Revista Qué Pasa

Negocios
De Coconut Grove
al barrio El Golf
Luis Revuelta, uno de los cinco arquitectos más importantes de Miami, acaba de llegar al país. A principios de
septiembre abrió en Santiago una sucursal de su oficina, asociado al arquitecto chileno Juan Carlos Sotomayor,
que bautizaron con el nombre de RSAI. La idea es diseñar proyectos en toda América Latina. Ya comenzaron a
tirar líneas de un nuevo hotel de lujo en el centro de Buenos Aires. Por Paula Comandari. Foto Jorge Fuica.
En el corazón de Coconut Grove, uno
de los barrios más exclusivos de Miami, se
encuentra un pequeño edificio de ladrillos
que alberga la oficina de uno de los cinco
arquitectos más importantes de esa ciudad.
Se llama Luis Revuelta (54), es cubano
americano y actualmente tiene puestos sus
ojos en Latinoamérica. Tanto así, que acaba
de abrir una sucursal de su firma Revuelta
Vega León (RVL) en Chile, para hacerse
un lugar en el país y atacar desde aquí a
toda la región.
Espaldas para expandirse fuera de las
fronteras estadounidenses es lo que
menos le falta a este profesional de la
Universidad de Miami: su oficina RVL especializada en el diseño de proyectos de
lujo en altura-, factura US$ 12 millones al
año; y cada uno de los edificios en los que
participa involucra una inversión que fluctúa entre los US$ 12 millones (los más
pequeños) y US$ 260 millones (los de
grandes dimensiones), lo que no es un
punto menor: los arquitectos de RVL
ganan entre 3,5% y 5% del precio total de
los proyectos, que son de variados formatos; hay edificios destinados específica32/ quépasa
mente a viviendas, otros a oficinas, hay
edificios hoteles y muchos de ellos son
proyectos mixtos, pero el factor común es
la sofisticación.
Revuelta, arquitecto desde 1979, es hoy
una marca registrada en el mercado arquitectónico de La Florida: ha diseñado allí 20
megaedificios, que en su mayoría superan
los 400 departamentos, entre ellos el Santa
María y el Bristol, emblemáticas construcciones de Brickell Avenue -el centro financiero de Miami-, y que, según analistas, son
considerados “top of the line dentro del
mercado inmobiliario”. “Diría que Revuelta
es como el Borja Huidobro de Miami, sólo
que el impacto del chileno es mayor porque
son pocos los que están innovando”, explica
Raimundo Onetto, vicepresidente ejecutivo
de la empresa inmobiliaria Terra Group,
entre cuyos socios se encuentran también
Patricio Kreutzberger y Jorge Rosenblut.
Quienes lo conocen bien aseguran
que una de las cualidades más importantes de este arquitecto es que tiene un verdadero don para las relaciones públicas.
No por casualidad mantiene a 20 grandes
compañías inmobiliarias como clientes
estables. Entre ellas CMC -que hace dos
o tres edificios al año-, Lion Stone, Fortune, Neo, Key International, Transacta,
G&D y WSE Development; a varias
automotoras como Toyota, Ford y Mercedes Benz; y hasta su oficina llegan inversores de todas partes del mundo: italianos, españoles, argentinos, estadounidenses e incluso chilenos.
De hecho, los propios socios de Terra
Group lo eligieron a él para que diseñara
900 Biscayne -proyecto ubicado frente al
mar, que contempla una inversión de
US$ 210 millones-, y Freedom Tower, un
edificio de departamentos en pleno Biscayne Boulevard, en el cual se ha proyectado una inversión de US$ 400 millones.
Ambos son dos de los más emblemáticos
proyectos de la firma chilena en Miami.
“Lo elegimos a él porque los bancos, para
entregar el 90% del financiamiento para un
edificio, exigen, calidad de primera, y ahí
un factor importante es el arquitecto que
realiza el proyecto; por eso terminamos por
convencernos de que Luis era la persona”,
afirma Raimundo Onetto. Además, lo eligieron para su tercer nuevo proyecto:
Luis Revuelta, en Grovenor House, uno
de los edificios que diseñó en Miami.
quépasa / 33
Knight Ridder, de uso mixto, y que involucra una inversión de US$ 280 millones.
