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EL DÍA, domingo, 27 de diciembre de 2015
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del domingo
LA PRINCESA Carolina
Matilde de Dinamarca, una visitante
del Puerto de la Cruz de los cincuenta
incómoda para el Régimen. 7
revista semanal de EL DÍA
La medida del Teide
Texto: Juan Tous Meliá
E
l Teide es no sólo la máxima elevación del territorio español y de cualquier
territorio insular del océano
Atlántico, sino que también
es el tercer volcán más alto del
mundo si lo medimos desde su base,
situada en las profundidades del lecho
oceánico, a 7.500 metros.
El Teide siempre ha estado en la
mente de los isleños y ha sido descrito por numerosos cronistas e historiadores. Poco después de la incorporación de la isla de Tenerife a la
corona de Castilla, el Adelantado
Alonso Fernández de Lugo suplicaba
y pedía por merced que le diese armas
que le fueron concedidas por la
reina doña Juana el 23 de marzo de
1510: “Vos doy por armas el ángel San
Miguel armado con una lança e una
vandera en la una mano e un escudo
en la otra e debaxo puesta una breña
de que sale del alto della unas llamas
de fuego que se nombra Teidan e un
león a la una parte de la dicha breña
e un castillo a la otra e debaxo de la
dicha breña la dicha isla de Tenerife
en campo verde en la mar derredor.
E todo ello puesto en un escudo en campo
amarillo con unas letras amarillas por
orla en campo colorado que dizen
Michael Arcan- gel veni in adjutorium
populo Dei. Thenerife me fecit”.
Cuando, en 1777, la recién creada
Real Sociedad Económica del País de
Tenerife convocó un concurso para
elegir su escudo, se presentaron 74
trabajos y 57 dibujos de los que 43
tenían la imagen del Teide, entre ellos
el ganador.
El Teide no es sólo el símbolo de
la isla, forma parte del ciclo vital del
isleño, quien lo considera capaz de
modificar las estaciones. Los isleños,
y sobre todo los que viven en el Valle
de La Orotava, saben que es su
barómetro y lo utilizan como cabañuela.
En los últimos años, después de que
fuera declarado Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco (28 de junio
de 2007), son muchos los autores que
han recopilado textos e imágenes del
Teide publicados por los numerosos
científicos y viajeros que nos han visitado a lo largo de varios siglos. Sin
embargo, casi se han ‘olvidado’ de los
que, viviendo en las islas, lo han descrito o lo han estudiado. Cabe recordar al regidor Francisco Machado
Dibujo de Quesada Chaves: rueda de distancias al Teide, con leyenda: distancias que hay desde cada lugar a las faldas
del pico, antes de subir la montaña dicha montón de trigo, letra a. teniendo en cuenta que el único camino es el que sube
por el sureste, a la distancia señalada en la rueda hay que sumar la que resulta de rodear sus primeras faldas y subir unas
cuatro leguas largas que muchos las computan en seis por las muchas vueltas de dicha primera montaña letra a. Rodeando
el dibujo dice, en la parte superior: “el pico tiene de circunferencia, esto es, sus faldas 4 leguas canarias que son quasi 5
leguas españolas. componen las 5 leguas, 17 millas italianas o francesas quasi”. Y en la inferior: “son 31 poblaciones con
parroquias, ylasnumeradasconel1(lagunaciudad)y31(orotavavilla)tienendosparroquiascadauna, entotal33parroquias”.
Fiesco (que subió al Teide en 1754),
al presbítero Dámaso Quesada y
Chaves, al ingeniero Manuel Hernández, al polígrafo Agustín Álvarez
Rixo, al escritor Manuel de Ossuna Saviñón, a los capitanes Juan de Velasco
y Ricardo Ruiz y Aguilar, al farmacéutico Cipriano Arribas, etc. La
ausencia de otros expedicionarios y
viajeros españoles en general, e isleños en particular, no indica, como pretenden algunos, que la Corona española haya vivido de espaldas al
Teide. No debemos olvidar que
mientras que el elevado número de
expedicionarios, naturalistas y viajeros extranjeros dejó escritas sus
vivencias por lo extraordinario que
era para ellos, para los nacionales
entraba dentro de lo natural y rutinario y sus experiencias no pasaron
de la tradición verbal o fueron llevadas
a la pluma muchos años después. El
lector puede comprobar si las palabra de George Glas en su conocido libro
Descripción de las islas Canarias
(1764) son precisas o no son más que
una intuición que adquirió del contacto con los habitantes de las Islas,
especialmente en los ambientes cul-
tos e ilustrados: “Nadie hace este viaje
sino los extranjeros y algunas pobres
gentes de la isla, que se ganan la vida
recogiendo azufre; los españoles acomodados no tienen curiosidades de este
tipo”.
Mi trabajo sobre el Teide debería
haber salido a la luz en el año 2005,
poco después de la fecha en que pronuncié la conferencia “El Teide en la
cartografía del siglo XVIII”, el 14 de
diciembre de 2004, dentro del ciclo:
El Teide en el siglo de la Ilustración,
que se celebró los días 14 a 17 del citado
mes y año en la ermita de San
Miguel, de San Cristóbal de La
Laguna. No fue posible. Una serie de
circunstancias lo impidió. Quizá la más
importante fue que me faltaba información para que tuviera el rigor que
se debe exigir a un tema tan conocido
como éste. El tiempo transcurrido me
ha permitido darle un nuevo enfoque
al trabajo, ampliando el horizonte del
Teide para dar cabida a su historia.
Esta circunstancia me ha obligado a
buscar un nuevo título para el trabajo.
Para darle ese nuevo enfoque me ha
sido muy útil una nueva herramienta: Internet. Al utilizar el bus-
cador para localizar la palabra “Teide”,
al momento aparecen más de
6.600.000 resultados y, sin embargo,
si la pregunta es “la medida del Teide” sólo aparecía una vez y, precisamente, en un trabajo que preparé
el 28 de septiembre de 2001: Los Jardines de Franchi y la medida del Teide.
