que ha de agrandarse y multiplicarse enraizándose más y más. Nada que ver con esos bonsais para estudio de especialistas con manos de cristal, que dijera Nietzsche, nada de arqueología amarilla. Es el gran baobab a cuya sombra centenaria y frondosa relata el pueblo su propia memoria histórica, su traditio, su entrega del relevo, mientras se va produciendo el reverdecer de nuevas yemas que han de servir para cada época. Cultivar la tradición no es sino eso: ser capaces de explicar a nuestros hijos que a nuestra explicación sigue su implicación, que nuestra identidad se nutre 9 de la de sus abuelos y nutrirá la de sus propios hijos, nuestros nietos: nunca algo que pasó y no ha sido; si es la historia del personalismo, no puede ser la historia de la historia, la historia interminable cada vez más lejos hasta que un día desaparece de nuestro horizonte vital. Nunca algo que simplemente fue, siempre algo que nos hace ser. Nada sería, en fin, más falso que encerrar dentro de un fanal o cercar el árbol del personalismo tratándolo como el árbol de una escuela o de una doctrina: «Hay quien tiene la impresión de que el personalismo es un sistema inventado por Mounier, y nuestro silencio podría hacer creer que escudamos nuestra pereza o nuestra incapacidad tras un dogma ya superado. Ahora bien, el personalismo no puede servir de dispensa para evitarse el rigor de la comprensión o el dolor de la reflexión. Este servicio, que la mayoría de las doctrinas prestan a sus adeptos, está absolutamente excluido del personalismo, por razones a la vez prácticas y teóricas: se trata de hacer que unos seres humanos existan, de llamarlos a un pensamiento personal y, al mismo tiempo, de desarrollar una investigación que nunca se acaba. Esta falta de determinaciones dogmáticas constituye en principio nuestra debilidad».2 Esencia del personalismo comunitario Árbol tan frondoso corre el riesgo de que sus ramas se desgajen por excesivamente cargadas de peso, o el de que en su selvática riqueza se pierdan las sendas y terminemos por perdernos; y sobre todo el peligro de que en la maleza que le rodea se embosquen los enemigos. Claro que también puede ocurrirnos lo que al barón rampante de Italo Calvino, que saltando de árbol en árbol y de copa en copa vino a encontrarse con las más grandes aventuras de su arborescente biografía. Decimos todo esto, que puede a algunos parecerles hiperbóreo, porque a la altura de nuestra vida queremos saber ya de una vez 2 Domenach J.M., Dimensiones del personalismo, Ed. Nova Terra, Barcelona, 1969, p. 9. 10 cuál es el núcleo del personalismo, su perímetro y sus fronteras, qué es lo que promueve y qué es lo que combate. Nos parece que el personalismo es uno, pero a la vez múltiple, y nos interesa indagar si prima en él la identidad sobre la diferencia, o la diferencia sobre la identidad, si su aire de familia viene o no dado por la forma común de tratar temas comunes y, si ese fuera el caso, cuáles serían entonces esos temas, o si es que viene dado por la forma similar de tratar temas distintos, etcétera. En un sentido genérico cabría decir que personalista es toda forma de vida que centra el sentido de la realidad en la persona reivindicando su dignidad absoluta en todos los terrenos. «Personalista en sentido amplio es toda filosofía que reivindique la dignidad de la persona en el campo ontológico, gnoseológico, moral o social, contra las negaciones materialistas o inmanentistas. En sentido más riguroso, puede llamarse personalismo o filosofía personalista la doctrina que centra en el concepto de persona el significado de la realidad».3 Apurando lo anterior un poco más, podemos adoptar la siguiente metodología: «Para responder a esta pregunta resulta esencial distinguir netamente dos cuestiones: 1) que una filosofía valore a la persona; 2) que una filosofía se estructure en torno a la noción de persona. Por ejemplo, toda filosofía de inspiración cristiana, si quiere ser coherente con el cristianismo, debe valorar necesariamente a la persona porque Cristo amó a cada hombre y se entregó por cada hombre concreto. Ahora bien, y este es el punto fundamental, que una filosofía considere que el hombre singular es importante no significa que ésta sea la categoría central en torno a la cual se estructure. Puede depender de otras categorías muy distintas. Para aclarar más lo que que queremos decir nos referiremos al tomismo. Como filosofía de inspiración cristiana tiene una 3 Urdanoz T., Historia de la filosofía, vol. VIII, BAC, Madrid, 1998, p. 361. 11 elevada valoración de la persona, hasta el punto de que santo Tomás llega a decir que „la persona significa lo que es perfectísimo con respecto a toda la naturaleza‟. Pero lo que santo Tomás no hace es estructurar su filosofía en torno a la noción de persona. Para él hay otras categorías más esenciales: la sustancia y los accidentes, la potencia y el acto, etc... „Valorar‟ a la persona pueden hacerlo muchas filosofías, „estructurar‟ una filosofía en torno a la persona, es lo propio del personalismo. Para diferenciar estos dos planteamientos, algunos autores han dado en distinguir entre un personalismo en sentido lato o genérico y un personalismo en sentido estricto. Por personalismo en sentido lato se entendería toda corriente filosófica que concede importancia a la persona o al individuo, mientras que el personalismo en sentido estricto sería la filosofía cuya estructura técnica depende directamente de esta noción».4 A estos hay que añadir otros rasgos que sin embargo son básicos en el personalismo: el compromiso personal de la acción, la lucha contra el desorden establecido o el que trata de establecerse, la revolución pacífica de las estructuras, la repulsa al capitalismo y al espíritu burgués, etc. Lo propio del personalismo es la opción por el sur como lugar del ser (ética como ontología: el sur del ser como ser del ser), es decir, la defensa militante del rostro de la viuda, del huérfano y del extranjero; todo eso no interesa al Norte, que no solamente no quiere flexibilizar su ontología, sino tampoco abrirse a la ética, una ética que no sólo es lógica, sino también dialógica, y no sólo dialógica, sino también profética.5 En resumen: por difícil que 4 Burgos J.M., El personalismo, Ed. Palabra, Madrid, 2000, pp. 159-161. Más detenidamente ha tratado sobre lo mismo y con el mismo sentido Juan Manuel Burgos en ¿Es posible definir el personalismo?, en «El primado de la persona en la moral contemporánea», Universidad de Navarra, Pamplona, 1997, pp. 143152. 5 Cfr. Díaz C., De la razón dialógica a la razón profética, Ed. Madre Tierra, Madrid, 1991, así como el prólogo al libro de Mariano Moreno El hombre como persona, Ed. Caparrós, Madrid, 1995. 12 sea definir el personalismo comunitario, más difícil es asumir sus implicaciones existenciales. Lo complicado no es el dibujo de su árbol, sino la siembra de las semillas.6 El personalismo como filosofía teorético-práctica Si lo dicho es verdadero, entonces el personalismo no sólo es filosofía, sino la única posible, pues lleva a la vida lo que su pensamiento construye, encarnándolo. «El personalismo es la filosofía que reintegra al conocimiento el conjunto de la actividad humana».7 Y, a la inversa, la acción que lleva a la práctica la convicción filosófica. Teoría y práctica en recíproca implicación forman una praxis. ¿Filosofía «pura», es decir, meramente cefalosófica? No, gracias: ese «idealismo de las ideas», que no sabe, o no puede, o no quiere convertir ideas vitales en ideales existenciales, es uno de los enemigos a combatir por el personalismo. La historia de cada persona, como la de todos, no es solamente un memorial, sino también un memorandum, es decir, algo que deba ser recordado, y lo definitorio que sus páginas describen merece ser elevado a definitivo. Como dijera Zubiri, el hombre no es la conjunción de dos cosas, una realidad y un ideal, sino al revés: es una realidad que no puede ser real más que precisamente siendo ideal. El hombre es animal de ideales por y para ser animal de realidades. El sujeto capaz de ideales es lo que es „realmente ideal‟. Sin esto, no habría posibilidad alguna de tener un ideal ni de estar atraído por éste. El hombre no es una especie de animal de ideales por una especie de creación romántica de unas idealidades desde un fondo suyo espiritual, ni por una atracción extrínseca, sino que el hombre es el animal de ideales precisamente por y para poder ser animal de realidades. 6 Cfr. Díaz C., En el jardín del Edén, Ed. San Esteban, Salamanca, 1991. Lacroix J., Marxismo, existencialismo, personalismo, Ed. Fontanella, Barcelona, 1972, p. 9. 7 13 Ahora bien, hay que ser honestos, digamos por tanto la entera verdad: convertir ideas vitales en ideales existenciales exige el rigor del concepto, la maduración de la idea, la reflexión crítica, el trabajo intelectual. Quien por impaciencia, pereza, o inercia pretende evitar el lento y penoso ejercicio del pensar, tampoco es buen personalista, por mucha fe de carbonero que ponga en el personalismo. El personalismo no es una moda, ni una marca. Es un símbolo, unas voces, una esperanza, sí; y precisamente por eso algo no apto para perezosos. Por eso escuecen estas certeras palabras: «El personalismo ha resultado vago y publicitario hasta más no poder. Está incluido en una política bien pensante cuyas intenciones son respetables, pero que nada tienen que ver con una investigación filosófica. El espíritu de investigación ha muerto en él: no es nada más que un eslogan. A veces deseo furiosamente renunciar a una etiqueta tan decepcionante y encontrarme solo, lo que por otra parte no cambiaría en nada mi situación, pues siempre me he mantenido un poco al margen de las escuelas, con las ventajas e inconvenientes que eso puede entrañar».8 En esta tensión interactiva del hacer pensando y del pensar haciendo («pensar con las manos», decía Mounier) habrá quien esté más dotado o inclinado a lo uno o a la otro, pero nunca deberá menospreciar lo-uno-y-lo-otro: «Mounier, más que haber elaborado una filosofía técnica nueva y original, ha sido quien mejor ha cobrado conciencia en nuestra generación de la crisis de civilización y de las condiciones intelectuales, sociales y religiosas de su solución... Otros, como Maurice Nédoncelle, han construido una filosofía personalista más técnicamente elaborada, que no sólo estudia la reciprocidad de las conciencias, sino que también analiza la travesía de la naturaleza por el hombre, e incluso propone una profundización del sentido de las categorías en una óptica personalista».9 8 Nédoncelle M., Personne humaine et nature, Aubier, París, 1963, p. 11. Jean Lacroix: carta al entonces dogmático comunista Roger Garaudy, que éste reproduce en su libro Perspectivas del hombre, Ed. Fontanella, Barcelona, 9 14 El compromiso de la acción Así que, contando con todo lo anterior, –nada de abandonarse en las manos del destino como en la tragedia griega lacrimógena, ahora manipulada con el formato de un publicitario retorno de los brujos y de un reciclado de las meigas; – nada de arrojarse a los brazos de la primera sirena que susurre pringosos cantos de acaramelada novedad excitante o esotérica, mágica, sectaria, ludopática, o crecepélica espectacularizadamente televisados por las cámaras y que son tomaduras de cabello; – nada de rendirse ante la contingencia, que es cretina cuando un sujeto cretinizado la asume como solución de sus propios problemas. El azar no hará crecer un palmo nuestra propia estatura, de modo que el miedo a crecer asumiendo los propios pulsos y arrojándonos en los brazos de lo impersonal se traducirá en enanismo. No es el azar ni la lotería lo que va a enrumbar ninguna existencia, la vida se hace más intensa y profunda y humana en quien la trabaja. Cada cual será la imagen de su propio destino, es decir, de su propio laboreo, la huella de la labranza de su propio rostro.10 El destino se esculpe, y quien no 1970, pp. 180-184. 10 «Píndaro, dirigiéndose a Hierón de Siracusa le dice. „¡Aprende a hacerte el que eres!‟ (Pítica, II, verso 131). Es consejo más profundo que el de „conócete a ti mismo‟ contra el que se resolvía Carlyle diciendo que somos incognocibles para nosotros mismos, y sustituyéndole con este otro: „¡Conoce tu obra y llévala a cabo!‟ Cuando uno se haya hecho el que ha de ser para siempre, que pueda decir como última palabra: „¡Quedo dicho!‟, y no „queda dicho!‟ Quedo dicho yo» (Unamuno M. De, Aprende a hacerte el que eres, In «Recuerdos e intimidades», 22-2-1924, Ed. Tebas, Madrid, 1975, p. 519). Esto está bien, pero sin olvidar –como se verá en capítulos siguientes– que nadie puede decir su palabra sobre sí mismo sin las demás personas. Y sin olvidar tampoco que «el pindárico „sé el que eres‟ es el término del camino de vuelta, la meta que el poeta pretende alcanzar. Mas nadie logrará ser el que es, si antes no logra pensarse como no es» (Machado A., Abel Martín, Ed. Losada, Madrid, 1980, p. 28). 15 esculpe su destino es escupido por el infortunio. No hay más destino que el que cada cual asume libre y solidariamente; – nada de evasiones, cada ser humano, cada generación, cada pueblo se encuentran perennemente ante la misma alternativa: huir o buscar. Esperar que el «destino» solucione los problemas es sentarse a la puerta de la casa hasta que llegue el cortejo fúnebre; – nada de mecanismos miticomágicos, amuletos, metempsícosis, psicofonías, licantropismos, cultos fetichistas (también el dinero puede ser fetichizante), pues sólo lo que sale del interior cambia el curso de la historia, sólo la causa que proviene de nosotros mismos contribuye más a nuestra felicidad que las que nacen de las cosas exteriores; – nada de miedos, recordemos la voz del abuelo: «Estás perdiendo el ánimo; esto no me gusta. Defiéndete contra la tristeza, pues la tristeza envilece. Tienes que afirmar tu poder sobre ella. Si no, estás perdido»;11 – nada de fariseísmo ante el compromiso: «El temor de ensuciarnos al tomar contacto con el contexto de la historia no es virtud, sino un medio de esquivar la virtud. Algunos parecen pensar que poner manos a lo real, a este universo concreto de las cosas y de las relaciones humanas en que el pecado existe y circula, es ya de por sí contraer pecado, como si el pecado se contrajera desde fuera y no desde dentro. Esto es purismo farisaico».12 Así pues, ¡a desalambrar, a construir, a construir como lo hacen las convicciones fuertes! «Tener convicciones fuertes – entre las que se ha de contar también la de no imponer nada a nadie– en una cultura hipotética es el verdadero heroísmo de nuestro tiempo. Se trata de negarse a derivar las propias convicciones de los consensos fácticos, de la moda y la opinión dominante. Un heroísmo así no es incompatible con la normalidad, es perfectamente democrático: lo único que no 11 12 Wiesel E., Las puertas del bosque, Ed. Aguilar, Madrid, 1971. Maritain J., El hombre y el Estado, Ed. Encuentro, Madrid, 1983, p. 78. 16 soporta es vivir de prestado, inercialmente, lo que equivaldría a no tomarse en serio la propia libertad».13 A construir como lo hacen las voluntades de aventura. El valor de las palabras resulta inversamente proporcional a la frecuencia de su repetición, a la reiteración de lo trivial y rutinario, a la continuidad vacía, a la creencia de que nada nuevo hay bajo el sol, la nostalgia conformada con la tediosa beatitud de lo pretérito, a la suposición derrotista de que el futuro es una variante irrelevante de lo sido y la esperanza su recuerdo, sin azares ni riesgos, a una carrera inmota y sin resistencias: si el aburrimiento desvaloriza cuanto toca, el amor es una preferencia afirmativa: «La vida humana en su conjunto puede aparecer como una aventura sólo para quien recibe la sucesión de los días y las estaciones como un regalo, para quien descubre y agradece la diferencia de cada instante, para quien explora las posibilidades que ofrece el momento presente, sin permitir que su memoria se estanque en el pasado o su imaginación divague por un futuro cuya posibilidad no late entre las virtualidades del ahora».14 El personalismo comunitario está llamado no sólo a una «ontología combativa» (al final, sólo ideas si no es más que eso), sino a la acción callejera, porque es conciencia combativa. Las convicciones filosóficas, por su naturaleza, misma, han de expresarse en la esfera de la acción callejera. Distinguir tajantemente entre la actividad de luchador propagandista y la de filósofo profesional (como lo hiciera Bertrand Russell, por ejemplo) no es personalista. La dinámica del personalismo comunitario «puede expresarse gerundialmente: el modo de ser es un modo que „es‟, pero solamente siendo, es siendo. Sólo es actual aperturalmente. Cada determinación es una nueva fase de determinación, es decir, una 13 14 Innerarity D., Libertad como pasión, Eunsa, Pamplona, 1993, p. 47. Ibid, p. 78. 17 modalización progrediente de un ser único. En esta unidad gerundial ontodinámica es como se va constituyendo el ser humano. Ser es una ontodinámica gerundial. Más que integración es una „integrificación‟: el ser humano va constituyéndose en su integridad. El ser es constitutivamente flexivo. El fundamento de la flexión temporal es la flexividad del ser. Por eso el dinamismo en que el ser consiste es una ontodinámica flexiva. La gerundialidad del ser es flexiva: mi ser „va siendo así dando muchas vueltas‟, esto es, flexivamente. Las flexiones de mi ser ya no están determinadas de un modo directo, sino que para determinarlas nos es necesario dar el „rodeo‟ de ir a „la‟ realidad, para venir de ella a mí mismo. Ya no es „flexión‟, sino más bien „circunflexión‟. Y lo que determina mi ser en este rodeo, en esta circunflexión, es justo la opción. La flexión de mi ser no queda ahora „naturalmente‟ determinada, sino que se determina por mi opción».15 Si, como Mounier dijera, el personalismo es «perspectiva, método y exigencia», algunas preguntas continúan siendo inevitables para asumir el compromiso de la acción: ¿cuáles son las mediaciones, los puentes que llevan desde las exigencias teoréticas a las prácticas, cómo articular discurso y acción para influir socialmente con un relieve o perfil diferenciado, cómo hacer a la vez ortodoxia y ortopraxia? El personalismo, sistema abierto, árbol acogedor Suele decirse que el personalismo no es un sistema, pues éste trata de comprender todo, incluso las acciones humanas, como efectos necesarios de otras causas últimas, excluyendo toda libertad creadora personal.16 Desde luego, tal sistema sería determinista, y por tanto incompatible con el personalismo. Pero 15 Zubiri X., Sobre el hombre, Alianza Editorial, Madrid, 1986, pp. 167-180. Cfr. Domingo A., Un humanismo del siglo XX: el personalismo, Ed. Cincel, Madrid, 1985. 16 18 el personalismo, que no quiere un sistematismo cuadriculado a toda costa (y menos aún a costa del existente concreto) no debe rechazar un discurso riguroso, y cuando decimos riguroso ya sabemos que estamos hablando de teórico-testimonial a la vez. Lo que importa, pues, no es si el personalismo es sistemático, sino si es riguroso. Y, desde mi punto de vista, el personalismo es una filosofía rigurosa. Por lo demás, ¿qué sistema filosófico carece de detractores, por muy sistemático y coherente que sea o se pretenda? Sistematicidad no quiere decir infalibilidad. Por último, ¿acaso no sirven ciertos manifiestos antisistemáticos (por muy sistemáticamente antisistemáticos que ellos mismos sean) de escudo para perezosos y seudohermeneutas? En su día Jean Lacroix escribió El personalismo como antiideología, defendiendo el carácter abierto y asistemático (es decir, noideológico) del personalismo. Aquella posición de Lacroix se resumía así: «Para sus adversarios, el personalismo no es más que una ideología; para sus defensores, una filosofía. En realidad, no es una cosa ni otra. Ciertamente, hay filosofías de inspiración más directamente personalista. Pero una inspiración no es una doctrina. ¿Se sigue de aquí que el personalismo no sea más que una ideología? Nuestra paradoja consiste en sostener que lejos de ser una ideología es la anti-ideología por excelencia».17 «El personalismo no es ideología ni filosofía. Para algunos, la respuesta correcta sería colocarle en la categoría ambigua de ideologías-antiideológicas en el sentido del existencialismo sartriano, por ejemplo. Para los marxistas, sería una mala ideología, una ideología hipócrita y de mala fe, fuente de lo que Nietzsche hubiera llamado buena conciencia de la mala conciencia. ¿Será entonces el personalismo una filosofía? Es lo que generalmente sostiene quien lo defiende. Semejante posición parece insostenible, cualquiera que sea la idea que se tenga de la 17 Lacroix J., Le personnalisme comme anti-idéologie, PFU, París, 1972, p. 7. Yo mismo prologué la edición española (Guadiana Editorial). Cito el original por no disponer de la traducción. 19 filosofía. Desde la perspectiva marxista, el personalismo no podría ser más que una „metafísica‟, en el sentido en que metafísica es sinónimo de ideología: no tiene carácter científico, y además no lo reivindica; no pretende descubrir las leyes generales de la naturaleza, de la historia, ni del pensamiento, ninguna ley. No es la „filosofía dominante‟ de nuestro tiempo, no ha creado un medio cultural idéntico para todos. Desde nuestro punto de vista, en fin, que es el más tradicional de una filosofía reflexiva luego aplicada a la existencia, no se la podría tener por una filosofía. No presenta ninguno de los caracteres esenciales que definen técnicamente una actitud filosófica, y es conciliable con pensamientos muy diversos. Hay idealismos personalistas, como el de Laberthonière, existencialismos personalistas como el de Gabriel Marcel o de Berdiaev, incluso comunismos, y sobre todo anarquismos de tendencia personalista. Si se llama personalista a lo que hay de común en estas doctrinas –y otras– se llegaría a ese confusionismo integral que se llama espiritualismo o eclecticismo, y que es la negación de toda filosofía. Es sin duda esta despreocupación lo que explica el desprecio en que ha caído el personalismo entre muchos filósofos. Hay, pues, sólo filosofías de inspiración más directamente personalista, por cuanto privilegian la persona. Se las puede englobar a todas bajo el denominador común de personalistas, para abreviar y a condición de subrayar bien que se emplea por comodidad. Es lo que hizo Mounier en su „Manifiesto al servicio del personalismo‟ en 1935».18 Por nuestra parte, no compartimos estas afirmaciones de nuestro admirado Jean Lacroix, cuyas vacilaciones en este punto están a la vista cuando él mismo escribe: «el sistema auténtico no consiste en una reducción de todas las verdades a algunas fórmulas abstractas susceptibles de ser clasificadas, sino en la estructuración del conjunto de estas verdades en un todo 18 Ibid, pp. 38-40. 20 coherente».19 Y bien, ¿no está el personalismo estructurado en un todo coherente? Y, si lo está, ¿por qué no podría ser entendido como un sistema auténtico? Lacroix añade: «Un sistema filosófico no está contenido en unos cuantos principios, del mismo modo que el sistema matemático tampoco lo está en los postulados, axiomas y definiciones cuya deducción ignora el aprendiz de matemático. Es la interdependencia de las verdades lo que las hace sistemáticas, y no su grado de generalidad. El sistema no puede separarse de la corriente de pensamiento que le funda, del mismo modo que el cristianismo tampoco puede separar los medios del fin, el camino del punto de llegada. Además, la noción de sistema implica unidad y estructuración, y el sistema es válido no solamente por el grado de unificación obtenida, sino por la riqueza, la abundancia y el valor de los elementos estructurados y unificados».20 Ahora bien, si todas estas dimensiones las tiene o aspira a tenerlas el personalismo (entrelazado de verdades, máximo grado de generalidad, corriente de pensamiento subyacente, riqueza y abundancia), ¿por qué entonces no reclamar para sí o aspirar al grado de sistematicidad implícito en los presupuestos descritos? Así las cosas, Lacroix termina cayendo en una contradicción explícita cuando afirma: «el personalismo conduce a un sistema abierto, por así decirlo. Y abierto en dos sentidos. Primero: no pudiendo ningún sistema agotar lo real en tanto que existente, es legítima la existencia de una multiplicidad que aporta al efecto perspectivas convergentes. Segundo: nuestro método de conocimiento no puede consistir en el procedimiento ecléctico de una yuxtaposición de sistemas diversos, para cuya comprensión sería necesario un sistema personal, sino que –siendo este sistema instrumento y no fin– debe siempre complementarse y 19 Lacroix J., Marxismo, existencialismo, personalismo, Ed. Fontanella, Barcelona, 1972, p. 70. 