Su aterrizaje en Chile
Fue exactamente hace seis años cuando
Luis Revuelta conoció a quien poco tiempo
después se transformaría en su mano derecha: el arquitecto chileno Juan Carlos Sotomayor (32), con quien desde entonces trabaja mano a mano en cada uno de los proyectos en los que se involucra. Se conocieron por una simple casualidad: el padre del
chileno tenía un departamento que Revuelta había diseñado en Miami y Sotomayor
-admirado por el diseño del edificio-,
terminaron por convencer a ambos arquitectos de que era hora de expandirse a
América Latina: para captar a los inversionistas interesados en la región y para tener
una nueva base de operaciones.
Así, lo que comenzó como idea hace ya
un año, terminó por concretarse el 1 de septiembre, cuando Sotomayor abrió las puertas
de la sucursal de la oficina de Miami en El
Golf, que bautizaron con el nombre de
Revuelta Sotomayor Architects International
(RSAI), la cual funciona en Chile para captar proyectos de Latinoamérica y para desarrollar desde el país muchos de los edificios
que se construirán en Miami. De hecho, ya
mil m2 en la calle Corrientes, en pleno centro de Buenos Aires: ahí los arquitectos
diseñarán un hotel de 11 pisos, proyecto
que visitarán la segunda semana de octubre. El mismo cliente comenzó su relación
con la nueva dupla hace ya un año, cuando
les encargó un edificio condominio en
Miami Beach (Regatta II), el cual comenzarán a construir en ocho meses.
Además los nuevos socios ya han tenido conversaciones con potenciales clientes
para desarrollos arquitectónicos en Brasil y
Panamá, y la idea también es realizar asesorías de diseño para grandes proyectos
inmobiliarios, tomando en cuenta que en
esta área Revuelta tiene experiencia de
sobra: hace más de 10 años formó Luis O.
Revuelta P.A. para hacer consultorías de
diseño y arquitectura, la cual ha funcionado
bien, al menos en Estados Unidos.
Un gran desafío
Revuelta es una marca registrada en el mercado arquitectónico
de La Florida: ha diseñado allí 20 megaedificios. Hace un mes
abrió en Chile una sucursal de su oficina junto al chileno
Juan Carlos Sotomayor (en la foto).
movió sus contactos para conseguir una
entrevista con él. Sólo bastó una conversación para que el cubano le ofreciera un
puesto en su oficina, la cual hoy tiene 12
edificios en etapa de diseño y otros 10 en
plena construcción en varios puntos de
La Florida.
Pero la recarga de trabajo de RVL -la
cual en el último tiempo ha debido desertar
millonarios proyectos-, y la falta de diseñadores capacitados en el sureste de ese país,
34/ quépasa
tienen un contrato con un grupo inmobiliario nacional que comenzará incursionando
en ese mercado. “Esto representa una gran
oportunidad, porque los costos en nuestro
país son muchos menores que en Estados
Unidos”, explica Juan Carlos Sotomayor,
quien es la cabeza de la nueva firma en Chile, y acá trabaja junto a otros tres arquitectos.
La nueva oficina ha comenzado a
moverse con fuerza al sur del continente.
RSAI ya tiene en sus manos un paño de 17
“Soy un obsesivo por la calidad”, dice
Luis Revuelta, quien se ha ganado una buena reputación en el mundo inmobiliario de
Miami, y de paso ha sacado buenos dividendos: el sistema del boca a boca le ha
resultado bien, pues recibe aproximadamente a un nuevo cliente cada semana.
“Las personas vienen a ti porque saben
cómo trabajas y lo que has hecho”, explica
Revuelta, mientras dispara órdenes a sus
operarios de un lado a otro.
Pero ingresar al mercado nacional
significa un gran reto para Revuelta.
Según analistas del sector, más del 60%
de lo que se construye en el país lo hacen
empresas inmobiliarias con arquitectos
propios; un gran porcentaje son proyectos menores -como remodelaciones-, y el
15%, iniciativas de grandes dimensiones
que son rápidamente atrapadas por las
10 oficinas más grandes del país, que son
las que se han hecho un nombre importante en el mercado local: como Alemparte Barreda y Asociados, Borja Huidobro/A4 Arquitectos, Archiplan y Benkel
Arquitectos, dice un experto del área
inmobiliaria. Pero las barreras no amilanan a Sotomayor ni a Revuelta. Están
acostumbrados a competir incluso en un
mercado más complicado: el estadounidense, donde deben lidiar incluso con
oficinas internacionales