No tuve duda, ese sería el título principal de mi nuevo libro, al que he añadido el subtítulo “Historia: descripciones, erupciones y cartografía”.
La obra ha quedado estructurada
en seis grandes apartados:
SIGLOS XV, XVI Y XVII. Con las referencias que figuran en las crónicas;
entre ellas, la erupción del Teide que
vio Cristóbal Colón, el Teide como faro
de carrera de Indias y la concesión de
escudo a la isla de Tenerife. Además,
incluye las citas de los primeros
cronistas y las sensaciones de los pioneros que contemplaron las islas desde
la cima.
SIGLO XVIII. LA MEDIDA DEL
TEIDE. Se inicia con la erupción de
Garachico de 1706, de la que Daniel
Fernández Galván me facilitó una
impresionante vista casi inédita. Se
relacionan los científicos que de
forma directa intervinieron en la medición del Teide y se analizan y desmenuzan las fórmulas y los cálculos
matemáticos que realizaron. Se destaca la visita de Borda y Varela de 1776.
En algún caso se escribe una breve
reseña biográfica de los personajes
menos conocidos; no obstante, he tratado con más extensión a Louis
Gros, con ánimo de reivindicar su personalidad. También ocupa un lugar
importante la visita de Humboldt, al
que rindo homenaje publicando el
“Cuadro Físico de las Islas Canarias.
Geografía de las Plantas de Tenerife”.
Humboldt, por motivos que él
mismo explica, no pudo medir el Teide
y, al regreso del viaje, estudió a todos
los científicos que lo habían medido,
principalmente a Borda y Varela. Al
citar a este último dice: “Ignoro por
cuál fórmula encuentra el Sr. Varela
para la primera estación 534 toesas;
para la segunda, 1.531 toesas; para la
tercera , 1.780 toesas; para la cuarta,
1.864 toesas; y para la quinta 1.940
toesas”. El diario de Varela, que no
consultó Humboldt, nos da la respuesta
diciendo que utilizó la fórmula de Deluc
y la aplica mediante una regla a manera
de la cuenta de la vieja.
LA ERUPCIÓN DE CHAHORRA
DEL 9 DE JUNIO 1798. Es uno de los
temas cuya recopilación frenó el
trabajo, pues no conseguía localizar
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las numerosas descripciones que se
redactaron, de las que presumía su
existencia, aunque sólo fuera una intuición. Afortunadamente, esta intuición
se ha convertido en realidad. Tuve la
fortuna de localizar dos descripciones: una, anónima, titulada Razon del
viage que se hizo á la cumbre con el
motivo de observar el volcan que
abrió el dia 9 de Junio de 1798 á las
8 y media de la noche en la montaña
que unos llaman Chajorra, otros de
Venge, y por la parte del N. tiene el nombre de montaña de los Cedros, en las
inmediaciones del Teide; y, otra,
posiblemente escrita por Pedro de Franchi y Mesa, titulada Relación de la espedicion al volcan reventado en la
noche del 8 al 9 de junio de 1798 en
la montaña conocida por Vermeja, Colorada, Veja, Chahorra y tambien Pico
Viejo, por los Sres. D. Pedro de Franchi y Mesa, D. Juan Antonio Perdomo,
Dr. en medicina, D. Luis Paulino de la
Cruz y D. Francisco Felipe de Lugo, salidos del Puerto de la Orotava el 2 de julio
á la una y cuarto de la madrugada,
que iba acompañada de tres dibujos
realizados por Luis Paulino de la Cruz.
Primera mitad del siglo XIX
Después de la visita de Humboldt
y de la publicación de su Voyage, fueron muchos los científicos que se interesaron por las islas Canarias, y en particular por el Teide. Aunque se
siguieron haciendo medidas de la montaña, se consideró superada esa
tarea y se iniciaron otros estudios científicos relacionados con la geología,
la botánica, la medicina, la climatología, etc. Cabe destacar la medida de
von Buch y Smith de 1815, los primeros
estudios meteorológicos sistemáticos
de Robert Edward Alison, entre principios de julio de 1827 y mediados de
1828; los trabajos de Webb y Berthelot,
así como las medidas efectuadas por
Daniel Jay Browne entre septiembre
y octubre de 1833, una trigonométrica
y, la otra, basada en la propiedad de
que el punto de ebullición varía en
función de la altura y de la temperatura del aire.
Lamentable estado en que se encontraba, el dia 1 de enero de 2003, la lápida de la tumba de Louis Gros. Se transcribe lo que creo que dice (puede que en el encabezamiento
de la lápida figure una cruz): “Louis Bruno Gros/ne a Marseille en 1787 (sic, en realidad nació en c.1759)/ mort a Sante Croix de Tenerife/ le 3 janvier 1840 (sic, murió el
5)/sa famille reconnaissante/requiescat in [p]ace”./ DANIEL GARCÍA PULIDO
gráfico Nacional (IGN) procedió a medir
el Teide con técnicas de observación
angular de precisión (ficha nº 109401,
hoja nº 1094); para ello, construyó un
nuevo pilar en el punto más alto para
que sirviera de vértice geodésico. El
resultado fue: 3.715,4 metros, con un
margen de error de medio metro. La
medida tomó como referencia el ni-
vel medio del mar (cero ortométrico),
calculado con los datos que proporcionó el mareógrafo que el IGN tenía
en el puerto de Santa Cruz de Tenerife desde hacía 50 años, heredero del
que instaló la Casa Hamilton el 26 de
septiembre de 1856; para fijar el cero ortométrico se utilizaron los datos
correspondientes a los diez últimos
años para compensar los ciclos solares y lunares y para absorber los errores de lectura. Según el mareógrafo,
el Teide era 1,4 metros más alto en
la bajamar (3.716,8 m) y 1,4 metros
más bajo en la pleamar (3.714 m). El
IGN hacía hincapié en que la altura
variaba con un margen de centímetros década a década. Poco des-
Segunda mitad del siglo XIX
En ese apartado, además de continuar con el relato de muchos de sus
visitantes, he incluido unas pequeñas pinceladas, como “El Teide y la
prensa”, “El Teide y la ciencia”, “El
Teide y el clima”, “El Teide y la mujer”,
o algunas visitas reales. Son de destacar el estudio de los vientos alisios
y contralisios desde el pico de von
Fritsch en 1862; el estudio del clima
desde el punto de vista terapéutico
en lo alto del Teide de Marcet, en 1878;
el estudio de las nubes de Abercromby,
en 1887; el estudio del espectro
solar en el Teide; el descubrimiento
del lagarto y sus excursiones por las
islas durante los veranos de 1888, 1889
y 1890 de Oscar Simony, y la medida
de la intensidad de la radiación de
Ángström, en 1895.