20 Ibidem. 21 perfeccionarse por una intususpección progresiva de lo real. Este sistema merece el nombre de creencia».21 ¿Anti ideología, sistema abierto, o creencia? Al final, Lacroix termina llamándolo... ¡filosofía!. «El personalismo es la filosofía que reintegra el conocimiento al conjunto de la actividad humana».22 Como lo ha mostrado también Étienne Borne, «la paradoja del libro de Jean Lacroix es que, habiendo hecho una meta filosofía, podría haber probado con mucha fuerza que el personalismo es una filosofía auténtica. La separación es inevitable, y constata el destino de toda filosofía entre la intención del personalismo, que es la realización ecuménica y la presencia universalmente vivificante, y su realidad como discurso organizado que hace de él una doctrina entre las otras, discutida y discutidora, signo de contradicción tanto más irritante cuanto que por la afirmación de estos dos irreductibles –el sujeto personal y la universalidad humana– el personalismo es hoy la filosofía más amenazada por las ideologías objetivistas que tiranizan la inteligencia contemporánea, la más amenazada también por esos fanatismos, en el fondo escépticos, que reemplazan hoy el afrontamiento de las ideas por sicoanálisis descalificadores del otro».23 Muchas gracias, pues, a la doctora María Trinidad Cárdenas Ponce por permitirme este prólogo, con el que humildemente deseo para ella mucha prosperidad con perspectiva humanista en la formación de profesores. Carlos Díaz 21 Ibid, p. 87. Ibid, p. 132. 23 Borne E., L'ultrapersonnalisme de Jean Lacroix. In Le Monde, 17/18-XII, 1972. 22 22 INTRODUCCIÓN ...quiero que la compañía de mi maestro me conduzca a mí mismo, Para comprender mejor, quién soy yo. Carlos Díaz 1 Hablar de la formación de profesores desde una perspectiva humanista, es hablar de una educación que se caracteriza por el respeto profundo a las personas que aprenden, que reconoce en ellas una búsqueda particular de significados ante la vida y que busca, sobre todo, que integren aspectos propios que les permitan una relación consigo mismos, con sus semejantes y con el mundo, cada vez más plena y satisfactoria. En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la formación de los docentes en la última década, ha estado principalmente dirigida a capacitar a los maestros en aspectos técnicos tales como el manejo de los contenidos, estrategias pedagógicasdidácticas, el uso de los media, entre otros. En síntesis, se ha privilegiado el aspecto informativo sobre el aspecto formativo, la tecné sobre la persona. Los valores a los que han respondido estas acciones de capacitación han sido, de alguna manera, congruentes con la concepción que sobre la educación y por ende sobre la persona 1 Díaz Carlos, Diez palabras clave para educar en valores, Editorial Imdosoc, México, 2000. 23 han prevalecido. La urgencia: preparar muchos maestros calificados y la gran demanda estudiantil existente, en suma, la masificación que ha reinado, no ha permitido dirigir las acciones de formación hacia una concepción más integradora, más humana, sino que ha llevado a privilegiar lo tecnológico, pues hace descansar en ello buena parte de la solución que ha querido darle al problema de la masificación. No obstante, aunque esta formación tecno-pedagógica, no ha puesto el énfasis en lo esencialmente humano del proceso de enseñanza y aprendizaje, sino que ha derivado hacia aspectos más técnicos, tampoco ha absolutizado el aspecto tecnológico; ha buscado, más bien, poner el desarrollo de la técnica al servicio de la mejora del proceso educativo de las masas. La nueva mirada: el docente como persona “... la educación ha de contribuir a proteger y consolidar los valores en la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas” 2 Desde nuestro punto de vista, el enfoque humanista parte del reconocimiento de otras dimensiones en la naturaleza del hombre, que además de considerar el aspecto intelectual, incluyen la dimensión física, emocional, social y espiritual, es decir, se orientan a promover su desarrollo desde una visión integral. Mi experiencia reciente, desarrollando programas de formación de profesores orientados por este enfoque, me ha permitido observar que el maestro, en su primer acercamiento a 2 UNESCO, Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo visión y acción, ed. Anuies, México, octubre de 1998, p. 17. XXI, 24 esta manera de concebir la educación y la persona, muestra ciertas resistencias. Es naturalmente el resultado de descubrir que lo que ahora está en juego no son ni los medios ni los aparatos, sino su Ser, su persona, sus proyectos, sus aspiraciones y la relación que comparte necesariamente con ese otro significativo llámese alumno, familia, compañero de trabajo, todos ellos insertos irreductiblemente en un todo social e histórico en el que fluyen. Este proceso de formación y de crecimiento, puede parecer un salto al vacío: a medida que nos alejamos del punto de partida, nos acercamos a un punto de llegada que todavía no alcanzamos a ver. Tenemos entonces la sensación de un no retorno, en el sentido de que lo que estamos dejando atrás, atrás está quedando (estilos de vida, maneras de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, creencias y valores sobre nuestra identidad y nuestro quehacer tradicionales, etc.), y “lo nuevo”, aún no se vislumbra. En otras palabras, lo viejo no termina por irse y lo nuevo aún no es evidente, no lo vemos aparecer. No del todo, al menos. No aparece porque de ninguna manera esto va a ser generado desde afuera –como los valores– que traía implícitos la tecnología. Los nuevos valores sólo surgirán en la interacción con el otro y se generarán desde lo profundo –lo no aparente– de la relación del docente consigo mismo, con sus alumnos, con su familia, con los demás. El resultado de este tránsito es sorprendente: de pronto la propia capacidad de valoración es más clara, la sensación de mayor energía y entusiasmo por lo que se hace es notable y la sensibilidad por lo que nos ocurre y por lo que ocurre a los demás es más obvia. También la responsabilidad por las decisiones y las acciones emprendidas aparece como un compromiso resignificado. 25 Vista de esta manera, si consideramos que la naturaleza humana no es del todo inmutable, sino que tiende a la integración; una educación que promueva cualquier metodología rígida y codificada que arranque a la persona de sus aspectos potenciales estrechando su capacidad para descubrir lo nuevo, no puede llamarse educación. La formación de profesores desde la perspectiva humanista es un proceso transformador que requiere del docente un compromiso con su estilo de vida, que abarque por igual el espacio de la escuela, de la pareja, de la familia y de las interacciones de todo tipo. Desde este enfoque no existe el mundo escolar ni el mundo personal como dos mundos separados. En la experiencia de todos los días están presentes las formas de ser, de sentir, de pensar del profesor con toda su singularidad como ser humano, y a ese ser humano único e irrepetible hemos de dirigirnos. ¿De dónde surge mi inquietud por llevar una propuesta de formación de profesores con un enfoque humanista en la Universidad Autónoma de Sinaloa? De mi propia experiencia en esa institución como profesora e investigadora con 25 años de antigüedad laboral. De percatarme que existe un vacío en cuanto a temas, enfoque y método cuyo centro esté inspirado en la persona del docente. De que era necesario tocar esa veta llena de riquezas invaluables como es la capacidad de sentir y de expresar sentimientos. Lo cual, sumado a la preparación académica y a las habilidades docentes, pudieran potenciar en el maestro su ser y ser en relación con los demás. “La voluntad es más firme cuando sé lo que quiero, quiero lo que sé y doy los pasos proporcionados de lo uno a lo otro”. 3 3 Ibid, p. 27. 26 Todo esto sumado a la experiencia vivida en mi formación tanto en la Maestría como en el Doctorado en Psicoterapia Humanista hicieron evidente mi deseo de compartir algo de lo mucho que yo recibí. Me anima la idea de que mucho ganaremos los profesores en la universidad y nuestros estudiantes si entendemos que la educación no es un entrenamiento para competir contra los otros sino que es, por el contrario, un espacio favorecedor para escucharlo. Un espacio propiciador donde el maestro pueda revisar no sólo su función como docente, sino su misión como persona. Aún aquellos que siguen enarbolando la bandera de la esperanza, necesitan espacios favorecedores para re-encontrarse consigo mismos y tomar distancia para seguir definiendo su persona y sus proyectos de vida. La Universidad Autónoma de Sinaloa ha de ser vista a la luz de este siglo que requiere de un horizonte que ilumine su paso. Ésta es, sin lugar a dudas, una tarea de renovación y significado. 27 CAPÍTULO I El siglo veinte, fracasos y esperanzas El acontecimiento será nuestro maestro interior. Emmanuel Mounier 28 1.1 Primeros pasos Aprender a leer lo que está aconteciendo no es tarea fácil. Sobre todo, si partimos de que el hombre de la postmodernidad, es el hombre del discurso. El hombre que se la pasa hablando y culpando a los demás por sus problemas o sus desastres. Para él, todo son eventos, sucesos que le pasan, como si hubiera un poder ajeno que le mandara las catástrofes o las bendiciones. El hombre en el que soñamos, es el hombre que acabe con ese discursador autocomplaciente, es un hombre comprometido, un hombre que hace que los sucesos se vuelvan acontecimientos, es decir colabora para que las circunstancias se vuelvan favorables a su destino: se hace responsable de su existencia. Entre esos hombres están los maestros a quienes de manera especial quiero invitar a que me acompañen en esta reflexión y en la propuesta nacida de ella. Así es el mundo, afirma uno de los personajes del filme La misión, a lo que el narrador contesta: No, así lo hemos hecho. El camino que deseo seguir al internarme en esta reflexión, está iluminado por mi afán de hacerme responsable de lo que he generado en mi vida y descubrir cómo he colaborado a crear el mundo en el que vivo, con sus fracasos y sus promesas. A veces me siento sola, en medio de un mundo donde todo lo sólido pareciera desvanecerse en el aire. Donde aún los más soberbios muros materiales y arrogantes murallas ideológicas se han desmoronado como castillos de naipes. De pronto veo logros y me lleno de satisfacción al observar que en medio de ese desastre, hay luces que se encienden y me indican, una vez más, el camino. Son los otros los que me 29 devuelven la fe en mí misma y los que me hacen ver que el mundo tiene un sentido en cuyo corazón habita la esperanza. Constato, entonces que las palabras de Carlos Díaz son muy aleccionadoras: …quien ha hecho de su vida voluntad de servir, nunca está solo…1 Ser educadora y psicoterapeuta guestalt ha sido un acontecimiento que constantemente me manifiesta el poder de las personas que creen en sí mismas y que surgen como figuras del fondo, a veces opaco de la despersonalización y el abandono, que frecuentemente me lleva a tocar mi fe, ahí donde aparentemente había nada más que hacer que solamente esperar, el milagro se revela de pronto para indicarme que cuando se trata de la persona y de su potencialidad, lo imposible aún está por verse. Con estos primeros pensamientos deseo iniciarme en una revisión que me permita aproximarme a reconocer el recorrido del siglo XX y cómo es que hemos llegado a la situación actual, pero sobre todo, para construir mi propia propuesta, a la luz de este tiempo, que es nuestro tiempo y me reclama una respuesta en el aquí y ahora de mi circunstancia concreta. 1.2 Dos visiones en conflicto Los goznes que sostenían la puerta que cerraba el siglo XIX y abriría el siglo XX eran, al mismo tiempo, de una profunda decepción sobre el hombre y de una gran confianza en la ciencia y la técnica. Sigamos este derrotero para ver cómo caminan estos dos hijos, cuyo antecedente remoto está en el gran sueño del renacimiento con su visión humanista y la construcción de las grandes utopías que buscaron la perfección. Sueños terminados en pesadillas, construcciones filosóficas totalizadoras que se convirtieron en fórmulas de exterminio, sembraron el malestar de la cultura, ensangrentaron el siglo XX y casi borraron toda 1 Díaz Carlos, Diez Miradas sobre el Rostro del Otro, cap. X, 7, p. 217. 30 noción de valores universales compartidos. (Principios éticos que, sin embargo, dicho sea entre paréntesis, emergieron después de los holocaustos y han probado su vitalidad. En tales valores, Isaiah Berlin ve “una ganancia, un progreso moral en la aceptación de que vivimos en un mundo moral común. En ello debe residir nuestra esperanza”).2 Friedrich Nietzche, dejó unas líneas contundentes para entender el clima de esta época: El verdadero problema de Europa está en que hemos perdido el amor del hombre y, en realidad, la voluntad hacia el hombre. 3 Karl Marx, contemporáneo de Nietzche, patentiza cómo el trabajo ha enajenado al hombre y lo mira desde tres aspectos: 1. la relación del trabajador con el producto del trabajo como objeto ajeno que lo domina; el mundo se vuelve ajeno y hostil; el hombre se enajena con respecto al producto de su quehacer. 2. La relación del trabajo con el acto de producción dentro del trabajo; el quehacer se vuelve amenazante; el hacer enajena al hombre al arrastrarlo en un río sin conciencia. 3. El hombre es ser genérico al considerarse la especie actual; es el prototipo del ser libre. Marx toma de Feuerbach esta idea de ser genérico para decir que el ser humano es el ser que además de tener conciencia de sí mismo, la tiene de la especie humana. El hombre se halla en el filo de dos extremos: la autoenajenación y la libertad. La conclusión del joven Marx es dolorosa, porque piensa que la actividad se experimenta 2 Berlin, Isaiah, Árbol que crece torcido, ed. Vuelta, México, 1992, p. 253. Nietzche Fredrich citado por Kaufmann Walter A., Nietzche, Philosopher, Psychologist, AntiChrist, p. 140. 3 31 …como algo ajeno y que no le pertenece, la actividad como sufrimiento (pasividad), la fuerza como debilidad, la creación como castración.4 Sé que esto pasa en muchos ámbitos de la vida diaria y la escuela no es la excepción. Una investigación realizada en la Universidad Autónoma de Sinaloa en 1994 detectó algunos obstáculos para el desarrollo de la educación en el bachillerato, entre ellos, la apatía de los maestros para asistir a las reuniones de trabajo de las academias.5 La apatía traduce las limitantes de las que habla Marx. La docencia, en la experiencia de muchos profesores, se torna un quehacer sin interés. Este ambiente era denunciado por Kierkegaard. Él inicia su obra Temor y temblor con una afirmación del talante de las anteriores: Nuestra época ha emprendido ein wirklicher Ausverkauft (una verdadera liquidación), no sólo con el mundo del comercio, sino también con el de las ideas.6 Los tres grandes profetas del desastre, dan cuenta del naufragio en que se encontraba el anochecer del siglo XIX. Sin embargo, ellos mismos están planteando el nuevo camino: la toma de conciencia. Era encontrar el camino de la fe en el hombre mismo y saber que contaba con todo el potencial necesario. Buscar la autenticidad: ésta era la tarea. Vayamos ahora por el otro rumbo: el humanismo de la ciencia y la técnica. En 1851 Augusto Comte publica su primer tomo del Sistema de política positiva, obra en la que plasma su 4 Marx Karl, Manuscritos económico-filosóficos. I. El trabajo enajenado. p. 109. 5 Arenas, Cárdenas y Pérez, Fundamentación para la propuesta curricular del Bachillerato UAS, 1994, UAS/DGEP, Culiacán, 1994. 6 Kierkegaard Sören, Temor y temblor, p. 35. 32 pensamiento del positivismo religioso que se convertiría en una nueva religión de la humanidad y cuyas formas iniciales se remontan a 1846. En 1855 Comte publica Llamada a los conservadores en la que incita a preparar la instauración en nuestro planeta de la religión de la humanidad. La religión, de religare, equivale a una síntesis que permita regular las existencias individuales y confirmar la unidad del hombre y de la sociedad. Será la única religión demostrada, cuyo principio es amar y servir a la humanidad que es el Gran Ser. Unas palabras suyas pueden introducirnos en este programa: Una vez que tales ejercicios preparatorios han comprobado la inanidad radical de las explicaciones vagas y arbitrarias propias de la filosofía inicial, sea teológica, sea metafísica, el espíritu humano renuncia en lo sucesivo a las indagaciones absolutas que no convenían más que a su infancia, y circunscribe sus esfuerzos al dominio, a partir de entonces rápidamente progresivo, de la verdadera observación, única base posible de los conocimientos verdaderamente accesibles, razonablemente adaptados a nuestras necesidades reales. 7 Comte resume su credo con las siguientes palabras: el Amor como principio, el Orden como base y el Progreso como meta.8 Este gran sueño sería traído a México por Don Gabino Barreda: el 16 de septiembre de 1867 en su Oración cívica, después de hacer una profunda revisión sobre el derrotero en busca de la emancipación mexicana, arengó al pueblo con estas palabras: Conciudadanos: que en lo adelante sea nuestra divisa la libertad como MEDIO; el orden como BASE y el progreso como FIN; triple lema simbolizado en el triple colorido de nuestro hermoso pabellón nacional, de ese pabellón que en 1821 fue en manos de Guerrero e Iturbide el emblema santo de nuestra independencia; y que empuñado por LIBERTAD, ORDEN Y PROGRESO; 7 III, 8 Comte Auguste, Discurso sobre el espíritu positivo, Primera parte, cap. I, 12, p. 39. Comte Auguste, Catecismo positivista, p. 83. 33 Zaragoza el 5 de mayo de 1862, aseguró el porvenir de América y del mundo, salvando las instituciones republicanas.9 Ante la sociedad ascendente de finales de siglo antepasado en nuestro país, estas palabras hicieron eco y se convirtieron en el credo de los nuevos científicos. La revolución mexicana vino a tratar de instaurar un orden distinto, sin embargo el dardo estaba clavado y llegó hasta el triunfo definitivo con la creación de los tecnológicos y toda esta filosofía del utilitarismo y de la producción de mano de obra que refuerza el sistema industrial. Voces autorizadas se levantaron en contra de esta visión tecnocrática del mundo. Su semilla también quedó sembrada, aunque tendría que ocultarse durante mucho tiempo. Sin embargo vale la pena recordar algunas de ellas para más tarde recuperarlas en la propuesta. Don José Vasconcelos, desde el Ateneo filosófico dice: Escritores y educadores del viejo tipo científico, expresaron con frecuencia la opinión de que nuestro pueblo, particularmente el indio y la clase trabajadora constituían una casta irredimible,… y afirmaron, asimismo, que toda esta población oprimida era totalmente incapaz de derrocar el despotismo militar y político de Porfirio Díaz. Y, sin embargo… la Revolución y la vida misma burlaron la doctrina positivista según la cual el progreso produce fatalmente una clase afortunada que, por poseer mejores dotes, representa la selección de las especies y tiene, por lo mismo, el derecho casi sagrado de explotar y sostener a su dominio a los ineptos. 10 Así las cosas, la visión positivista será la óptica desde la cual se tratará de construir el humanismo de la ciencia y la técnica. Vendría a salvarnos de la barbarie y la ignorancia. De ahí, a aceptar movimientos como las metodologías experimentales al estilo Mc. Guigan o Kerlinger, y la psicología de la conducta al modo de Skinner o Keller, no habría más que 9 10 Barreda Gabino, Estudios. Oración cívica, p. 109. Vasconcelos José, Discurso de 1922. 34 unos cuantos años. Nuestro país se sumará a este sueño europeo que pasará la banderola a Estados Unidos de Norteamérica y más tarde a Japón. He ahí a los protomodelos del orden, el progreso y la libertad. En nuestro país, el arte, la historia, la literatura, la filosofía, tendrán que vivir clandestinamente y regatear algunas horas en las escuelas preparatorias. Paradójico: hoy nos quejamos de la crisis de valores en nuestras escuelas. La historia, por su lado, se encargó de testimoniar hacia dónde iba la humanidad: la primera gran guerra es la muestra de la inhumanidad europea. El plan Schlieffen, un plan carnicero y voraz para acabar con los franceses y devastar a Bélgica, no está tan lejos de los campos de concentración nazi, de los gulags soviéticos y del lanzamiento de la primera bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki en 1945. La ciencia y la técnica no nos redimieron. La guerra, como instrumento de poder y visión última del domino técnico, dejó un saldo impresionante de desastres, bastaría decir que sólo en la última guerra mundial murieron 50 millones de personas y se devastaron países enteros. 1.3 La mentira Una vez más, nuestra encrucijada se agrava por pensar en que lo pasado fue mejor y que los valores anteriores eran superiores a los actuales. Esta es una falacia y me encargaré de mostrarla. Sigamos algunos datos que marquen nuestro camino: la American Psychological Association en su informe de mayo de 1976 definió el sentimiento que afecta al grupo de jóvenes de menos de 30 años que acuden en busca de ayuda, como “ausencia de finalidad”. En la United States International University, en 1970 Annemarie Von Forstmeyer demostró en una tesis, que de cada 20 alcohólicos, 18 consideran su existencia como carente de sentido y desprovista de finalidad. 35 Viktor Frankl nos narra una anécdota sorprendente que dará realce a lo que vengo haciendo patente: la falta de sentido en la existencia: Me presentaron una notable estadística, referida a 60 estudiantes de la Idaho State University, en la que se les preguntaba con gran minuciosidad por el motivo que les había empujado al intento de suicidio. De ella se desprendía que el 85 por ciento de los encuestados no veían ya ningún sentido en sus vidas. Lo curioso es que el 93 por ciento gozaban de excelente salud física y psíquica, tenían buena situación económica, se entendían perfectamente con su familia, desarrollaban una activa vida social y estaban 11 satisfechos de sus progresos en los estudios. En una ocasión, estando Frankl en Japón y después de haber hablado sobre las tradiciones y valores de ese pueblo, le preguntaron: ¿Cómo podríamos encontrar sentido en esta época en que se extinguen las tradiciones y los valores?12 Cuarenta mil judíos a veinticinco mil dólares cada uno. Esta fue la oferta que hizo Hitler en la conferencia de Evian. El quid de esto, no está en si era mucho o poco. Sino en el hecho: poner precio a un ser humano. La racionalidad que hizo de la razón el único medio de conocimiento del mundo y de ahí desprendió su afán de poder, no es sino una razón irracional. Husserl, en una conferencia pronunciada en la Asociación de Cultura de Viena el 7 y el 10 de mayo de 1935, con todos los horrores de la guerra y su propio sentido de exclusión como judío que era, pudo decir: Mas aquí es preciso, para nuestro problema de la crisis, mostrar cómo es posible que la «Edad Moderna», tan orgullosa durante siglos de sus éxitos teóricos y prácticos, haya caído finalmente ella misma en una creciente insatisfacción, y que aún debe experimentar su situación como situación de penuria. En todas las ciencias se insinúa esta penuria, en último análisis como penuria 11 12 Frankl Viktor, Ante el vacío existencial, Introducción, p.13. Cfr. Fabry Joseph B., La búsqueda de significado. 36 del método. Pero nuestra penuria europea, si bien no comprendida concierne a muchos. 13 La ciencia y la técnica, ciegas a los valores y a la moralidad, han convertido su despliegue de poder en una terrible matanza de inocentes. Desde la técnica bélica, hasta la técnica pedagógica, desde la madre patria, hasta la madre hogareña, pasando por la madre universidad. No podemos cerrar los ojos: el fracaso es evidente. ¿Qué valores queremos recuperar? ¿A qué tipo de mundo queremos regresar? Me parece que sólo los pensamientos retrógrados, pueden creer que el camino es la vuelta, el eterno retorno. No aprendemos la lección: la historia se hace para adelante. ¿Qué pasa con nosotros? Traeré los resultados de una interesante investigación que realizó el Instituto de Proposiciones Estratégicas: no es que no haya valores en México, sino que nuestro actuar es confuso frente a ellos. 14 Formamos seres ambivalentes. La clave de este mal en nuestro mundo moderno mexicano la quiero encontrar a partir de unas palabras escritas por Juan Parent, un fenomenólogo mexicano, que decidió optar por el personalismo de Mounier como una alternativa de esperanza en nuestra sociedad y que incansablemente trabaja por lograr una ética al servicio de los universitarios: La mediocridad oculta la nobleza, el sueño apaga la vida, la stultitia aleja la cultura, la masa engulle a la persona. ¿Nos conformamos con la mediocridad, es decir, lo medianamente hecho, lo medianamente limpio, lo medianamente probado? Salir de este medio es una verdadera lucha a la que nos llama una ética para este tiempo. 15 13 Husserl Edmund, La filosofía en la crisis europea, p. 118. Cfr. Palomera P. Elvia S., Los valores en la comunidad educativa mexicana. 15 Parent Juan, Para una ética en la Vida Universitaria, p. 4. 14 37 Mi tiempo en la universidad me permite ver que puedo traspolar estas palabras a la cotidianidad: maestros cuya labor está medianamente hecha; aulas, oficinas, servicios sanitarios medianamente limpios; investigaciones que se quedan en lo medianamente probado... hemos generado un tipo de hombre insatisfecho consigo mismo y su labor diaria, discursivo y, sobre todo, incrédulo, pues duda del poder de la persona. Y esto, insisto, es responsabilidad nuestra. Me pregunto si tendremos el valor de generar un hombre diferente. Cuando menos, no quiero caer en la trampa de regresar, quiero correr el riesgo de atisbar el porvenir. 1.4 La esperanza ¿Qué puedo aprender del fracaso? Lo primero es saber que … el fracaso es cosa tan trivial que se precisan razones muy poderosas para que se imponga a nuestra atención. 16 Aceptar esta realidad es difícil y sobre todo para nuestra época, inflada de éxitos y avances que esconden el desastre. Muchos habían hablado en la década de los sesenta, luego en los setenta y la descalificación para sus palabras era sospechosa. Ahora que la situación se ha agravado y que ha tocado a las puertas de nuestras casas, las cosas cambian. Por lo pronto me niego a formar parte de quienes buscan una solución para justificar el sistema: apoyar tratados en los que los grandes países buscan salvarse, como los tratados de comercio internacional que son tratados de explotación desde lo internacional. Quiero, en cambio buscar una respuesta que sume lo mejor de nuestro pensamiento actual, sin perder de vista nuestro propio modo de ser-en-el-mundo y como dice 16 Andréani Toni, Fracaso en la civilización, p. 223, para la obra conjunta que dirigió Jean Lacroix, el fracaso ante los hombres. 38 Miguel Jarquín ser-ante-el-mundo. Del ser existencia remontarnos al ser presencia. Para eso es necesario recordar las hermosas palabras de Paul Valéry: Es necesario conservar en nuestros espíritus y en nuestros corazones la voluntad de lucidez, la nitidez del intelecto, el sentimiento de la grandeza y el riesgo. Estas palabras pueden iniciar nuestro derrotero. Allá vamos. Para que una sociedad pueda cambiar, se requieren algunas condiciones entre las cuales están: 1. Si sufrimos, darnos cuenta de ello. 2. Tratar de reconocer el origen de nuestro mal, y mejor aún, reconocer cómo lo usamos. 3. Afirmar que existe una manera de aliviar nuestro malestar. 4. Aceptar que para aliviar nuestro mal, es necesario cambiar ciertas normas de vida y ciertas conductas. Nuestra propuesta central va de la mano de las palabras del mismo Juan Parent a quien ya citamos previamente: En la Universidad tenemos fe en los recursos de la inteligencia libre que impulsa un desarrollo social donde la paz, la tolerancia y la creación son metas a la vez que medios para alcanzarlas. 17 El fracaso puede convertirse en una fuente de aprendizaje si se le enfrenta adecuadamente; la existencia y la presencia del potencial humano se halla en cada persona. Sin excepción alguna el valor de nuestras instituciones como lugares que guardan y promueven la verdad y la justicia; tienen un reto: ser congruentes. Los programas de desarrollo educativo de la universidad pueden ser una herramienta de servicio a la persona como estudiante, académico, administrativo y demás personal de apoyo. 17 Parent Juan, ob.cit., p. 2. 39 Para que todo esto tenga validez, ha de estar basado en la realidad que nos reclama a través del grito desesperado de nuestros hermanos. Su voz nos dice que para el año 2010, México tendrá 130 millones de habitantes Sinaloa tendrá 3 millones de habitantes la UAS tendrá 170 mil estudiantes. ¿Qué tipo de alumno queremos formar? ¿Qué tipo de persona queremos que egrese de nuestra universidad? ¿Qué tipo de profesor necesitamos para cumplir esta tarea? ¿Cómo lo formaremos? Mi primera propuesta es que pongamos en el centro de las actividades a la persona misma del profesor. Podemos empezar a describir a la persona a la luz de una fenomenología-hermenéutica como: 1. Es un ser que se nos presenta como necesitado, menesteroso, abierto desde su origen. 2. Es un ser-con-otro que requiere una respuesta: afrontar la relación con el otro, por ser otro, implica que este otro se pregunte. Preguntar es abrirse relacionalmente. Su voz, también vale y no podemos sujetarlo a que cumpla el proyecto del sí mismo imperial. 3. Apertura es solicitud, y en eso consiste el avance con respecto a la filosofía existencial. En Heidegger el ser-en-elmundo es el pastor del ser; en Lévinas, la persona es el guardián del hermano. Ojalá, señores directivos que cuando nos pregunten: ¿dónde está tu hermano? Tengamos una respuesta satisfactoria. 4. En cambio, cuando la persona se cierra, se sujeta, sin más, se vuelve sordo al llamado del hermano y lo arroja al 40 absurdo, y al ser sordo en el origen, se vuelve verdugo porque genera víctimas. Al fin de mi primera aproximación a la persona me gustaría que nuestra Universidad pueda decir cuando le pregunten por el hermano desprotegido y excluido: heme aquí para ti. Espero que las palabras que han sido promesas en las campañas, sueños en los planes institucionales, puedan hoy encarnarse en programas ciertos, cuya verdad se construye al interior de las personas que nos hallamos en el seno de la Universidad. No quiero ser de los que atacan y promueven el escepticismo, sino de los que planteen alternativas viables. Mi apuesta está –parafraseando a Jarquín– con los profesores. En ese sentido va mi propuesta: La perspectiva humanista en la formación de profesores, que, a la luz de las filosofías de inspiración existencial-personalista, de las psicologías facilitadoras de los potenciales, de las pedagogías que convierten a la persona en sujeto de su propio desarrollo y de las metodologías de investigación, que ven en ellas, una forma de dar testimonio del paso de la persona en el mundo, abran un espacio donde el profesor pueda mirarse a sí mismo y reconocer su enorme capacidad para transformarse. Al llegar aquí, puedo leer con serenidad las palabras de Husserl sobre la tarea del hombre en su proceso de humanizarse: … el hombre, al alcanzar la última comprensión de sí, se descubre responsable de su propio ser, se comprende como un ser que consiste en ser llamado a una vida colocada bajo el signo de la apodicticidad. 18 18 Husserl Edmund, La filosofía como autorreflexión, p. 141. 41 CAPÍTULO II La verdad, principios y criterios Es verdadero lo que engendra totalidad Karl Jaspers 42 Hablar sobre la ciencia y la verdad, parecería un tema ya trillado, sin embargo, son muchos los que todavía no escuchan el clarín, por un lado de retirada para los criterios obsoletos, y por otro, el de quienes han de ir a la vanguardia de las nuevas propuestas. Seguimos en medio de una guerrilla entre quienes defienden el método científico, y el de quienes abogan por los llamados nuevos paradigmas que en realidad son mucho más antiguos que los anteriores, ahora denominados tradicionales. No es un problema de novedad, sino de visión. El toque anuncia la decadencia de occidente y el naufragio de la razón occidental. Esto parece indiscutible, empero, hay quienes aun creen que esta visión es la única válida. Podría tomar diferentes rutas para mostrar esta ruptura epistemológica, de la que tanto se habla y que hoy en día escuchamos hasta de ciencias de frontera. Seré más modesta, y seguiré de manera sintética el camino trazado por el padre de la fenomenología, Edmund Husserl. Ludovic Robberechts nos lo presenta con las siguientes palabras: Husserl… fue un investigador apasionado, siempre crítico hacia sus propios descubrimientos; siempre en busca de una claridad más completa.1 Husserl tendría dos caminos a seguir: el primero será desechado, la vía cartesiana como búsqueda del conocimiento apodíctico, indubitable, apoyado en la certeza del ego cartesiano; elegirá el segundo: la vía psicológica, ya que ésta lo ponía en el tema central de su inquietud: el mundo vivido. Por eso en sus Investigaciones lógicas, lo primero que hace es enfrentar al psicologismo. Reyes Mate escribe: El psicologismo era un reconocido modo de fundamentar la ciencia apelando a las características psicológicas de la especie humana o, más exactamente, de la mente humana; vamos, que la 1 Robberechts Ludovic, El pensamiento de Husserl, Introducción, p. 7. 43 fundamentación de las matemáticas se logra analizando la estructura científica de la mente humana.2 Para esa visión de la ciencia, la mente es cerebro y todo se resuelve en las leyes psicológicas en funcionamiento material del mismo cerebro. Todo el hombre lo humano, es facticidad. Su tarea es ir del psicologismo a la fenomenología trascendental. ¿Cómo se logrará? Por medio de un método de purificación llamado epojé o reducción, cuya tarea sería poner entre paréntesis lo no razonado, ya sea en lo cotidiano o en lo científico. Era despojarse de todos los juicios de valor. Así se superarán los engaños de las puras apariencias y a través de un seguimiento riguroso de lo psíquico puro, nos llevará a una nueva conciencia o subjetividad trascendental. Entre sus reflexiones va la distinción de lo precientífico y lo científico, para poder elaborar la pregunta clave: ¿por qué no hacemos una medicina científica del mundo del espíritu, pues Europa está enferma? Con estas palabras nos introduce en la tradición que había separado a las ciencias de la naturaleza y a las ciencias del espíritu. Esta ruptura, marca la necesidad de métodos de investigación diferentes, ya que su objeto es diferente. En el primero se tiene el método matemático y en el segundo se requiere un camino de aproximación. Para entonces, se contaba ya con la hermenéutica. Dos caminos para dos versiones del mundo. Sin embargo, el hombre científico, en la búsqueda nuevamente de un lenguaje, un ojo, que explique y vea todo, genera el proyecto matemático de la naturaleza, para usar una profunda expresión de Heidegger. Galileo, en Il Saggiatore afirma que es imposible comprender lo que está escrito en el libro del mundo sin conocer la lengua matemática. Podremos entender mejor aquella expresión de Descartes: la naturaleza obra en todo matemáticamente. Estaba 2 Reyes Mate, Invitación a la fenomenología, Introducción, p. 10. 44 trazado el derrotero que construiría al hombre de la modernidad y su sueño: la globalidad, recuerdo antiguo de la torre de Babel. En 1935 Heidegger señala como preocupante lo que él denomina: el encuentro entre la técnica en su despliegue planetario y el hombre de la edad moderna. No nos podemos cegar, la globalización no es más que el desarrollo del lenguaje único de la tecnocracia con su finalidad capital: la dominación. Galileo y Descartes piensan, pero su ciencia calcula. Llegamos a algo grave: la ciencia no piensa, explica. Mejor aun, calcula, controla. La técnica de hoy oculta su verdadera esencia pues nos liga al maquinismo. Jean Beaufret responde para caracterizar este mundo: El mundo moderno es el mundo en que, para ver claro, basta pulsar un botón. Si a usted no le parece que así se conmina la luz a que aparezca, ¿qué más quiere?3 Regresaremos unos pasos, para volvernos a encontrar en el camino del maestro de Heidegger, Husserl, y encontrar en él la fuente de estas nuevas referencias. Confiesa Husserl: estoy convencido de que la crisis europea radica en una aberración del racionalismo. Esta afirmación es terrible para un mundo que se llegó a considerar el orientador del sentido de la humanidad. Sin embargo, su fracaso era patente. Adorno también insiste en esta idea del exceso de racionalidad. Después del pienso, luego existo; se llega al conquisto, luego existo. El plan es desarrollar el imperio para alimentarse de los corazones jóvenes. Podemos concluir: por exceso de racionalidad, se llega a un déficit de razón. El otro gran problema es: la búsqueda de objetividad. Continuemos el itinerario que lleva a Husserl a la crisis de las ciencias: 1) parece que este hombre científico se halla en la era primitiva, ya que piensa que lo que ve, es tal como él lo ve. El 3 Towarnicki Frederic de, Octava conversación, p. 68. Jean Beaufret. Al encuentro de Heidegger, 45 sueño del método experimental es creer que porque cuenta con aparatos de medición más precisos, conoce mejor la realidad; 2) esta orientación mundana no se pierde, ni en la teoría, desinteresada y demitificadora. El impacto de lo nuestro en el mundo es sorprendente; 3) la filosofía distingue entre las representaciones del mundo sensible y la verdad objetiva. El pensamiento kantiano había separado el mundo nouménico y el mundo fenoménico con gran éxito en su epistemología. Kierkegaard, a su vez, había introducido una nueva relación entre la verdad y la subjetividad, en aras de la autenticidad. La ciencia no podía anularlos sin más; 4) esa doble atención, por una parte la materialidad de la representación y por otra, la idea, habían llevado a Husserl a plantear: la filosofía empieza como cosmología y aterriza en lo psicofísico; 5) la filosofía descubre su tarea refinando el objeto material, dicho de otro modo, descubre la infinitud. Para la filosofía es familiar la relación entre la matemática de la naturaleza y las intuiciones primitivas. Hay que recordar: las ciencias nacen de la filosofía. Este avance trae la gran pregunta que Reyes Mate enuncia así, con todo y su respuesta: …¿qué efectos tuvo el éxito embriagador de este descubrimiento de la infinitud sobre el enseñoreamiento científico de la esfera del espíritu? Pues que quiso tratar al espíritu con el mismo método científico-natural. 4 El planteamiento es: si el espíritu es real, entonces es encarnado. No se puede llegar a él como espíritu puro; entonces la filosofía termina en las investigaciones sobre el cerebro. El otro camino lo marca la mitología y el romanticismo. ¿Cómo resolver esta cuestión? Descartes lo plantea al pensar que el método de la razón, es ciencia de la naturaleza. Desde entonces, los principios del proceder científico son: 1) aceptar sólo lo claro a la mente; 2) fragmentar las grandes dificultades en pequeñas; 3) llevar una argumentación de lo sencillo a lo 4 Reyes Mate, ob.cit., p.17. 46 complejo; verificación de lo que se ha conseguido y para ello se requiere del uso de las matemáticas. Una vez más estamos en la encrucijada: un rumbo es el de la ciencia objetivista que no justifica los derechos de lo subjetivo. Se desentiende de lo subjetivo y convierte en objeto lo psíquico, confundiendo al cerebro por lo psíquico, psicologismo. Deja fuera de este tipo de ciencia la Lebenswelt o mundo de la vida o mundo vivido. También, es lo más grave, deja fuera a los que hacen la ciencia y sobre lo que se hace la ciencia: para ellos no hay ciencia donde oír su voz. Por eso no debe de extrañarnos en nuestro tiempo, la ausencia o confusión de valores en la que viven nuestros universitarios. Ellos son hijos de la ciencia sin ética que en realidad es una ciencia inmoral, es decir, sin los demás. Es esta asfixia la que presiente Husserl en el texto que transcribo: …por todas partes se anuncia en nuestro tiempo la candente necesidad de una comprensión del espíritu, y se ha hecho casi insoportable la confusión que afecta las relaciones de método y de contenido entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias del espíritu.5 El otro rumbo está marcado por la línea del pensamiento que dice: no puede haber una ciencia objetiva del espíritu. Esto supone tomar al cerebro por la psique como ya lo hemos visto. Sin embargo sí podemos empeñarnos en alcanzar un conocimiento científico del espíritu. Es esforzarnos por una ciencia del espíritu y no una cosmología del espíritu. El mismo Husserl nos describe el tema con el que hemos de habérnosla: El espíritu, y más aún, sólo el espíritu es el que existe en sí mismo y para sí mismo; sólo el espíritu es autónomo y puede ser tratado en esta autonomía, y sólo en ésta, en forma verdaderamente racional, de un modo verdadera y radicalmente científico.6 5 6 Husserl Edmund, La filosofía en la crisis europea, p. 123. Husserl Edmund, ob. cit., II, p. 123. 47 El punto central es aceptar la autonomía del espíritu. Para esto se requiere no enfrentar a las ciencias de la naturaleza contra las ciencias del espíritu. No es procurar la eutanasia de la ciencia al defender un subjetivismo infame y egoísta que pretende anular el mundo de afuera, ni el colonialismo del mundo de la vida por la ciencia, ahora la ciencia dura es la reina de la casa y puede mandar al calabozo al mundo interior. Así llegó Husserl a formular la idea de la fenomenología trascendental como método real para comprender la intencionalidad en su esencia constituyente del espíritu, superando el naturalismo y el objetivismo a partir del yo del filósofo, sobre todo como el ejecutor de todos los actos dotados de validez y convirtiéndose en espectador puramente teórico de los mismos. En esta actitud se consigue construir una ciencia del espíritu absolutamente autónoma, en el modo de una consecuente comprensión de sí mismo y comprensión del mundo como obra del espíritu. El yo, entonces, ya no es una cosa aislada al lado de otras cosas similares dentro de un mundo dado de antemano; la exterioridad y la yuxtaposición de los yoes personales desaparecen dando lugar a una relación íntima entre los seres que son el uno con el otro y el uno para el otro.7 Husserl propone como solución la fenomenología trascendental y ve a La filosofía como autorrealización de la humanidad y se dedica a dar sugerentes informaciones sobre este sistema cuyo propósito filosófico es alcanzar una ciencia universal del mundo, un saber de saberes y se pregunta: ¿es alcanzable este objetivo? Se interroga si la Idea total de verdad tiene sentido en sí. El camino de la fenomenología tiene dos linderos que resguardan el andador: 1) liberación de los prejuicios, en especial los de la mundanidad. Se requiere de una metanoia 7 Husserl Edmund, ob. cit., p. 125. 48 para alcanzarla y la aduanera es la epojé o reducción; 2) construcción trascendental: es la construcción de una ciencia subjetiva del ego trascendental. De aquí se deduce el objetivo final del esfuerzo husserliano: ampliar la conciencia y fomentar la responsabilidad universal. En ésta se une verdad y libertad. Una consecuencia que se sigue es que ahora, la realización de la razón coincide con la autonomía del sujeto. Esta ciencia no forma esclavos ni servidores de sus instrumentos, sino hombres libres al servicio de la humanidad. Aquí se confunde el destino histórico con el biográfico en el sentido de que historia o mundo halla su sentido cuando el ego filosofante recupere su trascendentalidad, esto es, que se descubra como sujeto racional que subyace al mundo. Esta tarea es la misión de la racionalidad europea, su peligro, el cansancio. Estos últimos años nos lo han demostrado: Europa es vieja, la esperanza está en nuestro continente. Dos ideas resaltan en el pensamiento de Husserl: 1) el diagnóstico que realiza: olvido del mundo de la vida; 2) el quehacer que propone: recuerdo del fundamento humano de la ciencia. El tema del recuerdo-olvido, será inspirador para los nuevos pensadores que va desde lo ontológico, hasta lo personal y lo podemos enunciar así: en Heidegger es el olvido del ser, en Benjamin es el olvido de las víctimas, en Lévinas el olvido del otro y en Jarquín es el olvido de sí mismo y de la relación, la presencia. Dos tradiciones se cruzan: el recordar griego y el recordar judío. En el Menón de Platón, recordar es buscar la herencia común, el lenguaje, camino que sigue Heidegger y otros; mientras que en el caminar judío hay tres características: 1) recordar autónomo respecto de nuestros intereses, no depende de nada ni de nadie, es libre, él toma la iniciativa. Este recordar nos lleva a recorrer junto con el Pueblo de Abraham el camino de la fe y la espera mesiánica; 2) inaccesible a la ciencia pero no a la memoria. La fe no tiene explicación. Es un abandono total de la razón a la promesa. Abraham, por encima de la duda responde: Dios proveerá y sin 49 ninguna explicación científica, él recuerda que Dios es Emmanuel, es decir, Dios-en-medio-de-nosotros; 3) recordar es ver hacia atrás como pasado político porque se recuerda para cambiar el presente, quedarse mirando hacia atrás es convertirse en estatua de sal. Pero ni los millones de asesinados bajo los totalitarismos fascistas y comunistas pueden ser olvidados. Europa es hija de estas dos tradiciones, por eso su recuerdo es metafísico e histórico: es la búsqueda del ser que arranca desde la temporalidad. México, en cambio, tiene otras influencias: Nueva España es hija del mundo europeo y el mundo indígena. Nueva España es mestiza y tuvo tres siglos de añejamiento en el que fue desde la imposición religiosa que mata a los judaizantes, hasta la luminaria brillante de las filosofías políticas y sociales de liberación. Nueva España es el amalgamiento de nuevos recuerdos: el viejo continente y los lugares de garzas, en donde los dioses hablan. El mestizaje empezaba a emerger como figura del fondo de la historia de la conquista y la palabra. México es hijo del mestizaje y por eso se convierte en legitimación del nuevo hijo. La raza de bronce camina ascendiendo hacia la raza cósmica y hay que justificarla históricamente. Esta tarea navegará entre dos aguas: el positivismo triunfante de la revolución y el vitalismo optimista de Vasconcelos. Su mixtura sumará movimientos de izquierda como el anarquismo y el marxismo que se encarnan en el muralismo y los maestros misioneros. Era encarnar el recuerdo de la utopía. Reivindicarse como recuerdo es enfrentar el presente en nombre de la solidaridad con las víctimas. Este es el reto del México nuevo: no más matanza de inocentes. De pronto parece ser que nos hubiéramos perdido. Husserl no es para pensarse en privado, sino en esa dimensión de solidaridad que es su humanismo y que podemos decirlo con las siguientes palabras: 50 Lo que Husserl pierda de rasgos individuales, lo ganará quizás en importancia en la vida de cada cual y en nuestra construcción de la civilización de mañana.8 Destacaremos algunas palabras que son claves para transitar por el camino de la fenomenología, en un atisbo que puede entenderse como Husserl, según Husserl: 1. La intencionalidad es el punto de partida para comprender a la conciencia como un estar dirigida-hacia, es decir, toda conciencia es conciencia de algo: El giro fenomenológico de la mirada muestra que este estar dirigido es un rasgo esencial inmanente de las vivencias correspondientes; ellas son vivencias «intencionales»9 2. La psicología fenomenológica nos aparece como una ciencia que explora sistemáticamente las configuraciones de las vivencias intencionales, de sus posibles variantes, de sus síntesis como nuevas configuraciones, de su edificación estructural desde intencionalidades elementales y describir las vivencias en su integridad y Si este reino de los «fenómenos» se muestra como campo posible de una disciplina psicológica pura, exclusivamente referida a ellos, resulta comprensible que esta última se caracterice como psicología fenomenológica.10 3. La psicología fenomenológica requiere para su edificación: 1. La descripción de las peculiaridades pertenecientes a la esencia de una vivencia intencional en general, de las cuales también forma parte la ley universalísima de la síntesis: toda 8 Robberechts Ludovic, ob. cit., Introducción, p. 8. Husserl Edmund, El artículo «fenomenología» de la Enciclopedia Británica, I, 2, p. 39. 