La medida actual del Teide
El 1 de abril de 1983, el Instituto Geo-
Vista del volcán de Chahorra desde el sudoeste del Teide. Al fondo la cordillera de Guajara: Roque El Almendro, La Sombrera, R. Ucanca y la Magdalena, segun el boceto
que presuntamente realizó Luis de la Cruz, el 3 de julio de 1798. El punto de vista se localizó en el sendero nº 9, a un centenar de metros del mirador del Pico Viejo./ COLECCIÓN
ANTONIO DE LORENZO-CACERES TORRES
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pués, el mismo año, el vértice fue destruido por desconocidos, lo que
impidió realizar medidas con las
nuevas técnicas del GPS (sistema de
posicionamiento global por satélite). Después del acto vandálico, el
IGN construyó el 1 de octubre de 1994
un nuevo vértice geodésico, en forma
de losa de hormigón con centrado forzoso, situándolo en la parte Oeste del
cráter, en una pequeña zona horizontal
algo más bajo que el punto más alto.
Una vez realizadas las observaciones
por técnicas GPS y efectuados los cálculos compensatorios, dieron una altitud sobre el nivel medio del mar en
el muelle de Santa Cruz de 3.707,250
metros (base del pilar), en vigor a partir del 28 de noviembre de 2004 [En
los mapas del IGN figura Teide 3.707
y la máxima altura 3.718]. Esta
medida aunque, según el IGN, es
válida, no pertenecía al punto más alto
del cráter. Para conocer la altitud exacta
hacía falta una nivelación de precisión entre la base y el punto más alto,
tarea que quedó pendiente. Ante la
posibilidad de no poder saber exactamente cuánto mide el Teide, me puse
en contacto con el IGN de Canarias,
para que me aclarara algunas dudas
y sobre la posibilidad de que se realizara la medición. El 27 de junio de
2011 recibí contestación a cuantas
dudas tenía y me anunciaron que se
descartaba la nivelación geométrica
de precisión por la tremenda dificultad.
Pienso que se refería a una nivelación
completa. Además, me explicaron que
la información que proporcionan
las Reseñas de Vértices Geodésicos
hace referencia a valores observados
y calculados sobre esas mismas
señales geodésicas que, en muchos
casos, no tiene por qué corresponderse
con el punto más alto del monte donde
se ubican, como así sucede con éste
del Teide.
Poco después contacté con Grafcan,
para saber cuánto medía exactamente el Teide. Muy amablemente me
explicaron que había una laguna –que
el IGN ya conocía–, ya que faltaba el
incremento de cota entre la base del
pilar y el punto más alto, y me
anunciaron que estaban dispuestos
a medir el tramo que faltaba. Fruto
de esas conversaciones fue la decisión que tomó Bernardo Pizarro
Hernández, entonces director general de Grafcan, de acceder a medir el
incremento de altitud entre la base
del IGN y la cima del pico. La medición fue dirigida por Juan Manuel
Poveda Suárez como director técnico
de la oficina, auxiliado por Juan Pedro
Rodríguez Suárez, Juan Vicente González Barrera y Óliver Hernández Vargas. El señor Poveda, a instancias del
señor Pizarro, me facilitó una copia
de los trabajos realizados que lleva
por título: Cálculo de la Altitud
elipsoidal (h) del punto más alto del
Pico del Teide, desde las estaciones GNSS
de la red geodésica activa del Gobierno
de Canarias (REPCAN) y el vértice geodésico Teide GPS perteneciente a la Red
Geodésica pasiva del Instituto Geográfico
Nacional (IGN).
Roca más alta del pico del Teide donde se situó el GPS. Al fondo, su famosa sombra. Fotografía tomada al amanecer del sábado 3 de diciembre de 2011./ GRAFCAN
Propuesta de placa, con la actual medida, que debería figurar en el hito del Teide.
El día 2 de diciembre de 2011, desde
el aparcamiento situado en el PK40,600 de la carretera TF-21, que se
dirige a Boca Tauce, realizaron el ascenso hacia el pico por el sendero de
Montaña Blanca. Tras una subida de
dos horas y media con todo el equipamiento y aparejos, pernoctaron en
el Refugio de Altavista, con la intención de realizar la subida final a primera hora del sábado. En la mañana
del 3 de diciembre, se partió desde
el refugio hacia la cumbre del Teide,
alcanzando el pico tras hora y cuarto
de camino. Las observaciones de campo se llevaron a cabo de la manera
siguiente: se estacionaron dos equipos GPS, uno en el vértice geodésico
TEIDE GPS y otro en la roca más alta
del Teide, cumpliendo los requisitos
técnicos previstos en este tipo de trabajos. Por otro lado, desde las estaciones GNSS de Santiago del Teide
(STEI), San Miguel de Abona (SNMG)
y Grafcan (GRAF), se recopilaron los
datos RINEX en el intervalo horario
en el que fueron posicionados los equipos GPS, en el punto más alto del pico
y en el vértice geodésico del Teide,
para efectuar posteriormente el cálculo de las coordenadas. El cálculo
de la altura elipsoidal dio un valor h
= 3.763,8263 m, que permite, aplicando
las correcciones de la ondulación obtenidas a través del modelo de geoide
EGM08 del IGN, calcular la altitud ortométrica: 3.715,583 metros.