10 Husserl Edmund, ob. cit., I, 2, p. 38. 9 51 conexión de conciencia con conciencia da por resultado una conciencia. 2. La exploración de las configuraciones singulares de vivencias intencionales, que por necesidad esencial tienen que presentarse o pueden presentarse en un alma en general; a una con ello, la exploración de la tipología esencial de las síntesis correspondientes: las síntesis continuas y discretas, las síntesis finalmente cerradas o las que prosiguen en infinitud abierta. 3. La exposición y descripción esencial de la configuración total de una vida anímica en general, es decir, el carácter esencial de una «corriente de conciencia» universal. 4. El título «yo» (todavía haciendo abstracción del sentido social de esta palabra) señala una nueva dirección de la investigación con respecto a las formas esenciales de la «habitualidad» que le corresponden, es decir, el yo como sujeto de «convicciones» permanentes (…convicciones sobre el ser, convicciones sobre el valor; decisiones de la voluntad, etc.), como sujeto personal de costumbres, de un saber adquirido, de rasgos de carácter.11 De aquí podemos desprender una serie de tareas para nuestro trabajo. Una de ellas es luchar por una estructura de la personalidad desde el enfoque existencial-personalista, del que ya hay avances estupendos como los trabajos de Phillip Lersch y Emmanuel Mounier, ambos en sus trabajos de caracterología. El otro, esforzarnos por configurar una estructura de la personalidad de nuestra institución educativa, en la que tengamos muy clara su vivencia como persona de personas para después aterrizar en un programa de acción en el que los valores de esta persona sean tan dignos, que otras personas, los 11 Husserl Edmund, ob. cit., p. 48-49. 52 universitarios, decidan empeñar su vida al servicio de una causa noble, más allá de sí mismos y de intereses partidistas. 4. La fenomenología dinámica o genética es una etapa superior a la fenomenología estática que se encarga de los problemas de la génesis y la génesis universal que impera en las leyes eidéticas: Ésta se ocupa de la génesis de la pasividad como primera génesis fundadora, en la cual el yo no participa como yo activo.12 5. La reducción fenomenológica es la labor principal del fenomenólogo, ya que por medio de esta epojé o puesta entre paréntesis, se separan los juicios que tenemos sobre la realidad y de manera inocente nos acercamos al fenómeno naciente en su significatividad originaria. Husserl lo considera fundamental: Este MÉTODO DE LA «REDUCCIÓN FENOMENOLÓGICA» es, pues, el método fundamental de la psicología pura, el presupuesto de todos sus métodos específicamente teóricos.13 6. Función propia de la fenomenología: esta idea nos lleva a ver la dimensión gigantesca del trabajo husserliano, pues como hemos dicho, no pretende un método por sí mismo, sino un método que franquee el camino y aporte una herramienta adecuada para las ciencias del espíritu y les permita su expansión y así lo propone: Se reconoce luego como función del auto examen universal de la humanidad (trascendental) al servicio de una praxis racional universal, esto es, al servicio de la aspiración que dicho descubrimiento pone en libertad: la aspiración a la idea universal, que yace en lo infinito, de la perfección absoluta o, lo que es lo mismo, la aspiración a la idea –que yace en lo infinito– de una 12 13 Husserl Edmund, ibid. Husserl Edmund, ob. cit., p. 42. 53 humanidad que sea y viva de hecho y cabalmente en verdad y en genuinidad.14 Estamos llegando al final de este capítulo con una agradable sorpresa: el legado de Husserl es una tarea humanista del pensamiento al servicio de la persona y sus comunidades. Él es un hombre que cree en el poder de las ideas. Qué mejor testimonio que su vida entregada a la labor del pensamiento en favor de la humanidad que se construye a sí misma, por eso: … la fenomenología exige de los fenomenólogos que renuncien al ideal de un sistema filosófico y que, no obstante, vivan como trabajadores más modestos en comunidad con otros en pro de una phiolosophia perennis.15 Me detengo antes de terminar y me descubro atrapada en un signo de admiración. En esta sociedad en la que se nos enseña a rebasar siempre a los demás, a querer demostrar que lo que hacemos es la última palabra, este hombre, con su genialidad, hace que me asombre ante la tarea: sencillez para servir a una causa superior a mí misma. Reoigo cuando Miguel decía que la humildad es poner los pies en la tierra y disponerse para dejarse fecundar. Con razón Husserl pone como lema: Cultura científica según ideas de la infinitud implica, pues, una revolución de toda la cultura, una revolución en el modo total de ser de la humanidad como creadora de cultura. Significa, también, una revolución de la historicidad, que es ahora historia del dejarde-ser de la humanidad finita para el llegar-a-ser una humanidad de tareas infinitas.16 Estoy cerrando la puerta del capítulo y la llave que lo clausura dice: la nueva visión de la ciencia: 14 15 16 Husserl Edmund, ob. cit., p. 69. Husserl Edmund, ob. cit., p. 73. Husserl Edmund, La filosofía en la crisis de la humanidad europea, p. 92. 54 como lo he dicho, su función es permitir a la humanidad desarrollarse hasta el plano de la autonomía personal, de la autonomía humana de irradiación universal. Ésa es la idea: la idea que engendra el impulso vital afectado del más alto grado de humanidad.17 17 Husserl Edmund, La filosofía como autorreflexión de la humanidad, p. 137. 58 CAPÍTULO III La persona, presencia significativa Mi persona es en mí la presencia y la unicidad de una vocación intemporal que me llama a superarme indefinidamente a mí mismo… Emmanuel Mounier 59 En el camino que he seguido en mi formación, me encontré con el impacto que hicieron en mí los principios de la psicoterapia guestalt, sobre todo, el hacerme responsable de mi existencia. Al llegar al doctorado, me encontré y reafirmé la presencia de la filosofía existencial en el enfoque del desarrollo del potencial humano. Un nuevo camino se abriría a mis ojos: la filosofía de la persona. Ya en mis lecturas de maestría me había topado con Emmanuel Mounier, Pierre Teilhard de Chardin y Martin Buber, entre otros. Sin embargo no tenía idea del horizonte que podría abrirse para mí y para los lugares donde yo trabajo, en especial, la Universidad Autónoma de Sinaloa. Dos planteamientos surgieron ante mí: la propuesta de Miguel Jarquín: la filosofía personalista es fruto de la filosofía de la existencia y fue nutrida por la tradición espiritualista francesa y la filosofía aristotélico-tomista, sin olvidar el tinte católico, protestante y judío de este movimiento. Carlos Díaz propone algo diferente: el personalismo comunitario es hijo del pensamiento católico y de la tradición espiritualista. Sin entrar en una discusión, seguiré el primer camino, ya que mi propia formación me ha llevado por él. No haremos una larga exposición pues no es el objetivo de esta investigación, de tal manera que presentaremos las tres líneas básicas que plantea el mismo Miguel Jarquín: filosofía de la existencia, filosofía del diálogo y filosofía de la persona o con Carlos Díaz, personalismo comunitario, para ser fieles a la inspiración de su fundador, como compromiso encarnado ante los demás, y no simplemente como reflexión estructural. 3.1 La existencia El énfasis en el concepto de existencia es fundamental en este movimiento. En primera instancia aparece como una reacción contra Hegel a partir de Schelling quien opone a la filosofía de 60 la esencia, la filosofía de la existencia. Años posteriores, Sartre en una perspectiva ontológico-antropológica escribe: ¿Qué significa aquí que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Este es el primer principio del 1 existencialismo. Quiero resaltar el hecho de que en las vertientes de la filosofía existencial, aunque algunos, como el mismo Sartre se postulan en contra de la existencia de Dios, hay otros, la mayoría que sí la aceptan. Sin embargo, este principio no varía, ya que invariablemente es el hombre quien se construye a sí mismo. La existencia no va a significar exactamente lo mismo para todos. En lo que coinciden es que está ligada a una vivencia de autenticidad y autorrealización que parte del origen de sí mismo. Jaspers lo describe de manera inmejorable con las siguientes palabras: …nuestro existente nos es confiado como lugar y como cuerpo de la realización de nuestro surgimiento originario.2 La multitud y la masa son dos atracciones para el hombre cotidiano que tiene miedo a enfrentarse a su propia verdad, sobre todo, a esa verdad que significa relación de su 1 2 Sartre Jean-Paul, El existencialismo es un humanismo, p. 17. Jaspers Karl, Filosofía de la existencia, p. 24. 61 subjetividad con Dios, esto es: ¿qué significa mi relación con Dios?, y sobre todo, ¿cómo me he transformado a partir de dicha relación? Estas dos preguntas se desprenden del pensamiento de Kierkegaard, para quien la relación con Dios es la clave del camino de la autenticidad. El enfoque guestalt, heredero de esta tradición, nos enseña a entrar en nuestro interior y no vivir hacia afuera, cumpliendo el proyecto de otros. Aprender a escucharnos es una tarea fundamental. El camino es el abandono de sí mismo por medio del salto en la fe. Olvidar la razón y entregarse a la credibilidad. Kierkegaard, uno de los desenmascaradores, avienta al hipócrita que vive bajo la filosofía de las víctimas unas palabras fuertes: Cuando un hombre se moviliza activamente mañana y tarde «por amor al Bien», vociferando sin descanso al respecto, lanzándose al momento, como un enfermo que arroja sus ropas, desdeñoso de la recompensa del mundo; cuando un hombre semejante se hace una posición entre los demás hombres, las masas piensan lo que él mismo se imagina, que está inspirado […] desea sacrificarlo todo, no teme nada, pero no asumirá el sacrificio del olvido cotidiano de sí mismo. Esto es lo que teme.3 Se puede pensar que ésta es una filosofía del riesgo personal. Cada hombre compromete en cada momento su existencia. Su destino es creado por sí mismo. Había que enfrentar el pensamiento decadente de Europa que había metido al hombre occidental en un callejón sin salida, como lo vimos en el capítulo anterior. Tomaré una vez más, unas palabras de Jaspers que confirmarán mi afirmación: La filosofía existencial puede ser considerada como el intento de superar el nihilismo.4 3 Kierkegaard Sören, Purity of Heart is to will one thing, p. 101. Jaspers Karl, Ensayos sobre historia de la filosofía. ¿Qué es el existencialismo?, p. 436. 4 62 El fin del enfoque existencial es hacer una fenomenología de la condición humana y por eso estudia al ser-en-situación. Su búsqueda desconfía de la razón al estilo del idealismo alemán. La temporalidad salta del matorral de la existencia y descubre el esfuerzo del hombre que tiene como base su libertad creadora e individual. Este es el único principio de descripción. No hay objetos, sólo sujetos irrepetibles e intransferibles que habitan en el misterio del ser. Para Sartre, en un extremo de esta mirada, los hombres se debaten solos, aislados con sus libertades incomunicables y luchan en un mundo carente de sentido. Sólo vale el instante al que hay que entregarse en su totalidad. Es cautivante el poder del aquí y ahora, y el único valor que encarna la libertad anhelada. En el otro extremo, para Marcel, esta mirada cae fascinada ante la maravilla de la existencia y descubre el poder de la esperanza. El hombre vale tanto cuanto afirma al ser que lo sustenta. La comunicación le da sentido al ser individual y el amor, que allá era empresa imposible, aquí es el faro que ilumina el camino del viajero. Fuera de todo sistema, lo inverificable del ser humano, se nos aparece como un principio de luz. La filosofía se vuelve dialéctica, construyéndose a sí misma, en medio de sus contradicciones y sus deseos, es como dice Lacroix con todo tino: …fuera de toda construcción particular, es diálogo entre sistema y existencia.5 Aparecen algunas líneas por donde transitan las psicoterapias con enfoque existencial: con respecto al tiempo, el aquí y ahora, con referencia al espacio, el contacto y en atención a la complejidad, el significado. El instante será el dardo clavado en el encuentro que dará sentido a la existencia. En la versión de Jaspers, éste existir se realiza en varios modos: a) en el envolvente que somos nosotros y en la inmanencia: como ser simplemente, como conciencia y como espíritu; y en la trascendencia: como existencia; b) en el envolvente que es el 5 Lacroix Jean, Marxismo. Existencialismo. Personalismo, cap. II, p. 88. 63 ser mismo y en la inmanencia, como mundo; y en la trascendencia, como existencia. Y la razón es el vínculo de todos los modos del envolvente en nosotros. Estas son las siete posibilidades a través de los cuales la existencia se autorrealiza. Son los espacios en donde todo ente se manifiesta de manera objetiva para más tarde, descubrir su auténtico ser inobjetivable. Había que enfrentar el mundo de las abstracciones al estilo de Hegel, de la inautenticidad al modo de la oración fúnebre del profesor Martensen ante la tumba del obispo Mynster narrado por Kierkegaard, o las especulaciones psicoanalíticas arrastrándose por el diván en el quehacer freudiano. El instante es la flor que aparece gracias al poder del presente. No es el razonar el que nos trae esa magia, es la vivencia, tal como lo expresa Whal: …sólo por la intensidad de mi sentimiento alcanzaré una existencia verdadera. 6 Dos fuerzas aparecen: el poder de la subjetividad y la intensidad del sentimiento. La psicoterapia existencial conduce su vagón sobre estos dos rieles que traduce como el encuentro consigo mismo, a través de vivirse a sí mismo de manera auténtica. La angustia ante este transitar inseguro que construye el hombre día a día, va de la mano con la libertad que lo impulsa a comprometerse con una causa noble, capaz de hacerlo ir más allá de sí mismo. Existir es tener una posición ante el mundo. 3.2 El diálogo El camino solitario de algunos de los pensadores existencialistas se vio matizado por un enfoque vigoroso que sin olvidar la tragedia de las guerras, el arrojo en el mundo, el 6 Whal Jean, Historia del existencialismo, cap. I, p. 10. 64 sufrimiento de los campos, la muerte como límite y en fin, el recuerdo de las víctimas, descubrió un dato nuevo que enfrentaría la desesperanza y la desolación: el diálogo como comunicación existencial. En torno a Franz Rosenzweig se reunieron un grupo de autores que renovarían la tradición judía y prestaron atención principalmente al elemento dialógico, como historia de la alianza que se abre paso en la cotidianidad de un pueblo que espera y sabe que su Dios es fiel a la palabra. De aquí surgió la figura egregia de Martin Buber. Dos autores fuera de esta tradición me llaman la atención por su convergencia en este tema: Gabriel Marcel y Karl Jaspers. De nuevo, no puedo abundar en este poderoso pensamiento, pero seguiré algunas de sus líneas principales. El diálogo para Buber es el lugar que facilita el encuentro y el espacio en donde el nosotros habita, potenciando la individualidad del yo y el tú. Es en este lugar en donde la realidad se manifiesta como maravilla del otro como otro diferente. La madurez de este pensamiento aparece en su obra Yo y tú de 1923. Antes de llegar aquí, el joven Buber paso por una etapa místico-existencial en la que su filosofía del sujeto y el objeto no lo lleva a una filosofía de la identidad, sino a una filosofía de la realidad como síntesis de algo que actúa, sujeto, y algo que recibe esta acción, objeto. Esta filosofía es la búsqueda de un sentido que le sirva al hombre para orientarse y que fundamente la existencia humana de cara a los peligros que la amenazan. Este sentido sigue un rumbo distinto al radical creador de valores en Nietzche. Aquí es buscar el verdadero fundamento. En 1952 escribe: El hombre puede aceptar un significado o valor y colocarlo como guía para la propia vida si lo ha descubierto, es decir, si se le ha 65 manifestado en su encuentro con el Fundamento; no si lo ha inventado. 7 Podemos notar claramente la influencia que tiene esta idea en Viktor Frankl, quien decididamente incorpora en su pensamiento las ideas de Buber en 1958. El sentido no es algo que se inventa, sino una llamada que se descubre y ante la que podemos ser responsables: este planteamiento es el corazón de la logoterapia. Mientras tanto, Buber busca una visión de conjunto de la realidad que no esté partida entre sujeto y objeto, teoría y práctica, Dios y hombre. Esta unidad enfrenta la ruptura que vive el hombre respecto de sí mismo, al verse partido en sus facultades. Para llegar a este punto, Buber atraviesa por un período dedicado a la historia religiosa judía entre 1904 y 1909, en donde descubre el hasidismo. El hasidismo es un movimiento místico-espiritual que tiene su origen en las comunidades judías de Polonia y Rusia en el siglo XVIII. La palabra viene de hasidut que significa piedad, compasión. Su idea central: existe una unidad superior que reúne todas las multiplicidades. La obra de Daniel, de 1913 marca la transición entre su período místico y el dialógico. Dos actitudes se hacen presentes en el hombre: una es la de orientarse en ella y la otra es la de realizarla. En la primera el hombre conoce al mundo desde fuera. Todo se vuelve instrumento a su servicio y se vuelve dueño para disponer a su gusto. Cosas y personas son instrumentos y objetos. Su relación mantiene una distancia básica que le permite mantenerse intacto y fomentar una voluntad de apropiación. La segunda es la actitud de realización que afronta al mundo con un estatuto ontológico distinto al de objeto, en su dignidad de otro. Es reconocerle a las cosas y a las personas su propio ser independiente, singular y provisto de su propia razón de ser. 7 Buber Martin, Eclipse de Dios, p. 65. 66 Realizar es no disponer del otro como una cosa sometida a su propia voluntad. No hay que deducir que debe elegirse entre las dos vertientes, sino que son dos formas diferentes de aproximarse a la realidad y necesarias, una como la otra. Si nos quedamos en la primera, todo es cosificado, si nos quedamos en la segunda todo es lo viviente y creador del propio yo. Años más tarde, en su Yo y tú ya podrá apuntalar esta idea, apenas esbozada en su Daniel: … sin el Ello no puede vivir el ser humano. Pero quien solamente vive con el Ello no es ser humano.8 Podemos afirmar que el principio dialógico es fundamento, punto de partida y método, como lo fue otrora el cogito en Descartes. Sólo cuando el hombre se compromete con la realidad, puede conocerla íntimamente. Es una comprensión por vinculación, que no es coincidencia como en Bergson, ni confluencia como explica la guestalt. Un texto tomado de su obra ¿Qué es el hombre? permite ver esta actitud de conocimiento: Sólo puede conocer la totalidad de la persona y, por ella, la totalidad del hombre, si no deja fuera su subjetividad ni se mantiene como espectador impasible. Por el contrario, tiene que tirarse a fondo en el acto de autorreflexión, para poder cerciorarse por dentro de la totalidad humana. En otras palabras: tendrá que ejecutar ese acto de adentramiento en una dimensión peculiarísima, como acto vital, sin ninguna seguridad filosófica previa, exponiéndose, por lo tanto, a todo lo que a uno le puede ocurrir cuando vive realmente. 9 La realidad del principio dialógico, sólo es comprensible cuando el hombre participa en ella y entra en esa relación de manera significativa. El diálogo es esa participación misma. 8 9 Buber Martin, Yo y tú, Primera parte, p. 37. Buber Martin, ¿Qué es el hombre?, Primera parte, cap. 1, p. 21. 67 Para lograr esto, es necesario que el hombre entre en relación con todo su ser. Buber no plantea una teoría, muestra un camino; no sustenta una hipótesis, inicia un diálogo. Impulsa una relación que funde una existencia renovadora, creadora y plena de sentido. Karl Jaspers ha propuesto una filosofía del diálogo muy rica y me propongo extraer algunas de sus ideas capitales. Su primera afirmación es: …la existencia sólo se realiza en comunicación. Esto es ya un atentado contra los que creyeron que la filosofía de la existencia era totalmente individualista. Parece ser que no conocieron las propuestas más amplias de algunos autores. Su pensamiento sigue congruentemente a una serie de llamadas: a) llamada al riesgo de la meditación en soledad sobre sí mismo y a la autorreflexión independiente: la soledad es el distanciamiento consciente del mundo circundante. La soledad es el precio que los hombres pagamos por la individuación. La soledad no puede ser sustituida, so pena de perderse en lo institucional. La soledad es condición básica para hacerse a sí mismo y para lograr una comunicación existencial. La autorrealización a través de la esta comunicación promueve la interioridad, el recogimiento creador, la meditación y la autorreflexión solitaria, y se declara en contra de las tendencias masificadoras, niveladoras y despersonalizadoras; b) llamada a la apertura mutua y sin reservas: se ve aquí presente la influencia de Hegel para quien la alienación u objetivización está en la esencia del hombre que debe alienarse para objetivarse mediante una elaboración creadora de la naturaleza y así poder reconocerse y acreditarse como razón que cumple con su intención, en el acto. Este auténtico hacerse a sí mismo, sólo sucede cuando el hombre se hace patente a los demás hombres y a sí mismo. En Jaspers encontramos su planteamiento como voluntad de apertura, voluntad de entrega; c) llamada al compromiso desinteresado en favor de los otros: sostiene una lucha amorosa y 68 desinteresada, en contra de la lucha egoísta y engañadora en que se vive. Descubre límites en este nivel: la reserva calculadora, las máscaras, la creación por anticipado de seguridades o puntos claros y firmes, los desligamientos a modo de condiciones; todos ellos, límites que son muros que me separan de mí y de los otros; d) llamada al reconocimiento de la igualdad esencial del otro: se puede distinguir el modo de estar-al-lado de otro y el estar-junto a otro en unidad e igualdad de condición. Esta es la solidaridad existencial en los compañeros de la comunicación. No dar más, porque desacredita al otro, lo vuelve débil. Con esto, se logra un poder sobre el otro que lo somete y lo torna dependiente. Para lograr la comunicación existencial se requiere el riesgo de la apertura que potencia la realización personal. Sus factores básicos son reciprocidad y amor, elementos de garantía que han de impedir que la apertura incondicional sea usada para instrumentalizar al comunicante que se ha donado. Surge el carácter de exclusividad o insustituibilidad que patentiza la relación. Sus dos puntales básicos son: la autorreflexión y el recogimiento en la soledad. Jaspers escribe: La comunicación tiene lugar entre dos personas que se unen pero que, al mismo tiempo, deben seguir siendo dos, que se acercan la una a la otra saliendo de la soledad porque están en comunicación. No puedo ser yo mismo sin entrar en comunicación, y no puedo entrar en comunicación sin estar solo. Debo querer la soledad si tengo el valor de salir de mi propio origen y entrar, por tanto, en la más profunda comunicación.10 Devenir sí mismo como aspecto de crecimiento es la puerta que franquea el acceso a la comunicación existencial y vuelve a la persona total generosidad como lo dice él mismo: 10 Jaspers Karl, Filosofía. p. 61. 69 …Esta voluntad de apertura se arriesga enteramente en la comunicación, pues solo en ella se puede realizar: esta voluntad se atreve a entregarse a todo ser así, por que sabe que solo en él llega a sí mismo su propia existencia.11 La enseñanza se vuelve una comunicación indirecta como potencial que impulsa el aprendizaje desde sí mismo. En su Psicología de las concepciones del mundo presenta tres tipos de maestros: a) maestros de principios como los epicúreos, los estoicos; b) maestros de los grandes sistemas como Aristóteles, Hegel; c) los maestros de la comunicación indirecta cuya misión era sembrar inquietud como Sócrates, Kierkegaard. Los caminos que han seguido son dos: 1) la mayéutica, por medio de la cual no se enseña una sabiduría directa, sino que por medio del diálogo, el interlocutor es quien alcanza su sabiduría, usando la reflexión y autorreflexión lo más independientemente posible. 2) Las formas literarias como símbolos y metáforas. Jasper afirma: Comunicación indirecta significa que, a despecho de los más impetuosos de claridad y a pesar de todas las búsquedas de formas y fórmulas, ninguna expresión es suficiente y el hombre así lo advierte; significa la convicción de que todo lo comunicado, que está ahí y es decible, es en definitiva, lo inesencial, si bien, al propio tiempo, es soporte y portador de lo esencial. 12 Las psicoterapias con enfoque existencial han seguido este camino, de ahí su visión de promover el potencial de la persona desde ella misma y no como una imposición desde fuera. Gabriel Marcel es la figura francesa que toca este tema, al plantear el camino, hablar del otro en tercera persona, no es reconocerlo como tal, es cosificarlo. Es un acercamiento como 11 12 Ibid. Jaspers Karl, Psicología de las concepciones del mundo, p. 378. 70 invocación, como llamado al otro, es decir interpelado como un tú. Ha de haber una igualdad básica entre el interpelando y el interpelante. Esta plataforma que en el lenguaje se da en el yo también he estado ahí, he visto la misma película, he asistido al mismo concierto, he vivido la misma situación, y hago hincapié en la palabra misma no porque represente lo mismo para nadie, sino porque se convierte en un lugar de encuentro: el lugar donde surge el misterio ontológico del nosotros. Ataca la intelectualidad como el lugar de encuentro, éste sólo se da en el saber ser, acto espiritual por excelencia. Marcel participó en una obra colectiva sobre Buber en 1963 y en su artículo escribe sobre el entre-los-dos: …en todas las situaciones, el encuentro no tiene lugar de ningún modo en el uno o en el otro participante o en una unidad neutra que los abarca a los dos, sino en el sentido más verdadero, entre-losdos en una dimensión que es accesible sólo a ellos.13 El entre-los-dos es un modo de ser, co-presencia, co-esse, y el ser sigue siendo la última referencia de sentido. Aquí se separa de Buber para quien el encuentro habita en el lenguaje; para Marcel, el nosotros habita en el misterio del ser. De cualquier manera, toda experiencia termina siendo conocimiento. Este impulso des-inter-esado sólo halla una huella, la huella del rostro del otro. El conocer objetivo o problemático, es parcial, en cambio el conocer meta problemático nos lleva a la plenitud personal del encuentro. Así, la estructura del yo-tú es abordada desde la encarnación del hombre y el misterio ontológico. La postulación del yo-tú, es la afirmación de una metafísica de la relación. La encarnación se traduce en el hecho de que el ser está ligado a un cuerpo. Ser encarnado significa no sólo ser-para-sí, 13 Marcel Gabriel, citado por Emmanuel Lévinas, Fuera del sujeto, p. 37. 71 sino sobre todo, ser-para-otro y por lo tanto, obscuridad. El corazón de la persona es la sombra. En esta versión, la luz vive de la sombra. La sombra nutre la luz. He aquí el origen inagotable del otro, en tanto otro. Es importante decir que para Marcel, el diálogo no es la última instancia de la comunicación. Tampoco lo es para los anteriores. Todos ellos llegarán a otras formas de comunicación existencial como es el amor. El ser que encontramos como transcendente, es al mismo tiempo el que nos sostiene y nos ama. Él es el último reducto del encuentro. El misterio del ser significa: cómo nuestro ser que va a Dios, pertenece ya a Dios y es el modo como el ser de Dios sujeta al yo del hombre. Por eso el encuentro no se da en cualquier lugar, sino en aquél que nos arranca de lo egocéntrico. El misterio ontológico recibe en el recogimiento a la humanidad propia, la de la fe, cumbre de la inteligibilidad. Decir tú, es un modo de revelación. El tema del reconocimiento es fundamental, ya que el otro se me aparece a modo de presencia. No es un cualquiera para mí, sino un otro que significa existencialmente algo para mí y yo para él. El lema ya no es sum, sino sursum. Es detener la piedra en su caída, salida de Descartes: pienso, luego existo. Ahora es somos-en-relación, luego existo. El entre-los-dos, ese espacio de encuentro será el que potencie y afirme mi existencia individual. La invocación es el modo de llamar a la presencia y la invocación es mágica. La presencia que une lo vital y lo espiritual, nos descubre las condiciones existenciales de pertenencia al mundo. El mundo de occidente se la ha pasado tratando de justificar la existencia del sujeto y además, su soporte en sí mismo. Con estos autores llegamos al inicio de un nuevo camino: primero somos y luego soy. Así, si puedo decir te amo, es porque antes he sido amada. Cerraré este apartado con un texto de Marcel que junto con Buber y Jaspers, ya nos iniciaron en la filosofía de la persona: …el único uso totalmente legítimo que puede 72 hacer de su libertad consiste precisamente en reconocer que no se pertenece.14 3.3 La persona Jean Lacroix nos introduce a este tema con una idea fulgurante: El personalismo no puede ser más que una filosofía de la síntesis y de la totalidad.15 He hablado de la potencia de esta idea, porque ella resume la propuesta no sólo de un pensamiento filosófico, sino de la presencia en el mundo como persona. La persona empieza siendo individuo, indiviso y para afirmarse, lucha por separarse del grupo, de la masa y utiliza, entre otras cosas, la duda, con la cual se distingue de los demás y empieza a definir su propio pensamiento. Así lo hace en otros ámbitos. Su primera tarea es autoafirmarse y paralelamente darse. En el personalismo no son dos caminos escalonados que hay que recorrer, unos tras otro. Van tomados de la mano, como dos hermanos que acompañan al mismo corazón, centro del encuentro. El peligro que existe es soltarlos como caballos desbocados, jalando cada uno por su lado y más aun, convirtiéndose en dos polos concentrados: el individuo, peligro de avaricia y disolución; la persona, amenaza de desencarnación y locura. El movimiento de personalización une a los dos en tres dimensiones: vocación, encarnación y comunicación. La vocación de la persona es ese llamado a ser más que en nuestra civilización se confunde con el éxito y los logros, y sermás significa autorrealización y ésta no siempre implica éxito. 14 15 Marcel Gabriel, Aproximación al misterio del ser, p. 77. Lacroix Jean, ob. cit., IV, II, p. 162. 73 Jean Lacroix, aleccionadoras: de nuevo, tiene unas palabras muy Quien no ha fracasado nunca no se conoce todavía a sí mismo e ignora de lo que es capaz [...]. Triunfar sobre el fracaso es crearse uno a sí mismo, y la alegría es el signo de esta creación, de este manantial del ser.16 La vocación se escucha como un llamado de la vida que viene a través del rostro del otro, del reclamo ante la miseria del otro que exige una donación total, sin reserva. Es introducirse en el corazón del tiempo para tocar la eternidad, a la que están convocados todos los seres humanos y para ello hay que enfrentar esa forma de ser-en-el-tiempo y que sin más, es un compromiso político, entendido éste, como construcción de la ciudad que habitamos y soñamos. La encarnación, siguiendo a Marcel, es esta forma privilegiada de ser-en-el-mundo hacia la presencia que es serante-el-mundo. Al combinar vocación y encarnación, no es la lucha por ser el héroe individualista que se publicita por todas partes, ni el héroe esquizoide de la civilización actual, escondido en un super, sino como un ser que trabaja pacientemente en la causa de los demás. Es dar cuerpo a esas masas informes, tanto de pensamiento como de deseo. Es dar orientación, sentido. Es mirar hacia el mismo horizonte. Con palabras de Mounier: …el mundo del nosotros se entrega por una abnegación consentida 17 y en ocasiones heroica a la causa común. La comunicación vuelve a jugar un papel importante como lo fue en la autorrealización existencial, en el encuentro que vivifica el nosotros, ahora lo será en el proceso de personalización. Lo primero es salir de sí. El existir es el inicio 16 Lacroix Jean, El fracaso, I y III, p. 22 y 119. Mounier Emmanuel, I. Obras Completas. Revolución personalista y comunitaria, I, 3, 1, p. 223. 17 74 de la vida de la individualidad y es ser- arrojado-desde-otro. Como vimos anteriormente, no puedo empezar a ser yo, si no se descubre como venido-desde-otro, esto es donado. La existencia es un señalador en el orden metafísico, la persona es un indicador en el orden de la relación, es presencia, testimonio. Lo segundo es comprender y asumir. La persona como intencionalidad es conciencia de ese mundo en donde vive. Es ella quien le da sentido. Lo significa. Este proceso, que es labor, trabajo de una idea en el mundo, lo convierte en morada. Históricamente, la comunidad se construye en una morada. La comunidad primitiva, la familia como persona de personas, vive en su morada, casa familiar. La comunidad política, la nación, como familia de familias, vive en su morada, patria que se hace en la ciudad. Encontrarse, es dialogar como denuncia o como anuncio. En ambos, testimonio profético. Lo tercero es dar. Salir a la conquista y regresar para nutrirse con lo obtenido, lleva el riesgo de querer quedarse con el botín. Es la tentación del recogimiento: encerrarse en sí mismo y nutrir al misántropo que nos persigue en la filosofía de la pureza y del creerse mejor que los demás. Es necesario volver con los otros, los pobres, los de abajo, los marginados, los que no tienen derecho a la palabra… los otros en su calidad de otros. Sólo ellos podrán salvar al egoísta de su encierro, de su repugnante pureza y su asquerosa beatería. Sólo nos pertenece lo que damos a los demás. El personalismo, como filosofía del testimonio, es búsqueda de compromiso: El árbol no tiene miedo de dar frutos, si no es un árbol enfermo. Carlos Díaz, uno de los personalistas militantes escribe: …el personalismo no es un club de lectores, sino una escuela de vida en sentido profundo y preciso.18 18 Díaz Carlos, Diez miradas sobre el rostro del otro, I, 10, p. 34. 75 Seguir los caminos del personalismo-comunitario es correr el riesgo de un compromiso en el que cada línea de acción y de pensamiento que se descubra, es un llamado a dar testimonio de esa realidad de vida. La coherencia de este movimiento no se mide por su lógica interna, sino por su capacidad de encarnación. La persona es una propuesta de presencia testimonial al servicio de los demás. El otro, es el corazón de su reflexión y su acción. El diálogo es una iluminación en el horizonte del encuentro. El nosotros, la manifestación de una metafísica de la relación y su transcendencia, una muestra de la presencia del Dios del amor que camina junto-al-hombre en su compromiso de ser-más. 76 CAPÍTULO IV La psicología del potencial y de la autorrealización Estamos aquí para impulsar el proceso de crecimiento y desarrollar las potencialidades humanas. Fritz Perls 77 La psicología había tomado dos rumbos primordiales: la vía analítica y el camino de la conducta. Ambos esfuerzos de la ciencia no satisfacían las necesidades de algunas personas dedicadas al campo de la salud, la conducta y la orientación. Decidieron indagar nuevos caminos y propuestas. Hacia la década de los años cuarenta, un grupo de profesionales, se reunieron para plantear una visión diferente: la psicología de la tercera fuerza. En este grupo destacaban personas como Erich Fromm, Margaret Mead, Carl Rogers y sobre todo, Abraham Maslow. Más tarde se unió el movimiento de la psicoterapia guestalt. Paralelamente en Europa, otro grupo surgió también con nuevas alternativas: el análisis existencial. En este grupo estaban personajes de la talla de Ludwig Binswanger, Medard Boss y Viktor Frankl, quien después cambió el nombre a su enfoque por el de logoterapia. Dos movimientos del pensamiento contemporáneo vinieron a nutrir esta nueva visión: la fenomenología y la filosofía existencial. Su presencia va a ser muy variada. Lo importante es que el primero les dio un método adecuado y el segundo les aportó los temas básicos. La influencia en Europa fue directa, por así llamarla, y varios de ellos se nutrieron de las fuentes en su origen, como pasó con Heidegger, quien fue invitado a Suiza para impartir cursos en las clínicas de Binswanger y Boss. Jaspers trabajó de primera mano en el campo de la atención e investigación psiquiátrica. En Estados Unidos de Norteamérica, el fenómeno fue diferente: algunos, por su propia cuenta, se habían iniciado en un nuevo derrotero que más tarde se ve enriquecido por el movimiento existencial y fenomenológico. La llegada de varios pensadores europeos incitó esta búsqueda, como Paul Tillich, Erwin Straus y otros. Corría el año de 1959 y en la Convención Anual de la Asociación Psicológica Norteamericana, APA, se abrió, en el mes de septiembre, un espacio para la Conferencia sobre Psicología Existencial. Las ponencias fueron reunidas y publicadas bajo la dirección de Rollo May en 1961. La versión 78 que usaré en español data de 1972 y traeré un texto de Maslow que confirma lo que vengo diciendo párrafos atrás, al hablar del existencialismo: … no encontré en él una nueva y total revelación, sino una acentuación, una confirmación, y un redescubrimiento de diversas tendencias ya existentes en la psicología norteamericana… la lectura de los existencialistas constituyó para mí una experiencia muy interesante, beneficiosa e instructiva.1 Rollo May, en cambio, piensa que el desarrollo del movimiento existencial tenía ya varios años en Europa, y apenas, un reciente impulso en América. Seguiré de manera rápida los tópicos más destacados de la psicología existencial, según la versión del propio Rollo May. 1. El tema de la verdad, vino a impactar enormemente a un país cuya visión sobre la verdad estaba centrada en el método experimental y positivista. Para Kierkeggard la verdad es una construcción que se realiza en el hacer: La verdad sólo existe para el individuo cuando la crea en la acción. La verdad no se mide o se pesa en un laboratorio, se crea en la decisión y el compromiso personal. Es el acto de fe el que constituye dicha verdad. Por tal motivo está ligada a la autenticidad: cómo se ve el hombre ante Dios. Esta noción se vuelve reveladora, ya que en el enfoque existencial se busca tratar con personas y no con enfermedades; seres vivos que sufren, actúan y tienen experiencias en conflicto. Ya no es ir tras ideas claras y distintas sino captar en el aquí y ahora a esa persona que vive su dolor: 1 Maslow Abraham, Qué nos ofrece la psicología existencial, para la obra conjunta Psicología Existencial dirigida por Rollo May, cap. II, p. 59. 79 Este “experienciar inmediato” constituye nuestro ambiente, y nos brinda tanto la motivación como los datos para nuestra investigación.2 El enfoque existencial une la psicología y la filosofía como dos hermanas que caminan de la mano al servicio de la persona, no como en el siglo XIX. Esta convergencia de la psicología y la filosofía, toma dos categorías de reflexión: de la psicología: la experiencia, la ansiedad, y de la filosofía: lo que Tillich llama: la realidad ontológica. Esto no es resucitar la psicología filosófica, sino un afortunado encuentro en favor de la persona. Es un esfuerzo por comprender al hombre en lo que le pasa y en cómo hace para que le pase. 2. La filosofía existencial toma al hombre como centro, al hombre como ser total, así como surge y deviene. Toma la palabra ex-sistir como el estar fuera, surgir, en contra del esencialismo que le daba ya, una conceptualización acabada e inamovible. Tomaron el avance paralelo de la física de Bohr y Heisenberg que pondrían los cimientos para el desarrollo ulterior de la teoría de la relatividad de Einstein. Con Sartre se harán eco de su afirmación: Somos lo que elegimos, que se corresponde con otro de sus planteamientos: no nos convertimos en lo que somos sino mediante la negación íntima y radical de lo que han hecho de nosotros. Estas ideas se suman a una anterior: la verdad sólo existe si la persona participa en ella. Todas ellas se declaran contra cualquier mecanismo que ataque la libertad humana o la ponga fuera de juego. No acepta causas que mitiguen el ejercicio de la libertad. La psicología existencial será un esfuerzo por comprender la estructura humana y su experiencia. 3. La ansiedad es otro de los temas capitales. May estuvo hospitalizado durante un año y medio en un centro para tuberculosos, mientras escribía su libro The meaning of anxiety, 2 May Rollo, El surgimiento de la psicología existencial, para la obra conjunta dirigida por él mismo, cap. I, p. 9. 80 tiempo que también aprovechó para leer dos obras sobre la ansiedad: El problema de la ansiedad de Freud y El concepto de la angustia de Kierkegaard. Uno tiene posiciones antagónicas dentro de sí mismo. La ansiedad es el deseo de lo que uno teme y se vuelve un poder extraño del que uno no puede librarse. Por tal motivo reprimimos el sentido de ser y se rompe la imagen de sí mismo como individuo responsable ante su propia existencia. Jaspers insiste en el peligro del hombre de perder la conciencia de sí mismo. De esta concepción y otras paralelas, surgirá la idea de potencial: …se ha de definir al “ser” como la estructura de las potencialidades del individuo.3 Surgen dos preguntas claves: ¿qué relación hay entre la persona y sus potencialidades? Y ¿a qué se debe que el individuo inhiba lo que sabe de sí mismo? Es enfrentar el miedo ante su potencial y lo que se deriva de ese miedo. 4. Van a utilizar a la fenomenología como intento de aprehender los fenómenos tal como se presentan, como esfuerzo disciplinado por purificar la mente de los signos que hacen ver al paciente como teoría, como esfuerzo por experienciar los fenómenos en su plena realidad, como actividad para estar abiertos y listos para escuchar y, como camino que nos conduce hacia la presencia. 5. Va a servir para revisar los principios propios e influir en el trabajo terapéutico, tomando en cuenta la finitud humana, que lo pone en situación, en el sentido de Marcel, histórica condicional. Es descubrirlo como un ser en el tiempo y el espacio. Es encontrarse con su ser-dado y su ser-querido. 6. Con todo lo dicho, no se resuelve la relación entre la ciencia positiva y el enfoque existencial. Es necesario generar un diálogo más profundo y con mejores estrategias de reconciliación. No podemos aceptar la ceguera de la visión científica tradicional, ni tampoco la actitud prepotente de 3 May Rollo, ob. cit., p. 23. 81 algunos fenomenólogos que desprecian todo diálogo. El arte de vivir sólo se podrá aprender mejor, si sumamos lo que sabemos hacer de una manera más integral y sobre todo, viendo a la persona que se sirve, y no a la teoría a la que se pertenece. 7. Hemos de deducir algunos principios de la ciencia con enfoque existencial para derivarlos al campo de la psicoterapia como una epistemología propia: 1) la ciencia y su metodología ha de corresponder a las características de lo que estamos estudiando: el hombre; 2) la psicología existencial parte de que lo simple se explica por lo más complejo, como puede entenderse en el avance de la conciencia, y 3) la unidad fundamental de estudio ha de ser dos-personas-existentes-enun-mundo, mundo del consultorio del terapeuta, de donde surge su ser-en-su-mundo. 8. Podemos enunciar algunas dimensiones que han de tomarse en cuenta en estos estudios: el análisis existencial sobre la voluntad y la decisión, el tema del yo, las funciones constructivas de la ansiedad y la culpa, el concepto y la experiencia de ser-en-el-mundo, y el significado del tiempo. Un punto primordial es entender que esta psicología se enfrenta contra la visión deficitaria que se venía sosteniendo en el campo clínico y propone una psicología del desarrollo. Ya no se fija en lo que la persona ha fallado o no ha hecho, sino al contrario, en los logros que ha tenido. La visión deficitaria se viene por tierra y la nueva visión es la del desarrollo. La otra tarea primordial es dotar de un lenguaje propio a esta visión y sacarla del marco de referencia médico, al que pertenecía. Esta labor encuentra en Maslow y Rogers a dos de sus grandes contendientes, sin embargo, a futuro, la tarea casi fracasa, ya que el modelo médico es muy fuerte e institucionalmente exige un apego a su terminología. Por otro lado, el DSM en sus diferentes versiones, describe la nosología con un cuadro internacional que ha sido aceptado 82 incondicionalmente. Las descripciones fenomenológicas que se han logrado, no son suficientemente estudiadas, ni se forma a los estudiantes para usar esta metodología de manera seria y relevante. De cualquier manera, hay que seguir con la tarea. 4.1 El principio del potencial Durante diversas épocas, el hombre ha centrado su poder en sí mismo. También, le ha sucedido que lo ha puesto fuera de sí. Cuando camina por esta segunda vía, el ser humano se vuelve esclavo de todo y fomenta la filosofía de la redención y las víctimas. Con ella, justifica el ser arrastrado por los demás o mejor dicho, su dejarse arrastrar. Nada depende de él, todo le sucede. Sin embargo, cuando toma el primer camino, busca dentro de sí y encuentra su maravilloso poder. Nada fácil, pero puede ir tras él. Nikos Kazantzakis nos dice cómo en un hermoso poema: Una orden resuena dentro de mí: “¡Escarba! ¿Qué es lo que ves?”. “Hombres y pájaros, agua y piedras”. “¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”. “¡Ideas y sueños, fantasías y relámpagos!”. “¡Escarba más profundo! ¿Qué es lo que ves?”. “¡No veo nada! Una noche muda, tan espesa como la muerte”. “¡Escarba más profundo!”. “¡Ah! ¡No puedo penetrar la división más obscura! Escucho voces y llanto, escucho el revoloteo de alas en la otra orilla”. “¡No llores! ¡No llores! ¡No están en la otra orilla… las voces, el llanto y el aleteo son tu propio corazón”. La nueva búsqueda nos lleva dentro de nosotros mismos, en ese espacio donde habita nuestra fuerza. Nuestro quehacer está basado en el poder que lo fundamenta. Cada ser humano tiene 83 su propia potencia. La clave está en saber utilizarla. La terapia tiene como meta, el alimentar dicho poder, tal como lo expresa Perls: Nuestra meta como terapeutas, es incrementar el potencial humano a través del proceso de integración.4 De este texto podemos deducir que la capacidad de integración es un elemento de nuestro potencial y consiste precisamente en irnos configurando como el ser que queremos ser. La falsificación de nuestra existencia es una forma de debilitar nuestro poder. Ser auténtico, es un modo de incrementarlo. La verdad que surge como figura, es la potencia que se desprende del fondo del ser. Hacerme verdadera es mi tarea y no podrá suceder, si no vengo desde mi propio centro, desde mi propio fondo, desde mi propio ser. Este vaivén figura-fondo y fondo-figura es un modo creativo de la naturaleza humana en su capacidad de configuración y resolución de necesidades. La figura es una llamada que surge desde el fondo que espera respuesta. Cuando una figura es resuelta adecuadamente, se convierte en una fuerza que se resguarda en el fondo, y se potencia para nutrir el mismo fondo. La angustia patológica surge de las situaciones inconclusas. Sin embargo, ellas no pierden su poder, sólo que ahora, en lugar de ser un potencial nutritivo, se vuelven un potencial destructor que aliena y arrebata el dominio de ese poder. Es un modo de perderse a sí mismo. No se pierde el poder, sino la capacidad de usarlo en favor de uno. La angustia nos paraliza, nos saca del tiempo, como por arte de magia nos mete en un remolino de ideas y pensamientos catastróficos que nos pierden. El poder está en el presente y en el lugar en donde estamos, es decir en la vivencia, estar en el aquí y ahora. Sólo la vivencia nos pone en contacto con lo real. Lo demás es ilusión. 