A pesar de ser la montaña más alta
de España, el Teide no tiene ni hito,
ni placa, pues ésta está situada a
3.707,250 metros, es decir, algo más
de 8 metros más baja. Mi propuesta
es que se construya un prisma cúbico
con el hito reglamentario que tienen
los vértices geodésicos y, al ser históricamente el faro del Atlántico
que guiaba a los navegantes en la antigüedad, iluminarlo con un gran LED
alimentado con energía solar.
NOTA
-Para saber más, véase mi libro “La
medida del Teide. Historia: descripciones,
erupciones y cartografía”. 30 de septiembre de 2015. ISBN: 978-84-608-2622-4.
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domingo, 27 de diciembre de 2015, EL DÍA
TURISMO
INVESTIGACIÓN
EN PORTADA
Alberto Chicote
(Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm)
Nace en Madrid, el 23 de junio de 1969. A los 17 años
ingresa en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de
la Casa de Campo. Durante los años 90 trabaja en algunos de los restaurantes más famosos de la época, como
Lúculo, con Ange García, La Recoleta, con Belén Laguía,
o Sibaris, con Toñi Vicente. Se traslada a Suiza para perfeccionar su técnica y allí conoce a Salvador Gallego, que
supondrá una gran influencia en su cocina. Empezó a aplicar su vena reinterpretativa en el restaurante Cenachero,
donde practicó una nueva cocina andaluza que le trajo la
fama y el éxito. En el año 1998 entra a trabajar como chef
en el restaurante NODO, con el objetivo de fusionar la cocina española con la japonesa. Este proyecto le convirtió
en el pionero de esta cocina en España. En el año 2006
comienza como chef en el Pandelujo, donde mezcló gastronomía y espacios. Ha recibido diversos reconocimientos
como Cocinero del año en Madrid Fusión y Cocinero del
Año por Amer, entre otros. Durante un tiempo fue responsable de la sección gastronómica de la revista dominical de El País y trabajó tres años en el programa de ra-
dio “Asuntos Propios”, con Toni Garrido, en la sección de
cocina. En 2008 protagoniza el documental “El pollo, el
pez y el cangrejo real” junto a otros cocineros prestigiosos y es nominado a un Goya. En 2012 comienza a trabajar en el programa “Pesadilla en la cocina”, donde juzga
las deficiencias de distintos restaurantes españoles. Ese
mismo año es el encargado de dar las campanadas de Nochevieja en La Sexta. Actualmente es presentador y jurado del programa Top chef de Antena 3. En 2014 abrió
su propio restaurante, el Yakitoro, en Madrid.
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domingo, 27 de diciembre de 2015, EL DÍA
LUGARES SAGRADOS (XXV)
CHIMICHE CENTENARIO:
Bendición de su primera ermita y celebración de la primera misa (I)
Texto: Emiliano Guillén Rodríguez
(periodista. Cronista oficial. Miembro
del Instituto de Estudios Canarios)
Foto: Doña Julia
Muy pronto se cumplirá un siglo desde que el cura titular de la parroquia de San Antonio de Padua, de
Granadilla, a la cual pertenecía, solicitó al Obispado la ineludible autorización para bendecir la primera
ermita en esta localidad, la entronización de sus tres imágenes clásicas, de pequeño tamaño, y la
celebración del sacrificio de la misa en ella, por hallarse en estado decente. Estos aconteceres tuvieron
lugar durante la segunda mitad del mes de julio de 1916.
D
urante el año de 1915 se
comenzó a trabajar en pro
de la construcción de la
primera ermita en este mi
venerado pueblo. Al año
siguiente sería bendecida solemnemente. El proceso se inicia con la reunión celebrada por los principales benefactores de la obra, muy interesados
en que llegase a buen fin. Entre los asistentes se hallaba presente el donante
del solar donde se habría de construir,
Ramón García Gómez, propietario del
terreno, por ser legítimo esposo de Leonor Catalina Guimerá García. Asimismo,
Gregorio Guillén Pérez, hacendado, político y miembro activo de muchas iniciativas de carácter público. Igualmente
intervendrían los paisanos José y
Antonio Arocha.
Esteban Hernández Ramos, entonces cura párroco de San Antonio de
Padua, por sí y en nombre de toda la
feligresía de Chimiche, ante el Obispado de Tenerife expone que, hallándose terminada la nueva ermita
(léase, la primera construida en este
lugar), y dedicada a San Juan Bautista,
solicita la correspondiente autorización para proceder a bendecirla, al igual
que las tres imágenes: la de San Juan
Bautista, la Virgen del Carmen y el
Sagrado Corazón de Jesús, que habrán
de entronizarse en ella. Se trataba de
tres imágenes de tamaño modesto. A
esta misiva acompaña escritura de
cesión al Obispado, firmada por el propietario del solar y plaza, Ramón García. Este documento tiene fecha de 17
de julio de 1916. Cuatro días más tarde
se autorizan ambas bendiciones, llevándose a efecto.