4 Perls Fritz, Terapia Guestáltica y las Potencialidades Humanas, para la obra conjunta de John O. Stevens, Esto es guestalt, p. 13. 84 Este poder de hacer contacto en la realidad conmigo, con los otros y con lo otro, me potencia para aprender, como Wilson Van Dusen lo expresa: Mis hallazgos surgen a partir de mí mismo y de las personas que conozco.5 El aprendizaje, como acto de autodescubrimiento se vuelve otro modo de expresar nuestro potencial. Cada descubrimiento nos franquea nuevos caminos y nuevas formas de abordar el mundo. La creatividad es la flor que aparece enraizada en el aprendizaje. Casi me atrevo a decir, que a mayor capacidad de aprendizaje, mayor posibilidad de creación. Este camino desemboca en el poder de la experiencia mística. Cuando el hombre se ha entregado a la fuerza de su poder, y generosamente se dona a los demás, este poder lo arrebata y como regalo, lo transporta a la tierra prometida. Por un instante, el tiempo se trasciende y el hombre embelesado desea continuar por aquel camino de iluminación. Sin embargo, el carro de fuego se detiene y lo regresa a la tierra, transformado y con el anhelo de volver al mundo de promisión. El ser humano se vuelve ahora un punto entre el tiempo y lo eterno. Este punto es el instante. Cada momento se torna un momento bendito. Cada tiempo tiene su gracia y para cada gracia hay un tiempo. Todo es cuestión de dejar que florezca. El ser único que lo abarca todo, se manifiesta en cada individuo y lo llena de gloria. Lo más interesante es que no hemos de luchar por ascender, sino por descender; el esfuerzo no es ir a las alturas, sino bajar a nuestras profundidades; no volar en el firmamento, sino cavar en nuestras arenas; el aire menos respirable está en las alturas, el más respirable viaja cercano a la tierra. Lejos de temer nuestra profundidad, hemos de ir a ella, puesto que ella es 5 Dusen Wilson Van, La profundidad natural del hombre, cap. I, p. 22. 85 nuestro hogar, es el lugar de nuestro alimento, es ser fieles a la tierra: …a lo largo de todo el descenso aparece una tendencia cardinal. Lo interno saldrá, se expresará a sí mismo. De hecho, aquello que es más esencial en la persona se pondrá de manifiesto. 6 Este fondo lleno de poder, nos aterra y muchas veces preferimos callarlo y ahogarlo. Wilson Van Dusen le llama el Otro Yo y en pocas palabras nos dice que es la sabiduría misma. Lo citaré para que con sus palabras nos diga lo que él ha visto: a) Vive y hace cosas. b) Existe en una especie de relación polar al ego o la conciencia del sí mismo. Mientras menos conciencia de sí mismo, más aparente se hace la actividad del Otro Yo. c) Tiene una intimidad total con el individuo. d) Tiene una preocupación central con la calidad de la vida. e) Sabe muchísimo más que el individuo. Hay indicaciones de que incluso sabe más de historia y puede ser capaz de ver el futuro. f) Conoce tanto la realidad interna como la externa, y tiende a tomarlas como una sola. g) Su modalidad natural es una representación o simbolización, en la cual algo más elevado y más interno es ilustrado empleando la forma de un drama, en el cual se usan elementos provenientes de un nivel inferior… Estos procesos internos de la mente, tienden a ser simbólicos porque emanan de un mundo en que todas las cosas se comprenden como relacionadas entre sí. Este es un tipo de pensamiento superior y más rico que aquel al que estamos acostumbrados.7 La nueva tarea de la psicología fenomenológica-existencial es recuperar el valor de este fondo siempre presente y convertirlo en el hermano mayor que acompaña a la persona y nunca lo abandona. En esta relación fraterna se descubrirán como amigos y no como enemigos, tal como lo hizo la 6 7 Dusen Wilson Van, ob. cit., cap. 12, p. 177. Dusen Wilson Van, ob. cit., p. 181. 86 psicología deficitaria. Sin embargo, no se puede pasar por alto, el hecho de que cuando este poder se oculta o se pretende olvidar, despierta como un volcán, y rompe la paz del valle. Se vuelve un emisario incontrolable y aparece el fenómeno de la locura, entendida como un proceso que arranca a la persona de sí misma y la convierte en un esclavo de sus propias potencias. Ésta es una de las metas del análisis existencial. 4.2 El principio de la autorrealización La vivencia de autorrealización se ha convertido en uno de los tópicos más queridos por el enfoque existencial. Éste se declara en contra del racionalismo y del idealismo alemán que dice: el hombre es pensamiento, y en contra de la técnica que reduce al ser humano a una tuerca o a una función. La filosofía existencial se declara en favor de ver al hombre como un-serque-se-hace, esto es, que hay un núcleo interno, el cual se desarrolla potenciándose. Los aspectos éticos no son leyes o normas establecidas que marcan a la persona, sino principios que norman al verdadero o genuino ser sí mismo y ser humano, en ese camino de construirse. Su ética es orientadora en su ser como posibilidad, de ahí la importancia de la autorreflexión que lleva a hacerse patente a si mismo. Este hacerse sólo se alcanza en la decisión incondicional y la sinceridad frente a sí mismo, de ahí la importancia de la subjetividad: la misión del pensamiento subjetivo consiste en entenderse a sí mismo en la existencia.8 Es asumir su ilimitada posibilidad de libre autodeterminación y de autorresponsabilidad. Ferdinand Ebner retoma una idea de Kierkegaard y piensa que sólo la fe en Dios nos pone en el camino de la 8 Kierkegaard Sören, La enfermedad mortal, p. 8. 87 autorrealización y descubre el verdadero tú del hombre. Marcel ve que la autorrealización se da en el encuentro yo-tú, paralelo al encuentro con Dios. Camus, en El Mito de Sísifo plantea que hay que aceptar con plena conciencia la situación trágica y absurda de la vida, despreciando y rechazando la insensatez del mundo como único medio de que el hombre pueda preservar su dignidad. Más tarde insiste en La Peste en el hecho de que el hombre se afirma a sí mismo al hacer frente y rechazar heroicamente la insensatez de toda vida. Al rebelarse contra toda situación absurda de la vida, realiza su auténtico ser humano. Finalmente, en El hombre rebelde, manifiesta la negativa del hombre a dejarse instrumentalizar por ideologías que pretenden para sí, una misión histórica. Me permití citar a algunos autores del enfoque, sin abundar, por supuesto, ni presentar la variedad de cada uno de ellos, sino simplemente para resaltar cómo esta idea de autorrealización está presente, aún en quien pudiéramos pensar que no existe, como es el caso de Camus. Huelga recordar que para lograr esta visión, es necesario recordar que al hombre hay que comprenderlo como un proceso y no como un ser acabado, de tal manera que hablar de la autorrealización, es hablar de un proceso de autorrealización y no de un ser ya autorrealizado. El principio de autorrealización le permite al ser humano percibirse como una línea en continuidad, un hacerse constante en la misma dirección, con un destino, con un fin. Laing lo dice con las siguientes palabras: Un hombre puede poseer el sentido de su presencia en el mundo como un todo real vivo y, en un sentido temporal, como una persona continua. En cuanto tal, puede vivir en el mundo y tratar con los otros. Un mundo y unos otros experimentados como igualmente reales, vivos, enteros y continuos. 9 9 Laing R.D., El yo dividido. Un estudio sobre la salud y la enfermedad, cap. III, p. 35. 88 Esta persona percibe su propia realidad e identidad, al igual que la de otras personas y sale al encuentro del mundo con ella. Sin embargo hay personas que no cuentan con esta percepción a la que llamaremos seguridad ontológica primaria. Los que sí la poseen, cada vez la afirman más y avanzan en la vida cobijados por este clima que les empuja a una existencia autorrealizante, ya que se atreven a correr riesgos y vivir aventuras que les permiten ser-más. Abraham Maslow, orientado por la idea de cómo facilitar a las personas la posibilidad de vivir en un proceso de autorrealización, descubrió las siguientes conductas como conducentes a dicho proceso: 1. Experimentar plena, vívida y personalmente una total 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. concentración y abstracción para alcanzar el abandono; autoconciencia contra autocontrol. Experienciar esta vivencia como un proceso progresivo. Aprender a escuchar nuestro yo, escucharnos a nosotros mismos. “Ante duda”, no asumir poses o no ser sinceros, sino asumir nuestra responsabilidad propia. Autoconciencia de tomar la alternativa del autodesarrollo. Comprender que la autorrealización no es estado final, es proceso de realización. Las experiencias cumbre son momentos pasajeros de éxtasis y uno puede ser sorprendido por la dicha. Es necesario preparar condiciones adecuadas para vivirlas. Descubrir quién es uno y abrirse a uno mismo. Si podemos facilitar el que advenga este nuevo hombre, es preciso dar algunas de las características de este individuo: 1. La persona está centrada en sí misma, por lo que todo lo que lo descentre, es un atentado contra su existencia auténtica. 89 Éste estar centrado en sí mismo, no significa ser egoísta, sino escuchar desde sí mismo el llamado del otro. Poder tomar distancia es fundamental para poder escuchar existencialmente al otro. 2. La persona descubrirá sus capacidades de autoafirmación, de la necesidad de preservar su centro. Paul Tillich hermana a la autoafirmación con el coraje de ser. La voluntad, la decisión, la elección juegan un papel de primer orden para el proceso de autorrealización. No basta con decir, hay que hacer. 3. La persona encuentra que tiene la posibilidad de abrir su centro para participar con otros seres. Sabe que abrirse significa un riesgo, porque es perderse. Sólo si se da en su totalidad, sin ser una copia del otro, es decir, se dona existencialmente en el encuentro, se recupera. Sólo nos pertenece lo que damos a los demás, decía Mounier. En el encuentro, la persona no se siente amenazada por el otro, sino reconciliada. 4. La percatación, awereness, es la manifestación subjetiva de poseer un centro. Nos pone en estado de vigilia, vigilancia, alerta; pero también puede llevarnos a un estado de angustia patológica: todo lo nuevo es malo. En lugar de ver en el porvenir, un sentido en el proceso de personalización del tiempo y del espacio. 5. La forma propia de percatación en el ser humano es la autoconciencia. La conciencia no sólo es focalizar el hecho de que estoy amenazado, sino de que yo soy el amenazado. Es descubrir la experiencia de mí mismo como la de un serque-tengo-un-mundo. Aquí hay un cambio en la percepción, al comprender de manera nueva la totalidad, me lleva a comprenderme de manera diferente y así, a todo lo que me 90 rodea. Aumenta la complejidad. No sólo es percatarse, sino es convertir ese percatarse en conciencia. 6. La angustia es el estado del ser humano al enfrentar lo que puede destruir su ser. Es, por tanto, una experiencia profundamente ontológica. Es situarse entre el ser y el noser. Es enfrentar su propia potencialidad. La conciencia marca la posibilidad de revertirse en contra de sí mismo, de traicionarse. También entraña la tentación de meterse en sí mismo y ahí perderse. Podemos concluir que destacar la tragedia humana no es algo negativo, al contrario, es estar en el lugar en donde verdaderamente aparecerá el fenómeno humano. Esta psicología pretende no destruir al ser humano al estudiarlo. Es un esfuerzo por comprenderlo, en el sentido fenomenológico-hermenéutico de Ricoeur, en su totalidad. La psicología fenomenológica, tiene una ardua tarea para empatarse como una psicología existencial-personalista. 91 CAPÍTULO V Aprender a ser, la perspectiva pedagógica Todas las victorias y todos los progresos humanos reposan en la fuerza interior María Monstessori 92 5.1 Planteamiento De pronto pareciera que estuviéramos en una esfera irreal, en medio de un lenguaje de bruma y encerrados en un claustro de bondad. Sin embargo, sin ningún aviso, la realidad nos grita con su miseria y desolación. Emmanuel Lévinas, filósofo del diálogo y la persona nos despierta con unas palabras que no pueden menos que conmovernos: Rostro: desnudez humana que puede adoptar una apariencia, pero siempre a punto de despojarse de las mentiras y de las formas; debilidad, petición, ya mendicidad, pero también una extraña autoridad, desarmada pero imperativa, que me interpela a mí responsable de esta miseria. Y que, eventualmente, me ordena ponerme, identidad pura e impasible, al servicio de lo verdadero.1 El mundo de la pobreza, el abandono, la enfermedad y el sufrimiento, son parcelas del reino del ser que no podemos olvidar. La filosofía de la existencia en su descubrimiento del hombre como ser-en-el-mundo; la filosofía del diálogo en su alimento a la vida del encuentro y la filosofía de la persona en su impulso por comprenderla como presencia dirigida al mundo no pasan por alto que la culminación de la persona en su civilidad, es acción política, esto es, filosofía práctica. El personalismo lanza su apuesta y cree en la construcción de las utopías. Buber puntualiza cómo hemos de concebir este camino del hombre en su construcción: Las utopías que figuran en la historia espiritual de la humanidad revelan a primera vista lo que tienen de común: son cuadros, y, por cierto, cuadros de algo que no existe, que es solamente 2 imaginario. 1 2 Lévinas Emmanuel, Fuera del sujeto. p. 17. Buber Martin, Caminos de utopía, cap. II. p. 17. 93 La lucha es un esfuerzo considerable para avanzar como humanidad. De ahí que el humanismo sea la tarea de hacer al hombre más humano, esto es, dentro de su esencia y no inhumano en la versión de Heidegger. Los sistemas injustos nos rebelan y enfurecen para levantarnos buscando la ética del otro hombre en una expresión de Lévinas. Buber nos acerca al potencial del sufrimiento de manera muy significativa: El sufrimiento que nos causa un orden absurdo prepara al alma para la visión, y lo que en éste ve robustece y ahonda la comprensión que tiene de lo equivocado. El afán de que se realice lo contemplado configura la imagen.3 El sufrimiento del otro es una voz que no podemos callar. Y nuestras aulas, con sus discursos brillantes no pueden apagar el estruendo reclamo del dolor que habita en el suburbio. Es potencia incontenible. En este siglo, las filosofías aristócratas nos han llevado a pensar en la persona como un ser espiritual que es ario, léase salvador del mundo; o es religioso y entonces es puro; o es universitario y ahora es un pedante prepotente. ¡Basta! No hay discurso universitario válido, si no tiene como centro al otro, al que está más allá de sus muros y desde su pobreza, lo mantiene. Es necesario volver al suburbio, gritaba Mounier y por eso, su énfasis en lo comunitario. Una vez más podemos volver a leer en la propuesta de evaluación del desempeño del profesor las líneas que lo orientan: 1. 2. 3. 4. Responsabilidad. Organización de la clase. Motivación para la enseñanza-aprendizaje. Preparación para la clase. 3 Buber Martin, ob. cit., cap. II, p. 18. 94 5. 6. 7. 8. 9. Capacidad para transmitir conocimientos. Dinámica pedagógica. Recursos didácticos. Evaluación del aprendizaje. Relaciones profesor-estudiante. Salta a la vista que no hay ningún criterio que evalúe la facilitación o promoción de habilidades básicas al servicio de la comunidad, ni a la formación de la persona como orientación primordial. Es una propuesta que fomenta el egoísmo y la sensación egocéntrica de los universitarios que creen que todo debe girar en torno de ellos y tenemos como resultado: saturación de profesionales en los centros urbanos y abandono en las comunidades marginales. Me parece que los resultados son muy congruentes con la visión con que se les forma: yo, madre universidad, te digo: escúchate a ti mismo, no oigas a los que pretenden apartarte del camino y menos a los pobres, a los excluidos, a los miserables, con ellos no te harás rico y lo mejor que puedes hacer es no ser uno de ellos. 5.2 La educación comunitaria En este siglo, también la psicología ha hecho aportaciones relevantes a la pedagogía: Freud en la teoría educativa del niño; Piaget en los estudios del conocimiento, Gessell en su propuesta sobre los caminos de maduración del niño; la escuela de la conducta al enfatizar en las estrategias de aprendizaje; la psicología de la tercera fuerza con su orientación central en favorecer el desarrollo de los potenciales; la psicoterapia guestalt en su enseñanza sobre el aquí y ahora, y el contacto; Bigovzki en su cambio hacia la dimensión social, sin perder la parte neurológica. Sin embargo a veces se ha olvidado un diálogo nutritivo con los educadores. Ya Montessori en el amanecer de la pasada centuria habló del potencial del niño; Freinet mostró la 95 capacidad de la autogestión que puede favorecer la escuela en el niño; Makarenko implementó un programa didáctico de tipo comunitario. Sin embargo, a pesar de tanto avance, el individualismo ha contaminado la educación, la institucionalización a la escuela, la técnica a la persona y la política económica a la política educativa. En 1972 la UNESCO publicó el informe de Edgar Faure y sus colaboradores, con un título muy sugestivo: Aprender a ser con un subtítulo no menos sugerente: la educación del futuro. En esta investigación descubrieron tres fenómenos nuevos: 1) la educación precede: …por primera vez sin duda en la historia de la humanidad, el desarrollo de la educación considerado a escala planetaria tiende a 4 preceder al nivel del desarrollo económico. el 2) la educación prevé: …por primera vez en la historia la educación se emplea conscientemente en preparar a los hombres para tipos de sociedades que todavía no existen; 5 y el 3) la sociedad rechaza los productos de la educación: Por primera vez en la historia diversas sociedades comienzan a rechazar un gran número de productos ofrecidos por la educación 6 institucionalizada. Es necesario recordar que la universidad nació como un espacio para propiciar una reflexión sobre la verdad y la educación 4 Faure Edgar y cols., Aprender a ser. La educación del futuro, 1ª parte, cap. I, p. 61. 5 Faure Edgar y cols., ob. cit. 1ª parte, cap. I, p. 62. 6 Ibid. 96 como el medio a través del cual una generación transmite a otra su peculiar forma de ser. Es un testimonio de la humanidad en marcha: de sus crímenes y sus proezas. 5.3 ¿Hacia dónde vamos? Casi un cuarto de siglo después, una vez más la UNESCO encarga un nuevo informe y corresponde a Jacques Delors presidirla. Su nombre: La educación guarda un tesoro y escribe: Frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social…, una vía ciertamente entre otras pero más que otras, al servicio de un desarrollo humano más armonioso, más genuino, para hacer retroceder la pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las guerras, etc.7 Si pretendemos que nuestra Universidad no se quede estancada en el discurso, con una vida demagógica que duerme a su gente, es necesario sumarse a la vanguardia y pensar las propuestas que el mismo Jacques Delors hace y que ahora presento: La universidad podría contribuir a esta reforma diversificando su oferta: como lugar de ciencia y fuente de conocimiento que lleva a la investigación teórica o aplicada, o a la formación de profesores. como medio de adquirir calificaciones profesionales conforme a unos estudios universitarios y unos contenidos adaptados constantemente a las necesidades de la economía, en los que se aúnen los conocimientos teóricos y prácticos a un alto nivel. 7 Delors Jacques y cols., La educación guarda un tesoro, p. 9. 97 como plataforma privilegiada de la educación durante toda la vida, al abrir sus puertas a los adultos que quieran reanudar los estudios, adaptar y enriquecer sus conocimientos, o satisfacer sus ansias de aprender en todos los ámbitos de la vida cultural. como interlocutor privilegiado en una cooperación internacional que permita el intercambio de profesores y estudiantes, y facilite la difusión de la mejor enseñanza mediante cátedras internacionales.8 Necesitamos una educación al servicio de la personacomunitaria, una investigación que se vuelva transdisciplinaria, una didáctica que no sólo sea potenciadora sino que sea facilitadora también y una pedagogía que significativamente se asuma como ciencia de la educación. Nuestra propuesta se centra en la creación de un programa para formación de profesores desde una perspectiva humanista, con énfasis en el desarrollo de sus potencialidades. Para promover una formación de este tipo, es necesario formar la persona de los profesores, no sólo dar teoría, técnica o herramientas, sino formar en su dignidad de persona. De las líneas que revisamos páginas anteriores, se deduce la ausencia total de formación en esta área, pues no se contempla una evaluación sobre ella. De nuevo la congruencia saltará a la vista pues en un documento oficial de la UAS leemos: La formación de profesores constituye una política de carácter permanente que garantiza la concresión del currículum.9 Demos una mirada a los programas que se han desarrollado en este terreno: 8 Delors Jacques, ob. cit., p. 21. Varios, Programa para la formación de profesores del Bachillerato de la UAS, p. 7, Profeba-UAS, Culiacán Rosales, 1996. 9 98 DIPLOMADOS 1. 2. 3. 4. 5. Enseñanza del Inglés. Didáctica de la Lengua y Literatura. Enseñanza de las Ciencias Naturales. Enseñanza de Metodología de la Investigación. Enseñanza de las Ciencias Sociales y Humanidades. ESPECIALIDAD 1. Metodología de la Enseñanza de la Matemática. CURSOS 1. Micro computadoras y Calculadoras en la clase de Matemáticas. 2. El método Experimental en la Enseñanza de la Física. 3. Didáctica de la Física. 4. Metodología de la Enseñanza de la Física Aplicada a la Mecánica. 5. Química y Sociedad. 6. Didáctica de la Biología. 7. Análisis histórico y social de México. 8. Introducción a la Lógica. 9. Metodología de la Investigación. 10. Didáctica de la Enseñanza de la Computación. 11. La orientación Educativa en el Nivel Medio Superior. ¡Ninguna estrategia dirigida al docente como ser humano! Sólo dos materias tienen en un cariz que se antoja de corte sociológico. No existe tampoco una filosofía de la educación, ni axiología, ni el sentido de la educación. Nuestra propuesta va dirigida precisamente a despertar personas y aparece en el siguiente capítulo. 99 CAPÍTULO VI Propuesta, implementación y desarrollo Hacer es pasar de la alabanza y la gratitud simplemente afectivas a la alabanza y la gratitud activas... es pasar del reino de la posibilidad al reino de la efectividad, y en consecuencia la prueba de la verdad.1 1 Díaz Carlos, Diez palabras clave para educar en valores, Editorial Imdosoc, México, 2000, p. 89. 100 JUSTIFICACIÓN a. Contexto internacional Hablar de la formación de profesores desde una perspectiva humanista, es hablar de una educación que se caracteriza por el respeto profundo a las personas que aprenden, que reconoce en ellas una búsqueda particular de significados ante la vida y que busca, sobre todo, que integren a su formación disciplinar, aspectos propios que les permitan una relación consigo mismos, con sus semejantes y con el mundo, cada vez más plena y satisfactoria. En la Universidad Autónoma de Sinaloa, la formación de los docentes en la última década, ha retomado cada vez más esta línea de formación que ha sido reconocida desde la UNESCO en el informe que en mayo de 1972, el Sr. Edgar Faure, presidente de la Comisión Internacional sobre el Desarrollo de la Educación presentó a este organismo y que resumía los cuatro postulados centrales que dirigieron su investigación: “1) la existencia de una comunidad internacional que, a pesar de las diversidad de naciones y de culturas, de opciones políticas y de grados de desarrollo, se expresa por la comunidad de aspiraciones, de problemas y de tendencias y por la convergencia hacia un mismo destino; 2) la creencia en la democracia, concebida como el derecho de cada uno de los hombres a realizarse plenamente y a participar en la construcción de su propio porvenir. La clave de una democracia así concebida es la educación, no sólo ampliamente impartida, sino repensada tanto en su objeto como en su gestión; 101 3) el desarrollo tiene por objeto la complejidad de sus expresiones y de sus compromisos: individuo, miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños; 4) la educación, para formar a este hombre completo cuyo advenimiento se hace más necesario (...) sólo puede ser global y permanente”. Este informe llevó por nombre Aprender a ser y se subtituló La educación del futuro. Años más tarde, en 1997, Jakques Delors presentó una propuesta contundente: “...Para cumplir el conjunto de las misiones que le son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores ...”24 Entre sus pistas y recomendaciones Delors (1997), propone: “La utopía orientadora que debe guiar nuestros pasos consiste en lograr que el mundo converja hacia un mayor entendimiento mutuo, hacia un mayor sentido de la responsabilidad y hacia 24 Delors, J (1997). La educación encierra un tesoro. Los cuatro pilares de la educación. México: Correo de la UNESCO, 1997, pp. 91-103 102 una mayor solidaridad, sobre la base de la aceptación de nuestras diferencias espirituales y culturales. Al permitir a todos el acceso al conocimiento, la educación tiene un papel muy concreto que desempeñar en la relación de esta tarea universal: ayudar a comprender el mundo y a comprender a los demás, para comprenderse a sí mismo”. Nuestra Universidad también se ha sumado a esta propuesta y lo ha declarado en el Plan Buelna de Desarrollo Institucional 2005-2009 y sabe que la nueva meta para alcanzar de verdad una sociedad y una comunidad universitaria solidaria, es una educación que incluya tanto los contenidos disciplinares, pedagógico didácticos como el desarrollo de la persona. Es ampliamente reconocido que el siglo XXI, ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación y, que esto planteará a la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: La educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por las corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos Esta tarea es imposible de atender si se responde de manera puramente cuantitativa, es decir, si se piensa que lo importante 103 a la hora de educar es que cada individuo acumule en su vida una cantidad de conocimientos sino que debe, sobre todo, estar en condiciones de aprovechar y utilizar durante toda la vida cada oportunidad que se le presente de actualizar, profundizar y enriquecer ese primer saber y de adaptarse a un mundo en permanente cambio. La visión de educación: el ser humano bio-psico-socialespiritual Una reflexión que se desprende de los hallazgos y declaraciones anteriores es que la tarea de la educación ha de ser pensada desde una perspectiva que integre, en lugar de mutilar; que una educación que promueva cualquier metodología rígida y codificada, que arranque a la persona de sus aspectos potenciales estrechando su capacidad para descubrir lo nuevo, no puede llamarse educación. Tampoco puede llamarse integral a una forma de concebir la educación que propicia crecimientos desiguales en aspectos que deberían estar en armonía. “ Una nueva concepción más amplia de la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro escondido en cada uno de nosotros, lo cual supone trascender una visión puramente instrumental de la educación, percibido como la vía obligada para obtener determinados resultados (experiencia práctica, adquisición de capacidades diversas 104 fines de carácter económico), para considerar su función en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona que, toda ella, aprende a ser25 Esto quiere decir que la educación va más allá de la trasmisión de conocimientos y entra en el mundo de las habilidades para hacer y pensar, y de los valores para decidir y vivir. “... la educación ha de contribuir a proteger y consolidar los valores en la sociedad, velando por inculcar en los jóvenes los valores en que reposa la ciudadanía democrática proporcionando perspectivas críticas y objetivas a fin de propiciar el debate sobre opciones estratégicas y el fortalecimiento de enfoques humanistas”26 Desde nuestro punto de vista, el enfoque humanista visualiza a la persona como el centro del quehacer dentro de un proceso de formación, ésta es un agente capaz de autorrealizarse y de generar estrategias que permitan el desarrollo de su entorno. Este ser humano está integrado por varios elementos de índole bio-psico-social-espiritual, los cuales se entrelazan y trabajan conjuntamente, de tal manera que la formación va dirigida a desarrollar cada una de estas partes mediante una formación integral (holística). Nuestra experiencia profesional, desarrollando programas de formación de profesores orientados por este enfoque, ha permitido observar que el maestro, en su primer acercamiento a esta manera de concebir la educación y la persona, muestra ciertas resistencias. Es naturalmente el resultado de descubrir que lo que ahora está en juego no son ni los medios, ni los 4. Idid. p. 26 UNESCO, Declaración mundial sobre la educación superior en el siglo visión y acción, ed. Anuies, México, octubre de 1998, p. 17 XXI, 105 contenidos ni los aparatos, sino su ser, su persona, sus proyectos, la forma en que se relaciona, la manera en que se compromete, sus aspiraciones y la relación que comparte necesariamente con ese otro significativo llámese alumno, familia, compañero de trabajo, todos ellos insertos irreductiblemente en un todo social e histórico en el que fluyen. Este proceso de transformación, y de crecimiento, puede parecer como un salto al vacío: a medida que nos alejamos del punto de partida, de nuestra zona de seguridad conocida, nos acercamos a un punto de llegada incierta, que todavía no alcanzamos a ver con claridad. Estamos confrontando y dejando atrás, estilos de vida indiferentes, maneras inadecuadas de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás, creencias y valores limitantes sobre nuestra identidad y nuestro quehacer como personas, entre otros, y “lo nuevo”, apenas se vislumbra. No aparece, porque de ninguna manera este proceso se genera desde afuera –como los valores– implícitos en la tecnología. Los nuevos valores sólo surgirán en la interacción con el otro y se generarán desde lo profundo –lo no aparente– de la relación del docente consigo mismo, con sus alumnos, con su familia, con los demás significativos en su vida, con su entorno. La nueva búsqueda lleva al hombre hacia dentro de sí mismo, en ese espacio donde habita su fuerza. Su quehacer está basado en el poder que lo fundamenta como ser humano27 El resultado de este tránsito es sorprendente: de pronto la conciencia sobre la propia capacidad de valoración es más clara, la sensación de mayor energía y entusiasmo por lo que 27 Maslow, Abraham. Existential psychology –what’s in it for us?, para la obra conjunta Existential psychology dirigida por Rollo May. Cap. II, pp. 49 y 50. 106 se hace es notable y la sensibilidad por lo que nos ocurre y por lo que ocurre a los demás es más obvia. También la responsabilidad por las decisiones y las acciones emprendidas aparece como un compromiso resignificado. La formación de profesores desde la perspectiva humanista es un proceso transformador que requiere del docente un compromiso con su estilo de vida, que abarque por igual el espacio de la escuela, de la pareja, de la familia y de las interacciones de todo tipo. Desde este enfoque no existe el mundo escolar ni el mundo personal como dos mundos separados. En la experiencia de todos los días están presentes las formas de ser, de sentir, de pensar del profesor con toda su singularidad como ser humano. Se busca una formación cuya misión se circunscriba no solo a preparar a los profesores para una función, sino para madurarle y armarle lo mejor posible para el descubrimiento de esa vocación que constituye su mismo ser y el centro de sus responsabilidades como docente, en su compromiso de formar personas. Esta formación ha de orientarse por los siguientes principios: 1. Despertar personas capaces de vivir y comprometerse. 2. Asuma como tarea preparar progresivamente al docente para usar su libertad y su responsabilidad. 3. Se interese por la persona como totalidad, en toda su concepción y su actitud ante la vida. 4. Prepare a los docentes para vivir y no solo a acumular conocimientos y habilidades. 5. Se oriente a crear un estilo de docencia cuya visión se sustente en el compromiso y el servicio. 107 Esto quiere decir que la educación no es un entrenamiento para competir uno contra el otro sino que es, por el contrario, un espacio favorecedor para escucharlo. Un espacio propiciador donde el maestro pueda revisar no sólo su función como docente, sino su misión como persona. b. Contexto institucional . La presente propuesta ha sido pensada y reflexionada a la luz de las orientaciones que el Plan Buelna de Desarrollo Institucional 2005-2009 nos ofrece cuando habla del Entorno de la educación superior en las sociedades contemporáneas, de la cual desprende un subtitulado llamado La razón de ser de la Universidad y que retomo textualmente: “... a la Universidad, por tradición y por vocación, le corresponde participar en la recuperación de los valores perdidos y en la construcción de los que demandan los tiempos; lo cual exige absoluta claridad respecto de que esto sólo puede hacerse si asume tal tarea desde una racionalidad ética de tipo humanista....”28 Como puede apreciarse, hay explícitamente un reconocimiento del carácter sustentable y humanista que deberá orientar las políticas de desarrollo educativo. Al respecto, se señala lo siguiente: Esa encomienda social que sostiene a la Universidad, hoy es asumida por ésta en 28 Plan Buelna de Desarrollo Institucional 2005-2009. Universidad Autónoma de Sinaloa. 108 condiciones de cambios vertiginosos y profundos, donde el reto se presenta como la oportunidad de liberar al hombre condicionado socialmente, para convertirlo en un sujeto capaz de encargarse de su propio desarrollo a partir de sí mismo, a fuerza de reconocer su naturaleza y potencialidades, comprendiendo la realidad actual. El reto consiste, pues, en la creación de un hombre capacitado para adaptarse y transformar el mundo que lo rodea. Sin duda, resulta deseable que la UAS se comprometa a mantener el poder de la razón en la construcción de un mundo mejor; su contribución al respecto resultará factible si pone en el centro la formación de las nuevas generaciones una conciencia ecológica y una conciencia social: la primera deberá orientar parte de nuestros esfuerzos a la preservación de la vida en general, y la segunda guiará el logro de la dignidad y el bienestar del género humano. También se reconoce que la UAS, como institución pública, debe ser depositaria de los siguientes valores: Intelecto/conocimiento. La educación integral del estudiante debe sustentarse en la conjunción armónica de las funciones universitarias, por lo cual debe hacer énfasis en el desarrollo de habilidades del pensamiento, en el conocimiento científico y tecnológico, y en un amplio conocimiento sobre sí mismo y del entorno natural y social. Social/comunitario. Debe existir el interés por formar profesionistas comprometidos con el desarrollo social y natural, capaces de involucrarse en acciones comunitarias para dar soluciones benéficas en lo individual y colectivo. El primer paso para ello consiste en generar un ambiente de trabajo 109 estable, así como un clima de cordialidad, confianza y respeto que garantice la convivencia pacífica de estudiantes, académicos y trabajadores. Ético/moral. El universitario debe ser, cada vez de manera más íntegra en todas las situaciones, congruente entre el decir y el hacer, comportarse con rectitud, honorabilidad, solidaridad y sentido de justicia, y ejercitar el servicio profesional con transparencia, eficiencia, solidaridad, legalidad y equidad. Físico/biológico. Deben impulsarse las actividades físicas y deportivas, la alimentación saludable y otros programas que promuevan la salud como medios importantes para lograr un desarrollo armónico entre mente, cuerpo y emociones. Estético/belleza. Debe ser parte esencial del esfuerzo educativo desarrollar la imaginación, la intuición, la sensibilidad, la creatividad y la vocación por el arte en todas sus manifestaciones. Para ello, debe impulsarse la enseñanza y la práctica de actividades artísticas que fortalezcan la cultura local y universal. Económico/bienes materiales. El desarrollo institucional debe basarse en el principio de mejora continua, expresado en el fortalecimiento de la cultura de la gestión y administración de los recursos y patrimonio universitarios, en beneficio propio y de las nuevas generaciones. Afectivo/amistad. Las actividades diarias han de constituirse en una oportunidad para conocernos, cultivar el compañerismo y aprender a colaborar en equipo, por lo que deben contribuir a mejorar el clima laboral y social de la comunidad universitaria. Espiritual/trascendente. Debe ser una aspiración el trascender lo humanamente posible en el campo del saber ser, del saber 110 convivir y del saber hacer, de manera que podamos sentir genuina satisfacción por nuestro legado a las nuevas generaciones. Aunque con una paráfrasis distinta, es evidente el paralelismo axiológico entre los valores universitarios enunciados en el Plan Buelna y la estructura de valores presentes en esta propuesta de formación que, en distinto orden, busca promover: El diálogo como la relación por excelencia que afirma la existencia del nosotros. La justicia como el medio que defiende en el tiempo la dignidad de la persona. La ética centrada en la vida. La creatividad para transformar la naturaleza imprimiéndole forma humana La libertad, que fundamentada en valores, oriente las decisiones de cada persona La solidaridad con los demás seres humanos Trascendencia como la tendencia de la persona a dejar una aportación a su entorno En resumen, la presente es una propuesta que considera la naturaleza integral de la persona y reconoce en ella su dimensión física, social, intelectual, emocional y espiritual. 111 PROSPECTIVA DEL PROGRAMA VISIÓN Los universitarios descubren y acrecientan su potencial, a través del auto-descubrimiento y de la adecuada motivación y orientación de su dinamismo que los conlleva a la consecución de un crecimiento personal que transita de lo intrapersonal hacia lo interpersonal favoreciendo su relación con los demás. Es un programa institucional que cuenta con el apoyo y la colaboración de todas las autoridades en las distintas zonas académicas de la universidad; se reconoce el valor de la persona y fomenta entre otros, la convivencia, el liderazgo, la creatividad y los valores en vistas a lograr la formación y desarrollo integral de los universitarios. MISIÓN DEL PROGRAMA Impulsar a la participación activa y comprometida de los universitarios, en el que desarrollen capacidades de comunicación, de relación interpersonal, de creatividad, iniciativa e innovación, que favorezcan la formación profesional competitiva académica y laboralmente, que es el propósito de nuestra universidad. 112 Ser un evento académico formativo para la comunidad universitaria, que por su naturaleza y fines impacten positivamente en el desarrollo integral de la comunidad universitaria. Estos enunciados son notablemente congruentes con la Misión que establece el Plan Buelna de Desarrollo Institucional y que se presenta a continuación: MISIÓN La Universidad Autónoma de Sinaloa es una institución de educación pública de nivel medio superior y superior comprometida con los grandes intereses de la sociedad sinaloense, cuya misión es formar profesionales de calidad, con prestigio y reconocimiento social, dispuestos a contribuir en la promoción de un desarrollo humano sustentable, capacitados para contribuir en la definición de políticas y formulación de estrategias para disminuir las desigualdades económicas, sociales y culturales del estado de Sinaloa, en el marco del fortalecimiento de la nación. De la visión general a lo particular. Por el hacer, el formar se convierte en un transformar cuando el saber desemboca en el hacer.2 De la visión general sobre la formación de profesores se han desprendido acciones particulares como el programa de 2 Ibid., p. 89. 113 Diplomado en Desarrollo del Potencial Humano para Universitarios que busca movilizar el enorme potencial de los docentes hacia horizontes que hagan de lo educativo un ejercicio de formación integral de personas. En el proceso educativo, el profesor acompaña al estudiante a que pase de ese mundo de la indiferencia y de la soledad, al universo de lo humano y de lo social, en donde podrá encontrarse con otros hombres. Martin Buber describe este encuentro prodigioso entre los seres humanos y traeremos sus propias palabras: El encuentro del hombre consigo mismo, sólo posible y, al mismo tiempo, inevitable, una vez acabado el reinado de la imaginación y de la ilusión, no podrá verificarse sino como encuentro del individuo con sus compañeros, y tendrá que realizarse así. Únicamente cuando el individuo reconozca al otro en toda su alteridad como se reconoce a sí mismo, como hombre, y marche desde este reconocimiento a penetrar en el otro, habrá quebrantado su soledad en un encuentro riguroso y transformador.5 ¿Cómo se da este suceso que después será el acontecimiento por excelencia? Aparece el rostro: La presencia del rostro significa, así, una orden irrefutable –un mandamiento– que detiene la disponibilidad de la conciencia. La conciencia es puesta en cuestión por el rostro.6 Un ejemplo de este estilo educativo es el enfoque centrado en la persona, con inspiración en los trabajos de Carl Rogers, la psicología de la actualización de Abraham Maslow, y la psicoterapia guestalt de Fritz Perls, cuyos principios podemos enunciar y resumir así: 5 6 Buber Martin, ¿Qué es el hombre?, segunda parte, IV, p. 145. Lévinas Emmanuel, La huella del otro, cap. 4, p. 62. 114 1. El ser humano posee una tendencia natural a la autoactualización. 2. El ser humano tiene una potencia natural para aprender. 3. No se enseña, sólo se facilita el aprendizaje. 4. La persona descubre, aprende, sólo lo que le es significativo para su vida y su desarrollo. 5. Cada nueva configuración en el amor a sí mismo, se vuelve amenazante y la persona lo vive ambivalentemente: huye y se entrega a él. 6. Facilitar es favorecer los ambientes de aprendizaje. 7. El aprendizaje se adquiere en el hacer. 8. El aprendizaje se da, cuando el aprendiz participa activamente en su hacer-se. 9. Este aprendizaje favorece una visión holista, tanto en el descubrir, como en el tratarse a sí mismo como una totalidad. 10. La independencia, la creatividad y la confianza en sí mismo se favorecen cuando el centro de evaluación está en uno mismo y no en los otros. 11. Aprender a aprender significa, esforzarse como proceso en llegar-a-ser el ser que quiere-ser, basado en el poder que lo fundamenta, en una expresión de Kierkegaard. 12. La espiral creadora visualiza el poder de cierre en las situaciones inconclusas. 13. El ser se encarna en la voluntad de existir. 115 14. La libertad es la condición básica de la responsabilidad en el existir. Como puede verse, este modelo educativo abre posibilidades sorprendentes y deja la tarea de buscar creativamente las metodologías didácticas que permitan su aplicación. Esta tendencia ha sido conocida en México como movimiento de desarrollo humano. Salvador Moreno, uno de los divulgadores de este énfasis educacional, plantea su logro educativo: …promueve el desarrollo de la comprensión de sí mismos en la mayor parte de los estudiantes…8 Esta actitud de la psicología humanista está apoyada por la teoría de la transubjetividad que desarrolla Miguel Jarquín, de la cual presentamos aquí, algunos de sus principios esenciales: 1. No voy a hablar de mí, pero sí desde-mí. 2. Mi verdad no es la verdad, pero sé que participo de ella. 3. No puedo obligar a que otros vean mi verdad. 4. Nadie me puede obligar a ver su verdad.9 Como podemos apreciar, una mano se sostiene en el enfoque epistemológico y la otra, en la metodología didáctica. Algunos de sus planteamientos básicos son: 1. Es un aprendizaje vivencial: se hace énfasis en la vivencia propia y no tanto en la teoría o la memorización sin sentido 8 Moreno Salvadore, La efectificad del enfoque centrado en la persona, parte VII, cap. 22, p. 315, para la compilación de Lafarga y Gómez, Desarrollo del Potencial Humano III. Aportaciones de una psicología humanista. 9 Jarquín Miguel, Una propuesta epistemológica: la transubjetividad, primera parte, cap. III, pp. 43-45, para la obra compilada por el mismo autor. La verdad desde sí mismo. Tres paradigmas en la investigación cualitativa. 116 de contenidos. Se fundamenta el hecho de que la experiencia tiene un referente desde el cual puede explicarse: la conciencia que aprende de sí misma, cuando sale de sí (ex), se mira desde su alrededor (peri) y adquiere un conocimiento (encia). Aquí se engarza epistemología y didáctica, es una fenomenología de la educación. 2. Es un aprendizaje emocional: favorece el aparecer de las emociones dentro del aula y no las descalifican, ni las inhibe. 3. Es un aprendizaje incidental: aprovecha el incidente como detonador de los aprendizajes y a veces, pone en él, el corazón de los descubrimientos vivenciales. Busca, además, que el incidente sea actual, para alimentar la vida en el presente, como síntesis del pasado y semilla del porvenir. 4. Es un aprendizaje horizontal: privilegia el aprendizaje que se nutre de las vivencias de los integrantes del grupo en forma horizontal, más que de la forma vertical y autoritaria que a veces ha predominado. Se cree, firmemente en el lema de Freire: nadie enseña a nadie, todos aprenden de todos. 5. Promueve el desarrollo de los potenciales: considera que la persona está llena de potenciales y que es necesario un espacio favorecedor para que los mismos surjan. 6. Es un aprendizaje en el presente: valora el presente como el tiempo actual en el que el entre-los-dos, alimenta la relación por excelencia: el nosotros. 7. Es un aprendizaje holístico: considera a la persona, un ser que se relaciona con el mundo a partir de totalidades significativas y sólo así, se configura a sí mismo y sus saberes. 117 8. Es un aprendizaje presencial: considera a la persona ese ser que está aquí y ahora así contigo y en ese poder de presencia fundamenta el valor a la luz de la ética del otro hombre. 9. Considera a la persona el centro de toda su acción y a sus comunidades, el ser que es persona de personas, y que avanzan en un movimiento continuo de relación. Con este breve recorrido, se puede avizorar que el enfoque de desarrollo humano, ya sea en su vertiente de la psicología experiencial, de la psicoterapia guestalt o de la logoterapia, tiene mucho que aportar a la educación. EL MAESTRO El maestro juega un papel fundamental en la creación de la utopía. Y aquí vale recordar a George Kerschensteiner, maestro rural nacido en Munich en 1854, quien contestó a la pregunta de quién debe ser el maestro de la escuela con estas palabras: ...solamente aquél que siente constantemente la felicidad de participar en la formación espiritual e intelectual de los demás, que hace vivir en sí la fe imperturbable en el poder supremo de los valores del género humano, que ha llegado a experimentar en sí, que mientras enseña a los jóvenes, evoca en una lección una vida espiritual en común... Se habla mucho del eros pedagógico, ese modo de amar peculiar del docente que se entrega generosamente a su labor, y al mirar que su alumno aprende, se alegra con él. Su triunfo, es el éxito de su alumno. Hay que recordar el entusiasmo del profesor de primaria cuando su grupo aprende a leer.. Cuando avanza un niño, un joven, un adulto o un viejo en la escuela, no camina en soledad, sino en solidaridad con la especie humana. La vida humana se desarrolla en comunidad, la educación es diálogo, espacio abierto al encuentro; 118 preparación para caminar-en-común; es un canto a la vida, una búsqueda interminable de ser-uno-mismo. ¿Qué tarea? ¿se encontrará algún maestro así? Esta propuesta pretende propiciar espacios en donde los docentes, a la luz de sus potenciales, avancen en su propio desarrollo humano y se responsabilicen a vivir los valores con que se han comprometido. 