El inmueble debió de construirse con
cierta indolencia; en tal grado que no
fue capaz de superar el primer temporal serio que se le presentó. En el
invierno de 1920 a 1921, su armazón
de piedra y barro declinaba sobre sus
propios cimientos. Cuenta la tradición
oral que sólo quedó en pie la pared del
altar con las tres imágenes religiosas
embutidas en sus respectivas hornacinas. Ni que decir tiene que el pueblo, de inmediato, se afanó con
ahínco en la reparación del daño sufrido
por su sagrado oratorio, aplicándose
para dotarlo de mayor solidez. Se retranquea la cubierta a tres aguas, se
refuerza el techo con tirantes y se le
añaden contrafuertes en ambos muros
laterales. Llevaba sacristía por el
lado del naciente, hacia la calle principal, Camino Real, en cuya dirección
también se le abrió una puerta de regular tamaño. En la reforma sufrida en
los años cincuenta, la sacristía se traslada a la parte de poniente, porque
comenzó a resultar molesta para el tránsito de la citada vía.
La apertura al culto del nuevo
templo tuvo lugar el 22 de febrero de
1922, siendo de nuevo bendecida
por el ya mencionado sacerdote.
Recoge el Boletín Oficial del Obispado
que al acto, con misa posterior, acudió mucha gente. En ella el propio sacerdote pronunció un acertado discurso
de circunstancias. Por aquellos entonces, y posteriores tiempos, los curas
de refuerzo venían de La Laguna. Hacían
“ayanto” en la casa de Juan Vidal. Allí,
como agasajo, se comían un carnero
joven que, para tal fin criaba Miguel
Anita y don Juan, el del Valle. En todos
los casos, maridado con buen vino cosechado en la Cruz del Lindero.
Este sagrado recinto dependió eclesiásticamente del Arciprestazgo de Granadilla hasta 1943. En ese año pasó a
depender del de Güímar y, llegado el
año 1965, regresó a su antigua y
natural dependencia.
Esta ermita alcanza la categoría de
parroquia de entrada el 24 de febrero
de 1966, por decreto del obispo de Tenerife, Luis Franco Gascón. Fue su primer párroco el entonces joven sacerdote José Noda Díaz. Según el decreto
de creación, el territorio que comprende
su demarcación estaba delimitado por
el barranco de El Mocán en la línea de
poniente, el propio de El Río por el
naciente, y la cumbre y la mar en la
teórica dirección norte y sur.
Tiene lugar la celebración de los fes-
tejos correspondientes al año de 1923
y se declara excepcionalmente como
día principal el 17 de julio, con la finalidad de no hacerla coincidir con la que
tradicionalmente se venía celebrando
en la villa bajo la misma advocación,
la Virgen marinera.
El programa previsto para este
memorable acontecimiento contaba
con los siguientes actos: por la mañana
función religiosa, en la que participó
el inspector eclesiástico Santiago
Beyro. A continuación hubo procesión
solemne, con acompañamiento de la
banda de música del pueblo, dirigida
por José Reyes Martín, y la danza de
varas de la localidad. Por la tarde tuvo
lugar un animado baile en la plaza de
la ermita amenizado por la reseñada
banda.
Para el siguiente año de 1924 la celebración contó con los eventos que se
relacionan: el 16 de julio, a las nueve
de la mañana, romería con música, que
saldría a recibir a las autoridades, tanto
civiles como eclesiásticas, que honraran con su presencia la celebración;
a las 11, misa cantada con acompañamiento de orquesta, oficiada por Esteban Hernández Ramos; a las 5 de la
tarde, gran fiesta popular en la plaza,
que se hallará lujosamente engalanada;
finalizaba la jornada con un animado baile. Día 17 de julio: a las ocho
de la mañana, solemne misa cantada,
con sermón a cargo de un destacado
orador sagrado; a las 11, procesión de
la imagen de Nuestra Señora, que recorrerá el trayecto que ya comienza a considerarse como “de costumbre”,
Templo Parroquial
de Chimiche
acompañada por la banda municipal
de música y una agrupación de guitarras y bandurrias; abrirá el paso procesional la típica danza ejecutada por
hombres del lugar; hacia la una de la
tarde, regreso al templo, efectuándose
la ya también tradicional “entrada”,
con lluvia de cohetes y otros regocijos populares; a las cinco de la tarde,
gran paseo y música en la plaza, con
bailes en distintas casas del pueblo;
a las diez de la noche, concurso de fuegos artificiales, confeccionados especialmente para este acon te ci mien to
por afamados pirotécnicos de esta isla.
A lo largo de los años cincuenta del
pasado siglo, el templo se somete a nuevas mejoras. Era necesario reparar la
techumbre para eliminar las goteras
y otros desperfectos causados por el
tiempo. En este sentido, según acta
municipal de fecha 28 de julio de 1955,
Juan Vidal González solicita al pleno
una ayuda económica “para reparar
la iglesia, que se halla en estado ruinoso”, y el techo “en riesgo de
derrumbe”; así como cambiar de
ubicación la sacristía, desde el lateral que da al camino al opuesto, en el
interior de la plaza. La corporación
municipal no toma acuerdo alguno
sobre el particular y lo pospone hasta
que mejore el estado de la hacienda
local. El pueblo no se arredró ante ello.
Por medio de donativos puso manos
a la obra. Para este fin se reclutó a José
Guillén Morales (Pepe el del cine), un
experto albañil, inteligente y autodidacta, auxiliado por Juan García
Morales (Juan Ruperto).
La obra consistió en sustituir la antigua “torta” de barro por otra de hormigón superpuesta a una base de
madera machihembrada y rematada
con teja árabe, tipo canaria, con
limas a tres aguas y tirantes de hierro y de madera antes y después del
arco correspondiente al presbiterio.
También se trasladó la sacristía y se
mejoró tanto el interior cuanto los exteriores del templo. Durante el tiempo
que duraron las obras, los oficios religiosos se celebraron en el salón de Candelaria Arocha, ahora habilitado para
tal fin. Este hermoso salón, en su trayectoria temporal, se destinó a variados servicios a tener en cuenta, pues
fue utilizado como lugar sagrado, como
academia, sala de baile con cantina
y dormitorio, entre otros fines. En la
actualidad ha sido definitivamente adecuado para uso exclusivamente
doméstico.
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EL DÍA, domingo, 27 de diciembre de 2015
CIENCIA
VIAJEROS POR LAS ISLAS CANARIAS (5)
Carolina-Matilde de Dinamarca,
sus visitas a Canarias y el alcalde amigo
E
n los años cincuenta del siglo
pasado comenzó la segunda
edad de oro del turismo en
el Puerto de la Cruz. La
prensa local se enorgullece
del gran número de turistas extranjeros que visitan la ciudad turística, la “sede
del turismo del Valle de La Orotava”.
Los turistas ocupaban las plazas, las estrechas calles y el ambiente era de los más
encantador que se podía encontrar (1).
Las normas aduaneras de obligado visado
para poder entrar al país establecidas
en 1941 fueron suprimidas tras la
apertura de la frontera en los años cincuenta en beneficio de la inversión
extranjera y del turismo, aunque todavía se prohibía la entrada a personas
“no gratas” por más que se tratara de
un miembro de la nobleza.
El Gobierno Civil de Santa Cruz de
Tenerife recibe del comisario jefe del
Cuerpo General de Policía un telegrama
con fecha de 29 de abril de 1950, remitido por el director general de Seguridad, donde se le solicita la prohibición
de entrada a la isla, “aunque venga provista de documentación regular, a la
duquesa de Leuchtenberg princesa
Beauharnais actualmente en Niza”(2).
Sin embargo, no hubo razones para prohibir la entrada a otros miembros de la
nobleza europea. El 14 de mayo de 1957
llegaron a la ciudad para hospedarse
en el hotel Taoro el archiduque Otto de
Habsburgo y su esposa, la archiduquesa
Regina de Sajonia, y su alteza real la princesa Carolina-Matilde de Dinamarca,
prima del rey Federico IX. Sin atisbo
de exageración, puede decirse que Carolina-Matilde es una de las personalidades más destacadas que visitaron Canarias en estos años y después de leer
este artículo lo comprenderán.
Carolina-Matilde nació en Jægersborghus, el 27 de abril de 1912. Era hija
del príncipe Haroldo Cristián y de Elena Adelaida de Schleswig-HolsteinSonderburg-Glücksburg. Recibió el título de princesa de Dinamarca con
tratamiento de alteza real desde su nacimiento al ser nieta por vía paterna del
rey Federico VIII de Dinamarca y de
la princesa Luisa de Suecia, y por vía
materna del duque Federico Fernando
Schleswig-Holstein-SondenburgGlücksburg y de Carolina-Matilde de
Schleswig-Holstein-SonderburgAugustenburg (3). Carolina-Matilde
se casó el 8 de septiembre de 1933
en el castillo de Fredensborg con su
primo, el príncipe Knud, hermano del
rey Federico IX, que se habría convertido
en rey y ella en reina consorte si no
hubiese habido un cambio en la constitución a favor de las mujeres para reinar (27 de marzo de 1953), sucesión que
recae en 1972 en Margarita, actual reina.
Desde hacía años Carolina-Matilde
padecía una bronquitis aguda y con su
marido comentó el posible lugar donde
pudiera ir para curarse. Se trasladó a
Madeira, pero viendo que Funchal era
algo húmeda eligió para su convalecencia
el Puerto de la Cruz, conocido por ser
un destino turístico europeo de primer
orden. Así pues, cuando CarolinaMatilde contaba con 46 años de edad
viajó por primera vez a Tenerife en el
invierno de 1956-57 con su dama de compañía, Else Clausen. Se hospedó en el
hotel Taoro, justo en una habitación del
ala oeste, lo que le permitía disfrutar
de la vista del Teide. En el hotel hacía
caso omiso de todo protocolo. Bajaba
todos los días a desayunar y era frecuente
verla departir con los demás huéspedes a cualquier hora. Padecía ciertos
ataques bronquiales y en una ocasión
desde el hotel avisan al doctor del lugar,
Isidoro Luz Carpenter, que a la vez era
el alcalde, para que prestara sus servicios
médicos, quien al presentarse para atenderla le da la bienvenida ofreciéndole
un ramo de flores al tratarse de una alteza
real. La estancia fue de meses, los suficientes como para mejorar su salud. Pero
al mismo tiempo nace una estrecha amistad entre la princesa, el alcalde y su familia. A partir de ese momento, la princesa Carolina-Matilde es huésped del
Puerto de la Cruz e Isidoro Luz Carpenter
corresponde a esta deferencia de la dama
nórdica con la hospitalidad respetuosa que ella se merece. El cónsul de
Dinamarca, Guillermo H. Olsen, se ocupó
de la estancia de S.A.R. en la isla. El hobby
preferido de la princesa era la fotografía
y con un coche Volkswagen captó muchos paisajes de la isla.
Carolina-Matilde realizará periódicas
visitas al Puerto de la Cruz, pero no ya
como una turista más sino como una
invitada de Luz Carpenter a su domicilio, en Las Arenas. Nunca viajó a la
isla acompañada por su esposo ni por
ninguno de sus tres hijos, ya mayores,
sino siempre en compañía de su dama,
Texto:
Nicolás
González
Lemus
Else Clausen e
Isidoro Luz
Carpenter en un
camello y en el otro
Carolina-Matilde y
Magdalena Cullen,
acompañados por
Lázaro. Debajo,
Su Alteza Real
Carolina-Matilde de
Dinamarca
Else Clausen. Alta, muy bien arreglada,
elegante, rubia y con ojos azules,
Carolina-Matilde era muy agradable,
sonriente y cordial, pero no ocultaba
sus ideas conservadoras. “Aborrezco a
los jóvenes con pelo largo”, le declaró
a un joven Juan Cruz mientras se ocupaba de su visita para el rotativo El Día,
y “créame que soy plenamente feliz al
saber que mis hijos no lucen esas cabelleras”, le comentó al periodista José
Vera Suárez en 1970 (4).