119 Propuesta Existir... es elegirse Kierkegaard Uno de los retos del siglo veintiuno ha de ser contrarrestar el avance de la celeridad y privilegiar la dimensión comunitaria de la persona. El siglo que termina fue el de la existencia; el venidero ha de ser el de la presencia. A la luz de estas consideraciones en la Universidad Autónoma de Sinaloa deseamos sumarnos a la concepción que se declara al servicio de los potenciales del ser humano y apoyar un proyecto educativo cuyo centro sea la persona comunitaria como presencia dirigida al mundo. Misión, visión y objetivo del diplomado A la luz de estos principios, a través de la UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA, se presenta la siguiente propuesta, que busca cooperar en el logro de los principios mencionados. Visión: maestros universitarios interesados por la persona como totalidad, capaces de experimentar su vida y de crear un estilo de docencia cuya visión se sustente en el compromiso y en su anhelo de ser y ser-con-los-demás. Misión: despertar personas capaces de vivir y comprometerse con su vida y su quehacer en la Universidad y prepararse progresivamente para usar su libertad y su responsabilidad. Objetivo: Facilitar un espacio donde el profesor universitario pueda reflexionarse, redescubrirse como persona y utilizar el enorme potencial humano que posee para ponerlo al servicio de su vida y de la comunidad universitaria en la que participa. 120 1. Identifique los principios filosófico-antropológicos en que se fundamenta el enfoque. 2. Vivencie en sí mismo, las formas de aprendizaje creativo iluminado desde la visión de desarrollo humano. 3. Fundamente una jerarquía de valores centrada en la ética del otro hombre. 4. Aprecie los estilos de vida que ponen en la libertad y la responsabilidad los dos pilares del compromiso social y docente. 5. Fortalezca su amor a la familia, al sostener que la Patria es una familia de familias, y desde ahí, luchar por fundar el proyecto de Nación que queremos los mexicanos. PERFIL DEL ASPIRANTE: – Ser profesor universitario – Disposición para el aprendizaje horizontal (alumno-alumno) PERFIL DE EGRESO Conocimientos: Elementos filosóficos del existencialismo comunitario Nociones para propiciar el desarrollo del potencial Bases del autoconocimiento Pedagogía de inspiración humanista Metodologías cualitativas de investigación educativa 121 Habilidades: Comunicación personal funcional Estrategias educativas a favor de la persona Coordinación de grupos de aprendizaje Intervenir en el mejoramiento de la relación docente-alumno Actitudes: Participación Tolerancia e integración de diferencias Apertura Liderazgo creativo Espontaneidad Auto aceptación REQUISITOS DE EGRESO: Cursar y aprobar todos los módulos Presentar un documento descriptivo de su experiencia en el diplomado. Elaboración de proyecto de aplicación en la práctica docente o en su actividad académica-directiva que viene realizando, con características de publicable. 122 LÍNEAS DE BÚSQUEDA: Módulo I: La persona: un proceso de creación. Módulo II: Educación y humanismo. Módulo III: Reflexión de la práctica docente en la UAS. Módulo IV: Crecimiento personal y de grupo. Módulo V: La investigación de la práctica docente, un testimonio creativo de construcción Módulo VI: Hacia dónde vamos, retos y compromisos. EJE FILOSOFICO-ANTROPOLOGICO Módulo I: La persona: proceso de creación Guardémonos de quienes muestran más fervor por los sistemas, que amor e interés por los hombres C. Díaz OBJETIVO: Fomenta el anhelo del ser humano a colaborar en el proceso de despertar personas como el camino de nos-realización y colabora en el desarrollo de sus comunidades como el lugar en donde se accede a esa condición de persona. Propicia un espacio de reflexión en el que a partir de ejercicios vivenciales, las personas participantes se acerquen a los temas y personajes capitales de las filosofías de inspiración existencialpersonalista. 123 TEMAS a. b. c. d. e. La existencia: el valor de ser como uno mismo. La literatura como compromiso La existencia auténtica Misterio y esperanza La filosofía de la realización EJE EDUCATIVO Módulo II: Educación y humanismo OBJETIVO: Cuestiona las formas adormecedoras de la educación buscando un significado nuevo que orienten la práctica docente, en una visión cuyo centro sea la persona creativa y comprometida, examina las alternativas pedagógicas y reconoce los caminos que abrirán la posibilidad de hallar un nuevo sentido a la labor docente, en el que el maestro sea considerado como una persona en formación. TEMAS 1. 2. 3. 4. La educación a revisión La pedagogía del lenguaje total, una propuesta integradora La educación centrada en la persona Nuevos rumbos desde una pedagogía humanista 124 Modulo III: Reflexión de la práctica docente en la UAS Este módulo pone especial atención a la reflexión de la practica docente desde dos posibilidades: – La conformación de equipos de trabajo a partir del tipo de relaciones que se establecen entre sus miembros, destacando los problemas que le son comunes y que se pueden compartir mediante la clarificación de sus experiencias. – Poner en practica el desacuerdo productivo como una estrategia pedagógica que permita reconocer y construir problemas y soluciones, fundamentalmente, en el contexto de la practica docente. TEMAS 1. 2. 3. 4. Cooperación y equipos de trabajo El desacuerdo productivo como opción de reflexión. El cambio en la practica docente. Alternativas desde el quehacer docente cotidiano. EJE PSICOLOGICO-ORIENTADOR MODULO IV: Crecimiento personal y de grupo OBJETIVO: Este módulo aporta la orientación de la ciencia psicológica que sirve de contexto para reflexionar sobre la vida de cada docente como construcción personal y la forma cómo traslada la representación de su autoconcepto en su trabajo docente. Impulsa el proceso de crecimiento tanto individual como grupal, de las potencialidades humanas de los docentes en su camino por ser mejor. 125 TEMAS 1. Desarrollo humano 2. Reconocimiento de la historia personal. 3. Comunicación humana. Aportes de Programación Neurolingüística. 4. Integración personal y sentido de vida. 5. La potencialidad de los grupos. EJE METODOLÓGICO-DOCENTE MODULO V: La investigación de la práctica docente, un testimonio creativo de construcción OBJETIVO: Este módulo revisa los nuevos enfoques en la investigación que permiten el estudio de las situaciones vividas por los docentes en el ambiente educativo. Reconoce la fenomenología como un método que nace en la psicología como ciencia de las experiencias significativas y, por tanto, como un camino confiable para la investigación de la cotidianeidad del quehacer docente. Pone énfasis en la creatividad como cualidad primordial del ejercicio docente y como premisa para mejorar su labor. TEMAS 1. 2. 3. 4. Nuevo paradigma científico El método hermenéutico-dialéctico El método etnográfico Creatividad y práctica docente 126 MODULO VI: compromisos Hacia dónde vamos, propuestas y OBJETIVO: Propone un camino a través del cual podamos reconocernos y encontrarnos con el otro en nuestra dimensión de persona comunitaria. Recupera la práctica docente a través de investigar cualitativamente las vivencias del profesor en el aula como fenómenos significativos de su historia personal laboral TEMAS 1. Hacia dónde vamos: la visión personalista y comunitaria 2. La recuperación de la práctica docente a través de la investigación cualitativa. 3. Proyecto personal e institucional 4. Alternativas y compromisos METODOLOGÍA La metodología con la cual se desarrolla este diplomado está inspirada en el enfoque existencial personalista que pone especial atención en la persona como realidad y potencialidad; proceso que toca diferentes momentos: aprendizaje, solución de problemas, encuentro y de exploración de toda la gama de aspiraciones hacia la transformación que tiene como base la experiencia personal: Como encuentro: Que propicia el contacto con la realidad personal, respetando la integridad humana. 127 Como resolución de problemas: Que parte de considerar que el ser humano no reacciona frente a la realidad, sino conforme a la representación que tiene en su mente de la realidad y lo que percibe no es lo que existe sino lo que ha aprendido a percibir. Como aprendizaje: Que explora la propia fuerza y todas las posibilidades de Ser y reinventar la propia existencia Como proyección: Que implica un diálogo con el propio simismo, que luego se concreta, como compromiso consciente, en un contexto particular, en este caso, el educativo. Como una experiencia trascendente: Que pone de manifiesto la presencia de uno mismo en el mundo, con los demás y con lo demás, sin perder el sentido de la propia identidad y de los propios límites. CARACTERÍSTICAS DEL PROGRAMA: El diplomado está desarrollado en seis módulos de 30 horas cada uno (16 presenciales y 14 de lecturas previas) para hacer un total de 180 horas clase. SISTEMA GENERAL DE EVALUACIÓN: Para que el participante acredite satisfactoriamente el programa se tomarán en cuenta los siguientes elementos: 1. ACREDITACIÓN DEL DIPLOMADO: – Asistencia y participación activa al 100% de las sesiones que conforman el total de los módulos. – Entrega puntual de reportes de lecturas, ensayos y otras tareas que los facilitadores consideren necesarias 128 – Presentar un documento descriptivo de su experiencia en el diplomado. – Elaboración de proyecto de aplicación en la práctica docente con características de publicable. 1. PROCESO DE EVALUACIÓN DEL PROGRAMA: Para la evaluación final de todo el programa, se tomarán en cuenta los siguientes elementos: – Autoevaluación del alumno. – Evaluación del grupo. – Evaluación del profesor PROCESO DE FORMACIÓN DE FORMADORES: Con el propósito de poner en común las ideas centrales del proyecto de formación de profesores y la estrategia general de implementación, y considerando que el equipo convocado a facilitar los distintos módulos del diplomado tiene ya formación profesional dentro del campo humanista, se llevó a cabo un seminario-taller durante los días 23, 24 y 25 de enero del presente año. Un mes después el programa de diplomado estaba desarrollándose en todas las sedes académicas de la Universidad en el Estado. 129 Conclusiones Entre la presentación de este proyecto a mi universidad y la concreción del mismo, transcurrió un tiempo que considero es importante relatar. Por esta razón presento las conclusiones en tres apartados que corresponden a tres momentos diferentes de mi experiencia en relación al programa de referencia. Primer momento: Al concluir el documento de este Proyecto de formación de profesores con perspectiva humanista, me queda claro que: 1. No basta ser motivado a implementar un proyecto sino que es necesario fundamentarlo y darle coherencia. En la formación del doctorado, me impactó el tema de la persona, pero nunca me imaginé todo lo que descubriría, ni el enorme panorama que se abriría ante mis ojos. 2. Este enfoque lucha por defender la dignidad de la persona. 3. Es una aportación relevante ya que traslada una visión nacida del campo de la psicología humanista al campo educativo. 4. En la UAS es la primera propuesta que lleve esta orientación que atiende fundamentalmente la persona del profesor lo que puede favorecer que los docentes hallen otra inspiración a su labor. 5. El Plan Buelna de Desarrollo Institucional de la Universidad encontrará en esta propuesta, un extra a su contenido original y puede ver en esta filosofía una luz nueva que nutra su propio proyecto. 130 6. Internarnos en esta orientación puede cooperar a dotar al magisterio universitario de una misión y quehacer más coherentes y una militancia más comprometida. 7. Con esta propuesta podemos unirnos a aquellos que enfrentan el problema de la deshumanización de la ciencia, la docencia, el trabajo universitario, tan comunes en nuestro tiempo en tantas instituciones educativas. Segundo momento: Muchas cosas han pasado desde que presenté en junio de 2006 a la Universidad Autónoma de Sinaloa la propuesta de formación docente derivado de las ideas centrales de esta tesis, de tal manera que al releer las conclusiones –que en ese momento eran solo hipótesis de trabajo no exentas de fantasías llenas todas ellas de una gran fuerza– éstas han sido rebasadas ampliamente por una realidad muy reveladora. Mi experiencia en el Doctorado en Psicoterapia Humanista me inspiró la idea de trasladar este enfoque al campo educativo especialmente a la formación de profesores. Sin embargo creo importante develar este proceso interno, dejar al descubierto todos estos sueños con la claridad y certeza, y con la fuerza que fueron generándose articulándose una a uno hasta formar un todo significativo con la fuerza suficiente como para abrir nuevas rutas en la formación de profesores en mi universidad. Mis imágenes creaban y recreaban escenas donde un grupo de maestros universitarios tomaban el riesgo de asomarse a su propia experiencia, discutían, descubrían, se alegraban, se entristecían y resurgían con más fuerza y mayor afán en esa búsqueda común, apoyándose unos a los otros, enriqueciendo con su experiencia la experiencia del otro, formando una 131 especie de red vibrante, una red lo suficientemente fuerte y cálida como para recibir y sostener amorosamente esos pequeños encuentros que como logro se iban entretejiendo en la vida de cada docente y del grupo mismo. Imaginaba también que esos pequeños aprendizajes logrados en el grupo se iban enriqueciendo cuando el maestro se diera la oportunidad de llevarlos a la práctica, ya sea consigo mismo, en su familia o con sus alumnos y descubriera que, aunque era poco fácil, cuando se asumía un compromiso de cambio la tarea resultaba estimulante, ya que ponía de nuevo en la conciencia del profesor su propia conducta, su actitud, sus valores subyacentes, la manera como se implicaba y una serie de preguntas que al reflexionarlas y confrontarlas con su propia existencia, hicieran que el maestro fuera rehaciendo su propio camino También imaginé que, dado que el desarrollo humano es un proceso, los logros, por tanto, o bien los tropiezos, iban a ser diferentes para cada profesor. Algunos –me decía a mí misma–, rápido van a comprender las ideas centrales que nutren la propuesta y establecerán un vínculo entre éstas y su propia vida, de tal manera que cada vez tendrán mayores elementos para ir perfilándose y eligiendo la persona que quieren ser. Otros en cambio, quizás tengan algunas dificultades para asumir como propio esta enfoque y traducirlo en su vida, aunque anidaba la esperanza de que fueran avanzando poco a poco. Y habrá otros que se pregunten con sorpresa y tal vez con escepticismo ¿qué es lo que está pasando aquí? Por qué mis compañeros dicen que están sucediendo cosas interesantes en su vida a partir de lo que se aborda en este programa y yo no veo nada para mi? 132 En fin, las imágenes fueron muchas, los sonidos, y voces internas abundantes y mis sentimientos con relación a lo anterior fueron desbordantes. Casi creo que hice una especie de viaje alucinante. Son muchos los aprendizajes que he tenido derivados de la experiencia de un procesos que nació, se desarrolló y sigue alimentándose con los nuevos hallazgos de la realidad. 1º. Creo que entre las cosas más importantes está el haber tocado la humildad, el descubrir que la arrogancia me separa de mi centro si asumo que esta mirada a la educación sea “la mirada única y absoluta”. Aprender a dialogar con otros enfoques vino a enriquecer no solamente el programa de formación de profesores sino mi propia perspectiva. 2º. He comprendido que las decisiones, en la vida de las instituciones educativas no siempre son fáciles. Existen en su interior diversos intereses, grupos académicos, políticos que las autoridades tienen que atender a fin de darle una relativa estabilidad a su administración. Mi propuesta no representaba a un grupo de poder dentro de la institución. 3º. Que algunos grupos, pertenecientes a generaciones de mucha tradición en la administración universitaria siguen haciendo un esfuerzo por conservarse dentro del grupo que toma decisiones en la universidad. Mi propuesta no los representa, por el contrario, resultaba amenazante toda vez que se dirigía a lo universitarios a cuya cabeza no aparecían como protagonistas principales. 4º. Constaté que, aún hoy en día, algunos universitarios dentro de la administración conservan prejuicios relacionados 133 con ciertas disciplinas del saber. La filosofía, el enfoque teórico y el método, fueron muy cuestionados en mi propuesta. “La terapia es para enfermos” decían. 5º. Me doy cuenta que viene una generación de universitarios que habiéndose formado académicamente hoy están ausentes de las instancias de decisión dentro de la universidad. Mi propuesta viene de ese grupo. Sin embargo, creo que casi siempre encontraremos posibilidades en la realidad, si se está dispuesto a asumir el riesgo y sus consecuencias. En lo personal tengo muy presente la frase “...Dios proveerá...”, que le escuché a Miguel Jarquín refiriéndose a la respuesta que Abraham, por encima de la duda, responde a su hijo primogénito cuando él, internamente sabe que debe ofrecerlo en sacrificio. Aprender a vivir con una fe esperanzada ha sido uno de los mejores regalos. Poder despojarme de expectativas íntimamente acariciadas para dejar que surja en ellas mismas algo más profundo, comprehensivo y renovado y al mismo tiempo estar más dispuesta a aceptar que lo que es, sea. ¿Qué significado tuvo la implementación de este proyecto educativo entre los profesores participantes y cómo impactó en su vida personal y en su trabajo docente? 134 Tercer momento: Lo que sucedió fue todo un acontecimiento. Abrir al profesor universitario a la presencia de si mismo, fue algo desconcertante y al mismo tiempo sorprendente en la experiencia de muchos de ellos acostumbrados a una flota de palabras sin vida. Insistir en que al participar hablaran en primera persona y se responsabilizaran por ello, cuidar de que reconocieran sus sentimientos y sus emociones al reflexionar sobre temas tanto personales como de nuestra comunidad educativa, fue un reto. Había que colgar de una percha la ciencia, la información, despojarse de la túnica académica, decir adiós a su cuarto de estudio lleno de datos, de enciclopedias y echar a andar por el grupo con corazón humano. Al principio el profesor se reveló con cierta resistencia y hostilidad: nada había que discutir, contradecir, o argumentar, pues lo que estaba en el centro no eran las teorías, sino su propia persona. Elementos irracionales de búsqueda, multiplicados a medida que avanzaban, bruscos rechazos de los acontecimientos, de las opacidades, de las cóleras invisibles, fueron en un inicio algo palpable en los profesores. El primer paso fue la toma de conciencia de nuestra vida anónima, de nuestra vida indiferente. Indiferente a los otros. La idea central que intentamos desarrollar es que el crecimiento y la evolución de una persona son un proceso, que en un primer momento tiene que ver con construir fronteras en 135 su conciencia, a fin de afianzar un yo fuerte, bien integrado una identidad y un sentido de sus límites, claros. Y, en un segundo momento, tirar abajo las fronteras para, de manera paulatina, descubrir una conciencia de comunidad Fuerza y delicadeza se fueron uniendo y progresaron en el profesor dentro de sus propias contradicciones a medida que caminaban, para ir descubriendo que la persona no se realiza como persona sino en el momento que se entrega a los valores que lo llevan más allá de sí mismo. Empieza a ver a los demás como personas y comienza a tratarlos como tal. Es el aprendizaje del prójimo como persona en relación con su propia persona. Pudiera comentar muchas cosas que sucedieron, sin embargo, quiero ceder la palabra a los propios profesores para que den testimonio de su experiencia: “El diplomado ha sido una experiencia que me ha llevado a percibir más allá del mundo que percibo de manera habitual con mis cinco sentidos. Representa sentimientos encantados que conocía de niño, un acercamiento a mi yo más profundo que me ha permitido ver a aquél que realmente soy y poder entender a quienes conviven conmigo. Creo que lo que es real no desaparece. La verdad no deja de serlo simplemente porque no estemos mirándola”. “Esta experiencia se acerca mucho a la que conocí hace mucho tiempo cuando todavía estaba conectado con mi ternura, con mi inocencia, con mi confianza. En realidad es el mismo mundo que veo ahora, pero configurado por el amor y la esperanza.” “Es fácil encaminarse hacia quien realmente queremos ser, ya que la manera cómo percibimos la realidad es una opción. 136 Podemos ver a nuestros alumnos y nuestro trabajo en blanco y negro, pero también podemos verlos en colores. Las nieblas se desvanecen cuando creemos que detrás de ellas está la luz.” “El diplomado ha sido una experiencia muy completa y una de las mejores cosas que me ha pasado, me siento orgulloso de haber participado, mis relaciones personales, familiares y particularmente con mis alumnos han mejorado mucho, pero los mejor: he mejorado la relación conmigo mismo”. “Me siento más comprometida a ser mejor cada día a concluir lo que inicio, dándome tiempo, planeando mi vida, Hoy me siento más libre de pensamiento prejuiciosos, y se que tengo la libertad de elegir la manera como yo quiero vivir.” “La rutina me había envuelto y había hecho de mi vida algo plana, ahora me doy cuenta que había dejado de lado lo más importante: a mí misma, mi familia y a mi capacidad de experimentar el amor por los que me rodean.” Las satisfacciones por el proceso vivido junto con los alumnos han sido muchas y muy plenas. Aquello que imaginé allá y entonces, ha sido aquí y ahora una realidad. En este proceso reconozco el esfuerzo del equipo de trabajo que dio vida a los planteamientos e ideas inspiradoras ya mencionadas: Dr. Miguel Jarquín, Dr. Ramón Mascareño, Dr. Fidencio López, Mtro. Otoniel Bueno y Mtro. José Pilar Guzmán quienes junto conmigo tomaron la responsabilidad de desarrollar un módulo dentro del diplomado y estar atentos al proceso que cada grupo seguía. También fue decisiva la participación de los maestrosalumnos, ya que con su interés, apertura y disposición colaboraron a crear un clima de seguridad psicológica necesario 137 para que floreciera lo que en cierto sentido estaba latente ya en el corazón de cada alumno. Lo que une tiene poder curativo. Pudiera seguir describiendo mi experiencia con los profesores de la universidad. Señalar cómo, por efecto del proceso generado en el interior del grupo y a medida que avanzaba, podía apreciarse gradualmente cómo el profesor se iba transformando, la manera de ir creciendo en la confianza, la comprensión, la cohesión, el apoyo, donde la bandera de pertenencia a ciertos grupos políticos que regularmente es un obstáculo que impide la cercanía genuina fue desapareciendo para dar paso a la persona verdadera. Notar la forma cómo incluso, los rostros de los profesores fueron perdiendo rigidez y su relación se tornó más abierta y solidaria con los compañeros de grupo. Sin embargo, es tiempo de concluir, no sin antes cerrar este capítulo con la siguiente reflexión: No es despojándonos de la lástima o la pena del que supuestamente está peor que uno para poder estar con el otro. Es abrirnos a una realidad donde los demás no son ajenos ni lejanos, sino partícipes de la vida que entre todos expresamos, revelamos y celebramos. 138 BIBLIOGRAFÍA: 1. Andreni, T. (1970). 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