Entre las muchas atenciones prestadas
por Isidoro Luz Carpenter no pudo faltar la popular excursión por el centro
neurálgico del turismo local sobre los
camellos de Lázaro, un personaje de
la época del boom turístico en la ciudad portuense tan popular como el propio alcalde (5). Lázaro procedía de San
Miguel de Abona y
se fue al Puerto
de la Cruz a trabajar con sus camellos cargando arena,
cuando el historiador portuense
Antonio Ruiz Álvarez le insinúa que
ponga sus dromedarios a pasear
turistas. Su estación estaba en
la plaza de los Reyes Católicos y
desde este punto
con sus tres camellos paseaba a los turistas por la calle Obispo Pérez Cáceres y
la avenida Aguilar y Quesada, llegaba
a la playa Martiánez y por la avenida
Colón regresaba a su punto de partida.
En la foto que ilustra el artículo vemos
a Else Clausen e Isidoro Luz Carpenter en un camello y en el otro a Carolina-Matilde y Magdalena Cullen,
esposa del alcalde, acompañados por
Lázaro (6).
Cuando, en 1964, Manuel Fraga Iribarne visitó Tenerife Isidoro la avisa de
que Carolina-Matilde se encontraba en
su casa y el ministro organizó una cena
en el hotel Taoro en su honor
Siempre viajaba a Tenerife y desde
aquí hacía excursiones a otras islas, por
supuesto, acompañada por Isidoro
Luz Carpenter y su esposa, con quienes hizo una gran amistad. Viajaron a
muchos sitios de la península, a Lanzarote y, el domingo 5 de abril de 1958,
a La Palma. Recorrieron la isla de norte
a sur y el cabildo ofreció una cena homenaje a tan distinguida visitante. También fue ese el año en que viajó a Gran
Canaria. En un jeep se trasladó a Maspalonas, la Caldera de Bandama y otros
lugares de la isla. En 1967 estuvo de nuevo
en esa isla, pero solo de paso a Tenerife. Sin embargo, en abril de 1970 volvió a visitar Gran Canaria por un
período de 5 días. En Maspalomas, lugar
que le encantaba, se alojó en el hotel
Maspalomas Oasis, dirigido por Alberto
Isasi. Entonces estaba de cónsul en la
isla Peter C. Larsen.
Venía todos los años a Tenerife. Le
encantaban su gente y su “radiante y
espléndido sol”. A la una de la tarde
del miércoles 3 de octubre de 1974 Carolina-Matilde inauguró en Adeje el
hotel Callao Salvaje, propiedad en
gran parte del gobierno danés, y
donde pasaban los daneses, totalmente gratis, quince días de recuperación de cualquier enfermedad a
cargo de la Seguridad Social de su país.
En España solo existían tres centros benéficos de este estilo y pertenecientes a
Dinamarca los había en Valencia,
Torremolinos y Tenerife. Además de
las autoridades civiles y militares,
S.A.R. estuvo acompañada por el cónsul Peter C. Larsen y el expresidente
danés Viggo Kampmann.
El verano iba a pasarlo a Klitgârdens
Skagen y los inviernos solía pasarlos en
el Puerto de la Cruz, en la vivienda de
Isidoro Luz Carpenter, incluso después
de fallecido el ilustre alcalde, en 1980.
Carolina-Matilde nos dejó para siempre el 12 de diciembre de 1995, a los 83
años, en el palacio de Sorgenfri,
Copenhague.
Ahora el lector comprende por
qué esta mujer es una de las más destacadas damas de la realeza europea
que visitaron Canarias en esos años:
no fue un solo viaje el que realizó, sino
muchos, hasta el punto de estar su persona estrechamente relacionada con
las Islas, sobre todo con el Puerto de
la Cruz.
NOTAS
(1) Canarias, 25 de febrero de 1956, nº 92.
(2) AHPSC. Caja Gobierno Civil. Extranjeros 1950-1982.
(3) es.wikipedia.org/wiki/Carolina Matilde de Dinamarca
(4) La Provincia, jueves 2 de abril de 1970.
(5) Agradezco la información sobre Lázaro González y González facilitada por Melchor Hernández Castilla, José Francisco Albuger y Bruno Juan Álvarez Abreu.
(6) Mis más sinceros agradecimientos a la familia Luz Cullen por la foto y el material facilitado para la elaboración de este trabajo.
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domingo, 27 de diciembre de 2015, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.011
Los niños y la Navidad cuando ha
habido una ruptura de la pareja
L
a Navidad se presume como
un período de encuentro y
de compartir con nuestros
seres queridos, amigos y
familia, existiendo tantos
tipos de éstas como familias mismas.
En este sentido, y pese a los prejuicios y convencionalismos sociales que
nos persiguen y que mantenemos, la
familia no puede entenderse como un
modelo o un patrón establecido en el
que deban existir algunos miembros
o convivir de acuerdo a unas reglas,
sino como algo más profundo que trasciende los estándares tradicionales.
La familia es un sentimiento de pertenencia a un grupo de personas
que además se quieren entre ellas y
que desean y tienen un proyecto de
vida en común, el cual, por otra
parte, se supone duradero en el
tiempo. Partiendo de este concepto subjetivo, parece que no sería importante
ni necesaria la convivencia de todos
los miembros para seguir siendo una
familia. Tras la ruptura de una pareja
sentimental o matrimonio, el panorama se tornaría diferente para los
padres, los cuales rompen su proyecto
de futuro común como pareja, pero
siguen manteniendo objetivos vitales
comunes en lo referente a sus hijos e
hijas, así como vínculos indisolubles
de por vida, precisamente por la
existencia de éstos. Pero no debería
ser muy diferente para los niños, para
los cuales siguen vigentes el amor, la
pertenencia, la existencia de relaciones estables y duraderas y un proyecto
de vida en común, todo lo que hemos
considerado anteriormente pilares
fundamentales que sustentan a la familia.
Antes, durante o tras una ruptura
sentimental o divorcio, los padres suelen mostrar gran preocupación por las
consecuencias que esto puede acarrear
sobre sus hijos, hasta el punto de que
pueden permanecer unidos a sus
parejas por miedo a la adaptación o
infelicidad que pueda causar su decisión. No obstante, se debe tener en
cuenta que no existen evidencias científicas de la existencia de problemas
a largo plazo en hijos de padres
divorciados o que vivan separados. Sin
embargo, lo que sí se sabe es que la
exposición de los hijos a situaciones
de conflicto entre sus progenitores,
antes, durante o tras la ruptura de la
pareja, resulta perjudicial para los niños
y niñas, y que las consecuencias
sobre su desarrollo dependerán de la
intensidad del conflicto y del tiempo
de exposición a dicha situación.
¿Qué hacer tras una ruptura?
Entonces, ¿qué hacemos los padres
para mantener la familia a pesar de la
ruptura? Y, sobre todo, ¿cómo mantenemos el derecho universal de los
Texto: Eva Patricia Pellicer Pinilla
(psicóloga con acreditación sanitaria. Vocal de Psicología
Educativa, Infancia, Adolescencia y Familia del COP. Especialista
en Intervención Familiar)
niños a tener una familia que les quiera,
les proteja y les mantenga al margen
de conflictos? El aspecto más importante para asegurar el ajuste psicológico de los hijos tras la separación es
facilitar el acceso a ambos progenitores
y sus familias, independientemente
de quien tenga la custodia, preservando
los vínculos afectivos existentes hasta
el momento y fomentando el establecimiento de una relación estable
y satisfactoria. Hay que tener en
cuenta que estudios señalan que si en
el primer año de la ruptura hijos y
padres/madres no establecen un vínculo afectivo, es bastante improbable
que lo hagan en el futuro
Para ello, es fundamental en estas
fechas, y siempre que se pueda, propiciar espacios para compartir con
padres y madres y tíos y tías, abuelos y abuelas. Es cierto que puede resultar tremendamente doloroso tener que
visitar a la familia de la expareja, pero
mantener el contacto habitual con sus
abuelos, tíos o primos es crucial para
garantizar la adaptación de los niños,
además de un derecho.
Asimismo, resulta crucial evitar
discusiones, comentarios poco apropiados y conflictos en presencia de los
hijos. En un proceso de separación sentimental y/o divorcio pueden aparecer multitud de motivos para sentirse
herido y/o humillado y, en consecuencia,
enfadarse con la otra parte o con su
entorno. Pero este tipo de situaciones
generan gran sufrimiento en los hijos,
que podrían sentirse obligados a
tomar parte por su padre o por su
madre, lo que obviamente tendrá efectos negativos en su desarrollo.
Por lo señalado anteriormente, en
estas fechas de encuentros y reuniones con familiares y amigos, y por tentador que pueda resultar desahogarse
u opinar sobre la situación o las personas implicadas, se debe optar por
una postura civilizada y evitar apasionamientos partidistas hacia uno u
otro progenitor, así como comentar los
defectos o malas costumbres que
tenía la expareja delante de los hijos.
Por otro lado, es importante ser coherente y mantener las mismas normas
que ya se tenían hasta el momento de
la separación, por lo que durante los
días de vacaciones de Navidad que
pasen con su padre o su madre los hijos
de padres separados estos últimos
deben procurar conservar las pautas
y criterios que compartían ambos miembros de la pareja, no permitiendo comportamientos que hasta ese momento
no hubieran tolerado.
Es importante estar pendientes y
observar los comportamientos y actitudes de los niños y las niñas. Los padres
y las madres, cuando atraviesan un
periodo de crisis vital, como ocurre
en una ruptura sentimental o divorcio, se hallan absorbidos por sus
propios problemas y pueden tener dificultades para detectar algunas necesidades de los hijos. Además, debemos tener en cuenta, que por muy mal
que lo estemos pasando, no debemos
hacerlos partícipes de nuestro sufrimiento ni compartir con ellos nuestro estado de ánimo utilizándolos como
confidentes.
Flexibles en estas fechas
Un aspecto crucial y que suele ser
motivo de conflictos entre padres y
madres es el horario de visitas con el
progenitor no custodio. En estas
fechas, se debe ser flexible con respecto
al cumplimiento de los horarios de recogida o entrega de los hijos e hijas e
incluso escuchar las propuestas que
quieran hacer los niños respecto a este
hecho. Y, desde luego, jamás
debemos entorpecer o evitar
las visitas con el progenitor no
custodio o su familia.
Otro aspecto a tener en
cuenta, tanto nosotros como
nuestras familias e incluso amigos, es no intentar satisfacer
nuestra curiosidad preguntando y sonsacando a los
hijos sobre la vida de nuestra
expareja, con preguntas más
o menos veladas sobre a
dónde va, qué hace, con
quién se ve, etcétera. Como
tampoco debemos utilizar a
nuestros hijos e hijas para
enviar mensajes a la otra
parte. Y si en estas fechas de
Navidad se va a compartir con
los hijos la presencia de una nueva
pareja sentimental del padre o de la
madre, se recomienda ir introduciéndola en la vida familiar de forma
gradual, y ser cautos, al principio, con
las expresiones de afecto que se
muestren en presencia de los hijos.
Lo más importante para manejar una
situación de ruptura sentimental o
divorcio de cara al bienestar de los niños
y niñas es apoyar y fomentar el mantenimiento de un estrecho vínculo afectivo con ambas partes y mantenerlos
al margen de las diferencias y conflictos
de los adultos, preservando la inocencia
de la infancia y el amor que los hijos
e hijas sienten hacia su padre y
madre, ya que lo normal es que quieran a los dos. Siempre que no existan,
claro está, situaciones de violencia de
género, maltrato infantil o alguna
medida judicial de protección sobre
una de las partes.